Andri88 - Ladrona De Corazones

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  • Words: 209,195
  • Pages: 639
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Copyright Page This book was automatically created by FLAG on July 12th, 2012, based on content retrieved from http://www.fanfiction.net/s/8094714/. The content in this book is copyrighted by andri88 or their authorised agent(s). All rights are reserved except where explicitly stated otherwise. This story was first published on May 7th, 2012, and was last updated on July 11th, 2012. Any and all feedback is greatly appreciated - please email any bugs, problems, feature requests etc. to [email protected].

Table of Contents Summary 1. Prólogo 2. Cap 1 Extraños en la noche 3. Cap 2 Catwoman 4. Cap 3 Arriba en el aire 5. Cap 4 El gato y el ratón 6. Cap 5 Secreto 7. Cap 6 Quien se dará por vencido 8. Cap 7 Miseria 9. Cap 8 Esperanza 10. Cap 9 Dudas 11. Cap 10 La mitad de una imagen 12. Cap 11 El río 13. C12 Por qué Jack son malas noticias 14. Cap 13 Pateando y gritando 15. Cap 14 Empieza el juego 16. Cap 15 Volando 17. Cap 16 Cayendo a pedazos 18. Cap 17 El salto 19. Cap 18 La persecución 20. Cap 19 Protegiendo al testigo 21. Cap 20 Declaración jurada 22. Cap 21 Casa segura 23. Cap 22 Ron con pasas de uva 24. Cap 23 Construyendo 25. C24 Luchando contra la naturaleza 26. Cap 25 Bandera blanca 27. Cap 26 Haciendo el amor 28. C27 El cielo es un lugar en la Tierra -3-

29. Cap 28 Planes, patatas y promesas 30. Cap 29 Tratando de respirar 31. Cap 30 Para mantenerte a salvo 32. Cap 31 La ventana de la habitación 33. Cap 32 Negligencia 34. Cap 33 El brazalete 35. Cap 34 Sólo un segundo 36. C35 El amor nos hace hacer cosas locas 37. Cap 36 Corre 38. Cap 37 Desquiciada 39. Cap 38 Cierra tus ojos 40. Cap 39 Ladrona de corazones 41. Cap 40 Flores silvestres

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Summary El agente del FBI Edward Cullen conoce la misión: ir de incógnito e infiltrarse en la escena. Derribarles. Él no cuenta con la misteriosa ladrona que pondrá el caso del revés, ni con el peligro mortal que le supondrá protegerla. E&B. Más de 18.

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Prólogo Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco.

Holaaaa. Ya estoy de vuelta por aquí :) Os traigo una nueva traducción de pattyrose, es una historia increible y eso que aún no he llegado al final, pero seguro que os gustará. Quería agradecerle a pattyrose toda la ayuda que me está dando al revisarme los capis antes de subirlos y la ayuda al explicarme las cosas que no entendía. Gracias patty ;)

Prólogo EPOV Cuando aparté mi mano de mi cabeza, estaba cubierta con sangre de un color rojo brillante, estaba resbaladiza y caliente. Durante unos cinco segundos la miré antes de limpiar mi mano en mis pantalones y pasar mi arma a mi otra mano. Mi cabeza estaba golpeada, tenía mil martillos perforadores excavando en mi cerebro con insistencia. Aún así me obligué a seguir adelante. Estaba aturdido e inestable, mi visión se había vuelto borrosa. La sangre me goteaba a medida que avanzaba, pero no me detenía. Me arrastraría con mi estómago, me deslizaría como una maldita serpiente si tenía que hacerlo hasta que lo encontrara. No le podía permitir que saliera de este lugar con vida. No si ella era de sobrevivir. Y ella iba a sobrevivir. Mi cabeza sangrante no me preocupaba mucho. Se nos había enseñado en la escuela de medicina y en Quantico que las heridas en la cabeza sangraban abundantemente por toda la sangre que estaba estancada en el cerebro, y por lo delgadas que eran la dermis y la hipodermis que estaban cerca del cuero cabelludo. Miré hacia abajo a la herida de bala abierta en el lado izquierdo de mis costillas - la cual estaba tratando de ignorar - y fallé miserablemente al taparla con la mano izquierda. Eso me preocupaba un poco más. -6-

No estaba preocupado por mí, la adrenalina a través de mi sistema había acabado con el dolor. Además, ya había aceptado el hecho de que probablemente no iba a salir de aquí esta noche. Había aceptado ese hecho en el momento en el que él me dijo dónde encontrarnos, al segundo de que me dijera donde la tenía, en el instante en el que accedí a venir solo, sin respaldo. En ese momento yo habría hecho todo lo que me hubiera dicho, independientemente del hecho de que saltaba a la vista que todo era un montaje. Para el resto ella podría ser sólo una misión, una ladrona, el testigo que habíamos jurado proteger. Para mí, ella era la vida misma. Una aguda punzada de repente me pegó entre los ojos y me hizo tambalearme. Mi visión se dividió y se desenfocó una vez más. Cerré los ojos durante tres segundos, levantando la pistola hasta mi cabeza y presionándola contra mis ojos para calmar el dolor. Mi cabeza cayó hacia atrás y estuve mirando el techo, los tubos de acero que colgaban en el techo delante de mis ojos se multiplicaron, tres fueron seis, y seis se convirtieron en doce. Visión de araña. Joder, ¿cómo diablos las arañas hacían frente a todo con la visión así? ¿Cómo puedes coger a tu presa cuando no sabes cuál es real y cuál es el resultado de la percepción distorsionada? Una pregunta muy apropiada en ese momento, me di cuenta de que mi mente estaba vagando antes de moverme bruscamente hacia adelante y vomitar sobre mis propios pies. Herida en la cabeza. Visión borrosa. Vómitos. Conmoción cerebral. Añadí eso a la cuenta de las lesiones y luego lo ignoré antes de permitirme a mí mismo exactamente cinco segundos para reorientarme, porque no podía permitirme el lujo de perder más tiempo. Apreté la palma de la mano fuertemente contra la herida en mi costado y arrastré los pies, tratando de escuchar a través del sonido fuerte en mis oídos y ver más allá de la niebla en mis ojos. Él todavía estaba aquí en alguna parte, escondido detrás de las nubes de humo y gas y del vapor caliente. Agazapado entre el laberinto de tubos de acero, esperando a que me muriera para poder ir tras ella. No iba a permitir eso. Él iba a morir primero, y luego yo le seguiría al infierno si era necesario. -7-

Un ruido bajo y distinto me llamó la atención y me detuve en mis inestables pasos para escuchar. Nada. Pero mis instintos me decían que era algo, y luego rogué que estando tan cerca a la muerte como estaba, esos instintos no me estuvieran fallando. Después de todo, esos instintos me habían traído hasta aquí, instintos de proteger y defender. Por eso me convertí en cirujano en primer lugar. Y cuando eso no fue suficiente para satisfacer a mi sin duda personalidad del tipo A, me encontré en la Academia Quantico del FBI y fuera de la escuela de medicina, poniéndome al día con instructores masoquistas, y una presumida y también del tipo A hermana gemela que había comenzado y terminado la academia un par de años antes que yo. Pero mis instintos siempre habían sido sin precedentes, en los que siempre Jasper y Emmett, e incluso Rosalie, se habían basado. Fueron mis instintos los que me trajeron a ella. Bajé por las escaleras hasta el sub-sótano, bajando escalón por escalón en lugar de dos escalones en dos, como yo quería. Mi arma estaba lista, aunque no estaba seguro en ese momento de que si disparara le pudiera dar a alguien. Caminé por los oscuros pasillos sin rumbo fijo, apuntando con el arma de manera insegura en cada habitación que pasaba. El vapor espeso salía de las tuberías, girando delante de mí, su tranquilo movimiento hacía que me adormeciera y tuviera una falsa sensación de calma. Sin embargo, el martilleo en mi cabeza y la adrenalina en mi sangre negaban el calor constante de la niebla blanca. Ellos me mantenían centrado, me recordaban que tenía que asegurarme de que ella iba a estar bien antes de morirme. Y entonces lo oí. O lo sentí. No estaba seguro en este punto. Pero instintivamente supe que él estaba en la habitación de al lado, escondido como el gusano de mierda que era. Al instante me sentí abrumado por un sentimiento agudo de furia mezclado con adrenalina, y de repente estaba caminando más rápido y recto, con la mano en un puño contra mi costado y los dedos de la otra mano apretándose alrededor del arma. Con renovado vigor me acerqué a la puerta y entré en la habitación apuntando con la pistola. Silencio. Era una especie de zona donde se mezclaban compuestos, las grandes cantidades de vidrio, viales y lavabos eran la pista. El fuerte olor a productos químicos impregnaba el aire, haciendo que mis ojos lloraran y enviando tambores a mi cabeza a la vez. El vapor silbaba en algún lugar detrás de mí mientras mis ojos buscaban en la oscuridad cualquier cosa fuera de lo común. Sin embargo, todo parecía en orden, -8-

ninguna silla volcada, ningún vial fuera de lugar, ningún documento sesgado al azar sobre una de las mesas. Empecé a dudar de mis instintos, los cuales me estaban molestando bastante, porque siempre habían sido estelares. Gemí con ira mientras me giraba, culpando al idiota que me había disparado y había hecho que mi vista fallara y no tuviera destreza y un sexto sentido, y pensando en todas las formas en las que iba a torturar a ese hijo de puta cuando llegara a mis manos. Cuando su puño se conectó con mi pecho, me tambaleé hacia atrás. Me puse recto lo más rápidamente posible y apunté, pero mi velocidad y destreza se fueron al infierno y él tuvo el tiempo suficiente para patear mi brazo y hacer que la bala explosionara en algún otro lugar. Me agarró del brazo y golpeó su codo contra mi muñeca dos veces. Mis dedos se abrieron involuntariamente y el arma cayó al suelo con un ruido sordo. Puse mi codo en su costado, doblándole y consiguiendo darle un primer golpe en su cara y luego contra su pecho. Cayó de rodillas y yo rápidamente traté de coger el arma, con una mano aún contra mi costado para detener el flujo de sangre que salía de la herida de bala qué él me había causado. Pero él me agarró la pierna y tiró de mí hacia abajo, arrastrándome lejos de la pistola. "¡Mierda!", gruñí y me volví para darle una patada en su mandíbula cuadrada. Oí huesos crujir y él se cayó hacia atrás, la sangre brotaba de su boca y de su nariz y estaba manchando su camisa inmaculadamente blanca, extendiéndose como pintura roja sobre un lienzo. Me puse de pie y fui hacia él - demasiado indignado en ese punto - para ni siquiera tratar de llegar a la pistola. Me había olvidado por completo de mi herida y tenía ambas manos en puños delante de mí, listas para golpear, estrangular y mutilar. Al diablo con los juicios justos, ese no se merecía Siberia y mucho menos un juicio justo. Si lograba salir de aquí podían encerrarme y tirar la llave, porque iba a golpear a ese hijo de puta hasta la muerte con mis propias manos. Por Charlie. Por Renee. Por ella. Por todos los demás. Iba a mirarlo a sus malvados ojos mientras la fuerza de su vida se escurría de su cuerpo. Sonreiría y silbaría. "¡Ella está a salvo! No la encontrarás. ¡Nunca la encontrarás!". La adrenalina fluyó libremente por mis venas y sentí que todas mis fuerzas volvían. La anticipación de envolver mis manos alrededor de su cuello con una sonrisa en mi cara me hizo sentirme bien, como un hombre ileso. Pero yo no estaba ileso. Puede que yo lo hubiera olvidado temporalmente, pero él no lo había hecho. -9-

Me golpeó en mi herida de bala y grité viendo pájaros, estrellas, planetas, galaxias… girando delante de mis ojos. Caí de rodillas fuertemente. Él trató de ir a por el arma, pero yo dejé caer mis manos en el suelo, giré una pierna y le golpeé en los pies. Y mientras la pistola comenzó a parecer una buena idea para mí otra vez, él de nuevo se lanzó sobre mí y nos golpeamos salvajemente, pero yo no estaba ileso y él sólo tardó la mitad de un minuto en recordar eso. Su puño se clavó en mi herida, sus nudillos se apretaron haciendo que saliera más sangre. Grité por la agonía inimaginable y caí contra el suelo, todo el universo giró sobre mí mientras una ola de tortura tras otra me consumía. Pateó mi herida abierta de nuevo, y esa vez ni siquiera pude llegar a gritar y supe que no me iba a levantar. Le oí reírse por encima de mí, mi visión era demasiado borrosa y además veía colores y formas vagas mientras me retorcía en el suelo. "Bien, bien, Dr. Masen, o debería decir Agente Especial Cullen", se rió. "Esto no ha sido una mala pelea, teniendo en cuenta que has perdido mucha sangre y tienes un pie en la tumba". "Dame un minuto para recuperar el aliento y te demostraré quién mierda tiene un pie en la tumba", murmuré. O al menos eso creí yo que dije. En ese momento no estaba del todo seguro de lo que era real y lo que no. La adrenalina no estaba aplazando más el dolor y yo estaba siendo arrastrado por la agonía. Mi pulso se aceleró enormemente. Podía sentir mi corazón latiendo demasiado rápido, incluso más rápido de lo que nunca había latido cuando le hice el amor a ella.Eso no era bueno. Se rió de nuevo. "Hombre, ¿no sabes cuándo darte por vencido, Tony? O Edward, o cual sea tu mierda de nombre real. Se acabó. Todas las pruebas se han destruido, estás prácticamente muerto", dijo con una voz que hizo que me enfadara. "Y ella..." -resopló- "bueno, ella se ha ido". A pesar del terrible dolor que tenía, cerré los ojos y sonreí. Ella se había ido. No, yo no lo había matado todavía, pero ella se había ido. Y ella era rápida. Casi tan rápida como mi hermana Rosalie, y eso era mucho decir. Ella tenía esas hermosas, fuertes y atléticas piernas, piernas que había visto subir y bajar por una gran cantidad de obstáculos, que habían saltado increíbles distancias, piernas que se habían envuelto con tanta fuerza alrededor de mi cintura hasta quitarme la respiración. Me estaba muriendo, pero mi sonrisa se ensanchaba. Ella iba a estar bien. Tenía que creer eso ahora. Ella era una luchadora, era inteligente, rápida y fuerte. - 10 -

Él resopló. "Sigue hacia delante, Tony, sonríe. No voy a negarte una última sonrisa. Es lo menos que puedo hacer teniendo en cuenta..." Le oía más cerca que antes. Y luego, de repente, pude sentir su aliento caliente y podrido sobre mí y le oí cargar mi propia arma. Hijo de puta. "¿Ha valido la pena, Tony?", reflexionó. "Por lo que me han contado tuviste una carrera muy prometedora con la Agencia. El chico de oro del FBI. Su nueva estrella brillante. Todo lo que tú y tu equipo teníais que hacer era derribar al grupo y cualquier futura misión hubiera sido tuya". Seguí riéndome, porque sí, todo había valido la pena. "Pero entonces te la tiraste", dijo secamente. "Te deberías haber centrado sólo en el caso, Tony, entonces tal vez hubieras ganado". "Gané", le dije a través de respiraciones profundas. Él no dijo nada por lo que pareció una eternidad, y yo seguí esperando a que una de mis propias balas pasara a través de mi cerebro. En su lugar, silbó con amargura. "No ganaste. Ella te utilizó, Tony, como estaba acostumbrada a hacer con todo hombre que conocía. Sin embargo, a diferencia de ti, yo veo lo que ella es realmente. Sólo una chica simple y estúpida". Yo resoplé, porque ella era todo lo contrario. "Ahora mírate", gruñó y pude escuchar la burla en su voz. "Tú estás aquí, a punto de morir, y ella se ha ido. ¿Y todo por qué?". "Por todo", dije la palabra con todo el fervor que pude manejar y sonreí de nuevo a pesar de la sangre que me ahogaba. Él resopló. "Por todo", repitió burlonamente. "En pocas semanas ella habrá encontrado a otro estúpido de mierda con esos ojos de cachorro que tiene. Y cuando ella grite su nombre en medio de la noche, ni siquiera recordará el tuyo". Me reí entre dientes. Él nunca la conoció. No de la manera que yo lo hice. Él se movió más cerca, susurrando al lado de mi oreja. "No te preocupes, Tony. Cuando la encuentre, voy a hacerla gritar nuestros nombres antes de ponerle una bala en la cabeza". - 11 -

"Nunca vas a encontrarla", dije a través de mis dientes apretados. Mis ojos estaban luchando por cerrarse, pero yo luchaba por mantenerme consciente todo el tiempo posible, porque mientras yo viviera, iba a encontrar una manera de mantenerlo alejado de ella. Él se rió y le oí alejarse. "Oh, ya la encontraré", comenzó diciendo, pero su voz sonó tan lejos como si lo estuviera escuchando desde el otro lado de un ancho océano, y supe que solo tenía unos minutos más. Miré a mi alrededor desesperadamente, forzando los ojos para concentrarme, para mantener el velo borroso de la muerte levantado por unos pocos minutos más, deseando encontrar algo, cualquier cosa... Y entonces lo vi. Mientras él seguía de espaldas a mí, divulgando todos sus secretos como los perpetradores tienden a hacer cuando están seguros de que van a salirse con su plan maestro, encontré la fuerza para levantar la espalda del suelo. Lentamente y en silencio, mientras él se quedaba mirando por la ventana y confesando todos los crímenes que había cometido desde los ocho años, llegué a la pierna izquierda de mi pantalón, haciendo caso omiso del tormento agudo que emanaba de mi cintura, del charco de sangre acumulado contra mi lado, de los hilos de sudor en mi cara y de la mezcla con la sangre que salía de mi boca, y tiré de la M-5 en mi pantorrilla, emitida por el gobierno. No la dirigí hacia él. En ese momento no podía confiar en mi objetivo lo suficiente como para estar seguro de que lo mataría de un tiro. Y no podía dejarlo pasar. Así que en lugar de eso, mientras él seguía de espaldas a mí confiando plenamente en el hecho de que tenía mi única arma y que probablemente yo estaría criando malvas antes de que él hubiera acabado con su perorata, apunté mi M-5 hacia la pared de vidrio con el signo que decía: "PELIGRO: NITROGLICERINA, ALTAMENTE EXPLOSIVO", para aquellos que no sabían leer, el signo tenía una interesante ilustración de una explosión, con figuras de palo de hombres que saltaban por los aires. La habitación era pequeña, el aire estaba lleno de formaldehido y otras sustancias químicas. Llegaría al alto cielo o al infierno amargo. Cualquiera era aceptable en esos momentos. Sonreí torcidamente, recordando su cara, el tacto de sus mejillas color crema en mis dedos. Recordé la primera vez que me robó el corazón... verla a través de esa habitación llena de gente, sus ojos oscuros de verdad me tragaron entero. Recordé la primera vez que nuestras bocas se encontraron en esa oscura - 12 -

habitación de hotel, la carga voltaica que sus labios enviaron a cada extremidad de mi cuerpo. Recordé la primera vez que intentó patearme el culo en ese callejón estrecho y lluvioso. Como su cabello húmedo se chocaba contra mis brazos mientras ella me daba puñetazos y patadas salvajemente. Recordé la primera vez que hicimos el amor... sus gritos, sus gemidos... las palabras que nunca pronunciamos pero que se encontraban en cada mirada, en cada toque. Me arrepentí de nunca haberle dicho esas tres simples palabras. No, él no la conocía como yo. Nadie jamás la había conocido como yo. Yo le prometí que iba a mantenerla a salvo. "Por ti, Bella", murmuré mientras cogía el arma con ambas manos y apretaba el gatillo. "Siempre por ti". Esos fueron mis últimos pensamientos, mis palabras finales, antes de que la pistola fuera pateada de mis manos...

Definición deQuantico - Centro de formación de . en Virginia, creado por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).

Bueno, aquí está el prólogo, espero que os haya gustado :) Quería deciros que de momento subiré capitulos Lunes, Miercoles y Viernes. En cuanto acabe de traducir la historia empezaré a subir todos los días. Os espero el miercolesssss :D

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Cap 1 Extraños en la noche Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Aquí va el primer capítulo, espero que os guste. Ahh, y muchas gracias por los comentarios, ¡38 en un solo capi! Que ilusión me hace leeros :)

Capítulo 1 - Extraños en la noche EPOV La primera vez que la vi ella estaba usando una peluca corta, de color marrón, con un peinado indescriptible. Su vestido no era nada especial, era negro y caía justo por debajo de las rodillas, se mezclaba en el fondo por la noche. En sus pues llevaba unos zapatos negros de poco tacón. No llevaba ni maquillaje ni joyas. Su cabeza estaba hacia abajo la mayor parte del tiempo por lo que era difícil decir algo sobre su rostro. Durante la noche permaneció al margen de las cosas, bebiendo una copa de vino poco a poco, sin conversar con nadie, apenas mirando a nadie en particular, en una palabra, tratando de pasar desapercibida mientras se mezclaba y evitaba el contacto visual. Pero de alguna manera ella y yo nos miramos a los ojos. Y me fijé en ella. No era difícil una vez que la mirabas a los ojos. Eran marrón chocolate, grandes, anchos y profundos, como los de las heroínas de esos comics manga, hasta tenía un brillo plateado en el centro de sus pupilas. Podía ver sus pestañas largas y gruesas encresparse debajo de sus cejas, y sus labios fruncidos y sensuales de color rosa. La piel perfectamente cremosa completaba la imagen. Sin embargo, sus ojos fueron los que me cautivaron. Ellos pertenecían a un poster de cartón fascinante, y por una fracción de segundo expresaron todo lo que estaba sintiendo: emoción, curiosidad, diversión, ansiedad, y por alguna razón desconocida, miedo. Instintivamente supe que eso último era la razón por la que estaba así, por lo que ella estaba tratando de pasar desapercibida. Medité para mí mismo que si ella me hubiera preguntado sobre su disfraz, le hubiera dicho que se escondiera esos ojos, que llevara lentillas o algo así. Azul, verde, violeta, naranja, cualquier cosa llamaría - 14 -

menos la atención. Cualquiera que le echara un vistazo a sus ojos, los recordaría por mucho, mucho tiempo. Pero en la siguiente fracción de segundo, cuando su cerebro registró el hecho de que estaba llamando la atención de alguien, sus hechiceros ojos marrones se pusieron en blanco. Ella me miró por sólo medio segundo más antes de alejarse. No se fue rápido. No se fue lentamente. No había nada que me hiciera sospechar que ella estaba tratando de esconderse de nuevo. Yo resoplé en silencio para mí mismo cuando la vi caminar a un ritmo normal. Ella tenía un gran culo, pero no lo estaba agitando como la mayoría de las mujeres con su parte trasera lo harían. Sin embargo, fueron sus ojos los que me llegaron... Catalogué todo esto y lo almacené en la sección de mi cerebro reservada para la información que podía o no ser útil en el futuro. Ahora tenía que mantener la concentración. Si yo fuera realmente lo que estaba pretendiendo ser, hubiera estado con ella en un santiamén. Pero no lo era, por lo que esos ojos hechiceros no podían ser mi preocupación ahora. Traté de sacarlos de mi mente. "Aquí viene la chica Katie", Emmett me advirtió por mi audífono oculto. Él, obviamente, se había perdido todo mi intercambio con la misteriosa chica, y realmente no le podía culpar. Como había dicho, ella se estaba escondiendo, y él no estaba actualmente aquí, así que no había visto esos ojos. "Va directamente hacia ti", añadió Alice. Me aparté de mi Chica Misteriosa y tomé un sorbo de mi propio vino antes de poner una sonrisa en mi rostro. "Ahí está, Dr. Masen", la doctora Kate Shaw respiró con esa voz refinada suya. Ella me sonrió brillantemente, sus perfectos dientes blancos brillaban a través de sus labios rojos, su pelo era rubio, largo y recto, y llevaba un vestido rojo y muy ajustado. Ese era el tipo de vestido que llevas cuando estás tratando de llamar la atención y Kate lo había conseguido con creces. Ella tenía que ser la mujer más bella de aquí esta noche, y era muy consciente de ese hecho. Entrelazó su brazo con el mío y se apretó contra mi costado, yo le sonreí torcidamente. "Si hubiera sabido que estaba buscándome, me hubiera asegurado de hacerme más accesible. Usted sabe que estoy siempre a su disposición", le aseguré. "Oh hermano", Alice murmuró en mi auricular. La imaginé rodando los ojos hacia Emmett dentro de la furgoneta indescriptible aparcada en la calle cerca del hotel. - 15 -

Emmett simplemente se rió. Kate levantó una ceja y se rió. "¿Lo está ahora? Voy a tener eso en mente". Ella batió sus pestañas hacia mí de una manera coqueta. Sus ojos azules brillaban, pero era sólo porque en ellos se reflejaba la luz de los candelabros de arriba. Me acordé de los ojos marrones y brillantes que estaba mirando hacía treinta segundos los que parecían tener un brillo que venía de dentro - y me di cuenta de que los de Kate eran de chiste al lado de los de la Chica Misteriosa, a pesar de las toneladas de rímel, de las sombras y de toda esa otra basura de mierda que tenía puesta. También noté que a diferencia de la Chica Misteriosa, ella llevaba sus joyas más costosas, el collar de zafiros alrededor de su cuello tenía que valer un par de cientos por lo menos. Me quedé con la sonrisa torcida pegada en mi cara. "¿Qué puedo hacer por usted, Kate?". "Usted puede hacer absolutamente cualquier cosa por mí, Dr. Masen", Emmett bromeó, imitando su voz. Esta vez Alice dejó escapar una risa gutural. No les hice caso a ninguno de los dos. "El discurso está listo, Tony", Kate dijo exactamente en el mismo momento. "Lo hará en quince minutos. ¿Quiere echar un vistazo?". "¿A mis tetas o al discurso?", Emmett preguntó. "Sea lo que sea la respuesta es sí", Alice se rió. Me resistí a la tentación de sonreír, y en lugar de eso, apreté más fuertemente el brazo de Kate contra mi costado. Me di cuenta de que ella tenía la respiración entrecortada. "Por supuesto, aunque estoy seguro de que los cambios que usted ha hecho en él serán brillantes", dije en un tono mantecoso. Ella se rió otra vez y luego hizo pucheros con los labios a propósito. "Conseguirá adulación por todas partes, Tony". "Incluido dentro de mis pantalones", Emmett añadió. "Esa ha sido buena, Em", Alice se rió a carcajadas. Asquerosos capullos, gruñí internamente. Pero externamente sonreí e hice una - 16 -

nota mental para encargarme de ellos cuando los viera por ser poco profesionales mientras estábamos en una misión. Kate me llevó hasta donde el Dr. Garrett Smith esperaba en una mesa tranquila, en un rincón de la sala de baile al aire libre, con el discurso revisado que yo iba a dar en el simposio de médicos de esta noche. Su cara era solemne, y yo sólo pude imaginar el horror que me estaba dando al tener que hablar frente a los seiscientos colegas médicos y representantes de productos farmacéuticos que había en el evento de esta noche. Después de los meses que yo había estado en esta misión, estaba empezando a darme cuenta de que Garrett era probablemente uno de los pocos médicos buenos del equipo de médicos de James. Cómo coño terminó siendo el novio de Kate era algo que no entendía. Ella era caliente y elegante, sí, pero era una perra sin corazón. Entonces recordé que no todos los hombres eran tan exigentes como yo. El cerebro y la belleza eran más que suficientes para muchos. Garrett miró hacia arriba cuando nos acercamos y nos vio caminando cogidos uno del brazo del brazo, pero siendo realmente un tipo que confiaba en la gente, eso no le preocupó. Él me dio el discurso y sonrió disculpándose. Como de costumbre, él parecía haber perdido la batalla con Kate, ella probablemente había llenado el discurso con mil y un comentarios cuestionables. Sin embargo, yo sonreí fácilmente mientras cogía el discurso de él, porque era a Kate a quien yo estaba tratando de agradar aquí, no a él. Garrett era un buen tipo, sí, pero obviamente estaba fuera del circuito. Revisé el discurso y mantuve una sonrisa convincente en mi cara, la cual desmentía totalmente lo que realmente pensaba de la mierda que ella y James nuestro jefe de personal - me tenían diciendo en el discurso de esta noche. "... les estamos muy agradecidos a todos ustedes... sin sus visiones e innovaciones de nuestro campo no sería lo que es hoy... han mejorado la calidad de vida de millones... el tiempo que el gobierno levanta las restricciones sobre las pruebas... da a los pacientes terminales el derecho a elegir el curso de su tratamiento sin problemas personales..." Todos eran comentarios de una persona libre de hacer lo que quisiera, la libertad de expresión y todo eso, pero nosotros éramos médicos, y éstas eran grandes corporaciones farmacéuticas. No era nuestro asunto hacer estas observaciones en público. No importaba el hecho de que el doctor James Penn y su equipo estuvieran poniendo a prueba medicamentos no aprobados por la FDA en pacientes con enfermedades terminales, sin dejarles saber exactamente lo que estaban dando, y - 17 -

que, como los fármacos no se habían probado y todavía estaban en fase experimental, estaban haciendo más daño que bien. No importaba que las personas implicadas estuvieran utilizando a estos pacientes para ajustar sus medicamentos, para ver lo que salía mal. No importaba que esos pacientes estuvieran siendo utilizados como desechables y mal informados conejillos de indias. Esto iba mucho más allá de los tratamientos experimentales. ¿El gobierno tenía pruebas de esto? ¿Más allá de un par de cadáveres cuyas familias se negaban a permitir las autopsias, del drenaje de cuentas bancarias pertenecientes a esas familias, del hecho de que James y algunos de los miembros de su equipo vivieran más allá de sus medios, y de una ligera sospecha? No. Por eso yo estaba aquí. Había estado en el caso casi medio año, poco a poco fui metiéndome en el equipo médico de James. Él era el jefe de cirugía cardíaca en el Mercy Medical en Seattle. Cada año él y su equipo asistían a este simposio en Hawai, considerando que aportaban las más brillantes mentes del campo médico para discutir los últimos acontecimientos. El simposio no tan secreto estaba financiado por varias empresas farmacéuticas que buscaban comercializar sus nuevos fármacos con estas mentes brillantes. ¿Un conflicto de intereses? Claro. ¿Alguien iba a pararlo? No. Yo estaba puesto en este caso porque fui residente permanente en cardiología antes de que decidiera unirme a la oficina del gobierno. Bueno, por eso y por ser el mejor recluta de mierda que el FBI había visto en años. Esas fueron las palabras bonitas que el Subdirector Jasper Whitlock uso conmigo cuando se presentó con su agente y mano derecha - mi hermana Rosalie - en Quantico para contratarme para esta tarea. El Agente Whitlock y Rosalie, la otra agente Cullen, trabajaban fuera de la oficina del gobierno del Estado de Washington. 'Sus instintos son insuperables, Agente Especial Cullen, sólo tal vez superables por los de su hermana Rosalie. Sus habilidades analíticas han sorprendido a todo el mundo aquí en Quantico. Sus tácticas defensivas y ofensivas están en la parte superior de la lista, y usted tiene una cara que va a conseguir que entre en cualquier lugar que desee'. En otras palabras, era la versión masculina de Rosalie. ¿O ella era la versión femenina de mí? Siempre había sido así. Éramos hermanos gemelos. Ella se parecía a nuestra madre, alta, bien proporcionada, hermosa, con el pelo largo, rubio y - 18 -

ondulado, el cual todas las chicas querían tener, y yo me veía como nuestro padre, también alto y delgado, pero musculoso, con pelo grueso de color bronce, el cual todas las chicas querían tocar. Era muy apuesto, me habían dicho. Y mientras que el Agente Whitlock parecía asumir que era nuestra apariencia Cullen lo que nos haría entrar en cualquier sitio, tanto Rosalie como yo compartíamos algo más que el ser gemelos: un instinto Tipo A para conseguir lo que fuera. No iba a mentir, yo me sentí alabado por lo que me dijo el Agente Whitlock. Nosotros, los Cullen, habíamos nacido para ser alabados, nos deleitábamos con eso. Esa era la razón por la que Rosalie era la mano derecha del agente Whitlock. Esa era la razón por la que en este punto yo hubiese acordado ir a una misión a Tombuctú. 'Sin embargo, a diferencia de su hermana' - continuó el Agente Whitlock - 'usted tiene formación médica. Se graduó en la parte superior de su clase en lo que afortunadamente necesitamos a alguien. Y por lo que hemos visto aquí en Quantico, tiene exactamente lo que se necesita para tener éxito en esa tarea'. Mantuve mi cara vacía mientras lo escuchaba, mis ojos se movían entre él y Rosalie. Ella y yo siempre habíamos sido el rey y la reina de la cara de póquer, excepto cuando estábamos el uno con el otro. Ella me podía leer como un libro abierto, y yo podía hacer lo mismo. Algo en su expresión en blanco me dijo que había más en esta misión que un viaje a Tombuctú. Y luego me explicó lo que estaba pasando con el grupo médico de James y no tardé mucho tiempo en averiguar lo que estaba pasando aquí. 'Necesitamos un hombre encubierto que se infiltre en el grupo médico del Dr. Penn. Para formar parte del equipo, para ganarse a James y ganar la confianza del equipo en todo lo que sea necesario' - enfatizó - 'con el fin de reunir suficiente información y evidencias para presentar una caso en su contra en una corte federal'. Me quedé mirando al Agente Whitlock. 'Eso podría llevar años'. Él me devolvió la mirada. 'Lo sabemos'. 'Va a construir lazos de amistad con esas personas', dijo el agente Whitlock con frialdad. 'Ellos le invitarán a tomar unas copas después del trabajo, le mostrarán fotos de sus sobrinas y sobrinos pequeños, le pedirán consejo para sus vidas amorosas. Y entonces un día le dirán lo que necesita saber y se olvidará de todo lo relacionado con los juegos de pelota en los que participó con ellos, de ese lindo bebé, Cindy, y sus primeros dientes, del tiempo que estuvieron tan jodidamente borrachos que terminaron desmayados en la misma cama. Va a recopilar la - 19 -

información, la presentaremos ante el tribunal, y si lo hace correctamente, será capaz de escoger y elegir su propia misión siguiente'. El Agente Whitlock me estudió larga y duramente. '¿Usted cree que puede manejar esto, agente Cullen?'. Rose rodó los ojos. Ella ya sabía la respuesta. Era el sueño de un nuevo agente convertido en realidad. '¿Mi equipo?', le pregunté en lugar de responder. 'Dos reclutas de su elección, además de su hermana. Ella va a ser su conexión con la oficina del gobierno y quien les proporcionará a usted y a su equipo sus nuevas identidades y cualquier cosa que necesiten para llevar a cabo su tarea en un futuro... inmediato', sonrió con ironía. 'Vendrá a mí cuando haya reunido toda la información de valor. Aparte de eso' - se encogió de hombros - 'está en su derecho de ejecutar esta tarea como mejor le parezca'. Mi propio equipo. Hablamos de algunos detalles más y luego el Agente Whitlock y mi hermana se levantaron para irse y yo me senté allí con una sonrisa grande en mi cara. Justo antes de salir de la habitación, el Agente Whitlock se dio la vuelta y me miró con cautela, sus ojos azules estaban intensamente en los míos. 'Recuerde, Agente Cullen, que tiene que hacer lo que sea necesario para ganarse la confianza de esas personas. Estará inmerso en sus vidas, pero cuando llegue el momento, tiene que recordar que esto es sólo un caso con un número de expediente y que usted sirve al gobierno federal. No se le ocurra perder de vista la misión, la prioridad, que es reunir a esas personas ante la justicia. Aparte de que es un trabajo como cualquier otro, ¿lo tenemos claro?'. 'Sí señor', asentí con la cabeza fácilmente. En Quantico fue donde conocí a Emmett y a Alice, mi equipo. Emmett me pateó el culo el primer día en el entrenamiento de tácticas defensivas. Al día siguiente, cuando nuestro instructor de tácticas nos enfrentó de nuevo, Emmett hizo una mueca, dispuesto a patearme el culo de nuevo. Pero esta vez me acordé de su modus operando, la fuerza bruta junto con la táctica mental. Me agaché y me reboté ligeramente en mis pies, me giré hacia la izquierda y luego hacia la derecha cuando sus enormes puños se lanzaron sobre mí, y entonces lo agarré por detrás, le hice - 20 -

una llave, le pateé las rodillas y lo rematé con un puño en el cuello. Nunca pateó mi culo de nuevo. Nos hicimos amigos rápidamente después de eso. Alice era una puta genio de la informática. Le dabas un ordenador portátil y unos pocos minutos y entraba en la mayoría de los sistemas mejor protegidos del mundo. Yo la llamaba friki, por eso y por el hecho de que ella tenía ese pelo negro y corto acabado en punta, era aproximadamente del tamaño de un guisante y llevaba esas gafas puntiagudas que la hacían parecer una reliquia de 'The Jetson', pero era el tipo de chica que tenía un buen look friki. Nos besamos una vez, pero no hubo ninguna química allí. Así que lo hablamos un día y lo dejamos así. Ahora la veía como una hermana. Porque mi verdadera hermana era una perra de mierda. No me malinterpretéis. La quería, pero era una perra. Ella juraba que el hecho de que naciera diez minutos antes que yo, la hacía más inteligente y mejor en todo que yo. Y tenía que admitir, que hasta que llegué yo, ella era probablemente lo mejor que le había sucedido a la oficina desde J. Edgar Hoover. Pero se tomaba su trabajo muy en serio y en los últimos meses había realizado perfectamente sus funciones como enlace entre mi equipo y la oficina del gobierno. Ella nos daba todo lo que necesitábamos para hacer el trabajo. Y eso era lo que importaba. El trabajo. La misión. El caso. Un número de expediente. Eso era todo lo que importaba. Ya no era el agente especial Edward Anthony Cullen. 26 años de edad. Nacido el 22 de junio. Primer año en cirugía cardíaca. Hijo de Esme y Carlisle Cullen. Hermano gemelo de Rosalie Ann Cullen. Era el Dr. Anthony Michael Masen. 28 años de edad. Me había unido al equipo cardíaco del Mercy Medical hacía seis meses, salido de Dartmouth, donde también había hecho mi residencia. Mis padres estaban muertos. No tenía hermanos. Era originario de Nueva York. Rosalie me dio mi nueva identidad. Alice hizo que cualquier persona que me googleara o me twitteara, conociera los hechos que queríamos que conocieran. Me reía de los chistes de James, coqueteaba con Kate cuando Garrett no estaba, jugaba al billar con Laurent, y tomaba cervezas con todos ellos un par de noches a la - 21 -

semana. El trabajo. La misión. El caso. Un número de expediente. Eso era todo lo que importaba. Me acordé de esos hechos cotidianos. No tenía que confundir la amistad creciente con el trabajo, tenía que seguir centrado. Nada ni nadie me iba a sacar de mi papel. Debajo de todo, seguía siendo el chico de oro del FBI. Seguía siendo el Agente Especial Edward Cullen. Oooooooooo Leí el discurso mientras Kate lo revisaba y traté de no vomitar. Tuve bastante éxito. Kate y Garrett me miraban con diferentes expresiones. Kate estaba brillante y los labios de Garrett se dibujaban en una delgada línea. Él no era una parte de nuestro círculo, y otra vez me pregunté por qué él y Kate estaban saliendo. Alice, Emmett y yo habíamos reflexionado acerca de eso, y la conjetura de Alice fue que Garrett debía tener un pene enorme, una imagen que no quería que se plantara en mi mente, porque al día siguiente me encontré recorriendo con la mirada los pies de Garrett y comparándolos con los míos. Ahora me alejaba de Garrett y Kate rápidamente porque al recordar esa conversación llevé mis ojos una vez más hacia los pies de Garrett. Ahí fue cuando vi a la Chica Misteriosa de nuevo. Ella estaba de pie en un rincón, sola, descansando los ojos intensamente en algo a su izquierda. Yo seguí el hilo de su mirada mientras mi boca se movía diciendo las palabras que James y Kate me habían escrito. Me fijé que sus ojos estaban puestos en Kate, fuertes y concentrados. Ella miraba con tanta intensidad que por una fracción de segundo contemplé la posibilidad de que a mi Chica Misteriosa podrían gustarle las chicas, un pensamiento que por alguna razón me llenó de decepción total. Pero reduje los ojos y me concentré mejor para darme cuenta de que ella no estaba mirando mucho a Kate, sino más bien estaba mirando el cuello de Kate, admirando el collar de zafiros, algo que me sorprendió, porque había pensado que la Chica Misteriosa no era de joyas. La multitud comenzó a aplaudir y me di cuenta de que había llegado a una parte del discurso con la que la mayoría de los representantes farmacéuticos de aquí parecían estar de acuerdo, era la desregulación de los medicamentos experimentales. Ahí fue cuando los ojos afilados de la Chica Misteriosa se cruzaron rápidamente con los míos. Ella absolutamente frunció el ceño hacia mí. Yo lo fruncí - 22 -

también, confundido por su reacción, pero antes de que pudiera reaccionar, ella se movió a través de la multitud y salió del simposio. Yo terminé el discurso y una vez más traté de sacar sus ojos de mi mente. Se suponía que James iba a volar por la mañana e iba a dar este discurso de mierda, pero algún cambio de última hora en su recorrido le dejó atrás. Sospeché que tendría una reunión con un cliente nuevo, y estuve totalmente molesto de estar a un maldito vuelo de seis horas de distancia. Si hubiera tenido idea de que iba a reunirse con un cliente nuevo, al menos habría puesto a Emmett o Alice detrás de él, pero pareció jodidamente entusiasta acerca de este simposio. Todos los productos farmacéuticos más importantes estaban representados aquí. Estaba seguro de que estaría reunido con el que le suministraba las drogas experimentales. Seis meses después de haber empezado la misión, todavía estaba tratando de entender a James. Era un enigma. A veces podía ser el chico más agradable y fácil de llevar que había conocido. Él realmente parecía preocuparse por sus pacientes. Me había tomado bajo su ala, por así decirlo. Después de trabajar salíamos un par de veces a la semana, íbamos a bares para tomarnos algo, como el agente Whitlock predijo hacía unos meses. Jugábamos juntos al golf los fines de semana. Él podía ser muy bueno. Pero había un muro alrededor de él que yo no había sido capaz de penetrar todavía. A veces le había pillado a él y a Kate, o a él y a Laurent susurrando entre ellos, y cuando miraba sus ojos azules - por lo general agradables - eran oscuros y fríos. La conversación se detenía cuando me acercaba a ellos y me miraban como si fuera un extraño. Mantenían secretos, hacían reuniones en las que no me incluían. Poco a poco estaba trabajando a mi manera para entrar en el círculo, pero todavía podría pasar un largo tiempo antes de que me dejaran entrar por completo, y estaba preparado para esperar. Al menos Kate estaba aquí este fin de semana. Kate y yo teníamos una relación... interesante. Ella y Garrett habían estado saliendo desde hacía un par de años. Ellos eran una pareja atractiva, y Garrett, obviamente, adoraba el suelo que ella pisaba. Kate por su parte... Ella coqueteaba conmigo constantemente. En el último par de meses se había vuelto aún más evidente. Las normas del Agente Whitlock daban vueltas y vueltas en mi cabeza. 'Haz lo que tienes que hacer...' Yo me preguntaba... ¿eso incluía tirarse a Kate? - 23 -

Estaba pensando que podría hacerlo. Voy a ser honesto, no era exactamente algo que temiera, pero Garrett me había contratado y sus ojos de cachorro seguían a Kate a todas partes. Él estaba jodidamente enamorado, de una manera triste, porque obviamente ella no sentía el mismo nivel de compromiso. Ella me daba esas miradas, las que decían: 'Quiero follarte duro'. Reconocía esa mirada, yo la había estado recibiendo bastante a menudo desde los diecisiete años. El único problema era que, antes de ir de incógnito y aceptar la responsabilidad de hacer 'lo que fuera necesario', de hecho, solía tener escrúpulos. Veía a Garret mirar a Kate y un nudo fuerte de culpa se formaba en mi pecho. Yo no me acostaba con cualquiera. Eso era parte de mi maldición de ser del tipo A, suponía. Yo era exigente, duro para complacer, podría llamarlo. Yo necesitaba más que una cara bonita y unas tetas grandes para caer. Necesitaba una conversación inteligente. Necesitaba un cerebro que fuera con un culo grande. Necesitaba personalidad. Más que todo eso, necesitaba saber que después de que me corriera, todavía sería capaz de mirarme en el espejo por la mañana. No creía que ese fuera el caso si me acostaba con Kate. Ella era hermosa e inteligente, pero era una perra, y le pertenecía a alguien a quien estaba empezando a respetar. Pero como Emmett bromeaba mientras me miraba a través de sus cámaras ocultas y escuchaba en sus auriculares, yo iba a tener que sacrificarme. Estaba pensando que él podía tenía razón. Era un sacrificio que yo estaba dispuesto a hacer Oooooooooo Después de que se acabara el simposio, Garrett, Laurent y Kate me invitaron a tomar unas copas para celebrar la gran acogida de mi discurso. Dije que no, alegando un malestar estomacal. No acostumbraba a retirarme cuando me pedían que los acompañara a alguna parte, éramos parte del mismo grupo médico, éramos amigos. Me estaba congraciando. Pero esta noche tenía una misión diferente. Cientos de representantes farmacéuticos habían asistido a este simposio, era probable que al menos uno de ellos estuviera implicado en esto. Si era así, y dado que el propio James no estaba aquí, lo más probable era que el criminal se reuniera con Kate. Me había dado cuenta en los últimos meses que ella era su segunda al mando, ella era la encargada cuando James no estaba cerca. Ya había puesto un chip en el bolso que ella estaba llevando. Desde la camioneta - 24 -

aparcada un par de manzanas más adelante, con la vista del hotel donde se había celebrado el simposio - el mismo hotel en el que nos íbamos a quedar - Alice escuchaba cada palabra que decía Kate mientras mantenía un ojo en la entrada del hotel. Emmett estaba vestido como un botones y pasaba el rato en el vestíbulo, haciendo lo mismo. Yo estaba en mi habitación del hotel en el sexto piso, justo un piso por debajo de Kate, esperando el visto bueno. "Bien, hombre, todo está claro aquí. La chica Katie y el resto se han ido". "Sí, todos se han ido juntos hace dos minutos", Alice confirmó desde la camioneta. "¿Estás listo, Edward?", Emmett me preguntó a través de su audífono oculto. Se sentía extraño oír mi nombre real. Todo el día escuchando, 'Tony esto, Tony lo otro', o 'Dr. Masen', o 'Anthony'. Era el agente especial Edward Cullen. "Sí. Listo", le respondí mientras abría la puerta de mi habitación y me dirigía hacia la escalera para subir un piso más. "El pasillo está despejado", Alice me aseguró mientras yo esperaba detrás de la puerta de la escalera. Luego me dirigí hacia el pasillo y hacia la habitación de Kate, utilizando la llave de acceso a todo que había conseguido hacía unos minutos gracias al ama de llaves. Probablemente en pocos minutos avisarían de que habían sido robadas, pero en pocos minutos ya no las necesitaría. La luz en la manivela pasó de rojo a verde y me deslicé dentro, cerrando la puerta detrás de mí silenciosamente. "Estoy dentro", les dije a Emmett y a Alice. "Está bien, entonces ves a ello", Alice me urgió. Todas las luces estaban apagadas y las dejé así. El sol iba hacia abajo y la luz que entraba por el balcón abierto era suficiente para guiarme. Yo no necesitaba mucha luz o tiempo. Tenía tres micrófonos que poner, adjunté uno en la luz del techo en la sala de estar. Puse otro en el dormitorio, en la parte inferior de la pequeña mesa de la esquina, temblando mientras me imaginaba los sonidos que se podrían escuchar desde aquí. - 25 -

"Hey Alice", le dije en voz baja. "¿Estás pensando en escuchar todo lo que ocurra en esta habitación?". "No te preocupes, Edward. Si me pongo a escuchar un poco de respiración pesada y una de las voces me suena familiar, me aseguraré de taparme los oídos", ella se rió. Alice a veces solía leer mentes. "Habla por ti", Emmett se unió. Yo sonreí mientras hacía mi camino hacia el cuarto de baño. "Mierda, Emmett. ¿De verdad que estás ansioso por escucharme mientras me la tiro?". "No", se rió. "Sólo quiero ser capaz de citar ejemplos concretos cuando tenga que darte consejos sobre tus movimientos". Rodé los ojos y me agaché delante de la taza del baño, buscando la tubería. Coloqué el micrófono y sonreí torcidamente para mí mismo. "Muy bien, Dra. Shaw, ahora vamos a escuchar todo lo que tenga que decir". Me reí entre dientes con aire de suficiencia mientras me levantaba. Y luego escuché a alguien moviéndose en la otra habitación. Me senté en el suelo, congelado. "¡Ella está de vuelta!", susurré a través de mi respiración. "¿Qué? ¡No, no lo está!", Alice insistió. "¡Estoy manteniendo un ojo fuera por si aparece su coche!". "Ella tiene razón, Ed", Emmett estuvo de acuerdo. "Ellos no han vuelto al hotel". Oí más movimientos más allá de la puerta. Cerré los ojos y tragué fuertemente. "¡Bueno, los dos estáis jodidamente ciegos o estúpidos, porque ella está definitivamente aquí!". Iba a matarlos cuando saliera de aquí. - 26 -

¿Cómo diablos iba a salir de aquí? "¡Edward, a menos que haya subido por el balcón de mierda, ella no está ahí!", Alice gruñó. "Bien, pues alguien está aquí", le dije, oyendo como arrastraban los pies tranquilamente. "¡Mierda!", Emmett gritó. Le oí respirar con dificultad en mi auricular. "¿Puede ser la limpiadora?". Escuché con atención. El sonido de los cajones que se abrían y cerraban se filtró a través de la puerta del baño cerrada. "No es la limpiadora". "¿Cómo diablos vas a salir de allí?", Alice gritó nerviosa. No respondí porque mi mente ya estaba corriendo. Sin dudas - ya que no me las podía permitir - saqué mi camisa sobre mi cabeza y deshice el botón de mis pantalones. Di una respiración profunda y la dejé escapar rápidamente. "Supongo que es hora de sacrificarse por el equipo", murmuré antes de abrir la puerta. Escuché un grito agudo y alguien se giró a su alrededor... Y ahí estaba la Chica Misteriosa. Su larga cola de caballo caía por su cara. Algo largo y brillante cayó de sus manos, aterrizando a sus pies, mientras sus ojos se encontraban con los míos con horror. Por una cantidad inconmensurable de tiempo simplemente nos miramos el uno al otro, con los ojos abiertos y asombrados.

