Manual De Produccion En Cultivos Protegidos

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1 T ÉCNICAS DE PRODUCCIÓN EN CULTIVOS PROTEGIDOS (Torno 1 de 2)

Francisco Camacho Ferre Coordinador

instituto



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TÉCNICAS DE

PRODUCCIÓN EN CULTIVOS PROTEGIDOS Tomo 1

© Caja Rural Intermediterránea, Cajamar. © Los autores que se citan, para cada artículo. Reservados todos los derechos. Prohibida la reproducción total o parcial, por cualquier medio, sin previa autorización escrita de la Editorial o los autores afectados.

Edita: Caja Rural Intermediterránea, Cajamar. Plaza de Barcelona, 5 04006 Almería www.cajamar.es Instituto de estudios de Cajamar. Tf.: 950 62 25 23 - Fax: 950 22 15 94 www.instituto.cajamar.es Diseño y maquetación: Ediciones Agrotécnicas, S.L. Plaza de España, 10 5º Izq. 28008 Madrid Tf.: 91 547 35 15 - Fax: 91 547 45 06 C.elec.: [email protected] C.elec.: [email protected] http//www.agrotecnica.com http//www.terralia.com

Depósito legal: MI.S.B.N.: 84-95531-15-1 (Tomo I) I.S.B.N.: 84-95531-16-X (Tomo II) I.S.B.N.: 84-95531-17-8 (Obra completa) Impreso en España Printed in Spain Imprime: Eurocolor Distribuye: Ediciones Agrotécnicas, S.L.

ÍNDICE DE AUTORES  Aparicio Salmerón, Vicente Ingeniero Agrónomo Jefe del Departamento de Sanidad Vegetal de la Delegación Provincial de Agricultura de la J.A. en Almería.

 Borja Carrillo, Alicia Licenciada en Ciencias Biológicas Departamento de Biología Aplicada de la Universidad de Almería.

 Bretones Castillo, Francisco Ingeniero Técnico Agrícola Ex Director de la Estación Experimental de Cajamar “Las Palmerillas”.

 Cadenas Tortosa, Francisco Ingeniero Agrónomo Director de Producción de la S.A.T. “Las Hortichuelas”.

 Callejón Ferre, Ángel Jesús Doctor Ingeniero Agrónomo Mónsul Ingeniería, S.L. – Profesor Asociado de la Universidad de Almería.

 Camacho Ferre, Francisco Doctor Ingeniero Agrónomo Profesor Titular del Departamento de Producción Vegetal de la Universidad de Almería.

 Cánovas Martínez, Francisco Ingeniero Agrónomo Investigador del C.I.F.H. “La Mojonera”.

 Cantón Ramos, José Manuel Ingeniero Técnico Agrícola Departamento Técnico de la S.A.T. “Costa de Almería”.

 Carreño Sánchez, Juan Ingeniero Técnico Agrícola Estación Experimental de Cajamar “Las Palmerillas”.

 Casas Castro, Antonio Químico Laboratorio de Análisis Agrícolas.

 Cortés Martínez, María del Mar Ingeniero Técnico Agrícola Consultora Agrícola.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

 de la Torre Martínez, Fernando Ingeniero Técnico Agrícola Director Técnico de Semilleros “Confimaplant”.

 Díaz Pérez, Manuel Ingeniero Técnico Agrícola Departamento de Producción Vegetal de la Universidad de Almería.

 Fernández Rodríguez, Eduardo Jesús Doctor Ingeniero Agrónomo Catedrático del Departamento de Producción Vegetal de la Universidad de Almería.

 Fernández Sierra, Luis Miguel Ingeniero Agrónomo Gerente de “Agrocolor, S.L.”.

 Galera García, Isabel Ingeniero Técnico Agrícola Jefa del Departamento Técnico de la S.C.A. “ Coprohníjar”.

 González Vargas, Jesús Ingeniero Técnico Agrícola Consultor Agrícola.

 Hernández Jiménez, Martín Ingeniero Agrónomo Director Técnico de Fitosanitarios “B. Hernández”.

 Jurado Ruíz, Antonio Ingeniero Técnico Agrícola Consultor Agrícola.

 López Hernández, Juan Carlos Doctor Ingeniero Agrónomo Estación Experimental de Cajamar “Las Palmerillas”.

 López Martínez, José Antonio Ingeniero Aeronaútico Profesor Titular del Departamento de Ingeniería Rural de la Universidad de Almería.

 Lozano Ruíz, Rafael Doctor en Ciencias Biológicas Catedrático del Departamento de Biología Aplicada de la Universidad de Almería.

 Magán Cañadas, Juan José Ingeniero Agrónomo Estación Experimental de Cajamar “Las Palmerillas”.

 Manzanares Ruíz, Carmen Ingeniero Técnico Agrícola Unidad de producción Integrada del Departamento de Sanidad Vegetal de la Delegación Provincial de Agricultura de la J.A. en Almería.

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Índice de autores

 Martínez Martínez, Antonio Ingeniero Técnico Agrícola Servicio Técnico de la S.C.A. “Hortamar”.

 Molina Herrera, Jerónimo Economista Director del Instituto de Estudios de Cajamar.

 Nieto Quesada, Nieves Ingeniero Técnico Agrícola Directora Técnica de Cultivos. “Mónsul Ingeniería, S.L.”.

 Pérez Parra, Jerónimo José Doctor Ingeniero Agrónomo Director de la Estación Experimental de Cajamar “Las Palmerillas” – Profesor Asociado de la Universidad de Almería.

 Rodríguez Rodríguez, María Paz Ingeniero Técnico Agrícola Unidad de producción Integrada del Departamento de Sanidad Vegetal de la Delegación Provincial de Agricultura de la J.A. en Almería.

 Salinas Navarro, María Licenciada en Ciencias Biológicas Departamento de Biología Aplicada de la Universidad de Almería.

 Tello Marquina, Julio César Doctor Ingeniero Agrónomo Catedrático del Departamento de Producción Vegetal de la Universidad de Almería.

 Valenzuela Cabrera, José Luis Ingeniero Técnico Agrícola Departamento de Producción de la S.A.T. “Parafrut”.

 Valera Martínez, Diego Luis Doctor Ingeniero Agrónomo Profesor Titular del Departamento de Ingeniería Rural de la Universidad de Almería.

 Vasco Morcillo, Rafael Ingeniero Técnico Agrícola Departamento Técnico de la S.A.T. “Costa de Almería”.

 Villalobos López, Jesús Ingeniero Técnico Agrícola Jefe del Departamento Técnico de la S.C.A. “Cabasc”.

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PRESENTACIÓN Siempre es motivo de satisfacción la reedición de un libro porque representa un certificado de garantía de su éxito y mucho más, como en este caso, ya que se está convirtiendo en manual de referencia sobre las “Técnicas de producción en cultivos protegidos”. En esta publicación se recogen las lecciones dictadas en el Curso de postgrado que imparte el Instituto de Estudios de Cajamar que este año inicia su sexta edición; persistencia en el tiempo que avala su utilidad para los jóvenes profesionales que ahora se incorporan a la dirección técnica de los cultivos protegidos. En los procesos de desarrollo económico, lo que diferencia las fases de despegue o inicio, de las de madurez o consolidación, es la acumulación de conocimiento y no cabe duda que este libro ha contribuido a ello. Aquí se analizan, además de cuestiones generales referidas a la producción, mejora genética, investigación, etc., los métodos particulares desarrollados en las diferentes zonas productoras del sureste de la península ibérica para el cultivo de las distintas especies hortícolas. La principal aportación de este manual es que en él se recogen, por primera vez, los trabajos empíricos desarrollados durante años en cultivos protegidos por los más destacados especialistas en cada una de las especies hortícolas. El gran mérito de este tipo de agricultura, desarrollada principalmente en Almería, ha sido su capacidad para incorporar y adaptar las diferentes tecnologías disponibles en cada momento. No han sido grandes o brillantes investigaciones las que han permitido el espectacular crecimiento de este tipo de agricultura, sino la constante y permanente mejora de las estructuras de producción y de las técnicas de cultivo que durante treinta y cinco años han ido adecuándose a la realidad de la zona. Condiciones que no sólo están determinadas por el medio físico, sino también y sobre todo, por la capacidad de los agricultores para asimilar y aplicar los conocimientos. Como decíamos en la presentación de la primera edición, este modelo que ha resultado tan fértil, no responde a ningún patrón predeterminado que se haya trasladado a esta provincia, sino que ha ido haciéndose poco a poco, día a día, a medida que iban incorporándose nuevas hectáreas a la producción. Durante años se ha producido un flujo constante de conocimientos que han ido inventándose sobre la marcha para salvar los innumerables obstáculos surgidos y para los que la producción científica y académica convencional, no siempre tenía la respuesta adecuada. Parte de ese conocimiento es lo que se recoge en este libro. Por último agradecer sinceramente a todos los profesionales que de forma desinteresada han vertido sus conocimientos en esta publicación y en especial a Francisco Camacho Ferre por la magnífica labor realizada para la coordinación de la obra que hoy ofrecemos.

Juan del Águila Molina

Presidente del Instituto de Estudios de Cajamar

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ÍNDICE GENERAL

TOMO I TEMA 1 - EL PAPEL DE LA AGRICULTURA INTENSIVA EN LA ECONOMÍA DE LA PROVINCIA DE ALMERÍA

Jerónimo Molina Herrera 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 29 2. BREVE ANÁLISIS DE LA ECONOMÍA ALMERIENSE DURANTE EL SIGLO XX ........................ 29 3. LA AGRICULTURA EN LA ECONOMÍA PROVINCIAL .............................................................. 36 4. LA PROYECCIÓN EXTERIOR DE LA ECONOMÍA ALMERIENSE ............................................. 41 5. FASES DEL DESARROLLO HORTÍCOLA .................................................................................. 47 6. RETOS FUTUROS DE LA HORTICULTURA ALMERIENSE ........................................................ 49

TEMA 2 - SUELOS Y AGUAS UTILIZADOS EN LA HORTICULTURA INTENSIVA. INTERPRETACIÓN DE ANÁLISIS

Antonio Casas Castro 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 53 2. AGUAS .................................................................................................................................... 53 2.1 Observaciones a los efectos diversos ......................................................................... 56 2.2 Soluciones a los problemas de salinidad .................................................................. 57 2.3 Soluciones a los problemas de infiltración ............................................................... 60 2.4 Soluciones a los problemas de toxicidad .................................................................. 61 2.5 Ejemplos de diferentes tipos de aguas ...................................................................62 3. SUELOS ................................................................................................................................... 65 3.1 Caracterización de suelos ............................................................................................ 65 3.2 Análisis químico de suelos .......................................................................................... 68 3.3 Interpretación de los resultados ................................................................................. 94 3.4 Análisis físico de suelos ............................................................................................... 101 4. BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................... 105

TEMA 3 - EL ENARENADO

Francisco Bretones Castillo 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 111 2. ANTECEDENTES ...................................................................................................................... 111 3. REALIZACIÓN DEL ENARENADO ........................................................................................... 112 4. CARACTERÍSTICAS DE LA ARENA A EMPLEAR ..................................................................... 113

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

5. EXTENDIDO Y ACONDICIONAMIENTO DE LA ARENA ......................................................... 113 6. MANEJO DEL ENARENADO ................................................................................................... 114 7. PROPIEDADES Y VENTAJAS DEL ENARENADO ..................................................................... 116

TEMA 4 - EVOLUCIÓN DE LAS ESTRUCTURAS Y CUBIERTAS DE INVERNADERO EN EL SURESTE ESPAÑOL

Juan Carlos López Hernández MATERIALES FLEXIBLES PARA CUBIERTAS DE INVERNADEROS: 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 121 2. MATERIALES FLEXIBLES ......................................................................................................... 121 2.1 Propiedades básicas ...................................................................................................... 122 2.2 Policloruro de vinilo (PVC) .......................................................................................... 123

2.3 Copolímero de etileno y acetato de vinilo (EVA)..................................................... 123 2.4 Polietileno (PE) .............................................................................................................. 125 3. MATERIAL DE CERRAMIENTO FRENTE A LA RADIACIÓN DE ONDA CORTA ....................... 126 4. MATERIAL DE CERRAMIENTO FRENTE A LA RADIACIÓN DE ONDA LARGA ...................... 127 5. EFECTO ANTIGOTEO .............................................................................................................. 130 6. EFECTO ANTIBOTRYTIS .......................................................................................................... 131 7. EFECTO FLUORESCENTE ......................................................................................................... 131 ESTRUCTURAS DE INVERNADEROS Y SU EVOLUCIÓN EN ALMERÍA: 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 132 2. EVOLUCIÓN ............................................................................................................................ 133 3. PROCESO CONSTRUCTIVO ..................................................................................................... 133 4. ESTRUCTURAS TIPO INDUSTRIAL .......................................................................................... 134 5. BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................... 134 TEMA 5 - EL RIEGO POR GOTEO. MANEJO, CÁLCULOS DE FERTIRRIGACIÓN Y OTROS PRODUCTOS

Juan Carreño / Juan José Magán 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 137 2. EL RIEGO A MANTA EN LOS INVERNADEROS DE ALMERÍA ................................................ 137 3. INSTALACIONES DE RIEGO POR GOTEO ............................................................................... 140 3.1 Componentes de una instalación de riego por goteo .............................................. 140 3.2 Equipos para la fertirrigación ..................................................................................... 142 4. CRITERIOS DE FERTIRRIGACIÓN ............................................................................................ 148 4.1 Criterio de aporte de fertilizantes en función de las necesidades teóricas

del cultivo ...................................................................................................................... 149

4.2 Criterio de aporte de fertilizantes en base a una disolución fisiológica

equilibrada iónicamente .............................................................................................. 150 5. FERTILIZANTES UTILIZADOS EN FERTIRRIGACIÓN ............................................................... 155 5.1 Fertilizantes que incorporan macronutrientes ......................................................... 155 5.2 Fertilizantes que incorporan micronutrientes .......................................................... 160 6. OTROS PRODUCTOS APORTADOS A TRAVÉS DEL SISTEMA DE RIEGO POR GOTEO ......... 164 6.1 Sustancias húmicas ...................................................................................................... 164

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Índice general

6.2 Bionutrientes ................................................................................................................. 165 6.3 Acidos polihidroxicarboxílicos .................................................................................... 166 6.4 Productos fitosanitarios ............................................................................................... 166 6.5 Desinfectantes de suelos .............................................................................................. 168 7. PROBLEMAS RESUELTOS DE FERTIRRIGACIÓN ..................................................................... 169 8. BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................... 181 TEMA 6 - EVOLUCIÓN DE LAS ENFERMEDADES HORTÍCOLAS EN EL SURESTE ESPAÑOL

Julio César Tello Marquina 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 185 2. ESTIMACIÓN MATEMÁTICA DE LAS EPIDEMIAS .................................................................. 188 3. SÍNTESIS Y VALORACIÓN ....................................................................................................... 197 4. LAS ENFERMEDADES EN LOS CULTIVOS BAJO PLÁSTICO ................................................... 198 4.1 Los cultivos de hortalizas. Una necesaria visión retrospectiva ............................. 198 4.2 Las enfermedades de las plantas de invernadero. Un enfoque histórico y

una valoración actual ................................................................................................... 202

5. ENFERMEDADES DE LAS SOLANÁCEAS................................................................................ 204 5.1 Enfermedades de los semilleros.................................................................................. 204 5.2 Enfermedades causadas por parásitos edáficos en el terreno de asiento ............ 205 5.3 Hongos, bacterias y virus que enferman la parte aérea de la planta .................. 208 6. ENFERMEDADES DE LAS CUCURBITÁCEAS .......................................................................... 211 6.1 Enfermedades de los semilleros.................................................................................. 212 6.2 Enfermedades causadas por parásitos edáficos en el terreno de asiento ............ 212 6.3 Micosis y bacteriosis de la parte aérea de las plantas ............................................ 215 6.4 Virosis ............................................................................................................................. 217 6.5 Enfermedades no parasitarias .................................................................................... 218 7. ENFERMEDADES DE LA JUDÍA............................................................................................... 218 7.1 Enfermedades producidas por hongos del suelo ...................................................... 218 7.2 Micosis y bacteriosis de la parte aérea ..................................................................... 219 7.3 Virosis ............................................................................................................................. 221 8. ORIENTACIÓN SOBRE NECESIDADES DE INVESTIGACIÓN Y ENSEÑANZA ......................... 221 TEMA 7 - PRODUCCIÓN INTEGRADA EN CULTIVOS HORTÍCOLAS BAJO ABRIGO. ANDALUCÍA.

Vicente Aparicio / María Paz Rodríguez / Carmen Manzanares 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 227 2. NORMAS O REQUISITOS QUE COMPLETAN EL PROCESO GENERAL DE LA PRODUCCIÓN INTEGRADA .................................................................................................... 229 2.1 Normas Generales de la Producción Integrada ........................................................ 229 2.2 Normas de Producción Integrada para industrias de transformación ................. 235 2.3 Inscripción, registro y obligaciones de los operadores ........................................... 237 2.4 Control de la Producción Integrada ........................................................................... 238 2.5 Agrupaciones de la Producción Integrada ................................................................ 239 2.6 Identificaciones de garantía ........................................................................................ 239

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

2.7 Entidades de certificación ........................................................................................... 240 2.8 Comisión Nacional de Producción Integrada ........................................................... 241 2.9 Registro General de Producción Integrada ............................................................... 242 2.10 Comercialización de la Producción Integrada de otros países............................. 242 3. BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................... 243 TEMA 8 - PRODUCCIÓN CONTROLADA DE CULTIVOS PROTEGIDOS. LA CERTIFICACIÓN AENOR

Luis Miguel Fernández Sierra 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 247 2. OBJETIVOS DE AENOR ........................................................................................................... 250 3. LA NECESIDAD DE CERTIFICAR UN PRODUCTO DE CALIDAD ............................................. 251

3.1 Razones por las que se deben certificar los productos..........................................252 3.2 Beneficios de la certificación ..................................................................................252 4. LA SERIE NORMAS UNE 155 001 “PRODUCCIÓN CONTROLADA DE CULTIVOS. HORTALIZAS PARA CONSUMO EN FRESCO” ........................................................................ 252 4.1 Objeto y campo de actividad ..................................................................................253 4.2 Objetivos de esta norma .........................................................................................253 4.3 Actividad futura ......................................................................................................255 5. CONTENIDOS DE LA UNE 155 001-1: REQUISITOS GENERALES .......................................... 255 5.1 Objeto y campo de aplicación .................................................................................255 5.2 Definiciones .............................................................................................................255 5.3 Formación necesaria ...............................................................................................256 5.4 Condicionantes del suelo ........................................................................................257 5.5 Condiciones climáticas ............................................................................................257 5.6 Instalaciones ............................................................................................................257 5.7 Material vegetal .......................................................................................................258 5.8 Operaciones propias del cultivo .............................................................................258 5.9 Gestión de residuos sólidos.....................................................................................261 5.10 Recolección .............................................................................................................261 5.11 Cuaderno de explotación.......................................................................................261 5.12 Central hortofrutícola ............................................................................................262 5.13 Operaciones de postrecolección y comercialización ............................................262 5.14 Reclamaciones de clientes .....................................................................................263 5.15 Protección ambiental .............................................................................................263 5.16 Métodos de análisis ...............................................................................................263 6. UNE 155 001: REQUISITOS ESPECÍFICOS PARA CADA CULTIVO .......................................... 264 6.1 Estructuras de normas específicas..........................................................................264 6.2 Recolección...............................................................................................................264 6.3 Control de plagas .....................................................................................................265 6.4 Control de enfermedades producidas por hongos .................................................266 6.5 Control de enfermedades producidas por bacterias ..............................................267 6.6 Control de enfermedades producidas por virus ....................................................268 6.7 Límite máximo de residuos permitido ...................................................................268 7. LA CERTIFICACIÓN AENOR DE HORTALIZAS......................................................................... 271 7.1 Definiciones .............................................................................................................272

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Índice general

7.2 Controles ..................................................................................................................272 7.3 Concesión de licencia de uso de marca ..................................................................274 7.4 Marcado de los productos certificados ...................................................................276 8. BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................... 276 TEMA 9 - PROTECCIÓN FITOSANITARIA

Ángel J. Callejón / José A. López / Diego L. Valera 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 281 2. NORMATIVA REFERENTE A LA APLICACIÓN Y MANIPULACIÓN DE PRODUCTOS FITOSANITARIOS .................................................................................................................... 281 3. EQUIPOS DE PROTECCIÓN INDIVIDUAL ................................................................................ 283 3.1 Clasificación de equipos de protección individuales a efectos de

comercialización ............................................................................................................283 3.2 Evaluación de conformidad de los EPI según su

categoría para comercialización .............................................................................284

3.3 Clasificación de los equipos de protección individual ..........................................286

• ANEXO 1: CÓDIGO Y DESCRIPCIÓN DE LOS DISTINTOS PREPARADOS FITOSANITARIOS ... 307 • ANEXO 2: SÍMBOLOS, PICTOGRAMAS E INDICACIONES DE PELIGRO DE SUSTANCIAS

Y PREPARADOS PELIGROSOS ................................................................................................... 308

• ANEXO 3: FRASES DE RIESGO Y SEGURIDAD ....................................................................... 308 4. BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................... 312 TEMA 10 - MEJORA GENÉTICA DE HORTÍCOLAS MEDIANTE MARCADORES DE ADN

Alicia Borja / María Salinas / Rafael Lozano 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 315 2. MARCADORES MOLECULARES.............................................................................................. 316 2.1 Marcadores obtenidos mediante hibridación de ADN: minisatélites, microsatélites y RFLPs ..................................................................................................317 2.2 Marcadores desarrollados mediante técnicas de PCR ...........................................320 2.3 Comparación de los distintos tipos de marcadores moleculares ..........................325

3. UTILIDAD DE LOS MARCADORES MOLECULARES EN MEJORA DE PLANTAS ............................................................................................................ 326 3.1 Análisis de la variabilidad genética: evaluación de germoplasma y relaciones entre genotipos ............................................................................................326 3.2 Identificación genética: pureza de híbridos y evaluación de dihaploides ...........328 3.3 Selección asistida por marcadores moleculares ....................................................330 3.4 Mapas genéticos ......................................................................................................335

4. BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................... 338 TEMA 11 - INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO AGRARIO

Jerónimo J. Pérez Parra 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 343 2. INVESTIGACIÓN, DESARROLLO ECONÓMICO, MEDIO AMBIENTE Y SEGURIDAD ALIMENTARIA ......................................................................................................................... 343 3. EL MARCO INSTITUCIONAL DE LA INVESTIGACIÓN AGRARIA ............................................ 347

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

4. INVESTIGACIÓN AGRARIA Y DESARROLLO TECNOLÓGICO EN ALMERÍA .......................... 347 4.1 Líneas de trabajo principales de los centros y grupos de investigación de Almería en el ámbito de la agricultura .......................................................................348

5. BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................... 355 TEMA 12 - UTILIZACIÓN DE PANTALLAS TÉRMICAS ALUMINIZADAS EN INVERANDEROS MEDITERRANEOS

Eduardo J. Fernández / Manuel Díaz / Ángel J. Callejón 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 361 2. MANEJO DE LAS PANTALLAS TÉRMICAS ALUMINIZAS EN INVERNADEROS MEDITERRÁNEOS ................................................................................................................... 364 3. MANEJO DIURNO DE LAS PANTALLAS TERMOREFLECTIVAS MÓVILES .............................. 365 4. MANEJO NOCTURNO DE LAS PANTALLAS TERMOREFLECTIVAS MÓVILES ........................ 370 5. PANTALLAS E INVERSIÓN TÉRMICA ...................................................................................... 371 6. MANEJO COMBINADO DE LAS PANTALLAS TERMOREFLECTIVAS MÓVILES...................... 372 7. BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................... 372

TOMO II TEMA 13 - CULTIVOS SIN SUELO

Francisco Cánovas / Juan José Magán 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 409 1.1 Concepto y definición de cultivo sin suelo ............................................................409 1.2 Interés y justificación de los cultivos sin suelo como sistemas productivos .....................................................................................................410 1.3 Antecedentes y evolución .......................................................................................411 1.4 Situación actual .......................................................................................................411 1.5 Los cultivos sin suelo en el sureste español ..........................................................412 1.6 Perspectivas de los cultivos sin suelo ....................................................................412 2. SISTEMAS DE CULTIVOS SIN SUELO ...................................................................................... 413 2.1 Principios básicos ....................................................................................................413 2.2 Características diferenciales con los cultivos en suelo .........................................413 2.3 Componentes y clasificación de los sistemas de cultivos sin suelo .........................................................................................................................415

3. MANEJO DE CULTIVOS SIN SUELO ........................................................................................ 425 3.1 Introducción .............................................................................................................425 3.2 Fertilización .............................................................................................................425 3.3 Riegos .......................................................................................................................428

4. ANÁLISIS CRÍTICO DE LOS PRINCIPALES SISTEMAS DE CULTIVO SIN SUELO. EXPERIENCIAS Y POSIBILIDADES DE ADAPTACIÓN A LAS CONDICIONES DEL SURESTE ESPAÑOL ........... 431 4.1 Sistemas abiertos .....................................................................................................431 4.2 Sistemas cerrados ....................................................................................................442

5. PRINCIPALES FACTORES A TENER EN CUENTA PARA LA IMPLANTACIÓN DE LOS CULTIVOS SIN SUELO EN EL SURESTE ................................................................................... 448

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Índice general

5.1 Calidad del agua ......................................................................................................448 5.2 Factores climáticos ..................................................................................................449 5.3 Especies a cultivar ...................................................................................................450 5.4 Patologías y fisiopatías específicas de los cultivos sin suelo ...............................451 5.5 Aspecto medioambiental .........................................................................................452

6. BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................... 453 TEMA 14 - LOS SEMILLEROS HORTÍCOLAS

Fernando de la Torre Martínez 1. DEFINICIÓN ............................................................................................................................. 457 2. EVOLUCIÓN ............................................................................................................................ 457 3. LEGISLACIÓN .......................................................................................................................... 457 3.1 Semillas ....................................................................................................................457 3.2 Substratos ................................................................................................................458 3.3 Semilleros ................................................................................................................458

4. INSTALACIONES...................................................................................................................... 460 4.1 Invernaderos ............................................................................................................460 4.2 Maquinaria de siembra ...........................................................................................461 4.3 Cámara de germinación ..........................................................................................463 4.4 Cámara de cultivo ...................................................................................................463 4.5 Taller de injertos ......................................................................................................464 4.6 Banquetas de cultivo ...............................................................................................464 4.7 Sistemas de riego ....................................................................................................464 4.8 Sistemas de tratamientos fitosanitarios ................................................................466 4.9 Climatización ...........................................................................................................467

5. MATERIALES ........................................................................................................................... 468

5.1 Substratos ................................................................................................................468 5.2 Bandejas y fundas ...................................................................................................469 5.3 Otros materiales ......................................................................................................469

6. CULTIVOS ................................................................................................................................ 470 6.1 Injertos .....................................................................................................................471

7. LABORES DE CULTIVO ............................................................................................................ 475 7.3 Riegos .......................................................................................................................475 7.2 Fertilización .............................................................................................................475 7.3 Tratamientos fitosanitarios .....................................................................................476

8. PROCESO DE PRODUCCIÓN ................................................................................................... 477 TEMA 15 - EL CULTIVO PROTEGIDO DEL TOMATE

Francisco Cadenas / Jesús González / Martín Hernández 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 483 2. HISTORIA DEL CULTIVO EN LAS COMARCAS ALMERIENSES MÁS IMPORTANTES, DESDE EL PUNTO DE VISTA PRODUCTIVO DE ESTA HORTALIZA ........................................ 483 2.1 Historia del cultivo del tomate en la Comarca de El Parador - Roquetas de Mar ....483 2.2 Historia del cultivo del tomate en la Comarca de La Vega de Almería, Los

Llanos de la Cañada y El Alquián ..........................................................................485

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

2.3 Historia del cultivo del tomate en las Comarcas de Cuevas del Almanzora,

Pulpí, Águilas, Lorca y Mazarrón ..........................................................................486

3. TAXONOMÍA Y MORFOLOGÍA DEL TOMATE........................................................................ 487 3.1 Taxonomía y origen ................................................................................................487 3.2 Morfología ...............................................................................................................487

4. FISIOLOGÍA DEL TOMATE ...................................................................................................... 489 4.1 Adaptación medioambiental ...................................................................................492

5. EXIGENCIAS GENERALES DE CLIMA Y SUELOS .................................................................... 492 5.1 Temperaturas críticas para el cultivo del tomate ..................................................493

6. LA ELECCIÓN DEL MATERIAL VEGETAL ................................................................................ 494 6.1 El material vegetal en El Parador – Roquetas .......................................................495 6.2 El material vegetal en La Vega de Almería - La Cañada .....................................497 6.3 El material vegetal en el Bajo Almanzora y Este de la Provincia de Almería ....500

7. LABORES Y TÉCNICAS CULTURALES ..................................................................................... 503 7.1 Preparación del terreno ..........................................................................................503 7.2 Preparación del invernadero ..................................................................................505

7.3 Semilla y semillero ..................................................................................................505 7.4 Trasplante ................................................................................................................506 7.5 Poda de formación ..................................................................................................507 7.6 Aporcado y rehundido ............................................................................................507 7.7 Entutorado ...............................................................................................................507 7.8 Podas ........................................................................................................................508 7.9 Escardas ...................................................................................................................509

8. EL RIEGO Y LA FERTILIZACIÓN .............................................................................................. 509

8.1 El riego y la fertilización del tomate en la Comarca de El Parador -

Roquetas ...................................................................................................................510

8.2 El riego y la fertilización del tomate en la Comarca de La Vega de Almería -

La Cañada ................................................................................................................512

8.3 El riego y la fertilización del tomate en el Bajo Almanzora y Este de la

provincia de Almería ..............................................................................................514

9. EL CUAJADO DEL TOMATE .................................................................................................... 517 10. PLAGAS Y ENFERMEDADES ................................................................................................. 520 10.1 Plagas .....................................................................................................................520 10.2 Enfermedades ........................................................................................................525

11. CARENCIAS, FISIOPATÍAS Y ALTERACIONES DE ORIGEN NO PARASITARIO ..................... 530 11.1 Carencias ................................................................................................................530 11.2 Alteraciones de origen genético ...........................................................................531 11.3 Fitotoxicidades .......................................................................................................532 11.4 Accidentes climatológicos .....................................................................................533 11.5 Otras alteraciones en fruto ...................................................................................534 11.6 Otras fisiopatías .....................................................................................................535

12. RECOLECCIÓN, CUIDADOS POSTERIORES, MERCADO....................................................... 536 13. BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................... 537

( 20 ]

Índice general

TEMA 16 - EL CULTIVO DE PIMIENTO BAJO INVERNADERO

Antonio Jurado / Nieves Nieto 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 541 2. BOTÁNICA Y FISIOLOGÍA DE LA PLANTA ............................................................................. 541 3. EXIGENCIAS GENERALES DEL CLIMA Y SUELO .................................................................... 544 3.1 Exigencias climáticas ..............................................................................................544 3.2 Exigencias del suelo ................................................................................................546

4. INVERNADEROS PARA CULTIVO DE PIMIENTO. CONDICIONES QUE DEBEN REUNIR ........ 546 5. LABORES CULTURALES DESDE LA SIEMBRA HASTA LA FINALIZACIÓN DEL CULTIVO ....... 547 5.1 Siembra ....................................................................................................................547 5.2 Retranqueo y preparación del suelo .......................................................................548 5.3 Desinfección de suelos ............................................................................................548 5.4 Riego de preplantación ...........................................................................................550 5.5 Plantación ................................................................................................................550 5.6 Riegos iniciales ........................................................................................................553 5.7 Binas.........................................................................................................................553 5.8 Podas ........................................................................................................................553

5.9 Entutorado ...............................................................................................................554 5.10 Cuajado de frutos ..................................................................................................556 5.11 Aclareo de frutos ...................................................................................................556

6. FERTIRRIGACIÓN .................................................................................................................... 557 6.1 Nutrición hídrica .....................................................................................................557 6.2 Nutrición mineral ....................................................................................................558

7. MATERIAL VEGETAL. ELECCIÓN DE VARIEDADES ................................................................ 559 8. PROBLEMAS FISIOLÓGICOS ................................................................................................... 561 8.1 Frutos en punta y agalletados ................................................................................561 8.2 Blossom ....................................................................................................................561 8.3 Stip ...........................................................................................................................561 8.4 Agrietado de frutos .................................................................................................562 8.5 Manchas en hojas viejas .........................................................................................562 8.6 Asfixia radicular ......................................................................................................562

9. PLAGAS Y ENFERMEDADES. MÉTODOS DE LUCHA ............................................................. 562 9.1 Plagas .......................................................................................................................562 9.2 Enfermedades criptogámicas ..................................................................................565

10. VIRUS .................................................................................................................................... 567 11. RECOLECCIÓN ....................................................................................................................... 568 11.1 Manipulación .........................................................................................................568 11.2 Conservación frigorífica ........................................................................................568 11.3 Transporte ..............................................................................................................568 TEMA 17 - EL CULTIVO DE LA BERENJENA BAJO INVERNADERO

José Luis Valenzuela Cabrera 1. HISTORIA DEL CULTIVO DE LA BERENJENA .......................................................................... 571 2. MORFOLOGÍA DE LOS ÓRGANOS VEGETATIVOS Y PRODUCTIVOS .................................... 571

( 21 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

3. FISIOLOGÍA DEL CRECIMIENTO Y FRUCTIFICACIÓN ............................................................. 572 4. EXIGENCIAS GENERALES DE CLIMA Y SUELOS .................................................................... 573 4.1 Temperatura .............................................................................................................573 4.2 Humedad ..................................................................................................................574 4.3 Luminosidad ............................................................................................................574 4.4 Suelo.........................................................................................................................575

5. ELECCIÓN DEL MATERIAL VEGETAL ...................................................................................... 575 5.1 Variedades más usadas ...........................................................................................576

6. LABORES CULTURALES .......................................................................................................... 576 6.1 Preparación del terreno ..........................................................................................576 6.2 Plantación ................................................................................................................576 6.3 Aporcado ..................................................................................................................577 6.4 Binas y escardas ......................................................................................................577 6.5 Poda de formación ..................................................................................................577 6.6 Entutorado ...............................................................................................................577 6.7 Poda de hojas ...........................................................................................................578 6.8 Cuajado de frutos ....................................................................................................578 6.9 Aclareo de flores y frutos .......................................................................................578 6.10 Poda de regeneración ............................................................................................578

7. MARCOS DE PLANTACIÓN ..................................................................................................... 578 8. FECHAS DE PLANTACIÓN ....................................................................................................... 579 9. RIEGOS Y FERTILIZANTES....................................................................................................... 579 9.1 Factores que influyen en el riego ...........................................................................579 9.2 Calendario de riego .................................................................................................580 9.3 Riegos de lavado ......................................................................................................580 9.4 Fertilización .............................................................................................................580 9.5 Microelementos .......................................................................................................580 9.6 Otros nutrientes .......................................................................................................581

10. PLAGAS, ENFERMEDADES Y OTRAS FISIOPATÍAS .............................................................. 581 10.1 Medidas culturales .................................................................................................581 10.2 Plagas .....................................................................................................................585 10.3 Enfermedades y virosis .........................................................................................586 10.4 Fisiopatías ..............................................................................................................587

11. RECOLECCIÓN ....................................................................................................................... 587 TEMA 18 - EL CULTIVO PROTEGIDO DEL MELÓN

José Manuel Cantón / Isabel Galera / Antonio Martínez 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 591 2. BREVE DESCRIPCIÓN BOTÁNICA. DESCRIPCIÓN BIOLÓGICA............................................... 591 2.1 Formas del fruto ......................................................................................................592 2.2 Color de la piel ........................................................................................................592 2.3 Características de la placenta .................................................................................593

3. EXIGENCIAS MEDIOAMBIANTALES ....................................................................................... 593

( 22 ]

Índice general

4. NECESIDADES MEDIAS DE AGUA ......................................................................................... 594 5. FERTILIZACIÓN........................................................................................................................ 596 5.1 Fases del desarrollo fisiológico del melón .............................................................598 5.2 Relación entre las fases de crecimiento y la nutrición del melón .......................599 5.3 Fertilización en suelo ..............................................................................................603 5.4 Fertilización en hidroponía.....................................................................................604

6. CICLOS DE CULTIVO ............................................................................................................... 604 7. SIEMBRA Y TRANSPLANTE .................................................................................................... 605 7.1 Transplante con planta hecha en semilleros especializados .................................605 7.2 Siembra directa .......................................................................................................606 7.3 Acolchado .................................................................................................................606 7.4 Tunelillos ..................................................................................................................607

8. DENSIDAD DE PLANTACIÓN .................................................................................................. 608 9. SISTEMAS DE PODA EN MELÓN ............................................................................................ 608 9.1 Poda del melón sin entutorar .................................................................................609 9.2 Poda del melón entutorado .....................................................................................610

10. POLINIZACIÓN ...................................................................................................................... 610 11. MATERIAL VEGETAL ............................................................................................................. 612 11.1 Melón Amarillo ......................................................................................................613 11.2 Piel de sapo ............................................................................................................613 11.3 Rochet .....................................................................................................................613 11.4 Tendral ...................................................................................................................614 11.5 Cantaloup ...............................................................................................................614 11.6 Galia .......................................................................................................................614 11.7 Melones de larga conservación.............................................................................615 11.8 Listado de variedades ............................................................................................616

12. PLAGAS, ENFERMEDADES Y FISOPATÍAS DEL MELÓN....................................................... 631 12.1 Plagas del melón....................................................................................................633 12.2 Nematodos .............................................................................................................635 12.3 Enfermedades producidas por bacterias ..............................................................636 12.4 Enfermedades producidas por hongos .................................................................636 12.5 Virus .......................................................................................................................638 12.6 Fisiopatías ..............................................................................................................641

13. RECOLECCIÓN, CUIDADOS POSTCOSECHA Y MERCADOS ................................................ 644 13.1 Recolección .............................................................................................................644 13.2 Normas de calidad relativas a melones................................................................646 13.3 Confección ..............................................................................................................646

14. BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................... 648 TEMA 19 - EL CULTIVO DE SANDÍA INVERNADA

Francisco Camacho Ferre 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 651 2. MORFOLOGÍA DE LOS ÓRGANOS VEGETATIVOS Y PRODUCTIVOS DE LA PLANTA .......... 653 3. ELECCIÓN DEL MATERIAL VEGETAL ...................................................................................... 654

( 23 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

4. EXIGENCIAS DE LA SANDÍA EN SUELOS ............................................................................... 657 5. EL RIEGO Y LA FERTILIZACIÓN DE LA SANDÍA ..................................................................... 657 6. EXIGENCIAS CLIMÁTICAS DE LA SANDÍA ............................................................................. 670 7. FISIOLOGÍA DE LA FECUNDACIÓN ........................................................................................ 671 7.1 El empleo de fitorreguladores.................................................................................672

8. FISIOLOGÍA DEL DESARROLLO DE LOS FRUTOS .................................................................. 676 9. LABORES CULTURALES EN LA SANDÍA ................................................................................. 676 9.1 Preparación del suelo ..............................................................................................676 9.2 Plantación ................................................................................................................677 9.3 Poda ..........................................................................................................................677 9.4 Escardas ...................................................................................................................677 9.5 Polinización..............................................................................................................678 9.6 Utilización de sistemas de semiforzado .................................................................679 9.7 Sombreo de invernaderos .......................................................................................679

10. MARCOS DE PLANTACIÓN ................................................................................................... 680 11. PLAGAS Y ENFERMEDADES ................................................................................................. 680 11.1 Plagas de la sandía ................................................................................................681 11.2 Enfermedades de la sandía causadas por hongos ...............................................684 11.3 Enfermedades de la sandía producidas por bacterias .........................................685

11.4 Enfermedades de las sandías producidas por virus ............................................685 11.5 Fisiopatías, y daños producidos por mal manejo del cultivo .............................686

12. RECOLECCIÓN, CUIDADOS POSTERIORES Y MERCADOS .................................................. 687 13. BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................... 689 TEMA 20 - EL CULTIVO DEL PEPINO BAJO INVERNADERO

Rafael Vasco Morcillo 1. DESCRIPCIÓN BOTÁNICA ....................................................................................................... 693 1.1 Sistema radicular.....................................................................................................693 1.2 Tallo ..........................................................................................................................693 1.3 Hojas.........................................................................................................................693 1.4 Flores ........................................................................................................................693 1.5 Fruto .........................................................................................................................693

2. CLIMA Y SUELO ...................................................................................................................... 694 2.1 Exigencias generales de clima (temperatura y humedad relativa) ......................694 2.2 Otros parámetros climáticos ...................................................................................696 2.3 Suelo.........................................................................................................................696

3. MATERIAL VEGETAL ............................................................................................................... 697 3.1 Elección de variedades ............................................................................................697 3.2 Tipos de material vegetal ........................................................................................698 3.3 Variedades comerciales ...........................................................................................698

4. LABORES CULTURALES .......................................................................................................... 701 4.1 Siembra ....................................................................................................................701 4.2 Marco de plantación ................................................................................................702 4.3 Fecha de siembra .....................................................................................................702

( 24 ]

Índice general

4.4 Poda y entutorado ...................................................................................................703

5. RIEGOS Y FERTILIZACION....................................................................................................... 703 5.1 Necesidades de agua del pepino .............................................................................703 5.2 Fertirrigación ...........................................................................................................705

6. CULTIVO DE PEPINO EN SUSTRATO....................................................................................... 708 7. FISIOPATÍAS, PLAGAS, ENFERMEDADES Y VIRUS ................................................................ 711 7.1 Fisiopatías ................................................................................................................711 7.2 Principales plagas del pepino .................................................................................713 7.3 Enfermedades del pepino ........................................................................................717 7.4 Virosis ......................................................................................................................720

8. RECOLECCION Y COMERCIALIZACIÓN .................................................................................. 722 9. BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................... 722 TEMA 21 - EL CULTIVO PROTEGIDO DEL CALABACÍN

María del Mar Cortés Martínez 1. DESCRIPCIÓN BOTÁNICA ....................................................................................................... 725 2. MORFOLOGÍA DE LOS ÓRGANOS VEGETATIVOS Y PRODUCTIVOS DE LA PLANTA .......... 725 3. CONDICIONES DE CULTIVO (CLIMA, SUELO, SIEMBRA, MARCOS DE PLANTACIÓN, PRÁCTICAS CULTURALES) ...................................................................................................... 726 4. ELECCIÓN DEL MATERIAL VEGETAL ...................................................................................... 728 5. PLAGAS, ENFERMEDADES, FISIOPATÍAS Y VIRUS ................................................................ 730

6. RECOLECCIÓN ......................................................................................................................... 737 7. MERCADOS ............................................................................................................................. 738 TEMA 22 - EL CULTIVO DE LA JUDÍA PARA VERDEO

Jesús Villalobos López 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 741 2. MORFOLOGÍA DE LOS ÓRGANOS VEGETATIVOS Y PRODUCTIVOS DE LA PLANTA .......... 741 3. CONDICIONES DE CULTTIVO .................................................................................................. 743 3.1 Climáticas.................................................................................................................743 3.2 Siembra ....................................................................................................................744

3.3 Marcos de plantación ..............................................................................................744

3.4 Prácticas culturales ..................................................................................................745 3.5 Recolección...............................................................................................................745

4. ENTUTORADO ........................................................................................................................ 745 5. PROBLEMAS FISIOLÓGICOS ................................................................................................... 746 6. PLAGAS Y ENFERMEDADES ................................................................................................... 746 6.1 Plagas .......................................................................................................................746 6.2 Enfermedades fúngicas ...........................................................................................747 6.3 Enfermedades viróticas ...........................................................................................749

7. LA JUDÍA EN CULTIVO HIDROPÓNICO .................................................................................. 749 8. LA SALINIDAD EN CULTIVOS DE JUDÍA VERDE .................................................................... 750 9. RECOLECCIÓN, CUIDADOS POSTERIORES Y MERCADOS .................................................... 750 9.1 Recolección...............................................................................................................750

( 25 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

9.2 Cuidados posteriores ...............................................................................................751

10. SEGUIMIENTO AGRONÓMICO DE UN CULTIVO DE JUDÍA ................................................ 752 10.1 Datos agronómicos campaña de otoño ................................................................752 10.2 Datos agronómicos campaña de primavera .........................................................753

11. BIBILIOGRAFÍA ...................................................................................................................... 756 TEMA 23 - EL CULTIVO DE LA LECHUGA ICEBERG

Martín Hernández Jiménez 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 759 2. MORFOLOGÍA Y TAXONOMÍA .............................................................................................. 759 3. FISIOLOGÍA DEL CRECIMIENTO ............................................................................................. 760 3.1 Crecimiento y desarrollo .........................................................................................760 3.2 Adaptación medioambiental ...................................................................................762

4. EXIGENCIAS GENERALES DE CLIMAS Y SUELOS .................................................................. 762 4.1 Clima ........................................................................................................................762 4.2 Suelos .......................................................................................................................763

5. ELECCIÓN DE VARIEDADES.................................................................................................... 764 5.1 Variedades................................................................................................................764 5.2 Programación...........................................................................................................765

6. LABORES CULTURALES .......................................................................................................... 765 7. MARCOS DE PLANTACIÓN ..................................................................................................... 767 8. RIEGOS Y FERTILIZACIÓN....................................................................................................... 768 8.1 Riegos .......................................................................................................................768 8.2 Fertilización .............................................................................................................769

9. FISIOPATÍAS, PLAGAS Y ENFERMEDADES. APLICACIONES FITOSANITARIAS ..................... 770 9.1 Fisiopatías ................................................................................................................770 9.2 Plagas .......................................................................................................................771 9.3 Enfermedades ..........................................................................................................772 9.4 Aplicaciones fitosanitarias ......................................................................................774

10. RECOLECCIÓN, CUIDADOS POSTERIORES, MERCADOS..................................................... 774 11. BIBILIOGRAFÍA ...................................................................................................................... 775

( 26 ]

( TEMA 1 ]

EL PAPEL DE LA AGRICULTURA

INTENSIVA EN LA ECONOMÍA DE LA PROVINCIA DE ALMERÍA

Jerónimo Molina Herrera

Economista Director del Instituto de Estudios de Cajamar

El papel de la agricultura intensiva en la economía de la provincia de Almería

1. ( INTRODUCCIÓN ]

Un hecho diferencial de Almería es la gran incidencia que tiene la agricultura sobre el conjunto de la economía provincial hasta el punto que, durante años, la evolución de la renta y el empleo provincial ha estado determinada por la marcha de la campaña hortícola. Hablar de agricultura en la provincia de Almería es hablar de la producción hortícola en cultivos intensivos, lo que popularmente se conoce como “los invernaderos” ya que, como veremos más adelante, la mayoría de la producción final agraria la aporta este subgrupo de productos. Esta realidad de la economía almeriense cuestiona uno de los tradicionales paradigmas de la economía clásica y que vinculaba las posibilidades de desarrollo de un territorio a la industrialización, siendo el componente agrario un lastre y un síntoma de subdesarrollo. En Almería ha sido el sector primario el que ha logrado, en el último tercio del siglo XX, sacar a la provincia de una prolongada situación de pobreza. En este trabajo vamos a analizar la evolución de la economía provincial durante el pasado siglo, el papel de la agricultura y su evolución, el papel del comercio exterior, las distintas fases o etapas de las producciones hortícolas, así como los retos de futuro a los que se enfrenta la provincia. 2. ( BREVE ANÁLISIS DE LA ECONOMÍA ALMERIENSE DURANTE EL SIGLO XX ]

 CUADRO 1. POBLACIÓN DE DERECHO EN ALMERÍA, ANDALUCÍA Y ESPAÑA. Almería Año

Andalucía

Habitantes 1900=100

España

Habitantes

1900=100

Habitantes

1900=100

1900

366.170

100

3.558.612

100

18.830.649

100

1910

398.221

109

3.824.548

107

20.360.306

108

1920

383.692

105

4.257.139

120

22.012.663

117

1930

360.180

98

4.627.148

130

24.026.571

128

1940

373.702

102

5.254.120

148

26.386.854

140

1950

361.769

99

5.647.244

159

28.172.268

150

1960

369.447

101

5.940.047

167

31.071.747

165

1970

377.639

103

5.991.076

168

34.117.623

181

1981

410.831

112

6.440.985

181

37.682.355

200

1986

442.324

121

6.940.522

195

38.473.418

204

1991

455.496

124

7.234.873

203

38.872.268

206

1995

493.126

135

7.314.644

206

40.460.055

215

1996

501.761

137

7.234.873

203

39.669.394

211

1998

505.448

138

7.236.459

203

39.852.651

212

1999

512.843

140

7.305.117

205

40.202.160

213

2000

518.229

142

7.340.052

206

41.116.842

218

2001

533.168

146

7.403.968

208

41.116.842

218 FUENTE: INE

( 29 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Tradicionalmente se ha dividido la economía del siglo XX en tres periodos claramente diferenciados entre sí: la etapa de la minería, que tiene su esplendor a finales del XIX y principios del XX; la de la uva y en menor medida la naranja, que ocupan la parte central del siglo y, la actual, vinculada a la agricultura intensiva con importantes aportes del turismo y de manera mas localizada, del mármol. El indicador más sencillo y más claro que se emplea para conocer la evolución económica de un territorio es analizar el comportamiento de su población, para ello hemos elaborado el cuadro adjunto del que podemos extraer algunas conclusiones. De un modo general, se puede decir que durante gran parte del siglo XX Almería ha sufrido una gran depresión económica la cual se refleja en la evolución de su población. Mientras en el conjunto de España y en Andalucía la población crece ininterrumpidamente durante todo el período, en esta provincia, ha permanecido estancada e incluso en retroceso, no recuperando el número de habitantes de 1910 hasta 1981. Consecuencia de lo anterior es, que cuando el conjunto de España más que dobla el número de sus habitantes, en Almería sólo aumentan un 46%, crecimiento que además se produce en los últimos veinte años, tal como queda reflejado en los gráficos.  CUADRO 2. POBLACIÓN DE DERECHO EN ALMERÍA, ANDALUCÍA Y ESPAÑA. Almería Año

Andalucía

Habitantes 1981=100

España

Habitantes

1981=100

Habitantes

1981=100

1900

366.170

89

3.558.612

55

18.830.649

50

1910

398.221

97

3.824.548

59

20.360.306

54

1920

383.692

93

4.257.139

66

22.012.663

58

1930

360.180

88

4.627.148

72

24.026.571

64

1940

373.702

91

5.254.120

82

26.386.854

70

1950

361.769

88

5.647.244

88

28.172.268

75

1960

369.447

90

5.940.047

92

31.071.747

82

1970

377.639

92

5.991.076

93

34.117.623

91

1981

410.831

100

6.440.985

100

37.682.355

100

1986

442.324

108

6.940.522

108

38.473.418

102

1991

455.496

111

7.234.873

112

38.872.268

103

1995

493.126

120

7.314.644

114

40.460.055

107

1996

501.761

122

7.234.873

112

39.669.394

105

1998

505.448

123

7.236.459

112

39.852.651

106

1999

512.843

125

7.305.117

113

40.202.160

107

2000

518.229

126

7.340.052

114

41.116.842

109

2001

533.168

130

7.403.968

115

41.116.842

109 FUENTE: INE

( 30 ]

El papel de la agricultura intensiva en la economía de la provincia de Almería

Si utilizamos como año base 1981, cuadro 2, vemos como Almería en las dos últimas décadas ha tenido un aumento de población del 30%, cifra que dobla la Andaluza que sólo lo hace un 15% y muy superior al crecimiento del conjunto de España que crece un 9%. En los últimos diez años analizados es donde se produce un crecimiento más intenso de la población en la provincia de Almería, debido al gran número de inmigrantes que llegan atraídos por la demanda del mercado laboral, especialmente del sector agrario. En estos años, el crecimiento anual medio acumulado en la provincia de Almería es el 1,75% frente al 0,25% de Andalucía y el 0,62% de España. Hasta la década de los ochenta no se produce un saldo migratorio positivo en la provincia, que en los últimos años supera incluso el crecimiento vegetativo.

250 218

225 200

208

175 150 146

125 100 75

01

00

ANDALUCÍA

20

99

20

98

19

96

19

95

19

91

ALMERÍA

19

86

19

81

19

70

19

60

19

50

19

40

19

30

19

20

19

10

19

19

19

00

50

ESPAÑA

 EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN 1900 = 100

140

130

130 120

115

110

109

100 90 80 ���

70 60

���

50 40

01 20

00 20

99 19

98 19

96 19

95 19

91 19

86 19

81 19

70 19

60 19

50 19

40 19

30 19

20 19

10 19

19

00

���

���

ALMERÍA

ANDALUCÍA

ESPAÑA

 EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN 1981 = 100

( 31 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Otra reflexión que se debe extraer de la evolución de la población es la debilidad del desarrollo propiciado por la uva, que fue incapaz de mantener a la población fijada en el territorio durante la parte central del siglo. Y no es porque la producción uvera no creara riqueza, sino porque ésta se concentró en unas pocas comarcas, siendo además, prácticamente y aparte del autoabastecimiento, la única actividad económica de entidad que se realizó en la provincia durante décadas, quizás con la única excepción de la modesta producción naranjera desde finales de los años cincuenta. Una característica muy acusada de la evolución de la población almeriense durante el siglo XX, es como se ha desplazado desde el interior hacia la costa siguiendo, lógicamente, las actividades económicas. Así la minería y los cultivos uveros se desarrollaron en los pueblos del interior, mientas la agricultura intensiva se produce en la franja litoral. Como resumen, la evolución del siglo la podemos dividir en las siguientes etapas: • Hasta 1910, crecimiento de población vinculado a la minería. • De 1910 hasta 1970, disminución de población por declive de la minería y escaso desarrollo del parral y los cítricos. • Desde 1970, rápido crecimiento propiciado por la agricultura intensiva.

Durante las tres etapas del crecimiento económico de Almería se observan una serie de similitudes y disparidades en las que conviene detenerse, aunque sea de forma breve. La principal coincidencia es que las actividades económicas desarrolladas han tenido siempre una gran dependencia con el exterior, tanto la minería, como la uva y las hortalizas se han destinado a los mercados exteriores. Esta realidad, sin duda positiva, y tantas veces presentada como reflejo del carácter emprendedor de los almerienses, oculta otra realidad no menos cierta, que es el gran aislamiento interior de nuestra provincia en la Península Ibérica. Nuestra situación periférica, y además en una esquina del cuadrado peninsular; el complejo sistema montañoso y, la aridez casi desértica en gran parte de la provincia, han dificultado las comunicaciones con las demás regiones, e incluso dentro de la propia provincia. Todo ello, unido a la ausencia de infraestructuras que articulen los distintos núcleos de actividad, ha impedido la creación de un tejido económico relacionado con nuestro entorno peninsular y de ahí, que las escasas posibilidades de desarrollo se hayan dirigido hacia los mercados exteriores. Sirva esta evidencia histórica para recordar el esencial papel que juegan las infraestructuras en la superación de los condicionantes y obstáculos que ofrece la naturaleza a los que haremos referencias más adelante. Una divergencia clara entre los tres procesos es, que en las dos primeras etapas no se pudo, o no se supo, desde la riqueza generada por la actividad extractiva, en un caso y la producción uvera en el otro, desarrollar un tejido industrial y de servicios que propiciara un desarrollo estable y menos dependiente. No se le incorporó valor añadido a los productos, ni se desarrollaron economías de escala. Consecuentemente, al tiempo que esas materias primas perdían rentabilidad o se agotaban, se volvía a las situaciones de profunda depresión que las habían precedido. Sin embargo, creemos que esta tercera etapa, presenta unas características muy distintas a las anteriores, e incluso un entorno internacional mucho más favorable como tendremos oportunidad de analizar mas adelante.

( 32 ]

El papel de la agricultura intensiva en la economía de la provincia de Almería

 CUADRO 3.

EVOLUCIÓN DE LA RENTA FAMILIAR NETA DISPONIBLE PER CÁPITA EN ALMERÍA Y ESPAÑA.

RFND pc

% Almería

Tasa varic.

RFND pc

Tasa varic.

Año

Almería

España = 100

anual

España

anual

1.967

23.876

60,1

1.969

30.634

62,2

28,3

49.223

23,9

1.971

45.843

70,3

49,6

65.181

32,4

1.973

70.447

76,9

53,7

91.647

40,6

1.975

102.667

80,0

45,7

128.346

40,0

1.977

168.033

88,7

63,7

189.369

47,5

1.979

239.368

87,9

42,5

272.380

43,8

1.981

308.899

83,2

29,0

371.140

36,3

1.983

375.552

78,9

21,6

476.279

28,3

1.985

478.069

82,9

27,3

576.558

21,1

1.987

636.122

87,4

33,1

727.607

26,2

1.989

771.403

86,5

21,3

891.768

22,6

1.991

822.530

80,4

6,6

1.022.900

14,7

1.993

936.391

81,7

13,8

1.145.598

12,0

39.731

1.995

920.835

80,6

-1,7

1.142.509

-0,3

1.997

1.324.156

90,0

43,8

1.471.254

28,8

1.998

1.439.357

91,3

8,7

1.576.561

7,2

FUENTE: RENTA NACIONAL DE ESPAÑA. BBV. ELABORACIÓN SERVICIO DE ESTUDIOS ECONÓMICOS. CÁMARA OFICIAL DE COMERCIO DE ALMERÍA

110,0 100,0 91,3

90,0 80,0 70,0 60,0

60,1

98 19

95 19

91 19

87 19

83 19

79 19

75 19

71 19

19

67

50,0

RENTA FAMILIAR DISPONIBLE PER CÁPITA EN ALMERÍA. ESPAÑA = 100

FUENTE: RENTA NACIONAL DE ESPAÑA. BBV.

( 33 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Desde un punto de vista más estrictamente económico como es producción y renta, sí observamos la evolución de la Renta Familiar Neta Disponible per cápita de Almería desde 1967, según los datos del Servicio de Estudios del BBV, y los comparamos con los del conjunto de España, tal como aparecen recogidos en el Cuadro 3, se pueden apreciar claramente tres etapas: en los años setenta se produce el gran despegue de la economía almeriense, manteniendo tasas de crecimiento superiores a la española y por lo tanto, aproximándose de manera considerable a la renta media, alcanzando al final de la década un ochenta y ocho por ciento de la media nacional; en los años ochenta y hasta la crisis del 93, Almería crece en términos per cápita a un nivel muy similar al conjunto de España manteniéndose, por tanto, el diferencial respecto a los valores medios. Desde 1993, año que coincide con la creación del Mercado Único Europeo, Almería vuelve a crecer a un ritmo superior a la media española hasta situarse por encima del noventa por ciento de la renta familiar disponible en España. Lo expuesto también queda reflejado en el Cuadro 4 Indicadores Macroeconómicos de las Provincias Andaluzas, aunque en él se analice, sin distinguir fases intermedias, el último cuarto del siglo XX, se puede observar el mayor dinamismo de Almería respecto a las demás provincias andaluzas. En este período la población de Almería pasa de representar el 6,3% del total de la Comunidad Autónoma al 7,4%; por otra parte, la aportación al Valor Añadido Bruto del conjunto de la región pasa del 5,9% al 8,5% en idéntico período de tiempo siendo la provincia que obtiene un mayor crecimiento.  CUADRO 4.

INDICADORES MACROECONÓMICOS DE ANDALUCÍA. AÑOS 1975 Y 1999. ANDALUCÍA = 100.

Concepto Población en 1975

Almería

Cádiz

Córdoba

Granada

Huelva

6,30

15,46

11,73

12,03

6,54

Población en 1999

7,04

15,25

10,51

10,99

6,24

V.A.B. 1975*

5,92

15,66

10,33

9,26

10,31

V.A.B. 1999

8,49

14,52

9,95

9,89

6,69

R.F.N. en 1975*

6,55

15,48

10,88

10,48

7,04

R.F.N. en 1998

8,40

14,08

11,08

10,22

6,71

V.A.B. per cápita 1975

93,87

101,23

88,02

76,95

157,60

V.A.B. per cápita 1999

120,51

95,22

94,64

89,98

107,25

R.F.N.D. per cápita 1975

103,84

100,10

92,70

87,12

107,69

R.F.N.D. per cápita 1998

119,21

92,32

105,40

92,95

107,47

Índice PIB por hab. 1975

66,03

71,20

61,91

54,12

110,85

Índice PIB por hab. 1999

81,70

64,59

64,04

60,78

71,89

Índice R.F.N.D. por hab. 1975

80,50

77,60

71,87

67,54

83,49

Índice R.F.N.D. por hab. 1998

89,76

69,52

79,36

69,99

80,92

* Millones de pesetas. Deflactor V.A.B.=7.057 Media española del PIB por habitante: 1975 = 1.160.086; 1999 = 2.284.261 Renta familiar neta por habitante: 1975 = 896.931; 1998 = 1.576.561

( 34 ]

El papel de la agricultura intensiva en la economía de la provincia de Almería

Concepto

Jaén

Málaga

Sevilla

Andalucía

Población en 1975

10,58

14,94

22,41

100,00

Población en 1999

8,81

17,34

23,81

100,00

V.A.B. 1975*

8,58

15,06

24,89

100,00

V.A.B. 1999

7,96

20,06

22,44

100,00

R.F.N. en 1975*

9,57

15,41

24,60

100,00

R.F.N. en 1998

9,31

18,64

21,57

100,00

V.A.B. per cápita 1975

81,03

100,74

111,01

100,00

V.A.B. per cápita 1999

90,31

115,69

94,25

100,00

R.F.N.D. per cápita 1975

90,49

103,10

109,77

100,00

R.F.N.D. per cápita 1998

105,70

107,52

90,57

100,00

Índice PIB por hab. 1975

56,99

70,86

78,08

70,34

Índice PIB por hab. 1999

60,99

78,45

63,69

67,65

Índice R.F.N.D. por hab. 1975

70,16

79,93

85,10

77,52

Índice R.F.N.D. por hab. 1998

79,59

80,96

68,20

75,30

* Millones de pesetas. Deflactor V.A.B.=7.057 Media española del PIB por habitante: 1975.= 1.160.086; 1999.= 2.284.261 Renta familiar neta por habitante: 1975.= 896.931; 1998.= 1.576.561 FUENTE: RENTA NACIONAL DE ESPAÑA. BBV. ELABORACIÓN INSTITUTO DE ESTUDIOS SOCIOECONÓMICOS DE CAJAMAR.

Esta evolución tiene su reflejo en el índice de PIB por habitante considerando el valor medio de España igual a 100, en él la provincia de Almería gana más de quince puntos porcentuales pasando de representar el 66% de la media española en 1975 a superar el 81% al final del período, siendo con mucho la provincia andaluza que mejor se comporta en este indicador donde, por cierto, el conjunto de Andalucía no sólo no ha avanzado, sino que incluso ha retrocedido ligeramente. El avance de la economía almeriense también queda patente en la evolución del V.A.B. per cápita en relación con las demás provincias andaluzas. Así, mientras la provincia almeriense era la quinta de Andalucía con valores inferiores a la media de la región, en 1999 es la provincia de mayor V.A.B. p.c. superando en un 20% el valor medio de Andalucía Para comprender las causas de esta favorable evolución hay que descender al análisis de los distintos sectores que componen el PIB provincial. Analizando éstos, como rasgos más característicos destacan el fuerte componente agrario, así como la rápida evolución de los servicios y la escasez de actividad industrial. Este último sector y la construcción, son los que menor participación tienen en la economía de Almería, siendo su evolución, aunque no su tamaño, muy similar a la del conjunto de España, por lo que difícilmente estos sectores podrían explicar el mayor crecimiento de la provincia almeriense. Por su parte, el sector servicios sí ha tenido una evolución más rápida que la española, sobre todo en aquellas ramas de actividad que atienden las demandas del sector agra-

( 35 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

rio como son los servicios comerciales, el transporte y las comunicaciones, manteniendo las demás un comportamiento muy similar al conjunto de España. El sector que tiene un comportamiento claramente diferenciado es el sector agropesquero, que mantiene un elevadísimo porcentaje tanto en la producción, como en el empleo provincial que se sitúa por encima del 20%, multiplicando por cinco los valores alcanzados para el conjunto de España. La elevada participación que mantiene el sector primario en la provincia se debe al gran desarrollo de la producción hortícola, realizada en su mayoría en cultivos protegidos. La importancia de este tipo de agricultura, muy intensiva en trabajo y capital, junto con la evolución de los servicios comerciales, que en su mayoría están vinculados a ella, es lo que explica los avances en producción y renta superiores a la media nacional, así como la recuperación de la población en el último tercio del siglo. El aumento del comercio y el transporte, señalado con anterioridad, se debe tanto a la propia comercialización de la producción hortícola, como a la venta de los numerosos inputs y suministros demandados en el proceso de producción y de comercialización. En definitiva, podemos afirmar que han sido la agricultura intensiva y, en menor medida, el turismo, los motores de arrastre de la economía provincial. Es necesario, pues, detenerse en el estudio del sector agrario para poder delimitar su influencia en el conjunto de la sociedad almeriense.  CUADRO 5. EVOLUCIÓN DE LA ESTRUCTURA SECTORIAL DEL VAB C/F EN ALMERÍA Y ESPAÑA. VAB c.f.

Almeria

España

(% sobre el Total)

1955

1975

1995

1955

1975

1995

S. Agropesquero

34,5

30,7

23,8

20,5

9,7

4,8

Industria

17,4

17,4

9,8

31,5

31,8

21,8

Construcción

6,7

9,2

8,7

6,4

7,3

8,0

Servicios

41,4

42,7

57,7

41,6

51,2

65,4

Total

100

100

100,0

100

100

100,0

FUENTE: RENTA NACIONAL Y SU DISTRIBUCIÓN PROVINCIAL. BBV

3. ( LA AGRICULTURA EN LA ECONOMÍA PROVINCIAL ]

La producción agrícola en 2002 representa en la provincia de Almería el 89,8% del total del sector agro-pesquero, estando representado el resto por la producción ganadera con el 8,8% y la pesquera, que apenas alcanza el 1,4% del total, porcentajes que, con ligeras alteraciones, se mantienen de forma estable en el tiempo. Este importante volumen de participación de la agricultura ha generado en 2000 la nada despreciable cifra de 1.848 millones de euros. Desglosando la producción agrícola por tipos de productos, Cuadro 7, se puede observar como los cultivos hortícolas, con un 21,8% de la superficie cultivada en la pro-

( 36 ]

El papel de la agricultura intensiva en la economía de la provincia de Almería

vincia, generan un 86,2% de la producción total y, lo que es más importante, el 91,9% del valor de esa producción. Otras producciones, que ocupan más del doble de la superficie cultivada por las hortalizas, como es el caso de los frutales (básicamente almendra en secano), apenas alcanzan el 2,3% de los ingresos; otros como los cereales, con una ocupación de tierras del 9,7%, sólo alcanzan el 0,3% del valor de la producción.  CUADRO 6. PRODUCCIÓN FINAL AGRARIA EN ALMERÍA. 2002. (Miles de euros y % sobre total) Sector Agricultura Ganadería

1998

%

2000

%

2002

%

1.377.261

90,0

1.334.169

88,8

1.659.703

89,8

127.913

8,4

140.060

9,3

163.038

8,8

Pesca

24.521

1,6

28.788

1,9

25.147

1,4

Total

1.529.695

100,0

1.503.017

100,0

1.847.888

100,0

FUENTE: CONSEJERÍA DE AGRICULTURA Y PESCA. DELEGACIÓN PROVINCIAL DE ALMERÍA.

������

������ AGRICULTURA 89,8% GANADERÍA 8,8% PESCA 1,4%

�����������

 CUADRO 7. PRODUCCIÓN FINAL AGRÍCOLA EN ALMERÍA. 2002. Producto

Superficie Hectáreas

%

Producción Toneladas

%

Valor producción Miles Euros.

%

Cereales

20.187

9,7

35.266

1,2

4.262

0,3

Leguminosas

897

0,4

454

0,0

87

0,0

Tubérculos

570

0,3

13.670

0,5

2.864

0,2

Forrajeras

260

0,1

11.545

0,4

1.255

0,1

Hortalizas

45.260

21,8

2.492.928

86,2

1.524.711

91,9

126

0,1

0

0,0

20.162

1,2

Cítricos

11.363

5,5

211.072

7,3

41.332

2,5

Frutales

90.171

43,4

55.984

1,9

37.951

2,3

Flor y Ornam.

Viñedo

1.645

0,8

12.797

0,4

4.042

0,2

Olivar

15.900

7,7

59.550

2,1

22.920

1,4

Otros Cult. Leñosos

3.515

1,7

71

0,0

117

0,0

Barbechos

17.721

8,5

0

0,0

0

0,0

Total

207.615

100

2.893.337

100

1.659.703

100

FUENTE: CONSEJERÍA DE AGRICULTURA Y PESCA. DELEGACIÓN PROVINCIAL DE ALMERÍA

( 37 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Esta rápida panorámica sobre la composición del sector primario de la provincia, añadida a la realizada en el apartado anterior sobre la aportación de la agricultura al PIB provincial, es suficiente para comprender la significación de los cultivos hortícolas y, en definitiva, la gran dependencia que tiene la economía de la provincia de los invernaderos. Si el peso del sector agrario en la economía de la provincia se basara en cultivos tradicionales de secano se podría afirmar, sin temor a equivocación, que Almería era una zona económicamente deprimida y atrasada, donde no hubieran podido realizarse los incrementos de renta de los últimos veinte años. Es precisamente el carácter intensivo en la utilización de factores de producción, tanto de trabajo como de capital, de sus cultivos bajo plástico lo que explica dicho desarrollo. Un aspecto destacadísimo de este tipo de agricultura es la gran dinamicidad que ha mostrado el modelo para la incorporación de tecnología.  CUADRO 8. EVOLUCIÓN DE LA PRODUCCION HORTÍCOLA DE ALMERÍA Y SU VALORACIÓN. Superficie

Producción

Valor cte 1975

Año

Hectáreas

Toneladas

Miles euros

Superficie

Índice 1975=100 Producción

Valor cte

euro/kg

Índice en euros ctes 1975 Tm/ha

1975

24.221

669.218

53.880,72

100

100

100

100

100

100

1976

26.698

829.584

64.091,72

110

124

119

96

112

108 134

euro/ha

1977

26.767

827.604

79.798,18

111

124

148

120

112

1978

27.153

882.683

79.792,18

112

132

148

112

118

132

1979

27.844

959.752

76.648,49

115

143

142

99

125

124

1980

28.469

977.484

58.812,24

118

146

109

75

124

93

1981

27.881

938.142

71.518,99

115

140

133

95

122

115

1982

28.875

976.789

64.511,68

119

146

120

82

122

100

1983

29.000

996.988

72.892,86

120

149

135

91

124

113

1984

29.460

974.905

70.457,10

122

146

131

90

120

108

1985

27.159

995.405

63.047,82

112

149

117

79

133

104

1986

30.102

1.147.398

55.026,61

124

171

102

60

138

82

1987

31.197

1.120.735

61.745,95

129

167

115

68

130

89

1988

31.293

1.216.076

72.070,94

129

182

134

74

141

104

1989

35.586

1.374.615

79.438,22

147

205

147

72

140

100

1990

37.495

1.258.317

79.468,21

155

188

147

78

121

95

1991

37.297

1.321.110

74.656,68

154

197

139

70

128

90

1992

35.426

1.336.212

72.454,90

146

200

134

67

137

92

1993

36.460

1.384.240

70.085,13

151

207

130

63

137

86

1994

37.186

1.550.528

100.616,14

154

232

187

81

151

122

1995

38.470

1.979.270

105.439,67

159

296

196

66

186

123

1996

40.117

2.173.431

132.365,03

166

325

246

76

196

148

1997

46.719

2.604.474

130.223,24

193

389

242

62

202

125

1998

48.145

2.676.887

152.823,02

199

400

284

71

201

143

1999

48.599

2.583.912

131.237,14

201

386

244

63

192

121

2000

48.992

2.489.852

141.076,17

202

372

262

70

184

129

2001

46.750

2.497.140

130.385,22

193

373

242

65

193

125

2002

45.260

2.492.928

163.423,98

187

373

303

81

199

162

FUENTE: INE. CONSEJERÍA DE AGRICULTURA Y PESCA. DELEGACIÓN PROVINCIAL DE ALMERÍA.

( 38 ]

El papel de la agricultura intensiva en la economía de la provincia de Almería

Efectivamente, desde que se inicia la generalización de la producción de hortalizas a mediados de los años sesenta, no han dejado de evolucionar las estructuras de producción y las técnicas de cultivo. Ha existido y existe una permanente incorporación de innovaciones que permiten mejorar la productividad y la calidad de los productos. De forma muy telegráfica y para ilustrar lo antedicho, baste citar las siguientes aportaciones tecnológicas: la incorporación de arena, las cubiertas de plástico, los sistemas de riego por goteo, las semillas híbridas, los cultivos sin suelo, los programas de riego, las nuevas estructuras de los invernaderos donde se controlan las condiciones ambientales del interior, etc. Tecnologías, todas ellas, que han ido incorporándose de forma ininterrumpida, permitiendo una mejora de la productividad y de los calendarios de comercialización que han asegurado la rentabilidad de los cultivos y la competitividad en los mercados. Desde 1975, la producción hortícola almeriense se ha incrementado en un 273%. En el Cuadro 8 se ha representado la evolución de la horticultura almeriense medida a través de la superficie de cultivo, la producción hortícola y el valor de la misma. A los efectos de comparación se han elaborado los correspondientes números índices haciendo 100 el valor de 1975, igualmente se han deflactado los precios para expresarlos en euros constantes de 1975. Se observa como el valor de la producción en euros crece menos de lo que lo hace la producción en toneladas, lo cual se explica por la pérdida del precio unitario en euros constantes que en 2002 había perdido casi un 20% respecto al de 1975. Esta pérdida de precio viene a ratificar la teoría que explica como los incrementos de los precios percibidos por los agricultores crecen menos que los precios que estos pagan por sus insumos; estos últimos hemos supuesto que evolucionaron en paralelo con el índice general de precios al consumo que hemos utilizado como deflactor.

225 199

200 175

162

150 125 100 81

75

02

99

20

97

19

95

19

93

19

91

euro/ha

19

89

19

87

19

85

Tm/ha

19

83

19

81

19

79

euro/kg

19

77

19

19

19

75

50

Tendencias ingresos

 RENTABILIDAD DE LA PRODUCCIÓN HORTÍCOLA. ÍNDICE 1975=100.

( 39 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

En las tres últimas columnas del Cuadro 8, se recogen en números índices la evolución, en euros constantes, del precio medio anual del kilo producido de hortalizas, de las toneladas producidas por hectárea y de los ingresos generados cada año por una hectárea de cultivo, las cuales se reproducen en el cuadro anterior. Del Cuadro 8 se desprende que el aumento de la producción viene explicado, casi al cincuenta por ciento, por el incremento de la superficie de cultivo y de los rendimientos por unidad de superficie. Analizando el valor de la producción de una hectárea a precios constantes, se comprueba como son los incrementos de las toneladas producidas por hectárea lo que permite mantener la rentabilidad de las explotaciones, compensando la lógica caída de los precios percibidos. En definitiva los ingresos del agricultor en euros constantes por hectárea se han mantenido durante el periodo analizado e incluso han aumentado en los últimos años donde parece existir un cierto sostenimiento de los precios. Se puede apreciar como entre 1975 y 1988 al doblarse la producción se produjo una caída del 25% de los precios y sin embargo al mismo aumento de producción desde 1990 a 2002 no ha supuesto una reducción de los precios unitarios, los cuales se han mantenido con una cierta estabilidad. En el cuadro 9 se aprecia con claridad como el comportamiento de la agricultura almeriense no ha sido homogéneo durante todo el período de tiempo analizado.  CUADRO 9. TASAS DE VARIACIÓN POR PERÍODO DE TIEMPO. Variables Superficie (Ha)

1975-84

1984-92

1992-98

1998-2002

22%

20%

36%

-6%

Producción (t)

46%

37%

100%

-7%

Ingresos (Euros ctes)

31%

2%

112%

7%

t/ha

20%

14%

46%

-1%

Euros/ha

8%

-15%

55%

13%

Euros/kg

-10%

-26%

6%

14%

Precio medio período

0,58

0,44

0,41

0,42

FUENTE: CONSEJERÍA DE AGRICULTURA Y PESCA. DELEGACIÓN PROVINCIAL DE ALMERÍA.

En las dos primeras etapas, se produce un crecimiento similar de la superficie de cultivo y de las toneladas producidas, disminuyendo los ingresos por hectárea en la segunda fase debido a la caída de los precios. En la tercera fase, entre 1992 y 1998, se produce un crecimiento espectacular en todas las variables que originan el periodo más próspero de nuestra agricultura. En sólo seis años se dobla la producción en toneladas y en valor, debido a: un aumento de la superficie cultivada del 36%, un incremento de los rendimientos medidos en t/ha del 46% y un aumento de los precios de un 6%. En el último período analizado se produce, por primera vez, un freno en la evolución de la superficie cultivada, de las toneladas producidas y de los rendimientos por hectárea, manteniéndose los ingresos de la explotación gracias a la mejora de los precios de los productos.

( 40 ]

El papel de la agricultura intensiva en la economía de la provincia de Almería

De la observación de las distintas magnitudes en su evolución histórica podemos sacar tres conclusiones básicas:  Hasta 1992 el continuado aumento de la superficie de cultivo y de los rendimientos compensan la progresiva caída de precios manteniéndose el nivel de ingresos de los agricultores.  Desde 1992 a 1998 se produce la época dorada de la agricultura almeriense, esta situación viene explicada, desde el punto de vista de los cultivos, por la mejora de las estructuras de producción que han permitido incorporar nuevas tecnologías en el proceso de producción y, por la utilización de nuevas variedades que se adaptan mejor a las condiciones de producción de Almería. Caso particular de esto último es el tomate que estaba en claro retroceso y desde la aparición de nuevas variedades, ha incrementado su producción y sus exportaciones de forma muy intensa. Por último, un factor que ha sido decisivo en este salto cualitativo de la agricultura de Almería es la incorporación de una nueva generación de agricultores con un mejor nivel de formación y una mayor amplitud de objetivos. Desde el punto de vista de la demanda, se produce un aumento de la misma por la incorporación al consumo de las países PECOS y por la incorporación de hecho de las frutas y hortalizas españolas a la UE tras el fin del periodo transitorio, ambos hechos determinan que se coloquen fácilmente en los mercados los incrementos de producción.  Desde 1998 se interrumpe el acelerado proceso de crecimiento y parece que se inicia una nueva fase que será, en nuestra opinión, de consolidación del modelo como corresponde a una actividad madura. En estos años se ha reducido el número de hectáreas cultivadas, las toneladas producidas e incluso los rendimientos por hectárea aunque ligeramente. Sólo el aumento de los precios ha permitido mantener el nivel de ingresos de los agricultores. Con independencia, y paralelamente a la evolución de los cultivos, se ha producido un desarrollo similar en el proceso de comercialización que ha facilitado la salida de los mismos y que, a su vez, ha contribuido de forma notable a aumentar el valor añadido del conjunto de la provincia. De existir una dependencia total de estructuras comerciales ajenas a la provincia en los años setenta, se ha pasado a comercializar directamente desde Almería la casi totalidad de los productos que acuden a los distintos mercados de consumo, tanto españoles como del resto del mundo. Para ello, se han desarrollado dos modos de comercialización, que se complementan entre ellos: inicialmente, la venta en origen mediante el sistema de subastas y, posteriormente, la venta directa a los mercados consumidores mediante agrupaciones de agricultores en cooperativas o sociedades agrarias de transformación. 4. ( LA PROYECCIÓN EXTERIOR DE LA ECONOMÍA ALMERIENSE ]

Si tuviéramos que señalar un momento o una circunstancia que haya propiciado el despegue de la economía de la provincia, no nos cabe la menor duda de que éste se produce cuando parte de los agricultores abandonan las normas de comportamiento del campesino tradicional que espera paciente, con cierta indolencia, a que vengan a comprarle su cosecha y deciden ir a venderla ellos mismos a los mercados consumidores.

( 41 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Esta decisión, de parte de los agricultores, de acudir a los mercados consumidores en vez de seguir vendiendo en los de origen, supuso un cambio cualitativo en los comportamientos de la agricultura almeriense que, a la postre, iba a repercutir favorablemente en toda la estructura económica de la provincia. La incorporación de la agricultura a la comercialización de sus propios productos supuso, como principales aportaciones, las siguientes:  Facilitó información directa de los mercados sobre: • Los tipos de productos más demandados y variedades preferidas por los consumidores, lo que permitió adecuar año tras año las producciones a los cambios de la demanda. • Las formas de presentación de los productos y las preferencias en lo relativo a tamaños y grados de madurez. • Las épocas del año donde se obtienen mejores cotizaciones. • La forma de actuar de los países competidores, así como las épocas en que concentran sus exportaciones.  Al estar generalizada la venta de los productos normalizados en los mercados de exportación, es decir clasificados por tamaños y categorías, se discrimina positivamente a aquellos agricultores que obtienen en sus cultivos mayores porcentajes de primeras categorías, lo cual no ocurre en el mercado de origen, salvo algunas excepciones. También permite, si la empresa de exportación tiene el tamaño suficiente, distribuir los envíos a los mercados según los tamaños y/o grado de madurez que obtengan mejores cotizaciones en cada uno de ellos.  El conocimiento por parte de los agricultores de los mercados de exportación, principalmente del Europeo, supuso la ruptura de su mentalidad tradicional del campesino. Efectivamente, la salida al exterior les permitió ver la forma de trabajo y el nivel de organización de los agricultores en otras zonas, particularmente de Holanda. Ello les llevó a utilizar criterios y comportamientos innovadores y vanguardistas respecto a la agricultura tradicional. Rápidamente, la agricultura intensiva almeriense va adaptando nuevas variedades y técnicas de producción que le permiten mejorar sus rendimientos. También, aprenden del exterior la importancia de contar con un soporte técnico, y empiezan a contratar a profesionales que van elevando el nivel general de los cultivos. No cabe la menor duda que ésta aproximación al mundo exterior ha sido el factor fundamental en la consolidación de lo que un día fue el milagro de la agricultura almeriense. Y lo ha sido, porque ha permitido generar y acumular un capital humano y tecnológico superior a lo habitual en el mundo agrario.  La incorporación a la comercialización supuso, igualmente, reducir la dependencia de la producción almeriense respecto de comerciantes de otras regiones, la cual ha ido disminuyendo, como se ha comentado anteriormente, hasta llegar a ser prácticamente nula en la actualidad. No se dice con ello que no existan operadores de otras procedencias que compren en Almería, sino que hoy ya existen estructuras comerciales autóctonas suficientes para dar salida a la totalidad de la producción.

( 42 ]

El papel de la agricultura intensiva en la economía de la provincia de Almería

 Por último, para el conjunto de la economía almeriense, asumir la comercialización implicó un importante incremento del Valor Añadido Bruto de la provincia al incorporarle a la producción agraria el valor generado por: la manipulación, los sistemas de frío, el envasado, el transporte, las compras de materiales, las inversiones en instalaciones, etc. En el Cuadro 10, se observa la rápida y constante incorporación de la producción hortícola a la exportación. Como es lógico, la comercialización empezó por el mercado interior español, siendo ya muy avanzada la década de los setenta cuando se inician las ventas en los mercados exteriores, los cuales van absorbiendo los incrementos de producción que anualmente no cesan de producirse. Como se ha comentado anteriormente, destaca la vigorosa aceleración que se produce a finales de los ochenta como consecuencia de la incorporación de España a la Unión Europea, la cual se consolida con la firma del Acta Única en 1992. En estos años también ha influido de manera notable, en los incrementos de las exportaciones, la apertura de los antiguos mercados del Este europeo. En la actualidad en torno al 55% de la producción hortícola de Almería se comercializa fuera de España, situación que de momento parece consolidada.  CUADRO 10. EXPORTACIÓN SOBRE PRODUCCIÓN. TONELADAS Y PORCENTAJES. Año

Producción

Exportación

Relación

Toneladas

Toneladas

Exp/Prod

1980

977.484

87.872

8,99

1981

938.142

102.253

1982

976.789

128.952

1983

996.988

137.845

Año

Producción

Exportación

Relación

Toneladas

Toneladas

Exp/Prod

1992

1.336.212

628.057

47,00

10,90

1993

1.384.240

749.023

54,11

13,20

1994

1.550.528

828.432

53,43

13,83

1995

1.979.270

913.965

46,18

1984

974.905

178.761

18,34

1996

2.173.431

1.133.777

52,17

1985

995.405

218.801

21,98

1997

2.604.474

1.220.651

46,87

1986

1.147.398

254.367

22,17

1998

2.676.887

1.303.967

48,71

1987

1.120.735

320.327

28,58

1999

2.583.912

1.363.117

52,75

1988

1.216.076

354.217

29,13

2000

2.489.852

1.308.478

52,55

1989

1.374.615

358.053

26,05

2001

2.497.140

1.451.462

58,12

1990

1.258.317

344.335

27,36

2002

2.492.928

1.389.081

55,72

1991

1.321.110

527.000

39,89 FUENTE: CONSEJERÍA DE AGRICULTURA Y PESCA. DELEGACIÓN PROVINCIAL Y DIRECCIÓN GENERAL DE ADUANAS.

Igual que la producción ha vivido un proceso continuado y que aún perdura, de adaptación tecnológica y de capitalización de las explotaciones, en la comercialización ha ocurrido un proceso similar. Las primeras experiencias fueron realizadas por grupos informales de agricultores que se agrupaban para enviar mercancía a los mercados mayoristas de Madrid o Barcelona. Posteriormente, y tras la constitución de Mercoalmería, fueron surgiendo los primeros grupos y cooperativas que avanzaron un poquito más, iniciando las primeras exportaciones a Perpignan. Pasar la frontera existente en aquella época, no sólo supuso acudir a un muevo mercado, sino que abrió las puertas

( 43 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

a una nueva cultura, a una nueva forma de tratar la mercancía y a una nueva forma de gestión. Perpignan supuso clasificar el género por categorías, grado de madurez y calibres; supuso envasar los productos en cajas de cartón o madera; contratar transportes internacionales; obtener registros y licencias de exportación; registrar marcas comerciales; someter la mercancía a controles sanitarios y aduaneros; acudir a los mercados de divisas. En definitiva, y como decíamos anteriormente, cruzar los pocos kilómetros que separan La Junquera de Le Bolou, representó un cambio de cultura para la agricultura almeriense que incorporó valor añadido en el proceso de producción al tiempo que la vinculaba definitivamente con los consumidores. 60 55,7

50 40 30 20 10

9,0

02 20

00

98

20

19

96 19

94

92

19

19

90

88

19

19

86

84

19

19

82 19

19

80

0

PORCENTAJE DE PRODUCCIÓN HORTÍCOLA DESTINADA A LA EXPORTACIÓN

FUENTE: CONSEJERÍA DE AGRICULTURA Y PESCA Y DIRECCIÓN GENERAL DE ADUANAS.

Esa cultura que se formó y que aún continúa formándose día a día, hizo que de enviar a Perpignan la mayoría de las exportaciones, tal como ocurría en los años setenta; se pasará primero a compartir con Holanda la distribución en Europa para, posteriormente, ir llegando directamente a la mayoría de los países consumidores, tal como ocurre en la actualidad. Observando la distribución de las exportaciones por países (Cuadro 11), se comprueba la correlación existente entre el número de habitantes y el volumen de mercancías recibidas. Este dato avala el gran esfuerzo de distribución realizado para aproximar la mercancía al consumidor final. Así comprobamos como Alemania es el primer importador de hortalizas de Almería, seguido de Francia con unos porcentajes del total importado que rebasan el 30% y el 20% respectivamente. Lógicamente existen algunas discordancias como es el caso de Italia cuyo porcentaje de envíos, el 5,0%, no se corresponde con la importancia de su población, dato que está explicado por ser éste un país productor de frutas y hortalizas que abastece su mercado interior con producción propia. Otro caso particular es el de Holanda, que con un reducido número de habitantes recibe un considerable volumen de exportación, el 12,3%; esto es debido al destacado papel que siempre ha cumplido este país en la distribución y que en gran medida sirve de complemento a la labor realizada desde Almería.

( 44 ]

El papel de la agricultura intensiva en la economía de la provincia de Almería

 CUADRO 11. EXPORTACIONES HORTOFRUTÍCOLAS POR PAÍSES 2001. País

Toneladas

% s/total

Toneladas

% s/total

Alemania

461.322

31,62

Aspirantes UE

74.840

5,13

Austria

29.983

2,05

Resto de Europa

37.812

2,59

Bélgica

38.613

2,65

Canadá/USA

14.944

1,02

Dinamarca

18.313

1,26

Resto de países

907

0,06

Finlandia

14.327

0,98

Total resto países

128.503

8,81

Francia

297.809

20,41

Grecia

114

0,01

Holanda

179.496

12,30

Irlanda

4.227

0,29

Italia

55.418

3,80

87

0,01

Luxemburgo Portugal

34.008

2,33

Reino Unido

162.242

11,12

Suecia

34.618

2,37

1.330.577

91,19

Total UE

UE y resto de países

Toneladas

% s/total

TOTAL

1.459.080

100,00

País

FUENTE: DIRECCIÓN GENERAL DE ADUANAS.

Como queda expreso las exportaciones de Almería van dirigidas mayoritariamente al mercado de la Unión Europea el cual recibe más del 90% de las mismas. Esta situación está siendo muy beneficiada por la puesta en marcha de la Unión Económica y Monetaria que da una gran estabilidad a las transacciones, el euro ha hecho desaparecer los riesgos de las variaciones en el tipo de cambio de las monedas y los gastos derivados de las conversiones. Por otra parte, cada vez van ganando importancia los mercados de los futuros miembros de la U.E. y en particular la República Checa y Polonia. Pero que no se piense que esta evolución ha sido fácil, los problemas salvados han sido enormes, pero se fueron superando a base de esfuerzo, abordando directamente las cuestiones y sin apenas apoyos de las administraciones. Dicha problemática la podemos agrupar de la siguiente forma:  Problemas internos del propio sector • Las dificultades propias de la creación de nuevas empresas sin disponer de formación adecuada, ni de profesionales, ni tradición. • Dificultades para la creación de cooperativas y las relaciones entre los socios. • Desconocimiento de los mercados exteriores y de la forma de operar en ellos. • Dificultades en la producción, para la selección de variedades, en el manejo de los cultivos, que daba como resultado un producto que no siempre era el más adecuado para la exportación.

( 45 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

 Problemas con la administración española • Régimen de Comercio de Estado fuertemente intervencionista que dificultaba la incorporación de nuevas zonas exportadoras • Cuando Almería inició sus exportaciones a finales de los años setenta, existía una gran protección a las Islas Canarias por parte del gobierno español, que en determinadas situaciones mantenía posiciones de monopolio, como era el caso de las exportaciones de tomates y pepinos en las épocas de invierno • Las fechas de inicio de las campañas de exportación no consideraban el ciclo adelantado de las producciones en Almería, lo cual dificultaba la obtención de licencias de exportación. • Existencia de cupos de exportación, que generaban grandes tensiones tanto para su reparto entre provincias como para su distribución entre las empresas de Almería. Los cupos de exportación eran un grave obstáculo para el nacimiento de nuevas empresas, aunque posteriormente la titularidad de los derechos de exportación ayudará a la consolidación de las mismas.  Problemas con la política agrícola común • España como país tercero tenía que aceptar el principio de preferencia comunitaria que condicionaba los calendarios y las cantidades a exportar, a la situación de las producciones de los países que componían el Mercado Común. • Los acuerdos preferenciales que mantenía el Mercado Común con los países competidores principalmente con los del Magreb y con Israel, eran más favorables que el arancel de 1970 por el que España regía sus relaciones comerciales.  Problemas derivados de la adhesión de España a la UE • El largo periodo transitorio impuesto a las exportaciones españolas de frutas y hortalizas que afortunadamente se eliminó en 1992 por la entrada en vigor del Acta Única en 1992. No obstante, entre 1986 y 1992 y como consecuencia de la aplicación de la primera fase del periodo transitorio acordado en el Acta de Adhesión de España a la Unión Europea, se desarticuló la organización del sector exportador español, mientras que la CEE mantuvo casi intactos sus mecanismos de protección frente a nuestras exportaciones. Pero afortunadamente todas estas dificultades han ido superándose y precisamente en ese afán de avanzar, de superar los obstáculos, se ha ido forjando el carácter inconformista e innovador del agricultor almeriense que le ha permitido introducir sus productos en los mercados consumidores y acrecentando el grado de internacionalización de la economía almeriense. Esta situación reflejada en los ratios de comercio exterior aparecen en el Cuadro 12. La importancia de las exportaciones en la economía provincial se ratifica observando los indicadores de comercio exterior elaborados para las provincias andaluzas y para el conjunto de España. De ellos podemos destacar los siguientes rasgos:

> Almería es la provincia de Andalucía con mayor PIB/habitante debido, sin duda a la evolución de su agricultura intensiva, a su efecto multiplicar sobre el conjunto de la economía provincial y al grado de ocupación de la población activa que es el mayor de la región. > La balanza comercial tuvo en 2001 un saldo comercial superior a 884 millones de euros y un índice de cobertura del 3,14, cifras que se viene repitiendo en los últimos años y

( 46 ]

El papel de la agricultura intensiva en la economía de la provincia de Almería

que contrasta con lo indicadores relativos al conjunto de España y de Andalucía que no llegan a la unidad. > El grado de internacionalización de la economía, medido por la relación exportaciones/ PIB, es del 20,54% muy superior a la media de Andalucía que sólo alcanza el 13,73%. > También, la provincia de Almería, mantiene una elevada cifra en la ratio exportaciones por habitante, con valores muy superiores a la media de Andalucía y sólo superados por Huelva y Cádiz, debido a los polos industriales existentes en estas provincias y, particularmente, a las refinerías de crudo.

 CUADRO 12. RATIOS DE COMERCIO EXTERIOR POR PROVINCIAS ANDALUZAS. 2001. EUROS. Provincia

M (miles €)

X (miles €)

M/Hab. (€)

X/Hab.(€)

%X/PIB

%X+M/PIB

I.C.

PIB/Hab.

Almería

413.831

1.298.444

776

2.435

20,54

27,09

3,14

11.217 8.867

Cádiz

4.903.609

3.342.258

4.334

2.954

30,87

76,16

0,68

Córdoba

329.274

682.762

428

887

9,09

13,47

2,07

8.791

Granada

348.226

473.353

429

582

6,45

11,20

1,36

8.345

3.083.493

1.472.578

6.678

3.189

29,57

91,50

0,48

9.869

371.616

532.177

575

824

9,20

15,63

1,43

8.374

1.027.716

830.474

789

638

5,37

12,02

0,81

10.770 8.743

Huelva Jaén Málaga Sevilla

1.498.805

1.488.625

858

852

9,61

19,28

0,99

Andalucía

11.976.570

10.120.671

1.618

1.367

13,73

29,98

0,85

9.287

España

171.690.791

128.671.957

4.176

3.129

21,49

50,16

0,75

13.729

Esta favorable evolución de la agricultura y su comercialización, no deben ocultarnos las dificultades existentes en la actualidad y que habrá que abordar con vistas a un futuro próximo. Pero antes de señalar las cuestiones pendientes conviene recordar de forma sintética las distintas fases por las que ha pasado la agricultura intensiva en la provincia de Almería 5. ( FASES DEL DESARROLLO HORTÍCOLA ]

La evolución del sector, aunque no ha parado de crecer en todo el periodo, no ha sido homogénea y presenta distintas fases con unas características muy específicas que pasamos a detallar. Lógicamente las fechas de inicio y término de las fases no son rígidas, sino que se invaden unas a otras en los extremos.  Inicio de la producción hortícola que se produce en los años sesenta. Es una fase de agricultura tradicional, son los primeros enarenados, con pocas necesidades de capital (poca tecnología) y mucho trabajo y con unas débiles estructuras comerciales y muy dependientes de comerciantes levantinos.  Despegue. Se produce desde mediados de los setenta y culmina a principios de los noventa coincidiendo con el proceso de creación del Mercado Único Europeo. En

( 47 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

este período se inicia de forma progresiva la sustitución de trabajo por capital y se aborda la comercialización directa de los productos por parte de los agricultores mediante cooperativas. En esta fase se supera la agricultura tradicional y se llega a lo que conocemos como agricultura intensiva.  Madurez. Se pasa de la agricultura intensiva a un modelo agroindustrial, esto sucede en los años noventa, donde hay una masiva incorporación de tecnología que demanda una gran capitalización de las estructuras de producción, así como una mayor formación para llevar los cultivos y una gestión claramente empresarial de las explotaciones. Amplio desarrollo de las estructuras comerciales e inicio de la industria y servicios auxiliares de la agricultura.  Desbordamiento, que se está produciendo en la actual década, y que hará que el peso de la industria y servicios auxiliares a la agricultura sea mayor que el de la propia producción agraria en la generación del valor añadido provincial. Es la fase de consolidación del Sistema Productivo Local. Hasta aquí se ha puesto de manifiesto la importancia directa de la agricultura intensiva en el desarrollo económico de Almería, pero como señala F. Ferraro y otros en el Sistema Productivo Almeriense y los Condicionamientos Hidrológicos, lo realmente transcendente de la agricultura intensiva es que en su entorno han ido surgiendo una gran diversidad de actividades industriales y de servicios que aparte de aumentar el valor añadido provincial, enriquecen la economía hasta caracterizarla como un sistema productivo más complejo y por tanto más desarrollado. La trascendencia para la economía de la provincia de las interrelaciones productivas es evidente, ya que en la medida en que las empresas provinciales se abastezcan de materias primas, productos intermedios, bienes de capital o servicios en la misma provincia generará mayor actividad económica, más empleo, renta y consumo.

- Servicios emprresariales - Sistema financiero - Empresas de servicios informáticos

- Plásticos - Sistemas de riego - Agroquímicos - Semillas - Construcción de invernaderos - Semilleros - Asesorías agroquímicas - Limpieza de invernaderos - Colmenas

- Envases de cartón - Envases de madera y palets - Envases y embalajes de plástico

- Transportes - Maquinaria - Construcción - Empresas de recogida - Reciclaje

Agricultura bajo invernadero

Manipulación y comercialización

MERCADOS

 SISTEMA

PRODUCTIVO LOCAL.

( 48 ]

El papel de la agricultura intensiva en la economía de la provincia de Almería

Almería tiene en la actualidad un importante reto de diversificación económica a través del fomento y desarrollo de la industria y servicios auxiliares de la agricultura. La tendencia a la concentración de actividades económicas vinculadas por nexos comerciales, de cooperación y de competencia aprovechando las externalidades producidas, facilita el desarrollo de las empresas, la difusión y aplicación de tecnologías, el intercambio de profesionales y en definitiva facilita el desarrollo del Sistema Productivo Local. En el gráfico se relacionan todas las actividades vinculadas a la agricultura intensiva que conforman el Sistema Productivo Local. De todas ellas las que mayor valor añadido aportan son la manipulación y comercialización seguida del transporte, en un segundo escalón se encontrarían los servicios financieros, la construcción de invernaderos, la construcción de naves y los plásticos. 6. ( RETOS FUTUROS DE LA HORTICULTURA ALMERIENSE ]

Sin ser exhaustivos, vamos a enumerar algunos de los condicionantes que es necesario tener en cuenta de cara al futuro de la agricultura y de la economía de la provincia. Marco internacional:

• La apertura de mercados debida a la globalización que afectará tanto a la reducción de las medidas proteccionistas en los mercados internacionales, como a la reducción de las ayudas a la agricultura en el marco de la Unión Europea. • La incorporación de nuevos países a la UE que no son productores de hortalizas y sí consumidores, lo cual representa una gran oportunidad para Almería. • Liberalización paulatina de los intercambios comerciales con países del mediterráneo sur que aumentarán la competencia en los mercados. Situación de mercados:

• Aumento de la competencia. • Mayores exigencias por las formas de cultivo: agricultura integrada, normas Aenor. • Concentración de la demanda frente a una oferta atomizada • Aumento de la demanda de cuarta gama y transformados. • Aumento de la demanda de producto ecológico Respecto de las empresas:

• En producción es necesario cambiar la mentalidad del agricultor para incorporar criterios de gestión empresarial en el desarrollo de su actividad. • Referenciar los precios percibidos por los agricultores a las ventas en los mercados de destino. • Orientar la actividad de las empresas y sobre todo de las cooperativas hacia el mercado (clientes) y no hacia el proveedor (agricultor-socio). En el terreno institucional:

• Afrontar el desorden territorial producido por el desarrollo anárquico y sin planifi-

( 49 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

cación de los invernaderos. • Mejorar los mecanismos de recogida y gestión de los residuos producidos por la agricultura intensiva. • Organizar la representatividad del sector diferenciando las actividades socio políticas de las de mercado.

En definitiva, podemos afirmar que el modelo económico almeriense que se ha caracterizado por su capacidad para adaptarse tecnológica y comercialmente, en la medida en que mantenga este dinamismo podrá seguir evolucionando positivamente. No obstante, el sector de la producción agraria presenta en la actualidad los rasgos propios de un sector maduro, por lo que los impulsos motores del desarrollo provincial habrá que buscarlos en los valores añadidos que pueda generar la comercialización y las empresas de industrias y servicios auxiliares de la agricultura.

( 50 ]

( TEMA 2 ]

SUELOS Y AGUAS UTILIZADOS EN LA HORTICULTURA INTENSIVA. INTERPRETACIÓN DE ANÁLISIS

Antonio Casas Castro

Químico Laboratorio de Análisis Agrícolas

Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

1. ( INTRODUCCIÓN ]

Los suelos y las aguas que se utilizan en el cultivo intensivo de la provincia de Almería se deben estudiar, desde el punto de vista nutricional y de la salinidad, en función del cultivo que va a ser implantado y de la época de plantación. Las aguas están enmarcadas en cuatro grandes zonas: Valle del Almanzora, Campo de Níjar, El Alquián-La Cañada y Poniente-Adra. Los suelos se complican en su clasificación dependiendo de si son naturales del lugar o aportados de canteras de zonas adyacentes. A continuación se expone la metodología a seguir para el estudio de las aguas de uso agrícola, su interpretación y ejemplos de diferentes tipos de aguas. En el apartado de suelos se verán los datos recopilados en los últimos años, en las diferentes zonas y su aplicación a los cultivos hortícolas aquí existentes. El apartado de suelos y análisis físico forma parte de un libro cuyo título es “El análisis de suelo-agua-planta y su aplicación en los cultivos hortícolas en la zona del SE Peninsular”, de A. Casas y E. Casas, publicado por la Caja Rural de Almería. El apartado de aguas es un resumen del existente en el libro comentado anteriormente. 2. ( AGUAS ]

Mediante el análisis químico de una muestra de agua se puede conocer su composición iónica. En función de las concentraciones presentes se podrá evaluar su calidad para uso agrícola. Los criterios de clasificación de estas aguas tienen su origen en las pautas que marcó el Laboratorio de Salinidad de los Estados Unidos. Su publicación “Diagnosis and Improvement of Saline and Alkali Soils”, Handbook 60, Richards, 1954, sirvió para marcar las características de las aguas. Las aguas se clasificaron en función de su salinidad y de su alcalinidad. En el primer caso mediante la conductividad eléctrica, CE, y la relación de ésta con la presión osmótica, PO. Ambos parámetros están relacionados por la ecuación: PO = 0,36 · CE 10 3

La presión osmótica indicará la capacidad de absorción de agua por la raíz de la planta. En el segundo caso, la alcalinidad se relacionaba con los efectos de determinados iones del agua sobre la estructura del suelo. Se definió para ello un índice denominado RAS o SAR, relación de adsorción de sodio. Se expresa mediante la ecuación: (Ca + Mg) SAR = Na ————— 2



Este índice, SAR, está relacionado con el porcentaje de sodio intercambiable de un suelo, PSI, mediante la ecuación empírica: PSI = [ 100 (- 0,0126 + 0,01475 SAR) x [ 1 + (- 0,0126 + 0,01475 SAR) ]-1

( 53 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Entre los dos criterios anteriores, salinidad y alcalinidad, se estableció una clasificación para las aguas de riego. Esta se denominó C-S y englobaba a dieciséis tipos diferentes. Este sistema se utilizó durante bastantes años pero hoy en día ha quedado anticuado por ser muy restrictivo en su aplicación práctica en el campo. Ayers y Westcot, 1976, en su estudio “La Calidad del Agua en la Agricultura”, Riegos y Drenaje, 29, FAO, replantean lo publicado anteriormente sobre la aplicación y uso del agua de riego. En las nuevas directrices las aguas pasan a clasificarse en función de la CE, pero utilizando valores menos restrictivos que los de Richards, 1954. Se sustituye el SAR por el SARajustado. Este último fue propuesto por Bower, 1968, para clasificar la permeabilidad o tasa de infiltración de agua en el suelo. Se calcula mediante una modificación del SAR inicial. Para ello se incluyen las variaciones en la precipitación o disolución del calcio en el suelo, en función de los valores de los iones carbonato y bicarbonato. Por este motivo se introduce el concepto de pHcalculado o pHc. Este valor representa la tendencia de un agua de riego para disolver o precipitar carbonato cálcico en el suelo. Se calcula mediante la ecuación: pHc = ( pK’2 - pK’c ) + p ( Ca + Mg ) + p ( Alk )

Los diferentes términos de esta ecuación se obtienen a partir de las concentraciones de sodio, calcio, magnesio, carbonatos y bicarbonatos aportados por el análisis químico del suelo. El SAR ajustado se obtiene de la ecuación siguiente: SAR ajustado = SAR [ 1 + ( 8,4 - pHc ) ]

Los valores utilizados por Ayers y Westcot, 1976, tuvieron que ser modificados a raíz de los trabajos de Miyamoto, 1980. La razón de dichas modificaciones fue que únicamente el SARajustado representaría al SAR de la solución del suelo, SARss, si las concentraciones de ion bicarbonato y calcio en el agua de riego son similares. Si esta relación es mayor de uno el SARajustado es inferior al SARss, pero si la relación es menor que uno el SARajustado será mayor al SARss. Según Miyamoto, 1980, la influencia del ion bicarbonato es mucho menor que la propuesta por Ayers y Westcot, 1976. Estas conclusiones dieron como resultado una revisión de las directrices de 1976 y su publicación en Riegos y Drenaje, 29, 1ª rev., en 1987. Los criterios de salinidad, toxicidad iónica y efectos diversos quedan inalterados con respecto a los de 1976 y la permeabilidad es sustituida por la infiltración. La permeabilidad se refería a la conductividad hidráulica del suelo. Esta es función del tamaño de poro del suelo y de la cantidad de agua en el mismo. Se usa para definir el flujo de agua en el suelo. El término infiltración se utiliza para indicar el efecto de la salinidad en relación con el agua que entra en el suelo y se desplaza en los centímetros superficiales del mismo. Este concepto tiene una gran importancia en los cultivos en enarenado.

( 54 ]

Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

Los problemas de infiltración aparecen en función de la calidad del agua de riego, CE y SAR, y del tipo de arcilla del suelo. La infiltración aumenta cuando lo hace la CE y disminuye cuando aumenta el SAR. Las aguas de baja salinidad, con conductividad eléctrica inferior a 0,2 dSm-1, crean graves problemas de infiltración debido a su gran poder de disolución. Estas aguas pueden llegar a disolver las arcillas de un suelo. Igualmente, altas relaciones sodio/calcio, que dan origen a SAR elevados, afectan a la infiltración por el hinchamiento de las arcillas del suelo que producen. Esto origina una clara disminución de la porosidad del suelo. Figura 1. Tomando como referencia los trabajos de Miyamoto, 1980, Oster y Rhoades, 1977, Oster y Schroer, 1979 y Suárez, 1981, se llegó a la conclusión de que los niveles de calcio que se utilizaban en el cálculo del SAR no eran reales. El calcio no permanece siempre soluble en el suelo como ocurre con el sodio, que se encuentra soluble y en equilibrio con el sodio del complejo de cambio. El ion calcio puede precipitarse en forma de carbonato cálcico o sulfato cálcico, cuando se alcanza su producto de solubilidad. Puede posteriormente redisolverse. La conclusión que se obtuvo fue que el SARasobrestimaba el peligro del sodio y que los valores reales eran aproximadamente justado un cincuenta por ciento del determinado en las directrices de 1976.

Relación de adsorción de sodio - SAR

35 30

Reducción severa

25

Reducción moderada

20 15

Sin reducción 10 5 0 0

1

2

3

4

5

6

Salinidad del agua de riego, CEa . dSm-1

 FIGURA1. REDUCCIÓN RELATIVA DE LA INFILTRACIÓN PROVOCADA POR LA SALINIDAD Y EL SAR. FAO. RIEGO Y DRENAJE 29. REV. 1.

En las directrices de 1987 el SAR de Richards, 1954, se modifica dando lugar al SAR0 o SARcorregido. Para ello es necesario calcular el Ca0 o Cacorregido. Este nuevo valor del calcio se determina a partir del aumento o disminución del que contiene inicialmente el agua de riego. Este valor depende del contenido de bicarbonatos, carbonatos y conductividad eléctrica del agua de riego. En la publicación Riegos y Drenaje nº 29, 1ª rev., se encuentra la tabla que permite calcular el Ca0 a partir de la relación CO3+ HCO3/Ca en función de la CEa, conductividad eléctrica del agua de riego.

( 55 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

 TABLA 1. DIRECTRICES DE AYERS Y WESTCOT, 1987. RIEGO Y DRENAJE Nº 29, 1ª REV., FAO. No hay problema

Problema creciente

Problema grave

<0,7

0,7-3,0

>3,0

Salinidad

CEa dSm-1

Infiltración

SAR = 0-3

CEa =

>0,7

0,7-0,2

<0,2

= 3-6

=

>1,2

1,2-0,3

<0,3

= 6-12

=

>1,9

1,9-0,5

<0,5

= 12-20

=

>2,9

2,9-1,3

<1,3

= 20-40

=

>5,0

5,0-2,9

<2,9

R. Superficie

<3,0

3,0-9,0

>9,0

R. Aspersión

<3,0

>3,0

R. Superficie

<4,0

4,0-10,0

>10,0

<0,7

0,7-2,0

>2,0

<5,0

5,0-30,0

>30,0

<1,5

1,5-8,5

>8,5

Toxicidad iónica específica

Sodio meL-1

Cloruros “ Boro mgL-1 Efectos diversos

Nitrógeno (N) mgL

-1

Bicarbonatos meL-1 R. Aspersión

2.1. ( Observaciones a los efectos diversos ]

• Nitrógeno: es un elemento esencial para la nutrición de las plantas, pero cuando es aportado de manera continuada, porque se encuentre en el agua de riego, deberá de conocerse para así restarlo en la fertilización. Valores elevados inducen, sobre todo en frutales, problemas de vecería. Es la denominada producción alternada, debido a altas relaciones N/P que afectan a la floración. En el caso de los cultivos hortícolas se deberá tener en cuenta únicamente la fertilización. • Bicarbonatos: pueden inducir clorosis férrica en frutales. En cultivos de hoja, lechuga, col china, etc., el exceso de bicarbonato, unido a niveles de calcio ligeramente altos, puede originar depósitos de carbonato cálcico sobre la superficie de la hoja. Esto es normal que ocurra cuando se utilizan sistemas de riego por aspersión. El producto se deprecia comercialmente y al mismo tiempo hay una pérdida de calcio en la fertilización. El índice de Langellier puede predecir problemas de precipitación por carbonato cálcico. Se define este índice como la diferencia entre el pH del agua y el pH calculado, pHc. Valores positivos indican tendencia a precipitar y los negativos sugieren que el carbonato cálcico se mantiene en disolución. • Sulfatos: el exceso de este ion puede originar pérdidas de ion calcio por precipitación de sulfato cálcico, yeso, y provocar un aumento en la absorción de sodio. • Calcio: su exceso puede inducir problemas de antagonismo frente al potasio y/o magnesio.

( 56 ]

Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

• Magnesio: un exceso de este ion o una relación Ca/Mg < 1, expresados en meL-1 podrá inducir problemas de absorción de calcio y originar blosson-end rot en tomate, berenjena y pimiento. Parece ser que los efectos de bajas relaciones Ca/Mg originan problemas con el SAR, que hacen que este sea más peligroso conforme más baja es la relación anterior. Rahman y Rowel, 1979. 2.2. ( Soluciones a los problemas de salinidad ]

La utilización de aguas de salinidad media-alta origina una clara acumulación de sales en el suelo, afectándose por ello la absorción de agua por la planta. Esto se debe a un aumento de la presión osmótica de la solución del suelo. Dos formas de paliar este problema son: en primer lugar el uso de cultivos tolerantes para una determinada CE del agua de riego y en segundo lugar unos niveles de lixiviación que permitan mantener los valores justos de estas sales en el suelo. • Tolerancia del cultivo: los cultivos tolerantes a la salinidad serán los que sometidos a una determinada presión osmótica son capaces de absorber una mayor cantidad de agua y al mismo tiempo no disminuir su rendimiento o producción. En la siguiente tabla se incluyen los valores de tolerancia para determinados cultivos según FAO 1987.  TABLA 2. TOLERANCIA A LA SALINIDAD DE CULTIVOS EN RELACIÓN CON SU RENDIMIENTO POTENCIAL. Cultivos

Rendimiento potencial CEes 100%

CEes 90%

CEes 75%

CEes 50%

CEes 0%

Calabaza (Cucurbita pepo melopepo)

3,2

3,8

4,8

6,3

9,4

Brócoli (Brassica oleracea botrytis)

2,8

3,9

5,5

8,2

14,0

Tomate (Lycopersicon esculentum)

2,5

3,5

5,0

7,6

13,0

Pepino (Cucumis sativos)

2,5

3,3

4,4

6,3

10,0

Apio (Apium graveolens)

1,8

3,4

5,8

9,9

18,0

Col (Brassica oleracea capitata)

1,8

2,8

4,4

7,0

12,0

Maíz dulce (Zea mays)

1,7

2,5

3,8

5,9

10,0

Pimiento (Capsicum annuum)

1,5

2,2

3,3

5,1

8,6

Lechuga (Lactuca sativa)

1,3

2,1

3,2

5,1

9,0

Judía (Phaseolus vulgaris)

1,0

1,5

2,3

3,6

6,3

La CEes simboliza la conductividad eléctrica del extracto saturado en dSm-1.

( 57 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos



TABLA 3. PRODUCCIÓN RELATIVA DE PLANTAS HORTÍCOLAS EN FUNCIÓN DE LA SALINIDAD EN LA ZONA RADICULAR. LA SALINIDAD EXPRESADA COMO CEes. CARTER, 1981.

Producción en función de la CEes CEes dSm-1

Pimiento

Tomate

Judía

Apio

Pepino

Lechuga

1

100

100

100

100

100

100

2

93

100

81

90

100

91

3

79

95

62

75

94

78

4

65

85

43

64

81

65

5

51

75

25

51

68

52

6

37

65

6

38

55

39

7

23

55

0

25

42

26

8

8

46

12

29

13

9

0

36

0

16

0

10

26

3

11

16

0

12

6

13

0

(a)

1,5

2,5

1,0

1,2

2,5

1,3

(b)

14,1

9,9

18,9

13,0

13,0

13,0

donde (a) es el valor de CEes a partir del cual existe pérdida de producción. (b) es el porcentaje de descenso de producción por incremento de CEes en una unidad de conductividad. A medida que la conductividad eléctrica aumenta los rendimientos de los cultivos disminuyen. Una de las formas de paliarlo será aumentando las dosis de lavado o lixiviado. Esta puede estar limitada por la textura del suelo en el caso de los suelos arcillosos pero no el caso de los suelos ligeros. Se denomina salinidad umbral al nivel máximo de salinidad de la zona radicular que puede ser tolerada por una planta sin afectar a su desarrollo. En la salinidad umbral, Su, el rendimiento potencial del cultivo es del 100%, FAO 1987. Maas y Hoffman,1977 y Maas, 1984 establecen una relación lineal con el aumento de la salinidad por encima de la Su y el descenso de producción. Esta relación deja de ser lineal cuando el rendimiento es menor del 50%. El rendimiento, Y, viene expresado por la ecuación siguiente: Y = 100 - b ( CEes - Su ) (*)

donde Y se expresa en porcentaje, CEes es la conductividad del extracto saturado expresada en dSm-1, Su es la salinidad umbral del extracto saturado y b expresa la dis-

( 58 ]

Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

minución de rendimiento por aumento de un dSm-1 en la salinidad. Los valores de Su se encuentran en la Tabla 2 y corresponden a los valores de CE del extracto saturado para un rendimiento del 100%. La ecuación que define el parámetro b es la siguiente: b = 100 / (CEes1 - Su)

CEes1 es la conductividad eléctrica del extracto saturado para un rendimiento Y = 0%. En la tabla se representan valores de Y para 100, 90, 75 y 0%, y está calculada para CEes=1,5CEa y FL = 0,15, fracción de lavado del 15%. La ecuación (*) no permite trabajar con rendimientos inferiores al 50%. El rendimiento nulo, 0%, se calcula prolongando la recta resultante de la ecuación (*) hasta el rendimiento 0%.  RESUMEN DE LA TOLERANCIA RELATIVA DE LOS CULTIVOS

FAO 1987.

LOS VALORES DE SU SE REFIEREN A 100% DE PRODUCCIÓN.

Su Sensibles

< 1,3

dSm-1

Moderadamente sensibles

1,3-3,0 “

Moderadamente tolerantes

3,0-6,0 “

Tolerantes Muy tolerantes

6,0-10 > 10

“ “

Hay que tener en cuenta que los valores de la Tabla 2 están referidos a cultivos en producción. Durante la germinación y etapas iniciales del cultivo, la tolerancia es menor. El clima es un factor que influye en la tolerancia de las plantas a la salinidad. Los cultivos en épocas invernales son más tolerantes que en épocas cálidas debido a la menor demanda de agua en ese momento. La fertilización no tiene en principio efecto sobre la tolerancia, ya que si es adecuada para una buena producción no influye en la salinidad. Si la fertilización es excesiva si aparecerán problemas debido a un aumento en la CE del suelo. Las sales que contiene el agua de riego se van acumulando en el suelo en función de la evapotranspiración del cultivo, ETc. Estas irán aumentando conforme la demanda de agua crece y por lo tanto se acumula. Estas sales en exceso se pueden eliminar por lavado. Se denomina Fracción de Lavado a la cantidad de agua de riego que atraviesa la zona radicular y drena. FL = Ls/Lr en donde Ls es el agua que drena fuera de la zona radicular y Lr es la cantidad de agua de riego para mantener la ETc. En el equilibrio el nivel de sales en el suelo dependerá de la FL y de la CEa. Con FL altas se acumularán menos sales y a la inversa con fracciones bajas. La CE del agua de drenaje, CEd , se puede estimar por la ecuación CEd= CEa/FL Donde CEd se considera igual a la CE media del agua contenida en la zona radicular cuando se inicia el drenaje.

( 59 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Las tablas de tolerancia anteriores están calculadas según la ecuación de Rhoades y Merril, 1976. En esta ecuación la conductividad eléctrica en el extracto saturado es función de la conductividad eléctrica del agua de riego y de la fracción de lavado. CEes = 0,2 CEa (1 + 1 / FL)

Para fracciones de lavado del 15% será de esperar, en el suelo, una conductividad del extracto saturado un 53% mayor de la CE del agua de riego. Con sistemas de riego localizado, goteo, y en cultivos tipo enarenado de la zona de Almería se puede trabajar con fracciones de lavado que oscilen entre el 20-22%, consiguiéndose así que las conductividades en el extracto saturado estén entre un 2010% por encima de la conductividad eléctrica del agua. Por lo tanto las tablas de la FAO que están referidas a acumulaciones del 53% deberán de modificarse para fracciones de lavado superiores. En suelos de textura muy pesada podrá existir el inconveniente de posibles encharcamientos que imposibilitará estos valores de FL. 2.3. ( Soluciones a los problemas de infiltración ]

La disminución de la infiltración origina problemas de encharcamiento en los suelos por pérdida de drenaje e imposibilidad de lavar las sales acumuladas en estos. En el primer caso se favorece la formación de costras en el suelo originando la pudrición del sistema radicular por falta de aireación y desajustes nutricionales del tipo blossom-end rot. La imposibilidad de lavar incide a su vez en un aumento de la salinidad. Ayers y Westcot, 1987 distinguen entre tratamientos químicos, tipo enmienda, y tratamientos físicos para solucionar los problemas de infiltración. • Enmiendas: consisten en la aplicación al suelo de productos químicos que aumenten la proporción de calcio frente al sodio en el suelo. Así se disminuye el SAR y aumenta la infiltración. Un ejemplo de enmienda es el yeso, CaSO4·2H2O. Otra forma de aportar calcio al suelo es la utilización de un generador de calcio que actúe sobre la caliza del suelo proporcionándonos calcio soluble. Dentro de este tipo se encuentran productos como el ácido sulfúrico, H2SO4, el azufre, S, o los modernos correctores del grupo de los ácidos polihidroxicarboxílicos. Para el cálculo de la necesidad de enmienda y la utilización de distintos productos para ello se pueden consultar los Métodos Oficiales de Análisis tomo 3 del MAPA 1994. La aplicación de productos como el yeso en el agua de riego sólo es factible en sistemas de riego por gravedad y no con sistemas de riego por goteo. La utilización de ácidos en las aguas de riego es comúnmente utilizada en la zona de Almería mediante los modernos cabezales de riego que controlan el pH y la CE. Si el agua contiene iones carbonato éstos deberán eliminarse para evitar pérdidas de calcio en la solución del suelo. El nivel de bicarbonatos de deberá ajustar para que el agua de riego entre en el suelo con un pH próximo a 6,0-6,2. Para ello deberán destruirse estos bicarbonatos hasta que su contenido en el agua de riego sea aproximadamente de 2,0-2,5 meL-1. Los ácidos más comúnmente utilizados son el nítrico y el fosfórico. En otras zonas se utiliza también el ácido sulfúrico.

( 60 ]

Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

En el primer caso hay que tener en cuenta la dosis de nutrientes que estamos aportando al suelo. La aplicación de materias orgánicas puede ser de forma sólida, como estiércol de ganado, compost de residuos agrícolas, etc., o de forma líquida, como los ácidos húmicos. Estos pueden obtenerse de carbones, leonarditas, o de materias orgánicas, estiércol. • Tratamientos físicos: son de tipo mecánico, el empleo de arados permite romper las costras superficiales del suelo y en los perfiles inferiores la compactación del mismo. Si el problema que origina la disminución en la infiltración es debida al agua de riego la solución que aportan estos métodos será sólo pasajera. Pero potencia la efectividad de la enmienda química. 2.4. ( Soluciones a los problemas de toxicidad ]

Los niveles de sodio, cloro y boro afectan como se vio anteriormente a los niveles de producción. Por ello el cultivo se implantará en función de su tolerancia a estos tres iones. Una de las formas de control es mediante el uso de unas tasas de riego unido a unas fracciones de lavado que permita el control de estos iones en el suelo. En el caso del sodio el problema es complicado debido a su intercambio en el suelo, el cual a su vez depende de la capacidad de intercambio catiónico de éste. Para los cloruros su control es más fácil debido a que no se intercambia en el suelo. La ecuación de Rhoades y Merril, 1976 se puede expresar también de la forma siguiente: FL = CEa / ( 5 CEes - CEa )

Esta ecuación se puede modificar y expresarse de la siguiente forma, FAO 1987: FL (Cl) = Cla / ( 5 Cles - Cla )

En donde FL(Cl) es el lavado mínimo necesario para controlar el nivel de cloruros; Cla es el contenido de cloruros en el agua de riego expresado en meL-1 y Cles es el contenido de cloruros en el extracto saturado y representa la concentración tolerable para un determinado cultivo. Los niveles de cloruros en el extracto saturado podrán oscilar para cultivos sensibles desde 5-7 meL-1 hasta 25 meL-1 de un cultivo tolerante como el tomate. El boro es más difícil de lavar que el sodio o los cloruros, ya que se desplaza más lentamente en la disolución del suelo. Se requiere aproximadamente una dosis tres veces mayor que la necesaria para lavar una cantidad equivalente de cloruros o de sales en general. Debido a que la concentración de boro en el extracto saturado de la parte superior de la zona radicular se aproxima a la concentración de boro en el agua de riego, es posible mantenerlo en concentraciones adecuadas mediante un control en la fracción de lavado. Según la FAO 1987, aplicaciones de ácido sulfúrico al suelo pueden acelerar el proceso de recuperación de éstos cuando están afectados por excesos de boro. La tolerancia relativa al boro de algunos cultivos según Maas, 1984 es como sigue: los valores están expresados en mgL-1 de boro en el extracto saturado.

( 61 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Muy sensible

< 0,5 (limonero)

Sensible

0,5 - 0,75 (aguacate, naranjo y vid)

Sensible

0,75 - 0,1 (fresa y judía)

Moderadamente sensible

1,0 - 2,0 (pimiento, patata y pepino)

Moderadamente tolerante

2,0 - 4,0 (lechuga, col, apio, maíz y melón)

Tolerante

4,0 - 6,0 (tomate)

Muy tolerante

6,0 - 15,0 (espárrago)

Además de los sistemas de lavado como manera de solucionar los problemas de toxicidad también se podrá contrarrestar sus efectos mediante una adecuada fertilización. El aumento de las dosis de nitrógeno nítrico en el cultivo de tomate permite paliar los efectos del ion cloruro, debido a una competencia por la absorción entre nitratos y cloruros. Kafkafi, 1982. En cambio, la fertilización amoniacal incide agravando el problema por acumulación de este cloruro en la planta. Kafkafi y Bar-Yosef, 1980. Una fertilización adecuada en potasio permite controlar el ion sodio. En suelos ligeramente ácidos o neutros el ion fosfato tiene el mismo efecto sobre el boro. 2.5. ( Ejemplos de diferentes tipos de aguas ]

• Zona de El Ejido: vamos a exponer dos tipos de aguas, una de ellas de conductividad 0,490 dSm-1 y otra de 3,17 dSm-1, que pueden representar a dos aguas características de la zona.

( 62 ]

CE

0,490 dSm-1

CE

3,17 dSm-1

pH

8,41

pH

7,40

Na

0,64 meL-1

Na

17,39 meL-1

K

0,40



K

0,43



Ca

1,81



Ca

5,99



Mg

2,30



Mg

8,55



CO3

0,56



CO3

0

HCO3

3,58



HCO3

5,09

Cl

0,60



Cl

21,26 “

NO3

0

NO3

0,99



SO4

0,46

SO4

4,68



SAR

0,44

SAR

6,45

RSC

+0,03

RSC

-9,45

pHc

7,28

pHc

6,82

IL

1,13

IL

0,58

SAR0

0,49

SAR0

7,29





Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

• Zona de El Alquián-La Cañada: a continuación veremos dos tipos de aguas de esta zona, de salinidad moderadas. CE

2,51 dSm-1

CE

3,77 dSm-1

pH

7,84

pH

8,13

Na

19,39 meL-1

Na

21,73 meL-1

K

0,20



K

0,51



Ca

2,74



Ca

9,43



Mg

3,61



Mg

10,36 “

CO3

0

CO3

0,19

“ “

HCO3

11,68 “

HCO3

3,20

Cl

10,75 “

Cl

13,97 “

NO3

0

NO3

0,42

SO4

3,50

SO4

23,05 “

B

0,72 mgL-1

B

1,73 mgL-1

SAR

10,88

SAR

6,91

RSC

+5,33

RSC

-16,40

pHc

6,82

pHc

6,92

IL

1,02

IL

1,21

SAR0

13,0

SAR0

7,86





• Zona de Níjar: incluimos en este apartado dos aguas no características de la zona, ya que aquellas son similares a las de la zona anterior. Las características especiales de estas dos aguas se pueden resumir en dos puntos, 1) altos niveles de bicarbonatos y boro, que hacen a una de ellas extraordinariamente peligrosa y 2) alta salinidad. CE

4,66 dSm-1

CE

13,79 dSm-1

pH

7,28

pH

7,11

Na

42,60 meL-1

Na

106,95 meL-1

K

1,48

K

0,23



Ca

2,44

Ca

16,21



Mg

4,19

Mg

25,09



CO3

0

CO3

0

“ “

HCO3

17,24

HCO3

5,15

Cl

27,94 meL-1



Cl

128,00 meL-1

NO3

0

NO3

0

SO4

5,95

SO4

14,74

B

11,13 mgL

B

0,87 mgL-1

“ -1





( 63 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

SAR

23,40

SAR

23,53

RSC

+10,61

RSC

-13,15

pHc

6,72

pHc

6,48

IL

0,56

IL

0,63

SAR0

27,33

SAR0

26,91 (1)

(1) Este valor se SAR0 es un valor estimado. • Zona de Adra: se expone un agua de características medias. CE

2,16 dSm-1

CO3

0

pH

7,91

HCO3

5,10



Na

8,91 meL-1

Cl

9,56



K

0,16



NO3

0,30



Ca

9,13



SO4

10,40 “

Mg

7,23



SAR

3,11

IL

RSC

-11,26

SAR

pHc

6,76

1,15 0

3,84

• Zona de Vera y Cuevas de Almanzora: los ejemplos que se exponen representan la media de la zona. La primera tiene una CE = 3,11 dSm-1 y la segunda, CE = 2,41 dSm-1.

( 64 ]

CE

3,11 dSm-1

CE

2,41 dSm-1

pH

7,40

pH

7,76

Na

14,34 meL-1

Na

6,95 meL-1

K

0,27

K

0,,37 “

Ca

11,98 “

Ca

14,02 “

Mg

7,57

Mg

8,22

CO3

0

CO3

0

“ “ “



HCO3

3,20

HCO3

2,04



Cl

13,97 “

Cl

5,21



NO3

0,39



NO3

0

SO4

17,03 “

SO4

22,06 “

B

0,46 mgL-1

B

0,32 mgL-1

SAR

4,59

SAR

2,08

Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

RSC

-16,35

RSC

-20,20

pHc

6,91

pHc

7,05

IL

0,49

IL

0,65

SAR0

5,52

SAR0

2,43

• Zona de La Rábita (Granada): incluimos este agua por sus características en cuanto a composición química. CE

2,63 dSm-1

CO3

0

pH Na

7,09

HCO3

3,97



3,91 meL-1

Cl

2,37



K

0,22



NO3

28,52 “

Ca

21,00 “

SO4

0,20

Mg

9,78

SAR

1,0

IL

0,47

RSC

-26,81

SAR0

1,36

pHc

6,62





3. ( SUELOS ]

El Handbook nº 60 define al suelo como un cuerpo tridimensional con forma, superficie y profundidad. Los suelos se pueden clasificar desde el punto de vista químico en no salinos, salinos, salino-sódicos y sódicos no salinos. 3.1. ( Caracterización de suelos ]

 Suelos no salinos: Son aquellos que no presentan problemas, cuyo pH en extracto saturado es inferior a 8,5 y su CEes es inferior a 4 dSm-1. Ejemplo de suelo no salino: pH

8,07

CE

0,780 dSm-1

Extracto Saturado Na

1,54 meL-1

PS

36,79

Cationes de Cambio me100g-1

%

( 65 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

K

0,20



Na

0,43

4,13

Ca

6,18



K

0,37

3,55

Mg

1,60



Ca

7,49

72,02

NO3

0,24



Mg

2,11

20,29

Cl

1,67



CIC

10,40

SAR

0,78

 Suelos salinos: Son los que generalmente tienen un pH menor de 8.5, Cees> 4 dSm-1 y un porcentaje de sodio intercambiable, PSI, menor de 15. Antiguamente se les denominó álcali blanco. Se pueden recuperar sin problemas mediante lavado, si el agua es de buena calidad y el suelo no presenta problemas de drenaje. A nivel de las sales solubles, expresado en meL-1, el Na+ ≤ Ca2+ + Mg2+ + K+. Los aniones suelen estar constituidos por Cly SO42- en igual concentración, bajos niveles de HCO3- y ausencia de CO32-. Los suelos con altos niveles de sales cuyo origen es un frente salino de riego por goteo presentan también altos niveles de K+ y NO3-. Si se aprecian valores altos de Ca2+ y SO42-, superiores a 28 meL-1, se puede pensar en la existencia de yeso soluble en el suelo. Deberá detectarse por el método Bower y Huss, 1948, en Richards, 1954. Este método permite detectar la presencia de yeso por precipitación con acetona. Si es positivo se confirmará la presencia de yeso y por tanto la existencia de Ca2+ soluble, en el extracto saturado, cuya procedencia es de yeso. No todo este calcio será soluble en capacidad de campo. Por ello se deberá restar a la CEes dos unidades de CE expresadas en dSm-1 correspondientes a la solubilidad del yeso en agua, aproximadamente 2,2 gL-1. Los suelos salinos, por lo general, suelen estar floculados debido al exceso de sales y el nivel de sodio en el complejo de cambio suele ser bajo. Por esto su infiltración suele ser igual a la de los suelos no salinos. Ej.: suelo salino correspondiente a un frente salino de un sistema de riego por goteo. pH

7,68

CE

6,00 dSm-1

PS

Extracto Saturado

( 66 ]

57,02

Cationes de Cambio me100g-1

%

Na

0,69

4,56



K

2,79

18,47



Ca

8,22

54,44

34,20



Mg

3,40

22,51

Cl

17,18



CIC

15,10

SAR

3,92

Na

15,43 meL-1

K

13,04

Ca

14,84

Mg

16,04

NO3

Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

 Suelos salino-sódicos: Son aquellos cuya CEes > 4dSm-1, el PSI >15 y el pH < 8,5. Son de propiedades similares a los salinos y debido al exceso de sales las partículas permanecen floculadas. La diferencia de éstos con respecto a los anteriores estriba en que si son lavados sólo con agua se convertirán en suelos sódicos no salinos. Esto es consecuencia de que en el proceso de lavado se pierden en proporciones similares Na+, Ca2+ y Mg2+ por drenaje y las posiciones de calcio en el complejo se pierden al tratar de restablecer el equilibrio con los iones solubles. Debido a que en este tipo de suelos existen niveles altos de sodio, éste pasará a ocupar las posiciones dejadas por el calcio en el complejo. Por tanto, dejará de ser salino para ser sódico. Esta transformación del suelo de un tipo en otro ocasiona que el pH aumente a niveles superiores a 8,5. También sufre un aumento el PSI y las partículas de suelo se dispersan haciendo disminuir la infiltración del suelo. Si el suelo original contiene yeso, no existirán problemas para lavarlo directamente, en caso contrario será necesaria una enmienda cálcica previa al lavado. Ej.: suelo salino-sódico de origen natural, zona de Níjar. pH

8,03

CE

6,94 dSm

PS

60,15

-1

Extracto Saturado

Cationes de Cambio me100g-1

%

Na

4,78

26,85



K

1,92

10,78

9,04



Ca

2,22

12,47

0



Mg

8,88

49,89

Cl

54,51



CIC

17,80

SAR

23,26

Na

57,17 meL-1

K

1,36



Ca

3,04

Mg NO3

 Suelos sódicos: Su Cees< 4dSm-1, el PSI >10-15 y su pH es generalmente superior a 8,5. Antiguamente se les denominaba álcalis negros. Debido a la fuerte dispersión de las partículas del suelo su drenaje está muy restringido e imposibilita la entrada de agua en él. A causa de esta dispersión las partículas se depositan en capas inferiores donde se acumularán, originando una franja impermeable que será preciso romper mediante medios mecánicos para poder ser rehabilitado. Estos suelos sódicos tienen un pH generalmente alto y por ello contienen cantidades apreciables de CO32- libre. Esto ocasiona que las pequeñas cantidades de calcio soluble que contiene la solución del suelo, unido al aportado por el agua de riego, se pierda por precipitación en forma de carbonato cálcico cuando se alcanza su producto de solubilidad. Cuando el nivel de sodio es tan alto, la materia orgánica se dispersa y en forma disuelta se deposita en la superficie del suelo,

( 67 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

dando origen a la denominación de estos suelos como álcali negro. Para regenerar estos suelos será preciso aportar una enmienda cálcica o ácida si el suelo contiene caliza, así como un posterior lavado. Ej.: suelo sódico correspondiente a una tierra de cañada, de una cantera, de la zona de El Ejido. pH

8,49

CE

2,78 dSm-1

PS

Extracto Saturado

128,95

Cationes de Cambio me100g-1

%

Na

2,57

10,58



K

1,99

8,19

2,55



Ca

12,60

51,85

NO3

0,29



Mg

7,14

29,38

Cl

18,22



CIC

24,30

SAR

15,18

Na

20,43 meL-1

K

2,22



Ca

1,07

Mg

3.2. ( Análisis químico de suelos ]

Los análisis nos permiten conocer las características químicas y físicas de un suelo de cultivo, así como tomar las medidas adecuadas sobre él. Si éste se efectúa antes de la plantación, nos posibilita el poder rehabilitarlo, en caso de que sea necesario, o hacer un aporte en forma de abonado de fondo. Durante el cultivo, para tratar de diagnosticar problemas de salinidad o nutricionales. • Muestreo: Cuando tratamos de relacionar las condiciones del cultivo con los niveles de sales del suelo, siempre se deberá de tomar la muestra de la zona activa de las raíces. Por ello, se debe seguir éste método cuando se trate de diagnosticar un posible problema. En suelos donde no existe cultivo aún, se deberá abrir una calicata para así poder observar los distintos perfiles de éste. En cultivos hortícolas nos centraremos en los primeros 4060 cm primeros. Tomar una muestra de cada perfil si se aprecian diferencias en cuanto a color o textura. Si no se aprecian, se debe tomar una muestra a 20-40 cm de profundidad y otra de 0-20 cm, eliminando los dos o tres cm de la capa superficial. En suelos de cultivo en invernadero es conveniente tomar una muestra, si se trata de diagnosticar un problema determinado, centrándonos en la zona radicular de las plantas afectadas. Por cada 5.000 m2 se deben tomar unas diez submuestras, mezclarlas bien y de esta mezcla se toma una muestra que se envía al laboratorio de análisis. Si lo que se busca es conocer el estado inicial del suelo, antes del cultivo, se deben tomar unas diez submuestras/5.000 m2, eliminando siempre los primeros centímetros de suelo y siguiendo un recorrido superficial de la parcela en forma de X p Z. Como

( 68 ]

Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

en el caso anterior, todas las porciones se mezclarán bien para tomar una muestra representativa de ellas. En el caso de cultivos en invernadero, con sistemas de riego por goteo, se deberá tener mucho cuidado a la hora de muestrear el suelo. Tenemos que conocer lo más exactamente posible dónde se harán las nuevas líneas de plantación, para así tomar las muestras en ese lugar. Si se muestrea al azar, sin tener en cuenta esta consideración, se podrán tomar las muestras en los pasillos del cultivo anterior, o lo que es lo mismo, en su frente salino. El riesgo de error, cuando no se toman las precauciones necesarias, puede ser alto. Debido a que la proporción de suelo entre la zona húmeda, bulbo, y la zona seca, frente salino, suele ser del orden de 60-40% de la superficie total. Esto hace que sea posible que tengamos suelos con conductividad CEes 2,5 dSm-1 en la zona de bulbo y CEes 10 dSm-1 en la de pasillo. Al tomar las muestras y mezclarlas se obtendrá un suelo de CEes de aproximadamente 6 dSm-1, que no es real, ya que no existe un suelo con ese nivel de sales. Por ello, se deben tomar las muestras donde se implantará el nuevo cultivo en función de su marco de plantación. A esta muestra se le determinará la CEes y estableceremos la relación que existe con la CEa, agua de riego. Si esta es inferior a 1,5 estaremos dentro de los límites adecuados de acumulación de sales y se continuará con su análisis. Si la relación es mayor, se suspenderá la analítica, se lavará el suelo y después se volverá a analizar. Si en el agua de riego los niveles de salinidad son altos o los índices de sodio y cloruro, no será aplicable el método anterior, aunque la relación de conductividades sea mayor de 1,5. Esto se debe a que no se puede lavar un suelo sin aportar una enmienda cálcica si no se conocen los valores de SAR y PSI, ya que podrían empeorarse las condiciones de infiltración del suelo. La existencia de yeso en el suelo se puede comprobar de forma rápida en un laboratorio y en caso de confirmarse se puede lavar sin aplicar una enmienda. Cuando existe yeso en el suelo es normal encontrar eflorescencias blancas debidas a depósitos del mismo. Si se trata de detectar un problema desconocido en una zona concreta del invernadero nos centraremos en dicha zona y desecharemos el resto de la superficie cultivada. En estos casos es conveniente efectuar una cata hasta aproximarnos a un metro de profundidad y observar si existe algún impedimento al drenaje. Este puede ser de dos tipos: la típica “lastra” caliza no porosa, a 20-30 cm de profundidad, que impide el lavado de las sales, provocando la acumulación de las mismas y la segunda causa es debida a la dispersión de las partículas de arcilla de las capas inferiores, que las hace totalmente impermeables al drenaje. El sistema de muestreo en los suelos enarenados de la zona de Almería es diferente en cuanto a que la raíz de la planta se encuentra en la interfase formada por una capa de arena, otra de materia orgánica, generalmente estiércol, y la denominada “tierra de cañada”. Para la toma de la muestra se eliminarán las capas de arena y materia orgánica y nos centraremos en la capa de tierra. Si esta es arcillosa, con un contenido de un 40% de arcilla, muestrearemos a 5-10 cm de profundidad. Si es de tipo franco a franco-limoso, las denominadas “greas”, deberemos de profundizar hasta los 15-20 cm. Se debe seguir siempre la pauta de muestreo que será el tomar la muestra en la zona donde se encuentren la mayor cantidad de raíces. Se están detectando en los últimos años problemas a la hora de muestrear en suelos enarenados debido a la compactación

( 69 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

de las arenas, que impide la entrada de agua en el suelo. Esto ocurre por una excesiva fertilización fosforada en aguas de riego con valores altos de calcio, que originan la formación de precipitados de CaHPO4, que cementa las arenas cuando el pH del suelo es mayor de 7,3. En zonas como Almería, donde generalmente se construyen los invernaderos sobre suelos aportados de canteras, es conveniente realizar un análisis del mismo antes de su construcción, ya que conocer el estado inicial del suelo es imprescindible para evitar problemas posteriores. Cuando ya está realizado el enarenado, las actuaciones sobre el suelo son muy complicadas y costosas. > Ej. de tierra de cañada. Clasificación por el sistema USDA y SI Sist. USDA

arcilla 41,7% limo

36,1%

arena 22,2% clasificación: arcillosa Sist. SI

arcilla 41,7% limo

24,8%

arena 33,5% clasificación: arcillosa - gruesa

• Extracto saturado: Para determinar las sales solubles y CE en un suelo se emplea el método del extracto de la pasta saturada del suelo. Este método se ha seguido a partir de las directrices marcadas por el Laboratorio de Salinidad de EE.UU., Richards, 1954. La humedad de la pasta saturada, porcentaje de saturación, PS, se relaciona directamente con los valores de humedad en capacidad de campo, CC. Esta es aproximadamente 1,8-2 veces la capacidad de campo y a su vez es el doble de la humedad en punto de marchitez, límite inferior de humedad aprovechable. Por esta razón el extracto saturado frente a otras relaciones en peso, como los extractos 1:1 o 1:5, son más fiables por su relación con la humedad del suelo. En los suelos de la zona de Almería los niveles de PS varían desde < 20%, que corresponden a arenas, 20-25% que poseen los suelos arenosos, 25-35% de los suelos medios y 35-60% los suelos finos o pesados. Los suelos medios suelen ser de tipo franco-arcillo-arenoso a franco, y los suelos finos, tierras de cañada, del tipo franco-arcilloso a arcilloso. Dentro de los suelos medios hay que englobar a las denominadas greas, de color amarillo o gris, con valores de PS que oscilan entre 45-70% y son de tipo franco-limoso. Este nivel alto en limo en las greas hace aumentar de manera considerable la capacidad de retención de agua, teniendo un PS típico de un suelo de textura fina. En la zona costera de Almería no aparecen por lo general suelos con textura arcillo-limosa. El PS de un suelo aumenta en función de los contenidos de arcilla y limos finos.

( 70 ]

Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

Por ello es importante efectuar el análisis de textura de aquellos que presenten un valor de PS elevado. Si la textura se determina por el método Bouyoucos es conveniente hacer lecturas del densímetro para determinar las fracciones de limo entre 2-20 micras y 2050 micras, en el primer caso por el Sistema Internacional y en el segundo por el sistema USDA. Esto permite conocer la fracción de limos próxima a las arcillas que tienen una mayor capacidad de retención de agua. El contenido de materia orgánica de un suelo incrementa considerablemente el PS y con ello la capacidad de retención de agua. Los suelos de tipo medio, con un PS del orden de un 35%, pueden incrementarlo hasta un 50-60% cuando su contenido en materia orgánica se eleva hasta un 7-9% y al mismo tiempo aumentando su capacidad de intercambio catiónico. • Conductividad eléctrica: La medida de la conductividad eléctrica del extracto saturado nos dará el contenido de sales totales disueltas en el suelo. Esta dependerá del tipo de ion en la solución. Los iones Cl-, correspondientes al MgCl2, son los que más aumentarán la conductividad a igualdad de concentración. Les siguen el CaCl2 y NaCl, muy similares. Son intermedios SO4-2 ligados a Na2SO4 y los que menos aumentan la conductividad son el MgSO4, CaSO4 y NaHCO3. Valores de las CE de las diferentes sales, Richards, 1954: Conc.1gL-1

CE(dSm-1 25 ºC)

MgCl2

2,4

CaCl2

2,1

NaCl

2,0

Na2SO4

1,55

MgSO4

1,35

CaSO4

1,2

NaHCO3

1,05

El contenido de sales, expresado en forma de CEes (en dSm-1), se relaciona con la presión osmótica de la solución del suelo según la fórmula: donde PO = atm

PO = 0,36 · CEes

La PO se relaciona con la velocidad de absorción de agua por la planta y por lo tanto con el desarrollo de la misma. Valores umbral de CE en extracto saturado para diferentes cultivos hortícolas y con producciones estimadas del 100%, según Ayers y Westcot, 1987. Calabaza “

4,1 dSm-1

Apio

1,8



3,2



Col

1,8



Brócoli

2,8



Pimiento

1,5



Tomate

2,5



Lechuga

1,3



Pepino

2,5



Judía

1,0



( 71 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Según Carter, 1981. Judía

1,0 dSm-1

Melón

2,5



Apio

1,0



Guisante

2,5



Coliflor

2,5



Pimiento

1,5



Col

1,8



Tomate

2,5



Pepino

2,5



Brócoli

2,8



Lechuga

1,3



Los valores de referencia anteriores hay que manejarlos con cuidado debido a dos factores fundamentales. En primer lugar, por condiciones medioambientales, luz, temperatura y en segundo lugar, porque a igualdad de CEes podemos tener niveles de iones considerados tóxicos, como es el caso de sodio y cloruros para un cultivo determinado, frente a valores de calcio y magnesio, iones que no son tóxicos para ese mismo cultivo. Altos niveles de luz, radiación y temperatura obligan a trabajar con unos niveles de CEes más bajos que en el caso inverso. Un claro ejemplo es el cultivo de la judía, que en meses invernales soporta CEes de 3-3,5 dSm-1 sin problemas, frente a la primaveraverano, donde es normal tener unos valores de CEes de 1,8-2,2 dSm-1. En el segundo caso, dos suelos con niveles de cationes iguales, por ejemplo: uno con Na =15 meL-1, K = 2 meL-1, Ca = 5 meL-1, Mg = 3 meL-1 y otro con Na = 5 meL-1, K = 2 meL-1, Ca =15 meL-1 y Mg = 3 meL-1 tienen conductividades próximas a 2,5 dSm-1. Si el cultivo es de judía, el primer suelo del ejemplo sería tóxico por los niveles de Na, pero no el segundo. Por tanto, en una primera aproximación la CEes es un buen dato de partida, que deberá ser interpretado en función de las condiciones ambientales y de su composición iónica. Las referencias en cuanto a los valores de CEes para los cultivos en la zona de Almería pueden ser los siguientes: • Pimiento. Prácticamente todos los cultivos se inician entre junio-septiembre. Lo ideal es mantener en sus inicios niveles de CEes que oscilen entre 1,8-2,2 dSm-1. En este cultivo y con aguas de CEa de 0,3 dSm-1, a veces es difícil llegar a los niveles de CEes anteriores si tenemos unos niveles iniciales de CEes bajos en el suelo. Por ejemplo: si es de 0,50 a 0,8 dSm-1, se debe elevar la CE de la solución de riego por encima de los 2,5 dSm-1, hasta conseguir que el nivel de CEes se aproxime al 1,8-2,2 dSm-1 deseado. En el momento que se alcance iremos disminuyendo paulatinamente la CE de entrada de la solución nutritiva hasta que CEes ≈ 1,2-1,5 CEa. Es imprescindible llegar a alcanzar los niveles anteriores para evitar tener problemas de floración motivados por los bajos niveles de radiación debido a los encalados de los invernaderos en pleno verano. En producción, los niveles de CEes se mantienen próximos a 2,5 dSm-1 y se pueden elevar en los meses fríos, con niveles bajos de luz, hasta 3 dSm-1. Hay que tener cuidado con el exceso de salinidad en el suelo, que puede incidir en la aparición de blosson-end rot en los frutos.

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Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

• Pepino. Los cultivos se suelen iniciar entre agosto y septiembre. Por ello, aunque es menos sensible a la salinidad que el pimiento, se deberá tener mucho cuidado en no subir la CEes para evitar tener impedimentos de absorción de agua por la planta cuando las temperaturas en el interior de los invernaderos supera los 40 ºC. En los estados iniciales del cultivo hay que mantener la CEes próxima a 2 dSm-1 e ir elevándola hasta 2,5 dSm-1 en producción. En invierno conviene subirla hasta 3 dSm-1. Debido a que es un cultivo muy sensible al encharcamiento en los suelos tipo cañada se deberá vigilar que estos niveles de CEes no se eleven, porque se tendrán serios problemas para lavarlos. El exceso de salinidad en el suelo, puede provocar la aparición de frutos curvados, denominados “pillow” en la bibliografía inglesa. • Judía. Es un cultivo que se puede iniciar prácticamente en cualquier momento del año. Al principio es conveniente mantener niveles de CEes próximos a 1,5-1,8 dSm-1 en las épocas de más temperatura. Si es en invierno hay que elevarlos a 2,0-2,2 dSm-1. En el primer caso y en producción, se debe mantener una CEes de 2,0-2,2 dSm-1 y en el segundo de 2,5-2,7 dSm-1. Debido a que es un cultivo muy sensible a los iones Na y Cl se deberá de conocer cual es la composición de las sales que nos da una CEes determinada. Al mismo tiempo, niveles altos de CEes origina vainas en donde el grano se aprecia a simple vista, resalta, lo que hace disminuir su valor comercial. Con motivo de la cambiante climatología de los últimos inviernos, se tendrá que vigilar la CEes , para evitar problemas de salinidad en los meses como febrero-marzo, donde se han alcanzado temperaturas de hasta 25 ºC y niveles de radiación de 550 wm-2 día-1, más propios de mayo. Por ello, la CEes de los meses invernales, próxima a 3,0 dSm-1 deberá disminuirse a 2,2 dSm-1, más cercana al valor de verano. • Tomate. Su plantación se inicia a finales de verano, entre agosto y septiembre, al aire libre o en invernadero. Es la denominada campaña de otoño-invierno. Las plantaciones al aire libre permanecerán hasta el comienzo del frío y las de invernadero hasta la primavera. La campaña llamada de primavera-verano se inicia en febrero y se mantendrá hasta julio-agosto. En el inicio de las plantaciones a final de verano, se deberá tener en cuenta la calidad del agua de riego que se va a utilizar. En la zona del Poniente Almeriense, con aguas por lo general de buena calidad, los niveles de CEes oscilarán entre 2,0-2,5 dSm-1 para ir elevándolo hasta 3,5-4,0 dSm-1 en los meses invernales. Con motivo de que estas aguas tienen una CEa entre 0,5-1,0 dSm-1 obligará a mantener unos niveles de fertilización altos para poder conseguir una CEes adecuada. Lo ideal es mantener niveles de riego cortos, controlados por tensiómetros, y unas fracciones de lavado próximas a 0,05-0,1. El exceso de humedad en el suelo y por consiguiente el encharcamiento tienen una clara incidencia sobre la aparición de blosson-end rot en los frutos. En la zona tomatera de Almería, El Alquián-La Cañada, con aguas de salinidad media-alta y niveles de CEa que oscilan entre 2,0-5,0 dSm-1 se encuentran en algunos casos por encima de la salinidad umbral del tomate, estimada en 3 dSm-1. La CEes oscilará, para aguas de CEa de 3,0 dSm-1, entre 3,5-4 dSm-1. Este valor se considera normal y sin problema para éste cultivo. Hay que hacer notar en que existen a su vez dos tipos diferentes de aguas. Unas con concentraciones altas en Cl- y Na+, frente a otras que tie-

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

nen valores altos de Ca2+, Mg2+ y SO42-. Por ello será imprescindible conocer el análisis químico del agua a utilizar, para así predecir si un suelo de CEes= 4,0 dSm-1 dará o no problemas de salinidad, en función de los iones que contenga. En producción y con una demanda de agua para la planta menor, debido al descenso de la temperatura, se mantendrán niveles de CEes de 4,5-5,0 dSm-1. Este aumento de conductividad permitirá paliar en parte los problemas originados por la disminución de luz. En los cultivos de primavera-verano y con aguas de riego de buena calidad, se deberán mantener CEes próximas a 3,5 dSm-1 para ir disminuyéndolas en el inicio del verano hasta CEes = 3dSm-1. Aparecerán claros problemas de salinidad, con limitación de la absorción de agua por parte de la planta, con CEes> 4dSm-1 y muy graves con CEes= 7,0 dSm-1, que motivarán la aparición de blosson-end rot. Una precaución importante que se deberá tener en cuenta es el posible descenso brusco de la CEes, por lluvia en plantaciones al aire libre o por condensación en invernadero, que provocará el rajado de los frutos. • Berenjena. Se inicia la plantación entre agosto y septiembre y se mantiene, por lo general, hasta el verano. Teniendo en cuenta que la mayoría de las plantaciones se encuentran en la zona del Poniente, no es de esperar un problema de salinidad. La tolerancia de ésta es moderada. La CEes estará próxima en el inicio del cultivo a 2,0 dSm-1 y se irá elevando hasta 2,7-3,2 dSm-1 en plena producción. Hay que evitar CEes altas, entre 5,0-6,0 dSm-1, que provocarán problemas en la absorción de agua por parte del sistema radicular de la planta y aumentará la aparición de blosson-end rot en los frutos. • Melón. Es un cultivo que se implanta por lo general para la temporada de primavera-verano. Es importante conocer los valores de CEes, ya que al ser un cultivo que proviene de otro efectuado antes, generalmente pimiento o pepino, se podrán encontrar niveles altos de sales en el suelo. El origen de éstas son los frentes salinos del sistema de riego por variación de los marcos de plantación. El conocimiento de la CEes previo es importante porque si se implanta en suelos con gran contenido en sales y de características arcillosas, existirán graves problemas para su lavado. El melón en época invernal presenta una gran sensibilidad a las enfermedades de raíz provocadas por excesos de humedad en el suelo. La CEes óptima oscilará entre 2,5-3,0 dSm-1 y se elevará a 3,5-4,0 dSm-1 desde el inicio de la floración hasta el cuajado. Se bajará a 3,03,5 dSm-1 en producción. Este cultivo presenta una buena tolerancia a la salinidad, muy similar a la del tomate, con la ventaja que no presenta problemas de blosson-end rot. En la zona costera de Murcia se cultiva con aguas cuya CEa varía entre 2,5-3,0 dSm-1, para tener en el suelo una CEes entre 4,0-5,0 dSm-1. No existen problemas con estos valores en la primavera. La única salvedad es que este tipo de aguas no contienen niveles en NaCl superiores a 10-12 meL-1. El resto de las sales estarán en forma de sulfatos cálcicos y magnésicos, que no representan problemas de toxicidad para el cultivo. Los descensos de CE en el suelo provocan rajados en los frutos debido a la condensación en el interior de los invernaderos. Es conveniente una buena ventilación para evitar estos desajustes. • Sandía. Es un cultivo similar al del melón y que coincide en época de plantación. Su tolerancia a la salinidad es ligeramente inferior, por lo que se tendrán que reducir

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Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

los valores de CEes entre un 10-15%. A diferencia del melón, la sandía no suele presentar problemas de rajado. Si se debe tener en cuenta que con plantas injertadas es necesario mantener niveles de conductividad eléctrica en el suelo más altos, para inducir una buena floración. Las variedades de sandía de tipo esférico no presentan problemas de blosson-end rot y si en cambio en las de tipo cilíndrico. • Calabacín. Su ciclo de cultivo es similar al del pepino. En los estados iniciales del mismo es conveniente mantener una CEes entre 2,2-2,5 dSm-1 y se elevará progresivamente hasta 3,0-3,5 dSm-1, pudiendo llegar a 4,0-4,5 dSm-1 en la época invernal. Es una planta moderadamente tolerante a la salinidad y no será preocupante si se detectan CEes que puedan superar el valor máximo anterior en épocas frías. • Col china. En la zona del Poniente Almeriense su plantación se realiza desde noviembre hasta febrero, manteniéndose de manera escalonada hasta terminar el cultivo, entre abril y mayo. Si éste se efectúa en invernadero, se deberán tener en cuenta las mismas consideraciones que para el melón en cuanto a posibles valores de CEes elevadas. Estos valores oscilarán entre 1,5-1,7 dSm-1 al principio de la plantación, hasta 2,0-2,5 dSm-1 como máximo. Es ligeramente sensible a la salinidad y niveles altos de ésta pueden inducir fisiopatías como el tip-burn, provocado por problemas de absorción y movilidad del calcio. Valores de CEes superiores a 4,0 dSm-1 pueden dar lugar a problemas de este tipo. • Lechuga. La época de plantación suele ser escalonada a lo largo de todo el año. Los niveles de CEes son similares a los de la col china, lo mismo que su tolerancia a la salinidad. Al igual que ésta presenta problemas de tip-burn. pH: Se define como el -log[H+] y expresa la acidez o la alcalinidad de un suelo. Se determina mediante un pH-metro y su lectura se efectúa con el electrodo introducido en la pasta saturada del suelo. Los principales factores que afectan al pH de un suelo son la temperatura, la presión, la fuerza iónica y los carbonatos en equilibrio en él. Los niveles de pH superiores a 8,5 pueden indicar la existencia de un suelo de características sódicas o suelos naturales con altos índices de caliza, > 50%, y caliza activa, >15%. Entre 7,0-8,5 estarán aquellos con valores de conductividad en extracto saturado entre 2,0-6,0 dSm-1 y niveles de caliza entre 10-20%. La existencia de cantidades apreciables de nitratos así como de conductividades eléctricas elevadas, hace disminuir de manera apreciable el pH. Este volverá a subir cuando la conductividad eléctrica del suelo disminuya, después de ser lavado. Cuando los valores de la CEes son superiores a 10-15 dSm-1 es frecuente encontrar pH menores de siete. En los suelos neutros, sin caliza, estos suelen oscilar entre 6,8-7,2 y en los suelos ácidos, los valores son inferiores a 6,5-6,8. En el Poniente Almeriense sólo se conoce una zona, llamada El Solanillo, con suelos rojos ácidos con pH próximos a 5,5 y fitotóxicos en manganeso. En el resto de las zonas los suelos suelen ser neutros o calcáreos, Casas, 1995. Análisis del extracto saturado. Cationes y aniones solubles: En el filtrado de la pasta saturada del suelo se analizan los iones solubles. Los ca-

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

tiones que nos encontraremos serán: Na+, K+, Ca2+, Mg2+ y NH4+ ; los aniones: Cl-, HCO3-, CO32-, SO42-, NO3-, H2PO4-; y como microelementos el B. Sodio: se puede tomar como valor inicial de referencia el existente en el agua de riego, ya que para fracciones de lavado de 0,2 es de esperar una acumulación de sodio del 20% con respecto al sodio del agua. Esto se puede expresar de la forma siguiente: Naes = 1,2 Naa

Para los diferentes cultivos hortícolas los niveles máximos y óptimos serán: Cultivo

Máximo (meL-1)

Óptimo (meL-1)

Pimiento

10

<7

Pepino

10-12

<8

Judía

9

<6

Tomate

20-25

<15

Berenjena

13

<10

Melón

20

<15

Sandía

15

<10

Calabacín

15

<12

Col china

10

<7

Lechuga

10

<7

La tolerancia al sodio dependerá de las condiciones medioambientales y su evaluación dependerá de la época del año. Al mismo tiempo este elemento afecta a la estructura del suelo, por lo que su efecto negativo es doble. No es un ion indispensable para la planta, pero ayuda a mantener unos niveles adecuados de CEes que de no existir tendrían que suplirse con un mayor aporte en la fertilización. Lo anteriormente comentado será aplicable si no se sobrepasan los límites óptimos de tolerancia. Un exceso en sodio puede causar deficiencias en calcio e inducir problemas de blosson-end rot en pimiento, tomate y berenjena. Al mismo tiempo, provoca curvamientos en los frutos de pepino. En el cultivo de la col china y la lechuga puede afectar a la absorción de calcio y originar tip-burn. Cloruros: en el caso de este ion se podrá aplicar lo dicho para el sodio, aunque a diferencia de este si es un elemento indispensable para la nutrición de las plantas. Se considera como nivel mínimo, por debajo del cual no es de esperar problemas de toxicidad, unos 5 meL-1. En los cultivos hortícolas tratados antes, los valores de los cloruros podrán ser un 10% superiores a los del sodio y en el caso concreto del tomate y el melón se podrá llegar hasta un 20%. El problema que puede aparecer en el uso de las referencias anteriores estriba en si están a su vez asociados a niveles altos de el resto de los iones. La conductividad eléctrica en este caso será alta y aparecerán problemas de presión osmótica. Los valores de cloruros, como los de sodio, se ven muy afectados

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Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

por las condiciones medioambientales. Existe un claro antagonismo Cl-/NO3- y a niveles bajos de NO3- tiene lugar el fenómeno contrario, sinergismo. En concentraciones normales de NO3- existe una clara competencia en la absorción radicular de estos iones, reemplazando a los Cl-. Weigel, 1973 para el cultivo de la judía y Kafkafi, 1982 en el tomate. Es conveniente mantener unos niveles adecuados en la fertilización nítrica cuando existen contenidos apreciables de cloruros en el suelo. Existe una relación clara entre los niveles de fósforo en la planta y los valores de NaCl en el extracto saturado. Así, en el caso concreto del tomate, aparece una respuesta negativa ante la concentración de fósforo foliar. En cambio la respuesta es positiva en el maíz y en otros cultivos no se aprecia ningún efecto, como con la judía. Ravikovitch y Yates, 1971, Champagnol, 1979, Cerdá y Bingham, 1978. Potasio: es un elemento clave en la nutrición vegetal. Por ello es preciso mantener unos niveles adecuados para obtener una buena producción. Hay que tener en cuenta que puede existir una sustitución a nivel radicular del ion potasio por el sodio cuando el potasio es muy bajo. Esto crea problemas de salinidad al acumularse el sodio en la planta. Al mismo tiempo, niveles altos de potasio no parecen influir sobre la tolerancia a la salinidad de los cultivos. Bernstein, 1974. Los niveles normales de potasio variarán en función del cultivo, el estado de desarrollo de éste y de las condiciones climáticas. • Pimiento. Se mantendrán, en los inicios de la plantación, valores en el extracto saturado de 1,5 meL-1, que se irán aumentando conforme se desarrolla la planta hasta llegar a 2,5 meL-1, en plena producción. Contenidos inferiores a 0,5 meL-1 indicarán la posibilidad de la existencia de una carencia de éste elemento, que puede ser confundida con un exceso de salinidad o con quemaduras provocadas por la gutación. Valores superiores a 3,0-3,5 meL-1 pueden provocar carencias inducidas en calcio y magnesio. Este cultivo es muy sensible a la carencia de magnesio, que suele estar causada por excesos de potasio para elevar la CEes y así inducir una buena floración. El origen de esta mala práctica viene motivada por los problemas que presentan las plantaciones en los meses de verano, cuando los invernaderos están encalados y los niveles de CEes son bajos. Este exceso en la fertilización potásica, si los niveles de magnesio en el suelo son bajos, provoca una carencia inducida en este elemento. • Pepino. Los valores en el extracto saturado deberán oscilar, en el inicio del cultivo, entre 1,5-1,75 meL-1. Este nivel irá aumentándose hasta 2,5-2,75 meL-1 en producción. Excesos en el abonado potásico, > 4-5 meL-1, pueden inducir carencias de calcio con síntomas muy claros en hoja y en fruto. Este problema puede agravarse por un exceso de salinidad. Al mismo tiempo puede originar carencias en magnesio, aunque es menos frecuente. Todos los excesos de potasio en época invernal y en suelos de estructura pesada darán lugar a desajustes por la imposibilidad de su eliminación por lavado. Valores inferiores a 0,75 meL-1 en el extracto saturado pueden ser causantes de carencias de potasio. • Judía. En los comienzos del cultivo se consideran normales niveles de 1,5 meL-1 en el extracto saturado y se elevarán hasta 2-2,25 meL-1 en producción. Valores superiores a 3-3,5 meL-1 podrán inducir una carencia del calcio con síntomas visibles en la hoja pero

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

sobre todo en el fruto. En la zona del Poniente es posible encontrar niveles de potasio en el extracto saturado > 4 meL-1, en suelos de Cees= 3,5 dSm-1. Esto ocurre en los meses invernales, cuando la demanda de agua de la planta es baja y siempre y cuando los valores de calcio sean los adecuados. Es común la carencia de magnesio provocada por un exceso de potasio, al tratar de inducir la floración de la planta. Estas carencias de magnesio están apareciendo con más frecuencia en los últimos años provocadas por los bajos niveles de éste elemento en las aguas de riego. Con valores de potasio en el extracto saturado < 0,50,75 meL-1 puede aparecer la carencia, si en el suelo es elevado el contenido en calcio y/o magnesio. La carencia de potasio puede causar la sustitución de potasio por sodio, con acumulación de este último a nivel foliar. • Tomate. Los niveles de potasio en el extracto saturado no son tan fijos como en los cultivos anteriores. Esto se debe a que para regar este cultivo se pueden utilizar aguas de muy diferente calidad. Por ello se necesitarán mantener distintos niveles de potasio en el suelo, en función de la CEa y de los valores de calcio y magnesio. Con aguas de buena calidad se mantendrán, en el comienzo del cultivo, valores de 2,5 meL-1 y se aumentarán a 3,5-4,0 meL-1 cuando entren en producción. Con aguas moderadamente salinas, con CEa =3,0-3,5 dSm-1, el nivel en el extracto saturado debe ser de 2,5-3,0 meL-1 en el principio para pasar a 4,0-5,0 meL-1 en producción. Para aguas de buena calidad, con concentraciones de sodio y cloruros menores de 10 meL-1 y en cultivos de primavera-verano, el potasio de partida oscilará entre 2,0-2,5 meL-1. Con temperaturas moderadamente altas este valor no debe superar los 3,0-3,5 meL-1 y la CEes máxima será de 4,0 dSm-1. Excesos de potasio mayores de 6 meL-1, cuando las temperaturas y la radiación son bajas, no suelen ocasionar problemas con el calcio. Estos si aparecen en épocas más cálidas, con valores de potasio próximos a 5,0 meL-1 y CEes > 6,0 dSm-1. En aguas de buena calidad, con concentraciones de magnesio bajas en el suelo, es posible inducir su carencia para valores de potasio mayores de 4,0 meL-1. Cuando los niveles de magnesio son altos este problema no aparece. Si la planta presentara unos síntomas similares, bajo estas condiciones, se tendrá que considerar una posible carencia de zinc. Se consideran deficientes los valores de potasio inferiores a 1,0 meL-1 en el extracto saturado. En caso de carencia los frutos pueden presentar una coloración irregular denominada “ripening”. • Berenjena. En la zona del Poniente es un cultivo de ciclo largo, septiembre-junio. Los valores de potasio variarán en función de las condiciones de luz/temperatura y del estado de la planta en cuanto al número de frutos. El nivel normal en el extracto saturado debe ser de 2,0 meL-1 y se aumentará hasta 3,0 meL-1 en producción. Valores superiores a 4,0-4,5 meL-1 pueden inducir la aparición de blosson-end rot en los frutos si los valores de calcio son bajos. Este desajuste viene motivado por excesos en la fertilización potásica cuando se tratan de corregir desequilibrios en el abonado nitrogenado. La carencia de magnesio puede aparecer cuando el potasio en el suelo es mayor de 5,0 meL-1. Valores inferiores a 1,0 meL-1 de potasio en el extracto saturado pueden causar problemas de carencia y se puede ver agravada cuando exista acumulación de calcio-magnesio. • Melón. En la zona del Poniente se inicia su cultivo en febrero-marzo, generalmente después de otra plantación. Como ya se comentó antes, se podrá tener por ello acumulación de sales en el suelo, incluido el potasio. Será imprescindible por tanto conocer su valor de

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Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

partida en el suelo para ajustar el abonado. Es adecuado tener 2,0-2,25 meL-1, que se elevará con el desarrollo de los frutos hasta 4,0-4,5 meL-1 y en la maduración se disminuirá a 3,5 meL-1. No es frecuente la aparición de síntomas carenciales en calcio y magnesio. Esta es una planta con buena resistencia a la salinidad. Valores inferiores a 1,0-1,5 meL-1 de potasio en el extracto saturado se consideran bajos y pueden ser causa de la aparición de frutos con pequeño grosor de pared así como un contenido bajo en azúcares. Bajos niveles de potasio asociados a CEes igualmente bajas ocasionan problemas de falta de escriturado en los frutos de melón tipo galia. • Sandía. Se inicia su cultivo en la misma época que el del melón, por lo que se puede aplicar lo comentado anteriormente antes de su inicio. Como valor de partida es adecuado mantener 2,0 meL-1 que se subirá a 2,75-3,0 meL-1 en el extracto saturado al entrar en producción. No es común la aparición de carencias de calcio. Las de magnesio pueden aparecer cuando es preciso elevar la CEes mediante fertilización potásica, en el caso concreto de las plantas injertadas. • Calabacín. En el estado inicial del cultivo, se deberá mantener valores próximos a 2,0 meL-1. Se irán aumentando de manera progresiva hasta los 3,0-3,25 meL-1. El valor por debajo de 1,0 meL-1 es claramente deficitario. Su carencia es poco frecuente, aunque se detectan casos del denominado “chupado” de frutos, relacionado con valores bajos de potasio y boro a nivel de hoja. • Col china. En la zona del Poniente su plantación se realiza entre noviembre-abril y de manera escalonada. Se cultiva tanto en invernadero como al aire libre. Es fundamental conocer el contenido de potasio en el suelo para no fertilizar con este elemento y si fuese excesivo, para lavar previamente el suelo. El nivel normal de partida está en 1,5 meL-1 en el extracto saturado y en el desarrollo de la cabeza en 2,0-2,25 meL-1. Hay que evitar los excesos de potasio en el suelo, > 3 meL-1, ya que pueden provocar antagonismo frente al calcio e inducir problemas de “tip-burn interno”, de imposible corrección. Así mismo puede originar carencias de magnesio. • Lechuga. Como en el caso de la col china, se deben vigilar los niveles de partida de potasio en el suelo. Los contenidos óptimos son similares a los de la col china aunque la lechuga no presente problemas de pudrición interna. La carencia de magnesio es mucho más frecuente en este cultivo y está provocada generalmente por excesos de potasio o calcio. Calcio: es uno de los elementos que más problemas causa en la zona del Poniente Almeriense. Aunque los suelos son calizos, con valores que oscilan entre 5-25% de CaCO3 total, los valores de calcio soluble en el suelo son bajos. Esto se debe a la muy baja solubilidad del CaCO3 y a los bajos contenidos de este elemento en las aguas de riego. En las aguas de baja salinidad, CEa< 1dSm-1, las concentraciones de calcio varían entre 1,0-2,5 meL-1. Conforme aumenta la conductividad eléctrica, los valores de calcio aumentan relativamente poco. Así, en aguas de Cea= 2 dSm-1, el calcio oscila entre 3,0-4,0 meL-1. En algunas aguas de la zona de Adra, con Cea= 2,3 dSm-1, se llegan a alcanzar valores próximos a 8,010 meL-1 pero son una excepción de la generalidad. En la zona de El Alquián-La Cañada las aguas por lo general contienen niveles de salinidad altos asociados a valores igualmente

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

altos de calcio,10-15 meL-1. En el Levante Almeriense se mantienen por lo general niveles de calcio mayores de 5,0 meL-1, llegando hasta los 15 meL-1 en el agua del pantano de Cuevas de Almanzora. En la Vega de Motril estos valores de calcio suelen estar próximos a 7 meL-1 en aguas de Cea=1,6 dSm-1. Queda claro que en el Poniente Almeriense el calcio es un elemento que escasea tanto en el agua de riego como a nivel soluble en el suelo. Al mismo tiempo la relación que mantiene frente al magnesio, estos iones expresados en meL1 , es inferior a la unidad. Esto agrava los problemas de este elemento en el suelo ya que por un lado es inferior al mínimo necesario para la nutrición de la planta y por otro existe el antagonismo frente al magnesio. En el resto de las zonas antes mencionadas la relación calcio-magnesio es siempre mayor de la unidad. Los niveles de calcio en el suelo variarán en función del cultivo, de las condiciones ambientales: luz, temperatura y humedad ambiente, y de los niveles de salinidad en el suelo. • Pimiento. Este cultivo se inicia, en la zona del Poniente, entre julio-septiembre. La temperatura y nivel de radiación en ese periodo suelen ser elevados, lo que obliga a encalar los invernaderos para controlarlos. Como este cultivo posee poca tolerancia a la salinidad, las aguas de riego deben ser de baja conductividad eléctrica y por tanto contienen bajos niveles de calcio. El forzado de la fertilización es imprescindible para conseguir un adecuado nivel de conductividad en el suelo que favorezca la floración y posterior cuajado de los frutos. Se puede conseguir aumentando el nivel de potasio en el suelo, pero puede provocar un fuerte antagonismo frente al calcio si el nivel de este es bajo. Por ello es adecuado mantener en el suelo concentraciones próximas a 8-10 meL-1 en el extracto saturado. Valores inferiores a 4,0 meL-1 se consideran bajos. La relación óptima K/Ca, expresados ambos iones en meL-1, deberá estar entre 0,17-0,20. Valores superiores a 0,4 pueden inducir deficiencias de calcio con síntoma visual en la hoja y puede estar asociado con la aparición de BER en los frutos. Esta fisiopatía en el verano suele estar más asociada a problemas de salinidad en el suelo por tasas bajas de riego o por haber efectuado la plantación en zonas correspondientes a los frentes salinos del anterior cultivo. En los meses de otoño-invierno se pueden mantener relaciones K/Ca en el suelo próximas a 0,3-0,35 sin problemas, cuando se aumenta la fertilización potásica al valor 2,5 meL-1 y se disminuye la de calcio a 7-8 meL-1. Riegos inadecuados por exceso en suelos de tipo arcilloso pueden provocar carencias de calcio por encharcamiento. La solución está en el control adecuado de estos riegos para lo cual se pueden utilizar las pautas de la Estación Experimental de Las Palmerillas de la Caja Rural de Almería para el consumo de agua y los datos meteorológicos, 1997. La instalación de tensiómetros en el suelo ayudará a controlar posibles excesos de humedad, sobre todo en suelos de características arcillosas. La utilización inadecuada de calcio por exceso puede inducir problemas de absorción de potasio, magnesio e incluso de salinidad, que deberán ser controlados mediante análisis del suelo. Por ello es imprescindible conocer si el problema de BER en el fruto está provocado por un exceso de potasio, déficit hídrico, encharcamiento, exceso de salinidad o falta de calcio. • Pepino. Los problemas causados por el calcio se acusan en este cultivo aún más que en el del pimiento. Como su plantación se efectúa en verano-otoño, se tendrán los mismos problemas comentados anteriormente. Los valores óptimos de calcio oscilarán entre 8-10 meL-1 en el extracto saturado. Se mantendrá una relación K/Ca entre 0,25-0,30, que podrá aumentar en el invierno a valores próximos a 0,4. Relaciones superiores a 0,45-0,50 pueden

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causar carencias de calcio con síntomas visibles muy característicos. Las hojas de la parte superior de la planta se asemejan al sombrerete de una seta, con los bordes necrosados y vueltos hacia el envés de la hoja. Niveles bajos de calcio en el extracto saturado, < 5 meL-1, unido a una humedad relativa excesiva, inciden en la aparición de frutos curvados, “pillow”, Casas, 1995. Este problema se puede incrementar si la planta está sometida a estrés hídrico por exceso de salinidad. Relaciones K/Ca > 0,5 tienen una clara incidencia en la aparición de frutos curvos y disminuye conforme nos aproximamos a 0,4. La fertilización alta en calcio, tratando de corregir este tipo de problema, puede traer consigo, de manera indirecta, carencias de potasio o magnesio. La aplicación de determinadas enmiendas orgánicas al suelo puede ser el causante de este incremento en calcio. Esto se debe a que han sido acondicionadas con sulfato ferroso para así acelerar su descomposición. La acidez de este producto genera calcio del carbonato cálcico del suelo. Por tanto, se puede resumir que es fundamental conocer la causa que origina este tipo de problema. El análisis del suelo permitirá tomar las medidas adecuadas. • Judía. Los problemas con el calcio son mucho menos acusados en este cultivo. Debido a que en la zona de Almería su plantación es muy variable, no sujeta a épocas fijas, como por lo general lo están el resto de los cultivos anteriores, los niveles de calcio son igualmente variables. Como norma es conveniente en verano-otoño mantener valores próximos a 9 meL-1 en el extracto saturado, que se podrán disminuir a 7-9 meL-1 en invierno y volver a aumentarse a 9 meL-1 en primavera-verano. Las relaciones óptimas K/Ca son similares a las del pimiento. En verano-otoño, entre 0,17-0,20 y se aumentará hasta un máximo de 0,35 en los meses invernales. Como es un cultivo muy sensible a la salinidad, se deberá controlar, sobre todo en épocas de gran demanda de agua por la planta, el no sobrepasar 0,17. Relaciones altas asociadas a salinidad en el suelo originan el que los granos de la vaina queden en relieve y que la propia vaina se curve. Los síntomas visuales de la carencia de calcio son similares a los del pepino, pero menos pronunciados. Se deberá tener sumo cuidado con esta sintomatología, pues es prácticamente idéntica a la de la carencia de boro. El análisis foliar en este caso sirve de manera muy efectiva para dilucidar el problema. Excesos de calcio en el suelo originan antagonismos frente a potasio y magnesio. Si ocurre en épocas de fuerte demanda hídrica puede provocar estrés a la planta, el cual a su vez puede afectar a la calidad de los frutos. • Tomate. En la zona del Poniente Almeriense, los valores de calcio en las aguas y suelos son relativamente bajos. En El Alquián-La Cañada, zona de cultivo de tomate por excelencia, los niveles de calcio suelen ser por lo general suficientes tanto en el suelo como en las aguas de riego. Las aportaciones de calcio en el Poniente deberán mantener en el suelo unos niveles próximos a 10-12 meL-1 en el extracto saturado. Posteriormente se aumentarán a 12-15 meL-1, como en toda la fertilización, para conseguir unos valores mínimos de CEes de 4 dSm-1 de cara a los meses invernales. La relación K/Ca deberá mantenerse próxima a 0,2, (K = 2,5 meL-1, Ca = 12 meL-1). Se aumentará hasta 0,35 en el invierno, (K = 4-5 meL-1, Ca =12-15 meL-1). Esta relación se mantendrá menor de 0,4 ya que puede inducir problemas en la absorción del Ca, provocar carencias e incluso la aparición de BER. En la zona de El Alquián-La Cañada, en cultivos de otoño-invierno, la acumulación de Ca en el suelo puede ser la causa de posibles carencias de K, las cuales provocan los conocidos ripening, coloraciones irregulares de los frutos. Esta acumulación puede llegar

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a alcanzar niveles próximos a 20-25 meL-1 en el extracto saturado. Esto obliga a mantener en el suelo 8 meL-1de K. Es un problema frecuente el abuso de fertilización cálcica en esta zona, para tratar de controlar excesos de sodio en el agua de riego, sin tener en consideración el calcio ya existente en el agua de riego y en el propio suelo. Las acumulaciones de calcio están asociadas, en el suelo, a valores elevados de sulfatos que a su vez originan problemas en la absorción del molibdeno. La carencia de calcio sin síntoma de BER en los frutos, en esta zona y en los meses invernales, suele ser la manifestación de una típica fisiopatía causada por factores ambientales como bajos niveles de luz y alta humedad relativa, > 90%, durante periodos de 10-12 días. Se puede observar también en La Cañada de Gallego, Mazarrón, Murcia, en la misma época y con aguas de riego y suelos con abundante calcio, Casas, 1996. En primavera-verano se deberá mantener una relación K/Ca próxima a 0,17-0,20, procurando que la CEes ≤ 4 dSm-1. Valores de CEes≥ 7 dSm-1 inducirán problemas de BER aunque los niveles de calcio estén próximos a 15-20 meL-1. Es frecuente observar este tipo de problema en La Vega de Motril, Granada, y en el Levante Almeriense. Otro ion causante de graves problemas de BER es el NH4+, por ello se tendrá especial cuidado con la fertilización amoniacal en aquellos suelos con niveles de calcio bajos. • Berenjena. Los niveles normales de calcio en el suelo oscilarán entre 10-12 meL-1, manteniendo una relación K/Ca próxima a 0,25-0,30. No se observan síntomas de carencia de calcio en la hoja, aunque si es frecuente la aparición de BER en los frutos. Este inicialmente es interno, no apreciable a simple vista si no se abre el fruto y posteriormente mostrará la típica mancha apical. La relación K/Ca, en estos casos, es superior a 0,5. Generalmente estos excesos de potasio provienen de abonados inadecuados. En éste cultivo, los excesos de nitrógeno y la falta de luz provocan en los frutos coloraciones rosáceas. Disminuyendo la relación N/K se puede paliar este desajuste. Para ello se eleva el potasio en forma de sulfato, pero este aumento de la relación K/Ca suele llevar consigo la aparición de BER. El exceso de nitrógeno amoniacal y su antagonismo frente al calcio es otro de los causantes de esta fisiopatía. • Melón. No es un cultivo que presente problemas con el calcio. En el inicio de la plantación, en invierno-primavera, los valores en el suelo oscilan entre 8-12 meL-1, manteniéndose una relación K/Ca de 0,25. Esta se elevará posteriormente hasta un máximo de 0,35. No es conveniente sobrepasar la relación de 0,5. Tiene una buena tolerancia a la salinidad y en primavera-verano esta puede ser incluso superior a la de cultivos muy tolerantes, como el tomate, en cuanto a los problemas de calcio. En zonas como Mazarrón, en donde los problemas de estrés hídrico provocan BER en el tomate, el melón no presenta problemas. El exceso de nitrógeno amoniacal puede provocar problemas en la absorción de calcio, aunque la planta no muestre síntomas visibles. La acumulación de calcio en el suelo inducirá deficiencias en la absorción de potasio, disminuyendo así su contenido en azúcares, Casas, 1996. • Sandía. Al igual que el melón, no suele ser un cultivo problemático en cuanto al calcio. Los valores óptimos de calcio en el suelo están próximos a 10 meL-1 y la relación K/Ca debe ser 0,3. A diferencia del melón, sí puede presentar problemas de BER, aunque son muy raros en la zona del Poniente. Parece ser que las variedades de tipo cilíndrico

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son más susceptibles que las de tipo esférico a ésta fisiopatía. Frente al BER del tomate, esta fisiopatía en la sandía no se ve agravado por altos índices de nitrógeno amoniacal, Snowdon, 1991. • Calabacín. Al comienzo del cultivo se mantendrán en el suelo niveles de 8,0-10 meL-1 y una relación K/Ca de 0,25. Más tarde, al elevar el nivel de potasio se mantendrán relaciones de 0,30-0,35. No es normal hallar problemas relacionados con la carencia de calcio. • Col china. Es posiblemente en la zona del Poniente donde se presentan más problemas con éste elemento. A diferencia del resto de los cultivos, en éste la deficiencia de calcio puede provocar la pérdida de toda la plantación. Los desajustes nutricionales en este cultivo están relacionados, por lo general, con el calcio, tanto con su absorción por parte del sistema radicular, como por su posterior transporte dentro de la planta. Son los denominados tip-burn, o pudrición apical. Estos pueden ser externos o internos y en ambos casos el calcio siempre está involucrado. El externo está inducido por exceso de nitrógeno, fundamentalmente amoniacal, que inhibe su absorción. Es un problema fácilmente visible y es posible controlarlo mediante aportaciones de calcio vía foliar. La pudrición interna es mucho más peligrosa, ya que no es observable si no es rajando la col por la mitad. Suele estar relacionado con excesos de potasio. Su corrección es prácticamente imposible por no poder actuarse sobre el corazón de la col. Se suele detectar posteriormente la aparición de una bacteriosis, erwinia, motivada por la pudrición del tejido interno. Por ello, en éste cultivo es imprescindible conocer, mediante el análisis previo del suelo, los niveles de partida. Se consideran óptimos valores entre 8-10 meL-1. La relación K/Ca inicial debe estar próxima a 0,17-0,19 y en el desarrollo de la cabeza a 0,22-0,25. Valores superiores a 0,4 pueden bloquear la absorción del calcio. Debido a que no es una planta tolerante a la salinidad, los excesos de sodio unidos a CEes> 3-4 dSm-1 inducirán problemas en la absorción del calcio. Al mismo tiempo, humedades relativas bajas impiden el movimiento del calcio en la planta, provocando translocaciones del calcio de la zona de la cabeza hacia las hojas externas, dando origen a la pudrición interna. El análisis del extracto saturado se deberá complementar con el foliar. Esto nos permitirá conocer los niveles que tenemos en la planta en el momento de formarse la cabeza y actuar en consecuencia, Casas, 1986. Otro de los problemas que suelen aparecer en éste cultivo es el exceso de calcio en el suelo, > 20 meL-1, cuyo origen surge tratando de prevenir el problema explicado anteriormente. Si el calcio proviene de aportaciones elevadas en nitrato cálcico, se podrá presentar además otro tipo de problema adicional, toxicidad por exceso de nitratos, Casas, 1996. Los contenidos altos de calcio en el suelo, suelen ir asociados a CEes también altas, que pueden provocar problemas en la absorción de agua. Si se mantiene una fertilización reducida en potasio y alta en calcio, K/Ca < 0,1, se puede inducir una deficiencia en potasio. En menor medida, un nivel bajo de potasio originará una col que no terminará de formarse, presentará poco peso y no será viable comercialmente. • Lechuga. Al igual que el anterior cultivo éste puede presentar también tip-burn, aunque de tipo externo. El denominado “corazón negro” suele estar asociado a carencias de boro y no debe ser confundido. El tip-burn suele estar relacionado con problemas de anta-

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gonismo NH4/Ca o Na, K/Ca. Por ello, se deben mantener unos niveles mínimos de 8 meL-1 de calcio en el extracto saturado y controlar los niveles de humedad y CE en el suelo. Es preciso evitar encharcamientos que originen problemas con la absorción del calcio. La deficiencia en calcio hace a la lechuga muy susceptible a Botrytis cinerea. Los excesos de calcio originan los mismos desajustes en la absorción de potasio que en el anterior cultivo. Magnesio: hasta hace unos años era uno de los elementos que originaba más problemas en la zona del Poniente Almeriense. Esto era debido a que las aguas de la zona, de CEa= 0,4 dSm-1, contienen unos niveles en magnesio inferiores a los 2 meL-1. Los niveles mínimos que deberán tener las aguas de riego estarán entre 3,0-3,3 meL-1. Por ello es imprescindible el aporte de este ion en la fertilización de los cultivos. En las aguas de CEa entre 0,4-1,0 dSm-1 el magnesio oscila entre los 3,0-4,0 meL-1, por encima del nivel mínimo, por lo que se puede obviar su fertilización. Las CEa>1 dSm-1 contienen niveles de magnesio del orden de 6 meL-1. En zonas como El Alquián-La Cañada, los niveles son aún superiores, lo mismo ocurre en el Levante Almeriense y zona de Motril, donde prácticamente no es preciso la fertilización con este elemento. • Pimiento. Era posiblemente el cultivo en donde se diagnosticaban mayores problemas de deficiencia de este elemento, motivadas por lo general por tener niveles de magnesio inadecuados en la fertilización. Otra posible causa es debida a la utilización de abonado alto en potasio, nitrato o sulfato, para así aumentar los niveles de CE de la solución nutritiva de riego. De esta manera se elevan los valores de CE del suelo, consiguiendo así frenar el crecimiento de la planta e inducir la floración y cuajado de los frutos. La causa de esto se debe a la dificultad de controlar el desarrollo de la planta cuando los niveles de luz son bajos, por un excesivo encalado del invernadero. La acumulación de potasio en el suelo, unido a bajas concentraciones de magnesio, induce una carencia de este elemento en el momento de engorde de los frutos. Este problema provoca una fuerte desfoliación de las hojas basales y si no se actúa de manera inmediata, a la aparición de los primeros síntomas, se podrá perder el cultivo en un plazo no superior a diez días. El valor mínimo del magnesio en el extracto saturado deberá ser de 4,0-5,0 meL-1 y mantener una relación K/Mg de 0,25-0,30. Cuando entran en producción, con valores de potasio en el suelo de 2,5 meL-1, es conveniente que el magnesio esté próximo a 8,0-9,0 meL-1. Relaciones K/Mg > 0,5 pueden inducir la carencia de magnesio, por un exceso de potasio. El nivel óptimo, en el extracto saturado, del calcio frente al magnesio debe ser de 1,5. En producción los valores adecuados serán: K = 2,5 meL-1, Ca =12 meL-1, Mg = 8 meL-1 y si en el suelo tenemos un valor de sodio de 5 meL-1, la CEes será de 2,5-2,6 dSm-1, valor considerado correcto. La relación Ca/Mg < 1 es claramente deficitaria en calcio y deberá ser corregida y si la relación K/Ca > 0,40, el problema se agrava doblemente por el potasio y el magnesio, produciendo carencia de calcio y posiblemente BER en los frutos. El análisis de suelo complementado con el análisis foliar permitirá conocer en qué niveles se encuentra la plantación y de esta manera, actuar sobre la fertilización. Para diagnosticar la carencia de magnesio el análisis foliar es la mejor herramienta y el análisis de suelo permitirá ajustar el abonado con posterioridad, Casas, 1995. La relación Ca/Mg > 2,75-3,0 se considera excesiva en calcio y puede inducir una deficiencia en magnesio.

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• Pepino. La época de plantación y la calidad de las aguas son similares a las empleadas en el cultivo del pimiento. Por ello es aplicable lo comentado anteriormente. Los niveles en el suelo varían ligeramente, considerándose óptimos entre 5,0-6,0 meL-1, manteniendo una relación K/Mg de 0,35-0,40. Valores superiores a 0,60 pueden inducir carencia de magnesio. La relación Ca/Mg deberá ser mayor o igual a 1,5 y se mantendrá inferior a 3,0. En los problemas detectados en este cultivo, en cuanto a magnesio, suelen estar involucrados o el calcio por exceso, tratando de corregir problemas de curvado o de carencia, o el potasio, cuando se detecta un cierto estrangulamiento en la zona del pedúnculo del fruto. En ambos casos si los niveles de magnesio en el suelo son bajos o no se mantienen las relaciones anteriores pueden dar lugar a su carencia. El análisis foliar es el mejor método de diagnóstico de la carencia, Casas, 1995. • Judía. Al ser las aguas que se utilizan en este cultivo de muy buena calidad, debido a su poca tolerancia a la salinidad, es normal que su contenido en magnesio sea bajo. Por ello, se deberá aportar como norma magnesio en la solución nutritiva de riego. La concentración de entrada deberá ser de 3,3 meL-1, para mantener en el extracto saturado del suelo un nivel de 4,0-5,0 meL-1. La relación K/Mg deberá ser de 0,30-0,35. Con un nivel de K = 2,25 meL-1 será preciso aumentar el nivel del magnesio hasta 6,5 meL-1. La relación Ca/Mg > 1,2-1,5 e inferior a 2,5-2,75. En este cultivo las carencias de potasio y magnesio pueden ser confundidas entre sí, como ocurre también en el caso del pimiento. En la judía es más problemático, ya que las hojas inferiores de la planta presentan en ambas carencias, cuando estas son muy acusadas, una coloración rojiza que las hace difíciles de distinguir. El análisis del suelo, así como el foliar, permiten la aclaración. • Tomate. Los valores de magnesio en el suelo variarán en función de la calidad de las aguas. En la zona del Poniente se mantienen valores que oscilan, en el extracto saturado, entre 10-12 meL-1. La relación óptima K/Mg se encuentra entre 0,25-0,35 y no debe superar el valor 0,50. Existe un fuerte antagonismo entre los dos iones, que puede inducir su carencia, sobre todo en invierno, cuando se fuerza la fertilización potásica. En aguas salinas se pueden tener valores superiores a 15 meL-1 y por lo tanto en el suelo estarán próximos a los 20 meL-1. Se deben mantener unos valores de potasio en el extracto saturado entre 5,0-7,0 meL-1 y una relación K/Mg entre 0,25-0,35. En estos casos es importante que esta concentración de potasio no bloquee la de calcio y que este último mantenga una relación Ca/Mg > 1.Valores inferiores en la relación pueden ser motivo de la aparición de BER en los frutos. El valor idóneo en la relación Ca/Mg se encuentra entre 1,2-1,5. Valores superiores a 3,0 pueden afectar gravemente al magnesio, apareciendo problemas de carencia. En las zonas anteriormente citadas no existen aguas de riego con valores elevados en calcio. En cambio, en la zona del Valle del Almanzora (Levante Almeriense) y en Castell de Ferro-La Rábida (Costa de Granada), estas pueden superar los 20 meL-1. En estos casos es práctica habitual la utilización de parte del aporte magnésico por vía foliar, para así tratar de contrarrestar estos excesos. En los últimos años se detectan carencias aparentemente de magnesio en zonas de cultivo en donde el nivel de éste es alto. Se estará, posiblemente, ante una carencia de cinc. El análisis foliar es el mejor método en este caso para diagnosticar la carencia, Casas, 1993 y Casas, 1996.

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• Berenjena. No suele ser un cultivo que presente problemas con este elemento. Con aguas de baja salinidad, que no llegan al mínimo de 3,0-4,0 meL-1, será imprescindible su aporte en la fertilización. Se deben mantener en el extracto saturado contenidos de magnesio del orden de 10 meL-1 y la relación K/Mg = 0,4. Relaciones superiores a 0,6 podrán originar problemas de absorción de magnesio. La relación Ca/Mg debe ser próxima a 1,5. • Melón. Como en el caso de la berenjena, este cultivo no suele presentar problemas con este elemento. Se deben mantener niveles en el extracto saturado de 8-10 meL-1. Es fundamental que se mantenga una relación K/Mg = 0,35-0,45 y no debe sobrepasar el valor de 0,6. El valor del potasio en el suelo, unido a la conductividad eléctrica de éste, nos dará el índice de sólidos totales en el fruto. Por lo tanto, en la primavera, durante la maduración de los frutos, es fácil superar niveles de potasio en el suelo de 5,0-6,0 meL-1 y superar la relación de 0,6. En estos casos es fundamental conocer el nivel de los distintos iones en el extracto saturado, para así, en el momento del forzado con potasio, no desequilibrar el suelo. • Sandía. Es más frecuente que en el cultivo anterior la aparición de problemas con el magnesio. Se deben mantener los valores y relaciones comentados para el melón. • Calabacín. Los niveles se mantendrán entre 5,0-6,0 meL-1, conservando una relación K/Mg de 0,35-0,5. No es frecuente la aparición de carencias en magnesio, aún con relaciones superiores a 0,5. La relación Ca/Mg se mantendrá mayor o igual a 1,5. • Col china. Se deben tener en el suelo contenidos entre 5-7 meL-1 en el extracto saturado y una relación K/Mg = 0,30-0,35. Relaciones superiores pueden dar lugar a problemas de antagonismo frente al magnesio y si ocurre, lo más seguro es que esté afectando este exceso de potasio también al calcio. En este cultivo la fertilización potásica se lleva siempre muy controlada, no así la de calcio, de la que se abusa en exceso. Este puede ser motivo de que aparezcan problemas con el magnesio. Es frecuente encontrar relaciones Ca/Mg > 3, que bloquean claramente su absorción. • Lechuga. Suele presentar más problemas de magnesio que la col china. Mantener los mismos niveles y relaciones y procurar no aumentar en exceso los niveles de calcio. Nitrógeno: es uno de los elementos fundamentales en la nutrición de las plantas, por lo tanto, mantener unos niveles adecuados en la fertilización será clave para la obtención de rendimientos adecuados en el cultivo. A diferencia del potasio o el fósforo, de los que las aguas de riego prácticamente no tienen niveles apreciables, si es normal encontrar cantidades considerables de nitrógeno, fundamentalmente en forma nítrica. El nitrógeno amoniacal únicamente aparece en aguas residuales o en aguas de riego contaminadas con éstas, las cuales suelen ir acompañadas de valores superiores a 0,5 meL-1 de fosfatos. Las concentraciones de nitratos en las aguas de riego oscilan entre los 0,1-0,2 meL-1 hasta 6,0-8,0 meL-1, en zonas como El Maresme (Barcelona) o Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Siempre están asociadas a contaminación por los drenajes de los suelos y suelen aparecer en pozos de poca profundidad. En la zona del Poniente. los contenidos son muy bajos,

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menores de 0,5 meL-1. En El Alquián-La Cañada pueden llegar a 1,0 meL-1 y en La Vega de Motril hasta 2,0 meL-1. Será conveniente conocer los niveles de nitratos que contienen las aguas de riego, para restárselos a la fertilización nitrogenada que se haga del cultivo. A nivel del suelo, es imprescindible el conocimiento de los valores de nitratos de partida. Debido a que no se intercambian en el complejo húmico-arcilla, si aparecen acumulaciones, se podrán eliminar por lavado sin problema alguno. Independientemente de la concentración de nitratos en el suelo, será adecuado mantener unos valores mínimos que permitan controlar niveles altos de cloruros, si existieran en el suelo. Se puede considerar como valor mínimo aceptable de nitratos, de las especies hortícolas a las que nos estamos refiriendo, en el extracto saturado, a 4,0 meL-1, y como nivel máximo a 18 meL-1, Kafkafi, 1978. • Pimiento. Los niveles de nitratos en el extracto saturado del suelo oscilan entre 7,0-8,0 meL-1 en plena producción. En el inicio de la floración se consideran valores adecuados 4,0-6,0 meL-1 y una relación N/K entre 2,2-2,4, que se elevará a 3,0-3,2 en producción. Mantener relaciones elevadas en el inicio del cultivo conlleva graves problemas en la floración, si además el valor de la CEes es menor a 2 dSm-1. Excesos en la fertilización nitrogenada asociado al sombreo del invernadero, en la época estival, pueden originar una fisiopatía denominada “colour spots”, una mancha amarillenta que aparece sobre la superficie de los frutos. Parece ser que existe una componente varietal importante en este desorden fisiológico, Aloni, 1994. La incidencia de este problema es nula cuando el nivel de fertilización en nitratos no supera los 7,0 meL-1 y se eleva hasta un 30% cuando se aumenta a 17 meL-1. Excesos en la fertilización nitrogenada aumentan la incidencia de enfermedades fúngicas en los meses invernales, con bajos niveles de luz y alta humedad relativa. Cuando este exceso es debido a nitrógeno amoniacal, aumenta de manera clara la aparición en los frutos de BER, debido al fuerte antagonismo NH4/Ca, Roorda Van Eysinga, 1981. • Pepino. El contenido de nitratos en el suelo estará en función de la época de plantación. En meses como agosto-septiembre, es normal mantener en el extracto saturado del suelo, valores próximos a 12 meL-1, que irán disminuyendo conforme los niveles de luz disminuyan, hasta valores de 8,0-10 meL-1. Excesos en los contenidos en nitratos del suelo pueden llegar a provocar quemaduras en el borde de las hojas, similares a las causadas por exceso de NaCl. La relación N/K en el inicio de la plantación estará próxima a 3,5-4,0 y disminuirá hasta 2,75-3,0 cuando disminuyan los niveles de luz. El nivel de fertilización oscilará entre 16-18 meL-1 con altos niveles de radiación solar, pero evitando siempre que la CEes sea superior a 2,5 dSm-1. Es fundamental en este caso que los niveles de salinidad en el agua de riego sean muy bajos. Excesos en la fertilización nitrogenada pueden provocar amarillez en los frutos y una rápida senescencia de la planta. • Judía. Debido a que se puede plantar en diversas épocas del año, su fertilización nitrogenada variará en función de los niveles de luz. El contenido en nitratos puede oscilar en el suelo entre 8,0 meL-1, para altos niveles de luz, hasta los 6,0 meL-1 para los bajos. Se mantendrá en el primer caso una relación N/K igual a 3,5 y de 2,5 en el segundo. En el inicio del cultivo, de cara al invierno, septiembre, es frecuente forzar el nitrógeno para conseguir un

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

desarrollo rápido de la planta antes de la llegada de los fríos. Es normal en estos casos llegar a tener en el suelo valores de 12 meL-1 y una relación N/K igual a 6,0. La supresión total del nitrógeno, en el momento en que la cabeza de la planta llega al alambre y el aumento del potasio en forma de K2SO4, induce la floración y frena el desarrollo de la planta. Cuando el porcentaje de nitrógeno es alto frente al resto de los iones, existe una mayor incidencia de enfermedades fúngicas. La utilización de cantidades elevadas de estiércol en los sistemas de cultivo en enarenado origina una elevada liberación de nitrógeno amoniacal, que puede provocar una toxicidad en la planta. También puede afectar a la absorción de calcio. • Tomate. Los valores en la zona tomatera de Almería, El Alquián-La Cañada, en las plantaciones de primavera-verano, oscilan entre 8,0-12 meL-1. Niveles altos en la fertilización nitrogenada, unidos a temperaturas relativamente elevadas, suelen originar el denominado “corrimiento de la flor”. La relación N/K oscila entre 2,25-2,5, aunque con niveles altos en potasio se han llegado a mantener valores de nitratos de 18 meL-1 y relaciones N/K de 2,5-3,0. Mantener valores altos de nitratos, unido a relaciones superiores a la anterior, puede inducir la aparición en los frutos de el denominado “blotchy ripening”, decoloración irregular de los frutos. Al mismo tiempo, los efectos del exceso de nitrógeno harán que los frutos pierdan consistencia y predispone a la planta a ataques fúngicos. Niveles altos en nitrógeno amoniacal producen una depresión en la absorción de potasio, calcio y magnesio, e induce la aparición de BER en los frutos, Kirkby, 1967. Este problema es de aparición frecuente después de enmiendas orgánicas excesivas. La liberación de NH4+ proveniente de los nitrógenos orgánicos induce problemas en la absorción de calcio, no así de potasio o magnesio, ya que los estiércoles contienen cantidades considerables de estos iones. Se detecta con frecuencia, después de lluvias copiosas, la aparición de carencias de nitrógeno con claros síntomas visuales, cuyo origen es el lavado del suelo. El análisis de éste y de la planta, en estos casos, es primordial para así ajustar el abonado en nitrógeno y no producir excesos que provoquen la aparición de Botrytis cinerea. La coloración pálida de las hojas, con los clásicos síntomas de las carencias de nitrógeno, puede estar motivada por una carencia de molibdeno. • Berenjena. Los niveles de nitratos en el extracto saturado oscilan entre 7,0-8,0 meL-1 y una relación N/K de 2,3-2,5. La acumulación de nitrógeno en el suelo puede originar la aparición de frutos con coloración rosácea en vez de negra. En estos casos es fundamental conocer, a nivel del suelo, los valores de nitrógeno, potasio y calcio, para de esta manera y forzando el potasio, hacer disminuir la relación N/K sin afectar al calcio. • Melón. Como se trata de un cultivo que se suele plantar con posterioridad a uno de pepino o pimiento, es normal que puedan encontrarse en el suelo valores altos de nitratos. Como la época de plantación es en invierno, éste exceso de nitrógeno podrá provocar problemas de toxicidad en las plantas pequeñas. Si el nivel inicial supera los 10 meL-1, es conveniente lavar el suelo previamente. El valor de partida deberá de ser de 6,0 meL-1 en el extracto saturado y se irá aumentando hasta 10-12 meL-1 conforme se desarrollen los frutos. Se mantendrá una relación N/K de 2,5-3,0 que se disminuirá en la maduración de los frutos a 2,2-2,5. Valores altos en la relación pueden causar problemas de acidez en los frutos, así como un aumento en la oquedad de éstos.

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Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

• Sandía. Se tendrá en cuenta lo comentado en el inicio del apartado del melón anterior. En este cultivo, sobre todo en las plantaciones injertadas, conductividades eléctricas bajas unidas a nitratos relativamente altos, suelen inducir problemas en la floración. Es primordial conocer el estado inicial de nitrógeno en el suelo para evitar problemas de este tipo. Se considera adecuado mantener, en el inicio del cultivo, valores de nitratos entre 5,0-6,0 meL-1, que se elevarán hasta 8,0-10 meL-1 en el desarrollo de los frutos. En la maduración se mantendrán entre 7,0-9,0 meL-1. La relación en el primer caso oscila entre 3,0-3,5, para disminuir hasta 2,75-3,0. • Calabacín. En los inicios del cultivo se mantendrán valores próximos a 6,0 meL-1 y seguirán aumentando hasta 8,0-9,0 meL-1. La relación N/K se mantendrá en los comienzos a 3,0 y se disminuirá en invierno a 2,5. • Col china. Los valores iniciales deben de estar entre 4,0-5,0 meL-1 y se elevarán en el momento de la formación de la cabeza hasta 6,0-7,0 meL-1. La relación N/K no es significativa en este cultivo, sí lo es la N/Ca, pues a nivel foliar es una de las causas de posibles problemas de pudrición externa. La relación normal oscila entre 0,75-0,9. Valores superiores a 1,5 indicarán de forma clara la existencia de un exceso de nitrógeno en el suelo. Si éste coincide durante periodos de baja luminosidad y un tiempo prolongado, puede ocasionar la fisiopatía denominada “gomasho”. Presenta un punteado negro a lo largo de los meristemos de crecimiento de la hoja, debido a la presencia de nitritos que atacan al citoplasma de las células. Este desorden nutricional se agrava si el valor de la conductividad eléctrica del suelo es ligeramente alto, Takahashy, 1981. Casas, 1996. • Lechuga. Es aplicable en este apartado lo dicho para la col china, con la excepción de la fisiopatía “gomasho”, que no se ha observado. Sí se debe tener sumo cuidado en la aportación de nitrógeno amoniacal durante la época invernal, debido a los problemas de competencia que presenta frente al calcio. El exceso de nitratos, frente al calcio bajo como en el caso de la col china, es una de las posibles causas del tip-burn, Ashkar, 1971. Fósforo: siempre ha sido un elemento complicado en cuanto a los métodos de extracción e interpretación de los resultados. En suelos calcáreos, neutros o ligeramente ácidos, el método de Olsen, extracción con NaHCO3 0,5 M a pH = 8,5, siempre marcará la pauta a la hora de interpretación de los resultados. El problema que se presenta con este método, desarrollado por Olsen, es que los hidróxidos y los bicarbonatos compiten en la desorción de los fosfatos de las partículas del suelo, originándose formas lábiles asimilables, pero también algunos fosfatos no lábiles son también desorbidos. El aumento del pH, junto a la solubilidad del calcio, hacen precipitar parte de este fósforo y por tanto, reducir su valor, Olsen, 1965. En zonas como el Poniente Almeriense los abonados de fondo en forma de superfosfato de cal se aproximan a los 500 Kg/ha/año. En el abonado de cobertera se aporta entre 3,3-5,0 L de ácido fosfórico del 75% por hectárea y riego, equivalente a 1,0-1,5 meL-1. En estos casos los valores que se suelen obtener por el método de Olsen oscilan entre 50-150 mg/Kg de suelo, valores más que suficientes e incluso excesivos para cualquier cultivo hortícola. Por ello, se optó hace unos años a determinar el fósforo en forma de fósforo soluble en el extracto saturado del suelo.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Únicamente es aplicable en aquellos suelos que constantemente están siendo fertilizados con este elemento, Paauw, 1971; Olsen y Sommers, 1982; Fixen y Grove, 1990. Durante las épocas frías suelen presentarse carencias de este elemento en cultivos como el pimiento, berenjena o tomate, con síntomas visuales claros y con niveles de fósforo normales en el suelo. El análisis foliar en estos casos dará unos resultados mucho más fiables. Se considera como nivel normal a los comprendidos entre 2,0-3,0 mgL-1 de fósforo en el extracto saturado, pudiendo llegar hasta un máximo de 5,0 mgL-1. Los niveles por encima de 7,5 mgL-1 son claramente excesivos y los inferiores a 1,0 mgL-1, deficitarios. No se establecerá, como en los elementos comentados anteriormente, unos baremos de alto o bajo y unas relaciones para cada uno de ellos. Si los valores se encuentran dentro del rango de normalidad, no es de esperar problemas con este elemento. Si existen dudas, lo más efectivo será realizar un análisis foliar y establecer las oportunas conclusiones. Con temperaturas bajas en el suelo, la capacidad de absorción de fósforo por parte del sistema radicular es mínima. Por ello, en función del análisis foliar, se tratará su corrección, pero no por vía suelo, sino foliarmente. Uno de los problemas que se pueden presentar es la acumulación de fósforo soluble en el suelo, el cual estará a disposición de la planta al aumentar la temperatura del suelo. Estos excesos >10 mgL-1 de fósforo en el extracto saturado, pueden ser los causantes de carencias inducidas de zinc en cultivos como el tomate o la berenjena, o de boro en pimiento o judía en suelos neutros o ligeramente ácidos. Sulfatos: es un ion que siempre se acumula en el suelo y su nivel estará en función del contenido que tenga el agua de riego, así como de los aportes de fertilizantes en forma de sulfatos. Las enmiendas, tanto de yeso como de azufre, también incrementarán estos valores. Referirnos a valores mínimos en cuanto a las necesidades nutricionales de un determinado cultivo, no es necesario ya que se superan. Los excesos de sulfatos son generalmente el mayor problema y no su deficiencia, ya que afortunadamente la tolerancia a los niveles altos de sulfatos son muy superiores a los de cloruros, Bunt, 1988. Se deberá tener muy en cuenta, a la hora de interpretar los resultados analíticos de ion sulfato, que los valores de estos iones pueden ser superiores a los que existen realmente en capacidad de campo. Concentración total de sales / meL-1

Solubilidad meL-1 (1)

32

32 (2)

60

39 (3)

120

50

240

63

480

71

(1) ESTIMADA USANDO LA ECUACIÓN AMPLIADA DE DEBYE-HÜCKEL SEGÚN EL MÉTODO DE TANJI, 1969. (2) SOLUCIÓN SATURADA DE YESO EN AGUA DESTILADA, SIN AÑADIR NINGUNA OTRA SAL. (3) PARA UNA SOLUCIÓN CONTENIENDO 1/3 NA+, 1/6 CA2+, 1/3 CL- Y 1/6 SO42-.

