Tarea 7 Terapia De Juego

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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS (UAPA)

Asignatura: Terapia de Juego Tema: Tarea 7

Facilitador: Ilusión García Participante:

Fecha: 13/04/2020

Introducción

La técnica de la caja de arena, en su nombre original sandplay, fue ideada por la psicoterapeuta suiza Dora M. Kalfflos basándose en la psicología analítica de Carl Gustav Jung y en el trabajo de la psiquiatra infantil Margarita Lowenfeld. Se utiliza principalmente para acceder a información en la que el paciente no ha reparado de manera consciente. Pese a ser utilizada sobre todo en la psicología infantil, la técnica de la caja de arena puede aplicarse a cualquier edad. Es muy útil cuando hablamos de personas que tienen dificultad para hablar sobre sus emociones. Esta técnica se relaciona precisamente con pacientes que han sufrido, por ejemplo, algún tipo de trauma (abusos, malos tratos…). También son de utilidad con personas que atraviesan un duelo o tienen trastornos emocionales o de conducta. Los niños acaban de estrenar su vida emocional. Están en pleno desarrollo de emociones complejas, y a menudo no son capaces de expresar lo que les ocurre. Es por eso que son los pacientes más frecuentes y esta técnica se emplea en contextos escolares para la evaluación de trastornos relacionados con el lenguaje, la autoestima, las relaciones interpersonales, el bullying o problemas familiares.

1-Realiza un mapa mental sobre la técnica de la caja de arena.

Origen de la técnica de la caja de arena: Está técnica terapéutica con arena, llamada también por su nombre original sandplay, fue creada por la psicóloga suiza Dora M. Kalff en los años 50 y sigue la teoría analítica de Carl Jung y la experiencia en terapia infantil de Margarita Lowenfeld.

Terapia de la caja de arena: La caja de arena es una técnica de trabajo en psicología que permite ser conscientes de sentimientos o miedos que se encuentran escondidos y ayuda a superarlos de manera natural. Aunque se aplica a todo tipo de pacientes, la terapia de caja de arena para niños es especialmente útil ya que, por su nivel de desarrollo, tienen más problemas para expresar sus sentimientos y preocupaciones.

Mapa mental

¿Cómo se hace la terapia de la caja de arena? Todas las figuras tienen que estar expuestas a la vista y el paciente debe cogerlas de manera espontánea. Para mayor comodidad se puede comprar o elaborar a medida un mueble o soporte para que estén ordenadas y bien visibles.

La terapia de la caja de arena para niños: La caja de arena para niños es una terapia ideal porque todavía no son capaces de expresar con exactitud lo que les ocurre y, por eso, es utilizado a menudo en contextos escolares. El juego en la caja de arena permite a los niños elegir personajes, crear escenarios y roles y colocar las piezas de una forma determinada. Todo ello les lleva a hacer una representación simbólica de su realidad interna sin casi darse cuenta.

2. Observa la siguiente caja de arena y realiza tus interpretaciones de la misma. ¿Qué preguntas le harías a tu paciente? ¿Qué sospechas tienes sobre los significados simbólicos de la caja de arena? María es una niña de 7 años, es hija única y vive con su madre en Puerto Plata, cerca de la playa. Sus padres están separados, pero algunos fines de semana, va a casa de su padre, que es pescador y a veces dan un paseo en su botecito. A María le gustan mucho los cuentos y películas de princesas y hadas. Es muy distraída, y en la escuela su maestra debe llamarle la atención constantemente. La psicóloga del centro, que ha estado trabajando con María todo el semestre, para mejorar su atención y su rendimiento académico, decidió aplicar la técnica de la caja de arena, y el resultado fue el siguiente:

Interpretación: En la interpretación realizada por María en la creación de su mundo interior podemos observar sus deseos de estar con una familia unida, las actividades que realiza con su padre ella desea hacerlas de igual manera con su madre. Su mundo interior manifiesta el deseo de que sus padres estén juntos y de igual forma el deseo de tener una hermanita, esto puede evidenciar que María se siente sola. ¿Qué preguntas le harías a tu paciente? 1- ¿Qué mundo creaste? 2- ¿Quieres hablar sobre lo que has creado? 3- ¿Qué está pasando en ese mundo en este momento? ¿Qué sospechas tienes sobre los significados simbólicos de la caja de arena? Conforme a lo plasmado en la caja de arena, se puede apreciar que María es una niña muy imaginativa y es probable que está sumergida en un mundo imaginario, ideado por ella como escape a la situación de que sus padres no están juntos.

3. Efectuar a modo de un resumen, de todas las unidades y los contenidos dados desde la primera hasta la séptima unidad. UNIDAD I: CONCEPTOS GENERALES DE JUEGO Y TERAPIA DE JUEGO 1.1. Conceptos de Juego. El juego es un fenómeno universal y a la vez un derecho legítimo de la infancia, que representa un aspecto crucial del desarrollo físico, intelectual y social de los niños. El juego es un evento espontáneo, gratificante y divertido con varios beneficios: • Educación: ayuda a los niños a aprender y desarrollar habilidades que sientan las bases para aprender a leer, escribir y hacer matemáticas. • Habilidades sociales: proporciona oportunidades para socializar con compañeros de la misma edad, y para aprender a entender a los demás, para comunicarse y negociar. • Cognición: anima a los niños a aprender, imaginar, categorizar y resolver problemas. • Beneficios terapéuticos: Les da a los niños la oportunidad de expresar aspectos preocupantes de su vida diaria, incluyendo estrés, trauma, conflictos familiares y otros dilemas. El juego natural o simplemente juego es una actividad espontánea, voluntaria, placentera y flexible que implica una combinación de cuerpo, objeto, uso de símbolos y relaciones. A diferencia de los juegos organizados, el comportamiento del juego natural es más desorganizado y generalmente se realiza por sí mismo. Es decir, el proceso es más importante que cualquier objetivo o punto final. 1.2. Importancia del juego en la maduración de la personalidad. Aunque el juego a menudo se considera simplemente como una forma para que los individuos, especialmente los niños, se relajen, la investigación científica ha demostrado que el juego es un factor crucial en el desarrollo infantil saludable. Los estudios demuestran que los bebés recién nacidos poseen miles de millones de células cerebrales; sin embargo, estas células jóvenes carecen de la interconectividad neural compleja que es característica de un cerebro humano maduro y completamente funcional. Se considera que el juego es especialmente importante para el desarrollo saludable de niños que han experimentado eventos estresantes o traumas pasados. Si bien los efectos del trauma tienden a residir en las áreas no verbales del cerebro, el hipocampo, la amígdala, el tálamo y el tronco encefálico, la capacidad de una persona para comunicarse y procesar problemas adversos reside en los lóbulos frontales del cerebro. Como resultado, los niños afectados por un trauma pueden tener dificultades para que otras personas sepan que necesitan ayuda. 1.3. El juego y el desarrollo afectivo. Los niños aprenden más en los primeros años que lo que aprenden en cualquier otra etapa de sus vidas. Los niños pequeños aprenden a través de sus relaciones con los demás y el mundo que les rodea y aprenden a través del juego. Una buena parte del aprendizaje temprano de los niños sobre cómo expresar y manejar sus sentimientos se lleva a cabo a través del juego. El juego de los niños es "un importante campo de entrenamiento para el desarrollo intelectual y emocional". Este aprendizaje es la base de gran parte del éxito y el bienestar futuro de los niños. Según Piaget, el juego apoya el desarrollo emocional al proporcionar una forma de expresar y enfrentar los sentimientos. El juego de simulación ayuda a los niños a expresar sus sentimientos de las cuatro formas siguientes:

1) Simplificando eventos, mediante la creación de un personaje imaginario, trama o configuración para que coincida con su estado emocional. Un niño con miedo a la oscuridad, por ejemplo, podría eliminar la oscuridad o la noche del episodio de juego. 2) Compensar situaciones agregando actos prohibidos para simular el juego. Un niño puede, por ejemplo, comer galletas y helado para el desayuno en el juego, mientras que en realidad esto no estaría permitido. 3) Controlar la expresión emocional reproduciendo repetidamente experiencias desagradables o atemorizantes. Por ejemplo, un niño puede pretender tener un accidente después de ver un accidente de tráfico real en la carretera. 4) Evitar las consecuencias adversas al pretender que otro personaje, real o imaginario, comete actos inapropiados y sufre las consecuencias. Los niños cuya televisión se controla en casa, por ejemplo, pueden pretender permitir que la muñeca mire indiscriminadamente y luego reprender al "niño malo" por sus inaceptables hábitos de ver la televisión. Además de expresar sentimientos, los niños también aprenden a lidiar con sus sentimientos mientras actúan enojados, tristes o preocupados en una situación que controlan. 1.4. El juego y el desarrollo social. El juego es una de las formas fundamentales en que los niños aprenden. A través del juego, aprenden cómo conectarse o formar vínculos seguros con los demás. La calidad de las relaciones que tienen los niños tendrá un mayor impacto en la calidad de las relaciones que formen como adultos. Por lo tanto, es lógico pensar que un juego bueno y de calidad como un niño puede conducir a relaciones de calidad en la edad adulta. A través del juego, los niños aprenden cómo autorregularse. Las personas sienten emoción cuando interactúan a través de actividades lúdicas. Luego aprenden a calmarse a sí mismas para sobresalir en los juegos que juegan. Más adelante aprenden cuándo es apropiado sentir emoción y cuándo necesitan calmarse. Finalmente, los niños aprenden a socializar a través del juego. Es en actividades lúdicas como los niños aprenden a turnarse, a cooperar y a competir, aprenden sobre reglas y creatividad. A través del juego los niños desarrollan las habilidades básicas que les permiten navegar por los desafíos regulares de la vida, Los niños que no juegan a menudo se encuentran en una gran desventaja social en comparación con los niños que juegan. Durante el juego, los niños también aumentan su competencia social y su madurez emocional. Smilansky y Shefatya afirman que el éxito escolar depende en gran medida de la capacidad de los niños para interactuar positivamente con sus compañeros y adultos. 1.5. El juego como actividad estructurante del psiquismo infantil. La frecuencia, el tipo y el área de juego están influenciados por el contexto cultural. Si bien existen características universales de juego en todas las culturas (por ejemplo, juegos y actividades tradicionales y preferencias de juego basadas en el género), también existen diferencias. Por ejemplo, los niños que viven en zonas rurales suelen participar en más juegos gratuitos y tienen acceso a espacios más amplios para jugar. En contraste, la supervisión de un adulto en el juego infantil es más frecuente en las áreas urbanas debido a problemas de seguridad. En la misma línea, las culturas valoran y reaccionan de manera diferente al juego. Algunos adultos se abstienen de participar en el juego, ya que representa una actividad espontánea para los niños, mientras que otros promueven la importancia de estructurar el juego para fomentar el desarrollo cognitivo, social y emocional de los niños.

