Produccion Musical Para Novatos (blog)

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¿Qué te vas a encontrar en este libro? 1. De qué va esto ………………………………………………………

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2. ¿Música profesional en un home studio? ¿En serio? ……………..

3

3. Vale, quiero producir mi música… ¿por dónde empiezo? ………

7

4. La regla de oro en el home studio …………………………………

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5. La canción, el primer paso …………………………………………

13

6. Antes de grabar… los arreglos ……………………………………..

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7. A la hora de grabar ………………………………………………….

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8. Tiempo para la edición ……………………………………………..

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9. Por fin… ¡la mezcla! ………………………………………………..

23

10. Mástering: ¿si o no? …………………………………………………

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11. ¿Cómo distribuir tu música? ………………………………………..

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12. Para más información... …………………………………………….

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1. De qué va esto ¿Compones tus propias canciones? ¿Quizás, como yo, hace tiempo que lo haces y por fin te has planteado grabarlas y compartirlas con el mundo? Si nunca lo has hecho antes, puedes encontrarte con que el mundo de la producción es algo abrumador. Hay miles de recursos disponibles en internet que se enfocan en las distintas etapas de la producción, y por eso a veces es fácil sentirse perdido y desanimarse demasiado pronto. Esta guía tiene como objetivo marcarte las pautas iniciales para que no te sientas solo en el proceso de producir tu música. Pero, ¿a qué nos referimos con producción musical? Pues a todo el proceso por el que pasamos para generar una canción. Desde el momento de la composición hasta que la compartimos con el resto de la humanidad. Si nunca te has parado a pensar en el proceso completo y cómo sacar el máximo partido de cada paso, estás en el sitio adecuado. Mi objetivo es que aprendas solamente las cosas importantes a la hora de producir música en tu home studio. Usando equipo gratuito o de bajo coste, si nos enfocamos en lo importante y practicamos lo suficiente, podemos llegar a obtener resultados realmente impresionantes1.

2. ¿Música profesional en un home studio? ¿En serio? Hace no tantos años, prácticamente la única forma que había para poder grabar tu música y compartirla con el mundo era “ser descubierto” por alguien de una discográfica. Si conocías a alguien con un multipistas, podías llegar a grabar una maqueta. Pero para poder grabar algo “en serio” era imprescindible ir a un estudio de grabación. La lástima es que eso no era una opción sin una discográfica de por medio, porque los precios eran prohibitivos.

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Esta guía está basada en los primeros posts del blog Tú y tu música. 3

Los tiempos han cambiado Pero ahora la forma de consumir música es diferente. La radio y la tele han perdido mucho de su fuelle, y ahora las principales formas de promoción son Youtube, Spotify, Facebook, etc., que están al alcance de todos.

¿Quién necesita una consola de un estudio de grabación?

Además, el equipo necesario para la grabación ya no es solo para unos pocos. La revolución de la informática y la tecnología ha hecho que todos podamos tener en casa lo necesario para grabar maquetas… sin necesidad de arruinarnos. ¿Solo maquetas? Bueno, lo cierto es que para muchos, lo único que podemos sacar de una grabación casera es una maqueta. Un mito más de los tantos que hay por ahí.

Déjame decirte que eso no es cierto Se puede conseguir música de calidad profesional en casa. Y esto es un hecho. Si no me crees, mira los siguientes ejemplos: Olivia Broadfield  es compositora y cantante. Su música aparece en la televisión… y compone en casa, sin ninguna posproducción.

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OLIVIA BROADFIELD Para grabar su música, usa elementos muy asequibles: un ordenador, una tarjeta de sonido y un micrófono. Y como ves en la imagen algún otro accesorio como auriculares o filtro antipop. 2. La banda Tipling Rock grabó su canción “Low Tide Rock” en un home studio (una habitación de una casa). Usaron muy poco equipo y consiguieron ser número 1 en Spotify.

TIPLING ROCK 5

Y esto sin hablar de otros discos clásicos que fueron grabados en casa con lo mínimo, como  Nebraska  de  Bruce Springsteen  o  Exile on Main St., la obra maestra de los  Rolling Stones. Aunque estos sí tuvieron posproducción en un estudio “de verdad”.

¿Para qué queremos un estudio profesional? Después de todo, ¿qué es lo que nos aporta un estudio de grabación profesional? Básicamente tres cosas: 1. Una sala acústicamente preparada para grabaciones. Normalmente con muy buen sonido y ningún ruido externo. 2. Equipo de alta gama como mesas de mezcla, micrófonos, ecualizadores, compresores… 3. Profesionales con muchos años de experiencia en grabación y mezcla de canciones. Claro que en casa no tenemos acceso a ninguna de estas cosas, pero… ¿son realmente necesarias? Depende… todo depende. Aunque la grabación en un home studio está llena de dificultades, la mayoría de ellas se pueden sortear. Solo hace falta paciencia y algunos conocimientos. Lo más importante en mi opinión es conocer cuáles son las dificultades en nuestro caso particular para poder combatirlas. •

Seguramente nuestra habitación no está acondicionada, pero podemos amortiguar ruidos no deseados. Y podemos investigar cuál es el mejor lugar de la habitación para grabar.