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Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

El motivo es la posible solubilidad de CaSO4 cuando se satura el suelo al hacer la pasta saturada, que no estarían solubles en capacidad de campo. En el caso de suelos ricos en yeso y no en otras sales, se puede estimar que la CEes se puede incrementar en 2 dSm-1. Ayers y Westcot, 1987. La solubilidad del CaSO4 aumenta en función de la salinidad del suelo, o lo que es lo mismo, de la concentración total de sales. En la siguiente tabla se puede observar esta influencia. Solubilidad del yeso, CaSO4·2H2O, en función de la concentración total de sales, Bresler, 1982. La precipitación de calcio en fracciones de lavado, FL = 0,1, es función del producto de la concentración del calcio por el sulfato en el agua de riego, expresado en meL-1. Oster y Rhoades, 1977, estudiaron que la precipitación relativa de calcio expresado en porcentaje de calcio precipitado para aquellas aguas en que [Ca][SO4] > 30 y [HCO3] < [Ca] se obtiene de la expresión siguiente: %Cappdo = - 0,001 ( [ Ca ] [ SO4 ] ) 2 ± 0,13 ( [ Ca ] [ SO4 ] ) + 44,3

Para un producto de las concentraciones [Ca][SO4] = 100, nos predice que más del 50% del calcio debe estar precipitado. Esta precipitación se incrementa hasta un 75-80% para productos de concentraciones de 300-550, respectivamente. En la zona del Poniente Almeriense los niveles de sulfatos en suelos no salinos oscilan entre 4,0-10 meL-1, debido al escaso contenido que tienen las aguas de riego. En zonas como el Levante Almeriense, El Alquián-La Cañada y Adra, los valores suelen ser muy superiores, ya que las aguas de riego suelen tener concentraciones mayores de 10 meL-1. Por tanto, en el extracto saturado los valores son mayores de 15 meL-1. En los suelos salinos y no enarenados, es normal el observar una fina costra blanquecina por depósitos de yeso. En estos casos, los niveles de sulfatos suelen ser mayores de 30 meL-1. En aquellos suelos con elevados contenidos en sulfatos y pH próximo a 7 (bajos en caliza o neutros) se pueden detectar carencias de molibdeno en tomate y melón, debido al fuerte antagonismo existente entre SO42-/MoO42-. Martin-Prèvel, 1984. Bicarbonatos y carbonatos: no es frecuente encontrar iones carbonato, CO32-, en los suelos, ya que este aparece cuando el pH es mayor de 8,2. La existencia de pequeñas concentraciones de calcio hace precipitar al ion carbonato en forma de carbonato cálcico. Si el pH del suelo es superior a 8,5 se pueden encontrar cantidades considerables de este ion y generalmente estará ligado al ion sodio. Las características de estos suelos, por lo general naturales, estarían encuadrados en el grupo de los suelos sódicos, que como se vio anteriormente, presentan graves problemas de estructura. A veces la existencia de pH elevados y por tanto de la presencia de iones carbonato en el suelo, viene motivada por la aplicación de enmiendas orgánicas, estiércoles, que ya de por sí poseen un pH elevado, mayor de 8,5-9,0. En ocasiones la existencia de pH > 9,0 no nos indica la presencia de suelos sódicos y es debida únicamente a la existencia de niveles altos de caliza, con contenidos muy elevados en caliza activa. Este problema se suele detectar en suelos no cultivados y en perfiles profundos, mayores de un metro. Las concentraciones normales de ion bicarbonato en el extracto saturado oscilan entre 0,5-1,5 meL-1. Se consideran altas por encima de 5,0 meL-1, en este último caso es conveniente la utilización de una enmienda ácida, tipo azufre, para que disminuya.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Boro: en los suelos de cultivo el contenido en boro es, por lo general, función del existente en el agua de riego. Por ello, es fundamental conocer los niveles de partida de éste. En la zona del Poniente son bajos, no llegando a superar 1,0 mgL-1. En El Alquián-La Cañada si se encuentran niveles superiores y en el Campo de Níjar se han llegado a detectar aguas con valor de 10 mgL-1. Por esta razón es conveniente consultar los trabajos de Porta, 1980; Cervantes, 1991 y Martínez Vidal, 1991, sobre los contenidos de boro en las aguas y suelos de distintas zonas de la provincia de Almería. Manteniendo fracciones de lavado entre 0,22-0,25 es posible mantener en el extracto saturado valores próximos al del agua de riego. Hay que tener en cuenta que para lavar el boro de un suelo se necesita el triple del volumen de agua que para lavar una cantidad equivalente de cloruros o de sales en general, Ayers y Westcot, 1987. La tolerancia varía en función del cultivo, variedad, clima y suelo. Los niveles máximos en el extracto saturado sin pérdida de rendimiento de los cultivos son, según Ayers y Westcot, 1987, los siguientes: Judía

Sensible

0,75-1,0 mgL-1

Pepino

Moderadamente sensible

1,0-2,0



Pimiento

Moderadamente sensible

1,0-2,0



Lechuga

Moderadamente tolerante

2,0-4,0



Melón

Moderadamente tolerante

2,0-4,0



Tomate

Tolerante

4,0-6,0



Según Bresler, 1982: Judía

Sensible

0,75 mgL-1

Pimiento

Semitolerante

1,25

Tomate

Semitolerante

1,75



Lechuga

Tolerante

3,0





Se observan claras discrepancias entre ambos sistemas de clasificación. Es evidente que se tendrá que utilizar como base, pero adaptándola a las zonas de cultivo de este trabajo. • Pimiento. Las aguas con que se riega este cultivo contienen por lo general valores inferiores a 0,5 mgL-1. Se detectan carencias con relativa frecuencia y no se han observado cultivos con problemas de toxicidad. • Pepino. Las aguas contienen menos de 0,5 mgL-1. La carencia es menos frecuente que en el cultivo anterior. No se observa problema de toxicidad. • Judía. Es igual que en los dos cultivos anteriores, aunque si se detectan con frecuencia carencias de boro, sobre todo con aquellas aguas con índices de 0,075 mgL-1.

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Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

Únicamente se ha detectado una plantación con síntomas claros de toxicidad a nivel foliar. El contenido de boro en el extracto saturado era de 2,2 mgL-1. No fue debida al empleo de un agua con niveles altos, sino a una aplicación excesiva de boro al suelo. • Tomate. En la zona del Poniente no es frecuente encontrar plantaciones con deficiencias o toxicidades por boro. En la zona de El Alquián-La Cañada y Campo de Níjar la carencia es muy rara, ya que el nivel mínimo de las aguas supera los 0,5 mgL-1, suficiente para las necesidades del cultivo. La toxicidad suele aparecer en aquellas aguas con valores superiores a los 3,5-4,0 mgL-1. • Berenjena. No se detectan plantaciones con síntomas de carencia o toxicidad. • Melón. Igual que la berenjena. • Sandía. Si aparecen, aunque raramente, plantaciones con síntomas de carencia cuando se utilizan aguas de riego con bajos índices de boro, menor de 0,1 mgL-1. La toxicidad es también muy rara y siempre debida a aplicaciones altas de boro al suelo. • Calabacín. Es relativamente frecuente la aparición de la carencia. Esta se muestra de manera clara, afectando la calidad del fruto. • Lechuga y col china. Estos son dos cultivos que necesitan cantidades apreciables de boro y como es un dato bien conocido, no suelen presentarse problemas de carencia o toxicidad. El origen de las carencias en todos los casos es la utilización de aguas con bajos contenidos en boro y no hacer los aportes necesarios en la fertilización. Cationes de cambio y capacidad de intercambio catiónico de un suelo: El suelo consta de dos fases, una líquida, formada por cationes y aniones solubles en disolución y otra sólida, constituida por coloides, arcillas, limos y arenas. La característica más importante de la fase sólida es su electronegatividad, debida sobre todo a las arcillas y a las partículas coloidales. Esta electronegatividad permite la retención o adsorción de cationes sobre la superficie sólida. Estos cationes son asimilables para la planta, por ejemplo mediante el intercambio de protones, H+, liberados por la raíz de la planta. En la fertirrigación, iones como el potasio, amonio, calcio, etc., pasan a la solución del suelo. De ésta, una parte pasará a la fase sólida por intercambio. Una de las ventajas de la adsorción es la retención de nutrientes, evitando así las pérdidas por drenaje. Uno de sus inconvenientes es la posibilidad de que un catión no deseable, por ejemplo el sodio, sea intercambiado por el suelo cuando se utilizan aguas salinas. Este intercambio originará graves problemas a la estructura física del suelo. El intercambio entre un suelo X y los cationes Mm+ y Nn+ se puede representar por la reacción: nM - X + mN n+ ⇔ mN - X + nM m+

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Esta es una reacción reversible y para evitar desequilibrios en las cargas y mantener la neutralidad deberá ser químicamente equivalente, ejemplo: dos cationes monovalentes serán intercambiados por un catión divalente. La suma total de los cationes de cambio se denomina capacidad de intercambio catiónico, CIC. Se expresa en me/100 g de suelo seco o en cmolkg-1 en unidades SI. La CIC se puede expresar en función de la densidad de carga de la superficie, Γ y de S, el área de la superficie específica de la fase sólida. Bolt, 1976. CIC = 10 5 S x Γ (*) S = m2 kg -1 ; Γ = kem -2 y CIC = me / 100 g ó cmolkg -1

Para los diferentes tipos de arcillas, Γ y S son las siguientes: Tipo de arcilla

Γ ( kem-2)

S (m 2 kg-1)

Montmorillonita

10-9

(60 a 80) .104

Caolinita

2.10-9

(0,1 a 2-4) .104

Ilita

3.10-9

(5 a 20) .104

En la zona del Poniente, las partículas inferiores a 0,002 mm, en las que están incluidas las arcillas y los coloides, están constituidas fundamentalmente por: ilitas, cloritas y caolinitas, en orden decreciente de cantidad. Por ejemplo: el suelo de la zona de Las Palmerillas, El Ejido, tiene la siguiente composición mineralógica: ilita 82%, clorita 8%, caolinita 6%, paragonita 4% y esmectita, trazas. Martínez-Raya, 1987. Para la materia orgánica, humus, la CIC puede oscilar entre 150-200 me/100 g. Mediante la ecuación anterior (∗) y el porcentaje de materia orgánica se puede estimar la capacidad de intercambio catiónico de un suelo. En el laboratorio se determina la CIC por el método AcONa-EtOH-AcONH4 y los cationes de cambio por el método del AcONH4. Según los Métodos Oficiales de Análisis, Tomo III del MAPA, 1994. Los resultados de los cationes de cambio se pueden expresar en me/100 g, cmolkg-1, mgkg-1 o en porcentaje sobre la CIC. A la suma de los cationes de cambio, sodio, potasio, calcio y magnesio, se le denomina suma de bases. Si el suelo fuera de características ácidas, tendría también en el complejo de cambio Al3+ o H+. Se denomina porcentaje de bases a la suma de los cationes de cambio con respecto a la CIC. El porcentaje de diferencia será debido a la acidez de cambio. En las zonas de cultivo a las que nos estamos refiriendo son prácticamente inexistentes este tipo de suelos. La única excepción la constituye una zona muy limitada en El Solanillo en donde existen suelos rojos ácidos, con altos niveles de Mn2+ de cambio, muy fitotóxicos para el cultivo del pimiento. Casas, 1995. 3.3. ( Interpretación de los resultados ]

• Sodio. Este ion se evalúa en porcentaje, PSI, del complejo de cambio y en función

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Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

del tipo de suelo. Niveles altos afectan a la infiltración y estructura en suelos arcillosos, mientras que en suelos de estructura gruesa no se aprecian los efectos. La bibliografía es extensa en cuanto a la tolerancia de los cultivos al sodio. Los problemas se asocian entre salinidad y sodio intercambiable. Así aparecen las clásicas relaciones entre el SAR y el PSI. Se deberá tener en cuenta que el valor del sodio en el extracto saturado es, por lo general, entre el 30-50% del sodio del complejo de cambio. Se diferencia de otros iones, como el potasio, en el que es normal que el del extracto saturado sea sólo el 10% del existente en el complejo de cambio. Los datos son escasos cuando sólo se tiene en cuenta la tolerancia del cultivo al PSI, bajo condiciones no salinas. Bresler, 1982. Sensibilidad

PSI

Cultivo

Extremadamente sensible

2-10

Cítricos, aguacate

Sensibles

10-20

Judía (1)

Moderadamente tolerante

20-40

Arroz (2)

Tolerante

40-60

Tomate (3)

Muy tolerantes

> 60

? (3)

(1) IMPIDE EL CRECIMIENTO PARA BAJOS VALORES DE PSI, AUNQUE LAS CONDICIONES FÍSICAS DEL SUELO SEAN BUENAS. (2) IMPIDE EL CRECIMIENTO DEBIDO A FACTORES NUTRICIONALES Y CONDICIONES ADVERSAS DEL SUELO. (3) IMPIDE EL CRECIMIENTO DEBIDO A LAS CONDICIONES ADVERSAS DEL SUELO.

En la zona del Poniente los valores de PSI son bajos, por lo general menores del 8%, sin ningún tipo de problema. En la zona de El Alquián-La Cañada y Campo de Níjar, estas oscilan entre 8-15%, que se pueden considerar entre moderado y alto. Niveles superiores al 15%, considerados altos, son raros en suelos en cultivo. No así en suelos naturales, en donde es normal encontrar suelos limosos, tipo grea, con características sódicas y PSI > 25%. Suelos con textura fina y PSI > 20% resultan peligrosos. • Potasio. Generalmente este se evalúa en me/100 g, mgkg-1, o porcentaje. Según López-Ritas, 1978, los valores de potasio cambiable, en función de la estructura del suelo son, para los cultivos intensivos de hortalizas, los siguientes: Textura del suelo

Muy bajo (mgkg-1)

Bajo (mgkg-1)

Medio (mgkg-1)

Alto (mgkg-1)

Muy alto (mgkg-1)

Gruesa

50

51-100

101-200

201-400

> 400

Media

75

76-150

151-300

301-600

> 600

100

101-200

201-400

401-800

> 800

Fina

Según Hernández-Abreu, 1980, se considera como valor mínimo de potasio cambia-

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

ble, en cultivos hortícolas, 150 mgkg-1. Benton, 1985, estima este valor en 200 mgkg-1. En la zona del Poniente Almeriense los valores de potasio intercambiables oscilan, en función de la textura del suelo, entre 100-500 mgkg-1. El primer valor corresponde a un suelo de estructura gruesa, tipo franco arenoso y el segundo a los franco-arcillosos, suelos de textura fina denominados comúnmente de cañada. Los franco-arenosos tienen una CIC del orden de 6 me/100 g y en este caso, un porcentaje de potasio de cambio del 4%. Los franco-arcillosos contienen un 8% del potasio de cambio y una CIC de 15 me/100g. Se considera como nivel óptimo de partida, antes de iniciar el cultivo y después de aportar el abonado de fondo, valores entre 7-8% de potasio intercambiable. Así, en el primero de los casos anteriores, estaríamos frente a un valor bajo y en el segundo ante uno normal. El nivel final en potasio estará en función del magnesio existente en el complejo de cambio y de las relaciones que mantienen entre ellos. • Magnesio. Se considera como nivel mínimo de magnesio cambiable y para cultivos hortícolas, a 1,2 me/100 g. López-Ritas, 1978. Para Hernández-Abreu, 1980, valores inferiores al 10% son inadecuados, entre 10-20% adecuados y entre 20-30%, para cultivos muy exigentes en magnesio. Valores superiores al 50% han mostrado un efecto depresivo en algunos cultivos. En la zona del Poniente los valores de magnesio cambiable oscilan entre 1,5 me/100 g, en suelos de textura gruesa, y 4,5 me/100 g en los de estructura fina. En el resto de las zonas los niveles de magnesio superan los 2 me/100 g. Por tanto se mantienen siempre valores superiores al mínimo. Niveles mayores de 5 me/100 g de magnesio cambiable, sólo son detectables en algunos suelos muy pesados. Esto se debe, por lo general, a que son deficitarios en potasio y las posiciones libres de complejo de cambio han sido ocupadas por el magnesio. El magnesio intercambiable sufre variaciones a lo largo del tiempo de cultivo. La razón es que su capacidad de retención en el complejo es muy similar a la del potasio. Conforme el sistema radicular de la planta extrae de la solución del suelo el potasio necesario, el complejo cederá potasio para restablecer el equilibrio. Si los niveles de sodio no son altos en la solución del suelo, las posiciones libres serán ocupadas por el magnesio. El valor inicial para calcular el abonado de fondo a aportar al suelo, dependerá de las relaciones K/Mg, teniendo siempre en cuenta que en estas zonas no se abona en fondo con magnesio. La relación variará, según sea la estructura del suelo, entre 0,5 para los gruesos, para los medios 0,4 y 0,35 para los finos, (estos valores corresponden a las relaciones K/Mg en donde los iones se expresan en me/100 g). Si la relación es inferior, en función de la estructura del suelo, se aportará el potasio necesario. Si es superior, no se efectuará la aportación. Es conveniente, en ambos casos, estudiar las relaciones existentes entre K/Mg, K/Ca y Ca/Mg a nivel de la solución del suelo. El motivo de esto es que un aporte de potasio, necesario para equilibrar el complejo de cambio, puede ser contraproducente si a nivel del extracto saturado el calcio y el magnesio son bajos. Este es un problema frecuente en cultivos como el pimiento y el pepino. Es conveniente aportar menos potasio en el abonado de fondo, o llegar a suprimirlo, para evitar estos desequilibrios. Esto es posible hacerlo, ya que con buenos sistemas de fertirri-

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Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

gación las posibles deficiencias iniciales de potasio en el suelo se podrán corregir mediante el sistema de riego. Otro de los problemas que se pueden presentar, en la interpretación de los valores de potasio y magnesio del complejo de cambio, está motivada por los fuertes desequilibrios de los suelos naturales. Es normal en ellos, si son de características pesadas, encontrar valores de magnesio superiores a 6 me/100 g y en porcentaje >35%, con relaciones K/Mg = 0,05. En estos casos, si se trata de equilibrar el suelo y llegar a una relación final de 0,35, nos podemos encontrar con valores de potasio, en forma de sulfato potásico, superiores a los 2.000 kgha-1. Esto puede causar problemas de CEes altos y fuertes antagonismos frente al calcio y magnesio de la solución del suelo. Por ello, es conveniente en estos casos, aportar sólo el 50% del potasio al suelo. • Calcio. Al ser prácticamente la casi totalidad de los suelos de tipo calcáreo, los valores de calcio en el complejo de cambio suelen ser altos. Esto no quiere decir que los suelos no sean deficitarios en este elemento en la solución del suelo. Por lo general este calcio del complejo está fuertemente retenido y es difícil que pueda estar disponible para la planta de manera inmediata. Únicamente se observan valores bajos en calcio en aquellos suelos de características sódicas o salinosódicas, en el que ha sido reemplazado el calcio por sodio. En estos casos será necesario efectuar una enmienda cálcica al suelo. La relación ideal Ca/Mg deberá ser mayor o igual a 3 (expresados los iones en me/100 g). Valores menores de uno son claramente deficitarios en calcio y las mayores de diez lo son en magnesio. En las zonas comentadas anteriormente, si no existen problemas de alcalinidad, la relación Ca/Mg oscila entre 2,5-4,0. Valores inferiores a 2,5 suelen ir acompañados por relaciones K/Mg bajas. En suelos ligeramente ácidos o neutros, la relación idónea K/Ca es de 0,10. • Microelementos. Nos vamos a referir en este apartado a la influencia del suelo en los mecanismos de absorción del hierro, manganeso, cobre, zinc, boro y molibdeno por las plantas. Para Harter, 1991, los micronutrientes anteriores se pueden dividir en tres grupos: Fe-Mn, Cu-Zn y Mo-B. La adsorción juega un papel mínimo en la asimilación de hierro y manganeso, ya que muchos suelos contienen cantidades relativamente elevadas de estos elementos. En este caso, las reacciones de precipitación y oxidación son las que controlan la asimilación. Estos óxidos y óxidos hidratados sirven de sustrato para retener otros microelementos en el suelo. El cobre y el zinc son similares en sus reacciones y el boro y molibdeno se encuentran en forma de aniones oxiácidos. Hierro: se encuentra en la solución del suelo en forma de Fe2+, Fe3+ y sus productos solubles de hidrólisis Fe(OH)2+ y Fe(OH)4-. La forma más soluble es la ferrosa (II) y la menos la férrica (III). Con valores de pH en el suelo entre 6,0-8,0 la forma (II) se oxida a (III), que es la dominante. Parte de este hierro en solución está acomplejado con ligandos orgánicos solubles. El origen de estos ligandos se debe, en parte, a la degradación de la materia orgánica, como los ácidos fúlvicos. Así mismo, aparecen compuestos de hierro quelatado provenientes de los hongos y bacterias del suelo. Los complejos del ion Fe3+ son la formas dominantes del hierro disponibles para la absorción por parte del sistema radicular en suelos bien aireados.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

En principio las plantas siguen dos caminos para solubilizar y absorber el hierro del suelo. Pueden reducir los complejos de hierro (III), en la superficie de la raíz, rizosfera, y absorber los iones Fe2+ originados. El segundo camino es la secreción de ligandos específicos para el hierro (III), tipo quelato, de bajo peso molecular. Estos solubilizan los iones Fe3+ y hacen factible su absorción. La aparición de síntomas carenciales se ve afectada por las bajas temperaturas del suelo, debido a que inhiben el crecimiento y la actividad radicular. Al mismo tiempo, el exceso de humedad en el suelo intensifica la carencia por acumulación de CO2 causada por una mayor solubilidad del gas a baja temperatura. Esta acumulación incrementa la concentración de ion bicarbonato en el suelo. Debido a que el intercambio a través de la raíz sigue el siguiente mecanismo: los cationes son intercambiados por iones H+ y los aniones por iones HCO3- o OH-, la tolerancia de la planta a la clorosis férrica estará en función del balance H+/HCO3-. De esta manera, las plantas con menos incidencia de carencia serán aquellas en las que el balance esté a favor del H+. La acumulación del ion HCO3-, en el entorno de la raíz, hará disminuir la relación H+/HCO3- e incidirá en la clorosis. Igualmente, el exceso de riego en la época invernal puede provocar un aumento en la acumulación de etileno, que afecta al sistema radicular haciéndolo disminuir. Los mismos síntomas se presentan por la destrucción de pequeñas raíces por falta de oxigenación. Las temperaturas altas en el suelo incrementan la clorosis férrica como resultado de las mayores tasas de respiración. Estas tasas restringen los aportes de fotoasimilados para el buen funcionamiento de la raíz. Al mismo tiempo el aumento de la temperatura en el suelo estimula la actividad bacteriana y por ello el incremento de gas carbónico en el mismo. Esto se traduce en mayores concentraciones de ion bicarbonato que disminuyen la absorción del hierro. Es frecuente en la zona del Poniente cuando se desencalan los invernaderos en el mes de septiembre. El aumento de la temperatura en la zona radicular favorece la absorción de fósforo por la planta. Este aumento de fósforo puede inducir la clorosis férrica debido al antagonismo existente entre los dos elementos. El exceso de luz es otro de los causantes de la clorosis, ya que disminuye la transformación de Fe3+ a Fe2+, Moraghan, 1991. El hierro asimilable se determina en el laboratorio mediante el método Lindsay-Norvell, 1978, en Olson, 1982. Este consiste en la extracción con un agente quelante, DTPA, junto a CaCl2 tamponado a pH = 7,3 con trietanolamina. Los valores menores de 2,5 mgkg-1 se consideran bajos, entre 2,5-4,5 mgkg-1 moderados y los >4,5 mgkg-1 normales. En las zonas mencionadas anteriormente, los niveles suelen oscilar entre 3,5-7,0 mgkg-1. Los compuestos utilizados para su corrección varían entre el Fe-EDTA (ácido etilendiaminotetraacético), el Fe-DTPA (ácido dietiltriaminopentaacético) y el Fe-EDDHA (ácido etilen-di-o hidroxifenilacético). Las riquezas en hierro son para el primer caso del 12%, para el segundo del 10% y de 6% para el tercero. Estos agentes quelantes forman complejos bastante estables con el hierro, pero en suelos calizos, con niveles apreciables de calcio soluble, es posible que el quelante se intercambie con el calcio y quede libre el hierro. El motivo es que los complejos de calcio son mucho más estables que los de hierro. En este caso, el hierro es inmediatamente precipitado en el suelo y por tanto, no asimilable para la planta. El Fe-EDDHA forma un complejo mucho más estable que el anterior y además en un amplio rango de pH en suelos calcáreos.

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Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

De todas formas hay que tener en cuenta que en los actuales sistemas de riego, con control de pH de la solución nutritiva, en el momento de la fertirrigación el pH del suelo estará próximo al pH de la solución. Por tanto, la utilización de otros quelatos de hierro, como por ejemplo el EDTA, son también aplicables. Las correcciones para controlar una clorosis férrica deberán efectuarse siempre por vía radicular. Manganeso: la plantas lo absorben como ion Mn2+ libre o en forma de quelato. También se pueden formar complejos en la rizosfera con ligandos de origen orgánico. El origen de estos ligandos, como en el caso del hierro, será de tipo microbiano. Incrementan la movilidad del manganeso en la superficie de la raíz. Este mecanismo facilita su difusión entre la raíz y las membranas celulares. El antagonismo existente entre Fe/Mn es muy notorio por las interacciones químicas en la interfase suelo-raíz. Juega un papel decisivo en este antagonismo la acidificación de la rizosfera. Esta se debe al aumento de la actividad reductasa cuyo origen es la deficiencia de hierro. El descenso de pH en el suelo favorece la absorción de Mn2+ e incrementa la reducción de Mn (IV) a Mn (II). En los suelos calizos típicos de Almería el aumento de la clorosis férrica puede ir acompañado de una disminución en la deficiencia de manganeso. La temperatura, nivel de humedad en el suelo y la luz inciden de manera importante tanto en la deficiencia como en la toxicidad de manganeso. El aumento de la temperatura del suelo incrementa la solubilidad del manganeso y por tanto su absorción. Esto se debe a la estimulación de la actividad bacteriana, que hace aumentar los exudados por parte de la raíz. Permite en este caso solubilizar fracciones bastante insolubles de manganeso como el MnO2. El aumento de la temperatura incide muy negativamente en los casos de toxicidad de manganeso por el incremento que se produce de Mn2+. Se observa muy claramente en la zona de El Solanillo, en verano, en plantaciones de pimiento sobre suelos rojos ácidos. En plantaciones más tardías, con valores de temperatura en el suelo inferiores, el efecto está mucho más amortiguado. El exceso de humedad en el suelo restringe los niveles de oxígeno, favoreciendo la reducción de compuestos de Mn (IV). Por esta razón la deficiencia de manganeso disminuye en estos casos, pero siempre y cuando el cultivo no sea sensible a los efectos del exceso de humedad en el suelo, caso de las cucurbitáceas. La toxicidad de manganeso se favorece con la disminución de la aireación del suelo. La influencia de la luz sobre la absorción de manganeso indica que: 1) la toxicidad se intensifica cuando la luz aumenta y 2) la deficiencia aumenta cuando la luz disminuye, Moraghan, 1991. Esta deficiencia es fácilmente observable en la zona del Poniente en los meses de invierno, sobre todo en cultivos de pepino. El manganeso asimilable se puede determinar mediante la extracción con AcONH4 1N, o con DTPA, en Gambrell, 1982. Para este último, se consideran bajos los valores menores de 1,0 mgkg-1 y normales los mayores de 1,0 mgkg-1. En Almería estas carencias son normales, aún con niveles ligeramente superiores a la unidad en cultivos como el pimiento o el pepino. Esto se debe fundamentalmente a las temperaturas bajas del suelo en los meses invernales. La corrección de la carencia debe de hacerse en invierno, mediante el empleo de un Mn-EDTA, vía foliar. Con temperaturas más altas en el suelo por vía radicular, siempre y cuando el suelo no tenga un pH elevado.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Cobre: se encuentra en la solución del suelo acomplejado en un 98% por compuestos orgánicos de bajo peso molecular. Puede ser absorbido por el sistema radicular como ion Cu2+ o en forma de quelato. Parece ser que la absorción es más rápida como Cu2+ que en forma quelatada tipo DTPA o EDTA. Esto se debe a problemas de disociación del cobre del complejo Cu (II)-EDTA. El ion cobre presenta problemas de absorción frente al zinc, por la competencia que existe entre ambos. La interacción K+/Cu2+ hace que decrezca la absorción del cobre. Igualmente, existe una interacción entre cobre y nitrógeno desde el punto de vista nutricional, sobre todo cuando se hacen aportes elevados en N. El exceso de fósforo en el suelo disminuye también la absorción de cobre. El aumento de la temperatura del suelo mejora la absorción de cobre, pero no se ve afectada por las variaciones de luz. Así mismo, el contenido de humedad del suelo no parece ser un factor limitante pero si es un factor negativo el encharcamiento del suelo. El cobre asimilable se determina, en el laboratorio, por el método de DTPA, en Baker, 1982. Se consideran bajos los valores menores de 0,2 mgkg-1 y normales los mayores de 0,2 mgkg-1. En Almería, los niveles de cobre oscilan entre 0,5-2,0 mgkg-1. Este aumento se debe fundamentalmente al empleo de cobre, en forma de sulfato de cobre, en las balsas de riego. Esto se hace para evitar la proliferación de algas en el agua. El empleo de fungicidas a base de sales de cobre, es otra de las fuentes de este aumento. Su corrección se realizará mediante la utilización de cobre en forma quelatada, por ejemplo, Cu-EDTA por vía foliar o radicular. Zinc: es absorbido en forma de ion Zn2+ y transportado en forma iónica a través de la membrana celular. La absorción de Zn2+ está muy limitada por el contenido del ion Cu2+. Este último ejerce una clara competencia frente al zinc. Los aportes elevados de estiércol originan niveles altos de ion bicarbonato en el suelo. Estos afectan a la absorción y traslocación del zinc desde la raíz a la parte superior de la planta. El zinc incrementa su absorción y el contenido foliar conforme aumenta la temperatura de la zona radicular. La deficiencia se acentúa, en cultivos como el tomate, cuando desciende la temperatura del suelo. Se verá agravada la deficiencia si unido al descenso de temperatura se aumenta la fertilización fosforada al suelo. La temperatura ambiente influye menos que a nivel radicular. En invierno es conveniente corregir las carencias de zinc mediante tratamientos por vía foliar. Los bajos niveles de luz afectan de forma negativa a la absorción y el efecto es multiplicativo si la temperatura es igualmente baja. Los niveles normales de humedad en el suelo no tienen efectos significativos sobre la absorción de este elemento. El encharcamiento si favorece la carencia. El motivo puede estar en el aumento de los contenidos de Mn2+ que antagonizan al Zn2+. El zinc asimilable se determina en el laboratorio mediante el método del DTPA, en Baker, 1982. Por lo general, se consideran niveles inferiores a 0,5 mgkg-1 como bajos, entre 0,5-1,0 mgkg-1 moderados y por encima de 1,0 mgkg-1 normales. En Almería, los contenidos de Zn en los suelos oscilan entre 0,5-2,5 mgkg-1. El valor máximo corresponde a las zonas tomateras de El Alquián-La Cañada. La corrección de la carencia se efectúa mediante la aplicación de zinc en forma quelatada, tipo EDTA, DTPA o EDDHA, por vía radicular o foliar.

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Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

Boro: en la solución del suelo el boro se encuentra en forma de ácido bórico, H3BO3 o B(OH)3 y se disocia en: B ( OH )3 + 2H2O ↔ B ( OH ) -4 + H3O +

La absorción se realiza en forma de B(OH)4-. A pH 6,0 la absorción es del 100% y decrece conforme aumenta el pH. Este efecto está más acentuado a partir de pH superiores a 7,4. Existen evidencias, aunque no muy claras, sobre el papel de la materia orgánica en la absorción del boro. Se pueden considerar despreciables los fenómenos de adsorción del boro sobre los coloides orgánicos. Existe un claro antagonismo entre el calcio y el boro. La relación entre ellos se puede utilizar para establecer una posible deficiencia en boro. El aumento en la fertilización en boro incrementa la efectividad de la fertilización nitrogenada. La absorción de boro es menor conforme aumenta la aplicación de zinc. La acumulación de boro en la planta disminuye en los casos de toxicidad cuando se incrementa la fertilización en zinc. La absorción de boro aumenta cuando se eleva la temperatura ambiente. Por ello está asociada a las tasas de transpiración. En cambio, el aumento de la temperatura de la solución del suelo no incrementa el contenido de boro foliar. El estrés hídrico incide negativamente en la absorción. El efecto es multiplicativo, ya que la deficiencia inhibe el sistema radicular, haciendo disminuir la absorción de agua. En los casos de toxicidad de boro el aumento de las tasas de transpiración, debido al aumento de la temperatura y al descenso de la humedad, aumentan la toxicidad. Al mismo tiempo, la intensidad elevada de luz acentúa la deficiencia y puede amortiguar la toxicidad. En los meses de verano, de largos días, puede aumentar la deficiencia de este elemento, Moraghan, 1991. Molibdeno: se absorbe como ion MoO42- y es el único microelemento cuya absorción se incrementa cuando se eleva el pH del suelo. Su carencia se detecta principalmente en cultivos como el melón y el tomate. La causa ha sido, por lo general, excesos de ion sulfato que antagonizan la absorción de molibdeno en forma de ion molibdato. Los factores ambientales tienen poca influencia en la deficiencia de este elemento. En suelos ácidos las temperaturas elevadas acentúan la fijación del molibdato, disminuyendo su absorción. En las leguminosas el aumento de la fertilización de molibdeno incrementa la fijación de N2 en los nódulos. Si la temperatura del suelo disminuye puede llegar a suprimir la fijación de nitrógeno y por tanto los requerimientos de molibdeno para el cultivo. La asimilación del ion molibdato disminuye cuando bajan los niveles de humedad del suelo. La carencia no se suele detectar mediante el análisis de suelo y sí a través del análisis de la hoja. La corrección se efectúa mediante la sal amónica o sódica del ácido molíbdico. Su aplicación se efectúa vía foliar. 3.4. ( Análisis físico de suelos ]

Dentro de este apartado incluiremos la caracterización de un suelo desde el punto de vista de sus propiedades físicas. Se incluyen los conceptos de densidad aparente, densidad real, porosidad y tamaño de partícula o textura.

( 101 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Densidad aparente: Se denomina así a la relación entre la masa seca de un suelo y el volumen aparente de este. El volumen aparente incluye el volumen de los sólidos y los espacios de los poros. La masa se determina después de un secado, a peso constante, a 105 ºC. El volumen de la muestra se determinará sobre terrones de muestras inalteradas de suelo, según el método de la parafina. Blake, 1986. Esto permite convertir el porcentaje de agua de un suelo en peso a su porcentaje en volumen. Unido a la densidad real de un suelo nos permite calcular la porosidad de éste. Los valores de densidad aparente, en función de la textura del suelo y expresado en gcm-3, son aproximadamente los siguientes: Textura

Densidad

Arcillosa

1,12-1,20

Franco-arcillosa

1,20-1,28

Franca

1,28-1,44

Franco-arenosa

1,44-1,60

Arenosa

1,60-1,76

La densidad aparente se puede expresar también en Tmm-3 o en Mgm-3, las cuales son numéricamente equivalentes a gcm-3. En unidades SI, la densidad viene expresada en kgm-3. Por ello, los valores anteriores se deberán multiplicar por mil. • Densidad real: Se denomina también densidad de las partículas sólidas. Se expresa como la relación de la masa total de estas a su volumen total, quedando excluidos los espacios de poro entre ellas. La masa se determina mediante pesada y el volumen se calcula por el peso del volumen desplazado por la muestra. Para ello se puede utilizar agua u otro fluido. Por lo general se suele recurrir al éter de petróleo. El método del picnómetro es el más comúnmente utilizado. Los valores de densidad real oscilan entre 2,65 gcm-3 para cuarzos, 2,5-2,8 gcm-3 para feldespatos, 2,7-3,3 gcm-3 para micas y 3,1-3,3 gcm-3 para apatitos. La densidad del humus es, generalmente, menor de 1,5 gcm-3. • Porosidad: La estructura de un suelo es una de las propiedades más importantes de éste, especialmente relacionada con la retención y transporte de soluciones, gases y calor. Dentro de la estructura del suelo, el conocimiento del porcentaje de poros permite caracterizarlo como soporte para el cultivo de las plantas. Danielson, 1986. La porosidad se define como el volumen de espacios vacíos del suelo expresado en tanto por ciento del volumen total. Se calcula a través de los datos de densidad aparente y densidad real, mediante la ecuación siguiente: da Pt = 1 - —— dr

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x 100

Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

Cuando no se precisa una gran exactitud, se puede utilizar como densidad real de un suelo mineral el valor 2,65 gcm-3, para el cálculo de la porosidad. La porosidad total se subdivide en porosidad no capilar o macroporosidad y porosidad capilar o microporosidad. La primera corresponde a los poros más grandes, ocupados por el aire después de drenar el agua de riego. Es la denominada capacidad de aire. Los poros son mayores de ocho micras. La segunda corresponde al volumen de poros que retienen el agua después de drenar. Los poros son menores de ocho micras. La suma de la macro y microporosidad es la porosidad total. Relación entre densidad aparente y porosidad, Duchaufour, 1975. da /gcm-3

PT %

1,0-1,2

55-62

1,2-1,4

46-54

1,4-1,6

40-46

1,6-1,8

< 40

Se observa claramente que las arenas presentan una porosidad menor frente a las arcillas. Se puede estimar que la porosidad total de un suelo medio es alrededor del 50%. Dentro de la porosidad total, la macroporosidad es la que contribuye a la capacidad de aireación del suelo. Valores inferiores al 10% restringen claramente la proliferación de raíces, Baver, 1973. • Tamaño de partícula. Textura. El análisis del tamaño de partícula es la medida de la distribución de partículas individuales en una muestra de suelo. Estas se dividen en partículas inferiores a 2mm de diámetro y las superiores, Gee, 1986. • Partículas inferiores a 2mm de diámetro. Dentro de las partículas inferiores a 2mm de diámetro existen dos sistemas de clasificación denominados USDA y SI. En el primer caso las partículas se subdividen a su vez en arenas (2,0-0,05 mm), limos (0,05-0,002 mm) y arcillas (< 0,002 mm). En el sistema SI la clasificación es diferente: arenas (2,0-0,02 mm), limos (0,02-0,002 mm) y arcillas (< 0,002 mm). Utilizando los dos sistemas anteriores de determinación conseguimos un dato adicional, los limos gruesos, cuyo tamaño de partícula oscila entre 0,02-0,05 mm de diámetro. En la bibliografía aparecen los diagramas triangulares típicos para el cálculo de la textura. En cada uno de los lados del triángulo se encuentran los porcentajes de arcilla, limo y arena. Mediante la determinación en el laboratorio (método del densímetro o método de la pipeta) se calculan los porcentajes de arcilla y limo. Por diferencia a 100 se calcula la arena. La clasificación más utilizada es la denominada USDA. Los suelos quedan agrupados en textura gruesa, media y fina. Dentro de estos, se subdividen a su vez en:

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Textura gruesa: arenoso, arenoso-franco, franco-arenoso. Textura media: franco, franco-arcillo-arenoso, arcillo-arenoso, franco-limoso y limoso. Textura fina: franco-arcilloso, franco-arcillo-limoso, arcilloso-limoso, arcilloso.

• Partículas superiores a 2mm de diámetro. Se denominan partículas gruesas y se clasifican según la FAO, 1977, en: Diámetro máximo % Partículas gruesas

0,2-7,5 cm

7,5-25 cm

>25 cm

2-15

con poca grava

ligeramente pedregoso

con pedregones

15-20

con grava

pedregoso

con pedregones

50-90

con mucha grava

muy pedregoso

con muchos pedregones

>90

grava (1)

piedra (1)

pedregones (1)

(1) USADO SIN CLASIFICACIÓN TEXTURAL ADICIONAL.

> Ej. de diferentes texturas de suelos de la zona de Almería Textura arenosa (cantera zona El Ejido) Sist. USDA

arcilla 14,4% limo

16,4%

arena 69,2% clasificación: franco-arenosa Sist. SI

arcilla 14,4% limo

8,2%

arena 77,4% clasificación: franco-arenosa Textura media (cantera zona El Ejido) Sist. USDA

arcilla 27,4% limo

25,9%

arena 46,7% clasificación: franco-arcillo-arenosa Sist. SI

arcilla 27,4% limo

14,2%

arena 57,9% clasificación: franco-arcillo-arenosa

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Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

Textura media (grea amarilla, El Ejido) Sist. USDA

arcilla 16,7% limo

46,6%

arena 36,7% clasificación: franco Sist. SI

arcilla 16,7% limo

17,1%

arena 66,2% clasificación: franco-arcillo-arenosa Textura fina (tierra de cañada, El Ejido) Sist. USDA

arcilla 27,8% limo

32,0%

arena 40,2% clasificación: franco-arcillosa Sist. SI

arcilla 27,8% limo

21,3%

arena 50,9% clasificación: arcillosa-gruesa Textura fina (cantera zona El Ejido de características muy arcillosas) Sist. USDA

arcilla 55,1% limo arena

44,9% 0%

clasificación: arcilloso Sist. SI

arcilla 55,1% limo

31,1%

arena 13,8% clasificación: arcilloso-fino

4. ( BIBLIOGRAFÍA ]  Aloni, B., L. Karni, I. Rylski y Z. Zaidman. 1994. The Effect of Nitrogen Fertilization and Shading on the Incidence of “Coluor Spots” in Sweet Peper (Capsicum annuum) Fruit. Journal of Horticultural Science. 69 (4) 767-773.  Ashkar, S. A. y S. K. Ries. 1971. Lettuce Tip Burn as Related to Nutrient Inbalance and Nitrogen Composition. J. Am. Soc. Hort. Sci. 96, 298-300.  Ayers, R. S. y D. W. Westcot. 1976. Calidad del Agua de Riego para la Agricultura. Estudio FAO: Riego y Drenaje. Nº 29. Roma. 85 p.

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Suelos y aguas utilizados en la horticultura intensiva. Interpretación de análisis

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

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( TEMA 3 ]

EL ENARENADO

Francisco Bretones Castillo

Ingeniero Técnico Agrícola Ex-director de la Estación Experimental de Cajamar “Las Palmerillas”

El enarenado

1. ( INTRODUCCIÓN ]

El desarrollo alcanzado en la horticultura intensiva en el sureste español, en las últimas décadas, se debe en gran parte a la adopción del arenado en los cultivos en las zonas en que, aún contando con condiciones un tanto limitadas para el cultivo de hortalizas, sí tenían otras condiciones o características climáticas, de suelos o calidades de agua, que pudieran potenciarse con la utilización del enarenado. 2. ( ANTECEDENTES ]

Esta técnica, según nos relata el Dr. D. Manuel Mendizábal, en su trabajo: “La agricultura de Almería entre la tradición y el progreso” (1987), la vio por primera vez en la década de los años 30 en la zona de los arenales costeros del término municipal de Berja, en la localidad de Balanegra, donde encontró una plantación de tomate que era regada manualmente con agua acarreada por un jumento y aplicada a pie de planta por un mozalbete, con un recipiente de lata que le servía de medida. Jocosamente el Dr. Mendizábal decía que había nacido el riego “lata a lata” y después vendría el “gota a gota”. Buscando el origen de este sistema de cultivo se adentró en los pueblos costeros de la provincia de Granada, en los que había recibido información de que esa técnica venía realizándose desde hacía bastante tiempo. Nos relata que “hablando con viejos agricultores de la zona, estos recordaban que allá por el año 1880 un agricultor de La Rábita: Manuel Romero Rivas, observó que en un bancal de tomates, justo al pie de una planta se abría un hormiguero en el que los solícitos insectos habían desarrollado una gran actividad, sacando granitos de arena y formando con ellos un pequeño montículo alrededor de la planta” La narración continúa diciendo que “infinidad de veces se habían visto hechos como éste sin darle ninguna importancia, pero cuando semanas más tarde inició la recolección de sus tomates, su sorpresa fue grande al observar que esta planta, no sólo presentaba mejor aspecto sino también mayor número de frutos, que, además habían madurado bastante antes que el resto de la plantación”. Cuantas veces la observación de un hecho fortuito ha llevado a encontrar nuevas soluciones o caminos para resolver problemas o mejorar técnicas. Así es como comenzó el enarenado, o así nos lo cuentan, hace más de 100 años en la zona de La Rábita y El Pozuelo, en la provincia de Granada, lo que hoy es el enarenado de los cultivos hortícolas: imitando el trabajo de las hormigas. Cuando en los años cincuenta se inició la transformación en regadío y puesta en cultivo por el I.N.C. de toda la zona del poniente almeriense, y despues también en otras zonas, como el campo de Nijar, una de las primeras medidas que se tomaron, pensando en el uso hortícola de estos suelos, fue transformar en terreno enarenado 40 parcelas de 0,5 ha, en la zona de Roquetas de Mar–El Parador (año 1957), para estudiar el comportamiento de diferentes especies hortícolas, variedades y ciclos, así como las posibilidades que la técnica del enarenado podía aportar a la nueva agricultura que se quería desarrollar en la zona.

( 111 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Esta nueva técnica proporcionaba una serie de ventajas y cualidades que la hacía atractiva para el desarrollo de la agricultura que se iba a implantar buscando potenciar el desarrollo hortícola a favor de una climatología benigna y de la superación de algunos factores limitantes, como la cantidad y calidad de las aguas para riego, así como la salinidad de los suelos. 3. ( REALIZACIÓN DEL ENARENADO ]

Modernamente se viene hablando de una infinidad de sistemas, métodos o variables del enarenado, pero aquí vamos a tratar del sistema de realización del que vamos a llamar “enarenado tradicional”. Uno de los grandes errores conceptuales que se cometen al describir las fases de que consta la ejecución, es generalizar la necesidad de aporte de tierra de “buena calidad” sobre el suelo original. Esto sólo será necesario cuando, dentro del terreno a transformar exista una gran variabilidad en la calidad o cantidad de suelo disponible o que sus características fisicoquímicas no sean adecuadas para los cultivos que se vayan a implantar, no siendo necesario el aporte de nuevo suelo en los casos de suelos cultivados con anterioridad o de nueva preparación, con buen perfil, drenaje y fertilidad. Si fuera necesario el aporte de tierra, ésta deberá estar libre de malas hierbas tipo Cyperus (juncia), Cynodon (grama), Convulvulus (correhuela) y otras malezas de difícil erradicación. Se deberá considerar el volumen de la tierra a aportar en base al esponjamiento que ha de perder una vez puesta en cultivo, debiendo quedar en un mínimo de 30-40 centímetros de espesor. Se aprovecharán las labores previas a la ejecución del enarenado para hacer las correcciones de suelo que sean necesarias a la vista del análisis químico del mismo, especialmente aquellas mejoras o correcciones que requieran ser localizadas en profundidad. Una vez nivelada la parcela, bien sea con o sin aporte de suelo, se procederá al extendido e incorporación, mediante una labor cruzada, de unas 50 t/ha de estiércol, siendo mejor para esta aplicación en concreto, que tenga una textura larga, con bastante fibra, y a media fermentación, al objeto de mejorar con preferencia, físicamente el suelo. Tras estas labores se refinará y nivelará el terreno con las pendientes necesarias o convenientes, quedando el suelo preparado para recibir una capa de estiércol, en este caso, más fino, siendo el más apropiado el de oveja con “cama”, que sin llegar a ser pulverulento será repartido de forma homogénea en una capa de un espesor de unos dos centímetros. La cantidad incorporada en este segundo aporte será de otras 50 t/ha. No son de aplicación para ninguno de los dos aportes señalados, los estiércoles procedentes de explotaciones avícolas o porcinas por estar compuestos mayoritariamente por deyecciones sin inclusión de paja u otros residuos vegetales (camas) que ayuden a la mejora física de los suelos. Queda finalmente la labor más delicada en la preparación del arenado: la del aporte de la capa de arena sobre el suelo ya preparado en la forma que hemos descrito.

( 112 ]

El enarenado

4. ( CARACTERÍSTICAS DE LA ARENA A EMPLEAR ]

En el inicio de los cultivos arenados, las arenas utilizadas eran en su totalidad de procedencia marina, retiradas de las playas por recuas de caballerías, que en “serones” de esparto, cargados manualmente con palas transportaban la arena directamente hasta las parcelas. Las cantidades extraídas eran pequeñas pero se requería el pertinente permiso de la Comandancia de Marina para su retirada que además fijaba la cantidad que podía extraerse y el punto del litoral de donde debía de retirarse. En la actualidad está prohibida la extracción de áridos de todo el litoral. Hoy día sólo pueden utilizarse arenas procedentes de “canteras” o bolsas de arena de procedencia fluvial o marina en zonas fuera de la demarcación marítima, siempre con informe favorable respecto al impacto medioambiental que pudiera provocar su extracción. La granulometría ideal para las arenas de uso agrícola está entre los 2 y los 5 mm de diámetro. A medida que disminuye este tamaño de los granos de la arena, también disminuye el tamaño de los poros entre los granos lo cual hace aumentar la capilaridad y consecuentemente favorece la evaporación del agua que asciende con el consiguiente enfriamiento del suelo subyacente y a la vez del entorno del sistema radicular de los cultivos. Ello condiciona también la precocidad del cultivo. Todo esto es especialmente patente cuando se utilizan arenas procedentes de dunas interiores, conocidas como “arenas voladas” con una granulometría igual o menor de 0,2 mm de diámetro. Entre los inconvenientes que tienen este tipo de arenas destaca, especialmente cuando se cultiva al aire libre, su facilidad de ser arrastrada por los vientos, dejando desprotegido el suelo, a la vez que las plantas pueden sufrir daños mecánicos, especialmente los cultivos de hoja como lechuga, escarola, acelga y otros. También esta arena volada puede, por la misma causa anterior, quedar alojada entre las hojas y cogollos de las brásicas, lechugas, escarolas, etc. restándoles aceptación y valor comercial. No son de aplicación agrícola las arenas procedentes de plantas de machaqueo, tanto por el objetivo de su mayor costo como por presentar aristas cortantes que pueden lesionar los tallos de las plantas al engrosar estos o moverse su tronco por el viento, labores de cultivo, recolección, etc. La composición química de las arenas utilizadas en agricultura suelen ser en un alto porcentaje silícea (cuarzo y cuarcita) seguidas de carbonatos y arcillas metamórficas (pizarras). Estas arenas tienen escasa actividad química. 5. ( EXTENDIDO Y ACONDICIONAMIENTO DE LA ARENA ]

El aporte de la arena se hará depositando, convenientemente espaciadas, las cargas de arena calculando un espesor medio de la carga a esparcir, de unos 10 centímetros (10 m3 cada 100 m2). El extendido puede hacerse con herramientas de mano, si la distancia es corta o con motocultor articulado, provisto de pala frontal o trasera. Hay que cuidar el recorrido de los vehículos que transportan la arena dentro de la parcela, de forma que la superficie compactada por las ruedas sea mínima y, se tendrá

( 113 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

dispuesto un tractor o motocultor con arado o rotovator, para una vez que no haya de volver a pasar por esa huella, labrarla y dejarla nivelada antes de extender sobre ella la capa del estiércol necesario y la correspondiente capa de arena, evitando así la depresión que en el transcurso del cultivo se producirá y provocará encharcamientos y compactación de ese suelo, que limitará el crecimiento radicular de las plantas que tengan esa localización. Con esto queda finalizada la faena del enarenado, faltando algunos detalles para dejar la parcela en disposición de ser cultivada. Lo primero que hay que hacer es proceder al riego de la misma. Este riego debe ser por inundación, nunca por goteo, dado que hay que mojar por completo todo el perfil de la parcela, de una forma homogénea con un alto volumen de agua, pudiéndose aprovechar para hacer la desinfección química de la parcela. Para que el reparto del agua de riego sea homogéneo se hará una parcelación en eras, de dimensiones “manejables”, de forma que se pueda manejar cómodamente el caudal instantáneo disponible, que no debe ser muy alto, para evitar arrastres de arena y tierra. Dado que el suelo está muy mullido no se entrará en la parcela ni durante ni después del riego, manejando y dirigiendo éste desde el borde de la parcela, hasta que haya transcurrido el tiempo suficiente para que el suelo se haya endurecido lo bastante para no dejar huellas de pisadas profundas, que posteriormente darían problemas en el cultivo. 6. ( MANEJO DEL ENARENADO ]

Las siembras o plantaciones a efectuar en las parcelas así preparadas requieren el empleo de herramientas y sistemas de trabajo muy específicos o especiales. Así por ejemplo para hacer la siembra de cualquier semilla, por ejemplo: judía, melón, sandía, calabacín o pepino, hay que dar un riego previo para procurar el tempero necesario para la germinación y emergencia de la plántula. Este riego puede hacerse con la red de riego localizado o por inundación, acordonando la arena para ahorrar agua y conducir esta solamente a las líneas que se van a sembrar. La siembra se hará al día siguiente, si se trata de cucurbitáceas, con semillas pregerminadas o, sin pregerminar en los casos restantes. Para depositar la semilla se apartará con una herramienta la arena en el punto de siembra, depositando la semilla sobre el suelo original o aportado. Se volverá a cubrir el punto de la siembra con la misma arena que se había retirado. No se debe repetir el riego hasta que haya emergido toda la siembra. Hay veces que para asegurar un contacto más perfecto de la semilla con el suelo en que la depositamos y, al mismo tiempo una mejor y más rápida emergencia de la plántula, se recomienda depositar sobre la semilla un poco de turba húmeda o substrato antes de volver a cubrir con su arena. Cuando la plantación se hace con plántulas procedentes de semilleros, en taco de substrato a base de mezclas de turbas, se hace después de haber dado un riego de preplantación y apartando la arena del punto donde irá la planta.

( 114 ]

El enarenado

A continuación se va marcando el terreno con una barra terminada en un tronco de pirámide invertida, de la misma forma y medida que el taco en que se ha criado la plántula, depositando ésta en dicho hoyo, volviendo a reponer la arena retirada previamente y regando a continuación para que haya un mayor y mejor contacto entre el taco de siembra y el suelo. El enarenado es una mejora semipermanente ya que transcurrido un cierto tiempo hay que proceder a la faena denominada localmente “retranqueo”. El intervalo entre la realización del arenado y la necesidad de reponer la materia orgánica varía en función del número de cosechas y de las alternativas o sucesión de cultivos que se hayan realizado, sobre todo si se hacen cultivos de altos rendimientos como tomate, pimiento o berenjena, etc, y suele variar entre tres y cuatro años. Para proceder al “retranqueo”, se dejará transcurrir un cierto tiempo desde la terminación del cultivo anterior, pero sin arrancarlo, de forma que el suelo vaya perdiendo la mayor parte de su tempero, extraído por la transpiración del cultivo, y se procederá entonces a su arranque y limpieza de la arena (barrido de la hojarasca y restos de la cosecha) y, a continuación se apartará y acordonará la arena, dejando la tierra subyacente al descubierto. El acordonado de la arena se hará con las mismas herramientas manuales o maquinaria citadas al hablar de la realización de arenado, dejando “calles” alternadas con y sin arena, que se laborearán, recibirán aporte de nuevo estiércol tanto enterrado en la capa arable, como, entresuelo y arena, en las mismas cantidades que al inicio-implantación de enarenado, se extenderá nuevamente su arena y así sucesivamente, una franja tras otra, terminando con un riego para asentamiento. A partir del segundo retranqueo de una parcela enarenada, se hace necesario reponer una cierta cantidad de arena, que se habrá perdido, mezclándose con el suelo de soporte, en el transcurso de las labores de cultivo y faenas de retranqueo. En los últimos años se está imponiendo la moda de reemplazar el “retranqueo” por lo que llaman “carillas”, que consiste en laborear e incorporar el estiércol localizándolo solamente en una franja muy estrecha, justo la que va a ocupar la línea de plantación. De acuerdo que hay argumentos de economía de materiales, tiempo y mano de obra, pero todo ello tiene una contrapartida en la que no se imputa la degradación del sustrato sobre el que estamos trabajando el suelo enarenado y la pérdida de importantes cualidades agronómicas y merma en los rendimientos, si los comparamos con un retranqueo integral. Un factor importante es la disminución de las tasas de infiltración de agua y la caracterización de la distribución del sistema radicular de un cultivo de tomate en suelo “retranqueado” y en suelo “sin retranquear” ponen de manifiesto unas notables diferencias. Respecto a la tasa de infiltración, medida con doble anillo de Muntz, Castilla Prados N. (1986) en la Estación Experimental de Cajamar “Las Palmerillas”, obtuvo los siguientes valores: Suelo “retranqueado”: Suelo “no retranqueado”:

8,28 cm / hora 0,38 cm / hora

(A) (B)

( 115 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

La relación A/B: 8,28 / 0,38 = 21,789 nos indica la altísima proporción y cantidad de agua que es capaz de absorber un suelo retranqueado comparado con otro que no lo ha sido. Visto ya como se realiza el enarenado, los materiales, condiciones de la realización, técnicas auxiliares, cuantificación de algunos efectos, bases o conocimientos (algunos meramente empíricos), en las que se asientan algunas de las bondades del sistema, vamos a pasar revista a algunas de sus particularidades El periodo comprendido entre el establecimiento del enarenado y el “retranqueo” fue de tres años. Estos datos, que aquí se citan, justifican la importancia y necesidad de esta técnica para restablecer la fertilidad de los suelos enarenados. 7. ( PROPIEDADES Y VENTAJAS DEL ENARENADO ]

• Ahorro de agua: El complejo de evapotranspiración, reúne la cantidad de agua que pierde un campo por evaporación desde la superficie del suelo regado y del agua transpirada a través de los órganos vegetales de la vegetación que soporta. La cobertura del suelo con la capa de arena, actúa como mulching o acolchado permanente evitando la ascensión del agua por capilaridad y la evaporación de la misma en la superficie. Por lo tanto la pérdida de agua de ese campo, además de la que pueda perder por gravedad, debida al exceso de aporte por riego o lluvia, será la que pueda perder el cultivo por transpiración a través de los estomas. En los cultivos bajo invernadero esta cualidad del arenado representa otra ventaja añadida, pues el menor contenido de humedad ambiental facilitará mucho el manejo de las condiciones climáticas cuando sean de temer problemas fitosanitarios a causa de una alta higrometría. • Mejora en la estabilidad térmica de los suelos: Suaviza las oscilaciones térmicas de los suelos actuando la arena como intercambiador de energía, aumentando la inercia pues tampoco se pierde energía al no existir un proceso evaporativo en la superficie del terreno que la exija. Por otra parte la capa de estiércol situada inmediatamente debajo de la arena actúa como una cama caliente aumentando la temperatura del suelo. • Favorece la movilidad y absorción de algunos elementos fertilizantes: La movilidad de algunos elementos, como el fósforo, está ligada al nivel térmico del suelo. La cobertura de arena, a la vez que mantiene el tempero, proporciona una estabilidad e inercia térmica que permite la disponibilidad y asimilación de este elemento aún en épocas frías. Es muy difícil encontrar carencias de este elemento, en suelos enarenados, por causa de frío. • Posibilidad de empleo de aguas medianamente salinas: Al ser mínima o nula ascensión de la solución del suelo por capilaridad, las sales que se puedan aportar en cada riego no se suman a las que ascenderían por capilaridad, sino que el nuevo riego las arrastrará en profundidad.

( 116 ]

El enarenado

Este efecto es persistente y continuo, consiguiéndose desalinizar suelos salinos, en esto está la gran diferencia con los acolchados o mulching con láminas plásticas, en las que también se produce este efecto; pero si el acolchado se rompe o se levanta al terminar el cultivo, inmediatamente las sales que habían descendido a perfiles inferiores remontan nuevamente hasta la capa arable. • Dificulta la emergencia y desarrollo de malas hierbas de semilla: Las semillas que eventualmente puedan encontrarse en la parcela enarenada pueden germinar por la humedad que reciban de un riego, pero dado que la arena cuando está bien cuidada y mantenida limpia sin adherencias de limo o arcilla, que puedan propiciar el arraigo de malezas, perecerían al no conseguir enraizar. • Propicia el crecimiento del sistema radicular superficial: Los cultivos establecidos tendrán localizada su cabellera radicular en la zona situada inmediatamente debajo de la capa de arena, en donde tendrá todas las facilidades para un mejor desarrollo, a saber: • Una capa de estiércol fino en la que poder fijarse y nutrirse. • Humedad continua y homogénea, espacial y temporal. • Temperatura óptima, por estar en contacto con la capa de arena calentada por el sol. • Disponibilidad inmediata de los nutrientes aportados por la red de riego.

• Simplificación y economía de las labores: Una vez establecido el enarenado, las labores de cultivo se realizan, casi en su totalidad, manualmente y de una forma muy ágil. No hay labores de suelo como escardas, aporcados, etc. • Aumento del contenido en CO2 bajo túnel plástico en cultivo enarenado: El aporte de 5 + 5 kg/m2 de estiércol, como ya se dijo al hablar de la confección de enarenado, mitad incorporada en la capa arable del suelo y otros tantos situados a modo de sandwich entre el suelo y la arena van sufriendo en el transcurso de su actividad una descomposición, en la que se libera una gran cantidad de CO2. Siempre nos había llamado la atención la rapidez de crecimiento de algunos cultivos (generalmente cucurbitáceas: melón, sandía, pepino, calabacín) en las primeras fases del forzado de los mismos mediante el uso de tunelillos de plástico, mientras estos permanecían herméticamente cerrados, no encontrábamos un paralelismo entre temperatura o integral térmica y el desarrollo de dichos cultivos. Pensando que la descomposición del estiércol y la consiguiente liberación de CO2 estuvieran relacionadas con el hecho observado, hicimos mediciones de CO2 en el ambiente confinado bajo los túneles de plástico utilizados para el forzado del cultivo. Empleamos para ello ampollas específicas y jeringa específica así como las ampollas para determinación por colorimetría del contenido de CO2. Los valores encontrados bajo túnel plástico cerrado daban un alto incremento por-

( 117 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

centual del orden del 15 al 20%, con la imprecisión que el aparato de medida empleado nos daba, en comparación con las mediciones efectuadas en el exterior de los invernaderos. Este hecho que citamos nos puede indicar que la emisión de CO2 desde el suelo en los cultivos enarenados debe ser tenida en cuenta dentro de la sinergia que puede representar dentro de todos y cada uno de los inputs que entran a formar parte de los factores de producción.

( 118 ]

( TEMA 4 ]

EVOLUCIÓN DE LAS

ESTRUCTURAS Y CUBIERTAS DE INVERNADERO EN EL SURESTE ESPAÑOL

Juan Carlos López Hernández

Doctor Ingeniero Agrónomo Estación Experimental de Cajamar “Las Palmerillas”

Evolución de las estructuras y cubiertas de invernadero en el sureste español

Materiales flexibles para cubiertas de invernaderos 1. ( INTRODUCCIÓN ]

El material de cerramiento de un invernadero condiciona el microclima que se genera en su interior y consecuentemente la respuesta de los cultivos, modificando la cantidad y calidad de la radiación, tanto de onda corta como de onda larga, que influye directamente sobre el balance de energía de un invernadero. Los procesos fisiológicos de las plantas están afectados por la radiación comprendida entre las longitudes de onda de 300 nm-100 µm, que incluyen la radiación ultravioleta (UV), fotosintéticamente activa (PAR) e infrarroja (IR) (Jones G.,1983). Willians (1965) y Monteith (1977) demostraron que la producción de materia seca está relacionada con la cantidad de radiación interceptada por los cultivos. Las plantas absorben, transmiten y reflejan la radiación en diferentes proporciones para las distintas longitudes de onda. Así, para la radiación PAR (400 nm700 nm) el espectro de absorción de la hoja es del 90% de la radiación incidente, mientras que en la región del infrarrojo cercano (700 nm-3.000 nm) transmite la casi totalidad de la radiación, para reducir el calor almacenado producido por las longitudes de onda que no se utilizan en la fotosíntesis. Sin embargo, en el infrarrojo lejano las hojas están capacitadas para absorber importantes cantidades y por tanto para emitirlas facilitando la eliminación del exceso de calor (Jones M.R., 1985). McCree (1972), correlacionó la tasa de fotosíntesis con diferentes flujos de luz y concluyó que la franja de 400nm-700nm mostraba ser el mejor indicador de la respuesta fotosintética, siendo esta franja de especial interés a la hora de estudiar un material de cerramiento. Existen evidencias de que la producción de materia seca, particularmente durante la fase vegetativa del crecimiento de la planta, es una función lineal de la cantidad de radiación interceptada (Hamlym, 1982), por ello la transmisividad del material de cubierta es una propiedad importante. La radiación, dependiendo de la longitud de onda se puede clasificar como: UV

300-380 nm

Visible

380-760 nm

IR cercano

760-2.500 nm

IR lejano

2.500-40.000 nm

PAR

400-700 nm

Solar Total

300-2.500 nm

2. ( MATERIALES FLEXIBLES ]

Son materiales sintéticos, compuestos generalmente por moléculas orgánicas con un elevado peso molecular. Son termoplásticos,es decir, permiten ser sometidos a diferentes ciclos térmicos pudiendo ser fundidos y solidificados tantas veces sea necesario. Son materiales ligeros, de fácil transporte y manipulación.

( 121 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

1200 1100 1000

Wm2

900

S+L

800 700 600 500 400

SOLAR

300 200

PAR

100 0 0

4

8

12

16

20

24

Hora

 FIGURA 1. RADIACIÓN PAR, SOLAR Y TOTAL ( S + L ) DENTRO DE INVERNADERO DURANTE EL 02/04/94. 2.1. ( Propiedades básicas ]

• Índice de fluidez: informa sobre la procesabilidad del polímero, así como de las futuras propiedades mecánicas y ópticas. Está relacionado con el peso molecular y por ello con la viscosidad. • Densidad: informa sobre la cristalinidad de los polímeros. Esta modifica la flexibilidad, permeabilidad y propiedades térmicas del polímero. • Distribución del peso molecular: amplitud de pesos moleculares que constituyen el polímero. • Tipo y contenido de comonómeros: con el PE se pueden polimerizar distintos monómeros. Uno muy común es el Acetato de Vinilo, para conseguir el copolímero EVA. El contenido de los comonómeros afecta a las propiedades mecánicas, ópticas y de soldadura. • TRANSFORMACIÓN: El proceso de extrusión consiste en aplicar calor y presión con el fin de fundir la resina y forzarla a pasar por un orificio de dimensiones determinadas. Es un proceso continuo que permite la fabricación de láminas y tuberías. Las condiciones de transformación afectan directamente a las propiedades de los filmes: temperatura, velocidad de enfriamiento, orientación del film (dirección en el sentido de la máquina). La técnica más extendida en agricultura es el soplado, donde el orificio tiene forma circular dando lugar al globo de salida. La coextrusión es la técnica utilizada para fabricación de filmes multicapa. Cada una de las capas puede ser compuesta de distintos polímeros. Es una técnica que permite combinar varias propiedades en una sola lámina. La mayoría de los filmes multicapa para agricultura están formados por 3 capas.

( 122 ]

Evolución de las estructuras y cubiertas de invernadero en el sureste español

 TRANSFORMACIÓN DE LA GRANZA EN PELÍCULA PLÁSTICA.

El primer síntoma de degradación del plástico es la disminución de la radiación que llega al cultivo. Las principales causas son: las agresiones procedentes de elementos químicos utilizados como fitosanitarios, agresiones provocadas por la acción del viento y temperaturas elevadas, extracción de los aditivos por continuas condensaciones y la agresión por radiación UV procedente del Sol (ésta tiene suficiente energía como para romper los enlaces entre las moléculas). 2.2. ( Policloruro de vinilo (PVC) ]

Es un material rígido que mediante plastificantes se consigue transformar en flexible. Las láminas se fabrican por calandrado lo que limita el ancho de lámina a 2 m, llegando hasta 8 m mediante sucesivas soldaduras. Su densidad es de 1.250-1.500 kg/m3, siendo más pesado que el PE. Su resistencia al rasgado es muy baja, por lo que requiere de estructuras poco agresivas que mantengan bien sujeta la película. También se le añaden antioxidantes, estabilizantes y absorbentes UV. Transmite la luz visible en porcentajes elevados, pero con baja dispersión. Su elevada electricidad estática hace que el polvo se adhiera fácilmente, restándole transmisividad. Su elevado contenido en cloro le proporciona un buen efecto barrera al IR. 2.3. ( Copolímero de etileno y acetato de vinilo (EVA) ]

Otro de los materiales que se empezó a utilizar fue el EVA. Éste, presenta mayor transmisividad en onda corta y menor en onda larga que el PEbd, dependiendo del porcentaje de Acetato de Vinilo que incorpore. Sin embargo, debido a las cargas electrostáticas presentes en su superficie, la adherencia del polvo es elevada (Figura 2), lo que provoca reducciones en la transmisividad importantes. Además, por la misma causa la

( 123 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

limpieza de polvo y del blanqueo (utilizado para sombrear en períodos calurosos) se hace difícil, por ello, su uso fue limitado.

Filmes comerciales (sin lavar) 5

Polvo ( g/m 2 )

4 3

EVA PE

2 1 0 0

2

4

6

9

11

13

15

17

19

22

Horas ( x 10 3 )

 FIGURA 2. ACUMULACIÓN DE POLVO PARA DOS MATERIALES DE CUBIERTA DE INVERNADERO (PE Y EVA). En la actualidad, la industria transformadora está dirigiendo sus productos a materiales tricapas los cuales permiten la incorporación de una lámina de EVA en la parte central o interna con lo que se eliminan los inconvenientes anteriores. Estos nuevos materiales pueden incluso superar en transmisividad a los actuales conformados únicamente con PEbd.

 ACUMULACIÓN DE POLVO EN DOS MATERIALES EVA (DERECHA) Y PE (IZQUIERDA), PARA UNA MISMA FECHA DE COLOCACIÓN.

( 124 ]

Evolución de las estructuras y cubiertas de invernadero en el sureste español

El EVA se obtiene por sintetizado, realizando un calentamiento suave de etileno y AV en presencia de peróxidos. La proporción usual en AV para agricultura oscila entre el 6% y el 18%. Mayor contenido en AV aumenta su opacidad al IR pero disminuye su resistencia mecánica. Los problemas más importantes que presentan son: su plasticidad (cuando se estiran no recuperan), quedan flácidos; gran adherencia al polvo lo cual en zonas secas y de vientos constantes (como Almería) donde el polvo en el aire es abundante, pueden provocar reducciones en más de un 15% en transmisividad a la radiación solar. Además, son más difíciles de lavar por las lluvias debido a su alta carga electrostática. Otro uso es como doble techo en concentraciones de hasta un 6% en AV y espesores de 75-100 µm. Las propiedades de los copolímeros EVA dependen fundamentalmente de dos factores: peso molecular y contenido en acetato de vinilo. El peso molecular determina el comportamiento del flujo en estado fundido y las características mecánicas y resistencia química en general, se mide a través del índice de fluidez. La introducción del AV en la cadena de PE causa una reducción en cristalinidad y un aumento de la polaridad. 2.4. ( Polietileno ]

Es el material plástico más extendido, debido a su precio, a sus buenas propiedades mecánicas, y a la facilidad para incorporar aditivos que mejoran sus prestaciones. El PE junto al polipropileno (PP) y al PVC, son los termoplásticos de más consumo. El PE se obtiene mediante la polimerización del etileno utilizándose en su fabricación varios procesos y sistemas catalíticos. La mayor parte del PE para invernaderos se fabrica por el proceso de alta presión y catálisis de radicales libres mediante peróxidos. Atendiendo a su densidad los PE se clasifican: baja densidad media densidad alta densidad

< 930 kg/m3 930-940 kg/m3 >940 kg/m3

Para cerramiento de invernaderos se utiliza sólo el de baja densidad (baja cristalinidad) y alto peso molecular (bajo índice de fluidez). Una de las características del PE es que su alargamiento en el punto de rotura es cercano al 500%. Un material se considera degradado cuando su alargamiento se ha reducido en un 50% de su valor inicial. El polietileno, al igual que todas las poliolefinas es degradado por la radiación UV y el oxígeno. La exposición a la intemperie provoca su rotura al perder las propiedades mecánicas. Los filmes de PE normal, sin aditivar, tienen una vida corta en zonas con elevada radiación. Esto se mejora añadiendo aditivos que limitan la acción de la radiación UV, consiguiendo aumentar la vida del plástico, es el PE Larga Duración. Esto se corrige añadiendo: • absorbentes de radiación UV (derivados de benzotriazoles y benzofenonas) • secuestradores de radicales libres • desactivadores (sales orgánicas de níquel) • estabilizantes (Hindered Amines Light Stabilizers)

( 125 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Se pueden hacer dos grandes grupos de aditivos: • Aditivos de proceso: destinados a evitar la degradación térmica durante la extrusión (antioxidantes) o para mejorar la procesabilidad del polímero. • Aditivos de aplicación: se añaden al polímero con el fin de obtener las cualidades deseadas: deslizantes, antibloqueo, estabilizantes frente a UV, aditivos térmicos, pigmentos, etc. Los desarrollos de las nuevas formulaciones se dirigen hacia una mejora de las propiedades mecánicas y ópticas, las cuales pueden reducir el volumen de residuos (mediante materiales más duraderos) y el uso de fitosanitarios (a través de plásticos fotoselectivos). Los nuevos materiales tratan de mejorar los aspectos de: duración, humedad (efecto antigoteo), temperatura (efecto termoaislante) y transmisividad. La eficacia de estos materiales va a depender en parte de la geometría de la cubierta del invernadero y de la localización del mismo. Las propiedades más utilizadas con los materiales son: • alta transmisividad a onda corta • baja transmisividad a onda larga • efecto térmico • efecto antigoteo • efecto antibotrytis • monocapa • tricapa • una campaña • dos campañas: larga duración • tres campañas • fotodegradables • biodegradables 3. ( MATERIAL DE CERRAMIENTO FRENTE A LA RADIACIÓN DE ONDA CORTA ]

La radiación solar (onda corta) cuando incide sobre una superficie se descompone en tres fracciones: reflejada, transmitida y absorbida. La distribución cuantitativa va a depender del ángulo de incidencia y de las propiedades del material (espesor, superficie, aditivos, etc.). Un material de cubierta debe de transmitir la máxima radiación de onda corta, ya que es en ésta donde se encuentra la fracción de radiación PAR. De la radiación transmitida, parte será difusa y parte directa, dependiendo del material de cubierta. Una proporción elevada de radiación difusa evitará posibles quemaduras y especialmente en cultivos de porte alto permitirá que las hojas localizadas en niveles inferiores reciban más radiación, ya que las hojas del primer nivel interceptan la mayor parte. La radiación difusa cuando incide sobre un objeto lo hace en todas las

( 126 ]

Evolución de las estructuras y cubiertas de invernadero en el sureste español

direcciones (como una bóveda) con lo que a penas se producen sombras. Una forma sencilla de identificar un material con elevada proporción de radiación difusa, es simplemente observando si existen sombras bien definidas dentro del invernadero. Los valores de transmisividad que proporcionan las casas comerciales están referidos a condiciones que no se presentan en la práctica, es decir, cuando la luz incide perpendicularmente sobre la cubierta, así, son valores normales de más del 90% en transmisividad a la luz visible. 1 0,9

Exterior

0,8 0,7

w/m2

0,6

PE Térmico

0,5 0,4 0,3 0,2 0,1

00

68

11

36

10

10

2

04 10

0

97

8

94

6

90

4

87

2

84

0

81

8

78

6

74

4

71

2

68

0

65

8

62

58

4

6 55

2

52

0

49

8

46

6

42

4

39

2

36

33

30

0

0

nm

 FIGURA 3. RADIACIÓN PARA LAS DISTINTAS LONGITUDES DE ONDA FUERA Y DENTRO DEL INVERNADERO. La Figura 3, muestra cómo se reduce la radiación por el efecto de un material de cubierta para las distintas longitudes de onda de la radiación solar. Es importante resaltar que en la franja PAR (400-700 nm) la transmisividad se reduce fuertemente. En el Cuadro 1 se muestran los valores medios de transmisividad Solar y PAR de un invernadero simétrico con orientación E-O y pendiente de 8º. La radiación Solar media durante todo el ciclo fue del 61%, oscilando entre el 68% y el 54%. Para el mismo período la transmisividad media de la radiación PAR fue del 52%, es decir, un 9% inferior a la Solar, variando entre el 63% y el 44%. Los valores reales son muy inferiores a los valores máximos ‘teóricos’ de ahí que debamos de buscar materiales con la mayor transmisividad posible. 

CUADRO 1. TRANSMISIVIDAD (G) MEDIA MENSUAL (%) DE LA RADIACIÓN SOLAR Y PAR EN INVERNADERO DURANTE LA CAMPAÑA 93-94.

G

OCT

NOV

DIC

ENE

FEB

MAR

ABR

MAY

JUN

JUL

AGO

SEP

SOLAR

67

68

60

62

64

61

65

59

58

54

58

57

PAR

61

63

49

52

54

53

57

51

49

44

47

46

4. ( MATERIAL DE CERRAMIENTO FRENTE A LA RADIACIÓN DE ONDA LARGA ]

La radiación recibida sobre la tierra es una fracción de la recibida fuera de la at-

( 127 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

mósfera y dependerá de la masa de aire, turbidez de la atmósfera y contenido de agua en el aire. Esta fracción es la responsable del calentamiento del invernadero, siendo absorbido por las plantas y suelo. También éstos, al ser cuerpos negros se comportan como tales y emiten radiación a diferentes longitudes de onda. La atmósfera ejerce de barrera a gran parte de la longitud de onda larga, sin embargo, hay una banda entre 7 y 14 µm, donde se encuentra la denominada Ventana de la Atmósfera, ya que por ella se pierde “inevitablemente” parte de energía emitida por los cuerpos negros, y que puede dar lugar a las inversiones térmicas. Precisamente es en esa franja donde se actúa para reducir las pérdidas desde el invernadero. La diferencia en temperaturas provocado por el efecto térmico puede variar en varios grados centígrados dependiendo de las condiciones atmosféricas. El PE tiene buena transmisividad a la radiación solar pero baja opacidad al infrarrojo (>70%) lo que provoca un escaso efecto invernadero. Mediante el uso de aditivos se consigue que el material absorba en esa franja la radiación, es el llamado PE térmico. Se asume que un plástico tiene efecto térmico cuando transmite menos del 20% de radiación de onda larga. La cubierta puede modificar la entrada y salida de radiación térmica. Ésta, es producida por los cuerpos negros (suelo, estructura, atmósfera, cubierta vegetal, etc.) y es función de la temperatura de ese cuerpo. Los cultivos para su desarrollo necesitan mantener una temperatura óptima, por debajo de la cual se aprecian mermas en producción. Durante el período nocturno, el invernadero como cuerpo negro emite y recibe radiación de onda larga. Este balance es negativo, es decir, el invernadero se enfría durante la noche. Mediante el uso de aditivos se puede reducir la radiación de onda larga que abandona el invernadero. En realidad lo que ocurre con un material térmico es que cuando éste absorbe total o parcialmente la radiación de onda larga aumenta de temperatura y emite hacia dentro y hacia fuera radiación de onda larga. Los procesos de transferencia de calor entre el exterior y el interior de un invernadero proceden de: • Radiación solar • Radiación térmica • Flujos de calor sensible y latente • Flujo de calor y acumulación procedentes del suelo • Conducción en la cubierta • Ventilación natural • Flujos de calor externo: calefacción

En el equilibrio las entradas y salidas de calor se igualan. El aporte de calor durante determinados períodos, aumenta la producción y calidad de las hortalizas. La tasa de combustible utilizado llega a ser un factor económico importante a la hora de mantener un salto térmico adecuado entre el exterior y el interior del invernadero, siendo mayor durante el período nocturno, debido a la ausencia de aporte de calor desde el Sol. Los plásticos térmicos reducen el consumo de combustible al reducir las pérdidas de calor por radiación (Figura 4).

( 128 ]

Evolución de las estructuras y cubiertas de invernadero en el sureste español

Evolución en el consumo volumétrico de gas 500 400

PE no Térmico

m3

300

PE Térmico

200 100

5/ 3

24 /2

16 /2

6/ 2

29 /1

21 /1

13 /1

2/ 1

23 /1

15 /1

4/ 12

26 /1

18 /1

10 /1

31 /1

25 /1

0

Fecha

 FIGURA 4. EVOLUCIÓN DEL CONSUMO DE COMBUSTIBLE (PROPANO) PARA UN MATERIAL TÉRMICO Y OTRO NO TÉRMICO. Para los diferentes materiales existe un coeficiente global de transferencia de calor (U), que nos indica la capacidad de cada material para conservar la energía, en él se engloban los distintos procesos de transferencia de calor: Material de cubierta

U (W m-2 k-1)

Cristal

6,0-8,8

Doble cristal

4,2-5,2

Doble policarbonato

4,8

Polietileno

6,0-7,8

Doble polietileno

4,2-5,5

U COEFICIENTE GLOBAL DE TRANSMISIÓN DE CALOR

Cuanta más radiación absorba el material, el invernadero se enfriará menos. Datos de ensayos muestran valores de temperatura de aire de hasta 2º C de diferencia de un plástico térmico frente a un no térmico. En el Cuadro 2, se muestran valores de radiación durante el período nocturno (radiación de onda larga). A partir de dichos valores podemos evaluar el ‘efecto invernadero’ que provoca la cubierta termoaislante de PE: si no existiera la cubierta de plástico (a las 03:00 h), el balance neto sería de -64 W m-2 (BNE = REI-RIR). El uso de la cubierta modifica el balance, tal que, el balance neto sobre invernadero (BNSI = REI - RER) es de -51 W m-2, lo que supone una reducción en un 20% respecto a la situación sin cubierta. Pero aún más, debido al efecto termoaislante del plástico el balance neto sobre la cubierta vegetal dentro de invernadero es de -13 W m-2 (BNDI = RII - RIR), lo que supone una reducción en un 80% frente al balance neto sin la cubierta de plástico (BNE).

( 129 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos



CUADRO 2. VALORES DE LA RADIACIÓN (WH M-2) DURANTE LAS HORAS NOCTURNAS DEL DÍA 02.04.94, TEMPERATURA DE PLÁSTICO Y RADIACIÓN TEÓRICA EMITIDA (F) POR EL PLÁSTICO DONDE:

HORA

REI

RER

RII

RIR

Tª plástico

F=Îs(Tª)4

01:00

329

381

380

393

12.2

375

02:00

324

372

369

385

10.5

366

03:00

323

374

374

387

11.9

374

04:00

318

370

369

383

10.3

365

05:00

322

372

372

384

11.9

374

06:00

320

372

370

384

10.9

368

REI = RADIACIÓN EXTERIOR INCIDENTE SOBRE LA CUBIERTA DE INVERNADERO. RER = RADIACIÓN EXTERIOR REFLEJADA DESDE LA CUBIERTA DE INVERNADERO. RII = RADIACIÓN EN INVERNADERO INCIDENTE SOBRE LA CUBIERTA VEGETAL. RIR = RADIACIÓN EN INVERNADERO REFLEJADA DESDE LA CUBIERTA VEGETAL. Tª = TEMPERATURA DEL PLÁSTICO.

La Figura 5 muestra los balances de radiación en exterior sobre invernadero y dentro de invernadero. Para períodos nublados, la temperatura del cielo es mayor y por ello la radiación exterior incidente (REI) aumenta, lo que conduce a una reducción del balance neto de radiación durante la noche, aproximándose a valores de 0 W m-2. En esta situación, la temperatura de radiación del cielo se aproxima a la temperatura del aire exterior, disminuyendo el riesgo de inversión térmica. 150 125 100 75

Wm3

50 25

BNDI

0 -25

BNSI

-50

BNE

-75 -100 0

4

8

12

16

20

24

Hora

 FIGURA 5. BALANCE DE ONDA LARGA SIN PLÁSTICO (BNE), CON PLÁSTICO SOBRE INVERNADERO (BNSI) Y DENTRO DE INVERNADERO (BNDI).

5. [ EFECTO ANTIGOTEO ]

El agua de condensación en la cara interna del material de cubierta reduce la radiación de onda corta, aumenta el riesgo de enfermedades al caer sobre los cultivos y favorece las quemaduras de los mismos.

( 130 ]

Evolución de las estructuras y cubiertas de invernadero en el sureste español

La luz cuando incide sobre una gota de agua, debido a su forma, refleja parte de la radiación (Figura 6) provocando pérdidas en la transmisividad. Mediante aditivos, se consigue que las gotas tiendan a ser planas y con una pendiente determinada de la cubierta retirar la lámina de agua. Los aditivos utilizados facilitan la adherencia de polvo sobre la superficie, lo que reduce la transmisividad del materia. Además dichos aditivos son extraidos con rapidez por el agua condensada, reduciendo el efecto antigoteo a pocos meses.

 FIGURA 6. EFECTO DE LA FORMA DEL AGUA DE CONDENSACIÓN EN LA CUBIERTA DEL INVERNADERO SOBRE LA RADIACIÓN. El uso de aditivos antigoteo puede en ocasiones no estar recomendado, como es el caso de la estructura tipo parral. Ya que la presencia de la malla de alambre interna, al estar en contacto con el plástico provoca que por dichos alambres gotee el agua. Así, es fácil observar en invernaderos tipo parral con plásticos antigoteo cómo los cultivos se mojan más que en uno sin antigoteo. Este efecto, es recomendable en estructuras de arco, donde los elementos en contacto con la cubierta son escasos. 6. ( EFECTO ANTIBOTRYTIS ]

En los últimos años, las investigaciones están apuntando hacia materiales con características fotoselectivas capaces de interrumpir el ciclo vital de los hongos y otros organismos. La esporulación y el crecimiento micelial de los hongos pueden, en parte, ser limitados mediante el uso de aditivos que absorban la franja de radiación vital para su desarrollo. Las experiencias en laboratorio han sido satisfactorias, aunque en campo, los resultados están más limitados, ya que existen muchas más interacciones de otros parámetros como son las variaciones de temperatura, la humedad relativa, la radiación (la presencia de ventanas provoca que la radiación en el interior del invernadero no esté totalmente filtrada), etc. 7. ( EFECTO FLUORESCENTE ]

Otra propiedad que se está explorando con los materiales plásticos es la fluorescencia.

( 131 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

El objetivo es absorber la radiación solar en las longitudes menos ‘útiles’ para la planta y reemitir la radiación en otras más eficientes para la fotosíntesis (próximas a los 650 nm), de esta forma sería posible aumentar la fotosíntesis global. 1,8

Irradiancia espectral (w/m 2)

1,6 1,4 1,2 1,0 0,8 0,6 0,4 0,2

00 11

00 10

0 90

0 80

0 70

0 60

0 50

0 40

30

0

0,0

Longitud de onda (nm) Exterior

Plástico normal

Plástico fluorescente

 FIGURA 7. ESPECTRO DE TRANSMISIVIDAD PARA PLÁSTICO NORMAL (POLIETILENO) Y FLUORESCENTE. Hay que tener especial cuidado ya que en la mayoría de los casos esos aditivos provocan también una reducción de la transmisividad en gran parte del espectro solar (Figura 7).

Estructuras de invernadero y su evolución en Almería 1. ( INTRODUCCIÓN ]

La buena situación en la que se encontraba el cultivo de uva de mesa durante la década de los 50, debido a sus buenas cualidades para resistir los envíos a grandes distancias, se desvaneció con el desarrollo de los medios de transporte (se redujeron en tiempo las distancias) y la aparición de aranceles (Arancel Aduanero Común). En el año 1958, se construyó el primer invernadero de plástico en España, concretamente en las Islas Canarias. Cinco años más tarde, se iniciaron los primeros ensayos en la zona costera de Almería (Roquetas de Mar). Se adoptó el sistema ‘enarenado’, procedente de la costa granadina (Pozuelo y La Rábita), donde se utilizaba una capa de arena en superficie que conseguía aumentar las producciones. Fue a partir de 1970 cuando los invernaderos experimentan su gran expansión. Así, apareció el invernadero tipo ‘Parral’, desarrollado a partir de la estructura procedente del cultivo de uva de mesa a base de postes de madera y un tejido de alambre, al cual se le añadió un segundo tejido de alambre para sujetar las láminas de plástico que formaban el material de cubierta. Desde entonces la expansión de los invernaderos ha sido continua en extensión y calidad de los mismos.

( 132 ]

Evolución de las estructuras y cubiertas de invernadero en el sureste español

2. ( EVOLUCIÓN ]

El invernadero parral, hoy día, sigue siendo una construcción sencilla que ha ido incorporando pequeñas mejoras, manteniendo su carácter artesanal y sobretodo la forma de sujeción del plástico (entre dos mallas de alambre). Se han mejorado aspectos tan importantes como: • mayor captación de radiación • mejor ventilación • mayor estanqueidad • mayor volumen del invernadero

La incorporación de sistemas de ventilación pasiva (ventanas laterales y cenitales) han mejorado las condiciones térmicas del invernadero, especialmente en las épocas de calor. Atendiendo a diferentes criterios los invernaderos tipo parral podemos clasificarlos (Pérez Parra, J.) por:  Geometría de la estructura: • Plana • Capilla simple o raspa larga • Multicapilla o raspa y amagado • Asimétrico

 Materiales empleados como soportes perimetrales e interiores: • Madera • Metálicos • Hormigón

Según A. Cuadrado (1997), respecto al invernadero parral podemos decir: • La geometría de la cubierta más frecuente, es la multicapilla o de raspa y amagado, persistiendo aún una presencia importante de invernaderos planos. • El material más empleado en la construcción de soportes perimetrales es la madera, seguido del tubo hueco de acero galvanizado y los perfiles de acero laminado. • Como material para soportes interiores, la madera es el material más utilizado, seguido del tubo hueco de acero galvanizado, siendo el hormigón de uso minoritario. • La dimensión media de los invernaderos se sitúa entre 0,5-1 ha. El 88% de los invernaderos tiene menos de 1 ha. • La antigüedad de las estructuras de invernadero: el 66% tiene menos de 10 años, el 16% entre 10 y 15 años y un 18% supera los 15 años. 3. ( PROCESO CONSTRUCTIVO ]

Las etapas principales son:

( 133 ]

• Replanteo y ejecución de muros de cerramiento de la parcela. • Cimentación: zunchos perimetrales, muertos y bloques de apoyo para soportes. • Colocación de esquineros. • Soportes perimetrales y cordadas de la malla estructural. • Elaboración del tejido superior. • Elaboración del tejido inferior. • Colocación de apoyos interiores. • Construcción de los amagados. • Elaboración de bandas y ventanas. • Colocación del plástico y punteo final. 4. ( ESTRUCTURAS TIPO INDUSTRIAL ]

Siendo mayoritaria la estructura tipo parral, desde hace años se encuentran presentes otras estructuras, las cuales en los últimos años están experimentando un crecimiento en superficie destacable. Son estructuras metálicas con perfiles redondos o rectangulares, donde el material de cubierta se sujeta en las correas mediante tacos, dejando el material tenso y sin perforaciones, proporcionando al invernadero un mayor hermetismo. Este tipo de estructura suele ir acompañada de sistemas de control de clima más o menos sofisticados. Las dimensiones varían de unas casas a otras, siendo lo más común arcos de 8 m de luz. La geometría mayoritariamente es circular, existiendo también asimétrica. La diferencia en cuanto a posibilidad de controlar el clima es clara a su favor, sin embargo como principal desventaja se encuentra su precio, superando en más de dos veces al parral. 5. ( BIBLIOGRAFÍA ]  Jones, G.,1983. Plants and microclimate. Cambrige University Press.  López Hernández, J.C. y López Gálvez, L., 1993. Comparación de dos materiales de cubierta para invernadero: uno de polietilenotermoaislante y otro un copolímero EVA con efecto antigoteo. Actas II Congreso Ibérico de Ciencias Hortícolas, Abril 1993.  López Hernández, J.C.,1994. Radiación de onda corta y larga bajo una cubierta de polietileno termoaislante.  McCree, K.J., 1972. Test of current definitions of photosyntheticaly active radiationagainst leaf photosynthesis data Agric. Meteorol., 10: 443-453  Nijskens, J., J. Deltour, S. Coutisse y A. Nisen, 1985. Radiation transfer trough covering materials, solar and thermal screens of greenhouses. Agricultural and Forest Meteorology 35 pg: 229-242  Ting, K.C. y Gene A. Giacomelli,1987. Solar photosynthetically active radiation transmission through greenhouse glazings. Energy in Agriculture, 6 pg: 121-132.

( 134 ]

( TEMA 5 ]

EL RIEGO POR GOTEO. MANEJO,

CÁLCULOS DE FERTIRRIGACIÓN Y OTROS PRODUCTOS

Juan Carreño Sánchez

Ingeniero Técnico Agrícola Juan José Magán Cañadas

Ingeniero Agrónomo Estación Experimental de Cajamar “Las Palmerillas”

El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

1. ( INTRODUCCIÓN ]

El riego por goteo consiste en la aplicación localizada del agua de riego al cultivo a través de unos emisores denominados goteros desde unas tuberías de distribución por las que circula a una cierta presión. Dado que el caudal de emisión de los goteros es bajo (de 2 a 4 litros por hora en cultivos intensivos), es posible aplicar dotaciones de riego pequeñas y frecuentes, por lo que se puede mantener el nivel de humedad del suelo próximo a la capacidad de campo sin grandes fluctuaciones. En esta situación, la planta tiene el agua a su disposición fácilmente y es menos costosa su absorción desde un punto de vista energético que en sistemas de riego de baja frecuencia, en donde los niveles de agotamiento hídrico del suelo son mucho mayores. Por tanto, con el riego por goteo pueden utilizarse aguas de peor calidad agronómica. Por otro lado, el riego por goteo permite aportar y localizar en las raíces de las plantas los fertilizantes que éstas necesitan para su desarrollo. Así, mediante un correcto manejo, es posible conseguir un alto aprovechamiento de esos abonos, minimizando las pérdidas que se producirían por lixiviación si se empleasen en sistemas no localizados. Del mismo modo, permite ahorrar agua y fertilizantes y fraccionar mejor el aporte de éstos, de acuerdo a las necesidades del cultivo en cada momento. Otra ventaja importante del riego por goteo es el ahorro de mano de obra que conlleva, lo cual viene a compensar el mayor coste inicial de infraestructura que requiere. Así mismo, no es necesaria una nivelación del terreno tan exacta como en el riego a manta. Todas estas ventajas han hecho que en los cultivos hortícolas bajo invernadero de la provincia de Almería se imponga este sistema de riego, el cual ha desplazado casi en su totalidad al riego a manta desde que se introdujo allá por los años 70 procedente de Israel. No obstante, todavía es posible encontrar algunos invernaderos en la zona de La Cañada y el Campo de Níjar en los que persiste el riego a manta. Por ello, parece interesante indicar algunas nociones sobre el manejo de este sistema antes de abordar el riego por goteo. 2. ( EL RIEGO A MANTA EN LOS INVERNADEROS DE ALMERÍA ]

El riego a manta consiste en la aplicación sobre la superficie del terreno de un cierto caudal de agua o «regante» en forma de lámina, que va escurriendo por gravedad a favor de la pendiente. De este modo, se trata de humedecer el suelo de la manera más uniforme posible. En suelos enarenados el terreno se divide en amelgas mediante caballones de arena, con el fin de distribuir mejor el agua. No obstante, en tomate, antes de realizar el aporcado, los primeros riegos se dan sobre la misma línea de cultivo, aprovechando que se ha abierto una regata en la arena para plantar el cultivo en la tierra. Cuando se aporcan las plantas, se hacen los caballones a lo largo de cada una de las líneas de cultivo. A partir de entonces, el agua se aplica en el espacio que hay entre dos líneas, pero normalmente sólo se riega cada dos arroyos, es decir, la mitad de la superficie, con el fin de evitar problemas de encharcamiento y de exceso de humedad en el ambiente.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

En otros cultivos como pepino, judía, etc, que no requieren de aporcado, se riegan las amelgas iniciales alternas en las que no está plantado el cultivo, con el fin de evitar el contacto directo del agua sobre el cuello de las plantas y que de este modo se produzca la instalación de agentes patógenos sobre esa parte vegetal. En la cabeza de las amelgas, a todo lo largo del invernadero, existe un surco igualmente de arena que sirve de acequia para distribuir el agua desde la balsa o pozo a cada una de las amelgas. Conforme éstas se van regando, se aporta arena en la cabeza para cerrarlas y evitar que entre más agua, pasando ésta a la siguiente amelga. La dotación de riego va a ser variable en función del tipo de suelo y de la época del año. Normalmente, el agricultor conoce bien el suelo que tiene y sabe el agua que admite. Así por ejemplo, si se trata de un suelo pesado de difícil drenaje, dará riegos más ligeros ya que, de lo contrario, al retener más el agua y percolar peor que en suelos de granulometría gruesa, podría originar problemas de asfixia radicular. Incluso, dentro de un mismo invernadero, puede haber zonas que requieran un tratamiento especial; esto es bien conocido por el agricultor. En épocas calurosas se admiten, lógicamente, dotaciones más altas debido a las mayores necesidades hídricas del cultivo, que van a hacer que el suelo se seque con mayor rapidez. En lo que se refiere a la frecuencia de riego, ésta va a ser muy variable según la etapa de desarrollo del cultivo y la época del año de la que se trate. El riego de plantación debe ser abundante y ha de mojar toda la superficie, con el fin de que la tierra alcance un tempero adecuado tras haberse encontrado un cierto tiempo seca. Tras la plantación se da un riego de secunde para evitar que las plantas acusen el estrés que supone el trasplante. Los riegos posteriores en plantaciones de verano de cara a ciclo de otoño, se suelen distanciar una semana, aunque puede ser aconsejable alargarlos más cuando el cultivo se encuentra demasiado exuberante y es necesario controlar su crecimiento y desarrollo con el fin de evitar que vegete excesivamente y vaya en perjuicio de la fructificación. En tomate, el riego anterior al aporcado debe ser abundante con el fin de humedecer bien toda la arena; de esta forma, al pegarla al tronco de la planta, favorecerá el desarrollo de una abundante cabellera radicular en esta zona, que va a ayudar al cultivo a nutrir la futura carga de fruto. Tras esta operación no es conveniente volver a regar durante un largo periodo de tiempo (al menos dos semanas), para evitar que se alcance en el tronco una alta humedad antes del enraizamiento, que podría originar la aparición de podredumbres de cuello, y para favorecer dicho enraizamiento. Una vez que el cultivo ha entrado en fructificación, los riegos se regularizan y, conforme se aproxima la época invernal, será necesario alargar el periodo entre riegos. En periodos lluviosos o de alta humedad ambiental, puede ser necesario distanciar los riegos más de un mes, por encontrarse la arena excesivamente mojada. En cualquier caso, el tempero del suelo nos indicará cuando regar. Posteriormente, al llegar la primavera, nuevamente las necesidades hídricas del cultivo aumentan, con lo cual los riegos son necesarios más frecuentemente (cada semana). Incluso puede resultar beneficioso dar un riego a toda la superficie de cultivo con el fin de mejorar la humedad ambiente en el interior del invernadero.

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El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

En lo que se refiere al abonado, en riego a manta es frecuente fraccionar el aporte de fertilizantes entre fondo y cobertera. Normalmente, el abonado de fondo se aplica sobre la superficie de la arena previo al riego de plantación, de forma que, al dar éste, dicho abono se disuelve y llega a la tierra. Dada la existencia de la capa de arena, no resulta normal mezclar el abonado de fondo con la tierra; sólo se hace en el caso de que se realice el retranqueo del suelo. En tomate, lo normal es aportar el abonado de fondo durante el aporcado, de manera que a lo largo de la línea de cultivo se echa un «chorrillo» de estiércol procesado y/o fertilizantes minerales, que queda enterrado al voltear la arena sobre el tronco de las plantas. Se suelen emplear unas cantidades de fertilizantes minerales que oscilan entre 500 y 2.000 kg·ha-1 y de fertilizantes orgánicos entre 1.000 y 1.500 kg·ha-1. Los primeros pueden ser una mezcla de abonos simples tales como sulfato amónico, superfosfato de cal y sulfato potásico, pero lo normal es que se empleen abonos complejos como el 15-15-15 por su mayor comodidad. Incluso, últimamente es frecuente el uso de fertilizantes de liberación lenta con el fin de ralentizar su solubilización, lo que permite disminuir las pérdidas por lixiviación y evitar daños sobre el cultivo debidos a una excesiva acumulación de sales en la rizosfera. En cuanto a los abonos orgánicos, en la actualidad está muy extendido el uso de estiércoles procesados, sueltos o peletizados, que se suministran en sacos de 25 ó 50 kg, utilizándose normalmente el estiércol a granel sin procesar sólo en la realización de nuevos enarenados y en retranqueos. Esto supone una cierta seguridad para el agricultor ya que los abonos orgánicos procesados deben estar libres de semillas de malas hierbas, patógenos, etc. En cuanto a la aplicación de fertilizantes en cobertera, ésta se realiza junto con el agua de riego. Para dosificarlos, lo que se hace frecuentemente es que un obrero va soltando puñados de abono al agua conforme ésta circula por la acequia a la entrada del invernadero. El obrero tiene que ir regulando el aporte en función del caudal de agua y las dosis de riego y abono. Otra forma de realizar la disolución, es haciendo una solución concentrada previa en un depósito, del cual se deja caer un chorrillo al agua de riego a través de un grifo. Éste se abre más o menos en función de la concentración realizada y de la rapidez del riego. En cualquier caso, la experiencia del agricultor va a ser decisiva para realizar una buena dosificación de los fertilizantes. El aporte de abonos en cada riego por unidad de superficie va a ser muy variable. Así, va a oscilar entre 10 kg·1.000 m-2 en los primeros riegos tras la plantación, hasta 60 kg·1.000 m-2 en invierno, ya que en esa época el periodo entre riegos es muy grande, como se ha comentado anteriormente. Del mismo modo, puede haber riegos en los que no se aporte abono en disolución, debido a que ya se haya hecho con anterioridad o se vaya aportar a continuación como abonado de fondo; esto puede suceder al principio de la plantación o en el riego previo al aporcado. También puede ocurrir que, ante la imposibilidad de regar en invierno, el agricultor se vea obligado a esparcir el abono sobre la arena para que se vaya disolviendo poco a poco. El tipo de abono empleado en las aplicaciones de cobertera va a ser variable en función de la etapa de desarrollo del cultivo y, por tanto, de las necesidades de éste. En cualquier caso, lo normal es que se utilicen sólo uno o dos tipos diferentes de fertilizantes en un mismo riego ya que, un número mayor dificultaría su manejo a la hora de realizar

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

la aplicación. Por ello es frecuente en riego a manta que el agricultor emplee abonos complejos que aportan al mismo tiempo los diferentes nutrientes que requiere la planta. Al inicio del cultivo, dado que los requerimientos de fósforo son elevados como consecuencia del desarrollo radicular y del inicio de la floración, normalmente el agricultor utiliza fosfato mono o biamónico. Posteriormente, conforme el fruto va desarrollándose y las necesidades de potasio van en aumento, es normal el empleo de nitrato potásico o de complejos tales como 15-15-15 ó 12-12-17, solos o en mezcla con el primero. En fase de máxima carga de fruto es muy empleado el complejo 19-19-19, el cual no sólo aporta los tres macronutrientes principales (N, P y K), sino también cantidades apreciables de microelementos, los cuales, como sabemos, son fundamentales para el buen desarrollo de los cultivos hortícolas, especialmente en etapas con elevados requerimientos nutricionales. En cualquier caso, utilizaremos el abono o la combinación de éstos que mejor se aproxime a las necesidades nutritivas del cultivo en la fase en la que se encuentre. Aunque, como ya se comentó al principio, el riego a manta está desapareciendo de las explotaciones almerienses en favor del riego por goteo debido a las ventajas que éste presenta, no cabe duda de que es interesante tener la posibilidad de regar por los dos sistemas. De esta forma, habitualmente se regaría con el sistema de goteo, mientras que, para la desinfección del suelo con productos tales como metan-Na, dicloropropeno, etc, se utilizaría el riego a manta. Esto es más conveniente porque, al utilizar el goteo, no aseguramos que se humedezca totalmente el terreno y, por tanto, pueden quedar zonas sin desinfectar, mientras que, con el riego a manta, el tratamiento es más uniforme y normalmente más eficaz. Sin embargo, el poder regar por los dos sistemas supone una inversión elevada y, además, actualmente se están construyendo explotaciones con una pendiente elevada que no permiten regar a manta, con lo cual sólo se instala riego por goteo, a pesar del interés apuntado que tiene el sistema mixto. 3. ( INSTALACIONES DE RIEGO POR GOTEO ]

La utilización del riego por goteo exige contar con agua a presión, que o bien se consigue aprovechando diferencias de nivel o se recurre a bombear el agua. Ya hay algunas comunidades de regantes que están sirviendo el agua a presión a sus usuarios, evitándoles el bombeo y también la necesidad de disponer de embalse de agua. 3.1. ( Componentes de una instalación de riego por goteo ]

Una instalación de riego por goteo tipo, usual en las explotaciones con invernaderos de Almería, consta de los siguientes elementos: • Impulsión (no es necesario en todos los casos) • Fertilización • Filtración • Red de distribución • Goteros

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El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

Los equipos de impulsión, de fertilización y de filtración forman la cabeza del sistema de riego por goteo, denominado ‘cabezal de riego’:  Impulsión Usualmente el equipo de impulsión aspira el agua de una balsa o embalse situado en la explotación y la impulsa hacia la red de distribución y los goteros, haciéndola pasar primero por el equipo de fertilización y por el de filtrado. Las bombas de riego son centrífugas, suelen estar accionadas por motores eléctricos, en la mayoría de los casos, o por motores de combustión (gasolina o diésel) cuando no se dispone de electricidad en la explotación. A veces se tiene en la explotación un generador de corriente eléctrica, para poder utilizar motores eléctricos cuando no hay conexión a la red eléctrica, o para que los motores eléctricos puedan funcionar cuando se interrumpe el suministro.  Fertilización Es una parte esencial de nuestras instalaciones de riego por goteo. Ya que permite incorporar y distribuir mediante el agua de riego los elementos fertilizantes, productos fitosanitarios, y otros productos, que aportamos al cultivo. Ha habido una evolución con el paso del tiempo, pasando de las ‘abonadoras’ o tanques de fertilización, que eran los más comunes en las primeras instalaciones de riego por goteo, a los modernos sistemas actuales con inyectores venturi o bombas de inyección que están controlados por programadores de riego en muchos casos. Actualmente podemos encontrar éstos sistemas, así como otros que hacen la introducción de los fertilizantes aprovechando la aspiración del equipo de impulsión.  Filtración Es importante tener un buen equipo de filtrado, ya que el gotero produce la pérdida de presión del agua haciéndola pasar por un conducto de un diámetro pequeño, donde se pueden formar fácilmente obturaciones por partículas que lleve el agua, llegando a taponar goteros, y por tanto afectando al cultivo. Hay varios elementos utilizados para realizar el filtrado, como filtros de arena, filtros de malla o filtros de anillas. Lo usual en nuestras instalaciones es encontrar filtros de malla o de anillas en la cabeza de la instalación, bien de limpieza manual o automática (ésta controlada por el programador de riego), y filtros de malla en la red de distribución. El equipo de filtración requiere un control continuo ya que su buen funcionamiento es muy importante para el resto de la instalación. Mediante los manómetros que hay situados antes y después del equipo de filtración sabremos si los filtros están limpios, cuando la diferencia de presión sea pequeña, o necesitan ser limpiados, cuando haya una gran diferencia de presión. Normalmente estableceremos una diferencia máxima aceptable, rebasada la cual procederemos a limpiar los filtros. Usualmente no se permite que esa diferencia pase de 5 m.c.a. (metro de columna de agua). Normalmente la limpieza de los filtros se realiza manualmente.  Red de distribución Desde la cabeza del sistema de riego el agua se distribuye por la explotación por una red de tuberías, con diámetros que no suelen ser mayores de 110 mm, siendo los

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

más usuales: 32, 40, 50, y 63, en tuberías de polietileno, y 75 y 90 mm, en tuberías de PVC (policloruro de vinilo). La última tubería o tubería portagoteros, de polietileno, suele ser de diámetro 12 ó 16 mm, normalmente van separadas a 1 metro entre sí, y su largo es inferior a los 30 metros. Dentro de la misma los goteros van a una separación de 50 cm, en la mayoría de los casos. La unidad de riego o superficie que se riega simultáneamente suele tener unos 5.000 m2, oscilando entre los 1.000 y los 10.000 m2. En su entrada suele haber una llave de paso, que se utiliza para regular la presión, a veces también se instala un manómetro y un regulador de presión.  Goteros El gotero es un elemento muy importante dentro de una instalación de riego por goteo. El agua llega al gotero con una presión de 10 m.c.a. normalmente, y es en el gotero donde pierde la presión y sale gota a gota. Los caudales de los utilizados en nuestras explotaciones suelen ser de 2 a 4 litros por hora. Hay varios tipos de goteros pero usualmente solo encontramos goteros interlíneas de laberinto y goteros autocompensantes de membrana, éstos son más utilizados en los cultivos sin suelo. Es aconsejable limpiar la red de distribución y los goteros, al finalizar la campaña de cultivo, con una solución ácida (ácido nítrico). 3.2. ( Equipos para la fertirrigación ]

La fertirrigación consiste en incorporar los fertilizantes al agua de riego. Su utilización se ha generalizado en las zonas de cultivo bajo plástico en Almería, siendo incluso anterior a la introducción de instalaciones de riego localizado. En el riego por inundación se empezó aportando los fertilizantes al agua de riego, fundamentalmente con trabajo manual, aunque hubo intentos de desarrollar mecanismos que hicieran este trabajo. A partir de la implantación de las primeras instalaciones de riego por goteo, a mediados de la década de los 70, empezaron a utilizarse simultáneamente equipos para la incorporación de los fertilizantes al agua de riego, que fundamentalmente fueron tanques de fertilización. Con el paso del tiempo se han ido incorporando otros sistemas y equipos, entre los que destacan, por orden cronológico, los equipos de inyección, la aspiración directa de la solución de un depósito por la bomba de riego, programadores que controlan inyectores y no controlan la CE y el pH del agua de riego, equipos de fertirrigación con venturis sin programadores, y por último equipos de fertirrigación automáticos controlados por programadores.  Tanque de fertilización Se implanta en Almería simultáneamente con los sistemas de riego por goteo, a mediados de la década de los 70. Fue el primer paso dado, junto con los inyectores, para el aporte de los fertilizantes mediante la red de riego.

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El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

Ha sido el sistema más empleado en Almería, seguido por el sistema de la aspiración directa de la solución de un depósito por la bomba de riego. Actualmente, aproximadamente un 25% de las instalaciones de riego tienen tanque de fertilización. Los tanques de fertilización son depósitos cerrados, construidos de fibra, o metálicos, donde se deposita el abono. El sistema de fertirrigación consta, fundamentalmente, de un tanque o abonadora, unido a la red principal de riego por dos mangueras flexibles, y otros elementos, como llaves y manómetros, utilizados para el manejo del tanque de fertilización (Figura 1). Para hacer el aporte de fertilizantes, el tanque de fertilización se incomunica de la red de riego mediante las llaves, para echar los fertilizantes en el tanque de fertilización. Posteriormente se abren las llaves de entrada y salida de agua, que comunican el tanque de fertilización con la red de riego, y se cierra en parte la llave que hay entre las válvulas anteriores. Esta llave es fundamental para el funcionamiento del tanque de fertilización, ya que produce una diferencia de presión, que obliga al agua a pasar por el tanque de fertilización, arrastrando con ella los fertilizantes. La incorporación de los fertilizantes en la red de riego se realiza con poco control, por lo que la concentración de fertilizantes en el agua de riego es variable a lo largo del tiempo de riego.

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3 1. TANQUE DE FERTILIZACIÓN. 2. LLAVE. 3. LLAVE DE DESAGÜE.

 FIGURA1. TANQUE DE FERTILIZACIÓN.  Inyección Las instalaciones de riego con equipos de inyección son una minoría, menos del 5% del total. Su implantación se extendió sobre todo en instalaciones de riego de semilleros, a partir de mediados de la década de los 80. Supone un segundo paso en la mejora de los equipos de fertirrigación, después del tanque de fertilización, aunque han estado presentes desde el principio en algunas instalaciones de riego localizado de la zona.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Con los inyectores se toma una solución con fertilizantes, de un depósito sin presión, y se inyecta en la red de riego a una presión superior a la del agua de riego. El equipo de inyección consta, básicamente, de un depósito abierto donde se prepara la solución de fertilizantes, y una bomba inyectora, de pistón o membrana, que puede ser hidráulica o accionada por un motor eléctrico o de combustión. (Figura 2). Es importante impedir que el depósito se vacíe completamente, y entre aire en la red de riego. Para aportar los fertilizantes, estos se disuelven en agua en el depósito y, posteriormente, desde el depósito la bomba los va inyectando en la red de riego. En el depósito es conveniente tener agitadores o removedores, los más usuales son los de inyección de aire (burbujas) y los de hélice, para mantener la homogeneidad de la disolución, evitando la precipitación del abono disuelto. Con este sistema, los fertilizantes se inyectan en el agua de riego de una forma más constante, a lo largo del tiempo de riego, que con el tanque de fertilización.

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1. BOMBA INYECTORA. 2. DEPÓSITO CON SOLUCIÓN NUTRITIVA. 3. LLAVE. 4. LLAVE DE DESAGÜE.

 FIGURA 2. BOMBA INYECTOR.  Aspiración directa Los sistemas en los que se emplea la aspiración directa de la solución de un depósito por la bomba de riego, se empiezan a utilizar a mediados de la década de los 80. Ha sido el primer sistema utilizado por muchos usuarios y el segundo para otros después de la abonadora, este segundo paso se produce porque el agricultor maneja más fácilmente la salida de la solución al ser un depósito abierto. En la actualidad aproximadamente un 15% de las instalaciones de riego utilizan este sistema. El sistema consta básicamente de un depósito donde se hace la solución de fertilizantes, que está conectado con el tubo de aspiración de la bomba de riego (Figura 3). Para aplicar los fertilizantes, éstos se echan en el depósito, éste se llena de agua,

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El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

después se hace un agitado manual y se procede a la introducción de esta solución en la red de riego abriendo la llave, ya con la bomba de riego en marcha. La introducción de la solución se produce por la aspiración de la bomba de riego. Este sistema tiene una gran facilidad para introducir la solución en la red, cuando la balsa está por debajo del nivel de la bomba. Sin embargo, si el embalse está por encima del nivel de la bomba, hay que producir una pérdida de carga en la aspiración, mediante el cierre parcial de una llave colocada a tal efecto.

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1. BOMBA. 2. DEPÓSITO CON SOLUCIÓN NUTRITIVA. 3. LLAVE. 4. BALSA O EMBALSE. 5. LLAVE DE DESAGÜE.

 FIGURA 3. ASPIRACIÓN DIRECTA.  Programadores que controlan inyectores y no controlan la CE y el pH del agua de riego

Su introducción en la zona se produce en la segunda mitad de la década de los 80. En la actualidad, las instalaciones de riego que cuentan con estos sistemas representan menos del 5% del total. Normalmente, sus usuarios han utilizado antes otros sistemas como el tanque de fertilización o la inyección. El sistema consta básicamente de: a) programador con programa que controla el funcionamiento del equipo. b) Uno o varios depósitos, donde se preparan las soluciones con fertilizantes. c) Una o varias bombas inyectoras, que aspiran las soluciones con fertilizantes y las introducen en la red de riego. Y d), según la complejidad del equipo, podemos encontrar, contador de agua con emisor de impulsos (cuando el control del riego se hace por volumen de agua y no por tiempo de riego), electroválvulas, placa convertidora de señales y otros accesorios, entre los que a veces hay medidores de CE y pH. El aporte de fertilizantes se hace desde uno o varios depósitos. Cuando se trabaja con un depósito se prepara, para cada sesión de riego, una solución con fertilizantes compatibles, y se aportan en sucesivas sesiones de riego el total de elementos fertilizan-

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

tes necesarios. Cuando hay varios depósitos, se preparan en ellos, por separado, soluciones con fertilizantes compatibles y se aportan todos juntos en el momento del riego. La dosificación de fertilizantes se puede hacer: o bien estableciendo los porcentajes de las diferentes soluciones, de los depósitos, a inyectar en relación al volumen de agua del riego. O, en otros casos, estableciendo un tiempo de inyección dentro del total del tiempo de riego. Esto se hace cuando los equipos son menos sofisticados. En todos los casos, la inyección de los fertilizantes en el agua de riego, se produce por la acción de los inyectores, siendo uniforme a lo largo del tiempo en que se produce.  Equipos de fertirrigación con venturis sin programadores La introducción de los venturis, a gran escala, en las instalaciones de riego de la zona, se produce a finales de la década de los 80. En la actualidad aproximadamente un 15% de las instalaciones de riego tienen este sistema de fertirrigación. Está siendo un segundo paso, a continuación de los tanques de fertilización para algunos usuarios y un primer paso en algunas instalaciones nuevas. No necesitan energía eléctrica o combustible para su funcionamiento, igual que ocurre con los tanques de fertilización; por lo que su implantación se está realizando sobre todo en explotaciones donde no se dispone de energía eléctrica. Un sistema completo de fertirrigación con venturis, usual en la zona, consta de: • Tres depósitos, que se utilizan: uno para los fertilizantes con N-P-K, otro para los que contienen Ca y microelementos, y un tercero para el ácido nítrico, utilizado para la regulación del pH. • Tres venturis que succionan solución de cada uno de los depósitos y la van introduciendo en la red (Figura 4). • Mangueras, el conjunto de llaves de regulación y de rotámetros y los aparatos de medida de la CE y el pH. Actualmente las mediciones de pH y CE se hacen con medidores en continuo, lo que facilita el manejo. Para que se produzca succión es necesario que exista una diferencia de presión de 5 m.c.a. o más. Para hacer el aporte de fertilizantes, se preparan las soluciones en los diferentes depósitos, se abren las llaves que comunican el equipo de fertirrigación con la red de riego, y se van incorporando las soluciones por los venturis al agua de riego. La introducción de este sistema supuso sobre todo un cambio en la concepción de la fertirrigación, pasándose a controlar manualmente, a lo largo del tiempo de riego, el aporte de fertilizantes. Este control se puede hacer de tres formas: • Mediante mediciones de pH y CE en el agua de riego con fertilizantes, y en función de éstas actuando sobre las llaves que regulan los venturis. • Con mediciones, de los caudales inyectados de las soluciones, con rotámetros y manipulando las llaves de regulación y corte, colocadas junto a los rotámetros a la salida de los depósitos. • Con la combinación de ambos sistemas, que es lo más usual.

La succión del venturi se produce porque el estrechamiento provoca una alta presión a la entrada y una baja presión a la salida, y ésta ocasiona la succión en ese punto.

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El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

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1. VENTURI. 2. DEPÓSITO CON SOLUCIÓN NUTRITIVA. 3. LLAVE. 4. LLAVE DE DESAGÜE.

 FIGURA 4. VENTURI.

 Equipos de fertirrigación automáticos controlados por programadores La utilización de estos sistemas, los más sofisticados hasta el momento, ha ido asociada a la implantación de los cultivos sin suelo. Se introducen en la zona a finales de la década de los 80. Actualmente, aproximadamente un 35% de las instalaciones de riego tienen estos sistemas. Muchos usuarios están llegando a ellos después de haber utilizado tanques de fertilización, otros han utilizado antes equipos de fertirrigación con venturis sin programadores, siendo esto aconsejable, por ser un paso intermedio en el que se familiarizan con la utilización de soluciones nutritivas, control de pH y CE, etc. El conjunto del sistema consta de: • Programador con programa que gestiona el funcionamiento del equipo. Normalmente, estos programas pueden ser cambiados para que el equipo gane en prestaciones. • Depósitos con soluciones fertilizantes. • Bombas inyectoras, o bien venturis, que aspiran las soluciones con fertilizantes. Pudiendo introducirlas directamente en la red de riego, o en un tanque de mezclas, desde donde irán a la red de distribución del agua de riego. • Según la complejidad del equipo, podemos encontrar: contadores de agua con emisores de impulsos, electroválvulas y diferentes sondas (de CE, de pH, de nivel de agua en una bandeja de demanda, de radiación, de evaporación, etc.). También placa convertidora de señales y otros accesorios, entre los que a veces va el ordenador para guardar y procesar información sobre los riegos.

En estos equipos, el control del aporte de fertilizantes se hace preestableciendo un pH y CE del agua de riego, que de una forma automática el equipo va controlando, aportando para ello soluciones de los diferentes depósitos. También se establecen porcentajes del tiempo de inyección de los diferentes depósitos.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Normalmente se tienen cuatro depósitos, destinados a contener soluciones con: ácido fosfórico, nitrato potásico, ácido nítrico y nitrato de cal y microelementos. También se tiene un depósito adicional, conectado con un inyector o venturi a la red de riego, después del equipo de fertirrigación, para introducir ácidos húmicos y otros productos como insecticidas, fungicidas, desinfectantes de suelo, etc. Estos equipos, en principio, parece que son los que más futuro tienen, ya que permiten un buen control de la fertirrigación, y liberan al agricultor de esta tarea. El riego se puede realizar en función de diferentes parámetros: radiación, evaporación, demanda (cuando tenemos bandejas de demanda), por tiempo (a horas fijas o cíclico en el tiempo), por volumen, e incluso relacionando estos parámetros. Normalmente, el agua entra en el sistema de fertirrigación desde el tramo de la tubería de la impulsión de la bomba de riego, antes de los filtros, y vuelve con los fertilizantes a introducirse en la red de riego, en el tramo de tubería de aspiración de la bomba de riego. Cuando la instalación dispone de tanque de mezclas, ya poco utilizados y sólo en instalaciones antiguas, el conjunto del equipo de fertirrigación va unido a la red de riego por dos electrobombas, una que toma el agua de la red y otra que la impulsa después de incorporados los fertilizantes. La conexión de estas bombas con la red de riego puede ir antes o después de la bomba de riego, preferiblemente antes por el efecto de homogeneización del agua con los fertilizantes que realiza la bomba de riego. 4. ( CRITERIOS DE FERTIRRIGACIÓN ]

Como se ha comentado anteriormente, la fertirrigación consiste en la aplicación conjunta de agua y fertilizantes. Aunque, según hemos visto al hablar del riego a manta, en este sistema también se pueden aplicar los fertilizantes junto con el agua de riego, el mejor aprovechamiento se consigue cuando se utiliza un sistema de riego localizado como puede ser el riego por goteo. Como se ha comentado en el apartado 1, el riego por goteo junto con la fertirrigación permite obtener importantes ventajas. Pero, para conseguir la mayor eficacia de la fertilización, es necesario partir de un suelo en las condiciones más óptimas posibles en cuanto a presencia de materia orgánica, nivel de sodio intercambiable, etc. A pesar de ello, muchos agricultores almerienses están descuidando su suelo, de manera que es frecuente encontrar enarenados que no se han retranqueado durante muchos años. El problema es que estas operaciones de mantenimiento suelen ser costosas y engorrosas y por ello el agricultor trata de distanciarlas lo máximo posible en el tiempo. No cabe duda de que el técnico debe conseguir que el agricultor realice un análisis de suelo fiable al inicio de campaña, antes de la plantación. A través de este análisis sabremos si resulta conveniente aportar una cierta cantidad de estiércol para incrementar los niveles de materia orgánica, aplicar yeso para liberar el exceso de sodio adsorbido al complejo de cambio, aportar azufre para modificar la alcalinidad del suelo, etc. Así mismo nos permitirá conocer los niveles de fertilidad, principalmente en cuanto a fósforo y potasio se refiere, y saber si es necesario aportarlos como abonado de fondo con el fin de iniciar la fertirrigación a partir de unos niveles deseables. Dichos niveles son convenien-

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El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

tes como reserva de seguridad ante posibles deficiencias que pueden producirse en la fertirrigación. En este abonado de fondo pueden utilizarse fertilizantes tradicionales como sulfato amónico, superfosfato de cal y sulfato potásico, los cuales deben ser añadidos con suficiente antelación a la plantación para evitar que dañen las raíces del cultivo; se debe dar un par de riegos abundantes antes del trasplante para evitar dicho efecto. También se pueden emplear fertilizantes de liberación lenta para que no se produzca este problema pero, al liberarse durante el cultivo, se puede perder el control del mismo. Una vez que el suelo se encuentra en adecuadas condiciones, es el momento de iniciar la fertirrigación con el fin de satisfacer las necesidades nutricionales del cultivo. Para ello se pueden seguir dos criterios: uno más tradicional que consiste en adaptar el suministro de nutrientes, en sentido cuantitativo, a las necesidades teóricas del cultivo en cada momento; y otro más fisiológico y de sentido más cualitativo, que trata de aportar una disolución fisiológica, equilibrada iónicamente, de modo que contenga todos los elementos nutritivos que necesita el cultivo. Éste último es el criterio que se emplea en hidroponía y el que se está extrapolando al cultivo en suelo actualmente. Veamos cada uno de ellos. 4.1. ( Criterio de aporte de fertilizantes en función de las necesidades teóricas del

cultivo ]

Consiste en aportar en cada periodo del ciclo del cultivo la cantidad que se prevé absorba éste de cada uno de los elementos esenciales que necesita para su desarrollo. Para ello hay que estimar en primer lugar la cosecha final que se espera obtener y, en función de ésta, calcular las necesidades totales de cada nutriente. Éstas van a ser un tanto por mil del peso de la producción final y resultarán variables en función de la especie de la que se trate. A continuación, hay que repartir las necesidades totales de cada nutriente entre los distintos periodos del ciclo del cultivo, en función de los requerimientos en cada uno de ellos, y a su vez repartirlas equilibradamente entre los diferentes riegos que se realicen dentro de cada periodo. Para terminar, lo único que quedará por hacer es transformar las necesidades de cada uno de los elementos nutricionales en cantidades de fertilizantes comerciales a suministrar. El problema es que se dispone de pocos estudios de absorción de nutrientes realizados en nuestra zona y además éstos se han hecho para unas condiciones ambientales, variedades y épocas del año dadas, por lo que las necesidades nutricionales calculadas pueden variar de las de nuestro caso concreto. Dada la escasez de información acerca de la absorción de nutrientes por los cultivos, a la hora de dar recomendaciones, los técnicos han utilizado lo que se denominan equilibrios de absorción, que son las cantidades de nutrientes absorbidas referidas a la cantidad de nitrógeno requerida por el cultivo. Así por ejemplo, supongamos que un cultivo en una determinada fase de su desarrollo presenta el siguiente equilibrio de absorción: 1:0,3:2,5. Esto quiere decir que por cada unidad fertilizante de N que absorbe, también requiere 0,3 de P2O5 y 2,5 de K2O. Por tanto, los abonos suministrados deben mantener el equilibrio mencionado. A la hora de establecer el equilibrio entre nutrientes, el técnico también puede

( 149 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

hacer uso de la información que recibe a través de la visión macroscópica del cultivo, para lo cual habrá que tener en cuenta las funciones de cada elemento, que son: • Nitrógeno: como sabemos, forma parte de las proteínas y tiene un gran efecto sobre el crecimiento de la planta, aumentando el volumen de los órganos vegetativos. Su exceso puede originar un desarrollo demasiado exuberante del cultivo y hace a éste más sensible al ataque de enfermedades. • Fósforo: su principal papel es como transportador de energía (ATP) e influye en el crecimiento y desarrollo del sistema radicular. Del mismo modo actúa sobre el desarrollo floral. • Potasio: es el elemento que mayor influencia tiene en la calidad del fruto ya que actúa sobre la consistencia y el contenido de azúcares del mismo. En invierno es importante su efecto paralelo a la función fotosintética ya que, debido a sus propiedades isotópicas (el K natural contiene 93% de K39, 7% de K41 y 0,1% de K40), emite radiaciones b y a, cuya energía se suma a la de la luz. En caso de exceso, la planta llega a realizar consumos de lujo. • Calcio: aparte de sus funciones metabólicas, el calcio es el elemento plástico por excelencia, formando parte principal de las paredes celulares. La planta lo toma de forma pasiva y con gran dificultad, especialmente en condiciones de alta salinidad en la raíz y/o fuerte transpiración. Su deficiencia puede originar graves fisiopatías (blossom end rot en tomate y pimiento, por ejemplo). • Magnesio: es el componente esencial de la clorofila, por lo que es fundamental para el proceso de fotosíntesis. • Azufre: es un componente esencial de algunos aminoácidos y proteínas. Sin embargo, con los equilibrios de absorción no sabemos la cantidad absoluta de nutrientes a aportar. Lo que habitualmente han hecho los técnicos es recomendar la aplicación de una cantidad de fertilizantes cuya suma oscile entre 1 y 6 kg por cada 1.000 m2 de cultivo y hora de riego en función de la etapa de desarrollo. Lógicamente, la dosis más baja se aplicará al inicio del cultivo y se irá aumentando progresivamente conforme lo requiera éste. Normalmente, se pretende que la cantidad máxima de fertilizantes aportados en el agua de riego sea de aproximadamente 1 gramo por cada litro de agua, con el fin de evitar un aumento excesivo de la conductividad eléctrica que perjudique al cultivo, aunque puede haber situaciones en las que convenga elevar esta dosis.

( Criterio de aporte de fertilizantes en base a una disolución fisiológica equilibrada iónicamente ] 4.2.

Aunque el criterio de aporte de fertilizantes que se ha descrito en el apartado anterior es válido y, de hecho, se ha utilizado durante bastante años, en la actualidad ha entrado en desuso con el empleo masivo de cabezales automáticos que regulan la inyección de fertilizantes por conductividad eléctrica y pH. En estos sistemas se indica un porcentaje de inyección para cada una de las soluciones madre preparadas, estableciéndose una solución nutritiva que se mantiene constante a lo largo del riego.

( 150 ]

El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

Este cambio de criterios se ve respaldado por la idea de que el fin de la fertilización debe ser la consecución de una solución nutritiva en la rizosfera de la planta que sea óptima para ésta, con lo cual debe estar equilibrada iónicamente, y dicha solución debe sufrir la menor variación posible para que el cultivo no se vea afectado. De este modo, parece lógico tratar de conseguir dicho equilibrio partiendo de otro de entrada que va a ser el aportado. Este criterio es el que se ha utilizado clásicamente y se sigue usando en los cultivos sin suelo, pero ahora además se está empleando en los cultivos en suelo. El problema es que muchas veces se utilizan los mismos equilibrios iónicos de los primeros para los segundos y ello no debe ser así, pues el suelo no es un sustrato inerte como ocurre con materiales como la lana de roca o la perlita, sino que interacciona con la solución adsorbiendo unos iones y liberando otros para alcanzar un equilibrio dinámico. Además, ocurre que, si se suministra la misma solución nutritiva a un suelo que ha recibido en diferentes zonas distintos tratamientos previos (por ejemplo, una parcela se deja sin retranquear, a otra se le aporta estiércol de oveja y a otra gallinaza), la solución de la rizosfera será diferente en cada zona. Esto da a entender que el aporte de fertilizantes debe ser distinto en cada una de dichas parcelas, aunque se trate del mismo cultivo. Realmente, no es fácil saber cuál es la solución nutritiva de aporte ideal en unas condiciones dadas debido a la interacción que ejerce el suelo sobre ella. Por ello, lo más oportuno es seguir la evolución de la solución de la rizosfera e ir adaptando la solución de aporte para conseguir que la primera se aproxime a la deseada para el cultivo en cuestión. El método clásico que se ha utilizado para conocer la disponibilidad de nutrientes en la solución del suelo es el extracto saturado. Sin embargo, en la actualidad tiene mucho futuro y probablemente se imponga el uso de sondas de succión por las ventajas que presenta. Una sonda de succión es un elemento poroso (normalmente una cerámica porosa) de forma y tamaño variable, a través del cual penetra la disolución que hay en el suelo al aplicar vacío al sistema. Este elemento poroso va unido a un cilindro de PVC o metálico de diámetro ligeramente superior y de longitud variable dependiendo de la profundidad que se quiera muestrear. El cilindro de PVC va a su vez sellado por un tapón de goma, al que atraviesa un tubo de pequeño diámetro y paredes semirrígidas que se conecta al sistema de vacío. Una vez que la muestra se recoge en la cámara de la sonda de succión, ésta puede ser extraída por el tubo de descarga aplicando aire a presión a través del tubo de vacío. El uso de sondas de succión en los cultivos hortícolas bajo invernadero puede tener una gran aplicación ya que es el único método viable para extraer in situ la disolución del suelo, sin proceder a diluciones de la misma. De este modo permite conocer la composición iónica de la disolución mediante análisis y no sólo la conductividad eléctrica, como ocurre con el resto de técnicas in situ. Así mismo la extracción de la muestra es sencilla y poco costosa, no alterando el suelo, al contrario de lo que sucede con las técnicas de muestreo para la realización de análisis de suelo convencionales. Del mismo modo, al obtener una muestra líquida, el análisis es más rápido y barato. Según los resultados obtenidos por Lao Arenas (1998), la sonda de succión se comporta como un buen muestreador para pH, conductividad eléctrica, nitratos, potasio fos-

( 151 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

fatos y sodio; para calcio, magnesio, amonio y cloruros existe una alteración inferior al 15%, que puede ser asumida desde un punto de vista nutricional. En cambio, bicarbonatos y sulfatos presentan valores importantes de alteración y por tanto su determinación en la solución del suelo mediante sondas de succión no parece interesante. La normativa de utilización de las sondas de succión recomendada por Lao Arenas viene reflejada en la tabla siguiente: PASOS PREVIOS A LA INSTALACIÓN LAVADO (HCl o HNO3 1N) 24 h y luego con agua. Cargar las sondas en un recipiente con agua. INSTALACIÓN 1.-Ubicación Nº sondas: mínimo 2 sondas por parcela (detectar los valores extremos de la misma) Posición en el invernadero: tras muestreo previo y obtención de la CE, se elegirán los puntos con valores extremos. No colocar en líneas perimetrales. Posición respecto a la planta: en la línea portagoteros a 10 cm de la planta. Profundidad: Enarenado: 10 cm. Suelo: lo más cerca del sistema radical. TOMA DE MUESTRAS

VERIFICACIÓN DE LA CAPACIDAD DE SUCCIÓN. Comprobar si el volumen obtenido es superior a 100 cc y si se mantiene el nivel de vacío al abrir la válvula después de las 24 h.

2.-Instalación en enarenado 1.-Retirar arena y estiércol. 2.-Introducir sonda directamente en el suelo (si está seca o dura añadir agua). 3.-Introducción de la sonda perpendicular al suelo, si hay gran resistencia del suelo a la introducción se utiliza barrena de diámetro inferior a la cápsula. 4.-Apretar con los dedos el suelo entorno a la sonda hasta buen contacto (interfase suelosonda exenta de aire). Devolver estiércol y arena a su lugar.

3.-Cargado de la sonda: si no hay restos de

1.-Equilibrado de sonda con disolución del suelo (cargar dos veces la sonda y despreciar las primeras muestras obtenidas)

disolución (mismo método que recogida de muestras), se abre la válvula, se conecta la

2.-Para controlar potencial osmótico (carga

4.-Recogida de muestras: a las 24 horas. Se abre la válvula, se introduce el tubo conectado

diaria de la sonda). Para controlar los iones se debe cargar 24 horas antes del riego siguiente.

bomba, se aplica vacío hasta -70 kPa y se cierra la válvula.

a la jeringa y se succiona la muestra. Ésta se transfiere a otro recipiente. Finalmente, se cierra la válvula para evitar entrada de contaminantes.

MANTENIMIENTO DESPUÉS DEL CULTIVO

Al final del cultivo se limpia con ácido y se guarda hasta la siguiente campaña. FUENTE: LAO ARENAS (1998)

( 152 ]

El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

Realmente, no se dispone de muchos datos acerca de niveles óptimos de nutrientes en la solución del suelo. No obstante, Lao Arenas indica unos niveles medios correspondientes a la solución nutritiva y la del suelo para distintos parámetros nutricionales encontrados en cultivo de tomate en varias explotaciones comerciales del Poniente almeriense. Estos niveles quedan reflejados en la tabla siguiente: CEes dSm-1

Unidades

SN

Sonda

SN/Sonda

pH

100

5.99

7.83

0.76

CE

2.4

2.9

0.82

-1

11.67

12.69

0.92

Amonio

mmol·L

-1

1.59

0.69

2.30

Fosfatos

mmol·L-1

1.26

0.22

5.73

mmol·L

-1

7.94

6.02

1.32

mmol·L

-1

3.52

5.55

0.63

Magnesio

mmol·L

-1

1.99

4.23

0.47

Sodio

mmol·L-1

4.55

6.89

0.66

-1

4.79

7.34

0.65

Nitratos

Potasio Calcio

Cloruros

-1

dSm

mmol·L

mmol·L

FUENTE: LAO ARENAS (1998)

Según se observa, el pH del suelo se mantiene alto, a pesar del carácter ácido de la solución nutritiva. Esto es debido a la gran capacidad tampón del suelo y va a dificultar la absorción de determinados nutrientes, especialmente microelementos tales como hierro, manganeso o zinc en épocas de elevados requerimientos o de condiciones ambientales adversas (invierno). En cuanto a la conductividad eléctrica, ésta sufre un cierto incremento en el suelo con respecto a la solución nutritiva debido a la acumulación de elementos tales como sodio, cloruros, calcio y magnesio. Es interesante seguir la evolución de la conductividad eléctrica del suelo realizando extracciones semanales y midiendo su valor mediante un conductivímetro portátil ya que, de este modo, conoceremos el potencial osmótico (o) mediante la siguiente expresión: Ψ0 (MPa) = - 0,036 · CE (dS·m-1) La suma de este potencial y del matricial, que viene dado por la lectura del tensiómetro (entorno a -20 kPa), va a darnos básicamente el valor del potencial hídrico del suelo, que no conviene que rebase ciertos valores que dependen del cultivo del que se trate y de la época del año en la que nos encontremos, con el fin de que no disminuya excesivamente la velocidad de flujo xilemático. Un aumento del potencial osmótico supondrá una acumulación de sales en el suelo, y ello nos puede indicar unas mayores necesidades de lavado para contrarrestarlo o bien un aporte excesivo de algún nutriente. En lo que se refiere a los nitratos, es interesante seguir su evolución en la solu-

( 153 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

ción del suelo con el fin de evitar que su concentración se dispare, ya que ello podría originar un excesivo vigor del cultivo, con su posible influencia negativa sobre la fructificación y el ataque de enfermedades fúngicas y bacterianas, aparte de problemas de contaminación medioambiental. Los fosfatos son rápidamente retrogradados en el suelo y, debido a ello, aparecen en muy baja concentración en la solución de éste. Por ello no resulta lógico aportar altas concentraciones de este ion en el agua de riego. Incluso se han obtenido resultados similares comparando su aporte de forma continuada en la solución nutritiva, con el de una cierta cantidad en forma de superfosfato como abonado de fondo; esto hace que sea cuestionable la forma de aplicación actual de este elemento en el agua de riego. Según González (1991), es conveniente conocer los niveles disponibles de fósforo en el suelo mediante el método Olsen, de manera que, si la reserva es menor de 9 ppm, hay que aumentar la aplicación que se realiza; si es mayor a 25 ppm, hay que reducir la aplicación; y si es mayor de 140 ppm, se debe suprimir la aplicación. En cuanto al potasio, este elemento es retenido en el complejo de cambio y existe una reserva en el suelo que hace que se mantenga bastante constante su concentración en la solución del suelo a lo largo del cultivo, a pesar de que pueda disminuir el aporte en la fase final. No obstante, dada la gran importancia del potasio sobre la calidad del fruto, no resulta conveniente descuidar dicho aporte. El calcio y el magnesio tienden a acumularse en la solución del suelo debido a su alta presencia en el complejo de cambio en las condiciones de Almería. Frecuentemente no es necesario el aporte de magnesio debido a los niveles existentes en el agua de riego. Sin embargo, el calcio suele encontrarse descompensado respecto al otro ion en el agua, por lo que es normal su aporte con el fin de conseguir una relación Ca/Mg en la solución del suelo superior a 1 (si es posible, 2) que evite problemas de antagonismo. El sodio y los cloruros se acumulan siempre ya que son absorbidos en muy pequeña cantidad por el cultivo. Hay que evitar altas concentraciones de los mismos con el fin de que no se produzcan efectos antagónicos sobre otros elementos, como por ejemplo Cl/NO3, Na/Ca o Na/K. Esto se puede conseguir incrementando la dosis de riego y por tanto el lavado del horizonte de suelo superficial, que es donde se desarrollan la mayoría de las raíces en un cultivo enarenado. En definitiva, la disolución del suelo disponible para la planta es el parámetro fundamental para caracterizar el estado nutritivo del mismo y es principalmente a través de la fertirrigación como podemos modificar dicha disolución. Sin embargo, no se puede hacer un diseño generalizado de la fertirrigación ya que va a variar para cada caso. Lao Arenas aconseja la siguiente gestión de la fertirrigación mediante el uso de sondas de succión: • Conocimiento del estado nutritivo de la disolución del suelo inicial obtenido con las sondas. Mediante éste se conocerá la situación inicial y se podrá hacer la disolución nutritiva de partida. • Correcciones de los elementos nutritivos aportados a la solución nutritiva en función de las interacciones con el suelo (por análisis con la sonda) y cultivo. En el caso de desequilibrios nutricionales se debe repetir la analítica de la disolución del suelo cada 15

( 154 ]

El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

días hasta conseguir su mantenimiento dentro de los rangos apropiados. • Seguimiento semanal de la CE de la solución obtenida con la sonda. • Al inicio de la plena producción se debe repetir un análisis completo de la solución para corroborar que se encuentra a niveles adecuados. 5. ( FERTILIZANTES UTILIZADOS EN FERTIRRIGACIÓN ]

Dado que en fertirrigación los nutrientes aportados al cultivo van disueltos en el agua de riego, es fundamental que los fertilizantes utilizados sean solubles para evitar obturaciones en las tuberías y goteros. Por tanto, deben llevar en sus etiquetas las denominaciones «cristalino soluble» o «soluble para fertirrigación». Hay que distinguir entre aquellos productos fertilizantes que incorporan macronutrientes y aquellos que incorporan micronutrientes. 5.1. ( Fertilizantes que incorporan macronutrientes ]

Pueden ser sólidos o líquidos. Los primeros deben disolverse perfectamente en agua para su posterior empleo; pueden ser simples, si se trata de sales binarias que aportan uno o dos elementos fertilizantes, o complejos, si contienen dos o más elementos fertilizantes y proceden de reacciones químicas. En cuanto a los fertilizantes líquidos, ya van disueltos y sólo es necesario diluirlos; pueden ser simples (como los ácidos nítrico y fosfórico), binarios o ternarios. En las modernas instalaciones de riego por goteo se está imponiendo el uso de fertilizantes simples, ya que se dispone de varios depósitos de preparación de soluciones madre y un sistema de inyección eficaz, de forma que con tales fertilizantes es posible obtener una gran variedad de soluciones finales distintas y a menor precio que cuando se utilizan abonos complejos. Éstos eran más usados en instalaciones antiguas, las cuales normalmente sólo disponían de un depósito para realizar la solución madre y la inyección de ésta no era tan precisa, pues no se buscaba conseguir una solución nutritiva determinada, como ocurre actualmente, sino que el aporte total de nutrientes se ajustara a las necesidades de absorción del cultivo. El agricultor preparaba la solución cada vez que regaba y le era más cómodo utilizar un fertilizante que incorporara los distintos nutrientes en las proporciones de absorción del cultivo con el fin de pesar lo menos posible. En cuanto a los fertilizantes líquidos, los más utilizados son los ácidos nítrico y fosfórico. Los restantes no se encuentran tan implantados, a pesar de la facilidad de manejo que podrían suponer, probablemente debido a cuestiones económicas. Los fertilizantes simples utilizados más frecuentemente en fertirrigación son los siguientes: • Acido nítrico. Su fórmula química es HNO3 (peso molecular de 63) y se trata de un ácido fuerte cuya principal función, aparte de suministrar nitrógeno al cultivo, es la de acidificar el agua de riego para conseguir un pH óptimo de ésta de 5,5-6. Para ello se inyecta desde un depósito independiente al resto de fertilizantes, controlándose dicha inyección mediante las lecturas de un pH-metro, hasta alcanzar el valor deseado. Esta re-

( 155 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

ducción del pH del agua viene provocada por la destrucción de los bicarbonatos presentes en ella según la siguiente reacción: HCO3- + H +→ H2O + CO2

Aproximadamente, cuando en el agua de riego quedan sólo 0,5 mmol·L-1 de bicarbonatos, el pH está entorno a 5,5-5,8, es decir, el valor ideal que estamos buscando. Por tanto, a la hora de realizar los cálculos de abonado, aportaremos el ácido suficiente como para que quede sin neutralizar esa cantidad de bicarbonatos. No es conveniente neutralizar más ya que, a partir de ese punto, se produce una brusca bajada de pH con pequeñas adiciones de ácido, y esto puede resultar peligroso para el cultivo. En nuestras aguas es poco frecuente la presencia de carbonatos, pero puede aparecer si el pH es suficientemente alto (generalmente mayor que 8,2). Entonces la neutralización tiene lugar del siguiente modo: CO3= + 2H +→ H2O + CO2

La acidificación del agua de riego es conveniente no sólo para favorecer la asimilación de los distintos nutrientes en cultivos sin suelo, sino también para prevenir la formación de ciertos precipitados a pH alto como fosfatos de hierro o calcio, carbonatos, etc., que pueden provocar precipitaciones en las instalaciones de riego. El ácido nítrico también se emplea en los tratamientos de limpieza de las instalaciones que se realizan normalmente al finalizar la campaña con el fin de eliminar los precipitados, microorganismos y sedimentos sólidos originados que han podido atravesar los filtros. Para ello, una vez llenas de agua las tuberías de riego y alcanzada la presión de trabajo, se mantiene la instalación con agua a pH 2 durante una hora aproximadamente. Posteriormente, a la mayor presión posible, se abren los extremos de las tuberías primarias hasta que salga el agua limpia; se cierran y se realiza la misma operación con el resto de tuberías, hasta llegar a los ramales portagoteros. Cuando no se puede controlar el pH del agua, lo que se suele hacer es inyectar en el menor tiempo posible una cierta cantidad de ácido nítrico (unos 4 litros por cada 1.000 m2) y, cuando empieza a salir por los goteros (se observa un burbujeo), paran la bomba de riego. Así se mantiene unos quince minutos y a continuación se lava con agua para eliminar las posibles incrustaciones. Los preparados comerciales de ácido nítrico no son puros, sino que van diluidos en agua en diferentes porcentajes en peso, según se observa en el siguiente cuadro. Densidad (g·cm-3) Riqueza (% en peso de HNO3)

1,20

1,30

1,33

1,40

33

48

54

65

Estos valores de densidad habrá que tenerlos presentes para realizar los cálculos de fertirrigación. • Nitrato cálcico. Su fórmula química es: 5[Ca(NO3)2·2H2O]·NH4NO3 (peso molecular de 1080,5) ya que el nitrato cálcico comercial no es puro. Por tanto, este fertilizante

( 156 ]

El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

aporta una parte del nitrógeno en forma amoniacal, que es conveniente tener presente al realizar los cálculos de fertirrigación en cultivos sin suelo. No obstante, en cultivos en suelo este detalle no es importante y se puede suponer que es puro, con la siguiente fórmula química: Ca(NO3)2, realizando las siguientes proporciones para calcular la cantidad de nitrato cálcico necesario por litro de agua de riego: -1 1 mmol de Ca n mmol · L de Ca a aportar ———————— = —————————————— ⇒ X = ( mg · L -1 de Ca ) = 40 · n -1 X mg · L de Ca 40 mg de Ca

19 mg de Ca 40 · n mg · L -1 de Ca —————————— = ——————————— ⇒ -1 100 mg de N. cálcico Y mg · L de N. cálcico 100

⇒ Y = ( mg · L -1 de N. cálcico ) = ——— · 40 · n = 210,5 · n 19

El nitrato cálcico se usa básicamente como fuente de calcio, aportando nitrógeno. • Nitrato amónico. Su fórmula química es: NH4NO3 (peso molecular de 80). Sólo aporta nitrógeno, la mitad en forma nítrica y la otra en forma amoniacal. Se utiliza sobre todo en la fertirrigación de cultivos en suelo, aunque en los cultivos sin suelo también se emplea en etapas de rápido crecimiento con el fin de equilibrar un poco la absorción de aniones y cationes y evitar así aumentos excesivos del pH del drenaje y los subsiguientes problemas de precipitaciones y dificultades de absorción de nutrientes. • Sulfato amónico. Su fórmula química es: (NH4)2SO4 (peso molecular de132). Se trata de un fertilizante típico para abonado de fondo con el fin de evitar la lixiviación del nitrógeno pero, dada su gran solubilidad en agua, también se emplea en la fertirrigación de cultivos en suelo cuando es necesario aportar azufre. • Fosfato monoamónico. Su fórmula química es: NH4H2PO4 (peso molecular de 115). Se utiliza básicamente en cultivos en suelo como fuente de fósforo y, de forma secundaria, de nitrógeno, por lo que es muy típico su empleo en las primeras etapas de crecimiento del cultivo. • Ácido fosfórico. Su fórmula química es: H3PO4 (peso molecular de 98). Al tratarse de un ácido, también interviene en la destrucción de los bicarbonatos y en la consiguiente bajada del pH de forma similar a como lo hace el ácido nítrico. Por tanto, cuando se aplica, hay que tener presente dicho efecto y reducir el aporte de ácido nítrico. Se emplea para suministrar fósforo a cultivos tanto en suelo como sin suelo, especialmente cuando se quiere potenciar la floración. Los preparados comerciales, al igual que los de ácido nítrico, no son puros, sino diluidos en agua. Densidad (g·cm-3) Riqueza (% en peso de HNO3)

1,20

1,30

1,40

1,60

34

46

56

75

( 157 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Fosfato monopotásico. Su fórmula química es: KH2PO4 (peso molecular de 136,1). Se emplea básicamente como aporte de fósforo, aunque también suministra potasio, en aguas con pocos bicarbonatos en las que no se puede aplicar todo el fósforo como ácido fosfórico ya que ello determinaría una bajada excesiva del pH. Sin embargo, esto no es normal en Almería. • Nitrato potásico. Su fórmula química es KNO3 (peso molecular de 101,1). Es la principal fuente de potasio y además aporta nitrógeno. Su uso está ampliamente difundido en todo tipo de cultivos sometidos a fertirrigación, siendo especialmente importante en aguas de baja calidad agronómica. • Sulfato potásico. Su fórmula química es: K2SO4 (peso molecular de 174,3). Se utiliza como fuente de potasio cuando todo éste no se puede aportar como nitrato potásico con el fin de no sobrepasar los niveles de nitrógeno establecidos. • Sulfato de magnesio (sales de Epsonita). Su fórmula química es: MgSO4·7H2O (peso molecular de 246,3). Es la fuente de magnesio más utilizada. • Nitrato de magnesio. Su fórmula es: Mg(NO3)2·6H2O (peso molecular de 256,3). Se emplea para suministrar magnesio cuando no es limitante el aporte de nitrógeno. Dado que los volúmenes de agua que hay que aportar a los cultivos suelen ser elevados, es poco frecuente preparar directamente la solución nutritiva final y se recurre entonces a realizar una solución madre concentrada de 100 a 200 veces, con el fin de no tener que prepararla con demasiada frecuencia (normalmente una vez en semana), la cual se va inyectando mediante alguno de los sistemas estudiados al agua de riego para obtener dicha solución final. Solubilidad (g·L-1)

( 158 ]

Fertilizante

Riqueza

Reacción

Ácido nítrico 56%

N-12,6%

Muy ácida

0 ºC

15 ºC

30 ºC

Nitrato cálcico

N-15,5% CaO-27%

Básica

1020

1130

1526

Nitrato amónico

N-33,5%

Ácida

1180

2400

3440

Sulfato amónico

N-21% SO3-60%

Ácida

706

742

780

Fosfato monoamónico

P2O5-61% N-12%

Ácida

227

333

480

Ácido fosfórico 75%

P2O5-52%

Muy ácida

Fosfato monopotásico

P2O5-53% K2O-34%

Básica

148

197

285

Nitrato potásico

K2O-46% N-13%

Neutra

133

257

459

Sulfato potásico

K2O-50% SO3-47,5%

Ácida

74

102

130

Sulfato de magnesio

MgO-16% SO3-32,5%

Ácida

260

332

409

Líquido

Líquido

FUENTE: RINCÓN SÁNCHEZ (1993)

El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

El nivel máximo de concentración de la solución madre va a venir determinado por la solubilidad en agua de los distintos fertilizantes. Este parámetro, junto con otras características, viene reflejado en el cuadro anterior. Si en un mismo depósito han de mezclarse varios fertilizantes diferentes, normalmente se considera la solubilidad de aquel que resulte menos soluble como medida de seguridad. Cuando se prepara una solución concentrada, hay que tener en cuenta que existen algunos fertilizantes que no se pueden mezclar en el mismo depósito y entonces es necesario disolverlos en depósitos distintos. De este modo, al menos se necesitan dos bidones para dichas soluciones madre y un tercero para la solución ácida con la que se va a regular el pH. La incompatibilidad va referida fundamentalmente a las sales de calcio (nitrato cálcico), que no se pueden mezclar con todos aquellos fertilizantes que lleves fosfatos o sulfatos. En lo que se refiere a los fertilizantes sólidos complejos, en el mercado existe una gran variedad de los mismos pertenecientes a distintos fabricantes y con diferentes formulaciones para adaptarse a las necesidades de los cultivos en cada momento (1340-13, 19-19-19, 13-5-26, 20-5-10, etc). Muchos de ellos además incorporan micronutrientes con el fin de proporcionar una nutrición más completa y de que el agricultor pueda estar más despreocupado. A la hora de disolver estos fertilizantes, hay que tener presente que, si llevan fósforo, no se pueden mezclar con nitrato cálcico en solución concentrada por los problemas de incompatibilidad anteriormente comentados. Fertilizantes Líquidos CAN 17

KP 20-10 KN 10 KNC 29

pH

Densidad (g·cm-3)

N nítrico: 12% N amoniacal: 5% CaO: 12,5%

1-2

P2O5: 20% K2O: 10%

Riqueza (% en peso)

Aporte nutrientes por cc·L-1

Aumento CE (dS·m-1) *

mmol·L-1

ppm

1,5

NO3: 12,9 NH4: 5,4 Ca: 3,4

N: 255 CaO: 188

1,328·X

1-2

1,3 a 1,4

H2PO4: 3,8 K: 2,87

P2O5: 270 K2O: 135

0,44·X

N nítrico: 1,5% K2O: 10%

Ácido

1,1 a 1,2

NO3: 1,2 K: 2,44

N: 17 K2O: 115

0,35·X

N nítrico: 10,2% N amoniacal: 0,8% K2O: 7% CaO: 15,4%

Ácido

1,6

NO3: 11,7 NH4: 0,9 K: 2,4 Ca: 4,4

N: 176 K2O: 112 CaO: 246

1,192·X

K 15L

K2O: 15%

Ácido

1,16

K: 4

K2O: 187

0,53·X

Ac. Fosfórico 57/58%

P2O5: 40%

Ácido

1,4

H2PO4: 7,88

P2O5: 560

1,068·X

N nítrico: 9,5% N amoniacal: 1,5% CaO: 15,4%

1-2

1,5

NO3: 10,2 NH4: 1,6 Ca: 4,1

N: 165 CaO: 231

N nítrico: 11% N amoniacal: 8% CaO: 5,6%

Ácido

1,3

NO3: 10,2 NH4: 7,4 Ca: 1,3

N: 247 CaO: 73

CN 11

CAN 19

* X ES LA CONCENTRACIÓN DE FERTILIZANTE EN EL AGUA DE RIEGO EXPRESADA EN cm3 DE ABONO LÍQUIDO POR CADA LITRO DE SOLUCIÓN. LA CONDUCTIVIDAD ELÉCTRICA FINAL SERÁ LA DE LOS INCREMENTOS DEBIDOS A CADA FERTILIZANTE MÁS LA DEL AGUA DE RIEGO.

( 159 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Finalmente, en cuanto a los abonos líquidos, éstos suelen ser ácidos, ya que a pH bajo aumenta la solubilidad de los fertilizantes y de este modo se pueden preparar soluciones más concentradas y abaratar su transporte. Este carácter ácido permite que frecuentemente no sea necesario reducir el pH de la solución nutritiva. En el cuadro anterior se incluyen las características de algunos abonos líquidos y diversas fórmulas de conversión, ya que serán necesarias posteriormente en el apartado de cálculos de fertirrigación. Constantes de conversión:

• mg · L -1 P · 2,29 = mg · L -1 P2O5 • mg · L -1 Ca · 1,4 = mg · L -1 CaO -1 -1 -1 • mg · L K · 1,205 = mg · L K2O • mg · L Mg · 1,66 = mg · L -1 MgO Fórmulas de conversión ppm = cm3 de fertilizante líquido por litro x Densidad x Riqueza x 10 Nitrógeno

mmol · L -1 x 14 -1 cc · L = ——————————————— Riqueza N x Densidad x 10

Fósforo

mmol · L -1 x 31 x 2,29 -1 cc · L = ——————————————— Riqueza P2O5 x Densidad x 10

Potasio

mmol · L -1 x 39,1 x 1,205 -1 cc · L = ——————————————— Riqueza K2O x Densidad x 10

Calcio

mmol · L -1 x 40,08 x 1,4 -1 cc · L = ——————————————— Riqueza CaO x Densidad x 10

Magnesio

mmol · L -1 x 24,32 x 1,66 -1 cc · L = ——————————————— Riqueza MgO x Densidad x 10 FUENTE: CATÁLOGO NAVASA

5.2. ( Fertilizantes que incorporan micronutrientes ]

En fertirrigación, el aporte de micronutrientes al cultivo es fundamental con el fin de evitar que lleguen a ser limitantes pues, al estar las raíces confinadas en el bulbo húmedo, sólo exploran una parte del suelo, cuyo contenido en micronutrientes disponibles puede ser insuficiente para el buen desarrollo del cultivo. Además, hay que tener presente que los fertilizantes de macronutrientes son cada vez más puros para que resulten más solubles y esto hace que su contenido en micronutrientes sea menor. Del mismo modo, muchos de los cultivares que se utilizan en la actualidad son más productivos y resistentes a enfermedades, pero en muchos casos son menos eficaces en la extracción de

( 160 ]

El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

micronutrientes. Finalmente, hay que advertir que la presencia en el medio de sustancias húmicas favorece la disponibilidad de estos nutrientes y su movilización hacia las raíces, pero en la actualidad es frecuente encontrar suelos en los que se descuida la presencia de materia orgánica, por lo que este efecto se ve seriamente limitado. La aplicación de micronutrientes en cultivos en suelo sometidos a fertirrigación es especialmente importante en el periodo de máximos requerimientos del cultivo y en momentos en los que las condiciones ambientales dificultan la absorción, como ocurre en el invierno. No obstante, en etapas menos críticas, como al principio o al final de cultivo, no suele ser necesario el aporte de micronutrientes debido a la reserva existente en el suelo. En cambio, en cultivos sin suelo es absolutamente imprescindible el aporte de todos los nutrientes a lo largo del ciclo completo debido a la inexistencia de una reserva de este tipo, al menos suficientemente importante. Al igual que ocurre con los fertilizantes que incorporan macronutrientes, aquéllos que llevan micronutrientes deben ser solubles para poder emplearlos en fertirrigación, pero además deben ser estables a los valores de pH que existen en el medio de cultivo. En nuestra zona es muy frecuente encontrar suelos con un pH próximo a 8, lo que origina que los micronutrientes metálicos (Fe, Mn, Zn y Cu) aportados en forma inorgánica precipiten rápidamente hacia formas insolubles no disponibles para la planta. Por tanto, la aplicación de estos nutrientes en forma de sales inorgánicas no son válidas en nuestras condiciones y hay que recurrir al empleo de quelatos. Un quelato es un compuesto químico en el que una molécula orgánica rodea y se enlaza por varios puntos a un ion metálico, de manera que le protege de cualquier acción desde el exterior, evitando su hidrólisis y precipitación. Existen distintos tipos de quelatos, como son: EDTA, DTPA, HEDTA, EDDHA, EDDHMA, EDDHSA, etc. La eficacia de estos quelatos va a depender de su capacidad para mantener el ion en disolución, disponible para la planta, y la estabilidad de los mismos en el medio es función de las concentraciones de calcio y CO2 en éste, así como de su pH. El ion calcio actúa como competidor del ion quelatado y lo puede desplazar de dicho quelato. Por otro lado, al disolverse el CO2, origina ion bicarbonato, que es capaz de precipitar calcio en forma de carbonato cálcico y disminuir la competencia de este catión; además, el aumento de CO2 disminuye el pH que, en general, estabiliza los quelatos. Finalmente, un pH elevado puede provocar la descomposición del quelato y por tanto su ineficacia. El quelato EDDHA es muy utilizado en la aplicación de hierro debido a su estabilidad a pH elevados, pero existen distintos isómeros como son: para-para EDDHA, para-orto EDDHA y orto-orto EDDHA. De todos ellos, el más estable y conveniente a nuestras condiciones es el orto-orto. La reactividad frente a sustratos de este tipo de quelatos tan estables no depende tanto de la competencia de iones, sino de la posibilidad de ser retenidos en el suelo por óxidos amorfos o la materia orgánica, lo que provoca que no pueda llevar a cabo el transporte del ion hacia la superficie radicular. Esta retención depende del pH, siendo superior a bajos valores de pH, por lo que se recomienda su uso en sustrato con pH superiores a 6 ó 6,5. En definitiva, no por ser los quelatos más estables deben usarse sobre sustratos de pH bajo.

( 161 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

No obstante, en nuestra zona, normalmente va a convenir en cuanto a la aplicación de hierro, el uso de quelatos con grupos fenólicos como orto Fe-EDDHA u orto FeEDDHMA debido a los altos valores de pH que se alcanzan en el suelo. En la siguiente tabla se indican las características de diferentes tipos de quelatos de hierro. En lo que se refiere a otros microelementos metálicos, también es frecuente el uso de quelatos. No obstante, hay que tener en cuenta que el intervalo de pH en el que se mantienen estables resulta estrecho por lo que, si nos encontramos fuera del mismo, los resultados no serán los deseados. Así por ejemplo, los quelatos de Zn EDTA y DTPA son estables entre 6 y 7,5 u 8 respectivamente; por debajo, el Fe desplaza al Zn y, por encima, es el Ca el que podrá desplazarlo. Las características de diferentes quelatos de Zn, Mn y Cu se presentan en la tabla siguiente. Usos

Presentaciones **

Dosis por m3 de solución final *

Frecuencia semanal

Fe-EDTA

En disolución y sustratos con pH<6. No mezclar con cantidades elevadas de Zn, Mn (no quelados) y P o Ca.

4% LS 13% PS

50 g 15 g

1 1

Fe-DTPA

En disolución y sustratos con pH<7. No mezclar con cantidades elevadas de Zn, Mn (no quelados) y P o Ca.

4% LS 6% LS

25 cc 15 cc

2 2

Fe-HEDTA

En disolución y sustratos con pH<6,5. No mezclar con cantidades elevadas de Mn, P o Ca.

9% LS 5% LS

22 cc 40 cc

1 1

Fe-EDDHA

Evitar pH<4. Comprobar su riqueza en isómero orto. Evitar en sustratos orgánicos, con altos contenidos en arcillas o hidróxidos. No mezclar con P, ni con contenidos elevados de Cu.

4% LS 6% PS o MGR

40 cc 35 g

1 1

Fe-EDDHMA

Evitar pH<4. Evitar sustratos con altos contenidos en arcillas o muy arenosos con exceso de lavado.

6% MGR

35 g

1

Fe-EDDHSA

Evitar pH<4 y superiores a 8,5.

6% PS o MGR

35 g

1

* LAS DOSIS SON ORIENTATIVAS PARA LA FRECUENCIA INDICADA Y POR SUPUESTO DEPENDERÁN DEL CULTIVO. EN CULTIVOS SENSIBLES O CON SÍNTOMAS DE DEFICIENCIA AUMENTAR HASTA EL DOBLE. LOS PERÍODOS MÁS CRÍTICOS SON DURANTE EL CRECIMIENTO VEGETATIVO Y LA FLORACIÓN. A MAYOR FRECUENCIA LAS DOSIS DISMINUIRÁN PROPORCIONALMENTE.

**

LS: LÍQUIDO SOLUBLE. PS: POLVO SOLUBLE. MGR: MICROGRÁNULOS.

FUENTE: CADAHÍA LÓPEZ (1998)

En cuanto al B y el Mo, normalmente no constituyen un problema en nuestra zona; el primero porque suele estar presente en las aguas de riego, a veces incluso a niveles fitotóxicos, no siendo necesaria su aplicación si su concentración es mayor de 0,5 ppm; el segundo se requiere en pequeña cantidad y es mejor asimilado a pH básico, que es el que normalmente encontramos en nuestros suelos. No obstante, puede resultar necesario el aporte de dichos micronutrientes, para lo cual no se dispone de quelatos, ya que por su estructura química no pueden formarlos. Es frecuente su adición en forma de compuestos inorgánicos como el ácido bórico y el bórax para el B, o los molibdatos amónico y só-

( 162 ]

El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

dico para el Mo. En el mercado también existen productos en los que estos elementos se enlazan a moléculas orgánicas, como etanolamina o trietanolamina sin que, como queda claro, formen quelatos. Usos

Presentaciones **

Dosis por m3 de solución final *

Frecuencia semanal

Mn-EDTA

En disolución y sustratos con pH>5,5 y <7,5. No mezclar con cantidades elevadas de Fe y Zn (no quelados), P y Ca. Para sustratos muy porosos incrementar un 50% la dosis. También para uso por vía foliar.

2% LS 6% LS 12%PS

20 g 7,5 g 3,5 g

1 1 1

Mn-DTPA

En disolución y sustratos con pH>5,5 y <8,5. No mezclar con cantidades elevadas de Fe y Zn (no quelados), P y Ca. Para sustratos muy porosos incrementar un 50% la dosis. También para uso por vía foliar.

6% LS

3,5 g

2

Zn-HEDTA

En disolución y sustratos con pH>6 y <7,5. No mezclar con cantidades elevadas de Fe y Mn (no quelados), P y Ca. También para uso por vía foliar.

4% LS 8% LS 14% MGR o PS

10 g 5g 3g

1 1 1

Zn-EDDHA

En disolución y sustratos con pH>6 y <8. No mezclar con cantidades elevadas de Fe y Mn (no quelados), P y Ca. También para uso por vía foliar.

6% (no comercializado)

3,5 g

2

Cu-EDDHMA

En disolución y sustratos con pH>6 y <7,5. No mezclar con cantidades elevadas de Fe, Mn o Zn (no quelados) ni Mg o Ca.

14% MGR o PS

2,5 g

1

* LAS DOSIS SON ORIENTATIVAS PARA LA FRECUENCIA INDICADA Y POR SUPUESTO DEPENDERÁN DEL CULTIVO. EN CULTIVOS SENSIBLES O CON SÍNTOMAS DE DEFICIENCIA AUMENTAR HASTA EL DOBLE. LOS PERÍODOS MÁS CRÍTICOS SON DURANTE EL CRECIMIENTO VEGETATIVO Y LA FLORACIÓN. A MAYOR FRECUENCIA LAS DOSIS DISMINUIRÁN PROPORCIONALMENTE.

**

LS: LÍQUIDO SOLUBLE. PS: POLVO SOLUBLE. MGR: MICROGRÁNULOS.

FUENTE: CADAHÍA LÓPEZ (1998)

El Cl es el último microelemento requerido por los cultivos, pero se halla en cantidades más que suficientes en el agua de riego y en los fertilizantes utilizados habitualmente, por lo que no es necesario aportarlo. Dentro de las recomendaciones de uso de productos que incorporan micronutrientes, hay que decir que tradicionalmente los agricultores los han utilizado dosificados en riegos puntuales durante periodos de elevados requerimientos o en situaciones de carencia. Estos productos se aplicaban al final del riego, una vez aportados los macronutrientes para evitar la mezcla con éstos. En la actualidad, con la aparición de los cabezales de riego automatizados, se está tendiendo a aplicar los micronutrientes como si se tratara de un fertilizante más, buscando un equilibrio nutritivo a lo largo de todo el riego similar a lo que se realiza en cultivos sin suelo. De cualquier modo, aunque no se realice una aplicación continua de los mismos, resulta más conveniente aportarlos en pequeñas dosis y con frecuencia (cada una o dos semanas máximo), que en grandes cantidades y más distanciados.

( 163 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Por otro lado, las interacciones entre micronutrientes son normalmente muy marcadas y por ello resulta conveniente fertirrigar con todos ellos a la vez, pues de lo contrario se pueden producir alteraciones causadas por el desequilibrio entre ellos. En este sentido, es frecuente el uso de complejos de microelementos que aportan todos ellos. Sin embargo, normalmente el hierro suele estar presente en forma de quelato EDTA, que es poco asimilable en nuestras condiciones, por lo que deberemos acudir a un complejo que incorpore dicho elemento como quelato EDDHA o bien realizar nuestra propia composición en base a distintos productos comerciales de microelementos quelatados o acomplejados en la forma que convenga. Se puede preparar la solución madre de microelementos independiente del resto de fertilizantes pero, en el caso de que esto no sea posible, se pueden mezclar con abonos que incorporen nitratos (a excepción del ácido nítrico concentrado para evitar que se destruyan los quelatos por un pH excesivamente bajo), siempre que se añadan antes que éstos. Dado que las aguas de riego de nuestra zona presentan un pH elevado, resultará conveniente acidificar el agua con la que se va a preparar la solución madre hasta 6-6,5 si se van a utilizar quelatos de hierro EDTA o DTPA (éstos son muy utilizados en cultivos sin suelo, en los cuales se puede controlar mucho mejor el pH de la rizosfera, permitiendo, por tanto, la obtención de un buen resultado con los mismos). 6. ( OTROS PRODUCTOS APORTADOS A TRAVÉS DEL SISTEMA DE RIEGO POR GOTEO ]

Aparte de los fertilizantes, existen otros productos comerciales (lógicamente solubles en agua) que se pueden aplicar al suelo de forma localizada y con gran eficacia a través de la instalación de riego por goteo. Dentro de ellos tenemos las sustancias húmicas, los bionutrientes, los ácidos polihidroxicarboxílicos y algunos productos fitosanitarios. Finalmente también cabe referirse a los productos desinfectantes de suelo utilizados al final de la campaña. 6.1. ( Sustancias húmicas ]

Las sustancias húmicas son restos orgánicos ácidos de difícil degradación, con elevado contenido en grupos carboxílicos, fenólicos y quinónicos, cierta aromaticidad y con incorporación de nitrógeno heterocíclico. Dentro de ellas cabe distinguir a los ácidos húmicos, que constituyen la fracción más insoluble, y los fúlvicos, que tienen mayor solubilidad y generalmente presentan mayor cantidad de grupos funcionales y menor peso molecular. Las principales propiedades que se atribuyen a las sustancias húmicas son:  Físicas: • Mejoran la estructura del suelo. • Mejoran la capacidad de retención de agua del suelo. • Incrementan la temperatura del suelo debido al color oscuro.  Químicas: • Actúan como transportadores de metales, principalmente los ácidos fúlvicos.

( 164 ]

El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

• Presentan una elevada capacidad de intercambio catiónico (ácidos húmicos). • Controlan la disponibilidad de nutrientes y elementos tóxicos (ácidos húmicos). • Actúan como acidificantes.

 Sobre la biología del suelo: • Originan un ambiente adecuado al desarrollo de micro y macroorganismos.  Sobre la fisiología de las plantas: • Liberan sustancias de bajo peso molecular precursoras de hormonas vegetales. • Incrementan la absorción de micronutrientes. Pero, para que una sustancia húmica mejore las propiedades físicas del suelo, es necesario emplear dosis 1.000 veces mayores a las que se recomiendan habitualmente. Así mismo, para mejorar las propiedades químicas y biológicas, se requieren dosis entre 10 y 100 veces superiores. Por tanto, el efecto de interés de las sustancias húmicas debe centrarse en la acción sobre la fisiología de las plantas. En algunos casos sí se han visto mejoras en la absorción de micronutrientes, principalmente debidas a los quelatos originados por los ácidos fúlvicos. En cuanto a la liberación de sustancias precursoras de hormonas vegetales que puedan activar el crecimiento de la planta, éste es un tema escasamente estudiado y que se encuentra hoy en día en investigación. En la actualidad existe en el mercado un gran número de productos que incorporan sustancias húmicas cuya efectividad no está del todo clara. Es evidente que dicha efectividad debe aumentar al reducirse el aporte de estiércol al suelo en la preparación y conservación del mismo. Por otro lado, se ha observado la existencia en el mercado de algunos productos que incorporan sustancias que no son húmicas, aunque los análisis oficiales que hay al respecto los detectan como tales, por lo que es urgente mejorar la calidad de dichos análisis para evitar fraudes. En definitiva, muchas veces la aplicación de sustancias húmicas ha sido un fracaso debido posiblemente a la baja calidad de algunos productos y las dosis inadecuadas que se han empleado. En Almería, se suelen utilizar las sustancias húmicas al final del otoño y en invierno, cuando las condiciones ambientales adversas dificultan el desarrollo del cultivo. También, a veces, se emplean en postrasplante para favorecer el enraizamiento. Es habitual realizar aplicaciones de 1 ó 1,5 litros de producto comercial por cada 1.000 m2 de superficie que se repiten cada 1 ó 2 semanas según la situación del cultivo. Habitualmente se aportan al final de riego para que queden cerca de las raíces de la planta. En el caso de que se disponga de un cabezal de riego automatizado, es importante tener presente que las sustancias húmicas no deben pasar a través de las sondas de CE y pH ya que, de lo contrario, éstas se estropearían. Por ello, su inyección debe realizarse después de tales sondas. 6.2. ( Bionutrientes ]

Este grupo incluye una serie de productos que estimulan o activan los procesos naturales del metabolismo de las plantas. Dentro de él encontramos a los bioestimulantes,

( 165 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

como las vitaminas y enzimas, que estimulan sin que actúen como fuente de nutrición. Sin embargo estos compuesto son fácilmente metabolizados por los microorganismos del suelo, limitando enormemente su acción, por lo que normalmente se aplican por vía foliar. Otro grupo son los bioactivadores, que son aquellos que además actúan como fuente de nutrición. Dentro de ellos tenemos a los aminoácidos, cuyo origen puede ser variable (de síntesis, de fermentación enzimática, de hidrólisis o de origen vegetal como los extractos de algas). Estos productos aportan nitrógeno directamente utilizable por las plantas, ahorrando el gasto energético que implica la asimilación de los nitratos. Además, pueden incorporar triptófano, que es un precursor del ácido indol acético, por lo que este aminoácido podría incrementar el desarrollo radicular, consecuencia de la acción hormonal. Finalmente, provocan un aumento de la resistencia al estrés hídrico, salinidad, heladas, etc. Los aminoácidos provocan los mayores beneficios especialmente cuando la planta está sometida a algún estrés; es por ello que se utilicen especialmente en invierno con el fin de evitar que el cultivo detenga su actividad como consecuencia del descenso de la temperatura. También se emplean en cualquier otra fecha si el cultivo ha sufrido algún problema. Es habitual aplicar dosis de 1 ó 2 litros de producto comercial por cada 1.000 m2 según la riqueza del producto, repitiendo el tratamiento una o dos semanas después si el cultivo así lo requiere. Al igual que las sustancias húmicas, se suelen aportar al final del riego. También se pueden aplicar vía foliar. 6.3. ( Ácidos polihidroxicarboxílicos ]

Son una mezcla equilibrada de diversos ácidos orgánicos, entre los que destacan: glucónico, glutárico, oxálico, sacárico y trihidroxiglutárico, que incluyen además carbohidratos y calcio. Ligeras variaciones en su composición hacen que actúen unos formulados en suelos salinos y otros en suelos ácidos. En suelos salino-sódicos o en mezcla con aguas salinas, aportan a la solución del suelo calcio, reduciendo las sales de cambio (Na+), por lo que reduce el porcentaje de sodio intercambiable. Este intercambio se realiza a través de la actividad de los ácidos orgánicos, que actúan como transportadores o intercambiadores, e indirectamente provocan la mejora del drenaje y la estructura del suelo. También reducen las sales solubles, tales como Cl-, SO4=, HCO3-, etc, con lo que disminuyen la conductividad eléctrica. En los suelos ácidos (que no es el caso de Almería), el calcio se intercambia por iones H+, actuando los radicales ácido y los carbohidratos como quelantes. En definitiva, se consigue elevar el pH, mejorar la retención de los abonos aportados y corregir la carencia de calcio, si es que la hay. Se suelen emplear en dosis de 1 a 2 litros de producto comercial por cada 1.000 m2 en varias aplicaciones. Si se utilizan como corrector de aguas salinas, la dosis oscila entre 15 y 75 cm3 por cada m3 de agua de riego. 6.4. ( Productos fitosanitarios ]

Algunos productos fitosanitarios se aplican a través del sistema de riego por goteo, bien porque se utilizan contra enfermedades o parásitos radiculares, o bien porque pueden

( 166 ]

El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

ser absorbidos por las raíces del cultivo y translocados por el xilema gracias a su sistemia, lo que permite un ahorro de mano de obra ya que evita la aplicación foliar del mismo. Dentro de los productos fitosanitarios de aplicación al suelo contra patógenos radiculares tenemos, entre otros, los siguientes: • TMTD: fungicida preventivo de amplio espectro. Se aplica razón de 10 kg·ha-1 de producto comercial formulado al 80%. • Etridiazol (Terrazole): contra oomicetos, fusariosis, rizoctoniosis, etc. Se aplica a razón de 2 L·ha-1 de producto comercial formulado al 48%. • Pencicuron (Trotis): contra Rhizoctonia solani. Se aplica a razón de 4 L·ha-1 de producto comercial formulado al 25%. • Propamocarb (Previcur): contra Phytophthora, Pythium y otros ficomicetos. Se aplica a razón de 2 a 3 L·ha-1 de producto comercial formulado al 72,2%. • Quintoceno + Etridiazol (Terraclor super X): contra Fusarium, Phytophthora, Pythium, Rhizoctonia, etc. Se aplica a razón de 15 a 20 L·ha-1 de producto comercial formulado al 24 y 6% respectivamente. • TCMTB (Gardbus): contra Fusarium, diversos oomicales, Rhizoctonia, Verticillium, etc. Se aplica a razón de 10 a 15 L·ha-1 de producto comercial formulado al 29%. • Lindano: contra gusanos de alambre, grises, etc. Se aplica a razón de 1 kg·ha-1 de producto comercial formulado al 25%. En cuanto a los productos fitosanitarios sistémicos que se pueden aplicar en riego por goteo, dentro de ellos tenemos los siguientes: • Imidacloprid (Confidor): contra pulgones y moscas blancas. Se aplica a razón de 750 a 1.000 cc·ha-1 de producto comercial formulado al 20%. • Ciromazina (Trigard): contra larvas de minadores. Se aplica a razón de 250 g·ha-1 de producto comercial formulado al 75%. • Carbofurano (Carbasol, Garrot flow, etc.): contra nematodos, gusanos del suelo, áfidos, etc. Se aplica a razón de 5 L·ha-1 de producto comercial formulado al 20%. • Fenamifos (Nemacur): contra nematodos, áfidos, etc. Se aplica a razón de 10 L·ha-1 durante el cultivo y hasta 25 L·ha-1 en pretransplante de producto comercial formulado al 40%. Hay que diluirlo suficientemente en agua para que no afecte al cultivo (al menos 30 minutos de riego, separando los ramales portagoteros de las plantas unos diez centímetros). • Oxamilo (Vydate): contra nematodos e insectos de suelo y de la parte aérea. Se aplica a razón de 10 L·ha-1 de producto comercial formulado al 24%. Hay que aportarlo con poca agua ya que es un producto muy soluble que se lixivia fácilmente, lo que hace que pierda mucha eficacia. • Metalaxil (Ridomil MZ): contra Phytophthora y otros mildíus. Se aplica a razón de 3 kg·ha-1 de producto comercial formulado al 8%.

( 167 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Habitualmente, estos productos se aplican solos al final del riego con el fin de evitar incompatibilidades y pérdidas por lixiviación. A veces se recomienda el aporte previo de un ácido (por ejemplo, ácido nítrico a razón de 0,5 a 1 L por cada 1.000 m2) para facilitar la absorción del cultivo, como ocurre con el imidacloprid o el oxamilo. 6.5. ( Desinfectantes de suelos ]

Al ser tan intensivos los cultivos hortícolas almerienses, es frecuente el ataque de patógenos de suelo que obligan a la desinfección prácticamente anual del terreno. Ésta se lleva a cabo durante el verano, que es la época en la que no existe ningún cultivo sobre dicho suelo. Un desinfectante que se emplea a veces es el bromuro de metilo, pero en nuestra provincia no está excesivamente extendido debido a su coste y, sobre todo, por lo engorroso de su aplicación. Por ello, se utilizan más ciertos productos que se añaden al agua de riego. Como se indicó al final del capítulo II, con la introducción del riego por goteo, la aplicación de estos desinfectantes se realiza normalmente mediante este sistema, por lo que existe el riesgo de que la desinfección no se lleve a cabo en toda la superficie de cultivo y queden focos de infección para la campaña siguiente. A pesar de ello, se ha impuesto la dosificación mediante riego por goteo. Los principales desinfectantes de suelo aplicados por el agua son los siguientes: • Dicloropropeno (DD, Telone, Dorlone). Se utiliza básicamente contra nematodos a razón de 20 kg por cada 1.000 m2 de producto comercial formulado al 107-112%. Se debe regar abundantemente el suelo (unas 4 horas) para que esté suficientemente humedecido en el momento de aplicar el desinfectante. La dosificación de éste debe hacerse en unas 3 horas y finalmente se debe dar otras 2 horas de agua sola para sellarlo. Lo ideal es aplicarlo justo al final del cultivo, antes de que se seque el suelo y se enquisten los nematodos, ya que la eficacia resulta mayor. Se debe esperar unos 20 días antes de realizar una nueva plantación, con el fin de evitar fitotoxicidades. Dado que el producto puede afectar a las anillas de los filtros del cabezal de riego, es necesario utilizar un gotamix o un venturi, que se acopla a la tubería de riego en dos puntos, uno antes y otro después del filtro. Entre ambos puntos debe existir una válvula con la que se pueda regular el caudal de salida de desinfectante. • Metam sodio y Metam potasio. Se utilizan fundamentalmente para controlar hongos de raíz (Fusarium, Verticillium, Pythium, Rhizoctonia, etc.), pero también tienen cierta acción herbicida e insecticida. El segundo se recomienda sobre todo para suelos salinos con el fin de no aumentar el nivel de sodio del mismo. La dosis de aplicación suele ser de 100 kg por cada 1000 m2 de producto comercial formulado al 50% y el tiempo de dosificación debe ser el mismo que en el caso del dicloropropeno. En este caso no hay que utilizar un gotamix o venturi ya que no se dañan los filtros, y se puede inyectar desde la misma abonadora del cabezal de riego. • Enzone. Se usa contra hongos de suelo como Verticillium, Pythium, Phytophthora, etc., así como contra insectos de suelo. Se puede utilizar como desinfectante en preplan-

( 168 ]

El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

tación a razón de 1.000 L·ha-1 de producto comercial formulado al 40%, pero es más frecuente emplearlo durante el cultivo si surgen problemas de hongos de suelo a razón de 50 L·ha-1 de producto comercial. Para evitar fitotoxicidades, es conveniente repartirlo en una hora de riego y no mezclarlo con ningún otro producto. Es especialmente importante que en la abonadora no queden restos de ácido nítrico, ya que con éste forma gases mortales para el hombre. 7. ( PROBLEMAS RESUELTOS DE FERTIRRIGACIÓN ]

Programación de fertilización para obtener la siguiente solución final ideal: Elementos Concentración (mmol · L -1)

NO 3-

H2PO4-

SO4=

HCO3-

NH4+

K+

Ca++

Mg++

12

1,5

2

0,5

0,5

7

4

2

Se dispone de un agua con la siguiente composición química: Elementos Concentración (mmol · L -1)

NO3-

K+

Ca 2+

Mg 2+

SO42 -

Na+

Cl -

HCO3-

pH

CE dS·m -1

0

0,07

0,45

1,03

0,23

0,54

0,62

2,49

7,7

0,37

La unidad de riego es de 10.000 m2 y la densidad de los goteros es de 1 por cada m2, siendo éstos de 3 L·h-1. El total de aniones en meq·L-1 es 20,26 y el de cationes también es 20,26, por lo que parece que no ha habido ningún error al calcular el equilibrio. La conductividad eléctrica de la solución nutritiva establecida será: El factor 850 es aproximado y puede oscilar entre 800 y 900 según el tipo de agua de la que se trate. A mayor salinidad mayor será dicho factor. Para simplificar los cálculos, vamos a rellenar el siguiente cuadro:

Solución nutritiva Agua de riego Aportes previstos Fertilizantes

NO3-

H2PO4-

SO42 -

HCO3-

12

1,5

2

0,5

-

-

0,23

2,49

12

1,5

1,77

-1,99

Cl -

NH4+ 0,5

0,62

0,5

Concentración (mmol·L-1)

N. cálcico

0,71

H3PO4

1,5

7,81

HNO3

0,49

0,49

KNO3

3,7

3,7

K2SO4

1,62

0,71 1,5

-1,5 -0,49 1,62

( 169 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

NO3-

H2PO4-

SO42 -

Aportes reales en mmoles·L-1

12

1,5

2,59

-1,99

Aportes reales en ppm

744

145,5

248,9

-121,4

Solución nutritiva final

12

1,5

2,82

0,5

0,62

0,71

Solución final en meq·L-1

12

1,5

5,64

0,5

0,62

0,71

K+

Ca 2+

Mg 2+

Na+

pH

CE

0,54

7,7

0,37

Fertilizantes

Concentración (mmol·L-1)

MgSO4·7H2O

0,97

Agua de riego Aportes previstos Fertilizantes

Concentración (mmol·L-1)

N. cálcico

0,71

H3PO4

1,5 0,49

7

4

2

0,07

0,45

1,03

6,93

3,55

0,97

KNO3

3,7

3,7

1,62

3,24

MgSO4·7H2O

0,97

Aportes reales en ppm

NH4+

0,71 12,8

3,55

K2SO4

Aportes reales en mmoles·L

Cl -

0,97

Solución nutritiva

HNO3

HCO3-

0,97 -1

6,94

3,55

0,97

271,4

142,4

23,6

Σ=1467,2

Solución nutritiva final

7,01

4

2

0,54

Solución final en meq·L-1

7,01

8

4

0,54

Las cantidades de fertilizantes que es necesario aportar en g·m-3 para obtener la solución nutritiva deseada son las siguientes: • N. cálcico : 0,71 mmol · L -1 · 1080,5 mg · mmol -1 = 767,2 mg · L -1= 767,2 g · m-3 • H3PO4 del 100% : 1,5 mmol · L -1 · 98 mg · mmol -1 = 147 mg · L -1= 147 g · m-3 • HNO3 del 100% : 0,49 mmol · L -1 · 63 mg · mmol -1 = 30,9 mg · L -1= 30,9 g · m-3 • KNO3 : 3,7 mmol · L -1 · 101,1 mg · mmol -1 = 374,1 mg · L -1= 374,1 g · m-3 • K2SO4 : 1,62 mmol · L -1 · 174,3 mg · mmol -1 = 282,4 mg · L -1= 282,4 g · m-3 • MgSO4 · 7H2O : 0,97 mmol · L -1 · 246,3 mg · mmol -1 = 238,9 mg · L -1= 238,9 g · m-3

En el caso de que se emplee un ácido fosfórico del 75% de riqueza y un ácido nítrico del 56%, los volúmenes de ambos ácidos que habrá que aportar serán:

( 170 ]

El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

-3 147 g · m-3 196 g · m de producto comercial H3PO4 del 75%: —————— = ————————————————— = 122,5 mL · m-3 1,6 g · mL -1 0,75 -3 30,9 g · m-3 55,2 g · m de producto comercial HNO3 del 56%: —————— = ————————————————— = 41,5 mL · m-3 1,33 g · mL -1 0,54

En lo que se refiere a los microelementos, se va a emplear un mix con la siguiente composición: • Hierro: 7,5% • Manganeso: 3,3% • Zinc: 0,6%

• Boro: 0,7% • Cobre: 0,3% • Molibdeno: 0,2%

Se pretende aportar 1,5 ppm de hierro, para lo cual hay que añadir al agua la siguiente cantidad de producto comercial (PC): 1,5 mg Fe · L -1 ——————— = 20 mg · L -1 de PC = 20 g · m-3 de PC 0,075

Esta cantidad de microelementos aporta los siguientes niveles de microelementos: • Hierro: 1,5 ppm • Manganeso: 20 ppm PC · 0,033 = 0,66 ppm • Zinc: 20 ppm PC · 0,006 = 0,12 ppm • Boro: 20 ppm PC · 0,007 = 0,14 ppm • Cobre: 20 ppm PC · 0,003 = 0,06 ppm • Molibdeno: 20 ppm PC · 0,002 = 0,04 ppm

Dado que se pretende fertirrigar una superficie de cultivo de 1 ha con una densidad de emisores de 1 gotero·m-2, presentando los mismos un caudal de 3 L·h-1, entonces el caudal de riego será: 10.000 m2 · 1 gotero·m-2 · 3 L·h-1·gotero-1 = 30.000 L·h-1 = 30 m3·h-1 Por otro lado, vamos a suponer que se dispone de un cabezal de riego con tres depósitos de 1.000 litros de capacidad y otro para el ácido de 500 litros. Entonces los fertilizantes se pueden repartir del siguiente modo: • Depósito • Depósito • Depósito • Depósito

para el ácido: ácido nítrico 1: nitrato cálcico + microelementos 2: ácido fosfórico + sulfato potásico 3: nitrato potásico + sulfato de magnesio

A partir de ahora vamos a considerar que el primer fertilizante indicado para cada depósito es el base con el fin de realizar los siguientes cálculos:  Depósito 1. Con el fin de redondear la cantidad de fertilizante añadido, se aportan 100 kg de nitrato cálcico al tanque de 1.000 litros. La cantidad de microelementos que habrá que añadir junto con el nitrato cálcico para mantener la proporción entre ellos será:

( 171 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

100 · 20 767,2 g N. cálcico 20 g microelementos ————————— = ——————————— ⇒ X = ————— = 2,6 kg de PC X 767,2 100 kg N. cálcico

El caudal continuo de solución madre que se tendrá que inyectar para conseguir la concentración final deseada será: Kg 1000 L sol. madre 30 m3 · h-1· 767,2 g N. cálcico · m-3· ———— = —————————— = 230 L · h-1 = 3,8 L · min-1 100 kg N. cálcico 1000 g

Si se pretende expresar en cm3 de solución madre por cada litro de solución final, resulta: 3 Kg 1000 L sol. madre 1000 cm 767,2 mg · L -1· —————————— = ———— = ————— = 7,7 cc · L -1 100 kg N. cálcico 106 mg L

 Depósito 2. Se aporta una garrafa de 40 kg de ácido fosfórico del 75% al tanque de 1000 litros. La cantidad de sulfato potásico a añadir junto con el ácido será: 282,4 g S. potásico 40 · 282,4 196 g Ác. fosfórico —————————— = —————————— ⇒ X = ————— = 57,6 kg de S. potásico 40 kg Ác. fosfórico X 196

El caudal continuo de solución madre que se tendrá que inyectar para conseguir la concentración final deseada será: Kg 1000 L sol. madre 30 m3 · h-1· 196 g Ác. fosfórico · m-3· ———— = —————————— = 147 L · h-1 = 2,5 L · min-1 40 kg Ác. fosfórico 1000 g

Si se pretende expresar en cm3 de solución madre por cada litro de solución final, resulta: 1000 L sol. madre 1000 cm3 Kg 196 mg · L -1· —————————— = ———— = ————— = 4,9 cc · L -1 6 100 kg Ác. fosfórico L 10 mg

 Depósito 3. Se aportan 50 kg de nitrato potásico al tanque de 1000 litros. La cantidad de sulfato de magnesio a añadir junto con el nitrato potásico será: 238,9 g S. magnesio 50 · 238,9 374,1 g N. potásico —————————— = —————————— ⇒ X = ————— = 31,9 kg de S. magnesio 50 kg N. potásico X 374,1

El caudal continuo de solución madre que se tendrá que inyectar para conseguir la concentración final deseada será:

( 172 ]

El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

Kg 1000 L sol. madre 30 m3 · h-1· 374,1 g N. potásico · m-3· ———— = —————————— = 255 L · h-1 = 3,7 L · min-1 50 kg N. potásico 1000 g

Si se pretende expresar en cm3 de solución madre por cada litro de solución final, resulta: 1000 L sol. madre 1000 cm3 Kg 374,1 mg · L -1· —————————— = ———— = ————— = 7,5 cc · L -1 6 50 kg N. potásico L 10 mg

 Depósito para el ácido. Se aporta una garrafa de 26 kg de ácido nítrico del 56% al tanque de 500 litros. El caudal continuo de solución madre que se tendrá que inyectar para conseguir la concentración final deseada será: 500 L sol. madre Kg 30 m3 · h-1· 55,2 g Ác. nítrico · m-3· ———— = —————————— = 32 L · h-1 = 0,53 L · min-1 26 kg Ác. nítrico 1000 g

Si se pretende expresar en cm3 de solución madre por cada litro de solución final, resulta: 500 L sol. madre 1000 cm3 Kg 55,2 mg · L -1· —————————— = ———— = ————— = 1,1 cc · L -1 6 26 kg Ác. nítrico L 10 mg

A partir de los caudales continuos calculados para los depósitos 1, 2 y 3 podemos obtener los porcentajes de inyección que debemos indicar al autómata de riego para conseguir la solución nutritiva deseada. No hay que considerar en este cálculo el depósito del ácido ya que su inyección es independiente a la del resto al estar regulada por el pH. -1

230 L · h Porcentaje depósito 1: ———————————— · 100 = 38% -1 (230 + 147 + 225) L · h 147 L · h-1 Porcentaje depósito 2: ———————————— · 100 = 25% (230 + 147 + 225) L · h-1 225 L · h-1 Porcentaje depósito 3: ———————————— · 100 = 37% (230 + 147 + 225) L · h-1

Los resultados obtenidos quedan recogidos en el siguiente cuadro: Fertilizantes añadidos

Caudal continuo L·h-1

L·min-1

Porcentaje inyección

cc·L-1

Depósito 1

100 kg N.cálcico 2,6 kg microelementos

230

3,8

38

7,7

Depósito 2

40 kg Àc.fosfórico 57,6 kg S. potásico

147

2,5

25

4,9

( 173 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Depósito 3

50 kg N. potásico 31,9 kg S. magnesio

225

3,7

Dep. ácido

26 kg Ác. nítrico 56%

32

0,53

37

7,5 1,1

CE (dS·m-1)

2,1

pH

5,5

Consideremos ahora el caso de que se trabaje únicamente con dos soluciones madre que se inyectan al 50%, más otra de ácido para controlar el pH. Entonces todos los fertilizantes excepto el ácido nítrico deberán repartirse equilibradamente entre los dos depósitos. Si se decide añadir 100 kg de nitrato cálcico a 1000 litros de solución madre, las cantidades a aportar de los restantes abonos serán: 196 g Ác. fosfórico 767,2 g N. cálcico 100 · 196 —————————— = —————————— ⇒ X = —————— = 25,6 kg de Ác. fosfórico 100 kg X 767,2 374,1 g N. potásico 767,2 g N. cálcico 100 · 374,1 —————————— = —————————— ⇒ X = —————— = 48,8 kg de N. potásico 100 kg X 767,2 282,4 g S. potásico 767,2 g N. cálcico 100 · 282,4 —————————— = —————————— ⇒ X = —————— = 36,8 kg de S. potásico 100 kg X 767,2 238,9 g S. magnesio 767,2 g N. cálcico 100 · 238,9 —————————— = —————————— ⇒ X = —————— = 31,1 kg de S. magnesio 100 kg X 767,2 20 g microelementos 767,2 g N. cálcico 100 · 20 —————————— = —————————— ⇒ X = —————— = 2,6 kg de microelementos 100 kg X 767,2

En un depósito se añadirá el nitrato cálcico, los microelementos y el nitrato potásico, y en el otro el ácido fosfórico, el sulfato potásico y sulfato de magnesio. El resumen de los fertilizantes añadidos se presenta a continuación: Fertilizantes añadidos

L·h-1

L·min-1

Porcentaje inyección

Depósito 1

100 kg N.cálcico 48,8 kg N.potásico 2,6 kg microelementos

230

3,8

50

Depósito 2

25,6 kg Àc.fosfórico 36,8 kg S. potásico 31,1 kg S.magnesio

230

3,8

50

Dep. ácido

26 kg Ác. nítrico 56%

32

0,53

CE (dS·m )

2,1

pH

5,5

-1

( 174 ]

Caudal continuo

El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

Calcular el aporte de fertilizantes necesario para conseguir una solución nutritiva similar a la del problema anterior pero adaptada al siguiente agua de riego: Elementos

NO3

K

Ca

Mg

SO4

Na

Cl

HCO3

pH

CE dS·m -1

0

0,22

2,18

3,24

2,0

17,6

21,35

3,72

7,54

3,12

Concentración (mmol · L -1)

Vamos a modificar ligeramente la solución nutritiva del problema anterior ya que, debido al alto nivel de sodio que contiene, no resultará necesario forzar un consumo de lujo de potasio tan elevado; de este modo podemos fijar una concentración de dicho elemento de 6 mmol·L-1. Por otro lado, se observa que el agua ya de por sí incluye una cantidad de magnesio superior a la necesaria por lo que, con el fin de mejorar la relación Ca/Mg, puede ser conveniente subir el calcio a una concentración de 5 mmol·L-1. Para simplificar los cálculos, vamos a rellenar el siguiente cuadro: NO3Solución nutritiva Agua de riego Aportes previstos

H2PO4-

SO42 -

HCO3-

Cl -

NH4+

12

1,5

2

0,5

-

-

2

3,72

21,35

-

12

1,5

0

-3,22

-

0,5

Fertilizantes

Concentración (mmol·L-1)

N. cálcico

0,71

H3PO4

1,5

HNO3

0,49

1,72

KNO3

3,7

4,01

K2SO4

1,62

0,5

6,27

0,57 1,5

-1,5 -1,72 0,89

Aportes reales en mmoles·L

12

1,5

0,89

-3,22

0,57

Aportes reales en ppm

744

145,5

85,4

-196,4

10,3

-1

Solución nutritiva final

12

1,5

2,89

0,5

21,35

0,57

Solución final en meq·L-1

12

1,5

5,78

0,5

21,35

0,57

K+

Ca 2+

Mg 2+

Na+

pH

CE

7,54

3,12

Solución nutritiva Agua de riego Aportes previstos Fertilizantes

Concentración (mmol·L-1)

N. cálcico

0,71

H3PO4

1,5

HNO3

0,49

6

5

3,24

0,22

2,18

3,24

17,6

5,78

2,82

0

-

2,85

( 175 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

K+ Fertilizantes

Concentración (mmol·L-1)

K2SO4

1,62

Ca 2+

Mg 2+

Na+

pH

CE

1,78

Aportes reales en mmoles·L-1

5,79

2,85

0 Σ=1128,6

Aportes reales en ppm

225,8

114

0

Solución nutritiva final

6,01

5,03

3,24

17,6

Solución final en meq·L-1

6,01

10,06

6,48

17,6

El total de aniones en meq·L-1 es 41,13 y el de cationes es 40,72, por lo que parece que no ha habido ningún error al calcular el equilibrio al ser la diferencia inferior al 5%. La conductividad eléctrica de la solución nutritiva establecida será: 1128,6 CE (dS · m-1) = 3,12 + ———— = 4,37 900

Las cantidades de fertilizantes que es necesario aportar en g·m-3 para obtener la solución nutritiva deseada son las siguientes: • N. cálcico : 0,57 mmol · L -1 · 1080,5 mg · mmol -1 = 615,9 mg · L -1= 615,9 g · m-3 • H3PO4 del 100% : 1,5 mmol · L -1 · 98 mg · mmol -1 = 147 mg · L -1= 147 g · m-3 • HNO3 del 100% : 1,72 mmol · L -1 · 63 mg · mmol -1 = 108,4 mg · L -1= 108,4 g · m-3 • KNO3 : 4,01 mmol · L -1 · 101,1 mg · mmol -1 = 405,4 mg · L -1= 405,4 g · m-3 • K2SO4 : 0,89 mmol · L -1 · 174,3 mg · mmol -1 = 155,1 mg · L -1= 155,1 g · m-3

En el caso de que se emplee un ácido fosfórico del 75% de riqueza y un ácido nítrico del 54%, los volúmenes de ambos ácidos que habrá que aportar serán: -3 147 g · m-3 196 g · m de producto comercial H3PO4 del 75%: —————— = ————————————————— = 122,5 mL · m-3 1,6 g · mL -1 0,75

-3 108,4 g · m-3 200,7 g · m de producto comercial HNO3 del 54%: —————— = ————————————————— = 150,9 mL · m-3 1,33 g · mL -1 0,54

Resolver el problema anterior mediante el empleo de abonos líquidos: Los aportes previstos de los diferentes iones según el problema anterior son: • NO3-: 12 mmol·L-1

• NH4+: 0,5 mmol·L-1

• H2PO4-: 1,5 mmol·L-1

• K+: 5,78 mmol·L-1

• Ca++: 2,82 mmol·L-1

Se va a intentar cubrir estas necesidades de nutrientes mediante los abonos líquidos ácido fosfórico del 57%, CN 11 y KN 10.

( 176 ]

El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

Abonos Líquidos

Concentración (cc·L-1)

Ác.fosfórico

Riquezas (mmol·L-1) NO3-

0,2

NH4+

K+

Ca++

5,86

3,28

1,58

CN 11

0,8

8,16

KN 10

2,1

2,88

Total

H2PO4-

11,04

1,28

5,86 1,58

1,28

5,86

3,28

No ha sido posible ajustar exactamente los aportes previstos, pero nos hemos aproximado suficientemente. Calcular las concentraciones de aporte en cc·L-1 de solución final que se requieren de los abonos líquidos CAN 17, KP 20-10 y KN 10 para conseguir la siguiente solución nutritiva: • N: 100 ppm

• P2O5: 50 ppm

• K2O: 200 ppm

En primer lugar se fija la cantidad de KP 20-10 para aportar todo el fósforo necesario ya que es el único fertilizante que incorpora dicho nutriente: 270 ppm P2O5 50 ppm 50 ———————— = ————— ⇒ X = ——— = 0,2 cc · L -1 de KP 20 - 10 -1 X 1 cc · L 270

Este fertilizante además incorpora la siguiente cantidad de potasio: -1

1 cc · L 0,2 cc · L -1 ———————— = —————— ⇒ X = 135 · 0,2 = 27 ppm de K2O X 135 ppm K2O

El resto del potasio se va a incorporar como KN 10, en total: 200-27 = 173 ppm. Para ello se requiere la siguiente cantidad de fertilizante: 115 ppm K2O 173 ppm 173 ———————— = ————— ⇒ X = ——— = 1,5 cc · L -1 de KN 10 -1 X 1 cc · L 115

Este fertilizante además incorpora la siguiente cantidad de nitrógeno: -1

1 cc · L 1,5 cc · L -1 ———————— = —————— ⇒ X = 17 · 1,5 = 25,5 ppm de N X 17 ppm N

El resto del potasio se va a incorporar como CAN 17, en total: 100-25,5 = 74,5 ppm. Para ello se requiere la siguiente cantidad de fertilizante: 255 ppm N 74,5 ppm 74,5 ———————— = ————— ⇒ X = ——— = 0,3 cc · L -1 de CAN 17 -1 X 255 1 cc · L

( 177 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Este fertilizante además incorpora la siguiente cantidad de calcio: -1

1 cc · L 0,3 cc · L -1 ———————— = —————— ⇒ X = 188 · 0,3 = 56 ppm de CaO = X 188 ppm CaO = 40 ppm Ca = 1 mmol · L -1 de Ca

Este calcio puede ser suficiente si el agua de riego ya incorpora una cierta cantidad de este elemento (unos 2 mmol·L-1) y no existe competencia con el magnesio. En caso contrario, habrá que incrementar el aporte del mismo utilizando un fertilizante nitrogenado con mayor riqueza de calcio como puede ser el CN 11. El incremento teórico de conductividad eléctrica de estos aportes será: • Incremento CE debida al CAN 17 = 1,328 · X = 1,328 · 0,3 = 0,4 • Incremento CE debida al KP 20-10 = 0,44 · X = 0,44 · 0,2 = 0,09 • Incremento CE debida al KN 10 = 0,35 · X = 0,35 · 1,5 = 0,53 • Incremento total = 0,4 + 0,09 + 0,53 = 1,02 dS·m-1

Resolver el problema anterior utilizando abonos simples. Suponiendo que no sea necesario el aporte de magnesio ni de azufre al cultivo, de forma que los incorpora el agua de riego, los fertilizantes a emplear pueden ser: ácido fosfórico, nitrato potásico y nitrato cálcico. Además convendrá añadir ácido nítrico para neutralizar los bicarbonatos. En primer lugar se calcula el aporte de ácido fosfórico: 50 mg P2O5 mL Ác. fosfórico 75% g 100 mg Ác. fosfórico 75% ——————— · ————————————— · ——————————— · ————— = 1,6 g 52 mg P2O5 1000 mg L = 0,06 mL Ác. fosfórico 75% · L

-1

Esta concentración de P2O5 supone los siguientes mmoles·L-1: 50 mg P2O5 1 mmol P 1 mg P ——————— · ——————— · ————— = 0,7 mmol P · L -1 2,29 mg P2O5 31 mg P L

Ahora se calcula el aporte de nitrato potásico para cubrir las necesidades de potasio: 200 mg K2O g 100 mg N. potásico ——————— · —————————— · ————— = 0,44 g N. potásico · L -1 46 mg K2O 1000 mg L

Este fertilizante además incorpora la siguiente cantidad de nitrógeno: 0,44 g N. potásico 13 g N 1000 mg ————————— · ————————— · ————— = 57,2 ppm de N L 100 g N. potásico g

( 178 ]

El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

Por tanto, quedan por aportar: 100-w57,2 = 42,8 ppm de N Si suponemos que el agua de riego lleva 4 mmol·L-1 de bicarbonatos, habrá que neutralizar 3,5, de los cuales 0,7 corresponden a ácido fosfórico y 2,8 a ácido nítrico. De este modo, la cantidad de ácido nítrico a aportar es la siguiente: 2,8 mmol N g 14 mg N 100 g Ác. nítrico 56% 100 g Ác. nítrico 56% ——————— · ————— · ————— · ——————————— · ——————————— = 12,6 g N 1,33 g mmol N L 1000 mg = 0,23 mL Ác. nítrico · L -1

Este ácido incorpora la siguiente cantidad de nitrógeno: 2,8 mmol N 14 mg N ——————— · ————— = 39,2 ppm de N mmol N L

Por tanto, sólo queda por añadir los siguientes ppm de N: 42,8 - 39,2 = 3,6 ppm. El nitrato cálcico necesario será: 3,6 mg N 100 mg N. cálcico g ——————— · —————————— · ————— = 0,023 g N. cálcico · L -1 15,5 mg N 1000 mg L

Este nitrato cálcico supone los siguientes mmol·L-1 de calcio: 23 mg N. cálcico 19 mg Ca 1 mmol Ca ————————— · ————————— · ————— = 0,1 mmol Ca · L -1 L 100 mg N. cálcico 40 mg

¿Qué equilibrio debería tener un abono complejo para que nos permitiera obtener la siguiente solución nutritiva? • NO3: 12 mmol·L-1 • H2PO4: 1,5 mmol·L-1 • NH4: 1 mmol·L-1 • K: 7 mmol·L-1

La riqueza necesaria de cada nutriente que debe incorporar el fertilizante complejo será: 12 mmol N L 14 mg g N. nítrico : ——————— · —— · ————— · ————— = 0,168 g N · g-1 = 16,8% N L 1g 1000 mg mmol N 1 mmol N L 14 mg g -1 N. amoniacal : ——————— · —— · ————— · ————— = 0,014 g N · g = 1,4% N L 1g 1000 mg mmol N 1,5 mmol P L 31 mg g -1 Fósforo : ——————— · —— · ————— · ————— = 0,0465 g P · g = 4,7% P = 10,7% P2O5 L 1g 1000 mg mmol P

( 179 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

7 mmol K L 39 mg g Potasio : ——————— · —— · ————— · ————— = 0,273 g K · g-1 = 27,3% K = 32,9% K2O L 1g 1000 mg mmol K

Por tanto, el abono complejo que se busca es el siguiente: 18,2:10,7:32,9 (92,3% del nitrógeno en forma nítrica y 7,7% en forma amoniacal). Del mismo modo habrá que aportar 1 g por cada litro de agua para obtener la solución nutritiva deseada. En el caso de que se encuentre otro fertilizante con la misma proporción N-P-K pero distintas riquezas de cada nutriente, la cantidad del mismo que habrá que añadir por cada litro de agua será: 16,8% N. nítrico Porcentaje de N. nítrico del fertilizante disponible —————————— = ————————————————————————— ⇒ -1 X 1g·L 16,8

⇒ X = ———————————— = g · L -1 del fertilizante disponible Porcentaje de N. nítrico

Determinar el fertilizante complejo necesario para obtener la misma solución nutritiva que en el problema anterior pero incorporando además 3 mmol·L-1 de calcio en forma de nitrato cálcico. Para aportar 3 mmol·L-1 de calcio se necesitarán 0,6 mmol·L-1 de nitrato cálcico, el cual aportará los siguientes nutrientes: • NO3-: 6,6 mmol·L-1 • NH4+: 0,6 mmol·L-1

• Ca++: 3 mmol·L-1

Por tanto, quedan por aportar las siguientes cantidades de los distintos nutrientes: • NO3-: 5,4 mmol·L-1 • NH4+: 0,4 mmol·L-1

• H2PO4-: 1,5 mmol·L-1 • K+: 7 mmol·L-1

Para ello será necesario el siguiente fertilizante complejo: 5,4 mmol N L 14 mg g N. nítrico : ——————— · —— · ————— · ————— = 0,076 g N · g-1 = 7,6% N L 1g 1000 mg mmol N 0,4 mmol N L 14 mg g N. amoniacal : ——————— · —— · ————— · ————— = 0,006 g N · g-1 = 0,6% N L 1g 1000 mg mmol N 1,5 mmol P L 31 mg g -1 Fósforo : ——————— · —— · ————— · ————— = 0,0465 g P · g = 4,7% P = 10,7% P2O5 L 1g 1000 mg mmol P 7 mmol K L 39 mg g -1 Potasio : ——————— · —— · ————— · ————— = 0,273 g K · g = 27,3% K = 32,9% K2O L 1g 1000 mg mmol K

( 180 ]

El riego por goteo. Manejo, cálculos de fertirrigación y otros productos

En definitiva se requiere el siguiente abono complejo: 8,2:10,7:32,9 (el 93% del N en forma nítrica y el 7% en forma amoniacal). Las cantidades que habrá que aportar de cada fertilizante serán: • N.cálcico: 0,6 mmol·L-1 · 1080,5 mg·mmol-1 = 648,3 mg·L-1 • Fertilizante complejo 8,2:10,7:32,9: 1 g·L-1 8. ( BIBLIOGRAFÍA ]  Cadahía López, C. (1998). Fertirrigación. Cultivos hortícolas y ornamentales. Ediciones MundiPrensa. Madrid. 475 pag.  Casas Castro, A. (1993). Formulación de la solución nutritiva. Parámetros de ajuste. Características de la zona que condicionan la solución nutritiva: ajustes específicos. En: Curso Superior de Especialización sobre cultivos sin suelo. FIAPA. Almería. 165-193.  González, P. (1991). La fertilización mediante el riego localizado. Curso Internacional sobre Agrotecnia del cultivo en invernaderos. FIAPA. Almería. 223-247.  Lao Arenas, M.T. (1998). Gestión del fertirriego de los invernaderos de Almería mediante el uso de sondas de succión. Tesis doctoral. Escuela Politécnica Superior de Almería. 241 pag.  Liñán, C. de (1999). Vademécum de productos fitosanitarios y nutricionales. 14ª ed. Ediciones Agrotécnicas, S.L. Madrid. 628 pag.  Molné i Domingo, R. (1993). La fertirrigación de los cultivos hortícolas. Hortofruticultura 9. 30-34.  Rincón, L. (1993). Equipamiento de la fertirrigación. Hortofruticultura 9. 35-42.  Rincón, L.; Sáez, J.; Balsalobre, E. y Pellicer, M.C. (1993). Nutrición del pimiento grueso de invernadero. Hortofruticultura 5. 37-41.  Urbano Terrón, P. (1989). Tratado de Fitotecnia General. Ediciones Mundi-Prensa. Madrid. 836 pag.

