Cádiz Ilustrada

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CÁDIZ ILUSTRADA: CAPITAL COMERCIAL, CIENTÍFICA Y LIBERAL EN EL SIGLO XVIII Durante el siglo XVIII, Cádiz se convirtió en la capital del comercio americano, punto de partida de las expediciones científicas, y foro de almirantes, ilustrados y eruditos. Cuando Madrid era todavía la Corte del mayor Imperio geográfico del mundo, Cádiz era su centro neurálgico de negocios y comunicaciones y foco de las luces de la Ilustración. No es nada extraño que en este escenario liberal, progresista y burgués se reuniesen las Cortes para aprobar la segunda constitución de Europa: la Constitución de las Cortes de Cádiz de 1812.

CÁDIZ EN EL SIGLO XVIII

Fundada por fenicios, Gadir fue llamada la blanca Afrodita de Sidón y Tiro por su importancia comercial en el intercambio de metales extraídos del río Tinto y de la sierra Bética antes de su romanización. Siempre fue un objetivo a capturar por la armada y el corso ingleses, y objeto de los ingenieros militares de los Austrias que la reconstruyeron en el siglo XVII. Fue

testigo de la batalla de Trafalgar: sesenta navíos cañoneándose, chocando y virando, algunos de los cuales no regresaron al puerto de esta ciudad: Trinidad, Argonauta, Neptuno, San Agustín, etc. Y es que durante el Siglo de las Luces, Cádiz fue una urbe mercantil mirador de las grandes batallas navales por el monopolio del comercio americano. En 1717, en perjuicio de Sevilla, Felipe V trasladó a la ciudad gaditana la sede de laCasa de Contratación y el Consulado de las Indias hasta finales de siglo, convirtiéndose en el puerto comercial de la Carrera de Indias, el más importante de España y uno de los más importantes de Europa. Este gran emporio comercial también se convirtió en un puente de las reformas borbónicas que se proyectaron en las colonias ultramarinas del Imperio español, recuperando la importante actividad mercantil que un día experimentó en la época púnica de Aníbal o de la romana de los cesares. El historiador gaditano Augusto Conte Lacave escribió en su obra Cádiz en el siglo XVIII, que "... Cádiz es un pueblo sin igual entre todos los que he visto hasta ahora. Tiene todas las malas y buenas cualidades de una ciudad grande y de un puerto de mar: riquezas, magnificencia, lujo y corrupción de costumbre, que es compañera del lujo y de la opulencia. El hombre es el mismo en todos los estados y en todos los países, pero quien desee conocer el corazón humano y los efectos prodigiosos del comercio y de la industria debe venir a Cádiz a instruirse y admirarse."

DEFENSA DE CÁDIZ, PORFRANCISCO DE ZURBARÁN (1634) Cádiz parece haber surgido del agua, construida sobre un largo y angosto brazo de tierra cuya proa avanza hacia el Atlántico, unida a la costa por un estrecho istmo de arena de ocho kilómetros, la ciudad apenas disponía de un centenar de hectáreas para trazar sus calles y urbanizar las viviendas que demandaba su crecimiento demográfico. La solución fue trazar calles en paralelo y cruzarlas con otras en

ángulo recto, estrechas en relación a su altura, y levantar edificios en vertical que eviten la penetración del abrasante sol, excepto en la hora del mediodía. A los treinta mil habitantes que tiene en el momento de la Guerra de Sucesión, se convierten a finales de siglo en setenta mil, sin incluir los hombres de negocios de la Cádiz flotante que están de paso. La sociedad gaditana del momento respiraba un espíritu pre-liberal y mercantil, actuaba libre de servilismos al poderoso terrateniente, se sentía detentadora de la soberanía nacional y cambió el titulo de “súbdito” por el de “ciudadano”. Este pensamiento revolucionario dejaría su impronta los artículos segundo y tercero de la Constitución de 1812. Pronto destacó una próspera burguesía emprendedora y dinámica, que superó a la tradicional aristocracia, capitalizando el poder. Se trataba una élite social compuesta por activos comerciantes y hábiles hombres de negocios que tenían su campo de acción primero a nivel municipal para luego lanzar sus proyectos a la política nacional, y cuyas luces de la Ilustración enfocaron a todo el Imperio español. Aquella pujanza comercial derivada de los negocios surgidos entre Europa y América permitió la construcción de edificios como la Real Fábrica de Tabacos, la Aduana, el Pabellón de Ingenieros, el Ayuntamiento, la parroquia de San Lorenzo, el Hospital de Mujeres, el Hospicio de caridad, la Cárcel Real, etc.

CATEDRAL DE SANTA CRUZ DE CÁDIZ En estas construcciones se dejó ver la evolución de las tendencias arquitectónicas de cada momento: finalizaba el barroco del siglo XVII, continuaba con el rococó, y abría el XIX con el neoclasicismo. Buen ejemplo es la Catedral nueva, comenzada en el 723 por Vicente Acero y Arebo en estilo barroco dieciochesco, sufriendo parones, retrasos y cambios de estilo, retornándose con Torcuato Cayón y terminando con los retoques neoclásicos de Miguel de Olivares, Manuel Machuca y Juan Daura. Cádiz se convirtió en el espejo de las promesas y sueños instalados en el Siglo de la Ilustración española. El comercio comunicaba aquí el pensamiento y estilo de las Luces. En los mismos barcos que transportaban mercancías viajan personas, libros e ideas. En sus cafés, salones y tertulias discutían los artículos de la Enciclopedia y recogían algunas de las pasiones más típicas de la Ilustración: erudición y coleccionismo, reforma del saber, ciencias naturales, pragmatismo, utilitarismo, etc.

