Descripción De La Lengua árabe.pdf

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Josep Puig Montada

Una descripción de la lengua árabe

Universidad Complutense de Madrid 2008

1

Sumario

Introducción

3

I. Los orígenes del árabe clásico

6

II. La evolución del árabe clásico

17

III. Fonología

23

IV. Morfología verbal

35

V. Morfología nominal

55

VI. Partes no-significantes del lenguaje

72

VII. Sintagma nominal

79

VIII. Sintagma verbal

88

IX. Oración simple

94

X. Oraciones complejas

103

XI. Estilo y conectores

114

XII. Sobre la gramática nacional árabe

120

Bibliografía

124

2

INTRODUCCIÓN El número de los considerados arabo-parlantes se estima, en 2008, en más de 300 millones, un número siempre en aumento. Incluimos aquí aquellos hablantes que tienen otra lengua materna, como los que tienen el beréber como su primera lengua en el norte de África, pero que están familiarizados con el árabe hablado. En Siria y el norte de Iraq encontramos minorías hablando dialectos neo-arameos, pero entendiendo el árabe. También en el norte de Iraq, una importante minoría kurda conoce el árabe, y en la misma Península Arábiga existen grupos de población con lenguas sudarábigas. En cuanto al sur del Sudán, donde la población habla varios dialectos bantúes, el árabe es impuesto como lengua oficial. El árabe es la lengua oficial de una veintena países independientes del Oriente próximo y del norte de África1. Israel reconoce también el árabe como una de sus lenguas oficiales, y en distintos países industrializados hay comunidades de inmigrantes árabes. En España, tras siglos de ausencia, buena parte del medio millón de inmigrantes en su mayoría marroquíes lo hablan como lengua materna. A nivel intergubernamental, el árabe es una de las lenguas oficiales de la Organización de las Naciones Unidas, desde 1974. A la inversa existen regiones donde la lengua oficial es otra, y donde parte de la población habla árabe: en Khuzistán (Arabistán), al sur de Irán, en Balkh, en “islotes” de Afganistán, de Uzbekistán, del sur de Turquía (Siirt, Iskenderun), o del norte de Níger, Mali o Chad. Como curiosidad citamos el dialecto maltés, influido por el italiano, y relacionado con el árabe hablado en su día en Sicilia.

1

Remito al informe de la UNESCO sobre lenguas del mundo para toda actualización.

3

El árabe es además la lengua de culto de todos los musulmanes, independientemente de su lengua nativa. Más de mil trescientos millones de creyentes sienten esta lengua como propia porque es la lengua de su texto sagrado. El Escrito es algo que todo musulmán, árabe o no, conoce en su original árabe aunque sea de manera muy limitada como algunas frases. Ahora bien, ¿en qué sentido podemos decir que todas estas comunidades hablan árabe? Sus hablas proceden del árabe hablado en la época de la gran expansión musulmana, y normalizado en el siglo VIII: este antecedente común es indiscutible. De manera general, son posibles distinciones entre dialectos urbanos y rurales o beduinos, pero las diferencias entre los dialectos árabes propios de cada región son tales que el hablante de uno a menudo es incapaz de entender al de otro, menos que un neerlandés puede entender a un danés. Sin embargo, todos ellos confiesan hablar “árabe”. Los dialectos árabes son de hecho lenguas maternas: sus hablantes los adquieren de sus familias, antes de ir a la escuela. Así se define una lengua viva: la que se aprende de los padres. Ante una diferencia objetiva tan clara sorprende esta afirmación tan general, pero ella tiene su explicación en la voluntad política y en la conciencia cultural, más que en el recuerdo de un antecedente común. Ahora bien, este antecedente pervive, porque estos hablantes acceden a otra lengua culta, unificadora, a través de la educación (en sentido amplio). Durante siglos esta lengua ha sido el árabe del Corán, el árabe clásico, que ha ido dando paso a un “árabe moderno culto”, del que deriva y que tiene por referencia directa. El resultado es una unificación lingüística. Sin embargo, la escuela no es el único factor “desfragmentador”. Un fuerte intercambio de poblaciones se registra en el mismo mundo árabe, por ejemplo, de trabajadores egipcios en los estados del Golfo Arábigo, y estas poblaciones se ven obligadas a entender y hacerse entender en una lengua 4

distinta, sea el dialecto del país de acogida, o sea una lengua común. Esta lengua es la lengua de los medios de comunicación y de la administración. La presencia del árabe clásico la asegura la escolarización, pero en un grado mucho mayor, la religión, porque la sociedad árabe es una sociedad religiosa y el Corán está presente en la vida cotidiana. En un hablante árabe a menudo conviven, pues, tres niveles: la lengua familiar, que pocas veces se escribe, el “árabe culto moderno”, en inglés conocido por Modern Standard Arabic, abreviado MSA, y de manera receptiva, una lengua litúrgica, el árabe clásico. Estos dos últimos niveles son asimilables en una misma forma “alta”, siendo lícito hablar de diglosia entre el árabe culto moderno y el árabe clásico, de una parte, y los dialectos, por otra. Todo análisis del árabe debe tener en cuenta esta situación.

5

I. Los orígenes del árabe clásico. El árabe pertenece al conjunto de lenguas semíticas, lenguas vivas o muertas que ofrecen suficientes rasgos comunes en sus fonologías morfosintaxis y léxicos como para esbozar una lengua madre, el Proto-semítico, anterior al 2500 a.C. No olvidemos que esta lengua no deja de ser una convención o hipótesis. Recordemos que el Semítico común forma parte, a su vez, de un complejo de lenguas denominado Camito-semítico (o Hamitosemítico). Su Proto-camito-semítico se hablaría antes de 10000-9000 años a.C. Aunque existen teorías acerca de un antepasado común al Camito-semítico que unos denominan Ario-semítico y otros Nostrático, no pasan de ser teorías de base débil. En cambio, el complejo Camito-semítico aparece bien fundado. D. Cohen insistió en los vínculos que unen una serie de lenguas afro-asiáticas que se agrupan bajo este nombre. Este complejo comprende cinco grupos principales de lenguas: Semítico, Beréber, Egipcio (se extiende además a las lenguas demótica y copta), Chádico, y Cushítico1. Muchas se localizan en África, y el grupo semítico es el más importante. El léxico de las lenguas semíticas se basa en raíces consonánticas, casi siempre en tres consonantes, y donde las vocales no tienen valor léxico. Esta es la doctrina generalizada, pero discutible. Von Soden, Ullendorff, Voigt consideran que hay elementos vocálicos, algo que cobra fuerza en las raíces trilíteras formadas por dos consonantes y una semiconsonante, de modo que bnî “construir” sería un caso de raíz originariamente consonántica y vocálica. 1

Cushítico proviene de Kush que, en la Biblia, es el hijo mayor de Ham o Cam. El adjetivo cushítico califica unas lenguas que ahora hablan unos quince millones de personas en la zona limítrofe del Mar Rojo y en Etiopía.

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Es evidente que la mayoría de raíces en las lenguas semíticas son triconsonánticas, y que las palabras con raíces de dos consonantes son minoría, pero las últimas pertenecen a un fondo muy antiguo, por ejemplo, yad “mano”, yam “mar”. Además los verbos llamados “cóncavos”, como el verbo qâm en hebreo “estar de pie”, dejan entrever una estructura biconsonántica, y comparaciones con otras lenguas camito-semíticas ayudan a creer en lo mismo. La raíz lib/lub, “corazón”, que mantiene las dos consonantes en la mayoría de lenguas camito-semíticas, se transforma, por ejemplo, en triconsonántica en árabe, lubb1. En cualquier caso se admite que en el semítico común coexistían los dos tipos. Sobre las raíces actúan tanto los morfemas léxicos como gramaticales, consistentes en vocalización y afijos. Por ejemplo, ktb es una raíz triconsonántica expresando la noción de ‘escritura’. En árabe, un morfema léxico es maC1C2aC3at, y su aplicación da maktabat, “biblioteca”, y un morfema gramatical es yaC1C2uC3u, “él escribe”. Los morfemas pueden ser externos, internos o sintácticos. Externos son los afijos, e internos son consonantes, vocales y pautas o plantillas prosódicas. Los sintácticos corresponden al orden de las palabras o a elementos independientes. La flexión interna, es decir, el recurso a morfemas internos, es característica de las lenguas semíticas. Brockelmann agrupó las lenguas semíticas en tres grupos: noroccidental, nororiental y suroccidental, una clasificación siempre operativa y que es compartida por Bergsträsser, Moscati o Ullendorf:

1

V.E. Orel – O.V. Stolbova, Hamito-Semitic Etymological Dictionary (Leiden, 1995), p. 362, § 1668.

7

Semítico NE

Acadio

Cananeo

NW

Arameo Arabe N.

SW

Arabe S.

Ge‘ez

1.- El grupo NW suele subdividirse en cananeo y arameo. Esta subdivisión es verificable a partir del I milenio a.C., cuando el arameo aparece en inscripciones. El cananeo abarca la zona sirio-palestina, a partir de fines del segundo milenio a.C. Dentro del subgrupo cananeo se encuentran el ugarítico, el hebreo y el puno-fenicio. El ugarítico es el lenguaje de los textos cuneiformes descubiertos en Ugarit (Râs Shamra), pertenecientes a los siglos XIII-XIV a.C. Algún autor (Goetze) cree que el ugarítico desciende directamente del semítico noroccidental. El puno-fenicio está representado por inscripciones en ciudades – entre s. X-I a.C.- y colonias púnicas – entre s. IX a.C. y II d.C. El hebreo comprende primero la lengua del periodo bíblico (1200-200 a.C.) cuando era una lengua viva y hablada. Los textos bíblicos originarios distan mucho de la forma unificada que les dieron los masoretas de Tiberíades en el s. X. Así Alexander Sperber examinó la pronunciación pre-masorética y encontró dos dialectos subyaciendo. El segundo periodo es el post-bíblico (300 a.C. – 400 d.C.) o mishnaico, y puede que la lengua tuviera aún cierta vida. Es la lengua que comienza con la literatura apócrifa, aparece en los documentos del Mar Muerto y es fecunda en la literatura rabínica de los primeros siglos de la era cristiana. Los Tanna’im, 8

“repetidores” (Mishna, terminada hacia 200 d.C., y su Tosefta “adición”) y los Amora’im “expositores” (Midrash) escribían en este hebreo. El tercer periodo es el medieval (500 -1700 d.C.) y empieza con el Talmud babilónico. El hebreo no se habla ya, es el lenguaje litúrgico, de la poesía sobre todo religiosa y del estudio. Un cuarto periodo se abre con los esfuerzos para resucitar el hebreo en el s. XVIII, hasta finalmente convertirse en lengua oficial después de la creación del estado de Israel, allí se habla la lengua que fue desarrollada por E. Ben Yehuda. El arameo presenta sus primeras manifestaciones a principios del I milenio a.C. Tuvo un extenso desarrollo como lengua de comunicación del antiguo imperio persa y sustituyó el hebreo como lengua hablada en Palestina, desde el siglo II a.C. El arameo se diferenció, probablemente hacia el siglo I a.C., en dos ramas: occidental y oriental. En arameo antiguo se encuentran las inscripciones sirias y del norte de Iraq de los siglos X-VIII a.C. El arameo clásico era usado durante los siglos VIIIV en los imperios asirio, babilónico y persa. Sobrevive en inscripciones y también en papiros y ostraca. Algunas partes del Antiguo Testamento contienen frases del llamado arameo bíblico (s. V-II a.C.). El arameo occidental comprende el nabateo, el palmireno, y el judeopalestino. El nabateo era la lengua de una población árabe que fundó el estado de Petra (s. I a.C. – III d.C.). Las inscripciones nabateas están muy extendidas en tumbas y lápidas votivas. El palmireno era igualmente la lengua de una población árabe que se asentó en Palmira (Tadmur), entre los s. I a.C. y III p.C. y se conoce también por sus inscripciones. El judeo-palestino es la lengua hablada en Palestina en vida de Jesús y durante el siglo primero de la era cristiana. El Targum palestino está en este arameo, así como numerosos textos 9

de la tradición judía. Otra variante del arameo occidental es el samaritano, el cristiano-palestino – la lengua de los melkitas entre los siglos V-VIII d.C.- y la lengua de los poblados de Ma‛lûla, Jubb‛adîn y Bakh‛a, cerca de Damasco. El arameo oriental abarca el siríaco, el babilónico, el mandeo y el dialecto que sigue hablándose en la región del Mosul, junto al lago Urmia (Irán) y en Tûr ‘Abdîn, al Norte de Siria. El siríaco nació en Edesa, sirvió para expresar una importante cultura cristiana entre los siglos III-XIII d.C., cediendo el terreno al árabe. El arameo babilónico era la lengua de los judíos residentes en el centro de Iraq (siglos IV-VI), y en la que escribieron su Talmud. Mando es el lenguaje de una secta gnóstica que existió en Mesopotamia entre los siglos III-VIII. 2.- Al grupo nororiental pertenece el acadio, hablado en Mesopotamia en tiempos anteriores a la cristianización. Toma su nombre de Akkad, la capital del imperio de Sargón el Grande (2350-2294 a.C.). Tiene una forma antigua (25002000 a.C.) y una bifurcación de la misma, a partir del 2000 a.C. en asirio y babilonio, extendidos en la parte norte y sur de la región, respectivamente. La lengua de Ebla, descubierta en los años 1970, suele considerarse una variante del acadio. 3.- En el grupo suroccidental se distinguen tres familias: las lenguas de Etiopía, el árabe meridional y el árabe septentrional. A partir del siglo IV a.C. se habla el Ge‘ez, el lenguaje clásico de Etiopía, y hacia el s. XII deja de hablarse. En la actualidad, los dialectos de Etiopía son dos septentrionales, Tigré y Tigrinya (más el Ge‛ez para la liturgia), y cinco meridionales, amhárico, Argobba, Harari, Gafat, y Gurage. El árabe antiguo meridional, también conocido como Sudarábigo Epigráfico (ESA) se habló entre el siglo IX a.C. y el VI p.C. y sus dialectos más importantes eran el sabeo, mineo, qatabanio y hadrami. Coinciden con las ciudades estado a las que pertenecen las inscripciones y se conservan en 10

inscripciones, en especial, el sabeo. Hoy en día los principales dialectos sudarábigos son mehri (con su dialecto harsûsi), soqotri y jibbâli. El nordarábigo preclásico está documentado en inscripciones del periodo V a.C. – IV d.C. Más difícil es conocer cuándo nace esta lengua árabe, es decir cuándo empieza a hablarse, pero no es antes del siglo IX a.C. Sus dialectos eran el thamûdeo, el lihyâni y el safeo, y del norte era, y es, el árabe que aquí consideramos. Las inscripciones thamûdeas fueron estudiadas desde 1876 y en 1950, Albert van den Branden publicó la gran mayoría de ellas; las más antiguas son del s. VI a.C. Cantineau y Leslau sostienen que estos cuatro dialectos pertenecen a un grupo propio, de manera que tendríamos cinco grupos: NE, NW, SE (Etiopía), S (árabe meridional) y SW (árabe). Por su parte, Hetzron propone una nueva clasificación con dos divisiones mayores: Semítico oriental y occidental. El primero incluye el acadio y la lengua de Ebla. El semítico occidental se subdivide en central y meridional. El grupo central comprende el árabe y el semítico NW (ver arriba). El grupo meridional se subdivide a su vez en semítico sur-este (Soqotrî, Mehri, Jibbâli, Harsûsi)) y semítico sur-oeste (antiguo árabe del sur y lenguas etiópicas). Un cambio notable de Hetzron es la afiliación del árabe al grupo central. La ‘arabîya Hasta no hace mucho tiempo, se consideraba que la inscripción más antigua en lengua árabe era la de una tumba real en an-Nammâra, al sur de Damasco: 328 d.C. y que todavía utilizaba caracteres arameos (nabateos). Sin embargo, la fecha debe adelantarse a 267 d.C. por una inscripción funeraria de Arabia redactada fundamentalmente en árabe1. Ahora bien, la época en que nace 1

Ver Christian Jules Robin, “Les inscriptions de l’Arabie antique et les études arabes”, Arabica, 48 (2001), p. 547. Se trata del documento Jaussen-Sauvignac, 17; ver su Mission

11

la lengua árabe no se puede fijar con exactitud y solamente se apunta hacia el s. IX a.C. por los nombres árabes recogidos en crónicas asirias. Para encontrar el árabe con una literatura extensa y bien conservada, tenemos que esperar hasta el siglo VI d.C. Las tribus beduinas del desierto de Arabia poseían una rica poesía que no escribían y conservaban sólo de forma oral. El lenguaje de esta poesía métrica es muy elaborado, aunque debemos admitir que presenta modificaciones introducidas posteriormente por los transmisores y editores. Algunas modificaciones

servirían

para

uniformar

este

lenguaje,

eliminando

peculiaridades dialectales. La primera y básica pregunta es si el lenguaje de la poesía pre-islámica y el lenguaje cotidiano son idénticos. Fück creía que en efecto la lengua de esta poesía oral y la lengua hablada de cada día coincidían. Los árabes utilizaban terminaciones para la conjugación de los verbos y la declinación de los nombres (i‘râb), pero en el siglo VI se pierden ya, si no antes. En cuanto al léxico, aquellos términos que parecen inventados, son simples arcaísmos y un argumento de peso en favor de la unidad de lengua poética y árabe antiguo, es que dos siglos más tarde, en el siglo IX, los gramáticos todavía acudían a los beduinos como informantes y árbitros en discusiones gramaticales. Sin embargo, la probabilidad de que el árabe empleado en la poesía oral represente una forma elaborada, depurada, que lime diferencias entre los dialectos, es muy alta, de la misma manera que no puede negarse que cualquier beduino era capaz de comprender esta poesía de transmisión oral porque la lengua de ésta no era muy distinta de la lengua que él hablaba. Aquellos elementos que pudieran ser convencionales no eran tantos ni tan fuertes como para impedir su comprensión.

archéologique en Arabie, vol. 1: mars-mai 1907, (Repr. Cairo: IFAO, 1997), pp. 172-176.

12

El lenguaje del Corán es parecido al de esta poesía oral. La tradición sostiene que Mahoma fue recibiendo, a lo largo de 23 años, las distintas partes del Corán como revelaciones. La historia musulmana nos dice que después de la batalla de Yamâma, en 633, Abû Bakr encargó la compilación del Corán, tarea que continuaron sus sucesores, ‘Umar y ‘Uthmân. Bajo el califato de ‘Uthmân ibn ‘Affân (634-644) se terminaría este trabajo y se establecería la versión canónica actual. El Corán está compuesto de prosa rimada, saj‘, y esta rima está condicionada por las pausas en la recitación. Los gramáticos nacionales hablan de waqf “parada” y distinguen hasta trece variantes, que Birkenland estudió. Como hecho fundamental hay que señalar que en pausa ninguna frase termina en vocal breve: o termina en vocal larga o en sílaba cerrada, pues las vocales breves desaparecen. La rima coránica está determinada por estas formas finales, que marcan las distintas aleyas y terminan casi siempre en consonante (excepto la –n de la nunación, el tanwîn nunca se da antes de la pausa), aunque se dan algunos casos en â, proveniente del indeterminado -an. La poesía incluye las otras vocales largas, y por medio de la licencia del tarannum, alarga las vocales breves finales (correspondiendo a la terminación de caso nominal o modo verbal) y elimina la nunación o tanwîn: en vez de lâ‛imun, recita lâ‛imû siempre a final de verso. Más importante que la rima es el hecho que, mientras los versos de la poesía son isomórficos, y se ajustan a unos metros o pies, las líneas de prosa rimada coránica varían en extensión y no siguen ningún metro. La forma de hablar se parece sobre todo a la de los oráculos, kuhhân, de la Arabia preislámica, y es menos arcaizante que la poética. Los recursos estilísticos de la poesía y del Corán son también distintos. Los poetas disponen de una línea de verso para transmitir un mensaje completo y tienen que conservar un metro, de modo que los cambios de orden sintáctico 13

son inevitables. Otra posibilidad que tienen es utilizar términos poco frecuentes, pero que “encajen” en el verso, y los dos recursos dificultan la comprensión. El Corán, sin restricciones de metro y número de sílabas, puede seguir una sintaxis ordinaria y utilizar otros recursos estilísticos, bien estudiados en la retórica árabe (‘ilm al-balâgha) tales como la eufonía (talâ’um), la paronomasia (tajânus) o el énfasis (mubâlagha) de modo que su comprensión siempre es más fácil. Mientras las terminaciones de casos y modos son necesarias para descifrar la poesía, el Corán a menudo puede entenderse sin ellas. Otras veces, sin embargo, el i‘râb es importante, por ejemplo

‫ وإ ِذ اﺑﺘﻠﻰ إﺑﺮاهﻴ َﻢ رﻳﱡ ُﻪ‬Cuando su Señor puso Abraham a prueba (2: 124) El contenido y la finalidad influyen en la forma de ambos géneros. El poeta describe un entorno físico con detalles y precisiones, su mundo es el de los sentidos y las pasiones, y la poesía preislámica es profana casi siempre. Su objetivo es despertar en el oyente sentimientos de nostalgia, de admiración, de deleite, de compasión, etc. El ambiente religioso del Corán, sobre todo en el periodo mequí, es opuesto: un Dios creador y todopoderoso que un día resucitará los muertos y juzgará sus acciones. Mahoma describe la grandeza de este Ser y las escenas del fin del mundo de forma a veces poética, siempre subordinada a su mensaje religioso. A pesar de estas diferencias, poesía y texto coránico utilizan una misma lengua, arcaizante, pero no ficticia, y que llamamos ‘arabîya “árabe clásico”, CA. En cuanto al árabe que hablaban las tribus de la península arábiga en el siglo VII, no cabe duda que tenía diferencias dialectales, como lo señalan estudios, por ejemplo, de restos de dialecto del Hijâz en el Corán. Ahora bien, en su conjunto, tanto el árabe antiguo, OA - el hablado en el Najd o el Hijâz, como el árabe clásico, CA - recitado por poetas y memorizadores del Corán, forman una unidad y no es fácil deducir qué rasgos son propios del árabe antiguo, fragmentado en los mencionados dialectos. 14

La escritura. El semítico oriental y del norte, el acadio, se escribía en caracteres cuneiformes, utilizando tablillas de arcilla, a veces de metal. Fueron tomados de los sumerios y comprenden centenares de signos con valor ideográfico o silábico. El semítico occidental, tanto del sur como del norte, utilizaba alfabetos solamente consonánticos. En torno al 1500 a.C., en el área sirio-palestina, el ugarítico (NW) utiliza signos cuneiformes pero de estructura alfabética. Los alfabetos de las inscripciones sudarábigas, de aquellas de Thamûd, Lihyân y Safa, o el silabario etíope, se remontan a un alfabeto desarrollado también en la región sirio-palestina. De mitad del segundo milenio a.C. es el alfabeto fenicio, que comprende 22 grafemas. Las inscripciones de los reyes de Biblos, 1500-900 a.C. son el testimonio más antiguo. Los alfabetos moabita, samaritano y antiguo hebreo derivan del fenicio, aunque la derivación más fructífera es el alfabeto arameo, del que proceden el hebreo clásico y el árabe. Estos tres alfabetos, que son consonánticos como los demás, introducen más tarde signos para marcar las vocales. El alfabeto árabe empieza a desarrollarse en el siglo III p.C., pues la inscripción bilingüe greco-aramea de Umm al-Jimâl, al sur de Bosra (estudiada por Enno Littmann en 1909) y que se data hacia 250 p.C. permite ver su evolución a partir del arameo-nabateo. La primera escritura propiamente árabe aparece en 512 p.C. en una inscripción cristiana de Zabad, SE de Alepo (greco-siríaca-árabe). Siguen otra de 528 en Jabal Usais, y otra de 568, la inscripción de Harrân, junto a Jabal al15

Hawrân, ambas al sur de Damasco, y otra en Umm al-Jimâl, al sur de Bosra (recogidas todas en el Répertoire chronologique d’épigraphie arabe). El camino que seguiría la escritura árabe hasta Meca pudo haber sido el mismo de las caravanas: desde Siria a través de Petra, Arâm, Madâ’in Sâlih y Yathrib (Medina). Otra vía posible es la iraquí, desde el Eufrates y la ciudad de Hîra, capital del los reyes lakhmíes. Inscripciones en piedra, monedas y papiros son los testimonios más antiguos de la escritura árabe. A las investigaciones de Adolph Grohmann debemos la datación de los primeros papiros con escritura árabe en el año 22/642. La forma cursiva, tan característica del árabe, se inicia en ellos, así como unos decenios más tarde, empiezan a desarrollarse los distintos estilos caligráficos. En tiempos del califa omeya ‘Abd al-Malik (685-705) los escribas Nasr Ibn ‘Âsim (m. 707) y Yahyà Ibn Ya‘mûr (m. 746) utilizaron signos adicionales para las tres vocales y puntos diacríticos para distinguir consonantes de trazos iguales, para fijar definitivamente el texto del Corán, siguiendo la iniciativa de al-Hajjâj ibn Yûsuf (661-714). De esta manera la escritura árabe se consolidó en los rasgos que conocemos.

16

II. La evolución del árabe clásico Durante el califato de ‘Umar (634-644), el tercer califa “recto”, el Islam se extiende más allá de la península arábiga, y por tanto a zonas donde no se hablaba el árabe. Al oeste, en las tierras arrebatadas al imperio bizantino el griego era la lengua usada en la administración, pero no la lengua nativa, que en Siria era el arameo occidental y en Egipto (invadido en 640), la lengua copta. En el imperio sasánida, en Iraq se hablaba el arameo oriental y el pahlevi, persa medio, que era la lengua mayoritaria en Irán. Más tarde los musulmanes llegarán al norte de África, con poblaciones beréberes y donde el latín servía de lengua común. Si bien en el desierto sirio y egipcio se habían asentado tribus árabes, el hecho era marginal y los conquistadores llevan consigo una lengua desconocida para la mayoría de las poblaciones. En un principio, el árabe ni siquiera es lengua administrativa: En Egipto, por ejemplo, los primeros documentos bilingües copto-árabes no aparecen hasta 705. Toda conquista necesita para su afianzamiento de una “repoblación”, y la superpoblación relativa de la península arábiga en el sigo VII encuentra en los nuevos territorios una salida, de manera que se llega a una “masa crítica” arabófona que progresivamente desplazará no sólo al griego sino a las mismas lenguas vernáculas, al arameo de Siria – la lengua de los mal llamados “nabateos”, al beréber del norte de África, lenguas que en nuestros días son lenguas minoritarias (neo-arameo, beréber), o al copto de Egipto, que solamente se conserva como lengua religiosa, poco utilizada, de una minoría. La religión juega un gran papel en la arabización: la conversión al Islam va acompañada del aprendizaje, memorístico, del Corán y por tanto, del árabe. La conversión no fue 17

forzada, pero sí incentivada social y económicamente, pues el no musulmán pagaba más impuestos que el musulmán. Coincidiendo con esta expansión, y en alguna medida condicionado por ella, se produce la normalización del árabe. Los gramáticos árabes son especialmente activos en el siglo IX. Su modelo es el árabe de la poesía y del Corán, y buscan sus informantes en los beduinos, porque el árabe que se habla en los nuevos territorios es distinto. Wolfdietrich Fischer

propone distinguir dentro del árabe clásico dos

periodos, a su vez. Hasta 750 de la era cristiana se extiende el árabe “preclásico” que comprende la poesía pre-islámica, el Corán, la biografía del Profeta, los hadices y narraciones épicas. Este árabe pre-clásico ofrece algunas variantes respecto del árabe clásico normalizado por los gramáticos y, en primer lugar, por ‛Amr Ibn ‛Uthmân Sîbawaihi en dicho siglo VIII. M. Ullmann sintetizó estas variantes como1, por ejemplo, el uso de formas derivadas fuera de las XV establecidas por los gramáticos; una de estas formas emplea un prefijo ha- causativo: harâqa, yuharîqu “verter”. En este árabe preclásico, la concordancia del adjetivo con sustantivos plurales suele ser en plural, a pesar de que lo sean de seres no racionales. El árabe clásico propiamente dicho tiene su vigencia, según Fischer, a partir del 750. Nunca está libre de contaminaciones de la lengua hablada, que tiene su vida propia. S. Hopkins estudió papiros de principios del siglo IX, las fuentes escritas más antiguas, que no son literarias. Dado el carácter “cotidiano” de estos papiros, la normalización gramatical no es imperiosa. Debemos suponer que los papiros reflejan la lengua hablada en el momento, y que ha variado respecto del árabe clásico, y esta lengua, que podemos denominar árabe medio,

1

“Vorklassisches Arabisch”, R. Traini (ed.), Studi in onore di Francesco Gabrieli nel suo ottantessimo compleanno, vol. 2 (Roma, 1984), pp. 807-818.