De acuerdo con los defensores de la pedagogía del juego, hay habilidades específicas y el conocimiento de los niños deben ser apoyados en el desarrollo, y por lo tanto el juego debe ser dirigido en cierta medida. Se habla sobre el papel importante del pensamiento y la expresión creativa en el desarrollo y el aprendizaje de los niños. Sigmund Freud sugirió que cada niño en el juego "se comporta como un escritor creativo, en el sentido de que crea un mundo propio, o más bien, reorganiza las cosas de su mundo de una manera nueva que le agrada. El escritor creativo hace lo mismo que el niño en juego. Él crea un mundo de fantasía que toma muy en serio, es decir, que invierte con grandes cantidades de emoción”. Esta capacidad, practicada en entornos de juego, mejora la capacidad de los niños para participar con éxito en situaciones nuevas. El pensamiento creativo también se puede ver como un aspecto de la resolución de problemas, que tiene sus raíces en el juego. Cuando los niños pequeños usan su imaginación en el juego, son más creativos, se desempeñan mejor en las tareas escolares y desarrollan un enfoque de aprendizaje para resolver problemas. 1.6. Teorías explicativas sobre el juego. Los diferentes modelos de intervención varían de acuerdo al marco teórico que apliquen. Los siguientes son algunos de los modelos de terapia de juego. Alderiana: modelo activo y directivo que enfatiza el papel de la sociedad, de las metas, de la subjetividad y creatividad del sujeto. Centrada en el niño: el terapeuta es un mediador y compañero explorador en el autodescubrimiento del niño. Cognitivo-conductual: Basada en la tarea de distinguir pensamientos irracionales, lógicos y el efecto que tienen las creencias y actitudes inadecuadas en el comportamiento. Este modelo requiere de un nivel de abstracción y entendimiento alto, por lo que no se recomienda para niños menores de 8 años. Ecosistémica: proviene de la teoría sistémica y de algunas de trabajo social. Trabaja a través de observar la conducta como una reacción a un cambio en el sistema. Familiar: se ve a los miembros de la familia como una unidad, no se percibe al niño como un problema solo. Se fomenta la asistencia y participación de la familia en las dinámicas. Fenomenológica: modalidad que utiliza principalmente la comunicación por imágenes como medio primario para la expresión de experiencias y de emociones. Filial: parte de la centrada en el niño, los padres aplican la terapia de juego a sus propios hijos menores de 12 años, con la capacitación y supervisión del terapeuta. Gestalt: aplica los principios básicos del funcionamiento integral del individuo (sentidos, cuerpo, las emociones y el intelecto), tiene sus bases en Fritz Perls. Grupal: hace énfasis en el desarrollo de las relaciones humanas donde crecen y aprenden sobre sí mismos. Esta modalidad, se puede fusionar con distintas teorías. Jungiana: el proceso consiste en pasar de una situación familiar y consciente a un estado desintegrado para después volver a reintegrar, pero de otro modo. Normativa: terapia en la que se adecua la teoría de acuerdo a las necesidades del paciente. Psicoanalítica: el terapeuta ocupa el rol de la madre y enfatiza el papel activo del niño.

Relaciones Objetales / Temática: se basa en la teoría de relaciones objetales y en temas lúdicos específicos como problemas de apego, abuso, violencia, enfermedades, entre otros. Terajuego: es una intervención breve e intensiva basada en los principios del apego. Utiliza técnicas físicas e interactivas. En esta modalidad, los padres participan directamente para mejorar la relación a través de intervenciones directivas. 1.7. Antecedentes históricos de la Terapia de juego. La historia de la terapia de juego comienza hace unos miles de años con Platón (429-347 a.C.), de quien proviene la afirmación "Puedes descubrir más sobre un ser humano en una hora de juego que en un año de conversación". A través de todos los tiempos se ha observado que los niños juegan, siempre que el ambiente y la situación se lo permitan. Antes del siglo XX, el estatus de los niños era muy diferente a lo que es en la actualidad. Los niños eran pertenencias, fuentes de ingreso y un medio de supervivencia de la familia. El estatus socioeconómico era determinador de las actividades diarias del niño. A final del siglo XIX, como consecuencia de la industrialización, la calidad de vida de las personas empezó a mejorar y la infancia empezó a verse como una etapa distinta de la vida. Las necesidades conductuales y emocionales de los niños empezaron a tomar importancia y con ellas aparece la necesidad de servicios de salud mental. Algunas personas clave en el desarrollo de esta terapia y sus contribuciones al campo incluyen: • Hermine Hug-Hellmuth, quien es ampliamente reconocida como la primera psicoanalista del mundo que se especializa en el tratamiento de niños y la primera persona en usar el juego como forma de terapia. En 1921, introdujo un proceso formal de terapia de juego al proporcionar a los niños a su cuidado los materiales necesarios para expresarse y abogó por el uso del juego para analizar a los niños. • Melanie Klein, que usó el juego como una herramienta analítica y también como un medio para atraer a los niños con los que trabajaba a la terapia. Klein creía que el juego proporcionaba información sobre el inconsciente de un niño. • David Levy, quien desarrolló un enfoque terapéutico llamado "terapia de liberación" en 1938. Este fue un enfoque estructurado que alentó a un niño traumatizado a participar en el juego libre. Luego, el terapeuta introdujo gradualmente materiales relacionados con el evento traumático, lo que le permitió volver a experimentar el evento estresante y liberar cualquier emoción o acción no resuelta. • Joseph Solomon, quien utilizó un enfoque llamado "juego activo" para ayudar a los niños que mostraban impulsividad y una tendencia a actuar. El enfoque se basó en la creencia de Solomon de que la expresión de emociones como el miedo y la ira en el juego daría como resultado un comportamiento socialmente más aceptable. • Anna Freud, que presentó argumentos teóricos sobre el uso del juego como medio para construir una relación positiva entre el niño y el terapeuta, lo que permite al terapeuta un mejor acceso a los pensamientos y emociones interiores del niño.

• Carl Rogers, quien desarrolló terapia centrada en la persona durante los años 1940 y 1950. Este tipo de terapia enfatiza la importancia de la autenticidad, la confianza y la aceptación en la relación terapéutica. • Virginia Axline, a principios de la década de 1970 desarrolló una terapia de juego no directiva al modificar el enfoque de Rogers en una técnica de terapia de juego que era más apropiada para los niños. También desarrolló ocho principios de relaciones terapéuticas para ayudar el trabajo del terapeuta de juego con sus jóvenes clientes. • Roger Phillips, quien postuló la idea de combinar terapia cognitiva y terapia de juego a principios de los años ochenta. La terapia de juego conductual cognitiva se ha utilizado para tratar a niños de hasta dos años. 1.9. Definición de terapia de juego. La terapia de juego a menudo se usa con niños ya que no es probable que éstos se sienten en un sofá y recuerden sus sueños o participen en la terapia de conversación tradicional. Esta técnica utiliza un proceso terapéutico de juego para "ayudar a los clientes a prevenir o resolver dificultades psicosociales y lograr un crecimiento óptimo". La idea es que los niños desarrollen sus esperanzas, fantasías y traumas mientras usan muñecas, peluches y figuritas de arena. La terapia de juego funciona mejor cuando se crea una relación segura entre el terapeuta y el cliente, en la que este último puede expresar libre y naturalmente tanto lo que le agrada como lo que le molesta. Diversas investigaciones sugieren que la terapia de juego es un enfoque efectivo de salud mental, independientemente de la edad, el género o la naturaleza del problema, y funciona mejor cuando un padre, un familiar o un cuidador participan activamente en el proceso de tratamiento. 1.10. Fase de la Terapia de Juego. Este enfoque consta de cuatro fases: 1. Establecimiento de una relación igualitaria: En toda la relación de la terapia de juego, el terapeuta utilizará las siguientes estrategias para establecer la relación de igualdad con el niño: • Conducta de descubrimiento. • Replanteamiento del contenido. • Reflexión de sentimientos. • Motivación. • Dar explicaciones y contestar preguntas. • Interacción de un modo activo con el niño. • Limpiar la sala de juego junto con el niño. • Establecer límites. 2. Sondeo de estilos de vida del niño: Esta segunda fase de la terapia, abarca las siguientes estrategias: • Analizar los objetos/propósitos de la conducta. • Sondear la atmósfera familiar.

• Sondear la constelación familiar. • Requerir la exposición de recuerdos tempranos. • Formular hipótesis acerca del estilo de vida. 3. Ayudar al niño a obtener visión dentro de su estilo de vida: Uno de los principales objetivos de la terapia adleriana es ayudar al niño a reconocer y comprender su estilo de vida. El terapeuta de juego utiliza las siguientes estrategias para ayudar al niño a comprenderse así mismo: • Realizando interpretaciones. • Utilizando metáforas. • Conectando la sala de juegos con la vida real. 4. Reorientación/Reeducación: El terapeuta intenta continuar al proceso de la terapia de juego para ayudar a consolidar el insight y las percepciones modificadas que se obtuvieron en las primeras tres etapas, aprender aptitudes específicas y nuevas conductas y prepararse para la terminación de la terapia. Utiliza las siguientes técnicas: • Ayudar al niño a crear una conducta y actitudes alternativas para el exterior de la sala de juego. • Enseñar nuevas conductas y habilidades para utilizarlas fuera de la sala de juegos. • Practicar las nuevas conductas, habilidades y actitudes que se utilizarán fuera de la sala de juegos. • Motivación. UNIDAD II: TERAPIA DE JUEGO: PSICOANALITICA Y CENTRADA EN EL NIÑO. 2.1. Constructos, metas y técnicas fundamentales de la terapia psicoanalítica. De acuerdo con O’Connor y otros, el psicoanálisis nació gracias a los esfuerzos de Sigmund Freud de crear un tratamiento que permitiera al individuo revelar y resolver su desorden interno o su angustia, en una época en que los enfermos mentales eran tratados con desprecio, medidas represivas. A medida que Freud elaboraba su teoría de la personalidad y el desarrollo, la infancia se convirtió para él en la etapa de la vida donde se encontraban las raíces más profundas de los conflictos internos adultos. Hasta ese momento se creía que la infancia no tenía significado alguno en la vida adulta. La base de la teoría de Freud se conforma en el conflicto interno entre la necesidad de gratificación pulsional y la de adaptarse a la vida en sociedad. Así, la base de la conducta es la descarga de la tensión interna. La psique siempre está sujeta a presión y aunque ello no provoque síntomas neuróticos, los contenidos inconscientes se pueden manifestar en los lapsus linguae. El conflicto puede ocurrir sin que el consciente lo registre y sólo se puede comprender su significado inconsciente interpretando la conducta del paciente. Freud habló sobre como el individuo utiliza mecanismos de represión para alejar pensamientos y deseos inaceptables de la actividad psíquica consciente. En principios, Freud sustentaba la denominada hipótesis topográfica (o primera tópica freudiana), la cual dividía la psique de la siguiente manera: • Sistema consciente, sede de la percepción y el pensamiento. • Sistema preconsciente, que contiene elementos del pasado y que pueden ser llevados al sistema consciente de forma voluntaria.

• Sistema inconsciente, cuyos contenidos tienen prohibido el acceso a la consciencia por la censura. Más adelante Freud revisó su teoría agregando un modelo estructural de tres elementos: • Yo, que es la instancia central que organiza la actividad psíquica consciente ya que representa la realidad externa en la psique y funge de mediador entre las demandas del ello y las del superyó. • Ello, que contiene la actividad pulsional primitiva y que se considera el reservorio de la energía psíquica. • Superyó, es la instancia que contiene los estándares culturales aprendidos por el individuo. O’Connor explica que cuando el ello, el yo y el superyó se encuentran en equilibrio, el individuo funciona de forma óptima pero cuando hay conflicto, se poner en marcha los mecanismos de defensa para que el individuo continúe funcionando o se defienda contra las amenazas (reales o imaginarias). Freud se refirió a la ‘neurosis’ como el conflicto entre el yo y el superyó que el yo no puede resolver o que provoca que el yo se sienta abrumado por la depresión o por la angustia. 2.3. Rol del terapeuta de la terapia psicoanalítica. En síntesis, el rol del terapeuta es: 1) Escuchar al paciente de manera activa, pero sin aconsejar (excepto en casos de peligro). 2) Ayudar al paciente a enunciar con claridad sus experiencias. 3) Ayudar al paciente a analizar sus experiencias para que pueda comprenderlas. El terapeuta debe cuidarse de: • No ejercer indebida influencia sobre dichas experiencias o de encausar su conducta según pautas determinadas. Su rol básico es el de observador neutral e imparcial. • Mantener una relación de neutralidad y observa sin participar, comenta sin juzgar. • Mostrar interés hacia el paciente, pero sin gratificar la necesidad del paciente de ser aceptado o rechazado. 2.4. Rol de los padres de la terapia psicoanalítica El rol de los padres en la terapia psicoanalítica va a depender en gran manera de la modalidad de terapia utilizada. Dependiendo de ello, el papel que juegan los padres será más o menos activo. Los padres pueden ser de gran ayuda en la terapia, pero también pueden ser obstáculos. En la TJPA los padres deben: • Estar involucrados en el tratamiento. • Cooperar con la logística, llevando al niño a las citas. • Proporcionar la información que el terapeuta necesita para empezar el tratamiento, pero también durante el tratamiento debe informar al terapeuta sobre sus percepciones del comportamiento del niño en la casa. • Apoyar activamente en la terapia del niño, cumpliendo con la parte que le corresponda, incluyendo los cambios de comportamiento o actitud que tengan que realizar dentro de ellos mismos. 2.5. Aplicaciones clínicas de la terapia psicoanalítica La terapia psicoanalítica puede ser utilizada por aquellos que tienen una preocupación emocional específica, así como aquellos que simplemente quieren explorarse a sí mismos (caso de los adultos).

