Secretos De Familia

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SECRETOS DE FAMILIA EL CAMINO HACIA LA AUTOACEPTACIÓN y EL REENCUENTRO

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Colección: La I.ámpara de psique Secretos de farn,;ia Job" Bfad.
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1,1 ediciÓn: marlo de 2000

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Título original' Family Srcrel.r

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tanley, de cinco años de edad, corre hasta Bobby, de cuatro años, y le grita: "íSé un secreto, y tú no!" Bobby empieza a llorar y se va corrien­ do. ' Los secretos nos dan poder sobre los que no los comparten. Pueden hacemos especiales e importantes. También nos pueden evitar sufrimientos. Los secretos constituyen una parte fundamental de la vida humana. El no ser partícipe de u n secreto puede ser causa de dolor y sufrimiento. Pero, en otras ocasiones, saber un s~cre lO nos puede dej ar con sternados y con f usos, ¿Se identifica usted con alguno de los secretos siguientes? Éstos, además de muchos otros, constituyen el núcleo de los secretos de familia y el tema del que trata el presente libro.

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Diseño portada: Michael Newman

Traducción: Álo Arresc

© 1995 by lohn Bradsha IV (Reserv ados lodos Jos derechos) © Ediciones Obelisco. S. L.. 1999

(Reservados todos los derechos para l~ presente edición)

Publicado por acuerdo con Banlam Book-,

Edit,: Ediciones Obelisco. S lo

Pere ¡V. 78 IEdif. Pedro rv). 4' planta, 5' pllerta

08005 Barcelona· España

Te!. (9~) 309 X5 25.· Fax (93).109852.'

~ mal!: obellsco(¡l' H'eb~lte.es y [email protected]

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Tel y Fo~ .~J III J ,'!¡ j.!.;~2

l-lIJ Bueno.. -\Ir ...·... -

BILLY se siente confuso ante el extraño componamiento de su padre. Al día siguiente de su octavocumpleaños su madre le dice que su padre tiene una enfermedad mental que se llama esquizofrenia paranoide, pero también le dice que eso no se lo debe contar nunca a nadie. Billy se asusta mucho. Le da miedo de que su padre se ponga peor. Le da miedo traer a casa a algún amigo del colegio por lo que pueda hacer su padre. Pero, sobre todo, le da miedo que. algún día, él también pueda tener una enfermedad mental.

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Impreso en Españu en los talleres de de Capel1adc$ (Barcelona)

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mico. mecánico. ~ del eUllor.

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o elec1rográfico, sin d previo con.lentimicn'lo por

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I-lARRJET se siente agobiada porque Hogarth le insiste que gaste poco. Es como si le molestara cada cénlimo que ella gasta. Haniet escatima gastos y aho­ na todo lo que puede. Jamás se compra nada. Pero, por otro lado, esconde el dinero que le regalan por su cumpleaños y por Navidad. También se saca algo de dinero cosiendo y con los cupones de comida. Pero Harriet vive atemoriza­ da de que Hogarth pueda descubrir que tielle escondido todo ese dinero.

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JULlANNA no ~¡¡be qué pen:\ar de una mujer que su madre llama Tía 5usi y

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d~. q~c ,qJ p;ldrl' rt'gl"(~~c; por h IllK'he. UIl~l \-'u,:1I rcs:'~~al-! llliélnJ1(~-dl'l c,l~k~gi (l.

TI.! ~\hl .I' .'ll llHldr'c L";whal1 encerrada" en ¡,\ hdbll,\Cr01l C(,I] el pestillo i;;l;h,\d(),

,luli;ll1r1;l ~l' a,\hlÓ mucho porque parecía como ~í le eW.lVíeran hacíendo d:\l10

,1 ,u madre, EIlIOf1Ce~. aporreó la puerta pero le dijeron que 1\\.1 pasaba n"da y

(jUC ~c fuer;¡ a lugar. L" Tía Susi es muy (;arii)o~a con Julianna y le sucle traer

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entre l\í y yo ,olamente', '! lt hJ hecho jurar que Ilunca se lo contará a su padre.

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BUTCH sabe que su hermano Corbct se ve con un chico del colegio que todo el mundo sabe que trafica con drogas. Una semana más tarde encuentra dro­ gas esc()ndjda~ en el sótano de casa. Los sábados por la noche Corbet regre­ sa pronto :l ca.\:l pero, después. se escapa y ya no vuelve hasta las seis de la mallana. Butch tiene claro que Corbet se droga e intenta decirle a su hermano que esa vida que lleva es peligrosa, pero Corbel reacciona con hostilidad y le di.:e que k dej..: en paz. Los padres están tan ocupados con su vida profesio­ [lal que no pilrecen enterarse de lo que sucede, A Butch le gustaría poder con­ Lllk, lo de e orbet pero sabe que entonces senliría que le había lraicionado.

1i La inl'ancia de PEGGY fUe realmente maravillosa, En su família no fallaba ¡jel dinero.

Su p'Jdre le resultaba muy misterioso y fascinante. Aunque viaja­ b
cual estuvo enferma mucho liempo. Nunca salfa de casa y tenía muchos pro· blemas físicos, especialmente ulla enfermedad grave de corazón. Myl"lle pasó lada la niñez como andando de puntillas y, de adulta. se dedicó a ocuparse de que no hubiera nada que alterara a $U madre . Cuando Myrtle tenía cuarenta y cí:1co ¡:¡ños, a la madre la diagnostica­ r-on un cáncer termín¡jl, pero vivió much0 más de lo que le habían predicho, por )0 que el doclor con,"!antemcnte rcsaltnba la fortaleza de su corazón. Hoy en dra. Myrtlc se cuestiona lodos los aspectos de la enfermedad de su madre.

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GRETCHEN está terminando su tercera sesi6n con su terapeuta. Después de haberle descri to sus abundan tes s(ntomas, éste la pregunta si recuerda haber sido v!ctima de abusos sexuales. Gretchen contesta que no pero, al salir de la sesión, se siente muy alterada e irritada. Siempre ha tenido la sensación de que le debió pasar algo g.rave de ni ña y ya ha tenido toda una serie de rela­ ciones en las que ha padecido abusos sexuales. Le asusta volver al terapeuta porque la da miedo descubrir que le pasó algo terrible durante la infancia. Se pregunta si es realmente necesario averiguar 10 que sucedió para poder seguir progresando en su vida. En todas las familias hay secretos, Algunos son saludables y construc­ tivos ya que protegen a la familia y/o a sus miembros, 'j les ayudan a crecer y desarrollarse como individuos. Otros secretos son contraproducentes y destructivos, e impiden que Oorezcan la confianza, intimidad, libertad, crecimiento personal y amor. ¡Lo que desconocemos nos puede hacer mucho daño!

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que ya llene catorce años. su padre le invita a ír con él un fin de sema­ .-, oa. Pero entonces se encuentra con que sus colegas han contratado a pros ti ­ í~tlJlaS para que les acompañen. En la primera noche del viaje. su padre le m;l1lda a llna para que se acueste con él, con el mensaje de que ya es bora de MJ\le .,e h~\ga un hombre, Marku~ est<Í tan cxcitado que tiene una eyaculación pr'ccO/.. con lo cual se convierte en el hazmerreír del grupo durante todo el ¡;~~~tl de ~cmaJ)a. Además de vcrgüenza y culpabilidad, Markus siente que ha traIcionado a su madre. ~ La madre de MYRTLE se pasó la mayor parte de la vida en la cama. Cuando k~1\1Yl1le tenía cuatro arios, su madre tuvo un "ataque de nervios" después del

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PRÓLOGO

Por naturaleza, el hombre ansía conocer. ARISTÓTELES

Una vida sin interrogantes no merece la pena ser vi vida. SÓCRATES

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primer secreto que tuve que ocultar se produjo cuando tenía once ,® años y ése es el tipo de secretos del que trata este libro. Me gustaba meterme en la habitación de mis padres y fisgar en los armarios, entre =la5 cajas y por los cajones, para ver qué podía encontrar, Un día, al hurgar -=;entre tos calcetines de mi padre descubri una caja de latón con una llave. Al tlabrirla, descubrí montones de monedas de plata de diez centavos que bri lia­ ban como las de los tesoros enterrados, Mi padre no venía mucho por casa y, ¡rjpor alguna razón, al descubrir su colección de monedas me sentí más ligado r~~a ~L Ahora y? sabía d,ónde escondía su secret?, Peri6~icamen:e iba a abrir la ÍII'iacaJa, como SI as( pudIera charlar con él, y vela cómo Iba creCIendo la colec­ =ción,

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Un día cogí dos monedas de esas y, durante varios días, las llevé coo­ con gran cuidado para que no me las descubrieran mis hermanos. '~Enconces, una tarde que estaba solo, me fui a la tienda, me compré cuatro =pcaramelos grandes y me pu,e como un cerdito comiéndolos en un d~SC
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cogido algunas, le mentí descaradamente. Mantuve el secreto hasta que, grao dualmente, se entretejió con el tapiz de vergüenza y culpabílidad que llegó a envolver mi propía identidad. Lo que más recuerdo c); la ansiedad que me producía ese secreto, Ni siquiera podía di~rru\ar de los juguetes'que había comprado en.la tienda de 'Todo a cien', Los había tenido que esconder en el descampado y, cuando iba a jugar con ellos, tenía que estar ojo avizor porque mis hermano~ no tenían juguetes nuevos y me preguntarían ínmediatamente de dónde los había saca­ do y, después, se lo contarían a mi madre. Un sábado, cuando fui a jugar a mi escondrijo, ¡me quedé perplejo aJ ver que mis juguetes habían desaparecido! Alguien los habla encontrado, Estuve llorando mucho tiempo pero sin poder contarle a nadie porqué y sin que nadie me pudiera consolar en mi desgracia. Los secretos ocultos suelen producir' esa clase de dolor.

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Nuestras misteriosas familias

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Por lo que parece, muchas personas han sentido también durante la infancia la misma curiosidad que yo por la vida de los padres. Tenemos un deseo natural de averiguar cosas, especialmente en lo referente a nuestras raíces. Nuestra familia constituye nuestro clan de origen, una parte de nues­ tro si no y, en muchos aspectos, va moldeando' nuestro destino, Me sigue interesando comprender a mi familia. Durante los últimos quince años he aprendido mucho sobre la dinámica familiar. Me he involu­ crado en una especie de excavación arqueológica de la psique con respecto a mi propia familia y he hecho algunos valiosos descubrimientos sobre los secretos de familia que me han transformado, El descifrar los secretos de familia nos conduce al núcleo de ese mis­ terioso poder con el que ésta moldea nuestra vida. A esta aventura hacia el mundo secreto de la familia lo he denominado 'la búsqueda de la concien­ cia', Con la búsqueda de la conciencia intentaremos profundizar en la rea· Iidad de nuestra familia mucho más de lo que jamás hayamos conseguido anteriormente. La búsqueda de la conciencia implica intentar llegar al alma de nuestra familia, esa causa esencial por la que es como es. En la búsqueda de la co'nciencia se nos pide que pensemos en cosas de nuestra familia que nunca nos hemos planteado, Se nos pide que escuchemos las historias de nuestra familia sin interponer nuestros juicios de valor ni nuestras formas habituales de comprellder, Al expandir nuestra comprensión de nuestra fami·

Iia se no~ ofrece una nueva oportunidad de acceder· a los puntos débiles y

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fuenes que hemos desarrollado como resultad~ de habernos adaptado H sus secretos ocultos, Al expandir nutOstra comprensión del Impacto de los secre­ tos ocultos de nuestra familia en nuestra vida podemos contemplar nUCV,lS pos; bi Iidrtdc;s v nuevrtS opciones de vida. De pl:q~c;ñ(1 me decían: "Ojo, que no vel1. corazón que no siente", Esta fr;\sc es potencialmente peligros". Puede que a USled le suene también. Ha sic!
No sé si es que ese autor bíblico tenía en mente algunos secretos de familia. pero lo que sí sé es que los secretos se revelan de muchas maneras. abarcando desde sentimientos. conductas y pensamientos idiosincr,ísicos y lO

aparentemente extraños, hasta la expresión abierta de un secreto al reprodu cirio en la vidü de uno mismo. Me impone mucho más actualmente la capacidad que tiene la' famili, de iIl1pactar en nuestra vida que en el año 1984, cuando hice la serh Brodsha . . . . On: Thl' FmJlily para la cadena "de televisión PBS. Las familias di 1<1 vida real constitlly~n todo un desafío para las teorías y abstrac~nes qu\ formularnos sobre ellas y. con frecuencia, los muchos problemas que inten t¡unos cambiar son lo que las hace más humanas. Asimismo he revisado ~ aClualízo.do mi forma de comprender la naturaleza de la vergüenza y el pape tan crucial que desempeña el pudor o la modestia en nuestra vida. La modes tia nos permíle aceptar los límites de nuestra propia capacidad de compren der a nuestra familia. Con el fin de comprender, de corazón, los secretos ocultos de su fami lía, le voy a pedir, querido lector, que tome la decisión de seguir una disci plina ya que la búsqueda de la conciencia exige un tipo de coraje moral y U! compromiso por descubrir los hechos, sean cuales sean. Éste es el tipo Ul disciplina que los budistas denominan la mente del principiante. En el capí tulo 4 explicaré lo que eso significa. Para adentrarse en las profundidades de su familia tendrá usted qUI buscar qué pautas se repi ten durante varias generaciones, A pesar del halo d, misterio que rodea a la familia, eXisten ciertas guías que nos pueden ayuda a alravesar el labcrilllo. En mi caso. considero que la obra del psiquialr. Murray Bowen me ha servido para darle sentido y coherencia a mi expe riencia familiar, Por lo lanto. utilizaremos como mapa de ruta la Teoría d, Bowen.

Viaje al País de Oz Será un viaje arduo. pero también lleno de emociones. Por eso he escü gido como gufa el cuento de Dorothy y el Mago de Oz. Es una historia qu· siempre me ha encantado y que, de alguna (onna, ha sabido sobrevivir ti paso del tiempo, Quizás se deba a la versión cinematográfica y la inolvidll ble actuaci6n de Judy Garland en el papel de Dorothy. No obstante, en U) nivel más profundo, e¡; llna historia que encarna algo que todos compartimo in eon seientemente. Dorothy vive sumida en el secreto. Sus verdaderos padres son UI secreto oculto. Es hllél'fanR. Su vida con su tía Em y su t(o Henry es monó tona y triste. El sueño de Dorothy nos describe su viaje en busca de sí mismo de su auténtico hogar. Sale de viaje como si se expatriara pero, cuando po fin regresa, está en paz consigo misma. t-la descubierto que, para encontrn 11

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¡;\i el hogar, hay que salir de) hogar. También ha des~ubierto que, en el viaje.

tiene aliados (el Espantapájaros, el Hombre de HOjalata y el León Cobarde) adem,\s del apoyo de la gracia. La gracia es un don fortuito. Cuando Glinda, el hada madrina, le da a Dorolhy las zapatillas plateadas (que, en la película, son de color carmes(), 9 le dice que Ia van a proteger del daño fundamental. Dorothy. como cualquiera de nosotros, no se percata de que este don de la gracia está operando en su vida (por lo general. sólo nos' percatamos de él al echar Ia vista atrás). Y, al igual que todos nosotros, Dorothy se topa con muchos obstáculos en el camino, el mayor de los cuales consiste en atrave­ sar el 89sque Encantado para matar a la Bruja del Oeste. La misiÓn acaba ~con éxito gracias al poder que reúnen todos los amigos que ha ido haciendo, - y a la inte ligencia, amor y coraje que invierten en la búsqueda. Después de atravesar el Bosque Encantando, Dorothy debe afrontar el ~ desencanto final: la fuente de poder por la que ha luchado, el Mago de Oz, I]no tiene poderes mágicos. A semejanza de Doroth)', todos nosotros tenemos que abandonar el n~jmundo mágico de la infancia y crecer. Nuestros padres no son dioses que nos 'puedan evitar el sufrimiento y la muerte y, además, puede que tengamos que ~='¡~afrOnlM otros aspectos de ellos que nos decepcionen como, por ejemplo, sus ~ secretos ocu !tos_ O Con todo. el cuento nos .avisa de que no existe ninguna solución mági­ ca para el problema llamado vlda, Jamás se llega a desvelar el secreto de los íf~.Qrígenes de Dorothy. Todo lo que se sabe es que, cuando se marcha de casa, . ~as cosas son tnstes y monótonas y, a su regreso, ella está en paz. Todos noso­ -11'05 tcnem~s ~n. nuestro interior el poder que necesitamos. Dorothy posefa, '''l:lesde el pnnclplO, lo que andaba buscando. Al final del cuento, ha perdido 9as gafas de ca lar y Ias zapatillas mágicas, pero se siente feliz de estar en

para que pueda descifrar los secretos ocultos de sus padres y demás antepa­ sados. La tercera_parte se llama "De vuelta a Kansas". 'En esta sección le sugiero qué puede hacer con todo lo que ha averiguado, incluso cómo y cuándo conlar secretos de fami Jia y cómo afrontar el impacto que tengan.c.n su vida. Le pediré que conlemple sus propios secretos ocultos y que se haga .... consciente de la energía que invierte en mantenerlos, así como de las mane· ras en que limitan y constriñen.su vida. Además,. le sugeriré algunas maneras para reconeclarse con su familia o mantenerse en contaclo con ella pero manteniéndose ¡¡ salvo. Por último, le sUf,eriré que explore su ser secreto que aún está por flo­ recer, ese potencial y esas posibilidades aún intactas que le pertenecen úni· camente a usted, y a los que yo llamo secretos de la conciencia, Espero, sinceramente, que consiga atravesar este oscuro bosque y que, al afrontar la cara oculta de su familia, se percate también de su belleza y for­ taleza.

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La primera parte de este libro la he titulado "Salir del hogar para hallar !!I""tu hogar". En ell a hablo de la naturaleza de los secretos, disti nguiendo entre ~os secretos saludables y los nocivos: asimismo muestro el poder que ejercen =.. ,o?re nosotros los secretos ocu Itas. A continuación, analizo la mayor para­ "~?Ja de los' secretos de familia: que, de alguna forma, los conocemos incon~" ...¡enternen te y los reproducimos. Intentaré mostrar cómo se lleva a cabo. ¡;':,ij En la segunda parte, titulada "A través del bosque encantado", entre­ -garé al lector una especie de piedra de Rosetl? - un diagrama de la familia ~lIe los ~sic61~gos clínicos denominan genograma- con el cual, a modo de guía, le Iré onentando paso a paso para que pueda confeccionar su propio I~apa de familia de tres genera:::iones, Asimismo, le daré otras herramientas

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PARÁBOLA

La historia secreta de Dorothy na os'cura noche de invierno azotada por el vendaval y la tormenta, naC ió una prec iosu ni l'i3 en un pueblecito de t est¡¡do de Kansas, en los Estados Unidos. Pero tal fue la desgracia que su m?dre, sin haber cu mpl ido flÚ n los vei nte años. murió en el pano sin saberse a cienci 9. cierta quién er,' ,d padre, La niña fue adoptada por su~~ tío~ Henry y Emily, una pareja de pobre.~ granjero" de rígidas y estoicas creencias religiosas. Decidieron ponerle de Ilombre Dorothy. Al iN: haciendo mayor. a Dorothy le prohibieron que preguntara por ~us verdaderos padres porque estaban en el cielo, y cuestionarse <.:ualquicr :\specto de la voluntad de Dios constituía un atentado contra la fe, Para Dorothy. la única fuente de alegría era un perrilO al que llamaba Toto. Se lo encontró un .día en un camino solttario y le permitieron quedlir. selo siempre y cuando Dorothy cumpliera con todas las obligaciones que le imponía el tío Henry y fUera perfectamente obediente. El tío Henry guardaba un secreto resentimiento hacia Dorothy porque representaba una boca más que alimentar y, a su juicio, su madre había comelido un pecado tremendo. Henry no le quitaba ojo a Dorothy. y la rega· 11aba 'j ponía en ridículo si se equivocaba. A menudo la amenazaba con des­ ha('L:r~c de TOlO. ' A Dorothy le daba pavor el tío Henry. Si se le acercaba, tartamudeaba y se \'olvía \orpe e inepta. Doro\hy acabó convencida de que a ella le pasaba algo raro, Pensaba que era tonta y egoísta, y hasta le daba miedo su propia sombra. Un día. cuando tenía diez años. al revolver cosas en la buhardilla de la granja. encontró un viejo álbum de foto~ y. al pasar las páginas, descllhl'ió la

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foto de una mujer que tenía un parecido con Tía Em sólo que era mucho más joven. En la parte de atr<Ís de la folo había una nota que decía: "Para mi que· . ridísima hermana. Con cariño. Amy". Inmediatamente Dorothy supo que se' Ir
foto del álbum... ¡Mamá, lIévame a casa, llévame a casa!" le gritó Dorothy Pero Glinda no la cogió en sus brazos. tal y como ella esperaba, Era amable pero le dijo con firmeza que el viaje a casa era arduo y que encontrarí; muchos obstáculos en el camino. Si usted ha leído el libro El maravilloso Mágo de O~ de L. Fran~ BauJl1. ya conoce esta parte del cuenlo. Pero a Bauln se le olvidó un detalle. Cuando Dorothy y sus amigo~ encuentran por rin al Mago. resultó ser igual que el hombre de la foto qUl Dorothy pensó que podía ser su padre. Al despertarse a la mañana siguiente, se sintió mejor con respecto a s misma aunque no acabah
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PRIMERA PARTE

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SALIR DEL HOGAR

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CAPÍTULO 1 CUANDO EL SILENCIO ES ORO El ser bllmano. de no controlar su franqueza y su reserva, no podría mantenerse cuerdo ni libre SJSSELA BOK

Cuando se sabe utilizarlos de forma correcta, el silencio y la reserva valen tanto como el oro, ROSEMARJE WEl,TER-ENDERUN

uando yo e.stílba en' Séplimo vino al colegio un representante de los Boy ScoutS y nos dio una charla muy alentadora sobre las :,irludcs de ~er un Scout. De hecho yo ya era Lobatón y llevaba el uniforme con gr
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E~taba entusla:;mado

ante la perspecliva de mi primer encuentro Scout .lié fin de ~cm:lna. :lcampados alrededor de una buena hoguera y comiendo salchichas de Viena a la brasa. Por fin llegó el fin de semana y todo empezó bl en Pudi mas comer todas Ias salchichas que qui si mas y, de postre, nos di e· ron olHldad de helado y pastel.

La hoguera \ílmbién fue di vertida. Nos reuni mos cerca del campo de fútbol. can lamas canciones, juramos lealtad a la bandera y nos sentíamos ~li encanl:l.dos de pertenecer nI grupo. Estaban con nOSOlros todos los chicos mayol es d~ OCl 'algunas actividades especiales de iniciación. Un chaval mayor que yo, que se ,}E1bmaba Feigk y olro, George Morales, me miraron con una sonrisa maléfi·

ca. Tenían fama de detestar a los de Séptimo. Fue entonces cuando empezó todo. Nos dijeron que íbamos a hacer un concurso, una carrera con los ojos tapados y los tobillos atados. No es que eso fuera tan horrible pero, entonces, Feigle nos dijo que, como habían sobrado salchichas, cada uno nos teníamos que poner una entre la~ nalgas y que al que se le cayera lo pagarla caro. No recuerdo con claridad lo que sucedió a partir de ese momento. Sólo sé que. después de tres o cuatro saltos, se me cayó la salchicha. Cuatro de nosotros no consegu i 1l1()~ ¡Icabar. Y aquí también se me nubl a In memorl
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hu m,l n¡dad.

Lo secreto como protección; lo secreto como fuente de poder La capacidad de mantener cosas en secreto constituye un poder esen­ cial que todo ser humano utiliza para protegerse. Al ocultar mi incidente con los 80y ScoulS creé un lugar privado en el que pude entender mi comporta­ miento aparentemente cobaJde. A lo largo de los años otros acontecimientos me han demostrado que no soy un cobarde y, cada vez que me he sentido valiente, me' he visto obli­ gado a evaluar de nuevo aquella huida de la hoguera. Con este proceso de ~~íi evaluaci6n en secreto de las experiencias de nuestra vida se aprende mucho - sobre uno r.1ismo '1, a la larga, es algo que nos ayuda a moldear nuestra pro­ ;;,~ pía idenlidJu La incapacidad de tener secretos implica ser completamente ~ vulnerable a !u forma en que nos ven los demás, Si yo hubiera comentilC!o mi ~ secreto, algunos de mis familiares me habrían tachado de cobardica. El man­ ~;j tenerlo en secreto constituyó una frontera que me protegió del enjuiciamiclI­ .~ lO de los demás, . ',~ Creo qllC'. de alguna fonna, mi madre supo que aquella noche ele 1945 .~~~ me habí~ pa~ado algo traumati7.ante, ya que me permitió que dejara lo~ Scouts Sin casI oponer ninguna resistencia y jamás me preguntó porqué. Se ~11C ycrmi lió lener una pri vacidad incondicion,il en )a que pudiera in tegrar mi

Recuerdo que, haciendo un programa de televisión con Geraldo fUvera sobre el incesto, repetí un dicho que habla oído muchas veces: "Los secretos de Llna fnmilia clelenninan sU grado de enfermedad". Esa fue mi creencia durante mucho tiempo y la~ tendencias culturales actuales van en esa dirección, Vivimos en una época en la que se valoran la franqueza y la honradez rigurosa y, al 'parecer, los secretos no son compatibles con la franqueza y la honradez. Pero, actualmente. no me siento cómodo ante un enfoque tan radicar. Si s610 vemos en los secretos, estamos desaprovechando su función como elemento esencial de nueslro derecho a la privacidad y a la libertad.

;JQué es un secreto?

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InCIdente.

LAS DOS CARAS DE LO SECRETO He comenzado este libro tratando sobre la privacidad porque, sin com­ .. ~¡,prcndcrJa. no se pueden distinguir las dos caras de lo secreto. Una cara, la ~;)rivacidad, es el ámbilo del sec relo nalUral. La otra cara, lo que llamaremos ...~-:..¡ecreto oculto. es el ámbito que se hace imprescindjbie cuando se produce I~na violación de la privacidad. ;b'i . , Al empezar tralando de la privacidlld también quiero enfrentarme a la ---OpInión de que todo secreto es algo nocivo, que hay que desvelar todos Jos .~ecrClos •.@

En el diccionario aparecen tres significados del término secreto: ocul· tación intencionada; aquello que se desconoce; aquello que aún está por des­ cubrirse. En este libro trataré sobre Jos tres tipos de secretos porque los tres, influyen sobre nuestra familia y sobre nuestra experiencia de ella. En latín. el término secrelum significa "algo oculto'o apartado" y, aun·

que no se den en todos los secretos, los conceptos de engafío, acto furtivo,

mentira, prohibición, intimidad, silencio y Jo sagrado también influyen sobre

nuestra comprensi6n del concepto de secreto,

Lo que denominaremos el contenido del secreto puede ser práctica­

mente 'cualquier cosa, Podemos optar por esconder casi cualquier hecho, sen­

¡imiento o conducta y, tal y como explicaré más adelante, esta opci6n en sr

misma puede resultar secreta para el sujeto. Se puede tener una intención

inconscif;nte y desconocida de esconder algo.

Otro importante aspecto del secreto es quién lo "sabe", Jo cual a veces

se conoce como.la ubicación del secreto, Puede que un secreto no se como

parla con nadie o pu.ede que se confíe a otra persona bajo promesa de que no

trascienda, Puede que todo un grupo conozca un secreiO o que s6lo uno o dos

miembros lo desconozcan, Esto puede constituir un factor crucial en la

influencia que los secretos ejerzan sobre las familias.

Un secreto puede ser tanto positivo como negativo y, a veces incluso,

es ambas cosas a la vez. El conjunto de secretos que puede favorecer la ere·

ación de un sentimiento de hermandad en un grupo étnico o religioso puede,

simultáneamente; ser causa de fanatismo y odio hacia los que no pertenecen

al grupo. Le pido al lector que tenga presente dicha ambivalencia cuando

examinemos la envergadura de los secretos de familia.

No obstante, considero que algunos secretos siempre son destructivos, Por ejemplo. el incesto, los' malos tratos, el alcoholismo. el asesinato o cual­ quier otra forma de vi~lencí
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Por olro lado, también considero que algunos secretos son siempre constructivos como, por ejemplo, aquéllos que protegen la dignidad, liber­ lado \'-idJ íntcrior y creatividad de la persona,

La cultura y los secretos ~

Existe una amplia franja intermedia en la que los secretos no son, en "í I1lI~mOS, ni destruclJ\'oS ni constructivos, sino que deben ser juzgados .., 'l:glíll lo" interprete el grupo y según la influencia que ejerzan sobre el pro~ ceso di námlco y necesidades de ese sistema fami I ¡ar en particular. En estos C;)SOS 13~ creencias culturales, étnicas y religiosas suelen desempeñar un papel lllUY importante. Como mi familia era católica, creíamos que era un grave pecado comer came el viernes. un pecado por el que podíamos ir al infierno. Un viernes, por propia voluntad y habiéndolo premeditado conscientemente, decidí comer: le una hamburguesa con queso, lo cual se convirtió en un gran secre­ to que guardé celosamente. Una vez la Iglesia Católica hubo decidido cam­ biar esta ense ñanza. el secreto ya no fue necesario. El conocimiento científico ha transformado muchos secretos de fami­ lia. L¡¡s discapacidades psíquicas y las enfermedades mentales conSlituían, ~\rlliguamente. u nos de los secretos de familia más celosamente ocu I tados y, rar:l roder CJqigilr e internar D tales persomls, las cl
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mientas con la mujer embarazada, adopciones, ilegitimidad, alcoholismo. divorcio y abusos sexuales, Se consideraba que éstos eran los temas más ver­ gDnzosos, inmorales y pecaminosos. La relatividad de la conciencia ltctual'ha servido para molificar la rigi­ dez. y totalitarismo de la moral del pasado. con lo que su "terrible moralidad" se ha visto suavizada por una comprensión más clara de la ambigUedad y polaridad de la realidad. Por ejemplo, se ha modificado notablemente el estigma y la humillación que constituía ser una madre soltera', Aunque no decimos esto con el fin de fomentar dicha conducta, es indiscutible que el enjuiciamiento moralista ha conlribuido muy poco a que se produzca ese cam~io, De hecho, hoy en día se considera vejatorio y punitivo utilizar el calificativo de "hijo ilegítimo". Asimismo, en la actualidad se trata el alcoholismo de.sde el punto de vista de enfermedad, con lo que se ha liberado en parte de su connotación de secreto oculto. Hace veintinueve años que dejé de beber y mucho han cam­ biado las cosas desde mi última copa. Cuando empecé mi rehabilitaclón, pre­ valecfa la opinión de que el alcoholismo constituía un fracaso moral. Se con­ sideraba que los alcohólicos eran unos bebedores degenerados faltos de fuer­ za de voluntad. Lejos quedan ya esos días yel tratamiento del alcoholismo ha avanzado considerablemente. Uno de los más destacados aspectos de dicho cambio·está en la amplia información de la que pueden disponer los miembros de la familia de un alcohólico, los cuales comprenden que, si hablan del secreto y lo sacan a la luz. el alcohólico tiene que en frentarse a las consecuencias de su conducta irresponsable. Con frccucnci a, el hecho de desvelar el secreto basta para que el illcoh()1 ieo se ponga en lmtamiento. Los avances en el tratamiento de las familias de alcohólicos también han pcrmi (ido revelar uno de los más grandes secretos de este siglo. En el pasado n0 nos perclll,íbllll10S de que la vergüenza y el secreto ocul to del alco­ holismo ten ían unos erectos de lal envergadura. Según el grado en que los niños experímentaran 13 compulsión a la bebida del familiar alcohólico, desa­ rrollaban una serie de rasgos que mantenfan incluso durante la vida adulta y que, n su vez, afectaban a la siguiente generación. Dicho descubrimiento tam­ bién nos uyudó a comprender las consecuencias deri vadas de pertene'cer a una familia en la que se producen malos tratos físicos, sexua!~s y emocionales. A pesar de que cada uno de dichos tipos de abusos desarrolla unos rasgos espe­ cíficos, el denominador común de todos ellos es el de constituir un trauma de la infancia, Muchos óe esos rasgos se encuentran también en [as v{ctimas de cualquier tipo de traumo. La comprensión cultural de este secreto ha liberado a millones de persontls. ­

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f,/ derecho a la privacidad ReCientemente. dos jóvenes fueron víctimas de un terrible ase~inato en Houston. Cuando saltó la nolicia de que habían desaparecido, miré con angustia un telenotícias para enterarme de la suerte que hnbían cOlTído eS
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- de gllol'd(1r ~ecreI05.

Privacidad y pudor _ Esto)' convencido de que nuestra necesidad de priv"cidad no es sólo el produc [O de nutstrn cul tura, si no que tiene u 11 fundamento biológico. -' U no de los sentimientos con los que nacemos es el pudorLel cual nos ~ prOtege de que se acceda a nosotros cuando no lo deseamos y nos avisa de . . ,-j._..J -~-cuándo se eSlá violando nuestra intlmidad. Cuando algo nos da apuro y nos sentimos desprotegidos en una situación social o pública, llOS sonrojamos. 't~

24

De pequeños, nuestra timidez nos hace agarramos a nuestros padres cuando llega un desconocido. Este pudor es la forma ntltural que tenemos de protegernos, de mantener nuestros lfmites más (nt; mas. Constituye el fundamento de nuestra líbertad, renovuci6n y descubrimiento personal. Silvan Tompkins, probablemente la mayor autoridad en lo referente al significado de la vergUenza, ha comentado: hA difcrcnci¡¡ de todos los demás sentimientos, la vergUenza es el yo experi­ mentando al yo". La vergüenza es algo natural: lo que no es na/ural es laJa/ta de \'ergüenza, que es algo ({prendido y determinado socialmente. En su maravilloso libro Sham~, Exposure and Privacy, Carl D. Schneider señala que una de las principales razones por las que a los nortea· mericnnos les cuesta comprender que la vergUenza es algo natural y la falta de ella no lo es, es que, en inglés, s610 existe un ténnino para la vergUenza ('shame'. N del T), En cambio, en la mayoría.de las lenguas indoeuropeas existen dos o más palabras para tal concepto. En griego, por ejemplo, existen cinco términos que se pueden traducir por 'shame '. Lo mismo sucede en latín. En alemán. Scham significa "vergUenza con connotación de pudor", mientras que Schande significa "vergi.ienza con connotaci6n de deshonra e ignominia" . En francés pudeul' significa "vergüenza con connotación de modestia", y honre significa "verglien:w con connotación de ignominia". Antes de realizar Ulla acción que pueda pllIlCI'I10.'; en peligro, se vacila y se opone cierta resis­ tencia -esto es un caso de pudor-o Ante un hecho que nos duele y humilla, nos morimos de vergüel1(a. El ptldor es lIna .c;cñal innata que nos avisa de que estamos. siendo expue.c;to,'i a algo parn lo que nos estamos preparados. Incluso los recién naci­ dos cierran Jos ojo." mueven In cabeza a un lodo y levantan las manOS cuan­ clo el e~t(mlilo externo e~ excesivo y ~icnten la necesidad de apartarse. Cuando nos sonrojamos o algo nos resulta embarazoso, es que hemos llega­ do al límite y alguien o algo constituye una ~mellf\za para nuestra individua­ lidad. Estamos sobrccxpuestos y desprolegidos, por: 10 que necesitnmos pro­ tecc¡ón. . El udor no" ermile escondernos nos ampara y protege de forma wropiada en distintos contextos naturales de la VI a. aCla el fina tie la infuncía ya hemos desarrollado un udor básico con respecto a la comida. la ~creclon y a unCIOJ1 sexual. También sentImos recato y a mlraCl n reve· rtnte hada Dios y la oracióll, ~,sí como hacia nuestro sentido del bien y de la virtud. Tenemos un sentido l1éltural del pudor con respecto al nacimiento y a la muerte, así como a n .. valor ersonales. El fil6sofo alemán Max Scheler comparaba ichas conductas humanas inherentemente privudas a las raíces de un árbol las cuales, para poder man­ 25



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leilerse vivo, deben pennanecer bajo lieITa. De la misma forma que las raí­ ces de un ;írbol necesitan estar escondidas, nuestra vida psíquica lambién ¡ielle una zona de profundas rafees que sólo pueden cumplir su función en la sombra de lo ocu Ito,

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Aspectos esenciales de la experiencia humana que la privacidad protege y fomenta

Existen al menoS cuatro aspectos de la vida humana que la privacidad fomenta y snlvaguarcla: • La privacidad protege muchos de los temas relacionados con el ciclo de la vida humana. entre los que se incluyen la comida, la excreción, la sexualidad, la reproducción, el nacimienlo, el sufrimiento y la muerte. • La pri vacidad es necesari a para poder desaITollar nuestra indi vidualidad y .';entido del yo. • La priv
VIOLACIONES DE LA INTIMIDAD A excepción del incidente con los Boy Scouts, de niño yo no luve inti· midad. No tenía derecho a echar el pesti 110 det cuarto de baño ni len í a una habilación propia en la que pudiera tener asegurados algunos momentos de pnl.. Hubo una época en la que dormíamos en 1:1 misma habitación mi her­ mano, 111 i hermana y yo, Durante otro período, yo dormía en unn cama pie· g
debajo de la manta, era Dios el que me observaba. Sufrí una hipervigilancia han·orosa. No tenía lugar donde escondenne, ni relajarme, ni Silio para soñar. Hace poco leí una estrofa de un poema de Robert Browning: "Abandono la lucha: que toque a su fin,l'Intimidad, un oscuro escondrljo para mU Quiero ser olvidado, incluso por Dios", Le enliendo perfectamente. Al no lener mi propia habitación tuve que recurrir a escondrijos y a los secretos ocultos. Mis secretos,me protegían y me proporcionaban sitio par" estar a ;ni aire pero, cuanto más recurría II ellos. más energía tenía que gas­ lar en ocultar los secretos que mantenían a salvo mi espacio, Los secretos engendran más secretos y las mentiras engendran más mentiras y, al cabo de muchos años, me encontré perdido en el laberinto de lodas aquellas falseda­ des. La falta de privacidad que habfa en mi familia era más o menos típica de las familias que yo conocía, Algunos amigos mfos tenfan su propia habi­ tación porque gozaban de mejores condicíonés económicas pero, en mi gene­ ración, tanto los padres como otros adultos tenían "derechos" absolutos sobre los hijos, mientras que éstos no tentan ningún "derecho". Ese tipo auto­ ritario de vida familiar en la que me crié se basaba en una especie título de propiedad, Las propiedades de un hombre incluían a la mujer ya los hijos. y los padres eran dl'eños de sus hijos. En los patriarcados autori tarias no hay cabida para la privaciebd. En la f
LOS SECRETOS OCULTOS COMO PERVERSIÓN DE LA PRIVACIDAD

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ohligado a recurrir a la ocultación, En palabras de Gary Sanders. un d,oclor de la Universidad de Calgary: "Los secretos representan la necesidad que uno tiene de reservarse algo. mientras que la plivacidad es la eleccil¡n que i,110

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Lo sagrado "Con los amigos no se discute de religión", me decían de peguetio, "porque es algo demasiado personal y la gente se exalta mucho al hablar de sus creencIas", Siempre se ha considerado que lo sagrado pertenece al ámbito de lo pri vado. Por naturaleza. 1a oración también es un acto privado, Jesucristo reprocha a los que rezan en pú blico cuando les dice: "Vete solo a una habi· laci ón, cierra la puerta y rézale a tu Padre que está en el lugar ~ecreto". Muchos de Jos programas televisivos de los predicadores son obscenos por·

que, al parodiarla en público, van én contra de la auténtica naturaleza de la

oración. La mejor manera de experi mentar lo sagrado es en silencio, en el pro­ fundo retiro de nuestro interior en el que se puede escuchar la "voz queda y silenciosa". Si lo sagrado se hace público, pierde su autenticidad.

TABLA

1. 1

EL ÁMB[TO DE LO PRIVADO: ÁREAS NATURALES DE INTIMIDAD Lo sagrado Oración Moralidad Nacimiento Muerte y el proceso de morir Sufrimiento y dolor intensos Funciones corporales Comer Excreción

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La dignídfld del yo

Buena reputación Cara Cuerpo Éx ÍlolFracaso Posesiones materiales Ca.~a

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Amistad

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Los asuntos relacionados con la bondad y virtud personal son priva­ dos. Cuando se hace público lo que se supone que debe ser privado, se malogra su propia naturaleza. Una conducta auténticamente virtuosa tiene como fin el bien propio o el bien de otro. Si el motivo de las buenas accio­ nes es el reconocimiento público, dicha buena conducta pierde su carácter. Vanagloriarse de las buenas acciones las desprovee de toda bondad.

Nacimiento

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mienlo y la muerte son profundos misterios. Hannah Arendl ha escrito: "Al

nacer, el hombre desconoce de dónde viene y, al morir, adónde va", Somos

. incapaces de vi .... ir sin planteamos nuestros orígenes. ¿Qué se sentía ni estar

en el útero l1laterno~ Fíjese en la fuerza del deSlino al hacerle nacer de su

padre y de su madre los cuales se conocieron al azar. Es corriente que los

ni 110$ se pregu n len a propósi lo de sus padres du rnnte In infanci a: "¿Son éstos'

mis auténticos padres? Tal vez. me adoptaron". Es inevitable que los niños

adoptivos indaguen sobre sus padres biológicos: "¿Quiénes fueron~ ¿Dónde están') ¿Por qué me dieron en adopción') ¿Lo hicieron por mi bien'? ¿Me deseaban realmente?" Aquellos que descubren que tien'en algún hermano o hermana. por Jo general medio hermano o hermana, cuya existencia desconocían, sienten cu riosidad por encontrarlo y conocerlo. Un hermano desconocido suele ser parte de Un secreto oculto mayor. El descubrir que el que pensabas que era tu padre es. en realidad, tu padrastro o tu primo, puede tener efectos devas­ tadores, Hoy en día, hay niños que deben afrontar que fueron concebidos por un padre desconocido que vendió su esperma a un banco de semen.

La muerte y el proceso de morir "Lo que tiene de peculiar la muerte", escribe Silvan Tompkins, "es que constituye una causa universal de pudor". La muerte y el acto de morir, junto con el sufrimiento y el profundo penar que les acompañan, son experiencias humanas que la familia esconde apropiadamente, lejes de toda mirada extraña. Si muiláneamenle. al mori r t<:nemos la necesidad de que se reconozca y valore abiertamente nuestra vida por lo que fue. El lamentar la muerte de alguien es una fomla simbólica de confirmar y valorar la vida irrepetible que lU\'O, Co n ¡'l'eCUenCld, las per~onas de OU'as cu Ituras se quedan pasmadas unte la forma tan impersonal con que la sociedad americana trala todo lo relacionado con la muerte, Se enc'Jentran con que la gente muere en hospi­ tales. apartada de sus seres queridos, reducida a unos datos de un gráfico y que, fí nal mente, acaba ais lada con el personal sanitario para el cual la muer­ le no representa más que el fallo supremo de sus conocimientos y habilida­ des. Mucha gente se siente impotente y avergonz.ada por los secretos que guardan enlorno a la muerte de personas por las que no han podido expresar su pesar o entorno a suicidios de familiares. Asimismo, la familia suele rodear de secretos todo el proceso de In muerte'j las enfermedades terminales. Hay mucha gente que conserva oscu­ 30

ros recuerdos de alguna guerra, con sus muertos desconocidos, anónimos, muti lados e j nadvertidos.

Intenso dolor y sufrimiento Aunque todos experimentamos el servilismo involuntario de tener que vivir en el cuerpo, ponemos barreras para no vemos reducidos a una mera existencia corporal. La ropa nos esconde el cuerpo, cubriendo as( nuestnl vulnerabilidad. Desnudar a una persona es degradante y vergonzoso -tal y como supe instintivamente aquella noche de los Boy Scouts-. Esta forma de violación se utiliza tanto en las cárceles como para torturar a prisioneros de guerra. Cuando alguien padece un intenso dolor o sufrimiento, necesita de la . protección de la privacidad, Contemplar por televisión cómo los policfas apaleaban a Rodney King resultó repugnante y obsceno, Los niños que ven a su padre pegando a la madre son también victimizados, Cualquier persona que presencie un acto violento se convierte también en una víctima. Esto es un tipo de agresión que se suele convertir en secreto oculto.

Funciones corporales Todas las funciones corporales son parte del ámbito de 10 privado. En todas las culturas, la excreción tiene cierta connotadón de pudor y, si alguien se siente observado durante dicho acto, inmediatamente siente vergtienza. La mayorfa de las familias desarrolla su propio lenguaje y modo de hablar de los asuntos privados. Las expresiones referentes a la excreción pueden resultar bastante creativas e imaginativas"s610 siendo superadas en originalidad por los especiales apelativos de los genitales. Una vez tuve un cliel1te que se pasó media hora aludiendo a su "Billy Ray Dill" y. de repen­ te, i me di cuenta de que se estaba refiriendo a su pene! Aunque comamos en público, ¡observe cómo disimulamos la actividad en sf mediante las reglas tan esmeradas sobre modales en la mesa, conversa. ción. etc! ¿Alguna vez ha sido la única persona que comía de todo un grupo? A la mayoría de la gente no le gusta que los demás le miren mientras está comiendo, Asimismo, a muchos les da vergüenza ser Jos últimos en terminar. , Los rituales secretos de la comida forman parte de la vergüenza que es causante de dertos trastornos de la alimentación, Los que los padecen se apartan de la compañía de los demás y del acto compartido del comer, y rea­ Iizan dichos rituales secretos en una desoladorn soledad.

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LA DIGNIDAD DEL YO

El buen nombre

¿Recuerda Jo mal que se sentía de pequeño cuando le insultaba algún hel1nano o compañero del co.Jegio? El insulto tiene un poder tremendo. Al cotillear, enjuiciar y criticar el b'Jcn nombre de una persona se puede hacer mucho daño. Nuestra reputación se ve reconocida mediante un saludo apropiado. La fonna en la que nos dirigimos a una persona puede revelar hasta qué punto la conocemos y nuestro grado de familiaridad. A una persona de alto rango le puede resultar ofensivo que la abordemos llamándola por el nombre o de tú. Los miembros de algunas tribus intentan obtener visiones que les reve­ len ciertos nombres sagrados que les aportarán nuevos poderes, Uno de los aspectos de la degrada.:::ión institucional que se da en las cárceles y en los campos de pris'ioneros de guerra 90nsiste en reemplazar el nombre por un número. con lo que al individuo se le desprovee de su identi­ dad. La esclavitud fue la máxima atrocidad ya que se desposeía al individuo del derecho ¡¡ ser dueño de sí mismo.

La cara La car¡¡ es algo inseparable de nuestra identidad. Es el ref1ejo del pudor así como de [as emociones. Es un gran deshonor recibir una bofetada en la cara. Cuando se siente vergüenza se esconde la cara. Todos hemos visto, en 'Ias imágenes de los noticieros, que, cuando se arresta a alguien acusado de algún crimen, se cubre la cara con las manos cuando la cámara intenta obte­ ner un primer plano. El pudor nos protege de una exposición inadecuada. Dar la cara, partir la cara, esconder la cara son expresiones con las que solemos manifestar la violación o sobreexposición del yo. DiQ~ le dijo a Moisés: "No puedes ver mi semblante porque no hay mortal que pueda verme y seguir con vida". Las violadones de las cosa.~ sagradas se suelen calificar de descaro.

Cuerpo La cara fom1a parte del cuerpo, el cual es uno de Jos elementos de nu~stra inumidad, Nadie tiene derecho a tocarnos el cuerpo de un¡¡ manera que conSideremos atrevida, y nadie tiene tampoco ningún derecho a decirnos qué a~pecto deb~ tener nuestro cuerpo. Nos m.wtenem05 en el mundo 32

mediante el cuerpo, y el cuerpo representa nuestro yo. El cuerpo tiene una gran importancia psicológica. La violacion' de la intimidad del cuerpo se divide en dos grandes apartados: los malos tratos y el abuso sexual. Hoy en dfa, mucha gente sigue considerando que el castigo corporal, práctica corriente a lo largo de la mayor parte de la historia de la humanidad, no es algo malo. Pero, a medida que la democracia se va enraizando más pro­ fundamente y que llegamos a entender que todos los seres humanos, entre los que se incluyen los niños, tienen su propia dignidad. igualdad y derecho a la intimidad corporal. vamos comprendiendo que pegar y que cualquier otra fonna de mal trato (amenazas crónicas, pellizcos, empujones. etc) son actos primitivos fruto del patriarcado cultural y religioso. El mal trato .-:onstituye un abuso de poder y una violación directa de la dignidad innata de nuestra propia existencia corporal. En la actualidad cada vez más gente es consciente del mal implfcito en los abusos sexuales, ya que constituyen la máxima invasión del cuerpo. Somos más y más conscientes de que los abusos sexuales son más una cues­ tión de poder que de sexo en sr, y que encuentran su origen en la creencia errónea de que los hijos son propiedad de los padres. Tanto los hombres como las mujeres sufrimos asimismo una invasión cultural de la intimidad de nuestro cuerpo en f0nna de estrictos criterios rec­ tores de la atracción sexual. La delgadez y.unos genitales de buenas propor­ ciones se han convertido en una obsesi6n sagrada de nuestra cultura. La mitad de los clientes que he tratado estaban preocupados de si su cuerpo resultaba atractivo, en rasgos generales, y del tamaño del pene. pechos anal· gas, en particular.

La paradoja del cuerpo de la mujer El cuerpo de la mujer constituye una de las principales paradojas de la vida, la cual se ve reflejada en el lenguaje. Por una parte se ha reprimido la sexualidad femenina. Las mujeres ni siquiera sabían hablar de su propio cuerpo ya que no se hacia referencia a sus órganos sexuales o se utilizaban términos incorrectos. A principios de este siglo. lérll1 ino~ la les como clílori s, VU lva o lnbios descriptivos de los geníta­

les femellinos na aparecían en los diccionarios corrienles. Tal y como obser­ v6 Harriet Lerner, esa falta de especificidad sobre los genitales de la mujer ~specialment~ sobre Hquellos que pueden constituir una fuente de placer­ ha permitido que el cLlerpo femenino constituya un secreto incluso para las mismas mujeres. Por otro lado, los m~dios de comunicación insisten en tratar y explo-

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tar la sexualidad femenina como un objeto. Se utilizan constantemente Imá­ genes degradantes de chicas y mujeres exponiendo sus senos y con I as pier­ nas abiertas invitando a la penetración. El mensaje implfci lO es que el cuer­ po de la mujer es propi~dad del hombre. Sólo recientemente 1<1 mujer ha comenzado a proclamar su pri vacidad básica y el derecho a ser dueña de su prorio ClICr¡lQ.

Éxito/fracaso El é.\110 es algo extremadamente prívado y personal. Por eso, cuando nos aferramos a la definición que otra persona tiene del éxito. estamos fomentando la creación de secretos ocultos. La medida personal del éxito consiste en encontrar un trabajo que le dé a nuestra vida un determinado sen­ tido y valor. Esto es algo que se desarrolla en nuestro interior, mientras que lo que atrae los secretos ocultos es algo externo. Aquello que la sociedad considera que es el éxito suele constituir el rasero por el que medimos nues­ tra reputación. En nuestra cultura, uno de los principales criterios del éxito es ganar mucho dinero. La gente suele sufrir mucho al permitir se les mida según los paráme­ tros externos del éxito cuando, en realidad, la autoestima y la autovaloración son cuestiones privadas. La auténtica autoestima sólo puede surgír de dentro,

Posesiones tangibles Nuestras posesiones pertenecen al ámbito de lo privado y son una extensión de nosotros mismos. Los niños pequeños se identifican con sus juguetes y ropas. y se pelean por ellos como si de ellos dependiera su iden­ tidad. La ropa nos suele proporcionar una identidad al tiempo que nos ayuda a pertenecer a un grupo. A pesar de que tengamos derecho a vestimos según nuestro estilo personal, solemos acoplarnos a los dictados de las normas cul· turales. Cada hogar muestra algunas de las particularidades del que lo habita. Protegemos nuestras propiedades, ponemos cerrojos en las puertas e, inclu­ so. añadimos sistemas de aJanna y de antirrobo. El secreto y la ocultación nos permiten mantener a salvo lo que poseemos. Nadie tiene derecho a saber cuánto dinero ganamos ni a meterse en nuestros asuntos y, sin embargo, nuestra cultura nos invade en este ámbito. Podemos sentir vergüenza si nos consideramos demasiado pobres o dema­ siado ricos. pero podríamos sentirnos satisfechos si no nos comparáramos con los demás.

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Posesiones intangibles Nuestras posesiones no se limitan a las cosas tangibles ya que algunas de nuestras posesiones más queridas son impalpables y pertenecen al ámbi­ lo de la mente como, por ejemplo, nuestras ideas creativas, nuestros sueños o ambiciones personales y nuestros valores. En ocasiones podemos escoger reservarnos nuestros sentí mientas y opiniones. La autovaloración es nuestra posesi6n intangible más persona! y $ecre­ ta ya que, esencialmente, es algo que se formula en nuestro interior y que no puede depender de la respuesta de los demás. Pero si la autovaloraci6n s610 se basa en valores externos, ya no es una autovaloraci6n sino una evaluaci6n que un tercero hace de nosotros. Una perscna que se infravalora suele intentar compensarlo creando un yo falso y secreto. El yo falso es un conjunto de secretos ocultos que utiliza­ mos para custodiar nuestro s~ntimiento de inadecuaci6n. El Capítulo 9 trata sobre los secretos que escondemos de lo~ demás e, inciuso, de los que escon­ demos de nosotros mismos.

Intimidad

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El derecho a penetrar en la esfera privada de otra persona es 10 que Martin Buber denominó la relación Yorrú, una relación basada en la partici­ paci6n, la empatfa, la compasión y en el compartir. Cuando ambas partes están dispuestas a exponerse y a ser vulnerables es cuando surge la intimidad mutua. Pero si sólo es uno el que se expone y es vulnerable mientras que el otro no se revela tal y como es, ambos resultan violados. Necesitamos de la intimidad con nuestros amigos especiales para poder compartir y sustentar nuestra vida. Los amigos son aquellas personas con las que realmente podemos intimar, pero la creací6n de una amistad auténtica requiere de tiempo y esfuerzo. La mayoría de nosotros no tiene tiempo más que para unos pocos buenos amigos y con ellos companimos cosas que. no compartimos con nadie mts. La mayoría de nosotros también necesita de una persona en nuestra vída para la que seamos importantes y que nos importe de una forma más que especial. Dicha persona es nuestro c6nyuge <> amante, con cuya relación expresamos nuestra sexualidad.

Sexualidad

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r:F\ ¡ sexo -una cuestión de instintos, genitales y frecuencia-o Los secretos sexuales son los más comentes de todos los secretos acuItas. Quizás no haya otra esfera de privacidad en la que el pudor sea más importante. Al reducir la sexualidad, ese encuentro personal de dos seres humanos con deseo y amor, al mero sexo (follar simplemente), la converti· mos en algo pomográfico y la pomografíll es una ohscenidad sexual. Cuando se pierde el pudor. en tanto que guardián de la sexui11idad, los aclos genita­ les íntimos se ven des~sociados de las consideraciones sociales. emocionales y morales que hacen de las relaciones 'humanas algo humano. Cuando se esfuma el pudor, el individuo queda desprovisto de su capa protectora, la conducta sexual humana se ve desprovist.1 de su significado y las personas involucradas quedan reducidas a meros objetos. En tanto que objeto, no se puede participar de la relevancia del acto sexual humano y. al con vertirse en un objeto, el individuo proyecta dicha perspectiva sobre los demás. El voyeur sólo quiere mirar )' observar al aIro como si de un objeto se tratara. El hombre que está absorto en su masturbación con pomograffa está alimentando su curiosidad y fascinación por la violencia y dominación. La mujer que él está contemplando en posturas vejatorias y vergonzosas es un objeto deshumanizado. El observador no puede compartir ni participar de la humanidad de esa mujer. La sexualidad desprovista de pudor y a la que se ha profanado su necesidad de privacidad constituye la base de un enorme abani­ co de secretos de familia ocultos. El filósofo alemán Max Scheler escribió intensamente sobre función del pudor sexual en el desarrollo de la sexualidad. Lo consideraba una ayuda para que surja el deseo sexual y se fomente la expresíón sexual en una inti­ midad humana plena. Sin el pudor sexual no se ínhibíría la libido y perma­ neceríamo~ en el nivel primitivo del autoerotismo. Estaríamos dominados y nos quedaríamos atascado~ en nuestros sen timientas y ansias. por lo que serí­ (\mo~ incapaces de c;er excítados sexual mente por otro individuo, Este tipo de pudor lleno de admiración nos lleva a desear involucramos con el sujeto que admiramos -la otra persona. El rubor que aparece al principio de cualquier relación sexual nueva también se produce cuando dos personas han tenido muchas relaciones sexuales entre sí. Sin el rubor, pudor, admiración y vergüenza tímida. la <:11 sexualidad degeneraría en una repetición metódica y técnica. Para que dos g personas. participen verdaderamente de una sexualidad plena deben hacer algo más que poner simplemente su cuerpo a disposición del otro. Ambas ~ deben estar di spuestas a ser vulnerables y a abrirse a lo que la otra pueda dar. g El pudor aporta una pausa y una vacilación .que crean un espacio dentro del eua ! se pueden descubrir los dos amantes.

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Esta vergüenza sana es la conciencia del amor erótico y se opone a la lujuria y al sexo impersonal. La pérdida de dicho pudor lleno de admiración y modestia prepara el terreno para la creación de una variedad secretos sexuales en potencia.

LA PRIVACIDAD FAMILIAR EN FORMA DE SECRE­

TOS SALUDABLES

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-¿Cómo serían las familias SI protegieran el derecho natural a la intimi­ dad de cada uno de sus miembros? Serían familias que mantendrían secretos saludable!; (Ver Tabla 1·2).

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SECRETOS DE FAMILIA SALUDABLES

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Tienen como fin dar una sorpresa y aportar alegría a los demás miembros

de la familia

Diversión, bromas, fiestas inesperadas y regalos

Una familia sana proporciona a sus miembros un espacio apropiado así como un sentido propio de inviolabilidad. Las parejas, al igual que sus hijos, necesitan de la intimidad para continuar desarrollándose. Dicha privacidad incondicional es una necesidad básica del fU humano. La illdividualidad y la separación del individuo no constituían unos objetivos de los modelos de familia y sociedad·patriarcaVmatriarcal. sino que la gente reprimía sus sentimientos y se agrupaban en una unidad protectora.

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(':;'1 Se consideraba una virtud que el indi viduo renunciara a su propi a voluntad y supervivencia de la familia o grupo. Hoy en día se ensalza el yo y la individualidad, y se sabe que no son posibles sin cierta separación de los sistemas familiares. Para que se produz­ ca dicha separación se necesita disponer de una privacidad incondicional ­ un espacio o lugar inviolable en nuestro mundo físico, emocional, intelectual y espiritual. Gran parte de la ética y de las leyes clásicas sobre este tema se enfo­ caba en la intimidad de la familia, aunque no con el sentido con el que yo uti­ lizo'el ténnino. "El hogar del hombre es su fortaleza" era un principio que justificaba que el estado O el gobierno no se pudiera inmiscuir en Jos asuntos privados de ia familia. Así, no se podía obligar a un cónyuge a decl.arar en contri' del otro y, según este mismo rasero, lo que sucedía puertas adentro era virtualmente incuestionable. En la actualidad estamos en una transici6n. A medida que la democra­ cia va profundizando en nuestro interior se incrementa el conflicto entre la inviolabilidad de la familia y la inviolabilidad de los miembros que la com· ponen. En otros tiempos, los padres y maridos que golpeaban a sus familias no sufrían ningún tipo de persecución porque se consideraba que su forma de [ralar a la mujer e hijos era un asunto privado. En la nClUalidad se desafía abiertamente la creencia de que los padres tienen derecho a pegar o a no respetar el espacio físico, emocional e intelec­ tual de sus hijos. o de que la esposa pertenece al marido y él tiene poderes sobre ella. Dicha batalla está aún lejos de ser ganada y desata una importan­ te polémica social y política de la que este libro no pretende ocuparse. Por ejemplo, los niveles de íntimidad suelen ser causa de conflicto y puede hacerse necesario violar la intimidad de la familia o de la generación con el fin de sal vaguardar los límites personales del indi viduo. y pensamientos por el bien

Secretos individuales Marido y mujer pueden no revelarse algunos secretos relativos a la misleriosa profundidad del yo que sirve de marca de la identidad ele cada cual Se suele denominar secretos fecundos a aqueHa parle reservada de nosotros que preserva el núcleo de nuestra identidad individual. Son fecun­ dos porque nos permiten crecer y cambiar. Los secretos fecundos se inician con el primer "no" y "no quiero" de la separación del yo que experimenta el ni fio de entre uno y dos años de edad. Sin separac i6n no puede haber secre­ los. Parn poder tener nue<;lros propio", secretos tenemos que tener un .'ienlieJo ,



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del yo, por muy· rudimentario que sea. Mi experiencia con los Boy Scouts constituyó un secreto individual de este tipo.

El carácter necesita un cuarto oscuro

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Los niños tienen especial necesidad de esconderse. Su sentido innato de los límites se origina en su pudor natural, pero tienen que construir y con­ solidar unos buenos lindes, para lo cual los padres deben hacer dos cosas: primero, deben constituir el ejemplo del desarrollo de unos buenos límites y, segundo, deben hacer valer unos límites firmes pero justos que los hijos pue­ dan adoptar. Los nif\os imitan lo que ven hacer a sus padres. Se adaptan y

aprenden media':lte la práctica de la imitación y, al igual que los actores que están ensayando una representación, no les gusta que se les vea hasta que el ensayo les sale bien. Necesitan de un espacio protegido para poder ensáyar el papel de su vida. Los fotógrafos tienen que meterse en el cuarto oscuro para revelar los carretes. La necesidad que siente el niño de tener una intimidad inviolable es como ese cuarto oscuro. En uno ocasión, Josef Karsh dijo: "El carácter, como las fotografías, se revela en la osct\fidad".

Secretos generacionales Lo mejor es que las líneas generacionales de una familia permanezcan intactas: la familia necesita que se produzca cierto distanciamiento entre generaciones. Resulta apropiado que haya una alianza entre hermanos y otra entre los padres. Los niñus tienen secretos con los que ponen a prueba sus propios Hmites y. que constituyen una parte del desarrollo de su propio sen· tido del yo. El primer amor y el primer beso son cosas que, normalmente, los hijos no desean compartir con los padres. Por lo general. su conducta sexual intenta imitar la de los adultos y les resulta más fácil compartirla con su pro­ pio grupo de amigos. Las alianzas entre hermanos suelen producirse entre los del mismo sexo, aLlnque no es raro que hermanos y hermanas con poca dife­ rencia de edad compartan secretos. Pero cuando este tipo de relaciones se establece entre una gen'eración y otra, los secretos pueden hacerse nocivos y lraumáticos. Lo mejor es que los problemas de Papá en la oficina y su dificultad con las figuras de poder se queden entre Papá y Mamá. Los problemas de Mamá con Papá no se deben compartir con los niños. a menos que les afecten direc­ l
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Si Mamá enloquece haciendo compras. encarga todo un annario de ropa nueva y lo esconde en la habitación de los niños haciéndoles jurar que

nunca se lo dirán a su padre. está estableciendo una peligrosa alianza con ellos. Cuando los padres se saltan estos límites generacionales los hijos se ven atr¡lpados ell un terrible dilema de lealtad y se les invade su privacidad. Lo mismo sucede cuando uno de los padres le pide a uno de los hijos que espíe :l su herm;¡no O hemlana y se lo cuente. Dichas alianzas o coalícíoncs ~ccre­ [<1$ ,l/c]cn sn sintomáticas de graves disfunciones en la familia.

Secretos de matrimonio Cuando los padres se esfuerzan por mantener unos Ifmites buenos y lIn respeto mutuo. lodo ello con honradez y modestia, el ambiente es propicio para que el pudor natural de los niños se manifieste en forma de modestia. ,ccrcl()~ saludables y buenos límites. Dado que los padres disfrut¡¡n de un espacio propio en su propia vida y en su matrimonio. pueden permitir que Jos ¡lijas teng¡w también el suyo propio. Mediante su conducta y su discurso. los padres deben dejar claro que ~u matrimonio es su relación rmís importante. P:II'a la madre nadie debe ser "'o. _más importante que su marido. y viceversa, Sí uno de los hijos se hace más lsa:4" i\~potlante para uno de los padres qU,e ~u cónyuge, se .establece un;] vil rcla· ! - Clón que transgrede gravemente los limites de la lntlmldad. Los padres nece­ ! ;~ sitan un espacio propio para "hablar de sus cosas" y para desarrollar sus rjtuales de amor e intimidad. ,\1 Los padres deben'an reservarse el derecho de no compartir ciertos . asuntos y objetos de valor de la familia hasta que llegue el momento apro­ ~piado. Asimismo. deberían reservarse el derecho de mantener en privado - ciertos hechos sobre s( mismos y su relación. Tienen sus responsabilidades ~como padres. tienen la obligación de aportar reglas. disciplina. modelos morales y dinero, y estos asuntos son privados según la edad. En muchos l~casos no deberían tratarse con los hijos,

Secretos entre hermano.s En las fetmilias que funcionan bien. los hermanos, en especial ¡¡quellos , que se llevan poco (iempo. comparten secretos y alianzas especiales, .)0 cua) s saludable y. a menos que algún s~creto de un hijo ponga en peligro su se· guridad. s[ltud o bienestar psicológico. es importante darles a los hijos su ropio espaclO Descubrir un comentaría sobre el suicidio en un diario o

encontrar que un hermano O hermana tiene drogas o utensilios para ellas son ejemplos de secretos que se deben confrontar. Por 10 general es necesario proteger la intimidad de los hijos de una manera apropiada para su edad. No es conv~niente permitir que un niño de tres años se encierre en el baño. Con~idero que siete años es la edad de t:'ansición para que el niño tenga derecho a su intimidad. A los siete años el niño es capaz de pensar de manera consistente y 16gica. A los niños de esta edad ya se les puede permi­ tir que echen el pestillo de b puerta del baño y de su habitación, que escojan ellos mismos su ropa y que tengan su propio dinero y posesiones. Este dere­ cho presupone que el niño no padece desórdenes mentales ni emocíonales y que su desalTollo es más o meflOS normal. Los padres deberán disponer de unas buenas razones para entrometerse en cualquiera de las áreas pri vadas que hemos desc,'ito durante la infancia o adolescencia de sus hijos. Asimismo. también es necesario que los padre3 protejan a los más pequeños de que sus hermanos mayores se entrometan y violen su prívacidad. En ocasiones, la pobreza o los problemas económicos impiden que una ramUia disponga de suficiente espacio físico para que sus miembros puedan disfrutar de una intimidad adecuada, En tales situaciones, se debe hacer un esfuerzo por resrelar las áre¡l~ de prívacidad que se puedan conseguir.

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Secretos que protegen

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Toda familia necesita de unas barreras que protejan su estilo determi­ nado y particular. y que eviten )a invasión de intrusos, En una comunidad o sociedad donde se amara. respetara y comprendiera que la privacidad es una necesidad básica, toda la familia podría mantener su ámbito particular. Pero la realidad es que muchas familias se siente asediadas. De la misma forma que escondemos nuestros objetos de valor en luga­ res secretos de la casa para que no los puedan encontrar ni los entrometidos ni los ladrones, puede resultar necesario mantener en secreto ciertas caracte­ rísticas como el grupo étnico. la creencia religiosa. las condiciones econó­ micas. la prcferenci a sexual y el estilo de vida. Hay ocasiones en las que esto se convierte en una cuestión de vida o muerte, como fue el caso de Jos judíos durante la época nazi. A veces, el secreto nos protege de la humillación y del estar expuestos. Mi-amigo David, que vi vfu en un barrio predomi nan tcmente cristiano, no les dijo a los otros cha vales que su familia erú judía. Nan ocultó que su familia era rica y. para que los compañeros de colegio con menos medios no se metieran con ella, ,<;e vest(,l con ropa mu y corriente y de tonos pardos, 41

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CAPÍTULO 2

L<1S (nmiJias gays y lesbianas suelen ocultar su condíción. Recordemos veu:S. se necesita tanto valor para mantener algo oculto como para del escondrijo. <.l

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Secretos divertidos

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CUANDO SE TIENEN SECRETOS OCULTOS

Este último tipo de secreco saludable de f<Jmilia es el que se guarda por dll ersión. En la mayoría de las familias se gu'ardan secretos con gran i lllsión en ocasión de celebraciones que implican el dar o recibir regalos, como son los cumpleaños y fíesta~ religiosas, ¿Se acuerda de la ilusión con la que pedía, o se le daba a entender yue iba a recibir. un determinado regalo por Navidad? La expectativa iba en aumento a medida que se acercaba dicha festividad, Puede que tenga recuerdos de ir buscando por toda la casa los regalos escon­ didos. Quizás también tenga recuerdos de la ilusión que le hacía comprarle a alguien de la familia un regalo con el que usted le quena sorprender. Pero es posible que sus mejores recuerdos sean de cuando se despertaba el día de Reyes y se encontraba con un regalo que era una s:>rpresa totalmente ines­ perada. algo que jamás había soñado poder tener. Este tipo de recuerdos. junto con otros rituales paniculares de cada fam¡lia. es de lo que se nutre el concepto de identidad y de integnlciÓn con el gru po.

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ROBERT BLY

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"¿Por qué te casaste con él?", .. La pregunta la pill6 por sorpresa y es que yo había fonnulado una de esas preguntas prohibidas con implicaciones intimi· datorias cuyo misterio rodeaba nuestro nacimiento como un depredador.

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PAT CONROY, THE PRLNCE OF TIDES

Para poder prosperar, la familia necesíta su privacidad, La intimidad da lugar a unos ámbitos naturales de secretos y Jos secretos naturales crean ese silencio que vale más que su peso en oro, En el siguiente capítulo analizaremos todo el abanico de secretos ocul· tos. especialmente aquellos que son producto de una falta de respeto y pro­ tección del ámbito natural de intimidad en la familia.