No disponemos de equipo de alta gama. Pero el equipo de calidad hoy en día es asequible. Y en muchos casos incluso lo gratuito es más que suficiente.

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No tenemos profesionales que nos ayuden en el proceso de grabación y mezcla… pero eso también está en nuestras manos. Solo tenemos que aprender y practicar.

3. Vale, quiero producir mi música… ¿por dónde empiezo? Muchas veces pensamos que lo natural después de componer nuestra música es grabarla… así que vamos al ordenador, enchufamos la guitarra o el micro y ¡allá vamos!

La grabación es solo una de las varias etapas en la producción musical

Pero si solo haces esto es probable que te sientas perdido en algún momento posterior porque las cosas no funcionan. Lo que ocurre es que hay una serie de pasos  recomendables a seguir para asegurarnos de que el resultado final va a merecer la pena.

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¿Qué pasos doy para producir mi música? No es tan difícil que pase. Grabamos una canción y luego a la hora de mezclarla descubrimos que es imposible hacerla sonar como queremos. La guitarra no suena como habíamos imaginado y no conseguimos corregirla con ecualización, compresión, saturación o lo que sea. El ritmo no se adapta del todo bien a la canción; a lo mejor debería ser un poco más lenta, etc Para evitar estos problemas y algunos peores te propongo seguir una serie de etapas que harán que tus resultados sean cada vez mejores. Son éstas: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.

Composición Pre-producción Grabación Edición Mezcla Mástering Distribución

Todas estas etapas son importantes.  Algunas de ellas las verás obvias, pero otras no, y a veces saltarte alguna te va a dar problemas.

Paso a paso se llega lejos En las siguientes secciones hablaremos de cada uno de estas etapas con más calma. Por ahora, vamos a describir un poco su objetivo. 1. Composición.  Cada uno tiene su forma de componer una canción. A lo mejor coges la guitarra y encuentras algo que te gusta para luego ponerle letra. O quizás empiezas con la letra y después añades la música. Sea como sea que lo hagas, no hay que olvidar que el objetivo más importante de la música es generar una emoción en quien la escucha. Así que lo más importante en la etapa de composición es asegurarte de que tu canción transmite al oyente la emoción que quieres: alegría, tristeza, energía, ánimo, etc. 8

2. Pre-producción.  Esta es la etapa de los arreglos. Conviene tener claras una serie de cosas antes de aventurarnos a grabar la canción. En este momento es cuando podemos probar toda clase de cosas y ver si funcionan o no. Por ejemplo, ¿será una canción acústica y con instrumentación simple o una producción completa con toda clase de instrumentos? ¿Cuál es el tempo de la canción? ¿Funciona la estructura como la tenemos o necesita algún cambio? ¿Necesitamos un solo de guitarra? ¿Conviene repetir el estribillo al final? ¿Cómo finaliza la canción? Etc. 3. Grabación.  Una vez que estamos contentos con las decisiones que hemos tomado en la etapa anterior, ¡llegó el momento de grabar! Esta parte no es complicada, pero hay que tener cierto cuidado. Muchas veces pasamos de puntillas por la etapa de grabación y luego a la hora de mezclar nos damos cabezazos contra la mesa porque no conseguimos el sonido que queríamos. Hay una mentalidad muy extendida de “arreglar las cosas en la mezcla” que no hace ningún bien. Así que yo creo que lo más importante en esta fase es invertir todo el tiempo que haga falta para conseguir el sonido que queremos desde el primer momento. 4. Edición. Esta es una fase que muchas veces pasa desapercibida. Después de que hemos grabado hay algunas cosas que se pueden corregir antes del proceso de mezcla. Por ejemplo, corregir una nota en el bajo o en la caja que está ligeramente fuera de sitio. O controlar las respiraciones del cantante para que no resulten tan obvias. 5. Mezcla.  La fase de mezcla es una de las que más desanima al personal. Tendemos a querer usar un montón de trucos que hemos aprendido y que probablemente no hacen falta. Lo más importante: encontrar un flujo de trabajo que nos vaya bien… y  usar nuestros oídos.

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Esta es quizá la etapa que requiere más paciencia. Al principio los resultados son frustrantes, pero hay que practicar, practicar, practicar… 6. Mástering. La idea del mástering es simplemente dar el toque final a nuestra canción, corrigiendo si hiciera falta la dinámica de la mezcla o su ecualización. Tiene más sentido cuando se aplica a un conjunto de canciones (un EP o un álbum), ya que se aprovecha para elegir el orden correcto, hacer que todas las canciones suenen al mismo volumen, etc. Tenemos dos posibilidades: hacer nosotros mismos el mástering o elegir a otra persona (quizás un profesional) para que lo haga. La ventaja de la segunda opción es que otros oídos nos aportarán una opinión valiosa. 7. Distribución.  ¡Ya tenemos nuestra canción lista! ¿Y ahora qué? Llegó el momento de darla a conocer al mundo. En la actualidad hay muchísimas formas de que nuestra música vea la luz. Podemos hacer un video y subirlo a Youtube o Facebook, o subir las canciones a Spotify, etc.

