10 Modulo.pdf

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PROGRAMA DE INDUCCIÓN PARA PROFESORADO DE NUEVO INGRESO DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

2020

Recopilar La evaluación y retroalimentación en el acompañamiento en línea

1. El papel de la tecnología en la evaluación ¿Hemos reflexionado alguna vez sobre cómo evaluamos o qué entendemos por evaluación? Quizás como docentes hemos estado siguiendo modelos de cómo nos evaluaron a nosotros mismos, sin reflexionar si realmente era el método más apropiado o no. Es importante hacer esta reflexión personal, recordando el dicho de “dime cómo evalúas y te diré cómo enseñas”. Sin embargo, ya que las tecnologías están revolucionando y cambiando la manera en la que enseñamos, se hace necesario cambiar también las estrategias que seguimos a la hora de evaluar el aprendizaje de nuestros estudiantes. Una evaluación significativa y auténtica implica establecer criterios e indicadores de evaluación claros y conocidos por el estudiante de antemano, realizando diferentes actividades de evaluación que no sólo evalúen conocimientos, sino también habilidades y competencias. Además, es necesario proporcionar un feedback oportuno y continuo, de modo que nuestros alumnos sean conscientes de su avance y aprendizaje. Después de realizar esta evaluación, se podría dar una calificación numérica, como resumen aproximado del informe escrito y justificado. Como hemos visto anteriormente, las tecnologías nos facilitan el diseño de actividades de aprendizaje, abriéndonos nuevos espacios y procesos con los cuales facilitar el aprendizaje de nuestro alumnado. No iba a ser menos con respecto a la evaluación, ya que si vamos a modificar nuestras prácticas de enseñanza, también tenemos que cambiar la forma en la cual evaluamos. Las tecnologías nos ofrecen nuevas experiencias de aprendizaje, más centradas en el desarrollo de competencias y habilidades que en aspectos concretos del currículo. Nos permiten comprobar diferentes niveles de logro en cada uno de nuestros alumnos, facilitando así una enseñanza mucho más individualizada y personalizada. Además, gracias a la gran diversidad de materiales y recursos disponibles en la web, podemos diseñar y adaptar nuestras propias actividades de evaluación en función del nivel de cada estudiante, de los objetivos a alcanzar, de las habilidades a desarrollar, etc. Evaluamos cuando necesitamos conocer en qué estado se encuentra el aprendizaje de nuestros alumnos. Esto podemos realizarlo, principalmente, en tres momentos: antes, durante y después, dándonos tres tipos de evaluación: ● Evaluación diagnóstica ● Evaluación formativa ● Evaluación sumativa

En los siguientes epígrafes analizaremos cada uno de los tipos de evaluación y de qué manera podemos implementarlas a través de tecnologías digitales. 2. Evaluación y evaluación por competencias En este tema de evaluación hay abundante literatura. Una idea clave es definir siempre el contenido a evaluar (qué), las fuentes de información (cómo, cuándo) y el uso de la información (finalidad). Una definición de evaluación seleccionada, que resume bien la idea del concepto que queremos trabajar, sería ésta: Evaluación: conjunto de procesos sistemáticos de recogida, análisis e interpretación de información válida y fiable, que en comparación con una referencia o criterio nos permitan llegar a una decisión que favorezca la mejora del objeto evaluado (Rodríguez Conde, 2005). Esta definición recoge conceptos clave que podríamos repensar en el foro: proceso sistemático, análisis, interpretación, información válida-fiable, criterios, toma de decisiones, mejora. Por otro lado, y dado el contexto del EEES en el que nos encontramos, conviene definir o aclarar el concepto de evaluación de competencias. Esto nos lleva, primero, a definir qué entendemos por competencia: Competencia: sistema de conocimientos, destrezas y actitudes y valores que se adquieren de modo progresivo en diversos contextos y que se aplican en situaciones específicas a la resolución de problemas complejos mediante un desempeño eficaz de las tareas académicas y profesionales para lograr un pleno desarrollo personal integral, lo que repercute tanto en la mejora de la calidad de la educación superior como en la deseable prosperidad económica, social y ambiental (López Ruiz, 2008). Partiendo de esta definición de competencias, ahora sí, podremos ofrecer una definición de evaluación de competencias: Evaluación de competencias: proceso por el cual se recoge información acerca de las competencias desarrolladas por un individuo y se comparan éstas con el perfil de competencias requerido en un contexto académico y profesional (puesto de trabajo), de tal manera que pueda formularse un juicio de valor sobre el ajuste al mismo (Gil Flores, 2007).