¡Nos vemos el viernes! ;) Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, - 27 -

Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 2 Catwoman Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Os dejo el capitulo ya que me tengo que ir, espero que os guste ;)

Capítulo 2 -Catwoman EPOV Escuché un grito agudo y alguien se giró a su alrededor... Y ahí estaba la Chica Misteriosa. Su larga cola de caballo caía por su cara. Algo largo y brillante cayó de sus manos, aterrizando en sus pies, mientras sus ojos se encontraban con los míos con horror. Por una cantidad inconmensurable de tiempo simplemente nos miramos el uno al otro, con los ojos abiertos y asombrados. "¿Qué mierda está pasando?", Emmett casi gritó en mi auricular. "¿Edward? ¿Edward?, ¿estás bien?", Alice me preguntó con ansiedad. Estaba congelado, inmóvil. No podía hablar, apenas podía pensar. Mi mente sólo registraba dos cosas. La primera, sus ojos. Eran piscinas profundas de reflexión, tan oscuros y sin fondo que temía perderme en ellos para siempre. La segunda, su pelo. Ahora entendía por qué llevaba una peluca antes. Sus ojos distraían, sí, pero con la cabeza baja - como se había mantenido la mayor parte del tiempo durante el simposio - los había podido ocultar. Sin embargo, el pelo... Era pura seda hilada, un tono más oscuro que la peluca y un millón de veces más brillante. Era largo y brillaba y resplandecía, como si una luz prismática estuviera rebotando en él. Y como si eso no fuera suficiente para que mi corazón se acelerara, llevaba puesto un traje de licra negro brillante, que enmarcaba y describía cada curva única en su cuerpo, algo así como lo que llevaba Michelle Pfeiffer en la película de Batman. Lo único que le faltaba era la fina máscara sobre sus ojos. - 29 -

Ella era una puta Catwoman. Yo me quedé sin aliento. En serio. Literalmente no pude respirar durante diez segundos enteros. Por último, tomando una respiración profunda, exhalé lentamente y me las arreglé para soltar una sola palabra. "Tú". "¿Tú?", Emmett preguntó. "¿Quién?". "¡Edward!", Alice exigióLes ignoré. Catwoman y yo nos seguíamos mirando el uno al otro, sus grandes ojos estaban ansiosos y temerosos, al igual que antes, en el simposio. Estábamos de pie sólo a unos pies de distancia, y aunque era de noche, a esa corta distancia podía decir que ella era joven, mucho más joven de lo que había pensado en el simposio. Ni siquiera creía que ella pudiera beber legalmente todavía. Era menuda y pequeña, probablemente medía 1.70 metros. Y al igual que en el simposio, sus expresivos ojos oscuros de repente se quedaron en blanco. Ella sonrió y mi corazón golpeó fuertemente en mi pecho. Ella miró hacia abajo, donde el zafiro y el collar de diamantes de Kate brillaban a sus pies, y luego me miró otra vez. "¿Un regalo tuyo?", preguntó con ironía. "¿Qué mierda pasa?", Emmett preguntó en un tono desconcertado. Alice estaba en un extraño silencio. Yo resoplé, toda la escena parecía surrealista. "No, definitivamente no". Ella levantó una ceja y sus ojos brillaron en la luz de la luna, llenos de alegría. "Así que entonces tú eres uno de esos amantes baratos". Ella movió lentamente sus labios cuando dijo la palabra 'amantes', su lengua se movió lentamente y con un propósito, y de repente comencé a sentirme cada vez más duro por esa simple acción. Estaba sorprendido por mi reacción ante ella, y al mismo tiempo, rezaba para que la oscuridad la ocultara. - 30 -

Pero yo sabía que lo había hecho a propósito, que estaba tratando de distraer la atención de la situación real aquí. Lo sabía. Al igual que sabía que ella estaba teniendo éxito. Pero por ahora, yo estaba dispuesto a jugar a su juego. "No", respondí y entonces sonreí. "No soy ni barato, ni su amante", me incliné más cerca, como si fuera a compartir un secreto con ella. "Y sólo para que lo sepas, no hay nada mezquino en la forma en la que amo". No tenía ni idea de qué diablos se apoderó de mí para decir eso. Era difícil saberlo con sólo el rayo de luz de la luna que entraba desde el balcón detrás de nosotros, pero creí verla ruborizarse hasta el color rosa más hermoso, y ahora me alegraba de haber dicho lo que había dicho. Sin embargo, ella me daba un rollo gracioso con esos ojos brillantes de color chocolate, y permanecía inmóvil. Sus ojos cavaron en los míos, estudiándome. "Así que no eres su amante". Ella inclinó la cabeza hacia un lado mientras sus ojos recorrían lentamente mi pecho desnudo de arriba a abajo. Se mordía el labio inferior. El bulto en mis pantalones crecía. "Todavía", añadió con una sonrisa. "¡Maldita sea, Edward! ¿Qué diablos está pasando?", Emmett preguntó. "¿Necesitas que vaya para arriba?". "¡No!", yo respondí rápidamente. Sin embargo, Catwoman pensó que le había contestado a ella. Ella resopló y se rió, llevando sus ojos de nuevo hasta los míos y atormentándome con sus labios como si tratara de descubrir algo. Me sentía desnudo con su mirada. Bueno, yo estaba medio desnudo, pero era más que eso. Era como si me pudiera leer como un libro abierto. No sabía cómo me sentía acerca de eso. Por lo general, yo era el único que podía leer a la gente. "Por cierto, buen discurso", dijo ella con sequedad. "Edward, ¿quién es?", Alice preguntó con curiosidad. "¿Crees realmente toda esa mierda que has estado diciendo?", Catwoman continuó, sin darse cuenta de las voces adicionales que luchaban por mi atención. Su pregunta me puso nervioso, porque yo podía decir que había una respuesta acertada y una equivocada, y de repente quise, no, necesitaba, hacérselo comprender, al menos de alguna manera. Di un paso más cerca de ella, pero ella se - 31 -

sostuvo en su sitio. "A veces no se trata de lo que creemos, sino de lo que debemos decir y hacer". Fue la mejor respuesta que pude darle en ese momento. Ella simplemente me miró fijamente. "Así que...", arrastró las palabras lentamente, tenía una sonrisa divertida en su cara. "¿Es eso lo que la Dra. Kate es? ¿Algo que simplemente tú debías hacer?", sus ojos brillaban con maldad y me pregunté cómo coño veía a través de mí. De repente me sentí culpable y a la defensiva a la vez, como si hubiera sido sorprendido haciendo trampa. "¿Qué sabes tú acerca de las cosas que hay que hacer?". Algo cambió en su comportamiento. Ella se puso rígida y sus ojos se nublaron. Estuvieron unos segundos así y se fueron antes de que siquiera estuviera seguro de que realmente habían estado así. Y entonces su cara se volvió otra vez más clara y con expresión. No me gustaba verla así. Había dicho algo malo. Di un paso más cerca de ella. "El discurso... Kate... a veces... a veces las cosas son difíciles de explicar. Las cosas no son siempre tan cortas y secas...". En el fondo de mi mente sabía que era una locura para mí tratar de explicarme a una desconocida, a alguien que acababa de atrapar en medio de un intento de robo, por el amor de Dios, pero no podía detenerme. Era como si necesitara que me diera la razón. "A veces hay que hacer o decir ciertas cosas..." Ella sonrió. La diversión estaba de vuelta. Ella pretendió mirar un reloj inexistente en su muñeca. "Doctor, doctor, doctor" - el vello de mis brazos se puso de punta al ver la forma casual en la que se estaba dirigiendo a mí, la forma en la que sus ojos marrones me absorbían como si me hubieran mirado mil veces antes - "mientras me encantaría quedarme aquí y ser una psiquiatra mientras confiesas todos los pecados de tu vida, de verdad tengo que salir de aquí. Ya ves, la próxima chica que te tiraras, Kate, estará de regreso pronto, y mientras que todo lo que tú tienes que hacer para distraerla es sacar tu abultada virilidad y mostrarle la tableta que tienes ahí" - ella agitó un brazo hacia mi estómago - "me temo que yo no tengo un pene, y mi - 32 -

presencia en esta habitación sería un poco más difícil de explicar". Ella golpeó el pie suavemente sobre la alfombra, como si yo la estuviera reteniendo para ir a algún compromiso urgente. "Así que si me disculpas", dijo ella. Sus ojos se movieron hacia la puerta y pasó por delante de mí. Le bloqueé su camino, y sin pensar - ya que carecía de alguna respuesta - mi mano se acercó para detenerla, porque no había una oportunidad en el infierno de que la dejara fuera de mi vista todavía. La agarré por debajo del codo y envolví los dedos alrededor de su brazo. Miles de chispas pasaron a través de mi mano, de mi brazo y del resto de mi cuerpo. Miré hacia abajo hasta donde la había tocado para ver si me había sorprendido con un cable de alta tensión. Me estremecí y pude jurar que sentí que ella había hecho lo mismo. Mis ojos muy abiertos se arrastran otra vez a los suyos, seguro de que iba a ver el mismo shock que yo tenía en los míos. Efectivamente, ella estaba más allá del shock. Ella estaba enfadada. La sonrisa juguetona había desaparecido de su rostro. Sus ojos se oscurecieron y se estrecharon increíblemente más de lo que ya estaban. Ella era cautelosa, tenía miedo otra vez. ¿Pero miedo de qué? ¿Realmente creía que iba a hacerle daño o a girarle el brazo? ¿Realmente no tenía ni idea de que podía vaciar todo el contenido de la habitación de Kate en ese maletín negro que llevaba y yo nunca la detendría? Una vez más, ella estaba tratando de ocultar su miedo. La cosa era que yo la podía leer de la misma manera que ella parecía ser capaz de leerme. "No tengas miedo", comencé a decir en un tono suave, apreté suavemente mi agarre sobre ella. Eso la molestó aún más. Ella era como un pequeño gatito enfadado que se creía que era un león. Su nariz se hinchaba. "No tengo miedo", insistió con los dientes apretados, mirándome con desconfianza. Ella miró hacia abajo, a donde yo la sujetaba. "¿Qué quieres?", siseó. 'A ti', esa fue la primera cosa que vino a mi mente, pero de alguna manera creía que verbalizar esto sólo me iba a dar una patada en mi entrepierna. Así que en vez de eso, le pregunté: - 33 -

"¿Cuál es tu nombre?" Ella me devolvió la mirada sin expresión. Me fijé que ella en realidad no había intentado quitar el brazo de mi agarre. "Es una pregunta relativamente simple", dije con una sonrisa torcida cuando ella no respondió. Ella se rió, un sonido bajo y gutural provino de lo profundo de su pecho. El sonido hizo que se me erizara más la piel, de la manera más deliciosa. De repente me la imaginé riéndose igual contra mi cuello, en mis labios, en mi estómago. Mis pantalones se sentían malditamente apretados. "No hay tal cosa como una simple pregunta" - dijo sonriendo - "y me temo que la respuesta a eso no sería nada sencilla". Ella cambió su peso con ansiedad de un pie al otro. El movimiento hizo que su traje de Catwoman se moviera en su cintura, y entonces vi que se trataba de un traje de dos piezas, no una, porque una franja delgada del más suave, cremoso y blanco vientre se asomó desde abajo. Yo luché contra un impulso casi irresistible de levantar la otra mano y pasarla por su piel, o mejor aún, pasar mi lengua por ahí. Pero si ella podía ver a través de mí, como creo que podía, esas eran ideas peligrosas teniendo mis partes viriles tan cerca de sus pies inquietos. "Creo que preguntarte tu nombre es probablemente una de las preguntas más sencillas", le dije suavemente. Ella se rió de nuevo y sacudió la cabeza. Tenía la sensación de que yo era el blanco de una broma privada de ella. "¿Podrías pensar eso, no?", reflexionó. "Quizás en tu mundo, donde tu nombre te mete en restaurantes caros, o en los mejores asientos de un partido de baloncesto, o en la suite presidencial por una noche para que tú y la Dr. Kate podáis follar hasta la salida del sol, tu nombre es un buena idea, pero en mi mundo...", rememoró. Yo resoplé. Si ella supiera que en mi mundo mi nombre real probablemente me haría ganar el estar a dos metros bajo tierra, tal vez no me juzgaría con tanta dureza. Pero no estaba tan perdido como para olvidarme de que no podía hablar de esas cosas con ella. Miré en sus profundos ojos marrones y me pregunté qué sucedía en su mundo cuando daba su nombre. - 34 -

Pero yo estaba distraído para preguntarle porque mi mano todavía estaba en su brazo y las sensaciones que eso producía eran jodidamente alucinantes. Mi mente estaba tan aturdida que juro que sentí sus dedos enguantados arrastrándose hacia arriba y por alrededor, envolviéndose alrededor de mi muñeca. Pero a menos que ella tuviera doble articulación, era imposible por la forma en la que la tenía sujeta, y aunque había algo un poco coqueta en la forma en la que me estaba mirando, parecía que también estaba dispuesta a darme una patada en las bolas y salir de aquí si yo hacía un movimiento en falso. Suspiré en gran medida, sonriéndole, pero no la dejé ir. Sinceramente, no sabía si podía en este momento. "Bueno, ¿entonces no hay ningún nombre?". Ella sonrió y negó con la cabeza. Realmente era una sonrisa suave y triste, como si deseara que ese no fuera el caso. "Sin nombre", repitió en voz baja. "Eso es una pena", le dije tratando de actuar de manera fría, cuando la verdad era que no había una maldita manera de que pudiera aceptar un no por respuesta. Poco a poco me puse más cerca de ella. Ella se asustó y dio un grito ahogado, pero no se movió hacia atrás. Animado, me moví aún más cerca, lo suficientemente cerca como para sentir su aliento cálido en mi cuello. El calor del mismo era casi abrumador, como una polilla atraída por una llama de fuego, la fuerza había aumentado mil veces. Tuve que contenerme físicamente de tomarla en mis brazos y reclamar sus carnosos labios de color rosa. Y ella se había sentido también así. Sabía que lo había sentido, podía ver su temblor. Su pecho subía y bajaba rápidamente con sus respiraciones superficiales. Sus ojos eran grandes y brillaban con algo más que ansiedad o miedo, había emoción y deseo en ellos, pero podía decir que estaba luchando contra eso. Una lucha inútil, porque ese fuego no podía ser extinguido. Yo era lo suficientemente inteligente como para saberlo y pensé que ella también. Ese fuego simplemente estaba entre nosotros, como una abierta línea de energía. De alguna manera, tan loco como era, estábamos exactamente donde estábamos destinados a estar. "¿Por qué es una pena?", ella finalmente susurró, su voz temblaba ligeramente. La luz de la luna que entraba desde el balcón, iluminaba su rostro. Su mirada, su - 35 -

inocencia y su mundanidad, pondrían a un hombre de rodillas. Bajé la cabeza para estar más cerca de ella. Ella me miró, sus ojos quemaban y dejaban un rastro desde mis ojos a mi boca y volvía otra vez. "Porque no vamos a ir a ninguna parte hasta que me des algo", le susurré con atención. Ella levantó una ceja. "¿Algo como qué?". "Si no es un nombre, entonces una dirección o un número de teléfono. Alguna manera de encontrarte de nuevo", declaré. Ella se rió. Ella estaba tan cerca que el sonido retumbó contra mis labios, hormigueando todo mi cuerpo hasta mi entrepierna. Si no la besaba pronto, podía inflamarme espontáneamente. Podría quemarme de todas formas. "¿De verdad estás intentando buscarme después?", se rió con incredulidad, con los ojos malvados y llenos de diversión de nuevo. El movimiento de su boca nos acercó. Sus labios era suaves, los labios más besables que había visto en mis veintiséis años en este planeta. "¿Nunca has oído hablar de bares, discotecas o incluso de bibliotecas?", ella se burló. "Cualquiera de ellos sería una mejor opción para ti que esto". No pude soportarlo más. Nunca había estado tan intoxicado en mi vida, necesitaba su boca fresca en la mía. Me dispuse a cerrar el poco espacio entre nosotros, su respiración se entrecortó y sus ojos se abrieron. ¿Dónde estaba esa boca fresca ahora? Nuestras narices se tocaron, nuestras bocas estaban tan cerca que el menor movimiento de cualquiera de los dos haría que entráramos en contacto. La atracción magnética era imparable. Estábamos muy cerca, pero nos encontramos allí inmóviles durante unos segundos - consumiéndonos el uno al otro, memorizando ese momento, el momento antes de nuestro primer beso, porque yo sabía que habría muchos, muchos más. Inhalamos el aliento caliente del otro y luego dije las últimas palabras que planeé decir antes de reclamar su boca. Pero eran palabras importantes, necesitaban ser dichas. "No hay otra opción para mí que esto". - 36 -

Mis labios se pusieron contra los suyos mientras murmuré las palabras, y sentí la verdad de esas palabras explotando en cada fibra de mi ser, en algunas partes que no sabía que existían. Un robo definitivamente había tenido lugar esta noche, en el centro de este cuarto oscuro que no nos pertenecía a ninguno de los dos. Pero no era nada material lo que había sido robado. Esta chica hermosa y misteriosa de alguna manera me había robado el corazón. Eso era jodidamente loco, pero creo que no quería que me lo devolviera. Sin embargo, cuando nuestras bocas se tocaron, cualquier reflexión profunda tuvo que esperar hasta más tarde. Catwoman me miraba con ojos oscuros y encapuchados, que estaba seguro que reflejaban todo el deseo que yo sentía en esos momentos. Abrí la boca y tomé su labio inferior entre los míos, y Jesús, eran aún más suaves de lo que esperaba. Gemí y ella suspiró, y poco a poco nos degustamos mutuamente, primero yo chupé sus labios y luego ella chupó los míos. Su lengua pasó entre mis labios antes de meterse dentro de mi boca y que yo la tragara como un hombre hambriento y la juntara contra la mía. En algún lugar de la parte trasera de mi mente sabía que había destrozado por completo la misión, pero no podía por la vida recordar por qué era importante. También era consciente del hecho de que Emmett y Alice habían estado extrañamente silenciosos en todo ese intercambio, pero una vez más, simplemente no podía preocuparme lo suficiente en esos momentos. Nuestros ojos se abrían y se cerraban lánguidamente, mientras nuestras bocas se movían una contra la otra de la misma forma. Los ojos de Catwoman se ampliaron de repente, y ella estaba mirando con horror detrás de mí. Kate había regresado. Me preparé para mentir, hacer y decir lo que fuera necesario para mantener a mi Catwoman lejos de las garras de Hawai 5-0. Aflojé mi apretón en su brazo y me preparé para hacer frente a Kate y explicarle que estaba tan borracho y fuera de mí que al parecer había recogido a una chica y la había llevado hasta la habitación equivocada. Eso probablemente me haría ganar una patada de Kate en mi entrepierna, pero al menos debería alejar a la policía de la imagen. Solté a mi Catwoman y me di la vuelta. - 37 -

Kate no estaba allí. Nadie estaba. Me giré para volver a mirarla. Ella ya estaba al otro lado de la habitación, con los pies en precario equilibrio en el borde de la barandilla del balcón. "¡No!", grité y corrí hacia ella, cruzando la habitación en dos saltos, porque estábamos a siete pisos de altura y una caída desde esa altura la iba a matar, y maldita sea, ella tenía mi corazón. Pero ella simplemente miró hacia atrás, hacia mí, por una fracción de segundo antes de que sus pies se soltaran de la barandilla y me entrara un espasmo intenso de horror que trajo la bilis a mi boca. Después de una vida o de un segundo - en el que vi a los tres niños que podríamos haber tenido juntos - estaba mirando por encima de la barandilla del balcón, esperando ver su cuerpo destrozado y roto en un charco de sangre en el centro del cuidadosamente mantenido jardín de abajo. En su lugar, me quedé eufórico y sorprendido al ver cómo se balanceaba por la parte inferior de la terraza, colgándose de la barandilla de metal que iba a través de los bordes de cemento, su bolso negro y pequeño estaba tirado por encima de su hombro. Sus nudillos estaban increíblemente blancos por la fuerza con la que estaba agarrándose. Me agaché y extendí mi mano. "Alcanza mi mano", le dije con desesperación. "Te voy a subir". Ella me miró y la sonrisa que me dio - divertida y burlona a la vez - me dejó saber que no tenía intención de jugar a la doncella rescatada por el apuesto príncipe. En su lugar, ella se balanceó con sus manos y bajó un paso y luego otro, y cayó con la ligereza de un gato en el balcón inmediatamente inferior. Hice mi camino por el balcón, listo para salvarla quisiera ella o no. Pero antes de que pudiera saltar, ella saltó por encima de esa cornisa y giró su cuerpo para agarrarse a la barandilla inferior antes de aterrizar en el balcón de al lado. Esa gimnasia del nivel de una medalla de oro se prolongó por unos balcones más mientras yo miraba con un éxtasis puro, con terror y... bueno, sí, encendido por esa demostración. Quería seguirla, pero no podía permitirme asustarla y que se cayera. Para el resto del camino hacia abajo, ella estuvo tan tranquila y ágil como un gato, - 38 -

y mi respiración agitada hizo más ruido del que ella hacía. El último paso hasta el suelo, donde esperaba el hermoso jardín abierto y lleno de flores hawaianas y lavanda, estaba por lo menos a diez pies de distancia y sabía que ella no podía hacer ese salto sin hacerse daño. "¡Detente!", grité, pero ella ni siquiera disminuyó la velocidad. Mi corazón latía como un taladro de cemento contra mi pecho cuando ella ni siquiera lo dudó y dejó ir la barandilla definitivamente, precipitándose sobre la hierba húmeda de abajo. Ella dobló las rodillas y aterrizó con gracia sobre sus pies, y yo estaba más aterrorizado que sorprendido en ese punto. Shawn Johnson no era nada comparada con ella. Cuando ella miró a su alrededor para ver si había sido vista, yo miré también con ella, porque tenía la sensación de que no importaba cómo de ágil y flexible fuera Catwoman, una parte de ella aún necesitaba mi ayuda. Confiando en que no había sido vista, se puso de pie y vigilante hizo su camino alrededor del estanque de nenúfar y a través de los biombos y pérgolas del jardín calmado, su cola de caballo oscura se balanceaba de un lado a otro detrás de ella. Podía decir ahora que ella tenía una leve cojera y me molestaba que su caída no hubiera sido tan libre de lesiones como había parecido desde aquí. Estaba a años luz del estupor, sin embargo, mi mente era un caos total, porque me acababa de dar cuenta de que no tenía ni idea de cuál era su nombre, de cómo dar con ella, y ella se había ido con mi corazón. Ahí fue cuando me acordé de mi equipo. "Alice", le dije con urgencia. "La parte de atrás del hotel. Mujer joven, blanca. Lleva un traje negro de gata, tiene el cabello castaño en una cola de caballo". "Estoy en ello", Alice respondió antes de que yo escuchara cómo la camioneta se ponía en marcha. "Emmett", empecé. "Ya estoy de camino", respondió Emmett. Antes de desaparecer detrás de los bordes del jardín, mi Catwoman se detuvo como si se hubiera golpeado con un muro invisible frente a ella, como si algo contra lo que era impotente la obligara a pararse. Rápidamente miró hacia atrás, su mirada cayó sobre el lugar donde yo estaba parado sin poder hacer nada. Incluso desde esta distancia, vi una nota de tristeza y de melancolía en su expresión, pero en un instante compuso sus características una vez más. Ella sonrió y me guiñó un ojo - 39 -

antes de girar y desaparecer. No la iban a encontrar. El instinto me decía eso. Era obvio que esta no era la primera vez que lo hacía. Me quedé ahí por mucho tiempo, con la mirada perdida en el espacio donde ella había desaparecido. Kate y el resto estarían de regreso pronto y tenía que poner el collar en su sitio y asegurarme de que la habitación estuviera en orden, libre de cualquier evidencia de mi presencia, así como de la de Catwoman. Miré mi reloj. Se trataba de un Tag Heuer. Era parte de un préstamo de ochenta mil dólares que el gobierno me había dado para que pareciera un médico rico y avaro dispuesto a hacer cualquier cosa por dinero. Ya no estaba en torno a mi muñeca. Resoplé y reí para mí mismo. No sólo había perdido mi gran corazón por culpa de Catwoman, sino que también había perdido mi pequeño corazón. Recuerdo que había pensado cómo podía sentir sus dedos a través de mi muñeca, envolviéndose alrededor de mí. Bueno, ella no había sido tan gran ladrona después de todo si yo había sentido eso. Por otra parte, tal vez sólo lo había sentido porque era ella. Di una última mirada hacia donde ella había desaparecido y sonreí. "Ladrona". Poco a poco me di la vuelta.

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, - 40 -

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Cap 3 Arriba en el aire Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Bueno, aqui va otro capitulo de la historia, esta vez desde el punto de vista de Bella :) Me quedan unos 7 u 8 para terminarla, en cuanto la tenga os subire capis todos los dias ;)

Capítulo 3 -Arriba en el aire BPOV Soñé con él dos noches seguidas, con sus fascinantes ojos verdes, con su pelo peculiar de color bronce y con el traje de corte perfecto que llevaba en el simposio que le dejaba los hombros fuertes y una constitución escueta. La primera noche él invadió el sueño del bosque. Era de noche, como siempre era, y yo estaba corriendo, como siempre hacía. Pero por una vez, no estaba sola. Mi mano estaba bien envuelta en la suya. Enormes árboles verdes, suciedad y barro se acercaban a nosotros por todos lados al mismo tiempo que tratábamos desesperadamente de dejar atrás al hombre de la máscara de esquí. Yo me detenía y le pedía que me diera cinco segundos para recobrar el aliento, pero él se negaba y tiraba de mí, me guiaba a través de la jungla a una velocidad vertiginosa. Él me miró por una fracción de segundo y pude ver el terror en sus ojos verdes, sólo sabía que no tenía miedo por sí mismo, tenía miedo por mí. Yo quería decirle que me dejara, que se fuera lejos, que corriera y que nunca mirara hacia atrás porque yo ya había estado aquí antes y no terminaba bien. Pero la determinación en su rostro me impidió hacerlo, él no se iba, no importaba lo que yo le dijera. Así que giramos y giramos a través de árboles y helechos y pedí que esta vez el sueño terminara de otra manera, aunque sabía que nunca lo hacía. Y, efectivamente, el hombre de la máscara de esquí de repente apareció frente a nosotros, con la pistola en mano. Esperé a que apretara el gatillo y esperé el grito familiar que me despertaba. Sin embargo, algo cambió en el sueño. Cuando el hombre enmascarado apretó el gatillo, mi héroe de ojos verdes de repente se puso delante de mí. Tuve una fracción de segundo para darme cuenta de que no iba a darme a mí en esta ocasión. Así que - 42 -

cuando grité no era previniendo que la bala iba a venir a por mí, era por el horror de que iba a ir a por él. Mi grito me despertó, como siempre hacía. Tenía frío y estaba empapada en sudor. Mi pulso estaba acelerado. Mi corazón latía con fuerza contra mi pecho. Me quedé despierta en la cama por el resto de esa noche. La noche siguiente soñé que él estaba encima de mí, golpeando entre mis muslos, mientras sus ojos verdes me bebían. Grité de nuevo en ese sueño, pero esta vez era de éxtasis porque su polla me estaba llevando a alturas que no sabía que existían. Era grande y larga y dura y llegaba a mí a todos los lugares correctos, creando fricción contra mi clítoris y enviando olas de calor por mis piernas. Levanté mis caderas sobre el colchón para poder darle el mismo placer que yo estaba sintiendo. Sus ojos verdes se oscurecieron y él sonrió con esa sonrisa que me dio en la habitación del hotel, pero mil veces más malvada, y entonces bajó la cabeza y me chupó los pezones y yo cogí su cabello bronce entre mis dedos mientras las estrellas danzaban en frente de mis ojos. El calor se desplazó hacia arriba, de mis muslos a mis pechos, mientras su lengua caliente lamía y se burlaba de mí en todo mi pecho. "Más", le rogué. Él pasó un brazo por debajo mi espalda, me levantó del colchón, y agarró la cabecera con el otro, utilizándola como palanca, y empezó a empujarse en mí con todo lo que tenía, y Jesús, el chico tenía mucho. Estaba en el cielo. Estaba gritando y gimiendo y creía que estaba incluso rezando en este momento, porque cada nombre religioso del libro escapaba de mis labios. Los tendones de sus brazos y de sus hombros se flexionaban y sobresalían con sus esfuerzos, y sus abdominales de roca sólida se chocaban contra mí cada vez que nos encontrábamos. Miré hacia donde estábamos conectados y él estaba bombeando dentro y fuera, me vio mirando y luego miró hacia arriba y sonrió de nuevo. Había tantos remolinos negros en sus ojos que era difícil ver el verde. Entones respiró una palabra con tanta pasión que me quitó el aliento. "Bella". Yo me deshice. Mi cuerpo se estremeció y se convulsionó mientras el calor abrasador se desplazaba hacia arriba y hacia abajo por mis muslos, las llamas de calor azul lamían todo mi cuerpo. Cuando me desperté tenía dos dedos clavados muy dentro de mí y terminé con sus ojos verdes y una sonrisa torcida detrás de mis párpados. Fue el mejor orgasmo que había tenido en mucho tiempo. - 43 -

Dormí como un bebé por el resto de la noche. oooooooooo El aeropuerto de Honolulu estaba lleno incluso a esta hora de la mañana, algo que era una buena cosa. Me gustaban las multitudes, las multitudes me mantenían oculta, me ayudaban a mezclarme entre la gente. Estaba usando unos viejos pantalones vaqueros, una oscura camiseta y una gorra negra sobre mi cola de caballo. En la gorra no ponía el nombre de ningún equipo, no iba a destacar. Mantenía mi cabeza baja. Crucé por la seguridad mientras estaba ocupada y retire mis Converse negras a la vez. Puse mi equipaje de mano en la cinta transportadora. El guardia revisó mi DNI y el pasaporte, dándome un vistazo rápido una vez más y me devolvió mis documentos. Me puse mis zapatos de nuevo, recogí mi equipaje de mano y seguí mi camino. No demasiado rápido, no demasiado lento, como Jake me había mostrado. Nada podría transmitir el inmenso alivio que sentía. Habían pasado tres días desde que terminó el simposio, y había estado decaída. Por mucho que quisiera salir corriendo de aquí, tenía que tener cuidado. Así que durante tres días me quedé encerrada en mi pequeño y sombrío hotel en Wahiawa, dándole tiempo a cada uno para que cogieran sus vuelos a casa. Hice mi yoga, mis flexiones, practiqué mis artes marciales y boxeo, teniendo cuidado con mi tobillo. Todas las noches sacaba las joyas que había conseguido en este viaje y las miraba, observando el juego de luces de sus destellos a través del cuarto y maravillándome de lo mucho que algunas personas estaban dispuestas a sacrificar por un poco de brillo. Ordené los relojes: los IWC, los Roth, un par de relojes Rólex. Estos médicos y farmacéuticos realmente conocían sus piezas del tiempo. Y el Tag Heuer. Todas las noches cogía el reloj de oro con el diamante en el centro y lo miraba por un largo, largo tiempo. Era extraño. No le conocía a él, pero simplemente no se veía como algo que perteneciera a su muñeca. Yo le daba la vuelta en mis manos de lado a lado, examinándolo desde todos los ángulos, en busca de algo, aunque no tenía ni idea de qué. Y luego lo dejaba a un lado y me iba la cama, donde recordaba... y soñaba... Cuando la azafata empezó a llenar de gente el vuelo a Seattle, dejé a unas pocas personas pasar delante de mí. Yo fui la primera en llegar a mi fila de tres asientos, la primera fila de la clase económica, pero eso era sólo porque las otras dos personas que habían comprado sus asientos junto a mí no existían. Tampoco las personas que compraron la fila detrás de mí. Eran nombres sin rostro, formados por Jake en su ordenador portátil. La privacidad era un producto importante en mi vida. - 44 -

Me puse en el asiento junto a la ventana, metí mi equipaje de mano en mis pies y me permití una respiración profunda. Mientras todo el mundo todavía estaba en medio del caos de abordar un vuelo, saqué mi teléfono móvil. Jake respondió a la primera. "¿Ya estás a bordo?" "Sí". "¿Todo bien?" "Sí". Oí su profundo suspiro de alivio. "¿Tienes todo?" "Todo empaquetado de forma segura". "Bueno. Nuestro amigo se reunirá mañana contigo para hablar. Tú le darás eso y él te dará lo que necesitas". Pensé una y otra vez en el Tag Heuer incluido en los recuerdos baratos de Hawai y algo dentro de mí se apretó estúpidamente. Me obligué a quitarme de encima esa sensación. "Es una pena que no fueras capaz de conseguir la otra pieza", Jake añadió, y yo sabía que se estaba refiriendo al collar de la perra. "Podríamos haber usado esa". "Vamos a arreglárnoslas con lo que tenemos. Por lo menos tengo un elemento inesperado". Me obligué a decir eso, de modo que así no podría ni siquiera pensar en mantenerlo. Iba a deshacerme de él junto con las otras piezas. Él era uno de ellos, sin importar lo que yo hubiera soñado, o lo que sus ojos parecían. "Sí, eso debería ayudar", Jake estuvo de acuerdo. Con la cabeza hacia abajo y mi gorra a baja altura sobre mis ojos, vi entrar al resto de pasajeros al mismo tiempo que tenía una conversación vaga con Jake. Estaba en la parte frontal de la clase económica, por lo que la mayoría de la gente - 45 -

iba a verme durante el vuelo la parte de atrás de mi gorra. La primera clase estaba en la cabina delante de mí, pero las cortinas estaban cerradas, nos separaron de ellos tan pronto como todo el mundo subió. Este debía ser un vuelo tranquilo que me diera un tiempo para prepararme mentalmente para lo que venía cuando llegara a Seattle. Jake me dio algunas instrucciones más y yo respondí. Cuando colgué, volví la cara hacia la ventana y vi como las palmeras iban de ida y vuelta en la brisa cálida de Hawái. Me sentía un poco más relajada ahora que había hablado con Jake, él era mi única ancla a la realidad. A veces lo echaba de menos tanto que dolía. Así que me obligué a dejar de pensar en Jake y en lugar de eso fingí que exploraba la isla de la que me marchaba más de lo que realmente hacía. Me imaginé a mí misma surfeando en las grandes olas de la costa norte, tendida con un pequeño bikini rojo y tomando el sol en las blancas arenas de Honolulu. Una imagen de mí tendida en la cálida playa de repente invadió mi mente, pero no estaba sola. Él estaba conmigo, el médico de ojos verdes. Su torso desnudo estaba encima del mío, fuerte, mojado y brillante por las aguas del océano. Sus hombros fuertes estaban curtidos por el sol de Hawái y su cabello bronce estaba siendo arrastrado por el viento y era un caos hermoso. Cuando bajó su boca a la mía pude saborear la sal y el sol sobre él y fue tan delicioso que me lamí los labios pensando en ello. Por una fracción de segundo me arrepentí. No, dejé ese pensamiento ahí. Tenía un trabajo que hacer y no lo iba a involucrar a él. No importaba donde fueran mis pensamientos, siempre terminaban en el Dr. Anthony Masen. Yo sabía que había un nuevo médico en el grupo, y sí, esperaba que fuera joven y hermoso. Eso era todo lo que el gran doctor James Penn parecía permitir en su grupo. También me esperaba que fuera arrogante y engreído. Otro requisito si se quería trabajar con el Dr. Penn. Lo que no esperaba era el contacto de nuestros ojos. El contacto visual me había jodido en más de un sentido. No había manera en el infierno de que le hablara a Jake al respecto, eso sería el fin de todo. Se suponía que el contacto visual no debía ocurrir, no era parte del plan, pero entonces ahí estaba de nuevo la forma en la que mi corazón dio un salto al verle. La ironía de la situación no se me escapaba. Incluso me puse a pensar que tal vez él era diferente del resto... - 46 -

Pero entonces él dio su discurso y me di cuenta de que era exactamente lo que yo esperaba. No le había contado a Jake el incidente en la habitación del hotel. Si lo hacía, nunca me permitiría terminar el trabajo. Yo había dejado la habitación de Kate para el final, para poder tomarme mi tiempo y disfrutar cogiendo algo precioso de ella, aunque nunca podría ser igual a lo que ella y el resto habían tomado de mí. Yo había terminado en todas las demás habitaciones. La única que quedaba era la de Kate... Entonces él salió de ese cuarto de baño, sin camisa y con los pantalones desabrochados. De todas las personas en ese hotel de mierda que podía haber allí, tenía que ser un medio desnudo Dr. Masen. Yo no sabía si salir corriendo o ayudarle a terminar de quitarse los pantalones. Así que me quedé congelada en mi lugar. Y dejé caer el collar de mierda. Cerré los ojos y gemí en silencio. Incluso tres días después, el hecho de que no tuviera el collar de la perra todavía me molestaba sin fin. Ninguna de las otras piezas me consolaba de haber perdido eso. Bueno, excepto tal vez... Me volví y miré fijamente las espaldas de los pasajeros de primera clase, recordando la sensación de la boca del Dr. Masen en la mía. Un escalofrío caliente subió por mi columna vertebral. Estaba convencida de que me hipnotizó con esos ojos suyos increíblemente verdes. En ese equipo médico ellos debían haber aprendido un poco de vudú por encima de todo lo demás. Esa era la única explicación de por qué había estado soñando con él día y noche durante los últimos días. Todavía no sabía de dónde había sacado la fuerza para alejarme de ese beso. Ese maldito beso. ¿En qué demonios estaba pensando? Yo no estaba pensando, ese era el problema. Nunca tenía que volver a verlo. Sería demasiado peligroso. Ya era demasiado peligroso. Por enésima vez desde que nos vimos a los ojos, me pregunté si realmente era posible que el Dr. Masen no supiera lo que estaba pasando. ¿Podía realmente ser tan despistado? Jesús, quería que ese fuera el caso para que yo pudiera absolverme a mi misma de ese beso. Pero si él no tenía ni idea, entonces yo le había robaron un - 47 -

reloj de ochenta mil dólares a un hombre inocente. El reloj estaba haciendo un agujero en mi bolsa, no quería estar allí. Miré hacia abajo a mi bolsa y llevé mis ojos de nuevo a las espaldas de los pasajeros de primera clase. Si él aún no sabía lo que era su grupo, pronto lo descubriría. Lo sabrá y se unirá a ellos. Era hermoso, chulo, arrogante, y con un reloj de esa manera, un puto fanfarrón. Él iba a unirse a ellos y yo iba a tener que ser muy cuidadosa. Jake me detendría si él supiera lo del contacto visual y lo del beso. Pero veía los ojos verdes nadando delante de mí y me decían que no me iban a traicionar. Tenía que creer eso, porque no podía parar ahora. Estaba perdida en mis pensamientos, mirando un poco demasiado intensamente la sección de primera clase, mientras esos ojos daban vueltas y vueltas en mi cabeza. En algún momento me di cuenta de que no sólo los estaba viendo en mi cabeza. Un pasajero entró tarde, justo cuando las puertas se cerraban. Mis ojos se ampliaron mientras reconocía el cabello bronce, la mandíbula cuadrada y los ojos ardientes. ¿Dios escuchaba las oraciones de los ladrones? Rogué para que por lo menos Él las considerara y entonces me di la vuelta rápidamente y me escabullí hacia abajo, maldiciéndome a mí misma. Desde mi periferia vi al médico tomar su asiento en primera clase. Mi mente se tambaleaba. ¿Por qué seguía en Hawai? ¡Habían pasado tres días! ¿No deberían todos ellos haber volado de vuelta a Seattle ya? ¿Sabría que yo estaba en este vuelo? ¿Se trataba de su reloj? Todas las agallas y la bravuconería que había tratado de inculcar en mi cuerpo durante veinte años, desaparecieron de repente y me sentí como si tuviera seis años otra vez, tratando de esconderme detrás de Charlie. Pero Charlie no estaba aquí, y por eso yo era así. Vi la parte posterior de su cabeza y me escabullí más hacia abajo en mi asiento antes de que el auxiliar de vuelo finalmente cerrara la cortina que separaba nuestras cabinas. La luz de 'abróchense los cinturones' se encendió y yo obedecí. Los asistentes de vuelo verificaron la seguridad, hicieron la demostración, y entonces estuvimos en el aire. Cada vez que alguien se movía a través de la cortina, mi corazón saltaba de mi garganta, porque estaba atascada. No había balcones para saltar fuera de aquí. Pronto estaríamos a miles de pies en el aire en un vuelo de seis horas. Si me encontraba, estaría atrapada y se acabaría la fiesta incluso antes de que realmente comenzara. - 48 -

No podíamos vernos entre nosotros. Nunca más. Oooooooooo La cortina se abrió sólo en ocasiones, cuando alguien de la clase económica necesitaba la sala de descanso y la nuestra estaba ocupada. Las bebidas gratis habían sido servidas en el lado de los menos privilegiados y más allá de la tela marrón se podía oler la carne, las verduras y todas las delicias que se ofrecían a unos pocos privilegiados. Mi corazón se puso a un ritmo más constante. Mi pulso se había desacelerado. Él no sabía que yo estaba aquí, se había quedado en su lado, ¿por qué no habría de hacerlo? Estaban siendo alimentados, tenían una película para ver y su cuarto de baño era, probablemente, el doble de grande que el nuestro. Estaba a salvo. Después de unos noventa minutos, mis ojos comenzaron a cerrarse. Había sido un día un poco agotador y mi futuro no se veía nada mejor. Pero yo iba a entrar en él con los ojos bien abiertos. Sabía exactamente qué clase de existencia me esperaba y sabía que tenía que hacerlo. Por Charlie. Por Renee. Por todas las demás personas cuyos nombres ni siquiera conocía pero que merecían justicia. Me puse a la deriva y ahora los familiares ojos verdes invadieron el interior de mis párpados de nuevo. Estaban acompañados por la sonrisa torcida y tierna. Estaba demasiado cansada como para luchar contra los ojos y la sonrisa, así que dejé que ellos actuaran en mi subconsciente. Podía verle claramente detrás de mis párpados cerrados. Sus ojos brillaban y él llegaba y me tocaba el brazo de nuevo, enviando esas chispas maravillosas a través de mi cuerpo. Me estremecí en respuesta y él se rió. Yo lo olí. Olía a limpio, a jabón y a un aroma varonil único. "Teniendo sueños agradables, espero". Mis ojos se abrieron de golpe y allí - en el asiento vacío junto a mí - estaba el Dr. Anthony Masen. Estaba sonriendo con esa sonrisa maravillosa y torcida, la que yo estaba viendo en mis sueños, y sus ojos eran aún más asombrosos de lo que yo recordaba. Eran radiantes y vivos y prácticamente brillaban en la oscuridad de la cabina. Su mano estaba en mi antebrazo. Yo me tiré hacia atrás y me alejé de él, llegando a golpearme la parte posterior de - 49 -

mi cabeza contra la pequeña ventana. "¡Ay, mierda!", silbé, llevando automáticamente mi mano hasta mi cabeza. Él se chupó los dientes y su sonrisa se convirtió en una disculpa. "Maldita sea, ¿estás bien?". Se veía realmente preocupado. Su mano se alejó de mi brazo y se acercó a mi cabeza, apartando suave pero con firmeza mi mano mientras se acercaba más y me examinaba el lugar donde me había golpeado. Sentí su respiración a través de mi cara e instintivamente inhalé profundamente y traté de no perder el conocimiento por lo increíblemente dulce y embriagador que era su aroma. "No hay corte, pero siento un ligero bulto", susurró en voz muy baja, frotando los dedos contra mi cuero cabelludo. "Probablemente deberías permanecer despierta el resto del vuelo". Me obligué a sacar a relucir suficiente fuerza de voluntad para empujar su mano y alejarme de él de nuevo, aunque esta vez fui más cuidadosa. Nuestros ojos se encontraron y él sonrió de nuevo hacia mí. Era arrogante, sí, pero era dulce a la vez. Y eso me molestaba, al igual que me molestó en la habitación del hotel, porque se suponía que debía odiarle, no querer que me metiera la lengua hasta la garganta. Se suponía que debía odiar a todos los miembros de ese grupo, tuvieran hipnotizantes ojos verdes o no. "¿Tienes un problema con el espacio personal, no?", yo dije con frialdad. Él resopló con la sonrisa todavía en su lugar. "Lo siento, pero aquí no hay realmente mucho espacio personal para todos. Y yo estaba haciendo mi trabajo, revisar tu cabeza". "¿Eres el doctor oficial del vuelo?". "No", se rió. "Entonces mi cabeza no es tu preocupación". Me aparté de él y miré hacia la ventana cerrada, mi corazón latía tan violentamente que estaba segura de que él podía sentirlo desde su asiento. Estaba respirando con dificultad, pero trataba de controlarlo mientras ponía todo mi cuerpo hacia un lado, tratando de indicar que yo no estaba dispuesta a tener una - 50 -

conversación, fuera agradable o no. Él no iba a conseguir su reloj. Yo nunca admitiría haberlo tomado. El Dr. Masen no se movió en el estrecho asiento a mi lado. Un minuto entero pasó. Luego cinco. Yo creo que pasaron unos diez minutos y él todavía estaba allí sentado. Mi mente estaba en un alboroto, mi cuerpo simplemente me pedía que me diera la vuelta. Podía sentir su aliento en mi espalda, estaba enviando escalofríos por mi espina dorsal y hacia abajo y me estaba poniendo muy difícil no estremecerme. La atracción magnética que venía de él era pasmosa. Pero yo tenía un trabajo que hacer y estar con él una vez ya había puesto en peligro ese trabajo. Esto podría destruirlo por completo. Unos minutos más volvieron a pasar y no pude soportarlo más, me dirigí de nuevo a él. Él me miraba y cuando vio que me había vuelto hacia él, su sonrisa se volvió engreída. Quise borrar esa sonrisa de su rostro, pero el problema era que quería hacerlo con mi boca. Esa era una mala idea, así que traté de hacerlo con mis palabras en su lugar. "¿Sabes qué? El tipo sentado a mi lado es uno de esos tipos de Hawái realmente grandes" - subrayé - "y parece que se irrita con facilidad. Así que a menos que sepas cómo sobrevivir a una caída de veintidós mil pies de altura, te sugiero que vuelvas de nuevo a tus comodidades de primera clase de allí", moví mi mano con desdén hacia la primera clase. Él resopló y sus ojos brillaron. Traté de controlar mi reacción ante esto. "¿En serio?", me preguntó, su voz era gruesa mezclada con incredulidad. Descansaba ambos brazos en los reposabrazos. Su brazo izquierdo entraba en contacto con mi brazo derecho y una vez más tuve que llamar a todos mis poderes para hacer la cara de póquer, ya que la sacudida eléctrica que su contacto produjo fue asombrosa. Sin embargo, a diferencia de mí, él no trató de ocultar su reacción. Silbó fuertemente con los dientes apretados, y la mirada en su cara era la que me imaginé que pondría si una mujer desnuda de repente se sentara en su regazo. Pero a pesar de que no ocultó su reacción, tampoco la frenó. "Así que, dime algo. Este descomunal entrenador hawaiano, compañero tuyo, - 51 -

¿tiene poderes de invisibilidad también?". "¿Qué?", resoplé. "¿Piensas que estoy mintiendo?". "No hay nadie sentado aquí", bromeó. "¡Sí lo hay!", dije insistente. "¡Está en el baño!". "Entonces el pobre debe tener un caso grave de diarrea porque ha estado ahí desde que el avión despegó". Así que él me había visto tan pronto como subió. "Tal vez lo tiene", persistí obstinadamente. "Lo que es aún más razón para que puedas volver a tu asiento". Aparté su brazo del reposabrazos con petulancia. Él se rió de nuevo. "No queremos que tu bonito culo contraiga alguno de sus gérmenes, ¿verdad?". Él puso su brazo de nuevo en el reposabrazos y gimió en silencio cuando nuestros brazos se tocaron de nuevo. Cerré los ojos por un momento mientras mis globos oculares rodaban en la parte posterior de mi cabeza porque había sido el mismo sonido que él hizo en mi sueño la otra noche mientras estaba empujándose entre mis piernas. "No te preocupes por mí. Soy médico. Puedo manejar unos pocos gérmenes". Él me miró, me estudió y yo no pude responder. Él sonrió y volvió la cabeza hacia la fila detrás de mí. "¿Y cuál es la historia de esa fila? ¿Todos tienen diarrea también?" Levanté mis cejas y me encogí de hombros. "Tal vez". Él se rió. "Así que los cinco pasajeros sentados a tu alrededor se han encerrado en un cuarto de baño del tamaño de un gabinete de medicina durante casi dos horas. ¿Es eso lo que me estás diciendo?", sus ojos estaban llenos de alegría. "Vas a tener que llegar a mejores historias que esa, amor, o no durarás mucho tiempo en tu trabajo". La forma en la que se burló de mí, la forma en la que estaba hablando tan informal acerca de mi 'trabajo', la forma en la que me había llamado 'amor'… lo quería montar y matar a la vez. - 52 -

Él tenía que irse. "Si no vuelves a tu asiento, voy a tener que llamar a un asistente de vuelo". Él levantó una ceja y me susurró con complicidad. "¿Estás segura de que sería una buena idea?". Me tenía allí. Sus ojos decían que él también lo sabía. No podía permitirme llamar la atención sobre mí misma. Estaba de veintidós mil pies en el aire. Ni siquiera yo podía hacer un aterrizaje seguro desde aquí. Estaba atrapada.