Como siempre, todo esto no es más que una serie de sugerencias… lo importante es que seas consciente de que hay algunas cosas que quizás no te paras a pensar y que podrían hacer que tu música diera un salto cualitativo importante. Piensa en los pasos anteriores y adáptalos a tu forma de producir tu música. Haciendo consistentemente lo mismo conseguirás a la larga unos grandes resultados.

4. La regla de oro en el home studio Seguramente a muchos de nosotros, empezando en el mundo de la producción musical, nos ha pasado lo mismo. Buscamos en internet consejos y trucos para poder hacer nuestra música y se puede encontrar de todo…

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Tantas reglas por ahí Ya sabemos que podemos  hacer música de calidad profesional  en nuestro estudio. Pero para ello muchas veces queremos encontrar en internet consejos y normas que nos ayuden. Es posible que alguna vez te hayas topado con alguno de estos consejos: • • • • •

A la hora de ecualizar, es mejor atenuar frecuencias que potenciarlas. En vez de usar compresión, usa automatización de volumen. No hagas cambios drásticos de ecualización, solo movimientos sutiles, no más de 3dB. No comprimas más de 5 o 6dB. Es imprescindible usar compresión “sidechain” con el bombo y el bajo.

Y en realidad un largo etcétera. ¿Pero te has parado a pensar que muchas veces todas estas reglas lo único que hacen es limitarte? Si ya has intentado mezclar una canción, ¿te ha ocurrido que intentas seguir estos consejos pero todavía no consigues el sonido que quieres? ¿Y tienes miedo de cortar más una frecuencia porque “no deberías cortar más de 3dB”? Muchas veces queremos seguir demasiado las reglas y no nos hacemos la pregunta fundamental: “¿esto suena bien?”.

Tenemos que preguntarnos más a menudo: ¿suena esto como quiero?

Si suena bien, está bien A la hora de la verdad, la mayoría de las normas anteriores no son relevantes. Nos ocurre muchas veces que nos perdemos en un millón de detalles técnicos y nos olvidamos de que solamente hay una cosa importante: que nuestra 11

música suene bien. Que transmita el sentimiento que queremos y que de verdad llegue a nuestro público. Hay un dicho entre los profesionales del mundo del audio que creo que es el único “mantra” que tenemos que respetar:

“Si suena bien, está bien”

Así que, sobre todo, lo que tenemos que hacer en el estudio es  hacer caso a nuestros oídos.

Pero ¿qué quiere decir sonar bien? Claro que lo de sonar bien es subjetivo. Como todo en la música. Así que en mi opinión una de las cosas más importantes para poder hacer realidad nuestra música es  formar nuestro gusto. Para eso es imprescindible escuchar mucha música y analizar el trabajo de los grandes ingenieros de sonido que hay por esos mundos. Y sobre todo comparar siempre nuestro trabajo con el de esos grandes. Sobre esta parte hablaremos más adelante con más detalle. Así que me parece que lo más sano es tomar toda la información que uno se encuentre en cualquier sitio de internet (incluido este libro) como una sugerencia. Prueba cualquier idea nueva y trata de adaptarla a tu forma de trabajar. O descártala si no te convence. Y nunca hay que perder de vista el objetivo más importante de hacer música: que la gente disfrute con ella. Como dice  Andrew Scheps, un gran ingeniero que ha trabajado con gente como Michael Jackson, Adele, Green Day, Red Hot Chili Peppers, Metallica, Black Sabbath, etc: “Lo único que importa es lo que sale por los altavoces.”

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5. La canción, el primer paso ¿Cuáles son las tres cosas más importantes en la producción musical? Warren Huart, de  Produce like a Pro, lo tendría claro: “La canción, la canción y la canción”.

El primer paso fundamental es tener una buena canción (Foto de  Dayne Topkin en Unsplash)

Es decir, lo único realmente importante en el proceso de producción es la canción y todas las decisiones que tomemos por el camino deben estar exclusivamente a su servicio. Claro que el punto de partida debe ser bueno.  Y es que ninguna clase de procesamiento puede hacer que una mala canción se convierta en algo memorable.

La canción es lo más importante Puestos a elegir, ¿con qué te quedarías? ¿Una buena canción que no suene muy bien o una mala que suene espectacular? Seguramente con la primera opción. No debemos olvidar que escuchar música es una experiencia; al oírla queremos que nos transmita algún sentimiento. 13

Así que el primer paso en nuestra producción, antes de pensar en cómo vamos a grabar una canción o cómo la vamos a mezclar, es asegurarse de que es “buena”.