3. Retroalimentación con tecnologías digitales

Cada vez son más las instituciones educativas están optando por sistemas de enseñanza semipresenciales e, incluso totalmente virtuales. Ello se debe fundamentalmente a cuestiones económicas y de alcance de la misma. El grado de dicho alcance no se verá limitado a la asistencia a unas instalaciones más o menos cercanas del domicilio del alumno y, más bien dependerá de cuestiones de infraestructura (equipamiento disponible con conexión a internet en el domicilio o próximo a él).

No se trata en este artículo de discutir las bondades o inconvenientes de esos sistemas de enseñanza, enfocados fundamentalmente a alumnos con edades postobligatorias (ya que en España, por cuestiones legales, la posibilidad de la escolarización a distancia de los seis a los dieciséis años tiene una rigidez de espacios determinada y, ello obliga a que se realice exclusivamente en centros educativos). Se trata simplemente de establecer la importancia de los feedbacks (también llamados realimentaciones o retroalimentaciones) para esos sistemas de aprendizaje, donde el tutor/profesor/facilitador del mismo no se encuentra de forma presencial a lo largo de los mismos. Por tanto, una primera definición de feedbak, sería la que define dicho concepto como el proceso de compartir y recabar información para intentar mejorar el funcionamiento de un determinado aprendizaje. Es decir, un proceso activo, donde docente y alumnos tengan la posibilidad de establecer propuestas de mejora bidireccionales de forma efectiva. Existen dos posibilidades cuando se ha ejercido el feedback sobre la propia formación (incluyendo en el mismo el aula virtual, clave en enseñanzas semipresenciales y virtuales): Un feedback positivo, que mantiene el propio sistema de aprendizaje, pero que puede ver modificadas las metas o fines del propio encapsulado de aprendizaje, en función de la necesidad que se observe en el mismo para cuestiones de mejora. Dicha mejora no es de calado obligatorio pero sí que permitiría realizar una mejora futura del propio entorno de aprendizaje (o contenido del mismo). Un feedback negativo, que obligaría a cambiar el propio sistema de aprendizaje, modificando en la mayor parte de casos al propio objetivo (el cual se ve afectado negativamente por las valoraciones y inputs recibidos por parte del propio sistema y, que obligan a ello) ¿Cómo podemos ser capaces de obtener un feedback en condiciones? Pues va a depender mucho del enfoque que demos al propio proceso formativo, a la elección de la plataforma de aprendizaje y, a los requisitos previos que exijamos a los alumnos de dicho sistema. Ello sin

olvidar la parte fundamental: la humana (formada por los docentes y los alumnos que intercambian impresiones y experiencias a lo largo de la formación). Otro de los parámetros a tener en cuenta son las herramientas específicas para ese feedback (normalmente integradas en el propio entorno virtual). Correos privados, foros, talleres, cuestionarios, elementos de evaluación y chats serán los elementos más habituales que nos servirán, como docentes y facilitadores del curso, para conseguir establecer una vía de comunicación entre nosotros y nuestros alumnos. Además, también serán las herramientas que permitirán una socialización, muchas veces descuidada en este tipo de aprendizajes, entre los propios alumnos que forman parte de ese entorno de aprendizaje. Incorporar redes sociales sería dar un valor añadido, más inmediato y con una potencialidad tremenda para juzgar el resultado de todo el proceso. Eso sí, es importante pautar “tiempos”. Tiempos de respuesta ante problemas, tiempos de modificación del entorno para adaptarlo a nuevas situaciones (en caso de recibir muchos feedbacks negativos que obliguen a ello), tiempos para el diseño de nuevos servicios de valor añadido, etc. Se trata de una formación más flexible pero más exigente. Al estar poco pautados los tiempos obliga a que, alumnos y docentes, trabajen más y, si se quiere tener una formación de calidad, mejor. ¿Quién evalúa dichos feedbacks? ¿El docente o el alumno? El alumno tiene que ejercer modificaciones sobre las tareas que le son encomendadas y que le llevarán a una evaluación positiva del curso; el docente tiene que ser capaz de adaptarse a las demandas de sus alumnos y, debe trasladar con premura, las modificaciones urgentes que él no sea capaz de realizar a un equipo coordinado para que sean subsanadas en el menor espacio de tiempo. Ello, sin olvidar la figura imprescindible en este tipo de enseñanzas de un “coordinador” que gestionará los problemas que puedan existir en las relaciones entre docentes y alumnos, con potestad de apercibir las malas praxis. Escalabilidad, adaptabilidad y respuesta rápida. Feedbacks continuos, personalizados y siempre abiertos a una mejora del propio sistema. Sin olvidar la evaluación final donde, en cierta manera, se hallan recogidos todos los feedbacks que se han dado a lo largo del proceso, valorando la formación (y todo lo que es inherente a ella) de una manera lo más objetivable posible.