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( TEMA 6 ]

EVOLUCIÓN DE LAS

ENFERMEDADES HORTÍCOLAS EN EL SURESTE ESPAÑOL. PERSPECTIVAS DE FUTURO Y ALTERNATIVAS A LAS APLICACIONES FITOSANITARIAS ACTUALES

Julio César Tello Marquina

Doctor Ingeniero Agrónomo Catedrático de la Universidad de Almería

Evolución de las enfermedades hortícolas en el sureste español

1. ( INTRODUCCIÓN ]

Hay que comenzar señalando, con las palabras de Moreno Vázquez (1994), la imbricación entre epidemiología y control: la solución de los problemas suscitados por los fitopatógenos siempre ha sido, para la protección fitosanitaria, un escollo difícil de superar. Para alcanzar este objetivo final se deberán abordar unas etapas iniciales, que descubran y definan el comportamiento de las enfermedades por cada uno de los fitopatógenos presentes durante el cultivo. En esas fases previas la epidemiología será la que aporte los medios necesarios para determinar ese comportamiento y para conocer la respuesta que la enfermedad tendrá ante las medidas que contra ella se adopten. No deja, por lo tanto, de sorprender cómo influyentes y afamados tratadistas de las enfermedades de las plantas Agrios (1986), Walker (1971) y Messiaen et al (1991) -entre otros tantos-, no recojan el vocablo epidemiología ni en sus índices temáticos, ni en los alfabéticos. ¿Es, acaso, la Epidemiología Vegetal una disciplina aparte y diferente de la Patología Vegetal?. No, desde mi punto de vista. Sin embargo, el tema no es nuevo, y hace ya 49 años se quejaba Rodríguez Sardiña, al escribir un largo trabajo sobre el tema, de la siguiente manera: en Patología Vegetal hemos visto muy poco escrito referente a la Epidemiología Vegetal, también llamada Epifitología. Abordar la enseñanza y el estudio de la Epidemiología Vegetal, es tratar de asentar, un cuerpo de doctrina que sirva para darle a la Fitopatología un sentido más explicativo que descriptivo, que establezca y estructure las reglas y las relaciones entre ellas. En una palabra, como escribía Alfaro García (1973), que deje de estar sometida a una diversificación casi implacable. El análisis disciplinar se va a desarrollar en las páginas siguientes desde dos atalayas, que aparentemente pueden resultar diferentes. Una más tradicional, más clásica; otra más heterodoxa en la forma que en el fondo. Rodríguez Sardiña (1947) interpretaba así la Epidemiología Vegetal definida por Gäumann (1945): es aquella parte de la Patología que se ocupa del estudio de las epidemias de las plantas. Entendemos por epidemia, de cierta enfermedad en una especie de planta determinada, la acumulación en el tiempo y en el espacio, de casos de dicha enfermedad; es decir, la presencia en masa de plantas de igual especie atacadas de la misma enfermedad durante un intervalo de tiempo determinado. Pero el autor amplía el concepto -y esta apertura será contemplada más adelante- de la siguiente manera: también se puede extender el concepto a las plagas causadas por seres microscópicos, y entonces se puede definir la Epifitología -como lo hace CIFERRI- diciendo: la Epifitología se ocupa de infecciones provocadas por microparásitos (bacterias y hongos), y de las infestaciones ocasionadas por macroparásitos (Insectos, Fanerógamas parásitas, etc.). Pese a las deficiencias imputables a la época, la concepción es importante. Se ha considerado a Van der Plank, con su obra ya clásica Plant Diseases. Epidemics and control, publicada en 1963, como pionero de la moderna Epidemiología. En ella se la considera como la ciencia de las enfermedades en las poblaciones de plantas. Poco difiere esta amplia definición de la detallada anteriormente. Otras definiciones posteriores, tratan de ser mas concisas a través de la enumeración de sus objetivos. Tal es el caso de la propuesta por Zadoks y Schein (1979), que la definen como la ciencia

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

que estudia el desarrollo y propagación de las enfermedades y de los factores que las afectan. O la posterior dada por Zadoks (1984) que escribe: la epidemiología es la ciencia de las epidemias. Son epidemias los agrupamientos de individuos enfermos cuyo número sufre variaciones en el espacio y en el tiempo. Su objetivo final consiste en encontrar las claves de la prevención de las epidemias, con el propósito de dar recomendaciones para el manejo adecuado de las enfermedades. Se ha considerado a la Epidemiología como una rama de la Fitopatología. Y lo es, en tanto en cuanto sólo se admite dentro de ella a las enfermedades infecciosas, excluyendo a aquellas que se originan por causas abióticas. Sin embargo, no es tan clara la ramificación cuando se postula que la Patología Vegetal se aplica a estudiar los fenómenos de la enfermedad a escala celular y la epidemiología se encarga del estudio a escala poblacional de plantas enfermas. El punto de arranque para ambos enfoques es la enfermedad. ¿Qué es una planta enferma?. Agrios (1986) define la enfermedad como cualquier alteración ocasionada por un agente patógeno o un factor del medio ambiente que afecta a la síntesis, translocación o utilización del alimento, los nutrientes minerales y el agua, en tal forma que la planta afectada cambia de apariencia y tiene una producción menor que una planta sana de la misma variedad. Por su parte Walker (1971) escribe a este respecto que son plantas enfermas aquellas que han llegado a alterarse en su desarrollo fisiológico o morfológico en grado tal, que los signos externos de su alteración son obvios. Alfaro García (1973), más próximo a la necesaria sutileza de Walker, afirma que una enfermedad es algo más, ligado durante tiempo al individuo que la padece, y ella aparece, se desarrolla, se agrava o se cura. Es algo unido íntimamente al individuo durante cierto tiempo, siendo, por ello, y este es el punto capital, un proceso. Subyacen dos ideas básicas que, en la actualidad, no están bien delimitadas y provocan que la meditación sobre estas concepciones siempre produzcan frutos defectuosos. Por un lado, lo enfermo está siempre en función de lo que se considere como normal; por otro, el parasitismo - y el patógeno es un parásito - tiene sombras en su delimitación que van desde la mera simbiosis hasta el más puro necrotrofismo. En otros casos, la definición de enfermedad parece tener mayor amplitud. Así, Giménez-Díaz en 1977 (citado por Cabello, 1991) decía: enfermedad en una planta la constituye la serie de sus interacciones con un agente, condicionado por el medio ambiente, que como consecuencia de la irritación continua de la planta por el agente causa en ella una utilización desordenada de la energía. Bien es cierto que la utilización desordenada puede chocar con una posible respuesta programada dentro del genoma del vegetal, como pura defensa heredada a lo largo de las eras geológicas, y por comparación con otros seres vivos. Desde el punto de vista epidemiológico, Van der Plank (1963) propone lo que denomina el triángulo de la enfermedad -obviamente referido a las enfermedades de origen microbiano o infecciosas- de la siguiente manera: un hospedador más sensible, un patógeno más agresivo y un ambiente más favorable contribuyen a incrementar la enfermedad. Es como designar las interacciones hospedador-patógeno-ambiente bajo el nombre de triángulo de la enfermedad. Es evidente que la propuesta encierra el mar-

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Evolución de las enfermedades hortícolas en el sureste español

co donde una enfermedad se produce. De manera clara, si el hospedador es resistente aunque haya un ambiente favorable y el patógeno esté presente, la enfermedad no ocurrirá. Razonando de la misma manera para los otros dos factores se llega a la conclusión de que todos ellos tienen el mismo peso en el desencadenamiento del proceso. Persiste, no obstante, la dualidad enfermo/normal y sus disidencias. Esta forma epidemiológica de razonar no hace más que recoger, es el destilado detoda una tradición de estudiar las epidemias y las endemias. Tradición que se resume a continuación. De alguna manera endemia y epidemia son términos contrapuestos. Epidemia ya fue definida anteriormente. Endémicas -escribe (JAUCH, 1976) copiando a Rodríguez Sardiña (1947)- se consideran a las enfermedades cuando existen en determinada región, generalmente limitada, con difusión lenta y con carácter poco destructor. El subrayado no aparece en el texto mentado y en éste se ha sustituido de foco por poco, error previsiblemente, atribuible a la imprenta. La velocidad de infección es la diferencia que se establece como fundamental para separar una endemia de una epidemia y es recogida y realzada por Van der Plank (1963) que escribía: la velocidad de infección es la resultante de todas estas acciones: las de la resistencia genética del hospedante, las de su edad, de la densidad del follaje que produce, de la virulencia y de la agresividad del patógeno, de la abundancia, de las dimensiones y de las formas de los propágulos, de la pluviosidad, del estado higrométrico y de la temperatura del aire, del drenaje del suelo, etc. Los factores condicionantes del desarrollo de una epidemia de los cultivos son: la planta, el patógeno y el ambiente, que deben presentar al mismo tiempo una serie de circunstancias que resumidamente serían:  Por parte de la planta, la presencia de una gran número de individuos atacables. Presencia debida a: • Acumulación de individuos susceptibles de ser atacados. • Presencia de hospedantes intermediarios adecuados.

 Por parte del ser patógeno, la existencia de una gran facultad para producir epidemias (potencial epidémico). Dicha facultad puede ser originada por: • Una gran facilidad de reproducción. • Una gran facilidad de dispersión (puede ser propia o prestada por un vector). • Exigencias euriécicas para el desarrollo del parásito (parásito euriécico es aquel que presenta pocas exigencias para la infección, ocasionándola entre amplios límites ecológicos).

 Por parte del medio ambiente: • Condiciones óptimas para el desarrollo del parásito y/o de su vector (a esta parte de la Patología Vegetal se le denominó antiguamente Meteoropatología). Hoy el contenido de la Meteoropatología tiene connotaciones probadas, antes insospechadas como la acción de los oxidantes (el ozono troposférico), entre otros sobre la sensibilización del hospedador al parásito.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

2. ( ESTIMACIÓN MATEMÁTICA DE LAS EPIDEMIAS ]

Dado que para que una epidemia se desencadene han de cumplirse las anteriores condiciones en el mismo lugar y al mismo tiempo, resulta de ello que el número de patógenos epidemiológicos es pequeño con respecto al total de los descritos. Es pertinente introducirse, ahora, en la estimación matemática de las epidemias. Matemáticas que no han integrado en sus modelos todo el proceso biológico pero que parten de una premisa fácilmente formulable, la velocidad de infección. En cualquier epidemia se pueden diferenciar tres fases: producción del inóculo, diseminación del inóculo e infección. Su conjunto se denomina ciclo de infección. Obviamente, pueden existir epidemias policíclicas y monocíclicas. La respuesta de la plantación ante estos procesos o fases es el incremento de tejidos o plantas enfermas conforme pasa el tiempo. Es lo que se conoce como progresión de la enfermedad, que se suele representar por una función del tipo x = f(t), en la cual x es la proporción de plantas enfermas -o de tejido enfermo- en el tiempo t. En ciertos casos -cultivos bajo invernadero- la progresión se estudia no sólo desde el punto de vista de su propagación en el tiempo, sino también en el espacio, generando los llamados gradientes dinámicos. El modelo exponencial se aplica cuando el incremento de la cantidad de plantas enfermas sea proporcional al número que de ellas hay en el tiempo t. Se expresa mediante la ecuación diferencial dx/dt = rx cuya forma integrada (x= Aert) es un típico modelo exponencial de crecimiento. Modelo en el cual debe de cumplirse, lógicamente que x ≤ 1. La estimación del parámetro A se obtiene haciendo t= 0 y A= x0 donde x0 es la proporción inicial de plantas enfermas. Al factor de proporcionalidad r se le denomina tasa de infección exponencial, ajustable a los datos periódicos disponibles, o a dos observaciones x1 y x2, correspondientes a los tiempos t1 y t2 (t2>t1) mediante la expresión: r =1 (t2-t1)lnx2/x1. Entre otras, una de las deficiencias que separan a este modelo de la realidad es la suposición de que el número de plantas es infinito. El modelo logístico impone restricciones al crecimiento indefinido de los parásitos ya que la población de hospedadores es limitada. La progresión de la enfermedad estará en función de la proporción de plantas enfermas (x) y de las sanas (1-x), susceptibles de ser infectadas. La expresión diferencial que lo representa es: dx/dt= rx(l-x), y la forma integral x= 1/(l+Ae-rt). Conocido, también, como modelo sigmoidal. Al parámetro r se le conoce como tasa de infección aparente. Si el factor limitante hubiera sido el tiempo, se hubiese generado otro modelo no logístico, cuya expresión diferencial sería: dx/dt= rx(T-t), donde T sería el tiempo máximo del que dispone la epidemia para su desarrollo. La forma integrada, x= xoe-r(2T-t)t/2. En éste modelo sigmoidal se presenta un punto de inflexión para x=0,5, lo que desde el ángulo de la enfermedad significa que la velocidad máxima (dx/dt) se produce cuando la mitad de las plantas están enfermas. Antes de alcanzar la inflexión la velocidad de progresión habrá ido en aumento, mientras que a partir de ella descenderá hasta anularse y la enfermedad habrá alcanzado su cota máxima de actividad. El valor de r se estima en éste modelo por: r=1/(t2-t1) =[logit(X2)-logit(X1)]/(t2-t1) y logit es ln [x/(1-x)]. El modelo Gompertz ha sido junto con el logístico el más utilizado para describir la expresión de las

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Evolución de las enfermedades hortícolas en el sureste español

epidemias policíclicas. Su forma de ecuación diferencial, que no tiene un claro significado biológico, es dx/dt=rxln(x) y la integrada x=eAe-rt .Como el modelo sigmoidal puede expresarse en forma lineal rt=ln(ln1/x)+ln(ln1/x0) donde - ln(ln1/x) se ha denominado Gompit. El punto de inflexión en el modelo se encuentra para el valor x=1/e y el modelo tendría utilidad cuando dx/dt decreciese antes de que la mitad de las plantas estuviesen enfermas. Utilidad que se incrementa cuando la enfermedad tiene una distribución agregativa. Uno de los modelos usados para estudiar epidemias monocíclicas es el monomolecular, cuya expresión diferencial sería dx/dt=r(1-x) y la integral x=1+Ae-rt modelo asintótico que no presenta punto de inflexión. Es útil cuando la cantidad de inóculo permanezca constante durante la epidemia. En éste caso el incremento de plantas enfermas será proporcional al de plantas sanas existentes en un tiempo t. Tanto el modelo Richards como el Weibull tienen la ventaja de generar otros modelos cuando se varía algunos de sus parámetros. No hay que buscar en ellos una explicación biológica a la progresión de la epidemia. En el modelo Richards la forma derivada es dx/dt=rx(1/x)1-m-1/(1-m) y la forma integrada x=(1+Ae-rt)1/(1-m). El parámetro m es el que facilita su generalización (m=0, se obtiene el modelo monomolecular; m=1 lleva al modelo Gompertz; m=2 da lugar al logístico). El punto de inflexión se obtiene en x=m1/(1-m) conforme m aumenta, la inflexión se traslada hacia 1. En el modelo Weibull la ecuación diferencial que lo representa es: dx/dt=c/b[(t-a)/b]c-1*-[(t-a)/b]c La integral correspondiente x=1-e-[(t-a)/b]c, donde a es el tiempo en el cual la enfermedad aparece por primera vez, b está inversamente relacionado con la tasa de crecimiento de la enfermedad y, c marca la posición del punto de inflexión. El modelo se adapta a numerosas curvas de progresión de la enfermedad, y a+b señala el momento en el cual el 63% de las plantas han sido infectadas. Estos modelos, como anteriormente se indicó, tienen bastantes deficiencias que los hacen muy restrictivos. Algunas de ellas pueden ser enumeradas. En lo concerniente al periodo de latencia y al periodo infeccioso, en el modelo logístico se suponía que: • Todos los tejidos infectados permanecen infecciosos durante todo el tiempo de duración de la epidemia. • No existe periodo de latencia, lo que equivale a decir que el tejido vegetal es infeccioso desde el momento en el que es infectado.

Esto no es exacto pues en un campo con plantas enfermas puede encontrarse tejido vegetal en cualquiera de las siguientes circunstancias: • Sano. • Infectado pero no infeccioso. • Infeccioso. • Necrótico por causa de la enfermedad pero incapacitado para volver a ser infeccioso.

Supongamos que se cumple la hipótesis, a) (todos los tejidos infectados perma-

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

necen infecciosos durante toda la epidemia) y que hay un periodo de latencia cuya duración es p. Existirá, en el tiempo t, una fracción de tejido o de plantas, xt, que esté enferma; y de esa fracción las infecciosas serán las plantas enfermas que existan en el tiempo t-p, es decir xt-p. Entonces el modelo logístico tomaría la forma dxt/dt=Rxtp(1-xt), donde R es la tasa de infección básica. Consideremos que, además del periodo de latencia p, existe otro infeccioso de duración i. Habría que deducir de la fracción xt-p las plantas que han dejado de ser infecciosas, o lo que es lo mismo las plantas enfermas que existían en el tiempo t-(p+i). El modelo tendría entonces la siguiente forma derivada: dxt/dt=Rc(xt-p-xt-p-i)(1-xt), donde Rc sería la tasa de infección corregida, que indicaría el número de infecciones producidas durante un día a partir de una lesión madre. Abordemos ahora, en el modelo logístico, las modificaciones que pueden hacerse a la tasa de infección aparente (r). En el modelo se supone que r permanece constante durante la epidemia, cuando en la realidad se pueden apreciar dos fuentes de variación importante: • Cambios en la susceptibilidad de los tejidos. • Cambios diarios y estacionales en las condiciones medioambientales.

El efecto que sobre r producen los cambios que experimentan los tejidos en lo concerniente a su susceptibilidad a la enfermedad, puede admitirse que es del tipo r=f(t), sustituyendo r por su correspondiente función en la ecuación diferencial logística e integrando se obtendrá un nuevo modelo que será del tipo logístico cuadrado. Las condiciones ambientales tienen, sin duda, una neta y determinante incidencia sobre r. Serán la temperatura (Tm) y la humedad relativa (HR) las más influyentes. El papel de la humedad relativa es difícilmente trasladaba a los modelos anteriores -se ha incorporado, por el momento, a modelos climáticos de predicción de los ciclos de infecciónpero, en cambio, la temperatura se ha insertado mediante expresiones que relacionan r y Tm cómo r=rmax-(Tm-Tópt)2/b, donde Tópt es la temperatura con la cual se alcanza el valor máximo de r(rmax). Esta revisión, breve pero necesaria, evidencia con claridad los problemas y limitaciones que se presentan al modelizar las epidemias ocurridas en la parte aérea de las plantas. ¿Qué ocurre cuando la epidemia se genera y consume en el suelo?. Los modelos se complican mucho más, y su capacidad de respuesta es mucho menor. El suelo se ha considerado un reservorio inerte de los propágulos del patógeno, que aguardaban el momento de la llegada de las raíces del hospedador para activarse y producir la infección y posteriormente la enfermedad. El suelo, a la luz de las últimas investigaciones, no es el reservorio inerte que se suponía era. Es, antes al contrario, sede de interacciones complejas entre su componente físico-químico y las poblaciones microbianas que lo habitan. Es, por decirlo de manera coloquial, un ente vivo. Por lo tanto, si para las enfermedades de evolución aérea hay que considerar para que se produzca la enfermedad, y por ende la epidemia, tres factores interactuantes (parásito, planta y ambiente), en las enfermedades y epidemias de origen edáfico o telúrico existe un ambiente suelo a añadir. Ambiente suelo, que muchos autores consideran diferente al ambiente aéreo. Y lo es desde aspectos que le son consustanciales. Véase para apoyar estas breves aclaraciones, cómo se formula la gravedad de una enfermedad que tiene su origen en el suelo.

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Evolución de las enfermedades hortícolas en el sureste español

A partir de la expresión de Baker (1971) gravedad de la enfermedad = potencial infeccioso del inóculo x receptividad del hospedador

Louvet (1973) propuso una expresión más completa pues recoge más explícita y matizada la realidad: GE = [DI x CI x EI] x [SH x PH] siendo: • GE= Gravedad de la Enfermedad. • DI= Densidad del inóculo. • CI= Capacidades infecciosas propias del inóculo. • EI= Efectos del ambiente sobre el inóculo. • SH= Sensibilidad propia del hospedante. • PH= Predisposición del hospedante ligada al ambiente. El escollo fundamental en la modelización de las enfermedades de origen telúrico está en el inóculo, es decir en el primer factor de la formulación dada por Louvet. Sólo la relación de la densidad del inóculo con la enfermedad comporta, como mínimo, tres aspectos a delimitar: • Definir una unidad de inóculo. • Definir una unidad de enfermedad. • Establecer la relación cuantitativa entre densidad de inóculo y enfermedad.

La unidad de inóculo se expresa como el número de propágulos (unidades formadoras de colonias) por gramo de suelo. Se desconoce, no obstante, si los propágulos en el suelo se reagrupan en sitios preferentes, pero algunos autores consideran a estos sitios como la verdadera unidad de inóculo. Las técnicas analíticas actuales no permiten medir estas agrupaciones, y en su uso la fiabilidad es más bien escasa. La unidad de enfermedad es, en su propia definición, imperfecta. Se la enuncia como la infección resultante después de la penetración e instalación de una unidad de inóculo en la planta. La transformación de Gregory (1948), llamada de las infecciones múltiples, permite obtener a partir de una proporción dada de plantas enfermas, el número de infecciones ocurridas. Las predicciones experimentales y sus intentos de teorización han generalizado cuatro tipos de relaciones entre la densidad de inóculo y la enfermedad. A saber: 1 unidad de inóculo

0 unidades de enfermedad

1 unidad de inóculo

1 unidad de enfermedad

1 n unidades de inóculo

más de n unidades de enfermedad

1 n unidades de inóculo

menos de n unidades de enfermedad

Particularísima es la primera relación. Dos posibilidades caben en ella. O bien el hospedador es resistente al parásito, o bien el suelo es resistente (supresivo en la

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

acepción inglesa). Como suelo resistente hay que entender a aquel que conteniendo al parásito, estando un hospedador sensible y siendo el ambiente aéreo propicio, la enfermedad no se manifiesta. La relación 2 se supone que sucede mientras la densidad de inóculo es débil, en ese caso existe una relación lineal simple entre el logaritmo del número y la tasa de plantas enfermas. Al aumentar la cantidad de inóculo las infecciones múltiples aparecen y aumentan (aquí entraría la relación 3); y, finalmente, cuando el inóculo es muy abundante los propágulos entran en competición y aunque aumente el inóculo la enfermedad no lo hace (relación 4). Establecer las relaciones cuantitativas entre el inóculo y la enfermedad tendría como fundamento el de un ensayo biológico tipo, que implica un estímulo (una vitamina, un fungicida, etc.) aplicado a un sujeto (planta, microorganismo, etc.). La intensidad del estímulo puede variar según la conveniencia del experimentador (dosis mesurable). La aplicación del estímulo es seguida por la modificación de una característica medible del sujeto. La amplitud de la variación es función de la dosis. Amplitud, que no sería otra cosa que la respuesta del sujeto. Ahora bien, la relación dosis-respuesta no será exacta, pues estará perturbada por las variaciones al azar entre repeticiones y sin embargo, la relación puede ser usada para conocer el potencial de una dosis a partir del conocimiento que ella produce. La relación inóculo-enfermedad es del tipo dosis-respuesta: el inóculo es el estímulo, la densidad de inóculo es la dosis, la planta el sujeto y la respuesta es la enfermedad. Desafortunadamente para los modelizadores, en una enfermedad de origen telúrico, la relación del inóculo con la enfermedad es menos simple que la existente entre una sustancia y el ser vivo. Y ello por varias razones: • Ligadas a la naturaleza del inóculo (estímulo). • Ligadas a la naturaleza de la enfermedad (respuesta). • Ligadas a la actuación de variables exógenas al complejo inóculo-enfermedad.

El ambiente es particularmente complejo en las enfermedades del suelo. A tal punto, que la aseveración de Van der Plank (1975) sobre que es condición necesaria para que haya enfermedad que esté el inóculo patógeno presente, debe completarse diciendo que la condición no es suficiente cuando el suelo está por medio. Un brevísimo deslinde del ambiente en las enfermedades telúricas pondrá en evidencia la dificultad de la modelización. Se pueden separar, al menos, tres tipos de ambientes:  Ambiente aéreo, que es igual para las enfermedades de evolución aérea. Tradicionalmente asimilado al clima (temperatura, lluvia, etc.), no deja por ello de estar claramente parcializado.  Ambiente subterráneo, que comprende a un tiempo el microclima del suelo (temperatura, aireación, humedad, pH, etc.), el medio edáfico (componentes físicos y químicos del suelo: arcilla, arena, humus, relación C/N, etc.) y el medio microbiológico (microflora y microfauna).  Ambiente antrópico, el hombre con la agricultura modifica y orienta -al menos, de alguna manera- los otros tipos de ambiente. Uno de los primeros modelos propuestos para medir las relaciones entre el inóculo y la gravedad de la enfermedad fue el de las infecciones múltiples, que en esencia viene

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Evolución de las enfermedades hortícolas en el sureste español

a decir: cuando la densidad del inóculo aumenta, la probabilidad de que una planta muera aumenta, como consecuencia de sus múltiples puntos de infección. La palpable limitación de la medida empieza por la valoración de la enfermedad. De forma matemática, esta relación ha sido expresada transformando la tasa de plantas muertas en el número de infecciones resultantes. Para ello, cuando las infecciones se distribuyen al azar entre plantas homogéneas, la probabilidad para una planta de quedar sana es e-m, siendo m el número medio de infecciones por planta; pero cuando el número de plantas es grande, la probabilidad para que una planta no enferme es 1-y=e-m. Obviamente, si y es el número de plantas enfermas, 1-y será el de sanas. Una transformación logarítmica nos llevaría a conocer el número de infecciones resultantes m=ln1/(1-y). Otro modelo propuesto se debe a Baker (1971). Se parte suponiendo que los propágulos del patógeno están distribuidos al azar en el suelo, y los sitios de infección en la raíz de la planta también lo están. En este supuesto es posible calcular la probabilidad de encuentro de un propágulo con el sitio de infección. Basándose en esta hipótesis se pueden imaginar cuatro situaciones particulares: • El inóculo está fijo en el suelo y el sustrato a infectar (raíces) también. • El inóculo está fijo y la raíz es móvil. • El inóculo es móvil y la raíz está fija. • El inóculo es móvil y la raíz también.

Situándose en el primer caso, todos los propágulos situados en el volumen de tierra colonizado por las raíces son capaces de producir infección. Dos submodelos son necesarios. El modelo que recoge el efecto rizosfera y el que contiene el efecto rizoplana. En el primero, si y es el volumen de suelo que conforma la rizosfera y d es el número teórico de propágulos por unidad de volumen, vd es el número teórico de propágulos en la rizosfera. La probabilidad para que n gérmenes estén en v es Q(n)=evd(vdn/n!). Si un propágulo es suficiente para determinar una planta muerta (x), o una infección por planta, la probabilidad para que x31 es la misma para que n31, y por lo tanto mediante una transformación log-log, log[ln1/(1-x)]=logv+logd (pendiente de la regresión inóculo-enfermedad es l). En el modelo del efecto rizoplana, si d’ es el número de propágulos por unidad de superficie de raíz, d es el número de propágulos por unidad de volumen de suelo y s es la superficie de las raíces, la probabilidad para que n propágulos estén sobre la superficie de las raíces es igual a la probabilidad para que hayan x infecciones sobre la misma superficie: Prob(n31)=Prob(x31)=1esd’. Como se desconoce la forma de medir d’, pero se sabe d, se convertirá la concentración de propágulos por unidad de superficie en la concentración por unidad de volumen. La ecuación probabilística puede ser expresada en función de la densidad de propágulos por unidad de volumen mediante la expresión Prob(x)=1-skd2/3. Es preciso insistir que estos modelos probabilísticos son válidos cuando propágulos y sitios de infección siguen una distribución al azar; y cuando el efecto de las condiciones ambientales sobre todas las dosis de inóculo, es constante e idéntico. Una simple enmienda orgánica al suelo, por ejemplo, violaría las normas del modelo. Se comenzaba este apartado subrayando la estrecha relación entre epidemiología y control. El somero repaso de los fundamentos de la epidemiología bien ha dibujado lo

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

que se conoce como Principio de Equivalencia. Principio en el cual se basa el manejo de enfermedades. Se ha puesto de manifiesto cómo la progresión de la enfermedad queda definida por alguna de las tasas de infección, por la duración de los periodos de infección (i), de latencia (p), sin excluir la presencia de un inóculo patógeno como condición necesaria para iniciar la epidemia. Es por tanto razonable y comprensible, como cualquier acción que se ejecute sobre la enfermedad tendrá un reflejo en la curva de progresión de aquella. Estas acciones -ejercidas o no por el hombre- y sus relaciones con los parámetros epidemiológicos, pueden enumerarse así:  Sobre la disminución o eliminación del inóculo previo actúan: • Resistencia vertical. • Uso de material vegetal de plantación y/o siembra sano. • Eliminación de hospedadores alternativos. • Tratamientos al suelo. • Preinmunización. • Eliminación de vectores (hongos, insectos, etc.). • Medidas legales: certificación, cuarentenas, vigilancia, etc.  Sobre la tasa de infección: • Resistencia horizontal. • Modificación de las técnicas culturales. • Control de vectores. • Clima. • Tratamientos químicos.  Sobre la latencia: • Temperatura y humedad. Manejo del ambiente. • Tratamientos químicos.  Sobre el periodo de infección: • Clima. Manejo del ambiente. • Tratamientos químicos. El desarrollo de esta epidemiología que se denominaba, al principio, clásica, no ha dado para conocer bien la variación de los valores de los factores que regulan una epidemia cuando se actúa sobre ellos. Es decir, que cualquier intervención para controlar la enfermedad se verá reflejada en la curva que la representa, y ese reflejo es un cúmulo de lagunas. Es seguro que faltan experimentos en muchos casos, pero no parece que sea cierto para todas las enfermedades. El mildiu de la patata o de la vid y la roya amarilla del trigo bien podrían probarlo. ¿Sería posible otro enfoque para desarrollar la epidemiología y, en consecuencia, el control de enfermedades?. Así lo ha ensayado Robinson desde hace años y de dicho autor se tomarán las ideas que sustentan ésta parte final. La pregunta previa a la anterior podría anunciarse así: ¿Por qué sería necesario otro enfoque?.

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Han pasado más de 125 años, durante los cuales los intentos para controlar a los parásitos de los cultivos no han cejado ni cesado. Hoy existe el convencimiento que la convivencia con las plagas es necesaria y obligada. La aparición de formas resistentes a los fitofármacos que no se detiene; los fracasos -a veces estruendosos- con el uso de los cultivares resistentes, gracias a la habilidad de los patógenos para sortear los genes que se les oponen; las habilidades parasitarias puestas en evidencia con las modificaciones y creación de técnicas culturales, etc., bien abonan la necesaria consideración de otros planteamientos. Desde esta perspectiva resulta sugerente la propuesta de Robinson (1980, 1987) sobre su concepto que denomina Patosistema Vegetal, y que lo define como un subsistema de un ecosistema que está delimitado por el fenómeno del parasitismo, en el cual la especie hospedante es la planta. Es, precisamente, su forma de concebir el parasitismo lo que puede, hoy en día, prestarse a mayor controversia. Para Robinson (1989), parásita es cualquier especie cuyos individuos pasan una parte considerable de su vida sobre un hospedador, nutriéndose de él. Parásito, continua Robinson, puede ser un ácaro, un insecto, un nematodo, una bacteria, un micoplasma, un virus, un viroide. Excluye, no obstante, otros consumidores: mamíferos, aves herbívoras. Esta definición que tanto parece chocar en la actualidad a fitopatólogos y entomólogos agrarios, tiene antecedentes no tan lejanos y que han sido evocados a lo largo de este trabajo. En este mismo apartado se ha copiado la definición de epidemiología dada por Rodríguez Sardiña, que puede compararse a la dada por Robinson para el Patosistema Vegetal. ¿Qué permite esta comparación tan relativamente lejana en el tiempo?. Desde mi punto de vista el fenómeno del parasitismo. Es difícil asimilar que un patógeno es algo diferente de un parásito. De la misma manera que no es fácil comprender que una plaga de insectos provoca un simple daño en los vegetales; las picaduras de los trips que disuelven las paredes celulares para succionar el citoplasma, o la permanencia de las colonias de pulgones viviendo y multiplicándose sobre el mismo hospedador, ponen difícil separar este parasitismo del ocasionado por hongos como los causantes de oidios y mildius. Si es aconsejable la separación de las ciencias por necesidades operativas, no lo es buscarles fundamentos cuya diferenciación puede resultar controvertida, cuando menos. Y la propuesta de Robinson tiene sentido desde el punto de vista epidemiológico, puesto que permite mirar en conjunto a los parásitos de los cultivos y aprender a manejarlos a todos, no por separado. Es necesario, no obstante, reconocer las zonas oscuras en el concepto de parasitismo. Cuando las poblaciones de dos especies diferentes interactúan en un ecosistema, cada una de ellas puede ser afectada por la otra ya sea benéficamente, perjudicialmente o no ser afectada. Se establecen así desde el comensalismo hasta la protocoperación, pasando por el parasitismo diferentes grados no siempre netamente separados. En un patosistema de plantas la relación que se establece es la interacción entre una especie de planta hospedante -el productor- y una especie parásita -el consumidor- del productor. Sobre los parásitos de la agricultura tres puntos son de necesaria mención. El primero es que la sobreproducción de biomasa es lo que el hombre explota -como consumidor

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evolutivo- cuando ha domesticado plantas silvestres para producir cultivares agrícolas. Este proceso ha llevado a que ninguno de nuestros cultivos altamente domesticados puedan sobrevivir sin la protección de la agricultura. El segundo lo conforma el hecho de que en agricultura se ha perdido el estado de equilibrio de los ecosistemas silvestres: los parásitos de los cultivos son capaces de fluctuaciones muy amplias a ambos lados del óptimo. El tercero, y último, es que los parásitos de los cultivos son capaces de explotar a su hospedador más allá de la mera sobreproducción generada por éste. Como sabemos, a pesar nuestro, pueden consumirlo todo. El estudio del patosistema vegetal tiene, esencialmente, un enfoque ecológico para aprender a manejar los cultivos de otra manera. Desde esta óptica la naturaleza del parasitismo debe de concebirse como una estrategia. Estrategia que representa un quiebro frente a la concepción más clásica de la epidemiología. Las especies pueden ser clasificadas en estrategas-r y estrategas-k. Aquellas que se reproducen en grandes cantidades, que son biológicamente baratas, que tienen vida corta y se reproducen en un periodo breve, tienen explosiones poblacionales gobernadas por una estrategia-r. En esta situación, un incremento explosivo de la población es seguido por un decremento -casi la extinción- de la misma. Decremento en el cual casi todos los individuos activos perecen. La especie sobrevive en fase de dormancia: semillas, huevos, pupas, esporas, etc. Explotan con gran eficacia el suplemento alimenticio estacional. Las royas de los cereales, el mildiu de la vid son estrategas-r. Lo son, también, las plantas anuales. Tienen una estrategia-k las especies en equilibrio, compuestas de individuos con una tasa de reproducción pequeña, son biológicamente costosas, tienen una vida prolongada en periodos de tiempo relativamente extensos. Estas especies suelen tener poblaciones de tamaño fijo y están regidas por k, que es la capacidad de carga del ambiente. Las secoyas son típicos estrategas-k. Ambas estrategias tienen ventajas evolutivas importantes. Las especies con estrategia-r poseen una gran flexibilidad poblacional: pueden sobrevivir a grandes catástrofes aunque sea a expensas de la desaparición de gran número de individuos. Una cepa de la mosca doméstica resistente al DDT, ha sido seleccionada en presencia de ese insecticida, lo cual ha ocurrido a cambio de una gran mortalidad en la población. Las especies que poseen una estrategia-k se componen de individuos con gran flexibilidad, y gracias a su complejidad pueden sobrevivir a los extremos normales del medio ambiente. Si se intenta proyectar estas ideas la Epidemiología Vegetal, las curvas que determinan la progresión de la epidemia, estarán en función del patógeno y del hospedante. De manera que, un hospedante ausente durante el invierno obligará al parásito a buscar medios alternativos de supervivencia: hospedadores secundarios, saprofitismo facultativo, etc. La tendencia en epidemiología a contraponer endemia y epidemia como ya se explicó anteriormente no se puede mantener en el patosistema vegetal, donde los estrategas-r tienen un crecimiento discontinuo y los estrategas-k lo poseen continuo, ininterrumpido. Podría asimilarse un patosistema epidémico con un parasitismo de crecimiento discontinuo (estrategia-r), mientras el endémico lo tendría continuo (estrategia-k). De

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otra manera dicho: los hospedadores con crecimiento discontinuo, normalmente sufren epidemias. Es el caso de la vid y el mildiu. Los hospedantes con crecimiento continuo, normalmente sufren endemias. Es el caso de los árboles perennifolios o el de las plantas vivaces y sus enfermedades. Los árboles caducifolios representan una excepción notable: cuando las hojas caen y luego vuelven a salir provocan una discontinuidad en el parasitismo (es un estratega-r), pero tronco, raíces y ramas permanecen disponibles para el patógeno; se podría afirmar que la madera y las raíces sufren endemia y las hojas epidemia. Una última observación concierne a las denominaciones parásitos monocíclicos, oligocíclicos y policíclicos. Debido a que una epidemia es discontinua es posible referirse al ciclo epidémico. Cada ciclo epidémico, normalmente, corresponde a un único ciclo de reproducción de la especie hospedante anual. Pero el parásito también tiene sus ciclos reproductivos que pueden ser sexuales o asexuales. Si el ciclo reproductivo del parásito coincide con el ciclo epidémico se le considera monocíclico (el carbón desnudo de los cereales es un buen ejemplo). Dependiendo de que en un ciclo epidémico el parásito tenga unos pocos o muchos ciclos se le denomina oligocíclico y policíclico, respectivamente. Este enunciado de la nueva forma de ver la epidemiología que acaba de ser expuesto, representa un enfoque que choca con el tradicional. Y choca hasta el punto que en los patosistemas epidemiológicos no cabe el término, tan querido por los fitopatólogos, de proporciones epidémicas. 3. ( SÍNTESIS Y VALORACIÓN ]

En los apartados anteriores se ha analizado el alcance y necesidad de la fitopatología como componente indisoluble de la producción agraria. Se ha justificado su existencia desde un punto de vista histórico y se han enumerado los prolegómenos que la convirtieron en una ciencia, así como su participación en el asentamiento de las bases de la Microbiología moderna y de la Patología, sea esta humana, animal o vegetal. Se ha recabado la justificación que la ha convertido, en España, en una ciencia casi competencia exclusiva de los ingenieros agrónomos. Al igual que el ejercicio de la medicina compete a los médicos. Se han examinado sus relaciones con otras ciencias, especialmente las que son más afines. Dentro de la titulación de Ingeniero Agrónomo en la Universidad de Almería, la enseñanza se apoya en otras materias que los alumnos estudian: Química Agrícola, Motores y Máquinas Agrícolas, Cultivos Extensivos, Fruticultura, Horticultura, Jardinería, Genética, Mejora Vegetal, etc. El análisis de la epidemiología y control de enfermedades, ha evidenciado que puede considerarse como el cuerpo de doctrina de la Patología Vegetal, y el estudio de las epidemias es la base racional para entablar un control o manejo de las enfermedades de las plantas, que rompe la aplicación empírica de una receta para corregir o curar. Se han matizado las laguna de sus logros y se ha contrapuesto, a la forma tradicional de concebir las epidemias, un enfoque más ecológico, conocido como Patosistema Vegetal.

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4. ( LAS ENFERMEDADES EN LOS CULTIVOS BAJO PLÁSTICO ]

Entender la importancia de las enfermedades en hortalizas necesita -dadas mis propias vivencias- una visión, aunque sea cuasi esquemática, de como ha variado el medio agrícola en el cual se implantan los actuales cultivos de las conocidas, tradicionalmente, como plantas de huerta. Tomar para ello como modelo lo sucedido en Almería en lo que va de siglo, no es solo un deber. Es, también, imitar lo que el resto de las regiones hortícolas del país hacen con el relumbrón del ya bautizado “fenómeno Almería”. 4.1. ( Los cultivos de hortalizas. Una necesaria revisión retrospectiva ]

Tomaré en este punto el relato de Francisco Palomar Oviedo (Poniente, marzo de 1994, 43-113 pp), que como jefe de la Agencia del Servicio de Extensión Agraria de La Mojonera, da una visión completa y personal, por encerrar su propia experiencia de lustros de servicio a la agricultura almeriense. Además, su relato coincide, minuciosamente, con no pocas de mis observaciones. ¿Qué eran las comarcas del Poniente y del Levante de Almería a principios de este siglo?.

Eran, ambas comarcas, llanuras esteparias azotadas por continuos vientos, a veces huracanados, con raquíticos pastos aprovechados por escasos rebaños de ovejas y cabras. Terrenos inadecuados para los cultivos, castigados periódicamente por plagas de langosta procedentes del Norte de África. Finalizando la anterior centuria comienza a llegar el agua al hoy término municipal de El Ejido, a la comarca conocida como campo de Dalias -hoy denominada Ponienteextendiéndose los antiguos cultivos de cebada, habas y maíz y apareciendo los primeros parrales y naranjos. Parrales que iniciado el siglo que ahora termina, fueron incrementándose. La variedad Ohanes, por su resistencia al transporte se exportaba a diferentes países del mundo, dándosele la denominación genérica de “uva de embarque”. A partir del alumbramiento de nuevos pozos con la instalación de motores eléctricos los cultivos de guisante y tomate tomaron un auge nuevo, que no pasó de los huertos familiares. La postguerra orientó los cultivos, obteniéndose productos para la alimentación humana (maíz, cebada, habas, boniatos, patatas, fundamentalmente). Allá por el año 1942 en algunos regadíos y secanos frescos se inicia el cultivo del algodón. Algodón del tipo egipcio que duraba varios años en el terreno por presentar una serie de ventajas frente a las variedades de cultivo anual. Sin embargo, una disposición oficial dictada en 1950, termina con el cultivo para evitar la multiplicación de la plaga conocida como “earias”, “gusano de la cápsula” o “gusano rosado”. En la década de los 50 el parral ocupaba unas 1.400 ha con una producción cercana a los 40 millones de kg de uva. Las hortalizas, se cultivaban desde finales del siglo pasado en la franja costera comprendida entre Balanegra, Balerma y Guardias viejas. Los cultivos se hacían tan cerca de las playas, que los salpicados de las olas llegaban hasta las parcelas. Las tomateras se protegían de los fuertes vientos con cortavientos separados unos dos metros. El riego de plantación -a raíz desnuda- se hacía a mano transportando el agua en caballe-

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rías desde el pozo más cercano. Las variedades de tomate cultivadas eran Cuarenteno y Muchamiel. Las semillas eran recogidas por el agricultor que también hacía sus propios semilleros o almácigas. Mediada la década de los cuarenta se establecen los primeros cultivos enarenados en Balerma y Balanegra. Y aquí comenzó el verdadero desarrollo de la horticultura almeriense. Merece la pena, por tanto, detenerse aunque sólo sea un instante en rememorar lo que supone el cultivo enarenado. El enarenado es una técnica nacida en los pueblos granadinos El Pozuelo y La Rábita hace ya más de 100 años. La atribución del invento recae sobre Manuel Romero Rivas, agricultor rapitense. Esta técnica de cultivo permaneció confinada en su lugar de origen, siendo hacia 1945 cuando aparecen los primeros enarenados en la provincia de Almería. El éxito fue tal que en 1974 existían, según Serrano Cermeño, un total de 11.750 has distribuidas por la zona costera, desde Adra hasta el Campo de Níjar. ¿A qué se debió tal éxito?. En 1953, la administración del Estado aprueba el Decreto del Plan General de Transformación en Regadío de 1.700 ha utilizando las aguas alumbradas en Aguadulce. El entonces Instituto Nacional de Colonización (actual IRYDA) comprobó que con las calidades agronómicas de suelos y aguas sólo se podían cultivar -y con bajos rendimientos- especies con resistencia a las sales: cebada, remolacha, algodón. Es curioso que en 1956 el enarenado fuese desconocido en Roquetas de Mar, pese a la extensa superficie puesta en regadío y pese a los palpables efectos de la salinidad sobre los rendimientos. Es, en este sentido, excelente la descripción que realiza Pérez de los Cobos cuando relata su encuentro con el enarenado: “Estábamos en presencia del hecho insólito de que una de las plantas más delicadas y sensibles a la salinidad, la judía, se desarrollaba de un modo vigoroso en un terreno salino y posiblemente alcalino, como pudimos comprobar posteriormente mediante análisis. Solamente había una circunstancia que podía explicar este contrasentido, la existencia de una capa de arena puesta de manera artificial encima del terreno natural”. El descubrimiento fue de tal envergadura que en 1957 la Dirección General de Colonización aprobó un crédito de un millón de pesetas para enarenar una superficie de 20 has. Las 40 parcelas de ensayo, continúa Pérez de los Cobos, fueron “distribuidas por todo el término municipal de Roquetas de Mar, sin olvidar aquellos lugares donde la sal impedía toda clase de cultivos y sobre todo, en el saladar que antiguamente se extendía al norte de la citada población. Los resultados obtenidos fueron tan espectaculares, que tierras improductivas cuyo único aprovechamiento era los pastos, pasaron a ser cultivadas de hortalizas de la manera más intensiva conocida en España. El valor de las tierras, que por aquel entonces tenían un valor de 6 €/ha, pasaron a valer 600 €/ha, es decir, se multiplicó por 100 veces su valor”. ¿Dónde estaba el secreto?. Tomaré para desvelarlo los datos expuestos por Palomar Oviedo. La desmineralización producida por el enarenado queda patente en el siguiente cuadro, correspondiente a determinaciones analíticas hechas por el entonces Instituto Nacional de Colonización.

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 TABLA 1. Código de las muestras de suelo

Cloruros solubles %

Sodio en el extracto en meq/L

Sodio intercambiable %

C.E. dS/m

Sin cultivo

0,240

176,60

53,0

2,0

Cultivo de alfalfa

0,290

221,70

88,7

2,5

Con arena de 1 año

0,045

23,11

10,2

4,6

Con arena de 2 años

0,015

13,60

8,0

2,0

Los datos son bien elocuentes. El secreto era, en principio, la disminución de las sales de una manera impresionante. El enarenado, cuya influencia alcanzó casi de inmediato a las tomateras de Águilas y Mazarrón (Murcia), consiste en esencia en el laboreo y nivelado del terreno inculto. Sobre la superficie se aporta tierra de cañada hasta alcanzar un espesor de 30-40 cm. A continuación se adiciona una generosa capa de estiércol para después cubrir con una capa de arena de 10-12 cm de espesor. Los enarenados permitieron y permiten dos y hasta tres cultivos anuales. Las especies, bien solas o en asociación, son tomate, pepino, melón, calabacín, pimiento, berenjena y judía de enrame o enana para verde. En el año 1963 se construyó en la parcela piloto nº 24 del sector 1 (entre El Parador y Roquetas de Mar) el primer abrigo plástico que permitía la circulación de personas por su interior. El experimento se hizo bajo la supervisión del Instituto Nacional de Colonización. La construcción se asemejaba a los parrales de Almería: rollizos de eucaliptos y tejidos de alambre. La estructura se cubrió con una lámina de polietileno de 400 galgas. La siembra, en los 5 módulos de 100 m2 cada uno, se inició finalizado noviembre. Las especies ensayadas fueron: tomate, pimiento, berenjena, pepino y judía. El suelo estaba enarenado. Los resultados no pudieron ser más esperanzadores:  TABLA 1. RENDIMIENTOS Y PRECIOS DEL PRIMER INVERNADERO (PALOMAR OVIEDO, 1994) Cultivo

Producción en kg de 100 m2 Aire libre

Producción en kg de 100 m2 Invernadero

Incremento de producción %

Precio por kg en euros. Aire libre

Precio por kg en euros. Invernadero

Tomate

167,80

358,22

213,48

0,02

0,05

Pimiento

16,70

77,80

465,86

0,04

0,14

Pepino

94,40

362,50

384,00

0,03

0,07

La feliz iniciativa dejaba atrás numerosas tentativas para proteger los cultivos frente a vientos huracanados y bajas temperaturas: acolchado del suelo con láminas de plástico (negro, gris o transparente) y túneles de polietileno. Por aquellas fechas una experiencia similar fue desarrollada por la empresa Petróleos de Escombreras (REPESA) en el término Municipal de Cartagena. Pese a los resultados tan espectaculares los invernaderos tomaron un auge apreciable en la década de los años 70. Así, en 1979 habían sido censadas 6.386 ha, in-

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cremento que no ha cesado, estimándose que en 1993 -y es una estimación y no un inventario- existían 23.140 ha cubiertas de invernadero. Se conjugaron para generar tal “milagro”, los beneficios de los invernaderos con los del enarenado del suelo. Las 35.426 ha de cultivos hortícolas en Almería (invernadero y aire libre) estimadas en 1992, produjeron 1.387.000 t, con un valor de 484,74 millones de euros para el sector primario. Las especies más cultivadas y por orden de importancia son en la actualidad: tomate, pimiento, melón y judía, seguidas a mayor distancia por calabacín, pepino, berenjena y col china. Desde aquella experiencia de 1963 mucho ha variado toda la estructura productiva. Desde los agricultores, que empezaron a llegar de otras provincias, hasta los tratamientos fitosanitarios. Las estructuras de los invernaderos y plásticos para las cubiertas. Podas, marcos de plantación, entutorados e injertos. Fitohormonas y colmenas para la polinización. Riegos. Control ambiental dentro del invernadero. Una idea de estas modificaciones y de su alcance desde el punto de vista de la Patología Vegetal puede adquirirse examinando, aunque sea brevemente, algunos de esos factores de la producción. Veámoslo. Tradicionalmente el agricultor realizaba su propio semillero o almáciga. Tomate, pimiento y berenjena se trasplantaban a raíz desnuda al terreno de asiento. Sandía, melón, pepino, calabacín y judía se sembraban directamente. Desde hace menos de veinticinco años aparecieron las primeras empresas especializadas en hacer semilleros. Estos semilleros “cuasi industriales” se establecieron en El Ejido, estando en la actualidad distribuidas por toda la provincia de Almería - y otras limítrofes - hasta alcanzar el número de 70, con una producción anual de 500 millones de plántulas. Aparte de ganar precocidad, este sistema permite un mayor control de la sanidad en la plantación. Sanidad, por otro lado, que está sujeta a una estricta normativa legal dictada tanto por la Unión Europea como por las propias Comunidades Autónomas donde dichas explotaciones están autorizadas. Los cultivos sin suelo e hidropónicos se introdujeron en Almería allá por el año 1980. Los sustratos a base de lana de roca, perlita, turba, corteza de pino, arena, fibra de coco, etc. se han extendido hasta alcanzar más de 4.000 ha en Almería (95% en lana de roca y perlita) y más de 6.000 ha en Murcia (90% en sacos de arena). Los sistemas NFT (Técnica de Film Nutriente, literalmente) tienen, hoy por hoy, una proyección puntual. Con estas nuevas maneras de cultivar, la Patología Vegetal también se está modificando. Parece ser que una de las ventajas de estos “sistemas sin suelo” es la posibilidad de un mejor control de las enfermedades de origen edáfico. Sin embargo, nuevas patologías han sido apuntadas en otros países y mermas en la producción, sin un síndrome claro y definido, han sido relatadas en Almería. Las características de las variedades de cada una de las especies han variado de forma apreciable. No sólo en lo concerniente a sus cualidades agronómicas y calidades comerciales, sino también en lo que atañe a la resistencia varietal a parásitos. Paradigmático en este sentido es el tomate, que tomaré como modelo para evitar la tediosa enumeración de las otras especies. Las primeras variedades cultivadas eran las conocidas Cuarenteno, Muchamiel, Flor de Baladre y similares. Les sucedieron, allá por los años 70, los tipos americanos como Early Packs, VS-3 y H11, entre otras muchas. El

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mercado, de una manera casi vertiginosa, empezó a ofrecer cultivares donde la selección se había hecho para mejorar aspectos como la coloración del fruto, la precocidad, compacidad, resistencia a malformaciones, mayor resistencia al transporte, fundamentalmente. Merecen especial atención, por lo que en aquella época representaron, los híbridos Monfavet, especialmente el 63/5, cuyo único inconveniente era la ausencia de resistencia a enfermedades. El desfile fue nutrido. Recordar a Lucy, Vemone, Snavira, Pyros, Mina, Fandango, Flamingo y otros, es traer a la memoria la gravedad de las micosis vasculares del tomate producidas por Fusarium oxysporum fsp lycopersici y Verticillium dahliae. La aparición de la variedad GC-204 (posteriormente denominada Carmelo) quebró la trayectoria. La resistencia de GC-204 a ambos parásitos del xilema abrió nuevas perspectivas al cultivo e inauguró una “nueva época” en los enclaves donde el tomate era, y es, un monocultivo. Las resistencias a parásitos, estuviesen, o no, produciendo enfermedad, fueron un cebo comercial que solucionó una papeleta patológica difícil de resolver en aquel entonces. Hoy en día, el cultivo del tomate, cuenta con una baraja de variedades con resistencia a virus, parásitos criptogámicos, nematodos y alteraciones fisiológicas, que permiten al agricultor una elección que se ajusta a la demanda de cualquier mercado. Este marchamo de resistencia a patógenos sigue siendo mantenido por las nuevas variedades, denominadas “larga vida”, cuya pionera fue Daniela. Basten los tres ejemplos anteriores para hacerse una idea del dinamismo de la horticultura intensiva de Almería. Y de la horticultura de otras regiones de nuestro país. ¿Qué ha pasado con las enfermedades?. ¿Cómo ha cambiado la protección de los cultivos frente a las enfermedades?. 4.2. ( Las enfermedades de las plantas de invernadero. Un enfoque histórico y una valoración actual ]

El paralelismo entre la evolución seguida por los sistemas de cultivo y las patologías que los merman ha sido patente a lo largo de los últimos cincuenta años. Como testigo de los pasados cinco lustros puedo corroborarlo. Es sin embargo, desalentador carecer de una cuantificación que permita comparar pérdidas para cada una de las enfermedades. El tema es complejo pero no por ello inabordable. Cuando se comparan dos de los tratados de Patología Vegetal escritos en nuestro país, y de más obligada consulta, se adquiere una sensación de progreso en el conocimiento, nada desdeñable. Siendo la Patología Vegetal de Urquijo, Rodríguez Sardiña y Santaolalla un tratado bien completo para la época, la editada por la Sociedad Española de Fitopatología, pese a la obligada carencia de criterio, refleja la sabiduría acumulada por un grupo de profesionales de la Fitopatología, y da la dimensión del progreso habido en estos últimos 50 años. Al recordar, evoco la imagen -entre otras- de las máquinas para tratamientos fitosanitarios utilizadas hace no más de un cuarto de siglo. Desde las “sulfatadoras” de mochila para pulverizaciones y los espolvoreadores de fuelle, se fue pasando al carro de pulverizar con motor, a las cubas accionadas por el tractor y a los nebulizadores e instalaciones fijas para las aplicaciones.

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Evolución de las enfermedades hortícolas en el sureste español

Desde este recuerdo, ¡cuántas novedades aparecidas durante estos últimos años!. Entre las más interesantes podrían destacarse: • La introducción de genes de resistencia a patógenos y su perfeccionamiento como herramienta para el control de parásitos. • El progreso habido en la cantidad y calidad de técnicas de diagnóstico. • La organización del “mundo” de los virus en grupos establecidos en función de afinidades profundas.

Pese a las esperanzas despertadas por los fitosanitarios y pese al papel que han desempeñado -y que resuelven en la actualidad- sus limitaciones se han puesto de manifiesto con el transcurrir del tiempo: resistencias por parte de los parásitos, destrucción de fauna auxiliar, incrementos de costes, riesgos para la salud tanto del aplicador como del consumidor, etc. La dependencia se pone de manifiesto cuando ha de eliminarse alguno de ellos. Es paradigmático el caso del bromuro de metilo. Su sustitución, tema considerado por el Protocolo de Montreal que se ocupa de la protección del medio ambiente, ha acarreado una polémica planetaria. Sustitución que ha evidenciado el abandono en la investigación sobre búsqueda de alternativas. ¿No sería este el momento de consagrar a dichos métodos alternativos al menos tanto tiempo como se dedica a los fitosanitarios?. La complejidad de la investigación contrasta con la “simple” causa-efecto de cualquier pesticida. El aumento de la “sofisticación” del medio hortícola impone mayores complicaciones patológicas. Fuera de la versatilidad vital del necrófago Botrytis cinerea, parásitos oscuros, exóticos o totalmente imprevistos aparecen en el panorama hortícola intensivo. Así, Penicilium oxalicum compite con Botrytis cinerea en enfermar a los cultivos de pepino en invernadero. O, Plasmopara radicis-lactucae parasita las raíces de las lechugas en cultivo hidropónico, rompiendo esquemas “ancestrales” sobre habilidad y especificidad parasitarias. Donde uno tiene una mayor decepción como profesional de la Patología Vegetal es cuando debe dar respuestas a aquellos que desean practicar una “horticultura biológica”. O más, todavía, cuando te demandan consejo para elaborar un reglamento legal sobre Producción Integrada. Imperativo, cada vez más urgente, según la Organización Común de Mercado de frutas y hortalizas (OCM) dentro de la Unión Europea (UE). La “producción de calidad”, eufemismo que arropa la necesidad de eliminar excedentes y una seria preocupación por la salud y el medio ambiente. Pues bien, la decepción de no poder ayudar está fundamentada sobre el hecho de que nuestros conocimientos actuales sobre el manejo integrado de enfermedades de las plantas son fragmentarios. Conocimientos que deberían ahondar sobre aspectos tales como:  Las enmiendas orgánicas como una forma de favorecer los antagonismos microbianos eficaces en el suelo y otros sustratos susceptibles de ser usados en horticultura. A este tenor, es bien necesario investigar sobre el uso de restos de cosecha. Es común, entre los técnicos, hablar de 1 millón de t de restos por año en la horticultura de Almería. Pero los alpechines y alperujos, los residuos industriales de corcho, la cascarilla de arroz o el “compost” agotado después del cultivo de champiñón, son unos pocos ejemplos con posibilidades desconocidas.

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 El papel de algunos microorganismos como antagonistas es un campo con enormes lagunas, pese a las recientes publicaciones que informan sobre el papel de Trichoderma, de los actinomicetos o de las Pseudomonas fluorescentes.  ¿Podría pensarse en un efecto sistémico de esta flora antagonista que, conjugaba con resistencias parciales de las plantas, fuesen eficaces frente a enfermedades de las partes aéreas de los vegetales?.  ¿Existen, verdaderamente, extractos de plantas marinas o terrestres útiles para el control de enfermedades?. ¿Son estos tan inofensivos para usuarios, consumidores y medio ambiente como se pretende?. El breve repaso que haré a continuación sobre las enfermedades de las plantas cultivadas bajo plástico, va a comportar un inventario que agrupa a las especies vegetales bajo epígrafes correspondientes al tipo de parásito (hongos, bacterias, virus, micoplasmas, etc.) y al tipo de enfermedad que origina. Como anteriormente se anunciaba, la valoración será meramente cualitativa. Las cuantificaciones son escasas y cuando se encuentran son parciales o de escasa fiabilidad. 5. ( ENFERMEDADES DE LAS SOLANÁCEAS ]

Se consideran como tales tomate (Lycopersicon esculentum), berenjena (Solanum melongena) y pimiento (Capsicum annum). Se hará mención, fundamentalmente, a los cultivos en invernadero; sin embargo, la referencia a cultivos al aire libre, bien sean para conserva, bien sea para otros transformados industriales (pimentón, por ejemplo), es obligada. 5.1. ( Enfermedades de los semilleros ]

Bajo esta denominación se recogen las enfermedades que afectan a la semilla antes de germinar, durante la germinación -incluida la fase hipógea de la planta- y después de la emergencia hasta que aparece la primera o segunda hoja verdadera. Todos estos periodos reciben nombre diferentes. En inglés “damping-off”; en español, caída de plántulas o más genéricamente enfermedades de los semilleros o almácigas. Pero los semilleros necesitan consideraciones específicas que atañen a todo el proceso productivo. Así, las semillas de las solanáceas pueden ser portadoras de diferentes patógenos, algunos de difícil control. Patógenos, por otro lado, que pueden no manifestarse durante el tiempo que permanecen las plantas en las almácigas. En el caso de las solanáceas son señeros los ejemplos que proporcionan algunas bacterias (Clavivacter michiganensis spp michiganensis, p.e.) y ciertos virus (mosaico del tomate, TMV; moteado suave del pimiento, PMMV; p.e.) portados por las simientes y cuya manifestación sintomatológica ocurre en pleno cultivo. Obviamente, este problema tiene dimensiones diferentes cuando el semillero es individual, hecho por cada agricultor, o las plantas se producen en grandes explotaciones, denominadas legalmente planteles.

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En la actualidad las plantas se producen en semilleros especializados. Hay que exceptuar aquellas zonas del país donde el tomate para industria se siembra directamente en el terreno de asiento (Extremadura p.e.) o aquellas otras donde los semilleros siguen siendo artesanales (pimiento para pimentón en Murcia y pimiento para conserva en Aragón y Navarra, p.e.). En un plantel para solanáceas, u otras hortalizas, hay que considerar, por lo tanto, una serie de vías de entrada de patógenos establecidos o no en la zona donde aquel esté situado. Son de obligado cumplimiento la instalación de mallas para evitar la entrada de insectos transmisores de virus. Por ejemplo, Frankliniella occidentalis (transmisor del virus del bronceado, TSWV), y Bemisia tabaci (mosca blanca transmisora del virus de la cuchara, TYLCV). Las turbas y sustratos (vermiculita, perlita, lana de roca, compost orgánico, etc.,) son un componente esencial en el establecimiento de un semillero. Su sanidad no está garantizada y algunos patógenos pueden ser introducidos: Pythium spp y Fusarium oxysporum fsp radicis lycopersici podrían ser paradigmas de la realidad. Con una importancia secundaria se han considerado el agua de riego y los vientos, pero ambas vías son, sin duda, vehículos tanto de patógenos de la parte aérea (Botrytis cinerea y varias especies causantes de oidio) como de hongos típicamente telúricos (Fusarium oxysporum fsp lycopersici). Es evidente que la clásica consideración de almácigas ha perdido la importancia que tuvo. En ellos, como en las siembras directas, siguen teniendo una clara relevancia Pythium (varias especies en nuestras latitudes, especialmente P. aphanidermatum y P. irregulare) y Rhizoctonia solani (grupo AG4, esencialmente). Su control que se recomienda mediante desinfecciones de la cama de siembra, deberá ser apoyado con fungicidas específicos bien aplicados a la semilla antes de sembrar o al pie de las plántulas. Esta pérdida de individualidad de los antiguos almácigos, para dar paso a las instalaciones industriales, ha introducido nuevas técnicas de multiplicación de los vegetales. Tal es el caso reciente del ejemplo que nos proporciona la dispersión masiva en muy poco tiempo de la bacteriosis conocida como Chancro bacteriano del tomate (incitante: Clavibacter michiganensis ssp michiganensis). La extensión del injerto de tomate sobre tomate para hacer más productivas algunas variedades de interés comercial ha sido la causa de que unas 3.500 explotaciones en las Islas Canarias hayan padecido la enfermedad. Los hechos bien podrían haber seguido la siguiente secuencia: unas pocas semillas portadoras del patógeno serían el origen del inóculo, trasmitido a un cuantioso número de plantas mediante la técnica del injerto. Todo ello sin una protección legal clara. 5.2. ( Enfermedades causadas por parásitos edáficos en el terreno de asiento ]

Los nematodos formadores de nódulos pertenecientes al género Meloidogyne (M. incognita, M. javanica, M. hapla y M. arenaria son las especies descritas para estos cultivos). Tienen importancia muy relevante en el tomate y escasa en la berenjena. En el caso del pimiento es paradigmático el ejemplo ocurrido en los pimientonales del Campo de Cartagena en Murcia. Durante numerosos años de prospecciones regulares las plantas no presentaron nunca nódulos que indicasen la presencia de estos nematodos. Sin embargo, desde hace muy poco tiempo los daños producidos por M. incognita

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son muy importantes. Inevitablemente hay que preguntarse la razón de este suceso, máxime cuando los suelos se han desinfectado anualmente con bromuro de metilo. Su control se plantea mediante desinfecciones de suelo, entre las cuales sobresale en la actualidad la biofumigación y la biosolarización, y el uso de genes de resistencia (Mi) sólo posible en tomate. Desinfecciones de las cuales no se puede prescindir, dado que el gen de resistencia quiebra sus efectos a 27 ºC si está en heterozigosis y a 32 ºC si lo está en homocigosis. Entre los hongos y bacterias hay que distinguir varios grupos, según su implicación parasitaria. Productor de zonas con aspecto de corteza de árbol en las raíces (“corky-root”) es Pyrenochaeta lycopersici, durante mucho tiempo considerado un “micelia sterilia”. Hongo de crecimiento lento y típico de suelos fríos. No constituye un problema en nuestras hortalizas, exceptuando los tomatales del País Vasco. Se le ha considerado como uno de los causantes de la “fatiga” de los suelos donde el monocultivo lleva instalado numerosos años. Se suele acompañar de una corte de los denominados parásitos secundarios (Fusarium, Rhizoctonia solani y Colletotrichum atramentarium) cuyo verdadero parasitismo está por conocer. Así, C. atramentarium (sin. C. cocodes) aparece en las raíces de las plantas de tomate que crecen en cultivo sin suelo sin que su papel, al parecer, trascienda a la producción. Recientemente se ha estudiado en los cultivos sin suelo de tomate la implicación parasitaria de diversas especies de Phytium (P. aphanidermatum y P. irregulare, sobre todo), que originan importantes podredumbres radiculares. Dentro de estas categorías de parasitismo el género Phytophthora tiene una plaza bien merecida. Mientras que el tomate sufre los ataques de Phytophthora nicotinae var parasitica de manera muy esporádica en nuestro país, coincidiendo con temperaturas suaves y suelos pesados, la berenjena y, especialmente el pimiento, son marchitadas por P. capsici, P. cryptogea y P.n. var. parasitica. La tristeza del pimiento es una enfermedad que afecta a los pimentonales del país y cuyo control ha sido eficaz gracias a la combinación del manejo del agua de riego y desinfecciones del suelo. Una habilidad parasitaria poco común de Fusarium oxysporum es la representada por F.o. fsp radicis-lycopersici. Productor de importantes podredumbres del pie de las plantas de tomate, fue detectado en España hace más de diez años, pero su importancia parece muy pequeña a tenor de los informes publicados en otros paises. De igual manera que ocurre a Phoma lycopersici (Didymella lycopersici), activo productor de chancros en el cuello y en otras partes del tallo, cuyo papel en nuestros tomatales no se ha extendido en los casi veinte años que han pasado desde su descripción. Siendo Sclerotioum rolfsii un activo productor del cuello de las plantas de tomate en condiciones tropicales en nuestro país se presenta esporádicamente en los suelos ácidos de Badajoz. Sin embargo en el pimiento, y más especialmente en la berenjena, es sustituido por Sclerotinia sclerotiorum, cuando los días son cortos, frescos y la luminosidad es escasa. Podredumbres de las raíces del tomate, recientemente descritas, son las ocasionadas por Spongospora subterránea, parásito de la patata y el basidiomiceto Calyptella campanula descrito en los invernaderos de tomate del Reino Unido. Ambos pueden

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ilustrar el hecho de que a las modificaciones culturales les suelen seguir novedades fitopatológicas. El manejo de todos estos parásitos causantes de podredumbres en las solanáceas es siempre difícil, dada la opacidad del suelo. La información contrastada más extendida se refiere a la desinfección del suelo, que no erradica el problema. Siendo parásitos del xilema no causan podredumbres radiculares dos especies de hongos y una bacteria. Son los agentes causantes de las marchiteces vasculares. Entre los responsables de las fusariosis están F. oxysporum fsp lycopersici (con tres razas fisiológicas) y F. oxysporum fsp melongena. La verticiliosis tiene como incitante a Verticillium dahliae (para algunos con dos patotipos). El marchitamiento bacteriano está originado por Pseudomonas solanacearum (con 3 razas según su especialidad sobre solanáceas y musáceas). La fusariosis vascular del tomate representó para las plantaciones que dedicaban la producción al consumo en fresco un grave problema. Problema que se resolvía con rotaciones a cuatro años a base de habas y cebada. Posteriormente, las desinfecciones con bromuro de metilo y/o metam-sodio (metilisotiocianato) permitieron una mayor rentabilidad de los campos. Sin embargo, la aparición de las variedades provistas del gen l, extraído de Lycopersicon pimpinellifolium, resolvieron el problema y la desinfección del cultivo fue tal que el mismo suelo soportaba -y sostiene después de más de 20 años- dos cultivos de tomate al año, dejando sólo julio y agosto con el suelo sin cultivar. Para evitar otros parásitos edáficos e incrementar la producción, la resistencia varietal se combina con fumigantes, especialmente, metilisotiocianato. Cinco años después de introducir el gen 1, una nueva raza apareció en el patosistema. Un nuevo gen (l2) fue insertado en las variedades y la situación se ha mantenido estable hasta la fecha. Y ello pese a que una nueva raza (patotipo 1-2) apareció en Australia en 1982. Si la fusariosis se exterioriza durante las épocas más calurosas del año en el litoral mediterráneo de España (abril a octubre), la verticiliosis la complementa marchitando los tomates de noviembre hasta abril. La existencia de un gen (Ve) de resistencia, presente en todo cultivar que se precie, ha resuelto el problema de análoga manera a como lo hizo el gen 1 en el tomate. En algunos países subtropicales (Florida y Brasil) han aparecido cepas de V. dahliae capaces de remontar el gen, constituyendo una raza 2. Sin embargo, la polifagia de Verticillium le permite enfermar al pimiento -causa la seca o tristeza en el Valle del Ebro y en el pimiento de Padrón en Galicia- y sobre todo la berenjena. Ni en pimiento, ni en berenjena hay resistencias genéticas, por lo que el control se basa en desinfecciones de suelo, rotaciones culturales y nomadeo del cultivo. Pseudomonas solanacearum, incitante del moko de la platanera, era una bacteria ausente de España y de la Unión Europea. Recientemente se ha declarado en patatales de Holanda, Portugal y España, así como en tomatales de Francia. Una estricta legislación intenta su erradicación de los Estados miembros de la Unión. Fue encontrada hace más de diez años en cultivos de tomate de Málaga, pero aquel foco no progresó. Temible por la rapidez de sus marchiteces y las dificultades de control, enferma al pimiento, al tomate y a la berenjena. Pero hay dos preguntas cuyas respuestas son sustanciales para entender su actual distribución en Europa: ¿por qué en EE.UU está presente hasta

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Carolina del Norte (38º N, latitud) donde hiela más que en Granada? y ¿por qué estuvo tanto tiempo ausente en Europa?: ¿tan bien funcionaron los controles fronterizos de material vegetal importado?. No podrían finalizarse los parásitos telúricos del tomate olvidando a la planta parásita, sin clorofila, antiguamente conocida como Orobanche ramosa y hoy rebautizada como Phelipea ramosa. El jopo, que es como se la conoce comúnmente no representa, hoy por hoy, problema alguno en los cultivos de tomate. 5.3. ( Hongos, bacterias y virus que enferman la parte aérea de la planta ]

Si hasta aquí han ocupado espacio los parásitos de origen edáfico, excluyendo a los virus, serán bacterias y hongos que enferman a las partes aéreas las que llenen las páginas siguientes. Hay que ser conscientes de la relatividad de estos apartados. Bajo ciertas condiciones, algunos de ellos pueden enfermar partes subterráneas -o mejor dicho enterrada- de la planta. Y es seguro, que la mayoría tienen una fase de su vida en el suelo, aunque sólo sea la meramente conservativa de dormancia. Clavibacter michiganensis ssp michiganensis, Pseudomonas sirynqae pv tomato y Xanthomonas campestris pv vesicatoria, son tres incitantes de otras tantas bacteriosis en el tomate, repartidas por todo el mundo. Introducidas mediante las semillas de cultivares híbridos en España allá por el año 1978, su presencia no deja de tener más que una importancia anecdótica, lo cual no excluye que en ciertos microclimas o en algunos años especialmente lluviosos y húmedos puedan enfermar tallos, hojas y frutos. Solamente se dispone de un gen de resistencia a Ps. s. pv tomato que tiene una eficacia reconocida y empieza a disponerse en variedades híbridas. Pseudomonas corrugata, que origina la podredumbre negra de la médula del tomate y del pimiento, tiene una presencia anecdótica que está ligada a condiciones culturales especiales: exceso de Nitrógeno y días fríos, cortos y de baja luminosidad. Presentes en los tomatales están bacterias típicas de podredumbres y poco específicas. Tal es el caso de Erwinia carovora y E. chrysanthemi. En los años muy húmedos pueden producir podredumbres del pie de la planta, como ocurrió la campaña pasada en Almería, donde se agotó el antibiotico kasugamicina usado para sustituir los tratamientos con mastic a base de productos cúpricos. Obviamente, las propiedades bactericidas del Zn (zineb) han sido olvidadas. El tizón tardío del tomate causado por Alternaria dauci fsp solani no representa mayor problema en los cultivos. Berenjena y pimiento no parecen ser susceptibles. Tampoco en los semilleros produce daños, antaño importantes. En los cultivos para industria se presentan problemas durante el trasplante, especialmente si las semillas están infectadas. Esta ausencia de enfermedad puede ser debida a los tratamientos con fungicidas que se practican de manera preventiva. Otras dos especies de Alternaria no descritas en España, pueden afectar a los frutos: A. tomato y A. alternata fsp lycopersici. Un pariente próximo, Stemphylium (S. solani, S. lycopersici, S. versicarium, etc., dan una idea de la compleja realidad taxonómica) no provoca enfermedad en los tomatales. Quizás haya que buscar la razón en la resistencia conferida por el gen Sm (dominante y estable) presente en muchos cultivares.

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Raras son las epidemias de mildiu (agente causal Phytophthora infestans) en los tomatales de la costa mediterránea de España. Más frecuente parecen ser en los tomates para industria de Extremadura y Castilla-La Mancha. Las concisas condiciones ambientales necesarias para el desarrollo de la epidemia pueden estar en el origen de este hecho. Desde luego, no parecen estarlo los continuos tratamientos químicos que preventivamente se aplican al tomate, a quien el hongo parasita. El mismo razonamiento podría aplicarse para entender la ausencia o, mejor, presencia anecdótica de Fulvia fulva (ex Cladospodum fulvum) y Septoria lycopersici en tomate. O, la de Phomosis vexans en berenjena. Dos parásitos bien diferentes desde el punto de vista de sus posibilidades parasitarias ocasionan amplias, repetidas y, a veces, devastadoras epidemias en solanáceas hortícolas, especialmente en invernadero. Botrytis cinerea, necrófago ampliamente repartido y Liveillula taurica, parásito obligado que parasita fundamentalmente al tomate y al pimiento y raramente a la berenjena. Un tercer patógeno, causante de oidio, ha sido descrito: Erysiphe cichoracearum. Tanto Botrytis como Liveillula son difíciles de controlar pese a los repetidos tratamientos fitosanitarios, dado que han desarrollado resistencia a todos los fungicidas que se han aplicado, excepto al azufre, activo frente a L. taurica. Solamente algunas prácticas culturales en el caso de la podredumbre gris han mostrado cierta eficacia: forma de podar, aireación en los invernaderos, plantaciones menos densas, están entre las técnicas propuestas. La resistencia genética para L. taurica ha sido encontrada recientemente en poblaciones de tomate de Bulgaria, y ha sido introducida en cultivares comerciales. Depende de un gen, al parecer de heredabilidad dominante, cuya eficacia y fuerza habrá que comprobar. Para Botrytis cinerea no ha habido igual suerte. Quizás el estudio del comportamiento de diversos materiales genéticos de tomate, pimiento y berenjena sea necesario para rastrear resistencias al temible necrófago. Merecen una especial atención dada la importancia que han adquirido durante los últimos años. Importancia que en algunos casos se ha plasmado en catástrofes de más de 240,4 millones de euros. Me estoy refiriendo a las virosis. Desde el punto de vista epidemiológico llama la atención como se han sucedido las epidemias de virus en los cultivos de solanáceas. Si en las primeras variedades de tomate el mosaico del tabaco (TMV) era de un azote en las plantaciones, ya que alcanzaba hasta reducciones de cosecha del 25%, en la actualidad no existe preocupación por esta virosis. Los genes Tm, Tm2 y Tm22 han sido los responsables de esta bonanza. Pariente del mosaico del tomate es el virus del moteado suave del pimiento (PMMV). El locus L puede ser portador de alelos mayores de resistencia. La serie alélica L1, L2 y L3 que protege eficazmente a las plantas no parece ser muy duradera, de manera que se han descrito patotipos 1-2-3 del virus. A tal punto esto es así que siendo el PMMV un virus que se trasmite por semillas, el Instituto Nacional de Semillas y Plantas de Vivero del MAPA, a instancias de las partes, mantiene desde hace cinco años un plan de vigilancia de la sanidad de las semillas comerciales de pimiento. La sucesión de virosis no ha cesado. El PVY, virus Y de la patata, ya en el recuerdo, fue sustituido por una devastadora epidemia del bronceado del tomate (TSMV). El virus

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es trasmitido por el trips Frankliniella occidentalis y por Trips tabaci. Fue a partir de la introducción del primer vector, cuando se desencadenó una fuerte epidemia en las hortalizas del país. Las pérdidas económicas fueron elevadísimas y en algunas Comunidades Autónomas se hizo necesario sustituir cultivos tradicionales por otros alternativos. El control del vector es imperfecto por su capacidad multiplicativa. Las barreras físicas (mallas) en los invernaderos fue una necesidad que ahora está generalizada. Necesidad que alcanzó a todos los cultivos dada la polifagia florícola del vector y la versatilidad patogénica del virus. Sin haber resuelto el control del bronceado en su totalidad, aparece un nuevo vector, en este caso el aleuródido Bemisia tabaci, y con él una temible epidemia -quizás en fase de alcanzar un máximo- como es la que tiene por protagonista al virus del rizado amarillo de las hojas (TYLCV) -conocido popularmente como virus de la cuchara- cuya actuación puede parangonarse con la del Tomato Spotted Wilt Virus (TSMV). Recientemente se ha presentado un nuevo virus que se ha generalizado rápidamente, es el virus del pepino dulce (PepMV) cuya trasmisión por contacto es igual o mayor que la del antiguo mosaico del tomate (TMV). Mayor, quizás, puesto que dicho virus es trasmitido también por contacto de los abejorros polinizadores (Bombus terretris). Por si esta sucesión, que parece imparable, fuese poco, un síndrome nuevo, bautizado como muerte súbita del tomate, esta desde hace dos años produciendo elevadas pérdidas en los cultivos murcianos. Las especulaciones actuales de la investigación asocian el síndrome a la presencia de Olpidium en las raíces y a la presencia del virus del pepino dulce. Por el momento sólo son eso, especulaciones. He aquí otra arista de la Patología Vegetal bien determinante: la complejidad cada vez mayor de la Etiología. El proceso ha sido general en los cultivos de hortalizas de la costera mediterránea, y puntual en otros lugares, dependiendo posiblemente de las condiciones ambientales. Una singularidad la constituyó la actuación del virus del mosaico del pepino (CMV) -muy generalizado en tomatales bajo su versión de cepas comunes (causantes del filimorfismo foliar)- acompañado de un satélite (ARN5) que ocasionó una alarma justificada en los tomatales valencianos. Todo quedó en eso, una alarma. Este panorama justifica, sobradamente, la vigilancia sobre la previsible aparición de nuevos virus, Rabdovirus como el Tomato Bushy Stunt (TBS), hasta Potyvirus como Tobbacco Etch Virus (TEV) o el Pepper Venial Mottle Virus (PVMV), representan un fuerte paquete de investigación en etiología. Paquete que se incrementa con los trabajos propios para resolver los problemas actuales: búsqueda e introducción de nuevos genes de resistencia, estudio sobre la fuerza de dichos genes, control de vectores, etc. Pero, desde el punto de vista de la epidemiología, existe una pregunta cuya envergadura debería motivar a los investigadores: ¿por qué se producen estas epidemias tan generalizadas, tan rápidas y tan persistentes?. ¿Por qué ocurren, además, cualquiera que sea el tipo de cultivo?. La modificación del ambiente aéreo puede estar implicada en el fenómeno. Algunos han arriesgado la hipótesis de la predisposición de las plantas por los fotooxidantes atmosféricos (ozono, óxidos de azufre, etc.), tan comunes como la actividad humana en la zona litoral. Los indicios no la desmienten. Dejando de lado, como una curiosidad, el Stolbur del tomate, las denominadas enfermedades no parasitarias constituyen un capítulo no desdeñable en las solanáceas.

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Tal vez como consecuencia de un mayor conocimiento sobre las enfermedades parasitarias. Quizás como respuesta a un mejor control de las enfermedades clásicas. Sin duda, propiciado por los nuevos híbridos, que desplazaron a las antiguas variedades abiertas. Y, palpablemente, influidas por las técnicas culturales nuevas, las enfermedades no parasitarias han adquirido un vuelo insospechado. Merece, por tanto, la pena dedicarles unas líneas. La asfixia radicular, a la cual el pimiento es una planta especialmente sensible manifestando síntomas análogos a los de enfermedades infecciosas, se generalizó cuando el riego por goteo sustituyó al tradicional por surcos. En la actualidad sólo en riegos a pie, o por aspersión, cuando el terreno está mal nivelado, la fisiopatía tiene una manifestación importante. En relación con el suelo, la dotación de riego y la calidad de las aguas, la salinidad representa un problema de enjundia. Especialmente como indicador de la degradación de ciertos enclaves actuales del cultivo afectado. La médula blanda y marrón que afecta al tomate y al pimiento, está asociada con un exceso de Nitrógeno. La sintomatología está muy próxima a la originada por la bacteria Pseudomonas corrugata. El enrollamiento fisiológico del tomate, las intumescencias foliares y los sectores del limbo plateados son alteraciones que se presentan en los invernaderos. Todas ellas tienen un poco que ver con la forma de cultivar. Podas muy severas y defoliaciones importantes practicadas a plantas muy vigorosas. Evacuación deficiente del agua por los estomas durante las noches frescas y condensaciones importantes en la atmósfera del cierro plástico. Son, entre otras, las causas que las justifican. Los frutos son alterados por varias circunstancias netamente relacionadas con las técnicas culturales y por la genética de los cultivares. El golpe de sol, el estallamiento, la necrosis interna del fruto, culminan con la más importante de todas estas enfermedades no parasitarias: la podredumbre apical. Bien estudiada, la alimentación por el calcio está en el origen. Alimentación que puede estar representada por una verdadera carencia de calcio, o por una irregular frecuencia de riego, que no permite a las células del fruto disponer del elemento para constituir las laminillas medias que las une. Este tipo de fisiopatías -excluyendo a las carencias minerales- son, sin duda, la alerta de nuevas enfermedades infecciosas. Responden, desde mi punto de vista, a una adaptación de las plantas a modificaciones del medio de cultivo. Su relación con los patógenos debe ser neta. Hay una predisposición que es poco conocida en la Patología Vegetal. 6. ( ENFERMEDADES DE LAS CUCURBITÁCEAS ]

El melón (Cucumis melo) es ampliamente cultivado en nuestro país. Es un centro de diversificación que aporta notables ventajas. Prueba de ello son las numerosas variedades originarias de España. Se cultivan además con una extensión y producción notables, tres especies que por orden de importancia son Citrullus lanatus (sandía o melón de agua), Cucumis sativus (pepino y pepinillo) y Cucurbita pepo (bajo su forma comercial de calabacín). Numerosas son las enfermedades que merman la producción de estas hortalizas, aunque su importancia está, como en otros muchos casos, por eva-

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luar. Enfermedades que se comentarán siguiendo el esquema aplicado a las solanáceas, aprovechando, para evitar repeticiones, no pocas de las reflexiones allí vertidas. 6.1. ( Enfermedades de los semilleros ]

Reiterar que el sentido de los planteles esbozado para las solanáceas tiene para las cucurbitáceas el mismo valor, permite dar entrada a la especial sensibilidad que pepinos, melones y sandías tienen a ciertos hongos típicos de los almácigos. Pythium y Rhizoctonia solani poseen capacidades parasitarias que evidencian ciertos aspectos de la Patología Vegetal poco desarrollados. Pythium aphanidermatum es en los cultivos de pepino un patógeno que marchita a las plantas en el semillero y en el terreno de asiento, cuando aquellas están en plena producción. Si P. aphanidermatum cumple ese papel durante las épocas cálidas, P. irregulare lo suple durante las frias. Ambas especies pueden ocasionar podredumbres radiculares en pepinos cultivados sobre sustratos. En este caso la manifestación sintomatológica no ocurre, pero las mermas en cosecha pueden ser apreciables, hasta el 15%. Rhizoctonia solani causa enfermedad y muerte sobre plántulas y plantas en plena producción de pepino y melón. Ambos parásitos son transportados por turbas, por el agua de riego e incluso por las masas de polvo que el aire mueve. Aspectos epidemiológicos aplicables a Olpidium radicale y O. brassicae. Verdaderos hongos, según las recientes orientaciones taxonómicas, capaces de generar podredumbres radiculares en melón y sandía y transmisores del virus del cribado del melón (MNSV). En un medio como el de los cultivos en invernadero, donde las semillas son un capítulo importante en los gastos (en ciertas variedades de pepino el precio por semilla alcanza las 0,24 euros), la sanidad de éstas es importante. Las investigaciones sobre la presencia de Fusarium oxysporum fsp melonis manifestando síntomas en los semilleros, revelaron que las semillas han vehiculado durante años al patógeno y a sus cuatro patotipos, participando de esa manera a difundir una micosis cuya presencia en los melonares del país era meramente anecdótica. Al igual que se comentó en el caso de las solanáceas, el injerto es una práctica habitual en estos semilleros, especialmente en la sandía. Podría decirse que dicha práctica se aplica a la totalidad de las plantas de sandía que se cultivan en el litoral. En el caso del melón el injerto es prácticamente anecdótico, quizás por las incompatibilidades tardías que se presentan. Entre los aspectos a estudiar en los planteles, que duda cabe que los muestreos para hacer una correcta inspección fitopatológica ocupan una plaza importante. Hoy carecemos de la metodología adecuada para tomar una muestra representativa, no ya de un parásito en concreto, sino del conjunto de todos ellos. El tema es difícil pero no inabordable. 6.2. ( Enfermedades causadas por parásitos edáficos en el terreno de asiento ]

El comportamiento de las especies de Pythium y de R. solani frente a las cucurbitáceas pone en evidencia la dificultad de ordenarlos en apartados con una cierta coherencia.

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Los nematodos del género Meloidogyne son una causa de notables pérdidas de vigor en los cultivos y por ende de producción. Al contrario que en las solanáceas, en las cucurbitáceas no existen genes de resistencia disponibles en las variedades comerciales. Los actuales conocimientos sobre el comportamiento de estos parásitos en el suelo, han evidenciado la razón de muchos de los escapes a las fumigaciones. También han puesto de manifiesto como el manejo del suelo es fundamental para mantenerlos en umbrales poco perjudiciales. En los suelos fríos Phomosis sclerotioides representa un grave problema para el pepino y menos para el melón. Afortunadamente no se ha descrito en España. El control es complejo e implica la clásica desinfección del suelo o el recurso del injerto sobre Cucurbita ficifolia, o el del cultivo sin suelo. El causante de las raíces leñosas, Pyrenochaeta lycopersici, puede parasitar al melón en esos reiterados suelos frescos. Sin embargo, no es común encontrar Thielaviopsis basicola parasitando las raíces del melón, hecho que aunque infrecuente se ha presentado en nuestros melonares tanto en cultivo sin suelo como en el terreno definitivo. El parásito puede ser transportado por turbas y compost, indicando los graves daños observados en cultivo hidropónico una alerta sobre la modificación del medio y la capacidad de los patógenos para variar su comportamiento. Las fusariosis vasculares de las cucurbitáceas son micosis importantes en numerosas partes del mundo. Es consolador comprobar como la fusariosis vascular del pepino (incitante, Fusarium oxysporum fsp cucumerinum) no ha sido descrita en España. Consuela, igualmente, la poca y localizada incidencia de la fusariosis vascular del melón (incitante Fusarium oxvsporum fsp melonis). Del patógeno se han descrito cuatro patotipos, todos ellos presentes en nuestros melonares. Ciertamente es difícil dar una explicación a este hecho. Es posible que en los melonares al aire libre la influencia de las elevadas temperaturas cumplan un papel limitante. Piénsese que el melón al aire libre se cultiva en las Comunidades Autónomas de Castilla-La Mancha, Murcia, Valencia y Andalucía, fundamentalmente, durante periodos muy calurosos. También tiene una neta influencia la forma de cultivar. El nomadeo hace que el mismo campo no vuelva a ser sembrado en 4 ó 5 años como mínimo. A este grato suceso debe contribuir un hecho recientemente dado a conocer: la resistencia a F.o. fsp melonis existente en los “cultivares” que manejan los agricultores. Sabido es que los horticultores del melón recogen sus propias semillas. Pues bien, en esas simientes se han encontrado genes de resistencia a los patotipos 0,1 y 2 en una proporción superior al 25% del germoplasma ensayado. Pero además, este tipo de resistencia vertical (sensu Van der Plank) está acompañada de una notable resistencia horizontal. Con ser mucho lo apuntado, no explica toda la realidad. ¿Por qué en los invernaderos de Almería o Murcia no se presenta la enfermedad con el dramatismo descrito para otras regiones mediterráneas vecinas?. En estos enclaves se repite melón en el mismo suelo durante épocas del año en las cuales las temperaturas no le son limitantes al patógeno. Quizás la cuestión encierre dentro de si un camino para la investigación nada desdeñable: ¿qué es una planta sana?. La fusariosis vascular de la sandía si representa un problema grave para esta hortaliza, verdadero refresco para los tórridos veranos mediterráneos de la península. El incitante, Fusarium oxysporum fsp niveum, está bien establecido en los enclaves actuales del cultivo, cuyo valor estriba en la precocidad y en la tradición. Su control pasaba

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por las fumigaciones con bromuro de metilo si la repetición se planteaba sobre el mismo suelo. Las investigaciones de largos años han puesto de manifiesto que el injerto sobre diferentes calabazas (Lagenaria siceraria, Benincasa cerifera, Cucurbita sp. etc.) resuelven el problema y hacen la técnica competitiva en precio con las fumigaciones. A tal punto ha llegado el éxito que podría decirse, sin gran riesgo de equivocarse, que el 95% de las sandías de Almería se injertan. Sin embargo, el injerto está poniendo en camino temas de interés para la investigación. Aparte de los problemas previsibles del mercado (calidad y cantidad), se está practicando la plantación con los pies de la combinación. Es decir, no se cortan las raíces de la sandía y a pesar de ello no se manifiesta la micosis. Si esto es así, ¿cual es la razón?. La solución hallada no debe ocluir el inicio de otras líneas de investigación. Sería, por ejemplo, de sumo interés buscar resistencias en germoplasma autóctono y en algunas especies de Citrullus silvestres, sumamente resistentes a la sequía, como las tueras. Recientemente una nueva fusariosis de ha manifestado en cultivos sin suelo. Se trata de una enfermedad que pudre el cuello y las raices de los pepinos en pleno cultivo, aunque también presenta una neta invasión del xilema. Las pérdidas no son despreciables, a tenor de las primeras evaluaciones: más de un 14% de plantas enfermaron en una explotación almeriense. La micosis no es exclusiva de Almería puesto que también se ha detectado en cultivos bajo invernadero, en perlita, en Sevilla. En principio se ha asignado al agente causal coma Fusarium oxisporum fsp radicis-cucumerinum. Siguiendo la primera descripción hecha de esta patógeno en Creta. Sin embargo estudios más profundos están demostrando la capacidad del patógeno para invadir sólo el sistema vascular del melón, sin asomo de podredumbre del cuello y de las raíces. Este hecho pone de manifiesto varias dudas sobre la descripción realizada en un principio: a- la especificidad parasitaria del hongo que no se ciñe solamente al pepino y b- la habilidad para parasitar, puesto que según las condiciones ambientales puede manifestarse como un neto parásito vascular, como un productor de podredumbre de raices, o con ambas habilidades parasitarias a la vez. Desde el punto de vista epidemiológico plantea una cuestión frecuente en la Patología Vegetal: ¿dónde se origino el inóculo primario?. Puede que el trasiego de material vegetal que existe en las zonas hortícolas intensivas encierre una respuesta positiva. La verticiliosis (incitante Verticillium dahliae) no representa más que una curiosidad en melón y no se ha descrito en los pepinos de invernadero, pese a los daños originados en los cultivos del Norte de Europa. En las sandías aparece con mayor frecuencia, especialmente en los suelos que han soportado cultivo de tomate con la micosis. Las pérdidas son tanto más elevadas conforme se incrementa la precocidad de la plantación. Otras podredumbres del cuello y las raíces causadas por Phytophthora (P. megasperma, P.cryptogea, P. dreschleri, P. capsici), Sclerotium rolfsii y Fusarium solani fsp cucurbitae no representa tan siquiera curiosidades fitopatológicas. De igual manera que tampoco la bacteria Agrobacterium rhizogenes, incitante de la rizomanía del pepino en Inglaterra, ha tenido manifestación registrada en el país. Si tiene en los cultivos de melón, y quizás en los de sandía, una trascendencia importante, aunque nunca evaluada en su totalidad, el síndrome conocido como colapso y/o muerte súbita del melón. ¿Qué es el colapso?. La respuesta es compleja, pero necesaria su exposición, aunque sea breve.

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La muerte en breve plazo de tiempo de las plantas de melón cuando está próxima la cosecha es quizás el aspecto más llamativo del colapso. Las plantas de aspecto sano se marchitan bruscamente y mueren. Ningún signo ni en los vasos ni en las raíces o el cuello permiten un indicio que oriente la etiología. Etiología que ha estado atribuida a Rhizoctonia solani, a Macrophomina phaseolina, a Monascus entypoides, a Acremonium sp y a Olpidium radicale asociado con el virus del cribado del melón (MNSV). Esto ha ocurrido al mismo tiempo en el mundo y en España. Es decir, dentro de los melonares españoles todos y cada uno de los supuestos incitantes han sido de manera individualizada los responsables. Veamos más detalladamente la situación. En los cultivos almerienses la acción conjugada del virus y de su vector provoca la muerte súbita de las plantas, mostrando por toda sintomatología previa una necrosis epidérmica del hipocotilo que puede prolongarse como una estría a parte de la raíz principal. Esta muerte ha sido reproducida experimentalmente tanto en los cultivos de otoño como en los de primavera, conformando así los obligados postulados de Koch. Lo chocante de esta situación es que cuando el virus se inocula mecánicamente, y no está presente el vector, se reproducen los síntomas descritos para la virosis, pero las plantas no sufren colapso. La hipótesis de que Monascus entypiodes era el incitante del colapso fue emitida en Valencia, pero la consistencia experimental del trabajo era tan endeble como la credibilidad a conferirle. No obstante, investigadores americanos han atribuido a dicho ascomiceto la causa del colapso por ellos observado. Hay que leer detenidamente los experimentos publicados para comprender sus limitaciones. Limitaciones que alcanzan por igual a los trabajos israelitas. Durante años el colapso ha sido atribuido a la acción de Acremonium sp, pero las pruebas que esclarezcan su responsabilidad no han sido presentadas. Pese a ello, la hipótesis especulativa ha sido: el hongo actúa pudriendo las raicillas absorbentes desde el momento en que se produce la germinación. La planta crece y debido a la merma ocurrida en sus raíces y a la fuerte transpiración de la parte aérea, aquella se marchita y muere. Lo cierto es que ninguna solución de las propuestas ha paliado las consecuencias del colapso. Hay una excepción que concierne a la muerte súbita en Almería -conste que el uso de esta denominación ha sido establecida tácitamente por los autores- donde una rotación con solanáceas hace soportable económicamente la enfermedad. 6.3. ( Micosis y bacteriosis de la parte aérea de las plantas ]

Didymella bryoniae es la última denominación del teleomorfo del hasta hace poco tiempo Mycosphaerella citrullina. Patógeno que afecta, fundamentalmente, a los tallos del pepino y del melón. Parásito típico de climas tropicales y subtropicales húmedos, se ha instalado en los invernaderos almerienses ocasionando daños que necesitarían intervenciones continuas a base de fungicidas, si los utilizados para controlar Botrytis cinerea no fuesen igualmente activos. Lo cierto es que ninguna investigación se ha hecho sobre la enfermedad y su importancia bien la merece. Las cucurbitáceas de invernadero sufren mermas a causa de tres enfermedades que requieren tratamientos de manera continua. Se trata del mildiu (incitante Pseudoperonospora cubensis), el oidio (incitante Erysiphe cichoracearum y Sphaerotheca fuliginea; excepcionalmente Liveillula taurica) y la podredumbre gris (agente causal Botrytis cinerea).

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Allá por el año 1978 se produjo una epidemia generalizada de Pseudoperonospora cubensis que alcanzó a los melonares del Levante, de Murcia y de la Mancha. Los pepinos cultivados bajo invernadero en Almería también fueron enfermados. Las indagaciones llevadas a cabo entonces, no permitieron encontrar noticias sobre la presencia del hongo en España con anterioridad a dicha fecha. Lo cierto es que no se ha vuelto a repetir una epidemia como aquella en los cultivos hechos al aire libre, pero en los pepinos de Almería todos los años, con más o menos intensidad, el mildiu es motivo de pérdidas en las cosechas. Y, desde luego, los tratamientos preventivos están a la orden del día. Es curioso, además, que las plantas de melón y de sandía no sufran la micosis pese a compartir el espacio con los pepinos enfermos. Cuando la epidemia es intensa y duradera la eficacia de los fitosanitarios utilizados es insuficiente. Insuficiencia en parte debida -y esto es meramente especulativo- a la resistencia a los fitofármacos usados. Es este un aspecto que merecería una investigación. Investigación que debería alcanzar a ciertos aspectos de la biología del hongo como su conservación de un cultivo a otro y al valor de los genes de resistencia que empiezan a introducirse en variedades de melón y de pepino. El oidio o ceniza de las cucurbitáceas es una micosis foliar muy extendida en todos los cultivos, cualquiera que sea su ubicación. Las informaciones de las cuales se dispone indican que es Sphaerotheca fuliginea (dos razas) la única presente allá donde se ha muestreado. La micosis es antigua a tenor del hábito que existe entre los agricultores de practicar azufrados. Y es, precisamente el azufre, un valor seguro ya que no se han descrito cepas resistentes en ningún lugar del mundo. Su uso sigue siendo habitual por su poder acaricida y a pesar de la fitotoxicidad que causa con temperaturas por encima de 35 ºC. El riesgo de generar cepas resistentes a toda gama de fitosanitarios es un aspecto sin investigar en los pepinos, melones y sandías de invernadero. Actualmente se financia un proyecto de investigación sobre este punto. Investigación que alcanza a la evaluación de los genes de resistencia en melón (Pm1 y Pm2) introducidos en cultivares comerciales. Resistencia que también existe en pepino (gen R). Botrytis cinerea, necrófago que causa la podredumbre gris, es precisamente grave en cultivos de pepino de invernadero. La situación es análoga a la descrita para las solanáceas. Su control difícil y costoso, además de imperfecto. La necesidad de investigación urgente. El resto de micosis inventariadas para las cucurbitáceas carecen de importancia en la actualidad. Algunas no han sido encontradas en España. En esta situación están Choanephora cucurbitacearum que pudre los frutos del calabacín, Diplodia natalensis activo en la conservación de frutos, Colletotrichum lagenarium, Cladosporium cucumerinum, Alternaria cucumerina, Cercospora citrullina, Corynespora cassicola y algún otro más. Merece la pena, antes de iniciar el inventario de bacteriosis, comentar un hecho relativamente reciente. Desde los invernaderos de pepino de Canadá, Inglaterra, Holanda y Francia se ha descrito una podredumbre gris-verde-azulada (bluish-greenish-grey) de los tallos, causada por Penicillium oxalicum. ¿Qué razón puede explicar este nuevo avatar fitopatológico?. No es mal planteamiento para investigar la relación: nuevas técnicas culturales, nuevas habilidades parasitarias. Descrita en Almería hace años, Pseudomonas syringae pv lachrymans, no parece tener una relevancia mayor en los cultivos. La mancha angular puede manifestarse

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en melón, pepino y calabaza. Las condiciones mediterráneas, poco propicias para la exteriorización de esta enfermedad y para el resto de las bacteriosis, podría explicar la discreta actuación que tiene. Erwinia tracheiphila parasita el sistema vascular del melón y del pepino, fundamentalmente. Transmitida por los coleópteros Acalymma vittata y Diabrotica undecimpunctata, no produce enfermedad en nuestro país. Finalmente, Xanthomonas campestris pv cucurbitae, enferma a la calabaza y no ha sido descrita como causante de daños en nuestro país. La vigilancia sobre una bacteriosis que afecta a las plántulas y frutos de sandía de manera importante es necesaria. Se trata de Pseudomonas pseudoalcaligenes subsp. citrulli descrita en Florida (EE.UU.). 6.4. ( Virosis ]

Aunque sobre las cucurbitáceas se han descrito menos virus que en el tomate, no por ello carecen de importancia. Su distribución e incidencia ha variado en los últimos 20 años. Predominaba, entonces el mosaico del pepino (CMV) en la rivera Norte del Mediterráneo, el mosaico de la sandía, cepa 2 (WMV2) en la orilla Sur y el mosaico de la sandía cepa 1 (WMV1) en condiciones tropicales y subtropicales. Hoy en los cultivos de cucurbitáceas de nuestro país se han descrito como importantes el mosaico amarillo del calabacín (ZYMV), el mosaico de la sandía (WMV-2), mosaico de la calabaza (SQMV), el cribado del melón (MNSV) y por supuesto, el mosaico común del pepino (CMV). A esta lista no pequeña hay que añadir los virus transmitidos por moscas blancas. Estos amarilleamientos viróticos no tienen, todavía, una etiología definida. Entre los virus encontrados, los más importantes pertenecen a los Geminivirus, aunque a otros se les ha encuadrado dentro de los Closterovirus. Pese a todo hay todavía partículas virales de difícil clasificación. La transmisión de los virus se hace por diferentes vías. Algunos de ellos utilizan varias formas de propagación. Así, el ZYMV se transmite por semillas y por pulgones del modo no persistente (Aphis gossypii y Myzus persicae). Por áfidos se difunde el mosaico de la sandía (WMV-2) y por Trialeurodes vaporariorum el amarilleamiento de las cucurbitáceas. Por Olpidium radicale se transmite el MNSV y por semillas el mosaico de la calabaza (SQMV), además de los coleópteros y ortópteros. Estas vías de propagación necesitan un conocimiento exaustivo para entablar un correcto procedimiento de control. La diferenciación continua de partículas virales es ahora mucho mejor conocida gracias a la fineza alcanzada por las técnicas de diagnóstico. La especialización parasitaria será un tema a investigar dada su relación con la genética de la planta. Así, la resistencia genética debería ser uno de los caminos más explorados en el control de virus. Tres caminos han sido apuntados. Por un lado, la búsqueda de resistencias al vector; así para el CMV y otros Potyvirus la resistencia a Aphis gossypii parece ligada a un gen Vat presente en germoplasma de melones de Oriente y de España. La segunda vía es la búsqueda de resistencias específicas, que es un camino poco explorado en nuestro país, aunque en otros parece haberse hallado genes de interés. En España se comercializan variedades de melón del tipo Galia, que son portadoras de una resistencia completa al virus del cribado (MNSV). El tercer camino es buscar a partir de cruzamientos complejos, por selección recurrente, una tolerancia general a los virus más importantes de una zona.

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Desde que redacté las anteriores notas para este capítulo solo han transcurrido 3 años. Pese a ello nuevas virosis han sido identificadas en los cultivos de cucurbitáceas almerienses. Algunos tan graves que han motivado normativas legales para evitar las enormes mermas de producción. El caso más señero es el virus del amarilleamiento de las venas del pepino (CVYV), trasmitido por Bemisia tabaci. Vease al respecto el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA, núm. 3, 8.1.2002). En esta normativa el legislador se entretiene en detallar una serie de medidas de control que la norma establece como obligatorias. No es poca cosa que se establezca una norma legal para un grupo de virosis concretas, indicativo, sin duda de la gravedad de estos problemas fitopatológicos. 6.5. ( Enfermedades no parasitarias ]

Al igual que en el caso del tomate, las enfermedades no parasitarias son cada vez más frecuentes y parecen responder a las innovaciones tecnológicas introducidas en los cultivos. Los daños de frío, encharcamientos temporales, sequedad del sustrato y salinidad pueden ocasionar faltas de nascencia o muerte de plántulas. Los abonados desequilibrados, las insuficiencias de magnesio o de manganeso, pueden provocar en las plantas de pepino amarilleamientos, necrosis intenerviales o desecamiento marginal de las hojas. La carencia de molibdeno, posible en las tierras rojas mediterráneas del terciario, puede detener el crecimiento en las plántulas de melón. Una clorosis marginal de las hojas del melón puede ser la respuesta a un tratamiento con productos cúpricos usados para combatir el mildiu. El golpe de sol que afecta a los frutos de melón después de una fuerte defoliación; la vitrescencia interna de los frutos de melón, favorecida por un exceso de frutos en las plantas, por temperaturas bajas y deficiente alimentación de calcio en relación al potasio; las protuberancias cristalinas de la epidermis de los frutos -análogas en consistencia a las intumescencias de las hojas del tomate- debidas a un exceso de humedad ambiental; y, la hipertrofia de la raíz de las plantas de melón por exceso de agua. Son, en fin, un inventario nutrido de fisiopatías que responden a modificaciones ambientales. 7. ( ENFERMEDADES DE LA JUDÍA ]

La judía es una planta cultivada en el mundo entero. Se consume tanto en fresco (vainas) como en seco (legumbre). En este apartado se considerará solamente la especie Phaseolus vulgaris, ya que Ph. coccineus, Ph. lunatus o Ph. acutifolius no se cultivan en el país o están presentes en cantidades simbólicas. Aunque la judía para verde se cultiva en invernadero, se hará referencia a los cultivos al aire libre existentes en casi todas las comunidades autónomas. La distribución mundial de la judía es, posiblemente, la causa de la enorme variabilidad existente en los tipos varietales. Enanas, de crecimiento trepador, de frutos planos o redondos, etc. Todos estos tipos serán considerados aquí. 7.1. ( Enfermedades producidas por hongos del suelo ]

Contrariamente a otras especies hortícolas la judía se siembra directamente en el

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terreno de asiento. Durante el periodo de nascencia y emergencia varios parásitos pueden enfermarla. Así, varias especies de Pythium (P. aphanidermatum, P. ultimum, y otras), Rhizoctonia solani (cepas AG4, especialmente), Thielaviopsis basicola, Fusarium solani y Fusarium oxysporum. Y, por supuesto, la mosca de la semilla (Phorbia platura). La concurrencia de varios de estos parásitos a la vez, o la actuación predominante de uno de ellos, está en función de la temperatura ambiente. Si las siembras se hacen durante un tiempo fresco (10-12 ºC) o en un suelo húmedo con temperaturas bajas, la nascencia se retrasa y el parasitismo se acrecienta. En la etiología y la responsabilidad de los parásitos antes nombrados, se esta investigando en profundidad en el CIFA (Centro de Investigación y Formación Agraria) por parte del equipo de Don Julio Gómez Vázquez. Considero de tal interés dichos trabajos que merece la pena hacer una mención a ellos. Han puesto de manifiesto que diversas especies de Pythyum son capaces de matar totalmente a plantas en plena producción cuando se hace el cultivo en perlita. Todavía más, las especies de Pythyum se manifiestan como patógenas en relación estrecha con las temperaturas ambientales. De manera que P. aphanidermatum exterioriza su patogeneicidad con altas temperaturas, mientras que durante el invierno no lo hace. Toman el relevo especies del tipo P. ultimum y P. irregulare. El parasitismo de todos los microorganismos antes citados puede continuar durante el crecimiento de las plantas. Algunos de ellos han podido ser aportados por las semillas, caso de Rhizoctonia solani, Fusarium solani y Colletotrichum lindemuthianum que pese a manifestar sus síntomas en plantas en plena producción, puede enfermar a las plántulas con los signos propios de la antracnosis. A la corte ya mencionada se les puede unir, a lo largo del desarrollo, parásitos como Aphanomyces euteiches fsp phaseoli y Macrophomina phaseoli. Es por tanto un conjunto de hongos diversos quien puede parasitar las raíces de las judías desde el inicio de su germinación. Los más extendidos cuando el cultivo está en producción son Fusarium solani fsp phaseoli y Thielaviopsis basicola, el primero se muestra mucho más peligroso en suelos compactados. En los Estados Unidos de América se ha consagrado un esfuerzo a la selección de variedades del tipo RRR (root rot resistant), que presumiblemente tienen resistencia a Fusarium y a Thielaviopsis. Entre los parásitos vasculares de la judía se ha descrito un Fusarium oxysporum fsp phaseoli en EE.UU. e Italia. También fue encontrado en Valencia hace años y recientemente en Barco de Ávila. Su acción en los invernaderos está por determinar. Curtobacterium flaccumfaciens es una temible bacteria allá donde se ha presentado. Ni en España, ni en la Unión Europea ha sido citada, supuestamente por la eficacia de las medidas de cuarentena. Los nematodos del género Meloidogyne parasitan las raíces de las judías en condiciones tropicales. En nuestros cultivos no parecen tener mas que una actuación discreta, aunque su evaluación no ha sido realizada. 7.2. ( Micosis y bacteriosis de la parte aérea ]

Tradicionalmente una micosis y dos bacteriosis han acaparado la máxima atención. Se trata de la antracnosis, ocasionada por Colletotrichum lindemuthianum y de grasas originadas por Xanthomonas campestris pv phaseoli. Éstas últimas detectadas

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en España allá por los años treinta del siglo que finaliza. A las tres enfermedades les une el hecho de que pueden ser trasmitidas por las semillas. La antracnosis es una micosis propia de zonas lluviosas y con temperaturas suaves. Quizás por esta razón es rara en la mayoría de los cultivos de España y especialmente en los del litoral Mediterráneo, incluyendo a los de invernadero. Se presenta con frecuencia en los cultivos de judía para fabada de Asturias. La simple selección visual de las semillas -que son blancas- es suficiente para eliminar la mayoría de las contaminadas. Sin embargo, su importancia en el mundo debe ser tal, que ha motivado programas especiales para obtener semillas sanas, que se aprovechan para las grasas. O viceversa. En esencia consiste en buscar ambientes áridos, evitar los riegos por aspersión y establecer un programa de tratamientos fitosanitarios adecuados (generalmente a base de productos cúpricos). Después, los controles determinarán los niveles de infección permitidos. La resistencia varietal también ha sido -y sigue siéndolo- un aspecto muy estudiado. El gen Are en Europa ha proporcionado resultados duraderos en combinación con el cuidado de las firmas de semillas de no introducir razas ausentes. El Centro Internacional de Agronomía Tropical (CIAT) de Colombia, está realizando un programa de razas y fuentes de resistencia en América latina. Tampoco las grasas son bacteriosis de importancia en nuestros cultivos. Donde más estudiado ha sido el tema es en las Comunidades Autónomas de Castilla-León y Asturias. Allí, donde el ambiente parece favorable tampoco representa un problema grave. En el mundo entero ambas bacterias reciben tanta atención como la antracnosis. La resistencia varietal en Pseudomonas syrinqae pv phaseolicola que en un principio fue encontrada en la variedad “Red Mexican” como dominante, sucumbió ante la aparición de una nueva raza. Al parecer depende de seis loci, dos que actúan sobre la multiplicación de la bacteria y cuatro que actúan sobre la toxina. En el caso de Xanthomonas campestris pv phaseoli el conocimiento está menos elaborado. El CIAT ha propuesto líneas “XAN” cuya resistencia se ha obtenido de Phaseolus acutifolius. No son los anteriores patógenos los únicos especificados sobre la parte aérea de la judía. Otros la enferman, aunque la distribución de algunos en Europa parece no haber ocurrido. Así, Phaeoisariopsis griseola (Isariopsis griseola), Cercospora castellani, Cercospora cruenta entre las cercosporosis; Uromyces appendiculatus, y Phakospora vignae, agentes causases de la roya; Erysiphe polygoni que no parece estar en Europa, pero que es sustituido en los cultivos bajo plástico por Erysiphe cichoracearurm; Entyloma petuniae, carbón de las hojas. Y, una serie más de Ascochyta, Phoma y Phyllosticta, completarían este escueto inventario sobre la sanidad de la judía. No son ajenos a los judiares, especialmente en invernadero, Sclerotinia sclerotium y Botrytis cinerea. No habiendo sido descrito Choanephora cucurbitacearum que en clima tropical húmedo actúa como Botrytis. La base nutritiva que permite a estos potentes saprófitos parasitar los tejidos sanos de las vainas, limbos y tallos, son los periantios florales marchitos. No es ocioso repetir que los días cortos, la baja luminosidad, las temperaturas frescas y las elevadas densidades de siembra están en la base del comportamiento epidémico de ambos incitantes. La repetición de los tratamientos fungicidas han generado cepas resistentes, cuyo papel epidemiológico está por dilucidar. Urge una investigación sobre el tema, tal y como se ha venido reiterando en apartados anteriores.

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El análisis de semillas de judía procedentes de Asturias evidenciaron que estaban contaminadas por Rhizoctonia solani. Quizás las vainas próximas al suelo o las salpicaduras de partículas de suelo por las gotas de lluvia fueron las responsables de este hecho. Sin embargo, no se ha encontrado R. solani destruyendo el follaje de plantas en pleno cultivo, algo que parece ocurrir en otras latitudes. Botrytis cinerea, Sclerotinia sclerotium, Pythium aphanidermatum, y Rhizoctonia solani son, habitualmente, responsables de las podredumbres de las vainas en postcosecha, sin que este hecho pueda ser considerado como preocupante. 7.3. ( Virosis ]

Son numerosos los virus que enferman a las judías. Potyvirus, como el mosaico común (BCMV), y el mosaico amarillo (BYMV). Luteovirus como el de la amarillez apical del guisante (Pea leaf roll virus, PLRV). Entre los Geminivirus se debe citar especialmente al mosaico dorado de la judía, muy importante en Latinoamérica. El Southem bean mosaic virus (SBMV), entre otros, es un virus transmitido por el coleóptero Ceratoma trifurcata y por semillas, habiendo despertado cierta alerta entre los virólogos europeos, pese a que su área actual de manifestación es América. De todos ellos el más importante en nuestros cultivos es, en la actualidad, el mosaico común (BCMV). Quizás el secreto de su extensión sea su transmisión por semillas en porcentajes muy elevados. También es vehiculado por diversas especies de áfidos. En numerosas variedades locales está presente un gen de hipersensibilidad, dominante, que ninguna cepa del virus ha sido capaz de remontar. Esta hipersensibilidad implica riesgos, habituales en este tipo de resistencia. El “black root” es una manifestación necrótica que incumbe a todos los órganos de la planta, a los que seca. Ocurre cuando las temperaturas se elevan en tomo a los 30 ºC. Escasa información existe en nuestro país sobre este “accidente”, pero ciertamente en muchas zonas donde su cultivo era tradicional, la judía ha desaparecido. El mosaico amarillo (BYMV) no se transmite por semillas, pero infecta a un elevado número de leguminosas cultivadas y espontáneas. Incluso a numerosas iridáceas (gladiolo, freesia, tritonias). Se ha relatado que el 92% de los bulbos de gladiolo producidos en Holanda están infectados por el BYMV. Su presencia en los judiares españoles no ha sido evaluada. A tal punto que en aquellos trabajos que tratan sobre las virosis en Almería no se citan ninguno de los dos últimos virus. Sólo este hecho merecería alguna atención, puesto que la ausencia de patógenos en un medio concreto puede desvelar aspectos insospechados sobre las enfermedades. 8. ( ORIENTACIÓN GENERAL SOBRE NECESIDADES DE INVESTIGACIÓN Y ENSEÑANZA ]

Cuando en páginas anteriores de este tema se justificaba, desde una perspectiva crítica, el contenido clásico de la epidemiología y el control de enfermedades, se concluía en la necesidad de estudiar aquellas en el conjunto del entorno donde se producen. El éxito parcial de los pesticidas y de la resistencia genética, pese a las expectativas levantadas, eran dos buenas razones para proponer un cambio en los derroteros

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de la investigación. Razones que no son únicas. Recientemente el I Congreso Nacional sobre la Producción Integrada, celebrado en Valencia a instancias de la Federación de Cooperativas de la tierra levantina, justificaba la convocatoria en base a la necesidad impuesta por la Organización Común de Mercado (OCM) de frutas y hortalizas de la Unión Europea para hacer una producción de calidad. Aparte los mecanismos de regulación del mercado, lo cierto es que la concienciación ciudadana por su salud y por la conservación del medio ambiente, es creciente. Prueba palpable de ello, que atañe a todo el planeta e invade directamente en la producción agraria, es la recomendación del Protocolo de Montreal para eliminar un fitosanitario emblemático por su eficacia: el bromuro de metilo. El sucinto inventario de enfermedades de las hortalizas (solanáceas, cucurbitáceas y judía) en los cultivos bajo plástico, ha puesto de manifiesto la sanidad de éstos. Enfermedades muy graves en otros tiempos, como las micosis vasculares, tienen una solución eficaz en la resistencia varietal o en el injerto. Quizás un índice del papel que el enarenado puede jugar en la expresión de las enfermedades del suelo lo representa el escaso uso que se hace de fumigantes como el bromuro de metilo, la solarización o el cultivo sin suelo. En el caso del bromuro de metilo hay que exceptuar dos situaciones singulares. Los fresones de Huelva y los pimientos de invernadero de Murcia y Alicante. Entre las enfermedades de la parte aérea, tres micosis y unas cuantas virosis, ocasionan daños permanentes, a veces con dimensiones casi catastróficas. Las diferentes especies de oidio son motivos de continuos tratamientos. Su control, pese al costo de los fungicidas, parece mantenerlas en niveles soportables. Niveles que son rebasados casi anualmente por Botryotinia fuckliana, especialmente en tomate. Dependiendo de los años, el mildiu de las cucurbitáceas alcanza proporciones alarmantes en pepino. Los trabajos de investigación sobre la epidemiología de estas enfermedades son de estricta necesidad para racionalizar su control. En este sentido, sendos proyectos de investigación financiados por el programa sectorial de agricultura del INIA y por la FIAPA (Fundación para investigación agraria en la provincia de Almería) están en marcha. La puesta a punto del programa BOTMAN para el control de Botrytis cinerea se cuenta entre sus cometidos. Las virosis son graves en las hortalizas de todo el litoral mediterráneo y en los archipiélagos. Sabido es que su control es meramente preventivo. Las prácticas culturales tienen una influencia decisiva en éste. Diversos proyectos de investigación se desarrollan sobre las virosis más graves. La resistencia genética y el control de los vectores se cuentan entre sus cometidos. El virus del bronceado del tomate (Tomato spoted wilt virus, TSWV). O el virus de la cuchara en tomate (Tomato yellow leaf curl virus, TYLCV), son exponentes bien paradigmáticos. El panorama descrito alienta a desarrollar programas de manejo integrado que nos aboquen a una producción integrada. A una producción de calidad, como demanda la Unión Europea, y lo que es más importante, el ciudadano. Choca, cuando menos, proponer para los cultivos intensivos bajo plástico la generalización de una producción integrada. No hay razones para ello. Es más, desde hace años se investiga el manejo integrado de plagas en los invernaderos Almerienses, con resultados que se proyectan ya sobre la realidad.

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Evolución de las enfermedades hortícolas en el sureste español

La producción integrada es definida por la OILB (Organización Internacional de Lucha Biológica e Integrada contra los animales y plantas dañinos) en su documento Definición y Objetivos de la Producción Integrada, de la siguiente manera: “Es un sistema de explotación agraria que integra los recursos naturales y los mecanismos de regulación en las actividades de la explotación agraria para minimizar los aportes de insumos procedentes del exterior de la plantación, asegura una producción sostenible de alimentos y otros productos de alta calidad mediante la utilización preferente de tecnologías respetuosas con el medio ambiente, mantiene los ingresos de la explotación agraria, elimina o reduce las fuentes de contaminación provocadas actualmente por la agricultura y mantiene las múltiples funciones de la agricultura”. La definición integra todo el proceso productivo. No sólo las plagas y enfermedades. Éstas fueron contempladas con exclusividad en la Orden del 26 de julio de 1983 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que promociona las Agrupaciones para Tratamientos Integrados en Agricultura (ATRIAS). Los objetivos del plan perseguían: • Puesta a punto de las técnicas de lucha integrada y utilización racional de los productos fitosanitarios. • Formación del personal técnico y especializado en la dirección y aplicación de dichas técnicas. • Fomentar las agrupaciones de agricultores para la realización de tratamientos fitosanitarios integrados.

En dicha orden ministerial, el servicio de Defensa contra Plagas e Inspección Fitopatológica, dejó fuera el apoyo de la Universidad, tan necesario en la investigación y formación del personal. No me cabe ninguna duda que el manejo integrado de los cultivos es un paso hacia la comprensión del comportamiento de los patógenos, única vía para poder convivir con las enfermedades y plagas que originan. Un exponente todavía tímido de esta necesidad se recoge en el texto de la nueva Ley de Sanidad Vegetal, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE núm. 279, 21.11.2002), y, que sustituye a la ya derogada Ley de Plagas del Campo de 1908. Toda la normativa dada por la Unión Europea para vertebrar los Reglamentos como el de la producción ecológica, carecen, en muchos casos, de bases científicas, técnicas y experimentales. Sólo concibiendo la Agricultura como un Sistema podremos manejar a los parásitos que merman los resultados finales. Desde esta óptica la Agroecología será la ciencia en la que la Patología Vegetal pueda enjugar los no pequeños fracasos cosechados al socaire de otros abundantes éxitos. Esta propuesta encierra un gran reto para la Protección de Cultivos: redefinir su metodología atendiendo a criterios medioambientales. La necesidad de resolver dicho cometido concierne al ámbito de la investigación, el desarrollo, la divulgación y la extensión y, muy especialmente, al ámbito de la enseñanza. ¿Qué tipo de investigación requiere este amplio objetivo?. Desde este planteamiento sobresalen:  Aspectos básicos sobre etiología, fisiología, biología, genética y ecología de los agentes parasitarios.

( 223 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

 Aspectos básicos sobre epidemiología que conciernen, inseparablemente, al hospedador y al patógeno. La genética de la resistencia y su manejo son irrenunciables. La aplicación de modelos matemáticos y, en general el análisis de sistemas, serán herramientas indispensables para alcanzar estos objetivos.  El manejo de los antagonistas precisarán de conocimientos muy relacionados con el medio. El éxito será función de las prácticas culturales, de manera más acusada cuando se intente explotar a los antagonistas autóctonos.  El establecimiento de umbrales de intervención y los estudios económicos sobre el control de enfermedades será el punto que oriente todo lo concerniente a los fitosanitarios. Desde su toxicología hasta la eficiencia en la maquinaria de aplicación. La necesidad de abordar los problemas de enfermedades de forma interdisciplinar es imprescindible si se desea una integración real con los medios de producción.

( 224 ]

( TEMA 7 ]

PRODUCCIÓN INTEGRADA EN CULTIVOS HORTÍCOLAS BAJO ABRIGO. ANDALUCÍA

Vicente Aparicio Salmerón

Ingeniero Agrónomo. Jefe del Departamento de Sanidad Vegetal Mª Paz Rodríguez Rodríguez

Ingeniero Técnico Agrícola. Unidad de Producción Integrada Carmen Manzanares Ruíz

Ingeniero Técnico Agrícola. Unidad de Producción Integrada Delegación Provincial de Agricultura y Pesca de la J.A. en Almería

Producción integrada en cultivos hortícolas bajo abrigo. Andalucía.

Producción

Integrada ANDALUCIA

1. ( INTRODUCCIÓN ]

La puesta a punto, desarrollo y actualización de la Producción Integrada ha sido fruto de la colaboración de Sanidad Vegetal de la Junta de Andalucía con técnicos y entidades agrarias del sector hortícola de Almería a través de convenios de colaboración que mantienen la Junta de Andalucía con dichas entidades. En la actualidad dichas entidades agrarias son las Sociedades Cooperativas Andaluzas (S.C.A.) Coprohnijar, Arysol, Ejidomar y las Sociedades Agrarias de Transformación (S.A.T.) Canalex y Costa de Nijar. Ha sido decisiva la aportación técnica de Centros de Investigación y Universidad de Almería. La elevada incidencia de agentes nocivos que afectan a los cultivos hortícolas bajo abrigo en la provincia de Almería y a otras zonas del litoral andaluz supone un problema especialmente grave tanto por los daños directos que ocasionan como por los posibles efectos negativos que supone la necesidad de su control. Se relacionan algunos de los factores que tienen una influencia directa en la presencia y proliferación de los agentes nocivos para las especies hortícolas cultivadas: • Condiciones agroclimáticas favorables, tanto para los cultivos como para los agentes nocivos. • Estructuras no cerradas totalmente, que posibilitan las reinvasiones. • Gran densidad de parcelas de cultivo y carácter intensivo de éstos. • Presencia de malas hierbas y restos de cultivos en el interior y proximidades de las parcelas de cultivo. • Siembra o plantación de las especies vegetales sin las debidas garantías fitosanitarias. El control de las plagas de los cultivos desde la aparición de los productos fitosanitarios orgánicos de síntesis, se ha basado casi exclusivamente en la lucha química debido a la eficacia directa de control que presentaban estos productos. Los posibles riesgos del mal uso de los productos fitosanitarios se pueden concretar en: • Presencia de residuos en los productos de consumo. • Aparición de resistencias en las poblaciones de los agentes nocivos. • Problemas toxicológicos para los aplicadores o manipuladores. • Problemas ecotoxicológicos o medioambientales (efecto nocivo sobre hábitats, flora y fauna natural o auxiliar, etc.) • Coste económico elevado por aplicaciones no racionales.

( 227 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Como respuesta a estos problemas debidos al control fitosanitario, básicamente químico, junto con las exigencias de los mercados (el consumidor es cada vez más selectivo y exigente), se hace necesaria la aplicación de nuevas técnicas que nos conduzcan a la denominada Producción Integrada, que comportaría y mantendría una Agricultura Sostenible. CONCEPTO DE PRODUCCIÓN INTEGRADA

Siguiendo los criterios de la OILB y según el Real Decreto que regula esta producción, se entiende por Producción Integrada el sistema agrícola de obtención de vegetales que utiliza al máximo los recursos y mecanismos de producción naturales y asegura a largo plazo una agricultura sostenible, introduciendo en ella mecanismos biológicos y químicos de control así como otras técnicas que compatibilicen las exigencias de la sociedad, la protección del medio ambiente y la productividad agrícola, así como las operaciones realizadas para la manipulación, envasado, transformación y etiquetado de productos vegetales acogidos al sistema.

 FOTO1. OBTENCIÓN DE PRODUCTOS DE ALTA CALIDAD.

LEGISLACIÓN-NORMATIVA REGULADORA (Cultivos hortícolas bajo abrigo)

• REAL DECRETO 1201/2002 de 20 de noviembre, por el que se regula la Producción Integrada, en productos agrícolas (BOE nº 287 de 30 de noviembre 2002). • DECRETO 215/1995, de 19 de septiembre sobre Producción Integrada en agricultura y su indicación en productos agrícolas (BOJA 26 septiembre 1995) • ORDEN de 26 de junio de 1996, por la que se desarrolla el DECRETO 215/1995 de 19 de septiembre, sobre Producción integrada en agricultura y su indicación en productos hortícolas, (BOJA 6 de julio 1996)

( 228 ]

Producción integrada en cultivos hortícolas bajo abrigo. Andalucía.

• ORDEN de 29 de diciembre de 2000, por la que se aprueban los Reglamentos Específicos de Producción Integrada en los Cultivos Hortícolas bajo Abrigo que se citan: Calabacín, melón, sandía, pepino, judía, berenjena, tomate y pimiento, (BOJA 25 enero 2001). 2. ( NORMAS O REQUISITOS QUE COMPLETAN EL PROCESO GENERAL DE LA PRODUC-

CIÓN INTEGRADA ]

Se resumen a continuación las normas o requisitos que completan el proceso general de la Producción Integrada. 2.1. ( Normas generales de la Producción Integrada ]

La aprobación y publicación del Real Decreto 1201/2002 (BOE 30/11/02), regulador de la Producción Integrada de productos agrícolas, contempla el marco general en el que se desarrolla esta producción y se concreta en la normativa de las diversas Comunidades Autónomas a través del Decreto, Orden genérica y Reglamentos Específicos para cada cultivo. Esta legislación autonómica se encuentra actualmente en periodo de actualización para adecuarse debidamente al citado Real Decreto1201/2002. La ley de Sanidad Vegetal 43/2002 de 20 noviembre (publicada en BOE nº 279 de 21 de noviembre 2002) recoge y apoya la promoción de los programas de Producción Integrada. Los aspectos concretos específicos para cada cultivo hortícola bajo abrigo, se recogen en los oportunos Reglamentos Específicos. No obstante, se exponen a continuación las medidas (obligatorias y prohibidas) más significativas:  Aspectos agronómicos generales Obligatorias: • Operaciones culturales: deben minimizar el impacto ambiental. • Rotación de cultivos: establecer programa. • Cultivos sin suelo: disponer de instalaciones que permitan la recirculación de lixiviados. • Sustratos inertes: adecuadamente reciclados. • Plásticos: retirada para su reciclado o vertido controlado. Prohibidas: • Restos vegetales, plásticos o envases: abandono en el interior o lindes de la parcela. • Restos vegetales: quema (salvo recomendación expresa y controlada por la autoridad competente).  Suelo, preparación terreno y laboreo Obligatorias: • Mantener y mejorar la fertilidad del suelo. • Eliminar malas hierbas y restos vegetales.

( 229 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Prohibidas: • Desinfección del suelo mediante tratamientos químicos.  Siembra, plantación Obligatorias: • Material vegetal de productores autorizados y con el correspondiente Pasaporte Fitosanitario. • Siembra o transplante dejando, al menos, una semana después de arrancar el anterior cultivo y realizar las oportunas labores. Prohibidas: • Asociación de cultivos.  Fertilización y enmiendas Obligatorias: • Suministro de nutrientes, fundamentalmente a través del suelo. • Mantener el nivel de materia orgánica del suelo. • Fertilización adecuada según analítica y de acuerdo con las extracciones, nivel de fertilidad del suelo, estado nutricional de la planta y las aportaciones efectuadas por otras vías. Prohibidas: • Superar la cantidad máxima, por hectárea y año, tolerable de nitrógeno y límites fijados de metales pesados, patógenos y otros productos tóxicos. • Aplicaciones de nitrógeno nítrico en parcelas.  Riego Obligatorias: • Realizar determinaciones analíticas para determinar la calidad del agua de riego (química y bacteriológica). • Establecer los volúmenes máximos de cada riego en función de la profundidad radicular y de las características físicas del suelo. • Programar los riegos según métodos técnicamente aceptados. • Sistema de riego localizado. • Evitar las pérdidas de agua.

 FOTO2. SISTEMA DE RIEGO LOCALIZADO DE ALTA FRECUENCIA.

( 230 ]

Producción integrada en cultivos hortícolas bajo abrigo. Andalucía.

Prohibidas: • Utilizar aguas residuales sin la previa depuración.  Control Integrado Obligatorias: • Anteponer los métodos biológicos, biotecnológicos, culturales, físicos y genéticos a los químicos.



FOTO 3. UTILIZACIÓN DE DOBLE PUERTA Y MALLA EN ABERTURAS DE VENTILACIÓN QUE DIFICULTEN LA ENTRADA DE AGENTES NOCIVOS.

• La estimación del riesgo se hará mediante evaluaciones de los niveles de población de plagas, estado de desarrollo y fauna auxiliar, así como fenología del cultivo y condiciones climáticas. • La aplicación de medidas directas de control se hará solo cuando los niveles de población y condiciones ambientales superen los umbrales de intervención. • En caso de resultar necesaria una intervención química, los productos fitosanitarios serán seleccionados según criterios de menor peligro para humanos, ganado y medioambiental y con la mayor eficacia. Sólo se usarán productos registrados y autorizados para el cultivo. • Respetar los plazos de seguridad para minimizar la presencia de residuos. • Proteger la fauna auxiliar en general y en particular, al menos dos especies cuya protección y aumento de sus poblaciones se considere prioritario para cada cultivo. • El aplicador de productos fitosanitarios deberá estar cualificado específicamente. • La maquinaria de aplicación deberá estar en adecuado estado de funcionamiento, sometiéndose a revisión y calibrado periódico. • Se deberán tener en cuenta también los “principios de buenas prácticas fitosanitarias” establecidas por la Organización Europea y Mediterránea para la Protección de

( 231 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

las Plantas (OEPP) y las Directivas de dicha organización sobre la buena práctica fitosanitaria específica para cada cultivo, cuando dichas Directivas existan.

 FOTO 4. ERETMOCERUS MUNDUS (PARA CONTROL BIOLÓGICO DE MOSCA BLANCA)

Prohibidas: • Utilización de calendarios de tratamientos. • Abandonar el control fitosanitario antes de finalizar el cultivo. • Utilizar herbicidas dentro del invernadero una vez implantado el cultivo. • Utilizar herbicidas residuales en suelos arenosos.

 Recolección Obligatorias: • La recolección se realizará en las condiciones adecuadas para evitar lesiones en los productos vegetales que reduzcan su calidad y propicien infecciones de patógenos. • Se eliminarán los productos vegetales que presenten síntomas con presencia de patógenos causantes de podredumbres. • Los productos a recolectar tendrán el grado de madurez propio para alcanzar la calidad comercial. • Se tomarán muestras en el periodo de recolección y/o elaboración para detectar posibles residuos de productos fitosanitarios y garantizar que sólo se han utilizado los productos autorizados y de acuerdo con la legislación sobre Límites Máximos de Residuos (L.M.R.) • Para producciones dirigidas a otros mercados distintos del nacional, deberá verificarse que cumplen la legislación establecida en el lugar de destino respecto al contenido de residuos.

Prohibidas: • Efectuar la recolección cuando los productos están mojados (salvo autorización expresa) • Abandonar el destrío en la parcela si su presencia representa un riesgo para la propagación de plagas.

( 232 ]

Producción integrada en cultivos hortícolas bajo abrigo. Andalucía.

 Tratamientos post-recolección Prohibidas: • Cualquier tratamiento químico. • Las aguas de lavado no potables.

 Envasado Obligatorias: • Todas las máquinas, recipientes, elementos de transporte, envases provisionales y lugares de almacenamiento deben cumplir las condiciones siguientes: - No transmitir a los productos con los que entren en contacto sustancias tóxicas o que puedan contaminar, ni originar reacciones químicas perjudiciales. - No alterar las características de composición o las características organolépticas de los productos. - Las operaciones de envasado deben efectuarse por series completas, separadas físicamente o en el tiempo de operaciones de productos convencionales. EJEMPLO PRÁCTICO DE CONTROL INTEGRADO

Analizamos a continuación la aplicación práctica de Control Integrado en el cultivo de calabacín. El análisis se hace de forma comparativa con otro cultivo en condiciones similares. Los datos se resumen en el cuadro adjunto: > Ejemplo parcela bajo control integrado: Parcela

Fecha inicio

Fecha final

Duración

Campaña

Variedad

Producción Kg/m2

Nº seguimientos fitosanitarios

Control integrado Las Norias (El Ejido)

08/11

16/05

6 meses y 8 días

primavera

Storr’s green

7,31

25

CONTROL FITOPARASITOS CONTROL BIOLÓGICO

Principales plagas/enf.

Control químico

Sueltas par./depred.

Enemigos naturales identificados

Mosca Blanca Trips Pulgón Araña Roja Minador Oidio

9 Tratamientos (6 materias activas, 9 productos) MEDIA (nº productos/ tratamientos) : 1

10 Aphidius colemani 8 Aphidoletes aphidimyza (focos)

Chrysopa sp. Diglyphus isaea Aphidius sp. Aphidoletes sp. Phytoseiulus persimilis Amblyseius californicus Amblyseius barkeri Amblyseius graminis Gamasidos

Feromonas 1 Spodoptera exigua 1 Spodoptera littoralis 1 Autographa gamma 1 Chrysodeixis chalcites armigera

C. Cultural Placas adhesivas amarillas Entutorado Eliminar flores marchitas

( 233 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

ANÁLISIS REALIZADOS EN LABORATORIO Análisis fitopatología Laboratorio

Plantulas semillero

Agua de riego

Plantas

(+) Pythium sp. (+) Phytophthora sp.

(+) Erwinia sp. (+) Didymella bryoniae (+) Botrytis cinerea (+) Pseudomonas sp.

Análisis físicoquímico

Plaga

Análisis de residuos

Virología

Patología

Agrotis ipsilon Spodoptera exigua Liriomyza bryoniae Tetranychus urticae Tetranychus turkesnani Aphis gossypii Psocopteros

Entomología

Suelo Agua Foliar

6 (-)

> Ejemplo parcela Testigo: Parcela

Fecha inicio

Fecha final

Duración

Campaña

Variedad

Producción Kg/m2

Nº seguimientos fitosanitarios

Control integrado Las Norias (El Ejido)

20/10

18/04

6 meses

primavera

Storr’s green

5,3

24

CONTROL FITOPARASITOS Principales plagas/enf. Mosca Blanca Trips Araña Roja Minador Oidio Bacterias Didymella Sclerotinia

CONTROL BIOLÓGICO Control químico

Enemigos naturales identificados

Sueltas par./depred.

Feromonas

Amblyseius californicus Diglyphus sp Chrysonotomyia formosa

18 Tratamientos (19 materias activas, 34 productos) MEDIA (nº productos/ tratamientos) : 1,9

C. Cultural Entutorado

ANÁLISIS REALIZADOS EN LABORATORIO Análisis fitopatología Laboratorio

Plantulas semillero

Agua de riego

Plantas

(+) Pythium sp.

(+) Erwinia sp.

Virología Patología

( 234 ]

Plaga

Análisis físicoquímico

Análisis de residuos

Producción integrada en cultivos hortícolas bajo abrigo. Andalucía.

(+) Didymella bryoniae (+) Sclerotinia sclerotiorum

Entomología

Liriomyza bryoniae Liriomyza trifolii Liriomyza stragata Tetranychus urticae

Suelo Agua Disolución

11 (-)

2.2. ( Normas de Producción Integrada para industrias de transformación ]

Estar normas definen las prácticas de manipulación y envasado que, bajo la dirección del técnico competente, deben cumplir los operadores en sus instalaciones y procesos de transformación de productos vegetales y que deben ser consideradas en las normas técnicas específicas de cada producto transformado.  Proceso de transporte de productos vegetales, manipulación y envasado Transporte del producto vegetal y contenedores: • Los receptáculos y contenedores de los vehículos de transporte de productos vegetales deben estar limpios y en condiciones adecuadas de mantenimiento. • Si se han utilizado los receptáculos y contenedores para otros fines, deberán limpiarse adecuadamente para evitar posibles contaminaciones. Recepción del producto vegetal e instalaciones: • Declaración de responsabilidad del agricultor de identificación de los frutos de

parcelas acogidas a Producción Integrada. • Registro de las partidas que llegan: producto, cantidad, unidad de cultivo con tratamiento homogéneo de origen. • Los vehículos de transporte estarán limpios y cargados sólo con productos vegetales. • Inspección en la recepción y no considerar como de Producción Integrada las partidas que no cumplan los requisitos. • Toma de muestras para verificar calidad. • No almacenar productos químicos ni restos vegetales en la zona de recepción. • Separar claramente los productos recepcionados procedentes de Producción Integrada.

Acondicionamiento del producto vegetal, pesado, toma de muestras y control de calidad: • Las técnicas y las instalaciones de almacenamiento, transformación y elaboración,

( 235 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

tenderán al mantenimiento de la calidad y las características organolépticas de los productos. • Los recipientes de evacuación de residuos serán exclusivos para tal fin y se mantendrá su limpieza. • Existirá un control de calidad de las partidas que se recepcionen, manteniéndose la trazabilidad mediante registros y toma de muestras, indicándose las determinaciones analíticas mínimas a realizar e índices de aceptación de las mismas

Almacenamiento del producto vegetal e instalaciones: • Las técnicas de almacenamiento, envasado y transporte de productos vegetales tenderán al mantenimiento de la calidad. • La evacuación de los residuos se realizará en recipientes exclusivos para este fin, manteniéndose limpios.

 FOTO 5. TRAZABILIDAD EN CADENA DE TRANSFORMACIÓN.  Identificación y trazabilidad Existirá, en cada centro de recepción y/o manipulación, un albarán de control de entrada en el que figure: producto, cantidad, parcela de origen, unidad de cultivo en tratamiento homogéneo, fecha de entrada y firma de la persona que realiza la entrega. La empresa o centro de transformación que no tenga la totalidad de la producción de cultivo bajo Control Integrado, deberá: • Tener un sistema documentado e implantado de identificación y trazabilidad para garantizar la separación desde la explotación hasta la entrega del producto elaborado al cliente. • Definir claramente el intervalo de tiempo durante el cual se manipula cada tipo de producto. • Las líneas de manipulación deben limpiarse completamente del producto de origen no controlado como de Producción Integrada.

 Instalaciones • Todos los materiales que se usen en las instalaciones se adaptarán a las especificaciones y necesidades según el Código Alimentario Español y normativa vigente. • Los materiales poliméricos autorizados serán inocuos y no transmitir a los productos propiedades nocivas o cambiar sus propiedades organolépticas.

( 236 ]

Producción integrada en cultivos hortícolas bajo abrigo. Andalucía.

• Las instalaciones estarán limpias, en buen estado de conservación, adecuada higiene y permitiendo una adecuada ventilación. • Se evitarán los huecos instalando elementos que impidan la entrada de insectos. • Los locales por donde circulen los productos deben estar bien iluminados. Los tubos o lámparas de iluminación se protegerán con medios adecuados. • Existirán zonas diferentes para el almacenamiento de productos y el de envases vacíos. • No almacenar productos de desecho en la zona de manipulado. • Dispondrá de agua potable clorada.

 Equipos • Se asegurará el correcto funcionamiento de los equipos y tomar las medidas que eviten el contacto de los productos con sustancias tóxicas u objetos extraños. • Se mantendrán limpios y de acuerdo con las buenas prácticas de higiene • Las carretillas de gasoil se usarán solo fuera del almacén. • Las máquinas y herramientas deben estar en buen estado y su almacenamiento será el adecuado. 2.3. ( Inscripción, registro y obligaciones de los operadores ]

Las distintas fases del proceso de producción y comercialización podrán ser realizadas por operadores diferentes.  Inscripción y registro de los operadores Los operadores deben comunicar su actividad como Producción Integrada a las autoridades competentes donde radiquen las superficies de producción y sus instalaciones, para ser inscritos en los Registros. Para inscripción en el Registro, los operadores deben acreditar ante la autoridad competente, mediante auditoria previa de entidades de certificación, que están en condiciones de producir o comercializar según la Producción Integrada según la normativa vigente. Aportará la siguiente documentación. • Caso de operador que se dedique sólo a la producción de productos vegetales, una memoria descriptiva de la explotación agrícola y sus instalaciones y, en su caso, los centros de manipulación, que contendrá como mínimo, las superficies y ubicación de las parcelas, almacenes y otras instalaciones, antecedentes de cultivo de las parcelas, estimación del volumen de las producciones. • En los otros casos de operadores, memoria descriptiva de sus instalaciones con la superficie y ubicación de las mismas, estimación de los productos a comercializar, sistema específico de manipulación, elaboración y envasado de los productos, marcas comerciales y canales de comercialización.  Los operadores estarán obligados a: • Permitir y colaborar en los controles que se realicen. • Disponer de servicios técnicos competentes responsables de dirigir y controlar el

( 237 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

cumplimiento de las normas de Producción Integrada. No obstante, los operadores que acrediten su cualificación en Producción Integrada, podrán dirigir directamente su actividad conforme a las normas establecidas. • Fomentar la formación en Producción Integrada del personal a su cargo. • Cumplir las normas de producción integrada y poseer un cuaderno de explotación donde se anoten todas las operaciones y prácticas de cultivo, en caso de operadores que se dediquen sólo a la producción de productos vegetales, o un registro de las partidas donde pueda comprobarse el origen, uso y destino de las mismas, en el caso de otros operadores. • Obtener la totalidad de la producción de la variedad del producto vegetal por el sistema de Producción Integrada en unidades de cultivo claramente separadas de otras que no estén sometidas a las normas del presente Real Decreto. • Almacenar, manipular, en su caso transformar y comercializar por separado, en el espacio o en el tiempo, según el caso, las producciones obtenidas bajo las correspondientes normas de Producción Integrada de otras obtenidas por métodos diferentes. • Adoptar las medidas adecuadas para asegurar que durante todas las fases de producción y comercialización no pueda haber sustitución de los productos de la Producción Integrada por otros. • Identificar el producto de acuerdo con las normas de Producción Integrada en las fases de producción y comercialización en que intervengan. • Hacer buen uso de la identificación de garantía de Producción Integrada. • Notificar anualmente al órgano o entidad de certificación, y con anterioridad a la fecha que se determine, su programa de producción, detallándolo por parcelas; así como, periódicamente, los volúmenes producidos y comercializados. • Adoptar medidas correctoras que resuelvan irregularidades detectadas por los órganos o entidades de control en la producción o comercialización. 2.4. ( Control de la Producción Integrada ]

El control de los operadores en el ejercicio de su actividad para verificar el cumplimiento de las normas de Producción Integrada se realizará de manera que se garantice que dichas operadores cumplen al menos las siguientes medidas: La producción integrada deberá llevarse a cabo en parcelas separadas de cualquier otra. Durante el proceso de manipulación, envasado y etiquetado, los productos deberán estar claramente separados de los obtenidos por otros sistemas. Al iniciarse la aplicación del régimen de control, el operador deberá: • Hacer una descripción completa de la unidad de cultivo, de las parcelas de producción y, en su caso, las instalaciones donde se efectúen determinadas operaciones de manipulación, envasado y etiquetado. • Documentar la fecha en que, por última vez, se han empleado productos no contemplados en el Reglamento Específico. • Asumir el compromiso de realizar sus actividades de acuerdo con los Reglamentos Específicos y aceptar, en caso de infracción, las medidas correctoras correspondientes. La entidad de control deberá comprobar en su primera inspección que el operador

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Producción integrada en cultivos hortícolas bajo abrigo. Andalucía.

ha realizado todo lo indicado en el punto 2.2. (Normas de Producción Integrada para industrias de transformación) El operador deberá comunicar anualmente a la entidad de control el plan de actuación. El operador deberá llevar un registro que permita a la entidad de control localizar el origen, naturaleza y cantidades de materias primas adquiridas y su uso. También llevará el registro con los datos referidos a los productos vendidos. En las visitas de inspección se comprobará que las materias primas y medios de producción almacenado son los permitidos en los protocolos. Además de visitas de inspección sin aviso previo, la entidad de control deberá efectuar, como mínimo una vez al año, un control físico de la unidad. Podrán tomarse muestras y se levantará acta de inspección de cada visita. El operador permitirá a la entidad de control el acceso a locales, parcelas, registros y facilitará la información necesaria para la inspección. El transporte de los productos vegetales se hará en envases determinados. 2.5. ( Agrupaciones de Producción Integrada ]

Para fomentar la Producción Integrada se reconocen agrupaciones de Producción Integrada en agricultura. El reconocimiento se hará por la autoridad competente donde radique el domicilio social de la agrupación. Deberán tener servicios técnicos competentes que establezcan las oportunas directrices técnicas de acuerdo con la normativa vigente. Estas agrupaciones podrán recibir las ayudas que se establezcan reglamentariamente. 2.6. ( Identificaciones de garantía ]

 Los productos que hayan sido elaborados según las normas de Producción Integrada podrán ser distinguidos con una identificación de garantía que consistirá, al menos, con la expresión “Producción Integrada”.  En el etiquetado, además de la identificación de garantía, constará al menos el nombre o código de la entidad de control, así como el número de registro del operador y su denominación.  No podrá ser utilizada la expresión “Producción Integrada”, logotipo o denominaciones, identificaciones, expresiones y signos que puedan inducir a confusión, distintas a las establecidas en el Real Decreto 1201/2002.  La identificación de garantía nacional de Producción Integrada consistirá en la expresión “Producción Integrada” y el logotipo que al efecto establezca el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Se podrá emplear en aquellos productos que cumplan las condiciones: • Haber sido producidos sujetos a las normas del Real Decreto 1201/2002 que regula la Producción Integrada.

( 239 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Que el respeto a las citadas normas haya sido controlado en todas sus fases por una o varias entidades de certificación.

 El uso de la identificación nacional se concederá por la entidad de certificación a la que corresponda controlar la fase de etiquetado.  Las entidades de certificación comunicarán al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación todas aquellas concesiones que realicen para la utilización de la identificación de garantía nacional de Producción Integrada.  Las Comunidades Autónomas podrán establecer, en el ejercicio de sus propias competencias, identificaciones de garantía de Producción Integrada, siempre que se garantice lo dispuesto en el Real Decreto 1201/2002, y deberán comunicarlo al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.  Las entidades u organizaciones privadas y sus asociaciones podrán establecer sus propias identificaciones de garantía de Producción Integrada, siempre que se cumplan los siguientes requisitos: • Que cumplan los requisitos exigidos del Real Decreto 1201/2002 regulador de la producción integrada. • Que el cumplimiento de dichos requisitos, procedimientos y protocolos haya sido controlado en todas sus fases por una o varias entidades de certificación.

 Previamente a la utilización de las identificaciones de garantía de carácter privado, los requisitos, procedimientos y protocolos exigibles para su utilización deberán ser remitidos para su aprobación, a la autoridad competente de la Comunidad Autónoma en la que radique su sede social, previo informe de la Comisión Nacional de Producción Integrada,. Las Comunidades Autónomas comunicarán al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación las identificaciones de garantía de producción integrada privadas que han aprobado. 2.7. ( Entidades de certificación ]

 Para poder realizar los controles previstos en el artículo apartado 2.6.4.b (control de las normas sobre Producción Integrada recogidas en el Real Decreto en todas sus fases por una o varias entidades de certificación), las entidades de certificación deberán estar acreditada por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) o cualquier otro organismo de acreditación firmante del Acuerdo Multilateral de Reconocimiento de la “European Cooperation for Acreditation” (EA). Será necesario para tal acreditación cumplir, al menos, los siguientes requisitos: • Cumplir con los criterios generales contenidos en las normas europeas referidas a los organismos de certificación y control que realizan certificaciones de productos, especialmente las normas EN 45.011 y EN 45.004, respectivamente. • Presentar el programa de control de la entidad, que deberá contener una descripción pormenorizada de las medidas de control y de las medidas precautorias que la entidad se compromete a imponer a los operadores sujetos a su control. Dicho programa se ajustará a los criterios homogéneos que se establezcan reglamentariamente a propues-

( 240 ]

Producción integrada en cultivos hortícolas bajo abrigo. Andalucía.

ta de la Comisión Nacional de Producción Integrada. • Acreditar que dispone de los recursos adecuados, de personal cualificado e infraestructuras administrativas y técnicas, así como, en su caso, la experiencia en materia de control y la fiabilidad. • Presentar los procedimientos que la entidad de certificación propone cumplir en caso de irregularidades o infracciones, reglamentación de los operadores, e información a la autoridad competente cuando se produzca alguno de los supuestos anteriores.

 El operador podrá elegir la entidad de certificación que vaya a encargarse de controlar sus actividades de Producción Integrada, de entre aquellas que hayan sido acreditadas. Serán por cuenta del operador los gastos ocasionados por el control de sus actividades.  En el desarrollo de los controles, las entidades de certificación se ajustarán a lo dispuesto en el apartado 2.4 (Control de la Producción Integrada)  Las entidades de certificación deberán comunicar al inicio de su actividad a las autoridades competentes de las Comunidades Autónomas en las que vayan a operar.  Se podrán formalizar acuerdos entre las entidades de certificación y entidades de control acreditadas por ENAC o cualquier otro organismo de acreditación firmante del Acuerdo Multilateral de Reconocimiento de la “European Cooperation for Acreditation” (EA), respectivo a la norma EN 45.004, para la realización de la totalidad o parte de los controles establecidos. ACREDITACIÓN PROVISIONAL DE ENTIDADES DE CERTIFICACIÓN

• Las autoridades competentes podrán reconocer provisionalmente a entidades de certificación sin acreditación previa, durante el plazo máximo de dos años, o hasta que sean acreditadas si el plazo es menor, si se estima que responden a lo establecido en la norma EN 45.011. • Se podrán establecer prórrogas al reconocimiento provisional, mencionado en el apartado anterior, cuando superado el plazo máximo establecido, la entidad de acreditación justifique adecuadamente que no ha podido finalizar el proceso acreditativo. • Las entidades de certificación reconocidas por las Comunidades Autónomas en la fecha de entrada en vigor del presente Real Decreto, dispondrán del plazo de dos años para ajustarse a lo establecido en el mismo. 2.8. ( Comisión Nacional de Producción Integrada ]

Se crea la Comisión Nacional de Producción Integrada como órgano colegiado adscrito al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de la Dirección General de Agricultura, para el asesoramiento y coordinación en materia de Producción Integrada.  Composición • Presidente: Director General de Agricultura.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Vicepresidente 1º: Director General de Desarrollo Rural. • Vicepresidente 2º: Subdirector General de Sanidad Vegetal.

Vocales: 1º: Representante de cada una de las Comunidades Autónomas que decidan participar. 2º: Tres funcionarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. 3º: Un representante de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria. 4º: Un representante de cada una de las organizaciones profesionales agrarias más representativas del ámbito nacional y de la Confederación de Cooperativas Agrarias de España. 5º: Seis representantes de organizaciones de producción agraria de mayor representación. El secretario, con voz y sin voto, será un funcionario de la Subdirección General de Sanidad Vegetal.  Funciones Elaborar y proponer directrices, protocolos o, en su caso, normas técnicas específicas de Producción Integrada para armonizar su aplicación. Informar sobre las normas que se vayan a establecer de Producción Integrada. Elaborar un Programa nacional de Control en el que se precisen los diversos procedimientos que complementen los establecidos en el Real Decreto 1201/2002. Conocer el grado de cumplimiento del programa y las incidencias producidas. Proponer criterios uniformes para la corrección de infracciones. Informar, en su caso, a la autoridad competente de infracciones conocidas que no hayan sido sancionadas. 2.9. ( Registro General de Producción Integrada ]

Se crea, en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, adscrito a la Dirección General de Agricultura, un Registro General de Producción Integrada de carácter público e informativo, que recogerá los datos aportados por las Comunidades Autónomas. • Las comunidades autónomas remitirán anualmente a la Dirección General de Agricultura una relación de los volúmenes comercializados con la identificación de garantía de Producción Integrada, operadores registrados en su ámbito territorial, así como de las entidades de certificación que operan en su territorio. • El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación comunicará anualmente a las Comunidades Autónomas, los datos de las inscripciones en registro. 2.10. ( Comercialización de la Producción Integrada de otros países ]

Los productos vegetales y sus transformados legalmente producidos y elabora-

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Producción integrada en cultivos hortícolas bajo abrigo. Andalucía.

dos en otros Estados miembros de la Unión europea y de los países de la Asociación Europea de Libre Comercio AELE, partes contratantes en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo (EEE), de acuerdo con una normativa oficial específica de Producción Integrada, podrán comercializarse en España bajo la denominación “Producción Integrada” completada con la mención expresa de la norma legal reguladora del país de origen del producto. 3. ( BIBLIOGRAFÍA ]  Aparicio, V; Lastres, J; Rodríguez, M.P; García, M.M; Torres, M.M y Manzanares, C. (2001). Producción Integrada en los cultivos hortícolas bajo abrigo en Almería. Agrícola Vergel nº 230 (febrero 2001) pp: 75-81  Aparicio, V; Rodríguez, M.P;García, M.M; Torres, M.M y Manzanares, C. (2001). Producción Integrada 2001. Cultivos hortícolas bajo abrigo. Andalucía. En comunicación Universidad Internacional de Verano en Almería: Calidad en los Productos Hortícolas Frescos. Certificaciones Voluntarias de Calidad. Publicación electrónica. Servicio de Publicaciones Universidad de Almería. ISBN: 84-8240455-5. (16-20 julio 2001)  Aparicio, V; Rodríguez, M.P; García, M.M; Torres, M.M y Manzanares, C. (2002). Producción Integrada en cultivos hortícolas bajo abrigo. Andalucía. 12º Symposium Internacional Phytoma (1618 enero, Valencia). Phytoma nº 135. pp: 156-162.  Aparicio, V; Rodríguez, M.P;García, M.M; Torres, M.M y Manzanares, C. (2002). Criterios de Calidad en la Producción Integrada en cultivos hortícolas bajo abrigo. Establecimiento de los criterios de selección. Agricultura nº 832, octubre 2001. pp: 712-716.  Aparicio, V. Cultivos hortícolas bajo abrigo. Andalucía. Control fitosanitario en el marco de la Ley de Sanidad Vegetal. 8º Symposium Nacional de Sanidad vegetal (22-24 enero de 2003, Sevilla). Consejería de Agricultura y Pesca. Junta de Andalucía.  Decreto 215/1995 de 19 se septiembre, sobre Producción Integrada en agricultura y su indicación a productos agrícolas. BOJA nº 26 de septiembre 1995.  Ley 43/2002 de 20 de noviembre, de Sanidad Vegetal. BOE nº 279 de 21 de noviembre 2002.  Orden de 26 de junio, por la que se desarrolla el Decreto 215/1995, de 19 de septimebre sobre Producción Integrada en agricultura y su indicación en productos hortícolas. BOJA nº 6 de julio 1996.  Orden de 29 de diciembre de 2000, por la que se aprueban los Reglamentos Específicos de Producción Integrada en los cultivos hortícolas bajo abrigo: Calabacín, Melón, Sandía, Pepino, Judía, Berenjena, Tomate y Pimiento. BOJA nº 25 de enero de 2001.  Real Decreto 1201/2002 de 20 de noviembre, por el que se regula la Producción Integrada de productos agrícolas. BOE nº 287, de 30 de noviembre 2002.  Rodríguez, M.P; García, M.M; Torres, M.M y Manzanares, C. (2001). Producción Integrada en cultivs hortícolas bajo abrigo en Almería. Vida Rural nº 136, 1 de octubre de 2001. pp: 48-53.

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( TEMA 8 ]

PRODUCCIÓN CONTROLADA DE CULTIVOS PROTEGIDOS. LA CERTIFICACIÓN AENOR

Luis Miguel Fernández Sierra

Ingeniero Agrónomo Gerente de Agrocolor, S.L.

Producto Certificado

Producción controlada de cultivos protegidos. La certificación AENOR

1. ( INTRODUCCIÓN ]

Los consumidores estamos cada día mas preocupados por la calidad de los alimentos que ingerimos, entendiendo por calidad tanto la composición y características del producto como el impacto medioambiental causado en su obtención. El consumidor de hortalizas está especialmente sensibilizado por el problema de la presencia de residuos tóxicos, ya que son productos alimenticios para consumir en fresco, que la mayoría procede de cultivos forzados realizados fuera de época en los que el empleo de productos químicos es más abundante que en otros tipos de cultivos. A ello se une la preocupación por el impacto ambiental causado por la eliminación de plásticos y mallas de protección de los invernaderos, eliminación de restos vegetales, eliminación de envases vacíos fitosanitarios y de fertilizantes, el empleo de desinfectantes perjudiciales para la capa de ozono, la degradación paisajística de algunas zonas de producción intensiva, etc. Los grandes supermercados y las grandes cadenas de distribución europeas, principales clientes de las empresas productoras de hortalizas en cultivo protegido del litoral peninsular y Canarias, presionadas por los compromisos adquiridos con sus clientes, están exigiendo a sus suministradores un producto de origen controlado, con un contenido mínimo en residuos tóxicos, procedentes de explotaciones en que se minimice el uso de productos químicos y se respete el medio ambiente. Como consecuencia de todo esto han aparecido variados sistemas y protocolos de producción, a iniciativa de los clientes o de las administraciones autonómicas, para satisfacer esta demanda. Hace cinco años aproximadamente el panorama normativo era un poco desalentador. Ya existía, por un lado una oferta en normas de calidad, una oferta pública representada por las normas de producción integrada de las Comunidades Autónomas donde se recogen varias y distintas normativas de producción integrada en cada una de las Comunidades Autónomas, especialmente dedicadas a la producción sostenible de hortalizas. Normativas a veces incluso contradictorias, que impedían a los productores estar en condiciones de cumplir simultáneamente, ni siquiera en dos de estas Comunidades. Estas normas realizadas directamente por la Administración Autonómica se habían redactado sin participación de los productores, y por supuesto, sin participación de los clientes y su correspondiente consenso. Por otro lado, existían distintas ofertas en cuanto a normas de producción privadas y en algunos casos también contradictorias, que abrían un camino de difícil futuro donde habría que satisfacer diferentes protocolos correspondientes a cada uno de los clientes, en cada uno de los países en los que se vende. Esta era la perspectiva desalentadora y a la vez preocupante. Había que dar una solución, o intentar darla. Solución que debía pasar porque los productores españoles de hortalizas tuvieran su propio sistema, y que ese sistema fuera garantía para los clientes, y estuviera avalado por alguien, alguna organización o institución tercera que, desde fuera del sector y de la representación de los clientes jugara el papel del elemento imparcial del sistema y lo garantizase. Había que elaborar una norma desde el origen, desde la propia experiencia del sector hortofrutícola español, consensuada y reflejando las condiciones de nuestro propio sistema de producción. Había que realizar una norma diferente a las elaboradas en Holanda,

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Inglaterra y demás países europeos realizadas desde la distancia de la realidad del sector hortícola español. COEXPHAL–FAECA intentó sin éxito que los reglamentos de la Producción Integrada de la Junta de Andalucía pudiera dar solución a esta problemática. Sin éxito por razones como excesiva lentitud en publicar los reglamentos, diferencias importantes entre todos los reglamentos de Producción Integrada de las Comunidades Autónomas con falta de un documento nacional y un contenido mínimo común, requisitos algunas veces insalvables (prohibición de utilizar cultivos hidropónicos, etc.), falta de exigencia en algunos aspectos como la consideración del uso de productos fitorreguladores (las cadenas de supermercados nos prohíben tal uso), etc.… Sin embargo, sin el trabajo realizado en los reglamentos de Producción Integrada por la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía y más concretamente con su Centro de Investigación y Formación Agraria (CIFA) de la Mojonera en Almería, la elaboración de este código de buenas prácticas agrícolas no hubiera sido posible. En 1996 surgió por parte de (COEXPHAL) y de la delegación en Almería de la Federación Andaluza de Empresas Cooperativas Agrarias (FAECA) con el apoyo de la Empresa Pública para el Desarrollo Agrario y Pesquero de Andalucía, S.A. (D.A.P.S.A.), la idea de redactar una norma de producción como respuesta a la diversidad de protocolos aprovechando el trabajo de la Junta de Andalucía. Esta norma fue redactada por directores de producción y técnicos de las distintas empresas asociadas a COEXPHAL y FAECA, que debido a la experiencia de cada día elaboraron un primer borrador tomando como punto de partida los datos elaborados por los sistemas de producción respetuosos con el medio ambiente así como los reglamentos y borradores de la Producción Integrada de Andalucía. Además se tuvieron presentes las exigencias de los mercados en lo que entienden por buenas prácticas agrícolas. Este primer protocolo se denominó “Sistema de Producción ECOBIO”. Una vez realizado este primer borrador surgió la necesidad de presentarlo a una entidad oficial reconocida tanto nacional como internacionalmente, donde se expusiera, y se estudiara por todas las partes interesadas en el proyecto, ya fuera la administración, los consumidores, el sector productor exportador de frutas y hortalizas español, etc.; para consensuar una norma española en el sector de frutas y hortalizas y establecer el sistema de certificación. Tanto los productores-exportadores de Murcia y Alicante como los de Canarias se unieron a la idea y utilizando la eficaz estructura que da la Federación Española de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX) se empezó a redactar la norma que a la postre iba a servir a todos cumpliendo con las exigencias de los mercados. La entidad elegida fue AENOR, la cuál después de supervisar y participar en la elaboración de esta norma para frutas y hortalizas, sería capaz de darle carácter de Norma Española (UNE), además de poder llevar a cabo todo el proceso de certificación del cumplimiento de dicha norma. Seguidamente, ya en el año 1.996, se formó en AENOR el Comité Técnico de Normalización (CTN 155) para el sector de frutas y hortalizas para consumo en fresco, donde se elaboraron las normas que serían de aplicación. Posteriormente se formó un Comité

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Producción controlada de cultivos protegidos. La certificación AENOR

Técnico de Certificación (CTC 054), que redactó el primer Reglamento particular de la marca AENOR para hortalizas para consumo en fresco. La gestión de las actividades de los comités técnicos la realizan las Secretarías: la Secretaría del CTN 155, la desempeña FEPEX. El comité está constituido por representantes del MAPA, Ministerio de Economía, Ministerio Sanidad y Consumo y Administraciones autonómicas de Andalucía, Canarias, Cataluña, Extremadura, Murcia y Valencia. Como representantes de la producción nacional y provincial figuran FEPEX, CCAE, y Organizaciones agrarias, ASAJA, COAG, UPA, y Asociaciones de productores exportadores de las principales provincias exportadoras. También están representados Laboratorios, Cadenas de Supermercados Europeas, AEPLA, Consumidores y Usuarios y AENOR. La elaboración de la norma se ha llevado a cabo a través de las siguientes fases:  Trabajos preliminares: (recopilación de documentación, discusión sobre el contenido.) previos a la toma en consideración de una nueva iniciativa;  Elaboración del proyecto de norma: incluye todas aquellas actividades que se desarrollan por el Comité hasta la aprobación de un documento como proyecto de norma, buscando siempre el consenso de todas las partes;  Información pública en el BOE: anuncio de la existencia del proyecto de norma, tanto nacional como europea, para que cualquier persona, física o jurídica, pueda remitir las observaciones al mismo que estime oportunas;  Elaboración de la propuesta de norma: una vez superada la fase anterior, y recibidas en AENOR las posibles observaciones al proyecto, el CTN procede al estudio de las mismas y aprobación de la propuesta de norma final, para su consideración y adopción por AENOR.  Registro, edición y difusión de la norma UNE: publicación de la norma UNE por AENOR, notificación a BOE, promoción y comercialización, a través de los servicios comerciales de AENOR. En esta elaboración hay que resaltar en los trabajos preliminares a los diferentes directores técnicos de las empresas asociadas a COEXPHAL – FAECA. La gran disposición de cada uno de ellos a reunirse cada 15 días desde hace ya más de cuatro años para, entre cosas, poner en común su experiencia con la norma, manifestar sus propuestas de mejora y corregir las carencias de éstas sobre la base de la experiencia de cada día. Así mismo, existe una Comisión que se reúne casi todas las semanas en la E.E. de Las Palmerillas, donde siguen de cerca los ensayos de las naves donde se aplican con éxito las series de normas UNE 155.001. Esta comisión está formada por los directores técnicos de Agromurgi, S.A.T., Cabasc, S.C.A., Campovícar, S.C.A., Eurosol, S.A.T., Las Hortichuelas, S.A.T. y Vicasol, S.C.A; encontrándose abierta a la participación de cualquier otra entidad. El objetivo de estas reuniones es conseguir que la norma se adapte a la realidad, no se quede obsoleta, incorpore todas las innovaciones posibles e incluya las nuevas exigencias de los mercados cuanto antes. Por lo tanto, la política de calidad establecida sectorialmente, adoptada voluntariamente por las sociedades productoras, exportadoras y garantizada, está siendo básica para el futuro del sector.

( 249 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Paralelamente a esta gran iniciativa del sector hortofrutícola español, las cadenas de supermercados y de distribución minoristas europeas más exigentes, principalmente británicos, escandinavos, suizos y holandeses han constituido un grupo llamado EUREP (EuroRetailer Produce Working Group), es decir, un grupo de trabajo de minoristas de productos agrícolas. EUREP, que lleva trabajando desde 1.998, ha elaborado un código de buenas prácticas agrícolas (Good Agricultural Practice) para la producción de frutas y hortalizas, que imponen a sus proveedores para satisfacer las exigencias de seguridad y calidad alimentaria de sus clientes finales. Este código de buenas prácticas agrícolas, conocido por el sector como “EUREPGAP”, fue homologado y convalidado provisionalmente con la norma española UNE 155.001:2001 (Hortalizas para consumo en fresco. Producción Controlada de cultivos) en Octubre de 2000, en el congreso de EUREPGAP en Barcelona. Finalmente, debemos resaltar que en Octubre de 2001, en el congreso de EUREPGAP en Bolonia (Italia), la norma española UNE 155.001:2001 ha sido definitivamente homologada por EUREPGAP. Esto supone un reconocimiento al sector hortofrutícola español al estar siempre preparado para asegurar la adecuación del producto a las necesidades del cliente y además demostrar la calidad de sus hortalizas de manera objetiva, con la certificación. Así mismo, este reconocimiento supone a las empresas agrícolas almerienses la apertura de nuevas perspectivas de mercado a los agricultores almerienses que sean capaces de diferenciarse a través de esta normativa. La nueva revisión de la norma UNE 155001-1:2001, tiene en cuenta no sólo los requisitos exigidos por EUREP, sino que también tiene presente requisitos y exigencia de cadenas europeas no incluidas dentro de EUREP, como pueden ser cadenas alemanas, francesas e incluso estadounidenses. Sin embargo, hay que resaltar que estas exigencias en seguridad alimentaria se traduce desgraciadamente en algunos países como en EE.UU y Japón en la utilización de barreras fitosanitarias para impedir el libre comercio. Con lo que utilizan estas exigencias en barreras comerciales cuando no necesita del abastecimiento de países terceros. Por lo tanto, podemos afirmar que esta normativa tiene incidencia en todos los ámbitos de la producción agrícola, de manera que su aplicación conlleva, además de cumplir con unas Buenas Prácticas Agrícolas, la implantación de un sistema de seguridad alimentaria, complementado por métodos de control medioambiental, análisis de peligros y puntos de control crítico (prevenir peligros físicos, químicos y microbiológicos en hortalizas), trazabilidad y de seguridad e higiene en el trabajo, que responde ampliamente a los requerimientos de los mercados internacionales en cuanto al sistema de producción, manipulación y comercialización. Las normas UNE son fruto de una rigurosa elaboración en la que intervienen representantes cualificados de los consumidores, las empresas y la administración, además de poder participar cualquier persona interesada al someterse a un periodo de información pública. Elementos imprescindibles para el éxito de la certificación de productos. 2. ( OBJETIVOS DE AENOR ]

AENOR es la Asociación Española de Normalización y Certificación. Es una entidad española, privada, independiente, sin ánimo de lucro, reconocida en los ámbitos

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nacional, comunitario e internacional que tiene como propósito contribuir, mediante el desarrollo de las actividades de Normalización y Certificación (N+C), a mejorar la calidad en las empresas, sus productos y servicios, así como proteger el Medio Ambiente y, con ello, el bienestar de la sociedad. Designada por Orden del Ministerio de Industria y Energía, de 26 de febrero de 1986, de acuerdo con el Real Decreto 1614/1985, como entidad para desarrollar las actividades de N+C, fue reconocida como Organismo de Normalización y para actuar como Entidad de Certificación por el Real Decreto 2200/1995, en desarrollo de la Ley 21/1992, de Industria. En 1996 fue acreditada por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) como Organismo de Certificación de sistemas de la calidad y sistemas medioambientales, verificación medioambiental y sistemas de la calidad QS9000 para el sector de automoción. Entre los objetivos que marcan los Estatutos de la Asociación se encuentran: • Desarrollar la normalización española, coordinándola con la llevada a cabo en los ámbitos europeos e internacionales. • Fomentar y desarrollar las diversas modalidades de certificación de productos, servicios, personas y sistemas, incluyendo la certificación en el campo medioambiental. • Promover la participación española en las organizaciones internacionales y regionales de N+C. • Colaborar con las Administraciones Central y Autonómica para una mayor implantación de las actividades de N+C. 3. ( LA NECESIDAD DE CERTIFICAR UN PRODUCTO DE CALIDAD ]

Durante la última década se ha intentado definir de muchas formas la calidad. Algunas de las definiciones que se han dado son largas, complicadas y hasta rebuscadas. Quizás se pueda definir simplemente resaltando que un producto es de CALIDAD cuando cumple las expectativas del cliente. No es algo concreto. Lo que para una cliente puede ser un producto de calidad, para otro no lo es. Sin embargo, el grado de calidad alcanzado es lo que nos sitúa por encima o por debajo de nuestros competidores. Reflexionando sobre las nuevas exigencias de los mercados que se abastecen de nuestras hortalizas, la agricultura almeriense está obligada a producir con calidad y si no producimos con calidad en el mercado hortícola actual, nuestros clientes dejarán de comprar nuestro producto e iremos perdiendo mercado. Es necesario, por tanto, asegurar la adecuación del producto a las necesidades del cliente y demostrar la calidad de nuestros productos hortofrutícolas de manera objetiva mediante la certificación. Para vender Calidad, lo primero es TENER CALIDAD. Para demostrar la Calidad, lo mejor es CERTIFICARLA. Certificar un producto es verificar que sus propiedades y características están de acuerdo con las normas y especificaciones técnicas que le corresponden. La certificación la llevan a cabo organismos especializados, evaluando los medios de producción y ensayando los productos para determinar su conformidad con esas normas. Cuando

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

AENOR emite un Certificado de producto, está emitiendo un documento de alto valor en el mercado por su reconocido prestigio. 3.1. ( Razones por las que se deben certificar los productos ]

• El producto certificado da mayor confianza y permite además identificar los productos que han sido ensayados y controlados conforme a las normas nacionales, europeas e internacionales. • Proporciona un valor añadido al producto. • Se gana competitividad. • Protege contra la competencia desleal. • Permite comparar ofertas. • Hace más fácil y segura la elección al cliente. • Facilita la venta de productos, al poder hacer mejor publicidad de ellos. • Facilita la introducción de los productos en nuevos mercados. 3.2. ( Beneficios de la certificación ]

La implantación de un sistema de control definido, normalizado y certificado de un producto de calidad supone una serie de ventajas para:  el productor, porque obtiene un producto garantizado y con mayor valor añadido. La reducción de “inputs” permitirá ahorro de costes en la explotación y una gestión técnica de la explotación, basada en buenas prácticas agrícolas que será llevada a cabo por personal formado.  el consumidor, se le garantiza un producto saludable, mediante la reducción de los residuos de productos fitosanitarios en el producto que se consume y un control independiente de todo el proceso productivo.  la sociedad, se garantiza la contribución del sector al bienestar general. Se reduce el empleo de insumos químicos y se favorece el control integrado, además se consigue que la empresa realice una gestión eficaz de los residuos sólidos generados y se garantiza el respeto al medio ambiente. Se puede afirmar que ahora mismo se acometen Programas de Control Integrado (IPM) para afrontar este futuro que ya es presente con un profundo conocimiento de la situación actual y futuro probable en el control de plagas agrícolas, contrastando la situación española con la de los países de la UE y EE.UU. sin olvidar que la mayoría de los primeros son nuestros principales clientes de la producción hortofrutícola, en Andalucía y en concreto en Almería.

( LA SERIE DE NORMAS UNE 155 001 “PRODUCCIÓN CONTROLADA DE CULTIVOS. HORTALIZAS PARA CONSUMO EN FRESCO” ] 4.

A lo largo de este epígrafe se explica de una manera sencilla y compresible tanto los requisitos del sistema como los contenidos y proceso de certificación.

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Producción controlada de cultivos protegidos. La certificación AENOR

4.1. ( Objeto y campo de actividad ]

El objeto de esta serie de normas españolas UNE 155001 es realizar la normalización de las frutas y hortalizas no transformadas, destinadas al consumo en su estado natural, en sus aspectos de: • Terminología, • Sistemas de producción y obtención, • Muestreo y métodos de ensayo, • Especificaciones de producto, • Condiciones de seguridad, manipulación, transporte y almacenamiento, • Envasado y etiquetado.

Se excluyen del ámbito de esta norma los productos resultantes de la transformación de frutas y hortalizas. Para llegar a ser norma española, se formó en AENOR el Comité Técnico de Normalización (CTN) 155, encargado de realizar las normas a partir del borrador facilitado por la representación del sector productor de Almería. En este comité se procuró que estuvieran integradas todas la partes interesadas, quedando la composición de este comité de la siguiente manera:  Productores: Alicante, Almería, Canarias, Murcia, ASAJA, CCAE, COAG, FEPEX, UPA.  Administración central: • Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación • Ministerio de Sanidad y Consumo • Ministerio de Economía y Hacienda  Administraciones autonómicas: Andalucía, Canarias, Cataluña, Extremadura, Murcia, Valencia.  Laboratorios  Consumidores: Asociación Nacional Medianas y Pequeñas Empresas de Distribución, EUREP, Cadenas de supermercados, etc.  AENOR: División de Normalización, División de Certificación. El objeto de invitar a las cadenas de distribución y de supermercados a participar en el Comité es adecuar el producto a las necesidades del cliente mediante una relación directa y constante con el mismo a la vez que agiliza el proceso de mejora continua de la norma. La serie de normas UNE 155 001 está constituida por una primera parte que establece los Requisitos Generales aplicables a todos los cultivos y una norma específica para cada uno de los doce productos actualmente contemplados (tomate, pimiento, pepino, judía verde, calabacín, berenjena, melón, sandía, col china, lechuga, bróculi y fresa). 4.2. ( Objetivos de esta norma ]

Esta norma debe entenderse como un PRIMER PASO para determinar un sistema

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

de producción hortícola que denominaremos “producción controlada de cultivos”. Es un primer paso suficiente para garantizar los TRES OBJETIVOS básicos que persigue el cumplimiento de esta serie de normas: • La protección del consumidor • El respeto medioambiental • La seguridad y salud de los productores

Calidad

 Herramientas para garantizar la protección de los consumidores Control de residuos de materias activas. Cada empresa debe contar con un sistema de autocontrol para garantizar que no se sobrepasan los LMR fijados en los productos hortícolas comercializables. Control de origen. La empresa debe establecer los medios necesarios para garantizar la separación de los productos amparados por esta norma de otros de origen no controlado. Toma de muestras en cualquier momento Implantación del Sistema APPCC en central hortofrutícola.  Control del impacto ambiental Material de cubierta: • Reciclable • PVC no está permitido • Eliminación correcta del material de cubierta

Estructura básica para riego localizado de alta frecuencia y para fertirrigación Desinfección de suelos • No se permite la utilización de bromuro de metilo • Se recomiendan los métodos no químicos • Se recomienda la solarización

Tratamientos fitosanitarios • Se recomiendan los métodos culturales, biológicos y cualquier otro método respetuoso con el medio ambiente y se puntúan positivamente. • Los métodos químicos de control sólo se permiten bajo los “criterios de intervención”. • El número de productos químicos permitidos es limitado favoreciendo el uso de productos que minimicen el riesgo de aparición de resistencias, con baja toxicidad y ecotoxicidad.

Eliminación controlada de los envases de productos químicos Gestión de los residuos de los cultivos Medidas preventivas contra derrames accidentales

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Producción controlada de cultivos protegidos. La certificación AENOR

 Protección del productor Equipo adecuado de protección personal usado durante la aplicación de productos fitosanitarios Lugar de almacenamiento de los productos fitosanitarios adecuado, cerrado bajo llave, con ventilación suficiente y correctamente señalizado. Señalización de seguridad 4.3. ( Actividad futura ]

 Capítulos de la norma UNE que necesitan más desarrollo • Control del origen de los productos • Actividad postrecolección  Extensión del sistema (N+C) a otros productos:  Publicación de la norma UNE 155001 y sus partes en inglés, francés y alemán. 5. ( CONTENIDOS DE LA UNE 155001-1. REQUISITOS GENERALES ] 5.1. ( Objeto y campo de aplicación ]

Esta parte de la Norma UNE 155001 establece los requisitos generales de un sistema de producción controlada de hortalizas cuyo destino principal es el consumo en fresco. El sistema establece recomendaciones y requisitos para cada fase del proceso. La norma no contempla por el momento ninguna obligación ni recomendación sobre las categorías, la clasificación por el tamaño o el color y la presentación, embalaje y etiquetado de los productos hortícolas en cuestión. 5.2. ( Definiciones ]

Existen algunos términos con un significado específico en el contexto de la norma que conviene definir antes de entrar a estudiarla. • Hortaliza: Toda planta perteneciente a las especies consideradas bajo ese nombre en la legislación vigente. Este concepto abarca al de las especies olerícolas: plantas, usualmente anuales y de porte herbáceo, de interés alimenticio, y que se cultivan por sus frutos, sus raíces y/o sus tubérculos, sus bulbos, sus tallos, sus hojas, sus inflorescencias, o sus semillas. En consecuencia, dentro de esta definición se consideran incluidos el melón y la sandía. • Producción controlada: Sistema de producción agrario resultante de la observancia de todos los requisitos contenidos en las partes de esta Norma UNE, que sean de aplicación al cultivo concreto. • Cultivo protegido: cultivo que se desarrolla en el interior de una estructura vi-

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

sitable, con cimentaciones, que sirve de soporte y sujección a una cubierta de material translúcido. • Recomendación: Todo aspecto de aplicación deseable que contribuye a mejorar la práctica agrícola de este sistema pero cuya observancia no es obligatoria, y que no es exigible en caso de certificación. • Requisito: Todo aspecto expresado en términos de obligatoriedad o prohibición cuya observancia es inexcusable para la conformidad con esta norma y es exigible en caso de certificación. • Técnico responsable: Persona con cualificación técnica designada por la empresa para responsabilizarse de los aspectos técnicos recogidos en esta parte de la Norma UNE 155001 o en cualquiera de sus partes. • Titular de la explotación: Persona física o jurídica que ejerce la actividad agraria organizando los bienes y derechos integrantes de la explotación con criterios empresariales y asumiendo los riesgos y responsabilidades civil, social y fiscal que pueden derivarse de la gestión de la explotación. • Unidad de Cultivo con Tratamiento Homogéneo (UCTH): Superficie de cultivo, donde se realiza el mismo tipo de cultivo, con la misma variedad y prácticas de cultivo similares. En caso de cultivos protegidos la UCTH se encontrará dentro de un mismo recinto delimitado bajo un mismo tipo de protección. • Parcela: Unidad diferenciada de suelo, con o sin construcción, en terreno rústico, que presenta una continuidad espacial constituyendo un recinto delimitado por una finca perimetral continua que pertenece a un sólo titular catastral. • Criterios de intervención: Criterios a seguir para determinar si procede o no llevar a la práctica un tratamiento fitosanitario. • Cuaderno de explotación: Documento por unidad de cultivo con tratamiento homogéneo donde ésta queda identificada y en el que se recogen los datos del cultivo, las operaciones efectuadas sobre el cultivo y las instrucciones dadas por el técnico responsable, en todos los casos en que así lo estipule(n) la(s) parte(s) correspondiente(s) de esta Norma UNE. • Producto hortícola “baby” o “Bebé”: Los así conocidos comercialmente. • Producto hortícola “mini”: Los así conocidos comercialmente. 5.3. ( Formación necesaria ]

El personal afectado por la norma (titulares de la explotación, técnicos responsables y personal de almacén) deben recibir un curso el primer año de entrada en el sistema y eventualmente cuando se produzcan modificaciones. Este curso de formación debe ser impartido por personal cualificado y se centra sobre los requisitos y recomendaciones de la Norma de AENOR para practicar una agricultura respetuosa con el medio ambiente, con el consumidor y segura para el productor. La duración del mismo está estipulada en

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un mínimo de 12 horas para los técnicos responsables siendo responsabilidad de la empresa peticionaria / licenciataria determinar la duración del curso a impartir al resto de implicados. En cualquier caso se recomienda que la duración no sea inferior a 8 horas. Además la persona que manipule los productos fitosanitarios debe estar en posesión del carné de aplicador de plaguicidas tal y como lo establece la legislación autonómica. 5.4. ( Condicionantes del suelo ]

Las hortalizas se podrán cultivar en suelo o bien en sustrato. No obstante se recomienda el empleo de substratos reciclables y no se debe emplear turba como sustrato del cultivo. En nuevas explotaciones el productor deberá justificar la adecuación del terreno al mismo y una evaluación ambiental de las consecuencias. 5.5. ( Condiciones climáticas ]

Se recomienda medir la temperatura y la humedad ambiental durante el cultivo. Así mismo, el titular de la explotación intentará que las plantas cultivadas bajo protección se encuentren en las condiciones de humedad, temperatura, y radiación solar incidente lo más cercanas que sea posible a sus óptimos biológicos. 5.6. ( Instalaciones y equipos ]

 Instalaciones Cubierta: se recomienda que el material de cubierta sea reciclable. Como restricción en este apartado figura la obligación de eliminar los restos de la cubierta siguiendo la normativa medio ambiental vigente en cada zona geográfica. Sistema de riego: como instalación de un sistema de riego, toda finca debe tener una estructura básica para el riego localizado de alta frecuencia y para fertirrigación, que debe funcionar correctamente. Lugar de almacenamiento de productos fitosanitarios: los productos fitosanitarios deben guardarse en un lugar cerrado con llave que disponga de la iluminación suficiente, ventilación permanente, debidamente señalizado, con medios para retener posibles derrames accidentales de productos peligrosos y con medios de lucha contra incedios.  Equipos Equipos para tratamientos fitosanitarios: se debe tener el equipo de pulverización para los tratamientos en buen estado de funcionamiento. Los equipos una vez usados no deben contener restos de tratamiento y deben estar limpios. Al menos una vez al año se debe realizar un verificación para comprobar el buen funcionamiento de los mismos. Equipo de protección: el agricultor debe emplear un equipo adecuado de protección personal, de acuerdo con la normativa sobre seguridad y salud en el trabajo relativa a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual según el Real Decreto 773/1997.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Medidor de temperatura y humedad relativa: es recomendable tener instalado en el interior de la protección medidores de temperatura y humedad relativa de la atmósfera de la misma. Asimismo se recomienda disponer de medidores de la humedad del suelo. Los equipos de fertilización deberán estar en correcto estado de funcionamiento y sometidos a un plan de verificación, al menos, anual.  Señalización de seguridad Es obligatorio señalizar la localización de los productos tóxicos, la prohibición del acceso a los mismos, los puntos de agua para enjuagarse en casos urgentes y la obligatoriedad del empleo del traje de protección. Deben existir en el almacén de productos fitosanitarios las normas de actuación en caso de intoxicación y los números de teléfono de emergencia de forma accesible y que se puedan leer fácilmente. Se utilizarán las señalizaciones previstas en el Real Decreto 485/97, de 14 de Abril, sobre disposiciones mínimas en materia de señalización de seguridad y salud en el trabajo.  Personal Todo el personal de campo debe informar a sus superiores en caso de estar afectado por alguna enfermedad infecciosa. Deben tener acceso a servicios cerca de las parcelas de trabajo. 5.7. ( Material vegetal ]

 Semillas y Plantas Toda la semilla empleada debe ser, como mínimo, “Semilla estándar”. Se recomienda desechar, antes de plantar, aquellas plántulas que presenten síntomas de enfermedad o desarrollo anormal que indiquen un futuro desarrollo vegetativo anómalo en el cultivo. Asimismo se recomienda el uso de variedades resistentes o tolerantes a los principales problemas de la zona. Sólo deben emplearse plantas procedentes de semilleros autorizados y con el correspondiente pasaporte fitosanitarios. En este punto existe mención a las variedades transgénicas. Dichas variedades podrán ser utilizados siempre y cuando la legislación lo permita. 5.8. ( Operaciones propias del cultivo ]

 Operaciones previas al cultivo Levantamiento o arranque y eliminación del cultivo anterior: una vez retirados los restos vegetales del interior del invernadero se deben retirar en un plazo máximo de siete días, salvo que estén dentro de contenedores con tapa u otro medio de aislamiento.

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Producción controlada de cultivos protegidos. La certificación AENOR

Finalmente el titular de la explotación debe conducir los restos vegetales a un vertedero autorizado, salvo que la normativa medioambiental vigente en la zona geográfica en cuestión permita un tratamiento distinto de los mismos. Preparación del terreno: es recomendable nivelar el suelo para tratar de evitar el riesgo de encharcamiento. Es obligatorio eliminar las malas hierbas dentro del invernadero y en los alrededores del mismo (1,5 metros) a los 30 días de la nascencia como máximo. Desinfección de suelos: en el caso de enarenados, se recomienda una solarización física ó una aplicación de vapor de agua para la desinfección del suelo, nunca se aconseja métodos de desinfección química. Se prohíbe la utilización de Bromuro de Metilo en las explotaciones. Desinfección de la estructura de la protección: es recomendable desinfectar la estructura, cubierta y malla de los invernaderos.  Operaciones durante el cultivo Podas: se recomienda ajustar la poda a los marcos de plantación, precocidad, características de la variedad y época de plantación. Los restos de poda deben sacarse del invernadero antes de que transcurran 7 días desde la realización de la poda y fuera de la protección está prohibido dejar de restos de podas abandonados durante más de tres días, salvo que estén dentro de contenedores con tapa u otro medio de aislamiento (lámina de plástico). Los restos de podas finalmente deben ser llevados a un vertedero autorizado, salvo que la normativa medioambiental vigente en la zona geográfica en cuestión permita un tratamiento distinto de los mismos. Polinización: el empleo de insectos polinizadores o el uso de medios mecánicos (vibración o chorros de aire) es aconsejable en aquellos cultivos que lo precisen. Queda prohibido el empleo de fitorreguladores empleados para favorecer el cuajado de los frutos, en todos los cultivos excepto para el calabacín. Deshojado: está prohibido la utilización de fungicidas que no vengan recogidos para cada cultivo en su norma particular. Fuera de la protección está prohibido dejar restos de deshojados abandonados durante más de tres días, salvo que estén dentro de contenedores con tapa u otro medio de aislamiento (lámina de plástico). Finalmente los restos de deshojados tendrán el mismo destino que los restos de poda. Aclareo de frutos: pretende dejar en cada inflorescencia el nº óptimo de frutos para su desarrollo. Se prohíbe tirar frutos al suelo durante el aclareo y que haya frutos caídos en el suelo del invernadero, excepto cuando se hallan caído por incidencias mecánicas ó por mal tiempo existiendo un plazo de 7 días para recogerlos en este caso. Finalmente los restos del aclareo de frutos tendrán el mismo destino que los restos de poda.  Operaciones periódicas Fertilización: • Programa y seguimiento: Se recomienda que el técnico responsable programe la fertilización ó abonado y seguir siempre las instrucciones de este. Es obligatorio que en el cuaderno de explotación aparezcan reflejadas y registradas las cantidades de fertilizantes que se hayan ido aportando recomendadas por el técnico. La norma en este

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

apartado recomienda y obliga en algunos casos a una serie de análisis ya sea en cultivo en suelo como en hidropónico, que se resumen en el siguiente cuadro: Análisis

Suelo

Hidropónico

Requisito

Extracto saturado o foliar (1 por cultivo)

Solución de drenaje (1/2 al mes)

Recomendación

Suelo + extracto saturado (antes de la plantación) Extracto saturado o foliar ( más de 1 por cultivo)

Solución nutritiva (1 al mes)

• Abonos orgánicos: es obligatorio la aplicación de enmiendas orgánicas para mantener el nivel de materia orgánica en la zona radicular de aquél por encima del 0,5%. • Abonos minerales: es recomendable dosificar el abonado en función de los diversos análisis realizados, así como emplear abonos cálcicos cuando el agua tiene desequilibrios salinos.

Irrigación: • Calidad de agua: Es obligatorio analizar el agua de riego disponible para la finca al menos una vez al año. Si se sospecha una excesiva concentración de Boro en el agua de riego disponible, es recomendable incluir la determinación analítica de la misma en los análisis físico - químicos de ésta. Se prohíbe utilizar aguas fecales, salvo que se haga un control microbiológico continuado de las mismas que garantice que no superan los límites máximos autorizados o recomendados. • Frecuencia y volumen: Es obligatorio que el técnico responsable recete por escrito las dosis de riego y frecuencia durante el cultivo, quedando también reflejados los caudales de agua suministrados.

 Manejo fitosanitario del cultivo Como primera obligación se encuentra el retirar plantas con signos de enfermedades y plagas que impiden su desarrollo normal. Las plantas retiradas por enfermedad deberán ser sacadas del invernadero inmediatamente y llevarlas donde las autoridades tienen destinado. No se permite dejar estos restos vegetales fuera del invernadero abandonados. Se aconseja favorecer la fauna auxiliar autóctona y realizar sueltas de fauna auxiliar con las indicaciones del técnico. En este punto se intenta favorecer la aproximación a la lucha biológica e integrada. Antes de cualquier tratamiento se debe realizar observaciones periódicas para determinar el riesgo de un ataque de una plaga y dar prioridad al empleo de los métodos de control más respetuosos con el medio ambiente, incluyendo métodos culturales y biológicos, restringiendo el uso de productos tóxicos. En los tratamientos fitosanitarios, a excepción de los que se llevan a cabo para el control de malas hierbas o para la desinfección de los suelos, sustratos y elementos estructurales de las protecciones, sólo se deben utilizar las materias activas que se especifican en las normas específicas.

( 260 ]

Producción controlada de cultivos protegidos. La certificación AENOR

La aplicación de medidas directas de control químico se deben llevar a cabo siguiendo los “Criterios de intervención” que se especifican y, en cualquier caso, las recomendaciones del técnico responsable. Se recomienda que en la elección de los productos fitosanitarios se tenga en cuenta su selectividad, eficacia, riesgo existente de aparición de poblaciones de parásitos resistentes, persistencia, toxicidad, residuos y, en general, el impacto en el medio ambiente. En la siguiente tabla se resume todos los plazos de tiempo y el destino final que la norma establece para la retirada de toda clase de restos vegetales: Retirada restos

Dentro de la protección

Fuera protección (sin aislamiento)

Destino final

Cultivo anterior

NP

3 días

Vertedero / Legislación vigente

7 días

3 días

Deshojados

7 días

3 días

Vertedero / Legislación vigente

Aclareo de frutos

No tirar al suelo 7 días máximo

3 días

Vertedero / Legislación vigente

Síntomas o signos de enfermedad

Recomendable no compostar. Eliminación inmediata

3 días Enfermedades víricas: 0 días

Vertedero / Legislación vigente

Podas

Vertedero / Legislación vigente

5.9. ( Gestión de residuos sólidos ]

Los residuos sólidos deben ser gestionados adecuadamente. Aquellos catalogados como residuos peligrosos (envases vacíos de fitosanitarios, productos caducados, etc.) deben ser recogidos por un gestor autorizado por la Comunidad Autónoma. 5.10. ( Recolección ]

No se debe recolectar antes de que el fruto haya iniciado en campo el proceso de maduración comercial según la legislación vigente para cada cultivo (excepto aquellas hortalizas como los pepinillos, algunos productos “baby” o “mini” y similares). En el caso de la col china, la recolección debe hacerse antes de que se inicie un engrosamiento indeseable del tallo floral. 5.11. ( Cuaderno de explotación ]

El cuaderno de explotación es el documento que recoge datos generales (identificación de la empresa, propietario, unidad de cultivo, etc.), datos del cultivo, las instrucciones técnicas sobre tratamientos fitosanitarios, culturales y biológicos, instrucciones de fertilización y riegos dadas por el técnico responsable y la ejecución de las mismas por parte del productor. Es obligatorio que exista un cuaderno de explotación por unidad de cultivo con tratamiento homogéneo estando disponible en todo momento en

( 261 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

la explotación ya sea en soporte informático o en soporte papel, acompañados de los albaranes correspondientes, en los que se recoja la firma del técnico responsable y del productor. El técnico responsable debe realizar al menos dos anotaciones por mes durante el periodo de cultivo, registrando correctamente todos los tratamientos químicos y las prácticas de cultivo más importantes. El productor debe anotar cualquier otra operación sobre el cultivo importante sin la instrucción de su técnico y conservar junto al cuaderno los análisis de agua, suelo, foliar. 5.12. ( Central hortofrutícola ]

Como ya se ha comentado la Norma UNE 155001 en su revisión del 2001 no sólo se centra en requisitos de campo sino que abarca la central hortofrutícola garantizando que el producto envasado llega al lugar de destino con un alto nivel de calidad. Para ello las empresas deben:  Implantar un Sistema de control de calidad tanto de producto entrante como de producto ya envasado y listo para comercializar. De esta manera se asegura el cumplimiento de los requisitos del cliente en cuanto a envasado y calidad comercial.  Elaboración e implantación de un Sistema APPCC de Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos (en inglés HACCP): Este sistema trata de minimizar y, en su caso, eliminar los riesgos físicos químicos y microbiológicos referentes al producto a lo largo del proceso de manipulación y envasado. Deberá contar con al menos: • Un Plan de Limpieza y Desinfección (Plan LD): Identificando las zonas de la nave, maquinaria, utensilios, residuos, etc. estableciendo la periodicidad de limpieza, indicando los productos a usar y definiendo responsabilidades. • Un Plan de Desinsectación y Desratización: (Plan DD): Este Plan debe ser llevado a cabo por una empresa autorizada por el organismo correspondiente.

 Se deberá impartir formación adecuada al personal de almacén y en especial a las/los manipuladoras/es en cuanto a la Guía de Buenas Prácticas de Higiene y Manipulado. Se colocarán carteles en lugar visible que recuerden estas normas. 5.13. ( Operaciones de postrecolección y comercialización ]

 Control de residuos Se prohíbe la presencia de residuos de las materias activas en las hortalizas recolectadas, preparadas para su comercialización y antes de su venta, que sobrepase el Límite Máximo de Residuos. Es obligatorio que cada empresa cuente con un sistema de autocontrol para garantizar que no se sobrepasan los mencionados límites de residuos de productos fitosanitarios en los productos hortícolas comercializables. El sistema deberá contar con un protocolo detallado donde se especifique el tipo, número de análisis que van a llevarse

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Producción controlada de cultivos protegidos. La certificación AENOR

a cabo y la periodicidad de los mismo. La revisión a la baja por la Administración competente, de los LMR de las materias activas permitidas en esta norma UNE y sus partes, se incorporará automáticamente a la misma. Las nuevas incorporaciones al Registro de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, quedan así mismo incorporadas en esta norma UNE y sus partes con los LMR correspondientes de manera inmediata y con carácter de “aconsejados”. Estos productos fitosanitarios de nueva aprobación no deberán contener en ningún caso materias activas no permitidas en esta norma UNE o sus partes a menos que dichas materias activas hayan sido aprobadas por la Administración competente para uso en los cultivos hortícolas con posterioridad a la publicación de esta norma y sus partes.  Control de origen Durante las operaciones de postrecolección y hasta la comercialización del producto, la empresa debe establecer los medios necesarios para garantizar la separación de los productos de origen controlado de otros de origen no controlado. 5.14. ( Reclamaciones de clientes ]

Las empresas deben contar con un sistema de reclamación de clientes en el cuál queden perfectamente identificadas las responsabilidades en cuanto a tratamiento y registro de las reclamaciones. Al menos se debe contar con una hoja de reclamaciones disponible y conocida por todos los clientes. Los registros de las reclamaciones así como de su tratamiento deben ser registrados y presentados al auditor. 5.15. ( Protección medioambiental ]

Cualquier sistema de certificación debe partir del cumplimiento de la legislación aplicable. En materia ambiental la norma exige que se gestionen adecuadamente todos los residuos comenzando con un sistema de recogida selectiva, siguiendo con un almacenaje en condiciones adecuadas y terminando con la entrega de los mismos a un gestor autorizado. Asimismo se obliga a optimizar en la medida de lo posible el uso del agua y de la energía. 5.16. ( Métodos de análisis ]

La norma establece los contenidos mínimos que deben constar en los diferentes análisis que se recomienda o se requiere. En la siguiente tabla se hace constar las diferentes determinaciones analíticas de cada análisis: Suelo

Hidropónico

Agua

S1 : Extracto Saturado S2 : Suelo S3 : Foliar

H1: Solución Nutritiva H2 : Solución Drenaje

A1: Físico - químico A2: ARU depuradas

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

S1 = pH, CE, PS, SAR, SO4, NO3, Cl, Na, K, Ca, Mg S2 = S1 + MO, CO3, PO4 y Na, K, Ca, Mg cambiables S3 = N, PO4, K, Ca, Mg, Fe, Cu, Mn, Zn, B H1 = pH, CE, CO3, CO3H, SO4, NO3, Cl, PO4, NH4, Na, K, Ca, Mg, Fe, Cu, Mn, Zn, B H2 = H1 A1 = pH, CE, Dureza, SAR, COx, SO4, NO3, Cl, Na, K, Ca, Mg, Fe, Cu, Mn, Zn. A2 = DBO, DQO, Sólidos totales suspensión, Escherichia colli.

6. ( UNE 155 001 : REQUISITOS ESPECÍFICOS PARA CADA CULTIVO ] 6.1. ( Estructuras de las normas específicas.

• Objeto y Campo de aplicación • Normas para consulta • Definiciones • Formación • Condicionantes del suelo (*) • Condiciones climáticas (*) • Instalaciones y equipos (*) • Material vegetal (*) • Operaciones propias de cultivo (*) • Recolección (*) • Operaciones Posterecolección y Comercialización • Cuaderno de Explotación (*) • Métodos de Análisis (*) • Anexo A (Normativo) Criterios de intervención y medidas de control de plagas y enfermedades • Anexo B (Normativo) Límites máximos de residuos permitidos (*) ASPECTOS COINCIDENTES CON LA NORMA UNE 155001-1

• Definiciones

Materia activa fitosanitaria aconsejada: materia activa fitosanitaria que será utilizada como de primera opción en el caso de aplicación de un medio de control químico en el manejo fitosanitario del cultivo. 6.2. ( Recolección ]

Los productos hortícolas deberán presentar un desarrollo y un estado tales que permitan resistir el transporte y la manipulación y llegar en condiciones satisfactorias al lugar de destino. En el caso del Melón hay que añadir que su madurez vendrá determinada por el índice refractmétrico de la pulpa que deberá ser igual o superior al 8% medido en la zona media de la pulpa del fruto y en el plano ecuatorial

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Producción controlada de cultivos protegidos. La certificación AENOR

6.3. ( Control de plagas ]

Criterios de intervención: control químico cuando se observe presencia de la plaga, de acuerdo con lo especificado para cada clase de plaga en cada una de las normas. Medidas de control culturales: trampas adhesivas para plagas susceptibles de estas. Se recomienda que se coloquen desde el transplante en el interior de la parcela. Es recomendable su revisión periódica y sustitución cuando las poblaciones capturadas sean altas. Medidas de control biológicas: se recogen una serie de medidas de control biológico para favorecer la fauna auxiliar autóctona y la suelta de productos biológicos comercializados específicos de la plaga en cada una de las normas. Medidas de control químicas. Materias activas: se recogen una reducción importante en el número materias activas fitosanitarias que se pueden emplear, lo que garantiza una reducción de los residuos encontrados en los productos hortícolas que llegan a los consumidores. Ejemplos: Tomate

 Mosca blanca: Criterios de intervención: control químico cuando se observe presencia de la plaga en al menos un 15% de las plantas. Medidas de control culturales: trampas adhesivas. Medidas de control biológicas: • Autóctonos: Encarsia (formosa, transvena, lutea, y tricolor), Eretmocerus mundus, Cyrtopeltis tenuis, Macrolophus caliginosus, Diglyphus (tamaninii y errans). • Comercializados: Encarsia formosa, Erectmocerus (eremicus y mundus), Macrolophus caliginosus y Beauvearia Bassiana. Medidas de control químicas. Materias activas: • Aconsejadas: Buprofezín, Teflubenzuron, Tralometrina, Piriproxifen, Deltametrín, Bifentrín, Azadiractín, Pimetrocina, Fenpropatrín, Tiametoxan. Melón

 Orugas: Criterios de intervención: control químico al observar la presencia de la plaga en al menos un 5% de las plantas. Medidas de control cultural: se recomienda, no como medida específica de control, sino como medio adicional para comprobar la identidad de las especies y su relativa importancia, la colocación de trampas de luz, o específicas de feromonas, en el interior de la parcela. Se debe asegurar la mayor hermeticidad posible de la parcela. Medidas de control biológicas: • Autóctonos: virus de la poliedrosis nuclear, Sinophorus sp. Hyposopter didymator, Bacillus thuringiensis.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Comercializados: Bacillus thuringiensis, Cotesia marginiventris.

Medidas de control químicas. Materias activas: • Aconsejadas: Lambda cihalotrin, Deltametrín, Endosulfan, Metomilo. Pimiento

 Trips: Criterios de intervención: control químico cuando se observe presencia de la plaga. Medidas de control culturales: trampas adhesivas. En el momento en que aparezcan las primeras plantas con virus del bronceado, colocar otras trampas distribuidas de forma uniforme por toda la parcela. Es recomendable su revisión periódica y su sustitución cuando las poblaciones capturadas sean altas. Medidas de control biológicas: • Autóctonos: Orius albidipennis, Orius laevigatus, Orius (mayusculus y niger), Amblyseius barkeri, Amblyseius cucumeris, Aeolothrinps (intermedius y ternuicornis), Ceranisus (menes y lepidotus). • Comercializados: Amblyseius cucumerisi, Orius laevigatus Orius albidipennis. Medidas de control químicas. Materias activas: • Aconsejadas: Acrinatrin, Deltametrín, Azadiractín, Lufenuron, Spinosad. 6.4. ( Control de enfermedades producidas por hongos ]

Criterios de intervención: control químico de carácter preventivo, según criterio del técnico responsable en base a condiciones climatológicas y estado de desarrollo de la planta. Con carácter preventivo sólo podrán utilizarse materias químicas recomendadas. Se recomienda alternar materias químicas con diferente mecanismo de acción sobre cada tipo de hongo. Medidas de control culturales: será prioritario el empleo de variedades resistentes a dicha enfermedad. Uso de Variedades resistentes, para aquella enfermedad que se especifique en cada una de las partes de la norma. Medidas de control químicas. Materias activas: se recogen una reducción importante en el número materias activas fitosanitarias que se pueden emplear, lo que garantiza una reducción de los residuos encontrados en los productos hortícolas que llegan a los consumidores. Ejemplos: Tomate

 Enfermedades vasculares: fusarium: Criterios de intervención: control químico localizado al observar las primeras plantas con síntomas y generalizado cuando se observen síntomas en al menos un 20% de las plantas.

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Producción controlada de cultivos protegidos. La certificación AENOR

Medidas de control culturales: será prioritario el empleo de variedades resistentes a dicha enfermedad. Medidas de control químicas. Materias activas: • Aconsejadas: Propamocarb, Procloraz, Benomilo, Polioxina-B, Quinosol. Melón

 Mildiu: Criterios de intervención: control químico de carácter preventivo, según criterio del técnico responsable, en base a condiciones climatológicas y estado de desarrollo de la planta. Con carácter preventivo sólo podrán utilizarse materias químicas recomendadas. Se recomienda alternar materias químicas con diferente mecanismo de acción sobre el hongo. Medidas de control químicas. Materias activas: • Aconsejadas: Azoxystrobin, Cimoxanilo, Clortalonil, Propamocarb, Fosetil-Al, Oxadixil, Ditiocarbamatos, Dimetomorf, Benlaxil, Folpet, Ofurace. Pimiento

 Necrosis radicular: Pythium, Phytophthoeda: Criterios de intervención: control químico localizado al observar las primeras plantas con síntomas y generalizado cuando se observen síntomas en al menos un 20% de las plantas. Medidas de control químicas. Materias activas: • Aconsejadas: Propamocarb, Polioxina-B, Flutolanil. 6.5. ( Control de enfermedades producidas por bacterias ]

Criterios de intervención: control químico ante la presencia de síntomas y/o de condiciones ambientales favorables (en especial elevada humedad relativa), de exceso de agua en el suelo y de alto abonado nitrogenado. Ejemplos: Tomate

 Bacteriosis: Medidas de control químicas. Materias activas: • Aconsejadas: Compuestos de Cobre, Kasugamicina. Melón

 Podredumbre blanda / mancha angular de las cucurbitáceas / bacteriosis: Medidas de control químicas. Materias activas: • Aconsejadas: compuestos de cobre.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Pimiento

 Mancha bacteriana del tomate / Podredumbre blanda: Medidas de control químicas. Materias activas: • Aconsejadas: Compuestos de Cobre, Kasugamicina 6.6. ( Control de enfermedades producidas por virus ]

Transmisión: existe un mecanismo específico de transmisión para cada tipo de Virus recogido en cada norma. Las transmisiones pueden ser (dependiendo del Virus) por: Mosca blanca, Trip, Pulgones, Hongos, Semilla, Contacto entre plantas y raíces, Restos de cultivos anteriores afectados, Mecánica (contacto): manos, herramientas, etc. Medidas de control: control del agente transmisor. Eliminación y destrucción de malas hierbas y plantas afectadas. Utilización de variedades resistentes. Desinfección de manos y herramientas. Ejemplos: Tomate

 Bronceado del tomate (TSWV): Transmisión: Trips: Frankliniella occidentalis. Medidas de control: control del agente transmisor. Eliminación de malas hierbas y plantas afectadas. Melón

 Mosaico amarillo del calabacín (ZYMV): Transmisión: Pulgones: Aphis gossypii, Myzus persicae y Macrosiphum euphorbiae. Todos ellos de forma no persistente. Medidas de control: control del agente transmisor. Eliminación y destrucción de plantas afectadas, poniendo especial cuidado en realizar esta operación en cuanto se observen las primeras plantas con síntomas. Desinfección de herramientas con fosfato trisódico o lejía. Pimiento

 Moteado suave del pimiento (PMMV): Transmisión: semilla. Mecánica (contacto): manos, herramientas, etc. Contacto entre plantas (tallos y raíces). Restos de cultivos anteriores afectados. Medidas de control: utilización de variedades resistentes. Eliminación y destrucción de plantas afectadas. 6.7. ( Límite máximo de residuos permitidos ]

Al final de cada una de las partes de las normas específicas para cada cultivo se en-

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Producción controlada de cultivos protegidos. La certificación AENOR

cuentra un listado donde figuran todas las materias activas químicas autorizadas para el uso en ese cultivo, ya sean con carácter de aconsejadas o no. A su vez, vienen reflejados los LMR’s en partes por millón (ppm) para cada una de las materias activas como tope máximo permitido a la hora de comercializar el producto según la legislación española y según la norma española UNE 155 001. El límite máximo de residuos de la UNE es, en general, del 50% del LMR permitido en la legislación española aplicable. El siguiente cuadro comprende las materias activas autorizadas para cada cultivo ya sean aconsejadas como restringidas:

Abamectina

Tom

Pim

Pep

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Jud

Cal

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Col

Amitraz Azadiractin Azoxystrobin Azufre Benalaxil Benomilo ** Bifentrin Bromopropilato Bupirimato Buprofecin Cadusafos

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Ciflutrin (isómeros) Cimoxanilo Cipermetrin (isómeros) Ciproconazol Ciprodinil Ciromazina

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Clorpirifos Cobre Inorgánico Deltametrin Diclofluanida Dietofencarb Difenoconazol Dimetomorf Dinocap Ditianona

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Clorfenvifos Clortalonil

X

X

Carbaril

X X X X X X X

Fres

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Captan *** Carbendazima **

Bróc

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Acefato Acrinatrin

Lech

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X

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Ditiocarbamatos Endosulfan

Tom

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Pep

Jud

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Lech

Bróc

Fres

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Etiofencarb Etofenprox Etoprofos Etridiazol Famoxadone**** Fenarimol

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Fenbuconazol Fenbutaestan

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Fenhexamida

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Fenitotrion

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Fenpiroximato Fenpropatrin

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Flucitrinato Fludioxonil Flufenoxuron Flutolanil Folpet *** Formetanato

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Fosalon Fosetil-Al

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Hexaconazol

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X X X

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Hexaflumuron

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Hexitiazox Himexazol Imidacloprid Iprodiona

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Kresosim metil Lambda cihalotrin Lufenuron Malation Metalaxil Metalaxil-M

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Metil tiofanato **

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Miclobutanil

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Naled Nuarimol

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Metil- tolclofos Metomilo

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Metil clorpirifos Metil pirimifos

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Isofenfos Kasugamicina

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Producción controlada de cultivos protegidos. La certificación AENOR

Tom

Ofurace Oxadixil Oxamilo

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Pim

X

Pep

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Pimetrocina Piridaben Pirifenox Pirimetanil Pirimicarb Piriproxifen Polioxina-B Procimidona Procloraz Propamocarb Propargita

Cal

Ber

Mel

Sand

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Col

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Lech

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Quinosol

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X X

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Tau Fluvalinato Tebuconazol Tebufenocida Tebufenpirad Teflubenzuron Tetraconazol

Tetradifon

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X X X X

X

Tralometrina

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X X

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X X

X X

X X

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Triclorfon Triadimefon Triadimenol

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X

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Tridemorf Triflumizol

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Tiabendazol Tiametoxan

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Quinoxifen Spinosad

Fres

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Propoxur Quinometionato

Bróc

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X

Pencicuron Penconazol

Jud

X X

X

Vinclozolina

X X X

X X X X

7. ( LA CERTIFICACIÓN AENOR DE HORTALIZAS ]

La favorable acogida que está teniendo el sistema de certificación tanto a nivel de productor como entre los compradores en destino debido a las diversas homologaciones y la solicitud de desarrollar normas de producción y sistemas similares en otros productos hortícolas, ha hecho que la marca AENOR de producto certificado adquiera,

( 271 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

al igual que ocurre en los sectores industriales, un elevado valor comercial en el sector agrario y ahora mismo en el sector hortícola. La puesta en marcha del programa de certificación AENOR de la calidad de las hortalizas en base a la serie de normas UNE 155 001 va ayudar a los productores a: • Satisfacer las exigencias de la mayoría de sus clientes con un único sistema de producción, evitando así tener que adoptar diversos protocolos de cultivo derivados de las exigencias de los distintos clientes y reglamentaciones autonómicas. • Mejorar la imagen de calidad y respeto al medio ambiente de los productos españoles en los mercados europeos. • Reducir costes de producción y controles de clientes. • Mejorar el control de sus efectivos productivos y medios de producción así como incrementar la confianza del cliente al obligar la norma a conservar registro de todas las operaciones de cultivo de importancia realizadas en cada parcela.

El desarrollo y certificación de productos y sistemas de cultivo similares a los definidos para las hortalizas no sólo suponen una ventaja competitiva para las empresas productoras, sino que también contribuyen a proteger la salud del consumidor y a preservar el medio ambiente, beneficiando así al conjunto de la sociedad. de Hortalizas para consumo en fresco, en adelante la Marca, La Marca AENOR es una marca de conformidad de este producto con la serie de normas UNE 155 001. En este apartado se va estudiar el funcionamiento del sistema de certificación según la serie de normas UNE 155 001 de AENOR para las hortalizas, así como los requerimientos que no están recogidos en la norma para conseguir la certificación del producto. 7.1. ( Definiciones ]

Además de las definiciones recogidas por la norma hay que considerar algunas otras cuando hablamos de certificación:  Empresa peticionaria: Empresa que solicita la certificación del o de los productos que suministra y su subsecuente inscripción en el registro de AENOR. Debe comercializar bajo su nombre, con una o varias marcas comerciales, los productos hortícolas objeto de certificación; contar, al menos, con un técnico responsable; tener establecida relación contractual con los productores; contar con un sistema de gestión centralizado; contar con un equipo directivo; realizar auditorias internas previamente a la solicitud.  Empresa licenciataria: empresa peticionaria a la que se le ha concedido el derecho de uso de la marca. 7.2. ( Controles ]

 Controles iniciales y anuales de seguimiento Estos controles se realizan en empresas peticionarias (visita inicial) y anualmente en las empresas licenciatarias (Visitas de seguimiento). Se trata de visitas exhaustivas en las cuáles se audita: El sistema de calidad de la empresa; La raíz cuarta de las UCTH; la raíz

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Producción controlada de cultivos protegidos. La certificación AENOR

cuadrada del número de centros y la misma proporción de los almacenes de fertilizantes y/o plaguicidas. Auditoria sistema de autocontrol: Se auditará el sistema de autocontrol que la empresa debe de tener implantado antes de empezar a comercializar con la marca AENOR. Haciendo uso de la Marca, el titular asume un compromiso sobre la calidad de los productos certificados que comercializa. Esto supone que la empresa debe: • Poseer o tener acceso a todos los medios de producción y de control necesarios para garantizar un contenido en residuos de productos fitosanitarios en las hortalizas recolectadas, preparadas para su comercialización y antes de la misma, inferior o igual al especificado como LMR en la norma. • Contar con un sistema de autocontrol para garantizar que no se sobrepasan los mencionados límites de residuos. El sistema deberá contar con un protocolo detallado donde se especifique el número de análisis que van a llevarse a cabo y la periodicidad de los mismos. • Conservar los registros de los resultados de este autocontrol y ponerlos a disposición del personal auditor de AENOR.

Auditoria sistema de trazabilidad: La aprobación de esta auditoria es requisito indispensable a la hora de conceder la licencia. El objeto de este procedimiento es establecer y mantener un sistema documentado para identificar cada producto y hacer seguimiento desde la recolección del producto hortícola en campo hasta la manipulación, envasado y expedición del producto en la empresa comercializadora. Esta identificación se utilizará para diferenciar y etiquetar la producción hortícola controlada realizada siguiendo la Norma UNE 155001 de la producción no controlada. La empresa, por lo tanto, deberá: • Contar con los medios necesarios para garantizar la separación de los productos de origen controlado de otros de origen no controlado durante las operaciones de postrecolección y hasta la comercialización. • Disponer de un protocolo detallado donde se describa el sistema empleado para garantizar esta separación. • Conservar los registros de este sistema de trazabilidad y ponerlos a disposición del personal auditor.