El Miercoles más, voy a ver la premiere de Swath en Londres :) Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter.

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Cap 4 El gato y el ratón Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Chicasss, que no me he ido a Londres, lo que quería decir era que iba a ver la premiere pero por internet, jeje, ojalá pudiera viajar allí, pero va a ser que no :( Os dejo otro capitulo interesante ^^

Capítulo 4 -El gato y elratón BPOV "Si no vuelves a tu asiento, voy a tener que llamar a un asistente de vuelo". Levantó una ceja y me susurró con complicidad. "¿Estás segura de que sería una buena idea?". Me tenía allí. Sus ojos decían que él también lo sabía. No podía permitirme llamar la atención sobre mí misma. Estaba de veintidós mil pies en el aire. Ni siquiera yo podía hacer un aterrizaje seguro desde aquí. Estaba atrapada. Fruncí el ceño hacia él. Él se rió. "No sé si has oído hablar de ello" - dijo - "pero hubo un robo de joyas... interesante, en el Oahu Island Resort hace unos días. Parece que un ladrón se coló en algunas de las habitaciones de los huéspedes y se llevó cientos de miles de dólares en joyas y relojes". Sus labios temblaban de la manera más adorable. Una vez más estuve pensando en darle bofetadas y besarle. Así que no hice nada. "¿En serio?", le pregunté con exagerada sorpresa. Él no era ningún tonto de mierda, era claramente evidente en ese hermoso rostro. Él sabía exactamente quien hizo ese atraco, pero ambos sabíamos que yo nunca lo admitiría. Así que íbamos a - 54 -

jugar a este juego en su lugar. "Eso es realmente lamentable", continué. "Uno pensaría que en un hotel de lujo tendrían una mejor seguridad. Aquellos pobres huéspedes deberían demandar a ese hotel por ser tan poco estricto". Él se encogió de hombros. "Lo que me pregunto es cómo ese pequeño ladrón de joyas sabía exactamente a qué habitaciones entrar para obtener grandes recompensas. Ninguna de las habitaciones de los clientes del hotel con… menos recursos fueron tocadas". "¿Cómo lo sabes?", le pregunté. "Tal vez el… ladrón... entró en decenas y decenas de habitaciones y sólo pasó a encontrar grandes recompensas en algunas de ellas". "No", él sacudió la cabeza con confianza. "Fue un trabajo muy… detallado... como si el pequeño ladrón tuviera unos objetivos muy definidos". Mierda. Sabía que tendría que haber robado en unas pocas habitaciones más, sólo para que se viera bien. Sonreí, aunque mi corazón latía con fuerza un millón de latidos por minuto. "Una vez más, ¿cómo lo sabes?". Levantó los hombros descuidadamente. "El conserje tuvo los labios tan flojos que ni siquiera tuve que darle unos pocos cientos de dólares, como hice con Big Jim en ese hotel de Wahiawa cuando fui de caza a por cierta..." - se inclinó más cerca de mí y me susurró secretamente - "gatita morena". Me quedé paralizada y la sonrisa de mi cara se cayó Él se alejó poco a poco con una sonrisa satisfecha en su hermosa cara. "Por cierto" -añadió - "yo uso la palabra 'hotel' vagamente, porque ese lugar parecía que debería haber sido cerrado hace años". Tragué y esperé que no detectara mi terror. "Y yo que pensaba que el nombre de Big Jim provenía de algo que no era el tamaño de su boca", le dije secamente, tratando de aparentar indiferencia cuando estaba a punto de hacerme pipí encima. "Yo hubiera pensado que todo ese dinero que esas prostitutas le dan por el uso de sus habitaciones le habría mantenido satisfecho". Él sacudió la cabeza y sonrió. - 55 -

"¿Cómo sabrías dónde buscar a la... gatita?". Me enfadaba el nombre, pero, ¿se suponía que tenía que decir, 'a mí'?". La mitad de su boca se sacudió hacia arriba. Él sabía que yo no apreciaba la palabra 'gatita' en una frase. "He visto bastantes episodios de CSI como para conocer los tipos de lugares que alguien como... una gatita de profesión... elegiría para refugiarse después de un trabajo bien hecho". "Ya sabes, haces que esa gatita suene como una puta barata". "Lo siento. Yo no quería decir eso de esa manera", dijo tímidamente. Su voz estaba llena de disculpa genuina. "Puta es lo último que pienso cuando veo... a esa gatita", sus ojos brillaron de nuevo. No podía dejar que me afectara. "¿Qué? ¿No crees que esa gatita no es lo suficientemente caliente como para ser una puta?", dije, sólo para estar en contra. "No, no, eso no es lo que he querido decir", dijo rápidamente. "Caliente ni siquiera le hace justicia a esa gatita. Lo que quiero decir es… mira, ¿podemos dejar fuera a las putas?". "No lo sé. ¿Puedes permanecer fuera de Kate?". Las palabras salieron de mí, y al instante me arrepentí de ellas. Sus ojos se abrieron por la sorpresa. El que él se lo montara con Kate no era algo que me concerniera. No me debería importar que ella prácticamente estuviera follándole con la vista en el simposio y que a él no pareciera importarle. No debería haber notado un pinchazo irracional de celos a través de mi corazón cuando le vi a él medio desnudo en la habitación de ella. Sin embargo, una imagen de él y Kate follando como conejos locos de repente me invadió, y todo lo que gasté para no mantener ninguna expresión en mi cara, como Jake me había enseñado, no pude negarme a mi misma el dolor que me causaba esa imagen. "A menos que... ¿ya te la hayas tirado?", ladeé mi cabeza y le estudié, porque a veces él hacía que fuera fácil leerlo. Sus ojos me decían que no, por cualquier razón, no se había tirado a Kate todavía. Suprimí el suspiro de alivio que ese conocimiento - 56 -

me dio. "No", le dije en un tono de broma, como si donde metiera su vara no me afectara de un modo u otro, lo que en realidad no debería afectarme. "No te la has tirado todavía". "¿Alguien te ha dicho que tienes una racha de crudeza corriendo a través de ti?". Yo resoplé, realmente divertida. Había vivido en una tribu con unos dulces - pero crudos - muchachos nativos americanos de este lado del Pacífico durante casi tres años. Estaba obligada a ser así. Hice un mohín con mi labio inferior. "Awww, ¿he ofendido la delicada sensibilidad del arrogante e inteligente médico?". Él puso cara de burla. Yo levanté una ceja. Esta vez me incliné hacia él y miré hacia arriba a través de mis pestañas. "¿Es que no soy suficiente señorita para ti?", pregunté en un falso y mal acento cockney. Batí las pestañas y él pareció aturdido por un momento antes de que sus labios comenzaran a crisparse como si estuviera tratando muy duro de no reírse. "Te sugiero que te lleves tu culo sensible de nuevo a la primera clase y nos dejes a los más crudos solos". Crucé los brazos y me giré para hacer frente de nuevo a la ventana cerrada, pero él no se fue. Y joder, sí, estaba tan aliviada como aterrorizada por esto. Tal vez incluso más lo primero si era honesta. Su torso se inclinó mucho más hacia mí y niveló su cara con la mía. Mi resistencia a su proximidad duró diez segundos. Resoplé y me giré para mirarlo, sus ojos verdes eran suaves, me tomaban suavemente. Él movió la cabeza lentamente. "Tú no has ofendido mi sensibilidad. Te encuentro muy… refrescante... y real..." sus ojos de repente brillaron con alegría - "o tan real como una persona sin nombre puede ser". Él me miró fijamente a los ojos. "Háblame de ti", murmuró… oh, tan persuasivamente. - 57 -

No podía. "No hay nada que contar", dije en voz baja. Él suspiró y se sentó de nuevo en lo que hasta ahora había asignado como su asiento. Por mucho que yo sabía que no debería, mis ojos siguieron todos sus movimientos. "¿Puedo hacerte unas cuantas preguntas sencillas?", su voz era tan suave y aterciopelada que mi instinto inicial fue decir 'claro'. Pero no, él no podía. Traté de mantener las cosas ligeras, por lo que sonreí de nuevo, la sonrisa que yo sabía que él disfrutó en esa habitación de hotel. "Pensaba que habíamos acordado que no había tal cosa como una simple pregunta". "No, no lo hicimos", aclaró con esa voz aterciopelada suya. A continuación se inclinó hasta mi oído, tan cerca que estuve a punto de sentir sus labios en mi lóbulo cuando su boca se movió. "Empezamos a besarnos antes de que realmente pudiéramos llegar a algún tipo de acuerdo". Cada poro de mi cuerpo se convirtió en papilla. Su aliento pasó por todo mi rostro, sentí su calor dulce en todas las partes expuestas de mi piel, e incluso en algunas partes súper sensibles no expuestas. Ni siquiera pude ocultar mi reacción en ese momento, exhalé lentamente a través de mis labios entrecerrados. Por el rabillo del ojo lo vi sonreír. Él estaba contento por mi reacción. "¿Cuál es tu nombre?", respiró en mi cuello. Mi mente gritaba la respuesta. ¡Bella! ¡Bella! Pero mi boca sonrió y dije: "¿Estamos de nuevo con eso?". Cuando se dio cuenta de que no iba a contestar, no importaba lo mucho que estuviera respirado en mí, él mismo se enderezó, dejando mi cuerpo tan tenso como una banda elástica. Miré hacia él y él seguía mirándome, frotándose la barbilla con su dedo índice, pensativo. Sus ojos parpadearon un instante hasta mi equipaje de mano. Fue entonces cuando el poder hipnótico de sus ojos por un momento se rompió. "Adelante. Inténtalo", le dije con los dientes apretados. Él levantó las cejas. "Así que, ¿es ahí donde está mi reloj?". - 58 -

"No tengo ni idea de dónde está tu reloj", respondí con frialdad. "¿Lo has extraviado?", chasqueé la lengua en tono de reproche, sacudiendo la cabeza. "Deberías haberlo cuidado mejor si era tan importante para ti". "Confía en mí, cuido muy bien las cosas que son verdaderamente importantes para mí", afirmó con firmeza. Nos miramos a los ojos, ninguno de los dos parpadeó. Después de un minuto él se rió de nuevo. "Muy bien", dijo. "Vamos a intentar un enfoque diferente. De acuerdo a la lista de pasajeros tu nombre es Melania Carrera" - me quedé momentáneamente aturdida y distraída por el movimiento de su lengua mientras decía las 'r' - "y te doy un punto por tu creatividad con ese nombre". Yo no lo elegí, Jake lo hizo. Yo quería Summer Meadows, pero él me dijo que sonaba demasiado parecido a una estrella del porno. Sí, porque Melania Carrera me hacía sonar como una científica. Pero era sólo uno de los muchos nombres temporales, por lo que no pelearía. "Pero tú no eres Melania, ni Carrera", susurró humildemente, sus ojos verdes estaban clavados en los míos. "Y me aventuraría a suponer que la Sra. Carrera es tan real como lo es la familia Cooper en la fila de detrás de nosotros" - él movió la cabeza detrás de él - "o tan real como el Hawaiano Henry Moss y su esposa Suzanne en estos dos asientos de aquí", movió la cabeza. "¿O seguimos pretendiendo que todos están atrapados juntos en el baño, cagando?". Tragué fuerte. No podía mentirle en ese momento, así que simplemente dije: "¿Cómo diablos sabes todo eso?". Recordé a las azafatas de vuelo rubias y altas saludando a la gente en la parte delantera del avión con una sonrisa de felicidad y un portapapeles en la mano y de repente las odié. "¿También les has dado a las azafatas 'algo'?". Sonrió con picardía. "Que tu linda cabecita no se preocupe sobre lo que he podido darle o no a las azafatas". Fruncí el ceño hacia él. "Oh, no te preocupes, no lo haré". Inteligente, bastardo arrogante, coqueto. "Como tú dijiste la otra noche" - dijo- "dejar caer el nombre tiene sus usos, a veces". - 59 -

"Al parecer, como dejar caer el pantalón", yo sonreí, mirando hacia abajo a sus perfectos pantalones ajustados. Se movió en su asiento. "Pareces demasiado preocupada con el lugar donde dejo caer mis pantalones". "Alguien tiene que estarlo, ya que al parecer tú no lo estás". "Oh, lo estoy, amor. Lo estoy". "¿Podemos, por favor, dejar tus pantalones?". "No lo sé, ¿puedes tú dejar mis pantalones?". "Qué. ¿Tú quieres?", pregunté lentamente. La sonrisa arrogante desapareció y su cara de repente fue honesta y sincera. "Sólo quiero conocerte. Quiero..." - empezó, pero luego pareció cambiar de opinión acerca de lo que iba a decir - "... conocerte". Me miró como yo una vez quise que Jake me mirara, pero mil veces mejor, y mi corazón se apretó dolorosamente. Yo quiero conocerte también... Pero no podía. Había trabajado muy duro en esto, y él era, o iba a ser, uno de ellos. Dejar que él me conociera podría destruirlo todo. Ni siquiera sabía cómo iba a dejar todo fuera ahora. El terror me atenazó durante un segundo. ¿Y si todo esto era una trampa? ¿Y si él ya lo sabía todo... sabía quién era...? Lo miré en la penumbra de la cabina. Sus ojos verdes me llevaban, me absorbían. Él tenía secretos, sí, yo podía decir que los tenía, y él sabía que yo también los tenía... Pero él no sabía cuáles eran... Él no quería hacerme daño, podía ver eso también. Si lo quisiera, ya había tenido oportunidades de hacerlo. - 60 -

Sin embargo, tenía que alejarlo. Ahora incluso más. Él me miró mientras todos esos pensamientos pasaban por mi cabeza, y su frente se arrugó, sus cejas se juntaron en su intento de leerme como yo estaba tratando de leerle a él. Sin embargo, nuestros poderes de interpretación sólo llegaban hasta allí. "¿Qué tal si te digo cómo creo que te llamas?", dijo juguetonamente. Podía decir que él sentía la crisis en mi mente, al igual que intuía que las cosas se estaban poniendo muy pesadas. Si él empujaba, yo iba a tener que empujarme hacia atrás, y él lo sabía. Sonreí cuidadosamente. "Hay millones de nombres en el mundo". "¿Significa eso que me permites adivinarlo?". Mantenlo alejado, Bella. Mantenlo alejado. Unos pocos minutos más. Entonces dejaré de hablar con él, me prometí a mí misma. "¿Te puedo parar?". Él sonrió. "Eso no significa que vaya a responder si aciertas". "Eso está bien. Voy a ser capaz de leerlo en tu cara", dijo con confianza y procedió a empezar el alfabeto. Abby. Alice. Amanda. Arianna. Alexa. Ava. Beatriz, Bertha, Bernice, Bobbie, Belinda. Cuando cambió a la C sentí una oleada de alivio. Teníamos unas pocas letras antes de que él llegara a la correcta. Pero pronto se impacientó con el juego de los nombres. Después de cinco minutos dijo: "Vamos a dejar el juego de los nombres por unos minutos y pasar a otra cosa. ¿Vives en Seattle?". "Oh, no" - me reí entre dientes - "no he dado el visto bueno para cambiar de pregunta". "Esta es mucho más simple", insistió. Sonreí y levanté una ceja cuando dijo simple. Él se rió. "Sólo se requiere una respuesta, sí o no. ¿Qué puede ser más sencillo - 61 -

que eso?". Le miré. "¿Qué tal si lo supongo?", dijo. Yo resoplé. "¿Planeas adivinar todo lo sobre mí? Serías un gran espía, doc", me burlé sarcásticamente. Él me miró sin querer reaccionar a lo que le había dicho. "Bueno, si tú no me lo dices, adivinarlo es todo lo que tengo a mi disposición". Debería haberlo devuelto de nuevo a su asiento, darle la espalda. Sabía que debería. Pero maldita sea, no pude. Este vuelo ya era un desastre. ¿Cuánto más daño podía hacer ya en este momento? Supuso que sí, que yo vivía en Seattle. No respondí de una manera u otra. "Bueno, otra", dijo en voz baja, el tono cauteloso de su voz me alertó del hecho de que esa cuestión no sería tan 'simple' como las demás, justo antes de que se adelantara y me preguntara. "¿Para qué necesitas todas esas joyas?", susurró suavemente. Me moví inquieta en mi asiento, mis ojos parpadearon momentáneamente hacia mi equipaje de mano. Él vio la trayectoria de mis ojos y la siguió. Apreté mis dientes y mis labios formaron una delgada línea. Miré hacia adelante a la pared del avión. Estuvimos los dos en silencio durante cinco minutos. Yo estaba extrañamente en sintonía con el sonido de su respiración. "¿Por qué esas personas, Catwoman?", murmuró. "¿Por qué Demetri Michaels? ¿Por qué Félix Silvers? ¿Por qué Cayo Trent? ¿Por qué Laurent? ¿Por qué Kate? ¿Qué-" Me giré hacia él. "¡Detente!", silbé como la gata que acababa de acusarme que era. Le desprecié. "No más preguntas", le dije con los dientes apretados. Sentí abrirse mis fosas nasales mientras volvía los ojos directamente en frente de mí. Él estuvo tranquilo por un rato. "Ayúdame a entender-", comenzó. - 62 -

"¡No necesitas entender nada acerca de mí!", gruñí en voz baja. "¡Tú no me conoces y yo no te conozco, y en eso se va a quedar!". "Sé que sentiste lo que yo sentí en esa habitación de hotel", silbó de nuevo. Por el rabillo del ojo lo vi mirándome, pero yo no podía mirar esos malditos ojos más. Ellos serían mi perdición. "Sé que sentiste lo que yo sentí cuando nos besamos", continuó. Cerré los ojos y traté de no recordar ese beso, pero mi mundo había girado alrededor de eso durante las últimos ochenta y pico horas. "Sé que sientes lo que yo siento cuando nos tocamos, ¡así que no me digas que no te conozco!". Me permití mirarlo una vez más. Sólo una última vez. Se veía frustrado y enfadado, sus ojos verdes eran más oscuros, casi tan oscuros como cuando estaba dentro de mí, en mi sueño. Su mandíbula cuadrada se apretaba fuertemente. Por un segundo me pregunté lo que sería unirse al famoso club de las alturas con él. Sin embargo, el club de las alturas no era parte del plan. Me recogí y sonreí con ironía, aunque por dentro me estaba cayendo a pedazos. "Yo soy una mujer. Tú eres un joven, atractivo y rico médico. Por supuesto que sentí algo", resoplé descuidadamente. "Pero no lo conviertas en más de lo que fue, Dr. Masen, por el bien de ambos". Él tenía la mandíbula apretada y sus fosas nasales ensanchadas. Se veía tan lívido que estuve asustada por un momento, pero yo ya había tratado con caras enfadadas. Dejé mis ojos en blanco. "Ahora realmente creo que deberías volver a tu asiento". Me aparté de él por última vez y me prometí a mí misma no mirarlo de nuevo, no importaba lo que dijera. Pero resultó que no dijo nada más. Él se sentó allí, mirando un agujero en el lado de mi cabeza mientras yo luchaba contra la atracción magnética de su cuerpo y con la necesidad de envolverme en torno a él y que me abrazara y me mantuviera a salvo. Pero nadie podía mantenerme a salvo. Ese era el problema. Así que luché contra el tirón y me negué a mirarlo, a tocarlo. El Doctor Masen era una droga peligrosa y restringida. - 63 -

Después de lo que se sintió como una eternidad, él se levantó y lentamente hizo su camino de regreso a la primera clase. Le observé, hombros rígidos y fuertes, constitución escueta, su hermoso pelo de color bronce. Su culo perfecto. Desapareció detrás de la cortina y yo inhalé y exhalé profundamente, con el alivio peleando con una amarga decepción. Mis ojos ardían, pero tragué fuerte y alejé todo de nuevo. No lloraría más, todas mis lágrimas se habían gastado hacía años. Me di cuenta de que él ni siquiera había pedido su reloj de nuevo. Y luego me convencí de que era porque era muy rico y engreído, probablemente ya lo habría reemplazado. La imagen de él y Kate invadió mi mente otra vez. Él le pertenecería a ella pronto, y yo... bueno, si todavía no me odiaba, pronto lo haría. oooooooooo Era una mañana lluviosa en Seattle cuando tocamos tierra en el aeropuerto Sea-Tac, todavía oscuro y lúgubre. La primera clase salió primero. Yo dejé que la mitad de los pasajeros de clase turista bajaran antes que yo. No demasiado rápido. No demasiado lento. Mantenía mi gorra hacia abajo sobre mi cabeza, pero era cuidadosa, no sabía lo que el Dr. Masen planeaba hacer. Por lo que sabía podría haber un equipo federal de alguaciles aéreos esperándome en el extremo de la puerta. Mentalmente me preparé para esa posibilidad, porque si ese era el caso, iba a caer yo sola. Nunca arrastraría a Jake o al resto conmigo. Pero atravesé la puerta y nadie me estaba esperando. Estaba aliviada y sospechosa a la vez, porque no podía imaginar que un hombre que había pasado por la molestia de tratar las cosas con Big Jim me pusiera las cosas tan fáciles. A pesar de que iba en contra del protocolo, mi cabeza dio la vuelta lentamente de izquierda a derecha mientras hacía mi camino hasta la cola de taxis, buscándole, pero no vi ni el pelo color bronce, ni los ojos verdes en ningún lugar. Estaba nerviosa. Y entonces lo vi mientras yo estaba en lista de espera para un taxi. Él estaba de pie a unos veinticinco metros de distancia, y ni siquiera estaba tratando de ocultar el hecho de que estaba mirando directamente hacia mí. Él empezó a caminar hacia mí. Yo volví la cabeza lentamente y con pasos decididos anduve fuera de la cola de taxis y empecé a caminar más allá de la muchedumbre ansiosa yendo y viniendo, mi equipaje de mano fue arrojado cuidadosamente sobre mi hombro. Cuando miré hacia atrás, él me estaba siguiendo, mirándome intensamente mientras se golpeaba contra la multitud. Entré en una carrera de velocidad completa. - 64 -

Empujé mis piernas tan rápido como pude, mi tobillo lesionado protestaba porque todavía no se había curado por completo, pero lo ignoré mientras personas, coches, ventanas y árboles, todo, se convertía en una mancha vertiginosa. Fui de izquierda a derecha. Los demacrados pasajeros se convirtieron en obstáculos en mi camino. Miré detrás de mí y ahí estaba todavía, cada vez más y más cerca cada milésima de segundo. Yo era rápida, pero al parecer él también lo era y tenía las piernas largas como ventaja. Mi corazón latía violentamente. Mi pulso estaba por las nubes, pero me empujé, porque si dejaba que me cogiera, todo habría terminado, de una manera u otra. "¡Espera!", gritó. "¡Maldita sea! ¡Espera!". No reduje la velocidad. Cuando llegué a la orilla de la carretera, donde los coches se cruzaban entre sí de este a oeste, me detuve. Si pudiera cruzar al otro lado de la carretera, podría saltar el paso elevado y desaparecer detrás de los árboles en el lado del espolón oriental. Él no sería capaz de seguirme. Tardé dos segundos en montar todo eso en mi mente y con una última mirada hacia detrás de mí, donde me confirmaba que el Dr. Anthony Masen estaba sólo a tres segundos de atraparme, me lancé delante de los coches acelerados. "¡No!", gritó como hizo cuando me lancé por el balcón hacía ya ochenta horas más o menos, pero ya estaba a mitad de camino en todo, tocando los coches y haciendo zigzag como una loca mientras iba de izquierda a derecha, adelante y atrás, como la rana maldita de ese videojuego al que Seth le gustaba jugar, hasta que estuve al otro lado de la carretera. Sin aliento me volví para mirarlo con la esperanza de verlo de pie en el otro lado de la carretera, mirándome con la boca abierta como lo hizo durante la hazaña del balcón. Fue mi mandíbula la que se quedó abierta cuando vi que él estaba a más de la mitad de la misma carretera. Tardé un segundo para reaccionar antes de estar lista y en funcionamiento de nuevo. Subí el borde del puente y di otra mirada más hacia atrás antes de saltar. Él me miraba con horror mientras esperaba para hacer su movimiento siguiente. "¡Jesucristo, por favor! ¡No lo hagas!", gritó levantando sus manos como si quisiera detenerme. Pero yo no tenía otra opción y él no se daba cuenta de eso. El hombre del pasamontañas se había llevado todas mis opciones. - 65 -

Yo salté y tuve una fracción de segundo para alejarme antes de que una camioneta me aplastara contra la carretera manchada de alquitrán. Fui de izquierda a derecha mientras hacía mi camino hacia los árboles próximos a la carretera. Mi tobillo estaba gritando, me lo había vuelto a lesionar, pero tenía que ignorar el dolor por ahora. Una vez más me di la vuelta y esta vez pillé al Dr. Masen en el aire saltando desde el puente. ¿Qué. Mierda? ¿Qué clase de médico era ese tipo? Gemí y eché a correr de nuevo entre los árboles y los arbustos. Esta vez no hice ningún tipo de hipótesis. El Dr. Masen, obviamente, de alguna forma estaba muy bien físicamente y yo estaba aterrorizada y excitada a partes iguales por su resistencia. Empecé a preguntarme cómo de buena sería su resistencia en¡Mierda, Bella! ¡Concéntrate! Corrí y corrí, pero todavía estaba oscuro y esos árboles y arbustos eran muy similares a los de mi pasado, y sentí la bilis y el pánico en mi garganta. Así como yo estaba a punto de caer al suelo y pedir misericordia, aparecí en el otro lado y era una calle lateral. Corría delante del primer coche que pasó y por suerte no era una abuela de ochenta años de edad, con los reflejos de una tortuga, sino un muchacho adolescente. El coche frenó con un gran estrépito y el chico abrió la puerta rápidamente. "¿Estás loca o qué?", me gritó. "¡Por favor!", yo le rogué con mi cara llena de terror y el pelo pegado a la cara sudorosa. Pero yo era joven también, y detrás del sudor y del terror, no estaba tan mal como para que no me miraran, lo que a muchos adolescentes les gustaba. "¡Por favor, estoy siendo perseguida!", subí al asiento del pasajero antes de que él pudiera reaccionar. "Conduce", le mandé. El chico parpadeó y rápidamente se puso de nuevo en el asiento del conductor, cerrando la puerta. Fue entonces cuando el Dr. Masen apareció entre los árboles. Él me vio de inmediato. "¡Conduce!", grité con todos mis pulmones. El joven vio la mirada salvaje y furiosa del Dr. Masen que venía hacia nosotros y arrancó, haciendo chirriar los neumáticos en el proceso, y mientras pasábamos - 66 -

cerca del Dr. Masen, este casi se las arregla para agarrarse a la parte trasera del coche. Miré hacia atrás mientras estábamos huyendo a toda velocidad y le vi tratando de detener un vehículo, pero creo que pilló a la abuela nerviosa y el coche no se detuvo para él. Vi su boca moverse en torno a algunos improperios bastante grandes y sus manos dando puñetazos al vacío antes de darse la vuelta. "¡Gira aquí!", pude pedirle al joven unas pocas manzanas hacia abajo, e hizo otro giro chirriante. Salté del coche y pasé por delante de otro. El dios de los ladrones y de la justicia debía estar sonriendo sobre mí, porque se detuvo antes de que me pudiera atropellar. Le di la misma triste historia que le había dado al otro chico y rápidamente subí, gracias a mis estrellas de la suerte por ser tan joven y tener aspecto inocente. Dejé que ese tipo me condujera un par de kilómetros antes de saltar. Pero una vez más, no di mi escapada por sentado. Me encontré con otro grupo de árboles y salí en otro lado. Esta vez, llamé a un taxi y le pedí que me llevara al centro. No me quedé en el hotel en el que había planeado quedarme. No me quedé en la zona que había planeado quedarme. En lugar de eso, reservé una habitación en una parte más agradable de la ciudad, no en el tipo de zona en la que alguien en mi 'línea de trabajo' se ocultaría. Tardé veinticuatro horas antes de poder respirar de nuevo y empezar a ponerme en orden. Durante todo el tiempo vi su cara, aunque mis ojos estuvieran abiertos o cerrados. Puede que físicamente se me hubiera escapado, pero yo había dejado algo en el avión, en esa habitación de hotel a decir verdad. Algo que ni siquiera había pensado que aún poseía. Sin embargo, no podía dejar que me importara. Había llevado esto demasiado lejos como para dar marcha atrás, y cuando viera al Dr. Anthony Masen otra vez, ambos íbamos a desear no haber puesto nunca los ojos el uno en el otro.

¡Hasta el viernes! :D Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, - 67 -

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Cap 5 Secreto Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Canción recomendada: Tremble for my Beloved de Collective Soul Os dejo el capitulo 5, donde ya ha pasado algo de tiempo desde su encuentro :)

Capítulo 5- Secreto EPOV Quince meses más tarde: Estábamos dándonos la vuelta el uno al otro como leones en el medio silvestre; midiéndonos el uno al otro. Sus movimientos tenían un propósito y era firme, sus ojos eran penetrantes mientras los llevaba hasta mi posición, tratando de analizar mis puntos débiles para encontrar grietas en mis defensas. Mis ojos hacían lo mismo. Él golpeó primero, rápido como un rayo. Su pie apuntó hacia mi cabeza y yo me acerqué y le bloqueé fácilmente a pocos centímetros de mis ojos. Me giré en un círculo y salté, pateando mi pierna en su pecho, pero él se anticipó a eso y lo bloqueó. Pero yo anticipé su anticipación y mientras que él estaba bloqueando esa patada, yo salté de nuevo sobre esa pierna y le pateé en la mandíbula cuadrada con mi otra pierna. Él se tambaleó hacia atrás, sorprendido y mirándome. Movió la mandíbula de lado a lado, poniéndosela en su sitio y haciéndome una mueca. "Oh, ahora verás Cullen. Te voy a patear el culo", siseó. Salté a la ligera de un pie al otro, apuntando dos dedos en su dirección y sonriendo. "Vamos, McCarty". Él me acusó, gruñendo en voz alta y con sus enormes puños yendo de izquierda a derecha, haciendo cortes superiores y ganchos de izquierda, pero yo podía - 69 -

bloquearlo todo. Él se quejó y sus golpes se intensificaron con su furia. Saltaba y daba patadas y yo las bloqueaba. "¡Maldita sea Cullen!", gritó, respirando con dificultad por el esfuerzo. "¿Sólo vas a estar ahí y a bloquear todo lo que te haga?". Me reí entre dientes. "No. Eso no es todo lo que voy a hacer". Me giré y cogí su mandíbula con la mano derecha cruzada, cosa que él no vio venir, y se tambaleó de nuevo dos pasos, luego, los puños y los pies estuvieron volando por todas partes. Pero él se cansó. Emmett siempre luchaba de esa manera. Él daba todo lo que tenía durante los primeros quince minutos o así, y si tú sabías cómo mantenerte fuera de su camino, como yo había aprendido a hacer de la manera más difícil en el último par de años, era sólo cuestión de dejar que se cansara. Afortunadamente para nosotros, esto era un secreto conocido sólo por mí hasta ahora. En el combate real, donde Emmett no se cansaba, te podría matar. Él me dio una vez en el brazo y luego una vez en mi mejilla derecha, pero yo le golpeé y luego salté y giré y puse mis pies contra su pecho, y él voló hacia atrás y hacia abajo. Yo le golpeé en el cuello dos veces y lo hizo. "¡Mierda Cullen! ¡Esas patadas de mierda tuyas me dan cada vez!". Me reí entre dientes y le ayudé a levantarse. "Em, yo sigo diciéndolo, reten algo de esa energía. Me lo pones muy fácil a veces". "Vete a la mierda", bromeó, quitándose su relleno del pecho. Se frotó el pecho y me miró. "Uno de estos días..." "Sí, sigue soñando", sonreí, quitándome también mi propio equipo. "Vosotros, muchachos, ¿habéis sacado bastante testosterona de vuestros sistemas?", una voz gritó desde la entrada de la sala de entrenamiento en el vigésimo piso del edificio federal donde se encontraba la sede de la oficina de Seattle. Rosalie se paseó por en medio de la habitación desolada con su traje negro y su camisa blanca almidonada, su pelo rubio recogido en un moño y su tarjeta de identificación que colgaba de un cordel alrededor de su cuello. Miré hacia Emmett. Él había dejado de moverse. Sus ojos se movían arriba y abajo por mi hermana, - 70 -

estudiándola, pero de una manera completamente diferente a cómo me estaba estudiando a mí hacía unos minutos. Rodé los ojos. "Agente Cullen", la abordé. "El Agente McCarty y yo simplemente combatíamos un poco mientras esperábamos a que tú y el Subdirector Whitlock estuvierais listos para nosotros. Tenemos que mantenernos en guardia de alguna manera". Ella torció los labios hacia mí. "Pido disculpas si el último par de años han sido tan aburridos para ti, agente Cullen", dijo con sarcasmo. "Yo sé lo ansioso que estabas por disparar tus armas de fuego y volar cosas por los aires cuando recibiste tu tarjeta de identificación, pero por desgracia no todos los casos tratan de enfrentamientos de vaqueros y atadas damiselas en apuros. Tal vez para tu próxima misión puedes pedir algo un poco más sangriento". Le hice una mueca. No es que me hubiera encontrado aburrido en el último par de años. De hecho, había experimentado algunos momentos muy interesantes en el último par de años como el Dr. Anthony Masen: el momento en el que descubrí cuales eran las conexiones farmacéuticas de James, el día en el que Alice y Emmett fueron capaces de filmarlos a todos juntos reuniéndose. La noche de un par de semanas atrás, cuando Kate me insinuó en la cama que en las próximas semanas ella y James me darían más responsabilidades en torno a la práctica, y que les gustaría involucrarme más en cómo realmente se ejecuta. Fue entonces cuando supe que, casi dos años después, estaba finalmente dentro. Sí, todos aquellos fueron momentos muy buenos. Momentos que casi me hicieron olvidar a esa joven que desapareció una noche hacía más de un año, y que no había sido capaz de encontrar desde entonces. Empujé el recuerdo de su aroma, de su pelo y de sus hechizantes ojos marrones a la parte trasera de mi mente, y volví mi atención de nuevo a Rosalie. "Oh, vamos, Rose", le tomé el pelo a mi hermana. Ella se puso rígida y frunció el ceño hacia mí, molesta porque no me había dirigido a ella como 'agente' estando en una propiedad federal. "No actúes como si no te apeteciera también más acción. Recuerdo lo mucho que te gustaba intentar patear mi culo cuando teníamos doce años". Ella levantó una ceja. "¿Intentar?". Resoplé y levanté la botella de agua hasta la boca antes de verterla sobre mi - 71 -

cabeza. "Intentar fue todo lo que pudiste hacer". Ella me acechó, sus ojos azules ardían. "Pateé tu culo una y otra vez cuando éramos niños", dijo lentamente con voz áspera. "Y ahora mismo podría patearte el culo de nuevo si quisiera". "Pfft", escupí yo. "Tú, querida hermana, no podrías patearme el culo si no te lo entregara yo mismo y te permitiera hacerlo". Su cuerpo irradió furor y su rostro se ruborizó como un reguero de pólvora. Ella se quitó su chaqueta y la tiró a través del aire. Aterrizó en la cara de Emmett. Luego empezó a deshacer los botones de su camisa de cuello blanco. "¿Qué demonios estás haciendo?", exclamé. "Me estoy preparando para patearte el culo", dijo ella con sequedad. "¿Uno tiene que desnudarse para eso?", le pregunté. "Así estoy cómoda", dijo ella, quitándose la camisa y arrojándola en la misma dirección que su chaqueta. Emmett la cogió a tiempo y la sostuvo con fuerza entre sus dedos, mirando a mí hermana con abierta admiración y más que un poco de lujuria. Yo sonreí. Ella estaba de pie delante de mí con su sujetador deportivo y sus pantalones de traje. Seguía con sus tacones. Era mi hermana, pero podía ver cómo en otras circunstancias - eso podría ser una distracción para su oponente. "Sí" - resoplé - "porque cuando te encuentres con un asesino en la calle te va a dar tiempo para ponerte toda cómoda. ¿También te gustaría que encontrara una goma para atarte el cabello?". Ella dejó escapar un grito de guerra y fue hacia mí, yo tuve una fracción de segundo para bloquear su golpe. Éramos mellizos, y al parecer la velocidad se distribuyó casi en partes iguales entre nuestras bolsas separadas. Casi de manera uniforme. Sus movimientos eran ágiles y tenían una calidad felina. Y mientras yo bloqueaba otro golpe de ella, me acordé de otra mujer felina que me encontré hacía más de un año, y de su forma de moverse con la ligereza de un gato, saltando y aterrizando como si hubiera nacido para volar. Sus ojos marrones nadaban en mi memoria. - 72 -

Aquí era cuando Rosalie me cogía con su puño mi mandíbula. Mi cabeza se sacudía hacia atrás y parpadeaba sucesivamente, asustado. Rosalie se reía. "Eso no ha sido demasiado duro". Levanté mi labio en un gruñido. "Eres condenadamente afortunada de que no golpee a las chicas". Ella frunció el ceño hacia mí. "¡Entonces eres un idiota! ¿Qué vas a hacer si alguna vez te encuentras acorralado por una chica?". "Él le dará una sonrisa sexy de las suya y la desarmara con su personalidad encantadora", Emmett bromeó. Ella vino hacia mí otra vez con una patada lateral, pero yo le agarré la pierna y la giré hacia atrás. Ella gritó y cayó al suelo. Yo fijé sus piernas debajo de las mías y me apoderé de sus dos manos y las puse sobre su cabeza. Ella gimió de frustración. "¡Suéltame!". Me reí entre dientes victoriosamente y rodé fuera de ella. "Pensaba que no golpeabas a las chicas", ella se quejó, poniéndose de pie y sacudiéndose el polvo de los pantalones, enderezando su sujetador y cepillándose el pelo con los dedos. Le lancé una botella de agua que cogió fácilmente. "Yo no te he pegado agente Cullen, simplemente te he reducido. Y la próxima vez no trates de distraerme recordarme tus curvas", le dije, agitando una mano en la dirección de su sujetador y haciéndoselo saber, yo sabía exactamente lo que estaba haciendo. "Esa pelea con tu sujetador puede funcionar cuando esté mano a mano con otra persona, como Emmett" - le dije, echando un vistazo a como la mandíbula de Emmett estaba abierta - "pero yo soy tu hermano. Tus tetas no me hacen nada". "Sin embargo, te habrán hecho pensar en alguien" - dijo ella, dejándome saber que ella sabía exactamente lo que estaba haciendo - "y distraerte el tiempo suficiente para que yo pudiera darte un golpe", ella se rió. "Yo no estaba pensando en nadie", murmuré, quitándome mi propia camisa sudada. "¡Sí, claro!", ella bromeó. "He visto la mirada aturdida en tus ojos", ella se puso - 73 -

justo en frente de mí y me golpeó con condescendencia en la mejilla un par de veces. "Un consejo, hermano pequeño, nunca dejes que una cara bonita y un lindo par de tetas te distraigan del verdadero trabajo. Porque así es cuando pierdes el juego". Agarré su muñeca con mi mano. "Nunca voy a perder el juego, Rosalie", silbé. "Y no me llames hermano pequeño". Ella sonrió torcidamente y me miró fijamente. "Recuerda una cosa, Edward. Nosotras, las mujeres, tenemos un enorme arsenal de armas a nuestra disposición, y vamos a utilizar todas y cada una de ellas para conseguir lo que queremos". La puerta de la sala de entrenamiento se abrió justo en ese momento y el Subdirector Whitlock entró. Él nos vio a Rosalie y a mí en nuestro igual estado de desnudez. "Bueno, si el Gobierno de los . alguna vez realmente quiere conseguir que los líderes del mundo firmen la paz mundial, sabemos cómo hacer que lleguen a la mesa". Rosalie por lo menos tuvo la decencia de enrojecer por haber sido sorprendida en sujetador por su jefe, y fue hacia Emmett para conseguir sus ropas. Él trató de ayudarla con su camisa y ella le golpeó la mano, alejándolo. Oooooooooo Emmett y yo nos duchamos y luego nos pusimos nuestros trajes y corbatas, antes de dirigirnos a la oficina del Subdirector de Whitlock. Rosalie ya estaba ahí, toda abotonada y con su pelo peinado perfectamente, una vez más. Tomamos nuestros asientos alrededor de la silla del director y Alice entró justo cuando estábamos a punto de comenzar. "¡Lo siento, lo siento!", gritó, con su pelo negro y corto, y su falda negra y corta, ambos moviéndose con ligereza mientras tomaba su asiento. Ella llevaba un ordenador portátil bajo el brazo y unas botas militares sobre sus pies, y saltó en su asiento, equilibrando el portátil sobre sus piernas desnudas. "¡He tenido que conseguir algunas fotos más, pero ya las tengo y estoy aquí!". Si alguien que no fuera Alice irrumpiera en la oficina de Whitlock, llegando tarde, sin previo aviso, y no vestida con el traje necesario, probablemente dejaría su tarjeta de identificación para el final del día. Pero Whitlock tenía una cosa con Alice, me había dado cuenta de eso en el último par de años. Y en base a como Alice - 74 -

prácticamente brillaba en nuestras reuniones periódicas del estado en el despacho de Whitlock, el sentimiento era mutuo. Rosalie rodó los ojos hacia Alice, lo que Alice felizmente ignoró. "Bien, ahora que estamos todos aquí, vamos a empezar", ella se volvió hacia mí. "Agente Cullen, por favor, ponnos al día", dijo ella. Me levanté y paseé por la habitación, enderezándome la corbata. "Está bien. Como todos sabemos, hace un poco más de un año, mi equipo y yo fuimos capaces de identificar a Demetri Michaels, Felix Silvers y Cayo Trent, de Productos farmacéuticos Horizonte, como los contactos de drogas para experimentos secretos que el Dr. James Penn está llevando a cabo en sus pacientes. La compañía farmacéutica en sí misma no parece estar al tanto de las actividades de sus empleados. Los tres hombres mencionados, además de James, Kate y Laurent, parecen haber trabajado algo con los que les prestan las drogas a James y a su grupo, Laurent investiga los posibles pacientes, y la dulce Kate les habla del tema. El Dr. Penn supervisa toda la operación, por supuesto". Jasper asintió con la cabeza. "¿Y estás seguro de que son los únicos jugadores que participan?". "Hemos estado siguiéndolos desde el simposio de Hawái del año pasado. Estamos bastante seguros". Al mencionar el simposio siempre traía consigo una aguda punzada. La ignoré y continué, sintiendo los ojos de Alice y de Emmett en mí con un poco más de atención. Sólo ellos sabían cómo habíamos llegado a la información que nos había llevado a Demetri, Felix y Cayo. Sólo ellos sabían cosas de Catwoman. Ella había entrado en sus habitaciones, incluida en la de Laurent, y por supuesto, en la de Kate. Hizo todo el trabajo, esos objetivos... había sido todo demasiado perfecto... demasiado bien planeado para haber sido una coincidencia. Así, mientras que Alice y Emmett comprobaban cómo los destinatarios habían sido conectados, yo fui a buscar a la pequeña ladrona. Había estado tres días buscándola por todas las áreas potenciales donde alguien como ella se escondería, esperando sin estar seguro que ella no se hubiera ido de la isla ya. Pero en las primeras horas del tercer día por fin conseguí un descanso. Ella había cometido el error de parpadear hacia el gerente del hotel mientras salía del sórdido motel en el que había estado con sus tacones, y cuando yo llegué un poco más de una hora más tarde, él aún la recordaba con claridad cuando se la describí. - 75 -

El gerente del hotel no había sido capaz de decirme a dónde iba, pero mi instinto me llevó al aeropuerto. En el aeropuerto me fui directamente a la seguridad y les hice abrir los identificadores electrónicos de todo el mundo que se había registrado en el último par de horas. Una larga lista, sí, pero mientras yo exploraba la pantalla rápidamente, mis ojos aterrizaron finalmente en ella, Melania Carrera, un nombre de mierda, obviamente, pero la cara era la de ella. Ella estaba en un vuelo hacia el Aeropuerto Internacional Sea-Tac, con salida en cinco minutos. Me metí en el avión justo cuando estaban cerrando las puertas y la vi al instante, vi donde ella se escondía sin tener que esconderse, su habitual modus operandi. Por enésima vez desde la última vez que la vi hacía un año, traté de sacarla de mi mente. Alice puso con delicadeza un archivo sobre el escritorio de Whitlock. Él lo tomó y comenzó a clasificar las cosas. "Estos son los dos nuevos pacientes que creemos que tendrán pronto, basándonos en los perfiles de las víctimas anteriores. Creo que estoy en un punto en el que James y Kate confían en mí lo suficiente como para llevarme con ellos cuando se acerquen a estos pacientes. Una vez que James y Kate admitan todo, creo que vamos a tener lo suficiente como para-" Whitlock sacudió la cabeza y cerró el archivo. "No es suficiente". Me detuve en seco y le miré. "¿Qué quiere decir con que no es suficiente?", le pregunté atentamente. "La evidencia", respondió arrojando la carpeta marrón de manila sobre el escritorio impecable antes de llevar sus ojos a los míos. "No hay suficientes pruebas para una condena". Aspiré profundamente a través de mis fosas nasales, exhalando lentamente. "Tiene fotos de las reuniones en ese país, fechas, horas, grabación de las conversaciones-" "Realmente ellos nunca admitirán nada", interrumpió Jasper. "No directamente, no, pero cuando se pongan junto con las otras piezas harán el rompecabezas bastante claro. Y como he dicho, una vez que me metan en-" - 76 -