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ane Fonda confesó públicamente que fue bulírnica durante unos cuantos años. La bulimia es un tra~torno de la aiímentación que se caracteriza por comer compulsivamente y, seguidamente, provocarse el vómito, todo ello en secreto, El bulímico adopta conscientemente este comporta­ miento con el fin de mantener un peso corporal que se ajuste a ciertas nor­ mas culturales de delgadez. Jane declaró que la aparición de su problema coincidió con la época en que se enteró, por casualidad, de que su madre, Frances, se había suicidado. Jane no lo sabía porque su padre, Henry, lo había mantenido en secreto. Cllando Frances se mató estaba ingresada en un hospital menta! y Henry les dijo a Jane y a su hennano, Peler, con trece y diez año.~ respectivamente. que ~u madre había fallecido de un ataque al cornón. Hcnry y su sucgr
ra nadie más al funeral. Aquella misma noche, él actuó en un teatro. Frances Fonda fue la segunda esposa de Henry, de la cual éste se había separado dos meseS antes de que ella se suicidara. Henry ya había iniciado

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una relación con Susan BJanchard, con la que se casarla ocho meses más larde, Lo extraño de! C3S0 es que Margare¡ Sullavan, la primera esposa de Henry, la cual, después de dívorciarse de él, se casó con Leland Hayward, el agente de Henry, también se suicidó, al igual que dos amigos fntimos de Henry. Durante la luna de miel de Henry con Susan Blanchard, Peler, su hijo, se pegó un tiro en el estómago y casi se mntó. (Según se dice, Henry no le pregunló si eso tuvo algo que ver c.on la muerte de su madre). Diez años más Ulrde, Peter se enamoró de Bridget Hayward, la hija de Leland Hayward y Margaret Sullavan. Al cabo del año de la relación, ella se mató. Peter tam­ oién tuvo un amigo que se suicidó. Esle sorprendente patrón de suicidios, intentos de suícidio y amistades qu~ S~ suiciJ~\n se describe en Cenograms ill Family A sseSS/nefZ{, de Monica McGoldrick y Randy Gerson, una obra relevante que citaré varias veces en este llbro. Es un dramático ejemplo del increfble poder que tienen los secre­ tos ocu 1to$ de impactar en la vi da de una fami] ia. ¿Por qué mantuvo Henry Fonda en secreto que su mujer se había suio_~"} cidado? ¿Por qu¿ no quiso contárselo a sus hijos? Sólo podemos hacer espe­ ·C~ culaciones sobre sus posibles motivos y sobre la tóxica mezcla de pena, cul. ~I . :W. pabilidad y escapísmo que debió de sentir. Sé muy bien Cjue el suicidio per­ te Ilece a esa categoría de experiencias humanas que resultan extraordínaria­ iI~ mente chocantes y desconcertantes. El suicidio tiene un largo historia! cuJtu, cal cargado de vergüenza y silencio. Antiguamente, a los judíos.que se suici­ daban se les enterraba fuera' de los muros del cementerio. Hasta hace poco la ; Iglesia Católica se negaba a oficiar un funeral si eHallecido se había suici­ '~dado. Para muchas religiones el suicidio era el pecado imperdonable y se consideraba que los que lo cometían no tenfan perdón. Un caso de suicidio ~::=TIrcpresentaba una gran humillación y vergüenza moral para la familia, Quizás loda esta lr¡¡dición colectiva fue la causa de la decisión de HenlY Fonda. ] Hoy ¡;n J ía es poca .Ia gente que cree que el suicidio se debe juzgar desde un punto de vista moralista, sino que se achaca más a la depresión pro­ ~rllnda (con :'recuencia por razones bioquímicas) y a una sensación de ver­ guenza y de que la vida carece de sentido, Sin embargo, en todo suicidio está "]l11pJ(cito un secreto oculto. El suicidio es una muerte velada por el misterio. _. Puede quc Henry Fonda opinara que tenfa que proteger a sus hijos de '\$}:l verdad de la muerte de su madre. La protección es una de las causa.'i más frecuentes de que se oculten secretos. Sin embargo, na es que haya que proo ~gerse realmente del profundo impacto del suicidio de una madre y, por muy doloroso que hubiera sido, los hijos de Fonda ten[an derecho a que se les ~~onlnl'a la \'crdad. Precisamente porque el SUIcidio implica la eXIslenci;1 de

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algún secreto oculto del que se quiere apartar y aislar a Jos demás familiares, se hace necesario que éstos hablen de! asunto porque, en caso contrario, se crea otro secreto oculto. Al ser tan desastrosas las consecuencias de un sui­ cidio, hny mucha aflicción que expresar y cada persona tiene sus propios sen­ timientos nI respeCto. Cuando un padre o una madre se niega a expresar sus propios sentimientos de culpa por el suicidio de un familiar está creando una atadura de lealtad para que se mantenga el secreto. Todo esto es aplicable también a cualquiera de los otros tipos de muerte vergonzosa de los que tam­ poco se habla, tales como el asesinato y la muti Ilición , la muerte por tortura o las humillantes formas de morir a las que se sometió a los judíos en los campos de concentracióo de los nnzis. Cuando se niegan hechos tan traumáticos y se los conviene en secre­ tm ocull(ls, la \caltad de la familia por mantener el ~ecreto puede traducirse, en las generaciones siguientes, en aislamiento, miedos patológicos, obsesión por la muerte, conductas anormales, alocadas e inexplicablemente intrépidas,

así como intentos de suicidio en el aniversario o a la misma edad que el pri­ mer caso. El suicidio y la bul!mia son ternas relacionados con la muene y la ali­ mentación, dos de los aspe.;tos del pudor natural que, tal y como he descri· to, penen'eeen al ámbito de lo privado. Mi argumento es que, cuando se pero vierte o se viola el santuario interno del pudor, su lugar lo ocupa la vergUen­ za, la eua) es una de las principales causas de secretos ocultos.

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LA VERGÜENZA Nuestra modestia o pudor innatos, nutridos por la intimidad, constitu­ yen el fundamento sobre el que delineamos unas fronteras buenas y flexibles, Sin fronteras, no tenemos límites. ' Cuando se viola nup.stro pudor, el cual preserva nuestra intimidad y la dignidad particular de nuestro yo, adoptamos un yo falso, artificial e impu­ dico. La impudicia puede tomar dos formas: una conducta impúdica con la que intentarnos sobrepasar nuestros límites como seres humanos, es decir, intentam()~ ser sobrehumanos; I10S consideramos perfectos Uamás comete­ mos errores); nos consideramos
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casados. víctimas y adictos -la escoria de la sociedad. Nos invade tal deses­ peranza que perdemos el sentido de los lfmites y creemos que todo lo que nos . rodea es defectuoso y deficiente. Dado que en inglés SÓ]0 tenemos una palabra para vergüenza. en mi

libro Sallar la vergüenza que nos domina c1asifíqué de loxic shame (ver­

güenza tóxica) a ambas formas de impudicia, Tanto si es virtuosa como

depravDda. la impudicia es nociva. La vergüenza no protege nuestra integri­

dad ni nu~slrO yo, sino que los destroza. Una vez hemos establecido nuestros fundamentos en la vergüenza, nos consideramos un error. Estam0S convencidos de que el mero he:<-ho de que e.lls/mllOs es un fallo, un defecto y. por lo tanto, nos vemos en la obligación de mantener oculto todo lo que nuestra vida tiene de auténtico.

Vergüenza y secretos ocultos

los secretos destructi vos y hasta qué punto pueden alterar una familia, dis­ minuir nuestra conciencia, poner límites a nuescra libertad e impedir que desarrollemos plenamente nuestra individualidad. Dado que aumentaría demasiado el volumen de este libro si diéramos un ejemplo de cada una de las categorias de la lista de secretoS ocultos de la Tabla 2-\, he escogido ciertos casos de mis archivos de veinticinco años de trabajo como terapeuta y de la investigación que he realizado para escribir este libro

TABLA

Lo SAGRADO

Todo lo que se considere pecaminoso Todo aquello que profana o desacredita lo sagrado Fariseísmo Hipocresía UIi lizar una fachada religiosa para ocullar el sexo, dinero o poder Adicción él la religión Cu lto~ (ri tos secretos). Ku Klux Klan Pertenecer é\ la religión "incorrecta" Ritos Satánicos Abusos espirituales

NACIMIENTO

Casarse embarazada Adopción Parentesco falso Ser criado por tutores Orfandad Ilegitimidad Hermanos desconocidos Infertilidad Niño probeta Vergucnz'l étnica Vergüenza raci al

MUERTE

Suicidio Muertr. violenta Homicidio Mutilación.' .,

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\ ergüenza. tanlO si es vi rluosa como depravada, es la raíz de ..;ecretos ocultos. La vergúenza nos obliga literalmente a quedar mal palvar las apariencias. a consecuencia de lo eua) nos ~scondern()s y aislamos. Buscamos maneras de no perder el contrat. Nos m;Jnrenemos atentos para que nunca se nos coja desprevenidos. ViVImos oClll wnuo nUCSlro dolor. lo cual req ulere de un arsenal de secretos. de secre­ t.os que esconden secreLOS, de mentiras gue esconden mentiras. No sólo nuestra conducta sino también nuestra existencia misma se ve afectada por la vergüenza porque. en el fondo de nosotros, sentimos que nos pasa algo muy malo. La vergüenza nos ex.ige que llevemos una másca­ ra, que nos pongamos un disfraz. que creemos un yo falso porque. si yo dejara ver a los demás cómo soy realmente. se darian cuenta de gue tengo fallos y defectos, y me rechazarían. Por lo tanto, debo permanecer callado. Cuando nos escondemos detrás de la máscara, ésta se convierte en nuestra naturaleza postiza y en nuestro inconsciente, porque la persona que la lleva no sabe que se trata de una máscara. A este estado engañoso de total ocultación lo denomino es cado de mísrificación. Los secretos fruto de la vergüenza suelen agruparse en torno a viola­

ciones de los aspectos de la privacidad que hemos tratado en el Capítulo J.

La Tabla 2-1, aunque no intente ser exhaustiv8, proporciona una amplia

viSión de las muchas clases de secretos ocultos. Al estar agrupados según el

contenido. ~c puede observar que las categorías generales (referentes ni nacI­

mIento, o. la muerte. etc) se corresponden con el esquema de la Tabla l· j, la

cual enumera las conductas naturales de la pri.vacidad. Por todo ello. conviene dejar lo más claro posible cuál es el alcance de llllldlOS

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SECRETOS OCULTOS AGRUPADOS SEGÚN EL CONTENIDO

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Desaparición Campo de concentración Limpieza étnica Muerte por torturas Muerte despersonalizada en hospital Proceso de morir Enfermedad terminal St:FRl,\fIE:-"TO

EL CUERPO Alimentación

Enfermedad mental Enfermedad emocional Discapacidad, dolor~s cr6nicos Internamiento en psiquiátrico Retraso menta! Tratamiento psiquiátrico Enfermedades genéticas Alcoholismo, drogadicción Consumo abusivo de cualquier substancia Enfermedades venéreas Cualquier tipo de mal trato Automutilación Síndrome de Münchausen

Auto.despreci o Autoculpa Masoquismo Cara

Cuerpo

ÉXITO/FRACASO

Anorexia Bulimia Comer ansiosamente Obesidad Obsesión por la gordura/delgadez Vergüenza referente a la excreción Perversión se:-wal con la eXcreción

EL YO Buella )'eplilC1ción Falso yo

Problemas de autoestima Pelfeccionismo Actitud Critica Picajoso Rectitud S uprelnac ía félC ¡al A utocastigo

Pecas. marcas de nacimiento Belleza/fealdad Bofetadas Defecto3 físicos Deformidades Tamaño de los genitales Torpeza, ser larguirucho Demasiado gordo, demasiado flaco Adicción al deporte Malos tratos Pegar Adicción al dinero Adicción al trabajo Pobreza Desempleo Despido, degradación Falta de disposición por el trabajo Vivir de Jos padres Vivir de la mujer Pérdida del dinero de la familia/cónyuge Clase "inadecuada" Vergüenza de! inmigrante Mala reputación

POSESJONES

Materiales

Hacer trampas Robar en tiendas Desfalco Apropiación de secretos de la empresa Fraude, timo Robo Hurto Homicidio

TrMic.:o de drogas Encurce! al)) icfn10

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Mafia

Crimen por encargo Evasión de impuestos

No }/lateriales

lNTI>..1lDAD

Represión de las emociones Defensas del ego - automáticas e inconscientes Resentimiemo y pensamíemos negativos secretos Apropiación de ideas, propiedad intelectual, plagios Vergüenza por no alcanzar Jo que uno desea o no poder vivir según sus ideales Violaciones de los valores moraJes propios Disputas matrimoniales crónicas Múltiples matrimonios Bigamia Traición (aventuras amorosas) Homosexual casado/a COn heterosexual Traición a los amigos Vínculos transgeneracionales con los hijos Miedo a ser abandonado Miedo a sentirse abrumado Fobia al compromiso Malos tratos al cónyuge Pegar Perseguir a alguien Homicidio del cónyuge

Preferencia sexual

Intercambio de ropas

Travestismo

Secretos del rol sexual

Mujeres (rabia) Hombres (miedo) Adlcción al sexo Anorexia sexual! celibar0 no :lsjmilildo Aventuras múltiples ~;¡asturbacíón cr6n ¡'ca Masturbación crónica Con pornografía Sexo con animales Fetichismo

Voyeurismo, exhibicionismo

Indecencia Sexo por teléfono Masajes eróticos Prosti lución Cultos sexuales Intercambio de esposas SadoJJl:.lsoquismo Estrangul ación autoerótica Pornografía infantil Círcu los de prostitución infantil Acoso sexual Ritos satánicos con perversión sexual Incesto Abusos deshonestos Violación Violación de la pareja/cónyuge Disfunción sexual Trastorno del deseo

SECRETOS SEXUALES En su primera sesión de terapia, Gerrnaine se expresa en un tono que denota ansiedad al desvelar el secreto oculto de su matrimonio: las numero­ sas aventuras de su marido, la más reciente de las cuales ha sido con la mejor amiga de Gennajne en la oficil1
cosa en beneficio del matrimonio de su hija. El padre de Gennaine es muy atractivo y carismático, mientras que la madre está gorda, es deferente y remi. te ladas las preguntas a su marido. Sin embargo, cuando el terapeuta le pregunta ..1 hombre si ha tenido alguna vez una avent:t.lra amorosa, la madre responde en su lugar y, con gran dolor, dice que sí. "Ya es hora de que se sepa todo", dice la ~adre. Germaine casi se cae de la ~illa El padre se pone a llorar. Resulta que el padre de Gennaine ha tenido muchas aventuras y la madre, sencillamente, las ha aguantado en silencio. Él le prometía una y otra vez que se arrepentía pero, acto seguido, volvía a caer. La mujer aguantó lOUO esto por su hija y para mantener intacta la imagen de la: familia. La [¡¡milia de Germaine está enmarañada en un secreto sexual. El padre tiene una adicción compulsiva al sexo y las aventuras :amorosas. Su esposR se lo facilita, le fomenta su adicción al ocultar la verdad para prote­ gerlo y al no insistir en que busque algún tipo de tratamiento parJ su proble­ ma. Ella es adicta a la adicción sexual de su marido y es la confabuladora de este matrimonio disfuncional. , . ,~.. ~

Reproducir un secreto oculto

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Germaine no era consciente de lo que estaba sucediendo pero sí cono­ cía el secreto - a nivel inconsciente. Hay algo que, inconscientemente, la ha Incitado a l11,tnifestar lo que se ocultaba. Desde que conoció a Jim y se C,lSÓ Con él está desvelando un secreto que su famiJia paterna ha intentado ¡nante­ I\t:r en secreto. La adicción de Jim ';$ aún más patente que la del padre de Germaine. Al poco tiempo de contraer matrimonio ya tiene una aventura. Con mezcla de dolor y arrepentimiento le prometei:l su mujer que no lo vol. \'erá a hacer Jamás. Al cabo de tres meses tiene olra aventura, y después otra, y otra. El problema de Jim no sólo es obvio sino que, en gran medIda, está fuera de con troJ. Jim también ljene su propia hJstoría. Su padre también era sexualmen. te compulsIvo y Jim le veía perseguir a olras mujeres a escondidas, De est¡¡ fama, su padre no sólo le violó con su mal ejemplo sino que creó un víncu­ lo de complicídad al hacerle conspirar con él para que su madre no descu­ briera eJ secreto. Esta v¡l a)¡an za obligó al hijo a sacrificar su pri vacidad lntergeneraci onal y le puso en un doble apuro: para no traicionar a su padre, se vio obligado a traicionar a su madre. Su padre abusó de él al utiliwrlo como tapadera de su comportamiento vergonzoso. Como dijo James Baldwin: "A los hijos no se les da muy bien escuchar a lós mayores pero, cuando nos imitan, no fallan nunca '. Jim, muy a pesar suyo, está imitando el comportamiento de su padre.

De esta forma, Jim y Germaine actúan de metáfora del ambiente matrimonial disfuncional en el que se criaron. Ambos han desvelado los secretos encubiertos de sus familias correspondientes. Los dos están procla­ mando: "Mirad, éste es el secreto oculto con el que nos hemos criado". Al hacer lerapia con IOdu la familia se desvela el secreto encubierto y pueden liberarse del estado de mistificación farrúliar. Gennaine y Jim ya no necesitan reproducir los secretos que sus padres han estado ocultando. Al salir de su estupor, se les abre la oportunidad de vivir su propia vida una vez elimi­ nado el secreto oculto que, literalmente, les ha estado privando de libertad. Mantener un secreto tiene un precio: la vida del padre de Gennaine fue una hipocresía. Consiguió mantener en secreto su adicción sexual negando rotundamente que fuera cierta. A medida que fueron aumentando los proble­ mas derivados de sus aven~uras amorosas, también se intensificó su obsesión mental. No pensaba más que en el sexo, unas veces cuando luchaba contra el fuerte impulso que le llevaba a seducir y ligar y, otras, cuando se obsesiona­ ba con alguna mujer. Incluso había veces que pensaba compu1sivamente sobre 10 que había hecho en d pasado o 10 que estaba haciendo en el pre­ sente. Este tipo de pensamientos obsesiv0s produce estrechez mental o cerra­ zón cognitiva. Cuando estaba metido en una de sus aventuras amorosas tenía que invertir una enorme cantidad de energía mental y física en planear las citas, inventarse excusas y estar atento a cualquier cosa que decía por temor a que se le escapara algo que pudiera despertar sospechas en su mujer e hija. Como les sucede a todos los adictos, el padre de Gennaine se sentía cada vez más aisJ()do, solo. avergonzado y desesperado a medida que su adicción iba en aumento. A pesar de que intentara mantener la imagen de familia modelo, no tenía vidd íntima. El padre de Gennaine vívfa una men­ tira. De cara al mundo aparentaba ser cariñoso y honrado mientras que, con su familia, su actitud era deshonesta y desprovista de cariño. A medida que iba disminuyendo su respeto por sí mismo intentaba reforzar su falso yo con ampuloso!> actos de caridad.

Adjudicarse un secreto oculto Germaine y Jim "reprodujeron" el secreto de' sus familias para que todos lo pudieran ver. En cambio. Sereva, una cliente mia, reaccionó de forma distinta: "se lo adjudicó". El padre de Sereva era alcohólico y siempre estaba metido en líos de faldas. La madre era una católica devota convencida de que una buena espo­ sa tenía que sufrir en silencio j(}S'~busos del marido. Jamás se hablaba de las

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aventurns amorosas del padre. En cierta ocasión Sereva fue con su m¡¡dre a recoger a su padre al píso de otra mujer. Cuando lo vieron, tenía toda la cami­ sa manchad3 de cannfn de labíos. Durante el trayecto en el coche, el padre y la madre hablaron del tiempo. Más adelante, cuando Seteva le pregunt6 sobre aquel incidente, su madre se negó a hablar del tema. Sereva acabó sin­ tiendo un profundo asco por su padre, lo cual se extendió también a los hom­ bres en general y a cualquier asunto relacionado con la sexualidad. Durante el último curso de Bachillerato Sereva decidió que tenía "yocaci6n" y se metió en un convento católico para hacerse monja. Con esta acción se estaba "adjudicando" el desprecío por la sexualidad. Al comenzar con las d:..;cíplinas del celibato y ascetismo se sintió atraída por una fonna de autoflagelaci6n que había leído en la biografía de una santa. El ayuno y la autoflagelaci6n con un látigo de cuero le producían cierta sensación de cali­ ' dez y placer, Al cabo de unos años vino a mi consulta. Aunque había dejado el con­ vento, jeguía utilizando el látigo. Con la cerapia se dio cuenta de que había incorpor<:do el componamiento de su madre, la cual personificaba la creen· cia de que las mujeres son inferiores a los hombres y de que toda mujer buena ha venido aquí a sufrir. El autocastigo mediante la flagelaci6n era la forma en que Sereva podía sentirse a gusto consigo misma en su condición de mujer. Aunque toda la familia de Sereva sabía lo que sucedía, nadie hablaba de ese secreto por respeto a la imagen de devota familia católica. Esta com­ prensión deformada de la lealtad impidió que Sereva se desarrollara de forma natural en Jo relativo a temas como el amor, el matrimonio, las relaciones íntimas y el sexo. El secreto la mantenía atrapada en su família disfuncional. Al igual que su madre, se convinió en una ca-adicta obsesionada por la bebi­ da y los líos de faldas de su padre y, también al iguallJue su madre, desarro­ lló una seria codependencia. La codependencia es una enfennedad del yo en fase de desarrollo a causa de la cual el individuo pierde todo contacto con su . propia experiencia ¡mema, Dado que una persona codependiente no sabe lo t que siente, lo que nec~sjta ni lo que quiere, tampoco puede saber quién es. . . El desarrollo de su yo se ha estancado y debe adoptar un yo falso, e'l cual se ~ constituye a panir de aquellas conductas, sentimientos, nccesida(j;,:s y dese­ os que la familia considerJ dignos. El modelo de Sereya fue su madre, de la cual aprendió que la fonna de hacerse querer consistía en no ten.er necesida­ des. en no tener deseos y en sufrir en silencio. El precio que Sereva había tenido que pagar por el secreto oculto de su familia fUe la muerte psicológi­ ca. Había aprendido que su auténtico yo debe morir para ser digna del amor ¡y del reconocimiento de los demás.

LOS ABUSOS SEXUALES YEL SILENCIO En nuestra sociedad patriarcal y sexista, el acoso sexual y los abusos de mujeres y menores (entre los que se incluye un amplio porcentaje de niños yarones) constituye un secreto oculto presente en todos los sectores de la sociedad, incluidas las institu!?iones relígiosas y la clase 'política. Pero es algo que tanto los agresores como las víctimas ocultan en secreto. Las razones de que los agresores se mantengan callados son obvias, pero el silencio de las víctimas resulta misterioso y desconcertante, a excepci6n de la raz6n evi-. dente de que, en la mayoría de los casos, nadie les haría caso. Las víctimas de abusos sexuales suelen considerarse responsables de lo que les ha sucedido. Los m'eoares suelen creer que, de alguna forma, "pro­ vocaron" al agresor. Sí ese acto les aportó algo de placer, se siente confusos y responsables. En el pasado no se comprendía porqué las víctimas de abu­ sos graves se identifican con el agresor y que, o bien experimentan una diso­ ciación de su propio yo, o reprimen el recuerdo con el fin de protegerse del sufrimien lO que experimentaron. Dado que la víctima se suele identificar con el agresor y'dado que éste no siente vergüenza ni ningún tipo de culpa­ bilidad en el momento de la violación, la víctima experimenta y se adjudica la vergüenza y culpabilidad del violador. Se siente sucia y deshonrada, y se considera impura. Dicha sensación se ve reforzada si el agresor es uno de los padres o tutores, Cuando el agresor es la persona que él considera su mode­ lo y protector, el niño cree que él es el que tiene la culpa. incesto, la víctima no se suele atrever a En las familias con casos contárselo al otro progenitor no agresor por miedo a que la familia se desha­ ga. Pero, en muchos de los casos en que la víctima sí se atreve a contarlo, el progenitor no agresor no suele dar crédito a lo que le dice el niño, a veces debido a su propio mecanismo de negación, otras debido a la ignorancia y, aun otras, porgue ese mismo adulto también es víctima del agresor. El inces­ to se produce con mucha más frecuencia de ]0 que uno se puede imaginar. A medida que va cambiando nuestra comprensión del incesto, cada vez hay más víctimas de abusos sexuales que se atreven a desvelar sus secretos. A lo largo de las generaciones también se han mantenido ocultos yencu­ biertos los casos de yiolación. ahusos, dominación y acoso sexuales. Durante siglos, las mujeres han sido víctimas de violacion~s de fonna cotidiana. Nuestrn sociedad, dominada por el sexo masculino, protege las defini­ ciones patriarcales de las relaciones hombre-mujer y de la desigualdad de la estructura masculina del poder. Las víctimas, por lo general mujeres y niños, han sido maltratadas sexual, físiq y emocionalmente, y se ha profanado su individualidad.

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Las víctimas, además de no denunciar nada, han mantenido su silencio también de otras maneras. El dolor físico. la tortura y la violación emocional grave no solo se resisten a ser expresadas verbalmente sino que, de hecho, destruyen el lenguaje' y provocan en la víctima una regresión a estados a veces denominados de impotencia preverbal. Las víctimas de torturas sexua­ les y de violencia física suelen emitir sonidos y gritos característicos de fases previas al aprendizaje del lenguaje hablado. La violencia se convierte real­ mente en algo indecible. Las esposas y Jos hijos maltratados colaboran con su silencio por miedo. vergüenza y sentimiento de impotencia. Cuando una persona es vic­ timizada de forma periódica. se siente impotente y aprende a que se abuse de ella. Se siente desamparada ante los abusos, los cuales le acaban pareciendo algo normal. Las mujeres víctimas de abusos suelen temer que se destroce familia porgue se les ha enseñado que deben depender de los hombres. Muchas de ellas son pobres y tienen que soportar la carga de los hijos, de los cuales son las únicas responsables. Por lo tanto, dichas víctimas aprenden a negar su propia experiencia. En los casos de graves agresiones físicas contra la esposa y de violaciones repetidas desde una corta edad, el dolor que sien­ le la mujer puede llegar a ser tan inenarrable que la única forma de expre­ sarlo es mediante procesos agudos de disocíación, amnesia o retraimiento. En el pa~ado nuestra <:ultura apoyaba dicho silencio. Maltrntar a las mujeres era
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SECRETOS EN TORNO AL NACIMIENTO Mury Sue y Joe eran novIOs desde su primer aiio de universidad. loe casarse pero Mary Sue estaba preocupada por el aspecto sexual de la relación y por la situación económica de Joe. A Mary Sue le gustaba el sexo y, durante el bachilleratc. había tenido una apasionada relación sexual con un chico hasta que rompielOn. Quería a Joe pero echaba de menos la vida sexual que había tenido anteriormente. Un día. de forma inesperada, el chico con el querí~

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que había mantenido relaciones dlJrante el bachiller apareció por la 1.lniversi­ dad y, lo que empezó siendo una charla sobre los viejos tiempos se ,convirtió en dos horas de sexo en un motel cercano. Mary loe se sintió fatal y se prometió no contárselo nunca a Joe. Al cabo de pocas semanas descubrió que estaba embarazada. Decidió entonces insistírle a Joe que se casaran inmediatamente, sin comentarle nada de su estado. Al cabo del tiempo. cuando nació el niño, Joe pensaba que era hijo suyo. Después Mary Sue y loe tuvieron dos niñas. El temperamenw del niño era muy distinto del de sus medias hermanas. Era bullicioso y lleno de ener­ gía, mientras que las niñas er
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hijos y ella misma. El secreto le impidió sentirse perdonada y poderse recon­ ciliar con su familia.

La adopción y otros problemas en torno .al nacimiento La adopción es uno de los temas en torno al nacimiento que más en secreto se mantiene. Muchas familias todavía cargan con secretos relaciona­ dos con la adopcj6n. Otras se ven obligadas a afrontar las nuevas situaciones producidas por las reci'entes tendencias aperturistas en lo referente a la adop­ ción que abogan por la no confidencialidad de los historiales. La premisa sobre la que se apoyaba el sistema tradicional de adopción era que el conjunto de los padres adoptivos y el niño adoptado debían ase­ mejarse a una familia biológica. Con este fin el sistema intentó eliminar cual­ quier aspecto que hiciera de la adopción algo distinto de la paternidad bioló­ gica. Dado que los padres biológicos representaban la mayor amenaza con­ tra ese rechazo a la dif~rencia, se prohibió totalmente cualquier tipo de con­ tacto con los padres biológicos. Cuando una madr~ biológica entregaba a su hijo en adopci6n, ella deja­ ba de existir. En palabras de Ano Hartman, del Smith Coilege School for Social Work: "Esa mujer no sólo mantenía un secreto sino que ella misma consrilu[a un secrelO". Hasta hace relativamente poco tiempo, el padre biológico no dis­ ponía de ningún derecho para determinar el futuro de su hijo. Al igual que la madre biológica. tema que desaparecer y cargar con esa pérdida y ese dolor no resueltos. Los historiales de los casos de adopcíón eran confidencial es para que lo~ hijos no pudieran averiguar quiénes habían sido sus progenitore~. El 'l.I·gumento de los que defienden la confidencialidad y el secreto es que se pr0tege al niño del estigma de la ilegitimidad. se protege a los padres adoptivos de que ~e ¡nmiscuy::m los padres hiológico:; y se protege ;¡ lo~ padres biológicos de la intromisión del hijo <Jdoptado Los que argumentan a favor de la apel1ura de los informes se hasan en que todo ser humano tiene derecho a conocer a sus pari~ntes biológicos. Al parecer, los padres ¡¡doptivos no tienen una opinión muy definida con respecto a la apenura de los informes. Algunos temen que los parientes biológICOS puedan poner en peligro la seguridad de su familia. Olros, en cambio, han descubierto que, al compartir con su hijo adoptivo la búsqueda de sus orígenes, se han unido aún más. En mi experiencia profesional he observado que el factor más acuciante es el dolor que siente el individuo por su condición de hijo adoptivo. Es como si tuviera una necesidad innata de conocer a los padres biológicos y, sea cual sea la razón por la que le dieron en adopción, experimenta una profunda sef1sación de rechazo.

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El niño es egocéntrico en su fonna de conocer las cosas, lo cual quie­ re decir que 10 personaliza todo. Cree que si no se le permite saber algo de sí mismo y de su pasado es porque se trata de algo malo, 10 cual es una razón de peso en contra de mantener la adopción en secreto, incluso aunque la ver· dad que se descubra resulte desgarradora o embarazosa. Un tipo de secretos aún por estudiar gira en torno a la infertilidad y las riueva~ técnícas de reproducción que se utilizan para tratarla. Esencíalmente, todos estos avances plantean la cuestión de la herencia genética, la cual parece ser un tema de gran importancia para nuestra socie· dad, especialmente para los hombres. Por lo general, la infertilidad es una cuestión que se mantiene en secreto. No hay duda de que muchos hombres 'j mujeres se 'sienten tristes y avergonzados individual y socialmente por no poder tener descendencia. Con la inseminación artificial, la fertilización in vitro y las madres de alquiler, hoy en día resulta técnicamente posible que un niño tenga un total de cinco "padres": tres tipos de madre (biológica, gestante y criadora) y dos tipos de padre (biol6gico y cri.ador). Dicha posibilidad plantea unos enOJ1Tles problemas morales, éticos y psicol6gicos. Sus implicaciones e impacto sobre el conceplo que el niño tenga de sí mismo y de su identidad no se podrán ver hasta después de que nazca. La mayoría de las grandes religiones se oponen calegóricamente a los métodos artificiales de reproducción, y tamo las madres de alquiler como la donación de esperma siguen planteando problemas legales y morales en muchos lugares. Dicha estigmatización ha causado que las parejas que se han servido de dichas técnicas de í'ertilízación para poder tener hiJOS adopten una actitud muy reservad
LA MUERTE ES ELSECRETü OCULTO MÁs CORRIENTE Freud opinaba que,' psicoló.g-icamente, se debe negar la realidad de la

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muerte, que nadie es realmente capaz de comprender su propia muerte. La mayoria de nosotros vivimos como si la muerte nO fuera parte de la vidZl pero, al hacer de la muerte un secreto, mantenemos activo el miedo a la muerte, aunque sea algo inconsciente y permanezca controlado. El secreto de la muerte es el factor que determina si una familia es c;¡paz de afrontar la amenaza de pérdida de uno de sus miembros. Si la fami· lia es capaz de enfrentarse al secreto de la muerte podrá sobrellevar y lamen· tar la pérdida de ese ser. Cada pen,ona tendrá su propia forma prep¡\rarse y de expresar la pena por dicha pérdida. Por lo general, en los casos de enfennedades terminales los padres comentan nada con los hijos porque creen que los niños son incapaces de enfrentarse a la muerte y a todo su proceso. Sin embargo, este tipo de secre­ tos puede acarrear graves consecuencias. Cuando J amie tenía ocho años su padre entró en fase terminal de cán­ cer. Nadie le dijo que la enfermedad de su padre era grave y que, probable· mente, sólo le quedaban seis meses de vida. Su madre, hermano y hermana mayores consideraban que era demasiado pequeño para contárselo y no le dijeron nada para evitarle el disgusto. Éste es un buen ejempfo de un secre­ to oculto producido por la ignoranéia, La muerte de su padre le cogió totalmente por sorpresa. Treinta años más tarde. en una sesión de terapia, me contó que jamás había podido supe­ rar realmente que no le avisaran de la enfermedad tenninal de su padre, "Yo sabía que pasaba aJgo", me dijo, "pero siempre creí que era culpa mía, que yo era demasiado insigníficante y poco importante para participar de lo que estaba Sl:cediendo. Les odié por habenne mantenido apartado porque no me pude despedir de mi padre en condiciones", Tuve otro cliente al que no le dejaron ir al funeral de su madre. No había lamentado nunca su muerte y, con el paso de los años, empezó a sen· tirse indignado. La muerte de la madre es uno de los momentos más sagra­ dos de la vida e impedir que alguien participe de él constituye una privación que jam¿s se llega a superar.

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Los Bronte En su libro Genogra/lls in Family AsseSSlIlell{, McGoldrick y Gerson nos ofrecen otro impre8ionante ejemplo del impacto de mantener-oculto un secreto sobre una muene no lamentada. Se trala del caso de Charlolle y Emily Bronte, las herman:1s autoras respectívas de Jane Eyre y de Wurhering Heigll1s. Los Bronte tuvieron seis hijos en un periodo de seis años. Al morir la madre poco después de dar a luz. al último, la casa se ~umió

en una especie de letargo durante treima años. No se cambió ni se pimó nada. Los niños se criaron en casi lotal aislamiento ya .que no se les pennitía jugar ni relacionarse con olros niños. Cada vez que cualquiera de los hijos de los Bronte imentaba marcharse de casa padedan una serie de síntomas que les hacía regresar. Todos murieron antes de cumplír cuarenta años. Las dos niñas menores desarrollaron una enfermedad mortal la primerú vez que se fueron de la ca~a y murieron tlna poco después que la otra. Al cabo de nueve meses de la muerte de Branwell falleció Emily y, otros nueve meses después, murió Anne, lo cual sugiere que estaban tan unidas que les resultaba imposible vivir las unas sin las otras. Charlolte fue la única que consiguió pasar cortos períodos fuera de casa. Se casó a Jos treinta y ocho años, pero falleció nueve meses después - justo después de la muerte de la que fue su niñera y a la misma edad que su madre. El extraño secreto de esta familia parece haber sido que el padre se negó a aceptar ]a muerte de su esposa. A los hijos jamás se les permitió que desarrolJarfin su yo lo suficíente como para poder vivir con independencia.

SUFRIR EN SECRETO Con mucho, los casos más sorprendentes y escabrosos de "adjudicar­ se" un secreto oculto con los que me he topado son los de las personas que se automutifan. Mi primera experiencia con un caso de este tipo se produjo al final de la década de los setenta. Vino a mi consulta un:\ mujer inteligente' y de buena presencia, a la cual llamaré Loma. Procedía de una familia adi· nerada y nunca le habfa faltado de nada. Vestía muy modestamente y siem­ pre llevaba blusas de manga larga. Un día, al levantar el brazo derecho para sujetarse una peineta que se le estaba cayendo del pelo, se le subió la manga y vi que, en la muñeca, tenía varias cicatrices con forma de X agrupadas en tres !fneas. Cuando la pregunté de qué eran, se puso a llorar y balbuceó: "Me corto para hacerme daño y así sentirme mejor". Me quedé pasmado y sin saber qué decir, Ella apa'I1ó la mirada y miró al suelo. "Ya sé que parece una locura cuando digo cosas así. Pero, para mí, es una fonna normal de enfren­ tarme al doJor". Su ~\buclo cometió incesto con ella durante más de un año. La familia de Loma se preocupaba mucho por las formas y la imagen, y se había blo­ queado emocionalmente. Loma "intentó" decírselo a su padre, pero él se negó a hablar del lema porque sería una vergüenza para la familia, y le prohi­ bió que Jo volviera a mencionar. Loma se había disociado del dolor y era prácticamente incapaz de sentir ninguna emoción. Al hacerse daño median­ te la automutdación se estaba p~Yn1itiendo sen/ir algo. De hecho, era su

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mecanismo para sentirse cuerda,. Al verse las cicatrices, se cl.mfirmaba y comprobaba que no estaba loca. Dichas cicatrices constituían la prueba visi­ ble de la cicatriz interior que sufría en silencio. Su abuelo murió repentina­ mente de un ataque de corazón al cabo de aproximadamente un año. después del inicio del incesto, lo cual la dejó sumida en una total confusión. Se sen­ tía suda y avergonzada, y pensaba que el rechazo que sentía por su abuelo podía haber contribuido a provocarle la muerte. La automutilación es uno de los secretos ocultos de nuestra sociedad. No obstante, algunos psicólogos clínicos estiman que, sólo en los Estados Unidos, existen casi dos millones de personas que, constantemente, se muer­ den, arañan, cortan, queman y se hacen marcas en la piel, se golpean la cabe­ za y otras panes del cuerpo contra las paredes, se arrancan los cabellos y se rompen los huesos. Hay casos en los que se lragan objetos punzantes tales como clavos, o que se dan martillazos. Los casos más psic6ticos de automu­ tilación pueden llegar a arrancarse los ojos o a amputarse los genitales. Uno de los casos más conocidos de automutilación fue Charles Manson. el cual tenía el cuellos, los brazos y las muñecas cubiertos de cica­ trices. Víctima de malos tratos y de abusos sexuales desde su infancia, los archivos de Manson informan que se prendió fuego a los cinco años y que,.a los ocho. se hundió la traquea al intentar estrangularse. El cortarse, la sangre y las cicatrices nos recuerdan a los rilos iniciáli­ cas de la era de piedra, cuyo propósito consistía en sacar del cuerpo Jos malos espíritus y los venenos. Loma intentaba, literalmente, sacar' de sí ese demoníaco secreto oculto. Las marcas en forma de X de la piel le aportaban una confirmación momentánea de que el secreto había desaparecido, a la vez que simbolizaban un grito de socorro.

SECRETOS EN TORNO ALA ALIMENTACIÓN Cuando el individuo se siente herido O furioso, o si se le ha violado su pudor, puede llegar a rilUalizar una conducta inherentemente privada como forma de expresar algo de lo que teme hablar. Uno de los síntomas más corrientes de los secretos ocultos son los trastornos de la alimen­ l<Jc¡ón. El problema oe Jane Fonda, la bulilJlla, parece ser un l'cnÓIll\:JlO cultu­ ral de nuestra sociedad moderna. Aunque existen infcnnes escritos de casos de bu Jimia en el siglo XVn. no se tienen datos de que consti tuyera ti 11 proble­ ma frecuente en el paS
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clase media-alta que se preocupan por su imagen se ven obligadas a cumplir los dictados de su estatus social. Sin embargo, dichas necesidades sociales no expEcan por sí solas los secretos rituales de comida compulsiva y de vómitos. Para que la bulimia se convierta en una práclÍca adietiva debe existir un sufrimiento emocional. No es difícil averiguar qué es lo que estaba "devorando" a Jane Fonda. La pér­ dida de su madre junto con la pena y rabia no resueltas por la traid6n de su padre la llevaron a desarrollar este tipo de adicción. La belleza de J ane junto con su condición de actriz famosa hicieron que la bulimia fuera lo más fácil de escoger.

Los oscuros secretos culturales de la mujer La bulimia no es más que uno de los trastornos de la alimentación más corrientes que afectan a la mujer. Para ella, la obesidad. la anorexia y la obse­ sión por la comida y las dietas asoCiada con cambios de humor, denominada síndrome de las dietas de adelgazamiento, constituyen una carga más pesa­ da que para el hombre. Aunque dichos trastornos de la alimentación también se dan en los hombres, para la mujer la comida representa una lucha mucho mayor. Según algunos expertos, y parece ser un razonamiento convincente, dicha diferen­ cia es consecuencia de las expectativas c.uHurales del rol de la mujer, no sólo en lo que concierne a su delgadez sino a las expectativas nada realistas de que la mujer constituye la figura mediadora y educadora de la familia. Laura Gait Robert, psicóloga de la Facultad de Medicina de Eastem Virginia, considera que los trastornos de la alimentación constituyen el mecanismo de elección que la mujer suele utilizar, según el estado de ánimo. para desviar su atención del rechazo que sienten por el rol que les impone nuestra .cu Ituca. Las m uj eres uti Ji zan Ja sobrealimentací ón y sus problemas derivados para evitar la ansiedad y la rabia que les produce este hecho. Todos los trastornos de la alimentación son una forma de adicción potencialmente peligrosa para la salud porque se establece una relación pato­ lógica con substancias o actividades que alteran el estado anímico, y siem­ pre es algo que se. mantiene en secreto, que oculta ciertos sentimientos. Al comer COl1lpu!sivillneolc .h:I~I;1 quedur medía alurdido se anula temporal­ mente la tristeza y la profunda sensación de vacío. Lo~ anoréxicos utiLzan el hambre para cambiar el estado de ánimo y aletargar el cuerpo. En 1<1 jimiwJa experiencia que he tenido con anoréxicos he observado que su sentimiento oculto más frecuente era la rabia. Dado que la falta de alimentación re'.rusa el desarrollo sexual, en las jóvenes anoréxi­

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está pasando aquí. Dejadme en paz. Quiero tener mi vida privada y la con­ trolaré yo< ' Es decir, su enfermedad simbolizaba:

cas se suele retrasar la menarquía, lo cual sugiere un rechazo a ser mujer. VamC's a estudiar el caSO de la hija de Juliette.

La hija de Juliette Cuando Julielle vino a venne por primera vez., pesaba veinle kilos de más. Estaba casada con un hombre rico al que, me comentó, despreciaba por ser un tirano y con el que le daba asco tener que mantener relaciones sexua­ les. Er¡¡ sumamente educada y condescendiente, y hablaba como una "chica buena" y excesivamente positiva, Me dijo que le daba míedo hablarle a su marido de su malestar porgue era un hombre irracíonal que le gritaba cuan­ do enfurecía. Aunque estuve unos meses trabajando con ella dándole mi apoyo para que fuera más dueña de su vida, no sentí que hubiéramos pro­ gresado mucho. Al cabo de cinco años, Juliette vino a venne de nuevo y me contó que sú marido había descubíerto que ella había tenido una aventura amorosa, y que su hija mayor estaba cada día más delgada. Por otro lado, el segundo hijo, un varón, sacabe unas notas excelentes pero \ba fatal en deporte y el más pequeño e,staba bastante deprimido, Esta vez. le pedí que trajera a toda su familia a la terapia, La hija mayor, de cawrce años, pesaba treinta y cinco kilos. El padre, alarmado por su delgadez, la pesaba cada día y la sobornaba con dínero y otras cosas para que comiera', Les convencí de que la enviaran a un médico y entonces trabajé principalmente con Juliette y su marido. Aunque Juliette se mantenía tremendamente correcta y obediente con su marido, era patente que estaba llena de rabia hacia él. El marido era estrk­ \O y controlador, y exigía que todos mantuvieran la imagen de familia feliz, Los secretOs de esta fami lia tenían tres aspectos: el miedo del padre, casi paranoide, a todo y a todos (la causa de su estricto control); lí:l rabia de Jullelte contra su madre y su marido, y contra las rígidas expectativas con que tenía que cumplir como mujer; y la "reproducción" de un secreto sexual 'iuyo a través de su aventura amorosa. La anorexia es un trastome que retrasa la menarquía. Estaba claro que la hija de Juliette no quería ser una mujer como su madre ni sentir la rabia ni el 111 iedo que preponderaban su famíl ia si no que quería tener su prori a indi­ vidualidad, Se daba perfecta cuenta de lo infeliz que era su madre y de lo mal que estaba su familta a pesar de la imagen que daban de "perfecta familia americana". Para ellos, su anorexia constituía un desconcertante doble men­ saje porque, por un lado, su cuerpo decía: "Miradme, me estoy muriendo", mientras que todos los sobresalientes que sa~aba en el colegio y su ex truor­ dinano rendimiento como deportista decían: "Yo sé mejor que nadie lo que

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la rabia que heredaba de su madre su rechazo por el rol de la mujer su necesidad de tener una relación realmente enriquecedora su rechazo al conformismo • su deseo de controlar a la familia, heredado de su padre • su intento de distraer a la familia del verdadero problema: la falta de intimidad .. su necesidad de liberarse de su soledad, rabia y miedo

LOS OSCUROS SECRETOS EN TORNO A SENTIMIENTOS POT lo general se-suele considerar que ¡os secretos consisten en escon­ der hechos y eventos pero la experiencia m(O ha demostrado que la ocultación de pensamientos y sentímientos constituye la más oscura categoría de secre· tos de familia. Para algunos miembros de la familia puede resultar enloque­ cedor que otros familiares, y en especial los padres, se comporten como si no sintieran lo que realmente están sintiendo. Muchos de ustedes sabían cuándo su madre estaba enfadada aunque ella quisiera :il.parentar que no lo estaba, y también puede que supieran que su padre albergaba pen,samientos negativos hacia su propia madre, aunque jamás los expresara. Dichos secretos psíquico" suelen resultar extremadamente destructivos para la comunicación abierta que la familia necesita en su intimidad. La -mejor forma de crear vínculos íntimos y sanos es siendo vulnerable con res­ pecto a los sentimientos. Cuando hablo desde mis sentimientos, soy auténti­ co y no estoy poniendo barreréls, lo cual permite que Jos demás me puedan ver tal y como soy, con lada mi vulnerabilidad, y que puedan estar más cerca de mí porque yo he eliminado mi muralla defensiva. Además. cuando los padres se guardan y reprimen sus pensamientos y sentimlentos, los hijos tienen que llevarlos dentro y reproducirlos o adjudi­ cárselos. "Los hijos", ha escrito Harriet Goldhor Lerner, "muestran una tenden­ cia a heredar todo~ los problemas psicológicos que los padres deciden igno­ rar".

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La rabia secreta Quizás la rabia sea el sentimiento que más se oculta en las familias. Ya le he mostrado el papel que juega la rabia secreta en los trastornos de la ali· menlación. También constituye un enorme obstáculo p(lj"a la intimidad del mmrimonio y para poder forjarse una individualidad consistente en el seno de la familia. Cuando 110 se puede expresar la cólera que se siente. se entie· rra y vuel\-e a .~urgir ,,)1 forma de trastorno de la alimentación o problema ~C.\ ual. 1.;1 ra h i;¡ re r ['i 111 i el a pu ede i III pe d ¡ r Id e r'~ ce i ón. c;WS;lr e y
Las pérdidas ambiguas . Para Shírley su padre siempre constituyó un misterio. Nunca supo lo que pensaba de las cosas y siempre tuvo la sensación de que a su padre le preocupaba algo además de su família. Cuando murió. Shirley abrió la caja fuerte de su pudre y encontró una serie de fotos de una mujer que nadie de la familla conocía. Cuando se las enseñó él su hermano éste le dijo que la había visto en el funeral. Después de algunas investigaciones se descubrió que el padre de Shirley vivía de hecho con la mujer de la foto cuando iba de negocios a Dallas dos veces por sema­ na. Era visitador médico y Dalias estaba dentro de su zona de trabajo. Siempre había dejado bien claro a toda la familia que no se le podía llamar

cuando estaba de viaje. Él acostumbraba a llamar a casa en el segundo día del viaje para asegurarse de que todo iba bien en casa. ¡El padre de Shirley había vi vida con su amante de DaBas durante vei!1te años! Esta revelación explicaba la s¡;.nsaciÓn de Shirley de que su padre estaba presente físicamen· te pero ausente emocionalmente. La terapeuta Pauline Bo~" denomina a esta sensación la pérdida ambi· gua y constituye uno de los ¡;:fectm generales de los secretos ocultOs sobre los otros miembros de la familia. Para mantener oculto un secretO se necesi-. 1;1 ~l1gañal' crónicamente así como untl cierta cantidad de evasivas protecto­ I':l~. Este tipo de fachada tun rígida crea un distanciamienlo emocional e inhi· he la espontaneidad en la comunicación, Los demás tienen la sensación de que la persona que oculta el secreto no está nunca realmente presente, que hay algo que falta pero que es difícil concretar con exactítud de qué se trata.

EL SECRETO DE LOS VÍNCULOS

INTERGENERACIONALES

En el Capítulo 1 ya he descrito la importancia de establecer unos bue­ nos límites generacionales y dd va lor de la "separación intergencracional" en la familia. Cuando se violan o no están muy determinados Jos límites generacionales, los hijos se ven enredados en la relación matrimonial de sus padres, lo cual a veces se denomina adjudicadón del rol de cónyuge. Dicho mecanismo es un secreto oculto inconsciente con consecuencias a largo plazo que puede manifestarse de dos fonnas básicas. Se puede utilizar a un hijo de distintas maneras para mantener el matri­ monio unido. El hijo puede ser un chivo expiatorio cuya,conducta preocupa tanto a sus padres que éstos se sienten más unidos. Esto fue lo que sucedió en el caliO de la hija de luliette. 0, si no, el hijo puede ser "el más guapo", o "el más lisIO", o "el mejor deportista", cuyos logros absorben toda la aten­ ción de los padres. En ambos casos el hecho de enfocarse en el hijo hace que los padres se evadan de sus propios problemas. Se utiliza al hijo para man­ tener unido al rnatrimonio:pero el hijo no debe darse cuenta de que le están utilizando. ¿Cómo nos sentimos cU
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los progenitores. Cuando el matrimoniO es demasiado conflictivo o está muerto y no puede satisfacer las necesidades íntimas de los padres, el hijo se convierte en el "favorito" de uno de ellos. Una excelente descripción de este proceso es la que ofrece Pat Conroy en su libro El prfncipe de las mareas, cuando la madre coge a su hijo, Toro Wingo: "No", me dijo con aspereza al tiempo que me- volvfa a coger... "Tú eres lo único que me importa, yeso es nuestro secreto" .... Al salir de la habitación, ya era menos niño y me dirigf hacia el resto de mi familia con el coraZÓn atormentado por un terror adulto.

1 -

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Alg'unos padres no son tan explícitos en sus exigencias como la madre de Tom Wingo, pero el hijo siempre siente este terror adulto. Dicha intimidad con Mamá o Papá constituye un sobreestfmulo demasiado fuerte. Los hijos necesitan tener sus propios compañeros y, si se acostumbran a hacerse cargo del vacío que siente Mamá o Papá en su matrimonio, pierden la inocencia de Jo infancia. En la Tabla 2-2 se ofrece una comparación de los secretos de familia constructivos y destructivos basada en mi creencia de que los secretos cons' tructivos son el fruto de la tendencia natural de ocultar algo pur pudor. Cuando dicha tendencia Se ve amenazada o violada nos vemos en la obliga­ ción de valernos de secretos destructivos para protegernos. También los usa­ mos para invadir la intimidad de los demás. La privacidad se escoge, mien­ tras que los secretos se necesiran precisamente cuando ya no se dispone de privacidad. Nos valemos de los secretos destructivos para tener poder sobre los demás. Nos van devorando la vida y nos producen confusión y desean· cierto. Nos obligan a consumir toda nuestra energfa en proteger nuestra indio vidualidad. Nos aíslan y destruyen nuestra confianza, honestidad y recipro· cidad.

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crear para que los componentes de la familia se evadan de lo que está pasando realmente. Crean y mantienen crónícamente altos niveles de ansiedad. Alrededor de un secreLO existe una intensidad de sentimiento que resulta difícil de disfrazar. El mero hecho de mantener un secreto genera ansiedad ya que el indivi­ duo debe estar permanentemente alerta para que no se descubra, y se ve en la obligación de evitar ciertos temas y de distorsionar la información. La persona que guarda el secreto debe tener cuidado de no abordar cier­ tos temas que desvelarían el secreto. Mantienen encadenados a los miembros de la familia. DifIcultan la sepa· ración. . Aíslan al que guarda el seCreto. Los secretos impiden que el individuo tenga acceso al perdón, reconciliación y reciprocidad.' Impiden que la familia pueda resolver los temas del pasado. Por lo tanto, mantienen la disfunción multigeneracional. Menoscaban la confianza y la fiabilidad. Con frecuencia los secretos se mantienen mediante las mentiras y el engaño: "un secreto lleva a otro", Son ca/üa de confusi6n y desconcierto. Nos obligan a crear yos falsos como estrategia de protección, lo cual impide tener intimidad y crea enre­ dos y vínculos falsos . ReJuCTZ{//l los procesos di.\:limcionales de la familia al crear uniones y alianzas intergeneracionales y al estabílizar las relaciones triangulares. Limitan la capacidad de pensar e imaginar. Por lo tanto, limitan seria­ mente la libertad de elección. Hacen que se establezca en la familia una fidelidad malsana ul esmpor grupal. Producen una sensación de pérdida ambigua. Son el campo de cultivo de conductas obsesivas y compulsivas. Hacen que se establezcan rígIdas reglas y roles en la familia. Dividen a la familia. Los "partícipes" del secreto pueden comunicar entre sí sobre cualquier asumo mejor que con los que "no participan" de él.

RESUMEN: EL IMPACTO DE LOS SECRETOS OCULTOS En los casos de graves oJ,usos, los secretos ocultos pueden causar dis­ runci ones alín más serias:

Los secretos ocultos son la causa de distintos grados de disfunción en la [,¡milia­ . •

/)('l('l'Il1ill(/1) /(/ mOliera en qlle la familia percibe las cosas. Cienos lemas se vuelven tabú y se crean reglas implícitas en tomo a temas prohibidos que se consideran fuera de los límites aceptables. Los mitos se suelen

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• Es/oblecen loda una gamo de defensas aUlohipnóticas del ego, entre las que se induyen la represión. b negación y 1<1 anulación sensorial para evi­ tar el sufrimiento y el dolor que acompañan II la profanación. • Hacen que las víctimas dirijan su dolor y cólera hacía s( o lo proyecten sobre los demás. . < ·r

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TABLA

2-2

COMPARACIÓN DE SECRETOS DE FAMILIA

CONSTRUCTIVOS YDESTRUCTIVOS

CONSTR UCTIVOS

DESTRUCTfVOS

Poder compartido

A buso de poder

Las conductas en las que ~e reproducen Oincorporan Jos secretos cons­

Pudor

Vergüelll.'l

FUllciOlla l - Los secretos son fruto de la modestia y protegen la privacidad, lo cual crea buenos límites y pennite que In fnrnilin ~c lleve bien.

Disjuncional - Los secretos son fruto de la necesidad y se utilizan en lugar de los límites de la' privacidad, produciendo a~í una.~ -delimltnei()ne~ rígida,~ o confu­ ~as. Di ti eu Itan Ia~ relac iones fam i)i ares.

ProreClOres - Secretos que protegen los de rec hos bási cos.

Disociadores -

Seoretos que atentan

contra los derechos básicos.

Gellerarivos - SecrelOS que favorecen el desarrollo de la individualjdad, la conciencia y la libertad, Dan ex pansión a la vida.

Degenerarivos - Secretos que deterioran o destruyen la individualidad, la concien­ cia y la libertad. Son secretos letales que

Gelleracionales - Secretos que preser­

Vínculos Irallsgeneraciollales Triángulos progenitorlhijo Adjudicación al niño del rol de cónyuge Adjudicarse el dolor de la fami· lia o del matrimonio, o el de uno de

\'~[)

10.1 límllcs. Secretos de matrimonio Secretos del padre

Secreto, de la madre Secretos de los hermanos

alel1l an

contr~

• Nos impiden conocernos a nosotros mismos y que descubramo.\' la "ver­ dad" de nuestra infúnria. • La generación presente o la.~ futuras los "reprodu c irálJ " o se los "adju­ dicortín ".

tituyen unos síntomas especialmente paradójicos del misterioso poder que poseen los oscuros secrelos dl;; familia para destruir la libertad y derecho a la individualidad del individuo. Lo parad6jico es que, en algún misterioso nivel de conciencia, los secretos no son tales secretos. Son muchos los terapeutas de familia que opinan que lodos los componentes de una familia saben el secreto en algún nivel de conciencia y que, cuanto más se niegan dichos ,~ecrelos, más se los acaba reproduciendo o incorporando, En el próximo capítulo analizaremos cómo se puede conocer el secreto sin saber que se conoce.

Ia vida.

los progenitores. Favorecen la confianza

Producen desconfianza

Refuerzan la comumdad

Atentan con era la comunIdad

Fa\'ol'tccn la comunicación

fmpidcll la comunicacLón

Favorecen eI desarrollo de un yo fuerte

Confunden. abruman y producen un yo falso

Pumi len adquinr un elevado ni vel de 111 ti 1111l1ad

Bcn; ~no, - fa vorccen la divcr~ión. el juego. la cre¡¡tividad, los sueño".

O

una pérdida de identidad propia

Producen disfunciones de la 111limidad AllgU.,[i¡lnle,~ - producen tCI],';icín, ill\I:I­ Imento, pérdida de In e.~pon tanctdad. Destruyen 1a creatiVidad

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CAPÍTULO 3

)CÓMO ES POSIBLE NO SABER LO ,QUE YA SE SABE?

"

Nuestra e~fera de acción y pensamientos se ve limi­ lada por aquello de 10 que no conseguimos perca­ tamos y, como no conseguimos percatamos de que nO conseguimos percatamos, no tenemos muchas posibilidades de cambiar hasta que nos percatemos de que esa incapacidad de percatarnos nos está con­ dicionando los pensamientos y deseos. R. D. LAING Es probable que la vida mental del individuo no sólo se componga de lo que él experimenta sino ... de toda una herencia arcaica ... Dicha herencia arcai­ ca no sólo abarca inclinaciones sino también conte­ nidos ideológicos, rastros de recuerdos de la expe­ riencia de generaciones anteriores. SIGMUND FREUD,

E

Moisés )' e! monOJefsmo

n un mes de marzo de hace más de veinte años unos padres trajeron a mi consulta a su hija mayor Beverly Sue, de siete años de edad, por­ que se escapaba continuamente del colegio, era hostil con ellos y se negaba a contar)o que la pasaba. Había cambiado su conducta de forma radi­ cal a finales del mes de octubre anterior,· poco después del comienzo del curso escolar. Tamo los profesores como los padres estaban atónitos. Cuando me la trajeron a la consulta. era una niña hosca que se negaba a hablar. Puse en práctica todas las técnicas que suelen funcionar con los niños: pintar, dibujar, reconar, hacer figuritas de arena, pero no conseguía nada. Entonces decidí enviarla a un amigo mío que era terapeuta de familia y que utilizaba un enfoque relativamente nuevo llamado "Teoría de los sistemas familiares"

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que se basaba en la obra del Dr. Murray Bowen, psiquiatra de la Universidad de Georgetown. Me o1vidé completamente del caso de esta niña hasta que, al cabo de cinco meses, sus padres vinieron un domingo a mi charla de teología para adultos en la Palmer Church. Cuando acabé la charla, se acercaron a darme las gracias por haberles puesto en conlacto con ese terapeuta y me pidieron que saludara a Beverly Sue, que acababa de llegar de la escuela dominical. Me dio la mano y vi qu~, ahora, era una niña típica de siete años, normal y animada notablemente distinla de la de cinco meses antes. Por orgullo pero sonal no les pregunté a los padres lo que había hecho el otro terapeuta, pero yo le llamé en cuanto pude y quedamos para comer. Me contó que el pro­ blema era que los padres de Beverly Sue' habían tenido un conflicto bastan­ te grave durante cieno tiempo. El abuelo de Beverly Sue se estaba muriendo de cáncer, por lo que su padre se había bloqueado emocionalmente y se nega­ ba a hablar de ello. Se había vuelto introvenido y hosco. La madre era la tipi· ca sureña que habran educado para que se hiciera cargo de los sentimientos y problemas de todo el mur.do. Al principio, la madre intentó animar al mari­ do con cenas especiales y con una actitud de extremada amabilidad. Pero cuanto más intentaba aninlarle, má~ se retraía él y más se negaba a hablar. Al cabo de unos meses la mujer empezó a hartarse y, como suelen hacer los que se ocupan en exceso de los demás, en vez de expresar su enfado, se guardó sus sentimientos y, prácticamente, le retiró la palabra al marido. En la época en que trajeron a Beverly Sue d mi consulta, los padres dormían separados y se ignoraban mutuamente en la casa. El colega terapeuta me contó que, como era la mayor, a la niña le afec­ taban especialmente los problemas sentimentales de su padre. Me dijo que los primogénítos, en mayor grado que Jos demás hijos, o bien protegen y adoptan las actitudes del padre o bien lo desaffan. Beverly Sue se identifica· ba mucho con su padre y era muy posesiva con él, sobre todo desde que ha­ bían nacido sus dos hermanas, Según mi amigo terapeuta, la niña se había adjudicado el sufrimiento de su padre y reproducfa su depresión, apatía y rechazo a la comunicación. Además, también estaba intentando arreglar la relación de sus padres porque, al comportarse de forma tan problemática, les obligaba a estar pendientes de elJa y, así, les disU"aía de la creciente hostili­ dad entre sí. Desde un punto de vista de psicoterapia tradicional, aunque la niña parecía ser el "problema", en realidad era la que "reflejaba los síntO­ mas" y la que estaba intentando encontrar una solución al problema. El auténtico problema era la profunda ansiedad que sentía el marido por la enfermedad terminal de su padre así como su incapacidad de hablarlo con nadie. Además de sus contllcto~ñ'o resueltos con el padre moribundo, tam­

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li$;;é~;';~':;;;;E;,,";:"·:=­

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bién tenía algunos vc:'rdaderos problemas de intimidad en su matrimonio. De forma inconsciente, Beverly Sue estaba sacando a la luz todos estos secretos ocultos. Gracias a esta experiencia empecé a comprender a la familia y sus pro­ blemas desde u'na perspectiva completamente nueva. Comprendí lo que ahora se llama sencillamente la Teoría de Bowen. )

LA TEORIA DE BOWEN Durqnte los últirnos cuarenta y cinco años ha ido creciendo la con­ ciencia de que la familia constituye un sistema social con una dinámica pre­ cisa y pronosticable que me tomaré la libertad de denomínar "grupo de leyes". Dichas leyes operan a través de toda una s~rie de redes de parentes­ co que abarcan, como mínimo, tres generaciones que interaccionan entre sf como un solo conjunto funcional. En el sistema social, la familia' es más que la suma de sus partes: es la interrelación entre las partes. . Para acl8J'ar este concepto gusto de ponerme como ejemplo de perso­ na humana. Me compongo de distintos sislemas ­ nervioso, endocrino, cir­ culalOMo. inmunológico. etc - así como de distintos órganos - cerebro, pulmones. corazón ­ que constituyen dichos ~istemas. Sin émbargo. yo soy más que cualquiera de estos sistemas o de sus partes porque todos ellos inle­ raccíonan entre sí para constituir una realidad única. yo mismo, en forma de persona humana. . Sin embargo, cualquier alteración de cualquiera de mis sistemas tiene una repercusión sobre la totalidad de mi vida. Cualquier cambio que se pro­ duzca en cualquiera de las panes repercutirá en todas las demás. En términos de In relación entre las partes, su equilibrio vital representa la medida de mi ~alud. Si continuamos con la analogía. la enfermedad se produce cuando uno de mi~ sistemas no funciona correctamente. Cuando estoy enfermo, los ~ín­ tomas de mi enfermedad son un reflejo del sistema que no se encuenU'¡¡ en armonía con el resto. Para completar eSta analogía diré que la totalidad de mi realidad tam­ bién se ve influenciada por mi familia y su pasado. Los genes que he here~ dado me predisponen para repetir ciertos patrones de enfermedad y de salud. Mi herencia genética lambién me pennite predecir mi futuro. Cuando voy al médico a que me haga una revisión, se me da una evaluación del funciona­ miento de codos mis sistemas. En la familia de Beverly Sue, el padre perdió su equilibrio interno a causa de la enfermedad tennina) de su padre. lo cual desesperó a la madre y, al poco tiempo, el matrimonio entr6 en conflicto.

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l' 1

Cuando las cosas dejan de funcionar entre los padres, la energía del sistema así como su propia necesidad de superVivencia llevan a los hijos a intentar restaurar la annonfa familiar e, incluso, son capaces de sacrificar su propia salud psicológic de terapia de familia, el niño que refleja los síntomas del malest8J' entre los padres se denomina chivo expiátorio. Cuando hay más de un hijo, no siempre está muy claro porqué es uno y no otro el que adopta este rol. Puede que parte de la respuesta se encuentre en e11ugar que ocupa en la familia. En el caso de Beverly Sue ésa era claramente la razón.' Desde el punto de vista de los padres, si dedican su atención al "hijo problemático" más que a su matrimonio, se están despojando de una carga. Ya que el hijo es el "problema", pueden evadirse de sus propios problemas. De hecho, los padres pueden lleg8J' a contribuir a que se mantenga la enfer­ medad del hijo. En la familia Smith existen otros problemas multigeneracionales que afectan 1\ Beverly Sue. Los utilizaré en el Capítulo 5 para ilustrar cómo se utiliza el diagrama de tres generaciones. Murry Bowen fue uno de los pioneros de este método de estudio de la familia según los sistemas. A lo largo de más de cuarenta años acumuló una increíble cantidad de result'ados de in vestigaciones y de historiales clínicos que muestran detalll1damente el funcionamiento de las familias~ Hoy en día todos los que se dedican a este campo se basan en sus descripciones de fami­ lia sunu y enfcrm:\. La esencia de la teoría de Bowen es que una familia madura permite que cada uno de sus componentes se aparte y desarrolle una sólida identi­ dad propia. Si, por algunn razón. hay sentimientos de ansiedad, la familia adopta actitudes rígidas y gregarias. Cuanto más firme sea la identidad pro­ pia eJe los miembros que la componen, menos gregarismo habrá en lafami­ lia. Una fÍ-lmilia func;onal resuelve Jos problemas que ~on causa de su ansie­ dad, mientras que otía disflJncional los reprime o escoge soluciones inefi­ caces. La Teoría de Bowen se compone de ocho conceptos entrelazados que voy a describir brevemente porque contienen la clave para comprender que todos los miembros de la familia conocen los secretos.

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1. Autodiferenciación El primer concepto es la aUlodijerenciación. Ya he descrílo que la familia que tiene secretos ocultos restringe la posibilidad de que sus miem­ bros se independicen de ella y desarrollen una sólida identidad propia. El propósito de la familia es proporcionar un medio en el que todos sus com­ ponentes tengan cubiertas sus n~cesidades básicas y cada uno pueda desa­ rrollarse como un individuo único. La persona que posee una firme identidad propia dispone de sus propios valores y prioridades en los que basa su con­ ducta al tiempo que es capaz de establecer y actuar según las diferencias que tiene con su familia sin necesidad de abandonarla. Es decir, pueden estar juntos y separados al mismo tiempo. Lo ideal es que el marido y la mujer puedan afrontar las dependencias y necesidades que mantengan desde la infancia, al no haber completado ple­ namente su desarrollo, mediante el compromiso de amarse mutuamente y de hacer lo que ese amor exige: ocuparse de los problemas originaqos por la familia. de cada cual y estar dispuestos a desarrollar la capacidad de estable­ cer una relación íntima y recíproca, De esta forma, el matrimonio constituye una manera de proseguir con la autodiferenciación. Todas las parejas lienen heridas y asuntos pendientes. En el matrimonio, el amor es una manera de seguir creciendo y desarrollándose. Cuando los padres consiguen salvar los obstáculos mediante su esfuer­ zo individual y mutuo. los hijos pueden resolver los suyos propios en base' a la protección, educación y buen ejemplo de delimitación de ámbitos y de res­ peto de la privacidad que les aportan los padres. Cabe destacar que, de esta ma,nera. el niño no se ve obligado a complacer a sus padres, a rellenar su vacío ní a compensar sus insatisfacciones. Los padres que alcanz.an un ele­ vado nivel de autodiferenciación disfrutan asimismo de un alto nivel de vida íntima, lo cual impide que ~e adjudique el rol de cónyuge a alguno de los hijos, tal y como he descrito en el Capítulo 2. Sin embargo, si uno de Jos padres pennanece en un nivel de autodife­ renciación inferior y no se siente pleno en su matrimonio puede que recurra a uno de los hijos para compensarlo. Una madre que no se haya sentido que. rida ni valorada por su propia madre puede intentar, inconscientemente, que 'iU hijo siga dependiendo de ella. Es posible que un padre gue haya sido humillado por su propio padre acabe humillando a sus hijos para que no ten­ gan confLlnza en sí mismos, dependan de él y le pidan consejo cuando ten­ gan que lomar alguna decisión. Este proceso se denomina permanencia de la

dependencia.

Al manten,er al híjo dependiente de sí, la madre o el padre se Siente

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querido, valorado y pleno. Ante su necesidad natural de crecer, en el hijo surge el deseo de separarse y tener autonomía pero, dado que éstos constitu­ yen una amenaza de rc,haw y faha de amor para el progenitor inseguro. el hijo es incapaz de separarse, lo cual implica que jamás podrá coneelar ver~ daderamente con sus propios sentimientos, pensamientos y deseos. Dicha falta de conexión con su propia experiencia interna le impedirá desarrollar un yo finne y diferenciarse de ~u familia.

2. El sistema emocional del núcleo familiar En la teona de Bowen la unión marital constituye el elemento esencial de la familia y su madurez es una pieza clave para el bienestar de todo el sis­ tema. Puede que, durante el noviazgo, la mujer viera en el hombre a ese padre fuerte y protector que ella nunca tuvo. Puede que ella conectara con él para rellenar ese vado de niña necesitada que siente dentro. El poder del "enamoramiento" radica en l.a sensación oceánica de pleni tud que -dicho sen­ timiento le aporta. Para el marido, puede que la esposa represente esa femi­ nidad vulnerable que él siente muy dentro de sí pero que le fue prohibida expresar. El hecho de que ella caiga en sus brazos le pennite conectar con una parte ausente de su conciencia. Él también se siente pleno y satisfecho al estar "enamorado" de ella. Pero esto constituye una trampa para los dos. Para que la esposa siga cayendo en sus brazos, el marido macho está obliga­ do a dar una imagen de hombre fuerte y poderoso, a comportarse como tal y debe esconder su faceta vulnerable y temerosa. Por su parte, la mujer debe­ rá ocultar -hasta de sí misma- su propia fuerza de adulta. Para que pueda crecer verdaderamente el amor en la pareja, ambos deberán ir mostrándose poco a poco todos sus aspectos, lo cual implica dejar de lado los sueños romáJlticos y afrontar la decepción que se produce cuan· do se ve que la persona amada no puede rellenar el vacío que uno arrastra de la infancia. Pero si no están dispuestos a crecer o si tienen heridas demasia­ do profundas, dirigirán su energía hacia su yo falso para vivir una pseudoin­ timidad, y entonces plasmarán sus carencias de la infancia de distintas for­ mas. En el caso de Gamaine (que tratamos en el Capítulo 2), el padre utili­ zaba sus aven turas sexuales para compensar sus necesídades no satisfechas, mientras que la madre compcnsabll las suyas obsesionándose con su marido _y su adicción. Su matrimonio era báSIcamente una fachada de falsedad. Gennaine estaba aliada con su madre y su autogratificací6n consistía en hacer'se cargo del vacío de ésta. Toda la estructura familiar estaba constitui·

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da alrededor del secreto de la 'Iida pseudoíntima de los padres. Gennaine estaha :.Jtrapada en lo que Murray Bowen denominó el campo emocional del núcleo familiar o la "masa uniforme del ego fami liar", una especie de estu­ por grupal en el que vive toda la familia. RCl:uerdo que trabajé con una familia en la que cada uno de los miem­ bros se deprimía por tumos. A lo largo de dos años, el padre, la madre y los cuatro hijos. dos de los cuales tenían poco más de veinte años, atravesaron UI1 período concreto de apatía y pasividad caraclerizado por una visión ncga­ ¡¡va de la vida. Mediante las depresiones esta familia mantenía una especie de rígida cohesión. Ninguno de sus componentes se había apartado del sistema emo­ cional del grupo. Aunque los dos hijos mayores se fueron, regresaron al cabo de un liempo (cono en el caso de la farrulia Bronte en el Capítulo 2). Los pudres padecían una codependencia pennanente y el uno representaba la figura fundamental de la familia del otro. Se intercambiaban el yo como comerciantes en un mercado. Tanto al una como al otro les aterrorizaba actuar con independencia. Los hijos también estaban ligados a los padres mediante secretos. El hijo mayor y el padre conspiraban contra la madre; ésta y la segunda hija sabían secretos del padre, etc. Esta familia estaba anquilosada. Cuando les pedí a 'cada uno de ellos que hiciera un dibujo ele In familia, los tres mayores dibujaron a la hija de .ule(l~icle como un~1 niiia.de seis ai'io~, La lI<Jmab:ln B¡¡by y era la que estaba n1<Í~ deprimidn, Oc hecho. esta famili~l 1I('CcsilaiJa deprimirse porque In lkprc'¡()Jl era algo que les re,ullaba familiar y los mnnlcníH jUlltl1'i

Lo que se piensa frente a lo que se siente Al ob'servar el sistema emoclOnal del núcleo f8.miliar, Bowtrl estudió el nivel de au!odiferenciación de los componentes en términos de capacidad de separar lo que se piensa de lo que se siente. El individuo que tiene un yo firme, con buenos límites del ego, es capaz de pensar sobre sus sentimientos sin ser dominado por ellos. El individuo incapaz de hacer esto está convencido de que, si siente aleO. es que es verdadero. El individuo que posee un firme sentido de la autodiferenciación tam­ bién es capaz de establecer unos buenos límites con los demás miembros de la familia. Una buena delimitación interpersonal nos permite pensar sobre la interacción con otro componente de la familia sin tener una reacción exage­ rada ni ser presa de las emociones. Cuando uno está a punto de explotar eS incapa7. de pensar, "se deja llevar" por los <:ntiguos patrones de f¡)milia a los

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que está acostumbrado. y se sumerge en el campo emocional de su sistema familiar. A consecuencia de estar enmarañado en las emociones de la familia, la gente tiene acumuladas enormes cantidades de lo que yo llamo el dolor ori­ ginal. El dolor originnl contiene aquellos sentimientos que no se nos penni­ tió expresar y que se reprimieron durante la infancia. Aprendimos a sentir únicamente los seinimientos quc la familia nos autorizaba. Esta acumulaci6n de dolor original forma p
3. El proceso de proyección de los padres Mediante lo que Bowen denomina el proceso de proyección de los padrrs. uno 0 más hiJos pueden o bien ser escogidos por los padres o bien sel' fOI'l.:ldos por 1as lcye, iIllernaS del sistema familiar para ser los recepto­ res de los problcrn¡¡s nü resuellos (secretos ocultos) de los padres o de la f
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Cuando se produce una identIficación -sana, el niño intenoriza ciertos aspectos de los pensamientos, sentimientos' o conducta de sus pndres. En caso de que todo marche bien, dicha interiorización es temporal y el niño se apoya en ella hasta que. gradualmente, se hace más autónomo. Pero cuando el progenitor con el que el niño se idenrifica se siente vacío y tiene problemas de infancia sin resolver, el progenitor utiliza dicha identificación como un mecanismo de defensa.