Auditoria sistema reclamación de clientes: Toda empresa que disfrute de la Marca debe contar con un Procedimiento documentado de reclamación de clientes mediante el cuál quede perfectamente reflejado el/los responsable/s de recibir, transmitir y decidir sobre el tratamiento a las reclamaciones recibidas. Un adecuado Sistema de Reclamación de clientes permite establecer una relación directa empresa - cliente y que debe ser el motor para la mejora continua ya que permite mejorar puntos débiles y mantener los puntos fuertes Auditoria mantenimiento de equipos: Las empresas deben redactar un procedimiento en el cuál se refleje la maquinaria

( 273 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

disponible en las centrales hortofrutícolas (torillos, transpaletas, básculas, etc.) y proponer un plan de mantenimiento de las mismas reflejando el responsable, la periodicidad y el método empleado con el objetivo de prevenir fallos que puedan afectar a la calidad del producto. Auditoria del plan de prevención de riesgos laborales: Tal y como establece la ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales las centrales deben contar con un Plan de Prevención de Riesgos Laborales implantado y mantenido al día. La salud de los productores y estabilidad laboral está dentro del ambiguo concepto de calidad. Auditoria sistema APPCC: Al igual que el Plan de Prevención de Riesgos Laborales el Sistema APPCC de Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico (en inglés HACCP) es un requisito legal. Este sistema va encaminado a minimizar y en su caso, eliminar, los riesgos físicos, químicos y microbiológicos que afectan al producto. Este Sistema debe contar como mínimo de un Plan de Limpieza y Desinfección (Plan LD) y de un Plan de Desinsectación y Desratización (Plan DD) llevado a cabo por personal autorizado. Auditoría a la central hortofrutícola: Durante la visita a la/s central/es hortofrutícola/s se verifica el grado de implantación del Sistema de Calidad junto con la comprobación de otros aspectos como puede ser la existencia y aplicabilidad de una Guía de Buenas Prácticas de Higiene y Manipulado, realización de control de calidad en entrada y en producto confeccionado, comprobación del estado de las instalaciones, etc. Auditoria en campo: Esta auditoria consiste en verificar el grado de cumplimiento de los requisitos directamente relacionados con la fase de producción. Esta verificación se lleva a cabo en el campo de cultivo comprobando el buen estado de las instalaciones, el uso racional de plaguicidas, el cumplimiento de ciertos requisitos en cuanto a la seguridad en el almacenamiento de productos fitosanitarios así como que se mantiene un cuaderno de explotación con todos los datos requeridos y actualizado. El espíritu de estos controles es el de dejar a cada empresa su responsabilidad. AENOR tendrá en cuenta el trabajo realizado por cualquier departamento de calidad que asegure la idoneidad de las inspecciones de producción y la eficacia de los ensayos realizados. La consideración final de AENOR es que cualquiera que sea el método usado, el Control del producto final debe demostrar ser efectivo. 7.3. ( Concesión de la licencia de uso de la marca ]

Podrán hacer uso de la marca las empresas en las que, para cada producto, se supere el 33% de su producción comercializada y de la superficie de cultivo bajo control. Se concederá el derecho de uso de la marca a las empresas en las que durante la visita inicial se constaten los tres puntos siguientes:

( 274 ]

Producción controlada de cultivos protegidos. La certificación AENOR

 No se detectan incumplimientos tipificados como muy graves o críticos en la auditoría inicial. No obstante si en la auditoría inicial se ha detectado uno o varios incumplimientos importantes la empresa podrá solicitar la realización de una auditoría extraordinaria cuando así lo crea conveniente. La auditoría inicial se considerará aceptada, y la empresa podrá obtener el derecho de uso de la marca, cuando a través de una o varias auditorias, no se detecten incumplimientos muy graves o críticos.  No se detectan materias activas prohibidas en los análisis y el LMR de productos recolectados no superan los establecidos en la Norma UNE.  Existe, además cuatro requisitos fundamentales en los que el incumplimiento de alguno de estos supone la suspensión inmediata del derecho del uso de la marca, que son: • Los técnicos responsables tienen la cualificación necesaria • En nuevos terrenos existe una justificación del mismo a la producción que incluye uso anterior del suelo e informe ambiental. • El responsable de las aplicaciones dispone de un Equipo de Protección Personal (EPI). • No se emplea bromuro de metilo en la desinfección del suelo • No se riega con aguas residuales • No se usan lodos de depuradora • Se ha anotado el lugar de desinfección de los sustratos • No se ha empleado fitosanitarios con m.a. no autorizadas para ese cultivo • No se han empleado productos fitosanitarios no registrados para uso en el cultivo. • Existe un cuaderno de explotación. • Las instrucciones fitosanitarias contemplan caldo gastado y maquinaria empleada, zona a tratar y producto comercial. • Los productos frescos no se almacenan junto a productos fitosanitarios y fertilizantes. • Se respetan los plazos de seguridad. • Existe un Plan de Desinsectación y Desratización. • El nivel de cloro libre en agua se mide diariamente.

CONCESIÓN DE LICENCIA I N C U M P L I M I E N T O

SUPERFICIE DE CULTIVO



Aceptado

CTC

CENTRAL HORTOFRUTÍCOLA



Aceptado

ALMACEN DE FERT - PEST



AENOR

Aceptado LICENCIA

Denegada

 EL MECANISMO PARA CONSEGUIR LA CERTIFICACIÓN DE AENOR LO PODEMOS RESUMIR EN EL SIGUIENTE GRAFICO

( 275 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

7.4. ( Marcado de los productos certificados ]

No podrá marcarse producto de categoría inferior a primera. La empresa licenciataria deberá comercializar el producto certificado de categoría primera o extra con el marcado descrito a continuación. de Producto Certificado deberá La etiqueta de la Marca AENOR colocarse sobre cada embalaje del producto certificado. El logotipo de la Marca es el que aparece adjunto a la derecha. El tamaño mínimo de la etiqueta será de 3cm de alto. Las etiquetas pueden ser adhesivas o estar pre-impresas en el embalaje. Las etiquetas deberán ir acompañadas de la palabra “Hortofrutícola” en el rectángulo inferior del logotipo.

Producto Certificado

Las empresas que tengan bajo control el 100% de su superficie podrán hacer uso de la marca AENOR en todas sus marcas comerciales. Las empresas que no tengan el 100% de su superficie bajo control solo podrán hacer uso de la marca AENOR en marcas dadas de ata al efecto. Además de las marcas propias la empresa licenciatria podrá emplear la marca AENOR en las marcas comerciales con las que opere que sean propiedad del cliente (marcas blancas) o propiedad de varias empresas (contramarcas) siempre que en el embalaje esté identificada la empresa productora con, al menos, el código de barras o número de identificación. Todo el producto comercializado por una empresa licenciataria con una marca comercial con derecho de uso de la marca AENOR debe proceder exclusivamente de parcelas controladas. No se concederá el derecho de uso de la marca AENOR a dos marcas comerciales con el mismo nombre pertenecientes a empresas distintas, aunque éstas lo soliciten para productos diferentes. En caso de producirse una solicitud de este tipo tendrán preferencia para conseguir la autorización las marcas comerciales registradas, y en igualdad de condiciones, la marca comercial que primero solicitó la autorización a AENOR 8. ( BIBLIOGRAFÍA ]  Giambaco de Ena, H., 1998. “Gestión de la calidad en empresas hortofrutícolas”. Rev. Horticultura nº 128, pág. 38-44.  Muñoz, N., 1998. “La certificación AENOR”. Rev. Horticultura nº 128, pág. 48.  Reglamento Particular de la marca AENOR ción Controlada de Cultivos RP / CTC-054 / N.

para hortalizas para consumo en fresco. Produc-

 Rivera, L.M. y Buitrago, J.M., 1997. “La certificación de la calidad agroalimentaria”. Rev. Hortofrutícola nº411, pág. 20-23.  UNE 155 001-1. Hortalizas para consumo en fresco. Producción controlada de cultivos. Parte1. Requisitos generales  UNE 155 001-2. Hortalizas para consumo en fresco. Producción controlada. Parte-2. Tomate  UNE 155 001-3. Hortalizas para consumo en fresco. Producción controlada. Parte-3. Pimiento  UNE 155 001-4. Hortalizas para consumo en fresco. Producción controlada. Parte-4. Pepino

( 276 ]

Producción controlada de cultivos protegidos. La certificación AENOR

 UNE 155 001-5. Hortalizas para consumo en fresco. Producción controlada. Parte-5. Judía verde  UNE 155 001-6. Hortalizas para consumo en fresco. Producción controlada. Parte-6. Calabacín  UNE 155 001-7. Hortalizas para consumo en fresco. Producción controlada. Parte-7. Berenjena  UNE 155 001-8. Hortalizas para consumo en fresco. Producción controlada. Parte-8. Melón  UNE 155 001-9. Hortalizas para consumo en fresco. Producción controlada. Parte-9. Sandía  UNE 155 001-10. Hortalizas para consumo en fresco. Producción controlada. Parte-10. Col China  UNE 155001-11. Hortalizas para consumo en fresco. Producción controlada. Parte 11: Lechuga.  UNE 155001-12. Hortalizas para consumo en fresco. Producción controlada. Parte 12: Bróculi.  UNE 155001-13. Hortalizas para consumo en fresco. Producción controlada. Parte 13: Fresa.  UNE-EN ISO 9001, 2000. Sistemas de Gestión de la Calidad. Requisitos.  UNE-EN ISO 14001, 1994. Sistemas de Gestión Medioambiental. Especificaciones y directrices para su utilización.

( 277 ]

( TEMA 9 ]

PROTECCIÓN FITOSANITARIA

Callejón Ferre, Ángel Jesús

Doctor Ingeniero Agrónomo López Martínez, José Antonio

Ingeniero Aeronaútico Valera Martínez, Diego Luis

Doctor Ingniero Agrónomo Departamento de Ingeniería Rural. Universidad de Almería.

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Protección fitosanitaria

1. ( INTRODUCCIÓN ]

La agricultura española y más concretamente del sureste peninsular, ha estado sometida a profundos cambios estructurales en las dos últimas décadas. La crisis de los cultivos de uva de mesa y agrios, por diversos motivos, en nuestra provincia dio paso a otros modelos de explotación agraria basados fundamentalmente en la tecnología y la intensificación de cultivos hortícolas. Las recientes modificaciones registradas en la Política Agraria Común y los acuerdos comerciales multilaterales en el marco del G.A.T.T. ha provocado nuevas fases en las tendencias de la mercadotecnia. Por todo ello, es necesario corregir los desequilibrios y las deficiencias estructurales que condicionan la competitividad de las explotaciones agrarias. La mejora de las estructuras agrarias y la modernización de las mismas con el fin de lograr una mayor eficacia productiva y mejorar la competitividad de la agricultura son objetivos prioritarios para consolidar los índices socio-económicos de la provincia. Estos objetivos han de ser alcanzados dentro de la política estructural de la Unión Europea y por tanto, con una concepción y criterios comunitarios. De todos los procesos de reestructuración que se están realizando en la provincia de Almería, destaca la tendencia prácticamente INMEDIATA hacia el modelo de AGRICULTURA SOSTENIBLE inducido fundamentalmente por nuestros clientes EUROPEOS que exigen certificaciones de CALIDAD tanto en producto (campo) como en sistema (almacén de confección). Este contexto de CALIDAD está llevando, AUNQUE NO PAREZCA VERDAD, a TODOS LOS AGRICULTORES (con el apoyo de la administración) a desarrollar correctamente políticas de protección de la salud de los trabajadores del mundo rural mediante la prevención de los riesgos derivados de su trabajo, para lo cual es pilar fundamental la Ley de “Prevención de Riesgos Laborales” (L. 31/1995, de 8 noviembre, BOE 9,10/11/95). Dicha ley “tiene por objeto la determinación del cuerpo básico de garantías y responsabilidades preciso para establecer un adecuado nivel de protección de la salud de los trabajadores frente a los riesgos derivados de las condiciones de trabajo, y ello en el marco de una política coherente, coordinada y eficaz de prevención de los riesgos laborales”. En la agricultura protegida el riesgo más evidente es la exposición a sustancias nocivas, tóxicas y muy tóxicas. Se presenta cuando se realizan tratamientos fitosanitarios. La frecuencia y el grado de exposición son elevados, lo que obliga al uso de equipos de protección individual (botas, traje impermeable, guantes, máscara integral, etc.) para evitar intoxicaciones agudas y/o crónicas que puedan llegar a provocar la muerte. 2. ( NORMATIVA REFERENTE A LA APLICACIÓN Y MANIPULACIÓN DE PRODUCTOS FITO-

SANITARIOS ]

El riesgo inherente al uso y manipulación de plaguicidas hace necesario que las personas encargadas de la realización de tratamientos se encuentren debidamente capacitadas para desarrollar dicha labor, para lo cual es indispensable que cuenten con

( 281 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

un carné que acredite su formación y conocimientos teóricos y prácticos referentes al uso de plaguicidas. La Orden de 8 de marzo de 1994 del Ministerio de la Presidencia tiene por objeto establecer criterios que permitan garantizar la exigencia de unos niveles mínimos suficientes de capacitación a las personas que desarrollan actividades relacionadas con la utilzación de plaguicidas, en cumplimiento de la Reglamentación Técnico-Sanitaria y sus modificaciones posteriores. Establece los siguientes niveles: Aplicación de peoductos fitosanitarios

Nivel básico

Nivel cualificado

Piloto aplicador agroforestal

Personal auxiliar de tratamientos terrestres y aéreos y AGRICULTORES que los realicen en su propia explotación sin emplear personal auxiliar y utilizando plaguicidas no clasificados como muy tóxicos. Responsables de equipos de tratamiento terrestre y AGRICULTORES que los realicen en su propia explotación empleando personal auxiliar y utilizando plaguicidas no clasificados como muy tóxicos. Personas que están en posesión del título y licencia de piloto comercial de avión o helicóptero que capacita para obtener la habilitación correspondiente.

Aplicación de plaguicidas de uso ambiental y en la industria alimentaria Nivel básico

Nivel cualificado

Personal auxiliar de las empresas de aplicación de tratamientos DDD que utilicen productos no clasificados como muy tóxicos. Responsables de tratamientos DDD que utilicen productos no clasificados como muy tóxicos.

Aplicación de plaguicidas: niveles especiales Personas que participen en la aplicación de cada uno de los plaguicidas como muy tóxicos, teniendo en cuenta sus modalidades de aplicación. Previamente han de superar las pruebas de los niveles básico o cualificado.

Dicha Orden también establece los programas con los contenidos mínimos para los distintos tipos de cursos, las condiciones para la obtención del carné de aplicador de plaguicidas y para la homologación de los cursos de capacitación, así como el formato que deben tener los distintos carnés y la información que deben reflejar. La normativa nacional se completa en la legislación Andaluza con:  Decreto 260/1998 de 15 de Diciembre por el que se establece la normativa reguladora de la expedición del carné para la utilización de plaguicidas.  Orden de 15 de Diciembre de 1999 por la que se regulan los cursos de capacitación para realizar tratamientos fitosanitarios.

( 282 ]

Protección fitosanitaria

3. ( EQUIPOS DE PROTECCIÓN INDIVIDUAL ] 3.1.

zación ]

( Clasificación de equipos de protección individuales a efectos de comerciali-

El Real Decreto 1407/92, transposición de la Directiva 86/686/CEE establece las siguientes categorías:  Categoría 1: EPI de diseño sencillo para los que el usuario puede juzgar por sí mismo su eficacia contra riesgos mínimos, y cuyos efectos, cuando sean graduales, puedan ser percibidos a tiempo y sin peligro para el usuario. Se encuentran en esta categoría, los EPI, cuya finalidad es proteger al usuario de: • Las agresiones metálicas, cuyos efectos sean superficiales (guantes de jardinería, dedales, etc.). • Los productos de mantenimiento poco nocivos, cuyos efectos sean fácilmente reversibles (guantes de protección contra soluciones detergentes diluidas, etc.). • Los riesgos en que se incurra durante las tareas de manipulación de piezas calientes, que no expongan al usuario a temperaturas superiores a 50 ºC, ni a choques peligrosos (guantes, dedales de uso profesional, etc.) • Los agentes atmosféricos, que no sean excepcionales ni extremos (gorros, ropas de temporada, zapatos, etc.). • Los pequeños choques y vibraciones, que no afecten a las partes vitales del cuerpo y que no puedan provocar lesiones irreversibles (cascos de protección cuero cabelludo, guantes, calzado ligero, etc.) • La radiación solar.

 Categoría 2: Modelos de EPI que no reuniendo las condiciones de la categoría 1, no están diseñados de la forma y para la magnitud del riesgo que se indica en la categoría 3.  Categoría 3: EPI de diseño complejo, destinados a proteger al usuario de todo peligro mortal o que pueda dañar gravemente o de forma irreversible la salud, sin que pueda descubrir a tiempo su efecto inmediato. • Los equipos de protección respiratoria filtrantes, que protejan contra aerosoles sólidos y líquidos o contra gases irritantes, peligrosos, tóxicos o radiotóxicos. • Los equipos de protección respiratoria completamente aislantes de la atmósfera, incluidos los destinados a la inmersión. • Los EPI que sólo brindan una protección limitada en el tiempo contra las agresiones químicas o radiaciones ionizantes. • Los equipos de intervención de ambientes cálidos, cuyos efectos sean comparables a los de una temperatura igual o superior a 100 ºC, con o sin radiación de infrarrojos, llamas o grandes proyecciones de materiales en fusión.

( 283 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Los equipos de intervención en ambientes fríos, cuyos efectos son comparables a los de una temperatura ambiental igual o inferior a 50 ºC. • Los destinados a proteger contra los riesgos electricos, para los trabajos realizados bajo tensiones peligrosas o los que se utilizan como aislantes de alta tensión. 3.2. ( Evaluación de conformidad de los EPI según su categoría para comercialización ]

 Categoría 1: Antes de comercializar un EPI de esta categoría el fabricante deberá: • Reunir la documentación técnica correspondiente. • Elaborar una declaración de conformidad CE, respecto de su diseño sencillo y de eficacia frente a riesgos mínimos, y cuyos efectos, cuando sean graduales, puedan ser percibidos a tiempo y sin peligro para el usuario. • Estampar en cada EPI y su embalaje la marca CE.

 Categoría 2: Además de los anteriores requisitos (categoría 1), deberán superar el Examen de tipo.  Categoría 3: Además de los requisitos para la categoría 2, en los EPI de diseño complejo (destinados a proteger frente a riesgos mortales o graves) la fabricación del EPI estará sometida a un sistema de Garantía de Calidad CE que podrá efectuarse de dos formas distintas: • Control de producto final. • Vigilancia de la producción.

Para poder entender mejor los conceptos anteriores es necesario desarrollar tres conceptos fundamentales: A. DECLARACIÓN DE CONFORMIDAD CE.

Declaración efectuada por el Fabricante, certificando que el EPI comercializado cumple con lo dispuesto en el Real Decreto 1407/92, y en su caso en la norma nacional que efectúa la transposición de la norma analizada. B. EXAMEN DE TIPO CE.

Un Organismo de Control comprueba y certifica que el modelo de EPI cumple las exigencias de seguridad del Real Decreto 1407/92. Se llevarán a cabo controles y pruebas para comprobar que el modelo se ajusta a normas armonizadas. C. GARANTÍA DE CALIDAD CE.

Se efectuará por un Organismo de Control, el cual realizará controles al azar y normalmente a intervalos de un año. La garantía de calidad se puede efectuar sobre el producto final o vigilando la producción: en el primero de los casos se efectúan pruebas, sobre muestras elegidas

( 284 ]

Protección fitosanitaria

al azar, para determinar que cumplan los requisitos exigibles. En el segundo de los casos se controla la producción para asegurarse que el producto final tiene la calidad requerida. Antiguamente, la Orden de 17 de mayo de 1974 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, regulaba la homologación de los medios de protección personal de los trabajadores (BOE 29 / 5 / 74), por medio de 29 Normas Técnicas Reglamentarias (MT), transpuestas a Normas UNE. A partir de junio de 1995 el marcado de las prendas de protección, de cara a considerar su homologación, serán las letras CE, recogidas en Normas EN europeas, según el Real Decreto 1407/1992, de 20 de noviembre (BOE 28/12/92), por el que se regulan las condiciones para la comercialización y libre circulación intracomunitaria de los EPI. Las antiguas Normas Técnicas Reglamentarias y las actuales Normas Europeas aplicables a la utilización de plaguicidas son: Normas técnicas reglamentarias MT-7

Adaptadores faciales

BOE nº. 214 (6/9/75)

MT-8

Filtros mecánicos

BOE nº. 214 (6/9/75)

MT-9

Mascarillas autofiltrantes

BOE nº. 214 (6/9/75)

MT-10

Filtros químicos y mixtos contra amoníaco

BOE nº. 214 (6/9/75)

MT-11

Guantes de protección frente a agresivos químicos

BOE nº. 214 (6/9/75)

MT-12

Filtros químicos y mixtos contra CO

BOE nº. 214 (6/9/75)

MT-14

Filtros químicos y mixtos contra cloro

BOE nº. 214 (6/9/75)

MT-15

Filtros químicos y mixtos contra anhídrido sulfuroso

BOE nº. 214 (6/9/75)

MT-16

Gafas tipo universal como protección frente a impactos

BOE nº. 214 (6/9/75)

MT-20

Equipos semiautomáticos de aire fresco con manguera de aspiración

BOE nº. 214 (6/9/75)

MT-23

Filtros químicos y mixtos contra ácido sulfídrico

BOE nº. 214 (6/9/75)

MT-24

Equipos semiautomáticos de aire fresco con manguera de presión

BOE nº. 214 (6/9/75)

MT-27

Bota impermeable al agua y a la humedad

BOE nº. 214 (6/9/75)

En la actualidad, y desde la entrada en vigor del R.D. 1614/85 y del R.D. 800/87, por el que se reordenan las actividades de normalización y certificación, por un parte, y homologación por parte de la Administración, por otra, las normas técnicas son acreditadas por AENOR y publicadas como normas UNE. A veces puede ser posible protegerse contra ruidos por lo que serán necesarios protectores auditivos (EN-458 y UNE-EN-24869).

( 285 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Normas europeas Ropa de trabajo UNE-EN-340 EN-468

Ropa de proteccón Ropa contra productos químicos

Protección de la mano EN-374 EN-388

Guantes contra riesgos químicos Guantes contra riesgos mecánicos

Protección del pie EN-345 EN-346 EN-347

Calzado de seguridad con puntera Calzado de protección con puntera Calzado de uso profesional

Protección respiratoria EN-149 UNE-EN-137 EN-138 EN-140 EN-141 EN-143 EN-145 EN-402 EN-404 EN-405

Mascarillas autofiltrantes Equipo autónomo de aire comprimido Equipo con manguera de aire libre Máscaras y semimáscaras Equipo contra gases y partículas Equipo contra partículas Equipo autónomo de oxígeno comprimido Equipo autónomo de aire comprimido Equipo de evacuación (autosalvamento) Mascarillas autofiltrantes

Protección de la cabeza EN-397 EN-812

Cascos industriales Cascos ligeros de seguridad

3.3. ( Clasificación de los equipos de protección individual ]

La protección personal para el aplicador, arranca con la preparación de las mezclas, o incluso antes. Debe pues protegerse desde ese mismo momento para evitar que el plaguicida entre en contacto con él mismo y pueda absorberse por cualquier vía de entrada (fundamentalmente respiratoria, cutánea y oral.) Se pueden emplear diversos criterios a la hora de clasificar las protecciones personales, ahora bien, dado que cada riesgo tiene unas características particulares en su presentación, incidiendo concretamente sobre una parte determinada del cuerpo, es éste el criterio más generalizado, y que permite distinguir dos grandes grupos de EPI: Medios parciales de protección y medios integrales de protección.  MEDIOS PARCIALES DE PROTECCIÓN “Son aquellos que protegen al individuo frente a riesgos que actúan preferentemente sobre partes o zonas concretas del cuerpo”. Entre ellos distinguiremos los siguientes: Protección del craneo y la cabeza:

Tienen como misión proteger el cráneo de riesgos mecánicos como son la caída de objetos, golpes y proyecciones, riesgos térmicos debido a metales fundidos, calor y

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Protección fitosanitaria

frío, riesgos eléctricos en maniobras y/u operaciones de alta y baja tensión y riesgos químicos cuando exista posibilidad de salpicaduras o formación de nieblas o aerosoles sobre la cabeza del trabajador. La protección se efectúa mediante el casco de seguridad en los tres primeros supuestos. Si, refiriéndonos al riesgo químico por manejo de plaguicidas, por la forma o sistema de aplicación hubiera riesgo de proyección sobre la cabeza se protegerá ésta con una gorra con visera, sombrero de ala ancha, casco especial modificado o continuación del mono de trabajo. Estas prendas serán relativamente impermeables - en la medida de lo posible - para evitar que acaben impregnándose y permitiendo la absorción del producto a través del cuero cabelludo. La visera o ala del sombrero servirá de protección parcial, también para las salpicaduras oculares.

 PROTECCIÓN CONTRA RIESGOS MECÁNICOS.

 PROTECCIÓN CABEZA CONTRA RIESGOS QUÍMICOS. CONTINUACIÓN DEL MONO DE TRABAJO.



PROTECCIÓN CABEZA CONTRA RIESGOS QUÍMICOS Y MECÁNICOS.

Protección de la cara y el aparato visual:

Tienen como misión proteger de la proyección de partículas sólidas, de productos químicos (especialmente líquidos caústicos o corrosivos), de radiaciones nocivas y de atmósferas contaminadas. Están indicadas aún cuando el producto no tenga una toxicidad elevada, así como cuando se realice un tratamiento de altura. Los equipos de protección destinados a estos cometidos son las lentes de seguridad, las gafas protectoras, los escudos faciales o protectores, los cascos de soldaduras y las cubiertas completas. Las pantallas cubren la cara del usuario preservándola de las distintas situaciones de riesgo; estas pantallas pueden clasificarse en: • Pantallas de soldadores, a su vez de mano o de cabeza. Protegen tanto de las radiaciones, mediante filtro adecuado, como del impacto de partículas. Pueden ser de cubrefiltros o anticristales. • Pantallas simples, que son transparentes y carecen de filtro, ya que van destinadas a proteger de salpicaduras oculares o proyección de polvos o cuerpos extraños a los globos oculares.

( 287 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Las gafas pueden ser universales, tipo cazo o cazoleta y máscaras. Deberán cumplir los ojos tanto frontal como lateralmente y a ser posibles los componentes deberían poder ser sustituibles.

 PROTECCIÓN OCULAR Y FACIAL DE

Las gafas o lentes deben usarse debajo de las pantallas y cascos de soldadura, para alcanzar una protección óptima. Si se va a trabajar en zonas muy iluminadas, con soldaduras, diversas formas de energía radiante o con abundante radiación solar pueden requerirse gafas con filtros adecuados. Siempre que el trabajador utilice lentes de contacto debería ir protegido con gafas superpuestas, de manera que impidan el contacto del producto químico con las mismas, o aumente la irritación o molestias que puedan causarle aquéllas.

SOLDADORES.

 PROTECCIÓN OCULAR. GAFAS DE MONTURA VINÍLICA TRANSPARENTE.

 PROTECCIÓN OCULAR Y FACIAL. PANTALLA DE METACRILATO.

En el manejo de plaguicidas se deberán llevar unas gafas transparentes, bien ajustadas a la cara, que no permitan salpicaduras o entrada del producto por los lados, arriba o abajo. Serán especialmente imprescindibles cuando se trabaje fumigando hacia arriba (árboles), o exista mucho viento. También cuando se deban realizar trasvases o mezclas, ya que son frecuentes la salpicaduras durante estos procesos. Hay que recordar que existen plaguicidas caústicos que pueden dañar de manera importante la córnea, y pueden llegar a producir graves quemaduras oculares. Según el Real Decreto 773/97, en lo referente a la ropa de protección, debemos fijarnos en los siguientes aspectos de cara a cubrir determinados riesgos y a conocer aquéllos derivados de su utilización.  PROTECCIÓN OCULAR, FACIAL Y RESPIRATORIA. MÁSCARA CON FILTROS.

( 288 ]

Protección fitosanitaria

Riesgos que deben cubrirse Riesgos

Origen y forma de los riesgos

Factores que deben tener en cuenta desde el punto de vista de la seguridad para la elección y utilización del equipo

Acciones generales no específicas

Molestias debidas a la utilización. Penetración de cuerpos extraños de poca energía.

Ocular con resistencia mecánica suficiente y un modo de rotura en esquirla muy peligroso. Estanqueidad y resistencia.

Acción Química

Irritación causada por:

Estanqueidad (protección lateral) y resistencia química.

Gases, aerosoles, polvos y humos.

Riesgos debidos al equipo Riesgos

Origen y forma de los riesgos

Factores que deben tener en cuenta desde el punto de vista de la seguridad para la elección y utilización del equipo

Incomodidad y molestias al trabajar

Insuficiente confort de uso: Volumen demasiado grande. Aumento de transpiración. Mantenimiento deficiente. Demasiada presión de contacto.

Diseño ergonómico:

Accidentes y peligros para la salud

Mala compatibilidad. Falta de higiene. Riesgo de corte debido a la presencia de aristas cortantes. Alteración de la visión debida a la mala calidad óptica, como distorsión de las imágenes, modificación de los colores, en particular de las señales, difusión, etc.

Calidad de los materiales. Facilidad de mantenimiento. Aristas y bordes redondeados. Utilización de oculares de seguridad. Controlar la clase de calidad óptica. Utilizar oculares resistentes a la abrasión.

Accidentes y peligros para la salud

Reflejos. Cambio brusco e importante de transparencia (claro/oscuro). Ocular empañado.

Oculares de dimensiones suficientes. Oculares y montura antireflejos. Velocidad de reacción de los oculares (fotocrómicos). Equipo antivaho.

Alteración de la función protectora debido al envejecimiento

Intemperie, condiciones ambientales, limpieza, utilización.

Resistencia del protector a las agresiones industriales. Mantenimiento de la función protectora durante toda la duración de utilización.

Menor volumen. Ventilación suficiente, ocular antivaho. Adaptabilidad individual al usuario.

( 289 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Riesgos debidos a la utilización del equipo Riesgos

Origen y forma de los riesgos

Factores que deben tener en cuenta desde el punto de vista de la seguridad para la elección y utilización del equipo

Eficacia insuficiente de la protección

Mala elección del equipo.

Elección del equipo en función de la naturaleza y la importancia de los riesgos y condicionamientos industriales. Respeto de las indicaciones del fabricante (instrucciones de uso). Respeto del marcado del equipo (clases de protección, marca correspondiente a una utilización específica, etc.). Elección del equipo en función de los factores individuales del usuario.

Mala utilización del equipo.

Utilización apropiada del equipo y conocimientos del riesgo. Respetando las indicaciones del fabricante.

Suciedad, desgaste o deterioro del equipo.

Mantenimiento en buen estado. Controles periódicos. Sustitución oportuna. Respeto de las indicaciones del fabricante.

Protección del aparato auditivo:

Protegen al oído contra el trauma sonoro producido por una exposición excesiva a un nivel de ruido. Se pueden clasificar en : • Tapones, se utilizan insertos en el conducto auditivo externo. • Orejeras, envuelve el pabellón externo del oído. • Casco, cubre además del pabellón externo del oído, parte de la cabeza.

Para su elección se precisa conocer las características del ruido en cuestión y una vez determinadas las frecuencias dominantes, seleccionar al equipo en función de ellas.

 PROTECCIÓN APARATO AUDITIVO.

En la aplicación de plaguicidas sólo se tendrá en cuenta si el aparato de aplicación o medio mecánico que se utilice fuera significativamente ruidoso, y no se tratase de un vehículo a motor.  PROTECCIÓN APARATO AUDITIVO. TAPONES AUDITIVOS

( 290 ]

Protección fitosanitaria

Protección de las extremidades superiores (manos):

Las extremidades superiores pueden verse sometidas a riesgos mecánicos, eléctricos, químicos, térmicos, etc. Las protecciones frente a dichos riesgos son: Los guantes, manoplas, mitones, dediles, manguitos, etc. que pueden ser de cuero, plástico, acero, etc. según el riesgo que tengan que proteger. Guantes de protección para utilizar con plaguicidas ( Naturaleza del pesticida concentrado en el formulado )

Guantes con espesor mínimo de 0,4 mm

Concentrado emulsionable (ej.formulaciones con xileno)

Sprays líquidos con base oleosa (incluyendo las formulaciones ULV)

Ácidos (ej. Aditivos para ensilaje, ácido sulfúrico,etc.)

Caucho natural

*

**

**

Neopreno

**

****

***

Nitrilo

**

****

**

Butilo

**

**

****

Soporte de PVC (1 mm de espesor)

**

****

**

Viton (fluoropolìmero)

***

****

**

Tabla de categorías según detalles de ruptura y aplicación Categoría clave

Tiempo de ruptura

Probable aplicación

*

Menos de 12 min.

Bajo riesgo para un único uso del agente químico

**

No inferior a 12 min.

Uso repetido, solamente si se lava el contaminante inmediatamente

***

No inferior a 2 h.

Uso repetido de manera que se limpien los contaminantes al final de cada operación.

****

No inferior a 6 h.

Uso repetido de manera que se limpien los contaminantes al final de cada día

Una vez finalizada la manipulación y/o tratamiento, los guantes se lavarán por fuera y por dentro, y se pondrán a secar con la apertura hacia abajo. Lavarse las manos con agua y jabón finalizado el trabajo. En el tratamiento y manejo de plaguicidas, especial cuidado hay que tomar con las manos, que irán siempre cubiertas de guantes resistentes e impermeables, que cubran no sólo éstas sino también las muñecas y comienzos del antebrazo. Deberán estar por debajo de la parte terminal de las mangas del mono de trabajo, o si se colocasen por encima de éste, selladas sobre el mono con cinta adhesiva en su borde superior.

( 291 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Finalizada la tarea los guantes se lavarán por dentro y por fuera dejándolos secar con la apertura para abajo. Siempre se lavarán las manos después de cada aplicación, aunque se hayan llevado guantes en la operación. Especiales medidas preventivas tomarán los formuladores o mezcladores, y más cuando manejen productos concentrados.

 PROTECCIÓN DE LAS MANOS. GUANTES DE

 PROTECCIÓN DE LAS MANOS. GUANTES DE

NEOPRENO.

COMBINACIÓN DE DISTINTAS FIBRAS.

Según el Real Decreto 773/97, en lo referente a la ropa de protección, debemos fijarnos en los siguientes aspectos de cara a cubrir determinados riesgos y a conocer aquéllos derivados de su utilización. Riesgos que deben cubrirse Riesgos

Origen y forma de los riesgos

Factores que deben tener en cuenta desde el punto de vista de la seguridad para la elección y utilización del equipo

Acciones generales

Por contacto. Desgaste relacionado con el uso.

Envoltura de la mano. Resistencia al desgarro, alargamiento, resistencia a la abrasión.

Daños debidos a acciones químicas.

Estanqueidad, resistencia.

Acción químicas

Riesgos debidos al equipo Riesgos

Origen y forma de los riesgos

Factores que deben tener en cuenta desde el punto de vista de la seguridad para la elección y utilización del equipo

Incomodidad y molestias al trabajar

Insuficiente confort de uso.

Diseño ergonómico: Menor volumen. Ventilación suficiente, ocular antivaho. Adaptabilidad individual al usuario.

( 292 ]

Protección fitosanitaria

Accidentes y peligros para la salud

Mala compatibilidad. Falta de higiene. Adherencia excesiva.

Calidad de los materiales. Facilidad de mantenimiento. Forma ajustada, hechura.

Alteración de la función protectora debido al envejecimiento

Intemperie, condiciones ambientales, limpieza, utilización.

Resistencia del equipo a las agresiones industriales. Mantenimiento de la función protectora durante toda la duración de la del equipo. Conservación de las agresiones.

Riesgos debidos a la utilización del equipo Riesgos

Origen y forma de los riesgos

Factores que deben tener en cuenta desde el punto de vista de la seguridad para la elección y utilización del equipo

Eficacia insuficiente de la protección

Mala elección del equipo.

Elección del equipo en función de la naturaleza y la importancia de los riesgos y condicionamientos industriales. Respeto de las indicaciones del fabricante (instrucciones de uso). Respeto del marcado del equipo (clases de protección, marca correspondiente a una utilización específica, etc.). Elección del equipo en función de los factores individuales del usuario.

Mala utilización del equipo.

Suciedad, desgaste o deterioro del equipo.

Utilización apropiada del equipo y conocimientos del riesgo. Respetando las indicaciones del fabricante. Mantenimiento en buen estado. Controles periódicos. Sustitución oportuna. Respeto de las indicaciones del fabricante.

Protección de las extremidades inferiores:

Las extremidades inferiores pueden ser sometidas a muy variados riesgos como son el riesgo mecánico, eléctrico, térmico, químico, etc. La protección se basa en : • Cubrir la extremidad mediante calzado de seguridad adecuado, como son botas, zapatos, sandalias, que deberán ser de un material acorde al riesgo a proteger. • Frente a riesgos mecánicos, existen calzados con puntera de seguridad para proteger los dedos de golpes, atrapamientos, etc., con plantilla de seguridad para evitar pinchazos, y mixtos con puntera y plantilla.

( 293 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• La plantilla de protección frente a taladro, puede ser un elemento individual a colocar en el interior del calzado. • Asimismo, existen botas resistentes al agua y a la humedad, así como mixtas, que valen frente a éstas y los anteriores riesgos mecánicos.

La utilización de botas en el manejo de plaguicidas, preferiblemente de caña alta, es muy aconsejable cuando se realicen tratamientos en los invernaderos, plantas de huerta, etc., evitando mojarse la pierna y el pie con las propias plantas o con el producto aplicado. De igual manera, su uso sería conveniente si el producto utilizado es sólido.

 PROTECCIÓN DE LOS PIES. BOTAS IMPERMEABLES.

 PROTECCIÓN DE LOS PIES. BOTA CON PUNTERA

En ocasiones, bien por la duración del tratamiento, o por el excesivo calor ambiental, se hace incómoda la utilización de la bota, siendo aconsejable que éstas lleven un forro interior. Se llevarán botas de goma altas, al menos que cubran hasta la mitad de la pantorrilla, aunque sería óptimo las que llegan hasta la rodilla o de pescador. La pernera del pantalón deberá situarse por fuera de la bota, para que en el caso del derrame por la misma el líquido no penetre en el interior de la bota y forme un pequeño charco dentro de la misma. Si no se dispone de este calzado se podrá utilizar otro, impermeable y sin aperturas. Nunca utilizar sandalias, alpargatas o chanclas, que dejen pasar el plaguicida y permitan el contacto del mismo con la piel. Según el Real Decreto 773/97, en lo referente a la ropa de protección, debemos fijarnos en los siguientes aspectos de cara a cubrir determinados riesgos y a conocer derivados de su utilización.

Riesgos que deben cubrirse Riesgos

Origen y forma de los riesgos

Factores que deben tener en cuenta desde el punto de vista de la seguridad para la elección y utilización del equipo

Acciones mecánicas

Caídas de objetos o aplastamientos de la parte anterior del pie.

Resistencia de la punta del calzado. Capacidad del tacón para absorber energía. Refuerzo del contrafuerte.

Caída e impacto sobre el talón del pie. Caída por resbalón. Caminar sobre objetos puntiagudos o cortantes. Acción sobre:

Acción químicas

( 294 ]

Resistencia de la suela al deslizamiento. Calidad de la suela antiperforación. Existencia de una protección eficaz.

Los maléolos, el metatarso y la pierna.

De los maléolos. Del metatarso. De la pierna.

Polvos o líquidos agresivos.

Estanqueidad, resistencia.

Protección fitosanitaria

Riesgos debidos al equipo Riesgos

Origen y forma de los riesgos

Factores que deben tener en cuenta desde el punto de vista de la seguridad para la elección y utilización del equipo

Incomodidad y molestias al trabajar

Insuficiente confort de uso. Mala adaptación del calzado al pie. Mala evacuación de la transpiración. Fatiga debida a la utilización del equipo. Penetración de la humedad.

Diseño ergonómico:

Accidentes y peligros para la salud

Mala compatibilidad. Falta de higiene. Riesgo de luxaciones y esguinces debido a la mala sujeción del pie..

Calidad de los materiales. Facilidad de mantenimiento. Rigidez transversal del calzado y de la combadura del calzado, buena adaptación al pie.

Alteración de la función protectora debido al envejecimiento

Intemperie, condiciones ambientales, limpieza, utilización.

Resistencia de la suela a la corrosión, a la abrasión del uso. Resistencia del equipo a las agresiones industriales. Mantenimiento de la función protectora durante toda la duración de utilización.

Carga electrostática del portador

Descarga electrostática.

Conductividad eléctrica.

Forma, relleno y número de calzado. Permeabilidad al vapor de agua y capacidad de absorción de agua. Flexibilidad, masa. Estanqueidad.

Riesgos debidos a la utilización del equipo Riesgos

Origen y forma de los riesgos

Factores que deben tener en cuenta desde el punto de vista de la seguridad para la elección y utilización del equipo

Eficacia insuficiente de la protección

Mala elección del equipo.

Elección del equipo en función de la naturaleza y la importancia de los riesgos y condicionamientos industriales. Respeto de las indicaciones del fabricante (instrucciones de uso). Respeto del marcado del equipo (clases de protección, marca correspondiente a una utilización específica, etc.) Respeto de los límites de uso y de los plazos de utilización ; en caso de concentraciones demasiado fuertes o falta de oxígeno, se utilizarán equipos aislantes en vez de equipos filtrantes. Elección del equipo en función de los factores individuales del usuario.

Mala utilización del equipo.

Utilización apropiada del equipo y conocimientos del riesgo.

( 295 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Eficacia insuficiente de la protección

Mala utilización del equipo.

Respetando las normas de uso, de las informaciones e instrucciones del fabricante, de los organismos de seguridad y de los laboratorios de ensayo.

Suciedad, desgaste o deterioro del equipo.

Mantenimiento en buen estado. Controles periódicos. Sustitución oportuna. Respeto de las indicaciones del fabricante así como de las normas de seguridad.

Tienen como misión permitir que el usuario disponga de aire respirable cuando esté expuesto a una atmósfera contaminante y/o cuya concentración de oxígeno sea insuficiente. SISTEMAS DE PROTECCIÓN DE LAS VIAS RESPIRATORIAS EN INVERNADEROS COMERCIALES

DEPENDIENTE DEL AIRE DE LA ZONA DE TRATAMIENTO

DEPRESIÓN POSITIVA O EQUIPOS MOTORIZADOS

RETENCIÓN MECÁNICA

DEPRESIÓN NEGATIVA: MASCARAS - MASCARILLAS

MIXTOS

INDEPENDIENTE DEL AIRE DE LA ZONA DE TRATAMIENTO

SEMIAUTÓNOMOS CON SUMINISTRO EXTERIOR

DE AIRE FRESCO

AUTÓNOMOS CON BOMBONA

DE AIRE COMPRIMIDO

RETENCIÓN O TRANSFORMACIÓN FÍSICA O QUÍMICA

Los equipos respiratorios tienen la misión de proporcionar al usuario aire respirable, es decir, aquél que no contenga contaminantes químicos, o que los contenga en una proporción despreciable o segura para el trabajador. Por la forma de llegada del aire al trabajador en un INVERNADERO, los equipos pueden clasificarse en dos grandes grupos: Equipos independientes del aire de la zona de tratamiento: Proporcionan al usuario aire respirable de un lugar diferente a aquél en el que se encuentra. Se distinguen varios tipos:

( 296 ]

Protección fitosanitaria

• Equipos semiautónomos con suministro exterior: Cuando el suministro de aire no es transportado por el trabajador, llegando por medio de una manguera o línea de conducción (red de aire en el interior del invernadero) desde un lugar próximo (almacén agrícola, generalmente). Pueden ser de aire fresco o de aire comprimido. • Equipos autónomos con bombona: El aire que respira el trabajador es transportado por el mismo. Dicho aire respirable procede de unas botellas de presión que transporta el usuario, teniendo el aire exhalado salida libre al exterior. • Teóricamente un aparato respiratorio independiente del aire de la zona de tratamiento no tiene limitación de tiempo para actuar en un lugar con deficiente cantidad de O2, o bien con altas concentraciones de contaminante, sin embargo existen productos que pueden ser contaminantes por vía cutánea y ser absorbidos así, por lo que este equipo respiratorio debe ir acompañado por una protección integral de la persona en muchas ocasiones.

Equipos dependientes del aire de la zona de tratamiento: Purifican mediante filtros el aire del medio en el que se desenvuelve el usuario, dejándolo en condiciones adecuadas para ser respirado. Se tendrán en cuenta las características del contaminante, tiempo de exposición y concentración de 02. En cuanto a este último aspecto, su concentración limitará la utilización de estos aparatos si es que se encuentra por debajo del 18% en el aire que respira el trabajador, para lo cual se harán las oportunas mediciones y comprobaciones periódicas. Se distinguen dos tipos: • Equipos de presión positiva o motorizados: Suministran un caudal de aire continuo a través de un ventilador. El aire pasa a través de uno o varios filtros para descontaminarse antes de llegar a la unidad de cabeza que lleva el trabajador, que puede ser una máscara facial, casco o capucha. • Equipos de presión negativa: Son equipos donde el paso del aire a través del filtro se realiza por la propia inhalación (durante la respiración) del trabajador.

Los equipos de presión negativa pueden ser autofiltrantes o sin mantenimiento cuando están constituidos por una mascarilla y un filtro, que forman una unidad integral que cubre la nariz y boca. El conjunto se desecha en su totalidad al final de su vida útil. Estos equipos están marcados por las siglas “FF” a las que le siguen las que clasifican al filtro, como se verá más adelante. También, existen equipos de presión negativa que necesitan mantenimiento, y se componen de un adaptador facial reutilizable hasta su caducidad, y de filtros desechables al final de su vida útil. A su vez podemos distinguir dos tipos fundamentalmente:

 EQUIPO DE PRESIÓN POSITIVA

• MÁSCARAS O MÁSCARAS FACIALES: Cubren la nariz, boca y ojos (la cara) e incorporan un visor más filtros. Pueden emplearse cuando la concentración de contaminante está entre 10 y 100 veces su TLV.

( 297 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• MASCARILLAS O MEDIAS MÁSCARAS: Cubren la nariz y boca. Pueden emplearse en concentraciones de hasta 10 veces su TLV. Están dotadas de adaptador facial y filtro, a diferencia de la mascarilla autofiltrante que es un protector respiratorio, cuyo cuerpo de mascarilla es a la vez cuerpo filtrante.

 MÁSCARA FACIAL.

 MASCARILLA O MEDIA MÁSCARA.

Tanto máscaras como mascarillas incorporan válvulas de exhalación e inhalación, con las cuales se facilita la respiración. En ambos casos, de presión negativa y positiva, es necesaria la utilización de los filtros. Los filtros son un conjunto de elementos que retienen o transforman el agente agresivo de forma mecánica o físico- química. Los filtros empleados en los adaptadores faciales deberán usarse en ambientes cuyo contenido en oxígeno sea superior al 18%. La utilización de los filtros es correcta cuando se realice en espacios abiertos o semiabiertos y ventilados, en donde la concentración de oxígeno es prácticamente constante, aún así puede en ocasiones, ser conveniente realizar valoraciones de concentraciones de contaminantes y de oxígeno. En caso de duda sobre su eficacia se utilizarán equipos semiautónomos o autónomos. Los filtros, generalmente, están contenidos en un estuche metálico, estando compuesto por unas mallas filtrantes, normalmente de celulosa en el caso de los filtros mecánicos y de carbón activo, como materia más habitual, en el caso de los filtros químicos. La Norma DIN 3181 y EN 141/143 agrupa a los filtros químicos y mecánicos, identificándolos mediante banda de color y una letra para aplicación específica en contaminantes con unas determinadas características. Como ya hemos visto los filtros o cualquier equipo de protección individual (EPI) deben estar marcados por el símbolo CE, según la Directiva 89/686-CEE de 21 de diciembre. Todos los filtros del tipo que sean que lleven inscritas las letras FF, indican que son DESECHABLES, además si no van acompañados de ningún subíndice 1, 2 ó 3 la protección será 1. Los filtros por sus características de retención, ya sean utilizados en equipos con o sin mantenimiento, se clasifican en : De retención mecánica: el aire es sometido a una filtración mecánica, reteniendo partículas (polvos, humos, nieblas). La retención se basa en mallas de fibras que forman un entramado.

( 298 ]

Protección fitosanitaria

Estos filtros se identifican por el color blanco de la etiqueta y se nombran con la letra P seguida de un número (1,2 ó 3) según sea su poder de retención (EN-140/143). Tipo

Poder de retención

P1

Normal sólo partículas sólidas (< de 22 partículas hacia el interior)

P2

Alta (< de 8 partículas hacia el interior)

P3

Máxima (< de 2 partículas hacia el interior) - polvo fino y tóxico, humos y neblinas

Además podrán diferenciarse si se añaden o no las siglas S ó L , es decir: Siglas

Protección complementaria

Sin siglas S,L

Partículas sólidas y líquidas

Con S

Partículas sólidas

Con S,L

Partículas sólidas y líquidas

 FILTRO RETENCIÓN MECÁNICA CON VÁLVULA DE EXHALACIÓN. EN-149. FFP2S.

> EJEMPLOS: • Un filtro que lleve marcadas las siglas “FFP2” indica que se trata de un filtro desechable (equipo autofiltrante) con poder de retención alta para partículas sólidas y líquidas en suspensión. • Un filtro que lleve marcadas las siglas “FFP1” indica que se trata de un filtro desechable con poder de retención normal para partículas sólidas y líquidas en suspensión. • Un filtro que lleve marcadas las siglas “P3SL” indica que se trata de un filtro con poder de retención máxima para partículas sólidas y líquidas en suspensión. El equipo está recomendado para atrapar partículas sólidas o aerosoles que contienen aceite, es decir, dicho equipo es capaz de atrapar las gotitas generadas en una pulverización que contenga aceite.

De retención o retención y transformación física y/o química: el aire es sometido a una filtración a través de sustancias que retienen o retienen y transforman los agentes nocivos por reacciones físicas y/o químicas. Retienen gases y vapores químicos en miles de microporos de carbón activo impregnado con un tratamiento químico específico. Existen diferentes tipos de adsorbentes para los distintos tipos de gases o vapores existentes. Se clasifican dependiendo de la clase de contaminante sobre el que actúen y la capacidad de adsorción, en tipos y clases respectivamente. Se identifican con una letra y un color de la etiqueta.

( 299 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Banda de color

Letra

Aplicación

Marrón

AX

Gases, vapores orgánicos con punto de ebullición < 65 ºC

A

Vapores orgánicos con punto de ebullición > 65 ºC, disolventes y pinturas

Gris

B

Gases y vapores inorgánicos (CNH, SH), gases ácidos y halógenos.

Amarillo

E

Dioxido de azufre, ClH y gases ácidos

Verde

K

Amoníaco

Negro

CO

Monóxido de carbono

Rojo

HG

Vapores de mercurio

Azul

NO

Gases nitrosos

Naranja

Reactor

Yodo radiactivo

EN AZUL LOS MÁS UTILIZADOS EN LOS INVERNADEROS DE ALMERÍA.

Al igual que los filtros de partículas, como ya hemos visto, estos filtros se identifican por un color de la etiqueta y se nombran con una letra determinada seguida de un número (1,2 ó 3) según sea su poder de retención - protección (EN-141). Tipo (acompañado de una letra)

Poder de retención / Protección

1

Normal

2

Alta

3

Máxima

> EJEMPLOS: • Un filtro que lleve marcadas las siglas “FFA2” indica que se trata de un filtro desechable con poder de retención alto para vapores orgánicos con punto de ebullición > 65 ºC, disolventes y pinturas. • Un filtro que lleve marcadas las siglas “K3” indica que es un filtro no desechable con poder de retención máxima para amoniaco.

 FILTRO RETENCIÓN QUÍMICA. EN-141. PROTEGE CONTRA GASES Y VAPORES ORGÁNICOS. A1.

Mixtos: cuando se unen ambos. Protegen al mismo tiempo contra gases y polvos o partículas en suspensión. Se distinguen por la combinación de letras y colores de sus etiquetas. Estos filtros son aconsejados para la mayoría de los tratamientos fitosanitarios.

( 300 ]

Protección fitosanitaria

> EJEMPLOS: • Un filtro que lleve marcadas las siglas “A3B3E3K3” indica que se trata de un filtro con poder de retención máxima para: > Vapores orgánicos con punto de ebullición > 65 ºC, disolventes y pinturas. > Gases y vapores inorgánicos, gases ácidos y halógenos. > Dioxido de azufre, ClH y gases ácidos. > Amoniaco.

 FILTRO RETENCIÓN MIXTO EN MÁSCARA FACIAL. EN-141. ABEK1.

• Un filtro que lleve marcadas las siglas “A2B2E2K2P3” indica que se trata de un filtro con poder de retención máxima para partículas sólidas y líquidas en suspensión y alta para:

> Vapores orgánicos con punto de ebullición > 65 ºC, disolventes y pinturas. > Gases y vapores inorgánicos, gases ácidos y halógenos. > Dioxido de azufre, ClH y gases ácidos. > Amoníaco.

Un aspecto de gran importancia a la hora de elegir un determinado equipo de protección respiratoria, es el grado de eficacia protectora que ofrece. Este dato viene expresado por el denominado Factor de Protección (-FP-), que puede definirse como la relación que existe entre la concentración ambiental de un contaminante y la concentración del mismo en el aire inhalado por el trabajador. De manera práctica, el factor de protección es la cifra por la que se puede multiplicar el valor límite ambiental (VLA, TLV o similar) del contaminante para deducir la máxima concentración a la que puede utilizarse con seguridad tal EPI. Deben indicarse los factores de protección de cada tipo de equipo de protección respiratoria en su manual de instrucciones, y ser plenamente conocidos por los usuarios. También, de manera habitual, suele realizarse una corrección de este valor teórico, dividiendo por dos la cifra real que ofrezca el resultado de multiplicar el FP por el VLA o TLV (valor límite umbral) correspondiente. La duración de los filtros depende de factores como calidad del material, concentración del contaminante, condiciones de humedad, temperatura, densidad del agente filtrante, etc. La vida de un filtro químico sin desprecintar está marcada en la etiqueta. Normalmente puede oscilar, dependiendo de las características, de tres a cinco años. Una vez desprecintado, aunque no se haya utilizado, su duración máxima será de seis meses, con independencia de la fecha de caducidad que marque la etiqueta. La duración de un filtro mecánico sin desprecintar es ilimitada. El agotamiento de un filtro se nota, comúnmente, por la dificultad de respiración del usuario, debiendo proceder a su cambio. Según el Real Decreto 773/97, en lo referente a la ropa de protección, debemos de fijarnos en los siguientes aspectos de cara a cubrir determinados riesgos y a conocer aquéllos derivados de su utilización. Estos factores pueden resumirse en la siguiente tabla:

( 301 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Tipos de equipos de protección

Factor de protección 4 10 50

Mascarillas autofiltrantes (EN-149)

FFP1 FFP2 FFP3

Mascarillas con filtro mecánico (EN-136 + EN- 143)

P1 P2 P3

Mascarillas con filtro frente a gases y vapores

A,B,1 A,B,2 A,B,3

20

Máscara con filtro frente a gases y vapores

A,B,2 A,B,3

2000

Equipo filtrante de partículas con ventilador acoplado a casco o capuz (EN146)

THP1 THP2 THP3

10 20 50

Equipo filtrante de partículas con ventilador acoplado a máscara o mascarilla (EN-147)

TMP1 TMP2 TMP3

20 100 2000

5 15 1000

Riesgos que deben cubrirse Riesgos

Origen y forma de los riesgos

Factores que deben tener en cuenta desde el punto de vista de la seguridad para la elección y utilización del equipo

Acciones de sustancias peligrosas contenidas en el aire respirable

Contaminantes atmosféricos en forma de partículas (polvos, humos, aerosoles).

Filtros de partículas de eficacia apropiada (clase de filtración) a la concentración, a la toxicidad/ nocidad para la salud y al espectro granulométrico de las partículas. Merecen especial atención las partículas líquidas (gotitas, nieblas).

Contaminantes en forma de gases y vapores.

Elección de los tipos de filtro antigás apropiados y de las clases en función de las concentraciones, la Toxicidad/ nocividad para la salud, la duración de la utilización prevista y las dificultades del trabajo.

Contaminantes en forma de aerosoles de partículas de gases.

Elección de las combinaciones adecuadas de filtros análoga a la de los filtros frente a las partículas y los filtros antigás.

Retención de oxígeno. Descenso de oxígeno.

Garantía de alimentación de aire respirable del equipo. Respeto de la capacidad de suministro de aire respirable del equipo en relación con el tiempo de intervención.

Falta de oxígeno en el aire respirable

( 302 ]

Protección fitosanitaria

Riesgos debidos al equipo Riesgos

Origen y forma de los riesgos

Factores que deben tener en cuenta desde el punto de vista de la seguridad para la elección y utilización del equipo

Incomodidad y molestias al trabajar

Insuficiente confort de uso.

Diseño ergonómico:

Tamaño. Volumen. Alimentaciones. Resistencia respiratoria. Microclima bajo la máscara. Utilización.

Adaptabilidad. Volumen escaso, buen reparto de los volúmenes. Libertad de movimiento para la cabeza. Resistencia respiratoria y sobrepresión en la zona respiratoria. Aparato con válvulas, ventilación asistida. Manipulación/utilización sencilla.

Accidentes y peligros para la salud

Mala compatibilidad. Falta de higiene. No estanqueidad (fuga). Enriquecimiento de CO2 del aire inspirado. Contacto con llamas, chispas o proyecciones en metales en fusión. Reducción del campo visual. Contaminación.

Calidad de los materiales. Facilidad de mantenimiento y desinfección. Apoyo estanco de la pieza facial sobre la cabeza del portador; estanqueidad del equipo. Equipo provisto de válvulas respiratorias, según el caso, con ventilación asistida o absorbedores de CO2.Utilización de materiales ininflamables. Amplitud suficiente del campo visual. Resistencia, aptitud para la descontaminación. .

Alteración de la función protectora debido al envejecimiento

Intemperie, condiciones ambientales, limpieza, utilización.

Resistencia del equipo a las agresiones industriales. Mantenimiento de la función protectora durante toda la duración de utilización.

Riesgos debidos a la utilización del equipo Riesgos

Origen y forma de los riesgos

Factores que deben tener en cuenta desde el punto de vista de la seguridad para la elección y utilización del equipo

Eficacia insuficiente de la protección

Mala elección del equipo.

Elección del equipo en función de la naturaleza y la importancia de los riesgos y condicionamientos industriales. Respeto de las indicaciones del fabricante (instrucciones de uso). Respeto del marcado del equipo (clases de protección, marca correspondiente a una utilización específica, etc.).

Eficacia insuficiente de la protección

Suciedad, desgaste o deterioro del equipo.

Mantenimiento en buen estado. Controles periódicos. Sustitución oportuna. Respeto de las indicaciones del fabricante.

( 303 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Protección digestiva:

Depende del propio trabajador, ya que como tal no existe. Debe concienciarse al usuario para que no coma, beba o fume durante el tiempo de trabajo. Los trabajadores serán informados verbalmente y por medio de instrucciones escritas, de los riesgos inherentes a su actividad, medidas a tomas para su propia protección y medios previstos para su defensa (Art. 138 de la O.G.S.H.T.).  MEDIOS INTEGRALES DE PROTECCIÓN Son aquellos que protegen al individuo frente a riesgos que no actúan sobre partes o zonas determinadas del cuerpo (por ejemplo, ropa de trabajo, cinturón de seguridad, etc.). Los equipos más utilizados son: Ropa de trabajo y protección: Estos equipos cubren total o parcialmente el cuerpo del operario para defenderlo frente a riesgos de origen químico, sustancias caústicas, origen térmico, calor y frío mecánico, proyecciones, radioactivo o biólogo. Para ellos se emplean: • Prendas tales como mandiles, chaquetas, monos, etc., cuyo material será apropiado para cubrir el riesgo. • Prendas de señalización: Estos equipos están constituidos por prendas de material reflectante en forma de brazaletes, guantes, chalecos, etc., a utilizar en aquellos lugares que necesariamente han de permanecer oscuros o poco iluminados, y existe riesgo de colisión, atropellos, etc.

Todo trabajador que esté sometido a determinados riesgos vendrá obligado al uso de ropa de trabajo que le será facilitada gratuitamente (Art. 142 O.G.S.H.T.).

 TRAJE DE PROTECCIÓN.

La Norma UNE-EN-340 define la ropa de protección como aquella que sustituye o cubre la ropa personal, y que está diseñada para proporcionar protección contra uno o más peligros.

Esta ropa debe ser diseñada y fabricada de forma que: • Los materiales y componentes no afecten adversamente al usuario. • Debe ofrecer mayor grado de comodidad, en consonancia con la protección adecuada. • Debe ser tan ligera como sea posible, sin perjuicio de la resistencia y eficacia del diseño. • De fácil mantenimiento. • Debe ser de la mejor calidad, determinándose ésta en función del agente agresivo con más alto grado de riesgo, y de su mayor duración. • Debe ponerse y quitarse con rapidez.

( 304 ]

Protección fitosanitaria

Entre las fibras resistentes a productos químicos, existen en el mercado numerosas fibras plásticas de distinta naturaleza (acrílicas, poliamidas, poliésteres, polietilenos,...), que han sido sometidas a diferentes ensayos recogidos en las Normas EN-463/464 y las propuestas de Normas Pr EN-943/944/946, según los requerimientos específicos para cada condición particular de uso de la ropa de protección. Siempre que sea posible se utilizarán prendas homologadas, manteniéndolas limpias y en perfecto estado de conservación. El problema de la ropa de trabajo en los inveranderos es que no existe un traje homologado para tratamientos fitosanitarios debido a la utilización de mezclas de productos en las aplicaciones, no obstante, y según la normativa europea, los trajes de protección contra productos químicos se clasifican en siete tipos atendiendo a su diseño, cada uno de los cuales recibe un número del 1 al 7. Los tipos 1, 2, 3 y 4 están fabricados con materiales impermeables, mientras que los del tipo 5 y 6 son permeables. Los trajes del tipo 7 sólo ofrecen protección a partes concretas del cuerpo y pueden estar fabricados en ambos tipos de materiales. La ropa más adecuada será la impermeable, que ajuste perfectamente al cuello, muñecas y tobillos, pero sin que apriete demasiado. Para paliar el calor que la misma puede producir se han ensayado con relativo éxito prendas impermeables de algodón, livianas y de color blanco, que entre todas las probadas han sido las que menos sensación agobiante han dado, con una protección suficiente. Esta ropa no tendrá orificio alguno, y si es posible tampoco bolsillos. Los cierres, protegidos por una tela superpuesta del mismo tejido, serán de cremallera con preferencia a los botones, por su mayor ajuste y su facilidad para liberar al trabajador intoxicado del mono de trabajo. Además de la ropa, sería conveniente utilizar un mandil o delantal impermeable, y sombrero si existe el riesgo de que el plaguicida caiga sobre la cabeza. Según el Real Decreto 773/97, en lo referente a la ropa de protección, debemos fijarnos en los siguientes aspectos de cara a cubrir determinados riesgos y conocer aquéllos derivados de su utilización.

Riesgos que deben cubrirse Riesgos

Origen y forma de los riesgos

Factores que deben tener en cuenta desde el punto de vista de la seguridad para la elección y utilización del equipo

Acciones generales

Por contacto. Desgaste debido a su utilización.

Protección del tronco. Resistencia al rasgado, alargamiento, resistencia al comienzo del rasgado..

Acción químicas

Daños debidos a acciones químicas.

Estanqueidad y resistencia a las agresiones químicas.

Acciones de la humedad

Penetración del agua.

Permeabilidad del agua.

( 305 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Riesgos debidos al equipo Riesgos

Origen y forma de los riesgos

Factores que deben tener en cuenta desde el punto de vista de la seguridad para la elección y utilización del equipo

Incomodidad y molestias al trabajar

Insuficiente confort de uso.

Diseño ergonómico: Dimensiones, progresión de las tallas, volumen de la superficie, confort, permeabilidad al vapor de agua.

Accidentes y peligros para la salud

Mala compatibilidad. Falta de higiene. Adherencia excesiva.

Calidad de los materiales. Facilidad de mantenimiento. Forma ajustada, hechura.

Alteración de la función protectora debido al envejecimiento

Intemperie, condiciones ambientales, limpieza, utilización.

Resistencia del equipo a las agresiones industriales. Mantenimiento de la función protectora durante toda la duración de utilización. Conservación de las dimensiones.

Riesgos debidos a la utilización del equipo Riesgos

Origen y forma de los riesgos

Factores que deben tener en cuenta desde el punto de vista de la seguridad para la elección y utilización del equipo

Eficacia insuficiente de la protección

Mala elección del equipo.

Elección del equipo en función de la naturaleza y la importancia de los riesgos y condicionamientos industriales. Respeto de las indicaciones del fabricante (instrucciones de uso). Respeto del marcado del equipo (clases de protección, marca correspondiente a una utilización específica, etc.). Elección del equipo en función de los factores individuales del usuario.

Mala utilización del equipo.

Utilización apropiada del equipo y conocimientos del riesgo. Respetando las indicaciones del fabricante.

Suciedad, desgaste o deterioro del equipo.

Mantenimiento en buen estado. Controles periódicos. Sustitución oportuna. ANEXO I (Código y descripción de los distintos preparados fitosanitarios) (BOE de 5 de junio de 1995). Respeto de las indicaciones del fabricante.

( 306 ]

Protección fitosanitaria

ANEXO I (Código y descripción de los distintos preparados fitosanitarios) (BOE de 5 de junio de 1995). Código

Descripción de la presentación

Código

Descripción de la presentación

AB

Cebo en granos

KN

Producto para nebulización en frío

AE

Aerosol

LA

Laca

AL

Otros líquidos para aplicar sin diluir

LS

Solución para tratamiento de semillas

BB

Cebos en bloques

Código

Descripción de la presentación

BR

Pastilla de liberación controlada

MG

Microgranulado

CB

Cebo concentrado

CG

Gránulo encapsulable

OF

Suspensión oleomiscible (sustacia activa oleosa en una suspensión miscible)

CS

Suspensión de cápsulas

OL

Líquido oleomiscible

DC

Cocnentrado dispersable

DP

Polvo para espolvoreo

DS

Polvo para tratamiento en seco de semillas

EC

Concentrado emulsionable

ED

OP

Polvo dispersable en aceite

PA

Pasta

PB

Cebo en plaquitas

PC

Gel o pasta concentrada

Líquido cargable eléctricamente

PR

Tablilla impregnada con un producto fitosanitario

EO

Emulsión de agua en aceite

PS

Semilla recubierta con una sustancia activa

ES

Emulsión para tratamiento de semillas

RB

Cebo

EW

Emulsión de aceite en agua

SB

Cebo troceado

FD

Bote fumígeno

SC

Suspensión concentrada (concentrado fluido)

FG

Granulado fino

SE

Suspo-emulsión

FK

Candela fumígena

SG

Gránulos solubles en agua

FP

Cartucho fumígeno

SL

Concentrado soluble

FR

Barrita fumígena

SO

Aceite formador de película

FS

Suspensión concentrada para tratamiento de semillas

SP

Polvo soluble en agua

SS

Polvo soluble para tratamiento de semillas

SU

Suspensión para aplicación por ULV

TB

Tabletas

TP

Polvo esparcible rodenticida

UL

Líquido para aplicación por ULV

VP

Difusor de capores

WG

Granulado dispersable en agua

WP

Polvo mojable en agua

WS

Polvo mojable para tratamiento de simientes

XX

Varios

FT

Tablata fumígena

FU

Preparado fumígeno

FW

Granulado fumígeno

GA

Gas

GB

Cebo en gránulos

GE

Fumigante

GG

Macrogranulado

GP

Polvo ligero

GR

Granulado

GS

Grasa

HN

Producto para nebulización en caliente

( 307 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

ANEXO II (Símbolos, pictogramas e indicaciones de peligro de las sustancias y preparados peligrosos) (BOE de 5 de junio de 1995).

Símbolos

Definición

E

Explosivo

O

Comburente

F

Fácilmente inflamable

F+

Extremadamente inflamable

T

Tóxico

T+

Muy tóxico

C

Corrosivo

Xn

Nocivo

Xi

Irritante

N

Peligroso para el medio ambiente

ANEXO III (Frases de riesgo y seguridad). Frases R: Indican los riesgos más importantes. Frases S: Indican las precauciones a tomar.

• FRASES DE RIESGO “R” R1 Explosivo en estado seco R2 Riesgo explosión por choque, fuego, fricción R3 R4 R5 R6 R7 R8 R9 R10 R11 R12 R14 R15 R16 R17

u otras fuentes de ignición Alto riesgo de explosión por choque, fricción u otras fuentes de ignición Forma compuestos metálicos explosivos muy sensibles Peligro de explosión en caso de calentamiento Peligro de explosión, en contacto o sin contacto con el aire Puede provocar incendios Peligro de fuego en contacto con materias combustibles Peligro de explosión la mezclar con materias combustibles Inflamable Fácilmente inflamable Extremadamente inflamable Reacciona violentamente con el agua Reacciona con el agua liberando gases extremadamente inflamables Puede explosionar en mezcla con sustancias comburentes Se inflama espontáneamente en contacto con el aire

( 308 ]

R18 Al usarlo pueden formarse mezclas aire-

vapor explosivas/inflamables R19 Puede formar peróxidos explosivos R20 Nocivo por inhalación R21 Nocivo en contacto con la piel R22 Nocivo por ingestión R23 Tóxico por inhalación R24 Tóxico en contacto con la piel R25 Tóxico por ingestión R26 Muy tóxico por inhalación R27 Muy tóxico en contacto con la piel R28 Muy tóxico por ingestión R29 En contacto con agua libera gases tóxicos R30 Puede inflamarse fácilmente al usarlo R31 En contacto con ácido libera gases tóxicos R32 En contacto con ácido libera gases muy

tóxicos R33 Peligro de efectos acumulativos R34 Provoca quemaduras R35 Provoca quemaduras graves R36 Irrita los ojos R37 Irrita las vías respiratorias R38 Irrita la piel R39 Peligro de efectos irreversibles muy graves R40 Posibilidad de efectos irreversibles

Protección fitosanitaria

R41 Riesgo de lesiones oculares graves

R54 Tóxico para la flora

R42 Posibilidad de sensibilización por inhalación

R55 Tóxico para la fauna

R43 Posibilidad de sensibilización en contacto con

R56 Tóxico para los organismos del suelo

R44 R45 R46 R48 R49 R50 R51 R52 R53

la piel Riesgo de explosión al calentarlo en ambiente confinado Puede causar cáncer Puede causar alteraciones genéticas hereditarias Riesgos de efectos graves de salud en caso de exposiciones prolongadas Puede causar cáncer por inhalación Muy tóxico para los organismos acuáticos Tóxico para los organismos acuáticos Nocivo para los organismos acuáticos Puede provocar a largo plazo efectos negativos en el medio ambiente acuático

R57 Tóxico para las abejas R58 Puede provocar a largo plazo efectos

negativos en el ambiente R59 Peligroso para la capa de ozono R60 Puede perjudicar la fertilidad R61 Riesgo durante el embarazo de efectos

adversos para el feto R62 Posible riesgo de perjudicar la fertilidad R63 Posible riesgo durante el embarazo de efectos

adversos para el feto R64 Puede perjudicar a los niños alimentados con

leche materna

• COMBINACIÓN DE LAS FRASES DE RIESGO “R” R14/15 Reacciona violentamente con el agua,

R15/29 R20/21 R20/22 R20/21/22 R21/22 R23/24 R23/25 R23/24/25 R24/25 R26/27 R26/28 R26/27/28 R27/28 R36/37 R36/38

liberando gases extremadamente inflamables En contacto con el agua, libera gases tóxicos y extremadamente inflamables Nocivo por inhalación y en contacto con la piel Nocivo por inhalación y por ingestión Nocivo por inhalación y por ingestión y en contacto con la piel Nocivo en contacto con la piel y por ingestión Tóxico por inhalación y en contacto con la piel Tóxico por inhalación y por ingestión Tóxico por inhalación, por ingestión y en contacto con la piel Tóxico en contacto con la piel y por ingestión Muy tóxico por inhalación y en contacto con la piel Muy tóxico por inhalación e ingestión Muy tóxico por inhalación, por ingestión y en contacto con la piel Muy tóxico en contacto con la piel y por ingestión Irrita los ojos y las vías respiratorias Irrita los ojos y la piel

R36/37/38 Irrita los ojos, la piel y las vías

respiratorias R37/38 Irrita las vías respiratorias y la piel R39/23 Tóxico: peligro de efectos irreversibles

muy graves por inhalación R39/24 Tóxico: Peligro de efectos irreversibles

muy graves en contacto con la piel R39/25 Tóxico: peligro de efectos irreversibles

muy graves por ingestión R39/23/24 Tóxico: peligro de efectos irreversibles

R39/23/25 R39/24/25 R39/23/ 24/25 R39/26 R39/27 R39/28 R39/26/27

muy graves por inhalación y contacto con la piel Tóxico: peligro de efectos irreversibles muy graves por inhalación e ingestión Tóxico: Efectos irreversibles muy graves por contacto con la piel e ingestión Tóxico: peligro de efectos muy graves por inhalación, contacto con la piel e ingestión Muy tóxico: peligro de efectos irreversibles muy graves por inhalación Muy tóxico: efectos irreversibles muy graves por contacto con la piel Muy tóxico: peligro de efectos irreversibles muy graves por ingestión Muy tóxico: peligro de efectos irreversibles muy graves por inhalación y contacto con la piel

( 309 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

R39/26/28 Muy tóxico: peligro de efectos muy R39/27/28

R39/26/ 27/28 R40/20 R40/21 R40/22 R40/20/21

R40/20/22 R40/21/22 R40/20/ 21/22 R42/43 R48/20

R48/21

R48/22

R48/20/21

R48/20/22

graves por inhalación e ingestión Muy tóxico: peligro de efectos irreversibles muy graves por contacto con la piel e ingestión Muy tóxico: peligro de efectos irreversibles muy graves por inhalación, contacto con la piel e ingestión Nocivo: posibilidad de efectos irreversibles por inhalación Nocivo: posibilidad de efectos irreversibles en contacto con la piel Nocivo: posibilidad de efectos irreversibles por ingestión Nocivo: posibilidad de efectos irreversibles por inhalación y contacto con la piel Nocivo: posibilidad de efectos irreversibles por inhalación e ingestión Nocivo: posibilidad de efectos irreversibles, contacto piel e ingestión Nocivo: posibilidad de efectos irreversibles por inhalación, contacto con la piel e ingestión Posibilidad de sensibilización por inhalación y en contacto con la piel Nocivo: riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición prolongada por inhalación Nocivo: riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición prolongada por contacto con la piel Nocivo: riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición prolongada por ingestión Nocivo: riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición prolongada por inhalación y contacto con la piel Nocivo: riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición prolongada por inhalación e ingestión

R48/21/22 Nocivo: riesgo de efectos graves para la

R48/20/ 21/22

R48/23

R48/24

R48/25

R48/23/24

R48/23/25

R48/24/25

R48/23/ 24/25

R50/53

R51/53

R52/53

salud en caso de exposición prolongada por contacto con la piel e ingestión Nocivo: riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición prolongada por inhalación, contacto con la piel e ingestión Tóxico: riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición prolongada por inhalación Tóxico: riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición prolongada por contacto con la piel Tóxico: riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición prolongada por ingestión Tóxico: riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición prolongada por inhalación y contacto con la piel Tóxico: riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición prolongada por inhalación e ingestión Tóxico: riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición prolongada por contacto con la piel e ingestión Tóxico: riesgo de efectos graves para la salud en caso de exposición prolongada por inhalación, contacto con la piel e ingestión Muy tóxico para los organismos acuáticos, puede provocar a largo efectos negativos en el medio ambiente acuático Tóxico para los organismos acuáticos, puede provocar a largo efectos negativos en el medio ambiente acuático Nocivo para los organismos acuáticos, puede provocar a largo efectos negativos en el medio ambiente acuático

• FRASES DE SEGURIDAD “S” S1 Consérvese bajo llave

S4 Manténgase lejos de locales habitados

S2 Manténgase fuera del alcance de los niños

S5 Consérvese en…(líquido apropiado a

S3 Consérvese en lugar fresco

( 310 ]

especificar por el fabricante)

Protección fitosanitaria

S6 Consérvese en…(gas inerte a especificar por el S7 S8 S9 S12 S13 S14 S15 S16 S17 S18 S20 S21 S22 S23

S24 S25 S26

S27 S28

S29 S30 S33 S35 S36 S37 S38 S39 S40

fabricante) Manténgase el recipiente bien cerrado Manténgase el recipiente en lugar seco Consérvese el recipiente en lugar ventilado No cerrar el recipiente herméticamente Lejos de alimentos, bebidas y piensos Consérvese lejos de…( materiales incompatibles a especificar por el fabricante) Conservar alejado del calor Conservar alejado de toda llama o fuente de chispas. No fumar Manténgase lejos de materiales combustibles Manipúlese y ábrase el recipiente con prudencia No comer ni beber durante su utilización No fumar durante su utilización No respirar el polvo No respirar los gases, humos, vapores y aerosoles (denominaciones adecuadas a especificar por el fabricante). Evítese el contacto con la piel Evítese el contacto con los ojos En caso de contacto con los ojos, lávese inmediatamente y abundantemente con agua y acúdase a un médico Quítese inmediatamente la ropa salpicada o manchada En caso de contacto con los ojos, lávense inmediatamente y abundantemente con...( productos a especificar por el fabricante) No tirar los residuos por el desagüe No echar jamás agua a este producto Evítese la acumulación de cargas electrostáticas Elimínense los residuos del producto y sus recipientes con todas las precauciones posibles Úsese indumentaria protectora adecuada Úsense guantes adecuados En caso de ventilación insuficiente, úsese el equipo respiratorio adecuado. Úsese protección para los ojos, cara Para limpiar el suelo y los objetos contaminados por este producto, úsese... (a especificar por el fabricante)

S41 En caso de incendio y/o explosión, no respire

los humos S42 Durante las fumigaciones/pulverizaciones,

úsese equipo respiratorio adecuado S43 En caso de incendio, utilizar…(los medios de

S45

S46

S47 S48 S49 S50 S51 S52 S53 S56

S57 S59

S60 S61 S62

extinción los debe especificar el fabricante). (Si el agua aumenta el riesgo, se deberá añadir no usar nunca agua). En caso de accidente o malestar, acúdase inmediatamente al médico y muéstrele la etiqueta o envase. En caso de ingestión, acúdase inmediatamente al médico y muestre la etiqueta o envase Consérvese a una temperatura no superior a ....grados (a especificar por el fabricante) Consérvese húmedo con … (medio apropiado a especificar por el fabricante) Consérvese únicamente en el recipiente de origen No mezclar con …( a especificar por el fabricante) Úsese únicamente en lugares bien ventilados No usar sobre grandes superficies en lugares habitados Evítese la exposición recábense instrucciones especiales antes del uso Elimínense esta sustancia y su recipiente en un punto de recogida pública de residuos especiales o peligrosos Utilícese un envase de seguridad adecuado para evitar la contaminación del medio ambiente Remitirse al fabricante o proveedor para obtener información sobre su reciclado o recuperación Elimínese el producto y su recipiente como productos peligrosos Evítese su eliminación al medio ambiente. Recábense instrucciones específicas de la fichas de datos de seguridad En caso de ingestión no provocar el vómito: acúdase inmediatamente al médico y muéstrele la etiqueta o envase

• COMBINACIÓN DE LAS FRASES DE SEGURIDAD “S” S1/2 Consérvese bajo llave y manténgase

fuera del alcance de los niños

S3/7 Consérvese el recipiente bien cerrado y

en lugar fresco

( 311 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

S3/9/14 Consérvese en lugar fresco y ventilado

S3/9/14/49

S3/9/49

S3/14

S7/8 S7/9

y lejos de... (materiales incompatibles a especificar por el fabricante) Consérvese únicamente en el recipiente de origen, en lugar fresco y bien ventilado y lejos de ..( materiales incompatibles a especificar por el fabricante) Consérvese únicamente en el recipiente de origen, en lugar fresco y bien ventilado Consérvese en lugar fresco y lejos de ...( materiales incompatibles a especificar por el fabricante) Manténgase el recipiente bien cerrado y en lugar seco Manténgase el recipiente bien cerrado y consérvese a una temperatura no superior a ...grados centígrados ( a especificar por el fabricante)

S7/47 Manténgase el recipiente bien cerrado

S20/21 S29/56 S36/37 S36/37/39 S36/39 S37/39 S47/49

y consérvese a una temperatura no superior a ...grados centígrados ( a especificar por el fabricante) No comer, ni beber, ni fumar durante su utilización No tirar los residuos por el desagüe Úsese indumentaria y guantes adecuados y protección adecuada Úsese indumentaria y guantes adecuados y protección para los ojos/ la cara Úsese indumentaria adecuada y protección para los ojos/ la cara Úsense guantes adecuados y protección para los ojos/ la cara Consérvese únicamente en el recipiente de origen y a temperatura no superior a …. grados centígrados (a especificar por el fabricante)

4. ( BIBLIOGRAFÍA ]  3M Seguridad (1999). Protección respiratoria 3M: Respiradores de filtros y equipos con línea de aire. Catálogo. Madrid.  Cabrera Bonet, R.; Del Río Muñoz, P. A.; Mejía Morales, M. C.; Álvarez Martín, L. y Torrecilla Jiménez, J. (2000). Manual de Prevención de Riesgos en el Manejo de Plaguicidas. Ed. FraternidadMuprespa. Madrid.  Callejón Ferre, A.J.; López Martínez, J. A. y Valera Martínez, D. L. (2001). Equipos de protección individual en el proceso productivo agrícola almeriense. Ed. Universidad de Almería. Almería.  Climax (2000). Catálogo general. Productos Climax. Barcelona.  Personna, S.A. (2000). Artículos para la protección laboral. Catálogo. Almería.

( 312 ]

( TEMA 10 ]

MEJORA GENÉTICA DE

HORTÍCOLAS MEDIANTE MARCADORES DE ADN

Alicia Borja Carrillo María Salinas Navarro Rafael Lozano Ruiz

Departamento de Biología Aplicada. Universidad de Almería

Mejora genética de hortícolas mediante marcadores de ADN

1. ( INTRODUCCIÓN ]

El elevado nivel de desarrollo tecnológico que ofrece actualmente la agricultura, y en particular la horticultura intensiva, no sólo es atribuible al desarrollo de modernas técnicas de cultivo y de gestión de las explotaciones, sino a la integración de nuevas metodologías en los programas de mejora genética basadas en el conocimiento del genoma de los vegetales. Ello ha favorecido la obtención de nuevas variedades, más productivas y rentables, adaptadas a las distintas zonas de producción, portadoras de mejores características agronómicas, cuyo cultivo pretende ser cada vez más respetuoso con el medio ambiente. En este contexto, el desarrollo de la genética molecular ha ofrecido a la mejora vegetal criterios inequívocos para seleccionar los individuos portadores de aquellos caracteres agronómicos que se desean incorporar o mantener en una variedad. Son los marcadores moleculares, fragmentos de ADN, cuya identificación no sólo permite conocer si un individuo es o no portador de un determinado carácter, sino que su utilidad se extiende a otros campos de gran interés en mejora vegetal. Tal es el caso del análisis de la variabilidad genética y la evaluación de germoplasma o la posibilidad de establecer la proximidad genética entre diferentes líneas, lo que sin duda constituye una información privilegiada para los programas de cruzamientos dirigidos a la obtención de poblaciones segregantes heterogéneas, o de líneas puras e híbridos comerciales. De igual forma, marcadores moleculares están permitiendo la elaboración de mapas genéticos altamente informativos en el genoma de casi todas las especies cultivadas, lo que sin duda representa una herramienta de gran utilidad en la mejora vegetal. Desde el establecimiento de la mejora vegetal como una “actividad” científica y técnica, esto es, desde que ésta se fundamentó en los principios de la genética mendeliana, el mejorador ha tratado de seleccionar los genotipos (individuos) más apropiados a partir de la variabilidad que muestran los caracteres de interés agronómico. Ello significa que la variabilidad seleccionable de la que disponía el mejorador hasta hace no muchos años sólo podía ser evaluada a partir de las diferencias que mostraban los individuos de una población para ciertos rasgos externos o (fenotipos). Nos referimos a la producción total, el tamaño, forma y color de los frutos, la precocidad, el nivel de tolerancia o susceptibilidad a factores ambientales extremos, o la presencia/ausencia de síntomas y daños ocasionados por enfermedades y plagas. Más recientemente se han incluido cómo caracteres de selección otros cuya estima resulta algo más compleja, como son la calidad del fruto o la fertilidad de polen, o parámetros de naturaleza bioquímica, relacionados con características agronómicas importantes. Entre estos últimos figuran la determinación del nivel de sólidos solubles y ácidos orgánicos, indicativos del rendimiento del extracto y del sabor de frutos como el tomate. Sin embargo, una gran parte de la variabilidad existente entre individuos, variedades o especies, no se traduce en diferencias fenotípica observables a simple vista, sino que reside en cambios en la secuencia de ADN de regiones genómicas (genes) que pueden o no codificar para características externas de la planta. Se trata de variabilidad potencial, no seleccionable mediante el uso de caracteres (marcadores) fenotípicos pero sí mediante marcadores moleculares. Sea de uno u otro tipo, la mayor parte de la variabilidad debe ser aprovechada por el mejorador, hasta tal punto que sin ella sería difícil

( 315 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

entender un programa de mejora genética. Y es en este aspecto en el que el espectacular desarrollo de la Genética, ocurrido a partir del conocimiento de la naturaleza y estructura del ADN (ácido desoxirribonucléico), está permitiendo la aplicación de toda una batería de herramientas moleculares que van desde el propio aislamiento y clonación de los genes de importancia económica, hasta el desarrollo de nuevos métodos de cultivos “in vitro” y marcadores de gran utilidad en lo que se ha venido a denominar mejora molecular (del inglés molecular breeding). En este capítulo revisaremos la naturaleza de la variabilidad existente en el ADN de las plantas, y cómo ésta puede ser analizada y utilizada con fines diversos en mejora genética. Describiremos los principales tipos de marcadores moleculares desarrollados hasta el momento y sus aplicaciones más importantes, desde la evaluación de germoplasma y el conocimiento del grado de pureza de híbridos hasta la identificación de marcadores ligados a genes de importancia económica, así como el desarrollo de mapas genéticos necesarios para el estudio de caracteres cuantitativos. 2. ( MARCADORES MOLECULARES ]

Bajo el término de marcador molecular se entiende cualquier fragmento de ADN o proteína variable, es decir, polimórfico, en secuencia o tamaño, entre individuos o poblaciones. A diferencia de los caracteres morfológicos utilizados como marcadores de selección, estos de naturaleza molecular son independientes de las condiciones ambientales en las que se desarrolle el cultivo (nutricionales, daños por patógenos, temperaturas adversas, etc.) y se heredan de forma mendeliana, lo que permite predecir la proporción de individuos portadores y no portadores de dicho marcador. Junto a estas, otra característica importante de los marcadores moleculares es la posibilidad de ser identificados en fases muy tempranas del desarrollo de la planta. Ello sin duda supone un considerable ahorro en espacio, tiempo y dinero ya que se pueden realizar diagnósticos precoces e inequívocos en fase de plántula, lo que a su vez permite manejar poblaciones de mejora de tamaño adecuado. Esta ventaja resulta de especial relevancia cuando se trata de caracteres sólo observables en fases avanzadas del crecimiento. Así por ejemplo, el análisis de una población F2 compuesta por varios cientos de individuos y segregante para un carácter del fruto (forma, tamaño, contenido en azúcares, color de la carne, sabor, etc.) se podría realizar a partir de un trozo de cotiledón de cada plántula, en un tiempo relativamente corto sin necesidad de que la planta llegue a fructificar. Sólo se precisaría haber identificado el marcador responsable del carácter objeto de selección. Durante bastante tiempo han sido los isoenzimas (variantes de un mismo enzima) los únicos marcadores de carácter molecular, no morfológicos, empleados. Por su propia naturaleza bioquímica (se trata de proteínas producto de la expresión de un gen) pueden verse influenciados por factores externos, si bien la metodología y técnicas requeridas para su aplicación no son excesivamente complejas. Marcadores isoenzimáticos han sido profusamente utilizados en el análisis de la variabilidad y diferenciación poblacional, el establecimiento de relaciones filogenéticas e incluso como marcadores de selección indirecta. Casos de ligamiento como el del gen Mi que confiere resistencia a nemátodos

( 316 ]

Mejora genética de hortícolas mediante marcadores de ADN

en tomate y el que controla la actividad acetil-fosfatasa 1 (Aps-1), o el del isoenzima glutamato oxalato transaminasa 2 (Got-2) y los genes 1, 2 y 3 de resistencia a Fusarium oxysporum ssp. lycopersici, siguen vigentes en los programas de selección asistida por marcadores. No obstante, a pesar del esfuerzo realizado en este campo, se ha de reconocer que el número de isoenzimas es claramente insuficiente como para reflejar, siquiera mínimamente, la diversidad genética real, por lo que su aplicación a otros ámbitos de la mejora vegetal resulta muy limitada. Es por ello que en los últimos años la atención se ha centrado en el desarrollo de marcadores, capaces de detectar variaciones en la propia molécula de ADN, y que por ello encajan mejor en el concepto de “marcador molecular” que hoy se tiene. Características antes comentadas como su independencia de las condiciones ambientales, el elevado grado de polimorfismo que revelan y los escasos requerimientos de material de partida para su observación, junto a otras como su amplia distribución en el genoma, estabilidad y rapidez y relativa facilidad para obtener patrones de ADN altamente informativos, los han convertido en herramientas extraordinariamente poderosas en diversos campos de la agricultura, ganadería, medicina, etc. Su utilidad abarca objetivos tan diversos como la evaluación de germoplasma o el diagnóstico de enfermedades (de todas ellas hablaremos en los apartados siguientes). En este capítulo nos referiremos a los marcadores moleculares capaces de detectar variaciones en el tamaño y/o en la secuencia de ADN (polimorfismos moleculares) entre individuos, especies o poblaciones. Estos se pueden englobar en dos grandes grupos dependiendo de la metodología seguida para su detección. Los marcadores obtenidos mediante técnicas de hibridación de ADN fueron los primeros en ser desarrollados, mientras que los marcadores basados en la PCR (del inglés Polymerase Chain Reaction) lo han sido a partir del enorme abanico de aplicaciones que esta técnica han propiciado. 2.1. ( Marcadores moleculares obtenidos mediante hibridación de ADN: minisaté-

lites, microsatélites y RFLPs ]

La aparición de este tipo de marcadores se debe a una característica inherente del ADN, cual es la capacidad que tiene una cadena sencilla de unirse (hibridar) con otra si las secuencias de bases de ambas cadenas son complementarias (homólogas). A pesar de haber sido ampliamente utilizados, hoy día prácticamente están en desuso porque el principal inconveniente del los marcadores obtenidos mediante la hibridación con sondas, además de su elevado coste económico y laboral, es el requerimiento de información previa a su evaluación En este grupo se incluyen aquellos marcadores (fragmentos) polimórficos cuya detección tiene lugar tras la hibridación del ADN de un individuo con una sonda (fragmento de ADN) capaz de unirse a aquellas regiones homólogas del genoma. Previamente el ADN habrá sido cortado mediante enzimas de restricción y los distintos fragmentos resultantes separados electroforéticamente según su tamaño. El empleo de sondas marcadas (radioactivamente o mediante una reacción quimioluminiscente) permiten visualizar en un gel de electroforesis diversas bandas correspondientes a los fragmentos de ADN reconocidos por la sonda. Los primeros marcadores desarrollados lo fueron utilizando las llamadas sondas multilocus, capaces de reconocer múltiples sitios en el genoma que variaban significativamente de unos individuos a otros. Son los denominados loci hipervariables o

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

minisatélites, regiones de ADN repetido en las que una secuencia o motivo básico de 10 a 60 pares de bases (pb) se repite en tandem (una repetición a continuación de otra) cientos o miles de veces, y a su vez ello en multitud de loci en un mismo individuo. Su descubrimiento por el grupo de Jeffreys a mediados de los 80, y sus primeras aplicaciones en humanos, supuso un avance considerable en el concepto de marcador molecular y en el desarrollo de nuevos tipos de marcadores (Jeffreys y col., 1985a, b). A diferencia de éstos, los microsatélites o secuencias simples repetidas (SSRs) muestran un menor número de repeticiones de un motivo más corto (1-10 pb) si bien el número de loci que pueden detectar aumenta considerablemente en cualquier genoma. Inicialmente, el análisis genómico llevado a cabo mediante minisatélites y microsatélites tuvo como labor previa la necesidad de disponer de sondas adecuadas en cada especie. Para ello, los diferentes grupos de investigación invirtieron esfuerzos considerables en aislar y clonar sondas de ADN repetido que posteriormente secuenciaron al objeto de determinar el tamaño y número de repeticiones que dicha sonda contenía así como la naturaleza de la unidad de repetición. Tales sondas han sido y son empleadas directamente para analizar polimorfismos moleculares como los aquí descritos. En ocasiones también se han utilizado como sondas oligonucleótidos sintéticos complementarios a SSRs [(GATA)4, por ejemplo] cuyo diseño se ha visto facilitado por el gran volumen de información existente sobre secuencias homólogas en las diferentes especies. El alineamiento de éstas y la identificación de las regiones conservadas, permite deducir la secuencia de la sonda a emplear. Merece señalar que la aparición de los minisatélites como loci marcadores de regiones variables del genoma constituyó el punto de partida de una nueva metodología genética cuyo objetivo inicial fue el establecimiento un patrón de bandas de ADN (marcadores moleculares) que pudieran ser utilizadas a modo de “huella genética” característica de cada individuo. De ahí el nombre de DNA fingerprinting que, incluso en el argot científico castellano, se utiliza para designar genéricamente a los patrones de micro y/o minisatélites identificados mediante hibridación con diferentes sondas en el genoma de una especie. Posteriormente se ha podido constatar la enorme utilidad que en diversos campos de la actividad científica ha tenido la aplicación de esta metodología (véase Weising y col., 1995). La base molecular de los polimorfismos en regiones minisatélites y microsatélites reside en la acumulación de mutaciones en las unidades de repetición, que pueden afectar desde unos pocos nucleótidos a secuencias de mayor tamaño (inserciones, deleciones, translocaciones o inversiones). Normalmente, las mutaciones que tienen lugar en dichas regiones no suponen alteraciones en rasgos fenotípicos, esencialmente porque se trata de ADN no codificante, sin información directa o indirecta para carácter alguno. Estas regiones de ADN repetido tienen un margen de variación más amplio que las regiones codificantes toda vez que las mutaciones que en ellas han ocurrido a lo largo de la evolución no han sido cribadas por la selección (natural o artificial) lo que las convierte en excelentes sitios del genoma donde encontrar polimorfismos moleculares con una alta probabilidad. Los polimorfismos en regiones mini o microsatélites se pueden reflejar en la presencia/ausencia de un determinado fragmento debida a la existencia o no de homología con la sonda empleada. También pueden consistir en diferencias en el número de copias de la secuencia repetida en cada locus y, consecuentemente, en variaciones en el tamaño del fragmento detectado. Es por ello que en

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Mejora genética de hortícolas mediante marcadores de ADN

algunas publicaciones, este tipo de polimorfismos hayan sido denominados VNTR (del inglés Variable Number Tandem Repeats). Un tercer tipo de marcadores ampliamente utilizados en mejora de hortícolas es el que permite detectar polimorfismos en la longitud de los fragmentos de restricción o RFLPs (del inglés Restriction Fragment Length Polymorphisms). La técnica empleada en la obtención de patrones RFLP no difiere de la anteriormente descrita para microsatélites, de no ser porque en lugar de sondas multilocus, se emplean sondas específicas de un sólo locus que proporcionan un patrón electroforético sencillo, con uno o pocos fragmentos detectables. Un segundo aspecto que distingue a los RFLPs es que en su génesis se suelen utilizar sondas específicas, esto es, clonadas a partir del genoma de la misma especie, mientras que las regiones de ADN repetido se pueden detectar con sondas de especies diferentes (heterólogas), pues se trata de secuencias conservadas en casi todos los organismos. Ambos tipos de marcadores tienen en común el hecho de ser codominantes, lo que significa que permiten distinguir entre individuos homocigóticos y heterocigóticos para dicho locus. La aparición de polimorfismos tipo RFLP puede ser debida a mutaciones que, en caso de ser puntuales (cambios de base, pérdida o ganancia de algún nucleótido), impiden la actuación de las enzimas de restricción y con ello la digestión del ADN, pero que si afectan a una secuencia de mayor tamaño, harán que el fragmento reconocido por la sonda sea de un tamaño diferente. O incluso que una región inicialmente homóloga, ya no lo sea, y por consiguiente, la sonda sería incapaz de reconocerla, lo que significaría la ausencia del marcador. Conviene indicar que el desarrollo de marcadores RFLP en número suficiente para los distintos objetivos de mejora supone una tarea laboriosa, pues se requiere del aislamiento y clonaje de sondas apropiadas a partir de librerías genómicas o de ADNc (ADN complementario a un ARN mensajero). Las técnicas moleculares empleadas en su detección son asimismo de cierta complejidad (digestión de ADN, transferencia a membrana, marcaje de sondas, etc.) y a menudo requieren de instrumental específico y personal cualificado. A pesar de ello, multitud de RFLPs han sido identificados en plantas, especialmente en cultivos de importancia económica como tomate, melón, lechuga, brásicas, cereales, arroz y algunas especies ornamentales, entre otros. Con ellos se han confeccionado mapas genéticos de gran utilidad, que se están completando actualmente con otro tipo de marcadores moleculares. Su empleo como marcadores , en estudios filogenéticos e identificación de cultivares es destacable, no tanto el de su aplicación a programas de selección, probablemente por la laboriosidad metodológica que requieren. A diferencia del ADN nuclear, el ADN presente en cloroplastos (ADNcp) y mitocondrias (ADNmt) se hereda únicamente vía materna (herencia uniparental). En ambos orgánulos, el ADN se encuentra en múltiples copias y su análisis puede llevarse a cabo de manera similar a lo anteriormente descrito. El elevado nivel de conservación del ADNcp, de aproximadamente 150 kb (kilobases), hace innecesario el empleo de sondas específicas de cada especie, habiéndose aplicado su estudio mediante RFLPs al establecimiento de filogenias a nivel interespecífico e intergenérico. No se puede decir algo parecido del ADNmt que, aunque también es poco variable entre especies, en lo que a secuencia se refiere, sí que mantiene diferencias importantes en la arquitectura de las distintas molécu-

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

las presentes en cada célula. Y ello debido esencialmente a fenómenos de recombinación intragenómica que hace que se puedan encontrar formas y tamaños diferentes de ADNmt en un individuo, lo que dificulta enormemente su análisis mediante RFLPs. No obstante, su estudio mediante marcadores moleculares se ha llevado a cabo para caracteres muy concretos, como es el caso de la androesterilidad citoplásmica. Para concluir este apartado dedicado a los marcadores cuya detección precisa de la hibridación entre el genoma de la planta a analizar y sondas de ADN, conviene precisar que el nivel de polimorfismo que una sonda es capaz de mostrar en el genoma de una especie depende de, al menos tres factores: (1) el sistema reproductivo de la especie en cuestión (autogamia, alogamia, propagación vegetativa o apomixis), (2) las características moleculares del fragmento de ADN con el que hibridará la sonda, así como de las regiones flanqueantes (tasa de mutación, conformación de la cromatina, etc.), y (3) de las enzimas de restricción elegidas para digerir el ADN. 2.2. ( Marcadores desarrollados mediante técnicas de PCR ]

Para los marcadores obtenidos mediante hibridación con sondas, sean estas específicas o no, el principal inconveniente estriba en la disponibilidad de sondas para los diferentes propósitos. Ello depende del éxito en la identificación y la clonación de las secuencias de ADN correspondientes, que permita obtener un gran número de copias de la secuencia a utilizar. Esta dificultad quedó solventada en 1985 con la ) siempre que éste se encuentre localizado entre dos secuencias cortas (10-25 nucleótidos) complementarias a las de los dos oligonucleótidos o cebadores que intervienen en la reacción. Así, a partir de una pequeña cantidad de ADN (en el rango de los 10-9 gramos), millones de copias de uno o varios fragmentos contenidos en el mismo pueden ser obtenidas de forma rápida y selectiva. Este proceso de amplificación requiere de la desnaturalización previa del ADN que actuará como molde, al objeto de separar las dos cadenas y permitir la hibridación (anillamiento) de los cebadores empleados. La posterior síntesis (extensión) de la nueva cadena complementaria tiene lugar gracias a la actividad de una enzima termoestable (Taq polimerasa) capaz de añadir nucleótidos a la cadena en formación. Un ciclo de desnaturalización-hibridación-síntesis se repite varias veces (de 35 a 60 ciclos, según los objetivos) durante los cuales el número de copias del fragmento o fragmentos amplificados aumenta exponencialmente hasta alcanzar el valor final de 2n copias (n es el número de ciclos). En función del propósito para el cual se utilice la técnica de PCR, la complejidad del genoma de la especie, del tamaño del fragmento a amplificar y de la especificidad de los cebadores empleados, las condiciones de reacción difieren, especialmente en lo que a temperatura y tiempo de hibridación de los cebadores y duración de la síntesis. Detalles más precisos acerca de la técnica en sí misma pueden ser encontrados en los manuales de McPherson (1991) y Newton y Graham (1994). De los distintos condicionantes que influyen en una reacción de PCR quizás merezca cierta consideración el relativo a la secuencia de los cebadores. Esta puede ser tan específica o arbitraria como el objetivo requiera. Así, la amplificación de un gen o región de secuencia conocida deberá llevarse a cabo con cebadores específicos, complementarios a las regiones que flanquean a dicho gen (los denominados sitios de anillamiento de los cebadores).

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 FIGURA 1. POLIMORFISMOS EN UNA REACCIÓN DE PCR EN LA QUE SE EMPLEÓ UN CEBADOR DE SECUENCIA ARBITRARIA (FLECHA). LA FALTA DE HIBRIDACIÓN DE DICHO CEBADOR EN SITIOS DISTINTOS DEL GENOMA (LÍNEA NEGRA) GENERA PATRONES DE ADN DIFERENTES EN CADA INDIVIDUO (A, B Y C). LOS MARCADORES AQUÍ REPRESENTADOS SE CORRESPONDERÍAN CON LOS DESCRITOS POSTERIORMENTE COMO RAPDS.

Por el contrario, la utilización de cebadores arbitrarios, cuya secuencia, aunque conocida, no se ajusta a ninguna previamente establecida, permite amplificar al azar en número discreto de fragmentos, tantos como regiones homólogas se encuentren en el genoma analizado. Entre ambos extremos se encuentran los cebadores semiespecíficos utilizados para amplificar SSRs o regiones parcialmente conservadas entre los distintos genomas (genes ribosomales y de ARNt, familias repetidas de forma dispersa como las regiones Alu y SINE, sitios de procesamiento de intrones, etc.). Las diferentes posibilidades que ofrece la PCR, sólo en lo que combinaciones de cebadores se refiere, proporcionan una idea del potencial que esta técnica tiene para diferentes propósitos. Los resultados también difieren según el tipo de cebadores empleados. Mientras los cebadores específicos normalmente generan un patrón simple de ADN, con una banda o marcador único correspondiente al locus amplificado, el uso de cebadores de secuencia aleatoria da lugar a un patrón de ADN más o menos complejo, con marcadores diferentes, similar a los obtenidos con sondas microsatélites y minisatélites.

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Mediante PCR, distintos tipos de polimorfismos pueden ser puestos de manifiesto. Los más sencillos, pueden detectar la presencia o ausencia de un determinado marcador debidos a variaciones en la secuencia de los sitios de anillamiento de los cebadores empleados, o bien a mutaciones en dichas secuencias que favorezcan o dificulten el reconocimiento de los cebadores. Ello significa la amplificación o no del correspondiente fragmento, y consecuentemente que un determinado marcador se comporte como polimórfico, esto es, presente en unos individuos y no en otros, de la población bajo estudio. Un esquema acerca de posibles polimorfismos detectados mediante PCR se muestra en la Figura 1. En otros casos, no se tratará de un polimorfismo de presencia/ausencia de un marcador, sino en diferentes alternativas (alelos) para el tamaño del mismo, para lo cual los cebadores a utilizar se encuentran conservados en todos los individuos, si bien éstos difieren en la longitud del fragmento amplificado. Conviene señalar que la aplicación de las técnicas de PCR no se restringe en modo alguno al desarrollo de marcadores moleculares. Hoy día, resulta difícil pensar en una metodología científica que implique técnicas de biología molecular, que no incluya a la PCR como soporte indispensable, desde la medicina forense hasta la agricultura más moderna. El conocimiento de las regiones de ADN repetido en tándem, así como de las secuencias nucleotídicas situadas a ambos lados de las primeras, ha facilitado enormemente el diseño de cebadores específicos o semiespecíficos con los que amplificar e identificar polimorfismos moleculares en tales loci. Ello, unido al hecho de que algunas de estas secuencias flanqueantes se encuentran altamente conservadas en especies más o menos próximas, da muestra de la gran aplicación que marcadores del tipo minisatélites y, sobre todo, SSRs, encuentran en la evaluación de germoplasma, la identificación genotípica, el análisis de pureza de híbridos, la búsqueda de ligamiento a genes de interés o el incremento de los niveles de heterosis a partir de líneas seleccionadas, entre otras. De igual forma, algunos trabajos han probado la utilidad como cebadores de las mismas unidades de repetición que se utilizan como sondas cuando marcadores tipo SSR o minisatélites son obtenidos tras protocolos de hibridación. Así, cebadores contenido los motivos (CA)8, (CT)8, (CAC)5, (GTG)5, (GATA)4 y (GACA)4, promueven patrones polimórficos para más de un locus, si bien es cierto que la variabilidad intraespecífica escapa a sus posibilidades de detección. En la actualidad, son quizás los polimorfismos SSR, junto con los AFLPs de los que hablaremos a continuación, los marcadores de mayor importancia y utilidad en las diferentes facetas de la investigación agronómica, incluyendo la patología vegetal, la fisiología, y por supuesto la mejora genética. En el caso concreto de los microsatélites, éstos aúnan el alto grado de polimorfismo residente en las regiones de ADN satélite de cualquier genoma y su naturaleza codominante, con la sencillez, fiabilidad y rapidez de las técnicas de PCR. Una variante de los SSRs son los cebadores ISSRs . Para su detección se emplean cebadores que reconocen regiones SSRs y amplifican por PCR el fragmento existente entre ambos cebadores. Se suelen amplificar varios fragmentos a la vez y en mayor número que los RAPDs. La principal ventaja que presentan respecto a estos es que poseen una mayor reproducibilidad.

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Mejora genética de hortícolas mediante marcadores de ADN

Los marcadores RAPDs (del inglés Random Amplified Length Polymorphisms) son marcadores PCR obtenidos con cebadores de secuencia arbitraria, con una amplia repercusión en el sector hortícola. La génesis de un marcador tipo RAPD parte de una reacción estándar de PCR en la que usualmente sólo interviene un cebador de 10 nucleótidos y de secuencia aleatoria. Dos condiciones más deben concurrir para la amplificación de un fragmento RAPD, a saber, la distancia entre los dos sitios de anillamiento del cebador, uno en cada cadena, no debe exceder de unas pocas kilobases (los fragmentos pequeños se amplifican más eficientemente que los grandes), y su riqueza en nucleótidos GC debe ser alta (al menos del 50%, para mantener estable la unión del cebador al DNA durante la síntesis). Una colección amplia de cebadores con estas características ha sido sintetizados por diferentes firmas comerciales (Operon Technologies, Pharmacia LKB o Genosys) y se encuentran disponibles en el mercado. Casi simultáneamente a la aparición de los RAPDs, cebadores arbitrarios aún más cortos proporcionaban también perfiles polimórficos de ADN, aunque menos reproducibles, eran los denominados AP-PCR (del inglés Arbitrary Primer-PCR), con los cuales poco o nada se ha seguido investigando. De la propia naturaleza del cebador utilizado en los RAPDs se deduce que estos marcadores se corresponden con regiones “anónimas” del genoma, de las que poca información acerca de su identidad o localización se puede obtener en un principio. Existen, no obstante, metodologías específicas para ubicar en el mapa genético de una especie, cualquier marcador obtenido así como para conocer si realmente se trata de una secuencia anónima o de un locus conocido. Respecto al nivel de variabilidad detectada con RAPDs, esta parece depender de la complejidad del genoma y del cebador, pero en términos generales entre 2 y 15 loci por reacción pueden ser identificados por término medio. En este caso, los polimorfismos pueden ser debidos a diferentes fenómenos, entre ellos, la inserción de un fragmento grande entre los dos sitios de anillamiento del cebador, que generaría a su vez un fragmento de longitud excesiva para ser amplificado por la polimerasa, la deleción de parte del sitio de anillamiento de uno o ambos cebadores, y la consiguiente desaparición del RAPD, una sustitución de nucleótidos en los mismos sitios, que impida la hibridación de los cebadores o la aparición de nuevos sitios de anillamiento y consecuentemente nuevos marcadores, o la inserción o pérdida una secuencia de ADN que conlleve un cambio en el tamaño del fragmento amplificado. Como quiera que ésta última explicación, raramente ha sido observada, lo normal es que un marcador RAPD se encuentre presente (alelo A) o ausente (alelo a), y por tanto, a todos los efectos se comporta como un marcador dominante, toda vez que los individuos homocigóticos (AA) son indistinguibles de los heterocigóticos (Aa) (ambos muestran el marcador). En ocasiones se ha argumentado la baja reproducibilidad de los RAPDs como un grave inconveniente de estos marcadores. Si bien las opiniones se contraponen al respecto, lo cierto es que este aspecto queda sobradamente compensado con otras ventajas como la sencillez técnica que requieren, su rapidez, la posibilidad de automatizar el proceso de obtención y, particularmente, el relativamente elevado nivel de variabilidad que ponen de manifiesto. Desde 1990, año en el que Williams y col. desarrollaron este tipo de marcadores, hasta nuestros días, estas y otras cuestiones ha sido extensamente investigadas y discutidas en diferentes trabajos.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

En 1995 se publicó por primera vez el desarrollo de un tipo de marcadores moleculares, los AFLPs (Amplified Fragment Length Polymorphisms), que representan polimorfismos en fragmentos de restricción amplificados selectivamente. Realmente la metodología empleada en la obtención de AFLPs incluye procedimientos de los RFLPs y otros propios de la PCR. Así, el ADN genómico de un individuo es digerido con dos enzimas de restricción (una de corte frecuente y otra de corte poco frecuente), y a los fragmentos obtenidos se les una secuencia o adaptador de dos o tres nucleótidos selectivos; posteriormente el conjunto de fragmentos es amplificado mediante PCR con cebadores en cuya secuencia figuran nucleótidos específicos complementarios a los del adaptador. La visualización de los fragmentos de restricción amplificados se puede realizar, bien en un gel de poliacrilamida de alta resolución o mediante electroforesis capilar y cromatografía. En el primer caso, los polimorfismos, al igual que los RAPDs, se manifiestan como presencia o ausencia de una banda, mientras en el segundo, cada marcador queda representado por un pico de densidad en el correspondiente cromatograma. La diferencia más notable entre los AFLPs respecto a cualquier otro tipo de marcadores es el número de loci que se pueden detectar por reacción. Mientras que no más de 1 SSR ó 10-15 RAPDs se obtienen por cebador (o pareja de cebadores) y reacción, este número aumenta a más de 100 cuando se trata de AFLPs. Tal es el potencial polimórfico de estos últimos que ya son numerosos los trabajos publicados en los que se recoge su aplicación con diferentes objetivos de mejora. La utilidad de los RAPDs , AFLPs y RFLPs puede aumentar, convirtiendo estos marcadores en marcadores específicos de PCR de más fácil utilización. Para ello se pueden seguir dos vías, ambas pasan por clonar y secuenciar el fragmento genómico correspondiente. La primera consiste en identificar posibles variaciones nucleotídicas en la secuencia clonada que coincidan con alguna de las múltiples dianas de restricción conocidas. La posterior digestión del fragmento con el enzima adecuado permitirá visualizar tales polimorfismos con una diferencia en el número de bandas obtenidas tras la digestión del ADN. Son los denominados en este caso CAPS (Cleaved Amplified Polymorphic Sequences), (Konieczny and Ausubel, 1993). Pero a veces, dicha secuencia no coincide con ninguna diana de restricción. Para solventar esto se ha empleado la técnica dCAP que consiste en introducir una mutación en el cebador de manera que al amplificar el fragmento, origine un nuevo sitio de restricción artificial en uno de los alelos amplificados. La otra posibilidad es diseñar cebadores específicos de mayor longitud (22-25 bases) y de secuencia complementaria a los extremos del marcador original clonado, ya sea RAPD, AFLP o RFLP. Las diferencias alélicas se encuentran en los sitios de anillamiento de los cebadores o bien en el tamaño del fragmento amplificado; en cada caso se podrán amplificar marcadores específicos de cada alelo o SCARs (Sequence Characterised Amplified Regions ) (Paran and Michelmore 1993). Los STSs (Olson y col., 1989) son marcadores basados en la amplificación de una región de ADN conocida previa secuenciación de clones genómicos o de cDNA. Se puede obtener un STS a partir de un SSR, un RFLP u otro marcador para lo cual hay que secuenciar dicho marcador y posteriormente diseñar cebadores que lo amplifiquen por PCR. El resultado de la amplificación son varios fragmentos de ADN de distinto tamaño separables en un gel de agarosa. Una ventaja de estos marcadores sobre los RAPDs es que estos generalmente amplifican un mayor número de bandas y tienen una mejor reproducibilidad.

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Los SSCPs ( Orita y col., 1989) estudian las diferencias conformacionales de fragmentos de ADN monocatenario. Como consecuencia de un cambio nucleotídico, el ADN de cadena simple adquiriría una conformación distinta. Estas conformaciones se detectan por cambio de movilidad en un gel de poliacrilamida de alta resolución no desnaturalizante. Es útil para bandas de ADN de gran tamaño. El ADN se mezcla con un agente desnaturalizante y se corre en un gel no desnaturalizante, de tal forma que aparecen tres bandas: ADN bicatenario, ADN monocatenario simple y ADN monocatenario con una conformación especial (bucle, ovillo debido a la existencia de secuencias internas complementarias); es esta última la que varía. Hay que ajustar muy bien la temperatura porque la conformación es característica de una temperatura determinada. A distintas temperaturas puede haber conformaciones distintas. Estas técnicas permiten una detección muy precisa de pocos pares de bases. Los S-SAP son marcadores cuya detección es similar a los AFLPs con la diferencia de que uno de los cebadores de la amplificación selectiva es sustituido por un cebador específico de la frecuencia que se quiere amplificar. Los SNPs son polimorfismos basados en un cambio nucleotídico único. Constituyen la variación más frecuente en el DNA puesto que son cambios puntuales no deletéreos (Wang y col., 1998). Son obtenidos después de secuenciar ADN de diferentes individuos y su utilización es excesivamente cara. En realidad, muchos de los polimorfismos revelados con otros marcadores son SNPs, esto es, son distintos mecanismos que detectan una mutación puntual en el genoma Una exposición más detallada de los diferentes tipos de marcadores de ADN aparece publicada en manuales recientes (García-Mas y col., 2000; Martín , 2002). 2.3. ( Comparación de los distintos tipos de marcadores moleculares ]

Aún hoy día, una buena parte de la mejora vegetal se realiza utilizando como criterios de selección marcadores o caracteres morfológicos, a pesar de ser todos (mejoradores y productores) conscientes de la poco exactitud de los mismos, debido a su influencia ambiental, y por tanto, de la necesidad de separar la variación fenotípica de la genotípica. Por su parte, los isoenzimas son marcadores codominantes, fáciles de obtener y de bajo coste, pero que subestiman enormemente la variabilidad genética existente, el número de loci detectables es escaso y, a menudo requieren de material fresco de partida, lo que dificulta su análisis para determinados propósitos. Estos problemas son en su mayoría resueltos por los marcadores moleculares. Las ventajas e inconvenientes de cada uno de los tipos de marcadores moleculares descritos lo son dependiendo de la utilidad que de ellos se pretenda obtener. De hecho, sería difícil decidir si en realidad existe un tipo de marcador de aplicación universal. Algunas características esenciales que debe reunir un marcador universal son: comportamiento polimórfico, herencia codominante, presencia frecuente en el genoma, amplia distribución en el genoma, que sea selectivamente neutro, de fácil y rápida detección, de gran estabilidad y posibilidad de intercambio entre distintos laboratorios. Ninguno de los marcadores moleculares actualmente conocidos reúnen todas estas características. Algunos son de bajo nivel de polimorfismo (RFLPs), otros no son codominantes

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(RAPDs) o su detección es técnicamente compleja (AFLPs y los que precisan de hibridación con sondas marcadas). De ahí que, en definitiva, la elección del tipo de marcador a emplear esté condicionada por el material vegetal, el objetivo que se persigue, la existencia de otro tipo de marcadores previos y de un mapa genético, las disponibilidades presupuestarias y la capacidad técnica y científica del personal que llevará a cabo el trabajo. No conviene olvidar que marcadores que se pudieran considerar “obsoletos” como son los isoenzimas, algunos de ellos fueron desarrollados para aplicaciones tan específicas (selección indirecta de caracteres concretos) que no precisan necesariamente ser sustituidos. Otros como los minisatélites siguen manteniendo sus aplicaciones en el campo del diagnóstico, especialmente en genética humana. En caso de comenzar de nuevo un trabajo de marcadores moleculares, los obtenidos mediante PCR se consideran de más fácil detección, mayor nivel de polimorfismo, amplia divulgación entre laboratorios y menor coste. Dentro de estos, la simplicidad y elevado nivel de polimorfismo de los RAPDs, los hace recomendables en análisis de variabilidad genética, e incluso para la evaluación de germoplasma. Si se dispone de la tecnología, el personal y el presupuesto adecuados, los AFLPs y SSRs pueden ser aún más resolutivos en menor tiempo. La búsqueda de marcadores ligados a genes de interés y para las aplicaciones en mejora asistida por marcadores, AFLPs y microsatélites constituyen la mejor elección. Los segundos además son, en cualquier caso, siempre codominantes, cosa que no ocurre con los AFLPs. 3. ( UTILIDAD DE LOS MARCADORES MOLECULARES EN MEJORA VEGETAL ]

Desde que los marcadores moleculares se comenzaron a emplear en el análisis genómico de plantas en 1988, muchas y diversas han sido las aplicaciones en las que este tipo de herramientas ha mostrado su utilidad. Unas de utilidad en medicina y sanidad, otras en genética de poblaciones y en la conservación de los recursos naturales y otras en agronomía. Entre las últimas, destacan las relativas a la identificación de genotipos, líneas y cultivares híbridos, la evaluación de germoplasma y el análisis de relaciones genéticas, la realización de mapas genéticos, la identificación de marcadores ligados a genes de interés agronómico. De estas aplicaciones se hablará en los párrafos siguientes. 3.1. ( Análisis de la variabilidad genética: evaluación de germoplasma y relaciones

entre genotipos ]

Una de las propiedades más relevantes del genoma de cualquier especie con reproducción sexual es su exclusividad. Y en ella reside una de las primeras aportaciones de los marcadores moleculares, su potencial para diferenciar dos individuos (genotipos) por muy estrechamente relacionados que se encuentren. Aplicados al análisis de poblaciones heterogéneas (cultivares tradicionales, variedades locales, especies emparentadas, etc.) o a colecciones de germoplasma, cualquiera de los marcadores antes descritos identifica patrones de ADN únicos y exclusivos de cada individuo, tanto más cuanto mayor sea la capacidad para detectar polimorfismo del marcador utilizado. El estudio de estos perfiles individuales asimismo proporciona una información bastante precisa acerca de los niveles de variabilidad intra e interpoblacional (Figura 2).

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Mejora genética de hortícolas mediante marcadores de ADN

 FIGURA 2. COMPARACIÓN DE LOS NIVELES DE VA1

2

3

4

5 St 6

7

8

9 10 11 12

kb -35,0

-12,4 -9,9

RIABILIDAD EN DOS POBLACIONES, UNA COMPUESTA POR CINCO INDIVIDUOS (1-5) Y LA OTRA POR SIETE (612). LOS MARCADORES FUERON DETECTADOS TRAS DIGERIR EL ADN DE CADA INDIVIDUO E HIBRIDARLO CON UNA SONDA (GACA) 4. EL CARRIL ST CORRESPONDE A UN CONTROL DE LA REACCIÓN. EL ESTUDIO DE LOS PATRONES DE ADN PERMITE CONOCER EL GRADO DE DIFERENCIACIÓN DE AMBAS.

-8,7

-6,7 -6,0 -5,0 -4,1

En las colecciones de germoplasma conviene preservar toda la variabilidad de una especie. Sin embargo, el espacio y los recursos de estas instalaciones en -3,0 ocasiones impide que puedan reproducirse un número suficiente de individuos que garantice el mantenimiento de la variabilidad. Cuando esto ocurre, -2,0 la manera de solventarlo consiste en evaluar la colección para un número suficiente de loci en cada multiplicación e incluso en cada recolección de nuevo germoplasma. De esta forma se puede comprobar que no se está seleccionando para ningún genotipo en particular y que se mantiene la variabilidad genética de la especie, o lo que es lo mismo, que los distintos alelos de cada loci se encuentran presentes y en frecuencias similares a las inicialmente descritas. Una aproximación similar puede utilizarse para conocer el grado de proximidad genética (o su inversa, la distancia genética) entre genotipos distintos. Los índices de similaridad (índice de Nei, índice de Jaccard o cualquier otro) deducidos de la proporción de marcadores comunes y no comunes para cada par de genotipos se incluirán como datos de un análisis multivariante o análisis de clusters (UPGMA o PCA), el cual determinará los grupos de genotipos más coincidentes (también los más divergentes) en su constitución genética. El conocimiento de las distancias genéticas que separan a los distintos genotipos puede ser de gran utilidad para diseñar cruzamientos entre líneas lo suficientemente alejadas como para aumentar los posibles efectos de heterosis en sus descendencias híbridas. La bibliografía sobre las aplicaciones descritas en apartado es bastante extensa. A modo de referencia citaremos el trabajo realizado recientemente en el Laboratorio de Genética y Mejora de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Almería. En él se han analizado mediante RAPDs y caracteres agronómicos, más de un centenar de líneas de melón pertenecientes a los distintos tipos varietales cultivados de esta especie, galia, piel de sapo, amarillo, japonés, cantalupo, rochet y americano (García y col.,

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

1998). Los resultados no sólo han constatado las relaciones de proximidad genética entre las distintas líneas del mismo o distinto tipo varietal, sino que han proporcionado la explicación sobre el valor agronómico de diferentes híbridos de líneas seleccionadas en base a caracteres morfológicos. Las mejores combinaciones híbridas correspondieron a cruzamientos entre líneas muy separadas genéticamente, según sus perfiles de ADN, mientras que progenies debían mostrar excelentes características, no lo hicieron al nivel esperado porque realmente se obtuvieron a partir de líneas poco divergentes a nivel molecular. Este y otros muchos trabajos realizados en otras hortícolas, cereales y frutales corroboran el hecho de que la variabilidad puesta de manifiesto por los marcadores moleculares constituye una información valiosa en la mejora vegetal. 3.2. ( Identificación genética: pureza de híbridos y evaluación de dihaploides ]

Una excepción a la heterogeneidad aludida en el apartado anterior lo constituyen las variedades híbridas o variedades F1, en las que todos los individuos son, o al menos deben ser, genéticamente iguales, porque proceden del cruzamiento entre dos líneas puras altamente homocigóticas. Aún así, las líneas parentales utilizadas se consideran homocigóticas para los genes responsables de los caracteres agronómicos por los cuales tales líneas, y sus híbridos respectivos, han sido seleccionadas. Pero difícilmente lo serán para todos los genes, lo que hace que, incluso en los híbridos comerciales, exista cierto grado de variabilidad molecular, oculta en regiones no codificantes del genoma, que no representa problema alguno para el agricultor. Dicha variabilidad será tanto menor cuanto más fijadas sean las líneas parentales. Al margen de la variabilidad antes señalada, durante el proceso de producción de semilla híbrida pueden ocurrir fecundaciones no deseadas cuyo origen puede estar en un mal control de la polinización (autofecundaciones) o el empleo de parentales equivocados. Como consecuencia, la semilla híbrida contendrá cierto grado de impureza, el cual puede ser fácilmente determinado mediante marcadores moleculares. En este caso, los AFLPs constituyen, por el elevado nivel de polimorfismo que detectan, una buena elección. En caso de disponer de los genotipos parentales, la naturaleza codominante de los microsatélites puede resultar también muy informativa. Con cualquiera de ellos se puede determinar el porcentaje de plantas fuera de tipo, aquellas cuyo perfil de ADN no coincide con el esperado suponiendo un patrón de herencia mendeliano de los marcadores empleados. Y es que todo marcador que se encuentre en uno de los genotipos parentales, también lo debe estar en el híbrido, y a la inversa, ningún marcador presente en el híbrido puede dejar de estarlo en alguno de los progenitores. En caso de no disponer de éstos, el análisis se ha de realizar por comparación con lotes de semilla certificada de la variedad en litigio, así como con genotipos sospechosos y otros no relacionados (controles negativos). Una utilidad similar tienen los marcadores moleculares en especies donde la reproducción es predominantemente apomíctica, como por ejemplo en el género Citrus. En ocasiones, la mejora de poblaciones y variedades se realiza a partir de cruzamientos, en los que es posible conocer el perfil molecular de cada parental, de tal manera que la selección de verdaderos híbridos puede llevarse a cabo de manera fiable.

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 FIGURA 3. UTILIDAD DE LOS MARCADORES 1

2

3

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8

9 10 11 12 13 14 15 16 17 18

AFLP EN EL ANÁLISIS DE PUREZA DE UNA VARIEDAD HÍBRIDA. LOS CARRILES 1 Y 6 CORRESPONDEN A LAS LÍNEAS PARENTALES Y LOS CARRILES 2 A 5 A CUATRO PLANTAS PROCEDENTES DE SEMILLA CERTIFICADA PROCEDENTE DEL CRUZAMIENTO DE AMBOS PARENTALES. PUEDE OBSERVARSE QUE COMO PLANTAS HÍBRIDAS SUS PATRONES DE ADN COINCIDEN. POR EL CONTRARIO, LOS CARRILES 7 A 18 CORRESPONDEN A PLANTAS FUERA DE TIPO TAL Y COMO SUGIERE SU PATRÓN DE AFLPS. COMO EJEMPLO NOS FIJAREMOS EN LOS MARCADORES A Y B, QUE SÓLO ESTÁN PRESENTES EN LAS PLANTAS “PROBLEMA”, LO QUE INDICA QUE POSEEN UN GENOMA DISTINTO AL DEL HÍBRIDO. ANALIZADOS EN SU CONJUNTO, LOS RESULTADOS PODRÍAN INDICAR QUE LAS PLANTAS 7 A 18 PROBABLEMENTE PROCEDAN DE UNA AUTOFECUNDACIÓN DEL PROPIO HÍBRIDO (DE HECHO TIENEN ALGUNOS MARCADORES COMUNES, C), O BIEN DE UNA FECUNDACIÓN CON UN POLEN INAPROPIADO.

En el campo de la identificación genotípica, los marcadores moleculares son igualmente excelentes herramientas para la evaluación de haploides. Obtenidos por cultivos “in vitro” a partir de un individuo heterocigoto, las progenies dihaploides que luego se generan deben ser homocigóticas para cada uno de los loci analizados puesto que en ellas se ha duplicado toda la información genética presente en el gameto inicial. De esta forma, la identificación de individuos heterocigóticos, aunque sólo sea para un locus, significará que no se trata de un verdadero haploide. Además, cada uno de los loci debe segregar en una proporción 1:1, lo que indicaría que se han recuperado todos los gametos que el individuo parental generó. Desviaciones de estas segregaciones sugieren que la población de haploides está sesgada, bien debido a un bajo número de descendientes (efecto cuello de botella) o que se está produciendo alguna forma de selección a favor de un tipo particular de combinación alélica.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

3.3. ( Selección asistida por marcadores moleculares ]

Uno de los problemas básicos con los que se encuentra a diario el mejorador de plantas deriva de la necesidad de identificar los buenos genotipos sobre la base de rasgos fenotípicos. Con ellos, el grado de acierto en la selección depende del nivel de correspondencia entre el genotipo y el fenotipo, es decir de la heredabilidad del carácter. Si tenemos en cuenta que en un programa de mejora se contemplan diversos caracteres agronómicos (uniformidad, producción, resistencias, calidad, precocidad, etc.), algunos de ellos difíciles de evaluar, el problema se agrava si no se dispone de marcadores eficaces para la selección. Estos además deben ser de rápida y fácil detección, estables de unos genotipos a otros, codominantes preferentemente, y selectivamente neutros (sin efectos pleiotrópicos). Todas estas características las reúnen los marcadores moleculares descritos. De ahí que una de las utilidades de los marcadores moleculares, es la de servir como señales que permitan la selección de genes que se encuentren ligados al marcador, esto es, localizados en el mismo cromosoma y a una distancia mínima del gen de interés. En este contexto, los marcadores moleculares no son sino instrumentos de selección indirecta de los genotipos apropiados, en tal medida que la utilidad de un marcador ligado a un gen aumenta cuanto mayor es la dificultad de evaluar el fenotipo del gen asociado. Esto explica el enorme esfuerzo realizado en los últimos años en la identificación de marcadores moleculares ligados a genes agronómicamente importantes. Por su parte, las técnicas que permiten la identificación de nuevos marcadores son cada vez más resolutivas, lo que ha propiciado un volumen de información relativa a la posición de distintos tipos de marcadores en regiones cromosómicas muy próximas a los genes de interés, sin precedentes en la historia de la ciencia. Por esto en ciertas especies el esquema de búsqueda de marcadores ligados a genes de importancia económica ha cambiado y hoy día lo que se puede realizar es la búsqueda de múltiples marcadores moleculares. Estos son mapeados en poblaciones segregantes y los datos obtenidos se emplean en la realización de mapas genéticos cada vez más completos. De esta forma, cuando se identifica un nuevo gen de interés agronómico, éste es localizado en el mapa genético de la especie correspondiente, junto a los marcadores más próximos, de los cuales se suelen seleccionar los más estrechamente ligados al gen (los más cercanos). Conforme estos mapas son más completos es posible identificar marcadores para caracteres más complejos como son los controlados por varios genes o poligénicos que, por su naturaleza cuantitativa se habían mostrado esquivos al análisis molecular. Entre estos caracteres se encuentran los que controlan la producción y otros determinantes en cualquier programa de mejora. A los genes que controlan este tipo de caracteres se les denomina “QTLs”, que proviene de las siglas en inglés de “loci que controlan una carácter cuantitativo” (Quantitative Trait Loci). Por el momento, es posible conocer, a través de diferentes metodologías, qué parte de la variación fenotípica observada está controlada por un determinado QTL, y consiguientemente, si existen genes más determinantes (genes mayores) que otros (genes menores). La búsqueda de marcadores ligados puede seguir diferentes estrategias dependiendo de la naturaleza del material vegetal de partida. La opción quizás más sencilla con

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Mejora genética de hortícolas mediante marcadores de ADN

1

2

3

4

5

6

7

8

9 10 11 12 R

S

F1

953 pb 846 pb

LE PI F1

F2

 FIGURA 4. ARRIBA : MARCADOR SCAR LIGADO AL GEN R DE RESISTENCIA A UN PATÓGENO Y ENSAYADO EN DISTINTAS LÍNEAS DE MELÓN. R = PARENTAL RESISTENTE, S = PARENTAL SUSCEPTIBLE, Y F1= HÍBRIDO DEL CRUCE DEL PARENTAL RESISTENTE X PARENTAL SUSCEPTIBLE. LOS NÚMEROS REPRESENTAN DISTINTAS LÍNEAS DE MELÓN. ABAJO : MARCADOR SSR LIGADO AL GEN DE RESISTENCIA R A UN PATÓGENO. ANÁLISIS INDIVIDUALIZADO DE UNA POBLACIÓN F2 PARA AVERIGUAR EL NUMERO DE INDIVIDUOS RECOMBINANTES. LE = LYCOPERSICON ESCULENTUM, PI=LYCOPERSICON PIMPINELLIFOLIUM, F1 = HÍBRIDO RESULTANTE DEL CRUCE.

siste en comparar dos líneas isogénicas o casi isogénicas (NILs, del inglés Near Isogenic Lines), es decir, genéticamente idénticas pero que sólo difieren en un carácter concreto. Así pues, la identificación de un marcador polimórfico entre ambas líneas indica cierto grado de ligamiento del marcador al gen que controla dicho carácter. De forma similar se pueden proceder comparando líneas puras recombinantes (RILs, del inglés Recombinant Inbred Lines) obtenidas tras más de cinco generaciones de autofecundación a partir de una población segregante F2. Cada planta representa pues una combinación genética única, en la que varios sucesos de recombinación han tenido lugar entorno al gen de interés. Ello permite encontrar polimorfismos en marcadores cercanos a dicho gen empleando un número reducido de individuos. Sin embargo, estas dos estrategias requieren de la obtención previa de las líneas a analizar, trabajo que puede durar varios años. El problema se puede simplificar si el análisis se lleva a cabo en una población F2 segregante, obtenida de dos líneas puras muy divergentes genéticamente. En ella, el agrupamiento de los individuos en dos conjuntos o “bulks”, uno con los portadores y otro con los no portadores del carácter, y el posterior análisis de ambos grupos, permitirá identificar marcadores supuestamente ligados al carácter para el que estos difieren (en ambos grupos está representada la misma variación genética para los restantes caracteres). Este método denominado análisis masal en poblaciones segregantes o BSA (Bulk Segregant Analysis), con sus diferentes alternativas, ha sido sin duda, el que mayor número de marcadores ligados ha proporcionado a los mejoradores. Sea cual fuere la metodología empleada, ésta es sólo identifica marcadores ligados; la determinación del grado de ligamiento suele requerir del análisis individualizado de una población F2 en la que averiguar el número de individuos recombinantes presentes, pues es de esta forma como se establece la distancia genética entre el gen y el marcador (Figura 4).

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

En los programas de mejora genética vegetal en los que se realizan múltiples cruzamientos, la selección mediante marcadores moleculares supone la identificación rápida e inequívoca de los genotipos de interés, y con ello la posibilidad de acortar sensiblemente la duración de tales programas, uno de los escollos hasta hace poco insalvables. Quizás sean los programas de retrocruzamiento los que mayores beneficios pueden reportar con el empleo de marcadores moleculares, como se ilustra en el siguiente ejemplo. Así, la mejora por retrocruzamiento de una línea parental, de buenas características agronómicas, pero que carece de alguna otra necesaria, como puede ser la resistencia a un patógeno, en caso de que dicha resistencia sea monogénica recesiva, precisa de un cruzamiento de la línea a mejorar (parental recurrente) con otra portadora del carácter que se desea introgresar (parental donador). En la mayoría de casos ocurre que la línea donadora también posee algunas (si no muchas) características agronómicas no deseadas. A partir de la F1 de ese cruzamiento se realiza un retrocruce con el parental recurrente o BC1, cuya descendencia se compone de individuos homocigóticos como el parental recurrente e individuos heterocigóticos, o portadores del alelo de interés (ambos en idénticas proporciones). Cuando el gen que se desea introgresar es dominante, la selección del genotipo portador no plantea problemas si el marcador es estable. Sin embargo, si el gen es de naturaleza recesiva resulta imposible identificar los individuos heterocigóticos, por lo que la selección de estos necesita de la autofecundación de todos los individuos BC1). En la generación posterior se podrán seleccionar los homocigotos recesivos (test de progenie), que deben entonces ser retrocruzados de nuevo con el parental recurrente BC2). Hay que tener en cuenta que el programa requiere de al menos 5-6 generaciones de retrocruzamiento, con el consiguiente aumento de los recursos humanos y materiales, y todo ello para la selección de un sólo gen. Sin embargo, si se dispone de un marcador molecular ligado al gen de interés (figura 4), es posible identificar en cada generación los individuos heterocigóticos y rechazar los homocigotos dominantes, reduciendo a la mitad el número de generaciones. Además, la selección fiable de las plantas heterocigóticas permite una presión más eficaz para otras características agronómicas deseables, presentes en el parental recurrente, con lo que la duración real del programa puede disminuir aún más, manteniendo siempre la certeza de que las plantas elegidas serán portadoras del gen de interés. Esta reducción del número de generaciones resulta más efectiva cuando se dispone de marcadores estrechamente ligados al gen y a la vez, de marcadores flanqueantes, es decir, de un mapa genético de la región genómica donde se localiza el gen. De esta forma es posible la selección temprana de individuos que, siendo portadores del gen objeto de selección, presentan el menor contenido cromosómico del parental donador, y por ende, el menor número de caracteres no deseados heredados del mismo. Teóricamente, tras cinco ciclos continuados de retrocruzamiento con el parental recurrente, la cantidad del parental donante que se mantendría en la línea objeto de mejora del 1,56%. En realidad, la existencia de fuertes ligamientos conduce a mantener una fracción mayor del genoma donante. Algunos autores han mostrado que para un genoma con diez cromosomas de 100 cM cada uno (aproximadamente la situación del maíz), la proporción del genoma donante presente en la descendencia del quinto retrocruce (BC5) es del 6,5%.

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Mejora genética de hortícolas mediante marcadores de ADN

 FIGURA 5. ESQUEMA EN EL QUE ILUSTRA LA UTILIDAD DE LA MEJORA GENÉTICA ASISTIDA POR MARCADORES. LOS MARCADORES MAR 1, MAR 2 Y MAR 3 SE ENCUENTRAN LIGADOS AL GEN DE RESISTENCIA R A DISTANCIAS DE 11, 0,5 Y 7,5 CM RESPECTIVAMENTE. CON UNA LÍNEA GRUESA SE HAN REPRESENTADO LOS CROMOSOMAS DEL PARENTAL SUSCEPTIBLE AL PATÓGENO (RR) Y CON UNA LÍNEA DELGADA LOS CROMOSOMAS DEL PARENTAL RESISTENTE (RR). CON UN CUADRO DE COLOR SE HA REPRESENTADO EL CONTENIDO DEL TOTAL DEL GENOMA, EN NEGRO DEL PARENTAL RECURRENTE Y EN CLARO DEL DONADOR. EL MARCADOR MÁS ESTRECHAMENTE LIGADO AL GEN DE RESISTENCIA PERMITE LA SELECCIÓN, EN POCAS GENERACIONES DE INDIVIDUOS RESISTENTES AL PATÓGENO Y LOS MARCADORES FLANQUEANTES AQUELLOS RECOMBINANTES CON LA MENOR PROPORCIÓN DE GENOMA DEL PARENTAL DONADOR.

La localización precisa en el mapa genético de marcadores que bordean al gen o genes seleccionables podría facilitar la introgresión de éste sin perder el valor agronómico de una determinada línea, reduciendo con ello la duración del proceso y de los recursos necesarios. Bastaría con poder seleccionar en cada ciclo aquellas plantas que mostraran el marcador ligado al alelo de interés, presente en el parental donante, y además, los marcadores adyacentes presente en el genoma del parental recurrente. De esta forma, se puede llevar a cabo la introgresión de varios caracteres de forma simultánea, habida cuenta que la tecnología es en todos los casos la misma, y que los marcadores moleculares no muestran fenómenos de epistasis o de incompatibilidad. Esta es probablemente la alternativa más eficaz de introgresar caracteres poligénicos o QTLs, cuya traba más importante a veces reside en el limitado tamaño de la población de selección, que reduce las posibilidades de encontrar el individuo con la mejor combinación de genes favorables. Sirva como ejemplo un programa de mejora en el que se desea introgresar 5 genes AA bb CC DD ee en una línea recurrente de genotipo aa BB cc

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dd EE. Además, ee está ligado a 10 cM a una carácter indeseable ff. El primer cruce AA bb CC DD e-f / e-f x aaBBccddE-F / E-F daría paso a una F1 de genotipo Aa Bb Cc Dd E-F / e-f, que sería entonces retrocruzada con el parental recurrente (aa BB cc dd E-F / E-F). En los descendientes de este retrocruce, habría, para cada gen, una proporción igual de homocigotos y heterocigotos, luego la probabilidad de encontrar un individuo heterocigótico para los cinco genes sería de 0,03125, esto es (1/2)5. Pero teniendo en cuenta que se desea romper el ligamiento existente entre e-f, y que la distancia que les separa es de 10 cM, tan sólo en 1/10 de las plantas tendrá lugar la recombinación entre ambos loci que permita deshacer el ligamiento. Esto aumenta el número de plantas a analizar puesto que sólo una de cada 320 (el producto de 1/10 por 1/32) será del genotipo deseado. Para tener la certeza del 99% de encontrar este genotipo en una población segregante, se han de analizar aproximadamente 4 veces más plantas, esto es unas 1200 plantas, para encontrar al menos una (y puede que sólo una) portadora de los alelos A, b, C, D, y de la combinación e-F. El uso de marcadores moleculares que identifiquen cada uno de los alelos de estos genes permitiría realizar este análisis en etapas tempranas del desarrollo (sólo se necesitaría ADN de plántulas con cotiledones expandidos. Para conocer el genotipo de A/a se realizarían reacciones de PCR de las 1200 plantas y una vez identificadas aquellas de genotipo Aa, se descartarían las restantes para posteriores análisis. Las 600 plantas seleccionadas serían ahora analizadas para el gen B/b y de nuevo sólo quedarían 300 plantas que se esperarían fuesen heterocigóticas B/b. De ellas, 150 serán también de genotipo Cc, estas plantas se analizarían para D/d donde se espera que 75 sean heterocigóticas. El análisis simultáneo para E/e y F/f de estas últimas decidirá en cuáles de ellas el alelo e esté ligado a F. Todos estos análisis pueden estar concluidos en un plazo de días dependiendo de la capacidad de laboratorio analista, con la seguridad de haber identificado, al menos una planta del genotipo deseado, si bien la media de individuos seleccionados suele ser superior. En el caso de querer continuar el programa de retrocruzamiento, sería necesario un número mayor de plantas que pueden ser seleccionadas de igual forma. En un programa de mejora clásico es posible que alguno de los genes implicados en un carácter cuantitativo, sólo pueda ser discernible en la edad adulta de la planta o en sus descendientes. Supongamos en el ejemplo anterior que f determina la forma apezonada del fruto; se precisaría crecer las plantas hasta la edad adulta para seleccionar las que posteriormente cruzar, con el consiguiente gasto en tiempo y dinero. Incluso es posible que alguno de esos caracteres pueda necesitar de fitotests, para los cuales es necesario inocular aproximadamente 20 descendientes por planta (1200 x 20), para seleccionar el adecuado. Si además alguno de los genes es recesivo, se requeriría de una generación más para seleccionar “algo” que necesitaba de varios días de análisis con marcadores moleculares. Es cierto que la reducción de inversiones y tiempo que facilita el uso de marcadores moleculares está haciendo posible el estudio de más caracteres agronómicos, y de otros hasta ahora difíciles de abordar. Y es cierto que ello promueve la salida al mercado de nuevas variedades cada vez más productivas y rentables. Pero no todo son ventajas cuando se habla de selección asistida por marcadores moleculares; su contribución a la

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mejora de plantas sería casi nula si no estuviese coordinada con el trabajo de mejora genética que hasta hoy se viene haciendo, fruto del cual son la práctica totalidad de variedades y nuevas obtenciones comerciales. Es pues la integración de las técnicas de biología molecular, con el conocimiento adquirido a lo largo de muchos años por mejoradores, fisiólogos y patólogos el que debe proporcionar el éxito de un programa de mejora genética de plantas. Merece señalar que los esfuerzos realizados en el análisis genómico de un gran número de especies vegetales, en la mayoría de las especies la porción genómica analizada es casi insignificante en relación a la aún desconocida. Sin embargo, en otras especies como Arabidopsis ya se dispone de la secuencia completa de algunos cromosomas, y en unos años se espera haber completado el “proyecto genoma” de esta especie, a la que sin duda seguirán otras de interés aplicado. 3.4. ( Mapas genéticos ]

El uso de mapas de ligamiento constituye una herramienta muy útil tanto en la selección asistida por marcadores como en la búsqueda y análisis de genes de interés, ya que permite el análisis de genes de gran interés y la selección conjunta de varios genes. La utilidad de los mapas genéticos está en el uso de éstos en la selección asistida por marcadores, en la clonación de genes, o en el uso de la sintenia para localizar regiones de ADN de una especie a otra. Un mapa genético consiste en una serie de marcadores o loci puestos en orden indicando la distancia genética relativa entre los marcadores según los valores de recombinación entre ellos. En aquellas especies en las que se dispone de un mapa génico saturado de marcadores, éste facilita la selección de aquellos genes que nos resulten de interés. Los mapas genéticos resultan especialmente interesantes para el análisis y caracterización de caracteres más complejos que están determinados por varios genes y que, por su naturaleza cuantitativa, sería prácticamente imposible estudiar por otros métodos. La manera más sencilla de construir un mapa genético es hacer cruzamientos entre líneas puras (homocigotas) que muestren muchas diferencias entre sí. La F1 híbrida puede seguir varios caminos para producir una población donde podamos ver la segregación o separación de los genes. Podemos seguir varios caminos: autopolinizar la población F1 para obtener una población F2 ; podemos cruzar la F1 con uno de los parentales para obtener una población de retrocruce; podemos construir líneas recombinantes por autopolinización durante varias generaciones, contruir líneas casi isogénicas (NILs), etc. Debemos tener una población parental una población F1 y una población segregante donde buscar marcadores moleculares polimórficos. La construcción de mapas genéticos se basan en el concepto de ligamiento y recombinación. Cuando dos loci se encuentran ligados, es decir, están situados en el mismo cromosoma o grupo de ligamiento, no se transmiten a la descendencia de manera conjunta. Cuanto más lejos se encuentran estos loci entre sí, más probabilidad hay de que se transmitan de manera independiente. La causa de esta segregación es que los cromosomas homólogos intercambian segmentos durante la meiosis. La recombinación es el proceso por el que aparecen nuevas combinaciones de genes. La proporción en

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

que se forman nuevas asociaciones entre dos pares de loci respecto al número total de asociaciones se denomina frecuencia de recombinación. Cuanto más próximos están situados dos genes en el cromosoma más improbable es que ocurra entre ellos un intercambio de ADN. Es decir, la fracción de recombinación aumenta al aumentar la distancia física. Así surgió la idea de que la fracción de recombinación podía usarse como una medida de la distancia entre los genes. De este modo se definió la distancia genética entre dos loci como el valor de la fracción de recombinación entre ellos. La unidad de medida de esta distancia genética es la unidad de mapa, que es igual al 1 por ciento de recombinación entre dos genes. A esta unidad también se le llama centimorgan (cM). La caracterización molecular de la población segregante mediante el uso de un gran número de marcadores va a permitir el cálculo de las frecuencias de recombinación entre marcadores y, por tanto, las distancias que los separan (Figura 6).

 FIGURA 6. CONSTRUCCIÓN DE UN MAPA GENÉTICO BASADO EN LAS FRECUENCIAS DE RECOMBINACIÓN ENTRE MARCADORES (MODIFICADO DE JONES Y COL., 1997).

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Mejora genética de hortícolas mediante marcadores de ADN

Una vez que hemos construido un mapa, situar un gen en él es relativamente simple. Si, por ejemplo, en una población segregante para la presencia o ausencia de una resistencia a un patógeno se descubre que el alelo de resistencia está junto a un marcador concreto, se puede situar el gen en cuestión junto al marcador en el mapa y utilizar este marcador como predicho de la resistencia al patógeno. Además, si el gen está situado en una zona saturada de marcadores moleculares podemos abordar la clonación posicional del mismo. De esta forma, si disponemos de una genoteca, es decir, de una colección de fragmentos de ADN de una especie en concreto, podemos movernos a partir del clon que lleva el marcador hasta el clon que lleva el gen de interés pasando por una serie de clones intermedios que se van solapando y conduciendo mediante “paseo cromosómico” hasta nuestro objetivo. Existen en la actualidad varios genes clonados mediante este método, sobre todos relacionados con la resistencia a patógenos. Como ejemplo podemos citar Cf2, Cf5, Sw5, genes de resistencia, o el gen que controla la abcisión de la flor Jointless (Dixon y cols., 1996; Dixon y cols., 1998; Folertsma y cols. 1999; Mao y cols., 2001). En el caso de caracteres cuantitativos este proceso se complica porque éstos muestran una segregación contínua donde el carácter muestra un amplio rango de valores desde los extremos de la distribución. Entonces, los QTLs no pueden ser cartografiados como hemos descrito porque no pueden ser identificados los loci individuales. El principio para el cartografiado de QTLs es asociar estadísticamente los QTLs a los marcadores (Figura 7). En teoría se podrían asociar el carácter cuantitativo a muchos marcadores con diferentes efectos sobre el fenotipo. Cuando detectamos un QTL que es responsable de una gran parte de la varianza fenotípica del carácter (>20%) podemos abordar su clonación, sabiendo que es responsable de buena parte de la herencia del carácter. Igual que para caracteres monogénicos, algunos poligenes han sido también caracterizados por disección cromosómica. Así se ha llegado a saber que el gen responsable del QTL para el peso del fruto fw2.2 corresponde a un intervalo de 150 Kb (Alpert y col. 1996) que contiene el gen ORFX y se ha comprobado su acción mediante el uso transgénicos, observándose una reducción significativa en el peso del fruto cuando se han introducido copias de este gen en el tomate (Frary y col. 2000). ORFX/fw2.2 además de determinar del tamaño del fruto por un control de la división celular, tiene efectos secundarios sobre el número de frutos y distribución de los fotoasimilados (Nesbitt y Tanksley, 2001). Los mapas de alta resolución nos permiten, además, otra forma de clonar QTLs. Utilizando líneas de introgresión o NILs se consigue incrementar el número de recombinantes en la zona que contiene el gen. Esto hace que esa región quede cada vez delimitada a una zona más pequeña hasta ocupar el espacio de un gen. El uso de estos recombinantes intragénicos ha determinado que el QTL Brix9-2-5 que afecta al contenido de glucosa y fructosa en el fruto de tomate se localiza en un intervalo de 484 pb que contiene un gen de la invertasa (Lin5), enzima relacionada con el metabolismo de los azúcares (Fridman y cols., 2000). En la región cercana a Lin5/brix9-2-5 se ha encontrado otro QTL, PW9-2-5, estrechamente ligado a éste (0.3cM) que afecta también al contenido en sólidos solubles en el fruto, al peso de la planta y a la producción, determinando que el gen candidato a este QTL es Self Pruning (Fridman y cols. 2002).

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 FIGURA 7. PROCEDIMIENTO PARA CARTOGRAFIAR UN QTL. SEGÚN EL LIGAMIENTO EXISTENTE ENTRE UN MARCADOR Y UN DETERMINADO QTL, SE OBTIENE UN TIPO DE DISTRIBUCIÓN DE FRECUENCIAS FENOTÍPICAS U OTRO AL DIVIDIR LA POBLACIÓN EN CLASES GENOTÍPICAS BASADO EN JONES Y COLS. 1997.

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( TEMA 11 ]

INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO AGRARIO

Jerónimo J. Pérez Parra

Doctor Ingeniero Agrónomo Director de la Estación Experimental de Cajamar “Las Palmerillas”.

Investigación y desarrollo agrario

1. ( INTRODUCCIÓN ]

El sistema hortícola almeriense constituye uno de los sistemas tecnológicos e institucionalmente mas complejos y dinámicos de cuantos integran el sector agrario español (Calatrava, 1998) con una intensa y continua demanda de conocimientos e innovaciones. El desarrollo económico asociado a la agricultura intensiva está ligado a mecanismos de incorporación continua de innovaciones tecnológicas a los procesos de producción, siendo este un fenómeno global y con un crecimiento muy acelerado cuya base es el conocimiento científico. De acuerdo con Frascati (1993), la investigación y el desarrollo experimental son una parte del proceso de innovación científica y tecnológica que, a través de un trabajo creativo, realizado de forma sistemática, pretende incrementar el volumen de conocimientos y su aplicación en la obtención de nuevos productos y procesos o en una modificación significativa de estos. Investigación básica, investigación aplicada y desarrollo experimental son las tres actividades incluidas en la definición de I+D. La influencia que sobre el bienestar de la sociedad en su conjunto, y de cada uno de los ciudadanos, tiene el desarrollo de la ciencia y la tecnología exige un esfuerzo, público y privado, creciente de fomento y coordinación de la investigación científica, el desarrollo y la innovación tecnológica. Los dos componentes claves del sistema Ciencia-Tecnología-Empresa en el sector agrario, y en otros sectores económicos, son los centros públicos de investigación y las empresas. Con carácter general, los primeros participan generando ciencia y/o desarrollando tecnología y actúan como oferta y los segundos plantean la demanda y participan absorbiendo tecnología y transformándola en innovaciones, a partir de las cuales se generan beneficios económicos. Un dilema clásico dificulta la interrelación entre investigación y empresa: los periodos de tiempo en que se mueven la oferta y la demanda son distintos. La investigación se desarrolla con horizontes a medio y largo plazo y, muchas veces, sin plantearse la aplicabilidad inmediata de sus resultados, mientras que la demanda empresarial exige plazos de respuesta cortos, respuestas globales y beneficios económicos evidentes. La necesidad de superar este dilema está cambiando en los últimos años los mecanismos de gestión de la financiación pública de la investigación tratando de crear estructuras que permitan interconectar las dos partes, respetando el papel fundamental, imprescindible y complementario que cada uno desempeña. El importante papel de la investigación y la experimentación agraria en el desarrollo socio-económico , en la seguridad alimentaria y el medio ambiente es analizado en el presente capítulop. Asimismo se revisa el marco institucional en que se desenvuelve la actividad de I+D agraria en la actualidad y se relacionan las principales líneas de trabajo de las instituciones que desarrollan actividades de I+D agraria en la provincia de Almería. 2.

( INVESTIGACIÓN,

ALIMENTARIA ]

DESARROLLO ECONÓMICO, MEDIO AMBIENTE Y SEGURIDAD

La ciencia y la tecnología, mediante inversiones en investigación agronómica, han

( 343 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

contribuido brillantemente al crecimiento del sector agrícola en muchas partes del mundo en desarrollo. Desde mediados del decenio de 1960, la producción mundial de alimentos ha aumentado en el 80 por ciento. El crecimiento agrícola, gracias a la adopción de tecnologías modernas, ha contribuido a aumentar la seguridad alimentaria y a mitigar la pobreza en el mundo en desarrollo (FAO,1996). Las tecnologías agrarias desarrolladas sobre la base de la investigación científica son esenciales para elevar la productividad sin dejar de mantener e incluso mejorar la sostenibilidad de los recursos naturales y el medio ambiente. Los rendimientos de la investigación agronómica han sido impresionantes y suelen estimarse en el orden del 20 al 190 por ciento en los países en desarrollo. Estas tasas elevadas indican que los beneficios de las inversiones justifican cumplidamente los costos de las investigaciones. En los países en desarrollo, un aumento del 1 por ciento en el crecimiento agrícola se asocia a un aumento del 1,5 por ciento de la tasa de crecimiento del sector no agrícola (Birdsall, 1995). El crecimiento del PIB per cápita ha sido más rápido cuando el crecimiento agrícola ha sido mayor (Banco Mundial, 1990). En los últimos cuarenta años ha habido importantes aumentos del rendimiento de los principales cereales de consumo humano en todo el mundo. Los rendimientos del maíz, el arroz y el trigo casi se duplicaron en el período de 1960 a 1994, lo que se debe en gran medida al cultivo de variedades mejoradas, el riego, los fertilizantes y una serie de tecnologías avanzadas de gestión de cultivos y recursos, muchas de las cuales contribuyeron a la Revolución Verde. La introducción de variedades de crecimiento rápido ha contribuido a aumentar la producción de alimentos y ha dado más rentabilidad a los recursos costosos utilizados por los agricultores, mientras que las tecnologías de gestión de cultivos y recursos han mejorado la sostenibilidad del medio ambiente y de los recursos. El cultivo de tierras menos favorables, posibilitado por las nuevas variedades de plantas (por ejemplo, variedades resistentes a la sequía), ha contribuido también a elevar la producción de alimentos (Plucknett, 1993). Tampoco hay que olvidar que las innovaciones de la industria química han permitido reducir el precio de los fertilizantes y otros productos agroquímicos, aun cuando las fluctuaciones en el precio mundial del petróleo influyan sobre el precio pagado por los agricultores. Análogamente, las inversiones en infraestructura de riego han equivalido a subvenciones masivas a la agricultura de regadío. Con insumos más baratos, los costos de producción han descendido y se ha estimulado la producción. Los rápidos progresos de la productividad han hecho descender, en general, los costos de los alimentos y han mejorado la seguridad alimentaria. En el caso de los Estados Unidos, por ejemplo, sin los progresos de la productividad logrados desde los años cincuenta, los consumidores estarían ahora pagando unos 100.000 millones de dólares anuales más por sus alimentos (USDA, 1994). También en los países en desarrollo la investigación agronómica ha desempeñado un papel importante en la mejora de la seguridad alimentaria, la reducción de la pobreza y la promoción de un desarrollo económico de amplia base. Las ofertas tecnológicas de la Revolución Verde fueron el resultado de intensas investigaciones. Los amplios efectos de la investigación agronómica se reflejan en varios indicadores importantes de la seguridad alimentaria y el desarrollo económico, a saber:

( 344 ]

Investigación y desarrollo agrario

• Suministros alimentarios más abundantes y estables en los planos nacional y familiar. • Descenso de los precios internacionales y nacionales de los cereales. Los precios reales del trigo, el arroz y los cereales secundarios en los mercados internacionales bajaron un 50 por ciento entre 1960 y 1990 (USDA, 1994b). • Menor dependencia de la ayuda alimentaria en porcentaje del consumo total de alimentos. Entre 1970 y 1990 la ayuda alimentaria mundial descendió en el 14 por ciento, mientras que para Asia lo hizo en el 65 por ciento (FAO, 1995b). • Mayores oportunidades de empleo e ingresos gracias al crecimiento económico impulsado por la agricultura. El crecimiento de la productividad agrícola se traduce en mayores posibilidades de empleo en y fuera de la explotación agrícola y constituye un importante estímulo para el conjunto de la economía. Los efectos multiplicadores del crecimiento del sector agrícola sobre el no agrícola son considerables. • Disminución de la pobreza. Todos los países que han progresado en la agricultura (como Indonesia, Malasia y Tailandia) han experimentado un descenso radical en la pobreza rural y han mejorado enormemente su seguridad alimentaria (Tweeten et al., 1996). En Indonesia, por ejemplo, el porcentaje de pobres entre la población rural bajó del 58 por ciento al 14 por ciento entre 1970 y 1990; en Malasia, el descenso fue del 21 por ciento al 4 por ciento en el mismo período (Naylor y Falcon, 1995). La investigación agronómica ha tenido también, efectos positivos sobre el medio ambiente, gracias en especial al aumento de la productividad que ha permitido reducir los cultivos en zonas marginales. En la India, por ejemplo, con las tecnologías de los años sesenta los agricultores habrían necesitado casi 60 millones de hectáreas de tierras adicionales para producir la cantidad de trigo que hoy se consume (GCIAI, 1995). La mayor productividad ha contenido también la transformación de bosques, pastizales y marismas en tierras de cultivo. Tweeten (1994), estima que en los Estados Unidos el uso de la tecnología de 1950 en lugar de la actual, requeriría más del doble de tierras para alcanzar el mismo nivel de producción. En Almería, sin la tecnología necesaria para la producción intensiva de hortalizas, sería necesario incrementar entre 3 y 4 veces la superficie cultivada para lograr los niveles de producción actuales. Asimismo, la investigación agronómica ha ayudado a reducir de forma drástica el gasto de agua para riego gracias a los avances logrados en la tecnología del riego, la producción en invernadero o el desarrollo de variedades adaptadas a condiciones de sequía. Otro aspecto donde se han logrado importantes mejoras es en la reducción del uso de insumos químicos innecesarios a través de la puesta a punto de técnicas de control integrado de plagas y enfermedades (CIP), cuyos resultados son notablemente favorables, de los logros de los mejoradores en la introducción de resistencias o tolerancias a plagas y enfermedades o del desarrollo de técnicas de desinfección de suelos alternativas al uso de biocidas como el bromuro de metilo. Incluso en tierras de secano menos controladas, más diversas y expuestas a riesgos, la investigación agronómica ha tenido éxitos notables. Los cultivos de secano con variedades de cereales de alto rendimiento superan de hecho a los de regadío (Byerlee, 1993). La mejora de la productividad lograda desde la investigación agronómica ha contribuido notablemente al bienestar de productores disminuyendo la incertidumbre sobre las producciones, incrementando su nivel de ingresos y mejorando las condi-

( 345 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

ciones de trabajo. De igual modo, las inversiones en I+D han hecho posibles grandes avances tecnológicos que han promovido un nuevo concepto ampliado de seguridad alimentaria, que no solo implica disponibilidad estable y abundante de alimentos sino que incorpora garantías para la salud de los consumidores. La investigación agronómica ha estado a menudo en vanguardia de las ciencias biológicas, estadísticas y sociales, abriendo camino para las aplicaciones en otros sectores. Algunos de los nombres más ilustres de la ciencia han estado estrechamente asociados a la agricultura: Gregor Mendel, R.A. Fischer, Paul Samuelson y muchos otros. Hoy en día, la investigación agronómica puede hallar gran parte de su inspiración tanto en los progresos de las ciencias naturales y biológicas como en las ciencias sociales aplicadas.: La cartografía de genomas (con instrumentos de la biología molecular y métodos de la biometría para sintetizar conceptos de genética clásica) se reconoce como un enfoque valioso para la mejora del germoplasma y ofrece también otras posibilidades, especialmente respecto a los genes que afectan a caracteres cuantitativos o resistencia a la enfermedad. La tecnología del ácido nucleico impulsará también la investigación sobre microbiología del suelo. Puede determinarse en cualquier suelo la composición de la población de microorganismos, lo que permitirá precisar mejor la manera de tratar los suelos para mejorar la productividad sin poner en peligro la sostenibilidad de tales recursos naturales. En los últimos diez años se han suscitado grandes esperanzas con los cultivos transgénicos: se espera que las modificaciones genéticas beneficien elevando la productividad y aumentando la resistencia a las enfermedades y a los insectos, lo cual a su vez producirá otro beneficio ambiental, el de disminuir el uso de productos químicos de protección. En cuanto a la gestión de los recursos naturales, las opciones sobre uso de las tierras son resultado de complicados procesos decisorios que tienen en cuenta las informaciones sobre suelos, climas, vegetación, situación, infraestructura, usos potenciales, mercados y recursos económicos disponibles. Los adelantos en la formación y aplicación de las técnicas de sistemas de información geográfica (SIG) influirán sobre la comprensión y la gestión futuras de los procesos relacionados con el uso de los recursos naturales para la agricultura. Con una previsión de aumento de la población mundial en 88 millones anuales en los próximos diez años, los alimentos adicionales necesarios tendrán que conseguirse mediante una mayor productividad de los recursos disponibles. Aunque actualmente el principal uso de los recursos terrestres, hídricos y biológicos del mundo es el agrícola, la mayor presión demográfica hará que esos recursos sean más disputados. El margen de expansión de las tierras cultivables es limitado y la competencia sobre la demanda de agua dulce crecerá debido al crecimiento de la población urbana y de la industrialización. La investigación agronómica tendrá que orientarse en el futuro hacia las tecnologías de producción que aprovechen al máximo los beneficios de los recursos naturales disponibles, sin dejar de protegerlos y restaurarlos al mismo tiempo para su uso futuro. La ordenación y el uso de los recursos naturales para elevar la productividad y para la conservación de la base de recursos requerirán nuevas tecnologías y estrategias de base científica. Las impresionantes contribuciones de la ciencia y la tecnología para satisfacer las necesidades alimentarias fueron posibles gracias a las inversiones en investigación

( 346 ]

Investigación y desarrollo agrario

agronómica. Los progresos futuros dependen de la continuidad o aumento de tales inversiones, para hacer frente a nuevos y más amplios problemas. La investigación debe proporcionar tecnologías para mantener el ritmo de progreso realizado hasta hoy y elevar aún más la producción, pero debe hacerlo dentro de un contexto de conservación de los recursos de los que depende la agricultura y de protección del medio ambiente natural contra los posibles efectos nocivos derivados de la intensificación agrícola. 3. ( EL MARCO INSTITUCIONAL DE LA INVESTIGACIÓN AGRARIA ]

Organizaciones e instituciones de diverso tipo realizan en todo el mundo investigaciones agronómicas. Los sistemas nacionales de investigación agraria son y seguirán siendo la piedra angular del sistema de investigación agronómica mundial, en la medida en que trabajan para elevar la productividad y la rentabilidad agropecuarias en sus respectivos países. Los SNIA están constituidos por instituciones públicas de investigación agronómica, universidades, empresas del sector privado, organizaciones no gubernamentales y organizaciones de agricultores. Uno de los hechos más significativos en la investigación agronómica en los últimos años ha sido la mayor actividad del sector privado en los países desarrollados y en los países en desarrollo más avanzados. Sus realizaciones en biotecnología y su aplicación en las explotaciones han sido muy prometedoras. No obstante, el sector privado sólo investiga sobre tecnologías y productos que pueden ser protegidos por los derechos de propiedad intelectual (por ejemplo, variedades híbridas que no pueden repetir los agricultores, pla-guicidas, etc.). Un sector agrícola próspero es una condición necesaria para el crecimiento económico y para la mejor conservación de los recursos y protección del medio ambiente. 4. ( INVESTIGACIÓN AGRARIA Y DESARROLLO TECNOLÓGICO EN ALMERÍA ]

La puesta en marcha de cuatro fincas experimentales por parte de Caja Rural de Almería, hoy Cajamar, en 1975 fue un paso determinante para el desarrollo de la investigación y el desarrollo tecnológico agrario en la provincia de Almería. Cuando se crea el Centro de Investigación y Formación Hortícola (CIFA) en 1980, en la provincia sólo existe otro Centro dedicado a la Investigación y Desarrollo en Horticultura en invernaderos: la Estación Experimental de Cajamar “Las Palmerillas”, no existiendo, o en muy escasa cuantía, investigación en las empresas privadas relacionadas con el sector. La investigación y desarrollo era abordada por otros OPIs no radicados en la provincia, bien solos bien en colaboración con la E.E. de Cajamar “Las Palmerillas” (p.e.: CRIDA-10 de Córdoba, Universidad de Córdoba, Universidad Politécnica de Madrid o Valencia). La situación, al día de hoy es completamente distinta: se crea la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Agrícola (en 1987), posteriormente, la Universidad de Almería (en 1993); las empresas privadas incrementan las actividades de investigación y desarrollo realizadas en Almería y se pone en marcha la Fundación para la Investigación Agraria en la Provincia de Almería (FIAPA) a finales de la década de los 80

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

del pasado siglo, con el objetivo de integrar y coordinar los esfuerzos en I+D agraria públicos y privados realizados en la provincia. La reciente creación de la fundación TECNOVA y el futuro parque tecnológico de Almería (PITA) completan un esperanzador entramado institucional para el futuro de la investigación agraria y el desarrollo tecnológico en Almería. En el cuadro 1 se resumen los recursos actuales de la investigación y desarrollo agrario en la provincia de Almería. En dicho cuadro se presenta una estimación de los recursos destinados a I+D, del sector público y privado, en Almería, en el año 2002. Los datos de empresas han sido estimados a partir de información facilitada por las mismas. 

CUADRO 1. ENTORNO DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO TECNOLÓGICO EN ALMERÍA, OTROS CENTROS / ENTIDADES, DATOS DE 2002.

Recursos humanos Doctor

Tit.Sup.

Otros

Total

Presupuesto anual estimado (Millones de EUROS.)

30

22

30

88

3,5

E. E. de CAJAMAR “Las Palmerillas”, empresas Y FIAPA

15

40

80

135

15,0

TOTAL

45

66

110

223

18,5

Centros situados en Almería Centros públicos Univ. de Almería, EEZA (CSIC) y CIFA Centros privados y fundaciones

4.1. ( Líneas de trabajo principales de los centros y grupos de investigación de Almería en el ámbito de la agricultura ]

Las principales áreas y líneas de trabajo de los grupos de investigación que desarrollan su actividad en la Estación Experimental de Cajamar “Las Palmerillas”, el CIFA “La Mojonera y La Cañada”, y la Universidad de Almería se resumen a continuación.  ESTACIÓN EXPERIMENTAL DE CAJAMAR “LAS PALMERILLAS” La actividad investigadora de la E.E. de Cajamar se estructura en las áreas que se citan a continuación destacando el esfuerzo realizado en relación con el uso del agua y los aspectos físicos (estructuras y clima) de la producción en invernadero. ÁREA DE HORTICULTURA Gestión del clima en invernadero

• Sistemas de refrigeración en invernadero: ventilación, sombreo y sistemas evaporativos. • Sistemas de calefacción en invernadero y sistemas de ahorro de energía. • Mallas anti-insecto: eficacia y efecto sobre la tasa de ventilación.

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Investigación y desarrollo agrario

Estructuras y materiales de cubierta

• Evaluación de materiales plásticos de cubierta. • Mejora del diseño y análisis de estructuras de invernadero. Uso de agua en invernadero

• Programación de riegos en invernaderos enarenados. • Estrategias de riego en tiempo real en cultivos de invernadero. • Manejo del riego mediante el uso de sensores de planta y humedad del suelo. • Estudio del efecto de la salinidad sobre el tomate en cultivo sin suelo. • Sistema de riego por goteo subterráneo usando agua depurada. Otros programas

• Evaluación de nuevas variedades de las principales especies hortícolas. • Nuevas técnicas de cultivo de hortalizas. • Evaluación de diferentes técnicas de cultivo forzado de espárrago verde. • Aplicaciones de energías alternativas en invernadero. ÁREA DE FRUTICULTURA Níspero japonés

• Utilización de estrategias de riego deficitario controlado (rdc) en níspero japonés (Eriobotrya japonica Lindl.) cv ‘algerie’ • Fisiología de la maduración en níspero japonés (Eriobotrya japonica Lindl.) • Estudio de alternativas al aclareo manual de estructuras reproductivas en níspero japonés. Aclareo químic • Cultivo intensivo forzado de níspero japonés cv ’Magdall’ Uva de mesa

• Mejora de la precocidad de uvas apirenas tempranas (sugraone y flame seedless) mediante su cultivo forzado bajo plástico. Respuesta fisiológica y productiva. • Evaluación de la adaptación de variedades apirenas tempranas y tardías en Almería. Caquis

• Evaluación agronómica de los cultivares de persimonion (Diospyros kaki) ‘fuyu imoto’ y ‘fuyu jiro’, injertados sobre Diospyros lotus y Diospyros kaki. Frutales de hueso

• Evaluación agronómica y comercial de cultivares de melocotonero (Prunus persica) con bajos requerimientos en horas-frío. Mango

• Evaluación agronómica de distintos cultivares de mango (Mangifera indica L.). Cítricos

• Evaluación agronómica de patrones (procedentes del IVIA) resistentes a la tristeza, posibles sustitutos del citrange Carrizo.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Evaluación agronómica de patrones enanizantes (procedentes del IVIA). • Estudio de distintas formas de aporte de materias organo-húmicas en cítricos.

 CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y FORMACIÓN AGRARIA (CIFA) “LA MOJONERA Y LA CAÑADA” En el CIFA de la Junta de Andalucía en Almería, además de las líneas de investigación que se resumen a continuación, es destacable el amplio programa de formación que se desarrolla tanto para agricultores como para técnicos sobre aspectos relacionados con la agricultura protegida. AREA: PROTECCIÓN VEGETAL Control de Plagas

• Estudios de parámetros ecológicos y colonizadores de las especies plagas hortícolas para la ayuda de la toma de decisiones fitosanitarias en los programas de protección integrada. • Evaluación de la acción de los productos fitosanitarios químicos sobre la fauna auxiliar beneficiosa autóctona, incluida en los programas de protección integrada. Virología

• Identificación de nuevos virus causando enfermedades en cultivos hortícolas de invernadero. • Desarrollo de métodos de control de enfermedades en hortícolas causadas por virus conocidos. • Optimización de métodos de diagnóstico de virus en hortalizas mediante técnicas de la biología molecular (RT-PCR y sondas de hibridación) para su uso en los cultivos en invernadero. Micología

• Etiología de las podredumbres del tallo del tomate y pepino. • Métodos de control de Phytophthora spp. en el agua de riego con hipoclorito. • Sanidad de los cultivos hortícolas sobre sustratos. • Viabilidad de fitopatógenos de cultivos hortícolas tras el compostaje de restos de cosecha. • Evaluación del estado sanitario de los sustratos utilizados para la producción de plántulas de hortícolas. AREA: TECNOLOGIA HORTICOLA Optimización de la fertirrigación

• Adecuación del aporte de fertilizantes a las necesidades nutricionales de los cultivos basado en estudios de composición mineral de las plantas. • Evaluación de la calidad del agua residual depurada de origen urbano, mediante determinación de las propiedades físicas, químicas y microbiológicas, para su utilización en fertirrigación.

( 350 ]

Investigación y desarrollo agrario

Fisiología

• Adaptación de la técnica de enriquecimiento carbónico a la horticultura mediterránea. • Valoración de la eficiencia de diferentes sistemas de calefacción sobre la producción de cultivos hortícolas. • Desarrollo de un modelo para la gestión de la fertirrigación en los cultivos en sustrato. • Desarrollo y evaluación de un sistema de reutilización de la solución lixiviada en los cultivos sin suelo. • Gestión de fertirrigación en sustrato en sistemas abiertos y recirculantes. AREA: BIOTECNOLOGIA Y MEJORA DE HORTÍCOLAS

• Puesta a punto de método de multiplicación in vitro de sandías triploides (sin semilla). • Identificación/certificación varietal de vides para uva de mesa y vino mediante marcadores moleculares microsatélites. • Mejora de las técnicas de bio-polinización en cultivos de pimiento en invernadero. AREA: CULTIVOS ALTERNATIVOS A LA HORTICULTURA Fruticultura

• Evaluación de la influencia del riego deficitario controlado en naranjo. • Estudio de variedades de ciruelo japonés para zonas cálidas. • Comportamiento de diferentes variedades de cítricos en Almería. • Estudio de la higuera y granado como cultivos alternativos para la provincia de Almería. • Evaluación de la influencia del riego con agua salinas en olivo. • Control del Minador de las hojas (Phyllocnistis citrella Stainton) en plantones de cítricos. Ornamentales

• Evaluación de las posibilidades agronómicas de nuevos cultivos a partir de especies autóctonas, mediante estudios nutricionales y mediante estudios de propagación y cultivo intensivo. • Recolección y conservación de semillas de especies autóctonas de interés agronómico y medio ambiental.

 UNIVERSIDAD DE ALMERÍA De acuerdo con la información disponible de la Universidad de Almería, (OTRI,2003) la actividad investigadora en agroalimentación se estructura según los grupos y líneas siguientes: GRUPO: PROTECCIÓN VEGETAL DE CULTIVOS EN INVERNADEROS

• Control químico de plagas: eficacia biocida y tecnológica. • Lucha integrada contra plagas y enfermedades.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Enfermedades causadas por hongos de suelo en hortícolas: identificación, patogenicidades y métodos de control. • Modelos matemáticos aplicados: planta-plaga, plaga-enemigo natural. • Plagas de hortícolas: identificación, ecología, enemigos naturales, métodos de lucha química y biología. • Virosis en hortícolas: biotecnología y estrategias de control. GRUPO: NUTRICIÓN Y ALIMENTACIÓN ANIMAL

• Bioquímica digestiva de peces y rumiantes. • Desarrollo y aplicación de sistemas de digestibilidad in vitro para peces y rumiantes. • Evaluación nutritiva de fuentes proteicas vegetales en piensos para peces. • Relación pasto-herbívoro. • Biotecnología enzimática aplicada a la conservación de crustáceos. GRUPO: RESIDUOS DE PLAGUICIDAS

• Desarrollo de métodos para el análisis de pesticidas en el medio ambiente y en alimentos. • Estudios de procesos de oxidación avanzada para la mineralización de pesticidas y otros contaminantes en aguas y afluentes. • Estudios interdisciplinares de vigilancia de contaminantes en el medio ambiente. • Evaluación de pesticidas y productos de transformación en tecnologías de descontaminación. • Evaluación de toxicidad en aguas industriales y muestras medioambientales. GRUPO: SISTEMAS DE PRODUCCIÓN EN PLASTICULTURA E INFORMACIÓN APLICADA ALAS CIENCIAS AGRARIAS Y MEDIOAMBIENTALES

• Aplicaciones de Internet en las ciencias agropecuarias, asesoría, formación, investigación y comercialización. • Diseño, simulación y enseñanza con ayuda de ordenador sobre invernaderos. • Economía agraria y medioambiental, comercialización agraria. • SIGs en planificación rural y ordenación del espacio. • Tecnologías del manejo de invernaderos, gestión de la producción hortícola. GRUPO: GENÉTICA Y FISIOLOGÍA DEL DESARROLLO VEGETAL

• Análisis genético y molecular de la inducción floral y el desarrollo del fruto. • Fisiología e interacción génico-hormonal de los procesos de floración y fructificación. • Mejora biotecnológica de la calidad de fruto (sabor, larga vida, contenido en pigmentos, azúcares y otros compuestos). • Mejora genética de plantas asistidas por marcadores moleculares.

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Investigación y desarrollo agrario

GRUPO: FISIOLOGÍA, PRODUCTIVIDAD Y PROTECCIÓN DE LOS VEGETALES

• Control biológico. • Divulgación sobre micología. • Taxonomía fúngica. • Uso del CO2 en el agua de riego sobre la productividad de los cultivos almerienses. GRUPO: INGENIERÍA RURAL

• Aplicación y gestión óptima de recursos hídricos en zonas áridas. • Desarrollo de equipos para la mecanización de las labores en cultivos protegidos. Climatización de invernaderos. • Elaboración, evaluación, planificación y gestión técnica y ambiental de proyectos agrarios y alimentarios. Diseño y construcción de invernaderos y de infraestructuras y equipamientos agrarios. • Ingeniería cartográfica, topografía y geodesia. Aplicaciones S.I.G. a actuaciones en el medio rural. • Uso de energías alternativas en agricultura. GRUPO: TECNOLOGÍA DE LA PRODUCCIÓN AGRARIA EN ZONAS SEMIÁRIDAS

• Generación y explotación de modelos de terrenos. • Ingeniería rural. • Mecanización de los cultivos en invernadero. • Modelización y animación gráfica en el diseño de maquinaria e industrias agrarias • Teledetección, fotointerpretación y SIG para el análisis y evaluación de recursos productivos. GRUPO: PRODUCCIÓN VEGETAL EN SISTEMAS DE CULTIVOS MEDITERRÁNEOS

• Sanidad de semillas hortícolas. • Evaluación de la sanidad en los cultivos sin suelo con recirculantes y filtros biológicos. • Evaluación de la biofumigación y de la biofumigación con solarización como desinfectante y mejorador del suelo. • Nuevos métodos y tecnologías en Producción Integrada de hortalizas bajo invernadero: técnicas ecocompatibles. • Injerto en hortícolas • Producción y calidad de frutos, hortalizas y ornamentales; optimización; post-cosecha. • Control climático en invernaderos mediterráneos. • Programación de riegos, uso del agua y nutrientes en cultivos y su modelización. • Control del fertirriego en cultivos hortícolas • Valoración y aspectos fitosanitarios del compost, su agronomía.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

GRUPO: FRUTICULTURA SUBTROPICAL Y MEDITERRÁNEA

• Fisiología de la floración. • Fructificación en frutales mediterráneos y subtropicales • Maduración y precocidad de los frutos • Mejora de frutales • Técnicas de cultivo y material vegetal en frutales. GRUPO: SISTEMAS DE CULTIVO HORTÍCOLAS INTENSIVOS

• Control climático en invernaderos. • Estudio bioquímico y enzimático de cultivos hortícolas intensivos. • Prácticas de manejo del N en cultivos hortícolas intensivos que minimizen las pérdidas de nitratos. • Uso de agua, relaciones hídricas y programación de riegos en cultivos hortícolas. GRUPO: DESARROLLO DE TÉCNICAS MICROBIOLÓGICAS PARA LA MEJORA DE SUELOS

• Biodegradación y reutilización de residuos agrícolas. • Microbiología del suelo. • Microorganismos ligninolíticos. • Microorganismos antagonistas. • Producción de biopolímeros. GRUPO: AGRICULTURA Y MEDIO AMBIENTE EN ZONAS ÁRIDAS

• Degradación química y contaminación por metales pesados y sustancias potencialmente contaminantes del suelo, sustratos y cultivos en horticultura protegida. • Eficiencia agronómica en los procesos de absorción, transporte y asimilación de agua y nutrientes en especies de horticultura intensiva. • Evaluación y cartografía edafo-paisajística. • Optimización y gestión integral del agua y los fertilizantes (fertirrigación) en cultivos hortícolas intensivos. GRUPO: ECOLOGÍA DE ZONAS ÁRIDAS

• Biología de la conservación, biodiversidad y biogeografía. • Demografía de poblaciones de plantas y animales y análisis de viabilidad. • Estudios integrados y desarrollo de sistemas expertos para la evaluación y restauración de ecosistemas y paisajes áridos. • Fisiología de plantas de zonas áridas. • Relaciones suelo-agua-planta, erosión y modelos bioclimáticos.

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Investigación y desarrollo agrario

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

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Investigación y desarrollo agrario

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( 357 ]

( TEMA 12 ]

UTILIZACIÓN DE PANTALLAS TÉRMICAS ALUMINIZADAS EN INVERNADEROS MEDITERRANEOS

Eduardo Jesús Fernández Rodríguez

Doctor Ingeniero Agrónomo. Catedrático de la Universidad de Almería Manuel Díaz Pérez

Ingeniero Técnico Agrícola. Departamento de Producción Vegetal. Universidad de Almería Ángel Jesús Callejón Ferre

Dr. Ingeniero Agrónomo. Mónsul Ingeniería, S.L. Profesor asociado de la Universidad de Almería

Utilización de pantallas térmicas aluminizadas en inveranderos mediterraneos

1. ( INTRODUCCIÓN ]

El productor de hortalizas bajo invernadero ha seguido tradicionalmente un camino hacia el crecimiento de su empresa incrementando el tamaño medio por explotación, el número de invernaderos por explotación, o concentrando bajo su gestión varias explotaciones geográficamente distantes (a veces sólo unos pocos kilómetros). La incorporación de innovaciones tecnológicas es la segunda vía por la que se apuesta desde una perspectiva empresarial, capitalizando la empresa mediante la inversión en la propia explotación, con el objetivo de optimizar la productividad alcanzada en la explotación por unidad de superficie. En los mercados nacionales así como en los internacionales se busca incrementar la permanencia de los productos hortícolas, al objeto de poder abastecer la demanda a lo largo de casi todo el año. Gran parte de los invernaderos presentes en el sureste español aún hoy son considerados pasivos desde el punto de vista del control climático. Las infraestructuras y tecnologías dedicadas al control climático pueden aproximar las condiciones ambientales hasta niveles más próximos a los rangos deseados para los cultivos, atenuando efectos adversos sobre la fisiología y producción de cultivos debidos a déficit higrométricos, altas y bajas temperaturas. Resulta bastante frecuente que bajo los invernaderos se desarrolle la producción vegetal bajo condiciones climáticas subóptimas, e incluso a veces, fuera de rangos aceptables. Tanto en los primeros meses de cultivo en los ciclos habituales practicados en el sureste español (julio, agosto, septiembre y octubre) como en los últimos (abril, mayo y junio) se registran condiciones térmicas e higrométricas alejadas de los valores considerados óptimos para los cultivos. Estas condiciones pueden provocar además de un severo estrés en los cultivos, una significativa reducción de la producción, tanto por problemas de fructificación y cuajado del frutos, fisiopatías, como por la limitación impuesta a la duración del ciclo. También las temperaturas bajas y la elevada humedad en los meses invernales (diciembre, enero y febrero) provocan un envejecimiento de la plantación y disminuyen el rendimiento y el calibre de los frutos (Castilla, 1986). La elevada radiación solar y temperatura se traducen en elevadas tasas de evapotranspiración en los cultivos, limitando el suministro de agua que perciben a través de las raíces llegando a producirse quemaduras y/o marchitamientos irreversibles. El sombreo tiene como finalidad principal el reducir la temperatura de la planta y su ambiente circundante a la vez que disminuye su evapotranspiración al afectar al componente radiativo. La disponibilidad de radiación en el sureste español nos sitúa en una posición privilegiada a la hora de cultivar hortalizas bajo invernadero, convirtiéndose en un factor limitante de la producción según especies, sólo en determinados momentos durante la época invernal. El blanqueo de la cubierta plástica, tambien denominado encalado, a base de carbonato cálcico o de cal apagada es el sistema de sombreo más extendido en la horticultura protegida mediterránea. En zonas de poca lluvia se prefiere el carbonato cálcico o blanco de España porque es más fácil de eliminar por lavado, mientras que en zonas más húmedas es preciso usar soluciones de cal apagada. La reducción de la radiación al encalar puede proporcionar niveles de trasmisividad próximos al 30% sobre la radiación

( 361 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

global exterior (Morales et al, 1998) aunque puede resultar muy superior en algunos casos llegando a registrarse transmisividades próximas al 10-15%. El encalado no está ligado en sí a una reducción fija de la transmisividad y puede ajustarse a la demanda incrementando o disminuyendo las dosis. Su aplicación y uniformidad se pueden ver afectadas por el régimen de vientos, creando fuertes variaciones en las condiciones de densidad de flujo fotosintético y temperatura ambiente en el interior del invernadero (Fernández-Rodríguez et al, 1998). Además, el encalado es lavable y necesita ser repuesto (con inmediatez en numerosas ocasiones) después de la lluvia ya que las plantas se encuentran aclimatadas a un determinado nivel de radiación y la eliminación de la cal puede hacerlas pasar en muy pocas horas a vegetar en un ambiente con valores muy superiores de densidad de flujo de fotónica. En otras ocasiones su eliminación es gradual, debido a los efectos del rocío y condensación exterior o incluso una deficiente fijación a la cubierta debida a la presencia de ciertas sustancias que repelen a la propia cal. Para dar respuesta a esto último, existen formulados comerciales que prolongan la duración del encalado sobre la superficie del plástico, aunque su eliminación posterior requiere de mayor empeño por parte del agricultor. En Almería se han registrado descensos de 2 ºC con el empleo de cal, en estructuras tipo parral de 22 m de anchura y ventilación lateral. El encalado no logra por sí sólo un clima óptimo de cultivo en zonas cálidas, aunque su relativa efectividad y la economía de su uso explican la popularidad de esta técnica (Montero, 1994). Entre las posibles alternativas hoy disponibles se encuentra la utilización de sistemas de sombreo móviles automatizados. En ellos la extensión de las pantallas puede decidirse a partir de un umbral térmico y/o radiativo, por tiempos, o por cualquier algoritmo que se desarrolle específicamente. El interés de estas tecnologías reside entre otras causas en su papel como herramienta de prevención de estrés hídrico (Stangellini, 1994). Las mallas de sombreo aluminizadas presentan la ventaja de reflejar parte de la radiación solar, reduciendose la intensidad luminosa y el calentamiento excesivo, tanto del ambiente como del suelo y las plantas. Con estos sitemas se consiguen descensos de temperatura de las plantas de 1-2 ºC (Boulard et al, 1991), no obstante, para evitar reducciones térmicas indeseables deben de presentar un sistema de extensión móvil. La movilidad de las pantallas permite que su uso esté ligado a condicionantes sobre parámetros climáticos exteriores y/o interiores que permiten a los cultivos aprovechar la disponibilidad radiativa. Además, la uniformidad del tejido de la malla puede condicionar la homogeneidad de flujo de luz (Bakker y van Holsteijn, 1995) y temperatura en el invernadero (Post y Maawinkel, 1984; van Holsteijn, 1987). La reducción de la transmisión después de un encalado depende de la intensidad del mismo. Nuestra Cátedra de Horticultura ha venido realizando varios trabajos al respecto encontrando valores muy variables. Fernández Rodríguez et al, (1999) encontraron reducciones de transmisión de PPFD durante las horas centrales del día del 29,1% , con un encalado de 30 g · m-2 realizado en la segunda quincena de agosto en un invernadero de “raspa y amagado” de 4,5 m de altura. A la salida del invierno, tras un segundo encalado de 20 g m-2, la reducción fue menor, sólo del 19,7%, debido a la menor cantidad de cal empleada. Estas diferencias muestran la variabilidad intrínseca a la técnica de encalado cuyos efectos además son dependientes del mayor o menor peso

( 362 ]

Utilización de pantallas térmicas aluminizadas en inveranderos mediterraneos

de la reflexión de la radiación incidente debido a la inclinación de los rayos solares como consecuencia de las variaciones estacionales. En otro de nuestros trabajos, los valores de transmisividad de la densidad de flujo fotónico fotosintético –PPFD- (Fernández Rodríguez et al, 1999) bajo las pantallas termorreflectivas móviles de tres densidades (40, 50 y 60% de sombra -Aluminet®) demostraron ser más uniformes que bajo el tradicional encalado, proporcionando a un cultivo de tomate un campo radiativo mucho más estable. Por otro lado, frente a las críticas que en algunas ocasiones reciben los fabricantes de estos materiales los valores determinados en dicho trabajo resultaron similares a los aportados por el fabricante (Polysack Plastic Industries RASCS Ltd). La investigación desarrollada demostró la fragilidad que representa el control de la disponibilidad radiativa bajo el encalado, que afectado por las condiciones ambientales, dificultó el mantenimiento de una transmisividad constante a lo largo del ciclo de cultivo. El tipo de pantalla que proporcionó valores de transmisividad más próximos a los registrados bajo el encalado en cultivo de tomate fue el 40%. En el manejo de la transmisividad en un invernadero se han de tener en cuenta tanto la disponibilidad de radiación exterior, la inclinación de los rayos solares y su interacción con el material de cobertura del invernadero y su propia estructura. La propia transmisividad del material de cubierta ya supone una propiedad a considerar en la gestión de la radiación. En el mercado es común encontrarse con cubiertas plásticas tricapa, coextruidas que permiten el paso de porcentajes próximos al 80% PPFD. Además, la acumulación de polvo y el envejecimiento del plástico son factores que dificultan la estimación y control de la transmisividad del invernadero bajo condiciones semiáridas. En nuestros trabajos hemos encontrado descensos de transmisividad del 8% PPFD, como consecuencia de la acumulación de polvo procedente de una lluvia sahariana. Por el contrario, la limpieza de la cubierta plástica una vez finalizado el periodo de encalado a la entrada del otoño, puede incrementar la transmisividad de PPFD entre un 20-25% (Fernández-Rodríguez et al, 1998), aunque se han obtenido también importantes descensos (14-17%) después del lavado de invernaderos que no habían sido blanqueados a la salida del verano (Morales et al, 1998). La acumulación de suciedad puede traducirse en una reducción de rendimiento para un cultivo de tomate (Cockshull et al, 1992) especialmente en un ciclo largo de agosto/septiembre-mayo/junio, típico en el sureste de España. Cuando se desea eliminar la cal es común el lavado del plástico mediante manguera, y cuando resulta preciso se recurre a un cepillado activo, existiendo dispositivos que efectúan tal operación de forma mecanizada. En las estructuras sofisticadas tipo Venlo existen dispositivos robotizados que realizan esta operación de forma automatizada. La utilización de pantallas térmicas aluminizadas móviles durante la noche es una técnica que reduce significativamente las pérdidas de calor en los invernaderos (Baille et al, 1985) aunque obviamente resulta dependiente de su densidad, encontrándose su uso cada vez más extendido en zonas frías para economizar los gastos de combustible en invernaderos con calefacción (Plaisier, 1991). En instalaciones altamente tecnificadas pueden coexistir en un mismo invernadero pantallas cerradas para ahorro energético, y pantallas de un determinado porcentaje de sombreo para su uso durante el día.

( 363 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

En nuestro caso, al tratarse de infraestructuras de invernadero tipo “raspa y amagado” no calefactado los trabajos se han planteado contemplando una doble aptitud de las pantallas, representando una inversión aproximada, incluyendo automatismos de 4,5 a 5 euros m-2, amortizable en 5-6 años, en lo relativo a materiales de sombreo y 10 años en lo relativo a infraestructura fija.

( MANEJO DE LAS PANTALLAS TÉRMICAS ALUMINIZAS EN INVERNADEROS MEDITERRÁNEOS] 2.

Un buen manejo en el control climático cuando se emplean mallas aluminizadas pasa por realizar un apropiado diseño que nos permita aprovechar al máximo las condiciones climaticas existentes en nuestra área, modificando sólo aquellos valores que son condicionantes para cada explotación. Esta modificación climática dependerá tanto de las diferentes variables bio-climáticas presentes en cada sistema de cultivo (tipo de cultivo y ciclo desarrollado, situación geografica, exposición a vientos, etc.), como variables tecnológicas (tipo y dimensiones de la estructura, superficie y distribución de la ventilación, calefacción,etc). Desde el punto de vista del manejo, el principal factor a considerar es el propio cultivo. Las pautas de control climático deben orientarse a partir del conocimiento de la influencia de los diferentes factores ambientales sobre el crecimiento y la fisiología del cultivo, eligiéndose siempre el porcentaje de sombreo y planificando la estrategia de control de la radiación, específicamente para cada caso. Este reto plantea una dificultad intrínseca a la horticultura de invernadero actual. La variabilidad que representa el material vegetal, por su amplia oferta, su concepción para adaptarse a diferentes ciclos de cultivo, y su constante renovación, dificulta el ajuste de esa planificación a medida, ya que resulta dependiente de la variedad a utilizar. Desde este punto de vista creemos necesario profundizar en la investigación sobre la respuesta varietal en aspectos relacionados con la saturación de la fotosíntesis a determinados umbrales radiativos, los efectos del sombreo sobre el reparto de asimilados entre órganos cosechables y estructuras vegetativas no aprovechables por los cultivos, o la influencia de la reducción de la radiación sobre la gestión del agua y fertilizantes mediante el fertirriego. La falta de criterio y conocimiento ha llevado a algunos investigadores a plantear experimentos sobre especies cuya avidez por la luz ha demostrado la inoperatividad del sombreo. Quizás en este sentido en el empleo de pantallas termoreflectivas a escala comercial, sea mucho más importante la pregunta ¿cómo debo emplear las pantallas? que ¿qué densidad de pantalla debo instalar?. En países como Israel se emplean para la producción de pimiento densidades del 30 al 40%. En nuestra experiencia hemos evaluado porcentajes comprendidos entre el 40 y el 60% para la producción comercial de tomates y pimientos del sureste español, y desde el punto de vista productivo, siempre la producción ha resultado superior en las densidades más bajas empleadas. Sin embargo, las ventajas derivadas del empleo de una determinada pantalla están netamente condicionadas por la variabilidad de las condiciones climatológicas a lo largo de un ciclo de cultivo, y lo que en un momento determinado puede representar un inconveniente (por ejemplo nuestra

( 364 ]

Utilización de pantallas térmicas aluminizadas en inveranderos mediterraneos

experiencia constatada demuestra como con un sombreo excesivo se ralentiza el ritmo de maduración de los tomates de los primeros ramilletes, bajo pantallas del 60%), resulta ser una garantía en otras circunstancias. Cara a la prevención de daños por heladas, las pantallas más eficaces son las de mayor densidad, al permitir una mejor vegetación de las plantas, (que para el cultivo de tomate, afecta de forma significativa al cuajado de frutos durante la época más fría, lo cual puede suponer contar con ramilletes bien formados con un mayor número de frutos y de mejor presencia en el mercado, o incluso algo tan drástico como poder continuar con la producción en lugar de arrancar el cultivo). La intensidad del sombreo puede traducirse en diferencias morfológicas como entrenudos más largos, plantas con un color más oscuro, con hojas más finas, con un contenido en materia seca inferior, y tal y como expresan los agricultores “más tiernas”, todo ello pese a presentar unos valores de eficiencia fotosintética generalmente superiores (Fernández-Rodríguez et al, 2001). 3. ( MANEJO DIURNO DE LAS PANTALLAS TERMOREFLECTIVAS MÓVILES]

Durante el día la radiación solar penetra a través de la cubierta del invernadero y calienta las plantas y el resto de los elementos internos. En la Figura 1 podemos apreciar la evolución de la temperatura del aire en el invernadero describe una curva sinusoidal, en función del tiempo, con interferencias al igual que al aire libre derivadas de la transpiración (Rosenberg, 1974). 35

Temperatura (ºC)

30 25 20 15 10 5

5

0

:4

23

5

:3

0

:1

22

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21

20

0

:4

5

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0

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:0

0

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0

:1

12

11

45

:0

10

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8:

15

7:

00

6:

45

5:

30

3:

2:

00 0:

1:

15

0

Horas del día (h)



FIGURA 1. CURVA DE EVOLUCIÓN DE LA TEMPERATURA EN UN INVERNADERO DE TIPO “RASPA Y AMAGADO” EN ALMERÍA CON CLUTIVO DE TOMATE A LO LARGO DE UN DÍA (11-6-1999).

Este patrón puede ser alterado en el invernadero si hay sistemas de calefacción, ventilación exterior o empleo de cubiertas móviles (Whittle, 1960). Las pantallas se utilizan para dar sombra en los momentos centrales del día, cuando la temperatura es excesiva,

( 365 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

ya que con una radiación extremadamente alta en el interior de los invernaderos la temperatura de las hojas pueden incrementarse excesivamente, produciendo irreversibles daños en la maquinaria fotosintética por encima de los 35 ºC (Gijzen, 1994). Las altas temperaturas también pueden ejercer efectos negativos sobre la calidad de los frutos (Janse, 1988). Concretamente en tomate atributos como la firmeza, la coloración de los frutos (“cuello amarillo”) (Serrano, 1996) se ven modificados por temperaturas por encima de los 35 ºC. Estos fenómenos son frecuentes de observar en condiciones mediterráneas en Almería en los meses primaverales (abril - mayo y junio). Nuestra experiencia ha demostrado la mayor consistencia de los frutos de tomate cultivados bajo pantallas del 60% de sombreo, aunque en contraposición el contenido en sólidos solubles disminuye al aumentar la intensidad de sombreo. El criterio de extensión de las pantallas fundamentado en un umbral térmico sitúa como referencia a modo aproximativo como momentos aconsejables aquellos donde la temperatura diurna sobrepasa los temperaturas en el rango de 30 ºC-35 ºC sobre las hojas. Aspectos importantes como la aclimatación de las plantas al ambiente, su endurecimiento, y el propio desarrollo fenológico pueden, no obstante, cuestionar la validez de dicho umbral. Su instalación, en teoría siempre que sea posible, ha de realizarse en el exterior del invernadero, dado que la reducción de temperatura es más adecuada (el sombreo se realiza desde fuera y no se genera una cámara superior en el interior del invernadero entre la pantalla y el material de cubierta, que, de no encontrar una fácil y eficiente salida al exterior termina por incrementar la temperatura de la zona situada bajo la pantalla). Como inconvenientes además de su mayor precio, se requiere de materiales más resistentes, condicionando éstos la vida útil de la malla y se complica la instalación, que debe prever la resistencia a inclemencias como vientos de elevada velocidad, ajuste a las dimensiones de los invernaderos, etc. No obstante, en la cuenca mediterránea cuando se recurre a la ubicación de mallas de sombreo en el exterior del invernadero se hace generalmente renunciando al control automatizado de la extensión y optando por una instalación fija de las pantallas, que se apoyan sobre el propio material de cubierta del invernadero. El manejo que puede realizarse cuando las pantallas se colocan sobre el exterior, consiste en pasar por un periodo intermedio durante el cual en los laterales de cada capilla las mallas se pliegan, dejando pasillos que permiten una aclimatación progresiva antes de su retirada definitiva. En otras ocasiones se opta por emplear una doble malla, pasando por una situación intermedia en la que sólo se emplea una malla, antes de su retirada. La malla interior absorbe parte una parte de la radiación solar (en función de su color y tipología) otra parte se transmite y otra parte se refleja. La reflexión en el caso de las pantallas aluminizadas es importante, contribuyendo el diseño y disposición espacial de los filamentos a la dispersión de los rayos incidentes. En el caso de las pantallas ensayadas hemos encontrado muy buena uniformidad del campo radiativo, imputable precisamente a los múltiples ángulos de incidencia sobre los filamentos de polietileno aluminizado, circunstancia no común en otros tipos de materiales en los que su disposición espacial es plana. Como consecuencia de la reflexión de la radiación se acumula calor dentro del invernadero en la cámara superior, calor que debe ser evacuado por

( 366 ]

Utilización de pantallas térmicas aluminizadas en inveranderos mediterraneos

ventilación cenital, siendo importante contar con una eficaz ventilación, especialmente cuando sobre las superficies de ventilación se instalan mallas de 20 x 10 hilos cm-1. De modo genérico, por tanto, se deduce la recomendación de abrir las ventanas cenitales cuando las pantallas sean desplegadas. Por el contrario, cuando la pantalla se sitúa en el exterior no existe una división de zonas supra e infra-pantalla dentro del invernadero, y además se refrigera con el aire exterior del invernadero. Quizás, como solución técnica, la instalación de pantallas exteriores móviles automatizadas pueda representar ventajas en términos de productividad sobre las instalaciones interiores, pero a nuestro entender, dada la singularidad de las estructuras predominantes en el sureste español, económicamente no resulta rentable su transferencia a los productores de hortalizas. Otro punto importante a tener en cuenta al instalar la malla de sombreo en el interior del invernadero es que, en ciertas ocasiones, en especial cuando el número de renovaciones de aire en el invernadero son muy bajas (circunstancia típica de días con vientos en calma, aún con el 100% de las ventanas abiertas), se provoca una disminución de los intercambios de aire entre la zona de vegetación y el medio exterior que pueden además de producir un efecto opuesto al deseado en el control de la temperatura de la planta, incluso reducir la concentración de CO2. Indiscutiblemente el sombreo y la ventilación han de ir asociados. Para aquellos casos en los que las condiciones ambientales provoquen una reducida tasa de renovación del aire, se pueden emplear varias estrategias. La primera consiste en no desplegar totalmente las pantallas, dejando unas franjas que pueden generar una mayor convección en el invernadero. La segunda consiste en realizar ciclos periódicos de extensión-plegado de las plantallas, para permitir el intercambio entre los dos ambientes bien definidos. La tercera, por supuesto la más costosa, pasa por la combinación de la tecnología de sombreo con sistemas de ventilación dinámica, bien mediante simples y económicos ventiladores agitadores, bien mediante extractores de mayor envergadura, cuyo dimensionamiento en muchas ocasiones hemos podido comprobar que resulta insuficiente e inoperativo. También resulta interesante valorar aspectos importantes como son la forma y dimensión de la ventana, la exposición de las ventanas a los vientos y por tanto la propia orientación del eje principal del invernadero. En condiciones bajo invernadero mediterráneo el tiempo de extensión de las pantallas es variable para cada caso, así en los meses de mayo, junio, julio o agosto este tiempo puede oscilar entre 5-8 horas día-1 reduciéndose periódicamente el tiempo de extensión hasta 1-0,25 horas día-1 en el periodo otoñal (septiembre-octubre) acorde con las medidas solares en el interior del invernadero (Figura 3). La programación de la extensión por intervalos horarios, puede ser equivalente a la programación por radiación, pero cuenta como principal inconveniente la no consideración de las condiciones ambientales presentes, ya que días la extensión a una determinada hora en días más frescos, o nublados puede representar más un inconveniente que una ventaja. De esta forma interactuarían efectos positivos derivados de la respuesta fisiológica al sombreo, con efectos negativos (al convertirse por ejemplo en limitante el factor radiación solar) atenuándose las diferencias entre los procesos productivos (dado su carácter acumulativo), originadas por los distintos sistemas de control climático. El criterio de extensión por disponibilidad radiativa, pasa por el establecimiento de un umbral, a partir del cual el automatismo recibe la orden de extensión de las pantallas,

( 367 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

marcándose un intervalo de seguridad, para que la posible incidencia de la nubosidad, no obligue a una cadena de órdenes contrapuestas que puedan generar problemas en el mecanismo. Sin duda alguna, la ubicación del sensor (ya sea luxómetro, piranómetro o de radiación fotosintéticamente activa) más aconsejada es la interior, aunque la representatividad del lugar elegido para su instalación debería ser tenida en cuenta instalando más de un punto de control (así se evita la posible influencia de la geomtría de cubierta, sombras proyectadas por ventanas u otros elementos auxiliares, etc...). Los valores de las consignas que activen los mecanismos de extensión y plegado de pantallas, deben estudiarse con profundidad, siendo preciso dedicar mayor investigación al respecto.

24 23 22 21 20 19 18 17 16 15 14 13 12 11 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1

Uso nocturno

Uso diurno

Uso diurno

MAYO

ABRIL

MARZO

FEBRERO

ENERO

DICIEMBRE

NOVIEMBRE

OCTUBRE

SEPTIEMBRE

AGOSTO

JULIO

Uso nocturno

JUNIO

Horas · día

En el perido de otoño-invierno (octubre/noviembre-febrero/marzo), debido al déficit radiativo en los invernaderos mediterráneos no es usual emplear ningún método de sombreo durante el día.



FIGURA 3. ESQUEMA ORIENTATIVO DE LA ESTRATEGIA DIARIA DE EXTENSIÓN DE PANTALLAS ALUMINIZADAS DURANTE UN CICLO DE CULTIVO DE TOMATE EN EL SURESTE ESPAÑOL.

No obstante, el manejo diurno de las pantallas termorreflectivas móviles está muy condicionado por el tipo de estructura, sistema y superficie de ventilación. Así en ciertos casos en los que la superficie de ventilación es reducida, la estructura presenta una baja tasa de renovación de aire, y las condiciones climáticas superan los 40 ºC aún con las pantallas extendidas, es necesario combinar un encalado leve (15 g ·m-2) junto con la extensión de las pantallas aluminizadas. Por otro lado, dada la relatividad de la comparación entre encalado y sombreo mediante pantallas, es posible encontrar descensos térmicos superiores bajo intensos encalados que bajo pantallas aluminizadas. Ello ocurre asociado a casos en los que el descenso de la transmisividad del invernadero blanqueado le lleva a valores próximos al 10-15%, en los que obviamente se opta por el control de la temperatura en detrimento de la minoración de la disponibilidad radiativa (figura 4).

( 368 ]

Utilización de pantallas térmicas aluminizadas en inveranderos mediterraneos

En este caso el acierto de una u otra técnica estará vinculado, no a las diferencias relativas, sino a los valores absolutos alcanzados. Entendemos que una diferencia del 10% o del 20% en transmisividad a la radiación no ejerce el mismo efecto si las temperaturas durante las horas centrales del día se sitúan próximas a 30 ºC que a 40 ºC. Nuestra experiencia en pimiento nos ha permitido cuantificar mayor precocidad asociada a pantallas de menor densidad (40% Aluminet). Sin embargo puede que el criterio que el productor persiga sea la formación de una estructura de planta sin fructificación en los cinco primeros nudos, capaz de producir frutos a partir del 6º nudo, optando por un mayor sombreo y que a la hora de inducir fructificación se prescinde del sombreo para generar un estrés que aporte la deseada respuesta generativa.

3,00

Primer lavado

Segundo lavado

 FIGURA 4. GRADIENTE

Temperatura (ºC)

2,00

1,00

0

-1,00

-2,00

40%

50% 09/10/2000

04/10/2000

29/09/2000

24/09/2000

19/09/2000

14/09/2000

09/09/2000

04/09/2000

30/08/2000

25/08/2000

20/08/2000

15/08/2000

10/08/2000

-3,00

TÉRMICO ENTRE LAS PANTALLAS DE SOMBREO (40% Y 50% ALUMINET) Y UN ENCALADO INTENSO (LÍNEA BASE), DURANTE EL PERIODO DEL 10/08/2000 AL 10/10/2000. LOS VALORES QUE SE PRESENTAN SE CORRESPONDEN CON LA TEMPERATURA MEDIA DEL DOSEL A PARTIR DE LAS LECTURAS TOMADAS ENTRE LAS 12:00 Y LAS 18:00H. SE OBSERVA EL EFECTO DE LA PRIMERA ELIMINACIÓN, NO ACTIVA, DEL BLANCO ESPAÑA. TRAS EL SEGUNDO LAVADO LAS PANTALLAS DEJARON DE EXTENDERSE DURANTE EL DÍA.

Tª media diaria (periodo 17/08/2001 al 19/09/2001) OFF

36,00 ON

Incremento térmico

34,00 ON: Pantalla extendida OFF: Pantalla plegada

32,00 30,00 Inversión térmica

28,00 26,00

Encalado

24,00

50% Aluminet

40% Aluminet

 FIGURA 5. COMPARACIÓN

Exterior

22,00

23:00

22:00

21:00

20:00

19:00

18:00

17:00

16:00

15:00

14:00

13:00

12:00

11:00

10:00

09:00

08:00

20,00

DE LA EVOLUCIÓN DE TEMPERATURAS BAJO DIFERENTES SISTEMAS DE SOMBREO ESTUDIADOS BAJO INVERNADERO TIPO “RASPA Y AMAGADO” Y EL EXTERIOR, EN ALMERÍA EN EL PERIODO DEL 17/08/2001 AL 19/09/2001. N=33 DÍAS.

( 369 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Tª media diaria (periodo 27/07/2001 al 16/08/2001) 36,00

OFF ON: Pantalla extendida OFF: Pantalla plegada

34,00

ON

32,00 30,00 28,00 26,00

Encalado

24,00

50% Sombra

40% Sombra

 FIGURA 6. COMPORTAMIEN-

Exterior

22,00

23:00

22:00

21:00

20:00

19:00

18:00

17:00

16:00

15:00

14:00

13:00

12:00

11:00

10:00

09:00

08:00

20,00

TO TÉRMICO MEDIO DIARIO DE LOS DIFERENTES SISTEMAS DE SOMBREO ESTUDIADOS BAJO INVERNADERO TIPO “RASPA Y AMAGADO” Y EL EXTERIOR, EN ALMERÍA EN EL PERIODO DEL 27/07/2001 AL 16/08/2001. N=21 DÍAS.

Los resultados alcanzados con la extensión de las pantallas demuestran como el la temperatura se mantiene de forma más estable que bajo el encalado con menor salto térmico y temperaturas unos 2ºC inferiores, apreciándose al graficar “jorobas” típicas cuando el automatismo actúa extendiendo las pantallas e incluso plegando (figura 5). No obstante, las condiciones climáticas exteriores, como la ausencia de viento, pueden hacer que la temperatura, pese a la extensión de la pantalla, aumente e incluso una vez plegada la temperatura se sitúe por encima de la registrada bajo el encalado (figura 6). En este último ejemplo, la gráfica cuestionaría el intervalo elegido para la extensión de las pantallas, ya que tras su plegado, la temperatura permanece en valores superiores durante dos horas más, encontrándose menor temperatura bajo el encalado. 4. ( MANEJO NOCTURNO DE LAS PANTALLAS TERMOREFLECTIVAS MÓVILES]

Durante el invierno, la temperatura es un factor limitante del crecimiento de las hortalizas bajo invernaderos mediterráneos. La mayoría de los cultivos detienen su crecimiento y respiración a temperaturas próximas a los 10-14 ºC según cultivos y variedades. El empleo de pantallas térmicas aluminizadas tienen la misión de limitar las pérdidas caloríficas por radiación infrarroja durante la noche y mantener entre 2 y 4 ºC más en el interior del invernadero. Para un buen uso nocturno de estos materiales, debe de considerarse un adecuado manejo de las cubiertas plásticas junto a un buen hermetismo del invernadero para evitar pérdidas de calor. En un trabajo comparativo realizado en el sudeste almeriense registraron temperaturas del aire bajo pantallas aluminizadas 0,8-1,2 ºC superiores al encalado (Fernández-Rodríguez et al, 1999). Estos resultados son coincidentes con los de Teitel et al (1995) quienes encontraron cómo mediante el empleo de las pantallas termoreflectivas la temperatura de la hoja en cultivo de pimiento aumentó entre 0,8-1 ºC frente al encalado.

( 370 ]

Utilización de pantallas térmicas aluminizadas en inveranderos mediterraneos

Con nuestros trabajos hemos encontrado diferencias de hasta 1,5 ºC al comparar las temperaturas mínimas bajo pantallas del 50% y bajo encalado, mientras que para un 40% el incremento térmico ha resultado inferior a 1 ºC (figura 7).

2,00

Aluminet:

40%

Temperatura (ºC)

1,50

50%

1,00

0,50

-0,00

 FIGURA 7. DIFERENCIAS

-0,50

07/02/2001

31/01/2001

24/01/2001

17/01/2001

10/01/2001

03/01/2001

27/12/2000

13/12/2000

20/12/2000

29/11/2000

06/12/2000

15/11/2000

22/11/2000

01/11/2000

08/11/2000

25/10/2000

11/10/2000

18/10/2000

-1,00

DE TEMPERATURA MÍNIMA NOCTURNA BAJO 40% ALUMINET Y 50% ALUMINET EN INVERNADERO TIPO “RASPA Y AMAGADO” Y EL ENCALADO, EN ALMERÍA EN EL PERIODO DEL 11/11/2001 AL 7/02/2001. N=120 DÍAS.