¿Qué debe tener una buena canción? Sobre gustos no hay nada escrito… y si lo hay tampoco hay que hacer caso porque cada uno tenemos el nuestro. Por eso resulta imposible dar una receta para hacer una buena composición. Pero sí que hay una serie de cosas que puedes plantearse para ver si tu canción está lista para pasar a la etapa de pre-producción. Yo destacaría tres puntos que creo que son importantes: 1. Tiene que transmitir una emoción.  Independientemente del tipo de música que hagamos, siempre queremos impactar en nuestro oyente, y queremos que escuchar nuestra música le suponga una experiencia. Para eso, tenemos que asegurarnos de que estamos transmitiendo exactamente la emoción que queremos. Ésta puede ser alegría, tristeza, energía, reflexión, etc. 2. La letra y la música deben concordar.  La música debe transmitirnos el mismo sentimiento del que está hablando la letra. Por ejemplo, si la canción habla de algo alegre, la música debe transmitir alegría. 3. Debe ser entretenida para el oyente.  De nada nos sirve currarnos 11 estrofas si nadie va a escuchar más allá de la cuarta. Con esto no quiero decir que tenga que ser una canción pop de tres minutos con un estribillo súper-pegajoso… pero queremos que el oyente tenga ganas de escucharla.

¿Y cuál sería la mejor forma de componer? Todos tenemos nuestra forma de componer. Algunos como yo tomamos la guitarra y damos con una combinación de acordes y una melodía para luego buscar una letra. Otros trabajan primero la letra y luego le ponen música. Y otros van construyendo las dos cosas a la vez. 14

Aquí, como siempre, hay que dar con lo que a uno le venga mejor. Personalmente, yo estoy tendiendo a la tercera opción, que me permite que la música y la letra se complementen mejor, en mi opinión. Pero todo depende de los estilos.  En algunos como el hard rock o el heavy metal es más habitual empezar por un riff de guitarra, alrededor del que se desarrolla el resto de la canción. En hip hop muchas veces se empieza por un “beat”, etc.

Plantéate este reto Resulta interesante plantearse un reto: componer una canción de forma totalmente distinta a como estamos acostumbrados. Esto hará que descubramos cosas diferentes y que consigamos resultados diferentes a los habituales. Por ejemplo, si eres de los que suele empezar con la música, intenta escribir primero una letra y ponle música después. O intenta escribir a la vez la música y la letra. De cualquier forma, lo más importante como en todo es que des con tu forma de componer. Prueba cosas nuevas y vete adaptándolas o descartándolas. Una sugerencia final: en la etapa de composición no te comas mucho el coco con cómo van a ser los arreglos. Mejor céntrate en que la letra y la música de tu canción se complementen bien. Que ambas digan exactamente lo que quieres decir y que la canción “funcione bien”. Después, en la etapa de pre-producción, nos preocuparemos de “traducir” nuestra composición para que llegue al oyente de la mejor manera posible…

6. Antes de grabar… los arreglos Así que ya tienes tu canción lista y estás preparándote para grabarla. ¿Qué hay que hacer ahora? Es el turno de los arreglos. O lo que se conoce como etapa de pre-producción.

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¿Qué son los arreglos? Arreglar una canción es simplemente decidir la forma en la que la vamos a presentar al público. Es decir: decidir qué instrumentación vamos a usar, qué parte va a tocar cada instrumento y otras cosas por el estilo.

Los arreglos son la forma de traspasar nuestra composición a los que la van a interpretar.

Aunque todas las etapas en el proceso de producción son muy importantes, en mi opinión ésta es una de las que más define el sonido final y una de las más personales. Y es que la misma canción puede sonar totalmente diferente dependiendo de los arreglos que hagamos (como ejemplo reciente en español, podemos comparar la versión original de “So payaso” de  Extremoduro  con la de Bely Besarte).

¿Qué debemos tener en cuenta en esta etapa? Me gusta insistir siempre en que no hay reglas en la producción musical. Pero si estás perdido sí puedo darte algunas indicaciones para salir adelante. Éstas son algunas de las cosas que puedes considerar cuando estás arreglando una canción: 1. El feeling de la canción.  ¿Va a ser una canción rápida o lenta? ¿Acústica y muy ligera o más impactante y con una banda completa? Algunas de estas 16

cosas ya las tendrás claras al componer la canción, pero podría ayudarte considerar otras posibilidades. 2. La instrumentación.  ¿Qué instrumentos vas a usar? Si tienes una banda, probablemente siempre serán los mismos instrumentos y no haya nada que decidir. Pero si lo haces todo tú solo, puedes variar de unas canciones a otras para hacer tu música más interesante. Éste es el momento de probar cualquier cosa. Si no funciona, se cambia y ya está. 3. El tono y el tempo. Hace años, con menos experiencia, me pasó alguna vez que componía una canción y ya la tenía lista para grabar cuando me daba cuenta de que el tono no le iba del todo bien a mi voz. O que la canción de repente me parecía demasiado rápida. Así que siempre es bueno tomarse un rato para ver si el cantante se siente cómodo cantando en ese tono y a ese tempo. 4. ¿Fluye la canción? Una de las cosas más importantes es que nuestra música mantenga el interés del oyente (¡que no le resulte aburrida!). Para eso debemos asegurarnos de que nuestra canción “fluya” de la manera adecuada. ¿Hay suficiente contraste entre los versos y el estribillo? Si hay un clímax, ¿se siente de la forma adecuada? ¿Es muy largo el solo? ¿Se justifica repetir el estribillo al final? Etcétera. Por supuesto, esto es totalmente subjetivo y depende de tu gusto, pero merece la pena tenerlo en cuenta. 5. Aclarar todas las partes.  Una vez que estemos satisfechos con cómo va la canción conviene comprobar lo que tocan todos los instrumentos. Ver si cada una de las partes funciona y si se complementa con el resto. Si hay alguna parte que no aporta nada ¡lo mejor es eliminarla! Yo resumiría mis sugerencias para los arreglos de una canción en dos: •