Jasper movió la cabeza de nuevo. "No va a ser suficiente. Necesitamos algo más, algo que se tenga sin sombra de duda". Lo miré sin inmutarme. Mis ojos se movieron hacia Rose y pude decir que ella ya lo sabía, era parte de la razón por la que me había distraído antes al informarme sobre las cosas que teníamos que hacer a veces que podían gustarnos o no. Miré a Emmett. Su mandíbula estaba apretada fuertemente y sus manos eran puños en su regazo. Alice era la única que no se veía como si estuviera a punto de estallar una junta. Me pasé una mano por el pelo, deshaciendo el trabajo de ordenarlo que había hecho antes. "Agente Whitlock", comencé con una voz aún fresca. "Mi equipo y yo hemos pasado casi dos años en este caso. Hemos puesto nuestras vidas en un suspenso completo-". "Me doy cuenta de eso", Jasper interrumpió otra vez. "Pero el director Benjamín necesita algo más". "No hay nada más", le dije, sin poder suprimir completamente la rugosidad en mi tono. "Si lo hubiera, mi equipo y yo lo hubiéramos encontrado". Incluso cuando dije las palabras, fui consciente de la posibilidad de que pudiera ser un poco más que una mentira. Catwoman. ¿Cómo lo sabía ella? ¿Cuál era su conexión con todo esto? Habíamos revisado todos los registros de los pacientes; mirado decenas y decenas de fotos de hijas, nietas, sobrinas, ahijadas. Ella no estaba en ninguna parte. ¿De dónde venía? ¿Por qué había provocado la rotura más grande en este caso y luego había desaparecido? Dejé atrás a Alice y a Emmett el último día en Hawái, vigilando a los chicos farmacéuticos y consiguiendo todo lo que pudieran de ellos, mientras yo perseguía a mi Catwoman en ese avión. Pero ella estaba asustada, alarmada, así que le di tiempo durante el resto del vuelo. Un error que estaba viviendo para lamentarlo. A lo grande. - 77 -

Nunca debí haberme ido lejos. Todo lo que ella necesitaba era una pequeña ventaja. Debería haber recordado eso desde la habitación del hotel. Quince meses después todavía no la había encontrado. Oh, lo había intentado. Había buscado en cada hotel, motel, todo dentro de un radio de cincuenta millas de su pelo radiante, de color marrón, y de sus ojos brillantes. Pero ella estaba bien escondida, si todavía estaba en la zona, una probabilidad de la que ya no estaba tan seguro. No hicimos ninguna mención de ella entre los tres, Emmett, Alice y yo. Las primeras semanas después de que la perdiera... fueron difíciles para mí, sobre todo cuando pista tras pista el resultado no era nada. Pero no quería que Whitlock y Rosalie supieran acerca de ella, por lo menos no hasta que yo supiera cómo encajarla allí. Afortunadamente mi equipo confiaba en mis instintos lo suficiente como para no cuestionar mi decisión. A veces se lo agradecía a mi equipo. De todos modos, en ese punto, había empezado a pensar que nunca más podría ver a Catwoman de nuevo. No había manera de llegar hasta ella. Dirigí mi atención al caso. "¿Qué pasa con Kate Shaw?", Whitlock preguntó. "¿Has sacado todo lo que has podido de ella?". "Oh sí", Emmett se rió. Yo le miré y él se aclaró la garganta y compuso su rostro. El tema de Kate. Me dije a mí mismo que eso era parte del trabajo. Dormir con ella me había hecho ganar su confianza. Ella me había dado a entender que ella y James tenían grandes planes para mí. Tenía que hacerlo, me dije a mí mismo. Yo no había matado a nadie todavía, pero a veces pasaba un mal rato mirándome en el espejo. Quería llevar este caso hasta el final. Ahora. "La Dra. Shaw no me va a dar más de lo que ya me ha dado". "Lo cual es bastante", Alice murmuró en voz baja, dibujando sin rumbo con un lápiz del gobierno por encima de su carpeta de archivos. Me volví para mirarla, pero ella no me estaba mirando. Ella empezó a tararear una - 78 -

melodía tranquila para sí misma en su lugar. A veces quería matar a mi equipo. Whitlock se golpeó la barbilla, pensativo. "¿Qué pasa con su novio, el Dr. Garret Smith, hay algo?". "Smith no está involucrado", le dije con un tono evidente de frustración. Ya habíamos revisado eso antes. "James y Kate lo han mantenido fuera del caso". Whitlock frunció sus labios y empezó a ojear el archivo de nuevo, buscando algo. "Mencionaste durante nuestra última actualización de estado que Penn había empezado a salir con alguien nuevo, ¿no?", sacó una foto que Alice tomó de James y de su nuevo amor, sentados en un café al aire libre de University Place. "¿La has investigado?". Rodé los ojos y asentí. "Alice la ha investigado. Marie O'Dwyer. Veintitrés años. Es una estudiante de la clase de ética medicinal que James imparte en la Universidad. Vino de Florida". "Ella está limpia, nada raro", Alice confirmó al mismo tiempo en el que sacaba más fotografías de su propio archivo. Ella se levantó y las colocó con cuidado sobre el escritorio de Whitlock. "Aquí hay algunas fotos más recientes. Hoy mismo he tomado estas". Las miré y vagamente vi una foto de James y su nuevo juguete rubio sentados sobre la hierba en la universidad. "Esas son unas genuinas botas de piel de serpiente de Christian Louboutin", exclamó Alice. "Y mira", dijo ella, poniendo otra foto delante de él, donde O'Dwyer tenía su cabeza hacia abajo mientras le susurraba a James algo al oído. "Aquí ella está usando un par de botas negras de charol de Prada. Esa chica tiene cierto gusto en zapatos", dijo con una voz llena de asombro. "No sé si eso lo compensa con su mal gusto en los hombres", Emmett se rió. Alice frunció los labios. "Bueno, no es como si ella supiera en lo que está involucrada. Pero esos zapatos...", dijo soñadora, sacudiendo la cabeza. "¿Qué diablos es esto, una actualización de estado para una investigación del FBI o para un desfile de moda?", Rosalie resopló. - 79 -

"¿Quién dice que no pueden ser las dos cosas a la vez?", Alice bromeó. Ella miraba a Rosalie arriba y abajo. "Tú tienes algo para los trajes y yo lo tengo para los zapatos. Tú haz tu trabajo a tu manera y yo haré el mío a la mía". Rosalie la miró mientras Jasper parecía que estaba tratando de no saltar por encima de la mesa y reclamar a Alice en ese mismo momento. Alice había tenido suerte en eso, o bien Rosalie hubiera saltado sobre el escritorio, y no para nada bueno. "Mirad" - interrumpí exasperado - "el punto es que O'Dwyer no sabe nada. No hay nada más que encontrar. Nadie más está involucrado. ¡Es el momento de obtener la última de las pruebas en conjunto y deshacer ese grupo!". Jasper me miró fijamente, torciendo los labios de lado a lado. "Mira, agente Cullen, sé que tú y tu equipo habéis puesto todo en este caso desde hace casi dos años. Sólo hazme un favor, tómate el próximo par de semanas para ver si hay algo, cualquier otra cosa de todo lo que puedas haber perdido. Mientras tanto, yo voy a hablar con el director de nuevo y ver si puedo convencerlo de que esto es suficiente para tener un juicio fuerte en contra de Penn y su grupo y dejaros a todos vosotros" - nos miró a los cuatro que habíamos en la habitación - "fuera de esto ya". Me pasé la mano por el pelo de nuevo y me mordí el interior de los labios para evitar maldecir. "Lo intentaré", dije finalmente, pero aparte de que James y Kate finalmente me dejaran entrar, no sabía qué más podía conseguir. Además, en el último par de semanas James había estado tan involucrado con su nueva novia que apenas le había visto fuera de la oficina. "Sólo inténtalo con lo mejor de ti", Whitlock me pidió con arrugas en la frente. "¿No hay una fiesta esta noche o algo así?". "Sí", le pude confirmar. "Es el cumpleaños de James. Nos ha invitado a algunos de nosotros". "Supongo que entonces sólo los más cercanos a él estarán presentes. Tal vez puedas ver si encuentras algo entonces, ¿no?". Me encogí de hombros. "Sí. Por supuesto", dije finalmente. - 80 -

Whitlock se levantó y se acercó a mí. Puso una mano sobre mi hombro. "Agente Cullen, tú y tu equipo habéis hecho un gran trabajo con esto, y en un tiempo mucho más corto de lo que cualquiera de nosotros se esperaba. Si fuera por mí..." - suspiró - "pero no lo es. Te doy un par de semanas más". Asentí con la cabeza, aunque no pude ocultar mi decepción. "Cuando esto termine, iré a verte para que tú y tu equipo consigáis una merecidas vacaciones. Y cuando regreses, puedas escoger cualquier caso en el que te gustaría trabajar". "Gracias, Agente Whitlock," dije un poco más apaciguado. oooooooooo James poseía una casa en Madison Park, justo en el lago Washington. Era probablemente una de las casas más caras de todo el estado de Washington. James no creía en ser sutil con su riqueza. Era un hombre extremadamente arrogante, y su exceso de confianza había crecido incluso en el último par de años que lo conocía. Pero en el último par de años, James y yo nos habíamos convertido en amigos. En el mundo de Anthony Masen, James era probablemente su mejor amigo. Cuando llegué a la casa, Kate y Garrett, así como Laurent, ya estaban allí. Todo el grupo médico que trabajaba bajo James Penn, nos llevábamos bien, a excepción de Laurent y yo desde el primer día, él y yo habíamos sido como agua y aceite. Descubrí que era porque, a diferencia de Garrett, Laurent siempre había querido ser la mano derecha de James. Me di cuenta de que la relación entre James y Laurent era más por necesidad que por cualquier relación que James pudiera tener con ese hombre. Laurent sabía cómo elegir a los pacientes adecuados para los experimentos médicos, aquellos cuyos corazones podían soportar meses y meses de ensayos, y quiénes sabían cómo mantener la boca cerrada. Pero eso era lo que había entre James y Laurent. Tan pronto como subí a bordo, James me llevó como su protegido. Él dijo que veía mucho de sí mismo en mí. Me dieron ganas de vomitar cuando dijo eso, pero tenía que fingir que anhelaba su aprobación. Laurent era un perro celoso por eso. Cuando entré tomé una copa de vino de una de las camareras. Probablemente usaría el mismo vaso para el resto de la noche. No podía permitirme llegar a estar - 81 -

cerca de borracho cuando se suponía que debía desenterrar la suciedad esta noche más que nunca. Pero cuando miré alrededor de la sala, vi más o menos las mismas caras que siempre veía. Las caras que habían sido ya investigadas. Comencé a sentirme frustrado. Laurent se acercó a mí con la misma sonrisa que siempre llevaba en su rostro cuando me veía. A veces éll era bastante cómico con sus celos. "Tony", medio sonrió y medio se burló. "Bonito traje. ¿De dónde lo has sacado? ¿De la casa de los hombres?". Yo resoplé, porque era Armani y Alice me lo había conseguido, y sabía que me veía tan bien como el infierno en él. Ya había conseguido más de unas cuantas miradas de las señoritas de la sala. "Gracias Laurent", le dije secamente tomando un trago de mi copa. Moví la barbilla en su dirección. "¿Qué tal tú? ¿De dónde has sacado ese traje? ¿Lo has cogido de uno de los cuerpos de la morgue?". Él me miró y me dio una risa corta, sin sentido del humor, antes de marcharse. "Tony", otra voz me llamó en voz alta, y entonces Kate se me acercó y colocó un beso en mi mejilla. Garrett estaba a su lado. "Creí que traerías a tu novia esta noche", preguntó. Kate estaba muy bien vestida, como siempre. Su largo cabello rubio caía directamente detrás de su espalda, y su cuerpo se abrazaba en todos los lugares correctos por el vestido que llevaba puesto. Era difícil mirarla frente a Garrett cuando yo conocía todos los mismos lugares que él conocía en su cuerpo, y tal vez incluso algunos que él no conocía. Pero todo eso era una parte de mi juego y tenía que ser el mejor en él. "Y la iba a traer, pero Alexa tenía algunas cosas que hacer esta noche, así que pensé en venir a ayudar a James a celebrar otro año más y a anotar las direcciones de algunas polluelas de la hermandad", le dije en broma. Alexa, por cierto, era una chica que no existía y que yo fingía que me veía con ella. "Oh", dijo simplemente. Garrett y yo nos dimos la mano y sentí la culpa familiar en mis entrañas, pero la empujé hacia abajo. - 82 -

Sonreí para mí. "Bueno, mi amigo, me temo que vas a tener que anotar todo por ti mismo, porque James se ha traído a Marie aquí esta noche". "¿La chica nueva? Pfft", yo resoplé. "Él va a tenerla en un taxi a las diez y luego él y yo estaremos fuera de aquí". "Mmm, no estoy tan seguro de eso" - Garrett se rió entre dientes, tomando un sorbo de su vino - "parece bastante metido con esta". Rodé los ojos. "Sí, claro. Ya veremos", eché un vistazo a Kate. "Es una lástima que tengas esa vieja novia tuya, de lo contrario podrías haberte unido a nosotros", bromeé. "Muchas gracias", lloró Kate, pero había una pequeña sonrisa en los bordes de sus labios rojos. Ella serpenteó su brazo alrededor de Garrett. "Pero ya sabes, esta vieja bola y cadena de aquí van a hacer que el Dr. Smith vea las estrellas". "Sí, lo harás", Garrett estuvo de acuerdo, llevó su boca a su mejilla y la besó. Kate me observó. Era un juego. Tenía que ser uno de ellos en todo momento. Mis defensas no podían irse nunca hacia abajo. "De todos modos, Garrett es el afortunado de los tres de vosotros", Kate continuó. Tú y James y esas chicas bien jóvenes que tenéis van a ser vuestra muerte. ¡Deberías ver a esa chica nueva!", dijo ella, torciendo el labio para arriba en un gruñido. "¡Ella es unos diez años más joven que él!", negó con la cabeza. "Y él ya se ve como un perrito con una correa con ella". "¡Tengo que verla!", me reí entre dientes. "¿Dónde está ese enamorado?". "Quién sabe", dijo ella con los labios fruncidos. "Mezclado en algún lugar de por aquí". Me reí entre dientes, levanté mi copa hacia ellos y me fui. Pero la casa de James era enorme, y no pude encontrarlo de inmediato. Me dirigí hacia el baño para hacer pis, y mientras estaba caminando hacia él, fui empujado con rudeza por dos manos, la puerta se cerró y entonces Kate me empujó contra la pared y metió su lengua en mi garganta. Mis manos fueron automáticamente a su pelo y la empujé hacia arriba en mi contra. Ella gimió y yo sentí cómo me ponía duro. Sin embargo, cuando sus manos fueron a la cremallera de mis pantalones, la detuve. - 83 -

"¡Kate, maldita sea! ¿Estás loca? ¡Estamos en una fiesta y Garret está justo afuera!". "Lo sé", respiró, desabrochándome el botón superior de mi camisa y succionando mi cuello y mi pecho. "¡Eso hace que esto sea aún más emocionante!", ella misma se presionó contra mí y yo tiré mi cabeza hacia atrás contra la pared, ella era condenadamente buena en esto, y hacía muy fácilmente que me olvidara de lo mucho que me odiaría a mí mismo por la mañana. Su mano voló hacia mí otra vez, y de alguna manera la detuve otra vez. "¡No!", silbé mirándola fijamente. "¡Ahora no! ¡Si Garrett nos ve, nos matará!". Movió su nariz. "¿Qué pasa, Tony? ¿Pensando en tu pequeña perra Alexa? ¿La querías a ella esta noche y no a mí, no?". Alexa no existía, pero todavía sentía como si debiera defender su honor. "Un momento", le dije agarrando sus muñecas con mis manos. "Ni siquiera la conoces como para que puedas estar llamándola con nombres como ese. Y tú tienes a Garrett, Kate. No hay ninguna razón para que estés-" "¿Qué pasa si no lo tengo?", dijo de repente. "¿Qué quieres decir?", dije con los dientes apretados. "Tú y yo podemos estar juntos, Tony", dijo seductoramente contra mi cuello. "Yo no tengo que estar con-" La alejé bruscamente. "Kate", dije lentamente. "Garrett te ama". Ella me miró. De repente su expresión cambió y se alejó, enderezándose a sí misma. "Tienes razón". Luego se movió contra mí otra vez, ahuecando mi polla a través de mis pantalones. "Sin embargo, Garrett no estará en la oficina mañana, y puede que tú y yo..." Lo de Kate estaba siendo demasiado peligroso. Yo no la quería, pero no podía rechazarla del todo. Estaba jodido de una manera u otra. Asentí con la cabeza y no dije nada. - 84 -

Ella sonrió y tapó mi boca con un dedo. "Te veré mañana, Tony", ella sonrió y luego abrió la puerta y se fue. Fui a mear y permanecí en el baño durante cinco minutos más para serenarme. Este caso de mierda tenía que terminar. oooooooooo Cuando por fin encontré a James, quien estaba hablando con un par de camareros. Me acerqué a él, puse el vaso en la bandeja y tomé uno nuevo. "¡Mierda, y aquí estaba yo, deseando conocer a Alexa!", James sonrió, dándome palmadas en la espalda. "¿Por qué?", sonreí. "Por lo que he oído tú tienes tu propio pequeño culo caliente en estos días. Apenas te he visto en el último par de semanas". James sonrió ampliamente, con una sonrisa genuinamente emocionada, y pude decir simplemente con esa acción que Kate y Garrett no estaban bromeando, James parecía estar realmente interesado en esa chica. "Si, bueno", dijo simplemente. "Ella es muy caliente. Pero es jodidamente inteligente también, hombre", añadió. "Espera a encontrarte con ella". "¿Dónde está el milagro de los tiempos modernos del que estoy tanto tiempo oyendo hablar?", sonreí. "¡Tienes que presentársela a tu amigo! ¡A ver si ella tiene amigas igualmente calientes e inteligentes para mí!". Él se rió. Sus ojos de color azul brillaban. Sí, estaba dentro de ella. Yo resoplé para mí mismo, y por una fracción de segundo casi sentí pena por él, porque si las cosas salían según lo planeado, estaría tras las rejas en pocos meses más o menos. Ahora no sería un buen momento para que el Dr. James Penn se enamorara. Casi me sentí culpable. "No sé", dijo. "La belleza de Marie es única". Lo miré y me reí, dándole una palmada en la espalda. "Amigo, estás empezando a asustarme". Justo en ese momento, alguien me empujó y yo derrame accidentalmente la mitad de mi vino sobre mí mismo, en la derecha de mi área de la entrepierna. James se rió - 85 -

y me entregó una servilleta que cogió de un camarero que pasaba. "¿Crees que es divertido, hombre?", yo sonreí, tomando la servilleta y limpiándome a mí mismo. "Esta mierda es un Armani. Me costó un brazo y una pierna". "No te preocupes por eso", dijo. "Quédate conmigo y serás capaz de comprar muchos más como ese…", se detuvo rápidamente. "¡Oh mierda!", se rió. "Aquí viene Marie y tú te ves como si te hubieras meado encima. Ahora ella va a pensar que todo lo que le he hablado de ti sobre que eres fresco, tranquilo y sereno es una total mentira". Yo resoplé y seguí limpiándome a mí mismo. "¡No es orina, te lo prometo!", oí a James decir en voz alta mientras alguien con altas y negras botas de tacón alto se acercaba a nosotros. Ella se rió. Me detuve en mi limpieza sólo una fracción de segundo antes de seguir, y puse una agradable sonrisa en mi cara antes de mirar hacia arriba. Las fotos granulosas que Alice había tomado de la nueva chica de James no le habían hecho justicia. Ella era una joven belleza con el pelo largo y rubio que caía en cascada por todo su rostro. Sus ojos eran de color azul oscuro y destacaban sobre su piel bronceada. Llevaba un traje típico de una bonita chica universitaria; una falda corta y negra combinada con medias negras y botas altas - que revelaban sus piernas fuertes y bien formadas - y una camiseta azul a juego con sus ojos. "Anthony Masen", dijo James. "Ella es Marie O'Dwyer. Marie, este es el amigo del que te he estado hablando". Sonrió amablemente y extendió mano. "Encantada de conocerlo, Dr. Masen". Sacudí su mano constantemente. "Llámeme Anthony", le ofrecí con una sonrisa. Ella sonrió con malicia. "Anthony, entonces". "Es bueno poder conocerla", le dije. "James no puede dejar de hablar de usted". Él me dio con el codo a propósito. "¡Ay!", me reí entre dientes. Ella se rió. "¿Espero que no haya sido algo malo?". - 86 -

"No. No había nada malo", le aseguré. "Bueno, yo también he oído hablar mucho de usted", respondió ella. "De acuerdo con James, usted es una de las mejores cosas que le ha pasado al campo cardíaco. Bueno, aparte de él, por supuesto". James se rió un poco de su novia. "No lo dije exactamente así", dijo poniendo su brazo alrededor de ella. "No, no exactamente", dijo ella. "Sin embargo, estuviste lo suficientemente cerca", se rió de nuevo. Yo sonreí tímidamente. "Bueno, no sé él, pero sí, yo soy una buena adición al equipo". "Bueno, veo que ha estado tomando lecciones de humildad de James". "¡Está bien!", James dijo, poniendo sus manos con las palmas hacia arriba. "¡Basta de golpearme en mi propio cumpleaños!", pero pude decir que él era amante del ingenio de su novia. "Yo no me atrevería a golpearte en tu cumpleaños", dijo ella en voz baja, con una sonrisa socarrona en su rostro, y luego se volvió y lo besó en la mejilla. Él la miró y prácticamente se deshizo en sus brazos. Se volvió de nuevo hacia mí. "Tony, voy a presentarles a Marie a Garrett y a Kate. Nos pondremos al día contigo en unos pocos minutos, ¿vale?". Yo levanté mi copa hacia ellos. "Claro, adelante. Tengo muchas cosas con las que entretenerme por aquí". Sonrió ampliamente. "Bien entonces". Marie sonrió encantadoramente de nuevo. "Ha sido un placer conocerle, Anthony". "Igualmente, Marie". Se alejaron de la mano. Los miré, con mi sonrisa aún en su lugar. Sólo falló por una fracción de un segundo. Me dirigí a la terraza, donde el aire de la noche era frío y húmedo, el gris de las - 87 -

nubes se mezclaba con el cielo nocturno de color oscuro. En realidad nunca había escuchado su risa, no en la vida real por lo menos. En mis sueños ella se reía feliz en la cama junto a mí, una risa contagiosa, profunda y gutural que provenía de lo más profundo de su pecho. Su cabello castaño brillaba y resplandecía contra una almohada blanca y suave, mientras sus ojos color chocolate miraban profundamente los míos. Su risa era música. Así que, aunque nunca la había escuchado, la reconocería en cualquier parte. Incluso si la atracción magnética inexplicable que no había sentido en más de un año no hubiera aparecido de repente de la nada. Di una respiración profunda y dejé escapar el aire lentamente, me di a mí mismo diez segundos para recordar la sensación de sus labios sobre los míos, el perfume de su cuello, tan cerca de mi boca. Un puñado de personas hacía su camino hacia el interior. Yo agarré la barandilla, manteniéndola apretada entre mis dedos, dejando que la sensación de hormigón y piedra se clavara en mis uñas y me castigara. Curiosamente, lo primero que me pregunté mientras la miraba a ella era la frecuencia con la que tendría que teñirse el cabello para mantenerlo alejado de las raíces marrones brillantes. Lo recuerdo del año pasado, cuando yo había pensado que ella debía estar usando lentes de contacto para ocultar sus ojos. En realidad estaba orgulloso de ella por pensar en eso. De repente me sentí enfermo. Apareció una ola de náuseas y yo agarré la barandilla más fuertemente a medida que tragaba la bilis en la base de mi garganta. Marie O'Dwyer. Marie O'Dwyer no era otra que mi Catwoman.

Hasta el Lunesssss, a ver si voy avanzando y os subo capi diario ;) Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, - 88 -

kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 6 Quien se dará por vencido Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Os dejo otro capitulo, ahora desde el punto de vista de Bella, por cierto, es bastante interesante :)

Capítulo 6 - Quien se dará por vencido BPOV En mi imaginación, el escenario se había representado de diferentes maneras. Una: James y yo entrábamos en una habitación sin descripción y el Dr. Masen Anthony - nos veía. Su cara se ponía roja de rabia. Él se lanzaba sobre nosotros y rugía: "¿Qué diablos estás haciendo aquí?", me decía a mí delante de James y de cualquier otra persona presente. Yo trataba de fingir que no sabía de qué estaba hablando, pero él le decía a James todo acerca de Hawai, el robo, el avión, la persecución. James se volvía hacia mí, con el rostro desencajado de rabia y asco. Él sacaba una pistola, la apuntaba hacia mí, y apretaba el gatillo. Dos: James y yo entrabamos en una habitación sin descripción y el Dr. Masen Anthony - nos veía. Sus ojos se ampliaban y venía hacia nosotros. "¿Dónde demonios has estado todo este tiempo?", él exigía. Yo trataba de fingir que no sabía de lo que estaba hablando, pero él seguía y seguía hablando de cómo había estado buscándome, luego miraba a James y se burlaba, y luego le daba un puñetazo en la cara. "¡Es mía!", le gritaba a James, y luego los dos empezaban a pelear, a golpearse y a rodar por el suelo. James sacaba su arma. Siempre terminaba en ese escenario antes de que él pudiera apuntar el arma. Tres: James y yo entrabamos en una habitación sin descripción (esto, por cierto, nunca cambiaba) y el Dr. Masen - Anthony - nos veía. Sus ojos se estrechaban y estaba congelado en su lugar, la confusión estaba claramente escrita en su cara. James y yo nos acercábamos y James nos presentaba. "¿Marie?", Anthony decía, su voz estaba llena de sorpresa. James nos veía a los dos y preguntaba si ya nos conocíamos, y Anthony rápidamente sacudía la cabeza: "No, nunca nos hemos visto antes". La mentira de esa afirmación era evidente en la manera en la que él me miraba fijamente, como si estuviera viendo un fantasma. James se volvía hacia mí y - 90 -

estrechaba sus ojos azules, la duda y la sospecha estaban en su frente. Yo trataba desesperadamente de alejarme de esa mirada. A veces lo conseguía, a veces no. Si no lo hacía, el arma del escenario uno hacía su aparición nuevamente justo aquí. La escena nunca se había desempeñado como había hecho en la realidad. Mi mente se tambaleaba. Decenas de preguntas nadaban en mi cabeza. ¿Era posible que no me hubiera reconocido? ¿O puede que él realmente fuera tan bueno con la cara de póquer? Quiero decir, sí, yo también acababa de poner sin problemas mi cara de póker en la escena, pero había tenido más de un año para prepararme para este momento. Sabía que esto iba a pasar desde el segundo en el que él me pilló en la habitación de Kate del hotel de Hawái. Pero él... él acababa de ser sorprendido, creía. Él sólo no lo recordaba... Un dolor agudo me golpeó en el pecho. Cerré los ojos y gemí. Debería sentirme liberada de aquí. Me había preparado para diferentes escenarios, dispuesta a mentir y fingir resentimiento e indignación si tenía que hacerlo; salir por mis rutas de escape, si era necesario. Lo que aparentemente me había olvidado de preparar era el resentimiento y la amarga decepción de haber caído en el olvido. Había fallado en prepararme para el escenario en el que él no había pasado ni de lejos tanto tiempo pensando en mí como yo en él en los últimos quince meses. Porque mi disfraz no era muy bueno. Si él hubiera pensado en mí, si se hubiera acordado de su boca en la mía en la habitación del hotel, o de su cara tan cerca de la mía que yo pude sentir su aliento en mí en el avión, entonces él me hubiera reconocido. Dejé escapar un suspiro débil, tratando de controlar la sensación de náuseas en la boca del estómago. James gimió sobre mí. Él pensaba que mis suspiros y gemidos eran por tener su lengua en mi boca, por la sensación de su polla pegada a mí. Si supiera que los suspiros no le pertenecían a él, la náusea producida por él apareció. Estábamos en su dormitorio mientras el resto de los invitados se mezclaban y jugaban al aire libre. Su boca dejaba la mía y comenzaba a viajar por mi pecho. Sus manos agarraban mis pechos y los moldeaban y apretaban. Mis aliento se entrecortaba y él sonreía contra mi pecho, oh, él estaba muy seguro de que me estaba volviendo salvaje. Le agarré el pelo y dejé que su boca caminara hacia abajo, - 91 -

porque tenía un papel que desempeñar y sabía desde el día uno lo que eso supondría. Debería estar contenta de que por fin lo hubiera llevado a ese punto. Tenía que pasar la noche aquí en esta casa, una y otra vez, y sólo había una manera de hacer eso, y no era jugando al ajedrez con ese hombre. Había estado jugando a este juego con James durante un par de semanas, dejándolo tocarme y sentirme, queriéndome más y más. Era hora de dar un paso adelante. "Marie", gimió. "Te necesito..." Sabía que me necesitaba. Mi corazón latía de forma errática. Yo sabía que él podía sentirlo, pero de nuevo, era una señal que se podía leer de dos maneras, por lo que esta no me concernía. "James...", murmuré. Cerré los ojos y mentalmente me preparé para lo que estaba a punto de suceder. Sus manos se arrastraron hasta mi falda y yo me mordí los labios. Céntrate Bella, céntrate Bella, me decía. Era sólo sexo, no era gran cosa. Llegó a mis bragas y sus dedos se enroscaron alrededor de los bordes. Los ojos de Anthony nadaban ante mí. No los fríos e irreconocibles de tan solo hacía un rato, sino los cálidos y anhelados del avión. Los que me habían acompañado durante este año pasado. Traté de sacarlo de mi cabeza, porque tenía que seguir centrándome en estos momentos, pero maldita sea, me negaba a dejarme. Eso me cabreaba aún más, porque sabía que él se la había tirado. Era evidente en la manera en la que ella lo había mirado cuando los vi hablando en la sala. Como si lo poseyera. Tal vez lo hacía. El Anthony Masen con el que había estado soñando durante el último año o así aparentemente no existía. James comenzó a bajarme las bragas y lo intenté, juro que traté de acostarme y dejarle, pero después de unos tres segundos mis manos fueran a las suyas y evitaron que siguieran su rollo. Él se congeló por un segundo y luego bajó la cabeza por mi pecho. Se chupó los dientes. "Marie... vamos...", gimió. James no tenía un mal aspecto ni nada. De hecho, para el mundo en general era considerado probablemente muy guapo; algo que capturar, incluso. Las otras chicas de nuestra clase de Ética Medicinal ciertamente parecían pensar que sí, por cómo se - 92 -

les caía la baba por él a lo largo de toda la conferencia de 90 minutos. Yo era la única mujer que mantenía la mente clara en todo, tomaba notas con diligencia, respondía a las preguntas, daba opiniones. No creía que él estuviera acostumbrado a eso, a que no babearan por él. Era parte de lo que le atrajo a mí. Sin embargo, tan guapo como él podía ser, todo lo que veía cuando le miraba era a un monstruo horrible y despiadado. Pensé que podría tirarme a un monstruo, pero había resultado ser más difícil de lo que pensaba. "James... tengo un largo día mañana". Me odié a mí misma tan pronto como esa excusa salió de mi boca. Porque no debía posponer esto por más tiempo, era peligroso hacerle esperar. Él llevó sus ojos azules hasta los míos. Eran brillantes, deseosos e inteligentes. En un conjunto diferente de circunstancias eso sería hermoso, pero para mí, sólo traían recuerdos oscuros. "Yo… había pensado que te quedaras a dormir esta noche", me dijo, la decepción y la molestia estaban en su voz. James no era un hombre paciente. Le sonreí lentamente, con una sonrisa que sabía que a él le gustaba, y levanté mis manos hasta su cabello, pasando mis dedos por sus cabellos de oro y acariciándole el cuero cabelludo. Él gimió y cerró los ojos, tratando de luchar contra lo que sentía, tratando de mantener el control, pero él era un hombre y por ello acerqué su boca hasta la mía y cavé mi lengua en su boca con insistencia. Su lengua se movió con la mía con avidez. Yo le alejé ásperamente por el pelo y le di una sonrisa seductora. "Quiero quedarme esta noche, bebé, realmente quiero", bajé una mano hasta su polla y me apoderé de ella, estaba dura. "Pero cuando me quede quiero que estés dentro de mí toda la noche", él gimió y sus ojos se pusieron en la parte posterior de su cabeza. Los hombres de Dios eran tan simples a veces. "Y yo tengo un gran examen mañana para el que no he estudiado porque tú y yo hemos estado pasando mucho tiempo juntos". "Te ayudaré a estudiar entre medias", declaró contra mis labios, bajando otra vez las manos. Las alejé de nuevo. "James, no estoy satisfecha con facilidad. No quiero unos pocos rapiditos entre medias. Quiero sentirte malditamente duro durante horas y horas". Sus ojos se ampliaron y rápidamente se redujeron hasta una de sus propias manos - 93 -

en sus pantalones, abriendo la bragueta y liberando su polla en mi mano. Obstaculicé la bilis espesa que se elevaba por mi garganta y envolví mi mano alrededor de ella, cerrando los ojos. Había ganado algo más de tiempo, por ahora, pero me odiaba a mí misma. Por lo que estaba haciendo... por lo que parecía que no podía hacer. Y porque sabía que esta noche, tanto como yo había pospuesto esto a causa de mi miedo y había disgustado al hombre gimiendo y gruñendo sobre mí, también lo había pospuesto porque al verlo a él me había expulsado totalmente a mi misma de mi juego. No podía permitir que la confusión nublara mi mente. Oooooooooo James y yo salimos de su habitación diez minutos más tarde, después de que él se hubiera limpiado y yo me hubiera ido al baño para lavarme las manos, fuertemente. Caminamos de la mano de nuevo hasta la sala principal, donde Anthony estaba hablando con algunas personas que yo no conocía. Tenía una mano en el bolsillo y estaba sujetando una copa de vino en la otra, riendo y bromeando, y mientras James nos acercaba a ellos, yo no pude dejar de notar cómo de absolutamente impresionante era Anthony. Alto, delgado, con el rostro de un dios griego y el cuerpo de un romano. Y esos ojos... Por una fracción de un segundo uno de los muchos sueños que había tenido en el último año de él y yo juntos, volvió a mí, pero en el instante siguiente, mi cara se transformaba en la de Kate. Empujé el sueño lejos. "Hey", dijo Anthony con alegría cuando nos vio. "¿A dónde habéis desaparecido?". James sonrió torcidamente, pero no respondió. Anthony miró entre nosotros y sonrió con complicidad. Por una fracción de segundo me pareció ver algo oscuro en sus ojos verdes. Pero cuando parpadeé una vez más, sus ojos eran brillantes y divertidos. Había vuelto su sonrisa. Las personas con las que Anthony estaba hablando se fueron. Un camarero pasó y James tomó un vaso de vino para él y otro para mí. "No, gracias", le dije. "Oh, es cierto, se me olvidaba", James respondió, colocando el vaso en la bandeja de otro camarero que pasaba por allí. - 94 -

Anthony me miró con sus ojos verdes y levantó una ceja. "¿No bebe, Marie?". Negué con la cabeza. "No cuando tengo un examen al día siguiente". "Lo cual es siempre", se quejó James. "James, tú más que nadie conoces la vida de una estudiante de pre-medicina", le tomé el pelo, serpenteando mi brazo alrededor de él y besando su mejilla. Se suavizó al instante. "Además, no me gusta la forma en la que el alcohol se mete en mi mente". "Esa, nena, es la razón por la cual la mayoría de la gente bebe". Me reí agradable. "Bueno, yo sé como tener mi ingenio en mí en todo momento". "Y a mí me gusta tu ingenio", dijo James riéndose, volviendo la cara para capturar mis labios. "Debe ser importante en su... ocupación", dijo Anthony de repente. Me alejé antes de que James pusiera su boca en la mía y de repente mi corazón latió salvajemente, porque el Dr. Masen se había referido a mi 'ocupación', mi 'profesión', mi 'línea de trabajo'. Estaba sonriendo agradablemente y tomando un largo trago de su copa antes de continuar. "Ya sabe, su ocupación como estudiante de pre-medicina" aclaró - "para tener siempre su ingenio sobre usted". "Sí, lo es", le respondí amablemente. Lo miré por dos segundos y luego me obligué a alejar mis ojos y a mirar de nuevo a James. "James, querido, me tengo que ir", sonreí en tono de disculpa. Él sonrió y suspiró profundamente. "Vale, vale", se quejó. "Déjame llamar a un taxi, ¿por qué no le haces compañía a Marie por un minuto?", él dijo en voz alta mientras se alejaba. Lo vi retroceder y fuera de mi periferia vi a Anthony levantar su vaso medio vacío en respuesta. Me resistí a la tentación de morderme el labio, de tragar fuertemente, de tomar una respiración profunda antes de darme vuelta, todas las cosas por las que mi fisiología estaba luchando para hacer ahora que me había quedado sola con Anthony. En cambio, obligué a llevar de nuevo mis ojos a él con una sonrisa en blanco y agradable. Él me miraba de la misma manera. "Así que cuénteme un poco más sobre usted, Marie", me preguntó en un tono - 95 -

amistoso y curioso. "¿Cómo se conocieron usted y James exactamente?". Me obligué a mantener la calma y a estar fría. "Bueno, como usted sabe, él enseña Ética Medicinal en la Universidad" - algo que me pareció irónico sin fin - "por lo que un día empezamos a hablar después de la clase..." "Y aquí está", él terminó por mí. "Y aquí estoy", estuve de acuerdo. Él estuvo tranquilo durante unos segundos. "¿Así que entonces es estudiante de pre-medicina?". Asentí con la cabeza. Él asintió con la cabeza también, poco a poco, y tomó un sorbo de su vaso. "No es un campo fácil, la medicina. Es un camino largo y duro. ¿Seguro que está lista para eso, Marie? ¿Está segura de que sabe en lo que se está metiendo?". Una vez más creí ver algo en sus ojos. Pero se fue tan rápido que no pude estar segura de ello... Sonreí con ironía. "Sé exactamente en lo que me estoy metiendo. Me he estado preparando para esta carretera durante un tiempo muy largo". Él asintió con la cabeza otra vez, un movimiento de cabeza pesado y pensativo, y luego levantó las cejas. "Sin embargo, he encontrado que a veces nos preparamos para el camino equivocado. Un camino que tiene más riesgos y obstáculos de los que estamos-" "El taxi estará aquí en diez minutos, Marie", James dijo de repente detrás de mí. Envolvió sus brazos alrededor de mi cintura y apoyó la barbilla en mi hombro. "¿Qué ha estado diciendo de mí mi amigo Tony mientras yo he estado fuera?", preguntó en tono de broma. James parecía creer que el mundo giraba a su alrededor. Me quedé mirando a Anthony mientras yo respondía. "Él me ha dicho todo sobre las travesuras que tú y él habéis hecho. Todas esas chicas sórdidas, el sexo y el alcohol". James se rió. "¿Que tiene él ahora? ¿Y quién hace que él se considere el líder en - 96 -

todas esas aventuras?". Volví la cara hacia un lado y miré a los fríos ojos azules. "Tú, por supuesto, cariño. ¿No eres siempre tú el líder?". James se rió y se volvió hacia Anthony. "¿Deberíamos hablarle de esas gemelas de hace unos meses?". Anthony se rió en respuesta, pero no dijo nada, su rostro no reveló absolutamente nada. "Creo que prefiero no saberlo", dije secamente. James se rió otra vez, llevando su boca a mi oído y susurrándome en voz alta. "No te preocupes, mi amor, eso fue entonces..." - me besó el cuello - "ahora estás tú..." "Más vale que sea así", me reí entre dientes. "Además" - continuó James - "Tony tampoco ha estado buscando muchas chicas últimamente, no desde que Alexa llegó". Sí, había oído a James hablar de Alexa. La novia de Anthony. Hombre, Anthony tenía un año de mucho trabajo. Mellizas, Alexa, Kate... No dejes que salgan los celos irracionales que te comen por dentro. "Sí, Alexa es muy buena", dijo Anthony. "No son exactamente las palabras para construir un apasionado romance", bromeé. "No" - Anthony se carcajeó - "supongo que no lo son". James acercó sus labios a mi cuello. "Vamos Marie, vamos a esperar fuera a que el taxi llegue", murmuró, pasando las manos arriba y abajo por mis costados. Asentí con la cabeza. "Una vez más, ha sido un placer conocerle, Anthony". Él sonrió. "Sí, igualmente, Marie. Que tenga un buen viaje de regreso. Me aseguraré de mantener entretenido a James durante el resto de la noche". - 97 -

"¡No chicas ni alcohol!", dije mientras me alejaba con James. Anthony y James se rieron y Anthony se dio la vuelta y se alejó. oooooooooo El viaje en taxi hasta el distrito de la Universidad, donde mi apartamento se encontraba, fue silencioso y oscuro. Pequeñas gotas de lluvia caían en las ventanas, creando un ritmo constante que regulaba mi corazón palpitante. Miré hacia el espacio durante la mayor parte del trayecto. Durante el camino hasta mi casa, pasaba mi pelo rubio entre mis dedos y mi cabeza estaba acunada entre mis manos, mientras trataba de evitar una implosión. Salí del taxi poco a poco y gracias al conductor. Los pasos que tomé hasta mi apartamento del segundo piso se sintieron como kilómetros. Mis piernas dolían y mi cuerpo estaba agotado, lo cual era extraño. Corría cinco kilómetros al día, practicaba todas las tácticas de defensa y artes marciales que Jake me había enseñado, hacía ejercicio y me mantenía físicamente preparada para cualquier cosa, pero esta noche me había desgastado de una manera que nunca había imaginado. Estaba agotada. Abrí mi puerta y la empujé, abriéndola poco a poco. Eso fue cuando un par de manos fuertes alrededor de mi cintura me empujaron dentro. Antes de que pudiera reaccionar, la puerta se cerró de golpe y estaba clavada contra de ella, mis manos estaban sujetas con fuerza por encima de mi cabeza y mis piernas estaban sujetas por una rodilla presionada con firmeza contra ellas. "No grites", me ordenó. Yo no había planeado hacerlo. Él frunció el ceño sobre mí durante unos minutos, sus fosas nasales estaban ensanchadas, respiraba con dificultad, sus ojos verdes eran oscuros y salvajes. Él me miraba de arriba a abajo, desde los talones de las botas hasta mi cabello rubio. Parecía que no podía decidir si presionar su boca contra la mía o estrangularme. Entendía cómo se sentía, porque yo no sabía si pelear con él o envolverme a su alrededor muy bien. Llevó sus ojos a los míos y lanzó su aliento en mi cara. Era como una droga, lo juro, porque yo cerré los ojos e inhalé profundamente a pesar de la posición sumisa e impotente en la que estaba. Por último, dejó caer la cabeza como derrota y apoyó su nariz en mi cuello, respirando en mí tan profundamente como yo lo hacía. Su mandíbula se movía hacia - 98 -

arriba y hacia abajo por mi clavícula y cada terminación nerviosa de mi cuerpo estaba más despierta y viva de lo que habían estado en mucho tiempo. Nuestros corazones latían con fuerza a la vez, y nuestros pechos estaban agitados. Su férreo control sobre mis muñecas que estaban sobre mi cabeza se aflojó, y la firmeza de su rodilla sobre mis piernas comenzó a ceder. "Voy a dejarte ir", respiró ásperamente. Creo que sus palabras resonaron en mi cuello. "Pero no trates de correr. Has huido de mí dos veces. Te prometo que no habrá tercera vez". Asentí con la cabeza, entendiéndolo, porque yo no sabía si podía hablar ahora mismo si lo intentaba. Sus manos soltaron mis muñecas y sus rodillas se separaron de mis piernas. Dejó caer los brazos a sus costados y por extraño que pareciera, en lugar de aliviarme me quedó una sensación de frío y de estar expuesta. Pero a pesar de que me había soltado, tenía las manos contra la puerta a cada lado de mí, enjaulándome. Nos miramos a los ojos otra vez, y sus ojos verdes miraron los míos con una intensidad que me hizo difícil respirar. Su mandíbula perfectamente cuadrada estaba apretada e inmóvil. Se inclinó hacia mí bruscamente y mi aliento se enganchó, pero en el último segundo evitó mi boca y movió su boca hasta mi oreja. "Marie O'Dwyer" respiró. Sentí ponerse de punta todos los pelos del cuerpo. Él resopló, todavía en mi oído, y de repente pude sentir las ondas de ira y confusión que irradiaron de él, y como todo lo demás que se desprendió de él me emocionó más que nada. "No sabes lo difícil que ha sido buscarte a lo largo de todo... todo este tiempo...", silbó con rabia. Levantó una mano de la puerta para pasarla por su pelo. Su boca se movió más cerca de mi cuello, tan cerca que sentí su nariz hacia arriba y hacia abajo en contra de mi piel. Él respiró de nuevo y yo me quedé quieta. No había más sonido que ser escuchado en el espacio que nos rodeaba, excepto el sonido de nuestro latir de los corazones y nuestros alientos que salían en voz alta y errática. Mi mente y mi corazón estaban en un alboroto. Uno de ellos me decía que lo alejara y el otro me pedía que lo acercara más. Mis manos temblaban a mi lado, sin saber a quién obedecer. - 99 -

"Durante todo este tiempo... has estado aquí..." - murmuró con sus labios contra mi cuello - "justo aquí..." Su cabeza se movió de pronto, tan de repente que me cortó la respiración. Él se alejó un paso más de mí. Una vez más, la pérdida de su calor fue inmediata y mi cuerpo protestó en contra de ello. Tuve que luchar contra el deseo físico de lanzarme a él. Sin embargo, él estaba ahí, mirándome, su pecho subía y bajaba en gran medida con cada respiración. No pude soportarlo más. Tenía que romper la tensión de alguna manera abrumadora, o me iba a romper. "¿Qué quieres?", pregunté casi para mí misma. Se le vio desconcertado por una fracción de segundo, como si él no entendiera la pregunta, y luego su mirada se llenó de incredulidad. El negro se arremolinaba como el humo en esos preciosos ojos verdes. "¿Qué quiero?", escupió. "¿Qué quiero?". "Yo no tengo el reloj", le dije rápidamente, aunque una parte de mí sabía que esto tenía poco o nada que ver con su reloj. Pero estaba aterrada, porque si él quería de mí lo mismo que yo quería de él... "Si eso es lo que has venido a buscar -", agregué. "¿Mi reloj?", resopló con furia. "¿De verdad crees que me importa una mierda ese reloj?". Nos miramos el uno al otro por unos momentos. "¿Qué demonios estás haciendo?", finalmente se rompió. No contesté, porque la respuesta era demasiado larga y complicada. "¿A qué clase de juego crees que estás jugando aquí?", él exigió. Una vez más no respondí. "Oh, es cierto" - se rió una vez sin humor - "no respondes a las preguntas, ¿verdad? Las respuestas serían demasiado complicadas", añadió como si hubiera leído mi mente. "Bueno, ¿adivina qué? Este juego de mierda tuyo acaba de - 100 -

declararse un infierno mucho más complicado de lo que jamás soñaste". "No estoy jugando a ningún juego", por fin silbé a través de mis dientes. "¿En serio?", él sonrió. "Entonces, ¿qué diablos es esto?", agitó una mano en mi dirección. "No recuerdo que tuvieras el pelo rubio o los ojos azules. Y tu piel...", me miró otra vez, sus ojos consumieron hasta la última parte de mí, hasta que me sentí desnuda con su mirada. Por extraño que pareciera, no me importó. "Tu piel está toda mal", gruño humildemente, con el labio superior torcido con disgusto. Sin embargo, tanto como yo quería tirar de él hacia mí, decirle por qué mi pelo era rubio y mis ojos azules y por qué me había pasado incontables horas en una cabina de bronceado en el último año, sabía que no podía. Por su propio bien, así como por el mío. Así que en vez de acercarlo, traté de alejarlo, como lo hice en el avión ese día que parecía ya hace años. Sonreí cínicamente y resoplé. "No sabes nada de mí, o cómo soy realmente, o lo que yo quiero". "¿Qué quieres?", insistió. "¿Qué estás haciendo aquí?". Me miró de nuevo tan rápido que jadeé fuertemente, y de repente mis manos estuvieron por encima de mi cabeza, atrapadas debajo de él. "¡Respóndeme!", gritó. No respondí. Él se alejó y dejó caer las manos a sus costados de nuevo, alejándose con una frustración completa. Pasó sus dos manos por su pelo de color bronce, primero una y luego otra, frunciendo el ceño y dándose la vuelta en un semi círculo antes de enfrentarse a mí. Su pecho palpitaba fuerte arriba y abajo mientras me miraba como si estuviera tratando de entender algo. "Te vas a ir", dijo finalmente. Era una orden, sin espacio para la discusión. Y entonces sentí rabia y furia estallando dentro de mí. Tardé unos segundos para poder formar una palabra. - 101 -

"¿Qué?", fue todo lo que pude manejar al principio. "¿No quieres decirme de que trata todo esto? ¡Muy bien! ¿Pero ese pequeño juego que estás jugando con James? Se acabó", su voz era áspera y exigente. "Recoge lo que necesites y vete-" "No", le dije despacio y con claridad. Él me miró como si no pudiera creer que acabara de desafiarle. "¿Me estás diciendo que no?", gruñó. "¡No tienes ni idea de en qué clase de mundo estás entrando! ¡Con qué tipo de fuego estás jugando, pequeña chica! Esto no es un robo de joyas de mierda en una isla paradisíaca. Si James se entera de que Marie O'Dwyer es una farsante -" "¿Qué te hace pensar que Marie O'Dwyer es una farsante?", gruñí yo. Sus manos estuvieron en mi pelo, pasando sus dedos largos entre él antes de que yo siquiera lo supiera. Él me levantó contra la puerta. "Por esto", gritó. "¡No eres tú!". Su pecho estaba en el mío y podía sentir su latido del corazón, rápido y furioso, a través de su ropa. "Soy una chica grande, Anthony", le aseguré, tratando de ignorar el calor increíble entre nosotros, chamuscando cada grieta de mi cuerpo. "Yo sé lo que estoy haciendo, y sé cómo cuidar de mí misma". Él cerró los ojos con fuerza. "Maldita sea" - gimió - "no puedo... no puedes..." "Si estás preocupado por James, no planeo hacerle daño-" Él se rió de mí. Me miró a los ojos y se rió de mí. Me sentí herida e indignada al mismo tiempo. "¿Crees que estoy preocupado por James?", dijo con una sonrisa cínica. Y entonces la sonrisa cayó. "¿Crees que daría una mierda por la rata de James? James está en el mejor momento de su vida, al parecer", se burló con disgusto. "Parece que lo mantienes muy contento-" "¡Tan feliz como tú pareces mantener a Kate!", yo complementé antes de que - 102 -

pudiera detenerme. Él sacudió la cabeza hacia atrás y retrocedió, como si yo le hubiera dado un guantazo en la cara, cosa que en cierto modo me hubiese gustado hacer ahora. Levanté mis manos y encontré las suyas, todavía perdidas en mi pelo, y tire de ellas bruscamente. Él las hizo caer a los costados en puños. Por una fracción de segundo pareció querer disculparse, como si quisiera explicar algo, pero luego su boca se convirtió en una mueca. "Tú no sabes nada", dijo con los dientes apretados. "Eso nos pasa a los dos". Nos miramos el uno al otro. "La cosa con Kate-" "Eso no es asunto mío", terminé por él mientras yo pretendía darle a entender que pensar en él y en Kate no era como sentir un puñal en el pecho. "Al igual que lo que está pasando con James y yo no es asunto tuyo. Lo único que quiero saber" - añadí rápidamente antes de perder algo más que mis nervios en sus ojos verdes y penetrantes - "es si estás pensando en echarme fuera". "¿Qué?" "Tu compañero James. ¿Planeas decirle lo que... sabes? Porque si lo haces, todo lo que pido es un buen comienzo, que me dejes empezar de nuevo". Me miró como si estuviera tratando de no estrangularme de nuevo, pero tenía la mirada desafiante. Yo necesitaba saber ahora si se había acabado la fiesta, o si todavía tenía una oportunidad de conseguir lo que quería. Él resopló bruscamente, con una sonrisa sarcástica torciendo sus perfectos labios. "Sí, estoy bastante familiarizado con tus comienzos". Yo no me digné a tomar su comentario con una respuesta. Su expresión se endureció y se determinó una vez más, y él se alejó de mí, sus ojos estaban firmemente en los míos. "Tienes cuarenta y ocho horas para marcharte, pequeña". - 103 -

Sorpresa y decepción me abrumaron. "¿O qué?", herví. Él no contestó. "¿Vas a decírselo?", pero aunque se lo pregunté, no pude ver que él contestara. Todavía no contestaba. "¡No creas que me puedes asustar con tus amenazas!", grité. "¡Porque he planeado esto desde hace mucho, mucho tiempo, y no tengo planes de ir a ningún lado hasta que lo vea todo como toca!". Seguía mirándome, fresco, tranquilo y sereno ahora. "Cuarenta y ocho horas", repitió con el rostro carente de expresión, como lo tenía en la fiesta anterior. Me di cuenta de que le había dado la sartén por el mango, le había dejado ver mi ira y mi miedo. Todas las lecciones que Jake me enseñó volvieron a mí, di una respiración profunda, limpié mi mente, me concentré y me relajé. "Yo no voy a ir a ninguna parte", repetí, tan fresca y con calma como él acababa de hacerlo. Por una fracción de segundo vi un destello en sus ojos, pero era bueno. Yo sólo lo note porque... bueno, ya me había dado cuenta de absolutamente todo sobre él. "Cuarenta y ocho horas", repitió una última vez, su voz desprovista de cualquier emoción, y luego llegó a mi alrededor y cogió la manija de la puerta, se dio la vuelta y se fue. Me quedé mirando la puerta por un largo tiempo. Finalmente cerré y poco a poco me acerqué a mi cocina. Abrí la nevera y miré en el interior, decidí coger el cartón de zumo de naranja. Me acerqué al armario, saque un vaso alto y lo dejé en el mostrador. Vertí el jugo y solo la mitad cayó sobre el vaso. Tomé el vaso medio lleno de zumo y así como yo estaba a punto de llevármelo a mi boca, mis nervios me atacaron y tuve que dejarlo antes de derramarlo todo sobre mí. Poco a poco me escabullí hasta el suelo, con la espalda detrás de los armarios bajos, y las manos en puños en mi cabello. Quería a Charlie y a Renee. - 104 -

Quería a mis padres. Traté de sacar las lágrimas, las que me habían dicho que me ayudarían a sanar, pero no venían. Ellas no llegaban nunca. No me moví de mi lugar en el suelo durante algunas horas.