5. ( PANTALLAS E INVERSIÓN TÉRMICA]

La inversión térmica en el interior del invernadero se presenta cuando se registra mayor temperatura en el exterior del invernadero que en el interior. En contraposición a lo que intuitivamente se deduce cuando se estudia la definición de efecto invernadero, resulta muy común que bajo los invernaderos mediterráneos con control de clima pasivo se produzca inversión térmica durante las noches de invierno. Este fenómeno se encuentra asociado a la condensación en la cara interna de la cubierta plástica, cuya energía es tomada del ambiente protegido, resultando en un descenso térmico, que puede en términos generales amortiguar el salto térmico debido al efecto invernadero. Nuestra experiencia demuestra que la inversión térmica es bastante común y su frecuencia es superior al 50% de las noches en las estructuras rústicas de invernadero de Almería. Este fenómeno puede verse atenuado mediante el empleo de pantallas térmicas aluminizadas cuando estas son empleadas como estrategia de conservación de energía. Comparando temperaturas mínimas diarias registradas bajo pantallas termoreflectivas del 40, 50% de sombreo (Aluminet®) (Tabla 1), hemos observado que el encalado es el sistema que presenta mayor incidencia de este fenómeno. En contraste, la pantalla aluminizada de mayor densidad (50%), fue la que menor frecuencia presentó. Así mismo, las diferencias que se obtuvieron entre los tres tratamientos estudiados fueron más importantes con el envejecimiento del plástico de cobertura. Por tanto, pese a las posibles diferencias climáticas interanuales, el efecto termoestable de la pantallas se vuelve más interesante conforme la cubierta plástica envejece.

( 371 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos



TABLA 1. FRECUENCIAS DE INVERSIÓN TÉRMICA DURANTE EL PERIODO DE USO NOCTURNO DE LAS PANTALLAS DURANTE LAS CAMPAÑAS 2000/2001 Y 2001/2002.

Frecuencia (%) plástico viejo

Frecuencia (%) plástico nuevo

Encalado

77

51

40% Sombreo (Aluminet®)

63

52

50% Sombreo (Aluminet®)

43

42

Sistema de sombreo

6. ( MANEJO COMBINADO DE LAS PANTALLAS TERMOREFLECTIVAS MÓVILES]

En algunos cultivos y durante algunos periodos la climatología puede permitir, en función de las consignas establecidas efectuar un uso combinado de las pantallas, por un lado persiguiendo como objetivo el ahorro energético extendiéndose durante las noches y por otro reduciendo las elevadas temperaturas durante las horas centrales del día. 7. ( BIBLIOGRAFÍA]  Baille A., Kittas C. y Katsoulas N. 2001. Influence of whitening on greenhouse microclimate and crop energy partitioning. Agricultural and Forest Meteorology, 107: 293-306.  Bakker J.C. y Van Holsteijn G.P.A. 1995. Greenhouse construction and equipment: screens. In: Greenhouse climatic control. An integrated approach. Bakker, J.C., Bot, G.P.A., Challa, H., Van der Braak (Eds.)Wageningen Pers. 185-195.  Boulard T., Baille A., Lagier J. y Mermier M. 1989. Water vapour transfers and dehumidification in a inflatable plastic greenhouse. Acta Horticulturae, 245: 462-469.  Castilla N. 1996. Influencia de la radiación solar en invernadero sobre la calidad de la producción hortícola. Actas de Horticultura, 13: 37-43.  Cohen S., Moreshet S., Le Guillou L., Simon J.C. y Cohen M. 1996. Response of citrus trees to modified radiation regime in semi-arid conditions. J. Exp. Bot., 48: 35-44.  Fernández-Rodríguez E.J. y Callejón-Ferre A.J. 2003. Caracterización fitoclimática de invernaderos mediterráneos: El empleo de pantallas térmicas aluminizadas. En Fernández-Rodríguez E.J. (Coord.) Innovaciones tecnológicas en cultivos de invernadero, Ediciones Agrotécnicas. Madrid. 187-202.  Fernández-Rodríguez E.J., Pérez, D. Camacho F., Fernández J. y Kenig A. 2001. Effects of aluminized shading screens vs whitewash on tomato photochemical efficiency Ander a non heated greenhouse. Acta Horticulturae 559: 279-284.  Fernández-Rodríguez E.J., Fernández J., Camacho F., Vázquez J.J. y Kenig A. 2000. Radiative field uniformity under shading screens under greenhouse vs whitewash at Spain. Acta Horticulturae.534: 22-26.  Fernández-Rodríguez E.J., Fernández J., Kenig A. y Camacho F. 1998. Uniformidad del campo radiativo bajo sistemas sombreo mediante pantallas aluminizadas en invernadero. Actas de Horticultura, 21: 37-44.  Gijzen H.1994. Interaction between CO2 uptake and water loss. In: Greenhouse climate control:

( 372 ]

Utilización de pantallas térmicas aluminizadas en inveranderos mediterraneos

an integrated approach. Bakker, J.C., G.P.A., Challa, H., Van de Braak, N. Wageningen.  Janse J. 1988. Teelmaatregelen en kwaliteit bij paprika´s: tegengestelde rakties vragen om weloverwogen instelligen. (Cultivation techniques and quality of sweet pepper: opposite responses require deliberate settings). Tuinderij, 68 (4): 22-23.  Montero J.I., Castilla N., Gutiérrez E. y Bretones F. 1985. Climate under plastic in the Almería area. Acta Horticulturae, 170: 227-234.  Morales M.I., Hernandez J., Castilla N., Escobar I. y Berenguer J.J. 1998. Transmisividad de radiacion solar en invernaderos de la costa mediterranea española. Actas de Horticultura, 21: 33-36.  Plaisier H.F. 1992. Energy saving and climate improvement with thermal screens. Tuinderij, 305: 63-64.  Post M.L. & Maaswinkel R.H.M. 1984. Better horizontal temperature distribution with screens. Tuinderij, 64 (22): 24-27.  Rosenberg N.J. 1974. Microclimate: The biological environment. John Wiley and sons. New York, 315 p.p.  Serrano Z. 1996. Veinte cultivos de hortalizas en invernadero. Sevilla.  Stangellini C. 1994. Balance hídrico y manejo del microclima en invernadero. In: Tecnología de invernaderos. Curso superior de especialización. F.I.A.P.A., Junta de Andalucía, 49-62.  Teitel M., Peiper O. y Zvieli Y. 1995. On the possibility of using shading screens for frost protection.Contribution from the Agricultural Research Organization. The Volcani Center. Bet Dagan, Israel. No. 1546-E. 20 pp.  Van Holsteijn, G.P.A. 1987. With energy screens towards smaller temperature differences. Backblad voor de Bloemisterij, 42 (49): 22-23.  Whittle R.M. y Lawrence W.J.C. 1960. The climatology of glasshouses III. Air-temperature. Journ. Agric. Eng. Res. Vols. 5 nº 2.

( 373 ]

TÉCNICAS DE

PRODUCCIÓN EN CULTIVOS PROTEGIDOS TOMO 2

( TEMA 13 ]

CULTIVOS SIN SUELO

Francisco Cánovas Martínez

Ingeniero Agrónomo. Investigador del CIFH La Mojonera Juan José Magán Cañadas

Ingeniero Agrónomo. Estación Experimental de Cajamar “Las Palmerillas”

Cultivos sin suelo

1. ( INTRODUCCIÓN ] 1.1. ( Concepto y definición de cultivo sin suelo ]

Para la gran mayoría de las plantas que existen en la actualidad sobre la Tierra, el suelo es el medio natural en el que se desarrollan sus raíces. En él, este órgano vegetal encuentra una serie de elementos esenciales para la planta, como son:  Anclaje: al crecer las raíces en el suelo, profundizan y se extienden, fijándose fuertemente al terreno.  Aire existente en los poros del suelo: es fundamental ya que incorpora el oxígeno necesario para el proceso de respiración de las células radiculares, gracias al cual obtienen la energía que precisan para su mantenimiento y la absorción activa de ciertos nutrientes. Una insuficiente cantidad de aire en el suelo (por un excesivo encharcamiento de éste, por ejemplo) conlleva la asfixia de la raíz y finalmente su muerte y la de la planta, al ser incapaz de obtener la energía que requiere.  Agua retenida en los poros del suelo: como sabemos, el agua es fundamental para la supervivencia de la planta pues es utilizada por ésta en numerosos procesos (transpiración, fotosíntesis, crecimiento vegetal, etc). Se absorbe a través de la raíz y es transportada hacia la parte aérea vía xilema gracias al gradiente de potencial hídrico originado por la transpiración. Su falta origina el marchitamiento de la planta y, en casos graves, la muerte de ésta.  Elementos nutritivos disueltos en el agua del suelo o adsorbidos al complejo de cambio de éste: estos elementos son absorbidos a través de las raíces por diversos procesos, pasivos o activos, junto con el agua y son necesarios para la síntesis de moléculas estructurales, enzimas, pigmentos, etc, esenciales para la vida vegetal. Sin embargo, desde hace mucho tiempo, el hombre observó que las plantas podían crecer fuera del suelo, siempre y cuando existiesen en el medio de crecimiento de la raíz los elementos esenciales anteriormente mencionados. En ese momento surge el concepto de “cultivo sin suelo”, es decir, aquél que no utiliza el suelo para su desarrollo, pero dispone de una rizosfera en la que están presentes en adecuada proporción todos los nutrientes. Dentro de este concepto tan amplio de cultivos sin suelo, se incluyen una gran variedad de sistemas diferentes que, básicamente, los podemos clasificar en dos grandes grupos:  Aquellos que utilizan un sustrato, diferente del suelo, para el desarrollo de la raíz, como por ejemplo grava, arena, turba, cortezas de árboles, lana de roca, perlita, etc. El sustrato puede ser cualquier material sólido en el cual las raíces pueden crecer y nutrirse correctamente.  Aquellos que no utilizan ningún sustrato para el desarrollo de la raíz. En este caso el sistema radicular puede crecer en el seno de una solución nutritiva (agua más elementos minerales) convenientemente oxigenada, dando lugar a lo que se denomi-

( 409 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

nan cultivos hidropónicos, de los que existen diversas modalidades que más tarde se estudiarán; o bien puede crecer en el aire y la solución nutritiva es pulverizada convenientemente para que moje las raíces y éstas puedan nutrirse, dando lugar a lo que se denominan cultivos aeropónicos. En el campo almeriense frecuentemente se confunden los conceptos de cultivo sin suelo e hidropónico, considerándose como sinónimos, ya que a los cultivos en sustrato se les hace llamar “hidropónicos” cuando, como hemos visto con anterioridad, son términos diferentes. 1.2. ( Interés y justificación de los cultivos sin suelo como sistemas productivos ]

En los países desarrollados la agricultura se encuentra cada vez más condicionada por la mano de obra, ya que es escasa y cara, por lo que supone un importante input. Ante ello, con el fin de mantener la rentabilidad de las explotaciones agrícolas en estos países, sólo caben dos posibilidades. La primera es la de implantar una elevada mecanización de las distintas operaciones culturales a realizar, con el fin de sustituir la mano de obra por maquinaria. Sin embargo, en los cultivos hortícolas bajo invernadero, la mecanización está muy limitada ya que se trata de cultivos de primor que requieren cuidados muy esmerados para obtener buenas producciones. De esta forma, sólo algunas operaciones se pueden automatizar, como la realización de los tratamientos fitosanitarios, la retirada de la cosecha o la limpieza final del cultivo. Otra posibilidad es la de aumentar los ingresos incorporando un alto nivel tecnológico a las instalaciones, de forma que se puedan controlar perfectamente los distintos parámetros ambientales, haciéndolos óptimos para el cultivo y consiguiendo así elevadísimas producciones y alta calidad, que de otra forma serían impensables. En este sentido, los cultivos sin suelo juegan un papel muy importante, ya que permiten controlar muy bien las condiciones a las que está sometido el cultivo a nivel radicular, cosa que no es posible en el suelo, por lo que las producciones van a ser menores en éste y resultarán limitantes en sistemas ultracontrolados. Así, mediante un buen manejo del sistema es posible aportar las concentraciones óptimas de los distintos nutrientes, manteniendo unas adecuadas relaciones para que no se produzcan competencias entre ellos. Al mismo tiempo, se puede mantener un alto nivel de humedad en la rizosfera para facilitar la absorción de agua, guardando una buena aireación para evitar problemas de asfixia. Por otro lado, la repetición de los cultivos en el mismo suelo ha provocado finalmente la aparición de importantes enfermedades radiculares que limitan enormemente las producciones. Esto ha sido parcialmente solventado mediante la desinfección reiterada de dicho suelo, la utilizada de portainjertos y el empleo de variedades resistentes. Sin embargo, el uso de los cultivos sin suelo ha permitido aumentar las posibilidades en este sentido ya que el número de especies patógenas que aparecen en estos sistemas es menor, aunque algunas tienen una incidencia mayor que en suelo. Además la desinfección es más sencillas y controlable, y la renovación periódica de los sustratos permite evitar el arraigo de las enfermedades.

( 410 ]

Cultivos sin suelo

1.3. ( Antecedentes y evolución ]

Ya en el siglo pasado, los cultivos sin suelo se empezaron a utilizar como medio de investigación en fisiología y nutrición vegetal y aún hoy día se siguen empleando con tal fin. Gracias a ello los conocimientos en ambas disciplinas han avanzado enormemente a lo largo del siglo XX y ha sido posible determinar cuáles son los elementos esenciales para las plantas y las proporciones adecuadas entre ellos y establecer la solución nutritiva ideal. A nivel comercial, las primeras aplicaciones fueron muy especiales. Así por ejemplo, es conocido el uso que hizo de estos sistemas el ejército americano durante la II Guerra Mundial en las bases militares de las islas del Pacífico con el fin de alimentar a las tropas. Se trataba de cultivos en grava que requerían unos costes de instalación muy altos. Además eran muy pesados y por tanto fijos y necesitaban de desinfección. Es en los años 70 cuando los cultivos sin suelo se empiezan a implantar seriamente a nivel comercial, gracias a la aparición de los primeros elementos móviles, como los sacos de turba o el NFT. Sin embargo, en aquella época, el nivel tecnológico existente hacía complicado el manejo de los sistemas cerrados, y por ello fueron postergados. Pero es en los años 80 cuando se produce la auténtica expansión de estos cultivos, gracias a la aparición de sustratos artificiales inertes tales como la lana de roca o la perlita que, junto con los avances producidos en instalaciones y automatismos de control, han permitido obtener producciones muy elevadas. Actualmente existen en Europa amplias zonas invernadas de cultivos sin suelo y, en algunas de ellas, estos sistema superan en superficie a los que aún utilizan el suelo como medio de cultivo. 1.4. ( Situación actual ]

En la actualidad, los cultivos sin suelo se han impuesto de forma clara en las producciones hortícolas bajo invernadero, de forma que, en determinados países, el 100% de la superficie dedicada a algunos cultivos está sometida a estos sistemas de producción. Esto es por ejemplo lo que ocurre en Holanda con ciertas producciones hortícolas como tomate, pepino o pimiento. Sin embargo, los cultivos de hoja se han desarrollado poco en estos sistemas debido al encarecimiento que supone el empleo de un número elevado de unidades de cultivo ocasionado por la alta densidad de plantación necesaria. En lo que se refiere a las flores de corte, la incidencia de los cultivos sin suelo es variable según especies. Así, por ejemplo, es alta para rosas y gerberas y baja para claveles (por la alta densidad que requiere y por tratarse de una flor barata) y crisantemos (igualmente por la densidad necesaria, el ciclo corto de cultivo que presenta y la facilidad de manejo en suelo). Si consideramos el desarrollo de los cultivos hortícolas por países, se observa que la evolución de estos sistemas ha sido paralela a la de los invernaderos y su tecnología, de forma que en Europa resulta mayor en los países del norte (Holanda, Gran Bretaña, etc). No obstante, poco a poco también empiezan a emplearse en los países del sur, y en concreto en España la superficie de cultivos sin suelo ya tiene cierto peso con unas 80001000 ha, distribuidas fundamentalmente por Almería, Murcia, Granada y Canarias.

( 411 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

1.5. ( Los cultivos sin suelo en el Sureste español ]

La introducción de los cultivos sin suelo en nuestra provincia tuvo lugar a finales de los años 70, con la aparición de los sistemas de cultivo en sacos de turba y el NFT. Sin embargo, en aquella época resultaron poco interesantes debido fundamentalmente al bajo grado de tecnificación existente y al escaso nivel de formación del agricultor. Además, había un sistema de preparación del suelo bastante eficaz como era el enarenado, el cual estaba muy difundido en la zona. Durante los años 80, el avance de los cultivos sin suelo en nuestra provincia fue muy lento y apenas significativo, si exceptuamos el uso que se hizo de los mismos en Quash, S.A. Fue a finales de los 80 cuando, debido a la presión ejercida por las empresas comercializadoras de sustratos, los cultivos sin suelo empezaron a despegar en Almería. Sin embargo, ha sido en la década de los 90 cuando se ha producido, y se sigue produciendo, el avance más significativo. Curiosamente este desarrollo está motivado en gran medida por cuestiones económicas pues, hoy día, resulta bastante costosa la ejecución del enarenado tradicional y, ante ello, muchos agricultores que construyen nuevas explotaciones prefieren simplemente nivelar el terreno y colocar sobre él algún sustrato (lana de roca o perlita, fundamentalmente). No obstante, también hay agricultores que están optando por los cultivos sin suelo debido a otras circunstancias, como es la aparición en los suelos de enfermedades importantes (nematodos, fusariosis, etc) o simplemente para conseguir un mejor control del cultivo y mayores producciones. En cualquier caso, actualmente el grado de tecnificación alcanzado por la agricultura almeriense es bastante significativo, al igual que la preparación media del agricultor al haberse producido un cambio generacional, con lo cual ambos factores ya no son obstáculo para el desarrollo de los sistemas de cultivo sin suelo. En la actualidad, se estima que la superficie ocupada por estos cultivos en Almería es de unas 4000 ha, prácticamente en su totalidad como cultivos en sustratos, y se reparten casi al 50% entre lana de roca y perlita; otros sustratos como la fibra de coco se encuentran muy por detrás de los anteriores. Fundamentalmente se destinan al cultivo de tomate y pepino, pero también se emplean para el desarrollo de otras especies como melón, calabacín, sandía, etc. 1.6. ( Perspectivas de los cultivos sin suelo ]

De cara al futuro próximo, el desarrollo de los cultivos sin suelo parece irreversible y continuado, en base a lo expuesto en los apartados anteriores. Incluso es de esperar que se acelere dicho desarrollo conforme estos sistemas sean mejor adaptados a la zona y su manejo se facilite y mejore. Asimismo la exigencia del mercado por productos de mayor calidad organoléptica puede favorecer a los cultivos sin suelo ya que, al reducir éstos la incidencia de enfermedades radiculares, será posible, por ejemplo, la vuelta al cultivo de sandía sin injertar. Otros factores que igualmente favorecerán en el futuro el desarrollo de los cultivos sin suelo frente a los de suelo, son los siguientes:

( 412 ]

Cultivos sin suelo

• El aumento de los riesgos de contaminación, infección o degradación del suelo en aquellos cultivos realizados en éste. • La necesidad de ahorrar agua, que llevará a la recirculación de las soluciones nutritivas para eliminar o, al menos, reducir los drenajes emitidos al medio. • La obligación, a través de una legislación ambiental restrictiva, de controlar la contaminación del medio ambiente, lo cual conducirá igualmente a la recirculación de las soluciones en cultivos sin suelo. 2. ( SISTEMAS DE CULTIVO SIN SUELO ] 2.1. ( Principios básicos ]

La absorción de agua y nutrientes desde la rizosfera al interior de la raíz y su posterior translocación hacia la parte aérea de la planta, es fundamental para la producción de fotoasimilados en ésta última. Una parte de los mismos son destinados a la generación de elementos plásticos (necesarios para el crecimiento vegetal), mientras que otros sirven como elementos energéticos, los cuales pueden permanecer en reserva o bien ser oxidados mediante el proceso de respiración para proporcionar la energía que necesitan las células en sus funciones vitales. Así por ejemplo, el propio proceso de absorción radicular requiere, en los casos de transporte activo, el gasto de energía en forma de ATP. Si los elementos que necesita la planta (agua, nutrientes, oxígeno, etc) se encuentran en óptimas condiciones y bien equilibrados, dicho gasto energético será menor y, por tanto, un mayor porcentaje de carbohidratos se destinarán a fines productivos. Esto es lo que ocurre en los sistemas de cultivo sin suelo cuando se manejan correctamente, ya que en ellos es más fácil controlar las condiciones de la rizosfera a las que está sometido el cultivo. Por otro lado, resultará conveniente que estas condiciones óptimas se mantengan lo más estables posible para evitar que se alejen de la idoneidad. De este modo, los cultivos sin suelo deben ser manejados uniformemente si queremos obtener resultados satisfactorios. En este sentido, los riegos deberán ser suficientemente cortos para evitar que la solución de aporte altere en exceso la existente en la rizosfera. Así mismo se deberán evitar cambios bruscos de la solución nutritiva. 2.2. ( Características diferenciales con los cultivos en suelo ]

Las características diferenciales entre los cultivos con y sin suelo se centran básicamente a nivel radicular. Así, debido a las mayores necesidades energéticas de los primeros, éstos requieren una mayor tasa de respiración de la raíz, lo que implica que las necesidades de oxígeno a nivel radicular deban ser igualmente mayores. Sin embargo, la temperatura máxima aérea a partir de la cual la planta cierra sus estomas debido a la existencia de un déficit de presión de vapor excesivamente alto, es mayor en los cultivos sin suelo ya que, al estar más disponible el agua en el sustrato y reponerse más fácilmente la que se evapora, el punto de deshidratación se desplaza hacia una mayor temperatura.

( 413 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Por otro lado, el suelo tiene más inercia térmica, mientras que los sustratos presentan mayores oscilaciones de temperatura a lo largo del día. Esto hace que, aunque se registren temperaturas nocturnas inferiores, el sustrato se caliente más rápidamente por la mañana, entrando la planta antes en actividad, con lo cual se consigue una mayor precocidad en los cultivos sin suelo. La inercia de los sustratos está más condicionada por el volumen y la forma del contenedor que por la naturaleza del mismo ya que, al estar completamente humedecido, su coeficiente de transmisión calorífica varía muy poco de uno a otro y es muy próximo al del agua. El sustrato resulta más homogéneo, suelto y ligero que el suelo, de forma que la fracción sólida que presenta es muy baja y el porcentaje de fluidos retenidos (agua y aire) muy elevado. Por ello, aunque en cultivos sin suelo el volumen unitario por planta es muy pequeño, el porcentaje de espacio útil es muy grande. Además, se utilizan sustratos que presenten una adecuada relación aire/agua, de forma que las raíces del cultivo están bien aireadas pero, a su vez, disponen de un suministro suficiente de agua. Finalmente, la fuerza de retención de agua en los sustratos es muy pequeña, de manera que sufre oscilaciones mucho menores que en el suelo. Es por ello que, mientras que para representar el nivel de retención de agua de los suelos se utilizan curvas de pF en escala logarítmica, en los sustratos se usa una escala directa en centímetros. En lo que se refiere al comportamiento químico, en el suelo siempre se presenta algún tipo de actividad química (reacciones, solubilizaciones, hidrólisis, etc), mientras que en los sustratos va a depender del tipo del que se trate, de forma que puede existir (sobre todo si son naturales, como la arenas calizas) o no (en sustratos artificiales especialmente fabricados para tal fin). En cultivos sin suelo se pretende que el sustrato no interfiera en la composición de la solución nutritiva aportada, con el propósito de que el cultivo esté sometido a las condiciones concretas que se deseen, y para ello es interesante que su capacidad de intercambio catiónico sea nula o muy baja. Esto sucede sobre todo en los sustratos minerales, mientras que en los orgánicos suele ser alta, aunque ello no supone un gran problema ya que puede vencerse fácil y rápidamente debido al poco volumen de sustrato que se utiliza. Frente a esto, en el suelo es difícil y lento controlar la solución de la rizosfera debido a su capacidad de intercambio catiónico y el poder tamponante. En los sustratos también se busca que exista una alta estabilidad física con el fin de que no se degraden y conserven intactas sus propiedades de partida, ya que de lo contrario se podría ver perjudicado el cultivo. Finalmente, en cuanto a la actividad biológica, inicialmente no existe en sustratos inertes, aunque posteriormente se desarrolla a lo largo del cultivo una flora parásita o saprofita en las raíces. Sin embargo en los sustratos orgánicos sí se produce una intensa actividad biológica que origina su degradación y, por consiguiente, el empeoramiento de sus características (compactación, falta de aire) y la competencia de los microorganismos con el cultivo al consumir nutrientes. En el suelo existe una alta actividad microbiana en un equilibrio de sinergias y antagonismos que es útil para la planta y cualquier contaminación o práctica cultural incorrecta puede romperlo, siendo entonces difícil de corregir. En los sustratos esto no ocurre y, si se produce, es fácil de solventar reponiéndolos periódicamente.

( 414 ]

Cultivos sin suelo

En definitiva, los cultivos sin suelo presentan una menor inercia en casi todo y ello exige un manejo más preciso y continuado que en suelo, pero también permiten alcanzar un equilibrio más favorable para el desarrollo de las funciones radiculares (relación agua/ aire, temperatura, elementos nutritivos, presión osmótica, etc) y ello puede repercutir en una mayor producción. Así mismo, los sustratos tienen características más homogéneas que el suelo y, por ello, las plantaciones obtenidas resultan también más parejas. No obstante, todo no son ventajas a favor de los cultivos sin suelo ya que en éstos, al existir un mayor nivel de humedad, se dan condiciones más favorables al desarrollo de los patógenos. Además, debido al poder tampón del suelo, éste permite un manejo más burdo sin problemas y, por lo tanto, requiere menos tecnología y nivel de conocimientos. Así mismo el riesgo de que la plantación sufra algún daño debido a cualquier fallo o error de manejo es inferior. 2.3. ( Componentes y clasificación de los sistemas de cultivo sin suelo ]

Un sistema de cultivo sin suelo comprende: el conjunto de módulos unitarios de cultivo (planchas, macetas, sacos, etc), el equipamiento adecuado (equipo de riego, automatismo, control de temperatura, etc) y la tecnología necesaria para su correcto manejo. La conjunción de estos factores garantizará un resultado satisfactorio del cultivo. Cada módulo unitario está compuesto por un medio de cultivo o sustrato y por un contenedor o recipiente que da forma y condiciona en gran medida las propiedades del contenido. Esto no siempre es así necesariamente y hay casos extremos en que el sustrato no existe, estando las raíces inmersas directamente en la solución nutritiva, o bien el sustrato es rígido y el contenedor resulta innecesario. En cualquier caso el módulo de cultivo deberá reunir unas características tales, que permita el desarrollo de la raíz en perfectas condiciones de funcionamiento. Entre sus principales exigencias se encuentran: Aireación: la raíz obtiene la energía que necesita por medio de la respiración, quemando carbohidratos y necesita por tanto disponer del oxígeno necesario para ello. Después de cada riego, en general cortos y numerosos, y una vez establecido el equilibrio hídrico, deberá quedar en el sustrato suficiente aire para asegurar el suministro de oxígeno. Las necesidades dependerán de la intensidad respiratoria (temperatura, fase, etc) pero en cualquier caso un mínimo de un 20-30% del espacio útil deberá quedar ocupado por aire. Agua: el agua deberá estar continuamente disponible para la planta en unas condiciones de extracción muy favorables. El volumen y configuración de espacios condicionará la reposición y régimen de riegos. Solutos: entre los elementos químicos disueltos deberán encontrarse todos los necesarios para la nutrición de la planta en cantidades suficientes para prevenir las carencias, pero no excesivas para evitar niveles altos de presión osmótica a vencer por la raíz. Temperatura: deberá ser la apropiada para asegurar una óptima actividad biológica en la raíz. Si es demasiado baja, ésta se ralentizará y, si es demasiado alta, el exceso de actividad acarreará un despilfarro de energía.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Según el medio en que se encuentran las raíces, podemos clasificar los sistemas sin suelo en tres grandes grupos: cultivos en sustrato, cultivos en agua (hidropónicos) y cultivos en aire (aeropónicos). Cada uno de estos grupos admite gran número de subdivisiones según el tipo de sustrato, forma de aporte de solución nutritiva (estática, recirculante, etc) o sistemas híbridos (recirculantes con sustrato, flujo y reflujo, etc). Cualquier solución que se adopte funcionará mejor o peor en tanto proporcione a la raíz las mejores condiciones antes mencionadas. Así, los sistemas con sustrato dependerán muy directamente del manejo del riego en el equilibrio aire/agua, mientras en los hidropónicos es la aireación el principal problema, contrariamente a lo que sucede en los aeropónicos en que es la presencia continuada de agua en la raíz.  Unidad elemental de cultivo Podemos definirla, un tanto arbitrariamente, como la unidad básica que comprende un espacio de cultivo común de características determinadas y que es utilizado como rizosfera por una o más plantas que tienen sus raíces en contacto directo, empleando conjuntamente dicho espacio (plancha de lana de roca, saco de perlita, maceta de turba, canalón o balseta de hidropónicos, etc). Estas unidades elementales pueden estar interconectadas (sistemas cerrados) o bien aislados físicamente unas de otras y sin ningún tipo de conexión entre ellas, excepto el espacio aéreo. Cada unidad elemental tiene dos componentes principales: el contenedor que aisla, determina y condiciona el espacio radicular, y el contenido que proporciona el medio adecuado al desarrollo de la raíz.  Contenedores Compuestos por materiales de diversa naturaleza, su finalidad consiste en delimitar el espacio radicular, aislándolo del resto con el objeto de preservarlo de la luz, agentes contaminantes, pérdida de agua por evaporación, aislamiento térmico, etc. Cuando el sistema de cultivo utiliza sustratos amorfos, el contenedor con sus características propias influye directamente en el comportamiento del sustrato, condicionando sus propiedades físicas al adquirir la forma determinada por el contenedor. Cuando los sustratos son rígidos (lana de roca, FOAM, etc) o no existen (hidropónicos, aeropónicos, etc), esto no sucede pero aún así condicionan enormemente las características de la rizosfera (pendiente, altura de agua, aislamiento, etc), por lo que su importancia es muy grande en el comportamiento final del sistema. En un principio los contenedores se construían de materiales pesados y duraderos (hormigón, hierro, cerámica, asfalto, etc) para construir las primitivas bancadas de cultivo. Actualmente se utilizan materiales mucho más ligeros, impermeables e inertes, generalmente plásticos (polietileno, polipropileno, etc), rígidos, semirrígidos o flexibles, de precio asequible y fácil manejo y reposición.  Sustratos Como se decía anteriormente, el sustrato no siempre es necesario en los sistemas de cultivo sin suelo. Actualmente están empezando a utilizarse con interés comercial crecien-

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Cultivos sin suelo

te varios tipos de hidropónicos puros, lo que augura un futuro próximo muy prometedor a este tipo de sistemas. La utilización comercial de la aeroponía no parece tan inminente. No obstante en la actualidad son los sistemas con sustrato de diversos tipos los que ocupan casi el 100% del mercado de los sistemas de cultivo sin suelo. Cualquier sustrato potencial tiene unas características y propiedades intrínsecas que debemos conocer y estudiar para diseñar el contenedor más apropiado, de forma que el módulo de cultivo resultante, sometido a un correcto manejo, proporcione a la raíz el medio favorable que veíamos anteriormente. Entre las principales encontramos: PROPIEDADES FÍSICAS:

Puesto que la finalidad última de los sustratos es actuar como almacén de aire y solución nutritiva, sus propiedades físicas serán de la mayor importancia. Porosidad: es el volumen total del medio no ocupado por las partículas sólidas y, por tanto, lo estará por aire o agua en una cierta proporción. Su valor óptimo no debería ser inferior al 80-85%, aunque sustratos de menor porosidad pueden ser usados ventajosamente en determinadas condiciones. Es muy importante que sea abierta, pues la porosidad ocluida, al no estar en contacto con el espacio abierto, no sufre intercambio de fluidos con él y por tanto no sirve como almacén para la raíz. El menor peso del sustrato será el único efecto positivo. El espacio o volumen útil de un sustrato corresponderá pues en exclusiva a la porosidad abierta. El grosor de los poros condiciona la aireación y retención de agua del sustrato. Poros gruesos suponen una menor relación superficie/volumen, por lo que el equilibrio tensión superficial/fuerzas gravitacionales se restablece cuando el poro queda sólo parcialmente lleno de agua, formando una película de espesor determinado. El equilibrio aire/agua viene plasmado gráficamente en las llamadas curvas de rehumectación. Para su construcción se parte de un volumen unitario saturado de agua. En el eje de las ordenadas aparece en porcentajes el volumen del material sólido (con porosidad cerrada incluida) más el volumen de porosidad útil (al principio lleno totalmente de agua). Se le somete a presiones de succión crecientes, expresadas en centímetros de columna de agua, que se van anotando en el eje de abcisas. A cada succión corresponde una extracción de agua cuyo volumen es reemplazado por el equivalente de aire. De modo que a un valor de abcisas (succión en cm c.d.a.) corresponde una ordenada de valor igual al volumen del material sólido (estable) más volumen de aire. El volumen restante hasta el 100% corresponde al agua que aún retiene el sustrato. La curva siguiente nos da una radiografía perfecta del desplazamiento del equilibrio aire/agua. En ella hay tres puntos que merecen especial atención, pues sirven de referencia para definir las características del sustrato. Al volumen de aire que corresponde al punto de succión 10 cm se le denomina convencionalmente “capacidad de aireación” del sustrato y valor óptimo se sitúa en el 25-30% del volumen útil. El agua extraída entre los puntos 10 y 50 es el agua fácilmente utilizable. A la extraída entre el 50 y 100 se le denomina agua de reserva y a la retenida a mayor presión se le considera agua de difícil utilización. Lógicamente el agua más interesante es la retenida entre 10 y 50 cm.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Espacio poroso total

100 Agua difícilmente disponible

Agua

Volumen (%)

Agua de reserva

50

Agua fácilmente disponible

Aire

Capacidad de aireación

Material sólido 0 0

10

50

100

Tensión (cm. de c.a.)

 CURVA 1.

La porosidad útil de un sustrato, que ya hemos dicho que es la porosidad abierta, nos interesa que sea la mayor posible, de ahí la conveniencia de que el sustrato posea una porosidad interna abierta y no solo porosidad externa interparticular. Densidad: la densidad de un sustrato la podemos referir bien a la del material sólido que lo compone y entonces hablamos de densidad real, o bien a la densidad calculada considerando el espacio total ocupado por los componentes sólidos más el espacio poroso, y la denominamos densidad aparente. La densidad real tiene para los sustratos un interés relativo. Su valor varía según la materia de que se trate y suele oscila entre 2,5-3 para la mayoría de los de origen mineral. La densidad aparente es mucho más interesante pues nos indica indirectamente la porosidad del sustrato y su facilidad de transporte y manejo. La densidad aparente es preferible lo más baja posible, hasta un límite (0,07-0,1) que nos garantice una cierta consistencia de estructura. Estructura: puede ser granular como la de la mayoría de los sustratos minerales o bien fibrilar. La primera no tiene forma estable, acoplándose fácilmente a la forma del contenedor, mientras que la segunda dependerá de las características de las fibras. Si son fijadas por algún tipo de material de cementación, conservan formas rígidas y no se adaptan al recipiente pero tienen cierta facilidad de cambio de volumen y consistencia cuando pasan de secas a mojadas. Granulometría: el tamaño de gránulos o fibras condiciona enormemente el comportamiento del sustrato, ya que además de su densidad aparente varía su comportamiento hídrico a causa de su porosidad externa, que aumenta de tamaño de poros conforme sea mayor la granulometría. PROPIEDADES QUÍMICAS:

Los sustratos inertes son preferibles a los químicamente activos. La actividad química aporta a la solución nutritiva elementos adicionales por procesos de hidrólisis o

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Cultivos sin suelo

solubilidad. Si éstos son tóxicos, el sustrato no sirve y hay que descartarlo, pero aunque sean elementos nutritivos útiles entorpecen el equilibrio de la solución al suponer su incorporación un aporte extra con el que habrá que contar, y dicho aporte no tiene garantía de continuidad cuantitativa (temperatura, agotamiento, etc). Los procesos químicos inciden además en la estructura del sustrato, cambiando sus propiedades físicas de partida, lo que es perjudicial. La capacidad de intercambio catiónico es la única propiedad físico-química que en cantidades moderadas puede ser beneficiosa. El poder tampón que supone para el equilibrio de la solución, minimiza los posibles errores o accidentes en su formulación. Si es demasiado alta entorpece los cambios que voluntariamente se quieren introducir. PROPIEDADES BIOLÓGICAS:

Cualquier actividad biológica en los sustratos es claramente perjudicial. Los microorganismos compiten con la raíz por oxígeno y nutrientes, lo que hay que tener en cuenta a la hora de diseñar el manejo. Por otra parte, los microorganismos degradan el sustrato y empeoran sus características físicas de partida. Generalmente su capacidad de aireación disminuye y finalmente se corre el riesgo de asfixia radicular. La actividad biológica está restringida a los sustratos orgánicos y a la hora de la elección habrá que descartar aquéllos en los que el proceso degradativo sea demasiado rápido.  Equipos de riego y fertilización Una instalación de riego diseñada para un cultivo sin suelo presenta, en esencia, los mismos componentes básicos que un sistema de fertirrigación en suelo de alta frecuencia. Así pues, va a constar en primer lugar de un cabezal de riego donde se va a formular la solución nutritiva deseada y posteriormente se va a filtrar, con el fin de eliminar las posibles impurezas que pueda llevar. Del mismo modo, incorpora una red de distribución, que es un conjunto de tuberías de diferente orden que se encargan de llevar la solución nutritiva desde el cabezal hasta el cultivo. Por otro lado, los emisores son los elementos que permiten la salida de dicha solución desde las tuberías y su localización a cada una de las plantas de la manera más uniforme posible para que todas ellas reciban la misma cantidad de agua. Finalmente, la instalación se completa con los automatismos de actuación, a través de los cuales es posible automatizar la fertirrigación de los cultivos sin suelo. Aunque los componentes básicos son similares a los de una instalación de fertirrigación para cultivos en suelo, existen algunas características diferenciales que es necesario tener en cuenta: Cabezal de formulación y filtrado: dado que en cultivos sin suelo la solución nutritiva debe ser formulada (o ajustada en el caso de sistemas recirculantes) con una mayor precisión que en los cultivos de suelo debido a la menor inercia de aquéllos, el cabezal de riego va a resultar más sofisticado en el primer caso. Así pues, dado que en nuestra zona es muy frecuente la utilización de venturis para inyectar las soluciones madre y éstos se ven afectados por la altura del agua en el depósito, resulta conveniente instalar un bidón

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

pequeño de nivel intermedio entre el depósito de solución madre y el punto de inyección, de manera que desde aquél se realice la aspiración y se mantenga en él constante el nivel de agua mediante una boya. Este inconveniente que presentan los venturis también se puede subsanar repartiendo todos los fertilizantes entre dos soluciones madre cuya concentración sea tal que se inyecten al 50% y se consuman en la misma proporción. Esto permite, además, detectar si existe algún problema en la inyección ya que, en tal caso, el descenso de las soluciones será desigual. Sin embargo, tiene el inconveniente de que no se pueden redondear las cantidades de fertilizantes aportadas a los depósitos, por lo que es más trabajosa la preparación de dichas soluciones madre para el agricultor, y el sistema resulta menos versátil, especialmente cuando se dispone de varios sectores de riego con diferentes necesidades de fertilización. Otra posibilidad que existe es el empleo de bombas inyectoras, pero en nuestra zona son poco utilizadas ya que el sistema resulta notablemente más caro. En el cabezal de riego también se pueden presentar otras diferencias con respecto a los cultivos en suelo, especialmente en lo que se refiere a la automatización del sistema, la cual no es necesaria en suelo, mientras que resulta imprescindible en los sin suelo debido al elevado número de riegos que se realizan a lo largo del día. Red de distribución: este elemento de la instalación no difiere grandemente con respecto a los cultivos en suelo, si exceptuamos los automatismos que resultan imprescindibles en los sin suelo. No obstante, hay que tener en cuenta que el cálculo hidráulico debe ser realizado con especial esmero con el fin de conseguir un coeficiente de uniformidad mínimo del 90%, ya que de lo contrario existirán excesivas diferencias en la cantidad de agua suministrada a distintas plantas, y ello repercutirá en un desarrollo desigual del cultivo. En este sentido, puede ser conveniente la instalación de reguladores de presión al inicio de los distintos subsectores, con el fin de mantener una presión uniforme en todo el sector de riego. Así mismo, resulta frecuente establecer un mayor número de subsectores que en cultivos en suelo con el propósito de conseguir una adecuada homogeneidad de presiones. Emisores: aunque en los cultivos sin suelo pueden utilizarse emisores capilares y de laberinto si la nivelación del terreno lo permite y se utilizan electroválvulas en los subsectores para conseguir una buena uniformidad del riego y evitar descargas de las tuberías, en nuestra zona lo más frecuente es el empleo de emisores de membrana autocompensantes, los cuales tienen un amplio margen de autorregulación y arrojan un caudal constante en un gran intervalo de presiones. Aunque éstos también se emplean en cultivos en suelo cuando se trata de terrenos de elevada pendiente, no es frecuente su uso en invernaderos, por lo que suponen otra diferencia a considerar entre los cultivos con y sin suelo. Aparte de mantener constante el caudal, los goteros autocompensantes presentan otra gran ventaja que es el cierre del orificio de salida cuando la presión es inferior a unos 4 m.c.a., lo que evita la descarga de las tuberías entre riegos y que, de este modo, se aporte más agua a las plantas situadas en cotas más bajas. Además, no se requiere el llenado de las tuberías al inicio del riego y el régimen normal de trabajo se consigue con rapidez. Sin

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Cultivos sin suelo

embargo, esta característica antidrenante se presenta en emisores de 3 L·h-1 y no en los de 2 L·h-1 cuando existe un cierto desnivel, por lo que los más utilizados son los primeros, a pesar de que en cultivos sin suelo interesan emisores con el caudal más bajo posible con el fin de aumentar el tiempo de riego y mejorar la hidratación del sustrato y la regulación del cabezal a la hora de preparar la solución nutritiva. Automatismos de actuación: constituyen la principal diferencia entre los cultivos con y sin suelo, ya que en los primeros no son necesarios al darse un riego diario como máximo, mientras que sí lo son en los segundos, en los que pueden darse veinte o más riegos al día. No obstante, cada vez se utilizan más en cultivos en suelo para mayor comodidad del agricultor. Dentro de estos elementos tenemos a los autómatas de riego que son los encargados de gobernar el resto de automatismos, por lo que constituyen el corazón de toda la instalación. A ellos se les indica las órdenes necesarias para efectuar la fertirrigación (tiempo o volumen de riego, ritmo de inyección de fertilizantes, orden de apertura de las válvulas de sectorización, etc). Otros automatismos importantes son las electroválvulas y las válvulas hidráulicas, las cuales se encargan de abrir y cerrar la tubería en la que se colocan, dejando o no pasar el agua a través suya respectivamente. Las primeras están gobernadas por señales eléctricas, mientras que las segundas presentan un accionamiento hidráulico. Por otro lado, la cantidad de agua que se va a aportar en cada riego puede fijarse por tiempos, en cuyo caso hay que conocer el caudal de descarga de los goteros y el número de éstos para saber el agua que se está aportando, o mejor aún por volúmenes, de forma que se mide directamente la cantidad aportada. En este segundo caso, se utilizan contadores eléctricos conectados al autómata de riego. Finalmente, cabe hacer mención a los automatismos de demanda para la programación de los riegos. Éstos resultan muy importantes en cultivos sin suelo ya que el volumen de riego es pequeño y, por tanto, el número de riegos elevado. Además, el intervalo entre riegos resulta variable según el periodo del día, y las necesidades de riego pueden cambiar enormemente de un día a otro. Por tanto, la fijación de unas determinadas horas de riego en base a la información que se dispone de días anteriores en cuanto a volumen y conductividad eléctrica del drenaje, no es totalmente exacto y resulta conveniente la instalación de los mencionados automatismos de demanda, de los cuales existen diferentes tipos: • Bandeja de demanda: se trata de una bandeja donde se coloca el sustrato cultivado y en la que se fija un nivel mínimo de agua, por debajo del cual se inicia un nuevo riego. También se ajusta el nivel a partir del cual la bandeja empieza a drenar, estableciéndose el porcentaje de drenaje que se desea. Este tipo de bandejas tienen el inconveniente de que proporcionan un drenaje inferior al mediodía que a primera y última hora del día, por lo que, aunque el porcentaje de drenaje medio diario sea el adecuado, puede ocurrir que la planta sufra estrés hídrico en las horas centrales. • Solarímetro: este instrumento mide la radiación solar incidente en W·m-2, siendo dichos datos procesados por autómata, el cual acumula la energía recibida por unidad de tiempo transcurrido. De este modo, cuando se alcanza una cierta cantidad de W·m-2 acumulados,

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

se activa el riego. Sin embargo, este sistema no es totalmente exacto por sí solo ya que, conforme avanza el día, se requiere disminuir el factor de radiación para mantener el porcentaje de drenaje deseado.

Con el fin de subsanar este inconveniente, se está tratando de combinar el solarímetro con medidas de volumen de drenaje, de manera que si disminuye éste, automáticamente se altere el factor de radiación, reduciéndolo igualmente en una determinada proporción para conseguir que los riegos sean más frecuentes y se incremente a su vez el porcentaje de drenaje. De forma contraria se actuará si éste resulta excesivamente elevado. • Otros sistemas tales como medidores del flujo de savia, de las contracciones del diámetro del tallo, etc, están en experimentación en nuestra zona, no habiéndose aplicado aún a nivel comercial.

 Otras instalaciones Aparte de los equipos de fertirrigación, algunos sistemas de cultivo sin suelo requieren otro tipo de instalaciones para su buen funcionamiento, al presentar una escasa inercia. Dentro de estas instalaciones están las siguientes: Equipos de inyección de aire mediante burbujeo en sistemas hidropónicos de solución estática, como es el caso de las bancadas. Como ya se indicó anteriormente, para el adecuado desarrollo de los cultivos resulta fundamental que las raíces dispongan del oxígeno necesario en el proceso de respiración, y este parámetro es limitante en cultivos en agua de difícil aireación pasiva. Por tanto, para que puedan tener éxito, es imprescindible forzar la solubilización de oxígeno en la solución nutritiva. Esto puede conseguirse haciendo burbujear aire en dicha solución. Sistemas de regulación de la temperatura de la solución, tanto por calefacción como por refrigeración en cultivos hidropónicos recirculantes. Dado que este tipo de cultivos no utilizan sustrato y se desarrollan exclusivamente en agua, la temperatura radicular está sometida a fuertes fluctuaciones en función de la del ambiente. De este modo, en periodos de calor y especialmente si el cultivo está poco desarrollado, de manera que no es capaz de sombrear sus propias raíces, la solución alcanza valores termométricos excesivos que pueden originar la muerte de una parte del sistema radicular y el consiguiente retraso del cultivo. Para subsanarlo, es fundamental enfriar la solución, bien con sistemas pasivos como puede ser una columna de refrigeración, o bien con sistemas forzados que consuman energía eléctrica. Del mismo modo, en periodos fríos la solución nutritiva puede alcanzar temperaturas excesivamente bajas, especialmente por la noche. Con el fin de mantener la actividad vital a nivel radicular y mejorar los rendimientos, es importante calentar la solución. Humidificadores: la instalación de sistemas que permitan aumentar la humedad relativa ambiental es fundamental para el buen desarrollo de los cultivos sin suelo en zonas donde este parámetro alcanza valores excesivamente bajos (30% e incluso menos). Aún siendo convenientes en los cultivos en suelo, los equipos de humidificación son especialmente importantes en los sin suelo ya que, en éstos, el volumen radicular es peque-

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Cultivos sin suelo

ño y, dado que el calcio es absorbido a través de los ápices radiculares, hay menos puntos de entrada de dicho elemento a la planta, por lo que la existencia de unas condiciones desfavorables a la absorción de calcio (por ejemplo, baja humedad relativa que origina un aumento del déficit de presión de vapor), se vuelven más críticas y pueden acarrear síntomas de deficiencia más graves que en suelo (blossom end rot en tomate y pimiento). Equipos de desinfección en sistemas con reuso de los drenajes en sistemas de cultivo sin suelo cerrados en los que la solución sobrante no absorbida por el cultivo es recogida y reutilizada en la elaboración de una nueva solución, existe el riesgo de que cualquier microorganismo patógeno radicular que se haya introducido en el sistema, se propague rápidamente a través del mismo a toda la plantación, pudiendo ocasionar graves daños. Para evitar esto, existen diversos sistemas que permiten matar dichos microorganismos, desinfectando la solución y reduciendo considerablemente el riesgo. Estos sistemas son los siguientes: • Tratamiento térmico: consiste en calentar la solución nutritiva a 95 ºC durante 30 segundos. Se trata de un método altamente efectivo aunque caro y que además requiere bajar el pH de la solución hasta un valor de 3 ó 4 para evitar la precipitación de las sales cálcicas. En la figura siguiente se incluye el esquema original de una instalación para desinfección por calor (Runia, van Os y Bollen, 1988). En ésta, la elevación de la temperatura se obtiene a través de dos intercambiadores de calor, el primero de los cuales permite hacer un precalentamiento del drenaje, aprovechando como fuente de calor el agua ya desinfectada que procede del segundo intercambiador. Éste utiliza una fuente de calor externa para calentar hasta la temperatura final. Variando la separación entre los dos intercambiadores, se puede modificar el tiempo de exposición de la solución al tratamiento térmico.

Aplicación del agua por goteo

Bandeja de sustrato Agua de drenaje

Tanque de almacenamiento del drenaje desinfectado Tanque de cabeza

30º

Tiempo de exposición

TC

T2

T4

T2 20º Bomba Tanque colector

T1 Intercambiador de calor nº 1

Caldera T3 Intercambiador de calor nº 2

 ESQUEMA DE UNA INSTALACIÓN DE DESINFECCIÓN POR CALOR. T1: 80ºC < T1 < 90ºC, T2:> 95ºC, T3: 90ºC
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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Más recientemente, se ha visto el interés que puede tener el uso de una caldera de condensación modificada, que combina el efecto térmico con el de los rayos ultravioletas producidos por la llama (Steinberg et al, 1994). Esto permite reducir de forma eficaz la densidad microbiana con una temperatura menos elevada. En concreto los hongos testados se destruyeron con un pase de 30 segundos a 58,9 ºC y las bacterias no productoras de esporas con un pase de 45 segundos a 65,2 ºC. • Ozonización: se trata de hacer burbujear ozono en la solución nutritiva a una concentración de 8 a 10 g·h-1·m-3. Previo a la desinfección es necesario bajar el pH hasta un valor de 4 y además hay que eliminar el ozono tras el tratamiento ya que, de lo contrario, al tratarse de un fuerte oxidante, afectaría a las raíces del cultivo. Este sistema tiene el inconveniente de ser caro y un tanto engorroso. • Radiación ultravioleta: En este sistema, la solución nutritiva se hace circular a través de una lámpara capaz de emitir radiación ultravioleta con una longitud de onda de 253,7 nm, lo que permite reducir el nivel de agentes infecciosos gracias a su actividad biocida. Cada especie patógena tiene unos requerimientos energéticos para su eliminación. No obstante, a nivel general se puede decir que en el caso de hongos y bacterias son necesarios 100 mJ·cm-2, mientras que en el caso de virus se necesitan 250 mJ·cm-2.

Este sistema de desinfección es el más utilizado por su facilidad de aplicación práctica, aunque presenta algunos inconvenientes. Por ejemplo, su eficacia depende de la densidad óptica de la solución, de forma que, si ésta presenta cierta turbidez, la radiación no es capaz de penetrar completamente en la solución y la desinfección resulta no ser totalmente eficaz. Además, también depende de la limpieza y de la edad de las lámparas, cuyo valor máximo recomendado por el fabricante no se debe sobrepasar. Otro inconveniente es que la radiación ultravioleta destruye los quelatos de hierro presentes en la solución, aunque dicha destrucción es diferente según el tipo de quelato y el pH. Según puede observarse en la gráfica (Acher et al., 1997), al disminuir el pH de la solución se produce una mayor fotodegradación de los quelatos.

100 iii, a ii, a iii, b ii, b

Fe 3+ libre (%)

80

60

i, a

40

20



i, b

0 0

10

20

30

Tiempo de exposición a UV (s)

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40

50

EFECTO DEL pH DE LA SOLUCIÓN NUTRITIVA Y EL TIEMPO DE EXPOSICIÓN A UV SOBRE LA FOTODEGRADACIÓN DE LOS QUELATOS. A, pH = 3,5; B, PH = 6,0; I, FE-EDDHA; II, FE-NA-EDTA; III, FE-DTPA. FUENTE: ACHER ET AL. (1997).

Cultivos sin suelo

Además el quelato más estable es el EDDHA, seguido (para tiempos de exposición bajos) del DTPA y finalmente del EDTA, por lo que éste último no debería ser empleado en la formulación de soluciones nutritivas recirculantes sometidas a desinfección ultravioleta. • Filtración biológica en arena: éste es el sistema más económico y consiste en un depósito grande relleno de arena fina, a través de la cual se deja filtrar el drenaje recogido a una velocidad máxima de 150 L·m-2·h-1. Sobre la superficie de las partículas de arena se desarrolla una rica y variada flora bacteriana que es capaz de competir parasitar a los patógenos que pueda haber en la solución, impidiendo así que ataquen al cultivo. Se trata de un método eficaz contra hongos y bacterias, aunque no contra virus. Con respecto a éstos, sólo en el caso de aquéllos que se transmiten mediante algunas especie fúngica (como el MNSV), presenta cierta actividad.

Otras instalaciones auxiliares en cultivos sin suelo: dentro de éstas tenemos, por ejemplo, los automatismos de descarte de solución nutritiva en hidropónicos recirculantes cuando se emplean aguas mediocres que incorporan ciertos iones en una concentración superior a la que es capaz de absorber el cultivo. Por ello, tiene lugar la acumulación de tales iones al llevar a cabo la recirculación, y resulta necesario eliminar del sistema parte de la solución con el fin de evitar la acumulación indefinida de los mismos. Esto se puede conseguir estableciendo un valor de conductividad eléctrica umbral, de forma que, cuando se alcance el mismo, se abra una electroválvula que elimine al exterior del sistema parte de la solución recirculante. A su vez, será sustituida por agua nueva de menor conductividad, y ésta bajará del nivel umbral, en cuyo momento se cerrará la electroválvula. 3. ( MANEJO DE LOS CULTIVOS SIN SUELO ] 3.1. ( Introducción ]

Como quiera que el diferencial entre cultivos en suelo y cultivos sin suelo está en la rizosfera, el manejo de éstos últimos es común respecto a factores climáticos y labores culturales, y específico en cuanto a conseguir y mantener las condiciones óptimas en el medio radicular, actuando por medio de la fertilización y el riego. 3.2. ( Fertilización ]

A excepción del carbono y el oxígeno, que son tomados por la planta del aire, el resto de macro y micronutrientes son obtenidos del agua, disueltos en forma iónica, En los cultivos sin suelo con sustrato inerte, o sin sustrato, el medio radicular no aporta nada a la planta que no haya sido previamente aportado al agua. Es por ello que en estos sistemas de cultivo más que de fertilización hablamos de fertirrigación. Donde va el agua, van los fertilizantes y podemos entender como fertilización la preparación de la solución nutritiva que vamos a emplear en el riego.  Solución nutritiva La planta toma por la raíz de la solución de su entorno el agua y los nutrientes que necesita. Si ambos se encuentran disponibles en forma fácil y abundante, la planta

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

los incorpora selectivamente a unas concentraciones determinadas (concentraciones de absorción), que se encuentran a su vez en un cierto equilibrio (entre cationes y entre aniones). Las concentraciones de absorción no son fijas y variarán ligadas a las tasas de transpiración de la planta, pero guardando prácticamente el mismo equilibrio entre ellas. Este equilibrio cambia con la especie cultivada y con la fase del ciclo del cultivo (vegetativo, productivo, etc). Para que esto sea así, los iones a incorporar deberán encontrarse de forma disponible y en cantidad suficiente en el entorno de la raíz pues, en caso contrario, se produce deficiencia del elemento determinado y los equilibrios iónicos de absorción se alterarán. Vemos pues que es necesario un equilibrio y concentración de iones nutrientes en lo que podríamos llamar solución nutritiva del entorno radicular que permita la absorción por la raíz de cada ion a su coeficiente particular. Diseño y adecuación de la solución nutritiva: Con la solución nutritiva de aporte pretendemos reponer los consumos de agua y nutrientes efectuados por la planta, de forma que se mantengan constantes los niveles de la solución de entorno que se suponen idóneos a unas determinadas condiciones. Ahora bien, los equilibrios de consumo de la planta no son exactamente los de la solución de entorno y, por tanto, tampoco lo deberán ser los de la solución entrante que pretenden su reposición. La planta presenta una mayor facilidad para incorporar ciertos elementos (K, P, NH4, etc) que otros (Ca, Mg, etc), por lo que los equilibrios en la solución estática deberán ser tales que corrijan estas tendencias, en evitación de consumos de lujo para unos que pueden llegar a ser peligrosos (NH4) o de deficiencias en otros. Así pues, la solución entrante tendrá en general menor concentración en los iones difíciles y mayor en los fáciles que la concentración de entorno. En el caso teórico de que no hubiese descarte de solución por desajustes, las concentraciones de la solución entrante coincidirían plenamente con las concentraciones de absorción iónicas en cada circunstancia. Aunque esto es muy difícil de conseguir que ocurra así exactamente, debemos tener en cuenta estos coeficientes, o al menos su equilibrio, a la hora de diseñar la solución nutritiva entrante. Otro condicionante de primer orden a tener en cuenta es la calidad del agua de riego, la cual nos obligará a un porcentaje de descarte determinado. También habrá que atender a ciertos condicionantes climáticos o de calidad que aconsejen algunas modificaciones. Formulación de la solución nutritiva: Una vez establecidas las concentraciones teóricas de cada elemento, deducimos las aportadas por el agua y la diferencia será lo que debemos añadir por medio de abonos minerales. Si tenemos en cuenta que éstos son mayoritariamente sales que aportan dos elementos, tenemos varias posibilidades utilizando unos u otros abonos de llegar a la formulación final. Esto que parece farragoso y complicado se resuelve de una forma sencilla siguiendo una metodología y orden preferencial. Es indiferente el uso de unas u otras unidades de trabajo, pero por comodidad suelen usarse los mmoles·L-1 para los elementos mayores y los µmoles·L-1 para los menores, aunque igualmente podríamos trabajar con g·L-1 o ppm.

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Cultivos sin suelo

Los abonos minerales usados generalmente como fuente de nutrientes son los que aparecen en la relación siguiente, en la que incluimos los ácidos con el 100% de pureza, ya que en el comercio se encuentran a diferentes diluciones. Fertilizante

Riqueza%

g·mol-1

Ácido nítrico

N: 22%

63

Ácido fosfórico

P:32%

98

Nitrato cálcico

N: 15,5% (1) Ca: 19%

90 210

Nitrato potásico

N: 13% K: 38%

107 102

Nitrato amónico

N: 35% (2)

40

Nitrato magnésico

N: 11% Mg: 9%

127 267

Fosfato monopotásico

P: 23% K: 28%

137 139

Sulfato potásico

K: 45% S: 18%

86 178

Epsonita

Mg: 10% S: 13%

240 246

Sulfato de manganeso

Mn: 32%

172

Sulfato de zinc

Zn: 23%

284

Bórax

B: 11%

98

Sulfato de cobre

Cu: 25%

254

Molibdato amónico

Mo: 58%

165

Hierro (quelatos)

Fe: 5-13% (3)

-

Bicarbonato potásico

K: 39%

100

Hidróxido cálcico

Ca: 54%

74

(1) EL PRODUCTO COMERCIAL NO ES LA SAL PURA Y CORRESPONDE A LA FÓRMULA: 5[CA(NO3)2·2H2O]·NH4NO3, DEL 15,5% DE NITRÓGENO UN 1% ES AMONIACAL Y UN 14,5% NÍTRICO. (2) MITAD N AMONIACAL Y MITAD NÍTRICO. LA RIQUEZA REAL, DEBIDO A IMPUREZAS, ES DEL 33,5%. (3) POSIBILIDAD DE USAR DISTINTOS TIPOS DE QUELATOS CON DIFERENTE RIQUEZA.

Veamos la forma de incorporar los distintos nutrientes: Empezamos por el calcio para el que disponemos de una sola fuente, el nitrato cálcico. Por cada mol de calcio añadido incorporamos dos de nitrógeno, que deducimos del total para saber lo que nos resta. A continuación ajustamos los bicarbonatos del agua, debiendo neutralizarlos con ácido, a excepción de 0,5 mmol·L-1, que nos aseguran un pH idóneo de 5,5. Hasta 1,5 empleamos ácido fosfórico y seguimos con el resto con ácido nítrico.

( 427 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

El aporte de fósforo lo hemos hecho con la neutralización de los bicarbonatos. Si no hemos llegado a 1,5 mmol·L-1 de fósforo, completamos con fosfato monopotásico, contabilizando el potasio y deduciéndolo de la cantidad total. El aporte aconsejado de 0,5 mmol·L-1 de amonio lo añadimos con nitrato amónico, teniendo en cuenta que incorporamos también 0,5 mmol·L-1 de nitratos. Veamos ahora el potasio. La cantidad pendiente, si ha sido necesario incorporar fosfato monopotásico, la completaremos hasta donde sea posible (por la cantidad de nitrógeno pendiente) con nitrato potásico y, si no es suficiente, completamos con sulfato potásico. Para el magnesio hacemos como para el potasio; empezamos si es posible con nitrato y completamos con sulfato. La solución nos quedará así bien ajustada a excepción de los sulfatos, que generalmente nos resultarán excedentarios y habrá que aceptarlos así. El aporte de nitrógeno nunca nos quedará deficitario actuando como hemos señalado, pues si las necesidades de Ca y Mg son bajas o nulas, por su existencia en el agua, con lo que el aporte de nitratos será bajo, esto supone la existencia de altos niveles de bicarbonatos y entonces deberemos introducir el nitrógeno como ácido nítrico. Lo que si sucederá ocasionalmente es el caso contrario, que los bicarbonatos altos nos obliguen a la incorporación de tal cantidad de ácido nítrico que tengamos que aceptar un equilibrio en la solución con más nitratos de lo que es recomendable. Excepcionalmente nos encontramos con aguas muy ácidas (no en el sudeste), en el que previamente hay que subir el pH a 5,5-6, lo que conseguiremos añadiendo bicarbonato potásico o hidróxido cálcico, que habrá que tener en cuenta en la contabilidad del K o Ca, y a continuación procederemos como anteriormente. Los microelementos usualmente se incorporan todos juntos utilizando preparados comerciales a tal efecto, que si bien resultan más caros y no siempre presentan el equilibrio idóneo, tienen la ventaja de una mayor comodidad y, sobre todo, seguridad en su preparación. Una vez establecidas las cantidades en moles que hemos de añadir de cada sal por metro cúbico de agua, sólo nos queda calcular los correspondientes pesos de abonos comerciales. Para ello bastará multiplicar los moles por su equivalencia en gramos del producto comercial, tal y como aparece en la tabla. La solución nutritiva se formula de forma automática en los modernos cabezales de riego tal y como se ve en el capítulo correspondiente del curso y que no vamos aquí a repetir. 3.3. ( Riegos ]

 Características y manejo El concepto de riego en los cultivos sin suelo difiere en cierto grado con el del riego clásico, pues aquí va asociado con la reposición de la solución nutriente a pequeñas dosis y alta frecuencia. Esto es lógico si tenemos presente el pequeño volumen del sustrato utilizado y su consecuente limitada retención de agua. Pero, ¿cuándo y cómo regar?. Hemos visto en el capítulo de “sustratos” el comportamiento físico de los mismos, la curva de rehidratación y los conceptos de agua fácilmente disponible, de reserva y

( 428 ]

Cultivos sin suelo

difícilmente utilizable. Parecería lógico que la finalidad del riego sea reponer la solución nutriente antes de que el agua fácilmente utilizable se agote, para que la planta encuentre siempre el agua en la banda de absorción más favorable. Pero esto no es así, pues además de las fuerzas de retención mátricas, la planta debe vencer la presión osmótica de la solución, que irá en aumento conforme su consumo incremente la concentración salina, por lo que el riego deberá darse antes que la conductividad eléctrica de la solución llegue a ser excesiva. Pero ni siquiera esta razón es la determinante en la periodificación del riego. Anteriormente veíamos que el equilibrio de la solución de aporte no es el mismo que se encuentra en el sustrato y éste último es el que debemos mantener tan constante como sea posible. Los aportes de solución nueva van a modificar este equilibrio y, para que el desajuste sea mínimo, deberá añadirse en volúmenes pequeños y tantas veces como sea necesario. Se acepta, en un compromiso pragmático entre idoneidad y posibilismo, que la reposición deberá hacerse cuando se haya consumido entre un 5-10% del agua total retenida por el sustrato a capacidad del recipiente, lo que permite una cierta comodidad en el manejo del riego, sin alteraciones en la solución de perjuicio significativo para la planta. Conocido el cuando, veremos ahora el volumen de cada riego. Como mínimo deberá reponer el agua consumida, pero si nos limitamos a este objetivo, la salinidad del sustrato se irá incrementando indefinidamente, pues se acumularán las sales nocivas aportadas en el agua, que la planta consume en cantidades mínimas (cloro y sodio especialmente), así como los procedentes de los diferenciales entre concentraciones de absorción y aporte. También las instalaciones y equipos de riego nos obligan a volúmenes excedentarios, pues por muy perfectas que sean, siempre hay una cierta variabilidad, debido tanto a los goteros como a las pérdidas de carga en distribución. Por ambas razones debemos aceptar en el mejor de los casos un porcentaje de drenaje mínimo del 15-20% como garantía de un correcto funcionamiento. Este nivel, como decimos, es mínimo y habrá que incrementarlo si los desajustes del riego son notables o si la calidad del agua es mediocre. En el primer caso, la observación y experiencia nos marcará el nivel aconsejado. En el segundo caso, será necesario partir de un porcentaje de drenaje prudente y por análisis de los lixiviados veremos si hay que variar en uno u otro sentido el porcentaje primitivo. Cuando el nivel de Cl y/o Na es apreciable, lo que sucede casi siempre en el sudeste español, evitar su excesiva acumulación será el principal objetivo del drenaje y entonces es fácil calcular el porcentaje necesario. Veamos: Llamando: • V = volumen de riego total • V1 = volumen de riego útil (5-10% establecido) • X = porcentaje de drenaje (sobre V) • C1 = concentración de entrada del elemento perjudicial • C2 = concentración de salida del elemento perjudicial

( 429 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

El elemento perjudicial que tomamos como indicador será generalmente el sodio, cuyo pequeño consumo no nos altera el cálculo. Entonces: C1 · V = C2 · X · V ; luego: X = C1 / C2 ; y por tanto el volumen de riego necesario será: V1 · C2 V1 = V – X · V⇒ V = ———— C2 – C1

C1 hemos visto que es la concentración del agua de riego, pero C2 es la concentración que alcanzará el Na en la solución retenida por el sustrato y que nosotros debemos establecer a priori a un nivel tal que no nos afecte la producción significativamente. En tomate, por ejemplo, este nivel podemos establecerlo en unos 25 mmol·L-1 de Na, aunque las condiciones climáticas (luz, humedad relativa, temperatura) lo harán variar, arriba o abajo, varios puntos en sentido contrario a la variación del potencial de transpiración. En la práctica la aportación volumétrica del riego la hacemos por tiempos, hallando la equivalencia con la descarga de los goteros. Para establecer los momentos y secuencias de riegos hay varios métodos de posible uso. El programador horario es el método más sencillo e imperfecto. Se prefija un número determinado de riegos en determinados momentos. Aunque a la hora de establecerlos se tengan en cuenta todos los datos posibles (lectura del tanque evaporimétrico, drenajes obtenidos, etc) todos son datos del día anterior y no siempre son similares de un día a otro, lo que ocasiona desfases importantes. Los sistemas de control más recomendables son los denominados “riegos a la demanda”, en los que, por diferentes medios, se detecta el consumo de la planta a tiempo real y los riegos se producen cuando el déficit de agua llegue al volumen establecido. Esto se detecta por medios indirectos o directos. En el primer caso se relaciona la radiación solar con la transpiración introduciendo un programa en el ordenador de riego, que en realidad es un modelo matemático, de forma que cuando recibe una radiación acumulada determinada, ordena un riego. El problema está en que cada programa debe estar confeccionado para unas condiciones determinadas (zona, variedad, invernadero, etc) y no suelen ser de extrema exactitud. Además pueden presentarse factores perturbadores no considerados, como vientos secos, que influyen claramente en los consumos. Con los sistemas de medición directa esto no sucede y, si están bien ajustados, son de gran exactitud. La medición del consumo se hace directamente bien por peso o bien por volumen de la solución detraída de un depósito auxiliar. En ambos casos, al transpirar la planta, hay una pérdida de agua que se detecta y, al llegar a la cantidad determinada, el balancín se desplaza, dando una señal eléctrica, o bien ésta es una sonda de nivel si es por volumen, y empieza el riego. Un manejo correcto del riego debe incluir una serie de controles y comprobaciones periódicos, que comprenden chequeos de uniformidad de descarga, para lo que se colocarán varios recipientes en distintos puntos de la parcela; cada recipiente recogerá la descarga de un gotero. Periódicamente se comprobarán volúmenes, conductividad eléctrica y pH, detectando posibles desviaciones para corregirlas.

( 430 ]

Cultivos sin suelo

De forma similar a la anterior se colocarán recipientes de recogida de drenaje para comprobar porcentajes, conductividad y pH. Periódicamente es conveniente también comprobar, por medio de los correspondientes análisis químicos, alteraciones no detectadas en el agua de riego, formulación de la solución nutritiva y comportamiento de los drenajes. 4. ( ANÁLISIS CRÍTICO DE LOS PRINCIPALES SISTEMAS DE CULTIVO SIN SUELO. EXPERIENCIAS Y POSIBILIDADES DE ADAPTACIÓN A LAS CONDICIONES DEL SURESTE ESPAÑOL ] 4.1. ( Sistemas abiertos ]

Los sistemas de cultivo sin suelo abiertos son aquellos en los que la solución nutritiva que se aplica en exceso al cultivo y que no es absorbida por éste, no se reutiliza nuevamente en el riego, sino que es eliminada al medio. Esto origina que el gasto de agua total sea notablemente superior al consumo hídrico del cultivo. Dado que en los sistemas hidropónicos (los cuales no utilizan sustrato alguno) el suministro de agua tiene que ser continuo o intermitente de muy alta frecuencia, no tiene sentido establecer un sistema abierto ya que, en ese caso, el gasto sería excesivamente elevado. Además están diseñados para su manejo en circuito cerrado. Por ello, los sistemas abiertos son propios de sistemas de cultivo en sustrato. En nuestra zona este tipo de sistemas sin suelo son los únicos que prácticamente se han desarrollado hasta el momento, de manera que se ha conseguido un manejo y producciones aceptables con los mismos. Los sistemas abiertos suponen la aplicación al sustrato de riegos periódicos, que deben ser más frecuentes cuanto mayores son las necesidades hídricas del cultivo en función de la época del año y de la hora del día. El volumen de riego debe ser suficiente para reponer el agua del sustrato absorbida por el cultivo desde el último riego y, además, para provocar un exceso que sea eliminado del sistema en forma de drenaje, con el fin de evitar la acumulación de las sales en el sustrato hasta niveles insostenibles para el buen desarrollo del cultivo. Lógicamente, el porcentaje de drenaje debe ser mayor cuanto más salina resulte el agua de riego. Puede haber situaciones en las que sea necesario drenar más del 50% del agua aplicada al cultivo. La principal ventaja de los sistemas abiertos es que, al no aprovecharse el drenaje en la elaboración de nueva solución nutritiva, es más fácil mantener una composición óptima de ésta. De esta forma, simplemente conociendo el análisis del agua de riego se pueden calcular los aportes de fertilizantes necesarios para conseguir la solución deseada. Frente a ello, en un sistema cerrado la composición de la solución nutritiva va a estar influida por las variaciones que pueda sufrir el drenaje, y resulta importante conocer las absorciones realizadas por el cultivo para, en función de ellas, saber qué cantidad de fertilizantes es necesario aportar. De este modo, dichos sistemas resultan más complejos de manejar. Sin embargo, los sistemas abiertos también tienen sus inconvenientes. Así por ejemplo, como ya se ha indicado anteriormente, el gasto de agua, al igual que el de fertilizantes, es mayor y esto resulta importante en zonas como la nuestra en las que el agua es un bien

( 431 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

escaso. Otro inconveniente de consideración es que, al ser eliminado el drenaje al medio, éste puede contaminar seriamente las aguas tanto superficiales como subterráneas, especialmente por nitratos. Hay que tener en cuenta que dichos drenajes suelen presentar altos niveles de este ion que, por otro lado, es muy fácilmente lixiviable, por lo que el agua subterránea puede alcanzar concentraciones del mismo tales que no permitan su consumo por el hombre. Como ya se ha comentado, los sistemas abiertos son sistemas de cultivo en sustrato. Como sustrato puede utilizarse una gran variedad de materiales diferentes con resultados aceptables, de manera que no es posible decir si un material es mejor que otro de forma generalizada ya que va a influir una gran cantidad de factores, como puede ser la especie a cultivar, las condiciones climáticas, la experiencia del agricultor, la información técnica disponible, los medios de producción existentes, etc. En el sureste peninsular han proliferado básicamente cuatro materiales distintos, que son la lana de roca, la perlita, la fibra de coco y la arena. Por ello son los únicos que se van a tratar a continuación de forma individualizada. No obstante, en Almería encontramos los tres primeros y no el último, el cual es típico de Murcia, En Almería los sustratos predominantes son la lana de roca y la perlita, los cuales están prácticamente igualados en superficie, con unas 800 ha cada uno. La fibra de coco cuenta con unas 100 ha aproximadamente. Veamos las características de cada uno de estos sustratos. • Lana de roca (rockwool): Este material se obtiene por transformación industrial de una mezcla del 60% de rocas ígneas llamadas dolomitas, 20% de piedra caliza y 20% de carbón de coque, la cual se funde a una temperatura de 1600 ºC. Este material de partida es propio de la mayoría de las marcas fabricantes de lana de roca, pero en el caso concreto de la marca Cultilène es diferente ya que se emplea escoria de alto horno. Una vez fundida la mezcla, ésta se lanza desde la base del horno sobre unos rotores que giran a gran velocidad, de donde sale expedida en forma de fibras de unos 0,005 mm de grosor, aunque la longitud y el diámetro de las mismas viene determinado por la velocidad del rotor, la temperatura de la mezcla y otros factores. A continuación las fibras se enfrían mediante una corriente de aire y se les añade una resina fenólica, como apelmazante para dar estabilidad, y un humectante para mejorar la capacidad de absorción de agua. Finalmente, el producto se prensa, se endurece y se corta a la forma deseada (tacos o tablas). También se puede granular. Aunque las propiedades físicas de la lana de roca dependen del grosor de las fibras, su densidad, la cantidad de estabilizante y mojante añadidos, etc, y esto varía en función del fabricante, puede decirse que en general dichas propiedades son las siguientes: • Espacio poroso total: hasta el 97% • Agua fácilmente disponible: cuando se moja por inmersión previo a la plantación, puede alcanzar un valor superior al 70%, pero posteriormente durante el cultivo tiende a descender entre el 50 y el 60% ya que la lana de roca no es capaz de rehumectarse completamente. Por ello es muy importante evitar que este sustrato se seque en exceso

( 432 ]

Cultivos sin suelo

(menos del 50% de humedad) pues, en ese caso, habría grandes dificultades para rehumedecerlo y el cultivo podría sufrir estrés hídrico, debiéndose ofrecer entonces riegos muy cortos y frecuentes, que son difíciles de manejar. • Agua de reserva: entorno al 1%. • Agua difícilmente disponible: se sitúa entre el 2 y el 4%.

Se observa por tanto que la lana de roca retiene muy débilmente el agua pues casi toda ella es fácilmente disponible. Esto supone una ventaja ya que el gasto de energía que tiene que realizar la planta en el proceso de absorción es muy pequeño, pero por otro lado apenas existe una reserva de agua de la que pueda abastecerse el cultivo en caso de que el riego no sea el adecuado o haya un corte eléctrico. Por ello el periodo que puede estar sin riego es menor que para otros sustratos y además el manejo del mismo debe ser mucho más preciso para obtener buenos resultados. • Capacidad de aireación: del 25-30%. Como se ha comentado anteriormente, en el proceso de rehumectación la lana de roca retiene cada vez menos porcentaje de agua y, por tanto, más aire. Sin embargo, esto no tiene lugar de forma homogénea en todo el sustrato, sino en zonas diferenciadas, como la parte alta del mismo o el espacio entre goteros. Al estar más secas, estas zonas son peor colonizadas por las raíces del cultivo y, por tanto, su mayor nivel de aireación no es útil para la raíz.

Las curvas de retención de agua de dos tipos de lana de roca comerciales son las siguientes:

Agua (% volúmen)

100

Cultilene ®

80 60 40 20 0 0

5

10

15

20

25

Tensión (cm de c.a.)

Agua (% volúmen)

100

Grodan ®

80 60 40 20 0 0

5

10

15

20

25

Tensión (cm de c.a.)

( 433 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

La distribución del agua en la tabla es variable en función de altura considerada. Así, al aumentar dicha altura desde la base de la tabla, se observa que el contenido de agua del sustrato es cada vez menor y a 10 cm, el sustrato está casi seco. Por contra, en la base hay una condiciones de saturación y hasta los 5 cm el nivel de humedad es muy adecuado para el cultivo. Desde los 5 hasta los 7,5 cm hay un descenso rápido del nivel hídrico, pero aún resulta aceptable. Finalmente, desde los 7,5 a los 10 cm la humedad es muy baja y el desarrollo radicular tiende a ser escaso. No obstante en nuestra zona es frecuente encontrar tablas de 10 cm con el fin de mejorar la oxigenación radicular en invierno. Dado que el volumen mínimo de sustrato que se debe manejar en lana de roca es de 2-3 litros por planta cuando se establecen 6 plantas por tabla, normalmente éstas son de 15 litros. De este modo, son habituales las dimensiones siguientes (expresadas en cm). 100 x 20 x 7,5 y 100 x 15 x 10. En nuestra zona es habitual establecer unos 50 m3·ha-1 de lana de roca. Las tablas se presentan forradas con polietileno blanco opaco para evitar su colonización por algas. La densidad aparente de la lana de roca es variable en función del fabricante, pero en cualquier caso resulta baja, inferior a 100 kg·m-3. La de la marca Grodan suele estar alrededor de 70 kg·m-3, mientras que la de Cultilène se sitúa entorno a 80 kg·m-.3. Una mayor densidad aparente implica la existencia de más fibra y ello supone mayor resistencia mecánica y menor tamaño de los poros, por lo que el material se mojará más fácil y uniformemente y su estructura favorable durará más tiempo. Por tanto, resultará más cara pero tendrá más calidad. Normalmente se utilizan tablas cuyas fibras se disponen horizontalmente ya que ello aumenta el cono de sustrato mojado directamente por el emisor y mejora la colonización de la tabla por las raíces. No obstante, también existen tablas de fibra vertical, las cuales tienen la ventaja de presentar una mayor capilaridad y una más fácil rehumectación. Éstas pueden tener el inconveniente de acumulación de sales durante el proceso de ascenso capilar en el volumen colindante al cono de humedad. En cuanto a las características químicas, la capacidad de intercambio catiónico del material es prácticamente nula al igual que su poder tampón, por lo que no es capaz de alterar la composición de la solución nutritiva existente en la rizosfera. Esto en general es una ventaja ya que podemos controlar mejor la nutrición del cultivo. Sin embargo, no se dispone de una reserva de nutrientes en caso de que el aporte no sea el correcto. Es, en definitiva, un sustrato muy técnico. Por otro lado, la salinidad inicial es despreciable y por tanto no constituye un factor limitante. El pH inicial se sitúa entorno a 8-9, por lo que es necesario dar el riego de saturación con solución nutritiva con el fin de reducir este valor y conseguir que sea óptimo en el momento del transplante. El material es prácticamente inerte y sus componentes o constituyentes no están en condición de asimilables o disponibles para la planta. Sin embargo, y debido a la interacción de la matriz sólida del sustrato con la solución nutritiva, al principio puede liberarse calcio, magnesio, hierro y manganeso, los dos últimos incluso en cantidades importantes, a tener en cuenta en la preparación de la solución nutritiva. Finalmente, en lo que respecta a las alteraciones sufridas por el material, la lana de roca no sufre descomposición por actividad biológica, sino alteraciones mecánicas que

( 434 ]

Cultivos sin suelo

consisten básicamente en la compactación de las fibras. La vida útil suele ser de 2 ó 3 años, aunque también se comercializan tablas de un solo año de duración, más económicas y con menos riesgos fitosanitarios. • Perlita: La perlita también se obtiene por transformación industrial de rocas volcánicas, en este caso del grupo de las riolitas, compuestas por silicato alumínico que llevan un 25% de agua combinada. Este material se fragmenta en partículas de pequeño tamaño, se precalienta a 300-400 ºC y, a continuación, se deposita en hornos a 1000-1100 ºC durante unos 5 minutos. Con ello, el agua combinada se evapora rápidamente y el material se expande hasta 20 veces su volumen inicial para formar un producto particulado con una densidad aproximada de 125 kg·m-3. La granulometría del material, una vez procesado, es muy variable y sus propiedades físicas varían de acuerdo a los porcentajes de cada uno de los rangos de tamaños considerados. A nivel comercial se distinguen varios tipos de perlita para cultivos sin suelo, que se diferencian en la distribución del tamaño de las partículas y en su densidad. Éstos son: • Tipo A-13, constituido por la fracción gruesa (3-5 mm; densidad 100-120 kg·m-3) • Tipo B-12, formado por las fracciones medias y gruesas, junto con las finas (0-5 mm; densidad 105-125 kg·m-3) • Tipo B-10, también de textura intermedia (0-3 mm; densidad 105-125 kg·m-3) • Tipo B-9, constituido por las fracciones finas (0-1,5 mm; densidad 80-90 kg·m-3) • Tipo B-6, también constituido por las fracciones finas pero con una densidad inferior (0-1,5 mm; densidad 50-60 kg·m-3).

Las propiedades físicas de la perlita dependen del tipo elegido y, por tanto, de su granulometría como se indica en el cuadro siguiente: Tipo de perlita Propiedades

A-13

B-12

B-10

B-9

B-6

Humedad (%)

0,11

0,10

0,68

0,12

0,23

Densidad aparente (g MS·cm-3)

0,13

0,14

0,12

0,09

0,05

Porosidad total (%)

94,66

93,98

95,06

96,36

97,76

Porosidad ocluida (%)

7,6

8,1

7,9

2,4

0,6

Material sólido (%)

5,34

6,02

4,94

3,64

2,24

Capacidad de aireación (%)

65,73

37,22

26,45

24,73

24,43

Agua fácilmente disponible (%)

6,86

24,58

34,39

36,48

37,63

Agua de reserva (%)

2,73

6,98

8,12

7,01

8,55

Agua difícilmente disponible (%)

19,34

25,19

26,09

28,34

27,15

El tipo de perlita que se está empleando en los cultivos sin suelo es el B-12 ya que el A-13 tiene una granulometría excesivamente gruesa que origina una gran aireación

( 435 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

pero a la vez baja retención de agua, lo que dificulta enormemente su manejo. Por otro lado, los tipos más finos muestran un elevado contenido de agua fácilmente asimilable y una capacidad de aireación no limitante (> 18%), pero en ellos puede aumentar el grado de pulverización de las partículas en el transcurso del cultivo, con el consiguiente riesgo de anegamiento en la base de los sacos, por lo que ofrece más seguridad el tipo B-12. Éste último comprende todo el intervalo granulométrico y supone un manejo del riego bastante sencillo y sin riesgos de asfixia ni de déficit hídrico. Además, al no requerir cribado ni clasificación, resulta más económico. No obstante, lo ideal sería realizar un doble cribado quitando las partículas menores de 1 mm y las mayores de 4 mm, ya que ello mejoraría el equilibrio aire/agua y su uniformidad. Sin embargo, esto resulta costoso y por ello no se realiza. Debido a su proceso de fabricación, la perlita presenta porosidad ocluida (es decir, encerrada en cavidades internas aisladas), que es considerable (cerca del 10%) en los materiales que contienen partículas gruesas, y mínima (< 3%) en los finos. Sin embargo, esta porosidad no es útil, al no estar conectada al exterior. Las curvas de retención de agua de distintos tipos de perlita son las siguientes: 100

Tensión (cm)

Aire

50

Agua

10 0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

90

100

% volumen 20 Aire

Tensión (cm)

15

10 8

Agua

5 3 0 0

10

20

30

40

50

60

70

80

P1 Granulometría 3-5 mm. P2 Granulometría 0-5 mm.

% volumen

P3 Granulometría 0-3 mm. P4 Granulometría 0-1,5 mm.

Como puede observarse, la capacidad de aireación de la perlita B-12 es del 37%, pero dicho valor aumenta en el conjunto del saco a lo largo del cultivo debido a que el agua crea unos canales preferentes por los que tiende a drenar. De este modo, al avanzar el ciclo, es frecuente ver cómo hay zonas del sustrato que quedan secas y bien

( 436 ]

Cultivos sin suelo

aireadas pero suponen una pérdida de volumen útil para el cultivo, al no poder éste aprovecharlo. Con el transcurso del tiempo tiene lugar un fuerte desarrollo radicular en el cono de humectación del emisor, lo cual dificulta enormemente la percolación del agua en la perlita y origina el desbordamiento de la solución por el exterior del plástico de protección del sustrato, obligando a cambiar de posición los goteros con el fin de encontrar otra zona con mejor infiltración. En nuestra área suele emplearse un volumen de perlita por hectárea de 134 m3, notablemente superior al empleado en lana de roca. Por ello existe un mayor volumen de agua a disposición del cultivo y esto permite implantar riegos más largos y simplificar el manejo del sistema. En base a los marcos de plantación de los cultivos de invernadero que se suelen establecer y con el fin de alcanzar el volumen de sustrato anteriormente comentado, se suelen utilizar sacos de perlita de 40 litros de 1,2 m de longitud y con un diámetro comprendido entre 15 y 20 cm. Dado que se disponen entre 3 y 6 plantas por saco, cada una de ellas va a disponer de 13,3 a 6,7 litros de perlita, respectivamente, es decir, algo más del doble que en lana de roca. Dado que la perlita retiene una importante cantidad de agua difícilmente disponible (entorno al 25%), en el caso de un manejo inadecuado del riego o de un corte eléctrico, el cultivo va a tener una reserva interesante de agua y, de este modo, podrá soportar más tiempo tales condiciones desfavorables. Esta razón, junto con la mayor simplicidad de manejo, están haciendo que actualmente el agricultor almeriense se incline hacia este tipo de sustrato. Al igual que ocurre con la lana de roca, la perlita es un material inerte con una capacidad de intercambio catiónico muy baja (1,5-2,5 meq·100 g-1) y una capacidad tampón para el pH muy limitada. Está compuesta principalmente por silicio y aluminio y se puede considerar desprovistas de nutrientes, aunque si se utilizan soluciones nutritivas medianamente ácidas (pH ≤ 5), puede originar problemas de fitotoxicidad debidos a una excesiva solubilización del aluminio. Su pH es neutro o ligeramente alcalino (77,5) y su salinidad muy baja. La perlita no se descompone biológica ni químicamente pero puede degradarse durante el ciclo de cultivo debido a la rotura de los gránulos. Esto origina la pérdida de la estabilidad granulométrica y que las partículas finas se acumulen en el fondo del saco, originando unas condiciones de anegamiento en el mismo que conducen a una reducción de la aireación y a problemas en el desarrollo del cultivo. Este hecho limita la vida útil del sustrato, que viene a ser de 2 ó 3 años. La perlita presenta una mayor capilaridad que la lana de roca y esto permite un mejor ascenso y rehumectación del material. Sin embargo, el lavado de sales es peor debido a esta razón y a la aparición de canales preferentes. • Fibra de coco: Es un sustrato orgánico que se obtiene del mesocarpio fibroso del coco. Durante el proceso de industrialización de éste se generan cantidades importantes de fragmentos de fibras de pequeño tamaño, llamados “polvo” o “polvillo”, que tradicionalmente constituían un residuo en las zonas de origen que carecía de utilidad, amontonándose al aire libre y originando problemas de impacto medioambiental. Sin embargo desde hace unos pocos

( 437 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

años se ha empezado a utilizar como medio de cultivo tanto en semilleros como en planta ornamental y en cultivos sin suelo, obteniéndose muy buenos resultados. El área de producción del coco es muy amplio, extendiéndose por las zonas tropicales del Planeta. Sin embargo, Sri Lanka es el país donde más desarrollada se encuentra esta industria y, de este modo, la mayor parte de la fibra de coco procede de allí. Quizás el mayor problema de este material es que no se obtiene en base a un patrón productivo definido y sus características físico-químicas pueden variar grandemente de unas muestras a otras, tal y como se refleja en la siguiente tabla. 

ALGUNAS PROPIEDADES FÍSICAS SELECCIONADAS DE FIBRAS DE COCO CON DIFERENTES ORÍGENES Y SU COMPARACIÓN CON UNA TURBA SPHAGNUM. PROPIEDAD ORIGEN

índice de grosor (%)

Densidad aparente (g·cm-3)

Espacio poroso total (% vol.)

Capacidad de aireación (% vol.)

Agua fácil. Disponible (% vol.)

Agua de reserva (% vol.)

Capacidad de retención de agua (mL·L-1)

Contracción (% vol.)

Costa Rica (CR) CR1

42,7

0,041

97,0

59,6

14,4

2,9

417,3

15,9

CR2

61,7

0,026

98,2

75,3

4,9

1,3

252,3

2,0

29,0

0,056

96,3

41,2

21,6

6,5

547,3

20,0

India (IN) IN Méjico (ME) ME1

21,7

0,072

95,2

43,7

22,8

5,2

639,0

20,5

ME2

35,0

0,061

95,9

57,8

14,7

3,0

458,3

9,1

ME3

62,0

0,039

97,4

83,3

2,6

0,3

201,3

9,7

ME4

66,3

0,025

98,3

89,4

0,7

0,2

137,0

8,5

Sri Lanka (SL) SL1

31,3

0,089

94,1

31,7

22,5

5,3

585,0

9,9

SL2

36,3

0,072

95,1

42,0

22,4

4,0

540,7

23,9

Tailandia (TA) TA1

11,7

0,073

95,2

24,2

36,0

4,8

786,0

10,9

TA2

25,3

0,063

95,8

37,3

27,7

7,5

648,3

9,2

TA3

33,3

0,056

96,2

45,3

18,6

3,0

532,7

16,3

TURBA

63,0

0,084

94,2

41,2

22,5

4,4

620,3

12,5

FUENTE: MECA ABAD, D. (1996)

Dado que las zonas productoras se encuentran muy lejos de las de consumo, resulta imprescindible comprimir el material en origen con el fin de abaratar suficientemente el transporte y a su vez el producto, haciéndolo competitivo. La forma más típica de encontrar la fibra de coco en el mercado es como pequeños bloques compactos de 20 x 10 x 4 cm a un nivel de compresión de 1:8, aunque también existen bloques más grandes adaptados a la forma del contenedor, e incluso sustrato en el interior de sacos de cultivo, similares a los de lana de roca o perlita, con una compresión menor (normalmente 1:5). Al igual que ocurre con la perlita, el espacio poroso total del material varía con la granulometría, aunque en los tipos comerciales se sitúa en el 94-95%. Su capacidad de retención de agua es muy grande, llegando incluso al 800% de su peso en seco.

( 438 ]

Cultivos sin suelo

Esta retención se reparte aproximadamente de la siguiente forma: • Agua fácilmente disponible: 24-25% • Agua de reserva: 5% • Agua difícilmente disponible: 35%

El elevado nivel de retención de agua difícilmente disponible permite que el cultivo sea capaz de soportar bastante bien la falta eventual de algún riego. Además, la gran aireación que posee (35-40%) hace difícil el encharcamiento, a no ser que se emplee una granulometría demasiado fina que llegue a crear un lodo fino en el fondo y que puede originar problemas de asfixia radicular. La aireación del material indicada disminuye con el tiempo debido a la degradación progresiva que sufre, y esto hace que finalmente deba desecharse y renovarse el sustrato. En lo que se refiere a la capacidad de intercambio catiónico, ésta varía mucho según orígenes y granulometría, aunque usualmente oscila entre 50 y 100 meq·100 g-1, por lo que existe cierta inercia que obliga a actuar con anticipación a las necesidades de la planta. No obstante este hecho también permite compensar deficiencias puntuales en la composición de la solución nutritiva. La capacidad tampón hace que incluso elementos que pudieran llegar a ser fitotóxicos como el boro o el amonio sean retenidos en gran medida; lógicamente esto tiene que complementarse devolviendo el equilibrio al sustrato en momentos sin cultivo. Es igualmente necesario para la cantidad total de sales. En cuanto a la salinidad, el material de partida resulta bastante salino debido a la influencia marina y ello obliga a que deba ser lavado previamente a su comercialización. En Asia esta operación se realiza de forma natural gracias a los monzones. Una vez a disposición del agricultor, el producto debe garantizar una salinidad inferior a 1 dS·m-1. Por otro lado, el pH del material oscila entre 5-6 según orígenes. La fibra de coco, al ser orgánico, es el único material de los cuatro que se descompone con el tiempo debido a la actividad biológica que se desarrolla en su seno. Dicha degradación obliga a renovar el sustrato normalmente cada dos años con el fin de evitar problemas de encharcamiento. En lo que se refiere al volumen mínimo de sustrato, pueden ser suficientes 3-4 litros por planta, pero normalmente se emplean 5 ó 6. Dicho volumen puede disponerse en el seno de un contenedor de poliestireno troncopiramidal, lo cual ha sido lo más habitual en nuestra zona hasta hace poco tiempo para la fibra de coco. No obstante, de forma progresiva se va introduciendo en el mercado la fibra en saco de cultivo. El contenedor permite un mejor aislamiento térmico del medio radicular tanto a las bajas como a las altas temperaturas pero supone una mayor inversión inicial y presenta cierta fragilidad en el caso de golpes; además ocupa una mayor altura y volumen dentro del invernadero. Resulta habitual que se utilicen tres bloques de fibra por cada contenedor, los cuales se van humedeciendo y disgregando para ocupar todo el volumen de éste. Dicha operación preparatoria previa al cultivo suele resultar costosa y penosa debido a la posición de trabajo y la dureza del material, aunque en la actualidad existen métodos sencillos y mecanizados de triturado y mezcla que facilitan este trabajo. Como ya se ha comentado anteriormente, también existen tacos comprimidos a medida que no necesitan este proceso.

( 439 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Arenas y gravas: Las arenas y gravas son materiales minerales de origen natural que proceden normalmente de canteras, aunque también pueden ser de ríos o ramblas, las cuales resultan más heterogéneas. Lo ideal sería que tuvieran un origen volcánico ya que éstas presentan un mayor porcentaje de porosidad al tener una superficie irregular y no lisa, pero normalmente no están disponibles y ante ello resulta adecuado el empleo de arena silícea, la cual dispone de una buena inercia química. El problema es que en nuestra zona no es habitual encontrar este tipo de arena y normalmente se recurre a las de origen calcáreo, las cuales producen reacciones químicas al entrar en contacto con la solución nutritiva, liberando iones carbonatos y bicarbonatos, lo que descontrola el valor del pH y hace que se produzcan precipitaciones de determinados elementos nutritivos y dificultades de asimilación. En Murcia, el cultivo en arena está bastante implantado, pero en Almería apenas se ha desarrollado, quizás debido a los problemas de impacto ambiental originados por la extracción del material. Una de las principales ventajas de la arena es su bajo coste, pero ello depende básicamente de la distancia existente entre el punto de aprovisionamiento y el lugar de explotación ya que, al ser un material muy denso (entorno a 1,6 g·cm-3), dicho coste se vuelve excesivamente elevado cuando hay que transportarlo a largas distancias, con lo cual deja de ser rentable su uso. En el sureste peninsular este sustrato se prepara en forma de largos sacos o “salchichas” de unos 25 m de longitud, 0,4 m de anchura y 0,25 m de altura, utilizando plástico bicolor de 400 a 600 galgas. Ya que el material es muy pesado, esta operación requiere mucha mano de obra. Lo ideal es poder mecanizar al menos la colocación del plástico y el transporte y extendido de la arena, pero para ello es necesario que los postes del invernadero presenten una separación adecuada, de forma que pueda maniobrar la maquinaria. Uno de los principales problemas de la arena es la gran variabilidad de granulometrías que se observan entre explotaciones distintas e incluso dentro de una misma explotación, al proceder de canteras diferentes y no ser rentable su clasificación granulométrica, ya que ésta encarecería el sistema y perdería la ventaja de su bajo coste. Tal circunstancia origina que no se pueda estandarizar el manejo de dicho sustrato, pues sus propiedades físicas varían enormemente en función del diámetro de las partículas, tal y como se observa en el siguiente cuadro: Grava

Arena gruesa

Arena media

Arena fina

> 2 mm

2 < x < 1 mm

1 < x < 0,5 mm

0,5 < x < 0,2 mm

Densidad aparente

1,53

1,63

1,65

1,55

Densidad real

2,65

2,65

2,65

2,65

Porosidad (%)

42

38

39

43

Retención de agua (%)

5,5

17,1

23,2

25,4

Aireación (%)

34,6

7,2

3,1

<1

Se considera que la granulometría más adecuada para aprovechar la arena como sustrato en cultivos sin suelo, es la que oscila entre 1 y 3 mm ya que presenta una

( 440 ]

Cultivos sin suelo

mejor relación agua-aire que el resto. Las arenas más finas tienen un bajo nivel de aireación, lo que impide la adecuada oxigenación de las raíces del cultivo, mientras que las más gruesas tienen un bajo poder de retención de agua, lo que dificulta el manejo del riego. No obstante, aún empleando la granulometría óptima se observa que los porcentajes de aireación y retención de agua son bajos en comparación con otros sustratos y ello obliga a utilizar grandes volúmenes de arena. En concreto, se requieren de 10 a 15 litros por planta, lo cual supone unos 250 m3 por ha. Las distintas propiedades físicas de la arena de granulometría óptima son las siguientes: Propiedades

Valor (%)

Espacio poroso total

40-50

Capacidad de aireación

20-25

Agua fácilmente disponible

10-12

Agua de reserva

2-3

Agua difícilmente disponible

6-8

Además de tener en cuenta la granulometría de la arena, resulta muy importante evitar la presencia en ella de materiales tales como limos y arcillas ya que, al ser partículas finas, se van al fondo de las “salchichas”, provocando su encharcamiento y la falta de oxigenación de las raíces. Por ello, si la arena no está limpia, es fundamental proceder a su lavado antes de usarla. Asimismo, con el fin de evitar encharcamiento en el sustrato, resulta importante que el fondo de la “salchicha” quede plano y que ésta tenga las suficientes aperturas de drenaje (normalmente una por planta). En lo que se refiere a las propiedades químicas, la arena presenta una baja capacidad de intercambio catiónico, en todo caso inferior a 5 meq·100 g-1. Sin embargo, dado que las arenas normalmente utilizadas en el sureste peninsular son de procedencia caliza, liberan importantes cantidades de calcio y magnesio a la solución nutritiva, lo que provoca la precipitación de sulfatos y fosfatos y ello conlleva la formación de piedras dentro de las “salchichas”. Por otro lado, el pH resulta variable según su constitución, pero en el caso de las calizas sobrepasa un valor de 8. Dado que el poder tampón es importante, resulta complicado, si no imposible, el control del pH de la solución de la rizosfera, por lo que elementos tales como el fósforo, el hierro o el manganeso muestran dificultades de asimilación. En cuanto a la salinidad inicial del material, ésta también es variable según su origen y composición. Así por ejemplo, si su procedencia es marina, resultará elevada y será necesario lavarla. La arena presenta una vida útil indefinida ya que no sufre descomposición ni degradación. Sin embargo, va a quedar determinada por la vida del plástico de cobertura y por lo procesos de acumulación de partículas finas en el fondo y de formación de piedras debida a la liberación de calcio y magnesio. Por ello, es frecuente que se establezca en unos cuatro años.

( 441 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Finalmente cabe decir que otra ventaja importante de la arena, aparte de su bajo coste, es su poder de amortiguación, que permite que no sea necesaria una tecnología tan sofisticada como con otros sustratos. Así por ejemplo, al utilizarse unidades de cultivo de gran longitud, la obturación de algún gotero no es importante y, por tanto, la uniformidad del sistema de riego no es tan decisiva. Por otro lado, el poder amortiguador del pH permite que variaciones bruscas del mismo en la solución nutritiva no repercutan negativamente sobre el cultivo. 4.2. ( Sistemas cerrados ]

Los sistemas cerrados son aquellos en los que la solución nutritiva que se aplica en exceso al cultivo y que no es absorbida por éste, se recoge y acumula para ser nuevamente utilizada en el riego. Antes de esto, como es lógico, debe ser mezclada con agua exterior y fertilizantes para reponer el consumo ejercido por la planta y obtener así la solución nutritiva deseada. La ventaja que presentan los sistemas cerrados frente a los abiertos es que permiten ahorrar agua y fertilizantes y evitar que éstos sean eliminados al medio. De este modo, es posible reducir la contaminación de los acuíferos subterráneos provocada por la lixiviación de los drenajes y la de las aguas superficiales por vertido a ellas, lo cual es un aspecto de máximo interés en la actualidad en los países del Norte de Europa, especialmente Holanda, donde la alta concentración de cultivos sin suelo estaba provocando la aparición de niveles alarmantes de contaminación en las aguas. Este hecho ha originado la reacción social y la prohibición por ley de la emisión de los drenajes al medio, lo que ha obligado a los agricultores a la reutilización de los mismos. En nuestro país aún no se han detectado problemas de este tipo provocados por los drenajes de los cultivos sin suelo, dado que éstos no alcanzan una concentración tan elevada como en Holanda y la superficie ocupada por los mismos es mucho menor que la existente de cultivos en suelo. No obstante, es de esperar que la Unión Europea, siguiendo las líneas de actuación de los países más desarrollados, legisle próximamente en contra de los sistemas abiertos, lo cual nos llevará también a nosotros hacia los sistemas cerrados. Por ello, aunque todavía hay muy pocas explotaciones comerciales en nuestra zona que reutilicen el drenaje, el interés en el tema es máximo a nivel de investigación. Sin embargo, en los sistemas cerrados no todo son ventajas, de forma que la solución sobrante puede venir contaminada por algún patógeno desde un foco inicial y, al reutilizarse, la infección puede extenderse rápidamente vía solución nutritiva a todo el cultivo, por lo que en pocos días es posible perder una plantación entera. Este hecho ha provocado que en países como Holanda se hayan probado y se empleen en explotaciones comerciales distintos sistemas de desinfección del drenaje que eviten dichos daños sobre el cultivo. Sin embargo, no está claro qué método de desinfección es el más adecuado, e incluso si son necesarios. Por otro lado, la reutilización íntegra de la solución sobrante exige el empleo de aguas de muy buena calidad ya que, de lo contrario, aquellos iones que se encuentran en una concentración superior a la capacidad de absorción del cultivo, se acumularán de forma progresiva, llegando un momento en el que la concentración sea tan elevada

( 442 ]

Cultivos sin suelo

que obligue a eliminar ese drenaje y a comenzar nuevamente el proceso de recirculación. Existen básicamente dos tipos fundamentales de sistemas cerrados. Por un lado, aquéllos que utilizan algún sustrato para el desarrollo de las raíces del cultivo y, por otro, aquéllos que no utilizan ningún sustrato o también llamados hidropónicos puros. Los sistemas cerrados con sustrato los podemos dividir a su vez en tres grupos. En primer lugar tenemos los sistemas que funcionan por inundación periódica del sustrato (flujo) y en los que posteriormente se realiza la recogida de los sobrantes (reflujo); éste es el caso de las bancadas de grava. En segundo lugar se encuentran aquellos sistemas en los que se realiza un aporte de solución nutritiva y una recirculación continuas o intermitentes de muy alta frecuencia, ya que se utiliza un sustrato con una capacidad de retención de agua muy pequeña pero con elevada aireación, como puede ser la grava. Por último están los propios sistemas abiertos en los que se recoge y almacena el drenaje para reusarlo posteriormente en la preparación de una nueva solución nutritiva de aporte al cultivo; éste es el sistema cerrado que se ha impuesto en Holanda y puede utilizar cualquiera de los sustratos habitualmente empleados (lana de roca, perlita, etc). En cuanto a los sistemas hidropónicos puros, en ellos la raíz se desarrolla directamente en una corriente de solución nutritiva, la cual es recirculada continua o intermitentemente con alta frecuencia; dentro de ellos tenemos sistemas tales como el NFT, el NGS, etc. Una modalidad especial son los cultivos aeropónicos, en los que la raíz se encuentra en el aire y es rociada por aspersión con solución nutritiva de forma continua o intermitente. A continuación vamos a estudiar las características de los sistemas cerrados más usados y que pueden tener más posibilidad en Almería.  Sistemas cerrados con sustrato Como hemos visto en el apartado anterior, dentro de los sistemas cerrados con sustrato podemos distinguir varias modalidades. No obstante, en la actualidad la más utilizada es la tercera, es decir, el sistema cerrado con sustrato y reúso del drenaje, ya que ha sido la mejor aceptada en Holanda. Del mismo modo, es la que probablemente tiene más posibilidades de extenderse en nuestra zona ya que los sistemas cerrados sin reúso del drenaje ya están implantados en Almería y el agricultor los conoce bien, de manera que resulta lógico que se evoluciones a partir de los mismos. Por tanto, en el presente apartado vamos a tratar exclusivamente esta modalidad. Un sistema cerrado con sustrato y reúso del drenaje es en esencia lo mismo que otro abierto, pero de forma que el sustrato se encuentra sobre algún tipo de canal, el cual se encarga de recoger el drenaje y llevarlo por gravedad hasta el final de la línea de cultivo y, desde ahí, hasta un depósito de acumulación a través de una tubería. Desde este depósito es trasvasado a través del sistema de desinfección hasta otro, donde tiene lugar la acumulación final en espera de ser mezclado con agua exterior y fertilizantes y obtener así la solución nutritiva, que es nuevamente aportada al cultivo. Un esquema sencillo de una instalación de este tipo se presenta a continuación.

( 443 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Depósitos de fertilizantes

Balsa

Sistema de inyección de fertilizantes

Sistema de mezcla Bomba de impulsión

Depósito acumulación final drenaje

Sistema de Desinfección

Red de distribución y goteros

Depósito intermedio de acumulación

Cultivo en sustrato

Canales de recogida

La mezcla del agua de aporte exterior y el drenaje puede realizar en un depósito al que se añaden unos volúmenes determinados de los mismos en función del porcentaje de drenaje al que se esté funcionando. Estos volúmenes pueden establecerse mediante la colocación en el depósito de sondas de nivel a una altura adecuada. También se puede llevar a cabo mediante una válvula motorizada que permita el paso de una mayor o menor cantidad de drenaje para que, en su mezcla con el agua de aporte exterior, se alcance un determinado valor de conductividad eléctrica, el cual se habrá previamente establecido en función del porcentaje de drenaje que se pretende recircular. La bomba de impulsión es la que se encarga de aspirar la mezcla formada por el drenaje y el agua de aporte exterior, haciéndola pasar por el sistema de inyección de fertilizantes y, una vez obtenida la solución nutritiva final, impulsándola a los goteros a la presión necesaria. El sistema de inyección de fertilizantes tiene por objeto mezclar, de forma homogénea, los fertilizantes de aporte exterior con el agua de riego. Este sistema puede utilizar tanque de mezclas o inyección directa, y a su vez la incorporación de las soluciones madre se puede hacer con venturis o con bombas inyectoras. Las tuberías de distribución se encargan de llevar la solución nutritiva final desde el cabezal de riego hasta el cultivo. Deben estar dimensionadas en función del caudal y la presión del agua que vaya a circular por ellas. Los goteros deben ser autocompensantes y antidrenantes en caso de que el terreno tenga cierta pendiente. El sustrato de cultivo puede ser cualquiera de los utilizados en sistemas con solución perdida. Deberá ser el productor quién elija aquél que más le interesa en función de su precio, facilidad de manejo, etc. Los canales de recogida del drenaje conducen a éste desde el sustrato de cultivo hasta el depósito intermedio de acumulación. Debe tratarse de un sistema barato para

( 444 ]

Cultivos sin suelo

que resulte asequible al agricultor. Las bandejas metálicas suelen ser costosas y es necesario acudir a algún soporte de polipropileno o poliestireno expandido cubierto por una lámina de plástico. El depósito intermedio de acumulación del drenaje no debe ser de gran capacidad ya que únicamente sirve para acumular un cierto volumen de agua, de forma que sea suficiente para hacerlo pasar a través del equipo de desinfección. Como ya se vio con anterioridad, existen varios sistemas de desinfección del drenaje (radiación ultravioleta, por calor, ozonización y filtración lenta en arena). Es conveniente su instalación para reducir el riesgo de un ataque generalizado a las raíces del cultivo por parte de alguna especie fitopatógena. Por último, el depósito de acumulación final del drenaje es el que va a almacenar éste hasta que se vuelva a utilizar en mezcla con el agua de aporte exterior. Debe tener un volumen suficiente como para contener el drenaje que se va a producir en un día, con el fin de obtener una mezcla homogénea de éste. Como puede observarse, la instalación para reúso del drenaje es un tanto compleja y requiere de varias bombas y conexiones eléctricas que deben estar perfectamente ajustadas para conseguir el trasiego adecuado del agua y que ésta no desborde en ningún punto Por otro lado, el riesgo anteriormente apuntado de ataque de un patógeno radicular al cultivo en sistemas cerrados es especialmente importante en los sistemas con sustrato ya que, la existencia de éste puede facilitar la concentración de dicho patógeno sobre las raíces, mientras que en cultivos en agua, en los que existe una circulación continua o casi continua, dicha fijación es más difícil y normalmente el patógeno vive como saprófito, alimentándose de las raíces muertas y de exudados radiculares. Dicho riesgo fitosanitario obliga a cuidar las medidas preventivas (desinfección de los sustratos, empleo de variedades resistentes a los patógenos radiculares, control de la temperatura del sustrato si es posible para hacerla inadecuada al desarrollo del patógeno, uso de una fuente de agua externa no contaminada, empleo preventivo de fungicidas u otros productos como oxidantes o mojantes a la solución nutritiva, etc). Pero aún tomando estas medidas preventivas, en Holanda se considera necesario disponer de algún sistema de desinfección de la solución para evitar la propagación masiva de cualquier patógeno en un momento dado mediante la destrucción del mismo. En general, estos sistemas son costosos y a veces no aseguran la muerte total de los patógenos, pero sin duda suponen una medida más de seguridad. Hasta la fecha no se ha impuesto ningún sistema de desinfección de forma clara. En nuestra zona, algunas de las instalaciones que existen a nivel experimental para reúso del drenaje están funcionando sin desinfectar la solución por alguno de los métodos existentes. Hasta ahora no se ha detectado ningún tipo de problema por ataque masivo a nivel radicular, pero esto no exime del riesgo existente. En lo que se refiere a la preparación de la solución nutritiva de aporte al cultivo, ésta va a quedar definida por la suma del drenaje, el agua exterior y los fertilizantes añadidos, y debe ser similar a la utilizada en un sistema abierto con el fin de mantener un aporte suficiente de los diferentes nutrientes y unas relaciones adecuadas entre ellos. Además, con el propósito de mantener dichos niveles de nutrientes, es necesario que el

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

aporte exterior de cada uno de ellos a través de los abonos más el agua exterior sea igual al coeficiente de absorción de cada nutriente. Este coeficiente es la cantidad del elemento correspondiente que es absorbida por el cultivo por cada litro de agua que éste a su vez absorbe. Así por ejemplo, si el coeficiente de absorción de potasio para un cultivo dado en una determinada fase de su desarrollo es 6, deberemos aportar 6 mmoles de potasio por cada litro agua nueva aportada que va a sustituir a la absorbida por el cultivo. Si no es así, aumentará o disminuirá la concentración del mismo en la solución según se añada más o menos respectivamente, hasta alcanzar niveles insostenibles. Ya se ha comentado con anterioridad el problema que supone el empleo de aguas de baja calidad agronómica en sistemas cerrados, pero probablemente dicho problema resulte especialmente importante en sistemas cerrados en sustrato con reúso del drenaje ya que, al acumularse las sales en dicho sustrato, pueden originarse zonas dentro del mismo con elevada salinidad debido a su menor hidratación y peor lavado que con respecto a otras, de manera que el cultivo va a estar sometido a un menor potencial osmótico en esos puntos y, en definitiva, a un medio irregular. Frente a ello, en sistemas hidropónicos puros todo el medio en el que se desarrollan las raíces es homogéneo, al tratarse de una circulación continua de agua y no existir sustrato alguno. Además, en éstos es posible trabajar a concentraciones más bajas de nutrientes sin que se afecte el cultivo ya que el aporte de agua es muy excedentario y continuo o de muy alta frecuencia.  Sistemas hidropónicos puros sin sustrato y con solución recirculante Nutrient Film Technique (NFT): Dentro de los distintos sistemas hidropónicos el NFT ha sido desarrollado como un sistema cerrado por A. Cooper a finales de los años 1960. El principio del sistema es hacer fluir una fina lámina de solución nutritiva a través de unas canaletas de plástico semirrígido o flexible en las que las plantas se asientan. Las raíces se desarrollan libremente y se ubican principalmente en el fondo de la canaleta, en contacto directo con la solución nutritiva. Por su parte superior las canaletas se cierran mediante grapas o pinzas. Las canaletas terminan en un canal de desagüe que recoge la solución nutritiva sobrante y la conduce hacia un tanque desde el cual es nuevamente bombeada hacia la tubería principal que alimenta las canaletas. NFT necesita una preparación del terreno especial: canalizaciones con una pendiente determinada. Se ha extendido principalmente en virtud de su sencillez de diseño y la economía de su instalación. En Almería se llegó a instalar media hectárea a finales de los años setenta. Los resultados fueron aceptablemente buenos, pero su difusión no se logró en la zona. Tiene problemas de pudrición radicular en el norte de Europa. New Growing System (NGS): Es una tecnología española de vanguardia, práctica y accesible al agricultor que se está desarrollando tanto a nivel nacional como internacional. Es un sistema de cultivo hidropónico suspendido en el que la parte visible es un canal de PE de color blanco con la tapa provista de perforaciones.

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Cultivos sin suelo

Un corte muestra varias capas de plástico. Las interiores van provistas de perforaciones a distancias definidas. El diseño del sistema da lugar a un movimiento del flujo en cascada, las raíces son capaces de extenderse sin restricciones, por lo que se consigue una mayor aireación del sistema radicular garantizando el funcionamiento óptimo del mismo. La solución sobrante drena y, al final de cada línea de cultivo, pasa a través de un embudo y es recogida por un colector que la conduce, por gravedad, al depósito de recepción situado en el cabezal de riego, donde se reponen agua y nutrientes. De aquí una bomba redistribuye la solución en todo el cultivo. La sujeción del sistema se compone de: • Alambres acerados tensados (2 por línea) mediante tensores • Ganchos de alambre acerado para mantener la pendiente uniforme y evitar posibles pandeos que provocarían encharcamientos) • Tubos, en general de hierro galvanizado.

Entre las principales cualidades de este producto destaca su carácter ecológico, su bajo coste y su sencillez en instalación y manejo que acentúan su interés económico y aplicabilidad. Ventajas e inconvenientes: Para que un cultivo esté bien alimentado, debe tener en su ambiente radicular un buen equilibrio entre el aire, el agua y los elementos minerales. Un sistema hidropónico puro, tiene una fuerte aireación. En el NFT lo es hasta que el sistema radicular bien desarrollado frena la circulación de la solución nutritiva. En este estado, un riego intermitente mejorará la aireación. En los sustratos, con un buen manejo de riego, se llega a un equilibrio entre el aire y el agua, pero con el desarrollo de las raíces y sobre todo con el tiempo, la porosidad del sustrato disminuye. En los sistemas puros, el desajuste de la solución nutritiva se producirá con más o menos rapidez según el estado fisiológico de la planta y la calidad del agua. El manejo de riego es más sencillo, la planta no sufre estrés hídrico ninguno. Es fácil de calentar la solución nutritiva para mantener una temperatura constante a nivel radicular en periodos fríos. Pero en épocas calurosas, existen problemas y parece ser que están relacionados con la disponibilidad de oxigeno: cuando la temperatura se incrementa, la solubilidad del gas disminuye y la demanda de oxigeno de las raíces aumenta. Aparte de la temperatura los siguientes factores intervienen en el contenido de oxigeno de la solución circulante: el tipo de planta (las raíces de pepino pueden consumir el doble de oxigeno que las de tomate), intensidad luminosa (con alta intensidad luminosa hay más actividad radicular y consumo de O2 ), el espesor del flujo (a mayor espesor menos completa es la difusión de O2 de la atmósfera en el agua), etc. En cuanto a la calidad del agua se refiere, cuando ésta es de muy buena calidad, es evidente que un sistema cerrado permite ahorrar tanto agua como fertilizantes y fitosanitarios aplicados vía riego. Cuando se trata de una agua de mala calidad, funciona

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

mejor un sistema cerrado ya que permite aportar continuamente la solución nutritiva en cantidades mínimas de nutrientes y por lo tanto ahorrando fertilizantes sin que la planta sufra ningún estrés. Los sistemas hidropónicos puros son sensibles a las adversidades originadas por averías debido a la baja capacidad de retención de agua. Por ello es recomendable que la instalación cuente con un dispositivo de seguridad sencillo pero indispensable tal como una reserva de agua o un grupo electrógeno, etc. 5. ( PRINCIPALES FACTORES A TENER EN CUENTA PARA LA IMPLANTACIÓN DE LOS CUL-

TIVOS SIN SUELO EN EL SURESTE PENINSULAR ] 5.1. ( Calidad del agua ]

La calidad del agua es un factor importante. Cuanto más buena es el agua, mayor es la posibilidad de alcanzar rendimientos máximos. La respuesta de las plantas a la salinidad depende de la edad, de las condiciones ambientales, del manejo del cultivo y de la especie. Las plantas en épocas frescas y húmedas son más tolerantes a la salinidad que las cultivadas en épocas calurosas o con baja humedad relativa y temperatura y radiación altas. Como la calidad del agua es un elemento decisivo en el éxito o fracaso de cualquier sistema hidropónico, trataremos los distintos elementos separadamente. El Na y Cl son los dos factores más importantes que determinan la calidad de la mayor parte de las aguas de Almería. Para muchas plantas la absorción de Na y Cl es restringida y varía dependiendo del cultivo y de la concentración de Na y Cl en el ambiente radicular. Para algunas plantas se dan las concentraciones de Na y Cl como se ve en la siguiente tabla: Concentración en el ambiente radicular < 5 mmol·L-1

10 mmol·L-1

Especie

Na

Cl

Na

Cl

Tomate

0,4

0,6

0,8

1,0

Pimiento

0,2

0,3

0,3

0,7

Pepino

0,3

0,3

1,1

1,5

Berenjena

0,1

0,3

0,4

0,7

 CONCENTRACIONES ABSORBIDAS DE NA Y CL EN MMOL·L-1 PARA ALGUNAS ESPECIES CULTIVADAS A DOS NIVELES DIFERENTES DE Na Y Cl EN EL AMBIENTE RADICULAR. (SONNEVELD Y VAN DER BURG, 1991).

Se aprecia como estos elementos no son absorbidos en las cantidades presentes en el agua. Consecuentemente, cuando se utiliza agua salina, Na y Cl se acumularán en la solución nutritiva o en el sustrato, en concentraciones tóxicas para la planta. Alta concentración de Na disminuye la absorción de K y alta concentración de Cl crea competencia con los nitratos.

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Cultivos sin suelo

Es por ello que el agua se maneja de manera excedentaria para lavar las sales. Este exceso varía en función de la época del año, el estado fisiológico de la planta y la calidad del agua de riego. En algunos tipos de aguas es el Ca, Mg, SO4 o el B quien determina la cantidad de agua a drenar para evitar posibles problemas de antagonismos o toxicidades. El B, principalmente en la zona Levante, en concentraciones por encima de 1 ppm puede causar problemas de toxicidad. El Ca y el Mg constituyen dos macronutrientes para la planta y por lo tanto se deben tener en cuenta a la hora de establecer un programa nutritivo. Una alta concentración de Ca interfiere en la absorción de K y una alta concentración de Mg produce deficiencias de Ca. Los sulfatos se absorben por las plantas en cantidad muy limitada, y su acumulación por lo tanto ocurre con la misma consecuencia que el Na y Cl. Alta concentración de SO4 promueve la absorción de Na y dificulta la absorción de Ca e interfiere en la absorción de K. Los bicarbonatos aumentan el pH del agua y de la solución nutritiva. Por ello, los bicarbonatos se neutralizan por ácido nítrico o fosfórico para asegurar una buena solubilidad de las sales nutritivas en la solución nutritiva y el pH se mantiene entre 5,5 y 6. Se necesita un riguroso control que se debe realizar periódicamente del riego y fertilización; para prevenir desajustes de nutrientes, disminuciones bruscas de pH y aumento excesivo de la CE, que pueden provocar trastornos en el normal desarrollo de las plantas. Elegir especies que aguantan concentraciones altas de Na y Cl. Asimismo, frente al Na y Cl reaccionan mejor los sistemas hidropónicos puros 5.2. ( Factores climáticos ]

Las tendencias actuales en materia de calendarios de cultivos consiste en tener plantaciones lo más precoz posible, en periodos del año en que el clima no es todavía muy favorable a la floración y al cuajado. El cultivo hidropónico requiere un control mucho más exhaustivo que el cultivo sobre suelo. Para compensar su falta de inercia, necesita más atención y más cuidado por parte del agricultor. A menudo se actúa únicamente sobre dos factores de la producción vegetal el agua y nutrientes, y en consecuencia se pueden presentar problemas relacionados con los factores productivos como son los medioambientales. Varios factores agroambientales son susceptibles de perturbar la formación de las flores y del polen así como la liberación de este último (temperatura ambiental demasiado elevada o demasiado baja, atmósfera demasiado seca o humedad relativa elevada, etc.). Las altas temperaturas producen una reducción de calidad del fruto por pérdida de tamaño y color más deficiente; al mismo tiempo pueden aumentar la incidencia de la quemadura apical o BER. Alta temperatura y baja humedad, provocan la caída de flores y frutos. Bajas tasas de humedad que se registran en otoño y primavera sobre todo al

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

mediodía estresan la planta. Para evitar esto, se debe procurar mantener un nivel de Ca mayor en la solución nutritiva y manejar adecuadamente el ambiente del invernadero actuando sobre la radiación solar (blanqueo del techo, sombreo), la ventilación, evaporación de agua (nebulización, cooling system, etc.) y también reduciendo la CE para favorecer la absorción radicular. Las plantas más vigorosas, con follaje abundante serán indicadas para plantaciones tempranas. Su fuerte evapotranspiración atenuará en parte la baja tasa de humedad relativa. En invierno, las altas humedades relativas nocturnas pueden favorecer el desarrollo de enfermedades criptogámicas y producir la inviabilidad del polen. Variaciones importantes entre el día y la noche dañan la raíz. Debemos evitar la máximo posible estos daños. también, se recomienda el uso de enraizantes para estimular la regeneración radicular y la utilización de productos contra podredumbres radiculares. Asimismo y frente a la escasez de luz en invierno, se recomienda aumentar los niveles de potasio, reducir el nitrógeno especialmente el amoniacal e incrementar ligeramente la CE. La temperatura radicular juega un papel clave en el crecimiento y la productividad. En general, por debajo de 10 ºC o por encima de 30 ºC de temperatura radicular, el crecimiento y rendimiento se reducen y las solanáceas son más sensibles a las altas temperaturas que las cucurbitáceas. Los sustratos presentan una menor inercia térmica que el suelo, por lo que las variaciones que se producen son mayores. Este factor puede condicionar la producción. En verano la refrigeración de la solución nutritiva es un método utilizado para evitar un excesivo calentamiento de la misma y por lo tanto evitar un envejecimiento prematuro de la planta. Calentar la raíz por circulación de agua caliente tiene grandes ventajas y requiere menos energía que calentar el aire. Este calentamiento de la raíz puede compensar parcialmente las noches frías. Para mantener la temperatura deseada en el ambiente del invernadero, la circulación del agua caliente por el interior del invernadero es uno de los sistemas de calefacción utilizados en el cultivo protegido. También existen sistemas que usan el aire caliente como medio de transmisión de calor. 5.3. ( Especies a cultivar ]

En principio cualquier tipo de hortaliza se puede cultivar en hidroponía. Las condiciones agroclimáticas disponibles condicionan los cultivos a implantar. Cada cultivo es muy específico en sus necesidades ambientales. Cualquier desviación reduce el rendimiento y la calidad del producto. En nuestra zona quizás el factor más limitante es la calidad del agua de riego. Es bien conocido que cuando plantas tolerantes a las sales son cultivadas bajo condiciones salinas, el sabor del producto mejora; sí bien a menudo a expensas del producto vendible. Reducciones en el rendimiento y el tamaño del fruto son de esperar con altas salinidades. De los cultivos más característicos de Almería (pimiento, pepino, melón, berenjena, tomate, judía, sandía y calabacín), el tomate es la especie de mayor importancia en el cultivo sin suelo, aunque también se producen otras hortalizas.

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Cultivos sin suelo

Las mejores aguas deben utilizarse para judías, pimiento, pepino, calabacín y sandía siendo más tolerantes a la salinidad el melón, berenjena y sobre todo el tomate. En general estas hortalizas se ponen con una separación entre líneas de 2 m. El tomate se utilizan entre 5 y 9 plantas/ tabla o saco. La CE de entrada varía entre 2,5 y 3 dS/m. Se recomienda reducir la CE unas décimas en la fase de engorde de frutos. La CE de drenaje en invierno puede alcanzar 6 dS/m y en primavera varía entre 3 y 5 dS/m. El pepino se ponen 3 plantas/tabla. Se recomienda incrementar la concentración de nitratos y reducir la de potasio. Con el melón, se utiliza 1 semilla por golpe. Para evitar el peligro de rajado de frutos, incrementar la CE al final. Asimismo para adelantar la maduración se recomienda subir la CE y disminuir el riego una semana antes de la maduración. La judía se planta 1 ó 2 semillas por taco. Es recomendable reducir el drenaje entre 10 y 20% para equilibrar el desarrollo vegetativo y la fructificación. El pimiento es una planta que tiene dificultades en hidroponía. Es una planta con cuello leñoso (posibilidad de formación de pie de elefante). Es muy sensible a los cambios bruscos de humedad y tiene escasa tolerancia a las altas temperaturas de raíz. Es recomendable manejar adecuadamente el invernadero. Se utiliza normalmente 1 semilla por golpe. 5.4. ( Patologías y fisiopatías específicas de los cultivos sin suelo ]

• Patologías Si desde el punto de vista productivo los cultivos hidropónicos presentan ventajas importantes, no están sin embargo exentos de problemas patológicos. La introducción del patógeno es a través del agua de riego o a través de plantas infectadas. Aquí las medidas profilácticas son importantes. Parece que existe mayor posibilidad de proliferación de patógenos en los sistemas cerrados (contaminación por agua). Asimismo, parece que los sistemas que mantienen cierta reserva de agua favorecen la reproducción y diseminación de ciertos patógenos. De las enfermedades fúngicas que causan pudriciones a nivel del cuello están Pythium y Phytophtora, a los que hay que añadir Olpidium debido a la transmisión del virus del cribado del melón (MNSV). De los principales virus de la raíz que pueden aparecer en los cultivos hidropónicos está el virus del mosaico del tabaco (TMV) en el pimiento, berenjena y tomate. Para dar solución a estos problemas, se han venido utilizando varios métodos de desinfección: el primero fue el tratamiento térmico, seguido por la ozonización y la radiación UV. También se utilizan métodos químicos para la protección de la planta. Las aplicaciones de pesticidas a la solución nutritiva requiere las medidas de precaución necesarias. También se aplican algunos insecticidas como ciromazina (Trigard) o oxamylo (Vydate) para controlar el minador de hojas y para luchar contra la mosca blanca o pulgones se utiliza imidacloprid (Confidor).

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Fisiopatías Los cultivos hidropónicos presentan algunos desórdenes fisiológicos, cuya manifestación no tiene nada que ver con patógenos, causados por temperaturas inadecuadas, nutrición desequilibrada o un riego inapropiado. Algunas variedades son claramente más sensibles que otras. Rajado de frutos o cracking causado por una deficiencia hídrica con alta temperatura seguida por un riego copioso. Cuando el fruto comienza a madurar, la piel pierde su elasticidad. Al recibir un impulso de crecimiento debido a factores ambientales de o de nutrición, la piel se raja. Pie de elefante en el pimiento debido a que la planta está colocada superficialmente con exceso de humedad en la base del tallo, de ello pueden derivarse fuertes ataques de agentes patógenos. Conviene señalar que el pimiento es una de las especies más sensibles al exceso de humedad y es la que peor se adapta al cultivo hidropónico debido posiblemente a la frecuente pérdida de masa radical. Desecación internervial de hojas de melón reflejando un desequilibrio entre la vegetación aérea y el sistema radicular. Debida a los factores que tienen incidencia directa sobre el desarrollo del sistema radicular y su vejez prematura. Pérdida de raíces motivada por la asfixia radicular, bajo pH, temperaturas extremas, ataques de ciertos hongos parásitos de las raíces Mancha apical de los frutos blossom end rot debido a una carencia verdadera o inducida de Ca. Su incidencia tiene una componente varietal y suele aparecer sobre todo por desequilibrios hídricos, provocados por inadecuadas frecuencias de riego, temperatura alta y/o por problemas de salinidad, exceso en la relación K/Ca. Asimismo, exceso de nitrógeno amoniacal tiene incidencia en la aparición de BER. 5.5. ( Aspecto medioambiental ]

El mayor problema de los sustratos lo constituyen los residuos de los materiales utilizados como sustratos en el cultivo hidropónico. También están el drenaje de los fertilizantes y fitosanitarios, especialmente en los sistemas abiertos. Consecuentemente esto tiene importantes inconvenientes ecológicas. Los sistemas de cultivo hidropónico se han desarrollado para reducir la difusión de enfermedades del suelo, para mejorar el crecimiento por un mejor control, para aumentar la producción y muy recientemente para un mejor uso del agua, nutrientes y pesticidas para reducir la emisión al ambiente. Para alcanzar este último aspecto, se han desarrollado los sistemas cerrados. Aunque el objetivo de los sistemas hidropónicos cerrados es prevenir el lixiviado de químicos al ambiente suelo y capa friática, una eficiencia de uso del 100% de nutrientes y agua no se puede todavía alcanzar debido a la relativa baja calidad del agua de riego con contenidos de algunos iones demasiado altos para circular la solución nutritiva constantemente; una cierta cantidad se tiene que echar (drenar). El uso de desinfectantes de suelo se reduce drásticamente al usar sistemas hidropónicos. También

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Cultivos sin suelo

un cambio en el uso de pesticidas de mayor persistencia a menos persistentes que se dosifican directamente a la raíz por el sistema de riego. El futuro de los hidropónicos parece cada vez más claro. Los sistemas cerrados sin drenaje y el uso de métodos biológicos de desinfección de la solución nutritiva, evitan todo tipo de pérdidas de elementos minerales y la contaminación del suelo y los acuíferos, respondiendo a la conciencia social, que va dirigida hacia una mayor calidad y un mejor cuidado del medio ambiente. 6. ( BIBLIOGRAFÍA ]  Abad Berjón, M. (1995). Sustratos para el cultivo sin suelo. En: El cultivo del tomate. Ed. Mundi-Prensa. Madrid. Pag. 131-166.  Abad Berjón, M. y Martínez, P.F. (1995). Sustratos hortícolas y cultivos sin suelo. HF. Hortoinformación nº 11. Nov. 1995.  Acher, A. et al. 1994. Use of ultraviolet-disinfected nutrient solutions in greenhouses. Journal of Horticultural Science 72, 117-123.  Cadahía López, C. (1998). Fertirrigación. Cultivos hortícolas y ornamentales. Ed. Mundi-Prensa. Madrid.  Cánovas Martínez, F. y Díaz Álvarez, J.R. (editores) (1993). Cultivos sin suelo. Curso Superior de Especialización. Ed. I.E.A. y F.I.A.P.A. Almería.  Cánovas Martínez, F. (1995). Manejo del cultivo sin suelo. En: El cultivo del tomate. Ed. Mundi-Prensa. Madrid. Pag. 227-254.  Cánovas Martínez, F. (1995). Cultivos sin suelo. Una apuesta por la tecnificación. HF. Hortoinformación. nº 3. Marzo 1995.  Meca Abad, D. (1996). La fibra de coco; un nuevo sustrato hortícola para el cultivo sin suelo. Proyecto fin de carrera. Universidad de Almería.  Martínez Caldevilla, E. y García Lozano, M. (1993). Cultivos sin suelo: hortalizas en clima mediterráneo. Ediciones de Horticultura.  Navarro Castillo, J.A. (1998). La fibra de coco como sustrato. Almería Agrícola, 5: 6-7.  Resh, H.M. (1992). Cultivos hidropónicos. Ediciones Mundi-Prensa. Madrid.  Runia, W.Th.; van Os, E.A. y Bollen, G.J. (1988). Disinfection of drainwater from soilless cultures by heat treatment. Netherlands Journal of Agricultural Science 36, 231-238.  Sonneveld, C. (1989). Rockwool as a substrate in protected cultivation. Chronica Horticulturae, 29: 33-36.  Sonneveld, C. y Van der Burg (1991). Sodium chloride salinity in fruit vegetable crops in soilless culture. Neth. J. Of Agric. Sci. nº 39.  Van Os, E.A. (1996). Closed soilless growing systems in the Netherlands: the finishing touch. International symposium on water quality and quantity in greenhouse horticulture. Tenerife, Spain. Nov. 1996.

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( TEMA 14 ]

LOS SEMILLEROS HORTÍCOLAS

Fernando de la Torre Martínez

Ingeniero Técnico Agrícola Director Técnico de semilleros “Confimaplant”

Los semilleros hortícolas

1. ( DEFINICIÓN ]

Tradicionalmente semillero o plantel, se ha entendido como una parcela de cultivo con la suficiente protección para llevar a cabo la siembra y germinación de semillas y el cuidado de las plántulas en su primer estadío de desarrollo, hasta el momento óptimo del trasplante. Actualmente los semilleros profesionales son empresas de servicios destinadas exclusivamente a la producción de plantas, transformando las semillas en plántulas de calidad con las debidas garantías vegetativas y fitosanitarias; ofreciendo a su vez un asesoramiento técnico para la elección de variedades, fechas óptimas de trasplante, seguimiento post-trasplante y recomendaciones de cultivo idóneas. 2. ( EVOLUCIÓN ]

El constante avance de la horticultura mediterránea de los últimos treinta años ha llevado consigo el desarrollo de otros sectores afines, tales como: sistemas de riego, estructuras de invernaderos, plásticos, semillas, fertilizantes, control de clima etc., convirtiéndola en una horticultura totalmente intensiva, pasando durante los últimos cinco años por una verdadera revolución tecnológica. Paralelamente se ha desarrollado el sector de semilleros hortícolas. En la década de los años 70, los propios agricultores se producían sus plantas por el sistema tradicional de almáciga, realizando trasplantes a raíz desnuda. A principios de los años 80 surge la aparición de los primeros semilleros comerciales con producción de plantas en bloques de turba cultivados directamente sobre el suelo. En pocos años se produce la transformación de producción de plantas sobre contenedores multiloculares, principalmente sobre bandejas de distintos materiales y tamaños, cultivadas sobre mesas aisladas del suelo, o directamente apoyadas sobre éste. Este continuo avance y la especialización empresarial del sector semilleros, han hecho posible la incorporación de nuevas tecnologías de producción y manejo, tales como: mejora de las estructuras, programadores de riego y clima, robots de riego y tratamientos fitosanitarios, robots de transporte interior, cámaras de germinación, cámaras de cultivo, cabezales de siembra de alta precisión y eficacia, etc. así como el desarrollo de novedosas técnicas de cultivo, destacando los injertos en sus diferentes formas (aproximación, cuña lateral, púa, empalme, etc.) sobre cultivos de sandía, melón pepino y tomate. 3. ( LEGISLACIÓN PARA SEMILEROS ]

Independientemente de la legislación que regula la actividad del sector, haremos referencia a la legislación que existe para los sectores de materias primas o productos que influyen de forma directa en la producción de plántulas: semillas y substratos. 3.1. ( Semillas ]

Las semillas hortícolas clasificadas como semillas de categoría “estándar” están reguladas por:

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

 Directiva 70/458/CEE del Consejo de 29 de septiembre de 1970, relativa a la Comercialización de Semillas Hortícolas.  Orden de 1 de Julio de 1985 MAPA, por la que se aprueba el Reglamento Técnico de Control y Certificación de Semillas de Plantas Hortícolas.  Directiva 90/654/CEE del Consejo, (Diario Oficial de las Comunidades Europeas nº L353 del 17-12-1990) que modifica la anterior Directiva 70/458/CEE, relativa a la Comercialización de Semillas Hortícolas. Dicha Directiva no especifica que se realicen controles sobre la calidad fitosanitaria de la semilla (virus, hongos o bacterias), siendo las propias productoras y/o comercializadoras las que garantizan una calidad “estándar” en términos de germinación y pureza, así como los tratamientos realizados de desinfección. 3.2. ( Substratos ]

La mayoría de los materiales utilizados como substratos para la germinación y desarrollo de las plántulas son turbas de importación, perlita, vermiculita, fibra de coco o bloques de lana de roca, sobre los cuales no existe un control de calidad y fitosanitario, y una legislación especifica que regule dicho sector. La normativa existente al respecto es muy escasa y poco clara: • Normativa sobre Turbas y Substratos MAPA, 1987 (BOE nº 146 de 19-07-91) • Real Decreto 2071/93, MAPA (BOE nº 300 de 16-12-93)

Los productos como: turbas, perlita, vermiculita, etc., se encuentran registrados por el MAPA en el Registro de Productos Fertilizantes y Afines. 3.3. ( Semilleros ]

Los semilleros hortícolas están regulados por una extensa y complicada normativa compuesta por: Directivas de la CEE, Reales Decretos y Ordenes del MAPA y Resoluciones de las distintas Consejerías Autónomas. La legislación existente con sus normas más significativas es:  Orden de 9 de Marzo de 1992 (BOE nº 66 del 17-03-92), por la que se establecen las bases fitosanitarias para la producción de planteles de hortalizas y material de reproducción de ornamentales.  Resolución de 11 de Mayo de 1992, de la Dirección General de Agricultura y Ganadería de la J. A. (BOJA nº 46 del 28-05-92), por la que se establecen normas fitosanitarias para la producción de planteles de hortalizas y material de reproducción de ornamentales.  Directiva 92/33/CEE del Consejo, de 28 de Abril de 1992 (D.O.C.E. nº L157 del 10-06-92), relativa a la comercialización de plantones de hortalizas y de materiales de multiplicación de hortalizas, distintos de las semillas.  Orden de 17 de Mayo de 1993 MAPA, por la que se establecen las obligaciones y

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Los semilleros hortícolas

normas en relación con el Registro Oficial de Productores, Comerciantes e Importadores de vegetales, así como la normalización de los Pasaportes Fitosanitarios para la circulación de productos vegetales dentro de la Comunidad.  Directiva 93/61/CEE de la Comisión, de 2 de Julio de 1993, por la que se establecen las fichas que contienen las condiciones que deben cumplir los plantones y material de multiplicación de hortalizas, distintos de las semillas, de conformidad con la Directiva 92/33/CEE del Consejo.  Directiva 93/62/CEE de la Comisión, de 5 de Julio de 1993, por la que se establecen las disposiciones de aplicación para la vigilancia y control de los proveedores y establecimientos, en el marco de la Directiva 92/33/CEE del Consejo.  Orden de 28 de Octubre de 1994 (BOE nº 264 del 04-11-94), por la que se aprueba el Reglamento Técnico de Control de la Producción y Comercialización de Plantones de Hortalizas y Material de Multiplicación de Hortalizas, distinto de las semillas.  Orden de 12 de Diciembre de 2001 (BOJA nº 3 del 08-01-2002), por la que se establecen las medidas de control obligatorias así como las recomendadas en la lucha contra las enfermedades víricas en los cultivos hortícolas. Las Directivas, Ordenes y Resoluciones afectan y obligan al sector semillerista a cumplir lo siguiente:  Deberán estar inscritos en los siguientes registros: • Registro Provisional de Productores de Plantas de Vivero. • Registro Oficial de Productores, Comerciantes e Importadores de vegetales. • Registro y Autorización para expedir Pasaportes Fitosanitarios • Certificado de Autorización para la venta de Semillas y Plantas de Vivero.

 Disponer de instalaciones adecuadas: • Aislamiento general de las naves de producción. • Vados Fitosanitarios.(Uso de batas y/o calzas desechables para visitas). • Ventilaciones cubiertas con mallas antiparásitos de menos de 1 mm2. • Perímetro de naves cubierto con material impermeable de al menos 1 m de ancho. • Instalación de desinfección de módulos, bandejas y material auxiliar.

 Utilizar semillas debidamente registradas y autorizadas.  Desinfección mínima dos veces al año de las instalaciones.  Mantener al máximo higiene y limpieza en todo el proceso de producción, naves adyacentes y almacenes.  Mantener un Registro constante de las semillas sembradas (especie, variedad, cantidad, nº lote, entidad productora), de al menos durante un año.  Llevar un Libro Registro de tratamiento fitosanitarios y abonados realizados manteniéndolo al menos durante un año.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

 Adoptar las medidas necesarias que garanticen la calidad fitosanitaria de semillas, turbas, agua, bandejas y otros medios de producción. Informando de cualquier tipo de anomalía extraña que se presente.  Expedir el Pasaporte Fitosanitario de todas las plantas que salgan para su trasplante.  Disponer de un Técnico Titulado, Responsable del Control Fitosanitario. 4. ( INSTALACIONES ]

Las primeras instalaciones destinadas a semilleros eran prácticamente iguales a las de un invernadero tradicional, dependiendo de la zona; las mismas estructuras con acondicionamientos para el soporte de bandejas, un sistema de riego manual y la incorporación o no, de una simple máquina de siembra, eran suficientes para la producción de plantas. Actualmente la exigencia de mayor calidad de plántulas, el alto coste de las semillas híbridas, la mano de obra, la producción estacional, la competencia del sector y la legislación existente, hacen necesario que la instalación o renovación de un semillero sea bien estudiado y proyectado, con la distribución y dependencias necesarias: (invernaderos, oficinas, salas de calefacción, almacén de manipulación, embalse y cabezal de riego, zonas de almacenamiento y desinfección, maquinaria necesaria, vehículos de transporte, etc.), realizando un análisis muy estricto y minucioso de los siguientes puntos:  Zona de producción • Cultivos y épocas de trasplante. • Volumen teórico de producción. • Empresas del sector. • Disponibilidad del factor humano.  Características de la finca • Situación, Red viaria y comunicaciones. • Superficie y Topografía. • Suministro de Agua y su Calidad. • Suministro de Energía Eléctrica y Telecomunicaciones.  Climatología de la zona • Evolución de las temperaturas medias, extremas y estacionales. • Evolución de la humedad relativa. • Insolación real y potencial • Duración del día. • Pluviometría. • Régimen de vientos dominantes e intensidad. 4.1. ( Invernaderos ]

Las estructuras de los invernaderos destinados a semilleros profesionales han ido

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Los semilleros hortícolas

avanzando a un ritmo espectacular. Las primeras estructuras tipo “parral” a dos aguas construidos de madera y alambre fueron acondicionadas para la producción de plantas; posteriormente estas mismas estructuras fueron mejoradas introduciendo en su construcción materiales mas duraderos y de mayor calidad (tubos galvanizados y vigas o postes de hormigón) dándoles mayor altura y mejorando las ventilaciones laterales e introduciendo ventilaciones cenitales, así como la colocación de doble techo para amortiguar los extremos de temperatura y evitar la caída de agua directamente sobre las plantas “goteo” tan nefasto para las jóvenes plantas. Actualmente el diseño de forma y dimensionado del invernadero “multitúnel o multicapilla” hace posible un aprovechamiento racional del terreno cubierto. La facilidad de trabajo, unido a unas grandes posibilidades de aireación-ventilación, permite manejar más fácilmente los factores climáticos o microclima interior de forma manual o totalmente automática, todo ello sin perder robustez y seguridad, pero si consiguiendo unos niveles de estanqueidad y aislamiento altos. Este tipo de estructuras precisan de una buena nivelación del terreno (muy importante también para la posterior colocación de las banquetas de cultivo o cajas directamente sobre el suelo) y una cimentación de los anclajes, en contrapartida su montaje es muy rápido. Dicha estructura esta realizada a partir de bandas de acero galvanizado, ya sea por procedimiento de galvanizado en caliente o sendzimir, según las piezas que la forman y de acuerdo a una normativa dictada al efecto. Las dimensiones de los módulos de los invernaderos multicapilla actuales y con independencia, según las marcas comerciales son: • Anchura: múltiplos de 6,40-7,00–8,00–9,60–12,00 metros. • Longitud: múltiplos de 2,00 –2,50 metros. • Altura bajo canal: desde 2,80 hasta 4,50 metros. • Altura en cumbrera: desde 4,50 hasta 6,50 metros.

Las cubiertas de estos invernaderos de ultima generación, también han avanzado y mejorado; pasando de los filmes de PE normales, de duración dos campañas, a plásticos térmicos tricapa de duración tres-cuatro años, antigoteo y de gran capacidad térmica. La ultima tendencia es colocar doble cubierta en techo con cámara inchable (mayor resistencia a vientos, cámara de aire reguladora de temperatura) y perímetros laterales con placa semirigida de materiales transparentes y más duraderos (PVC - Polimetacrilato - Policarbonato). Existen invernaderos de reciente construcción con cubierta rígida de cristal trasparente, sobre estructuras multicapilla simple o doble. 4.2. ( Maquinaria de siembra ]

La maquinaria necesaria para realizar todo el proceso de siembra es: • Sembradora de precisión o Tren de siembra • Compresor de aire. • Turbina de aspiración. • Bomba de riego y dosificación.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Las sembradoras modernas están formadas por un conjunto de elementos mecánicos, eléctricos y electrónicos, que realizan simultáneamente todas las operaciones de siembra. Este conjunto está formado por los elementos siguientes:  Mezclador de substratos. Consiste en una tolva de capacidad volumétrica de 500 a 1000 litros de substrato; tiene un molino mezclador mediante unas aspas accionadas por un motor eléctrico y un sinfín elevador que lleva la mezcla realizada (turbas rubias, negras, perlita, fibra de coco, o vermiculita) hasta la tolva o modulo de llenado y prensado.  Alimentador de bandejas. Elemento rectangular de dimensiones similares a la de las bandejas (50 x 70 cm) y con capacidad para 15-30 unidades. Posee un sensor electrónico que nos indica la existencia o no de bandejas; estas pasan al modulo de llenado y prensado mediante el arrastre mecánico producido por un cilindro neumático o cadena, posicionando correctamente cada bandeja en el lugar y modulo exacto.  Módulo de llenado y prensado. Módulo que varía en función del tipo de máquina, compuesto generalmente por un sinfín elevador que dosifica la cantidad de substrato por bandeja; una tolva de recepción, debajo de la cual se sitúa la bandeja y unas aspas giratorias que van llenando y prensando el substrato. Todo ello esta sincronizado y temporizado, movido por motores eléctricos y un cuadro de mandos.  Módulo de punzonado. Consta de un puente mecánico sobre el que van instalados uno o dos cilindros neumáticos, que se unen a una plancha de aluminio de 1-2 cm de espesor y de iguales dimensiones a la de la bandeja. Esta plancha contiene en su parte inferior tantos conos invertidos como alveolos tenga la bandeja y en la misma disposición. Al descender la plancha sobre la bandeja llena de substrato (según las ordenes recibidas de los sensores de siembra), marca unas hendiduras de 1 a 2 cm de profundidad en cada alveolo, (profundidad regulable según la semilla a sembrar). Existen también las sembradoras de tambor donde el punzonado lo realiza un rodillo con conos invertidos, al avanzar la bandeja sobre el tren de siembra.  Cabezal de siembra. Esta parte del tren de siembra es la que más modificaciones ha sufrido, siempre buscando mayores rendimientos y precisión. Se ha pasado de la siembra manual de los inicios, por las máquinas semiautomáticas de cassettes, los cabezales semiautomáticos de librillo, hasta llegar a los modernos cabezales de siembra automáticos. Rendimientos de: 250-400 bandejas/hora. Estos últimos constan de una parte fija llamada pulpo, formada por una placa superior perforada en forma de embudo que une mediante tubos de P.E. la placa inferior, donde cae la semilla y mediante una compuerta neumática que se abre deja la semilla en cada alveolo; y una parte móvil con depósito de semilla, placa perforada de aspiración, vibrador, peine de barrido y elemento de soplado de semilla, todo un complejo perfectamente armonizado y controlado por un autómata. Las sembradoras de tambor son aptas para semillas redondas y partidas de semillas grandes, obteniéndose muy buenos rendimientos: 450-800 bandejas/hora.  Módulo de tapado. Pequeña parte simple pero de gran importancia en el proceso

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Los semilleros hortícolas

de siembra. Esta compuesto por una tolva de forma troncopiramidal que en el fondo lleva una apertura para dejar caer el material para cubrir las semillas sembradas (perlita o vermiculita). Su capacidad de 50-60 litros permiten tapar entre 50-60 bandejas. Junto a la tolva lleva un raspador por su parte posterior que elimina el material sobrante, dejándolo caer sobre un depósito para recogerlo y reutilizarlo. El sistema puede ser temporizado y automático.  Túnel de riego. Campana o túnel de 1-2 m (capacidad para 2-4 bandejas) que tiene instaladas en su techo 6-8-10 electroválvulas con sus correspondientes boquillas de riego de caudal 0,9-1,2 L/min/ud. El sistema lleva instalado un temporizador y un dosificador volumétrico que inyecta junto con el agua de riego el primer tratamiento fungicida de vital importancia, previo a la germinación.  Apilador de bandejas. Conjunto de elementos electromecánicos que van recogiendo y agrupando las bandejas sembradas en torres de 8-10-12 uds según la cantidad deseada, y sacándolas sobre el carril de rodillos del final del tren, para su posterior paletizado y marcaje de partidas. Todo el conjunto puede estar informatizado y robotizado. 4.3. ( Cámara de germinación ]

Es un recinto cerrado de características similares a cualquier cámara frigorífica donde se introducen las bandejas sembradas y se mantienen durante un tiempo determinado en condiciones óptimas de germinación, manteniendo los parámetros necesarios,(temperatura y humedad relativa) para la germinación de las distintas especies de semilla (ver tablas de cultivo, cuadro nº 2) y obtener así el mayor porcentaje de estas, en plantas viables. El dimensionamiento y capacidad de la cámara dependerá del volumen de producción previsto del semillero y de las especies a producir (cantidad de bandejas sembradas diarias y días necesarios de germinación). Su construcción puede realizarse de obra civil recubierta de materiales termoaislantes o paneles prefabricados termoaislantes, constará de una o dos puertas, para entrada y salida. La maquinaria necesaria para mantener el microclima interior es: un equipo de aire acondicionado reversible (fríocalor), un equipo humidificador (fog-sistem), sondas de temperatura y de humedad relativa, cuadro de automatismos con termostato e higrostato de lectura y control. 4.4. ( Cámara de cultivo ]

Recinto de similares características a la cámara de germinación, normalmente de dimensiones más pequeñas. La gran diferencia está en la incorporación y control de un tercer parámetro: la luz. Su función es mantener constantes los parámetros de: temperatura, humedad relativa y luz, en condiciones ideales que favorezcan el enraizamiento de esquejes o prendimiento de injertos, ya que se trabaja con plantas vivas y no con semillas; llevando un seguimiento y control muy exhaustivo de los parámetros mencionados.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

La colocación y disposición de las bandejas en la cámara también es distinta, estando aquí, sobre estanterías fijas o móviles con separación suficiente entre bandejas que permitan recibir las condiciones: temperatura, humedad y luz (artificial), de forma uniforme. La dimensión será la que permita introducir la producción de un solo día, para evitar abrir puertas y cambiar las condiciones una vez iniciado el proceso de enraizamiento o prendimiento. Se instalarán tantas cámaras como necesidades de producción se tengan. 4.5. ( Taller de injertos ]

Es el lugar donde se realiza la técnica de injertado, manteniendo unas condiciones climáticas buenas, tanto para el personal que realiza dicha labor, como para las plantas a injertar. Según el método o tipo de injerto a realizar, consta de una gran mesa o varias mesas unitarias, en ellas se dispone de todo el material necesario para injertar: pinzas, bandas de estaño, bisturíes, cuchillas, etc. y se colocan las distintas plantas, tanto del patrón como de la variedad a injertar. Es imprescindible la instalación de luz artificial que facilite la visión de los injertadores, al ser un trabajo de gran precisión. 4.6. ( Banquetas de cultivo ]

Las banquetas o mesas de cultivo, son estructuras construidas dentro del invernadero, a una determinada altura del suelo (50-70 cm), perfectamente niveladas, donde se colocan las bandejas extendidas, ya pregerminadas, recibiendo las labores y tratamientos necesarios para terminar su ciclo de crecimiento hasta el momento adecuado de su trasplante. Existen varias formas de construir y disponer las mesas, dependiendo de su coste, pasillos interiores, etc., enumerando las siguientes: estructura de alambre galvanizado montado sobre tubos galvanizados; tubos galvanizados horizontales montados sobre tubos verticales; viguetas de hormigón montados sobre bloques directamente o sobre postes de hormigón; perfiles de galvanizado montados sobre postes de hormigón, perfiles de PVC reforzado, montado sobre postes de hormigón, PVC o bloques.De todos ellos, los más utilizados son los dos últimos. La existencia de banquetas de cultivos, obedece a una serie de ventajas frente a colocar y extender las bandejas en el suelo; estas son: • Fácil manipulación de bandejas. • No hay riesgo de encharcamiento. • Mayor aireación. • Facilidad de instalar mangueras de calefacción (aire o agua). • Rapidez en la localización de partidas. • Mayor comodidad y rendimiento de trabajo. 4.7. ( Sistemas de riego ]

El riego de un semillero tiene prácticamente la misma configuración que una explotación hortícola y ornamental, estando formado por las siguientes unidades básicas: embalse, cabezal de riego, red de alimentación y sistema de distribución del agua. El sistema

( 464 ]

Los semilleros hortícolas

o forma de distribución del agua de riego será el que nos definirá el llamado “sistema de riego”, encontrando grandes diferencias de uno a otro sistema (riego por inundación, goteo, aspersión, microaspersión, etc.). En las fotos nº1, nº2 y nº3, se pueden apreciar distintos modelos de estructuras multitunel, distintas formas de banquetas y distintos sistemas de riego. Básicamente y dada la alta densidad de plantas por metro cuadrado, las formas más comunes de distribuir el agua en cualquier semillero se puede catalogar en dos: “sistema de inundación” y “sistema de microaspersión “ con las variantes siguientes:  Riego manual (manguera). Sistema manual tradicional, e imprescindible y complementario con cualquier otro sistema, la eficacia y éxito depende exclusivamente de la persona o personas que lo realizan.  Microaspersión fija. Sistema formado por un conjunto de tuberías generales, ramales portaaspersores y microaspersores, dispuestos al marco necesario, según características del fabricante (alcance, caudal, etc.) y colocados hacia arriba o hacia abajo sin producir goteos perjudiciales.  Trenes de riego. Consiste en una barra pulverizadora transversal que se desplaza longitudinalmente mediante unas ruedas sobre un raíl colgado de la estructura del invernadero, accionado por un motorreductor eléctrico, dos poleas y un cable de tracción. La barra pulverizadora está compuesta por un tubo de PVC y un conjunto de boquillas pulverizadoras antigoteo instaladas cada 25-50 cm, unido todo ello a un perfil de aluminio y al cuadro de mandos. El conjunto dispone de sensores que accionan la barra pulverizadora, mediante la colocación de electroimanes y electroválvulas, realizando una distribución uniforme del agua de riego.  Riego por inundación. (flujo-reflujo). Sistema de gran caudal, con recogida de la solución nutritiva. Instalación pensada para cultivos hidropónicos.

 FOTO 1. DETALLE COLOCACIÓN BANDEJAS DE PLÁSTICO Y ESTRUCTURA TIPO MULTITÚNEL.

( 465 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

 FOTO 2. DETALLE BANQUETA DE CULTIVO Y RIEGO MANUAL.

 FOTO 3. DETALLE BANQUETAS DE HORMIGÓN Y TREN DE RIEGO. 4.8. ( Sistemas de tratamientos fitosanitarios ]

Independientemente de adoptar todas las medidas profilácticas, medidas culturales y métodos de barrera de prevención, se hace necesario la implantación de un programa de tratamientos fitosanitarios capaz de conseguir y mantener la sanidad y calidad fitosanitaria de las plántulas. Para ello se dispone de sistemas de tratamientos fitosanitarios, que utilizados sólos o conjuntamente nos garanticen la obtención de plantas sanas y vigorosas; éstos son:

( 466 ]

Los semilleros hortícolas

 Inyección proporcional. La instalación de uno o varios depósitos de mezclas, y su bomba de inyección correspondiente, son los elementos necesarios para incorporar los productos fungicidas y/o insecticidas en la red de riego para su distribución.  Pulverización de alto volumen. Sistema tradicional más o menos sofisticado, presente en todas las instalaciones; compuesto por: depósito de mezclas, motobomba de presión y red de distribución. La aplicación se realiza con pistoletes de diversas formas y tipos de gota, de alto volumen, pulverizando directamente sobre las plantas cultivadas.  Nebulización de ultrabajo volumen. Los productos fitosanitarios diluidos en un pequeño volumen de agua son distribuidos con una boquilla de alta presión, produciendo una finísima niebla, que uno o varios ventiladores reparten por todo el volumen del invernadero. Son tratamientos generales no localizados, de alta eficacia, permitiendo su programación fuera del horario de trabajo y con el invernadero herméticamente cerrado. El sistema dispone de mecanismos como: autolimpieza de boquillas, preventilación, removedor y detector final del producto. 4.9. ( Climatización ]

La correcta interpretación y manipulación de los siguientes parámetros: luz, temperatura y humedad, tanto externos como internos, nos darán las condiciones deseadas para la producción de plántulas; teniendo muy en cuenta que una ligera modificación de cualquiera de ellos, influye directamente y afecta a todos los demás. El acondicionamiento del microclima interior de las instalaciones hay que diferenciarlo en dos grandes periodos, en nuestra zona de producción (Costa Almería) y estos coinciden con ciclos de producción de plantas distintos: • Periodos cálidos: primavera -verano (abril - septiembre). • Periodos fríos: otoño - invierno (octubre - marzo).

 Periodos cálidos La gran radiación solar recibida y las altas temperaturas alcanzadas, hacen difícil obtener los rangos óptimos de los parámetros de producción, siendo la disminución de temperatura el mayor problema de estos periodos, que resolveremos utilizando conjuntamente las técnicas siguientes: Reducción de radiación solar. Aplicando métodos de sombreo, sobre la cubierta del invernadero, que pueden ser: Estáticos(encalado de cubierta o colocación de mallas) o dinámicos (instalación de pantallas de sombreo o aluminizadas, colocadas en interior o exterior). Ventilación. Ventilación pasiva: Instalación de ventanas cenitales en todas las cumbreras o laterales. Ventilación activa con la incorporación de ventiladores para recirculación interna del aire, y extractores laterales. Refrigeración por agua. Instalación de sistemas para enfriar el aire:

( 467 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Ventiladores-Nebulizadores de media presión. • Foog-System: nebulización a alta presión. • Cooling-System: paneles húmedos y extactores de aire.

 Periodos fríos La baja iluminación y mantener la temperatura nocturna y diurna en unos niveles óptimos para el desarrollo de las plántulas, se consigue con una buena hermeticidad del invernadero, instalación de doble cámara y el apoyo de un sistema de calefacción. Calefacción. Dependiendo de las exigencias del cultivo se instalarán sistemas de calefacción por aire o agua, teniendo presente que la instalación sea capaz de mantener uniforme y constante la temperatura mínima prefijada, fiable y segura. • Sistemas de aire: generadores con quemador de combustible, cámara de combustión, ventilador o turbina de impulsión, distribuyendo el aire caliente. • Sistemas de agua: caldera, quemador de combustible, colector, bombas de impulsión, tuberías generales de impulsión y retorno, tuberías de distribución y tubos de emisión calorífica (lisos, coarrugados, aluminio, acero), formando un circuito cerrado. 5. ( MATERIALES ]

Los distintos materiales y materias primas necesarias para realizar la transformación del material base “la semilla” en plantas óptimas para su trasplante lo componen: substratos, bandejas, fundas y otros materiales accesorios. 5.1. ( Substratos ]

Dependiendo del tipo de suelo de cultivo final de la planta, su utilizarán substratos a base de: turba, perlita, termita, fibra de coco, lana de roca o la mezcla entre ellos. La elección de cualquier substrato debe cumplir las siguientes propiedades: • Libre de patógenos y gérmenes. • Excelente porosidad, permitiendo gran aireación y capacidad de retención. • pH regulado y adecuado a los cultivos. • Elevada capacidad de intercambio iónico. • Baja salinidad. • Estabilidad de la estructura.

El material más utilizado son las turbas, y sus mezclas varían según los cultivos y la época de producción, diferenciando principalmente y a título orientativo: Campaña de invierno; mezcla compuesta por: • Turba rubia: 80-90% • Turba negra-parda: 10-20% • Perlita gruesa: 10-15%

( 468 ]

Los semilleros hortícolas

Campaña de verano; mezcla compuesta por: • Turba rubia: 60-70% • Turba negra-parda: 30-40% • Perlita gruesa: 15-20% El porcentaje de mezcla de los distintos materiales son orientativos y oscilará según el tipo de alveolo, sistema de riego, planta a producir, a criterio de la dirección técnica. 5.2. ( Bandejas y fundas ]

Las bandejas son el soporte necesario para el cultivo en semillero. Normalmente se utilizan bandejas de poliestireno expandido (porespam) de color blanco; material que posee unas excelentes cualidades termoaislantes, poco peso, bajo coste y gran facilidad de mecanización. Existen también bandejas fabricadas de plástico rígido de distintos colores, pero con escasa experiencia en la zona en cuanto su manejo y cultivo. Las bandejas contienen una serie de alveolos de sección tronco piramidal de mejores cualidades para el desarrollo radicular que los alveolos de sección redonda. El número de alveolos por unidad dependerá de la especie a cultivar, oscilando entre los 40 alveolos (injertos) y los 500-1000 (lechuga o cebolla); pero las dimensiones exteriores de la bandeja deberán ser las mismas para facilitar la mecanización de los distintos procesos: siembra, paletizado, extendido en mesas, expedición de plantas, etc. Las bandejas se clasifican, dependiendo del tamaño del alveolo por códigos: -B-1: 273-294 ALVEOLOS; -B-2: 216-228-247 ALVEOLOS; -B-3: 104-135-150 ALVEOLOS, ETC.

Las fundas son planchas alveolares fabricadas con polipropileno, mediante un proceso de termo conformado, de dimensiones iguales a las de la bandeja, pero siendo la sección de los alveolos algo menor para introducirlos encima de la bandeja. La función principal de la funda (un solo uso) es el aislamiento de la planta con la bandeja soporte, evitando posibles contagios de enfermedades y asegurando mayor higiene, obteniendo un sistema radicular sano y potente, facilitando la extracción de las plantas en el trasplante. Su exclusivo diseño permite obtener un gran sistema radicular debido a las estrías longitudinales, provocando el bifurcado de las raíces. El uso generalizado de las fundas en los últimos años ha mejorado la calidad fitosanitaria de las plántulas, eliminando casi completamente los problemas de raíz-cuello por hongos fitopatógenos como: phityum, rizoctonia, etc. La tendencia actual es utilizar bandejas con menor numero de alveolos, mayor sección de los tacos y plantas de mayor tamaño. Menos plantas/m2 = Más calidad. 5.3. ( Otros materiales ]

El semillero deberá estar dotado además de los siguientes materiales: • Envases de cartón, plástico y bolsas de plástico para embalajes. • Tablillas identificativas.

( 469 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Fertilizantes y productos nutricionales. • Productos fitosanitarios. 6. ( CULTIVOS ]

El semillero profesional como especialista en su sector, puede realizar el cultivo de cualquier especie hortícola solicitada por sus clientes horticultores. Centrándose en la zona del litoral mediterráneo, las principales especies cultivadas son: pimiento, tomate, berenjena, melón, sandía, injertos de: sandía, melón, pepino y tomate, lechuga, col china, coliflor, bróculi, apio, etc., distinguiendo dos campañas anuales de producción muy diferenciadas, sobre todo en la horticultura intensiva almeriense. Los porcentajes de siembra de las especies varían anualmente de unas zonas a otras. Los cuadros I, II, III reflejan algunos datos de interés de las especies más cultivadas.  CUADRO 1. Tª minima ºC

Especies

Tª óptima ºC

Letal

Biológica

Tª germin. ºC

Día

Noche

Subst.

Mínim.

Óptim.

Tª maxim ºC

Humedad relativa

Dias

Dias

Pimiento

0/4

10 - 12

22 - 28

16 - 18

15 - 20

12 - 15

25 - 30

28 - 32

65 - 70

Tomate

0/2

8 - 10

22 - 26

13 - 16

15 - 20

9 - 10

25 - 30

26 - 30

55 - 60

Berenjena

0/2

9 - 10

22 - 26

15 - 18

12 - 18

13 - 15

25 - 30

30 - 32

65 - 70

Col china

0 /-5

3- 5

17 - 20

12 - 15

15 - 20

8 - 10

15 - 25

30 - 32

65 - 70

Melón

0/2

12 - 14

24 - 30

18 - 21

20 - 22

10 - 13

20 - 30

30 - 34

70 - 90

Sandia

0/2

10 - 13

24 - 30

18 - 21

20 - 21

10 - 12

20 - 30

30 - 34

65 - 75

Injertos

0/2

10 - 13

24 - 30

20 - 25

20 - 25

--

25 - 30

30 - 35

85 - 90

 CUADRO 2. Cultivos

Pimiento

Cámara germinación

Germinación

Nascencia

1ª hoja Verdadera

Transplante

Horas

Tª ºC

H.R.%

Horas

Dias

Dias

Dias

120

25

75

120

7

16 - 19

32 - 45

Tomate otoño

48

25

85

72

4

16 - 18

30 - 35

Tomate primav.

48

25

85

72

4

12 - 15

25 - 30

Berenjena

72

25

85

72

4

15 - 17

25 - 35

Col china

--

--

--

24

2

7 - 10

25 - 35

Lechuga

30

14

90

24

2

6 - 7

20 - 25

Melón

72

25

85

48

3

15 - 18

25 - 35

Sandia

96

25

85

72

4

16 - 18

35 - 45

( 470 ]

Los semilleros hortícolas

 CUADRO 3. Cultivos

Nº semillas

Profundidad

Semilla

Germinación

Plantas

Gramo

cm.

Ha (gr)

%

Ha

Pimiento

120 - 150

0,5 - 1

0,2

80 - 95

20000 - 30000

Tomate

250 - 300

0,5 - 0,75

0,09

75 - 90

15000 - 25000

Berenjena

200 - 250

0,5 - 1

0,1 - 0,2

80 - 95

Col china

250 - 400

0,5

0,3

90 - 95

20000 - 30000

Lechuga

5000 -

7500

600 -1200

0,3

0,1

90 - 95

80000 - 100000

Melón

25 - 30

1 - 1,5

0,5

85 - 95

5000 - 10000

Sandia

15 - 25

1 - 1,5

0,25

75 - 90

2500 -

7500

 Campaña de primavera-verano. Se realizan básicamente seis especies, con sus diferentes tipos de cultivos y multitud de variedades: pimiento, tomate, berenjena, pepino, calabacín y judía verde.  Campaña de otoño-invierno. Las principales especies más cultivadas son: tomate, pepino, melón, sandía, sandía injertada y col china. 6.1. ( Injertos ]

Son plantas que han sido modificadas mediante la técnica de injertado permitiendo cultivar especies sensibles a ciertos patógenos, sobre suelos infectados, utilizando el sistema radicular de patrones resistentes y la parte aérea de la variedad. Los portainjertos o patrones utilizados deben cumplir las siguientes cualidades: • Resistencia a la enfermedad limitante del cultivo. • Resistencia o tolerancia a otros patógenos del suelo. • Vigor y rusticidad. • Gran afinidad con la variedad a injertar. • Buenas características para realizar el injerto. • No modificar la calidad externa e interna del fruto.

Actualmente se realizan injertos con éxito, sobre especies hortícolas pertenecientes a las familias de: • Cucurbitáceas: sandía, melón y pepino. • Solanáceas: tomate y berenjena.

 Cucurbitáceas. Los portainjertos utilizados tanto en sandía, melón, o pepino son híbridos interespecíficos del genero cucúrbita (Cucurbita máxima x Cucurbita Moschata), comercializándose distintos híbridos del mismo tipo (Shintoza, Brava, RS-841, Patrón, Kamel, Ferro, Strongtosa, Hércules, Titán, etc.), que reúnen las cualidades mencionadas. Los métodos de injertar o tipos de injerto, en estas especies son:

( 471 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• INJERTO DE APROXIMACIÓN. • INJERTO DE CUÑA. • INJERTO DE EMPALME.

Para obtener éxito en la técnica de injertado, debemos tener presente: • Orden o programación de la siembra del patrón y la variedad. • Extremar los cuidados durante el injertado y periodo de prendimiento. • Controlar el desarrollo del crecimiento. INJERTO DE APROXIMACIÓN

Método en el cual se mantienen los dos sistemas rediculares (patrón y variedad), durante el periodo de prendimiento, realizándose según este orden: Sembrar en bandejas la variedad de sandía o melón pregerminado en cámara y cultivando en invernadero entre 15-30 ºC. Sembrar patrón o portainjertos en bandeja, a los 3-5-7 días. Injertar, cuando en patrón aparece el botón de la 1ª hoja verdadera y la variedad está desarrollándola. • Arrancar con raíces la planta del patrón y la variedad. • Eliminar brote del patrón o no (variantes del método), dejando siempre los cotiledones. • Hacer una incisión en patrón, comenzando por debajo de los cotiledones hacia abajo, de 1-1,5 cm de longitud y hasta la mitad del tallo. • Eliminar la piel del tallo de la variedad en la zona de unión y hacer una incisión de abajo-arriba, comenzando 2 cm por debajo de los cotiledones. • Ensamblar patrón y variedad, sujetando con cinta o pinza.

Plantar en bandeja de mayor volumen (taco de 7x7x7), separando algo los tallos de ambas plantas para facilitar su posterior corte. Llevar y mantener las plantas en invernadero con condiciones de: 25-30 ºC y 80 -90% H.R., bajo tunelillos o cámaras de prendimientos. Airear o ventilar progresivamente a partir de los 7 - 10 días Cortar tallo de la variedad a los 14-16 días, por debajo del injerto. Repasar las cabezas del patrón por si hubiese rebrotes. Trasplantar a los 20-25 días del injertado. INJERTO DE CUÑA

Método donde la variedad es decapitada dejándola sin raíz durante el periodo de prendimiento, exigiendo mantener unas condiciones ambientales muy estrictas. Se realizan según este orden: Sembrar la variedad a injertar, sandía o melón, en bandejas con alveolos de 4,5

( 472 ]

Los semilleros hortícolas

x 4,5 x 7 cm (necesitamos grosor de tallo), pregerminar en cámara y cultivar en invernadero entre 15-30 ºC. Sembrar patrón a los 5-7 días, de la variedad en invierno, y a los 2-3 días en verano, directamente sobre la bandeja definitiva (taco de 7x7x7 cm) o bandeja de taco (4,5 x 4,5 x 7 cm) realizando trasplante después del injertado. Injertar cuando la variedad tenga la 1ª hoja abriendo o abierta, con buena sección de tallo y no este enternecida, ni endurecida, y el patrón tenga la 1ª hoja verdadera abierta. • Coger el patrón, (con la hoja verdadera mirando al injertador) desbrotarlo, eliminando tallo principal y brotes axilares. • Hacer incisión en el patrón, desde el centro del tallo hacia abajo de 1-1,5 cm de longitud. El corte debe ser limpio, sin tocarlo ni forzar el tallo. • Coger la variedad, cortándola de la bandeja con 4-5 cm de tallo. Realizar dos cortes (pelando solamente la epidermis del tallo) en forma de semicuña y de 1-1,5 cm de longitud. • Ensamblar patrón y variedad, introduciendo la variedad en el corte del patrón, sin forzar las plantas, dejando los cortes realizados en perfecto contacto y los cotiledones unidos, dando la visión de una sola planta. • Fijar la unión con pinza sin mover el injerto (foto nº 4). • Terminada la bandeja completa, etiquetar con el nº del operario que la realizó.

 FOTO 4. INJERTO DE CUÑA. Transportar las bandejas ya injertadas a cámara de prendimientos con las siguientes condiciones: • Temperatura entre 25-35 ºC • Humedad relativa 85% - 95% (bajar del 70% es peligroso).

( 473 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Sombrear durante los primeros 2-3 días. • Mantener en cámara de prendimientos el tiempo necesario (5-7 días).

Ventilar y retirar él sombreo progresivamente a partir de los 7-10 días. Trasplantar a los 20-25 días del injertado. INJERTO DE EMPALME

Método muy novedoso y exigente en condiciones microclimáticas para el proceso de prendimiento. En este tipo de injerto se corta sistema radicular del patrón y de la variedad, realizándose la unión de las dos plantas a la vez que el enraizamiento, obteniéndose una sola planta de gran calidad. Las condiciones de siembra y cultivo, de patrón y variedad, previas al proceso de injertado son muy similares a las exigidas para el método descrito de cuña lateral, siendo distinto el proceso del injertado y posterior prendimiento. Descripción del método: • Cortar tallo del patrón sin raíz, realizar un corte en bisel de 45-60º, eliminando un cotiledón y brote apical. • Cortar tallo de la variedad (sandía, melón o pepino), y realizar un corte en bisel de 45-60º, a 2-3 cm de los cotiledones. • Ensamblar, uniendo perfectamente los dos cortes mediante pinza, manteniendo presionadas las dos partes de las plantas injertadas. • Introducir tallo injertado en bandeja con substrato húmedo. • Llevar a cámara de cultivo y mantener en condiciones óptimas de 6-8 días.

El proceso posterior es igual a los métodos anteriores. Calendario general de injerto de cucurbitáceas 0 días

5-7

20 - 25

30 - 35

40

45 - 50

Siembra

Siembra patrón

Realizar injertos

Desbrotar

Quitar pinza

Trasplante

 Solanáceas. Las especies injertadas con éxito de la familia solanáceas son: berenjena y tomate, obteniéndose buenos resultados en este último. El portainjetos más utilizado para tomate es el híbrido interespecífico KNVF (L. esculentum x L. hirsutum), variedades comerciales (Beaufort, He-man, Maxifort, etc); resistentes a una amplia gama de enfermedades vasculares y de suelo. De los métodos de injertos descritos en literatura el más utilizado es el denominado “injerto de empalme”. INJERTO DE EMPALME. METODOLOGÍA SEGUIDA

Sembrar patrón en bandeja definitiva. Sembrar variedad a los 10-12 días del patrón.

( 474 ]

Los semilleros hortícolas

Injertar cuando patrón y variedad tengan la misma sección de tallo. • Cortar patrón por debajo de cotiledones, en forma de bisel de 45-55º colocando tubo de plástico que ajuste al tallo, viendo el corte. • Cortar la variedad por debajo de cotiledones, en bisel de igual ángulo que el patrón e introducir dentro del tubo de plástico, quedando en contacto (pinza de sujeción).

Mantener dentro de cámara de prendimientos o tunelillos en condiciones idóneas durante 6-10 días. Realizado el prendimiento del injerto, sacar a invernadero, manteniendo durante los 4-7 días primeros buenas condiciones, después cultivar normalmente. 7. ( LABORES DE CULTIVO ]

Las operaciones o labores de cultivo que se realizan durante el proceso del semillero son varias, todas ellas de vital importancia y correctamente coordinadas. Debido a tener un ciclo de cultivo relativamente corto (normalmente 30-35 días, con un máximo de 50-60 días), las operaciones se han de realizar en el momento adecuado, teniendo poco margen para corregir posibles errores. Destacaremos los trabajos más imprescindibles, siendo éstos los siguientes: • Riego. • Fertilización. • Tratamientos fitosanitarios. 7.1. ( Riego ]

Esta operación quizás sea la más complicada de definir y cuantificar; ya que no existe norma exacta, en cuanto a cantidad y frecuencia de riegos, que se han de aplicar a las plantas, porque éstos dependerán de muchos factores: especies de cultivo (incluso variedades), estado fenológico, época de siembra, tipo de bandeja, mezcla de substrato, condiciones climatológicas, sistema de riego, tipo de estructura, etc. Se aplicaran los riegos necesarios, en cantidad y frecuencia según criterio del Técnico de explotación, evitando en cualquier caso los encharcamientos, tan nefastos, para las pequeñas plantas, así como las posibles deficiencias. Como orientación, se aconsejará regar diariamente en primavera y verano (evitar realizar los riegos en las horas de mayor insolación y temperatura), y cada dos-tres días en invierno, procurando regar siempre por las mañanas. 7.2. ( Fertilización ]

El empleo de turbas fertilizadas, con pH corregido (entre 5,5-6,5), hace innecesario el aporte de elementos fertilizantes llamados de “fondo”. El nivel de fertilización de los substratos a utilizar no debe ser alto, estando comprendido entre 0,8-1,2 kg/m3 de PGMix (15-10-20), resultando un equilibrio de partida de:1,5-1-2.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Los fertilizantes necesarios se aportarán mediante la técnica de fertirrigación, realizando la inyección en el cabezal, manejado por un ordenador de riego que controla y regula los valores de pH y CE marcados. Teniendo en cuenta el tipo de agua de riego y los cultivos, las soluciones nutritivas se ajustarán, dependiendo del estado fenológico. Las soluciones normalmente se realizan con abonos simples solubles y en un número determinado de tanques; a modo de ejemplo:  Solución 1. Tanque A.- 1000 litros • Nitrato de calcio: 25 - 50 kg. • Nitrato potásico: 25 kg. • Microelementos: 2 - 2,5 kg. Tanque Acido.- 200 litros Acido nítrico: 20 litros (56%)  Solución 2. Tanque A.- 1000 litros • Nitrato de calcio: 50 kg. • Microelementos: 2 – 2,5 kg. Tanque C.- 1000 litros • Fosfato monopotásico: 25 kg. • Sulfato de magnesio: 5 kg. Tanque Acido.- 200 litros • Acido nitrico: 20 litros (56%).

Tanque B.- 1000 litros • Fosfato monoamónico: 25 kg. • Sulfato potásico: 25 kg.

Tanque B.- 1000 litros • Sulfato potásico: 25 kg. Tanque D.- 1000 litros • Nitrato potásico: 25 kg. • Nitrato amónico: 25 kg.

La fertirrigación se comenzará en planta pequeña con valores de CE bajos (1 –1,5 dS/m) y se irá aumentando según el desarrollo llegando a valores de 3-3,5 dS/m y con pH igual a 5,5 – 6,5. Los porcentajes de inyección de cada uno de los tanques nos darán un equilibrio determinado, variando estos según tipo de planta y desarrollo observado. 7.3. ( Tratamientos fitosanitarios ]

Los tratamientos fitosanitarios comienzan desde el momento de siembra, con la incorporación del primer tratamiento fungicida en el agua de riego. El planteamiento y la programación de un calendario de tratamientos, será la forma más eficaz de combatir las plagas o enfermedades que atacan a las plántulas, en cada uno de sus estados de desarrollo en semillero: (estado de dos cotiledones, estado de 1-2 hojas verdaderas, estado de 3-4 hojas, estado de planta desarrollada, estado planta adulta). La realización

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Los semilleros hortícolas

de los tratamientos debe hacerse siempre de forma preventiva, evitando grandes infecciones de difícil curación; para ello debemos conocer los patógenos que atacan a los cultivos en sus diferentes épocas.  Campaña de primavera-verano. La incidencia de plagas es muy superior al de enfermedades, ya sean aéreas o de raíz-cuello, además no solamente por el daño directo que realicen sobre las plantas sino por la posibilidad de transmisión y contagio de ciertas virosis de gran importancia de daños. Plagas. Las principales son: trips, submarino, mosca blanca, orugas y gusanos de suelo. Todos ellos se combaten con productos específicos existentes en el mercado o con mezclas entre ellos siempre teniendo en cuenta que estamos manipulando plántulas, donde las mezclas, dosis, etc., pueden ser fitotóxicas. Enfermedades. Las principales son: phytium, rizoctonia, botritis y bacteriosis.  Campaña de Otoño-Invierno. Al contrario que en primavera-verano, la incidencia de plagas es menor debido a que las condiciones climatológicas son adversas para su desarrollo, pero si muy favorables para el desarrollo de diversos hongos que provocan ciertas enfermedades, algunas de gran importancia por los daños causados. Plagas. Las principales son: mosca blanca, trips. Enfermedades raíz-cuello. Tenemos: phytium, rizoctonia. Enfermedades aereas. Mildiu, oidio, botritis, mycosphaerella y alternaria. Los tratamientos fitosanitarios se realizarán a última hora del día para evitar fitotoxicidad, la mayoría de ellos serán de carácter general para todos los cultivos existentes y otros de carácter específico, contra alguna plaga o enfermedad de un determinado cultivo, siempre con productos registrados y autorizados. 8. ( PROCESO DE PRODUCCIÓN ]

El objetivo de cualquier semillero hortícola es conseguir plantas de gran calidad: • Sanas • Ricas en materia seca • Compactas • Homogéneas • Buena relación tallo/raíz

Para conseguirlo deberemos seguir y controlar cada paso de proceso productivo: Recepción correcta de semilla. • Datos del cliente: Razón social, CIF, domicilio y teléfono. • Datos de semilla: Especie, variedad, nº de lote, cantidad, fecha de siembra o trasplante, productor y tipo de bandeja.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Registro de siembra. • Realizar el programa de siembra diario, según especies y variedades iguales y tipo de bandejas; numerando las distintas partidas, este proceso normalmente lo realiza el sistema informático automáticamente. Siembra. • Comprobación completa del tren de siembra. • Realizar las mezclas de substrato adecuadas, homogéneas, con un llenado y prensado de cepellones uniforme. • Punzonado centrado y profundidad deseada. • Siembra completa sin fallos ni alveolos dobles. • Tapado de semilla y raspado posterior. • Riego regular y uniforme (de vital importancia) incorporando 1er tratamiento fungicida (Previcur 1 cc/L = 3 cc/m2 de pc).

Paletizado y control de partidas. • Recogiendo las bandejas sembradas (bloques de 5-10 unidades) se paletizan, tapándose unas con otras evitando resecaciones, terminado el palet (80-100 ud) se tapan las ultimas bandejas sembradas, con bandejas vacías. • Marcaje de todas las partidas con los datos: PARTIDA : P- 0001 (Nº DE PARTIDA). BANDEJAS: B - 100 (CANTIDAD DE BANDEJAS SEMBRADAS). REFERENCIA: REF-0502 (FECHA DE SIEMBRA). ESPECIE: EJ: TOMATE, PIMIENTO, ETC.

• Colocación de tablilla identificativa con los mismos datos. • Recuento perfecto de unidades sembradas, comprobación y anotación en parte de siembra.

Cámara de germinación. • Introducir los palets inmediatamente después de la siembra en cámara con las condiciones ideales, normalmente casi todas las semillas hortícolas germinan bien a: TEMPERATURA: 25 - 27 ºC. HUMEDAD RELATIVA: 80 - 90%

• Comprobar el perfecto funcionamiento de los anteriores parámetros. • Realizar diariamente la inspección de salida y extendido de las especies sembradas mediante parte de extendido y observación visual de los palets.

Extendido en mesas de cultivo. • Separar especies, colocando cada una de ellas en invernaderos distintos o naves distintas (cuidados y tratamientos diferentes). • Extender a 1ª hora de la mañana, siguiendo el correcto orden de partidas. • Realizar inmediatamente después el primer riego. • Comprobar partidas extendidas e introducir en parte de extendido su ubicación.

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Los semilleros hortícolas

Control de la fertirrigación. PREVIA OBSERVACIÓN DEL PLANTEL:

• Programar riego según necesidades. • Control de pH (6-6,5). • Control de CE (agua + 1-1,5 puntos en dS/m). • Regar a 1ª hora de la mañana y realizar un repaso de orillas y fallos a 1ª hora de la tarde.

Tratamientos fitosanitarios. • Realizar un programa de tratamientos semanal, incidiendo sobre los patógenos más activos o difícil de combatir, ya sean insectos, hongos o bacterias. • Tratar siempre que sea posible por la tarde a última hora. Control de salida y expedición. • Comprobar el estado fenológico y sanitario de la planta a su salida. • Expedirla adecuadamente con su embalaje y protección necesaria.

La constante vigilancia de los distintos módulos de cultivo del invernadero y el control de sus parámetros climáticos: luz, temperatura y humedad; el orden y limpieza; el control de la fertirrigación, la observación diaria de las plántulas (sistema radicular, longitud de entrenudos, tamaño de hoja, color de la misma, incidencia o presencia de plagas o enfermedades); y la realización de tratamientos fitosanitarios adecuados, nos darán como resultado una planta con gran calidad y garantía fitosanitaria.

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( TEMA 15 ]

EL CULTIVO PROTEGIDO DEL TOMATE

Francisco Cadenas Tortosa

Ingeniero Agrónomo. Director de Producción de la S.A.T. Hortichuelas Jesús González Vargas

Ingeniero Técnico Agrícola. Consultor Agrícola Martín Hernández Jiménez

Ingeniero Agrónomo. Director Técnico de fitosanitarios “B. Hernández”

El cultivo protegido del tomate

1. ( INTRODUCCIÓN ]

En la actualidad, hablar del cultivo del tomate en la provincia de Almería, es hablar de la mayor fuente de riqueza para esta provincia dentro del sector hortofrutícola. Recordar que es la hortaliza reina a nivel mundial, con consumos medios anuales por habitante de unos 10 kg (Principios de los años 90. Fuente: Anuarios FAO de producción 1979-1993) y con tendencia al aumento. Dentro de los países desarrollados estos consumos se pueden triplicar, llegando en países como España e Italia a consumos per cápita de unos 40 kg. Todas estas cifras justifican que se cultive en el mundo más de 2.700.000 ha. (Fuente: MAPA, 1990 ). España es uno de los grandes países productores de tomate, tanto para consumo en fresco, como para la industria (concentrado, pelado, zumo, etc.), siendo el cultivo de tomate en fresco el más relevante (sobre el 70%) y con tendencia al alza. Las provincias donde se concentra la producción son Murcia, Canarias, Almería (8000 ha) y Alicante. Almería es una provincia cuya principal fuente de ingresos es la agricultura intensiva, seguida del sector turismo. La producción total hortofrutícola de las últimas tres campaña alcanza los 2.500 millones de kg siendo el tomate el producto número uno con unos 800 millones de kg, seguido del pimiento, pepino, sandía, melón, etc. (Fuente: Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía). 2. ( HISTORIA DEL CULTIVO DEL TOMATE EN LAS COMARCAS ALMERIENSES MÁS IMPORTANTES, DESDE EL PUNTO DE VISTA PRODUCTIVO DE ESTA HORTALIZA ] 2.1. ( Historia del cultivo del tomate en la Comarca de El Parador – Roquetas de Mar ]

Tras conversaciones con los lugareños de más avanzada edad, sabemos que en las pequeñas y numerosas explotaciones familiares que existían en esta comarca, en los años 40 y 50, en cultivos en la calle, el tomate para mercado local y mercados próximos era un cultivo de gran interés. Eran variedades de tipo” Marmande”, gran tamaño de fruto, achatado, muy acostillado y multiloculares. Destacar el cultivar Raf (de origen francés), variedad abierta, donde el agricultor seleccionaba los mejores frutos para obtener las semillas. Se hacían ciclos cortos (de 4 a 5 ramos) y las recolecciones se hacían en pintón por el poco aguante de estas variedades. En los años 60 se introducen los primeros híbridos de tomates “americanos” como el Nancy y el 140 buscando más producción y mayor aguante para llegar a mercados más alejados, manteniéndose el Raf para los mercados locales. Con la construcción de los primeros invernaderos, en los años 70 se introducen variedades híbridas de tomates de centroeuropa principalmente de Holanda, destacando el tomate Dombo, (Bruinsma Seed), con fruto de unos 200 g, buena producción, aguante justo para llegar a los mercados europeos, resistencia a Fusarium oxisporum y tolerancia a ToMV, aunque con la llegada del invierno, con la planta cargada con 5-6 ramilletes, era normal ver como quedaba parada y perdía 2-3 ramos hasta volver a recuperarse con el buen tiempo.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

A mediados de los 80, el tomate Caruso (De Ruiter Seed), desplaza al Dombo por su mayor uniformidad de fruto y mejor comportamiento en invierno, pero con la llegada del tomate Daniela (Hazera), al final de los años 80, desplaza en pocos años a todas las variedades anteriores, manteniéndose hasta la actualidad. El Daniela es una variedad de larga vida (LSL o Long Shelf Life), es decir que la conservación de sus frutos después de recolección pueden durar tres y hasta cuatro semanas, por lo que su recolección debe hacerse en rojo. Es una planta de gran vigor y alta productividad en “condiciones de invierno” como son: días cortos, temperaturas mínimas entre 5 ºC y 8 ºC, humedad relativa alta y baja radiación solar, ( por lo cual se suele hacer un ciclo largo de cultivo que va desde septiembre hasta mayo - junio, unos 14 – 15 ramos), un buen nivel de resistencias (ToMV. V. C5. F2) y facilidad para el cuaje en las condiciones de invierno antes mencionadas. El fruto, redondo o ligeramente achatado y con un peso entre 130 y 170 gramos (calibre M y G), destaca por su uniformidad y bajo porcentaje de destrío. Como defectos principales, con la variedad Daniela se pierde precocidad, sabor o calidad organoléptica y potencial de cuaje en transplantes de agosto. Es también a mediados de los 80 cuando se introduce la variedad Rambo (S & G semillas), tomate con buena conservación, orientado para el mercado nacional y francés. Fruto de calibre G y GG, ligeramente achatado y con hombros verdes, destacando su buen sabor, brillo y color, hace que un sector de agricultores que comercializan sus frutos a través de las subastas en las alhóndigas, opten por esta variedad. Su comportamiento en “condiciones de invierno” es regular por lo que el ciclo de esta variedad suele ser de trasplante en septiembre hasta febrero (6 a 8 ramos). Destacar el alto nivel de resistencia, que aporta esta variedad: ToMV, V, F1-2 y como novedad Fusarium radici y Nematodos, siendo esta última muy importante por la problemática generalizada existente en la zona. A principios de los 90, aparece la variedad Brillante (Hazera), como un tomate de ciclo corto para hacer un cultivo de otoño (trasplante de agosto y finalizar en enero) o de primavera (trasplante en enero y finalizar en junio), aportando frente a la variedad Daniela, mayor precocidad, mayor calibre (G y GG) y mejor cuaje con calor. A finales de los 90 esta variedades se está viendo desplazada por la variedad Zinac (De Ruiter Seed), por su mayor recorrido en el ciclo de cultivo. A mediados de los 90, surge un nuevo concepto de comercialización del tomate: tomate en racimo, también conocido como tomate en ramo y tomate en ramillete. La variedad Durinta (Western Seed), por la uniformidad de sus ramos, se adapta a esta forma de cultivo, principalmente en ciclo de otoño, pues en condiciones de invierno le falta conservación a los frutos al no ser “larga vida”. Con frutos de calibre M, redondos, de color rojo intenso, en ramos de 5 a 7 unidades, bien dispuestos espacialmente, en forma de “raspa de pescado”, bien sujetos al raquis, buena uniformidad de maduración entre los primeros y últimos frutos del ramillete, (no siendo necesario despuntar las últimas flores del ramo) y con buena aptitud de cuaje con temperaturas altas. Al final de los 90 las variedades que se han impuesto son Ikram (S & G) y Pitenza (Enza Zaden), siendo ésta la que mayor perfección hace de ramo y mejor pasa el invierno por el vigor de planta, aunque como inconvenientes tiene la sensibilidad del fruto al “blotchy ripening” y la necesidad de despuntar el ramillete cuando está recién cuajado. Comentar sobre la variedad Ikram su alta sensibilidad a la carencia de calcio en fruto o “blosson end rot”.

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El cultivo protegido del tomate

Desde mediados de los años 90, se busca una variedad tipo Daniela que tolere el virus TYLCV o virus de “la cuchara”, siendo la variedad Eldiez (Zeta seed) la que más parecido tiene, por lo que en invernaderos donde el control de la mosca blanca es muy difícil por la falta de aislamiento de éstos, empieza a ponerse esta variedad. 2.2. ( Historia del cultivo del tomate en la Comarca de La Vega de Almería, Los Llanos de La Cañada y El Alquián ]

Los inicios del cultivo del tomate en la zona se remontan a tiempos muy lejanos, pero de situarnos en alguna fecha significativa como arranque para el posterior auge de este cultivo en la misma, podríamos situarnos a principios de la década de los sesenta, cuando la agricultura de la zona se extiende mas allá de la Vega de Almería y se cultiva en zonas más áridas, como son la zona de Los Llanos de la Cañada y El Alquián. Mientras La Vega se dedicaba en su mayor parte a cultivar todo tipo de verdura, las nuevas zonas de cultivo comenzaron a plantar tomate en enarenado debido a la peor calidad de agua y suelo. Se hacía principalmente cultivo de primavera, plantándose a últimos de diciembre al aire libre con unas protecciones frontales de cisca, para resguardar las plantas del viento del Norte, que en esas fechas azota en la zona. La recolección se efectuaba en los meses de mayo y junio, siendo un problema para la zona conseguir buenos precios con una producción tan agrupada en tan corto espacio de tiempo. Por este motivo se experimentó a finales de los setenta, la plantación de otoño con trasplante en los últimos días de agosto y recolección en octubre, noviembre, diciembre y primeros de enero, donde sucumbían ante los fríos de invierno. Con esta nueva época de plantación se abría un amplio horizonte de esperanza para la zona, puesto que es de gran importancia mantenerse en el mercado el mayor espacio de tiempo posible, para así hacer marca del producto. De este modo se dio el primer paso para que la zona fuese reconocida por su gran calidad del tomate. En la década de los setenta se construyeron los primeros invernaderos y se pudo por fin cosechar en invierno, que era una fecha donde nadie podía llegar con producciones aceptables. A partir de aquí, se empieza a ver otra forma de rentabilizar las tierras y todos los agricultores hacen sus invernaderos, buscando tener una parte al aire libre que se cosecha en otoño y otra en invernadero para recolección de invierno. Las variedades que se plantaban eran de ciclo corto, con cinco o seis ramilletes a lo sumo, y con una producción de 30.000-40.000 kg por hectárea. De estas variedades todavía se cultiva alguna de ellas, como la Marmande RAF, que es el abanderado del sabor en la zona y que se comercializa en el mercado interior para clientes muy exigentes, alcanzando precios en origen de hasta 8 euros/kg. Después fueron llegando variedades híbridas que mejoraban en productividad a las anteriores, y fueron imponiéndose variedades americanas VS3 y 707, que tenían un sabor más ácido y gustaban menos a los clientes, pero eran más productivas por lo que pese a alcanzar menor precio en su venta, se cultivaban por su mayor producción, lo que produjo un retroceso en la evolución de la zona. Más tarde se introdujeron las variedades holandesas, con más producción que las anteriores, y mejor sabor, lo que hizo recuperar la fama perdida y volver a mercados importantes que habían desistido de comprar en la zona.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

La variedad estrella era Nancy y con este tomate se iniciaron las primeras exportaciones con éxito, después llegaría el tomate Búfalo y con él la pérdida del mercado exterior, aunque el mercado interior lo aceptó muy bien. Por entonces el mercado nacional era la base de la zona, pero con el tiempo la exportación fue cogiendo fuerza y mientras otras zonas productivas se lanzaban a la aventura de vender en Europa, La Cañada se estancaba por no cultivar una variedad con la suficiente dureza para soportar varios días de transporte. A mediados de los ochenta aparece la variedad Rambo, con la que decididamente la zona se lanza a Europa tomando elevado prestigio en Italia. Aún quedaban muchos países por conquistar, pero eso llegaría unos años más tarde, con la aparición en el mercado de Daniela, que ha supuesto una revolución en la forma de cultivar y de comercializar. Los tomates long life, debido a su exuberante vigor y productividad han hecho cambiar a los agricultores de la zona sus invernaderos por otros más altos y mejor ventilados, han cambiado también sus comprimidos marcos de plantación por otros más amplios donde estas plantas vegeten sin problemas, dando mayores producciones y mejor calidad. El cultivo de estas variedades ha hecho que al fin se llegue a toda Europa, especialmente Francia, Bélgica y Países del Este. En principio se pensaba que estas variedades darían oportunidad a Países como Marruecos de competir con Almería y arrebatarnos cuota de mercado, lo que no deja de ser cierto, pero gracias a la larga vida de estas variedades hemos podido llegar nosotros también a lugares más lejanos, como son los Países del Este, Estados Unidos y Canadá. Hay que reseñar, que en los últimos años la zona tomatera ha crecido hacia levante, abarcando la Comarca de Níjar como la zona de mayor calidad de tomate para cosechas de otoño y primavera y con un importante número de hectáreas en producción, sustituyendo a especies como pepino y pimiento, debido a la mala calidad de las aguas de riego. Para finalizar con esta breve historia, hay que decir que al principio fue la labor de los hombres y mujeres de esta tierra la que impulsó a la zona para que fuese productiva y a medida que aceptaba la realidad del progreso, se subieron al carro de la agricultura tecnológica, cultivando variedades más exigentes en nutrición y en labores culturales, es donde entra el técnico para ayudar y asesorar al agricultor en nuevas técnicas que nos han llevado al punto donde nos encontramos actualmente, habiendo pasado de una agricultura en la que no importaba la calidad que se obtenía, a mirar hacia un futuro donde es inconcebible cultivar tomates sin tener presente el binomio agricultortécnico, debido a que hay que medir muy bien los costes de producción y las técnicas a aplicar para obtener la mayor rentabilidad de los cultivos y ser más competitivos. 2.3. ( Historia del cultivo del tomate en las Comarcas de Cuevas del Almanzora, Pulpí, Águilas, Lorca y Mazarrón ]

Esta zona comprende los municipios de Cuevas de Almanzora, Pulpí, Aguilas, Lorca y Mazarrón. Hasta la década de los cincuenta el cultivo del tomate se realizaba sólo en las pequeñas zonas de huerta de regadío y no en grandes superficies. En los últimos años se inició el alumbramiento de pozos, así como la mejora de los medios para la extracción

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El cultivo protegido del tomate

del agua y su transporte a zonas alejadas. Esto, junto con la llegada a la zona de comerciantes valencianos y canarios, conocedores del mercado del tomate, fue lo que dinamizó el desarrollo del cultivo. En principio, todos los cultivos se hacían entutorados con cañas y varas a pleno campo sin ningún tipo de protección. En la actualidad, y tras casi medio siglo de historia nos encontramos una zona con unas 4.000 ha de cultivo de tomate para consumo en fresco que produce y comercializa los doce meses del año con unos niveles tanto cualitativos como cuantitativos de primer orden gracias a técnicas y aplicaciones como: • El riego por goteo. • La construcción de invernaderos y mallas de protección. • El cultivo hidropónico. • La constitución de potentes grupos productivos comercializadores. 3. ( TAXONOMÍA Y MORFOLOGÍA DEL TOMATE ] 3.1. ( Taxonomía y origen ]

El tomate Lycopersicon esculentum Mill es una dicotiledónea, de la familia de las solanaceas. El género Lycopersicon se diferencia del Solanum por las anteras que se mantienen unidas por su extremo en forma de cuello de botella y su dehiscencia en lateral y no terminal o poral. (Miller 1754). Hay nueve especies silvestres del género Lycopersicon todas diploides (2 n = 24 cromosomas ), cuyo origen natural se encuentra en Ecuador, Perú y Chile. Con facilidad se han transferido genes mediante la hibridación interespecífica de las especies L. pimpinellifolium, L. cheesmanii, L. parviflorum, L. chmielewskii y L. pennelli (Rick, 1979 ), con L. esculentum. Aunque el origen es andino, la domesticación del tomate parece ocurrir en México. Así la civilización azteca lo cultiva y comercializa en formas varias cuando se descubrió el Nuevo Mundo. Se trae a Europa en el siglo XVI más como planta ornamental. En España a finales del siglo XVIII el tomate se cultivaba en numerosos huertos y jardines. 3.2. ( Morfología ]

La planta de tomate es perenne, aunque se cultiva como anual, de porte arbustivo, de forma rastrera o semierecta y de crecimiento determinado o indeterminado. • La raíz Como en todas las plantas, la raíz tiene la doble función de anclaje y de absorción y transporte de agua y nutrientes. De la raíz principal surgen las secundarias y de estas las adventicias. En sección transversal y de fuera a dentro, en una raíz principal encontramos: la epidermis, el cortex y el cilindro central. En la epidermis se encuentran los pelos absorbentes especializados en tomar agua y nutrientes. El xilema, conjunto de vasos especializados en el transporte de los nutrientes, se sitúa en el cilindro central. El 70% de la masa radicular se encuentra en los primeros 20 cm de suelo.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

• El tallo Con una estructura parecida a la raíz, el tallo tiene una parte más externa o epidermis de la que suelen salir pelos glandulares y debajo de la cual se encuentra la corteza o córtex, que recubre el cilindro vascular, que a su vez está dispuesto alrededor de un tejido medular. En la parte distal del tallo está el meristemo apical, zona de crecimiento y formación de nuevos tallos, hojas y flores. El tallo del tomate es el eje sobre el cual se van desarrollando las hojas, flores y frutos; su grosor oscila entre 2 y 4 cm y puede ser de porte determinado o indeterminado. Determinados son los tallos que cuando han emitido un número limitado de ramilletes detienen su crecimiento. Indeterminados son aquellos que nunca detienen su crecimiento. • La hoja La hoja del tomate es pinnadocompuesta, de foliolos peciolados y con presencia de pelos glandulares. El mesófilo o tejido parenquimático queda recubierto por una epidermis superior y otra inferior, ausentes de cloroplastos, conteniendo la inferior un alto número de estomas. Dentro del parénquima, la zona superior o en empalizada es rica en cloroplastos. Los haces vasculares constan de un nervio principal, son prominentes sobre todo en el envés de la hoja y su estructura es similar a la del tallo. Van surgiendo de modo alternativo sobre el tallo, suelen tener entre siete y nueve foliolos lobulados o dentados. Cada dos o tres hojas aparece un ramillete floral. • La flor La flor consta de cinco o más sépalos, igual número de pétalos y de estambres soldados y con ovario bi o multilocular. Las flores se agrupan en inflorescencias en racimo, llegando en algunas variedades de fruto muy pequeño a superar las 300 flores por racimo. Lo normal es encontrar de 3 a 10 flores por racimo en variedades comerciales de tomate de calibre M y G.

 ESTRUCTURA TÍPICA DE LA FLOR DEL TOMATE.

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El cultivo protegido del tomate

• El fruto El fruto es una baya globosa, con diferente aspecto según el tipo varietal, constituida por el pericarpo, el tejido placentario y las semillas. El fruto puede ser bi o multilocular, con tamaño de entre unos pocos miligramos y más de 600 gramos. 4. ( FISIOLOGÍA DEL TOMATE ]

En el tomate, como en cualquier ser vivo, su fisiología se ve afectada por el ambiente. Los factores ambientales más importantes son: la luz, la temperatura, la humedad relativa, el viento, el medio donde se desarrollan las raíces (tierra o sustrato), etc. Cualquiera de estas variables van a afectar desde la germinación de la semilla, a la formación del sistema radicular, a la formación del sistema aéreo, a la floración, al cuajado del fruto, al engorde del mismo y a la maduración. La germinación de la semilla se ve afectada por la temperatura, óptima entre 20 y 25 ºC y extremos entre 8-10 ºC y 35-37 ºC (Mobayen 1980). También le afecta la luz, necesitándose oscuridad normalmente para una correcta germinación. La disponibilidad de agua en la semilla es imprescindible, pero a su vez con una buena oxigenación. Afecta a la germinación de la semilla el estado de madurez del fruto (al menos un estado de maduración iniciado). El almacenamiento de esta semilla (tiempo y condiciones de temperatura y humedad) así cómo los tratamientos físico-químicos tienen influencia sobre la fisiología de la semilla.  El sistema radicular: La temperatura óptima de crecimiento está entre 20 y 30 ºC (superior a 30-35 ºC, e inferior a 12-15 ºC según autores son limitadas para el crecimiento radicular). La luz inhibe la formación de la raíz, de ahí la importancia en la opacidad del plástico, en los substratos embolsados (perlita, lana de roca, etc.). El medio ambiente donde se desarrolla: suelo (el ideal sería 1/3 agua, 1/3 aire, 1/3 tierra), pH, textura, estructura, materia orgánica, niveles de nutrientes, CE, enarenado, sustrato, son variables que afectan a la fisiología de la raíz. Técnicas de cultivo como el tipo de plantación (siembra directa o trasplante), manejo y tipo de riego (manta o goteo), fertirrigación, etc, también influyen.  A la parte aérea de la planta del tomate le afecta: La radiación, la temperatura, la nutrición, el CO2, la humedad relativa del aire y las técnicas de cultivos (densidad de plantación, marco, orientación, podas, deshojado y como no, la variedad). Niveles bajos de radiación (blanqueo excesivo en el invernadero, días de invierno de pocas horas de luz y nublado, plásticos sucios de polvo, condensación del agua) hacen que la planta tienda a vegetar, a la etiolación de las hojas, al alargamiento de los entrenudos, al afinamiento del tallo, con disminución de fotosíntesis. Estos efectos negativos pueden compensarse con el aumento de nivel del CO2 del aire. La calidad de la radiación también es importante, de ahí que la elección del material de cubierta (polietileno en el 100% de los casos), su espesor, su transmisibilidad, transparencia, el porcentaje de luz difusa, etc. son factores a estudiar. Igualmente vemos a veces como

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

algunos agricultores, al blanquear añaden pinturas o aditivos que filtran ciertas longitudes de onda con repercusiones imprevisibles. Niveles altos de iluminación continuada llegan a parar el crecimiento de la hoja, produciendo su posterior muerte, fenómeno no relacionado con el fotoperiodo ya que este hecho no ocurre con niveles bajos de luz (Kristoffersen, 1963). La temperatura y sus efectos en el tomate ha sido bastante estudiada, aunque ésta esté muy correlacionada con otros factores ambientales y sobre todo con el cultivo o variedad. En general podemos hablar de un óptimo de crecimiento de la parte aérea de 25 ºC diurnos con un termoperiodo de menos 6-7 ºC por la noche (Verkerk 1975). Es recomendable en días de alta radiación, aumentar la temperaturas (Calvert 1975). Temperaturas nocturnas elevadas y diurnas bajas inducen a plantas muy vegetativas, acentuándose el problema en días de baja radiación. Cuando las temperaturas diurnas son elevadas, un descenso de las nocturnas puede ser beneficioso. Temperaturas mínimas nocturnas entre 12 y 15 ºC son adecuadas para nuestras condiciones de cultivo (Brun y Lagier 1984); las cuales se alcanzan en primavera y otoño en nuestros invernaderos. En los meses de invierno las mínimas rondan más los 6-8 ºC y en verano los 20-24 ºC. La humedad relativa (H.R.) del aire ideal deberá estar entre un 60% y un 80%. H.R. superiores al 90% bajan drásticamente la tasa de transpiración y aumenta los riesgos de enfermedades criptogámicas tipo botritis. H.R. bajas aumentan la tasa de transpiración, provocando un estrés hídrico con cierre de estomas y disminución de la fotosíntesis (Rawson et al, 1977). La correlación entre valores elevados de humedad media en 24 h y producción de tomate ha sido demostrada (Bakker 1990). En los invernaderos del sureste español, en los meses de invierno son muchos los días y las horas donde la humedad relativa es elevada, actuando sobre la ventilación para bajarla al carecer de sistemas de calefacción. La ventilación nos renueva el aire y con él los niveles de CO2, limitantes de la fotosíntesis, en nuestras condiciones de producción, en las horas de alta intensidad luminosa. Limitar la reducción de CO2, mediante unas mayores tasas de renovación del aire, contribuyendo a limitar los extremos térmicos y excesos de la humedad del aire, es de suma importancia (Castilla, 1994). Los vientos moderados (brisas), al contribuir a una mejor ventilación, sobre todo en invernaderos de poca ventilación, son muy beneficiosos, sobre todo si estos aires son “secos” como es el caso del “de levante” en las Comarcas de Poniente y Vega de Almería y el “de poniente” en el caso de Águilas. El exceso de ventilación con vientos cálidos puede producir condiciones de estrés hídrico, llegando a síntomas de marchitez de la planta, paliándose esta situación con la disminución de apertura o cierre de las ventilaciones, principalmente las laterales, y cierre total de la banda orientada a estos vientos secos, así como con el manejo del riego (riegos más frecuentes, con C E inferiores, para conseguir hidratar las plantas en el menor tiempo posible).

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El cultivo protegido del tomate

 Fisiología de la Floración y del Cuajado: Todos los factores ambientales que afecta a la parte aérea, en especial temperatura y luz afectan a la floración y al cuajado. Limitaciones en la nutrición pueden producir retraso y malformaciones en la floración. En condiciones de iluminación limitante para el crecimiento, un estrés hídrico puede promover el desarrollo floral (Athertin y Hamis 1986). Temperaturas bajas son promotoras de la ramificación de las inflorescencias y del nº de flores, así plantas cultivadas a 16 ºC producen cuatro veces más flores que a 24 ºC (Aung 1976), efecto que se acusa con niveles altos de iluminación. El tamaño de las inflorescencias está más relacionado con la nutrición. Temperaturas extremas afectan a la producción y viabilidad del polen, a la germinación de este (1h a 25 ºC y 20 h a 5 ºC) y a la velocidad de crecimiento del tubo polínico, así como a la dehiscencia de las anteras, que por su carácter higroscópico se produce en unos rangos adecuados de humedad relativa. En condiciones normales de iluminación y temperatura las flores del tomate en los cultivares comerciales son insertas (longitud del estilo inferior a la de los estambres), lo que favorece la autofecundación, pero condiciones de baja luminosidad y temperaturas elevadas pueden producir la exerción estigmática con consecuencia en la fecundación. La partenocarpia es el cuajado y crecimiento del fruto sin desarrollo de embriones o semillas. Existe de forma natural (gen pat- 2) (no en variedades comerciales en nuestra zona). Se puede inducir de forma artificial mediante la aplicación de auxinas a los racimos florales del tipo (2,4 – D), ANA, IBA, HCPA y GA. En la actualidad esta técnica está en regresión, pues la calidad de los frutos hormonados deja mucho que desear (frutos esponjosos, de peor color, sabor, consistencia y aguante al transporte, mayor porcentaje de frutos huecos, deformes, rajados, etc.).  Fisiología del fruto: El tamaño y la calidad del fruto están estrechamente correlacionados con el número de semillas, con el número de lóculos (factor principalmente genético), con la posición del fruto en el ramo, con la posición del ramo y sobre todo con la llegada de fotoasimilados desde las hojas (el 90% en sacarosa), es decir con la actividad fotosintética de la planta (condiciones ambientales vistas en el apartado de fisiología de la parte aérea). Los tomates verdes contienen clorofila y hacen fotosíntesis en un 10-15% de la necesaria para su crecimiento. El tomate es un fruto climatérico, es decir, al iniciarse la maduración, la respiración aumenta así como la producción de etileno, que conlleva a enzimas como la poligalacturonasa (PG) y celulasa el ablandamiento de la pared celular, (textura más blanda), y los azúcares (que son el 65% de los sólidos solubles) aumentan, principalmente como glucosa y fructosa. La acidez máxima suele coincidir con el estado de color rosado, siendo el cítrico y málico los ácidos predominantes. El color verde es debido a la clorofila y con la maduración, ésta se degrada sintetizándose pigmentos amarillos del tipo xantofila y ß-carotenos, alcanzando finalmente un color rojo el fruto maduro por acumulación de licopeno. La iluminación es un factor muy influyente en la síntesis de licopenos. Para evitar el gran problema de comercialización que conllevan los frutos climatéricos en

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

su maduración se han buscado por un lado tomates mutantes, con genes que afectan a la síntesis de etileno. Así, cultivares con el gen rin (ripening inhibitor) y el nor (non ripening) en homocigosis producen frutos no climatéricos, que envejecen lentamente (no producen poligalacturonasa y quedan de color amarillo o amarillo-anaranjado, sin aromas característicos del tomate normal maduro). En heterocigosis, el gen rin si alcanza el color rojo en maduración aunque con una velocidad lenta, al igual que el proceso de actividad poligalacturonasa, lo que aplicado a variedades comerciales (Daniela, Atlético, Gabriela, Thomas, etc.), les confiere un aguante comercial en postrecolección de tres a cuatro semanas, de ahí la denominación de tomates “ Larga Vida”. Otros genes relacionados con la maduración son: t, r, gt, u, nr, y alc. Mediante manipulación genética, con la tecnología de la “genética antisentido” es posible inhibir la expresión de genes que codifican enzimas como la PG, pectinesterasa, ACC sintetasa, ACC oxidasa, etc. Estaríamos ante el caso de plantas transgénicas, que en un futuro podrían mejorar cualquier aspecto de la producción, de la calidad y de la comercialización. 4.1. ( Adaptación medioambiental ]

La planta de tomate se puede decir que es relativamente tolerante a la salinidad; razón por la cual en algunas zonas con aguas de mala calidad, es prácticamente la única hortaliza que se puede cultivar de modo rentable. Siempre se cumple la regla de a mayor salinidad mejor calidad y menor producción. El cultivo es sensible al frío y poco resistente a la sequía. Las líneas genéticas que más se están trabajando son las de resistencia a la salinidad y cuajes con temperaturas elevadas. Ésta última es muy importante para el sureste peninsular, debido a las altas temperaturas que se alcanzan en los meses de julio y agosto cuando se inician los transplantes. 5. ( EXIGENCIAS GENERALES DE CLIMA Y SUELOS ]

Como ya ha quedado reflejado anteriormente, en el apartado de fisiología, el tomate es un cultivo de climas cálidos, lo cual hace que su cultivo normal se de en los periodos de primavera y verano. En la zona objeto de nuestro estudio, se dan unas condiciones climáticas con inviernos muy suaves, prácticamente libres de periodos de heladas, que hacen posible el cultivo durante todo el año sin necesidad de apoyos térmicos activos; empleando simplemente los invernaderos, con sus cubiertas de plásticos habituales, para los periodos más fríos. No obstante siempre existen épocas de mayor dificultad para el desarrollo de las plantas coincidiendo éstos con el periodo central del invierno y del verano. En el primer caso debido a que los días son cortos y fríos; y en el segundo por las elevadas temperaturas y humedad relativa muy baja. En cuanto a suelos la planta del tomate no es muy exigente, salvo en un aspecto que si es limitante como es el drenaje; prefiere suelos sueltos y bien drenados.