La terapia de juego psicoanalítica es especialmente beneficiosa para ayudar a niños con ansiedad, depresión, niños con comportamientos que rayan en psicóticas, y aquellos que necesitan reconciliarse con limitaciones tales como enfermedades crónicas o discapacidades de aprendizaje. La terapia psicodinámica, aunque toma tiempo, puede ayudar a los niños desconectados a vincularse a sí mismos y a sus familias. También es muy hábil para disminuir el odio a sí mismo y el narcisismo problemático. La TJPA no es la mejor opción para ayudar a los niños a aliviar rápidamente una fobia específica o ayudar a controlar un evento de una sola vida. 2.6. Sustento empírico de la terapia psicoanalítica Los trabajos de investigación en el área de TJPA continúan siendo escasos. Una delas razones para ello es el hecho de que los métodos de la TJPA (interpretaciones, escucha empática, etc.) no pueden ser estandarizados en la forma en que podría hacerse con una intervención conductual o una estrategia cognitivo-conductual. Otra razón es que muchos de las metas de la TJPA (crecimiento del ego, autoconciencia, autoaceptación) no elementos de fácil definición y, por ende, es muy difícil medirlos. A pesar de ello, existen algunos estudios, la mayoría de naturaleza retrospectiva, cuasiexperimentales, que apoyan la eficacia de este tipo de terapia. Estos estudios mostraron eficacia en reducción de síntomas, cambio en la estructura de la personalidad, etc. Otros estudios relativamente recientes, aportaron evidencias empíricas a favor de la terapia psicodinámica. 2.7. Constructos, metas y técnicas básicas de la Terapia Centrada en el niño. En amplios términos, la Administración de Servicios de Salud Mental de los Estados Unidos (SAMHSA) describe la terapia de juego centrada en el niño (TJCN) como una intervención de salud mental basada en el juego y receptiva al desarrollo para niños de 3 a 10 años que experimentan trastornos sociales, emocionales, conductuales o relacionales. TJCN usa el juego y la relación terapéutica para proporcionar un entorno terapéutico seguro y consistente en el que un niño puede experimentar la aceptación, la empatía y la comprensión plena del consejero y procesar las experiencias y sentimientos internos a través del juego y los símbolos. El trabajo de los terapeutas relacionales fue estudiado y expandido por Carl Rogers, quien extendió estos conceptos y desarrolló una terapia no directiva, más tarde conocida como terapia centrada en el cliente y que hoy se conoce como terapia centrada en la persona. Virginia Axline, estudiante y luego colega de Carl Rogers, puso en práctica la filosofía y los principios de la teoría no directiva / centrada en la persona de Roger (creencia en los esfuerzos naturales del individuo por el crecimiento y la capacidad del individuo para autodirigirse) para su aplicación en relaciones con niños en terapia de juego. La terapia de juego no directiva no hace ningún esfuerzo por controlar o cambiar al niño y se basa en la teoría de que el comportamiento del niño es en todo momento causado por el impulso de la autorrealización completa. Los objetivos de la terapia de juego no directiva son la autoconciencia y la autodirección del niño. El terapeuta tiene una sala de juegos bien surtida, y el niño tiene la libertad de jugar como lo desee o de permanecer en silencio. El terapeuta refleja activamente los pensamientos y sentimientos del niño, creyendo que cuando los sentimientos del niño se expresan, identifican y aceptan, el niño puede aceptarlos y luego es libre de lidiar con estos sentimientos.

Al resumir su concepto de terapia de juego, Axline afirmó que una experiencia de juego es terapéutica porque proporciona una relación segura entre el niño y el adulto, de modo que el niño tiene la libertad y el espacio para expresarse en sus propios términos, exactamente como lo es en ese momento a su manera y en su propio tiempo. Este enfoque se denominó más tarde terapia de juego centrada en el cliente y más tarde terapia de juego centrada en el niño En TJCN, la experiencia de un niño dentro de la relación de consejería es un factor de gran impacto en la posibilidad de sanar del niño y es significativo para crear un cambio positivo y duradero. El objetivo de TJCN es desarrollar el potencial del niño para avanzar hacia la integración y las formas de ser que mejoran a sí mismo. Landreth, indica que la terapia de juego centrada en el niño (TCJN) es una filosofía básica de la capacidad humana innata del niño para esforzarse por alcanzar el crecimiento y la madurez a la vez que es una actitud de permanente fe en su capacidad de autodirigirse de forma constructiva. La terapia de juego centrada en el niño confía en que los niños son capaces de crecer de manera sana cuando se les ofrecen las condiciones apropiadas. 2.8. Juguetes y materiales de la terapia centrada en el niño Entre los elementos necesarios para la TJCN eficaz se menciona: Sala de juego. La sala de juego debe estar diseñada para reflejar un espacio familiar apropiado para la fase de desarrollo de los niños. Este es el espacio de juego terapéutico y de apoyo. Los niños deben sentir que la sala de juego es un lugar especial. La sala de juegos debe contener juguetes y materiales para que los niños puedan explorar, expresar y practicar diversas emociones y conductas. Terapeuta. Un terapeuta afectuoso hace que los niños se sientan seguros y bienvenidos. Landreth dice que naca puede ocupar el lugar del clima emocional que se desarrolla como resultado de la actitud y el uso de la personalidad del terapeuta ni de las interacciones espontáneas entre el niño y el terapeuta. Juguetes y materiales. Landreth identificó algunas características esenciales de los juguetes y materiales que facilitan la expresión de sentimientos y reacciones durante terapia de juego. Los juguetes y materiales deben llamar la atención del niño y facilitar el juego, permitir la exploración y expresión sin verbalización. Deben permitir el éxito sin una formula prescrita, así como el juego sin compromisos. En la selección de los materiales y juguetes hay que tener en consideración que el juego es el lenguaje infantil y que los juguetes son sus palabras. Dentro de lo posible, la mayoría de los juegos en la sala deben ser accesibles a niños de todas las edades, genéricos y no mecánicos, y de fácil uso, que permitan la fluidez en el juego. Algunos juegos y materiales recomendados en la sala de juegos son: Muñecos de miembros de familia, casa de muñecas, muñecos de bebés, accesorios para muñecos (ropa, manteles, coches o carriolas, botellas de alimentos, etc.), títeres, comida de juguete, cocina de juguete, ollas, vasos, platos, utensilios, carros, botes, camiones, caja registradora, dinero de juego, pizarra, tiza, papel, caballete, pinturas, pinceles, pegamento, papel de construcción, cinta adhesiva, crayones, lápices de colores y marcadores, tijeras, soldados, cocodrilos, dinosaurios, tiburones, aves, animales de granja, animales salvajes, pistolas, cuchillos de goma, cuerdas, esposas, costal de boxeador, arena, agua, caja de arena, mesa para pintar, masilla, bloques, estantes, sillas (del tamaño de los niños). 2.9. Rol de los padres de la terapia centrada en el niño

El papel de los padres (o quien esté al cuidado del niño) en este proceso de terapia de juego centrada en el niño es, por supuesto, importante. Ellos son usualmente la mejor fuente de información sobre el niño y sobre cualquier cambio que ocurra fuera de las sesiones. Estos acompañan al niño a las sesiones de terapia. Los padres deben ser partícipes de la terapia y es importante que ellos conozcan las necesidades de desarrollo de los niños y cómo la terapia puede ser una intervención positiva en los casos en que el desarrollo no progresa con normalidad. El papel de los padres es apoyar el proceso terapéutico, facilitando que el niño acuda a sus citas con puntualidad y estableciendo una comunicación abierta y clara con el terapeuta. Los padres aportan retroalimentación sobre los progresos o falta de ellos. 2.10. Aplicaciones clínicas de la terapia centrada en el niño La TJCN ha mostrado ser efectiva para tratar afecciones tales como: • Trastorno por déficit de atención e hiperactividad. • Problemas de conducta. • Ansiedad. • Depresión. • Trastornos del espectro autista. • Síndrome de la Tourette. La TJCN ha logrado disminuciones de moderadas a significativas en problemas internalizados de conducta, como molestias somáticas, conducta ansiosa/ depresiva, conducta introvertida y problemas de auto concepto. También se ha encontrado éxitos significativos en problemas externalizados de conducta, tales como conductas agresivas o delincuenciales. Otros trastornos en los que TJCN ha mostrado efectividad son los problemas emocionales y conductuales. Guerney no recomienda el uso de TJCN para individuos que tienen autismo grave o esquizofrenia en fase activa, entendiendo que es poco probable que estos individuos respondan positivamente al enfoque. Rogers también era partidario de ello y explicaba que mientras más perturbado se encuentre el cliente, menos capaz es de percibir los valores de autenticidad, empatía y consideración positiva incondicional, elementos estos absolutamente necesarios para que la TJCN sea eficaz. 2.11. Sustento empírico de la terapia centrada en el niño. De acuerdo con Landreth, la terapia de juego centrada en el niño es el modelo que más se ha investigado en el campo de la terapia de juego y, según los resultados, la eficacia de este modelo es indiscutible. Los resultados indican que: • TJCN es eficaz y adecuada en términos de desarrollo para trabajar con niños que atraviesan por distintos tipos de facultades • La eficacia de la TJCN aumenta con el número de sesiones, siendo las sesiones de la 11 a la 18 donde se verifica efectos más considerables. • Algunos estudios sugieren que los terapeutas pueden emplear con mucha confianza la TJCN como tratamiento sensible a la diversidad cultural. Esto es particularmente importante en países con marcada diversidad étnica y cultural. UNIDAD III: TERAPIA DE JUEGO: GESTALT Y COGNITIVO-CONDUCTUAL

3.1. Constructos, metas y técnicas fundamentales de la terapia Gestalt La terapia Gestalt es una terapia existencial fenomenológica fundada por Frederick (Fritz) y Laura Perls en la década de 1940. Enseña a terapeutas y pacientes el método fenomenológico de conciencia, en el que la percepción, el sentimiento y la actuación se distinguen de la interpretación y la reorganización de las actitudes preexistentes. Las explicaciones y las interpretaciones se consideran menos confiables que lo que se percibe y siente directamente. En el diálogo característico de la terapia Gestalt, los pacientes y terapeutas comunican sus perspectivas fenomenológicas. Las diferencias en las perspectivas se convierten en el foco de la experimentación y el diálogo continuo. El objetivo es que los clientes tomen conciencia de lo que están haciendo, cómo lo están haciendo y cómo pueden cambiar ellos mismos, y al mismo tiempo, aprender a aceptar y valorarse a sí mismos. La terapia Gestalt se enfoca más en el proceso (lo que está sucediendo) que en el contenido (lo que se está discutiendo). El énfasis está en lo que se está haciendo, pensando y sintiendo en el momento más que en lo que fue, podría ser, podría ser o debería ser. 3.2. Constructos, metas y técnicas básicas de la terapia cognitivo-conductual. Susan Knell, citada por O’Connor indica que la terapia cognitivo-conductual (TCC) se fundamenta en el modelo cognitivo de los trastornos emocionales, que contempla una interacción entre cognición, emoción, conducta y fisiología. De acuerdo a este modelo, la conducta está mediada por procesos verbales y las alteraciones emocionales y conductuales se conceptualizan como la expresión de un pensamiento irracional. La terapia cognitivo conductual combina la terapia cognitiva, que estudia los pensamientos, actitudes y creencias (denominados en conjunto ‘procesos cognitivos’) no deseados, y la terapia conductual, que se centra en la conducta en respuesta a estos pensamientos. De acuerdo con Beck, las emociones y conductas de una persona están determinadas en gran forma por la manera en que piensa sobre el mundo. La TCC ayuda a identificar y modificar el pensamiento negativo que ocasiona las emociones negativas y las conductas desadaptativas. Aunque la TCC fue desarrollada para pacientes adultos, la misma ha mostrado eficacia en numerosos trastornos con niños mayores y adolescentes. Beck sugiere que las tres premisas más importantes de la TCC son: 1) Los pensamientos influyen en las emociones y conductas del individuo que se manifiestan como respuesta a los eventos. 2) Las percepciones e interpretaciones de los eventos son moldeadas por las creencias y suposiciones del individuo. 3) Los errores de lógica o distorsiones cognitivas predominan en individuos que padecen dificultades psicológicas. En el caso de los niños los errores de lógica se consideran como desadaptativos (no irracionales o distorsionados). 3.3. Rol del terapeuta cognitivo-conductual. Como en otras modalidades de terapia de juego, el rol del terapeuta en la TJCC es facilitar el involucramiento del niño en el tratamiento a través del juego. El terapeuta debe además escuchar activamente y observar atentamente al niño durante el proceso de juego.