Uyy, parece que la cosa se ha puesto calentita, ¿no? Edward ya le ha dado un ultimatum para que se aleje... ¿creeis que lo hará?... el miercoles más y mejor :)

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 7 Miseria Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Canción recomendada: Cryin' de Aerosmith Ainss, ya estoy aquí, os dejo otra capi :)

Capítulo 7 -Miseria EPOV Los neumáticos del Volvo chirriaban mientras me deslizaba hasta mi estacionamiento y cerraba la puerta detrás de mí. Vi el Jeep de Emmett aparcado un par de manzanas de distancia. Ignorando el ascensor, fui de tres en tres pasos hasta mi apartamento en el quinto piso en Ballard. Emmett y Alice habían abierto la puerta y estaban sentados alrededor de la mesa de la cocina, comiendo bocadillos y haciendo bromas. Alice me miró cuando entré en la cocina y cualquier broma que tenía con Emmett dejó de ser divertida una vez que vislumbró mi expresión. Por el rabillo del ojo vi la amplia sonrisa de Emmett también cayéndose. "¿Qué diablos ha pasado?", Alice me preguntó con el ceño fruncido. Abrí la boca. No salió nada. "¿Has conseguido algo nuevo de James?", Emmett trató de preguntar. Les miré, apenas viéndoles bien, escuchando las palabras de Emmett mientras otra cara y otra voz se reproducían una y otra vez en mi cabeza. 'Ha sido un placer conocerle, Anthony'. 'Soy una chica grande, Anthony... sé lo que estoy haciendo... puedo cuidar de mí misma...' 'No creo que me puedas asustar con tus amenazas' - 106 -

'No voy a ir a ninguna parte' Yo parpadeé una vez y luego fui junto a Alice, agarrando su portátil desde donde estaba cerrado en el centro de la barra - no demasiado lejos - y lo lancé en frente de ella. Ella lo abrió de inmediato, había olvidado su sándwich por completo. "Necesito todo lo que se pueda sacar de Marie O'Dwyer. Ella tiene que ser seguida en todo momento. Necesito saber dónde-" Alice me miró como si me hubieran crecido tres cabezas. "Edward, Marie O'Dwyer ya se ha investigado", me recordó. "Ella está limpia. Se realizó una búsqueda completa de sus antecedentes, su-" Furioso, golpeé un dedo contra su portátil abierto. "¡Revísalo todo de nuevo!", silbé. "¡Empieza desde cero! ¡Busca en todos los malditos rincones y encuentra algo!". Alice me miró con ojos desorbitados. "Edward, ¿qué está pasando?", Emmett me preguntó con calma. "Marie ha sido investigada y-" "¿Seguro que has comprobado todos los nombres de los pacientes-", empecé, pero luego recordé que su nombre era una cubierta. Me reí entre dientes sin humor y me pasé la mano por el pelo de nuevo, agarrando el cuero cabelludo duramente. Alice me contestó, aunque aún no había terminado mi frase. "¡Sí, Edward!", dijo en un tono frustrado. "Nosotros la comparamos con todos los registros de pacientes sólo para estar seguros. Marie no está vinculada a ninguno-" "¡Marie es una farsa!", gruñí. "¿Qué?", Emmett dijo de repente. Di una respiración profunda a través de mis fosas nasales y solté el aire con los labios entrecerrados. "Marie O'Dwyer... es un nombre encubierto". Alice frunció el ceño profundamente. "¿Un nombre encubierto? ¿Para qué?" - 107 -

Miré entre ella y Emmett. Ellos nunca decían nada. Al menos no a mí, y estaba seguro de que nunca se lo habían mencionado a Rosalie o a Jasper. Ellos habían escuchado todo, sabía que ellos sabían que yo la había besado, pero todo lo que les había dado era un resumen de sólo lo que necesitaban saber de habitación de hotel, así como del viaje en avión y sus consecuencias. Pero vieron cómo estuve durante semanas. "Ella es... Catwoman". Ellos me miraron sin comprender. "La chica" - subrayé - "... de la habitación del hotel". A ambos se les cayó la boca. "Ahhh", dijo Alice con una ceja levantada, como si de repente todo el mundo tuviera sentido para ella. "¿Estás seguro?", Emmett finalmente me preguntó. Alice sonrió. "Em, él metió su lengua hasta la garganta de ella el año pasado y entonces no pudo dejar de pensar en ello durante semanas. Yo creo que él está seguro". Yo la miré. "Sí. Estoy seguro", le contesté a Emmett. Los tres nos quedamos en silencio. "Mierda", Emmett respiró después de un par de minutos. "¿Y ahora qué?". Le miré a los ojos y luego miré a Alice. Ambos estaban con expresiones iguales de preocupación. "Bueno, ahora tenemos que enterarnos de cuál es su ángulo…", me apresuré a decir, porque no me gustaba como estaban mirándome, como si fuera un perrito un poco confuso, cosa que no era. "Nos enteraremos de lo que está haciendo aquí" seguí - "lo que ella quiere. Si ella está trabajando sola o-" "Edward, espera", me interrumpió Emmett. "¿Qué?", le pegunté con impaciencia. - 108 -

Dio una bocanada de aire. "Mira, tú eres el que manda aquí, y voy a defender tu juicio cada vez porque aún no te has equivocado, pero…" - suspiró - "estamos tan cerca del final de esta misión, hombre" - dijo con atención - "tal vez los tres sólo deberíamos centrarnos en conseguir la última información de James que el Director necesita para cerrar el caso, y sólo entregar toda esta cosa de la Marie falsa a Whitlock y que él trate con ello. Hay muchas razones por las que esta chica podría estar jugando este juego. Ya sabemos que es una ladrona. Ella sólo puede estar buscando otro trabajo". "Tengo la sensación de que es mucho más complicado que eso, Em", dije de manera uniforme. "Estoy de acuerdo con Edward", dijo Alice. "Ella salió limpia, sí, pero cuando yo la estuve mirando, un par de veces... la manera en la que miró a James cuando él no estaba prestando atención…", ella se detuvo y miró hacia otro lado, pensando. "¿Chantaje tal vez? ¿O… venganza?". Emmett frunció los labios. "Chantaje y venganza son motivos habituales para los delincuentes en casos como este, pero yo todavía-" "No la llames delincuente", gruñí tan bruscamente que me sorprendí. Emmett me observó detenidamente durante medio minuto, pero no dijo nada. "Edward tiene razón", Alice de repente estuvo de acuerdo conmigo. "Ella no es una delincuente". Él le dio una mirada exasperada. "¿Y cómo sabes eso, Alice?", le preguntó en el mismo tono exasperado. "¿Porque la has visto a través de tu pequeña cámara un par de veces? ¿Porque te gusta su gusto en el calzado? ¿Si vieras a James en la calle probablemente no lo tomarías como a un asesino, no? Pero cuando se llega a esto, eso es exactamente lo que él es. Y ella-" "¡Ella no es lo mismo que él!", Alice insistió indignada. "¡No me preguntes cómo lo sé, sólo lo sé! Ese par de ocasiones en las que la vigilé... hubo algo en su cara... algo... triste que estaba tratando de ocultar... como si algo le pasara", terminó tranquilamente. Yo no dije nada mientras ellos hablaban. "Algo que suele ocurrir, Alice, pero eso no quiere decir que cada delincuente tenga un pase gratuito a ningún lugar. No importa lo que pase", Emmett persistió - 109 -

con firmeza, "la héroe del zapato es una ladrona. No hay duda de eso. Y ella es al parecer una mentirosa". Él le estaba respondiendo, pero me estaba mirando a mí mientras lo decía. "Ella, obviamente, tiene algo que ocultar, y creo que debemos decirle a Whitlock-" Alice entrecerró los ojos hacia Emmett. "El hecho de que ella pueda estar escondiendo algo no significa necesariamente que sea una delincuente", Alice siguió insistiendo. "¿Verdad, Edward?". Yo no le contesté. "¿Edward?", Emmett preguntó. Lo miré de nuevo. No tenía ni idea de qué decirles. "Por el momento... no le diremos nada a Whitlock o a Rosalie", ordené. "No hasta que tengamos más información sobre cómo la gata falsa de Marie encaja en todo esto". Emmett puso su boca en una delgada línea. "¿Y cuánto tiempo crees que nos llevará darnos cuenta de eso?", preguntó. Le había dado cuarenta y ocho horas, pero yo no les dije eso porque no tenía ni idea de lo que yo planeaba hacer una vez que esas cuarenta y ocho horas hubieran pasado. Ella me había tirado mi ultimátum a la cara, sus ojos azules falsos quemaban y sus fosas nasales estaban curtidas, pensando que yo estaba amenazándola con contarle todo a James. Ella no tenía ni idea que estaba tratando de averiguar la mejor manera de mantenerla a salvo, de no ponerla en un peligro aún más grande que el que ella ya se había puesto a sí misma. "Sólo dime una cosa" - Emmett preguntó después de haber fracasado una vez más en que yo le respondiera - "yo confío… ambos" - se corrigió - "confiamos en tu juicio, en tus instintos al cien por cien. Sólo dime que esta decisión que esperas que no le digamos aún a Whitlock y a Rosalie es una decisión profesional, basada en tus instintos en este caso, y voy a estar de acuerdo con lo que digas". Nunca había mentido a mi equipo. En este trabajo, en esta profesión, teníamos que confiar en los demás por completo con el fin de mantenernos a la vanguardia del juego. - 110 -

Sin embargo, yo tenía que mantenerla a salvo. Ni siquiera tenía otra opción en este momento. Yo asentí con la cabeza lentamente, porque mis instintos sobre ella y sobre el caso daban lugar a la misma conclusión. Emmett resopló. "Vale, bien. Tú eres el jefe". Oooooooooo Eran las ocho de la mañana del día siguiente, o como había llegado a ver el tiempo en las últimas horas: a treinta y ocho horas antes de que finalizara el ultimátum. Yo Estaba en el hospital, un día más como el Dr. Anthony Masen. Alice pasó toda la noche en mi casa, accediendo a su pequeño portátil y tratando de encontrar algo real en la farsa de Marie. Sin éxito hasta el momento. Así que ella estaba libre de ir a las oficinas del FBI en Seattle para ver si los recursos federales ayudaban a encontrar cualquier cosa. Quise darle un beso cuando ella salió corriendo de mi casa con su portátil bajo el brazo, sus gafas torcidas y el pelo de punta hacia arriba en sesenta diferentes direcciones, porque ahora parecía estar casi tan obsesionada con descubrir la verdadera historia detrás Catwoman / Falsa Marie como yo. Emmett todavía no estaba demasiado contento con la decisión de mantenerse a raya y no informar sobre la falsa Marie a Whitlock, pero él confiaba en mí, así que iba a aguantarse. Hoy había sido enviado para vigilar a la falsa Marie en secreto. El hecho de que ella probablemente tuviera que pasar parte de su tiempo con James hoy, posiblemente escondida en su casa o en la de él, sola, me hizo temblar en mi oficina. Era irracional, estaba mal, era hipócrita teniendo en cuenta mi relación con Kate, pero en mi mente, Catwoman era mía. Yo quería que James ardiera en el infierno sólo por tocarla, no importaba todo lo demás que hubiera hecho en su vida. El objeto de mi odio entró en mi oficina mientras me estaba imaginando todas las maneras de mutilarle y desmembrarle por todas las formas en las que me estaba imaginando que él estaba profanando a mi Catwoman. James iba con una sonrisa de oreja a oreja esta mañana, lo cual era inusual en él. No era una persona de mañana. Lo recordaba saliendo de su habitación la noche anterior con mi Catwoman, y la forma en la que sonrió cuando le pregunté qué habían estado haciendo. Me preguntaba si él sabía lo afortunado que era de que yo no hubiera puesto una bala a través de él en ese mismo momento. - 111 -

Él se sentó en la silla del paciente frente a mi escritorio y cruzó las piernas, ajustándose los pantalones perfectamente apretados y su camisa blanca muy almidonada. "¿Qué te pasa, Tony?", me preguntó. "Te ves molesto esta mañana". Tomé una respiración profunda, interna. No iba a hacer mi trabajo tan bien esa mañana si él decía que yo estaba molesto. "¿Qué pasa?", siguió antes de que yo pudiera responder. "¿Estás preocupado por el procedimiento de mañana del Sr. Richards?". El Sr. Steven Richards era un paciente mío de setenta y tres años de edad, que mañana iba a ser sometido a un cuádruple bypass para corregir las arterias bloqueadas que conducían a su corazón. Era un procedimiento relativamente sencillo a pesar del nombre, pero el señor Richards no era tan joven y tenía algunas otras cuestiones de salud que iban a hacer el procedimiento más riesgoso de lo habitual. Yo asentí con la cabeza. "Sí. Él ya no es tan joven, además, con sus riñones y su diabetes...", di una respiración profunda. James me miró y movió la cabeza. "Sí, es una pena que no sea un par de décadas más joven y con una mejor salud en general". Asentí con la cabeza otra vez. "Eso hubiera ayudado sin duda". James me dio una extraña mirada. "Eso también nos hubiera dado otras opciones". "¿Qué quieres decir?", le pregunté de manera uniforme. Él me miró pensativo durante un minuto entero. "Tony, ¿somos amigos, no?", me preguntó de repente. Sonreí. "Claro que lo somos". Me devolvió la sonrisa. De pronto se inclinó hacia delante en su asiento. "Sabes, Tony, te miro y me veo a mí mismo hace unos años, deseoso de ayudar a mis pacientes, frustrado por las limitaciones en la comunidad médica que nos imponen los individuos desinformados y poco inteligentes que no saben nada acerca de lo que realmente significa salvar vidas", susurró con atención. "Y no estoy hablando de salvar una vida", dijo sentándose en la silla. "Me refiero a trabajar en algo que no - 112 -

parece estar ayudando ahora, pero que cambiará la forma en la que tratamos a todo los pacientes cardíacos en el futuro". Conocía esa mirada en sus ojos. Esta mañana se sentía más invencible que de costumbre, dispuesto a comerse el mundo. Vi mi oportunidad de obtener finalmente la verdadera historia, la historia completa de él, y en el fondo de mi mente, no podía dejar de pensar que si sacaba eso de él hoy, podría llevarlo directamente a Whitlock y tener a James tras las rejas al caer la noche, antes de que él pudiera tocar a Catwoman de nuevo. "¿De qué estás hablando exactamente, James?". Me estudió atentamente con sus ojos azules. "Estoy hablando de algo que nos hará leyendas en nuestro campo", dijo cuidadosamente. "¿No te gustaría eso, Tony? ¿Ser una leyenda algún día?" "Por supuesto", resoplé. "¿Quién no lo querría?", hice una pausa. "Pero... ¿cómo?". Una vez más, me estudió con cuidado, tamborileando los dedos contra su pierna derecha, pensativo. "¿Sabes qué? Esta no es una conversación para este momento. ¿Por qué no esperamos hasta la cirugía de mañana y luego hablamos más?". Me reí entre dientes y luché contra las ganas de abalanzarme sobre la mesa en ese momento y estrangularlo hasta que confesara todo. En lugar de eso dije: "Claro. Lo que pienses que es mejor. Pero mi mañana está libre si quieres hablar-" Su sonrisa creció enormemente otra vez, ocupando toda su cara. "Vamos a dejar todo esto para mañana", dijo con una voz llena de finalidad. Él golpeó la mesa con entusiasmo con una mano. "¡Así que, dime lo que piensas de Marie!". Sonreí y me encogí de hombros, una vez más luchando contra la necesidad de envolver mis manos alrededor de su garganta. "Ella parece interesante". Se rió en voz alta, sacudiendo la cabeza. "¿Lo ves? ¡Es por eso por lo que no has encontrado a la chica correcta, chico! No puedes usar adjetivos como 'interesante' para describir a una mujer como Marie". - 113 -

Me reí entre dientes, resistiendo la tentación de arrojarlo al suelo y preguntarle quién coño se creía él que era para decirme cómo describir a mi Catwoman. 'Interesante' no empezaba a describirla, yo lo sabía mejor de lo que él se podía esperar, y mientras que él estaba pensando en palabras como 'sexy' e 'inteligente', no tenía ni puta idea de lo poco que esas palabras le hacían justicia. "Espera hasta que vea a Marie esta noche en la cena y le diga que piensas que es 'interesante' ", bromeó él. "Conociéndola, va tener unas palabras 'interesantes' para ti'". Que te jodan, gilipollas. Yo la vi primero. ¿Cómo de 'interesante' encontraría esas palabras? ¿Estaba siendo infantil? ¿Juvenil? Sí. Pero esas fueron las palabras que estaban en la punta de mi lengua. En lugar de eso dije despreocupadamente. "¿Así que vas a cenar con Marie esta noche?". "Sí. La voy a llevar a ese sitio nuevo de sushi en la línea de costa, y luego la llevaré a mi casa para un poco de diversión después de la cena, no sé si sabes lo que quiero decir", bromeó él, meneando las cejas. Saqué la M-5 que tenía escondida en el cajón de mi lado y le disparé entre los ojos. No. No lo hice. Pero yo me vi con claridad haciéndolo. La ola inimaginable de celos que amenazaba con deshacerme hizo que mi estómago se revolviera. Puse una sonrisa serena y tranquila en mi cara. "¿Vas a dejarme colgado esta noche, hombre?", bromeé, mis manos estaban en puños bajo la mesa. Se rió sin pedir disculpas. "Lo siento, Tony. Tú eres mi amigo, pero si tengo que elegir entre salir contigo o follarme a Marie, no hay competencia", dijo riéndose. Esta vez disparé a su polla. No. No lo hice. Pero estuve cerca. - 114 -

Él no tenía ni idea de que estaba llamando a las puertas de la muerte. Mis uñas escarbaban en mis manos para que no abriera el cajón. Traté de convencerme a mí mismo de que su cita de esta noche era una buena noticia, porque significaba que Alice y yo podríamos entrar en casa de Catwoman esta noche, mientras que Em mantenía un ojo en ella y en James. "De todos modos" - continuó sin darse cuenta de cómo estuvo apunto de ser convertido en un castrado - "¿no vas a salir con Alexa esta noche?". "No", dije agitando un brazo descuidadamente. "Ella está molesta conmigo por el momento. Alguna mierda de mirar a otras chicas mientras estaba caminando por ahí con ella". Él se rió de mí. "Sí, no fue una buena idea, hombre. Tony, Tony, Tony", me reprendió. "Todavía tienes mucho que aprender sobre cómo mantener al sexo opuesto feliz, mi chico". Me encogí de hombros y me reí de los problemas de mi novia y del plan de James de acostarse con su Marie O'Dwyer - mi Catwoman - pero en el interior... digamos que mis manos se retorcían. oooooooooo Menos de veinticuatro horas y contando. "Estado de todo, Em", le susurré a través de mi auricular mientras yo jugaba con la pieza de metal delgada que estaba clavada en el interior de la cerradura de la puerta de Catwoman. "Acaban de terminar la cena", dijo Emmett. "Los estoy siguiendo hasta su casa". Mis músculos y mis manos se apretaron con demasiada fuerza en torno a la pequeña pieza de metal y me aparté bruscamente un par de mechones que me molestaban. Me chupé los dientes por la frustración. Alice golpeaba el pie con impaciencia detrás de mí, llevaba un ordenador portátil bajo el brazo. "Por favor, ¿podrías dejar de hacer eso?", silbé. "Estoy a punto de quedarme dormida aquí", se quejó. "¿Por qué estás tardando tanto tiempo?". Porque la idea de que Catwoman y James estuvieran regresando a casa para - 115 -

ponerse a follar aparecía en mi mente. Sin embargo, yo no le respondí, y al segundo siguiente, escuché abrirse el mecanismo y giré la perilla de la puerta. La puerta se abrió poco a poco. "Ya era hora", murmuró Alice con ingratitud, empujándose más allá de mí. Rodé los ojos y la seguí hasta el apartamento de Catwoman. "¿Estáis dentro?", Emmett preguntó. "Sí, estamos dentro", le respondí mientras mis ojos captaban el espacio que me rodeaba. Era un apartamento muy bonito, limpio y ordenado. "Bueno, tomaros vuestro tiempo", dijo Emmett. "Ellos han entrado en la casa de James cogidos del brazo y tengo la sensación de que no van a salir en un futuro cercano". Cerré los ojos y sentí abrirse mis fosas nasales. "Hombre, ella tiene que tener algo grande planeado para conectar con los gustos de Penn", Emmett dijo, el disgusto estaba en su voz. "De lo contrario, ¿por qué alguien como ella perdería su tiempo con alguien como él?". En las últimas catorce horas más o menos que Emmett estado vigilando a Catwoman, parecía haber olvidado su profundo deseo de contarle todo a Whitlock. Yo personalmente lo atribuía al hecho de que, incluso con su pelo falso y rubio, sus ojos azules, y las grandes cantidades de maquillaje que llevaba como Marie, cuando mirabas a Catwoman, quiero decir, cuando la mirabas realmente, había una inocencia y pureza irradiando de ella que ninguna cantidad de maquillaje o tinte para el cabello podían disimular. Eso lo vi por primera vez en esa habitación de hotel. Era lo que Alice había visto durante su vigilancia. Por mucho que odiaba tener que pensarlo, eso era probablemente lo que le atrajo a James de ella. No importaba qué pasara, Catwoman emanaba bondad. Pero Emmett nunca admitiría algo como eso, por lo que siguió y siguió hablando acerca de cómo ella estaba a las seis de la mañana, bajo la lluvia, corriendo cinco kilómetros sin parar. Cómo se detenía en un parque cercano y practicaba algunas artes marciales y movimientos de boxeo contra un enorme árbol durante aproximadamente una hora. Al parecer, el resto de su día consistía en sus clases universitarias, deteniéndose para hablar y bromear un poco con unos compañeros, y luego desaparecer en su apartamento antes de re-emerger vestida para matar y para reunirse con James en el restaurante. - 116 -

Fuera lo que fuese, ella sin saberlo convirtió a Emmett en el nuevo miembro del club 'protege a Catwoman'. Traté de no imaginar lo que estaba pasando en el apartamento de James mientras miraba el de ella. A primera vista se veía exactamente igual a lo que uno esperaría de un apartamento de una joven universitaria, acomodada al parecer; bonito mobiliario, fotos de las persona que se suponía que eran su familia colgadas en algunas paredes, paisajes. Una biblioteca con sus libros de texto, así como una colección de ficción en la sala de estar. Pasé mis dedos enguantados sobre los títulos, articulándolos para mí mismo, tratando de averiguar si al menos eso representaba sus verdaderos intereses, sus pensamientos reales. Ella tenía lo normal, Austen y las hermanas Bronte, pero también tenía autores más modernos como King y Koontz, Tolkien, e incluso R.R. Martin. Sonreí, porque yo mismo había leído todo eso. La cocina tenía todos los electrodomésticos básicos. El baño contenía todos los artículos de tocador básicos, tales como champú, acondicionador, ibuprofeno y ocultos dentro de la gran caja de tampones, unos cuantos tubos de cloro y cerca de un año de suministro de lentillas azules desechables. Sin embargo, no era nada que no supiera ya. Las personas de las paredes eran todas rubias y de ojos azules, pero no se parecían nada a ella. Eran tan falsas como su nombre. Todo lo demás también era parte de su personalidad falsa. La mayoría de las mujeres solteras solían tener algo - al menos una cosa - que era viejo, una reliquia, un osito de peluche especial, una manta tejida por una abuela, una vieja foto descolorida colgada en la nevera. Ella no tenía esas cosas. Mientras Alice y yo mirábamos a través de la vivienda, no encontramos nada que nos dijera algo más allá de lo que ya sabíamos, Marie O'Dwyer no existía. ¿Quién demonios era ella? Puse el micrófono detrás de su mesa y pasé a su dormitorio. Era limpio y sorprendentemente estaba casi vacío, una cama, una mesita de noche y una cómoda. La cama era de tamaño completo, con una cabecera de latón simple y un edredón de plumas de ganso, blanco y liso. Sus paredes eran de color crema y desnudas excepto por una pintura de gran tamaño. La reconocí de mi juventud, y si no recordaba mal, se llamaba 'Domingo por la mañana', de un hombre llamado Norman Rockwell. Una opción interesante. La miré fijamente durante unos minutos y luego coloqué un micrófono detrás de ella. - 117 -

Los cajones de la cómoda contenían ropa cuidadosamente doblada y nada más. El armario tenía más de lo mismo. Por último, miré a través de su cajón de la mesilla y di una bocanada de aire al encontrarme con bragas y sujetadores. Noventa B, bragas de tamaño XS. Unas de algodón, otras de encaje, negras, blancas, rojas y tangas, una caja sellada de condones seguía en la esquina del cajón, lo que me hizo dar un suspiro de alivio. Aunque pensándolo bien, podría significar simplemente que acababa de terminar una caja. Mierda. "¿En serio Agente Cullen?", la voz de Alice me sorprendió desde detrás de mí. Yo me di la vuelta y dejé caer la caja de condones. Ella los estudió y levantó una ceja hacia mí. "Agente Brandon, estaba buscando algo que nos diera la información que hemos venido a buscar", dije en mi defensa. Ella sonrió. "Has estado mirando en ese cajón de ropa interior durante cinco minutos ya. A menos que tengas algunos poderes especiales que no nos has dicho, no vas a encontrar algo útil estudiando su talla de sujetador". Emmett se echó a reír por el auricular. Yo puse mis maños en puños a mi lado por la acusación, pero mi mano estaba aún en torno a un sujetador negro de encaje. Yo traté de ocultarlo detrás de mí, pero los ojos de Alice siguieron mi mano. Ella rodó los ojos. "Yo no-", comencé, pero me detuve de repente cuando las fuertes carcajadas de Emmett pararon. "Uhoh", él dijo. "Algo está mal. ¡La falsa Marie acaba de precipitarse fuera de la casa de James y se ve enfadada como el infierno! ¡Oh, mierda, él va detrás de ella!". Alice y yo nos congelamos durante unos dos segundos y luego me fui al otro lado del apartamento, en mi camino para matar a James y sacar a mi Catwoman de allí. Si él tocaba un pelo rubio de su cabeza"¡Edward, espera!", Alice susurró entre dientes mientras yo cruzaba la puerta en tres pasos. "Háblame, Emmett, ¿qué está pasando?", dije con una voz mil veces más tranquila de que lo que realmente sentía. Estaba abajo ya, haciendo mi camino hacia la Chevy - 118 -

negra en la vuelta de la esquina. "Ellos están discutiendo", dijo Emmett. "Él está agarrándole el brazo". "¡Mierda!", yo gruñí, corriendo ahora. "¡Voy de camino!". "¡Edward!", Alice silbó a través de su auricular. "Lo siento Alice", le dije rápidamente. "Nos vemos de nuevo en mi casa". "¡Espera, espera, espera!", Emmett dijo. "No puedo decir lo que están diciéndose desde este ángulo, pero... Oh, mierda ¿eso puede ser posible?". "¿Qué coño pasa?", le pregunté, corriendo hasta el asiento del conductor. Estaba vagamente consciente de que estaba dejando que Alice hiciera su propio camino para volver, pero no podía preocuparme por eso ahora. "James es… oh hombre... se ve desde aquí como James... ¡está pidiendo disculpas por algo! Ed, ¿es humanamente posible que James parezca realmente arrepentido?". James nunca se disculpaba por ninguna cosa. Nunca se veía arrepentido por ninguna cosa. No era parte de su personalidad. "Él... él tiene el rostro de ella en sus manos y está haciendo todas esas cosas vergonzosas con los ojos", Emmett empezó a reírse. "Oh, hombre, si tus compañeros farmacéuticos pudiera verlo ahora". A pesar de que James parecía estar consiguiéndolo con mi Catwoman, exhalé un suspiro de alivio, apoyé la cabeza contra el volante por un momento. "¿Ella está bien?", le pregunté. "¿Bien?", Emmett resopló. "No sé lo que ella le ha hecho a él, pero ella tiene a Penn comiendo de su mano, y a menos que tengan el record en ser los más rápidos de los rapiditos, ¡ella ni siquiera ha tenido que hacer nada! ¡La chica es simplemente diabólica!", él bromeó. Cerré los ojos y esperé a que mi corazón se regulara a sí mismo de nuevo. "Un taxi acaba de llegar", dijo Emmett. ¿Estaba marchándose ya? Mi corazón latió con esperanza. No había que negarlo, - 119 -

no había razón para tratar de engañarme a mí mismo o a mi equipo, el pensamiento de que ella estuviera con James me estaba matando. Emmett seguía con su juego. "Ellos están diciéndose adiós". Hizo una pausa, y supe que no quería saber exactamente lo que estaba pasando en ese momento. "Ella está en el taxi", Emmett finalmente respiró, sonando aliviado. "Se ha ido". Él resopló de nuevo. "Penn está mirando al taxi como alguien que ha sido seriamente dejado con las ganas". Dejé que el alivio inundara todo mi cuerpo durante unos cinco segundos. "Alice y yo no hemos visto su ordenador portátil todavía". "¡Bueno, pues será mejor que lo hagáis ya!", Emmett me gritó. "¡Ella estará en casa en quince minutos!". Cuando regresé a casa de Catwoman, Alice ya se encontraba en su ordenador portátil. "Gilipollas", ella dijo simplemente sin levantar la vista. No respondí. Ella tecleó durante unos diez minutos, abriendo un programa tras otro, tratando de entrar en el portátil cifrado de Catwoman. Después de unos doce minutos, ella golpeó con los puños el portátil por la frustración. "Ella es bien buena en esto, o tiene a alguien ayudándole con su cifrado", se lamentó en un tono desconcertado. "¿No puedes entrar?", le pregunté totalmente sorprendido. Alice frunció el ceño. "Oh, yo puedo entrar" - dijo desafiante - "pero no en los próximos tres minutos". Miré mi reloj. Si no había tráfico, Catwoman podría estar en casa en los próximos dos minutos y medio. "Volvamos", le dije. - 120 -

Alice frunció los labios y sacudió la cabeza. "Tú no lo entiendes. Este cifrado es uno de los mejores que he visto. Voy a necesitar un par de horas por lo menos, y voy a tener que llevarlo hasta las oficinas del FBI de Seattle". Me pasé la mano por el pelo y miré el reloj de nuevo. Dos minutos. "Ella se lo lleva con ella a las clases durante la semana". "Entonces el fin de semana". Yo la quería fuera de aquí antes del fin de semana. "Tenemos que asegurarnos de que no se da cuenta de que le falta". Alice asintió con la cabeza. "Apágalo", le dije. Ella lo apagó y lo cerró con sus dedos enguantados. Miré mi reloj. Un minuto. "Vámonos". Cerramos la puerta detrás de nosotros y rápidamente la volvimos a cerrar con si tuviéramos una llave. En el momento en que subimos hasta el nivel de la azotea, pude jurar que recogí su olor.

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;) - 121 -

Cap 8 Esperanza Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Os dejo otro capitulo donde hay un poco más de acercamiento :)

Capítulo 8 -Esperanza EPOV A menos nueve horas y seguíamos contando, aunque hacía ya... ya no estaba seguro. Ella levantó las cejas al ver que me acercaba. Por alrededor de dos segundos sus ojos me miraron esperanzados. Había preocupación en ellos, sí, pero ella había puesto su confianza en mí y en mis habilidades, y yo le había prometido que haría mi mejor esfuerzo. Mi mejor esfuerzo simplemente no fue lo suficientemente bueno esta mañana. En mis dos profesiones me habían enseñado la importancia de una cara en blanco que no revelara nada. Pero no tenía ninguna experiencia en lo que iba a hacer y decir, y mi cara en blanco debía ser tan deficiente como todo lo demás había sido esta mañana. Ella vio a través de mí mientras yo fui a pararme frente a ella, y entonces se hundió ligeramente en los brazos del hombre a su lado. Me quité mi gorro y tragué fuerte. "Lo siento mucho". Otra cosa que aprendí en la escuela de medicina. En el rostro de la muerte, la mayoría de nosotros mantenemos viva la esperanza hasta el último segundo. Ella por fin dejó ir el último vestigio de esperanza y sollozo abiertamente en el pecho de su hijo. "Hicimos todo lo que pudimos" - seguí en silencio - "pero su corazón era demasiado débil y... sabíamos que sus riñones no podrían aguantar... Lo siento mucho", le dije otra vez, perdiendo completamente las palabras. - 122 -

La señora Richards siguió llorando mientras su hijo la tenía en su contra, la incredulidad y el asombro estaban en su rostro. "¿Él... sufrió?", el hijo me preguntó. Negué con la cabeza. "Él estaba bajo una fuerte sedación. Nunca recuperó la conciencia". El hijo asintió con la cabeza lentamente, mirando fijamente a un punto lejano en el suelo brillante del hospital. Sus ojos bruscamente se arrastraron a los míos. "Quiero darle las gracias, doctor, por todo lo que hizo. Mi padre nos dijo que estaba convencido de que si alguien podría llevarlo a través de esto, sería usted". "Hice mi mejor esfuerzo", le aseguré de nuevo, no por miedo a una demanda por negligencia, sino porque realmente, realmente lo hice, y estaba enfadado, frustrado y cagado de miedo de que por una vez no hubiera sido suficiente. Steven Richards junior asintió con la cabeza. "Creo que al final sólo somos humanos. No podemos salvar a todos". Lo miré y asentí una vez. Oooooooooo Estaba en mi oficina un par de horas más tarde, terminando el papeleo implicado con la muerte de un paciente, y por primera vez tratando duramente y como el infierno de no pensar. Porque los pensamientos que corrían por mi mente era que ahora quedaban menos de siete horas y no sabía qué hacer después de cuarenta y una horas. Los micrófonos no habían recogido nada en las últimas horas que no fuera a Catwoman escuchando música, viendo la televisión, posiblemente haciendo ejercicio, y cantando para sí misma fuera de tono en la ducha. Estaba tratando duro como el infierno de no ir tras ella. Otra cosa que nos enseñaron tanto en la escuela de medicina como en Quantico: no dudar de tu instinto inicial, sigue tus instintos. Pero mi instinto no me había llevado a ninguna parte en el último par de días. Catwoman seguía siendo un misterio, y un hombre acababa de morir en mi mesa de operaciones. En teoría, la muerte era una parte de la vida. En realidad, anhelaba el poder para detenerla. Mis ojos vagaron por mi oficina vacíamente y llegaron hasta la plataforma con la botella roja de Johnnie Walker y los vasos de cristal de acompañamiento. A veces - 123 -

tomaba un trago o dos con James o con Garret después de unas horas, pero lo que realmente quería ahora era vaciar la botella. Miré para otro lado, sabiendo que realmente era una mala idea por muchas razones. Mi teléfono móvil vibró, lo que indicaba que tenía un mensaje de texto, pero sonó un golpe en la puerta antes de que pudiera sacarlo de mi bata de laboratorio y leerlo. Kate entró, tan hermosa como siempre con su falda apretada y una blusa de seda perfectamente ajustada. Ella cerró la puerta detrás de ella y su cuerpo descansó en ella, mirándome. "Tony, ¿estás bien?". Me quedé mirándola, pero no, negué con la cabeza. Ella se acercó a mí, poco a poco haciendo su camino en torno a mi mesa y sentándose en mi regazo. Ella envolvió sus brazos alrededor de mí y olí jabón y Dior, y su cuerpo era muy caliente y yo necesitaba calor en esos momentos. Envolví mis brazos alrededor de ella. Nos sentamos allí de esa manera durante unos minutos. "Se vuelve más fácil", al final susurró en mi oído. Yo resoplé. "¿Qué se vuelve más fácil? ¿La pérdida de un paciente en la operación o la aceptación de que realmente somos impotentes frente a la muerte?". Ella movió la cabeza hacia atrás lo suficiente como para mirarme a los ojos. Sus ojos eran de un azul brillante, como el cielo, pero siempre había algo oscuro nadando en ellos. Ella negó con la cabeza, mirándome fijamente. "No somos impotentes, Tony. No, si no queremos serlo". Sostuve su mirada. "¿Qué significa eso?". "Eso significa" - ella levantó una mano hasta mi pelo y empezó a pasar sus dedos a través de él, mirándolo mientras continuaba - "que tal vez estés listo para hacer una diferencia real. Para ser parte de algo que finalmente salvará a cientos, miles de vidas. Para ser un verdadero pionero. Para que tu nombre sea recordado un día y se hable con reverencia por todos aquellos en la comunidad médica". "¿Cómo?". - 124 -

Ella sonrió suavemente. "Tony, ¿alguna vez has escuchado el dicho, 'tienes que estar dispuesto a romper unos cuantos huevos para hacer una tortilla'?". Asentí con la cabeza. "A veces... tenemos que estar dispuestos a sacrificar algunas cosas". Mi corazón se aceleró, pero no por la forma en la que estaba jugando con el pelo de mi nuca. "Es nuestro deber, nuestra obligación, como parte de lo mejor de lo mejor en este mundo, apartar a los más débiles de los fuertes. Darwin tenía toda la razón todos esos años atrás". Ella se detuvo y llevó sus ojos de nuevo a los míos, estudiándolos con cuidado. "Tienes razón", le dije, como si fuera a comprar su inflado complejo de Dios. "Estoy de acuerdo contigo totalmente. Pero, ¿cómo podemos nosotros, como médicos, hacer eso?". "Como he dicho, tenemos que estar dispuestos a tomar decisiones difíciles. Es nuestra obligación. Y seamos honestos" - resopló - "ninguno de nosotros pasó por el duro trabajo de llegar hasta aquí sin la esperanza de una gloria eventual. Sólo tienes que estar dispuesto a ir a por ello", sus ojos azules perforaron los míos. "¿Estás dispuesto a ir a por ello, Tony?". Yo asentí con la cabeza sin dudarlo. Ella sonrió ampliamente. "Bien". Sus ojos se fueron a mis labios y ella comenzó a acariciarlos suavemente con un dedo. "Creo que... tal vez deberías ir a hablar con James". Mi pulso se aceleró. "¿Cuándo? ¿Ahora mismo?". Su sonrisa se transformó poco a poco en una que reconocí fácilmente; seductora, llena de deseo. Sus manos se movieron hasta mi corbata y ella comenzó a aflojarla. "Tal vez en una media hora más o menos", dijo con su voz más seductora. Durante treinta segundos simplemente me quedé sentado y dejé que deshiciera mi corbata. Mi corazón se aceleró por la anticipación y la sangre fluyó hacia mi miembro, porque el sexo con Kate era bueno. Ella inclinaba su cuerpo en todas las posiciones imaginables. Ella se ponía arriba, abajo, atrás, de espaldas, a cuatro patas. Su destreza tendía a hacer que me olvidara de que una vez tuve escrúpulos, que no siempre fui el tipo que se tiraba a alguien por su cara bonita y su flexibilidad. - 125 -

Que yo no creía en follar con lo que le pertenecía a otra persona. Era el agente especial Edward Cullen. Pero todos los días, me sentía más y más como el doctor Anthony Masen. De la nada, una cara crema e impecable llenó mi mente. Unos ojos profundos y de color chocolate me miraron. Ella ahora era rubia y de ojos azules, su piel estaba perfectamente cubierta de un bronceado falso, con sombra de ojos, lápiz labial y todo lo que una mujer falsa tendía a ponerse. Pero todavía recordaba esos ojos chocolate, y mis instintos me decían que debajo del disfraz, aún había bondad, había pureza y verdad. De repente sentí un profundo deseo, una necesidad, por la pureza y la verdad en mi vida. Envolví una mano sobre las manos de Kate y la detuve cuando ella estaba empezando a desabotonar mi camisa. Ella me miró, confundida. "Ahora no", le dije con firmeza. "¿Por qué no?", preguntó. "Kate, acaba de morir un paciente en mi mesa de operaciones. ¿De verdad crees que estoy en el estado de ánimo que toca en este momento?". Ella entrecerró los ojos hacia mí y la sonrisa seductora cayó de sus labios. Sus manos bajaron y yo me abroche de nuevo los botones que estaban desabrochados. Ella me miró. "Bueno, ¿entonces cuándo?", ella exigió como si fuera mi deber - o como ella decía, mi obligación - follarla. Me había metido en una posición peligrosa con Kate, me había dado cuenta de eso. Me recordaba a mí mismo que hice lo que hice con el fin de congraciarme. Que yo no habría tenido toda la información que teníamos hoy si no me hubiera acostado con Kate. Pero un escalofriante pensamiento apareció a través de mi mente. ¿Y si sólo me había follado a Kate porque... dentro de lo más profundo... yo simplemente quería? Desterré esa idea rápidamente. - 126 -

Nunca te cuestiones a ti mismo o a tus decisiones. "No lo sé, Kate, no lo sé", le respondí con impaciencia, envolviendo mis manos alrededor de sus brazos y poniéndola hacia arriba y fuera de mí. "Solo sé que no ahora". Ella sonrió con sequedad y elevó las cejas, trazando mis labios con un dedo de nuevo. "Ve a ver a James. Te sentirás mejor". Ella caminó hacia la puerta y la seguí, deseoso de ver a James ahora, deseoso de estar fuera de mi oficina, frustrado por Kate, por James, por mi ultimátum ignorado, al parecer. Cuando salí del ala del hospital de nuestras oficinas, una risa que no debería ser tan familiar para mí llenó mis oídos. Me di la vuelta y miré justo a la cara divertida de Catwoman. Ella estaba caminando por el pasillo, vestida con un traje bastante azul y botas altas, con Garrett sobre todas las personas. El universo al parecer, me odiaba hoy. Ambos se detuvieron al vernos a mí y a Kate. "Ahí estás, cariño", Garrett le dijo a Kate, acercándose a ella y besándola. "Marie y yo estábamos buscándote. Ella había venido para ver a James, pero él parece haber desaparecido, por lo que quería decir hola a todo el mundo". Catwoman le dio a Kate una sonrisa amistosa. "Hola Kate, ¿cómo estás?". Kate la miró como si fuera un bicho que debería ser aplastado. "Marie. Me alegro de verte", ella puso su brazo alrededor de Garrett posesivamente. "No sabía que en el jardín de infancia dejaban salir tan temprano". Catwoman se rió. "Sí, bueno, nos dejan salir temprano siempre y cuando nos comprometemos a obtener una nota firmada por un padre o tutor", buscó algo en su bolso. "Yo iba a hacer que James lo firmara por mí, pero ya que él no está alrededor estoy segura de que aceptarán tu firma". Kate la miró con el asesinato puro en sus ojos. Catwoman se rió de nuevo descuidadamente. "Relájate, Kate. Sólo estaba jugando contigo. James no tiene la edad suficiente para ser mi padre, y estoy un poco segura de que tú no eres lo suficientemente mayor para ser mi madre". Sus ojos se movieron hacia mí y parpadearon casi imperceptiblemente de nuevo a - 127 -