( 492 ]

El cultivo protegido del tomate

En referencia al pH puede vegetar bien en suelos desde ligeramente ácidos hasta ligeramente alcalinos. Tiene cierta resistencia a suelos con problemas de salinidad, siempre y cuando exista un buen drenaje de los mismos. En nuestra zona no existen unos modelos o definiciones de tipos de suelos ya que la característica general de los mismos es su heterogeneidad, por proceder la mayor parte de las zonas de cultivo de transformaciones agrícolas de terrenos con orografías muy diversas. Las únicas zonas que sí cuenta con suelos uniformes son las vegas junto a los ríos Andarax y Almanzora. Son suelos con niveles muy bajos de materia orgánica, lo cual hace necesaria su corrección hasta niveles del 2% de promedio. Las aportaciones de materia orgánica a los suelos, además sirven para uniformar, en cierto modo, las características de los mismos. En suelos con exceso de salinidad o falta de aireación también resulta conveniente realizar un enarenado en franjas o total, dependiendo esto de las condiciones de cultivo de la parcela en cuestión. Otra opción para paliar el problema de la heterogeneidad de los suelos es el cultivo hidropónico, del cual existen unas 6000 ha en la zona, teniendo como substratos lana de roca. perlita e incluso “arena” en contenedores tubulares (salchicha de arena) que se confecciona sobre el lugar definitivo de cultivo, lo cual requiere el uso de maquinarias específicamente desarrolladas para tal fin. 5.1. ( Temperaturas críticas para el cultivo de tomate ] Se hiela la planta a:

2 ºC

Detiene su desarrollo entre:

10 a 15 ºC

Mayor desarrollo entre:

20 a 24 ºC

Germinación mínima a:

10 ºC

Germinación óptima entre:

25 a 30 ºC

Germinación máxima a:

35 ºC

Nascencia a:

18 ºC

Primeras hojas a:

12 ºC

Desarrollo diurno entre:

18 a 21 ºC

Desarrollo nocturno entre:

15 a 18 ºC

Floración diurna entre:

23 a 26 ºC

Floración nocturna entre:

15 a 18 ºC

Maduración fruto rojo entre:

15 a 22 ºC

Maduración fruto amarillo a:

> 30 ºC

Suelo: -mínima a:

12 ºC

-óptima a:

20 a 24 ºC

-máxima a:

34 ºC

( 493 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

6. ( LA ELECCIÓN DEL MATERIAL VEGETAL ]

Toda elección lleva consigo el temor a equivocarse, pero si una cosa debe quedar clara es la absoluta seguridad que debe dar el técnico al productor, en el momento de decidir que tomate plantamos y no basta con decir la variedad. Hay que dar una explicación clara y convincente de porque se ha llegado a esa conclusión. Por ello es importante tener en cuenta diversos criterios, que a continuación se detallan.  En función del medio de cultivo. En este caso, se ha de tener presente todo lo que rodea al lugar donde se va a plantar. Estructura del invernadero. La estructura del invernadero nos puede limitar nuestra elección, si se trata de invernaderos bajos y poco ventilados, puesto que plantas híbridas de mucho vigor y crecimiento indeterminado tendrían más problemas de los normales, por causa de una mala ventilación inducida por la poca altura del invernadero y el excesivo vigor de la planta. En este caso, nuestra elección iría encaminada hacia variedades con poco follaje, de tallos finos para evitar podredumbres que acaben con el cultivo. Suelo. La riqueza en materia orgánica y minerales de un suelo nos determina que según sea el vigor de la variedad, podamos elegirla o no. Suele ocurrir con demasiada frecuencia que en suelos recientemente estercolados la primera cosecha sea peor que las siguientes, debido a que tiene demasiado alimento a su disposición y además es muy difícil de controlar la planta, teniendo así plantas con tallos muy gruesos, sensibles a los ataques de botritis y bacterias, ramilletes florales con gran número de flores y poco polen, lo que al final se traduce en mal cuajo de frutos y poca producción. Por tanto, en este caso conviene elegir una variedad de hojas estrechas y tallo fino. En caso de que contemos con suelos pobres la elección sería de una variedad lo más vigorosa posible. Otra problemática que nos puede surgir, es la de la infección de nematodos y hongos en suelo, para lo cual elegiremos variedades con resistencias o en su defecto tolerancias a las enfermedades o patógenos que infecten el suelo. Clima. Es importante conocer el comportamiento de las distintas variedades ante el frío, el calor, la sequía, etc., para elegir la variedad que más se adapte a las condiciones de la zona y época elegida para la plantación. Calidad del agua de riego. La sensibilidad de las variedades a la salinidad, también nos limitan para elegir el tipo y variedad de tomate. Como ejemplo tenemos que con aguas salinas no deberían utilizarse variedades de tipo pera por su sensibilidad a la necrosis apical o “blossom-end rot”, sobre todo en plantaciones de verano que la demanda hídrica es mayor. Recientemente están apareciendo variedades con tolerancia a la salinidad, por lo que las tendríamos en cuenta para su elección.  En función de las exigencias del mercado. Los mercados son muy variados y exigentes en sus peticiones, así nos podemos encontrar con un mercado que quiera un tomate de sabor y color atractivo sin importarle la forma del fruto, ni la consistencia. “ Estos suelen ser mercados pequeños y elitistas” y por otro lado un mercado que lo que más apremia es una buena vista del producto, sin desperfectos y sin importar demasiado el sabor, que

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El cultivo protegido del tomate

suelen ser mercados de gran volumen dirigidos a la gran masa de consumidores. Sin embargo, las nuevas tendencias del mercado, van encaminadas a recuperar el sabor y ofertar tomates de distintos sabores bien diferenciados, por lo que no sería de extrañar que próximamente nos encontremos en el mercado tomates de sabor ácido, agridulce, dulce, o con una etiqueta que marque grados brix y pH. Todo esto aparecerá manteniendo la dureza y conservación que tienen las variedades actuales. Dejando a un lado las exigencias organolépticas del mercado, hablaremos de lo que más preocupa y ocupa a las administraciones públicas, que es el medio ambiente y las condiciones de salubridad en que llegan los tomates a los mercados. Por exigencia de los consumidores, las administraciones intentan imponer una serie de medidas que deben de cumplir los productores y manipuladores del producto, como son los L.M.R. de los productos fitosanitarios, requisitos a tener en cuenta para etiquetar en las distintas categorías, normas para la manipulación de tomate, etc. Por lo explicado en el punto 1 de este apartado es fácilmente comprensible, que cada Comarca haya tenido un desarrollo varietal diferente, pero siempre siguiendo los criterios descritos. 6.1. ( El material vegetal en El Parador – Roquetas ]

En la zona de El Parador y Roquetas de Mar, el mercado del tomate es 100% para consumo en fresco y 99% en invernadero bajo plástico. Según el destino, hay variedades para el consumo nacional y los tipo “larga vida” más orientados para la exportación, aunque el mercado nacional también los puede consumir. Las preferencias del mercado nacional son de tomate con gran calibre (G y GG), preferentemente multilocular, asurcado, con hombros verdes, buen sabor y aromas, y recolección en pintón. Son variedades de ciclo corto (de 6 a 8 ramos), de otoño, o de primavera y la superficie de cultivo de este tipo de variedades en la zona que no ocupa es minoritario, puesto que la inmensa producción de los tomates de la zona esta orientada a la exportación. Las variedades “Larga Vida” y de ciclo largo son las que ocupan la mayor parte de la superficie de tomate de la zona de Roquetas de Mar-El Parador, destacando en la actualidad la variedad Daniela ya descrita anteriormente. En suelos con una alta infección de nematodos patógenos, principalmente del género Meloidogyne, optamos por la variedad Gabriela (Hazera), de similares características al Daniela pero incorporando el gen de resistencia N, aunque esta resistencia es posible que se salte con temperaturas de suelo superiores a los 28 ºC, por lo que en plantaciones de agosto se ha podido observar síntomas de batatilla en planta y raíz de Gabriela, que suelen remitir con la bajada de las temperaturas. Tras la gran aceptación del mercado internacional y parte del nacional (principalmente Cataluña) del tomate en ramo, a partir del año 95, la elección del material vegetal para hacer un ciclo largo es dudosa por parte de los técnicos del campo. Además de los parámetros de producción y calidad normales, se estudian los específicos del cultivo en ramillete como es la uniformidad del tamaño de los frutos dentro del racimo,

( 495 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

homogeneidad de la coloración en el ramo, uniformidad en la distribución espacial del racimo, porcentaje de ramos simples, dobles y triples, sensibilidad al desprendimiento del fruto, amarilleamiento de los sépalos, etc. Los ciclos de cultivo en esta Comarca son del siguiente modo: podemos diferenciar claramente tres ciclos. • Ciclo de otoño. • Ciclo largo de cultivo (otoño-invierno-primavera) o ciclo único. • Ciclo de primavera.

 El ciclo de cultivo de otoño, tiene su trasplante en el mes de agosto, empezando las primeras recolecciones en noviembre y acabando a final de enero o en febrero. Se despunta la cabeza (el meristemo apical), entre el 6º y 8º ramillete. Es un ciclo que da opción a un cultivo de primavera detrás de él, bien un nuevo tomate o una plantación de melón, sandía, calabacín o judía. La variedad a elegir, deberá tener buena aptitud para cuajar con calor (septiembre y octubre principalmente) por lo que no es recomendable el Daniela. Actualmente se está cultivando la variedad Brillante (Hazera) y Zinac (De Ruiter) cultivares de “media vida”, buen calibre y buen comportamiento con temperaturas altas. Las producciones en este ciclo rondan los 7-9 kg/m2. La densidad de plantación es más alta que en el ciclo único, al desarrollarse gran parte del ciclo con buenas condiciones de luz y temperatura. Densidad de 1,6 a 2 plantas /m2 es lo normal a un marco de plantación de entre 1 y 1,5 m entre líneas, por 0,5 m entre gotero. El resumen gráfico del ciclo de otoño sería: Jul

Ago

Siembra

Trasplante

Sep

Oct

Nov

Dic

Ene

Feb

I-------------Cuaje------------I----------------Recolección-----------------I

 El ciclo largo de cultivo de tomate es el más común de la zona del Poniente almeriense. Es un ciclo único, que se trasplanta entre finales de agosto y todo septiembre, para iniciarse las recolecciones al final de noviembre y diciembre, obteniéndose las máximas producciones en enero y febrero (entre 3 y 4 kg/m2/mes), disminuyendo en marzo y abril (frutos de menor calibre, problemas de cuaje, etc., con producciones entre 2 y 3 kg/m2/ mes) y recuperándose la producción y calidad en mayo, para acabar el ciclo en junio. La variedad a elegir será Daniela o similar (Gabriela, Atlético, Madrila, etc), o Eldiez, variedades de gran vigor para poder superar las condiciones de invierno de nuestra zona, así como una buena aptitud para el cuaje en condiciones de frío y baja luminosidad. La producción en este ciclo ronda los 12-16 kg/m2. La densidad de plantación es de 1 a 1,6 plantas/m2 con marcos que varían entre 1,3 y 2 m entre líneas y 0,5 a 0,7 m entre planta. La disminución de la densidad palía la

( 496 ]

El cultivo protegido del tomate

falta de iluminación en los meses de invierno, facilita la ventilación (reducción de enfermedades), aumenta el calibre (mejorando la expectativa de precios) y reduce la mano de obra (menor nº de plantas a entutorar, destallar, deshojar y recolectar), conjunto de factores que compensan la posible mayor producción con densidades más altas. El resumen gráfico del ciclo único sería: Ago

Sep

Oct

Siem.

Trasp.

Nov

Dic

Ene

Feb

Mar

Abr

May

Jun

Jul

I----------------------------Cuajado---------------------------I I------------------------------Recolección------------------------------I

 El ciclo de primavera tiene su trasplante en el mes de enero, por lo que complementa normalmente a un cultivo de otoño (de pimiento california, de tomate, de pepino, de calabacín o de judía) que acaba en esta fecha. Es un ciclo corto, donde se despunta la cabeza cuando la planta ya tiene de 6 a 8 ramilletes. Las primeras recolecciones se hacen a final de abril, acabando el cultivo a final de junio. Las variedades que se ponen son varias, en función de que se busque más o menos “Larga Vida”, calibre, precocidad, posibilidad de mercado “en pintón”, etc. además del Daniela y Eldiez, se planta Brillante y Zinac. La producción en este ciclo pueden alcanzar los 8–10 kg/m2. Las densidades y marcos de plantación de este ciclo de cultivo son similares a las del ciclo de otoño. El resumen gráfico del ciclo de primavera sería: Nov

Dic

I-------Siem.-------I

Ene

Feb

I-------Trasp.-------I

Mar

Abr

May

Jun

Jul

I-------------Cuajado------------I I-----Recolección-----I

Comentar la posibilidad de hacer un cuarto ciclo que podríamos llamar de invierno -primavera donde el trasplante se hace entre octubre-noviembre, con objeto de iniciar las recolecciones en febrero y obtener la máxima producción y calidad en marzo y abril, época donde las expectativas comerciales son muy interesantes. Es un ciclo muy difícil de hacer agronómicamente, las plantas se van a vegetativo, las inflorescencias se ramifican, el cuajado es difícil y los primeros racimos suelen tener grandes problemas de irregularidad en la maduración (blotchy ripening). 6.2. ( El material vegetal en La Vega de Almería – La Cañada ]

• Tipo Marmande. Este es el tomate más tradicional de la zona, se comenzó a cultivar una variedad llamada Cuarenteno y después se cultivó por muchos años la variedad Raf, siendo en parte sustituida en la actualidad por Delizia, perteneciente a Clause-Tezier como la anterior.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Marmande Raf. Variedad de porte semideterminado, de gran precocidad. Frutos de forma aplastada, con cuello verde y unos 170 g de peso medio. Resistente a Verticillium y Fusarium. Delizia. Variedad tipo Raf que se caracteriza por poseer una planta más vigorosa, capaz de aumentar la productividad y alargar el ciclo de cultivo. Frutos uniformes, de color oscuro con el cuello verde muy intenso. Adaptada al cultivo al aire libre, bajo malla y en invernadero. • Tipo liso. Son variedades que se comercializan en pintón para mercado interior y consumo para ensalada. Las variedades más cultivadas son las que siguen a continuación: Rambo. Es una variedad preciada por su buena conservación y buen sabor. Es menos productiva que las de larga vida siendo problemática para el cuajado en plantaciones tempranas. Es sensible a necrosis apical y suelen rajarse algunos frutos en los primeros ramilletes. El cierre pistilar no es perfecto cuando se alcanzan temperaturas extremas durante el cuajado, y en invierno es necesaria la utilización de hormonas, debido a las malformaciones pistilares y el poco polen fértil que hace que los abejorros no tomen las flores. Carson. Variedad con planta compacta de vigor medio. Fruto de intenso color verde oscuro. Apto para mercado interior. Recomendado para plantaciones de otoño y primavera. Resistente a virus del mosaico del tabaco, Cladosporium 5, Verticillium, Fusarium 2, Fusarium radicis y Nematodos. Lido. Planta abierta de vigor intermedio. Fruto ligeramente asurcado y muy consistente, con color verde atractivo y rojo intenso en la maduración. Ideal para recolectar en pintón. Recomendado para plantaciones de otoño y primavera. Resistente a TMV, Verticillium, Fusarium 2, y Nematodos. Caramba. Variedad de tomate para recolectar en pintón. Planta de vigor medio de entrenudos cortos y hoja pequeña. Frutos de color verde brillante oscuro y cuello verde. Forma ramilletes de 5-6 tomates muy uniformes con calibre GG principalmente. Recomendado para plantaciones en invernadero, tanto en otoño como en primavera. Resistente a TMV, Cladosporium 5, Verticillium, Fusarium 2, y Nematodos. Amadeo. Variedad de planta fuerte, vigorosa, oscura, de entrenudos cortos, con buena aptitud para el cuaje. Frutos de calibre grueso, de color verde muy oscuro, con un cuello verde intenso y excelente color de viraje. Resistente a TMV, Cladosporium, Fusarium 2, Verticillium, Fusarium radicis y Nematodos. • Tipo larga vida. Ha supuesto un gran avance en la historia del tomate, pudiendo llegar a mercados que antes eran inalcanzables para su venta. La gran consistencia que estos frutos tienen hacen que su vida comercial se alargue, pero a cambio su sabor es inferior a las variedades tradicionales. La variedad estrella es Daniela habiendo sido la pionera en el mercado, después han aparecido muchas pero casi ninguna ha durado demasiado. Daniela. Planta fuerte y muy productiva, recomendada para cultivo en inverna-

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El cultivo protegido del tomate

dero, malla o al aire libre. Frutos muy uniformes dando principalmente los calibres M, G, con 4 lóculos. Color rojo brillante y uniforme, de larga vida. Es aconsejable cosechar el fruto sonrosado o rojo. Atlético. Planta abierta con hojas relativamente pequeñas, de entrenudos medios a cortos. Frutos lisos de 3-5 lóculos, algo achatados. Muy similar a Daniela. • Tipo ramillete. En este tipo se pueden encuadrar todas las variedades de corte en rojo que se recolecte el fruto unido al ramo. Con el paso de algunos años y la entrada de variedades como Pitenza, se ha logrado definir mejor el concepto de ramo, siendo estos de una homogeneidad y vista comercial mayor. Durinta. Esta variedad es la que se ha tomado como punto de partida para la búsqueda de variedades específicas de ramillete, pero éste ha sido solo el inicio y de ahí que tenga graves problemas en su cultivo. Es una variedad sensible al rajado, y muy sensible a bloching. Es la que mejor se adapta a plantaciones tempranas de julio-agosto. Pitenza. Variedad de planta abierta y vigorosa. Frutos extraordinariamente firmes y de atractivo color rojo. Ramos muy uniformes en forma de raspa de pescado. Buen cuaje y elevada producción en ramo. Recomendado para plantaciones de agosto y septiembre. En estos momentos es la variedad estrella para ramo. Ikram. Planta de vigor medio, con problemas de continuidad en su crecimiento durante el invierno. Sin embargo, los frutos son de un color rojo intenso y los primeros 6 ramilletes de mucha calidad. Es poco productivo pero bien aceptado por el mercado. • Tipo pera. Son tomates con forma ovoide que se distinguen de los redondos, además de por su sabor menos ácido. Los más cultivados son los siguientes: Jury. Planta vigorosa ideal para cultivos bajo plástico durante todo el ciclo de otoño. Frutos de buen calibre y consistencia. Se adapta a la recolección en ramillete. Buena conservación en postcosecha. La planta es sensible al frío. Patrona. Variedad de planta vigorosa, compacta, de hoja oscura y entrenudos cortos. Destaca por presentar ramos sencillos de entre 6 y10 tomates y ramos múltiples en abanico. Frutos de forma ovalada redondeada, con un peso medio de 100-125 g con un color rojo intenso, no ahuecándose en invierno. Granate. Planta vigorosa, con ramilletes muy homogéneos. Destaca por su excelente color oscuro y buena conservación. • Tipo grueso. Brillante. Variedad de vigor medio y producción bastante concentrada. Aconsejable plantar en invernadero temprano (mediados de agosto), y especialmente indicado para plantaciones en primavera bajo plástico. Zinac. Planta de vigor medio de entrenudos cortos, con gran precocidad en la recolección. Aconsejable su plantación para agosto y diciembre en ciclo corto. Destaca por su buen color. Calvi. Variedad de porte indeterminado del tipo larga vida. Planta de buen vigor

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

y alto rendimiento. Frutos muy gruesos, de tamaño G y GG. Se puede cultivar tanto en invernadero como al aire libre. Los marcos de plantación en esta Comarca son muy variados, siendo más utilizado el de 1,5 m entre líneas por 0,5 m entre planta. El marco de plantación varía según la variedad que se cultive dependiendo del porte de la planta. Así, en variedades como Raf de porte medio bajo, el marco se puede espesar siendo de 1 x 0,5 m, teniendo una densidad de 2 plantas por metro cuadrado. Sin embargo, en variedades como Daniela el marco de plantación más usual es el de 1,5 x 0,5 m, pero si el entutorado es de perchas cambia, debido fundamentalmente a que las líneas deben de ser pareadas para que se puedan pasar de una línea a otra formando una cadena sin fin. Por tanto, se busca dejar pasillos amplios para el paso de carros para la bajada de las perchas que suelen tener una anchura de 1,3 m en invernaderos cuyas bandas tienen una separación entre postes de 2 metros y entre líneas conjuntas de 70 cm con lo que habría una densidad de 2 plantas por metro cuadrado. 6.3. ( El material vegetal en el Bajo Almanzora y Este de la provincia de Almería ]

En esta zona existen dos canales bien diferenciados de venta: • Las subastas o alhóndigas. • Las organizaciones de productores-comercializadores.

Las ventas de las subastas van destinadas fundamentalmente al mercado interior y la de los productores-comercializadores a la exportación, sobre todo, al mercado europeo. Respecto al mercado interior, el tipo de fruto que demanda es de un calibre grueso (G-GG), pudiendo ser liso o asurcado aunque la tendencia general es de predominio del liso. Respecto al color hay mercados que prefieren “pintones” (verdes con estrella rosa) y otros rosados y rojos. Sin embargo, para la exportación se cultiva un tipo de fruto de calibre medio (M-MM) liso y de recolección de rosado a rojo. Tanto para un mercado como para otro, se prefiere que tengan buena conservación ya que esto influirá en su mejor comercialización y posterior venta. Podemos citar algunas variedades de las que más se cultivan en la zona, atendiendo a su destino comercial mayoritario: MERCADO INTERIOR:

• Roncardo (Yzabella), Rambo, Tyrade*, Anastasia*, Birloque*, Noelia*. MERCADO EXTERIOR:

• Durinta, Daniela, Tiway*, Boludo*

*(VARIEDADES TOLERANTES AL VIRUS DE LA CUCHARA) Existen también en la zona, cultivos de tomate “tipo cherry” destinado fundamentalmente a exportación y cultivos destinados a recolección en ramillete; en la actualidad están iniciándose con tendencia al alza.

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El cultivo protegido del tomate

El otro gran factor a tener en cuenta, a la hora de elegir la variedad, es el de las condiciones ambientales, el cual vendrá determinado por la fecha de trasplante, la protección que tenga (calle, malla o invernadero), el suelo con sus características físicas, químicas y patológicas, y el tipo de agua a emplear. Siempre debe predominar el factor más limitante a la hora de elegir la variedad. Las variedades antes citadas se distribuirían de la manera siguiente: MERCADO DE CALLE Y MALLA:

• Roncardo, Daniela, Durinta, Tyrade*, Anastasia*, Boludo*. MERCADO INVERNADERO:

Trasplante Agosto-Septiembre:

• Rambo, Rafter, Tyrade*, Daniela, Durinta, Boludo*. Trasplante Octubre-Noviembre:

• Rambo, Salvador. Trasplante Enero-Febrero:

• Roncardo, Rafter, Noelia*, Durinta.

Hay que observar también con interés el tema de resistencias, sobre todo, Fusarium 1 y 2, Nematodos y Fusarium oxysporum radycis enfermedad que causa graves problemas en los meses fríos. Muy importantes son las resistencias a las diversas virosis (TSWV, TYLCV). A la hora de elegir una variedad se busca que tenga varios aprovechamientos, que sirva para pintón y rojo y, para tomate sueltos y en ramillete. Esto en la actualidad es muy difícil de encontrar entre las variedades existentes; pero seguro que pasado poco tiempo se consigue gracias a la investigación de los genetistas.

 TOMATE RONCARDO RECOLECTADO DE CULTIVO AL AIRE LIBRE.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Otra tendencia muy importante es la búsqueda de tomates larga vida pero que tengan buen sabor. De todas las líneas de investigación genética que hay en tomate en la actualidad, tiene prioridad la búsqueda de material resistente a las dos virosis antes citadas, que a su vez reúna buenas condiciones comerciales, lo cual resulta bastante difícil. En la actualidad se cultivan ya variedades tolerantes a ambos virus, sobre todo en cultivos más sensibles como pueden ser los de calle y malla. El objetivo ahora es mejorar en este tipo de material la calidad y la productividad.

 MARCO DE PLANTACIÓN EN INVERNADERO CON LINEAS PAREADAS. El marco de plantación habitual en esta Comarca es el de 1,25 m x 0,6 m, lo cual da una densidad de 1,3 plantas/m2; a diferencia de zonas como la Cañada o el Poniente de Almería, las plantas se suelen entutorar a dos guías con lo que nos da como resultado la densidad de tallos o guías por m2 de 2,6. Esta costumbre está evolucionando debido, sobre todo, a la necesidad de mecanización de los cultivos y al aumento de los cultivos bajo cubierta de plástico en ciclos de climatología más adversa; siendo la tendencia actual la de disminuir la densidad de guías hasta unos niveles de 2 guías/m2. Otro cambio que se está detectando es hacia el aumento del nº de plantas pero manteniendo fijo el de guías, es decir, reducir de 0,6 m a 0,4-0,5 m la distancia entre plantas y dejarlas a una sola guía. Por ejemplo, en un cultivo que tuviéramos 1,25 m x 0,4 m tendríamos 20.000 plantas/ha, con 20.000 guías/ha, lo cual nos daría un resultado por el que tendríamos más plantas que en el marco tradicional y menos guías. El diseño de las plantaciones también ha evolucionado para mejorar la mecanización de los cultivos en lo posible, como se ha mencionado anteriormente. Se trazan

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El cultivo protegido del tomate

líneas pareadas de cultivo separadas 2,5 m una de la otra, dejando un pasillo de 1,5-1,6 m suficiente para el paso de maquinaria ligera de auxilio en las labores culturales e incluso para el paso de tractores de 30 C.V. de potencia. En los cultivos hidropónicos, el marco de plantación es de 2,5 m entre líneas por 0,4 m entre emisores, colocándose dos plantas por piqueta o emisor con lo que tendremos 20.000 plantas/ha a una guía 2 guías/m2. Las mayores densidades de plantación se dan en los transplantes de calle y malla en el mes de julio, mientras que las densidades bajas de plantación se colocan en los ciclos invernales bajo cubierta de plástico. 7. ( LABORES Y TÉCNICAS CULTURALES ]

Son todos aquellos trabajos que se realizan durante el cultivo para conseguir los máximos rendimientos, cronológicamente serían los siguientes: 7.1. ( Preparación del terreno ]

En la preparación del terreno diferenciaremos cuando el invernadero es de nueva implantación o si se ha cultivado ya en él.  De nueva implantación Antes de invernar un terreno, es preciso hacer una nivelación del mismo, un despedregado en caso de necesidad y en ese momento decidir en que medio se va a cultivar: sobre tierra, sobre sistema enarenado o sobre sustrato (perlita, lana roca, fibra de coco, etc.). Lo primero a conocer es la calidad agronómica de la tierra original, que por lo general, en la zona que nos ocupa es mala (pH alto, muy suelta, muy lavada, de baja CIC, de bajo% de saturación, etc.), siendo habitual el incorporar una capa de tierra de cañada, de una supuesta mayor fertilidad, (con espesor de entre 20 y 40 cm) y en un porcentaje altísimo continuar con el sistema enarenado, donde se aporta una capa de estiércol entre 1 y 2 cm y una capa de arena sobre este entre 6 y 10 cm de espesor, procurando que esta sea de granulometría media (entre 0,3 y 5 mm), que esté limpia de semillas y lavada de sales. La elección entre el cultivo en enarenado y el cultivo en sustrato es difícil. Las bondades del enarenado frente al cultivo en tierra son conocidas: rotura de la capilaridad por lo que los niveles de sales en suelo se mantienen bajos, disminución o ausencia de malas hierbas, mayor precocidad, calentamiento de las raíces, se evita la erosión de la tierra tras una lluvia, se puede trabajar (pisar, pasar con carros de recolección, etc.) tras una lluvia o recién regado, etc. Las ventajas del cultivo en sustrato frente al enarenado son: Menor costo de implantación: ahorro de la capa de suelo fértil, de la capa de estiércol y de la capa de arena, aunque es conveniente poner una capa fina (2 a 4 cm) de arena gruesa o en su defecto una lámina de polietileno opaco, para facilitar los drenajes y disminuir el problema de las malas hierbas.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Medio idóneo para la raíz: físicamente la relación agua/aire es adecuada, evitándose el problema de asfixia que ocurre en suelos muy arcillosos o después de fuertes lluvias en invernaderos planos; químicamente, los sustratos más utilizados son bastante inertes, baja C.I.C. y reacciones de pH neutros, por lo que el manejo de la nutrición es sencillo. Renovación periódica del mismo: (cada 2-3 años partimos de un sustrato nuevo). Garantía de un material desinfectado: en el caso de la lana de roca y la perlita por su propio proceso de fabricación (expansión por temperatura, a unos 1600 ºC y 900 ºC respectivamente ), con el consiguiente ahorro de las desinfecciones de suelo. Aumento de la producción y la calidad. Como inconvenientes del cultivo en sustrato: Necesidad de un control perfecto de la fertirigación: con mayor inversión en la instalación de riego y abonado. Seguimiento técnico cualificado. Necesidad de alta frecuencia de riego: (varios riegos al día), con un alto riesgo de afectar a la plantación si falla el riego. A veces unas horas sin regar, en época de altas necesidades de transpiración del cultivo, pueden tener efectos irreversibles, en resumen existe un mayor riesgo ante un fallo en la fertirrigación. Frecuencia de toma de datos: (pH y C.E.) y de una analítica que nos permita corregir las desviaciones en la solución nutritiva. Mayor consumo de agua y fertilizantes: (puede estar entre un 20% y un 30% respecto al enarenado, siendo función de la calidad de las aguas). Tras poner en la balanza las ventajas y los inconvenientes, el agricultor se decidirá a poner cultivo hidropónico si tiene una confianza en el servicio técnico, si tiene una mente abierta a las nuevas técnologias y un espíritu arriesgado y de sacrificio, condiciones más usuales en los jóvenes agricultores.  Si se ha cultivado ya en el invernadero, la preparación del terreno previa al inicio de un nuevo ciclo de tomate, deberá de pasar por: • Un análisis de los problemas si es que han existido, en el cultivo anterior (nematodos, hongos de suelo, bacterias, malas hierbas, etc.) • Un análisis físico-químico del suelo donde poder comprobar su estado de fertilidad, sus niveles de salinización, de materia orgánica, su pH, su P.S, etc.

En el enarenado, es recomendable cada tres años recuperar el estrato de materia orgánica mediante el retranqueo (apartar la arena, labrar la tierra, aportar el estiércol y recubrirlo con la arena) o la carilla (apartar la arena sólo en la franja de cultivo, aportar el estiércol y recubrirlo con arena). Se evitará el estiércol poco fermentado (el cual podría competir por el nitrógeno con el cultivo en las primeras etapas de éste) y deberá estar libre de malas hierbas.

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El cultivo protegido del tomate

Si la suma de cationes es baja o desequilibrada, será recomendable un abonado de fondo corrector (Sulfato amónico, Superfosfato de cal, Sulfato potásico, Sulfato magnesio o abonos complejos de lenta liberación). • Un análisis del agua de riego, donde poder conocer su pH, su C.E y los niveles de sales que trae ésta. En general las aguas de las zonas son de pozos, con una C.E. entre 0,6 y 1,5 dS/m, un pH alto alrededor de 8,4, niveles ínfimos de nitrógeno, fósforo y potasio y niveles considerables de sodio, calcio y magnesio, factores todos a tomar en cuenta a la hora de elaborar la fertirrigación.

Ante la presencia de síntomas de nematodos en la plantación precedente, es necesario bajar la población de estos mediante una desinfección con dicloropropeno (DD o Telone), incorporando el desinfectante en el riego bien a manta o por goteo. Es recomendable una semana antes a la desinfección el apartar un volumen alto de agua, bien por el goteo o mediante un riego a manta, con objeto de desenquistar al máximo la población de nematodos. La solarización (cubrir el enarenado con una película de P.E. de 100 – 200 galgas transparente y mantenerlo durante al menos 40 días en los meses de verano para que el suelo alcance temperaturas por encima de 40 ºC), es también una técnica de desinfección física que sola o complementado con la desinfección química, ha demostrado buenos niveles de eficacia tanto en la lucha contra los nematodos como con los hongos de suelo y semillas. Otro desinfectante de suelo usual en la zona previo a la plantación, es el Metán sodio o Metán potasio, orientado más a bajar los niveles de hongos de suelo y con un buen efecto secundario como herbicida. Tras una desinfección química, debe respetarse un plazo de seguridad de al menos 20 días hasta el trasplante. 7.2. ( Preparación del invernadero ]

Antes de la plantación del tomate, el invernadero deberá estar: • Hermético, es decir aislado del exterior o por plástico o por las ventilaciones, protegidas estas por telas mosqueras. • Limpio de malas hierbas tanto en el interior como en la periferia, de restos vegetales del cultivo anterior y de restos de rafia o cualquier otro material de entutorado. • Bien ventilado. El manejo de la ventilación, tanto cenital como lateral debe ser prioritario para evitar condiciones extremas de temperatura y humedad. • Desinfectado en su estructura interna con un tratamiento bien en pulverización o en espolvoreo con insecticidas / acaricidas de amplio espectro. Productos como Malatión y Endosulfan son utilizados frecuentemente. 7.3. ( Semilla y semillero ]

Definida la variedad a cultivar, se obtiene la semilla necesaria, bien de la casa de semillas, o a través de algún punto de venta autorizado (Cooperativa de consumo, almacén de suministros, etc.). La semilla se lleva siempre a un semillero profesional autorizado

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

por los organismos oficiales, donde 20 días antes del trasplante para el caso de cultivo hidropónico, 30 días antes para el caso de cultivo enarenado en verano y 40 días antes en caso de cultivo en enarenado en invierno, se siembra la semilla en cepellones independientes de turba para el cultivo en suelo y de lana de roca o perlita para cultivo en sustrato. Tras la siembra se humedece el sustrato y se pasan las bandejas a una cámara de germinación en codiciones de 25 ºC, 90% de humedad y oscuridad durante tres días, para extenderse posteriormente en el invernadero, garantizándose en invierno mediante calefacción temperaturas mínimas superiores a 12 ºC. Las bandejas deberán estar desinfectadas, utilizándose actualmente unas fundas alveoladas de plástico negro o blanco que evitan por un lado el contacto del sustrato con la bandeja y por otro facilitar la salida del cepellón de su alveolo. La fertirrigación del semillero suele ser por aspersión o manual mediante mangueras, imitando a la lluvia. Los tratamientos fitosanitarios son frecuentes, dirigidos a controlar tanto los hongos de raíz/cuello, como las plagas del momento y de la zona. Una semana antes del trasplantarles las plantas, del semillero deberán de “endurecerse” para sufrir menos el trasplante, mediante técnicas como los tratamientos con cobre, la disminución del blanqueo y el manejo de la fertirrigación. En los últimos años se ha empezado a hacer pruebas de injerto sobre patrones TmKNVF, quedando por demostrar la rentabilidad de esta técnica frente al sistema actual. 7.4. ( Trasplante ]

Es el paso de la planta desde el semillero al asiento definitivo de cultivo. El riego por goteo estará colocado según el marco, la densidad y la orientación de la plantación (ver apartado ciclos de cultivo). Normalmente la orientación del líneo de cultivo es dirección Norte – Sur para facilitar la entrada de luz y evitar sombras en los meses de invierno donde el ángulo de incidencia de la radiación es muy bajo. En el enarenado, previo al trasplante se da un riego abundante (varias horas) para meter el terreno en humedad, apartar las sales y bajar la C.E, pasando a continuación a “abrir los hoyos”, labor de apartar la arena y el estiércol hasta llegar a la tierra, guiados por los goteros. La planta se puede introducir en la tierra o poner sobre ésta, abrigándose con arena. El primer caso es recomendable en trasplantes de verano y el hoyo deberá abrirse con alguna herramienta afilada (mancaje o escardillo), no con barra metálica que presiona y alisa las paredes del hoyo, dificultando el drenaje de éste y la salida de las raíces del cepellón. En trasplantes de agosto con mucho calor y con arena gruesa que alcanza temperaturas muy elevadas, no es conveniente abrigar la arena hasta pasadas 2 ó 3 semanas, que la planta se asombra más, el cuello está más endurecido y las condiciones extremas de calor han disminuido. La hora de regar en verano será cuando la temperatura del agua no esté muy caliente ni las gomas de riego tampoco, es decir al amanecer o al atardecer. Cuando en el trasplante la planta no se introduce en la tierra sino que sólo se abriga con la arena, se deben dar desde principio riegos cortos y frecuentes (diarios) y con solución nutritiva completa puesto que la arena retiene un mínimo de agua y nutrientes. Este tipo de

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El cultivo protegido del tomate

trasplante no se recomienda en arenas gruesas ni en épocas de calor. El trasplante en cultivo hidropónico consiste en introducir el cepellón en el sustrato (cuando el cepellón es de dimensiones entre 25 y 40 mm), y cuando el cepellón es de 70 mm o más, colocando este sobre el sustrato y sujentándolo con la pinza del gotero. Después del trasplante se da un riego de asiento, para asegurar un buen contacto del cepellón con la tierra. Es habitual aportar en este riego o después mediante “cacharreo” (mojando el cuello), algún enraizante y algún fungicida contra hongos de raíz / cuello como es el propamocarb. 7.5. ( Poda de formación ]

La Poda es una práctica imprescindible en las variedades de tomate de crecimiento indeterminado, 100% cultivados en las comarcas que nos ocupa. La poda de formación tiene lugar a los 15 ó 20 días del trasplante cuando han aparecido los primeros brotes laterales de la planta consistiendo en podar estos pequeños brotes y las hojas más viejas que dan con la arena, y nos va a servir para ventilar la planta a nivel de cuello y en caso de aporcado, para limpiar la zona que se va a enterrar. Se denomina poda de formación porque es en este momento, cuando se determina el número de tallos que vamos a dejar a la planta. La poda se puede hacer a uno o dos brotes (brazos), aunque lo más usual es la poda a un solo brazo, para conseguir mayor tamaño de fruto. En el ciclo largo hay un porcentaje de agricultores que en enero – febrero dejan un 2º tallo (a la altura del alambre de entutorar) por lo que en primavera la planta descuelga a dos brazos, aumentando la producción, pero también la mano de obra y disminuyendo el calibre, por lo que la rentabilidad de este sistema es más que dudosa. Si es habitual, cuando una planta se pierde, por virus, enfermedad o cualquier otro motivo, el dejar un segundo tallo a la planta colindante. Hay otras formas de poda pero que no son aplicadas de modo muy extendido en el cultivo protegido, por lo que carece de interés el que sean mencionadas aquí. 7.6. ( Aporcado y rehundido ]

El aporcado es una práctica que consiste en abrigar la planta con arena o tierra con objeto de fomentar la creación de un mayor número de raíces, y se hace después de la poda de formación. El rehundido es una variante del aporcado y consiste en doblar la planta hasta que ésta entra en contacto con la tierra, rascando un poco en ella y depositando con cuidado la misma, echando después arena y dejando fuera la yema terminal y un par de hojas. Esta última operación está en desuso, por lo que carece de importancia en agricultura moderna. Debido a la intensificación de cultivos, se tiende a aminorar mano de obra y como consecuencia la plantación se está haciendo últimamente sobre la arena evitando ser aporcadas posteriormente, sin observarse ninguna variación en la producción del tomate. 7.7. ( Entutorado ]

Esta labor es imprescindible para mantener la planta erguida y evitar que las hojas y sobre todo los frutos toquen el suelo, mejorando la aireación general de la planta y fa-

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

voreciendo la disposición en el espacio, el aprovechamiento de la radiación y las labores culturales (podas, destalles, recolección, etc.). En los invernaderos del sureste español, la planta del tomate se entutora mediante hilos de polipropileno (rafia), que se unen a la zona basal de la tomatera mediante liado, anudado o anilla, atándose al alambre de entutorado, que va sobre el líneo de cultivo a una altura entre 1,8 m y 3,4m. Conforme la planta va creciendo esta se va liando o sujetando al hilo tutor mediante anillas, hasta que la planta alcanza el alambre, lo cual ocurre en el ciclo largo en los primeros meses de invierno. A partir de este momento hay tres opciones: • Bajar la planta descolgando el hilo (lo hace una minoría, pues conlleva un coste adicional de mano de obra, ya que cada vez que la planta crece unos 30 cm hay que repetir la operación, previo deshojado de la zona basal pero que las hojas no descansen sobre el suelo, labor que implica un riesgo de entrada de enfermedades por las heridas del deshojado). • Dejar que la planta crezca cayendo por propia gravedad. En estos casos, cuando el entutorado no es muy alto, en el mes de marzo podemos ver plantas que llegan con el brote terminal al suelo, siendo necesario el volver a entutorarlas con un nuevo hilo. • Continuar el crecimiento de la planta de manera horizontal (formando un techo o parral), ayudados por otros alambres o cuerdas de emparrillado.

Existe una variante de este tipo de sujeción, más moderno y que comienza a imponerse en algunas comarcas. Este tipo es el llamado holandés o de perchas y consiste en poner perchas con hilo enrollado en ellas (sistema de gancho y descuelgue) para ir dejándolo caer a medida que la planta va creciendo, sujetándola al hilo mediante clips. El tallo principal se irá dejando caer sobre el suelo o sobre soportes destinados para ello. La ventaja de este sistema estriba en la mejora de calidad del fruto con mayor tamaño, color y uniformidad debido a que la planta siempre se entutora hacia arriba recibiendo el máximo de luminosidad. Tiene como inconveniente el aumento en mano de obra, pero se ve compensado con el incremento en la producción. 7.8. ( Podas ]

Las podas pueden ser de tallos, hojas y flores o frutos. • Destallado. Consiste en cortar los tallos laterales de la planta para que se desarrolle mejor el tallo principal. El corte de éstos debe de hacerse lo más bajo posible realizando un corte limpio sin magulladuras, para evitar infecciones fúngicas o bacterianas. Es una labor que se realiza durante todo el año con una frecuencia semanal en primavera y otoño y quincenal en invierno. Suele hacerse a mano, con tijeras de podar o con cuchillo. Cuando el tallo se corta muy pequeño no es necesario ninguna herramienta, porque la herida producida es muy leve y cicatriza rápidamente. Si por descuido el grosor del tallo a eliminar es grande y estamos en época con condiciones favorables para el desarrollo de enfermedades que se instalarían en las heridas producidas, se procederá a dar un tratamiento fitosanitario con algún fungicida – bactericida (Ej: derivados del cobre).

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El cultivo protegido del tomate

Se pondrá especial interés en la eliminación del brote que hay debajo de la inflorescencia, ya que toma una gran tendencia apical. • Deshojado. Es una operación que no siempre se realiza, es recomendable en las hojas senescentes, para facilitar la aireación y mejorar el color de los frutos. También se quitarán las hojas enfermas (Ej: botritis), para eliminar fuente de inóculo, debiendo sacarse inmediatamente del invernadero. Cuando las plantas han adquirido un exceso de vigor (hojas enormes, troncos muy gruesos), es recomendable hacer un entresaque de hojas, sobre todo si éstas se solapan unas sobre otras y no dejan entrever los frutos. Se procurará quitar la hoja por encima del ramo (la que enfrenta al ramo tiene un importante papel en el aporte de fotoasimilados a éste), que esté orientada en la dirección norte o levante. No se quitarán más de 2-3 hojas por planta en una sola vez, para no producirle a la planta un estrés demasiado grande. El corte de la hoja será por la base del peciolo, a ras de tronco y con cuchilla, conociendo casos de pérdida de plantaciones enteras por efecto de la botritis iniciándose los daños en las heridas del deshojado, cuando se han hecho mal (con tijeras y dejando tocón). En entutorado de perchas la poda es obligada puesto que no pueden dejarse caer las plantas sin deshojar sobre el suelo, provocando una acumulación de hojas que solo ocasionaría graves perjuicios sobre la plantación debido a ataques fuertes de botritis entre otras enfermedades. También en esta labor es importante hacer un corte limpio y a ras de tallo para que se cicatrice antes. • Despunte de inflorescencias. La eliminación de flores cuando existe un excesivo número de ellas, así cómo la eliminación de frutos recién cuajados con malformaciones, es una práctica deseable y poco usual hace unos años, aunque con el mercado del tomate en ramo, en los últimos años se está consiguiendo que se empieza a llevar a cabo, estando demostrado el aumento de calibre, homogeneidad y calidad de los frutos restantes, así como la disminución de destrío. 7.9. ( Escardas ]

La eliminación de malas hierbas es fundamental para el control de los insectos vectores de virosis. En cultivos de aire libre y malla se utiliza la escarda química con productos como: metribuzina (selectivo) y paracuat (contacto, no selectivo). En los invernaderos suele haber menos problemas, sobre todo, en los enarenados, pudiéndose recurrir al paracuat, pero lo más normal es recurrir a la escarda manual. En los invernaderos, la metribuzina no se utiliza porque a veces ha ocasionado problemas de ligeras fitotoxicidades. 8. ( EL RIEGO Y LA FERTILIZACIÓN ]

Debido a las diferentes condiciones de cultivo que existen en las Comarcas que

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

venimos tratando, este apartado se hará para cada una de ellas, justificando en cada caso la fertilización aportada, condiciones nutricionales que están dando excelentes productividades en estos sistemas. 8.1. ( El riego y la fertilización del tomate en la Comarca de El Parador – Roquetas ]

El aporte del agua y gran parte de los nutrientes en el cultivo del tomate, en la zona que nos ocupa se produce mediante el riego por goteo, generalizado prácticamente en el 100% de las explotaciones. Las necesidades de agua y nutrientes van a ser función del estado fenológico de la planta, de las condiciones de clima en el invernadero, del vigor de la planta y de la salinidad del agua. Ante la gran pregunta de cuándo y cuánto regar, en un cultivo enarenado tendremos en cuanto la tensión de agua en el suelo, el tipo de suelo (su capacidad de campo, porcentaje de saturación) y por supuesto la evapotranspiración del cultivo, las precipitaciones en caso de caer dentro del invernadero (normalmente despreciables por no caer uniformemente) y la eficiencia del riego (uniformidad de caudal de los goteros). Existen tablas de consumos medios de riego (en litros por metro cuadrado y día) en el cultivo de tomate en el Poniente almeriense que nos orientan por quincenas y para dos ciclos de cultivo diferentes: uno de trasplante a mediados de agosto y otro a primeros de enero (Publicaciones de la Estación Experimental de Cajamar “Las Palmerillas”). Mediante un buen manejo del tensiómetro, podremos conocer la tensión mátrica del agua en el suelo, siendo conveniente regar antes de alcanzar los 20-30 centibares (según autores). Otra técnica es medir la C.E. de la fase líquida del suelo que se puede extraer por succión a través de una bomba de succión. En la práctica, la frecuencia de riego en el enarenado para un cultivo ya establecido es de 2 – 3 veces/semana en época de invierno, subiendo a 4 – 7 veces /semana, en época de primavera / verano con caudales entre 2 y 3 L/planta. En aguas de mala calidad los volúmenes de agua son mayores, para desplazar el frente de sales del bulbo de humedad. En cultivo hidropónico el cuándo regar, está automatizado mediante sistemas a la demanda, estando generaliza la demanda por bandeja, a veces complementada por programas de riego dónde también se relaciona la radiación (watios acumulados) con la transpiración. La bandeja se nivela, en su interior se colocan 2 o 3 uds de sutrato con sus plantas correspondientes (entre 4 y 6 plantas o tallos/ almohadilla o tabla); la bandeja tiene un nivel de drenaje y un sensor o electrodo, que cuando la planta transpira este se seca al bajar el nivel de solución en la bandeja, mandando una señal eléctrica al cabezal de riego para iniciar un riego, el cual recuperará el nivel de la bandeja hasta el agujero de drenaje y drenará un porcentanje del riego. La frecuencia de riego nos la da la distancia entre el sensor y el drenaje de la bandeja, que están definiendo el volumen de agua a transpirar por las plantas y el porcentaje de drenaje lo establecemos mediante el tiempo de riego. El lugar dónde colocar la bandeja de demanda será aquel donde se sospechen las mayores necesidades de evapotranspiración del invernadero (más temperatura, más radiación

( 510 ]

El cultivo protegido del tomate

y buena ventilación) y a su vez se colocarán unas bandejas de drenaje en otras zonas donde medir la C.E., el pH y el porcentaje de drenaje y, poder contrastar la eficiencia del sistema de demanda. El tiempo de riego en el cultivo hidropónico viene dado básicamente por la capacidad de retención de agua del sustrato, función a su vez del material en sí, la granulometría, la forma y el volumen, así como del número de goteros por unidad, del caudal del gotero, del porcentaje de drenaje (que a su vez depende de la calidad del agua y de la conductividad eléctrica del sustrato en el momento). Respecto a la nutrición, en el cultivo hidropónico, a diferencia con el enarenado, siempre se aportará una solución nutritiva completa, es decir, con niveles adecuados de macroelementos (nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, azufre) como de microelementos (hierro, manganeso, cobre, zinc, boro, molibdeno) y con un pH entre 5,5 y 6. Una vez determinados los niveles de nutrientes del agua, se aportará los abonos necesarios hasta alcanzar una solución nutritiva de partida con aproximadamente las siguientes concentraciones (mmol/L en los macros y ppm en los micros): N (NO3)12; N ( NH4) 0,5; P 0,5; K 6; Ca 4; Mg 2; S ( SO4) 2; Fe 2; Mn 1,5; B 0,5; Cu, y Zn 0,5; Mo 0,1. El nitrógeno se aporta normalmente con Nitrato cálcico (15’5% N, 19% Ca), Nitrato Potásico (13% N y 38% K), Nitrato amónico (33% N, mitad nítrico y mitad amoniacal) y Acido nitríco (22% N); el fósforo con Ácido fosfórico de 75% (32% P) y Fosfato monopotásico (23% P y 28% K), el potasio con Nitrato potásico y sulfato potásico (45% K y 18% S ); el calcio con Nitrato cálcico y el magnesio mediante Epsonita (10% Mg y 13% S). Mensualmente se analiza la solución que hay en el sustrato o que sale del drenaje, que nos ayudará a corregir la solución de entrada en función de las desviaciones de la analizada. Los microelementos (Fe, Mn, Cu, Zn, B, Mo) se suelen aportar mediante un complejo, quelatados los metales en forma de EDTA principalmente. La forma de aportar los abonos al agua es: Balsa de solución definitiva, donde se echan todos los nutrientes, (abonos y ácidos), recomendado para superficies no demasiado grandes y necesitándose una balsa por cultivo o plantación. Por su sencillez y fiabilidad este sistema queda especialmente recomendado desde estas páginas. Mediante inyección de los abonos al riego (venturis, bombas inyectoras, dosificadores, etc.), los cuales tenemos previamente diluidos en soluciones concentradas o soluciones madre, siendo necesario al menos dos tanques, uno para el calcio y otro para el nitrógeno – fósforo – potasio; los microelementos se suelen aportar en el tanque del calcio. Un tercer tanque con ácido nítrico nos suele servir para ajustar el pH. La C.E., el pH, y el porcentaje de inyección de cada tanque son variables manejadas y programadas desde un ordenador. En el cultivo enarenado en los últimos años también se han instalado sistemas informáticos de fertirrigación, quedando aún un alto porcentanje de explotaciones donde se usa la abonadora tradicional de presión o abonadora abierta conectada a la aspiración y donde la forma más usual de recomendar el abonado es en “kilos por 1000

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

m2”, siendo las dosis función del tiempo de riego, o mejor dicho del volumen de agua a aportar a esa superficie, función a su vez del tamaño y estado fenológico de la planta y de las condiciones ambientales. Por ejemplo: para una hora de riego, en un cultivo establecido, con una densidad de 2 goteros/m2, con caudales de 3L/h, se aportará 6.000 L/1000 m2/h. Si abonásemos con 3 kg/1000 m2 de KNO3 (13% N y 46% K2O), estamos aportando 0,5 g/L o 500 ppm, que al 13% de N (500x13/100) da 65 ppm de N, más (500x46/100) 230 ppm de K2O. No debemos sobrepasar dosis de abono total superiores a 2 g/L, siendo normal 1g/L para aguas de 1dS/m. En cultivo en suelo, es normal aportar una parte del N en forma amoniacal (mediante Nitrato o Sulfato amónico). La relación N/K suele ser de 1/1 desde el trasplante hasta la floración, cambiando hasta 1/2 e incluso hasta 1/3 cuando la planta está en recolección. Los niveles de fósforo y magnesio se aumentan en época de invierno para evitar fuertes carencias por el enfriamiento del suelo. 8.2. ( El riego y la fertilización del tomate en la Comarca de La Vega de Almería – Llanos de La Cañada – El Alquián ]

En cuanto a riegos, para dar una dotación de riego idónea, tendremos en cuenta el estado del cultivo y la época del año en la que se produzcan, dado que en verano la planta tiene unas necesidades de agua mayores que en invierno, por lo que debemos regar más continuo y con una duración del riego mayor que en éste. Por lo que a fase de cultivo se refiere, también las necesidades hídricas varían, necesitando más cuanto más masa vegetativa y frutos tenga que mantener. En lo referente a abonado, si observamos las distintas recetas que expiden los técnicos de campo (directores y asesores de cultivo) podemos comprobar que son muy variadas y contradictorias, lo cual explica lo generosa que es la tierra y la planta de tomate, admitiendo errores de técnicos y agricultores. Lo cierto es que existe una banda muy amplia donde puede oscilar un abonado sin que aprecie diferencia alguna entre ambos y por ello nos encontramos distintos abonados en la misma zona con el mismo suelo y la misma especie y variedad siendo válidos todos ellos. Aclarado esto, anecdóticamente comentaré (J. González) que hace diez años debido a la imposibilidad que tenía de llegar a todas las fincas y poner un abonado correcto, me vi en la necesidad de elaborar una hoja de abonados donde se recogían las distintas modificaciones que había que hacer durante todo el cultivo. Curiosamente hoy todavía tiene vigencia y se utiliza por muchos productores y nos sirve de guía a algunos técnicos para comenzar el abonado de los cultivos, aunque se varíe en campaña dependiendo de los problemas que se den en cada una de las parcelas. Esta relación de abonado he considerado interesante reflejarla aquí, porque puede servir de gran ayuda a quienes por su corta experiencia necesiten de una guía fiable que les sirva para iniciarse. ABONADO PARA CULTIVO DE TOMATE EN RIEGO POR GOTEO*:

1ª semana después del trasplante:

• Regar con agua sola manteniendo la humedad constante.

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El cultivo protegido del tomate

2ª semana:

• Fosfato monoamónico (0,5 kg/1000 m2). 3ª y 4ª semana:

• Nitrato potásico (0,5 kg/1000 m2). • Fosfato monoamónico (1 kg/1000 m2). A partir de 4ª semana hasta cuajado de 2º ramillete (alternos):

• Fosfato monoamónico (1 kg/1000 m2). • Nitrato potásico (0,5 kg/1000 m2). • Nitrato amónico (0,5 kg/1000 m2).

• Ácido nítrico (0,2 L/1000 m2). • Nitrato cálcico (1 kg/1000 m2).

A partir de 2º ramillete hasta cuajado de 4º ramillete:

• Fosfato monoamónico (1 kg/1000 m2). • Nitrato potásico (1 kg/1000 m2). • Nitrato amónico (0,5 kg/1000 m2).

• Ácido nítrico (0,2 L /1000 m2). • Nitrato cálcico (1 kg/1000 m2). • Nitrato potásico (1 kg/1000 m2).

Cuajado de 4º ramillete hasta 7º ramillete (riegos alternos):

• Fosfato monoamónico (1 kg/1000 m2). • Nitrato potásico (2 kg/1000 m2). • Nitrato amónico (1 kg/1000 m2).

• Ácido nítrico (0,5 L /1000 m2). • Nitrato cálcico (1,5 kg/1000 m2). • Nitrato potásico (1,5 kg/1000 m2).

Cuajado de 7º ramillete hasta final de cuajado (riegos alternos):

• Fosfato monoamónico (0,5 kg/1000 m2). • Nitrato potásico (3 kg/1000 m2). • Nitrato amónico (2 kg/1000 m2).

• Ácido nítrico (0,5 L /1000 m2). • Nitrato cálcico (2 kg/1000 m2). • Nitrato potásico (3 kg/1000 m2).

Último cuajado hasta final de cosecha:

• Nitrato potásico (2,5 kg/1000 m2). • Nitrato amónico (2 kg/1000 m2). (*) CANTIDADES ORIENTATIVAS PARA CULTIVO EN SUELO QUE VARIARÁN EN FUNCIÓN DE DENSIDAD DE PLANTACIÓN, PRÁCTICAS CULTURALES, METEOROLOGÍA, ETC.

Últimamente se ha impuesto en la zona la fertirrigación automática, con máquinas de precisión. Para ello se utilizan equilibrios más exactos, pudiendo afinar muchos más, y a continuación se citan los equilibrios más usados en milimoles por litro de agua e incremento de conductividad. 1ª semana después del trasplante:

• Regar con agua sola manteniendo la humedad constante. 2ª semana:

• Fosfato monoamónico. Hacer una solución al 10% e incrementar la conductividad 0,5 dS/m por encima del agua. 3ª y 4ª semana:

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

• En dos bidones distintos se echan Fosfato monoamónico y Nitrato potásico haciendo una solución del 10% y ponemos en la máquina de riego un 75% de Fosfato monoamónico y un 25% de Nitrato potásico. La conductividad la incrementamos en 0,7dS/m por encima del agua. En lo sucesivo:

• A partir de este momento se ajustan cada elemento en un equilibrio predeterminado por el técnico, que variará según las exigencias de cada variedad y el clima que acontezca durante el cultivo. Como guía sirvan los siguientes abonado expresado en mmol/L: Periodo / Ión

NO3-

H2PO4-

HCO3-

4

0,5

A partir de la segunda semana Tercera y cuarta semana

SO42 -

NH4+

K+

Ca 2+ Mg 2+

4

3,5

4

0,5

4

3,5

4ª semana hasta 8º ramillete

9

4

1,5

4

5

2

1

8º ramillete hasta último cuajado

14

3

1,5

3

7

3,5

1,5

Último cuajado a final de cultivo

14

1,5

1,5

1,5

6

4

2

Para cultivo en hidroponía Inicio ( Floración y cuajado)

12

1,8

0,5

7

2,5

1,5

Engorde y maduración

14

1,8

0,5

8

3

1,5

ESTAS CONCENTRACIONES SON VARIABLES SEGÚN LA CALIDAD DE LAS AGUAS CON LAS QUE SE RIEGUE.

8.3. ( El riego y la fertilización del tomate en el Bajo Almanzora y Este de la provincia de Almería ]

El tomate se cultiva en esta zona con riego por goteo en el 100% de la superficie; no existiendo riego a pie. Los métodos más eficaces para determinar las necesidades de riego son los basados en las medidas directas de la tensión de agua en el suelo. Los tensiómetros son los aparatos más utilizados. Un buen manejo de los aparatos mantendrá lecturas entre 10 y 30 centibares. En el menos profundo de los tensiómetros (10 cm); el más profundo (30-50 cm) permitirá evaluar el movimiento del agua en profundidad (Castilla, 1991). En los cultivos hidropónicos existen métodos de control de riego mucho más precisos y rigurosos: • Bandeja de drenaje. • Bandeja de demanda de riego. • Control de riego por radiación recibida. • Control por velocidad del aire.

Siendo éstos una serie de mecanismos que bien utilizados, uno por uno, o en conjunto, determinan de un modo automático y directo las necesidades de riego del cultivo hidropónico.

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El cultivo protegido del tomate

Como dato orientativo diremos que el consumo medio de una ha de tomate de ciclo largo oscila entre 7.000 y 8.000 m3/ha. El precio del agua es muy variable según la zona y va desde los 5-6 céntimos de euro/m3 del valle del Almanzora, hasta los 27-30 céntimos de euro/m3 de Águilas y Mazarrón. Por lo tanto, el coste del agua es un capítulo muy importante, a tener en cuenta, en estas zonas por su repercusión en el importe final del producto. La fertilización se realiza, casi en su totalidad, a través del sistema de riego (fertirrigación); también en los cultivos en suelo se efectúan aportes de materia orgánica y abonados de fondo, basándose en los análisis previos del suelo y las recomendaciones efectuadas por el laboratorio. Las necesidades nutritivas del cultivo, según Castilla 1995, son: •N •P •K • Ca • Mg

2,1-3,8 kg 0,3-0,7 kg 4,4-7,0 kg 1,2-3,2 kg 0,3-1,1 kg

(NECESIDADES POR TONELADA DE COSECHA)

Para una cosecha de 120.000 kg/ha, las necesidades nutritivas son (Cadahía 1995): •N • P205 • K20

400 kg/ha 200 kg/ha 850 kg/ha

Para aportar estos nutrientes a las plantas existen, en la actualidad, dos sistemas de medida fundamentalmente: • Aportación de un determinado equilibrio en g/m2 ó g/planta. • Aportación del equilibrio fertilizante, atendiendo a la C.E. deseada.

En el cuadro siguiente se pueden ver, a modo orientativo, los equilibrios más utilizados según el estado fenológico de las plantas. Equilibrio

g/m2. día

C.E (dS/m)

Transplante a inicio floración

1:2:1

1,5

Agua+0,5

Floración y cuaje

1:1:1

3

Agua+0,8

Recolección

1:1:1,5

4

Agua+1,0

Hay que observar muy bien, sobre todo, en épocas de calor los niveles de calcio, magnesio y potasio, para evitar problemas de manchado en tomate por carencia de calcio, bien directa o indirectamente.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

En los momentos críticos del cultivo es conveniente realizar análisis foliares para corregir, en lo posible, los desajustes que puedan producirse. En los cultivos hidropónicos, la fertilización se realiza a través de una solución madre que se inyecta a la red, atendiendo también a la conductividad eléctrica. Una de las soluciones más comunes es la que sigue:

mmol/L

N03-

H2P04

S04=

NH4+

Ca++

Mg++

K+

10,5

1,5

2,5

0,5

3,75

1

7

SONNEVELD (1984)

En microelementos:

p.p.m.

Fe

Mn

Cu

Zn

B

Mo

2

0,7

0,02

0,09

0,5

0,04

STEINER

Las soluciones nutritivas de hidroponía hay que confeccionarlas tomando como base los análisis de agua. Una vez confeccionada la solución madre se incorpora a la red, atendiendo a los criterios de conductividad antes mencionado. El pH también hay que regularlo con dosificadores automáticos de Ácido nítrico fundamentalmente. Los fertilizantes más utilizados son los siguientes: • Nitrato potásico • Nitrato cálcico • Nitrato amónico • Sulfato de potasa • Sulfato amónico • Fosfato monoamónico • Fosfato monopotásico • Ácido fosfórico • Sulfato de magnesio • Nitrato de magnesio

Los microelementos se aplican en forma de quelatos de EDTA. En el suelo el hierro se incorpora como EDDHA principalmente. Como vemos el riego y fertilización es un tema fundamental en el cultivo, de todo lo cual va a depender, en buena parte, la obtención de una buena cosecha. Como norma general, es conveniente trazar unos programas de riego y fertilización que como mínimo tengan una duración de 15 días. No es adecuado estar a cada momento cambiando de equilibrio ni de modo de riego.

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El cultivo protegido del tomate

Una norma práctica de mucho interés es el estar atento a los cambios climatológicos, sobre todo, a los días de viento fuertes, ya que en esas ocasiones hay que dejar a un lado los programas y aumentar las aportaciones de riego, de lo contrario correríamos el riesgo que se manchase el tomate y se produzca una merma considerable en la producción final de la cosecha. 9. ( EL CUAJADO DEL TOMATE ]

El cuajado del tomate esta correlacionado con la producción de auxinas por parte de las semillas en óvulos fecundados (Nissen et al., 1990). Cuando las condiciones ambientales no son las idóneas para que se produzca el cuaje del tomate, es necesario realizar labores o poner los medios necesarios para que el cuaje se efectúe sin problemas. Hasta principios de los noventa, la práctica más habitual era la aplicación de fitohormonas a la flor del tomate, operación con la que se conseguía una buena eficacia. En el cultivo de invernadero para favorecer el cuajado del fruto se utilizan varias técnicas: • De tipo mecánico. Para favorecer el mayor desprendimiento de polen de la flor. Se debe hacer cuando las condiciones de humedad y temperatura sean las ideales (ni al amanecer, ni al atardecer ). • Vibrar el ramo floral. Mediante vibrador de varilla. En total desuso por el alto costo en mano de obra (debe hacerse 3 veces / semana). • Mover la planta, bien mediante chorro de aire con máquina de mochila, o por golpes vibrantes al alambre o al hilo de entutorado. Cada vez más en desuso al imponerse la polinización por abejorro.

• Mediante insectos. A partir de principios de los 90 se prueban las colmenas de “Bombus terrestris”, imponiéndose en los tres últimos años, por su rusticidad (trabajando en condiciones extremas, con temperaturas de 6-8 ºC, lluvia y baja luminosidad, sin descansar fines de semana ni días de fiesta. Un abejorro, buscando el polen como fuente de proteínas para alimentar a las larvas de su colmena, puede visitar entre 6 y 10 flores por minuto, por lo que una colonia podría polinizar entre 20.000 y 50.000 flores por día). La calidad de una colmena viene dada por el proceso de producción de ésta, la calidad de los materiales y el aislamiento térmico de éstos. Luego la vida útil de la colmena, varía entre 5 y 8 semanas, dependiendo principalmente de la época (en primavera y otoño dura más que en invierno), por ser insectos sensibles a las condiciones ambientales. Puntualmente la actividad de una colmena se puede ver reducida o anulada por: condiciones extremas de temperatura y humedad, ausencia o disminución del polen en la flor, ausencia o disminución de floración (carencias nutricionales en la plantación), desorientación (ciertos plásticos, en los primeros meses filtran los UVA en las longitudes de ondas de la visión del insecto) y utilización de productos fitosanitarios inadecuados. En general fungicidas y acaricidas son bastante inocuos, debiendo ser muy

( 517 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

selectivos a la hora de emplear insecticidas, siendo necesario con algunos la retirada de la colmena del invernadero (máximo tres días). Debido a las observaciones realizadas en el párrafo anterior, es importante tener en cuenta la ubicación de las colmenas, según la época del año. En invierno hay que protegerlas del frío, en primavera y verano de las altas temperaturas y la forma de hacerlo es de la siguiente manera: • En época de frío colocar la colmena en sitios altos y soleados. • En época de calor colocarlas en lugares bajos, sombreados y, a ser posible, cerca de las bandas o zonas de ventilación.

A la hora de buscar la ubicación idónea, suelen causar más problemas en estas comarcas las altas temperaturas que las bajas, debido a que el periodo de tiempo caluroso es más amplio que en otros lugares. Hay que vigilar periódicamente el trabajo de los abejorros y, sobre todo, observar en los invernaderos los tramos con distintos tipos de dificultades. En los invernaderos con pendientes pronunciadas suele haber problemas, debido a que el aire caliente fluye hacia las zonas altas y los abejorros se van a trabajar a ellas por estar más cálidas durante el periodo invernal; sin embargo, durante el periodo estival hacen todo lo contrario. Por ello hay que vigilar mucho los invernaderos en pendiente por los problemas que de ello se deriva. El manejo de la colmena, el mantenimiento y la actividad de esta deberá realizarse por técnicos especialistas periódicamente (semanalmente), aunque el agricultor deberá observar con frecuencia el marcaje de las flores después de haber sido visitadas por el abejorro (ver al menos marcas en un 80% de las flores abiertas).

• Mediante fitorreguladores. En la actualidad, solo una proporción muy pequeña de productores siguen aportando fitorreguladores, (se considera que entre el 80-100%

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El cultivo protegido del tomate

de tomate que se hace en sureste el peninsular, dependiendo de las Comarcas, se poliniza con abejorros) en momentos en los que no hay polen en las flores y los abejorros no las visitan o bien en variedades que por diversos motivos interese darle fitohormona. No obstante, para utilizar fitohormonas o fitorreguladores hay que tener claro los objetivos que se persiguen, éstos podemos agruparlos del siguiente modo: Reguladores de crecimiento: Se consideran así a todas las hormonas vegetales que tienen alguna influencia en cuanto al crecimiento de la planta, actuando como freno del crecimiento acortando los entrenudos. El producto más usado fue el cicocel, y solía utilizarse normalmente en semilleros para frenar el crecimiento de la planta y a su vez engrosar el tallo principal. A partir de 2002 ha quedado prohibido su uso, tanto en semilleros como en el cultivo posterior Hormonas de engorde: Las mismas hormonas que se utilizan para el cuaje de las flores, sirven para el engorde pero con la introducción de los abejorros, el efecto que lograban estas hormonas no se observa, con lo que han tomado mayor relieve otras del tipo ana-amidas, que se utilizan en el periodo de engorde de frutos para ayudar a la planta a hacer un poco más de calibre al fruto. Existe la polémica con su utilización porque dicen sus detractores que ablanda el fruto perdiendo consistencia y por tanto vida comercial. Otros efectos que consigue son los de estimulante de la planta y la floración. Hormonas de maduración: Estas son hormonas que no tienen ningún efecto positivo para el mercado en fresco y su utilización se limita tan solo a productores desaprensivos que ante expectativas buenas de precio aplican estos productos a base de etefón para su rápida maduración, logrando aparentemente su objetivo, ya que el fruto madura en su parte externa, pero no logra tener su grado de azúcar, estando sin embargo más ácido de lo habitual, debido a que no ha madurado en su parte interior. Los fitorreguladores más empleados son: Materia activa

Dosis cc/L

Procarpil

Nombre comercial

ANA-Amida+4 CPA

2-6

Tomatone

4-CPA

Trylone

MCPA

1-5

Fengib

AC.GIBERELICO + FENOTIOL

0,3-0,5

5-15

Destacan en su nivel de consumo Procarpil y Tomatone, debido a que son los que memos fitotoxicidad provocan en las plantas. Hay variedades de tomate en la actualidad que toleran altas dosis de estos dos productos mencionados, habiéndose observado una relación entre el tamaño de fruto y la dosis de hormona aportada. En concreto, la variedad Roncardo responde con aumentos de calibre considerables al aumento de las dosis de Procarpil o Tomatone, no incidiendo ésto en la buena presencia del fruto.

( 519 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

10. ( PLAGAS Y ENFERMEDADES ] 10.1. ( Plagas ] ÁCAROS

Aculcops lycopersici, o ácaro del bronceado también conocido como Vasates lycopersici. Diminuto ácaro polífago de aspecto de coma que ataca a diferentes solanáceas, llegando a ser plaga sobre tomate en condiciones de otoño seco y de primavera en nuestros invernaderos (temperaturas suaves o altas y humedad baja). Los síntomas aparecen por focos, cerca de la bandas y en los tallos (aspecto bronceado) y hojas viejas (amarilleamiento y desecación de foliolos), ascendiendo con el tiempo. Los frutos muy atacados presentan un aspecto marrón cuarteado que recuerda al cuero viejo, haciéndolos inservibles. Con la lupa cuentahilos, es fácil ver los adultos en peciolos y envés de las hojas. El control es fácil con diversos acaricidas (abamectina, mitac, endosulfan, fenbutestan, tetradifón, propargita, etc.), aunque suele ser suficiente el empleo frecuente de azufre Polyphagotarsonemus latus, o araña blanca. Este diminuto ácaro suele ser plaga importante en los pimientos de otoño de nuestros invernaderos, siendo raro verlos en los cultivos de tomate, haciéndolo de manera localizada, en la parte tierna de la planta, produciendo recurvamientos de las hojas y deformaciones en zigzag de los nervios. El control es semejante al ácaro anterior, debiendo de alternarse materias activas en caso de necesidad de repetir los tratamientos. Si los focos son localizados, se tratarán éstos y alrededores en cuanto se observe inicio de síntomas, mojando lo mejor posible (en caso de pulverización) los órganos más afectados. Tetranychus urticae y T. evansi o araña roja. Ácaros polífagos, tanto en cultivos como en malas hierbas, son una de las mayores plagas de nuestros invernaderos, en cualquier época del año. Los ataques suelen aparecer por focos, frecuentemente cerca de malas hierbas como correhuela o malva. Los síntomas son decoloración de la hoja (amarilleamiento punteado), llegando a la desecación de los foliolos y al cubrimiento de las partes tiernas por telarañas en caso de ataques severos. El planteamiento para controlar este ácaro es similar al de los dos anteriores, mediante la lucha química, aunque la utilización de enemigos naturales es una alternativa a tener en cuenta. El ácaro depredador Phytoseiulus persimilis es el más adecuado para hacer IPM o agricultura biológica. INSECTOS

• Trips A finales de los años 80, aparece en los invernaderos de la zona la especie de trips “Frankliniella occidentalis” insecto que se adapta a todo tipo de cultivos protegidos, así como a un gran número de malas hierbas de la calle. Las hembras realizan la puesta inserta en el tejido vegetal. Las larvas y adultos pican y succionan la savia para alimentarse, inyectando saliva y finalmente dejan las células vacías que toman un aspecto plateado al principio y necrosado al final, con pérdida de fotosíntesis por parte de las hojas.

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El cultivo protegido del tomate

En el trasplante y primeros meses del otoño las poblaciones son muy bajas, probablemente por las altas temperaturas que tenemos en los invernaderos, pero éstas aumentan conforme se alarga el otoño, se mantienen en invierno y se incrementan en primavera. Como daños indirectos, el alto potencial de transmisión del virus del bronceado: TSWV (Tomato Spotted Wilt Virus), ha tenido consecuencia de altas pérdidas en las plantaciones de tomate y pimiento de la zona, aunque en los últimos años esta situación esta bastante paliada. Ante este peligro potencial de transmitir virus, se justifica la necesidad de controlar a este insecto desde el principio de su presencia, ayudándonos a ésta, la colocación de placas pegajosas de color azul claro. La eliminación de plantas con síntomas de TSWV es necesaria. Placas cromotrópicas pegajosas amarillas y azules son un indicador del momento y la importancia de esta plaga. Como control químico, las siguientes materias activas están dando buenos resultados: acrinatrin, abamectina (larvicida), formetonato (carbamato), malathión (fosforado), spinosad y algunas piretrinas. Al ser productos de contacto, debe de mojarse bien la planta, añadir algún mojante y algún aditivo azucarado, para mejorar los niveles de eficacias. Como enemigos naturales de interés, el fitoseido “Ambliseius curumeris” es un buen depredador de larvas, aunque para su desarrollo necesita humedades relativas medias-altas. Chinches del género Orius se están probando en programas de producción integrada, aunque en nuestras condiciones de invierno entran en diapausa. • Pulgón Son varios las especies de áfidos que puntualmente pueden ser plaga. Los más comunes y polífagos son: “Myzus persicae” o pulgón verde del melocotonero, “Aphis gossypii” o pulgón del algodonero y “Macrosiphum euphorbiae” o pulgón verde del tomate o de la patata. La distribución en el invernadero suele ser por focos o rodales, dando tiempo a actuar antes de que se generalice la plaga. Pueden cerrar su ciclo biológico en cualquier época del ciclo del cultivo del tomate, prefiriendo las temperaturas altas. Los daños directos son consecuencia de la succión de la savia, segregación de melaza e inyección de toxinas, teniendo como consecuencia la deformación de hojas tiernas y brotes. Como daños indirectos, todos estos áfidos son transmisores de un amplio abanico de virus, siendo el tomate susceptible principalmente al CMV (Virus del Mosaico del Pepino) y al PVY (Virus Y de la Patata). Por ser la transmisión en forma “no persistente” y ser muy baja la expectativa de entrada masiva de formas aladas de pulgón, es excepcional ver estos virus en nuestros invernaderos. Las medidas de control son, además de la eliminación de malas hierbas y de la colocación de mallas en las ventilaciones: - Control químico: piretroides, (ver mosca blanca), metomilo, etiofencarb (no controla Myzus), pirimicarb (no controla Aphis), endosulfán, imidocloprid y tiametoxan. En programas de control integrado, ha funcionado bien el control del pulgón con “Aphidius colemani”, avispa que endoparasita a muchas especies de pulgón. El mosquito “Aphidoletes aphidimyza” hace su puesta cerca de las colonias de pulgones, para que sus larvas se alimenten de éstas.

( 521 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Mosca blanca Es el nombre vulgar de dos especies muy polífagas que cohabitan en nuestros invernaderos: “Trialeurodes vaporariorum” y “Bemisia tabaci”, siendo la segunda la más temida por ser transmisora del virus de la cuchara (TYLCV) de forma persistente, virus que en los cuatro últimos años ha producido grandes daños. Hasta finales de los 80, en las comarcas que venimos tratando solo teníamos Trialeurodes, que producía tanto daños directos (por la propia succión de savia por las larvas) como indirectos (al excretar una especie de melaza, que sirve para que en ella se implante la “fumagina” o “ negrilla”, hongo de aspecto negro pulverulento, que reduce la actividad fotosintética y de transpiración de la hoja y puede manchar al fruto con la correspondiente depreciación comercial. Con la aparición de “Bemisia tabaci” (el biotipo Q se ha impuesto en los últimos años), hemos visto como en un espacio pequeño de tiempo ha desplazado en nuestras zonas a Trialeurodes. Se observan los primeros adultos en las plantas recién transplantadas, cerca de las bandas, en el verano y su control es difícil, sobre todo con productos de contacto, puesto que están y hacen la puesta en el envés de las hojas. Son capaces de cerrar su ciclo reproductivo durante todas las estaciones del año, aunque en invierno se distancie en el tiempo. Algunas formas de diferenciar las dos especies es: “Trialeurodes vaporariorum” hace la puesta agrupada, en forma de círculo mientras que “Bemisia tabaci” la hace dispersa y aislada. Trialeurodes en estado de pupa alrededor del cuerpo presenta un cerco de filamentos y Bemisia no, la forma es más oval en Trialeurodes, el tamaño del adulto es mayor en Trialeurodes, que coloca las alas en un plano mas horizontal que Bemisia. Las omatidias de los ojos también las diferencian. El control de mosca blanca está basado actualmente en el tratamiento con insecticidas, recomendándose medidas complementarias que aminoren la entrada del aleuródido al invernadero, como es la eliminación de las malas hierbas colindantes, la instalación de mallas de ventilación con una densidad alta de hilos (recomendamos la malla de 20 x 10 hilos/cm en el sentido perpendicular, debiendo fijarnos en que tengan una buena uniformidad de distribución, y recordar que estas mallas reducen a más de la mitad la entrada de aire respecto a la malla tradicional de 6 hilos/cm en ambos sentidos, por tanto recomendamos como mínimo doblar la superficie de ventilación) y el empleo de placas pegajosas amarillas. Entre las materias activas usada contra la mosca blanca, encontramos: • *Piretroides (efecto de choque en adultos, baja eficacia en larvas): alfacipermetrina, bifentrín, deltametrina, lambda-cihalotrin, tralometrina, etc. • *Reguladores del crecimiento: buprofezin y teflubenzuron. • *Carbamatos: metomilo (buen efecto contra Trialeurodes) y oxamilo en riego por goteo. • *Endosulfán: materia activa de alta eficacia adulticida en Bemisia con buena acción acaricida. • *Imidacloprid, producto líder durante muchos años, tiene su acción principalmente larvicida sobre todo en los primeros estados. Su efecto sistémico es importante pudiendose emplear en riego por goteo.

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El cultivo protegido del tomate

• *Tiametosan, de la misma familia que el anterior, tiene unas propiedades de actuación similares. • *Piridaben, materia activa de alta eficacia, es respetuosa con los abejorros.

La utilización de mojantes y jabones potásicos como medios de control son otras alternativas de discutible eficacia. Como hongos entomófilos ya se comercializa “Beauberia bassiana”. El empleo de “Verticillium lecanii” no ha funcionado al necesitar este hongo para su desarrollo humedades muy altas. El chinche depredador “Macrolophus caliginosus” está dando buenos resultados en Francia para el control de mosca blanca en IPM. Aquí en invierno entra en diapausa, teniendo sentido para ciclos de primavera-verano. La avispa “Encarsia formosa” parasita a “Trialeurodes vaporariorum”, mientras que “Eretmocerus mundus” (autóctono) actúa más sobre “Bemisia tabaci”. “Eretmocerus californicus” es comercializado por su capacidad de parasitar a ambas especies de mosca. Estos himenópteros hacen la puesta junto a las larvas de mosca, las cuales cambian de color (negro en Trialeurodes y naranja intenso en Bemisia). También en el pupario se puede ver si hubo parasitismo o no (la apertura del pupario normal es en forma de T, siendo en círculo cuando ha habido parasitismo). • Minador o Submarino Son varias las especies del género Liriomyza que atacan al tomate de nuestra zona. Como autóctonas “Liriomyza bryoniae” o minador del tomate y “Liriomyza strigata”. “L. trifolii” es importada a finales de los 70 probablemente de Florida extendiéndose como plaga por toda Europa en pocos años. Algo parecido ocurre con “L. huidobrensis” a principios de los 90 procedente de Sudamérica, siendo actualmente la mayor plaga de minador en tomate. Las diferencias entre estos dípteros son mínimas en morfología y ciclos de vida. Las puestas son insertas en el parénquima de la hoja, pasan por tres estados larvarios produciendo galerías y pupan en el suelo a unos 5 cm de profundidad o en el envés de la hoja. La galería de “L. bryoniae” y “L. trifolii” son similares y a través de todas las hojas, mientras que en “L. huidobremis” la galería parte del haz, buscando el envés y suelen recorrer la vena central y laterales. “L. strigata” busca las galerías siguiendo las venas secundarias. Los daños directos son consecuencia de las galerías, que reducen la fotosíntesis, llegando en ataques graves al marchitamiento de foliolos y hojas enteras. Como daños indirectos, la zona necrosada de la hoja es fuente de entrada e instalación de hongos patógenos como botritis y liveillula. El control hoy día esta basado en la lucha química, principalmente con dos materias activas, abamectina y ciromazina, la primera por su poder translaminar alcanza a las larvas y la segunda por su alta sistemia llega a toda la planta, sobre todo a la parte tierna donde están las puestas y primeros estadios larvarios, obteniéndose grandes éxitos de control mediante la aplicación por riego localizado. Algunas piretrinas y carbamatos bajan las poblaciones de adultos. El control biológico con el enemigo natural “Diglyphus isaea”, tiene una alta aceptación. Este himenóptero ectoparásito pica a las larvas de submarino paralizándolas y

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

haciendo la puesta (un sólo huevo), junto a la larva para que esta sirva de alimento. También los adultos pican a las larvas en un porcentaje aproximado del 20% para alimentarse sin hacer la ovoposición, calculándose que un adulto puede matar, en óptimas condiciones más de 300 larvas de minador. Es frecuente en el trasplante encontrar galerías y picaduras de submarino en las plantas de las bandejas, aconsejándose un tratamiento en las propias bandejas. La colocación de placas pegajosas nos indicarán la presencia de adultos. • Orugas Son varios los lepidópteros que pueden llegar a ser plaga en los invernaderos del poniente almeriense en tomate: “Heliothis armigera” (oruga verde del tomate, o del algodón), se caracteriza por introducirse en los frutos en los primeros estadios larvarios, y pupa en el suelo enterrándose en los primeros centímetros de éste. “Autographa gamma” (plusia del tomate) y “Chysodeisis chalcites” (el medidor del tomate) se caracterizan por que sus larvas al caminar arquean el cuerpo, de ahí el nombre de camello. Sus daños son principalmente por su voracidad defoliadora. ”Spodoptera exigua” (la gardama) y “Spodoptera litoralis” (rosquilla negra) son dos noctuidos de costumbres similares pudiendo dañar hojas, tallos y frutos, sin llegar a introducirse en éstos como lo hacen en el caso del pimiento. Las orugas pueden aparecer como plaga a finales de verano o principio del otoño coincidiendo con vuelos de mariposas de la calle. El aislamiento del invernadero del exterior (no tener el plástico roto, mallas en las ventilaciones, bandas y puertas herméticas, etc.), evitará la entrada de los adultos, de hábitos nocturnos. En caso de presencia de primeros estados larvarios, posiblemente sea suficiente su control con las cepas aizawai, kurstaki o derivadas de ambas de “Bacillus thuringiensis”, bacteria que contiene en sus esporas un cristal proteico tóxico en el intestino de ciertos lepidópteros. Como lucha química, se alternarán materias activas del tipo piretroides, carbamatos (metomilo), reguladores del crecimeinto o IGR (flufenoxuron, teflubenzuron), y spinosad. Las trampas de luz y placas pegajosas con feromonas nos pueden indicar la presencia de adultos de noctuidos. NEMATODOS

Son muchas las tierras de nuestros invernaderos infectados de nematodos que parasitan a las raíces del tomate, siendo la especie “Meloidogyne incognita” la que más daños ocasiona, al disminuir la función de las raíces produciendo en éstas deformaciones en rosario o agallas. Como consecuencia las plantas retienen el crecimiento, amarillean las hojas, manifiestan carencias y pueden aparecer marchiteces o epinastias más o menos severas incluso llegando a la muerte. Los métodos de lucha son: • Desinfección química previa al trasplante para reducir la población de nematodos con Bromuro de metilo (prácticamente en desuso en nuestra zona) y con DD (dicloro-

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El cultivo protegido del tomate

propeno), muy generalizado en nuestros invernaderos, con fenamifos o con carbofurano. Con el cultivo implantado, las materias activas oxamilo y cadusafos pueden sujetar los ataques de batatilla. • La utilización del injerto con patrón resistente a nematodos. • La utilización de variedades resistentes o parcialmente resistentes es otra alternativa a tener en los últimos años. • La sustitución del suelo por sustrato (cultivo hidropónico) podía estar justificada en suelos donde el grado de ataque de los nematodos es tal que a pesar de las desinfecciones, se producen mermas considerables.

10.2. ( Enfermedades ] BACTERIAS

Es infrecunte el ataque de bacterias en los cultivos de tomate de los invernaderos de nuestra zona. “Pseudomonas syringae pv tomato” en ocasiones ha presentado síntomas generalizados en hojas, tallos, peciolos, sépalos y frutos. Las manchas en la hoja son pardas, bien delimitadas, angulosas y rodeadas de un halo amarillo. El gen Pto presenta una buena resistencia a la enfermedad. “Pseudomonas corrugata” es la responsable de la médula negra, encontrándose puntualmente en plantas de tallos gruesos, muy vegetativas y muy tiernas, que suelen coincidir debajo de los chorreones del plástico tras las lluvias o las condensaciones; como síntoma típico esta el pardeamiento de la médula, a veces exteriorizándose en el tallo y algunos peciolos, llegando el marchitamiento de la planta (no siempre conlleva a la muerte de la planta). “Erwinia carotovora subsp. carotovora” excepcionalmente ataca en nuestros cultivos de tomate, entrando en los troncos por las heridas (ej. en el deshojado) y produciendo una

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

pudrición blanda y acuosa, pudiendo ocasionar la muerte rápida de la planta. “Clavibacter michiganensis subsp. michiganensis” conocida como la quema bacteriana es una enfermedad vascular que ha aparecido recientemente de manera puntual con síntomas de desecación en hojas con aspecto de quemadura, con marchitamiento en planta y con pardeamiento amarillo en el sistema vascular. Los frutos cerca de la madurez son más sensibles al desprendimiento. La propagación de esta bacteria está descrita por lluvia, y principalmente por técnicas de cultivo como la poda y el destallado ya que la infección suele entrar por heridas. Arrancar plantas enfermas, usar guantes y ropa desechables y desinfectar los cuchillos de la poda (lejía al 1%) serán medidas básicas de lucha. Como medida de control preventiva, utilizar semillas desinfectadas, evitar los excesos de humedad (máxima ventilación en épocas lluviosas) y eliminación de restos vegetales contaminados. Materias activas como los compuestos de cobre, los ditiocarbamatos de zinc y los antibióticos como la kasugamicina pueden frenar las enfermedades bacterianas. HONGOS

• De raíz y cuello En general el cultivo de tomate en estas zonas no tiene problemas de raíz y cuello. Ocasionalmente “Pythium aphanidermatum” ha producido daños en semillero y en postrasplante, con especial virulencia en los cultivos sin suelo cuando ha habido factores de riesgo (temperaturas extremas, plantas desequilibradas es decir con poca raíz o mucha hoja produciéndose una epirastia reversible en las horas centrales del día, rotura de raíces en el trasplante, etc.). Los síntomas son pardeamiento y estrangulamiento del cuello con caída de la planta y necrosis radicular. La forma de evitar o paliar estos daños es: trasplantar plantas equilibradas, no “pasadas”, blanquear en caso de plantaciones tempranas, evitar encharcamientos y riegos en horas centrales del día donde el agua de riego alcanza temperaturas extremas y aplicar fungicidas en riego o “cacharreo” al cuello, específicos contra pitiaceas (propamocarb, etridiazol). Otros hongos del género Fusarium y Phytopthora han demostrado su patogenicidad en regiones y zonas limítrofes a la nuestra. • Vasculares La fusariosis vascular, producida por “Fusarium oxysporum fsp lycoporsici” es una traqueomicosis que hace años causó importantes pérdidas en la zona. Las variedades comerciales cultivadas en las últimas décadas no han manifestado síntomas de esta enfermedad por incorporar genes de resistencia, el gen F a la raza 1 y el F2 a las razas 1 y 2. “Verticilium dahliae” hasta el momento no se ha mostrado como patógeno. HONGOS QUE ATACAN A LA PARTE AÉREA

El mildiu del tomate, más conocido por nuestros agricultores como la cangrena tiene como agente causal a “Phytophthora infestans” que en condiciones óptimas de

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El cultivo protegido del tomate

humedad y temperatura para desarrollarse la enfermedad, en plantaciones no protegidas, es capaz de arrasar hojas, tallos y frutos en 48 horas. Manchas de aspecto aceitoso en el follaje con pardeado más intenso en los nervios y esporulación blanquecina por el envés son síntomas típicos. En los frutos el pardeado suele desarrollarse alrededor de la zona peduncular. Síntomas parecidos en fruto con manchas pardas concéntricas son producidos por “Phytophthora nicotianae var parasitica”. Las condiciones de desarrollo de esta enfermedad son higrometrías altas (más del 90% de humedad relativa), noches frescas y días cálidos. Como métodos de lucha contra esta enfermedad, evitar las humedades y la presencia de gota de agua sobre la planta (máxima ventilación) y en condiciones de riesgo, hacer tratamientos fitosanitarios preventivos (normalmente con derivados del cobre y ditiocarbamatos). Una vez iniciada la enfermedad, añadir en los tratamientos fungicidas sistémicos como oxadixyl, metalaxil, cimoxanilo, o dimetomorf. Se eliminarán las partes del vegetal enfermas. Existen niveles de resistencia parcial con el gen Ph-2. Similares medidas de control se tomarán ante la presencia de “Alternaria dauci f sp solani”, hongo de poca incidencia en nuestros invernaderos, que se desarrolla en condiciones ambientales similares al mildiu, con síntomas en hojas de manchas pardo oscuras, frecuentemente concéntricas, necrosando sépalos de frutos. “Botritis cinerea” es el agente causal de la “pudrición” que afecta a todos los cultivos de nuestros invernaderos, produciendo grandes daños en años donde las condiciones son favorables para su desarrollo, siendo éstas humedades relativas superiores al 95% y temperaturas entre 10 y 23 ºC. Inicia este hongo sus ataques en tejidos necrosados o senescentes (heridas, sépalos de las flores, cicatrices del fruto, etc.) formando una mancha acuosa parda o beige que se recubre de un fieltro gris. Si el avance del hongo en un tronco rodea todo el tallo, producirá la muerte de toda la planta. En fruto a veces se manifiesta mediante pequeños puntos con aspecto de picadura de insectos, rodeados de un halo blanco en frutos verdes y amarillento en frutos rojos, lo que se conoce como la “mancha fantasma”. Métodos preventivos de control serían evitar grandes heridas, quitar tallos pequeños o hacer heridas “limpias”, maximizar la ventilación, llevar las plantaciones “endurecidas”, es decir evitar plantaciones muy nitrogenadas y muy tiernas, eliminar los inicios del ataque (hojas, frutos, tallos, etc.) y hacer tratamientos químicos, alternando familias químicas. No se ha visto resistencia a materias activas de amplio espectro y polivalentes como son el clortalonil o la diclofluonida. Si existen niveles de resistencia a los benzimidazoles (benomilo, carbendazima, metiltiofonato) y a las dicarboximidas (procimidona, iprodiona). Materias activas más recientes como el dietofencarb, el pirimetanil, el ciprodinil y el fludioxinil están teniendo una eficacia aceptable. Similares métodos de control se usarán ante la presencia, mucho más esporádica en nuestros invernaderos de “Sclerotinia sclerotiorum” capaz de producir chancros beige en tallos, identificándose por un fieltro blanco y por la producción de esclerocios negros en la médula.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

“Leveillula taurica” es el hongo responsable del oidio o la ceniza del tomate. Las esporas transportadas por el viento germinan en la superficie de la hoja y el micelio coloniza el interior de esta produciendo manchas amarillas en el haz con un afieltrado blanco en el envés; con el avance de la mancha se necrosa el tejido, llegando a secarse las hojas enteras con las consecuencias fisiológicas que esto conlleva. Las condiciones óptimas de desarrollo de esta enfermedad son: humedad relativa intermedia (50 al 70%) y temperaturas cálidas (20 a 25 ºC), por lo que en nuestros invernaderos las épocas de otoño son las más propicias, viéndose en invierno o principio de primavera el desarrollo de esta enfermedad por la zona de las bandas del invernadero, sobre todo la sur. El empleo de azufre como medida preventiva de control es importante. Cuando la enfermedad esta iniciada, los tratamientos alternando familias de antioidios son necesarios. Los triazoles (nuarimol, triadimenol, ciproconazol, etc.) alternos con quinometionato y diclofluanida pueden sujetar el avance de la oidiosis. Actualmente empieza a aparecer variedades comerciales con resistencia parcial genética. VIRUS

El ToMV (Tomato Mosaic Virus), o virus del mosaico del tomate, pertenece al grupo de los Tobamovirus y existen varias razas en función de la capacidad de superar los genes de resistencia. Se transmite por semilla y contacto (transmisión mecánica) y en las variedades actuales comerciales de la zona no manifiesta síntomas por aportar resistencia genética. En variedades sensibles es frecuente encontrar síntomas de mosaico en hojas y mosaico o necrosis en frutos. El TSWV (Tomato Spotted Wilt Virus) o virus del bronceado es transmitido por Trips, de forma persistente, apareciendo en nuestra comarca a los 2 ó 3 años de aparecer “Frankliniella occidentalis”, ocasionando fuertes daños en plantaciones de tomate y pimiento.

En las últimas campañas la presencia de este virus esta muy limitada. El control está basado en el control del insecto y de la entrada de éste al invernadero y eliminación de

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El cultivo protegido del tomate

las plantas enfermas, así como de las malas hierbas que pueden servir de huéspedes del virus y del tisanóptero. En la actualidad empiezan a aparecer variedades genéticamente resistentes o altamente tolerantes. Como síntomas más característico, el bronceado de las hojas tiernas, reducción del crecimiento y manchas anilladas en fruto. El TYLCV (Tomato Yellow Leaf Curl Virus) o virus de la cuchara del tomate, es un geminivirus transmitido por la mosca blanca “Bemisia tabaci” de forma persistente. Aparece en nuestra región en el año 92, no con gran virulencia, aunque algunas plantaciones puntuales si sufriesen altos porcentajes de plantas afectadas. Los síntomas eran relentización del crecimiento, amarilleo suave de la cabeza y curvatura de los foliolos hacia el haz. Los frutos eran comerciales aunque de un menor calibre. Esta circunstancia ha hecho que las plantas que se afectaban con frutos o en recolección no se arrancasen, con el consecuente peligro potencial. A partir de la campaña 97, aparece un nuevo aislado, conocido como del tipo israelí, mucho más agresivo, llegando a paralizar el crecimiento de las plantas produciendo fuertes amarilleos de las hojas tiernas, reducción de los foliolos a la mínima expresión y anomalías en las inflorescencias. La incidencia de plantaciones afectadas ha sido altísima y cuando el porcentaje de plantas con síntomas superaba el 30-40% en plantaciones pequeñas (antes de 2-3 ramos cuajados) se ha recomendado el arranque de la plantación. La pérdida de plantas aisladas se ha suplido dejando un tallo más a las plantas colindantes, en cultivos establecidos. Los tratamientos contra mosca se han intensificado, aunque en ocasiones aparecían síntomas en plantas a los pocos días del trasplante con ausencia del insecto, lo que nos induce a pensar en una probable infección en el semillero. La mayor incidencia de la mosca en las bandas explica el mayor porcentaje de plantas afectadas en estas zonas, sobre todo en la banda sur. El aislameinto de bandas (mallas de mayor densidad de hilos, ausencia de rotos, huecos y agujeros), así como de puertas (aumentar la hermeticidad en éstas, colocar doble plástico de entrada, para evitar entradas fuertes de aire (y de mosca) al abrir la puerta, son medidas recomendables, al igual que otras medidas de control comunes a otros virus (limpieza de malas hierbas en alrededores y eliminación de plantas enfermas). La utilización de variedades resistentes nos han demostrado en las últimas campañas que no existe una resistencia total, pero si una buena tolerancia si la presión de mosca infectada no es muy alta. En el año 1999 aparece por primera vez algún caso de otro virus transmitido también por mosca blanca, el TCV (Virus de la clorosis del tomate) con síntomas de grandes manchas cloróticas en hojas así cómo en brotes. Otros virus de incidencia casi nula en nuestros invernaderos son los transmitidos por áfidos de forma no persistente como CMV, (Cucumber Mosaic Virus) o virus del mosaico del pepino, que puede producir filiformismo en hojas y necrosis internas en frutos; PVY (Potato Virus Y) o virus Y de la patata, que suele presentar un moteado necrótico en las hojas con posibles necrosis de los nervios en la zona del envés. Los métodos de control se basarán en impedir la entrada de los pulgones al invernadero, así como las medidas comunes al control de virus transmitidos por insectos. A mediados de los 90 se han encontrado casos aislados de un nuevo virus en nuestra comarca; se trata del TBSV (Tomato Bushy Stunt Virus) o virus del enanismo ramificado

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

del tomate, con síntomas similares al virus del bronceado, pero con necrosis radicular que puede acabar con la muerte de la planta en periodos fríos. Parece transmitirse a través del suelo o de las raíces. 11. ( CARENCIAS, FISIOPATÍAS Y ALTERACIONES DE ORIGEN NO PARASITARIO ] 11.1. ( Carencias ]

Las carencias más usuales en el cultivo del tomate de nuestros invernaderos son:  Carencia de Nitrógeno. Como síntomas produce amarillez generalizado y debilidad de la planta. Se observa más en invernaderos planos después de las lluvias, por lavado de nitratos. Se corrige aportando N en forma de Nitratos (cálcico, amónico o potásico) en el riego. El exceso de N en forma amoniacal puede producir toxicidad, sobre todo en cultivos hidropónicos.  Carencia de Fósforo. Como síntomas produce amarilleo y colores violáceos en el envés de las hojas (antocianinas). Esta suelen aparecer con la llegada de los fríos. En cultivos hidropónicos se debe mantener el pH por debajo de 7,3 para evitar precipitados de fósforo como fosfato bicálcico. La corrección se hará aportando fósforo como ácido fosfórico o fosfato monoamónico o monopotásico, por la raíz o foliar. Niveles altos de N y P pueden producir enrollamiento en hélice de las hojas tiernas del tomate.  Carencia de Potasio. Empieza a manifestarse con amarilleo y posterior necrosis del extremo distal de los foliolos. En frutos puede presentar maduraciones irregulares con pardeamiento de las zonas vasculares de las paredes, síntoma conocido como “Blotchy ripening”, acentuándose con bajas relaciones K/N, con C.E. bajas en suelo y sustrato, en plantas muy vigorosas y al inicio de las recolecciones en marzo y abril (en plantaciones de octubre y noviembre). Existen diferencias de sensibilidad variedad muy importantes. Para evitar este problema, se elegirá la variedad y fecha de plantación adecuadas y se aportarán niveles altos de K en la nutrición durante el invierno.

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El cultivo protegido del tomate

 Carencia de Calcio. Como síntomas se puede apreciar un blanqueamiento de las hojas jóvenes, siendo la “pesetilla,” pudredumbre apical o Blosson end rot la manifestación en fruto. Al ser este nutriente poco móvil, en condiciones de elevada transpiración de la planta (temperatura y radiación elevadas y humedad ambiental baja), este tiende a desplazarse hacia la hoja, produciéndose carencia en fruto, problema que se acentúa si la C.E. del extracto del suelo o del sustrato están elevadas y si la relación Ca/ Na+K+Mg está baja. Paliaremos estas circunstancias con un blanqueo y/o con bajadas de C.E. en la fertirrigación (lavado de sales) y aumentando el Calcio. La corrección por aplicación de calcio quelatado o acompañado por L-&-aminoácidos y boro, tanto vía foliar como por goteo ha dado buen resultado (ver publicación en revista Horticultura, enero 98, autores: J.A. Franco, P.J. Pérez, Saura, A. Durán; Universidad de Murcia).  Carencia de Magnesio. Tiene por síntomas el amarilleo internervial en hojas viejas o intermedias. Con la llegada del frío y estando la planta cargada de fruto, las carencias se acentúan sobre todo en cultivo hidropónico aún con niveles correctos de Mg en la solución nutritiva (posible pérdida de raíz). En cultivo hidropónico no se recomienda bajar de 2 mmol/L de Mg en la solución nutritiva. La corrección de la carencia será mediante aporte de Mg en forma de sulfato o de quelato por vía radicular o foliar respectivamente. A la vez se estimulará la formación del sistema radicular (aminoácidos, enraizantes, ácidos húmicos, etc.)  Carencia de Hierro. Por tratarse de un elemento poco móvil, los síntomas se presentan con amarilleo generalizado de las hojas en formación, es decir clorosis, que en carencias extremas llega a producir necrosis. Como causas, además de niveles bajos, tener en cuenta el antagonismo existente con el calcio, fósforo, manganeso y zinc. La bajada de temperatura acentúa el problema. La corrección la haremos mediante la aportación de hierro quelatado vía radícular. Con valores altos de pH la forma quelatada en EDDHA es más estable que en EDTA.  Carencia de Manganeso. Presenta sus síntomas en las hojas tiernas (entre la 4ª y 6ª hojas contando desde la cabeza), con clorosis internervial. Las causas son similares a las del hierro, por lo que frecuentemente aparecen las dos carencias simultáneamente. La corrección se hará con aportes de manganeso quelatado, bien vía foliar o/y radicular. 11.2. ( Alteraciones de origen genético ]

 Mutantes estériles. A veces, en porcentajes ínfimos aparecen plantas aisladas, generalmente con filiformismo, color brillante y esterilidad, que tienen su origen en alteraciones genéticas (triploides, etc.) Se eliminarán del cultivo lo antes posible para evitar competencias con las plantas comerciales.  Plantas “Fuera de tipo”. Son plantas que se repiten con cierta frecuencia en los mismos cultivares no correspondiendo a la variedad. Su origen puede achacarse a fallos a la hora de hacer los híbridos (autofecundaciones) y otras causas de origen genético. Si las plantas “fuera de tipo” dan suficiente producción y calidad comercial se dejan, debiendo quitarse en caso contrario.

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 “El Argentado”, o presencia de hojas con foliolos con zonas verde-plateado, que puede llegar a afectar a frutos al presentar estrías de color verde claro, blanco, es una alteración infrecuente, relacionada con semillas de frutas inmaduras.  Grietas pequeñas longitudinales y puntos verdes en el fruto, conocidos como “Fruit pox” parecen tener su origen en un gen recesivo, fácil de eliminar en pocas generaciones de los parentales. 11.3. ( Fitotoxicidades ]

 Por tratamientos fitosanitarios. A veces las mezclas y sobredosis de ciertos fitofármacos pueden producir quemaduras en hojas y frutos. Se evitarán siguiendo las recomendaciones de técnicos cualificados, no tratando en horas de temperaturas elevadas o haciendo una prueba previa a pequeña escala en caso de tratamientos desconocidos.  Por fitohormonas. Es frecuente al aplicar hormonas para el cuaje, cuando las dosis se han sobrepasado y el tratamiento ha alcanzado las hojas, que estas presenten filiformismos, marcaje de los nervios y deformaciones dentadas. También los frutos pueden verse afectados, con deformaciones (frutos atetados o apezonados, “cat face” o cicatriz estilar leñosa, ahuecado, acentuándose estos problemas en plantaciones mal nutridas, excesivamente nitrogenadas, y en épocas de temperaturas bajas.

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El cultivo protegido del tomate

 Por herbicidas. Algunos “revientasemillas” (pendimetalina) pueden producir quemaduras en troncos (zona del tallo entre la tierra y la arena), con un engrosamiento típico donde el tejido se acorcha, siendo fácil que rompa por esa zona. La solución está en evitar este tipo de herbicidas. 11.4. ( Accidentes climatológicos ]

 Helada. Ocurre cuando la planta está un tiempo con temperaturas por debajo de 0 ºC. Los síntomas son de quemaduras afectándose más las partes tiernas. Se ha visto la enorme importancia de la utilización de plásticos térmicos frente a normales en años de helada, sobre todo si ésta ha sido por radiación. Si la helada es por convección (masas de aires muy fríos generalmente procedentes del norte), se cerrarán las bandas para evitar la entrada de éstos. A veces, frutos recién cuajados que han sufrido temperaturas nocturnas muy bajas con humedad relativa baja, presentan una cicatriz circular en cremallera llegando a rodear todo el fruto, (apreciable a los 8-10 días, en tamaño de aceituna), la cual suele ceder con el crecimiento del fruto, enseñando estos la placenta y las semillas. Se quitarán lo antes posible todos los frutos con estos síntomas por no ser comercializables.

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 Deshidratación por viento. Vientos fuertes y secos (normalmente de levante en la zona de Poniente almeriense y La Vega y de Poniente en el caso de Águilas) pueden llegar a producir fuertes deshidrataciones y quemaduras en hojas muy expuestas (cerca de las ventilaciones), así como en frutos, donde en la cara más expuesta llegan a producirse rozaduras. Se evitará el problema limitando o cerrando la ventilación, sobre todo por los laterales más expuestos.

 El golpe de sol. Cuando el fruto está desprotegido de la radiación directa, puede ocurrir el “golpe de sol” con deshidratación de la piel, pérdida del color (adquiriendo un color blanco amarillento) y depresión de la zona expuesta, que suele coincidir con la parte sur o sur-poniente. Se da en frutos acercándose a maduración. Existen importantes diferencias de sensibilidad varietal. Para paliar el problema, evitar deshojados en la zona sur de la planta que pueda dejar a los frutos descubiertos. En febrero se dará un blanqueo suave. 11.5. ( Otras alteraciones en el fruto ]

 El rajado. Es fácil encontrar frutos rajados en nuestros invernaderos. El rajado radial o longitudinal suele partir de la cicatriz peduncular o de la pistilar por lo que las variedades con estas cicatrices reducidas suelen ser menos sensibles. Este rajado se acentúa ante bajadas bruscas de C.E. (lluvias o riegos sin abono), con abonados excesivamente nitrogenados o con grandes saltos térmicos (diferencias de temperaturas día a noche). El rajado circular, que a veces llega a rodear todo el fruto con una o varias rajas concéntricas, está relacionado con saltos de la humedad ambiental. El microagrietado o microcraking en fruto es otra alteración de la piel donde se producen muchas y pequeñas heridas transversales que se suberizan (rosseting), acentuándose el problema en plantas de poca hoja y en condiciones de invierno donde se alternan lluvias con anticiclones. Todos los tipos de rajado tienen una marcada diferencia de sensibilidad varietal.

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 Amarilleo del cuello. Ocurre en épocas de temperaturas elevadas, sobre todo en variedades de hombros verdes.  Cicatriz en cremallera radial del fruto. Aparece a veces cuando parte de los pétalos secos han quedado adheridos a la base del cáliz y en condiciones de humedad ambiental baja, al crecer el fruto la piel se va cortando y cicatrizando. Existe diferente sensibilidad varietal.  Rozaduras. Las más comunes en fruto son por el contacto de estos con el suelo, arena o plástico del acolchado, acentuándose el problema con las humedades y las lluvias. El problema se resuelve evitando ese contacto.

11.6. ( Otras fisiopatías ]

 Asfixia de raíz y cuello. Se produce en suelos fuertes, con mal drenaje, con goteros pegados a los troncos. En cultivo hidropónico, cuando se obtura el drenaje o se hace demasiado alto, también se pueden producir situaciones de asfixia. Los síntomas son pardeamientos de la zona encharcada. Se palia el problema con un correcto manejo del riego (evitar riegos frecuentes) y con la separación del gotero del tronco.  Ahilado. Cuando la planta crece con el tallo fino y débil, con hojas pequeñas y gran longitud de entrenudos, hablamos de plantas ahiladas. Esto ocurre en condiciones de temperaturas altas y baja luminosidad (blanqueo excesivo en verano, poca ventilación, días nublados). La corrección del problema se consigue evitando estas condiciones ambientales desfavorables. En plantas pequeñas (6 a 8 hojas) ahiladas es recomendable el rehundido (es decir enterrar entre la tierra y la arena un trozo del tronco, para conseguir mayor enraizamiento, dar más vigor a la planta y bajar el primer ramo).

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12. ( RECOLECCIÓN, CUIDADOS POSTERIORES, MERCADO ]

El objetivo del cultivo del tomate es la recolección, su manipulación para la clasificación, envasado y transporte, hecho que sucede entre los sesenta y cien días después del trasplante, siendo el fin último la aceptación del mercado o del consumidor de un fruto que se ajusta a unas normas de calidad. En cuanto falle alguno de estos pasos, todos los esfuerzos en la producción habrán sido en vano. Antes de aparecer las variedades de larga vida, el tomate había que recolectarlo verde o como mucho pintón, para que llegara en buen estado a los mercados. En la actualidad, se puede recolectar maduro en planta sin ningún problema de conservación. Como novedad de los últimos años tenemos la recolección de ramilletes enteros con todos sus tomates maduros. La recolección del tomate para consumo en fresco es manual y se hará con sumo cuidado para no producir daños mecánicos al fruto. Ésta se hará con un mínimo de madurez comercial. Actualmente se ha conseguido en un alto porcentaje de explotaciones que la recolección se haga directamente desde la mata a la caja de campo con la ayuda de los carros de recolección, evitando un paso intermedio, el del cesto o cubo de recolección, donde algunos frutos pueden sufrir golpes. La presencia del cáliz en el fruto suele ser preferencia de los mercados como garantía de reciente recolección. Las operaciones de selección (color y calibrado por tamaño) y envasado, manual o mecánicamente, se realizarán de manera que los frutos no sufran alteraciones en la calidad comercial. En cuanto a tamaño, los calibres del tomate son los siguientes: Calibre

Diámetro máximo (mm)

GG

75-85

G

65-75

M

55-65

MM

45-55

MMM

40-45

P

35-40

El transporte se hará preferentemente en contenedor frigorífico con temperaturas entre 12-13 ºC. La conservación en cámaras deberá estar entre 10 y 15 ºC y el 95% de humedad, en función del grado de madurez. Temperaturas inferiores pueden producir “daño por frío” y una anormal evolución de la maduración. El mercado de destino de las producciones de nuestra zona es básicamente Europa Occidental, empezando a abrirse el mercado de Europa Oriental, EEUU y Canadá en los últimos años. Las preferencias de estos mercados son de tomate con color, consistencia y uniformidad, valorándose el tema del sabor (relacionado con los niveles de azúcares y ácidos) y el valor nutritivo.

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El cultivo protegido del tomate

13. ( BIBLIOGRAFÍA ]  Blancard, D.(1990). Enfermedades del tomate. Observar. Identificar. Luchar. Ed. Mundi-Prensa. Madrid.  Bruscolotti, M (1998). “Plagas del tomate”, Revista CASI nº 5 Y 6.  Cánovas, F (1993). Principios básicos de la hidroponía. Curso Superior de Especialización sobre Cultivos sin suelo. I.E.A/F.I.A.P.A., Almería: 29-42.  Castilla, N. (1985). Contribución al estudio de los cultivos enarenados en Almería. Tesis Doctoral. Universidad Politécnica de Madrid. Madrid.  Consejería de Agricultura y Pesca, Sevilla. Gómez, J (1993). Enfermedades de las hortalizas en cultivo hidropónico. Comunicación I+D Agroalimentaria 2/93. Junta de Andalucía.  Consejería de Agricultura y Pesca (1998). “Virus del rizado amarillo del tomate”. Edita Junta de Andalucía.  Fernández, M. (1995). “La nutrición del tomate”. Hortoinformación 6.  Marín, J. “Portagrano 2003”. Vademécum de variedades hortícolas.  Maroto J. V. (2000). “Horticultura herbácea especial”. Mundi Prensa. Madrid.  Martínez, F.J. (1997). “Enfermedades de invierno en tomate”. Revista CASI nº 4. Edita CASI. Almería.  Martínez, E; García, M (1993). Cultivos sin suelo: hortalizas en clima mediterráneo. Ed. de Horticultura. Reus. España.  Moreno R. (1994). “Sanidad vegetal en la horticultura protegida”. Junta de Andalucía. Sevilla.  Nuez, F (1995). El Cultivo del tomate. Mundi–Prensa.  Rodríguez, M.D. (1994). “IPM Tomate. Programa de manejo integrado en cultivo de tomate bajo plástico en Almería”. Junta de Andalucía.  Rodríguez, R; Tabares, J.M. y Medina, J.A. (1984). El cultivo moderno del tomate. Mundi–Prensa. Madrid.  Watterson, J.C. (1988). Enfermedades del tomate. Guía práctica para Agrónomos y Agricultores. Ed. Petoseed C. Inc. Sativoy. Calif., USA.

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( TEMA 16 ]

EL CULTIVO DE PIMIENTO BAJO INVERNADERO

Antonio Jurado Ruíz

Ingeniero Técnico Agrícola. Consultor Agrícola María Nieves Nieto Quesada

Ingeniero Técnico Agrícola. Directora Técnica de Cultivos Mónsul Ingeniería, S.L.

El cultivo de pimiento bajo invernadero

1. ( INTRODUCCIÓN ]

Parece ser que el pimiento es originario de América del Sur, y como sucedió también con el tomate, los navegantes españoles lo introdujeron en España posiblemente en un principio como planta ornamental más que para cultivarla. Se tiene conocimiento por descubrimientos de restos de semillas, que esta planta ya existió entre los años 8500-8000 a.c., aunque la representación más antigua que hasta hoy conocemos, de frutos de pimiento, grabados sobre piedra, datan de 800 a 1000 años después de Jesucristo. Este hallazgo se realizó en la parte nordeste de los Andes Péruviennes. Originario de la zona central de Sudamérica (Bolivia), donde es el límite del clima de transición del clima templado a sub-tropical, sin heladas, vegetaban muchas especies del género Capsicum. Las numerosas expediciones al Nuevo Mundo, finales del siglo XV e inicio del XVI, permiten la introducción del género Capsicum, por navegantes españoles y portugueses en Europa, inicialmente en áreas del Mediterráneo, de climas templados y cálidos, siguiendo en África, América del Norte, Indias, China y Oceanía. La zona productora más importante de Europa en pimiento es Almería, seguida de Murcia. Almería se dedica más al cultivo de Otoño-Invierno y Murcia al de PrimaveraVerano. En la zona del poniente de Almería se comenzó a poner pimiento en los enarenados con setos cortavientos que normalmente eran de cañas, esto sucedía por los años 60-65. La variedad que más se cultivaba por entonces era un pimiento pequeño de pared fina originario de la parte de Málaga, llamado (Miguelín ó Miguelito). En el levante almeriense su cultivo se inicia con la construcción de las primeras estructuras de invernaderos a mediados de los años sesenta, con pimientos alargados de carne fina (Dulce Italiano, Marconi). En esta zona el ciclo largo como cultivo único es poco frecuente y lo que más se repite es la alternativa pimiento-sandía y pimiento-melón. Después ha existido una gran expansión del consumo y de la producción, lo que ha permitido ampliar las superficies, mejorar las técnicas y renovar el material vegetal con frutos cada vez más perfectos y más variados en sus formas, tamaños y colores. 2. ( BOTÁNICA Y FISIOLOGÍA DE LA PLANTA ]

Pertenece a la familia de las Solanáceas y su nombre botánico es Capsicum annuum L. Es una planta herbácea, anual, de tallos ramosos que parten de un tallo principal, el cual parte y se ramifica entre los 10 a 40 cm (según la variedad) en dos, tres ramas que a su vez se bifurcan en forma dicotómica. Este armazón está provisto de hojas y yemas que dan lugar a tallos secundarios. Los frutos van insertados en las ramas principales y más tardíamente en las ramas secundarias, siendo los frutos mejor formados y de mejor calidad los de las ramas principales. La altura de la planta en invernadero es variable, dependiendo de la variedad y de la postura, temprana o más tardía, pero por regla general se puede decir que oscila entre 1 y 2 m. Los tallos del pimiento son muy frágiles y se parten con facilidad a la menor presión; por ello y debido a la altura que ya hemos expresado

( 541 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

tienen, necesita tutores para mantener un porte de planta firme. La raíz del pimiento en condiciones normales, es pivotante y bastante profunda (0,50 a 1,25 m), aunque en los invernaderos del sureste peninsular español, esta profundidad está limitada por la profundidad del suelo y por la textura de la tierra. Tiene numerosas raíces fasciculadas que van en sentido horizontal llegando a tener una longitud de 0,50 a 1 m. Las hojas son enteras, lanceoladas y lampiñas, terminadas en ápice muy agudo y de color verde más o menos intenso (según variedad) y brillantes, van insertas en el tallo de forma alterna, y dependiendo de las variedades, unas son más grandes que otras. Parece ser que existe una relación directa entre tamaño de hoja y peso del fruto.

 FLOR DEL PIMIENTO. Para que se produzca la floración, es necesario que la planta tenga un grado de madurez, que no se consigue hasta que tiene alrededor de 10 hojas. Las flores suelen aparecer solitarias en cada nudo del tallo, en las axilas de las hojas. Las flores son autógamas, con un porcentaje no muy elevado de alogamia, (no llega al 10%). En la mayoría de las variedades suele salir la primera flor en la primera “cruz” de la planta y suele dar lugar a un fruto grande. Tienen los pétalos blancos y son pequeñas, el tamaño de la misma también depende de la variedad, por ejemplo, la flor de un pimiento Dulce Italiano es más pequeña que la de un pimiento California. En el pimiento California son más importantes las flores que salen en las ramas principales y su cuajado implica pimientos de más calibre y mejor formados que los de las flores que salen en los tallos secundarios. El fruto es una baya variable en formas y tamaños, con la piel tersa y lisa, de color verde, rojo, amarillo, naranja, violeta, blancos. Hay frutos de algunas variedades de pimientos que pasan por tres colores a medida que van madurando, verde, anaranjado y finalmente rojo intenso. Hace algunos años se plantaban algunas variedades de pimiento rojo y sobre todo amarillo tipo California que al comerlos picaban, esto como es lógico no gusta en los

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El cultivo de pimiento bajo invernadero

mercados, este picor es debido a una sustancia llamada capsicina. Actualmente no se presenta este problema. Desde que se fecunda la flor hasta el momento oportuno de recolectarlo en verde, tarda de 20 a 25 días, según variedades y temperaturas. El peso y tamaño de los frutos es muy variable, según variedades; oscilando entre 100 y 250 g por unidad. Existen diversos tipos de frutos según la variedad de que se trate, los tipos California son frutos cortos de longitud 7-10 cm anchos 6-9 cm con tres, cuatro cascos bien marcados, con el cáliz y la base del pedúnculo por debajo o a nivel de los hombros, de carne más o menos gruesa 3-7 mm. Este grosor de carne es independiente de la consistencia del fruto pues puede haber frutos de pared gruesa que sean menos consistentes que otros con pared menos gruesa, la consistencia es un factor que depende de la densidad de la carne, es decir, que entre las células tengan más o menos aire. Los tipos largos cuadrados vulgarmente denominados Lamuyo (llamados así en honor a la variedad obtenida por el INRA Francés) es de porte más alto y entrenudos más largos que los tipo California. Los pimientos largos tipo Lamuyo se suelen plantar mas tardíos que el tipo California por el mayor porte de la planta. Otros tipos de pimientos. Son el Dulce Italiano, y los pimientos picantes (tipo guindilla). Los pimientos tipo California se clasifican para el mercado de la siguiente forma:  Primera (I - A): este pimiento ha de ser bien formado, sano, limpio y color propio de cada variedad, exento de marcas por enfermedades ó insectos (virus, trips stip, orugas etc.) y exento de daños fisiológicos en la piel (craking, rozaduras, etc.). El pimiento debe ser consistente, duro, sin síntomas de blandeo, y sin deformaciones acusadas, exento de pico en su cierre. El pedúnculo no puede ir rajado, magullado y debe presentar un corte limpio. En cuanto al color, el pimiento rojo puede presentar hasta un 10% de verde (esto depende de las fechas, no es igual en invierno que en otoño). En el pimiento recolectado en verde, cualquier indicio de color rojo o morado le hace no ser apto para incluirlo en primera, así como también los frutos que presentan manchas blancas por sombreo. • Calibres: GG G M P

(90 - 110 mm) (70 - 90 mm) (60 - 80 mm) (40 - 50 mm)

 Segunda (II - B): el pimiento de segunda será pimiento sano, con deformaciones, algo pintones, inicio de marcas por enfermedades o insectos, con daños en el pedúnculo (rajado, magullado, etc.) con color alterado por diferentes motivos, pico más acusado etc. • Calibres: igual que primera (I - A).

 Tercera (III - C): en esta clasificación irán los sobremaduros, tiernos, pimientos todavía en crecimiento, con marcas acusadas por virus, insectos, grietas, anaranjados, afligidos, etc. Estos frutos más los pimientos mal cuajados (tipo bola o galleta) se destinan a la industria normalmente.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

 Destrío: pimientos rotos, podridos, muy afligidos, muy afectados de virosis, etc. NOTA: ESTA CLASIFICACIÓN PUEDE SUFRIR ALTERACIONES DEPENDIENDO DE LA ENTIDAD MANIPULADORA Y DE LOS MERCADOS A LOS QUE EXPORTA.

3. ( EXIGENCIAS GENERALES DE CLIMA Y SUELO ] 3.1. ( Exigencias climáticas ]

Aunque los valores óptimos de desarrollo están claramente determinados, es conveniente conocer los niveles tanto máximos como mínimos, por encima y debajo de los cuales éste se ve seriamente afectado. De este modo y en la medida de lo posible, se intentarán modificar en pro de obtener un mayor rendimiento.  Temperatura Es una especie sensible al frío, que requiere temperaturas más elevadas que otros cultivos, como por ejemplo el tomate.

 EL CULTIVO DEL PIMIENTO ES EXIGENTE EN TEMPERATURA. Durante el desarrollo del botón floral si las temperaturas son bajas, las flores que se forman son morfológicamente diferentes a las producidas a altas temperaturas y en la mayoría de los casos presentan alguna/s de las anomalías siguientes: • Acortamiento de estambres y pistilo. • Engrosamiento del ovario y pistilo. En muchos casos, éste engrosamiento provoca que el pistilo sobresalga por encima de los pétalos cuando éstos están aún cerrados. • Alteración de los pétalos, algunos quedan curvados y sin desenrollar .

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El cultivo de pimiento bajo invernadero

• Formación de ovarios adicionales que pueden crecer formando pequeños frutos alrededor del fruto principal. • Fusión de anteras.

Con temperaturas de 0 ºC se hiela la planta y por debajo de 10 ºC detiene su desarrollo vegetativo, siendo deficiente ese desarrollo a partir de 15 ºC hacía bajo. La temperatura ideal para el desarrollo del cultivo de pimiento es de 20 ºC a 25 ºC por el día y 16 ºC a 18 ºC por la noche, aunque la floración es mejor con temperaturas nocturnas menores a las expuestas. Con temperaturas nocturnas comprendidas entre 8 ºC – 10 ºC el polen se hace inviable para la fecundación. La temperatura media mensual que debe existir para conseguir una cosecha abundante en este cultivo tiene que ser de 18 ºC a 22 ºC; con temperatura más baja a las enunciadas, el desarrollo vegetativo de esta planta se paraliza o apenas evoluciona. Con temperaturas más elevadas que éstas, la planta vegeta exageradamente, pero puede ocurrir que la producción sea menor, si no se equilibra esa alta temperatura con otros factores como la luminosidad y la humedad, al mismo tiempo puede aumentar la incidencia de Blossom.  Humedad El pimiento admite más humedad en el ambiente del invernadero que el tomate; su óptimo está comprendido entre el 50% -70%. Si la humedad es más alta y la vegetación es exuberante el cultivo se expone a fuertes ataques de botritis y otras enfermedades, además de que la fecundación de las flores se ve bastante dificultada. Si la humedad es baja y la temperatura es elevada se origina caída de flores y de frutos recién cuajados.  Luminosidad Está solanácea es muy exigente en luminosidad, tanto en su desarrollo vegetativo, principalmente cuando es joven, como en la floración; esta planta admite temperatura más altas cuando aumenta la luminosidad. Cuando hay poca luz ocasionado por periodos nubosos, por el uso de dobles techos y/o por encalados de las cubiertas, los entrenudos de los tallos de pimiento se alargan demasiado y quedan muy débiles para soportar una cosecha óptima de frutos, en estas condiciones la planta florece menos y las flores son más débiles.  Anhídrido carbónico En ensayos realizados se ha podido ver la respuesta positiva del pimiento a la fertilización carbónica. Podemos decir que un manejo racional de los invernaderos, proporciona los niveles adecuados para un perfecto funcionamiento del cultivo; ya que aportaciones adicionales de este gas requieren métodos más sofisticados que son difícilmente manejables por el agricultor. Todos los factores climáticos mencionados (temperatura, humedad y luminosidad), están íntimamente relacionados, por lo que al actuar sobre uno de ellos su variación

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incide en los otros. La mayor o menor incidencia de estos factores viene determinada por la orientación y tipo de invernadero, material de cubierta y situación geográfica, entre otros factores. 3.2. ( Exigencias en suelo ]

Para este cultivo van bien los suelos areno-limosos; no son convenientes los suelos arcillosos, aunque en los terrenos enarenados los admite bien. El pimiento teme bastante los suelos húmedos, exigiendo un buen drenaje de los mismos. El pH óptimo de este cultivo varía entre 6,5 a 7; en suelos de cultivo enarenado vegeta perfectamente con un pH de 7 a 8. El pimiento es menos resistente a la salinidad del suelo y agua de riego que el tomate; con salinidad en el suelo y en el agua de riego la planta desarrolla poco y el fruto que se obtiene es de menor tamaño, así como la producción total del cultivo. En algunas comarcas oscila entre los 4 a 5 kg/m2, debido a la baja calidad de las aguas de riego, con conductividades que oscilan entre 2,500 dS/m y 4,000 dS/m. La deficiencia de calcio aumenta la sensibilidad a enfermedades vasculares. En suelos ricos en magnesio, éste interfiere la asimilación del calcio y por ello aumenta el ataque de enfermedades fúngicas. 4. ( INVERNADEROS PARA CULTIVO DE PIMIENTO. CONDICIONES QUE DEBEN REUNIR ]

El mínimo de características que debe de poseer un invernadero para garantizar el buen comportamiento de una plantación de pimiento es el siguiente:  Características • Invernaderos altos, con buena cámara de aire, para evitar cambios demasiados bruscos de temperatura. • Que tengan resistencia al viento. • La ventilación debe ser buena para poder mantener la temperatura y humedades relativas adecuadas en todo momento. • El invernadero debe ser amplio y fácil de trabajar en él, incluso con maquinaria (camión, carretilla elevadora, palets, cajas) se deben de poder mover con facilidad dentro de un invernadero. • La iluminación del invernadero debe ser lo mejor y más regular posible. • La cubierta del techo, debe de estar lo menos agujereada posible para evitar la fuga del aire caliente almacenado durante el día y evitar también goteras del agua de lluvia que provocaría en el cultivo desequilibrios nutritivos y asfixias radiculares. • Por último, el invernadero debe ser asequible desde del punto de vista económico para el agricultor.

Los invernaderos de construcción más común actualmente en el suereste español son invernaderos de estructura de madera o tubos de hierro galvanizado (este tipo de estructura es la que se va generalizando):

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Invernadero a dos aguas simétrico: • Altura de las bandas 2,5 m. • Altura de raspa 4,5 m. • Distancia de raspa a amagado 4,5 m. • Distancia entre palos de raspa 2 m. • Distancia entre palos de banda 2 m. • Camino central 3 m. Asfaltados. • Tejido interior: 20 x 20 ó 25 x 25 cm. • Tejido exterior: 25 x 25 ó 40 x 25 cm. • Ventilación cenital por ventanas accionadas con poleas.

Invernadero a dos aguas asimétrico: Este invernadero recibe bastante iluminación. La orientación de la raspa debe ir de Este a Oeste ya que la cara de más superficie tiene que ir orientada al Sur. También lleva tejido interior y exterior como el tipo simétrico a dos aguas. Invernadero de medio arco: No lleva tejido para sujetar el plástico. Invernadero de arco: No lleva tejido. Los módulos de construcción de invernaderos, no deben pasar de 5.000 m2. Con medidas de 100 x 50 m. 5. ( LABORES CULTURALES. DESDE LA SIEMBRA HASTA LA FINALIZACIÓN DEL CULTIVO ]

Una vez el invernadero limpio de la cosecha anterior el agricultor debe realizar las siguientes funciones: • Siembra. • Retranqueo y preparación del suelo, aportación de materia orgánica. • Desinfección del suelo en caso de que haga falta. • Riego de preplantación. • Plantación, marcos de plantación y fechas de plantación. • Labores culturales, riegos iniciales, binas, podas, tutorados. • Riegos y abonados. • Polinización y cuaje de frutos. • Plagas y enfermedades más importantes que se presentan en el campo. • Recolección. 5.1. ( Siembra ]

La semilla del pimiento necesita una temperatura óptima de germinación que oscila entre los 25 ºC y 30 ºC. Pero en ningún caso ésta puede ser inferior a 15 ºC o superar los 40 ºC. En condiciones normales, la semilla necesita para germinar de 5 a 7 días en la época estival (julio-agosto) y entre 10 y 14 días en invierno (diciembre-enero).

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La siembra se suele realizar en bandejas de poliestireno con alvéolos de 3x3 cm ó 4x4 cm, que se llenan con una mezcla de ¾ de substrato y ¼ de perlita o vermiculita. La semilla debe quedar enterrada a 1cm de profundidad y cubierta con la misma mezcla o alternativamente, sólo con perlita o vermiculita. De este modo se evita la aparición de algas que podrían impermeabilizar la superficie del cepellón e impedir su hidratación. En semillero, la planta se desarrolla en 30-35 días en los meses de julio/agosto. Este proceso se alarga hasta 50-60 días en los meses de diciembre-enero. La fertilización con substrato enriquecido sólo es necesaria si el período de semillero se alarga, como ocurre en invierno. En estos casos, no conviene superar una CE de 1,800 dS/m en la solución de abonado ya que, de lo contrario, podrían producirse quemaduras en las hojas. Durante la fase de crianza habrá que extremar los controles sanitarios, evitando vectores de virus como CMV, PVY y TSWV. 5.2. ( Retranqueo y preparación del suelo ]

El retranqueo consiste en apartar en caballones la arena de las calles en las cuales se planta el cultivo, labrando seguidamente con escarificador el suelo, a continuación se hace una labor con rotovator para desmenuzar los terrones que se han formado al hacer la labor de arado, después se incorpora una capa de estiércol o turba y a continuación se vuelve a incorporar la arena que se apartó anteriormente, nivelándola. El apartado de la arena antiguamente se hacía a mano, en la actualidad se hace con tractor y una especie de doble vertedera unida por un extremo. La aportación de materia orgánica y la incorporación de la arena se sigue haciendo manual por el obstáculo que presentan los pies de centro y los amagados de los invernaderos. Esta labor se venía haciendo cada tres o cuatro años, aunque actualmente parece que el agricultor es cada día más reacio a realizarla totalmente y se inclina por hacer carillas, esta labor consiste en separar sólo una parte de arena al lado de donde va situado el líneo de planta e incorporar la materia orgánica que tapa con arena. Actualmente con la fabricación de estiércol en forma de deshidratados (pélets) la materia orgánica se incorpora sin tener que retirar la arena mediante una máquina enganchada a un tractor pequeño 30-40 CV, la cual consta de una tolva con un regulador en su base, una cuchilla hueca por donde caen las pastillas y una niveladora de arena. Las pastillas al contacto con el agua de riego aumentan de volumen y se desmoronan. 5.3. ( Desinfección de suelos ]

Cuando un invernadero se cultiva tres o cuatro años, empiezan a plantearse problemas de contaminación del suelo, bien por los restos que quedan cosechas anteriores o por contaminación de las aguas de riego. En este momento se deben tomar precauciones sobre todo, si en el cultivo anterior han surgido problemas de Phytophtora, en éste caso recurre a desinfecciones de suelo. La elección del desinfectante más adecuado, depende, además del patógeno, del tiempo que le quede para realizar la plantación.

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 Metan-sodio • Desinfectante indicado contra hongos de suelo principalmente. • Dosis de aplicación: 1.000-2.000 L/ha, a la dosis alta tiene efectos herbicida. • Plazo de seguridad para realizar la plantación 30 días.

La desinfección en riego por goteo se hace de la siguiente forma: El agricultor da un riego abundante 3-4 días antes, después en otro riego incorpora el desinfectante, inyectándolo en el agua de riego por medio de un venturi o por la aspiración. Tanto si lo inyecta por venturi o por la aspiración, debe tener presente que no debe sobrepasar la cantidad de 2,5 L/m2, 150 L/ha de producto activo, si no es así puede que corra riesgo de que el sistema de riego por gotero se vea afectado. Si el agricultor no tiene tiempo para desinfectar con metan-sodio deberá hacerlo con bromuro de metilo.  Desinfección con bromuro de metilo Para esta desinfección no hay que regar, teniendo el suelo 40-50% de humedad es suficiente. Para realizar esta desinfección se cubre el terreno con plástico (enterrando los bordes del mismo para evitar fugas) y se incorpora el producto debajo del mismo. A penas se realiza. Se puede hacer de dos modos: En caliente: se calienta agua a 90 ºC, en un bidón el cual lleva un serpentín de varios metros de largo, por un extremo se inyecta el bromuro líquido desde la bombona y por el otro extremo se incorpora al suelo en forma de gas mediante una cinta de plástico micro perforada. Hay que tener en cuenta que se debe calcular la aportación de la cantidad de bromuro para cada superficie de invernadero sellado. Ejemplo: Una melga (trozo de suelo sellado) tiene 25 m de largo por 2 m de ancho, el cálculo sería el siguiente: 25 x 2 = 50 m2; 50 m2 x 60 g/m2 = 3.000 g = 3 kg. En frío: sólo se puede hacer cuando hace calor en verano. Se incorpora el bromuro en forma líquida, distribuyéndolo regularmente por la superficie a desinfectar. La desinfección en caliente es mejor que en frío, va mejor distribuida y se pierde menos producto. La dosis de desinfección varía de 50 a 70 g/m2. El plazo de espera para plantar oscila entre las 48-72 horas. El comportamiento de la plantación con bromuro de metilo es mucho mejor que con otros desinfectantes. Problemas de la desinfección con bromuro:

• Es más cara que los otros desinfectantes. En la actualidad la desinfección de una hectárea de bromuro supone un coste de 0,42 euro/m2, contra las 0,12 euro/m2 que supone la de metan-sodio.

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• El bromuro de metilo está en fase de futura prohibición y solo los intereses económicos lo mantienen (a pesar de que destroza la capa de ozono) de todas formas parece que su final está entre el 2005 al 2010.

 Desinfección con DD-Telone (dicloropropeno) Este desinfectante se utiliza contra nematodos (batatilla). Su dosis de utilización para que sea eficaz oscila entre los 150-300 L/ha, la dosis alta para ataques fuertes. Tiene muy escasas incidencia contra hongos y prácticamente no tiene efecto herbicida. Se utiliza por el riego, lo mismo que el metan-sodio.  Desinfección por insolación (solarización) Esta desinfección es la más razonable y ecológica. Se trata de cubrir el suelo con plástico transparente de 100-150 galgas, regando varias veces, y espaciando dichos riegos en el tiempo que se vaya a tener instalada. Las temperaturas alcanzadas por el plástico son altísimas 80ºC y suele ser efectiva en los primeros 8-10 cm del suelo. A medida que el tiempo que se tenga el sellado del terreno sea mayor, más eficaz es.  Desinfección con vapor de agua a 100 ºC Esta desinfección es muy completa y muy cara, por lo que no se considera viable para realizarla en hortícolas y para grandes superficies. 5.4. ( Riego de preplantación ]

Este riego es importante, se realiza uno o dos días antes de la plantación y sirve para proveer de humedad el suelo y también para eliminar los últimos residuos de toxinas y productos varios que hayan quedado en el mismo. La cantidad de agua aportada en éste riego depende de la textura del suelo y de su capacidad de drenaje. 5.5. ( Plantación ]

Una vez preparado el terreno, es fundamental dejar acondicionado el invernadero y el entorno donde crecerá el cultivo. Con uno o dos meses de antelación, si no se va a desinfectar, es necesario limpiar los restos de la cosecha anterior, colocar los elementos de entutorado y las bandas correspondientes. Debido a las altas temperaturas de la época de plantación, se suelen blanquear las cubiertas y bandas del invernadero. Para realizar esta tarea, es común el uso de “Blanco de España”, cuya aplicación dependerá de la fecha, tipo de invernadero (más o menos aireado) y de las variedades a cultivar. Una dosis normal se compone de 25 kg por cada 100 litros, para variedades tempranas y 12 kg por cada 100 litros para variedades semitardías, aunque el resultado final variará en función de la cantidad de solución aplicada sobre el plástico. También pueden usarse junto con el “Blanco de España”

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colorantes, que dependiendo del efecto que busquemos pueden ser azul, si nos interesa recortar longitud de entrenudo para variedades semitardías o rojo, si buscamos alargamiento de entrenudo en variedades tempranas. En cultivos con enarenados viejos es frecuente la aplicación de estiércol o materia orgánica entre líneas de plantación, comúnmente denominada “entre reguerillas”. Después, se debe regar con abundancia para lavar las sales y ayudar a la fermentación del estiércol. Antes del riego de preplantación. En cultivos en tierra, se suele aportar estiércol a razón de unos 40-50 m3/ha, aproximadamente 20 días antes de la plantación. Este proceso evitará quemaduras de raíces y plantas jóvenes. Es frecuente también aportar un abonado mineral de fondo tras haber realizado un análisis previo del terreno. En el momento del trasplante, el cepellón debe estar suficientemente húmedo para que agarre bien a la tierra. Hay que evitar los posibles problemas de falta de humedad en el suelo, causados en muchas ocasiones por obturaciones de goteros o riego defectuoso. Las plantas de pimiento se sirven desde el semillero en bandejas de plástico (platos), en bandejas de porespan, etc, pero siempre deben de venir los cepellones introducidos en una funda de plástico que se utiliza una sola vez, para evitar contagios de enfermedades por la raíz de anteriores siembras. Se ha comprobado que utilizando la misma bandeja (sin funda) para hacer varias tandas de plantitas, la segunda tanda sale peor que la primera y la tercera peor que la segunda, y así sucesivamente. Las plantas del semillero deben venir sanas, limpias de plagas y uniformes. Hay dos formas de realizar la plantación: Con barra: se trata de hacer con una barra (del mismo calibre que el cepellón) un agujero en el suelo introduciendo posteriormente el cepellón en dicho agujero y presionando algo los bordes para que tome contacto con el cepellón. Esta plantación se puede hacer en enarenados que tenga la arena fina, si ésta es gorda, al hacer el agujero se introduce en él y no se puede meter el cepellón. Con almocafre: se trata de apartar la arena hasta llegar a la tierra y picar el suelo y enterrar el cepellón en la tierra movida. Una variante es apartar la arena con el almocafre y no picar la tierra, sino poner el cepellón con la arena. Estas tres formas de plantar tienen sus ventajas y sus inconvenientes que a continuación analizaremos: La plantación con barra tiene la ventaja de: rapidez, menos mano de obra que con almocafre, más fácil y menos trabajosa, más exactitud y regularidad entre la distancia de plantas. Por el contrario, tiene el inconveniente de que en suelos excesivamente arcillosos, la raíz le cuesta trabajo perforar la pared de tierra, ya que al golpear con la barra el agujero la tierra se compacta, se llena de agua al regar y puede haber asfixia radicular. También ocurre con cierta frecuencia que el agujero que deja la barra es demasiado profundo y estrecho en el fondo, lo que provoca que al introducir el cepellón en el agujero éste se quede en el aire (queda un hueco vacío entre el extremo final del cepellón y el final del agujero) esto provoca que la raíz pivotante no pueda clavar en

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la tierra, retrasando por tanto el crecimiento de la planta. Esto no sucede haciéndolo con almocafre. La plantación con almocafre tiene los inconvenientes de: mucha más mano de obra, más trabajoso y algo menos de exactitud en la distancia entre plantas. Las ventajas son: mejor y más rápido agarre de la planta, pues la tierra está movida y la raíz crece mucho más deprisa. Evita los problemas citados anteriormente que se presentaban con la barra. La plantación encima de la tierra sin mover, solo enterrando el cepellón en la arena, requiere riegos más cortos y más frecuentes al principio, ya que la arena se seca más rápidamente que la tierra. Con este sistema evitamos normalmente los problemas de asfixia radicular y el contagio de los hongos malignos que se encuentran en la tierra. En cuanto a los marcos de plantación, son algo variables, según la construcción del invernadero, el riego el tipo de suelo y el ciclo que se quiera hacer de pimiento. Vamos a enumerar los marcos de plantación más comunes: • 10.000 m2; 1 x 0,50 = 20.000 plantas. 1 m x 0,50 m = 20.000 plantas por ha. Tutorado tipo holandés a dos tallos, son 40.000 tallos/ha. • 10.000 m2; 1 x 0.33 = 30.303 plantas. 1 m x 0.33 m = 30.000 plantas/ha que son 60.000 tallos/ha. • 10.000 m2; 2 x 0,50 = 10.000 x 2 = 20.000. 2 m x 0,50 m x doble líneo; son 20.000 plantas/ha, lo que en el apartado a) la ventaja que supone este marco de plantación c) sobre el a) es que queda un pasillo mucho más amplio para realizar las labores culturales y más recepción de luz en las plantas. • 10.000 m2; 2 x 0.33 = 15.151,52 x 2 = 30.303 plantas. 2 x 0,33 x doble líneo; el número de plantas equivalente al b) 30.000 plantas/ha. 60.000 tallos, tiene las mismas ventajas sobre el b) que el c) sobre el a). • 10.000 m2; 1,5 x 0,5 = 13.333,33 x 2 = 26.666 plantas. 1,5 x 0,5 por doble líneo. • 10.000 m2; 2 x 0,4 = 12.500 x 2 = 25.000 plantas/ha. 2 x 0,4 por doble líneo.

Un inconveniente que presentan los dobles líneos, sobre las plantaciones de líneos simples, es que aquellas reciben peor los tratamientos fitosanitarios (máximo si son tutorados de la forma tradicional usada en Almería), pues la cara interior no recibe suficiente caldo fitosanitario como para controlar totalmente los patógenos. Este hecho se ha comprobado prácticamente en el campo y también en las clasificaciones registradas de cada marco de plantación. En general podemos decir que los marcos de plantación con mayor número de plantas tienen mayor producción y menor calibre, y al contrario, los marcos con menor producción y mayor calibre en los frutos.  Fechas de plantación Con respecto a la fecha de plantación decir que cada variedad de pimiento sea para temprana ó para tardía, se debe plantar en su fecha. Si una variedad temprana se pone antes de mediados de Junio se presentan los siguientes inconvenientes: • La planta crece excesivamente con el consiguiente gasto de mano de obra añadida. • Habrá más gasto de productos fitosanitarios.

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El cultivo de pimiento bajo invernadero

• Más costoso saldrá el tutorado. • Más gasto en el mantenimiento del blanqueo del invernadero. • El cuaje tendrá muchos problemas tanto por el calor, como por el blanqueo del invernadero. • Por consiguiente habrá más gasto de agua y de fertilizantes.

Si una variedad para plantación temprana se pone tardía, últimos días de julio, primeros de agosto, la planta crece poco (más si la otoñada viene con frío), la producción se puede reducir incluso a la mitad, con el consiguiente perjuicio para el agricultor. Lo mismo pasaría en las variedades para tardío. 5.6. ( Riegos iniciales ]

Una vez terminada la plantación en la parcela, se dará un riego de una hora solamente con agua, el gotero debe de estar junto al cepellón. Con este riego se busca humedecer bien la turba del cepellón y que la tierra que está junto a él se pegue al mismo. Después y una vez arraigada la plantita se tiene la costumbre de dar un cacharreo con unos 150 cc de caldo por planta. El caldo llevará los siguientes productos en solución, por cada 100 L de agua. • 100 cc de propamocarb. • 100 cc de un enraizante. • 100 cc de Aminoácidos. • 200 cc de abono complejo 12-44-12

Después de este cacharreo se suele suprimir el riego de 7 a 10 días, según el tipo de suelo. Con esta labor se intenta provocar el aumento y mayor desarrollo de la masa radicular. A partir de esos 7-10 días de postura aproximadamente, se comienza a regar de una forma regular, experimentalmente se ha comprobado (siempre dependiendo del tipo del suelo) que riegos de dos - tres veces por semana con 20.000-30.000 L/ha dan buenos resultados. De todas formas se deben instalar en los invernaderos dos tensiómetros como mínimo y en diferentes zonas, que sirvan como referente para elegir el momento del riego. 5.7. ( Binas ]

Consiste en mover la arena o tierra alrededor de la planta, con esta labor se consigue quitar la hierba que comienza a salir y se rompe la costra superficial. En el enarenado se utiliza un apero especial con una cuchilla que se denomina cortahierbas. 5.8. ( Podas ]

Esta operación es más o menos necesaria, intensa y frecuente, según tipos y variedades de pimiento. Consiste en eliminar las hojas y brotes secundarios que salgan en el tallo principal del fuste, por debajo de la “cruz” de las dos primeras ramas de la planta.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Los brotes se cortan cuando se vea que la planta va bien armada en su estructura; nunca se hará antes de que la misma haya desarrollado las primeras ramas de la “cruz”; hay que tener en cuenta que si se desbrotan los brotes secundarios del tallo cuando la planta es muy joven, el tallo principal queda debilitado y se favorece el ahilamiento de la planta. Si las plantas tienen una vegetación muy exuberante y un crecimiento vegetativo bajo como puede ser el caso de variedades con ciclo temprano, es aconsejable cortar alguna que otra rama por el interior del follaje, así como algunas flores; con ello se obtendrá mayor iluminación y ventilación en el interior de la planta y por tanto una mejora en el crecimiento de la misma, mejor cuaje de frutos y menor riesgo de desarrollo de enfermedades. En cualquier caso la poda debe ser paulatina y nunca demasiado severa, sobre todo en épocas de fuerte insolación, al objeto de evitar parones vegetativos y quemaduras en los frutos que quedan expuestos directamente a la luz solar. A modo de resumen podríamos decir que con la poda se consigue: • Más luz y por tanto color de fruto más uniforme. • Mejor formación del fruto y más uniforme en cuanto a tamaño. Mejor formado. • Los tratamientos fitosanitarios son más eficaces, al penetrar el producto mejor. • La mano de obra de la recolección es más rápida y por lo tanto más barata. • Las enfermedades criptogámicas afectan menos a la planta podada que a la que no lo está. 5.9. ( Entutorado ]

Esta operación se realiza antes de que la planta comience a volcarse y consiste en el mantenimiento de su verticalidad a lo largo del ciclo de cultivo, mediante la colocación de hilos. Existen dos modalidades de entutorado: • Entutorado tradicional



ENTUTORADO TRADICIONAL DE ALMERÍA.

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El cultivo de pimiento bajo invernadero

En este tipo de entutorado, es recomendable, despejar los primeros tallos secundarios para favorecer a los principales y evitar un exceso de vegetación que pudiera perjudicar a los primeros frutos. El entutorado consiste en formar una red con hilos verticales (1,5-2 m) y horizontales (20-25 cm) que sujetan bien las plantas, el primer piso horizontal se pone por debajo de la “cruz” y el resto a la distancia citada. En las puntas de las filas de las plantas puede haber palos o clavillas a los que se atan los hilos horizontales. • Entutorado holandés

 ENTUTORADO HOLANDÉS.

Consiste en conducir la planta a dos o tres tallos principales (6 tallos/m2), podando todos los tallos secundarios por encima de su primer nudo. Siempre hay que mantener una hoja y tratar de asegurar un fruto por nudo, sea en tallo principal o secundario. El entutorado holandés permite una planta más aireada que redunda en una mejor fructificación, mayor uniformidad y superior calidad. Por el contrario, las desventajas son un mayor coste por mano de obra y un riesgo superior de transmisión de virus por manipulación y heridas en la planta. Este tipo de poda se está potenciando cada vez más, dadas las mejoras en la calidad del fruto. La tendencia que experimenta el mercado nos obliga a introducir técnicas más sofisticadas para ofrecer un producto homogéneo. Los detractores del entutorado holandés afirman que el aumento en el coste de la mano de obra no compensa la superior calidad del producto. Pero, ya se sabe que las innovaciones cuestan de introducir, con frecuencia debido a la falta de experiencia del propio agricultor. Los pioneros con varios años de experiencia en esta técnica hablan incluso de un coste similar al del entutorado tradicional. Argumentan que al principio es complicado,

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

pero una vez que se ha adquirido el hábito de colocar los hilos, se gana en rapidez y calidad. Otra ventaja importante de este tipo de entutorado es la mayor eficacia de los tratamientos y la menor incidencia de las plagas, ya que la planta queda mucho más abierta, sin rincones ocultos. 5.10. ( Cuajado de frutos ]

El cuajado de las primeras flores es la fase crítica del cultivo. Como regla general todo lo que aumenta el vigor de la planta lo dificulta y si las primeras flores caen, las plantas se vigorizan más y se hace más difícil el cuaje de los siguientes pisos de flores. Solamente después del cuaje de los primeros frutos la planta tiende a equilibrar la vegetación y la fructificación. Así pues, lo que contribuye a “debilitar” a las plantas ayuda a este primer cuaje; en la práctica esto se puede conseguir aplicando las siguientes normas: • Airear al máximo el cultivo, contando incluso con la ayuda de máquinas espolvoreadoras en vacío. Si se cree oportuno, el tratamiento de aire puede ser diario. • Aumentar la CE del agua de riego además de disminuir en todo lo posible el aporte de nitrógeno e incrementar los de fósforo y potasio. • Suprimir o reducir el blanqueo para proporcionar más luz al cultivo, esto suele coincidir por el mes de septiembre; la falta de luz, provoca ahilamiento de las plantas y caída de las flores. • Disminuir el volumen de agua de riego. Este hecho repercutirá en un aumento de la CE en la tierra. Si se usa tensiómetro, no se debe regar hasta 20 cb, aunque esta medida siempre dependerá de la calidad de agua y del tipo de terreno

El objetivo es someter a la planta a un stress. Pero debemos procurar no excedernos, ya que podría producirse la caída de las flores que queremos cuajar. Se debe controlar la relación equilibrada cuajado-vegetación hasta que la carga de frutos sea la que regule la propia planta. Una vez obtenida una buena fructificación, aportando calcio se disminuye poco a poco la CE del suelo para evitar el “blossom” o mancha apical. Así se consigue un equilibrio nutricional que favorece el desarrollo equilibrado de la planta. 5.11. ( Aclareo de frutos ]

La mayoría de las variedades de pimiento, suelen florecer una o varías flores en la “cruz” o primera ramificación por encima del fuste de la planta, que dan lugar a frutos de gran volumen. Sí cuando cuajan esas flores, la planta está iniciando su desarrollo y, además, las temperaturas ambientales no son las óptimas para el cultivo, el desarrollo de estos frutos, en muchos casos, debilita a la planta con lo que se retrasa la recolección posterior de los siguientes frutos. Es aconsejable cortar esas flores o frutos recién cuajados que se forman en la “cruz”.

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El cultivo de pimiento bajo invernadero

Con climatología favorable, en el caso de que la planta tuviera demasiado desarrollo vegetativo y se temiera que la floración y cuaje de los frutos fuera a ser deficiente, como consecuencia de esa vegetación exuberante, no conviene hacer aclareo de esos primeros frutos de la “cruz”, con el fin de que detengan un poco el desarrollo de la planta. Si en alguna rama cuajan bastantes frutos, puede ser interesante hacer algún aclareo, en beneficio de la calidad y el tamaño de los restantes frutos que se recolecten en el futuro. 6. ( FERTIRRIGACIÓN ]

Los riegos difieren de unas plantaciones a otras, depende del tipo de suelo que tiene cada invernadero, de su drenaje, de la situación del invernadero e incluso del tipo de construcción que tenga el mismo. Experimentalmente se puede decir, como norma general que la cantidad de agua que se gasta en una plantación normal de pimiento plantado a mediados de junio y terminada a últimos de enero es de 4.000 - 5.000 m3/ha repartidos racionalmente durante todo el cultivo. Lógico es pensar que, en principio y cuando la planta es pequeña necesitan menos agua que cuando la planta está cuajando, y con fruto. También es lógico que se necesite regar más en septiembre y octubre que en diciembre y enero. Para dar una idea, se puede decir, que durante los 50 días primeros de cultivo, el gasto de agua por semana sería de 60 m3 por ha, en los 90 días siguientes coincidiendo con los meses de septiembre, octubre, noviembre y cuando la planta está cargada de fruto y en pleno crecimiento, los riegos serán de 180-230 m3 por semana y hectárea, para ir bajando después en diciembre y enero cuando la planta está con cierta parada invernal a 100 m3 por semana y ha. El abono aportado a la plantación de pimiento como es normal, iría en proporción a la cantidad de agua aportada en cada momento. Centrándonos en el concepto de fertirrigación, que como su nombre indica es la aplicación conjunta del agua de riego y los fertilizantes, analizaremos por separado los dos componentes: nutrición hídrica y nutrición mineral. 6.1. ( Nutrición hídrica ]

Después del transplante, nos interesa un buen enraizamiento y un desarrollo no demasiado abundante de la parte aérea ya suficientemente favorecida por las cálidas temperaturas y la relativa falta de luz que entraña el blanqueo. A fin de lograr un enraizamiento idóneo, los riegos se distanciarán lo máximo posible, para forzar a la planta a extender sus raíces en busca de zonas más profundas y húmedas. Este cultivo precisa un especial control en los suministros de agua, pues necesita bastante uniformidad en la humedad de suelo durante todo su desarrollo vegetativo. En esta fase de enraizamiento, hay que prevenir la proliferación de hongos, como el “phityum” o la “rizoctonia”. Cuando las plantas inician la floración es conveniente que no haya exceso de humedad en el suelo para evitar que haya aborto de flores. El turno y número de riegos que se dan a este cultivo, lógicamente dependen de las características del suelo y de la época estacional que se cultive.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

La falta de agua se acusa en las plantas porque la vegetación toma un color verde oscuro y se abarquillan las hojas; con sequía llegan a caerse las flores. Cuando los cultivos pasan sed, los frutos toman un sabor más picante. Los excesos de agua dan lugar a un follaje de color verde claro y a pérdidas de plantas por asfixia de raíces. 6.2. ( Nutrición mineral ]

El pimiento es exigente en abonos nitrogenados y responde favorablemente a su aplicación cuando éstos se dosifican equilibradamente. La planta de pimiento cuando tiene mayor necesidad de absorción de todos los fertilizantes es desde que inicia el desarrollo vegetativo, aproximadamente al mes después de que se haya plantado, hasta que está en plena producción de frutos. Al principio del cultivo hasta que la planta empieza a tener bastante fruto en formación, puede ser peligroso un exceso de nitrógeno. Después, cuando ha cuajado una cantidad suficiente de fruto, el empleo de fertilizantes nitrógenados tiene menos inconvenientes, ayudando a conseguir, por otra parte, una mayor producción, para ello los niveles de nitratos en el extracto saturado del suelo oscila entre 7,0-8,0 meL-1 en plena producción. En el inicio de la floración se consideran valores adecuados 4,0-6,0 meL-1 y una relación N/K entre 2,2-2,4 , que se elevará a 3,0-3,2 en producción. Excesos en la fertilización nitrogenada asociados al sombreo del invernadero, en la época estival, pueden originar una fisiopatía denominada colour spots, una mancha amarillenta que aparece sobre la superficie de los frutos. El cultivo de pimiento no es demasiado exigente en fósforo, en comparación con otros cultivos de huerta. Una carencia de este elemento da lugar a que la lignificación de los tejidos de los tallos no se haga correctamente y se quiebren bastantes ramas en las operaciones de cultivo y por causa del peso de los frutos cuando están desarrollados. Un contenido suficiente en fósforo mejora la resistencia de los tejidos vegetales. El pimiento agradece las aportaciones de abonos potásicos; reacciona rápidamente con un mejor cuajado de frutos. El potasio actúa favorablemente en la formación y desarrollo de los frutos, adelantando su maduración y dándoles mejor sabor. Con el elemento potasio, las hojas y los frutos en la madurez toman un color metálico brillante muy vistoso; los tallos lignifican bien, en los inicios de la plantación se mantendrán valores de 1,5 meL-1 en el extracto saturado, que se irán aumentando conforme se desarrolla la planta hasta llegar a 2,5 meL-1, en plena producción. Valores superiores a 3,0-3,5 meL-1 pueden provocar carencias inducidas en calcio y magnesio. Ejemplo de abonado en un cultivo de pimiento de 1 ha:  Por riego: 66.666 L de agua por ha.  Abono aportado: • 35 kg/ha de Nitrato de cal. • 35 kg/ha de Nitrato potásico. • 6 L/ha de Acido fosfórico. • 6 L/ha de Sulfato de magnesio.

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El cultivo de pimiento bajo invernadero

 En los 4.000 m3 de agua que gastamos al regar 1 ha sería: • 2.100 kg/ha de Nitrato de cal. • 2.100 kg/ha de Nitrato potásico. • 360 L/ha de Acido fosfórico. • 360 L/ha de Sulfato de magnesio.  Esto • 598 • 295 • 966 • 58

convertido a U. F. sería: U.F. de N U.F. de P2O5 U.F. de K2O U.F. de Mg

No cabe duda que este abonado sufriría alteraciones dependiendo de la riqueza inicial del suelo y del agua a usar en el riego. 7. ( MATERIAL VEGETAL. ELECCIÓN DE VARIEDADES ]

En las variedades de pimiento que se están cultivando es conveniente tener en cuenta, entre otros factores, los siguientes: • Tamaño de la planta El tamaño que alcanza la planta es una característica interesante en el conocimiento de una variedad, puesto que algunos aspectos del cultivo, tales como: longitud de entrenudos, vigor de la planta, etc, serán aspectos importantes para encajarle su ciclo de cultivo (temprano, semitardío y tardío). • Precocidad La precocidad en la floración y en la recolección es normalmente importante en las variedades que se cultivan. En este sentido se consideran variedades precoces, medias y tardías. • Forma del fruto Atendiendo a su forma externa los pimientos se clasifican en tres grandes grupos: de forma cuadrangular cúbica, es decir tan largo como ancho, son los llamados “tipo California”; de forma paralelepipédica cuya sección longitudinal es rectangular, “tipo Lamuyo”; de forma cónica, su sección longitudinal es triangular y son muy alargados, comparándolo con su anchura media, “ tipo Italiano”. • Tamaño y peso del fruto El tamaño y el peso del fruto están relacionados entre sí y a su vez, el peso del fruto con el grosor de la carne y el tamaño de la placenta. Los frutos más largos suelen llegar a tener hasta 18-20 cm; la anchura media máxima puede alcanzar los 8-10 cm. Los tamaños más pequeños varían entre 8-10 cm de longitud y 6-8 cm de anchura media. El peso varía entre 100 y 250 g, según variedades.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Lóbulos o cascos del fruto Son los departamentos que tienen los frutos cuando se les secciona transversalmente. El número de lóbulos en las variedades de pimiento varían entre 3 y 4 cascos. • Resistencia a enfermedades Es interesante la resistencia de ciertas variedades a algunas enfermedades, principalmente aquellas que pertenecen al complejo parasitario del suelo y tolerancia a virus como ( PMMV, TSWV, CMV, etc). Una vez analizados los parámetros anteriormente expuestos hay que tener en cuenta los ciclos de cultivo, los tipos y variedades de pimiento que mejor se adapten a cada uno de ellos:  Pimiento California Rojo Variedades Tempranas. Plantaciones de finales de Junio a Julio. • CUZCO. resistencia PMMV • PRIOR. resistencia PMMV, TSWV • VERGASA. resistencia PMMV, TSWV • CARISMA. resistencia PMMV

Variedades Semitardías. Plantaciones de mediados de Julio a Agosto • ROXY. no resistencia PMMV • BARDENAS. resistencia PMMV, TSWV

 Pimiento California Amarillo Variedades Tempranas. Plantaciones de Julio. • CAPINO. resistencia PMMV • CASTELO. resistencia PMMV

Variedades Semitardías. Plantaciones de Agosto • CADIA. resistencia PMMV • NIEBLA. resistencia PMMV

 Pimiento California Naranja Variedades Semitardías. Plantaciones de Agosto • LION. Resistencia PMMV • PARAMO. Resistencia PMMV

 Pimiento Lamuyo Rojo Variedades Semitardías. Plantaciones de Agosto

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El cultivo de pimiento bajo invernadero

• LIDO

• LIMA

• GENIL

• ANTONIO

• CALIFA

• DRAGO

 Pimiento Lamuyo Amarillo Variedades Semitardías. Plantaciones de Agosto • HARMONI

• MARIBEL

 Pimiento Italiano Variedades Semitardías. Plantaciones de Agosto • ITÁLICO

• STAR

8. ( PROBLEMAS FISIOLÓGICOS ]

Haremos una breve referencia a las fisiopatías que se dan con más frecuencia en los cultivos de pimiento. 8.1. ( Frutos en punta y “agalletados” ]

Los problemas del cuajado en invierno son dos: las bajas temperaturas nocturnas que se manifiestan en un desarrollo del pistilo (frutos con punta); y la polinización defectuosa que produce frutos partenocárpicos (galletas). Este problema aparece antes y con mayor facilidad en las variedades de tipo “California” (principios de diciembre). 8.2. ( Blossom ]

Es una carencia de calcio en el fruto. Puede estar provocado por una falta real de calcio en el suelo, exceso de salinidad o riego insuficiente que impide su movilidad. La planta absorbe del fruto el calcio que necesita para su desarrollo y provoca la desecación parcial del mismo. Se manifiesta por manchas más o menos grandes de tejido necrosado en el fruto. El problema se presenta especialmente con temperaturas altas, agravado por problemas de salinidad (en agua y/o en suelo), mala regulación de los riegos (algún período de sequía) y hay algunas variedades más sensibles que otras. 8.3. ( Stip ]

Es una mancha característica que aparece en el fruto cuando madura, relacionada con problemas de movilidad de calcio en la planta. Íntimamente ligado a la variedad, distinguimos dos tipos: El que se produce con temperaturas altas y provoca manchas grandes y difusas y el stip de invierno, que es más común y se caracteriza por manchas marrones de 3 a 5 mm de diámetro, dispersas por el fruto maduro. Aparte de la sensibilidad varietal, aparece

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

en condiciones de alta humedad relativa, baja luminosidad por exceso de vegetación o días nublados y baja temperatura de suelo. 8.4. ( Agrietado de frutos ]

Consiste en pequeñas estrías que aparecen en la superficie del fruto, normalmente en invierno. Están relacionadas con la variedad (según la elasticidad de la superficie del fruto) y se ven favorecidas por las bajas temperaturas y cambios de humedad. Realmente todavía no se conoce la etiología de este problema. 8.5. ( Manchas en hojas viejas ]

Son manchas pardo-negruzcas que aparecen en el envés de las hojas, ligadas a una clorosis en el haz. Parecen estar provocadas por bloqueos de magnesio por otros cationes y favorecidas por un exceso de CE, desequilibrios en la relación K/Mg y en general situaciones de stress. Los síntomas de fitotoxicidad causados por algunos productos químicos son bastante similares a las de este problema. 8.6. ( Asfixia radicular ]

Se trata de la muerte de las plantas a causa de un exceso generalizado de humedad en el suelo, que se manifiesta por una pudrición de toda la parte inferior de la planta. El pimiento es una de las plantas más sensibles a esta fisiopatía. Otra fisiopatía provocada por un exceso de humedad es el llamado “pie de elefante”, consiste en un engrosamiento en el cuello de la planta, este efecto provoca a nivel interno un estragulamiento tanto de vasos y médula que dificulta el movimiento ascendente de la savia, lo que puede conllevar a la muerte de ella. 9. ( PLAGAS Y ENFERMEDADES. MÉTODOS DE LUCHA ] 9.1. ( Plagas ]

Son varias las plagas que pueden atacar al cultivo del pimiento. Desde hace unos años, en que tuvo lugar la introducción y difusión del trips Frankliniella Occidentalis este se ha convertido, en muchas zonas, en la plaga mas temible por los importantes daños que puede ocasionar al cultivo. Otras plagas que habitualmente pueden atacar al cultivo del pimiento de manera sistemática son: pulgones, ácaros, orugas y mosca blanca. • Trips Los daños son, por una parte de orden directo e inmediato, a base de picaduras de alimentación y hendiduras de puestas y por otra, la mas importante, por la transmisión del virus del bronceado del tomate o TSWV, de gran agresividad.

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El cultivo de pimiento bajo invernadero

Las picaduras que tanto larvas como adultos realizan sobre tejidos vegetales para succionar la solución nutritiva, puede no ser base tanto en hojas, como en tallos y frutos, siendo particularmente abundantes en la zona peduncular de éstos. Al realizar la extracción quedan como grupos celulares vacíos que, posteriormente, se llenan de aire, tomando aspectos plateados que cambian después a pardo-marrón por necrosis del tejido afectado. Cuando los frutos se recogen en verde, el síntoma, aunque perceptible, no es muy llamativo; pero si la recolección se hace en rojo el contraste es muy evidente y la depreciación muy importante. Para su control se utilizan tratamientos químicos que reducirán las poblaciones a niveles lo mas bajos posibles. Los productos aconsejados para su control son: acrinatrin ( RUFAST), formetanato ( DICARZOL) y spinosad (SPINTOR). También puede realizarse un control biológico con enemigos naturales del género Orius. • Pulgones Son varias las especies que atacan al pimiento, siendo el más frecuente el Myzus persicae. Suelen aparecer por focos, pudiendo llegar a causar daños importantes en las plantas sobre todo en las primeras fases vegetativas, si las poblaciones llegan a ser altas. Enrollamiento y abollonaduras de hojas con la siguiente reducción del ritmo vegetativo, así como desarrollo de negrilla sobre la melaza segregada, son los daños habituales. Por otra parte, de manera indirecta, son transmisores de los virus CMV y PVY que afectan al pimiento. Para el control de esta plaga aunque es conveniente considerar la acción de la fauna auxiliar natural, así como la posibilidad de lucha biológica, normalmente, por la rápida difusión que alcanzan los focos en la mayoría ocasiones, resulta positivo su control mediante tratamientos químicos; imidacloprid (CONFIDOR), cipermetrin (CITRIN). Como consideraciones generales podemos indicar que: • Para evitar problemas viróticos conviene detectar los primeros focos. • Es conveniente aplicar productos sistémicos si el enrollamiento de hojas es importante.

• Ácaros El cultivo del pimiento puede manifestar síntomas de ataque de dos ácaros distintos: la araña roja o Tetranichus urticae y la araña blanca o Polyphagotarsonemus latus. La araña roja, visible a simple vista, se desarrolla en el envés de las hojas causando decoloraciones, punteaduras, y posteriormente amarillez general de las hojas que, en ataques intensos, terminan por desecarse y caer. La araña blanca de tamaño microscópico y no apreciable a simple vista, causa deformaciones en las hojas adultas, comenzando de manera singular, por el rizamiento de los nervios en las hojas apicales y desecación de los brotes más jóvenes, incluso los botones florales, en estado inicial. Las plantas emiten nuevamente yemas axilares que, de persistir el ataque, volverán a perder y sustituir, provocando este proceso una debilidad y enanismo manifiesto en las mismas.

( 563 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Ambas especies se desarrollan óptimamente en períodos de temperaturas altas y humedades reducidas, favoreciéndoles también un crecimiento excesivo de los tejidos a causa de aportes desequilibrados de nitrógeno. En lo que respecta al control de la araña roja hay que decir que, cada vez más, se está valorando la acción positiva de sus enemigos naturales (Phytoseiulus, Amblyseius y otros) que conviene tener muy presente al programar su control, así como el hecho de que va ganando terreno la lucha biológica. No obstante, todavía el método más generalizado de control, en ambas especies es el uso de productos químicos, tales como, abamectina (VERTIMEC, BERMECTINE). • Orugas El cultivo del pimiento, puede ser atacado por distintas orugas. Las especies concretas que incluimos son las siguientes: Spodoptera exigua, Heliothis armigera, Chrysodeixis, Autographa gamma. Las cuatro especies primeras se diferencian claramente en estado larvario, pues mientras Spodoptera y Heliothis tienen cinco pares de falsas patas abdominales, en Autographa y Chrysodeixis, conocidas ambas como “plusias”, sólo existen dos, lo que les obliga a desplazarse arqueando el cuerpo de manera singular, por lo que se les conoce como “ orugas camello”. La biología de estas especies es bastante similar. Los huevos son depositados por las mariposas preferentemente en el envés de las hojas y los adultos son de hábitos crepusculares-nocturnos. Los daños son producidos siempre por la orugas que mordisquean, según qué casos, preferentemente los órganos vegetativos o los frutos. Las consecuencias pueden ser graves en las primeras fases de vegetación. Los métodos preventivos resultan, cuando es posible su aplicación, positivos. Entre ellos cabe destacar: • Trampa de feromonas. • Limpieza de malas hierbas.

 ATAQUE DE ORUGA EN PIMIENTO.

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El cultivo de pimiento bajo invernadero

En cuanto al control biológico existen en el comercio varios formulados a base de un patógeno de larvas, Bacillus thuringiensis. • La mosca blanca En determinadas circunstancias, pueden aparecer ciertos ataques de mosca blanca, predominando la especie Bemisia tabaci sobre Trialeurodes vaporariorum. Las picaduras de alimentación causadas por larvas y adultos son las que provocan amarillez y debilitamiento de las plantas. Igualmente, las larvas segregan sustancias azucaradas sobre las que suelen desarrollarse diversos hongos (negrilla), manchando hojas y frutos, quedando éstos depreciados para su comercialización. Entre los productos comerciales más utilizados, se aconsejan las siguientes: CONFIDOR, APPLAUD, TERRESTRE, SANMITE, etc. • Nematodos Entre los parásitos del suelo, debemos incluir los nematodos que afectan, a veces gravemente, el sistema radicular, sobre todo si los cultivos anteriores sufrieron ya algún grado de ataque. El género más extendido es el Meloidogine, que provoca numerosas agallas en los tejidos de las raíces y que suelen presentarse habitualmente por rodales. La obstrucción de vasos impide la absorción radicular lo que se traduce en un menor desarrollo de las plantas, con síntomas de marchitez durante las horas de más calor. En las parcelas infectadas el mejor control es el que se logra mediante la solarización o la aplicación de fumigantes, antes de establecer el cultivo, entre los que están las materias polivalentes: diclopropeno (TELONE), cloropicrina-diclopropeno (AGROCELHONE). Puede aplicarse también, en esta fase previa oxamilo (VYDATE). En la línea de control biológico de nematodos se está trabajando con especies criptogámicas y con enmiendas orgánicas que pueden resultar de interés para un futuro no lejano. 9.2. ( Enfermedades criptogámicas ]

• Phytoptora capsici De todas las enfermedades criptogámicas y bacterianas, que atacan al pimiento, la más específica y grave a la vez es, sin duda la causada por Phytophthora capsici. Su ataque a las plantas puede tener lugar en cualquier estado vegetativo, tanto en planta joven como adulta, siendo una época crítica y muy propicia la del período de fructificación. No obstante, lo natural es que la infección tenga lugar bastante antes de que sean perceptibles los primeros síntomas externos en las plantas. En la mayoría de ocasiones, lo típico es que el hongo inicie su ataque a nivel del cuello de las plantas, presentando éstas la clásica mancha oscura que cuando afecta a todo el tallo la circulación de la savia queda interrumpida y la planta presenta una marchitez rápida. Otras veces, la infección primaria es a través del sistema radicular, el hongo invade las raicillas y va progresando, poco a poco, hasta que llega a afectar a las principales.

( 565 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Esta sintomatología, es la que ha motivado el nombre práctico y popular con el que se designa la enfermedad: tristeza o seca del pimiento. En ocasiones, dado a que es un hongo del suelo, las salpicaduras de tierra contaminada, causadas simplemente por gotas de agua, pueden propiciar la infección a los frutos más inferiores e incluso a zonas del tallo, ramas y hojas. La distribución de la infección se presenta, en parcelas regadas a pie siempre por hileras más que por rodales, como consecuencia de que es un hongo que se difunde, principalmente, a través del agua. Esto explica que en una misma parcela los ataques con riego a pie sean mucho más intensos que con riegos a goteo. Para su control lo más aconsejable es la desinfección del suelo a base de metamsodio, ya que su control una vez manifestada la enfermedad es muy difícil. • Botritis y sclerotinia Son hongos que pueden comportarse como parásitos y como saprofitos, causando daños importantes. La temperatura y humedad relativa son factores decisivos en su propagación, siendo óptimos 15ºC – 20ºC y alrededor del 95% respectivamente. Atacan a hojas, tallos, flores y frutos, sobre los que causa manchas y podredumbres, más o menos blandas, apareciendo posteriormente en las zonas atacadas el típico micelio gris de botritis y blanco de la sclerotinia. Los productos comerciales utilizados para su control son: ROVRAL AQUAFLO, SWITCH, SCALA, etc. • Oidiopsis Los daños son causados por Leveiulla taurica, que se caracteriza por ser de desarrollo interno. Los síntomas que manifiesta son manchas amarillas en el haz que se necrosan por el centro, debajo de las cuales, por el envés, puede observarse un fieltro blanquecino. Estas manchas aumentan de tamaño y número y en caso de fuerte ataque la hoja se seca y cae, pudiéndose llegar a importantes defoliaciones. Hay diversos grupos con materias eficaces y entre las actualizadas en este cultivo están: PRODIMENOL, ATEMI, TOPAS, etc, sin olvidar el AZUFRE y mojantes. • Bacteriosis Este tipo de enfermedades es más bien esporádica apareciendo bajo condiciones concretas de temperatura y humedad. Pueden atacar al pimiento las siguientes bacterias:

Xantomonas campestris: Produce manchas y pústulas en hojas, tallos y frutos y se transmite por semilla.

Clavibacter michiganensis: De tipo vascular, produce marchitez de planta y también es la semilla su medio de difusión.

Erwinia caratovora: Muy polífaga que causa podredumbre blandas y acuosas en tallos. Es saprofita, vive en el suelo y penetra en la planta a través de heridas.

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El cultivo de pimiento bajo invernadero

En general para evitar este tipo de enfermedades son más importantes las medidas preventivas que los tratamientos químicos. Conviene pues: • Utilizar semillas sanas. • Evitar humedades altas. • Destruir plantas enfermas.

Como materia química pueden usarse productos cúpricos y a base de kasugamicina ( Kasumin). 10. ( VIRUS ]

Los principales virus que atacan al pimiento en el sureste de la península son: Virus

Transmisión

“ Y” de la patata PVY

Pulgones

Mosaico del Tabaco TMV

Mecánica y Semilla

Pepper Mild Mottel PMMV

Mecánica y Semilla

Bronceado del Tomate TSWV

Trips

Mosaico del Pepino CMV

Pulgones

Para combatir los virus, debemos considerar lo siguiente:  Contra el virus. La única posibilidad de lucha es indirecta, cultivando en la medida de lo posible plantas que genéticamente sean tolerantes o mejor aún, resistentes a los virus presentes en las diversas zonas. Pero esto, por el momento no es posible al 100% ya que no existen variedades resistentes a todos los virus.  Contra el agente transmisor. Se tomarán medidas diferentes, en función del tipo de transmisor. Pulgones y trips. Además del tratamiento con productos químicos, existe otras medidas de prevención: • Limpiar lindes, caminos y el propio invernadero de hierbas y desechos que puedan servir de refugio, tanto a los insectos como al propio virus. • No dejar los cultivos abandonados en el invernadero al final de la cosecha. • Tratar bordes, estructura del invdernadero y suelo antes de plantar el último cultivo. • Instalar mallas protectoras contra estos vectores en todas las aberturas, sean bandas, raspas o puertas.

Transmisión mecánica. Cualquier manipulación que se haga en los cultivos puede ser vehículo de transmisión, en especial, si se producen heridas y trasiegos de savia. Transmisión por semilla. Hoy en día es muy reducida, especialmente si se utilizan semillas sometidas a tratamientos viricidas aprobados y controlados

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

11. ( RECOLECCIÓN ]

La recolección debe ser cuidadosa, realizada a tijera, cortando por encima del fruto para dejar con la totalidad del pedúnculo; así mismo, el fruto debe ser tratado con cuidado en los envases de campo para evitar magulladuras y heridas. 11.1. ( Manipulacion ]

El fruto una vez recolectado, es aconsejable someterlo a una prerrefrigeración, logrando así, en el menor tiempo posible bajar los 25 ºC de temperatura del fruto a menos de 12 ºC, procediendo entonces a su manipulación. La selección debe ser rigurosa, normalmente con cintas y calibrado a mano, tanto para envase a granel en cajas como para hacerlo ordenadamente en bolsas, mallas o bandejas. 11.2. ( Conservación frigorífica ]

Una vez confeccionados, los pimientos se deben llevar a conservación frigorífica en cámara, hasta su expedición. La temperatura de refrigeración estará comprendida entre los 8 y 12 ºC, no debiendo bajar de los 8 ºC 11.3. ( Transporte ]

Durante el transporte deben evitarse los cambios bruscos de temperatura, pues provocan condensación de humedad en los frutos y pueden aparecer alteraciones. Es necesario, además, evitar la acumulación de etileno, ya que favorece la sobremaduración y envejecimiento. Es por ello que no deben permanecer en cámaras, ni durante el transporte, mezclados con frutos productores de este gas. En viajes largos es conveniente ventilar de vez en cuando, si el remolque es frigorífico, pero la temperatura debe estar entre los 8 y 10 ºC.

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( TEMA 17 ]

EL CULTIVO DE LA BERENJENA BAJO INVERNADERO

José Luis Valenzuela Cabrera

Ingeniero Técnico Agrícola Departamento de producción de SAT Parafrut

El cultivo de la berenjena bajo invernadero

1. ( HISTORIA DEL CULTIVO DE LA BERENJENA ]

La berenjena (Solanum melongena) es cultivada en casi todo el mundo, en particular en la cuenca mediterránea. Procede de Solanum incanum, planta adventicia y muy espinosa de África del Este, si bien el centro histórico de su cultivo esta situado en India y Sudeste Asiático, a de JC, pasando a China, Turquía y África del Norte y de aquí pasa a España con las invasiones moriscas, hablándose de ella en Italia sobre el siglo XV y en Francia sobre el XVII (Provence). Ha sido considerada como una planta con propiedades tóxicas o narcóticas (familia de Belladona, Mandrágora), conociéndose en Francia como manzana malsana o de la locura. Es conocida en la industria farmacéutica y tiene distintos usos medicinales; en India se usa para diabéticos la berenjena de piel blanca, en Nigeria se le considera fruto de la fertilidad, en Malasia no está recomendada durante la cuarentena del post-parto. En España, las zonas de mayor producción se concentran en la parte oriental de la península (Almería, Murcia, Alicante y Valencia), Islas Baleares e Islas Canarias. Valencia es la provincia española que más superficie de cultivo tiene, pero con bajo rendimiento por ser sobre todo cultivo al aire libre (25.000 kg/ha), mientras que en invernadero, Murcia, Alicante y Almería, duplican la producción por hectárea, oscilando entre 50.000 a 120.000 kg/ha, según ciclo de cultivo. El cultivo en la provincia de Almería y concretamente en invernadero ha ido aumentando, según se muestra en el cuadro siguiente: Año

Hectáreas

Toneladas

1975

600

18.000

1998

1.000

60.000

2002

1.200

75.000

La producción siempre ha estado destinada al mercado interior en su mayoría, comenzando la exportación a medida que las variedades han ido evolucionando, cambiando drásticamente de variedades, dejando a un lado las de tipo globoso, que actualmente son minoría, frente a las de tipo semilargo, más apreciadas en los mercados nacional y europeo. La producción de invernadero se concentra principalmente en los meses de noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo y abril, momentos de poca competencia, exceptuando a Italia, que prácticamente produce para consumo propio. 2. ( MORFOLOGÍA DE LOS ÓRGANOS VEGETATIVOS Y PRODUCTIVOS ]

La berenjena es planta anual y aunque bien cuidada y podada puede rebrotar y mantenerse un año más, no se suele hacer actualmente por su bajada de producción y falta de calidad en los frutos.

( 571 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Se clasifica como cultivo herbáceo, aunque sus tallos son fuertes con tejidos lignificados, dando aspecto de arbusto, más cuanto más erguida sea la planta. Las plantas pueden ser de crecimiento determinado, de tallos rastreros con porte muy abierto, o bien de crecimiento indeterminado, de tallos erguidos y erectos, que pueden alcanzar de dos a tres metros, por lo que es necesario entutorar los tallos para que no se partan. Según el marco de plantación, se dejarán de dos a cuatro tallos por planta de donde saldrán brotes secundarios, hojas, flores y frutos. Las hojas son enteras, frondosas y grandes; las nerviaciones de las hojas tienen espinas, el envés está cubierto de una vellosidad grisácea que llega a provocar alergias con cierta frecuencia; poseen un largo peciolo y se insertan de forma alterna en el tallo. De las axilas de las hojas brotan los tallos secundarios. Las flores son de color violáceo, el cáliz de la flor perdura después de la fecundación y crece junto al fruto, envolviéndolo por su parte inferior, lo cual puede dar lugar a ataques de Botrytis (en épocas de elevada humedad relativa) en los frutos por quedar atrapados los pétalos entre el cáliz y este fruto. La mayor parte de las variedades florecen en ramilletes de tres a cinco flores, siendo una de ellas hermafrodita y con un pedúnculo corto y continuo desde el tallo hasta el cáliz, que es la que da lugar a un fruto comercial, mientras que las otras flores o abortan o dan lugar a un fruto pequeño. La primera flor suele aparecer en el vértice de la primera bifurcación o tallo principal de la planta. Tanto el pedúnculo como el cáliz poseen abundantes espinas, según variedades, siendo la tendencia actual usar variedades sin espinas. Los estambres poseen unas anteras muy desarrolladas y de color amarillo que están por debajo del estigma, por lo que tienen dificultades para la fecundación directa. El fruto es una baya alargada o globosa, de color negro, morado, blanco, blanco jaspeado de morado o verde. Las semillas son pequeñas y de color amarillo con un poder germinativo de cuatro a cinco años y donde un gramo contiene entre doscientas cincuenta y trescientas semillas. 3. ( FISIOLOGÍA DEL CRECIMIENTO Y FRUCTIFICACIÓN ]

La planta está formada por un tallo principal con entrenudos cortos, del cual surge otro tallo paralelo (bifurcación) formando la cruz o punto donde parte la berenjena, a partir de aquí, en estos dos tallos, es donde se forma la planta, brotando en las axilas de las hojas nuevos tallos que dan lugar a la formación completa de la misma, siempre que el sistema de poda no sea a dos tallos, pues en este caso, tendríamos definida la planta en la cruz. La primera inflorescencia se desarrolla en la cruz y suele ocurrir a los veinte o veinticinco días después del trasplante, en plantaciones tempranas; en este caso casi siempre suele aparecer una sola flor, sin embargo, a medida que la planta va creciendo, aparece una flor principal que da lugar al fruto comercial y dos o tres flores secundarias que darán lugar a frutos no comerciales y pequeños.

( 572 ]

El cultivo de la berenjena bajo invernadero

La fecundación es autógama, aunque puede haber cruzamientos con flores de otras plantas o de la misma planta. Cuando la climatología es adversa es necesario la utilización de fitorreguladores para el cuajado de los frutos. El fruto de la berenjena, que es una baya, tarda en llegar a su punto de recolección unos treinta días después de la fecundación, teniendo en cuenta que la madurez fisiológica es mucho más tardía y el fruto no es apto para su consumo. 4. ( EXIGENCIAS GENERALES DE CLIMA Y SUELOS ]

La berenjena es un cultivo para climas cálidos y secos, por lo tanto necesita de altas temperaturas así como bastante luminosidad y humedad relativa en torno al 50 al 65%. 4.1. ( Temperatura ]

La berenjena es de los cultivos más exigentes en calor. La temperatura media debe estar comprendida entre 23-25 ºC, soporta bien las temperaturas elevadas siempre que el ambiente no sea muy seco, llegando a tolerar hasta los 40-45 ºC. La influencia de la temperatura en la berenjena se muestra en el siguiente cuadro. Helada

0 ºC

Parada vegetativa

10-12 ºC

germinación

Desarrollo vegetativo

Mínima

15 ºC

Óptima

20-25 ºC

Máxima

35 ºC

Mínima

13-15 ºC

Óptima

20-25 ºC

Máxima

Floración y cuaje

40-45 ºC 20-30 ºC

Cuando las temperaturas son próximas a la mínima biológica (10-12ºC) o a la máxima 40-45ºC hay disminuciones en los procesos biológicos, retraso del crecimiento, que afecta a la floración, fecundación y desarrollo del fruto. Los valores medios tanto del suelo como del aire son importantes aunque están estrechamente relacionados, siendo dentro del invernadero la temperatura ambiente el factor a controlar.  Manejo del invernadero para controlar la temperatura Para bajar temperaturas: • Ventilación a través de ventanas cenitales y bandas laterales que deben de ser del 15% de la superficie total del invernadero, también se pueden instalar extractores pero no es muy usado.

( 573 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Sombreo mediante encalado del plástico de cubierta o colocando malla de plástico negro en el interior o en el exterior del invernadero. • Humidificación para lo que es necesario la instalación de nebulizadores o microaspersores en el techo del invernadero, de tal forma que crean una niebla bajando la temperatura al evaporarse.

Para aumentar las temperaturas: • Utilización de plásticos térmicos. • Cerrando bien todas las ventanas y bandas del invernadero. • Usando doble cubierta de plástico. • La calefacción, método que es ligeramente caro. • Buena orientación y estructura del invernadero. 4.2. ( Humedad ]

La berenjena es menos exigente en humedad que pepino, pimiento y tomate. La humedad óptima está comprendida entre el 50 y el 65%, valores que están por debajo de la media en el interior del invernadero, que suele ser del 70 al 75% como mínimo en otoño e invierno, según las horas del día. Con humedad alta y temperatura alta tendremos una floración deficiente, caída de flores, frutos deformes y disminución del crecimiento. En invernadero si la humedad es alta se producen condensaciones que pueden favorecer la aparición de enfermedades aéreas. Cuando la humedad es escasa también se retrasa el crecimiento, se produce la caída de flores y mala fecundación dando lugar a frutos deformes. La forma de influir en la humedad dentro del invernadero es similar a la usada para las temperaturas.  Para bajar la humedad • Control de riegos. • Ventilación en horas de máxima evaporación, teniendo en cuenta la humedad exterior (nieblas). • Calefacción, subiendo la temperatura disminuye la humedad relativa. • Enarenado o acolchado de plástico en el suelo.

 Para subir la humedad • Humidificación. • Riegos. • Humectación o cooling. • Cerrar ventanas y bandas (vientos secos). 4.3. ( Luminosidad ]

Unidos a los factores anteriores puede ocasionar graves problemas, porque la be-

( 574 ]

El cultivo de la berenjena bajo invernadero

renjena necesita de diez a doce horas de luz, por lo que en la época de otoño e invierno, con días cortos, es necesario aprovechar al máximo las horas de luz, con el fin de evitar aborto de flores y crecimiento exuberante. Para corregir la luminosidad se pueden usar: • Plásticos transparentes incoloros, que aumentan la luminosidad, por lo que son buenos para el invierno; mientras que los amarillos disminuyen la luminosidad. • Sombreo en caso de exceso de luminosidad. • Labores culturales como poda de formación y de hojas. 4.4. ( Suelo ]

La berenjena es una planta poco exigente en suelo, hay que tener en cuenta que posee un sistema radicular potente y muy profundo, por lo que los suelos que mejor le van son los francos y profundos. Puede haber problemas en suelos arcillosos por asfixia radicular, tanto en planta joven como adulta. Con respecto a la salinidad es más resistente que el pimiento y menos que el tomate. El pH óptimo está entre 6 y 8 en invernadero enarenado; con pH ácido presenta problemas de crecimiento y producción. 5. ( ELECCIÓN DEL MATERIAL VEGETAL ]

Al contrario de lo que ocurre en las 100.000 ha cultivadas en toda la cuenca mediterránea, solamente en el caso de los cultivos protegidos bajo plástico para producir en invierno se tienen presentes la utilización de variedades híbridas, como es el caso de Almería, y ciertas zonas de Sicilia, Grecia y Turquía en menor cantidad, ya que el resto de la producción está basada en variedades locales. En nuestro caso tenemos actualmente dos tipos apreciados por el mercado:  Globosa, más aceptada por el mercado nacional, aunque en descenso. Frutos casi esféricos de color negro o violeta oscuro.  Semilarga, de diámetro inferior y más alargada que la anterior. Es más apreciada, tanto en el mercado interior como en el exterior. Una vez decidido el tipo de berenjena, tendremos en cuenta las variedades disponibles en el mercado, observando las siguientes características:  Porte de la planta, mejor erguido que abierto.  Color del fruto, generalmente el mercado prefiere frutos brillantes de color negro o morado oscuro.  Color y sabor de la pulpa, puede ser blanca o verdosa, esta última implica sabor picante y amargo con textura esponjosa.  Resistencia al transporte, es importante disponer de un fruto con consistencia, con el fin de evitar problemas durante el transporte; hay que destacar dos caracterís-

( 575 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

ticas, la consistencia del fruto o firmeza y la resistencia de la piel a roces o golpes que evite la aparición de manchas.  Resistencia a enfermedades, actualmente apenas existen resistencias y en casos extremos se recurre al injerto sobre tomate, muy poco usado en Almería. 5.1. ( Variedades más usadas ]

• Bonica F1: Tipo globosa; híbrido de porte bajo, fruto de forma oval, redonda, de color violeta oscuro y brillante, que puede superar los trescientos gramos de peso. Muy precoz y resistente a TMV y CMV. • Dalia F1: Tipo globosa; planta de entrenudos cortos, hojas pequeñas y crecimiento lento, lo que permite hacer plantaciones en épocas de mucho calor. Fruto redondo que mantiene el color negro brillante y en invierno no pierde forma ni consistencia. Tiene buena fecundación en los meses fríos, aceptando bien las hormonas. • Cava RZ F1: Tipo semilarga; planta muy vigorosa de porte alto. Piel de color negro intenso, muy brillante y de gran firmeza, cáliz pequeño y sin espinas. • Cyntia F1: Tipo semilarga; variedad precoz. Planta de entrenudos cortos. Frutos negros, brillantes, muy consistentes y cáliz sin espinas. Muy productiva. • Cristal F1: Tipo semilarga ligeramente corta; frutos uniformes de color negro muy brillantes, muy consistentes y con pocas espinas sobre el cáliz. Facilidad para el cuaje y alto rendimiento. Muy precoz. Es la más cultivada en la actualidad. 6. ( LABORES CULTURALES ] 6.1. ( Preparación del terreno ]

Una vez limpio el invernadero, se hace la desinfección o solarización del suelo, en caso de que sea necesario; pasado el plazo de seguridad, en caso de desinfección, se da una labor con cuchilla a la arena para mullirla. 6.2. ( Plantación ]

En caso de enarenado se abre una carilla de unos veinte o treinta centímetros de anchura y se colocan las gomas de riego en función del marco de plantación elegido. En caso de no haber arena se suele colocar un plástico que cubra todo el suelo. Es necesario dar un riego el día anterior o el mismo día, lo suficientemente copioso para que el suelo quede con buen tempero, estando listo para plantar. La plantación normalmente se hace con barra, aunque para mejorar las condiciones del suelo sería más aconsejable hacerlo con mancaje o escardillo, pero es más laborioso y costoso. Una vez hecha la plantación se da un riego de asiento y continuamos con riegos diarios hasta los cinco o diez días, tiempo que tarda en enraizar; pasando a riegos menos frecuentes.

( 576 ]

El cultivo de la berenjena bajo invernadero

6.3. ( Aporcado ]

Pasados los quince o veinte días desde el transplante se procede a allanar la arena, pero si queremos aportar materia orgánica conviene aporcar un poco de arena al tronco de la berenjena y a continuación en toda la carilla que queda abierta echamos el estiércol. Si no pretendemos estercolar no es necesario abrir la carilla a todo lo largo del líneo, si no apartar la arena junto al gotero, dejando una superficie vista de suelo de unos 20 x 20 cm, a la que podemos añadir, en vez de estiércol, humus de lombriz, que no nos dará problemas de enfermedades en cuello. Una vez hecho el aporte de materia orgánica, se aporca, allanando la arena; Si no hay arena esta labor no se hace y la materia orgánica se aplica directamente al suelo antes de colocar el plástico. Cuando se trata de plantaciones realizadas en el mes de diciembre se puede hacer un tunelillo de plástico o manta térmica sobre cada línea de cultivo o bien colocar doble techo; para evitar un retraso por frío o helada. 6.4. ( Binas y escardas ]

Conviene mover la arena en los primeros días de cultivo y eliminar las malas hierbas, lo mismo en suelo desnudo, ya que una vez que el cultivo se ha desarrollado dificulta la vegetación de malas hierbas. 6.5. ( Poda de formación ]

Es necesaria para conseguir mayor precocidad y mejor calidad, aun reduciendo el número de frutos. También mejora mucho la aireación y luminosidad de la planta. Los tallos que brotan por debajo de la cruz, que se denominan chupones, se eliminan todos, junto con las hojas, después del aporcado. La poda se realiza a partir de los dos tallos que parten de la cruz. Según el marco de plantación la planta quedará con dos, tres o cuatro tallos; para cuatro brazos dejaremos un tallo a cada brazo principal y así tenemos los cuatro brazos definitivos; de estos tallos brotarán, primero una flor, a continuación una hoja y de la axila de ésta otro tallo que deberemos dejarlo crecer hasta que aparezca la flor y despuntar por la axila de la siguiente hoja, dejando ésta última, y así sucesivamente a lo largo de los cuatro tallos principales. Los cortes de poda se realizarán con tijeras o cuchillo, dejando una herida limpia, con el fin de evitar problemas de enfermedades. 6.6. ( Entutorado ]

El entutorado de la berenjena es imprescindible ya que los tallos se parten por el peso de los frutos; también se mejoran la ventilación y luminosidad y por tanto, la floración y cuajado.

( 577 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Este entutorado se realiza con hilo de rafia colocado de forma vertical a cada tallo y liando éste al hilo conforme va creciendo la planta. 6.7. ( Poda de hojas ]

Al tener hojas muy frondosas es necesario aclarar un poco la planta, aun después de haber realizado la poda; consiste en eliminar hojas del interior de la planta y hojas bajas, lo cual favorece la aireación. Como norma general, las podas hay que realizarlas con poca humedad ambiental y plantas secas. 6.8. ( Cuajado de frutos ]

Normalmente cuando las condiciones de temperatura y humedad están en los óptimos, no hay problemas con la polinización, aunque ésta se ve mejorada con la aplicación de un chorro de aire dirigido a la flor. Cuando las condiciones son adversas se deben utilizar bioestimulantes con el fin de potenciar la actividad de la planta mermada por dichas condiciones. También se están utilizando abejorros para la polinización. 6.9. ( Aclareo de flores y frutos ]

De las tres o cuatro flores que forman el ramillete floral sólo una da lugar al fruto principal, el resto conviene eliminarlas; también deben eliminarse los frutos defectuosos o dañados por plagas y/o enfermedades. 6.10. ( Poda de regeneración ]

Para conseguir dos ciclos de cultivo con la misma planta se cortan los cuatro tallos principales, dejando tres o cuatro yemas a cada tallo. Una vez que han brotado sólo se deja un brote a cada tallo principal. Este tipo de poda está actualmente en desuso. 7. ( MARCOS DE PLANTACIÓN ]

El marco de plantación depende de la poda de formación que se vaya a realizar, del ciclo de cultivo, de la variedad, del tipo de invernadero, etc. Los marcos de plantación más usuales deben proporcionar de tres a cuatro tallos por m2, quedando de la siguiente forma: • 2 x 0,5 m, formando la planta a cuatro tallos. • 1,75 x 0,5 m, formando la planta a tres o cuatro tallos. • 1,5 x 0,75 m, formando la planta a cuatro tallos.

( 578 ]

El cultivo de la berenjena bajo invernadero

• 1,5 x 0,5 m, formando la planta a tres tallos. • 1 x 0,5 m, formando la planta a dos tallos.

Todos estos marcos de plantación se adaptan bien a las variedades de porte erguido que actualmente se plantan, así como para las épocas de cultivo más corrientes. 8. ( FECHAS DE PLANTACIÓN ]

En la provincia de Almería, en cultivo de invernadero, hay tres fechas de plantación que se solapan:  Plantación del 15 de agosto al 15 de septiembre, comenzando la recolección en octubre y finalizando en junio.  Plantación del 1 al 15 de agosto, comenzando la recolección a finales de septiembre y finalizando en diciembre.  Plantación del 15 al 30 de diciembre, comenzando la recolección en marzo y finalizando en junio. La semilla conviene sembrarla de 33 a 45 días antes de la plantación, según sea verano u otoño respectivamente. Las siembras se realizan en semilleros comerciales. 9. ( RIEGOS Y FERTILIZANTES ]

Nos referiremos siempre al riego por goteo, por ser el más usual. Se comenzará con un riego abundante antes de la plantación y otro inmediatamente después, menos copioso. Una vez enraizada la planta las necesidades hídricas son bajas; hay que procurar que el desarrollo vegetativo no sea muy exuberante ya que puede dificultar la floración y cuaje, llevando a la planta a un desarrollo más vegetativo que generativo. 9.1. ( Factores que influyen en el riego ]

Los principales factores que influyen en el riego son los siguientes:  Suelo, en suelos franco arenosos los riegos serán más cortos y frecuentes, mientras que en suelos limosos o arcillosos los riegos serán más largos y menos frecuentes.  Agua, en suelos arenosos o con buen drenaje se podrá usar agua de elevada conductividad eléctrica, mientras que en suelos arcillosos se dificulta el lavado de sales, por lo que se deberá utilizar agua de mejor calidad. El enarenado mejora las características de suelos arcillosos frente a aguas salinas.  Ciclo de cultivo, según la época del año los consumos varían, oscilando de 1,5 L/m2 y día, recién plantado en agosto hasta 6 L/m2 y día en el mes de junio.  Viento, si el viento dominante es de levante el consumo de agua es mayor.  Arena, a mayor calibre mayor necesidad de agua.

( 579 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

9.2. ( Calendario de riego ]

Durante el periodo de cultivo la distribución del riego se realiza:  Antes de la plantación se dará un riego abundante, del orden de 20 a 30 L/m2.  Una vez hecha la plantación se riega diariamente de 1,5 a 2 L/m2.  Cuando se encuentra enraizada, esto suele ocurrir a los 7 u 8 días después del transplante, disminuimos la frecuencia de riego a día sí, día no, pasando incluso, según el tipo de suelo, a no regar durante 5-7 días, con el fin de forzar el crecimiento radicular.  Pasado este periodo se riega cada 2-3 días, de 4 a 5 L/m2, hasta el cuajado de los primeros frutos.  Cuando los primeros frutos comienzan su desarrollo es necesario aumentar paulatinamente el volumen de agua, que puede variar de 4 a 9 L/m2, cada dos o tres días, o incluso diarios, según el tipo de arena, suelo, época y vientos dominantes. 9.3. ( Riegos de lavado ]

Se realizaran riegos de lavado para evitar la acumulación de sales en la zona radicular. Estos riegos se realizarán principalmente en épocas calurosas con una frecuencia de 7 a 10 días con el doble de agua de lo normal. 9.4. ( Fertilización ]

Partiendo del consumo de agua expuesto anteriormente, sólo tenemos que añadir al agua los nutrientes necesarios para formular una solución nutritiva acorde con las necesidades de cultivo y que a lo largo del cultivo tendrá ligeras variaciones en función del estado vegetativo en que se encuentre, así como de análisis de suelo y foliares que se vayan efectuando.  Análisis de suelo: conviene hacer uno completo antes de la plantación y realizar las enmiendas que sean necesarias y a lo largo del cultivo se realizarán de tres a cinco análisis del extracto saturado con el fin de ver la evolución del suelo.  Análisis de agua: se realiza a principios de campaña, para poder formular la solución nutritiva que interese, teniendo en cuenta los rasgos generales del suelo.  Solución nutritiva ideal: aunque no existe la solución ideal, siempre hay unos valores de referencia alrededor de los cuales se trabaja. En las páginas siguientes se exponen tres ejemplos con tres tipos de aguas y los abonos correspondientes a aportar. 9.5. ( Microelementos ]

Los aportes de microelementos a la solución nutritiva son los siguientes:

( 580 ]

Fe

Mn

Cu

Zn

B

2 ppm

1 ppm

0,1 ppm

0,1 ppm

0,5 ppm

El cultivo de la berenjena bajo invernadero

Teniendo en cuenta que la influencia del suelo, así como las bajas temperaturas los hace poco asimilables, conviene hacer análisis foliares para determinar posibles carencias, sobre todo en épocas de máxima producción y de invierno. En general suelen aparecer carencias, sobre todo de Fe y Mn, para corregirlas existen compuestos quelatados a base de estos elementos, tanto para aplicar al suelo vía riego como vía foliar. Los niveles normales en hoja, son los siguientes: N

P

K

Mg

Ca

Fe

Mn

% sms 3,5-5,5

0,4-0,9

3,5-5,5

Cu

Zn

B

20

25

ppm 0,4-1

2,4-3,6

100-240

90

10-20

9.6. ( Otros nutrientes ]

Como apoyo a la nutrición se pueden aportar ácidos húmicos, aminoácidos y otros bioestimulantes para momentos de estrés por frío, calor, exceso de producción, fitotoxicidad, y otras fisiopatías. 10. ( PLAGAS, ENFERMEDADES Y OTRAS FISIOPATÍAS)

Descripción de las principales plagas y enfermedades presentes en el cultivo de la berenjena en la provincia de Almería; antes se señalarán algunas medidas preventivas y culturales para mejorar la protección de los cultivos, con el fin de reducir el número de tratamientos químicos. 10.1. ( Medidas culturales ]

• Se recomienda tratar la estructura de los invernaderos y suelo antes de una nueva plantación. • Limpieza de malas hierbas y restos del cultivo anterior, tanto dentro como en el exterior del invernadero. • Colocación de mallas en bandas y ventanas del invernadero. • Utilización de variedades resistentes, si las hay. • Utilización de plantas y semillas sanas. • Marcos de plantación adecuados. • No asociar cultivos. • Vigilar los primeros estadíos de crecimiento de las plantas, cuando los ataques son más graves. • Colocación de elementos para captura y eliminación de plagas: placas cromotrópicas azules y amarillas. • Buen manejo de riegos y abonado. • Evitar contaminación a través de aperos, ropa, etc. • Los restos de poda y limpiezas no deben permanecer dentro del invernadero.

( 581 ]

( 582 ]

0

12

12,00

AGUA

Aportes

S.N.Final

5000

3

4,20

2,9

0,1

=

SO4

Caudal

Porcentaje

505,7

100

Sulfato amónico

Microelementos

Fosfato monoamónico

47,5

240,0

0,0 27,8

Nitrato Amónico 33%

Nitrato Potásico

14,6

73,8

0,0

90,3

170,0

0,0

Sulfato Magnésico

100,0

50,0

B 1000

A 1000

0,20

0

0,2

0

Cl

-

169,8

m2

0,50

0

3,8

0,5

HCO3

-

Sulfato Potásico

Fosfato Monopotásico

Nitrato Cálcico

Ac.Nítrico

Ac.Fosfórico

1,50

1,5

0

1,5

-

Aniones mmol/l

H2PO4

Superficie

12

Solución Ideal

NO3

-

Ejemplo 1:

C

13,2

66,7

0,0

100,0

188,2

0,40

0

0

0

D

24,8

125,3

0,0

53,2

100,1

100,0

0,0

7

0

7

K

+

7,00

1000

+

4

1

5,00

0,0

0,0

####

####

####

####

####

1000

E

2+

5

Ca

Cationes mmol/l

NH4

187,9

0,0

1000

0,50

0

0,5

0

Na

+

F

0,0

0,0

####

####

####

####

####

####

1000

2,70

1,7

1

2,7

Mg

2+

0,0

0,0

####

####

####

####

####

1000

G

5,5

8

pH

84,2

25,0

500

Acido

22,60

4,2

meq/l

An.(-)

23,30

4,5

meq/l

Cat.(+)

2,30

CE

0,5

CEw

mS/cm

C.E.

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Caudal

Porcentaje

398,6

100

Sulfato amónico

Microelementos

Fosfato monoamónico

45,2

180,0

0,0 80,5

Nitrato Amónico 33%

18,5

73,8

0,0

198,3

50,5

Sulfato Magnésico

Nitrato Potásico

0,0

100,0

50,0

B 1000

A 1000

9,90

0

9,9

2

Cl

-

0,0

m2

0,50

0

4,25

0,5

HCO3

-

Sulfato Potásico

5000

1,10

1,9

0,6

2,5

SO4

=

Fosfato Monopotásico

Nitrato Cálcico

Ac.Nítrico

Ac.Fosfórico

Superficie

1,5

13,9

13,10

Aportes

S.N.Final

1,50

0

1,5

14

0,07

AGUA

-

Aniones mmol/l

H2PO4

Solución Ideal

NO3

-

Ejemplo 2:

6

0

6

2

Na

C

36,3

144,8

0,0

0,30

0

0

0

D

5,00

4,78

####

0,0

####

####

####

100,0

0,0

5

K

+

0,22

1000

+

3

2

5

5,00

0,0

0,0

####

####

####

####

####

1000

E

2+

Ca

Cationes mmol/l

NH4

100,0

25,5

0,0

0,0

1000

+

F

0,0

0,0

####

####

####

####

####

####

1000

2,70

0,5

2,2

2,7

Mg

2+

0,0

0,0

####

####

####

####

####

1000

G

5,5

7,6

pH

105,3

25,0

500

Acido

27,20

15,42

meq/l

An.(-)

28,70

14,62

meq/l

Cat.(+)

2,70

CE

1,54

CEw

mS/cm

C.E.

El cultivo de la berenjena bajo invernadero

( 583 ]

( 584 ] Caudal

Porcentaje

351,2

100

Sulfato amónico

Microelementos

Fosfato monoamónico

Nitrato Potásico

0,0

39,3

138,0

101,0

21,0

73,8

0,0

188,9

0,0

Sulfato Magnésico

Nitrato Amónico 33%

0,0

100,0

50,0

B 1000

A 1000

26,00

0

26

2

Cl

-

0,0

m2

0,50

0

4,03

0,5

HCO3

-

Sulfato Potásico

5000

2,10

0

2,1

2

SO4

=

Fosfato Monopotásico

Nitrato Cálcico

Ac.Nítrico

Ac.Fosfórico

Superficie

1,5

13,9

11,32

Aportes

S.N.Final

1,50

0

1,5

14

0,09

AGUA

-

Aniones mmol/l

H2PO4

Solución Ideal

NO3

-

Ejemplo 3:

C

39,7

139,4

0,0

0,23

0

0

0

D

4,5

0,4

####

0,0

####

####

####

100,0

0,0

5

K

+

5,00

1000

+

6

6,00

2,3

3,7

0,0

0,0

####

####

####

####

####

1000

E

2+

Ca

Cationes mmol/l

NH4

100,0

0,0

0,0

0,0

1000

19,80

0

19,8

2

Na

+

F

0,0

0,0

####

####

####

####

####

####

1000

2,50

0

2,5

2,5

Mg

2+

0,0

0,0

####

####

####

####

####

1000

G

5,5

7,5

pH

95,0

25,0

500

Acido

43,52

34,32

meq/l

An.(-)

42,03

32,6

meq/l

Cat.(+)

4,28

CE

3,5

CEw

mS/cm

C.E.

Técnicas de producción en cultivos protegidos

El cultivo de la berenjena bajo invernadero

10.2. ( Plagas ]

• Araña roja (Tetranychus urticae Koch): Se desarrolla en el envés de las hojas causando decoloraciones, punteaduras o manchas amarillentas que pueden apreciarse por el haz como primeros síntomas, con mayores poblaciones se produce desecación y por tanto pérdida de masa foliar, así como daños en el pedúnculo y en el fruto. Los ataques son graves sobre todo en los primeros estadíos fenológicos. El desarrollo de la plaga se ve favorecido con altas temperaturas y baja humedad. Las principales materias activas empleadas en control químico son las siguientes: azufre, abamectina, acrinatrín. • Araña blanca (Polyphagotarsonemus latus Banks): Aparece siempre en las zonas apicales de la planta, produciendo filimorfismos, curvaturas en las hojas, llegando incluso a perder las plantas los brotes de crecimiento. Tanto el pedúnculo como el fruto pierden la calidad comercial. Las principales materias activas empleadas en control químico son las siguientes: azufre y abamectina Conviene dar un segundo tratamiento a los cuatro días en los focos de aparición. • Mosca blanca: Se distinguen dos especies de mosca blanca Trialeurodes vaporariorum West y Bemisia tabaci Genn. Los daños son producidos tanto por larvas como por adultos, provocando amarilleamientos en las hojas, incluso pérdida de masa foliar; además sobre la melaza que segregan las larvas se puede desarrollar la negrilla. Los daños en fruto son producidos tanto por la melaza segregada como por la negrilla. Las principales materias activas empleadas en control químico son las siguientes: metomilo, piridaben, piriproxifen, imidacloprid. • Pulgones: Se distinguen dos especies Myzus persicae y Aphis gossypii. Su distribución normalmente es por focos. Los principales daños son deformaciones en hojas nuevas, lo que provoca pérdida de crecimiento y en la melaza que segregan se desarrolla la negrilla. Las principales materias activas empleadas en control químico son las siguientes: imidacloprid, pirimicarb. Es conveniente repetir tratamientos en focos. • Submarino o minador (Liriomyza spp.): Los daños están ocasionados por las picaduras de alimentación, puestas de los adultos y por el posterior desarrollo de las larvas dentro del tejido de las hojas formando galerías perfectamente visibles. Estas galerías aparecen en el haz o en el envés de las hojas, dependiendo de la especie. Las principales materias activas empleadas en control químico son las siguientes: ciromazina, abamectina. • Trips (Frankliniella occidentalis): Los daños son producidos tanto por larvas como por adultos, debido a su alimentación, provocando una decoloración plateada en hojas y pedúnculo; en el fruto produce pústulas en la parte inferior del fruto. Otro daño importante es la transmisión de TSWV. Las principales materias activas empleadas en control químico son las siguientes: formetanato, malation y acrinatin.