Prueba todo lo que se te ocurra. Si de repente crees que una parte de mandolina podría quedar bien… ¡prueba! Lo peor que podría pasar es que no funcionara y basta con quitarla.

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No conviene pasarse añadiendo instrumentos y partes. Como en muchos de los estudios virtuales no tenemos limitación de pistas, existe la tentación de meter una parte y otra más y otra más… y después nos volvemos locos a la hora de mezclar y nuestra canción no funciona porque hay muchas cosas compitiendo entre sí.

¿Cuál es tu forma de trabajar? Como en casi todo lo demás, tienes que encontrar la forma de preparar los arreglos que te vaya bien. Yo normalmente grabo una “demo” sin preocuparme si canto desafinado o si me equivoco al tocar algo. Lo único que quiero es tener una idea clara de cómo van a ir las cosas y saber si la canción va a funcionar o no. Hago todo lo que se me ocurre y descarto lo que no va bien. Pero hay un punto importante: nadie dice que todo lo que hagamos ahora va a ser definitivo. A la hora de grabar o incluso de mezclar podríamos dar con algo diferente que le vaya bien a la canción y entonces no hay que dudar en incorporarlo2 .

7. A la hora de grabar Me ocurría todo el tiempo al principio… cuando llegaba el momento de grabar, lo hacía más o menos rápido pensando “después lo arreglo cuando vaya a mezclar”. El resultado: nunca conseguía que mis canciones sonaran ni mínimamente parecidas a las profesionales. Y es que la mentalidad de “arreglarlo en la mezcla” está muy extendida y creo que ha hecho mucho daño sobre todo entre los que grabamos en home studios.

¿Qué hacer para grabar bien? A muchos usuarios de home studios les cuesta asimilar que lo fundamental para que nuestras mezclas suenen bien es que las pistas que vamos a mezclar estén bien grabadas. ¿Y eso cómo se consigue?

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Recuerda: “la canción, la canción y la canción”. 18

La gente que trabaja en home studios a veces pasa demasiado deprisa por la etapa de grabación

Como siempre, no hay reglas. Lo mejor es experimentar e ir descubriendo lo que nos funciona y lo que no. Pero sí hay algunas cosillas que uno puede hacer para mejorar bastante las grabaciones. El primer paso es obvio, pero muchas veces lo pasamos por alto. Tienes que asegurarte de que tu instrumento suene bien. Por ejemplo, si vas a grabar una batería, el primer paso es afinarla. Además, como es probable que grabes en una habitación que no está acondicionada, sería conveniente prepararla para que la batería no retumbe demasiado. En mi caso, yo le he quitado un parche al bombo y he puesto un par de cojines dentro; he atenuado la caja con un paño y cuando voy a grabar coloco unas mantas alrededor para cortar la reverberación natural de la habitación. Otro ejemplo: para grabar una guitarra eléctrica el primer paso fundamental es manipular el amplificador hasta que suene a nuestro gusto. Probablemente haga falta despegarlo de la pared y amortiguar también con mantas si retumba demasiado. Y luego… ¡no hay que olvidarse de afinar antes de cada toma!

Decide tu sonido La mejor recomendación que puedo darte a la hora de grabar es: 19

DECIDE TU SONIDO

Seguro que alguna vez te ha pasado algo como esto: grabas una guitarra usando un amplificador virtual. Y en vez de dedicar un rato a manipular los controles del amplificador o a usar ecualización para conseguir el sonido que quieres exactamente, piensas “voy a dejarlo así para tener más opciones cuando vaya a mezclar”. Pero lo único que estás haciendo en realidad es retrasar la toma de una decisión. Mi recomendación es que decidas cuál es el sonido que quieres, y que intentes conseguirlo en el momento de la grabación. Así cuando vayas a mezclar estarás preocupado de que tu guitarra se integre con el resto de instrumentos, y no de si es realmente el sonido que quieres o no.

Juega con el micro Para grabar instrumentos “reales”, es importante prestarle al micrófono la atención que se merece. Supongamos que quieres grabar una guitarra acústica. Si solo tienes un micro, tendrás que usar ése. Pero si tienes dos, podrías tener la duda de cuál de ellos usar. Lo normal es grabarla con un micrófono de condensador de diafragma grande, pero recuerda que no hay reglas. Por ejemplo, yo suelo grabar la mía con un Shure SM58 (dinámico). La conclusión entonces es que lo mejor es experimentar. Incluso si solo tienes un micro, a veces no es suficiente con ponerlo delante de la guitarra y grabar. Hay unas posiciones mejores que otras. ¿Y cómo lo sabemos? Pues probando. Si nunca lo has hecho, te sorprendería la diferencia que hace en el sonido mover el micro solamente unos pocos centímetros.