18

es aquella que los gramáticos árabes, como Ibn Qutaiba (m. 828), describen cuando quieren corregir los “vicios” de la gente común. La manera de hablar de los incultos, lahn al-‘awâmm, no es el dialecto hablado en el respectivo lugar, aunque le influya. Es un árabe que se escribe “mal”, porque no se distingue ya la hamza, porque se confunde sîn con shîn, o sîn con sâd, o tâ’ con thâ’. La terminaciones marcando los casos o los modos verbales, i‘râb, han desaparecido pero tampoco se vocaliza “correctamente”, es decir hay cambios en el vocalismo interno. Un autor modelo de prosa en árabe clásico como es al-Jâhiz (m. 868/9) ya no escapa a esta evolución hacia el árabe medio, como observa Blau. El estudio del árabe medio se ha centrado en el dialecto judeo-árabe (Blau) y el dialecto andalusí (Steiger, Corriente) no por casualidad, sino porque en ambos casos se daba el contacto del árabe con otras lenguas y el contraste nos informa de las peculiaridades dialectales. Hay que esperar que la extensión de estudio del árabe medio a otros dialectos permita establecer los rasgos comunes y diferenciales del mismo con todo detalle. Dominar las normas del árabe tal como las estableció Sîbawaihi (m. ca. 798) fue siempre condición para una carrera administrativa, pero el dominio se limitará con el tiempo al árabe escrito. Mientras en la época de Ibn Qutaiba, en el primer periodo abasí, es importante saber hablar utilizando el i‘râb, ya a principios del segundo periodo1, poner el i‘râb al hablar era signo de pedantería. A finales del periodo abbasí, digamos en 1258, la fragmentación del árabe hablado en las distintas regiones así como la división entre el modelo escrito y la lengua hablada se han consumado. El mismo árabe escrito refleja la dualidad de la situación: en un extremo encontramos obras arcaizantes como las Maqâmât 1

A partir de 945, coincidiendo con el inicio de la administración buyí en Bagdad, y del renacimiento cultural.

19

de al-Harîrî (m. 1122) que sólo los eruditos eran capaces de entender, en el otro, los cuentos y leyendas, como la de ‘Antar, transgrediendo con frecuencia las normas de la ‘arabîya y próximas al árabe medio hablado en el lugar de composición. La excepción la constituyen los dialectos de los beduinos de la península arábiga, que siguen próximos al árabe antiguo. A grandes rasgos los dialectos se dividen en orientales y occidentales. De manera más precisa se clasifican como siguen: A) dialectos arábigos, con cinco subdivisiones: a) septentrionales (nómadas del área Siria-Jordania-Iraq) b) del Golfo (Kuwait, Bahrain, Qatar, Dubai, Abu Dabi, etc.) c) del Hijaz (Meca, Medina, Jedda) d) Suroeste (Yemen, Adén, Hadramaut) e) Omán y Zanzíbar. B)

Mesopotamia (Alto Iraq, Anatolia) El dialecto del Bajo Iraq está

próximo al del Golfo. C)

Asia central (enclave de Bukhara)

D)

Siria, Líbano, Jordania, Palestina

E)

Egipto (Alto, bajo y nómadas)

F)

Sudán y Chad

G)

Libia (Tripolitania, Cirenaica, Fezzán)

H)

Túnez (Dialectos de las ciudades, de los nómadas, del Sahel) El maltés

tiene similitudes con los antiguos dialectos de las ciudades. I)

Argelia (Ciudades orientales, centrales, occidentales, oranesado,

nómadas, etc.) J)

Marruecos (Ciudades, nómadas) Mauritania, Sáhara atlántico. Hasta el siglo XIX perdura esta situación. La mayor parte de los

territorios árabes se integran en el imperio otomano, pero nunca los turcos 20

intentan imponer el turco. La lengua turca es la lengua de los administradores, jamás se extiende a la religión. El hecho de que los señores del imperio no hablasen árabe contribuyó a hacer del árabe escrito una lengua muerta, en cuanto no fomentaron un interés por el árabe más allá de lo religioso. Muhammad ‘Alî (1805-1848), un albanés enviado por la Sublime Puerta para combatir a los franceses que habían invadido Egipto, se convierte en el señor efectivo de este país, al que impulsa hacia la modernización, y promueve los contactos con occidente. En Egipto y Levante comienza el renacimiento cultural y uno de los medios más efectivos para la modernización y con ella, la revitalización del árabe clásico resultó ser la imprenta: El árabe literario dejó de ser dominio de una minoría y para fines religiosos, y se acercó a una mayoría, y con otros fines, administrativos, literarios, científicos. Otro instrumento decisivo fueron, y siguen siendo, las traducciones de lenguas occidentales y que empezaron con Rifâ‘a at-Tahtâwî (1801-1873)1. El árabe clásico es declarado lengua oficial de los nuevos estados, pero es una lengua que necesita cambiarse y adaptarse en especial, para designar nuevos instrumentos y conceptos. Cuando se crean academias de la lengua, la tarea principal es la de “arabizar” términos, evitando los préstamos lingüísticos. El incremento de la escolarización y los nuevos medios de comunicación de masa impulsan la modernización del árabe, que recurre a numerosos calcos estructurales ahora tomados en general del inglés. Sin embargo, y como señala Joshua Blau, no hay un salto del árabe clásico al árabe moderno, sino que éste ha absorbido cambios propios del árabe medio. La evolución del árabe podría esquematizarse así: OA > CA > MA > dialectos

1

De la cantidad impresionante de traducciones da fe el estudio de Jamâl ad-Dîn ash-Shayyâl: Ta’rîkh at-tarjama wa-l-harakat ath-thaqâfîya fî ‘asr Muhammad ‘Alî. Cairo, 1951.

21

MSA La diglosia existe sin duda: por una parte un árabe clásico modernizado, por otra la lengua hablada, y sin embargo la distancia entre ambas formas se acorta, y las interferencias entre ellas proliferan. El árabe moderno culto es una lengua que se escribe y se habla, y cuya unidad no es absoluta pero sí en los fundamentales de una lengua. Su referencia permanente es el árabe clásico, pero no se puede olvidar el árabe medio. Este trabajo procurará hacer justicia tanto a la continuidad como a la novedad del MSA.

22

III. Fonología En la gramática nacional las vocales no son más que

‫ﺣﺮآ ﺎت‬

“movimientos” de las consonantes las cuales, en efecto, llevan la mayor carga del significado en árabe. Empecemos pues por el III.1. Consonantismo. El CA dispone de un conjunto de 28 fonemas consonánticos, dos de los cuales ‫ و ي‬, son semivocales. Podemos organizarlos del siguiento modo: Punto articu.

Oclusiva

Oclusiva

Fricativa

Fricativa

Sorda

Sonora

Sorda

Sonora

Labial

Africada Líquida

‫ب‬

Labiodental

‫م‬ ‫ف‬

Labiovelar Dental

Nasal

‫ل‬ ‫و‬

‫ت‬

‫د‬

‫س‬

‫ط‬

‫ض‬

‫ص‬

‫ز‬

simpl. Dental enfát. Interdental simple Interdental enfática Alveolar

‫ث‬

‫ذ‬ ‫ظ‬

‫ش‬

Palatal

‫ج‬

‫ر‬

‫ن‬

‫ي‬

Velar

‫ك‬

Uvular

‫ق‬

Faringal Laringal

‫أ‬

‫خ‬

‫غ‬

‫ح‬

‫ع‬

‫هـ‬

1. ‫ ج‬en árabe clásico es articulada en la región palatal con una oclusión sonora “mojada”, de ahí la transcripción como gy. Esta pronunciación está 23

próxima a la de los actuales dialectos del Bajo Egipto y de Omán. En Levante (Siria, Líbano y Palestina) y Jordania, además del Norte de África

‫ ج‬se

pronuncia como una fricativa, ž, Djazâ’ir “Argel”. 2. ‫ ظ‬esta enfática, fricativa interdental, dh, se pronuncia en Levante y El Cairo como una ‫ ز‬enfática, de ahí su transcripción como z, nazarîya. 3. También en cairota, la fricativa interdental ‫ ث‬es sustituida por ‫س‬ como masalan, (en dialecto evoluciona también en ‫ ت‬como teqîl ) y ‫ ذ‬por ‫ ز‬en ustâz (en dialecto además ‫ د‬como dûl ). En contraste con otras lenguas, en árabe destacan consonantes con el punto de articulación posterior: velares, uvular, faringales y laringales, fenómeno que llama la atención de cualquier oyente. III.1.b Transcripciones: En este estudio las transcripciones empleadas serán las siguientes ‫'أ‬

‫ب‬b

‫ت‬t

‫ ث‬th

‫ج‬j

‫ ح‬h ‫ز‬z ‫ ط‬t ‫ق‬q ‫ هـ‬h

‫ خ‬kh ‫س‬s ‫ ظ‬z ‫ ك‬k ‫و‬w

‫د‬d ‫ ش‬sh ‫‘ع‬ ‫ل‬l ‫ي‬y

‫ ذ‬dh ‫ ص‬s ‫ غ‬gh ‫م‬m

‫ر‬r ‫ ض‬d ‫ف‬f ‫ن‬n

24

Así mismo ‫ ة‬aparece como una

a final y en pausa, pero con

complemento nominal se transcribirá como at. En cuanto a la hamza, no se transcribirá en posición inicial más que para indicar que es parte de una pauta o esquema. Para señalar las vocales largas se recurre al circunflejo, y en algún caso, por ejemplo, cuando hay que marcar el acento, a dos puntos, v: es decir símbolo de vocal larga. III.2. Vocales:¡Error! Marcador no definido. El árabe clásico ofrece el triángulo vocálico “puro”. La a anterior y abierta, la u posterior, cerrada y con los labios en redondo, y la i anterior y cerrada, y los labios abiertos. El intercambio entre /a/ e /i/, es fácil y ya en el periodo medieval, en muchos dialectos, como el andalusí, se produce el fenómeno de la imâla, consistente en el paso de /a/ a /i/ , por ejemplo bannâ’ > bannî’ “albañil”, que conserva la /i/ de la imâla. En el árabe culto moderno, la pronunciación de la

/a/ sufre

modificaciones: se redondea o se desplaza hacia atrás. Así se pronuncia como una /œ/ (la /a/ se redondea) cuando apoya consonantes anteriores: foennœn, sœdd, thœelith. Su pronunciación se hace posterior en contacto con una consonante velar o uvular: khâmis, ghâmid, y en contacto con una enfática sakhr, pero en presencia de una labial: sabr. Nota: Para trasnscribir la âlif

maqsûra, ‫ ى‬, se utiliza la misma

transcripción que para âlif mamdûdâ â III.3. Estructura silábica

25

Toda sílaba empieza por consonante, necesariamente. Si en las transcripciones no se indica, debe suponerse una ‫ أ‬inicial que se apoya en la vocal, por ejmplo: uktub = ‫أآﺘﺐ‬. La sílabas pueden ser abiertas, Cv, Cv: o cerradas, CvC. En caso de coincidir con una vocal larga, esta se abrevia: fî > fi l-mâdî, excepto cuando es necesario para la diferenciación gramatical, por ejemplo: mumaththilu lmunazzama, mumaththilû l-munazzama. Ahora bien, debido a la forma pausal, es decir a la no vocalización de la última sílaba, se producen más casos de Cv:C, por ejemplo, jâr, y de CvCC, kull, siempre en MSA. III.4. Acento La acentuación aceptada del árabe moderno es la de la parte levantina, o sea, de Egipto hacia el Este. Incluimos la pausalización y 1. Si la palabra contiene una sílaba cerrada y con vocal larga, ésta se acentúa: kitá:b, khurú:j. 2. Si la palabra tiene dos sílabas, se acentúa la primera, como ghúrfa, rájul. 3. Si la palabra tiene tres sílabas, y tanto la penúltima como la antepenúltima son breves, se acentúa la antepenúltima: kátaba, háraka, kátabû a) Hay algunas excepciones a 3). Así los prefijos ma- no cuentan y oiremos madrása. 4. Si la penúltima es larga (o cerrada), se acentúa ésta: sayyá:ra. 5. Si la palabra tiene cuatro o más sílabas, se acentúa la vocal larga (o cerrada) más próxima al final: muhtawayátuhu, katabtúnna, katabú:hu. Si no hay vocal larga, se acentúa la antepenúltima: katábahu. III.5. Pausa 26

El discurso en árabe moderno está sembrado de pausas que marcan distintos segmentos del mismo. A consecuencia de las pausas, 1º las vocales breves finales desaparecen, al-khubzu se convierte en alkhubz. 2º La nunación del nombre desaparece en el nominativo, pero en el acusativo se mantiene cuando se utiliza como adverbio, vg. tab‘an. El acusativo indeterminado masculino puede también conservarse en otras situaciones. 3º La /t/ marca de femenino desaparece antes de pausa, fâtimatu > fâtima.

27

III.6. Evolución en los dialectos Como regla general, a nivel consonántico se aprecia una simplificación, mientras a nivel vocálico, se aprecia una enriquecimiento del abanico vocálico. a) Consonantes. Podemos hablar de dialectos beduínos, propios de Arabia Saudí y de los desiertos de Siria o Jordania, y dialectos cercanos a los mismos, como son los del Golfo o Iraq, y de dialectos urbanos. Las interdentales ‫ث‬

thâ’, ‫ ذ‬dhal y ‫ ظ‬zâ’ se conservan en los dialectos

“beduinos”: CA y MSA

Beduino

Urbano

‫ﺛﺎن‬

thânin

thâni

tâni

‫هﺎذا‬

hâdhâ

hâdh

hâda

dunûn

zunûn

‫ ﻇﻨﻮن‬zunûn

Aunque los dialectos beduinos son más conservadores, en cuanto a la ‫ظ‬, el fenómeno es inverso. CA y MSA: daraba Beduino zarab Urbano darab. La velares y la uvular ‫ ق‬. Los dialectos urbanos han conservado ‫ ك‬pero han desplazado ‫ ق‬hacia atrás convirtiéndola en hamza. Por otra parte, hamza a menudo pasa a ya o waw, e incluso desaparece. Los dialectos beduinos han transformado ‫ ق‬en /gh/, y en cuanto a ‫ ك‬, se advierte la africación en /ch/: MSA

A

B

C

D

E

qâla

'âl

kâl

gâl

gâl

gâl

tarîq

tarî'

tarîk

tarî:g

tarî:j

tarîdz

28

samak

samak

simach

simach

simach

simats

A Dialectos urbanos B Dialectos de ciudad en Palestina C Dialectos beduinos de Jordania, y de Bagdad D Dialectos beduinos del Golfo E Dialectos beduinos de Arabia La fricativa alveolar ‫ج‬ Característico del dialecto cairota es el cambio de ‫ ج‬por /g/, y el fenómeno es propio de todo el bajo Egipto. En las ciudades de Levante - Beirut, Damasco, Jerusalén - ‫ أ‬corresponde al ‫ خ‬del MSA. III.6.b. Vocales en dialectos La contracción de los diptongos del CA /aw/ en /ô/ y /ay/ en /ê/ es usual, siempre que la semivocal no se repita (aww, ayy). La contracción en /ô/ es general: lawn (CA) > lôn (Cairo, Bagdad, Damasco, Golfo, Marruecos) yawm (CA) > yôm (Cairo, Bagdad, Damasco, Golfo, Marruecos) shawka (CaA) > shôka (Cairo, Bagdad, Marruecos) En marroquí, /aw/ incluso evoluciona en /u/, por ejemplo, AC mawt > mut. Evidentemente la asociación con el árabe “culto” es un freno para la contracción: yawmî “diario”, tawsîya, “recomendación” (Cairo). En cambio el diptongo /ay/ no se contrae en todos los dialectos en /ê/ sino: bayt (CA) > bayt (Golfo1), bêt (Cairo, Damasco, Bagdad), bit (Marruecos)

1

En el dialecto levantino, bayt coexiste .

29

layl (CA) > layl (Golfo), lêl (Cairo, Damasco, Bagdad), Las vocales largas suelen conservarse en los dialectos: ayyâm (CA) = ayyâm (iyyâm, Cairo, Damasco) kabîr (CA) > kabîr (Golfo), kebîr (Cairo), kbîr (Damasco), chabîr (Bagdad). mamnûn (CA) = mamnûn. Para las vocales breves, es útil dibujar el triángulo de Hellwag

/a/

(anterior, abierta, no-redondeada) /i/ (anterior, cerrada, no-redondeada) /u/ (posterior, cerrada, redondeada) y ver cómo se amplía de la forma siguiente: Cerradas

i

u e

Abierta

o

a

/e/ es anterior, semicerrada, no-redondeada y /o/ posterior, semicerrada, redondeada. Aparece también un archifonema / ∂ / que corresponde a una vocal central, semicerrada, no redondeada, “relajada”, que es frecuente en dialectos occidentales: yaktubu (CA) > y∂kt∂b (Casablanca) walad (CA) > w∂ld (Casablanca) Los dialectos han desarrollado más variedades vocálicas, pero vamos a centrarnos en los primeros pasos, distinguiendo entre la evolución de /a/ y de las otras dos vocales del CA. La vocal /a/ breve pasa a /i/, pero también al estado intermedio, a una /e/ breve en dialectos orientales:

30

yaktubu (CA) > (bi)yékteb1 (Cairo), y∂ktob (by∂ktob, Damasco), yektib (Bagdad) yáktib (Golfo) Por otra parte están las transformaciones de /i/ y de /u/. Una /i/ del CA breve, suele evolucionar en una /e/ breve: wâhid (CA) > wâhid (Bagdad, Golfo), wâhed (Cairo, Damasco, Marruecos) bârid (CA) > bârid (Bagdad, Golfo), bâred (Cairo, Damasco) qâbil (CA) > gâbil (Bagdad, Golfo), 'âbel (Cairo, Damasco), pero qb∂l (Marruecos) nimtu (CA) > nimt (Golfo), nimet (Bagdad), nemte2 (Cairo), n∂mt, Damasco), El sonido del CA /u/ breve se puede transformar en /o/, por ejemplo, huwa (CA, “aquí”) se pronuncia en Cairo: howwa, o marroquí: howa, y CA kutub, en cairota: kotob, y marroquí: ktoba. El cambio es regular si la /u/ es átona: de CA baytuhû “su casa”, cairota, damasceno bêto, marroquí, bito. Poco frecuente es el proceso de /u/ hacia /i/ y conversión en /e/, pero en damasceno se produce: CA kullun > kell, CA shuftu >sh∂ft, “miré”. Los dialectos han creado una variada gama vocálica de vocales anteriores, entre el /a/ y la /i/ del CA , y algunas posteriores, entorno a la /u/, gama que es más amplia en los dialectos urbanos que en los beduinos. Por ejemplo, en damasceno hay cinco vocales largas: â bâb “puerta”, râs “cabeza”, ftâh “abre”. ê bêt “casa”, ‛alê “para él” î ktîr “mucho”, bîr “pozo”, hunîk “allí” ô yôm “día”, nôm “sueño” 1

La primera /e/, acentuada se distingue de la segunda, que se aproxima y confundo con el sonido /i/. 2 Con la /e/ volada, suprascrita, se recoge un sonido /∂/ a final de palabra, una vocal

31

û shûf “mira”, mamnû‛ “prohibido” Las vocales breves varían según su posición en la palabra, como señala Ambros. En posición final, se dan los cinco sonidos; en penúltima posición, /i/ y /e/ se neutralizan y el sonido que encontramos es /è/, mientras para /u/ y /o/ encontramos /o/. En otras posiciones, la neutralización es en la /e/ anteriormente mencionada. De este modo la oposición siempre mantiene por un lado /a/ y por otro: Final

e

Penúltima Otra

i

o

e

u

o ∂

Resultan, pues, seis vocales, o siete si tenemos en cuenta que del sonido /e/ puede separarse un sonido de /e/ abierta: a sabah “mañana”, walad “niño” e (e cerrada) madrese “escuela”, wahde “una” ∂ (e neutra) f∂lfol “pimienta”, ∂shhor “meses

è (e abierta), zhèld “cuero”, kèlb “perro”, lakèn “pero” i kersi “silla”, yelli “quien”, shi “cosa” o sa’alo “le preguntó”, ‛atéto “ella le dio” u ulâd “niños”, mudîr “director” En el dialecto cairota, de acuerdo con los estudios de N. Tomiche, los fonemas vocálicos son ocho, tres breves: /a, e, o/ y cinco largos: /â, ê, î, ô û/. Aunque los sonidos vocálicos breves se amplían a seis: /a, e, o, i, ∂, u/, los tres últimos, /i, ∂, u/ no son realmente fonemas. Estos seis sonidos se multiplican por la velarización en doce. La velarización o énfasis (más amplia que la del CA) actúa también sobre las largas, que pasan a diez sonidos, de modo que a nivel puramente

ultrabreve, tenida por sonido cero por los hablantes.

32

fonético, el cairota contiene 22 sonidos vocálicos. Si prescindimos de esta “contaminación” enfática, tenemos estos ejemplos: a balad (país, CA balad)

â zât (él mismo, CA dhâtu-)

e seket (se calló, CA sakata)

ê zêt (aceite, CA zayt)

o folûs (dinero, CA fulûs)

ô fô’ (arriba, CA fawqa)

i ̉awi (mucho, CA qawîy)

î yegîb (trae, CA yajîbu)

∂ w∂lâd (niños, CA awlâd)

---

u bênak-u-bêni

‛olûm (ciencias, CA ‛ulûm)

Las oposiciones fundamentales entre vocales breves son: /a-e/ gadde “serio” - gedde “abuelo” sallam “saludó” – sallem “saluda tú” /a-o/ hatte “colocó” - hott e “coloca tú”, mientras que las oposiciones entre vocales largas comprenden todas las posibilidades, entre ellas: fîl “elefante” – fûl “habas”, têr “pájaro” – tôr “toro”, gîb “trae” – gêb “bolsillo”, dûr “revuelve” – dôr “piso”, lîn “suave” – lôn “color”, sêf “invierno” - sûf “lana”, zât “él mismo” – zêt “aceite”, gâb “trajo” – gîb “trae tú”. Es evidente, pues, la riqueza vocálica de los dialectos urbanos orientales1. Los occidentales no se quedan a la zaga, y el resumen de Zavadovskiï lo ilustra. Ahora bien, y en especial los dialectos marroquíes, tienden a ignorar la cantidad vocálica y suprimir las vocales largas, de modo que con valor fonológico tenemos /a, e, i, o, u, ∂ /. III.7. Escritura del CA y MSA

1

En el cairota, los fonemas más frecuentes son 1º /e/ y 2º /a/, breves, sobre el total, vocales y consonantes.

33

El árabe es una escritura fonémica, pues los signos corresponden a sendos sonidos y viceversa. Ahora bien, la hamza puede escribirse con diferentes soportes, llamados kursî, y sin él. La terminación ‫ى‬- en el Este, por ejemplo, ‫ ذِآ ﺮى‬se pronunciaba ay, de manera que el plural es ‫ ذآﺮﻳ ﺎت‬mientras que en el Oeste, de pronunciaba â, forma que se ha impuesto. Entre las excepciones destacan 1ª el artículo, escrito l, en contacto con una dental, interdental, o alveolar se asimila ‫اﻟﻠﻴﻠ ﺔ‬, y 2ª al final de verbos terminando en û se escribe un âlif protector, sin valor fonético ‫ آﺘﺒﻮا‬.

34

IV. Morfología verbal. La gramática nacional árabe define como la raíz de una serie de palabras una combinación de tres consonantes C1C2C3; C1 y C2 no pueden ser iguales. Esta abstracción C1C2C3 está cargada de un significado primario, por ejemplo KTB, escribir. Sobre la base de estas tres consonantes se construyen las diversas formas del verbo. Mediante cuatro prefijos ', y, t, n ‫ – أي ت ن‬cuyo origen está por explicar -, cambios vocálicos (incluyendo alargamiento o supresión) y "nunación" se generan las distintas formas del verbo, en función de persona, género, número, modo, voz y aspecto. La diferencia en el aspecto – perfecto/ puntual o imperfecto/ durativo - es la más importante, en cuanto define los dos temas de conjugación: el perfecto con sufijos y vocal en la primera consonante, y el imperfecto, con prefijos y sin vocal en la primera consonante. IV.1.a. Modelo básico En el verbo del MSA encontramos un modelo morfosemántico verbal de base, la llamada forma I. Si tomamos la raíz C1C2C3, le damos vocales breves, y añadimos los sufijos personales, tenemos el modelo de esta forma I para el aspecto de perfecto. Aproximadamente la mitad de los verbos se conjugan en esta forma I, atendiendo a la frecuencia de uso. Más frecuentes son los verbos CaCaC, menos los CaCiC, y mucho menos, los CaCuC. CaCuc tienen valor "estativo", por ejemplo, ‫ ﺣﺴ ﻦ‬hasuna "ser bueno". CaCiC corresponde a verbos cuya acción implica y afecta al propio sujeto, ‫ وﺟ ﻊ‬waji‘a, "sentir dolor". CaCaC es el tipo de verbos transitivos.