3.4. Rol de los padres cognitivo-conductual. Usualmente la entrevista inicial se hace con los padres (o quien esté al cuidado del niño). Dependiendo del problema de que se trate, el tratamiento puede incluir terapia con los padres también. Los padres deben también estar involucrados en el proceso de retroalimentación y evaluación constante, monitoreando la conducta del niño fuera de las sesiones de terapia, etc. Asimismo, es posible que los padres también tengan que desarrollar algunas habilidades como el comunicar empatía hacia el niño eficazmente, reforzar la conducta de afrontamiento positivo, aprender a motivar al niño en el uso de diferentes estrategias prescritas, modelar conductas, etc. 3.5. Aplicaciones clínicas cognitivo-conductual. La TJCC ha sido probada efectiva, a través de la investigación, con niños mayores y adolescentes y en casos con distintos diagnósticos psicológicos. Esta terapia ha sido particularmente efectiva en niños con mutismo selectivo, encopresis, ansiedad de separación, niños que han experimentado eventos traumáticos (como el divorcio de los padres) y abuso sexual. Además, niños con problemas de control, ansiedad y depresión, niños maltratados (física o mentalmente), según afirma Knell, citada por O’Connor. 3.6. Sustento empírico cognitivo-conductual. La terapia de juego cognitivo-conductual encuentra sus fundamentos empíricos en elementos como el modelamiento, el cual ha sido probado en diferentes investigaciones como una forma eficaz de adquirir, fortalecer o debilitar conductas. Otras técnicas claramente documentadas por las investigaciones lo constituyen la desensibilización sistemática. Diversas investigaciones han demostrados que la TJCC es un tratamiento eficaz para niños mayores y adolescentes con distintos diagnósticos psicológicos. UNIDAD IV: TERAPIA DE JUEGO: FAMILIAR Y FENOMENOLÓGICA 4.1. Constructos, metas y técnicas básicas de la terapia familiar. Ha habido dos caminos divergentes en el tratamiento de niños en psicoterapia: uno marcado terapia infantil y otro marcado terapia familiar. Es posible que los terapeutas recorran los caminos tanto de la terapia de juego como de la terapia familiar. Esos caminos divergían de un punto común: la teoría psicoanalítica de Freud. Muchos de los fundadores de la terapia familiar fueron entrenados psicoanalíticamente para trabajar con niños. Sin embargo, descubrieron que el trabajo con niños individuales no era suficiente, y comenzaron a experimentar aconsejando a familias enteras. Los dos campos comenzaron a divergir ya que la terapia familiar privilegiaba a la familia como un sistema sobre las necesidades individuales del niño y la terapia infantil minimizaba la importancia de la familia como el contexto en el que se desarrollan el niño y sus problemas. Los constructos básicos en la terapia de juego familiar son: 1) la teoría de sistemas familiares y 2) la terapia de juego. Freud introdujo el concepto de utilizar el juego infantil en psicoterapia en su primer caso de análisis infantil, notando tres funciones principales del juego terapéutico: 1) El juego proporciona un contexto para la autoexpresión, incluidas aquellas cosas que son demasiado difíciles de discutir. 2) El juego ofrece un medio para que los niños cumplan sus deseos. 3) El juego terapéutico permite a los niños trabajar y dominar el trauma.

Hay dos enfoques amplios que caracterizan las terapias de juego: las terapias relacionales, esencialmente no directivas y las terapias directivas o estructuradas. El campo de la terapia familia encuentra sus raíces en el movimiento de trabajo social, consejería matrimonial y en la psiquiatría. Surge en diferentes lugares después de la segunda guerra mundial y se desarrolla como un movimiento organizado en la década de 1950. Muchos de los fundadores del movimiento trabajaban con esquizofrénicos y con delincuentes juveniles y buscaban nuevos métodos para enfrentar estos serios problemas. Varias perspectivas surgieron para tratar estos problemas, pero hubo un elemento común en todas ellas: el enfoque en la familia como un sistema. Gregory Bateson, reconocido por muchos como el pensador más influyente en la teoría de sistemas familiares, no era un terapeuta. Su interés era aplicar conceptos de la cibernética y teoría de sistemas a los patrones de comunicación de las personas. La teoría general de sistemas examina la interacción y la relación entre las partes de un sistema. La terapia familiar considera a la familia como un sistema interdependiente que comprende subsistemas en los que la familia como un todo es mayor que la suma de sus partes (miembros individuales de la familia). Enfatiza las relaciones, los patrones de interacción y las influencias recíprocas entre todos los miembros de la familia. Una perspectiva de la teoría del sistema considera que el contexto en el que las personas viven es vital para moldear sus vidas. Los fundadores iniciales de la terapia familiar entendían la importancia de la inclusión de los niños. Ackerman decía que la terapia familiar no podía existir sin la participación de los niños en un intercambio significativo entre las generaciones. Sin embargo, con el transcurrir del tiempo, los niños fueron incluidos cada vez menos en la terapia familiar. La meta del enfoque sistemático es en quitar el énfasis en el paciente y ver a la familia como un grupo de individuos con relaciones interactivas que influencia y responde uno al otro, en formas específicas que pueden ser adaptativas y saludables o problemáticas y disfuncionales. Los enfoques de sistemas familiares generalmente caen bajo las categorías de experiencial, estructural, estratégico o intergeneracional. 4.2. Ampliación de las posibilidades de evaluación con la terapia de juego familiar. La terapia de juego familiar ofrece una visión especial de la dinámica familiar. Al evaluar a una familia involucrada en una actividad lúdica, el terapeuta puede observar cómo la familia se organiza y participa en torno a una tarea, revelando sus estilos de comunicación, jerarquía y límites, y exponiendo cualquier coalición o alianza. El juego expone quién está a cargo, qué ideas prevalecen y quiénes pueden ser marginados. Los terapeutas en este campo deben tomar nota especial de los siguientes comportamientos durante las sesiones de juego familiar: • El nivel de cooperación y organización de la familia a medida que se acercan a una tarea de juego. • La capacidad de llegar a un consenso, y la manera en que esto se logró. • El nivel de contacto afectivo y físico. • El nivel de disfrute al participar en la actividad. • El nivel de percepción espontánea, como ver la obra como una metáfora de su propia realidad. • El inconsciente colectivo, a través del cual los temas se desarrollan individual y colectivamente, lo que permite que las familias se comuniquen en un nivel inconsciente.

4.3. Rol del terapeuta de la terapia familiar. El rol del terapeuta de terapia familiar es distintivo. El terapeuta sirve de facilitador, de modelo, de animador y de coach para el diálogo. Como facilitador, el terapeuta debe crear oportunidades para que las familias establezcan interacciones positivas y experiencias exitosas. El terapeuta es responsable de seleccionar las técnicas de terapia de juego familiar a implementar. Asimismo, el terapeuta es responsable de proveer instrucciones claras y precisas para que los miembros de la familia puedan participar fácil y exitosamente en las sesiones de juego terapéutico. Como modelo, el terapeuta es responsable de dar señales a la familia. Si el terapeuta se siente cómodo con las técnicas él transmite unas expectativas positivas, lo cual contribuye a un clima confortable durante las sesiones. Es importante que el terapeuta demuestre el uso de los materiales y que asegure a los miembros de la familia que las técnicas a utilizar han sido probadas y que son exitosas. En su rol de animador, el terapeuta promueve, confirma y apoya todos los intentos que hacen los miembros de la familia. El terapeuta debe recordar siempre que el juego puede ser incómodo para los adultos. Por tanto, es importante que dé retroalimentación positiva frecuente durante las sesiones. Sin embargo, no es recomendable hacer comentarios de naturaleza evaluativa, tales como “estás haciendo un trabajo muy bueno”; “has escogido los materiales de forma muy adecuada”. En su lugar, puede hacer comentarios de apoyo como “Todos ustedes han sido muy cuidadosos en la selección de materiales”. En su rol de coach de diálogo, el terapeuta permite e incentiva a los miembros de la familia a reflexionar sobre sus propias creaciones o a curiosear sobre el trabajo de los otros miembros. Sin hacer muchas preguntas, el terapeuta puede permitir a la familiar la interacción natural. El terapeuta debe discernir si debe exponer las reglas de esta interacción, si puede permitir algunos conflictos manejables, para detectar estilos de resolución de conflictos entre la familia, etc. 4.4. Rol de los padres de la terapia familiar. Los padres son participantes activos en la terapia de juego familiar. Ellos pueden participar tanto en la parte de evaluación como en la de tratamiento, dependiendo de la situación específica de que se trate. Usualmente la terapia familiar de juego también supone sesiones individuales con el niño, pero esto se determina caso por caso. Así, el rol de los padres va desde proveer información necesaria para evaluación hasta ser participante activo de las sesiones terapéuticas. 4.5. Aplicaciones clínicas de la terapia familiar. La terapia familiar de juego es un modelo muy efectivo para trabajar con familias y con niños pequeños, de tres años en adelante. Las aplicaciones clínicas de la terapia de juego familiar incluyen las siguientes: • Cuando hay niños pequeños en la familia, quienes se aburren y muestran desinterés en la terapia verbal tradicional. • Cuando la familia ha llegado a un punto bloqueado en la terapia. • Cuando las familias no están orientadas verbalmente. • Cuando los miembros de la familia son excesivamente analíticos o cerebrales. • Cuando se esperan cambiar la dinámica familiar.