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No tanto nivel Y para cerrar este sección me gustaría darte una última sugerencia. A pesar de que corre por muchos sitios por ahí el rumor de que hay que grabar con suficiente nivel pero sin que la señal llegue a los 0dB… yo te propondría que hicieras todo lo contrario:

¡GRABA A NIVELES BAJOS!

Yo intento controlar que el nivel de la señal esté sobre los -18dB, aunque esto no tiene que ser exacto. Lo que ocurre cuando grabamos a niveles más cercanos a los 0dB es que fácilmente podríamos sobrepasar este umbral en algún momento de la grabación y se produciría lo que se llama “clipping” digital. Eso resultaría en una señal distorsionada y desagradable. Lo mejor es evitarlo a toda costa. 

8. Tiempo para la edición Después de grabar todas las partes de nuestra canción, la tentación de empezar a mezclar es casi irresistible. Pero si lo hacemos estaríamos pasando por alto al “hermanito feo” de la producción musical. Me refiero al proceso de edición. Y es que hay algunas cosas que delatan en seguida un producto final con aspecto amateur.

¿Para qué necesitamos la edición? La idea general de la edición es corregir pequeñas imperfecciones en las interpretaciones. Por ejemplo, un golpe de bombo ligeramente fuera de lugar o una nota incorrecta en un solo de guitarra. Hay dos cosas fundamentales que hacemos en esta etapa, que se suelen llamar por su nombre en inglés: 21

• Comping: combinar diferentes tomas de un mismo instrumento para conseguir una toma final. • Pocketing: corregir notas que estén fuera de lugar en la interpretación de los instrumentos.

Ambas son muy importantes y tienen su razón de ser.

Por ejemplo, con las voces Al grabar las voces de tu canción es recomendable que grabes al menos tres tomas (y no más de cinco). Esto nos permitirá elegir entre esas tres los momentos de mejor  feeling  de cada una para armar una toma final impecable. En este caso, yo te sugeriría aprovechar también para hacer dos cosas:

El comping es un proceso sin el que es difícil pasar en el home studio.

1. Controlar las respiraciones. Es normal que al inicio de las frases el cantante tome aire y en algunos casos eso queda reflejado de forma exagerada en la grabación. Se puede bajar un poco el volumen de estas respiraciones pero no te recomiendo que las elimines del todo, porque aportan naturalidad. Aunque por supuesto todo depende de lo que persigas. 2. Controlar las “eses”. Algunas personas tienden a exagerar las eses al cantar. Cuando vayamos a mezclar, al comprimir la voz esto se va a traducir en un sonido sibilante bastante molesto. Aunque es posible reducirlo con un de-esser, mi método preferido es controlar ligeramente las eses en el momento de la edición.

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¿Y qué hay del pocketing? El pocketing es algo que debe hacerse con cuidado y con gusto. No se trata de cuantizar las interpretaciones (es decir, ajustarlas a la cuadrícula), cosa que conseguiría matar todo el feeling. El objetivo no es otro que garantizar que no haya nada que les reste impacto. Conviene prestar atención por ejemplo a la relación entre el bombo y el bajo, que son lo más importante en la parte rítmica. Así que si hay momentos de la canción en que andan desajustados es recomendable corregirlos. Y poco más se puede decir del proceso de edición sin verlo en funcionamiento. Más adelante en el blog veremos cómo aplicarlo en ejemplos concretos.

9. Por fin… ¡la mezcla! Creo que el proceso de mezcla ejerce una especie de fascinación entre todos los usuarios de los home studios. A lo mejor es porque se trata de un proceso lleno de sutilezas. Y muchos de nosotros ni siquiera lo conocíamos antes de meternos en el mundo de la producción musical. Pero a la hora de la verdad la mezcla es algo simple (aunque no sencillo).

La mezcla es balance La clave de todo está en conseguir el balance adecuado entre todos los instrumentos. Todos deben aportar su granito de arena y trabajar para la canción. Y aunque algunos deben sobresalir del resto, como la voz, también deben estar integrados en el conjunto. En mi opinión, hay tres herramientas fundamentales que debemos saber manejar y que son las que tienen mayor peso en el resultado final.

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Es posible conseguir mezclas de calidad profesional en los estudios virtuales modernos.