35

IV.1.b. Derivación Forma II, reduplicación de la segunda radical Este modelo modifica el significado de la raíz bien en sentido intensivo, bien en sentido causativo. A veces da un sentido estimativo o adscriptivo, ‫ﺻ ﺪق‬ sâduqa “decir la verdad” > “creer”. En MSA el sentido causativo tiene especial importancia, para crear términos como ‫ هﺎﻣﺶ‬hâmish, “margen”, >> hammasha, “marginalizar”. Forma III, alargamiento de la segunda vocal Da, fundamentalmente, un sentido conativo y direccional, ‫ ﺳ ﺎﻋﺪ‬sâ‘ada, “ayudar”. Forma IV, prefijo hamza En primer lugar otorga un sentido causativo, ‫“ أدﺧ ﻞ‬hacer entrar”. Luego tiene un sentido incoativo sobre sustantivos: ‫“ ﻣﻄ ﺮ‬lluvia”, > “llover”, ‫إﺳ ﻼم‬ “Islam”, > ‫“ أﺳﻠﻢ‬hacerse musulmán”, y en verbos de sensación:

‫ﺸﻌﺮﻳﺮة ﻓﻲ ﺑﺪﻧﻲ‬ َ ‫ﺖ ﺑ ُﻘ‬ ُ ‫ﻓﻠﻤﺎ وﺿﻌﺖ ﻗﺪﻣﻲ ﻓﻲ ﻋﺘﺒﺔ اﻟﺒﺎب أﺣﺴﺴ‬ Cuando puse mi pie en el umbral, sentí un escalofrío en mi cuerpo (Fara An ûn) Forma V, prefijo t sobre el modelo II Ante todo, es una reflexiva de la forma II. Si ‫‘ ﻋّﻠ ﻢ‬allama es enseñar, ta‛allama es aprender. En

casos

de

una

forma

I

estativa

podemos

establecer

esta

correspondencia:

‫ﻖ‬ ّ ‫ ﺣ‬haqqa "ser verdad" > haqqaqa "hacer realidad" > tahaqqaqa "materializarse". Forma VI, prefijo t sobre el modelo III

36

De modo similar a la forma V, es una reflexiva sobre la forma III. Si ‫ﻋﺎون‬ ‘âwana es “ayudar”, ta‘âwana es “cooperar”, ‫ ﻧ ﺎول‬nâwala es “dar” y tanâwala “recibir”. A veces expresa un sentido "simulativo" respecto de la primera, por ejemplo, ‫ ﻇﻬﺮ‬zahara "aparecer", tazâhara, "pretender". Forma VII: Prefijo n sobre el modelo I Da un significado medio-pasivo a la forma I. ‫ آﺸ ﻒ‬kashafa "desvelar" inkashafa, "revelarse". Forma VIII, intercalado de t entre C1 y C2 En general tiene sentido reflexivo: ‫ ﻧﻘ ﻞ‬naqala, "mover", intaqala, "moverse", y aún más: ‫ آﺴﺐ‬kasaba, adquirir, iktasaba, “ganar”. Forma IX, reduplicación de C3

ّ ‫ اﺣﻤ‬ihmarra, "enrojecer", Se aplica básicamente a verbos de colores: ‫ﺮ‬ ‫ ﻣﺎ اﺳ ﻮ ّد ﺣ ﺎمٌ ﻟ ﺬﻧْﺐ آ ﺎن أﺣﺪﺛ ﻪ‬Cam no fue negro por causa de un pecado que había cometido (Abû l-‛Alâ’ al-Ma‛arrî), pero también tenemos como ‫ازو ّر‬ izwarra “mover hacia un lado”:

‫[“ ﻓ ﺎزو ّر ﻣ ﻦ وﻗ ﻊ اﻟﻘﻨ ﺎ ﺑﻠﺒﺎﻧ ﻪ‬el caballo herido] apartó de mi los golpes de lanza con su pecho” (‛Antara). Forma X, prefijo st sobre el modelo I Está relacionada con la forma IV: ‫' أﻋﻤﻞ‬a‘mala, "hacer funcionar", ‫اﺳ ﺘﻌﻤﻞ‬ ista‘mala, “utilizar”. Otros usos son estimativo, ‫ اﺳﺘﺤﺴ ﻦ‬istahsana, "aprobar, citar", y eductivo, ‫ اﺳ ﺘﻐﻔﺮ‬istaghfara, “pedir perdón”, ‫ اﺳ ﺘﻔﺘﺢ‬istaftaha “empezar”, respecto de la primera. Conocido es el caso del nombre “mozárabe”, ‫ ﻣﺴ ﺘﻌﺮب‬el que aparenta ser árabe, y en el mismo ámbito tenemos:

37

(‫ “ اﺳﺘﺄﺳﺪ ذﺋﺒﻬﺎ )اﻟﻨﻔ ﻮس‬Su lobo muestra el valor de un león”. (Jamâl ad-Dîn al-Afghânî) Existen otros modelos, XI-XV, con valor intensivo, cuyas pautas son: XI iC1C2âC3C3, XII iC1tawC2aC3, XIII iC1C2awwaC3, XIV inC1C2anC3aC3, XV iC1C2anC3â Son poco frecuentes incluso en árabe clásico, por ejemplo

‫“ ﻳﻌ ﺮَوري ﻇﻬ ﻮر اﻟﻤﻬﺎﻟ ﻚ‬cabalga [solitario] por la superficie de los lugares de perdición”, (Ta‛abbata Sharran), una forma XII. IV.1.c Raíces cuadrilíteras Existe un modelo propiamente cuadrilítero, es decir, basado en una raíz de cuatro consonantes: 1. C1C2C3C4, ‫ ﺗ ﺮﺟﻢ‬tarjama, "traducir", saytara, ‫“ ﺳ ﻴﻄﺮ‬dominar”, idmahalla, ‫ﻞ‬ ّ ‫“ اﺿﻤﺤ‬menguar” y tres modelos donde se repite al menos una de las consonantes: 2. C1C2C1C2, ‫ زﻟﺰل‬zalzala, “temblar”, ‫ ﺛﺮﺛﺮ‬tharthara “charlar”, ‫ﺻﻌﺼ ﻊ‬ sasa‛a “dispersar”. 3. C1C2C1C3, ‫ ﻗﻬﻘﺮ‬qahqara, “retroceder” 4. C1C2C3C3, ‫ﻞ‬ ّ ‫ زﻏ‬zaghalla, “deslumbrar”. Mayor frecuencia presentan los tipos: 1º, C1C2C3C4 ‫“ ﺗ ﺮﺟﻢ‬traducir” y 2º, C1C2C1C2 ‫“ ﺛﺮﺛﺮ‬charlar”. IV.2. Modelos morfo-sintácticos del verbo en MSA. Los dos aspectos verbales, perfecto / imperfecto, se manifiestan en dos

38

tipos de conjugación, una sin prefijos y otra con sufijos, respectivamente. Además se prdoucen cambios vocálicos que a continuación reflejamos (/p/ simboliza el prefijo del imperfecto): Pasiva Perfecto

Activa

Plantilla

vocal 1ª

v media

vocal 1ª

vocal media

CvCvC

U

i

a

a

U

I

PaCvC- u

a

a

u/i/a

u

A

Imperf.

39

Como ejemplos tenemos ‫ ﺧ ﺮج‬kharaja, yakhruju, ‫ ﻓ ﺮح‬fariha, yafrahu, ‫آﺒ ﺮ‬ kabura, yakburu. Si la vocal segunda del perfecto es /a/, en el imperfecto suele ser /u/. Sin embargo, cuando la consonante segunda o tercera es uvular, faringal, o glotal (‫)ق خ ع ح ﻩ أ‬, la vocal del imperfecto suele ser /a/. Cuando la consonante segunda o tercera es una líquida (‫ ل ر‬r, l), es frecuente el paso a /i/, ‫ ﻳﺠﻠﺲ‬yajlisu, ‫ ﻳﻔﺼﻞ‬yafsilu. IV.2.a. Formas derivadas Los esquemas vocálicos de las llamadas formas derivadas se pueden clasificar en cuatro clases: 1. Formas II, III Activa

Pasiva

Sufijos

a-a

u-i

Prefijos

u-a-i

u-a

Activa

Pasiva

Sufijos

a-a

u-i

Prefijos

u-i

u-a

2. Forma IV

3. Formas V y VI Activa

Pasiva

Prefijos

a-a-a

u-u-i

Sufijos

a-a-a-a

u-a-a-a

4. Formas VII, VIII, IX y X Sufijos

a-a

u-i

Prefijos

a-a-i

u-a-a

En los cuadrilíteros se aprecian 4 formas derivadas: 40

I C1aC2C3aC4, II taC1aC2C3aC4, III iC1C2anC3C4, IV iC1C2aC3aC4C4. La forma derivada usual es la segunda, correpondiente a la V de los trilíteros: Modelo 1º C1aC2C3aC4 ‫ > دﺣ ﺮج‬II taC1aC2C3aC4,

‫ ﺗ ﺪﺣﺮج‬, “hacer

rodar” > “rodar”. ‫“ ﺗﺄرﺟﺢ‬oscilar”. Modelo 2º C1aC2C1aC2 ‫ > ﺧﻠﺨ ﻞ‬II taC1aC2C1aC2, ‫ﺗﺨﻠﺨ ﻞ‬, “enrarecer” > “enrarecerse (el aire)”, y que obviamente es su reflexiva. ‫ﻊ‬

‫ﺗﺼﻌﺼ‬

“dispersarse”:

‫¿ أﺗﺼﻌﺼﻌﺖ ﻋﺒﺮات ﻋﻴﻨﻚ أن دﻋ ﺖ ورﻗ ﺎ ُء‬Acaso las lágrimas de tu ojo se han dispersado cuando ha gritado la paloma de color verdoso? (Abû Tammâm) La forma IV, paralela a la IX de los trilíteros, está menos atestiguada y predomina en verbos de “sensación”: Modelo 1º > C1C2aC3aC4C4, ‫“ اِﻗﺸﻌ ّﺮ‬temblar”, ‫ن‬ ّ ‫“ اِﻃﻤ ﺄ‬estar tranquilo” (en forma primera, “tranquilizar”), ‫“ اﺷﻤﺄ ّر‬contraerse”. ‫“ اآﻔﻬ ّﺮ‬estar apesadumbrado”. ‫“ ﻣﻜﻔﻬ ﺮًا ﻋﻠ ﻰ اﻟﺤ ﻮادث ﻻ ﺗﺮﺗ ﻮﻩ ﻟﻠ ﺪهﺮ‬apesadumbrado ante los avatares del destino, no lo debilitan” (Hârith Ibn Hilliza) IV.3. Prefijos y sufijos verbales Persona, género y número se expresan mediante estos afijos. Para las diversas formas tenemos: a) Tema de perfecto = sufijos relacionados con los pronombres personales. singular

dual

plural

1

-tu

-

-nâ

2m

-ta

-tumâ

-tum

41

2f

-ti

-tumâ

-tunna

3m

-a





3f

-at

-atâ

-na

b) Tema de imperfecto = prefijos. Modo imperativo

Modos yusivo, indicativo, subjuntivo

Sing. dual plural

sing.

dual

plural

1

-

'v-

-

nv-

2m

'v

'v-â 'v-û

tv-

tv-..-â(ni)

tv-..û(na)

2f

'v-î

'v-â 'v-na

tv-î(na)

tv-..-â(ni)

tv-..-na

3m

-

yv-

yv-..-â(ni)

yv...û(na)

3f

-

yv-

yv-..-â(ni)

yv-..-na

Para el imperativo, amr, la vocal del prefijo es /u/ si la vocal de C2 es también /u/, y es /i/ si C2 es /a/ o /i/. El modo imperativo utiliza una hamza inestable, que en medio de frase desaparece con su vocal, de manera que la vocal del prefijo no es otra que la de la sílaba precedente: ijlis, pero fa-jlis. La estrecha relación entre imperativo y yusivo es manifiesta. IV.3.c. En árabe clásico existen dos otras formas del imperfecto llamadas enérgicas: 1. yaktubanna, 2. yaktuban, que suelen reforzar el valor del verbo, y que se utilizaba en juramentos, introducido por la partícula la: ‫“ آﻘﻨﻄ ﺮة اﻟﺮوﻣ ﻲ أﻗﺴ ﻢ رﺑّﻬ ﺎ ﻟﺘﻜﺘ ﻨ َﻔﻦ‬como el puente del Romano, su señor juró ,aguantará’” Tarafa al-Bakrî. Son muy poco frecuentes en MSA: ‫إن ﻇﻬﺮ أﻧﻪ ﻻ ﻳﺤﻔﻆ‬ ‫ﻦ ﻟﺤﻴﺘ ﻲ ه ﺬﻩ‬ ‫“ اﻟﻘ ﺮﺁن ﻷﺣﻠﻘ ﱠ‬Si se muestra que no se sabe el Corán, me afeitaré esta barba” (Tâhâ Husayn). IV.4. Alteraciones fonéticas 42

Cambios fonéticos en la conjugación de la forma I se producen por dos causas: por la presencia de las semivocales w o y en una de las posiciones C del verbo, o porque C2 es igual a C3. Para ambos grupos se tiende a buscar un origen bilítero de las raíces, aunque el fenómeno de la triliteralización es tan fuerte y con tanta tradición que la explicación de los cambios se efectúa sobre la hipótesis trilítera: Semivocales: a) C1 = semivocal Conocidos como verbos asimilados, en el tema de perfecto, con sufijos, se comportan como regulares. En el tema de imperfecto, con prefijos muchos pierden la C1 si ésta es /w/, por ejemplo ‫ وﺻ ﻞ‬wasala, yasilu. Otros, denotando estado, conservan la /w/, ‫ وﺟﻊ‬waja‘a, yawja‘u. c) C2 = semivocal (verbos ‫“اﺟ ﻮف‬cóncavos”). Se producen una serie de contracciones1, - por conversión en vocal de /w/ o /y/: Cwa = â ‫ أﻗﺎل‬،‫ ﻳﻘﺎل‬, Cwu = û ‫ ﻣﻘﻮل‬،‫ﻳﻘﻮل‬, Cwi = î ‫ ﻣﻘﻴﻞ‬،‫ ﻣﺴﺘﻘﻴﻢ‬, Cya = â ‫ أﺑﺎع‬،‫ ﻳﺒﺎع‬, Cyû ‫ﻣﺒﻴﻊ‬, Cyi = î ‫ ﻣﺸﻴﺮ‬،‫ ﻳﺴﻴﺮ‬, - por desaparición de la semivocal entre vocales breves awa = â qâla ‫ﻗﺎل‬, awi = â muqtâl, nâma ‫ ﻣﻘﺘﺎل‬،‫ﻧﺎم‬ aya = â sâra ‫ﺳﺎر‬, ayi = â mubtâ‘ ‫ﻣﺒﺘﺎع‬ uwi = î qîla ‫ ﻗﻴﻞ‬, uyi = î bî‘a ‫ﺑﻴﻊ‬.

1

F.A. Blake, en JAOS 62 (1942) propuso una explicación bilítera, o sea con alargamientos y no contracciones.

43

Así pues, la vocal /a/ es siempre estable. Absorbe las vocales breves que siguen a la semivocal. La excepción más notable es /awi/ en ‫“ ﻋﻮِر‬perder un ojo”, ‫‘ ﻋﻮز‬awiza, "necesitar". Si es larga, â mantiene entonces /w/ o /y/ como consonantes, ‫ ﻗ ﺎول‬del mismo modo que estas semivocales se mantienen como consonantes cuando se reduplican, mukawwin ‫ﻣﻜﻮﱢن‬. Otra ley que se aplica es la del acortamiento del grupo Cv:C en CvC, ‫ﻗ ﻮل‬ > ‫ ُﻗ ﻞ‬. A consecuencia de esto, en el tema del perfecto (sufijos), reaparece la vocal análoga a la semivocal, u para w, qultu ‫ﺖ‬ ُ ‫ ﻗُﻠ‬e i para y bi‘tu ‫ﺖ‬ ُ ‫ ﺑِﻌ‬. Entre las vocales /u/ e /i/, la segunda suele imponerse. Las normas expuestas no tienen por qué coincidir con cambios históricos. A este respecto conviene recordar las reflexiones de Fleisch, sobre una discusión ya tradicional en el arabismo occidental, que no excluyen que los verbos cóncavos y asimilados puedan ser un desarrollo de raíces bilíteras, anteriores al semítico común, y su propuesta de una bilitarité historique partielle (Traité §142). b) C3 = semivocal (verbos ‫“ ﻧﺎﻗﺺ‬defectivos”) Además de las situaciones descritas en el apartado anterior, tenemos nuevas contracciones: - breves iyu = î yarmî ‫ ﻳﺮ ِﻣ ﻲ‬, uwu = û yandû ‫ ﻳﻨ ﺪُو‬, iyun = in, râmin ‫را ٍم‬, uwun = in, nâdin ‫ﻧﺎ ٍد‬. - largas awû = aw, nadaw ‫ﻧ َﺪوْا‬, ayû = aw, ramaw ‫ر َﻣﻮْا‬, ayî = ay, tardayna ‫ﺗﺮﺿَﻴﻦ‬, iyû = û, yarmûna ‫ﻳﺮﻣُﻮن‬, uwû = û , yandûna ‫ ﻳﻨﺪُون‬, uyû = îy marmîy ‫ﻲ‬ ّ ‫ﻣﺮﻣ‬. Las cadenas /ayâ/, /iya/ o /uwa/ se mantienen intactas, así como /u:w/ maqlûwun ‫ﻣﻘﻠ ّﻮ‬. El sonido /a/ no desaparece, es siempre estable, aunque se acorta y forma diptongo con /i/ o /u/ largas. 44

No sólo se acorta la vocal en Cv:C sino que en el yusivo y el imperativo, la vocal larga final se acorta, en contraste con la forma del indicativo, por ejemplo, yarmî ‫ ﻳﺮﻣِﻲ‬es indicativo, yarmi ‫ ﻳﺮ ِم‬yusivo e irmi ‫ اِر ِم‬imperativo. C2 = C3 (Sordos) Cuando C3 es sílaba cerrada, no se produce cambio alguno. Pero si C3 es sílaba abierta, C2 no se vocaliza y tenemos C1vC2C3v. Esta reduplicación no se da en los nombres, por ejemplo, ‫ ﻣﻠ ﻞ‬malal "aburrimiento”, milal “comunidades religiosas”. En cuanto a las formas derivadas, la forma VIII da lugar a estos fenómenos: - asimilación de la infija /t/ de la forma VIII, si la primera radical es una dental, por ejemplo, izdahara ‫“ ازده ﺮ‬florecer”, iddakara ‫“ ا ّدآ ﺮ‬acordarse”, - addâ ‫ادّﻋ ﻰ‬ “alegar” - asimilación a la /t/ si la primera radical es semivocal o hamza , ittakhadha ‫اﺗّﺨ ﺬ‬ “adoptar, tomar”, ‫ اﺗّﺼﻞ‬ittasala “enlazar, telefonear”, - velarización de la /t/, si la primera radical es enfática, istadama ‫“ اﺻ ﻄﺪم‬chocar”; pueden coincidir dos circunstancias: ittaraba ‫“ اﻃّﺮب‬agitarse”. IV.5. Morfología verbal en dialectos La morfología de los dialectos actuales es más simple que la del árabe clásico o del MSA, pues existen menos categorías y las irregularidades debidas a las semivocales en la raíz tienden a nivelarse. La vocalización sufre cambios primero por causa de la pre-pausalización y sobre todo por la estructura vocálica de cada dialecto, por ejemplo, MSA

Cairo

Damasco

Bagdad

Golfo

kataba

katab

katab

kitab

kitab

ktab

yaktubu

yékteb

y∂ktob

yiktib

yaktib

yiktab

45

Marruecos

Una disposición vocálica hace de la /i/ átona un sonido /e/ en general, sin valor fonemático1. En el caso del dialecto damasceno, tenemos la neutralización de la vocal inicial en /∂/, es decir, y∂ktob. Por otra parte la vocal media está sujeta a cambios debidos tanto a realineaciones morfo-semánticas (/u/> i = e) como a ajustes al vocalismo imperante en un dialecto (/u/ átona > o). IV.5.a Dialectos urbanos 1. Simplificaciones en género y número: - En la segunda y tercera persona del plural, el masculino se ha generalizado. - El número dual ha desaparecido, sustituido por el plural. - En el perfecto: La primera persona del singular y la segunda masculina tienen un mismo sufijo /–t/, katabat. La tercera persona del singular, masculino, no tiene vocal final. La tercera persona del singular, femenino, termina en /-it/, - La segunda personal del plural tiene sufijo único /–tu/. 2. Simplificaciones en modo y voz. - Han desaparecido las marcas de modo, indicativo (-u), subjuntivo (-a) que se confunden con yusivo (-ø). - El modelo vocálico para la voz pasiva desaparece. La pasiva se expresa mediante prefijos, por ejemplo /'in/, /-it/. Mientras la vocal del prefijo del imperfecto en CA y MSA es /a/ o /u/, los dialectos generalizan /i/, sonido que evoluciona a una e transicional en algunos, como el cairota. La tabla conjugacional de los dialectos levantinos, urbanos, y englobando el sonido /e/ breve en la /i/ general, como abstracción, será: Imperfecto

1

Perfecto

Aunque la /i/ tónica suena /e/, en casos como hilwun (CA) hélwu, “dulce, bueno”, pero

46

singular

plural

singular

plural

1

(b)a-...

(b)ni-...

...-t

...-na

2m

(b)ti-...

(b)ti-...u

...-t

...-tu

2f

(b)ti-...i

(b)ti-...u

...-ti

...-tu

3m

(b)yi-...

(b)yi-...u

...-ø ...-u

3f

(b)ti-...

(b)yi-...u

...-it ...-u

Para los dialectos magrebíes, la simplificación es aún mayor: Prefijos

Sufijos

singular

plural

singular

plural

1

n-...

n-...

...-t

...-na

2

t-...

t-...u

...-t

...-tu

3m

y-...

y-...u

...-ø

...-u

3f

t-...

y-...u

...-it

...-u

Tal simplificación se presenta como una extensión de las formas pausales al imperfecto indicativo y subjuntivo. Para expresar los modos, los dialectos recurren a partículas, y así en el dialecto cairota tenemos AC y MSA Indicativo

Cairota -u

b+-ø

Subjuntivo -a



Futuro

sa+ -u

ha+-

Yusivo





En cuanto a la pasiva, el recurso a la forma VII u VIII da estos resultados AC y MSA Act

Dialectos

kataba

yaktubu

katab

yiktib

Pas. kutiba

yuktabu

inkatab/itkatab

yinkitib/yitkitib

hilwín.

47

IV.5.b. Dialectos beduinos Los dialectos, por ejemplo, de Arabia saudí han conservado la mayoría de rasgos del CA: a) los sufijos en -în (2sf) y -ûn (2pm, 3pm) del imperfecto b) las distinciones de género en las personas 2ª y 3ª, han mantenido la pasiva interna y no han desarrollado unas partículas para expresar el modo. IV.6. Cambios morfosemánticos en dialectos La vocalización, en los dialectos, está muy en función del consonantismo. Sin embargo, esto no excluye "realineaciones" morfosemánticas, y en la forma I, se observa en el dialecto cairota: CA

kataba

fariha

rakhusa

Cairo

katab

firih1

rukhus

La realineación ha conducido a englobar en los verbos CiCiC aquellos verbos con un sentido estativo o intransitivos: ‫ ﻓﺴ ﺪ‬fisid, “corromperse” ‫ ﻃﻠ ﻊ‬tili‘, “subir”,‫ ﺳ ﻜﺖ‬sikit, “estar callado”, ‫ زﻣﺮ‬zimir “quejarse”, rigi‛ ‫“ رﺟ ﻊ‬regresar”, ‛irif, ‫“ ﻋﺮف‬conocer”. Estos verbos en CA o MSA son del tipo CaCaCa. De modo complementario, verbos que en imperfecto toman /i/ en vocal segunda, pero son transitivos, en Cairota son del grupo /a/, como ‫‘ ﻋﻤ ﻞ‬amal (CA ‘amila), ‫ ﺣﺴﺐ‬hasab (CA hasiba). En el tema de imperfecto, se trata de averiguar la correspondencia entre la v2 del perfecto y la de este tema. En El Cairo, si el verbo es del tipo CuCuC o CiCiC, la vocal suele ser /a/; si el verbo es del tipo CaCaC, y la segunda o tercera consonante es una post-velar o una enfática, esta vocal casi siempre es

1

Observar el valor alófono de la /i/ y la /e/.

48

/a/, de lo contrario puede ser /i/ y /u/, pero los casos de /i/ y /u/ son poco frecuentes en cairota (compárese con el damasceno): CA

Cairo

Damasco

CA

Cairo

Damasco

fahima

fihim

fehèm

yafhamu

yefham

y∂fhèm

labisa

libis

yalbasu

yelbis

ba‘atha

ba‘at

ba‘at

yab‘athu

yeb‘at

y∂b‘at

kasara

kasar

kasèr

yaksiru

yeksar

y∂ksèr

kataba

katab

katab

yaktubu

yikteb

y∂ktob

akhadha

khad

akhad

ya’khudhu yâkhod

ya’khod

‘arafa

‛araf

‛araf

ya‛rifu

y∂‛rof

ye‛ref

Los dialectos beduinos también han sufrido un proceso de simplificación, pero mientras en el dialecto cairota, lo semántico era rector, en éstos lo fonológico parece tener más peso. IV.7. Verbos irregulares en los dialectos Los verbos irregulares en CA, hemos visto, se organizan en cuatro categorías, tres según la posición de una semivocal, y una cuarta, si la segunda y tercera consonante son iguales. Los dialectos tienden a unificar variantes. Una curiosa unificación comprende los verbos "sordos", de consonante C2=C3, y los verbos defectivos, donde C3 es una semivocal. CA

Cairo

Beduino

ramâ

ramaitu

rama

ramêt

rima

rimêt

shadda

shadadtu

shadd

shaddêt

shadd

shaddêt

Este fenómeno se da también en las formas derivadas. La explicación de esta coalescencia puede ser la analogía entre la forma II (khalla, yukhallî) y el verbo sordo.

49

Los verbos con semivocal inicial, “asimilados”, restablecen el sonido análogo, que para /w/ es /u/ evolucinando a /o/ en algunos dialectos urbanos: CA

Bagdad

Golfo

Cairo

Damasco

waqafa

wugaf

wugaf

wi’if

wa’af

yaqifuyôgaf

yôgif

(bi)yo’af

(bi)û’af

Los verbos cóncavos, en los ejemplos siguientes del dialecto cairota, muestran notable fidelidad al modelo del CA, si prescindimos de la neutralización /e/ en lugar de /i/ CA, o de /o/ por /u/ CA: Perf.

Imperf.

Perfecto

Imperf.

Perf.

Imperf.

shofte

ashûf

gebte

agîb

nemte

anâm

2ms shofte

teshûf

gebte

tegîb

nemte

tenâm

2fs

teshûfi

gebti

tegîbi

nemti

tenami

3ms shâf

yeshûf

gâb

yegîb

nâm

yenâm

3fs

shâfit

teshûf

gâbit

tegîb

nemti

tenâm

1pl.

shofna neshûf

gebna

negîb

nemna

nenâm

2pl.

shoftu

teshûfu

gebtu

tegîbu

nemtu

tenâmu

3pl.

shâfu

yeshûfu gâbu

yegîbu

nâmu

yenâmu

1s

shofti

Sin embargo, en los dialectos del Golfo, muchos cóncavos en /w/ se alinean con los que tienen /y/ en el perfecto: Perf.

Imperf.

gilt

agûl

2sm gilt

tigûl

2sf

tigûl:in

1s

gilt

3sm gâl

yigûl

3sf

tigûl

gâlat

50

1pl

gilna

nigûl

2pl

giltaw

tigûlûn

3pl

giltaw

yigûlûn

En la lengua de El Cairo, la forma derivada II de los cóncavos se unifica: nâm, yinâm, “dormir” > nayyim, yinayyim, “acostar (un niño)”. Otra simplificación afecta a verbos "defectivos" en /w/ y en /y/, asimilación que se produce también en favor de los verbos en /y/ por ser más frecuentes. Para El Cairo los dos tipos, CaCaC y CaCiC, son: 1s

ramêt

armi

nesît

ansa

2ms ramêt

termi

nesît

tensa

2fs

termi

nesîti

tensi

3ms rama

yermi

nesi

yensa

3fs

ramet

termi

nesyettensa

1pl

ramêna

nermi

nesînanensa

2pl.

ramêtu

termu

nesîtu

tensu

3pl.

ramu

yermu

nesyu

yensu

ramêti

Verbos con hamza La hamza se pierde pronto en árabe y los dialectos acusan esta pérdida: CA

Cairo

Bagdad

Golfo

Marruecos

qara'a

'ara

qara

gara

qra

yaqra'u

ye'ra

yaqra

yigra

yqra

Los dialectos asimilan el perfecto de estos verbos terminados, en CA, en hamza con defectivos tipo rama, y nos dan: qarêt, qarêti, etc., y asimilan el imperfecto con el del tipo nasa, dando yinsa, tinsa, etc. Los verbos con hamza inicial, en algunos casos, como el del dialecto de El Cairo,

pierden ésta al principio: kal y no ’akal, 51

khad, no ’akhadha, y

naturalmente, en posición media, todos la pierden y la convierten en un alargamiento: yâkol, biyâkhod. IV.8 Formas derivadas en los dialectos La forma IV y la II, en CA y MSA, tienen sentido causativo, fundamentalmente la IV. En los dialectos la forma IV ha tendido a desaparecer, por ejemplo, en cairota habba, por CA ‫ﺐ‬ ّ ‫ أﺣ‬ahabba. El sentido causativo de la forma IV puede encontrarse en la forma I, y en más casos pasa a la forma II1: CA ‫ رأى‬ra’â IV arâ “mostrar”

Golfo rawa rawwa,

CA, IV ‫ أﻣﻄﺮت‬amtarat “llover [el cielo]”

Cairo mattarit

El sentido intensivo de la forma II, por el contrario, no sólo se mantiene sino se incrementa en los dialectos. La forma II une a los valores causativo e intensivo, una capacidad para derivar verbos de nombres: Cairo: zêt "aceite" zayyat "untar" blât "adoquín" ballat "adoquinar" Golfo: baghil "verdura" baggal "vender verduras" ‘irs "boda" ‘arras "casarse". De la forma II y su reflexiva V damos otros ejemplos de El Cairo: labbis, yilabbis “vestir” sallim, yisallim “entregar”, hassin, yihassin “mejorar” (trans.) Las consonantes enfáticas influyen de modo que /i/ pasa a /a/: faddal, yifaddal “preferir”; wassal, yiwassal “llevar (a una persona)” Forma V

1

Cf. Jan Retsö, Diathesis in the Semitic Languages (Leiden, 1985), c. 5: “The Causative

52

itkallim (ikkallim) yitkallim (yikkallim) ithassin, yithassin “mejorarse” itgawwiz, yitgawwiz “casarse” itfarrag, yitfarrag “mirar” Aunque la forma II, y su reflexiva la V, sean más abundantes, la VIII también tiene cierta representación: Forma VIII i‛tabar, yi‛tibir “considerar” ikhtalaf, yikhtilif “ser diferente” ihtâg, yihtâg “necesitar” ittasal, yittasil “telefonear” IV.9 Cuadrilíteros y dialectos No cabe duda de los verbos cuadrilíteros son un fenómeno en ascenso en los dialectos. A partir de un verbo trilítero se genera el cuadrilítero, sea por reduplicación de C1 o por inserción de /w/ /y/ o /r/ entre C1 y C2. Reduplicación de C1: Bagdad (CA qassa)

gassa "cortar"

gasgas "trocear",

Cairo idem

’assa “cortar”

’asqas “trocear”

Cairo (CA qara‘a)

’ira‘ "golpear"

’ar’a‘ "repiquetear"

Damasco (CA fariha)

firih "alegrarse"

farfah "alegrarse mucho"

Golfo (CA hâka)

hach "tejer"

hawhach "enroscarse"

Bagdad (CA shadda)

shadd “fijar”

shadshad “atar”

Cairo

zimir “quejarse”

zamza’ “quejarse mucho”

Injerto de /r/: Damasco (CA shabaka) shibak "envolver" sharbak "complicarse"

Conjugation in Arabic”.