• Cuando la familia no puede revelar las preocupaciones subyacentes debido a vergüenza o incomodidad. • Para construir o solidificar la alianza terapéutica. • Promover objetivos terapéuticos específicos. • Para estimular nuevos patrones familiares de relación. • Para introducir el juego como un conducto para el cambio. • Para aumentar la sensación de bienestar de una familia. 4.6. Sustento empírico de la terapia familiar. De acuerdo con Gil; Willis, Walter y Crane, and LeBlanc and Richie, investigaciones de las últimas décadas han mostrado que la terapia familiar de juego puede ser efectiva en diversos rangos de edad y en una variedad de situaciones y problemas clínicos. Los resultados más significativos fueron encontrados en los casos en que los padres están profundamente involucrados en las sesiones terapéuticas con los niños. Finalmente, los estudios sobre la terapia familiar de juego indican mayor participación de los niños comparado a otras modalidades tradicionales de terapia, mayor calidad en la alianza niñoterapeuta y mayor cantidad de experiencias emocionales positivas. 4.7. Constructos, metas y técnicas básicas de la terapia fenomenológica. La fenomenología es el estudio de las estructuras de conciencia experimentadas desde el punto de vista de la primera persona. La estructura central de una experiencia es su intencionalidad, está dirigida hacia algo, ya que es una experiencia de o sobre algún objeto. Una experiencia se dirige hacia un objeto en virtud de su contenido o significado (que representa el objeto) junto con las condiciones de habilitación apropiadas. La fenomenología como disciplina es distinta de otras disciplinas clave de la filosofía, como la ontología, la epistemología, la lógica y la ética, pero está relacionada con ellas. La fenomenología se ha practicado de varias maneras durante siglos, pero se hizo patente a principios del siglo XX en las obras de Husserl, Heidegger, Sartre, Merleau-Ponty y otros. Las cuestiones fenomenológicas de intencionalidad, conciencia, qualia y perspectiva en primera persona han sido prominentes en la filosofía de la mente reciente. Los seres humanos, como entes trascendentes, se constituyen en sus propios agentes, con libertad para tomar decisiones en situaciones dadas y de asumir responsabilidad por ellas. Esto, de acuerdo a los fenomenologistas, aplica tanto a los adultos como a los niños. La terapia fenomenológica de juego se basa en la filosofía fenomenológica, izando el poder de las imágenes y de los juegos imaginativos como la forma en que los niños expresan los significados personales sobre ellos mismos y su mundo. Rogers fue el primero en los Estados Unidos en desarrollar la teoría fenomenológica de la personalidad y psicoterapia. Estas teorías fueron más tarde aplicadas por Axline su trabajo con niños y por Moustakas en el desarrollo de su terapia infantil existencial. Los enfoques terapéuticos de Rogers, Axline, Moustakas y otros, fueron desarrollados para adultos, aunque incorporaron el juego como un modo principal de autoexpresión. Pero en las terapias infantiles se centraron principalmente en la relación terapéutica y, como tales, se mantuvieron predominantemente de naturaleza verbal. Las contribuciones de todos ellos llevaron a la formulación de los principios básicos de un enfoque humanista y existencial de la psicoterapia infantil.

4.8. Rol de los padres de la terapia fenomenológica. Los padres tienen un rol muy importante en este como en cualquier otro tipo de terapia. Usualmente, los padres son quienes tienen más conocimiento sobre los niños y son quienes proporcionan la mayor cantidad de información e insumos para el trabajo de los terapeutas. El terapeuta proporciona retroalimentación a los padres e información de los progresos del niño. Los padres a su vez informan al terapeuta sobre cualquier avance y cambios de conducta observados en el hogar. 4.9. Aplicaciones clínicas de la terapia fenomenológica. La terapia fenomenológica se aplica en un vasto rango de situaciones clínicas y desórdenes. Ya que su énfasis yace en imaginería y juegos imaginativos, es recomendada para niños de 4 a 11 años de edad, quienes presenten perturbaciones emocionales producto de experiencias relacionales, traumáticas o abusivas. Estas experiencias pueden referirse a la pérdida de un miembro de la familia, la separación de los padres, ser testigos de violencia, abuso sexual, a enfermedades terminales o crónicas, víctimas de conflictos bélicos y de desastres naturales, entre algunas. 4.10. Sustento empírico de la terapia fenomenológica. La investigación en este campo tiene como objetivo analizar sistemáticamente los significados y las estructuras de significado de fenómenos tales como las relaciones terapéuticas, el juego imaginativo, las sesiones de terapia, etc. Ejemplos de estas investigaciones y estudios son los realizados por Harinck y Hellendoorn; Vroom; Jenkins; Onishi. Los resultados de estos estudios confirman el rol único de las imágenes y de los juegos imaginativos en el proceso de entendimiento e interpretación del niño y su mundo, así como de la relación terapéutica. Los estudios e investigaciones, sin embargo, continúan siendo escasos. UNIDAD V: TERAPIA DE JUEGO DE RELACIONES OBJETALES/TEMÁTICA. 5.1. Antecedentes históricos. Melanie Klein es considerada como una de las fundadoras de la teoría de las relaciones objetales, un campo de pensamiento que se desarrolló a partir de la teoría psicodinámica de Freud. Esta colección de teorías analiza el efecto de las relaciones internalizadas con los cuidadores primarios durante la infancia (es decir, los objetos) y su influencia inconsciente sobre la naturaleza de las relaciones futuras. Según los teóricos de las relaciones de objeto, los niños no solo internalizan el objeto en sí, sino también toda la relación. El bebé internaliza dos conjuntos de relaciones de objeto, tanto positivas como negativas, que incluyen representaciones del yo, el objeto y la emoción que los une. La teoría de las relaciones de objeto se compone de las ideas diversas y, a veces, contradictorias de varios teóricos, principalmente Melanie Klein, Ronald Fairbairn y Donald Winnicott. Cada una de sus teorías pone gran énfasis en el vínculo madre-hijo como un factor clave en el desarrollo de la estructura psíquica de un niño durante los primeros tres años de vida. A Klein a menudo se le atribuye haber fundado el enfoque de las relaciones objetales. De su trabajo con niños pequeños y bebés, ella concluyó que se centraron más en desarrollar relaciones, especialmente con sus cuidadores, que, en controlar los impulsos sexuales, como Freud había

propuesto. Klein también centró su atención en los primeros meses de la vida de un niño, mientras que Freud enfatizó la importancia de los primeros años de vida.

Fairbairn estuvo de acuerdo con Klein cuando postuló que los humanos son seres que buscan objetos, no seres que buscan placer. Consideró el desarrollo como un proceso gradual durante el cual los individuos evolucionan desde un estado de dependencia infantil e integral del cuidador hacia un estado de interdependencia, en el que todavía dependen de los demás, pero también pueden confiar en ellos. Winnicott hizo hincapié en la importancia de criar a los niños en un entorno en el que se les anima a desarrollar un sentido de independencia, pero saben que su cuidador los protegerá del peligro. Sugirió que, si el cuidador no atiende las necesidades y el potencial del niño, el niño puede ser llevado a desarrollar un yo falso. El verdadero yo emerge cuando todos los aspectos del niño son reconocidos y aceptados. La teoría sostiene que la experiencia del infante en la relación con la madre, o cuidador principal, es el principal determinante de la formación de la personalidad y que la necesidad del bebé de apego es el factor motivador en el desarrollo del yo infantil. Otros psicoanalistas pioneros de la teoría de relaciones objetales a principios de la década de 1900 incluyen a Otto Rank, Sandor Ferenczi, Harry Guntrip y Scott Stuart. 5.2. Constructos, metas y técnicas básicas. La terapia de juego de relaciones objetales es un enfoque integrador para niños con trastornos de apego que combina la investigación basada en el juego temático de los niños con un marco neuropsicobiológico para alterar los modelos negativos de trabajo de los pensamientos, sentimientos y comportamientos. Según Benedict, la terapia de juego de relaciones objetales se centra en la relación entre el terapeuta y el niño en un entorno de juego, para ayudar al niño con dificultades experimentadas en las relaciones interpersonales. 5.3. Rol del terapeuta. La teoría de las relaciones con los objetos pone la relación entre el terapeuta y el paciente en el centro de la forma de trabajar. Mientras el terapeuta y el paciente se unen en la tarea de examinar el mundo interno del paciente y su efecto sobre las relaciones del paciente, al mismo tiempo el paciente y el terapeuta se relacionan ellos mismos. Esta relación terapéutica forma las condiciones más adecuadas para que el terapeuta aprenda profundamente sobre las formas de relacionarse del paciente y las dificultades que incluyen. A medida que el terapeuta procesa la experiencia de esta relación, él o ella pueden informar al paciente sobre esta experiencia. De esta manera, el paciente y el terapeuta tienen una relación compartida de la que ambos pueden estudiar y aprender. La contratransferencia, por otro lado, se considera la base de la capacidad del terapeuta para comprender e interpretar por completo al paciente. El conjunto de sentimientos y actitudes contratransferenciales que se despiertan en el terapeuta durante un curso de terapia forman un modelo de lo que ocurre dentro de las personas con quienes el paciente está relacionado. Siempre que los terapeutas estén bien entrenados y hayan recibido terapia personal para que sus propios

problemas personales no interfieran de manera prominente, están en condiciones de utilizar su experiencia interna con su paciente para dar sentido a las formas de relación del paciente.

Los terapeutas de relaciones de objeto, por lo tanto, monitorean sus estados internos de sentimientos y las ideas, asociaciones y fantasías que se les ocurren durante el tratamiento para dar sentido a la relación con el paciente. Si bien el terapeuta no informa estas experiencias en forma cruda y sin metabolizar al paciente, las examinará cuidadosamente como el mejor conjunto de pistas sobre los problemas del paciente al relacionarse en profundidad, y luego usará la contratransferencia para informar la interpretación subsiguiente de la transferencia. 5.4. Rol de los padres. Como en otras terapias, los padres juegan un papel importante en el proceso terapéutico. Para que la terapia de juego sea efectiva, debe haber una alianza de trabajo entre el terapeuta del niño y los padres. Esta alianza requiere el establecimiento de una relación de confianza entre el terapeuta y los padres. El objetivo principal del trabajo con los padres es mejorar su relación con el niño al tiempo que les permite apoyar en lugar de socavar los cambios que el niño está haciendo. Los padres son participantes activos del proceso, pero también proporcionan aportes o insumos, retroalimentación y seguimiento. 5.5. Aplicaciones clínicas. La terapia de juego temático de relaciones objetales es un enfoque centrado en las relaciones. Fue diseñado principalmente para ayudar en los problemas emocionales y conductuales de la infancia que resultan principalmente de un trauma interpersonal crónico y agudo experimentado en las relaciones entre padres e hijos o entre el niño y otros cuidadores. Con frecuencia, estos niños se presentan como pacientes identificados con diagnósticos individuales que parecen ser secundarios a la patología relacional primaria entre padres e hijos. Esta patología puede tomar formas básicas: el niño experimenta una sensación de abandono o una falta de disponibilidad emocional del cuidador principal, o el niño experimenta un sentimiento que Winnicott llama ‘impingement’ (traducido como choque, tropiezo, intrusión, violación) y que es definido como una falla del cuidador principal (padre, madre u otro cuidador significativo) en proporcionar seguridad física o psicológica al niño. Cada una de estas reacciones emocionales puede ocurrir sola, o un niño dado puede experimentar ambos a la vez, sentimientos de abandono e implosión. En casos extremos, el abandono de los padres puede manifestarse en forma de abuso o de negligencia. Sin embargo, las formas menos extremas de abandono, particularmente cuando son crónicas e impredecibles, también pueden precipitar estrategias de afrontamiento desadaptativas. Los sentimientos de abandono pueden surgir en circunstancias en las que el padre o la madre se perciben como no disponible o como incapaz de proporcionar apoyo o protección cuando el niño se siente abrumado. Es probable que un padre emocionalmente no disponible (como una madre deprimida) se perciba como un abandono. A su vez, el sentimiento de pinzamiento (impingement) es percibido cuando