1. Volumen y panorámica.  Aunque parezca obvio, a veces olvidamos que el volumen que le proporcionamos a cada elemento de la mezcla va a determinar de forma muy importante cómo lo percibimos. A veces nos empeñamos en “colocar” bien un sonido en la mezcla usando ecualización o compresión cuando lo único que necesita es quizás un ajuste de volumen. En cuanto a la panorámica, aunque sigue reglas bastante estándares en la producción, nos ayudará a que nuestra mezcla sea más amplia, que ocupe más espacio en el campo estéreo. 2. Ecualización.  Resulta un componente esencial a la hora de mezclar. Todos los sonidos tienen presencia en todo el rango de frecuencias, pero algunas de ellas no son necesarias. Muchas veces ocurre que dos o más instrumentos, al estar sonando a la vez, se están enmascarando unos a otros porque comparten algunas frecuencias. Mediante la ecualización podemos cortar las frecuencias que no sean importantes en cada uno para así conseguir que todos se escuchen claramente. 3. Compresión. Algunos instrumentos como la voz son muy dinámicos, lo que quiere decir que hay muchas diferencias de volumen entre distintas partes de la interpretación. Esto hace que en general sea difícil integrarlos en la mezcla. La 24

compresión es una herramienta que permite controlar la diferencia entre las partes de mayor y menor volumen para conseguir esa integración. Si bien existen otras cosas importantes, como el uso de efectos, las anteriores son en mi opinión las esenciales y dominarlas es imprescindible para conseguir buenas mezclas.

Algunas reglas ideas Yo creo que lo fundamental para que consigas mezclas satisfactorias es, como he comentado al hablar de grabación, encontrar tu forma de trabajar. No hay dos personas que mezclen igual y las cosas que hagas dependerán en gran medida de tu gusto. Así que se trata de que aprendas los rudimentos y vayas encontrando una forma de mezclar que se adapte a ti. Si nunca lo has hecho, esto te llevará algún tiempo. Pero terminarás sintiéndote cómodo con ella y obtendrás mejores resultados. Te daría algunas sugerencias: •

Mezcla siempre a volúmenes más o menos bajos. Y comprueba tus decisiones sobre cada elemento en la mezcla a diferentes volúmenes.



Vigila que el volumen total en tu “master” no se acerque demasiado a cero. De hecho, si no superas los -8dB, -10dB mucho mejor.



No intentes procesar todos los elementos. Escucha primero antes de ecualizar o comprimir. Si hemos grabado bien es posible que algunos instrumentos no necesiten nada más.



Usa grupos de instrumentos. En algunos casos conviene procesar varios instrumentos juntos en vez de por separado. Por ejemplo, en muchas canciones tendremos varias pistas de coros (podrían ser una o dos, o incluso hasta diez o doce). Llévalas todas a una pista de grupo y procésalas todas juntas. Necesitarás menos procesamiento y tu ordenador trabajará menos.

Por ahora ninguna más, porque habría que entrar en más detalles y no es este el momento. 25

Lo más importante… …me lo he guardado para el final. Se trata de algo que las primeras veces te hará deprimirte con tus mezclas, pero creo que es lo único que puede ayudarte a mejorar. Me refiero a

USA REFERENCIAS

Cuando estés mezclando importa a tu sesión una o dos canciones grabadas profesionalmente que tengan un aire similar a la canción en la que estás trabajando. Compara tu mezcla con las profesionales y haz los ajustes pertinentes. De esta forma, conseguirás poco a poco que tus mezclas se parezcan cada vez más a las profesionales. Y mejorarás a pasos agigantados.

10. Mástering: ¿si o no? Ya hemos terminado nuestra mezcla. Suena bastante bien… ¿y ahora? Es el momento del mástering o masterización. ¿Y eso qué es? Hay mucho misterio alrededor del mástering. Algunas personas  no saben de lo que se trata, y otros creen que al masterizar una canción lo único que se hace es subirla de volumen. Y aunque esto es parte del proceso, no acaba ahí la historia. Realmente, el principal objetivo de esta etapa es hacer sonar tu música lo mejor posible.

El mástering es el Photoshop del audio Esta frase  describe claramente lo que comúnmente se hace en la etapa de mástering. Partimos de una canción ya mezclada y le damos el acabado final: los retoques necesarios para llevarla al siguiente nivel. 26

Normalmente hay tres procesamientos involucrados: • • •

Aumento de volumen. Ecualización. Compresión.

Estos tres procesos están relacionados entre sí, y son los que en la mayoría de casos permitirán obtener un buen resultado final. Es cierto que en ocasiones se suelen llevar a cabo otros procesamientos, como corregir la imagen estéreo, añadir saturación o reverb, etc, pero los que he nombrado antes son los principales.

Del puñado de canciones al álbum En muchos casos, solamente dispondremos de una canción y lo que le haremos será subir su volumen y corregir su ecualización y su dinámica. Pero cuando tenemos varias canciones la cosa cambia ligeramente. Si nuestra idea es editar un EP o álbum completo, las canciones deben integrarse de alguna manera. Para empezar, deberían tener un sonido similar. Así que en estos casos el ingeniero de masterización debe cuidar de que los ajustes en volumen, ecualización y compresión consigan cohesionar los diferentes temas del disco. Así que no solo es importante cómo funciona una canción por sí sola, sino cómo lo hace en relación al resto.