53

Golfo (CA khabala)

kharbala “estar confuso”

Injerto de /w/: Golfo (CA dakhala)

dikhal "entrar"

dawkhal "entretejer".

Otra posibilidad es un cruce de raíces: khabata y khabala han dado khalbata, confundir, formar IV, itlakhbat, “estar confuso, aturdido” en cairota. El verbo cuadrilítero puede formarse también sobre un sustantivo: Cairo meskîn “pobre” genera etmaskan “parecer pobre”; Golfo gahwa “café”, tigahwa “tomar café”. En este grupo de cuadrilíteros tenemos muchos que se han formado a partir de palabras extranjeras: del francés “cercle” el marroquí crea sarkal “rodear”, o de sigûra, “seguro” el cairota deriva mesôgar “asegurar”.

54

V. Morfología nominal Conviene distinguir entre dos categorías principales de nombres, por su origen verbal o no. V.1. Nombres deverbales V.1.a. Nombres de acción Masdar, “fuente” es la categoría gramatical que en se corresponde con el infinitivo español, aunque no totalmente. CA y MSA utilizan con profusión el masdar, un fenómeno presente en el árabe antiguo y que caracteriza ahora el lenguaje formal y escrito. Mientras en las formas derivadas el nombre de acción es deducible y responde a un tipo, en algunos casos a dos, en la forma primitiva I, los 44 tipos no son deducibles, y solamente algunos se pueden asociar con contenidos léxicos. Los tipos más frecuentes son: CaCC

fath “conquista”, mayl “inclinación”, fawz “éxito”

CaCaC

nazar “visión”

CaCâC

samâ‘ “oir”

CaCâCa

salâma

CiCC

dhikr “recuerdo”

CiCCa

khidma “servicio”

CiCâC

liqâ’ “encuentro”

CiCâCa

kitâba “escritura”

En MSA, la plantilla CiCâCa es frecuente expresando oficios, sinâ‛a o técnicas, qiyâda “conducción”.

55

CuCC

huzn “tristeza”, juhd “esfuerzo”

CuCâC

su‘âl “tos”, zukâm “catarro” Enfermedades

CuCûC

khurûj “salida”, nuzûl “descenso”, nukûs “cambio de dirección” Movimiento

CuCûCa

murû’a “caballerosidad”, su‘ûba “dificultad” Cualidades

A cada una de las formas derivadas le corresponde un mismo tipo de nombre de acción: II

III

taCCîC

tahdîd, “selección”

taCCiCa

tarbi‘a, “educación”

CiCâC

difâ‘ “defensa”

muCâCaCa mu‘âmala “operación”, mubâhatha “investigación” IV

'iCâC

ikhrâj “exportación”, irhâb, “terrorismo”

iCâCA

´i‘âda “re-“, en verbos cóncavos,

V

taCaCCuC taqaddum, “progreso”, tadakhkhul “intervención”

VI

taCâCuC

ta‘âwun, “cooperación”, tahâluf, “alianza”

VII

nCiCâC

insihâb, “retirada”, inhiyâz, “alineación”

VIII CtiCâC

iftitâh, “inauguración”, ihtilâl, “ocupación”

56

IX

CCiCâC

ihmirâr, “sonrojo”

X

stiCâC

istifsâr, “explicación”

stiCâCa

istitâ‘a, “capacidad,” istihâla, “imposibilidad”, en verbos

cóncavos Así mismo los verbos cuadrilíteros son regulares en la formación de los nombres de acción: I C1aC2C3aC4

>

CvCCvC zilzâl, “sacudida”

II taC1aC2C3aC4 >

taCaCCuC tadakhruj, “rodamiento”

III iC1C2anC3C4 >

iCCinCâC iqmintâr, “ser funesto”

IV iC1C2aC3aC4C4. > iCCiCCâC iqshi‛râr “sufrir escalofríos”. idmihlâl, “mengua”

La lexicalización de estos infinitivos es muy productiva en MSA, en especial de las formas II y VIII. V.1.b. Nombres de agente y paciente Denominación en la gramática nacional árabe del participio, y en parte del gerundio, a diferencia de estas formas españolas, no tienen connotación temporal, sino solamente activa o pasiva. Ambos se sustantivan con frecuencia. Tanto en la forma primitiva como en las derivadas su formación es regular, y en las segundas destaca la formación mediante prefijo /mu-/. En todas las formas, destaca la vocalización a-i como característica: I

CâCiC

maCCûC

II

muCaCCiC

muCaCCaC 57

III

muCâCiC

muCâCaC

IV

muCCiC

muCCaC

V

mutaCaCCiC

mutaCaCCaC

VI

mutaCâCiC

mutaCâCaC

VII

munCaCiC

munCaCaC

VIII muCtaCiC

muCtaCaC

IX

muCCaCC

--

X

mustaCCiC

mustaCCaC

y en los cuadrilíteros: I

muCaCCiC

muCaCCaC

II

mutaCaCCiC

mutaCaCCaC

En MSA se explotan bien las posibilidades que ofrece este tipo de nombre para crear nuevos sustantivos: I

tâbi‘a “impresora”, shâhina “camión”, hâfira “fresadora”

II

mukawwin, muwallid "generador", muhaddi’ “tranquilizante”, mu‘ajjil

“acelerador”, muwazzi‘a “distribuidor”, mu‘addil “rectificador”, mu’assasa “institución”. III

muqâwim “resistente”

IV

mudîr “director”, munhî “disparador”, mukhsib “fertilizante”, murfaqât “anexos”, mu‘iddât “infraestructuras”.

V

mutafajjirât “explosivos”,

VII

munhadar "desnivel"

VIII mustawâ "nivel", mu'tamar "congreso", mukhtabar “laboratorio”. X

mustashâr "consejero", mustawtanât "asentamientos"

58

V.1.b.x Participios y dialectos Dado que el nombre de agente y el de paciente en la forma I son muy distintos, los dialectos no han introducido grandes cambios. Quizá el más llamativo sea el del árabe cairota con el participio pasivo de los verbos "cóncavos": minbâ‘, formado sobre la forma VII. En las formas derivadas, en cambio, los cambios son mayores. Como la forma IV se ha perdido y su valor se ha integrado en la II, así también los participios. La distinción entre activa y pasiva basada en la oposición de la vocal de C2, /i/ para el participio activo y /a/ pasivo no es válida. Por ejemplo, en cairota, minazzaf corresponde al CA munazzif así como munazzaf, y para la pasiva se recurre a la forma octava, mitnazaf. La principal función del participio en los dialectos es como predicado verbal: [anâ] shâyif, “yo vi”, shâyfuh “lo vi”. Más tarde se volverá al tema. V.1.c. Otros nombres deverbales El nombre designando el agente y el receptor no son los únicos nombres derivados del verbo en árabe. Relacionados con la acción verbal están los nombres de "vez", de lugar y tiempo, de manera, de instrumento y de acción intensa: 1. Nombres de vez Están marcados por la terminación de femenino -a (CA -atun) añadida al nombre de acción, por ejemplo, qafz "saltar", qafza "un salto". Para la forma I, se utiliza más bien el tipo CaCC: jalsa "una sesión", pero julûs "sentarse". La llamada marca del femenino es, de hecho, una marca sobre todo de unidad, de singular: shajar “árboles”, shajara[t] “un árbol”. 2. Lugar y tiempo

59

Responden a las pautas maCCaC, maCCiC y maCCaCa y son muy productivos de neologismos: kataba “escribir” > maktab “oficina, mesa de – “, maktaba “biblioteca, librería”. sana‘a, “hacer”

> masna‘, “factoría”.

khabaza, “cocer al horno” > makhbaz, “panadería”. jalasa, “sentarse” > majlis, "consejo" waqafa “detenerse” > mawqif “aparcamiento” nafasa “respirar” > manfas “válvula” 3. Instrumento Utilizan las pautas siguientes miCCaC: miqass “tijeras”, mishrah "lanceta", mikbah “freno”, minqash “pincel”. MiCCaCa: mirwaha “hélice”, mijrafa “azada”, mitraqa “martillo”, midakhkha “bomba de extracción”. miCCâC: miftâh "llave", mirfâ‘ “grúa”, miqyâs “medida”, misbâh “lámpara”, mismâr “clavo” y miCCâCa miknâsa "escoba". 4. Intensidad en la acción o regularidad en la misma se expresa con la pauta CaCCâC, ‛alima, "saber" > ‛allâm, "sabio". Produce nombres de oficios, khabaza > khabbâz, "panadero", najara "serrar" > najjâr "carpintero”, kharrât “tornero”. En MSA esta pauta más el sufijo femenino ha generado términos necesarios para designar instrumentos nuevos, thallâja "nevera", sayyâra, “automóvil” tayyâra “avión”, y menos el masculino, por ejemplo, jarrâr “tractor”. 60

V.2. Nombres no deverbales Hay que observar que en árabe, en todas sus fases, sustantivo y adjetivo se sienten y actúan como una misma categoría. Fleisch ha clasificado en siete grupos las formas que adoptan los nombres-sustantivos en AC, donde /v/ señala una vocal breve y /v:/ una vocal larga o diptongo /aw/ /ay/. 1. C1vC2C3

shams “sol”, rijl “pie”, 'udhn “oreja”, yawm “día”, bayt

2. C1vC2vC3

qamar “luna”, rajul “hombre”, katif “espalda”

3. C1v:C2vC3

‘âlam “mundo”, tâlib “discípulo”

4. C1vC2v:C3

kabîr “grande”, himâr “asno”, ‘arûs “novia”, safîna “nave”.

5. C1vC2C2vC3

sullam, "escalera"

6. C1vC2vC3C3

‘abann, "camello".

7. C1vC2C2v:C3 farrûq, "miedoso". No todas las formas son igualmente productivas, la mayor frecuencia se da en las cuatro primeras. Algunas se asocian con modificaciones semánticas específicas o categorías gramaticales, y con precaución podemos decir que los nombres "primitivos" se expresan mediante la pauta C1vC2C3, y en segundo lugar, mediante la pauta C1vC2vC3. También podemos decir que el árabe prefiere formas “ascendentes”, es decir, la primera vocal, breve y la segunda larga o en sílaba cerrada. A estas formas hay que añadir aquellas que se forman con ayuda de prefijos, sobre todo hamza, 'aswad “negro”, y del sufijo /-n/. V.2.b Modificaciones semánticas asociadas a pautas

61

1. Cualidades. En las siete categorías generales antes mencionadas se subsumen otras más específicas que se corresponden con contenidos semánticos: En 1. C1vC2C3, CaCC sa‘b, “difícil” CuCC murr, “amargo”; hulw, “dulce”. En 2. C1vC2vC3, CaCaC hasan, “hermoso” CaCiC farih, “feliz” En 4. C1vC2v:C3, CaCâC jabân, “cobarde”, jawâd “generoso” CaCîC pauta especialmente productiva para calificativos, kabîr; aplicada a verbos transitivos da un pasivo, jarîh “herido”. CaCûC hasûd, “envidioso” CuCâC sujâ‘, “valiente” CuCayC crea diminutivos, jabal > jubayl “colina”, bahr > buhayra, "laguna". V.2.b.2. Por otra parte hay tres grupos bien definidos con afijos: a) 'aCCaC Intensidad en la cualidad, ´aswadu “negro”, y defectos físicos, a‘shâ “que no ve de noche”. b) CaCCân Intensidad en un estado, ta‘bân, “cansado”, za‘lânu, “enfadado”. c) CvCCîy Derivados, lugha > lughâwîy “lingüístico”, Quraish > qurashîy. Evolución en los dialectos

62

Debido a los cambios en las vocales breves, inclusive desaparición de éstas, las pautas anteriores han tendido a confundirse en una. Frente a este fenómeno de coalescencia, existe otro, compensatorio, de diferenciación muy claro en los adjetivos CaCCân, por ejemplo, bardân “tener frío” bârid “frío” (un objeto) sakhnân “tener fiebre” sâkhin “caliente (un objeto)”. En cuanto a la terminación en /îy/, llama la atención su cambio en /-âni/, en el dialecto cairota, en una serie de términos, como guwwâni “interior” < guwwa, “dentro”. V.3. Número El morfema de número en el nombre árabe puede ser de singular, plural y dual, pero el plural en CA, de hecho, es un singular colectivo de género femenino y el plural propiamente dicho queda reservado a unas pocas categorías relacionadas con seres humanos, que luego veremos. El colectivo en sí mismo puede considerarse como punto de partida, y el singular como su derivado, que se genera mediante sufijo /îy/, ‘arab “árabes" > ‘arabîy “un árabe”, 'asbân > asbânîy, o mediante sufijo /tâ'/ de “femenino”, para seres no racionales, nakhl “palmeras” > nakhla “una palmera”. Una combinación de /-îy/ en el singular y /-a/ en el plural se da a veces: mu‘tazilîy > mu‘tazila “mu‘tazilíes”. V.3.b Dual y plural por sufijos Para ambos géneros, la formación "externa" del dual y del plural mediante sufijos, será: Dual Caso

Masc.

Plural Fem.

recto muslimâ(ni) muslimatâ(ni)

Masc. muslimû(na) 63

Fem. muslimâtu(n)

oblic muslimay(ni) muslimatay(ni)

muslimî(na)

muslimâti(n)

Entre paréntesis se escribe la nunación, relacionada con la nunación que aparecía en el tema de imperfecto, y que desaparece en estado de anexión (ver infra). El dual es aplicable a todos los sustantivos, pero no el plural externo: Toman plural externo masculino /-ûna/ /-îna/ los a) nombres designando oficios de pauta CaCCâC b) nombres de agente y paciente, participios, de todas las formas, aunque en la forma primitiva solamente tienen este plural cuando el valor verbal predomina. c) muchos adjetivos derivados en -îy, misrîyûn d) elativos de pauta 'aCCaC. e) arcaísmos, ´ardûna “tierras”, sunûna “años”. Mayor frecuencia encontramos en los plurales externos femeninos. Además de los correspondientes femeninos de las categorías precedentes, hay que destacar la categoría de deverbales, tanto participios como infinitivos, tanto masculinos como femeninos por su forma, que forman su plural en /-ât/. Para la forma I, el participio activo shâhina > shâhinât, "camiones" y el pasivo mashrûbât, "bebidas". En una forma X, mustashfâ > mustashfayât, "hospitales".

64

Para los nombres de acción Forma

Masculino

I II

Derivados de femenino khidmât

tasdîrât

III

muhâdathât

IV

'inshâ'ât

V

taqallubât

VI

tazâhurât

VII

inkâsât

VIII

intihâbât

X

isti‘lâmât

'imkânîyât

ittifâqîyât

V.3.c. Plural fracto La oposición singular/plural se corresponde en CA (teoría de Brockelmann) y en buena medida en MSA con la oposición individual/colectivo. Los modelos de los colectivos se definen, como en los singulares que hemos visto, por medio de cambios vocálicos, de un prefijo /'a/ y un sufijo /'v/. Se registran 29 tipos de este plural “interno” o “fracto”, que en su mayoría no son deducibles de su correspondiente singular, ni a la inversa. Esto no quiere decir que no existan unas correspondencias entre plantillas de singular y de plural que se dan con mayor o menor frecuencia, y los trabajos de Levy, Murtonen o Corriente han puesto de manifiesto estas frecuencias estadísticas. Si tomamos singulares no deverbales, y de ellos las formas más simples C1vC2C3, los plurales fractos más frecuentes son los siguientes: CVCC > 'aCCâC, CuCûC, y en particular: CaCC > CuCûC, 'aCCâC, CiCâC, 'aCCuC, (CîCân) y para la otra forma simple C1VC2VC3, y sobre todo la forma 65

CaCaC > 'aCCâC. El modelo 'aCCâC es aquél que los gramáticos nacionales denominaban “plural de poca cantidad”, para referirse a un número de objetos entre tres y diez. 1) Partiendo de los plurales, encontramos que los plurales más frecuentes responde a las siguientes pautas “largas”, dos con /C2â/, y dos con /u/ en C2, breve o larga: 'aCCâC

CaCC awzân <wazn, “peso”

CiCC ajsâm < jism, “cuerpo” CuCC ahkâm < hukm, “juicio” CaCaC aqdâm < qadam, “pie”; awlâd < walad, “niño”. En este grupo se produce un fenómeno de disimilación en nombres con hamza media: bi’r, “pozo” > âbâr, ra’y, “opinión” > ârâ’. CiCâC CaCC kilâb < kalb, “perro” CaCCat firâkh < farkhat, “gallina” CaCîC kirâm < karîm, “noble” CiCC, zilâl < zill, “sombra”; riyâh < rîh, “viento”. CaCaC jibâl < jabal, “montaña” CaCuC rijâl < rajul, “hombre” CuCûC

CaCC, qulûb < qalb, corazón; ‘uyûn < ‘ayn, ojo CiCC, fulûs < fils, céntimo CuCC, junûd < jund, ejército

'aCCuC

CaCC, ashhur < shahr, mes. CiCC, arjul < rijl, pie CuCC, aqful < qufl, “cerrojo” 66

CaCaC, azmun < zamân, “tiempo” CiCâC, alsun < lisân, “lengua”. En todos ellos comprobamos que el plural supone una vocalización de C2, cuando en singular carece de vocal, o en su alargamiento, cuando es breve. 2) En general, la oposición en el número se asienta sobre una oposición “prosódica”. Así, cuando en el singular C2v: es larga, el fenómeno es el inverso y en el plural se abrevia: CuCuC

kutub < kitâb, “libro, escrito”. furush < firâsh, “lecho” rusul < rasûl, “mensajero” ghudur < ghadîr, “torrente”

y para los plurales con prefijo /'a/ ´aCCiCat

at‘imat < ta‘âm, “comida” aslihat < silâh, “arma” a‘midat < ‘amûd, “columna” arghifat < raghîf , “un pan”

´aCCiCâ’u aqribâ’u < qarîb, “pariente” 3) La oposición también se puede presentar como una alternancia de sonidos vocálicos o melódica: CiCâC como alternancia de CaCîC, kirâm – karîm. 4) También es posible vocalizar C2 y prescindir de la marca del femenino: CiCaC

qita‘ < qit‘at, “un pedazo” qisas < qissat, “narración” ‛ilal < ‛illat, “causa”1

de modo que la inclusión o supresión de la /t/ del femenino sirve también para el contraste singular/plural:

1

Obsérvese cómo la función del plural bloquea la geminación.

67

nahlat “una abeja”, nahl “abejas”. 5) Los nombres cuadrisilábicos, sean o no de raíz cuadrilítera, se ajustan a unas determinadas pautas de plural, siendo algo más predecibles: CaCâCiCu1 ‘aqâribu < ‘aqrab, “escorpión”, jamâjimu ‫ ﺟﻤﺠﻤﺔ < ﺟﻤﺎﺟﻢ‬jumjuma, “cráneo” (‛Amr Ibn Kulthûm), sin vocal larga en el singular, y con esta variante: CaCâCiCa ´asâqifa < ´usquf, “obispo” CaCâCîCu danânîru < dînâr, “dinar” y aunque no sean cuadrilíteros, si su apariencia lo es: CawâCiCu jawâmi‘u < jâmi‘, “resumen” shawâri‛u < shâri‛, “calle” zawâhiru < zâhira, “fenómeno” CaCâ’iCu

jazâ’iru < jazîra “isla”.

Además tenemos los compuestos con prefijos /ma-/ y /ta-/ maCâCiCu makâtibu < maktab, “escritorio”, sin vocal larga en singular maCâCîCu mafâtîhu < miftâh, “llave” taCâCîCu

1

takâlîfu < taklîf, “gastos”.

Con la terminación /u/ indicamos que se trata de una palabra con declinación díptota, /-u/ y

/-a/.

68

Desde un punto de vista léxico, hay unos pocos grupos en los que está definida la correspondencia entre pauta de singular y de plural: CuCCâC

kuttâb < kâtib, participio sustantivado, para profesiones

CawâCiCu shawâri‛ < shâri‛, participio sustantivado para cosas CiCâC

tiwâl < tawîl “largo”, adjetivo de cualidad

´aCCiCâ’u aqribâ’ < qarîb “próximo”, adj. de cualidad sustantivado CuCaCâ’u wuzarâ’ < wazîr, “visir” idem. Obsérvese el parentesco entre las pautas ´aCCâC y CvCâC, así como entre ´aCCiCâ’u y CuCaCâ’u. En resumen, no se puede hablar de arbitrariedad en la construcción del plural fracto. Está claro que la oposición singular/plural se define por medios prosódicos, y aunque esta oposición está enmascarada por el desarrollo de la lengua y no sea posible definir leyes para la situación actual, nada impide pensar que tales leyes existieron en un origen remoto. En los dialectos la pérdida de las terminaciones de caso ha hecho que como terminación de plural externo se imponga el caso oblicuo /în/, y el de dual, /e:n/ (ay > e:). En la creación de nuevos términos por el MSA, hemos destacado la creación mediante nombres de acción, de modo que el plural “sano femenino” es habitual, algo que se extiende a la sustantivación de participios: mustanad > mustanadât “documentos”. Para los préstamos, además del plural sano femenino (tilifûnât “teléfonos”), algunos plurales fractos son especialmente productivos: CuCûC

bank > bunûk “bancos”

´aCCâC

mitr > amtâr “metros”

y en palabras de aspecto cuadrilítero: malyûn > malâyîn “millones”. 69

V.5. Caso, i‘râb El árabe clásico cuenta con tres casos: uno para el estado recto, el del sujeto, con la vocal final /u/, y dos para el estado oblicuo, uno /a/, cuando es complemento verbal, y otro /i/ cuando es complemento nominal y preposicional. El MSA mantiene la distinción, excepto en las formas pausales. Un nombre, sea sustantivo o adjetivo, no puede, sin embargo, aparecer solamente con esta marca. Al mencionar la conjugación se advirtió ya el recurso de la nunación, del afijo en /-na/ o /-ni/ que marcaba el indicativo en AC, así como de su presencia en el plural externo (/-na/), y en el dual (/-ni/). Esta /n/ se vocalizaba, por cuanto la vocal anterior siempre era larga, evitándose el grupo Cv:C extraño al árabe clásico, pero no hay necesidad alguna de que tal /n/ se vocalice en el caso del nombre en singular o en colectivo (i.e. plural interno). No entremos en el valor originario de esta nunación nominal, el hecho es que si una palabra no es larga, cuadrisilábica, inevitablemente va acompañada de nunación. Fenómeno que desaparece si su extensión se completa por delante, mediante el artículo, o por detrás, mediante una anexión a otro nombre o pronombre: semánticamente, es una determinación. Aquellas palabras que son cuadrisilábicas no llevan el apéndice de la nunación. Por otra parte solamente tienen dos terminaciones de caso, /-u/ para el caso recto, y /-a/ para el caso oblicuo. Al grupo de díptotos pertenecen también los nombres de pauta ’C1C2aC3u, ahmaru “rojo”, akhdaru “verde”, asfaru “amarillo”, etc., o algunos de pauta C1aC2C3ânu, ‛atshânu “sediento”, jaw‛ânu “hambriento”. La diptosia se convierte en triptosia tan pronto como la palabra está determinada por el artículo o por la anexión. Excepción

70

de

lo

dicho

la

constituyen muchos nombres de persona (casi todos los femeninos) y topónimos: Fâtimatu, Misru; siempre son díptotos y no admiten determinación. En MSA la nunación - véase supra - es irrelevante para la pronunciación, pero se mantiene en el acusativo indeterminado aunque sea forma pre-pausal. En los dialectos, la nunación ha desaparecido aquí también y en vez del CA katabtu maktûban oiremos katabt maktûb, solamente se encuentran rastros de ella en adverbios

de

modo

como

taqrîban

“aproximadamente”,

‘âdathan

“normalmente”, etc. V.6. Género El género real, según el sexo, no se expresa mediante una marca propia en CA ni en MSA. Umm “madre”, ‘arûs "novia", ka‛âb “mujer joven1” carecen de toda marca,

‫“ إذا آﺎﻧ ﺖ ﻟ ﻚ اﻣ ﺮاة ﻋﺠ ﻮز ﻓ ﻼ ﺗﺄﺧ ﺬ ﺑﻬ ﺎ اﺑ ﺪًا آﻌﺎ ًَﺑ ﺎ‬Si tienes una mujer vieja, nunca tomes además otra joven” (al-Ma‘arrî). Tampoco términos de un fondo arcaico sexuado las tienen: ´ard, "tierra", nâr “fuego”, nafs “alma”, rîh “viento” o shams “sol”2. Las marcas de femenino son tres sufijos ‫ ة‬/-at/ (tâ' marbûta), ‫ ا‬/-â/ âlif mamdûda y ‫ ى‬/-â/ âlif maqsûra. Algunas aparecen en los plurales internos, que funcionan como un nombre femenino (en singular) si el sexo del contenido, seres racionales, no se sobrepone: ‫ ﻗﻀ ﺎة‬qudât, "jueces" es masculino plural, igual que ‫ ﺧﻠﻴﻘ ﺔ‬khalîfa “alifa”siempre es masculino singular. La percepción del femenino, por tanto, es marginal, y su marca está al servicio del número.