el niño se siente abrumado. Por ejemplo, este sentimiento puede surgir cuando el padre es percibido como un peligro ya sea por los estallidos de enojo o por su imprevisibilidad. Esto incluye a un padre que abusa de sustancias o un padre con un trastorno de la personalidad. Es probable que un niño afectado se sienta crónicamente abrumado, lo que lleve al desarrollo de un modelo interno de sí mismo que se siente solo y vulnerable. Es probable también que surjan sentimientos de choque cuando un niño es maltratado físicamente, testigo de violencia doméstica o víctima de violencia en la comunidad. Otros tipos de trauma parecen engendrar percepciones de choque y abandono, incluyendo abuso sexual, abuso emocional, desórdenes de personalidad de los padres, especialmente cuando están acompañados por problemas de abuso de sustancias. La terapia de juego de relaciones objetales / temática puede ser efectiva con niños que han experimentado tanto traumas manifiestos como disturbios de relaciones menos graves pero significativos que llevan al niño a sentirse abandonado o afectado. Varios diagnósticos formales en niños están asociados con trauma interpersonal y estrés. Por ejemplo, el trastorno de apego reactivo de la infancia o la primera infancia incluye criterios relacionados con el cuidado patogénico y la perturbación en la relación social infantil (por ejemplo, necesidad compulsiva de controlar a los demás, ambivalencia interpersonal, inhibición o desinhibición en las relaciones sociales). Síntomas adicionales incluyen mentir, falta de empatía, hipervigilancia y oposición. Otros diagnósticos asociados con el trauma interpersonal y el estrés incluyen trastornos de conducta disruptiva, trastorno por déficit de atención con hiperactividad y trastorno bipolar. Muchos de los trastornos de la conducta disruptiva tienen sus raíces en los problemas de apego y, a menudo, tales niños parecen ser arrestados en las fases de desarrollo de la práctica y el acercamiento de las relaciones objetales. 5.6. Sustento empírico. La terapia de juego de relaciones objetales / temática ha sido usado en numerosos casos en sesiones que duran desde seis meses hasta dos o tres años, dependiendo de la severidad de los problemas encontrados. Sin embargo, no se han realizado muchos estudios de efectividad de este tipo de terapia, aunque sí se han realizado muchos estudios sobre la efectividad de la terapia de juego como modalidad terapéutica general, y éstos han mostrado que la terapia de juego es altamente efectiva en el tratamiento de niños con problemas emocionales y conductuales. En seguimientos a corto plazo de los niños tratados, los estudios muestran que los síntomas de los problemas emocionales y conductuales empiezan a decrecer. A su vez, seguimientos a largo plazo, los cambios son robustos y los niños continuaron mejorando su funcionamiento. UNIDAD VI: ROLE-PLAY DRAMÁTICO: DRAMATERAPIA CON ADULTOS. 6.1. Antecedentes históricos. En general se asume que el teatro se originó hace miles de años como una actividad ritual llevada a cabo para propósitos religiosos y de curación. Los primeros actores eran chamanes, que desempeñaban sus bailes, canciones e historias rituales a fin de ayudar a restaurar el equilibrio y la salud de individuos heridos y de comunidades amenazadas que necesitaban reafirmación de que vencerían a sus enemigos, procrearían hijos, cosecharían alimento y harían las paces con el

mundo de los espíritus. En la antigua ciudad griega de Epidauros, se construyó el hospital junto al gran anfiteatro, y existe evidencia de que el tratamiento de los pacientes incluía la representación de papeles en el coro griego.

A medida que evolucionaron las formas occidentales del teatro de pequeñas celebraciones en honor a los dioses a representaciones para miles de espectadores, el enfoque cambió de la cura al entretenimiento. A lo largo de los siglos, junto con una literatura y estética de representación en desarrollo, el teatro llegó a conocerse como el lugar en donde los espectadores podían reflejar realidades y confusiones de la vida cotidiana, o bien escapar de ellas, involucrándose en los placeres sensuales de la obra. A través de la historia, ciertos personajes, tanto innobles como notables, han intentado revivir los propósitos terapéuticos esenciales de la representación dramática. En la Francia del siglo XVIII, el Marqués de Sade, como paciente del asilo de Charendon, dirigió a los enfermos mentales en dramas terapéuticos. El personaje mejor conocido fue el psiquiatra J. L. Moreno, contemporáneo de Freud en la Viena de fin del siglo XIX. Moreno se alejó de la cura hablada de Freud, e insistía que un método de alivio psicológico más poderoso podía provenir de la recreación dramática de los problemas con base intrapsíquica y social. Moreno emigró a EUA en el segundo decenio del siglo XX, donde estableció un instituto y continuó su larga y prolífica carrera. Los enfoques innovadores de Moreno sobre la ayuda dramática que denominó psicodrama y sociodrama proporcionaron un modelo para otros investigadores, quienes descubrirían otras maneras de ayudar a individuos y comunidades a encontrar el equilibrio por medio de formas de representación. Los enfoques dramáticos en búsqueda de alivio no eran desconocidos en el trabajo de los psicólogos estadounidenses a mediados del siglo XX. Henry Murray empleó una variedad de enfoques de role-play durante la Segunda Guerra Mundial para la Office of Strategic Services (Oficina de Servicios Estratégicos) a fin de evaluar las cualidades de potenciales oficiales del ejército. Eric Homburger Erikson utilizó una forma inicial de obra proyectiva, solicitando a hombres jóvenes que recrearan sus problemas con objetos en miniatura sobre la superficie de una mesa. Tal enfoque dramático formaba parte de los estudios experimentales de personalidad de Henry Murray en Harvard en el decenio de 1930-39. George Kelly practicaba una forma de terapia de roles fijos, alentando a sus pacientes a reconfigurar los roles problemáticos en la seguridad de un consultorio, practicándolos de la misma manera en que un actor ensaya un papel en una obra. Como disciplina por derecho propio, la dramaterapia surgió en diversos sitios en los decenios de 1960-69 y 1970-79. En Inglaterra, bajo la influencia de la experimentación de Peter Slade en las artes dramáticas infantiles, la dramaterapia surgió en el trabajo de Sue Jennings con niños discapacitados, y de Marion Lindkvist con poblaciones de pacientes mayores y adultos con enfermedades mentales. En Europa, influida por las ideas de Evreinov, Assagioli, Moreno y los psicólogos de la Gestalt, comenzó la experimentación con el trabajo de Petzold en Alemania y en los Países Bajos con el desarrollo de cursos universitarios en dramaterapia y terapias con otras actividades creativas relacionadas. 6.2. Fundamentos terapéuticos. Una suposición central que comparte la mayoría de los dramaterapeutas es que la representación, el acto de asumir un rol y de contar una historia dentro de éste, resulta inherentemente reparador.

Una explicación de esto es que el acto de asumir un papel marca una separación de la realidad cotidiana, con lo que se crea una distancia segura entre el actor y el rol que desempeña. Cuando una niña pequeña asume el semblante y voz de su madre, y le asegura a su osito a la hora de ir a la cama que no hay nada a qué temerle en la oscuridad, está utilizando la distancia que le proporciona el rol de la madre para tranquilizarse a sí misma. En la dramaterapia, este proceso curativo, natural y desinhibido, se aplica de manera consciente al tratamiento terapéutico. En teoría, la distancia que proporciona asumir un papel permite a los actores de la vida cotidiana contar sus historias sin peligro, ya que éstas no tratan acerca de ellos. Para ser más precisos, las historias tratan de ellos y no, al mismo tiempo. El alivio a través del drama ocurre dentro del espacio de transición entre yo (actor) y el no yo (el rol). Bettelheim, entre otros, ha explicado de manera persuasiva que la ficción de los cuentos de hadas brinda a los niños la seguridad que necesitan para participar en una historia que no trata de ellos de manera directa, pero que recapitula los temas reales de sus vidas y proporciona cierto sentido de resolución. El psicólogo arquetípico Hillman se refiere a los cuentos como ficciones curativas, con lo que enfatiza sus valores terapéuticos. Muchos psicoterapeutas de la acción, como Jung, Moreno y Perls, así como terapeutas expresivos como McNiff y Knill, Barba y Fuchs han sostenido que el lenguaje verbal por sí mismo no es suficiente para ayudar a la persona a traslaborar problemas arraigados. Alientan al terapeuta a que también trabaje con imágenes generadas a través de sonido y movimiento, pintura y poesía, role-play y elaboración de cuentos. Johnson expande estas ideas aún más, al afirmar que el alivio no se consigue sólo a través de un encuentro jovial con las imágenes, sino también y de manera más esencial a través de un encuentro cara a cara con los causantes de la aflicción de la persona, simbolizados por el terapeuta, quien se involucra de manera juguetona y provocativa con el paciente. Aunque existe una diversidad de teorías que circulan dentro de la literatura de la dramaterapia, dirija su atención primordialmente a una de ellas, la teoría del rol, como manera de enunciar en mayor detalle el potencial curativo de la representación. La teoría del rol ofrece una perspectiva de la personalidad como constelación de roles, llamada sistema de roles, la cual está determinada por una diversidad de factores biológicos, psicológicos, sociales y culturales. Los roles dentro del sistema existen de manera natural en relación con sus contrapartes, con los cuales buscan el equilibrio. Sin embargo, a medida que se desarrolla el sistema de roles y el individuo se ve expuesto a un número de cambios y retos tanto internos como externos, el equilibrio natural se trastorna, de manera que uno o más roles tienden a expandirse o contraerse. En un caso extremo, ciertos roles dominan el sistema de roles, como en el caso del individuo fundamentalista que necesita clausurar tendencias contradictorias a fin de adoptar un sólo principio fundamental; en consecuencia, los otros roles retroceden (p. ej., para que el individuo fundamentalista permanezca ligado por completo a un rol, se ve precisado a negar la evidencia de otros que lo cuestionan más, como el crítico, el intelectual, el ambivalente o el rebelde). 6.3. Sustentos de la investigación. La dramaterapia es un campo joven y que, en gran parte, produce más profesionales que investigadores; dada su base artística, representa un reto de investigación específico. Ha habido intentos por aplicar las metodologías de la investigación empírica a la dramaterapia, con algunos resultados prometedores, pero poco concluyentes. Sin embargo, los enfoques investigativos primarios tienden a ser descriptivos, teóricos y con bases cualitativas. La literatura de investigación más fértil en dramaterapia aún se expresa por medio del estudio de caso.

Cuando los casos clínicos se fundamentan en la teoría de manera rigurosa, como se puede observar con facilidad en el trabajo de Emunah, Johnson y Landy, entre otros, el trabajo alcanza complejidad y claridad. Algunas de las investigaciones más sólidas en años recientes se encuentran en el área de la evaluación. En trabajos con la prueba de role-play dramático de Johnson, los investigadores han examinado su eficiencia con una diversidad poblaciones. Los dos instrumentos de Landy, TellAStory (Cuenta un cuento) y Role Profiles (Perfiles de rol) también están arrojando valiosa evidencia de investigación en cuanto a su eficacia y confiabilidad. 6.4. Implementación. Existe un número de enfoques prácticos a la dramaterapia. 16 de los más prominentes se han descrito en el libro Current Approaches to Drama Therapy. Incluyen dramaterapia psicoanalítica, teoría del rol y método del rol, modelo integrador de cinco fases, transformaciones del desarrollo, narradrama, temas del desarrollo, psicodrama, sociodrama, terapia teatral ritual, método Stop-gap, modelo de recuperación e individuación de dos etapas, teatro play-back, comunidades terapéuticas carcelarias, método Enact, dramaterapia transpersonal Omega y juego dinámico familiar. La presente sección se centra en el método del rol, que se deriva de la teoría del rol. El modelo rol-contrarrol-guía conforma el método del rol, que procede a lo largo de una serie de ocho pasos. Al trabajar por medio del método del rol, el dramaterapeuta ayuda a los pacientes a localizar las figuras de rol y contrarrol, y a descubrir una figura guía que pueda acercar a ambas hacia la integración. A continuación, se encuentran los pasos del método del rol: 1. Invocación del rol. 2. Nombramiento del rol. 3. Representación/traslaboración del rol. 4. Exploración de las relaciones del rol con el contrarrol y el guía. 5. Reflexión acerca del role-play: descubrimiento de las cualidades, funciones y estilos del rol inherentes al mismo. 6. Establecimiento de la relación entre el rol ficticio y la vida cotidiana. 7. Integración de roles para crear un sistema de roles funcional. 8. Modelamiento social: descubrir las maneras en que las conductas de los pacientes dentro del rol afectan a otros en sus ambientes sociales. Los primeros dos pasos del método del rol proporcionan un calentamiento a la acción. En general, el dramaterapeuta comienza una sesión grupal o individual con un calentamiento, el propósito de éste es doble: primero, ayuda a llevar al individuo a un estado creativo y de juego, aflojando el cuerpo, involucrando la imaginación y estableciendo conexiones entre los miembros del grupo; en segundo lugar, ayuda a cada individuo a invocar o ubicar un rol. Una vez que los roles se encuentran presentes, el dramaterapeuta pide a los pacientes que los nombren. Cuando los roles han recibido un nombre, termina el periodo de calentamiento y los pacientes están listos para pasar a la siguiente etapa de representación. 6.5. Psicodrama. El psicodrama es un método en el que las personas exploran sus problemas a través de actuarlos en un role play en lugar de simplemente hablar de ellos. Desarrollado alrededor de la mitad del tercer decenio del siglo XX por un médico, J. L. Moreno (1889-1974), el psicodrama es un