4. Rúbricas digitales para evaluar el aprendizaje A pesar de que no es una técnica de evaluación propiamente dicha, sino más bien una técnica auxiliar, las rúbricas son herramientas de trabajo innovadoras en el campo de la evaluación. La definición más simple y clara es que la rúbrica es una matriz de valoración. Se trata de un instrumento de evaluación basado en una escala cuantitativa y/o cualitativa asociada a unos criterios preestablecidos que miden las acciones del alumnado sobre los aspectos de la tarea o actividad que serán evaluados. Es un instrumento en el que se definen criterios de valoración y diferentes estándares que se corresponden con niveles progresivos de ejecución de una tarea. Básicamente, existen dos tipos de rúbricas: ● Holísticas: tratan de evaluar el aprendizaje o competencia desde una visión global. Se diseñan para tareas amplias, de ejecución de la tarea como una totalidad. ● Analíticas: se centran en algún área concreta de aprendizaje. Se diseñan para tareas específicas, valorando por separado diferentes partes de una tarea. En el caso de las holísticas, se toma la dimensión a evaluar, y se definen los criterios gradualmente para valorar la dimensión de forma global. En el caso de las analíticas, el proceso queda resumido en la siguiente imagen. Primero, se definen claramente los aspectos a evaluar (dimensiones, qué evaluar). Segundo, se desarrolla la escala de valoración, es decir, la gradación cualitativa o cuantitativa que clasifica o mide el desempeño. Por último, se definen los criterios para cada una de las dimensiones y en cada nivel de desempeño. Además, conviene explicitar claramente qué peso tiene cada dimensión en la calificación final de la tarea, proceso o asignatura. En la formulación de criterios es importante tener en cuenta lo siguiente: ● Representan niveles crecientes de complejidad en el tipo de tareas que puede realizar el estudiante. ● Se definen de modo que representen diferencias cualitativas en términos de aprendizaje. ● El número de niveles de desempeño es arbitrario. ● Se definen con suficientes ideas para lograr una buena descripción cualitativa y una clasificación de los evaluados en dichos niveles. Utilidad de las rúbricas para evaluar los aprendizajes

Enumeramos algunas utilidades o ventajas del uso de rúbricas: ● Técnica que permite al estudiante conocer de antemano qué y cómo se evalúa exactamente cada tarea/competencia. Se entrega al alumnado desde el comienzo de la tarea. ● Explicita de forma clara y precisa los criterios de evaluación que van a ser utilizados. ● Centra la atención sobre los aspectos que deben ser desarrollados por los estudiantes. ● Reduce la subjetividad. ● Permite traducir el desempeño del estudiante en una medida. ● Posibilita la autoevaluación del estudiante o la evaluación por pares. ● Proporciona retroalimentación específica. Existen en la Red algunas webs que nos permiten y facilitan el diseño de rúbricas profesionales. Prácticamente todas nos proporcionan la posibilidad de crear rúbricas desde inicio (con o sin plantilla) o consultar rúbricas ya hechas sobre muy diferentes áreas de conocimiento. En los enlaces a continuación podrá encontrar algunas de estas herramientas

5. Portafolios para evaluar los aprendizajes El portafolio o carpeta de evaluación se ha convertido en uno de los métodos más innovadores y efectivos para llevar a cabo procesos evaluativos de calidad. Es una técnica que sirve para diferentes objetivos: para evaluar al alumno, para evaluar los materiales de la asignatura y para evaluar el proceso formativo en sí mismo. Se trata de una evaluación de evaluaciones (metaevaluación) en el sentido que recoge todos los documentos evaluativos o las producciones realizadas durante un tiempo determinado (cuatrimestre, curso...), para comprobar la evolución, poder orientar, buscando en todo momento la mejora. Los portafolios requieren reflexión sobre el trabajo que se realiza y deben reflejar especialmente el cambio que se experimenta desde el comienzo del proceso hasta el final. Puede ser tanto una carpeta física como electrónica (ordenador) u online (eportafolios) o tener ambas (según el formato de presentación de los documentos). La forma de registro no sólo puede ser escrita, sino también fotografiada, grabada en audio, vídeo, CDUSB, página web... Se trata de un método para reunir, organizar, gestionar y distribuir información personal en cualquier formato físico (papel, vídeo, audio, fotos...) o electrónico. Los portafolios se están utilizando cada vez más en la evaluación de los estudiantes, así como en el ámbito laboral para demostrar la experiencia profesional anterior y las competencias adquiridas. La utilización de este tipo de aplicaciones en la evaluación de los estudiantes supone una innovación radical en el currículum, ya que transforma todo el proceso de enseñanzaaprendizaje.