1

Literalmente, una muchacha de senos turgentes (traducción J. Cortés) Las partes dobles del cuerpo son también femeninas, y no tienen ninguna marca o sufijo, ‘ayn "ojo", yad "mano". 2

71

VI. Partes no-significantes del lenguaje Veremos en este capítulo aquellas palabras que no llevan el significado, ni de una acción ni de una sustancia o sus cualidades, sino que sus funciones consisten en señalar (deícticos) o relacionar (conectores). Deícticos e interrogativos VI.1. Interrogativos En este ámbito las divergencias entre MSA y los dialectos son notables, debido tanto a cambios fonéticos, por ejemplo a > i, ay > e:, aw > o:, como a sustituciones. El cuadro siguiente ilustra estas diferencias: MSA

Bagdad

Cairo

Damasco

Golfo

Maghreb

man

mîn

mîn

mîn

min-hu

shkûn



shinû

'e:h

shû

shin-hu

esh

'ayy

yâhû

'an-hu

'an-hu

'ay-hu

shenno

'ayna

we:n

fe:n

weyn

we:n

fe:n

matâ

yimta

'imta

'imta

mita

mta

kayfa

shlo:n

iz-zayy

kîf

shlo:n

kif

kam

shqadr

'addie:h

'adde:sh

shgadd

shhâl

li-mâ

le:sh

le:h

le:sh

liwe:sh

‘alash

Como sustituciones vemos sh / shû derivado de shay' "cosa" en vez de mâ, o lo:n derivado de lawn “color”. Gadd procede de qadr "cantidad". En respuesta a estos interrogantes, es posible señalar un tiempo, un lugar o un modo “concretos”: MSA

Bagdad

Cairo

Damasco

Golfo

Magreb

hunâ

hnâ

hina

hôn

ihni

hna

hunâka

hîch

hinâk

ihnîk

ihnîk

tëmma

72

al-'ân

hassa

dilwa'ti

halla

l-hîn

daba

al-yawma

il-yo:m

ennahârda

el-yo:m

il-yo:m

∂l-yoma

kadhâ

hich

keda

he:k

chidi

Como en el apartado anterior, además de cambios fonéticos tenemos sustituciones por otros términos: hassa es un derivado de hâdhihi as-sâ‘a, dilwa'ti, de hâdhâ l-waqt, y lhîn, de hâdhâ l-hîn. VI.2. Deícticos, demostrativos Lo que se conoce por artículo pero que los gramáticos nacionales árabes mejor denominan partícula de lâm es en origen un demostrativo que se antepone al nombre. Delante de dental, interdental o lateral se asimila a tal consonante, reduplicándose: /dd/, /tt/, /ll/ etc. Esta partícula ha perdido gran parte de su valor deíctico. Para señalar objetos físicos o mentales, tanto el árabe clásico como el culto moderno disponen de un juego doble de demostrativos según los estén objetos próximos o apartados del hablante: proximidad Singular

Dual R/O

Plural

masc.

hâdhâ

hâdhâni/hâdhayni

hâ'ulâ'i

fem.

hâdhihi

hâtâni/hâtayni

"

distancia masc.

dhâlika

fem.

tilka

dhânika/dhaynika

'ûlâ'ika

tânika/taynika

"

/Dhv/ que se transforma en /tv/ es el elemento común y que se puede marcar con el género, el número y el caso. /hv/ denota proximidad, mientras /kv/, denota distancia. En los dialectos, los demostrativos, como otras partes básicas del lenguaje, presentan muchas variaciones. Por ejemplo, éstas son para proximidad: MSA

Bagdad

Cairo Damasco

73

Golfo

Marruecos

hâdhâ

hâdha

da

hâda

hâdha

dhâ

hâdhihi

hâdhi

di

hâdi

hâdhi

dhi

hâ'ulâ

dho:la

do:l

hado:l

dhyláyn

dhû

Los demostrativos pueden utilizarse como sintagmas independientes (pronombres) o como elementos de un sintagma nominal (adjetivos). En este segundo caso se acompañan siempre del artículo. MSA y dialectos divergen en el orden, y para decir “esta casa”: MSA

hâdhâ l-bayt

Bagdad

hal-bêt

Cairo

il-bêt da

Damasco

ha l-béyt

Golfo

hal-bayt

Magreb

had ∂l-bit

Cuando el nombre va seguido de un pronombre personal o de otro nombre en anexión, todos sitúan el demostrativo detrás, “esta casa mía”: MSA

bayt-î hâdhâ

Bagdad

bêti hâdha

Cairo

bêti da Como un demostrativo puede considerarse el llamado en español

pronombre relativo, pero en árabe al-ismu l-mawsûl, “nombre enlazable”: alladhî

alladhâni / alladhayni

alladhîna

allatî

allatâni / allatayni

allawâtî

que concuerda en género y número con el antecedente; el dual, además concuerda en caso. En cuanto a determinación, si el antecedente está indeterminado se omite el relativo:

74

‫أﺷ ﺎر ﻟﻬ ﺎ إﻟ ﻰ آﺮﺳ ﻴًﺎ ﻗ ﺪ أﻋ ﺪّﻩ ﻟﻬ ﺎ‬

“le señaló una silla que había preparado para ella”

(Manfalûtî) Ello indica que el relativo funciona como deíctico y que determina, en paralelo con el artículo. De la misma manera que se repite el artículo en un sintagma de nombre y adjetivo, por ejemplo, ‫ اﻟﺼ ﻔﺤﺔ اﻟﺤﺎﻟﻴ ﺔ‬debemos entender la construcción [artículo + nombre] + [relativo + oración adjetiva]. Por tanto, si falta el artículo, debe faltar también el “relativo”. Si el llamado relativo solamente marca o delimita la oración adjetiva, dentro de ésta resulta imprescindible un pronombre en el lugar del sustantivo calificado por ella, siempre que este sustantivo no sea su sujeto. ‫ب ﻓﻲ أوّل ﻳﻮم وﻓﻲ اﻟﻴ ﻮم اﻟ ﺬي ﻳﻠﻴ ﻪ‬ ّ ‫“ ﺳﻜﺖ اﻟﺸﺎ‬el muchacho guardó silencio el primer día, y el siguiente (el que le seguía)” (T. Husain). Con mayor razón, este damîr ar-râji‘ tiene que aparecer también cuando el antecedente está indeterminado y no aparece el relativo, y así se ve en el ejemplo primero, “la silla, la había preparado…” VI.3. Deícticos personales Los pronombres personales en CA y MSA tienen formas muy distintas, según se encuentren en caso recto o en caso oblicuo. En caso recto se escriben aislados, en caso oblicuo, añadidos al verbo o sustantivo que les rige. En el caso oblicuo, solamente el pronombre que designa la persona "yo" tiene dos formas, una para el acusativo y otra para el genitivo. AC-MSA

Cairo

Rabat

Recto

Oblicuo

(después de consonantes)

'anâ

-î/-nî

ana

2ms 'anta

-ka

2fs

1s

'anti

3ms huwa

ana

-i

enta -ak

nta

-ek

-ki

enti

nti

-ek

-hu (-hi)

huwa -u 75

-i -ek

howa -o

3fs

hiya

-hâ

hiya -ha

hiya -a

2dl

antumâ

-kumâ

-

-

3dl

humâ

-humâ

-

-

1pl

nahnû

-nâ

ehna -na

hna

2mpl antum

-kum

entu -kum

ntoma -kom

2fpl antunna

-kunna

entu -kum

ntoma -kom

3mpl hum

-hum (-him)

humma hum

homa - om

3fpl

-hunna (i)

humma hum

homa -om

hunna

-na

2. Conectores VI.4. Preposiciones En árabe, lo que nosotros denominamos proposiciones son consideradas nombres y por tanto exigen el genitivo, o caso “arrastrado” detrás. Muchas pertenecen a raíces trilíteras vinculadas a verbos, pero tres partículas enclíticas, ‫ك‬ka “igual a”, ‫ ل‬li- (la-) y ‫ ﺑ ـ‬bi-, están vacías de significado, y son meramente funcionales. Bi- marca el objeto ‫“ أﺗ ﻰ ﺑﺎﻟﻜﺘ ﺎب‬trajo el libro”. Li-, que se transforma en la- en contacto con la vocal /u/ de los pronombres personales, indica pertenencia o interés personal, ‫“ ﻗﺎل ﻟﻪ‬le dijo”, de tal modo que llega a expresar el agente en casos de pasiva, voz que en principio no reconoce el agente (‫ )ﻣﺠﻬ ﻮل‬, como esta frase del cadí ‘Abd al-Jabbâr (m. 1025): ‫ﺢ آﻮﻧُﻬﺎ ﻣﻘﺪور ًة ﻟﻪ ﺗﻌﺎﻟﻰ‬ ّ‫ﺼ‬ ِ ‫“ ﻻ ﻳ‬no es correcto que estén predeterminadas por Él”. El árabe medio conoce también un uso de li- para marcar el objeto, ‫اﻟﺸﺎرﺑﻮن ﻟﻠﺨﻤﺮ‬ “los que beben vino” (Ibn Hazm) , ‫“ اﻟﺤﺮآﺔ اﻟﻴﻮﻣﻴﺔ اﻟﻔﺎﻋﻠﺔ ﻟﻠﻴﻞ واﻟﻨﻬﺎر‬el movimiento diurno que produce la noche y el día” (Averroes). Otras preposiciones, ya no tan vacías de significación, relacionan la acción o estado con una coordenada espacial, son min ‫“ ﻣ ﻦ‬dirección o parte”,1

1

Para ‫ ﻣﻦ‬partititivo, véase sus usos en conectores.

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fî ‫ﻓﻲ‬, “lugar en”, ilâ ‫“ إﻟﻰ‬dirección a”, ‘an ‫“ ﻋ ﻦ‬procedente de”, ‫“ ﺳ ﺄﻟﺘُﻪ ﻋ ﻦ ذﻟ ﻚ‬se lo pregunté”, Aquellas que establecen una relación temporal, como mundhu ‫“ ﻣﻨ ُﺬ‬desde hace”, qabla ‫“ ﻗﺒ ﻞ‬antes”, ba‘da ‫“ ﺑﻌ ﺪ‬después”, khilâla ‫ل‬ َ ‫“ ﺧ ﻼ‬durante”, tienen un contenido que suele generar verbos y nombres. A su vez pueden depender de otra preposición, y en este caso se declinan, por ejemplo, fî khilâli “en el curso de”. VI.5. Conjunciones Las conjunciones responden a tres formas básicas de conexión lógica: conjunción “X y/e Y”, disyunción “X o/u Y”, y condición “si A entonces B”. Conjunción y disyunción se aplican sobre nombres, que pueden expanderse en oraciones, mientras que los periodos condicionales son de dos o más oraciones, y de manera elíptica, pueden resumirse en un nombre. Una lengua que solamente utilizara estos conectores, sería muy pobre. Los conectores se desarrollan con distintos matices y este desarrollo contribuye decisivamente al desarrollo del estilo. Por esto el tema se tratará una vez consideradas las oraciones compuestas (capítulo XI). VI.6. Negación La negación se expresa en árabe mediante diversas formas, según se aplique a un nombre – sustantivo o adjetivo– o a una oración –nominal o verbal, y para ellas se remite a cap. VII y VIII, respectivamente. En cuanto a su forma ‫ﻻ‬, considerada por la gramática nacional como “partícula de conexión”, en el cap. XI (conectores) se examinan varios giros con la misma.

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VII. Sintaxis nominal Veremos en este capítulo construcciones de artículo y demostrativo más nombre sustantivo, de sustantivo más adjetivo, de sustantivo más sustantivo, de adjetivo en comparación. VII.1. Como se ha indicado, el artículo árabe es la partícula proclítica /vl/, que frecuentemente se convierte en la misma consonante inicial. Cuando se prefija a un sustantivo designando un individuo de una especie real, resalta su función deíctica, como “tenía un libro, el libro [este libro] trataba de...”. A la vez se manifiesta el contraste entre conocido (con el artículo) y desconocido (sin éste). En árabe, nombres propios - Mi ru, Fâtimatu - tanto no admiten /l/, como no admiten la nunación. Dado que no tienen ellos la posibilidad de estos contrastes individuo/especie o conocido/desconocido, no optan ni por una ni otra marca. Si esta partícula /l/ se prefija a un nombre designando un colectivo, una acción, o un ente de razón, no ha lugar este contraste. Acompaña siempre a este tipo de nombres, que evidentemente designan esencias conocidas: al-qirâ'a wa-lkitâba, "lectura y escritura". El valor "conocido" se impone al de "individuo", aunque la función de /l/ es básicamente indicadora de sustantivo. El artículo tiene así mismo una función determinante, como se dijo referente al CA, a nivel morfológico: nombres precedidos de artículo no pueden terminar en la nunación estricta, /-n/ y su declinación es tríptota. El contraste determinado/indeterminado tiene igualmente un valor morfosintáctico, como se verá. VII.2. Nombre + adjetivo

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Dentro de un mismo sintagma, el nombre precede siempre al adjetivo. Ambos concuerdan en cuanto a determinación y caso, mas en cuanto a género y número, la concordancia tiene algunas peculiaridades, a causa del plural interno o fracto. En el CA, anterior al 300/900 como, por ejemplo, en Ibn al-Muqaffa‘ la concordancia es "plena", a un sustantivo en plural fracto debe seguirle un adjetivo también en plural fracto, v.g. ‫آﻨ ﻮز ﻋﻈ ﺎم‬

kunûz ‘iZam, “tesoros

enormes”, ‫ ﺟﻮز ﺻﺤﺎح‬jawz i a “nueces enteras”. También en el MA, cual es el de Averroes, hallamos casos, a veces, de concordancia “plena” ‫ اﻟﺠﻮاﻣﻊ اﻟﺼ ﻐﺎر‬aljawâmi‘ a - ighâr “las sumas pequeñas”. Este plural, de hecho, un colectivo, fue percibido luego como un singular de género femenino, y así lo es en MSA, a no ser que su contenido se imponga al tratarse de seres racionales. En consecuencia, el adjetivo que le califica, es un femenino singular, ‫ اﻟﻜﺘﺐ اﻟﺒﺎﻗﻴﺔ‬al-kutubu l-bâqiya “los libros conservados”. Aquellos dialectos más conservadores, los beduinos, tienden a la concordancia plena, mientras los dialectos urbanos aplican el femenino singular. VII.3. Sustantivo + sustantivo Mediante la “anexión” de un sustantivo a otro cualquier lengua hace más preciso el significado del segundo. El orden puede variar, y el árabe pone delante el nombre sujeto de la precisión, el "añadido", y detrás, el nombre que precisa o "que se añade", orden idéntico al del español: ‫ وزﻳ ﺮ اﻟﺜﻘﺎﻓ ﺔ‬wazîru ththaqâfa "ministro de cultura". Del primer término se dice también que se halla en estado constructo. El pronombre en cuanto ocupa el lugar del nombre puede considerarse también como parte de una anexión, aunque solamente aquella que se añade, kitabî "mi libro". Entre lo añadido y aquello a lo que se añade, es decir, entre primero y segundo términso de la anexión, no se puede situar más que el artículo. Para

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decir, por ejemplo, “el decreto y la decisión de Dios” diremos ‫ﻗﻀ ﺎء اﷲ وﻗ ﺪرﻩ‬ repitiendo el nombre o utilizando en su lugar un pronombre. Los adjetivos, por tanto, deben seguir al bloque formado por sustantivo + sustantivo. Mediante la anexión, en árabe iŸâfa, se articulan relaciones de sujetoverbo: ulû‘ al-qamar “la salida de la luna”, objeto-verbo: fat al-Andalus “la conquista de al-Andalus”, agente-paciente, mu’allif al-kitâb “el autor del libro”, especificación, yawm bu’s “un día de mal”, parte-todo ‘unqûd ‘inab “un racimo de uvas”1, posesión, “bayt Mu ammad”, epexegético, madînat baghdâda, "la ciudad de Bagdad", etc. Esta es la anexión propiamente dicha, [sustantivo + sustantivo], pero existen otros tipos derivados, [adjetivo + sustantivo], jamîlatu l-wajh, “hermosa de cara”, shadîd as-sumra “muy moreno”, que los gramáticos tradicionales denominan “anexión falsa”, o [cuantificador + sustantivo], ba‘Ÿu l-kutub, "algunos libros", una construcción que veremos en otro lugar. VII.3.a La anexión en los dialectos Frente a la estructura sintética del CA y MSA, los dialectos han desarrollado una analítica, uniendo el primer término con el segundo a través de una partícula, que suele expresar “pertenencia”.

1

Bagdad

mâl

Cairo

bta‘il

Golfo

agg

Rabat

dyal

La construcción resultante es indeterminada

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VII.4. Función sintáctica de la oposición determinado/ indeterminado El árabe puede expresar la relación sujeto - predicado nominal así como la del predicativo gracias a la oposición determinado/indeterminado. Lo determinado, si no es un individuo, es al menos una clase de extensión más reducida que lo indeterminado. Dado que las oraciones que llamamos copulativas expresan la pertenencia de un individuo a una clase, o de una clase menos extensa a otra más extensa, es lógico que esta relación de pertenencia se exprese mediante la oposición determinado / indeterminado: hâdhâ kitâb "esto es un libro", a diferencia de hâdhâ l-kitâb, "este libro". al-kitâbu muhimm "el libro es importante" (pertenece a la clase de libros importantes), a diferencia de al-kitâbu l-muhimm, "el libro importante". Oposición que se refuerza con la pausa.

En caso de que sujeto y

predicado nominal estén igualmente determinados, la lengua árabe recurre a un Ÿamîru l-fa l “pronombre de separación”, que es lo más próximo a un verbo copulativo, y de ahí que “esencia” se tradujera primero como huwîya. Así para decir “este es el libro” se dirá hâdhâ huwa l-kitâb. En cuanto a las construcciones españolas de “estar en un lugar”, éstas se articulan de igual modo: ‫‘ ﻋﻤ ﺮ ﺑﺎﻟﺒﻴ ﺖ‬umaru bi-l-bayt “Omar está en casa”, y con otro orden,1 fî Baghdâda rajul “en Bagdad hay un hombre”. Derivadas de las mismas son: - las construcciones expresando posesión: ‘indî bayt "tengo una casa", literalmente “junto a mi hay una casa”. - las construcciones con la partícula de posesión li- (la-) y de obligación ‘alâ seguidas de una oración completiva: ‫ﺣ ﺪ أن ﻳﻘ ﻮل‬ َ ‫ ﻟ ﻴﺲ ﻷ‬laysa li-’a adin ’an yaqûla,

1

Más adelante se tratará del orden en las oraciones, nominales o verbales.

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“nadie puede decir”, ‫‘ ﻋﻠﻴ ﻚ أن ﺗﺼ ﺪق‬alayka ’an ta duqa “debes decir la verdad”, ‫ﻲ أن أذهﺐ‬ ّ ‫‘ ﻋﻠ‬alayya ’an adhhaba “tengo que irme”. La negación en las oraciones nominales se hace con ayuda de ‫ ﻏﻴ ﺮ‬situado delante del predicado, o con ayuda del verbo ‫ ﻟﻴﺲ‬, ‫“ إن اﻷزﻟﻲ ﻏﻴﺮ آﺎﺋﻦ وﻻ ﻓﺎﺳﺪ‬lo eterno no es generado ni corruptible” ٌ‫ﻞ وﻻ ﺧﻔﻴﻒ‬ ٍ ‫“ إن هﺬا اﻟﺠﺮم ﻟﻴﺲ ﺑﺜﻘﻴ‬este cuerpo no es pesado ni ligero” (Averroes). La partícula lâ ‫( ﻻ‬distinta de ‫ ) وﻻ‬puede también servir para negar la oración nominal, los gramáticos nacionales dicen que ésta es ‫“ ﻧﺎﻓﻴ ﺔ اﻟﺠ ﻨﺲ‬negación del género”, es decir, de todos los individuos de un género: ‫“ ﻻ ﺑﺄس ﻋﻠﻴﻚ‬ningún daño te tocará”. VII.5. Elativo Los colores en árabe siguen una pauta llamada de intensidad: ’aCCaCu, y la intensidad es aplicable a cualquier cualidad. El adjetivo que la expresa adopta la misma pauta ’aCCaCu, por ejemplo kabîr > akbar. Solamente algunos adjetivos, como los participios de formas derivadas, no admiten esta pauta. Diversas combinaciones son posibles: ‫ أآﺒﺮ‬akbar (absoluto) muy grande, ‫ اﷲ أآﺒﺮ‬Allâhu akbar "Dios es lo más grande" ‫ أآﺒﺮ ﻣﻦ‬akbaru min (comparación) mayor que: ‫“ ﻟﺨﻠ ﻖ اﻟﺴ ﻤﻮات واﻷرض أآﺒ ﺮ ﻣ ﻦ ﺧﻠ ﻖ اﻟﻨ ﺎس‬La creación de los cielos y de la tierra es mayor que la creación de los hombres” (40: 59). ‫ اﻷآﺒﺮ‬al-akbaru (determinado) el mayor ‫ أآﺒ ﺮ دوﻟ ﺔ‬akbaru dawlatin (anexión) el país más grande, pero en plural akbaru dduwalin "los países más grandes", determinado.

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‫ﻦ أآﺜﺮ اﻟﻨ ﺎس ﻻ ﻳﻌﻠﻤ ﻮن‬ ّ ‫“ وﻟﻜ‬y sin embargo la mayoría de los hombres no saben” (40: 50) Aquellos nombres que no admiten esta forma recurren a perífrasis con akthar o aqall, akthar taqadduman “más desarrollado”. En los dialectos, estas formas se mantienen aunque se aprecia un cultivo del giro mutaqaddim akthar “más desarrollado”. VII.7. Cuantificador + sustantivo A propósito de la anexión se ha indicado que el árabe la utiliza también para expresar cantidad y medida. La morfosintaxis de los números, sin embargo, es más compleja. a) 1 y 2. Para la unidad, el árabe ofrece dos opciones, una como participio activo/calificativo de pauta CâCiC, y otra como elativo de pauta 'aCCaCu. Ejemplos: daftaru wâ id “un cuaderno”, â adu -d-daf:atîr, "uno de los cuadernos". Para el dos, el árabe dispone del morfema de dual, dîn:arâni thnâni, o simplemente dînârâni b) 3 - 10. Se basa en la iŸâfa, en la construcción de genitivo, de modo que el numeral es determinado (muŸâf ilayhi) por la cosa numerada (muŸâf), y la construcción refleja una polaridad de género: Si lo numerado es masculino, el numerante es femenino, y viceversa: khamsatu rijâl "cinco hombres", khamsu nisâ' "cinco mujeres". El género se decide por el singular, es decir, no pesa el plural fracto de seres no racionales

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como femenino: tis‘atu danânîra, “nueve dinares”, khamsatu darâhima, “cinco dirhems”. Una segunda posibilidad es utilizar el numeral como adjetivo: al-kutubu l’arba‘a, “los cinco libros”, al-’arghifatu th-thamâniya, “los ocho panes”, construcción preferida cuando el nombre está determinado. c) 11 - 19 Las unidades preceden a la decena: thalâthata ‘ashara. Aunque el genitivo es el caso preferido en la dependencia nominal, el acusativo de especificación tamyîz puede ser unido también a un nombre. Los numerales entre 11 y 19 se acompañan del objeto numerado en acusativo indeterminado: thalâtha ‛asharata bintan. No sólo el objeto numerado va en acusativo, sino que unidades y la decena van también en acusativo, determinado. La polaridad de género se orienta por el dígito de unidades, y afecta también a la decena. d) 20 - 99 Las unidades preceden a las decenas: thalâthatu wa-‛ishrûna. El objeto numerado continúa en acusativo (singular, indeterminado), pero las unidades y las decenas son declinables, en cuanto a caso: tríptoto o ûna/îna, respectivamente; la polaridad se limita al par unidades-cosa numerada, puesto que las decenas solamente tienen terminación de plural "sano" masculino. e) 100 y centenas Volvemos al régimen de las unidades, con la cantidad "añadida" en genitivo, aunque en singular, a diferencia de aquellas. Dado que mi'a "cien" es femenino, la polaridad exige masculino: mi'a, mi'atâni, thalâthu mi'atin, arba‘u mi'atin, khamsu mi'atin, etc.

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VII.7.a Los dialectos han simplificado un sistema tan complejo, eliminando las distinciones de género en la mayoría de los casos. Los dialectos urbanos del Mashreq, por ejemplo, el de Damasco mantienen la distinción en las unidades, pero con usos distintos: el femenino en estado absoluto, "cinco, seis, siete", y el masculino en estado constructo "cinco casas”. Los dialectos del Golfo, más conservadores, mantienen la polarización, v.g., thamânya kutub “ocho libros” frente a thamân niswân “ocho mujeres”. “Dos” en los dialectos del Magreb se forma sobre CA zawj > djûdj. VII.8. Negación bajo forma de anexión Peculiaridad del árabe es el uso de la idâfa para negar un nombre, tanto sustantivo como adjetivo. Para la negación del adjetivo, inclusive los participios, la construcción con ghayr "alteridad" - que se utiliza, por ejemplo, en ghayru-hu - "otro" es la preferida: ‫ هﻮ ﻏﻴﺮ ﺻﺎح‬huwa ghayru sâhhin, "no está sano". Dado que delante del nombre sustantivo, ghayr mantiene su sentido de "otro", la negación correspondiente, y que es habitual para los nombres de acción, se efectúa mediante ‘adam "negación", ‘adamu s-sihha "insalubridad", ‘adamu l-ghinâ’ “insuficiencia”, ‘adamu l-wujûd, “inexistencia”. Por el contrario, la negación del adjetivo con ‘adîm es poco frecuente: ‘adîm al-matar “sin lluvia” (Hunayn Ibn Ishâq). VII.8.a La anexión y conceptos de identidad, alteridad, etc. Mientras otras lenguas utilizan el atributo, el árabe – CA/MSA - recurre a la anexión del sustantivo a otro que expresa conceptos abstractos de identidad, alteridad, totalidad o parte. La idea de alteridad se expresa mediante la anexión del nombre que es “distinto” a ghayr o siwâ,

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‫¿“ه ﻼ ﺗﺮآﺘَﻨ ﻲ ﺁوى إﻟ ﻰ اﻟﺒﻴ ﺖ اﻟ ﺬي ﻻ أﻋ ﺮف ﺳ ﻮاﻩ‬No me dejas quedarme en la casa, no conozco ninguna otra?” (N. Mahfûz) También la identidad se expresa en una anexión, donde el primer miembro es el nombre dhât “esencia”, ‛ayn “ojo”, y sobretodo nafs “alma”: ‫“ ﺟﺎء ﻧﻲ هﻮ ﻧﻔﺴﻪ‬vino a verme él mismo” ‫“ ﻗﺎل ﻟﻨﻔﺴﻪ‬se dijo a sí mismo (para sus adentros)” ‫“ وﺟﺪت ﺳﻜﻴﻨﺔ ﻧﻔﺴَﻬﺎ ﺑﻼ ﻣﻮرد‬Sakina se encontró sin medios de vida” (Mahfûz). Wahda “uno sólo”, que siempre va seguido de un pronombre, entraría en esta categoría, a pesar de ser una “partícula”: ‫“ اﻟﻈﺎهﺮة ﻟﻴﺴﺖ ﻓﻲ ﻣﺼﺮ وﺣﺪهﺎ‬el fenómeno no existe solamente en Egipto”. VIII. Estilo y sintagmas nominales. En MSA la adaptación de términos compuestos que expresan sintéticamente conceptos nuevos suele realizarse de mod analítico mediante la anexión (Sustantivo + sustantivo) o mediante la atribución (Sustantivo + adjetivo). a) atribución Antibiótico> ‫ﻣﻀﺎ ّد ﺣﻴّﻮي‬ Infrastructuras > ‫اﻟﺒﻨﻴﺎﻧﺎت اﻟﺘﺤﺘﻴﺔ‬ Biotecnología > ‫اﻟﺘﻘﻨﻴﺎت اﻟﺤﻴﻮﻳﺔ‬ Multimedia > ‫اﻟﻮﺳﺎﺋﻞ اﻹﻟﻜﺘﺮوﻧﻴﺔ اﻟﻤﺘﻌﺪدة‬ b) anexión. Rayos Infrarrojos > ‫اﻷﺷﻌﺔ ﺗﺤﺖ اﻟﺤﻤﺮاء‬ Software > ‫ﺗﻘﻨﻴﺎت اﻟﺒﺮﻣﺠﻴﺎت‬ Hardware >‫ﺗﻘﻨﻴﺎت اﻟﻌﺘﺎد‬ Plaquetas (sangre) > ‫ﺻ ﻔﺎﺋﺢ اﻟ ﺪم‬

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VIII. El sintagma verbal En la morfología del verbo hemos visto ya diferencias en su forma correspondientes al aspecto o a la modalidad, que hay que desarrollar y completar con el análisis de otras funciones. VIII.1. Aspecto y tiempo La oposición entre el tema conjugado con sufijos y el conjugado con prefijos se basa en la diferencia de aspecto, perfecto (perfectivo) frente a imperfecto (aoristo), respectivamente, y no de tiempo. La negación habitual de un hecho pasado, por ejemplo, se expresa mediante ‫ ﻟ ﻢ‬y el tema de imperfecto, sin vocal final: lam yasil, “no llegó”. Ahora bien, puesto que la acción pasada muchas veces es una acción terminada, es fácil vincular el aspecto perfecto con el tiempo pasado, y tanto MSA como los dialectos actuales se inclinan por una oposición de tiempo. El tema de perfecto, con sufijos, se utiliza en general para el pasado, pero en CA también se usa en otros casos en que el aspecto perfectivo es determinante. Uno) En periodos condicionales, tanto posibles como irreales, ‫“ أﻧﺒﺌﻮﻧﻲ ﺑﺄﺳﻤﺎء هﺆﻻء إن آﻨﺘﻢ ﺻﺎدﻗﻴﻦ‬Decidme los nombres de estos [seres], si estáis en lo cierto” (2: 31. b) En jaculatorias, expresando deseos que Dios debe cumplir, ‫ﺻﻠﻰ اﷲ ﻋﻠﻴﻪ‬

‫“ وﺳﻠﻢ‬que Dios lo bendiga y proteja”. c) Cuando el tiempo es absoluto, no limitado al presente ni al pasado: ‫“ واﻟﻨﺠ ِﻢ إذا هﻮى‬por la estrella cuando cae” (53: 1) ‫“ إن اﻟﺬﻳﻦ آﻔﺮوا‬aquellos que no creen” (2: 6) En cuanto al aspecto en las formas no personales, hay que señalar que en el participio activo (en CA y MSA), el valor imperfectivo domina:

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‫ﻞ‬ ٍ‫ﻈ‬ َ ‫ﻒ ﺣﻨ‬ ُ ‫“ ﻧﺎﻗ‬estaba partiendo una coloquíntida” (Imru l-Qays) ‫ﺧ ﺮك؟ إﻧ ﻲ راﺟ ﻊ إﻟ ﻰ اﻟﺒﻴ ﺖ‬ ّ ‫ “ ﻣ ﺎذا أ‬- ¿Qué te ha retrasado? - [Nada] Vuelvo a casa” (N. Mahfûz) En los dialectos, se ha indicado que el participio activo CâCiC es empleado para expresar el pasado. Este empleo es posible por el aspecto perfectivo que adquiere el participio activo, y que acaba oponiéndose al participio pasivo por su aspecto imperfectivo mahmûl "móvil, transportable”. Si se trata de verbos de conocimiento, el participio es traducible por presente, anâ ‘ârif "yo sé". Ahora bien, si se trata de verbos de movimiento o reposo, ambas posibilidades se ofrecen: - presente continuo: enta râyeh fên? “¿adónde vas?” (Cairo) ana wâgif ihni “espero aquí” (Bagdad), - el pasado como resultado: enta shâri l-'omâsh-da menên? ¿Dónde has comprado esta tela? (Cairo) VIII.2. Modos y realidad La referencia a la realidad caracteriza los modos del verbo, además de las matizaciones modales que se hacen con ayuda de verbos que expresan poder, deber, querer o necesidad. En cuanto al imperativo, amr, su nombre ya manifiesta el modo del verbo sin dejar ninguna duda. El imperfecto terminado en /-u/ lo comparan los gramáticos nacionales con el nominativo en el nombre, y nosotros lo asociamos con el indicativo. Su relación con lo real es sin matices: se utiliza en oraciones declarativas o interrogativas . El imperfecto terminado en /-a/, el acusativo de los gramáticos nacionales árabes, aparece después de la conjución subordinante 'an o de compuestas con ella. ‫' أن‬an une el subjuntivo con verbos o giros preposicionales expresando deseo,

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duda, suposición, necesidad, o que sitúa la acción del imperfecto en /-a/ fuera del ámbito de lo factual . ‫ ﻷن‬lan, contracción de lâ + 'an, y el subjuntivo sirve para negación del futuro, ‫ ﻟﻦ ﻳﻼﻗﻮك‬lan yulâqûka, “no te encontrarán”. El imperfecto sin vocal final tiene un valor optativo, yusivo, excepto precedido de la negación lam, pues ésta, como hemos visto, es la negación habitual del pasado, kataba- lam yaktub. Precedido normalmente de fal (fa + li) o de li exhorta a la primera o a la tercera persona para la acción:

‫“ ﻟ ﺘﻜﻦ ﻗﻮﺗ ﻪ ﻓ ﻲ ﺧﺪﻣ ﺔ اﻟﻨ ﺎس‬que su fuerza esté al servicio de los hombres (N. Mahfûz) ‫“ ﻓﻠﻴﻌ ِﺬرْﻧﻲ‬que me perdone”. Precedido de lâ convierte el imperativo en prohibición: ‫“ وﻻ ﺗﺄﺧﺬْ ﻋﻦ اﻷﻋﺮاب ﻟﻬ ﻮًا‬de los árabes beduinos no tomes ninguna distracción” (Abû Nuwâs) En la segunda parte de un período condicional, ‫' أﺑﻘﻨ ﻲ ﻳﺒﻘﻴ ﻚ اﷲ‬abqini: yubqika l-Lâhu "si me sueltas, Dios te guardará”, se aprecia el valor optativo del modo "Suéltame, que Dios te guarde". Los dialectos han fundido las formas del indicativo, subjuntivo y yusivo en una forma parecida a la del yusivo. Sin embargo, el lenguaje necesita expresar la distinción entre la acción como realidad o posibilidad, y los dialectos han desarrollado mecanismos que satisfagan esta necesidad “modal”. En dialectos urbanos del Mashreq, por ejemplo, de El Cairo, el indicativo se marca con un segundo prefijo /b-/ mientras el subjuntivo no lleva más que los prefijos del imperfecto: byishrab shây “él bebe té” tishrab shây? “¿quieres beber té?”