Identificación con la proyección Cuando una madre desdeña su propia dependencia, la proyectará sobre su hijo y le recompen~ará cuando se muestre dependiente y desvalido, pero le retirará su cariño cuando el hijo dé señales de autonomía y de indepen­ dencia. La madre necesita que el hijo dependa de ella para así no tener que afrontar y aceptar su propia dependencia morbosa. Al proyectar su necesidad sobre su hijo, recompensando únicamente una conducta dependiente, lo con­ diciona para que se considere digno de cariño s6lo cuando sea dependiente. Puede gue, verbalmente, la madre le exhorte a ser más autónomo', pero segui­ rá recompensando únicamente una conducta de dependencia de ella. Dicho proceso se denomina identificación con la proyección. Germaine se identificaba claramente con su madre y acabó haciendo lo mismo que ella: conoció a un hombre que la engañaba con todas. Germaíne y su madre tenían incluso la misma afectación y hacían los mis­ mos geslOs. La madre de Gennaine, como sucede con todas las personas coadictas, estaba dominada por la soledad, el miedo y la ansiedad. Era extremadamen­ le dependiente. Al tener a Gennaine, llenó con elta su vacío y evitó tener que afrontarlo. Según la Teoria de Bowen: el progenitor que porta el secreto lo trans­ mite mediante el mecanismo de identificación con la proyección.

4. Proceso de transmisión multigeneracional Bowen observó que las familias se repetíarJ, que problemas similares suelen .transmitirse de una generación a la siguiente. A este fenómeno lo denominó t¡Qnsmisión multigeneracional de patrones de familia. Más que cualquier otra factor en particuhr. los secretos ocultos son los que mantienen activo dicho proceso. De los secretos no se habla. por lo que no hay forma de solucionarlos.

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Un amigo terapeuta me relató un caso extraordinario de transmisión multigeneracional. 'Cada año, sobre el 14 de febrero o exactamente en esa fecha, a un paciente suyo llamado Roberto se le producía una urticaria en el cuello que le duraba diez días y, después, desaparecía. Le ocurrió por prime­ ra vez a lo~ ocho años de edad y nunca se había encontrado causa fisiológi­ ca alguna. Roberto tenía dieciocho años cuando su padre murió. Poco antes de fallecer le desveló un secl'eto tremendo: tanto la abuela materna como la madre de Roberto se habían suicidado. Su abuela se había cortado la gar­ ganta y su madre se había colgado. Su abuela murió el día de San Valentín. Su madre murió el 16 de febrero a]a edad de veíntiséis años, seis años des­ pués del nacimiento de Roberto. La madre de Roberto sabía que su madre se había suicidado y se mató justo dos días después del aniversario de su muerte. Hasta aquí el patrón generacional es claro, De alguna forma:Roberto ya "sabía" lo del suicidio de su abuela y de su madre, pero nadie le había dicho nada hasta que su padre se lo confesó en su lecho de muerte. Por lo tanto, ¿cómo se podía haber enterado? ¿Cómo podía Germaine estar enterada de las aventuras sexuales de su padre? Tampoco nadie le había contado nada. ¿Cómo es posible saber un secreto y no saber que se sabe? Para poder reproducir un secreto hay que conocerlo. Según la Teoría de Bowen. los secretos fonnan parte del sistema emocional de la familia. Tanto si uno se adjudíca un secreto como sí lo reproduce, estas manifestaciones constituyen un intento simbólico de desvelar los secretos ocultos.

S. Relaciones triangulares En la Teoría de Bowen, la relación triangular. una configuración emo­ cional de tres personas, constituye la molécula o la unidad básica de cual­ quier sistema emocional. Un sistema de dos personas puede mantenerse esta­ ble mientras esté en calma pero, si aumenta la ansiedad - por ejemplo, cuando se produce una crisís matrimonial - incluye inmediatamente a la persona más vulnerable para formar un triángulo, lo cual es lo que le suce· dió a Beverly Sue. Cuando la tensión entre las tres personas es demasiado grande. se añaden otras y se forma una serie de triángulos entrelazados. Cuando las tensiones de una familia alcanzan niveles muy graves y se han agotado ya todas los triángulos disponibles, el sistema familiar establece relaciones triangulares con personas de otro ámbito tales como terapeutns, policías y asistentes so..::iaJes. 81

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Las relaciones triangulares también forman parte del desarrollo normal y constituyen una parte esencial de la ada¡Sláción al medio social. Un niño sarlO rompe el vínculo pri mario con 1a madre al establecer una rel.:¡ción trian­ gular con Mamá y Papá. Pero sí la madre le impide Jicha expansión crucial hacia el padre a causa de sus propias heridas, le está di ficultando que pueda establecer u na relación con nadie más, Los padres que son incapaces de mantener un triángulo no quieren cre­ cer, probablemente como cOrlsecuencia de las barreras que les pusieron sus propios padres, los cuales s610 podían aceptar la pareja. Probablemente fue­ ron privados de su narcisismo. Al no haber recibido de sus padres la imagen que necesitaban durante la infancia, se pasan la vida en una búsqueda insa­ ciable, buscándose a sí mismos en figuras sustitutas. Son incapaces de con­ cebir que la vida se puede compartir con más de una persona. Los adui¡os que temen casarse o las p3reja.~ que se aíslan y que vi ven sólo el uno para el otro pueden consti.tuir un reflejo de este trastorno del nar­ cisismo.

6. Perfil del lugar que se ocupa en la familia

En esta sección voy a ["t~sumir algunas de sus conclusiones. Al estudiar el lugar que ocupan sus padres, sus parientes y usted lTÚsmo en sus respecti­ vas familias, puede obtener una serie de claves para clasificar lo.~ secretos de su historial familiar. Deberá tener presente que, además del lugar en la familla, existen muchos Olros factores que juegan un papel detenninante. Los rasgos que se describen aquí son los tíricos elel rol que desempeña un hijo en cada uno de dichos lugares según el orden de nacimiento. La fonna en que cada cual desempeña su rol se ve af'1pliamente determinada por las reglas que rigen el sistema familiar en general así como por la idiosincrasia de cada familia en particular, tales como las circunstancias, la etnia y la singularidad de cada individuo. No obstante, las ideas sobre el lugar que se ocupa en la familia aportan una nueva forma de comprender porqué un hijo en panicular es el objeto del proceso de pr0yección de los padrl";s. Dicho lugar también deter­ mina la reacción que se tendrá en el momento que se desvele un secreto de familia. Los perfiles de Bach y Anderson nos ofrecen asimismo la posibili­ dad de establecer conjeturas certeras sobre la personalidad de los parientes de anteriores generaciones de los que resulta imposible corroborar los datos.

El primogénito

Bowen estaba fascinado con la obra del Dr. Walter Toman, catedrático" de psicología nacido en Viena, ~obre el lugar que se ocupa en la familia. En su libro Famity Constellarion (1962) Toman explica detalladamente que la personalidad y la conducta social se ven afectadas por el lugar que se ocupa en la familia y describe la personalidad del mayor de los hermanos varones, del hennano mayor de las hermanas, del hijo o hija únicos, de la mayor de .las hennanas, de la menor de las hennanas, etc. Sus descripciones se basan en gran can tidad de entrevi stas y en una extensa observación clíni ca. 'Seguidamente determi nó todas las combinacíones posibles de emparejamien­ to desde el punto de vista del lugar de cada uno en su familia respectiva, con predicciones de gran valor sobre la compatibilidad de cada una de ellas. A lo largo de los últímos treinta años se ha cuestionado, debatido, corregido e incluso rechaza~o la obra de Toman. Parte del problema estriba en que su trabajo no se basa en una teoría coheren!e del sistema familiar. En los años setenta, Jerome Bach y Alan Anderson, dos psicólogos del Bach Ins!irute de MinneapoJis, Minnesota, finalmente promulgan una teoría coherente sobre cuatro posiciones básicas, la cual se basa en las necesidades dinámicas de la familia, entendida ésta como un sistema social. Bach y Anderson fundamentaron su teoría en cientos de horas de debate y de obser­ vación clínica, en ínlervenciclncs en sesiones de terapia y en entrevistas con muchos maestros.

Lá teoría de Bach-Anderson considera que la familia es una entidad individual con necesidades muy definidas, la primera de las cuales es la pro­ ductividad: proporcionar seguridad física a sus componentes. La familia pro­ yecta sobre el primogénito sus esperanzas de continuidad y supervivencia. Es de máxima importancia que el primogénito cumpla con las expectativas debido a la cuestión de la productividad, El primogénito debe soportar la pre­ sión de las reglas y expectati vas de los-padres las cuales, de ser poco realis­ tas, pueden causar que el niño se rinda y no consiga cumplir con ellas. El primogénito, ya sea hembra o varón, establece una relación especial con el padre hasta tal punto que, si éste no cumple con su rol, el primogéni­ to suele asumir la responsabilidad de sus fallos. Es posible que el primogé­ nito luche para o con el padre para conseguir que éste sea más responsable. Asimismo, puede ser exageradamente responsable con la madre para com­ pensar la falta de responsabilidad del padre, o puede protegerlo de los ata­ ques ele la madre. Más que utalquiero de los otros hijos. el primogénito tiende a repro­ ducir los secrews del padre, a adjudicarse toda su carga emocional no 'resuel­ ta, todo aquello que el padre no afronta abiertamente, El padre de Beverly Sue sentía rabia contra su pudre por haberle rechazado pero, al verle en esta­

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do terminal, se sintió dividido y culpable. Be~erJy Sue, al escaparse del cole­ gio, estab
El segundo lugar Los nacidos en segundo lugar se preocupan del estado emocional del sistema familiar, de que las necesidades emocionales de cada miembro se vean satisfechas, y se sienten especialmente responsables de la madre. El segundo hijo se percata especialmente de los elementos implícitos en las reglas y relaciones familiares. Suele ser el primero en enterarse de los secre­ lOS de la familia, sobre rodo los relacíonados con la madre. Es un individuo que se percata de la situación subyacente y que hace de lo implícito algo explícito. El segundo hijo se enfoca en los sentimientos yen los SIgnificados simbólicos. Suele sentirse confundido cuando las reglas establecidas y las secretas, cuando los valores y las expectativas, son incongruentes. Se adju­ dica los sentimientos de los demás como si fueran suyos. Suele percibir los problemas en ténninos de polaridad y le confunde:1 las ambigüedades. El ~egundo hijo necesita sentirse aceptado como persona y establecer límites bien claros.

El tercer lugar

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El cuarto lugar El cuarto hijo se adjudica la necesidad de mantener unida la fanúlia. En una familia de s610 tres hijos, el tercero adoptará los rasgos que voy a des­ cribir para el cuarto. El cuarto se siente responsable de que haya armonía en la familia. Tiene un enfoque global de los objetivos de la familia. Primero considera la globalidad y después las partes. Su autoestima está en funci6n de la felicidad de la familia. Es el que más tiende a involucrarse en los secre­ toS compartidos por toda la familia, y experimenta una especie de se1sación de lealtad al encargarse de que toda ella permanezca informada al respec­ lO. Puede sentirse fácilmente abrumado por los conflictos que se produzcan en la familia. El cuarlo hijo se suele sentir responsable de las rupturas y del sufri­ miento de la familia. Necesita que se le ayude a delimitar la parte de carga familiar que le corresponde para no adjudicarse demasiada. Tiene una gran necesidad de sentirse aceptado y de que se le diga que no es culpable del sufrimiento y de la tensión que haya en la familia.

Cuando hay más de cuatro Los hijos que ocupan lugares posteriores al cuarto repiten el ciclo. El quinto es como el primero, el sexto como el segundo, etc.

El nacido en tercer lugar se siente responsable de mantener la calidad de la relación de sus padres, y su autoestima está ;igada a la estabilidad del matrimonio. Necesita sentirse conectado tanto con la madre como con el padre. El lercer lujo suele ser el que más se involucra en los secretos del lIIatrimonio, por lo que es el que tiene más posibilidades de reproducír los secretos de los padres. Si Mamá y Papá tienen mucha rabia reprimida, puede que el tercer hijo la manifieste metiéndose en tíos en el colegio, Conozco 11 \'arias personas que ocupan el tercer lugar en su familia y que han adoptado ese tipo de conducta, aunque también existen muchas otras formas de repro­ ducir los problemas no resueltos de los padres. Ellercer hijo se suele sentir responsable de todas las relaciones duales de la familia. Suele p~nsar en términos de conexión. Puede dar la sensación de ser una persona que no siente pero, en realidad, alberga profundos senti­ mientos. ' . El tercer hijo se siente amenazado ante una falta de opciones y por los conflictos interpersonales. Ante un conflicto, puede sumirse en la introspec­ ción y parecer apático. Necesita que los demás le aprecien por lo que hace. Cuando se queda atascado necesita que le Clyuden a vislumbrar opciones.

Uniones de familias y otras situaciones complejas Las cuestiones relacionadas con el lugar que se ocupa en la familia se

loman muy confusas en casos de uniones de familias o de hermanastros. En rasgos generales, cuando se juntan dos familias, los hijos que siguen ocu­ pando el mismo lugar que en la familia original tendrán que afrontar ciertas cuestiones. Dos primogénitos lucharan por el liderazgo. Dos cuartos se sentirán muy responsables de conseguir que las cosas vayan bien en la nueva familia, o se dedicarán a mantener unida su familia original. En cada familia original habrá una tendencia a establecer alianzas y guardar secretos con respecto a la otr
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segundo a) juntarse con un.a farr;ílía en ja,q~e habíaun primogénito mayor. Sí he visto casos de dos pnmogenttos que se han unido y hun desempeñado su rol mjs o menos junIos. Una vez trabajé con lIna unión de dos familias en la que tClnto el padre como fa rnndrc eran alcohólicos. Cad;¡ uno de elfos tenía lres hijo.,. L¡).~ dos pnnw,génitas se rcranicroll literalmente la !
El hijo único El hijo único puede adoptar los roJes de todos los lugares y será el objeto de proyección de los padres si éstos son inmaduros y esrán insatisfe. chos. Si Jos padres son maduros, el hijo único suele desarrollarse bien. suele tener una conducla más adulta que la de sus compañeros y le gusta hacer las cosas a su manera. Un lratamiento más profundo de otras variedades de/lugar de 10$ hijos en (:¡ familia sería demasiado extenso para este libro. pero aquello.s que dese­ e!1 profundizar en el tema les urjo a que lean el libro de Margarel Hoopes y James Harper titulado Birth Order Roles and Sihling Pafferns in l/ldividuol Famil." Therrlpy el cual. además. está respaldado por Bach y Anderson.

7. Desconexión emocional En mi familia estaba prohibido enfadarse. Como en muchas buenas familias de profundas convicciones religiosas. se consideraba que la rabia era un pecado mortal. Cuando me enfadaba. no sabía qué hacer, por lo que Ole relra{a y prácticamente déjatJl'l de hablarle a la persona con la que me había enfadado. Con el paso de los años, se fueron alargando Jos períodos durante los cuales desconectaba con las personas con las que me enfadaba, a veces incluso de fama radical. Si se trataba de algún pariente. siempre nos arreglábamos, pero a veces tardábamos bastante. En la Teoría de Bowen, dicho retraimiento no resuelto se denomina desconexión emocional. La desconexi6n emocional es Una estrategia de la que se valen los componentes de Una familia cuando se sienten incapaces de resolver un con.

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nieto. Por Jo general implica que su relación es muy intensa y que no saben

cómo rc~o[verla y, con frecuencia, significa que se importan mucho mutua­

menle pero que no :-;¡¡bcn c6mo abordar ese cariño.

Los patrones de desconexión en I()~ adultos vienen determinados por

su mnr1C;;ra efe <¡frontil!' los ap~g0~ emocionales no resueltos que tienen con

p;ltI['C.~ e h¡.los. e L1anlo me !lo!' ,1.:<1 el 111 vel de aUlodiferenciación del indivi­

duo. Ill,í~ intenso .~CI·(í su apego no resuella y más propenso será a involu­

crarse n t'o ndo o a cortar d r{¡.\li(;nmen[e.

Los casos de de;¡con~'\ión emocion:l.l en su familia le pueden aportar

datos sobre uqucIJos familiure;; que parecen extraños o que son reservados _

las uvCjHS negras, Jos "ruros". 10,\ que han cortado con la familia. Cuanto más

intens¡¡ seJ la desconexión, mús posibilidades hay de que el individuo repro.

duzca en su propio matrimonio una versión exagerada del problema de su

famiJia de origen. y más posibilidades hay también de que sus propios hijos

corten Con él de foma mt's drástica. La persona que huye de su familia natal

tiene tanta dependencia emocional de ella como aquella que jamás se inde­

pendiza. Este concepto nos puede ayudar a comprender la conducta aparen­

temente insólita de algunas familias.

8. Regresión socia] Por regresión social se -::ntíende la semejanza que existe entre los pro­

blemas ~m6ciona¡es de la SOCIedad y los de una familia.

De la misma forma que una situación prolongada de ansiedad crónica

en una familia hace que aparezcan ciclos de reacciones y pensamientos dis­

torsionados por las emociones, lo mismo sucede en la sociedad. Un esfuerzo

por mitigar el aumento de la ansiedad crónica social hace que la~ decisiones

que se (omen se vean contaminadas por las emociones. A su vez. dichas deci­ siones Se traducen en síntomas de disfunción más grave. Nuestras "institucio­ nes correctoras" reproducen exactamente las condiciones de violación de la intimidad y de vergonzosa humillación que se dan en los ambieDtes disfun­ cionales. vejatorios y faltos de privacidad de los que surgen los delincuentes. muchos de los cuales, al estar emocionalmente destrozados. agreden al ino­ cente de la misma forma que ellos fueron agredidos durante su infancia.

MÁS ALLÁ DE BüWEN La Teoría de Bowen es un método muy útil para comprender c6mo es posible que sepamos los secretos ocultos de nuestra familia pero que no sepamos conscientemente que [os sabemos. La ausencia de un yo firme, el

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quedar atrapado en la masa amorfa del ego f~miliar, el quedar atrapado en la identificación con la proyección de uno de jos progenitores, la prolongación de la dependencia - todo esto explica el porqué de los secretos, Sin embar­ go, ninguno de estos conceptos nos indica con precisión cómo se transmiten los secrelOs a la siguíente generación y cómo, in efuso, llegan a saltar de una

generación a otra, Disponemos de. al menos, otras cuatro herramientas que nos pueden aportar un en tendi mien lO de e~tos procesos má~ misteriosos y enigmáticos: La /.. 111 es ís, que estudia. entre otras cosas, la comunicnción bal en la familia,

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ver.

El fenómeno del saber y de la elección inconscientes. La psícologfa de la cognición grupal, la cual estudia la conciencia y Jos puntos débiles del grupo,

familias comiendo. Todas ellas, ya sean funcionales o disfuncionales. desa­ rrollan rituales muy estructurados, aunque ninguno de los componentes lo llame ritual ni nadie quiera reconocer que el orden de sus interacciones ver­ bales se rige según unas reglas inconscientes no verbales, Las cintas de Birdwhistell de familias con una acusada disfunción ver. bal muestran que existen unos patrones previsibles de peleas durante la cena. En sus propias palabras: "Parece como si cada uno de los miembros de la familia se hubiera aprendido esas frases y gestos, y los sincronizara con el drama familiar". Su conclusión es ql:e los rituales verbales de dichas familias constitu­ yen una especie de subterfugio que transmite Id versión oficial de la familia y que constituye una pantalla "detrás de la cual los miembros de la familia se transmiten, de forma encubierta, el resto de la infonnación", Dicha comu. nicación encubierta (en la que se incluyen los secretos) se produce de forma no verbal. Para Bírdwhistell, :)u propia madre era una "experta en no hablar":

La hipótesis de Rupen Sheldrake sobre la eliofagla de las causas, una teoría biológica que eSlUdia cómo se transmiten de una gene. radón a otra las formas de las cosas y las pautas de conducta.

Era capaz de emitir un silencío tan fUerte que hasta ahogaba el sonido de alguien que arrustra los pies ... y hasta el de la máquina fresadora de mi padre, con la que él se evadía cuando decía: "Tu madre se está enfadando",

La comunicación no verbal

También dice que era la anfitriona ejemplar y que solía decir: "Aunque no esté en absoluto de acuerdo COn un invitado, sencillamente sonrío, pero jamás me oirás decir cosas que una buena cristiana no diría nunca". Sin embargo, según cuenta Birdwhistell, esa sonrisa de labios finos de su madre iba acompañada por una·audible inspirací6n por sus tensos orificios nasales, lo cual "no necesitaba de palabras - ni cristianas ni de ningún tipo - para expresar su actitud". Reflexione sobre las indicaciones no verbales de su familia. La cara hosca de su hermano. la mueca que hacía su hermana con el "labio inferior o como ~e le dilataban los orificios nasales, la mandíbula tensa de su padre y el no parar de hablar de su madre, constituyen las marcas indelebles de su c6digo de familia. Aunque ningún familiar suyo le haya enseñado jamás este sistema de mensajes, suele resultnr más claro qL1e cualquier palabra.

La kinesia estudia la comunicación humana desde un punto de vista holístico, El Dr. Ray Birdwhistell, catedrático de comunicación de la Annenberg School of Communícatíon de la Universidad de Pensilvania, junto con otros investigadores, ha recogido una enorme cantidad de datos sobre la utilización de todos los senzidos en la comunicación humana. Birdwhistel! empezó como antropólogo, lo cual le llevó a estudiar las distin. tas formas de codificar y estructurar la información que transmiten los ges. tos y movimientos humanos. Se pueden descifrar dichos c6digos y patrones mediante un minucioso análisis de las secuencias específicas de movimien. lOS dentro de una unidad social, como es el caso de la familia. El niño debe aprender muchas cosas en su familia para poder reproducir los gestos y movimientos determinados por su sexo y cultura. Con frecueRda los extran­ jeros e inmigrantes se s:enten a vergonz.ados y hu mi liados senc] llamente por­ que no son conscielJ les de los componenles no verbales de la conducta dese. ada. El ni ño es capaz de aprender dichas pautas de conducta porque eslán estructuradas.

. Conocer y elegir de forma inconsciente Cierros ciegos ~on capaces ele hacer una cosa bastante extraordinaria. Cuando se les pide que cojan un objeto que está delante de ellos, lo encuen.

Birdwhistell y OlIos investigadores han filmado durante horas a varias

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problemas que nosotros tenemos que aclarar con nuestros padres? Al salinne de! seminario, durante un año salí con cuatro mujeres mayores que yo que tenían exactamente los mismos problemas emocionales que mi madre, Aunque aportemos todo tipo de razonamientos conscientes para justificar la elección de la pareja, la verdadera decisión se toma de foma ínconsciente. Jane Middclton Mo~, psicotcr,lpeuta especializada en el tratamiento de indí. viduos con traumas de infancia, opina que lo que hacemos es escoger lo que nos resulta familiar "de la nmIJ1a forma que una persona de otro país busca a aquellos que tengan las mismas costumbres, hablen la misma lengua y tengan los mismos valores, Con eUos nos sentimos 'como en casa' ya que personifi­ can las defensas, comunicaci6n no verbal, gestos, símbolos y senales que se asemejan a los nuestros. Es decir, que hablan nuestro mismo lenguaje". Casi lodos Jos especialistas en terapia de pareja han observado que en una relación existen dos niveles de compromiso. y que lo que una pareja decide a nivel inconsciente puede contradecir sus decisiones conscientes. Cuando una pareja mantiene durante muchos años una dinámica problemá­ tica está muy claro que 3US dos componentes se han puesto de acuerdo de forma secreta. Todo acuerdo inconsciente aporta ciertos resultados que satis­ facen a la pareja a nivel jncon~ciente. Un ejemplo de convenio inconsciente puede ser: "Yo seré el que se aparte y tú el que me persiga"; o "Cada vez que lleguemos a un punto de demasiada intimidad, iniciaré una discusión"; o "Yo ~eré pasivo y tú activa": o "Yo iré poniendo obstáculos y tú intentarás derri· barlos". Recuerdo, por cJt:mplo, el <:o.so de una pareja en la que ambos habían acabado sus carreras con ma(rícula de honor en una de las más importantes universidades de la costa este de los Estados Unidos. ¡Llevaban dieciocho años de matrimonio peleúndose -por hacer la colada! Uno de los ejercicios de terapia que les puse fue que llevaran un registro de sus peleas por la cola· da. Cada vez que se pelearan por ese motivo, debfan escribir una descripción de lo que había s-u cedido el día antes de la pelea. En todos' los casos se trata· ba de momentos de intimidad. No cabía duda de que sus peleas por la cola­ da eran una forma de ajustarse y de distanciarse cada vez que se acercaban demasiado. Su acuerdo secreto establecía que no debían acercarse demasia­ do el uno al otro. Sus peleas por la colada no eran más que un círculo vicio­ so - una forma conveniente de cumpiír con su contrato secreto.

tran sin vacilación. Esta increíble capacid~d:se llama blindsighr y la explica­ ción es que se quedaron ciegos a causa de una lesión o embolia cerebral. La parte del cerebro que está dañada. no ri~e la vista .en sí, sino la conciencia de lo que se ve. De hecho. su capacIdad visual está Intactil. Anthony Marcel, psicólogo de la Universidad de Cambridge que ha investigado dicho fenómeno en profundidad, ha llegado a la conclusión de que, incluso en la gente normal. la mente es capaz de saber sin tener con­ ciencia de lo que se sabe Marcel preparó un experimento con el que demostró que la mayoría de la gente puede leer de forma inconsciente. Proyectaba palabras sobre una pamalla durante unas pocas milésimas de segundo - demasiado rápido para poder percibirlas de forma consciente. Seguirlamente, le pedfa al sujeto que, de entre los pares de palabras subsiguientes, escogiera la palabra que tenía el mismo significado o aspecto que la que se acababa de proyectar. Los sujetos acertaron un noventa por ciento de las palabras. Este tipo de esrudios, junto con otras investigaciones, ha lievado a los psicólogos cognitivos actuales a la sorprendente conclusión de que una gran cantidad de la actividad mental tiene lugar fu.era de la conciencia. La mente consciente tiene una capacidad muy limitada. En su fantástico libro The Dance of lllrima.::y. HalTíet Lernel' establc:c€: claramente que. en un determinado momento de su adolescellCl
La- selección de la pareja Uno de los ejemplos más impresionantes de la elección inconsciente es la selección de la pareja. Las relaciones son uno de 10$ principales cam­ pos en los que resucitan nuestros primeros sentimientos de apego. También se escoge la pareja para intentar satisfacer antiguas frustraciol1~s y senti­ mientos de dependencia que nunca hemos afrontado. ¿Cómo sabemos que \a persona que ~scogemos tiene exactamente los

El pacto mutuo sobre lo que se debe percibir Los dos mjembro~ de la pareja aprenden que hay ciertas áreas muy delicadas que, inconscicntemelHe, pactan ígnorar para poder llevarse mejor

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y evitar rupturas. Cuando los dos individuos acuerdan evitar este tipo de

~osas están creando un secrelo compartido,'ú'un engaño en común, que pasa a formar parte de un acuerdo inconsciente.

En su ji bro The Presen/alíon of Self in EVr!/yday Life, Ervi ng Goffman trata sobre la j nq uielan te creenci a de que dichos secretos refuerzan la reta­ ción: D,H110S por sen rado que cada componente de una parej a estable mantlene secretos sobre sus asuntos económicos, experiencias del pasado, devaneos actusles, cosrumbres malas o caras, ... y opinio­ nes sobre parientes o amistades mutuas.

Según Goffman. dichos secretos permiten mantener un cómodo status quo. Lo que es cierto es que todas las parejas tienen un convenio incons­ ciente sobre ciertas áreas que dice: "Si tú no dices nada, yo no preguntaré nada", Durante los primeros años de la relación dichas zonas prohibidas se crean a partir de experir:ncias desagradables y el pacta se produce de forma inconsciente. Los temas que sobrepasan los límites están vedados por un pacto inconsciente mutuo que detennina aquello de lo que uno no se debe percatar o de lo que no se debe hablar, Si se quita el velo de dichos pactos inconscientes -por ejemplo, en un divorcio-- la cosa se puede poner muy fea. Tal y como dice Daniel Goleman: "Debajo de esta fachada de incómodo acuerdo de inatención puede aparecer un pozo de rabia, resentimiento, dolor -todo lo cual jamás se ha expresado ní, probablemente, se ha reparado en e110--", Cuando la pareja se separa, se volatiliza esa coalición para mantener el status quo a costa de la comunicación, Todo sale a borbotones :v esa pareja tan "civiliza­ da" puede convenirse, de repente, en un par se salvajes. Muchos de estos COntratos inconscientes de inatención entre marido y mujer se extienden también a los hijos. De forma inconsciente, todos los miembros de la familia acuerdan mantener aquellos secretos que eslablecen lo que se puede ver y comentar, y aquello de lo que no se permite hablar ni dar~e uno cuenta. El dicho de "ojos que no ven, corazón que no siente" es una afirmací6n consciente que apoya esta dinámica inconsciente de pactos de inatención.

La percepción es selección A medida que se nos involucra en los secretos de la familia comenza­

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mos a participar de su dinámica inconsciente de selecciones y pactos. La voluntad del familiar que guarda un secreto es esconder cierta información intencionadamente. El niño aprende a percibir la situación familiar tal y como les gl.lsta a los padres porque él quiere que sus padres se ocupen de él, y quiere que sus padres estén bien. Como vimos en el caso de Beverly Sue, un hijo puede incluso crearse problemas emocionales con tal de que sus padres se ocupen de él. El niño aprende a no I'eparar en las cosas que producen sufrimiento, que son desagradables o que les producen ansiedad a. los padres y, tal y como Goleman ha demostrado de forma convincente, para evitar la ansiedad todos los seres humanos alteran su percepción. Siempre hacemos una especie de trueque entre la ansiedad y la percepci6n. Aprendemos a seleccionar lo que percibimos y seleccionamos aquellas partes de nuestro alrededor que noS proporcionan placer en vez de sufrimiento. El ejemplo más sencillo que se me ocurre es el de taparse la cara o apanar la mirada durante una película de terror. Lo que nos proporciona placer y nos recompensa crea hábito en noso­ tros y aprendemos a ver, oír, tocar, saborear y oler lo que nos apona el mayor bienestar. Para sobrevivir, la mente hace un trueque de conciencia por seguridad como mecanismo de defensa. Los ejemplos más extremos son la negación y la represión. Sí no veo la escena de horror, no pasaré miedo. Si niego que mi padre es malvado y cruel, me evitaré el tremendo dolor de sentirme rechaza­ do por él. Si me invento la famasía de que mi madre es cariñosa y que me cuida, podré creerme que me prótege. Si me disocio completamente de la violación sexuai de la que soy víctima, no experimentaré el dolor asociado' con ella ni la recordaré, Todas las defensas psicol6gicas humanas son meca­ nismos autohipn6ticos de supervivencia. Trocamos cienas percepciones (el sufrimiento que producióa lo que nos está sucediendo) por la seguridad del no enterarse o de vivir una fantasía, Nuestros mecanismos de defensa nos permiten sobrevivir pero, a cambio, su precio es una disminución de nuestra conciencia.

La psicología de la cognición grupal Gregory Bateson señaló que el aprendizaje humano es un proceso estructurado, que aprendemos a aprender y aprendemos a no aprender. Percibimos según unos modelos y recordamos también según ciertos modelos los cuales, en psicología cognitiva, se qenominan esquemas. Un esquema es una teoría panicular no verbalizada que abarca todas las expe­

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riencias, personas Y acontecimientos n~ef~ra vida. La suma tO[al de nues­ tros esquemas constituye nuestra leona partIcular sobre la naturaleza de la realidad. Dichos esquemas son las unidades básicas que utilizamos para obtener conocimiento. Los esquemas van cambiando con el crecimiento y el desarrollo men­ tal es acumulativo. Es decir, nuestra comprensión se va basando sobre Jo que hemos aprendido anteriormente y. al igu::!1 que sl\cede con las teorfas, se van revisando los esquemas. [ncluso podemos desarrollar unos metaesqucmas, unos esquemas que determinan las operaciones de Olros esquemas. Nuestros esquemas dictan qué es Jo que vamos a percibir y, asimismo, tenemos esquemas que determinan lo que no vamos a percibir. Si pensamos un poco. siempre se puede ver más de lo que de hecho percibimos. ¿Por qué preferimos fijarnos en esto y no en aquello? ¿Realmente estamos viendo lo que escamas mirando'? La evidencia parece apuntar a que, más bien, vemos aquello que estamos buscando. Un psicólogo cognitivo. Ulric Neisser. grabó un vfdeo de un minuto de cuatro chicos jugando al baloncesto. Después de unos treinta segundos del comienzo de la cima, aparece una mujer paseándose por el estadio vestida de blanco y con un paraguas. Está en pantalla durante cuatro segundos. Neisser mostraba la cinta a las personas que venían a su laboratorio y les decía que apretaran un botón cuando un jugador pasara la pelota. Cuando Neisser les preguntaba si habían vlsto algo fuera de lo normal, ninguno mencionaba a la mujer. No la habían visto. La instrucción de Neisser de que miraran los pases de pelota había creado un e:;quema que excluía él la mujer. Si aplicamos esta idea de los esquemas a los secretos de familia, no cabe duda de que los padres o el progenitor que or:ulta un secreto están diri­ giendo la percepción de sus hijos. En otras palabras, los hijos aprenden qué es lo que sus padres quieren que vean y lo que no quieren que vean. Ya sea consciente o inconscientemente, el que oculta un secreto escoge un centro de atención "seguro" para evitar que se fijen en el secreto "peligroso". Bien sabemos qué temas se permiten y cuáles no.

La p'ersonaHdad de la familia Podríamos incluso llegar a decir que la familia tiene una personalidad propia con sus propias necesidades, igual que una personalidad individual. La personalidad de la familia está regida por una mente conglomerada, el resultado único de la suma total de los esquemas que compalten sus com­ ponentes. Dicha conglomeraciÓn mental reside no sólo en la mente de cada uno de los familiares sino también entre ellos. La personalidad de [a fami­

lia, creada por la mente del grupo, tiene sus aspectos conscientes e incons­ cientes. Los códigos de la familia. sus patrones corrientes y recuITe~tes, fun­ cionan como una especia de memoria grupal. Ciertos acontecimientos que se van repitiendo, tales como las vacaciones, las discusiones y distintas activi· dades. son los elementos clave en los que se apoya l:l mente de la familia. Toda família establece una frontera de lo que se puede y no se puede decir mediante la cual sus componentes comparten intereses y negaciones. Uno de los miembros suele ser el encargado de filtrar el flujo de infonnación para que se adapte a la doctrina básica de la familia. En las familias de rígi· do fundamentalismo religioso, se selecciona toda la información en ténninos de verdadera o falsa. La madre o el padre es el guardián de la mente y pre­ gunta: "¿Qué dice la Biblia a este respecto?" Si se trata de algo que no está en la Biblia o que viola su interpretación de la Biblia. entOnces se rechaza. En la mayoría d~ las familias existe un guardián de la menee, alguien que dice: "¿De dónde has sacado semejante tontería?" Esta pregunta signifi­ ca que la idea no concuerda con las creencias del grupo familiar. Un pode­ roso guardián de la mente es el dicho: "Ojos que no ven, corazón que no siente". "La primera víctima del pensamientO grupal", escribe Daniel Golemun, "es el pensamiento crítico". En las familias patriarcales O matriar­ cales, al niño no se le permite cuestionar las cosas. La regla princip~ es no cuestionar nunca las reglas, lo cual crea, irremediablemente, una especie de cerrazón cognitiva. La percepción de Germaine estaba tan influenciada por su familia que ni siquiera se le podía ocu.rrir lo más obvio, Era incapaz de preguntarse: "¿Sería capaz mi padre de cuidar de todas estas mujeres con problemas con el fm de acostarse con ellas?" Cuanto más secretos guarde una familia, más condicionada estará la percepción de sus componentes, lo cual produce que se ignoren las verdades alternativas. sean cuales sean las ventajas que puedan aponarles. Sencillamente se suprimen todo aquello que pueda desafiar la doctrina oficiala amenazar la personalidad de la familia. Cuanto más graves sean los secretos, más posibilidades hay de que la familia intente mantener una fachada de e~tabilidad. Las familias con secretos ocultos se crean sus propios puntos débiles. Tienen reglas que establecen aquello de lo que no se deben percatar sus com· ponentes, pero tienen otra regla que dice: "No te des cuenta de que hay reglas sobre lo que unO no debe ver". El niño es incapaz de ser consciente d~ estas reglas que limitan la conciencia y la experiencia porque operan de forma inconsciente. Además, el ni no tiene una experiencia cognoscitiva limitada. No puede ser consciente de que hay explicaciones alternativas. por muy con­

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venientes que Se2.D. Las reglas sobre lo que.no se debe percibir, así como la metarregla de no darse cuenta de que dichfis reglas existen, son a la mente de la familia lo que las defensas del ego son a la mente individual.

La teoría de la etiología de las causas Ninguna de todas estas teorías me satisface completamente. Última. mente me siento atraído por otra forma de estudiar la transmisión de los secretos. Se trata de la teoría de Rupert Sheldrake, biólogo de la Universidad de Cam bridge. el cual ha dedicado su vída a imeo tar comprender cómo se trans­ miten las formas de las cosas de una generación a otra. Por ejemplo, ¿cómo se convierte una bellota en un roble imponente? Sheldrake también se inte­ resa por saber si es posible transmi tjr una conduc ta recíén aprendida si n necesidad de enseñarla. Sus respuestas pueden ayudamos a comprender cómo es posible que un problema que una generación oculta - pongamos por caso una adicción al sexo que se' manifiesta ~n múltiples aventuras - se reproduzca en generaciones sucesivas aunque no se tenga conocimiento del pasado. Básicamente. Sheldrake ha llegado a la conclusión de que, cuando las pautas de conducta recién aprendidas por una especie determinada alcan­ zan cieno umbral, dicha conducta se transmite a toda la descendencia de la especie en cuestión de tal forma que las nuevas generaciones ya habrán adquirido dicha conducta sin necesidad de pasar por todo el proceso de aprendizaje de la generación anterior. Dicha nueva conducta puede consistir en algo creativo o destructivo.

En cualquier caso, una vez alcanzado dicho umbral, esa conducla recién esta­

blecida pasa a formar parte de la dote hereditaria de todas las generaciones

~igui entes. Esta teoria de Sheldrake de la etiología de las causas se basa en las inves¡igaciones actuales sobre los campos energéticos, según las cuales cíer­ co~ umbrales de nuevas conductas crean un campo de energía que. junto con el ADN, condicionan los rasgos que hereda la siguiente generación. Las nue­ vas pautas de comportamiento se transmiten mediante dicho campo de ener­ gín. Parn comprender esta teoría me suelo valer del siguiente ejemplo. Cuando mire la televisión, hágase esta pregunta: ¿Cómo apa.rece la imagen en la pantalla? En otras palabras. ¿cómo se crean esas formas? Podríamos imaginamos que toda esa gente está metida dentro del televisor (de hecho. la explicación de cómo una beJlota se convierte en un roble fue as( de simplista hasta hace poco). Sin emhargo. al mirar detrás de la pantalla vemos que no hay nadie, y s6lo nos encontramos con cables y transistores.

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Dichos cables y transiSl0res son análogos al ADN que heredamos en nues­ tros genes. Son como los montones de vigas y de ladrillos que hay en un solar en construcción. Pero todos estos elementos por sí solos no le dan forma a la casa ni a la imagen de televisión. Para que la pantalla de TV pro­ yecte una forma, es decir, para que aparezca una imagen, tenemos que sima· nizar con un canal. Dicho can:!) es un campo de energía que existe fuera del receptor. A estos campos de energía que transmiten el comportamiento Sheldrake los denomina campos morfogenéticos, lo cual'literalmente quiere decir "campos de energíu que dan forma". Sí aplicamos su teoría a la fami­ lia como sistema social, podemos decir que la familia, con su personalidad determinada, actúa como una especie y que, cuando alcanza el umbral de una nueva conducta, esta pauta estará presente en todas la generaciones siguien­ tes. Puede tratarse tanto de conductas buenas o virtudes, como de malos hábitos o vicios, Cuando se alcanza dicho umbral, la conducta pasa a la mente grupal al campo energético de la familia. Todos sus descendientes tendrán esa nueva conducta, aunque no todos la llevarán necesariamente a la práctica. Incluso puede llegar a saltar generaciones. Puede que todo esto suene a algo misterioso, pero ese misterio es infe­ riol' al misterio y al poder de la familia. Nada de Jo que he descrito aporta una explicación completa de cómo los secretos de familia moldean nuestra vida.

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USTED YSU FAMILIA A estas alturas, puede LJue usced tenga ya una idea más clara sobre algunos secretos saludables de su familia de origen y de su vida actual en familia o como sea que usted viva. Puede que también sepa o sospeche que la familia de la que procede tenía algunos secretos ocultos, y puede. asimis­ mo, que haya descubierto algún que otro secreto oculto de usted mismo. Espero, en especial, que se haya dado cuenta de cómo afecta la pode­ rosa influencia de su familia a su libertad de elección. . Puede que usted provenga de una familia abierta y expresi va en la que haya un respeto incuestionable hacia la privacidad. En ese caso, usted ha tenido la oportunidad de ser usted mismo y de tomar sus propias decisiones. Desgraciadamente, ese tipo de familia es escaso. La mayoría de la gente que conozco proviene ele familias con secretos ocultos que se aseme­ jan a las que he descrito. Toda rn i experiencia lleva a una conclusión sobre la libertad humana más bien decepcionante: ¡que la mayoría de nosotros somos mucho menos libres de lo que pensamos! Hemos estudiado las vidas de una serie de personas que creían que eran du~ños de sí mismos y que

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tomaban sus propias decisiones. Pero, seg.uidamente, hemo.> aprendido que eSlab':lll reproduciendo los secretos de familia. En concreto, yo mismo lardé cuarenla anos en darme cuenla de que eSlaba reproduciendo un secreto oculto de mi madre y, sinceramente, debo decir que ello nos ha costado, tanto a mi m
su

SEGUNDA PARTE

ATRAVÉS

DEL BOSQUE

ENCANTADO

¿Quién sabe lo que todos llevamos dentro, no sólo de nuestros padres sino de los suyos, y ¡¡ su vez de los suyos, y así sucesivamente hasta remontarnos más allá de cual­ quier nombre y de cualquier cara que pudiéramos recono­

cer si encontráramos su retrato en la pared de un anticua­ rio? FREDERlCK BUECHNER.

Telling Secrets

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CAPITULO 4

LA ACTITUD MENTAL

DEL PRINCIPIANTE

Concebir una nueva imagen de la familia Papá, eso es algo que siempre me ha sacado de qui­ cio de esta fa!iÚlia ... No puedo soportar que, cada vez que digo algo del pasado de esta familia, Mamá o tú me digáis que eso no pasó nunca. PAT CONROY, El príncipe de las mareas

P

ara poder descifrar los secretos ocultos de su familia lo mejor que pueda, adopte la actitud de que cualquier cosa puede constituir una pista, Descifrar los secretos ocultos de nuestra familia es como emprender una expedición arqueológica en la psique, Es imposible mante­ nerse totalmente Ileutral porque, a nivel inconsciente, usted ya conoce los secretos. Pero cuantas menos cosas tenga preconcebidas, mejor. Aunque suene a locura, lo mejor es no saber lo que se está buscando. Los datos obje· tivos realmente no existen. Cada idea o concp.pto se compone de las percep­ ciones que hemos escogido del océano de experiencias sensoriales que bombardean nuestros sentidos en cualquier momento. Ya hemos visto cómo nuestra percepción se puede ver afectada por la ansiedad defensi va de los secretos ocultos, lo cual nos ha preparado el terreno. Tal y como indica Rachel V. en su libro, tenemos que "desmontar todo un sistema de defensa, una raz.ón de ser. una perspectiva del mundo". En la filosofía budista, un paso esencial para expandir la conciencia consiste en adoptar lo que ellos llaman "la actitud mental o mente del prin­ cipiante", Me voy a valer del cuento "El traje del emperador", de Hans Christian Andersen, para explicar este concepto. Si conoce el cuento, recor­ dará que al emperador le gustaban tanto .los trajes que se pasaba la vida luciéndolos. Un día llegaron dos convictos a la dudad donde el emperador tenía su

palacio que decían ser tejedores de la tela más maravillosa y extraordinaria,

porque tenía la extraña cualidad de resultar invisible a cualquiera que fuera

estúpido o inadecuado para gobernar, inmediatamente el emperador ordenó

que le hicieran varios trajes con esa teja, Los condenados montaron el telar y le pidieron al emperador finas

sedas e hilo de oro (con el cual se quedaron). A medida que iban aumentan.

do los ga~tos, el emperado[', (emeroso de no tener la capacidad de ver Jos cra.

jes, envió a su primer ministro para que inspeccionara los trabajos. Cuando

el prímer ministro, al cual todos reconocían como el hombre más honrado y

con más virtudes del reIno, entró en la habitación, no vio absolutamente

nada, pero no se atrevió a decir nada en voz alta. Los condenados dijeron que

todavía no habían acabado y que necesitaban más seda, más hilo de oro y

más dinero. El primer ministro le aseguró al emperador que los trajes lo

valían,

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Por -fin, cuando los reos anunciaron que los trajes estaban terminados, el emperador tuvo que ir a verlos en persona, Com.o es lógico. no vio abso­ lutamente nada y se sintió avergonzado de ser tan estúpido e inadecuado para gobernar. Pero apareJ"tó estar fascinado por los nuevos ropajes y anunció que se los pondría al día siguiente para llevarlos en un grandioso desfile. Entonces, al día si8uiente, el emperador se paseó completamente des. nudo bajo su palio carmesí durante toda la ceremonia. Las gentes de la ciu­ dad, que abarrotaban las calles y se asomaban desde todas las ventanas, exclamaban: "¡Qué ropas tan magníficas!" Ningún traje del emperador había tenido nunca tanto éxito. ­ De repente, un niño pequeño gritó: "¡Pero si no lleva nada puesw!" Su padre, al darse cuenta de lo honesto del comentario, exclamó: "¡Escuchad todos esta voz inocente!" En pocos minutos todo el mundo múnnuraba y se repetía lo que había dicho el ní ño, "i No lleva nada puesto !", acabó gritando todo el pueblo. En este cuento, el nino encama la actitud mental del principiante. "De

la boca de los niños" suele salir la cruda realidad, Un pasaje de la Biblia nos dice: "Serán conducidos por un niño pequeño". El niño todavía no está con­ dicionado por los secretos y mentiras vitales que mantienen el equilibrio de la familia, Todav{a no se le ha preparado para acatar las ocultas reglas de exclusión que tiene su familia, y aún no ha aprendido qué es lo que no tiene que ver. El 'principiante no sabe nada, míentras que el experto cree saberlo todo. Si queremos alcanzar la libertad, todos tenemos la obligación de refor­ mar nuestra fonna de ver y de oír. Le vaya pedfr que empiece por asumir que nada en su familia es, en- real.idad, tal y como parece ser. En parte, el

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papel de la creatividad Y de la retlexi6n"crítica del ser humano consiste en desafiar el status quo. Los creadores son personas que ven aquello que es obvio pero que nadie parece ser capaz de ver. Se necesita ser muy valiente para ser el único que se levante y diga: "¡Pero si no lleva nada puesto!" Eso es algo que nunca haría un adulto que busca seguridad. que representa un papel y que está atontado por el condicionamiento cultural.

FORMAS DE ADOPTAR LA ACTITUD MENTAL DEL PRINCIPIANTE Existe toda una serie de cosas que usted puede hacer para conseguir adoptar la actitud mental del principiante. En mi libro Sanar la vergüenza que 1105 comina propongo una técnlca para afrontar la crítica que llamo colom­ boillg. Basándome en el nombre de ese detective maravillosamente torpe de la serie televisiva que encarna el actor Peter Falk, el colomboing consiste en hacer~e el tonto y hacer muchas preguntas cuando alguíen nos critica. Aunque adoptar la actitud mental del principiante no se refiere a cómo actuar ante la crítica. el colomboing es un buen ejemplo de cómo se puede proceder ya que, al empezar por asumir que todo lo referente a su familia puede ser distinto de lo que parece ser, va a necesitar hacer muchas preguntas. tanto a los demás como a usted mismo, Lo genial del detective Colombo es cómo se fija en los detalles, Su fOnTIa de percibir no es selectiva.

El papel de la memoria Antes de comenzar le voy a pedir que mantenga una mentalidad abier­ ta incluso con respecto a sus recuerdos. La memoria es una de las más pre­ ciosas capacidades del ser humano, pero también comparte nuestra imper­ fección y se puede d¡~torsionar, podemos olvidar y tener'lagunas. Es perfectamente normal.tener sólo unos recuerdos aislados de los pri­ ~eros siete años de vida. Con el paso del tiempo los recuerdos de la infan· cia se vuelven borrosos y se fragmentan. Además. incluso en el caso de que tenga recuerdos muy claros. puede que su percepción inicial se !laya distor­ siollado, Durante la infancia, o al menos antes de cumplir los siete años. podría decirse que su forma de pensar era emocional y mágica. Pensar de fonna emocional quiere decir confundir las emociones con los hechos. Pensar de fonna mágica significa proyectar su propia experiencia subjetiva sobre ladas las cosas de tal forma que 'no está muy clara la linea divisoria . entre imaginación y rea!idad.

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Puede que, de niño, se desestimaran sus emociones, su percepción y su razonamiento. Esto es algo que suelen hacer los padres cuyas experiencias propias también fueron desestimadas, El niño suele oír o ver claramente lo que está sucediendo, Papá y Mamá se están gritando en su habitaci6n. El niño se asusta y se aventura a ir a ver qué es lo que pasa. Le dicen que se vuelva a la cama, ¡que no pasa nada! A partir de entonces, el niño deja de fiarse de sus propios sentidos. La desestimación tamhién afecta los sentimientos, necesidades, dese­ os y pensamientos, y lleva a un estado que, en mi libro Crealing Love, he denominado desconcierto. Una persona desconcertada no participa de su propia experiencia. Su yo defensivo se ha apoderado de ella y está totalmente dominada por las for­ mas de conducta que, en otro momento, han aportado amor y seguridad. Este vivir a la defensiva distorsiona el recuerdo del pasado. Los recuerdos también pueden verse afectados por sus intereses y pasiones actuales. La memoria se puede manipular para que se acople a aquello que usted desea verificar. Sí usted es una persona a la que le gusta complacer a los demás, puede que intente recordar cosas sólo por complacerme a rrú y corroborar la tesis de mi libro. Permítame asegurarle sin sombra de duda que no tengo ninguna necesidad de que usted recuerde secretos ocultos de su familia. Más bien pre­ feriría que descubriera recuerdos agradables olvidados desde hace tiempo: una alegre excursión con la familia, una fiesta de cumpleaños especial, el dfa en que su padre le leyó un cuento o que su madre le durmió en brazos. ¡Puede que se haya acordado de una experiencia placentera olvidada hace mucho tiempo en el momento de leer la frase "recuerdos agradables olvidados desde hace tiempo"! Las palabras tienen un gran poder de suges· tión y persuasión. y la pillabra hablada, por sí sola, puede tener efectos hip­ nóticos. Cuando alguien nos está hablando utiiizamos nuestra memoria dife­ rida de experiencias sen~oriales para encontrarle sentido a lo que nos están diciendo. Uno de los principales problemas de la memoria es que puede verse deformada por la sugestión. Todos podemos ser persuadidos por un texto escrito porque tendernos a sobrevalorar los libros y otorgar una enorme autoridad a los autores. Consjdero que gustamos de convenir a la gente en autoridades porque tenemos una necesidad desesperada de obtener respues­ tas claras y específicas a nuestras preguntas, y no hay pregunta más impor­ tante que las relacionadas con el amor, el matrimonio, la familia y los hijos. En los últimos tiemros las cuestiones de la represión y deformación de los recuerdos han dado pie a acalorados debates, confusión entre los profe· sionales e, incluso, demandas judiciales. Me o'cuparé de esta controversia en

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el Apéndice. Por el momento. si usted cQmprende que no se pueden aceptar literalmente todos los recuerdos. actuará de fonna más responsable al poner en práctica el colomboing. Los ejercicios que le vaya proponer como método para adoptar la acti­ tud menta] del principiante no son mecanismos infalibles de recuperación de recuerdos. Pueden acti var recuerdos. pero éstos también pueden ser ficticios. Le animo a que sea precavido y a que preste atención a los sentimientos que acompañan a dichos recuerdos. Si siente algo fUerte al recordar algo suele ser una señal de que tiene que profundizar más. El sentimiento que acompaña a un recuerdo suele ser (aunque no siempre) más importante que el hecho que se rememora y, a veces. el sentimiento está conectado con otro asunto inconsciente.

"¿ Qué ocurriría si...?" La imaginación puede ser una herramienta muy eficaz para adoptar la actitud del principiante. Por ejemplo, en los capítulos 7 y 8 le pediré que piense cinco cosas que su padre o madre jamás harían y que, seguidamente, se los imagine haciéndolas. Observe si algo se remueve dentro de usted, Recuerde que. cuando alguien oculta un secreto, s'jele adoptar medidas extremas para asegurarse de que nadie se lo descubre. Si quiero asegurarme de que nadie se entera de mi conducta sexual privada o de mis aventuras amorosas, es muy posible que dé la imagen de justO lo contrario: una persona púdica o desinteresada por el

sexo.

¿Qué ocuniría si su padre o madre, tan puritano/a, fuera de hecho una

persona intensamente sexual? Si no se remueve nada dentro de usted, pase al

siguiente punto y olvídese de éste.

Recuerdo a una mujer que me vino a ver a la consulta con la ropa más provocativa que uno se pueda imaginar: minifalda bien ceñida marcando sus grandes nalgas y una blusa casi transparente que apenas cubría sus grandes pechos. ¡Me contó que tenía problemas con sus estudios de la Biblia! Me preguntó si yo creía en el Segundo Advenimiento. haciendo referencia a la promesa de Crist'J de regresar después de su muerte y resurrección. Debo confesar humildemente que. cuando me hizo esa pregunta. yo no estaba pen­ sando precisamente en temas bíblicos. Resultó que esta mujer estaba completamente dividida re~pecto a la ,~exualidad. Mientra~ que. por un lado. estudiaba ávidamente los textos blbli­ coso por otro era la amante de un hombre que hacía desfalcos en su empresa. Más adelante la mujer fue a la cárcel por actuar de cómplice.

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Cuanto más oscuros sean los secretos que alberga una familia, más' posibilidades hay de q'le se recurra a una estratagema como la que R.D. Laing denominó "el juego eJe la familia feliz", el cual Se compone de reglas del tipo: "Si no puedes de<.:ir nada agradable, mejor no digas nada". En él, las únicas recompensas del padre y la madre son sus sonrisas y su complacien­ te confonnidad. Se crea esa imagen de normalidad para que los demás no se den cuenta de 10 que está sucediendo, Existen pruebas de que, en las familias de rígida moral religiosa, hay una gran incidencia de incesto, especialmente en aquellas que se aísJan del resto de la sociedad. Daniel Goleman señala que "de todos es sabido que las familias en las que se realiza el incesto suelen parecer demasiado felices". A continuación hay algunas preguntas más del tipo "¿qué ocurrirfa si. .. ~", todas ellas surgidas de casos verdaderos. ¿Qué ocurriría si mi padras­ tro antisemita procediera, de hecho, de una familia judía? ¿Qué ocurriría si mi abuelo, partidario de la supremacía de los blancos, hubiera tenido ante· pasados negros? ¿Qué ocurriría si mi madre, tan moralista, tuviera una aven­ tura con el padre de mi mejor amigo, que es el vecino de alIado? Sea cual sea la imagen que quiera dar su familia, i adopte la actitud mental del principiante para plantearse los conceptos que usted tiene de ella! Cuanto más extremada sea esa imagen o ese papel, más me lo Cues­ tionaría yo. La vergüe:\za destructiva se manifiesta en binomios de, por ejemplo, un perfeccionismo inhumano y descalado junto con. una rígida moral perfeccionista. o bien de una desvergonzada promiscuidad deshuma­ nizada y del fracaso. Los extremos constituyen la bandera roja que nos avisa de la ocultación de oscuros secretos.

Preguntar a parientes y amistades El trabajo de un detective implica hacer muchas preguntas. He obser­ vado que a los parientes mayores les gusta que se les pregunten cosas porque es una manera de redbir atención. Suele suceder que los hermanos de nues­ tros abuelos o nuestros abuelos poseen información sobre la que nadie jamás les ha preguntado nada debido a la regla de "no decir nada" que rige en la familia o a la forma en la que se han estructurado las historias y Íos mitos de la familia. Haga sus preguntas cuando la conversaci6n se encuentre en un momento placentero y relajado. Hacer preguntas como un detective puede despertar reticencias. Cada pariente tiene una versión distinta de la historia de la familia, ya usted le convíene disponer de todos los puntos de vista que le sea posíble. A la hora de descifrar los secretos de familia. los hermanos pueden ser

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como un filón de oro. Mi hennano, mi heIT11ana y yo compartimos nuestras perspectivas durante mi rehabilitación, y hablamos de muchas cosas que yo no recordaba o que me han permitido entender ciertos asuntos de la familia desde ángulos completamente nuevos. Nuestros heffi1anos son Jos herederos del mismo legado famiJiar multigeneracionaJ pero con otra visión de Jos hechos. No pase por airo a las pers0nas que no forman parte del núcleo fami­ liar. Una de las mayores cualidades del detective Colombo consiste en pre­ guntar a aquéllos en Jos que nadie se interesa o que no parecen tener nada que ver con el caso. AsimÍsmo, se dedica a buscar detalles aparentemente tri­ viales o sin relación. Puede que sus abuelos o padres hayan tenido amistades o compañeros de ¡rabajo que le puedan proporcionar alguna pís.a sobre algún secrefO oculto. Pregunte a los que no parezcan tener nada que ver con el tema. Fíjese en los detalles en los que ames no había reparado.

Descifrar los mitos y las historias de la familia Las historias de la fam.ilia se van contando una y otra vez hasta que se parecen a una piedra pulida. Forman parte del bagaje familiar y deben ser cuestionadas. Las historias de la familia componen su mitología. Por lo gene­ ral constituyen maneras de distraer (consciente o inconscientemente) la aten­ ción para que ésta no se Centre en algo que oculta un secreto. Esa anéc-dota que tantas veces se ha contado de que su abuelo se levantó en medio de la . iglesia para desafiar al sacerdote pudo haber sido porque estaba bebido en vez de porque se rebelaba contra e) dogma. Puede que Jos mareos de su abue­ la se debieran más a su adicción a ciertas pastillas que a la.malaria que tuvo de pequeña. Los viajes de negocios de su padre y todo su heroico esfuerto por sacar adelante a la familia puede que se debieran a que tuvo una altlante en otra ciudad durante bastante tiempo. Pregúntese, tambíén, quién es la persona ql,le más protagoniza las his­ torias de su familia. ¿Qué otras formas tenían de dominar a la familia? ¿Hay algún pariente que no aparezca nunca? A veces es como si toda una rama de la familia estuviera en blanco mientras que la otra se caracteriza por sus vívi­ dos acontecimientos y personajes. Es necesario que usted descubra lo que se esconde detrás de ese silencio.

Examinar el álbum de fotos familiar Si le preguntara qué sucedió y CÓmo se sintió a los ocho años, puede que dejara la línea en blanco pero, si le enseñara algunas fotograffas de usted

con su familia ~n su fiesta de cumpleaños de los ocho años, por ejemplo-­ probablemente empezaría a recordar detalles, los cuales hilaría con otros y así sucesivamente. Cualquier álbum de fotografías al que tenga acceso puede cunstituir un filón para recnbar informaéión y reavivar los recuerdos. ¿Quién es la perso­ na que más aparece en las falOs? ¿Hay alguien que no salga') ¿Qué le trans­ miten [as expresiones faciales de la gente y su lenguaje corporal respecto a sus relaciones? ¿Dónde eSluba ese jardín o esa casa de verano en la que apa­ rece? S i en la mayorfa de las fotos aparece- una familia "perfecta" posando ordenadamente, ¿puede usted recordar qué sentimiento se escondía detrás de . esas sonrisas? ¿Qué cosas pasaban?

HERRAMIENTAS PARA RECORDAR Existen varias herramientas más que le pueden ayudar a recordar, conectar con sus sentimientos y estimular su capacidad de comprensión de los hechos. A continuación vaya describir las técnicas principales y, segui­ damente, le sugeriré determinados ejercicios en los demás capítulos de esta Segunda Parte. Si usted está haciendo terapia en la actualidad y este trabajo le resulta interesante, coménteselo a su terapeuta. Cerciórese de que estos ejercicios no van a interferir con su trabajo de terapia. En muchos casos suelen incremen­ tar los beneficios y se puede i nlegrar con el proceso t~rapéutico que se está siguiendo.

La escritura De las que yo conozco, la escritura es la técnica que más ha demostra­ do ayudamos a aclarar nuestros sentimientos y pensamientos. Al escribír involucramos todos nuestros sentidos. Es una conducta física. El instrumen­ to de escritura que sujeta con la mano está conectado con todo el cuerpo, el cual conserva el registro de la percepción sensorial. Al escribir es importante que preste el máximo de atención a los deta­ lles, los cuales le introducen en la experiencia sensorial - lo que vio, oyó, saboreó, tocó, olió. También evocan los sentimientos, En el próximo capítu- . lo le pediré que escriba escenas del pasado tales como el "mejor día" y el "peor día!' con su abuelo. abuela. padre y madre. El-escribir dichas escenas con todo detalle de sensaciones le ayuda a volver a ex.perimentar dicha vivencia y, al volver a sentir los sentimientos de la infancia, podrá contem­ plar esa escena con su conciencia y bagaje de adulto. ­

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La escritura de escenas dolorosas es ~ambién un método muy utilizado para resolver recuerdos traumáticos, En su libro The Fam ily, Patterns Workbook, Carolyn Foster escribe: A I traer a 1<1 conciencia la vi vencia median te la escritura. hay rn;!s posibilidades de sanar parte de la herida, Aunque pueda

resultar dolorO$O recordar los detalles, se saca la experiencia del cuerpo y se plasma en el papeL lo cual alivia la carg¡L

Escritura espontánea Otro tipo de escritura. especialmente cuando uno se siente atascado en una perspectiva estrecha con respecto a algún pariente, es lo que se denomi. na la escri tura espolltánea,

fanátrco

Me produce tristeza que viviera asfixiado por su rigidez, También se utilizan los racimos asociativos para trabajar los recuerdos bonitos que se tienen con alguien. Al escribir sobre los buenos momentos con mi abuelo. el resultado sería el siguiente:

Durante un penado de diez minutos, escriba cualquier cosa en relación con- su familia o con el pariente que haya escogido trabajar, Pennita que la mente se desplace donde sea necesario y escriba lo primero que se le ocurra.

Poppy (el nombre con el que le llamas) Estar con él e'¡ domingo

Racimos asociativos Se trata de una técnica de "brainstonning" introducida por Gabriele

Rico en su libro WI"iting ¡he Narura! Way y diseñada para e.<:timuJar la intui­

ción y generar nuevas ideas sobre un tema. Al utilizar esta técnica se escoge

un tema del que usted desea ser más consciente como, por ejemplo, "la tris­

teza en mi familia", La frase se reduce a una sola palabra: tristeza, se escri­

be en el centro de una hoja de papel en blanco, y se encierra dentro de un cfr­

culo. el cual se convierte en el núcleo. Debe unir la primera asociación que haga mediante una raya. De esa asociación pueden ramificarse otras. Cuando se agota una idea, se regresa a la palabra núcleo y se va ramificando en otra dirección. Cada una de las ramas que surgen del núcleo se convierte en una línea de trabajo que va aumentando el. contenido de la palabra original. Al decir "tristeza" con respecto a mí abuelo. me viene a la mente su "rigidez'·, Entonces pienso que es "esclavo de sus costumbres", que tiene un "conocimientos limitados" y que es un "fanático" lleno de "prejuicios". El dibujo me quedaría así: ~

Tomar una cerveza después de jugar a golf

Acabar frases incompletas Una técnica para contactar con el inconsciente profundo es acabar fra­ ses incompletas. Por ejemplo, puede escribir: Estoy enfadado porque mi padre

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Escriba entonces la primera palabra o frase que le -,renga a la mente. En los tres capítulos siguientes propondré otras técnicas para sacar secretos del

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inconsciente, las cuajes también le pueden ~yudar a aclarar sus recuerdos conscientes. > l'

Listas Una manera eficaz de sacar a la luz hechos sobre su familia consiste en escribir listas. Por ejemplo: • • • •

Los dichos preferidos de mi madre eran: Las diversiones preferidas de mi madre eran: Las cosas que más molestaban a mi madre eran: Los parientes con los que me siento más a gusto son:

Diálogos Los diálogos con antepasados pueden aportar resultados muy intere­ santes e inesperados. PueJe escribir diálogos entre usted y sus antepasados, sus padres, sus hennanos, o uno de sus progenitores. Asimismo, puede escri­ bir diálogos entre distintas partes de usted mismo En uno de los ejercicios, le voy a pedir a esa parte de usted que desconoce un secreto que dialogue con \:1 parte de usted que sí lo conoce. También le voy a pedir que dialogue con su propio niño. Le propondré que le escriba una carta a ese niño que hay en usted (el niño interior) con la mano que suele utilizar para escribir, y que, como niño, la conteste escri­ biendo con la Otra mano: Al escribir con la mano contraria se siente algo parecido a cuando luchábamos por aprender a escribir. y se puede estimular profundamente la conci~ncia de la infancia.

Visualizaciones y dibujos El diálogo también se puede realizar mediante imágenes mentales. Se los ojos y uno se imagina que está hablando con su abuelo ya falle­ cido. o con cualquier otro pariente. También se puede imaginar que está h.. blando con su yo inconsciente. Esta técnica la desarrollaremos en los capí­

ci~fTan

tulo, 7 Y8. También le voy a pedir que haga un dibujo de las relaciones entre los miembros de su familia. Puede dibujar a su familia tal y como la recuerda de cuando era niño. Ta-nbién puede ser más concretQ y dibujar a su farni]j¡¡ durnnle la cena. A veces. al dibujar un plano detallado de una casa o casas que fu eron importan tes para usted se pueden rea vi var ciertos recu erdos.

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Lo que más le va a ayudar a desvelar secretos de su familia es el dia­ grama familiar de tres o ::uatro generaciones, llamado genograma, que des­ cribiré en el capítulo 5. El genograma es una técnica estructurada que utili· zan Jos terapeutas de familia para analizar la conducta sintomática de un individuo desde un marco referencial más amplio. De esta forma usted podrá descubrir los secretos ocultos de su familia con menos reproche. y se dará cuenta de que usted sab~ más cosas de su familia de lo que jamás se podría imaginar.

Trabajo en grupo Todos los ejercicios que aparecen en este libro se pueden hacer en solio tario o en grupo, pero la mejor fonna de hacerlos es con un pequeño grupo de tres o cuatro personas. El trabajar en grupo le puede ayudar de cuatro fonnas distintas: • le ayuda a recordar algo con claridad • le penníte comprobar la congruencia de U.1 recuerdo • le sirve para validar los sentimientos o sensaciones asociados con un recuerdo " le aporta la empatía del grupo como respuesta al haber compartido un recuerdo

Ayudar a recordar algo con claridad Al hacerle preguntas, los componentes del grupo le pueden ayudar a peréibir más detalles o dar fonna a sus recuerdos. Las preguntas del grupo deben ser comedidas y no acuciantes. Vamos a suponer que estoy escribien~ do sobre mi infancia y que me empiezo a acordar de que me hicieron pasar vergüenza por querer dormir con un osito de peluche. Recuerdo que escon­ día el osito y que, de noche, lo sacaba a escondidas. Al compartir este recuerdo con el grupo. alguien me puede preguntar: "¿Cómo sabes que fue vergüenza lo que te indujeron por querer dormir con tu osito de peluche?" Al hnccr la pregunta "¿Cómo sabp.s que... ?" al sujeto se le ayuda a que recabe información basada en sus sensaciones. la cual consti­ tuye el tipo de información de mejor calidad. Entonces mi respuesta sena: "Recuerdo vlvídamente el osito de pelu. che. Era marrón, le faltaba un ojo y tenía trozos sin pelo. No recuerdo haber tenido ese oso cuando vivía en la calle Louisiana cuando tenía cuatro o cinco años. ni en la calle McDuffie cuando tenía seis o siete. Recuerdo que me

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regañaron por querer donnir con el osito cuandQ tenía ocho años y, entonces, vivíamos en Harlingen. Texas, También rccu{Hdo que escondía el osito cuan­ do vivíamos en Westgute 2617 y, entonces, yo tenía· unos nueve o diez años, Lo escondía al fondo de mi cajón de juguetes y, al irme a la cama, tenía que sacados todos sin hacer ruido para poder alcanzar el oso y, a la mañana siguiente. tenía que vol ver a guardarlo todo en la caja". Esta respuesta contiene una información muy específica. La información basada en las sensaciones y sentimientos es muy con­ creta y específica ya que incluye datos visuales ("veía"), auditi vos ("o[a"), cenestésicos ("sentía ..). gustati vos ("saboreaba") y olfativos ("olía"). Asimismo, también incluye el tiempo (fechas) y el espacio (lugares). El recuerdo del osito de peluche es muy válido porque está corrobora· do por muchos detalles concretos y específicos.

Comprobar la congruencia de un recuerdo A los miembros del grupo no les corresponde la labor de juzgar si un recuerdo es verdadero O falso pero sí puederi expresar su sensación de si es o no congruente. La congruencia se refiere a que lo que usted dice se corres­ ponda con cómo lo dice, Si dice: "Me da igual que me haya dejado mi pare­ ja" y le falla la voz. es que.no hay congruencia porque las palabras no con­ cuerdan con los sentimientos. Ya he señalado la importancia de los senti­ mientos asociados a los recuerdos que se vuelven a rememorar. También es de gran importancia que una persona relate algo muy doloroso y triste sin transmitir ningún tipo de emociones. Los componentes del grupo le pueden ayudar en su proceso de descu­ brimiento al indicarle si Jo que dice es congruente o no. Si le comentan: "Nos has contado que tu hermano te hizo daño, pero lo has contado muy deprisa y con una sonrisa. No parecías sentir nada", puede qu~ se empiece a dar cuen. ta del dolor secreto que usted mismo se está ocultando.

Validar' los sentimientos asociados a un recuerdo Los miembros del grupo le ayudan al comentar sobre sus'sentimientos basándose en lo que han percibido en usted. Después de contarles un recuer­ do, uno de los componentes puede decir: "Me fijé que te temblaban los labios. subiste el tono de voz, tensaste los hombros, agachaste la cabeza y apretaste los puños. Parecías un niño. Se veía el miedo y lo triste que te sen­ tías. y lo mala que fue para ti esa experiencia". Al validar la experiencia, los CC'l)11ponelllc;; del grupo ayudan a que el individuo la identifique como real·

mente suya, con lo cual la puede interiorizar en vez de rechazarla o de pres­ tar atención JI discurso interno que le critica por su debilidad y vulnerabili­ dad. Dicho discurso interno era, originalmente. la voz de los padres. Cuando nuestros padres no aceptan su propia vulnerabilidad, la proyectan sobre nosotros y, entonces, rechazan ese sentimiento en nosotros. La validación nos ayuda a aceptar nuestra experiencia y nos permite aceptar aquellas par­ tes secretas de nosotros mismos que estábamos rechazando.

La empatía como respuesta a un recuerdo ajeno Los componentes del grupo pueden expresar su empatfa por la perso­ na que ha relatado un recuerdo simplemente comentándole las sensaciones (no los pensamientos) que sintieron mientras le escuchaban, Este tipo de información es especialmente útil cuando el recuerdo es doloroso. Durante las experiencias traumáticas o dolorosas el cerebro pone en funcionamiento sus defensas para detener el sufrimiento, por lo que no sen­ timos las sensaciones características de dicho trauma. Todos estos sentimientos se agazapan en los rincones de nuestro inconsciente y suelen traducirse en hiperreacciones inadecuadas. Dado que no tenemos acceso a tales sentimientos, somos incapaces de expresarlos y liberamos de ellos. El grupo con el que trabajamos, en cambio, nos ofrece su empatía después de leerle~ o contarles una escena traumática. Esto nos per­ mite vol ver a conectar con nuestros sentimientos y descargarlos. lo cual nos capacitCl para afrontar más adecuadamente aquello que nos esté sucediendo.