complejo de métodos y conceptos aplicables a una amplia variedad de contextos. Moreno fue el pionero de la idea de que una de las principales metas de la terapia era aumentar la creatividad del paciente y de que ésta puede potenciarse evocando la espontaneidad del paciente. Este autor encontró que la dramatización improvisada de escenas reales de la vida del paciente facilitaba el equivalente de una terapia de juego con adultos: las personas pueden volver a representar situaciones y descubrir mejores maneras de reaccionar. El acting out, cuando se realiza de manera consciente, es muy distinto del acting out como reacción defensiva inconsciente. En realidad, sería mejor denominarlo acting in, ya que, en el curso de la interacción física espontánea con aquellos que representan a un individuo significativo en su vida, es frecuente que los pacientes descubran sentimientos más profundos y que lleven a la superficie actitudes y creencias preconscientes, y que superen sus propias tendencias hacia la intelectualización o al uso de otras maniobras verbales defensivas. Muchas de las ideas del psicodrama se han integrado a otros métodos. El enfoque de Satir para la terapia familiar tuvo influencia del estilo más directivo y orientado a la acción del psicodrama, y la escultura familiar fue una adaptación de un método psicodramático denominado sociometría en acción. Fritz Perls integró la técnica psicodramática de la “silla vacía” como una parte esencial de su enfoque para la terapia Gestalt. La dramaterapia y otras terapias que utilizan artes creativas también han integrado los principios del fomento de la espontaneidad y del uso de técnicas de acción. No es necesario saber todo acerca del psicodrama para adaptar sus ideas y técnicas; aprender ciertos principios de este prolífico enfoque ofrece la posibilidad de fertilizar a muchos otros abordajes e integrarse a ellos, de modo que a medida que lea las siguientes descripciones, considere como podría utilizar estos elementos. 6.6. Aplicaciones. Aunque algunos de los métodos del psicodrama pueden adaptarse e integrarse a otros enfoques terapéuticos, la representación plena, el psicodrama clásico, es tan complejo como una cirugía: al igual que ésta, el psicodrama debe aprenderse en la práctica, con supervisión de entrenadores más experimentados. El texto satisface la función de orientación intelectual, pero los lectores no deberían considerarse como capaces de dirigir las representaciones más complejas sin el tipo de entrenamiento que se describe en el folleto de Directory and Certification Standars publicado por el American Board of Examiners en Psychodrama, Sociometry and Group Psychotherapy (Psicodrama, sociometría y psicoterapia de grupo). Lo que, es más, al igual que el cirujano debe también ser un médico competente, un director de psicodrama debe fundamentar esa práctica en un conocimiento más amplio del diagnóstico y la teoría, un amplio rango de métodos de tratamiento además del psicodrama y así sucesivamente. Aunque los métodos del psicodrama, en forma modificada, tienen muchas aplicaciones en entornos no clínicos, como la educación, el entrenamiento profesional y empresarial, la resolución de conflictos dentro de la comunidad, talleres religiosos, programas de desarrollo de personal y similares; el énfasis de este libro se coloca en su uso como método de psicoterapia, que también fue el propósito original del psicodrama. 6.7. Una sesión típica. (En cierto modo, esta sesión es una combinación. Los nombres y situaciones se obtuvieron de diversas fuentes y se han cambiado y vuelto ficticios lo suficiente como para que no se les asocie con ninguna persona real. Proteger la confidencialidad es una de las normas del proceso grupal

que siempre se atiende no sólo al principio sino también después de transcurrir unas cuantas sesiones dentro del grupo.) La organización de la parte de acción de un psicodrama sigue la estructura de una especie de espiral. Gira hacia dentro del presente al pasado y del exterior a las partes más internas de la mente, aclarando un trauma, una prohibición, suavizando los puntos de fijación. Entonces la acción gira de nuevo hacia el exterior dirigida a cómo tomar una nueva decisión y practicarla en el presente y el futuro inmediato. La actuación de improvisación requiere una mezcla de un sentimiento de motivación y de un grado moderado de cohesión de grupo. Habrá veces en que las personas lleguen a un grupo sabiendo con qué quieren trabajar; quizá el tema ya lo haya tratado en parte otra persona en la sesión anterior y, en tal caso, estos individuos ya han tenido cierto calentamiento previo. En otras ocasiones, el grupo todavía está “frío”: los temas no están claros ni los procedimientos o tal vez ni siquiera existe la sensación de que las personas se conocen entre sí. Con frecuencia, el enfoque analítico tradicional permitía que el silencio en sí fuera un estímulo para la ansiedad, pero este abordaje tiende a acrecentar fuentes ilusorias de motivación. Es mejor permitir que las personas entren en contacto con sus preocupaciones acerca de sus propios asuntos y, para hacerlo, a veces se requiere tiempo para simplemente hablar de porqué están allí, cuáles son sus problemas y explicar un poco acerca de cómo será el enfoque del grupo. A veces es conveniente utilizar experiencias estructuradas o “calentamientos” como, por ejemplo, para un grupo que inicia, cuando el director sugiere que todos se paren en círculo y digan su nombre, acompañado de algún ademán o acción; lo anterior establece la norma para la actividad física y la expresividad no verbal. Existen cientos de calentamientos diferentes: utilizar la imaginación o tener pequeños encuentros dramáticos con una silla vacía; interacción no verbal o hablar sobre un tema determinado, por ejemplo, la historia del propio nombre y cómo se sienten los miembros del grupo acerca de sus nombres. Yalom señala, algo con lo que yo concuerdo, que las experiencias estructuradas no deberían utilizarse de manera demasiado automática, porque quizá oscurezcan la interacción natural del grupo que probablemente ocurriría. No obstante, si las cosas se tornan lentas o se congelan, es frecuente que una técnica apropiada funcione como un medio para “romper el hielo”. 6.8. Estado actual. El psicodrama es un campo que continúa evolucionando y difundiendo su influencia y aplicación. A pesar del hecho de que la mayoría de los textos en psiquiatría tienden a citar únicamente el material fuente original de los propios escritos de Moreno de los decenios de 1940-49 y 1950-59, desde la muerte de Moreno, muchos otros han publicado libros excelentes en este campo. En el sitio Web del autor de este capítulo se presenta una lista actualizada: www.blatner.com/adam/, y también existen extensas referencias en el sitio Web de la American Society of Group Psychotherapy and Psychodrama (Sociedad Estadounidense de Psicoterapia de Grupo y Psicodrama, ASGPP, 2002; www.asgpp.org). La mayoría de los libros disponibles mencionados en las referencias, así como otros textos pueden solicitarse de un servicio afiliado de venta de libros, Mental Health Resources (correo electrónico: [email protected]). Además, una American Board of Examiners in Psychodrama, Sociometry and Group Psychotherapy (Consejo Estadounidense de Examinadores en Psicodrama, Sociometría y Psicoterapia de Grupo) independiente certifica a quienes obtienen un entrenamiento completo y aprueban su examen. (Debido a que muchas personas realizan lo que ellos mismos llaman “psicodrama”, esta organización ofrece una manera de encontrar a quienes en verdad han

cumplido con el tipo de capacitación que reconocen sus colegas en la profesión.) En la actualidad, el entrenamiento requerido para obtener certificación completa incluye la obtención de un título de maestría en alguna profesión de ayuda, así como más de 780 horas de trabajo didáctico/experiencial y supervisión específica, todo ello a fin de garantizar un adecuado nivel de madurez y competencia. El examen requiere una comprensión de los temas éticos, conocimiento de la teoría y práctica, y una observación de las habilidades reales de dirección del candidato. En la actualidad existen cerca de 180 entrenadores y 200 practicantes certificados en EUA. En otros países, el aumento en el interés profesional ha resultado en la formación de organizaciones nacionales y multinacionales, publicación de libros y revistas, y realización de conferencias internacionales. Hoy día, en el mundo existe una cantidad estimada de 10 000 profesionales que tienen más de 200 horas de entrenamiento y la mitad de ellos cuentan con más de 700 horas. Se han formado diversas organizaciones de psicodramatistas en, cuando menos, 25 países y existen profesionales interesados en muchos otros. Ahora, varios de estos países tienen sus propias revistas dedicadas al psicodrama. 6.9. Juego improvisado en terapia de pareja. El juego coloca a la experiencia “entre paréntesis”, de modo que es socialmente permisible explorar las alternativas a la conducta convencional sin las consecuencias que normalmente surgen de esta conducta en la “vida real”. En la terapia de pareja, a los individuos que suelen reaccionar con gran intensidad a las conductas de los demás, les es posible relajarse y ser más tolerantes a la misma conducta o a comportamientos similares cuando se llevan a cabo dentro de un contexto de juego. Todos los ejercicios y juegos de los EpC y, de hecho, todas las representaciones improvisadas se basan en la aceptación de ofrecimientos. Estos dos ejercicios entrenan a los pacientes a prestar atención a los ofrecimientos no verbales mutuos y se pueden recrear de manera exitosa sólo cuando un ejecutante acepta los ofrecimientos del otro. “Estatus” como se utiliza en los EpC, se refiere a conductas que implican una importancia relativa. Dentro de una díada, las conductas de alto estatus señalan que el ejecutante es más importante que el otro, mientras que las conductas de bajo estatus, señalan una importancia menor. Las claves de estatus son conductas específicas de la cultura que señalan de manera confiable estatus alto, similar o bajo. 6.10. Improvisación, juego EpC. La improvisación es la invención, en el momento, de conductas que satisfacen una necesidad inesperada o que constituyen una respuesta novedosa, pero adecuada. Los EpC utilizan la improvisación teatral en forma ya sea de ejercicios, en los que las personas responden como ellas mismas a una tarea, instrucción o situación novedosa; o de juegos, en los que el individuo responde a una situación dada como un personaje diferente de sí mismo. En los EpC, los juegos y ejercicios se llevan a cabo tanto en un espacio físico distinto al entorno terapéutico normal (p. ej., el escenario de un teatro), como en un terreno imaginario separado del mundo real, lo que Johnson denomina el espacio de juego. Al improvisar con otros, las personas (ahora llamadas ejecutantes) crean y representan, unas con otras, “realidades” inventadas que sólo existen por el mutuo acuerdo entre los ejecutantes y el público; tales realidades existen sólo dentro del espacio de juego y tienen la misma validez que las reglas de un juego convencional. De la misma

manera, como los juegos, todos los involucrados entienden que estas realidades creadas de manera conjunta poseen un significado que se limita al escenario o al mundo del juego, a diferencia de tener consecuencias en la “vida real”. Por esta razón, durante el juego de improvisación es factible emprender conductas exploratorias sin el mismo grado de riesgo que las conductas que se llevan a cabo en un contexto de no juego. La buena improvisación tiene mucho en común con el buen funcionamiento de las relaciones: ambas requieren de cooperación, de prestar atención cuidadosa a los demás y de la validación mutua. Los EpC utilizan juegos y ejercicios de improvisación para evaluar el funcionamiento de las relaciones y con frecuencia se encuentra una correspondencia entre las dificultades que se experimentan al improvisar en conjunto y los problemas para relacionarse. Estos mismos juegos y ejercicios de los EpC también son útiles para enseñarles a parejas, familias y miembros de un grupo mejores maneras de conectarse y cooperar. Los juegos y ejercicios de los EpC desplazan el contexto social de la realidad a una modalidad más lúdica y fantástica, con lo que se reduce el temor de las consecuencias de “vida real” del cambio y se fortalece la conducta exploratoria. Cuando los pacientes liberan sus imaginaciones, expanden su uso del Sí mismo para incluir el simular ser alguien más y así deslindarse con mayor facilidad de las limitaciones habituales tanto en la conducta personal como interpersonal. Es posible modificar las relaciones por medio de la improvisación de situaciones que expanden el rango emocional, alterando el posicionamiento social de los ejecutantes y promoviendo la cooperación por medio de compartir el control. Así como otras técnicas de acción (experimentales), los EpC abren vías alternas de aprendizaje que no dependen de manera exclusiva del procesamiento verbal. Aunque cada juego y ejercicio de los EpC tiene una estructura definida e instrucciones específicas, el terapeuta siempre cuenta con la capacidad de improvisar, modificando o creando reglas y condiciones que se adecuan a las necesidades y oportunidades del momento durante la terapia. UNIDAD VII: JUEGO CON ARENA/JUEGO CON MUÑECOS. 7.1. Juego con arena en la terapia con adultos. La terapia de juego con arena da la oportunidad a los pacientes adultos de representar, en lugar de verbalizar, sentimientos y experiencias que con frecuencia son difíciles de expresar en palabras. Tanto terapeutas como pacientes han encontrado que las escenas de juego con arena, creadas con arena, agua y miniaturas dentro de un cajón poco profundo, sirven como una ventana al inconsciente que proporciona una sorprendente y nueva posición estratégica desde la cual se pueden nutrir y experimentar la salud y la transformación. El empleo del juego con arena con los adultos les ofrece la oportunidad de jugar de manera creativa y de expresarse en forma simultánea, sin palabras, por primera vez desde que eran niños. A través de la experiencia libre del juego, la mente cognitiva lógica se hace a un lado y se permite que surjan los elementos inconscientes, inocentes y poco sofisticados de la psique que antes se habían reprimido. Una vez que éstos se hacen disponibles, es posible liberar las energías reparadoras que ayudan al individuo a percibir y enfrentar sus problemáticas vitales; mediante esta experiencia, se pueden descubrir, concientizar e integrar los aspectos no realizados de la personalidad, lo que conduce a un mayor sentido de equilibrio y totalidad y a una vida enriquecida y más satisfactoria. 7.2. Orígenes del juego con arena: como empezó todo.