Los focos que irradiaron las ideas ilustradas se encontraban en el litoral, en los puertos comerciales, en ciudades con una floreciente burguesía, como Cádiz, dotada de una infraestructura material y espiritual: bibliotecas, imprentas, tertulias científicas, centros de enseñanza, burguesía culta, y hasta una Casa de la Camorra, fundada en 1758, fue una institución antecesora del posterior Ateneo Literario Artístico y Científico.

DEFENSAS DE CÁDIZ, ALAMEDA DE APOCADA En Cádiz surgió un grupo de hidalgos y burgueses curiosos de novedades científicas y coleccionistas de libros y cuadros. En Cádiz vivió el mecenas de arte y mercaderSebastián Martínez, dueño de una riquísima colección de pinturas donde Francisco de Goya descubriría las joyas del retrato inglés y la obra de Joshua Reynolds, George Romney, Thomas Gainsborough, William Hogarth y William Blake. También hubo gobernantes interesados por el urbanismo y las artes como Joaquín de Fondesviela y el conde Alejandro de O'Reillyg, y grandes coleccionistas de arte como Alonso de O'Crowley. Además surgió durante esta centuria un nuevo lector: las masas populares. La opinión pública cobró fuerza y el descontento social encontró refugio en las nuevas corrientes pre-liberales e ilustradas. La cultura gaditana renovó el repertorio europeo en ópera y teatro, encargó en 1785, por ejemplo, al vienés Joseph Haydn su obra Las siete partidas de Cristo en la cruz, con la intención de renovar la tradicional celebración del Viernes Santo. Son destacables pintores como Clemente de Torres, literatos como José Vargas Ponce, el marques de Ureña, y José Cadalso con sus Cartas marruecas, o comoRosario Cepeda y Beatriz Cienfuegos, fundadora de La pensadora gaditana, una publicación considerada como la primera de matriz feminista.

PUERTA DE TIERRA En Cádiz fundó el capitán Pedro Virgili el Real Colegio de Cirugía, que junto a los de Barcelona y Madrid, supuso una profunda innovación y una adecuada transformación de un oficio en una profesión en gran medida al servicio del Ejército y la Armada. Las imprentas lanzaron el Compendio de navegación del gran marino ilustrado Jorge Juan. Y en esta misma ciudad se construyó el primer observatorio astronómico de España, el mejor complemento que pudo añadir el secretario real Ensenada a la Academia de Guardias Marinas. El Observatorio Astronómico de San Fernando fue fundado a propuesta de Jorge, quien pronosticó las exigencias del futuro de la navegación y ante la necesidad de aumentar la exactitud de los instrumentos para medir la posición de las estrellas y sus pasos por el meridiano, es decir, para que los marinos aprendieran la ciencia de la astronomía. Esta institución se reivindicó como faro y ventana de Europa en España, integrada por hombres de acción, no sólo de pensamiento, marinos ilustrados conocedores de los avances científicos de la época.

REAL OBSERVATORIO ASTRONÓMICO DE SAN FERNANDO La Academia de Guardias Marinas de Cádiz junto a la Academia de Artillería de Segovia y la Academia de Ciencias de Barcelona aportaron los matemáticos, físicos e ingenieros españoles del siglo XVIII. De las Academias de Guardias Marinas establecidas en Cádiz, Cartagena y Ferrol surgió una nueva de generación de hidalgos marinos, hombres de ciencia y guerra, que colaboraron muy estrechamente con los secretarios reales Patiño, Ensenada y Floridablanca por restaurar el prestigio internacional de España y mantener sus

intereses como gran potencia europea. Unos lo hicieron con la pluma y otros con la artillería, en las Reales Sociedades Económicas, en las exploraciones científicas por los territorios coloniales, enriqueciendo los gabinetes de historia natural, etc. Son los Ulloa, Valdés, Malaspina, Alcalá Galiano, Bauzá, Císcar, Churruca, Mutis, Termeyer, etc. Un pionero en las aventuras científicas y que mejor representa el espíritu ilustrado español del siglo XVIII fue Jorge Juan y Santacilia. Estuvo muy ligado a Cádiz, allí desarrolló su facetas como marino, astrónomo, cartógrafo, matemático e ingeniero. En 1735 fue designado junto a Antonio Ulloa para comandar una expedición conjunta con la Armada francesa, organizada por la Academia de París. Se trataba de unaexpedición geodésica cuya misión principal era medir desde en Ecuador en el virreinato del Perú un arco del meridiano a objeto de contrastar las diversas teorías acerca de la forma de la Tierra. Y, efectivamente, gracias a ellos se puede decir que la tierra está achatada por los polos. También efectuaron observaciones científicas, militares y económicas durante sus nueve años de expedición. A su regreso elaboraron tres admirables obras: Noticias secretas de Américarelata el abandono que la metrópoli estaba efectuando en sus posesiones de ultramar;Relación histórica del viaje a la América meridional, está llena de datos sociales y reflexiones críticas, citada hasta por el economista Adam Smith; y Observaciones astronómicas y físicas hechas en los reinos del Perú, la obra científica más importante del siglo XVIII español, que demostraba que al menos una minoría estaba instruida en los últimos avances científicos en astronomía y matemáticas. Tras ser nombrado director de la Academia de Guardias Marinas de Cádiz, el hogar de Jorge Juan se convirtió en foro científico y tertulia literaria al que concurrían oficiales como Louis Godin y Antonio Carbonell, el matemático Virgili, el cartógrafo Tofiño, el marino Ulloa, etc. Su última obra, Examen marítimo, fue publicada en 1771 y traducida al francés, al inglés y al italiano.