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El equivalente al subjuntivo no va, por tanto, precedido por la conjunción 'an. De hecho, es el sentido de la frase o su dependencia de un verbo de voluntad, temor, suposición, etc. lo que requiere este modo sin /b-/: 'iw‘a tishrab mâ “cuida de beber agua”. A estas construcciones deben sumarse otras que precisan aspectos del verbo, incoativo, âr yi'ra "empezó a leer", o durativo, tann yi'ra "continuó leyendo." VIII.4. Tiempos En párrafos anteriores se han hecho ya algunas observaciones sobre la expresión del tiempo en el verbo, y a las que hay que añadir éstas relativas al empleo de qad y del verbo kâna. ‫ آ ﺎن‬kâna "llegó a ser" traslada una oración nominal al pasado: fi: baghdâda rajul > kâna fi: baghdâda rajul "había un hombre en Bagdad". Puesto que en árabe el acusativo es el caso de dependencia verbal, kâna lo requiere también: huwa jâlis "está sentado", kâna huwa jâlisan "estaba sentado”.1 Kâna, en perfecto, antepuesto a un verbo en perfecto indica anterioridad en el mismo pasado kâna kataba "había escrito”. Kâna, en perfecto, antepuesto a un verbo en imperfecto indica repetición, frecuencia en su acción kâna yaktubu “solía escribir”. A la inversa, el imperfecto de kâna antepuesto al perfecto del verbo principal desplaza su acción hacia el futuro el cual tiene un aspecto perfectivo yakûnu kataba "habrá escrito". Yakûnu yaktubu significará en cambio “estará escribiendo”. En cuanto al futuro simple, CA y MSA recurren a la proclítica /sa-/ o al adverbio sawfa: sayaktubu - sawfa yaktubu.

1

No sólo kâna sino también verbos predicativos, que la gramática nacional denomina “hermanos de kâna” exigen acusativo: ‫ﻞ اﻟﺮﺟﻞ واﻗﻔ ًﺎ‬ ّ ‫“ وﻇ‬el hombre continuó de pie”.

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Los dialectos han desarrollado el futuro con ayuda de otras partículas. En El Cairo la procrítica /ha-/ sobre el imperfecto expresa un futuro simple: hayirga‘ "volverá”. En Bagdad, râha ejerce esta función: raha yirji‘. VIII.5. Negación del verbo Encontramos cuatro partículas para negar el verbo: ‫ ﻟﻦ‬،‫ ﻟﻢ‬،‫ ﻻ‬،‫( ﻣﺎ‬mâ, lâ, lam y lan), al que siempre preceden, además del verbo ‫ﻟﻴﺲ‬. Mâ es la misma partícula para preguntar ¿qué? y para decir 'cuanto' o 'todo lo que'. Mâ se usa con el perfecto, pero no se repite, por ejemplo, ‫ﻣﺎ ﻧﻈ ﺮ وﻻ ﺳ ﻤﻊ ﺷ ﻴﺌًﺎ‬ mâ nażara wa-lâ sami‘a shay'an "no vio ni oyó nada". Para el pasado, sin embargo, es más frecuente la negación con lam + yusivo, y en general mâ es poco usada en MSA. Lâ acompaña al imperfecto indicativo, que también puede ser negado con mâ, y el matiz está en que mâ niega algo puntual, y lâ, continuado. En caso de que la oración dependa de una partícula de subjuntivo, lâ no cambia este modo. Lâ delante de de yusivo expresa una prohibición. Lam solamente precede al yusivo, y lan solamente al imperfecto subjuntivo, y como ya indicado, implica entonces un futuro. Laysa, ‫ ﻟﻴﺲ‬que es un un verbo, puede también negar el imperfecto: ‫ﻞ ﺷﻲء‬ ّ ‫“ وﻟﻴﺲ ﻳﻨﺒﻐﻲ أن ﻧﺠﺎدل ﻓﻲ آ‬no conviene discutir de todo” (Averroes) En oraciones nominales, la negación se puede realizar mediante - laysa, ٌ‫( ﻟﻴﺲ ﻋﻠﻰ اﻷﻋﻤﻰ ﺣﺮج‬48: 17) “no hay reproche para el ciego”, ‫ﺖ ﻓﻲ ﺣﺎﺟﺔ إﻟﻰ ﺧﺪﻣﺔ أﺣﺪ‬ ُ ‫“ ﻟﺴ‬no necesito la ayuda de nadie” - o mediante la anexión del adjetivo, negado, a ‫ ﻏﻴ ﺮ‬ghayr (ver también tema anterior).

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Los dialectos han operado transformaciones notables, simplificando el sistema. Lâ se utiliza poco, en respuestas, aislado y en algun giro, como wa-lâ-hâga "nada", en cairota. Mâ se ha generalizado, a menudo inseparable de /-sh/, derivado de shay' "cosa", por ejemplo, mish ‛ârif , mu ‛ârifsh "no sé" en cairota. Estas son las combinaciones: a) Pasado kal “comió”

ma kalsh “no comió”

b) Presente, indicativo biyâkul “está comiendo” mish biyâkul, ma byakulsh “no está comiendo” Presente, subjuntivo lâzim yâkul “tiene que comer” mish lâzim yâkul, lâzim ma yakulsh “no tiene que comer” c) Futuro hayâkul “comerá” mish hayâkul “no comerá” d) Imperativo kul “come” ma takulsh, balâsh tâkul, 'iâk tâkul “no comas”.

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IX. Oración simple. En un verso de la poesía árabe clásica, las terminaciones de caso nos revelan las funciones de cada elemento de la oración. Sirva de ejemplo el primer verso de la mu‘allaqa de Tarafa ibn al-‘Abd: ‫ح * آَﺒﺎﻗِﻲ اﻟﻮَﺷﻢ ﻓﻲ ﻇﺎهﺮ اﻟﻴَﺪ‬ ُ ‫ﻟﺨﻮْﻟ َﺔ أﻃﻼلٌ ﺑﺒُﺮﻗ ِﺔ َﺛﻬْﻤَﺪ ﺗَﻠﻮ‬ “Del campamento de Khawla [no quedan sino] unos restos junto al pedregal de Thamhad, [que] brillan como restos de tatuaje sobre el dorso de la mano”. Entre corchetes anoto términos que no tienen correspodencia en el original ¿Hasta qué punto los casos son imprescindibles? La respuesta no es concluyente, ante todo, porque la brevedad del periodo constituido por el verso no permite muchas hipótesis. Si pasamos a la prosa clásica, es evidente que el orden de las palabras es clave para determinar su función: ‫ﻞ ﺷﻲء ﻟﻢ ﻳﻮﺟﺪ ﻣﺤﺮﻣًﺎ ﻓﻲ آﺘﺎب اﷲ ﺗﻌﺎﻟﻰ وﺳﻨﺔ رﺳﻮل اﷲ ﻓﻤﺒﺎحٌ ﻣﻄﻠﻖ‬ ّ ‫وآ‬ “Todo cuanto no se halla prohibido en el Libro de Dios o en la zuna del mensajero de Dios es indiferente y libre …”

‫ورأى ﻣﻌﺎوﻳﺔ آﺎﺗﺒًﺎ ﻟﻪ ﻳﻜﻠّﻢ ﺟﺎرﻳﺔ ﻹﻣﺮاﺗﻪ ﻓﺎﺧﺘﺔ ﻓﻲ ﻳﻌﺾ ﻃﺮق دارﻩ‬ “Mu‘âwiya vio a uno de sus secretarios hablando con una de las esclavas de su mujer Fâkhita en uno de los corredores de su palacio” Ambos ejemplos, de Jâhiz, se ajustan a las dos ordenaciones básicas de la frase árabe, - 1º Sujeto + sus complementos 2º predicado nominal - 1º Predicado verbal 2º sujeto + sus complementos 3º objeto directo + sus complementos 4º predicativo (u oración equivalente), o segundo acusativo 5º complementos preposicionales y adverbios.

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En la oración nominal el orden habitual es 1º sujeto o incoativo mubtada’ 2º predicado nominal, khabar. Este orden se invierte en algunos casos, a destacar: si el predicado es un complemento con preposición y el sujeto está indeterminado ‫“ ﻋﻨﺪي ﺷﻐﻞ‬tengo trabajo” o es una oración completiva, ‫ﻣﻦ اﻟﻤﺤﺘﻤ ﻞ‬ ‫ن اﻟﺤﻘﻴﺒ ﺔ ﺿ ﺎﻋﺖ ﻓ ﻲ اﻟﻤﻄ ﺎر‬ ّ ‫“ أ‬es probable que la maleta se extraviara en el aeropuerto”. En la oración verbal el orden, en cambio, es 1º verbo 2º sujeto o más exactamente, agente, fâ‘il. Si el sujeto precede al verbo, la gramática nacional árabe lo considera un mubtada’ “incoativo” y la anteposición se realiza porque de manera tácita o explícita se contrapone a otro “incoativo”, por ejemplo ‫زﻳﺪ ﻣﺎت‬ ‫ﻲ‬ ّ ‫“ وﻋﻤ ُﺮ ﺣ‬Zayd [es el que] murió y ‘Umar [es el que] está vivo”. Es posible comenzar la oración con uno de los complementos, que presentan la acción o delimitan su marco, como lo hacen los de tiempo y lugar: ‫ اﺟﺘﻤﻊ ﻓﺨﺎﻣﺔ اﻟﺮﺋﻴﺲ‬1377 ‫ رﺟﺐ‬12 ‫…ﻓﻲ ﺟﻠﺴﺔ ﺗﺄرﻳﺨﻴﺔ ﻋﻘﺪت ﻓﻲ ﻗﺼﺮ اﻟﻘﺒﺔ ﻓﻲ اﻟﻘﺎهﺮة ﻓﻲ‬ “en una sesión histórica que se celebró en el palacio de al-Qubba en El Cairo el 12 de Rajab de 1377 se reunieron su excelencia el presidente …” Por lo demás el árabe es poco propenso a alterar el orden fuera de estos tres casos, y cuando el objeto directo, un complemento preposicional, o incluso nominal, van delante, estos elementos se convierten normalmente en un acusativo precedido de ‫ن‬ ّ ‫ إ‬y además la oración necesita completarse con un pronombre de referencia, Ÿami:ru r-râji‘, ‫“ إن اﻟﺒﻴ ﺖ اﺷ ﺘﺮﻳﺘﻪ ﻣﻨ ﺬ زﻣ ﺎن ﻃﻮﻳ ﻞ‬la casa, la compré hace tiempo”. En los dialectos conservadores, la tendencia al orden Verbo + Sujeto + Complementos se mantiene, pero un sujeto determinado, conocido, suele ir por delante del verbo, como: Júha râ ir-ráydo mâlah u shaghghalah “Joha fue a su radio y la encendió” (Árabe del Golfo).

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En general, los dialectos urbanos, prefieren el orden de Sujeto + Verbo + Complementos. Por ejemplo, en cairota oiremos: el-markëb we lët Eskenderíya embá:rë

bël-le:l “el barco llegó a Alejandría por la noche”, o: Kamâl

biyështaghal fë-l- okûma “Kamal trabaja en el gobierno”.

2. Orden y concordancia En árabe, clásico y culto moderno, el orden del verbo y el sujeto – distinto de la primera o segunda persona - están relacionados con la concordancia entre ambos, pero el MSA simplifica las normas: Cuando el verbo precede al sujeto, el orden más frecuente, la concordancia es sólo en el género, y el verbo está en singular, ahora bien, una vez el sujeto ha sido mencionado, los verbos que puedan venir detrás concuerdan en número también, por ejemplo, ‫“ أﺧﺬت اﻟﻨﺴﺎء ﻳﺤﺪﱢﺛﻦ‬las mujeres empezaron a contar …” ‫“ أﺧﺬ اﻟﺮﺟﺎل ﻳﺤﺪﱢﺛﻮن‬los hombres empezaron a contar …” En cuanto a los plurales de seres no racionales, pesa su connotación de colectivo y singular femenino: ‫“ أﺧ ﺬت اﻟﺼ ﻮارﻳﺦ ﺗﻀ ﺊ ﺳ ﻤﺎء اﻟﻤﺪﻳﻨ ﺔ‬los cohetes empezaron a iluminar el cielo de la ciudad” (prensa). En los dialectos, y en caso de que el V preceda al S, la concordancia es completa, en género y número, con la excepción de los plurales de seres no racionales: koll el-fi:rân harabet men al-’af∂ “todos los ratones se escaparon de la jaula”.

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3.

Complementos del verbo El árabe clásico dispone del acusativo para marcar la dependencia de un

nombre respecto del verbo. Esto supone que en árabe el acusativo puede hacer cuatro funciones: de objeto – simple o doble -, de predicativo, y de adverbio – lugar, tiempo, modo. La función predicativa y la adverbial pueden confundirse por su aspecto generalmente indeterminado. Estos serían unos ejemplos: a) objeto: ‫“ دﺧﻞ اﻟﻤﺪﻳﻨﺔ‬entró en la ciudad” ‫“ أﻋﻄﻴﻨﻲ اﻟﻘﻠﻢ‬dame el lápiz” En esta categoría se debe incluir el predicado nominal en tiempo pasado, cuando sigue al verbo ‫“ آ ﺎن‬llegar a ser” o similares. Los pronombres pueden necesitar de la partícula ‫ إﻳ ﺎ‬para marcar su función como objeto cuando existe también un complemento nominal: ‫“ ﺗﺤﺮﻳﻚ اﻟﺒﺤﺮ إﻳﺎهﺎ‬el movimiento que el mar le da”. b) predicativo ‫¿ أﺗﺤﺴُﺒﻨﻲ ﻣﺠﻨﻮﻧﺎً؟‬crees que estoy loco? c) adverbio (lugar, tiempo) ‫ﻻ‬ ً ‫“ ﻧﻈﺮ ﻳﻤﻴﻨًﺎ وﺷﻤﺎ‬miró a derecha e izquierda” ‫“ ﺑﻘﻲ آﺬﻟﻚ زﻣﻨًﺎ‬se quedó así durante un tiempo” Si bien tiempo y lugar son dos circunstancias inequívocas, y los ejemplos lo muestran, y las categorías semánticas se corresponden bien con categorías morfosemánticas, no es así con otras circunstancias. Cantarino enumera además los siguientes usos del acusativo, usos reconocidos también en CA: - causa, ‫“ ﻟﻜﻨﻬ ﺎ ﻟ ﻢ ﺗﻔﻌ ﻞ ذﻟ ﻚ ﺣﻴ ﺎ ًء‬ella no lo hizo por timidez”, ‫“ ﻣ ﺎت ﺟﻮﻋ ًﺎ‬murió de hambre”. - medida, ‫“ دﻧﺎ ﻣﻨﻪ ﺧﻄﻮ ًة‬se acercó a ella un paso”

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- especificación, ‫“ أﻧﺘﻢ أآﺜﺮ اﻟﻨﺎس ﻃﻌﻤًﺎ‬vosotros sois los más ambiciosos”. ‫أﺳﻌﺪ ﺣﻈًّﺎ‬ “más afortunado”. - estado, ‫ﻻ‬ ً ‫ﻲ ﻣﺬهﻮ‬ ّ ‫“ ﻟﺘﻔﺖ إﻟ‬se dirigió hacia mi perplejo (pp. Pasivo)”. ‫ﻼ‬ ً ‫“ ﺗﻮﻗﻒ ﻗ ﺎﺋ‬se detuvo diciendo (pp. activo)” ‫“ ﻗﺎﻟﺖ ﺑﺎﺳﻤﺔ‬dijo ella sonriendo”. El estado, ‫ ﺣ ﺎل‬pertenece a un nivel, evidentemente, meta-lingüístico: expresa una situación transitoria que modifica – es accidental a - la acción principal. A menudo toma forma de un participio: ‫ﺨ ّﺮ ﻟ ﻪ اﻟﺠﺒ ﺎﺑﺮ ﺳ ﺎﺟﺪﻳﻨﺎ‬ ِ ‫“ ﺗ‬ante él los gigantes se prosternan orando” (‘Amr Ibn Kulthûm) ‫“ أﺗﻴﻨﺎ ﻃﺎﺋﻌﻴﻦ‬Hemos venido obedientes” (Corán 51: 10) ‫ﻲ ﻋِﻄ ِﻔ ِﻪ‬ َ ‫ب ﻣﻨﻴ ٍﺮ ﺛﺎ ِﻧ‬ ٍ ‫ى وﻻ آﺘﺎ‬ ً ‫“ وﻣﻦ اﻟﻨﺎس ﻣﻦ ﻳﺠﺎدل ﻓﻲ اﷲ ﺑﻐﻴﺮ ﻋﻠ ٍﻢ وﻻ هﺪ‬Entre los hombres hay quien disputa sobre Dios sin conocimiento ni guía, ni libro luminoso, esquivando” (22: 8-9). ‫“ اﻧﺼ ﺮف اﻟﻄﺒﻴ ﺐ ﻣ ﻦ اﻟﺤﺠ ﺮة ﻳﺎﺋﺴ ًﺎ‬el médico salió desesperado de la habitación” (†. usayn). ‫“ ﺣﺮّك راﺳﻪ ﺻﺎﻣﺘًﺎ‬sacudió su cabeza en silencio” (N. Ma fûż) En muchos casos, el âl se puede traducir por un gerundio del tipo “vino corriendo”, en otros, como un adverbio de modo, pero en otros, aunque a nivel metalingüístico el término expresa efectivamente un estado transitorio y accidental, su función sintáctica es ante todo de predicativo, ‫“ ﻟﻘﻴﺖ اﻟﺴﻠﻄﺎن ﻋﻨﺪﻩ ﺑﺎآﻴًﺎ‬encontré al sultán en su casa, llorando”. Por esta razón no deberían considerarse acusativos de estado los segundos acusativos dependientes de verbos de “corazón”, de

“duda y certeza” o

“incoativos”. ‫“ ﺟﻌﻞ ﻟﻜ ﻢ اﻷرض ﻓﺮاﺷ ًﺎ واﻟﺴ ﻤﺎء ﺑﻨ ﺎ ًء‬Dios hizo para vosotros de la tierra un lecho y del cielo una bóveda” (2: 22)

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Finalmente el acusativo absoluto, al-maf‘ûlu l-mu laq, es un adverbio tomado del ma dar correspondiente al verbo el cual o bien refuerza la acción expresada por el verbo, o bien enumera sus acciones, o bien la especifica: ‫ﺷ ﺮﺑﻨﺎ ﻓﻤِﺘﻨ ﺎ ﻣ ّﻴ َﺘ ًﺔ ﺟﺎهﻠﻴ ًﺔ‬

“Bebimos y nos morimos en la muerte de los que no

conocieron el islam” (al-Akh al) ‫“ وﻧﻈ ﺮ إﻟ ﻰ زوﺟﺘ ﻪ ﻧﻈ ﺮة ﻃﻮﻳﻠ ﺔ ﺳ ﺎهﻤﺔ‬dirigió una mirada larga y triste hacia su mujer” (S. Mûsa) ‫“ وﺿﺤﻚ ﺿﺤﻜﺘﻪ اﻟﻤﺠﻠﺠﻠﺔ‬rió a carcajadas”. Las diferencias entre CA y MSA no son relevantes y, si hemos recurrido a la clasificación de Cantarino, hecha sobre el MSA, era precisamente por esta coincidencia. Por lo demás, la flexión del acusativo indeterminado se ha mantenido siempre en MSA, incluso delante de pausa. Difícilmente, en cambio, se puede hablar de acusativo como caso, cuando la flexión nominal ha desaparecido en los dialectos: Kolle yo:m bey’ûm badri “cada día se levanta temprano”, y solamente quedan restos de acusativo indeterminado.

4. Sintagmas con ma dar. El nombre de acción juega un papel importante en la sintaxis del árabe escrito, y nos encontramos esta forma en distintas funciones, siempre determinada. El árabe escrito prefiere construcciones “compactas” con ma dar a construcciones con el verbo en forma personal, y en ellas el ma dar actúa como el primer término de una anexión, y el segundo término – en genitivo – corresponde al sujeto o al objeto de la acción. En caso de que el ma dar este

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determinado por el artículo, la anexión no es posible y el objeto se pone en acusativo. Cuando ambos, agente y objeto se expresan, se ofrecen estas posibilidades: a) El agente es el genitivo, y el objeto, un acusativo: ‫ت‬ ِ ‫“ ﺳَﺒﻘﻲ اﻟﻌﺎذِﻻ‬anticipo las críticas” (†arafa) ‫ﺲ اﻟﻬ ﻮا َء وإﻟﻬﺎﺑﻬ ﺎ إﻳ ﺎﻩ‬ ِ ‫“ ﻓ ﺮط إﺷ ﻌﺎل اﻟﺸ ﻤ‬ocurre que el sol enciende el aire y lo inflama” (Averroes, ¡árabe medio!). Esta es la construcción habitual, frente a la siguiente: b) El objeto en genitivo, o en acusativo, y el sujeto en nominativo: ‫“ آﺎن ذﻟﻚ ﻟﺬآﺮﻩ اﻹﺳﻜﻨﺪ ُر‬era esto porque lo menciona Alejandro” (Averroes) Ahora bien, en MSA, la tendencia en los casos que incluyen agente y objeto es a usar el ‫ اﻟﻼم ﻟﺘﻘﻮﻳﺔ اﻟﻌﺎﻣﻞ‬para el objeto: ‫ ﻳﻌ ﺮف ﻣ ﻦ ه ﺆﻻء اﻟﺸ ﺒﺎب ﺣ ﺒّﻬﻢ ﻟﻠﻌﻠ ﻢ‬... ‫“ آ ﺎن‬conocía el afán de aprender de estos jóvenes” (†âhâ usayn).

5. Sintagmas con fâ‘il. El nombre del agente, o participio, de manera parecida al nombre de acción, puede regir el genitivo – reflejando su carácter nominal - o el acusativo – reflejando el verbal. Si el fâ‘il no está determinado, predomina la construcción de iŸâfa: ٍ ‫ﻞ ﻧﻔ‬ ّ ‫“ آ‬todas las almas degustarán la muerte” (Corán 3: 185) ‫ت‬ ِ ‫ﺲ ذاﺋﻘﺔ اﻟﻤﻮ‬ En MSA observamos la tendencia a expresar el objeto marcándolo con la preposición li-, como en el caso del nombre de acción: ‫“ آﺎن ﺳﻴﺪﻧﺎ ﻣﺤﺒًﺎ ﻟﻬﺬا اﻟﺮﺟﻞ‬nuestro maestro quería a aquel hombre” (†. usayn).

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6. El participio en función predicativa en contraste con el imperfecto. Ya se ha visto que existe una oposición aspectual entre el perfecto y el imperfecto del verbo árabe. Esta oposición se complica con la del participio en función predicativa frente al perfecto e imperfecto, en determinados grupos de verbos. En primer lugar están verbos cuyo significado se modifica según se tomen en un sentido puntual o estativo, como levantarse y estar levantado. La oración con participio adopta el sentido estativo, próximo al durativo: Verbo

Participio

Perf. o Imperf.

‫ﺗﺄﺧﺮ‬

estar retrasado

retrasarse

‫ﺗﺄآّﺪ‬

estar seguro

asegurarse de que

‫ﺣﺼﻞ‬

ser poseedor

adquirir

‫ﺗﺰوّج‬

estar casado

casarse

‫ﺻﺪر‬

resultante

resular

‫اﺳﺘﻌ ّﺪ‬

estar preparado

prepararse

‫واﻓﻖ‬

estar conforme

dar su conformidad.

En otros verbos de carácter durativo, el participio intensifica el aspecto del imperfecto, que a menudo representa la acción general, mientras el participio, denona la acción que se produce actualmente: Verbo

Participio

Imperfecto

‫ﺟﺮى‬

está ocurriendo

ocurre regularmente

‫اﺳﺘﻤ ّﺮ‬

transcurre ahora

transcurre

‫اﻗﺎم‬

reside actualmente

reside.