Esta carpeta contiene todas las evidencias de trabajo realizadas durante el periodo de tiempo que establezcamos (un mes, cuatrimestre, curso). Esto nos va a permitir llevar un seguimiento de sus aprendizajes, de sus progresos y dificultades. También el alumno puede aportar sus evaluaciones o reflexiones sobre su aprendizaje, con los logros, errores y problemas. ¿Qué incluye? - Tareas individuales y grupales - Participaciones en clase - Participaciones en las herramientas de comunicación (foro, chat y correo) - Participación en tareas grupales - Materiales elaborados por el alumno - Aportaciones, búsqueda de información en la Red - Anotaciones del profesor sobre el alumno - Valoraciones del propio estudiante sobre sus logros y dificultades - Tareas mejoradas tras ser corregidas por el profesor - Lecturas complementarias (revisión de otras lecturas, artículos, prácticas, etc.) - Otros De este modo, el portafolios evita los miedos y ansiedades típicos antes de los exámenes y tiene una finalidad más definida y relevante. Así, hacemos partícipe al alumno de la evaluación, a diferencia de como tradicionalmente se ha venido haciendo, donde el alumno era sólo el objeto de evaluación. Es necesario establecer unos criterios u orientaciones para evaluar el propio portafolios: su efectividad, su utilidad, diseño, así como para evaluar los logros del alumno, los aprendizajes que se van alcanzando.

6. Dispositivos móviles para evaluar a los estudiantes

Hemos visto que la evaluacion podemos realizarla en tres momento: evaluacion diagnóstica, evaluación formativa y evaluación sumativa. Es así porque los profesores necesitamos información que nos respondan a tres preguntas acerca del proceso de enseñanza: 1. ¿Qué saben los alumnos? 2. ¿Qué van aprendiendo los alumnos? 3. ¿Qué han aprendido los alumnos?

Esto es lo que llamábamos evaluación diagnóstica, evaluación formativa y evaluación sumativa. Necesitamos información que no puede esperar a ser corregida a mano en papel a través de pilas de páginas en las que los estudiantes hayan podido responder a cuestionarios que les hayamos pasado. Necesitamos la inmediatez, y esa inmediatez nos la proporcionan las tecnologías. ¿Cuáles de ellas son las que nos pueden proporcionar esa inmediatez en la respuesta a las preguntas que anteriormente mencionábamos? Hemos encontrado en nuestras clases que el uso de los dispositivos móviles o tabletas nos resultan muy útiles. Nos resultan útiles, ya que nos permiten que los estudiantes utilicen un dispositivo con el que están ya habituados. Los estudiantes utilizan en sus vidas cotidianas los teléfonos móviles para multitud de acciones en general vinculadas con las relaciones sociales. Nos permiten, por tanto, ponernos en lugar del estudiantes y hacer uso de herramientas con las que están de sobra familiarizados. Y nos permiten, además, obtener información inmediata sobre ellos. ¿Cómo hacerlo? Principalmente, utilizando varias herramientas, entre ellas Kahoot, Socrative y Plickers. ¿Y cómo llevarlo a cabo? Si queremos saber qué saben ya los estudiantes de un determinado tema planificaremos una serie de preguntas bien de verdadero y falso o de respuesta múltiple o bien con algún vídeo que los alumnos tienen que responder antes de comenzar un tema. ¿Cuándo las responden? Puede ser por ejemplo a lo largo de un día desde sus casas, o bien en el momento de clase antes de comenzar con el tema. El docente, por su parte, a través de su ordenador irá monitorizando las respuestas de los estudiantes y así ir viendo cuáles son los temas que ya saben y, por tanto, no enfocarse demasiado en ellos y aquellos sobre los que no tienen tanto dominio. Pero también se pueden utilizar los dispositivos móviles a menudo en evaluación formativa, en el momento de clase. Es posible preparar una serie de preguntas sobre el tema a abordar en clase. Luego, a mitad de clase paramos y pedimos a los estudiantes que accedan a la app con la que se ha diseñado la evaluación. Ellos utilizan sus teléfonos móviles para contestar las preguntas planteadas. También se puede proyectar en la pizarra digital los resultados de las respuestas de los estudiantes, de forma que en ese mismo momento es posible ir viendo qué temas y qué preguntas son las que ellos saben y, por tanto, han aprendido y aquellas sobre los que puede haber fallos. ¿Para qué? Si el docente ve que los alumnos han respondido a una pregunta común de manera errónea significa que tiene que volver a ese tema para complementar la explicación, ampliarla o incidir en los contenidos hasta que los estudiantes comprendan el tema. Estas herramientas son muy útiles y potentes porque motivan a nuestros estudiantes, les ayudan a ver en el momento qué van aprendiendo y cuáles son las lagunas que pueden tener. Por útlimo, también utilizo los dispositivos móviles para aplicar la evaluación formativa, la