ANTONIO ULLOA Y JORGE JUAN Después de la emprendida por Ulloa y Jorge Juan, las expediciones ilustradas más importantes financiadas por la Monarquía fueron las de Perú y Chile bajo la dirección de Hipólito Ruiz y José Pavón, la de Colombia por José Celestino Mutis, la de México por Martín Sessé, la de Paraguay por Félix de Azara, o la

que dirigió Alejandro Malaspina alrededor del mundo y que permitió a los naturalistas Luis Née y Antonio Pineda el conocimiento de la flora de América del sur, México y Australia. José Celestino Mutis fue el gran botánico, matemático y expedicionario gaditano que ha pasado a la historia de la Humanidad por descubrir una riqueza natural americana antes investigada, desde cargamentos de quina a una extraordinariarepresentación iconográfica de la flora y la fauna del virreinato de Nueva Granada. Su ilustrada Real Expedición Botánica al Nuevo Reino de Granada, que partió desde Cádiz, también se encargó de radiar las nuevas teorías científicas de Linné y Newton sobre la América española. Sus estudios sobre la quina convirtieron esta planta en un remedio eficaz contra las fiebres, como el paludismo. Con el tiempo, Mutis adquirió un gran renombre en los círculos científicos europeos. Mantenía constante correspondencia con los principales científicos europeos y españoles, entre los que destaca Carlos Linneo al que envió materiales botánicos. La relación entre Linneo y Mutis se inició a través de los discípulos del naturalista suecoClas Alströmer: Pehr Löfling, Pehr Osbeck y Frédéric Logié, a quienes Mutis conoció en el puerto de Cádiz cuando se disponía a partir a Nueva Granada. Linneo hijointrodujo en su honor el género Mutisis, ampliando el significado que le dieron los alumnos de Mutis. Mutis también compartió sus observaciones con los científicos Aimé Bonpland yAlexander von Humboldt. Este último le visitó durante su viaje expedicionario por América en 1801.

CELESTINO MUTIS La Expedición científica y política de Alejandro Malaspina partió desde Cádiz en 1789 con las corbetas Descubierta y Atrevida y tras recorrer el litoral occidental

de América, el océano Pacífico, visitar las islas Filipinas, Nueva Zelanda, Australia y el archipiélago de Vavao, regresó en 1794 con una recopilación física exhaustiva de todas las posesiones de la Corona española, con datos sobre el magnetismo terrestre, observaciones astronómicas, especies animales y vegetales, producción minera, rutas de navegación, y estado de los virreinatos. Se trató de la cumbre de las expediciones científicas españolas, una hazaña científica digna de ser comparada con la primera vuelta al mundo de Magallanes y Elcano o con la aventura científica de Francisco Hernández. Por último, a Cádiz llegó de su segundo viaje, en 1813, Francisco Javier Balmis, que llevó grandes territorios de América y las islas Filipinas la vacuna contra la viruela. Esta Real Expedición Filantrópica de la Vacuna supuso la primera campaña internacional de la historia de la Humanidad para erradicar una enfermedad, inoculó a más de medio millón de personas en los dos hemisferios. La participación de naturalistas extranjeros en las expediciones reales ha quedado simbolizada en las figuras de dos sabios que perecieron en tierras americanas: el discípulo de Linneo, Pher Loefling, que actualizó en Madrid a los estudiosos españoles, como reflejan las obras de Bernades o Gómez de Ortega, y el compañero de Alexander von Humboldt, Aimé Bonpland. Por el número y amplitud de todas estas expediciones científicas ilustradas desarrolladas por la corte de Madrid durante el Siglo de las Luces no es de extrañar que el gran científico sueco Alexander von Humboldt reconociera que ninguna otra Monarquía europea había contribuido al progreso de la ciencia tanto como los Borbones españoles.

CASTILLO DE SAN SEBASTIÁN A principios del siglo XIX, en Cádiz se respiraba un ambiente cosmopolita y liberal, burgués y mercantil. En contraste con otras ciudades ocupadas o alzadas contra el invasor francés, existía un dinamismo, con sus 130 cafés, sus 3 teatros y sus 14 periódicos. Llegaban los individuos más inconformistas de las clases dirigentes del país: burgueses liberales, funcionarios ilustrados, escritores y periodistas intelectuales, etc., pero que resistían a la invasión francesa de la mejor manera posible: aportando sus ideales y valores; algunos de ellos fueron elegidos como suplentes de los diputados cuando las provincias peninsulares o ultramarinas no pudieran enviar a sus representantes. Durante la Guerra de la Independencia, Cádiz fue la ciudad más apropiada para reunir hasta un total de 300 diputados conservadores y progresistas elegidos por las Juntas provinciales para formar las Cortes de 1810. Los escenarios fueron el Teatro cómico de la isla de San Fernando y el Oratorio de San Felipe Neri. Entre los diputados naturales de Cádiz estuvieron Juan Méndez Álvarez de Mendizábal,

Vicente Terreno, Santiago Terry, Manuel José Quintana, Alonso Marís de Torres y Guerra, Luis de Gargollo o los hermanos Francisco y Tomás de Istúriz. Tras años de debate, la Constitución de 1812 se aprobó el 19 de marzo, día de San José, por lo que fue conocido como La Pepa. Aquel día, desde la Iglesia de San Francisco de Neri, el diputado Agustín Arguelles, mostrando el texto constitucional como el que enarbola una bandera o construye un sueño por la libertad, diría al pueblo gaditano: “Españoles, aquí tenéis vuestra patria”.

