Terapia Miofuncional

Terapia miofuncional La terapia miofuncional previene, valora, mejora o corrige dificultades relacionadas con el sistema orofacial, en la producción del habla, la masticación y deglución, etc. Es una disciplina muy amplia, así que el tipo de ejercicios posibles varia en función de lo que queramos mejorar o conseguir. Os mostramos algunos ejemplos de lo que hacemos: MASAJES

Ayudan a relajar o aumentar el tono de los músculos de la cara y a “recordarles” de forma pasiva cuál es su posición correcta (por ejemplo, mantener los labios juntos y no separados en reposo).

Introducción al masaje facial Toda la musculatura facial está directamente relacionada con otros grandes procesos en el desarrollo del individuo como son la expresión del lenguaje a nivel facial y oral y la deglución de los alimentos.

Una de las técnicas más utilizadas y efectivas es realizar masajes en la cara, que se adaptarán a las necesidades específicas del alumno en cada caso; en función de la posible patología, de las zonas prioritarias a trabajar y del tono muscular de las mismas. Además, este tipo de actividad compartida es agradable y mejora los lazos afectivos los dos participantes. Antes de realizar este trabajo en motricidad fina, es conveniente haber movilizado todo el cuerpo a nivel grueso, para que sea más efectivo el tratamiento.

Masaje estimulante Para alumnos con hipotonía facial (tensión muscular por debajo de lo normal). Masajear las distintas zonas de la cara ejerciendo una presión moderada con las yemas de los dedos, comenzando desde lo más global (toda la cara) hacia lo más concreto (músculos específicos) Trazaremos bucles o masajearemos en círculo con cierta rapidez pero siempre “hacia arriba”, en dirección al origen/inserción del músculo, escogiendo una u otra opción en función del músculo a tratar. · Bucles: zona frontal, cejas, pómulos, mandíbula y por encima y por debajo de los labios. · Líneas: por toda la cara al comienzo, y por encima y por debajo de los labios. · Círculos: mejillas y masetero (articulación temporomandibular).

Podemos terminar con unos ligeros toques con las yemas de los dedos por toda la cara, que además, favorece la conciencia del propio cuerpo (propiocepción) y ayuda a regular la sensibilidad.

Incidiremos con mayor insistencia y frecuencia sobre las zonas que más lo requieran. Por ejemplo, para mejorar el tono de los labios superior o inferior.

Masaje facial relajante Para alumnos con hipertonía facial (exceso de tensión muscular). Masajear las distintas zonas de la cara ejerciendo una ligera presión con las yemas de los dedos (parecida a la de una caricia), comenzando desde lo más global (toda la cara) hacia lo más concreto (músculos específicos) Trazaremos bucles o masajearemos en círculo lentamente, pero siempre “hacia abajo”, escogiendo una u otra opción en función del músculo a tratar. · Bucles: zona frontal, cejas, pómulos, mandíbula y por encima y por debajo de los labios. · Líneas: por toda la cara al comienzo, y por encima y por debajo de los labios.

· Círculos: mejillas y masetero (articulación temporomandibular). Podemos terminar con unos ligeros toques con las yemas de los dedos por toda la cara, que además, favorece la conciencia del propio cuerpo (propiocepción) y ayuda a regular la sensibilidad. Incidiremos con mayor insistencia y frecuencia sobre las zonas que más lo requieran. Por ejemplo, para mejorar el tono de los labios superior o inferior.

SOPLO Tener una correcta expulsión del aire es necesario para la producción oral adecuada. Podemos trabajar variables como la dirección, la capacidad de soplo, el control de la expulsión del aire, etc.

Praxias Orofaciales Tenemos muchísimos ejercicios que ayudan a movilizar, tonificar y controlar todos los músculos orofaciales. Es conveniente realizarlos también en casa y a diario, un ratito cada vez. Algunos ejemplos son: -Sujetar un lápiz a modo de bigote: tonifica los labios y la musculatura de la boca.

- Sujetar una espátula de madera o una cinta con los labios, sin usar los dientes: activa el cierre de los labios. - Para obtener una mejor musculatura en la lengua es necesario ejercitarla con diferentes movimientos, ya pueden ser circulares, arriba-abajo, derecha-izquierda, delante-detras. - Sujetar un botón con ambos labios mientras se tira de él con un hilo: mejora la hipotonía los labios.

- Sujetar una cinta entre los labios. Puede aplicarse mientras se realiza otra actividad, como leer un cuento.

Las praxias linguales, su objetivo es mejorar el control de los movimientos de la lengua para hacerla más precisa.