BUENOS DESEOS ANTES DE PARTIR Antes de seguir adelante quisiera recalcar la tendencia humana de hacer de los asuntos relativos algo abSoluto, de ver el todo en las partes. El descubrir los secretos ocultos de la familia no es un camino hacía la salva­ ción. Yo mismo he cometido ese error de pensar en ténninos de salvación y, por todas partes, se ven libros y presentaciones comerciales de televisión que prometen la salvación de una u otra fonna. El mensaje suele ser: "Si compra este libro o estas cintas, se va a hacer rico, será feliz, no se quedará calvo o iserá el mejor jugador de golf'" El descubrir los secretos ocultos de su familia no le va a solucionar todos sus problemas ni le va a aportar el éxito, ni la felicidad ni la libenad y, desde luego, no va a mejorar su técnica de golf. Recuerde también que quizás éste no sea el momento en que usted necesite indagar en los secretos de su familia. Puede que, ante todo, necesi­

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CAPÍTULO 5

te controlar su adicción, o arreglar sus prob1en:as matrimoniales u ocuparse de que su hijo adolescente está reproduciend)? ~ecretos ocultos de su familía. Haga caso de lo que le diga su incuición. Cuanto mayor me hago, más me

gusta ese aforismo anónimo que .dice: "No hay mejor consejo que el que te puedas dar tú mismo". Si le awrmentan ciertos hechos que ha descubierto en su familia, e~ usted libre de optar por no remover más las cosas. En mi opinión, hay que afrontar los ~ecretos más dañinos (en el capítulo 10 los denomino secretos de primer y segundo grado). Pero también coincido con el gran terapeuta Milton Erickson en que la mente inconsciente sabe mucho más que la consciente, y que puede que usted tenga muy buenas razones para no hacer lo que pro­ pongo en el capítulo 10. La mente inconsciente es muy sabia y conservará, durante mucho tiempo, toda la información que le proporcione este libro. Si éste no es el momento adecuado para ponerla en práctica, ya se encargará su inconsciente de notificarle cuándo o si realmente le conviene hacerlo. Por último, debe saber que, al hacer el trabajo que se propone en esta sección. correrá algunos riesgos. Puede que se entere de algo que le moles­ te mucho o que altere el status quo de su familia. Si usted tiene recuerdos reprimidos de abusos traumatizan tes, puede que el materia! que se ofrece a continuación los saque a la luz, en cuyo caso necesitará el apoyo de un tera­ peuta pr0fesional. Si usted está haciendo alguna terapia actualmente, es importante que su terapeuta le dé su consentimiento para hacer el trabajo de los capítulos siguientes. Honradamente le diré que, al no conocer las profundidades de su fami­ lia, está corriendo un riesgo. Para mí, es mayor el riesgo de desconocer que el de conocer. En los casos de secretos de primer y segundo grado, se corre un riesgo al descubrirlos. Pero estar sin hacer nada también es arriesgarse.

ELABORACIÓN DEL DIAGRAMA

FAMILIAR

El genograma: nuestra piedra Roseta El pasado es el presente, ¿no? También es el futuro. Todos intentamos escabullirnos de esa realidad, pero la Vida no nos lo permite. EUGENE O'NEILL, Long Day's JOlArney lnto Night Aquellos que no puedan recordar su pasado están condenados a repetirlo. GEORGE SANTAYANA

i alguna vez se ha perdido en un centro comercial sabrá que, en distín­ tos puntos estratégicos, hay mapas que resultan muy útiles porque le , indican que "Usted está aguf'. Necesitamos saber dónde nos encontra· mos y, para ello, tenemos que saber de dónde venimos. Nuestra historia per­ sonal ha ido moldeando nuestras creencias más profundas y. si queremos cambiar, debemos conocerla. En el presente capítulo le daré las pautas para elaborar un diagrama familiar de tres generaciones que los terapeutas de familia denominan geno­ grama. Lo va a necesitar para descubrir y descifrar los oscuros secretos que oculta su familia.

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EL GENOGRAMA

El genograma se ha desarrollado a partir de la labor del Dr. Murray Bowen. y se ha ido refmando y puli.endo con las aportaciones de muchos terapeutas de familia. 114

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El gcllograma es UIl diagrama v!sual de su árbol genealógico en el que se incluyen m~s datos que la mera genealo&F~: Se utiliza para reunIr infor­ mación 50b're jas relaciones enlre los familiares a lo largo de varias genera­ ciones, y aporta un amplio marco referencial mediante el cual se obtlene una nueva perspectiva de los síntomas y conduclas problemáticas. El genograma le puede -proporcional' un" vi~lón más ampll
cuenta de que muchos aspectos de mi vida se debían a mi historia rnultíge­ neracional más que a deci~iones basadas en elecciones bien pensadas por mí. A) dibujar mi genogramn me sorprendió encontrar algunas similitudes tan impresionanlcs a lo largo de tres generaciones. Vi que había habido varios casos de casamientos por embarazo; que había una reíternda disfun. ción sexual y f,¡lea de intimidad: que había vínculos transgeneracionales en los que un progenilül' él(JJudlCélb8 el rol de cónyuge a uno de los hiJOS; y des­ cubrí ciertos secretos ocultos que habían afectado a mi vida y restringido mi libertad directamente. Me había dedicado a reproducir conductas de las que nunca se había hablado. En mi caso, el geno grama constltuyó una herra· mienta imprescindible para descifrar los secretos de mi familia. A medida que usted vaya elaborando su genograma, le iré proponien­ do métodos para recabar información sobre su familia y le daré pautas para interpretarlo según la Teoría de Bowen sobre el sístema familiar que he in troducido en el capítu lo 3. Tenga en cuenta que las sugerencias que le daré se basan en mis propias interpretaciones de dicha teorfa, de las cuales soy el único responsable. En algunos casos he cambis.do la terminología para faci­ litarle la tarea al lector que no está familíarízado con el lenguaje clínico, Aunque al variar unos términos tan cuidadosamente seleccionados se corre el I'iesgo de perder la preci s i 611 de la idea del autor de la teoría. considero que vale la pena porque el vocabulario técnico puede constituir todo un obs­ táculo,

El genograma: nuestra piedra de Roseta

Símbolos del geno grama

Para mí, aprender a utilizar el genograma fue como desc.ubrir la piedra de Roseta, la cual es un fragmenco de estela hallado en Egipto en 1799 con inscripciones paralelas en griego y en jeroglíficos egipcios. Hasta ese momento nadie había podido descifrar los jeroglíficos pero la piedra de Roseta desveló el secreto. Hasta que aprendí a dibujar e interpretar el genograma, no tenía ni idea de las cuestiones familiares que habían ido moldeando mi vida. Fue algo que m~ ayudó a comprenderme mucho mejor. Inmédiatamente me di cuenta de que mi vida, hasta ese momento, era mucho más el resultado de las influen­ cias inconscientes de la historia de mi familia que de mis propias decisiones. Pude contemplar, desde una perspectiva nueva, muchos elementos que yo siempre había considerado componentes de mi propia idiosincrasia: mi vacío y mi reiterativa sensación de sin sentido, mis miedos, mi limitada esperanza

El genograma ha ido evolucionando a lo largo de los últimos treinta y cinco años y no hay unanimidad sobre la forma apropiada de utilizarlo. Sin embargo, todo un equipo de investigadores del sistema familiar, encabezado por Moniea McGoldrick, ha homologado los símbolos y procedimientos para elaborarlo. El formato estándar se puede encontrar en elUbro Genograms in Family Assessment (1985) de Monica McGoldrick y Randy Gerson, el cual recomiendo en caso de dese3.r profundizar más allá de lo que pennite este libro. Aunque algunos de los símbolos son los que utilizan McGoldrick y Gerson, otros los he creado yo porque me han permitido comprender más claramente la historia de mi familía. Lo más importante es decídirse por un conjunto de símbolos y utilizar sólo ese. Asimismo, también recomiendo uo vídeo realizado en la Menninger Clinic de Topeka, Kansas, que se llama Consrructing rhe Multígenerarional

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de ganar dinero, la!> decisiones que había tomado hasta entonces, hasta inclu. so algunas molestas fantasías sexuales. El genograma me ayudó a darme

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Fami/y Gellogram: Exp/oring a Probtem in Contexto Me gusta el enfoque de Menninger y, en las páginas siguientes, voy a utilizar sus preguntas, La i [ustraci 6 n '5 -1 n 0,~ m ues tra Ia es tructura general de un gen ograma büsir,;o El sujeto celllra/ es el que se hace el genograma. En su genograma, usted constituye el sujeto central:

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Como se puede observar, las dos parejas de abuelos están arriba. Debajo están los padres con sus hermanos, así como las tfas y tíos. Para poder ver más claramente a los padres así como para tener más espacio, se han repeti­ do sus símbolos en una tercera línea, por debajo de la suya propia con sus hermanos. Usted está abajo del todo, resaltado por un recuadro, )' acompa­ ií
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nombre completo fecha de nacimiento nivel de estudios fecha y causa de fallecimiento graves problemas físicos y emocionales

Seguidamente vamos a empezar a indicar la naturaleza de. las relacio­ nes entre los distintos componentes de la familia. En caso de no saber qué tipo de relación existe -entre dos personas, ponga un punto de interrogación entre sus símbolos .

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Una buena relación se representa mediante tres líneas paralelas de las cuales la primera y la tercera se introducen"e~ el símbolo de la persona:

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con algún hermano. Asimismo, conozco aun otras cuya relación Con uno de hermanos ha sido la más importante y sana de su vida. Si !(l relación que usted ha li~nido con sus hermanos ha sido importante, ya sea de forma posi­ tiva o negativa, puede indicarlo en el diagrama mediante los mismos símbo­ lo::; que h~mos u ti lizado antcri,¡rmente. , Cuando hay problemas en una relación 10 indico así:

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La primera y la tercera línea simbolizan que esas dos personas se per­ miten mutuamente el acceso a su espacio psíquico, Por ejemplo, si le cuen­ to a mi mujer que me da miedo invertír dinero. la revelación de ese miedo permite que mi mujer penetre en mi espacio emocional. La segunda línea simboliza que esas dos personas también tienen sus límites. que cada cual conserva algo de espacio privado como zona de seguridad. Dicho espacio puede ser tanto físico como sexual, emocional, intelectual o espiritual. En las relaciones sanas existen límites flexibles y los individuos puede permitirse mutuamente el acceso al espacio del otro pero también pueden mantenerse solos. En las relaciones nocivas, los límites son confusos o rígi­

El matrimonio se indica así:

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dos,

Como podrá observar. el marido está situado a la izquierda, Escriba la fecha en que se casaron sobre la Ifnea horizontal. Para representar que se han separado, cruce la líne8. hori zonta) con una barra vertical y escri ba la fecha de separación y la letra s de "separación".

, Cuando los lfmites son confusos se representa mediante la superposi­ ción de los dos símbolos:

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En cambio, una relación distante, con límites rígidos, se representa

mediante una línea de trazos:

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Por lo general estas indicaciones los tipos de relación no se utilizan para los hermanos principalmente por razones de espacio., Las relaciones entre hermanos son importantes para averiguar la calidad de los límites de la familia. Con frecuencia las coaliciones progenitorlhijo alteran gravemente el ámbito de los hermanos, produciendo conflictos y desconexiones emociona­ les. Con frecuencia los hermanos mayores maltratan y traumatizan a los pequeños. Conozco a varias personas que fueron torturadas, maltratadas y ator­ mentadas a lo largo de la infancia por sus hennanos mayores. También conozco a otras cuya vida se ha visto condicionada por el vínculo emocional

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Se pueden utilizar los mismos símbolos para parejas del mismo sexo. Para representar un divorcio, cruce la línea horizontal con dos barras, escriba d de "divorcío" y anote la fecha:

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Sí la pareja no está rasada pero viven juntos como tal, utilice esta figu­

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dador de la madre, En cualquiera de todos estos casos, el niño forma Un triángulo con los padres, lo cual represento de la siguiente manera:

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Los hijos se representan mediante líneas verticales que salen hacia abajo a partir de la línea horizontal del matrimonio. Como podrá observar, los símbolos de los hijos son más pequeños que los de los padres. Insértelos según el orden de nacimiento. con el primogénito a la izquierda y el benja. mín a la derecha. Escriba sus edades respectivas en los cuadrados o círculos. Asimismo. escriba la fecha de nacimiento (y la de fallecimiento en su caso).

En caso de ser un matrimonio con problemas, le añado un símbolo que representa que hay un vacío de comunicación íntima:

La pareju también puede establecer un triángulo con algún pariente polftico:

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también se puede establecer un triángulo con una persona ajena for­ mando una relación extramatrimoniaL Si dispone de espacio, puede ser interesante representar las relaciones triangulares:

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Mientras que existan Jos problemas siempre habrá una falta de intimi. dad, lo cual es importante para comprender el sistema familiar. El principio de equilibrio que opera en toda familia establece que, cuando se produce un vacío, uno de los miembros intentará rellenarlo. Si hay un vacío de intimi. dad entre los padres, automáticamente uno de los hijos intentará compensar. lo. Si el niño tiene rl}ucho talento, los padres pueden e;udir su soledad y falta de intimidad enfocando su atención en su hijo. También pueden dedicarse a un hijo especialmente guapo. Si el padre es un adicto al trabajo y no le dedi­ ca tiempo a su mujer. es posible que uno de los hijos se haga cargo de la sole­ dad de la madre. Si'se trata de una nj~a, podría hacer las veces de amiga ínti­ ma de la madre. En caso de ser un niño, podria desempeñar el papel de cuj­

En este diagrama, el primogénito ha hecho un triángulo con el matri­ monio, mientras que los otros dos hijos tienen una relación crónicamente contlíctiva y hacen un triángulo con la madre para compensar la tensión. Cuando uno de los progenitores utiliza a un hijo para compensar las tensiones de su matrimonio se suele denominar v(nculo vertical O rransge­ neraciollal, el cual puede formar parte de un triángulo. Para representarlo prefiero encerrarlo en un círculo porque asf se entiende claramente el tipo de relación que se establece: ­

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El aborto provocado se representa así: Este símbolo es especialmente útil cuando los padres están divorcia­ dos. o se trata de un progenitor viudo, o cuando todo el mundo sabe que el progenitor se ocupa más del hijo que de su c6nyuge. El progenitor, varón o hembra. puede decidirse por un hijo varón o hembra indistintamente. En mi ejemplo. la madre se asocia con su hija y el padre con su hijo. En algunas relaciones se ha producido uria desconexión emocional. Puede que la madre no le hable a su hija durante años porque ésta se ha casa· do con un hombre de otra raza o religión. Entre hermanos, puede haber dis­ putas por la herencia y pueden no volverse a ver nunca más, Este tipo de des­ conexi~n emocional lo represento de esta manera;

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En el caso de que un hijo nazca muel10 utilice este símbolo:

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En caso de gemelos dicigótieos. utilice c);te símbolo:

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En estos ejemplos muestro desconexiones entre dos hermanos y entre 'j un hijo:

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En caso de gemelos monocigóticos, utilice este símbolo:

El embarazo se representa así: 124

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Cuando se casan un hornbre y una mujer que han estado casados por su cuenta varias veces, las cosas se complican bastante. La solución más fre­ cuente consiste en colocar la relación más reciente en el centro y a todos los cónyuges respectivos a los lados:

En caso de suícidio, escriba una S en la cara:

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Estu situación se complica aún más cuando los cónyuges anteriores también habían estado casados anterionnente:

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Cuando un hombre se ha casado varias veces. sus mujeres anteriores se colocan a la izquierda. con la más reciente al lado de él, mientras que su

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Cuando una mujer se ha casado varias veces, sus anteriores maridos se, colocan a la derecha, con el más reciente aliado de ella. Su marido actual se sitúa a la izquierda.

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Finalmente, para acabar de complicar las cosas, podemos analizar los casos en que se unen dos familias. Pongamos el caso de loe y Sue, los cua­ les han tenido cada uno dos matrimonios anteriores durante los cuales cada uno tuvo un hijo. Por su parte, ellos dos juntos han tenido otros dos hijos. Las relaciones en este tipo de familias son muy complejas y sus secretos suelen ser ex tre madamen te comp! ícados. Personal mente yo uti lizo el método más corriente que consiste en rodear al sfmbolo de los parentescos más directos con una !fnca de puntos. Ésta es una buena fonna de representar las fusiones de familias en las que conviven los hijos de matrimonios anteriores.

El hijo de Sue vive con ella, con Joe y con sus dos medios hennanos.

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En el capítulo 6 empezará usted a dibujar el genograrna de su familia. Le ir.é guiando paso a paso, empezando con sus abuelos (o sus bisabuelos en caso de que sepa algo de ellos). Pero pemútame empezar a darle forma a todo esto poniendo como ejemplo a la familia de Beverly Sue. los Smith, cuyo caso ya hemos tratado en el capítulo 3. Asf podré ilustrar algunas face­ tas de la utilización del geno grama. Yo me estrené en la técnica de los sislf­ mas familiares con la terapia de Beverly Sue, y les agradezco que me hayan permitido ponerles de ejemplo.

GENOGRAMA DE BEVERLY SUE Al símbolo del hijo de madre soltera se le añade MS en la cara. Si el padre es desconocido, se le simboliza mediante un pumo de interrogación:

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El genograma le puede ayudar a descubrir ciertos factores que le han predispuesto a ser una persona que oculta secretos o a ser el centro de las pro­ yecciones de los secretos de su familia. Asimismo, le permitirá comprender porqué es posible que usted sea el miembro de su familia con más posibili­ dades de rep·roducir Jos secretos, En el genograma de Beverly Sue se pueden observar claramente dichos factores. Por lo general, los terapeutas de fami· lia plantean cuatro preguntas básicas al trabajar con el genograma, y yo le sugiero que haga 10 mismo con cada una de las persol)as que analice.

1. ¿Cuál es el problema inicial? En el caso de un niño dado en adopci6n, se debe indicar l:.l fecha de nacimiento,! la de la entrega, y se dibuja un cuadrado a rayas alrededor de su símbolo.

Recordemos que Beverly Sue comenZÓ a comportarse de forma muy extraña en octubre de 197). Hasta entonces había sido una niña de siete años alegre y curiosa que sacaba notas excelentes en el colegio y a la que se le daba muy bien la gimnasia. De repente, empezó a decir que no quería ir al colegio, pero se negaba a contar lo que la molestaba de los profesores o de 129

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2. ¿Cuáles son los hechos que generan el contexto en el que surge el problema en una familia de tres' generaciones? Aparte de la dinámica familiar que describí en el capítulo 3, a conti­ nuación detallo lo qlle descubrió mi amlgo terapeuta en 1971 sobre los Smith. Sidney Smith, el padre de Beverly Suc, está muy deprimido por la enfermedad terminal de su padre. Es un hombre retraído y no comunicativo. En la tabla 5-2 vemos que Sídney es el tercer hijo de Harold Smith el cual, antes de desarrollar el cáncer, era un hombre duro hecho a s( mismo. Sam, el henrano mayor de Sidney, se mató cuando estaba en primero de carrera en un accídence de tráfico provocado por un conductor ebrio. Harold, el padre, jamás pudo reponerse de la muerte de su hijo. Sam le había expresado su deseo de seguir con el fructífero negocio de alimentación que había creado su padre, y éste había puesto en él todas sus esperanzas de que la empresa familiar siguiera adelante. A Sidney no le interesa el nego<;io de su padre lo cual, desde siempre, ha sido una fuente de contlictos, especial­ mente desde la muerte de Sam. La hermana de Sidney, Shirley, está feliz en su matrimonio y lleva la contabilidad de la tienda de alimentación. Es la con· fidente del padre. A Sidney )0 han aislado completamente y se siente como un niño perdido. Según Sídney, Jane Eller Smith, su esposa y madre de Beverly Sue, es la mujer perfecta. Su propia madre, Judy Eller, la educó según unos inferna­ les princi pios religiosos basados en la Bibl ia, gracias a los cuales "la mujer sabe cuál es el" sitio que le corresponde". Jane era la hija preferida de su madre, pero ésta sufrió una apoplej ía en 1962, el cuadro clínico se complicó y falleció en 1963. El padre de Jane es un hombre bueno y honrado que toda­ vía trabaja de profesor de química en un instituto. Aunque va a la iglesia, no es un fanútico como su mujer. Siempre sombrio, ha entrado claramente en depresión desde la muerte de su esposa. La hennana mayor de Jane, DOI;5, e~ la rebelde de la familia. Tanto la madre como el padre cortaron con ella cuando se escapó de casa y se casó a los dieciséis años. Divorciada tres años más tarde. se vol vi6 a casar y a divorciar. y, ahora, vi ve con un hombre que ~u padre no soporta. Dio a luz a su hija Pat en 1969. Betsy, la tcrCC¡J hija. tiene cinco años menos que Jane y tiene un fuer~e vínculo emocional con el padre. Está muy deprimida. Está estudiando enfermería, vive en casa del padre y, prácticamente. no ha salido nunca con ningún chico. - Al cabo de dos años de haberse ca~ado con Sídney, Jane tuvo una aventura amorosa, poco después del ataque de apoplejía de su madre. EJla

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4, ¿Qué implicaciones se derivan del lugar que ocupa el sujeto en la familia? Obviamente, Beverly Sue muestra algunos de los problemas típicos del pri­ mogénito. Está intensamente vinculada a su pgdre y se adjudica el wfri· miento emClcíonal que éste no expresa. La necesidad que tiene de ocuparse de él frustra la necesidad que tiene, como primogénita, de ser una persona pI'oductil-;1 y ele con<;eguir' ohjeti\'os. A m~dida que S~ va intensificando el ;¡nlagonislllO entre los padres, van ígnorando a Beverly Sue, lo cual frustra su necesidad como primogéniw de ;-,er recompcns:.'lda por sus padres por :.u buena conducta. Además, tal y como se puede ver en el diagrama tri genera­ c¡onal de la tabla 5·4, los dos progenitores tienen problemas sin resolver en torno a Oll'OS primogénitn:. de la familia, Por un lado está el caso del tío Sam, cuya lrágica muerte refuerza aún más su condición de héroe que habría dedi­ cado loda su vida al negocio de su padre. Por otra parte está Tía Doris, que se rebela (otalmente contra su madre controladora y de estricta moral relí­ giosa, y contra su padre depresivo y apático, No es de extrañar que Beverly Sue se sienta abrumada por las ópciones que le ofrecen los ejemplos diame­ tralmente opuestos de los primogénitos de este sí3tema familiar trigenera­ donal. Su aparente giro de ciento ochenta grados de pasar de ser una niña alegre y que lo consigue todo a ser úna rebelde irresponsable puede ser más bien una reproducción exacta de la polarización entre los primogénitos de su famili;¡. En muchos aspe(;tos, esta niña es la dcposítaria de muchas de las espe­ ranzas y sufrimientos de esta familia, Resulta fácil darse cuenta de que los padres pueden haber creído que la niña los uniría más. A nivel inconsciente, el nocimienlo de la hij
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morir. Todo esto representa una inmensa oarga inconsciente para una niña. Es casi indudable que todos estos factbres predisponen a Be verly S Lle 11 reproducir todos estos secretos ocultos en este momento particularmente tenso de la historia de su familia.

CAPÍTULO 6

Pensar frente a reaccionar Espero que usted se haya dado ya cuenta de que el genograma le puede apor. tar una visión más clara y objetiva de la familia de la que procede. Es algo que le obligará a pensar, lo cual le ayuda a uno a desligarse del campo emo­ cional de la familia. Gusto de describir dicho campo emocional como una especie de estupor compuesto de muchos elementos hipnóticos. También lo denomino pensamiento de! grupo. Cuando estamos metidos en el campo emocional de nuestra familia no nos suele quedar más opción que reaccionar. Las emociones ocultas son las que dictan nuestra reacción ante una situación famíliar determinada y actua­ mos sin pensar. Beverly SUe conoce los secretos de su familía, pero no sabe que los conoce. Dado que es una niña con límites aún frágíles, es muy posi­ ble que se sienta arrollada por los sentimientos ocultos de la familia. Mediante el genograma se puede ver que la conducta de Beverly Sue, 1a cual se podría interpretar como los caprichos de una ni ña egoísta y mal educada, es más bien una metáfora dinámica de las e'mociones no resueltas de tres generaciones. Este ejemplo le puede ayudar a usted a replantearse su propia conduc. ta idiosincrásica y secreta desde un contexto libre de críticas y juicios de valor.

LOS SECRETOS OCULTOS

DE SUS ANTEPASADOS

Ninguno de mis abuelos se preocupó de la tarea fun· damental de criar a sus hijos. En la lucha de mi padre contra el mundo había algo de -... irreconcilia­ ble. Sus hijos fueron la confinnaci6n de la debacle producida por la negligencia y mis abuelos fueron los causantes, vagos e inapelables, de los abusos de mi padre contra .<;us propios hijos. PAT CONROY,

El príncipe de las mareas

V

amos a comenzar nuestro viaje de introspección contemplando a nuestros antepasados. Le proporcionaré una lista de puntos que le ayudará a confeccionar su genograma al tiempo que le ilustraré con el caso de una familia que llamaremos los Jeder. La familia Jeder es un compuesto, ya que una pequeña porción de su historia es autobiográfica pero el resto es una combinación de mis casos clí· nicos, de relatos de otros terapeutas. del trabajo realizado en el John Bradshaw Treatment Center en Ingleside Hospital, y de pacientes /lÚas. Aunque los detalles son verdaderos, he alterado cualquier detalle que los pudiera identificar. Al crear esta familia. que dispone de una amplia gama de dinámicns familiare5, mi propósito ha sido el de ofrecerle un ejemplo que le pueda aportar una profunda comprensión de su propia familia o que It;: ofrez­ ca una serie de pistas para sus investigaciones. Al sujeto central lo he llamado James Jeder. E.npezaremos estudiando a sus bisabuelos, a sus abuelos por pane de paare y madre, y a SU5 tías y tíos abuelos. A medida que vayamos describiendo el genograma de James Jeder, le iré mostrando cómo elaborar el suyo propio.

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SUJETO CENTRAL ,. >

Lógicamente, en su genograma, usted constituye el sujeto central. El primer paso consiste en escribir una breve sinopsis de su vida que debe incluir elJ10s principal/es problema/s. si es que hay alguno, sus tipos de rela· Clones. su idiosincrasia y sus propios secrecos ocultos. Si Jo desea. siga el modelo del caso de JafTles Jeder que sigue a continuación. James Jeder tiene cuarenta y cuatro 'años. Es un respetado catedrático de inglés de una importante universidad que ha publicado una antología de poesía inglesa y escri to dos libros de poemas propios, Se ha divorciado y se ha vuelto a casar. Tiene un hijo varón de su pri­ mer matrimonio y una hija del segundo, James es bebedor y se emborracha muchas veces. Tiene compulsi6n por el sexo y ha tenido aventuras durante ambos matrimonios. En el garaje de su casa tiene un armario secreto Ileno'de material pomográfico. Varias veces al año se va de fin de semana largo a una casa cerca del mar donde se dedica a ver películas y revistas pornográficas, y dedica horas enteras al autoerotismo. James ha intentado dejar de beber en varias ocasiones. Actualmente lIe . . a ocho meses sin locar la bebida. Sus aventuras amorosas fueron la causa de gra ves problemas en se primer matrimonio y su mujer actual. Karen. sos­ pecha de él, lo cual es causa de muchas tensiones y ha hecho que su vida sexual se convierta en un rito obligatorio mensual. Su hija, Hannah, es la niña de sus ojos. Le dedica casi todo su tiempo libre, por lo que suele desa­ tender a su mujer. Su hijo adulto, Jack, está enfadado con él y ha cortado emocionalmente. Sólo se ven a veces por Navidad. El aUlOerotismo en solitario es el mayor secreto de James; jamás lo ha compartido con nadie excepte con su anterior terapeuta. Con el paso de los años. James se siente caJa vez más avergonzado y desesperado por su adic­ cíón compulsiva. Ha venido a mi consulta después de ilevar diez años haciendo psicoanálisis clásico, a lo largo de los cuales ha amasado mucha información sobre sf mismo y su familia. El genograma que aparece en la tabla 6-1 representa, de foona esque­ mática, las cuatro generaciones de la familia de James Jeder. Los detalles de cada generación los iremos colocando paulatinamente. En su propio genograma, intente abarcar al menos tres generaciones. Voy a Utilizar unos cuantos datos de la familia Jeder para tratar el caso de los bisabuelos. No se preocupe si usted no sabe.casi nada de sus bisabuelos, pero apunte cualquier detalle que conozca. Por ejemplo: ¿Eran inmigrantes? ¿A qué grupo étnico o religioso pertenecían? ¿Se éuenta en su familia algun
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LOS BISABUELOS ,PATERNOS James sabe muy poca cosa de sus bisabuelos por parte de padre y todo es a través de su madre y de una tía abuela llamada Maureen. (Ver tabla 6-2). Su madre le contó que su abuelo paterno, John Jeder, fue el hijo únIco del honorable Raymond Jeder, un distinguido juez de Carolina del Sur. James sabe que su abuelo era anglicano y que era un hombre extremada­ mente cuila y "refinado", por Jo que supone que sus bisabuelos por parte de padre eran gente bien situada y muy ilustrada. Para poder ser juez, su bisa. buelo tuvO que haber estudiado derecho. Nunca le han contado nada de la mujer del juez Jeder aunque parece ser que se llamaba Ann.

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Casamiento desacertado Parece bastante claro que John Jeder, el abueio de James, y su familia, pensaban que había cometido un terrible error al casarse con una mujer como Sheila McCord, la abuela de James, la cual no tenía estudios y pertenecía a una clase muy inferior, Como veremos más adelante, John intentó demostrar lln repud io por sus propias acciones desheredando. a1cabo de 10$ a¡io~, a su hijo Shnne_ La vehemente irlandesa pelirroja llamada Sheila McCord nació de la unión de Shawn McCord cnn Hanie McTcaguc. un año después de que éstos ~e e~caparan de su~ familias respectivas al tinal de la adolescencia, Tanto Shown como Hattie eran alcohólicos. Cuando Sheila tenía cmco años se des­ pertó por los gritos de su madre, que estaba muriendo abrasada tn su habita. ción al haberse quedado dormida por la borrachera, Con un cigarrillo en la mano, Sheila quedó tan traumatizada que, al parecer, raramente hablaba del accidente. La enviaron a vivir con las dos hennanas solteras de su padre. Shawn dejó Ja bebida, vivió honradamente y se volvió a casar, pero no pero mitió que Sheila viviera con él porque no era del gusto de su nueva esposa, Shawn jamás conoció a Shane, el hijo de Sheila, y falleció dos días antes del nacimiento de su biznieto James. Dos anos después de casarse por segunda vez, Shawn McCord tuvo una hija llamada Maureen. Durante su infancia, no conoció a' Sheila, pero conectó con ella en secreto al principio de su adoles'cencia. Sheila no mano lUVo la relación pero James la localizó, años más tarde, cuando estuvo haciendo psicoanálisis,

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James consiguió reunir una considerable cantidad de información en lorno a sus bisabuelos por parte de madre (ver tabJa 6-3). También descubrió que. desde el punto de vista de los secretos ocultos, la persona m~s i rnpor­ (ante de su familia fue justo aquélla de la que nadie hablaba: el padre de su abuela. Milton O'Hem.

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La persona de la que nadie hablaba James no recordaba haber oído jamás a su abuela mentar el nombre de su padre. De niño no se le ocurrió pensar que eso era un poco extraño. Sin embargo, Josephine O'Hern lamison era una mujer muy devota que solía hablar de la virtud de la obediencia ¡y de la sagrada obligación de los hijos de honrar a su padre y a su madre! No es natural que en la historia de una familia haya una laguna de tal envergadura. He observado que, por lo general, precisamente esa persena "de la que nadie hablaba" constituye la principal fUente de secretos de fami· Iin. Fíje~e si existe algún caso de "persona ausente" en su propio historial. James se enteró de la historia de MUtan ü'Hem de forma accidental durante una confrontación con su madre Heather. Al principio ella no dio importancia a la conducta del abuelo y lo calificó de "todo un personaje" ¡porque ,e dedicaba a hacer agujeros en la pared del baño para poder espiar a las hembras de ia familia! Pero más adelante le reveló que Milton O'Hem había sido un alcohólico de mal carácter, incluso agresivo a veces. Viol6 a dos nieta~: a Heather. la madre de James Jeder, y a su hermana Virginia, tía de James. A sus tres hijos varones los maltratnba físicamente, por lo que aca· baron siendo tres hombres violentos. El de en medio, George, acabó profun­ damente alcohólico. Parece ser que tanto Milton como su hijo mayor Jimmy violaron a Josephine.

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La santa Heather le comentó a James que Patricia O' Hem, la bisabuela matero na de James, había sido una "santa" que soportó respetuosamente a su mari­ do. Patricia era una irlandesa profundamente católica que consideraba que el sexo era una obligación y que la tarea de la mujer consistía en satisfacer cual­ quier capricho del marido. Tuvo una relación "especial" con Josephine, su única hija. Sentían devoci6n la una por la otra, pero Patricia no pudo evitar que sus propios tres hermanos molestaran, maltrataran y violaran a su hija.

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CÓMO REUNIR INFdjiMACIÓN

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Lista de preguntas sobre l~}!l.~antepasados Nacilniellw y crecimiento

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Aniversarios l°

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Al estudiar el genograma de una fami li a es importante fijarse en Jos aniversarios. Los problemas candentes del pasado se nctivan con ocasión de los ,¡ni versarías.

A mediados de cada mes de Octubre, Mildred, Una cliente mhl, entr
He tratado a varias personas que consideraban que su hennano mayor COIllO el resto de la familia. Más tarde, en la intimidad de la terapia, sus madres desvelaron que estaban embarazadas de otro hombre cuando se Cl\snron. Este lipo de lema!> es muy delicado y le aconsejo que vaya con pre­ caución al indagar al respel.:to,

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en depresión profunda sin razón aparen le. Entonces me enteré de que su madre había muerto de fonna súbita a principios de un mes de octubre cuan­ do Mildred tenía cuafrO años. Jamás había podido lamentar la muerfe de su madre y su depresión constituía una reproducción de esa tristeza no resuelta. Las reacciones a los aniversarios pueden ser indicativas de una falta de exteriorización del trauma producido por fallecimientos, acontecimientos graves de la vida como el divorcio de los padres, el internamiento de algún familiar, pérdida de trabajo, jubilación y/o los cambios del ciclo de la vida, lales como la partida del hogar paterno. Todo ello puede aportar importantes pistas para descubrir secretos que estén produciendo una disfunción personal o familiar.

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~Fueron muy intensos Jos matrimonios de sus antepa.qados') Lo m¡ís probilble es que fueran muy distantes o muy enredados porque así es como eran los ma~rimonios patriarcales. Padecían de un vaCÍo de íntj¡T'ldad, Con t"recuenci a se establecían víncu los tri angulares entre Jo.~ padres y Jos h¡jos. Es posi ble q lIe los hijos se adjudicaran) a "vída no vi vid,," de uno u otro lit) los progenitores. En el caso c.k la familia J~der, los vinculas transgeneracionales COn los padres que tenían problemas sexuales sin resolver tuvieron devastadores sobre los hijos.

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¿Hubo casos de jóvenes parejas que se tuvieron que casar por la pre- . si6n social o las creencias religiosas al quedar ella embarazada? En el pasa­ C=:':! do, casarse ya estando embarazada, los hijos ilegítimos y la adopción eran­ temas tocalmente tabú. ¿Tuvo alguno de sus abuelos algún híjo fuera del matrimonio o en un matrimonio anterior - quizás algún niño que, secreta­ mente, enlregaron en adopción? Varios clientes míos han descubierto que un medio hennano o hennana después de la muerte de uno de los pro­ genitores. Algunos 10 descubrieron mientras lo~ padres aun vi vfan. Se en fu­

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se sintieron traicionados, y no vol.vieron a confiar jamás en sus padres. "Si han sido capaces de mentinne Con respecto a mi hermano o her. ¿sobre qué no me habrán mentido'?", planteaban.

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Sexualidad La sexualidad es, con diferencia, el área que produce mayor cantidad de seCretos ocultos. Somos el resultado de siglos de hipocresía y doble mora­ lidad en lo referente al sexo. El incesto y la violación de la esposa han cons­ tituido, durante mucho tiempo, secretos ocultos, En el pasado ni siquiera se consideraban agresiones otros tipos de mala conducta sexual por parte de los padres tales como manosear, la sobreesti~ mulaci6n sexual, el voyeurismo y las agresiones sexuales, todo lo cual hoy en día se suele agrupar bajo la categoría de abusos sexu.ales emocionales. Manosear quiere decir tocar y besar de manera lasciva. La sobreestimulación sexual es el resultado de un vínculo transgeneracíonal con un progenitor que tiene lema,~ ,.,ex U~¡les si n reso Iver, Puede que éste no haya desarrollado los I ími tes sex uales (¡uecllados y seH un exhíbicionista o que otorgue un cariz romántico a la relación con su hijo. El voyeurismo es'cuando un progenitor se interesa en exce~o por los órganos sexuales de un hijo y/o viola su PlJdor

sex llal.

Si algo de e,.,to sucedía en su familia puede que encuentr~ indicaciones c:n el vocabulario utilizado. A c:ontillunción hay algunas eXpre~iones que pue. den delatar que algún pariente no respetAba o atentaba confra el pudor sex.ual: "le perdían las muj~res", "siempre estaba entre faldas", "era un viejo verde", "el abuelo era un pesado con el sexo", "la acorraló en casa de su pro­ pia madre", "hizo que su hijo la prometiera que jamás se casaría con mujer alguna para que pudiera cuidarla a ella soia". . Cualquier tipo de actitud extremista puede ser una bandera roja que alerta de la presencla de grandes secretos. Una manera de descubrir conduc­ tas sexuales secretas puede ser preguntar qué es lo que su abuelo o abuela jamás habrían hecho. Al preg;mtar qué les horripilaba del sexo podemos obtener una clave de sus fantasías o de su vida sexual reprimida. Es posíble que otros miembros de la falllílin tengan, ínconscientemente, dichas fllntasf­ as sex uales. Al investigar sobre los secretos ocultos de la generaci6n de.sus padres puede llegar a. comprender más claramente cuáles habrán sido los. secrelos ocultos de sus propios padres.

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¿Qu¿ educacIón religiosa recibieron sus abuelos? ¿Eran aut¿lltlco~ practicantes o unos hipócritas? ¿O les era indiferente la religión y s610 iban la ígle$ía o a su templo porque era "lo propio"? Los hijos se dan CuenrQ de esto en seguida. ¿Eran muy estrictos y exigentes con la religión') ¿Se toma­ ban las reglas a la ligera pero les exigían a SUs hijos que fueran fieles a su fe')

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Cuestiones étnicas El origen étnico de sus abuelos puede ser lJna fuente de orgullo y poder, pero también puede constituir un factor que le permita comprender el trasfondo de su familia. Casarse con un extranjero o con una persona de otra religión. o ser de una raza distinta a la mayoría, puede impactar profunda. mente en la familia. En los tiempos de los bisabuelos de James Jeder, los inmigrantes irlandeses eran una raza inferior a los ojos de los nacidos en Estados Unidos. Como veremos más arlelante, las repercusiones de que Sheila McCord proviniera de una pobre familia irlandesa se prolongaron hast.:l la generación de James.

Éxitos y fracasos Desde el punto de vista de la imagen públicn. en el genograma de la familia Jeder se observa toda una serie de éxitos. Uno de los bisabuelos fue juez y otro fue un millonario filántropo hecho a sí mismo. Aún as{, en esta faro i lia existen muchos secretos ocultos.

El éxito suele encubrir multitud de pecados porque, por lo general, la

gente no se cree que una persona que triunfe pued", ser inmoral o que tenga

una conducta criminal.

Por oero lado. ta incapacidad de alcanzar cierto nivel de éxito social y cultural puede ser la explicación de porqué cierío familiar era tan huraño, retraído o depresivo. Por ejemplo, la generación de mis padres consideraba vejatorio que la mujer tuviera que trabajar. Se suponía que el hombre era el que tenía que constittl ir el sostén de la fami lia y, si la mujer trabajaba, era una humillante indicación de que el hombre era incapaz de mantenerlos.

Cuestiones económicas Tanto si estamos de acuerdo como si no, en nuestra cultura, la cuestión económica es todo un factor de medida del éxito. Muchos homb'res ocultan

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una profunda vergüenza por no haber triunfado económicamente. El dinero y el éxito también puede producir envidias y competitividad entre los com­ pOllente~ de la familia. Sé de muchos casos en que los herederos se han pele· ado por llna herencia y han cortauo todo tipo de relación.

Santos ¿Decían lodos que su abuela o abuelo era un/a santo/a y 10110. idealiza­ ban? Lo más posible es que lo~ santos de su familia fueran gente muy buena, ¡pero s6lo existe una remota posibilidad de que sean canonizados por la Iglesia católíca! Por lo general, cuando Se considera que alguien es "santo", nadie se cuestiona su conducta, En la mayoría de los casos, los santos se ganan su reputación por lo que tuvieron que soponar, El sufrimiento prolongado constituye una marca segura de santidad. La madre de Olive quedó embarazada de su hjja a los dieciséis años y se casó con el padre (un inmaduro adicto al juego) por la tremenda presión de las creencias religiosas de la familia de ella. Catorce meses después de la boda luvo un segundo hijo, también, en este caso, porque su religión le prohibía cualquier tipo de método par3 prevenir el embarazo. El padre de Oliveaban­ dOl1ó ti su esposa seis mcses después del nacimiento del niño y estuvo desa­ parecido durante diez años sin pasar ningún tipo de pensión a la mujer. Olive recuerda que siempre calificaban a su madre de sama por haber criado ella sola a sus dos hijos. Pero Olive también recuerda cómo su madre se ens.añaba con ella. Siempre ha estado convencida de que su madre la odia· bao Olive y su hermano hicIeron todo lo po'sible para ocuparse del "sufri­ miento de su pobre madre". La verdad del caso es que la madre de Olive no era ninguna santa sino que lUvO que pagar las consecuencias de sus exploraciones sexuales, de la nula infonnación sobre el sexo que le había dado su madre y de las ngidas creencias de su familia en torno a la moral sexual y a los métodos anticon­ ceptivos.

Pecadores, ovejas negras y escándalos ¿Se decía de alguno de sus abuelos que era especialmente malo? Sheila McCord Jeder, la abuela paterna de James, encaja perfectamente en esta categoría pero, como veremos más adelante, esta mujer sufrió mucho y no pudo expresar su tristeza. Fue abandonada y rechazada, y jamás se le ofre­ ció el más mfnimo consuelo por su sufrimiento.

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Por Jo general. las ovejas negras o "los raros" ocultan secretos muy trá­ gicos y son los que se suelen dar cuenta de 10 uisfuncional que es su familia. por lo cual, se apartan. ¿Hay algún abuelo (o más de uno) del que nunca se hable? Recuerde que, durante toda la infancia de James, nadie habló jamás de Milton O'Hern. Puede que se hayan ocultado cuidadosamente los escándalos familin­ res. ¿Qué posición social ocupaban sus abuelos? Sus amistades o compañe­ ros de trabajo le pueden aportar algo de ínfonnación. Recuerdo ·que una mujer se quedó petrificada al descubrir que las "vacaciones de verano" de su abuela en la casa de madera de la familia consistían en tener avenlUras con los homb¡'es del bar del pueblo.

Fallecim¡entos Preste especial atención a los fallecimientos de los que no se sabe nada. Intent~ recabar información sobre alguna muerte misteriosa, porque puede que se trate de un suicidio o de algún otro oscuro secreto.

OTRAS SUGERENCIAS

Investigar lo contrario Si usted se acuerda de sus abuelos. haga una lista de diez frases que los describa individualmente. Seguidamente. escriba JUStO lo contrario de cada frase y convénzase, lo más que pueda, de que ese rasgo centrario describe a su abuela o abuelo. Repita esta técnica con cualquiel famíliar importante. Esto puede resulta especialmente útil para detectar secretos ya que, cuando las personas se esfuerzan en negar o evítar algo, puede que estén ocultando un secreto. Tal y como escribió Sam Keen: "Los miedos, posibilidades prohi­ bidas y alternativas inconcebibles pasan de una generaci6n a otra sin medíar palabra". A continuación hay algunas preguntas adicionales para hacerse usted mlsmo o para tratar con algún hermano O tío: • ¿De qué cosas no se podía hablar delante de los abuelos? ¿Cómo lo sabe? • ¿Qué le hOlToril.aba a su abuela? • ¿Qué cree usted que su abuelo nunca hizo? ¿Por qué? • ¿Qué cree usted que nunca hicieron sus abuelos durante su matrimonio? ¿Por qué?

Dibujar la casa

Dichos, mitos y anécdotas

A veces resulta eficaz hacer un dibujo de la casa de los abuelos e ima. ginarse que se pasea por las habitaciones. Quizás había una hubitación donde no se le permitía entrar. En ese caso, ¿por qué no se lo permitían? Un clien­ te mío recordó que su, abuelo materno dormía en la buhardilla "porque ron­ caba", mientras que la abuela dormía un piso más abajo, en un elegante dor­ mitorio. En otra ocasión vinieron a mi consulta dos hennaf¡OS varones que tení­ an poco más de veinte años y que habían sido arr«stados por cónducta inmo­ ral. Los dos recordaban que, ya a los once años, practicaban la sodomía. Este tipo de conductas sexuales inadecuadas para esa edad es. con frecuencia, una indicación de abusos sexuales. Hasta que tuvieron trece años pasaron todos los veranos en la granja de sus abuelos. Después de hacer dibujos de la casa, los dos hermanos recor­ daron que no los dejaban panicipar en unas misteriosas fiestas que se hadan en el granero. Entonces. uno de ellos record6 que su abuela le manoseaba. M~s adelante descubrieron que a su abuelo lo habían arrestado por conducta inmoral.

¿Cuáles eran los dichos preferido!> de sus abuelos varones, tanto el paterno como el materno? ¿Podría escribir un
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der que, cuando un acontecimiento es muy trapmatizante, la víctima se diso­ cja del trauma. La disociación es una defen'sn que el individuo utiliza para

ba sucios por la cara para que aprendiera a pedir el orinal! El tipo de chistes preferido de esta fami lia era l-eveJador de algunos de sus secretos ocultos.

salirse del cuerpo y apartarse de lo que le está sucediendo. Las víctimas sue­ len describir la disociación como una sensación de estar flotando por encima de lo que está aconteciendo, de estar contemplando lo que pasa como un observador que no está involucrado en ello. Puede que la vfctima sufra de amnesia con respecto a todos algunos de Jos aspectos del suceso. Asimismo. se puede utilizar un nuevo recuerdo que al sujeto le resulta más nceptable para reemplazar al antiguo. Es posible que las historias que le parezcan incompletas o que le dejen con una sensación de duda estén compuestas de recuerdos pantalla pero, antes de hacerse conclusiones. es imprescindible que verifique Jos hechos. Hubo otros factores que corroboraron los hallazgos de mi cliente. Su abuela padecía de agor.afobia y tenía otrOS síntomas que apuntaban al incesto. Su propi a madre y sus tres tías admitieron haber sid0 violadas por su abuelo materno. El hermano. que aLÍn vivía. confirmó la conducta delictiva de su padre. Cuando las historias le parezcan completa.s, pregúntese qué valores transmiten. ¿Por qué se escogió contar esas historias una y otra vez? ¿Se trata de historias moralistas que exageran y polarizan la vida humana hasta valo­ res sobrehumanos? En ese caso, puede que estén ocultando elementos noci­ vos de vergüenza en la familia.

Plasmar escenas por escrito

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Chistes y bromas ¿Recuerda cuáles eran los chistes favori tos de sus abuelos? ¿Cuál era su broma preferida~ ¿Contaban "chistes verdes"? En caso afirmativo, ¿qué

se consideraba "verde"') Un el ¡ente recordaba que todos los chistes de su familia versaban $obre la excreción o flatulencias, y también que temía hacer de vientre por miedo a que no ie respetaran su intimidad. Antes de ir al lavabo le pedía a cada miembro de la familia que no entrara en el baño mientras él estaba sentado. También tenía fantasías masoquistas sobre mujeres que le defecaban encima. Dichas fantasías eran su única manera de excitarse sexualmente. Consiguió percatarse de que tanto su madre como su abuela odiaban a los hombres y, más tarde. se enteró de que también las dos habían sido violadas por el mismo hombre, un tío abuelo. Ninguna de las dos había descargado la rabia de la violación sexual. Mi cliente estaba convencido de que le habían viola­ do analmente cuando tenía poco más de un año. ¡SU madre reconoció públi­ camente que detestaba tener que cambiarle los pañales y que se' los restrega­

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La escritura es una manera muy eficaz de contactar con los sentimien· tos y con verdades dolorosas del pasado, Escoja cinco escenas con sus abue­ los paternos, ya sea con cada uno por separado o con los dos, pero escenas que sean importantes para usted. Desencalas por escrito lo más detallada­ mente posible. ¿Le cambia la percepcl6n de los hechos al escribir? Utilice el mismo proceso para los abuelos maternos:

Ejercicio de recapitulación Después de haber real izado estos ejercicios, ffjese en sus rt;acciones: ¿Tu vo alguna reacción física fuerte durante los ejercicios? ¿Se sintió tenso, le dolió el cuello o la espalda, o la cabeza? ¿Sintió náuseas o le dio vueltas la cabeza? Los síntomas físicos pueden indicar que hay algo que merece ser analizado con más detalle. Puede que su cuerpo le esté diciendo algo. El trauma está codificado en el cuerpo, y el cuerpo no olvida. Preste también atención a cualquier sensación fuerte que tenga al realizar dichos ejercicio:, o al haberlos acabado. Es posible que, de pequeño. se haya senti­ do igual pero que no se le pemlitiera expresarlo. TambIén puede serie útil escribir una nota de que conviene recordar los sueños mientras está realizando este trabajo y durante un corto tiempo des­ pués, ya que las imágenes de los sueños son otra manera que tiene nuestra psique de expresar viejas heridas. Finalmente, esté atento a cualquier nueva comprensión o despenar que se produzca en usted. Si. de repente. se le ocurre alguna cosa, anótela y dele tiempo para que se asiente. Si no hay ningún dalo que la apoye, olv(· dela.

.EL GENOGRAMA DE LOS ABUELOS Una vez haya realizado estos ejercicios estará preparado para trabajar con el genograma de sus abuelos, porque es de suponer que habrá recabado mucha información de importancia para el diagrama de su familia. Comience con sus abuelos paternos. En el genograma, incluya la fecha de nacimiento y fallecimiento d~ su abuelo paterno. cómo murió, su nivel de estudios, ocupación y cualquier problema que se le conociera. Incluya tam­ 153

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bién cualquier otro factor que le parezca de i01portancia. Repita 81 proce~o con su abuela patema y. seguidamente, con :i\.}S abuelos matemos.

Legado de abandonos 3:

negocios (ver tabla 6·4). Ganó mucho dinero en bolsa y se retiró a los cin· cuenta '! pocos años, muriendo de ataque de corazón a los sesenta y dos. James jam:ís conoció a su abuelo y, en SU.~ tiltimos illios, se sintió n111Y apc· nado de que su abuelo no tuviera ningún deseo de conocerle y de que no qui· siera tener nada que ver con él. Cuando James tenía treinta años, vio una foto de su abuelo en un álbum de su padre. Era la primera vez que lo veía. James quedó atónito ante la similitud: él mismo era idéntico a su abuelo. Según Shane, el padre de James, los abuelos de James se dívorciaron cuando Shane tenfa dos años. Se había casado porgue la mujer quedó embarazada de Shane. Iohn Jeder se sin· tió obligado a casarse con Sheila McCord para cumplir con su obligación religiosa, pero tanto él corno sus padres consideraban que se estaba casando con alguien inferior a lo que sería digno para él. Shane le contó a James que había intentado ver a su padre cuando tenía siete años, Se escapó de casa de su madre y cogi6 un autocar hacia la ciudad de Arkansas, donde vivía su padre. Pero John no quiso saber nada de su hijo y le puso inmediatamente en el autocar de vuelta. Shane le dijo a James que le había parecido percibir que a su padre le daba vergüenza verle. También le dijo que, cuando llegó a la casa, su padre estaba dando una fiesta con banderines de Yale colgando por toda la habita· ción, por lo cual suponía que se había graduado por la universidad de Yale, aunque jamás lo había comprobaco. Cinco años más tarde Shant' volvió a ser rechazado por su padre cuan· do lo llamó para que le dejara ir'a verle. El último episodio de esta tragedia sucedió a la muerte de John Jeder. Shane le dijo a James que se enteró de la muerte de su padre por el periódi· ca. Shane fue al funeral de su padre, pero allí le dijeron que el Sr. Jeder no tenía ningún hijo. Shane insistió en quedarse en el funeral. Más adelante des· cubrió que su padre no le había incluido en su testamento. Ya hacía tiempo que Shane bebía mucho y que tenía muy poca autoestima. Le contó a James que se :ue a emborrachar porque creyó que no valía la pena luchar para obte· ner la parte del testamento que le correspondía por ley. Evidentemente, esto era algo típico de Shane, ya que era un individuo muy pasivo-agresivo.

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James, en cambio, sabía muchas ¡'nás cosas de su abuela paterna, Sl1eila McCord Jeder. porque la recordaba de su niñez, Se acordaba espe­ cialnlcn te de Su alcohol ismo. Era una borracha hi peremocional q uc, o bien acababa rabiando en una pelea, O le daba por norar profusamente. James no sentía. ningún afecto por ella. . Desde pequeña Sheíla había sido una rebelde y una alborotadora. A 10$ dieCiséis años se escapó de casa con un chico vecino y se 1.: <:Isal'O 11. Probablemente estaba embarazada. El niño nació muerto. Al cabo de dos a.ños, su marido se mató ero un accidente laboral por una descarga el éclrica. Shei!a recibió sesenta mil dólares de indemnización. lo cual era mucho dine­ ro en 19 18. Durante Jos dos años siguientes se dedicó a beber ya las juergas. Era bastante promiscua y quería introducirse en la alta sociedad. Así es como conoció al abuelo de James. J ohn Jeder, Tuvieron una aventura, ella quedó embarazada. se casaron y tuvo a Shane. Al casarse embarazada, estaba repro­ duciendo lo que su madre y su padre hicieron con ella. Más adelante, James también repetiría ese mismo patrón de conducta con sus dos esposas. Cuando John Jeder se divorció de Sheila y i\bandon6 a Shane, Sheila \'olvió a I!evar una vida disipada. Antes de casarse con Joho ya se había gas­ tado la mitad de su dinero, y sigui6 viviendo desenfrenadamente durante diez afias, Se llevaba a Shane con ella a los bares y éste vio desfilar, ante él, todo un ir y venir de amantes. Cuando Shane tenía doce años, ella se volvi6 a casar con un irlandés llamado Bryan Doneghey. un alcoh6lico agresivo. Shane te contó a James sus recuerdos de regresar a casa y encontrarse con su padrastro borracho, esperándole con un cuchillo de cocina en la mano para matarle. Cuando Doneghey murió. Sheila se colgó tle Shane. Le llamaba casi' cada día con exigencias y cnticas, Ella jamás le había permitido realmente que se independizara emocionalmente de ella, lo cual fue una profunda herí­ da que Shane siempre conservó.

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Las enfermedades de la abuela

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James recordaba que su abuela materna, Josephine O'Hern lamison. errt una mujer guapa pero de estricta moral religiosa que se pasaba !1lu\;ho tiem­ po enferma y que casi nunca salía de casa. Las enfermedades crónicas pueden -"er una indicación de ciertos secretos ocultos de la familia. (Venabla 6-5) Obviamente. las enfermedades pueden ser reales, debidas a algún virus y a razones biológicas, pero también pueden ser un síntoma de problemas 157

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más profundos. Ya hemos visto que las vícti!!las de graves abusos sexuales y emocionales utilizan unas defensa,s que ar¡,wan sus sentimientos para prote­ gerse del dolor que están experimentando. Dicha anulación del sufrimiento emocional se puede manifestar de distintas maneras, una de las cuales con­ siste en convertirlo en problemas psicosomálicos o enfennedades crónicas. Lo natural para el cuerpo es estar sano, no enfermo. Alguien que se pase enfermo la mayor parte del tiempo, sin que se le identifique la enfermedad y si n una di scapacidad orgánica, suele estar somatízando los senlíl11 ienlos de dolor por haber padecido agresiones sexuales o emocionales. James Jeder jamás pudo asegurarse de que hubieran violado a su abuela Josephille, aun­ que él creía que sí por lo que su madre le había contado de Milton O'Hern y de los hermanos de Josephine. James también recuerda que su abuela era unn mujer muy plidica y an lisex ua!. Era una católica devota que parecía desconfi ar de los hombres hasta el punto de despreciarlos y ridículizarlo~ con frecuencia por dejarse gu ¡ar por sus geni tales. A menudo se refería al sexo como la carga de la mujer. Pero en su relación con Donald. su marido, era muy cumplidora y obediente, y siempre parecía estar dispuesta a complacerle. A medida que sus enfermedades fueron empeorando, tuvo que guardar cama permanentemen­ le. Al final le diagnosticaron cáncer de colon y murió al cabo de pocos meses.

Las fantasías ocultas del abuelo Donald Jamison heredó una cuarta parte de la fortuna de su padre. valorada en quince millones de dólares, y se encargó de la gerencia del nego­ cio de la familia durante veintícínco años. Donald y Josephine tuvieron tres hijos: Doug, Heather (madre de James Jeder) y Virginia. Donald era agnóstico y accedíó a que Jos tres hijos recibieran educación católica. Doug, el mayor, era homosexual y jamás pudo satisfacer las expecta­ tivas que su padre tenía de él, a pesar de esforzarse por el negocio familiar durante años. Su padre le contrataba y le despedía una y otra vez. Era el chivo expiatorio de su padre. Heather, la madre de> James, era bnstante guapa y se convirtió en la favorita del padre. S¡a bastante reservada y estaba bloqueada emocional­ mente. No obstante, a mitad de la adolescencia empezó a "reproducir" un rol. Mientras que, aparentemente, Healher era púdica y reprimida, no había duda de que era una seductora. En el capítulo 8 regre~aré a este punto al referirme a los secretos ocultos de las m
James recuerda que Heather se pasaba horas con su madre Josephine, a la cual siempre calificaba de "santa". Durante su enfennedad teminal, Josephine le contó a Heather que Donald tenía unas fantasías' sexuales muy aberran(e~ a las que ella se había sometido durante los primero~ treinta y cinco anos de su matrimonio. Recordemos que Donald .lamisoo descubrió todo un montón de pelí­ culas por'nográficas en la caja fuerte de su padre Boyd a la muerte de éste. Él también desarrol Jó u na
LOS TÍOS ABUELOS J al11e~ no consiguió r~un Ir mucha información sobre otros parientes maternos. Su madre le contó que Jimmy O'Hern no sólo le gastaba bromas a su hermana Josephine, 'j que le habían castigado por obligarla a hacer con él "cosas raras" sexuales. Pero esto lo recordaba vagamente y nunca lo veri­ ficó. Sin embargo. este tipo de historias no se cuentan ase porque sr. De adul. lO, Jímmy fue un alcohólico agresivo. George, otro tío abuelo, padecía un nivel grave de alcoholismo 'J murió en el hospital de la Veterans Administratlon sin llegar a cumplir los cincuenta y tres años. Ninguno d.e los hermanos varones de tos O'Hern alcan?ó los sesenta años. En cambio, James sí descubrió por su tía Virgina que Susan, su tía abuela, había sido forzada por. su padre. Boyd Jamison, a tener relaciones sexuales (ver tabla 6·5). También le comentó que su tia abuela, llamada Carolyn, no hablaba claramente del afecto físico que le expresaba su padre, pero que deda que detestaba sus besos "pegajosos" y que se sentía incómo­ da con él. Virgina, la tía de James, tuvo un "ataque de nervios" durante la investigación para el genograma. Sucedí6 cuando ella le comentó todas estas cosas, incluyendo los abusos a los que la había sometido Boyd. Maureen, la lía abuela de James, que era la media hennana de Sheila Jeder, le contó la historia de la traumática m.uerte de su bisabuela cuando se le prendió fuego la cama al estar borracha. En una ocasión le dijo que jamás habfa podido comprender el rechazo de su padre hacia Sheila y que. en cierta manera, ella creía que él le echaba a Sheila la culpa por la muerte de:;u esposa. A estas alturas de la investigación usted ya debe disponer de un geno­ grama que incluye lo que usted sabe de sus antepasados.

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CAPÍTULO 7

puede que ya se haya percatado de que sus problemas y/o secretos ya surgieron en generaciones anteriores. En ~,I .siguiente capítulo va a poder completar la imagen con mucho más detalle, al centrarse en la vida de ~us padres.

LOS SECRETOS OCULTOS

DEL PADRE

Aunque detestaba a mi padre, expresé ese odio con elocuencia imitando su vida, volviéndome más y más inadaptado cada día, ratificando todo lo que mi madre había tristemente vaticinado sobre mi padre y mí mismo. PAT CONROY, El príncipe de las mareas No sabría encOnlrar una necesidad más intensa durante la infancia que la de sentir la protección del padre. SIGMUND FREUD

Aunque la muerte acabó con mi padre. jamás acabó con mi relación con él - un secreto que jamás antes había comprendido tan claramente. FREDERICK BUECHNER,

Telling Secrets

ichard sufrió profundamente por estar gordo, tener muchas pecas y ser,. tal ':1 como él di~e. "sencillamente feo". Toda su existencia esta­ ba mundada de vergilenza. Para protegerse de las bromas de sus r,om· . pañeros y de su familia se aislaba en sí mismo, y concentraba toda su enero gía en los logros intelectuales. Era bastante brillante y, con el paso de los años, fue destacando cada vez más. Compensaba su autorrecnazo despre­ ciando a la gente ignorante. Ridiculizaba la mayoría de los tipos de vida socia! y de amistades, calificándolos de pérdida de tiempo. En la universidad encontró una pareja que complementaba su intelectualidad y que tenía sus mismos problemas de ser gorda y fea. Se casaron y tuvieron dos hijos, niño y niña.

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Aunque sus hijos eran bastante guapos, Richard les impuso su intelec· tualidad defensiva y crecieron convencidos de-que la inteligencía es lo único r· > que impona en la vida, Ni Richard ni su mujer comentaban ni expresaban jamás su secreto dolor por las heridas de la infancia y por su complejo de fealdad. Los hijos tuvieron un notable desarrollo intelectual pero se criaron ais­ lados de la sociedad y sin relacionarse con los demás. Por ejemplo. Richard y su mujer no se esforzaban en comprarles la ropa que estaba de moda entre todos sus compañeros. Cuando su hijo le suplicó que le comprara el polo y los' zapatos de la marca que llevaban los otros chicos, Richard simplemente se mofó de él. "El hábito no hace al monje. Lo que importa eres tú", le dijo. Los hijos fueron víctimas del ostracismo y, secretamente, acabaron conven- . cidos de que eran feos, inaceptables y de que estaban llenos de defectos, En la universidad, el híjo reprodujo el secreto de la familia volviéndose droga­ dicto y, más adelante, tuvo que ser internado en un centro de desintoxicación, La hija tu vo una serie de relaciones de agresión 'y explotación sexual. Richard y su mujer estaban totalmente atónitos. "No es lógico q'.le unos hijos tan inteligentes y con t"nlOS estudios salgan asC.', me comentó la madre en la primera sesión de terapía. Con el tiempo. toda la familia acabó pasando por mi consulta. Los hijos ~ ahora ya adultos - pudieron comprender el pro­ ceso por el cual el secreto oculto de Richard se había convertido en un campo de fuerz.a que había ido incorporando a toda la familia. Dicha comprensión les permitió reconocer sus propios secretos, cambiar y seguir adelante en la vida.

Durante la terapia utilicé deliberadamente una frase que tomé prestada de la pSIcóloga Alice Miller para describir el proceso que estaba teniendo lugar en sus vidas y que ella denomina "la lógica de lo absurdo". Cuando Richard entendió la explicación lógica del comp'ortamiento aparentemente

irracional de sus hijos. pudo derrumbar su muro de negación y afrontar su vulnerabilidad. La historia de Richard sirve para ilustrar la potencia de un secreto oculto del padre - aunque se trata de uno ·más bien corriente - y cómo determina la vida de Jos hijos. Asimismo, recalca el hecho de que los secre­ tos suelen ir adquiriendo más fuerza con el paso de las generaciones. Los sín­ tomas de los hijos fueron peores que los de Richard porque el niño tiene lal necesidad de sentirse protegido, reconocido y cuidado que no puede evitar involucrarse en las defensas psicológicas y los problemas inconscientes de los padres. El caso del padre ausente también afecta intensamente nuestra vida. Yo tuve la suerte de poderme reconciliar con mí padre durante su veje? pero,

cuando durante mi niñez, sencillamente no lo tuve conmigo. Era alcoh6lico y pasaba poco tiempo en casa, pero yo estaba obsesionado con él, me preo­ cupaba de dónde estaria y me preguntaba si iba a venir a casa. Cuando había bebido, me paralizaba el miedo. No recuerdo ni una sola vez que no me sin­ tiera asustado ni des protegido. Cuando yo ten(a doce años, se divorció de mi madre y se fue para siempre. Los estudios c1fnicos apuntan hacia el hecho de que, cuando no está presente la figura del padre, al niño le cuesta aprender a retrasar la gratifica­ ción. La nusencía del padre lleva con frecuencia a la pobreza y a la escasez, por lo que el niño intentará hacerse con todo lo que pueda mientras pueda. También se ha demostrado que la ausencia de padre suele producir en el niño una profunda sensación de vergüenza que, en mi caso, fue totalmente cierta. Mi madre me aseguraba constantemente de que mi padre me quería - un consuelo que nunca sentí que fuera apropiado ya que no se veía corroborado por su conducta. El abandono de mi padre es una herida con la que siempre tendré que vi viro

RECORDAR AL PADRE En este capítulo le vaya pedir que trabaje primero con el genograma de su padre biológico. Seguidamente regresaré al caso de James Jeder y le relataré 10 que él descubrió de la vida de Shane, su padre. Si usted no cono­ ció nunca a su padre .biológico y le es imposible conseguir información sobre él, céntrese entonces en su padre adoptivo, 1) padrastro, o en esa persona que, para usted, más se aproxima ~ la figura del padre. Si usted tiene fantasías de su padre es interesante estudiarlas, pero tenga precaución con las conclusiones que no se basen en datos verdaderos. Puede que el padre de su fantasía sea un aspecto poderoso de su vida inte­ rior. Puede que usted esté buscando a alguien (amante. jefe. amigo) que se acople a su fantasía y, si ésta no se basa en la realidad, el padre de sus fanta­ sías le puede causar muchos problemas. . Al investigar sobre su vCI'dadera fuente paterna también puede llegar descubrir todo un potencial del que usted no es consciente. Sea precavido con la tendencia compulsiva de proteger a los padres ya que eso puede distorsionar su análisis honrado de quién son realmente. Fueroll y son las vidas de SllS padt'es 10 que realmente le ha criado a usted. lo que ellos hacían. y no lo que le decían. En la exploración que haremos enfatizaré su propia percepción de su padre. pero también es importante buscar una verificación externa y distin­ tos puntos de vista.

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Hable con sus tías y tíos, si es que los tiene, para recabar informaci6n sobre su padre. Quizás usted sepa de algún amigo suyo de la infancia. Intente contactar con él y hágale preguntas sobre"aquella parte de su vida. También puede que conozca a algún socio, antiguo jefe o antiguo empleado suyo, los cuajes pueden constituir una valiosa fuente de información tanto personal como labora!. Si usted aún tiene abuelos. hable con ellos. Pregúntele a su madre, ya que e\la ~abe cosas sübre las que a usted ni siquiera se le ocufTió preguntar de pequeño - y que probablemente ella tampoco le habría conta· do cuando usted era niño. Quizás la mejúr fuente de información sean sus hermanos. Recuerde que cada cual percibe la familia según el Jugar que ocupa en ella y puede que el punto de vista de ellos sea sorprendentemente distinto al suyo. Incluya la información que ellos le den en este "retrato a piezas" de su padre.

La imagen que usted conserva de su padre Pídale a alguien que le haga las siguientes preguntas o grábeselas en una cinta. Hagn una pausa de aproximadamente un minuto entre cada pre· guntJ.

(: CI/ál es 1// primer recuerdo de IU. padre? Cierra los ojos }' .\"II/IIérgele en el recuerdo lo ,/rás que puedas. 1. Cuál es el primer silla que recuerdas haber vivido con lu padre? ¿ Cómo va vesti· do.~ ¿ Qué esrá haciendo.~ ¿ C6mo le sentías de pequenola al \'¡vir con fU padre? Aflora. permite que le vengan olros recuerdos. ¿ Qué tal te Ira· laba tu padre? ¿Cómo le regañaba? ¿Cómo te mostraba cari­ fío? ¿ Cuándo empe:.aste Q cuidar de tu padre? ¿Qué es lo qlu más fe gusfaba de fu padre? ¿ Qu¿ es lo que más te disgustaba de su padre? ¿ Cómo cuidabas de tu padre? Ahora, abre /05 ojos lellfamel1le. A continuación, dedique unos pocos minutos a observar: • Sus sensaciones físicas. ¿Se 3iente tenso, inquieto,' tranquilo, con náuseas" • Si tiene alguna reacción emociOmll fuerte. como tristeza. miedo. rabia. vergüenza. culpabili dad o cualq uier otro senti 'Tlienlo. • Sus deseos 'f anhelos. ¿Experimentó pena, desilusión, frustración. felicidad"

:..~.t~~::U""""".= ....... ~""7f.-p.;I._¡

Cada vez que haga cuulquiera de los ejercicios que vienen a continua­ ción. finalice conte:>tando a estas mismas preguntas. Si a usted le cuesta Visualizar '(lo cual a mucha gente le cuesta). con­ teste a las preguntas sobre su padre por escrito. Mientras esté escribiendo. fíjese bien en sus sensaciones. No escriba: "Papá estaba contento", sino escriba: "Estaba muy sonriente y me miraba y hablaba tranquilamente". Cuando escriba no se olvide de responder a las preguntas de recapitu­ lación . . 0, si no, busque todas las fotografías que pueda de su padre, coja las que más le llamen la atenci6n y mírelas. Dedique cierto tiempo a esta activi­ dad (de tres a cinco rr.inutos) y, seguidamente, escriba con espontaneidad durante diez minutos. Escriba cualquier cosa que se le pase por la mente, Repita esto con dístintas fotografías. pespués, relea lo que ha escrito y obser· ve cuáles son los temas que se plan lean (si es que hay alguno). Realice el ejercicio de recapi tulaciÓn.

Rasgos caracteriales ¿Cuáles eran los cinco mejores rasgos caracteriales de su padre? (Por ejemplo. era amable. bueno. generoso). Dé un ejemplo específico de cada uno de ellos. ¿Cuáles eran los cinco peores rasgos caracteriales de su padre? (Era mentiroso, no sabía perder). Ponga un ejemplo específico de cada uno de ellos.

Las reglas de la vida según su padre ¿Cuál era el decálogo de su padre? Piénselo tranquilamente y escnba­ lo. Intente recordar el contexto de cada Ulla de las reglas, es decír, cuándo recuerda ustf:U que le oyera hablar de dichas re~las por primera vez. En caso de que se tratara de los Díez MandamienLos, ¿qué les añadió su padre? Por ejemplo: "No cometerás adulterio -a menos que 10 hagas cón discre­ ción-", ¿,.Cuáles eran las regbs ocultas de su padre? Dichas reglas no se expre­ san verbalmente sino que son pautas de conducta. Por ejemplo, quizás su padre era el único que se podía peer sin ninguna vergtienza. No había nin· guna regla que lo estableciera, pero su familia era así. Un ejemplo menos 165

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• Cualquier nueva percepci6n o pensamiento relacionado con su padre y los secretos. ¿,Experimentó con respecto a su padre algo de 10 que jamás se había dado cuenta antes?

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burdo: su padre quizás ensalzaba la democracia y la igualdad de derechos. pero su conducta delataba que consideraba a ,SI,l mujer inferior a él. Él se sen­ taba en la mesa y ella le servía. Por la expresión de su madre. usted se daba cuenta de que ese servicio no lo hacia por propia voluntad.

Chistes y dichos favoritos Escriba una lista de Jos dichos preferidos de su padre. ¿Le revelan algo sobre él? ¿Se regía él por su contenido? Imagíneselo haciendo justo lo con­ u':lrio del dicho y observe si algo se resiente dentro de usted. Ese dicho podría ser una pantalla. Por ejemplo, Gary recuerda que su padre, de creencias reli­ gio~as autontarias. decía que Dios había creado el pene para introducirlo den­ tro de la vagina. por lo que los homosexuales y lesbianas desobedecían las leyes de la naturalelfJ.. Un día, cuando Gary tenía poco más de treinta anos. un amigo gay le invitó a ir con él a un bar gayo Él fue por curiosidad y cuál no sería su sorpresa cuando se encontrÓ con su padre dentro del local. ¿Recuerda algunas de Jos chistes favoritos de su padre? (Quizás sólo se acuerde de uno). ¿Encuentra que tienen algo en común? ¿Qué puede sig­ nificar eso? Por ejemplo. si su padre. católico y de raza blanca, siempre le contaba chistes de gente de color, de homosexuales o de judfas, eso no s610 le indica los prejuicios que tenfa sino que sentía inseguridad de su propio estatus sac! al o de su sexualidad.