PRONUNCIAMIENTO DE LA CONSTITUCIÓN DE 1812, SALVADOR VINIEGRA Así fue relatado por el poeta Quintana, quien lo vivó en primera persona: “Las Cortes al fin se congregaron en el emplazado día y las lágrimas que arrasaron mis ojos cuando vi desfilar los diputados desde el palacio de la Regencia hasta la iglesia fueron fiel demostración de mi gozo y mi entusiasmo. El paso grande estaba dado, la representación nacional establecida, la libertad restaurada y la tiranía destruida”. España rompía con su antigua Régimen Absolutista y se convertía en la tercera nación del mundo en proclamar un Estado liberal, después de Estados Unidos y Francia. Si al pueblo madrileño le corresponde la épica del 2 de mayo, a la burguesía cosmopolita gaditana se debe la atmosfera y el ambiente propicio para que un grupo de diputados se comprometieran a hacer avanzar España a través del Derecho y de la Soberanía popular. Aquella Carta Magna fue uno de los grandes textos liberales de la Historia que tuvo una gran repercusión exterior, pues sus principios moderados tenían valor de modelo para otros países europeos. El documento constitucional fue traducido en su época al inglés, francés, alemán, portugués e italiano. Algunos de los más célebres eruditos como Guizot o Chateubriand en Francia, Bentham o Lord Byron en Inglaterra, y Von Mohl en Alemania dedicaron especial atención en la elaboración de sus contenidos. También sirvió de guía ideológica para todos aquellos que buscaban la modernidad y para quienes lideraron los movimientos independentistas de Hispanoamérica y las constituciones de algunos países europeos.

MONUMENTO A LA CONSTITUCIÓN El historiador hispanista Stanley G. Payne resume así la relevancia de aquella Constitución: “Fue más juiciosa y razonable que cualquiera creada en la Francia revolucionaria. Fue la gran carta magna liberal europea del siglo XIX y durante dos décadas la más influyente de las redactadas en Europa por los liberales. El nuevo modelo nacional español inspiró a los liberales de Italia, Rusia, América Latina y otros lugares…” Otro historiador, Jaime E. Rodríguez ha señalado que la Carta Magna gaditana “sobrepasaba a todos los gobiernos representativos de entonces, como los de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, en otorgar derechos políticos a la vasta mayoría de la población masculina adulta.” No es para menos, pues por primera vez en la historia de la humanidad aquel texto propuso que los derechos y libertades de ciudadanía alcanzaran a todos los seres humanos (peninsulares, criollos, mestizos e indígenas), sin tener en cuenta el territorio, la condición social y el color de la piel. La derrota hispano-francesa contra Inglaterra en la batalla de Trafalgar en 1805 y el comienzo de la Guerra de la Independencia española contra la Francia imperial de Napoleón Bonaparte en 1808-1814 pusieron fin al período de la ilustración gaditana, dando paso a la Cádiz prerromántica.

CÁDIZ, SIGLO XIX

El sueño de aquella constitución primigenia quedó reflejado en el cuadro Juramento de las Cortes de Cádiz por José Casado del Alisal, que hoy se encuentra en el Congreso de los Diputados, en el libro Cádiz en la guerra de la Independencia porAlfonso de Castro, o en uno de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, quién escribió: Del tiempo borrascoso que España está sufriendo va el horizonte viendo alguna claridad. La aurora son las Cortes que con sabios vocales remediarán los males dándonos liberad respira España y cobra la perdida alegría que ya se acerca el día. Entre los diputados de aquellas Cortes de Cádiz se encontraba un famoso poeta del reinado de Carlos IV llamado Manuel José Quintana. Se convirtió en el portavoz literario del patriotismo contra los franceses por la belleza de sus discursos políticos y de sus poesías como esta A España después de la Revolución de Marzo: ¡Salud, oh padre de la patria mía yo les diré, salud! La heroica España de entre el estrago universal y horrores levanta la cabeza ensangrentada y vencedora de su mal destino vuelve a dar a la tierra amedrentada su cetro de oro y su blasón divino.

La Isla de las Cortes San Fernando, Cuna del Constitucionalismo Moderno Ya se conmemoró los doscientos años del histórico día de 1808 en el que la

tropas de Napoleón invadieron nuestro país. Nuestra ciudad, entonces llamada Villa de la Real Isla de León, jugó un importante papel durante la Guerra de la Independencia, concretamente en 1810, cuando tan sólo la Isla y su vecina ciudad de Cádiz, eran libres del invasor francés. San Fernando albergó entonces la Gobierno de la nación, y en ella se gestaron las primeras Cortes constituyentes de nuestra historia contemporánea. El papel representó nuestra ciudad durante la guerra de la Independencia fue de una importancia vital en el desarrollo de los acontecimientos que dieron lugar a la Primera Constitución Española. Esta ruta nos permitirá visitar aquellos emblemáticos lugares donde su sucedieron estas y otras circunstancias de gran importancia para el devenir de nuestro País.

Ayuntamiento En este edificio de la Villa de la Real Isla de León se reunieron por primera vez, en la mañana del 24 de Septiembre de 1810, los Diputados de las Cortes Generales y Extraordinarias. A las nueve de la mañana, todos los diputados (propietarios y suplentes) acudieron y se congregaron en la Sala Capitular de las Casas Consistoriales, convertidas en Real Palacio de la Regencia, donde se acordó la fórmula del juramento que debería prestarse en el transcurso de la misma votiva del Espíritu Santo en la Iglesia Mayor.

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Iglesia Mayor de San Pedro y San Pablo Tras el acto protocolario anterior se dirigieron todos en procesión a la Iglesia Mayor, donde se celebró una misa "implorando que la Divina Gracia iluminara sus inteligencias en sus deliberaciones y acuerdos". Una vez concluida, los asistentes pronunciaron el juramento aprobado poco antes. Este momento fue inmortalizado por el pintor Casado de Alisal, en un cuadro que se conserva actualmente en el Congreso de los Diputados (Madrid). Posteriormente la comitiva, formada por los diputados de los miembros del Consejo de Regencia, se traslada al Teatro Cómico, primera sede de la

Soberanía Nacional.