evaluación final, pidiendo a mis estudiantes que respondan a las preguntas que les planteo tras haber abordado el tema o la lección. Los dispositivos móviles utilizados con esta orientación formativa nos sitúan en una posición de incorporar aquellas herramientas que ellos suelen utilizar en nuestras clases. Las investigaciones ya han demostrado que la motivación de los estudiantes aumenta cuando los profesores incorporan dispositivos móviles y apps de este tipo en la enseñanza y en la evaluación. Además, hacemos uso de una metodología muy popular en muchas aulas, el Bring your own device, en el cual cada alumno puede hacer uso de sus dispositivos personales para aprender. A continuación mostramos algunas herramientas, como Socrative, Kahoot y Plickers y que esperamos que se conviertan en herramientas que utilicen en sus evaluaciones de forma frecuente.

7. Herramientas para la autoevaluación Las autoevaluaciones web: Los dos software de autoría de contenidos online que hemos abordado en páginas precedentes incluían herramientas específicas para enriquecer las páginas de texto con este tipo de ejercicios. Preguntas de verdadero-falso, de selección o elección múltiple, de completar huecos, de organiza parejas de conceptos… que ayudan al mismo estudiante a comprobar que la información facilitada ha sido comprendida. Pero no tenemos necesidad de utilizar alguno de estos dos programas para generarlas. A nuestra disposición contamos con diferentes softwares para su producción. Hot Potatoes es el conjunto de herramientas, desarrollado por el Centro de Lenguas de la Universidad de Victoria (Canadá), para la creación de actividades de autoevaluación en formato digital que poder publicar en Internet. En el paquete contamos con cinco herramientas diferentes para crear ejercicios, entre ellas: · Jquiz: Permite crear actividades de respuesta corta y tipo test como, por ejemplo, preguntas de opción múltiple, de respuestas múltiples o de verdadero/falso. · Jmix: Permite crear actividades con frases desordenadas para solicitar que sean ordenadas. · Jmatch: Permite la creación de actividades de emparejar pares de imágenes, conceptos, etc. · Jcross: Permite la creación de crucigramas. · Jcloze: Permite la creación de actividades para rellenar huecos en textos y frases.

JClic es el software libre, desarrollado por el Departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña, para el diseño de actividades de aprendizaje multimedias. Las actividades pueden producirse de forma individual o formar parte de proyectos, esto es, de secuencias de actividades definidas. JClic, desarrollado en JAVA, está formado por las siguientes aplicaciones: · JClic applet. Necesario para embeber las actividades multimedia en una página web. · JClic player. Reproductor que permite interactuar con las actividades, llevarlas a la práctica. · JClic author. Herramienta de autor disponible para crear, editar y publicar las actividades de aprendizaje. · JClic reports. Herramienta útil para hacer el seguimiento de la actuación del alumnado recogiendo datos y generando informes sobre los resultados de las actividades hechas. Nota: Quizmaker es otro programa para la creación de actividades de autoevaluación y cuestionarios en formato digital. Para diseñar estas actividades además es posible hacer uso de algunas páginas web donde encontrar ejercicios ya realizados por otros profesores, o bien crear estas actividades desde cero partiendo de los objetivos y los contenidos que considere apropiados.

A continuación mostramos herramientas que permiten diseñar actividades de autoevaluación cómo Educaplay, Jclic o Hot Potatoes para diseñar nuestras propias actividades de autoevaluación y compartirlas con nuestro alumnado.

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