¿Conviene masterizar nuestra propia música? Por supuesto, podemos masterizar nuestras propias canciones. Solo hay algunas cosas a tener en cuenta: •

Se recomienda que la sesión de masterización se separe de la de mezcla, para ganar un poco de perspectiva y ver la mezcla “desde fuera”.



El entorno de escucha es fundamental. Si no tenemos una habitación acondicionada, lo mejor podría ser usar unos buenos auriculares.



En estos casos usar mezclas profesionales como referencia es imprescindible.

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Dependiendo del objetivo que tengas, yo recomendaría usar los servicios de un ingeniero de mástering profesional.

Los estudios de mástering profesionales son un entorno de escucha prácticamente perfecto.

Hay tres ventajas en ello: por un lado, trabajan en estudios acondicionados donde escuchan las mezclas exactamente como son; por otro, normalmente tienen mucha experiencia y pueden detectar los problemas que pueda tener la mezcla inmediatamente. Finalmente, es bueno que otros oídos distintos a los tuyos escuchen tu música. De esa forma podrás tener feedback externo, además proveniente de alguien experimentado.

11. ¿Cómo distribuir tu música? Si has seguido todos los pasos  que hemos contemplado en las secciones anteriores, ya deberías tener tu música lista para publicar. ¿Cómo hacerlo? Todo depende de lo que quieras.

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Publicar tu música es el último paso natural para que la gente la disfrute

Primero, derechos de autor La cuestión que a lo mejor te interesa contemplar primero es la de los derechos de autor. Hay mucho desconocimiento sobre esto (yo mismo no soy un experto en el tema, qué te voy a contar), pero sí es importante aclarar un punto: todo autor, desde el momento de finalizar una obra, es propietario de sus derechos. Y para esto no es necesario registrarla. Lo que ocurre es que, si registras legalmente tu obra, quedará constancia de la fecha en que lo has hecho, y en caso de problemas posteriores tendrás una prueba que enseñar. Actualmente existen muchas formas de registrar tus canciones. Por supuesto, la forma más conocida es el Copyright, pero también tienes disponible el Copyleft o las licencias de Creative Commons. Cuál uses dependerá de lo que quieras hacer con tus canciones.

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Yo he publicado canciones sin registrarlas y no espero que eso genere ningún problema… pero cada persona es un mundo, y si te vas a quedar más tranquilo este sería el primer paso a dar antes de publicar tu música. No quiero entrar en detalles aquí sobre este tema. En otro momento nos ocuparemos de eso con información más precisa.

Publicar de forma “rápida” Antes que nada tienes que decidir qué quieres hacer con tu música. ¿Solamente subirla a internet para que la gente la conozca y pueda disfrutarla? ¿O quizás quieres que te genere algunos ingresos? Si solo quieres que te escuchen (en plan filantrópico o a efectos de promoción), tienes métodos más o menos rápidos para hacerlo: • Facebook: puedes hacer un vídeo y publicarlo en tu muro. No tiene que ser un vídeo elaborado. Simplemente podría ser un vídeo con letra (que parece que tienen mucho tirón últimamente) y con algunas imágenes de fondo. • Youtube: si te animas a hacer un vídeo, puedes subirlo también a tu canal. • Soundcloud: es otra posibilidad para subir ficheros audio. La música que subas a tu cuenta no puede superar las 3 horas en el plan gratuito, pero creo que esto es más que suficiente. Otra alternativa es usar plataformas como Bandcamp. Puedes subir tu música para que se escuche online, de forma totalmente gratuita para ti y para tu público. Pero Bandcamp también da la opción de vender las canciones. Tú mismo pones el precio, y ellos se quedan con un porcentaje de lo que ingreses de las ventas (creo que en torno al 30%).

¿Y qué hay de Spotify? No, no me he olvidado de Spotify, que es seguramente la forma más habitual de escuchar música hoy en día. El inconveniente es que no se puede acceder directamente, sino a través de un servicio de distribución.

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Es decir, contratas un servicio que se encarga de subir tu música a varias plataformas. No solo Spotify, sino i-Tunes, Google Music, Amazon, Pandora, Tidal, etc. Este servicio no es gratuito, pero hay precios para todos los gustos. Los distribuidores más conocidos actualmente son: • Distrokid. Tiene una especie de “tarifa plana”: 19,99 dólares al año. Esto te permite subir toda la música que quieras. • CD baby. Los precios son: $9,95 por single y $49 por álbum. • Tunecore. Se paga $9,99 por single y $29,99 por álbum el primer año (a partir del segundo año es más caro). • Ditto. Similar a Distrokid: 19 euros al año y se puede subir toda la música que quieras. Yo utilizo Distrokid y hasta ahora me ha ido bien. En todo caso, tú decides qué se adapta mejor a tus necesidades.

12. Para más información… En este e-book solamente hemos raspado la superficie de la producción musical, sentando las bases para que puedas ser exitoso en tu propósito de crear música. Pero por supuesto hay muchísimas más cosas involucradas en cada una de las etapas. Si quieres profundizar en estos conceptos, incluyendo tutoriales paso a paso, trucos, etc., solo tienes que seguir atento al blog:

www.tuytumusica.com

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