Para más información sobre la Iglesia Mayor pinche aquí.

Real Teatro de las Cortes Como lugar más idóneo para celebrar las sesiones de Cortes se designó el Teatro Cómico de la Isla, que tuvo que ser adaptado para las necesidades del momento. Hasta el 20 de febrero de 1811 Las Cortes permanecieron en su sede para trasladarse a Cádiz, a causa de un brote de fiebre amarilla. Posteriormente se determinó que este lugar pasara a denominarse Teatro de Las Cortes, siendo declarado monumento histórico artístico el 19 de marzo de 1935. El 17 de Julio de 2001, S.M. Juan Carlos I, le otorgó el título de Real en atención a sus valores históricos y constitucionales.

Para más información sobre el Real Teatro de Las Cortes pinche aquí

Centro de Enseñanza "Compañia de María" Este lugar albergó durante la Guerra de la Independencia la Regencia del Reino, por lo que desde 1810 hasta 1812 las religiosas se vieron obligadas a abandonar la casa. Actualmente sigue siendo un centro de enseñanza que, establecido en nuestra ciudad en 1760, se dedica a esa labor desde entonces hasta nuestros días con el paréntesis de la Guerra de la Independencia.

Iglesia Nuestra Señora del Carmen Una vez más la fiebre amarilla reaparece en Cádiz, por lo que las Cortes se trasladan de nuevo a la Isla de León. Ante la falta de acuerdo económico con el propietario del Teatro Cómico para reanudar las sesiones en ese lugar, deciden reunirse en la Iglesia del Carmen donde las reuniones deben realizarse por la noche, una vez finalizados los cultos. Durante una de estas sesiones (la celebrada el 27 de noviembre de 1813) y antes de partir hacia Madrid, Las Cortes le conceden a la Villa el nombre de San Fernando en honor a Fernando VII y el título de "Ciudad" en reconocimiento a su valiente comportamiento durante la Guerra de la Independencia.

Para más información sobre la Iglesia del Carmen pinche aquí

Visitas complementarias

Centro de Interpretación del Parlamentarismo

Ubicado junto al Real Teatro de las Cortes, da a conocer los acontecimientos históricos que tuvieron lugar en la Isla de León entre 1810 y 1811 y que propiciaron el nacimiento del sistema parlamentario en España. El centro abarca cuatro líneas argumentales: La Isla de León y Cádiz, Libertad y Cociencia Nacional, Constitucionalismo y Parlamentarismo y Democracia. Está dotado de distintos recursos tecnológicos e interactivos que invitan a participar actiamente dando a conocer las ventajas y complejidades de los distintos sistemas parlamentarios

Para más información sobre el Centro puede descargarse el folleto aquí

Sitio Histórico "Puente Suazo y fortificaciones anejas"

Se trata de un conjunto defensivo naval que protegía la entrada por tierra a la Isla y Cádiz. El puente, de origen romano, debe su configuración actual a la época renascentista, momento a partir del cual empieza a fortificarse con caballeros y baterías. Mantiene restos del carenero que dió origen al Arsenal de la Carraca. Actualmente se encuentro en proceso de recuperación patrimonial.

San Fernando y la Armada La Isla de León nace en el s. XVIII gracias a comerciantes que invierten en ella sus ganacias del comercio con Indias y a la centralización en su término de las modernas instalaciones de la Armada, tanto por su privilegiada situación geográfica como por sus tradicionales actividades de reparación y aprovisionamiento de navíos. Estos motivos hacen que este municipio, adquiera una especial relevancia en históricos sucesos europeos como los vividos en el s. XIX, caso de la batalla de Trafalgar, destacando en este sentido la labor desarrollada por el Arsenal de la Carraca tal y como recogen las Actas Capitulares del 10 de octubre de 1805, ayudando al General Gravina en la preparación de la batalla contra las naves inglesas. Desde el asentamiento en nuestra ciudad de los distintos establecimientos militares, la historia de la localidad y de la Marina ha ido íntimamente ligada, hasta el punto de compartir patronazgo. Por todo ello la ciudad cuenta edificios singulares y de gran belleza e importancia que se presentan como las páginas de un libro de historia para contarnos su protagonismo en determinados momentos de nuestro pasado y presente.

POBLACIÓN MILITAR DE SAN CARLOS

La Real Población de San Carlos surge a finales del s. XVIII ante la necesidad de aglutinar los efectivos militares en el menor espacio posible. El ambicioso proyecto primitivo de Francisco Sabatini, se vio reducido por motivos de índole económica principalmente. En cualquier caso, en la Nueva Población de San Carlos se impone el estilo de la Corte, el neoclásico, alcanzando en ella sus más altas y espectaculares cotas.

PANTEÓN DE MARINOS ILUSTRES Magnífico monumento neoclásico de piedra ostionera que, ideado en un principio como Iglesia Parroquial de la Nueva Población de San Carlos, se inició en 1786 pero no se acabó hasta 1854 por los importantes sucesos históricos acaecidos. En su interior todos los marinos ilustres tienen su sitio, e incluso aquellos que quedaron en el anonimato tienen dedicada una lápida simbólica. Así pues, pueden destacarse entre los mausoleos más significativos los dedicados a Cecilio Pujazón y a José Lazaga y Ruiz, obra del escultor M. García González; el conjunto arquitectónico para la tumba de Francio Armero y Fernández de Peñaranda, realizado por Antonio Ruiz de Salas; el mausoleo de Víctor Concas y el erigido en honor de los soldados y clases de la marina. En este emplazamiento se escribió, por lo tanto, la historia de la Armada y, por extensión, la de España e Iberoamérica desde el s. XVIII hasta nuestros días.