Expectativas y decepciones secretas Es posible que su padre se dejara muchas cosas en el tintero, tales como su resentimiento secreto hacia sus propios padres o lo decepcionado que estaba de su esposa. Por debajo de dichas decepciones se encuentran sus expectati vas secretas. algunas de las cuales serían probablemente bastante irreales, Puede que su padre Ul.mbién se sienta interiormente decepcionado de su propia vida. Quizás considere que nunca ha llegado a vivir todo' lo que hubiera podido. Su amargura y cinismo pueden ser síntomas de dichas expec tati vas frus tradas. Muy pOCD. gente encuentra realmente su felicidad en la vida, y muy pocos hombres cumplen con los estrictos requisitos del éxito que impone nuestra sociedad. ¿Consideraba su padre que había tenido éxito? i,Ganó mucho dinero? ¿Alcanzó los objetivos que se puso a sr mismo'! ¿Qué sabe usted de sus sueños y deseos? ¿Consiguió triunfar como deportista, algo por lo que tanto' luchó? Por lo que se refiere a su matr.monio, ¿estaba contento y satisfecho con su esposa?

¿Se ha hecho usted cargo de las decepciones de su padre? ¿Es usted una prolongación de él? ¿Fue usted a la universidad porque él no tuvo la oportunidad de hacerlo? ¿Es usted doctor, abogado o ingeniero para cumplir con los deseos de su padre? ¿Cómo se ha ocupado usted de la tristeza y decepción de su padre? Piense en estas preguntas y escriba cualquier cosa que se le pase por la mente. Intente hacer un ejercicio de racimos asociativos con el tema "la decepción de mi padre", Los hijos saben cuáie." \(Jn los deseos inconscientes de sus padres e intentan satisfacérselos. Aunque su padre jamás le expresara conscientemen­ te lo que le decepcionuba, sin duda usted se dio cue1ta y puede que usted lleve toda la vida intentando VIvir la vida que él no pudo vivir, para compla­ cerle.

Trabajo y dinero ¿Qué opinaba su padre del trabajo y el dinero? Ponga especial atención a cualquier incongruencia entre lo que decía y lo que hacía. Puede que, por un Indo, su padre dijera que el trabajo y el dinero no eran más que un medio para alcanzar un fin pero que, en realidad, los valorara más que a la familia o a las relaciones, Escriba cuáles eran. según su padre. los criterios del éx.ito. ¿Cómo sabe usted que esos eran sus criterio.,? ¿Consideraba él mismo que había triunfa­ do? ¿Consideraba su propio podre que su hijo había triunfado? Quizás se comportaba como si hubiera encontrado el éxito pero usted sabe que, en rea­ lidad. estaba ocultando una sensación de fracaso. ¿Qué opinión le merecía el dinero a su padre? ¿Desatendía todo lo demás para ganar más dinero? ¿ Vivía por encima de sus posibilidades con tal de ofrecer una imagen de tener dinero? ¿Se sentía interiormente fracasado porque no ganaba mucho dinero? ¿Obligaba a su familia a sacrificarse mien­ tras que él se permitía comprarse equipos de deporte u otros juguetes (como. por ejemplo, coches caros)? i,Su padre se mataba trabajando por su familia o para que usted pudiera tener cosas bonitas?

Religión (moral) Puede que ya se haya o(;upaoü cie algunos de los principios morales de su padre. Piense en las siguientes preguntas. ¿Cuáles eran las creencias religio­ sas de su padre (si es que las tco(a)'? ¿Tenl¡J. una actitud mesurada. rígida o relajada con respecto a ellas? ¿Era su conducta una indicación de que sus "dioses" eran otras cosas tales como el dinero. el sexo o los deportes?

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¿Dedicaba la mayor parte de su tiempo a estas. cosas? ¿Se autodefinía como ateo o agnóstico? ¿Mantenía una posici6ndjien pensada 0, sencillamente, reaccionaba y se rebelaba contra su educación religiosa rígida y quizás hipó­ crita? En rasgos generales, ¿era un creyente o no creyente sincero?

Sexualidad La sexualidad no es algo que se tenga, sino que es algo que se es. Su padre ejerció una infiuencia sexual sobre usted, para bien o para mal. Sus primeras creencias, actitudes y sentimientos con respecto al sexo provienen de uno o de ambos progenitores. Ellos tenían que aportarle un modelo de sexualidad sana. Debían hacerle saber que su sexualidad es hermosa, maravillosa y, finalmente, misteriosa y sagrada. Asimismo, tenían que enseñarle unos lími· tes correctos.y un pudor apropiado en tomo a la sexualidad. Para mucha gente, et sexo es un tema repleto de oscuros secretos. Utilice el tiempo que necesite para responder a las siguientes preguntas y no se olvide de hacer el ejercício de recapitulación. ¿Qué aprendió sobre el sexo con su padre? ¡,Considera usted que su padre IUVO una vida sexual gratíficante con su madre? ¿Cómo lo sabe usted? ¿,Qué tipo de lenguaje se utiliznha para hilblar del sexo') ¿Tenía su pudre bien delimitada su privacidad en tomo 3l sexo? <"Considera usted que su padre k ha valorado y respetaJo su sexualidad? ¿Tuvo su padre aventuras amorosas') i,Cómo lo sabe: ¿Cree usted que su padre tenía algún problema :,cxual'! ",Cómo lo sabe'? ¿Se sentía usted incómodo con respeclo ni sexo en presen­ cia de su padre? .¿Por qué? ¿Le aponó su padre. de alguna manera. algun modelo de falta de respetO hacia su madre? Responda con precisión. ¿Era su padre sobreprotector con su madre de lal forma que eso le pennitía sentirse superior a ella? Por ejemplo, ¿)a engatusaba con muchos dulces y, así, con­ tribuía a que fuera obesa? ¿Constituía esto una manera de evitar tener rela· ciones íntimas con ella? ¿Fomentaba acaso las enfermedades psicosomáticas de su madre para. de esa forma, mantenerla dependiente de él? ¿.Constituía su actitud sobreprotectora una forma de decir: "el sexo femenino es débil y frágil", de tal manera que así ocultaba su necesidad secreta de sentir que él g;-~ era el fuene. el que lo controlaba todo, y podía compen!"ar su frágil masculi­ ~':.!1 nidad?

Amistades

¿qué le indica eso con resp~cto a él? ¿Intentó su padre hacer de usted su mejor amigo/a? ¿Qué le parece eso"

Aficiones y diversiones Escriba cínco aficiones o cO\Ó!S que su padre hacía como diversión. ¿Disfrutaba de la vida? ¿Se sentía llsted desatendido porque él estaba ocu­ pado con sus aficiones y otras actividades? ¿No tenía aficiones?

Racimos asociativos Escriba sobre su padre sirviéndose de los racimos asociativos. Escoja un aspecto de su vidn como, por ejemplo, su "negación". Escriba la palabra negación en el centro de una hoja y rodéelo con un círculo. Dicho círculo va a ser el centro de una rueda con el que usted va a ir asociando cosas. Permita que surjan las asociaciones - como, por ejemplo, "la mentira" - y siga aña­ diendo cosas. Lo que ~e me pasa por la mente es "promesas incumplidas" y, segui­ damente, "engañaba a mi madre" y. después, "se negaba a ver que era un bebedor" y, finalmente, la sensación de ser craicionado.

Dacia que necesitaba baber

Se negaba a ver que era un bebedor'

Lo encontraron en un motel con una mUjar

En~a"aba

mi madre

a

Promesas !!!cumplidas

.

Nunca manlUVO a ningun nino

J'Y.~~l

~ Escriba el nombre de. cinco amistades de su padre·, ¿Tienen algo en común 'i:~ ladas

estas personas? En' caso de qLe su padre no tu viera amigos íntimos, 169

r::-T··..:·~-=t~~::.~--:~

Me siento muy afectado cuando me acuerdo de aquella vez en que mi padre me prometió jugar al golf conmigo y. ~n cambio, me dejó plantado y decepcionado enfrente de su oficina. Me puse a llorar tan fuerte en el auto" bús que hasta el conductor se paró par<\ ver qué pasaba y todo el mundo se me quedó mirando. ¡Me sentí tan dolido' ¡Mi padre era un mentiroso!

El mejor día con su padre Si \ ll) la pelkul:J ein' S¡ick('J'.I'. pr()bahl~nk'nle recuerde hI L'~<.:en~l en que Bdi Y erystal. Dan ¡el Stern y Bruno Kerby van charlando en e I coche y cada lino describe el día que mejor se lo pasaron con su padre y, después, el dí;) peor. Eso es un buen eje¡:cicio para hacer con un par de buenos amigos. o de personas de apoyo, o con su cónyuge, o con cualquier persona que le qUIera escuchar seriamence. En primer lugar, cada uno de ustedes escribe cómo fue el mejor día con su padre. También se puede hacer sín escribir pero encuentro que, al escribir, se intensifica la experiencía. Seguidamente, se van leyendo por ¡Urnas, en voz alta. las escenas de cada cual. Después de cada lectura, cada persona le pide a las otras que le comenten sus sensaciones. Si usted es el que escucha, ponga mucha atenci6n a sus propias sensa· ciones mientras la otra persona está leyendo lo que ha escrito sobre el mejor día. Cuando acabe. coméntele qué sensaciones ha tenido mientras leía. Después lea usted. Cuando los dos hayan acabado, comenten este intercam­ bio de sensaciones. Con frecuencia esto es una fama de contactar uno con sus propios sentimientos. En especial si lo hace con un grupo. puede quedar sorprendido de que ellos le comenten que han tenido una sensación que usted te nín olvidada.

El peor día con su padre Si Il.ited sabe ql¡e fue víctima del incesto, de mafos tratos o de una élgresiól1 emocional, por favor, no haga esle ejercicio, ya que corre el peligro de \'olverse a sentir domir.ado por los sentimientos de desesperación e indefensión que le inundaron durante la infancia. Existen grupos de apoyo de \'Íctimas del incesto y de otras formas de abusos con los que puede hacer este lipa de lrabajo en un enlomo más seguro, Dicho grupo debe estar diri­ gido por un terapeuta preparado que pueda encargarse de usted en caso de que entre en una regresión. Si se hace con alguien que jamás ha presenciado una regresión a otra edad. se puede asustar mucho. Si usted ha sido v(ctima de las agresiones graves que acabo de mencíonar, no haga este ejercicio sin el apoyo de alguien experimentado. [?I'(/\'C!

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Describa por escrito la escena que corresponde a lo que usted consi­ dera su peor día con su padre. Acuérdese de detallar sus sensaciones. ¿Qué es lo que vio? ("Vi a mi padre que venía tambaleándose por la acera". "Entr6 en mi habilación. Llevaba una copa en la mano izquierda y la derecha le tem­ blaba"). En su grupo, o con su compañero, lean las escenas por tumos y com­ panan desrués las sensacionc, que han tenido al escucharse mutuamente. ASI illlsmo. p lart lécsc 1;1., si gu ientes preguntas: ¿qué decisiones cree llstGd que lomó a raíz de dichu ex.periencia? ¿Es esa decisión la causa de algún parrón de comportamiento actual en ~u vida? Esa decisión fue la mejor que usted pudo tomar en oquel momento. pero ahora la puede cambiar. Si, al empezar a hacer este ejercicio, siente miedo o ~mpieza a tener algún tipo de síntoma físico. pare inmedíatamente y coméntele su rcaccí6n a un terapeutu profesional porque puede que haya contactado con algún aspec­ to de su vida que está manteniendo reprimido. En el capítulo 9 trataré con más detalle sobre los recuerdos reprimidos.

Confirmación de sus sensaciones Después de leer una e$cena, es importante que el grupo o compañero se la valide porque, de pequeños. casi nunca se nos confinnaron nuestros sentimientos. Cuando sentíamos rabia, en vez de que alguien nos dijera "Veo que tie­ nes rabia", se nos decía: "No me vuelvas a dirigir la palabra", De esta fonna. se nos invalida6a la rabia y puede que lo mismo nos sucediera con la triste­ za, miedo e incluso con nuestra alegría si la expresábamos con demasiada ex.uberancia. Nos podemos ayudar mutuamente a conectar con nuestra pro­ pia experiencia si le comentamos a la persona lo que vemoS y ofmos cuandó nos leen su escena. (Por ejemplo, usted puede decirle: "Se te nota la tristeza. Has hablado en un tono más agudo y te ha fallado la voz, tienes lágrimas en los ojos y te tiemblan los labios"). Si nuestrOs padres no podían pennitir que sintiéramos lo que estába· mas experimentando es porque estaban ocultando un secreto, porque su voz interior no les autorizaba muchos tipos de sentimientos. Sus propios padres no habían sabido permitirles sentir rabia, miedo, tristeza, anhelo o alegría y, cuando nosotros sentimos '81go. les agitamos sus sentimientos. Dado que. su discurso interior les dicta cosas como: "Sentir es de débiles", o "Los hom­ bres no lloran", o "A la mujer decente no le apetece el sexo", rechazan sus propios sentimientos y proyectan sus prohibiciones sobre nosotros. Ese dis­ curso interior que dice que: no está bien enfadarse, estar triste, contento o 171

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tener miedo fue una vez la voz de los padres. El] psicologfa dicho proceso se denominu·introyección del discurso de los padres. La introyección es, lite­ ralmente, una grabación ::le la voz del padre O la madre en nuestro sistema nervioso. También tenemos grabados los buenos consejos de nuestros padres y Jos podemos escuchar cuando es necesario. Según como se les avergonza­ ra o prohibiera sentir a ellos, asf será la falta de integración que tengan. Las partes anuladas y desintegradas de los padres son las que más se introyectull en el niño.' Los sentimientos que su padre le prohibió constituyen una clave de cuáles eran sus secretos ocuilos. Sí ei padre no pennite que su hijo llore (especialmente si se trata de un varón) es porque oculta algún secreto. Él necesila llorar pero detesta dicha necesidad. Un padre que ridicu¡izn ¡¡ su hijo cuando tiene miedo es porque él está escondiendo su propio miedo.

porcionan la energía para explorar, expandim0s y crecer; y la alegría nos per­ mite celebrar, de forma esp0ntánea, que se satisfacen nuestras necesidades. Cuando nuestrOS sentimientos funcionan correc ta:nen ,e, nosotros funciona­ mos como debe funcionar un ser humano pero, ¡;uando la introyección nos reprime los sentimientos, nos bloqueamos y nos volvemos disfuncionales. La represión de los sentimientos es tanco una manera de ocultar secretos corno lo es el encubrir hechos y conductas. El padre, al criticar nuestros sentimientos, nos está transmitiendo la vergüenza secreta que le producen los suyos propios. Su secreto oculto es peligroso porque nos hace disfuncionales. La anulación de nuestras emocio­ nes es la condici6n perfecta para desarrollar adicciones. Los que Son incapa­ ces de sentir, o que quieren anular sus sentimientos, se sirven de alguna adic­ ción para allerar su estado de ánimo.

Sentimientos incontrolados

Las adicciones de su padre

Si el padre es incapaz de contener sus sentimientos puede que también oculte algún secreto, Puede gue su padre, al expresar su rabia de manera completamente inadecuada, le haya intimidado tanto que usted haya repri­ mido la suya propia. Pero lo que usted no sabía es que esa rabia de su padre quizás ocultaba sentimientos de miedo e impotencia. Los sentimientos incontrolados, al igual que los reprimidos, pueden constituir señales ambiguas. Averigüe cuáles son los sentimientos contrarías que se están ocultando. Es posible que su madre le haya dado una interpretación y le haya intentado racionalízar los sentimientos de su p:J.dre, y que le dijera cosas como; "Papá te quiere de verdad, lo' que pasa es que está preocupado por la oticina". Ese tipo de comentario hace que el niño se sienta confundido y que se adjudique la culpa. En vez de comprender qu~ Papá no tiene control de sus sentimiento~, el niño considera que, de alguna manera, es culpa suya. . La confirmación de los sentimientos es todo un correctivo de la ver­ güenza que la mayoría de nosotros sentimos cuando éramos niños.

Si su padre tenía alguna adicción, usted ya ha podido contemplar los signos externos de cómo ocultaba determinados sentimientos. Las adicciones son fonnas de esconder sentimientos y pueden estar relacionadas con un deseo de cambiar los sentimientos que se tienen, como sucede en los casos del uso del alcohol y la cocaína. o pueden deberse a no querer sentir ciertos sentimientos. como es el caso de la ludopatfa, el trabajo compulsivo o el sexo. En dichas formas de adicción, la actividad constituye una evasión. Si su padre era adicto a algo, probablemente su secreto oculto era inconsciente. El mecanismo de represión d~ los sentimientos empieza a una edad temprana. Es más que probable que su padre reprimiera sus sentimien­ tos de vulnerabilidad, porque los hombres tienen más tabúes que las mujeres con respecto a este tema.

Represión de los sentimientos en forma de secreto oculto Yo considero que la represión de los sentimientos constituye un secre­ to oculto. Nuestros sentimientos forman parte de nuestro potencial natural. La rabia es nuestra fuerza; el miedo es un discernimiento prudente del peli­ gro; la tristeza es la energía que tenemos para podemos despedir de las cosas; el pudor delimita y protege nuestro espacio; la curiosidad y el deseo nos pro­

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Adjudicarse los sentimientos del padre Cuando su padre se expresaba sin ser consciente de sus sentimientos, usted se sentía confundido. Usted puede haber sentido que era un incon­ gruente porque le pegaba pero le decía que lo hacía porque le quena. Esto le puede haber hecho creer que usted estaba loco. La crueldad con que le castigaba y humillaba con deliberada impasi­ bilidad no era más que un disfraz de la rabia que él mantenfa reprimida por c6mo fue humillado durante su infancia. Usted era incapaz.de comprender qué habfa hecho malo porqué eso era algo tan malo, y la Yerdad es que lo que usted hizo no era tan malo, pero a su padre le recordó conductas suyas 173

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s¡mj lares de su propia infancia por las que le avergonzaron con severidad. Dado que era un niño desesperanzado at que le habían anulado la rabia, su sistema de autodefensa, con amenazas de más vergüenza y humillación, él no tuvo ninguna forma de expresar su rabia por lo que le habfan hecho y, ahora, usted es el receptor de toda esa cólera que ha estado supuran do en secreto durante lodos eslos años. Tal y como escribe Jane Middelton Moz: "Son tan fuenes los tabú es q uc se tienen respecto a sentir y expresar la rabia que incluso resul ta dí fícil Idel1tificarla cuando la tenemos". Es posible que, una vez que su padre le traspasara su rabia secreta, usted la reprimiera tan profundamente que per­ diera contacto con ella y. ahora, usted ya no sabe cuándo la siente porque ha desarrollado todo un abanico de formas alternativas de expresarla: enferme­ dade~. dolores de espalda, dolores de cabeza, pasi vidad, apatía, critica inte. Iectual, conducta pasi va/agresi va perniciosa, o descargando esa rabia contra sus propios hij os, La transmisión de la rabia de una generación a otra cons. tituye uno de los secretos más profundos de la educación infantil de los sis­ temas patriarcales/matriarcales, Los niños son los que reciben y almacenan las c:mociones que sus padres no han podido expresar. Una buena manera de
Diálvgo: el peor miedo de su padre

(Orra pausa de cinco minutos). Ahora, hazle cualquier otra pre· gunta que le quieras hacer. (Pausa), Ahora, imagínate que /Il padre se va y tú te preguntas: "¿Qué es lo que mUlca hubiere¡ hecho mi padre?" Deja libre tu imagina­ cióll hasta que haya (lIgo que le produzca la sensad6n imema de que ésa es la respuesta correcta. Anora, pregúntate: "¿Qué lipo de vida era impensahle para mi padre?" Deja libre tu ima­ ginación. Cuando hayas acabado, abre los ojos.

Acuérdese de hacer el ejercicio de recapitulaci6n, Lo que más tema su padre, la(s) cosa(s) de las que tenga que estar seguro, lo que él jamás h aria, estilos de vida que son impensables para él... todo esto son maneras de ver sus miedos ocultos, los cuales se los ha pasado a usted.

Profundizar en la sombra del padre Carl lung milizó el término la sombra para describir el conjunto de elementos de no~otros mismos que reprimimos y rechazamos. La sombra es la parte Ul: nosotros que al berga nuestros secretm. los cuajes nos suelen dar tanto miedo que nos pasamos al ~xtremo contrario para taparlos. La persona q~e tiene una profunda sensación de vergüenza puede intentar compensarla mediante un esfuerzo constante por ser perfecta o por hacer s610 aquellas cosas que domina, sin jamás arriesgarse a fracasar.

Pldole a alguien que le lea el siguiente texto 0, si no. grábeselo en L/Jla címa. Esre diálogo lo puede hacer aunque su padre ya haya fallecido o aunque lleve años sin verlo.

Enemigos

Cierra los ojos e imL1gínate que IU padre está sentado enjl-erue de ti. Si aú" vive, ponle la edad que tiene actualmente. Si ya falleció, ponle la edad que lenía al morir. Imagínate que ha renido a verte porque quiere reparar el dalio que te han hecho SI/S secreTOS. No le q/leda mucho tiempo de .'ida y quiere res­ ponder (/ cualquier pregullta que le quieras hacer. PregtÍlIf(lle: "(:A qué rienes más miedo?" Deja que sea realmef1te la imagen de III padre 1(1 qlle te (:alltel'/(', No iJIf~'I"('S con/miar lo (jIU' t(, dice, Perllli/e 'lile su re.l'pue.\·/(/ se(/ lo JIlás espontánea posilJle. I Des!! IIIIOS .:-incn miJlutos paro eSC/lc}¡or Sil respueS((l). Ahora. /!rl'glíl/{ale ({ Ut fladre: "¿ De qlle debes eslal' .'ie,~lIro?" /J('I'JIIife, de "11/(('1'0. que {a illlagen de ({( padre le responda (1 la pregunta.

Haga una lista de toda la gente o tipos de personas que su padre odia­ ba. Seguidamente, ponga un asterisco a las que odiaba apasionadamente. Cuanta más energía dedicara a criticarlas, más importantes eran para él. rmagínese que todo~ esos enemigos representan partes del yo de su padre que él no querla ver, partes de sí mismo que él rechazaba. Puede que criticara duramente a los homosexuales, ¿Es posible que temiera esa parte de sí mismo que es afeminada () vulnerable? ¿Tenía miedo a su propia masculi­ nidad? Las person!ls q lit: siCllten que t ¡enen grandes defectos o fallos se sue· len apuntar él sectas, cultos o rígidas comun idades religiosas que les garnnti· zan con lada segurídnd que, con ello.~, se han salvado, lo cual les da una sen saci6n de rectitud. El perfcccionismo y la rectitud se convierten en Llna ohsesión y en una forma de vida cambia el carácter. El sujeto pier-

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de de vista su calidad humana y aquella parte de su yo que es frágil e imper­ fecta se transforma en su sombra. ,. "

No hace falta que su padre fuera un soldado para presenta! señales de PTSD, El abandono. el desentendimiento y las agresiones físicas, emociona­ les, intelecluales y sexuales pueden ser tan traumatizantes para un niño como lo es estar en primera línea de fuego. En un estudio publicado en el peliódico The New York Times en junio de 1990, el National Center for ¡he Study of Post·Traumatic Stress Disorder llegó a la conclusión de que basta con una experiencia catastrófica, en la que el sujeto se siente impotente. para que se altere, de forma permanente, su bio­ química cerebral. ¿Cómo es eso posible? Una experiencia de este tipo esta· blece un tipo de aprendizaje indeleble. Durante una experiencia traumática se produce una tremenda segregación de adrenalina, una hormona que aler­ la al cerebro de ]8. existencia de una 'amenaza. Asimismo, se incrementa la cantidad de endorfina, una hormona que atenúa el dolor y que ayuda al cere­ bro a recordar, En las céll'las se imprime el siguiente mensaje: "Esta situa­ ción pone en peligro mi \'ida. Jamás la olvides", De esta fama, el cerebro se prepara para que no 10 vuelvan a coger desprevenido. Es como si un bot6n de ¡¡larma, diseñado ~óJo para breves períodos de crisis, se quedara <'.tascado y conectado permanentenlente. El resultado es un estado constante de alerta máxima o hipervigilancia que puede desencadenar ataques de pánico o ansie­ dad, irritabilidad, fobias e jnsoml1io, Cuando el trauma se hace crónico, aparecen síntomas de evitación: falta de motivación. retraimiel1to, disociación, amnesia, aislanúento y depre­ sión. En casos extremos, la víclimll puede permanecer en un estado de "desesperación" o de "callejón sjn salida",

Abarcar los opuestos ¿Qué características negaría su padre con insistencia si uSled se las atribuyera? ¿Cuáles son las cinco características con las que usted lo descri­ bió anterionnente? Ahora imagínese que él es Justo lo contrario de esas cinco descripcion~s. Haga como si usted fuera un abogadJ que plantea que él es justo lo contrario de cómo lo ve todo el mundo. ¿De qué cosas no pudo usted nunCi1 hablar con su padre? ¿Cómo sabía USled que no se podía hablar de esas cosas? Anote todos los componentes de la sombra de su padre.

LA HERIDA DE SU PADRE ¿Qué sabe u~ted de fa infancia que (UVa su padre? Por ejemplo. ¿fuc­ ron rígidos sus padres con él o le mimaron? ¿Alguno de los dos le abando­ nó? ¿Se desentendieron de él? ¿Abusaron de él física, sexual o emocional­ mente') ¿Lo traumatizaron de alguna otra manera? Los traumas. ya sean debidos a los abusos o al abandono, desentendimiento. enfermedad. desastre O accidente. tiene unas fonísimas consecuencias que. lentamente, estamos llegando a comprender.

El trastorno postraumático

Kindling

En parte, nuestra nueva comprensión de los efectos de los traumas se debe al trabajo realizado con soldados que regresan de la guerra. A muchos de ellos se les ha diagnosticado un cuadro denominado trastorno poscraumático (PTSD). Se considera que el PTSD consiste en un conjunto de síntomas cla­ ramente definidos producido por la incapacidad de integrar plenamente el horrible trauma de la guerra. Para poder sobrevivir, los soldados se ven obli· gados a estar alerta ante cualquier posible amenaza. Necesitan disponer de. lada su energía y atenci6n vitales para evítar que los maten. Les es imposible pararse a lamentarse de la violencia y del horror que están presenciando. Al regresar a casa, se llevan consigo ese trauma no resuelto y ese sufrimienlo congelado. Más adelante. su trastorno postraumático se mani­ fiesta en s.íntomas como una necesidad obsesiva de controlarlo todo, pesadi­ llas. regresiones, hipervigilancia asf y un sobresalto constante, además de otros síntomas de recuerdos traumáticos.

El síntoma más frecuente del PTSD se denomina kindling, un fenóme· no por el cual aquellos pequeños hechos que para una persona noma! no tie­ nen mayor trascendencia desencadenan una reacción repentina y explosiva característica de "tener los nervios deshechos", Usted se dejó un paún en el pasillo, o puso la radio demasiado fuerte o dio un golpecillo al coche de su padre con su bicicleta -aparentemente hechos sin mayor importancia- y su padre tuvo una explosión de cólera. Es como si su padre fuera incapaz de rela­ jarse, como si estuviera siempre con los nerVios a flor de piel o en un estado de sobreexcitación. En gU libro POSI-Traumatic Stress Disorder, Raymond B. Flannery, Jr. establece que "para el sujeto presa del kindling, tanto los acon· tecimientos positivos como los negativos de la vida pueden producir unos pequeños incrementos de norepinefrina que desencadenan esos desagradables estados de sobreexcitación y alerta". Esto quiere decir que si su padre padece 177

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PTSO. suceda lo que suceda. siempre que sea ªIgo que le allere. se pondrá de mal humor. Cosas como discusiones. el tráfico o largas colas en el supermer­ cado producen reacciones de hípervigilancia. y lo mismo sucede con situa­ ciones agradables con mucha energía. como las fiestas, las visitas, los acon­ tecimientos deporti vos y las pelfculas tristes o dramáticas. Según F1annery. también es frecuente que este tipo de individuos modere su estado de excitación crónica evitando al máximo ver a gente e ir a lugares. En su libro dIce: "Esto puede incluir adoptar soluciones como con­ ducir en horas que no sean punta. ir al supennercado bien tarde cuando la mayoría de la gente ya se ha marchado. o irse de vacaciones en otoño él pla­ yas solitarias cuando la mayoría de, la gente ya ha regresado al trubajo". S i usted observa en su padre varias de estas conductas si ntomáticas existe la posibilidad de que haya sido traumatizado durante su infancia o adolescencia. También puede qu~ sea un veterano de guerra, Puede que su pad re no fuera el tipo raro, preocupado. ami socia! y taci tumo gue usted veía en él, sino una víccima de algún abuso durante su infancia o de terribles expe­ riencias durante la guerra.

Las adicciones y el PTSD También es posible que la raíz de la adicción de su padre se encuentre en el PTSD. Después de una crisis traumática. la víctima experim~nta una reducción honnonal que conlleva síntomas como inquietud, agitación, tem­ blores menores y otros síntomas semejantes a los de la gripe. Dicha reduc­ ción honnonal tiene lugar después de cada episodio de kindling. Paradóji­ camente, la víctima se suel.e asustar cuando se produce dicha alteración, lo cual se traduce en otra incremento hotmonal que Gcsencadena otro t:pisodio de kí'ndling. De esta forma, se establece un círculo vicioso. La e:-tralegia más corriente es automedicarse, lo cual se traduce en algón tipo de adicción. La adicción al sexo. comer compulsivamente, la automutilación, el consumo de cocaína y alcohol. asf. como conducir a gran velocidad producen una segregación de endorfina de corta duración pero ¡¡lw intensidad. Dado que el alivio 5610 dura un corto período de tiempo. el suje­ to se ve en la necesidad de repetir esa conducta una y otra vez. Puede que esta explicación algo largu de los síntomas y de In cO'lduc­ la del PTSD no sea aplicable al caso de su padre, pero el hecho de que lo~ abusos de menores constituyen una práctica corriente en un sistema patriar­ caVmatriarcal me sugiere que algunas de las conductas de nuestros padres pueden estar enraizadas en dicho secreto. Espero que mis hijos lean esto por­ que gran parte de mi comportamiento como padre se basó en el PTSD:

DESCUBRIR EL CONOCIMIENTO INCONSCIENTE Casi siempre sabemos más acerca de nU~stros padres de lo que nos permiti­ mos saber. Los tres ejercicios siguientes e~tán diseñados para permitir que emerja a la conciencia dicho conocimiento.

Dibujar la casa Haga un dibujo de la primera

CU5a

en la que usted recuerde haber vivido con

su padre. Dibuje un plano con todas las habitaciones tal y como usted las

recuerde. Visualice lodos los detalles de cada habitación. Seguidamente, localice el lugar que su padre solía ocupar. Imagínese que usted ~ntra en dicha habitación y que ve ü su padre escondiendo algo. Pregúntele lo que está escondiendo. Entonces. vea cómo él le enseña algo que es la explicación de su secreto.

Carta del padre Imagínese que usted recibe unu carta de su padre en la que le pide que le per­ done y le dice cuánto le quiere. Usted va·leyendo hasta que llega a una frase que dice: "Ahora te quiero contar mis secretOs más profundos ..." Usted debe escribir el final de la carta. Escflbalo con decisión y sin vacilar. Recuerde que, inconscientemente, usted ya conoce todos esos secretos.

Diálogo con el inconsciente Grábese el siguiente ejercicio o pídaJe a alguien que se lo lea: Cierra los ojos y dedíca UlIOS cinco minutos a relajarte. Fíjate en {o respiración .. Simplemente observa cómo el aire va en¡ rall­ do y va saliendo. Relaja los músculos... Al inspirar di: "Estoy", y al expirar di: "en calma ". Ahora. imagínate que ves una pan­ talla grande en la 'lile hay dos personas que están muy enfras­ cadas en una profunda conversación. A medida que la cámara de tu visión interior .1'(' va enfocando en esta pareja, empiezas a darte cuenta de que esas dos personas son tú mismo/a. Eres tú, conv~rsando contigo mismo/a. La persona que haya la derecha es tu parte conscie/;fe. Pásate un minuto mirándola hasta que realmente veas la imagen de ti mismo/a. Entonces mira a tu otro yo. Esta otra parte dI:: ti es tu inconscierlfe, que sabe muchfsimo

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2. ¿Qué relación existe entre los problemas de su padre y los aconteci. mientos que aparecen en el genograma de tres generaciones? ¿Se dan casos semejanl<::S en otras áreas Jt su historia familiar?

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3, ¿Cómo era el ambiente emocional de la familia cuando nació su padre?

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Espera un par de minutos y permile realmente que IU yo ¡/leOIlS­ cieme

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4. ¿Qué cuestione.., surgen a causa del lugar que ocupa su padre en su familia? ¿Qué relación exisle en tre dichas cuestiones y las de otras personas importantes de la familia que ocupan el mismo Jugar?

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Ahora escriba lodo lo que le ha aportado el presenciar este diálogo entre su yo consciente y el yo inconsciente,

Para ilustrar cada una de estas cuestiones me valdré de nuevo de los genogramas de la familia Jeder, porque prefiero utilizar deliberadamente un ejempjo gue es muy directo y evidente. Sepa que el caso de su propia fami­ lia puede resultar más complejo.

Algunas preguntas finales ¿,En qué se parece usted a su padre? ¿Cuáles son sus propios secretos ocultos? ¿Encuentra que hay alguna conexión? ¿En qué se diferencia usted de su padre? ¿Está usted seguro de que es realmente diferente? Quizás sea usted su opuesto. Él era débil e indulgente consigo mismo mientras que usted es fuene y se controla con rigor. Está bien ser justo lo contrario si es lo que realmenle uno escoge, si usted de verdad quiere ser asf. Pero sí usted Jebe ser lo contrario para asegurarse de que es distinto de su padre, entonce's no se trata de una auténtica elección propia, y usted no es libre, Este ejercicio es tanto para los hijos varones como para las hembras. Al principio de este cap/'tulo vimos que la hijói de Richard estaba dominada por su miedo secreto a ser fea y acabó siendo una intelectual inadaptada, igual que su padre. La mujer puede encarnar los rasgos caracteriales de su padre igual que un hombre. . Ahora ya está \lst~d preparado para dibujar el diagrama de Su padre.

ELABORACIÓN DEL DIAGRAMA DEL PADRE Comience el genograma de su padre anotando los datos básicos de su vida, Seguidamente trabaje con las preguntas que le indiqué en el capítulo 5: l. ¿Cuáles eran/son los principales problemas de su padre? (',Qué sín. tomas presentaba?

1. Principales problemas

(Síntomas) Shane, el padre de James Jeder, fue un alcohólico y un mujeriego. Estudió hasta acabar el b8chillerato y, de pequeño, padeció asma. Tuvo un ataque de corazón grave a los cuarenta y tres años, después del cual continuó fumando y bebiendo, Cambió muchas veces de trabajo hasta que, finalmen­ te, se estableció en la Unio.n Pacífic Raílroad. en la que estuvo trabajando hasta que se jubiló a los sesenta años. TJ:'es años más tarde, falleció de un ata. que de corazón comQ consecuencia de un enfisema grave producido por su tabaquismo y alcoholismo.

2. Cada problema en su contexto Este primer genograma infonna sobre algunos acontecimientos que penniten contemplar los problemas de Shane desde el contexto más amplio de Jas fn mi lias respec ti vas de sus padres en ! 920. el afio de su nacimie nto (Ver tabIa 7- J ), Shane n
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3. El entorno emocional en el momento de nacer

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Al Hnalizar el entorno emocional de la familia en el momento en que nació su padre, puede llegar Zl comprender ciertos factores que le han pre. ti 1.\plIc,<;ln ;1 us(ed ,1 de~:lIT()I1 :11' e,:ienos sín tomas en u n período de estrés par. licularmcnlc ilgUc!O de la v:da ¡'amiliar. También puede ver claramente qué factores le predisponen a ocu llar cienos secreto~ ylo a reproducirlos. Sheila. la madre de Shnnt: Jcdcr, sufrió un grave trauma' a los cinco aiios al ver a su madre q UClllarsc vi va (Ver tabla 7-2). A los diecisiete, su marido se electrocutó en un accidenle de trabajo. A esa edad ya era alcoh6­ lica. Sheila padece un trastorno postraumático. Todos estos factores la pre­ disponen con fuerza a hacer de Shane el principal objeto de su proye~ci6n. Durante la infancia de Shane. su madre se enganch6 de él y estableció una dependencia grave. Lo llamaba "mi hombrecito" y le decía cosas como: "Ninguna mujer te querrá jamás como yo". Estableció un romance con él y Jo trataba como un sustituto del marido. Dada la falta de límites de su sexua­ lidad, hizo éon su hijo un incesto emocional. A la luz de todos estos faclores ---que su abuelo 10 abandonara, que su padre lo rechazara lotalmente y lo utilizara como chivo expiatorio, que su madre hiciera con él un abuso sexual emocional al utilizarlo para compensar su tristeza y vacío no resueltos- podemos Suponer, de forma razonable, que Shane será propenso a padecer graves problemas con los compromisos y un ansia por apegarse inmediatamente. Además, también podemos predecir que tendrá una predisposición a la adicción al sexo.

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4. Cuestiones relacionadas con el lugar que se ocupa

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en la familia Al elaborar el genograma de su padre, preste atención a aquella O aquellas personas por cuyos secretos puede tener una predisposición a apeo garse, en base al lugar que él ocupe en la familia. Estudie los casos de des­ las generaciones de su famil;a. El coro con.exión emocional que se repitan tar con alguien indica que hay una intensidad emocional no resuelta, que hay sentimientos o resentimientos secretos que jamás se han resuelto. Los dos abuelos maternos de Shane fueron hijos únicos, y tanto su madre como su padre ocupan el lugar de hijo único. Según el libro Family Constellation de Walter Toman, una hija única desarrolla una personalidad egocéntrica y de niña mimada en sus relaciones con Jos hombres. Según Shane, su madre era extravagante y exigente. A veces la calificaba de fiera y puta histérica. También gastaba dinero compuJ· sivamente y tenía graves problemas para establecer límites. Sheila se lo pennitía todo a Shane, por lo que él, de mayor, esperaba que todo el mundo .fuera indulgente con él. en especial las mujeres. Los hijos únicos varones necesitan ser el centro de atención. Al igual que John, el padre de Shane, suelen ser personas con mucho éxito. Sin embargo, .Shane se pasó al otro extremo, aunque era bastante narcisista cuando estaba bebido. En realidad Shane ocupa el lugar de segundo hijo. dado que Sheila tuvo otro antes que nació muerto. Por lo tanto estaba vínculado a la tristeza no resuelta de su madre por haber perdido a su primer hijo, \0 cual lo pre­ dispuso para adjudicarse el sufrimiento de su madre. El mensaje secreto que Shane recibió fue: "Te toca hacerme feliz, compensarme por la pérdida de mi hijo". Conscientemente, esto él no Jo sabía, pero los hijos se apegan a las necesidades inconscientes de sus padres. El único otro hijo de la familia que ocupe el segundo lugar e~ Maureen, y la información que se tiene de ella es demasiado reducida como para hacer comparaciones. Lo que sí está claro es que. en la familia de Shane, las relaciones están interrumpidas. son c()nfl¡~liva~ o están entrclazadns. Él las reproducirá y las repetirá a lo largo de su, vii.Ja.

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avergonzado de su hijo y esconde el hecho de.su paternidad. Su madre no es en absoluto consciente de su tristeza no resuelta ni de su herida narc isista, y se sirve del alcohol, el sexo y el gastar dínero para disfrazar su dolor. Es chi· llana y extravagante. y oculta su vulnerabilidad y profundo trauma con in afectacíón. Las desconexiones emocionales que hay.en esta familia tapan una tremenda cantidad de r;¡bia y resentimiento reprimidos. Shane no tiene posibilidad de saber le que le está sucediendo, de conocer el oscuro secreto de Su infar.cia. de Ljue le están "utilizando". yeso es para volverse loco. James estaba convencido de que el mayor secreto de su padre era su \ergüenl.a profundamente arraigada. En una ocasión Shane le comentó a James que se sentía basrante incapaz como hombre. El hecho de que su padre lo abandonara y de que él se apegara a su madre alcohólica le indujeron defi· nitivamente a ser alr.ohÓJico. y le incapacitaron para tener una relación íntima adecuada con su mujer Heather y para ser un buen padre de James y Janice. Tanto Janice como James consideraban que Shane. les había abando­ nado completamente durante la infancia. Apenas estaba en casa y, cuando eSI;ll"lJ. se comportaba más como un niño que como un padre. El mejor recuerdo que James tiene de Shane es cuando tenía ocho años y vivían en McAllen. Tex.as. Heather se había tenido que marchar durante un día porque su padre estaba enfermo. Shane se llevó a Janice y a James a pasar la tarde al cine, y vieron tres películ as. James sólo recuerda una ocasión en la que Shane le regañara. Había desobedecido descaradamente a su madre y la había replicado con insolen· cia. Ella se lo contó a Shane y le insistió que le regañara. Shane se llevó a James a su cuarto, echó el pestillo de la puerta y le dijo que hiciera como que lloraba mientras que él hacía como si le estuviera pegando con un cinturón. Esta conducta no fue un caso de desafío por parte de Shane a la creencia en el castigo corporal, sino que Shane era demasiado inmaduro para reprender a su hijo de forma responsaole. -A los pocos años del nacimiento de Jack, el hijo de James, éste se enfa­ dó con Shane por no ocuparse de su nieto. Shane le respondió que conside­ raba que no tenía ningún derecho a estar con su nieto por haber sido tan mal padre para él y Janice. Una vez James me comentó que el único consejo que Shane le había dado en loda la vida fue: "Cuando te sientas realmente triste y deprimido. vete a comprar ropa".

Un matrimonio predestinado al fracaso Desde el princi pio, el matrimoniu de Shane y Heather parecía

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tinado al fracaso. Lo más probable es que Shane no quisiera a Heather. Se casaron ante la insistencia de la familía de ella, al haberse quedado embara. zada. En nquella época, qued ,Irse embarazada de soltera consti tuía un gran secreto. Al casarse embuazada. Shane reproducía el patrón de componamien. to de las dos generaciones anteriores de su familia, ya que tanto sus padres como sus abuelos paternos se habían casado en las mismas condiciones. Para Shane. los prjmero~ años de su matrimonio fueron horrorosos. Su suegro, Donald famisan, lo despreciaba por haber dejado embarazada a su "preciosa" hija. Dado que Dünald sentía una atracción incestuosa hacia su propia hija, proyectó toda su vergüenza sobre su yema. Como Shane y Heather vivían en ·casa de DonaJd, éste le dejó bien claro que eso no le gus. taba nada. Aunque al final le dio un trabajo, para Shane no representó una gran mejora. Donald podría haberle ayudado económicamente a tenninar sus estudios pero, en cambio, le puso a trabajar en el puesto más nimio y peor pagado de la empresa. Todo$ los varones COn autoridad de su familia le habían rechazado, y el desprecio de su suegro no hizo más que aumentar su sensación de ver. güenza. Al tener que vivir en casa de sus padres, Heather se sentía incómoda y dejó de tener relaciones sexuales con Shane. Además. empezó a criticarlo y a presionarlo para gue buscara un trabajo mejor. Shane y Heather rardaron tres años y medio en estar en situación de poder salír de casa de lamisoo, y se pasaron años luchando para poder llegar a fin de mes. El problema de ShélnC con la bebida fue a peor y apenas si podía tra· bajar. James y yo dedujin:os que, probablemente, Shane tuvo la primera de sus muchas aventuras amorosas cuando James cenía cuatro años. Cuanto más bebía y más aventuras tenía, peor funcionaba su matrimonio. Durante los catorce años que estuvieron casados, Shane y Heather se separaron y volvie­ ran a juntar cinco veces. Finalmente, Heather se hartó de Shane cuando éste, en vez de estar con ella unas vacaciones que llevaban un año planeando, se las pasó borracho y fue~a de CHsa. Poco después, ella inicíó los trámites del divorcio. . Al cabo de poco tiempo eJe haberse di vorciado, la empresa de Shane lo llevó él un centro de rehabilitación de alcohólicos. Dejó la bebida. se enamo. ró de la enfermera qUt~ k cuidab
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CAPÍTULO 8

La nU~va esposa de Shane dependía en extremo de él, y le apoyó en su adicción al alcohol durante los siguientes qujnee años. Cuando (uvo poco más de cincuenta años, Shane tocó fondo cuando le despidieron del trabajo. Entonces decidió dejar de beber, se apuntó a Alcohólicos Anónimos y no volvió a beber jamás. Vivió tranquilamente y en paz con su mujer durante ~us últimos años. Su cuerpo estaba muy deteriora­ do por el alcohol y el tabaco. y falleció de enfisema y de un problema Céll'­ diaco a los sesenta y tres anos.

LOS SECRETOS OCULTOS

DE LA MADRE

No hay nada que tenga una mayor influencia psico­ lógica en los .. , hijos que la vída no vivida del padre o la madre. C. G. JUNG Mi madre nunca acabó de hacerse a sí misma ... Rara era la vez que contara una historia de su infancia que no fuera mentira,., En míl dfas de mi infancia me presentó mil madres distintas para que las exa­ minmn, PAl' CO:~IWY.

El Príncipe de las mareas

e ggy se Cj\led'l Cmh¡¡r,l/,a(iil ¡¡ los catorce anos. Tiene una níña y la da en auopción, pero ~e siente desolada y atormentada, Diez años más tarde, se casa y tiene otra niña. Peggy aún conserva su secreto y se pro­ mete que su hija Emíly jamá~ tendrá que pasar por lo que ella. Para ello, con­ ¡rola sobremanera el desarrollo sexual de Emily, llegando a veces a una moralidad rígida. Se hace miembro de una iglesia en la que los sermones del párroco versan sobre el fuego del ínfiemo, la condena y la maldad de la luju· rin Y,del placer de la carne. Emily sigue creciendo y siente terror por el sexo. Durante su adoles­ cencia, se reprime su sexualidad con severidad. Hacia los veinticinco años se casa siendo virgen y, durante los primeros ocho meses de su matrimonio, padece una vaginitis. Con la ayuda de una terapia, puede empezar a tener relaciones sexuales. Tiene una hija y se promete que no la educará como su madre la educó a ella. Emily es bastante pennisíva con su hija Jenny, y le cuenta lo maravi­ lloso y fantástico que es el s-ex Jenny empieza a tener experiencias sexua­

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les de muy joven y, a Jos catorce afias, se queda embarazada, Una :.lmiga la ayuda a abortar, pero se siente horriblemen,~(culpable.Oculta su $ecreto a todo el mundo, se casa, y se promete que su hija jamás tendrá que pusar por Jo que eIJa pasó. ¡ Un pez que se muerde I<J coja! El ni ño se ve afectado por cualquier secreto que la madre oculte. Para poder mantener el secreto, la maure se ve obliglldJ a poner una.' bllrrCr
EL PELIGROSO "SECRETO" DE LA PRIVACIÓN NARCISISTA Voy a empezar este capítulo con un secreto oculto gue no incluí en el capítulo 2. Considero que se trata del secreto más comente de la maternidad y que condiciona la conducta de las madres que quieren profundamente a sus hijos y sólo tienen buenas intenciones. El secreto al que me refiero es una condición que se denomina privación narcisista. Todos nacemos con necesidades narcisistas. Necesitamos verno~ refle· jados en la imagen de la cara de nuestra madre porque s6lo podemos llegar a Conocer la autoestima innata e inconsciente que todos poseemos cuando

nos sentimos completamente aceptados, valorados y admirados por los ojos de la madre. Los ojos y la cara constituyen el escenario principal en el que se desarrolla la vida humanll. También necesitamos una madre cuidadora, empática y pendiente de nosotros que se tome en serio nuestros sentimientos y necesIdades. Cuando se nos valora y acoge de eSta manera, nuestras nece­ "id
hijo.

El sentimiento de la madre de haber sido abandonada es muy podero~

so y se acti va con el nacimiento de su nuevo hijo. Las propias carencias de

los padres -en el caso de que las tengan- se van activando a medida que

van siendo testigos de las distintas etapas del desarrollo de su hijo.

Es evidente que el padre también puede tener problemas de privación narcisista pero, culturalmente, los hombres tienen muchas más maneras de sentirse admirados y de sati~facer su necesidad de recibir atención. En la féunilia tradicional, mientras que el padre está ganando un sueldo. la madre está );ola en casa con los hijos. El padre recibe una nómina, siente ed compa­ ñerismo y la admiración de los demás trabajadores, y disfruta, de una vida más amplia en el mundo. Por el contrario, la madre no dispone de más espe­ jo que su marido y sus hijos. En palabras d~ Alice Mil!cr en su libro The Drama ojfhe Gífred ehild:

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marta o ir a verla? ¿Se siente usted culpable cuando ella le dice eso? Cuando está con su madre, ¿cambia usted su conducta para que ella pueda sentírse bien (como. por ejemplo, Ir a misa con ella aunque usted no vaya a la igle­ ,.,ia)? ¿Lleva usted toda la vida intentando impresionar a Jos demás y ver en su expresión la admiración que sienten por usted? Cada respuesta afirmativa aumenta la posibilidad de que usted haya padecido una privación nal'cisista, ¿Ha sido usted capaz alguna vez de contarle a su madre lo que real­ m¡;nte siente? ¿Ha podido expresarle alguna vez su rabia contra ella? ¿Es usted capaz de decirle qtle no está de acuerdo con ella? ¿Le ha "escuchado" realmente su madre alguna vez? ¿ Puede usted dirigirse a ella para que le con­ firme sus sentimientos? Cada respuesta negativa a estas preguntas aumenta la posibilidad de que usted haya padecido una privación narcisista. Todos tenemos un deseo natural de complacer a los seres queridos, pero lo que no necesitamos ~s sentirnos queridos a costa de nosotros mismos, aunque se trate de nuestra madre. Después de todo, la labor de una madre es ocuparse de sus hijos y, si éstos son capaces de valerse por sí solos, es que ha hecho bien su trabajo. Pero el querer mantenerlos junto a ella durante toda la vida. agobiándolos con la obligación y la culpa, es un amor engañoso sur­ gido de la pti vación narci si sta,

El niño está a disposición de la madre, y no puede salir corrien­ do como lo hizo la madre de su mpdj·e.,. Al niño se le puede enseñar a respetar a los demás. La madre le puede imponer .sus propios sentimientos, verse reflejada en el amor y admirdci6n que él siente por ell
RECORDAR ALA MADRE En este capítulo le voy a pedir, en primer lugar. que 'reúna material para el genograma de su madre biológica y, seguidamente, describiré 10 que· James Jeder descubrió cuando investigó sobre la vida de Heather, su madre. En caso de que usted no conozca a su madre biológica y le sea imposible ave· riguar nada sobre ella, céntrese entonces en su madre adoptiva o madrastra, o en esa persona que, para usted, más se aproxima a la figura de la madre. Al trabajar la madre suele manifestarse con más fuerza la compulsión por proteger a los padres. Concéntrese en la conducta de su madre. en las cosas que decía y hacía,

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Usted y su madre

La imagen que usted conserva de su madre

Tómese el tiempo que necesite para pensar las respuestas a las siguien­ tes preguntas: ¿Se ha pasado usted la vida intentando hacer feliz a su madre? Dé algunos detalles, ¿Le llama con frecuencia su madre y le regaña por no !la­

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Pídalc a alguien que le haga las siguientes preguntas o grábeselas en una cinta, Haga una pausa de aproximadamente un minuto entre cada pre­

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¿ Qué imagen de [U madre te viene a la mente al cerrar tos ojos 7 Penllire que la imagen sea lo más clara-posible. ¿ Con qué edad la ves? ¿Cómo \'a vestida? FJjate. si"puedes. en el color de la ropa. ¿ ?w!des verle los zapatos ,7 ¿ Cómo le sientes al ver/a?

Ahora inrenra reco .."da( oIgo anterior. Sumérgele en el recuerdo lo más que puedas. ¿ Cómo \'Q ve.~rid(l tu madre? ¿ Qué esta haciendo? ¿ Cómo le sientes al verla 7 Recuerda algo de la in/allcia... ¿ Cómo (e selllias de pequeíio/a al vivir COI! fU madre") Ahora permire que re \'(1¡:ga cualquier olro rC'cuerdo di! IIJ madre, (Pausa de tres 1II!1~UlOS), ¿ Cómo le lrataba (u madre de pequeño/a? ¿ Crímo Ir' l'egm1abo ,:> ¿ Cómo le mos( ruba ca (ino ,'J ¿ Qué es lo que /IIds re gl(slaba de I¡¡ madre? ¿ Q¡¡é es lo que md.\ re disgustaba de IU madre,'l ¿ Cómo le preocupabas por Iu madre? Ahol"ll. abre los ojos /entamellle. Si le resulta difícil visualizar. responda por escritO a las preguntas. Conteste de forma específica y concreta. No escriba, por ejemplo: "Mi madre estaba de mal humor", sino describa lo que vio. escuchó y sintió que le llevó a concluir que su madre estaba de mal humor. Por ejemplo: "Mí madre esta· ba mirando al vacío y casi ni me contest6 cuando k dije 'hola'. Ni siquiera giró la cabez.a para verme". Cuando haya escrito las respuestas. O mien:ras las esté escribiendo, observe sus sensacíones. ' Otra cosa que puede hacer es buscar todas las fOlQs que pueda (le su madre. Procure que abarquen distintas épocas. tanto de su vida como de la de usled. Aparte las que le llamen la atencíón por alguna razón, mírelas una a una y vaya escribiendo, espontáneamente, durante unos diez minutos, cual· quier cosa que se le pase por la mente. Después de hacer esto con unas cinco o seis fotografías, lea lo que na escrilo y observe qué lemas han surgido (si es que ha surgido alguno),

A continuación, dedique unos pocos minutos a observar:

• Sus sensaciones físicas. ¿Se siente inquieto/a. tenso/a. al urdido/a, en paz, con náuseas? Simplemente fíjese en sus sensaciones. • Si tiene alguna reacción emocional: miedo, rabia. vergüenza, trist~. za. culpabilidad cualquier otro sentimiento, • Sus deseos o anhelos. ¿Experimentó pena, desilusión, frustración. felicidad?

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• Cualquier nueva percepción o pensamiento relacionado con su madre y Jos secrétos. ¿Experimentó algo con respecto a su madre de lo que jamás se había dado cuenta antes?

Las reglas de la vida según su madre ¿Cuál era el decálogo de su madre? Piénselo tranquilamente y escrí· balo. Intente recordar el contexto de cada una de las reglas. es decir. cuándo recuerda u:-;ted que la oyera hablar de dichas reglas por primera vez. En caso de que se tratara de los Die7. Mandamientos, ¿qué les añadió su madre? Por ejemplo: "Honrarás a tu padre y a tu madre, pero sobre todo Q tu madre", ¿Cuáles eran Jas reglas ocultas de su madre? Dichas reglas no se expresan verbalmente sino que son pautas de conducta que pueden cOlltra­ decir las reglas orales. ¿Qué es lo que haCÍa su madre? Por ejemplo, mi madre tenía una regla oculta que era: "Complace siempre a los vecinos y, cuando se vayan de casa, ponlos verdes", Delante de los demás era la perso­ na más agradable del mundo pero, en privado, despedazaba a la gente.

Chistes y dichos favoritos Escriba una li::ita de los dichos preferidos de su madre. ¿Le revelan algo sobre ella? ¿Se regía ella por su contenido? Imagínesela haciendo justo lo contrario del dicho y observe si algo se resiente dentro de usted. Por ejem­ plo, una de las frases preferidas de mi madre era: UNo seas tan sentimental", Dc hecho, mí madre era enormemente sentimental. Su voz tenfa un tono estridente, era bástante miedosa y Jo controlaba todo. Además, tenía muy mal humor. Su propia voz interior la recriminaba sus sentimientos y ella los pro­ yectaba sobre mL El discurso de sus padres seguía vivo en ella y se convir­ tió en mi propia voz interior, la cual me ridiculizaba diciéndome: UNo seas tan sentimental", ¿Recuerda algunos de los chistes favoritos de su madre? (Quizás s6lo se acuerde de uno) ¿Tenía su madre buen sentido del humor? ¿Guardan dichos chistes algo en común? ¿Giran en tomo a determinados temas? ¿Qué le revelan dichos temas con respecto a ella?

Expectativas secretas ¿Qué Cosas se dejó su madre en el tintero? En El prfncipe de las mare­ as, Tom Wíngo dice: "Aprendí a temer las cosas que ella se dejaba en el tin­ tero". Puede haber importantes expectativas de las que nunca se habla pero 195

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que usted sabe que le pedirán cuentas. Los s_cnti:niemos como la rabia y el rese n ti mie nto suele n mantenerse soterrado¡.~" pero s i e mpre imp reg nan e1 a j re que respiramos.

Rasgos caracteriales ¿Cuáles eran los cinco mejores rasgos caracteriales de su madre? (Por ejemplo. era pacíente, atenea, etc). Dé un ejemplo específico de cada uno de ellos. ¿ Cuáles eran los cinco peores rasgos caracteriales de su madre? (Lo criticaba todo, etc). Ponga un ejemplo específico de cada uno de ellos.

Trabajo y dinero ¿Qué actitud manteJÚa su madre con respecto al trabajo y el dinero? ¿Coincidía Jo que decta con lo que hada? ¿Se dedicaba, por ejemplo, a cri­ ticar a su marido purque se pasaba el tiempo trabajando pero, al mismo tiem­ po, le exigía vivir en una zona "buena" y tener un "buen" coche? ¿Se pasa­ ba el tiempo cnticando y reprochándole a su marido que no ganaba lo sufi­ cie:1te'l En caso de que trabajara, ¿disfrutaba de su trabajo O se hacía la már­ tir y decía que estaba agotada? ¿Cree que algunos aspectos de la actitud que usted tenga con respecto al trabajo y el dinero los ha tomado de ella?

Religión (moral) Puede que ya haya tratado alguno de estos aspectos en la sección rela­ tiva al decálogo de su madre. ¿Qué creencias religiosas tenía su madre? En caso de que no fuera creyente, ¿se consideraba agnóstica o atea? ¿Tenía un puotO de vista bien elaborado que explicaba con cierta pasión? ¿O mantenía una actitud indiferente? ¿Decía cr~er en Dios pero se comportaba de tal forma que sus valores absolutos en realidad eran el dinero, las posesiones o la belleza física? El teólogo luterano Paul Tillich dijo que "lo que más le importa a uno" es su auténtico OlaS. Cuando yo era alcohólico, mi Dios era el alcohol. Pensaba en él y tenía la vida organizada en torno a él. Todo Jo que hacía e;;taba subordinado al alcohol. Había idolatrado mi adicción. Si su madre era practicante de alguna religión, ¿era fervorosa y conse­ cuente? ¿Se correspondía su conducta con sus creencias? ¿Era una mujer fanática o estricta? ~O simplemente iba a misa o a su templo porque era lo . que había que hacer de cara a la sociedad? En rasgos generales.. ~era una creyente o no creyente sincera?

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Sexualidad Según mi experiencia, la sexualidad es, más que cualquier otro aspec­ to de la vida humana, el que aglutina la mayor cantidad de secretos ocultos. Es posible que la generación de su madre ocultara más las cuestiones sexua. les. ¿Puede usted imaginarse a su madre· haciendo el acto sexual? Las cues­ tiones sexuales constituyen tal secreto en muchas familias que a los hijos, incluso de adultos, les cuesta imaginarse a sus padres teniendo relaciones sexuales. Dedique el tiempo que necesite a contestar las preguntas siguien­ tes y no se olvide de hacer el ejercicio de recapitulación (sensaciones físicas, emociones fuertes, etc) al acabar de responder. Asimismo, sea consciente de cómo oculta usted sus secretos sexuales. Puede que eso lo haya aprendido inconscientemente del padre o de la madre. ¿Su madre mantenía relaciones sexuales antes de casarse? ¿ Y después de casarse? ¿Cómo lo sabe? ¿Te oía una bu ena relación sex ual con s ti man· do? ¿Cómo lo sabe? ¿HablÓ con usted de sexo alguna vez? ¿CÓfi10 se sentía usted cuando le hablaba de sexo? ¿Qué puntos enfatizaba? ¿Qué puntos omitía? ¿Era usted "el hombrecito" (") "la amiguita" de su madre? ¿Era usted su conftdente sexual? Es decir, ¿le hablaba de su vida sexual? ¿Cómo le sentaba eso? ¿De qué temas sexuales no hablaría jamás con su madre?

Amistades Dé Jos nombres Ge cinco buenas amistades de su madre. i, Tienes estas personas algo en corr.ún? En caso afirmativo, diga qué es lo que tienen en común. ¿Qué le dice con respecto a ella dicha elección de personas? En caso de que no tuviera amigos íntimos, ¿qué le sugiere eso? ¿Intentó hacer de usted su mejor amigo/a? ¿Qué talle sienta eso'"

Aficiones y tiempo libre Escriba cinco cosas que su madre hacía para divertirse. ¿Parecfa dis­ frutar de la vida? ¿Se sentía usted desatendido/a porque ella estaba ocupada c;on sus aficiones y otras actividades? ¿No tenía aficiones?

Racimos asociativos Utilice los racimos asociativos en tomo a la madre. Comience con la primera frase relacionada ·con su madre que s~ le pase por la mente. Por

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ejemplo, a mí se me acaba de ocumr ama de,casa huraña.. Trace un círculo en tomo u la palabra que consIdera más Impqrtante y empIece a hacer enca­ denamientoS asociativos. Mí primera asociación ha sido día libre, porque mi madre ~e dedicaba a limpiar la casa a fondo en su día libre del trabajo. Otras palabras que me han vc:nido a la mente son miserable y rabia. Después me surgió otra idea: se suponía que yo tenía que ayudar, y siempre me sentía culpable por no ayudar lo suficiente. Ese día siempre era horrible. Mi madre estaba furiosa contra el estado en que vivía. Era una mujer joven que tenía que sacar adelante a tres hijos por sí sola y que se veía obligada a dedicar su único día libre a limpiar la casa. Debió ser muy difícil para ella. Para mí, , desde luego, lo fue.

to la escena del peor día, 'léasela a su amigo/a o acompañante. La confinna­ ción que ellos le den le permitirá darse cuenta de que lo que le pasó fue horroroso. En este momento debe enfocarse en el dolor y sufrimiento que usted experimentó, no en la intención que tuviera Su madre. De niño le prohi­ bieron expresar su sentimiento protector (rabia) y procesar su dolor (lásti­ ma). Cuando una persona en la que uste.d confía le confirma el dolor que usted sintió, le permite acepwrse a s( mismo y su experiencia. Lo que le suce­ dió a usted fue horroroso y fue debido a su madre, y no a usted. Así se puede liberar del secreto de sí r.l.ismo que usted ha estado ocultando: que mamá le trató de esa manera porque usted fue o era malo. Usted no era malo. Es más que probable que usted fuera un/a niño/a normal que se comportaba de forma normal, Excepto en casos contados, la madre tampoco fUe mala, sino que' sólo hizo 10 único que sabía hacer. Seguramente estaba reproduciendo lo que le sucedió a ella durante su infancia. Ese sentimiento cie "soy malo" o de hacer las cosas mal es un secre­ to que padece toda la gente establecida en la vergüenza.

De repent~, al estar pensando en esto, me ha venido otm idea: ¡mi madre tenía mal humor porque nos tenía a 110sotros l Puede que su sr;creto más profundo fuera que jamás quiso tener tres hijos, aJ menos a los treinta y cuatro años. sola, sin que mi padre la ayudara económicamente y sin posibi­ lidad de futuro porque sus creencias religiosas le prohibían volverse a casar una vez divorciada. No me extraña,' Probablemente yo también me habría sentido así con respecto a esa responsabilidad de los tres hijos. Es posible que esto fuera un gran secreto que mi madre siempre llevó dentro.

Decisiones secretas

El mejor día con su madre Escriba los pormenores del mejor día que recuerda haber pasado con su madre. Seguidamente léaselo a alguien en quien usted confíe y pídale a esa persona que le comente qué sensación tiene al escucharle:

El peor día con su madre En eSte caso hay que tomar la misma preca'ución que en el capítulo 7: No escriba sobre abusos sexuales o malos tratos. Si usted sabe que su madre abusó de usted de otras 'maneras. busque a alguien que le acompañe para hacer este ejercicio. Una vez que haya escri­

Escriba sobre unas cuantas escenas en las que su madre le trató maL Recuerde que debe hacer esto con el apoyo de otra persona o de un grupo. Tómese el tiempo que necesite y describa la escena con todos los ponneno· res de sensaciones que recuerde. Seguidamente, léaselo al acompañante o al grupo de apoyo. P(dales su "sensación" y/o su confirmación. ¿Qué decisión cree que tomó usted sobre sí mismo/a a raíz de esta experiencia? ¿Constituye esta decisión la causa de algún tipo de conducta disfuncional en su vida actualmente? Esa decisión era la mejor que usted pudo tomar en aquel momento pero, ahora, la puede cambiar. Recuerdo que yo lloraba porque mi madre no tenía dinero para que mi hennana fuera a la academia de ballet. Tomé la decisión de que yo no serfa pobre de mayor y de que a mis hijos no les faltana de nada; y dicha decisión la llevé a cabo. También me acuerdo de una escena terrible en casa de mi abuela. Mi madre y mi abuela se estaban peleando iY mi madre le dio un portazo a mi abuela en la cabeza! Yo estaba aterrorizado y tomé la decisión de que jamás tendrfa hijos porque no queda troer un niño al mundo y que coniera el ries­ go de sufrir todo lo que nosotros tuvimos que sufrir. Afortunadamente, más adelante cambié de opinión.

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Las adicciones d~. su madre En el capítulo 2 describí lo que Laura Gait Robert denomina "el secreto" de todas las mujeres, es decir. su sensación de impotencia, rabia y frustración a causa de las tremendas expectati vas que les Impone el ser mujer. Muchas mujeres, en vez de expresar todo este dolor, 10 descargan con­ tra ellas mismas e intentan tapar la frustración mediante la comida y los tras­ tornos de la alimentación. No cabe duda de que las mujeres tienen también otros tipos de adicción, pero ¡de alguna manera, siempre se asocia a Mamá con la comida ' Cualquier cosa puede constituir una adicción. Los elementos adicti­ vos más frecuentes en la mujer son: el cine, los seriales y otros programas de televisión, ir de compras, tomar medicinas, alcohol y otros tipos de drogas, obsesionarse totalmente con el cuidado de los hijos ylo de su pareja, la relí­ gión, el sexo (en especial las aventuras amorosas), y el miedo (preocuparse). ¿Es o era su madre adicta a algo? ¿Cómo reaccionaba usted ante su adicción? ¿Cómo le ha afectado eso en su vida? Todas las adicciones ocultan un secreto. el cual está constituido por los sentimientos que no se expresan. ¿Qué sentimientos ocultaban las adic­ ciones de su madre? ¿Cómo las ha afrontado usted? ¿Cómo manifiesta usted dichos sentimientos en su vida?

Diálogo con su madre Pídale a alguien gue le lea el siguiente texto o, si no. grábeseJo en una cinta.

Cierra los ojos e imagínate que tu madre está sentada delante de li. Ha vellido a verte porque quiere reparar el daño que te han hecho sus secretos. Pregúntale: "¿A qué tienes más miedo?" Deja que sea la imagen de IU madre la que te conteste. No intentes controlar lo que le dice. Permite que su respuesta .\'('a lo más espontánea posible. Al cabo de unos cinco minutos pregúntale a tu madre: H¿ De qué debes estar segura?" Permite, de lluevo. que sea la imagen de tu madre la. que le conreste. Ahora pregúnrare: "¿Qué es lo que nunca hubiera hecho mi l1ladte?" Deja libre tu imaginación hasta que haya algo que le produ~ca la sensación interna de que ésa es /a respuesra corree­ 1(/. ¿ Por qLíé no harla ella nunca eso?

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Ahora, pregúntare: "¿ Qué tipo de vida era impensable para mi ma.dre?" Dedícale cierto (iempo a esta respuesta. ¿ Por qué era impensahle dicho tipo dI' vida para 11.1 madre?

Profundizar en la sombra de la madre ¿Qué características le negaría categóricamente su madre si usted se las atribuyera? Recuerde cinco de los atributos que utilizó para describirla y, ahora, jmag[nese que ella es juslo lo contmrio. Piense que usted es un abogado que insiste en que su madre es exactamente lo contrario de esas características

que ha escogido para describirla. ¿De qué temas ;)0 pudo hablar nunca con su madre? ¿Cómo sabía usted que no podía hablar de eso con ella? Imagínese que usted le está hablando de esos temas prohibidos.

Los enemigos de su madre ¿Quiénes eran los 'peores enemigos de su madre? Intente recordar a quién criticaba y censuraba. Un enemigo no tiene porqué ser una persona en particular. Puede que ella estuviera enfrentada a ciertas causas o ideas. Haga una lista con la mayor cantidad posible de personas, instituciones, ideas, cau­ sas o cualquier otra cosa a la que se opusiera su madre, y deles una califica­ ción según la cantidad de energía (pasión) -con la gue ella las atacaba. ¡Quizás emprendió incluso alguna cruzada en contra de algo! Piense en lo que más la molestaba. Si todavía vive, pregúnteIe cómo comenzó todo ese odio, qué sucedió para invertir tanta energía en contra de alguien o algo. ¿Es esa actitud cc.nsecuente con su fonna de vivir? ¿Acaso encarna valores que su enemigo se dedica a destruir? ¿Es dicho enemigo algo que ella lleva dentro y que se niega a ver?

En otras palabras. ¿está su madre proyectando una parte prohibida de s(

misma sobre su enemigo? Si critica a "las mujeres que van enseñando el

-cuerpo", ¿no desearía ella quizás poderse poner pantalones cortoS, o un biki­

ni, o cualquier otra cosa?

La herida de su madre Lea el siguiente resumen de síntor.las de PTSD y analice cuántos de ellos se manifiestan en su madre. En caso de que se puedan aplicar varios,

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podrá establecer la hipótesis de que su madr~ fue traumatizada durante su infancia o adolescencia. ,. , LJST,\ DI': SÍNTOMAS DE PTSD

Hipervígílancia (extremado nerviosismo O preocupación) • Se altera o <.lsusta fáci I mente • ,A, Ulques de [Ján ica o o1nsied ad • Irritabilidad crónica • Iv! jedo hasta llegar a terrOr • Insomnio (o cualquier trastorno del sueño) • Flashbacks (re vi viscencla de una escena traumática) • Desmoti vación • Retraimiento y aislamiento • Agorafobia (completo aislamiento debido a un míedo extremo) • Depresión • Sensación cr6,lica de desamparo • Sensación crónica de desesperación • Kíndling (entrar en un estado de alteración nerviosa ante cualquier eventO excitante, ya sea bueno o malo) • Cualquier tipo de adicción • Reproducción de una escena traumática • Incapacidad de mantener relaciones íntimas • Enfennedades psicosomáticas (hipocondría) ¿Qué sabe usted con seguridad sobre la infancia de su madre? Pregunte a sus abuelos sobre la infancia que ella tuvo. en caso de que aún vivan. Pregúntele a sus tías, tíos y amistades de su infancia. íPregúntele a clla! ¿Existe la posibilidad de que haya sido víctima de abusos? En ese caso, esa herida sería la causa de su adicción o de sus miedos aparentemente irra­ cionales. Las heridas traumáticas también se pueden producir en los adoles­ centes o adultos jóvenes.

Las decepciones de su madre Escríb q sobre la mayor decepción de su madre, ¿Fue acaso su mari­ do? ¿El agobio del matrimonio? ¿Los hijos a los que dedicó veinticinco años de su vida? Todas estas cuestiones pueden haber ido dando fanTIa al núcleo que Carl lung denominó "la vida no vívida", En el pasado, muchas mujeres abandonaban su incipiente carrera profesional para casarse y se pasaban el

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resto de la vida fantaseando sobre Jo que podrían haber llegado a ser; o aca­ baban convencidas de que se habían equivocado de marido y les entraba la obsesión de 10 que podría haber sido de sus vidas sí se hubieran casado con aquel Otro novio O con otra persona, ¿Se ha hecho usted cargo de su decep­ cióll? ¿,Con 'iti tuye usted una cont inuación de ella? ¿S-e siente usted respon­ sahle "'oí ella es infeliz? ¿.Se ad.iudica usted su vacío y sufrimiento? ¿Cómo se hace usted cargo de su matrimonIO'! ¿Ha conseguido usted destacar en la vida p,lra que ella se pueda senlir .,atlsfecl1a de sí misma'?