Con verbos de movimiento, la oración con el participio expresa la actualidad, y el imperfecto, la repetición: 100

‫أﺗﻰ‬

llega ahora mismo

viene siempre

‫ﺳﺎﻓﺮ‬

viajo, voy a viajar

suelo viajar

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X. Las oraciones compuestas. Cualquier oración puede ampliarse en otras por “expansión”, allí donde un nombre ejerce de sujeto, otra oración puede hacerlo, por ejemplo. Además dos o más oraciones pueden unirse mediante conectores - conjunciones - o simplemente, yuxtaponerse. Cuando se utilizan conectores, se puede precisar la relación que mantienen entre sí estas oraciones algo que en la comunicación no oral puede ser esencial para la comprensión del mensaje. La sintaxis del CA llama la atención por su simplicidad. La dependencia o subordinación de una frase respecto de otra se expresa mediante cinco mecanismos: 1. La oposición en el aspecto verbal donde el perfecto señala la oración principal, y el imperfecto expresa la subordinación: ‫“ أﺗﻰ اﻟﻌﻴﻦ ﻳﺸﺮب‬vino a la fuente para beber” ‫“ إﻧﺰل ﻧﺼﻠّﻲ ﺟﻤﺎﻋ ًﺔ‬baja para que recemos juntos”. En este apartado pueden incluirse construcciones a veces denominadas de “verbos auxiliares”: ‫“ وﻣﺎ زال اﻟﺪم ﻳﺒﻮح‬y no dejaba de sangrar” ‫“ أﺧﺬ ﻳﺒﻴّﻦ أﻣﺮًا ﺁﺧﺮ‬empezó a demostrar otra cosa” ‫ﺖ أﺟﻮل ﻓﻲ اﻟﺤﺠﺮﺗﻴﻦ‬ ُ ‫“ ﻗﻤ‬empecé a pasearme por las dos habitaciones” (M.Taimûr) ‫“ اﻧﻄﻠﻖ ﻳﺸﺘﻤﻨﻲ‬empezó a insultarme” (Mâzini:) ‫ﻦ ﻣﻦ اﻟﺴﺮور‬ ّ ‫“ أآﺎد أﺟ‬casi enloquezco de alegría” ‫“ ﻣﻀ ﻰ ﺑﻨﻈ ﺮ إﻟﻴ ﻪ ﻓ ﻲ ﻗﻠ ﻖ واﺷ ﻔﺎق‬continuó mirándolo con ansiedad y remordimiento” (Ma fûż)

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2. El uso de ’anna si la palabra siguiente es un sustantivo o de ’an si es un verbo, en principio en subjuntivo, marca también una relación de dependencia y nos indican estas partículas que la oración siguiente es una expansión de un sustantivo. Veamos este ejemplo tomado del credo de al-Ash‘ari: (m. 935?): ‫ن ﺳ ﻴﺌﺎت اﻟﻌﺒ ﺎد ﻳﺨﻠﻘﻬ ﺎ اﷲ‬ ّ ‫وأﻗ ﺮّوا أ‬

“profesan que Dios crea las cosas malas de los

siervos”. Rigen ‫ن‬ ّ ‫ أ‬verbos pertenecientes a las siguientes categorías de significado: - Conocimiento: ‫ ﻋﻠﻢ‬saber, ‫ ﻋﺮف‬saber, ‫ ﻓﻬﻢ‬comprender, ‫ ﻧﺴﻲ‬olvidar. - Dar a conocer: ‫ ﺑﻠّﻎ‬informar, ‫ –أﺷﺎر إﻟﻰ‬señalar, ‫ ﺻﺮح‬manifestar - Conocer con restricciones: ‫ رأى‬opinar, ‫ اﻋﺘﻘ ﺪ‬creer, - ‫ﻚ ﻓ ﻲ‬ ّ ‫ ﺷ‬dudar, ‫ ﻋﻨ ﻰ‬quere decir, ‫ وﺛﻖ ﻣﻦ‬confiar. - Percibir: ‫ﺲ ﺑـ‬ ّ ‫ أﺣ‬sentir, ‫ ﺷﻌﺮ ﺑـ‬sentir, ‫ ﺳﻤﻊ‬oir. En cuanto a ’an la gramática nacional árabe dice que es ma dari:ya, introduce un verbo que se puede sustituir por su ma dar: ‫“ إن واﺣﺪًا ﻻ ﻳﺴﺘﻄﻴﻊ أن ﻳﻔﻌﻞ ﺷﻴﺌًﺎ ﻗﺒﻞ أن ﻳﻔﻌﻠﻪ‬uno no puede hacer algo Rigen ‫ أن‬las siguientes categorías de verbos: - Necesidad: ‫ وﺟﺐ‬tener que, ‫ ﻟﺰم‬resultar necesariamente, ‫ ﻳﻨﺒﻐﻲ‬ser conveniente, - Voluntad: ‫ أراد‬querer, ‫ رﺟﺎ‬rogar, ‫ ﺣﺎول‬intentar, - Esperar (deseando algo): ‫ أﻣﻞ‬esperar, ‫ ﺧﺎف‬temer, - Posibilidad: ‫ أﻣﻜﻦ‬ser posible, ‫ اﺳﺘﻄﺎع‬poder. Otras combinaciones con ’an son: ‫ ﻣﺜﻞ أن‬،‫ ﻗﺒﻞ أن‬، ‫ ﺑﺪل أن‬،‫ دون أن‬: ‫“ ﺳﺄﻟﻪ دون أن ﻳﻨﻈﺮ ﻧﺤﻮﻩ‬le preguntó sin dirigirle la mirada” (N. Ma fûż)

‫¿“ ﻟﻤﺎذا ﻻ أﻓﻨﻲ ﺳﺎﻋﺎت ﺑﻌﺪ اﻟﻈﻬﺮ ﻓﻲ اﻟﺴﻴﻨﻤﺎ ﺑ ﺪل أن ﺗﻔﻨﻴﻨ ﻲ ه ﻲ ﻓ ﻲ اﻟﺠﺎﻣﻌ ﺔ‘؟‬por qué no mato las horas de la tarde en el cine, en vez de que ellas me maten en la universidad? (L. Ba‘albakki: ).

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El régimen es subjuntivo, pero si se combina con ‫ ﺑﻌ ﺪ‬el verbo está en perfecto, cuando el hecho está fuera de duda: ‫“ ﺑﻌﺪ أن هﺪأت اﻟﻌﺎﺻﻔﺔ أﺧﺬ اﻟﺮﺟﻞ اﺑﻨﺘ ﻪ ﻓ ﻲ أﺣﻀ ﺎﻧﻪ‬después que la tempestad se aplacó, el hombre tomó a su hija en sus brazos” (Ma mûd Taymûr). 3. La subordinación se señala también por la partícula ‫ﻣ ﺎ‬, unida a alguna preposición: ‫“ إن اﷲ ﻳُﺮى ﺑﺎﻷﺑﺼﺎر آﻤﺎ ﻳُﺮى اﻟﻘﻤﺮ ﻟﻴﻠ َﺔ اﻟﺒ ﺪر‬Dios será visto con los ojos, igual que se ve la luna en las noches de luna llena” (Ash‘ari:). ‫“ ﻓﻘ ﺪ أﺗ ّﻢ ﺣﻔ ﻆ اﻟﻘ ﺮﺁن وﻟﻤ ّﺎ ﻳ ﺘ ّﻢ اﻟﺘﺎﺳ ﻌﺔ ﻣ ﻦ ﻋﻤ ﺮﻩ‬había memorizado el Corán y todavía no había cumplido los nueve años” (†. usayn). ‫“ ﻋﻨﺪ ﻣﺎ آﺎن ﻳﺮاﻧﻲ‬mientras me miraba” ‫“ وﻓﻴﻤﺎ هﻮ ﻋﻠﻰ هﺬﻩ اﻟﺤﺎل دﺧﻠﺖ ﻋﻠﻴﻪ ﺧﺎدﻣﺘﻪ اﻟﻌﺠﻮز‬mientras se encontraba en este estado, entró su vieja criada” (Ma mûd Taymûr). ‫ﺖ ﺷﻴﺤًﺎ‬ ُ ‫“ وﺑﻴﻨﻤﺎ أﻧﺎ ﺳﺎﺋﺮ ﻟﻤﺤ‬mientras yo caminaba, vi un espectro” (al-Mâzinî). Las oraciones marcadas por estas partículas expanden sustantivos en funciones sintácticas de sujeto (nominativo), objeto (acusativo no adverbial) o complemento nominal (genitivo). 4. Aunque la mayoría de preposiciones necesitan ‫ن‬ ّ ‫ أن\ أ‬para introducir una oración, otras tales como ‫“ ﻣﻨ ُﺬ‬desde que”, ‫ﺚ‬ ُ ‫“ ﺣﻴ‬donde / cuando”, además de ‫ آﻴﻼ‬، ‫ ﻟﻜﻲ‬،‫“ ﻟِـ‬para que” o ‫“ ﺣﺘّﻰ‬hasta que” se unen al verbo directamente: ‫ﻲ ﻣ ﺎ ﺗﻠّﻘ ﺎﻩ ﺑ ﻴﻦ ﻳ ﺪي‬ ّ ‫ﺖ أن أآﺘ ﺐ إﻟ ﻰ ﺑﻌ ﺾ اﻟﺘﻼﻣ ﺬة ﻟﻴﺮﺳ ﻞ إﻟ‬ ُ ‫ﻋﺰﻣ‬

“resolví escribir a algunos

alumnos para que me enviaran lo que habían aprendido de mi” (M. ‘Abdu). ‫ﺚ ﻻ ﻳﺸ ﻌُﺮون‬ ُ ‫ب ﻣ ﻦ ﺣﻴ‬ ُ ‫“ آ ﺬب اﻟ ﺬﻳﻦ ﻣ ﻦ َﻗ ﺒﻠﻬﻢ ﻓﺄﺗ ﺎهﻢ اﻟﻌ ﺬا‬Sus antepasados mintieron y el castigo les llegó por donde no lo presentían” (39: 25). ‫إن اﷲ ﻻ ﻳﻐ ّﻴ ﺮ ﻣ ﺎ ﺑﻘ ﻮ ٍم ﺣﺘ ﻰ ﻳﻐ ّﻴ ﺮوا ﻣ ﺎ ﺑﺄﻧﻔﺴ ﻬﻢ‬

“Dios no cambiará la condición de un

pueblo hasta que cambie lo que en sí tiene” (13: 11).

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‫“ وﺗﻨﺤ ﻨﺢ آ ﻴﻼ ﻳﻘ ﻊ ارﺗﻄ ﺎم ﻓ ﻲ ﻣﺸ ﻬﺪ اﻟﻔﺠ ﺮ‬aclaró su garganta para que no se rompiera la quietud del alba” (N. Ma fûż). 5. La expansión de un atributo en una oración se apoya en la concordancia en determinación, o indeterminación del adjetivo atributivo con el sustantivo, ‫“ وﻻ ﻳﻜﻔّﺮون أﺣﺪًا ﻣﻦ أهﻞ اﻟﻘﺒﻠ ﺔ ﺑ ﺬَﻧﺐ ﻳﺮﺗﻜﺒ ﻪ‬no llaman infiel a ningún musulmán por un pecado que cometa” (Ash‘ari:). Estas oraciones serían adjetivas “de relativo” en español. Como cualquier adjetivo, la oración – introducida por ‫ ﻣ ﻦ‬،‫ ﻣ ﺎ‬،‫ اﻟ ﺬي‬- puede convertirse en sustantivo y ejercer sus funciones: ‫“ ﻓﻴﻤﺎ ﻳﺘﻌﻠّﻖ ﺑﺘﻨﻔﻴﺬ ﻗﺮار ﻣﺠﻠ ﺲ اﻷﻣ ﻦ‬en lo relacionado con la ejecución de la resolución del consejo de seguridad…”. 6. Otra posibilidad son conectores propiamente dichos y los gramáticos nacionales hablan de nueve ‫“ ﺣﺮوف ﻋﻄﻒ‬letras de conexión”, ،‫ أو‬،‫ أم‬، ‫ ﺣﺘّﻰ‬،ّ‫ ﺛﻢ‬،‫ ﻓـ‬،‫و‬ ْ‫ ﻟﻜ ﻦ‬،‫ ﻻ‬،‫ ﺑ ﻞ‬, un concepto comparable, pero no coincidente, con las conjunciones, pues la simple negación, por ejemplo, no se consideraría conjunción: En cambio ‫ إﻻ‬que es una partícula derivada de ‫ﻻ‬, sí lo es; la frase más conocida con esta partícula es: ‫ﷲ‬ ُ ‫ﻻا‬ ّ ‫“ ﻻ إﻟ َﻪ إ‬no hay más Dios que Allah”. Los dos conectores de mayor frecuencia son las partículas enclíticas wa- y fa-, para relacionar enunciados y acciones que son simultáneos o consecutivos, respectivamente: ‫ح إﻟﻴ ﻪ ﺷ ﻲء‬ َ ‫ﻲ وﻟ ﻢ ﻳ ﻮ‬ ّ ‫ﻲ إﻟ‬ َ ‫ﺣ‬ ِ ‫( وﻗ ﺎل أو‬6: 93) “Dice: He tenido una revelación, y no ha tenido ninguna”. ‫ﻞ اﻟﺠﻨّﺔ‬ َ ‫“ اﻏﻔﺮ ﻟﻲ ﻳﺎ رﺑّﻲ ﻓﺄدﺧ‬Perdóname Señor para que entre en el paraíso” En ambos ejemplos, la segunda oración está subordinada a la primera, pues expande un complemento, aunque es cierto que wa- y fa- generalmente coordinan frases, y no subordinan. No es casualidad que ambos ejemplos los haya tomado de CA, con una sintaxis más reducida: Los conectores

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mencionados se asocian con conjunciones conjuntivas, disyuntivas, adversativas y consecutivas/ finales. Un uso importante del wa-, conocido por wâw al- âl “waw de estado”, se produce con oraciones que expanden un complemento de estado: ‫ﻞ‬ ِ ‫وﻗﺪ أﻏﺘﺪي واﻟﻄﻴﺮ ﻓﻲ وآﻨﺎﺗﻬﺎ * ﺑﻤﻨﺠﺮ ٍد ﻗﻴﺪ اﻷواﺑﺪ هﻴﻜ‬ “Salgo temprano, cuando los pájaros todavía están en sus nidos, en un noble caballo de pelo corto que no deja suelta ninguna presa” (Imru l-Qays). Construcciones con waw, como ‫“ أﺟ ﺎب وه ﻮ ﻳﺒﺘﺴ ﻢ‬contestó sonriendo…”, son frecuentes en MSA: ‫“ ﻓﻤ ّﺪ ﻳﺪﻩ ﺑﻨﻜﻠﺔ وهﻮ ﻳﻘﻮل‬le alargó la mano con una moneda, diciendo” (N. Ma fûż) aunque en otros casos la construcción es asindética: ‫“ وﻗﻔ ﺖ ﻣ ﺮّة ﺑﺒ ﺎب ﻣﻜﺘﺒ ﺔ أﺗﺄ ّﻣ ﻞ ﻣﻌﺮوﺿ ﺎﺗﻬﺎ‬me detuve una vez a la puerta de una librería, mirando su exposición” (Mâzinî). No deben considerarse oraciones de estado sino sustituyendo un predicativo aquellas que siguen a verbos de percepción: ‫ﻧﺠ ﺪ اﻟﻤﺘﻜﻠﻤ ﻴﻦ ﻳﺤ ﺪّون اﻟﻌﻠ ﻢ ﺑﺄﻧ ﻪ اﻟﻤﻌﺮﻓ ﺔ‬

“vemos que los teólogos definen la ciencia

como el conocimiento” (Averroes). X.7. Los períodos condicionales y las excepciones. Los periodos condicionales están formados por al menos dos oraciones o enunciados, la veracidad de uno de los cuales está en función de la veracidad o falsedad del otro: Si A entonces B, o si no A entonces B, si A entonces no B, si no A entonces no B. a) Si la condición o prótasis ‫ ﺟﻤﻠ ﺔ ﺷ ﺮﻃﻴﺔ‬es posible, es decir, así la consideramos, en CA es introducida mediante estas partículas: ،‫ ﻣَﻬﻤ ﺎ‬،‫ أﻳﻤ ﻦ‬،ّ‫ أي‬،‫ َﻣ ﻦ‬،‫ إذا‬،‫ إ ّﻣ ﺎ‬،ْ‫إن‬ ‫ آَﻴﻒ ﻣﺎ‬،‫ أﻳَﻨﻤﺎ‬،‫ﺣَﻴﺜﻤﺎ‬،‫ ُآﻠّﻤﺎ‬. :

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‫“ وﻣ ﻦ ﻻ ﻳﺼ ﺎﻧﻊْ ﻓ ﻲ أﻣ ﻮر آﺜﻴ ﺮة ﻳﻀ ﺮّس ﺑﺄﻧﻴ ﺎب‬Al que no es complaciente en muchas cosas, lo destrozan a dentelladas” (Zuhayr Ibn Abi: Sulmâ) ‫ ﻓﻠﻴﻌ ﺬرﻧﻲ‬... ‫“ ﻓﻤﻦ وﻗﻒ ﻋﻠﻰ آﺘﺎﺑﻨﺎ هﺬا ورأى أﻧﻪ ﻗﺪ ﻧﻘﺺ ﻣﻦ آﻼﻣﻲ ﺷﻲء هﻮ ﻓﻲ آﻼﻣ ﻪ‬quien estudie este libro nuestro y observe que en mis palabras falta algo que debe estar, que me perdone” (Averroes). El verbo suele estar en perfecto (o su negación en lam + yusivo), tanto en la prótasis como en la apódosis: ‫ﺖ‬ َ ‫ﺖ ذﻟﻚ هﻠﻜ‬ َ ‫“ إن ﻓﻌﻠ‬si haces esto, morirás”. Sin embargo, el yusivo también se usa: bien en ambas partes, bien en la primera: ‫ ( إن ﺗﺒﺼِﺮوا ﻳﻤ ِﺪدْآﻢ رﺑّﻜﻢ‬3: 125) “si tenéis paciencia, vuestro Señor os ayudará” e incluso el enérgico. La apódosis irá precedida de ‫ ﻓ ـ‬si ésta es una oración nominal, si su perfecto tiene valor de pasado, o su verbo pertenece al imperfecto, por ejemplo, es un imperativo: ‫ﺤﺒّﻮن اﷲ ﻓﺎﺗّﺒﻌﻮﻧﻲ‬ ِ ‫( إن آﻨﺘﻢ ُﺗ‬3: 31) “si amáis a Dios, seguidme”. Ahora bien, el MA tiende a utilizar ‫ إذا‬y perfecto, por ejemplo, ‫إذا آ ﺎن ذﻟ ﻚ آ ﺬﻟﻚ‬ “si esto es así…”, y en MSA es lo más frecuente: ‫ت ﺗﺸ ﻐﻴﻞ اﻟﺒﺮﻧ ﺎﻣﺞ أدﺧ ﻞ اﻟﻘ ﺮص‬ َ ‫“ إذا أرد‬si quiere ejecutar el programa, inserte el disquete” b) Si la condición es imposible, irreal, la partícula que la introduce es ‫ ﻟ ﻮ‬law, más perfecto, y la apódosis también lleva el verbo en perfecto, precedida por la- ‫ ﻟـ‬: ‫“ وﻟﻜ ﺎن ﻟ ﻮ ﻋﻠ ﻢ اﻟﻜ ﻼ َم ﻣﻜﻠّﻤ ﻲ‬Si [el caballo] hubiera sabido hablar, me hubiese hablado” (‘Antara Ibn Shaddâd) ‫( وﻟﻮ ﻗﺎﺗﻠﻜﻢ اﻟﺬﻳﻦ آﻔ ﺮوا ﻟﻮّﻟ ﻮا اﻷدﺑ ﺮ‬48: 22) “Si los infieles hubieran combatido contra vosotros, hubieran vuelto la espalda”. A ‫ ﻟﻮ‬le sigue la negativa ‫ ﻻ‬:

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‫“ ﻟﻮ ﻻ ﻗﺮب اﻟﺸﻤﺲ وﺑﻌﺪهﺎ ﻓﻲ ﻓﻠﻜﻬﺎ اﻟﻤﺎﺋﻞ ﻟﻢ ﻳﻜﻦ هﺎهﻨ ﺎ ﻓﺼ ﻮل أرﺑﻌ ﺔ‬si el sol no se acercara y alejara en su eclíptica, no habría cuatro estaciones” (Averroes). En la apódosis, la negación es ‫ﻟﻢ‬, pero el uso de ‫ ﻣﺎ‬se extiende: ‫“ ﻟﻮ آﺎﻧﺖ ﻣ ﻦ ﻟﺤﻤ ﻚ ودﻣ ﻚ ﻣ ﺎ ﻗﻠ ﺖ ذﻟ ﻚ‬si ella fuera de tu carne y de tu sangre, no dirías esto” (Ma fûż). De la misma manera que ‫ وإن‬adquiere el matiz de “aunque”, también lo adquiere ‫ وﻟﻮ‬: ‫“ وﻟﻜﻨ ﻪ ﻗ ﺮّر أﻻ ﻳﻬﻤﻠ ﻪ وﻟ ﻮ ﻓﺎﺗﺘ ﻪ ﺻ ﻼة اﻟﻔﺠ ﺮ‬resolvió no dejarlo de lado, aunque se le pasara la oración del alba” (N. Ma fûż)

Una forma específica de ‫ ﻟﻮﻻ‬es como predicado de una oración nominal, la prótasis es elíptica: ‫ﻟ ﻮﻻ أﻧ ﺘﻢ ﻟﻜ ّﻨ ﺎ ﻣ ﺆﻣﻨﻴﻦ‬

(34: 31) “si no hubieseis sido vosotros, habríamos sido

creyentes”. ‫“ وﻟﻮ ﻻ ذﻟﻚ ﻟﻢ ﻳﻜﻦ هﺎهﻨﺎ ﻧﻈﺎم‬si no fuera así, no habría ningún orden” (Averroes). Tratamiento aparte merecen las oraciones exceptivas, que expanden un sintagma con ‫ﻻ‬ ّ ‫إ‬، ‫ ﺳ ﻮى‬،‫ﻏﻴ ﺮ‬. Estas partículas funcionan en sintagmas nominales, en primer lugar: ‫ﻓﻲ اﻟﺴﺎﻋﺔ اﻟﻌﺎﺷﺮة إﻻ اﻟﺜﻠﺚ‬

A las seis menos veinte.

La oración exceptiva más conocida aparece en el testimonio de fe: (‫ﷲ )إﻻﻩ‬ ُ ‫ﻻ إﻟ َﻪ إﻻ ا‬ La excepción es más frecuente en oraciones negativas: ‫ ﻻ أرى ﻣﻨﻬﻢ إﻻ اﻟﻮﺟﻮﻩ‬No veo más que sus rostros Una oración exceptiva puede considerarse como un doble periodo condicional, con partes elípticas: [Si no A entonces] no B, y si A [entonces B]. ‫“ وﻣﺎ ﺗﺸﺎون إﻻ أن ﻳﺸﺎء اﷲ‬No lo querréis a menos que lo quiera Dios” (81:

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29), que se puede desdoblar en “si Dios lo quiere, no lo querréis y si Dios no lo quiere, lo querréis”. En árabe moderno las oraciones exceptivas abundan, con el tipo illâ más oración condicional, o illâ más oración completiva, sustantiva: ‫ﺺ اﻟﻌﻘ ِﺪ ﻋﻠﻰ ﺧﻼف ذﻟﻚ‬ ‫“ إﻻ إذا ﻧ ﱠ‬salvo que el texto del contrato diga lo contrario” ‫ﻻ أن ﻧﺘﺒﺎدل اﻟﻨﻈﺮات‬ ّ ‫“ ﻟﻢ ﻳﺒﻘﻰ إ‬solamente falta que crucemos las miradas” (Ma fûż). ‫ﻼ ﻣﻦ آﺘﺎب اﻟﻤﺠﺪ اﻟﻌﺮﺑﻲ ﻷﻧﻬﺎ ﻻ ﺗﺠﺪ ﻣﺪدًا ﻟﺤﻴﻮﻳﺘﻬﺎ وﻻ ﺳ ﻨﺪًا‬ ً ‫ﻻ أن ﺗﻜﻮن ﻓﺼ‬ ّ ‫ﻻ ﺗﺴﺘﻄﻴﻊ ﻣﺼﺮ اﻻﺳﻼﻣﻴﺔ إ‬ .‫ﻻ ﻓﻲ رﺳﺎﻟﺔ اﻟﻌﺮب‬ ّ ‫ﻟﻘﻮّﺗﻬﺎ وﻻ أﺳﺎﺳًﺎ ﻟﺜﻘﺎﻓﺘﻬﺎ إ‬ “El Egipto islámico no puede ser más que un capítulo del libro de la gloria árabe porque no encuentra energía para su vitalidad, apoyo para su fuerza, ni fundamento para su cultura más que en la misión de los árabes” (A. . azZayyât). Frente a la simplicidad de la sintaxis en general, contrastan las variantes en las construcciones condicionales y exceptivas. La razón puede ser el que los gramáticos nacionales tuvieron que reunir bajo un mismo techo construcciones procedentes de lugares y tiempos distintos. No es de extrañar que el MSA, que por otra parte desarrolla una nueva gama de conectores, en este caso de las condicionales tienda a una simplificación. Así Vicente Cantarino puede desplazar las oraciones con ‫ إذا‬a la categoría de “subordinadas adverbiales (temporales)” y traduce la partícula por “whenever”, y organizar las oraciones condicionales en tres categorías, según dependan de ‫ إن‬de ‫ ﻟ ﻮ‬o de ‫ﻟ ﻮﻻ‬. Cantarino observa que el yusivo apenas se emplea con ‫إن‬, o que para señalar el valor de pasado de la condición, ‫ آ ﺎن‬se antepone al perfecto, que es el tiempo más usado: ‫ﺖ ﺿﺮﺑﺘُﻚ ﺑﻌﺼﻰ هﺬﻩ‬ َ ‫“ إن ﻓﻌﻠ‬si lo haces, te pego con este bastón”.

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.

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X.9. Oraciones complejas en los dialectos. Con referencia a las oraciones que expanden el sujeto o el objeto de la oración principal, los dialectos admiten construcciones asindéticas: Ma ne’dar-she net awwar et-taghyîr (Cairo) “no podemos imaginarnos el cambio”, donde ‫ أن‬- dialecto en - falta entre un verbo y otro. La construcción asindética predomina con verbos de voluntad, y la sindética, con verbos de percepción e información: Qal li enne ’a r e - e‘îd met‘a al (Cairo) “me ha dicho que el tren del Sa‘id está averiado”, donde ‫ن‬ ّ ‫ أ‬ha dado enne. En el damasceno, la situación es idéntica: Mû momken yrû halla’: “No es posible que él vaya ahora” (ahora no puede ir). Igualmente oiremos en Bagdad: Tiqdar tujarrib aqall mâ yikûn “Puedes probar al menos”. Las oraciones adjetivas se construyen en los dialectos de manera análoga al MSA: Ma ne’dar-she net awwar et-taghyîr elle a al fe-l-blâd (Cairo) “no podemos imaginarnos el cambio que se ha producido en el país”. Elle es la forma dialectal egipcia de ‫ اﻟ ﺬي‬y que tampoco se utiliza, cuando el antecedente es indeterminado: Fîh âga mohemma nesît a’ul-ha (Cairo) “Hay algo importante que me he olvidado de decir”. En cuanto a otras oraciones subordinadas, en las finales destaca el uso que hace el cairota de ‘alashân: Kânet betegri ‘alashân tel aq et-trâm “ella corría para tomar el tranvía”

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y en causales, de bisabab. Del clásico ‫ ﻣﺎ دام‬deriva madâm: Madâm el-bâb ma’fûl ma fi:sh kho:f “mientras esté cerrada la puerta, no tengas miedo”, y con un nuevo matiz Kol madâmak ga’ân “come pues tienes hambre”. En los periodos condicionales, idhâ es la partícula que predomina1. En cuanto a los verbos, el cairota recurre a kâna: auxiliando el imperfecto en la prótasis: Eza kontu ti:gu bokra, a-tshûfu l-waki:l “Si venís mañana, veréis al gerente”. En otros dialectos se el desplazamiento hacia al presente de indicativo es completo en la prótasis y apódosis: Idha arû ashûf il-markab “Si voy, veré el barco” (Bagdad) Ila (idha) yû il gabil is-sâ‘a sitta, baru alâgi:h fi l-ma âr “si llega antes de las seis, iré a recogerlo (encontrarlo) en el aeropuerto” (Golfo). Se da, pues, cierto proceso de simplificación – oraciones condicionales – y de sustitución, en el ejemplo de ‘ashân para el egipcio.