Si desea realizar una visita virtual al Panteón pinche aquí

MUSEO NAVAL DE SAN FERNANDO. Escuela de Suboficiales La Escuela de Suboficiales es un excepcional edifico neoclásico terminado en 1798. Alberga el Museo Naval de San Fernando, museo periférico del Museo Nava de Madrid. Su concepción data de finales del s.XVIII, cuando el Rey Carlos III decide

trasladar el Departamento Marítimo de Cádiz a la Isla de León (actual San Fernando), pero no fue hasta 1992 cuando finalmente se inauguró. Fue visitado por SS.MM. Los Reyes de España en 1994. El Museo Naval está orientado fundamentalmente a temas navales, de manera que sus fondos proceden en gran parte de las dependencias de la zona, del Museo Naval de Madrid y de colecciones particulares. También de la valiosa colección depositada por la Asociación de Amigos de los Museos de Marina, vinculada al mismo. De sus fondos pueden destacarse los modelos de barcos de distintas épocas y tamaños, láminas, grabados, uniformes, objetos de la Escuela de Suboficiales, del Arsenal de la Carraca, banderas, metopas, fotografías, condecoraciones y un sin fin de artículos relaciondos con el mar.

Para más información

CUARTEL DE BATALLONES Las obras de esta edificación se iniciaron en 1786 y ya en el año 1798, pese a las dificultades económicas, casi habían concluido. Siempre funcionó como Cuartel de Batallones de Marina, actuando entre 1823 y 1828 como alojamiento a las tropas francesas de los Cien Mil Hijos de San Luis. Asimismo y con posterioridad fue empleado como prisión para las tropas carlistas. Se trata de una construcción neoclásica con dos zonas: vestíbulo y patio. La primera, considerada área de recepción, oficinas y residencia de Jefes, da paso a través de un extenso pasillo central al patio. Este concebido como patio de armas, con planta octogonal, era lugar de maniobras y alojamiento de soldados.

ARSENAL DE LA CARRACA La existencia del Real Carenero supuso un antecedente fundamental a la hora de concebir la edificación de este enclave industrial del s. XVIII. De este modo, las funciones de reparación que ejercía aquel recinto, fueron trasladadas y ampliadas con la creación del nuevo Arsenal de La Carraca. Los planos iniciales del recinto datan de 1720, siendo su distribución muy orgánica y funcional. Años después se construyó la portada principal del muelle, los diques de carenar en seco, el Cuartel de Batallones, el Penal de las Cuatro Torres... hasta que ya a finales del s. XVIII se culminaron las demás construcciones, es decir, la Portada del Almacén General, la Nueva Iglesia y la Puerta de Tierra, todas ellas dentro de la más pura línea neoclásica.

PUENTE DE UREÑA Esta edificación se ideó con el objetivo de comunicar por tierra la población de San Carlos y el Arsenal de la Carraca. Actualmente el puente, de un solo arco rebajado, ha quedado seco y únicamente es posible avistarlo por mar. Su denominación fue escogida en honor al Marqués de Ureña, a quien tanto debe la ciudad de San Fernando.

REAL CARENERO Construido al pie del caño de Sancti Petri, junto al Puente Zuazo, es uno de los más claros exponentes de la importancia que la industria naval tuvo para la zona. Con la dinastía de los Austrias, el Carenero fortaleció su desarrollo y obteniendo la denominación de “Real Carenero”, centró así sus actividades en las fábricas de motonería, lanas y jarcias, almacenes de aprovisionamiento, e instalaciones de carenas. Vivió su periodo más significativo tras la creación del primer Departamento Marítimo de España en la Isla de León. Tras su reemplazo por el Arsenal de la Carraca comenzó su declive, pasando a ser propiedad de particulares. Actualmente subsisten la fachada de la iglesia y varios almacenes que aún conservan parte de su antigua estructura.

CAPITANÍA GENERAL Las dos primeras entidades de marina que se trasladaron a la Isla de León fueron la Academia de Guardias Marinas y la Comandancia General del Departamento. Esta última quedó instalada en el número 185 de la calle Real, ocupada por una magnífica vivienda burguesa de influjo barroco, donde residió hasta 1769. Así pues la ubicación actual de este edificio data de la segunda mitad del siglo XVIII aunque su fisonomía actual es el resultado de diversas reformas. Entre ellas destaca la efectuada en 1917 por Vicente Sánchez de Cerquero, ingeniero de fragata, en la que prácticamente fue reedificado. Luego fue ampliado con terrenos anexos, experimentado nuevas reformas y adquiriendo la fachada su aspecto actual.

IGLESIA DE SAN FRANCISCO La edificación religiosa que conocemos hoy fue construida a finales del s. XIX por la marina ante la necesidad de tener parroquia propia, reformándose en 1966. En este templo encontramos la colección victoriana más interesante de la ciudad: tres grandes lienzos realizados por Mariano Salvador Maella, pintor de cámara de S.M. Carlos III y director de las Bellas Artes de San Fernando, al que le fueron encargadas por el Marqués de Ureña.

REAL INSTITUTO Y OBSERVATORIO DE LA ARMADA Este centro científico y técnico presenta un conjunto de singularidades que lo convierten en un punto de referencia, a nivel nacional e internacional, en casi todos

los campos en los que opera. Siempre ha estado unido a la Enseñanza Superior desde su fundación como “Academia de Guardias Marinas” hasta la actualidad como “Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Físico-Matemáticas”. La Institución, fundada en 1753 por Jorge Juan, ha sido pionera en España en la totalidad, prácticamente, de sus principales tareas, generando un banco de datos a lo largo de sus 246 años de vigencia que conforma un patrimonio fundamental. Su biblioteca, gracias a la conjunción de enseñanza, práctica e investigación, ha ido creciendo en importancia, colaborando en ello el esfuerzo de Jorge Juan y de Tofiño, por aumentar y consolidad sus fondos. Así, los cuatro incunables que alberga la biblioteca son de gran valor por su antigüedad y por los peculiares contados que aportan en materia astronómica.