Los hermanos y demás personas H
Hacer un dibujo de la familia Haga un dibujn de su familia, sin preocuparse de cómo le salga. Puede ser tanto con siluetas como figuras completas. Hágalo como usted desee. La primera vez que hice este ejercicio me salió el dibujo de la página siguiente. Mi madre es la tigur2 grande del centro; mi padre es la figura de la derecha. Él está lejos pero proyecta su sombra sobre toda la familia. Mi her­ mana representa que ha cortado con mi madre, y mi hennano y yo estamos "colgados" de ella, Cuando les enseñé este dibujo a los componentes del grupo con el que estaba trabajando, uno de ellos observó inmediatamente que mi madre era cuatro veces más grande que cualquiera de los demás y que es la figura predominante de todo el dibujo. ¡Me quedé atónito porque no lo había hecho de forma consciente! Dibujar espontáneamente nos perrníte expresar muchas cosas que guardamos en el inconscíente. Durante mi nifl.ez, para mis hermanos y para mf la vida consistfa en hacemos cargo del sufri· miento de mi madre.

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.".~l'~,"'~~'::!J12~~~~:;::;.""J:::.'.'''t&-};~;~~-.;:pr~ck';.~~~;-.·a:'''i"~:=",,%-;;;:~~,.$~'·~~"'I.~~.,o-;:::",~;-:~~,"'":.4~¿~~·'':~~)"'5 ~'.'~<;;. ':~;;~-"?Cryy(:'~-"~!~~~,:,~,::<::~-",~~-~·=--....r':-·~ .. ~.-.·-:.!.'!.,::~~-,---~ "::·::--~~~:}.~::~~c~

• ¿En qué se diferencia usted de su madre? • ¿Está usted seguro/a de que usted es realmente distimo? Aunque usted sea varón,. también se puede identificar cOn su madre, Yo era tan dependiente de mi madre que, en mi matrimonio, me comporté como ella. Me preocupaba, me inquietaba y tenía exactamente los mismos miedos que ella tenía cuando yo era niño. Yuxtaponga las dos imágenes más opuestas que tenga de su madre. ¿Qué surge de esta unión? ¿Qué siente con respecto a la nueva imagen?

. Diálogo final Vuelva a ver el último ejercicio que hicimos con su padre antes de dibujar su genograma. Ahora, realice ese inismo diálogo pero con su madre. Una parte de usted conoce e1l1os secreto/s. Deje que dicha parte le cuente lo que usted necesita saber. Grabe este ejercicio en una cinta o pídale a alguien que se Jo lea:

En el capítulo 7 le pedí que dibujara un plano de la primera casa en la que recuerda haber vivido con su padre. ¿Estaban juntos su padre y su madre en aq uella époc a? ¿Ten!a su madre algu na habitaci ón para el! a so la?

Carta de la madre Imagínese que recibe una carta de su madre en la que ella le pide per­ dón y le dice cuánto le quiere. Usted va leyendo hasta. que llega a una línea que dice: "Ahora te quiero contar mi mayor secreto", Acabe usted la carta. Escnoala de fonna decidida, sin titubear. Recuerde, usted ya sabe ese Se­ -creto ....

Algunas preguntas finales • ¿En qué se parece usted a su madre? • ¿Qué secretos oculta usted? • ¿Existe alguna conexión? Es decir, ¿cree usted que sus secretos son los mismos que los de ella?

Cierra los ojos y dedica unos cinco minutos a relajarte. Fljate en la respiración:.. Simplemente observa cómo el aire va entran­ do y va saliendo. Relaja los músculos... Al inspirar di: "Estoy", y el expirar di: "en calma ". Ahora, imagínate que ves una pan­ talla grande en la que hay dos personas que están muy enfras­ cadas en una profunda conversación. A medida que la cámara de tu visión interior se va enfocando en esta pareja, empiltzas a darte cuenta de que esas dos personas son tú mismo/a. Eres tú, conversando contigo mismo/a. La persona que haya la derecha es tu parte consciente. Pásate un minuto mirándola hasta que realmente veas esta imagen de ti mismo/a. Entonces mira a tu olro yo. Esra parte de ti es tu inconsciente, que sabe muchísimo más que tu yo consciente. Pásate un minuto mirándolo para verlo de verdad. ¿ En qué se diferencia esta parte de la anterior? Ahora tu yo consciente le pregunta a tu yo inconsciente cuáles eral! o son los secretos de tu madre. Espera un /)(Ir de minu/os y permite realmente que tu yo incons· delire te responda de fOl7na espolltánea. Cuando te haya contes­ ta(/o, ¡J(dele que te lo aclare. Gradualmente, vete alejando de esfa escena y, lenramell/e. regresa a tu conciencia de vigilia normal.

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'~~~~·~~...x!-.~-:~.:Jr·i;~s·:'iL~~ -i:.:':.;:':~i~~·:.(f...:R-:. .. \ "".:~:'??1'7:~~':::~""-"'I'~"';r=:~

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Ahora escriba toJo lo que le ha aportªdo el presenciar este diálogo entre su yo consciente y el yo inconsciente. ¡. ,

embarazada. Devoraba los libros y, en varias ocasiones, durante la infancia de James y Janice, les leyó novelas enteras. Síempre ensalzó el valor de los

ELABORACIÓN DEL DIAGRAMA DE LA MADRE

estudíos. Asimismo, también encarnó una paradójica combinación de mojiga­ tería en torno al sexo, desprecio por los hombres y una extraña habilidad para seducir. James, en cierto momento de su prolongada terapia de psicoanálisis, la confrontó sobre dicha habilidad de seduccién, lo cual la horroriz.ó ya que se trataba de un tipo de conducta completamente íncon:;ciente por su parte. Pero su sexualidad, por mu¡;ho que la reprimiera su mente consciente. no la abandonaba sino que, al contrario. emergía de fonna camuflada. James recuerda que su madre entraha a orinar en el baño mientras él se estaba bañando. Se acuerda de que, muchas veces, le pidió que la ayudara a quitar­ se el sostén y la faja. También se acuerda de verla limpiar la casa vestida s6lo ..:on la bala, sin n¡¡da debajo. E.c;a ausencia de l(mites era una estimulaci6n demasiado fuerte' para James el cual, más adelante, se sintió atraído por las mujeres mayores. De hecho, una parte considerable de su montón de mate­ rial pornográfico cpnsistfa en fotos de mujeres mayores en faja. James record¡¡ba con r¡lhin que la madre le gastaba bromas en la mesa sobre el tamaño pequeño de "u pene. lo cual le hacía sufrir mucho. Cuando James le plullte6 abiertamente todas estas cosas, Heather quedó horrorizada. Ella tenía muy claro que no había hecho nada con mali­ cia pero. como quería ayudar l\ James, decidió contarle un secreto oculto que le habíll contado Josephine. su propia madre. cuando ya estaba en fase ¡ero

Ahora ya está preparado para dibujar el genograrna de su madre. Recuerde nuestras cuatro preguntas preparatorias: l. ¿Cuáles eran/son los principales problemas de su madre? ¿Qué

s fn lomas presen taba? 2. ¿Cuáles son los acontecimientos familiares en los que se revelan los problemas o síntomas de su madre? Al responder esta pregunta está estu­ diando [as cuestiones emocionales de su madre desde la perspecti va de lre~ generaciones de vida familiar. Observe qué tipos de relación y alianzas pro­ genitor-hijo se establecen. ~.

¡,Cómo era el entOrno emocional de la familia cuando nilció su

mad re '! 4. ¿Qué cuestiones se plantean a causa del lugar que ocupa su madre en su familia? ¿Qué relación existe entre dichas cuestiones y las de otras per­ sonas importantes de la familia que ocupan el mismo lugar? ¿De quién tiene má~ po~ibílidades de haber recogido un secreto? A continuación vamos a analizar el caso de la madre de James Jeder, Hea-ther Jamison J eder.

1. Problema principal (síntomas) Heather era una señora paradójica e interesante que sufrió varios períodos de enfennedad a lo largo de los años. Cuando aún era relativamen­ te joven. con poco más de treinta años, tuvo artrosis y hubo ocasiones en las que estuvo completamente paralizada. Era como si su cuerpo estuviera pro­ testando contra una injusticia profunda y misteriosa. Fue algo que se le mani­ festó sin causa aparente, y no cabe duda de que padeci6 muchos dolores. Pero, ¿por qué? Nadie lo sabía realmente. En su familia no se había dado nin­ gún caso de artrosis reumatoide. De joven, Heather Jamison había sido una mujer bastante brillante. Empezó la carrera universitaria a los dieciséis años. pero la dejó al quedarse

El secreto oculto de Josephille A la muerte de su madre, DonaId Jamison se quedó secretamente con toda su ropa interior para exigirle a su mujer Josephine que se la pusiera. mientras hacían el acto sexual. Cuando Heather llegó a la pubertad y empezó su desarrollo sexual, Donald obligó a Josephine a que se pusiera la ropa interior de la hija ya que la imitara. Aunque Heather no era consciente de nada de esto, hay indicios de que reprodujo esta conducta sexual. De adolescente fue bastante seducto­ ra, y le dijo una vez a James que había fantaseado con hombres mayores que se excitaban al verla en ropa interior. en especial el párroco de la iglesia. Asimismo le contó a Jame,; que, en dos ocas.iones, el médico de familia apro­ vechó que le estaba haciendo una revisión para tocarla. Le dijo que sentía much~\ culpabilidad por todo eS(Q y que. después de que Shane la dejara embarazada. se convenció de que era excesivamente sexual y malvada. 207

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Ya he mencionado amerionnenre que un miembro de la familia puede reproducir las fantasías secretas de otro. Esta situación es extremadamente peligrosa cuando se trata de las fantasías secretas de uno de los progenitores con el hijo. Mientras que Donald y Josephine llevaban a cabo las fantasías sexuales de Donald en una habitación, Heather estaba durmiendo en otra. Heather se rebeló y reprodujo esa conducta sexual al tener relaciones con Shane y quedarse embarazada más bien joven. Pero, cuando ya se hubo di vorci ado de Shane, enterró conscientemente su sexualidad y jamás vol vió a locar ni a salir con otro hombre. Puede que se masturbara en secreto. Aunque es imposible verificarlo, James me relató que, en cierta ocasión, des­ pués de haberse divorciado, Heather tuvo que ir a urgencias porque se le había quedado metida una cosa en ia vagina, Jamás se dio ninguna explica­ ción al respecto. Sencillamente se ignoró, como si esas cosas les pasaran a todas las mujeres de vez en cuando. En el contexto de esta familia, está bas­ tan te justi ti cada la hipótesis de una práctí ca secreta de autoeroti smo. James era incapaz de comprender porqué Heather se negó a mante­ ner relaciones sexuales después de su divorcio. En dos ocasiones la oyó comentar: "Sería incapaz de volver a salir con alguien, Yo era demasiado sexual" y. después de esta misteriosa aserción, añadió: "Me tuve que dedicar a ti y a Janice". Al hac~r terapia, James se dio cuenta de que esa pronuncia­ ción le hab(a condicionado a cargar con el lastre de la sexualidad de su madre. JarlÍce, la hennana de James, también se vio muy afectada por su madre. Era una hija no deseada y, cuando era bebé, era enfenniza y complí­ cada. Más adelante se convinió en una r~belde y provocadora. Heather la insultaba y James me contó que las dos mancuvjeron una pennanente lucha de poder,

A los diecisiete años, Janice se fue de casa, consiguió un trabajo y se casó con un hombre que la insultaba y con el que vivió durante quince años, hasta que falleció. Se volvió a casar con un hombre irresponsable que, bási. camente, se negaba a trabajar ya mantenerla. Se d:vorció de él diez años más tarde. Janice intentaba continuamente que su madre la aceptara y, hasta que inició un 'programa de rehabiliTación, había cortado completamente con su padre Shane, Al hacer la terapia, intentó ayudar a su hermano James. Como hemos visto, Carl Jung estaba convencido de que las "vidas no vividas" de los padres constituyen una de las principales causas de las neu­ rosis de los hijos. En este caso, la madre de James le preparó para que se hiciera cargo de la vida sexual que ella no había vivido. ¡Y él lo hizo con sus fan tas fas masturbatorias!

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2. El contexto de los problemas Al estudiar el genograma de Heather en la tabla 8-1 se ve claramen· te que su familia estaba dominada por cuestiones sexuales abiertas y encu­ biertas. Sus dos abuelos, Milton O'Hem y Boyó Jamisoo, encarnan esta ambigüedad. Mientras que uno era un mujeriego declarado y puede que hubíera hecho el incesto con su hija, el otrO mantenía la imagen de familia impecable pero tenía relaciones incestuosas con sus hijas. Resulta igualmente evidente que las mujeres de la familia de Heather han tenido que sopoltar la carga de lo que, en el capítulo 2, denomíné "el secreto del género", es decir, el autosacrificio que nuestra sociedad exige del rol de la mujer, Las mujeres de la familia de Heathel' ejemplarizan la represión de la rabia. Todas fueron obedientes y cumplidoras. Su abuela Elizabeth Jamison le puso a su marido ciertos límites sexuales pero se encerró en la Biblia, la religión y su hijo para contrarrestar su sufrimiento y soledad. Su abuela, Patricia Q'Hem, y su madre, Josephine, eran muy obesas y transformaban su rabia en enfermedades psicosomáticas, James recuerda que la artrosis reu­ matoide de su madre se agravó tanto que había que pasearla por la casa. La carga que ella llevaba dentro era demasiado grande y sus piernas se negaban a caminar. De forma metafórica su cuerpo decía; "Ya no puedo seguir ade­ lante". En vista del contexto de su historial familiar y de los muchos secre· to:;, resulta bastante fáci 1 pronosticar los problemas de Heather. De una manera encubierta, sus modelos femeninos le estaban diciendo: • Nuestro sexo es' inferior. • El sexo es una desagradable y onerosa obligación de la mujer. • El ser mujer implica tener que soportar una enorme carga. Heather se rebeló abiertamente contra dicha carga por medio de su temprana promiscuidad que no sirvió más para que confirmar las enseñanzas de sus antecesoras. El tener relaciones sexuales le costó la vida. Se escap6 con un hombre porque se había quedado embarazada y pasó los siguientes veinticinco años de su vida sola, intentando sacar adelante a sus dos hijos. El precio que le tocó pagar por su rebelión le debió resultar muy caro, y deci· dió rendirse o renunciar a su sexualidad.

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Por el contrario, las dos parejas de abuelos son matrimonios fríos y si n relaciones íntimas. L¿¡s dos abuelas han establecido vínculos transgene­ ['acionales con Jos padres de Heather: Elizabeth con Donald, y Patricia con Josephine. Sus tíos y tías han establecido distintos tipos de relaciones trian­ gulares. Tanto en la familia de su madre como en la de su padre hay un cua. dro de sexo compulsivo, y ambos tienen problemas sexuales sin res01ver. Vista desde fuera, In. familia de los Jamison parecía funcionar muy bien, y a Heather le encantabn pasar Jos domingos en casa de sus abuelos. Durante años estuvo convencida de que los lamisoo eran el ejemplo de "familia feliz". Según James, H~ather nunca hablaba mucho de su relaci6n con la familia de los O' Hem, los padres de su madre, Cuando James la confrontó sobre cómo ella le había seducido sexualmente, Heather sólo le comentó que no le gustaba su abuelo y que era un alcohólico. Pocos años después, de forma bastante casual, Heather comentó que había sufrido abusos sexuales por parte de su abuelo. James me comentó que ella se lo dijo como si diera por sentado que él ya lo sabía, y le quitó impor­ tancia a la cosa. Cuando James le pidió más detalles, Heather le dijo que sucedió dos veces, una cuando tenía diez años y la segunda a los doce, y que siempre había considerado que había sido ella la que "habea tomado la ini­ ciativa", En ambas ocasiones, su abuelo la hizo sentarse en su regazo. La pri­ mera vez el abuelo le cogió la mano, se la puso sobre su pene erecto y la uti­

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!izó para masturbarse. La segunda vez, ¿l le tocaba la vagina con el dedo mientras se masturbaba frotándose el pene contra las nalgas de su nieta. En otra ocasión, Heather contó casualmente la historia de que el abuelo O'Hern hizo un agujero en la pared del baño. Mi opinión de todo esto es que Heather había hecho una disociación y se había autoengañado. Consideraba que la conducta de su abuelo era típi­ ca de los hombres y aceptaba el abuso como parte de lo que la correspondía por ser mujer. Dicha ac:itud era bastante comente en su época. Asimismo, James supo por su tía Virginia que eUa también había sido violada, aunque no quiso darle ningún detalle de! incidente. Para mí estaba claro que Heather, la madre de James, había sido vÍc­ tima de incesto con su abuelo, el cual era un agresor sexual y un alcohólico . Heather lleva consigo varios de los profundos secretos sexuales de esta fami­ lia. Ella es la que tiene más posibilidades de constituir el objeto de las pro­ yecciones de sus padres durante períodos de tensión y ansíedad en el matri~ monio, y es una posible candidata a reproducír lo r¡ue permanece oculto en este sistema familiar.

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Heather nació segunda. Observe el perfil de la posíción que ocupa en su fami tia en la tabla 8-3 . El segundo hijo es el se ve más afectado por los secretos implícitos y no resueltos de toda la famHia, y en especial de la madre. Heather se encuentra en una posición precaria. Su abuela Patricia Q'Hem, que fue la segunqa de su familia, es una esposa cumplidora y sufridora que fue victi. mizada por su marido. Su lío George Q'Hern, otro segundo, fue un rebelde que se escapó de casa, dejó embarazada a una chica de dieciocho años y le pagó el aborto, 10 cual "casi destrozó" a su devota madre católica irlandesa cuando ésta se enteró. Se casó tres años más 'tarde y vivi6 una relac~ón muy accidentaaa hasta que falleció de alcoholismo. Susan lamisoo, tía de Heather, la cual ocupaba en la família lamisoo el mismo tugar que Heather, fue la persona con la que ésta tuvo la relación más íntima durante su infancia. Susan había sido víctima de los maltratos de su padre y de dos maridos y, durante años, pasó períodos en tratamiento psi­ quiátrico. Después de divorciarse por segunda vez, vivió con sus padres hasta que fallecieron. Al final, Heather escogió seguir el ejemplo de su abuela Q'Hem de

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fidelidad a su fe católica, y de actitud cumplidora y abnegada ante la enre­ dada relación de apego con sus hijos. Las opciones que le ofrecían los indi­ viduos en el mismo lugar familiar eran bastante desoladoras y, posiblemen­ te, su temprana rebelión fue su mayor intento de liberarse de las cadenas de su familia.

Cómo se vio afectado James Jeder

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James Jeder heredó gran cantidad de la historia no resuelta de esta familia, especialmente la rabia inconsciente de su madre por los abusos sexuales. Dado que 1.1 identídad de James se basaba príncipalmente en la de su madre, tuvo que adjudicarse su proyección de la rabía sexual y desprecio hacia los hombres, la ioteríoriz6 y la manifestó en su obsesí6n por fotos por­ nográficas de señoras mayores. Su necesidad infantil y desesperada de lla· mar la atención, así como su falta de identidad masculina estable, se mani­ festaron en sus aventuras amorosas en las que quería frenéticamente que una mujer le quisiera y, al mismo tiempo, temía que ese amor 10 devorara. Cuando le dije a su esposa que viniera a la terapia, Karen describió a su marido "como si estuviera asomado, medio colgando de una ventana de su castillo, pidiéndome desesperadamente que vaya hacía él y, cuando llego allí, va y sube el puente levadizo". Se sentía doblemente contrariada. Uno de los principales avances en el proceso de recuperación de James fUe aprender a bajar ese puente levadizo y arriesgarse a ser vulnera­ ble. Karen le ayudó a conseguirlo -pero me estoy adelantando. Por muy desoladora que fuera la influencia de Heather sobre James, también es importante que recordemos que él era un excelente catedrático de inglés y un buen poeta, lo cual se vio fomentado sin duda por el amor de Heather por los estudios, y por su pasión por la literatura. De niño, Heather se pasaba horas leyéndole libros y siempre mostraba su orgullo por lo bien que iba su hijo en el cOlegío.

***

Espero que, al llegar a este punto, usted haya podido elaborar el genograma de su madre. No se preocupe por integrar todos los detalles que yo he utili­ zado con· Heather. Muy pocos genogramas salen así de claros y ordenados. Lo que importa es que obtenga una perspectiva más amplia de su familia como contexto en el que se desarrollan los problemas y secretos ocultos que usted tiene. Ahora ya estamos preparados para examinar cómo puede usted llevar a la práctica todo lo que hemos descubierto.

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TERCERA PARTE

DE VUELTA

AKANSAS

"¿Dónde está Kansas?", le preguntó, sorprendido, el hom­ bre. "No lo sé", respondió Dorothy con tristeza. "pero sé que es mi hogar y estoy segura de que está en alguna parte". L. FRANK BAUM, El maravilloso Mago de 0<.

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CAPÍTULQ,9

DESCUBRA SUS PROPIOS

SECRETOS OCULTOS

Despoja al hombre medío de sus mentiras vitales y le robarás también su felicidad.

que no están siendo honrados. Parece ser una parte ínamovible e inevitable de la condición humana tener cierto grado de autoengaño. Sencillamente uno no puede llegar a conocer todo lo que uno es y, mucho menos, lo que es otra persona de la familia. Al buscar los secretos desconocí dos y ocultos en los genogramas de nuestros padres. hemos hablado de su sombra. Ahora, con el fin de comple­ tar su genograma, usted tiene que hacer un valiente autoexamen para poder descubrir su propia sombra. Para poderlo hacer de fonna estructurada vamos a utilizar una figu­ ra denomínada 'la ventana de Johari'. La primera vez que vi este diagrama fue en un fín de semana de terapia de grupo para terapeutas profesionales, y le mostraré CÓmo lo utilicé en mi propio autoexamen.

LA VENTANA DE JüHARI

HENRJK IB5EN

Todo ser humano tiene cuestiones ... que no revela­ ría ni a sus amigos, sino sólo a sí mismo, y en secre­ to, Pero existen otras cosas que el hombrf'. teme con­ tarse íncluso a sí mismo. FYODOR DOSTOIEVSKI

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uando leí el cuento del maravilloso Mago de Oz no supe entender porqué Dorothy quería regresar a Kansas porq~c, según la descrip. ción de L. Frank Baum, parecía un silla horrible. El lugar que ella calificaba de hogar "no era más que un extenso prado gris en el que la hier­ ba no era verde y. el sol habfa quemado las puntas d~ sus largas hojas hasta que, por todas partes, no se veía más que color gris". La Tfa Em "jamás son· reía" y el Tío Henry "jamás reía, trabajaba de sol a sol, era de aspecto serio y severo, y apenas hablaba". ¿Cómo le puede apetecer a nadie volver a un lugar así? Pero Dorothy anhela poder regresar. Una forma de interpretar estas imágenes de tierras yermas, hierba abrasada y parientes sombrios es considerar que el regreso de Dorothy a Kansas es un símbolo de nuestra propia lucha por ser rigurosamente honra· dO$ con nosotros mismos. Para sentirme como "en casa" conmigo mismo, pard ser auténtico, tengo que deshacerme de los engaños y encantamientos de la infancia y enfrentarme a la grisácea verdad de mí mismo. El desafiar a nue$tro deseo de ser inocentes constituye la esencia del examen de nuestros sentimientos, y jamás nadie lo hace a la perfección. lncluso los mejores hacen una versión editada de sí mismos -y, después, reprimen el hecho de

La ventana de Johari se basa en la suposición de que todo el mundo tiene "puntos ciegos" de la conci~ncia, y que no nos podemos ver completa­ mente cómo somos y ni tan siquiera como nos ven los demás (ver tabla 9-1). Los cuatro paneles de la ventana representan el yo completo, pero usted sólo puede ver de sí mismo los a~p~ctos comprendidos en los dos superiores, ya que en estos se incluyen sus YO$ públicos y privados, con sus secretos ocul­ tos conscientes correspondi~ntes. El tercer y cuarto panel representan aspec­ tos de usted mismo que le son desconocidos. Abarcan todas aquellas verda­ des sobre su identidad que Jos,demás ven o que aún son inconscientes para usted. El Panel 3 contiene el autoengaño que le impide saber quién es usted realmente. El autoengafío es la raz6n por la que una persona se puede auto­ destruir lentamente sin ser consciente realmente de hasta qué punto ha per­ dido el control de su vida, aunque para los demás resulte evidente. El Panel 4 contiene los secretos que usted se oculta a sí mismo y a los demás, entre los que se incluyen los recuerdos de traumas y abusos, aquellas partes repri­ midas de usted que sus padres o cualquier otra figura de poder catalogaron de inaceptable e imposíbles de querer, así como los secretos ocultos e incons­ cientes que forman parte de la mente grupal de su familia. En el Panel 4 tam­ bién se incluyen aquellas partes de u~ted que, por el momento, constituyen su potencial inconsciente.

Panel!: Su yo público En el cursillo de fin de semana- de terapia de grupo para terapeutas, cada uno de nosotros nos presentamos con precaución. Nada más entrar en

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Esl<í establecido qlle e~Lructuremo.~ el tiempo que todos compartimos según ~:ienos convencIonalismos. Eric Berne, el fu.ndador de un tipo de tera­ pia llamada AlHíllsls Transaccionai (AT) definió dist:ntas maneras de esrnlC­ lurar el llcnipo, entre las que se incluye la soledad (tiempo para uno mismo) y 1a in Li mi dacl (ca In paI"tir nuestro yo y e I tiempo c JO olra penona). Entre estos dos ex tremos se JIlclll yen cosas·q L1e so lemas hacer en grupo como, por CJ e 111 p lo. lu:; P ri 1m y JUBgos. " . Los pasatiempos ~('ln cosas como las aficíones y el habiar de)'!íempo. depones, coch('.$, lo~ hiJos,; la pareja. Los rilo!:' incluyen COS2.S como los salu­ dos y despedidas, 1<\\ reglas de etiqueta y el ponerse de pie para escuchar el hllnno n:lcio!1al. El trabnjo ~llal·io implica ciertos ritos para Comenz.ar y telmi.

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las familias se crean ritos en torno a la comida, el ir a la iglesía y las nar. E n . . 1 1 . celebraciones. En las oficinas se establecen:vanos ntos, tales como a p am­ ficación de sesiones de trabajo, reuniones' semanales, vacaciones y cotilleos. La investigación de Berne sobre "cómo jugamos" es de especial rele­ \'anCla para el Panel l. Los juegos soc¡¡¡jc.~ corrientes incluyen 1ll0vimicnlOs es tralégi cos secretos que nos colocan en una pos ictón superior y nos propor· cionan una sensación de poder sobre los demás. lo cual sucede con mucha frecuencia en el trabajo y en la familia. Si el Jefe es una persona insegura que necesita sentirse más fUerte que los demás. puede indicar vagamente para qué hora tiene que estar listo un trabujo y, entonces, a las cinco de la tarde, le echará una bronca impresionante al trabajador porque no lo ha acabado, y lo humillará diciéndole: "¡Deberías haberlo sabido!" Otro juego corriente se llama "Ya te tengo. Ahora LLORA". Por ejemplo, Billy Jones quiere llamar la atención de su hermano mayor Tom. Una noche, toda la familia Jones está mirando la televisión y, de repente, lodo el mundo se lÍe de cierta escena cómica, menos Billy. Al final del pro­ grama. Tom. al cual le gusta sentirse superior, le pregunta a Billy si la esce­ na le pareció graciosa (sabiendo que Billy no se había reído). Billy, que no había cogido lo chistoso de la escena, responde que no. Entonces, en vez de explicárselo. Tom le dice que no tiene sentido del humor y Billy se queda convencido de que es tonto. En lodo juego siempre hay un envite, una invitación secreta a que la otra persona juegue también. Aunque la pregunta de Tom aparenta ser fruto de un interés genuino, la realídad es que es una estratagema para humillar a BiJly. Todo juego oculta una artimaña que se apoya en la vulnerabilidad de la otra persona para poder jugar. En el caso de la familia Jones, Billy quiere llamar la atención de Tom y por eso responde a la pregunta. En todo juego hay un individuo a"\ se que coge por sorpresa y se le pone en una posición inferior. Billy responde a la pregunta de Tom creyendo que éste se interesa por él, pero acaba síntiéndose humillado. Cada juego tiene su grado de nocividad. Algunos son simplemente desagradables mientras que otros pueden llegar a ser sádicos y mortales. Los padres que tienen cuestiones de abusos sin resolver y que necesitan sentirse poderosos, suelen iniciar juegos abusivos con sus hijos. Una cliente mía me contó que su padre solía entrar en el baño cuando ella se estaba peinando ante el espejo y la preguntaba si pensaba que era guapa. Si su respuesta implicaba de alguna manera que pensaba que lo era, su padre empezaba ¿¡ darle bofetones y a cítar frases de las Escrituras que hablaban de lo malo que es ser vano, y la decía que llevaba al Diablo dentro.

Beme opinaba que es importante observar cuánto tiempo dedicamos

a cada lIna de e~tas áreas. Por ejemplo, vamos a suponer que el gráfico del !iclllp() que le corresponde ~l usted es el siguiente:

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Ejercicios de roles y valores Haga una lista de todos los roles que usted desempeña en su vida (por ejemplo, fontanero, port~ro de fútbol sala, miembro de una iglesia presbite­ riana, padre, buen vecino, el gracioso de mi familia original, chivo expiaco­

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Tiempo y valores

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apegado a cada uno de dichos roles y cuánto Jos valora. Aquéllos a los que más le cueste renunciar son los que usted más valora.

Panel 2: Su yo privado El panel 2 representa aquella parte de usted que los demás descono­ cen y a la que s610 usted tiene acceso. En ella se incluyen lodas las conduc­ tas pri vadas que se describen en el capítulo 1. S~:m cosas que nos conviene evitar compartir con los demás, tales como nuestras fantasías sexuales y nuestra forma especial de rezar. Este panel también alberga nuestros "puntos flacos" (miedos secre­ tos), aquellos secretos que se ocultan conscientemente, los resentimientos, la vergüenza y las conductas privadas no reprirrúdas. El terapeuta encargado de mi grupo nos explicó que, cuando decidi­ mos hacer a alguien partícipe d..: lo que ocultamos en el panel 2 de la venta­ na de Johari, nos estamos nivelando o poniendo al mismo nivel que la otra persona. Descubrí que. a medida que los demás miembros del grupo iban desvelando cosas y nivelándose con Jos demás, a mí también me resultaba muy fácil hacerlo. . Uno de los del grupo nos dijo que no se consideraba buen terapeuta y que solía sentirse confuso e incapaz de ayudar a sus clientes. Otro admiti6 haberse acostado con una joven cliente y haberse vuelto casi loco de miedo de que ella le denunciara. Decía que se "sentía podrido, que era un ser delez­ nable". Yo comenté que daba clases de teología para adultos pero que tenía graves dudas sobre mi fe, y que sentía mucha rabia por la educación religio­ sa tan autoritaria que había recibido. Otro admiti,ó que le daba miedo hablar en grupo. Este ejercicio de nivelación me impactÓ profundamente, ya que me abrf a mis sentirrúentos y compartí mis creencias y deseos honestamente. Conté secretos míos que me parecían honibles y, sin embargo, toda aquella gente me aceptó. Le insto a que se nivele consigo mismo, se abra a sí mismo. Es un buen comienzo. Quizás esté usted harto de mentir, engañar y vivir con ver­ güenza. Quizás le ha llegado el momento de ser honesto consigo mismo. Si tiene usted alguna adicción, trabaje con un grupo de apoyo que la trate, dirí­ jase a un terapeuta o haga terapia de grupo. Necesita tener un amigo que no le critique y que -le escuche sin prejuicios ni inteJ1)retaciones.

Necesita poder contarle sus secretos a alguien. La única forma de liberarse de la vergüenza y de la ocultación es afrontarlas y hablar de ellas.

El mejor secreto Le puedo asegurar que el mejor secreto que usted jamás pueda des­ cubrir yace más allá de todos sus miedos a ser rechazado por contar los secretos que guarda tan celosamente. Ya he escrito sobre todo esto al final de mi libro titulado Sanar la vergüenza que nos domina; si la verglien~a es revo­ lucionaria, el pudor es algo revelador. La vergüenza no s6lo impide que los demás vean nuestro yo sino que nos impide que descubramos nuestro aufén­ rico yo. La única forma de vemos reflejados en los ojos de los demás es acep­ tando el pudor y saliendo del escondite. La única manera de iniciar el proce­ so de autodescubrimiento es viéndonos reflejados en los ojos de una perso­ na que valoramos. Dado que las personas que nos son importantes nos acep­ tan tal y como somos cuando les revelamos nuestro yo secreto, podemos entonces interiorizar el espejo de su rrúrada y aceptarnos tal y como somos. Abrirse a alguíen es une de los principales métodos del descubrimiento del yo. Nos da mucho miedo abrimos, nívelarnos con otra persona. Es un paso crucial en el sendero que atravíesa el Bosque Encantado. Cuando pasamos a analizar el Panel 3 con el grupo de terapia, me di cuenta de que había contado algunos, secretos pero que tenía otros que me daba demasiada vergüenza contar. Eran secretos sobre mi conducta sexual, sobre lo decepcionado que me sentía con respecto a mi matrimonio, sobre mi inseguridad con el dinero, sobre la cantidad de miedos que me contaminaban la vida. Algunos de estos secretos empezaron a emerger cuando analizamos el Panel 3.

Panel 3: El aspecto ciego del yo El Panel 3 contiene sus puntos ciegos, aquellos secretos que usted desconoce pero que los demás saben de usted. El indivíduo se revela a tra­ vés de su conducta y, por mucho que intente ocultar las cosas, lo que hace es lo que le delata. Usted no es consciente de cómo se desenvuelve en los aspectos con· tenidos en' el Panel 3, pero es algo que está al alcance de los demás. Ésa es la razón por la que es tan importante disponer de un amigo en el que confie­ mos, o de un grupo de apoyo, Necesitamos que otra persona noS diga lo que ve en nosotros. Al nivelamos con la otra persona, se establece una confianza mutua

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y. entonces. podemos lanzamos a la confrontación. Todos necesitamos la opinión de otfO y, a veces, que otra perso~a;nos. confronte. Mi grupo me confrontó sobre dos cuestIones que. más adelante, me llevaron a descubrir secretos más profundos. La primera era mi miedo a todo. Una de aquellas tardes, cuando yo le estaba hablando abiertamente' al grupo sobre mi familia, el terapeuta me señaló que yo estaba hablando muy depri­ sa y en un lono más agudo de lo normal. Me dijo que mi voz transmitía una sensación de "súplica" casi frenética. Varios de los demás miembros del grupo me dijeron que también les producía esa misma sensación, que, al hablar, parecía que fuera un niño aterrorizado que estaba suplicando que le confirmaran todo el dolor y terror con el que había crecido y que, evidente­ mente (para ellos), aún sentía. Yo no tenía ni idea de que estuviera transmi· tiendo esa sensación de súplica y angustia. Pero, al comentármela ellos, pude conectar con el tremendo sentimiento de terror que había predominado durante toda mi infancia. De repente me vino a la memoria una escena en la que yo me agarraba a mi hermana al caminar hacia el colegio. Recordé el pavor que sentí al pasar delante de chicos mayores y más grandes, Más ade­ lance, descubrí que el miedo predominaba en el sistema emocional de mi familia de origen. El grupo también me confrontó cuando les describí lo feliz que era en mi matrimonio. La verdad era que hacía doce años que tenía problemas con mi mujer. Me sentía solo y consideraba que na se "me satisfacían mis necesidades. Mi mujer sentía lo mismo, pero nunr:a lo hablábamos. Más delante, cuando hice mi primer genograma, me di cuenta de que, en mi matri­ monio. estaba reproduciendo mi relación con mi madre debido a mi com­ promiso secreto de hacerme cargo de su felicidad. Mediante la confrontación aprendí que nuestra conducta es la forma más evidente de que los demás nOs conozcan. La forma en que miramos a alguien o en que apartamos la mirada; si el tono de voz concuerda con la pos­ tura corporal que adoptamos; cómo respiramos; el color de la cara; qué hace­ mos con las manos - todas estas indicaciones no verbales les indican a los . demás si lodo concuerda o si no concuerda, entendiéndose por concordancia la congruencia entre lo que se dice y cómo se dice. Cuando estamos hablan­ do con alguien, nos damos cuenta de que, a veces, el contenido de lo que está diciendo no encaja con la forma. Si un hombre nos cuenta lo feliz que se siente en un tono lento y monótono, nos plantearemos hasta qué punto es cierto lo que dice. Pero es difícil que uno se pueda dar cuenta de eso por sí mismo. Los demás suelen percatarse de nuestros secretos cuando reacciona­ mos a la defensiva. Si una persona "protesta demasiado", está poniendo en 226

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Panel 4: Los secretos que usted mismo se oculta En aquella terapia de fin de semana no tuvimos tiempo de trabajar con el Panel 4, el cual representa todas aquellas cosas que ni usted ni los demás saben conscientemente de usted, pero que le pueden estar haciendo mucho daño. Asimismo, puede representar un potencial o una fuerza secreta suya que está por desarrollar. Con el tiempo vamos descubriendo nuestro inconsciente. Su. contenido va emergiendo a través de las conductas que repetimos, de las cosas que negamos, de nuestras proyecciones y de las defensas de nuestro ego. Además, también lo podemos descubrir al estudiar los patrones de nuestra familia mediante el genograma. Pero antes de regresar a su genograma personal, le vaya dar unas herramientas concretas para explorar el Panel 4 de la ventana de Johari basándome en unos ejemplos de James Jeder y de otros pacientes.

CLAVES PARA DESCUBRIR SECRETOS OCULTOS

EN EL INCONSCIENTE

Patrones de conducta que se repiten

El mayor descubrimiento de Freud fue que la represión nos conduce hacia la repeticíón. Si. durante la infancia, no se resuelven ni satisfacen nues­ tras necesidades, seguiremos intentando conseguirlo y, de fonna inconscien· le, buscaremos a una persona o situación que se asemeje a la original para poder repetirlo. Dado que la motivación es inconsciente, se nos olvida que la hemos repetido y, cuando surge nuevamente una situación similar, lo vol­

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vemos a hacer. A veces necesitamos tener tres relaciones con abusos, o divor­ ciamos tres veces o quedamos tres veces sin trabajo para comprender que algo nos está indicando que hay algún problema. Entonces empezamos a vis­ lumbnlr que hay un patrón que se repile y sospechamos que, inconsciente­ mente. está sucediendo algo. Al descubrir que SlI m:ldre había hecho un incesto emocional con él, Jamc\ Jeder ~c vio obligado a analizar un patrón que se repetfa en sus rela­ ciones con las mujeres. incluidas sus dos esposas. En la tabla 9-2 he esque­ matizado dicho patrón. James conoció a Sue, su mujer, durante el último año de carrera. EIJa trabajaba de ayudante en Jo. biblioteca de la universidad. James se enamorÓ loca e intensamente de ella, Sue no se podía costear una carrera, era bastan­ te joven (diecisiete años). lista y estaba completamente fascínada por la inte­ ligencia de James . A James le encantaba que .ella le mimara y admirara porque, de esta forma, se veían satisfechas sus necesidades narcisistas, Esta relaci6n tenía todas las de perder ya que estas fantasías y el deslumbramiento mutuo aca­ ban apagándose. Cuando se extinguió, cada uno se dio cuenta de la intensi· dad de las necesidades del otro, y de sus puntos flacos demasiado hUmanos. Pero, para entonces, Sue ya estaba embarazada de Jack. Se casaron sin estar nada convencidos. James siempre se sintió entre dos aguas con respecto al matrimonio, lo cual es un patrón que manifestó en todas sus relaciones y con. su segunda mujer. Al hacer un curso de posgraduado, James entabló una relación amo­ rosa con Karen, una comp'añera de clase. Dicha relación se inició con pasión inmediala e intensas emociones. Cuando Karen quedó embarazada de Hannah, James se divorció de Sue y se casó con Karen, pero pronto se desi­ lusionaron y se decepcionaron el uno del otro, Karen- empezó a desconfiar mucho de James, lo cual es bastante corriente en una mujer que se casa con un hombre que ha dejado a su esposa por ella. Karen se volvió en extremo absorbente, y se pasaba el tiempo comprobando dónde estaba su marido. James no tardó en empezar a sentir su ambigüedad típica. Su fantasía de Karen como la mujer "perfecta" se había venido abajo y él quería deshacer­ se de ella, pero senúa culpabilidad por todo lo que la había prometido cuan~ do salían juntos antes de casarse - promesas de adoración y amor eternos. Además, también se sentía culpable por su hija Hannah, la cual era' la niña de sus ojos que, rápidamente, se convirtió en su "princesita". . J ames oscilaba entre períodos en los que intentaba dedicarse a su matrimonio y períodos de alcoholismo, aventuras amorosas y autoerotismo con pornogmfía. La cotidianidad con Karen consistia en fuertes y repetitivas

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discusiones a altas horas de la noche que solía~ desembocar en amenazas lle­ > nas de rabia. Esta repetición de paU'ones de conducta delata un incesto emocional. La víctíma del incesto emocional es el niño "especial" que el progenitor uti· liza (por lo general de fonna inconsciente) para saciar su desesperada avidez de tener a alguien. Pero, al llenar el vacío del progenitor, la víctima experi­ mema un abandono emocional y se lOma extremadamente dependiente. Eso es lo que le sucedió a James. La profunda necesidad de Heather. su madre, má!. el inceslo no resuello que ella pa.deció. la llevaron a :,;educir a su primo­ génilO. Se convirtió en la madre "perfecta" a la que James buscaba en todas las mujeres de las que se enamoraba. Las víctimas del incesto emocional se crean una fantasía e idealizan al progenitor para eludir el dolor de tener que afrontar que éste las está wílizando. Dicha idealizaCión es un procesó incons­ ciente.·Su fantasía de perfección sumada a sus propias carencias provocaron que a James le resultara imposible establecer una relación basada en la rea· lídad y. cuando se deshacía el encanto. comenzaba la lucha por mantener el compromiso. Al principio de cualquier relación, James se hacía cargo de todas las necesidades de su amante (de la misma forma que se había hecho cargo de las de su madre) con el fin de suplir sus tremendas carencias propias (lo cual su madre nunca había hecho). James "daba para recibir", y establecía un intenso compromiso con una figltra imaginaria lo cual, al cabo del tiempo, le dificultaba el poderse marchar porque sentía mucha culpabilidad s610 de pensar en romper la relación. Dicha culpabilidad, surgida de su entrega a una unión imaginaria, impedía también que James pudiera identificar cuáles eran sus propias necesidades personales y expresarlas de una (onna sana que favoreciera la relación. Sin embargo. se dedicó a huir de su ambigüedad e inseguridad mediante el alcohol y el autoerotismo. Al descubrir todo esto en la terapia, James se puso en marcha. Como veremos en el capítulo 10, destruyó el mito de su madre, afrontó el dolor de haber sido víctima de un abuso, la perdonó, se mantuvo en contacto con ella y se dedicó a su relación con Karen y sus hijos. . 1,

La negación La negación, y su hennano el autoengaño, nos impiden conocer nuestros propios secretos. Por negación se entiende "el estar convencido de algo a pesar de los hEoChos". Cuando el marido, que éS alcohólico desde hace treinta años, deja de beber durante unos pocos días. j la mujer dice que no es realmeflle un alcohólico! El aU/oengaño es la negación sincera. Mamá está

convencida de que todas las familias tienen problemas y que los hombres son así... y que, por eso, Papá vuelve a casa borracho perdido dos veces por semana. La negación suele constituir el proceso final de una secuencia que se inicia con mentiras, las cuales generan secretos que, a su vez, se manlienen mediante el silencio y conducen a la negación. Según el libro The Treatment of Alcoholism de Edgar P. Nace, la negaci ón se compone de cuatro características:

• Se diferencia de la mentira en que, en gran medida. es un acto in canscien te. • Sirve para proteger la posibilidad de que el individuo siga haciendo lo que está negando lo cual, en el caso de una adicción, se conside­ ra cuestión de vida o muene. • Evíta que el frágil yo del individuo se vea desbordado por la deses­ peración. • Impide que el individuo conozca sus propios secretos. Al mantener los secretos se fomenta la negación.

Ejercicio para detectar los puntos ciegos y la negación Con toda honestidad, escriba una lista de defectos de su carácter. o de conductas negativas, o de rasgos que la gente le haya echado en cara algu­ na vez. Como son asuntos desagradables. es muy probable' que usted se haya mantenido siempre a la defensiva respecto a ellos. Quizás usted sea tan controlador y tenga tanta rabia que sus amista­ des y seres queridos le tengan miedo. En ese caso, está usted viviendo un engaño de sí mismo. Analícelo muy detalladamente. Asegúrese de que está dispuesto a aceptar la confrontación sin ponerse agresivo. Si es así, pídale a su cónyuge, hijos o mejores amigos que le digan sinceramente qué opinan de usted.

La proyección La proyección es vtra pista que nos' puede llevar a descubrir aquello que nos estamos ocultando. Es una fonna de sobrellevar sentimientos, impul­ sos o pensamientos prohibidos, distanciándonos de todo aquello que no podemos soportar. Lo que sentimos dentro lo lanzamos hacia fuera. La per­ sona exigenle en exceso, que juzga y critica a los demás, suele rehuir preci­ samente todo aquello que le cuesta reconocer?e sí misma. El paranoico ve

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peligros Y amenazas por todas partes, p~r.o e~ auténtico peligro son las voces que, por dentro, van condenando y cntly,Mldo sus sentimientos, deseos y

Defensas del ego

anhelos. Una vez que se proyecta, el sentimiento, impulso o idea se convierte en un secreto profundo e inconsciente que apartamos de nuestra conciencia. Al encontramos con una proyección nuestra, se nos aparece como una expe­ riencIa extraña y lejana a la que nos oponemos apasionadamente. Carl Jung indicó que, cuando se reprime una experiencia interior, suele manifestárse­ nos fuera de nosotros en forma de destino. Nosotros creemos que es el des­ tino pero, en realidad, es una pane nuestra desheredada por nosotros que acu­ mula energía de forma secreta y se campana como un animal hambriento, y atado con una cadena en el sótano, que intenta poder salir. Dos predicadores de televisión muy conocidos se buscaron su propia ruina porque no eran conscíentes del poder dinámíco de sus propias proyec­ ciones. Uno de ellos sermoneaba con vehemencia en contra del sexo y lle­ gaba hasta condenar a las mujeres que llevaban pantalones cortos. Le cogie­ ron dos veces con prostitutas. El otro negó tener ningún deseo personal de lucro. hasta que fue procesado por defraudar millones de dólares a sus segui­ dores. Necesitamos la confrontación y que se nos diga la opinión que pro­ \·ocanlOS. porque nuestros mecanismos de defensa más primarios son bási­ camente inconscientes. Hay veces que los demás se dan cuenta de nuestras proyeccíones y nos pueden ayudar indicándonoslo. Pero no es tan fácil detectar las proyecciones como la incongruencia. Para poder detectar la proyección suele ser necesario familiarizarse con el individuo y su entor­ no. Muchos de nosotras no sabemos quiénes somos realmente porque nos rodeamos de personas que sólo nos dicen lo que nosotros queremos oír, o porque vivimos en familias que confunden la verdad con las mentiras In cortesía.

La principal tarea del cerebrc es la supervivencia y evitar el sufri­ miento. De pequeño, cuando la realidad se le hacía insoportable, entraban en funcionamiento ciertos mecanismos naturales para reducir el sufrimiento que se denominan defensas del ego. Eran su mejor opción y, al escogerlas, se convinieron en pro.cesos automáticos e inconscientes. En la actualidad, dichas defensas del ego que tan necesarias fueron durante su infancia para sobrevivir, forman parte de sus secretos, Dado que todas son inconscientes, necesita traerlas a la conciencia para poder usarlas cuando sea necesario y soltarlas cuando no resulten apropiadas. Por ejemplo, el secreto de Elvin era que, de niño, había sido víctima de abusos deshones­ tos. Pero él no era consciente de esa violación hasta que asistió a una confe­ rencia sobre el incesto y se empezó a sentir incómodo y con una necesidad salvaje de gritarle al conf~renciante que se callara. Al regresar a casa, estuvo llorando varias horas. Se puso a pensar en él mismo y en su vida. Pesaba cin­ cuenta y cinco kilos de más. La belleza de su cara y de su cuerpo había desa­ parecido entre las enormes capas de carne que ocultaban todo vestigio de su masculinidad. Apenas si había salido con alguna mujer. Sus dos únicas expe­ riencias sexuales, en ambos casos con prostitutas, habían sido penosas y humillantes. Se prometió buscar ayuda. Al hacer terapia, "recordó" varias ocasiones en las que le roYO que hacer sexo oral a su abuela. Poco a poco empezaron a emerger los dolorosos recuerdos asociados a las sensaciones de su violación. Tardó varios años en conectar con todos sus sentimientos, especialmente cun la ira y la rabia por la .violación que padeció. Se dio cuenta de que la mayoría de los síntomas de su disfunción --obesidad, agorafobia, odio y miedo a las mujeres, y rechazo por el sexo-- eran los s(ntomas de su violación y abusos. Dichos tipos de con­ ducta eran la consecuencia de las defensas del ego por las que habfa optado para evitar males mayores. Consiguió comprender que, sin embargo, esas defensas que le habían salvado la vida también le estaban impidiendo vivirla.

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Ejercicio de proyección Escriba una lista de las personas que más suele criticar o que detesta apasionadamente. Al lado de cada una, escriba el defecto o rasgo caractcrial que le disguste. A continuación, lea la lista y pregúntese, con toda sinceridad, si usted tiene ese mismo rasgo y si 10 detesta secretamente en usted. Al pensar en las personas y cosas que le disgustan y por las que tiene resentimiento, se pue­ den desvelar ciertos secretos que usted se está ocultando.

EL OSCURO SECRETO DE LOS ABUSOS

DE LA INFANCIA

La más poderosa defensa del ego ~s lo que yo llamo "el oscuro secre­ to de los abusos de la infancia". Dicho secreto contiene, a su vez, dos subsecretos:

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• Borrar de la memoria la verdad ~e,10 que nos sucedió en la infancia • Eximir a los padres de forma compulsiva No ser consciente del oscuro secreto de los abusos de la infancia le puede hacer más daño que cualquier otro secreto que usted se esté ocultan­ do.

Borrar de la memoria la verdad de lo que sucedió El reconocimiento del fenómeno del abuso físico, emocional y sexual se ha ido desarrollando muy lentamente porque las víctimas se iden­ tifican con el agresor, reprimen el recuerdo o se inducen estados autohipnó­ ¡jeas de defensa para poder sobrevivir. Al estar a punto de perder el yo, se prohiben a sí mismas saber lo que les pas6. Sin embargo, tal y como señaló la psiquiatra suiza Alíce Miller, todo niño educado según las reglas del matriarcado/patriarcado lleva oculto cierto grado de secreto, el cual consiste en que es incapaz de saber la verdad de su niñez. Perrnítarne que le explique este concepto. En un sistema familiar patriarcaVmatriarcal, se espera que el niño renuncie a su voluntad, mente y emociones para obedecer los mandatos de sus padres, lo cual equivale a que le desprovean de su yo, Esto se consigue mediante castigos físicos. humillación emocional y la violación permanente del pudor. ese aspecto saludable de la vergüenza que protege la privacidad del yo individual en los albores de su desarrollo. Si no hay ningún yo que proteger, entonces sólo se aceptan los tipos de conducta que nuestra familia considera dignos de cariño. Evidentemente, hay distintos grados de anulación del yo. Las agre­ siones físicas son de lo que más provoca que el cuerpo y la psique utilicen sus sistemas de defensa. Cuanto peor se comportan los padres, es decir, cuan­ to más amenazado se siente el niño, tanto más drásticamente se adjudicará éste dkho tipo de conducta. El castigo físico constituye una tremenda ame­ naza. Con el fin de sobrevivir, el niño víctima de la agresión física se ve obli­ gado a mitigar de alguna forma sus sensaciones. Todos los que son torturados, amenazados y vfctimas de agresiones sexuales, emocionales y físicas, se ven forzados a desarrollar unas poderosas defensas para poder sobrevivir. Los abusos graves destruyen la espontanei- . dad, la curiosidad y lo que yo denofiÚno la imaginación realista. Para poder imaginar libremente se requiere un entorno libre de amenazas constantes o crónicas. Si se vive bajo una amenaza y ansiedad crónicas, el miedo es el que

rige la vida, se vive a la defensiva y es como si la mente se bloqueara, ya que es imposible realizar asociaciones espontáneas en situación de amenaza grave. Como la imaginación es una facultad natural, no desaparece pero, bajo la presión del sufrimiento ffsico crónico, queda desprovista de su sopor­ te corporal y se convierte en una fantasía. Es decir, se vive una exageración. Puede que el niño, entonces, se cree una fantasía de que su progenitor es bueno de tal forma que, por muy cruel que sea con él, el niño siempre le con­ siderará bueno. Para poder ne'gar que papá o mamá nos están haciendo de rabíar o nos hacen daño, tenemos que crear una figura imaginaria de que no nos están haciendo daño, de que no están haciendo lo que hacen. Esa nece­ sidad urgente y básica que el niño tiene de que se le atienda)' de ser querido hace que el progenitcr cruel (real) y que le rechaza se transforme en una fan· tasía de progenitor. el cual es todo bondad y le quiere. Así es como el niño niega la realidad de la crueldad del progenitor. Dado que el níño desarrolla su identidad a partir de sus padres, y dadQ que el progenitor real (que él ha idealizado como un ser bueno y que le cuida) le pega y le hace daño, el niño llega a la conclusión de que es él el que es malo porque, si no, ese progenitor cariñoso no le estaría haciendo daño de esa manera. La negación bona la historia, es decir, el niño que desarrolla la. defensa autohipn6tica de la negación y la alucinación positiva borra todo lo que eslá experimentando. Desprovisto del yo (de voluntad, sentimientos y necesidades) y con un progenitor que es una fantasía, el niño deja de perci· bir la realidad de su infancia, lo cual constituye un secreto oculto muy peli­ groso y también le conduce a proteger al progenitor de forma compulsiva.

Proteger a los padres por encima de todo Cuando a la exigencia patriarcal normal de que el niño reprima su voluntad, mente, sentimientos, necesidades y deseos, se le añaden abusos físicos, sexuales y emocionales graves, el resultado es lo que algunos deno­ rnínan el asesinato de la conciencía. Cuanto más se humilla y rechaza el auténtico yo del niño, más se le anula el yo y más dependiente se hace éste de su progenitor. La anulación del yo conduce a una protección compulsiva del progenitor. Dr. Leonard Shengold escribió un libro sobre los abusos titulado 50141 Murder. Dícha expresión la tomó de una obra escrita en 1832 por Anselm von Feuerbach, juez y erudito del derecho, titulada Kaspar Hauser: All [nstallce 01 Crime Against (he Lije 01 (he Soul 01 Man. Trataba de la historia de un chico llamado Kaspar Hauser al que mantuvieron encerrado en un

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sótano oscuro y apartado de toda comunjc~ci6n desde la infancia hasta los diecisiete años. En algunas de las muc!;las ocasíones en que le pegaban, Kaspar pudo vislumbrar a su carcelero, al que él llamaba "el hombre que siempre estaba ahe'. Cuando lo hallaron, Kaspar tenía el cuerpo de un hom­ bre pero se comportaba como un niño de dos o tres años. Tenía un alto nivel de inteligencia natural y poderes fuera de lo corriente (podía distInguir los coJores en la oscuridad). Aprendió a hablar, leer y escribir en relativamente poco tiempo. pero Kaspar parecía estar desprovisto de sentimientos y ser incapaz de sentir rabia. Fcuerbach qued6 pelriticado al descubrir que lo que Kaspar anhelaba más apasionadamente era regresar con "el hombre que siempre estaba ahi"". El caso de Kaspar nos sirve para ilustrar el hecho extraordinario de que, cuanto más se abusa de la víctima, más idealiza y protege ésta al agre­ sor, De hecho, puede llegar aídealizarlo e identificarse tanto con él que acabe convirtiéndose en agresor también, puede pennanecer como víctima buscando al agresor idealizado, ya sea el auténtico o alguna forma sustituta. De esta manera, el niño que se ba criado con un padre autoritario que le cas­ tigaba puede acabar buscando a un jefe o a una autoridad religiosa que le cas­ tigue y sea autoritario igual que el padre. Este sueño autohipn6tico que se ven obligadas a infundirse las vícti­ mas de abusos traumáticos les conduce a borrar de la conciencia los hechos reales y a idealizar al progenitor. . A unque el individuo critique y le eche la culpa a sus padres, y hasta llegue a maltratarlos, eso no es en lo que consiste este patrón de secretos ocultos producido por un sistema patriarcal/matriarcal. Es algo mucho más sutil y difícil de asimilar. El comprenderlo verdaderamente es como desper­ tar de un estado de trance. Cuando trabajé con Loma, aquella mujer que se había cortado las m uñecas de la que hablamos en el capítulo 2, me quedé perplejo de ver cómo protegía a su padre. La pregunté c6mo le afectaba que su padre le hubiera mandado que no comentara nada de que su abuelo la babía violado. Ella me respondió que comprendfa que su padre quisiera salvaguardar la ímagen de la familia. "Pero la principal responsabilidad de su padre era protegerla a usted", la dije. "Usted no puede comprender la importancia de la imagen de mi familia y de su posici6n social", me respondió. "Nos habrían echado de la Liga Juvenil y del club de campo. Tenía que proteger el buen nombre de la familia". Loma tard6 unos dos años en sentir cierta auténtica rabia hacia su padre por haberla traicionado. Esto es algo bastante frecuente entre las víctimas de graves abusos físicos, sexuales y emocionales así como en cual­ quier persona que se haya educado en un entorno patriarcal. El niño tiene una

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necesidad absoluta de idealizar·a los padres, de. creer que son buenos, porque los necesita para sobrevivir. Cuando se agrede a un niño, su respuesta natural es el dolor, el sufri­ l11ienlo y la rabia. Pero como el progenitor agresor no le tolera que sienta rabia, se encarga de que se le castigue hasta por la más mínima expresi6n de rahia.

La víctima infantil está sometida al poder absoluto del progenitor agresor, el cual le puede pegar en cualquier momento sin pretexto alguno. Como el progenito~ es su único protector, el nino no tiene más remedio que buscar consuelo en su propio verdugo, lo cual le crea una intensa necesidad de considerarle bueno y justo, y le exime de toda responsabilidad de su dolor, sufrimiento y rabia. Este proceso se agudiza cuando los padres se consideran personas justas ("Lo hago por tu propio bien") y religiosas.

RECUERDOS REPRIMIDOS DE ABUSOS SEXUALES Los secretos que más ocultamos son los recuerdos reprimidos de abusos sexuales, los cuales suelen ser casi siempre el resultado de una victi­ mización cr6nica durante la infancia. La información que le ofrezco en esta secci6n s610 tiene un propó~;j­ to educacional y, bajo ningún concepto intenta constituir una alternativa al díagn6stíco de un expeno en salud mental versado en dicha materia. El tra­ bajo de desvelar recuerdos de abusos sexuales s610 se debe hacer bajo la supervisión de un profesional, ya que se trata de un proceso muy doloroso que puede hacer brotar sensaciones que le asusten y le abrumen. Si observa que, al leer esta sección, tiene alguna re,\cci6n emocional fuerte, podría ser aconsejable que consultara con un profesional. La doctora Renée Fredrickson es una de las pioneras en el estudio del abuso sexual. Aunque mucha de la información que se ofrece a continuación proviene de sus conferencias, cintas y de su libro Repressed Memories, asumo toda la responsabilidad de mis interpretaciones de su obra. ' El abuso sexual es el crimen más secreto de todos. No existen testi­ gos y la traición, humillación y degradación producen estupefacción y cons­ tituyen un asesinato de la conciencia. Dado que la vergüenza hace que uno se quiera esconder, la tendencia natural de la víctima en estos casos es a no delatar los hechos. El abuso es demasiado horrible para poderse expre­ sar verbalmente y, además, el vocabulario del niño es todavía limitado. Lo que quiere la víctima del abuso sexual es que la rescaten pero tanto el agre­ sor como la familia le dejan bien claro que eso no es posible, lo cual incre­

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menea aún más 'la necesídad de olvidar. Incluso cuando se abusa sexual. mente de todos los niños de una familia, -éstos raramente (o nunca) lo > comentan entre sí. El niño v.;ctimizado sexualmeme no tiene ningún aliado y se siente acorralado por las amenazas, seducci6n y caricias del agresor, o por el pavor que le produce ser la causa de que se deshaga su familia.

• Encontrarse inesperadamente en una situación que se asemeja. en cierta forma, a la original. • La muel1e de un agresor sexual o de un progenitor al que se prote­ ge inconscientemente del abuso. • Un embarazo o el nacimiento de un hijo o un nieto. • Un niño que tiene la edad a la que uno fue victimizado. • El comienzo de una nueva etapa de la vida (pubertad. madurez) Indicaciones o señales de recuerdos reprimidos • Una confrontación con un agresor sexual. de abusos sexuales • Acabar con una adicción. Al desaparecer su efecto anestesiante surge el recuerdo. • Descubrir la realidad de los abusos sexuales (quizás alieer un caso Las indicaciones más corrientes que apuntan hacia la existencia de de abusos sexuales o al ver alguna noticia en televisión). r('cuerdo~ reprimidos se presentan en forma de distintas combinaciones de • Sentirse seguro. sílllon1Us de PTSD, No obsranre, no todas las vrclimas de abusos sexuales • Sentirse fuerte. El crecimiento personal le da a uno fuerzas sufi­ 11111(:.1'1 ras .l(l1Im/las de PTSD, por lo que se necesita la ayuda de 1m profesio­ cientes como para afrontar aquello para lo que antes era incapaz. !lal ¡)(II'(( delerminar con exactitud si se ha slfndo un PT5D. j'

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Las dos características más importantes ¿el PTSD en víctimas de abu.<;os sexuales con recuerdos reprimidos Son el retraso en la mamfestación delrrasrorno y la amnesia.

El retraso en la manifestación del trastorno La víctima del PTSD puede entrar en profunda depresión o empezar a tener ataques de ansiedad sin tener un historial previo de dichos síntomas. Uno de los pacientes de la Dra. Fredrickson comentó que jamás se había sentido tan feliz. Aunque puede parecer paradójico que los recuerdos empiecen a emerger durante un periodo de paz y felicidad sin precedentes, la verdad es que dicha calma y seguridad permiten que la persona relaje el intenso sistema de alerta psíquica que mantiene para bloquear unos recuero dos tan tremendos. Suele haber un acontecimiento que desencadena la manifestación retrasada del PTSD, con la que ecmpiezan a emerger sentimientos y recuero dos que estaban adormecidos. Esto se produce tanto en aquellas personas que recuerdan haber sido víctimas de abusos como en las que no. Las que se acuerdan pueden comprender y evaluar más fácilmente. las pesadillas, imj. gCI1~s, miedos y otros de los alarmantes síntomas que padecen. En cambio, las que no recuerdan nada se sienten muy confusas por la andanada de recuerdos que empiezan a surgirJes. Según la Dra. Fredrickson, los desencadenan tes más corrientes son los siguientes tipos de acontecimientos:

Amnesia Prácticamente todas las víctimas que han sobrevivido a un caso de abusos sexuales padecen algún tipo de amnesia con respecto a la agresión. Los aspectos más desagradables del suceso son los que más se suelen olvi-, dar. La víctima suele recordar cómo empezó el incidente pero se ha olvida­ do la parte más despreciable (el orgasmo del agresor y cómo la trató des­ pués). Lo que ha olvidado es la parte más dolorosa. En la actualidad se está planteando que el PTSD no describe de forma adecuada los efectos de la represión de los recuerdos en los casos de . abusos crónicos de niños, por lo que se ha establecido una nueva categoría denominada síndrome del recuerdo reprimido.

El síndrome del recuerdo reprimido Se ha desarrollado el concepto de síndrome del recuerdo reprimido, el cual describe aquellos casos en los que no se conserva ningún recuerdo de la agresión o que la amnesia al respecto es muy considerable. Dicho síndro­ me consta de cuatro categorías que la Dra. Fredrickson enumera de la siguiente forma: • Atracciones. miedos o fobias inexplicables según el historial Cono­ cido • Indicaciones de reactívaci6n de recuerdos

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• Muestras de disociación • Espacios de memoria en blanco No obstante, éstos no son criterios absolutos. No hace falta que se c.:umplan todos. .

1, Atracciones, miedos ofobias Sentir atracción, miedo, fobia o malestar en relación con algún obje­ to o situación, lo cual no se puede explicar en base al historial que de usted se tiene, apunta hacia la presencia de recuerdos reprimidos, especialmente si están asociados lógica o frecuentemente con abusos sexuales de niños. Puede que el indí viduo se sienta atraído por un objeto que tenga que ver con la agre­ sión que padeció, o que le dé miedo O quiera evitar ciertos objetos específi­ cos. La fobia se suele manifestar como un rechazo al sexo O a cualquier cosa que tenga que ver con él. Otras personas pueden desarrollar una necesidad compulsiva de sexo. Pueden evitarse lugares como el baño, los SÓtanos o los armarios. sitios en los que se suelen dar los casos de abusos sexuales. El agresor suele valerse de objetos caseros que se pueden íntroducir por la vagi­ na o el ano tales como palos, alimentos con forma fálica o botellas. Una vez tuve una cliente que tenía unos problemas tremendos con la dentadura porque se negaba a ir al dentista. Al cabo de unos meses de tera­ pia le vino a la memoria que su tío la había violado varias veces por la boca. Sentir un miedo fuera de lo corriente por ir al dentista suele ser una indicación de abuso 'Sexual oral. ya que a la persona le recuerda el momento en que fue forzada a abrir la boca y le hacían daño con algo.

2. Indicaciones de reactivación de recuerdos El recuerdo puede empezar a manifestarse en sueños, mecliante imá­ genes desagradables, flashbacks, sensaciones físicas o sentimíentos inexpli­ cables. Según la Dra. Fredrickson, tener pesadill:.s violentas o soñar que alguien nos persigue o nos intenta matar puede ser un aviso de que están emergiendo recuerdos. Las- imágenes surgen a veces como un "flash", unos breves destellos mentales, por lo general en momentos inesperados, en los que se ve una escena de abuso sexual. Por ejemplo, de repente se puede tener una visión de un cuchillo o de un pene sin ninguna relación con 10 que se eSlá haciendo. La escena no lÍene porqué ser violenta y puede referirse al princi­ pio O al final del incidente.

Pueden producirse clolorososflashbacks en los que el individuo revi~ ve la situación como si estuviera sucediéndole en el momento presente. El cuerpo reacciona ante todo lo que nos pasa. Cuanto más fuerte sea el suceso. más impactará al cuerpo. Existen recuerdos corporales incluso cuando la agresión produce poco dolor físico. Según Renée Fredrickson, "la nausea es una reacción física frecuente ante un caso de abuso sexual. A veces el niño vomita involuntariamente sobre el agresor aunque no se le esté haciendo ningún daño físico. También puede. producirse una excitación sexual cuando surgen recuerdos corporales no violentos", Pueden doler los genitales al emerger ciertos recuerdos del abuso sexual. Pueden temblar1e las piernas a la víctima cuando recuerda la tensión física de las incómodas posiciones sexuales. El recuerdo emocional es la respuesta emocional a cierto aconteci­ miento o situací6n en particular. Sí está reprimido el recuerdo del hecho en sí, se recordará el sentimiento pero no lo que sucedió. Según la Dra. Fredrickson, "una forma corriente de recuerdo emocional es tener una clara sensación de que uno ha padecido una agresión".

3. Muestras de disociación Un trauma suele ser causa de disociación, la cual se caracteriza por una sensación de que uno no está en el cuerpo. Dicho estado de disociación se suele describir como soñar que se está despierto. Uno observa lo que le está sucediendo pero es como si no participara de la experiencia. La disociación se puede convertir en una parte permanente de la vida del individuo en forma de una sensación constante de irreafidad o aleja­ miento, o en forma de estupor. Muchas víctimas de abusos sexuales experimentan una disociación al hacer el acto sexual y, literalmente, "no están presentes".

4. Espacios de memoria en blanco Es (Otalmente normal tener muy pocos recuerdos anteriores los seis años. Sin embargo, si usted no recuerda nada de su niñez o de un periodo detenninado, por ejemplo entre los nueve y los once años, entonces podría plantearse la posibilidad de haber sufrido un grave trauma (por 10 general, los traumas leves no hacen desaparece de la memoria etapas enteras). Si no recordamos nada de una persona importante en nuestra vida puede deberse a que nos traumatizó de alguna manera. Los recuerdos replimidos son los secretos más desconcertantes que

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nos podemos ()cultar y, más que cualquier o~o tipo que se haya descrito en este libro, son los que mejor demuestran laJrase de que "aquello que se des­ conoce puede resultar peli&roso" .

. COMPLETAR EL DIAGRAMA PERSONAL Ha llegado el momento de finalizar su diagrama personal. Si usted ha ido haciendo las tareas del presente capítulo habrá alcanzado una nueva per­ I.:epción de sí mismo y de los secretos que usted mismo lleva tiempo ocul­ tándose. Al ser usted el sujeto central de su genograma, haga un resumen de su comportamiento problemático y sintomático y, seguidamente, obsérvese desde el contexto del genograma trigeneracional el cual, a estas alruras, debe­ rá incluir todos los hechos significativos de su familia multigeneracional.

Los secretos ocultos de James Jeder en el contexto de cuatro generaciones • La tabla 9-3 nos ofrece e:1 diagrama completo de la familia de James Jeder con cuatro generaciones. En él se presentan todos sus problemas per­ sonales, incJúido su secreto más profundo (autoerotismo con pornografía). Al estudiar su genograma queda claro que sus cuestiones sexuales declaradas (mujeriego y relaciones extramaritales) y problemas con el aleo­ holle vienen por parte de la far:nilia de su padre, mientras que sus problemas sexuales ocultos le vienen por parte de su madre. En ambas ramas la familía se presenta un historial de disfunción sexual en las relaciones y de represión de sentimientos, especialmente de las emociones imensas, como demuestran las abundantes desconexiones emo­ cionales. Los sentimientos se alteran o se reproducen. Asimismo se han establecido muchas coaliciones entre padres e hijos. Tanto la madre como el padre de James habían establecido una coalí­ ción prog.enitorlhijo de incesto emocional (ver tabla 9-4). Los límites gene­ racionales están peligrosamente difuminados. Cualquiera que viera este genograma al nacer James Jeder podría haber predicho los tipos de proble­ mas a los que se habria tenído que enfrentar. Es de resaltar que las dos generaciones de los lamison presentan una imagen externa de familia próspera y bien avenida, mientras que sus adic­ ciones sexuales se mantíenen en la oscuridad, por lo que producen un dese­ quilibrio aún mayor. Aunque los Jamison le puedan parecer más bien extra­

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ños. yo no [os encuentro nada alípicos desrués de todas las familías que he visto en los veintitrés años que llevo trabaJanqb de terapeuta. Puede que no sean muy corrientes las exigencias de Dona~d Jamíson de que su mujer se ponga la ropa interior de su madre y su hija, pero su adjudicación emocional de los problemas sexuales no resueltos de su madre y su propia proyección de sus deseos sex:uales sobre su hija no son inusuales.

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"Retrato" del entorno emocional en el momento de su nacimiento

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¿En qué situación se encontraban sus bü¡abuelos, abuelos, tíos y familia más inmediata cuando uSled nació? Preste especial atención a las cir. cunstancias históricas, sociales y económicas que pudieran afectar a la fami. Iia. Asimismo observe con atención si se produjo algún acontecimiento trau. mático o alguna muerte de un familiar cerca del momt;nto de su nacimiento, ¿Hubo alguna coincidencia de acontecimientos? 20r ejemplo, ¿coincide su fecha de nacimiento con la del tío-abuelo suyo que se llama igual que usted? ¿Cayó alguien enfermo o falleci6 el día que usted nació? El genograma de la tabla 9-5 nos muestra el entorno emocional de cuando nació James Jeder en 1940. En ese momento ya han muerto tres de sus bisabuelos. Su bisabuelo Shawn McCord ha fallecido dos meses ames. Su bisabuelo Boyd lamison se esrá munendo de cáncer. Su abuela SheiJa Jeder niega su tristeza y presenta un compol1amiento bastante histérico _ bebe mucho y se pelea con su marido alcohólico. Abandonada por Shawn, siente una fuerte mezcla de amargura y amor hacia él. Shane, el padre de James, acaba de empezar a trabajar para Donald lamison, y la joven pareja está viviendo con la familia de Heather. Shane tu vo un trabajo al principio de su adolescencia y lleva buscando trabajo fijo desde que acabó el bachillerato. pero le cuesta aguantar en un trabajo. Hubo un momento en que Shane tuvo que vender manzanas en la calle para ganar algo de dinero. La solución a todos sus problemas habría sido enrolarse en el ejército, pero padecía asma y le declararon inútil para el servicio. Donald se ha enfrentado a Shane y le ha llamado "vago inútil". La relación entre ellos es muy tensa.