La técnica terapéutica del juego con arena, que implica la colocación de miniaturas dentro de un cajón poco profundo lleno de arena seca o mojada a fin de crear una escena, se originó en 1929 con niños que trabajaban terapéuticamente con la médico londinense Margaret Lowenfeld. Ella abasteció su cuarto de juegos con diversos juguetes pequeños y con dos bandejas de cinc, una llena de arena y la otra llena de agua. En menos de tres meses, sus pacientes infantiles habían combinado estos elementos de manera espontánea y habían creado una nueva técnica; los niños llamaban a esta experiencia “crear su mundo”. Lowenfeld utilizó la técnica del mundo para observar y registrar en forma objetiva la disposición emocional de los niños. Sus presentaciones mundiales de este nuevo enfoque se recibieron con entusiasmo, ya que la técnica ofrecía una manera de registrar las comunicaciones de los niños a través de su lenguaje natural de juego por medio de esquematizar o fotografiar la escena. Unos 25 años después, en 1954, Dora Kalff se encontraba finalizando su capacitación en el C. G. Jung Institute; debido a su continuo interés en ayudar a los niños, asistió a una conferencia de Margaret Lowenfeld en Zurich. A causa de la profunda impresión que le causó la técnica del mundo de Lowenfeld e intrigada con la posibilidad de examinarla aún más, Kalff le habló a su amigo, C. G. Jung, acerca de este nuevo enfoque. Jung mismo recordó haber asistido a una conferencia en Francia, en 1937, donde había dado respuesta formal a una presentación de Lowenfeld. Alentó el interés de Kalff en continuar con esta técnica, reconociendo el potencial del uso de miniaturas y de arena para reflejar las imágenes provenientes del inconsciente. Entonces, Kalff se comunicó con Lowenfeld en cuanto a la posibilidad de trabajar con ella en Londres; ésta estuvo de acuerdo y Kalff estudió con ella durante un año en 1956. 7.3. Teoría del juego con arena: ¿por qué funciona el juego con arena? 1. Redirección de la atención hacia el interior. Meter las manos en la arena y cambiarla y moverla de un lado al otro es una experiencia cinestésica que desvía la atención del mundo externo, lamente consciente, y la redirige hacia el interior, al cuerpo y, en última instancia, al propio terreno interno. 2. Activación de las energías reparadoras. A medida que el individuo explora la colección de miniaturas, algunos objetos parecen estar dotados de una atracción magnética. La atención del paciente se centra en ellos y los elige debido al significado inconsciente simbólico que se proyecta sobre estos objetos. 3. Expresión del inconsciente. Los materiales del juego con arena ofrecen la oportunidad de que los componentes psíquicos inconscientes, antes controlados y que ahora se esfuerzan por salir libres, se revelen de manera inconsciente y simbólica en las escenas de arena. 4. Estimulación creativa. Al participar dentro de este proceso expresivo, el individuo tiene la oportunidad de percibir el despertar y emerger de sus propios poderes creativos y de recuperación, y concientizarse de algo más grande e inspirador que él mismo. En ocasiones, esta experiencia se acompaña de un momento extraordinario, similar a un insight profundo o a un intenso despertar espiritual. 5. Presencia del otro. El inconsciente se mueve con libertad a niveles más profundos a medida que se desenvuelve la experiencia del juego con arena en presencia de otro, el terapeuta, quien refleja y acepta (sin juicio ni análisis) lo que la psique ha presentado.

6. Observación integradora. La observación de la creación del juego con arena promueve una concientización incrementada y la integración del material inconsciente al ofrecerlo en una forma tridimensional tangible. La interpretación es innecesaria y llega a obstaculizar el desenvolvimiento del proceso. 7. Revisión y reflexión. Algún tiempo después de la realización de una serie de areneros, el alivio se intensifica a través de las reflexiones de paciente y terapeuta acerca del proceso del juego con arena y del análisis conjunto de los areneros. El acercar la comprensión a la conciencia mantiene el vínculo vital entre el Sí mismo y el Yo. 7.4. Pasar de la teoría a la práctica. Arenero. Proporciona un espacio seguro donde el paciente está libre de concentrar su imaginación sobre la experiencia inmediata, dentro de los límites protectores del arenero. Arena. La arena representa el instinto, la naturaleza, lo maternal y los poderes sanadores de la Madre Tierra; por lo común se utiliza arena esterilizada, ligera, de grano fino y en general cada arenero se llena de arena a la mitad, por lo general con 4.5 a 7 kg. Agua. De manera práctica, el agua se utiliza en el arenero de diversas formas: • Hacer desaparecer una forma y crear una nueva. • Humedecer la arena y facilitar que se modele y se le dé forma. • Para alterar y suavizar. • Para inundar o sumergir. • Para disolver una escena existente. Miniaturas. Las figuras disponibles deberían conformar una muestra representativa de todos los objetos animados e inanimados que es factible encontrar en el mundo externo, así como en el mundo imaginario interno. Tales miniaturas ayudan a desencadenar la experiencia interna y facilitan la expresión de los sentimientos, emociones o situaciones representadas en el arenero. Exhibición de las miniaturas. Si las miniaturas y objetos se exhiben sobre repisas y se disponen en agrupamientos “familiares”, como agrupaciones de gente común y corriente, grupos de animales salvajes, de animales domésticos y de figuras religiosas, el participante podrá examinar los grupos con facilidad e identificar las miniaturas específicas que contengan una atracción magnética para él. 7.5. El proceso del juego con arena: lo que usted necesita saber. A pesar de que el proceso del juego con arena parece directo e incluso sencillo, pronto se hacen evidentes las complejidades del enfoque. Lo más importante es la presencia de un terapeuta que valore el poder restaurador del inconsciente y que sea capaz de proporcionar un espacio seguro para el paciente. La tentadora invitación, “¿le gustaría hacer una imagen en la arena?” con gran frecuencia es seguida de preguntas del paciente y de explicaciones del terapeuta; en caso de una respuesta afirmativa, este último le pedirá que comience por medio de tocar la arena y después examinando y seleccionando miniaturas. Estos pequeños objetos encuentran sus propios espacios únicos sobre la arena creando, al final, una escena terminada. Al concluir, quizá el paciente haga

comentarios acerca de la escena; sin embargo, las interpretaciones del terapeuta no se proporcionan en este momento. Una vez que se ha ido el paciente, el clínico fotografía la escena; estas fotografías se almacenan en espera de la terminación del proceso de juego con arena del individuo (es decir, una variedad de escenas que parecen llegar a un descanso). Algún tiempo después, paciente y terapeuta examinan las fotografías para reflexionar acerca del contenido de las escenas y del proceso mismo, y descifrarlos. 7.6. Comprensión de las imágenes de arena: obtención del significado a partir del todo. • Información personal del paciente. La edad, género, nivel socioeconómico, pertenencia racial, étnica o ambas, creencias espirituales, motivación para la creación del arenero e información demográfica adicional del paciente, pueden ser de utilidad en la comprensión de los areneros. • Creación de la imagen de arena. A fin de tener una comprensión total de la imagen de arena, es importante prestar atención al proceso del paciente durante la creación del arenero; por ejemplo, si se crea con velocidad o lentitud, con gran premeditación o de manera espontánea, con temor o con emoción. • Contenido del arenero. El contenido del arenero se debe vigilar y registrar con cuidado (ya sea a través de fotografías, bocetos o ambos), prestando atención a los objetos utilizados y su significado simbólico; colocación de las miniaturas y cambios de posición; movimientos de la arena; además de organización y contenido generales de la imagen de arena, incluyendo temas, etapas y fases, en especial los de un arenero inicial. • Series de juego con arena. Es importante notar la manera en que evolucionan las imágenes de arena de los pacientes con el paso del tiempo, incluyendo los símbolos que se utilizan con regularidad, la manera en que ha cambiado su colocación en el arenero, la forma en que se han desarrollado y cambiado los temas, y las variaciones en la organización de las escenas. • Historias de juego con arena. Algunos pacientes cuentan una historia acerca de la imagen de arena; otros se sienten estimulados por ésta y recuerdan sucesos y sentimientos presentes o pasados. Escuchar con cuidado el contenido simbólico, matices emocionales, temas y resoluciones de las historias de juego con arena, proporciona un insight adicional al proceso interno del paciente. • Respuesta emocional del terapeuta. Cuando el terapeuta es capaz de escuchar sus propias respuestas emocionales y cobrar conciencia de las imágenes espontáneas, puede surgir una comprensión más profunda acerca del proceso del paciente y de la creación misma de arena. 7.7. El caso de Anna: conjuntándolo todo. A fin de ilustrar la manera en que se desenvuelve el proceso reparador en un caso clínico, considere tres escenas seleccionadas de juego de arena, creadas por Anna, una mujer de mediana edad, desde las perspectivas teóricas antes descritas, en específico: • Los paralelos entre sus antecedentes y la imaginería en la arena. • La disposición de Anna a participar en el juego con arena y la forma en que esto influyó en sus escenas. • Su enfoque al crear una escena de arena y lo que esto sugirió. • Su primer arenero (con base en las observaciones de Kalff y Friedman acerca de areneros iniciales). • El contenido simbólico y los posibles significados.

• Su uso de temas que reflejan heridas y de salud al paso del tiempo. • Pautas del desarrollo. • Comentarios e historias de Anna en cuanto a sus juegos de arena. • Respuestas emocionales de la terapeuta a los areneros. • Cuestiones transferenciales.

Conclusión La caja de arena trae consigo de vuelta un elemento importante en nuestro desarrollo mental infantil: el juego. Ese juego creativo que se produce en la arena explora los antiguos patrones arquetípicos que forman parte del paciente. Es la propia acción del juego en la arena (la visualización, la elección personal y la forma en la que se colocan las miniaturas en la arena) la que activa esa dimensión arquetípica interna. Mediante las fotografías que el terapeuta toma del resultado de la caja, se pueden analizar diversos patrones mentales en la inconsciencia del paciente. Es una técnica interesante porque se aleja del plano lingüístico. En muchas ocasiones, el paciente no es capaz de verbalizar lo que le ocurre, especialmente cuando hablamos de niños. Así, pese a la imposibilidad de verbalización, el psicólogo puede tener una muestra del problema. Esta clase de técnicas son extremadamente útiles, pues crean en la consulta un espacio libre de estrés, donde el paciente se siente cómodo. Asimismo, el juego creativo ayuda a liberar tensión y crea en la consulta un lugar de respeto y libertad para que el paciente/cliente se exprese.

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