La Ruta de Camarón de la Isla José Monge Cruz, Camarón de la Isla, es el personaje que mejor representa internacionalmente a la ciudad de San Fernando, y por ello, preservando el honor del mito del flamenco mundial, hay diseñada una ruta en su ciudad natal que muestra donde nació y creció en sus primeros años.

CASA DE CAMARÓN Camarón de la Isla vio la luz en el número 29 de la calle del Carmen, en el Barrio de las Callejuelas. Allí se puede ver el origen humilde, con la arquitectura propia de una zona sencilla, de este artista hijo de un gitano herrero. Las callejuelas, es un popular barrio isleño nacido al amparo del primitivo Convento del Carmen. Desde lo alto de sus empinadas calles pueden verse unas vistas únicas de las marismas y salinas del Caño de Sancti Petri, donde tradicionalmente las gentes del barrio mariscaban y pescaban. Este barrio, de tradición marinera, abonan los patios de vecinos. No lejos de allí, la Iglesia del Carmen fue la que acogió el bautizo del mito.

FRAGUA DE CAMARÓN “En la Isla yo nací, yo me crié al pie de una fragua. Mi madre se llama Juana, mi padre se llamaba Luís y hacia alcayatitas gitanas” Camarón oyó las primeras saetas y fandangos nada más nacer. Su padre, Juan Luís Monge Núñez fue un aficionado de primera al cante jondo. Se ganaba la vida como herrero, un trabajo bien considerado por la comunidad gitana. Cada día acudía a su fragua, primero en la calle Orlando en la zona de Las Callejuelas, donde vivía, y luego en la calle Amargura. Y es que el pequeño José tuvo que ir desde muy niño a la herrería “para darle al fuelle y avivar la lumbre” para después acompañar a sus padres a vender por los pueblos el producto de la fragua, especialmente las alcayatas gitanas, auténticas filigranas de hierro que decoran tanto los patios andaluces. El visitante podrá observar en su visita a la Fragua como el ritmo del yunque y el martillo se constituye en símbolo dentro del ritmo racial de este cante.

LA VENTA DE VARGAS La Venta de Vargas, es lugar obligado donde recalan todos aquellos que, venidos de fuera, desean conocer San Fernando en sus aspectos culinarios más típicos y genuinos, así como en sus curiosidades y esencias dado que la Venta de Vargas es un lugar que, lejos de todas sofisticación, alberga entre sus muros, sus cerámicas y medios puntos, auténtico sabor isleño... y para los de casa, es el rincón, entre peroles, mandiles, bandejas y sonrisas se hace cañaillismo. En 1959, en la Venta, la Niña de los Peines y Manolo Caracol, escuchan cantar a Camarón con tan sólo 8 años. Fue aquí donde Camarón fraguó sus primeros años cantaores escuchando a Caracol a su hermano Manuel, al Niño de la Calzá y a la dueña, María Picardo. De aquellos momentos y de muchos otros, se conservan multitud de fotografías en la venta, que además de negocio de comidas, puede ser considerada sin temor a la exageración como un auténtico museo de arte flamenco. Esta venta se fundó en el año 1924, entonces se denominaba “Venta Eritaña” y funciona con el nombre de Venta de Vargas desde el año 1935. Con este nombre, en honor a su fundador Don Juan Vargas, adquirió fama y prestigio a través de los años. Tras él, Dña María, su mujer, supo darle a La Venta ese carácter tradicional y añejo, - con duende incluido- y pasarle el relevo a sus sobrinos José y Lolo Picado, que haciendo bueno el lema de que aquí nadie es extraño”, han dado continuidad a ese talante y al sentido gastronómico, del más puro estilo andaluz”

En la plaza que hay frente a la venta se podrá contemplar el monumento que la ciudad le rinde a un hijo predilecto

MONUMENTO A CAMARÓN DE LA ISLA Monumento realizado por el isleño, Antonio Aparicio Mota, cuando tenía 27 años de edad. Autor de otras obras expuestas en la Isla. Sobre un pedestal de más de dos metros de altura, recubierto de piedra ostionera, se erige la figura en bronce de Camarón. Mide alrededor de 1,75 cm. de altura y pesa más o menos 500 kilos. Se trata de un solo bloque escultórico que funde el asiento con la persona, dejando la silla de serlo para pasar a ser también escultura. Representa al famoso cantaor isleño José Monge Cruz, con actitud sosegada, de mirada perdida y concentrada, huyendo así de la representación tópica del brazo extendido. Sentado en silla de enea con la cabeza ligeramente girada a la izquierda. Muestra semblante sereno y meditativo. Una mano apoya en la pierna mientras la otra cuelga en la rodilla izquierda. La silla es una abstracción de formas sugerentes donde se encuentran texturas tan expresionistas como figurativas, una amalgama de formas sintetizan la ciudad de San Fernando, mostrando conchas, ostiones, cañaíllas, etc..., que hacen de dignas porteadoras del genio del flamenco. El bronce del niño de 1,35 metros de altura y unos 60 kilos de peso, es plásticamente una imagen más cálida y suave. Se contrapone con el gesto duro del cantaor. Se inicia su realización en Junio de 1991. En el año 1992 se finaliza, coincidiendo con la muerte de Camarón. Se emplaza definitivamente en su ubicación en el primer aniversario de la muerte en Julio de 1993. Esta escultura se realiza en el estudio del autor entonces en la ciudad de Sevilla en la Calle Torneo, 68. la obra fue transportada y llevada a la Exposición Universal de 1992 que entonces se vivió en la ciudad hispalense.