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Entre Josephine y Donald Jamíson se está produciendo todo el asun­ to secreto sexual. Heather tiene casi diecinueve años, está deprimida y sien­ te rabia por lo irresponsable que es Shane y por c6mo bebe cada vez más. lanice. la causa de que Heather se casara con Shane, tiene ya un año. Heather proyecta su rabia contra Janice y utiliza a James para satisfacer su necesidad 244

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narcisista. En un contexto más amplio, la segunda guerra mundial va a peor en Europa, aunque los Estados Unidos todavía no se ha involucrado. Los ale­ manes invaden París el día antes del nacimiento de James y Heather recuer­ da que alguien la dijo: "¡Vaya momento para traer un hijo al mundo!" En conjunto, la verdad es que sí es un marco deprimente para que nazca un niño.

Perfil del lugar que ocupa James Jeder en su familia c.:

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James es el segundo hijo, como su madre y su padre (ver tabla 9~6) (se considera que Shane es el segundo hijo de Sheila porque tuvo uno- al escaparse de adolescente y casarse, aunque nació muerto). Los padres de James tienen establecida cada uno una coalición.de incesto emocional con sus progenitores respectivos del sexo opuesto. Susan y George, los tíos-abuelos de James, ambos segnndos hijos, son las personas más afectadas de todo este sistema familiar. Susan fue vio­ - lada por su padre y tuvo dos maridos agresivos antes de cumplir treinta y un anos. Vivió el resto de su vida con su padre. George ~ra un alcohólico pro­ fundo que murió de insuficiencia hepática a los cincuenta y dos años. El segundo hijo de una nueva generación tiene mucha predisposición para adjudicarse las proyecciones y secretos ocultos de su familia, y para' reproducirlos.

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En esta familia hay desconexiones emocionales en todas las genera­ ciones, lo cual implica la existencia de intensos sentimientos de amor/odio no resueltos. Hay varios casos de graves abandonar. en las distintas genera­ ciones: John Jeder abandonó a Shane, el cual abandonó a James, el cual abandonó a su propio hijo Jack. He hablado muy poco de Jack, el hijo de James. Cuando nació Jack, James tenía un trabajo a tiempo parcial, estaba haciendo el doctorado y tenía muy poco tiempo para su hijo. Cuando Jack teora seis años, James se divor­ ció de Sue para casarse con Karen. Sue se quedó muy amargada e hizo todo lo posible para que Jack odiara a su padre. Con el paso de los años, la des· conexión emocional se hizo cada vez más intensa. En el genograma de James también se aprecia que Boyd Jamison cortó con Donald, el cual cort6 con Doug. Lo que no se resuelve en una generación se convierte en un problema en la siguiente.

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CAPÍTULO 10

En el capítulo 11 hablaremos de la imp.ortancí a de resol ver todas las cuestiones posibles de nuestro sistema farrúliat con el fin de que no se trans~ mitan a la generación siguiente ni afecten a nuestras nuevas relaciones. Pondré como ejemplo la recuperacíón de James de su incesto emocional con su madre y de cómo eso le ayudó en su matrimonio con Karen.

CÓM·O LIBERARSE DEL PODER

DE LOS SECRETOS OCULTOS

DE LA FAMILIA

La verdad debe deslumbrar de forma gradual o todos los hpmbres se quedarán ciegos. EMIT..Y DICKINSON

La honradez. desprovista de sensibilidad, puede convertírse en brutalidad. MARILYN MASON

Yo soy mis secretos, y tú eres los tuyos. Nuestros secretos son secretos humanos y el que nos tenga­ mos mutuamente la suficiente confianza corno para compartirlos está íntimamente relacionado c.on el secreto inherente a la condición hUmana. FREDERICK BUECHNER

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ace años que en mis talleres incluyo un ejercicio que proviene del trabajo de aclaración de Sidney Simon y su equipo. Lea la siguiente historia deprisa, sin intentar encontrarle demasiada lógica.

EL DILEMA DE GWENEVIERE Érase una· vez un hombre llamado Farquhar que se casó con una mujer llamada Gweneviere y se fueron a vivir a un puesto fronterizo de América del Sur. Farquhar era leñador y se ganaba la vida trabajando para una empresa que operaba en la zona más recóndita de la selva. Para llegar a

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su trabajo, tenía que atravesar todos los días ,un puente raquítico sobre. un peligroso río de una milla de ancho .que e~taba ~nfes~ado de cocodrilos y plra­ ñas. Una mañana. después de partir hacIa el trabajo y cruzar el puente. se levantó una tormenta que creó un tornado, el cual destrozó el puente hasta tal punto que era imposible arreglarlo. Farquhar no tenía manera alguna de regresar a casa y pasarían muchos meses antes de que se pudiera construir otro puente. En aquella época no había ningún medía de comunicación entre d campamento de los leñadores y su casa en el puesto fronterizo. Gweneviere no tenía fonna de saber si Farquhar eslDba sallo y salvo, ni d~ llegar hasLa él. Podrían lardar hasta un añ.o en volven;c a ver. En el puesto fronterizo había un hombre extraño que cazaba coco­ drilos y vendía la piel. Se llamaba Sinbad y tenía una barca. Gweneviere le preguntó cuánto le cobraría por llevarla a la otra orilla del río. Él le respon­ dió que era un viaje peligroso a causa de los rápidos y que la tendría que cobrar $250. Gweneviere tenía unos $100 y era el dinero que necesitaba para vivir mientras Farquhar estaba fuera. Entonces le dijo a Sinbad que le resul­ taba imposíble pagarle esa cantidad. Él la dijo que había otra forma: le podía pagar acostándose con él. Gweneviere se quedó horrorizada. Llena de triste­ za y ansiedad se fue a ver a su amígo Iván, el (,;ual tenía una barquíta de recreo con la que nunca se separaba de la orilla más de doscientos metros. Gweneviere le pidió a rván que la llevara a la otra orilla. Aunque él disfrutaba cuando podía ayudar a la gente. le dijo i.} Gwencvierc que le daba uemasiado miedo cruzar el río, que él ya teni
Gweneviere estaba deshecha. Empezó a caminar sin rumbo alguno por el bosque hasta que se encontró con un hombre solitario llamado Ulric. La gente del puesto fronterizo habían oído hablar de él y unos pocos lo habí­ an visto, pero todos opinaban que era muy raro y le tenían miedo. La verdad es que Ulric era un hombre que había abandonado la socíedad a causa de la crueldad y maldad que veía en la vida supuestamente civilizada. Gweneviere le contó su historia. Él sintió compasión por ella y la llevó de nuevo al otro lado del lío, después de lo cual fue a buscar ¡¡ Farquhar y le dio una buena lunda. y Ul>Í termina la historia. Entonces. les pido a los asistentes al taller que ordenen rápidamente a los cinco personajes de la historia según lo que sientan por ellos, ocupando el primer lugar la persona que más les guste y el quinto la que más les disguste. Sí usted lo desea, puede dejar de leer y hacer­ lo ahora también. Cuando han acabado la lista, les pido que la comparen con la de otro de los asistentes. De todas [as veces que he hecho este ejercicio, jamás ha habido nin­ gún grupo en el que no obtengan todos los personajes el número uno, y he trabajado con cientos de grupos distintos. Entonces les pido que reflexionen sobre su elección y les pregunto si ven alguna relación con alguna experiencia personal que hayan tenido, ya que la elección suele estar determinada por su propia experiencia. De todas formas, por muy variadas que sean las opiniones, Gweneviere es la que ocupa. con mayor frecuencia. en primer lugar. Suelo hacer este ejercicio para ilustrar lo diferentes que somos las personas y lo poco que se basan dichas diferencias en la objetividad. Sin embargo. recientemente se me ocurrió que esta historia también versa sobre la actitud que Gweneviere adoptó con respecto f1 su secreto, y es que ella estaba convencida de que su honradez la obligaba a contárselo a Farquhar. Pero raramente se le ocurre a alguien que quizás el moti '1'0 de Gweneviere podía ser liberarse de su culpabílidad. Se podría discutir si ella le revela su secreto para sentirse mejor consigo misma. ¿Está bien que ella le cuente un secreto oculto para liberarse de su culpabilidad a expensas de causarle un gran sufrimiento a su pareja? ¿Es de verdad tan importante que él lo sepa?

¿ES SIEMPRE APROPIADO CONTAR EL.SECRETO? Los hay que responden inequívocamente que Gweneviere hizo bien al confesarle su infidelidad. Frank Pittman, psiquiatra y terapeuta de familia

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TABLA 10-1 NOCIVIDAD DE LOS SECRETOS OCULTOS*

de Atlanta, EE.UU., expone en su libro Pri'l!.ate Lies: lnfideliry and [he Be· !rayal ollntimacy que "la honradez constituye el núcleo de la intimidad", y que "hasta la más mínima mentira puede ser causa de una grave confusión", Según Pittman, jamás se debe mentir sobre la infidelidad ya que "no hay ni una sola verdad que sea tan destructiva como una mentira". Seguramente, Pittman habría animado a Gweneviere a que compren­ dkra sus propios problemas, y quizás le habría echado en cara que, por muy buena qUé' fuera su intención, su infidelidad no tiene justificación. Asimismo, también le habría señalado que, de no habérselo contado, la culpabilidad habría ido distorsionando y minando su relación con Farquhar. Él insistiría que jamás se debe ocultar el secreto de la infidelidad. Pero no todos los terapeutas estarían de acuerdo, Una terapeuta de parejas en Suiza, Rosemarie Welter-Enderlin, considera que esa posición constituye una especie de "moralidad" terapéutica que resulta peligrosa por­ que se convierte en una fórmula rígida, en una ley sobre la revelación de los secretos, en una obligación. Su experiencia como terapeuta sugiere que tene­ mOs que aceptar la imperfecci6n de "la eondition humaine" 'aunque sin lle­ gar a "caer en el letargo". No estoy muy seguro de qué es lo que ella entien­ de por letargo, pero me imagino que quiere decir que no condona la infide­ lidad por el mero hecho de que sea un hecho frecuente. En el punto opuesto de Pittman se encuentran aquellos profesionales que creen que el peligro de un secreto siempre es relativo y que está determinado por el contexto social, cultural, étnico y religioso, así como por las características únicas de la fami­ lia en cuestión. ¡Algunas de estas escuelas_ del pensamiento han llegado incluso a relativizar el incesto! Es decir, dicen que el proceso de la familia es más importante que confrontar a un progenitor que tiene relaciones inces­ tuosas con su hijo.

PRIMER GRADO - LETALES

Todos necesitan ser c9_'!-f!9.'!-~lZ!!2..s_l.Ef!~~eJ!l_do:s.-_ .. Siempre existe una víctima. Atentan contra la vida, libertad, dignidad del yo y propiedad de los demás. Por lo general, están castigados por la ley. Al revelarlos, el agresor corre un gran riesgo. También puede poner en peligro físico y emocional a la persona que los confiesa.

Actividad delictiva

Homicidio

Mu ti 1aciónJTortura

Incendio provocado

Terrorismo

Secuestro

Golpear!Asal tar

Atraco

Síndrome de Münchausen

Ritos satánicos

Violencia racial Violencia homofóbica Tráfico de drogas Persecución Robolhurto Robo en tiendas Estafa

Delitos sexualf:s Violación (incluso a la pareja o cónyuge) Incesto/abusos deshonestos Torturas sexuales/sexo con sadoma­ soquismo Prostituciónlpomograffa infantil Abusos sexuales Sexo sin protección siendo portador del virus del SIDA

GRADOS DE NOCIVIDAD Mi postura se encuenu'a a medio camino de estos dos extremos. He preferido establecer categórías de secretos ocultos según su grado de grave­ dad y nocividad, y basanne en ellas para determinar si hay que revelarlos o no (ver tabla lO-l). Algunos secretos ocultos (que son los que aparecen en la lista bajo la categoría de secretos de primer y segundo grado) resultan siempre nocivos y hay que afrontarlos, sacarlos a la luz y trabajar sobre ellos. Los secretos ocultos de tercer y cuarto grado son peljudieiales pero la decisión de cómo afrontarlos depende del contexto. En algunos casos hasta puede resultar difícil distínguír si se trata de un secreto de cuano grado

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VI.Ctimiztzció n Malos tratos a nivel emocional Malos tratos a nivel espiritual S uiGidi o - ..

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*Estas listas no pretenden ser exhausti vas.

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SEGUNDO GRADO, PELIGROSOS (DESMORAlfZANTES) .. A._··

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Todos necesitan ser cOIl/ront"tldos y desvelados , •• - . • . . • . . •.•.. . . . . ~

Atentan contra la individualidad de la persona. Tienen consecuF;ncias nocivas para uno mismo y para los demás. Pueden llevar a deJiros con­ tra la ley.

Al revelar un secreto Je este tipo, tanto la persona que lo oculta como la que lo desvela pueden Correr ries­ go económico, social y emocior.aJ.

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Trastornos de la alimentación Anorexia

Bulimia

Arrebatos de comer

Obsesíón con las dietas

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TERCER GRADO· DANINOS

Para decidir si hay que confrontarlos y desvelarlos hay que tener en cuenta el proceso familiar así como el contexto social, cultural,

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Abuso de substancias Alcoholismo

Drogadi cci ón

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Atentan contra la libertad de una o más personas. Traspasan los límites. Implican una falta de honradez consciente o inconsciente. Atentan contra la honra de Jos demás. Entorpecen las relaciones entre familiares. Generan desconfianza e bloquean la comunicación.

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Elementos familiares que atrapan Triángulos Reglas familiares encubiertas Vínculos transgeneracionales Protección compulsi va de los padres Roles estrictos en la familia Ser el chivo expiatorio/ser "el pro­ blema"

Adicción a alguna actividad Adicción al sexo Múltiples aventuras amorosas Intercambio de esposas Masturbación cr6níca con porno­ grafía Voyeurismo Exh i bici oni smo Adicción al amor Adicción al trabajo Ludopatía

Al revelarlos se puede perjudicar a terceros o destruir la confianza. Im­ plican principalmente un riesgo emocional para la persona que los revela.

Cuestiones relacionada.l· COIl el nacimiento.v fa identidad Adopción Madres de alquiler Fertilización in vitro Cuestiones de paternidad Hermanos perdidos

Secretos de la pareja Pareja gayo lesbiana no declarada Rabia y resentimiento contenidos Infidelidad sexual (algunos casos indí viduales)

Matrimonio por embarazo

Desempleo

Referentes al sufrimiento Enfermedad emocional Enfermedad mental Discapacidad física Negación de la muerte y la enfer. medad Agorafobia/depresión clínica

1ntelectual/Espiritual Homofobia Prejuicios racíales

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CUARTO GRADO, ANG1,fSTrANTES

Para decidir si hay que confrontarlos y. desvelarlos hay que tener en cuenta el proceso familiar así como el contexto social, cultural, . . ... ._ ... ,_ .... ... ~!ni~2_ :L!!J~gil?~E .... Principalmente, atentan contra el yo. Ocultar el secreto consume energía y bloquea la espontaneidad. Al revelarlos no se pone a nadie en peligro. S610 el que oculta el secreto puede correr un riesgo emocional.

Vergüenza Miedo Culpabilidad Ansiedad Depresión Vergüenza cultural/contextual Aspecto/cuerpo Nivel socioeconómico Nivel de estudios Inadecuaci6n social Vergüenza étnica Crisis espirituaVrelígiosa

o si es una cuestión de privacidad, con excepci6n de la incomodidad que le producen al individuo que lo tiene.

Las aventuras amorosas como secretos de segundo y tercer grado Volviendo a la historia de Gweneviere, observe que las aventuras amorosas aparecen en dos lugares distintos de la tabla de nocívidad. En mi opinión, cuando se producen múltiples aventuras es que hay una adicción sexual, ya que las aventuras múltiples, en tanto que adicción, son un secreto de segundo grado. Considero que, al igual que los de primer grado,los secre­ tos de segundo grado son peligrosos y se deben afrontar. Si usted tiene múl­ tiples aventuras amorosas, probablemente es un adicto al sexo y está ponien­ do en peligro su propia vida, la de su cónyuge y la de su familia. Por otra parte, Ia infldelidad de Gweneviere fue un acontecimiento único y hay muy pocas posibilidades de que ella vuelva a actuar de esa manera. Yo colocaría su secreto en la categoría de tercer grado de nocividad. Por sí mismo, no es necesario contarlo. Se puede argumentar que fue un secreto estratégico y que, para ella, tenía un valor de adaptación. Para tos teólogos morales y los éticos, la intención y la circunstancia siempre consti­ tuyen factores atenuantes a la hora de decidir sobre la bondad o maldad de un acto. En gran parte dependería de cómo integrara ella esa conducta en su vida. Sí su culpabilidad afectara a sus relaciones maritales, entonces tendría que arreglarlo - quizás hablándolo con un amigo, o buscar consejo espiri­ tual de un sacerdote o rabino y re'Zar por el perdón si considerara que había pecado. También podría ir a un terapeuta y hablarlo abiertamente. Con los secretos de tercer grado, las cosas no son totalmente "blancas" ni totalmen­ te "negras", ya que dependen en gran parte de todo el contexto en el que se mantiene el secreto. Una única aventura extramaritai también podría ser un intento de individuación y hasta de rebeli6n contra el dictamen de la "nueva ley del aperturismo" y de la revelación constante que puede privarle a la pareja de su privacidad. Anteriormente he mencionado la necesidad que tiene todo individuo de disponer de un espacio individual. de un "sitio para uno mismo", como lo llamó Virginia Woolf, como fundamento del proceso de individuación. La falta de'privacidad puede impedir que se desarrolle dicho proceso. Puede que uno tenga una aventura como una forma de favorecer su individuación. Puede constituir un secreto temporal que precede a un nuevo equílibrio de poder e intimidad. Rosemuríe Welter-Enderlin expone: "Según mi experien.

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cia de terapia de parejas, en esta situación se suele seguir el siguiente esque­ ma: una aventura extramarital, que se mantiene en secreto, parece satisfacer, en un principio, la necesidad aún no consciente de uno de los dos de delimi­ tar un 'sitio para uno mismo"', y añade que, desde un punto de vista raeío­ nai, siempre hay mejores maneras de alcanzar dicho objetivo. Pero la gente no siempre es racional. La lealtad a veces se ve arrollada por la pasión, y \a pasión es egocéntrica. La pasión forma parle de la condición humana. No cabe duda de que Welter-Enderlin no está fomentando las aventuras, ni yo tampoco, pero sí reconoce el hecho de que una a ventura !lO siempre está rela­ cionada con secretos ocultos que la pareja se niega a afrontar.

Proceso y contenido Al evaluar secretos de tercer grado se debe tener en cuenta también el proceso -la dinámica particular de la familia en cuestión- y no sólo el contenido del secreto. Analicemos el caso de Susie y Peter. Susie vino a verme en abril de J 975 Y me presentó un cuadro bas­ tante pesimista de su matrimonio, Era una mujer vistosa, llamativa y llena de energía, mjentras que su marido no expresaba ninguna emoción y estaba absorto en su trabajo. Me contó que tenía una relación romántica pero no sexual con un hombre casado llamado Peter, una persona dinámica involu­ crada en un proyecto de ayuda contra el hambre en el mundo. Susie se esta­ ba planteando tener una aventura con él. Peter llevaba casado cinco años y, al igual que e¡la, j amás había teni do una aven tura. A pesar de que le expresé claramente mi opinión de que una aventura amorosa sólo complicaría más las cosas y crearía más distanciamiento en su matrimonio, Susie decidió ini­ ciar ese tipo de relación con Peter, la cual duró cinco años. Al principio parecía que lo que los mantenía juntos era la intensa relación sexual que tenían pero, con el paso del tiempo, se fue viendo clara­ mente que pasaban horas compartiendo intimidades, hablando de todo, desde los problemas con sus hijos respectivos, de la belleza de la naturaleza, de política, hasta incluso de sus creencias sobre Dios y la espiritualidad. Ambos estaban aprendiendo a comunicar en un nivel profundo e íntimo. , Un día Susie me comentó que su marido había empezado a hacer tera· pia y que, por primera vez, habían empezado a compartir sus sentimientos. A pesar de que su matrimonio mejoró, ella continuó su relación con Peter. Al cabo de tres años Susie me dijo que ella y su marido querían tener otro hijo, pero que le daba miedo la reacción que podía tener Peler porque consideraba que, si quedaba embarazada de su marido, no podría seguir teniendo relaciones sexuales con su amante. 258

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Como terapeuta de Susie, ht!bo ocasiones en las que me sentí com­ pletamente perdido, y no tenía ni idea de cómo dirigir su terapia. Fui a con· sultar a un colega terapeuta muy sabio que me ayudó a comprender que Susie estaba experimentando un proceso dinámico. Lo cierto era que su matrimo­ nio estaba mejorando como resultado de la relación con su amante. Ella no había vuelto a mencionar que quisiera separarse de su marido, y él había empezado la terapia por decisión propia. Entre ambos había una comunica­ ción más íntima y se estaban planteando tener otro hijo. Peter apoyó a Susie durante todo el embarazo. Cuando estaban jun­ tos, la abrazaba y le daba su cariño pero sin insistir en tener relaciones sexua· les. Más menos un año después de que naciera el niño, Peter comenzó otra relación y le dijo a Susie que se daba cuenta de que ella iba a cortar con él en poco tiempo. Susie estuvo afligida un año por haber perdido a Peter, pero se dio cuenta de todo el proceso que había tenido lugar durante esos cinco años. }tabía pasado de un matrimonio mortecino a un matrimonio y una familia en plena expansión. A Peter, en cambio, no le fueron tan bien las cosas. Al cabo de pocos años tuve la oportunidad de hacer terapia con él y su mujer. La aventura que había vivido con Susie le había hecho darse cuenta de que necesitaba liberarse de un matrimonio que estaba predestinado a fun­ cionar mal desde el principio. Se había casado porque la mujer estaba emba­ razada y los dos habían establecido un acuerdo inconsciente para criar al niño. La mujer aceptaba conscientemente las aventuras de su marido porque era una fOnTIa de no tener que afrontar sus problemas sexuales. Mi visión de la relación de Peter y Susie durante esos cinco años es la siguiente: permitió que el marido de Susie tuviera tiempo para descubrir sus sentimientos y desarrollar su vida privada. Al estar con Peter, ella pudo satisfacer el aspecto sexuel que su matrimonio no le aportaba. Permitió que Peter y su mujer no tuvieran relaciones pero siguieran cumpliendo con el acuerdo de educar a su hijo. Susic y su marido tienen un hijo más y la familia está floreciendo. En este caso, el contenido (una relación extramatrimonial) que, en sí mismo, constituye un secreto oculto, está claramente mitigado por el proce­ so (el secreto ayudó a consolidar el matrimonio de Susie). En cambio, para otra pareja, una aventura podría haber tenido consecuencias devastadoras y creado un proceso totalmente distinto.

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Desvelar los secretos En 10 que Hevo de vida se han producido unos cambios de actitud radicales con respecto a temas que, en otra época, se consideraban secretos

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ocultos. Fíjese en las prominentes mujeres americanas que, en estos úlümos veinte años, apoyan la campaña p~o derech~.s,de la mujer declarando públi­ camente haber abortado. Hace treinta o cuarenta años eso era algo comple­ tamente impensable. En ciertos barrios de población predominantemente conservadora y religiosa no caería nada bien que uno dijera que es hijo de madre soltera mientras que, en otras zonas, esa situación es un aspecto más de la vida. Al establecer pautas para la revelación de Jos secretos hay que tener en cuenta el cambio cultural y social. Al ver que personajes famosos como BeH)' Ford, Magic Johnson, Jane Fonda. Suzanne Somers, Oprah Winfrey y muchos otros hablan de sus secretos en público, se ha establecido una norma de que hay que revelarlos. En rasgos generales. eso es bueno porque se han abierto las puertas y se rom· pen tabúes. Pero todo avan~e tiene su inconveniente. Todos los días veo cómo se embauca a gente en programas de televisión de menor audiencia-en los que los secretos y la conducta soez se han convertido en la clave del éxito. No basta con revelar los secretos oscuros para que la familla pueda integrar el impacto que causan en ella. Cada vez aparecen más historias horrorosas en las que las víctimas del incesto, bajo la presión de los demás, tienen que con­ frontar de golpe a loda la: fami lia, lo cual tiene efectos devastadores. Al principio de mi rehabilitación fui víctima de un terapeuta que me instó a que contara todos mis secretos a mi esposa e hijo de doce años, Me lo aconsejó en una sesión de terapia de grupo, sin preocuparse por la edad de mi hijo ni saber realmente las condiciones de mis relaciones familiares, Aunque yo asumo toda la responsabilidad de haber optado por seguir su con­ sejo. los resultados fueron devastadores y me ha costado bastante tiempo poder reparar el daño. En aquel mísmo cursillo, otro terapeuta dio una serie de indicaciones que provocaron que varias personas creyeran haber sido víc­ timas del incesto. Una mujer que yo conocía bien salió de allí convencida de que su padre la había forzado y, al cabo de dos días, cortó toda relacíón con él. Tardó varios años en darse cuenta de que se había equivocado con res­ pecto a su padre. Los conocimientos de la psicología clínica sobre los secretos ocultos siguen evolucionando actualmente y nadie proclama saber con toda seguri­ dad cuándo, dónde, cómo y a quién hay que revelar los secretos. Lo mejor que podemos hacer es intentar comprender lo mejor posible las ambigüeda­ des que hay en nuestra familia, y esforzamos por asumir toda la responsabi­ lidad de nuestros seCretos ocultos y de los que sabemos que son perjudicia­ les tanto para nosotros como para ouestros familiares.

A continuación le voy a ofrecer ciertos consejos sobre cómo afrontar y desvelar secretos de primer, segundo, tercer y cuarto grados. Para ello ha de mantener siempre presente que el objetivo de dicha confrontación y reve­ lación es restaurar la dignidad personal, privacidad, calidad de comunicación y cariño entre los miembros de la familia, crear un entorno emocional en el que se pueda compartir información sobre los sentimientos y establecer canales de comunicación que se puedan seguir reforzando mucho tiempo después de que se haya revelado el secreto.

SECRETOS DE PRIMER GRADO Lea otra vez la lista de secretos de primer grado que aparece en la tabla 10-1. Dichos secretQs son letales y se deben resolver ya que violan los derechos humanos y destruyen la vida de la gente. Los que desvelan el secre­ to suelen necesitar protección y ayuda del exterior porque la mayoría de estos secretos implican delitos penales. Si usted se identifica con alguno de ellos. proceda con cautela y déjese aconsejar por un abogado (ver tabla '10-2). Los niños suelen encontr&rse tremendamente en desventaja en esta categoría de secretos ocultos. Por ejemplo, la víctima de incesto con uno de los progenitores intentará decfrselo al no agresor. Es típico que el agresor también haya sido victimizado, A veces se trata de víctimas de PTSD que están reproduciendo los traumas que vivieron en su infancia y que, a su vez, son victimizadas por su propio cónyuge. Si el niño los denuncia pueden padecer disociación y confusión. Por lo general, no le apoyan para que la familia continúe unida. Hay casos en los que ambos padres participan en la agresión, con lo que el nína es víqtima por partida doble y pierde toda esperanza de poder con· fiar en alguien. Para que una persona así pueda desvelar su secreto se necesi· ta establecer primeramente una sólida relación de confianza. que muchas víc­ timas del incesto encuentran en la que establecen con su terapeuta. Un buen profesional de la terapia no permitirá que la víctima revele los secretos dema­ siado pronto porque. la confianza es uno de los principales elementos para crear un lugar seguro donde se pueda hablar de lo que se oculta. Dusty Miller, terapeuta y catedrático de psicología de! Antioch College de Ohio, escribió sobre una víctima de incesto de veintiséis años que, en la primera sesión de terapia, le relató los detalles íntimos del sadismo con que la violó su padre. Entre las sesiones, la mujer "se adjudicaba" la conduc­ ta cortándose las muñecas, Dicha conducta se repitió durante unas pocas sesiones más y Miller se dio cuenta de que la mujer estaba dividida por lo que sentía hacia su padre: lo odiaba y lo quería. Al confesar el secreto fue como

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TABLA

10-2

SUGERENCIA DE PAUTAS A SEGUIR PARA CONFRONTAR

SECRETOS DE PRIMER'GRADO

SI USTED ES EL AGRESOR Y OCULTA EL SECRETO: • Acepte que necesita ayuda. • La vergüenza y el odio hacia uno mismo s610 se pueden superar si deja de esconderse. • Busque a alguien con quien pueda hablar, y analice sus posibílidades. • Ya a lener que asUlnlr lo responsabilidad legal y 11101"<11 de su eonullcla, pero es la única forma de enderezar su vida. • Puede recti ficar. • Hay terapias que le pueden ayudar. • Puede obtener el perdón. SI USTED ES LA VÍCTIMA Y OCULTA EL SECRETO: • Se ha atentado gravemente contra usted y necesita poder contárselo a alguien. Busque a un terapeuta que tenga experiencia en ayudar a descargar la vícti­ mizacíón. • Proceda lentamente. Va a necesítar tiempo para coger confianza. • Dese tiempo pura trabajarse el dolor y la rabia. Busque el apoyo de Olras personas que hayan pasado por lo mismo. Entérese de los derechos que le apor:ta la ley. • Si se trata de un progenitor. pariente o hermano, dese tiempo pum elaborar un plan de confrontación. • Alerte a cualquier otra persona que pueda ser victimizada. • Asegúrese de sentirse protegido cuando confronte al agresor. • Puede optar por descartar la confrontación cara a cara, pero haga algo para reafirmar su. propia integridad. CUANDO ES OTRA PERSONA LA QUE OCULTA EL SECRETO: • El agresor necesita ayuda, aunque se trate de un progenitor, pariente o amigo. Al no hacer nada, usted está fomentando su dolencia. • Dese tiempo y busque todos los familiares que pueda para que le ayuden en la confronta ción. • Antes de la confrontación, infónnese de todos los detalles legales. • Necesita protegerse. Si usted no es aún adulto, busque a alguien a quien se lo pueda contar. • Considere la eonfro:ltación como un aclO de cariño y amor. o Sí le da demasiado miedo emprender alguna acción, busque a alguien a quien se lo pueda contar. • Al contarle a alguien los secretos de sus padres, usted los está honrando. Ellos necesitan ayuda y ocultar el secrelO no hace más que fomentar su vergüenza y degradación. --- - .. - .. ..----- -- -._ .. - ... - -_.'-' .. .. --- _...­

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si le hubiera traicionado y. como no contiaba aún 10 bastante ni tenía una fuer­ te relación con Miller que pudiera contrarrestar el impacto de la revelación del secreto, cortarse las muñecas era una foona de manifestar su culpabilidad. MilIer aconseja a los demás terapeutas que esperen un tiempo y vayan esta­ bleciendo una relación de confianza antes de pennitir que el cliente les cuen­ te demasiadas cosas. La víctima de abusos sexuales es una persona a la que se le ha destruido completamente su inviolable privacidad y que, probable­ mente, jamás ha podido disponer de la protección que aporta el espacio indi­ vidual y la intimidad, El trabajo del terapeuta o amigo consiste en ayudarla a crear dicho ámbito de privacidad y a establecer una unión basada en la con­ fianza antes de que el cliente o conocido revele demasiadas cosas. Si usted quiere revelar que ha sido victimizado, hágalo lentamente porque tendrá que digerir y asimilar todos los aspectos de la agresión. No permíta que le metan prisa. Los terapeutas y demás personal profesional están empezando a comprender que no se puede empujar a nadie mediante la confrontación para que saquen un secreto a la luz, Desde mi punto de vista, no existe ninguna regla absoluta sobre quién, cuándo. dónde y cómo revelar un secreto. Los de primer grado suelen ir acompañados de una sensación de urgencia porque son muy nocivos, pero considero que los secretos se deben manifestar dentro del marco de una rela­ ción basada en la confianza, lo cual suele necesitar de un tiempo y de un ritmo para consolidarse.

Afrontar el trauma de un secreto de primer grado Si usted es víctima de una agresión de primer grado. necesita aten· ción y apoyo. Le recomiendo q:ue se dirija a un terapeuta experimentado en los graves casos que originan este tipo de secretos. Blanche fue violada por un chico que conoció en una cita a ciegas preparada por una amiga de la oficina. Al bailar, ella se sentía incómoda por­ que él se apretaba mucho contra ella pero, como era una chica complaciente que le costaba decír que no, se tomó dos copas bien cargadas creyendo que eso la daría suficiente confianza como para decirle al chicó que se estuviera quieto. En cambio, lo que pasó fue que el a1cohoi la desinhibió lo cuaL suma· do a los meses que llevaba de aislamiento y de ansia de contacto físico, la condujo a entregarse a las caricias y manoseos del chico. Cuando B1anche vio que la situación se estaba volviendo peligrosa, dijo que se iba a casa en taxi, pero su amiga la dijo que "se relajara y disfrutara". De camino a casa, el chico paró el coche y empezó a meterle mano. Ella se negó rotundamel1te y peleó, pero él la sujetó y la obligó a que le hiciera una relación. Al acabar.

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la condujo a casa. Durante los días siguientes, Loma estuvo en un estado de disociación y shock emocional. Intentó haq1ar con su amiga pero ésta nO la lOmó en serio. 1 Tardó meses en dirigirse a una terapeuta y contarle lo que la había ocunido. Su terapeuta se convirtió en su "testigo benevolente", el cual es una persona que apoya sin enjuiciar. que escucha nuestro dolor y que nos comu­ nica sus sensaciones para que sepamos que nos está tomando en serio. Este tipo de validación es muy importante porque la víctima se suele plantear si fUe ella la que provocó la agresión o si es anormal sentir 10 que siente. También suele considerar que no tiene derecho a experimentar rabia o ira. Blanche estaba convencida de que era ella la que había provocado la ,violación al permitir que el chico se restregara contra ella. Se sentía culpable porque la había gustado. Todos estos sentimientos ambiguos son característicos de las vícti­ mas de un abuso sexual. De niea, Blanche también había sido una víctima. Jamás la habían permitido tener su propia opinión sobre nada. Su madre era coercitiva, moralista, controladora y narcisista, y Blanche se dedicaba a com­ placerla. con lo cual nunca supo si lo que hacía estaba bien o mal porque dependía siempre de lo que su madre la dijera. Aprendió a esperar siempre la evaluación de s·u madre y jamás se fió de su propia experiencia. A lo largo de los meses su terapeuta le validó su experiencia, le dio afecto y atención, y la permitió verse reflejada en ella, con lo que, lenta­ mente, la tristeza de Blanche se fue transformando en rabia. Pasó de sentir rabia contra sí misma a expresar rabia contra el agresor. Le quedó claro que ella era la víctima e investigó qué acciones lega­ les podía emprender. El agresor se había marchado y no había forma de loca­ lizarlo. Como ella le seguía teniendo miedo le confrontó, de forma simbóli­ ca. con toda la rabia que sentía contra él, figurándose que estaba sentado delante de ella. Al final, acabó poniendo una denuncia contra él, pero ya habían pasado dos años y su abogado la dijo sinceramente que sería muy difícil conseguir algo. No obstante, ella siguió adelante. Aunque jamás encontraron al agresor, lo importante de la cuestión es que Blanche había aprendido a defenderse, había tomado la decisi6n de ponerle una denuncia y se sentía muy bien consigo misma. La costó mucho afrontar la humillación y el sufrimiento de su viola­ ción. Apenas si conocía al agresor. Resulta mucho más difícil descargar el trauma cuando se está muy apegado al agresor. Expresar la tristeza es sano, pero conviene ir despacio. Cuanto más violenta sea la agresión, probablemente será necesario más tiempo para empezar a descargar y experimentar el dolor. La descarga es un proceso que

se desarrolla a través de unas etapas previsibles y que necesita tiempo. En gran medida depende de la relación que se tenga con el agresor y de lo ape­ gado que se esté a él. Cuanto más importante fuera esa persona, más duali­ dad se va a sentir. El incesto y los malos tratos son unos crímenes espanto­ sos porque son una traición del progenitor. Si el niño quiere al progenitor, vacilará mucho antes de contar nada. Dicha traición provocará que a la víc­ tima le resulte muy difícil volver a confiar en alguien. En caso de que usted decida emprender acciones legales, necesitará los servicios de un abogado que comprenda claramente la naturaleza de su trauma. Obtenga toda la información que pueda sobre las distintas opciones y, entonces, tome la decisión usted mismo. La víctima fue usted, y usted tiene derecho a decídir lo que quiere hacer. La única "obligación" en la que creo es que usted debe contárselo a alguien que le tome en serio y en el que se pueda ver reflejado. Además, si quiere curarse la herida, tendrá que des­ cargar el sufrimiento - sentir el shock. el dolor, la rabia, el remordimiento y la soledad. Dicho proceso es largo y está salpicado de negaciones, recha­ zos y de repeticiones de ciertas etapas. Puede que durante una semana se sienta con mucha rabia y que, la siguiente, regrese a la tristeza y al sufri­ miento. Es posible que atraviese fases de negación. Vaya a un terapeuta que tenga mucha experiencia en el lema y permítale ser su aliado.

SECRETOS OCULTOS DE SEGUNDO GRADO También es importante afrontar y revelar los secretos de· segundo grado. En mi lista, dichos secretos tratan principalmente de adicciones, y la esencia de la adicción es la negación. Como toda la familia suele estar impli­ cada en el secreto, loda la familia tiene que impiícarse en la confrontación. Una persona puede admitir su adicción y seguir negándolo todo. Yo, por ejemplo, solía ir a tabernas pestosas con mi amigo George (ya fallecido, una trágica víctima del alcoholismo) y hablar de nuestro alcoholismo, nuestro secreto oculto. Tragándonos una cerveza tras otra, profundizábamos en el pro­ blema que compartíamos. Tuve que llegar a lo más bajo para decidirme a ponerme en marcha y dejar de beber, pero George muri6 antes de tocar fondo. El secreto de la adicción no suele emerger hasta que el adicto toca fondo, y dicho fondo varía mucho de persona a persona. Perder el traqajo, divorciarse, coger el SIDA, ser arrestado por conducir en estado de embria­ guez, recibir una amenaza de muerte del cónyuge del amante -todo este tipo de bofetadas de la vida son las que le despiertan a uno y desmoronan su nega­ ción. En la mayoría de los casos, se hace necesaria la confrontación. 265

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La confrontaciónJormal ,. >

Con el paso de Jos años se ha ido desarrollando un método terapéu­ tjco de confromación fonual. para los adictos. La clave consiste en reunir a lC/s personas más importalltes en la vida del Individuo así como su grupo de cómplices. En la mayoría de los casos éstos suelen ser los familiares, pero también pueden incluir parientes más lejanos O amigos íntimos. También es extremadamente útil contar con la presencia dé la persona de la que depen­ den los ingresos económicos del euiiclO (por Jo general, el jefe). El jefe del individuo tiene la capacidad de amenazar con la pérdida del puesto de traba­ jo, Jo cual es 'una herramienta muy poderosa, También es necesario que haya un terapeuta o asistente social que pueda encargarse del individuo o ponerle un tratamiento inmediato. Todos los presentes le dicen al adicto, uno por uno, 10 importante que es para ellos (o que le quieren) y le dan un ejemplo concreto de.cómo su adic. ción les está afectando a ellos en su vida. También le dicen que consideran que eS' un adicto y que nece~ita ayuda desesperadamente. Cuando le llega el tumo al terapeuta, le habla de un grupo de apoyo o centro de rehabilitación al que le va a llevar. Entonces el jefe le dice que tiene que ir si no quiere per­ der el trabajo. Las adicciones son enfennedades de toda la familía que tienen un efecto nocivo sobre todos sus componentes. Por lo general, los familiares no se dan cuenta de que, al constituir un grupo. de cómplices, le están impidien­ do que se pueda rehabilitar. Los familiares se están engañando porque están realmente convencidos de que lo único que hacen es intentar ayudarlo peT0, en reaJidad. están compartiendo su negación. Cualquiera de las personas de este grupo puede iniciar la confronta­ ción, pero es necesario que se les explique a todos cuáles son los pasos y el procedimiento a seguir. Con frecuencia, los niños son increíblemente útiles para desarmar la estructura de negación del adicto, En el caso de James Jeder, su hija Hannah fue la mayor fUente de transformación de su vida.

La confrontación de James Jeder James disponía de unas defensas intelectuales ex.tremadamente pode­ rosas que yo no había conseguido desarmar. Entonces le pedí insistentemen­ te a su hija Hannah (por aquel entohces Con poco más de veinte años) que actuara de instígadora en la confrontación, porque yo sabía que, de haber alguien que lames adorara con toda la pureza de su coraz6n, ésa era Hannah. También conseguí que vinieran Karen, su esposa, uno de sus mejores ami-

gas. el cual estaba en un grupo de Alcohólicos Anónimos, el decano de la universidad donde él trabajaba. y su hermana Janice. Me alegré de que su hermana pudiera asistir porque James siempre hablaba de ella con respeto. Estaba casada con un alcohólico y se había unido a un grupo de apoyo de Alcohólicos Anónimos. James me dijo que, en muchas ocasiones, eUa le había ofrecido ayuda. . Hicimos la confrontación en la oficina de James, en la universidad. Se había emborrachado, había ido a ver a una mujer con la que mantenía una relación intennitente, y había regresado ;:¡ la oficina para donnir la borrache­ ra. Volver a la oficina después de una noche de orgía era un patrón de con­ ducta que habCa desarrollado en los dos últimos años, Una vez hube organi. zado la sesión, le pregunté a Hannah, la cual ya había hecho terapia conmigo a instancias de James, cuál fue la primera noche que James no dumú6 en ca~a, Mediante esta confrontación se consigui6 que James admitiera, entre lágrimas, que se sentía profundamente atonnentado y que queda que le ayu­ dasen. Decidi6 ir a AA con su buen amigo, el cual estaba en un grupo com­ puesto de personas de la universidad, varios de los cuales James conocía. Se . integró rápidamente en el grupo. Al cabo de un año de haber abandonado la bebida y de que se hubie­ ra desmantelado su sistema de negación, se dio cuenta de hasta qué punto su alcoholismo y su adicción al sexo le habían impedido afrontar el dolor que le produjo haber sido abandonado por sus·padres. Mediante un trabajo espe~ cial de descarga, consiguió sacar todo ese sufrimiento de la infancia y empe­ zó a desengancharse de su madre, Lo que más le costó fue ver que se había creado una fantasía de la "mujer rerfecta" para evitar el dolor de tener que aceptar que su madre ie había utilizado. Tuvo que desmitificarla, no desde la perspectiva del brillante poeta y catedrático de literatura inglesa, sino desde la del niño herido y necesitado que llevaba dentro y que estaba desesperada· mente apegado a una diosa que se haría cargo de todas sus necesidades. Encontré una grupo de terapia para hombres con problemas de adic­ cíón al sexo y conseguí que James asistiera a sus reuniones. Una parte de. su esquema de trabajo, la cual d.enominaban "el primer paso", consistía en escribir detalladamente su conducta sexual y, después, leérselo al grupo ente­ ro. James me dijo que eso había sido 10 más difícil que jamás había hecho en su vida, especialmente cuando tuvo que dar detalles de su autoerotismo con pornografía. Pero lo hizo. Esta sencilla confesión de esos secretos ocultqs durante tanto tiempo ante un grupo de personas que no le criticaban y que tenían problemas idénticos o similares, constituyó uno de los procesos de curación más impresionantes que jamás yo haya visto, y he visto muchos. Al cabo de una semana de leer su "primer paso" al grupo, James se

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TABLA 10-3 _ SUGERENCIA DE PAUTAS ASEGUIR PARA'CONFRONTAR seCRETOS DE SEGUNDO GRADO (ADICCIONES)

SI USTED ES EL QUE GUARDA EL SECRETO: • Usted padece un "mal·estar" progresivo y expansivo causado por la negación, • Se está haciendo daño a uSted mismo, a su cónyuge, amigos e hijos, • La única fonna de liberarse de la vergüenza y de! odio a s( mismo es descaro gándolos. Debe dejar de ocultarse. • Su adicción está atentando contra su vida y usted es incapaz de controlarla. • Hay gente que le puede ayudar y que ha afrontado el mismo problema. • Hable con alguien que esté participando en un grupo de apoyo. Pida ayuda. SI USTED VIVE O TRABAJA CON ALGUIEN QUE TIENE UNA ADICCIÓN: • Al evitar la confrontación está pennitiendo que empeore. • Si usted es pariente suyo, el aceptar la regla de "no decir nada" le hace partf..

cipe del "mal-estar",

Si el adiclo es sólo un progenitor y usted es hijo/a, el otro progenitor también

está involucra do en la adicción, Hable con alguien --el psicólogo de la

escuela, un amigo. un sacerdote, un rabino, un terapeuta,

Si usted es un familiar y está dispuesto a hacer algo por ese ser querido:

l. Decida quién debe participar en la confrontación y obtenga su consentj.

miento.

2. Pida a cada uno de los asistentes que recuerden un incidente específico por el que la adicción destruyó la confianza y les dañó a ellos, a la familia o al adicto. 3, Determine el lugar y el momento de la confrontación. El mejor momento es cuando el adicto siente vergüenza por su conducta o está experimen­ tando las majas consecuencias (acaba de perder el trabajo, se le ha descu­ bieno una aVentura amorosa). 4. En la reunión. cada - que le quiere

UnO

de ustedes le dirá al adicto:

- le contará el incidente antes mencionado (con términos concretos. espe. cifi cos y ba.'aúos en su" scn$uci oIles), - que usted cree que éllelJa es un adicto y que necesita ayuda. 5. En la reunión debe llevar a alguien que pueda jntroducir al adicto en un grupo de apoyo o centro de rehabilitación, . _ - -_. __ o

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deshizo de todo el montón de material pornográfico y, en estos dos años, no ha vuelto ni una sola vez a su antiguo hábito. La tabla 10-3 le ofrece una serie de pautas para afrontar los secretos nocivos de segundo grado relacionados con adicciones.

Secretos en torno al nacimiento Los secretos en torno a la adopción, la paternidad y la fertilización in vitre también pertenecen al segundo grado porque todo ser humano tiene derecho a conocer sus orígenes. Una de las mujeres que participaron en mi programa Family Secrets para la cadena de televisión PBS describió que, después de pasar años bus· cando a su familia biológica, localizó a su hermano. Cuando hablaba, sentí la energía con la que proclamaba sus derechos y la alegría que le había pro­ ducido el reencuentro. Se llamaba Made1aine y, de pequeña, la dijeron que procedía de una mala familia. En el colegio la humillaron y avergonzaron. Pero también se enteró de que tenía un hermano y, a los dieciséis años'- empezó a buscarlo a él y a su madre. La agencia de adopción se negó a darle ningún tipo de infor­ mación, por lo que cogió la guía de teléfonos y escribió a todos los nombres que correspondían con el que ella creía que era su nombre original. los resultados fueron nulos. Después conoció al sacerdote que la había bautiza­ do y le pidió que la ayudara, pero él le dijo que no tenía derecho a encontrar a su madre y hermano. En el programa declaró: "jPero yo le contesté que por supuesto que tenía derecho, que era mi derecho de nacimiento!" Madelaine siguió buscando. Cuando cumplió dieciocho años, una chica de la que se había hecho amiga en la agencia de adopción le dijo que había encontrado a su hennano y que se llamaba Robert, Madelaine fue a verlo. Así describió su encuentro: Nos reconocimos inmediatamente ... Me sentí segura y, por fin, supe que podía conectar con alguien ... Era maravilloso poder mirarle a alguien a los ojos y pensar qu~ ahí había también algo de mí. Nadie tiene derecho a ocultamos nuestra identidad.

SECRETOS OCULTOS DE TERCER GRADO

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Los secretos de tercer-grado son los más difíciles de definir y, por lo 268

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[os más difíciles de adjudicar unas pautas. Su nivel de nocividad tan too • 1 al . ,. depende de factores tales como creen~las tur es, ongen etDlCO. pr~c~so familiar Y moralidad personal. La mejor forma de comprender la amblgue­ dad de los .~ecre(os de tercer grado es analizar los ejemplos en los que un 111 i.~mo contenido puede resultar inofen8ivo para una fami Iia y provocar una dlSfuoclón en otr¡¡o . Anterionnente. en este capítulo he descrito cÓmo la relación extra. matri monial de Susie y Peler permitió que ella y su 'marido dispusieran un c~r~c i() personal para arreglar su matrimonio y que pudieran reforzar su 1-;IJili1i~l. SUSIC decidió contarle el secreto a su marido en un momellto en que el amOl' entre ellos dos había crecido y se había consolidado. Yo no creo que fuera necesario que lo hiciera, pero ella decidió que sí. En cambio, la aventura amorosa de Joe Ed es muy distinta. Se pro­ dujo seis meses después de casarse con Reba. Él dice que el encuentro sexual tuvo lugar en un momento de debílídad, y. que fUe con una mujer de la ofici­ na que se le estaba insinuando desde hacía mucho tiempo. El acto sexual en sí fue decepcionante y Joe Ed cogió un tipo de herpes muy doloroso. Su único caso de infidelidad le provocó una enorme culpabilidad. Se sentía fatal por haber cogido un herpes, y tUYO que abstenerse de tener relaciones sexua­ les con su mujer durante vados rebrotes posteriores. Reba se dio cuenta de que él evitaba tener relaciones: lo cual no era nad3 normal, y se planteó porqué. Joe Ed se obsesionó con que se lo podía COJ1l
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Le aconsejé a loe Ed que confesara su secreto. Cuando lo hizo, Reba ~nfllreció y se apartó de él durante un tiempo pero, después, empezó a hablar de la a"'entura con obsesión y quiso enterarse de todos los ponnenores. Les ayudé a los dos a obtener toda la infonnaci6~ posible sobre.el herpes. Un año más tarde, todo había vuelto a la nonnalidad y estaban pen­ sando tener su primer hijo.

TABLA 10-4 CÓMO DECIDIR SI SE DEBE DESVELAR UN SECRETO DE TERCER GRADO

ANALICE EL PROCESO FAMILIAR i.Impide dicho set.:re(o que lo~ miembros de la famijia se independicen y desa­ rrollen su propía identidad? ¿Produce dicho secreto una rígida interacción en la familia, bloqueando una comunicación abiena. especialmente en la expresión de los sentimientos y o¡nn iones? • ¿Fomenta dicho secrcto la desconlium:a. falta de honradez y el aislamiento entre los miem bros de la famil ia? ¿Implica engaños, apariencias o evasivas en la vida diaria? ¿Atenta dicho secreto contra las necesidades básicas de uno o más miembros de la familia? • ¿Sería dicho secreto especialmente dañino para un miembro de la familia que no está enterado si éste lo descubriera de forma accidental o a través de un tercero? ¿Es dicho secreto la caus<.l de un rígido triángulo que impide que algún miem­ bro de la familia pueda funcí onar con autonomía? • ¿Es dicho secreto la causa de un intenso binomio que excluye a todos los demás miembros? • ¿Es dicho secreto la causa de que los miembros excluidos (especialmente los hijos) se forjen extrañas fanta'lías 'sobre sí mismos?

• ¿Es dicho secreto algo de hace mucho tiempo? ¿Afecta aún de alguna forma la funcionalidad de la familia? ¿Es verdaileramente necesario desvelarlo? • ¿Puede alguien se~tirse más dañado si se desvela el secreto que si se oculta?

En la tabla 10-4 he incluído los criterios que sigo para decidir si es necesario revelar o hacer una confrontación por un secreto de tercer grado. La tabla la-S, aunque repita algunos de los puntos que he utilizado con 10$ secretos de primer y segundo grado, proporciona algunas pautas específicas para reyelar los del tercero.

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TABLA

10-5

Dos secretos en tornó al aborto

SUGERENCIA DE PAUTAS ASEGUIR PARA CONFRONTAR ODESVELAR

UN SECRETO DE FAMILIA DE.TERCER GRADO

Los siguientes ejemplos de tercer grado se refieren a abortos del AL CONFRONTAR: o

pasado.

Decida quién debe hacer la confrontación. Si es un progenitor el que tiene el secreto. es preferible que se;) el otro el que inicie la confrontación, en vez de un hijo.

• Decida cuál es el mejor momento y lugar para la confrontación. Decida quién debe participar en la confrontación. Pauta general: todos aqué. 1105 o

que se vean afectados por el secreto.

En caso de incluir a niños, se debe tener en cuenta su edad.

• Dese tiempo. No se mueva por impulsos. • ¿Qué protección necesita la persona que hará la confrontación Con el que oculta el secreto? ¿Necesita alguna protección el que oculta el secreto?

AL DESVELAR EL SECRETO: o

o o

Sí usted va a desvelar un secreto oculto a su fanúlia, ¿necesita algún tipo de prolecci ón? Comience con la persona con la que se siente más unido. Escoja el momento en que la persona o familia puede participar en un inte­ rrogatorio. ya que éste implica hablar profundamente de temas, hacer pre. guntas y explicar sentimientos. Escoja un lugar en el que no estén aquéllos que no necesitan conocer el secre. to (por lo general los niños).

o

Si lo.'; familiares no pueden asistIr, escríbaJes una carta y hágales saber que está ubieno al diálogo.

Durante el primera año de universidad, Bud deja embarazada a su chica y decíden que tiene que abortar. Más adelante, rompen la relación. Seis años después, Bud se casa con Sarah, la cual es vehemente antiabortista y participa en piquetes contra clínicas de planificací6n familiar. Bud está seguro de que a ella le horrorizaría saber que él había estado invo­ lucrado en un caso de aborto, y también considera ahora que su decisi6n de entonc~s fue una equivocación. ¿Debe contarle a su mujer lo que ojalá no. hubiera hecho? Según los criterios que presento en la tabla 10-4, en mi opinión el secreto de Bud es una cuestión de su propio conciencia y no es necesario revelarlo. Aunque él considere que cometió error, no es algo que le obse· sione. Ahora él apoya el movimiento antiabortista de su mujer y ese secreto no les impide que, entre ellos, exista amor y una comunicaci6n abierta. Bud no está fingiendo, ni engañando, ni mintiendo todo el día. Por otro lado, Ned se vio envuelto en un aborto durante el último año de su carrera. Él y su padre llevaron a la chica a un médico de otra ciudad y le pagaron para que abortara. Más adelante, la madre de Ned se enteró del asunto, le entró un ataque de histeria y maldijo a su hijo y a su marido. Esos ataques se repitíeron varias veces a lo largo de la vida adulta de Ned. Ned se casó con una mujer de creencias religiosas moderadas que opinaba que no es bueno abortar. Ned vive ahora con el núedo de que su madre le cuente todo lo que pasó. Además, Ned habla constantemente del derecho de la mujer a abor­ tar, lo cual le crea no pocos conflictos con su esposa. El secreto de Ned le impide ir a ver a su madre o invitarla a su casa. Su mujer opina que sus hijos tienen derecho a ver a su abuela, y suele dis­ cutir con Ned al respecto. Está claro que el secreto de Ned está causando una disfunción en su vida matrimonial que no hará más que empeorar con el tiempo. Según el terio de la tabla 10-4, conviene que Ned revele su secreto. Le aconsejé que escogiera una situación óptima para hablar del tema con ella y él accedió a no ponerse a la defensiva ya dej.arla expresar sus sen­ timientos. Para contárselo todo, Ned escribió una narraci6n sencilla de los hechos y se lo leyó a su mujer en voz alta. Intentó describirle todo 10 que pensaba y sentía en aquel momento en que él y su novia decidieron abortar.

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Mientras le leía el texto a su mujer, se puso a llorar, lo cual le sorprendió, porque jamás se había pennitido saber lo qu~ ;;entía al respecto. Ned le dijo a su mujer que, aunque él siempre hablara en pro del aborto, honradamente no sabía cuál era su auténtÍ(;a opinión al respecto, y le confesó que deseaba que eso no hubiera ocurrido jamás. . La mujer se quedó callada durante varios minutos. Entonces, entre lágrimas, le confesó que, a 10$ quince años, había tenido que abortar. Ned 'se quedó boquiabierto. Abrazó a su mujer y permanecieron abrazados durante mucho, mucho tiempo.

Estos ejemplos intentan mostrar la relatividad de los secretos de ter. cer grado y que el mismo contenido puede desencadenar un proceso muy dis­ tinto en cada relación. Por esa razón, hay que estudiar el proceso para poder determinar si es necesario revelar el secreto.

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Secretos que implican a niños

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Es importante considerar la edad del niño y CÓmo le está afectando el se~reto en cuestión. Esto es lo que no tuvo en cuenta el terapeuta que me dijo que fUera a casa y contara todos mis secretos. No siempre es fácil saber lo que es mejor. Si el niño muestra una con­ f:EI duelO illllsl/a/ de al/fodestrucción o culpahilidad. e.~ recomend
ña fantasía en la que estaba convencido de que su padre le iba a matar.

¡:.,.,¡ ' Su madre y abuela se negaban a explicarle que su padre tenía una .,:) enfennedad mental. Después de este incidente, Jay se pasó varios días sin ~ :.,~~ ¡;j '1fu dormir y, al final, le tuvieron que llevar a un psiquiatra que le dio Secanal, un somnífero muy potente. Así fue como Jay inició un largo periodo de dro­ gndicción que acabó en un intento de suicidio. Sin duda alguna. le deberían haber explicado que su padre padecí
una enfermedad mental y que era un drogadicto. y le tendrían que haber pro­

porcionndo algún tipo de protección para que pudiera encontrarle algún sen~

~.~;¡¡ lido a su caótica vida familiar. lli.~

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Otro tipo de secreto en el que se ve implicado el niño se produce cuando se establece una coalición entre progenitor e hijo (la madre y la hija no le cuentan nada al padre ni al resto de la familia de que la hija está emba­ razada y va a abortar). Este secreto tiene que revelarse. En una silUación de este tipo, hay que tener cuidado con las reacciones violentas. Hágalo despa~ cio. El momento más apropiado para que la madre se lo cuente al padre no es precisamente cuando están a punto de llegar a casa unos parientes. Piénselo y prepare una estrategia. Otra razón para revelar el secreto es que sería catastrófico si la pero sona que no lo sabe se entera por casualidad a través de un tercero. Sucede con frecuencia que sea una persona ajena la que revele un secreto de fonna insultante y traumatizante. Recuerdo que humillaron a una niña que Iba al colegio conmigo porque la había adoptado el hermano mayor de la mejor amiga de la niña. Él se enterÓ porque se lo oyó comentar a sus padres, y a la niña nadie le había contado nada. Otro detalle a tener en cuenta es el siguiente: cuanto más grave sea el secreto y cuanto más tiempo se oculte, más despacio se tiene que desvelar a los afectados. Si usted ha desconectado emocionalmente con alguno de sus hijos o con sus padres, debe intentar restablecer un contacto antes de contarles su sencto. Supongamos que un progenitor o un hijo/a es homosexual y quiere contar su secreto. pero la rélacíón ha sido muy contlíctiva en muchos aspec* tos. Antes de desvelar el secreto sería aconsejable establecer un contacto mediante pequeñas iniciativas. Earriet Lemer considera que una familia homofóbica puede necesitar más de una generación para asimilar los secre­ tos de gays y lesbianas. Un buen principio para irse acercando a un familiar con quien la relación es conflictiva es avanzar poco a poco, tanto si existe un secreto corno si no. Cuanto más profunda sea la desconexión entre las per­ sonas, más intensa es la relación. Con los padres, hermanos y con nosotros mismos solemos poner tierra de por medio cuando no sabemos resolver la relación que tenemos con ellos.

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SECRETOS OCULTOS DE CUARTO GRADO Los secretos de cuarto grado son secretos individuales que afectan a uno mismo. Mi miedo secreto a bailar cualquier otra cosa que no fuera el "two-step" lento me ha cercenado la libertad y espontaneidad. Cuando veo a la gente bailando como locos y pasándoselo en grande, me da envidia. Me dan unas ganas tremendas de salir a la pista y de bailar como ellos. Quizás al h
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e tema. Este tipo de secretos no son de "cuarto" grado porque sean indivi­ secretos individuales pueden sefl'también de primer grado (ase­ sinato), de segundo (adicción secreta) o de tercero (tuvo una aventura amo­ rosa y cogió un herpes). Los secretos de cuarto grado afectan, principalmen­ te. al que los oculta. Son secretos ocultos porque recortan la libertad. No son simplemen­ te cuestiones de guSto personal. Puede que usted no h?ya participado más en ciertas actividades deportivas por miedo a que se rieran de usted. Por la ver­ guenza que le da estar- gordo, quizás usted ha dejado de ir a la playa y a la piscina. He tenido muchos clientes ..:uya libertad y vida social se ha visto gra­ vemente afectada por sus fobias secretas y su miedo a tener ataques de páni­ co. He tenido casos en los que el individuo se había encerrado completa­ mente en su vida a causa de la agorafobia. Si usted tiene un secreto de cuarto grado, estaría bien que encontra~ ra a alguien a quién contárselo. lmagínese cómo reaccionará esa persona y cómo se sentirá usted cuando, por fín, se haya podido desahogar. El siguien­ te ejercicio para revelar secretos le puede ayudar en este aspecto.

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Intente contarlo Pida a todos los del grupo que escriban un-secreto de cuarto grado. Recuérdeles que es un tipo de secreto que sólo afecta a uno mismo. No es imprescindible que sea un secreto tremendo para ser nocivo. Una vez cono­ cí a un hombre que mascaba chicle constantemente porque así no le tembla­ ban los labios al hablar. Por muy nimio que fuera el detalle, esa cantidad de energía que le dedicaba se la robaba a su espontaneidad y a su conciencia. Ahora, dígales a todos que doblen el papel en el que han escrito el secreto y que lo pongan en un sombrero. Mezcle los papeles y, seguidamen­ te, cada persona coge uno al azar. Lean los secretos uno por uno. Después de cada lectura, los compo~ nentes del grupo -íncluido el autor del secreto- comentan lo que les pare­ ce y lo que piensan sobre dicho secreto. De esta forma, el sujeto que tenga ese secret9 se hace una idea de cómo reaccío.naría la gente lo supiera. Por lo general, la reacción suele ser mucho menos negativa de lo que uno se ima­ gina. Obviamente, hay secretos de cuarto grado que son demasiado serios como para jugar con ellos, y pueden incluso necesitar de la ayuda de un tera­ peuta. En la tabla IO~6 sugiero una serie de pautas para revelar los secrews de cuarto grado.

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TABLA 10·6

DESVELAR SECRETOS OCULTOS DE CUARTO GRA.DO

LO QUE CUESTA MANTENER EL SECRETO • Su secreto le está perjudicando porque le limita su libertad y le impide ser e~ponláneo.

• Su secreto le hace malgastar su energía creativa en estratagemas para ocul­ tarlo. • Su secreto impide que las personas importantes para usted le puedan conocer

completamen te las personas. • Su secreto le impide sentirse aceptado tal y como es. • Puede que su secreto le esté impidiendo obtener la ayuda que necesita. ACCIONES QUE SE .sUGIEREN • Empiece con alguien de fuera de la familia en quien usted confíe (un tera· peuta, asistente social, sacerdote, mejor amigo). Establezca un acuerdo de confidencialidad con dicha persona y asegúrese de que están dispuestos a cumplirlo. • Fíjese cómo se siente al contarle a alguien el secreto. ~ Si se sien.te con suficiente seguridad, atrévase a contárselo a su cónyuge o al familiar con el que se sienta más unido. • Cuando haya desvelado su secreto, verá cómo pierde potencia. • Si su secreto gira en torno a ataques de pánico, extraños miedos O fobias

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Afrontar un secreto de cuarto grado Sí usted sospecha que alguien importante p.ara usted tiene un secreto de cuarto grado, arriésguese a preguntarle por esa conducta con la que pare­ ce querer ocultarlo. Dele la oportunidad de hablar al respecto. Por ejemplo, lan, el novio de ludy, fue un veterano de Vietnam y, siempre que ella le pedCa que fuera a una fiesta o que conociera a gente, él siempre se negaba. Un dfa Judy le dijo: .. Ian, sé perfectamente que lo del Vietnam fue una experiencia horrorosa. Tengo algún conocimiento sobre el PTSD y sé' que cualquier tipo de excitación puede desencadenar una crisis de ansiedad y miedo. Llevamos dieciocho meses saliendo juntos y siempre te has nega­ do a venir a cualquier reunión o acto social al que te he pedido que me acom­ pañes. Esto está afectando a nuestra relación. Conozco un grupo de apoyo de PTSD que te podría ayudar. Si tienes miedo a las actividades sociales es que hay algo de PTSD. Si decides ir, yo te apoyaré en todo lo que haga falta". Dos semanas más tarde, Ian fue al grupo de apoyo. 277

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CAPÍTULO :11­ MANTENER lA CONEXIÓN

CO·N LA FAMILIA

Se puede tardar años en encontrar una manera de volver a conectar con un familiar determinado pero, si existe la posibilidad de acercarse en lugar de separarse cada vez más, será beneficioso tanto para uno mismo como para las generaciones venideras. HARRlET GOLDHOR LERNER, The Dance ollntimacy Aprendí que necesitaba querer a mi madre y a mi padre como los seres humanos con fallos y defectos que son, y que, en la familia, no existe crimen que no se pueda perdonar. PAT C0NROY,

y parece, de hecho, estar deshumanizado, sigue siendo hUmano. Si pensa­ mos: "Gracias a Dios, yo me libro", tenemos que asumir que todos tenemos un lado oscuro en la vida y. aunque usted no tenga ningún secreto de primer grado, ¡estoy seguro de que hay alguien en su familia al que usted ha hecho realmente daño! Parafraseando a W. H, Auden, tenemos que "querer a nues­ tra familia deshonesta con nuestro corazón deshonesto". Necesitamos desentrañar los secretos ocultos de nuestra familia lo mejor que podamos ya que. al liberarnos de ellos, es como nos podremos desapegar de la familia. Sin embargo, paradójicamente. no nos podemos apartar completamente hasta que seamos capaces de mantener una relación. Una de las razones por la nos resulta dificil liberarnos del campo emocional de nuestra familia es la necesidad que tenemos de perter¡ecer al grupo. Otra es que hay muy pocas familias que hayan conseguido romper con el modelo patriarcal/matriarcal, el cual exige que los miembros se adap· ten al modelo mental del grupo y aborrece a la gente muy independiente que piensa por sí misma y que tiene enraizados unos valores que no concuerdan con los que prefiere la familia. Además, la lealtad hace que los secretos ocultos mantengan a los miembros de la familia vinculados al sistema familiar. En El príncipe de las mareas, el personaje describe que su madre no les permitía que comentaran que su padre les pegaba:

El príncipe de las mareas

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Mí madre nos prohibió que le dijéramos a nadie que nuestro padre nos pegaba No nos permitía critícarlo ni quejarnos de cómo no~ trataba Ante~ de que mi hermano Luke cumpliera los diez años, mi padre ya le había dejado inconsciente tres veces de las palizas que le daba.

ucha gente cree que el precio que tiene que pagar a cambio de no desconectar con la familia consiste en segui-r siendo victimizada. En este capítulo le demostraré que se puede mantener el contacto y evitar dichos abusos. El abuso siempre está prohibido. Una aproximación sincera a la familia también implica que dejemos de fingir que somos inocentes, ya que para ello hemos profundizado en nues­ tra sombra en el capítulo 9. Aunque mi familia sea ofensiva, yo también debo ser consciente de mi deshonestidad, falsedad y ego(smo. Al reconocer mis propios secretos ocultos y misteriosas profundidades resulta mucho más fácil aceptar que, tanto mi familia como sus componentes. son, esencialmente, insondables.

Este tipo de lealtad de la familia Wingo es la regla básica de las fanú· Has violentas que nadie se puede saltar mientras quiera permanecer resguar· dado en su sistema emocional. Es de esperar que un libro como éste le pueda servir de "lanzadera cognoscitiva" en su esfuerzo por liberarse.

Le recomiendo que haga un esfuerzo por delimitar sus fronteras per­ sonales de tal forma que, al tiempo que pueda mantener apartado a un detet~ minado pariente realmente intruso, pueda seguir teniendo una relacíón con él. Dehemos recordar que. incluso cuando
Desligarse del campo emocional de la familia no quiere decir alejar~ se físicamente de ella. Esto es un tema que mucha gente comprende mal. Se creen que, por haberse cambiado <.le ciudad o de país, se han liberado de su familia o que, al no hablarse ni compartir nada con ella. ya no están atrapa­

LA SEPARACIÓN NO ES DISTANCIAMIENTO

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dos en su campo emocional. Nada más lejos de la realidad. La distancia físi­ ca o el negarse a hablar o a tener alguna relaciÓ11'son distintas fonnas de des­ conexión emocional y. muchas veces, "conar" con alguien refleja una inten­ sidad y un amor superior a lo corriente: ¡Aquellos miembros de la familia que desconectan de ella siguen atrapados en su sistema emocional! Un texto de Hamet Goldhor Lemer dice: Distanciarse o cortar con los familiares siempre es un intento de deshacerse de algo por trueque. La "Gara" de esta moneda es -que, así, se evitan cienos sentimientos incómodos que inevita­ blemente nos surgen al estar con cíe;tos parientes. La "cruz" es menos tangible, pero no por ello menos evidente. ¿En qué consiste dicha "cruz"? Esa cruz suele afectar a otras rela­ ciones. por lo general las de nuestra propia familia - nuestro cónyuge e hijos. La intensidad de relación que evitamos con alguien de nuestra familia de origen se la aplicamos a alguien de la nuestra propia - y, en especial, a los hijos. Ya señalé anterionnente que la desconexión de Donald lamison con su hijo Doug venía producida por la tristeza inconsciente que tenfa de que su padre hubiera cortado con él. Cualquier exceso de ansiedad y reactividad que tengamos de nuestra familia de origen se reproducirá en nuestras relaciones íntimas subsiguientes.

Los "problemones" de Lisa En mi serie de televisión Family Secrets para la cadena PBS, una mujer llamada Lisa describió vívidamente que todas aquellas cuestiones sin resolver que ella traía de su familía de origen se desataron a raíz del naci­ ---:1 miento de su hija y que las descargó contra su marido. LcJ De niña había sido víctima de los abusos deshonestos de un vecino y de las agresiones sexuales de sus dos abuelos. En su familia regía la regla inapelable de "no digas nada", por 10 que no se podía hablar de estas cosas ni del divorcio de sus padres, del cual se enteró el día en que su padre se mar­ t;:'¡ h ' ''dZ::J C ó de casa. ,_ Lisa se acostumbró a anular sus sentimientos y desarrolló un yo falso !]J de "no pasa nada". Se casó con un hombre que era "el niño" de la familia y =n que necesitaba depender de alguieri. Parecía que su matrimonio funcionaba­ ~1~ perfectamente y a Usa le gustaba que se la reconociera su labor de perfecta "" cuidadora. Pero entonces nació su -hija, Lisa comentó: "El nacimiento desente­ _ _o

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rr6 cosas que había intentado mantener en secreto, ocultarme incluso a mí misma". La inocencia de la niña y su sana dependencia desencadenaron un torrente de sensaciones desconocidas. Lisa sintió toda la rabia qne tenía por haber sido victimizada de aquella manera, por no haber podido satisfacer sus propias necesidades y por verse "condenada" a hacerse cargo de, la depen­ dencia enfermiza de su marido. La mayor parte de su rabia era contra él; "Cualquier cosa que me dijera, cualquier cosa que híciera, estaba mal. El pobre no sabía qué hacer". Lisa descargó todos los "problemones" no resueltos de su infancia contra su marido. Ése es el peligro de tener asuntos pendientes del pasado.