Kate en una fracción de segundo. Ella había visto a Kate salir de mi oficina y ella pensaba que sabía lo que acababa de suceder. Lo vi en la forma divertida en la que me sonreía. "¿Cómo estás, Anthony?". "Marie. ¿Faltando a clases?", le pregunté con una sonrisa de satisfacción, porque sabía que se suponía que tenía Bioquímica en estos momentos. De repente estuve bastante seguro de quien me había enviando el mensaje de texto antes y por qué. Sus ojos azules brillaron por un momento antes de volver a tener su agradable sonrisa. "¿Faltando a clases?", repitió. "No, Doctor Masen. Tengo veintitrés años y tengo A en Bioquímica, Orgo y Física. Simplemente estoy ejerciendo mi derecho, como adulta, a un día libre para hacer lo que me plazca". Ella estaba molesta. Pensaba que yo estaba tratando de burlarme de ella, como Kate había hecho. De repente me sentí muy incómodo. Garrett me miró solemnemente. "Tony, me he enterado de lo que ha pasado en la operación de esta mañana. Lo siento". "Gracias Garrett", le dije. Garrett era el primero de hoy cuya compasión se sentía realmente sincera. Ese sentimiento familiar de culpa me atacó de nuevo, porque Garrett siempre había sido el único sincero aquí, sin embargo, yo le estaba jodiendo como estaba planeando joder al resto. "Si quieres hablar de eso, mi puerta está siempre abierta", dijo amablemente. "Gracias", asentí con la cabeza. "¿Has perdido a un paciente hoy?", Catwoman preguntó de repente. Asentí con la cabeza lentamente. Su expresión de repente se llenó de dolor. "Yo... lo siento", dijo lentamente. "No lo sabía". - 128 -

"James estaba ayudando", Kate dijo con frialdad. "Yo... no me había dicho nada. ¿Estás bien?", me preguntó con tanta preocupación en su voz que tuve que luchar contra el deseo de perderme en sus brazos, porque de alguna manera sabía que eran los únicos que realmente me harían sentirme bien. Pero esa no era una opción, así que simplemente asentí. "Está bien", dijo Kate bruscamente. "Yo ya lo he consolado, de médico a médico". Catwoman la miró y asintió con la cabeza. "Oh". Me pregunté lo que estaba pasando por su cabeza. Kate sonrió, luego se dio la vuelta y besó a Garrett en la mejilla. "Tengo mucho trabajo que hacer. Hasta luego, cariño". Con eso se dio la vuelta y se alejó. Garrett la observó marcharse y se volvió hacia mí. "En serio, Tony, me acuerdo de lo que sentí cuando perdí a mi primer paciente. Kate y yo nos vamos a cenar esta noche. Estoy seguro de que no le importará si deseas unirte a nosotros". "No. Garrett, gracias. Estaré bien, he hecho todo lo posible hoy, y sé que el Sr. Richards sabía que no había realmente mucho más que pudiera haber hecho. No había otras opciones". Garrett asintió con simpatía. "Sé que esto puede sonar pasado de moda en el mundo médico de hoy en día, pero realmente creo que todo el mundo tiene derecho a... luchar en sus propios términos. Y a veces eso sólo significa dejar que la naturaleza siga su curso en lugar de luchar con tratamientos experimentales". Se volvió hacia los ojos ansiosos de Catwoman. "Sin faltar al respeto a James, o a cualquier otra persona que piense diferente. Quiero decir, incluso Kate y yo no estamos de acuerdo-" Catwoman le sonrió amablemente. "No tienes que explicármelo, Garrett. Estoy de acuerdo en un cien por cien. Y tu secreto está a salvo conmigo", le susurró con complicidad. La expresión de Garrett se llenó de admiración. "Ahora veo por qué James está tan loco por ti. Tú no eres como… las otras mujeres con las que ha salido". Catwoman no respondió. Ella miró hacia abajo en el suelo, e incluso con todas - 129 -

esas cosas en la cara yo pude ver su rubor. "Hey, ¿por qué no-", Garrett comenzó cuando su teléfono vibró. Él hizo una mueca cuando lo miró. "Desafortunadamente me están llamando. Ha sido bueno verte de nuevo, Marie. Ven a visitarnos otra vez, ¿eh?". "Lo haré, Garrett", Catwoman prometió. "Disfruta el resto de tu día". "Tony, me pondré al día contigo más tarde". "Claro Garrett", le dije. Él se alejó rápidamente. Catwoman y yo nos quedamos solos por primera vez desde que la abordé en su apartamento. Traté de controlar la forma en la que mi corazón comenzaba a correr, porque a pesar de que no había nadie a nuestro alrededor, las paredes tendían a tener ojos y oídos. Nadie lo sabía mejor que yo. A pesar de la tortura agridulce que su cercanía me provocaba, puse todas mis fuerzas en poner una mirada en blanco. Ella me miró de la misma manera. "Así que... ¿has venido a ver a James y a demostrar tu independencia?", le pregunté con frialdad. Ella asintió con la cabeza lentamente, levantando la barbilla. "Planeo estar por aquí durante mucho tiempo, Anthony. Sólo quiero dejar claro todo este asunto". En otras palabras había venido a decirme que me metiera mi ultimátum por el culo. No pude evitar la furia que eso me provocó. Mi nariz se ensanchó. Estuvimos los dos en silencio durante unos momentos. "Lo siento mucho" - dijo de repente - "por lo de tu paciente". Me encogí de hombros y la miré a los ojos. "Sí, bueno, a veces no hay mucho que podamos hacer por alguien". Ella miró hacia otro lado lejos de mí. "Y otras veces" - dije de manera uniforme - "no nos detenemos ante nada". Sus ojos brillaron de nuevo a mí rápidamente. "Garrett estaba en lo cierto. A - 130 -

veces... a veces no hay que tratar de salvar a todos". "A veces no tenemos otra opción", le dije con firmeza. "¿Por qué?", ella exigió. "¿Por qué no tienes una opción?". "Porque a veces mantener a una persona segura se convierte en lo único que importa". "¿Qué pasa si no sabes nada acerca de esa persona?". La atracción magnética era alucinante. Gasté todas mis fuerzas para permanecer en mi lugar, para no cogerla y poner mi boca en sus labios como había estado soñando, pasar mis dedos por su pelo que se veía tan burlonamente sedoso, incluso en el color equivocado. Por la forma en la que me miró, creo que ella estaba teniendo los mismos problemas que yo para permanecer en su lugar. "A veces todo lo que necesitas saber está escrito en su cara". "¿Cómo…" - preguntó débilmente, como si estuviera tratando de averiguar la respuesta a su propia pregunta - "sabes leer a una persona tan bien?". "Honestamente no lo sé", le confesé. "Lo único que sé es que la idea de que esa persona se lastime... es una tortura". Ella cortó su respiración en silencio y su cara palideció. Durante mucho tiempo, simplemente estuvimos allí, mirándonos el uno al otro. Sabía que su mente estaba acelerada, lo veía en la forma en la que se mordía el labio, en la forma en la que su pecho se levantaba. "¿Realmente vas a estar bien?", ella me preguntó bruscamente. "Quiero decir, sobre tu paciente". Di una respiración profunda. "Es la primera vez que he perdido a un paciente. Pero supongo que para ser un buen médico, tengo que aceptar el hecho de que no soy Dios. Pero a veces cuando ves a alguien sufrir tanto tiempo sólo para sucumbir a la enfermedad, empiezas a cuestionarte un montón de cosas". "Entonces necesitas un recordatorio..." - dijo en voz baja - "de que aún hay belleza en este mundo". - 131 -

Recordaba ese hecho cada vez que la miraba. "Un buen amigo me dijo una vez que..." - sus ojos miraron de forma perdida "cuando parece que el mundo está lleno de nada más que oscuridad, es importante encontrar algo que te recuerde que todavía hay luz en este mundo, algo que te dé un propósito... esperanza", tragó con dificultad. "Algo que te recuerde la verdadera belleza". Yo me quedé sin palabras. Una vez más, ella veía a través de mí como nadie más, porque sí, eso era exactamente lo que necesitaba, sólo que creía que ya lo había encontrado. Ella me miró fijamente. "Tengo un lugar al que trato de ir...", sus ojos se fueron a los míos. "Hay un museo en Tacoma, no lejos del puerto. Es frecuentado principalmente por personas mayores" - ella se rió - "pero... me gusta lo que tienen en exposición", se encogió de hombros. "Sus colecciones se puede considerar pasadas de moda, pero consigues la sensación de que cuando fueron creadas, sus creadores estaban viendo la belleza real". Sostuve su mirada. "Yo..." - tomó una larga pausa antes de continuar - "yo suelo ir allí los fines de semana, los domingos por la noche en realidad, porque por lo general está bastante vacío, y puedo estar a solas con mis pensamientos". Asentí con la cabeza y su expresión cambió de repente, se endureció. "Tal vez puedas encontrar tu propia fuente de belleza, Anthony, y entonces no sentirás como que tienes que ser un héroe". Con eso se dio la vuelta para irse. La miré y la llamé cuando estaba a pocos metros. "M-Marie". Ella se detuvo y se dio la vuelta, una mirada cautelosa estaba en su rostro. "¿Ya... has encontrado tu propósito... en ese lugar?". Ella negó con la cabeza lentamente, de lado a lado. "Pero sigo siendo optimista". oooooooooo - 132 -

Un par de horas más tarde James entró en mi oficina. Cuando lo vi esta mañana, llevaba bata y una máscara quirúrgica, así que era difícil de calibrar su estado de ánimo. Pero parecía más reservado esta noche de lo que estaba ayer por la mañana. No podía dejar de preguntarme si era debido a que se quedó con las ganas ayer por la noche. Como de costumbre, se sentó en la silla de cuero del paciente enfrente de mi escritorio, cruzó las piernas, se ajustó los pantalones bien arrugados y su camisa almidonada, y puso sus dedos en su regazo. "¿Cómo te sientes, Tony?". "He tenido días mejores". Él asintió con la cabeza. "El primer paciente que pierdes es siempre el más difícil, Tony. Incluso si hiciste todo lo posible para salvarlo, no puedes dejar de sentir que podrías haber hecho más". Me estudió con cuidado. "¿Te acuerdas de lo que comenzamos a hablar ayer por la mañana? ¿Acerca de salvar más de una vida a la vez?". Asentí con la cabeza. "Tony, tanto como nosotros como médicos queremos salvar a todos, muchas veces las personas que caminan a través de esas puertas" - él sacudió la cabeza - "ya están más allá de ser salvadas. Richards, por ejemplo. Sé que hiciste lo mejor posible para él, Tony. Pero el hecho es que con sus otras condiciones médicas, las probabilidades simplemente no estaban a su favor". "Sin embargo se merecía una oportunidad", dije. James asintió con la cabeza estando de acuerdo. "Por supuesto que sí. Y como te dije ayer, si hubiera sido un poco más joven, podría haber tenido la oportunidad de hacer que su vida hubiera durado más". "¿Qué su vida hubiera durado más?", le pregunté con asombro fingido. "¿Cómo?". James respiró profundamente, soltando el aire poco a poco. "Tony, en los últimos años, Kate, Laurent y yo hemos estado trabajando con algunos chicos de los farmacéuticos Horizon para probar una nueva droga que han estado creando". Surqué las cejas. "¿Por qué no he oído hablar de eso?". - 133 -

James sonrió. "Mira, la cosa es que los chicos con los que estamos trabajando realmente no tienen plena autoridad en la empresa para poner a prueba esos medicamentos, al menos no en seres humanos". "¿Quieres decir que el medicamento no está aprobado por la FDA?". James movió la cabeza lentamente. "Tony, ¿sabes cuánto tiempo tarda un fármaco en llegar al mercado? Décadas de estudios y ensayos con animales, Tony. ¿Sabes cuántos pacientes se pierden en esas décadas? ¿Los pacientes que podrían haber sido salvados si el proceso de las pruebas se hubiera acortado?". "¿Cómo podemos reducir el proceso de las pruebas?", le pregunté. Él suspiró. "Tony, muchos de nuestros pacientes no van a vivir mucho tiempo de todos modos. Si probamos las drogas en ellos, por lo menos podemos saber de inmediato cómo van a afectar a los seres humanos, en lugar de perder años y años en animales". Lo miré. "¿Los pacientes... saben que los medicamentos no están aprobados por el gobierno federal?". James sonrió. "Mira, el problema con los seres humanos es que tendemos a tener un miedo profundamente arraigado a la muerte, incluso cuando sabemos que nuestro tiempo se está acabando". Asentí con la cabeza. "Si le decimos a esos pacientes que los medicamentos que están tomando no les van a poner mejor, ¿de verdad crees que van a querer tomarlos? ¿Incluso si al hacerlo se convierten en héroes?". "Probablemente no", le dije. Él sacudió la cabeza. "Algún día cercano, a causa de esos pacientes, cientos o quizás miles de personas tendrán a su disposición un medicamento que salvará vidas que hubiera tardado décadas en ser aprobado". Froté mi barbilla, pensativo. "Sin embargo, los pacientes... necesitan guardar silencio-" "Y lo hacen", se inclinó hacia adelante en su silla. "Tony, estas pruebas no se - 134 -

toman a la ligera. Kate y Laurent miran en los archivos el potencial de los voluntarios... con mucho cuidado". "¿Qué haces para taparlo todo?". Se encogió de hombros. "Familias pequeñas, pocos lazos a la comunidad, cuentas bancarias suficientemente grandes como para pagar por el medicamento, pero no tan grandes para pensar en una demanda una vez que los pacientes pasen". Tragué la bilis espesamente. "¿Así que les cobras para ser una parte de la prueba?". James resopló. "Tenemos que hacerlo. Piensa en esto, Tony. ¿Qué tan útil te pareciera a ti un medicamento si te lo dieran de forma gratuita?". "Es cierto, supongo", estuve de acuerdo con una inclinación de cabeza. "¿Y los representantes farmacéuticos? ¿Quiénes son exactamente y cómo trabajáis con ellos?". "Sus nombres son Demetri Michaels, Felix Silvers, y Cayo Trent. Ellos proporcionan los medicamentos que nosotros proporcionamos a los pacientes". "¿Y quién paga a quién?", le pregunté. "¿Qué te hace pensar que alguien paga a alguien?", dijo. Le nivelé con una mirada directa. "Pensaba que íbamos a ser honestos el uno con el otro, James. Porque yo voy a ser completamente honesto contigo", me incliné hacia delante. "No voy a tocar esto, no importa cuál es el potencial de la futura gloria, a menos que tengas un buen sueldo hoy", dije, poniendo un dedo contra mi escritorio antes de echarme hacia atrás en mi asiento de nuevo. James sostuvo mi mirada. De pronto estalló en una sonrisa. "Eres un hombre inteligente, Masen". "Aprendí del mejor", le devolví la sonrisa, escondiendo mi disgusto. "Así que... ¿cómo puedo ayudar?". "Mantén tus ojos abiertos. Si recibes un paciente que piensas que puede encajar en el perfil, házmelo saber. Laurent es bueno comprobando sus antecedentes, Kate es buena en llevarlos a la mesa". - 135 -

"¿Y Garrett?". Sacudió la cabeza. "Garrett... él es un buen tipo, un gran médico. Pero tú has escuchado sus puntos de vista sobre los tratamientos experimentales. Él simplemente... no tienen las pelotas para algo como esto". "¿Lo sabe?" James movió la cabeza de nuevo. "Kate y yo no vemos la razón para decírselo". Yo asentí con la cabeza. "Estoy de acuerdo. Y... ¿la recompensa?". James se rió. "¿La recompensa? No te preocupes de eso. Me aseguraré de que no tengas que preocuparte más por las manchas en tus trajes de Armani o por los rasguños en tu Audi". Yo me reí. "Suena bien". Ninguno de los dos dijo nada durante un tiempo. Sólo nos miramos y nos reímos como un par de locos a punto de apoderarse del mundo. Al final James golpeó la mesa con la palma de su mano. "Entonces, ¿qué me dices, Tony, debemos ir a tomar unas copas esta noche para celebrarlo?". Que te jodan, psicópata egocéntrico. Voy a ir directamente desde aquí a las oficinas del FBI. "Realmente me iba a reunir con Alexa esta noche", le dije. Se chupó los dientes y frunció el ceño. "¿No vas a salir con Marie esta noche?", le pregunté, fingiendo menos interés del que sentía. Él sacudió la cabeza. "Marie... Marie y yo tuvimos un desacuerdo ayer por la noche, y ella me acaba de informar que necesita algo de tiempo... para pensar. Cualquiera que sea la mierda que eso significa". La euforia que sentí fue indescriptible. Puse mi cara en blanco, a pesar de que estaba tarareando en mi silla. "¡Das tu maldito corazón a una chica y esta es la mierda que recibes!", continuó. - 136 -

Mi corazón se detuvo. "¿Qué quieres decir con que le diste tu corazón a ella?", le pregunté antes de que pudiera detenerme. Él resopló. "¿Quién hubiera pensado que eso sucedería alguna vez, eh?", sacudió la cabeza. Estuve sin habla, en silencio. "Te diré algo, Tony, ella puede pensar en todo lo que quiera. Ella no lo sabe todavía, pero Ella. Es. Mía. Marie no va a ir a ninguna parte". Es un maldito loco. Era un loco que pensaba que estaba enamorado de ella, de mi Catwoman. Tenía que llegar a Whitlock, al Director. James tenía que estar en prisión ahora. oooooooooo Noventa minutos más tarde ya había tomado una ruta indirecta hacia las oficinas del FBI en Seattle, y Alice, Emmett, y yo estábamos sentados alrededor de la oficina de Whitlock, esperándole a él y a Rosalie. Antes de venir aquí, yo ya les había puesto al corriente de lo que había sucedido con James, y Emmett me había dicho que la casa de Catwoman estaba sola y los micrófonos todavía no habían recogido nada de interés, aparte del hecho de que ella parecía ser aficionada de HGTV. Whitlock finalmente entró con Rosalie. Él tomó su asiento detrás de su escritorio y mi hermana tomó su asiento no muy lejos de él. "Agente Cullen, cuéntenos lo que está pasando". Procedí a contarle la información sobre todo lo que había sucedido en el último par de días, o mejor dicho, todo lo que había sucedido en relación con la confesión de James en el último par de horas. No hice mención de Catwoman. Whitlock y Rosalie escucharon con atención, y ambos estuvieron sonriendo ampliamente cuando terminé. "Así que ha confesado todo y ha dado nombres", dijo Whitlock. Asentí con la cabeza y sonreí. "Agentes Cullen, Brandon y McCarty, ¿les importaría esperar unos minutos mientras voy a buscar al Director Benjamín y le cuento los últimos acontecimientos?". - 137 -

"Adelante", le dije. "Rosalie", dijo, y Rose se levantó y le siguió. Alice saltó arriba y abajo en su asiento, aplaudiendo con entusiasmo cuando salieron. "¡Creo que hemos dado en el clavo!", exclamó. Exhalé por el alivio apenas contenido. Lo único en lo que podía pensar era en que ese loco y enfermo de amor de James estaría lejos de Catwoman. Iba a averiguarlo todo después, quién era ella realmente, cuál era su historia, e iba a explicarle todo acerca de lo que realmente era. Íbamos a seguir a partir de ahí. Ese beso en la habitación del hotel me había perseguido durante más de un año, y mi boca hormigueaba esperando estar en la suya una vez más, nuestras lenguas bailando entre sí, su cuerpo suaveEl subdirector Whitlock y Rosalie volvieron a entrar antes de lo esperado. Di un vistazo a la mirada en blanco de Rosalie y me puse de pie. "¡No!", gruñí. "¡Quiero que James sea detenido esta noche!". "No es tan fácil Agente Cullen", dijo Whitlock levantando un mano con la palma hacia fuera en mi dirección. "El Director Benjamín piensa que sería mejor si-" "¡El Director Benjamín me puede besar el culo!", bramé. Todo el mundo me miró. "Aaaww, ¡maldita sea!", grité exasperado, pasando una mano por mi pelo. "¿Qué diablos es lo que quiere ahora?". Rosalie fue la persona que me contestó. "Edward, el Director Benjamín quiere conseguir que grabes a James admitiéndolo todo". "¿Qué lo grabe?", gruñí. "¡Yo voy a dar testimonio de toda es mierda! ¡Colocaré ambas manos sobre la Biblia si quiere! ¡Necesito a James bajo custodia ahora!". "Edward, has llegado muy lejos", dijo Rosalie con calma. "Has estado en este caso durante más de dos años. ¿Qué importan unos días más? Grábalo todo y se lo podremos presentar a Benjamín, y eso será todo. Todos podemos esperar", subrayó "A menos que... haya alguna otra razón por la que pienses que no puedes esperar unos días más". Mis ojos parpadearon hacia mi equipo. La mandíbula de Emmett estaba cerrada y - 138 -

apretada. Alice... Alice estaba casi tan desesperada por ocultar a todos - incluyendo a Whitlock y a la oficina - a Catwoman tanto como yo. Ella se encontró con mis ojos ansiosos por una fracción de segundo antes de mirar hacia abajo a su regazo. Cerré los ojos y me froté la frente fuertemente con la punta de mis dedos. "No. No hay ninguna razón". "Entonces, consigue grabarle", dijo Whitlock. "Tengo la garantía de Benjamín de que una vez que esté la cinta, él arrestará a James y al resto del equipo". oooooooooo Era domingo por la noche, unos días más tarde. El ultimátum de cuarenta y ocho horas se había ido y venido. Emmett había pasado los últimos días velando por Catwoman. Además de unas cuantas reuniones breves antes y después de clase, había habido poco contacto entre ella y James. La otra cara de esto era que no habíamos tenido la suerte de descubrir algo más sobre ella. Sabíamos que no era quién decía ser, pero no teníamos ni idea de quién era. Los micrófonos no habían podido recoger nada importante. Si estaba trabajando con alguien, esa persona le había enseñado a no decir ni hacer nada incriminatorio en su casa. Necesitábamos su ordenador portátil. Era la única manera de conseguir algo. James, Kate, Laurent y yo nos habíamos tomado el día libre el lunes para ir a jugar al golf. Si las cosas funcionaban, ahí sería cuando grabaría todo. Sin embargo, Catwoman... ella gobernaba mi mente. "Está bien", Emmett dijo por el auricular. "Ella está en un taxi. Estoy siguiéndola hacia abajo, hacia Melrose". "Permanece con ella", le dije. Emmett nos fue diciendo hacia donde iba el taxi. Yo surqué las cejas, preguntándome dónde se dirigía. "El taxi ha parado y ella va hacia... ¿McDonalds?", Emmett dijo en un tono de perplejidad. "Voy a aparcar y a esperar a que ella salga". Quince minutos pasaron. Después veinte. "¿Todavía nada?". - 139 -

"No", respondió Emmett. "¿No puedes verla allí?". "Está lleno. No puedo verla". "Emmett, entra y búscala". "Está bien". Hice mi camino a través de la oscura sala con curiosidad mientras esperaba la próxima actualización de Emmett, viendo como gente de la tercera edad pasaba de una escultura a la otra, de una pintura de los viejos tiempos a la siguiente. Una pintura me llamó la atención, y me acerqué más a ella. Se trataba de un hombre con su bata y pijama, fumando y leyendo el periódico mientras su esposa e hijos marchaban en línea recta detrás de él, vestidos con sus mejores galas. El nombre de la imagen era 'Domingo por la mañana'. El artista era Norman Rockwell. "Siempre fue una de las favoritas de mi padre", dijo una voz suave detrás de mí. No me di la vuelta de inmediato, porque temía que si lo hacía, ella iba a desaparecer. "Él decía que le recordaba a nuestra familia, porque los domingos por la mañana mi madre siempre me arrastraba fuera para hacer algo mientras él se quedaba en casa leyendo el periódico. 'Yo trabajo todos los días de la semana' ", dijo ella imitando la ronca voz de un hombre. " '¡Los domingos me quedo en casa, veo mis partidos y leo el periódico!' ", ella se rió en voz baja. "Él compró un ejemplar de esta obra un día y lo colgó en la sala de estar". "¿Todo eso... es verdad?", le pregunté sin darme la vuelta. Ella no respondió de inmediato. "Tan cierto como puede ser", ella murmuró finalmente. Pude construir el valor suficiente para darme la vuelta. Ella estaba ahí. Llevaba un gorro negro que ocultaba cada hebra de su cabello rubio. Gafas de sol oscuras que ocultaban sus ojos. Ropa de color negro. Una mochila pequeña se balanceaba por encima de su hombro. - 140 -

"Anthony", respiró, por lo que mi corazón dejó de latir cinco segundos antes de que volviera a subir al doble de la velocidad normal. "No estaba segura de si vendrías". "Yo no estaba seguro de que tu lo harías", le reconocí. Ella se mordió el labio y miró hacia abajo. Me acerqué lentamente y le quité las gafas de sol. Los ojos que miraban hacia mí eran de un chocolate rico, oscuro, profundo y penetrante como ningunos otros. Estuve perdido en ellos durante un largo e inmensurable instante. "Catwoman", finalmente susurré. Ella surcó sus cejas y se rió nerviosamente. "¿Quieres... caminar?". Asentí con la cabeza. Ella extendió la mano y poco a poco tomó la mía, entrelazando sus dedos con los míos. El calor ni siquiera comenzaba a describir lo que sentí por su tacto, o la sensación de hormigueo tan increíble que tuve por una conexión aparentemente inocente. Ella cortó su respiración ligeramente y me miró, sus ojos hipnóticos eran anchos y estaba tan sorprendida como yo. Ella se volvió y nos llevó a través de la sala. "¿Ella está allí?", Alice preguntó cuidadosamente. "Aclara tu garganta una vez si está". Me aclaré la garganta. "Está bien", Alice respiró. "Estoy cogiendo el portátil. Mantenla lejos por lo menos tres o cuatro horas". No respondí, pero ella supo que yo la había escuchado. "Y... Emmett y yo vamos a apagar los micrófonos, Edward, pero llámame cuando ella esté de camino a casa". Una vez más no respondí. Anduve detrás de Catwoman, buscando mi propósito, mi esperanza, y rezando para no destruirlo; para no destruir el suyo mientras trataba - 141 -

de salvarla.

Espero que os haya gustado, ¡hasta el lunessss! :D Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 9 Dudas Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Vamos con el capitulo 9 que seguro que os gusta por algo "interesante" que pasa ^^, ya vereis por qué lo digo ;)

Capítulo 9 - Dudas BPOV Él se aclaró la garganta. Las puntas de sus dedos posesivamente se apretaban en la parte superior de mi mano, dando vueltas alrededor como si estuviera marcando cada punto que tocaba como suyo. Mi cuerpo zumbó en respuesta a su contacto, a su reclamo. Estaba sorprendida y cagada de miedo, ya que caminar a través de este pequeño museo junto a él, con la mano envuelta en la suya, me hacía sentir más viva, más real, de lo que me había sentido en mucho tiempo. Caminamos lado a lado, en silencio, durante media hora, viendo un retrato aquí, una escultura allí. Su agarre no se aflojaba, en todo caso se apretaba con cada paso que dábamos, como si él pensara que yo iba a salir corriendo si él me soltaba. La verdad era que mejor me sujetara, porque tal vez sí lo haría. Sus ojos color esmeralda periódicamente me miraban, me estudiaban como si fuera uno de los objetos de la exhibición de aquí. Yo sabía qué parte de mí estaba estudiando por la forma en la que su mirada hacía que esa parte cosquilleara, me ardía la cara, mi pecho palpitaba, mi estómago se contraía, y mis piernas se sentían extrañamente débiles y tambaleantes. Luego se repetía el proceso desde abajo hacia arriba y las sensaciones extrañas empezaban todas de nuevo. En el medio, yo le eché un vistazo también. Él también llevaba una gorra, ocultando su cabeza de un extraño y maravilloso pelo de color bronce. Di un bufido, porque si la camiseta térmica negra que llevaba puesta se suponía que era poco visible, había fracasado miserablemente. Abrazaba sus bíceps y todos los músculos de su pecho de tal manera que hasta las ancianas más jóvenes amantes del arte abiertamente lo observaban. Las personas mayores ni siquiera se molestaban en ser discretas cuando le miraban el culo cuando él pasaba por allí. Sus pantalones vaqueros eran bajos y podía imaginar la V profunda que debía honrar sus caderas - 143 -

delgadas, la línea de pelo tenue bajo de su ombligoObligué a mis ojos a mirar de nuevo a las obras de arte en las paredes a medida que caminábamos lentamente por la sala. Sus ojos brillaron hacia mí y me encontré con su mirada justo cuando estábamos de pie delante de una pieza de cerámica, y él abrió la boca. Pude decir por su expresión que una pregunta estaba a punto de brotar de entre esos labios perfectos suyos. Me endurecí de inmediato, porque estaba segura como el infierno de que no estaba lista para otra ronda de '¿Cuál es tu nombre?', '¿Cuál es tu historia?', con él. ¿Entonces por qué diablos le había insinuado que me encontraría aquí? Aparte del hecho de que simplemente no pude pararme, no tenía ni idea. Él debió sentir mi confusión porque cerró la boca, sus labios formaban una delgada línea. Cuando la abrió una vez más, su expresión cambió, se suavizó. "Cuéntame más… cuéntame más que sea real". Hubo anhelo en su voz, como si él necesitara desesperadamente ese pedazo de realidad que estaba pidiendo. Yo sostuve su mirada. "Cuando yo tenía diez años un amigo me dijo que me atreviera a saltar de la rama de un árbol a otro. Cuando dudé, me llamó gallina de mierda. Así que salté", me encogí de hombros. La mitad de su boca se torció hacia arriba. "¿Cómo te fue?". "Me caí y me rompí el brazo", le dije con una sonrisa, levantando el brazo izquierdo y girándolo hacia él. Él me miró. "¿Todavía te duele?". "Con la lluvia, a veces", yo sonreí. Él se rió en silencio. "Sí, yo tengo uno de esos también", me dijo, levantando nuestras manos unidas. "Me la rompí con el monopatín y todavía duele de vez en cuando durante las tormentas muy fuertes". Estábamos todavía y simplemente mirándonos el uno al otro. - 144 -

Después de un rato, me condujo a través de la sala de nuevo. Me di cuenta de que estábamos haciendo nuestro camino lentamente hacia la salida. "Dime otra cosa", murmuró. Tragué fuertemente. "Está bien. Mi helado favorito es el de ron con pasas. A veces le añado sirope de chocolate y lo convierto en ron con pasas y chocolate. Es mi pequeña invención propia". "Interesante. Mi favorito es de galletas", dijo. "No se puede obtener suficiente masa cruda para galletas. Cuando mi madre las hacía yo siempre robaba la masa. Molestándola como el infierno", dijo sonriendo. Yo me reí. "Bueno, mi madre no era mucho de hornear. Lo más cerca que llegó a estar de hacer galletas de navidad fue cuando puso una bandeja de Keeblers en el microondas. Pero... a mí me gusta hornear… y cocinar". "¿Te gusta?", sonrió ampliamente, al parecer satisfecho por ese pedacito de verdad. "¿Te enfadarías conmigo si te robara la masa?". Me detuve una vez más y me enfrenté a él. Una imagen de nosotros alrededor de una cocina invadió mi mente. Yo tenía un delantal alrededor de mi cintura y estaba ocupada mezclando una masa en un bol, y Anthony venía detrás de mí, envolviendo sus fuertes manos alrededor de mi cintura. Él acariciaba mi cuello con su cara y respiraba en mí, y la piel de gallina aumentaba en todo mi cuerpo. Yo metía el dedo en la masa y se lo daba a él, él lo lamía lentamente, sus ojos no se apartaban de los míos mientras su lengua hacía círculos alrededor de mi dedo. El calor de su boca me quemaba, y mi dedo se sentía frío cuando él quitaba la boca. Pero luego su boca comenzaba a moverse más cerca de la mía y"¿Lo harías?", repitió con una sonrisa torcida. "Depende", le respondí con una sonrisa de oreja a oreja a pesar de mí misma. Era una fantasía normal. Algo que yo anhelaba. Él entornó sus ojos y me sonrió. Compartimos nuestros colores favoritos, nuestra música favorita, nuestros libros favoritos, todas las razones por las cuales estábamos de acuerdo en que RR Martin era un genio de hoy en día, por qué era tan poco apreciado Coldplay. Antes de que me diera cuenta habíamos dejado por completo el museo y estábamos caminando hacia el puerto. La noche era fría pero yo no lo sentía. Anthony no había dejado de ir - 145 -

de mi mano ni una vez, y el calor de su toque calentaba desde mi cuero cabelludo hasta las puntas de mis dedos de los pies. El sol se había puesto ya, pero una banda de luz roja se mantenía en el cielo, corriendo a través de las nubes de carbón como un rayo de fuego. El puerto deportivo estaba vacío y silencioso, excepto por el sonido de la corriente que chocaba contra los yates atracados en los muelles. Cadenas de farolas corrían a través de la marina, iluminando el agua oscura y haciéndola brillar como diamantes negros. Miré los barcos mientras paseábamos. "¿Pescas, Anthony?". "A veces". Él no se expandió. "¿Y tú?", me preguntó. Me di cuenta de que sólo me llamaba Marie cuando estábamos cerca de otras personas. "Antes, cuando yo era niña. Mi padre me llevaba en su barco y pasábamos los domingos enteros allí, capturando truchas y peces. Luego, los llevábamos a casa y él los limpiaba y yo los cocinaba". "¿Quieres decir que los domingos hacías eso entre medias de cuando tu madre te arrastraba a hacer una cosa u otra?", bromeó. "Sí", me reí entre dientes. "Entremedias. Prestas atención", le dije con una ceja levantada. "Lo hago", confirmó, levantando también las cejas. Caminamos en silencio, pero pude sentir sus ojos en mí. "¿Así que los domingos son importantes para ti, entonces?", preguntó. Sonreí y me encogí de hombros. "Mi padre solía decir que los días de la semana eran para la escuela, los sábados para los amigos, y los domingos... los domingos eran para la familia". Él asintió con la cabeza lentamente, como si estuviera dando a cada palabra que yo decía una profunda reflexión. Aparté la mirada de él, porque él estaba consiguiendo acercarse mucho. Caminamos en un ritmo constante hasta el final de uno de los muelles, donde el agua negra nos esperaba, y nos sentamos con las piernas colgando de la cornisa. Eso me dio frío y me estremecí involuntariamente. Él - 146 -

se movió más cerca de mí, frotando su brazo y su pierna contra los míos mientras nuestras manos entrelazadas descansaban parte en su regazo y parte en el mío. El calor que su cuerpo irradiaba era alucinante. "¿Tuviste miedo..." - me preguntó repentinamente - "... cuando saltaste?". Por una fracción de segundo estuve atrapada con la guardia baja y completamente horrorizada de que él lo supiera. Hasta que me di cuenta de que le acababa de hablar de la historia del árbol. Tragué fuertemente. "Ja, mi amigo me preguntó eso mismo después de que regresara a casa de que me pusieran el yeso. Le dije que no". "Pero lo tuviste", dijo con convicción, como si él pudiera volver a leerme. Le miré a los ojos de nuevo. "Lo tuve", pude confirmar en voz baja. Él me miró especulativamente. "¿Tienes miedo ahora... cuando saltas?". Me mordí el labio y luego me preparé para darle la respuesta corta, pero eso no fue lo que salió de mi boca. "Mi madre me apuntó a gimnasia cuando tenía once años, porque tenía el peor equilibrio del mundo. Ni siquiera podía caminar en línea recta sin tropezar con el aire". Él sonrió dudoso. "¡Es cierto!", me reí entre dientes. "La primera vez que fui a competir, me bombardearon. Me perdí dos saltos por las barras asimétricas, y perdí el equilibrio un montón de veces, balanceándome sobre la barra de equilibrio. Después, mi padre me llevó a tomar un helado y me dijo que iba a contarme un pequeño secreto. Nunca dudes, porque cuando dudes, perderás los nervios, dejarás que el miedo y la duda entren, y ahí es cuando te equivocarás. Así que ahora, cuando voy a saltar- " "No lo dudas". Negué con la cabeza. "Y no tienes miedo". "No cuando estoy en el aire". - 147 -

Él asintió con la cabeza, pensativo. "Así que... lo que estás haciendo ahora..." - dijo cuidadosamente, mirándome - "con James... ¿no te hace dudar?". Y aquí venían las preguntas difíciles, las que no podía responder. Miré para otro lado, en la oscuridad de South Puget, incapaz de sostener su mirada penetrante. "Ya sabes, yo aprecio lo que tu padre te decía" - él dijo con la mirada perdida en el abismo negro de sí mismo - "pero... últimamente he estado pensando que... tal vez a veces es bueno dudar", dio una respiración profunda y exhaló cuando pude ver su aliento girando en el aire de la noche. "A veces la indecisión es quien nos dice que estamos lejos de los objetivos y tal vez deberíamos pensar antes de dar ese salto". Parecía tan reflexivo que mis ojos se arrastraron otra vez hasta los suyos. Su expresión era una extraña mezcla de vergüenza y arrepentimiento. Me mordí el interior del labio. ¿Era posible que yo estuviera fuera de lugar aquí? ¿Por eso salí corriendo de la casa de James la otra noche cuando me dijo que me amaba, en lugar de aprovechar al máximo esa admisión? Estuve tan cerca. Él pensaba que él estaba enamorado de mí. Él confiaba en mí. Él quería que me quedara en su casa. Maldita sea, probablemente él me hubiera dicho que me mudara a su casa si hubiera estado de acuerdo con él. Estuve tan cerca de conseguir lo que quería. De conseguir que mi propósito volviera. Cerré los ojos con fuerza, porque en teoría, eso había sido fácil, pero lo había jodido a lo grande. No me había imaginado a Anthony en la ecuación. No me había imaginado ver su rostro y pensar en sus labios cada vez que James se acercaba a mí. Yo no había contado con la culpa sin sentido que sentía cada vez que James me tocaba, como si estuviera engañando a alguien. Mis dudas, mis indecisiones y mi culpa me cabreaban, porque él estaba tirándose a Kate. Y James tenía que pagar, maldita sea, Charlie y Renee merecían justicia. Si yo no la conseguía, no podía estar segura de que alguien lo pudiera hacer. "Él piensa que está enamorado de ti", dijo Anthony de repente, sin dejar de mirar a la oscuridad. Sin embargo, su tono era acusatorio. "Se supone que debe pensar eso", respondí de manera uniforme, porque él estaba tirándose a Kate. No tenía derecho al reprocharme nada. - 148 -

Sus ojos brillaron hacia mí, estrechos y oscuros. Sus fosas nasales se abrieron, y su agarre en mi mano se apretó hasta el punto de la incomodidad. "¿Entonces qué demonios estoy haciendo aquí?", silbó entre dientes. "¿Si el que James esté enamorado de ti es parte de tu plan maestro, por qué diablos estoy yo aquí?". "Yo... no lo sé", le respondí. "¿Por qué estás aquí?". Apretó su mandíbula y me miró. "¿Por qué estoy aquí?", repitió, más para sí mismo que para mí. Se pasó la mano libre a través de su pelo. "¿Por qué estoy aquí?". De repente sus manos estuvieron bien envueltas alrededor de mi cara, sus ojos traspasaron los míos como dos puñales implacables. "Estoy aquí porque no puedo sacarte de mi cabeza", gruñó primitivamente. "Porque la idea de que estés con James hace que me sienta mal del estómago, no sé lo que quieres" - dijo entre dientes, los músculos en su pecho rebosaban con sus respiraciones jadeantes - "pero sé que eso va a conseguir hacerte daño, y no puedo permitir eso porque...", hizo una pausa y me miró, su respiración pesada pasaba a través de mi cara y yo la inhalé profundamente, como una droga. "Tú eres mi propósito", finalizó. "No puedo ser tu propósito, Anthony", traté de hacer mi voz firme, pero fallé lastimosamente porque el terror estaba apretando mi corazón. "Yo no puedo-" Su boca estuvo en la mía y todo lo que estaba a punto de decir murió en mi garganta. Los labios de Anthony se moldearon en torno a los míos, degustándolos y tirando de ellos, dando y tomando mientras mi boca hambrienta se abrió a la suya y nuestras lenguas se encontraron en una danza frenética y desesperada. Su lengua exploró mi boca, el deseo primitivo y salvaje estaba en sus gemidos, y yo gemí impotente mientras sus manos se movieron hasta mi nuca y con sus dedos acarició mi pelo. Yo envolví mis brazos alrededor de él y luego lancé su gorra, incapaz de aguantar más, y cogí su espesa cabellera con un puño. Él quitó mi gorra y me tiró encima de él, tumbándonos en las tablas de madera del muelle y presionando mi cuerpo por completo con el suyo. Sus manos se perdieron en mi pelo y gimió. Yo no sabía ni qué tipo de sonidos venían de mí. "Jesús, he estado soñando con besarte de nuevo", murmuró contra mi boca. - 149 -

Yo había soñado con eso y más. Pero en algún lugar profundo, muy profundo en mi mente, no pude dejar de pensar que tan correcto como se sentía, esto no era parte del plan. "Anthony, no podemos", grité, llegando a tomar aire. Su boca se movió hacia abajo hasta mi mandíbula, dando besos con la boca abierta a mi clavícula y por encima de mi hombro mientras empujaba mi sudadera y mi camiseta fuera del camino con su mandíbula, y Jesús, mis ojos rodaron hasta la parte posterior de mi cabeza. Agarré su cabello como si estuviera sosteniéndome para salvar mi vida mientras un calor abrasador viajaba por mi cuerpo y se concentraba justo entre mis muslos. La polla de James en mí me daba náuseas. La de Anthony me quemaba de la forma imaginable más deliciosa. Nunca había sentido ese calor antes, me estaba quemando allí. Apenas podía respirar, porque el deseo, la necesidad de sentirlo entre mis piernas era casi demasiado para soportar. Estaba perdida, pero tenía que encontrarme a mí misma antes de que Anthony me arrastrara más lejos en mi desorden. "Por favor", le rogué una vez más, sintiendo su bulto crecer grande y duro, mientras su boca chupaba el lóbulo de mi oreja. Durante unos segundos me olvidé de lo que estaba pidiendo. "Por favor, Anthony, tenemos que parar". "No", dijo más o menos. "No, no lo haremos". Su boca volvió a la mía y él tomó mi labio superior entre los suyos y lo chupó antes de alternarlo con mi labio inferior. Luego empujó su lengua en mi boca de nuevo y dejé escapar un grito impotente. Sus manos de repente estuvieron meciéndose en mi cara otra vez, y sus ojos oscuros ardían. "Si quieres parar, pararemos", dijo. Pude ver la necesidad y el deseo remolinándose como el humo en sus ojos, y yo llevé mi mano a su cuello y tiré de él con urgencia hasta llevarlo a mi boca. Nos besamos, sus caderas se cavaban con insistencia en las mías. Con el tiempo, nos las arreglamos para acabar con el borde de la desesperación que nos rodeaba, y nuestras lenguas y caderas iban en círculos una alrededor de la otra . Yo me alejé de sus labios y di una bocanada de aire. Anthony me miró y ya no había lujuria en sus ojos. No estaba segura de lo que vi en ellos, pero sabía que no podía mirar hacia otro lado. Sus ojos se perdieron alrededor de mi cara con ternura, y luego pasaron a mi cabello rubio y largo, - 150 -

cayendo a nuestro alrededor como una cortina. Pasó los dedos por los mechones a ambos lados de mi cara, pareciendo pensativo. "Recuerdo... recuerdo que en esa habitación de hotel, tu cabello era tan…brillante", bromeó. "Me gustaría que todavía estuviera oscuro". "Yo había pensado que tenías una cosa por las rubias". La atracción se filtró en sus ojos. "Pensaste mal". La sensación de alivio que sentí al oír sus palabras fue tan palpable que ni siquiera pude ocultarla. Di un suspiro entrecortado. Él tiró mi cara hacia abajo hacia él y me besó suavemente, y fue tan tierno que quise fundirme con en él y"Tienes que irte". Mi corazón se detuvo. "¿Qué?". "No tienes ni idea de lo peligroso que es este juego al que estás jugando. Tienes que salir antes de que James se dé cuenta-" Pude quitar sus manos de mi cara y agachar la cabeza a su nivel del pecho, viendo cómo se contraía debajo de mí. Me reí entre dientes sin humor, porque me sentí como si me hubiera dado un puñetazo en el estómago. "¿Entonces de eso se trataba todo esto? ¿De convencerme de que me fuera?". "No", dijo bruscamente. "Sabes que no es verdad". Resoplé y moví la cabeza, porque yo no sabía nada más. "No puedo irme". Él cerró los ojos y respiró profundamente, y pude sentir su frustración aumentar cada vez más. "Tú no lo entiendes, Anthony. James... no es lo que crees que es. No es una - 151 -

persona... buena". "Créeme, lo conozco mucho mejor de lo que crees". Nos miramos el uno al otro, impasibles, ninguno de nosotros dispuesto a dar marcha atrás, o a alejarse más. ¿Cuánto más sabes, Anthony? Y si sabes siquiera una fracción de lo que James ha hecho"¿Por qué sigues aquí si sabes que James no es bueno?". Sus labios se tensaron y toda su expresión de repente se quedó en blanco. Sentí crecer mi propia frustración. Él quería que yo compartiera todo con él, pero él no compartía ni una cosa conmigo. "¿Es a causa de ella?", le pregunté y me odié a mí misma tan pronto como esas palabras salieron de mi boca, porque soné igual que una tonta chica de veintiún años un poco celosa. "¿Estás ahí por Kate?". Él me miró con incredulidad. "Kate" - escupió a su nombre - "fue un error que cometí, algo que nunca debería haber hecho", él puso su mano en cada lado de mi cara. "Yo no quiero que tú cometas el mismo error". Aparté sus manos de encima de mí y me obligué a alejarme de él. El frío golpeó mi cuerpo otra vez, como si hubiera entrado en un congelador. Me estremecí. Anthony se quedó allí durante medio minuto antes de sentarse a mi lado. Doblé una pierna hacia arriba y descansé el codo en ella, agarrando la parte superior de mi pelo. "Yo sé lo que estoy haciendo". "No creo que lo sepas", gruñó. "No lo entiendes", volvió a decir. "¡Entonces házmelo entender, maldita sea!", él exigió. "¿Quién eres tú? ¿Por qué estás aquí? Dios, ¿cuál diablos es tu nombre?". Ahí iban las preguntas de nuevo. Me levanté y empecé a caminar rápidamente. Lo sentí detrás de mí unos segundos más tarde. - 152 -

"No me hagas que te persiga de nuevo", me advirtió en un gruñido. "Recuerda lo que te dije la otra noche". No contesté, pero lo recordaba, y recordarlo me hizo temblar. De todos modos aceleré el ritmo de mis pasos, sólo siendo una perra. Dejé atrás el puerto deportivo y muy pronto estuve en frente del museo donde empezamos. Cuando me di la vuelta, Anthony estaba a un bloque detrás de mí, caminando deliberadamente lento, con confianza. Como el hombre en esas películas de terror, pero un millón de veces más caliente, él sabía que yo no iba a ir a ninguna parte. Suspiré y disminuí mi ritmo. De todos modos, él ahora sabía donde vivía, no tenía ningún sentido que tratara de correr más rápido que él. La cosa era que no podía tratar de escapar de lo que estaba sintiendo. Tenía que pensar, pensar de verdad. Pero no podía cuando él estaba ahí mismo, cuando sus ojos estaban puestos en mí. Vi como se me acercó lentamente, sus manos estaban en sus bolsillos, una sonrisa arrogante estaba en su hermoso rostro. Dios, ¿qué había hecho? Si lo que yo sentía hacia él antes era una atracción magnética, después de esta noche se había convertido en una fuerza invencible, un empate contra el que era, aparentemente, impotente. ¿Cómo demonios se suponía que debía ver esto con James a partir de ahora? ¿Cómo se supone que iba a"¿Isabella?" Fue una reacción instintiva, un impulso predispuesto arraigado en todos nosotros, girarte al oír tu nombre. Sin embargo, en los últimos años, había aprendido a ocultar ese instinto, a pasar por alto el impulso de responder al sonido de ese nombre. Pero yo no estaba prestando atención. Yo estaba perdida en mis pensamientos, perdida en Anthony. Y ahora me había vuelto hacia la persona que había dicho mi nombre. Ella estaba a pocos metros de mí, caminando hasta mí con una curiosa sonrisa en su rostro, a mitad de sus cincuenta años más o menos, simplemente dejando el museo al parecer. Ella entrecerró los ojos con cuidado y se puso delante de mí. - 153 -

"¿Isabella?", repitió. Pude mantener mi cara en blanco. "Lo siento" - me apresuré a decir - "se ha equivocado". Ella inclinó la cabeza, perpleja. "Lo siento, pensé que eras otra persona", dijo con una sonrisa amistosa. "Te ves como una chica que yo conocía, pero no puedes ser ella porque tenía el pelo oscuro y la piel muy clara" - su sonrisa se ensombreció - "y de todos modos, lo último que oí fue que ella y sus padres-" "Lo siento", le dije otra vez rápidamente. "Se ha equivocado de persona", me alejé bruscamente antes de que mi antigua administradora de la escuela primaria pudiera decir nada más. Anthony llegó hasta mí. Me obligué a que mi respiración fuera normal y discretamente limpié mis manos sudorosas en mis pantalones vaqueros. "¿Quién era esa?", me preguntó. "Sólo alguien que necesitaba unas direcciones", dije y me giré hacia él, porque tenía que saber si la había oído. No había nada escéptico en su expresión, nada que indicara que él sabía que estaba mintiendo, ni tampoco dijo que había oído lo que la señora Cope había dicho. Él asintió con la cabeza. "¿Y ahora qué?", preguntó. "¿A dónde vamos desde aquí?". A pesar de las difíciles preguntas de nuevo, estuve más allá que aliviada de que hubiera cambiado de tema. "Ahora... yo me voy a casa. Tú te vas a casa". Él me miró de nuevo. "¿Así, nada más? ¿Cómo si no hubiera pasado nada?". No contesté, porque sinceramente no sabía qué decir. Lo siento. Siento una conexión inexplicable contigo, pero en los últimos cuatro años mi vida ha girado en torno a la justicia y a reclamar lo que es mío, y no sé cómo parar ahora. - 154 -

De repente su actitud cambió. Él me acarició la cara con una mano. "Lo que sea que estás pensando" - él dijo con su voz suplicante ahora - "por favor, simplemente no… lo hagas". Puse mi mano sobre la suya y me apoyé en su toque. Eso calentó todo mi cuerpo. "No tengo ni idea de cómo parar", le reconocí. Él alejó su mano y me agarró la cintura con fuerza entre sus manos. Sus ojos me miraron con una intensidad que quemaba. "Yo te ayudaré. Te mantendré a salvo". "No tienes ni idea de lo que eso significa", me reí entre dientes sin humor "Entonces dímelo". No respondí. Su nariz se ensanchó por la irritación. De repente su agarre se apretó. "Quédate conmigo. No dejaré que nadie te haga daño". Le estudié: la desesperación estaba en sus ojos, su mandíbula estaba rígida. Lo decía en serio. Él quería que me quedara con él. Él quería mantenerme a salvo. Pero no tenía ni idea de que no se trataba sólo de James de quien estábamos hablando aquí. "¿Qué pasa con... Kate?", le pregunté atentamente. "No vendrá..." Él sacudió la cabeza con firmeza. "Kate nunca ha estado en mi casa, y nunca lo estará. Ninguno de ellos va a venir a mi casa. Por favor", suplicó. "Sólo... ven. Y hablaremos. Sólo nosotros. Nos contaremos todo el uno al otro". Todo. Mi cabeza estaba nadando. Sus ojos eran hipnóticos, su toque era adictivo. Pero tenía un trabajo que hacer... y Jake... Jake no tenía ni idea de lo que estaba pasando... Tenía que pensar. - 155 -

Rompí su mirada hipnótica y bajé los ojos. "Tengo que irme, Anthony. No puedo... no puedo pensar en este momento...", él no me soltó. "Por favor", le rogué. Poco a poco su poder sobre mí se aflojó, y luego sus manos desaparecieron. No miré hacia él más, porque temía que si lo hacía, nunca iba a mirar hacia otro lado. En su lugar, me obligué a andar. Mis ojos ardían, pero las lágrimas no llegaban nunca. Sentí sus ojos en mí hasta que el autobús se alejó.