IGLESIA MAYOR DE SAN PEDRO Y SAN PABLO (NAZARENO) CAMARÓN ha sido siempre devoto del Nazareno, cuya imagen se venera en la Iglesia Mayor. "Allí acudió CAMARÓN justo después de la boda para casarse el sólo - explica Manuel Ruíz quién le acompañó aquel día - vino a decírselo al Nazareno y le habló: me he casado ¿te parece bien? Vengo pá que me des tu bendición y él me comentó que el Nazareno se l a había dado...."

Para más información sobre la Iglesia aquí

MAUSOLEO DE CAMARÓN Finalmente, José Monge Cruz, falleció el triste 1 de julio de 1992. “Me gustaría que me enterraran en San Fernando” había declarado el cantaor y su deseo se cumplió. En el cementerio municipal se encuentra el mausoleo que siempre congrega a millares de seguidores y siempre está perfumado por las flores que llevan sus incondicionales. El diseño general de la obra junto con el relieve del Catafalco, que representa una panorámica de la ciudad, es obra del artista isleño Manuel Correa Forero. La escultura de Camarón fue encargada a Alfonso Berraquero García, también de la Isla y los trabajos de forja de hierro a Francisco Fernández e Jerez. El trabajo realizado en piedra, granito verde uva tuba, es obra de Mármoles Aillon de Cádiz y la fundición en bronce de Salteras Sevilla

PEÑA DE CAMARÓN DE LA ISLA Por último, la peña Camarón de la Isla que fue inaugurada después de su muerte, en 1995. La construcción de este local se inició en octubre de 1991, dos meses después Camarón colocaba la primera piedra. Se trata de un edificio de dos plantas, centro neurálgico que se convierte en catedral de la figura de Camarón, Museo con centenares de fotos y recuerdos donde también se puede disfrutar de la gastronomía andaluza de la bahía y del cante y baile de discípulos del genio de Camarón. Con carácter anual se celebra durante los meses de septiembre a diciembre el “Concurso de Cante Memorial Camarón de la Isla”.

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La Ruta de la Sal San Fernando es una ciudad que por su situación geográfica se encuentra inmersa en pleno Parque Natural Bahía de Cádiz. Este espacio natural es un enclave privilegiado con un paisaje característico de marismas, caños y esteros, y en el que se han dado a lo largo del tiempo, las condiciones idóneas para el desarrollo de una actividad de gran importancia para la zona, la explotación de La Sal.

Entre los meses de septiembre y diciembre, te invitamos a que descubras una actividad singular de la Bahía de Cádiz, el despesque tradicional de algunos de sus esteros naturales. Los esteros forman parte de ese paisaje que rodea las ciudades de San Fernando, Puerto Real, Chiclana, El Puerto de Santa María y Cádiz, en la Bahía de Cádiz. Entre algunos de esos canales

y laberintos de agua de antiguas salinas, se encuentran también los esteros, que son estanques junto a caños de agua que proporciona agua del mar y que se utilizaban y utilizan para almacenar el agua que se empleaba en la cosecha de sal. La reconversión y nuevos aprovechamientos que se obtienen de este espacio, tras la decadencia de muchas salinas existentes en la zona, es la reutilización de los esteros para la crianza de los peces que entran de forma natural con las mareas (doradas, robalo, baila, serranillo, lisa, etc) , y que se alimentan con lo que les proporciona ese ambiente único (algas, pequeños invertebrados, aguas alta salinidad). En otros casos, esos esteros se utilizan para la crianza de numerosas especies pero con una alimentación añadida. Nosotros asistimos al momento en el que se despescan de forma tradicional, esteros en los que los peces se alimentan únicamente con lo que les proporciona el medio natural. A esto atractivo sumamos la vistosidad de una curiosa actividad que vivimos también con la espontaneidad de quién saca el pescado algunos lunes en estos meses (600 o 700 kg de pescados en cada ocasión) para abastecer a los pequeños pescaderos, que en ese mismo momento seleccionan y compran el producto que al día siguiente pondrán a la venta en sus pescaderías. La captura y la venta de lo obtenido en el despesque es una actividad única en la zona y en esta época del año. EN OCTUBRE, LA ALMADRABA DE BARBATE REALIZA LA LEVANTÁ DE MÁS DE 4.000 ATUNES. ¿te vienes a verlo? Tras el paso migratorio del atún rojo durante los meses de abril, mayo y junio por la Costa de Cádiz, en la almadraba quedaron retenidos los atunes que ahoran tenemos la oportunidad de ver en el momento de su levantá.

A recolectar setas Desde Compuertas te ofrecemos la posibilidad de realizar una salida al campo durante los meses de noviembre y diciembre para buscar y recolectar setas. Para ello, nos vamos a una de las zonas mas rica de Cádiz desde el punto de vista micológico y con un entorno paisajistico natural inigualable, el Parque Natural de los Alcornocales. Con este decorado y con nuestra cesta de recolección, nos dejaremos llevar de la mano de un gran conocedor del terreno y la materia, para buscar, seleccionar y recolectar las numerosas y variadas setas que nos podemos encontrar por el Parque. Tras toda una mañana agradable de campo, y con nuestroos cestos llenos, pasamos a otro momento no menos especial de la jornada, el de la gastronomía de las setas. En la Finca La Almoraima realizaremos una comida campera utilizando setas y conociendo más de cerca las recetas y platos en las que se utiliza cada variedad.

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