( 585 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Larvas de lepidopteros: Heliothis, Spodoptera y Plusia. Pueden causar daños en hoja, tallos y frutos. Las principales materias activas empleadas son las siguientes: Bacillus thuringiensis (hay varias cepas), tebufenocida, deltametrín, flufenoxuron. • Nematodos (Meloidegyne spp): Penetran en las raíces provocando engrosamiento de las raíces, aparición de agallas y disminución del crecimiento de las mismas. En ataques fuertes se aprecian en las raíces las típicas patatillas. Las principales materias activas empleadas en control químico son las siguientes: dicloropropeno (en desinfección de suelos antes de la plantación), y oxamilo. También se puede solarizar durante el verano. A parte del control químico existe también el control biológico, que se realiza con productos biológicos (bacterias y hongos) y con parásitos y depredadores (espontáneos o introducidos) y el manejo integrado de plagas, que combina un control químico racional con la lucha biológica. 10.3. ( Enfermedades y virosis ]

• Mildiu terrestre. Esta enfermedad es causada por Phytophthora nicotianae, causando daños en el cuello de la planta, provocando marchitez e incluso la muerte de las plantas afectadas. Se ve favorecida por encharcamientos y épocas de poca actividad vegetativa. Las principales materias activas empleadas en control químico son las siguientes: propamocarb. Los suelos afectados se pueden solarizar o desinfectar con Metam – Na. • Verticiliosis. Enfermedad provocada por Verticillium dahliae. Los síntomas empiezan por una marchitez y continúan con clorosis laterales en las hojas, provocando la muerte de la planta. Las principales materias activas empleadas en control químico son las siguientes: polioxina-B. Desinfección de suelos. • Podredumbre gris. Enfermedad causada por Botrytis cinerea. Produce en hojas, tallos y frutos una podredumbre blanda en los que se observa el micelio gris del hongo. Los puntos de mayor infección suelen ser los cortes de poda, los pétalos de las flores, los frutos abortados y las heridas causadas por insectos como minador. Esta enfermedad se ve muy favorecida por la elevada humedad relativa dentro del invernadero. Las principales materias activas empleadas en control químico son las siguientes: iprodiona, pirimetanil, ciprodinil + fludioxonil, diclofluanida + tebuconazol, clortalonil, carbendazima, + dietofencarb. • Esclerotiniosis. Es producida por Esclerotinia esclerotiorum. Produce una podredumbre blanda que acaba secándose y apareciendo un micelio algodonoso blanco con numerosos esclerocios blancos al principio y negros después. Suele atacar sobre todo al tallo, provocando la muerte del mismo, apareciendo los esclerocios en el interior del tallo. Las principales materias activas empleadas en control químico son las siguientes: iprodiona, pirimetanil, ciprodinil + fludioxonil, diclofluanida + tebuconazol, clortalonil, carbendazima, + dietofencarb.

( 586 ]

El cultivo de la berenjena bajo invernadero

• Alternaria. Está producida por el hongo Alternaria solani. En las hojas aparecen unas manchas de color pardusco, bordeadas de color amarillento, de formas más o menos redondeadas y concéntricas. Las principales materias activas empleadas en control químico son las siguientes: clortalonil, procimidona y oxicloruro de cobre. • Virus del bronceado del tomate (TSWV). Virus transmitido por trips que provoca arabescos en las hojas con puntos y manchas necróticas; en el fruto aparecen abullonaduras en todo el fruto. • Virus del enanismo ramificado del tomate (TBSV). Se observa una fuerte clorosis en las hojas apicales con necrosis de nervios y en los frutos abullonaduras y deformaciones. Se transmite por suelo y agua. Se desconoce la intervención de algun vector biológico. 10.4. ( Fisiopatías ]

Las fisiopatías son daños ocasionados por alteraciones fisiológicas. Se nombran las más importantes: blossom–end rot, fitotoxicidades provocadas por reguladores de crecimiento, herbicidas y pesticidas, rajado de frutos, golpes de sol, deformaciones de frutos, etc. 11. ( RECOLECCIÓN ]

Conviene seguir unas normas básicas para la recolección de la berenjena: • Cortar el fruto siempre por las mañanas y a ser posible exento de humedad. • Respetar siempre el plazo de seguridad de las materias activas empleadas en los tratamientos, con el fin de no superar los L.M.R.. • Usar siempre tijera y dejar un centímetro de pedúnculo. • No presionar el fruto con las manos, usar éstas simplemente como apoyo. • Colocar las berenjenas directamente en la caja de campo y entre capa y capa colocar un separador.

( 587 ]

( TEMA 18 ]

EL CULTIVO PROTEGIDO DEL MELÓN

José Manuel Cantón Ramos

Ingeniero Técnico Agrícola. Departamento Técnico “S.A.T. COSTA DE ALMERÍA” Isabel Galera García

Ingeniero Técnico Agrícola. Jefa del Departamento Técnico “S.C.A. COPROHNÍJAR” Antonio Martínez Martínez

Ingeniero Técnico Agrícola. Servicio Técnico Agrícola “S.C.A. HORTAMAR”

El cultivo protegido del melón

1. ( INTRODUCCIÓN ]

A principios de los sesenta se empezaron a plantar los primero melones en la provincia de Almería, siendo el melón Amarillo el de más aceptación seguido del Charentais y del Piel de sapo. Estas plantaciones se hacían al aire libre y sobre suelo arenado. Al inicio de la siguiente década se empezaron a hacer los primeros cultivos de melón en invernadero, donde además del ya citado Amarillo y Charentais se empieza a realizar melón Ogen, que a la postre se rebeló como uno de los parentales del posterior Galia, la superficie que se hacía de este cultivo era muy pequeña, pero de un modo paulatino se realizaría un incremento de la misma. Estas primeras plantaciones se iniciaron en la Vega de Adra y en el Campo de Níjar. A finales de los setenta, principios de los ochenta hubo un gran despegue en la superficie del melón, coincidiendo con la venida de grupos de comercializadores franceses para realizar aquí melón Cantaloup, tanto de tipo Charentais como Vedrantais así como con la aparición en el mercado de los melones Galia. En ese momento se pueden diferenciar cuatro zonas de melón en Almería: la de Adra, donde se hace una gran especialización en melón del tipo Piel de sapo y Rochet, precursores de lo que son los actuales melones del tipo Verde españoles y que fundamentalmente iban dirigidos al consumidor nacional; la zona del Poniente, con cultivos innovadores de melón Galia para mercados de exportación y las zonas de Roquetas de Mar y Níjar donde se realiza fundamentalmente melón de tipo cantaloup, a la sombra de los comerciantes franceses y de empresas del Levante Español, fundamentalmente Valencianas, que trabajaban ese melón no sólo para el mercado Francés, sino también para el Belga y algunas zonas de Inglaterra. A principios de los noventa el melón Galia tuvo problemas debido a los daños que sufría con el virus del Cribado (MNSV). En la actualidad ese problema se está solucionando con la aparición en el mercado de variedades resistentes y también se ha empezado a utilizar el injerto sobre híbridos interespecíficos de calabaza, que ya empiezan a tener en los productores bastante aceptación. En estos momentos la superficie de invernadero dedicado al cultivo de melón tipo Galia es superior a la de tipo Cantaloup, siguiendo en importancia los melones tipo Verdes españoles y por último los tipo Amarillos. 2. ( BREVE DESCRIPCIÓN BOTÁNICA. DESCRIPCIÓN BIOLÓGICA ]

Pertenece a la familia Cucurbitaceae, y su nombre científico es Cucumis melo L. Posee un sistema radicular muy abundante y ramificado, de crecimiento rápido, y del cual algunas de sus raíces pueden alcanzar una profundidad de 1,20 m, aunque la mayoría de ellas se encuentran entre los primeros 30-40 cm de suelo. Sus tallos son herbáceos, recubiertos de formaciones pilosas, y su desarrollo puede ser rastrero o trepador debido a la presencia de zarcillos. Sus hojas, recubiertas de pelos y de tacto áspero, poseen el limbo orbicular aovado, reniforme o pentagonal, dividido en 3-7 lóbulos y con los márgenes dentados. Las flores son solitarias, de color amarillo y por su sexo pueden ser masculinas, femeninas o hermafroditas. Las flores masculinas suelen aparecer en primer lugar sobre

( 591 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

los entrenudos más bajos, mientras que las flores femeninas aparecen más tarde en las ramificaciones de segunda y tercera generación, aunque siempre conjuntamente con otras flores masculinas. La fecundación del melón es principalmente entomófila. La forma del fruto es variable, pudiendo ser esférica, deprimida o flexuosa; la corteza de color verde, amarillo, anaranjado o blanco, puede ser lisa, reticulada o estriada. La pulpa puede ser blanca, amarilla, cremosa, anaranjada, asalmonada o verdosa. El extremo opuesto a la inserción peduncular recibe el nombre de ombligo. En un fruto pueden existir entre 200 y 600 semillas. En un gramo pueden contenerse aproximadamente entre 22 y 50 semillas, según las variedades. La capacidad germinativa media de las semillas de melón suele ser de unos cinco años, si se conservan en buenas condiciones. La apertura de la flor tiene lugar a primera hora de la mañana y dura 4-6 horas normalmente. Si la flor no es fecundada, renueva su apertura en días sucesivos. Las flores femeninas no fecundadas tienen la capacidad de permanecer receptivas hasta dos o tres días. Una vez fecundado el ovario, comienza a engrosarse en muy breve periodo de tiempo. La fecundación se produce después de las 24 horas que necesita el tubo polínico para llegar al ovario. Si la polinización es insuficiente, se obtienen frutos que contienen menos semillas y frecuentemente deformados, lo que hace aconsejable la colocación de colmenas en las plantaciones. También es conveniente de cara a una buena polinización que la temperatura en el momento en que se abren las flores masculinas sea lo más próxima posible a 20 ºC. Debido, entre otros factores, a la demanda de elementos nutritivos que precisan algunos frutos, normalmente los primeros en cuajar, impiden la formación de otros jóvenes, provocando el desprendimiento de éstos. Los frutos alcanzan su madurez, en condiciones favorables de cultivo, a los 45 días de su fecundación (según variedades). Con el objetivo de tipificar los tipos de fruto de melón por forma, color y estado en que están las semillas dentro del mismo, podríamos hacer el siguiente resumen: 2.1. ( Formas del fruto ]

El fruto del melón puede tener forma variable: • Esférica: típica de los melones tipos Galia y Cantaloup. • Esférica ligeramente achatada: melones tipo Charentais. • Alargada: típica de melones Amarillos y Verdes españoles. • Elíptica: melones de nuevo material vegetal de Verdes españoles. • Ovoide: aparece en algunas variedades de melones tipo Galia.

Aunque cada tipo tiene una forma típica, hay variaciones dependiendo de las características de tipo y/o variedad, de las condiciones de cultivo (temperatura, longitud del día….). 2.2. ( Color de la piel ]

La piel es de distintos colores en función del tipo de melón de que se trate.

( 592 ]

El cultivo protegido del melón

• Verde más o menos oscuro: melones Verdes españoles. • Verde claro y/o ligeramente grisáceo: melones tipo Charentais. • Amarilla: melones Amarillos, Galia. • Pardo: melones fuertemente reticulados y con fondo amarillo, tipo Cantaloup. 2.3. ( Características de la placenta ]

La placenta contiene las semillas del melón y puede ser seca, gelatinosa o acuosa en función de su consistencia; puede estar desprendida de la pulpa o adherida a la misma. Es importante que la placenta sea pequeña para que no reste la pulpa al volumen del fruto, y que las semillas estén bien situadas en la misma para que no se muevan internamente en el transporte a los mercados de destino. También es importante que el tamaño de la placenta se mantenga en las diferentes condiciones de cultivo a lo largo del año. 3. ( EXIGENCIAS MEDIOAMBIENTALES ]

El melón requiere calor para su cultivo y una humedad no excesiva, pues de lo contrario su desarrollo no es normal, no madurando bien los frutos y perdiendo calidad en regiones húmedas y con poca insolación. Helada

1 ºC Aire

Detención de la vegetación

13 a 15 ºC

Suelo

Germinación

8 a 10 ºC

Mínima

15 ºC

Óptima

22 a 28 ºC

Máxima

39 ºC

Floración

Óptima

20 a 23 ºC

Desarrollo

Óptima

25 a 30 ºC

Maduración del fruto

Mínima

25 ºC

El desarrollo vegetativo de la planta queda detenido cuando la temperatura del aire es inferior a 13 ºC, helándose a 1 ºC. En cuanto a temperaturas óptimas, las ideales son las expuestas en el cuadro anterior. En el primer desarrollo de la planta, la humedad relativa debe ser del 65-75%, en floración del 60-70%, y en la fructificación del 55-65%. La relación entre la temperatura del suelo y los días necesarios para la nascencia de la semilla sembrada a 1,25 cm de profundidad es la siguiente: Temperatura del suelo Días necesarios

15 ºC

20 ºC

25 ºC

30 ºC

10

8

4

3

( 593 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Las plantas de melón necesitan bastante agua en el período de crecimiento y durante la maduración de los frutos. Éstas necesidades están ligadas al clima local y a la insolación. La falta de agua en el cultivo da lugar a menores rendimientos, tanto en cantidad como en calidad. La duración de la luminosidad y de la temperatura tiene su influencia no sólo en el crecimiento de la planta, sino en la inducción floral, en la fecundación de las flores perfectas y en el ritmo de absorción de elementos nutritivos. Otra acción que ejerce la luminosidad sobre el melón es la reducción del número de flores macho y un aumento del número de flores perfectas, aunque a lo largo del desarrollo de la planta en un ciclo de primavera típico, el resultado del aumento conjunto de luminosidad y temperatura se traduce, sobre todo en los cultivares tradicionales de melón tipo español, en un aumento de proporción de flores macho en detrimento de las flores con ovarios. El desarrollo de los tejidos del ovario está profundamente influenciado por la temperatura y horas de iluminación. En general, días largos y temperaturas elevadas reprimen el desarrollo de flores con ovarios, mientras que días cortos con temperaturas bajas favorecen el desarrollo de flores con ovarios. El CO2, etefon, daminocida y el etileno estimulan el desarrollo de flores femeninas, así como algunas auxinas. Algunas de estas sustancias, además, tienen un efecto enanizante. En cuanto a suelos, aún sin ser muy exigente, el melón da mejores resultados cuando el suelo rico en materia orgánica, profundo, mullido, bien drenado, con buena aireación y un pH ideal entre 6 y 7. Sí es exigente en cuanto a la capacidad de retención del agua por el suelo, ya que los encharcamientos producen podredumbres en el fruto e impiden el normal funcionamiento del sistema radicular, por lo que es necesario que el suelo tenga un buen drenaje. Se encuentra entre las especies moderadamente sensibles a la salinidad; tolera aguas de 1,5 dS/m de C.E. y suelos de 2,2, pero cada unidad de incremento de este valor del suelo representa una baja en producción del 7,5%. 4. ( NECESIDADES MEDIAS DE AGUA ]

Según los estudios realizados por el equipo Técnico de la Estación Experimental de Cajamar “las Palmerillas”, los consumos medios en agua del cultivo del melón en nuestra zona son los que se exponen en el cuadro siguiente. El consumo está expresado en L/m2·día. Enero Fecha trasplante

1 al 15

Febrero 16 al 31

1 al 14

15 al 28

Marzo 1 al 15

16 al 31

Abril 1 al 15

Mayo 16 al 30

1 al 15

Junio 16 al 31

1 al 15

Julio 16 al 30

1 al 15

*

0,26

0,44

0,85

1,31

2,55

3,53

4,39

4,66

4,61

4,54

4,88

5,09

*

*

*

*

0,29

0,51

0,94

1,99

2,88

4,39

4,66

5,08

5,04

5,48

5,09

*

*

*

*

*

0,34

0,75

1,70

2,56

3,99

4,66

5,08

5,54

5,48

5,09

*

*

*

*

*

*

0,56

1,43

2,24

3,59

4,66

5,08

5,04

5,48

5,09

*

*

*

*

*

*

*

0,85

1,60

2,79

3,81

5,08

5,54

6,09

5,73

4,86

*

( 594 ]

El cultivo protegido del melón

La extracción máxima de agua y de nutrientes durante el desarrollo del cultivo del melón ocurre justo después de la floración. El aporte de elementos nutritivos es muy importante en este periodo. Durante la fase de floración, dependiendo de la situación del cultivo, a veces es conveniente provocar un ligero stress hídrico para facilitar el “ enganche “ de las flores recién cuajadas. Coeficientes de cultivo (Kc) de melón al aire libre

Coeficientes de cultivo (Kc) de melón bajo invernadero 0,8

1

0,7

0,9 0,8

0,6

0,7 0,6

Kc

Kc

0,5 0,4

0,5 0,4

0,3

0,3

0,2

0,2

0,1

0,1 0

0 15

30

45

60

75

90

105

Días después del trasplante

120

135

15

30

45

60

75

90

105

120

135

150

Días después del trasplante

El melón es una planta muy sensible a la asfixia radicular provocada principalmente por excesos de agua en el suelo, bien por lluvias fuertes o bien por excesivos riegos, que desplazan el aire que contiene el terreno y, por tanto, el desarrollo de los pelos radiculares se reduce drásticamente debido a la carencia de oxígeno en el suelo. Hay otros factores tales como mal drenaje de las parcelas o un nivel freático elevado que influye en una cantidad excesiva de agua a nivel radicular. La humedad relativa excesivamente alta en el interior de los invernaderos disminuye la evaporación y por tanto las necesidades de agua de las plantas. El método de riego que mejor se adapta al cultivo del melón es el de alta frecuencia, riego “por goteo”. Este sistema nos permite regular el aporte de agua necesaria en cada momento, junto con la concentración adecuada de nutrientes necesaria para la planta en dicho momento. Cuando se utiliza acolchado hay que tener en cuenta para planificar los riegos que éste nos reduce la evaporación y conserva mejor la humedad bajo el mismo. De un modo práctico el manejo del riego puede hacerse del siguiente modo: Se aconseja dar un riego bastante abundante unos días antes de la plantación para reducir el contenido de sales a nivel del sistema radicular, sobre todo si el agua que utilizamos tiene una elevada conductividad eléctrica. Cuando el cultivo está recién plantado se recomienda dar riegos diarios y de menos cantidad de agua. Cuando se observe que la planta está enraizada se disminuye el riego, para producir un pequeño déficit hídrico, con el objeto de fomentar el desarrollo del sistema radicular. Cuando esté bien establecido, se empiezan a aumentar los riegos, realizándose ya con regularidad. De cara al cuaje, para inducir la floración, también

( 595 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

es recomendable reducir la dosis de agua, pero cuando se vean frutos cuajados se empiezan a aumentar los riegos progresivamente. Si le falta agua a los melones recién cuajados puede llegar a abortarlos. No cortar el riego días antes de la recolección, lo correcto es disminuir la dosis, puede disminuir la calidad de los frutos. El riego por aspersión, aunque empleado es el menos aconsejable; después de la floración es peligroso debido a la difusión de enfermedades criptogámicas que nos pueden aparecer y además por facilitar la pudrición de los frutos. 5. ( FERTILIZACIÓN ]

Es un cultivo que agradece bastante las aportaciones de estiércol siempre y cuando sea estiércol bien descompuesto. Las aportaciones de Nitrógeno influyen en el desarrollo foliar y en el tamaño del fruto, si bien un exceso de éste puede producir grietas en el fruto. La deficiencia de Nitrógeno produce una sintomatología en la planta que se manifiesta por un amarilleamiento de las hojas, comenzando por las basales. El crecimiento de la planta disminuye con entrenudos cortos y hojas pequeñas. Cuando la deficiencia es acusada, el crecimiento se paraliza, el amarilleamiento se intensifica generalizándose a toda la planta con defoliación de las hojas viejas. La carencia se corrige mediante la aplicación de fertilizantes minerales en forma de nitrato a razón de 75 ppm de N nítrico en el agua de riego hasta la desaparición. El Fósforo es primordial para la abundante formación de frutos, estimulando su precocidad. No debemos olvidar el buen efecto que realiza sobre el estímulo del desarrollo radicular de la planta. Su carencia se caracteriza por un enanismo generalizado en toda la planta, acompañado de una reducción del tamaño de los entrenudos y por la aparición de una coloración rojiza en las hojas basales, que cuando la deficiencia es severa se transforman en punteaduras internerviales marrones que se alargan y finalmente se necrosan. La corrección se realiza mediante aplicaciones vía riego de concentraciones de 25-50 ppm de P hasta su desaparición. Con temperaturas de suelo algo bajas, es conveniente la aplicación vía foliar de productos comerciales ricos en P. La carencia de Fósforo pude venir inducida por un exceso de Calcio y elevado pH en el suelo. El Potasio da dulzor al fruto y hace más resistente la planta al frío. En general, el Potasio juega un papel fundamental en lo referente a calidad del fruto. Los síntomas de carencia en potasio comienzan por un amarilleamiento de las hojas basales permaneciendo verdes las hojas jóvenes, disminuyendo el desarrollo de la planta. Con deficiencia acusada, el amarilleamiento se intensifica, evolucionando a necrosamiento. En fruto aumenta la cavidad interior (frutos huecos) con disminución de la concentración de azúcares. La corrección se realiza aplicando vía riego concentraciones de 75-100 ppm de K a base de Nitrato potásico ó Sulfato de potasa. Existen preparados comerciales ricos en Potasio para su aplicación tanto por vía suelo como por vía foliar. La deficiencia en Calcio aparece en hojas jóvenes (el calcio es un elemento poco móvil) con la aparición de una coloración blanquecina en el borde de las hojas, inhibiendo el crecimiento y curvándose hacia el envés. La coloración tiene distintos

( 596 ]

El cultivo protegido del melón

tonos de color verde, oscuros cerca de los nervios y más claros en la zona intermedia. Con deficiencia acusada puede aparecer “blossom end rot” (podredumbre apical del fruto). Niveles altos de potasio y magnesio pueden inducir una carencia de calcio. La corrección se lleva a cabo mediante aportaciones vía riego de Nitrato de cal a concentraciones de 30-40 ppm de Ca. También se pueden realizar aplicaciones vía foliar con Nitrato de Cal o preparados comerciales a base de quelatos de Calcio. Los síntomas de la carencia de Magnesio se inician en las hojas adultas, apareciendo manchas amarillentas entre los nervios presentando un aspecto de moteado. Las hojas jóvenes se curvan haciéndose quebradizas. Con carencia más acusada, la hoja adquiere un tono amarillo apareciendo posteriormente zonas necróticas. Para su corrección se aplicará Sulfato de magnesio vía riego a concentración de 15-25 ppm de Mg conjuntamente con aplicaciones vía foliar del mismo abono ó de preparados comerciales en forma de quelato. Los síntomas de carencia de Hierro se manifiestan por una coloración amarillenta de las hojas jóvenes (debido a la baja movilidad del elemento dentro de la planta) con los nervios verdes, intensificándose conforme aumenta la carencia. La carencia de hierro puede ser directa debido a la ausencia del elemento en el medio de cultivo o bien inducida por efectos de antagonismo con otros nutrientes como el fósforo, calcio y excesos de manganeso y zinc. Su corrección se realiza mediante aplicaciones vía riego de quelatos de hierro periódicamente. La carencia de Manganeso se produce generalmente en suelos calizos de alto pH. Produce una sintomatología parecida a la deficiencia en hierro, aunque se presenta en forma de manchas cloróticas amplias que al fusionarse hacen que todo el limbo foliar, excepto los nervios, presenten coloración amarilla. En suelos ácidos la solubilización del manganeso es alta, absorbiendo la planta grandes cantidades, lo que da lugar a toxicidades que afectan gravemente al desarrollo vegetativo de la planta. En condiciones experimentales se ha comprobado que aplicando altas concentraciones de Mn (15-20 ppm) en el agua de riego, la toxicidad producida hace morir a la planta en pocos días. La carencia de Zinc es poco conocida cuyos síntomas no están muy claros. Algunos autores la describen por una decoloración entre los nervios de la hoja, que pueden llegar a necrosarse en caso de carencia muy acusada. Otros síntomas descritos son la disminución del tamaño de la hoja y enanismo de la planta. La corrección se realiza mediante la aplicación foliar de quelatos de zinc. La adición de Boro mejora, en muchos casos, la calidad de los frutos, hace aumentar su riqueza en azúcar, facilita la fecundación de las flores femeninas y da al fruto más resistencia al calor y al agrietado. Los primeros síntomas de deficiencia aparecen en las hojas jóvenes, manifestándose por una decoloración del borde fundamentalmente en el ápice de la planta, en los que además se inhibe el crecimiento produciéndose un acortamiento característico de los entrenudos y el aborto sistemático de los frutos recién cuajados. La corrección se realiza mediante aplicaciones vía foliar de compuestos de boro. La carencia de Molibdeno aparece con relativa frecuencia, produciendo una decoloración de las hojas, que adquieren un tono amarillo-marfil, en contraste con las

( 597 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

nerviaciones que permanecen verdes durante más tiempo; las hojas se secan por los márgenes replegándose hacia arriba y la planta deja de crecer. Esto se puede corregir mediante aplicaciones de Molibdato amónico al 0,02% o mediante pulverizaciones con cualquier preparado comercial de los existentes hoy en día en el mercado. Los niveles de extracción de elementos nutritivos del melón son variables en función de los diferentes autores que tratan el tema. Éstas cifras varían bastante dependiendo de aspectos como son la variedad, densidad de plantación, tipo de producción, duración del cultivo, condiciones climáticas, etc.  EXTRACCIONES DE 1 ha DE MELONES. Kg / ha

Rendimientos ( t/ ha )

N

P2O5

K2O

CaO

MgO

16,3

56,2

17,2

101,2

69,7

16,3

Thompson y Kelly (1.957)

20

49

23

112

88

13

INRA, Monfavet (1.976)

24

122

17

229

---

---

Robin (1.967)

67 (Incluido sistema vegetativo)

283

137

503

412

77

Anstett (1.965)

15-20

50

20

100

---

---

Chaux (1.972)

Fuente

 EXTRACCIONES PERIÓDICAS DE NUTRIENTES DEL MELÓN DURANTE EL CICLO DE CULTIVO (RINCÓN et al. 1996). Intervalo (días)

N

P2O5

K2O

Ca

Mg

Total kg/ha

kg/ha/ día

Total kg/ha

kg/ha/ día

Total kg/ha

kg/ha/ día

Total kg/ha

kg/ha/ día

Total kg/ha

kg/ha/ día

0-35

10

0,30

1

0,03

15

0,50

14

0,40

5

0,15

35-65

40

1,30

5

0,16

60

2,00

60

3,00

20

0,70

65-85

70

3,50

16

0,80

110

5,50

56

2,80

25

1,25

85-105

60

3,00

25

1,25

105

5,25

25

1,25

15

0,75

105-125

30

1,00

32

1,60

100

5,00

10

0,50

10

0,50

125-150

15

0,50

10

0,60

60

3,00

-

-

10

0,50

TOTAL

225

----

89

----

450

----

165

----

85

----

5.1. ( Fases del desarrollo fisiológico del melón ]

La mayoría de autores que han estudiado la nutrición del melón a lo largo de su ciclo biológico, diferencian sólo cuatro periodos de crecimiento basándose en el aumento

( 598 ]

El cultivo protegido del melón

en peso seco de la planta y en las variaciones del contenido hídrico en función de la E.T.P. Sin embargo para nuestras condiciones de trabajo se considera más acertado realizar una diferenciación de éstas en cuatro etapas: Desde la germinación hasta la aparición de las primeras flores masculinas y/o hermafroditas. Se caracteriza por un lento aumento del aparato vegetativo y una estabilidad media en cuanto a la demanda hídrica de la planta. Fase de fecundación. Comprende desde la aparición de las primeras flores perfectas al final de la fecundación de los primeros frutos. Se caracteriza por el desarrollo del aparato vegetativo, por la fecundación de los primeros frutos, y por un aumento importante de la demanda hídrica de la planta. Fase de engrosamiento de los frutos. Abarca desde la fecundación hasta las primeras fases de la maduración de los frutos en que éstos alcanzan su tamaño máximo. Caracterizada por un crecimiento abundante del aparato vegetativo, un aumento importante del tamaño de los frutos y una gran demanda hídrica de la planta que se mantiene constante durante todo este periodo. Fase de maduración. Comprende desde el principio de la maduración hasta la recolección de los frutos. Se reconoce por una reducción del crecimiento, el cambio en las características morfológicas de los frutos que conduce a su madurez total y por una reducción importante de la demanda hídrica de la planta. 5.2. ( Relación entre las fases de crecimiento y la nutrición del melón ]

Existe una relación directa entre la absorción de elementos nutritivos y la síntesis de materia seca. En términos generales podemos decir que en relación con las fases de crecimiento, la absorción más importante de elementos nutritivos por parte del melón se corresponde con el periodo que sigue a la fecundación o cuaje de los frutos, sin embargo las necesidades de nutrientes varían tanto en función del órgano que tratemos como de la etapa fisiológica en que se encuentre la planta. Desde el punto de vista del órgano que estudiemos, podemos decir que el nitrógeno abunda en todos los órganos de la planta, si bien esta abundancia no quiere decir que este elemento domine de forma clara sobre los demás elementos en todos los órganos. El fósforo es abundante, y tienen un requerimiento predominante de este elemento, los órganos encargados de la reproducción (ya que es imprescindible en las primeras fases de elongación del tubo polínico) y en el sistema radicular. El potasio es abundante en los frutos y en los tejidos conductores del tallo y de las hojas. El calcio es abundante en las hojas donde se acumula a nivel de la lámina media de las paredes celulares y tiene una función principal en las estructuras de sostén. Desde el punto de vista de las fases de crecimiento, el contenido en hoja de los elementos nutritivos varía a lo largo del ciclo vegetativo.  Efectos sobre el crecimiento. Entre los efectos concretos de los elementos nutritivos sobre las fases de desarrollo podemos citar el efecto de una nutrición deficiente en nitrógeno, aunque los demás elementos estén en cantidades óptimas, que produce una reduc-

( 599 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

ción del 25% en el crecimiento total de la planta. Ésta reducción es fundamentalmente importante en el crecimiento del sistema radicular, en tanto que disminuye la capacidad exploratoria de éste, y por tanto limita las posibilidades de absorción de los elementos que tienen menor movilidad en el suelo. Las cantidades de nitrógeno disponible influyen sobre la proporción parte aérea/raíz, de tal forma que aportes crecientes de nitrógeno en forma localizada, producen un aumento de esta relación no sólo por un aumento de la parte aérea, sino por una disminución del volumen de suelo explorado por la raíz. El tipo de sal que se utilice como fuente nitrogenada, también puede tener influencia sobre el comportamiento de la planta, tanto en su parte aérea, ya que un aporte de nitrógeno en el que predomine la forma amónica puede producir una toxicidad por amonio (que se manifiesta por un oscurecimiento en los pigmentos del aparato fotosintético y en la aparición de raíces adventicias en los nudos del tallo), como en su parte radicular, ya que dependiendo del tipo de sal que se utilice como fuente de nitrógeno, puede variar la morfología del sistema radicular sin variar su volumen total, produciendo sistemas radiculares más compactos (con menor volumen de suelo explorado) en el caso de aplicaciones mayoritarias con sales amónicas. También tiene una marcada influencia sobre el crecimiento vegetativo la deficiencia en fósforo, produciendo una disminución entre el 40 y el 45% del crecimiento de la parte aérea, que se manifiesta tanto en una reducción del número de hojas como en una disminución de la superficie foliar y una disminución en un 30% del sistema radicular, originado fundamentalmente por una inhibición del crecimiento de los ápices radicales, lo que produce un acortamiento y un engrosamiento de las raíces, con una disminución de la zona pilífera radical. La acción de los macronutrientes secundarios (potasio, calcio, magnesio y azufre) sobre el crecimiento es limitada, aunque la acción que ejercen sobre la elongación celular puede producir, en el caso de deficiencias prolongadas, una reducción del crecimiento que puede llegar a originar necrosis foliares. En cuanto a la influencia que sobre el crecimiento de las plantas de melón tienen los micronutrientes (Fe, Mn, Zn, Cu, B y Mo), baste decir que si bien es posible conseguir rendimientos de 10 kg/m2 en cultivos de tomate, cultivados en condiciones de semihidroponía, con soluciones deficientes en micronutrientes, en el caso del melón cultivado en las mismas condiciones, no es posible obtener ningún fruto consumible.  Efectos sobre la floración. Los efectos de los elementos nutritivos sobre la floración se manifiestan para los casos de exceso de nitrógeno en una reducción del 35% de las flores femeninas y casi en un 50% de las flores hermafroditas. El caso más drástico se produce cuando concurren niveles deficientes en fósforo y excesivos de nitrógeno en los que se produce una reducción de hasta el 70% del potencial de floración. De forma similar a lo que ocurre en el crecimiento vegetativo, la acción de potasio y magnesio es menos importante, si bien una deficiencia severa de potasio puede producir una reducción de hasta el 35% del número de flores hermafroditas.  Efectos sobre la fecundación. El efecto más marcado sobre la fecundación se manifiesta fundamentalmente, como en el caso de la formación de flores, cuando se originan niveles deficientes de fósforo de forma conjunta con niveles elevados de nitrógeno,

( 600 ]

El cultivo protegido del melón

produciéndose una disminución considerable en el número de frutos fecundados. Una disminución menos drástica se produce en los casos de deficiencia, tanto de nitrógeno como de magnesio. En esta fase vegetativa, las extracciones y asimilaciones de potasio y magnesio alcanzan casi el 50% del total, mientras que para los elementos nitrógeno, fósforo y calcio, la demanda es más regular en todas las fases del ciclo.  Efectos sobre el desarrollo y la maduración de los frutos. Sobre estos estadíos tienen influencia los niveles deficientes de nitrógeno, fósforo y magnesio, que descienden el índice de producción, tanto por su efecto en éste como en estadíos anteriores. Los niveles deficientes de potasio y calcio producen una disminución en calidad y en las cualidades organolépticas de los frutos. Durante el engrosamiento de los frutos disminuye la concentración en hoja de todos los elementos móviles, y aumenta la de los inmóviles, mientras que en el fruto en proceso de maduración disminuye la concentración de todos los elementos, debido fundamentalmente a dos procesos paralelos; primero a un proceso de dilución al producirse un aumento de volumen mucho mayor que el aumento de peso, y en segundo lugar a un proceso de fijación de elementos en las estructuras de reserva de las semillas (endosperma y cotiledones).  NIVELES NORMALES EN HOJAS DE MELÓN

1

N

P

K

3,5-5,5

0,4-0,9

3,5-5

Ca

1

2-7

(% S.M.S.).

Mg

Na

Cl

Fe

Mn

Cu

Zn

B

0,4-0,9

< 0,25

< 1,5

> 80 ppm

>75 ppm

5-20 ppm

>30 ppm

>25 ppm

EL NIVEL AUMENTA A LO LARGO DEL CICLO DE CULTIVO.

 RELACIONES NORMALES EN HOJA DE MELÓN.

N/K

N/Ca

N/Mg

K/Ca

K/Mg

Ca/Mg

1,06

1,00

6,92

0,94

5,5-8,7

6,92

Rango óptimo de nutrientes totales en plantas de melón (Valenzuela et al. 1991)

% sobre materia seca

ppm

Rango óptimo de nutrientes solubles en plantas de melón (Valenzuela et al. 1991)

Parámetro

Bajo

Medio

Alto

Parámetro

Medio

N

4,00

4,00 – 4,32

4,32

NO3-

13,68 – 15,18

P

0,67

0,67 – 0,76

0,76

NH4+

7,58 – 8,22

K

2,25

2,25 – 2,44

2,44

P-inorg.

2,78 – 2,95

Ca

4,51

4,51 – 4,87

4,87

K+

4,27 – 4,89

Mg

1,39

1,39 – 1,47

1,47

Ca++ sol. HCl

17,78 – 18,46

Na

0,57

0,57 – 0,64

0,64

Ca++ sol. H2O

6,22 – 6,92

S

0,71

0,71 – 0,85

0,85

Mg++

3,38 – 3,54

Fe

209

209 – 228

228

Na+

1,83 – 2,03

Mn

87

87 – 94

94

SO4

0,87 – 0,94

Zn

26

26 – 34

34

Cl-

4,23 – 5,04

Cu

40

40 – 47

47

Fe

92 – 105

B

20

20 - 29

29

Mn

40 – 46

mg/g de ps

=

ppm

Zn

9 – 14

Cu

20 – 28

( 601 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

 EVOLUCIÓN DE LA CONCENTRACIÓN DE MACRONUTRIENTES EN HOJAS DE MELÓN (RINCÓN ET AL. 1996). Macroelementos (% sobre materia seca )

Días después del transplante

N

P

K

Ca

Mg

0

4,44

0,35

4,23

2,15

1,25

35

4,57

0,45

2,99

7,35

1,60

65

3,31

0,25

3,00

8,08

1,96

85

3,14

0,27

2,96

7,27

1,89

105

3,09

0,31

2,68

7,09

1,86

125

3,25

0,32

2,52

7,01

1,83

En caso de ser necesario, también podemos realizar análisis de savia, cuyos valores de referencia para melón son los siguientes: mg· L-1 de savia N(NO3-)

Cl-

P(PO4H2-)

SO4=

K+

Mg++

Ca++

Na+

800-1,400

1,400-3,300

100-250

--------

3,500-5,000

200-500

500-1,000

170-400

También podemos utilizar métodos bioquímicos para conocer el nivel nutricional, basados en el empleo de enzimas específicos de iones. Éstos métodos se fundamentan en la diferente actividad de ciertos enzimas dependiendo del nivel nutricional. O bien se determina la actividad enzimática en el tejido u órgano tras su extracción, o bien se incuba el enzima con el nutriente mineral en cuestión durante 24 ó 48 horas para determinar la actividad enzimática inducible. Muchos ejemplos de esto se encuentran en la bibliografía, así se puede utilizar la actividad de la nitrato-reductasa para determinar el nivel nutricional del Mo (Shaked y Bar-Akiva, 1967), peroxidasa y catalasa para el Fe y Mn (Valenzuela et al., 1991), ácido ascórbico oxidasa para el Cu (Loneragan et al., 1982). La acumulación de putresceína en la planta es un indicador de la deficiencia en K (Smith et al., 1982), la actividad de la nitrato-reductasa también es utilizada para establecer el nivel nutricional del N (Bar-Akiva et al., 1970; Valenzuela et al.1987), y en tejidos deficientes en P la actividad de la fosfatasa ácida es mayor. El rango óptimo de la actividad enzimática puede ser utilizado como diagnóstico inicial, para establecer “in situ” la carencia o exceso de un nutriente.  RANGO ÓPTIMO DE ALGUNOS INDICADORES BIOQUÍMICOS. (VALENZUELA ET AL. 1991).

( 602 ]

Parámetro

Bajo

Óptimo

Alto

ANRe

1,28

1,28 --- 1,53

1,53

ANRi

3,78

3,78 --- 4,16

4,16

ANRi / ANRe

2,65

2,65 --- 3,52

3,52

Fosfatasa ácd.

1,94

1,94 --- 2,50

2,50

El cultivo protegido del melón

Catalasa end.

5,35

5,35 --- 5,56

5,56

Catal. Inf. Fe

8,48

8,48 --- 9,15

9,15

Peroxidasa end.

6,97

6,97 --- 7,22

7,22

Perox. Inf. Fe

16,79

16,79 --- 16,94

16,94

Aconitasa

52,83

52,83 --- 53,93

53,93

AAOe

1,463

1,463 --- 1,518

1,518

AAOi

2,224

2,224 --- 2.467

2,467

ANRr

2,26

2,26 --- 2,45

2,45

ANRE = ANR ENDÓGENA; ANRI= ANR INDUCIDA CON NITRATOS (ΜMOLES DE NITRITO/G P.F./H); FOSFATASA ÁCIDA (ΜMOLES DE PNP-P HIDROLIZADO/MIN./30 ºC; CATALASAS (MEQ. DE PERBORATO DESTRUIDO EN 5´/G P. F.); ACONITASA (ΜMOLES DE CIS- ACONÍTICO FORMADO/G P. F.); AAO EXPRESADA EN ΜG DE A.A. OXIDADO/G P.F. / 30 ´; ANRR = ANR INFILTRADA CON MO.

5.3. ( Fertilización “en suelo” ]

Los nutrientes a aportar deben estar basados siempre en un análisis inicial del suelo y del agua de riego, y un seguimiento posterior basado en análisis foliares; esto adquiere mayor importancia en los cultivos hidropónicos, en los que se parte de una solución nutritiva en función de las necesidades estimadas de cada cultivo ó variedad en particular y se va corrigiendo en base a los análisis foliares. Las líneas generales para la fertilización, en suelo, en los diferentes periodos de cultivo son: Elementos

Antes de la siembra ó trasplante

Justo después de la floración

Después de la 1ª cosecha

N

50 kg/ha

20 kg/ha

20 kg/ha

P2O5

100 kg/ha

0 kg/ha

0 kg/ha

K2O

100 kg/ha

40 kg/ha

40 kg/ha

MgO

60 kg/ha

0 kg/ha

0 kg/ha

LA FERTILIZACIÓN DESPUÉS DE LA PRIMERA COSECHA DEPENDE DEL VIGOR DE LA PLANTA.

En cultivos de invernadero deben incrementarse las dosis entorno al 20-30%. En fertirrigación podemos recomendar los siguientes equilibrios en cuanto a la relación N - P - K: • Hasta floración • En floración • Cuajado - Engorde

1-1-1 0,3 - 1 - 1 1 - 1 - 1,5 ó 1 - 1 – 2

Es conveniente un aumento de la C.E. durante las 2 semanas antes de la recolección. • Fertirrigación del melón

Abonado en ppm:

( 603 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Fase de cultivo

N

P2O5

K2O

Fase de enraizamiento ( de 7 a 10 días)

0

100

0

Del enraizamiento a la aparición de las primeras flores femeninas

70 - 125

100

75 – 125

Durante el cuajado del fruto

100 - 150

80 – 100

100 – 150

Fase de engrosamiento del fruto

100 - 150

50 – 100

200 – 250

Durante la maduración

0 - 50

50 – 75

250 – 300

5.4. ( Fertilización “ en hidroponía” ]

Solución nutritiva en mmoles / litro

Melón

NH4+

NO3-

PO4-

K

Ca++

Mg++

CO3H-

SO4=

0,2 – 0,5

9 - 16

0,6 – 1,2

4-8

4-8

1,5 - 3

< 1,5

1,5-2

Concentración de micronutrientes en µmoles / litro Melón

Fe

Mn

Zn

Cu

B

Mo

33,5

15

2,3

1

14,8

0,52

Las recomendaciones expuestas en los cuadros anteriores son meramente indicativas, ya que dependerá del criterio a seguir por el técnico en cuestión a medida que avanza el desarrollo del cultivo y basándose en los diferentes estados de desarrollo de la planta, se realizaran los ajustes pertinentes en la solución nutritiva. Es conveniente realizar análisis periódicos de la solución de drenaje y de la tabla (cuando trabajemos con lana de roca). Se realizarán medidas diarias del volumen de agua drenado, de la C.E. y del pH de la solución, bien sea en drenaje ó en la tabla, dependiendo del sistema de cultivo hidropónico que estemos trabajando y del tipo de sustrato que posea. 6. ( CICLOS DE CULTIVO ]

 Ciclo extratemprano. La siembra se realiza a mediados de diciembre, en algunas zonas incluso un mes antes, generalmente en semilleros, sembrando sobre bandejas rellenas de turba colocadas en invernaderos dotados de calefacción. El transplante se realiza generalmente unos 45-50 días después. La recolección de las plantas cultivadas en este ciclo suele producirse a los 120-130 días, aunque algunas variedades como por ejemplo las del tipo Galia se pueden adelantar en su recolección algunos días. Este ciclo es el que se sigue generalmente con la utilización de los modernos híbridos, princi-

( 604 ]

El cultivo protegido del melón

palmente Cantalupos y Galia, en el cultivo para la exportación más precoz, del litoral mediterráneo (Almería).  Ciclo temprano. La siembra se realiza desde mediados de marzo a mediados de abril. La recolección puede iniciarse a partir de mediados de junio. Este ciclo es característico de determinadas zonas del litoral mediterráneo como Almería, Murcia, Valencia, etc.  Ciclo normal - tardío. Las siembras se realizan entre mediados de abril y mediados de mayo, normalmente siembra directa, y comenzándose la recolección a mediados de julio. Ciclos del melón realizados en la provincia de Almería Nov

Dic

Ene

Feb

Mar

Abr

May

Jun

Jul

Ago

Extra - temprano Temprano Tardío

Trasplante

Recolección

7. ( SIEMBRA Y TRANSPLANTE ]

Como se ha observado en el punto precedente, la producción de melón bajo invernadero se hace coincidir con épocas en las que no existe producción al aire libre o bien ésta es escasa, lo cual implica hacer las plantaciones muy tempranas y desarrollar unas técnicas de cultivo que permita el desarrollo óptimo de las mismas. Dependiendo de esas épocas de cultivo elegimos uno de los dos sistemas, aunque para producciones precoces en el sureste estamos obligados a utilizar el transplante debido a la limitación de la temperatura en el suelo en los meses de diciembre hasta primeros de marzo. 7.1. ( Trasplante con planta hecha en semillero especializado ]

Las semillas son sembradas en tacos de turba, perlita, lana de roca o bandejas (con un diámetro mínimo de 4 cm). Una vez depositada la semilla, se riega y se introduce en la cámara de germinación durante 2-3 días a una temperatura de unos 25 ºC, llevándose luego a una nave invernadero a una temperatura controlada. En el caso del melón para trasplante en suelo, el sustrato empleado es una mezcla de turba rubia, turba negra y perlita, cubriéndose la semilla una vez colocada en el alveolo con vermiculita, que evita la pérdida de humedad. El periodo de duración de la fase de semillero depende de la época en que se realiza; y del tamaño de cepellón en que se trabaje (5 a 8 semanas), en el caso de periodos largos (50 días) se suele trabajar con cepellones de 40 a 74 alveolos, con lo que la primera poda se le realiza a la planta en el semillero; después de este periodo las plantas pueden ser transplantadas en el campo. Cuando trasplantamos a un suelo arenado y dependiendo del tipo de cepellón en el que vengan los melones se procede como sigue: si el cepellón es grande, se aparta la

( 605 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

arena, se deposita la planta sobre el suelo en la misma posición que viene del semillero, se le incorpora un poco de humus de lombriz o sustrato en estado de mineralización avanzada, posteriormente se tapa el cepellón con arena. Si no hay tiempo suficiente para ir incorporándole la materia orgánica sólida, se puede recurrir a la incorporación de la misma en estado líquido. Cuando se planta cepellón pequeño conviene meter la mitad del mismo en la tierra y a continuación hacer la misma operación que con el anterior. Si el terreno es arcilloso se pone la planta un poco inclinada, para no introducirla sobre el suelo y se hacen las posteriores operaciones igual que las anteriores. No obstante, el transplante no se debe de realizar antes de que el melón tenga la primera hoja verdadera bien desarrollada. Se aconseja humedecer inmediatamente después del transplante para garantizar el enraizamiento. Si se utiliza acolchado, para evitar las quemaduras del tallo con el plástico, debe de evitarse que el plástico toque al tallo. Pasada una semana / diez días después de la plantación se recomienda realizar un cacharreo, el objeto es proteger y preparar el cuello de la planta de una posible infección de algún hongo: • Propamocarb (Previcur, Proplant) = 1 cc/L de pc • Metil Tiofanato = 1 g/L de pc • Enraizante = 2-3 cc/L de pc • Ácidos húmicos = 3 cc/L de pc 7.2. ( Siembra directa ]

Para una siembra directa la temperatura del suelo debería ser al menos de 16 ºC. Se siembra una semilla por golpe y se cubre con 1,5-2 cm de arena, turba o humus de lombriz. La siembra directa se realiza con semilla seca, humedecida o pre-germinada. 7.3. ( Acolchado ]

Esta labor hay dos momentos en que se puede hacer: antes de la plantación, significa que tenemos que ir acolchando todo el suelo y haciendo unos agujeros en el plástico, justo en el lugar donde se va a realizar la plantación o posteriormente a la plantación, después de retirar el tunelillo (en caso de haberlo puesto), para lo cual se pondrán las bandas de plástico, quedando sin el mismo unos 10 cm a lado y lado de la plantación de melón. En caso de haber adoptado este método se debe de realizar la labor cuando las condiciones no sean muy extremas en temperaturas. Independientemente del color del plástico elegido para realizar el acolchado, la utilización de esta técnica tiene una serie de ventajas beneficiosas para el cultivo: • Aumenta la temperatura del suelo • Mejora la estructura del suelo • Disminuye la evaporación de agua; ahorro considerable • Aumenta la concentración de CO2 en el suelo • Aumenta la calidad del fruto al impedir el contacto directo del fruto con la humedad del suelo.

( 606 ]

El cultivo protegido del melón

El tipo de film más utilizado y casi generalizado es el negro tanto en lámina continua como microperforado. Esta lámina impide el crecimiento de plantas adventicias, pero si se coloca muy cercano al cuello de la planta puede incluso producirle quemaduras y del mismo modo puede afectar a hojas y frutos. En caso de adoptar la decisión de poner el plástico de acolchado una vez establecida la plantación, es recomendable colocar el mismo de un modo progresivo, ya que la planta se está desarrollando a una alta temperatura y humedad relativa, al instalar el acolchado se reduce drásticamente la humedad dentro del invernadero, y le produce un gran estrés a la planta, retrasándose su desarrollo. 7.4. ( Tunelillos ]

La colocación de tunelillos en ciclos extratempranos y a veces en tempranos, es la práctica más utilizada en los invernaderos de Almería. Su efectividad también depende de los elementos de soporte, en forma de arco, que actúan de estructura de sujeción. En plantaciones tempranas es recomendable colocar tunelillos grandes, para que el cultivo esté el máximo tiempo debajo del mismo. Una vez realizada la siembra se colocarán los arcos a una distancia uno de otro de 1,5 m y luego el film sujetándolo a la estructura mediante el enterrado de sus laterales en el momento de la colocación. Los materiales de los films de protección que se utilizan son:  Polímero EVA: el que mejores resultados está dando. El cual, además de proteger de las bajas temperaturas impide el goteo del agua sobre las plantas, teniendo las mismas menos problemas de pudrición y permitiendo la mejor penetración de luz.  Polietileno normal transparente: éste se suele colocar en plantaciones algo más tardías para así evitar los problemas de las heladas, tiene el inconveniente añadido del goteo por condensación que produce sobre la plantación. Los filmes anteriormente descritos, tienen unos inconvenientes: • Mala aireación • Mayor riesgo de enfermedades criptogámicas • Riesgos de quemaduras  Agrotextil o no tejido: llamada vulgarmente manta térmica, el incremento de temperatura no es tan elevado como en el caso del PE o el EVA, resta un poco de luz al cultivo, pero la planta está más ventilada y no hay problemas de goteo. Es muy importante recordar que dentro del tunelillo se concentra mayor grado de humedad que en el exterior, por eso es aconsejable un manejo del mismo en cuanto a lo que pueda ser su ventilación. En las plantaciones extratempranas, a veces también se recomienda, además colocar unas bandas o cortados de plástico para intentar incrementar la temperatura en el invernadero. Con todas estas protecciones se pretende favorecer el mejor desarrollo de las plántulas, reduciendo el estrés que sufren tras el transplante.

( 607 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Otro modo de mejorar las condiciones de temperatura en el invernadero es con la colocación de cubiertas flotantes sobre las plantas utilizando agrotextil, o bien colocando doble techo, de film transparente y perforado. La instalación del mismo se realizará, si la estructura del invernadero lo permite, en forma de capilla (dos aguas) para evitar que la humedad acumulada en el mismo caiga sobre el cultivo, produciendo a veces quemaduras y otros problemas de pudrición. La retirada de ese doble techo una vez suban las temperaturas, se debe hacer por las tardes al objeto de que las plantas tengan toda la noche para aclimatarse a la nueva situación, de este modo evitaremos provocarles estrés a la planta. 8. ( DENSIDAD DE PLANTACIÓN ]

Los marcos de plantación dependen de la variedad, de la fecha de puesta, de las características del invernadero, del tipo de agua con las que se van a regar y por supuesto del tipo de conducción que se le vaya a dar al melón: con desarrollo vertical o rastrero. En invernaderos donde los melones crecen en vertical la densidad de las plantas puede variar entre 0,8-1,5 plantas/m2. Incluso se llega a veces hasta 2 plantas/m2 en plantaciones que se van a hacer a un solo tallo (brote principal). Para aquellos que crecen en el suelo, rastreros, varía entre 0,75-1,2 plantas/m2. El marco de plantación puede variar: • Entre filas: 2,0-2,5 m. • Entre plantas: 0,5-1,0 m.

Para una misma variedad de melón, los marcos más densos se hacen en puestas tempranas (ej: 2 x 0,5 m), mientras que los menos densos se hacen en puestas tardías (ej: 2 x 0,75 m e incluso 2 x 1 m). Hay tipos de melón, como los Verdes españoles que incluso a veces se plantan a una densidad de 4000 plantas/ha debido al alto vigor que tienen este tipo de melones. 9. ( SISTEMAS DE PODA EN MELÓN ]

Los objetivos perseguidos con esta operación son : • Aumento de precocidad. • Favorecimiento del cuajado de flores. • Control de la cantidad y tamaño del fruto. • Aceleración de la madurez. • Facilitar la ventilación y aplicación de tratamientos fitosanitarios.

Al comienzo del cultivo se desarrolla mucho el tallo principal, que únicamente da flores masculinas (generalmente), y por tanto ningún fruto. Del tallo principal nacen los tallos secundarios, que suelen tener pocas flores femeninas. A su vez, de los secundarios nacen los tallos terciarios, y así sucesivamente los de cuarto orden, etc. Los tallos de tercer y cuarto orden son los que llevan mayor número de flores femeninas, por lo que deben dar más frutos.

( 608 ]

El cultivo protegido del melón

Es fundamental distinguir dos tipos de poda, según que el melón esté entutorado, generalmente en cultivo bajo invernadero, o esté sin entutorar, en cultivo rastrero. 9.1. ( Poda del melón sin entutorar ]

Cuando las plantas tienen 4 o 5 hojas verdaderas se despunta el tallo principal por encima de la 2ª o 3ª hoja. De cada una de las axilas de las hojas restantes surgen los tallos laterales que son podados cuando tienen 5-6 hojas por encima de la 3ª . (Opcional) De las axilas de cada una de las hojas restantes nacen nuevas ramas que son fructíferas, podándose estas ramas por encima de la segunda hoja más arriba del fruto, cuando éste alcance el tamaño de una pequeña ciruela. Normalmente no se pinzan los brazos terciarios, aunque se debiera de hacer; suelen despuntar aquellos tallos que toman mucho vigor, con el fin de frenarlos y que formen fruto. Al final, una vez cuajados los frutos, si la planta tiene mucho vigor, cuando las yemas terminales se levantan hacia arriba, es conveniente despuntarlas (descabezarlas) con el fin de quitarle vigor a la planta y adelantar unos días la maduración Debido a la dominancia que producen los primeros frutos cuajados de las cucurbitáceas sobre el desarrollo de la planta, hace aconsejable que si las primeras flores femeninas que cuajan lo hacen cuando la planta no tiene un buen desarrollo, se hace preciso quitar esos frutos ya que no van a tener calidad, van a incidir sobre la calidad de los que se desarrollen posteriormente y no van a permitir un buen desarrollo de la planta. En caso de melones del tipo Cantalupo sin el gen larga vida, donde se entra a cosechar de modo paulatino varias veces a la semana, con el objeto de no dañar la planta, que haría perder calidad a los frutos con problemas de vitriscencia (descomposición de la carne) o de azafranado (amarilleo de la piel) es conveniente dejar unos pasillos cada cuatro metros, de modo que se facilite la labor de recolección.

PASILLO

( 609 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

9.2. ( Poda del melón entutorado ]

Existen dos métodos de poda para melón entutorado en invernadero, a un sólo brazo y a dos brazos.  Poda a un sólo brazo : • Los tallos laterales por debajo del 6º-7º nudo (≈50-60 cm) deben ser eliminados del tallo principal. Así mismo, se deben eliminar también las hojas por debajo del 6º-7º nudo cuando envejecen. • Los tallos laterales con fruto deben ser pinzados por encima de la 2ª hoja a partir del fruto cuajado. • El tallo principal debe ser pinzado entre el 23º y 25º nudos (≈ 2,00 m). • Todos los frutos que cuajan en el tallo principal se van eliminando. Normalmente, fructifican 3-5 melones en la 1ª cosecha y de 2-3 melones en una segunda cosecha.  Poda a dos brazos: • Cuando el tallo principal tiene 4 o 5 hojas se despunta por encima de la 3ª hoja. • De las axilas de las hojas que se dejan brotan otros tantos tallos secundarios de los que se dejan 2. • En los tallos terciarios que vayan brotando de los dos ramos secundarios se va dejando un fruto por cada ramo, despuntando por encima de la segunda hoja a partir del fruto. • Todos los frutos que salgan en los tallos secundarios y en el principal se deben de quitar cuando se vea la flor. 10. ( POLINIZACIÓN ]

La floración, cuando se inicia, se produce a primeras horas de la mañana. Las flores masculinas aparecen antes que las femeninas, en grupos de 3-5 flores y nunca en los nudos donde se encuentran las flores femeninas. Estas se presentan solas en el extremo de unos pedúnculos que brotan de los tallos secundarios de la planta. Las flores pistilares pueden estar receptivas hasta 2-3 días. Las que no han sido fecundadas se caen. La polinización se realiza con abejas, éstas se colocarán en las plantaciones cuando veamos que la planta está bien desarrollada y que presenta algunas muestras de flores femeninas. No se debe retrasar en colocar las colmenas, porque la abeja puede tardar, en algunos casos, varios días en adaptarse al invernadero y podemos encontrarnos con una planta con demasiado vigor y muy cerrada, siendo más dificultosa una correcta polinización. Se ha de colocar al menos una colmena por cada 5.000 m2, aunque lo normal es colocar dos e incluso tres. Las colmenas se suelen poner en el exterior, junto al invernadero, permitiéndole su acceso al mismo mediante una apertura en la piquera, pasados uno 10-15 días, si se ha realizado una correcta polinización, se retiran las colmenas. Otros productores optan por ponerlas en el interior, pero los cuidados a tener con las mismas son diferentes como se verá más adelante.

( 610 ]

El cultivo protegido del melón

Para obtener de las abejas los mejores rendimientos pueden ser válidos los siguientes consejos: Tener mucho cuidado con los tratamientos fitosanitarios que se realizan, ya que hay muchos productos que son tóxicos y perjudican a los insectos. Los tratamientos son recomendables hacerlos a última hora de la tarde y con productos que no afecten a las abejas. Conviene que una semana antes de meter las abejas en el invernadero se hayan tomado todas las medidas de control ambiental, como es apertura de bandas y ventilación cenital si se dispone; de modo que se tenga unas condiciones habitables para estos insectos dentro del invernadero. Se debe meter el número suficiente según superficie, para que el cuaje sea lo más uniforme posible, y evitar que la recolección sea muy escalonada. Con 4 o 6 colmenas por hectárea son suficientes. Una vez en el invernadero, colocarlas en la zona sur del mismo, en las partes más ventiladas y que haga menos calor. Conviene ponerles algún sombraje de cañas u otros materiales para evitar excesivo calor a la colmena. También se puede poner al lado un bidón con un grifo y que vaya goteando agua todo el día con algo de arena en el suelo. Conviene que tengan apertura al exterior de la banda para que no estén encerradas dentro del invernadero. No hay que olvidar que si las condiciones de trabajo dentro del invernadero hacen que no puedan realizarlo por circunstancias de humedad relativa muy baja, mucho calor o productos fitosanitarios no adecuados, moriría la colmena. Por lo tanto conviene que si algún día no se cumplen las condiciones ambientales de trabajo en el invernadero puedan ir a las orillas u otros parajes colindantes a trabajar, para que se procuren el polen diario que necesitan para la fabricación de proteínas. Los excesos de abonos nitrogenados provocan un desarrollo vegetativo excesivo, lo que puede producir problemas en el cuajado. En la fase de floración y cuajado se recomiendan realizar abonados ricos en fósforo y potásico y pobres en nitrógeno, además de reducir los riegos. Cuando la planta tiene una carga excesiva de frutos, se produce un “aclareo natural” de la planta, es decir, el aborto de frutos, también es cierto que esa pérdida de frutos a veces es ocasionada por una falta de agua ó de nutrientes o por ambas causas. Antes de meter las colmenas, se debe dar un tratamiento con abonos foliares para favorecer la floración, incrementar el polen y la calidad del mismo: • Abono foliar rico en fósforo (1,5 cc/L), para inducir una aumento de floración. • Algas marinas ricas en molibdeno y boro (3 cc/L), para aumentar la fotosíntesis. • Si observamos que la planta va un poco fuerte también en el tratamiento podremos incluir Nitrato potásico (2-3 g/L)

Por el riego aportaremos boro, aumentando así la fertilidad del polen, pero antes de realizar dicha aplicación se recomienda mirar la concentración que posee el agua de riego, en algunas zonas de Almería es superior a 2 ppm. Un exceso puede producir toxicidad.

( 611 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

11. ( MATERIAL VEGETAL ]

La clasificación que se establece desde el punto de vista productivo del melón es una clasificación comercial y no hace referencia a especies botánicas. Los principales criterios que se han de tener en cuenta para elegir una variedad son: • Exigencias de mercado de destino • Características de la variedad comercial: vigor de la planta, resistencia a plagas y enfermedades, calidad interna y externa de fruto, conservación.

La tendencia existente en la mejora genética del melón nos lleva a unos trabajos donde se pretenden acumular en un genotipo una serie de cualidades que enumeraremos a continuación:  Resistencia a plagas y enfermedades Oídio en el melón es una enfermedad de importancia en todas las zonas de cultivo de la especie. Dos especies de hongos parece ser los causantes de la enfermedad Sphaerotheca fuliginea y Erysiphe cichoracearum, siendo la más detectada la primera. Actualmente se han encontrado resistencia a S. fuligiena, tanto a la raza 1 como a la 2. Fusariosis está causada por una forma patógena especializada del hongo del suelo Fusarium oxysporum, la forma especial melonis. Se han descrito cuatro razas fisiológicas del hongo (0, 1, 2 y 1-2 ). Además de estos hongos también causan problemas en los cultivos de melón: • Prodredumbres de cuello y de raíz • Colapso o muerte súbita. Es la denominación bajo la que se encuadra un síndrome caracterizado por la marchitez y muerte de las plantas de melón en unos pocos días, generalmente en fechas cercanas a la recolección.

Hay bastantes virus que afectan a la familia de las cucurbitáceas. De entre ellos sólo cinco tienen un impacto económico importante sobre los cultivos: • Virus del mosaico del pepino CMV. • Virus del mosaico de la sandia WMW-2. • Virus del mosaico del calabacín ZYMV. • Virus de las manchas necróticas del melón MNSV, que ha sido relacionado con la muerte súbita del melón y los amarilleos transmitidos por la mosca blanca. • Virus del amarilleamiento de las venas del pepino CVYV, transmitido por mosca blanca.

 Mejora de la calidad la conservación, rendimientos, adaptación, sabor. Dentro de esto tiene especial interés el tiempo de conservación y se intenta introducir el carácter larga vida, de echo existen algunas variedades con dicho gen. Otros aspectos que tienen mucha importancia son: el color de la pulpa, pequeño tamaño de la placenta, consistencia, precocidad y grados Brix .

( 612 ]

El cultivo protegido del melón

 Injertos Se pueden injertar por varios métodos pero el más utilizado en el melón es el de aproximación, que si lo desean, se puede dejar a dos tallos. Esta técnica se utiliza fundamentalmente para evitar los problemas de Fusarium, Cribado y en algunas zonas por la alta salinidad del agua de riego. Estas plantas tienen mucho vigor, por lo que se puede disminuir la densidad de plantación (4.000 plantas/ha). Cuando se realiza la plantación se debe cubrir el cepellón dejando fuera la zona de unión del injerto y posteriormente se ha de dar un buen riego para que la raíz se quede bien adherida al suelo. Si aparecen rebrotes en el patrón se han de eliminar. 11.1. ( Melón Amarillo ]

Existen dos tipos de melón amarillo, el Amarillo canario y el Amarillo oro. El melón amarillo canario es de forma más oval y algo más alargado que el amarillo oro. La relación L/D en el amarillo canario suele ser próxima a 1,3 mientras que la de amarillo oro oscila entre 1,1 y 1,2. La planta de melón amarillo es menos vigorosa que la mayoría del resto de melones, de crecimiento normal, con hojas de bordes algo más dentados que los melones tipo español como Piel de sapo o Tendral. Los frutos más o menos ovalados, de piel lisa y color amarillo en la madurez, sin escriturado. Carne blanca, crujiente y dulce (12 - 14 ºBrix). El ciclo de estos melones suele ser de 90 - 115 días, según variedades. Posee una buena conservación. 11.2. ( Piel de sapo ]

Este tipo de melón se caracteriza por poseer frutos uniformes en cuanto a calidad y producción, siendo éstos alargados, con predominio del tipo ovalado, con un peso entre 1,5 y 2,5 kg, asurcado medio y tonos dorado-amarillentos en la madurez. Su precocidad es media o baja (ciclo de ≈ 100 días). La pulpa es de color blanco - amarillenta, compacta, crujiente, muy dulce (de 12 a 15 ºBrix) y poco olorosa. La corteza es fina, con un espesor entre 0,3 y 0,5 cm, de color verde con manchas oscuras características de donde le viene el nombre. Su conservación es aceptable (de 2 a 3 meses) y la resistencia al transporte es muy buena. La planta es vigorosa y bien cubierta de hojas. 11.3. ( Rochet ]

Variedad temprana con buena producción. Se caracteriza por su buena calidad, precocidad media (≈ 100 días), buena producción, fruto alargado, con un peso de 1,5 a 2 kg, piel lisa, ligeramente acostillada y con cierto escriturado, sobre todo en las extremidades, que se va haciendo más perceptible a medida que avanza la maduración, de color verde. La carne es blanca-amarillenta, compacta, poco aromática pero muy azucarada (de 14 a 17 ºBrix) y de consistencia media. El fruto tiene gran resistencia al transporte pero poca conservación (de 1 a 2 meses como máximo), degenerando rápidamente.

( 613 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Los distintos híbridos que se han ido realizando donde la base del material vegetal utilizado ha sido bien Rochet o Piel de sapo han dado lugar a un grupo de melones llamdos Verdes españoles, con características intermedias entre ambos. La mayoría del material vegetal que se emplea cuando se decide hacer Rochet o Piel de sapo es de este tipo. 11.4. ( Tendral ]

Melón originario del sudeste español, de gran resistencia al transporte y excelente conservación. El fruto es bastante pesado (2-kg ), de superficie rugosa y color verde oscuro. Uno de los factores que más influyen en su gran resistencia al transporte es el elevado grosor de su corteza (entre 0,5 y 1 cm). Es uniforme, redondeado, poco ovalado y muy asurcado pero sin escriturado. La carne es muy sabrosa, blanca, firme, dulce y nada olorosa. La planta es de porte medio, vigorosa, con abundantes hojas, pero con el inconveniente de que no llega a cubrir todos los frutos, por lo que los daños producidos por el sol pueden ser grandes si no se pone remedio. Su ciclo suele durar ≈ 120 días. Es una planta para cultivos tardíos y con muy buena conservación. 11.5. ( Cantaloup ]

Melón precoz ( ≈ 85-95 días), cuyas plantas adquieren un buen desarrollo. Las hojas son de color verde-gris oscuro. En general los frutos son esféricos, con un peso entre 700 y 1.200 gramos, ligeramente aplastados, con 10 a 14 cm de diámetro, de costillas poco marcadas, con piel fina y pulpa de color naranja, dulce y de aroma característico. El grado de azúcar oscila entre 11 y 15 ºBrix. El grado óptimo para la recolección oscila entre 12 y 14 ºBrix, ya que por encima de 15 ºBrix la conservación es bastante más corta. Hay variedades de piel lisa (europeos) y variedades de piel escriturada (americanos). El fruto tiene una alta velocidad de crecimiento, llegando a la madurez entre los 30 y 40 días después del cuajado, en función de la variedad y de las condiciones climáticas en que se desarrolla. Cuando llega a plena madurez el color de la piel cambia hacia el amarillo. Los melones cantalupos de piel lisa se suelen denominar en el campo como tipo Charenteis o Cantaloup, y los de piel escriturada se suelen denominar de forma genérica como de tipo Supermarket italiano. 11.6. ( Galia ]

Planta algo menos vigorosa, en general de menor tamaño que los tipos negros o españoles (Piel de sapo, Tendral o Rochet). Frutos esféricos, de color verde que vira a amarillo intenso en la madurez, con un denso escriturado. Carne blanca ligeramente verdosa, poco consistente, con un contenido en azúcar de 14 a 16 ºBrix. Híbrido muy precoz de origen Israelí, con un peso medio del fruto entre 850 y 1.900 gramos. La longitud del fruto es alrededor de 130 mm y aproximadamente 134 mm de anchura. El espesor de la corteza varía entre 3 mm y 8 mm. La duración del ciclo total puede durar desde 80 días para las variedades más precoces hasta aproximadamente 100 días para las menos precoces. La separación del pedúnculo es fácil o de dificultad media.

( 614 ]

El cultivo protegido del melón

11.7. ( Melones de larga conservación ]

Las ventajas de estos melones son : Alto contenido en azúcar: el ºBrix es 1-2 puntos más alto, en comparación con el ºBrix de los híbridos normales de su categoría. Conservación más duradera: almacenaje mínimo de 12 días a temperatura ambiente, estando en función de la calidad del fruto recolectado y de su punto de madurez. Excelente calidad de carne: carne sólida y no vitrescente. La frecuencia en la recolección puede variar desde 2-3 veces por semana con un tiempo cálido y una vez por semana con tiempo más frío. Después de la recolección, el fruto debe ser transportado tan pronto como fuera posible al almacén para evitar las quemaduras del sol. Los melones de larga conservación se adaptan al transporte porque la piel es menos susceptible a daños. Hoy en día podemos hablar de “marcas” de melón larga vida, que agrupan la producción de varias empresas en origen para vender en destino con la misma marca de calidad; esta marca de calidad es reconocida y demandada por los mercados extranjeros. Existen tres marcas de calidad, promovidas por la empresa “Nunhems semillas” de melones de larga conservación:  Novanun. Comparable al Charenteis o Cantaloup. Frutos redondos y lisos con ligera fragancia exterior y con piel de color verde que vira a gris verde en la madurez. De carne anaranjada y almacenaje a temperatura controlada hasta 12-18 días. El sabor se intensifica después de unos días de almacenamiento. Alto contenido en azúcar y resistentes a vitrescencia. Las indicaciones para el correcto periodo de recogida son: • Color de la piel virando a verde o amarillo-verde. • Las suturas viran a verde oscuro y las hojas junto al pedúnculo se marchitan. • El pedúnculo se estría. • Los melones están completamente redondos y bien formados. • La hoja en la zona de inserción del fruto al tallo toma un color amarillo - verde. • Ligero desgarre en la zona de inserción del pedúnculo al fruto sin llegar a desprenderse. • Las líneas verticales se definen más claramente sobre todo en la zona pistilar.

 Solarnun. Comparable al tipo Galia, de carne verde, conservación a temperatura controlada o en frío hasta 3 semanas. Las indicaciones para el correcto periodo de recogida son: • Cuando están maduros, el color amarillo del fruto es más intenso, y la inserción del pedúnculo se agrieta un poco.

 Geanun. Comparable al tipo Supermarket italiano, de carne naranja y un perfecto escriturado. Forma redonda u ovalada, piel de color verde que vira a gris-verde en plena madurez. Resistentes a vitrescencia. La conservación puede ser mejorada con refrigeración. Almacenaje hasta 3 semanas. Las indicaciones para el correcto periodo de recogida son:

( 615 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• El peciolo se agrieta. • La inserción del pedúnculo con el fruto presentará un agrietado en el momento óptimo de recolección. • Las suturas viran a verde oscuro, frutos de color gris verde.

 Lunanun. Frutos redondos y lisos, piel de color verde que vira a amarillo en plena madurez. Buen nivel de conservación. Carne de color naranja, fragante y aromática, con alto contenido en azúcar y fuertes contra vitrescencia. Las indicaciones para el correcto periodo de recogida son: • La piel vira de color verde a amarillo. • Los frutos maduros son fragantes. • Alrededor del pedúnculo aparece una grieta claramente visible.

La empresa de semillas “Clause” introdujo en Francia (1991) el concepto C.O.F. (sinónimo de Color, Olor y Firmeza). 11.8. ( Listado de variedades ] Empresa Asgrow

( 616 ]

Variedad

Tipo

Piel

Carne

Resist/Toler.

Características

Tirso

PS

V/L

B

F 0,1 y 2

Híbrido de vigor medio-alto, muy uniforme, de carne crujiente, para cultivo bajo invernadero. Frutos de gran tamaño.

Toboso

PS

V/L

B

F0y1

Híbrido de vigor medio. Fruto muy uniforme de 2,5 3 kg. de carne firme y alto contenido en azúcar. Recomendado para cultivo bajo plástico.

Tesón

PS

V/L

B

F0y1

Variedad de vigor medio para cultivo al aire libre. Fruto de carne firme y crujiente, con alto contenido en azúcar.

Alcázar

PS

V/R

B

F0y1

Planta de vigor medio-alto para cultivo al aire libre. Frutos uniformes con escriturado largo y ligero, resistente al transporte y almacenaje.

XPH13014

RO

V/R

B

---

Tejo

BR

V/R

B

F 0, 1 y 2 , PM y MNSV

Planta vigorosa de frutos grandes (3 a 4 kg) y bien escriturados.

Gualdo

AM

A/A

B

PM y F 0 y1

Planta de vigor medio-alto para cultivo al aire libre. Fruto pequeño de carne fina, forma apiñada y pequeña cavidad interna.

Amasol

AM

A/A

B

PM

Híbrido de vigor medio-alto muy productivo. Fruto uniforme, semiliso y pequeña cicatriz pistilar. Buen color y corteza resistente a las manchas de humedad.

Amarelo

AM

A/A

B

---

Planta de vigor medio, de fruto ovalado de pequeño tamaño (1-1,5 kg) resistente al transporte.

Planta de vigor medio recomendada para cultivo al aire libre. Fruto uniforme y grueso, con buen contenido en azúcar.

El cultivo protegido del melón

Empresa

Variedad

Tipo

Piel

Carne

Resist/Toler.

Asgrow

Planta muy vigorosa y productiva, de fruto bien escriturado, muy aromática y pequeña cicatriz pistilar con aguante al despezonado. Adaptado al aire libre y bajo cultivo protegido, para plantaciones tempranas-medias y suelos cansados.

Yupi

GA

A/R

V

F0y1

XPH13079

GA

A/R

V

MNSV y PM

Planta de vigor medio para plantaciones medias-tardías al aire libre o bajo cubierta. Fruto pequeño con escasa cicatriz pistilar. Planta de vigor medio-alto. Elevado potencial productivo. Se recomienda para plantaciones tempranas-medias al aire libre en el campo de Cartagena. Flexibilidad para la recolección. Se recomienda moderar los abonados nitrogenados. Fruto de tamaño medio-grande con escriturado suave y carne crujiente. Resistente al avinado y con alto contenido en azúcar.

Bruinsma

ClauseTézier

Características

Supremo (BS7093)

PS

V/L

B

F0y1

BS13081

AM

A/A

B

F 0 y 1 y PM

Planta de vigor alto, recomendada para plantaciones medias y tardías en la zona de Murcia. Fruto de tamaño medio, semirrugoso y en forma de piña.

Galindo

GA

A/R

V

MNSV y PM

Planta de vigor medio-alto. Facilidad de cuaje. Se recomienda para plantaciones medias y tardías en invernadero ( plantaciones a partir del 15 de febrero). Fruto de forma redondeada y muy uniforme. Tamaño entre 700 y 900 g. Buen escriturado, suave y firme, con buena consistencia y pequeña cicatriz pistilar.

Cezane F1

CH

G/L

N

PM y F0,1 y2

Variedad muy productiva del nuevo concepto C.O.F.(color, olor y firmeza). Fruto redondo de 0,8 a 0,9 kg de peso, dulce, precoz y buena conservación.

Jerac F1

CH

G/L

N

F0,1 y 2

Signac F1

CH

B/L

N

PM y F0,1 y2

Fruto acostillado muy dulce y crujiente, con buena conservación, producción uniforme y viraje lento. Variedad de la gama C.O.F.

PM , F0 y 1

Buena consistencia (6 días) después de la recolección. Carne densa y azucarada. Poco sensible al rajado, con calibre homogéneo y piel lisa. Pequeña cavidad central.

Matisse F1

CH

B/L

N

Tipo Charentais de referencia, con buena forma redonda, 0,8 a 0,9 kg de peso y dulce.

Fusario F1

CH

B/L

N

F0, 1 y 1-2

Planta muy vigorosa. Ciclo semi precoz y alto rendimiento en el primer corte. Fruto redondo, ligeramente escriturado, calibre 0,7 a 0,8 kg. Carne muy naranja. I.R.> 12. Buena consistencia tras la recolección.

CLX2703 F1

GA

V/R

N

F0, 1 y 2

Variedad ligeramente ovalada, productiva y precoz.

Sabas F1

PS

V/L

B

---

Planta vigorosa, de ciclo medio para cultivo bajo túnel y manta térmica. Frutos homogéneos, de carne crujiente y alto nivel de azúcar.

( 617 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Empresa

Variedad

Tipo

Piel

Carne

Resist/Toler.

ClauseTézier

Elisap F1

PS

V/L

B

F0, 1 y 2

Planta vigorosa, muy precoz y uniforme, de frutos elípticos con buena conservación. El fruto está maduro cuando está totalmente escriturado.

F0, 1 y 2

Variedad precoz y productiva de frutos ovalados, muy dulces. Color del fruto verde intenso con manchas oscuras bien marcadas. Peso de 2,5 a 3 kg. Carne crujiente.

Ruano F1

V/R

B-V

Planta vigorosa de frutos alargados con buen nivel de azúcar y conservación, para producción de primavera en invernadero y tunelillo. Variedad precoz con excelente cuaje y homogeneidad en la producción. Calibre de 2,5 a 3 kg. Color de la carne ocre a la madurez.

Fuente F1

RO

V/R

B-C

PM , F0, 1 y2

Jaune Canaries

AM

A/L

B

PM

Helios F1

AM

A/A

B

F0 y 1

Pamir F1

HD

B/L

N

F0 ,1 y 2

Frutos redondos con buena calidad de carne. Variedad vigorosa de ciclo precoz, gran facilidad de cuaje y producción remontante. Fruto tipo Larga vida, de elevado índice refractométrico y sin presentar vitrescencias. Variedad vigorosa adaptada a cultivos extratempranos, muy productiva y precoz. Frutos tipo Larga vida, muy homogéneos, de buen calibre y poco escriturado.

Fruto oblongo, para cultivo a campo abierto o invernadero, de producción uniforme. Variedad de fruto oblongo y altos rendimientos.

Sirio

CH

G/L

N

F0, 1 y 2 Aphis Gossypii

Tornado

CH

G/L

N

F0, 1 y 2

Torero

CH

G/L

N

F0, 1 y 2 , Oidio (Sf5)

Variedad de frutos lisos y uniformes, de buen calibre. Larga vida. Recomendado para plantaciones intermedias.

Vulcano

CH

G/L

N

F0, 1 y 2 , Aphis Gossypii

Variedad especialmente adaptada a siembras tempranas. Frutos larga vida, homogéneos.

Elpaso

GA

V/R

V

PM, F0 y 1

Planta de vigor moderado, precoz, adaptada a plantaciones tempranas bajo invernadero y rápida entrada en producción. Fruto redondo, de calibre medio, homogéneo y densamente escriturado, resistente al despezonado, buena conservación, muy densos y buena calidad interna, con elevado índice de azúcar.

Balboa

PS

V/R

B

F0 y 1 , Oidio (Sf5)

Frutos de buen calibre, de color ligeramente dorado en madurez. Con elevado índice de azúcar.

Oidio (Sf2)

Siembras tempranas y medias en invernadero. Frutos homogéneos, de forma elíptica y piel lisa. Peso medio entorno a 1,50 kg. Elevado contenido en azúcar y buena conservación.

Yalo

( 618 ]

RO

Características

AM

A/L

B

El cultivo protegido del melón

Empresa

Variedad

Tipo

Piel

Carne

Resist/Toler.

Características

PM , F0 y 1

Planta rústica y precoz, ideal tanto para cultivos bajo invernadero (plantación media y tardía) como al aire libre. Cosecha agrupada y uniforme con frutos de peso 0,8 a 1 kg. con alto contenido en azúcar, consistentes y buen aguante al transporte. Escriturado muy denso y atractivo.

De Ruiter Ajax

GA

V/R

V

Pepe ( MA 902 )

GA

A/R

V

MNSV, PM, F0 ,1 y 2

Planta muy fuerte y compacta para cultivo bajo invernadero (plantaciones tempranas y medias de enero-febrero) o al aire libre. No se despezona. Frutos uniformes de 0,9 a 1 kg de peso medio y carne consistente con un alto contenido en azúcar. Piel escriturada.

DRG 1227

GA

A/R

V

MNSV, PM, F0 ,1 y 2

Planta muy fuerte de frutos muy redondos de 1,2 kg de peso aproximado, con alto contenido en azúcar y resistente al transporte. Escriturado fino y denso.

DRG 1154

GA

A/R

V

---

Planta vigorosa tolerante al frío. Frutos de peso superior a 1,5 kg. con alto contenido en azúcar (15 ºBrix) y cavidad interna pequeña. Carne consistente y resistente al avinado. Escriturado denso y uniforme.

DRT 6020

CH

V/L

N

PM, F0 ,1 y2

Planta fuerte para cultivo medio-tardío. Frutos de tamaño medio, muy redondos y con alto contenido en azúcar. Larga vida.

DRT 6507

CH

V/L

N

PM, F0 ,1 y2

Planta fuerte, bien adaptada a cultivos al aire libre. Fruta redonda y con peso medio de 1 a 1,5 kg.

DRT 7542

CH

V/R

N

F0 y 2

Planta fuerte de frutos alargados de piel muy dura, que soporta muy bien el transporte. Transplante de media estación. Escriturado grueso y carne dura, con alto contenido en azúcar. Resistente al agrietado.

DRT 7577

CH

V/R

N

F0 y 2

Planta fuerte de fruto muy redondo, de 1 kg de peso aproximado, escriturado denso y carne dura.

Topazio F1

CH

V/R

N

PM, F0 ,1 y2

Variedad híbrida muy precoz, para cultivos al aire libre o bajo plástico. Frutos muy redondos de 1 kg de peso medio, pulpa muy consistente con la placenta muy limitada y 15 ºBrix en contenido de azúcar. Al madurar la piel cambia a color crema.

DRM 3069

AN

V/R

B

---

Planta fuerte, bien adaptada a cultivos al aire libre, con producción uniforme y precoz. Fruta alargada, con alto contenido en azúcar, escriturado intenso y maduración en naranja.

Abran

PS

V/R

B

PM

Planta fuerte y resistente, para siembras de diciembre-enero. Frutos de peso medio temprano de 2 kg. buena conservación y sin problemas de rajado ni avinado.

PM, F0 y 1

Planta fuerte de alta producción escalonada en ciclo muy largo, para cultivos al aire libre. Frutos con alto contenido en azúcar, carne crujiente y buena conservación, con peso medio de 2,5 kg.

Sebastián ( MA 942 )

RO

V/R

B

( 619 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Empresa

De Ruiter

Variedad

Tipo

Piel

Carne

Resist/Toler.

5Jotas

PS

V/R

B

F0 y 1

Planta fuerte, con alta tolerancia a oidio. Fruto de forma alargada y peso medio de 3 kg. Siembras medias- tardías. Momento óptimo de recolección con 14-15 ºBrix.

DRY 9041

AM

A/A

B

PM, F0 y 1

Planta fuerte, de color verde oscuro, adaptada al aire libre, muy productiva. Fruto semilargo, muy liso y alto contenido en azúcar.

---

Variedad temprana de planta vigorosa. Fruto redondeado muy escriturado y sin cavidad interior. Peso medio de 0,8 kg en siembras tempranas ( de noviembre hasta primeros de enero), carne verdosa y muy azucarada.

PM, F0 y 2

Híbrido extra precoz de 83 días desde la nascencia a la cosecha. Frutos de corteza verde que vira a dorado a la madurez, con escriturado medio en forma de retícula y peso medio de 1,5 kg. Variedad contraestación bajo invernadero, de carne suave, aromática y dulce, con un 15% de contenido en azúcar.

---

Híbrido precoz de 85 días desde la nascencia a la cosecha, con gran uniformidad y producción elevada. Planta vigorosa y fruto elíptico ovalado con peso medio de 2 kg. Corteza verde medio con un ligero escriturado a la madurez. Carne de suave textura con un 16% de azúcar.

---

Híbrido precoz de 85 días desde la nascencia a la cosecha, de planta vigorosa, adaptada a las bajas temperaturas, con siembras a partir de enero. Fruto muy escriturado, elíptico y sin cavidad interior, con un peso medio mayor de 2 kg. Carne crujiente y dulce, con 16% de azúcar. L/D= 1,5

---

Híbrido precoz (90 días desde la nascencia a la cosecha), con frutos muy resistentes al transporte, oval- redondeados y peso medio de 1,5 kg. Los frutos no toman el color amarillo hasta que su nivel de azúcar no llega a 10%, alcanzando a la madurez final un 15,5% de azúcar y pleno color amarillo. L/D= 1,15

PM

Híbrido de planta muy vigorosa y facilidad de cuaje en siembras tempranas. Ciclo de 87 días. Fruto ovalado de carne crujiente muy azucarada (15,3%) y peso medio de 1,3 kg.

PM

Planta muy vigorosa de hojas grandes, para siembras tempranas, muy productiva, de cuaje precoz y muy concentrado. Ciclo de 92 días. Fruto oval-elíptico (L/D=1,5), de carne crujiente, buena conservación y muy azucarada (15,4%). Peso medio de 1,9 kg.

---

Híbrido medio-precoz, 94 días desde la nascencia hasta la cosecha, adaptado al cultivo bajo plástico. Planta vigorosa y de gran producción, de frutos elípticos (L/D=1,6), escriturados y escasa cavidad interior. Peso medio de 2,5 kg. Carne crujiente, con 16% de azúcar. Muy buena conservación y resistencia al transporte.

Fito Fado

Marina

Goloso

Futuro

Cartago

Mesol

Indálico

Categoría

( 620 ]

GA

GA

RO

RO

AM

AM

AM

PS

A/R

V/R

V/R

V/R

A/L

A/L

A/L

V/R

V

B

B

B

B

B

B/V

B

Características

El cultivo protegido del melón

Empresa

Variedad

Tipo

Piel

Carne

Resist/Toler.

---

Planta vigorosa con facilidad de cuaje. Ciclo de 95 días. Frutos elípticos, muy parecidos a la variedad categoría, pero de tamaño netamente algo mayor, destacando la compacidad de su carne, alto contenido en azúcar (15,8%), y ausencia de cavidad central. Gran aguante a sobremadurez después de la recolección. Siembras a partir de enero.

---

Híbrido de planta vigorosa, rústica, adaptada al aire libre o bajo protección, con gran facilidad de cuaje. Ciclo de 90 días. Fruto ovalado, ligeramente escriturado, con tamaño medio de 2,5 kg. Carne crujiente y muy azucarada(14,8%).

PM, F0, 1 y 2

Planta de rápido desarrollo, de ciclo precoz (90 días) y muy productiva. Frutos ligeramente elípticos (L/D=1,3), de 1,3 kg de peso medio en cultivo bajo invernadero, alcanzando los 2 kg. Cultivado al aire libre. Corteza verde oscuro con moteado oscuro, y carne de textura crujiente, con alto contenido en azúcar (16%).

---

Variedad semiprecoz, para cultivo bajo invernadero o al aire libre. Fruto elíptico alargado (L/D=1,7) y muy buena capacidad de aguante en postcosecha, con peso medio de 3,2 kg , brillo acusado y ligero escriturado. Carne muy dulce (16 ºBrix). Trasplantes de febrero y marzo.

Fito

Cantagrillo

Cortex

Biga

Cantasapo

PS

PS

PS

PS

V/R

V/R

V/L

V/R

B

B

B

B

Características

Cantarino

PS

V/R

B

---

Variedad semiprecoz, para cultivo bajo invernadero o al aire libre. Fruto elíptico alargado (L/D=1,5) y muy buena capacidad de aguante en postcosecha, con peso medio de 2,8 kg, con un ligero escriturado. Carne muy dulce. Trasplantes de diciembre y enero.

Seda

PS

V/R

B

PM , F2

Planta vigorosa muy equilibrada. De fácil cuaje. Fruto de forma oval, larga vida, 16 ºBrix. Trasplantes de mediados de marzo a mediados de febrero.

SF-400/02

GA

A/R

B

PM, F0, 1 y 2

Planta muy vigorosa de cuaje fácil. Fruto redondeado y larga conservación. 14 ºBrix. Trasplantes a primeros de Febrero en invernadero.

Tambo

CH

G/L

N

PM, F0, 1 y 2

Planta vigorosa de gran facilidad de cuaje. Fruto muy precoz, redondeado y larga vida. 16 ºBrix. Trasplante desde mediados de enero hasta Marzo.

Irina

CH

G/L

N

PM, F0, 1 y 2

Planta vigorosa de gran facilidad de cuaje. Fruto muy precoz, redondeado y larga vida. 16 ºBrix. Trasplante hasta mediados de enero.

Alvaro

CH

Vainilla/ L

N

PM, F0, 1 y 2

Planta muy vigorosa para trasplantes desde final de final de diciembre hasta marzo. Fruto muy oloroso.

( 621 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Empresa

Variedad

Tipo

Piel

Carne

Resist/Toler.

---

PM, F0, 1 y 2

Variedad andromonoica ideal para cultivo de otoño al aire libre o bajo plástico. Frutos de larga conservación postcosecha, con pesos de 0,8 kg y un escriturado fino y denso.

Fito Marca

TE

V/A

B

Gautier Durandal

Galoubet

Fígaro

Cyrano

CH

CH

CH

CH

G/R

V/L

V/L

V/L

N

N

N

N

F0, 1 y 2

Variedad monoica y precoz recomendada para cultivo temprano o de otoño bajo protección. Fruto algo escriturado y de peso medio de 0,8 kg. redondo, muy uniforme y alto contenido en azúcar.

PM, F0, 1 y 2

Variedad monoica, vigorosa y productiva para cultivo de primavera bajo protección. Fruto redondo, totalmente liso, uniforme, con pesos de 1 kg y buena conservación. Por su sabor es muy apreciado en los mercados franceses.

PM, F0, 1 y 2

Variedad tipo galoubet, con muy buen cuaje en condiciones tempranas. Producción bastante precoz, medianamente agrupada, para cultivo temprano bajo invernadero o al aire libre, con frutos de 1 kg.

Felibre

CH

V/L

N

PM, F0, 1 y 2

Variedad tipo galoubet, de producción bastante agrupada y precoz. Para cultivos semitempranos o al aire libre. Frutos de 0,8 kg.

Edonis

CH

V/L

N

PM, F0, 1 y 2

Variedad tipo galoubet, de producción precoz y agrupada, adaptada a plantaciones semitempranas y al aire libre, con frutos de 0,8 kg.

Sirocco

AM

A/L

B

---

Variedad precoz que obtiene altos rendimientos, para cultivo de primavera bajo plástico. Fruto ovalado con peso medio de 1,2 kg.

Amarillo canario

AM

A/L

B

---

Variedad precoz muy productiva, para cultivo de primavera y otoño bajo plástico, con frutos de 1 kg de peso.

Galia

GA

N/R

V

PM

Para producción al aire libre e invernadero, con fruto redondo, de peso medio 1-1,2 kg. de excelente sabor y piel fuerte, finamente reticulada, de color amarillo anaranjado.

Makdimon

GA

N/R

V

PM, F0 y 1

Hazera

Arava

( 622 ]

Características Selección de Tendral verde tardío, caracterizado por la homogeneidad de sus frutos, ovalados, grandes y de corteza muy gruesa. Ciclo de 112 días. Peso medio de 2,5 kg. Contenido en azúcar de 15,6%.

GA

N/R

V

PM

Variedad extratemprana para producción al aire libre e invernadero, con fruto redondo de reticulado medio y peso de 1-1,5 kg. Para producción al aire libre e invernadero. Recomendado para siembras tempranas. Adaptado a climas cálidos. Fruto redondoachatado, de peso medio 1-1,5 kg, con reticulado medio.

El cultivo protegido del melón

Empresa Hazera

Leen de mos

Variedad

Tipo

Piel

Carne

Resist/Toler.

Características

Galor

GA

N/R

V

PM, F0 y 1

Para producción al aire libre e invernadero. Fruto amarillo verdoso, redondo y con reticulado medio.

Revigal

GA

N/R

V

PM y CMV

Producción al aire libre e invernadero, incluso en secano. Fruto amarillo verdoso, redondo, con buen reticulado y alto contenido en azúcar. Variedad precoz (madurez a los 80-85 días) para producción al aire libre y bajo invernadero. Fruto redondo bien reticulado, de color amarillo naranja, y de tamaño medio (de 0,9 a 1,1 kg). Planta vigorosa para producción al aire libre e invernadero, con fruto redondo bien reticulado y de color amarillo naranja. Peso medio de 1 a 1,5 kg. Madurez a los 80-85 días.

Jalisco X-GAL 51

GA

N/R

V

PM, F0, 1 y2

Lavi X-GAL 52

GA

N/R

V

PM, F0, 1 y2

Elario

GA

A/R

V

MNSV, PM, F0 ,1 y 2,

Planta vigorosa, para siembras tempranas. Fruto redondo, de 0,8 a 1 kg. Fruto con excelente reticulado. Plantaciones de Enero.

Galante

GA

A/R

V

MNSV, PM, F0 ,1 y 2,

Planta vigorosa, para siembras tempranas.Fruto redondeado, de 0,8 a 1,1 kg. Fruto con excelente escriturado y alto contenido en azúcar. Plantaciones de Marzo

Galápago

GA

A/R

V

MNSV, PM, F0 ,1 y 2,

Fruto redondeado, muy uniforma. Peso de 0,8 a 1,2 kg. Plantaciones de Febrero

Alore

GA

V/R

V

PM, F0 y 1

Híbrido temprano de buena producción. Frutos verde amarillentos de 1-1,6 kg y carne verde claro.

Galia F1

GA

V/R

V

PM

Frutos redondos de color verde amarillento, de 0,8 a 1,4 kg y carne color verde claro.

LM-27 F1

GA

V/R

N

PM, F0 y 1

Frutos redondos de 1-1,5 kg.

LM-28 F1

GA

V/R

N

PM

Fruto alargado de 1,2-1,7 kg.

LM 145 F1

AM

A/L

B

F0 y 1

Fruto alargado de 1,5-2 kg.

Solo

RO

V/R

B

F0 y 1

Planta vigorosa de ciclo medio y muy productiva, para cultivos precoces protegidos y al aire libre. Fruto oval, de color verde dorado, de 2,5 a 3,5 kg, de 12 –14ºBrix, y carne firme.

F0 y 1

Planta muy vigorosa de precocidad media, para siembras precoces y medias bajo cubierta. Frutos de 2,5 a 3,5 kg, verde intenso con manchas muy marcadas que se tornan doradas a la madurez. 12-14 ºBrix .

F0 y 1

Híbrido de ciclo medio precoz, para cultivo protegido y al aire libre. Planta de moderado vigor de fácil fructificación. Fruto verde con manchas oscuras bien definidas, que en la madurez toma color acaramelado y se escritura. Fruto de 2 a 3 kg de peso y 13-14 ºBrix. Buena conservación.

PM, F0 y 1

Planta vigorosa de producción precoz, de regular y fácil fructificación, para cultivo bajo invernadero y al aire libre. Fruto de 2 a 3,5 kg, carne fina y buen comportamiento a la vitrescencia. 13-14ºBrix.

Nunhems

Toledo

Daimiel

Almagro

PS

PS

PS

V/R

V/R

V/R

B

B

B

( 623 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Empresa

Variedad

Tipo

Piel

Carne

Resist/Toler.

Nunhems

Ruidera (Nun 6171)

Clipper

CH

V/A

G/L

B

N

F0 y 2

Planta de vigor medio y cuaje escalonado. Planta adaptada a condiciones de manta y aire libre en Murcia. Transplantes medios en zonas como Sevilla y Valencia. Transplantes de plena estación en Badajoz. Fruto alargado, tipo piñonet, piel ligeramente rugosa, con excelente presentación y conservación. Su textura de carne y sabor recuerdan al Piel de Sapo tradicional. Alto contenido en azúcar.

F0, 1 y 2

Tipo Novanun con planta de crecimiento vigoroso y producción semiprecoz , para cultivo protegido. Fruto de 0,7-1 kg. no vitrescente, de carne firme y alto contenido en azúcar (12-15ºBrix). L/D=1.

Topper

CH

G/L

N

F0, 1 y 2

Tipo Novanun de planta vigorosa, para cultivo protegido precoz y al aire libre. Frutos uniformes y esféricos, de 0,8-1,1 kg,carne firme y perfumada, de alto contenido en azúcar (12-15 ºBrix) y no vitrescente. L/D=1.

Nun 4811

CH

G/L

N

Áfidos, PM, F0, 1 y 2

Tipo Novanun, de características y color similares a Clipper, pero con tamaño un poco más grande.

Nun 6200

CH

G/L

N

PM, F0, 1 y2

Tipo Novanun, de planta vigorosa, tamaño de fruto uniforme, y que vira a amarillo en su madurez, con buen nivel de azúcar.

PM, F0, 1 y2

Tipo Novanun, de vigor medio, ideal para plantaciones extratempranas o tempranas, y/ o para zonas de agua de mala calidad por su capacidad de conseguir un excelente calibre comercial. contenido de azúcar de 14 ºBrix. Excelente uniformidad de frutos e impecable aspecto externo.

PM, F0, 1 y2

Tipo Novanun, con planta vigorosa con facilidad de cuaje, excelente calibre (0,8-1 kg, aconsejado para plantaciones tempranas), carne firme, crujiente y muy azucarada (16 ºBrix), larga conservación y muy tolerante a vitrescencia.

N

Áfidos, PM, F0, 1 y 2

Tipo Novanun. Planta de vigor medio para plantaciones medias, (más tardías que Nun 6293). Fruto de buen calibre y color externo oscuro similar a Nun 6293. Excelente tolerancia a la vitrescencia. Excelentes cualidades organolépticas y de conservación.

N

Áfidos, PM, F0, 1 y 2

Tipo Novanun, de vigor medio. Para plantaciones medias y tardías. Fruto de excelente aspecto externo y alto contenido en azúcar. Elevada tolerancia a la vitrescencia. Excelente conservación del fruto.

Nun 6201

Nun 6293

Nun 7029

Nun 7031

Lunastar

( 624 ]

PS

Características

CH

CH

CH

CH

CH

G/L

G/L

G/L

G/L

A/L

N

N

N

PM, F0, 1 y2

Tipo Lunanun, de planta de vigor medio y producción semiprecoz, para cultivos protegidos y al aire libre. Fruto esférico que vira a amarillo en la madurez, de 0,7-1 kg. carne firme, cremosa y perfumada, de alto contenido en azúcar (12-14ºBrix). Melón de larga conservación.

El cultivo protegido del melón

Empresa

Variedad

Tipo

Piel

Carne

Resist/Toler.

Características

Áfidos, PM, F0, 1 y 2

Tipo Lunanun, de planta de vigor medio, semiprecoz y alto potencial productivo, para cultivos protegidos y al aire libre. Fruto esférico que vira a amarillo en la madurez, de 0,8-1,1 kg, carne firme, cremosa y perfumada, de alto contenido en azúcar (12-14 ºBrix). Posee el gen VAT .

PM, F0 y 2

Tipo Geanun, de planta vigorosa, para cultivos precoces al aire libre o protegidos. Frutos ovalados (L/D=1,3), bien escriturados en la madurez, de 1,2-1,5 kg, carne firme no vitrescente y muy dulce (12-15 ºBrix).

Nunhems Lunabel

Castella

CH

CH

A/L

V/R

N

N

Geamar

CH

V/R

N

PM, F0 y 2

Tipo Geanun de planta vigorosa y precocidad media, para cultivo al aire libre y bajo invernadero. Fruto oval (L/D=1,3), reticulado denso y uniforme de 1,1-1,4 kg, carne firme y alto contenido en azúcar (12-15ºBrix). No vitrescente.

Geaprince

CH

V/R

N

Áfidos, PM, F0, 1 y 2

Tipo geanun de planta vigorosa, muy productiva, de precocidad media. Fruto redondo (L/D=1), escriturado uniforme, de 1-1,2 kg, carne muy firme y no vitrescente.

Solarbel

GA

A/R

V

F0 y 2

Tipo Solarnun de planta vigorosa y precocidad media, de producción concentrada, adaptada a cultivos tardíos de invernadero en primavera, cultivos de manta y aire libre, y otoño en invernadero. Frutos redondos, densamente escriturados, de 0,8-1,2 kg. En madurez la piel vira de amarillo limón a amarillo intenso. Carne de color verdeblanca, con alto contenido en azúcar (12-15 ºBrix), no vitrescente. Excelente conservación.

Aril

AM

A/L

B

PM, F0 y 1

Tipo Amarillo oro. Planta de reducido vigor y producción muy precoz, recomendada para cultivos protegidos. Fruto con pequeña cicatriz pistilar, de 1-1,5 kg (calibres 7-8), con buen contenido en azúcar (12-13ºb brix). L/D=1,1.

Bista

AM

A/L

B

PM, F0 y 1

Tipo Amarillo oro. Planta de porte vigoroso y producción muy precoz. Fruto oblongo (L/D=1,1), de 1,2-1,5 Kg., carne firme y alto contenido en azúcar(12-13ºBrix).

F0 y 1

Tipo Amarillo oro. Planta de vigor y precocidad media. Frutos de forma tipo piña, piel algo rugosa, de 1-1,5 Kg. cicatriz pistilar en forma de ojo de perdiz. Para cultivos al aire libre o bajo manta de plena estación. 12-13ºBrix.

PM, F0 y 1

Tipo Amarillo oro. Planta de vigor medio y producción semiprecoz. Frutos de forma apiñada, piel ligeramente rugosa, con pequeña cicatriz pistilar. Carne firme, jugosa y azucarada (12-13 ºBrix). Prefiere los cultivos medios y de plena estación.

Deoro

Nun 1266

AM

AM

A/L

A/L

B

B

( 625 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Empresa

Variedad

Tipo

Piel

Carne

Resist/Toler.

Pandor

AM

A/L

B

F0 y 1

Tipo Amarillo canario. Planta vigorosa de producción precoz. Frutos de forma oval, carne firme y muy azucarada. De 1,2-1,7 kg. 13-14ºBrix. L/D= 1,3

F0 y 2

Planta de ciclo precoz y vigor medio, para cultivos de plena estación y tardíos. Frutos esféricos, uniformemente reticulados, de 0,91,1 kg, alto contenido en azúcar (12-14ºBrix) y cavidad interna reducida. Melón tipo Eriçó, de planta vigorosa de rápido desarrollo y ciclo medio precoz, adaptada a cultivo bajo túnel y al aire libre. Fruto esférico-ovalado (L/D=1,1), piel fina y uniformemente escriturada, de 1-1,5 kg. 13-15 ºBrix.

Nunhems

Delada

Petoseed

V/R

V

Deltex

GA

V/R

B

F0 y 2

PEX 542

GA

A/R

C

PM, F0 y 1

Planta vigorosa. Frutos esféricos bien escriturados, de 0,7-1 kg de peso.

PM, F0 y 1

Planta de vigor medio, adaptada a cultivos tempranos bajo cubierta. Frutos esféricos, muy uniformes, bien escriturados y consistentes, de 0,8-1 kg.

PEX 543

( 626 ]

GA

Características

GA

V/R

V

Eros (PSI 04400)

GA

V/R

V

MNSV, PM, F0 y 1

Planta de vigor medio-alto con facilidad de cuaje, gran capacidad de rebrote, muy productiva y precoz. Ciclo adaptado a cultivo de invernadero, manta y al aire libre en siembras medias y tardías. Frutos completamente redondos. Pequeña cavidad interna y carne muy consistente. Escriturado perfecto y atractivo, muy denso. Maduración uniforme con corteza de color amarillonaranja. No se despezona. Alto contenido en azúcar y peso medio de 0,8-1 kg.

PSI 04806

GA

V/R

V

PM, F0 y 1

Planta vigorosa, frutos esféricos de escriturado uniforme, peso de 0,9-1,1 kg. Alto contenido en azúcar u larga conservación.

Yuma

GA

V/R

V

---

Planta de vigor medio con gran capacidad de rebrote, para cultivo al aire libre o bajo invernadero. Fruto redondo de escriturado intenso y color amarillo fuerte en madurez. Peso de 1-1,2 kg.

Gallicum

GA

V/R

B

---

Fruto redondo de peso medio 1-1,5 Kg. Corteza de color amarillo en su madurez y denso reticulado. Carne blanco-verdosa, muy dulce y aromática.

PSI 04002

PS

V/R

B

F0 y 1

Planta de vigor medio. Frutos de buen tamaño, escriturado ligero y color dorado a la madurez.

Braco

PS

V/R

B

---

Planta de gran vigor, muy productiva, para cultivo al aire libre o bajo invernadero. Frutos de gran tamaño con peso de 2,5-3,5 kg.

Bardino

PS

V/R

B

---

Planta vigorosa, con frutos de forma elíptica y piel de reticulado fino. Frutos de 2,5-3 kg.

Unico

RO

V/L

B

PM

Híbrido de planta vigorosa y ciclo precoz, para cultivo al aire libre y bajo invernadero. Fruto consistente y resistente al avinado.

El cultivo protegido del melón

Empresa Petoseed

Variedad

Tipo

Piel

Carne

Resist/Toler.

Éxito

RO

V/L

B

---

Planta vigorosa, con frutos de forma elíptica, de peso 2,5-3 kg. de piel ligeramente escriturada y pulpa con textura firme.

Novel

RO

V/L

B

PM

Fruto con piel lisa, de forma oval y con pesos de 2,5-3 kg. con textura de la pulpa dura.

Doral

AM

A/L

B

PM, F2

N

PM, F0, 1 y2

Planta vigorosa de gran producción y ciclo medio precoz para cultivo al aire libre. Frutos consistentes y alto contenido en azúcar con peso medio de 1 kg.

PM, F0 y 1

Planta vigorosa de potente sistema radicular, de cuaje muy uniforme, gran precocidad de maduración, con recolección agrupada. Calibre medio de 1 kg. Escriturado firme y denso, maduración uniforme y elevada consistencia y resistencia al transporte. Recomendada para transplantes medios en invernadero, túnel o al aire libre.

---

Variedad recomendada para plantaciones tempranas, tanto entutorado como sin tutor. Peso del fruto homogéneo (de 1-1,2 kg). Excelente reticulado, denso, fino y uniforme. Gran resistencia al transporte, incluso con frutos completamente maduros. Sabor dulce y aromático (11-13 ºBrix). Buena facilidad para el cuaje. Planta vigorosa de gran rusticidad, recomendada para plantaciones tardías bajo invernadero, malla o al aire libre. Hojas de tamaño medio y de color oscuro. Fruto muy pesado y consistente debido al reducido tamaño de la cavidad interior. Escriturado denso y muy homogéneo. Calibre y forma uniforme, peso medio entre 0,8-1 kg. (calibre 6). Carne muy dulce y aromática (11-14 ºBrix) de color verde y textura crujiente.

Champs Elysees

CH

G/L

Rijk Zwaan Aitana (34-04 RZ)

Melina

GA

GA

A/R

A/R

V

V

Gredos

GA

A/R

V

PM, F0 y 1

Himalaya

GA

A/R

V

PM, F0,1 y 2

Características

Híbrido F1 de planta vigorosa, con fácil cuajado y fruto consistente, para cultivo al aire libre o bajo invernadero.

Planta muy vigorosa de cuaje escalonado, interesante para entutorado. Maduración precoz y frutos muy uniformes.

Mirella (34-53 RZ )

GA

A/R

V

PM, F0 y 1

Variedad para siembras medias y tardías, tanto en suelo como entutorado. Gran precocidad de maduración. Planta fuerte de vegetación abierta. Fruto muy redondo, de escriturado fino y denso, similar a Melina, de calibre medio muy uniforme. Carne de sabor dulce, aromática y de textura melosa crujiente.

Danubio

GA

A/R

V

F0,1 y 2 , Oidio Sf2,Sf5

Planta vigorosa, con facilidad de cuaje. Fruto redondo y escriturado intenso, Larga vida, calibres 5 y 6, nivel de azúcar entre 14-16 ºBrix. Reticulado tipo Galia por todo el fruto.

V

F0,1 y 2 , Oidio Sf2,Sf5

Planta vigorosa, con facilidad de cuaje. Fruto redondo, de escriturado intenso y cierre pistilar pequeño. Calibres 5 y 6. Buen nivel de azúcar y degradación lenta del mismo.

Alpes

GA

A/R

( 627 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Empresa Rijk Zwaan

Variedad

Babieca (34-10 RZ)

Moncayo

Miró (34-70 RZ)

Royal Sluis

( 628 ]

Tipo

PS

AM

CH

Piel

V/L

A/L

G/L

Carne

B

B

N

Resist/Toler.

Características

F0, 1 y 2

Variedad para plantaciones mediastempranas. Planta vigorosa, con facilidad de cuaje. Frutos ovalados de peso medio 4-5 kg con un escriturado muy comercial. Carne firme y consistente (no se avina), con alto contenido en azúcar.

---

Variedad muy temprana, que proporciona frutos uniformes de un peso de 1-1,5 kg. Forma redonda del fruto y carne bastante blanda y blanca, con un nivel muy bueno de azúcar y muy productiva.

PM, F0,1 y 2

Planta fuerte y vigorosa, con cuaje agrupado algo escalonado. Fruto redondo y bien casqueado, de tamaño medio-grande (0,91,1 kg), con buen cambio de coloración al madurar (tono marfil) y hombros de jaspeado azul intenso. Buen nivel de azúcar, consistente y buena conservación.

Phoenix

CH

G/L

N

PM, F0,1 y 2

Planta vigorosa y bien equilibrada. Recomendada para plantaciones medias de invernadero y tardías en malla o calle. Fruto de calibre mediano y uniforme. Corteza clara, lisa y con los surcos bien marcados.

RS 122001

CH

G/L

N

PM, F0,1 y 2

Planta medio vigorosa de ciclo muy precoz. Fruto redondo con buena conservación y 0,81,1 kg de peso.

RS 04400

GA

V/R

B-V

PM, F0 y 1

Planta muy vigorosa de ciclo precoz. Fruto ligeramente ovalado, de 1-1,3 kg, cavidad pequeña y no despezona con facilidad.

RS 123001

GA

V/R

V

PM, F0 y 1

Planta vigorosa de ciclo precoz, para cultivo de media estación y tardío. Frutos redondos finamente escriturados, de 0,9-1,1 kg.

Polidor

GA

V/R

V

PM, F0 y 2

Planta muy vigorosa de ciclo precoz y alto rendimiento. Fruto redondo, de 1,3-1,7 kg y carne verde claro brillante.

RS 04200

RO

V/R

B-C

PM, F0,1 y 2

RS 125001

PS

V/L

B

PM, F2

Variedad vigorosa de ciclo medio precoz. Fruto ovalado y peso de 2-3 kg.

RS 125002

PS

V/L

B

PM, F2

Planta vigorosa de ciclo medio para cultivo protegido. Fruto oval-alargado y peso de 2,5-3 kg.

RS 125003

PS

V/L

B

PM, F2

Planta de vigorosidad media y ciclo medio. Fruto oval y peso de 2,5-3 kg.

RS 04600

AM

A/L

B

PM, F2

Planta vigorosa de ciclo muy precoz. Fruto redondo, muy uniforme y de peso 1-1,3 kg.

RS 124001

AM

A/A

B

PM, F2

Planta vigorosa de ciclo precoz. Fruto redondo ligeramente ovalado, de 1,2-1,5 kg , que puede escriturarse.

RS 127001

BR

B/L

B

PM, F2

Planta muy vigorosa de ciclo medio precoz. Fruto redondo ligeramente ovalado, para el mercado de exportación, con peso medio 1,3-1,5 kg

Planta vigorosa de ciclo medio precoz, de buen cuaje y cicatriz estilar media. Fruto ovalado de carne blanco-amarillo claro y peso de 2-3 kg.

El cultivo protegido del melón

Empresa S&G Sandoz Seeds

Sakata Seed Iberica

Variedad

Tipo

Piel

Carne

Resist/Toler.

Características

Sancho

PS

V/R

B

PM, F0 y 1

Adaptado a cultivos bajo plástico, aunque consigue sus mejores resultados al aire libre. Fruto de buen calibre. Atractivo por su escriturado y color dorado en la madurez. Alto contenido en azúcar.

Amarillo canario

AM

A/L

B

---

Alta producción, tanto al aire libre como bajo invernadero. Color amarillo intenso en su madurez y fruto muy dulce.

Regal

GA

V/R

B-V

PM, F0 y 1

Adaptado a siembras tempranas en túnel y al aire libre, con gran capacidad de cuaje. Frutos redondos de 0,8-1,1 kg muy dulces.

Gustal

GA

A/R

B-V

PM, F0 y 1

Ideal para siembras tardías. Frutos redondos muy homogéneos. Planta muy vigorosa bien adaptada a cultivos tempranos bajo cubierta o al aire libre. Frutos dulces, firmes, redondos y con buena conservación.

Primal

GA

A/R

V

MNSV, PM, F0 y 1

Radical

GA

A/R

V

MNSV, PM, F0 y 1

Planta vigorosa, adaptada a cultivos bajo cubierta, para siembras medias y tardías. Frutos algo ovalados, de carne densa.

Total

GA

A/R

V

PM, F0 y 1

Planta muy vigorosa y muy productiva, de frutos homogéneos y carne firme, para recolectar en pintón o amarillo.

MG-754

GA

A/R

V

MNSV, PM, F0,1 y 2

Planta vigorosa de frutos redondos, dulces y pequeños (0,7 kg). para plantaciones medias y tardías.

MG-741

GA

A/R

V

PM, F0,1 y 2

Planta vigorosa para plantaciones medio tempranas. Frutos dulces, homogéneos, tamaño medio y buen aguante postcosecha.

Manago

CH

V/L

C

PM, F0,1 y 2

Buen comportamiento en siembras tempranas, con frutos de color claro muy aromáticos.

Pancha

CH

V/R

C

PM, F0 y 1

Frutos dulces y aromáticos con buen comportamiento en siembras tempranas.

Aikido

GA

A/R

V-B

PM, F0 y 1

Fruto redondo de 1-1,4 kg, 37-38 días para madurez tras la floración y 10-13 ºBrix.

Judo

GA

A/R

V-B

PM, F0 y 1

Fruto redondo de 1-1,3 kg, 40 días para madurez tras la floración y 10-13 ºBrix.

K2-18

GA

A/R

N

PM, F0,1 y 2

Fruto redondo de 1 kg, 40 días para madurez tras la floración y 10-13 ºBrix

C2-15

SM

V/R

N

PM, F0,1 y 2

Fruto oblongo de 1 kg de peso, 42-45 días para madurez tras la floración y 12-15 ºBrix.

Birdie

AM

A/L

B

PM, F0 y 2

Fruto oval de 0,8-0,9 kg de peso, 40-45 días para madurez tras la floración y 15-16 ºBrix.

Eagle

AM

A/L

V-B

PM, F0 y 2

Fruto redondo de 0,9-1,1 kg. 43-47 días para madurez tras la floración y 15-17 ºBrix.

K2-29

AM

A/L

V-B

PM, F0 y 2

Fruto oval de 1 kg de peso medio, 45-48 días para madurez tras la floración y 13-14 ºBrix.

Utopia

AM

A/A

V-B

PM, F0 y 2

Fruto oval de 1,2-1,4 kg de peso, 50 días para madurez tras la floración y 13-14 ºBrix.

Kinka

AM

A/L

V

PM, F0 y 2

Fruto redondo de 1,4-1,6 kg, 50-55 días para madurez tras la floración y 13-14 ºBrix.

( 629 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Empresa Sakata Seed Iberica

Variedad

Tipo

Piel

Carne

Resist/Toler.

Pegasus

PS

V/R

B

PM, F0 y 2

Zilba

PS

V/R

B

PM, F0 y 2

Fruto redondo oval, entre piel de sapo y Galia verde amarillento, de 1,4-1,8 kg, 43-45 días para madurez tras la floración y 15-17 ºBrix.

Sonie

RO

V/R

B

PM, F0 y 2

Fruto temprano oval, de 2-2,5 kg, 50 días para madurez tras la floración y 14-17 ºBrix.

Pelayo

TE

V/A

B

PM, F0 y 2

Fruto oval tendral negro, de 1,5-2,5 kg, 60 días para madurez tras la floración y 15-17 ºBrix.

Harvest King

RFP

V/R

N

---

Fruto redondo de 1 kg, 45-46 días para madurez tras la floración y 12-13 ºBrix.

Paradise

RFP

V/R

N-V

PM, F0 y 2

Fruto redondo tipo Harvest King de 1,21,3 kg., 48-50 días para madurez tras la floración y 14-15 ºBrix.

Concert

RFP

V/R

N

PM, F0 y 2

Fruto redondo tipo Harvest King de 1,21,3 kg. 45-46 días para madurez tras la floración y 12-13 ºBrix.

Sunrise

RFP

A/R

N

PM

Sweetheart

CH

G/L

N

Mildiu, PM, F0 y 2

Fruto redondo de 0,6 kg. 33-36 días para madurez tras la floración y 13-15 ºBrix.

Parisien

CH

A/L

N

PM, F0 y 2

Fruto redondo de 1-1,3 kg. 45 días para madurez tras la floración y 13-15 ºBrix.

Sprite

OR

B/L

B

Mildiu, PM, F0 y 2

Fruto oval de 0,5 kg, 40-45 días para madurez tras la floración y 16-17 ºBrix.

A-ONE

OG

V/R

V

PM, F0 y 2

Fruto redondo de 1-1,5 kg. 55 días para madurez tras la floración y 13-14 ºBrix.

Verdol

Iberix

PS

RO

V/R

V/R

B

B

Fruto redondo tipo Harvest King de 1 kg, 42-45 días para madurez tras la floración y 12-13 ºBrix.

F0 y 2

Planta vigorosa y rústica, de producción precoz agrupada, con alta productividad, adaptada al cultivo al aire libre y bajo invernadero. Frutos homogéneos, de forma elíptica, con carne dulce y crujiente.

F0 y 1

Planta vigorosa y productiva, adaptada a cultivos al aire libre e invernaderos. Fruto con escriturado medio y atractivo. Calibre grueso y alto contenido en azúcar. Buena conservación.

Vilmorín

( 630 ]

Características Fruto oval verde oscuro de 2-3 kg, 50 días para madurez tras la floración y 13-16 ºBrix.

Solaris

AM

A/L

B

F0 y 1

Para producción precoz en invernadero y al aire libre. Planta vigorosa, precoz, con facilidad de cuaje. Fruto ovalado, consistente y dulce. Pequeña cicatriz pistilar.

Goliat

GA

A/R

V

F0 y 2

Planta de vigor medio y producción agrupada. Fruto esférico y muy regular, con reticulado uniforme y muy atractivo. Fruto consistente y con alto contenido en azúcar.

Acor

CH

G/L

N

F0, 1 y 2

Planta monoica muy precoz. Fruto esférico a oblongo, de piel lisa, verde gris, acostillado, calibre muy homogéneo (0,8-0,9 kg) y muy dulce.

El cultivo protegido del melón

Empresa

Variedad

Tipo

Piel

Carne

Resist/Toler.

Western seed Manko

GA

A/R

V

---

Características Variedad para cultivo al aire libre o bajo invernadero, de frutos esféricos, de 0,6-1,4 kg, carne verde claro y piel fuertemente reticulada amarillo-verdosa que vira a anaranjado a la madurez. Precocidad de 90100 días, según época de siembra.

TIPOS :

• Rochet (RO), Piel de Sapo (PS), Tendral (TE), Amarillo (AM), Galia (GA), Charentais (CH), Honey Dew (HD), Branco de Ribatejo (BR), Super Market (SM), Red Fleshed Pearl (RFP), Oriental (OR), Ogen (OG). PIEL :

• Verde (V), Amarilla (A), Anaranjada (N), Blanquecina (B), Gris-Verde (G). • Lisa (L), Asurcada (A), Reticulada/Escriturada (R). CARNE :

• Blanca (B), Verde (V), Naranja (N), Crema (C). Resistencias / Tolerancias :

• Fusarium oxysporum (F), Oídio (PM) -no se especifica entre los géneros Erysiphe cichoracearum y las tres razas de Sphaerotheca fuliginea-, Virus del Cribado (MNSV), Cucumber Mosaic Virus (CMV). FUENTE: INFORMACIÓN FACILITADA POR LAS CASAS COMERCIALES.

12. ( PLAGAS, ENFERMEDADES Y FISIOPATÍAS DEL MELÓN ]

Si fuese posible, es mu conveniente tener un historial de la zona en cuanto a climatología, humedad y temperaturas sobre todo, también tener presentes los problemas fitosanitarios de los últimos años y las desinfecciones realizadas, con ello minimizaremos los problemas. Antes de pasar al estudio de cada plaga, enfermedad o fisiopatía, conviene recordar las medidas de protección fitosanitaria contra las enfermedades víricas (Orden de fecha 12 de diciembre de 2001, de la Consejería de Agricultura y pesca de la Junta de Andalucía, por la que se establecen medidas de control obligatorias así como las recomendadas en la lucha contra las enfermedades víricas en los cultivos hortícola).  Obligación de los productores de hortalizas • Deberán emplear “plántulas” procedentes de semilleros autorizados y conservar durante un año el Pasaporte Fitosanitario. • En caso de semillas que así lo requieran, deberán tener asimismo el Pasaporte Fitosanitario, estar registradas y mantener el envase etiquetado un año. • Deberán comunicar a las delegaciones provinciales de la Consejería de Agricultura y Pesca la aparición de cualquier síntoma sospechoso desconocido y facilitar toda la información al respecto.

( 631 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Facilitar el acceso a las instalaciones de los inspectores de los Servicios Oficiales. • Ejecutar las medidas de control de carácter obligatorio, reflejadas en el siguiente anexo.

 ANEXO:  MEDIDAS DE CONTROL OBLIGATORIAS: Medidas de carácter fitosanitario: Seguimiento y control de las poblaciones de posibles insectos vectores. En caso de tratamientos químicos alternar las aplicaciones con productos de distintos grupos. Utilización de trampas cromotrópicas para seguimiento y captura de insectos vectores. Medidas de carácter estructural: La estructura del invernadero deberá mantener una hermeticidad completa que impida el paso de insectos vectores. Colocación de malla en las bandas y cumbreras del invernadero con una densidad mínima de 10 por 20 hilos/cm, excepto en aquellos casos en que no permita una adecuada ventilación. Colocación de doble puerta o puerta y malla, de igual densidad a la anterior, en las entradas del invernadero. Medidas de carácter higiénico: Arrancar y eliminar inmediatamente las plantas afectadas por virus y las colindantes al inicio del cultivo, antes del cuaje y, posteriormente, a criterio técnico, transportándolas en camiones herméticos a plantas de tratamiento para su destrucción inmediata. Intensificar las medidas de limpieza de restos vegetales y malas hierbas en el invernadero y alrededores (1 m). En virus transmitido por contacto, desinfectar los útiles de trabajo con una solución de fosfato trisódico al 10% antes y después de realizar las labores de cultivo. Lavar la ropa después de cada visita al invernadero. En cultivos en sustrato, desinfección de los mismos, de las tuberías y estructuras en caso de detectarse virus por contacto. Evitar las visitas indiscriminadas a invernaderos por virus transmitido por contacto. Una vez finalizado el cultivo: • Tratar contra los insectos vectores. • Mantener cerrados los invernaderos hasta la desecación total de las plantas. • Eliminar los restos vegetales de forma adecuada.

Queda prohibido el abandono de los cultivos. Medidas agronómicas: En caso de situaciones criticas, podría imponerse periodos sin cultivo, con el fin de romper el ciclo de los posibles insectos vectores.

( 632 ]

El cultivo protegido del melón

12.1. ( Plagas del melón ]

Araña roja

Control Biológico Araña Roja

• Tetranychus urticae • Tetranichus cinnabarin

• Phytoseilus persimilis • Amblyseius californicus

Síntomas: Los primeros síntomas se precian en el haz de las hojas con manchas amarillentas, mientras que en el envés se observa la presencia de las arañas. Daños: Los daños son debidos al debilitamiento de la planta como consecuencia de las numerosas picaduras para su alimentación, así como la disminución de las funciones de las hojas que terminan por secarse. Materias activas recomendadas: Abamectina, bifentrín, hexitiazox. Mosca blanca

• Trialeurodes vaporariorum • Bemisia tabaci: (biotipo B y biotipo no-B)

Síntomas: Los adultos colonizan el envés de las hojas.

Control Biológico Mosca B.

• • • • •

Macrolophus caliginosus Encarsia formosa Eretmocerus californicus Verticillium lecanii Beauveria bassiana

Daños: Esta plaga ocasiona dos tipos de daños. Los directos son producidos por la succión de la savia de las hojas, efectuada por larvas y adultos, con el debilitamiento del cultivo, además de la melaza producida donde se asienta el hongo de la negrilla, lo cual dificulta el desarrollo normal de la planta, aparte de la depreciación de los frutos. Sin embargo los daños más importantes son los indirectos, al actuar estos insectos como vectores del virus del amarilleamiento del pepino y melón (CuYV). Biología: Los adultos procedentes del exterior (malas hierbas) se localizan en el envés de las hojas jóvenes donde se alimentan y realizan las puestas. De los huevos nacen las larvas que pasan por varios estadios hasta transformarse en pupa. Las poblaciones se superponen y en cada momento existen huevos, larvas, pupas y adultos, siendo muy numeroso el número de generaciones a lo largo del año. Materias activas recomendadas: Buprofecín, imidacloprid, lambda-cihalotrin, pimetrocina, piridaben, tiamethosan. Es muy recomendable la utilización de mojantes y jabones potásicos. Áfidos

• Aphis gossypii • Myzus persicae

Control Biológico Afidos

• Aphidius matricariae • Aphidius colemani

• Aphidius ervi • Chrysoperla carnea • Aphelinus abdominalis • Hippodamia convergens • Aphidoletes aphidimyza • Verticillium lecanii

( 633 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Síntomas: La colonización por áfidos en plantaciones de melón se realiza principalmente a través de formas aladas que llegan a la planta, iniciándose la colonia con formas ápteras e inmaduras. La dispersión de la población a otras plantas del cultivo y la formación de nuevas colonias se realiza a través de los vuelos de formas aladas. Las formas ápteras se dispersan caminando a través de la superficie de contacto entre unas hojas y otras, siendo esta última forma de dispersión más fácil en el caso de cultivo rastrero. En un principio, la distribución en la parcela se presentará por focos o rodales. Daños: Los daños directos son producidos por la absorción de savia de larvas y adultos durante la alimentación, lo que provoca en los órganos de la planta una reducción de su desarrollo con deformaciones, abullonaduras y enrrollamiento de las hojas hacia el envés, con un retraso general de la planta. Los indirectos se producen porque la fracción de savia absorbida y no aprovechada es eliminada por los sifones durante la alimentación. Esta sustancia pegajosa tiene un elevado contenido en azúcares, sirviendo como medio de cultivo a hongos saprofíticos como la fumagina ó negrilla. Otro de los daños ocasionados es la transmisión de virus tales como Virus del Mosaico del Pepino (CMV). Materias activas recomendadas: Bifentrín, deltametrín, imidacloprid, pimetrocina. Minadores

• Liriomyza • Liriomyza • Liriomyza • Liriomyza

bryoniae strigata trifolii huidobrensis

Control Biológico Minadores

• Diglyphus isaea • Dacnusa sibirica

Las hembras adultas de minadores realizan las puestas dentro del tejido de hojas jóvenes donde comienza a desarrollarse una larva en su interior que se alimenta del parénquima de la hoja ocasionando las típicas galerías. La forma de las galerías es diferente aunque no siempre distinguible entre especies y cultivos. Una vez finalizado el desarrollo, las larvas salen de las hojas para pupar, lo cual suelen realizar en el suelo o en hojas, emergiendo los adultos al final de este estado. Materias activas recomendadas: Abamectina, ciromazina. Noctuidos

• Spodoptera exigua • Spodoptera littoralis • Plusia spp. • Heliothis spp.

( 634 ]

Control Biológico Noctuidos

• Bacillus thurigiensis • Trichogramma evanescens

El cultivo protegido del melón

Síntomas: Las hojas tienen zonas comidas en forma redondeada y distribuidas por toda ella. Las larvas pequeñas dejan la epidermis de las hojas. En fruto, se puede observar hendiduras superficiales o comeduras que marcan los frutos. Biología: Las mariposas depositan los huevos sobre el envés de las hojas en ooplacas o plastones, con un número variable y envueltos en una masa de escamas blancas en al caso del género Spodoptera o de forma aislada y sin escamas en los de Plusia y Heliothis. Las larvas recién eclosionadas se agrupan sobre los tallos y hojas. Las larvas más desarrolladas tienen tendencia a vivir aisladamente, causando los mayores daños. Su mayor actividad es durante la noche. Materias activas recomendadas: Bacillus thurigiensis, bifentrín y deltametrín. Trips

• Thrips tabaci • Frankliniella occidentalis

Control Biológico Trips

• • • •

Amblyseius cucumeris Orius laevigatus Orius albidipennis Verticillium lecanii

Biología: Las puestas de huevos las realizan las hembras adultas de forma aislada dentro de los tejidos de donde salen las larvas, que recién nacidas son de color blanco y que conforme van creciendo, van tomando una coloración más amarillenta y oscura hasta alcanzar el estadio de pupa inmóvil y el estado de adulto. Las larvas y adultos pueden localizarse en todas las partes de la planta abundando sobre todo en las flores, donde se refugian y son difíciles de ver. Se alimentan picando las células vegetales vaciándolas de su contenido y también del polen de las flores. Daños: En las hojas se observan unas placas o manchas plateadas y brillantes que con el tiempo se necrosan. En las flores, los daños se traducen a malformaciones. Cuando las picaduras son numerosas y extensas en el fruto, en ciertos tipos de melones como cantaloup, pueden ser causa de una depreciación en la calidad comercial. Las picaduras producen manchas plateadas en los frutos. Materias activas recomendadas: Malathion, formetanato, acrinatrín. 12.2. ( Nematodos ]

El género Meloidogyne es el único que causa daños de importancia económica a melón. Meloidogyne javanica y Meloidogyne arenaria han sido las especies más recientemente encontradas e identificadas en los cultivos hortícolas de Almería. Los ataques suelen presentarse en rodales donde las plantas muestran un crecimiento irregular y pobre con una tendencia a marchitarse fácilmente por desequilibrios hídricos, más acentuados

( 635 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

durante la fructificación. Al arrancar éstas plantas se pueden apreciar unos abultamientos (agallas o nódulos) en las raíces, característicos de esta afección. Ha dado buen resultado la solarización. En pretrasplante se están utilizando desinfecciones a base de dicloropropeno, el tiempo de espera en estos casos es de 21 días. Cuando el cultivo está implantado y se nos presenta el ataque se aplican tratamientos al suelo con oxamilo. 12.3. ( Enfermedades producidas por bacterias ]

 Pseudomonas syringae pv. Lachrymans (Mancha angular de la hoja) Su presencia se hace evidente primero en las hojas y más tarde se extiende a los frutos que aparecen manchados. La transmisión tiene lugar por semilla, infectándose los cotiledones y de ahí a las hojas. Su sintomatología comienza con unas pequeñas manchas en hojas o cotiledones como infiltradas de agua. Las lesiones van creciendo hasta quedar limitadas por las nerviaduras de las hojas, dándoles un aspecto anguloso que da nombre a la enfermedad. Si la humedad relativa es alta estas lesiones pueden exudar gotitas de suspensión bacteriana semejantes a lágrimas. Los exudados cuando se secan forman una costra blanquecina encima de la lesión o muy cercana a ella. Las lesiones pueden estar rodeadas de un halo amarillento. Cuando el ataque es fuerte se presentan las lesiones incluidas en un área amarilla más o menos grande. El centro de la lesión puede, una vez seca, caer, quedando la hoja perforada. En Almería se ha observado también otra sintomatología en plantas adultas, con marchitez, estrías necróticas de color oscuro y atabacado de las hojas. En frutos pueden aparecer lesiones redondeadas de 2-3 mm. de diámetro, con exudado bacteriano.  Erwinia carotovora (Podredumbre blanda) Produce una típica podredumbre blanda en el cuello y tallo del melón. Aparece una dislaceración de los tejidos que toman un tono marrón claro. En condiciones de humedad alta se pueden producir chancros y fisuras. El fruto presenta así mismo una podredumbre y desintegración de los tejidos.  Erwinia tracheiphila (Marchitamiento bacteriano) Repentino marchitamiento de las hojas, pudiéndose recuperar algo por la noche, pero rápidamente se produce el colapso y muerte de la planta. Si se corta el tallo afectado longitudinalmente se pueden observar los vasos dañados y en ocasiones puede verse una sustancia blanquecina, que no es otra cosa que suspensión bacteriana. Los ataques de bacterias no son preocupantes en los invernaderos del sureste peninsular, debido a las fechas en que se realizan los cultivos. Normalmente se recurre a la ventilación si fuese necesario se aplicaría cualquier producto a base de oxicloruro de cobre. 12.4. ( Enfermedades producidas por hongos ]

 Acremonium cucurbitacearum (Acremoniosis) El síntoma característico es la aparición de zonas pardas acorchadas en la raíz de plántulas que comienzan a manifestarse 3-4 semanas después de la siembra: los prime-

( 636 ]

El cultivo protegido del melón

ros síntomas se inician con un pardeamiento que comienza a verse en la zona de unión de hipocótilo y raíz; la raíz principal cesa en su desarrollo y puede acabar desecándose y generalmente se observa la emisión de nuevas raicillas en la zona del hipocótilo por encima de la zona afectada. Más adelante, la planta presenta un aparato radicular muy pobre, con poca barbada y descompensado respecto a la parte aérea, lo que hace que sea incapaz de abastecer toda la demanda hídrica provocando el colapso de la parte aérea. En esta última etapa, la raíz está muy deteriorada, con abundantes necrosis y podredumbres y prácticamente sin barbada. Se está aplicando contra la enfermedad metil tiofanato y/o propamocarb.  Monosporascus sp. El síntoma más característico es la aparición sobre las raíces de unos puntos negros, un poco saliente respecto del tejido circundante que son los cuerpos fructíferos (peritecios) del hongo sobre los que es frecuente observar un exudado mucoso de color negro. Estos peritecios suelen aparecer en las raicillas secundarias. Se aplica para combatir la enfermedad metil tiofanato y/o propamocarb.  Rhizoctonia solani Provoca una pérdida de barbada en la raíz y en las raíces de mayor tamaño se aprecian grandes lesiones de color pardo. Se está aplicando contra la enfermedad metil tiofanato y/o propamocarb.  Didymella bryoniae (Chancro gomoso) Las plantas afectadas presentan en el cuello zonas acuosas y de color pardo, sobre las que se suele observar gotas de exudados. Éstas zonas evolucionan posteriormente a colores negruzcos. Cuando el ataque es muy intenso, la planta puede llegar a marchitarse con el aspecto típico de colapso. También pueden aparecer estos síntomas en la cruz de la planta o el las ramas. En fruto es menos frecuente el ataque, donde provoca podredumbres blandas. En caharreo se aplica metil tiofanato con un antibotrytis específico.  Fusarium oxysporum sp. melonis. Presenta dos tipos de sintomatología según cepas: Tipo Yellow. Amarilleo de hojas. Comienzan con el amarilleo de venas en un lado de las hojas que avanza afectando al limbo, haciéndose más amarillas, gruesas y quebradizas, despidiendo un olor típico a madreselva. En tallos se observan estrías necróticas longitudinales de las que exuda goma, posteriormente el hongo esporula sobre las zonas necróticas formando esporodoquios rosados. En la sección transversal del tallo se observa un oscurecimiento de los vasos. Tipo Wilt. Marchitez en verde súbita de las plantas sin que amarilleen o desarrollen color. En Almería se han encontrado hasta ahora las razas Fusarium oxysporum sp. melonis: 0 (Wilt y Yellow), 1 (Wilt y Yellow), 2 (Yellow) y 1-2 (Wilt).  Sphaerotheca fuliginea (Oidio) Los síntomas que se observan son manchas pulvurulentas de color blanco en la su-

( 637 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

perficie de las hojas (haz y envés) que van cubriendo todo el aparato vegetativo llegando a invadir la hoja entera, también afecta a tallos y peciolos e incluso frutos en ataques muy fuertes. Las hojas y tallos atacadas se vuelven de color amarillento y se secan. En melón se han establecido tres razas de Sphaerotheca fuliginea (raza 1, 2 y 3), detectándose en Málaga y Almería las razas 1 y 2. Las materias activas que se están empleando para combatir la enfermedad son: azoxystrobin, kresoxim metil, ciproconazol, miclobutanil, nuarimol, quinometionato, tetraconazol, triadimenol y triflumizol.  Pseudoperonospora cubensis (Mildiu de las cucurbitáceas) El síntoma más frecuente en campo es la aparición en el haz de la hoja de unas manchas amarillentas irregulares que se van necrosando rodeadas por un halo amarillento. Cuando la humedad es más alta, las manchas aparecen de mayor tamaño y también rodeadas por el halo amarillento. En condiciones de alta humedad, en el envés de las zonas afectadas aparece un polvillo gris que está formado por las fructificaciones del hongo. Con ataques intensos, las hojas afectadas se pliegan hacia arriba y si no se controla adecuadamente, pueden llegar a secarse. Se está combatiendo la enfermedad con la aplicación de las siguientes materias activas: azoxystrobin, benalaxil, cimoxanilo, clortalonil, diclofuanida, dimetomorf, mancoceb y compuestos de cobre, alternando materias activas y familias. 12.5. ( Virus ]

 Virus del Mosaico del pepino (CMV) Sintomatología. Presenta fuerte mosaico verde claro-verde oscuro en las hojas, malformación y achaparramiento de la planta en ataques tempranos con reducción del tamaño de la hoja. Abullonamiento en las zonas verdes de las hojas afectadas y bandeado verde oscuro de las venas. En fruto produce mosaico y moteado, y generalmente reducción del tamaño. La semilla de estos frutos, cuando la afección es grave, disminuye considerablemente. Transmisión. La transmisión natural de la enfermedad fundamentalmente la realizan los pulgones de forma no persistente, es decir en la prueba que realizan al posarse sobre la planta hincando la punta del estilete son capaces de absorber el virus de una planta enferma y transmitirlo al realizar una segunda prueba sobre una planta sana.  Virus del mosaico amarillo del calabacín (ZYMV) Sintomatología. Las plantas presentan enanismo. En hojas mosaico con abullonaduras y filimorfismo, a veces amarilleo con necrosis en el limbo y peciolo. En frutos se observan agrietados externos, alteraciones en la forma y abullonaduras y a veces manchas internas de color pardo. Transmisión. Se realiza de forma no persistente por varias especies de pulgones. Se cita repetidas veces en bibliografía su facilidad para la transmisión mecánica (Providenti et al. 1984) e incluso por contacto de hoja (Blancard et al. 1991).

( 638 ]

El cultivo protegido del melón

 Mosaicos I y II de la sandía (PRSV-W y WMV-II) Sintomatología. El PRSV-W ocasiona en melón un amarilleo generalizado, deformaciones en hojas con fasciación de nervio. En fruto, mosaico, pudiendo presentar las zonas verde oscuro en relieve. El WMV-II presenta una sintomatología muy variada debido a la variabilidad de sus aislados. En general puede mostrar un mosaico en hoja que puede ser deformante, parada del crecimiento y reducción de la superficie foliar. El PRSV-W y WMV-II pueden presentarse en infección conjunta con efecto sinérgico. Transmisión. En ambos casos la transmisión es realizada de forma no persistente por áfidos (38 especies de pulgones).  Mosaico de la calabaza (SqMV) Sintomatología. En las hojas aparecen manchas verde oscuro junto a los nervios (vein banding), algunas veces seguido de deformaciones o una aparente recuperación. En fruto no aparecen síntomas, aunque hay una reducción del rendimiento. Transmisión. La transmisión tiene lugar por semilla pudiendo alcanzar del 1-5% de transmisión o superior a nivel experimental. Posteriormente se puede extender por transmisión mecánica a través de roces de hojas y labores culturales.  Virus del Cribado del melón (MNSV) Sintomatología. Se caracteriza por la aparición de pequeñas lesiones cloróticas en hojas de 1-2 mm de diámetro que posteriormente evolucionan a necróticas, dándole el peculiar aspecto de “cribado” que da nombre a la enfermedad. La necrosis puede avanzar necrosándose áreas de la hoja o bien avanzar a lo largo de los nervios produciendo un típico “enrejado”. Éstos aspectos tan característicos no son siempre visibles, apareciendo otros no tan claros como estrías necróticas en cuello y tallo de color marrón claro, marchitez y muerte de la planta. En frutos manchas necróticas acorchadas o leñosas, rugosidad de la piel, jaspeado interno y tamaño más pequeño. Transmisión. Se realiza por un hongo de suelo, Olpidium radicale. También está descrita su transmisión por semilla. Las esporas del hongo han podido ser encontradas en el agua de riego de las balsas de Almería, y a partir de ahí, mediante el riego pueden efectuar la expansión de la enfermedad a nuevas parcelas (Gómez et al. 1993)  Amarilleos del melón Sintomatología. Inicialmente presenta un pequeño moteado en las zonas internerviales de la hoja apenas visible. Posteriormente se van haciendo mayores hasta que prácticamente la hoja queda totalmente amarilla conservando los nervios verdes. También puede comenzar con una mancha amarilla en la base de la hoja que se va extendiendo hasta que toda la hoja está asimismo amarilla, conservándose los nervios verdes como en el caso anterior. El número de frutos disminuye considerablemente. Transmisión. Se consideran vectores de estos amarilleamientos las moscas blancas Trialeurodes vaporariorum y Bemisia tabaci.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

 Virus de las venas amarillas del pepino: CVYV (Cucumber vein yellowing virus) La enfermedad del virus CVYV (Cucumber vein yellowing virus) o “Virus de las venas amarillas del pepino” es de reciente introducción en la zona del poniente almeriense, por lo que la información de que se dispone es escasa. Descripción : El CVYV es un virus ARN con partículas flexuosas de 740-780 nm de longitud, que parece estar relacionado con un virus de la batata, el Sweet potato mild mottle virus, SPMMV. Se le considera, como un nuevo miembro del genero Ipomovirus familia Potiviridae. Afecta a especies de la familia Cucurbitaceae: Pepino, Melón, Calabacín y Sandía. El virus está extendido por el Mediterráneo oriental: Israel, Valle del Jordán y Turquía. Hay citadas dos cepas: CVYV-Isr y CVYV-Jor, que inducen síntomas similares en pepino y melón de clareo de las nerviaciones (amarilleamiento de las venas), aunque el CVYV-Jor causa más enanismo en pepino. Sintomatología. En las hojas del brote se observa amarilleamiento de las nerviaciones (venas), característica que le da el nombre al virus, aunque dependiendo del momento de infección, también puede presentarse de forma generalizada en toda la planta, así como un menor desarrollo de la misma. En frutos de pepino se produce un mosaico, verde-claro, verde-oscuro, mientras que en frutos de melón no se han observado síntomas. Parece ser que este virus, asociado al virus del enanismo amarillo del pepino (Cucurbit yellow stunting disorder closterovirus, CYSDV), produce un sinergismo que potencia los síntomas de ambos virus. Plantas huésped: Las cucurbitáceas cultivadas en la zona, pepino (Cucumis sativus), calabacín (Cucurbita pepo), melón (Cucumis melo) y sandía (Citrullus vulgaris) pueden verse afectadas por esta virosis, además de algunas otras citadas en bibliografía. De las especies de malas hierbas presentes en la zona no hay citada ninguna como posible reservorio, según bibliografía consultada. Las transmisiones experimentales realizadas con su vector Bemisia tabaci a algunas otras especies (Chenopodium quinoa, Datura stramonium, Gomphrena globosa y Nicotiana sp.) han sido negativas. Transmisión: La transmisión del virus se realiza por el insecto vector Bemisia tabaci (Genn.) (Homoptera: Aleyrodidae). El ciclo de vida de B.tabaci en cultivo de pepino, a temperatura constante, puede completarse en 17,8 días a 32 ºC y en 38,2 días a 20 ºC, habiéndose citado una longevidad de hembras entre 15 y 30 días a 28 y 16ºC respectivamente, con una fecundidad entre 2,5 y 7,1 huevos por hembra y día. La transmisión del virus CVYV en los cultivos la realiza Bemisia tabaci de forma semi-persistente. Según bibliografía, necesita un período de adquisición del virus mínimo de 30 minutos, y precisa al menos 15 minutos de alimentación en la planta para inocularlo. El insecto retiene el virus durante 6 horas y tiene un período de latencia de 75 minutos. Se ha señalado una baja efectividad de transmisión por parte del insecto, necesitando un número de 15 a 20 insectos por planta como mínimo para su transmisión. Artificialmente puede ser transmitido de forma mecánica, aunque de forma poco eficiente pero posible.

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El cultivo protegido del melón

Para tener más información respecto nuevos productos, cambio de legislación y plazo de seguridad, consultar la página web del Departamento de Sanidad Vegetal (Almería) de la Junta de Andalucía: http://desaveal.ual.es/sifa/. 12.6. ( Fisiopatías ]

• Deformaciones en frutos. Puede ser causada por una mala polinización o un estrés hídrico. En ciertos casos, la mala utilización de ciertos fitorreguladores para mejorar el cuajado y engorde del melón, pueden provocar deformaciones en los frutos. En melón, y sobre todo en variedades tipo Galia, aparecen un porcentaje de frutos deformes, con una gran cicatriz pistilar, denominados vulgarmente “culo de mona”. Esta anomalía es debida normalmente a que no se despegan los restos de la flor, continuando adheridos al ovario fecundado produciendo una cicatriz, estrangulamiento y deformación del ovario. Suele aparecer en los primeros frutos de la planta como consecuencia de una deficiente fecundación, motivada por inactividad o insuficiencia del polen o condiciones climatológicas adversas. Estos frutos se deben de suprimir, ya que carecen de valor comercial y restan vigor a la propia planta. • Planchado o asolanado (Golpe de sol). Como consecuencia de la incidencia directa de los rayos de sol asociada a altas temperaturas, se producen unas manchas blanquecinas en los frutos. • Rajado de frutos. Principalmente longitudinales, provocado por desequilibrios de la humedad ambiental, ó por irrigación desigual bien sea por un exceso de agua o por un estrés provocado por la falta de la misma en las fases previas a la maduración final. También puede suceder este problema con cambios bruscos en la C.E. de la solución nutritiva, normalmente por ser muy baja en los momentos de la maduración. En algunos casos por un aguante excesivo del fruto en la planta una vez que éste está ya maduro. • Manchas en frutos. Son más evidentes en melones tipo Amarillo, presentando unas manchas marrones dispersas por la superficie del fruto. La causa está en la elevada humedad del invernadero y bajo las hojas. En estas condiciones, grupos de células de la epidermis saturadas de agua se hinchan y estallan. Su posterior suberificación le dan el aspecto de pústulas. En otras ocasiones, las manchas son debidas a pequeñas quemaduras por tratamientos sobre la piel delicada de los frutos jóvenes que al desarrollarse toman un aspecto rugoso y con más o menos relieve. Cuando la pulverización ha sido importante, puede acumularse producto en la cama del melón . En estas condiciones, grupos de células de la epidermis saturadas de agua se hinchan y estallan. Su posterior suberificación le dan el aspecto de pústulas. En otras ocasiones, las manchas son debidas a pequeñas quemaduras por tratamientos sobre la piel delicada de los frutos jóvenes que al desarrollarse toman un aspecto rugoso y con más o menos relieve. Cuando la pulverización ha sido importante, puede acumularse producto en la cama del melón, presentando hinchazones o intumescencias. Otra causa de que aparezcan manchas en frutos puede ser consecuencia de ataques de enfermedades (hongos, bacterias y virus) ó depósitos de polen ocasionados por las abejas que dejan caer bolitas cuando vuelan. • Reducción del desarrollo de las raíces bajo el acolchado, provocando una asfixia radicular.

( 641 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Colapso de la planta. El problema aparece cuando llega a la fase de maduración, o premaduración. Pocos días antes de comenzar a recolectar, empiezan a marchitarse plantas, primero puntualmente y luego continuo, terminando por morir la planta antes de recolectar el fruto. Existen diversas causas patológicas que puedan provocar la muerte súbita en melón. En gran número de casos se produce debido a ataques de Cribado (MNSV). En otros casos la muerte de las plantas es debida a la presencia de Fusarium oxysporum f. sp. melonis. También se le atribuye muerte de plantas a ataques de un hongo del género Acremonium. En el caso que nos ocupa, existen casos de muerte súbita en plantas de melón sin causa de enfermedad parasitaria. En estos casos, si se arranca una planta de melón con marchitez irreversible y cargada de fruto, se observa que el sistema radicular está sano pero de tamaño tan reducido que prácticamente no sale del cepellón en el que se transplantó. En consecuencia, al tener un gran desequilibrio entre parte aérea y raíces, cuando la planta se carga de frutos y aumenta la demanda de agua, se produce la citada marchitez como resultado del gran desequilibrio entre la cantidad de agua transpirada por las hojas y la que el sistema radicular, tan reducido, es capaz de tomar, aún existiendo suficiente humedad en el suelo. • Aborto de frutos. Los frutos recién cuajados amarillean, se arrugan y abortan en un porcentaje más o menos elevado. Esto es debido a una carga de frutos demasiado elevada o a una falta de nutrientes y de agua, o a ambas causas. Cuando una planta está muy cargada de frutos sufre un gran estrés, y realiza un aclareo natural de frutos al no proporcionar nutrientes suficientes para el desarrollo de todos los frutos, abortando los últimos cuajados. Cuando la planta tiene varios frutos bien desarrollados, éstos monopolizan las actividades de la planta, superan en demanda al resto de frutos, impidiendo el crecimiento de otros frutos cuajados posteriormente. En general, plantas muy cargadas de frutos y con sistema radicular dañado o poco desarrollado, presentan corrimiento de frutos más o menos intenso. ATPasas implicadas en el + transporte de H (Bomba de protones)

H+ H+

K+ K

+

CAÍDA BRUSCA DE pH

( 642 ]

• Bajada brusca de pH. La planta de melón cuando comienza la fase de maduración, demanda gran cantidad de K+, por lo que absorbe gran cantidad del mismo presente en el medio de cultivo. Para compensar la gran entrada de cationes de K+ libera al medio de cultivo H+ en demasía, provocando una bajada brusca del pH del medio. El momento exacto de comienzo de esta reacción será función de las condiciones ambientales (sobre todo temperatura) y del tipo de melón. Los tipos Cantaloup y Galia son los más sensibles en estas condiciones de cultivo. Este problema provoca unas quemaduras en la superficie foliar, dando un aspecto a la plantación de “chamuscado” total de las hojas de color gris-ceniza, provocando la muerte del cultivo, si no se corrige a tiempo. La planta muestra unas necrosis parciales en la superficie foliar como primeros síntomas, aumentando la proporción de necrosis paralelamente a la rapidez de evolución del problema.

El cultivo protegido del melón

 COMPORTAMIENTO DIFERENCIAL ANTE LA TRANSPIRACIÓN DE LA ABSORCIÓN (PASIVA Y ACTIVA):

En relación al distinto comportamiento ante la transpiración de la absorción pasiva va por flujo masivo y de la absorción activa, que en caso de los macronutrientes afecta respectivamente al calcio mineral la primera y al resto de macros la segunda, dicho comportamiento diferencial puede estar correlacionado con el pH de las soluciones y su variación. En efecto, parecen existir evidencias de que una absorción catiónica preferencial hace bajar el pH de ABSORCIÓN CATIÓNICA PREFERENCIAL pH las soluciones nutritivas y contrariamente la aniónica lo incrementa, así ABSORCIÓN ANIÓNICA PREFERENCIAL pH como que las condiciones de pH bajo disminuyen la absorción de cationes CONDICIONES DE pH BAJO ABSORCIÓN DE CATIONES y las de pH alto la favorecen, de ahí que a partir de una determinada siCONDICIONES DE pH ALTO ABSORCIÓN DE CATIONES tuación con un pH dado, si se produce un incremento de la transpiración, los subsiguientes incrementos de las “concentraciones de drenaje” del resto de los macronutrientes suponen cuando menos una dilución relativa de la del calcio o si se quiere un incremento relativo de su concentración de absorción dado que la de los demás disminuye en términos absolutos y la suya permanece al menos constante si no es que se incrementa incluso, haciéndose la solución más electronegativa, disminuyendo su potencial eléctrico y por tanto el de protones, propiciándose la salida de éstos desde la raíz hacia la solución, acidificándose esta y propiciando una menor absorción de cationes que de aniones respecto de la situación anterior con menor transpiración. Contrariamente, una disminución de la transpiración supone un incremento relativo de la concentración del calcio en los drenajes aumentando la electropositividad de la solución nutriente propiciando la entrada de protones desde la solución hacia la raíz incrementándose el pH de la solución nutritiva y propiciando mayor absorción de cationes que de aniones respecto de la situación anterior con mayor transpiración. A este respecto se observa como a lo largo de los cultivos en condiciones invernales que son de baja transpiración el pH en las unidades bajo las mismas condiciones de pH en la irrigación suele ser superior al pH de las unidades durante los cultivos de primavera con mayor transpiración. Dada la naturaleza alcalina de las aguas de riego en la zona y la conveniencia desde el punto de vista

TRANSPIRACIÓN



++

RELATIVO DE Ca DEL Ca +

Cd RESTO DE MACROS

SOLUCIÓN MÁS ELECTRONEGATIVA

SALIDA DE PROTONES DE LA RAÍZ HACIA LA SOLUCIÓN NUTRITIVA

BAJADA DE pH

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

TRANSPIRACIÓN



++

RELATIVO DE Cd DEL Ca

SOLUCIÓN MÁS ELECTROPOSITIVA

nutricional de los cultivos de mantener en las unidades un rango de pH = 6-6.5, este se alcanza mediante la adición de ácido nítrico y fosfórico con más facilidad en los cultivos de primavera que en los de invierno.

Cuando los efectos de la transpiración a través de la absorción del calcio sobre el pH del medio, los de la fertirrigación y los del patrón de SUBIDA DE pH absorción del resto de los nutrientes por parte de una especie o variedad se orientan hacia una acumulación preferente de aniones o cationes, máxime en unidades de poco volumen, los cambios de pH en magnitud y tiempo pueden llegar a ser dramáticos y poner en riesgo la calidad y producción del cultivo cuando el pH alcanza valores que se salen del rango fisiológico para un normal funcionamiento de las plantas del cultivo. AUMENTO DE LA ABSORCIÓN DE PROTONES DESDE LA SOLUCIÓN NUTRITIVA HACIA LA RAÍZ

En cierta lógica, si la adición de calcio está indicada de manera general para incrementar el pH, su retirada tenderá a disminuirlo, siendo esta mayor conforme lo es la transpiración. Otros procesos que correlacionan bien con las variaciones de transpiración y a su vez con las del pH, son las variaciones de conductividad o salinidad en la solución de las unidades, aumentando la saturación por las bases de cambio de la CIC de las raíces al aumentar la transpiración y, las de respiración por parte de las raíces ya que la mayor transpiración suele darse bajo condiciones de mayor temperatura y radiación que posibilita mayor fotosíntesis y mayor aporte de carbohidratos a la raíz y por tanto una mayor actividad respiratoria de las raíces que desprenderían más CO2 y cuya disolución da lugar a ácido carbónico. El caso más común de la caída de pH en hidroponía en nuestras condiciones sucede en los cultivos de melón de primavera, aunque también se puede presentar en pepinos, en donde a las mayores transpiraciones propias de la estación con el correspondiente incremento de la absorción de calcio se añade la disminución de las concentraciones de absorción del resto de macronutrientes en parte debido al incremento de la transpiración que tiene lugar paralelamente al desarrollo del cultivo con la estación y en parte debido a la menor velocidad de absorción de los mismos que se experimenta en la fase final del crecimiento del fruto y en la de maduración de éste, lo que se refleja a su vez en un incremento de las concentraciones de drenaje y por tanto en la C.E. del drenaje. 13. ( RECOLECCIÓN, CUIDADOS POSTCOSECHA Y MERCADOS ] 13.1. ( Recolección ]

Se ha de recolectar a primera hora de la mañana, cuando las temperaturas no sean demasiado elevadas, ya que si se cortan en caliente se acelera el proceso de maduración y los costes de pre-enfriamiento serán más elevados. Después del primer corte se deberá

( 644 ]

El cultivo protegido del melón

blanquear el techo del invernadero especialmente en plásticos nuevos y transparentes para que no cambie rápidamente de tonalidad el fruto, además evitar el amarilleo del melón. Un factor que hay que tener en cuenta para la obtención de un fruto de buena calidad son los riegos, es recomendable no dar riegos abundantes durante el periodo de recolección. Galia El factor determinante para la recolección es el color y los ºBrix. El color depende de cada uno de los clientes que puede ir desde pintón hasta totalmente amarillo, pero debe de tener al menos el 75% de color amarillo. El nivel mínimo de ºBrix no puede ser inferior a 8, lo habitual es 10. Se le exige un escriturado homogéneo y un pezón consistente. Lo más importante es que tenga buena consistencia la carne y aguante. Cantaloup larga vida Hay varias maneras para identificar que un melón está maduro: • La hoja más próxima al pedúnculo esté marchita. • La piel del fruto haya perdido la pelusa. • El melón tomará un color verde grisáceo. • Alrededor del pedúnculo aparecerá un aro amarillento.

El nivel mínimo de ºBrix será de 10, de 10-12 se considerará pintón, siendo inferior su valor comercial, por encima de 10º es lo normal en un melón de primera calidad. Cantaloup media – larga vida • Lo descrito en el apartado anterior, pero la piel empezará a tomar un color crema.

Se deberá blanquear antes de iniciar la primera recolección y si el desarrollo vegetativo es escaso se deberá blanquear incluso antes. Amarillo El nivel mínimo de ºBrix será de 8 y el color amarillo uniforme será el indicativo de su total madurez. Piel de sapo

En el siguiente gráfico se muestra el tiempo que transcurre desde la plantación hasta la recolección.

DÍAS TRASPLANTE - RECOLECCIÓN 120

Duración ciclo (días)

La aparición de alguna estría será el indicativo de madurez melón y 8º Brix será el mínimo que deberá que tener.

115 110 105 100 95 90 1/1

15/1

1/2

15/2

1/3

15/1

Fecha trasplante Condiciones medias

Condiciones desfavorables

Condiciones favorables

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

13.2. ( Normas de calidad relativas a los melones ]

Reglamento (CE) nº 1615/2001 de la Comisión de 7 de Agosto de 2001, por el que se fijan las normas de comercialización de los melones y por el que se modifica el Reglamento (CE) nº 1093/97: • Enteros e intactos. • Sanos: se descartarán los frutos podridos o que tengan alguna alteración. • Limpios: prácticamente libres de cuerpos extraños visibles. • Frescos, de aspecto. • Prácticamente libre de plagas. • Prácticamente libres de daños causados por plagas. • Firmes. • Exentos de humedad exterior normal. • Que no tengan color ni sabor extraño. • Con el grado suficiente de desarrollo y madurez: > Soportar el transporte y las manipulaciones. > Llegar en estado satisfactorio al lugar de destino. En general, se recomienda que la recolección de cualquier variedad de melón, se realice por la mañana y que no permanezca en el invernadero después de ser recolectado. Todos los melones deben de ser confeccionados antes de las 24 horas y si no pudiera cumplirse esto, será necesario un enfriamiento en las cámaras a una temperatura que oscila entre 5-11 ºC y una humedad relativa 85-95%. 13.3. ( Confección ]

Volcado. Cuando se esté confeccionado el melón en todo momento se ha de tener en cuenta la trazabilidad de la partida. Limpieza. Se deberán cepillar todos los melones antes del envasado. Destrío. Aquí se clasificarán los frutos en primera, segunda y destrío según los criterios anteriormente descritos. Envasado. Se puede realizar de varias maneras: • Con alveolos • Desnudo, en cajas Lo que se ha de tener en cuenta es que no se rocen, para así evitar que se den golpes durante el transporte. El contenido debe de ser homogéneo con el mismo grado aparente de madurez, color y crecimiento. Todas las cajas han de estar perfectamente identificadas para así seguir manteniendo la trazabilidad. Pesado de las cajas. Se ha de pesar cada caja, para que cumplan el peso mínimo establecido.

( 646 ]

El cultivo protegido del melón

Preenfriado. Este es único método del que se dispone para así poder alargar la vida a los melones. La temperatura será entre 5-11 ºC y la humedad relativa oscilará entre 85 y 95%. El preenfriado es necesario para que el transporte frigorífico se realice a la temperatura correcta, sino es así, pueden aparecer problemas de pudriciones y de exceso de madurez. En Almería la producción ha aumentado bastante, debido a la introducción de los tipos Charentais y Galia, ya que la producción de melón verde se mantiene constante (mercado español). El mercado tiene preferencia por los melones tipo Galia y Charentais. El tipo Galia se exporta principalmente: Inglaterra, Holanda Suiza y Países Nórdicos, el tipo Charentais: Francia, Bélgica e Inglaterra. La producción en Almería va desde final de marzo hasta junio, pero los meses de mejor precio y menor volumen son marzo y abril, los de más volumen junio. En la siembra de verano la recolección empieza en octubre y va hasta diciembre pero el mes de más interesante, económicamente, es diciembre.

Melón Cantaloup (Comparativa euros /kg) Campaña

1999/2000

2000/2001

2001/2002

0,17

0,64

0,65

Noviembre

0,23

0,80

0,63

Diciembre

0,24

0,99

0,57

Abril

0,36

0,70

Mayo

0,41

0,49

0,45

Junio

0,24

0,32

0,28

Septiembre

0,38

Octubre

Melón Galia (Comparativa euros /kg) Campaña

1999/2000

2000/2001

2001/2002

Abril

0,43

0,56

0,49

Mayo

0,37

0,41

0,47

Junio

0,21

0,28

0,31

Julio

0,11

Melón Charentais (Comparativa euros /kg) Campaña

2000/2001

2001/2002

Abril

1,15

1,24

Mayo

0,64

0,75

Junio

0,49

0,32

( 647 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

12. ( BIBLIOGRAFÍA ]  Aparicio Salmerón et al.; 1.995. “Plagas y enfermedades de los principales cultivos hortícolas de la provincia de Almería: Control racional”.  Barceló Coll, J. et al.;1.988. “Fisiología vegetal”.  Blancard, D.; 1.992. “Enfermedades de las cucurbitáceas”.  Boletín de Asistencia Técnica e Información. SOIVRE. AÑO II.  Cantón Ramos, J.M.; 1.995. “El cultivo del melón en el Poniente Almeriense”. Curso de formación de formadores para la incorporación a la empresa agraria.  Diario Oficial de las Comunidades Europeas. Reglamento (CE) nº 1615/2001 de la Comisión. 7 de Agsoto de 2001.  González Marín, Antonio Jesús; 2.001. “Balance de Concentraciones en cultivos sin Suelo. Aplicaciones.”  Guzmán Palomino, J.M.; “Nutrición del melón”. C.I.D.H. La Mojonera (Almería).  Marín Rodríguez, J. Portagrano. Edición 2002-2003.  Maroto Borrego, J.V.;1.986. “Horticultura herbácea especial”.  Namesny, Alicia (1997). Melones. “Compendios de horticultura. Ediciones de Horticultura S.L. Reus.  Reche Mármol, J.; 1.991. “Enfermedades de hortalizas en invernadero”.  Revista de Horticultura. Diciembre de 1994. “Virosis del melón”.  Resvista Poniente. Primera quincena de julio de 1994. “Principales fisopatías de los melones”.  Serrano Cermeño, Z.; 1.996. “Veinte cultivos de hortalizas en invernadero”.  Urrestarazu Gavilán, M.; 1.997. “Manual de cultivos sin suelo”.  Valenzuela, J.L. et al.;1.991. “Rango óptimo de algunos indicadores bioquímicos en plantas de melón”. II Congreso Nacional de Fertirrigación.  Valenzuela, J.L. et al.;1.991. “Rango óptimo de macro y micronutrientes en plantas de melón”. II Congreso Nacional de Fertirrigación.  Zapata, M. et al.; 1.989.”El melón”.

( 648 ]

( TEMA 19 ]

EL CULTIVO DE SANDÍA INVERNADA

Francisco Camacho Ferre

Doctor Ingeniero Agrónomo Profesor de la Universidad de Almería

El cultivo de sandía invernada

1. ( INTRODUCCIÓN ]

Los primeros datos que se tienen de la sandía son de hace aproximadamente 5000 años en Egipto, donde la sandía se cultivaba no sólo por su sabor, sino también por su belleza como está representado en grabados sobre muros de la época. Los exploradores no sentían excesiva preocupación por el agua en las travesías del desierto si tenían a mano sandía. Cuando los niños de Israel vagaban por el desierto al dejar Egipto, era la sandía la que tenían en mente, todos estos sentimientos fueron traducidos en la Biblia como melones, según cuenta el escritor Inglés Alan Davidson en su libro “Fruit” (Simon & Schuster). Desde Egipto, las sandías se difundieron a través de los mercaderes que vendieron semillas en las rutas del Mediterráneo. Ellos las introdujeron en Italia y Grecia, y una anécdota acerca de la iniciativa de utilizar sandía como casco es ésta: al gobernador de Roma Demosthenes le fue arrojada la mitad de una sandía en un debate político; él se colocó la sandía sobre su cabeza y agradeció al que se la había arrojado por proporcionarle un casco en su lucha contra Filipo de Macedonia. Principalmente, la sandía se recuerda por su sabor azucarado, que se intensifica en climas cálidos, como el de China, donde fue introducida en el siglo X. Según cuenta Raymond Sokolov en su libro “Why we eat what we eat”, (Tonchstone), fue durante la dinastía de Sung en China (960-1279) cuando se organizó la agricultura y la alimentación de este país, innovando con la introducción de nuevos cultivos, como el arroz resistente a sequía de Vietnan, la judía de India y la sandía de Egipto. En el siglo XIII el consumo de sandía se extendió al resto de Europa. Según nos cuenta John Mariani en su libro, “The dictionary of American Food & Drink”, (Ticknor & Fields), en 1615 aparece por primera vez la palabra watermelon, añadiendo que la sandía no sólo fue cultivada en Oriente Medio, también lo fue en Rusia desde hace miles de años. Pero África, según nos cuenta el historiador John Egerton en su libro, “Southern Food”, (University of North Carolina Press), es indudablemente desde donde se introdujo la sandía a USA. Con los esclavos africanos cruzaron las primeras sandías el Océano Atlántico. El historiador Karen Hess, en su “1984 Historical Notes and Commentaries” sobre Mery Randolphis “The Virginia House-wife” 1824. La sandía estaba entre los cultivos que llegaron con los esclavos africanos a Estados Unidos, como el sorgo y la okra. El presidente Thomas Jefferson cultivó sandía en su casa, Monticello en Virginia y al probarlas comentó que estaban más dulces que las que había comido en París. Durante la guerra civil americana, la armada confederada utilizaba la sandía como alimento endulzante. A las sandías las llamaron en el sur “jamones de agosto” por la época de su cosecha y su gran tamaño. Algunos historiadores creen que la sandía es originaria de América haciendo de ella un cultivo posterior al descubrimiento. Los primeros exploradores franceses dijeron haber encontrado cultivos de sandías en el Valle del Mississipi. Las explotaciones de sandías se han visto en todo el mundo desde sus orígenes hace miles de años hasta este momento, las innovaciones de los chefs las convierten en excitantes postres y condimentos de salsas y sopas.

( 651 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Las referencias literarias más famosas de la sandía proceden del legendario Sur que llegó a glorificar la sandía - Mark Twain. Fue en el valle del Mississipi donde Twain comió su primera tajada de sandía y la canonizó en su libro 1894 “Pudd’nhead Wilson”. La verdadera sandía del Sur es un bun por si sola…- Cuando uno ha probado la sandía, sabe que los ángeles comen. No fue una sandía del Sur lo que comió Eva; se sabe porque ella no repitió. (National watermelon promotion board, 1998). En la década de los noventa, los diez principales países en cuanto a producción de sandía fueron: China, Turquía, Irán, USA, República de Korea, España, Georgia, Egipto, Japón e Italia. En el último quinquenio, España ocupa el 6º lugar en el ranking de producción de sandía en el mundo, con una producción oscilante entre años de 700.000 a 800.000 t en una superficie de 20.000-30.000 ha. De esta producción el 45-50% de la misma procede de la provincia de Almería, donde se realiza este cultivo a lo largo de todas sus comarcas de invernadero, estando presentes en los mercados con producto desde mediados de marzo a finales de julio. La mejora continua de los sistemas de producción, en el caso de la sandía, han tenido como objetivo la obtención de cosechas cada vez más precoces, ya que la sandía temprana tiene precios más elevados que cuando es de temporada o tardía, de ahí el interés del productor en aparecer con su producto lo antes posible en el mercado. Para ello se adelantan las fechas de siembra y plantación, realizándose esta última en los meses de noviembre-diciembre, fechas que como es obvio, son adversas para el cultivo, haciéndolo envejecer de modo prematuro por: • Falta de luz. • Bajas temperaturas nocturnas, que provocan un gran salto térmico. • Excesiva presión de las aplicaciones fitosanitarias consecuencia de las condiciones adversas descritas.

Con lo expuesto aquí, sobre todo con la realización de monocultivo se fue de un modo progresivo restando condiciones al suelo para cultivar sandía. Sin lugar a dudas, el mayor problema con que se encontró el agricultor fue la infección de los suelos por Fusarium Oxysporum, f.sp. niveum Snayder y Hausen. La variedad que se puso desde el inicio de estos cultivos en la provincia (1960) hasta principios de 1970 era casi en exclusivo Sugar Baby, aunque en menor proporción y buscando algunas veces tamaño, otras, novedad en el mercado, se plantaron diversas variedades como Blacklee, Grano de Rey, Gigante de Florida, Charleston Gray, Klondike y Fairfax. De todas estas variedades ninguna era resistente a Fusarium. A mediados de los setenta, al igual que ya se había hecho en otras especies hortícolas, se introdujeron en sandías comerciales genes de resistencia a Fusarium, pero tras pocos años de cultivo, dos o tres años, se comprobó que la resistencia por sí sola no era capaz de asegurar una producción normal si el suelo estaba muy contaminado. En el año 1979 se comienza a trabajar en Valencia con sandía injertada, testándose nueve portainjertos diferentes y ensayando diversos métodos de injerto.

( 652 ]

El cultivo de sandía invernada

A principios de los ochenta aparece en Almería otra nueva zona productora de sandía, Palomares, hasta entonces se estaba haciendo un monocultivo de tomate, poniendo en la mayoría de los casos dos cosechas, (tomate sobre tomate). En esas fechas en Palomares el cultivo de la sandía se realiza al aire libre, enarenado por goteo sin la utilización de cortavientos al no serle necesario. Para que el mantenimiento de la productividad fuese más sostenido (bajase poco a poco año tras año) se realizaban desinfecciones de suelo anuales con bromuro de metilo + cloropicrina. A partir de mediados de los ochenta se produce una ruptura en el descenso progresivo de la productividad en sandía por fusariosis ya que aparecen en el mercado híbridos interespecíficos de Cucurbita maxima x Cucurbita moschata que ofrecen resistencia a F.oxysporum f. sp. niveum, a Verticilium y tolerancia a Pythium y Nematodos. En la actualidad casi toda la totalidad de sandía que se hace bajo invernadero y cultivada en suelo se hace injertada. En 1990 se empiezan a cultivar sandías triploides (sin semillas), demandándose año tras año mayor cantidad de las mismas, pasando de las 1.800 t comercializadas en 1990 a las aproximadamente 270.000 t del año 2002. 2. ( MORFOLOGÍA DE LOS ÓRGANOS VEGETATIVOS Y PRODUCTIVOS DE LA PLANTA ]

Pertenece a la familia Cucurbitaceae y su nombre científico es Citrullus vulgaris. Otros sinónimos son C.lanatus y Colocynthis citrullus. Es planta anual de desarrollo rastrero. El inicio del desarrollo aéreo de la planta se produce con un solo brote (brote principal) no emergiendo otros brotes hasta que existen 5-8 hojas bien desarrolladas. Cuando la planta ha completado ese desarrollo se inician las brotaciones de segundo orden en las axilas de las hojas (nudos del tallo) del brote principal. De estos brotes de segundo orden (secundarios), emergen brotes terciarios y así sucesivamente hasta que se conforma la planta cuyo desarrollo vegetativo llega a cubrir 4-5 m2. Posee una raíz principal que puede tener buen desarrollo y que adquiere gran profundidad, aunque el resto de las raíces se distribuyen superficialmente de modo amplio. Actualmente este órgano de la planta carece de importancia, ya que más del 95% se cultiva injertada sobre patrón de C. maxima x C. moschata. Estos patrones son totalmente afines con la sandía, confieren a la parte aérea gran vigor, teniendo un desarrollo radicular muy potente con raíces de gran tamaño bien suberificadas. Los tallos son herbáceos, de color verde, recubiertos de pilosidad, se extienden por el suelo de modo rastrero llegando a tener longitudes de 4-6 metros. Poseen zarcillos que pueden ser bífidos o trífidos. Las hojas son pinnado-partidas y están divididas en tres-cinco lóbulos de apariencia redondeada, que a su vez aparecen divididos en varios segmentos redondeados, presentando entalladores profundos sin llegar a la nerviación principal. El haz de la hoja tiene apariencia lisa, mientras que el envés presenta aspecto áspero y está recubierto de pilosidades.

( 653 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Es planta monoíca, apareciendo las flores solitarias tanto masculinas como femeninas en las axilas de las hojas. La diferenciación de la flor por sexo es sencilla, ya que la flor femenina posee un ovario ínfero que se ve a simple vista (fruto incipiente). El cáliz es de color verde, con sépalos libres y la corola formada por cinco pétalos de color amarillo. La flor femenina aparece tanto en el brote principal como en los brotes secundarios y terciarios, la primera flor femenina aparece en la axila de la hoja 7-10 del brote principal. La polinización es entomófila. Como sucede en otras cucurbitáceas, existe correlación entre el número de tubos polínicos germinados y el tamaño del fruto. El fruto de la sandía es una baya globosa u oblonga en pepónide con pesos que oscilan entre los dos y veinte kilos. El color de la corteza es variable, puede ser uniforme, verde oscuro, verde claro o amarillo o bien a franjas de colores amarillento, grisáceo, verde claro sobre fondos de diversas tonalidades verdes. La pulpa de color rojo, rosado o amarillo llevan en su interior las semillas de tamaño variable (dependiendo del cv) y de color variable negras, marrón o blancas. 3. ( ELECCIÓN DEL MATERIAL VEGETAL ]

La elección de variedades o cultivar por parte de los productores obedece a dos criterios: • Adecuación del cultivo al medio de que dispone, para obtener la mayor productividad del mismo que se podría medir en producción total comercial, producción precoz y peso medio de los frutos. • El segundo criterio es un criterio de mercado, de demanda de frutos con características determinadas: forma del fruto, color de la corteza, color de la pulpa, sabor, con semillas o sin semillas.

Las variedades de sandía que se cultivan actualmente en la horticultura moderna son híbridos F1 buscando uniformidad y productividad. La resistencia a enfermedades en el caso de cvs de sandía no fueron los deseados y por ello para posibilitar su cultivo de modo rentable es por lo que se ha recurrido al injerto. La UE fija unos mínimos de calidad para la comercialización de semilla “calidad standard” que son los siguientes: • Pureza específica 98%. • Contenido máximo de otras semillas 0,1%. • Pureza varietal 95%. • Germinación 75%.

En la actualidad las diversas empresas de semillas nos ofrecen aproximadamente sesenta y cinco variedades diferentes de sandía, en el Sureste Peninsular se cultivan aproximadamente ocho-diez variedades.

( 654 ]

El cultivo de sandía invernada

Para estas diez variedades podemos hacer grupos: • Variedades de corteza verde oscuro “tipo Sugar Baby”. • Variedades de corteza rayada “tipo Crimson”.

Dentro de estos grupos existen cvs con semillas y sin semillas, cvs de carne roja, amarilla o naranja. Actualmente se está produciendo un constante incremento en la demanda de la sandía triploide (sin semilla), éstas facilitan el consumo y son muy apreciadas por un segmento de mercado muy exigente. Las variedades que se están poniendo de sandía triploide son en su inmensa mayoría “tipo Crimson” en cuanto a color de piel. Esta característica está siendo el carácter diferenciador para el consumidor entre sandía con semilla y sin semilla, debido a un buen trabajo de marketing que ha venido haciendo la sociedad Anecoop desde principios de los noventa con su marca comercial Bouquet y el cultivar Reina de Corazones de Petoseed con la que tiene un acuerdo de exclusividad. Concretamente las variedades de sandías diploides con piel verde que más se están cultivando en la provincia de Almería son: Sweet Marvel (Syngenta seeds), Resistent (Fitó), Red Moon (Nunhems) y Dulzura (Rijk Zwaan). Estas variedades dan frutos de peso medio alrededor de 5 kg y carne de color rojo. En algunas zonas con suelos profundos, de textura franco arcillosa y agua de mediana calidad son capaces de hacer hasta 12-13º Brix manteniendo la carne crujiente. En cuanto a variedades diploide tipo Crimson, el cvs que más se planta es Crimson sweet, variedad que tienen diversas empresas de semilla y Crisby de Nunhems. En sandía triploide (sin semilla) tipo “Crimson”, las empresas comercializadoras que tienen acuerdo de venta con Anecoop plantan Reina de Corazones, las que comercializan fuera del grupo mencionado están plantando Iris (Ramiro Arnedo), Boston (Nunhems) y Emerald (Hazera). Como polinizador de todas las sandías mencionadas normalmente se está utilizando Sweet Marvel debido a que tiene la floración coincidente con las ventajas que ello supone como se puede ver en la fisiología de la fecundación. Todas estos cvs se injertan sobre C. maxima x C. moschata. Dentro de estos híbridos interespecíficos las variedades más sembradas son RS-841 y Brava (Séminis), Patrón (Tezier) y Hércules (Ramiro Arnedo). En la actualidad se están marcando tendencias en el consumo con demanda de sandía más pequeñas, de aproximadamente 2 kg de peso, frutos triploides (sin semilla). Hay líneas de productos de sandía de calibre mediano (3–4 kg) diploides, pero con semillas de reducido tamaña (minisemillas) y se están produciendo para nichos muy concretos de mercado, sandía sin semilla con carne de color amarillo y de color naranja. Se realizaron ensayos durante tres años de diversas variedades triploides sobre diversos híbridos de C. maxima x C. moschata y una vez procesados los mismos y a modo de resumen se obtuvieron los siguientes resultados:

( 655 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• La afinidad de las variedades Reina de Corazones, Boston y Tigre con los patrones de Cucurbita moschata x Cucurbita maxima (RS-841, TZ-148, Brava y Shintoza) es excelente, tanto por la producción obtenida como por el valor del prendimiento de los injertos (97,7-99%). • La producción no presenta diferencias significativas a nivel de variedad ni de portainjertos. • En la producción precoz existe interacción entre el portainjertos TZ-148 y Boston. • El tamaño del fruto que se consigue es comercialmente muy idóneo en caso de Boston y Reina de Corazones y bueno en el caso de Tigre. Se han observado diferencias significativas entre los portainjertos Brava y TZ-148 y RS-841 y Shintoza. • Los parámetros de calidad interna del fruto, como dureza de pulpa y contenidos de sólidos solubles no han presentado diferencias significativas en todas las variedades y patrones ensayados. (Camacho y Fernández 1996).

Los cultivos de sandía “tipo Sugar” sin semilla no han pasado del nivel de ensayo, ya que el polinizador debe ser “tipo Crimson” para no confundirlo en el momento de corte. Los cvs de este tipo que ofrecen las empresas de semillas con floración coincidente son de pequeño tamaño teniendo dificultad de mercado. En concreto se pusieron cvs de Fashion (Nunhens), triploide tipo Sugar, polinizada con Puma (Sunseeds, esta variedad ya no está en el mercado), era diploide tipo Crimson. Para evitar este problema se empezó a hacer en la campaña 96/97 el entutorado del cvs. diploides para eliminar la “cama” de la sandía (parte del fruto que está en contacto con el suelo de color amarillo marfil). El objetivo es conseguir una diferencia en el aspecto del fruto con respecto a los que se obtienen en el suelo por ser los frutos de sandía entutorada de color uniforme; (ausencia de cama). Este sistema permite cultivar dos variedades del mismo tipo en cuanto a color de pie: Amazonía (triploide) y Resistent como polinizadora. Ambas son “tipo Sugar”. El sistema resultó ser interesante ya que a la vez permitía la diferenciación de las dos variedades del mismo tipo y se incrementaba la densidad de plantación de triploide. En la campaña 97/98 se repitió el ensayo obteniendo buenos resultados.  ASOCIACIÓN DE SANDÍA DIPLOIDE Y TRIPLOIDE “TIPO SUGAR”.

( 656 ]

El cultivo de sandía invernada

A nivel comercial ya se está trabajando de ese modo pero con el único objetivo de aumentar la densidad de planta triploide, ya que ésta sigue siendo tipo “Crimson”, mientras que el polinizador es tipo “Sugar”. 4. ( EXIGENCIAS DE LA SANDÍA EN SUELOS ]

Le convienen los suelos fértiles, bien aireados y de consistencia media. Tolera mucho menos que el melón los arcillosos. Cuando se cultiva sobre suelos fuertes, éstos deben tener buen drenaje. La sandía tolera bien suelos ácidos hasta pH 5. (Miguel et al 1983). La sandía es planta que prefiere los suelos ricos en elementos fertilizantes y materia orgánica, profundos, bien expuestos al sol y de consistencia media (silíceo-arcillosos). No convienen los terrenos fuertes (arcillosos), pues la presencia, a veces constante de agua al aplicar riegos más copiosos perjudica a las raíces reduciéndose el desarrollo vegetativo por exceso de humedad. Es medianamente tolerante a la salinidad del suelo y la del agua de riego. Prefiere suelos cuyo pH oscila entre 6 y 7,5, es decir ligeramente ácidos o neutros. (Reche 1984). Prefiere terrenos de textura media o limoarenosa. Se adapta mejor que el melón a la acidez del suelo. No plantea problemas en suelos moderadamente alcalinos. (Maroto 2002). Los suelos silíceos-arcillosos, ricos en materia orgánica y pH entre 6-7,4 son los que mejor van para la sandía. (Serrano 1985). Se podría seguir citando autores y las coincidencias en cuanto a suelos preferidos por la sandía tendrían por lo general los rasgos aquí descritos con pequeñas variantes. ¿Pero a qué cultivo no le va bien el tipo de suelo que se ha descrito?. En Almería, la mayoría de los suelos sobre los que se cultiva sandía son arcillosos o franco arcillosos, con la particularidad de que están enarenados aprovechando las ventajas que este tipo de técnica confiere a la planta y que se vieron en el tema correspondiente. Con las técnicas utilizadas actualmente en riego, más concretamente fertirriego es posible adaptar la aplicación de agua y fertilizantes a las necesidades de la planta obteniendo con manejos diferentes resultados sensiblemente iguales. No es necesario insistir que los sistemas empleados garantizan la nutrición idónea de la planta de modo que las condiciones de textura influyen en el desarrollo de parte aérea y radical, precocidad y por ende rendimiento. Podríamos resumir comentando que la preparación de suelos que se hace en Almería para implantar el enarenado hace que nunca sea factor limitante para el cultivo de sandía. Una vez implantado el cultivo se adecuan las condiciones de fertirriego al medio. 5. ( EL RIEGO Y LA FERTILIZACION DE LA SANDÍA ]

Abordamos a continuación el apartado fertilización de la planta, no se trata de hacer un tratado de fertilización mineral para el cultivo sino de dar diferentes criterios en la resolución de este problema, que según sus autores obtienen excelentes resultados en la productividad del suelo y el vegetal.

( 657 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Si realizamos el aporte de fertilizantes en función de las necesidades de cultivo tenemos los siguientes datos de absorción citados por Maroto 2002 dados por Thomson y Kelly en 1957; en kg/ha. N

P2O5

K2O

CaO

MgO

56,2

17,2

101,2

69,7

16,3

Para estas extracciones y aire libre un abonado de tipo medio estaría constituido por: • 20-40 t/ha de estiércol. • 50-110 UF/ha de N. • 60-130 UF/ha de P2O5. • 100-150 UF/ha de K2O.

Fersyni (1976) citado por Maroto 1986 señala como extracciones medias de 1 ha de sandías; en kg/ha. N

P2O5

K2O

50

15

65

A continuación insertamos en un cuadro los datos de extracción de nutrientes citados por Pomares García et al (1996) para el cultivo de la sandía. Producción

Elementos extraídos (kg./ha)

Fuentes

N

P2O5 K2O CaO MgO

Por tonelada de frutos

1,7

1,4

2,6

--

--

Nilsel et al. (1989), citado por Quesada et al. (1990)

Por tonelada de frutos

2,5

1,3

2,4

4,3

1,6

Quesada et al. (1990) en CIDA de Granada en cultivo al aire libre.

Por tonelada de frutos

1,4

0,6

1,7

1,2

0,4

Reche (1994) señala como extracciones del cultivo de la sandía para una producción de 40-60 t/ha las siguientes; (en kg/ha) N

P2O5

K2O

MgO

150-250

150

250-450

25-30

Como puede observarse a excepción de la última información (Reche), todas las demás no son de Almería, por lo que condiciones de cultivo (ambientales, cultivares y fechas) no son las mismas, por tanto aunque válidos como datos referenciales no lo son desde el punto de vista práctico.

( 658 ]

El cultivo de sandía invernada

¿A qué se ha recurrido? a equilibrios de absorción por fases, realizando observación directa del cultivo, agua de que se dispone, suelo sobre el que está implantado y conociendo la función de cada elemento nutritivo en el vegetal. Reche 1996, recomienda: CALENDARIO DE RIEGO LOCALIZADO EN SANDÍA

• 2 goteros por planta. 1 gotero= 2 litros/hora 5.000 plantas/ha. • Siembra o plantación: Primeros de enero. • Final de Recolección: Mediados de junio. Recomendado para terrenos arcillosos Meses

Nº riegos

Caudal planta

Caudal riego

Tiempo riego

Caudal total

Observaciones

Enero

1

20,01 L

100 m3

5 h.00´

100 m3

Varios días antes de la plantación.

Enero

1

1,01 L

5 m3

15´

5 m3

Un día antes de la plantación

Enero

1

0,6 L

3 m3

10´

3 m3

A continuación plantación

Enero

3

1,0 L

5m

15´

15 m

Febrero

8

3,0 L

15 m3

45´

120 m3

Marzo

12

4,0 L

20 m

3

1 h.00´

240 m3

Abril

15

6,0 L

30 m3

1 h.30´

450 m3

Mayo

15

8,0 L

40 m

3

2 h.00´

600 m3

Junio

8

8,0 L

40 m3

2 h.00´

320 m3

TOTAL

64

3

3

1.853 m3

Dependiendo textura suelo y calidad agua.

Recomendado para terrenos sueltos y ligeros Meses

Nº riegos

Caudal planta

Caudal riego

Tiempo riego

Caudal total

Observaciones

Enero

1

15,0 L

75 m3

3 h.45´

750m3

Varios días antes de la plantación.

Enero

1

0,6 L

3 m3

10´

3 m3

Un día antes de la plantación

Enero

1

0,6 L

3 m3

10´

3 m3

A continuación plantación

Enero

3

1,0 L

5 m3

15´

15 m3

Febrero

10

2,0 L

10 m3

30´

100 m3

Marzo

15

3,0 L

15 m3

45´

225 m3

Abril

20

5,0 L

25 m

3

1 h.15´

500 m3

Mayo

20

6,0 L

30 m3

1 h.30´

600 m3

Junio

10

6,0 L

30 m

1 h.30´

300 m3

TOTAL

81

3

1.796 m3

Dependiendo textura suelo y calidad agua.

( 659 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Propone la siguiente fertirrigación: 1º De fondo.

Generalmente no se realiza por seguir a otro cultivo, no obstante, es conveniente aplicar 100-125 UF/ha de P2O5, bien al inicio del cultivo o en momentos críticos de la vegetación (arraigo planta, floración, heladas, etc). Se debe utilizar el ácido fosfórico a dosis de 1-2 kg/m3 de agua. 2ª Después de la siembra.

A los 25-30 días de la plantación o siembra y antes de la floración se inicia el abonado tres veces por semana; aplicando en cada riego y aproximadamente durante un mes. • Fosf. monoamónico (12-60-0) • Nitrato potásico (13-0-46) • Sulfato magnesio

8 kg/ha. 5 kg/ha. 5 kg/ha.

Después de la fecundación o coincidiendo con la fructificación, durante un mes, tres veces por semana y en cada riego. • Urea (46%) o Nitrato amónico (33,5%) • Nitrato potásico • Sulfato magnésico

8 kg/ha. 15 kg/ha. 5 kg/ha.

En riegos posteriores, coincidiendo con el inicio de la maduración y hasta 15 días antes de la última recolección tres veces por semana y en cada riego. • Urea o Nitrato amónico • Nitrato potásico • Sulfato magnésico

5 kg/ha. 20 kg/ha. 5 kg/ha.

Una vez por semana se recomienda incorporar en uno de los riegos 500 g/ha de un corrector de carencias. García Cruz propone en 1992 la siguiente fertirrigación: Gasto estimado de periodos semanales en litros/m2 (Semana desde consumo por periodos semanales según fecha de plantación) 1 Mar

Plantación

1 Ene

16 Ene

1 Feb

15 Feb

1 Mar

1,90

2,5

6

2,10

3,10

3,72

5,10

6,37

1,90

3,12

7

2,53

4,71

5,33

7,25

6,37

3,10

3,20

3,12

8

3,72

4,71

5,33

7,25

8,50

3,10

3,30

5,31

9

3,72

6,45

7,03

8,57

11,73

3,72

5,10

5,31

10

5,40

6,45

8,30

10,37

9,77

Plantación

1 Ene

16 Ene

1 Feb

15 Feb

1

1,27

1,41

1,80

2

1,50

1,41

1,80

3

1,50

2,33

4

1,60

2,33

5

2,10

3,10

( 660 ]

El cultivo de sandía invernada

Plantación

1 Ene

16 Ene

1 Feb

15 Feb

10,37 10,62

19

9,67

9,62

12,59

11,60

11,56 12,32

20

9,47

9,73

12,97

10,86

10,78 12,32

21

9,47

10,34

13,12

10,02

11,52

11,48

22

10,32

10,34

10,02

11,86

11,48

23

10,32

10,78

9,85

10,64

11,70

12,19

24

10,44

10,78

9,85

10,64

11,70

12,48

25

10,44

9,67

9,62

12,46

11,97

26

10,80

Plantación

1 Ene

16 Ene

1 Feb

11

6,34

6,84

10,26

12

7,59

6,84

10,59

13

7,69

9,60

14

9,26

15

9,26

16 17 18

15 Feb

1 Mar

1 Mar

Fertilizacion semanal en invernadero con riego por goteo para 1.000 m 2.

En el riego de plantación: • Acidos húmicos • Extracto de algas

0,5 L. 0,5 L.

4 semanas después de la plantación, durante 3 semanas: • Fosfato monoamónico • Acido nítrico

3,5 kg. 17,5 L.

Desde el cuajado de las flores (con el 80% de los frutos con aproximadamente 3 cm ∅), durante un máximo de 9 semanas y dejando de fertilizar 1-2 semanas antes de finalizar el cultivo. 2 semanas de cada 3: • Nitrato amónico • Nitrato potásico • Sulfato magnésico • Molibdato sódico

1 semana de cada 3: • Nitrato de cal • Acido Nítrico

1,5 kg. 6,0 kg. 7,0 kg. 50,0 g. 4,0 kg. 2,0 L.

Cada dos semanas, aportar microelementos si en los dos últimos años no se ha retranqueado ni aportado materia orgánica (estiércol, humus de lombriz, etc.). El consumo de agua varía considerablemente desde los meses de invierno (diciembre, enero, febrero) hasta los 6 L/m2 y día en el mes de Junio. Cuando comienza la maduración, reducir el volumen de riego y aumentar la CE de la solución nutritiva para evitar el rajado de los frutos. (Palomar y Gómez, 1994).

( 661 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Camacho y Fernández dan como fertirrigación de la sandía en 1997 los datos: • El agua empleada tiene una CE de 1,84 dS.m-1. • Los fertilizantes empleados y las características de los mismos son los siguientes: Nitrato amónico

33,5% de N total; 16,75% de N nítrico; 16,75% de N amoniacal.

Nitrato de calcio

15,5% de N total; 1,1% de N amoniacal; 14,4% de N nítrico; 28% de Ca.

Nitrato potásico

13% de N nítrico; 46% de potasio.

Fosfato monoamónico

12% de N amoniacal;61% de P2O5

Acido nítrico

59%-12,4% de N nítrico; ρ=1,34 g/cc

Acido fosfórico

85%-61,57% de P2O5- ρ= 1,70 g/cc

Epsonita

16,66% Mg x 7 H2O.57,5% de S

Sequestrene

6% Fe EDDHA

Librel mix-al

0,5% de B; 0,3% de Cu; 7,5% Fe; 4% Mn; 0,2% de Mo; 0,5% de Zn.

Raiforte

5,5% N total; 5% de P; 3,5 de K; 7% de aminoácidos libres; 0,036% Fe EDDA; 0,07% de Zn EDDA; 0,05% Mg; 0,1% Mo; 0,06% Al; 0,0001 de ácido fólico.

• Cada línea de cultivo, separada 4 m de otra, recibe el agua y el abono de dos líneas portagoteros, con goteros cada 50 cm y con un caudal de 3 L/h. • Los primeros cinco días se riega a diario, 30 minutos/día, sólo con agua. • (6 a 23 d.d.t.) dosis por 1.000 m2.

Riego diario de 40 minutos, aportando en cada uno de los riegos un fertilizante de los descritos a continuación: en un riego (a), en el posterior (b), y en el siguiente (c). (a) 2 L de Ácido fosfórico. (b) 3 L de Ácido nítrico. (c) 2 kg de Nitrato amónico + 1,5 litros de Raiforte.

• (24 a 40 d.d.t.) dosis por 1.000 m2.

Riego diario de 45 minutos, alternando los siguientes fertilizantes: (a),(b). (a) 1 kg de Nitrato amónico.

1 kg de Fosfato monoamónico. (b) 1,5 kg de Nitrato cálcico. 0,5 L de Ácido nítrico. • (41 a 47 d.d.t.) dosis por 1.000 m2.

Riego diario de 45 minutos, alternando los siguientes fertilizantes: (a),(b). (a) 1,5 kg de Nitrato amónico.

( 662 ]

El cultivo de sandía invernada

1 kg de Nitrato potásico. 1 kg de Fosfato monoamónico. (b) 2 kg de Nitrato cálcico 1 L de Ácido nítrico. • (48 a 54 d.d.t.) dosis por 1.000 m2.

Riego diario de 45 minutos con 3 litros de Ácido fosfórico. • (55 a 71 d.d.t.) dosis por 1.000 m2. Riego diario de 1 hora, alternando: (a),(b). (a) 0,75 kg de Nitrato amónico.

2,25 kg de Nitrato potásico. 1,5 L de Ácido fosfórico. 100 g de Epsonita. 20 g de Sequestrene. (b) 2 kg de Nitrato cálcico. 0,5 L de Ácido nítrico. • (72 a 90 d.d.t.) dosis por 1.000 m2.

Riego diario de 1 hora y cuarto, alternando: (a),(b). (a) 1 kg de Nitrato amónico.

2 kg de Nitrato potásico. 1,5 L de Ácido fosfórico. 100 g de Epsonita. 20 g de Sequestrene. (b) 1,5 kg de Nitrato potásico. 1,5 de Nitrato de calcio. 1 L de Ácido nítrico. • (91 a 135 d.d.t.) dosis por 1.000 m2.

Riego diario de 1 hora y media, alternando (a) y (b), aportando en un riego (a) y en otro (b). (a) 1,25 kg de Nitrato amónico.

2,5 kg de Nitrato potásico. 0,5 L de Ácido fosfórico. 200 g de Epsonita. 25 g de Sequestrene. (b) 1,5 kg de Nitrato potásico. 2 kg de Nitrato cálcico. 1 L de Ácido nítrico.

( 663 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

En la figura siguiente se representan los porcentajes de los elementos fertilizantes aportados en cada uno de los períodos enumerados, y se hace un resumen del apartado de fertirrigación. 13% Micro

24% Otros

22% Otros 16% K

47% P

34% P

40% N

42% N

22% P

100% P

42% N

11% Otros

12% Otros

21% Otros

41% K

38% K

39% K 8% P 32% N

22% P

22% P

26% N

28% N

Periodo 14/02/9602/03/96

03/03/9619/03/96

20/03/9626/03/96

27/03/9602/04/96

03/04/9619/04/96

20/04/9608/05/96

09/05/96Final

41-47

48-54

55-71

72-90

91-135

Desde que los brotes terciarios tienen 8-10 nudos. Hay 6-10 flores por planta.

Desde que hay 14-15 flores por planta.

Desde que hay 2-3 frutos cuajados por planta.

Desde que hay 5-6 frutos cuajados por planta.

Desde que están los primeros frutos “parados”, para no hacer más peso.

Días desde trasplante 6-23

24-40

Fenologia e incidencias Recuperación de las plantas de daños de aire cálido y exceso de temperatura.

Desde que el brote principal tiene 8-10 nudos. En 7º nudo aparece la primera flor.

PORCENTAJES DE ELEMENTOS FERTILIZANTES APORTADOS EN CADA UNA DE LAS ETAPAS DE LA FERTIRRIGACIÓN, CADA UNA TUVO DOS O TRES RIEGOS CON FERTILIZANTES DIFERENTES.

Actualmente se está también fertirrigando con programadores electrónicos realizando unas disoluciones equilibradas iónicamente, con este sistema de riego Camacho y Fernández 1997 ofrecen los siguientes datos: • En suelo enarenado, bajo invernaderos. Con goteros de 3 L/h de caudal y utilizando agua de CE de 1,8 dS.m-1, se ajusta pH y CE y se riega a días alternos.

Periodo

Fenología (a inicio de periodo)

0-5 d.d.t. 6-12 d.d.t.

Inyección de los tanques 1-2-3-4-5-6 en %

Riego L/m2 día

CE

pH

Transplante

1,5

1,8

6

--------------------

brote principal 8-10 nudos

1,5

2,6

6

10-20-45-25-0-0

13-30 d.d.t.

brotes terciarios 8-10 nudos

2,0

3,3

6

0-30-60-10-10-10

31-46 d.d.t.

2-3 frutos cuajados por planta

2,5

3,3

6

0-15-65-20-5-5

47-67 d.d.t.

5-6 frutos cuajados por planta

3,0

3,3

6

0-15-65-25-0-0

La composición de los tanques es como sigue:

( 664 ]

El cultivo de sandía invernada

• Tanque 1. 1.000 L de agua con 100 kg de Nitrato amónico (33,5-0-0) y 5 kg de micros (B,Cu,Mn,Fe,Mo,Zn). • Tanque 2. 1.000 L de agua con 100 kg de Ácido fosfórico (85%-61,57% de P2O5). • Tanque 3. 1.000 L de agua con 100 kg de Nitrato potásico (13-0-46) y 1 kg de Sequestrene (6% de Fe EDDHA). • Tanque 4. 1.000 L de agua con 100 kg de Nitrato cálcico (15,5-0-0), 28% de Ca. • Tanque 5. 1.000 L de agua con 100 kg de Sulfato de magnesio (16,66% Mg x 7

H2O, 57,5% S).

• Tanque 6. 1.000 L de agua con 100 kg de Sulfato potásico (0-0-50); 18% de azufre. • Tanque 7. DSA (Acid Flow).(10-0-0); 18% de S.

El tanque 7 es el acidificador para ajuste de pH y se diluye en el momento de la aplicación. En el tanque está el producto no diluído. Con este mismo sistema y criterio de Fertirrigación (Fernández et. al. 1998) ofrecen los siguientes datos:  Goteros de 3 L.h-1 dispuestos a 0,5 m x 1 m C.E. de agua de riego 1,9 dS. m-1 y pH 7,9. Los abonos se diluyen en tanques a razón de 100 kg por cada 1.000 litros de agua.  Invernadero con suelo enarenado  Fertirrigación de solución nutritiva hasta pH deseado y porcentajes de inyección de los fertilizantes 1: Nitrato amónico (N Am), 2: Fosfato monoamónico (PMA),3: Nitrato potásico (N Po), 4. Nitrato cálcico (N Ca), 5: Sulfato potásico (S Po), 6: ácido fosfórico (A Fos) y 7: microelementos (Micro) durante la fertirrigación a lo largo del ciclo. Fecha (d.d.t.)

pH

inc.EC (dS m-1)

Dosis de Riego L m2

Fertirrigación (% inyección 1-2-3-4-5-6-7-8) Nam

PMA

Npo

N Ca

S Po A Fos Micro

0-7

-

-

1,0

8-31

6,0

+ 0,5

1,5

10

45

20

25

0

0

0

32-50

6,0

+ 0,8

1,5

15

30

30

25

0

0

0

51-60

6,0

+ 1,0

1,8

15

0

0

10

0

75

0

61-70

6,0

+ 1,5

2,2

0

0

35

20

0

45

0

71-96

6,0

+ 1,5

2,9

0

10

40

20

20

0

10

97-111

6,0

+ 2,0

3,75

0

10

40

20

20

0

10

112-130

6,0

+ 2,0

4,5

25

20

20

35

0

0

0

131-148

6,0

+ 1,5

5,5

0

10

50

15

25

0

0

El grupo de programas de producción (CAP-FECOAV) para sandía sin semillas, en suelos de fertilidad media aconseja, (citado por Pomares et. al. 1996).

( 665 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Riego a pie.

Antes de la plantación: • 10-30 t/ha de estiercol. • 60 kg de N/ha. • 150 kg de P2O5/ha. • 150 kg de K2O/ha. • 50 kg de MgO/ha.

En cobertera, en el cuaje de los frutos: • 250 kg/ha de Nitrosulfato amónico. • 180 kg/ha de Nitrato potásico.

A los veinte días de la anterior aportación: • 250 kg/ha de Nitrosulfato amónico. • 180 kg/ha de Nitrato potásico. • Riego localizado (goteo)

Plantación-floración: • 190-200 kg/ha de Fosfato monoamónico. • 30-40 kg/ha de Nitrato de magnesio. • 100-150 kg/ha de solución N-32. • 50-75 kg/ha de Nitrato potásico. Floración: • 130-140 kg/ha de Ácido fosfórico. • 30-40 kg/ha de Nitrato de magnesio.

Cuaje de frutos: • 150-200 kg/ha de Nitrato amónico. • 150-200 kg/ha de Nitrato potásico. • 30-40 kg/ha de Nitrato de magnesio.

Engorde de frutos: • 100-150 kg/ha de Nitrato amónico. • 200-250 kg/ha de Nitrato potásico. Recolección: • 100-150 kg/ha de Nitrato amónico. • 100-200 kg/ha de Nitrato potásico.

Fernández-Cara (1998) da las siguientes instrucciones de abonado utilizando riego por goteo:

( 666 ]

El cultivo de sandía invernada

• Antes de la siembra o plantación. Se da un riego abundante de 10 a 15 L/m2. • Después de la plantación. Se dan varios riegos cortos y frecuentes hasta que la planta esté bien enraizada. • Desarrollo de la planta hasta la floración. Riegos largos y escasos. • Cuajado. Riegos cortos y diarios. • Cuajado y desarrollo de fruto. Riegos largos y frecuentes. • Maduración. Se van alargando progresivamente los intervalos de riego y el volumen de agua hasta recolección.

En el caso de sandías diploides, el primer riego después de enraizar la planta se retrasa todo lo posible. ABONADO CON ABONADORA:

No se hace abonado y se echa todo en cobertera. Enraizamiento: • Nitrato amónico 33,5% • 13-40-13

5 kg/ha. 10 kg/ha.

Desarrollo de la planta: Alternar dos riegos con: • Ácido fosfórico 74% • Nitrato potásico • Nitrato amónico 33,5%

10 L/ha. 10 kg/ha. 10 kg/ha.

y un riego con: • Nitrato de cal • Ácido nítrico

20 kg/ha. 5 kg/ha.

Antes de floración: • Fosfato monopotásico • Ácido fosfórico • Sulfato de magnesio • Sulfato amónico 21%

20 kg/ha. 5 L/ha. 5 kg/ha. 10 kg/ha.

Cuajado y engorde: Un riego con: • Nitrato potásico • Ácido fosfórico 74% • Sulfato amónico 21% • Sulfato de magnesio

25 kg/ha. 10 L/ha. 20 kg/ha. 5 kg/ha.

( 667 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

y un riego con: • Nitrato de cal • Ácido nítrico 54%

40 kg/ha. 5 kg/ha.

Maduración: • Fosfato monopotásico • Sulfato de potasio • Sulfato de magnesio

10 kg/ha. 20 kg/ha. 5 kg/ha.

ABONADO CON TANQUES:

El abonado se disuelve en dos o cuatro tanques y se aporta de cada uno el porcentaje que se estime conveniente según fase de cultivo. El abonado se calcula según mmol/L que queramos echar: Enraizamiento: NO3-

H4PO4-

SO4=

HCO3-

NH4+

K+

Ca++

Mg++

10

2

2

0,5

0

3

3

2

Desarrollo de la planta: NO3-

H4PO4-

SO4=

HCO3-

NH4+

K+

Ca++

Mg++

12

1,5

2

0,5

2

4

4

2

Antes de floración: NO3-

H4PO4-

SO4=

HCO3-

NH4+

K+

Ca++

Mg++

10

2,5

3

0,5

2

5

3

2

Cuajado y engorde: NO3-

H4PO4-

SO4=

HCO3-

NH4+

K+

Ca++

Mg++

15

1,5

2

0,5

0

5

5

2

Maduración: NO3-

H4PO4-

SO4=

HCO3-

NH4+

K+

Ca++

Mg++

10

1,5

3

0,5

2

5

3

2

Este mismo autor (Fernández Cara, 1998) recomienda para hidropónico las siguientes pautas:

( 668 ]

El cultivo de sandía invernada

• Si las tablas son nuevas, saturar las tablas con solución nutritiva. • Si son usadas, deben de lavarse con riegos de 10 minutos cada hora durante dos días. • Antes de plantar, se dan 8 riegos de 5 minutos con solución nutritiva. • Después de plantar dar un riego diario de 5 minutos e ir aumentando según drenaje. • Conectar la demanda desde las primeras fases del cultivo. • En días muy soleados o con viento, se debe regar un 50% más. • Antes de las dos semanas, comenzar a tomar datos de pH y CE en drenaje. ABONADO:

Se comienza con una solución estándar para sandía y se va modificando en función del desarrollo del cultivo. NO3-

H4PO4-

SO4=

HCO3-

NH4+

K+

Ca++

Mg++

12

1,5

2

0,5

2

4

4

2

DRENAJE:

Se hará según el tipo de agua. En un agua normal de la zona del poniente almeriense se mantiene de un 20 a un 25% excepto en engorde que se sube de un 30 a un 35%. CONCENTRACIONES:

Se aplica la que corresponda a la disolución aplicada. Se baja de 0,3 a 0,5 mmol/L en el engorde de fruto sin que baje en la tabla. Cuando se detiene el crecimiento del fruto, se sube de 0,2 a 0,3 mmol/L. Dos semanas antes de fin de cultivo, se baja la solución nutritiva a la mitad de la conductividad. Una semana antes de arrancar el cultivo, se riega solo con agua acidificada. El pH de la solución debe ser siempre 5,5. En el engorde del fruto, vigilar que el pH de la tabla no baje de 5. En cuanto a la humedad en la tabla; desde el inicio del cultivo hasta la floración se mantiene entorno al 50%. Desde el engorde hasta inicio de maduración, mantener por encima del 70%. En maduración se mantiene por encima del 50%. Lo que es evidente es que desde las recomendaciones de Thomson y Kelly (1957) hasta las que se dan por los diversos autores desde 1994 en adelante se ha avanzado mucho en nutrición vegetal. En lo expuesto hasta ahora de fertilización se han podido observar discrepancias entre las distintas recomendaciones que efectúan los diversos autores. No obstante los datos facilitados con los criterios que los acompañan son válidos para realizar la nutrición de la planta ya que se han obtenido resultados idóneos de producción. Los datos que facilitan Reche, García, Palomar, Camacho y Fernández y Fernández Cara (desde 1994) se han obtenido en condiciones de cultivo de ALMERIA, en sandía injertada bajo invernadero.

( 669 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Anteriormente se han dado orientaciones sobre las cantidades de agua a aportar por períodos, no obstante la medición de humedad en el suelo es de ayuda para saber cuándo y qué cantidad de agua debemos utilizar. Para ello se emplean los tensiómetros, estos instrumentos miden la cantidad de agua en el suelo aprovechable por la planta. El tensiómetro está formado por una cápsula de porcelana situada en la base de un tubo hermético lleno de agua destilada. En el extremo superior lleva un vacuómeto graduado 0-100 centibares, que mide la tensión de agua en el suelo. Se sitúan a 20-30 cm del gotero y unos 10-15 cm por debajo de la arena. Si el terreno no está enarenado se colocarán a una profundidad de 20-25 cm. La lectura del tensiómetro en sandía debe de estar alrededor de lo 15 centibares, de modo que se puede tomar la decisión de riego cuando el tensiómetro llegue a los 20 centibares y estamos aportando agua hasta que su medida sea 10 centibares. 6. ( EXIGENCIAS CLIMÁTICAS DE LA SANDÍA ]

Es menos exigente a temperaturas que el melón. Para germinar necesita como mínimo 15 ºC. La temperatura óptima es de 25 ºC. El óptimo de temperatura en floración es de 18-20 ºC y para el desarrollo de 23 a 28 ºC. (Miguel, 1983). La sandía requiere temperaturas de germinación de 15 ºC como mínimo. El óptimo está alrededor de los 25 ºC. Los cvs triploides (sin semillas) presentan más problemas de germinabilidad y más exigencias térmicas que los cvs normales. La floración requiere entre 18-25 ºC; temperaturas más bajas, pueden interferir negativamente en la polinización y cuajado de frutos y éstos aunque se desarrollen pueden aparecer deformados. El crecimiento vegetativo y la maduración, suelen requerir entre 23 y 28 ºC. (Maroto, 1996). Las temperaturas críticas de la planta de sandía son: se hiela la planta a 0 ºC.; detiene su desarrollo de 11 ºC a 13 ºC; germinación óptima 18-20 ºC y desarrollo óptimo de 23 ºC a 28 ºC (Serrano, 1985). Las fechas en que se realiza la plantación en los invernaderos de Almería oscila desde mediados de noviembre hasta finales de marzo. Para que la planta esté a lo largo de todo su desarrollo en las mejores condiciones climáticas cada día más se trabaja con medios de semiforzado (plástico, no tejidos) dentro del invernadero, a la vez que se realiza el manejo de éste en cuanto a ventilación para que las temperaturas sean lo más parecidas posibles a las óptimas demandadas por la planta. En plantaciones de hasta finales de enero se están utilizando túneles de semiforzado, hechos con plástico EVA de 150-200 galgas. A partir de esa fecha es más común el uso de no tejidos (manta térmica) que hace que las máximas no sean tan altas aunque las mínimas son un poco más bajas que cuando se cubren con plástico. Es importante hablar de salto térmico como de máximas y mínimas. Cuando las diferencias de temperaturas entre el día y la noche son de 20 ºC a 30 ºC se producen desequilibrios en las plantas abriéndose en algunos casos el cuello de la misma y algunos tallos; el polen que realizan las flores en esas condiciones normalmente no es viable.

( 670 ]

El cultivo de sandía invernada

Todos los datos de temperaturas que expresan los diferentes autores son para sandía sin injertar. Cuando se cultiva planta injertada como sucede actualmente, la resistencia a frío y al calor es algo mayor. El pie de C.moschata x C. maxima confiere a la planta mayor rusticidad. La semilla de sandía diploide se somete 36 horas a temperatura constante de 27 ºC y humedad del 98% y se produce la emisión con cotiledones totalmente desplegados a los cinco días. La semilla de sandía triploide se somete 54 horas en las mismas condiciones y emerge del mismo modo que la triploide (Camacho y Fernández 1996). En las campañas 95-96, 96-97 y 97-98 se cortaron sandía en el caso más precoz 81 d.d.t. y en el menos precoz 99 d.d.t. las temperaturas mínimas registradas en el invernadero estuvieron alrededor de 10 ºC y las máximas alrededor de 40 ºC aunque desde mayo en adelante no bajaron las mínimas de 14 ºC. Otro factor climático importante es la humedad, tanto por la incidencia que tiene en el desarrollo de plagas y enfermedades como en el crecimiento de la planta, siendo crítico en algunos estados fenológicos como es la floración. Lo ideal es que el contenido esté entre el 60%-80%. No nos consta experiencias de aplicaciones o control de anhídrido carbónico sobre cultivo de sandía, aunque las mediciones hechas en invernaderos plantados de sandía en Almería los valores han oscilado entre 300-500 ppm. 7. ( FISIOLOGÍA DE LA FECUNDACIÓN ]

Cuando las plantas han pasado por una serie de estados de desarrollo y se dan unas condiciones ambientales concretas se produce la floración. Ésta se realiza de forma escalonada, de modo que en la planta (o plantación) existen flores en diferentes estado; para definir el estado de floración en que se encuentra una plantación se utiliza el concepto de estado más frecuente, definible como el estado que aparece en mayor proporción en ese momento. Este estado sirve de referencia y tiene interés práctico para decidir aplicaciones fitosanitarias, aplicaciones hormonales, entrada de insectos polinizadores, etc. Desde el punto de vista reproductivo la fecundación de los frutos comienza con la emisión de granos de polen, los cuales son transportados de la flor masculina a la femenina por medio de abejas, otros insectos o aire. Una vez el polen sobre el estigma de la flor femenina se produce su germinación y la emisión del tubo polínico, el cual avanza por el interior del estilo (siendo alimentado por los tejidos de éste) hasta que llega a la cercanía de un óvulo. Por la acción de las células sinérgidas, se produce la división del núcleo germinativo del grano de polen y la doble fecundación de la ovocélula y el núcleo secundario. El zigoto formado comienza a dividirse para ir formando el embrión y el núcleo triploide hace lo propio y forma los tejidos de reserva de la futura semilla. Las cubiertas de los óvulos se transformarán en las cubiertas de la semilla. La emisión del tubo polínico y su posterior desarrollo está condicionado por la naturaleza bioquímica del jugo que recubre el estigma y de los nutrientes suministrados por el estilo. El desarrollo del tubo polínico ha de ser rápido, de modo que cuando llegue al óvulo este se encuentre vivo.