Irma y SU miedo a equivocarse Irma vino a venne porque cada vez le producía más ansiedad tener que "charlar" en los actos sociales a los que tenía que asistir constantemen­ te por el bien de los negocios de la empresa inmobiliaria de su marido. Me dijo que, cuando intentaba hablar con la gente, le entraba tanto miedo de equivocarse que se apartaba, poniendo como ex.cusa que tenía que ir al baño o a la mesa del buffet. Este miedo era completamente infundado porque su marido no esperaba en absoluto de ella que supiera de negocios en dichas reuniones. Además, 1nna se sentía seriamente bloqueada a nivel sexual desde que su marido le expresara su deseo de tener un hijo. Había hecho terapia sexual y había conseguido participar lo suficiente como para tener el prime· ro, un varón. Después del parto se cerró du.rante cinco meses a cualquier rela­ ción sex.ual y. después, de forma espontanea, empezó a tenerlas otra vez. A] cabo de año y medio tuvo una niña, y fue justo después de su naci~ miento cuando empezó su problema con la vida social. A causa de sus dos embarazos en dos años y medio, su marido se había apartado de ella, e Irma temía que estuviera viviendo una aventura amorosa. Bebía mucho y apenas aparecía por casa, pero le daba miedo hablar con él. Cuando elaboramos juntos su genograma descubrí un secreto que, en un principio, no parecía tener para ella mucha carga emocionaL Cuando Irma tenía ocho años, su madre la confesó que, antes que ella. había tenido un niño, el cual falleció dos años antes de que ella naciera. Había cometido "una terrible equivocación", le dijo, y su familia la había enviado a otr-o sitio para que tuviera el niño. Después deí alumbramiento, la enviaron a vivir al campo con unos tíos suyos. Al cabo de tres meses, el niño "se ahogó en la cuna". 281

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Pero fue más adelante cuando me contó cómo se enteró de esta his­ toria. Irma se había portado mal en el colegj,o>y la profesora mandó a la madre una nota al respecto. iÉsa fue la raZÓn por la que su madre le contó el secreto! Le dijo que, cuando murió el niño, sintíó que Dios la castígaba por su equivocación. Pero, entonc.;:s. conoció al que sería el padre de Inna, se casaron, iY Dios le había enviado a lrma para hacerla feliz 1 Le dijo que su mal comportamiento en el colegio la ponía muy triste, igual que cuando murió su hermano. También le dijo que jamás le tenía que contar el secreto a nadie, sobre todo a su padre porque padecía del corazón y "algo así podría matarlo". . Irma me contó todo esto cuando la hice afrontar una notoria incon­ gruencia: siempre sonreía CU~1ndo hablaba de cosa.~ dolorosas. Al contarme e1.,~<: t·C[O. ente 11<.1 í [o de la sont·is<\. Su maure I~ había adj udi<:Jdo una lctTible carga: su razón de vivir era evitar que su madre no yol viera a est
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La rabia de James Jeder En los problemas de James Jeder se observa el mismo tipo de diná­ mica. Al haber sido condicionado para que se hiciera cargo del vacío y del abuso sexual no resuelto de su madre, James acumuló varias capas de rabia no resuelta. la cual descargaba contra cualquier mujer con la que tenía una relación. Su primera mujer se quejaba de que él siempre estaba de mal humor. La segunda dijo: "Todo 10 que hago le molesta, sea 10 que sea". Su utiliz.ación crónica de material pornográfico en su autoerotismo también era un acto de rabia. Se dedicaba a mirar foto tras foto de mujeres en posturas provocadoras y vejatorias y, mientras él se masturbaba, ejercía un control absoluto sobre 'aquellas fotos sin vida. Este proceso aparentemen­ te inocenle de hacer de las mujeres "un objeto" es un acto de rabia no resuel­ ta, la cual constituía el núcleo de su compulsividad por el sexo y su princi­ pal obstáculo para mantener relaciones sexuales. Llevaba el problema sin resolver de su madre como un "tizón" con el que marcaba a muchas mujeres inocentes, incluidas las "mujeres de las fotos" de su colección de revistas pomográficas. Los típicos dichos de las terapias de "Si no lo dejas atrás, lo pasas hacia delante" y "Si no lo descargas. te lo adjudicas" se basan en el hecho de que, para desligarse de la familia de forma sana, hay que mantener la sufi­ ciente conexión como para poder "trabajar" las cuestiones que aún no están resueltas. Muchas veces dichas cuestiones no se pueden resolver plenamen­ te con un pariente determinado, pero siempre tenemos la opción de dar el pri­ mer paso hacia la resolución. El trabajo que James Jeder hizo sobre su sufrimiento le pennitió ser . consciente de estos problemas y descargarlos. Pudo divorciarse, simbólica­ mente, de su madre Heather y, más adelante, mantener con ella una buena relación. Su esposa Karen dijo que a su marido se le había ido la rabia que tenía, Aunque sea difícil, la conexión con la familia es un requisito para poder vivir nuestra intimidad en el presente sin estar contaminados por el pasado.

¿CÓMO PUEDE UNO DESLIGARSE YMANTENER LA CONEXION? Tenemos que separarnos de la familia de origen al tiempo que nos mantenemos en contacto con ella. ¿Qué quiere decir esto? ¿Cómo se hace?

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Significa que desarrollamos un yo rob'-:!sto con límites sólidos pero flexibles y que, a menos que corramos el peLigro de ser victimizados, hare­ mos todo lo que esté en nuestra mano para resolver los conflictos y resenti­ mientos con nuestros famíljares, por muy difíciles y enervantes que sean. Mantener la conexión quiere decir que tenemos la menor cantidad posible de asuntos sin resolver con cualquier pariente y que nos esforzamos de verdad por valorarlos, sin expectativas irreales de lo que podemos conseguir a cam­ bio. El siguiente test le dará una idea de la capacidad que tiene usted actualmente de separarse de la familia y seguir manteniendo una conexión.

Test de la fuerza del yo Piense en cada una de las frases siguientes. Por cada frase que sea casi siempre verdad respecto a usted y su conducta, anótese 4 puntos. Por cada frase que sea verdad respecto a usted y su conducta con mucha fre­ cuencia, anótese 3 puntos. Anótese 2 puntos si la frase casi nunca es aplica­ ble a usted. y 1 punto si la frase nunca se le puede aplicar a usted. l. Disfruto de la soledad. Me gusta pasar periodos de tiempo a solas. 2. Aunque he escogido mantener una relación de pareja eSta­ ble, no considero que tenga que tener una relación de pare­ ja estable para ser feliz. .3. Conozco mis sentimientos y los' manifiesto a mis familiares cuando e1> apropiado hacerlo. 4. Soy consciente de mis necesidades y prioridade,s, y me esfuerzo por satisfacerlas. 5. Antes de tomar una decisión, pienso en las alternativas y en las consecuencias. 6. Aunque puedo ser espontaneo, no tomo decisiones de forma impulsiva. Más que reaccionar, respondo.

7. He establecído límites en mis relaciones con mi familia de origen. 284

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8. Mi conducta se basa en valores bien pensados. 9. Cuando no estoy de acuerdo con la posición de otra perso­ na, expreso mi opinión. También lo hago cuando estoy con mis padres.

10. Cuando se plantean conflictos con familiares, no salgo corriendo ni corto con ellos. Este test se basa en mi opinión de lo que significa tener un yo firme. Aunque esto es algo que abarca muchos más aspectos, he intentado resaltar los más esenciales. Sume todos los puntos. Sí ha obtenido entre 35 y 40, ¡ha alcanzado un nuevo nivel en la evolución de la psique! Las personas que se han traba. jado mucho suelen puntuar entre 25 y 35. Si usted ha sacado entre 15 y 25, todavfa tiene que trabajarse en serio. Si ha sacado menos de 15, o bien es usted muy vulnerable o se está infrava1ora~do - o las dos cosas. Vamos a ver algunos ejemplos de personas que se han separado de sus familias pero que mantienen la relación:

Bob y SU padre El padre de Bob, un católico convencido, le llama por teléfono y le pregunta sí ya han bautizado a su híjo de cuatro meses. Bob recibió una edu­ cación católica pero se plantea muchas cuestiones de cómo le enseñaron la religión de niño y, sobre todo, sobre el hecho de bautizar a los niños al poco de nacer. Según él, el niño debe poder alcanzar la edad de la razón y tener cierta posibilidad de escoger si quiere ser católico, por 10 que él y su mujer han decidido esperar antes de bautizarlo. Bob pensó que no haria falta con­ társelo a su padre pero, ahora que él se lo pregunta directamente, le cuenta la verdad. Su padre le empieza a echar un sermón que, al cabo de pocos minu. tos, se convierte en una reprensión llena de rabia. Cuando Bob le dice que está rabiando, su padre le grita que no es verded. Bab le escucha unos pocos minutos más pero le avisa de que, si va a continuar con su diatriba, le va a colgar el teléfono, lo cual encoleriza aún más al padre y le empieza a echar otro serm6n sobre ~l respeto hacia los padres, ¡Bob le cuelga el teléfono! Dos días más tarde, Bab llama a su padre, pero éste no se quiere poner al teléfono, con lo cual, Bab le escribe una carta breve en la que le aclara una serie ·de puntos pero sin ponerse a la defensiva. Le dice que él (Bob) es el responsable de la educación de su hijo; que valora que su padre

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le haya educado según sus auténticas convicci
Bernice y SU madre Otra indicación de haberse salido del sistema emocional de la fami­ lia y una forma de expresar la firmeza del yo consiste en negarse a entrar en conversacíones sobre otrOs miembros de la familia estableciendo un triángu­ lo. Cuando hacemos un triángulo con alguien en una conversación, por ]0 general se están evitando cuestiones encubiertas sin resol ver con el familiar con el que estamos hablando porque, al hablar de otro pariente, podemos evi­ ;. '" ( tar hablar de nuestras propias cuestiones pendientes. ....-.. Analicemos lo que sucede cuando Bemíce va a visitar a su madre, a. [J¡la que quiere mucho. Ya se está haciendo mayor y ha estado enferma hace .~~ poco. Nada más empezar a hablar emerge un antiguo patrón: la madre de [-\::¡ Bernice empieza a hablarle de su propia hermana Mary, tía de Bernice. '-, Como siempre, empieza a criticar todo lo que ha hecho en los últimos diez r:;l días. Bemice la deja hablar hasta que se produce una pausa, que suele ser ~ cuando la madre se para para coger aire, porque habla demasiado deprisa. t;E Entonces Bernice le dice tranquilamente: "No quiero hablar de la tía Mary. Quiero hablar contigo. Mamá. porque quiero decirte todo el cariiio que tengo por ti y como te agradezco todos los detalles que has tenido conmigo. Y te agradezco. sobre todo, cómo me ayudas con los niños". [iJ La madre. entonces. se pone a hablar de los hijos del hermano de

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Bemice, de su nuera ¡y de lo mal que esrán educando a sus hijos! Otra vez, Bernice espera a que se produzca una pausa y le dice a su madre que sería mucho mejor que se lo contara directamente a su nuera. Se produce un largo silencio. Entonces Bemice le dice: "Mamá, cuando hablo contigo, quiero estar hablando contigo, saber cómo te sientes, y quiero compartir mis senti­ mientos contigo. Hay muchas cosas que desconozco de ti y cosas que te quie­ ro contar. Quiero tener una relación más íntima contigo". Su madre parece sentirse incómoda, aparta la mirada y dice: "Vale, vale, pero me tengo que ir a vestir ahora. Ruth me va a llevar de compras esta tarde". Lo que Bemice ha hecho por primera vez en su vida es negarse a par­ ticipar en la conversación de su madre sobre un tercero, lo cual es un rito secreto que ocurre en su familia desde. hace mucho tiempo. Bernice mantie­ ne firmes sus límites del yo al no morder el.anzuelo de su madre y negarse a cotillear sobre su tía y su cuñada, pero tampoco le echa un sermón a la madre ni traspasa sus Umites. Se mantiene dentro de los suyos propios y se dirige a ella con franqueza, pero su madre rechaza la invitación a tener una mayor intimidad. Lo único que Bemice puede hacer al respecto es dejarle lo más claro posible cuál es su intención. Una semana más tarde Bernice le escribe una tarjeta a su madre en la que )e agradece haberla escuchado y le vuelve a expresar su deseo de poder tener una relación más Íntima. La teonina expresando específicamente su sentimiento de cariño por ella. Bemiceha conseguido separarse de su madre. Le deja bien claro cuá­ les son sus límites. Le dice claramente a su madre lo que necesita y quiere, pero no corta la relación ya que la envía una bonita tarjeta.

La confrontación de Bryan Bryan tenía veintisiete años y trabajaba en el bufete de abogados de su padre. Un día, al abrir el despacho de su padre para buscar unos papeles que su padre le había pedido que encontrara, halló una carta que terminaba diciendo: "Tu hijo; Ralph". Bryan se quedó atónito, desorientado y turbado. Jamás se habría podido imaginar que su padre tenía otro hijo y que él tenía un medio hermano. Una semana más tarde llamó a su madre, la cual se había divorciado de su padre cuando Bryan tenía quince años. Se había vuelto a casar y vivía en otra ciudad. La madre le contó que su padre había tenido un híjo cuando estuvo en el ejército porque había dejado embarazada a una mujer y se iba a casar con ella cuando, de repente, lo trasladaron a otro con­ tinente. Cuando regresó, no hubo fOnTIa de localizarla y él no pudo averiguar si había tenido el hijo o no. Al cabo de doc~ años, la mujer le llamó para

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decirle que necesitaba dinero para Ralph, su hijo. El padre de Bryan fue a verla y. al ver aJ niño. no le cupo ninguna duda:de que era su hijo. Cuando vino a verme, Bryan todaví~ se sentía conmocionado por esta noticia. Quería contárselo a su padre inmediatamente pero yo le sugerí que esperara un tiempo para plantearse lo que quería conseguir. Entonces invitó a su padre a que viniera a una sesión conmigo con la excusa de que necesitaban hablar de un asunto muy serio. Su padre accedió a venir. Bryan empezó relatando las muchas cosas que le gustaban de su padre, y describió algunas de las cosas por las que le estaba agradecido. Entonces le dijo: "Papá, nunca me has dicho que yo tenía un medio herma­ no. Me he enterado de lo de Ralph de casualidad, y me he sentido conmo­ cionado y traicionado. Considero que tengo derecho a saber quién es mi her­ mano. Creo que si na me has contado nunca algo tan importante como eso, es posible que haya otras cosas que tampoco me hayas contado. Este hallaz­ go ha hecho que se tambalee mi confianza en ti". El padre permaneció callado un rato, después de lo cual le dijo que. sinceramente, había creído que lo mejor era no contárselo durante su infan­ cia. Con el paso de los años el secreto se volvió cada vez más tremendo y. actualmente, Ralph era un alcohólico y una persona sin rumbo en la vida. Bryan miró a su padre cara a cara. "Papá". le dijo, "Ralph es tu hijo y es mi hermano. No me estás mirando. Estás mirando al suelo al hablarme. Por tu expresión veo que sientes mucha vergüenza y culpabilidad. Yo quiero conocer a mi hermano y vaya hacer lo que pueda por él". El padre se volvió a quedar callado. Bryan se levantó y salió de mi despacho. El padre me pidió consejo. Yo le dije que consideraba que Bryan tenía derecho a conocer a su hennano. Bryan consiguió establecer una relación con Ralph y le fue contando a su padre cómo le iba. En la última sesión que tuvím0sjuntos, Bryan le dijo a su padre que le quena mucho y que quena que le ayudara a hacer algo por Ralph. Su padre accedió. Al cabo de tres semanas, recibí una nota il1formán~ dome de que Ralph estaba en un centro de rehabilitación de Minnesota. Eso fue lo último que supe de ellos. Gracias a su finne yo, Bryan fue capaz de expresarle a su padre el cariño que sentía por él al tiempo que se negaba a pasar por alto la cuestión de su hermano. Aunque comprendía que su padre había querido protegerle, también vio su culpabilidad y su vergüenza. Bryan no le critic6 ni le juzgó, pero le expresó abiertamente que se sentía traicionado y que deseaba real­ mente contactar y ayudar a su hermano. Graci~ a la finneza de su yo. Bryan incluso ayudó a su padre a resol­ ver un problema que le había perseguido durante añ0S. No me cabe ninguna

duda de que, al esforzarse los dos juntos por ayudar a Ralph, volvió la confianza entre Bryan y su padre.

a surgir

Dejar de hacerse cargo de los problemas de los demás El último ejemplo es-de mí mismo. Mi mayor secreto era la privación narci$ista. Ya de pequeño aprendí que la forma de obtener cariño y admira­ ción en mi familia era haciéndome cargo del sufrimiento de la gente. Al prin­ cipio me fue muy bien porque me pennitía sentir que ~ontrolaba la mayoría de las situacio!1tes y me gustaba solucionar los pr0blemas de los demás. Me dedicaba a dar con$ejos sin que me los pidieran y varios parientes me solían decir que tenía una actitud "condescendiente", Era tan grande mi autoenga­ ño que ignoraba sus comentarios por considerarlos fruto de la envídia. Además, si después de todos mis esfuerzos por "ayudarlos", no seguían rrú consejo. solfa cortar con el los. Acabé dándome cuema de que los que nos adjudicamos los proble­ mas de los demás damos la impresión de que \0 tenemos todo en su sitio púo, en realidad, somos nosotros los que necesitamos ayuda. También aprendí, muy a pesar mfo, que cuanto más me hacía cargo de los problemas de una persona, más pasiva se volvía ésta. Mi actitud era una forma de tapar mi sufrimiento y mi vacío. En realidad, no estaba ayudando a nadie. Gradualmente he ido aprendiendo a no ofrecer ayuda si no se me la pide yana intentar solucionar los problemas de mis familiares. En vez de intentar tener siempre "respuestas para todo", me he dedicado deliberada­ mente a compartir con ellos mi profunda vulnerabilidad. Si se me pide ayuda, hago lo que puedo, pero no intento hacer más de lo que se me pide. y si verdaderamente no sé qué hacer, lo digo claramente y no me invento soluciones que parecen buenas pero que no están basadas en mi propia expe­ riencia. Honradamente, intento reconocer mis propios problemas, algunos de los cuales no sé cómo resolver. El resultado de este proceso es que he conseguido desarrollar un yo mucho más firme, por lo que han mejorado mis relaciones. Ya no tengo esa sensacíón crónica de que nadie me da tanto como yo les doy a ellos y sé que, si me obsesíono con el problema de alguien, es que tengo que profundizar en el mío propio. Espero que con todos estos ejemplos y las frases del test usted se haya podido forjar una idea bastante completa de lo que significa tener un yo firme. A modo de resumen, podemos decir que se tiene un yo fIrme cuando uno es capaz de:

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• Decirle a su padre, sin alterarse, que nQ está de acuerdo con él. • Negarse a ir a misa con su madre por>el mero hecho de que eso la pone contenta. • Mantener su decisión de no hablar con su madre alcohólica cuando se da cuenta de que ha estado bebiendo. • Decirle a su hermano o hennana que no le gustan nada las bromas que hace sobre los homosexuales o la gente de color. • Discutír con la mujer pero mantener la COllexión con ella, lo cual significa que ambos están de acuerdo en esforzarse por encontrar una solucí6n. Mantener la conexión también significa negarse a salir corríendo, ya sea físicamente o retirándole la palabra, toman­ do drogas, distrayéndose con la televisión o hablando de asuntos que no tienen nada que ver con el tema.­ • Tener una serie de valores y creencias por los que uno se rige en la vida. La conexión con la familia se consigue mantener si somos capaces de: • Regalarle a nuestro padre una subscripción a una revista de golf a pesar de que nos haya reprobado por haber renunciado a la religión de la familia. • Comprarle a nuestra madre un misal nuevo como regalo especial de Pascua. • Llamar a nuestra madre cuando sabemos que no ha estado bebien­ do y decirla que la queremos. • Enviar a nuestro hermano o hermana una tarjeta divertida en la que le expresarnos nuestro cariño y le 'decimos que nuestro sentido d~l humor también abarca otras cosas. • Enviar a nuestra mujer un ramo de sus flores favoritas con una nota diciendo cuánto la queremos, veinticuatro horas después de una discusión. • Vivir según nuestras creencias y poner en práctíca nuestra escala de valores en toda su plenitud sin intentar convertir a nuestros fami­ liares. Mostrarles nuestro reconocimiento sincero de sus valores al liempo que los respetamos si no los compartimos. Probablemente no he tenido nunca mejor oportunidad de aprender la lección de la separación manteniendo la conexión que con el caso de una mujer que participó conmigo en un programa de televisión en New Jersey que versaba sobre el incesto y donde se suponía que yo era el experto. Dicha

mujer había sido víctima de incesto con sus dos progenitores hasla los trece años, a causa de lo cual llevaba más de dieciséis haciendo terapia. En un momento del programa habló de su relación actual con sus padres, lo cual chocó visiblemente al presentador. Éste la interrumpió y le preguntó cómo era posible que tuviera una relación con sus padres. R%pondió ciara y sua­ vemente: "Son los úmcos padres que tengo. Para mí es importante forjarme una relación con ellos". i..-os padres también estaban haciendo terapia y esta­ ban trabajándose para tener una relación decente con su hija.

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LOS ABUSOS SIEMPRE ESTAN PROHIBIDOS Por favor, no malinterprete lo que le estoy planteando. Mantenerse en contacto con la familia jamás significará pennitir que le sigan victimi· zando. En los ejemplos que le he dado, dichas personas, gracias a su yo firme, tienen claramente delimitada su individualidad. Si un pariente suyo se comporta como agresor, mantener una conexión con él no quiere decir que usted deba cargar con las consecuencias de sus secretos ocultos. Al contra· rio, para delimitar claramente su individualidad debe dejarle bien claro que usted no estará disponible ni querrá hablar con él cuando' tenga esa: actitud agresiva, y que se niega a compartir su secreto. Una manera de mantener la relación puede ser llamarle cuando usted esté bastante seguro de que no lo va a encontrar bebido, o enviarle una tarjeta expresándole su cariño.

ALGUNAS RECOMFENSAS INESPERADAS

Al haber investigado en profundidad los secretos de su familia, espe­ ro que haya descubierto las causas de las conductas que le tenían confuso. Espero que haya descubierto algunos secretos que se puedan desvelar y que, al hacerlo, se libere de un lastre de vergüenza y le surjan otras opciones más íntegras. Mi viaje de introspección me aportó algunas recompensas muy enri­ quecedoras. Pennítame que comparta una de ellas con usted. De pequeño, mi modelo de figura masculina era mi abuelo, un hom· bre cariñoso y tierno al que amaba y admiraba. Mi familia decía que era un santo y lo pusieron en un pedestal. Con respecto al trabajo tenía una filoso­ fía muy rígida, según la cual uno debe conseguir un trabajo honrado y esfor­ zarse lo más posible. El éxito ya llegará. Empezó trabajando de chico de los recados en la Southern Pacific Railroad y, cincuenta años más tarde, acabó de ejecutivo de la compañfa. En la familia se consideraba que había conse­ guido el éxito económico. 291

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La verdad eS que jamás se le ocuni6 bu.scar otro trabajo con un potencial mucho mayor. Su lema era: "Vive satisfecho con lo que Díos te da",

Al ser de una familia numerosa Y haber pasado por la Gran Depre" si6n, tcnía muy buenas razones para opinar así. Pero su mensaje de "cuando ~ consigas un buen trabajo no lo dejes nunca" también contenía ciertos ele­ ~ mentOS secretos y tácitos. como el miedo casi paranoide característico de L Jvarias generaciones de mi familia, el cual era un peligroso secreto de fami­ __ lia. A mi abuelo le daba demasiado miedo correr riesgos y él fue mi modelo ;:-~ del éxito. Como era un "santo", no se podía plantear nada sobre él. Lo que me enseñó me ha sido inmensamente útil, pero también me ha limitado. Me enseñó a ahorrar dinero, a no tener deudas y a esforzarme en mi • 1 trabajo. Mientras estuve atrapado en el sistema emocional de mi familia, me l ;confol111aba con muy poco. Permanecía donde estaba, jamás pedía un aumen­ ~r. to de sueldo y estaba agradecido de tener un trabajo. Necesité que me des pi. k:,jdieran de dos trabajos para despertarme del encantamiento de mi familia. r~--Una vez me hube separado emocibnalmente de mi familia. desafié L,..,Iese miedo destructivo Y secreto que aliment3.ba su filosofía del trabajo. Me __ dediqué a buscar nuevas oportunidades Y mejores niveles de retribución. 8~dCambié de trabajo con frecuencia. Ahora, he superado con creces 10 que mi abuelo habría considerado el éxito económico. r¡.t~ Para el10 tuve que traer a la consciencia el mensaje encubierto de mi ._ abuelo. Tuve que pensar en ello y comprenderlo desde la perspectiva de su 1::::"Jhistoria personal y, entonces. pude tomar mis propias decisiones. De no haberme desligado emocionalmente de su mensaje secreto, mi vida habría

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EQsido muy distinta. No quiero decir con esto que esté feliz por haber ganado más dinero t~~\que mi abuelo. Mi felicidad realmente procede de una nueva definición de . .mí mismo: una definición que dice que uno es merecdor de cualquier cosa ;;.:;~ue quiera y pueda crear honradamente. La alegria que hay ahora en mi vida .... surge de Jos riesgos creativos que he tomado porque he creído en mí mismo. ".L. v1i abuelo me quería y creía en mí y, no cabe duda, eso me ha ayudado mucho. ".. ~ No le estoy criticando sus miedos ni su inseguridad. Su propia fami­ lia se los inculcó, pero él consiguió ir más allá de lo que ésta le enseñó. Yo ,l,.E]le conseguido ir más allá de los límites de su miedo. Considero que esto es ,. ~ lo que e.stamos lIamad~s ,a hacer cada uno de nosotros, y estoy convencido I~e que mi abuelo se sentma muy orgulloso de mí. f~J Espero que haya descubierto en su famiEa algunas riquezas inespe­ twadas. Le guste o no. algunos secretos ocultos nO son s610 la fuente de nues­

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tros problemas, de la reproducción de conductas de otros y de nuestra idio­ sincrasia, sino que también son el origen de nuestro genio y de nuestros pun­ tos fuertes. Con todos sus secretos ocultos, nuestra familia sigue siendo la bnse de nuestra vida y. en palabras de Thomas Moare, "la principal morada de nuestra alma". Al haber descifrado nuestros oscuros secretos de familia, estamos libres para poder acoger a nuestros familiares con un nuevo sentido de liber­ tad y amor.

Ejercicio para reconocer los beneficios Escriba cinco pautas de comportamiento positivas que haya adqui­ rido de su familia, Pueden ser rasgos caracteriales o hábitos positivos, mé­ todos especiales de supervivencia y maneras especiales en que alguien cuidó de usted. Describa con detalle en qué le han ayudado dichas pautas conduc· males.

El PERDÓN Considero que el perdón es esencial para que el ser humano alcance plenamente su felicidad, y en ello se incluye tanto el perdón a uno mismo como a nuestros familiares . El perdón es una manera excelente de consolidar el yo. Nos libera de los intenninables ciclos de resentimiento hacia nuestros padres y de las ata­ duras que causa el odio. Fritz Perls, el fundador de la psicología Gesta~t, escribió que ¡mien· tras conservemos los resentimientos nunca llegaremos a crecer realmente! Seguimos siendo niños atascados, impotentes, dependientes e incapaces de desligamos de nuestros padres. Al seguir nutriendo obsesivamente de ener­ gía al resentimiento, permanecemos esclavos del pasado y perdemos la habi­ lidad de vivir plenamente el presente, El perdón es una ayuda para el que perdona. Al perdonar, se puede utiliz.ar de forma creativa la energía que se estaba invirtiendo en mantener el resentimiento. Etimológicamente, perdonar viene del latín donare, "dar". Si usted fUe víctima de un secreto de primer grado, no le estoy sugi­ riendo que condone de ninguna manera lo que le hicieron, ni tampoco que deba verse con el familiar agresor. Sobre todo, no le estoy sugíriendo que se arriesgue a que esa persona le vuelva a victimizar. En caso de que no desee ver a dicha persona, puede mantenerse en contacto mediante tarjetas, cartas 293

persona victimizada como yo se le deberían excusar todas sus faltas y erro­ res. Me dí cuenta de que hacerme la víctima también era una forma de que se me aceptara. Se convirtió en una especie de grandiosidad al revés. Yo era el más herido del grupo. Yo era especial. Más adelante, mi terapeuta me ayudó a comprender que, al hacer de mi sufrimiento algo "especial" y al apegarme a él, estaba evitando hacer la descarga necesaria para llegar al perdón. Al ser yo teólogo y antiguo sacer· dote domil'livo, me recordó que, para la mayoría de teólogos y filósofos, el sufrimiento es un hecho y un misterio de la existencia humana tan normal como el placer y el dolor, y que, tal y como revela Job en la Biblia, no hay forma racional de consolidarlo. "Sencillamente acepta tu sufrimiento, haz la descarga, perdona a tu agresor y sigue avanzando", me dijo. Aunque se tarda cierto tiempo en conseguirlo, lo importante es hacerlo. Al conferimos una "identidad especial" por ser víctima, nos estamos impidiendo de hecho sen­ tir ese dolor y ese vacío que llevamos dentro de nosotros a todas partes. Intentar solapar el sufrimiento intelectualizándolo nos impide, de hecho. poder descargarlo y, a menos que nos liberemos de él mediante la descarga, no podremos conseguir perdonar.

o llamadas telefónicas. El perdón no exculpa a esa persona de su comporta­ miento sino que, sencillamente, le libera a us~~9' del poder que ella tenga sobre usted. Si le cuesta perdonar, puede resultarle interesante lo que planteo a con ti nuación: Unos tipos de agresión son más nocivos que otros; las agresiones sexuales y físicas dejan profundas cicatrices emocionales. Cuando la agre­ sión se produce de forma crónica, el impacto suele ser más devastador que cuando se perpetró una sola vez. El tipo y la periodicidad de la agresión son los dos indicadores del tiempo que necesitará para descargarse el dolor y sufrimiento. Por lo general, en estos casos se tarda más en llegar a perdo­ nar.

Para mí ha sido de gran ayuda llegar a comprender que resulta impo­ _. sible entender completamente a otra persona. Cuando analizo los abusos de mis padres desde un punto de vista sentimental, me veo obligado a fijarme en mi sombra. ¿A cuánta gente le he hecho yo daño? Al observar detallada­ mente hasta qué punto yo he hecho sufrir a otros (especialmente a mis hijos), me deshago de la costumbre de representar el papel de víctima y de tener una predisposición por echarle la culpa a mis padres. Recuerdo un punto especial de mi terapia. Estaba hablando otra vez de que mi padre me había abandonado, de que nos tuvimos que mudar a vivir con Onos parientes y de que, en catorce años, nos mudamos diez veces de casa. Mí terapeuta me interrumpió a la mitad de la historia, me miró a los ojos y me dijo: "Quiero que, entre hoy y la próxima sesión, te dediques a deCirte: 'Mi sufrimIento es algo corriente"'. Aunque me pareció algo raro, le

Los secretos ocultos forman parte de mi destino sentimental y me han retado a profundizar en mi historia personal. Espero que los suyos le hayan servido para lo mismo. La ambigüedad de la vida llega hasta sus mis­ mas raíces. Al aceptar que los secretos ocultos de mi familia moldean mi des­ tino, se atenúa el terrible moralismo de pensar categóricamente sólo en tér­ minos de "blanco y negro". Estoy aprendiendo a tolerar la imperfección de la naturaleza humana. Puedo comenzar a apreciar las complejidades y ambi­ güed¡¡des de mi familia, Ya he mencionado anterionnente que, además de los secretos ocul­ tos, también llevamos dentro Jos deseos inconscientes de nuestros padres, así como sus deseos más nobles. El amor de James Jeder por la literatura ingle­ sa se debe en parte a los ratos en que él se sentaba al lado de la cama de su abuela para que ella le leyera. '¡SUS libros de poemas materializaron los sue~' ños de su madre, su abuela y su bisabuela! James también había heredado de su abuelo Donald Jamison la habi~ lidad para las finanzas. Para ser un profesor de universidad, tenía una canti­ dad de bienes ínmuebles poco corriente. . James y su padre. Shane, se reconciliaron diez años antes de que éste muriera. James se pas6 varias sesiones contándome la vida más bien trágica de su padre. Hubo una ocasión en que 1I0r6 intensamente cuando recordó que su padre había hecho varios cursos por correspondencia en un intento por

dije que lo haría. Al salir de su oficina me empecé a enfadar. ¿Qué quiere deCIr con que mi sufrimiento es algo corriente? íSOY prácticamente huérfano de un padre quejamás aportó ni un céntimo para mi manu\encjón~ Le seguí dando vueltas en la cabeza hasta que acabé gritándole al terapeuta y prometiéndo­ me no volver nunca a su consulta. Estuve enfadado durante varios días pero, poco a poco, se me empezó a ocurrir que yo estaba enormemente apegado a mi condíción de .víctima, que era algo que se había convertido en uDa parte de mi identidad. Entonces recordé mi experiencia con el tercer panel de la ventana de Johari, cuando los demás terapeutas de mi grupo me señalaron el tono "suplí.­ cante" y casi "frenético" de mi forma de hablar al contarles el abuso y el abandono de los que fui víctima durante la infancia. lEra como si les estu­ viera suplicando que vieran cuánto me habían herido! ¿Era esto una forma de protegerme de las expectaciones de la gente? Después de todo, a cualquier

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EPÍLOGO

mejorar su ~jveJ cult:Ural. Estaba conven?ido de .que, s~ pa
na de las definiciones de! término secreto es "algo que está aún por descubrir". En este sentido, 10 secreto es el núcleo más recÓndito del alma. No cesamos de descubrir el pOlencial del alma. Siempre hay más por conocer y más por definir. El alma de cada cual es supremamente única e irrepetible. Jamás ha existido ni jamás existirá nadie como usted. Esta sin­ gularidad es la causa de que nunca nos podamos comprender plenamente. Yo mismo he sobrevivido a cosas que jamás me habria imaginado capaz de superar. He descubierto en mí mismo habilidades que ignoraba poseer. He soportado oscuros secretos de familia y los he transfonnado en algo positi­ vo. Estoy convencido de que usted ha hecho lo mismo. Todos disponemos de un poder profundo, de una realidad más pro­ funda que yo denomino alma. Constituye la caU3a misteriosa de muchos de nuestros logros así como el ámbito de nuestra imaginaci6n. Si perdemos la capacidad de acceder a nuestra imagina¡;ión, el alma se nos ahoga. Ésa es la raz6n por la que es especialmente peligroso el dicho "Ojos que no ven, corazón que no siente". Al matar la curiosidad, la cual es la sangre vítal de la imaginación, aniquilamos la libertad y la crea.tividad. Pero el alma no desaparece jamás. No conozco mayor milagro que trabajar con alguien, ayudarle a afrontar su sufrimiento y, entonces, observar c6mo emergen de dentro :Jus recursos y talentos. Cuando el individuo deja de lado sus defensas, se le revela el poder del alma. Al principio de éste libro le pedí a usted que se lo cuestionara todo, que adoptara la actitud mental del principiante. Ahora, al final, le recuerdo que llega un momento en el que es importante dejarse de cuestionar. Al igual que la vida misma, no se puede llegar a comprender totalmente a nuestra familia, sino que hay que abrazarla como un misterio que se ha de vivir.

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APÉNDICE

LA PARADOJA

DE LA MEMORIA

La memoria es algo indispensable para nuestra Vida personal y comunitaria... Con el fin de poder utili" zarla y preservar el valor que tenga para nosotros, debemos reconocer sus limitaciones y protegernos de ellas. WALTER RE¡CH

rn noviembre de 1989. Una mujer llamó a la policía para denunciar que su mejor amiga ,hab~a sido asesinad~ por s~ padre. La mujer se lla­ maba Sileen Frank!ln Llpsker, y su mejor amIga Susan Nawn. Eileen dijo que estaba de pie en un lugar del bosque un poco más arriba de donde estaba sentada Susan cuando, de re~ente, vio que ésla gira­ ba la caheza (era pelirroja) y la miraba intentando atraer su atención. Dijo que los oj()S azul claro de Susan tenfan una mirada suplicante. Entonces vio que algo se movía alIado de Susan y reconoció la silueta de su padre, George Franklin. dibujada a contraluz. Sostenía una piedra con las dos manos por encima de la cabeza. Afianzó su posición y, entonces, abalanzó la roca sobre la cabeza de Susano Eileen vio 11 su amiga levantar la mano derecha en un intento por parar el golpe. Oyó el golpe seco de la piedra contra la cabeza, parecido al sonido de un bate de béisbol que golpea y rompe un huevo. Otro golpe seco y sonoro y, entonces, vio toda la cabeza de Susan llena de sangre, algunos mechones de pelo que se le habían caído, la cara cubierta de san­ gre y su mano aplastada. '

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Eileen le dijo a la policía que se sentía muy culpable por la muerte Susano Les dijo que fUe por la tarde cuando su padre y ella se encontraron a Susan sola y que fUe ella, Eileen, qUIen la convendó de que se diera una \'lldla 11 El con e os. padre las llevó en coche a un lugar fuera de la ciudad

de

donde, primero, violó a Susan y, después, la mató. A EiJeen la amenazó de muerte si íe contaba a alguien lo que había presenciado. Eileen también declaró que, de pequeña, había sido víctima de los abusos deshonestos de su padre y que, en una ocasión, la había sujetado por la fuerza para que un amigo suyo la violara. Ella había aprendido a no hablar de lo que le hacía su padre. Dijo que le quería mucho. Hay otro elemento clave en este caso: Eileen Frank.lin Lipsker tenfa ocho años cuando su amiga Su."an fue asesinada. Ocurrió en 1969. ¡Tardó veinte alios en denunciar el homicidio.' Declar6 que se le había olvidado lodo hasta un día determinado de enero de 1989. ¿Cómo es eso posible? Y si se le había olvidado todo, ¿cómo lo pudo recordar? Estas preguntas nos llevan al núcleo del debate qUt: se está produ­ ciendo en la actualidad sobre la naturaleza de la memoria. ¿Se puede uno fiar de todos los recuerdos? ¿Pueden ciertos recuerdos permanecer reprimidos durante años y, en ese caso, cómo podemos determinar su exactitud? ¿Exis­ ten los recuerdos falsos y se pueden implantar en la mente de un sujeto? ¿Qué sabemos a ciencia cierta sobre la memoria? ¿Existe una realidad clíni­ ca denominada "síndrome del recuerdo falso"? En el caso de Eileen Franklín Lipsker, el jurado creyó que los recuer­ dos reprimidos son algo posible y creíble. En 1990 condenaron a su padre, George Franklin, a cadena perpetua. Sin embargo, en 1995, el Tribunal Federal de San Francisco conmut6 la condena basándose en un error procesal. La cuestión de si los recuerdos reprimidos son verdaderos o falsos no sólo presenta un problema legal sino también cHnico. En otro caso reciente, un jurado concedió a un padre una indemnización de medio millón de dóla­ res por daños y perjuicios, ya que consideraba que su hija habCa sido inco" rrectamente inducida por su psicoterapeuta a acusarlo de abusos deshonestos cuando era pequeña. En este caso, el jurado consideró que el terapeuta era responsable de Jos recuerdos "confabulados" de la paciente,

¿SÍNDROME DEL FALSO RECUERDO? "Confabular", en psicología, quiere decir reemplazar los hechos por fantasías. La mayoría de las personas acusadas de confabular recuerdos son mujeres, y lo que recuerdan es el incesto. En marzo de 1992 se fundó una organización de abogados llamada False Memory Syndrome Foundaríon (FMSF). En el último recuento contaban con unas cuatro mil familias que decfan haber sido injustamente acusadas de abusos sexuales con sus hijos. A causa de estos cargos, muchos padres han perdido lodo tipo de contacto con los hijos y nietos que los acusan. Además, cuando dichos cargos se hacen

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públicos. los padres son víctimas del ostracismo, social. Algunos se ven en vueltos en batallas legales rorque sus híjos 19,s> llevan a juicio. Algunas mujeres yue, en un principio, creían haber sÍdo víctimas de íncesto, se han unido a esta organización y ahora proclaman que su terapeuta les hízo suge­ rencias directas para sacarles recuerdos de haber sido víctimas de abusos sexuales. Al encontrar dichos recuerdos se produce la confrontación con el supuesto agresor (por lo general el padre), lo cual lleva a la ruptura de la familia y a un demoledor sufrimiento emocional. En la controversia que se ha desatado, los terapeutas argumentan que, aunque existen casos aislados de terapeutas que han inducido a sus clientes a creer que fueron víctimas del incesto, la amplia mayoría se cam­ pana "con extremada profesionalidad al tratar asuntos tan delicados como pueden ser los recuerdos reprimidos del incesto. Les preocupa que la FMSF haya iniciado una campaña pública reaccionaria basada exclusivamente en informes anecd6ticos sin verificar de forma objetiva. Mientras que la funda­ ción proclama que lo que quiere es dar acceso a la información científica sobre los falsos recuerdos, lo cierto es que, de momento, nadie ha presenta~ do una prueba contundente de la existencia .<;Ie dicho s(ndrome canica. No obstante, la reacción del ~úblico se ha hecho notar lo suficiente corno para poner ,en entredicho la eficacia de los terapeutas, los cuales se sienten atra­ pados porque hay ocasÍones en las que una conducta sintomática del cliente les obliga a preguntarle sobre la posibilidad de haber padecido abusos sexua­ les. En tal situación, no hacerle ninguna pregunta sería ofrecer un deficiente servícío al cliente. Todo este debate fue presentado con gran eficacia por Mary Sykes , Wylie, editora jefe 'de The Fami/y Therapy Nerworker, en el número de sep­ tiembre/octubre de 1993. . En el centro de esta controversia se encuentran tres importantes pun­ tos de gran relevancia para este libro y para el tema d~ los secretos ocultos, "que son: el poder de la sugestión, la naturaleza de la memoria y la diferencia entre recuerdos traumáticos y recuerdos comentes.

EL PODER DE LA SUGESTIÓN ..

Michael Yapko, psic6logo clínico de San Diego, hizo un estudio de

~asi mil terapeutas y llegó a la conclusión de que algunos ("demasiados",

según él. aunque no facilitó cifras) no estaban debidamente infonnados sobre

~spectos vitales de los roles de la sugestión y la memoria en el tratamiento

=,psicológico. )

.

Muchos adultos cuya fase de dependencia en el desarrollo de la per­

sonalidad se vio truncada por los abusos a los que se veían sometidos, espe­ cialmente durante el primer año y medio de vida, muestran una tendencia a tomarse las sugerencias de los demás como sifueran órdenes. Cualquier pero sona que se haya criado en el seno de una familia autoritaria en la que la con­ formidad estaba asegurada por medio del castigo físico y el abandono emo­ cional, pierde su capacidad de decidir por sí misma y, en cambio, aprende a obedecer- y adaptar su voluntad y su mente a la autoridad familiar. Dicha con­ formidad se convierte en una pauta conductual de por vida que se activa fácilmente en presencia de otra figura de autoridad y, en especial, del tera­ peuta. En el caso de que a usted se le interrumpiera el desarrollo de la fase de dependencia durante la infancia mediante abusos físicos, sexuales o emo­ donales, tiene usted una sugestibilidad exacerbada y puede constituir uno de los primeros objetivos de cualquier persona que se considere a sí misma una autoridad. Supongamos que usted se crió en una familia estricta y autoritaria en la que se le aplicaba el castigo físico o emocional para que usted se portara bien. Supongamos incluso que, al cabo de los años, usted comienza a pre­ sentar síntomas de enfermedades que no muestran tener una causa biol6gica -lo que se suele denominar enfermedades psicosomáticas- y que su médi· ca le rec.omienda ir a ver a un terapeuta. Usted va a un terapeuta que, rápidamente, le comenta que muchas víctimas del incesto padecen enfermedades psicosomáticas sintomáticas de los abusos que padecieron. Además, el terapeuta también le comenta que, en el transcurso de la agresión, la víctima se autoanula emocionalmente y ya no siente rabia, traición ni sufrimiento por el abuso. Por lo tanto, todos estos sentimientos adormecidos los transforma en enfermedad psico~omática, lo cual le permite sentirse todo lo mal que realmente se siente. Suponga entonces que el terapeuta le pregunta: "¿Tiene usted algún recuerdo de haber sido vfctima del incesto durante la niñez?" Supongamos que usted responde: "Que yo sepa, no". El terapeuta le dice entonces: "El no ser .consciente de los síntomas del incesto no implica qlle no haya podido suceder. De hecho. muchas personas que han sufrido un incesto no lo saben a nivel consciente". Con esta conversación se puede crear fácilmente una situaci6n e¡J la que el niño que hay en usted y que fue privado de una fase del desarrollo, con tal de complacer a su nueva figura paterna o materna (el te­ rapeuta), está dispuesto a obedecer cualquier sugerencia que le haga el tera­ peuta. Para ponérselo peor todavía, digamos que el terapeuta le da una lista de otros síntomas corrientes asociados al incesto. Entonces usted hace un escrutinio de sus recuerdos de la infancia temiendo. al tiempo que esperan­

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do, que algo se corresponda con lo que dice el terapeuta. Este ejemplo íma­ ginario es un c8S0 flagrante de terapeuta que, por un exceso de celo, va diri­ giendo al cliente con sus sugerencias. La regla básica práctica establece que es siempre el cliente el que debe nportar los datos principales en base a los cuales se pueden hacer las preguntas. Una en(ennedad psicosomática puede ser un síntoma de cualquier tipo de lrauma. Si inmediatamente se apunta hacia un incesto, eso refleja los problemas del terapeuta. no Jos del paciente.

LA NATURALEZA DE LA MEMORIA ¿Qué es lo que se sabe de hecho sobre la naturaleza de la memoria? El cerebro humano es extremadamente complejo y. de momento, nadíe ha conseguido controlarlo. Solemos describir las operaciones de la mente en base a la !ecnologfa que nuestra mente ha creado. Cuando se inventaron las máquinas. se consideraba que el cerebro era una máquina. Cuando apareció la cámara del cinematógrafo, se comparó al cerebro con una cámara. Hoy en día se suele considerar que el cerebro es como un ordenador. Es evidente que el cerebro tiene algunas de las cualidades de dichas invenciones, pero es mucho más complejo y amplio que todo lo que puedan representar estos modelos: El exceso de simplificación suele resultar espe­ cialmente engañoso al analizar la cuestión del funcionamiento de la memo­ ria. Si pensamos que el cerebro es como una cámara, magnetófono u ordenador, entonces estamos considerando que la memoria es un vasto banco de dalos de precisas impresiones neurológicas en el cual están grabadas y almacenadas todas,! cada una de las experiencias que jamás hayamos teni­ do. La memoria es un recipiente fijo que contiene todas las experiencias del pnslIdo.

A pesar de que, a veces, nuestra experiencia de la memoria coincide con esta descripción. la mayoóa de las investigaciones psicológicas apuntan hacia un proceso más dinámico y creativo. El cerebro tiene la capacidad de inventar y crear la realidad a partir de la infonnaci6n que procesa, y nuestra intención moldea nuestros recuerdos. Según este modelo, la memoria es un flujo constanle, un proceso de actualización de experiencias pasadas en base a las creencias del presente. Nuestra opiní6n actual sobre el sígnificado de los aconlecirnienlos del pasado, en especial al proyectarlos al presente, es lo que moldea nuestros recuerdos de dichos acontecimientos. En el capítulo 3 comenl¿ que la percepción es un pr~ces:¡ selectivo que suele sacrificar la conciencia plena de la realidad a cambio de la segun. 302

dad del individuo. Con la memoria sucede lo mismo. La memoria normal tiende a constituir un apoyo de nuestra identidad presente. El pasado se va rehaciendo y reconstruyendo constante y profundamente por el 'bien de nues­ tro momento presente.

Cómo se recuerda La Dra. Lenore Terr es una de las principales personalidades en el campo de la investigación del trauma y la memoria, y fue uno de los testigos clave de la acusación en el caso de Elleen Lípsker. En su libro Unchaíned Memories trata dos categorías primarias de maneras de recordar y seis tipos de memoria. Las dos categorías primarias de maneras de recordar son: la memo­ ria explfcíta, a veces también denominada declarativa. y la implícita también llamada a veces no declarativa. La memoria explícita es el resultado del pen­ samiento consciente. Al leer alguna cosa que se encuentra interesante, se piensa en ello y se archiva en la memoria en "código hablado". Con un poco de práctica O ensayo mental, esa memoria se puede prolongar para que dure siempre. Cuando se bloquea el pensamiento y el ensayo, se pierde la mayo­ ría de los recuerdos en cuestión de treinta segundos. La única exeepción a todo esto es la memoria traumática. "El niño con algún trauma de la percepción no necesita ensayar para recordar" escri­ be la Dra. Terr. La memoria traumática se comporta como memoria comple­ lamente implícita. La memoria implícita no necesita de ningún pensamiento consciente sino que es el resultado del hábito. Así es como los humanos aprendemos a caminar o hablar. Una vez que se han adquirido ciertas habilidades tales como recital' el abecedario, columpiarse en un balancín o montar en bicicle­ ta, ya no precisamos volver n pensar en ellas porque nunca se nos olvida cómo se hace -a menos que se produzca alguna lesión cerebral. Terr enumera también seis tipos básicos de memoria, el primero de los cuales se denomina memoria inmediata. ¿Se acuerda usted de qué tipo de relación tiene con un compañero de trabajo nada más verle? Al comenzar una frase, ¿es usted capaz de acabarla? La memoria inmediata ímplica una aso~ ciación rápida con lo que se recuerda. El segundo tipo de memoria es la memoria reciente, ¿Qué comió usted ayer? ¿A quién llamó por teléfono? ¿Dónde fue el fin de semana pasa~ do? La pérdida de la rr,emoria reciente es indicativa de algún trastorno orgá­ nico. Asimismo, es un síntoma común en las personas que toman drogas, que están deprimidas o con estrés crónico.

303

Los siguientes cuatro tipos de memoria penenecen todos a la memo­ ria diferida. El tercer tipo se llama "conocimientos y habilidades", Disponemos de mucho conocimiento completamente semántico bien afian­ zado en la memoria. La memoria de las habilidades contiene muy pocas ins­ trucciones verbales, es implícita y habitual. Una vez que se aprende a escri­ bir a máquina. montar en bicicleta. darle a una pelota de golf o decir la hora, jamás se olvida. El cuarto tipo de memoria se llama priming. Antes de cumplir trein­ ta años. yo nllnca había viajado al extranjero pero, al ir de vacaciones a Jamaica. me entraron ganas de hacer más viajes. Las f:mtasías que yo tenía sobre el peligro de lo desconocido fUeron reemplazadas por recuerdos de dívcrsi6n y esparcimiento. Eso es el resultado del priming. Una persona que sepa hacer esquí acuático está más preparada o motivada para probar el esquí alpino que otra que no haya hecho nunca nada de eso. El quimo tipo es la memoria asociativa, la cual no requiere de nin­ gún tipo de pensamiento. Mi madre y mi abuela, que eran del Sur de los Estados Unidos, me condicionaron para que dijera: "sí señor, no señor. sí señora, no señora" a las personas mayores. Ahora que tengo sesenta años, me doy cuenta de que todavía tengo esa costumbre. Los buenos modales. levan­ tarse para cantar el himno nacional, poner la mano snbre el coraz6n al hacer el juramento a la bandera, son ejemplos de la memoria asociativa. El sexto tipo es la memoria epis6dica, que consiste en recordar cosas que nos han pasado en la vida: los episodios felices, los tristes, los malos ralos. los momentos en que hemos pasado miedo, los momentos maravillo­ sos, los momentos hermosos. Los re<;uerdos episódicos son los que compo­ nen las historias de nuestra vida, y pueden incluir recuerdos traumáticos. Dichos recuerdos traumáticos constituyen el núcleo del debate sobre los.fal­ sos recuerdos.

POR QUÉ SON DISTINTOS LOS RECUERDOS

TRA UÑIA TICOS

I

La víctima de un trauma conserva algunos recuerdos muy vívidos del trauma. Algunas de estas personas tienen tlashbacks y sufren h¡permnesia, -- un estado en el que recuerdan algunos o todos los det.alles de la agresión. Asimismo, es evidente que muchas vfctimas de abusos sexuales reprimen los recuerdos y entran en un estado de amnesia. Según la Dra. Terr: "la memo­ _.ria no se estropea ni se vuelve vaga por el hecho de ser reprimida, y los

304

recuerdos lraumáticos, en particular, no se deterioran en absoluto". También dice que los recuerdos episódicos que son el opuesto del trauma -momen· tos cumbre de la infancia- también se recuerdan con cierto detalle: "Estos dos tipos de memoria permanecen más vivos que otros".

Traumas del Tipo 1 y del Tipo II La Dra. Terr ha dedicado un tiempo considerable a estudiar los recuerdos de veintiséis niños de Chowchilla, California, que, el 15 de julio de 1.976. fueron secu~strad.os de su autobús escolar y fueron liberados al cabo de veintisiete horas sin haber sufrido ningún daño físico. Los raptores los lle­ varon en furgonetas sin ventanas y los enterraron vivos en un trailer de cami6n escondido bajo tierra en una cantera. La Dra. Terr entrevistó una pri­ mera vez a varios de los niños entre siete y trece meses después del inciden­ te, y una segunda vez al cabo de cuatro o cinco años. También entrevistó a niños entre cinco semanas y catorce meses después de ver la explosión del transbordador espacial Challenger por televísión. Según sus informes. "todos y cada uno de los niños de ambos grupos [Chowchilla y Challenger] recordaban lo que había sucedido". Por olro lado, cuando la doctora estudió unos cuatrocientos casos no relacionados entre sí de traumas de infancia, en su clínica particular, descu­ brió que algunos niños sí olvidan las experiencias lraumáticas. En 1988 la Dra. Ten' publicó un estudio clínico de veinte víctimas de trauma de corta edad cuyos incidentes habían sido verificados por la policía o por testigos oculares. En él declaraba haber observado que los niños que habían sido traumatizados en repetidas ocasiones tenían más a..-nnesia que los que habfan sido traumatizados sólo una vez. Esta información, junto con el trabajo que hizo con los niños del grupo de Chowchilla, la llevó a establecer que la víctima de un trauma del tipo 1 es la que ha sufrido un solo incidente traumático, mientras que la del tipo II es la persona que ha sido traumatizada repetidas veces. Estas últi­ mas tienen muchas más posibilidades de reprimir los recuerdos. El padre de Eileen Lipsker. un violento alcohólico. pegaba a su mujer e hijos. La primera vez que la viol6. Eileen tenía tres años. Al haber sido vio­ lada repetidas veces. Eileen fue una niña que en seguida aprendió a reprimir sus recuerdos. A la edad de ocho años, dicha represión ya no era una manio­ bra temporal sino que. sin pensarlo ni planearlo. eliminaba sus recuerdos de la conciencia. 305

Recuerdos equivocados La Dra. Eli7-abelh Loftus de la Universidad de Washington, experta en memoria. fue testigo de la defr..nsa en el juicio del caso Lipsker. La Dra. Loftus estudia las "cosas equivoc<,das" que se puede hacer percibir a 11I gente para que las recuerd~ de esa manera, En sus experimentos. ha con.~e­ guido con éx ito inculcar recuerd0S falsos a sujetos que, después, estaban con vencidos de que dichos recuerdos eran exactos. Consiguió implantarle un recuerdo de un trauma menor a un'joven ndolescente. al cual se le indujo a creer que. a 105 cinco años, se hnbía per­ dido en un centro comercial. El joven confabuló detalles propios y los aña­ dió al guión original, lo cual prueba que se pueden confabular los recuerdos con carga emotiva. Sin embargo, no demuestra que se puedan confabular recuerdos de traumas tales como el incesto. A pesar de los interesantes elementos de la investigaci6n de Loftus, no había ni un solo recuerdo inducido en el laboratorio a un adolescente o estudiante de universidad que se pudiera aproximar ni siquiera remotamen­ te a un incidenre real de abuso sexual durante la infancia. Sena una tre· menda falta de ética intentar programar un incidente traumático con un suje­ to humano con el fin de probar que se pueden confabular los recuerdos. La psicología cognitiva señala que el terror, la tristeza y el aisla­ miento profundos que suceden a un trauma, especialmente cuando éste implica la traición de un progenitor o de otra figura de relevancia para la supervivencia, producen un impacto tremendo en el funcionamiento emo­ cional, cognitivo e incluso psicol6gico a largo plazo. "El trauma establece nuevas reglas para la m~moria", escribe la Dra. Terr. Por ejemplo, Eileen Lipsker cometió varios errores de percepción del asesinato de Susan Nason por parte de su padre -entre los cuales confundió el momento del día en que se produjo--. No obstante, a pesar de sus errores de percepción, el jurado creyó el tema central de sus recuerdos recuperados: que había visto a su padre matar a Susan Nason. El jurado consideró que habra conseguido recordar de forma precisa el contenido esencial del re­ cuerdo. Por su parte, la Dra. Loftus lleva veinte años intentando deshacer el mito de que la memoria humana es infalible e inmune a la distorsión. Argumenta, de forma convincente, que los recuerdos reprimidos de abusos sexuales durante la infancia, en el caso de constituir el ónico soporte de los cargos contra los padres, pueden ser el producto de la sugestión de un tera· ~euta y de la imaginación del cliente. Con el nivel de conocimiento. que se tiene de momento. tenemos la obligación de hacer todo 10 posible por encon­ 306

trar pruebas externas que COIToboren dichos recuerdos reprimidos. La Dra. Loftus plantea que, si Jos terapeutas consideran auténticos todos los relatos de recuerdos reprimidos, puede aumentar la posibilidad de que la sociedad en general acabe rechazando los casoS genuin.os de abusos sexuales de niños.

Los recuerdos traumáticos pueden ser "correctos" e "incorrectos" Una miríada de vívidos detalles y unos pocos errores no tienen por­ qué excluirse entre sí, ni tampoco prueban, en y por sí mismos, que un recuerdo sea verdadero o falso. Se considera que tan-to la amnesia --olvido parcial, temporal o total de un hecho-- como la hipermnesia -la capacidad de revivir. una y otra vez, cada pequeño detalle de un hecho mediante flash­ backs- son síntomas de un trastorno postraumático. Se sabe que las víctimas de traumas retienen tanto percepciones correctas como incorrectas con un impresionante grado de detalle. El recuer­ do puede ser tanto "correcto" como "incorrecto" al mismo tiempo. Algunas partes son correctas, mientras que otras son incorrectas. Los niños de Chowchilla recordaban muchos aspectos de su expe­ riencia con un detalle preciso y excelente y, sin embargo, ocho de ellos des­ cribieron incorrectamente un detalle dd secuestrador. Estos niños eran vícti­ mas de un trauma del tipo I. Según la Dra. Terr, cuando las víctimas del tipo II recuperan los recuerdos, suelen recordar con mayor precisi6n que las del tipo 1. En su escrito dice: "Los niños traumatizados repetidamente tienen menos posibili­ dades de cometer errores perceptllales sobre la agresión que los que han sido traumatizados una sola vez". El recuerdo de un trauma del tipo 16 TI puede ser preciso y detalla­ do pero. al mismo tiempo, puede ser erróneo debido al tremendo estrés y sobresalto que conlleva todo trauma. Durante los primeros instantes de un shock inesperado, es muy fácil que el niño perciba las cosas de forma inco­ rrecta.

LA REPRESIÓN ES ALGO MÁS QUE OLVIDAR La represión es el acto de apartar un recuerdo. Probablemente comienza con la supresi6n, la cual es un acto deliberado y consciente que todos hacemos. Al jefe no le decimos 10 que opinamos de lo que hace o dice. Podemos dejar de pensar en un tema doloroso durante un tiempo aunque, si 307

es necesariO. podemos volver a pensar en él. La supresión es el mecanismo más corriente de defensa contra nuestros confliqbs. A medida que uno va siendo traumati;ado repetidamente, la supre­ sión conduce a la represión, Al ser victimizado en repetidas ocasiones, el acto de apartar el recuerdo conduce a una eliminación permanente de éste de la conciencia. Freud consideraba que la represión era una defensa del ego. Los mecanismos de defensa del ego son las estrategias perceptuales que uti­ lizamos para evitar un sufrimiento que es tao intenso que constituye una amenaza para nuestro yo esencial. Según Daniel Goleman, la represión ha pasado a significar "el mecanismo de defensa mediante el cual uno olvida y, seguidamente, olvida que ha olvidado". El psiquiatra británico R. D. Laing escribió que se percató de cómo él mismo provocaba el olvido de una situa­ ción muy embarazosa: "Ya se me habían olvidado más de la mitad de los detalles. Para ser más exactos, me proporna ya cerrar la operación olvidán­ dome de que se me había olvidado el incidente". Cuando reprimimos un recuerdo, no queda rastro de que lo hayamos olvidado. Se olvida el hecho de que se ha reprimido la información de esa manera con el fin de no sentimos motivados a intentar recordarlo. Un estudio coordinado por Linda Moyer Will¡ams de la Universidad de New Hampshire analizó una muestra de cíen mujeres dieci'ocho a veinte años después de que, de niñas, las hubieran llevado a servicios de urgencias de hospitales de grandes ciudades por haber sido víctimas de abusos sexua· les. Al entrevistarlas sin informarlas de que conocía su historial de abusos sexuales, les preguntaba si habían.sido alguna vez víctimas de tales tratos. El treinta y ocho por ciento de la muestra respondió que no habían sido vícti­ mas de' abusos sexuales, a pesar de la constancia de los informes de los has· pitales, Se podría argumentar que ese treinta y ocho por ciento sencillamen­ . te estaba intentando salvaguardar su privacidad. El problema con dicha obje­ ción es que esas mi smas mujeres sí que res pondieron a otras preguntas refe­ rentes a asuntos muy íntimos.

Desencadenant~ de los

recuerdos reprimidos

Dado que no tenemos una motivación consciente por descubrir lo ¿c6mo emergen los recuerdos reprimidos y se manifies­ tan en la conciencia de una víctima de un trauma del tipo II? ~ Bessel Van Der Kolk, psiquiatra e investigador de la facultad de ·medicina de Harvard. ha realizado muchas investigaciones sobre todo tipo ~ de traumas,especialmente aquéllos asociados con violaciones sexuales. Van I~ que está. r,epri mido,

308

Der Kolk sostiene que, cuando se viola repetidamente a un niño, el cerebro se ve tan abrumado por la tensión negativa que es incapaz de asimilar e inte­ grar toda la infonnación que recibe. Su sistema límbico, el cual filtra e in· tegra las emociones, experiencias y recuerdos, deja de funcionar y se inte­ rrumpen los recuerdos y las emociones, lo cual puede ser una explicación de los flashbacks. Esto también puede aportar una explicación de otro fenó~ meno: el "recuerdo corporal" que suelen experimentar las vfctimas de abu· sos sexuales. Van Der K21k dice que "las sensaciones emocionales relacio­ nadas con el trauma se recuerdan mediante un tipo distinto de memoria, ya sea en forma de sensaciones corporales O a través de imágenes visuales". Verdaderamente no existen palabras adecuadas para describir las experiencias traumáticas. Cuanto más horrible es el trauma, menos palabras se encuentran. Asimismo, cuanto menor la edad de la víctima, más difícil le resulta expresar lo que le sucedió. Cuando se produce una nueva experiencia que se asemeja a la escena original, se desencadena un despertar que se expe­ rimenta en forma de un destello de memoria, un flashback, una imagen visual o una pesadilla. El sujeto lo experimenta de forma no verbal. No exis~ ten palabras para ello porque es algo que el individuo jamás ha podido inte­ grar en la totalidad de su bagaje experiencial. ' Eileen Lipsker recordó que su padre asesinó a Susan Nason al mirar a su propia hija desue un ángulo determinado .. Un día de enero de 1989, Jessica, su hija de cinco años a la que llamaba Sica, acababa de llegar del colegio con dos amiguitas. Las tres niñas se sentaron a jugar en el suelo y Eileen se sentó en el sofá. En un preciso momento, Eileen vio que su hija la miraba desde abajo, girando la cabeza, para hacerla una pregunta, y que sus' ojos azules brillaban en la luz de la tarde. Fue justo en ese momento cuando Eileen recordó a su amiga Susan Nason mirándola hacia arriba, con la cabe­ za girada, intentando atraer su atención. Entonces, Eileen vio cómo su padre sujetaba la roca por encima de la cabeza y que Susan levantaba la mano dere­ cha para intentar parar el golpe. y, entonces, oyó el ruido sordo y seco, como el del bate de béisbol que golpeara y rompiera un huevo. Eileen comentó más adelante que intentó interrumpir el recuerdo y el escalofrío que le subía por la espalda. Se sinti6 aterrorizada de que, si se lo contaba a alguien. la vida de sus hijos y la suya propia correóan peligro. Eileen siempre había sabido que Susan había sido asesinada, pero no era consciente de haber sido testigo. A 10 largo de los diez meses siguientes le fueron vinie:ndo más recuerdos hasta que sintiÓ que tenía que ir a la policía. En este caso, la reviviscencia episódica fue desencadenada por un estímulo visual y porque Eileen se encontraba en un estado emocional gene­ ral de seguridad. Es decir, como se encontraba relajada y su mente no estaba

309

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pensando en nada especial, el recuerdo pudo "puentear" los poderosos meca­ nismos de inhibición que lo mantenían bloqueado. Pero, por 10 general, no suele bastar con un estado de seguridad emocional. Para que emerja un recuerdo traumático tiene que darse un estfmulo perceptual -una visión, sonído, olor, tacto o sabor- O experimentarse un estado de ánimo, de humor, o un sentimiento que presente alguna conexión con el recuerd~ reprimido. En ocasiones, la revivisl.:encía se produce durante un sueño. La visión pare­ ce ser el estímulo perceptual más fuerte para la recuperaci6n de un recuerdo perdido. Cuando el jurado de Franklin vio yuxtapuestas las ampliaciones de las fotos de Jessica y Susan Nason con cinco años y medio, su semejanza produjo reacciones espontaneas de asombro. Todos y cada uno de los senti~ dos pueden actuar como desencadenantes de la revi viscencia de un recuerdo reprimido,

Sentimientos conflictivos El conflicto es una de las claves de la represión. Eileen estaba ator­ mentada y dividida entre las imágenes de su padre como monstruo y del padre que ella quería. Cuando le empezaron a regresar los recuerdos, Jos intentó inteffilmpir porque le devolvían esa sensaci6n de conflicto entre amor y odio que constituían una parte de la razón por la que los había repri­ mido. No querfa afrontar los recuerdos porque, entonces, tendría que ver a su padre (al cual quería) como un ser malvado. La mayorfa de las víctimas de abusos traumáticos por parte de los padres reprimen Jos recuerdos en parte debido a los sentimientos conflictivos de amor y odio hacia el progenitor en cuestión. La mayor parte no quiere afrontar los recuerdos una vez que han resurgido.

Síntomas de traumas reprimidos Los traumas producen lesiones y dejan cicatrices. Con frecuencia existen conjuntos de sentimientos y síntomas subjetivos que confirman la presenc ia de terrihles recuerdos episódicos reprimidos. En la vida de Eileen Franklin Lipsker había varias claras indicacio­ nes, Eíleen adoraba a su padre y había perpetuado su relaciól1 padre-hija casándose con un hombre mucho mayor que ella que la controlaba en todo. También existieron otros síntomas desde el momento en que se empez.ó a reprimir el recuerdo. Poco después del asesinato de Susan, Eíleen adopt6 una actitud reservada en el colegio. Empez.6 a tirarse del pelo de un lado de la cabeza hasta crearse una gran calva sangrante al lado de la coro­ 310

nilla, lo cual era un intento inconsdente de reproducir la horrible herida que había visto en la cabeza de Susan Nason. Al acabar el bachillerato. Eileen se volvió promiscua y, durante seis semanas, probó la prostitución, lo cual podría ser una reproducción de los abusos seXuales que había padecido. Dado que, de niña, su padre la había forzado a tener relaciones sexuales, la prostitución podría representar una oportunidad tardía de controlar y escoger ella el sexo. Eileen tenía otro hábito que parece estar relacionado con su trauma de la infancia. Susan Nason estaba jugando sola cuando se la encontraron George y ella. y la convenció de que se fuera a dar una vuelta en coche con ella y su padre. Ya de adulta, cuando se encontraba con algún niño jugando solo en el barrio de Canoga Park (donde había estado jugando Susan), se 10 llevaba a casa. Cuando Eileen tenía catorce años, sus padres se divorciaron, se aca­ baron los abusos sexuales y ella dejó de tirarse del pelo. Todos estos síntomas e indicaciones -junto con los que mencioné en el capítulo 9- son más fáciles de con,prender en retrospectiva, una vez que han emergido los recuerdos reprimidos. Pero, con frecuencia, nos están relatando yfvidamente la infancia de una víctima de un trauma del tipo 11.

UNAS PALABRAS FINALES DE PRECAUCIÓN Es un hecho que los casos de abusos traumáticos de niños por parte de sus progenitores o tutores ocurren con cierta frecuencia y que tienen unos efectos tremendamente nocivos sobre la víctima. También es un hecho que, como resultado de procesos psicológicos cuya naturaleza aún no se com­ prende plenamente, dichos recuerdos se pueden olvidar. Y es también un hecho que dichos recuerdos inconscientes pueden emerger más adelante, a veces al cabo de décadas, con gran potencia y claridad, Sin embargo. no todas las reviviscencias que _se recuperan son cier­ las, aunque muchas sin duda lo sean, ni son culpables todos los acusados de abusos de algún tipo, aunque muchos sín duda lo Sé'an. El mensaje fmal de este libro es que quiero alertarle para que proce· da con sigilo y meticulosidad al profundizar en los secretos de su familia ya que recobrar los recuerdos traumáticos es un asunto muy delicado. Si usted tiene la sensación de que puede haber reprimido recuerdos de ese tipo, le aconsejo que consulte con un profesional experimentado en dichos temas. Busque por todos los medios posibles a algún pariente que le pueda confir­ mar la veracidad de la agresión y utilice cualquier otro medio objetivo del que disl?onga para corroborar sus recuerdos. 311

AGRADECIMIENTOS

Le doy las gracias a Maggie por haber guardado mis secretos Con tanto cariño.

Le doy las gracias a mi poder superior por todas las secretas bendi~ ciones que ha derramado en mi vida.

uisiera dar las gracias a todas aquellas personas que han tenido el valor de compartir sus secretos de familia conrrúgo. Le agradezco a Toni Burbank, mi editora, su paciencia, capacidad de organización y notable creatividad. Este jibro no habría sido posible sin la labor innovadora de Murray Bowen. Asumo toda la responsabilídad de mis interpretadones de las ideas del Dr. Bowen. . El artículo publicado por M. Karpel en 1980 sobre "Los secretos en la familia" en Family Process ha sido una ayuda de incalculable valor que me ha ayudado a comprender la diferencia entre los secretos constructivos y Jos destructivos, y que me ha sugerido pautas de confrontación para los des­ !rUctivos. Le doy las gracias a lá Dra. Evan 1mber-Black ya todos los terapeu­ tas clínicos que le aportaron artículos para su libro Secrets in Families and Family Therapy. La obra de Carl D. Schneider titulada Shame, Exposure and Privacy me ha permitido aumentar rrú comprensión del pudor o vergüenza natural ­ esa emoción que protege la privacidad. Su trabajo me indujo a realizar la tesis central del presente libro y a opinar que los secretos oscuros constitu­ yen una defensa contra la violación del pudor. Hay muchos más estudiosos del sistema familiar, demasiado nume­ rosos para mencionarlos aquí, que me han facilitado la tarea de escribir este libro. Mí agradecimiento a todos ellos. Estoy especialmente agradecido a mi hermana Barbara. que hizo el inmenso esfuerzo de revisar el libro tres veces. Además, solía hacer intere~ santes comenlarios gue han enriquecido el texto de múltiples maneras.

Q

312 313

A PROPÓSITO DEL ,AUTOR

M

illones de personas conocen a John Bradshaw a raíz de su famosa serie

de televisión y de sus libros superventas: Bradshaw On; The Family, Healing (he Shame That Binds You, Homecoming! y Creating Lave. Nacido

en Houston, Texas, cursó estudíos de seminarista católico en Canadá. Tiene titulaciones en psicología, filosofía y teología. Licencíado por el St. Mi. chaeJ 's College de Taranta, obtuvo el Masters en la Universidad de Taranta. Cursó cuatro años de posgraduado en pskología y religión en Rice University, Houston, en donde también dio clases. Antes de escribir su primer libro, Bradshaw trabajó como terapeuta durante veinte año~ y fundó el Ioho Bradshaw CMter en el Ingleside Hospital de Rosemead, Califomía. Su labor innovadora sobre la terapia sin critica ha sido objeto de amplíos estudios por parte de profesionales de los Estados Unidos y de otros países.

ÍNDICE,

¿CONOCES ALGÚN SECRETO DE ESTE TI'PO? .. , , " 5 '" '" '" 8 PRÓLOGO °ARÁBOLA. La historia secreta de Dorothy ,.............. 14 PRIMERA PARTE. Salir del hogar para hallar tu propio hogar CAPÍTULO 1. Cuando el si ¡encio es oro CAPÍTULO 2. Cuando se tienen secretos ocultos CAPÍTULO 3. ¿Cómo es posible no saber 10 que ya se sabe? SEGUNDA PARTE. A través del bosque encantado CAPíTULO 4. La actitud mental del participante CAPÍTULO 5. Elaboracíón del diagrama familiar CAPÍTULO 6. Los secretos ocultos de sus antepasados CAPÍTULO 7. Los secretos ocultos del padre CAPÍTULO 8. Los secretos ocultos de la madre

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TERCERA PARTE. De vuelta a Kansas CAPÍTULO 9. Descubra sus propios secretos ocultos CAPÍTULO 10. Cómo liberarse del poder de los secretos ocultos de la familia .. · .. · .. ·· , CAPÍTULO 11. Mantener la conexión con la familia oo

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EPÍLOGO

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APÉNDICE. La paradoja de la memoria

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AGRADECIMIENTOS

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A PROPÓSITO DEL AUTOR

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