Ainsss, que lio que tienen encima estos dos... a ver si lo pueden solucionar. ¡Nos vemos el miercoles! :D

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 10 La mitad de una imagen Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. En este capitulo no tenemos Edward-Bella, pero Edward descubre cosas interesantes... ^^

Capítulo 10 -La mitadde una imagen EPOV Su nombre era Isabella. No Chica Misteriosa, o Catwoman, o Melania Carrera, o Marie O'Dwyer. Isabella. Me pregunté cómo no me lo había imaginado. Quiero decir, le iba tan perfectamente bien que podría haber sido grabado con suavidad sobre su piel. Isabella. El bus de Isabella se alejaba y lo miré hasta que dobló la esquina, y luego saqué mi teléfono móvil y llamé a Alice. "Ella está en su camino de regreso". "Está todo hecho", Alice me confirmó. "Me ha llevado algún tiempo, pero finalmente he sido capaz de copiar su disco duro, y estoy dejando el portátil en estos momentos. Ahora tengo que mirar la unidad y ver qué puedo encontrar. Aunque puede ser que tarde un par de días, Edward-" Alice estaba inundada, lo sabía. Pero ella era la mejor, y no podía confiar en nadie más que ella, con Isabella. "Alice, necesito que busques referencias entre el nombre de Isabella y todos los perfiles de los pacientes". - 157 -

"¿Isabella? ¿Quién es-" "Además, haz una búsqueda de todas las Isabellas del estado, en equipos privados de gimnasia y patrocinados por la escuela que se remonten por lo menos diez años-" "¡Espera!", Alice gritó. "¿Te ha dicho su nombre?", preguntó con incredulidad. Miré para otro lado en la dirección en la que el autobús transportaba a la señora de mediana edad que se había ido hacía unos veinte minutos. Ella podría estar en cualquier lugar, pero me había dado algo para empezar. "Ella no me lo ha dicho" - le respondí a Alice - "pero ese es su nombre. Mira lo que puedes encontrar". "Lo haré", Alice respondió rápidamente. "Y Edward", dijo antes de colgar el teléfono, "¿Ella está bien?". "No lo sé, Alice", le respondí con sinceridad. "No lo sé". oooooooooo Estábamos en el segundo hoyo del campo de golf. Me estaba preparando para dar el primer golpe. Estaba a un par de hoyos, ajustando mis manos en mi palo, poniendo a prueba mi movimiento. Cuando golpeé la pelota, voló por el aire, navegando más allá del horizonte de Seattle, con el majestuoso Monte Rainier en el fondo, y aterrizó unos segundos más tarde a cuatro pies del hoyo, bajando la velocidad en línea recta hacia su objetivo. El resto del grupo detrás de mí gimió. "Mierda, Tony, acabamos de empezar. Dale a todo el mundo una oportunidad", James se rió. Pude oír el resentimiento real en su tono. Él era de tipo A, igual que yo, y el golf era su juego. Llevaba el traje completo de golf: polo de color verde brillante, pantalones oscuros, zapatillas de deporte. Por lo general, yo hacía el papel con él, eso lo hacía feliz, y en el último par de años hacer feliz a James había sido el nombre del juego. Y yo siempre perdía a propósito. No obviamente, por supuesto. A James le gustaba sentirse superior, pero tenía que creer que te había golpeado bien. Así que yo lo hacía bien pero mantenía el juego cerca durante la mayor parte de los agujeros. Hoy yo estaba llevando el traje de golf. Pero él me podía besar el culo con el resto. - 158 -

"Otro golpe de suerte, supongo", yo sonreí. Él acababa de disparar un bogey*, así que sí, estaba pateando su culo todavía. Laurent era el próximo. Él se burló de mí mientras hacía su camino hasta el árbol de salida, y yo me reí abiertamente de él. Él acababa de disparar un doble bogey, y este giro se convirtió en otra partida de diez minutos. Kate era la próxima. Su polo era dos tallas más pequeño sobre su pecho, y sus pantalones cortos hacían que se viera un poco de su culo cuando se agachaba hasta su palo de golf. Era un traje que distraía mucho, y ella lo sabía. Pero el único que parecía estar distraído por ello esta mañana era Laurent. Yo tenía a alguien mucho más importante en mi mente, y tenía la sensación de que era lo mismo que también estaba distrayendo a James. Eso me molestó hasta el fin. Isabella. Soñaba con ella todas las noches. Estábamos en una playa, tumbados sobre una toalla, juntos, hablando de cualquier cosa. Seguía haciéndola reír sólo para ver cómo se iluminaba su rostro, cómo sus mejillas se volvían de color crema. En mi sueño no había tristeza en sus ojos. Ella no tenía motivos para saltar o correr que no fuera cuando yo la perseguía hasta la parte más profunda del agua azul. Aquí, ella estaba feliz, relajada. Estaba a salvo. La emoción le llenaba los ojos y ella gritaba y echaba sus brazos alrededor de mí cuando finalmente me encontraba con ella, chapoteando en el agua, y apretando su cuerpo caliente en bikini contra mi pecho desnudo, sonriendo maliciosamente y envolviéndose con fuerza a mi alrededor. Y entonces ella me encerraba en sus ojos chocolate, me sostenía allí, compartiendo todos sus secretos conmigo... "Isabella..." "Edward..." "¡Masen!" - Laurent gruñó - "¡Quítate esa mierda de la cabeza y tira!". Quise romperle ese cuello de mierda y dispararle justo en la cara. "Veo que estás ansioso porque continúe pateándote el culo en el juego esta mañana", le dije secamente mientras tomaba mi lugar. Él frunció el ceño hacia mí. Pero me di cuenta de que estaba fuera de mi juego de nuevo, y yo no me refería al - 159 -

juego de golf, me refería al juego que había estado jugando desde hacía dos años. Tenía que grabarlo todo esta mañana y si seguía burlándome de su culo, eso nunca iba a suceder. En el quinto hoyo disparé un bogey y un doble bogey en el sexto. En el momento en el que llegué al séptimo hoyo, James estaba respirando fácilmente. Laurent todavía estaba con el ceño fruncido, pero él era un matorral de mierda y no importaba mi forma de jugar, él no iba a cambiar. A Kate no le importaba una mierda de una manera u otra la forma en la que el juego progresaba. Basándome en las sonrisas lascivas que estaba tratando de ignorar, ella tenía otros juegos en su mente. Sin embargo, ella era la que resolvería mi cuestión acerca de cómo meterme en esta mierda otra vez sin parecer demasiado ansioso o sospechoso. "Así que, Tony" - ella comenzó - "James me ha dicho que vas a estar trabajando en el proyecto con nosotros". Esa pequeña información jodió completamente a Laurent y a su golpe. Su pelota voló por el aire sin dirección alguna. "¿Qué?", Laurent gruñó mirando entre James y Kate. "¿Qué demonios le has dicho?". "Se lo he dicho", James respondió con frialdad. "¿Por qué?", Laurent gruñó. Su tono era abiertamente furioso y acusatorio. "Porque era mi derecho hacerlo", dijo James, sus ojos azules ardían. "Además" continuó James - "Tony es parte del grupo". Las fosas nasales de Laurent se ensancharon. "Él no es parte del grupo. Además, ¿cómo sabemos que podemos confiar en él?". James sonrió, pero el veneno detrás de él haría que las malas hierbas se marchitaran. "¿Estás cuestionando mi capacidad para elegir a las personas adecuadas para nuestro proyecto?". Laurent sacudió la cabeza y cambió de actitud inmediatamente. "Por supuesto que no, James. Pero tenemos que tener cuidado. Si nos encontramos con gente equivocada tendremos un infierno de problemas en nuestras manos". - 160 -

"¿Crees que no tengo ni puta idea de eso?", James respondió. "Tony es un médico brillante, y ha demostrado su lealtad al grupo. Yo confío en él con mi vida", miró a Kate. "¿No estás de acuerdo, Kate?". "Oh, estoy seguro de que Katie confía en él profundamente", James resopló antes de que Kate pudiera responder. "Eres asqueroso, gilipollas", Kate hervía, sus nudillos estaban blancos alrededor de su palo de golf. "¿Cómo te atreves a insinuar-" "¡Laurent! ¡Kate!", James golpeó su palo contra el suelo blando. Kate y Laurent se miraron el uno al otro mientras yo mantenía una expresión uniforme. Laurent podía pensar que él lo sabía, pero yo no le iba a dar nada con lo que trabajar. En mi mente sentí como si me patearan el culo, porque sabía que había traído esto yo mismo, y yo estaba tan disgustado conmigo mismo de lo que estaba con ellos. "Creo que ambos tenéis que recordar que nuestro grupo no puede permitirse este tipo de chismes", dijo con calma. "Ahora somos todos parte de un proyecto que muchas personas que nos rodean no lo entenderían, y como tales, tenemos que apoyarnos unos a otros en todo momento", miró entre mí y Laurent. "¡Será mejor que no vaya por ahí diciendo este tipo de cosas frente a Garrett!", Kate respiró con dificultad, echando puñales con la mirada a Laurent. "Él no lo hará", advirtió James amenazante, girando los ojos hacia Laurent. "Nos guardamos… los secretos el uno al otro, especialmente aquellos que están fuera del grupo. Garrett puede ser una parte de nuestro equipo médico, pero él no es parte del grupo", entornó los ojos hacia Laurent. "¿Entendido?". "Sí, sí", dijo Laurent con los labios torcidos. "Entendido". Jugamos otro agujero y mientras estaba ajustando mi movimiento dije casualmente: "En realidad, James, creo que puedo tener un paciente para el proyecto". "¿En serio?", James preguntó con curiosidad. "¿Quién podría ser?". "Un paciente que he estado viendo durante las últimas semanas, más o menos. Tengo su archivo en la oficina y estoy pensando...", disminuí. "Entonces, ¿qué debo - 161 -

buscar ahora?". "Me das al archivo", gruñó Laurent hacia mí. "Y yo lo miraré para asegurarme de que encaja en el perfil". "Aparte de su corazón, sus otros órganos están bien. Él no está casado, no tiene hijos" - medité para mí mismo, haciendo caso omiso de Laurent - "así que creo que sería un buen sujeto para los ensayos-" Laurent vino a pararse en frente de mi cara. "¿Me has oído?", escupió. "¡Ese es mi trabajo! ¡Se necesita algo más que ser soltero y no tener hijos! Tenemos que tener una mirada más cercana y asegurarnos de que no tiene demasiados amigos en la comunidad, que tiene fondos suficientes para costear el proyecto. ¡Tú no sabes nada acerca de lo que hay que hacer, por lo que mantente al margen de esa parte!". "Bueno, ¿qué hay de los chicos de Horizon? ¿No tienen nada que decir sobre quien se toma sus pruebas de drogas?". "¡No!", Laurent gritó. "¡No respondemos antes Demetri, Felix o Cayo! ¡Ellos simplemente nos proporcionan los medicamentos y luego nos pagan para hacer el resto de nuestro camino!". "Bien, bien", le dije poniendo la palma hacia arriba frente a él. "Lo entiendo. La verificación de antecedentes es tu trabajo. Pero tal vez pueda hablar con él y decirle que entre-" "Hablar con ellos es el trabajo de Kate, Tony", James se rió, un poco impaciente, apoyando ambas manos sobre su palo. "Laurent los elige, Kate les trae, ¿recuerdas?". "Lo siento", me reí con él. "Sólo tenía la esperanza de acelerar un poco el proceso. Hay un Ferrari rojo que he visto por ahí". James resopló, sus ojos azules brillaron por la diversión. "No te preocupes, Tony. Si el paciente sale bien, todos vamos a obtener un buen dinero pronto. Tú y yo" prosiguió James, señalándome con el palo - "los encontraremos. Construiremos su confianza en nuestra práctica, y luego dejaremos que Laurent y Kate hagan su parte. Tiene que funcionar sin problemas, Tony" - me advirtió con cuidado - "o entonces será cuando nos encontremos con problemas. ¿Lo tienes?". "Tienes razón, tienes razón. ¡Ya lo tengo!", pude confirmarle, luego volví a ajustar mi movimiento. - 162 -

Sí, lo tenía. Y así lo tuvo Emmett. Me rasqué detrás de mi oreja y discretamente apagué el micrófono. oooooooooo Terminamos nuestro juego y nos fuimos a nuestro coche para regresar. James se sentía bien consigo mismo después de estar el primero. Kate había quedado en segundo lugar. Y mierda, a pesar de que prácticamente me había alejado del puto juego, aún había ganado a Laurent. Él estaba en el otro coche con Kate, con el ceño fruncido en el viento. "Ya sabes" - dijo James de repente, sonriéndome - "me siento muy bien hoy. Tú puedes tener un nuevo paciente para nosotros, todavía soy dueño del campo de golf, y Marie y yo nos vamos lejos por un laaaargooo fin de semana a la costa de California", él miró hacia adelante, con la sonrisa todavía en su lugar. Obligué a mi propia sonrisa a permanecer en su lugar. "¿Te vas lejos con Marie?". Él asintió con la cabeza. "Pensaba que había problemas en el paraíso", me burlé. Él se rió. "Te dije que ella no se alejaría, Tony". Él se dio vuelta y me miró con sus fríos ojos azules. "Sabes que yo consigo lo que quiero, amigo". "Así que... ¿habéis hecho las paces?". Había algo calculándose detrás de esas pupilas azules, algo que me aterrorizaba como la mierda, porque sabía que de alguna manera Isabella estaba en esos cálculos. "Tony, voy a hacer una fiesta improvisada mañana, en mi casa. ¿Por qué no vienes y miras si puedes finalmente conseguir que Alexa entre en razón?". Asentí con la cabeza lentamente. "Yo se lo haré saber. Sin embargo es un poco de última hora, ¿no? Tengo que ver si ella tiene otros planes -" Él me interrumpió. "Convéncela, Tony", dijo con urgencia, luego suspiró - 163 -

profundamente, mirando enfrente de nuevo. "Tony, tengo que mostrarle a Marie el tipo de mundo que ella puede tener si permanece conmigo. Ella es joven, Tony. Sí, ella tiene sus propios puntos de vista, pero en las manos adecuadas…" Mis puños se apretaron a mi lado. "¿Qué quieres decir con eso de las manos correctas?". El cálculo volvió. "Ella tiene esa... inocencia sobre ella, Tony, que es la mejor manera que puedo describir", murmuró pensativo." Las cosas que podemos hacer con esa inocencia una vez que ella tenga su título de medicina. Las posibilidades son infinitas", él se rió y volvió sus ojos hacia mí otra vez. Mi sangre estaba hirviendo en mis venas y eso era todo lo que podía hacer para mantener mis manos en puños a los costados. "Así que mañana quiero presentarle a algunas personas clave. Que la conozcan y viceversa. Quiero que tú y Alexa estéis allí, porque creo que si ve a otra joven pareja podría estar más a gusto. Es inteligente, Tony, y sofisticada, sí, pero ella todavía es joven... y hay algo...", miró hacia otro lado, buscando algo. "¿No crees que estás consiguiendo llevar todo un poco lejos, amigo?", me encontré diciéndole. James movió su cabeza alrededor. "Quiero decir, ella es sólo una niña", inhalé. Él me miró con una mirada firme. Esa era la mirada que daba cuando su mente superior estaba siendo cuestionada. "Ella no es sólo una niña, esa es la cosa. Hay algo en ella, algún... misterio... y yo lo voy a resolver. Tiene paredes, y yo voy a romperlas, Tony, una por una", él se rió. "No te preocupes, no pienso hablarle de nuestro proyecto todavía. Pero cuando lo haga..." - resopló - "bueno, entonces ella y yo estaremos juntos" - resopló - "y por supuesto, el resto de vosotros... todos vamos a ser una fuerza a tener en cuenta". Él planeaba romper a Isabella, corromper su inocencia, esa que ella había sido incapaz de disimular, no importaba lo que dijera o hiciera. Por encima de mi cadáver. Oooooooooo El zumbido de los ventiladores en el fondo absorbían el olor de la pólvora que se cernía en el aire. Esperaba, mi arma preparada delante de mí. Cuando los seres humanos de cartón salieron, yo disparé por instinto. El siguiente apareció de - 164 -

repente a la izquierda y yo dirigí mi arma hacia él, apretando el gatillo antes de desviarme hacia la derecha, hacia el enemigo de cartón de al lado que estaba a punto de levantarse, pero en mi mente era cerca de un metro ochenta de estatura, pelo rubio y fríos ojos azules. Le golpeé varias veces antes de que ni siquiera se enderezara. ¿La Costa de California? ¿Cali-mierda-fornia costa? ¿Cuando narices había sucedido eso? Cuando Isabella me dejó ayer por la noche ella dijo que tenía que pensar. ¿Cuándo demonios la costa de California había entrado en juego? La alarma que indicó el final del ejercicio se apagó, enfundé mi arma y me quité los protectores de grandes orejas negras sobre mi cabeza. Oí abrirse la puerta detrás de mí y Emmett entró en mi cabina. "Vamos a ver cómo lo has hecho", dijo y presionó el botón que arrastraba a las víctimas. Él silbó a través de sus dientes cuando los cartones estuvieron lo suficientemente cerca para su inspección. "Dos en el corazón, uno en la cabeza, y uno tan acribillado a balazos que se parece a un pedazo de queso suizo. Me gustan especialmente estos agujeros en la zona de la ingle", dijo secamente. "Muy... precisos. En general, no es una mala racha, agente Cullen", bromeó. Luego apartó los objetivos y los rompió entre sus enormes manos, arrojándolos lejos. "Pero probablemente será mejor que el coordinador regional de salud mental no sepa acerca de esto". Le ignoré y presioné el botón que restablecía todo el escenario, pero con mis objetivos en diferentes posiciones. Cuando levanté mi arma de nuevo, Emmett puso una mano sobre mi brazo. "Vas a tener que dejar esto para más tarde, Edward", su rostro adquirió una expresión más seria. "Ellos están listos para nosotros". Cuando entramos en la oficina de Whitlock, él estaba sentado detrás de su escritorio, Rosalie, no muy lejos, como de costumbre. Ella no me miró cuando entré, algo que no supe si tomar como una buena señal o no. Me di cuenta de que Alice no había llegado todavía, aunque sabía que estaba en el edificio. La última vez que la vi estaba encerrada en una pequeña sala de conferencias con cerca de tres - 165 -

ordenadores portátiles rodeándola, buscando en el ciberespacio para obtener información. Emmett y yo tomamos nuestros asientos y Whitlock me miró. Sus ojos no decían nada. "¿Deberíamos esperar a la Agente Brandon?", preguntó. Sacudí la cabeza con cautela. "Vamos a terminar con esto". Whitlock me miró y asintió con la cabeza, y de pronto su boca se convirtió en una sonrisa. "Felicidades Agente Cullen. El Director Benjamín está satisfecho con la información. Parece ser suficiente para acusar al doctor James Penn y a su grupo, así como a los tres empleados involucrados de Horizon". Una sonrisa reticente se propagó a través de mi cara, porque estaba teniendo un momento difícil creyendo que eso era cierto. "¿En serio?", le pregunté. Rosalie finalmente me miró. "Sí, agente Cullen. Ha hecho su trabajo bien", admitió con una sonrisa de mala gana. "Si todo va bien usted y su equipo recibirán una notificación de suspensión de trabajo dentro de esta semana" - dijo ella con rapidez "y después de las reuniones informativas y del tiempo libre, podrá decidir qué caso actual le gustaría resolver-" Un escalofrío se filtró lentamente por mi espina dorsal, y la sonrisa de mi cara se cayó. "¿Qué quiere decir dentro de esta semana?". Su sonrisa se tambaleó. Ella me conocía, sabía que la furia estaba construyéndose lentamente en mi interior. "Edward", dijo ella en el mismo tono que nuestra madre utilizaba cuando estaba tratando de tranquilizarme. "Se acabó. Pero hay medidas que se deben tomar primero". Estaba levantado y en algún lugar en el fondo pude escuchar a Emmett gemir. - 166 -

"No me hables acerca de los pasos", yo siseé humildemente con mi voz temblorosa. "La última vez que estuve aquí dijisteis que era necesario grabarles. Todo está en una cinta". "Y apreciamos eso, Agente Cullen", respondió Whitlock. "Lo prometido es deuda, los arrestos y las acusaciones serán lo próximo, tan pronto como sea posible". "¿Tan pronto como sea posible?", gruñí por la incredulidad. "Agente Cullen" - Whitlock me dijo como si yo fuera un niño de cinco años siendo rebelde - "esto no es un drama policial de televisión donde las cosas suceden en el espacio de una hora. Hay que hacer el papeleo, saber que estamos preparados, reunir a agentes y prepararnos para el arresto. Todo eso lleva unos días por lo menos. Pero ya está hecho, Agente. Le sacaremos de allí dentro de esta semana", me aseguró, como si me importara dos mierdas salir de allí. Todo en lo que podía pensar era en Isabella. En mantenerla a salvo del psicópata que era el doctor James Penn. Llevé las dos manos a mi pelo y lo apreté con fuerza. Emmett respiró con dificultad. "Entonces, ¿qué hacemos ahora?", preguntó. "Enfríen sus talones, por así decirlo", Rosalie le respondió. "Traten de tomarlo con calma en los próximos días. No hagan nada en estas últimas horas que vaya a comprometer sus posiciones o el caso. De hecho, Agente McCarty, usted y la Agente Brandon pueden iniciar la entrega de todo el equipo de vigilancia. Les puedo dar sesiones informativas mañana mismo". Emmett me miró. Pude decir que estaba pensando en Isabella. Entones la puerta se abrió y Alice entró, llevaba su ordenador portátil bajo el brazo mientras se ajustaba las gafas puntiagudas con la otra mano. Ella miró alrededor de la habitación rápidamente y se sentó junto a Emmett, sin mirar a los ojos de nadie. Se veía cansada y molesta. Y entonces, por una fracción de segundo, sus ojos se encontraron con los míos, pero ella miró hacia otro lado rápidamente. "Siento llegar tarde. ¿Qué me he perdido?", preguntó distraída. Rosalie frunció los labios. "El Agente Whitlock acaba de informar al resto del equipo que el director Benjamín cree que la cinta que el Agente McCarty y el Agente Cullen tienen preparada debería ser suficiente para arrestar a James y a su grupo y expedir las actas de acusación". - 167 -

Alice asintió con la cabeza a toda prisa, como si ella estuviera ansiosa de que esta reunión acabara de una manera u otra. "Está bien, vale", dijo ella. "¿Qué es lo siguiente?". Vi a Whitlock reducir sus ojos hacia ella. Él no estaba acostumbrado a una Alice que no sonreía al menos una vez. Honestamente, yo tampoco. "Ahora..." - dijo lentamente, aparentemente confundido y perturbado por la impaciencia de Alice y la falta de atención hacia él - "todos ustedes pueden tomárselo con calma, más o menos hasta que estemos informados de que empiezan las redadas. Y si quieren, yo personalmente puedo comenzar con sesiones informativas-" "Está bien. Gracias. Adiós", Alice se levantó y salió de la habitación. Todos nos miramos entre nosotros, confundidos y sorprendidos por el comportamiento de Alice. Whitlock se aclaró la garganta y empezó a revolver papeles sobre su escritorio, su ceño estaba fruncido. Rosalie miró la puerta y resopló con los labios fruncidos. "Bicho raro". Oooooooooo Giré la perilla de la pequeña sala de conferencias donde Alice se había encerrado todo el día. Ella saltó cuando me escuchó detrás de ella - sus ojos se ampliaron - y cerró el portátil que tenía enfrente. "Edward", dijo con cautela. "Yo..." Me acerqué lentamente. "¿Qué está pasando, Alice?". "Nada", respondió un poco demasiado pronto, sus ojos estaban nerviosos. "Yo sólo... sigo investigando". Alice estaba ocultando algo. Eso era obvio para mí desde el segundo que se fue de la oficina de Whitlock. La cuestión era qué y por qué. "¿Cómo te va?", le pregunté de pie, directamente en frente de ella y mirando de los ordenadores portátiles a ella de nuevo. Alice suspiró profundamente y volvió a su portátil. Ella puso un dedo sobre la parte superior del mismo mientras hablaba. - 168 -

"He buscado el nombre de Isabella en los círculos de gimnasia en el estado en quince años. En ninguno sale ella. Lo mismo con el par de Isabellas que he encontrado en relación con cada paciente del grupo médico de James. No son ella", hubo un extraño silencio, seguía negándose a mirar hacia arriba y seguía trazando círculos sin rumbo por encima de su portátil cerrado. Saqué la silla a su lado y tomé asiento. "Pero...", dije, mirándole a los ojos hasta que ella no tuvo más remedio que mirarme. Inspiró profundamente y luego soltó un largo suspiro. Cuando por fin me miró, sus ojos eran aprensivos. "Tengo que seguir buscando, Edward", dijo ella con ansiedad. "Tiene que haber más". "Alice", le dije con firmeza. "Dime lo que has encontrado". Ella me miró y luego asintió de mala gana. "Isabella ha sido muy buena cubriendo pistas. Ella usa su alias Marie en todos sus documentos electrónicos. En un primer vistazo, no hay nada en su disco duro que nos vaya a regalar nada..." "En un primer vistazo", repetí cuidadosamente. Alice asintió con la cabeza lentamente. "La cosa es que puedes eliminar todos los mensajes, incluso desde tu disco duro, pero los chips de memoria nunca se eliminan. Sólo un desliz, un solo mensaje..." "¿Qué estás diciendo, Alice?". Ella se encontró con mis ojos con firmeza, pero era como si estuviera buscando algo en ellos. Sin embargo, no tenía ni idea de lo que era. Por último, suspiró de nuevo y se volvió hacia su portátil, abriéndolo. "He revisado todas las direcciones a las que ha enviado cosas y de las que ha recibido. Profesores, algunos estudiantes, nada fuera de lo normal. La mayoría de ellas tenía varios mensajes que iban y venían, como es normal. Pero había dos huellas electrónicas en el disco duro, ambas de fechas diferentes, y ninguna de ellas tenía una confirmación de retorno. ¿Es posible que hayan sido un deslizamiento por su parte o alguna emergencia?", Alice reflexionó cuidadosamente más para sí misma que para mí. Se encogió de hombros. "No sé. De cualquier manera, no tengo ni idea de lo que se decía en los mensajes, fueron borrados de su disco duro, pero los discos duros mantienen las imágenes de los routers que reciben los mensajes, y cada - 169 -

router tiene su propia dirección". "¿Estás diciendo que has sido capaz de realizar un seguimiento de los mensajes?". Ella asintió con la cabeza lentamente de nuevo, escribiendo rápidamente en su portátil. Yo volví mis ojos a la pantalla, donde una cuenta bancaria había aparecido. El valor monetario de la misma era impresionante, fuera cual fuera su significado. "Está en las Islas Caimán", Alice dijo en voz baja. "Bajo el nombre de Isabella Stark. Hay un par más, pero la dirección a la que están conectadas-" "No existe", terminé por ella. "Stark es otro nombre encubierto. Es el apellido de uno de sus personajes literarios favoritos". "He investigado a Isabella Stark. Nada", Alice confirmó. Asentí con la cabeza. "Muy bien, ¿qué más? ¿Qué pasa con la dirección del otro router?". Alice apretó los labios, manteniendo sus ojos en la pantalla. Ella escribió de nuevo, y de repente una imagen de un hombre joven apareció en la pantalla de Facebook, a principios o mediados de los veinte años, piel oscura, cabello oscuro, ojos oscuros, posiblemente, nativo americano. Me quedé mirando la pantalla y algún rollo inquieto apareció en mi estómago. "Seguí la señal a un pueblo cerca de la playa que se llama La Push, en la región de Olympic. Su nombre es Jacob Efraín Black. Veintitrés años de edad. No hay historia, no hay antecedentes". "Así que está limpio", le dije, aunque conocía a Alice lo suficiente como para saber que eso iba a alguna parte. Volvió sus ojos a mí otra vez, buscando algo, como si ella tuviera que encontrar algo en ellos antes de ir más allá. "¿Alice?" "La cuenta bancaria, se abrió de forma conjunta", susurró con cautela. "El otro dueño es Jacob Stark". - 170 -

"Jacob Black", le dije. Ella asintió con la cabeza. Nos miramos el uno al otro durante unos minutos. Mi corazón y mi mente daban carreras. Por mucho que yo no quisiera pensar en lo que eso podría significar, no podía parar. Las posibilidades estaban corriendo por mi cabeza cuando me senté al lado de Alice rígidamente. Las cuentas Caimán. Yo podía casi adivinar cómo había llegado por lo menos parte del dinero a esas cuentas. Sin embargo, el robo de Hawaii no era posible que hubiera dado todo ese dinero. ¿Y por qué diablos sus cuentas estaban conjuntas con este tipo, Black? ¿Cómo figuraba él en todo esto? "¿Qué más has encontrado de Black?", le pregunté de manera uniforme. "Al igual que Isabella, parece haber limpiado su información cibernética. Aparte de las cuentas Caimán, no hay nada para vincularlos, no se menciona a ninguna Isabella en todo lo relacionado con él. Hice unas cuantas búsquedas básicas de su familia y amigos, pero sin la debida orden, Edward, no hay mucho que pueda buscar". Quise mandarle al diablo por las órdenes, pero me contuve. Alice, así como Emmett, ya se habían puesto en la línea por estar de acuerdo conmigo sobre cómo mantener esto alejado de Whitlock. Lo que era más, habían recibido instrucciones para no vigilar más. Estábamos totalmente soplando órdenes en estos momentos. "Hay una cosa más, Edward". Ella tragó fuertemente antes de continuar y luego se volvió hacia la pantalla rápidamente, como si realmente no quisiera mirarme ahora. Cuando tecleó de nuevo, sacó un artículo sobre un robo de joyas que se produjo hacía casi dos años en Spokane. "Estoy segura de que te has dado cuenta de que los importes de las cuentas no coinciden con el valor de las joyas tomadas en Hawaii hace dieciséis meses-" "No fue su primer trabajo", dije rotundamente. Alice sacudió la cabeza. "Unos meses antes de Hawaii, tres oficiales de la ciudad de Spokane se vieron - 171 -

afectados en la misma noche. Entre las tres casas, el ladrón hizo eliminar más de un millón de dólares en joyas y objetos de valor. Pero" - Alice destacó - "los robos no fueron inicialmente informados. Un par de semanas después de los robos se desató un escándalo. Los funcionarios de la ciudad al parecer habían aceptado sobornos durante años y se habían enriquecido por ello". Hice un cálculo rápido en mi cabeza. "Muéstrame las cuentas Caimán de nuevo". Alice volvió a poner las cuentas en la pantalla, presionando la tecla Enter con rigidez. Ella ya había hecho los cálculos por sí misma y me estaba dejando que yo los hiciera por mi cuenta. Efectivamente, las cantidades más o menos sumaban el valor tanto de Hawai como de los robos de Spokane. "Las cuentas fueron abiertas inicialmente un par de semanas después del trabajo de Spokane. El último depósito se produjo un par de semanas después del trabajo de Hawai", Alice confirmó. Yo ni siquiera supe qué decir. Ella era una ladrona. Isabella era una ladrona. Quiero decir, sí, yo ya lo sabía, pero una parte de mí esperaba, creía, que hubiera otra razón detrás de ello. Que ella tuviera un propósito, que de alguna manera hubiera sido tratada injustamente por James y su grupo, y estuviera detrás de algún tipo de venganza o justicia. Que hubiera alguna excusa honorable o razón para absolverla de toda culpa asociada con ese delito material. Quería creer en la bondad que vi brillando en sus ojos castaños ayer, en la pureza que sentí en su alma, yo estaba empezando a creer que las emociones que había visto nadando en sus pupilas eran más que sólo reflejos de lo que estaba sintiendo. Pero ella estaba de acuerdo en ir a la costa de California con James. Ella se negaba a dar marcha atrás en su trabajo. Ella había hecho ese tipo de trabajo antes. Ella era la cotitular de más de una cuenta bancaria en las Islas Caimán en las que - 172 -

había un montón de dinero. Y ella tenía un compañero. Un socio joven, guapo, de veintitrés años de edad, quien al parecer conocía todos sus secretos y con quien compartía por completo los frutos de su trabajo. No podía dejar de preguntarme qué más compartía él con ella. Y de repente sentí la furia construirse de nuevo, porque se suponía que ella debía ser mía, no de James y definitivamente no de ese estúpido de Black. ¿Era posible que mis instintos sobre ella hubieran estado equivocados todo el tiempo? "En este momento parece que... que van a por personas ricas, con secretos que ocultar, que no quieren llamar demasiado la atención de la policía. Ella hace los trabajos, él limpia el dinero". Dejé caer mi cabeza y la sacudí, también atónito como para decir una palabra. De repente sentí la mano de Alice en mi hombro. "Pero Edward, tengo la sensación de que hay más involucrados", susurró con vehemencia. "Algo no estamos viendo. Dame unas horas más para mantener-" Miré hacia arriba y sonreí con ironía. "Alice, se acabó el tiempo. Ya has oído a Whitlock y a Rosalie. Es el momento de dejar todo", me pasé una mano por el pelo. Alice entrecerró los ojos y me dio una mirada dura. "Entonces, ¿qué estás diciendo? ¿Estás listo para entregarla al director Whitlock?". Me quedé mirando, incapaz de responder. Todo lo que quería era mantenerla a salvo. Pero no estaba seguro de cómo hacer eso.

*bogey: En golf, jugada en la que se introduce la pelota tras realizar un golpe más del par.

Poco a poco ireis descubriendo cosas, aunque la intriga no parará hasta el final, jejeje, decidmelo a mi que me quedan muy pocos para terminar y estoy nerviosa por saber como acaba, jajaja. Me alegro de que os esté gustando la historia, siento no poder responder a cada review pero es que no tengo mucho tiempo, espero que me entendais :) - 173 -

Ahh, alguien me preguntó cuantos capitulos tenía el fic, son 42 ;) ¡Nos vemos el viernes! :D

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 11 El río Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. En este capitulo vais a conocer más de Bella, vamos a volver cuatro años atrás ;)

Capítulo 11 - El río BPOV Hace cuatro años: "Así está bien, Bells, ahora mételo para adentro". Charlie me miró con una amplia sonrisa mientras yo hacía mi segunda captura de la tarde. Podía decir que estaba orgulloso cuando ni siquiera me inmuté mientras sacaba el pescado y lo tiraba en el cubo. El río Sol Duc brillaba como joyas oscuras en la noche mientras hacíamos nuestro camino de regreso a nuestro campamento. Charlie ya había limpiado el pescado que habíamos pescado. Renee se negaba a tocarlo a menos que estuviera listo para ir a la sartén. Se tapaba la nariz con una mano y los tiraba con la otra. Mi madre era tan femenina como era, ella sólo iba a esos viajes de campamento porque sabía que Charlie vivía para ellos. Yo siempre había tenido algo más en común con mi padre. Afortunadamente, Renee parecía que nos amaba bastante como para dejar de lado su línea de chica bien por unos pocos días al año. Una brisa fresca flotó en el aire de la noche y me estremecí bajo mi campera. "¿Tienes frío?", Charlie me preguntó. "Un poco", le respondí con sinceridad. Era mayo, hacía un poco de frío aquí. Por lo general, tomábamos nuestra semana de vacaciones a la región de Olympic en julio, tanto para disfrutar de las cálidas noches de las montañas olímpicas como para escapar del calor abrasador del verano en Phoenix. Pero Charlie nos trajo de vuelta a casa antes de lo habitual este año. No - 175 -

puse en duda por qué, al igual que no me quejé de los viajes de campamento. Si eso significaba que podía llegar a ver a Jake con el tiempo, entonces todo estaba bien conmigo. Por mucho que disfrutara de nuestros días y noches en el desierto, era a La Push a donde siempre estaba ansiosa por ir. Jake era mi mejor amigo, y en el último par de veranos más o menos, se había convertido en algo... más. Tuve la sensación de que este viaje de primavera sería uno que no olvidaría jamás. "Así que, ¿estás lista para la graduación?", mi padre me preguntó, sacándome de mis pensamientos acerca de Jake. Sonreí. "Tan preparada como nunca voy a estarlo, supongo". "¿Y Dartmouth?" "Dartmouth está… genial", me encogí de hombros. "Estoy… preocupada por las pruebas de calificación para el equipo de gimnasia del mes que viene". Charlie resopló. "Bells, cariño, ya sabes que tienes eso seguro. Siempre has sido la mejor en la escuela". "Una escuela desconocida en Phoenix es un poco diferente a una universidad de Ivy League, papá", le dije con los ojos en blanco. Puse mi caña de pescar detrás de mí mientras caminaba. "Bella" - Charlie dijo con voz firme - "te han dado una beca deportiva. Dudo que lo hubieran hecho si no hubieran quedado impresionados con tus habilidades". Me encogí de hombros otra vez, pero no respondí de inmediato. Las criaturas del bosque se escondían en el bosque oscuro, pero sus canciones sonaban en voz alta todas las noches, como un arrullo de la naturaleza. "¿Qué pasa si fallo, papá?", dije finalmente. Charlie no dijo nada durante un tiempo, y al igual que creí que no iba a responder, le oí dar una respiración profunda a mi lado. "La universidad es un gran salto", dijo en voz baja. Asentí con la cabeza. "¿Cómo podemos hacer frente a esos saltos?", preguntó. - 176 -

"Sin dudar". "¿Tienes miedo, Bella, como justo antes de saltar?". "No, si yo no dudo". "Entonces no dudes. Coge a Dartmouth por los cuernos y no lo dejes ir". Sonreí en la oscuridad. Charlie no hablaba mucho, pero lo que decía lo decía de manera clara y concisa. Caminamos en silencio a lo largo de los próximos minutos. Me imaginé a mí misma montando un toro con la palabra 'Dartmouth' escrita a través de él, y resoplé, de repente la universidad no parecía tan temible ya. Las luces de las linternas que Renee había puesto por todo el camping se encendieron cuando el ocaso se aproximó. Olí el esmalte de uñas a medida que nos acercamos, y casi pude ver a Renee sentada en nuestra tienda de campaña de dos habitaciones, haciéndose las uñas a la luz de una linterna. Una vieja canción de Madonna sonaba fuera de tono desde dentro. Sacudí la cabeza y sonreí, haciendo mis pasos para llegar hasta mi madre un poco distraída. La mano de Charlie de repente me agarró el brazo suavemente pero con firmeza antes de que pudiera llegar demasiado lejos. Me di la vuelta, en mi mente todavía esperaba ver los bigotes de Charlie dando espasmos, pero Charlie lucía un aspecto menos peludo hoy en día. Se había afeitado el bigote, era la primera vez que podía recordar, y la parte superior de su cabeza estaba calva. Todavía no me había acostumbrado a esa nueva mirada suya. El labio superior de Charlie daba espasmos nerviosos y era un poco inseguro sin su bigote para encubrirlo. Dejó caer el cubo de pescado y la caña y se metió la mano en el bolsillo. Cuando la sacó, él movió su mano hacia mí. En la oscuridad, hizo clic en algo sobre mi brazalete, el que me dio para mi primera competición, y que rara vez me había quitado desde entonces. Era mi amuleto de buena suerte. Era lo que me aseguraba que nunca iba a caerme de nuevo. Su mano se alejó y yo llevé mi muñeca hacia arriba, examinándolo de cerca por la luz de la luna de color plata. Una lenta sonrisa se arrastró a través de mis labios. Era otro abalorio. "Dicen que una manzana al día mantiene al médico alejado", murmuró Charlie pensativo. Luego añadió en un tono más claro: "Ellas también son buenos para sobornar a los profesores de la universidad. No es que tú tengas que hacer eso". La manzana brillaba en la luz de la luna. La miré fijamente, fascinada. - 177 -

"Gracias papá", le dije en voz baja. Mi brazalete de plata y todos los abalorios que había coleccionado desde que lo conseguí cuando tenía once años, eran mis más preciadas posesiones. No sabía qué haría si alguna vez las perdiera. "De nada, Bells", respondió, y aunque ninguno de los dos era muy expresivo en voz alta, pude ver en sus ojos que él sabía lo que sus abalorios significaban para mí. Estábamos sentados junto a la hoguera después de nuestra cena de pescado, asando malvaviscos que habíamos atravesado en largas piezas delgadas de madera. Esta era la parte favorita de Renee. Ella nos hacía cantar canciones tontas de los ochenta, mientras que las llamas lamían los grandes y ennegrecimiento malvaviscos, y los hacía suaves y pegajosos. Bueno, ella me hacía cantar a mí, Charlie siempre se negaba. Por lo general se sentaba allí y nos miraba con una sonrisa divertida en su cara, su bigote espeso y castaño daba espasmos. Pero este año no sólo le faltaba el bigote, sino también la sonrisa. Él estaba con la mirada perdida en el bosque oscuro, parecía a un millón de kilómetros de distancia. Yo surqué las cejas mientras mi boca se movió alrededor de la letra de "Like a Virgin", y miré a mi madre para ver si había notado extraña la expresión de Charlie. Ella lo miraba, y aunque su voz era fuerte y feliz, había algo extrañamente ansioso en sus ojos. Oooooooooo En mi sueño, estábamos en la habitación de Jake, y esta vez no lo paré cuando su mano llegó al borde de mis bragas, o cuando sus dedos se perdieron debajo de mi ropa interior y los giró alrededor de mi nudo hinchado, metiendo un dedo en el interior. Me retorcí y retorcí, necesitando más. Me sentí sudorosa y mojada por todas partes. Y de repente oí la voz de Charlie fuera de la habitación de Jake. "Jake" - gemí mientras sus dedos hacían su magia - "mi padre está fuera. Tenemos que parar". "No", susurró con voz ronca y aumentó el ritmo de su empuje. Yo gemí sin poder hacer nada. Entonces oí la voz de Renee. "Jake, por favor" - le rogué débilmente - "mis padres están justo afuera. Tenemos que parar". - 178 -

Jake llevó su boca a mi cuello, besando toda mi clavícula. Él empezó a bajar mis pantalones y mis bragas. "Bella", murmuró. "Yo quiero ser tu primera vez". Ahí fue cuando me desperté y me di cuenta de que no estaba en la habitación de Jake a punto de tener relaciones sexuales por primera vez en mis diecisiete años. Estaba sola, en una tienda de campaña, en un camping con mis padres. En esos primeros segundos después de abrir los ojos la línea entre el sueño y la realidad siguió siendo borrosa. Mi corazón daba carreras sobre mi pecho. Todavía podía sentir los dedos de Jake dentro de mí, todavía podía oírle susurrar en mi oído, prometiendo ser suave. Cerré los ojos, sentí su calor e imaginé lo que pasaría en unos pocos días al llegar a La Push. Una sonrisa ansiosa se propagó a través de mi cara. Jake y yo nos conocíamos desde que éramos niños. Nuestras familias habían sido amigas desde antes de nacer, pero en el último par de años algo había cambiado. Nuestra amistad había crecido, pero él vivía en La Push y yo vivía en Phoenix. Nos veíamos un par de semanas al año. ¿Lo quería? No estaba segura. Pero sabía que me preocupaba por él profundamente, al igual que sabía que él se preocupaba por mí. Él estuvo listo el verano pasado, pero yo no. Ahora yo lo estaba. De eso, estaba muy segura. Y entonces oí sus voces, Charlie y Renee, justo fuera de la tienda. "Yo simplemente no quiero que tú y Bella volváis a casa, Renee, hasta que esté seguro de que todo es seguro". Silencio. "Charlie, tal vez deberías hablar con alguien, con el FBI o algo así. Hazles saber lo que está pasando. Eres un detective muy respetado. Van a escucharte". El tono de su voz me hizo pensar que todavía estaba soñando. Ella parecía asustada, ansiosa, y esa no era ella. Renee estaba siempre riéndose, siempre feliz. Ella era mi espíritu libre. "Renee, no puedo hablar con nadie hasta que tenga más pruebas". La forma en la que lo dijo, como si él hubiera hablado con ella sobre eso un par de veces, despertó mi curiosidad y me desperté un poco más. - 179 -

"Dios Charlie, me gustaría que no hubieras tomado esto por tu cuenta", Renee dijo en un tono grave e incluso acusatorio ahora. "Harry era uno de mis mejores amigos", Charlie silbó. "Y ahora esos niños son huérfanos. Tenía que averiguar si lo que decían era cierto. ¡Tenía que hacer algo!". ¿Harry? ¿Por qué estaban hablando de Harry? Fue uno de los mejores amigos de mi padre desde que eran niños, y crecieron en Forks, pero él falleció el año pasado por problemas cardiacos. Era triste, porque tenía dos hijos, Leah y Seth, y su madre falleció hace unos años. Leah era un año más o menos mayor que yo, pero ella había estado cuidando de Seth por ella misma desde entonces. Charlie y Renee estuvieron en silencio otra vez. Mis ojos estaban bien abiertos ahora, mi respiración ruidosa y superficial, pero ya no a causa de mis sueños con Jake. "Tú y Bella os quedareis en Forks", Charlie dijo con firmeza después de unos minutos. "En La Push con Billy por un tiempo, hasta que yo pueda estar seguro de que ellos no…" "¡Charlie, no podemos quedarnos en Forks!", Renee argumentó. "Todavía quedan unas pocas semanas del año escolar. ¡Tengo una clase con los alumnos de segundo grado y Bella se gradúa, por el amor de Dios! Ella tiene que ir, tiene que practicar-" "¡Renee!", Charlie gruñó en un tono que rara vez le había odio usar con mi madre. "Necesito saber que tú y Bella estáis seguras para que yo pueda hacer lo que tengo que hacer. Esas personas... lo que están haciendo está mal, ¡pero necesito más pruebas! ¡Me importa un bledo la escuela, la graduación o las prácticas! ¡Tengo que manteneros a las dos a salvo!". Una vez más, estuvieron en silencio. Mi mente comenzó a sentirse mejor otra vez y no pude decidir si era realidad o sólo un sueño extraño. "Van a tener preparada una sustituta para ti, y Bella es una buena estudiante", dijo Charlie en un tono más suave. "La dejaran entrenar. Y la competición...", se rió, pero en el fondo me pareció escuchar el miedo en su voz y entonces supe que debía ser un sueño. Charlie nunca tenía miedo. No dudes, me dijo, y nunca tendrás que tener miedo. "... ambos sabemos que nadie puede tocarla una vez que esté corriendo. Una vez que esté volando", concluyó. - 180 -