1

Llama la atención que el cairota use law, parece ser importado del clásico.

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XI. Estilo y conectores Los conectores unen tanto sintagmas como oraciones, y su forma es variada: partículas inflexionables, frases hechas (“idioms”, “tournures”), pares de partículas. El CA no poseía un repertorio muy variado de conectores. En cambio el griego tenía gran abundancia de partículas conectoras, y en la fase de traducciones del griego al árabe en el siglo IX, éste se enriquece al respecto y en la fase actual, bajo la influencia de otras lenguas, el MSA ha desarrollado una abanico de conextores para expresar relaciones tales como a) conjunción de elementos similares, ‫“ و‬y (simultáneo)”, ‫“ ﻓ ـ‬y (sucesivo)”, ‫ﺛ ﻢ‬ “luego”. ‫“ وأﻳﻀًﺎ‬así mismo”, ‫“ وﻣﻦ أﺟﻞ ذﻟﻚ ﻳﻜﻮن ﻣﺆﻟﻤًﺎ وأﻳﻀ ًﺎ ﺗ ﺄﻟﻢ ه ﺬﻩ اﻟﻨ ﻮاﺣﻲ‬por esta causa duele, y además estas partes duelen …” ( unayn) ‫“ إذن‬así pues”: ‫“ إذن آﺎن ﺟﺪّي ﺗﺎﺟﺮًا‬así pues mi abuelo era un comerciante” ‫“ إذا ﺑـ‬he aquí que”: ‫“ إذا ﺑﺎﻟﻤﻌﻠﻢ ﻳﺼﻔَﻌﻪ‬entonces el maestro le dio una bofetada”1. ‫“ وﺑﺎﻹﺿﺎﻓﺔ إﻟﻰ ذﻟﻚ‬además de esto” ‫“ وﻓﻮق هﺬا‬además de esto” ‫“ وأآﺜﺮ ﻣﻦ ذﻟﻚ‬aún más” ‫“ آﻤﺎ‬tal como”: ‫“ آﻤﺎ ﺗﺬاآﺮوا‬tal como discutieron”, ‫“ آﻤﺎ ﺗﻌﻠﻤﻮن‬tal como sabéis”, ‫“ آﻤﺎ أﻧﻪ‬así como”: ‫“ آﻤﺎ أن اﻟﺨﻴﺮ واﺣﺪ واﻟﺸﺮور آﺜﻴﺮة آﺬﻟﻚ اﻟﺼﺤّﺔ واﺣ ﺪة واﻷﻣ ﺮاض آﺜﻴ ﺮة‬así como el bien es uno, y los males son muchos, así la salud es una y las enfermedades son muchas” (Averroes). ‫ﻞ اﻟﺮﺟﻞ واﻗﻔًﺎ آﺄﻧﻤ ﺎ ﻳﻨﺘﻈ ﺮ ﺷ ﻴﺌًﺎ ﻣ ﺎ‬ ّ ‫“ وﻇ‬el hombre siguió parado, como esperando algo” (Y. Idrîs). 1

Nótese el uso del imperfecto, porque de hecho dice “entonces le da una bofetada”.

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‫“ ﻋﻠﻰ ﻣﺎ‬de acuerdo con” ‫“ ﻋﻠﻰ ﻣﻨﺰل‬de manera parecida” ‫ﺐ وﻟﻜﻦ‬ ُ ‫ ﻓﺤﺴ‬-‫“ ﻟﻴﺲ‬no sólo ... sino también” ‫ﺐ وﻟﻜﻨ ﻪ ﻣﻠ ﻚ اﻟﻌﻠ ﻮ واﻟﻌﻈﻤ ﺔ‬ ُ ْ‫ﺤﺴ‬ َ ‫ﻓﻠ ﻴﺲ ه ﻮ اﻟﻤﻠ ﻚ ﻓ‬

“no es solamente la posesión, sino

también la posesión de lo excelso y lo grande”(S. Qotb) ‫ أﻳﻀًﺎ‬- ‫ ﺑﻞ‬،ُ‫ﺤﺴْﺐ‬ َ ‫ اﻟﻤﺠﺰوم( ﻓ‬+) ‫“ ﻟﻢ‬no sólo … sino también” ...‫ ﺑ ﻞ ذا ﺛﻘﺎﻓ ﺔ واﺳ ﻌﺔ‬،‫“ وﻟﻜﻦ اﺑﻦ اﻟﺴﺮاج ﻟﻢ ﻳﻜﻦ ﻧﺤﻮ ّﻳًﺎ ﻓﺤﺴﺐ‬Ibn as-Sarrâj no tan sólo era un gramático sino también un hombre de amplia cultura...”(M. Mahdi) ‫ آﺬﻟﻚ‬-‫ ﺑﻞ‬،‫ اﻟﻤﺠﺰوم( ﻓﻘﻂ‬+) ‫“ ﻟﻢ‬no sólo sino también”. b) unión de elementos opuestos, ً ‫“ وﻻآﻦ ذﻟﻚ آﺎن ﻣﺴﺘﺤﻴ‬pero esto era imposible”. ‫ وﻟﻜﻦ‬،(‫“ ﻟﻜﻦ )ﻻآﻦ‬pero”: ‫ﻼ‬ ‫“ وإﻧﻤ ﺎ‬sólo que, pero”: ‫“ ه ﻮ ﻣﺨﻄ ﺊ وإﻧﻤ ﺎ ﻻ ﻧﺆاﺧ ﺬﻩ‬está en el error, pero no se lo echamos en cara” ‫“ ﺑ ﻞ‬sino”: ‫“ ﻣ ﺎ ﻻ ﺗ ﺆﺛﺮ ﻓ ﻲ اﻷﺟﺴ ﺎم ﺑ ﻞ ﻓ ﻲ اﻟﻨﻔ ﻮس‬lo que no influye en los cuerpos sino en las almas” (Averroes). ‫“ ﻏﻴﺮ أن‬sin embargo” ‫ﻏﻴ ﺮ أن ﺗﻠ ﻚ اﻷﻣ ﺎﻟﻲ ﻟ ﻢ ﺗﺤﻔ ﻆ إﻻ ﻓ ﻲ دﻓ ﺎﺗﺮ اﻟﺘﻼﻣ ﺬة‬

“Sin embargo los dictados no se

guardaban más que en los cuadernos de los alumnos” (M. ‘Abdu). ‫“ ﺑﺎﻟ َﺮﻏْﻢ ﻣﻦ‬a pesar de ”: ‫ﻋﻠ ﻰ اﻟ ﺮﻏﻢ ﻣ ﻦ وﺟ ﻮد اﻟﺜ ﻮار ﺑﺎﻟﻤﺪﻳﻨ ﺔ ﻓ ﺈن ﻋﺜﻤ ﺎن‬

“a pesar de la existencia de

revolucionarios en Medina, ‘Uthmân...” (M. Haykal) ‫“ ﻋﻠﻰ أن‬aunque, a pesar de” ‫“ ﻋﻠ ﻰ أن اﻟﺜ ﻮار أﺧ ﺬوا ﻳ ﺪﺑّﺮون ﻗﺘﻠ ﻪ‬a pesar de que los revolucionarios empezaron a organizar su asesinato” (M. Haykal). ‫“ ﻣﻬﻢ أن‬aunque” ‫“ وﻣﻬﻤﺎ ﻳﻜﻦ اﻷﺳﺘﺎذ ﺑﺎرﻋًﺎ‬aunque el profesor sea excelente” (†. usayn). ‫ ف‬-‫“ ﻣﻊ أن‬aunque”

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‫“ وﻣ ﻊ أﻧﻨ ﻲ ﺷ ﻐﻠﺔ ﺳ ﺄم ﻓﺎﻟﻤﻘﻌ ﺪ اﻟﺨ ﺎﻟﻲ ﻳﻘﻠﻘﻨ ﻲ‬aunque yo estaba harta de aburrimiento, el asiento vacío me inquietaba” (L. Ba‘labakki: ). c) disyunción, ‫ أو‬... ‫ إﻣّﺎ‬،‫“ إﻣﺎ … وإﻣﺎ‬o”, ‫“ إﻣﺎ ﻣﻦ اﻟﻔﺮس وإﻣﺎ ﻣﻦ اﻟﻤﻮاﻟﻲ ﻣﻦ أﺻ ﻞ ﺳ ﺎﻣﻲ‬bien de Persia o de los clientes de origen semítico” (†. usayn). ‫ وﻻ‬... ‫ ﻣﺎ‬،‫“ ﻻ …وﻻ‬ni ... ni”, ‫“ واﻟﻤﻤﻜ ﻦ ﻻ ﻳﻘﺘﻀ ﻲ اﻟﻮﺟ ﻮد ﻟﻤﺎهﻴﺘ ﻪ وﻻ اﻟﻌ ﺪم‬lo posible no exige por su quididad ni la existencia ni la inexistencia” (Sohravardi) d) relación de causa y efecto: ‫“ ﻷن‬porque”, ‫ ﻷﻧ ﻪ ﻃ ﺎﺋﺮ‬:‫¿“ ِﻟ َﻢ ﺻﺎر اﻟ ﺪﻳﻚ ﻣﺘﻔ ﺮّق اﻟﺠﻨ ﺎح؟ ﻓﻴﻘ ﺎل‬Por qué el gallo tiene las alas abiertas? Porque es un ave” (Jâ iż). ْ‫“ إذ‬porque”: ‫“ إذ آﺎﻧﺖ ﻗﻠﻴﻠﺔ اﻹﻗﻨﺎع‬porque son poco convincentes” (Averroes) ‫“ إذْ أن‬puesto que” ‫ﻓـ‬... ‫“ ﺑﻤﺎ أن‬dado que --- luego” ‫“ و ﺑﻤ ﺎ أن اﻹﺳ ﻼم ﺣﺮآ ﺔ ﻓﻴﺠ ﺐ أن ﺗﺘﻄ ﻮر‬Dado que el islam es un movimiento, tenemos que evolucionar …” (‘Allâl al-Fâsi:) ‫“ ﺑﺴﺒﺐ‬a causa de” ‫“ إﺛﺮ‬a consecuencia de” ‫إﺛ ﺮ أزﻣ ﺔ ﻗﻠﺒﻴ ﺔ ﻣﻔﺎﺟﺌ ﺔ رﺣ ﻞ اﻟﺸ ﺎﻋﺮ ﻋ ﻦ ﻋﻤ ﺮ‬

“a consecuencia de una crisis cardíaca

repentina falleció el poeta…” (prensa). ‫ﻓـ‬...‫“ ﻧﻈﺮًا ﻷن‬en consideración a que” ‫“ ﻧﻈ ﺮًا ﻹدراآﻬﻤ ﺎ ﻋﻈ ﻢ اﻟﻤﺴ ﺆوﻟﻴﺔ‬considerando que ambos son conscientes de la gran responsabilidad”. ‫ ﻟـ‬،‫“ اﻋﺘﺒﺎرًا ﺑـ‬considerando”

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-‫“ ﺑﻔﻀﻞ‬gracias a que” -‫ﺚ‬ ُ ‫“ ﻣﻦ ﺣﻴ‬en cuanto a, por cuanto” ‫ﺚ أن اﻷدب هﻮ اﻟﺤﻴﺎة‬ ُ ‫“ ﻣﻦ ﺟﻴ‬por cuanto la literatura es vida” e) de finalidad ‫ ﻷن‬،‫ ﻟﻜﻲ‬، ‫آﻲ‬،‫ﻟـ‬ ‫ﻞ اﻟﻤﺸﺎآﻞ‬ ّ ‫“ اﻧﺘﻈﺎرًا ﻟﺤ‬en espera de resolver los problemas”, que fácilmente se mezcla con la causalidad: ‫“ ﺧَﺸﻴﺔ \ ﻣﺨﺎﻓﺔ \ ﺧﻮﻓًﺎ ﻣﻦ‬por miedo a”, “no sea que” ‫ل‬ ‫ﺖ ﻋﻠﻰ اﻟﻨﺎر ﻣﺨﺎﻓ َﺔ أن ﺗ ﺰ ﱠ‬ ُ ‫“ وآﻨ‬yo andaba sobre ascuas por miedo a que tú tropezases” (†. usayn). f) de consecuencia, además de ‫“ ﺣﺘﻰ‬de tal modo que”, ‫“ ﻧﺘﻴﺠ ًﺔ ﻟـ‬a resultas de” ‫“ وﻧﺘﻴﺠ ًﺔ ﻻﺳﺘﺸﺮاء هﺬﻩ اﻟﻈﻮاهﺮ اﻟﺴﻠﺒﻴﺔ ﻟ ﻢ ﻳﻌ ّﺪ ﻟ ﺪﻳﻨﺎ أدب‬a resultas del agravamiento de estos fenómenos negativos, no contamos con una literatura…” g) de tiempo, simultáneo, anterior o posterior, y remitimos al capítulo anterior, en relación con las partículas ‫ ﻣﺎ‬،‫ أن‬, pero añadimos restricciones temporales: ‫“ ﻣﺎ ﻟﺒِﺚ أن )اﻟﻤﺎﺿﻲ( أن‬apenas ha / había …” ‫“ ﻣﺎ ﻟﺒﺚ اﻟﺜﻼﺛﺔ أن وﺻﻠﻮا ﻗﻨﻄﺮة ﺣﺠﺮﻳﺔ‬apenas los tres llegaron a un puente de piedra… ” (N. Khulû i: ). ،‫“ ﻟﻢ ﻳﻜﺪ )اﻟﻤﻀﺎرع( ﺣﺘﻰ‬tan pronto como” - ‫“ وﻣ ﺎ ﻧﻜ ﺎد ﻧﺼ ﻞ اﻟﻘ ﺮن اﻟﺜ ﺎﻧﻲ ﺣ ّﺘ ﻰ ﻧﺠ ﺪ أن‬tan pronto como llegamos al siglo segundo, encontramos que …” (†. usayn). ‫“ ﻣﺎ آﺪت أدِﻟ ﻒ إﻟ ﻰ اﻟﻘﺴ ﻢ ﺣﺘ ﻰ أﺣﺴﺴ ﺖ ﺑﺎﻧﻘﺒ ﺎض ﻣﻔ ﺎﺟﺊ‬apenas entré en la comisaría, tuve un repentino sentimiento de depresión” (Y. Idrîs). h) énfasis, precisión de un elemento o parte de la oración: ‫ ﻓـ‬-‫“ أﻣّﺎ‬en cuanto a –,”

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‫أﻣ ﺎ اﻟﺤﺮآ ﺎت اﻟﺴﻴﺎﺳ ﻴﺔ اﻹﺳ ﻼﻣﻴﺔ ﻓﺘﻌﺘﺒ ﺮ اﻟﻤﺴ ﻠﻤﻴﻦ أ ّﻣ ﺔ واﺣ ﺪة‬

“los movimientos políticos

islámicos consideran a los musulmanes como una sola nación” (N.A. Fâris). ‫“ ﺑﺎﻹﺷﺎرة إﻟﻰ‬con referencia a” ‫“ ﺑﺎﻹﺷﺎرة إﻟﻰ رﺳﺎﻟﺘﻜﻢ اﻟﻤﺬآﻮرة أﻋﻼﻩ‬con referencia a su carta arriba indicada” (‫“ ﻓﻴﻤﺎ ﻳﺘﻌﻠّﻖ)ب‬en lo que concierne a” (‫ﺺ )ب‬ ّ ‫ﻓﻴﻤﺎ ﻳﺨﺘ‬ Añadase el “nominalizador” ‫ن‬ ّ ‫إ‬: ‫ن هﺬا اﻟﻜﺘﺎب ﻗﺪ ﻗﺮأﺗﻪ‬ ّ ‫إ‬, “este libro, lo he leído...” y su compuesto ‫“ إﻧﻤ ﺎ‬sólo”: ‫“ إﻧﻤ ﺎ ﺗﺘﻔﺎﺿ ﻞ اﻷﻣ ﻢ ﺑﻤ ﺎ ﻗ ﺪﻣﺖ ﻟﻺﻧﺴ ﻨﻴﺔ ﻣ ﻦ ﺧﻴ ﺮ‬las naciones se distinguen solamente por lo bueno que ofrecen a la humanidad” h.1) También podemos resaltar una oración entera: -‫ﻚ أن‬ ّ ‫“ ﻻ ﺷ‬sin duda alguna”, con acusativo por negación del género, ّ ‫“ ﻻ ﺷ‬sin duda hay muchos como él por el mundo”. ‫ﻚ أن أﻣﺜﺎﻟﻪ ﻓﻲ اﻟﻌﺎﻟﻢ آﺜﻴﺮون‬ -‫“ ﻻ ﺑ ّﺪ أن‬necesariamente”, ‫“ وﻻ ﺑ ّﺪ أن ﻧﺴﺘﻀ ﻲء ﻓ ﻲ أﺛﻨ ﺎء ذﻟ ﻚ ﺑﺪراﺳ ﺎت اﻟﻨﻔﺴ ﻴﻴﻦ‬En esto tenemos que dejarnos guiar por los estudios de los psicólogos” (Sh. kayf) ‫“ وﺑﺎﻟﺠﻤﻠﺔ‬en resumen” ‫“ وﺑﺎﻟﺠﻤﻠﺔ ﻓﺎﻟﻤﺮأة ﻣﻦ وﻗﺖ وﻻدﺗﻬﺎ إﻟ ﻰ ﻳ ﻮم ﻣﻤﺎﺗﻬ ﺎ ﻋ ﻲ رﻗﻴﻘ ﺔ‬en definitiva, la mujer desde su nacimiento hasta su defunción es esclava” (Qâsim Amîn). i) ‫ ﻣﻦ‬partitivo introductor.

La preposición ‫ ﻣ ﻦ‬aplicada a adjetivos, y en especial, participios constituye un giro con el que se presentan muchos enunciados; la negación se efectúa con ‫ﻟﻴﺲ‬. Entre estos giros tenemos: ،‫“ ﻣﻦ اﻟﻴﺴﻴﺮ أن‬es fácil que”, ‫ﻣﻦ اﻟﺼ ﻌﺐ‬ ،‫” أن‬es difícil que”،‫“ ﻣ ﻦ اﻟﺠ ﺪﻳﺮ ﺑﺎﻟ ﺬآﺮ أن‬conviene mencionar que” y con muchos participios: ،‫“ ﻣﻦ اﻟﻮاﺟﺐ أن‬es necesario que” ،‫“ ﻣﻦ اﻟﺜﺎﺑﺖ أن‬consta que” ‫ﻣﻦ اﻟﻤﻌ ﺮوف‬

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،‫”أن‬se sabe que” ،‫“ ﻣﻦ اﻟﻤﻔﻬﻮم أن‬se entiende que” ،‫“ ﻣ ﻦ اﻟﻤﺘﻮ ّﻗ ﻊ أن‬es de esperar que” ،‫“ ﻣﻦ اﻟﻤﺮﺟّﺢ أن‬es seguro que”،‫“ ﻣﻦ اﻟﻤﺤﺘﻤﻞ أن‬es probable que” ،‫“ ﻣﻦ اﻟﻤﺘّﻔﻖ ﻋﻠﺒ ﻪ‬se ha acordado que” ،‫“ ﻣﻦ اﻟﻤﻔﺮوض أن‬está previsto que”, etc.: ‫“ ﻣﻦ ﻏﺮﻳﺐ اﻷﻣﺮ أن هﺬا اﻟﻤﻮﻗﻒ ﻧﻔﺲ اﻟﻤﻮﻗﻒ اﻟﺬي ﻧﺸ ﻬﺪ اﻵن‬sorprende que esta postura sea la misma que ahora vemos” (†. usayn)

j) aparte debemos mencionar conectores que marcan las relaciones entre condicionante y condicionado ‫ إن )اﻟﻤﺎﺿ ﻲ( ﻓ ـ‬، ‫“ إذا‬si A entonces B” real, ‫ ﻟ ـ‬-‫ﻟ ﻮ‬ “si A entonces B” irreal, vistos en capítulo X, pero a los que se pueden añadir giros como: ‫“ ﻓﻲ ﺣﺎﻟﺔ‬en caso de” ‫وﻓﻲ ﺣﺎﻟﺔ ﺧﻄﺮ ﺣﺮب داهﻢ‬

“en caso de peligro inminente de guerra”

(‫أم )أو‬... ‫“ ﺳﻮاء آﺎن‬tanto … como” ... ‫“ ﺳ ﻮاء آﺎﻧ ﺖ اﻟﻤﺴ ﺆوﻟﻴﺔ ﻋﻠ ﻰ اﻟﺮﺟ ﻞ أو ﻋﻠ ﻰ اﻟﻤ ﺮأة ﻓ ﺈن‬tanto si la responsabilidad es del hombre como de la mujer…” Aquí mencionamos también ‫ﻻ‬ ّ ‫“ إ‬excepto”, literalmente “si no –”, (ver capítulo anterior). El MSA ha desarrollado ampliamente los conectores, a menudo haciéndose eco de la sintaxis de otras lenguas occidentales y creando una nueva fraseología. El uso de conectores es propio de la lengua escrita, más precisa, mientras que la oral es más rápida, y por esta razón tienen menor desarrollo en los dialectos.

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XII. Sobre la gramática nacional árabe La lengua árabe fue, en primer lugar, objeto de estudio original por los filólogos árabes. La gramática nacional árabe se originó en época temprana y ha perdurado durante todos estos siglos, y debe ser conocida de nuestros estudiantes de filología árabe. No se trata de seguir esta gramática para la enseñanza, sino de conocer sus principales autores y temas para tener una visión completa de la lengua árabe. La primera descripción de la lengua árabe clásica, que comprende todas las normas y excepciones de la lengua de los beduinos, es el Kitâb de Sîbawaihi (m. 793). El Kitâb se convirtió en el “Corán” de la gramática, fijando definitivamente sus reglas. La obra contiene 574 apartados. En los primeros 30, Sîbawaih define los conceptos de su teoría gramatical y esta parte es la más original. Hasta el apartado 284, Sîbawaih habla de sintaxis, y se ocupa en especial del acusativo. Los apartados 285-476 examinan las estructuras (abniya) de las palabras árabes. Finalmente, apartados 477-574 están dedicados a la fonética, de manera que el orden, general, del libro es 1º Sintaxis, 2º Morfología, 3º Fonética. El método de Sîbawaihi es descriptivo, sincrónico, basado en la analogía formal. Sîbawaih pertenecía a la escuela gramatical de Basora, rival de la de Kufa. Las cuestiones disputadas entre ambas escuelas tocan cuestiones de fonética, morfología y sintaxis y las conocemos por la obra del Ibn al-Anbârî. La escuela de Basora sigue fielmente el qiyâs o analogía, mientras que la de Kufa lo restringe a las irregularidades, pero no está claro que a posteriori se haya creado la división, atribuyendo las ideas de Sîbawaih – al que luego sigue al-Mubarrad (m. 898) - a la escuela de Basora, y las de al-Farrâ’ (m. 822), a la de Kufa. A alMubarrad debemos otra obra capital de la gramática árabe: Al-Muqtadab, cuyo

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contenido es parecido al de Kitâb de Sîbawaihi, pero cuyo estilo es mucho más comprensible. ¿Qué tarea les quedaba a los gramáticos, una vez consolidada la normativa? Si miramos a los gramáticos de la escuela de Bagdad, heredera de las de Basora y Kufa, comprobamos que su esfuerzo es justifica teóricamente aquello que Sîbawaih había descrito. El mayor gramático de este periodo bagdadí es Abû l-Fath Ibn Jinnî (m. 1002), y su proyecto, por ejemplo en las Khasâ’is, era descubrir las raíces de la lengua, las causas de los fenómenos descritos por Sîbawaih a nivel formal. De dos instrumentos dispone el filólogo: samâ‘ “uso atestiguado”, y qiyâs “analogía”. Gracias al qiyâs se pueden descubrir las causas lógicas de la lengua. Ibn Jinnî a menudo nos recuerdo que su tarea es similar a la del jurista, que va de las aplicaciones a los fundamentos. Ibn Jinnî, como otros gramáticos del periodo bagdadí, az-Zajjâjî o al-Fârisî, pertenecía a los mu‛tazila y la preocupación racionalista de esta escuela en teología se manifiesta aquí en la filología. Así vemos cómo az-Zajjâjî (m. 949), en el Îdâh fî ‛ilal an-nahw busca las causas de ua serie de fenómenos morfosintácticos. En el periodo posterior, post-clásico, se refuerza el aspecto didáctico en la investigación gramatical y abundan los manuales. El más representativo es la Alfîya de Ibn Mâlik (m. 1274): sus versos comprimen la gramática de forma ininteligible, pero se trataba de memorizarlos, luego ya venían los comentarios. Más accesible resulta la Âjurrûmîya de Muhammad Ibn Dâ’ûd Ibn Âjurrûm (m. 1325), y que fue traducida al alemán por E. Trumpp (Munich, 1876). En Egipto destaca en el periodo post-clásico, Ibn Hishâm (m. 1360) autor de un comentario a la Alfîya, y de un estudio de las partículas (Mughnî). En al-Andalus Ibn Madâ’, ideólogo del zâhirismo, atacó a los gramáticos por basarse en el qiyâs, práctica inadmisible no an sólo en teología y derecho.

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La exposición más clara de la lengua árabe es la del persa az-Zamakhsharî (m. 1144). El Mufassal, que fue publicado por J.P. Broch (Oslo, 1897), suele ir acompañado de un comentario por Ibn Ya‛îsh (m. 1245). Zamakhsharî distribuye el material de manera distinta a Sîbawaih: 1ª Nombre, 2º Verbo, 3º Partículas, y al final, la fonética. Para terminar, cito a ‛Abd al-Qâhir al-Jurjânî (m. 1078), ante todo por su papel esencial en la creación de la teoría de la literatura. Así como existe una gramática nacional árabe, también existe una teoría nacional árabe de la literatura, cuyos conceptos básicos al-Jurjânî definió, como

tashbîh,

comparación, tamthîl, simil o isti‛âra, metáfora. * La gramática nacional árabe se complementa con la lexicología, que evolucionó de unas listas de palabras a compilaciones detalladas y exhaustivas. Las listas de al-Asmâ‛î (m. ca 831) explican términos usados en la poesía preislámica pero que ya no eran conocidos de los árabes en el Bagdad de Hârûn arRashîd: son los términos relativos al camello o al caballo, por ejemplo. Para las plantas, Abû Hanîfa ad-Dînawarî (m. ca 895) nos ofrece un léxico con los nombres de la flora pre-islámica. Después de estos listados, se realizan esfuerzos para una clasificación del léxico por criterios formales: Éstos de basan en la raíz consonántica de las palabras árabes, sean verbos o nombres. El ejemplo más antiguo es el Kitâb al‛Ain, cuya introducción clasifica las palabras árabes en raíces bi-, tri-, cuatrilíteras, con sus variantes en sordas, cóncavas, etc. Desconocemos el autor del libro, pero las ideas son las Khalîl Ibn Ahmad (m. 791) y el orden de las raíces corresponde al orden hindú de las consonantes adoptado por Khalîl, que parte de la articulación más profunda, la de la ‛ain, hasta las labiales. Luego cada letra agrupa las diversas combinaciones posibles, es decir, la letra ‛ain contiene todas las raíces que tienen alguna consonante ‛ain. 121

El sistema era confuso, y la Jamhara de Ibn Duraid (m. 933) opta por el orden de la radical inicial, pero Ibrâhîm al-Fârâbî lo hace por el orden basado en la última radical. Éste es el sistema aplicado por al-Jawharî (m. 1010) en su Sihâh, y que se impuso finalmente. Al-Jawharî recoge su material de informadores beduinos y de la poesía. Ibn Duraid, independientemente, se apoya en los trabajos del Asma‛î y otras fuentes.

El Shâh,

de al-Jawharî, es problamente el último ejemplo de

recopilación independiente. A partir de entonces, los léxicos son afines. Ibn Sîda (m. 1066) escribió un léxico, Muhkam, que fue utilizado por Ibn Manzûr (m. 1311), junto con la obra de Jawharî y otros léxicos, para su Lisân al‛arab. También sirvió la obra de Ibn Sîda, y las de otros, para que Fîrûzâbâdî (m. 1415) compuesiera el Qâmûs. El último monumento de la lexicología árabe es el Tâj al-‛Arûs de Zabîdî (m. 1791), en el que Lane se basó para su diccionario árabe-inglés.

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