( 671 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

El proceso descrito, polinización-fecundación, se puede ver alterado por una serie de circunstancias que traen como consecuencia la falta de fecundación, que se traduce en falta de frutos, es decir, en esterilidad. Las causas de esterilidad son muy diversas. Las más frecuentes son: • Emisión de polen no viable. • Sincronización en la maduración de polen y óvulos. No se da dentro de una misma variedad pero si es frecuente entre variedades distintas. • A veces, cuando el polen llega al ovario, el óvulo no está por aborto del mismo. • En otros casos el polen se encuentra con un óvulo cuya posición cromosómica es diferente a la de él. Es el caso de polinización entre variedades diploides y triploides. En estas últimas es más difícil la fecundación que en las primeras. 7.1. ( El empleo de fitorreguladores ]

Gran parte de las actividades fisiológicas de las plantas están reguladas por hormonas vegetales. Como otros seres vivos, las plantas, disponen de un complejo sistema hormonal sintetizándose en tejidos de las mismas, a diferencia de los animales en que las hormonas son sintetizadas por células especializadas, lo que supone un ahorro de energía ya que los tejidos vegetales son multifuncionales. El cultivo de sandía invernada

Una hormona vegetal se caracteriza por: • Ser de naturaleza orgánica. • Tener origen endógeno. • Regular el metabolismo, la nutrición y el desarrollo. • Actuar la mayoría de las veces en lugar distinto de donde se producen.

La aplicación de hormonas sintéticas a los vegetales produce una amplia gama de efectos por su interacción con el resto del complejo hormonal de la planta. Por tanto, cuando nos planteamos realizar tal intervención tendremos que pensar en la palabra equilibrio entre las diferentes hormonas, que determina efectos más complejos que observadas en el plano individual.

 PROCESO DE LA FECUNDACIÓN EN LAS DICOTILEDONEAS (A. CERDÁ. 1997). Francisco Camacho Ferre

( 672 ]

24

Otro punto a tener muy presente en el momento de la aplicación es el de la concentración adecuada, concentraciones mayores o menores no producen el efecto deseado. Concentraciones no adecuadas por exceso, pueden llegar a presentar efectos contrarios a los que se desean, además de poder resultar

El cultivo de sandía invernada

tóxicas para las plantas. Es importantísimo tener presente que las concentraciones de determinadas hormonas varían de un tejido a otro. En la práctica agronómica se están utilizando una serie de productos que no son hormonas vegetales naturales ni de síntesis, son sustancias químicas que no existen en la naturaleza y que a veces no se parecen a las hormonas naturales pero que alteran el metabolismo del vegetal y que nos hacen obtener de él un objetivo concreto, se denominan reguladores de desarrollo. Hecha la introducción anterior, en orden a que analicemos pros y contras antes de realizar una aplicación hormonal en sandía, analizaremos cuál es la situación actual del empleo de fitorreguladores en este cultivo y daremos algunas fórmulas que en momentos determinados han dado resultados satisfactorios. Como premisa decir que el modelo más aconsejable para la polinización de sandías es la utilización de insectos polinizadores, en concreto de abejas “Apis milifera”, el número de colmenas empleado es variable (de dos a cuatro colmenas por hectárea), a veces incluso se utilizan más; depende de la superficie del módulo-invernadero, del marco de plantación empleado, del estado vegetativo del cultivo y de la climatología. Para conseguir un buen desarrollo del fruto de la sandía se considera necesario la afluencia media de 500-1.000 granos de polen/flor femenina, lo que se consigue con una población de una abeja por cada 100 flores femeninas y unas diez visitas de la abeja a la flor. (Maynard, 1989; Couson, 1989; citados por Maroto, 2002). Sin embargo cuando por circunstancias ajenas al manejo del cultivo por el agricultor (climáticas, varietales, culturales, etc.) se prevee un cuaje deficiente es necesario la utilización de fitorreguladores, pero siempre que exista el problema, ya que al ser muchos los factores de cultivo y ambientales que influyen en la acción hormonal el resultado se torna imprevisible. Cuando estamos produciendo sandía apirena (triploide) necesitamos de la utilización de sandía diploide por ser estéril el polen de la primera.

 RECOLECCIÓN DE SANDÍA DIPLOIDE Y TRIPLOIDE ASOCIADA. TRIPLOIDE “TIPO CRIMSON”, DIPLOIDE “TIPO SUGAR”.

( 673 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

La elección del cultivar polinizador se realiza en función de la sandía a polinizar, si ésta es “tipo Crimson” la diploide es “tipo Sugar” y viceversa, para evitar los problemas que podrían crearse en el momento de la recolección al confundir la sandía apirena con la que tiene semillas. Recordemos que la sandía Sugar es de piel verde oscuro uniforme. Desde el punto de vista del cultivo en invernadero y su rendimiento, la asociación de sandía diploide con triploide es óptima siempre que coincidan las floraciones de polinizadora y polinizada en la relación 30-40% de polinizadora, 60-70% de polinizada (Camacho y Fernández,1996), 25-33% de polinizadora, 67-75% de polinizada (López et. al 1996). Miguel y Maroto, 1996 realizan un ensayo en Valencia con diversos fitorreguladores sobre sandía triploide obteniendo los resultados que resumimos. • Auxinas MCPA: produce ligero y pasajero efecto depresivo sobre la hoja, deformaciones en fruto, pequeña rugosidad en corteza y sobre todo frutos huecos. ANA: a dosis aconsejadas no tuvo influencia sobre la vegetación. Produce frutos deformados y ahuecados. Distintas dosis y repetir el tratamiento no mejora los resultados. 2,4D: diferente comportamiento al utilizar el preparado a partir de ingrediente activo o fórmula comercial (anti-drop). El primer preparado dió buena producción y calidad. El efecto se manifestó en las flores receptivas en el momento de la aplicación y en las sucesivas en el tiempo. • Giberelinas Ácido giberélico: se empleó sólo y con auxinas. No se apreció una influencia clara. • Citokininas CPPU: aplicado en pulverización directa sobre la flor femenina a pétalos abiertos y en algunos casos desprendidos, aparecieron semillas negras en algunos frutos.

 FOTO DE SANDÍA CUAJADA CON CPPU.

( 674 ]

El cultivo de sandía invernada

BA: compacidad buena, sin semillas negras. Se observó en bastantes frutos una zona erosionada en la corteza. Los productos utilizados en el ensayo fueron: Producto Comercial

Materia Activa

Dosis utilizadas

Antidrop

2,4 D;3,2%

12,8 y 19,8 ppm.

-------

2,4 D

16-20 ppm.

Cornar 40

MCPA 40%

16-20 ppm.

Fruitone

ANA 0,45%+1,2% ANA AMIDA

10 ppm. ANA

-------

-------

15 ppm. ANA

CPPU

1 (2 cloro 4 piridil) 3 fenil urea

200 ppm.

Berelex

AG

20 ppm.

Resaltamos de nuevo que el ensayo aludido se realizó sobre sandía triploide. Queremos hacer constar la observación continuada en cuanto a la tendencia al ahuecado del fruto, deformación del fruto y afección de masa foliar por aplicación de estos productos es mucho mayor en la sandía diploide que en la sandía triploide. A continuación se indican una serie de productos, con la dosis empleada, órgano vegetal sobre el que se aplican y momento de aplicación. Muchas aplicaciones a veces se repiten dos-tres veces a lo largo del ciclo de cultivo. La expresión en producto comercial y no materia activa es el reflejo más fidedigno de lo realmente realizado sobre los cultivos, exactamente se ha hecho en bastantes ocasiones con esos productos a nivel de ensayo con resultados satisfactorios. Se observa que varios de los productos indicados contienen coadyuvantes especiales con microelementos, están registrados como “Abono CEE”, luego son legales a todos los efectos y pensamos que bajo esos “coadyuvantes especiales” se esconden dosis concretas de fitorreguladores en concentraciones muy pequeñas y que hacen que al producto se le obtenga los objetivos buscados. Para convertir estos ensayos en aplicaciones comerciales, habría que ver la extensión en cuanto a autorización en sandía de algunos de los productos reseñados, ya que según nos comunican algunos están en periodo de registro para ese cultivo. Producto comercial

Dosis máxima de producto comercial

Antidrop +Ergostin

Antidrop +Procapil +Ergostin +Sipfol

Estado de la planta

Forma de aplicación

7 cc/100 L +50 cc/100 L

Cerrada, fuerte, con abundante floración y brotes con tendencia vertical

Pulverización a toda la masa foliar con gasto de 500 L/ha.

9 cc/100 L +30 cc/100 L +50 cc/100 L +200 cc/100 L

Muy cerrada. Fortísima. Con floración y tendencia de las mismas a la vertical.

Pulverización sólo a los brotes de la planta con gasto de 100 L/ha.

( 675 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Fruticuaj

200 g/1.000 m2

Planta equilibrada con tendencia vegetativa fuerte.

En agua de riego (por goteo) al suelo.

β-Floris +Niuper-75 +Sipfol

100 cc/100 L +200 cc/100 L +100 cc/100 L

Planta equilibrada con tendencia vegetativa fuerte.

Pulverización a toda la masa foliar con gasto de 1.200 L/ha.

Hormocur

200 g/1.000 m2

Planta con tendencia vegetativa fuerte y buen equilibrio de flor.

En agua de riego (por goteo al suelo).

Prococel +Niuper-75 +Sipfol

200 cc/100 L +200 cc/100 L +50 cc/100 L

Planta con tendencia fuerte y poca flor

Pulverización a toda la masa foliar con gasto de 1.200 L/ha.

8. ( FISIOLOGÍA DEL DESARROLLO DE LOS FRUTOS ]

El fruto proviene del desarrollo del ovario. Esta formación se produce en dos fases: • División celular. • Crecimiento celular.

En la primera, las células se dedican solamente a dividirse, aumentando muy poco el volumen del ovario, ya que lo que hay es un reparto del material nuclear entre las células hijas. Una vez completada esta fase (en la que hay un incremento del número de células de 1 a 1.000) las células hijas comienzan a aumentar de tamaño, por acumulación de azúcares y otras sustancias orgánicas proporcionadas por las hojas. Paralelamente a estos procesos se lleva a cabo el desarrollo de las semillas, Una vez que el fruto ha alcanzado su máximo tamaño comienza el proceso de maduración. El proceso de aumento de peso y volumen del fruto es como sigue:  Primer periodo de escaso desarrollo, fase de división celular (5-10 días en función de variedades y climatología).  Segundo periodo de gran aumento de tamaño de los frutos, fase de engrosamiento celular (15-25 días en función de variedades y climatología). Desde que se produce la fecundación, al corte va un periodo de 25-45 días, menor a medida que la plantación es mas tardía. 9. ( LABORES CULTURALES EN LA SANDÍA ]

A continuación se abordarán de modo cronológico las labores culturales que se realizan en cultivo de sandía injertada arenadas bajo invernadero plástico en Almería. 9.1. ( Preparación del suelo ]

 Se retira el cultivo precedente y se limpia de restos de cosecha anterior de modo que quede el enarenado perfectamente limpio.

( 676 ]

El cultivo de sandía invernada

 Se hace el extendido de las líneas portagoteros adecuándolos al marco que vayamos a utilizar.  Se realiza el hoyo en la arena hasta llegar al suelo, roturándolo incluso con la azadilla para que quede más suelto.  En caso de acolchar toda la superficie se procede a realizar esa labor. También dependiendo del sistema que se utilice para dejar emerger la planta a través del plástico, el acolchado puede hacerse en postplantación.  Riego pretrasplante. 9.2. ( Plantación ]

La planta injertada con cepellón se adquiere en semillero especializado. Para realizar la puesta se procede del siguiente modo: en los hoyos abiertos con anterioridad se depositan los cepellones de modo que la base de los mismos estén en contacto con el suelo que previamente se había mullido, el resto del cepellón se cubre con arena. Este sistema de plantar que se ha popularizado en los últimos cinco años consigue que el extendido de raíces y el agarre de las mismas al suelo sea más rápido, pero es exigente en los cuidados hasta que este se produce ya que si dejamos la arena secar se pueden producir pérdidas de plantas. Es importante que la zona del injerto quede por encima de la arena para evitar que el contacto con éste y la humedad que proporciona el riego le hagan emitir raíces, pues el franqueo de la variedad puede hacer que las plantas se vean afectadas de fusarium al realizar el ataque a dichas plantas por estas raíces. Es conveniente dar un tratamiento preventivo al suelo en agua de riego a los cincos días del transplante con TMTD a la dosis de 750 g de PC formulado al 80% por 1.000 m2. 9.3. ( Poda ]

El objetivo en sandía es controlar el crecimiento de la planta en cuanto a su forma, al eliminar brotes principales se adelantan la brotación y el crecimiento de secundarios. Esta labor se realiza de modo optativo en función del marco elegido; consiste en la eliminación del brote principal cuando éste tiene cinco - seis hojas iniciándose rápidamente el crecimiento de los cuatro-cinco brotes que existen en las axilas de las mismas. Con ello se consigue realizar una planta de formación más redondeada. No se han visto diferencias significativas en la producción de sandías realizando o sin realizar la poda. 9.4. ( Escardas ]

Si se ha acolchado esta labor no se realiza. Con esta labor se pretende eliminar las malezas que hayan emergido en el terreno y que son competidoras con el cultivo. La herramienta que habitualmente se utiliza es un cortahierbas. Este apero está formado por una cuchilla que se introduce fácilmente en la arena 1-2 cm por donde corta a las malas hierbas a la vez que va realizando una labor de bina en la arena (la mueve) que es

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

importante para evitar la formación de costras que impiden la percolación del agua de riego. Esta labor es imposible hacerla una vez que se haya desarrollado la planta, ya que la misma ocupa el suelo.

 SANDÍA PUESTA SOBRE SUELO ACOLCHADO CON P.E. NEGRO. La sandía al igual que el resto de las cucurbitáceas son muy sensibles a la aplicación de herbicidas. No se realiza en Almería escarda química en este cultivo, de modo esporádico se emplea en rodales localizados de grama, el FUSILADE (Max, Syngenta) cuya m.a. es Fluazifop 12,5% p/v a razón de 1,5 cc de pc por litro de agua. Se procurará no mojar en exceso la hoja de sandía. 9.5. ( Polinización ]

Como ya se ha comentado es entomófila y se ha desarrollado en un apartado precedente. Sí parece oportuno incluir una serie de cuidados a dar a las colmenas debido a la gran importancia que tiene el buen funcionamiento de las mismas en la producción de sandía. Cuidados de las colmenas

El manejo de las colmenas es importante para sacarle a las mismas el mayor rendimiento; de modo global se deben tener presentes las siguientes observaciones: • No utilizar productos incompatibles en los últimos 10-12 días antes de introducir las colmenas. • Evitar la colocación de las mismas debajo de goteros, humedad, lluvia, cubriéndola con una bandeja de corcho o similar y plástico, y material de sombreo. • Deben estar a una altura mínima de 30 cm del suelo y siempre orientadas hacia el Sur. • Colocar en la zona más fresca del invernadero.

( 678 ]

El cultivo de sandía invernada

• Las abejas pueden tardar en adaptarse a su nuevo entorno entre 2 y 5 días. • Evitar el acceso de hormigas a la colmena aplicando cola entomológica, grasa, polvo insecticida, azufre o pegamento alrededor del lugar donde se han colocado. • Una vez colocada la colmena, esperar un mínimo de 2 horas para abrirla, y en caso de colocarla por la tarde, esperar al día siguiente. • Revisar periódicamente la actividad de las abejas observando el vuelo de las mismas, las manchas de polen sobre las hojas y desarrollo de los frutos. • Consultar la lista de productos fitosanitarios compatibles con las abejas. • Cerrar la colmena el día antes de tratar, una vez que ha oscurecido y estén todos los insectos dentro. • Sacar la colmena con sumo cuidado del invernadero. • La colmena llevarla a un lugar alejado 4-5 km, y abrir la piquera para que trabaje las jornadas que no van a estar en el invernadero. • Si el plazo indicado es de 3 días o menos, colocar la colmena en un sitio fresco y ventilado, lejos de los productos fitosanitarios. • Pasado el plazo indicado en el cultivo tratado, se vuelven a introducir las colmenas debiendo colocarlas en el mismo lugar que se encontraban inicialmente. • Prevenir los efectos indeseados de los tratamientos vecinos subiendo las bandas o retirando las colmenas en caso de productos muy tóxicos.

(Camacho et al, 1998) 9.6. ( Utilización de sistemas

de semiforzado ]

En la primera fase de cultivo según fechas de plantación de éste se están utilizando tunelillos de plástico de 100 a 200 galgas o bien cubiertas flotantes de no tejido. 9.7. ( Sombreo de invernaderos ]

A partir de finales de mayo se procede al sombreado del invernadero pintando la cubierta del mismo con “blanco de España”, cuya dosificación está en función del tipo de invernaderos en cuanto a superficie, forma, vejez de la cubierta, etc. así como del sombreo que se quiera conseguir, oscila entre los 5-25 g/L realizando un gasto de 1.000 L/ha de cubierta.

 SEMIFORZADO REALIZADO CON CUBIERTA FLOTANTE (NO TEJIDO). PLÁSTICO BLANCO-NEGRO EN ACOLCHADO.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

10. [ MARCOS DE PLANTACIÓN ]

En 1982 en la región de Murcia, concretamente en el Centro de Capacitación y Experiencias Agrarias de Torrepacheco se realiza un ensayo para valorar la productividad del marco de plantación en sandía, se ensayan los siguientes: • 4 x 0,75 m • 4 x 0,50 m • 2 x 0,75 m • 2 x 0,50 m

3.333 plantas/ha. 5.000 plantas/ha. 6.666 plantas/ha. 10.000 plantas/ha.

En valores absolutos el marco más productivo fue el de 2 x 0,5 m. (Molina;1982). En 1980 en Algemesí, en cultivo de invernadero se ensayaron los siguientes marcos: • 2,4 x 0,5 m • 2,4 x 0; 75 m • 2,4 x 1,00 m.

Se obtuvo la mayor precocidad en el marco de 2,4 x 0,5 m y en el mayor peso del fruto en 2,4 x 1 m (Miguel, 1983). El marco de plantación para sandía en cultivo de invernadero es de 2 a 3 m entre líneas y 0,75 m entre plantas. (Serrano, 1985). Con transplante en cepellón el número de plantas a poner debe ser 5.000 plantas/ ha. (Reche, 1994). El número de plantas sin injertar por hectárea oscila entre 4.000 y 7.000 con separaciones entre filas de 2 ó 2,5 m y separación entre plantas de 0,7 a 1 m (López Galarza et. al 1996). Todos los datos expuestos hasta ahora se han dado para sandía sin injertar que como ya se ha indicado ocupan una superficie mínima en Almería. En sandía injertada la densidad de plantación es menor, de 5.000 a 3.000 plantas/ ha con una separación entre filas de 2,5 a 3 m y separación entre plantas de 0,8 a 1,1 m (López Galarza, et al. 1996). El marco de plantación utilizado en sandía injertada en Almería es de 2 x 2 ó 4 x 1 lo que da una densidad de plantación de 2.500 plantas/ha. Con estos marcos se han obtenido resultados productivos de10-14 kg/m2. Es preferible el marco 4 x 1, ya que de este modo se aprovecha mejor el agua y los fertilizantes, nos permite anular más ramales portagoteros y por tanto se produce un descanso de cierta parte del terreno. No influye para nada en la ocupación de toda la superficie del suelo por la planta, además de poder encauzar la forma de la misma con la poda; en caso de utilización de materiales de semiforzado, (plástico, manta térmica) permite reducir la cantidad necesaria a la mitad. 11. ( PLAGAS Y ENFERMEDADES ]

El objetivo concreto que se persigue con este apartado es el de sistematizar el modo en que un técnico de campo debe enfrentarse a una plantación.

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El cultivo de sandía invernada

La dirección técnica de cultivos la rigen cuatro verbos: OBSERVAR, RAZONAR, CONTROLAR Y CONVENCER; además en ese orden, de modo que forman una cadena perfectamente definida y la rotura de algún eslabón hace que no se cumplan los fines que pretende un director de producción. Posteriormente en plan ficha se darán una serie de resúmenes que puedan valer de un modo práctico en como actuar. Invito a lecturas mucho más profundas y explícitas en tratados de fitopatología si se quiere profundizar en el conocimiento y funcionamiento de cualquier alteración en una planta de sandía. El proceso lógico a seguir para realizar un buen diagnóstico sería como sigue:  1. Inspección de la plantación en su conjunto, incluso para estar más obligados a centrarnos en la observación, anotando todo aquello que nos parezca sobresaliente en el aspecto que presenta, alteraciones por focos, general, en que dirección, con respecto a qué lado del punto geográfico.  2. Inspección de hojas. Coloración, superficie afectada, formaciones extrañas, presencia de artrópodos, presencia de insectos, forma y modo en que se encuentra una anormalidad, etc.  3. Inspección de flores.  4. Inspección de tallos.  5. Inspección de cuello y raíces Para los puntos 3, 4 y 5 se actúa del mismo modo que en el punto 2.  6. Inspección de suelo próximo en cuello y raíces. Dureza, mullimiento, humedad, otras raíces de restos vegetales, mohos, etc.  7. Determinación del agente causante que produce la alteración.  8. Actuación según incidencia, difusión, momento crítico para el agente causante de la alteración, estado fenológico de la plantación y umbral económico. 11.1. ( Plagas de la sandía ]

• Pulgones

Las especies más frecuentes encontradas en sandía son Aphis fabae, Aphis gossypii y Myzus persicae. Forman colonias en el envés de las hojas. El ataque a las plantaciones lo inician por focos. Producen abarquillamiento y deformación de las hojas instalación de negrilla sobre la melaza que segregan incluso en los frutos si el ataque es fuerte, debilitamiento de la planta y pueden ser agentes vectores de virosis. Algunas de las materias activas eficaces contra pulgones autorizadas en este cultivo son: alphacypermethrin, bifentrin, carbosulfan, deltamethrin, endosulfan, flucitrinato, (solo eficaz contra Myzus), imidacloprid, y malation. Como producto biológico se está utilizando el depredador Aphydoletes aphydimiza.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Minadores de hoja (submarino)

Las especies más frecuente encontradas en Almería son Lirionyza trifolii y Lirionyza huidobrensis. Las hembras adultas realizan la puesta dentro del tejido de las hojas donde se desarrollan unas larvas pequeñas de color amarillento que se alimentan del parénquima de la misma, ocasionando galerías de distinta forma según la especie. Los adultos son moscas de 2 mm de longitud de colores amarillo y negro. A veces se instalan en las galerías hongos saprofitos que secan toda la hoja. Cuando el ataque es muy intenso esta plaga puede llegar a causar la destrucción de la plantación. Materias activas eficaces: abamectina y ciromacina. La ciromacima es materia activa específica contra esta plaga. Como productos biológicos se están empleando: Diglyphus isaea (parasitoide). • Mosca blanca

Las especies más comunes sobre sandía son Trialeurodes vaporariorum y Bemisia tabaci. Los adultos son unas pequeñas moscas de color blanco de aproximadamente 2 mm de longitud en el caso de la Trialeurodes y algo más pequeña la Bemisia. Las larvas son ovaladas, generalmente se desarrollan en el envés de la hoja. Las larvas y adultos se alimentan de las plantas pero el daño por este motivo no es muy acusado, dependiendo del estado fenológico de la misma. Al igual que los pulgones, las moscas blancas segregan melazas sobre la que se desarrolla el hongo “negrilla” reduciendo la superficie capaz de realizar fotosíntesis y depreciando los frutos manchados con este hongo. Materias activas aconsejadas en el control de mosca blanca: azadiractín, bifentrin, imidacloprid, buprofezin, flucitrinato, pimetrocina y piridaben. En control biológico se están empleando diversas especies de Eretmocerus que son parasitoides de la misma. • Trips

Los daños los producen las larvas y adultos de Frankliniella accidentalis. Tanto las larvas como los adultos se alimentan del jugo de las células vegetales de los órganos afectados produciéndose con posterioridad necrosis. Prefieren como órgano vegetal de colonización la flor ya que el polen es su alimento preferido. Cuando los frutos están en estado joven se observan las manchas de picaduras y puestas sobre los mismos, pero a medida que el fruto se desarrolla estos puntos se vuelven prácticamente imperceptibles. Para que los daños se puedan apreciar en frutos maduros las poblaciones de trips existentes tienen que ser enormes. Las materias activas a utilizar para el control de trips son las siguientes: acrinatrin, azadiractín, formetanato y malathion. Como control biológico se están empleando los parasitoides: Amblyseius cucumeris y diversas especies de Orius.

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El cultivo de sandía invernada

• Orugas

Son varias las especies de lepidópteros que causan daños en la sandía: Spodoptera exigua, Autographa ganma y Trichoplusia ni. La más importante es la primera. El adulto de Spodóptera es una mariposa de unos 3 cm con dos pares de alas, las anteriores son de color pardo grisáceo entrecruzándose líneas de color más oscuro, las alas posteriores son de color blanco. Las larvas son de color pardo verdes llegando a tener una longitud de 3,5 cm. Los daños suelen presentarse por focos, éstos solo lo causan las larvas que se alimentan de hojas y de la piel de los frutos que quedan depreciados para el mercado, ya que presentan mal aspecto alternándose de modo indiscriminado zonas secas con piel sin dañar.

 ORUGAS EN SANDÍA. Las materias activas que se les ha observado efecto en el control de lepidópteros en este cultivo son: alphacipermetrina, bifentrin, cipermetrin y malathion. El control biológico se está efectuando con diversas cepas de Bacillus thurigiensis. • Araña roja

Es una plaga que va muy unida a las condiciones climáticas que existen en el invernadero y en el manejo que hacemos del cultivo. Los daños los produce el ácaro Tetranychus urticae, se le conoce vulgarmente como araña roja por el color que presenta en su fase adulta. Las colonias se localizan preferentemente en el envés de la hoja, su temperatura óptima de desarrollo es 32 ºC y baja humedad. En el haz de la hoja se producen manchas amarillentas que terminan por secar la hoja. En los frutos también se producen

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

daños, apareciendo unas manchas blanquecinas que los deprecian para el mercado. El ataque se produce por focos. Son materias activas eficaces en la lucha contra los ácaros: abamectina, bifentrin, dicofol + tetradifon, hexitiazol, piridaben y propargita. En el control biológico se está empleando el depredador Phytoseiulus persimilis. 11.2. ( Enfermedades de la sandía causadas por hongos ]

• Oidio o ceniza

Quizá sea la principal enfermedad aérea de la sandía. La causan los hongos Erysiphe cichoreacearum y Sphaeroteca fuliginea. Éstos se desarrollan sobre la superficie de los tejidos afectados. Se desarrolla bien a altas temperaturas, no siendo necesario que exista una humedad alta. El aspecto que presenta en las hojas es de manchas color blanquecino grisáceo que en caso de no combatirse llega a cubrirlos por completo. Es un hongo de desarrollo externo y se puede combatir al observar las primeras manchas. Materias activas que combaten el oidio en sandía: azoxystrobin, ciporoconazol, fenarimol, hexaconazol, kresoxim-methyl, nuarimol, penconazol, tetraconazol, triadimenol, triflumizol. • Mildiu

Esta enfermedad la produce el hongo Pseudoperonospora cubensis. En las hojas adultas aparecen necrosis internerviales de color amarillento que torna a marrón brillante. Los excesos de humedad favorecen el ataque de este hongo. Esta enfermedad no tiene importancia en el Sureste español en esta cucurbitácea, debido a la climatología existente cuando se cultiva sandía. Los fungicidas a base de cimoxanilo o benalaxil con mancoceb, azoxystrobin y el metiram combaten la enfermedad. • Alternaria

Esta enfermedad la produce el hongo Alternaria cucumerina. Se aprecian unas manchas redondeadas de color marrón con el centro más claro en el haz de las hojas. No es enfermedad importante en Almería, sólo se ve en sandía muy temprana con climatología muy adversa por exceso de lluvia y días nublados. Los fungicidas a base de clortalonil u oxicloruro de cobre poseen buen efecto sobre la enfermedad. • Podedumbre gomosa del tallo

El daño lo produce el hongo Mycosphaerella melonis. Después del transplante no se suele dar esta enfermedad salvo que el agua de riego esté en contacto directo con el

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El cultivo de sandía invernada

cuello de modo prolongado. La aplicación directa al cuello de fungicidas a base de metil tiofanato mezclados con antibotritis como la procimidona o iprodiona controlan la enfermedad. • Otras enfermedades producidas por hongos

La antracnosis producida por el hongo Colletotrichum lagenarium. La podredumbre del péndunculo del fruto originada por el hongo diplodia natalensis. La cercospora provocada por Cercospora citrullina. Las podedumbres originadas por Botrytis cinerea (podedumbre gris) y Sclerotinia sclerotiorum (podedumbre blanca). Todas estas enfermedades rara vez aparecen en sandía en el cultivo de invernadero del Sur de España. Su sintomatología es idéntica a la que presentan en otras cucurbitáceas como melón o pepino. 11.3. ( Enfermedades de las sandías producidas por bacterias ]

No tienen casi incidencia en el cultivo de la sandía. Necrosis bacteriana de la corteza producida por Erwinia carnegieana (ataca al fruto). Podedumbre blanda de la planta, causada por Erwinia carotorova. Marchitez de las hojas y ramas causada por Erwinia tracheiphila. Los métodos indirectos: destrucción de focos, evitar golpes en frutos, reducir humedad, etc. son un buen método de lucha. El control químico se hace con compuestos a base de cobre. 11.4. ( Enfermedades de las sandías producidas por virus ]

WMV-2 (Watermelon mosaic virus-2): virus del mosaico de la sandía. Deformación de hojas y mosaicos en las mismas. Es trasmitido por los pulgones. MNSV (Melon necrotic spot virus): virus del cribando del melón. Estrías necróticas en el cuello y tallos y manchas necróticas en hojas. Se transmite por semilla y el hongo de suelo olpidium radicale. CVYV (Cucumber vein yellowing virus): virus del amarilleamiento de las venas del pepino. Clorosis suaves en hojas que pueden llegar a pasar desapercibidas, otras veces se muestra asintomático en las mismas, donde produce un daño irreparable es en el fruto ya que junto a una necrosis interna fuerte, produce el rajado de los mismos parece ser que por interferencias que causa en algunos elementos nutritivos. Lo transmite la mosca blanca Bemisia tabaci. Los dos primeros no son muy importantes en el cultivo de sandía en Almería. El cribado no se manifiesta en sandía injertada. Sin embargo el virus de las venas amarillas ha causado serios problemas en los tres últimos años, habiéndose tenido que tomar medidas drásticas en el control de mosca blanca con la utilización de mallas de gran densidad (20 x 10 hilos/cm), en los huecos de ventilación, a fin de conseguir una hermeticidad en los

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

invernaderos que impidan la difusión de la plaga por insectos venidos desde el exterior.

 FRUTO DE SANDÍA CON CVYV.

 FRUTO DE SANDÍA CON CVYV.

La lucha de modo general contra la virosis es evitar los focos de infección, tratar los agentes vectores e impedir su paso a las plantaciones y utilizar variedades resistentes si existen. 11.5. ( Fisiopatías, y daños producidos por mal manejo del cultivo ]

 Fisiológicas Asfixia radicular. Muerte de plantas por encharcamiento continuado del terreno. La sandía injertada es más resistente que la no injertada. Viciado de la planta. Desarrollo vegetativo excesivo con poca flor y cuajado deficiente. Se debe a un desequilibrio en la nutrición y exceso aporte de agua. Regular el aporte de agua y equilibrar la nutrición. Rajado de fruto. Cambios bruscos en la humedad del suelo con aporte excesivo de N y K con el fruto maduro. Aborto de frutos. Debido a una alta humedad relativa o bien por un autoaclarado de la planta por exceso de cuaje o porque las condiciones de agua (excesivamente salina) no permite tomar a la planta la que necesita. A veces se produce como consecuencia de no poder tomar la planta toda el agua que necesita en días calurosos. Corazón hueco. Afecta al interior del fruto disolviendo la pulpa en varias partes. Se debe a un rápido desarrollo del fruto inducido por exceso de agua con abonados nitrogenados en forma nítrica. También se produce cuando el salto térmico es muy elevado. Plateado necrótico. Se produce a veces en estado avanzado del cutltivo en las hojas más viejas. Se presenta al inicio como clorosis internerviales que evolucionan a necrosis con aspecto plateado. Se atribuye a toxicidad por ozono. Aparece cuando se tienen condiciones de altas temperaturas y fuerte luminosidad.  Fitotóxicas

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El cultivo de sandía invernada

Se produce por aplicaciones fitosanitarias en que se realizan mezclas incompatibles o bien por la utilización de herbicidas sobre la plantación o anterior a la misma y que ha dejado residuos. 12. ( RECOLECCIÓN, CUIDADOS POSTERIORES Y MERCADOS ]

La maduración del fruto es un fenómeno complejo, que se produce una vez que éste ha alcanzado su tamaño máximo. Consiste fundamentalmente en cambios bioquímicos cuyo resultado es la transformación del fruto de color verde brillante, con carne dura de color blanco, sin sabor y olor en frutos de color verde apagado, con carne coloreada, blanda y sabor dulce. Los cambios se producen del siguiente modo:  Reblandecimiento: fundamentalmente se debe al paso de la protopectina, insoluble, que cubre las paredes celulares a pectinas, más o menos solubles, por acción de dos enzimas: la protopectinasa y la pectasa. El resultado es, en una primera fase, la solubilización de las protopectinas y en una segunda las pectinas formadas son gelificadas por acción de las pectasas y se depositan en forma de coágulos sobre las paredes celulares. Estos procesos dependen de la temperatura y del contenido de oxigeno del aire que rodea a los frutos.  Endulzamiento: desaparece el almidón presente en los frutos verdes y se transforman en azúcares solubles. Junto a la producción de azúcares “dulces” se produce la desaparición de las sustancias tales como ácidos orgánicos y taninos, responsables de los sabores agrios y/o ásperos de los frutos verdes. Este proceso depende de la temperatura, el contenido de oxígeno y del etileno.  Aromatización: se debe a la formación de alcoholes libres, o esterificados con ácidos orgánicos, se producen a consecuencia del depósito de las pectinas gelificadas sobre las paredes celulares: estos depósitos dificultan el intercambio gaseoso del interior de las células, con lo que se producen reacciones parcialmente anaerobias, que tienen como resultado la formación de los mencionados alcoholes.  Coloración: más que de coloración se debería hablar de desverdizado. Es el paso de color verde típico de los frutos no maduros a su color característico, se debe más a la desaparición de clorofila a la formación de pigmentos nuevos, tales como el caroteno o la xantofila. Este proceso depende de la luz, del contenido de oxigeno y de la temperatura (valor medio y salto térmico) (Cerdá y Camacho, 1997). El corte de fruto de sandía lo hacen especialistas en esta labor. Síntomas externos que indiquen que el fruto está para cosecharlo son: • Cuando el zarcillo que hay en el pedúnculo del fruto está completamente seco o la primera hoja situada por encima del fruto está marchita. • Dando “capirotazos” con los dedos, si el sonido que produce es “sordo”. • Cuando se oprime entre las manos, se oye un sonido claro como si se resquebrajase interiormente. • Rayando la corteza (piel) con las uñas se aprecia una separación fácil de la misma.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Si la “Cama” del fruto está amarilla marfil. • Cuando haya desaparecido la capa cerosa (pruína) que hay sobre la piel del fruto. • El fruto ha perdido 35-40% de su peso máximo. (RECHE, 1994).

Leído lo anterior, cuando se observa a los cortadores especialistas cortar, lo hacen a razón de aproximadamente 2.500-5.000 kg/hora, ni van mirando zarcillos solamente, no suelen dar ni un capirotazo, no oprimen, no rayan. ¿cómo lo hacen? Van observando un conjunto de síntomas externos en su conjunto desde el color del fruto (se pone de un verde más ocre), el zarcillo, el color de la cama, etc. que es variable según la variedad, plantación, la fecha, etc.; pero en un primer momento incluso rompen varios frutos para poner a punto el corte en función de la sintomatología externa que muestran los mismos. Los rendimientos oscilan bastante, en función de las múltiples variables que influyen en este parámetro. Como término medio se puede decir que se sitúan entre 6-10 kg/m2. La instalación paulatina del europalet en la comercialización y el transporte está haciendo que se cambie el tipo de envases. Hasta 1.993 sólo se estaban utilizando en envases de cartón tres tipos: 50 x 30 x 25,5 cm de alto, 50 x 40 x 22 cm de alto y 50 x 40 x 18,5 cm de alto. En los primeros se envasaban las sandías de calibre 2 (7 a 8 kg). En los segundos, el calibre 3 (4,5 a 5,5 kg) y en los últimos los calibres 4-5-6 (sandías que iban de 4 a 2,5 kg). Las sandías de más de 8 kg se envasan en Boxes y las de menos de 2,5 kg en envases de melón para 10 kg. El palet utilizado era 120 x 100 cm, por tanto en la base del mismo iban seis cajas u ocho cajas. La altura del palet era de diez unidades, lo que hacía que se manejaran palets de 900 kg. El europalet, 120 x 80 cm, ha permitido, en el caso de la sandía, que se utilicen cajas de 40 x 60 cm, con alturas de 18-20 y 22 cm. En este nuevo envase van 20 kg de sandía aproximadamente, se remontan a 10 ud de altura las de 18 y 20 y a 9 ud las de 22 cm El palet que se maneja es de 720 a 800 kg, un poco más ligero, a la vez se ha producido un cambio en la compra/venta de sandía, cambiando el concepto de calibre o bulto para muchos mercados por el de peso. La sandía pequeña se sigue envasando de un modo especial en cajas de melón para mercados muy concretos, y la que es superior a 8 kg en boxes, de 60 x 40 cm y 100 cm de altura, que se ponen sobre Europalet, cuatro por palet lo que hace manejar palet de 1.200 kg aproximadamente. Las apetencias de los calibres varían de un país a otro, los países ribereños del Mediterráneo, sobre todo Italia y una zona de Francia, así como países árabes, prefieren sandías gordas, de más de 7 kg, Reino Unido tiene zonas en que consume sandía pequeña, con menos de 3 kg. Pero por lo general, la sandía más buscada en el mercado es la que está entre 4,5 y 6 kg.

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El cultivo de sandía invernada

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

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( 690 ]

( TEMA 20 ]

EL CULTIVO DEL PEPINO BAJO INVERNADERO

Rafael Vasco Morcillo

Ingeniero Técnico Agrícola Departamento Técnico SAT Costa de Almería

El cultivo del pepino bajo invernadero

1. ( DESCRIPCIÓN BOTÁNICA ]

El pepino es una planta anual de porte herbáceo, cuyo nombre genérico es Cucumis sativus. Pertenece al orden cucurbitales, el cual contiene una sola familia, las Cucurbitáceas. A continuación se describen cada una de las partes de la planta. 1.1. ( Sistema radicular ]

Su sistema radicular es muy potente, lo cual es lógico si se considera la enorme productividad de esta planta y el equilibrio que debe haber entre parte aérea y parte subterránea. Cuenta con una raíz principal que se ramifica rápidamente en raíces secundarias, se extienden superficialmente, son muy alargadas y finas, presentando un color blanco. El pepino posee la facultad de emitir raíces adventicias por encima del cuello. 1.2. ( Tallo ]

El tallo es de porte herbáceo, rastrero, trepador y espinoso. Tiene formación de nudos, cuyo número varía según la variedad, condiciones climáticas y de cultivo. De cada nudo parte una hoja y un zarcillo (se considera que los zarcillos son hojas modificadas y adaptadas, que favorecen la función trepadora de la planta). En la axila de cada hoja se produce un brote lateral y una o varias flores femeninas o masculinas. 1.3. ( Hojas ]

Son alternas, con largo peciolo, limbo acorazonado con tres lóbulos más o menos pronunciados, siendo más acentuado el central, que frecuentemente termina en punta. Su color es verde oscuro, estando recubierta de un vello muy fino. 1.4. ( Flores ]

Aparecen en las axilas de las hojas; poseen un corto pedúnculo y el color de sus pétalos es de un amarillo fuerte. En el pepino pueden existir flores hermafroditas y flores unisexuales, sin embargo en las variedades conocidas únicamente se encuentran flores masculinas y femeninas. Los primeros cultivares de pepino eran plantas monoicas, ya que en el mismo pie existían flores masculinas y flores femeninas, en la actualidad todas las variedades que se cultivan son plantas ginoicas, es decir que sólo poseen flores femeninas. La flor femenina se diferencia de las masculinas en que es portadora de un ovario ínfero claramente distinguible. 1.5. ( Fruto ]

El fruto del pepino es un pepónide, que al igual que el resto de la planta es áspero, aunque ahora depende de la variedad. En cuanto al color toma distintas tonalidades durante su formación: al principio toma un color verde claro para pasar luego a un verde

( 693 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

oscuro, y al finalizar en amarillo cuando está totalmente maduro. Esta última fase no tiene lugar en los pepinos cultivados, por que su recolección se realiza antes de su madurez fisiológica. La pulpa tiene un color blanquecino, siendo bastante acuosa, en su interior se encuentran las semillas, repartidas a lo largo del fruto. La piel es bastante cerosa. Las semillas son ovales, algo aplastadas y de color blanco – amarillento. La cantidad por fruto depende de las variedades. 2. ( CLIMA Y SUELO ] 2.1. ( Exigencias generales de clima (temperatura y humedad relativa) ]

Para tener un buen cultivo es importante controlar el clima, particularmente la temperatura y la humedad relativa (HR). En la actualidad se recomiendan las siguientes temperaturas del aire para los diferentes estados de desarrollo del pepino: Día Tª ºC

Noche Tª ºC

Germinación

27

27

Formación en planta

21

19

Desarrollo de fruto

19

16

En términos generales se puede considerar que las temperaturas variables desde 20ºC a 30ºC durante el día apenas tienen incidencia sobre la producción. Sí es verdad que a mayor temperatura hasta 25 ºC por el día se alcanza la máxima producción precoz. Ya por encima de los 30 ºC se pueden observar desequilibrios en las plantas, y con temperaturas nocturnas iguales o inferiores a 17 ºC han dado lugar a malformaciones de hojas y frutos defectuosos. Se considera el umbral crítico nocturno a las temperaturas iguales o inferiores a 12 ºC. Cuando las temperaturas descienden más allá de 1 ºC, se produce la helada en la planta, con su consiguiente muerte. Umbrales de temperatura Día Tª ºC

Noche Tª ºC

Óptimo

21-24

18-21

Subóptimo I

24-27

15-18

Subóptimo II

27-30

12-15

>30

<12

Crítico

El empleo de dobles cubiertas en invernaderos de tipo parral se ha revelado como un sistema útil para aumentar la temperatura y la producción de pepino, tanto en pro-

( 694 ]

El cultivo del pepino bajo invernadero

ducción precoz como en producción final. La escasa ventilación es responsable de los excesos térmicos del invernadero durante el día. La ausencia de ventilación cenital en invernaderos de tamaño grande dificulta la renovación del aire para reducir la temperatura interior. El empleo de sistemas para reducir la temperatura a base de evaporar agua no es fácil de adaptar a las estructuras actuales, siendo costoso. Además incrementa el consumo de agua tan escasa en estas áreas. La solución más empleada, el encalado de la cubierta, es hoy práctica usual en muchas zonas durante épocas calurosas para reducir temperaturas (y radiación) en invernadero. El empleo de mallas de sombreo es poco usual, y más caro. El aumento de temperaturas nocturnas comienza por la elección de un plástico de P.E. tritérmico normalmente. El doblado de cubierta con pantallas térmicas pueden aumentar las temperaturas mínimas de 2 a 3 ºC de noche, debiendo ser móviles a ser posible, para retirarlas de día, a fin de no reducir radiación y dificultar la ventilación. Conjuntamente con la temperatura son de importancia, la humedad del invernadero y la ventilación. Respecto al grado de humedad, se puede afirmar que los requerimientos son bastante elevados durante todo el ciclo vegetativo. En invernaderos tipo parral, los valores medios de humedad relativa del aire en ciclo de otoño-invierno, oscilan en torno al 70%. Pero las variaciones del día y la noche son amplias con valores del 100% en muchas noches y valores diurnos entorno al 40%. La evolución de los valores de humedad relativa (HR) del aire está estrechamente ligada a la temperatura del aire. Los valores de humedad relativa están muy influidos por la evapotranspiración (evaporación del agua del suelo y de las plantas). En invernaderos sin calefacción, su evolución hasta valores próximos al 100% durante la noche, genera condensación de vapor de agua en la cubierta, bandas, plantas y suelo del invernadero. Durante el día, al subir la temperatura bajará la humedad relativa (HR), de modo más acusado en épocas de calor, lo que puede generar reducciones de producción. La solución más simple, aunque no siempre suficiente para aumentar la humedad relativa de día es ventilar, al igual que para reducir los excesos de humedad. El pulverizado de agua es eficaz para aumentar la humedad relativa del aire, pero exige instalaciones adecuadas y, en general, es poco empleado. La reducción de la excesiva humedad relativa del aire calentando el invernadero (principalmente de noche) exige disponer de instalaciones de calefacción muy poco frecuentes. Los excesos de humedad durante el día pueden, al reducir la transpiración (y en consecuencia la fotosíntesis), reducir la producción, aunque ésta situación es infrecuente. Los intervalos en función de la humedad relativa del aire, empleados para valorar las condiciones climáticas en que se desarrolla el Pepino Almería en invernadero son los siguientes: H.R. Día (%)

H.R. Noche (%)

Óptimo

60-70

70-90

Subóptimo I

50-60

>90

Subóptimo II

40-50

>90

>40

>90

Crítico

( 695 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

2.2. ( Otros parámetros climáticos ]

El viento tiene poca importancia como elemento del clima del invernadero, aunque sus efectos mecánicos son notorios pudiendo dañar el plástico y la estructura. Más relevante es el efecto indirecto del viento exterior en la renovación del aire para mejorar le ventilación pasiva en estos invernaderos. El empleo de cortavientos usual en otras áreas, no es frecuente. La insuficiente ventilación puede reducir los niveles de anhídrido carbónico (CO2) del aire del invernadero, reduciendo la fotosíntesis y, en consecuencia la producción. Las lluvias en ausencia del viento pueden generar, ante la escasa ventilación, condiciones de excesiva humedad, especialmente graves en ausencia de viento, de nefastas consecuencias para la sanidad del cultivo. Por ello, los invernaderos planos, que se emplean en áreas de clima árido o subdesértico, no son adecuados para zonas con pluviometría media-alta al penetrar el agua dentro del invernadero, a través de los orificios del plástico. En cuanto a necesidades de iluminación, el pepino es una planta que crece, florece y fructifica con normalidad incluso en días cortos (con menos de 12 horas de luz). También soportan intensidades luminosas bastante fuertes. Los ensayos realizados demuestran de una manera inequívoca que la luz no es excendentaria en nuestras latitudes. El Cuadro 1 muestra la relación entre la radiación solar y la producción de pepino (cultivar Pepinex 69) de dos invernaderos de distinta forma situados ambos en Almería. El denominado A fue de cubierta asimétrica Este-Oeste. El tipo B fue un invernadero de techo plano característico de la zona de Almería (Castilla, 1988, 1990). Se observan diferencias significativas tanto en producción total como en producción de primera calidad. A mayor cantidad de radiación solar, mayor producción y mejor calidad. Conforme se iguala la luz de un invernadero a otro, lo que ocurre a la entrada de la primavera, las diferencias tienden a desaparecer.  CUADRO 1. Periodo 1 (23 Nov. - 14 Dic.) INV

Radiación Producción exterior total (%)

Periodo 2 (15 Dic. - 8 Ene.)

Calidad extra

Radiación exterior (%)

Producción Calidad total extra

Periodo 3 (9 Ene. - 18 Feb.) Radiación exterior (%)

Producción total

Calidad extra

a

70,6

2,53a

2,53a

69,2

3,0a

2,8a

72,9

5,1a

3,6a

b

62,5

1,97b

1,96b

63,3

2,4a

2,1b

68,2

4,8a

3,2a

FUENTE: ESTACIÓN EXPERIMENTAL DE CAJAMAR “LAS PALMERILLAS”.

2.3. ( Suelo ]

En principio puede cultivarse el pepino en cualquier clase de suelo siempre que su estructura y su capacidad de retención de humedad (agua) son óptimas. La capa de suelo

( 696 ]

El cultivo del pepino bajo invernadero

disponible para el enraizamiento del pepino debe tener un espesor de 50 cm de profundidad lo cual quiere decir que debe tener una estructura suelta y contener suficiente materia orgánica. Si la concentración de sales en el suelo es demasiado elevada las plantas absorben con dificultad el agua de riego, el crecimiento es más lento, el tallo se debilita, las hojas son más pequeñas y de color oscuro y los frutos obtenidos serán torcidos. Si la concentración de sales es demasiado baja tendremos el resultado contrario, ya que las plantas serán más frondosas. Estas plantas son más propicias a ser atacadas por diversas enfermedades como la Botrytis, Sclerotinia, Mycospharella y Pseudoperonospora. El pH ideal depende de la clase de tierra y el porcentaje de humus. Por regla general el pH del suelo debe situarse entre 5,5 y 7. Para tierras turbosas el valor será de 5,5, las tierras arcillosas pueden alcanzar valores entre 5,5 y 7, con lo cual los valores bajos de pH tienen alto contenido en materia orgánica (15-25%). El pH de tierras arcillosas con un porcentaje de materia orgánica por de bajo del 5% pueden estar entre un 6,5 y 7. La mayoría de las tierras arenosas llegan a un pH entre 5,7 y 6.  Temperatura del suelo La temperatura del suelo, en invernadero es más alta que la temperatura que hay en el exterior, especialmente por el efecto de pantalla del material de cubierta sobre la radiación térmica del suelo (Seeman, 1974). Los valores medios de temperatura del suelo a 30 cm de profundidad, en suelo enarenado, oscilaron entre 18 ºC y 25 ºC (octubre y mayo), con medias máximas entre 19 y 26 ºC y medias de mínimas entre 17 y 24 ºC (Castilla, 1986). A esa profundidad, los valores más altos se alcanzaron por la tarde y los valores más bajos poco después del amanecer, lo que indica cesión de calor del suelo al invernadero por la noche. Temperaturas de suelo sobre los 20 ºC a 15 y 20 cm de profundidad, han puesto de manifiesto un efecto muy positivo sobre el desarrollo del cultivo (Castilla y Cols, 1983) (Montero y Cols, 1986). 3. ( MATERIAL VEGETAL ] 3.1. ( Elección de variedades ]

Para obtener una planta cuyos frutos se adapten al mercado y a la zona de cultivo es muy importante la elección de la variedad. Pero lo que hay es que ensayar las variedades en las diferentes condiciones de cultivo antes de pasar a manos del agricultor. Los aspectos más importantes que se tienen en cuenta para seleccionar una variedad son principalmente: • Producción. La más alta posible, pero siempre considerando la producción comercial. • Vigor de planta. Un buen vigor permite un ciclo largo y una buena tolerancia a las bajas temperaturas así como al acortamiento de los días.

( 697 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Un buen nivel de resistencia. Es muy importante las variedades resistentes al Mildiu, al Oidio y otros tipos de enfermedades. • Longitud de fruto. Que la variedad sea Standard (mínima de 30 cm y máxima de 38 cm) y que sean estables en las diferentes condiciones de cultivo. • Uniformidad. Que tenga escaso o nulo porcentaje de frutos no comerciales. • Firmeza y conservación. Que permita un transporte y una estancia suficiente en el mercado en óptimas condiciones. Otros aspectos para la elección de una variedad podrían ser la precocidad, y características del fruto (longitud, color, estrías e inserción del fruto, etc). 3.2. ( Tipos de material vegetal ]

Las variedades cultivadas de pepino son en su mayoría híbridos, habiéndose demostrado que en pepino éstos son mucho más productivos que los no híbridos. El material vegetal responde a los siguientes tipos:  Pepino corto y pepinillo (tipo “español”) Este grupo incluye todas las variedades de pepino pequeño, de piel verde y rayada de amarillo o blanco. No sobrepasan los 15 cm de longitud. Se utilizan para el consumo en fresco o para encurtido recolectándolos más pequeños. En este grupo existen variedades monoicas, ginoicas con polinizador y ginoicas partenocárpicas.  Pepino medio largo (tipo “francés”) Este grupo incluye variedades de longitud media, entre 20-25 cm. Al igual que el grupo de los pepinillos, existen variedades monoicas y ginoicas, dentro de estas últimas se diferencian las variedades cuyo frutos tienen espinas y las de piel lisa o minipepinos, de floración totalmente partenocárpica, estos últimos son similares al “tipo Almería” pero más corto.  Pepino largo (tipo “Almería”) A este grupo pertenecen las variedades cuyo frutos superan los 25 cm de longitud. Todas lisas, son ginoicas, de frutos totalmente parternocárpicos y de piel más o menos asurcada. El tamaño de las hojas es mucho más grande. 3.3. ( Variedades comerciales ]

PEPINO TIPO “ALMERÍA”

• SIEMBRAS TEMPRANAS: Borja: Variedad híbrida muy productiva, recomendada para plantaciones tempranas, por su gran resistencia al calor (julio y agosto). Buen comportamiento en siembras de primavera. Es una variedad partenocárpica resistente a Cladosporium y a Corynespora. Fruto de intenso color verde oscuro.

( 698 ]

El cultivo del pepino bajo invernadero

Estrada: Variedad vigorosa de entrenudo corto, gran facilidad para vegetar con calor, excelente comportamiento frente a la amarillez. Variedad tolerante a CVYV. Fruto de color oscuro y excelente conservación postcosecha. Berlín: Variedad indicada para ciclos tempranos de largo recorrido, siendo una planta de porte abierto de dos frutos por entrenudo, manteniendo frutos de buena calidad en el rebrote y teniendo una alta tolerancia a la quema del brote terminal. Tolerante a CVYV. Ibiza: Variedad indicada para ciclos extratempranos, con alta y rápida entrada en producción. Frutos muy oscuros y estriados. Tolerante a CVYV. Ébano: Variedad de vigor medio, indicada para siembras tempranas de otoño y primavera con muy buena precocidad y producción uniforme. Frutos con buen color verde oscuro y longitud media. Tolerante a CVYV y oidio. Panda: Variedad de vigor medio y planta abierta, ideal para ciclos tempranos medios de otoño. Producción alta con buena precocidad y uniformidad. Frutos cilíndricos de buena longitud y excelente color verde oscuro. Cyborg: Variedad tolerante al virus de las venas amarillas (CVYV) y muy fuerte frente al virus del amarilleo (CYSDV) ideal para siembras tempranas de final de julio y agosto por su alta producción en la caña y poco aborto de frutos. Bahía: Planta de vigor medio alto, entrenudos cortos y porte compacto. Ciclo precoz y semiprecoz. Frutos de forma acanalada, con pocas espinas, escaso de cuello de botella y forma uniforme durante todo el ciclo. Resistente a Cladosporium y Corynespora. Pinzón: Variedad de vigor medio, con entrenudos cortos y 1-2 frutos por entrenudo. Gran producción precoz y buen rebrote. Frutos verdes oscuros ligeramente acanalados, llenos y con gran conservación. Recomendado para siembras tempranas. Resistente al CYSDV y muy tolerante a CVYV. • SIEMBRAS MEDIAS: Lusaka: Variedad recomendada para siembra medias-tardías así como para plantaciones de primavera. Con gran capacidad de rebrote. Frutos de color muy oscuro y mucho brillo. Denia: Variedad muy vigorosa compacta y con excelente rebrote. Muy buen comportamiento al frío excelente comportamiento frente a la amarillez. Variedad tolerante al CVYV. Fruto de color oscuro y longitud homogénea a lo largo de todo el ciclo. Excelente conservación postcosecha. Ávila: Indicada para ciclos medios, manteniendo un buen calibre durante su largo ciclo productivo siendo una planta de 1-2 frutos por entrenudo. Resistente a CVYV. Gardon: Variedad para ciclos medios de 2-3 frutos por entrenudo, de porte abierto y buen rebrote, soportando muy bien condiciones de alta humedad. Grizzly: Variedad tolerante a CVYV, CYSDV y a oidio. De vigor alto para siembras medias. Frutos cilíndricos de gran longitud durante el cultivo, sin cuello de botella. Se caracteriza por su alta producción y uniformidad.

( 699 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Cymbal: Variedad muy productiva, de frutos muy homogéneos, rectos sin cuello y de color verde oscuro. Planta abierta de hoja pequeña recomendada para siembras de final de agosto a mediados de septiembre. • SIEMBRAS TARDÍAS: Azabache: Variedad de planta muy vigorosa, monopistilar y de elevada y continua producción. Fruto oscuro, recto y acanalado. Recomendado para siembras de septiembre y octubre. Para siembras medias y tardías. Alegro: Planta abierta, de hoja pequeña muy vigorosa y con excelente rebrote. Especialmente adaptada al frío y excelente comportamiento frente a la amarillez. Fruto de color oscuro acanalado, de longitud homogénea y conservación excelente. Brasilia: Variedad indicada para ciclos tardíos por su gran vigor, siendo de 1-2 frutos por entrenudo, bien estriados, manteniendo su alta calidad en el rebrote. Sydney: Variedad indicada para ciclos tardíos, por mantener una buena longitud del fruto y producción en este ciclo, manteniendo un rebrote abierto con frutos oscuros y estriados. Polar: Variedad tolerante a CVYV, CYSDV y a oidio. Vigor muy alto, ideal para siembras tardías. Frutos cilíndricos que mantiene una buena longitud durante todo el ciclo de cultivo. Cyrco: Variedad ideal para los ciclos más tardíos de final de septiembre y octubre. Alta producción en invierno. Kercus: Planta rústica y vigorosa de entrenudos medios, monopistilar. Adaptada a cultivos medios tardíos de invierno, por su buen comportamiento frente al frío y gran rebrote. Frutos largos, de color verde oscuro ligeramente acanalados. Resistente a CVYV y CYSDV. Columbia: Plantas de buen vigor adaptadas a siembras tardías. Emite predominantemente una flor por entrenudo. Frutos muy homogéneos, de color oscuro, largos, bien rellenos, ligeramente acanalados y con muy poco cuello. Tolerante a CVYV. PEPINOS TIPO “FRANCÉS”

Adrián: Variedad de pepino francés indicado para épocas de calor. Su planta es abierta y tiene poca presencia de tallos axilares los que permite una densidad de dos plantas por metro cuadrado. Tiene 1-2 frutos por entrenudo. Su fruto tiene ausencia de amargor y buena consistencia, de color oscuro y muy uniforme, con densidad de espinas media – baja. Caman: Variedad indicada para siembras de septiembre, hojas medias con tallos axilares vigorosos, con frutos muy oscuros y manteniendo una buena longitud durante todo el ciclo. Midi: Planta vigorosa, abierta de escaso follaje y de largo recorrido, de floración ginoica y gran precocidad. Fruto medio largo, oscuro, con espinas y de larga conservación. Variedad tolerante a CVYV. Siembras para todo el ciclo.

( 700 ]

El cultivo del pepino bajo invernadero

Alcázar: Variedad de planta muy vigorosa y de crecimiento fácil en invierno. Fruto recto y muy oscuro. Para trasplantes de octubre y noviembre. Alta producción en invierno. Kenia: Variedad partenocárpica muy vigorosa con emisión de tallos laterales. Frutos cilíndricos de color oscuro, provisto de espinas. Tolerancia a CVYV y a oidio. Llanoverde: Variedad partenocárpica de planta abierta, aconsejada para siembras tempranas de otoño primavera. Frutos de 20 cm de longitud y de color verde oscuro. Se caracteriza por su uniformidad y buena precocidad en la producción. Tolerante a CVYV, CYSDV y oidio. Monteverde: Variedad partenocárpica de planta vigorosa y muy productiva, aconsejada para siembras tardías en otoño. Frutos de 18-20 cm de longitud de color verde muy oscuro. Los frutos son cilíndricos y mantienen la longitud durante todo el ciclo de cultivo. Tolerante al virus CVYV y oidio. Ríoverde: Variedad partenocárpica de planta vigorosa. Se caracteriza por la uniformidad, tamaño y forma de sus frutos. Recomendada para plantaciones medias y tempranas de otoño y plantaciones de primavera. Tolerancia a CVYV. PEPINOS TIPO “ESPAÑOL”

Conil: Variedad de buen vigor, planta abierta de floración ginoica de gran precocidad y ciclo largo. Frutos de color muy oscuro y rápido en la formación de frutos, con espinas y con gran consistencia. Úbeda: Planta abierta, de floración ginoica y multipistilar. Variedad muy vigorosa que crece y produce muy bien en condiciones de días cortos y fríos. Excelente comportamiento frente a la amarillez. Fruto de color oscuro y con espinas. Buen aspecto comercial y buena conservación post-cosecha. Tolerante a CVYV. Neptuno: Planta vigorosa con 1-2 frutos por hoja y gran capacidad de producción. Recomendado para plantaciones medias de otoño (15 de agosto – 15 de septiembre) y tardías de primavera (febrero – abril). Produce frutos verdes oscuros con espinas, muy rectos y sin cuello. Alta capacidad de producción. Resistencia a CVYV y oidio. 4. ( LABORES CULTURALES ] 4.1. ( Siembra ]

El suelo debe de estar suelto, con bastante materia orgánica, (enarenado o no), y bien equilibrado de abonos minerales. El riego por goteo es importantísimo que riegue uniforme, es decir, que la uniformidad de los goteros sea máxima para así poder cubrir las necesidades hídricas sin problemas. La calidad del agua debe ser lo mejor posible, teniendo en cuenta que este cultivo obtiene sus mejores resultados en aguas que no sobrepasan 1 gramo de sal por litro de agua, los rendimientos van bajando proporcionalmente a medida que la sal aumenta, y a partir de los 2 gramos las producciones son generalmente muy bajas.

( 701 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

La ubicación del invernadero es también muy importante. Existen algunos parajes que por sus especiales características climatológicas podrían presentar problemas en plantaciones tardías, con una producción de invierno muy reducida y difícil de obtener. La preparación del suelo es relativamente fácil, con tal que existan una sanidad aceptable (limpieza de restos del cultivo anterior, malas hierbas, etc) y si se sospecha que la tierra puede tener nematodos, desinfectar. Es conveniente el análisis para aportar lo necesario en prevención de carencias o bloqueos. Siempre es aconsejable la abundante presencia de materia orgánica bien hecha y fermentada. Es conveniente que la tierra se haya humedecido previamente, y si el terreno está enarenado, se debe llegar a la tierra, sin escarbarla, dejando la semilla encima, y tapándola con un poco de arena o turba. Si se trata de tierra sin enarenar, se debe hacer un pequeño hoyo, donde se sitúa la semilla, y se tapa con un poco de tierra o turba. En el caso de que pudiera haber peligro de pérdidas en nascencia a consecuencia de la presencia de topos, ratones, pájaros u otros, es recomendable llevar la semilla a un semillero y plantarlas con cepellón con 2 o 3 hojas verdaderas. La siembra se efectúa directamente al suelo, en la proximidad del gotero para mantener la humedad lo más estable posible, que con las temperaturas normales de estas fechas, producen una nascencia muy alta a los 3 días, y a lo 5 días prácticamente está nacida toda la semilla. 4.2. ( Marco de plantación ]

En función del tipo de cultivo que se pretenda hacer, varía el marco de plantación. Así, para cultivos tempranos con intención de quitarles pronto del suelo para buscar un cultivo temprano de primavera, los marcos suelen ser más pequeños para dar mayor densidad al cultivo, en general se siembra a 1,5 m entre calles y a 0,4 m entre plantas, o bien a 1,2 m y a 0,5 m, dando una densidad aproximada a 16.000 plantas/ha. Cuando el cultivo es más tardío, o está el objetivo de llegar produciendo a pleno invierno, la densidad es menor para evitar la competencia de luz en las fechas con días más cortos, además de proporcionar mayor ventilación que redundará en un cultivo de menos problemas en la producción, con frutos de buena calidad. Los marcos en general son de 2 m entre líneas y 0,4 ó 0,5 m entre plantas, o bien 1,5 m y 0,5 ó 0,6 m, lo que significa de 10.000 a 12.000 plantas/ha. 4.3. ( Fecha de siembra ]

En el siguiente cuadro vemos las diferentes fechas de siembras y la recolección de los pepinos ALMERIA.

( 702 ]

El cultivo del pepino bajo invernadero

Cultivo

Ene

Feb

Mar

Abr

May

Jun

Jul

Ago

Sep

Oct

Nov

Dic

Ene

Feb

Mar

Abr

May

Jun

Jul

Ago

Sep

Oct

Nov

Dic

Otoño temprano Otoño medio Otoño tardío Cultivo Primavera Extra Temp. otoño Extra Tard. otoño

Siembra

Recolección

Inicio-fin de recolección

4.4. ( Poda y entutorado del pepino tipo “Almería” ]

Debido a su rápido crecimiento se comienza la poda a los pocos días. La poda pretende que se desarrolle únicamente el tallo principal y consiste en suprimir todas los tallos secundarios y frutos hasta una altura de 60 cm. A partir de ahí se eliminarán todos los brotes laterales y se dejarán los frutos. En algunas variedades, aparecen en las axilas de las hojas varios frutos, debe dejarse un solo fruto por cada axila del tallo principal. El entutorado consiste en realizar el giro del tallo en un tutor vertical de rafia, uno por planta, hasta la altura del alambre. Al llegar al alambre se dirige la planta hasta otro alambre, que se encuentra a 0,5 m dejando colgar la guía y uno o varios brotes secundarios. No se aconseja dejar caer la guía sobre el mismo alambre, porque se puede romper con facilidad. Tampoco es recomendable que el “emparrado” ocupe todo el espacio entre líneas porque no permite la entrada de luz entre las calles. Los frutos curvados y abortados se deben eliminar cuanto antes. Las hojas viejas, amarillas o con enfermedades se suprimirán de forma paulatina para favorecer la aireación. Cuando la humedad es demasiado alta, será necesario dar con una brocha a la base del tallo principal con una pasta de un fungicida TMTD y vinclozolina. En los restantes tipos de pepino la poda es muy similar, excepto que no se eliminan los brotes laterales, despuntando estos por encima de la segunda hoja. El entutorado se puede realizar como en el caso anterior con un hilo de rafia, o bien con mallas de cuadros de 15 x 15 cm extendidas verticalmente a lo largo de las líneas del cultivo. 5. ( RIEGOS Y FERTILIZACIÓN ] 5.1. ( Necesidades de agua del pepino ]

Para cultivar pepino ALMERIA, es muy importante mantener un nivel de hume-

( 703 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

dad constante y alto en el suelo para un óptimo desarrollo del sistema radicular. Para ello, es preciso que el suelo sea permeable, a fin de evitar acumulaciones de agua que provoquen asfixia radicular por encharcamiento. De esta forma, se favorece la penetración del agua y de las raíces. Es necesario que el bulbo de humedad sea amplio, lo que permitirá que las raíces adquieran amplitud necesaria para satisfacer las fuertes necesidades hídricas de este cultivo.  Cultivos enarenados En los terrenos enarenados, la raíz evoluciona preferentemente en la capa de materia orgánica situada entre la arena y la tierra, por lo cual, es una zona en que es necesario una humedad estable, que se consigue normalmente con una frecuencia de riego de 2 días, con un volumen de agua de 2 a 4 litros por planta y riego. Cuando el cultivo es adulto, con una altura superior a la del tutor, se produce un sombreo en el suelo, que coincide con una amortiguación de las temperaturas (entrando el otoño), por lo cual, la frecuencia puede rebajarse, aunque siempre hay que mantener la estabilidad de la humedad en el suelo, siendo suficiente con regar cada 3 ó 4 días, manteniendo los mismos volúmenes.  Cultivos en tierra Los cultivos en tierra, normalmente cuentan con un suelo bastante permeable con un porcentaje alto en arena, por lo que las pérdidas por percolación son mayores, y requieren un nivel alto de materia orgánica para regular al máximo la humedad en el suelo. Normalmente, los volúmenes de agua son mayores, especialmente en un principio, para buscar un bulbo amplio y superficial, difícil a veces de conseguir por la tendencia a caer en vertical, lo que obliga a regar cada día e incluso repetir el riego en el día. Una vez logrado un bulbo que permita la estabilidad de la raíz en una zona no muy profunda, los volúmenes de agua aplicados son parecidos a los suelos enarenados. Los volúmenes utilizados pueden ser al día 2 a 3 litros, repartidos en 1 ó 2 riegos. No obstante, en estas condiciones, se hace imprescindible para poder llevar un criterio de riego óptimo, hacer uso de tensiómetros para tomar la lectura correcta de las necesidades hídricas en cada momento, a la profundidad que se estime conveniente. El pepino es muy sensible a la salinidad, tanto del suelo como del agua de riego, repercutiendo negativamente en los rendimientos, curvado de frutos, quemaduras en los bordes de las hojas etc. Si no se puede emplear agua de mejor calidad, los riegos se realizarán a diario, manteniendo el tensiómetro entre 10-15 centibares para no producir asfixia radicular. Si el suelo es salino, se realizará una enmienda adecuada, en función del correspondiente análisis, y se practicarán lavados previos al cultivo después de asegurado un buen drenaje. En el cuadro siguiente, tenemos los consumos medios del cultivo de pepino ALMERIA en Invernadero. Este cuadro es muy práctico para calcular la cantidad de agua a aportar en un determinado periodo. El consumo está expresado en L/m2 * día.

( 704 ]

El cultivo del pepino bajo invernadero

Agosto Fecha 1 al 16 al transplante 15 31 *

1,63

Septiembre

Octubre

Noviembre

Diciembre

Enero

Febrero

1 al 15

16 al 30

1al 15

16 al 31

1 al 15

16 al 30

1al 15

16 al 31

1al 15

16 al 31

1al 15

16 al 28

2,95

3,68

3,8

4,21

3,39

2,4

2,04

1,78

1,41

1,19

1,31

1,53

1,69

1,48

2,75

3,04

3,51

3,39

2,4

2,04

1,94

1,41

1,19

1,31

1,53

1,69

1,38

2,28

2,81

2,83

2,4

2,04

1,98

1,41

1,46

1,31

1,53

1,69

1,14

2,11

2,26

2

2,04

1,94

1,41

1,46

1,31

1,53

1,69

1,05

1,7

1,6

1,7

1,94

1,55

1,46

1,31

1,53

1,69

*

*

*

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*

*

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FUENTE : DATOS DE LA ESTACIÓN EXPERIMENTAL DE CAJAMAR “ LAS PALMERILLAS”.

5.2. ( Fertirrigación ]

 Necesidades totales En condiciones normales, nos referimos a un cultivo sembrado desde finales de agosto hasta mediados de septiembre. Se empezaría la recolección a primeros de octubre, y se quitaría el cultivo en enero, con producción aproximada a las 100 toneladas por ha. Las necesidades para cubrir este ciclo serían las siguientes: • 450 U.F./ha de N. • 225 U.F./ha de P2O5. • 450 U.F./ha de K2O.

La distribución de estos elementos en el suelo puede hacerse de muchas formas, según el tipo de suelo que se disponga. Previamente al cultivo, es importante analizarlo, para corregir posibles desequilibrios mediante el abonado de fondo. La aportación de abono de fondo junto a la incorporación de materia orgánica podría ser la siguiente: • 250 kg/ha de Sulfato amónico 21%. • 600 kg/ha de Superfosfato de cal 18%. • 600 kg/ha de Sulfato de potasa 50%.

En el riego localizado, y distribuido proporcionalmente al estado de desarrollo, mediante la solución nutritiva, se incorporan: • 1.000 kg/ha Nitrato amónico 33,5%. • 200 kg/ha Fosfato monoamónico. • 350 kg/ha Nitrato potásico. • 100 kg/ha Sulfato de Magnesio.

En total se mantiene una relación de equilibrio de N:P:K, aproximada a 1:0,5:1, que puede extraer el cultivo de la solución del suelo en condiciones normales. Es importante considerar la incidencia de los microelementos en este cultivo, bastante exigente, en especial con manganeso, por lo cual deben emplearse los correctores de

( 705 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

manera periódica, preferentemente en el riego, y circunstancialmente vía foliar en combinación con los tratamientos fitosanitarios. El pepino ALMERIA es una especie bastante exigente en nutrición tanto en calidad como en cantidad, por lo cual es muy importante proporcionar un buen abono al cultivo. Debido a que factores tales como la temperatura, humedad, suelo, agua y otros influyen en la nutrición de las plantas, en su gran mayoría no pueden ser controlados, al menos fácilmente con el tipo de estructuras que disponemos, es importante en este cultivo tratar de proporcionar a la planta algo que le permita recoger del suelo los nutrientes que en ciertos momentos necesita y no le estamos adicionando con la fertirrigación. Por este motivo, es interesante proporcionar una especie de colchón amortiguador que permita a la planta seguir alimentándose lo más correctamente posible, nos referimos al aporte orgánico de fondo, que como se conoce, para esta especie es de elevada importancia. Una vez el terreno convenientemente preparado, es importante tratar de hacer una planificación del abonado de cobertera que vamos a necesitar para sacar adelante el cultivo, evitando confiarnos en el abonado orgánico y de fondo, teniéndolo solo presente como reserva para momentos de crisis y/o minimizar los errores que podamos cometer durante el abonado de cobertera. Como cualquier otra, la planta del pepino ha de mantener un equilibrio entre su parte vegetativa (raíces, tallos y hojas) y su parte generativa (flores y frutos). Un cultivo muy vegetativo nos daría poca producción y de mala calidad, además de una mayor susceptibilidad a enfermedades y un cultivo excesivamente generativo nos daría una producción rápida y baja. Por otro lado, conviene tener en cuenta que la planta del pepino necesita de un rápido crecimiento de sus raíces, ya que cuando comienza a producir éste se va frenando e incluso reduciendo. De todos es conocida la importancia que el fósforo tiene en esta etapa, por lo cual los aportes de este elemento al inicio del cultivo no se deben descuidar, y mantenerlos en un correcto nivel. Teniendo presente estas premisas, la planificación para el abonado de nuestro cultivo de pepino ALMERIA podría quedar del siguiente modo:  Los primeros cinco ó seis días previos a la germinación, conviene suministrar el agua necesaria, sin aportar abono para evitar problemas de salinidad que dañen la plántula y estimular el desarrollo de las primeras raíces. A continuación sería interesante realizar un análisis de suelo para conocer la riqueza del mismo.  Si nuestro suelo presenta una riqueza y niveles de nutrientes equilibrados, podremos empezar con un abonado estándar, en caso contrario tendremos que corregir los excesos o deficiencias que nos indique el análisis.

( 706 ]

El cultivo del pepino bajo invernadero

Conviene comenzar con un abonado no demasiado alto en conductividad para continuar estimulando las raíces y adicionando fósforo, para lo cual un equilibrio N/ K2O aconsejable sería 1/0,7 mientras es fósforo se puede adicionar con una concentración de 0,4-0,5 cc/L de ácido fosfórico del 55% y una conductividad, con la del agua de riego de un máximo de 2 dS/m, recomendable de 1,5. Intentar situar el nivel de pH entre 5,5 y 6,8 para una mejor absorción de los elementos, fundamentalmente los micros y el fósforo, por lo cual es recomendable que el fósforo sea aportado en forma de ácido, que es además económico.  En la cuarta semana, principio de la quinta, las plantas deberán tener ya un buen sistema radicular desarrollado, el cual hay que seguir estimulando, pero ya puede soportar una mayor concentración de nutrientes y por tanto una mayor conductividad en el suelo, con lo cual podemos pasar a un equilibrio N/K2O de 1/1, aumentando así algo el potasio que nos va hacer falta, principalmente cuando las densidades de plantación son muy altas como lo son en Almería. Además de ayudarnos a estimular la floración, aspecto de la planta que también demanda bastante fósforo, por lo que debemos de mantenerlo en los mismos niveles que hasta ahora. De esta forma obtendremos una conductividad aproximada recomendable de 2-2,3 dS/m.  Ya en la sexta semana la planta estará engordando el fruto que vamos a recolectar en la siguiente, nos interesa por tanto, obtener una planta generativa, para no perder precocidad ni producción, por lo cual debemos subir algo los niveles de potasio progresivamente hasta lograr un equilibrio N/K2O de 1/1,3; como es sabido, este elemento está muy relacionado con los niveles de calidad de la fruta, principalmente en lo que se refiere a coloración, con CE recomendable de alrededor de 2,5 dS/m, no descuidando los niveles de Fósforo, ya que la planta necesita seguir produciendo flores de forma continua. Si bien podemos ya bajar algo las concentraciones iniciales hasta 0,2-0,25 cc/L de ácido. Este abonado puede parecer bajo en Nitrógeno, pero no lo es si queremos evitar un envejecimiento prematuro de la planta y una mayor sensibilidad a enfermedades como el Mildiu o la Alternaria.  Después de las primeras recolecciones, es un momento importante para realizar un análisis de suelo y conocer como tenemos el mismo, que es lo que la planta está explotando y rectificar nuestro abonado en el caso de desequilibrios, o continuar con nuestro equilibrio nutritivo. No obstante el estiércol aportado, comenzará a liberar más nutrientes en este momento, que coincide cuando la planta los va a necesitar en mayor cantidad, conviene no descuidarnos y comenzar también con los primeros aportes de microelementos cuya demanda se va a incrementar enseguida y de una forma fuerte, principalmente Hierro y Manganeso, mas minoritariamente el Magnesio, por lo cual conviene aportar algún compuesto rico en Fe y Mn, y algo de Sulfato de magnesio. Estos micros y oligoelementos van a incidir notoriamente en el color de la fruta, la calidad de la misma y la resistencia de la planta mientras sean aportados a tiempo y en cantidades suficientes, así, el color y el brillo de la fruta van a dar un buen aspecto comercial a la producción.

( 707 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

 A partir de aquí, la fertilización prácticamente se puede mantener, con pequeñas variaciones según la evolución del mismo, pero teniendo en cuenta la adición de micros para evitar pérdidas de calidad y producción, y la adición de K2O para mantener la firmeza del fruto y la resistencia de las plantas. En cuanto al aporte general de Nitrógeno, es interesante usar, siempre que pueda, el Nitrato de calcio, ya que el calcio es un elemento importante en la nutrición del pepino, y que aporta además de una mejora en la calidad, una mejor defensa de las plantas ante las enfermedades. La importancia del agua es de todos conocida en este cultivo cuya demanda es bastante grande sobre todo en la época de formación y engorde del fruto. En las primeras etapas del cultivo, casi es interesante una ligera disminución de los riegos para estimular el desarrollo radicular de las plantas que permita a la planta posteriormente un mejor aprovechamiento del agua contenida en el suelo, y de otro lado, es bastante menos problemático que cuando se realiza en una planta adulta ya en producción. 6. ( CULTIVO DE PEPINO EN SUSTRATO ]

 Composición y propiedades de los sustratos La lana de roca tiene como componentes un tipo de basalto, caliza y escorias de carbón. Estos elementos son mezclados juntos en una proporción de 4-1-1 a temperatura de 1.500 a 1.600º C y elaborados en forma de fibra. La lana de roca tiene una reacción ligeramente alcalina, por lo tanto el pH de la solución nutriente dentro de la tabla crecerá inicialmente. Después de un tiempo este efecto será neutralizado y la tabla puede ser considerada inerte. La perlita es un material de naturaleza volcánica y roca silícea. También se pude considerar inerte. Hay que cuidar que el plástico que recubre el sustrato tenga una resistencia de acuerdo a la duración de éste.  Calidad del agua de riego El uso de agua con alto contenido en cloro y sodio puede afectar a una reducción en la producción. Además, será necesario un aporte extra de solución nutritiva para lavar el sustrato y evitar una acumulación de sales. Los contenidos de cloro y sodio deberían de ser menores de 6 mmol/L. La utilización de aguas conteniendo bicarbonatos aumentan los niveles de pH en el sustrato y obligará a añadir más ácidos. También los contenidos de magnesio, calcio, zinc y hierro pueden ser importantes. Cantidades elevadas obligarían a lavados extras durante el cultivo. En nuestra zona, no hay problemas con estos elementos, pues las aguas tienen una cantidad de magnesio suficiente para el pepino y son deficitarias en calcio.  Solución nutritiva Tanto la lana de roca como la perlita no contienen nutrientes, por lo cual, se ne-

( 708 ]

El cultivo del pepino bajo invernadero

cesitan riegos continuos con la solución nutritiva. En general, la perlita requiere riegos más largos, pero menos frecuentes. La solución nutritiva para el cultivo de pepino puede ser la siguiente: Macroelementos

Microelementos

NO3-

14,25 mmol/L

Fe

20-25 mmmol/L

H2PO4SO42 NH4+ K+

1,25 - 1.50 mmol/L

Mn

15 mmmol/L

1,25 mmol/L

Zn

5 mmmol/L

0,50 mmol/L

B

25 mmmlo/L

6,50 mmol/L

Cu

0,75 mmmol/L

Ca++ Mg++

4,25 - 4.75 mmol/L

Mo

0,50 mmmol/L

1,30 - 1.50 mmol/L

 Solución nutritiva en el sustrato La composición de la solución nutritiva en el sustrato no siempre tiene que ser igual que la solución base, debido a que ciertos iones pueden ser tomados con más facilidad por la planta. Los límites entre los que se tiene que mover la solución nutritiva en el sustrato se pueden ver en la tabla siguiente: MEDIDA IDEAL LÍMITE

• E.C. dS/m • pH • NH4+ mmol/L • K+ mmol/L 6-7,5 • Na+ mmol/L • Ca++ mmol/L • Mg++ mmol/L • NO3- mmol/L • Cl- mmol/L • SO4= mmol/L • HCO3- mmol/L • H2PO4- mmol/L • Fe mmmol/L • Mn mmmol/L • Zn mmmol/L • B mmmol/L • Cu mmmol/L

3,0 5,5 < 6,0 6-10 < 6,0 6,5 3,0 18,0 < 6,0 3,5 < 1,0 1,5 15 7 7 60 0,8

2,5-3,5 5,0-6,0 0,1-0,5 1-6 5-8 1,5-4,5 15-24 1-6 2,0-4,5 0,1-1,0 0,75-2,25 9-25 3-15 5-15 50-80 0,45-2,0

Conductividad eléctrica: Se aconseja regar con C.E. de 2 dS/m. Evitar grandes fluctuaciones en la conductividad.

( 709 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Cloro: Mantener su concentración lo más baja posible. Sus niveles se mantendrán a base de dar riegos extras. pH y fosfatos: El pH óptimo en el sustrato es de 5,5 - 6. En caso de que el pH suba por encima de 6,5 el contenido en Fosfatos caerá rápidamente debido a la reducción de su solubilidad. Nitrógeno, Potasio, Calcio y Magnesio: Tratar de mantener los niveles. Durante el cultivo se observarán caídas de estos niveles debido a los crecimientos periódicos de las necesidades de nutrientes por la planta. Normalmente, los niveles de nitrógeno son más bajos durante el periodo vegetativo, mientras que durante el periodo de producción bajan los niveles de potasio.  Sistema de riego En función de la superficie de explotación, se tiende a dos sistemas de riego: • En el agua de una balsa se hace directamente la solución nutritiva. Solo es aplicable a explotaciones pequeñas. • Aquel en que se colocan dos depósitos para la soluciones madres, las cuales se van dosificando en el agua de riego. Dentro de este sistema existen modelos más o menos sofisticados, los cuales controlan la CE y el pH.

Los materiales utilizados en tuberías, bombas, depósitos, etc, no deben ser corrosivos. En caso contrario, además de los daños directos que los abonos pueden causar sobre ellos, puede aparecer fitotoxicidad en los cultivos por disolución de materiales como Cu y Zn. Se necesitan goteros con espagueti y piqueta, con caudales de 2- 3 L/h. En este tipo de cultivos la uniformidad de los goteros es mucho más importante que los cultivos en suelo.  Normas básicas de manejo de cultivo Semillero: Para el cultivo de lana de roca el semillero debe hacerse en tacos de lana. Para el cultivo en perlita las plantas se hacen en cualquier tipo de sustrato. Terreno definitivo: Si el terreno no tiene buen drenaje se puede aportar una pequeña capa de arena, o bien poner plástico debajo de los sustratos para canalizar el agua de drenaje. Dos días antes de la plantación los sacos se saturan con solución nutritiva. En el momento de la plantación o poco después se hacen los cortes de drenajes. Un cultivo de pepino en sustrato tiene generalmente, una vegetación menos exuberante que en el suelo, es decir, que la relación masa foliar/fruto es más equilibrada, pudiéndose hacer plantaciones más densas. Medir el agua de drenaje, CE y pH todos los días, pues esto es lo que marca la pauta de riegos y abonados. Analizar mensualmente los iones de drenaje. Tomar las muestras de análisis en varios sitios distintos de la parcela.

( 710 ]

El cultivo del pepino bajo invernadero

7. ( FISIOPATÍAS, PLAGAS, ENFERMEDADES Y VIRUS ] 7.1. ( Fisiopatías ]

 Quemados de la zona apical del pepino Se produce en los meses de septiembre y octubre por “golpe de sol” o por excesiva transpiración. Para evitarlo es necesario sombrear. Se recomienda dejar los dos tallos más próximos al brote principal al hacer la poda, para poder dejar uno de ellos como principal en el caso de que se queme éste.  Rayado de los frutos Son unas rajas longitudinales de poca profundidad y que cicatrizan pronto. También se le llama “piel de lagarto”. Aunque no producen podredumbres, deprecian el fruto. Esta alteración se presenta en épocas muy frías, con cambios bruscos de humedad y temperatura entre el día y la noche. Para evitarlo hay que manejar bien los riegos y ventilar.  Curvado y estrechamiento de la punta de los frutos El motivo de esta fisiopatía no está suficiente claro. Influyen varios factores: abonado inadecuado , falta de agua, salinidad, variedad, trips, altas temperaturas, exceso de producción, e incluso puede ser varietal. Para luchar contra este problema es necesario actuar sobre los distintos factores que lo producen.  Anieblado de frutos Es una fisiopatía que se da en todas la cucurbitáceas. Se produce un aclareo de frutos, de forma natural, cuando están recién cuajados: los frutos amarillean, se arrugan y abortan. Se debe a una carga excesiva de frutos, a la falta de agua y nutrientes o a ambas cosas. Para evitarlo hay que manejar correctamente el fertirriego.  Marchitez En las plantaciones de pepino ALMERIA se observa con mucha frecuencia una marchitez transitoria; a pesar de disponer de suficiente humedad en el suelo. Esta alteración se presenta como consecuencia de una humedad relativa muy baja, produciéndose un desequilibrio entre la transpiración y la absorción radicular. Además de esta causa, la marchitez de los pepinos puede ser debida a: falta de agua en el suelo, asfixia de raíz por exceso de agua, ataque de nemátodos, otros patógenos de suelo, etc. Cuando se observe el síntoma de marchitez, es preciso averiguar la causa y actuar en consecuencia. Si el motivo es una baja humedad relativa, se debe disminuir la temperatura del recinto mediante sombreos y/o ventilación, llenar las canalillas de agua, acolchar el suelo con plástico y vertiendo agua encima, etc. El pepino es la hortaliza más exigente en la humedad relativa, junto con la col china, por lo que se debe procurar que se encuentre lo más próxima posible al 80-90%.  Amarilleo en fruto de pepino Se manifiesta mediante una coloración amarilla en los frutos, que parte desde la cicatriz estilar y avanza progresivamente hasta ocupar gran parte de la piel del fruto.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Causas del amarilleo: El color amarillo es el color de maduración de un fruto de pepino, por tanto, hay que pensar que cuando esta coloración aparece, el fruto está fisiológicamente acabado y maduro. La incógnita se produce, cuando la coloración se manifiesta en frutos jóvenes y de poco tamaño y peso. Este es un fenómeno habitual en épocas frías, en que el metabolismo de la planta se reduce, y por tanto, el fruto pierde la capacidad de desarrollarse plenamente, y se produce su maduración anticipada. En el caso actual, aún las temperaturas son satisfactorias, por lo que las causas habrá que buscarlas en los fenómenos que, aparte de la baja actividad de la planta en una época fría, induzcan una maduración anticipada, y entre otras, se podrían citar las siguientes: • Exceso de nitrógeno: Cuando esto se produce, la planta se pone muy frondosa, tierna y quebradiza, el fruto toma un tamaño grande, pero una coloración verde pálido, con tonos amarillentos, que no llegan a dar un color oscuro. • Falta de luz: Es de alguna manera consecuencia de lo anterior, en plantas que adquieren una fuerza exuberante, que impide que al fruto le llegue la cantidad de luz necesaria para que forme suficiente clorofila, quedando de un aspecto pálido y sin brillo, de escaso valor comercial. • Exceso de potasio: Si la relación de equilibrio aportada mediante la fertirrigación, va excedida en potasa, la planta toma una coloración verde oscuro, con entrenudos muy cortos, y el fruto empieza con un color oscuro muy acusado, pero a medida que va desarrollando, adquiere una maduración rápida, y como consecuencia, hay una tendencia al amarilleo antes que tome el tamaño comercial necesario. • Conductividad muy alta en el suelo: Con una presencia alta de sales en el suelo, la conductividad se eleva, y se pueden producir los trastornos clásicos de una dureza en la planta que limita el desarrollo del fruto, obteniéndose unos pepinos pequeños, afilados por las puntas, y con una tendencia a amarillear con gran rapidez. • Fuertes deshidrataciones: Con bastante frecuencia, en esta campaña se han producido golpes de calor, acompañados de escasa ventilación, que han producido en las plantas graves deshidrataciones, tanto a nivel foliar como en las capas superficiales del suelo, que han limitado la capacidad de evolución de la planta en condiciones normales, sufriendo numerosos estados de estrés, que en el fruto se han manifestado por un endurecimiento rápido y una maduración anticipada. • Soluciones: Para evitar este tipo de problemas, es importante contar con plantas bien iluminadas, con un marco de plantación que vaya de acuerdo con el tipo de poda y entutorado, para que le permita una entrada de luz a todo el fruto que salga. Recordemos

( 712 ]

El cultivo del pepino bajo invernadero

que a marcos de plantación más espesos, las podas deberán ser más rigurosas, e incluso, cuando los días acorten su número de horas de luz, y la intensidad de esta disminuya, la producción tendrá serios problemas para dar los kilos necesarios y la calidad apropiada. En cualquier tipo de planta, es muy importante una relación de equilibrio de nutrientes que se ajuste a sus necesidades. En pepino es aún más importante, porque tanto un exceso como un defecto, en alguno de los elementos puede provocar un parón vegetativo cuyas repercusiones en el fruto son inmediatas, son síntomas de endurecimiento general, amarilleo de los frutos de cierta calibre y deshidratado con afilamiento de las puntas de lo más pequeños, quedando la planta colapsada y con difícil recuperación. Siempre es conveniente contar con aguas de buena calidad, con suelos equilibrados y con materia orgánica suficiente. Es buena medida la aportación de ácidos húmicos de forma periódica cuando el nivel de materia orgánica es deficiente, para evitar bloqueos y mantener un nivel óptimo de fertilidad en el suelo. Otro factor muy importante, es mantener unas condiciones ambientales apropiadas en un cultivo tan sensible, y para ello, nada mejor que contar con un invernadero de altura que permita una buena cámara de aire, de dimensiones estrechas y pequeñas, de fácil ventilación y buena hermeticidad para cuando sea necesario, sombrearle la cubierta si es preciso. 7.2. ( Principales plagas del pepino ]

• Araña roja (Tetranychus urticae) Síntomas: Los primeros síntomas se aprecian en el haz de las hojas con manchas amarillentas, mientras que en el envés se observa la presencia de las arañas. Daños: Los daños son debidos al debilitamiento de la planta como consecuencia de las numerosas picaduras para su alimentación, así como la disminución de las funciones de las hojas que terminan por secarse. Control: Durante el cultivo se debe vigilar cualquier foco que aparezca tratándolo antes de que se extienda. Para evitar la entrada se deben cubrir las bandas con malla mosquitera. Además de las medidas anteriores, en los tratamientos químicos se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones: tratar en los primeros estados de crecimiento de las plantas. Los productos más aconsejables son: • Dicofol + tetradifon. • Amitraz (principalmente para huevos y larvas). • Fenbutestan (para huevos y larvas). • Flufenoxuron. • Abecmectina (formas móviles). • Tebunfepirad. • Propargita (para larvas y adultos). • Hexitiazox.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Mosca blanca (Bemisia tabaci) Síntomas: Los adultos colonizan el envés de las hojas. Esta plaga ocasiona dos tipos de daños. Los directos son producidos por la succión de la savia de las hojas, efectuada por larvas y adultos, con el debilitamiento del cultivo, además de la melaza producida donde se asienta el hongo de la negrilla, lo cual dificulta el desarrollo normal de la planta, aparte de la depreciación de los frutos. Sin embargo los daños más importantes son los indirectos, a actuar estos insectos como vectores del virus del amarilleamiento del pepino y melón (CuYV). Biología: Los adultos procedentes del exterior (malas hierbas) se localizan en el envés de las hojas jóvenes donde se alimentan y realizan las puestas. De los huevos nacen las larvas que pasan por varios estadios hasta transformarse en pupa. Las poblaciones se superponen y en cada momento existen huevos, larvas, pupas y adultos, siendo muy numeroso el número de generaciones a lo largo del año. Control: Como medidas preventivas y prácticas culturales se aconseja las siguientes: colocación de mallas en las bandas del invernadero y evitar los rotos y aberturas, eliminación de malas hierbas y restos de cultivo en el interior y sus alrededores, colocación de trampas amarillas, evitar la contaminación de plantas del semillero, etc. Los tratamientos químicos se deben realizar mojando bien el envés de las hojas, empleando mojantes en los caldos. Como consecuencia del enorme poder de multiplicación, el control químico es difícil, debiéndose de extremar las precauciones por producir virosis, vigilando las plantas más próximas a las bandas y realizando tratamiento preventivos. Las materias activas más usuales para esta plaga son : • Alfa-cipermetrin • Piriproxifen • Imidacloprid

• Buprofenzin • Permetrin

• Piridaben • Teflubenzuron

Control biológico: Enemigos naturales: Entre los enemigos naturales que son parásitos de larva de mosca blanca se encuentran los siguientes: Encarsia formosa, Eretmocerus mundus Productos biológicos: De los productos biológicos existen preparados para el control de mosca blanca con la chinche depredadora Macrolophus caliginosus, el coleóptero Delphatus pusillus, los parasitoides de larva Encarsia formosa, Eretmocerus sp., y los patógenos Verticillium lecanii, Beauveria bassiana, etc., y un producto a base de sales potásicas de ácidos grasos. • Trips (Frankliniella occidentalis) Biología: Las puestas de huevos las realizan las hembras adultas de forma aislada dentro de los tejidos de donde salen las larvas; que recién nacidas son de color blanco y que conforme van creciendo, van tomando una coloración más amarillenta y oscura hasta alcanzar el estadio de pupa inmóvil y el estado de adulto. Las larvas y adultos pueden localizarse en todas las partes de la planta abundado sobre todo en las

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El cultivo del pepino bajo invernadero

flores, donde se refugian y son difíciles de ver. Se alimentan picando las células vegetales vaciándolas de su contenido y también del polen de las flores. Daños: En las hojas se observan unas placas o manchas plateadas y brillantes que con el tiempo se necrosan. En las flores, los daños se traducen a malformaciones. En frutos son los daños más importantes, ya que afecta al valor comercial del fruto. Las picaduras producen además de las manchas plateadas, malformaciones que dan frutos irregulares y torcidos o curvados. Control: Para la lucha contra la plaga del trips debe comenzarse por una serie de recomendaciones culturales, ya indicadas en el control para la mosca blanca. En cuanto a las materias activas más aconsejables son: • Formetanato • Cipermetrin • Clorpirifos-metil • Talometrina • Acrinatrin • Fosalone • Metiocarb • Malation

Control biológico: Enemigos naturales: De los enemigos naturales destacan los ácaros fitoseidos depredadores Amblyseius barkeri y los heterópteros del género Orius. • Minador (Liriomyza spp.) Las hembras adultas de minadores realizan las puestas dentro del tejido de hojas jóvenes donde comienza a desarrollarse una larva en su interior que se alimenta del parénquima de la hoja ocasionando las típicas galerías. La forma de las galerías es diferente aunque no siempre distinguible entre especies y cultivos. Una vez finalizado el desarrollo, las larvas salen de las hojas para pupar, lo cual suelen realizar en el suelo o en hojas, emergiendo los adultos al final de este estado. Control: Las materias activas más aconsejables son las siguientes: • Abacmectina • Ciromacina

Control biológico: Enemigos naturales: Son numerosas las especies de parásitos de larvas de minadores que pueden encontrarse en nuestra zona. Las especies más empleadas son dos himennópteros parásitos: Diglyphus isaea y Dacnusa sibirica. • Rosquilla verde (Spodoptera exigua) Síntomas: Las hojas tienen zonas comidas en forma redondeada y distribuidas por toda ella. Las larvas pequeñas dejan la epidermis de las hojas. En fruto, se puede observar hendiduras superficiales o comeduras que marcan los frutos. Biología: Las mariposas depositan los huevos sobre el envés de las hojas en plastones de 10 a 250 huevos por plastón. Las larvas recién eclosionadas se agrupan sobre los tallos y hojas. Las larvas más desarrolladas tienen tendencia a vivir aisladamente causando los mayores daños. Su mayor actividad es durante la noche.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Control: En cuanto a las materias activas más adecuadas son las siguientes: • Permetrina• Triclorfon • Cipermetrina • Bacillus thurigiensis

Han aparecido una serie de productos que son inhibidores de la síntesis de la quitina, como hexaflumuron y teflubenzuron con muy buena mortalidad de larvas. Otro producto como la tebufenocida actúa acelerando la muda prematura que resulta letal. • Nemátodos (Meloidogyne spp) Los nematodos producen los típicos nódulos o engrosamientos en las raíces que le dan el nombre común de “batatilla”. Estas especies de nematodos penetran en las raíces de las plantas desde el suelo. Las hembras al ser fecundadas se llenan de huevos tomando un aspecto globoso dentro de las raíces. Esto unido a la hipertrofia que producen en los tejidos de las mismas, provoca en principio engrosamiento de las raíces secundarias en las que forma los típicos “rosarios”, causando deformación y engrosamiento general de toda la raíz de la planta en ataques más avanzados. Estos daños producen la obstrucción de vasos e impiden la absorción por las raíces, lo que se traduce en un menor desarrollo de la plantas y síntomas de marchitez en las horas de más calor, clorosis y enanismo. La distribución suele presentarse por rodales o líneas y se transmiten con facilidad por el agua de riego, con el calzado, con los aperos y con cualquier medio que transporte la tierra de un lugar infectado a otro que no lo esté. Control: Métodos preventivos y técnicas culturales: • Utilización de variedades resistentes en los cultivos. En parcelas con ataques anteriores es necesaria la desinfección de suelo antes de realizar una nueva plantación. • Plántulas sanas. Es muy importante comprobar la sanidad de estás, para evitar la infestación de las parcelas de cultivo.

Control biológico: Recientemente se ha desarrollado un preparado a base del hongo Arthrobotrys irregularis que tiene acción sobre nematodos. CONTROL POR MÉTODOS FÍSICOS:

• Esterilización por vapor. • Solarización. CONTROL QUÍMICO:

• En caso de ataques por rodales realizar tratamientos químicos localizados a dichos focos. • Utilizar solo los productos que están autorizados durante el cultivo. • Materias activas de posible uso durante el cultivo: carbofurano, etoprofos, oxamilo. • Materias activas de posible uso solamente en presiembra o pretraspante: benfuracarb, dicloropropeno, bromuro de metilo + cloropicrina, fenamifos, metan-sodio, metan-potasio.

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El cultivo del pepino bajo invernadero

7.3. ( Enfermedades del pepino ]

De entre las enfermedades más frecuentes que afectan al pepino conviene señalar las siguientes: • Fusarium oxysporum Este hongo está poco extendido. Afecta a plantas adultas permaneciendo en el suelo durante varios años. Síntomas: Sobre los tallos se forman chancros que se cubren de numerosos conidióforos y esporas. • Phytium Este hongo afecta principalmente a plántulas o plantas pequeñas, sin embargo se puede encontrar en plantas adultas, que normalmente termina con la planta. Síntomas: La enfermedad se caracteriza por un ligero marchitamiento de la planta, que en ocasiones va acompañado de una coloración verde oscura de las hojas, y casi siempre aparece una podredumbre blanda a nivel del cuello de la planta, incluso si hay mucha humedad cerca del mismo se pueden contemplar unas sustancias algodonosas que forman el micelio del hongo. Esta enfermedad es frecuentemente encontrada en siembras directas, en transplantes y en toda las fases del cultivo, siempre que haya altas temperaturas y elevada humedad del suelo. Control: Existen diferentes productos químicos que actúan como preventivos, e incluso como curativos, si el estado de la enfermedad no es muy avanzado, tales como propamocarb, etridiazol, himexazol, etc. Pero la mejor forma de controlar este problema es impidiendo que se den las condiciones ambientales apropiadas para el desarrollo del hongo, si bien es difícil controlar la temperatura, si es más fácil controlar la humedad del suelo a nivel de la planta, dando riegos cortos, principalmente al pie de las plantas, impidiendo así encharcamientos puntuales a nivel de cuello. También se ha demostrado que el aporcado de plantas favorece el desarrollo de esta enfermedad. • Rhizoctonia solani Síntomas: Este hongo es causante de una enfermedad similar a la anterior, por lo que su diagnóstico deberá realizarse mediante análisis en laboratorio. Es menos frecuente que el anterior, pero produce incluso daños más severos en las plantas afectadas, siendo más difícil de combatir con productos químicos. Control: Las medidas culturales descritas para el Phytium son efectivas y por supuesto las más económicas, también existen otros productos químicos curativos, cuyas materias activas son las siguientes: pencicuron, flutolanil, metil-tolclofos, etc. • Oidium Este enfermedad es producida por varios hongos entre los más frecuentes, Sphaeroteca fuliginea y Liveillula taúrica son los más frecuentes.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Síntomas: Los daños que produce no suelen ser graves, sin embargo en caso de fuertes infecciones en los que no se controla bien, suele producir necrosis de hojas, las cuales incluso terminan cayendo, disminuyendo la capacidad productiva de la planta. Produce unas manchas pulverulentas de color blanco tanto en el haz como en el envés de las hojas, llegando a afectar en ocasiones al tallo. Control: Es una enfermedad de fácil control, debido a la gran cantidad de productos químicos que existen de elevada eficacia. Sin embargo, es importante tratarla cuando aparecen los primeros síntomas, pues en caso contrario es más difícil de controlar y prácticamente se pueden arrancar cultivos con presencia de esta enfermedad sin haberla controlado completamente. Las materias activas más usuales son las siguientes: quinometionato, triflumizol, propiconazol, tetraconazol, etc. • Botrytis Al igual que el anterior, es otro de los hongos más conocidos y tradicionales en esté cultivo, aunque son varias especies la más conocida y frecuente es la Botrytis cinerea. Síntomas: Produce una podredumbre grisácea allí donde se instala, bien sea hoja, tallo, flor o fruto, llegando a producir importantes pérdidas. Es un hongo que aprovecha principalmente el tejido muerto de la planta para su instalación, así como heridas o ablandamientos, a partir de los cuales se propaga de forma rápida cuando las condiciones le son favorables, como el alto grado de humedad y tejidos ricos en Nitrógeno. Control: No existen productos químicos de reconocido efecto curativo, si bien son abundantes los de efectos preventivos como los siguientes: tiabendazol, carbendazima, benomilo, metil-tiofanato, procimidona, iprodiona, vinclozolina, diclofluanida, tiram, propineb, tebuconazol, clotarlonil, etc. Para la prevención es importante tener una buena ventilación en el invernadero así como una buena poda de tallos secundarios, flores abortadas y frutos deformados, para impedir la instalación del hongo. Marcos de plantación adecuados que permiten la mejor ventilación e iluminación de las plantas y abonados no abusivos de Nitrógeno. • Alternaria Es un hongo de no muy frecuente aparición y que tradicionalmente ha sido muy fácil de controlar con los productos fungicidas que existen en el mercado, sin embargo cada vez estamos viendo que es un hongo que en determinados años actúa con mucha agresividad llegando a producir importantes daños. Síntomas: Los síntomas más típicos son los de necrosis en hojas con círculos concéntricos que delatan la enfermedad, la cual está bien estimulada por las altas humedades y buenas temperaturas dentro del invernadero. Control: Como métodos de lucha lo más eficaz son los tratamientos fungicidas preventivos en aquellos lugares donde son frecuentes las infecciones de este hongo, y en

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El cultivo del pepino bajo invernadero

los períodos en que comienza a incrementarse la temperatura con una humedad bastante elevada, y como no, intentando mantener una buena ventilación del invernadero. Las materias activas de posible uso son: captan, difenoconazol, clotarlonil, folpet, polioxina-B, propineb. • Didymella bryoniae (Mycosphaerella citrulina) Se trata de un hongo que produce lesiones fundamentalmente en los frutos y el tallo, aunque también en las hojas. Síntomas: A veces se puede confundir con la botrytis, ya que produce también una podredumbre apical de los frutos, fundamentalmente aquellos con defectos de formación, si se corta se observa en el interior una depresión central con una tonalidad algo oscura, mientras que en el tallo la podredumbre es más oscura, y al cabo de algún tiempo se observan unos pequeños puntos negros que son los picnídios del hongo. En las hojas produce unas manchas de color verde pálido localizadas en el filo de las mismas, y que evolucionan a una coloración marrón seca. Control: En las heridas de la poda cuando hay condiciones favorables para la enfermedad se aconseja un tratamiento químico localizado en éstas. Las materias activas más utilizadas para esta enfermedad son: benomilo, metil-tiofanato y procimidona. • Mildiu (Pseudoperonospora cubensis) Esta es la enfermedad que junto con el Phytium, tiene peores consecuencias en un cultivo de pepino, ya que se desarrolla a gran velocidad a partir del momento en el que se detecta. El hongo se desarrolla con altas humedades y siempre que haya en algún momento presencia de agua, bien lluvia o rocío. Síntomas: El síntoma inicial es de una pequeña mancha amarillenta delimitada por los nervios de la hoja, lo que da un aspecto poligonal muy característico, y en pocas horas se puede ver como el envés de la hoja toma una tonalidad pardusca y termina apareciendo llena de filamentos violáceos abundantes que son las estructuras reproductoras del hongo, al mismo tiempo, la mancha se va necrosando y toma el característico color marrón final. Control: Es hoy por hoy uno de los hongos más peligrosos que existe para el pepino dada su rapidez de propagación y virulencia. Si bien existen una gran cantidad de productos que tienen efectos preventivos y curativos con mayor o menor éxito, es cierto que los más efectivos suelen producir una cierta parada vegetativa de la planta. Como técnicas culturales hay que evitar el exceso de humedad ventilando el invernadero, ir a marcos de plantaciones no muy densos y eliminar restos vegetales y malas hierbas. El control químico debe ir acompañado de las medidas culturales. Al observar los primeros síntomas, los tratamientos se realizarán con productos sistémicos asociados a uno preventivo, si se repiten tratamientos alternar las materias activas. Materias activas de posible uso:

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Preventivos / Contacto

Preventivos y curativos / Sistémicos

Captan Diclofluanida Fosetil-Al Mancozeb Metiram

Cimoxamilo + Mancozeb Benalaxil + Mancozeb Metalaxil + Mancozeb Diclofluanida + Tebuconazol Oxadixil + Mancozeb

7.4. ( Virosis ]

Los virus son agentes parásitos capaces de producir enfermedades en las plantas. Una característica importante es que son parásitos obligatorios, no pudiendo multiplicarse fuera de organismos vivos. Por lo tanto no pude hablarse de lucha química ya que cualquier producto que actuara contra el virus, lo haría contra la propia planta. Son incapaces de penetrar por si solos en otros organismos, necesitan agentes transmisores u otro mecanismo (heridas) que les permitan ponerse en contacto con las células vivas. • CMV (virus del mosaico del pepino) Síntomas: Causa mosaicos amarillo verdoso, deformaciones en hojas y enanismo de la planta. En general el virus causa una disminución importante de la producción. Los frutos muestran mosaicos y deformaciones. Transmisión: Se realiza por más de 75 especies de pulgones entre los que destaca Myzus persicae y Aphis gossypi. El insecto adquiere el virus muy rápidamente después de comer sobre plantas enfermas e inmediatamente es capaz de transmitirlo a las plantas sanas. • WMV-2 (virus del mosaico de la sandía-2) Síntomas: Se observan mosaicos a veces deformantes y reducción de la superficie foliar. En frutos se observan moteados. Transmisión: Se realiza de forma no persistente por unas 38 especies de pulgones • ZYMV (virus del mosaico amarillo del calabacín) Síntomas: Aparecen manchas verde oscuro a lo largo de los nervios, con abollonaduras y asimetría del limbo foliar, así como mosaicos foliares; sobre frutos aparecen deformaciones, mosaicos y abollonaduras. Transmisión: Se realiza de forma no persistente por varias especies de pulgones. CONTROL DE VIRUS TRANSMITIDOS POR ÁFIDOS (PULGONES)

Los métodos de lucha van encaminados a reducir las plantas huéspedes reservorio de virus y proteger a los cultivos de sus insectos vectores.

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El cultivo del pepino bajo invernadero

• Eliminación de malas hierbas en las parcelas y alrededores ya que actúan como reservorio de virus así como de sus insectos vectores. • Protección de semilleros para evitar contaminaciones precoces, reduciendo la gravedad de la enfermedad. Es necesario impedir la llegada de pulgones a los semilleros. • Utilización de mallas en los invernaderos, que dificulten la entrada de pulgones en los cultivos. Uso de variedades tolerantes o resistentes en los casos en que existan. • Eliminación de plantas afectadas. Para que no sirva de foco de infección deben quitarse lo más pronto posible. • Tratamientos insecticidas. Si disminuimos la población de vectores, también se reduce la posibilidad de transmisión. • SqMV (Virus del mosaico de la calabaza) Síntomas: Muchas razas dan lugar a la aparición de manchas cloróticas, clareamiento de las venas y posteriormente se recuperan, no observándose síntomas en frutos. Transmisión: Se realiza por semillas (embrión); además puede ser contacto entre hojas y durante operaciones culturales (poda, entutorado, etc) así como por insectos masticadores. Control: Como métodos de lucha más importantes: utilización de semillas libres de virus y evitar la transmisión mecánica en las operaciones de poda, procurando tocar las plantas lo menos posible y arrancar precozmente las enfermas para reducir las posibilidades de diseminación • CuYV (Virus del amarilleamiento del pepino) Transmisión: Se consideran como vectores las moscas blancas (T. vaporariorum y B. tabaci). Síntomas: En las hojas se observan mosaicos amarillos en las zonas internerviales con los nervios de color verde normal, no se observan síntomas en frutos sólo reducción del rendimiento. Control: Eliminación de malas hierbas de la parcela de cultivo y sus alrededores. • Protección de semilleros para evitar contaminaciones precoces. • Medidas culturales que impidan o disminuyan la presencia del vector, con mallas, trampas cromáticas, cultivos trampas, etc. • CVYV (Virus de las venas amarillas del pepino) Transmisión: Por mosca blanca (B. tabaci) no se transmite por contacto entre plantas; esta citada la transmisión por injerto y además se puede transmitir por inoculación mecánica. Síntomas: En hojas se marcan fuertemente los nervios secundarios con clorosis. Como quemaduras. En el fruto se aparece mosaico verde claro, verde oscuro, que lo hace no comercial. Control: Tratamientos químicos contra la mosca blanca en plantas sanas.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

8. ( RECOLECCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN ]

La recolección se realiza cuando los frutos alcanzan su madurez comercial, aunque los calibres varían según las preferencias de los diferentes mercados. La recolección se realiza cortando el pedúnculo con un cuchillo y dejando un trozo de un centímetro de longitud. La frecuencia de recogida esta en función de las condiciones ambientales (especialmente temperatura) y del mayor o menor tamaño que se desea en cada caso, variando desde varias veces por semana a comienzo del otoño, hasta más de ocho días en invierno. Debido a la gran cantidad de agua que constituye el fruto (95%) se debe evitar las deshidrataciones, realizando la corta en horas de poco calor y dejando las cajas con los frutos en un almacén o a la sombra, hasta su traslado al centro de comercialización. Debe evitarse el cortar frutos “no terminados” ni “pasados” que deprecian el resto de la partida. Algunos de los detalles indicadores de que los frutos están a punto son: uniformidad del diámetro, redondeo de la zona apical y piel más o menos oscura y más lisa. Si se retrasa la recolección, el fruto toma un tamaño demasiado grande y tiene poca capacidad de conservación. Si la comercialización se realiza a través de alhóndigas, se deben de separar por tamaños y calidades, sin embargo si se lleva a cooperativa, dichas clasificaciones, así como el plastificado, envasado, almacenamiento, y de transporte a destino, son realizados por la entidad. Los destinados al mercado deben reunir las siguientes características mínimas: estar enteros, sanos de aspecto fresco, limpios, sin humedad exterior, firmes y sin olores ni sabores extraños. Además deben de haber alcanzado el desarrollo normal, guardar las características de la variedad y ser más o menos rectos. 9. ( BIBLIOGRAFÍA ]  Alvear, C.; 1.991. Bruinsma Seeds. “Cultivo de pepino en sustratos”.  Aparicio, V.; 1.995. “Plagas y enfermedades de los principales cultivos hortícolas de la provincia de Almería”.  Castilla, Bretones, López–Gálvez.; 1.990. “Caracterización del cultivo del pepino en invernadero en Almería”. Estación experimental de Cajamar “las Palmerillas”.  Castilla, N. ; “Condiciones ambientales y mejoras técnicas de instalaciones en cucurbitáceas”. Estación experimental de Cajamar “las Palmerillas”.  Cuadrado, I.M.; 1.994. “Las virosis de las hortalizas en los cultivos de invernadero de Almería”. C.I.D.H. La Mojonera. Almería.  Documentos Técnicos Agrícolas.; 1.998. “Riego por goteo en un cultivo de pepino holandés en invernadero”. Estación experimental de Cajamar “las Palmerillas”.  Gómez, J.; 1.994. “Enfermedades causadas por hongos de suelo”. C.I.D.H. La Mojonera. Almería.  Gómez, V.; 1.994. “Otros hongos afectando partes aéreas”. C.I.D.H. La Mojonera. Almería.  López, Bretones.; 1.988. “Consideraciones de tipo climático del cultivo de pepino en los invernaderos de Almería”. Estación experimental de Cajamar “las Palmerillas”.  Nunhems Semillas.; 1.997. “Cultivo del pepino corto”.  Palomar, F.; 1.988. “Nuevas técnicas en horticultura”.  Pérez Alfonso, J.J.; 1.984. “Cultivo del pepino en invernadero”.  S&G Seeds.; 1.992. “Pepino holandés. Cultivo en invernadero”.  S&G Seeds.; 1.995. “Dossier. Doble cultivo de pepino holandés en otoño.

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( TEMA 21 ]

EL CULTIVO PROTEGIDO DEL CALABACÍN

María del Mar Cortés Martínez

Ingeniero Técnico Agrícola Consultora Agrícola

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El cultivo protegido del calabacín

1. ( DESCRIPCIÓN BOTÁNICA ]

El calabacín pertenece a la familia de las Cucurbitáceas, su nombre botánico es Cucurbita pepo. Es una planta anual, herbácea, de crecimiento indeterminado y porte rastrero. 2. ( MORFOLOGÍA DE LOS ÓRGANOS VEGETATIVOS Y PRODUCTIVOS DE PLANTA ]

( Sistema radicular ] Presenta un sistema radicular muy potente, donde la raíz principal axonomorfa alcanza un gran desarrollo en relación con las raíces secundarias, las cuales se extienden superficialmente. Aparecen a veces raíces adventicias en los entrenudos de los tallos cuando están en contacto con tierra húmeda.

( Tallo ] El calabacín posee un tallo principal herbáceo, grueso, anguloso, que puede alcanzar diversas alturas, que varía según la variedad, condiciones climáticas y de cultivo. El tallo es cilíndrico, y el grosor es diferente según la variedad de calabacín. Los entrenudos del tallo son más o menos cortos dependiendo del tipo de variedad. Para mejorar la calidad del fruto se debe guiar, aunque hay tipos de calabacín que no se pueden entutorar por el peso del calabacín.

( Hojas ] Las hojas son palmeadas, de limbo grande y sostenidas por alargados peciolos. Los peciolos parten del tallo, alternándose de forma helicoidal. Son largos, huecos, consistentes, con vellosidades y espinas cortas y finas distribuidas a lo largo del mismo. El limbo está formado por cinco lóbulos. En función de la variedad están más o menos pronunciados. Los nervios principales parten de la inserción del peciolo con la hoja dirigiéndose al centro de cada lóbulo y éstos a su vez se subdividen a los extremos de las hojas. El haz de las hojas es suave al tacto y el envés áspero, recubierto de espinas cortas a lo largo de las nerviaciones.

( Flores ] La planta es monoica, es decir, presenta flores femeninas y masculinas independientes en el mismo pie. Son vistosas, grandes de color amarillo y acampanadas. Una

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

de las características del cáliz es que es zigomorfo o irregular. Consta de cinco sépalos verdes y puntiagudos y de la corola es que es actinomorfa o regular. El pedúnculo de la flor masculina es largo y cilíndrico, pudiendo alcanzar una longitud de hasta 40 cm. La flor femenina se une al tallo por un corto y grueso pedúnculo de sección irregular pentagonal o hexagonal.

( Fruto ] El fruto es una baya carnosa, sin cavidad central, de color verde o amarillo. La piel es lisa y muy sensible a rozaduras. Es alargado, cilíndrico y con pedúnculo muy corto. 3. ( CONDICIONES DE CULTIVO ]

( Clima ] • Factores climáticos: Temperatura, humedad y luminosidad. El manejo racional de los factores climáticos de forma conjunta es fundamental para un correcto funcionamiento del cultivo, por estar relacionados entre sí. Temperatura: Temperatura mínima de germinación 10 ºC Temperatura máxima de germinación 40 ºC Temperatura óptima de germinación 25-30 ºC Temperatura óptima día 24-30 ºC Temperatura óptima noche 15-20 ºC Temperatura mínima biológica 10-12 ºC Temperatura mínima letal 0-2 ºC

La temperatura varía en función de las fases del cultivo: • Germinación: La temperatura óptima es de 20-25 ºC, la mínima de 15 ºC y la máxima de 40 ºC. • Crecimiento vegetativo: La temperatura óptima es de 25-30 ºC, la mínima de 10 ºC y la máxima de 35 ºC. • Floración: La temperatura óptima es de 20-25 ºC, la mínima de 10 ºC y la máxima de 35 ºC.

Humedad: La humedad relativa óptima está comprendida entre 70 – 80%. El calabacín es un cultivo exigente en agua, por lo que la producción dependerá de la humedad ambiental.

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El cultivo protegido del calabacín

Exceso de humedad en suelo puede provocar asfixia radicular, hongos, bacterias... Luminosidad: El calabacín es una planta muy exigente en luminosidad. Cuanto mayor luz mayor producción. La planta se desarrolla más rápido y la recolección es más frecuente.

( Suelo ] Requiere suelos de textura franca y profundos. Es muy exigente en materia orgánica. El pH óptimo del suelo está entre 5,5 y 6. Tolera moderadamente conductividades altas.

( Siembra ] Se suele hacer en siembra directa o por transplante (en su caso). El tiempo de nascencia es de 3-4 días a temperaturas próximas a 25 ºC.

( Marcos de plantación ] La densidad de plantación más habitual es de 1 planta / m2. Con marcos de 2 m x 0,75 m; 1 m x 1m; 1,33 m x 1 m; 1,5 m x 0,75 m dependiendo de la variedad y de la estructura del invernadero se ajustarán uno u otro. A veces se sitúan a tresbolillo.

( Prácticas culturales ] • Época de plantación: La plantación se puede establecer mediante siembra directa o por transplante. Lo más habitual es la siembra directa, con un tiempo de nascencia de 3-4 días y temperaturas próximas a 25 ºC. Hay varios ciclos: CICLO de otoño-invierno: plantación agosto, septiembre, octubre. CICLO de primavera: plantación diciembre, enero, febrero.

• Poda, enturonado y limpieza: Poda: El desarrollo de la planta se realiza a través de un tallo principal, limitándose la poda a la eliminación de alguna brotación lateral. Enturonado: Se debe procurar un crecimiento vertical del tallo, evitando que se incline. Se utiliza hilo de propileno (rafia), que se lía a lo largo del tallo a medida que se desarrolla la planta. Existen variedades tipo marrow que no se entutoran por el peso del fruto. Limpieza: Consiste en la eliminación de flores, y frutos que presenten deformaciones. • Polinización La utilización de fitorreguladores de síntesis para el cuajado está generalizado. La frecuencia de aplicación será:

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

• de 4 a 5 días con temperaturas altas y días largos. • de 7 a 10 días con temperaturas bajas y días cortos. • todos los días a la flor, sobre todo con temperaturas altas para evitar frutos terminados en punta.

• Fertirrigación: Las extracciones estimadas del cultivo son por 1000 kg de producción: 3,5 a 4,5 kg de N 0,8 a 2 kg de P2O5 4 a 6 kg de K2O 0,5 A 1,4 Kg de Mg

En el cultivo de calabacín existen varias fases de cultivo. Es recomendable realizar un análisis de suelo para comprobar los nutrientes del suelo y en función de éstos aportar los abonos necesarios. Después de la plantación se darán varios riegos sólo con agua. A los 15 días, la planta todavía no ha cuajado fruto. Desde el inicio del cuajado hasta el final del cultivo la planta está en plena floración. Para cultivo sin suelo se propone una solución nutritiva tipo: Macroelementos

mmo/L

Microelementos

micro-mol / L

NO3

10-12,5

Fe

16-30

H2PO4

1,5-1,8

Mn

14-16

SO4

1,25

Zn

2-3

NH4

0,5

B

14-16

K

7-8

Cu

1-1,5

Ca

3-4

Mo

0,5-1

Mg

2-2,5

• Recolección: El inicio de recolección se realiza entre los 30 días en verano hasta los 45 días en invierno, según variedad y fecha de plantación. Se recolecta antes de llegar a la madurez fisiológica. Ésta se efectuará diariamente o cada dos días. 4. ( ELECCIÓN DEL MATERIAL VEGETAL ]

( Otoño ] Las variedades más comunes para el ciclo de otoño se agrupan según su fecha de siembra:

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El cultivo protegido del calabacín

• Cultivo extratemprano: La fecha de siembra oscila del 1 al 15 de agosto. Cora: Es de color verde medio, precoz, vigorosa, productiva y con pocas estrías. Tosca: Es una variedad muy precoz, de vigor medio, adaptada a épocas de calor. Alta tolerancia a Oidio. • Cultivo temprano: La fecha de siembra oscila del 5 al 10 de septiembre. Cónsul: Es una variedad muy precoz de planta vigorosa y abierta. Frutos de color medio oscuro, con bastante brillo que le confiere un aspecto fresco y atractivo, de gran densidad lo que permite alargar su tiempo de conservación. Otelo: Es una variedad de vigor medio alto. Fruto cilíndrico, uniforme, y recto, de color verde medio oscuro. Productiva y de gran calidad. Chapin: Es una planta vigorosa, con hojas partidas y entrenudos cortos que facilitan la recolección. Frutos cilíndricos de color medio oscuro, con fondo jaspeado algo más claro. Carne blanca y firme. Variedad semi-precoz adaptada al cultivo de invernadero. Tempra: Variedad precoz y productiva. Frutos cilíndricos, rectos y de color medio brillante. Planta de follaje aireado, vigor medio y muy adaptada a cultivos de invernadero. Aguanta bien una vez recolectado. Belor: Planta de porte erecto, entrenudos cortos y follaje reducido. Cultivo en invernadero, túnel y aire libre. Fruto cilíndrico de color verde oscuro y brillante. Desprendimiento de flor fácil. • Cultivo medio: La fecha de siembra es del 5 al 10 de octubre. Vip: Es una planta compacta de entrenudos muy cortos, para cultivo en invernadero y ciclo corto. Producción alta y uniforme. Frutos de color medio brillante, cilíndricos, de unos 20 cm. Storr’s Green: Es una planta robusta de entrenudos cortos. De ciclo largo y elevada producción. Para invernaderos y aire libre. Frutos de color verde medio y cilíndricos. Diamante: Planta de porte abierto y buen vigor. Bien adaptada al aire libre y al invernadero. Buena resistencia al frío para siembras de otoño y primavera temprano. Fruto cilíndrico, verde, de 18 a 20 cm de longitud. Precocidad: 50 días. • Cultivo tardío: La fecha de siembra oscila del 25 de octubre al 5 de noviembre Las características de las variedades de Storr’s green y Diamante se han citado anteriormente. Milenio: Es una planta vigorosa y compacta, con hojas erectas. Frutos cilíndricos de color verde muy oscuro y brillantes. Carne blanca y consistente. Variedad precoz y productiva, adaptada al cultivo de invernadero y al aire libre. Algo tolerante a podredumbre blanda.

( Primavera ] Las variedades para el ciclo de primavera son Cónsul, Otelo, Cora, Tosca. Las carac-

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

terísticas de estas variedades se han citado anteriormente. En primavera la tendencia de éstas es de frío a calor, con lo que el comportamiento de las variedades varía bastante. La fecha de siembra ideal para las variedades de Cónsul y de Otelo es del 1 al 10 de diciembre, y para las variedades de Cora y Tosca es durante los meses de enero y febrero. 5. ( PLAGAS, ENFERMEDADES, FISIOPATÍAS Y VIRUS ]

( Plagas ] • Araña roja, Tetranychus urticae Estos ácaros pueden aparecer en cualquier época del año. A menos de 12 ºC, no se desarrolla, y a más de 40 ºC se produce una gran mortalidad y se bloquea su desarrollo. Su aparición y desarrollo se ve favorecido por humedades bajas. • La reproducción es normalmente sexual. • Los huevos no fecundados dan lugar a machos mientras que los fertilizados dan lugar a machos y hembras. • Cada hembra adulta puede poner unos 100-120 huevos, con una frecuencia de 3-5 huevos por día, y su vida puede durar entre 20 y 28 días; mientras que la vida del macho es de 14 días. La proporción normal de hembras y machos en una población de esta plaga es 3:1.En condiciones favorables las generaciones se suceden sin interrupción durante todo el año. Los ataques suelen aparecer por focos, frecuentemente cerca de las malas hierbas como la correhuela o malva. Forman colonias en las que tejen capas de seda, pudiendo llegar a cubrir toda la hoja, creando con ello un microclima al retener la humedad producida por la transpiración de la planta, lo que le permite sobrevivir en climas muy secos, protegiéndose de los acaricidas y de los depredadores. Las sedas también les sirven como mecanismo de dispersión. El ciclo comprende 5 estados de desarrollo: • Huevo, larva, protoninfa, deutoninfa y adulto. La duración del ciclo oscila entre 30 días a 15,5 ºC y 7 días a 30 ºC. • Mosca blanca, Bemisia tabaci Colonizan la planta desde el inicio de los cultivos, la aparición depende las condiciones climáticas. El rango de temperatura para su desarrollo está entre 16 ºC y 34 ºC, temperaturas letales se sitúan por debajo de los 9 ºC y por encima de los 40 ºC. El umbral de temperatura para la oviposición es de 14 ºC. La fecundidad se reduce de manera notable al hacerlo la temperatura.

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El cultivo protegido del calabacín

La forma de reproducción es por partenogénesis. Las poblaciones de esta plaga se superponen en los tres estados de desarrollo, en condiciones de invernadero, pudiendo sucederse hasta 10 generaciones al año. La hembra prefiere las hojas jóvenes para ovipositar, a excepción de especies vegetales pilosas en las que se abstiene, sin embargo, parece ser, que prefiere una moderada pilosidad. El adulto puede distinguir entre especie vegetal y variedades. Uno de los factores más importantes es el color para su selección a gran distancia. Existe una correlación positiva entre la intensidad de luz y la atracción. El incremento poblacional se encuentra correlacionado positivamente con el de la concentración de N en la hoja. El ciclo presenta cuatro estados: huevo, larva, pupa y adulto. A su vez, el estado de larva tiene tres estadios: HI, II y III. El desarrollo completo puede durar un mes en total a una temperatura entre 22-25 ºC . • Minador o Submarino, Liriomyza trifolii La plaga aparece durante todo el año, si bien, las densidades varían en función de las condiciones ambientales y de la alimentación. La temperatura optima se sitúa en unos 25 ºC. La reproducción es por vía sexual. Cada hembra, en función de las condiciones ambientales, puede poner de 100 a 200 huevos. Las generaciones se suceden durante todo el año solapándose unas con otras, en condiciones óptimas, se pueden completar entre 9 y 10 generaciones al año. Para realizar las puestas, la hembra elige preferentemente cotiledones y hojas nuevas y tiernas. De todas las picaduras que se pueden observar en una hoja, sólo el 10-15% es debido a puestas, las restantes son producidas por la alimentación. El insecto pasa por los estados de huevo, 3 fases larvarias, pupa y adulto. La duración del ciclo está influenciada por la temperatura, dándose algunas variaciones entre especies, así, para L.huidobrensis el ciclo de desarrollo es de unos 16 días a 25-26 ºC. Además de la temperatura otros factores abióticos que influyen en la duración del ciclo son la humedad y la luz. • Pulgón, Aphis gossypii Pueden cerrar su ciclo biológico en cualquier época del ciclo de cultivo, si bien, prefiriendo las temperaturas altas. La temperatura óptima para el desarrollo es de 26 ºC, habiéndose observado una duración de su ciclo de 7 días a 24 ºC. Por encima de 30 ºC prácticamente no se reproduce.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Puede sobrevivir a temperaturas bajísimas, aunque temperaturas del orden de los 6 ºC producen una inmovilización del áfido. No necesitan el concurso del macho para su reproducción. Sus huevos son diploides y por este procedimiento se consigue: • Todos los individuos de la colonia procrean. • Las larvas recién nacidas ya poseen huevos diploides en formación desde su nacimiento, de forma que cuando llegan a adultos están en condiciones de producir nueva descendencia. Viviparidad. No poseen huevos, sino paren larvas, se evita el tiempo que tarda en madurar el huevo. Los pulgones recién nacidos están perfectamente capacitados para clavar el estilete, succionar savia y alimentarse casi de continuo, de manera que cierran el ciclo reproductivo, en el plazo de tiempo más breve. Polimorfismo. Pueden en un momento dado, producir individuos alados, capaces de emigrar en busca de mayor sustrato alimenticio. Esto se da, cuando la colonia necesita dispersarse. El aviso de la necesidad de dispersión se produce al haber superpoblación de individuos o al disminuir la calidad del alimento. En los invernaderos, la dispersión se produce dentro del mismo cultivo a lo largo de todo el año. En las formas ápteras se produce caminando por las hojas, entre hojas en contacto, por transporte pasivo por el hombre ó incluso por el suelo. En las formas aladas podemos distinguir dos tipos de movimientos ó vuelos: • Vuelos triviales ó dispersantes, son a corta distancia entre plantas y dentro de la parcela o proximidades. • Vuelos migratorios, los áfidos se desplazan a largas distancias ayudadas por corrientes de aire, en un transporte activo-pasivo. La distribución del pulgón en invernadero es típica por focos. Se sitúan normalmente en el envés de la hoja. La distribución dentro de líneas es más rápida (unas tres veces) que entre líneas, variando según densidad del cultivo y marco de plantación. Las primeras colonias suelen formarse en las zonas cercanas a las bandas. El desarrollo de las plantas, con gran cobertura vegetal en el momento de la invasión, limita más las poblaciones a las bandas, mientras que una menor densidad y cubierta vegetal, en estados fenológicos más tempranos, permite una distribución más aleatoria en la parcela. Las formas ápteras se observan con preferencia en el envés de la hoja habiéndose observado a distintos niveles de la planta según su estado de desarrollo. La dispersión de éstos es más rápida en los cultivos rastreros, que en los cultivos entutorados en los que las colonias suelen encontrarse más localizados en focos. Myzus persicae: Las formas aladas en sus vuelos alcanzan las plantas de manera diferencial en el haz de las hojas superiores.

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El cultivo protegido del calabacín

• Trip, Frankliniella occidentalis La presencia de F. Occidentalis a lo largo del año es ininterrumpida, encontrándose formas en todos sus estados. Los máximos poblacionales se encuentran en las épocas más cálidas del año. La temperatura mínima de desarrollo se sitúa alrededor de los 10 ºC y por encima de 35 ºC es muy elevada la mortalidad de las larvas. La humedad ambiental baja influye negativamente en la supervivencia de los estados inmaduros. Comúnmente las hembras no fecundadas sólo producen machos, mientras que las fecundadas pueden producir tanto machos como hembras. La proporción de machos en la población, aunque variable, según las estaciones, puede ser menor que la de las hembras, debido a que su longevidad es la mitad que la de ellas. Las hembras encuentran en el polen uno de los alimentos más adecuados para multiplicarse. La fecundidad de las hembras se encuentra muy relacionada con la cantidad y la calidad del alimento de que dispone, además de que varía con la temperatura, es distinta según el cultivo de que se trate. El número de generaciones se acorta con temperaturas altas. Una infestación de trips puede comenzar con la entrada de los insectos en el invernadero con el material vegetal. Más avanzada la estación, los adultos pueden entrar, volando desde el exterior. En un invernadero tipo Almería la entrada se realiza ayudada por los vientos dominantes y en muy pocas semanas. Finalmente los trips pueden hibernar en hendiduras y otros lugares recónditos reapareciendo en la estación siguiente. La infestación de trips empieza normalmente en una pocas plantas y luego se difunde gradualmente a todo el invernadero. Aunque es básicamente herbívoro, ya que se alimenta de tejidos superficiales de hojas, flores y frutos y además utiliza néctar y polen, también puede llegar a actuar como depredador. Las larvas y hembras de F. Occidentalis son depredadores de araña roja, Tetranychus urticae, incrementándose su actividad con el aumento de las poblaciones de araña. Sin embargo, su actividad depredadora se ve reducida con la presencia de hilos de seda segregados por las poblaciones de araña. El órgano elegido puede ser floral (los adultos tienen tendencia a colonizar las flores), una parte de la hoja o los tallos tiernos. Cuando las larvas han alcanzado el máximo desarrollo, dejan de alimentarse y buscan un lugar protegido de la luz para ninfosar. Generalmente lo suelen hacer en la hojarasca, los restos vegetales o en los primeros centímetros del suelo y, con menos frecuencia, sobre la epidermis de la planta. Finalmente emergen los adultos con lo que se completa el ciclo. Poco tiempo después comienzan a volar (preferentemente a las flores para alimentarse de polen). Las hembras iniciarán la puesta. La duración del ciclo biológico depende de la

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

temperatura, de la naturaleza del hospedante y de la calidad y cantidad del alimento disponible. En invernaderos, la duración del ciclo completo es muy corto, de tan sólo 14 días a 26 ºC. • Oruga Los máximos vuelos de adultos, según estudios realizados mediante trampas de luz y de feromonas, se producen: 1º enero -febrero 2º abril – mayo 3º junio- julio 4º agosto 5º septiembre–octubre

El intervalo de temperaturas que soportan para su desarrollo es muy amplio, estando comprendido entre 6 y 37 ºC, presentando además una gran resistencia a la desecación y a la humedad (entre 6 y 100% de humedad relativa). Poseen reproducción sexual, ovípara . El acoplamiento y puesta de las hembras se produce de 2 a 5 días después de la emergencia. Los huevos son puestos aisladamente, teniendo preferencia por el período de floración y por los brotes jóvenes. Las larvas comienzan alimentándose de las hojas, dañando la parte apical de la planta, en algunos casos hasta perdiéndola. La oruga pasa por estados de huevo, larva con 5-6 estadios, pupa y adulto. Se considera el ciclo biológico, continuo, en el que se superponen los distintos estados, pudiendo pasar el período invernal en forma de larva, ya que presenta una notoria resistencia al frío. El número de estadios larvarios varía según los individuos, y para poblaciones concretas, dependiendo de la alimentación y la temperatura, oscila entre 5 y 7. La duración del estado de larva oscila entre 9,6 días a 35 ºC y 47,3 días a 15 ºC . La duración del estado de crisálida (pupa) es 10 días a 35 ºC y 190 días a 15 ºC .

( Enfermedades ] • Oidio o Ceniza de las cucurbitáceas La lluvia, supone de forma indirecta, un aumento de la HR que reduce la esporulación, germinación y crecimiento del micelio, mientras que provoca un efecto favorable en la infección y supervivencia de los conidios. Las condiciones de sequía favorecen la colonización, esporulación y dispersión. La reproducción se realiza mediante esporas.

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El cultivo protegido del calabacín

En nuestras condiciones climáticas suele aparecer al comienzo de la primavera, tanto al aire libre como en invernadero. La enfermedad se produce a partir de las esporas llevadas por el viento. Estas germinan produciendo una hifa corta en cuya extremidad se forma un apresorio, dispositivo con el que se fija a la hoja. El rango de temperatura se sitúa entre 10-35 ºC. Se ha comprobado que la temperatura más adecuada para la germinación está entre 20-29 ºC, estando el óptimo a 26 ºC. Para el desarrollo y la esporulación, la temperatura óptima es de 20 ºC y, tanto el crecimiento, como el nº de conidios producidos, son elevados a temperaturas comprendidas entre 15-25 ºC, bajos a 10 ºC y casi nulos a temperaturas de 30 ºC. La humedad relativa (HR) óptima para el crecimiento de Sphaerotheca fuliginea es de aproximadamente un 70%. • Podredumbre gris o Botrytis Es la presencia de agua libre sobre las plantas lo que favorece las contaminaciones. En general, el mejor estado de nutrición del patógeno es su estado saprofítico. Otros factores que influyen en el comportamiento de Botrytis cinerea es la calidad de luz recibida. También lo es con una excesiva fertilización nitrogenada; situaciones de estrés (hídrico, térmico, luminoso...). La planta es más vulnerable en la proximidad de la cosecha de los primeros frutos. En el micelio se producen directamente las esporas asexuales en las células esporógeras separadamente o en conidióforos que pueden estar aislados, en racimos o densamente empaquetados. Parásito inespecífico que ataca a un amplio número de especies vegetales afectando a todos los cultivos hortícolas protegidos de Almería y que puede comportarse como parásito y como saprofito . El hongo pasa el verano, en la época de no cultivo, en el suelo, o adherido a restos vegetales, dentro del invernadero o en las lindes de este. Las conidias, son transportadas por el viento o el agua, se depositan en las flores o en hojas o en ramificaciones de la planta o en frutos. Las lesiones en los tallos se agrandan y profundizan rápidamente. Los frutos son invadidos a partir de su corola marchita. Germinan e invaden la planta dando lugar a podredumbres blandas, las zonas blandas y necrosadas originan nuevas conidias que completan el ciclo, volviendo a pasar la época estival en forma de micelio resistente. La temperatura ambiental optima oscila entre 20 y 25 ºC. Se desarrolla óptimamente en condiciones de alta humedad relativa (95%). Siendo este factor el más limitante para la infección. • Podredumbre blanda. Erwinia carotovora Son bacterias con gran capacidad saprofítica que pueden sobrevivir en el suelo, agua de riego y raíces de malas hierbas. Las condiciones favorables para el desarrollo

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

de la enfermedad son altas humedades relativas y temperaturas entre 25 y 35ºC, siendo la óptima 22 ºC.

( Fisiopatías ] • Anieblado de frutos La causa parece estar relacionada con un aclareo natural de la planta, agotamiento y falta e vigor vegetativo. Es muy común en cucurbitáceas, se producen frutos sin desarrollar. No obstante se debe vigilar el abonado para no provocar carencias en el momento de la fructificación. Los cambios bruscos de temperatura y de humedad relativa pueden en ocasiones provocar el anieblado de frutos. • Frutos terminados en punta Se debe a un desarrollo excesivo del pistilo de la flor como consecuencia de las bajas temperaturas nocturnas. Fruto alargado, terminado en punta. Se deben evitar las temperaturas bajas (menos de 10-15 ºC) y las altísimas temperaturas provocando falta de agua. Los cambios bruscos de temperatura también influyen, y la deficiencia de hormona para el cuajado. • Plateado Puede ser debido a una toxina que inyecta la mosca blanca (Bemisia tabaci). En las hojas aparece una coloración plateada, sobre todo más en las bandas de la parcela que en el centro o debajo de las ventanas cenitales. Existe una disminución en la producción de la planta. Para evitar esta fisiopatía se deben controlar los niveles de la plaga. • Frutos con flor pegada Se producen en plantas que soportan poblaciones altas de mosca blanca, y asociado con humedades relativas bajas. Se suele dar debajo de las aperturas cenitales y las bandas. Se deberán de controlar los niveles de mosca blanca.

( Virus ] En el cultivo de calabacín se distinguen varios tipos de virus: • Virus del mosaico del pepino (CMV) Se trata de un virus ampliamente difundido por todo el mundo especialmente en la zona templada. Este virus posee una gran variedad de huéspedes, habiéndose encontrado su presencia en 775 especies vegetales. Su forma de transmisión natural es por áfidos (pulgones), de forma no persistente, el insecto adquiere el virus rápidamente después de haber comido de plantas enfermas e

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El cultivo protegido del calabacín

inmediatamente es capaz de infectar plantas sanas pero por un corto periodo de tiempo. • Virus del amarilleamiento de las venas del pepino (CVYV) Ataca a las especies de la familia de las cucurbitáceas, el virus esta extendido por el Mediterráneo oriental. Hay citadas dos cepas el CVYV-Isr y CVYV-Jor que producen síntomas de aclareo de las nerviaciones. Produce disminución de la producción con un agotamiento de la planta, acentuándose en invierno. • Virus del mosaico amarillo del calabacín (ZYMV) Su transmisión se produce de forma no persistente (el insecto adquiere el virus rápidamente después de haber comido de plantas enfermas e inmediatamente es capaz de infectar plantas sanas pero por un corto periodo de tiempo) por áfidos , pulgones . • Virus 2 del mosaico de la sandía (WMV-2) Su transmisión se produce de forma no persistente (el insecto adquiere el virus rápidamente después de haber comido de plantas enfermas e inmediatamente es capaz de infectar plantas sanas pero por un corto periodo de tiempo) por áfidos, pulgones. Ataca principalmente a cucurbitáceas de forma individual o bien de forma mixta con el virus del mosaico del calabacín (ZYMV). 6. ( RECOLECCIÓN ]

Las recomendaciones de corte de calabacín van relacionados con la longitud del fruto, ésta se medirá entre el punto de unión con el pedúnculo y el extremo apical del fruto, de acuerdo con la escala siguiente, según el Soivre: • Calibre P: entre 7 y 14 cm. • Calibre M: entre 14 y 21 cm. • Calibre G: entre 21 y 30 cm. Cuando el calibrado se hace por peso, se hará la escala siguiente: • De 50 a 100 gramos. • De 100 a 225 gramos. • De 225 a 450 gramos. Atendiendo a la calidad, aspectos y defectos de forma, se clasifican en las siguientes categorías: • Categoría I • Categoría II • Categoría III

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

En las empresas de comercialización se debe hacer la trazabilidad, que consiste en realizar el seguimiento al producto desde que entra en el almacén, hasta que sale de éste. Cada parcela de la empresa será identificada con un número de referencia que se mantendrá hasta el envasado final del producto, con el fin de tener información por si hubiese algún problema en destino. 7. ( MERCADOS ]

La exportación del producto de calabacín se hace a Alemania con un porcentaje de 24%, a Francia con un 16%, a Holanda con un 11%, a Gran Bretaña con un 9% y a otros mercados con un 3%. La venta a mercado nacional oscila, por tanto alrededor de un 37%. Las exigencias de mercado Alemán son ajustar las calidades y costes a los precios. No precisa de calidades supremas, por lo que un producto estándar tiene buena acogida entre los consumidores. Se trata de ofertar un buen precio y efectuar un seguimiento de calidad estándar hasta la llegada de la mercancía a su punto de destino. Con respecto al mercado inglés se debe de cuidar las exigencias y calidades. Los clientes británicos exigen para trabajar con ellos un producto extra o de primera, con una buena planificación y ajustándose al máximo a ella. Las exigencias de protocolos son uno de sus puntos fuertes (Nature’s Choice, BRC, Eurep...). El calabacín tiene una producción escalonada. Se debe de huir de la producción extratemprana, pues el riesgo de virosis es mayor y no es muy rentable, pues la producción no supera los 4 kg/m2. Los precios más altos suelen oscilar entre los meses de diciembre, enero y febrero, como norma general, aunque algunos meses han llegado a valores altos

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( TEMA 22 ]

EL CULTIVO DE LA JUDÍA PARA VERDEO

Jesús Villalobos López

Ingeniero Técnico Agrícola Jefe del Departamento Técnico de Cabasc

El cultivo de la judía para verdeo

1. ( INTRODUCCIÓN ]

La judía de verdeo es un cultivo tradicional en la agricultura forzada de Almería. Está extendida a lo largo de toda la zona de invernaderos aunque existen lugares donde hay una mayor concentración y otros donde es un cultivo minoritario principalmente debido a las exigencias de cultivos y comerciales. No obstante, a lo largo de los últimos años ha sufrido unas modificaciones importantes tanto en tipos de judías como en sistema de cultivo adaptándose a las exigencias del mercado y aprovechando los últimos avances tecnológicos en el sistema de cultivo. Los tipos que de una manera mayoritaria se producen en nuestra zona son de rastra o mata alta tipo Perona y tipo Helda, y de mata baja tipo Striki - vaina redonda. La judía de verdeo es un cultivo especialmente sensible a la duración del día y a los cambios de temperatura. Pero a pesar de esta sensibilidad a las horas de luz e intensidad de la misma, se puede cultivar con producciones interesantes en cualquier fecha del año teniendo en cuenta que los invernaderos estén suficientemente adaptados. Buena prueba de ello es que, en zonas donde este cultivo está bastante extendido, se plantan judías todas las semanas del año, aunque existen tres ciclos mayoritarios: • Siembra

• Recolección

Agosto - Septiembre

Noviembre - Diciembre - Enero

Noviembre - Diciembre

Marzo - Abril - Mayo

Febrero - Marzo

Mayo - Junio - Julio

si bien estos periodos dependerán de si se ha cultivado judía de ciclo largo o corto. 2. ( MORFOLOGÍA DE LOS ÓRGANOS VEGETATIVOS Y PRODUCTIVOS DE LA PLANTA ]

La judía pertenece a la familia de las leguminosas, su nombre botánico es Phaseolus vulgaris. El sistema radicular es muy ligero, formado por la raíz principal y un número elevado de raíces secundarias que se ramifican bastante. No suelen alcanzar mucha profundidad, desarrollada la mayoría en una zona del suelo comprendida entre la superficie y 25 cm de profundidad. El tallo es herbáceo. Unas variedades son enanas y otras de enrame. Las primeras tienen el tallo bajo de 30 o 40 cm de porte erguido, las judías de enrame tienen un tallo de 2 a 3 metros de longitud, voluble que se enrolla en el soporte o tutor en sentido contrario a las agujas del reloj. Sus flores son de varios colores, aunque las variedades más importantes son blancas, forman racimos de 4 a 8 flores, generalmente cuyos pedúnculos nacen en las axilas de las hojas o en las terminales de algunos tallos. Los frutos son legumbres, en cuyo interior contienen la semilla, la forma, color y dimensión son características variables. Hay frutas de color verde amarillo, jaspeado de marrón o rojo sobre verde, los colores más apetecidos por el consumidor son el verde y el amarillo, las variedades que se cultivan en Almería son principalmente de vaina verde de forma cilíndrica o plana.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

El ciclo fisiológico de la judía se puede dividir en 4 bloques: • Germinación y nascencia de la semilla hasta plántula de 10-15 cm. • Desde plántula de 10-15 cm hasta el inicio de floración. • Inicio de la floración, formación de frutos comerciales e inicio de recolección. • Inicio de recolección, floración, desarrollo de fruta y final de cultivo.

Al igual que en el resto de cultivos, en el manejo y desarrollo de las plantaciones influyen conjuntamente la fertilización, el riego, condiciones de las instalaciones y parámetros de los que partían (textura del suelo, CE del agua de riego, tipo de arena, etc.) no obstante vamos a concretar unas normas generales del manejo de este cultivo:  Durante la germinación y nascencia de la planta la humedad debe ser constante y sin que se produzcan encharcamientos, un exceso de agua, sobre todo con temperaturas bajas, hará que la planta no nazca y durante esta etapa de 10-12 días debe ser suficiente el riego de siembra y un segundo riego corto de 1 L /m2 a los 4 ó 5 días, dependiendo siempre de la textura del suelo y si tiene algún tipo de cobertura. Durante este periodo el aporte de agua debe realizarse sin ningún tipo de nutrientes. Es importante al finalizar este periodo observar si ha habido algún tipo de fallo en germinación para reponer la planta lo antes posible consiguiendo así mayor uniformidad en la plantación.  A partir de aquí y hasta la floración, el equilibrio y abonado debe ser bajo en Nitrógeno pues la planta tiende a hacer un crecimiento vegetativo exuberante, llegando al momento de floración con una masa vegetativa excesiva. Este exceso de masa vegetal en consecuencia va en detrimento de la floración, produciendo pérdida de gran número de flores, exigiendo luego una acción de choque que disminuye la calidad y producción del cultivo. Según indica el estudio de diversas plantaciones y ensayos realizados el equilibrio que estimamos más interesante es: • N - 10, expresado como N • P - 15, expresado como P2O5 • K - 23, expresado como K2O

El riego medio que se estima conveniente en este periodo es de 3 L/m2 con una periodicidad de 4 días, si bien esto va a ser muy variable en función de lo que determine la condición climática cuyos parámetros ideales se expondrán posteriormente. La cantidad total de nutrientes aportada en cada uno de los riegos debe venir marcada por las características del agua y el suelo utilizando como media el aumento en 1 dS/m de la CE del riego y utilizando Nitrato potásico 13-0-46 y Fosfato monoamónico 12-60-0, el equilibrio anterior se consigue aportando 0,66 gramos de Nitrato potásico y 0,33 gramos de Fosfato monoamónico por cada litro de agua.  El tercer periodo que abarcaría desde el inicio de la floración hasta el principio de la recolección y que dependiendo de distintos factores debe durar entre 15 y 25 días, la

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El cultivo de la judía para verdeo

planta es muy exigente ya que cualquier carencia, en elementos fertilizantes o hídricos, repercute de manera desfavorable en la floración, mermando por tanto la producción. En este periodo coinciden fruto y flores desarrollándose por tanto el equilibrio de fertilización y generalmente debe mantenerse pero se deben de acortar los intervalos de riego y la CE debe incrementarse de 1,2 a 1,4 dS/m sobre la ya existente en el agua, si esta no es superior a 2,2 dS/m, manteniéndose en 0,8 dS/m si lo es. Este periodo es el momento en el que el equilibrio vegetativo y floración es crucial debiendo corregirse con mayor o menor aporte de nitrógeno si se encuentra algún desequilibrio. El cuarto periodo que abarca desde el inicio de recolección hasta finales del ciclo es el más largo, su duración dependerá de la variedad de plantas y de la fecha en que se realice la plantación. Este periodo puede durar entre 40 y 90 días. En esta etapa el desarrollo del fruto es continuo, lo mismo ocurre con la floración. Se obtiene producción que oscila mucho. Puede estar en una banda comprendida entre 1,5 kg/m2 en condiciones desfavorables (días cortos y fríos) y los 6 kg/m2 en días largos, temperaturas favorables y ciclos de 90 días de recolección. En este período el incremento de la cantidad de nitrógeno es importante a la vez que necesita también un mayor aporte de agua. El equilibrio que estimamos más interesante es: • N - 13 expresado como N • P - 12 expresado como P2O5 • K - 14 expresado como K2O

Parte del nitrógeno, se debe aportar como Nitrato cálcico soluble, debido a la imposibilidad de mezclar en un solo tanque el fósforo y el calcio. En los sistemas que lo permitan se dará un solo tipo de abonado, en los que no lo permitan se dará el riego alternativo aportando en uno y en otro el fósforo y el nitrato de calcio. Los riegos se darán con una media de 5 L/m2 con intervalos de 1 día, en campaña de primavera y de 3 días en la campaña de otoño, la CE se aumenta en 0,8-1 dS/m en la campaña de primavera y de 1-1,2 en la campaña de otoño. 3. ( CONDICIONES DE CULTIVO ] 3.1. ( Climáticas ]

Las exigencias térmicas del cultivo, es decir los parámetros ideales entre los que siempre nos tendríamos que mover para optimizar los resultados son: • Temperatura óptima del suelo • Temperatura ambiente para germinación • Temperatura mínima para germinación • Temperatura óptima durante el día • Temperatura óptima durante la noche • Temperatura máxima biológica

15 - 20 ºC 20 - 30 ºC 10 ºC 21 - 28 ºC 16 - 18 ºC 35 - 37 ºC

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Temperatura mínima biológica • Temperatura mínima letal • Temperatura óptima de polinización

10 - 14 ºC 0 - 2 ºC 15 - 25 ºC

La humedad relativa óptima durante la 1ª fase del cultivo es del 60% al 65% y a partir de esa del 65% al 75%. La luminosidad condiciona la fotosíntesis soportando la planta mayor temperatura a mayor luminosidad siempre que la humedad relativa sea la correcta. Las variedades de mata alta son 3 o 4 grados centígrados más exigentes en el mínimo biológico que las de mata baja. Una vez conocidos estos datos, lo importante es el manejo de la explotación para conseguir que estas condiciones sean lo más parecidas a las óptimas, siempre contando con que no disponemos de un total control sobre las mismas. Siempre ajustándonos a los ciclos anteriormente descritos, es necesario disminuir la temperatura que se obtiene en los invernaderos. Para ello es necesario blanquearlos con el fin de disminuir la capacidad de penetración del sol hasta conseguir que la temperatura máxima no supere los 32 ºC pues la transpiración sería excesiva y produciría desecación. En el primer estado de la planta en cultivos de agosto, septiembre y marzo, esta labor (el blanqueo) no debe ser necesaria en el resto de los ciclos. A partir de la primera floración (y siempre hablando de temperaturas), el cultivo ya no es tan exigente y aún debiendo ser controlada puede llegarse hasta los 40 ºC de máxima. Respecto a la humedad, es un aspecto bastante más difícil de controlar con las estructuras actuales. A pesar de ello, debemos hacer todo lo posible por conseguirlo. 3.2. ( Siembra ]

Las semillas deben ir siempre tratadas con fungicidas y debidamente seleccionadas. En la actualidad las plantaciones se realizan, bien en siembra directa o bien en plantas germinadas y desarrolladas en semilleros. Para la elección de uno u otro sistema se debe de haber tenido en cuenta si la temperatura existente en la explotación es suficiente para la germinación pues, aunque la plantación directa sufre menos problemas de desecación por excesiva transpiración en su primer ciclo, si la temperatura no es suficiente, la germinación será mala y provocará muchos fallos en la explotación. 3.3. ( Marcos de plantación ]

Antes de empezar a hablar de los marcos de plantación, es preciso recordar lo que se quiere conseguir en una explotación de judías de enrame: Una superficie lo más homogénea posible, tanto en su entutorado vertical como en su entutorado horizontal sin que existan zonas con excesiva vegetación o zonas con escasa vegetación o carente de ella. Esta aclaración se hace porque tradicionalmente el marco de plantación era de 1 m por 0,5 m con 4 o 5 semillas por golpe, en cambio, en la actualidad es de 2 m por 0,5 m con 2 o 3 semillas por golpe. Aún más, las tendencias más vanguardistas aconsejan 2 m por 0,5 m con 1 semilla por golpe, poniendo además del que soporte la planta, un tutor

( 744 ]

El cultivo de la judía para verdeo

vertical entre cada dos de ellas. Se consigue así una pared homogénea y sin excesiva vegetación que aumenta la cantidad y calidad de la producción total. En la actualidad existen algunas variedades para ciclos muy concretos con una gran precocidad y poca capacidad vegetativa que pueden aconsejar un marco un poco más estrecho no obstante estas son una excepción 3.4. ( Prácticas culturales ]

• Guía en el tutor

Según la variedad, las plantas necesitan en un principio ser liadas sobre los tutores (hilos de rafia) tanto verticales como horizontales. • Eliminación de hojas

En plantaciones, sobre todo de ciclo largo en el que el periodo de recolección es muy prolongado (en algunos casos de hasta 40 días), es necesario eliminar parte de las hojas más viejas (5-9). Esta operación se debe realizar en tiempo seco, en plantaciones donde ya se haya hecho una importante recolección (1,5 kg/m2-2,5 kg/m2), bien formadas y con abundante masa foliar. Esta práctica mejora la calidad y cantidad de la producción y disminuye el peligro de enfermedades y plagas por mejorar la ventilación y mayor penetración de los líquidos fitosanitarios (esta practica debido a la carestía de la mano de obra y a la utilización de variedades de ciclo corto sé ha perdido totalmente). 3.5. ( Recolección ]

La recolección se realizará cuantas veces sea necesaria según variedad y ciclo, pero en intervalos que van desde los 7 días hasta los 3 ya que el mercado es muy exigente en el tema de las vainas: deben ser tiernas y sin marcarse el grano. Según estos requisitos, las diferencias de precio son muy altas. 4. ( ENTUTORADO ]

La judía de rastra necesita de un tutor que soporte firmemente a la planta. El tutor más utilizado es el hilo de rafia, uno por planta y sujetándolo de forma vertical. Se ha comprobado que colocando un tutor más entre cada 2 plantas, la homogeneidad de la masa foliar es mucho más uniforme, mejorando la calidad y producción. Es importante también colocar tutores horizontales que irán situados sobre los alambres en la misma dirección que la línea de siembra, con una separación de 30 cm y una anchura total de 60 a120 cm. Existe en el mercado malla para entutorar aunque actualmente se está utilizando poco debido, principalmente, a su elevado costo y a no permitir la suficiente movilidad a la planta a la hora de su recolección.

( 745 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

5. ( PROBLEMAS FISIOLÓGICOS ]

El principal problema de la judía es la caída de las flores. La flor es el órgano más débil de la planta y cualquier deficiencia que ésta sufra la va a manifestar cayéndose. En la caída de la flor son muchos los factores que intervienen: • Cambios bruscos de temperatura. • Crecimiento vegetetivo excesivo. • Bajada de la humedad relativa. • Stress hídrico en el momento de la floración. • Exceso de temperatura. • Exceso de fertilización nitrogenada. • Tratamientos fitosanitarios que, sin llegar a ser fitotóxico, dañen la flor.

Este fenómeno, la caída de la flor, se suele producir en la primera floración, cuando aún la planta no tiene un equilibrio entre la floración, desarrollo del fruto y desarrollo vegetativo, por lo que es muy importante conseguir que la primera flores sean viables y produzcan fruto. Otro de los problemas más comunes es la aparición de hojas que amarillean y se marchitan. Este fenómeno es muy común en nuestra zona. Las hojas más viejas son las que más pronto lo manifiestan: primero amarillean y luego se marchitan a la vez que se puede observar también por el pedúnculo foliar unas manchas marrones rojizas. Algunas veces este problema se puede confundir con la roya Uromices phaseoli pero una vez estudiada y analizada la planta no se observan hongos de ningún tipo. El agente causante no es conocido pero si se han estudiado y definido algunos de los factores más influyentes en su aparición: • Bajada brusca de la humedad relativa. En la zona almeriense, después de la existencia de vientos de levante, la humedad relativa puede bajar a menos de un 30%. • Deficiencias hídricas. Falta de riego generalizado o zonas donde la humedad es menor por cualquier motivo. 6. ( PLAGAS Y ENFERMEDADES ] 6.1. ( Plagas ]

Pulgones

Pulgón negro de las habas (Aphis fabae). Pulgón verde del guisante (Acyrthosiphon pisum). Ambos forman colonias en las hojas jóvenes debilitando las plantas. Además, pueden transmitir enfermedades viróticas (virus) de las que son vectores. Los tratamientos insecticidas más adecuados son los efectuados con malatión, pirimicarb, imidacloprid etc.

( 746 ]

El cultivo de la judía para verdeo

Araña Roja (Tetranychus spp.)

Existe el riesgo de esta plaga cuando el ambiente es seco y la temperatura elevada. Se manifiesta su ataque por un amarillamiento cobrizo del follaje. Sobre las hojas se pueden observar numerosos puntos blanquecinos. Cuando el ataque es fuerte, las hojas se llegan a secar. Los tratamientos más indicados son los que se realizan con bifentrin, fenbutestan, bromopropilato, piradaben, etc. Mosca Blanca (Trialurodes vaporariorum y Bemisia tabaci)

Es una plaga muy bien conocida por todo invernaderista. El potencial de reproducción de estos insectos es muy elevado, por eso su control es tremendamente difícil. La mosca blanca se concentra principalmente en la cara inferior de las hojas más jóvenes. Para combatirla se pueden aplicar tratamientos con: alfacipermetrina, imidacloprid, piradaben, etc. Liriomyza trifolii

En la judía de invernadero el riego de esta plaga es continuo. Su ataque se manifiesta porque se puede observar la galería practicada por la larva entre las dos epidermis de la hoja. Esta plaga no ataca al fruto, pero su virulencia en la hoja es tal que debilita totalmente a la planta. Para controlarla, las plantas pueden ser tratadas con: ciromazina, único producto registrado en judía para esta plaga (la abamectina efectúa un buen control pero no existe actualmente registro en este cultivo). 6.2. ( Enfermedades fúngicas ]

Pythium spp.

En principio daña a las raicillas y posteriormente a los cotiledones. También ataca a las plantas jóvenes produciendo en las raíces y cuello zonas necróticas, caracterizadas por su color pardusco, que pueden acarrear la muerte de la planta. Esta enfermedad se puede combatir de forma preventiva. Para ello las semillas se tratarán con alguno de los siguientes productos: tiram (T.M.T.D.), captan, benomilo, etc. Además a estos productos conviene añadirle algún insecticida. Cuando la enfermedad ya se ha presentado en el invernadero, se pueden realizar con productos autorizados tiram, mancozeb, aunque su eficacia es relativa. Este problema en principio solo descrito sobre plántula, esta teniendo en la actualidad una incidencia muy alta en planta adulta, incluso en planta con fruto y en el momento de recolec-

( 747 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

ción, siendo hoy en día el problema que más daño ocasiona en el cultivo de judía, la repetición del cultivo sobre el mismo terreno, un suelo con mala estructura y un mal manejo del riego lo favorecen fuertemente, su control es difícil y además productos como el metalaxil que manifiestan un control razonable, no están autorizados en el cultivo de judía, por su sistemia pueden dar problemas de residuos en fruto, incluso siendo su aplicación en riego. Fusarium solani

Primero produce estrías longitudinales de color rojizo en el cuello de la raíz y posteriormente produce una necrosis generalizada en la planta. Las raíces también presentan, en un principio, necrosis rojizas para morir más tarde. Las plantas con esta enfermedad pueden subsistir gracias a la emisión de raíces adventicias. El tratamiento de esta enfermedad debe de realizarse en cuanto se observen los primeros síntomas o, mejor aún, de debe de tratar de forma preventiva. En ambos casos se pueden dar tratamientos localizados en el cuello de la raíz con alguno de estos productos: himexazol, quinosol, tiram etc. También pueden emplearse en el agua de riego. Rhizoctonia solani

Se manifiesta produciendo chancros o lesiones rojizas en el hipocotilo de las plantas recién nacidas aunque también puede atacar a las plántulas antes de que éstas emerjan. Para su tratamiento se pueden utilizar productos como: pencicuron, quinosol, etc. Sclerotinia (S. sclerotiorum)

Produce un micelio blanco al nivel del cuello que luego puede alcanzar el tallo, hojas y vainas. De este micelio emergen los esclerocios negros que parecen trozos de carbón. El ataque en ocasiones puede empezar por la parte aérea. Una humedad alta, así como una vegetación muy desarrollada favorecen la enfermedad. Para tratarla de forma preventiva se puede utilizar: iprodiona , procimidona, etc. Una vez afectada la planta se puede emplear para su curación: (ciprodinil + fludioxinil), tebuconazol, etc. Antracnosis (Colletotrichum lindemuthianum)

Esta enfermedad produce en los frutos manchas redondeadas de color rosa que se necrosan en profundidad formando cráteres. La antracnosis puede producir graves daños también en hojas y tallos. Las infecciones primarias pueden proceder de semillas contaminadas y presentan daños desde la germinación. Su tratamiento se hará con: mancozeb, tiram, etc. Botrytis (B. cinerea)

Produce una podredumbre gris en las vainas que, por lo general, empieza por el extremo apical, avanzando hacia el peciolo. También produce manchas en las hojas. Una fuente importante de contaminación son los pétalos de las flores descompuestos por este hongo. Una elevada humedad favorece mucho el ataque de la Botrytis.

( 748 ]

El cultivo de la judía para verdeo

Los tratamientos más indicados son los fungicidas ya indicados para el control de la sclerotimia: (ciprodinil + fludioxinil), tebuconazol, etc. Roya (Uromices phaseoli)

Aparecen unas pústulas polvorientas en las hojas. Al principio son pardas y después negruzcas. Con frecuencia estas pústulas están rodeadas de un cerco amarillo. Las vainas también pueden ser atacadas por la roya. Unas temperaturas suaves y unos índices normales de humedad favorecen que se propague la enfermedad. Su tratamiento se puede hacer con: tiram, mancozeb, etc. 6.3. ( Enfermedades viróticas ]

VIRUS I o Mosaico común de la judía

Produce un mosaico verde-claro/verde-oscuro en las hojas. Los foliolos adquieren un aspecto abollonado. Se transmite por la semilla y los pulgones se encargan de diseminarlo y extenderlo. Existen variedades de judía resistentes a este virus. VIRUS II o Mosaico amarillo de la judía

Produce en las hojas un mosaico amarillo y verde sin que éstas se abarquillen. Al igual que sucede con el virus I, los pulgones son los encargados de transmitirlo. Además de las señaladas, las judías son también atacadas por otras plagas polífagas aunque el daño que producen no es muy elevado y su control relativamente factible: Trips, larvas de lepidópteros, (orugas), etc. Enfermedades: bacteriosis, grasa (Pseudomonas syringae, pv. phaseicola), quema bacteriana (Pseudomonas syringae pv. phaseoli), podredumbres blandas (Erwinia corotovora subsp. Carotovora). Para todas ellas se pueden aplicar tratamientos convencionales. 7. ( LA JUDÍA EN CULTIVO HIDROPÓNICO ]

El cultivo hidropónico de la judía en los invernaderos de Almería está creciendo, bien sea en lana de roca, perlita, arena u otros sustratos. En un principio se pensó que la judía podría ser un cultivo que se adaptara mal a esta modalidad, debido sobre todo a que su sistema radicular es bastante débil. Además, con el limitado volumen de suelo que proporciona el sustrato, su raíz no se podría desarrollar suficientemente. Lo realmente cierto es que con un buen manejo se están consiguiendo superiores rendimientos que en suelos convencionales aunque esta mejora en los resultados no se debe sólo al sustrato, sino que, generalmente, estos invernaderos suelen tener también otras mejoras: • Un sistema de riego muy homogéneo. • Ventilación cenital. • Un buen control de fertirrigación. • Un grado de humedad más constante en el sustrato.

( 749 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

El problema que supone el reducido volumen de suelo que proporciona el sustrato, sobre todo la lana de roca, se está contrarrestando utilizando tablas más voluminosas. Por lo demás, la judía se adapta muy bien a este sistema, si bien es más sensible a los excesos de temperatura y a las bajadas de humedad relativa. Esta planta, al tener un volumen de raíces bastante reducido y una masa foliar importante, transpira más agua de la que es capaz de absorber aunque ésta se encuentre en el sustrato en cantidad suficiente. El marco de plantación es de 2 m x 0,5 m y a un solo grano por golpe. El equilibrio de abonado es similar al del suelo convencional aunque en su primera fase es interesante nitrogenar un poco más puesto que el sustrato no va a aportar nada mientras que en el suelo siempre debe y suele haber algo de materia orgánica. Igual que en suelo la repetición del cultivo de judía sobre el mismo sustrato incrementa notablemente los problemas de cuello y raíz, en perlita una practica que aunque no elimina los problemas los disminuye es arrancar la raíz del cultivo finalizado retirando también la perlita que la rodea que se repondrá por sustrato nuevo 8. ( LA SALINIDAD EN CULTIVOS DE JUDÍA VERDE ]

El cultivo de judía verde es muy sensible al problema de la salinidad si bien con las actuales técnicas de cultivo (arenado, aplicación de riego localizado, etc) este problema se puede reducir bastante aunque con ciertas limitaciones. En la actualidad, y sin que las producciones disminuyan a causa de este factor, se están llevando a cabo cultivos de judía con aguas con CE de 2 dS/m a 2,4 dS/m y con contenidos de 8 meq/L de Sodio (184 ppm) y 9 meq/L de Cloruros (318 ppm). Aunque estos datos aportados no significan gran cosa tomados de forma aislada, si adquieren su importancia cuando se comprueba que la mayor parte del agua proveniente de los acuíferos sin problemas se mueve en una banda de CE que oscila entre los 0,8 dS/m y los 1,5 dS/m y un contenido en Sodio y Cloro 3 ó 4 veces menor que el citado anteriormente. Para conseguir estos resultados es necesario un aporte de Calcio y Magnesio más elevado de lo normal y el mantener un nivel de humedad lo más constante posible. 9. ( RECOLECCIÓN, CUIDADOS POSTERIORES Y MERCADOS ] 9.1. ( Recolección ]

El momento fisiológico en el que se recolecta el fruto es de vital importancia para el rendimiento comercial del cultivo, puesto que el fruto demasiado tierno o demasiado hecho pasaría a ser de segunda categoría con una diferencia de precio en mercado que puede llegar hasta el 70-80%, siendo por lo general de un 40-50%, siendo la recolección, además, la operación más costosa del cultivo de judía, oscilando el precio de la recogida entre 0,30 y 0,50/kg. Es por tanto la elección del momento y frecuencia de recolección, de vital importancia para disminuir los costes y aumentar el rendimiento comercial.

( 750 ]

El cultivo de la judía para verdeo

9.2. ( Cuidados posteriores ]

Una vez recolectada la judía debe de pasar a la confección lo más rápidamente posible sin estar expuesta a vientos ni a altas temperaturas para evitar su deshidratación y pérdida de turgencia. La confección de las cajas comerciales no está mecanizada y por lo tanto se hará manualmente, siendo una operación costosa y en la que influye la profesionalidad de los operarios. Como en la gran mayoría de las hortalizas, es necesario meterla lo más rápidamente posible en la cadena de frío y que ésta no se interrumpa hasta su lugar de destino. Su presentación y forma va a depender del mercado a que esté destinada, siendo el propio mercado español uno de los más importantes y el resto de Europa (sobre todo Inglaterra) su mercado final. Por último vamos a destacar los problemas que más confusión pueden crear, según mi criterio, en el cultivo actual de la judía:  Problema en la coloración de las hojas, apareciendo estas con manchas rojizas en el haz y en el envés de las hojas, entrando generalmente desde la zona radicular hacia arriba.

Este tipo de manchas pueden llevar a creer que estamos en presencia de la roya (Uromices phaseoli) notándose la diferencia en la no existencia de pústulas polvorientas en las hojas, no reaccionando por tanto al tratamiento de esta enfermedad y siendo su causa, cambios bruscos en la humedad relativa en el cultivo.  Poco desarrollo de la planta, con entrenudos cortos, clorosis apical y rizamiento y abullonamiento de hojas viejas. Estos síntomas que se asemejan a problemas de fitotoxocidad se deben al virus de la cuchara (tomato yellow leaf curl virus: TYLCV) que en nuestra zona afectaba principalmente al tomate y que ahora también afecta al cultivo de la judía.

( 751 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

10. ( SEGUIMIENTO AGRONÓMICO DE UN CULTIVO DE JUDÍA ] 10.1. ( Datos agronómicos campaña de otoño ]

Características

• Cultivo: Judía. • Variedad: Helda. • Superficie: 5.000 m2. • Marco de plantación: 2 m x 0,5 m. • Fecha de siembra: 07/09. • Inicio de floración: 13/10. • Inicio de cuajado: 20/10. • Inicio de recolección: 28/10/. • Final de recoleción: 05/01/. • Producción: 2 kg/m2 . • Desde la siembra hasta el inicio de la floración transcurrieron 43 días. • Desde la floración hasta el inicio del cuajado transcurrieron 7 días. • Desde el cuajado hasta el inicio de la recolección transcurrieron 7 días. • Desde el inicio de la recolección hasta su final transcurrieron 68 días. • Tiempo total de cultivo: 125 días. Fertirrigación del cultivo

No se dispuso de análisis de suelo antes de sembrar. Sólo se colocaron las gomas a una separación de 50 cm. Se dieron unos 6 litros/m2 antes de sembrar y a partir de ahí, el primer riego se realizó una vez que estaban las plantas nacidas, con tres hojas verdaderas. A partir de este momento y hasta el inicio de la floración, se abonó de la siguiente forma por cada 1.000 m2: a) 0,5 kg de Nitrato potásico.

0,5 kg de Nitrato amónico –33,5. 0,250 kg de Fosfato monoamónico. b) 0,4 kg de Nitrato potásico. 0,6 kg de Nitrato de cal de Noruega. 0,5 litros de Acido nítrico.

Con este abonado se regó el 16/09 con riegos cada 3 o 4 días hasta el inicio de la floración. Desde la floración hasta el inicio de la recolección se consideró la segunda fase y se abonó con 1 litro/gotero y por 1.000 m2. Los riegos se efectuaron en días alternos: 2 kg de Nitrato potásico. 0,5 litros de Acido fosfórico.

La tercera fase del cultivo comprende desde la primera recolección hasta el final de la misma. Al inicio de la recolección se colocaron tensiómetros y se realizó un análisis

( 752 ]

El cultivo de la judía para verdeo

de extracto saturado y cationes de cambio. Las lecturas del tensiómetro se mantuvieron entre 10-12 cb. Los riegos fueron alternos sobre 1,5 litros/gotero y por cada 1.000 m2 se abonó: a) 1,5 kg de Nitrato potásico.

1,5 kg de Nitrato de cal de Noruega. 0,7 litros de Acido nítrico. b) 1,5 kg de Nitrato potásico.

1,2 kg de Nitrato amónico -33,5. 0,5 litros de Acido fosfórico.

Esta secuencia se mantuvo hasta el final del cultivo. Estado fitosanitario del cultivo

El cultivo no tuvo excesivos problemas y se realizaron una serie de tratamientos, unos específicos dirigidos contra plagas y otros preventivos principalmente para enfermedades criptogámicas. Se alternaron espolvoreos con pulverizaciones dando buen resultado. Contra enfermedades de cuello y raíz se realizó un primer tratamiento con 5 hojas verdadera y otro al mes y medio del primero con los productos apropiados al caso. Prácticas culturales

• Siembra del cultivo. • Limpieza de malas hierbas y binado de la arena. • Entutorado del culltivo vertical y horizontal. Recolección

La recolección se realiza escalonada con un intervalo de 5 a 8 días durando este periodo dos meses. 10.2. ( Datos agronómicos campaña de primavera ]

Características

• Cultivo: Judía. • Variedad: Helda. • Superficie: 5.000 m2. • Marco de plantación: 2 m. x 0,5 m. • Fecha de siembra: 12/01. • Inicio de floración: 08/03. • Inicio de cuajado: 20/03. • Inicio de recolección: 29/03. • Final de recoleción: 15/05.

( 753 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Producción: 3,5 kg/m2. • Desde la siembra hasta el inicio de la floración transcurrieron 56 días. • Desde la floración hasta el inicio del cuajado transcurrieron 12 días. • Desde el cuajado hasta el inicio de la recolección transcurrieron 9 días. • Desde el inicio de la recolección hasta su final transcurrieron 48 días. • Tiempo total de cultivo: 125 días. Fertirrigación del cultivo

Antes de la siembra se dispuso de un análisis de conductividad eléctrica y cationes de cambio. Se realizó un primer riego de 8 litros/gotero antes de la plantación. A partir de ahí las plantas se regaron una vez nacidas cuando tenían 3 hojas verdaderas con riegos cada 3 ó 4 días con 1 litro/gotero y abonado por 1.000 m2 a) 1,2 kg de Nitrato potásico.

0,8 kg de Nitrato amónico -33,5. 0,6 kg de Fosfato monoamónico. 0,05 kg de microelementos quelatados.

Desde la floración hasta el inicio de la recolección (la segunda fase) se abonó con 1,5 litro/gotero y por 1.000 m2. Los riegos se efectuaron en días alternos: 2,5 kg de Nitrato potásico. 0,7 litros de Acido fosfórico. 0,05 kg de microelementos.

La tercera fase del cultivo comprende desde la primera recolección hasta el final de la misma. Al inicio de la recolección se colocaron tensiómetros y se realizó un análisis de extracto saturado y cationes de cambio. Las lecturas del tensiómetro se mantuvieron entre 8-12 cb. Los riegos fueron alternos sobre 2,5 litros/gotero y por cada 1.000 m2 se abonó: a) 2 kg de Nitrato potásico.

2 kg de cal de Noruega. 0,7 litros de Ácido nítrico. b) 2 kg de Nitrato potásico.

1,5 kg de Nitrato amónico -33,5. 1 litro de Ácido fosfórico.

Esta secuencia se mantuvo hasta el final del cultivo. Estado fitosanitario del cultivo

El cultivo no tuvo excesivos problemas y se realizaron una serie de tratamientos, unos específicos dirigidos contra plagas y otros preventivos principalmente para enfermedades criptogámicas. Se alternaron espolvoreos con pulverizaciones dando buen resultado.

( 754 ]

El cultivo de la judía para verdeo

Contra enfermedades de cuello y raíz se realizó un primer tratamiento con 5 hojas verdadera y otro al mes del primero con los productos apropiados al caso. Prácticas culturales

• Siembra del cultivo. • Limpieza de malas hierbas y binado de la arena. • Entutorado del cultivo vertical y horizontal. Recolección

La recolección se realiza escalonada con un intervalo de 3 a 5 días durando este período mes y medio. Hoja de Cultivo Cultivo: judía

Superficie: 5.000 m2

Variedad: Helda

Fecha de siembra: 07/9 Nº horas en mano de obra

Naturaleza del trabajo

Material o maquinaria

Siembra

Almocafre

8

Binado

Almocafre

12

Entutorado vertical

Rafia

40

Entutorado horizontal

Rafia

24 42

Limpieza malas hierbas

Almocafre

Tratamientos

Red de tratamientos

30

Operaciones riego

Red de riegos

26

Operaciones recolección

Cajas y carros

650

Limpieza final

Carros y rastrillos

56

Total horas de mano de obra

Cultivo: judía

Superficie: 5.000 m2

888

Variedad: Helda

Fecha de siembra: 12/0 Nº horas en mano de obra

Naturaleza del trabajo

Material o maquinaria

Siembra

Almocafre

8

Binado

Almocafre

12

Entutorado vertical

Rafia

40

Entutorado horizontal

Rafia

24

Limpieza malas hierbas

Almocafre

42

Tratamientos

Red de tratamientos

46

Operaciones riego

Red de riegos

26

Operaciones recolección

Cajas y carros

950

Limpieza final

Carros y rastrillos

56

Total horas de mano de obra

1.204

( 755 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

11. ( BIBLIOGRAFÍA ]  Veinte cultivos de hortalizas en invernadero.  Zoilo Serrano. (Morfología del cultivo).  Otros trabajos realizados por el mismo autor.

( 756 ]

( TEMA 23 ]

EL CULTIVO DE LA

LECHUGA ICEBERG

Martín Hernández Jiménez

Ingeniero Agrónomo Director Técnico de fitosanitarios “B. Hernández”

El cultivo de la lechuga iceberg

1. ( INTRODUCCIÓN ]

El cultivo de la lechuga Iceberg en la actualidad se centra en la zona comprendida entre el sur de la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y Andalucía Occidental; destacando tanto por superficie como por producción las provincias de Almería y Murcia. Esto no siempre fue así, ya que los primeros datos en cuanto a producción de este vegetal, que se remontan a la década de los 70, se iniciaron en España en la zona del Delta del Ebro, Comunidad Valenciana y Andalucía Occidental (Huelva y Sevilla). Pero han sido las condiciones agroambientales fundamentalmente y otras de índole comercial las que fueron centrando este cultivo hasta situarlo en la situación actual, que actualmente se desarrolla en una superficie en torno a las 15.000 hectáreas. De este modo, los mayores núcleos de producción quedan delimitadas dentro de las siguientes zonas: • Campo de Cartagena. • Valle del Guadalentín. • Valle del Almanzora. • Águilas - Pulpí • Zona Alta (Baza, Caravaca...)

 FINCA DE LECHUGA A MEDIO CICLO DE DESARROLLO.

2. ( MORFOLOGÍA Y TAXONOMÍA ]

La lechuga Iceberg, englobada dentro de la familia de las compuestas, es una variedad que en botánica se incluye dentro de la especie de Lactuca sativa, variedad Capitata L., la que incluye aquellos cultivares que se caracterizan por presentar un cogollo apretado.

( 759 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

Este vegetal tiene un sistema radicular bastante profundo que parte de un eje en forma cónico, aunque, por otra parte, su ramificación es escasa. Durante la primera fase del cultivo, las hojas van creciendo en forma de roseta, seguidamente y dependiendo de la variedad cultivada se iniciará la formación del cogollo hasta la recolección en la cual estará totalmente formado con su típica forma casi esférica. Asimismo, en cuanto a las hojas de la lechuga Iceberg, éstas son crujientes, diferenciándose en el borde de los limbos foliares algunas variedades entre lisos y aserrados. Ya, en la siguiente fase tiene lugar la emisión del tallo floral, algo totalmente indeseable en los cultivos de lechuga para su consumo en fresco porque la pieza que lo presente, aún de una manera apenas visible, pierde totalmente su valor comercial. 3. ( FISIOLOGÍA DEL CRECIMIENTO ] 3.1. ( Crecimiento y desarrollo ]

En la germinación de la lechuga se da el fenómeno llamado ‘dormancia’. Debido a ello la semilla no puede germinar de una manera inmediata después de la recolección y necesita que transcurra un tiempo y que además se den unas condiciones determinadas para desarrollarse. Este fenómeno es debido a un bloqueo dentro de la semilla, motivado por factores químicos como pueden ser la presencia de un inhibidor natural, la deficiencia del algún elemento esencial, o bien la inactividad o ausencia de una enzima, impidiendo por tanto el inicio de la germinación. En este sentido, también puede deberse a factores físicos como, por ejemplo, el empildorado que restringe el paso de oxígeno al embrión de la semilla o previene la salida de los productos de la respiración. Este periodo de latencia puede prolongarse hasta dos meses tras la recolección de la semilla. En este proceso influyen de manera destacada la luz y la temperatura, y es actuando sobre estos dos parámetros cuando se intenta romper la dormancia, para, de este modo, obtener mejor germinación.  INFLUENCIA DE LA LUZ EN LA SALIDA DE LA DORMANCIA. Al cosechar

A los 2 meses

A los 6 meses

A los 12 meses

Con luz

26

69

62

81

Oscuridad

15

49

69

79 JUAN MORENO 1996

Las semillas de lechuga Iceberg son menos exigentes a la hora de cubrir sus necesidades de luz que los otros tipos de lechuga que se cultivan.

( 760 ]

El cultivo de la lechuga iceberg

 INFLUENCIA DE LA TEMPERATURA EN LA SALIDA DE LA DORMANCIA. RELACIÓN TEMPERATURA / VELOCIDAD DE GERMINACIÓN.

Temperatura ( ºC ) % Germinac. días

0

5

10

15

20

25

30

35

98

99

98

99

99

99

12

0

44

14,9

7

3,9

2,6

2,2 JUAN MORENO 1996

En este cuadro se puede observar que a temperaturas inferiores a 30 grados centígrados, el porcentaje de germinación es del 99%, mientras que la velocidad de germinación es mayor conforme la temperatura va en aumento. Los factores luz y temperatura están relacionados, así las semillas que necesitan algo de luz para germinar pueden ser inducidas con temperaturas de 10 grados centígrados, sin necesidad de ser expuestas a la luz. Sin embargo, las semillas que no necesitan luz normalmente para germinar pueden requerirla si se encuentran sometidas a temperaturas de 30 grados centígrados o superiores por un periodo de dos o tres días. Asimismo, y como norma general, la técnica más utilizada con semilla empildorada es la de mantenerla en cámara de germinación durante cuatro días a 10 grados centígrados. Después de la germinación viene el crecimiento de la planta, siendo los factores que influyen los siguientes: • Temperatura. Temperaturas que se sitúen entre los 16 y los 19 grados centígrados son las ideales para buen crecimiento de la parte vegetativa • Luz. Bajas intensidades de luminosidad dan lugar a que aparezcan hojas largas y estrechas • Humedad relativa. Los niveles óptimos para el correcto desarrollo de este vegetal se sitúan entre el 60 y el 80% de humedad relativa, siendo muy importante sobre todo en la fase de transplante. El acogollado se produce cuando la planta tiene unas 20 hojas, se abarquillan y se entrelazan las hojas e interiormente se van acumulando las que van surgiendo posteriormente. Los factores que influyen en el acogollado son: • Temperatura. Las temperaturas altas dan lugar a que las plantas produzcan la flor. Con temperaturas situadas entre los 10 y los 15 ºC el crecimiento de la planta es lento y el acogollado es tardío, pero en cambio el cogollo presenta buena calidad. Temperaturas entre los 10 y los 15 ºC y con días largos favorecen el tamaño y el peso del cogollo. Las bajas temperaturas durante el periodo del acogollado dan lugar a piezas de poco peso.

( 761 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

• Variedad. Si la variedad no está adaptada al ciclo, ésta no acogolla bien. • Fertilización. Los excesos de nitrógeno provocan malformaciones. Asimismo, las conductividades altas dan cogollos muy pequeños. Para concluir este apartado, hay que comentar que para que se de una buena formación se han de dar diferencias térmicas entre el día y la noche. Lo aconsejable son temperaturas diurnas entre 17 y 28 ºC y nocturnas que oscilen entre los 3 y los 12 ºC. 3.2. ( Adaptación medioambiental ]

La lechuga se adapta a un amplio marco de temperaturas y microclimas, aunque no cabe duda que prefiere climas templados y húmedos. El comportamiento de los diferentes genotipos a lo largo del año y con diversas condiciones agroambientales exige un conocimiento perfecto de ellos a la hora de hacer las programaciones de siembra. Por ejemplo, una misma variedad en la misma zona daría un fenotipo totalmente diferente dependiendo que se plante en una fecha u otra, pudiendo llegar incluso a ser totalmente desechable en unas circunstancias y de perfecta calidad en otras. En este sentido, hay que apuntar que hay mucha diversidad de comportamientos entre las diversas variedades; por este motivo es fundamental su conocimiento y adaptación a cada zona agrícola teniendo en cuenta la época del año. 4. ( EXIGENCIAS GENERALES DE CLIMAS Y SUELOS] 4.1. ( Clima ]

La lechuga es una hortaliza que se adapta bastante bien a las bajas temperaturas, soporta temperaturas de 0 ºC sin sufrir heladas, pero por debajo de 6 ºC la planta queda paralizada y no emite raíces. La respuesta al fotoperiodo es distinta según la variedad de este vegetal, aunque en general junto con la temperatura juega un importante papel en el acogollado, así como en la floración de la lechuga. En periodos con poca luz, si las temperaturas son superiores a 20 ºC el acogollado es deficiente. Las temperaturas altas también pueden provocar la subida de la flor, sobre todos en días largos. En cuanto a la humedad relativa ya se ha dicho que el óptimo está entre el 60 y el 80%. Son limitantes las condiciones de humedad excesiva debido a la incidencia de las enfermedades que pueden atacar al cultivo. Las temperaturas críticas de las lechugas son las siguientes: La planta se hiela Detiene su desarrollo

-6 ºC 6 y 30 ºC

Desarrollo óptimo en la fase de crecimiento rápido: Día

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14 a 18 ºC

El cultivo de la lechuga iceberg

Noche

5 a 8 ºC

En la formación del cogollo: Día Noche

10 a 12 ºC 3 a 9 ºC

Germinación: Mínimo Óptimo Máximo

3 a 9 ºC 15 A 20 ºC 25 a 30 ºC

En semillero: Día Noche

15 ºC 10 ºC

EN EL SUELO LA TEMPERATURA NO DEBE BAJAR DE 6 ºC FUENTE: J. MORENO (1996)

4.2. ( Suelos ]

La lechuga prefiere en términos generales suelos francos, frescos, de buen drenaje y con un nivel de materia orgánica alto. Prefiere suelos neutros o ligeramente alcalinos. Niveles de pH con tasas inferiores a 6 pueden acarrear desequilibrios nutricionales; tolera mejor la alcalinidad vegetando bien incluso a pH 8. La lechuga se considera un cultivo medianamente tolerante a la salinidad del suelo. Aunque esto depende directamente del cultivar empleado. Dentro de los iones más peligrosos debido a su incidencia directa en fisiopatías como el Tip- Burn hay que vigilar sobre todo el Na y el Cl para que sus niveles sean bajos dentro de lo posible.

 MAQUINARIA DE APOYO A TRANSPLANTE.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

5. ( LA ELECCIÓN DEL MATERIAL] 5.1. ( Variedades ]

Este es un tema básico para la producción de la lechuga Iceberg, ya que el objetivo agrícola se basa en obtener cosechas que presenten una calidad buena, uniforme y continua durante toda la campaña, fundamentalmente desde octubre a mayo. Este hecho sólo se puede conseguir optimizando el uso del abanico varietal al máximo, eligiendo para cada fecha y zona de cultivo la variedad más apropiada. La elaboración de los programas de siembra de cada campaña es una de las actividades fundamentales de los técnicos de las empresas productivas y de su acierto y buena ejecución depende en buena parte el buen resultado de la cosecha. Las diferentes variedades de lechuga las podemos agrupar del siguiente modo: Tipo Empire. Hoja de color verde brillante, poco abullonada y con el borde bastante rizado. Suelen acogollar en forma de espiral. Los más usuales son Empire Malta y Fame. Estas variedades son las más adaptadas a las épocas calurosas, ya que resisten bastante bien el espigado. En la actualidad este tipo de variedades está en decadencia. Tipo Grandes Lagos. Hojas relativamente pequeñas pero abundantes, con dentado fino, crujientes. Cogollo mediano pequeño con forma frecuentemente irregular. Base de cogollo ancha. Este tipo de lechuga prácticamente no se cultiva por la baja calidad que produce, la variedad más representativa es Grandes Lagos 659. Tipo Grandes Lagos Modificado. Procede del cruce de Grandes Lagos con otros tipos. Presenta en la hoja un dentado menos fino que Grandes lagos, pero más pronunciado. Asimismo tiene un menor número de hojas y cuenta con la cabeza algo aplanada, con buena formación del cogollo, abullonado medio y buen tamaño. Base del cogollo ancha y color de las hojas verde medio. Como variedades de este tipo podemos encontrar Astral, Duchesse, Malta y Calona. Estas variedades se cultivan en épocas cálidas. Destaca Duchesse por su resistencia al espigado con altas temperaturas. Tipo lechuga de invierno. Gran número de hojas de protección y de buen tamaño, dentado grueso y pronunciado. Abullonado pronunciado. Acogollado tardío y menos uniforme que el grupo Salinas. Pertenecen a este grupo: Coolguard, Yuma, Mikonos, Mula, Vanguard y Winterharen. Todas estas lechugas son de ciclos plenamente invernales. Tipo Salinas. Tienen poca protección y una rápida formación del cogollo. Buen cogollo y abullonado. Hoja no dentada y cabeza ligeramente achatada. Color verde intenso. Es el tipo que más se cultiva destacando las siguientes: Salinas, Bix, Suludién, El Toro, Águilas, Yucaipa y Monterrey. Esta lechuga cubre los ciclos de otoño-invierno e invierno-primavera.

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El cultivo de la lechuga iceberg

5.2. ( Programación ]

Para realizar la programación de un cultivo de lechuga hay que partir primero de unas necesidades de producto elaborado y segundo, atendiendo a la variabilidad de los ciclos según las fechas de plantación. Hay que llevar a cabo un programa de siembras y transplantes que de lugar a la producción que necesitamos durante toda la campaña. Si observamos el gráfico, se aprecia que la duración del ciclo va de 55 días para transplante de septiembre a 110 días para transplante de noviembre disminuyendo hasta 50 días para transplante de febrero. Todo esto da lugar a una cierta complejidad a la hora de elaborar el programa de siembra, siendo de vital importancia el disponer de datos estadísticos para cada zona de cultivo diferente. Es muy importante evitar los solapes de recolección y los huecos que se producen al alargar y acortar los ciclos. Zona Águilas - Pulpí

Recolección (días)

120 100 80 60 40 20 0 SEP

OCT

NOV

DIC

ENE

FEB

Trasplante

6. ( LABORES CULTURALES]

 Siembra. En los inicios del cultivo se intentó desarrollar la técnica de la siembra directa en campo, pero rápidamente se observó que no era viable en nuestra zona por diversas razones: • Falta de homogeneidad de la plantas. • Terrenos pedregosos de difícil mecanización. • Pérdida de 45 a 50 días de ocupación del terreno • Problemas con los pájaros que se comen la semilla.

Atendiendo a esto, rápidamente se desarrolló la siembra en bandejas de poliestireno en cepellón de turba en sus diversas mezclas y el posterior transplante. Con todo ello se evita toda la problemática citada anteriormente.

( 765 ]

Técnicas de producción en cultivos protegidos

 Preparación del terreno. La preparación del terreno es junto con la elección de la variedad adecuada para cada ciclo un factor básico en el buen desarrollo de un cultivo de lechuga Iceberg. En este sentido, se entiende por un buen terreno el que está despedregado, mullido, de estructura franco arenosa a ser posible, nivelado y con un buen drenaje. Las operaciones a realizar para obtener un buen terreno de asiento son: • Labor de grada y despedregado si es necesario. • Labor profunda de subsolador. • Nivelación. Las parcelas han de estar bien niveladas, llevándose a cabo este proceso mediante ‘láser’. • Configuración de las mesas de cultivo. La separación entre mesas oscila de 90 a 120 centímetros y su anchura de 30 a 40 centímetros.

Una vez configuradas las mesas se procede al transplante del cultivo.  Transplante. El transplante se hace manualmente o a lo sumo con apoyo mecánico de carros sobre los que se van sentando los trabajadores que van transplantando manualmente. Es importantísimo que lo antes posible se rieguen por aspersión las parcelas plantadas para evitar una posible deshidratación de las plantas. Existen máquinas de transplante totalmente mecanizadas, pero en nuestra zona no ofrecen un buen rendimiento, sobre todo por la heterogeneidad de los suelos y la existencia de pequeñas piedras que impiden su buen funcionamiento.  Binas y escardas. Aproximadamente a las cuatro semanas del transplante se da una labor de bina en la cual se conforman nuevamente las mesas. Con esta labor se consigue airear el suelo y eliminar las malas hierbas que han germinado en los surcos. La hierba que germina dentro de las mesas hay que eliminarla mediante escardas manuales.  Escarda química. Herbicidas. Los herbicidas más usados en los cultivos de lechuga son: Propizamida 50% (Kerb); Benfluralina 18% (Quilan) y Clortal 75% (Mus). Respecto al uso de estos herbicidas, Ker y Mus se utilizan en postransplante y Quilán se usa en pretransplante con posterior incorporación al terreno mediante una labor. Los herbicidas de postransplante se incorporan con un ligero riego de aspersión que debe ser corto si el terreno es arenoso para no lavar el producto. En algunas ocasiones se suele recurrir a la mezcla de dos herbicidas cuando la problemática de malas hierbas así lo requiere. En este sentido, una mezcla muy usada en la zona Águilas- Pulpí es la de Kerb y Mus, utilizándose este último al 50% de sus dosis recomendada. El control de malas hierbas es bastante bueno y no se dan problemas de fitotoxicidad en los cultivos. Los herbicidas se aplican por medios terrestres mediante el uso de una cuba suspendida y barras de pulverización de 12 metros de ancho, aunque también se pueden usar el medio aéreo con helicópteros. Todo este tipo de maquinaria tiene que estar perfectamente calibrada y puesta a punto, sobre todo las boquillas y los reguladores de presión porque de ello depende una buena aplicación y la eficacia de los herbicidas.

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El cultivo de la lechuga iceberg

Por otra parte, las malas hierbas que más predominan en los cultivos de lechuga son: Chenopodium album, Malva parviflora, Amaranthus retroflexus, Sanchus oleracea, Lollium perenne y Senecis vulgaris. Las más problemáticas son las compuestas, ya que la lechuga es una compuesta y los herbicidas selectivos de lechuga son poco eficaces contra las plantas de la misma familia.

 APLICACIÓN DEFECTUOSA DE HERBICIDAS. NO SOLAPAMIENTO.

7. ( MARCOS DE PLANTACIÓN]

Como ya se ha dicho anteriormente la lechuga se cultiva en caballones con forma de meseta plana en su parte superior, mientras que la separación entre mesetas oscila entre 30 y 40 centímetros.

 PLANTADORA DE LECHUGA.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

En cada meseta van dos líneas de plantas separadas entre 25 y 30 centímetros. La separación entre plantas oscila entre 25 y 40 centímetros. La densidad de plantación resultante es de 65.000 a 75.000 plantas por cada hectárea. Las mayores densidades se utilizan para los ciclos de día largo y cálidos, mientras que las menores se usan para días cortos y fríos. Mediante esta técnica de variación de densidades se pretende mantener la uniformidad de los calibres. En invierno se disminuye la densidad para aumentar calibres y en otoño y primavera se aumenta para disminuirlos. 8. ( RIEGOS Y FERTILIZACIÓN] 8.1. ( Riegos ]

En la primera fase del cultivo después del transplante se realiza el riego por aspersión cuya finalidad es satisfacer las necesidades hídricas de las plantas hasta que desarrollan su sistema radicular lo suficiente para poder proveerse del agua aportada por otros métodos como son el riego localizado y el riego por surcos. En condiciones normales, el riego por aspersión se mantiene durante una semana después del transplante con frecuencia diaria hasta que las plantas se encuentren bien arraigadas.

 RIEGO POR ASPERSIÓN USADO EN EL CULTIVO DE LECHUGA. Seguidamente se desmontan los aspersores y se continúa con el riego localizado o el riego por surcos. En la actualidad el 90% de la superficie tiene riego localizado y solamente el 10% se riega con el sistema tradicional de surcos. Hay que procurar siempre, sobre todo en las primeras fases de crecimiento y formación de roseta que la superficie del suelo

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El cultivo de la lechuga iceberg

permanezca húmeda, pero sin encharcamientos. Cuando las plantas empiezan a cubrir la mesa de cultivo o bancada hay que reducir la humedad, ya que aparece el riesgo de podredumbres, sobre todo cuando se da riego localizado. El agua consumida por una hectárea de lechuga Iceberg durante un ciclo oscila entre los 3.500 y los 4.000 metros cúbicos, dependiendo del tipo de suelo y de la calidad de la misma. En un terreno franco, la frecuencia de riego es diaria si es localizado y semanal si es por surcos. Los volúmenes aportados son de 40 a 50 metros cúbicos por hectárea de riego localizado y de 300 a 400 metros cúbicos en riego por surcos. Tomando como base la referencia anterior sabremos que hacer ante suelos arenosos o arcillosos. 8.2. ( Fertilización ]

A la hora de establecer un programa de fertilización en lechuga Iceberg es necesario contrastar las necesidades o recomendaciones teóricas existentes en la bibliografía, con la realidad de nuestro ecosistema. Sirvan como referencia las recomendaciones de autores diversos como: N (kg/ha)

P2O5 (kg/ha)

K2O (kg/ha)

Maroto (1986)

60-120

30-50

100-150

Miguel (1987)

175

90

125

Molina (1990)

140

50

75

Tomando como base estos datos y la experiencia practica de las zonas productoras, podríamos tomar como orientación el siguiente plan de fertilización, en Kg/ha de unidades fertilizantes: N

P2O5

K2O

CaO

MgO

200

100

100

40

20

Se deben hacer aportaciones periódicas de materia orgánica bien fermentada para mantener un nivel en suelo en torno al 2%. Las recomendaciones de fraccionamiento son las siguientes: Transplante hasta inicio acogollado

Inicio acogollado hasta recolección

N - 50%

N - 50%

P2O5 - 35%

P2O5 - 25%

K2O - 25%

K2O - 70%

CaO - 50%

CaO - 50%

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Los fertilizantes se aplican en riego localizado mediante fertirrigación, distribuyéndolos en todos los riegos. Cuando se utiliza riego por surcos, se aporta como abonado de fondo al menos un 30% de las necesidades y el resto en cobertera mediante el agua de riego. El aporte de calcio es importante sobre todo en condiciones salinas, tanto de suelo como aguas para prevenir la aparición del bordeado de las hojas “ Tipburn”. Los fertilizantes más utilizados son: • Nitrato amónico. • Nitrato de calcio. • Ácido fosfórico. • Fosfato monoamónico. • Nitrato potásico. • Nitrato de magnesio.

Con el fin de optimizar los resultados de la fertilización, es necesario llevar un control analítico de las parcelas en rendimientos y niveles de fertilidad para ir corrigiendo los posibles desequilibrios nutricionales. 9. ( FISIOPATÍAS, PLAGAS Y ENFERMEDADES. TRATAMIENTOS FITOSANITARIOS] 9.1. ( Fisiopatías ]

En el cultivo de la lechuga se presentan una serie de irregularidades no deseadas que no obedecen a la acción de agentes bióticos concretos, sino más bien, a la combinación, variedad, agua, clima, suelo. A continuación pasamos a describir las de mayor importancia en la lechuga Iceberg. • Subida a flor prematura: Esta fisiopatía está provocada fundamentalmente por un exceso de temperatura y longitud del día no apropiado para la variedad en cultivo. Los excesos de nitrógeno también favorecen la subida flor. La mejor forma de prevenir el problema es haciendo una buena selección de variedades y no nitrogenando en exceso las plantas. • Mal acogollado: El mal acogollado da lugar a lechugas con cogollos acostillados y de forma alargada en lugar de esféricos. Es también provocada por temperaturas altas para las variedades seleccionadas. Un ejemplo típico es cuando viene inviernos cálidos en los cuáles la calidad de la lechuga baja sensiblemente debido al mal acogollado. Este defecto se previene eligiendo adecuadamente las variedades y no cometiendo excesos de fertilización, sobre todo nitrogenada. No obstante, a veces es inevitable debido a factores climáticos imprevisibles.

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El cultivo de la lechuga iceberg

• Tipburn: Consiste en la necrosis marginal de las hojas más jóvenes del cogollo, lo cual origina posteriormente podredumbres. Está provocada por la carencia de calcio en las zonas periféricas del limbo de la hoja y se puede producir como consecuencia de diferentes factores: • Estrés hídrico. • Salinidad. • Niveles deficientes de calcio en el suelo.

Hay también diferentes respuestas según el material genético empleado. 9.2. ( Plagas ]

Los insectos que más daños producen en la lechuga Iceberg son: • Orugas: Los ataques de estos lepidópteros se dan con mayor frecuencia durante el otoño y son variables de un año a otro, dependiendo de las condiciones climáticas. Las especies más importantes son: Spodóptera exigua, Spodóptera littoralis, Heliothis armigera y Plussia gamma. De todas, la más dañina en la zona de Murcia y Almería es la Spodóptera exigua. Así, los productos más utilizados para su control son el Bacillus thurigiensis, deltrametrina, cipermetrina, landa-cihalotrin, etc. • Trips: Este Tisanóptero, denominado Frankliniella occidentalis, provoca dos tipos de daños en la lechuga. El directo producido por sus picaduras sobre la epidermis de las hojas y el indirecto como vector que es del virus del bronceado del tomate (TSWV), que afecta seriamente también al cultivo de lechuga. Los niveles más altos de población se dan en los primeros transplantes de otoño y en toda la primavera. Los productos utilizados para su control son acrinatrin, deltametrin, malathión, etc. • Minador: Las especies que más afectan a la lechuga son Liriomyza trifolii y Liriomyza huidobrensis. Sus ataques pueden ser muy dañinos en los cultivos de primvera-verano, sino se controlan a tiempo. Las materias activas más utilizadas para su control son abamectina, ciromazina y naled. • Pulgones: Las especies de pulgón que más aparecen en la lechuga Iceberg son Myzus persicae y Narsonovia ribisnigri. El primero es polífago y el segundo es específico de lechuga, causando graves problemas sobre todo en los ciclos de primavera. A este último se le conoce como el pulgón rojo, debido a su coloración rojiza.

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

Hay que vigilar muy de cerca la evolución de los pulgones, y en cuanto aparecen las primeras colonias empezar un sistema de tratamientos para evitar que se extiendan. Una vez dentro del cogollo es prácticamente imposible su control. Las materias utilizadas son: • De contacto e ingestión: pirimicarb, deltametrin, malathión, taufluvalinato, etc. • Sistémicos: imidacloprid, metomilo, etc.

Imidacloprid se puede utilizar también en el agua de riego, siendo muy útil en plan preventivo. 9.3. ( Enfermedades ]

• Criptogámicas: La enfermedad que más puede afectar a la lechuga es el Mildiu, seguido de Botrytis y Esclerotinia, aunque también tiene cierta importancia el Oidio y Rhizoctonia. Mildiu (Bremia lactucae) Provoca manchas amarillo pálido en el haz de las hojas que acaban por necrosarse. En el envés suele aparecer un micelio blanquecino. Las manchas están delimitadas por los nervios de la hoja. Puede afectar a las plantas tanto en semillero como en campo, si las condiciones son adecuadas para su desarrollo. Las condiciones óptimas para los ataques de Mildiu son de humedades altas y temperaturas más bien bajas, entre 10 y 20 ºC. El control de esta enfermedad se realiza mediante tratamientos preventivos con mezclas de fungicidas de contacto y sistémicos. Así, como fungicidas de contacto tenemos mancoceb y folpet, mientras que como fungicidas sistémicos, hay que hablar de benalaxil, metalaxil y fosetil- Al. Existen variedades con resistencia al Mildiu en el mercado, pero necesitan el apoyo de los tratamientos. Esto se debe a que surgen continuamente razas fisiológicas nuevas que superan la resistencia. Botrytis (Botrytis cinerea) Provoca la típica podredumbre gris de los tejidos. Generalmente se inicia sobre algún tejido muerto de alguna herida o roce aunque sea provocado por el viento. Su desarrollo óptimo se da con altas humedades y con temperaturas más bien frescas, de 5 a 18 ºC. Los fungicidas para prevenir y curar esta enfermedad son procimidona, iprodiona, folpet y diclofluanida. Hay que llevar cuidado con los excesos de nitrógeno que dan lugar a una mayor sensibilidad a Botrytis. Oidio (Erysiphe cichoracearum) No es una enfermedad que se de con mucha frecuencia. Los años secos es cuando

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El cultivo de la lechuga iceberg

más suele aparecer y se manifiesta con un micelio blanquecino pulverulento, cubriendo todo el limbo foliar. No está limitado por las nerviaciones de la hoja a diferencia del Mildiu que si lo está. Los tratamientos recomendados son el myclobutanil, triadimefón y benomilo. Esclerotinia (Sclerotnia sclerotiorum) Este hongo ataca a la lechuga en la zona del cuello destruyéndolo totalmente. Se caracteriza por la formación de esclerocios, como órganos de conservación y multiplicación del hongo. Estos esclerocios pueden permanecer en el suelo durante varios años, siempre y cuando no se ejerza un control sobre ellos, el cuál no siempre se realiza con éxito, ya que son muy resistentes a los tratamientos. Esclerotinia actúa con temperaturas frescas, de 15 a 20 ºC. Las temperaturas altas pueden llegar a inhibir a los esclerocios. Una buena técnica para desinfectar un suelo es la solarización, siempre que sea posible. También se pueden realizar desinfecciones de suelo con Metan-sodio, incluso combinadas con solarización. Los tratamientos químicos más eficaces son los mismos que para Botrytis: procimidona e iprodiona, debiendo empezar antes de que la hoja cubra el suelo. Rhizoctonia (Rhizoctonia solani) Este hongo no causa demasiados daños. Puede atacar en semillero y en campo, produciendo podredumbres rojizas en la base de las hojas a nivel de cuello. Los tratamientos pueden ser iprodiona y pencicurom. • Bacteriosis: Las enfermedades producidas por bacterias sólo aparecen en los años en los que se da mucha pluviometría y temperaturas suaves. Las especies que más aparecen son los correspondientes a Pseudomonas y Xantomonas. Provocan necrosis generalizadas en el limbo de las hojas y en los nervios. La única prevención química que hay es la aplicación de productos cúpricos. Hay que vigilar también el nivel de fertilización nitrogenada. • Virosis: Virus del bronceado del tomate (TSWV) Es la virosis que más problemas está dando en la lechuga a lo largo de estos últimos diez años, debido a la introducción de su vector, el Trips Frankliniella occidentalis. El virus provoca pequeñas manchas necróticas en las hojas, de manera que hace inviable a la planta afectada. Causa graves daños en los cultivos de primavera y verano, sobre todo en zonas donde existen otras plantaciones con flor, como pueden ser cítricos y frutales. Para reducir su incidencia hay que combatir al vector con los tratamientos anteriormente citados. Utilizar plantas procedentes de semilleros libres de virus. Otra técnica

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Técnicas de producción en cultivos protegidos

empleada es la de “escape”, que consiste en evitar las fechas críticas en las que se sabe que las poblaciones de trips son muy altas, las cuáles son diferentes en cada zona. Se está trabajando también en variedades con resistencia genética al virus, pero todavía no están presentes en el comercio. Virus de los nervios gruesos o Big-vein Provoca nerviaciones engrosadas y un crecimiento raquítico de la lechuga. El virus es transmitido en el suelo por el hongo Olpidium, con mejor desarrollo en terrenos húmedos y con mal drenaje. La mejor forma de combatir este virus es con la rotación de cultivos, que puede ser incluso un cereal. También es conveniente mejorar la capacidad de drenaje de las parcelas afectadas. Existen niveles de tolerancia diferentes dentro del abanico varietal que hay en el mercado, que pueden dar lugar a comportamiento muy diferentes respecto a la acción del Big-vein. 9.4. ( Tratamientos fitosanitarios ]

Los tratamientos fitosanitarios en lechuga Iceberg están totalmente mecanizados, pudiendo ser terrestres o aéreos. Los terrestres se suelen realizar con tractor con cuba suspendida y barras de pulverización, mientras que los aéreos se hacen mediante helicópteros. Hay que hacer un seguimiento en el campo de las plagas y enfermedades con el fin de decidir la ejecución más adecuada para los tratamientos. Para las plagas utilizaremos trampas cromáticas y feromonas, mientras que para las enfermedades observaremos los datos climáticos. A la hora de elegir los productos adecuados para un tratamiento, hay que respetar su autorización de uso, así como los plazos de seguridad establecidos. Normalmente se suelen mezclar los tratamientos fungicidas con insecticidas. Además si la empresa para la que trabajamos está sometida a algún tipo de certificación (AENOR, P.I, etc), hay que respetarlo escrupulosamente. En el cultivo de lechuga hay que dosificar los productos por hectárea tratada, independientemente del caldo a utilizar, ya que éste es variable para equipos diferentes. 10. ( RECOLECCIÓN, CUIDADOS POSTERIORES, MERCADOS]

La recolección de la lechuga se efectúa de un modo digamos manual, con diferentes grados de asistencia mecánica, desde sencillos carros (“bicicletas”) hasta sofisticadas plataformas de manipulación en campo. Dependiendo de las dimensiones de las fincas y su diseño, así como de la disponibilidad de maquinaria de apoyo, se utiliza un sistema u otro. Pero lo que es el corte físico de la lechuga en el terreno se lleva a cabo mediante el uso de instrumentos cortantes, como puede ser un cuchillo. Una vez recolectadas las piezas de lechuga, éstas se envuelven en un film extensible de polipropileno microperforado y se colocan en cajas de campo, que pueden ser enviadas a una almacén de manipulado o, en caso de que haya plataformas de manipulación en la finca, el producto ya se confecciona in situ, listo para entrar en los mercados.

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El cultivo de la lechuga iceberg

 EJEMPLO DE UNA “BICICLETA”, USADA PARA LA RECOLECCIÓN DE LECHUGA.

Para mantener la lechuga en buenas condiciones es necesario bajar su temperatura hasta 2 o 4 ºC. Para ello se practica el preenfriado, siendo el más utilizado en lechuga Iceberg el “Vacuum cooling”, que provoca el enfriado mediante la acción que produce el vacío, que da lugar a la evaporación de parte del agua de la lechuga y su consiguiente bajada de temperatura. Una vez preenfriadas se introducen en las cámaras frigoríficas, a una temperatura entre 0 y 1 ºC y un 95% de humedad. En estas condiciones se pueden mantener sin problemas durante dos o tres semanas. De las cámaras, cuando se va a expedir el producto, pasa directamente a los camiones frigoríficos, que es el medio de transporte que garantiza la cadena del frío. Es necesario controlar también que la temperatura en el interior del frigo no supere los 4 ºC. Los mercados principales de cara a la distribución de la lechuga Iceberg son Gran Bretaña, Alemania y Holanda, aunque son consumidores prácticamente todos los países de la Unión Europea, mientras que los países del Este se están incorporando al mercado, aumentando su demanda. En los últimos cinco años, este tipo de lechuga también se está comercializando en el mercado nacional con bastante éxito. Así, otra aplicación que está surgiendo es la denominada “cuarta gama”, que consiste en le presentación de las lechugas troceadas y envasadas, listas para su consumo en ensaladas. 11. ( BIBLIOGRAFÍA]  Maroto J.V. (2002). ”Horticultura herbácea especial”. Editorial Mundiprensa.  Maroto J.V., A. Miguel Gómez y C. Baixauli Soria (2000). “La lechuga y la escarola”. Editorial Mundiprensa.  Moreno J (1996). “Cultivo de la lechuga Iceberg en Águilas”. Trabajo Final de carrera de ETSIA (Orihuela).

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NOTAS

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