El sueño, sus voces, todo se desvaneció después de eso, hasta que todo lo que escuché fueron susurros apagados. Sin embargo, despierta o dormida, me giré y me giré sin descanso por el resto de la noche. La tarde siguiente limpiamos el sitio de la tienda y nos preparamos para ir a La Push. Renee seguía cantando sus clásicos de los ochenta, Charlie riéndose y moviendo la cabeza. El sueño volvió a mí mientras yo estaba en el asiento trasero del coche, de repente, sentí una punzada de inquietud en la boca del estómago, pero la rechacé. Había sido sólo un sueño. Llevábamos cerca de una hora de nuestro paseo, la luz del día estaba desapareciendo rápidamente, dejando tras de sí una noche sin luna. Renee me miró por el espejo retrovisor y sonrió. "Así que... ¿estás deseando ver a Jake?", preguntó en ese tono de 'soy tu amiga tanto como tu madre' que ella tendía a usar cuando trataba de hablar de chicos conmigo. Sentí mi cara en llamas de un color rojo brillante. No era que no quisiera hablar con ella acerca de Jake, era sólo que me parecía más a mi padre. Cuando tuviera una pregunta, la preguntaría. De lo contrario, realmente prefería no hablar de ello. Además, Jake era el único novio que había tenido y yo sólo lo veía un par de veces al año. No había descubierto completamente la manera de hacer de eso una relación, y mucho menos de hablar de ella. Y entonces recordé mi sueño otra vez, pero esta vez la parte donde los dedos de Jake estaban dentro de mí. Mi cara ardió. Miré hacia abajo y no contesté. "¡Oh, creo que sé lo que significa esa mirada!", mi madre se burló. Negué con la cabeza, porque conociéndola, ella probablemente si lo sabía y lo encontraba divertido. "En realidad, Bells" - dijo Charlie, manteniendo sus ojos en la carretera, en un camino sinuoso frente a él - "tu madre y yo estuvimos hablando ayer por la noche, y estábamos pensando que podría ser divertido que tú y ella os quedarais en La Push por un tiempo, con Jake y los otros muchachos. Disfrutar de tus amigos por unos meses más antes de que seas oficialmente una adulta con responsabilidades de adultos". - 181 -

Miré a mi madre. Ella siguió sonriendo, pero pude decir que era una sonrisa forzada, pude ver la angustia en sus ojos. El sueño no había sido un sueño. "Papá, tengo que terminar la escuela. Voy a graduarme en unas pocas semanas". "Está bien", dijo encogiéndose de hombros. Sus ojos siguieron la trayectoria de los limpiadores del parabrisas golpeando por la lluvia que caía. "Estoy seguro de que te dejaran terminarla. Además, una vez que comiences en Dartmouth en otoño, no tendrás la oportunidad para una escapada como esta por un tiempo". Charlie, mi ultra-responsable padre, el hombre que desde que tenía diez años no me había permitido faltar a la escuela a menos que yo estuviera en mi lecho de muerte, había sugerido que faltara a las últimas semanas de la escuela secundaria. Tenía que ir a La Push. Tenía que hablar con Jake, decirle lo que había oído la noche anterior y ver si él podía darle algo de sentido a todo, porque yo estaba totalmente perdida aquí. Pero si de alguna manera estaba relacionado con Harry, tal vez él podría"Entonces, ¿qué crees tú, Bella?", Renee preguntó, moviéndose en su asiento para mirarme a la cara. Ella estaba con una sonrisa de oreja a oreja, pero pude decir que era sólo una máscara. Estuve a punto de preguntarle qué estaba pasando cuando miró más allá de mí, a través del parabrisas trasero, y la sonrisa se le cayó de la cara poco a poco, transformándose por primera vez en perplejidad, luego en aprehensión, y finalmente sus ojos se ensancharon y se llenaron de horror. "¡Charlie!", gritó al mismo tiempo en el que sentí el coche dar tumbos violentamente hacia adelante. Mi cuerpo se balanceó bruscamente por la fuerza de la explosión, el cinturón de seguridad se clavó en mi pecho. Yo di un grito ahogado tanto por el choque como por el dolor. "¡Bella!", Renee gritó. Cuando miré hacia ella, su boca estaba sangrando. Lo primero que pensé fue que alguien detrás de nosotros había perdido el control. Las carreteras eran estrechas y sinuosas en esta área de las Montañas Olímpicas, podía ser difícil conducir por esas altitudes y por los caminos ultra deslizantes creados por la lluvia constante. Miré por la ventana y vi el mismo borde de la carretera, la repisa a unos pocos metros de la fuerte corriente del río Sol Duc. - 182 -

Mi padre se desvió en su asiento, con los ojos pétreos, mirando por el parabrisas hacia atrás. Furia y terror estaban a partes iguales, nadando en sus pupilas marrones. "James", respiró justo antes de que el coche nos golpeara de nuevo. Los gritos de Renee llenaron el interior del coche. "¡Charlie!", ella gritó, mirando desesperadamente a mi padre. "¡Charlie!". Charlie no contestó. Oí la presión sobre el acelerador mientras su pierna derecha se sumergía hasta el fondo, el pie presionando la palanca hasta el fondo. Sus ojos parpadearon frenéticamente desde el parabrisas hasta el espejo retrovisor, y sus manos se apretaron con fuerza alrededor del volante hasta que sus nudillos se vieron blancos como la nieve. El coche golpeó en nosotros una vez más. Renee comenzó a llorar histéricamente. "¡Charlie, Bella está aquí!", ella gritó de horror. "¡Bella está aquí!". Charlie sacudió la cabeza con vehemencia, sus fosas nasales se ensancharon. "No voy a dejar que le hagan daño", sus ojos se encontraron con los míos a través del retrovisor. "No voy a dejar que te hagan daño, bebé". El coche deslizó y se desvió por la carretera resbaladiza. Íbamos rápido, demasiado rápido, pero el coche negro detrás de nosotros no se detenía, no reducía la velocidad. Vi sus luces brillando a través del retrovisor, pero estaba demasiado aterrorizada como para darme la vuelta. Durante un momento el tiempo se detuvo, todo parecía irreal, como un juego, una película que había sido parada, yo estaba viéndola pero no podía ser una parte de ella. Pero entonces sentí una humedad salada en el borde de mi boca, las lágrimas habían comenzado a caer, y la película de pronto fue encendida de nuevo. El coche negro se estrelló contra nosotros una vez más, mientras nosotros estábamos girando una curva cerrada en el camino. Por una fracción de un segundo los neumáticos resbalaron otra vez fuera de la carretera, quedándonos casi colgados precariamente sobre el aire, justo encima del río, pero Charlie se desvió bruscamente a la izquierda otra vez y de alguna manera puso las cuatro ruedas en la carretera. Todo mi cuerpo se llenó de calor por el alivio palpable que sentí. Renee cerró los ojos, su boca moviéndose en silencio alrededor de palabras desconocidas, y miré a Charlie por el retrovisor. Me sonrió, y a pesar de todo, le devolví la sonrisa. - 183 -

Esa fue la última vez que vi a mi padre sonreír. El coche se estrelló contra nosotros por última vez. Nuestros neumáticos delanteros se deslizaron hacia la derecha, fuera de la cornisa, y todo lo que pude ver antes de que todo se quedara en negro fue el río viniendo a nuestro encuentro. Presente: Jadeé y abrí los ojos, incapaz de recordar el resto. El brillante río Sol Duc estaba tranquilo esta noche bajo el cielo oscuro. El bosque era verde y exuberante, y los habitantes de los bosques hablaban en voz alta el uno al otro; el ulular de los búhos, los chirridos de los grillos. A pocos metros un par de ardillas subían un árbol, parándose para mirarme, probablemente preguntándose lo que estaba haciendo en su parte del bosque, sentada sobre el suelo húmedo y sólo mirando. Me pregunté si alguno de ellos estaría aquí esa noche. Después de un tiempo las ardillas se aburrieron de mí y continuaron su camino. Todo parecía tan... normal. Hoy hacía cuatro años que ocurrió. Cuando cerraba los ojos las imágenes y las sensaciones me bombardeaban. Charlie. Renee. Miedo. Frío. Humedad. Miedo. Ojos azules. Pelo rubio. Pasamontañas negro. Carrera. Miedo. - 184 -

Dolor. ...Vuelo. Negué con la cabeza rápidamente y abrí los ojos otra vez. No podía hacer eso. No importaba que Billy dijera que las lágrimas me limpiaban, que me darían un fin, no podía dejar que me acordara de todo. Yo ya estaba temblando violentamente, mis dientes castañeteaban en mi boca. Mi pulso estaba acelerado y mi corazón se sentía como si estuviera a punto de salirse de mi pecho. Pero no había lágrimas. Sujeté mi cabello en un puño y gemí. Billy estaba equivocado. Sólo una cosa me daría un fin, y no eran las lágrimas que nunca llegarían. Me levanté rápidamente y corrí, corrí como había llegado. Hubo un momento en que yo supe exactamente lo que tenía que hacer, cuando yo estaba bien con lo que eso me costaría. Pero ahora... Estaba en el camino correcto, maldita sea. James quería que conociera a algunas personas importantes, me dijo. Él quería que yo bajara a la costa de California con él. Todo funcionaba de maravilla. Iba a tener pronto mi fin. Sin embargo, incluso aquí, en la oscuridad del bosque, rodeada de nada más que de árboles, naturaleza y de recuerdos de los que no podía escapar, no importaba lo rápido que corriera, veía sus ojos. Oía su voz. '... a veces es bueno dudar... a veces la indecisión es quien nos dice que estamos lejos de los objetivos y tal vez deberíamos pensar antes de dar ese salto...' Me detuve mientras golpeé una pared y caí de rodillas, sujetándome el pelo por la frustración. Los ojos verdes de Anthony se me aparecían día y noche, la sensación de su boca en la mía, su cuerpo apretado contra el mío. Pero más que eso, era de la expresión de sus ojos de la que no podía huir. Eso realmente había jodido mi resolución. - 185 -

Dios sabía que había tratado de escapar de ello. No me fui con él ayer por la noche, aunque el esfuerzo que tuve que hacer para quedarme en mi apartamento fue probablemente una de las cosas más difíciles que había hecho. Cuando James me llamó anoche, estuve de acuerdo con facilidad a todo lo que él sugirió, porque quería mantenerme en el camino. Porque tenía que escapar de él. Pero veía a Anthony en todas partes. Le respiraba, incluso le escuchaba en el bosque de almizcle. Y de repente, algo en el silencio de la noche bruscamente se me ocurrió. ¿Él podría... de alguna manera... darme el fin? Me sentía viva con él, no como estar caminando sin un nombre, sin un hogar. Me sentía real por primera vez en cuatro años. Me sentía... normal. ¿Eso era tener un fin? Poco a poco hice el resto del camino de regreso a la carretera principal, donde había dejado el coche de alquiler. Estaba tan cerca de La Push ahora mismo, pero Jake no lo podía saber. Venir aquí no era parte del plan, y Jake y yo siempre nos adheríamos al plan. Teníamos que hacerlo. Nadie sabía acerca de estas visitas que le hacía a Charlie y a Renee. Nadie lo entendería. Pero... tal vez él lo haría... '... a veces es bueno dudar...' Cuando me decidí a hacer la llamada telefónica, con mis dedos temblorosos saqué mi teléfono que no dejaba rastro. Mi corazón latía con tanta fuerza entre mis oídos que ahogaba el sonido del río. Antes de que pudiera cambiar de opinión una vez más, estuve marcando su número. "¿Todo bien?", Jake preguntó cuando lo cogió en el segundo toque. Esta no era una llamada de teléfono programada. Yo no tenía que llamar hasta que el trabajo se llevara a cabo, a menos que algo fuera mal. Así que él estaba preocupado. No era la manera en la que yo quería empezar esta conversación, pero ya no podía ser salvada. "Todo está bien", le dije. Y luego, porque simplemente no había otra manera, me sumergí adentro. "Jake yo... yo no creo que pueda seguir adelante con esto". - 186 -

Silencio. Y entonces oí su suspiro de alivio en la otra línea. "Gracias a Dios, Bells. Mira, ven a casa. Vamos a resolverlo todo desde aquí. Sólo ven-" Pero esa no era mi casa. "He conocido a alguien". Silencio de nuevo. Pero esta vez no hubo suspiro de alivio al final del mismo. "¿Qué quieres decir con que has conocido a alguien?", finalmente preguntó en un susurro. "Él... él me quiere ayudar", le respondí, me temblaba la voz a pesar de gastar mis mejores esfuerzos para mantenerla segura y firme. "Él quiere… mantenerme... a salvo". "¿Lo sabe?", Jake me preguntó. "¡No!", dije rápidamente. "Yo no haría eso sin hablar primero contigo". "¿Sin hablar primero conmigo?". "Jake... voy a decírselo. Sólo te he llamado para decirte que voy a decírselo", cerré los ojos y esperé a la explosión inminente. Pero la voz de Jake fue más urgente que enfadada. "Bella" - hizo una pausa "Bella, sé que te sientes sola, sé que estos últimos meses, estos últimos años" resopló sin humor - "han sido extremadamente difíciles para ti, pero no puedes decírselo a nadie. No todavía. No así. Vuelve a casa y resolveremos las cosas juntos". "Él es un buen chico, Jake", le dije, mi voz estaba pidiendo su comprensión. Jake era la única familia que me quedaba. Necesitaba que me entendiera, que viera por qué tenía que hacer esto, por qué tenía que decírselo a Anthony. "Él se preocupa por mí, Puedo decirlo. Lo veo en sus ojos. A Charlie... a Charlie le gustaría..." Pero Jake no era tan fácil de convencer. "Bella, por favor", me rogó, pero oí la frustración en su voz, como si estuviera realmente tratando de no perder la calma. "Piensa en lo que estás haciendo", se detuvo de nuevo. "Esto no es sólo acerca de ti", dijo cuidadosamente. - 187 -

"¡Ya lo sé!", dije con firmeza, apenas moviendo la boca. "Yo nunca... nunca te pondría en peligro. Lo sabes, Jake". Le oí dejar salir una ráfaga grande de aire. "Sí, lo sé. Pero ahora mismo no creo que estés pensando claramente, Bells. De todos modos, ¿quién es este tipo?". Y esa fue la pregunta que iba a provocar la explosión. No me atreví a decir nada por sólo medio segundo. "Él es... él es Anthony Masen". Jake estuvo callado. "¿Quieres decir que es ese doctor Anthony Masen, el del grupo?", su voz era fresca, pero pude sentir aparecer la erupción. "Sí", dije en voz baja. "Jesús, Bella, ¿qué estás haciendo?", dijo en voz baja y temblorosa, pero de algún modo fue peor que escucharlo explotar. "¿En qué estás pensando? No se lo puedes decir". "Escúchame, Jake", dije rápidamente. "Tengo otra cosa que decirte. Yo no te lo he dicho antes porque sabía que ibas a decirme que volviera a casa", traté de explicarle. Jake estuvo en silencio, pero pude oír su dificultad para respirar a través del teléfono. Cerré los ojos y continué. "En Hawái el año pasado, cuando yo estaba en la habitación de la perra, Masen me sorprendió". "¿Qué?", su voz era gruesa por la confusión, la ira y la incredulidad. "¿Entonces lo saben?", preguntó en un tono desconcertado. "¿Qué demonios-" "¡No, Jake! ¡Escucha! ¡Él no se lo ha dicho a James! ¡No se lo ha dicho a nadie! Ha guardado mi secreto, porque-" "¡Porque te va a chantajear o algo peor, Bella! ¡Tienes que salir de allí ahora mismo! Vamos a poner en marcha el Plan B", escupió desesperadamente. "¡Vamos a irnos lejos! Tenemos todos los papeles listos y las finanzas y-" "¡Jake, escúchame! ¡Él no es uno de ellos!", insistí. "¡Él no es, quiero decir, creo que él puede saber por lo menos algo de lo que está pasando, pero no es parte de ello!". Pero Jake se negó a escuchar. "Bella, por favor, escúchame con atención. Te quiero, Bella", dijo con voz ronca. "Tú sabes qué te quiero. Pero si se lo dices no - 188 -

admitiré nada. No voy a admitir nada de eso", susurró. "Te quiero, pero también tengo una familia en la que pensar Bella, y mi tribu". Pude escuchar la disculpa en su tono, la vergüenza. Pero, por supuesto, le entendía. Jake había hecho tanto por mí que yo nunca podría poner nuestro pasado en su contra. "Lo sé, Jake", le aseguré suavemente. "Yo no tengo planes de mencionaros a ninguno de vosotros", le tranquilicé. "Al menos, no hasta que él y yo hayamos estado casados durante unos años y tenga un par de sus hijos", bromeé débilmente. Jake no se rió. Yo me aclaré la garganta, incómoda. Los dos estuvimos en completo silencio durante unos cinco minutos. Yo sabía que Jake estaba esperando a que yo cambiara de opinión, a que razonara, pero la razón se había ido por la ventana. Todo lo que veía eran los ardientes ojos verdes de Anthony. "Por favor, Bella. No. Hagas. Eso", su voz era áspera y temblorosa. "Tengo que hacerlo, Jake", le dije en un tono de súplica. "Tengo que hacerlo". Él no contestó. "No puedo dejar que siga allí, Jake, ciego a lo que realmente está pasando. Si algo le sucede a él, yo..." Negué con la cabeza, incluso cuando me di cuenta de que ahí estaban mis miedos ahora, en la posibilidad de que algo pudiera sucederle a Anthony. Dios mío, ¿qué me había hecho yo misma? ¿Cuándo mis prioridades habían cambiado de manera tan dramática? Pero Jake ya no dijo nada. "Te llamaré después de que haya hablado con él, ¿de acuerdo?". "¡Bella, no lo hagas!", gruñó con rabia. Cerré los ojos con fuerza. "Te quiero, Jake", le dije y luego colgué.

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¿Qué os ha parecido ese trocito del pasado de Bella? No será el único en la historia, poco a poco iremos descubriendo qué pasó ;) ¡Nos vemos el luness! :)

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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C12 Por qué Jack son malas noticias Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Canciónrecomendada: Mr. Know-it-all de Kelly Clarkson. Os dejo ya el nuevo capitulo que me voy a ver Blancanieves :)

Capítulo 12- Por quéJackson malas noticias EPOV Eran las tres de la mañana, y estaba tumbado a través de mi sofá, con un Jack Daniels en la mano. En una borrachera. No me solía emborrachar, se me nublaba el pensamiento y no me gustaba que mi forma de pensar se nublara. No me había emborrachado desde que me uní a la oficina del FBI. Había pretendido emborracharme, pero todo había sido una mentira. Esta noche, estaba tan borracho como una maldita cuba. Los aviones de la TV iban y venían delante de mí. Había pasado de crímenes a semi-celebridades bailando para un comercial largo sobre una máquina de apariencia extraña. No importaba. Tomé otro trago de mi botella. "Costa de Cali-mierda-fornia", inhalé para mí mismo, porque ahí era donde mis pensamientos habían estado toda la noche. Isabella. Isabella la ladrona. Isabella la chica que estaba planeando un viaje a California con James. Isabella, quien tenía unas pocas cuentas bancarias en las Caimán con un tío llamado Jacob Black. - 191 -

"Isabella, Isabella, ¿qué voy a hacer contigo, Isabella?", medité para mí mismo, poniendo la botella en mi campo de visión y dándole vueltas y vueltas, como si la respuesta pudiera aparecer por arte de magia a través de la etiqueta. Pero no hubo una respuesta en la botella, así que tomé otro trago para ver si eso ayudaba. El tiempo se estaba acabando. Las acusaciones se harían en pocos días, y si ella estaba cerca cuando eso sucediera y su tapadera era descubierta... me estremecí. "Ella es una ladrona", me dije a mí mismo. "Una hermosa gatita ladrona". La mierda era que si ella era una ladrona y por debajo de la cubierta, de las mentiras y de toda esa mierda yo seguía siendo un agente del FBI, ¿no era mi trabajo, mi deber, atraparla? ¿A ella y a su jodido compañero Jacob Black? Cerré los ojos y moví la cabeza, y pude sentir mi cerebro haciendo ruido dentro de mi cráneo. No. No ella. Nunca ella. Tenía que haber una razón, una explicación de por qué ella había hecho lo que había hecho. Jacob Black estaba en el otro lado... bueno, él era un juego justo. Pensé que odiaba a James, pero estaba empezando a ver que era capaz de odiar a niveles que nunca había imaginado. Yo resoplé para mí mismo. Jacob o James, ella todavía no se iba a California. "Costa de Cali-mierda-fornia", resoplé de nuevo, tomando otro trago y mirando ciegamente la pantalla del televisor. "Sobre mi cadáver, hijo de puta, estará ella en la costa contigo. Y ella también dejará su último trabajo para ti, Jacob-jodido-Black". Gruñí y tiré la botella a través del salón, tocándome el pelo y tratando de mantenerme quieto para que mi cerebro pudiera dejar de rebotar en mi cabeza. Tenía que pensar con claridad. Tenía que averiguar qué hacer con Isabella, cómo sacarla de este lío. Ella podía o no sentir lo que sentía, pero en este momento eso era irrelevante. Esta vez - tan pronto como pudiera llegar a ponerme de pie otra vez - la iba a alejar le gustara o no. De alguna manera. No sabía exactamente cómo todavía, pero ella iba a venir a mí. Si mi maldito cerebro paraba de rebotar, el cómo - 192 -

vendría a mí. El timbre sonó mientras yo estaba mirando a la puerta y tratando de averiguar cómo hacerlo. Me tambaleé hacia el intercomunicador, dónde hice unos cuantos intentos antes de que la palma de mi mano llegara a su destino y abriera a quien estaba ahí abajo. Cuando abrí la puerta, esperando que fueran Alice o Emmett porque siempre eran Alice o Emmett - me quedé anonadado por la pequeña rubia de ojos marrones profundos que salía del ascensor. Me aferré a la estructura de la puerta, porque si no lo hacía, estaba pensando que podría plantarme a sus pies. Aún así, borracho o no, mi primer instinto fue tomarla en mis brazos, sobre todo cuando me sonrió. Fue una sonrisa nerviosa y ligeramente tímida, lo que hizo que mi corazón se apretara en mi pecho, porque mi Catwoman solía ser demasiado luchadora como para estar nerviosa o avergonzada. Le devolví la sonrisa. Entonces me acordé de Cali-mierda-fornia. Las cuentas bancaria de las Islas Caimán. El trabajo de Spokane. Recordé a Jacob Jodido Black. Mi sonrisa se torció a un lado - al menos yo creí que sí - y me apoyé contra el marco de la puerta, señalando con la cabeza hacia adentro. La sonrisa de Isabella se tambaleó por sólo una fracción de segundo, pero luego ella entró lentamente. "Buenobuenobueno", le dije, y de alguna manera las palabras se fundieron como una cadena larga. "Si es mi Catwoman favorita. ¿A qué debo este placer?", arrastré. Cerré la puerta detrás de mí y seguí a Isabella dentro. Ella se detuvo a un par de metros de distancia y su cabeza se movió de un lado a otro, mirando su entorno, probablemente buscando las rutas de escape en caso de que fuera necesario, saberlo. Poco sabía ella que ahora que estaba aquí, no tenía planes para alejarla de mi vista. Se volvió, me miró a los ojos, y se formó una pequeña arruga entre sus cejas. Me miró curiosamente a través de esos grandes ojos marrones suyos. "Yo... yo quería verte", se encogió de hombros. "¿Ahora?", resoplé. Ella no respondió. Sus ojos oscuros se estrecharon y la línea entre sus cejas - 193 -

creció. Ella estaba tratando de leerme, lo podía decir por la forma en la que sus ojos penetraban en los míos, por la forma en la que se mordía el labio inferior de color rosa. "¿Es... un mal momento?" Yo inhalé de nuevo. "Por supuesto que no, amor. Nunca es un mal momento para mi pequeña ladrona de corazones". Ella frunció el ceño y se mordió los labios más fuertemente, con sus ojos excavando en los míos, desesperada por leer mis pensamientos. Ella dio una respiración profunda. "Anthony estás... borracho...", ella señaló lentamente. "¿En serio?", yo me reí. "Tú eres una gatita aguda, ¿no?". Ella levantó una ceja. "¿Gatita?", resopló, abriendo sus fosas nasales. "Creo que... será mejor que vuelva más tarde. Por la mañana. Cuando hayas tenido la oportunidad de recuperar la sobriedad", comenzó a moverse más allá de mí, hacia la puerta. Antes de que pudiera pensar en lo que estaba haciendo, la agarré del brazo derecho por debajo del codo y la acerqué hacia mí, cogiéndole el otro brazo. Ella cortó su respiración, pero incluso en mi borrachera sentí el destello de calor que fluyó entre nuestros cuerpos. La quería encima de mí otra vez, como estuvo en el puerto la otra noche, su calor suave balanceándose contra el calor de mi dureza. Quería darle un beso salvaje hasta que ella se olvidara de todos y cada uno de sus nombres, quería tocarla en los lugares que la harían gritar mi nombre, mi nombre real. Quería que me dijera que nadie, ni James, ni Jacob Jodido Black la habían hecho sentir lo que yo la estaba haciendo sentir. Quería que me jurara que nadie aparte de mí volvería a tocarla alguna vez. Lo quería todo de ella, incluyendo la maldita verdad. "Quédate, querida Isabella. Acabas de llegar". Ella se endureció al instante. El terror marcó sus facciones por una fracción de segundo, y por esa misma fracción de segundo me odie a mí mismo por poner esa mirada en ese rostro hermoso. Ese rostro que no debería tener que sentir miedo. Pero entonces ella compuso sus funciones dentro de la máscara en blanco de - 194 -

Isabella la ladrona. No me gustaba esa máscara. Y entonces recordé a Jacob Black otra vez. "Anthony, suéltame", dijo con firmeza. "Me voy". "Prefiero que no lo hagas, Isabella. Creo que es hora de que tú y yo tengamos una agradable y franca conversación". Ella me miró sin expresión y bufó. "No creo que estés en el estado de ánimo correcto para eso", hizo una pausa, su respiración era entrecortada. "¿Por qué me llamas-" "¿Isabella?", le pregunté. "Porque ese es tu nombre". Ella sostuvo mi mirada, luchando por leerme. Levanté una mano hasta su mejilla caliente y bronceada y la acaricié suavemente. Sentí un hormigueo en los dedos. Ella observó el movimiento de mi mano con cautela. Y luego, incapaz de resistirme a ella, reemplacé mis dedos con mi nariz y la inhalé profundamente dirigiendo mi nariz hacia arriba y hacia abajo sobre su piel sedosa. Ella olía a miel, fresas y lavanda, y quería consumirla durante toda la noche. A pesar de mi estado de ebriedad, me sentí cada vez más duro. "Vamos, Isabella", me reí entre dientes contra su cara. Mis manos se movieron arriba y abajo por sus brazos, y pude sentir su piel de gallina levantarse sobre su carne. "¿Vamos a dejar los juegos? Cansan, ya sabes. Yo puedo pensar en juegos mejores para que juguemos juntos", le di un beso suave en su mandíbula. Ella se congeló durante dos segundos antes de separarse de mí y mirarme, pero sus cálidos ojos castaños ahora eran fríos, como dos esferas marrones congeladas. Ya no regalaban nada. Ella miró hacia abajo, a donde yo la tenía. "Sólo voy a decirte esto una vez, Anthony, y lo voy a decir claramente, de modo que no haya malos entendidos en esa mente tuya, obviamente, aturdida", fiel a su palabra, ella dijo cada palabra lentamente y de manera sucinta. "Vas a dejar que me vaya, o bien vas a averiguar lo qué se siente al tener las pelotas hacia el interior de tu estómago, porque estás borracho como una mierda y yo no, y confía en mí, eso me da una ventaja muy grande aquí". Resoplé y puse los ojos en blanco, pero ella me había pedido que la dejara irse, así que lo hice. Sacudió su brazo lejos con rabia y me dio la espalda para ir de nuevo - 195 -

hasta la puerta. "Estás actuando como un maldito gilipollas, y creo que es mejor si esperamos hasta que-" "Ya sabes, tienes una boca un poco sucia, Isabella. Me pregunto si hablas con Jacob así", medité. Ella se detuvo como si se hubiera golpeado contra una pared invisible y dio una respiración entrecortada, dejando salir el aire poco a poco. Se mantuvo de espaldas a mí. "Yo... yo no sé quién-" "¿Qué me vas a decir ahora, Isabella, que no sabes quién es Jacob, no?", mi voz se hizo más dura al pensar en él, al pensar en sus manos sobre ella, en su boca sobre la de ella. "Jacob Black, de La Push, Washington", le dije entre dientes. "¿Te suena ya, o debería seguir?". Sus puños se apretaron a los costados. Poco a poco se dio la vuelta y me miró, ensanchando sus fosas nasales. "¿Qué has hecho?", siseó. "¿Qué he hecho?", yo resoplé. "Tienes el descaro de preguntarme eso después de los malditos juegos-" "¿James o Kate saben sobre Jake?", me interrumpió con ansiedad, su pecho subía y bajaba. Negué con la cabeza. "No". Ella dio un profundo suspiro de alivio y cerró los ojos. "Jake está seguro", murmuró tan bajo que estuve bastante seguro de que fue dicho sólo para sus oídos. Cuando abrió los ojos otra vez, eran más oscuros de lo que jamás había visto. Ella estaba furiosa y era claramente debido a 'Jake'. Ella lo quería. Estaba escrito con claridad en toda su cara, en sus preciosos ojos oscuros. Ella lo quería y yo no podía soportarlo. - 196 -

"¿Qué diablos crees que estás haciendo, Isabella?", me moví a su alrededor. "¿Qué clase de juego crees que es este? No tienes ni idea de cómo está tu cabeza aquí-" "¡Ya te lo he dicho antes!" - gritó - "¡No me digas que no sé a qué juego estoy jugando! Tú eres el que no tiene ni idea de lo que está pasando, y no voy a tener esta conversación contigo cuando estás así", ella me miró de arriba a abajo con sorna y se volvió para irse otra vez. Pero cuando ella abrió la puerta, puse una mano y la cerré, manteniéndola cerrada. Su mano se mantuvo en el pomo de la puerta. "¡Yo sé mucho más de lo que crees que sé, Isabella!", silbé. "Sé todo acerca de tu pequeño novio Jacob, de los otros trabajos y de las cuentas bancarias". Ella azotó la cabeza para mirarme a la cara, sus ojos estaban desorbitados por la incredulidad. "Sí", gruñí. "Sé que tú haces el trabajo y él establece las cuentas". Ella estaba más allá del shock, estaba desconcertada. Pero repentinamente se rió en mi cara. "Sí", risitas. "¡Tú sabes mucho!", trató de abrir la puerta otra vez y yo la cerré una vez más. "¿Por qué haces esto?", le pregunté. "Maldita sea, ¿por qué, Isabella? ¡Sólo dime por qué!". Ella mantuvo los ojos fijos en la puerta, pero pude ver la expresión asesina en su rostro. "Ahora no, Anthony", dijo ella con voz temblorosa. "No así". "Por qué le dejas-", continué, pero el hecho de que ni siquiera me mirara, de que estuviera lista para alejarse de mí para protegerle a él, de que le estuviera escogiendo a él antes que a mí, me hizo subirme por las paredes, porque yo sabía que él había sido mi competencia lo largo de todo, no James. "¡Tu precioso Jacob Black no es más que un chulo glorificado!", le grité. Ella suspiró ruidosamente y sacudió la cabeza hacia atrás como si le hubiera dado una bofetada. En mi estado ciertamente confundido, tardé unos segundos en comprender el significado de lo que acababa de decir. Cuando lo hice, toda la sangre fluyó hasta mi cara. - 197 -

"Isabella, no he querido decir-", empecé con una voz de pánico, la borrachera terminó abruptamente. De repente volví de nuevo a la realidad y no pude creer la mierda que había sido arrojada de mi asquerosa boca. Pero ya era demasiado tarde. Ella se había vuelto hacia mí. Su boca lentamente se contrajo en una sonrisa amplia, irónica y fresca, y el resto de mis palabras murieron en mi garganta. "No has querido decir eso, ¿no tenías la intención de hacerme saber lo que realmente piensas de mí?". "No, Isabella. Eso nunca ha sido-", lo intenté mientras ella inclinó la cabeza hacia un lado y me miró retorciéndose con una expresión divertida escondiéndose detrás. "Doc, doc, doc", dijo ella sacudiendo la cabeza. "Mira, por eso no bebo. El alcohol es como un suero de la verdad, y ambos sabemos que no puedo permitirme decir la verdad". "Isabella-" "Pero tú has ido por delante y te has figurado todo sobre mí por tu cuenta, ¿no, doctor?", dijo suavemente, riéndose entre dientes. "Y yo que pensaba que iba a sacar algo sobre de ti" - vio todo el apartamento - "darte una buena noche, y con el tiempo te hubieras despertado por la mañana y ese nuevo Rolex tuyo con el que has estado andando hubiese estado dándole una compañía agradable al Tag Heur", ella resopló. "Pero supongo que tú eres más inteligente que el resto de los Johns glorificados a los que estoy acostumbrada". "Para", silbé. "¡Eso no es lo que he querido decir!". La expresión divertida se cayó de su rostro y su tono se endureció. "Por supuesto que sí. ¿Y sabes qué?, tienes toda la razón. No soy nada más que una puta glorificada". "¡Nunca te he llamado eso!", dije, pero ella siguió hablando sobre mí, sin hacerme caso. "Yo uso todo lo que tengo a mi disposición para conseguir lo que quiero, incluso si el hombre o los hombres" - ella me miró con rabia - "que permito que me toquen me repugnan como la mierda", su pecho se levantó. "¡Pero el juego se ha acabado, doctor, porque tu amigo James tiene algo que necesito" - ella gritó, golpeando su pecho con su puño pequeño y sonando más joven de lo que ella había sonado antes, - 198 -

como una niña en medio de una rabieta - "y no voy a ir a ninguna parte hasta que lo consiga! He perdido bastante tiempo contigo, doctor Masen, cuando tengo un pez más importante que freír, ¡así que o dejas que James sepa lo que está pasando" gruñó -"o permanece fuera de mi camino! ¡De cualquier manera no me importa una mierda ya!". Ella se dio la vuelta para irse. Yo todavía tenía una mano contra la puerta y subí la otra hacia ella para agarrarla, pero ella la azotó y la mirada que me dio me hizo dejarla caer. "Isabella espera, por favor. Lo siento. Pero tú no entiendes lo que estás-" Ella resopló. "Doctor, ¿te gusta dar advertencias, no? Bueno, aquí tienes una de una puta para ti. En primer lugar, ¡entiendo exactamente en lo que me he metido!", gruñó. "Si alguien tiene que largarse de Dodge eres tú, porque aunque pienses que lo sabes, no tienes ni la maldita idea de las cosas que el doctor Penn y tu mierda de amiga Kate son capaces de hacer, y déjame decirte que es mejor que no estés cerca cuando la mierda golpeé. Así que por favor, toma mis consejos, doctor, ¡LÁRGATE!", rugió. "¡Ve a buscar otro hospital donde puedas jugar a ser Dios!", su voz tembló y tragó con voz ronca. "Y en segundo lugar, no se te ocurra mencionar a Jacob de nuevo", dijo ella en voz baja a la vez que suplicante y amenazante. "A nadie. Especialmente a James y a Kate. No sabes nada de Jake, así que no...", su voz tembló como si estuviera a punto de perder el control, y se endureció una vez más. "¡Ahora suelta la mierda de puerta y déjame salir de aquí!". Ella abrió la puerta con una furia que me quitó el aliento, y esta vez se lo permití, demasiado asustado y bebido como para hacer otra cosa. Al momento me di cuenta de lo que había hecho, ella se había ido. Se había ido, y había tenido un buen comienzo, y si había una cosa que sabía de Isabella, era que ella podía tener con un buen comienzo. Necesitaba estar sobrio de una puta vez e ir tras ella. Ahora. Oooooooooo Cinco minutos más tarde estaba en el fregadero de la cocina salpicándome agua en la cara, mi corazón estaba acelerado. ¿Qué demonios había hecho? Yo la tenía aquí, por el amor de Dios. Yo la tenía aquí y lo había jodido todo. - 199 -

Con una mano abrí la nevera y saqué una botella de agua, quitando el tapón con los dientes y escupiéndolo hacia fuera a través de la cocina, apurando la botella mientras metía la otra mano en el cajón donde guardaba mi placa y la ponía en el bolsillo de mi chaqueta. Iba a ir tras ella. Iba a ir tras ella y esta vez no me iría hasta que le diera mi historia completa. No me importaba que ella estuviera enamorada de Jacob Black, lo único que importaba era que saliera de aquí de una manera u otra. Un fuerte golpe en la puerta de la calle detuvo mi corazón y en cuatro grandes pasos estuve ahí, abriendo la puerta y dispuesto a ponerme de rodillas si tenía que hacerlo, para mantenerla aquí esta vez. Pero esta vez no era Isabella. Esta vez eran Alice y Emmett. Alice apenas me miró antes de precipitarse en el apartamento y sentarse en el sofá. Ella abrió su portátil y se instaló rápidamente en la mesa de café. Emmett todavía estaba en la puerta. Él me miró y pareció darse cuenta de lo que Alice con su prisa no había logrado ver. "Te ves como una mierda, hombre", frunció el ceño. "Tengo que irme, Emmett", le dije en lugar de una explicación. "No tengo tiempo para explicarlo en este momento", pude añadir mientras me precipitaba hacia el pasillo. "¡Edward, espera!", Alice dijo en voz alta. "¡Se trata de Isabella!". Me quedé paralizado. La cosa era que ya le había dado una ventaja. A menos que se dirigiera a su casa, ya la había perdido. No iba a encontrarla hasta que estuviera lista para ser detectada. Eso lo sabía de Isabella. A menos que... Alice hubiera encontrado algo útil. Cerré la puerta y tanto Emmett como yo rodeamos a Alice en el sofá. Ella estaba escribiendo furiosamente en su ordenador portátil. - 200 -

"Muy bien" - dijo ella sin levantar la vista de la pantalla - "después de que salieras de las oficinas esta noche, he cerrado la puerta detrás de ti y he investigado un poco más, porque que Isabella fuera una simple ladrona no tenía sentido. Ese perfil no se ajustaba a la chica con la que todos hemos estado obsesionados durante el último par de semanas". Emmett resopló. "Así que me he desesperado. He buscado alguna referencia del nombre de Isabella con cualquier cosa y esto es todo lo que he podido encontrar aquí en el área de Seattle / Olympia. He buscado en escuelas secundarias, escuelas de gimnasia, clubes, organizaciones, todo, con la esperanza de un poco de suerte, pero... nada que podamos utilizar ", dijo ella al mismo tiempo que nos llevaba a un sitio web para ver un periódico local de la Región de la Montaña Olímpica. Ella presionó el botón 'Enter'. "Hasta que..." Un pequeño artículo sobre una muerte local apareció en la pantalla, de hacía casi exactamente cuatro años. Forks llora la muerte de Charles Swan y de su Familia: La ciudad de Forks está de luto por la muerte del detective Charles Swan, de 40 años, conocido cariñosamente como 'el Jefe' en estas partes, después del trágico accidente que le quitó la vida, así como la de su esposa y su hija, el pasado sábado por la noche. Charlie, como se le conocía también por la pequeña población de aquí, fue el jefe de policía de Forks durante más de diez años antes de mudarse a Phoenix con su esposa y su hija hace cinco años, después de aceptar un trabajo como detective de Phoenix. El jefe era un hombre dedicado, muy respetado y querido en la comunidad tanto de aquí como de Phoenix. Su esposa, Renee Swan, de 39 años, era una maestra de segundo grado en Phoenix, también muy querida y respetada. Charles y Renée murieron en un accidente de coche el pasado sábado por la noche mientras estaban de vacaciones en la Región de Olympic, de donde la pareja era originaria y donde iban cada año con su hija. De acuerdo con los informes de la policía, Charlie, después de haber crecido en la zona, estaba acostumbrado a las carreteras resbaladizas, lo que pudo haber contribuido a conseguir que se relajara demasiado mientras conducía por sinuosos caminos de las montañas Olímpicas. Es posible que hubiera perdido el control durante una de las curvas, y el coche cayera - 201 -

en las fuertes corrientes del río Sol Duc, atrapando a los familiares bajo el agua. Ningún cuerpo fue recuperado. También con Charlie y Renée estaba su hija de diecisiete años, Isabella, una estudiante de honor, así como estrella de las carreras y capitana del equipo de gimnasia en su escuela secundaria. Bella, como se le conocía por sus amigos, había sido recientemente aceptada en la Universidad de Dartmouth por una beca deportiva. Ella estaba a un mes de graduarse. Leí el último párrafo tres veces, mi corazón estaba listo para correr fuera de mi pecho. "Alice, consigue una imagen de-" Pero Alice estaba a un paso adelante. Con las manos temblorosas, ella sostenía una copia impresa para mí. Era una de esas fotos de graduación de la escuela secundaria que te hacían tomar algunos meses antes de la graduación real. La cogí con mi propia mano temblorosa y miré hacia abajo a sus ojos de color marrón, parpadeando con timidez a la cámara y sosteniendo una rosa roja frente a ella, una capa blanca estaba justo por debajo de sus hombros. El pie de foto decía Isabella Marie Swan. Era ella, pero era diferente. Era la Isabella tímida y segura que había entrado en mi apartamento hacía un rato, libre de la desconfianza constante y la ira que ahora marcaban su rostro. Y tan joven. La inocencia en sus ojos era tan cruda que apretaba dolorosamente mi pecho. Me quedé en eso, en ella, trazando el contorno de su rostro, sus ojos, por lo que parecieron ser horas. Pero el dolor en mi pecho creció, el hielo llenó mis venas, porque mi mente estaba en torno a las posibilidades... las probabilidades… de ese accidente de coche. Volví de nuevo en el presente. "Alice, necesito una referencia de los Swan con cada paciente con el que hemos practicado". "¿Con todo el mundo?", Alice preguntó. Asentí con la cabeza al mismo tiempo que me sentaba y abría mi propio ordenador portátil. - 202 -

Emmett me miró. "¿En qué estás pensando, Edward? ¿Crees que el accidente de alguna manera tuvo algo que ver-" Gruñí en voz alta y de golpe cerré mis puños contra el teclado. Emmett sacudió la cabeza hacia atrás, pero no dijo nada. Alice me miró por el rabillo de su ojo, pero seguía escribiendo en su propio ordenador portátil. Si James había tenido algo que ver con ese accidente... y en este momento, incluso sin ninguna prueba concreta, estaba bastante seguro de que él lo provocó, entonces él era más que un asesino de frío de corazón de lo que jamás había imaginado. Me temblaban las manos, porque no querían estar en este teclado, querían estar envueltas alrededor del cuello de James, quitándole la vida como él trató de quitársela a Isabella. Y entonces me di cuenta. Si mató a los padres de Isabella y pensó que la había matado a ella también, entonces ella era consciente y deliberadamente estaba poniéndose a sí misma en peligro mortal. Era sólo cuestión de tiempo antes de que él se lo imaginara y luego... Jesús. Nos pasamos la siguiente hora con tres portátiles diferentes, buscando desesperadamente a través de los archivos de los pacientes que habíamos reunido en la oficina. Golpeé mi teclado con impaciencia otra vez. "Esto está tomando demasiado tiempo", gemí. Alice me miró como disculpándose. "Miramos los archivos tan rápido como podemos, Edward". "Lo sé", suspiré. "Pero mientras estamos aquí, ella está ahí fuera... sola..." "Edward", Emmett dijo. "Te lo dije. Ella se me escapó la noche anterior y no ha regresado a su apartamento desde entonces. Pero si los dos podéis manejar esto por vuestra cuenta, yo puedo ir a ver si ella está de vuelta y esta vez pegarme a ella como pegamento", él resopló. "A pesar de todos los disfraces que la chica se pone todo el tiempo, no puedo garantizar que ella-" Miré hacia arriba bruscamente. - 203 -

"¿Qué?", preguntó confundido por cómo le estaba mirando con la boca abierta. "Disfraces...", yo respiré, pensativo. "Sí" - asentí con la cabeza - "disfraces". "Alice" - dije rápidamente, cerrando mi portátil y acercándome a ella - "olvídate de los perfiles de pacientes por el momento. ¿Puedes mostrar una imagen de cada paciente a lo largo de los últimos cinco años?". "¿Sólo sus fotos?", Alice preguntó. Asentí con la cabeza. Ella me dio una mirada de perplejidad, pero rápidamente volvió a su ordenador y en pocos segundos la pantalla se llenó de imágenes de todos los pacientes que el grupo había tenido en los últimos cinco años, junto con su nombre debajo de la foto. Mis ojos escanearon cada imagen mientras me desplazaba hacia abajo para ver el resto. "Edward, ¿qué estás buscando?", Emmett preguntó, sentándose en el otro lado de Alice. "No estoy exactamente seguro", me quejé, distraído, centrando mi atención en cada fotografía. Había hombres jóvenes y viejos, hombres de mediana edad, mujeres jóvenes y viejas, rubias, morenas, de pelo largo, de pelo corto, sin pelo, ojos azules, ojos verdes, ojos marrones. Y entonces, una imagen... Reduje mis ojos y puse mi cabeza de lado, acercándome a la pantalla. Era un hombre calvo, con cuarenta y tantos años. Pero eran sus ojos... "¿Qué, Edward?", Alice preguntó, mirándome fijamente. "Em, pásame la foto de Charles Swan", le dije sin apartar los ojos de la pantalla. Fuera de mi periferia vi a Emmett arrastrarse a través de algunos documentos sobre la mesa de café y luego coger una y entregármela. Yo tomé la foto y la puse al lado de la pantalla. El padre de Isabella una vez tuvo el pelo grueso, rizado y castaño, así como un bigote castaño y espeso. Y aunque sus ojos no brillaban como los de su hija, todavía - 204 -

eran claramente los mismos ojos. "Es Charles Swan", murmuró Alice asombrada, mirando la pantalla. "Mierda", Emmett respiró. El nombre debajo de la foto de pantalla era Carter Samuels. "Trae su perfil de paciente". Alice tecleó y en pocos segundos el perfil de Carter Samuels llenó la pantalla. Carter Samuels. 42 años de edad. Al llegar a la práctica se queja de dolores en el pecho, palpitaciones en el corazón. Varias visitas con el Dr. James Penn. CAD realizado. Ecocardiograma. EKG. Todos los resultados dentro de los límites normales. Paciente pide más pruebas. El nivel de colesterol ligeramente elevado. Sin bloqueo detectado. "Él no estaba enfermo", dijo Alice leyendo el resto del perfil. Negué con la cabeza. "Él estaba mirando la práctica, recopilando información". "¿Pero por qué?", Emmett preguntó. "¿Qué le habrá hecho sospechar en primer lugar?". Me quedé mirando la pantalla, a la imagen de un hombre que había dado su vida para buscar la verdad. De alguna manera yo lo sabía, no importaba lo lejos que él pudiera haber estado dispuesto a ir, lo mucho que pudiera haber estado dispuesto a sacrificarse, su hija nunca fue parte del trato. "Vamos Charlie, habla conmigo", declaré en voz baja, mirando su imagen en la pantalla y estando dispuesto a que él llenara los espacios en blanco de alguna manera. A que me ayudara a mantenerla a salvo... Giré mi cabeza hacia el otro lado. "Alice... ¿Charles era originario de… Forks?". Alice sacó una copia del artículo del periódico sobre las muertes de los Swan y me la entregó. "Sí", dijo ella con rapidez. "Es un pequeño pueblo al noroeste de aquí. Pero habían estado viviendo en Phoenix en los últimos años". - 205 -

Miré el artículo de nuevo, el dolor en el pecho se intensificó cuando llegue a la parte de Isabella... ella estaba a punto de graduarse, de asistir a Dartmouth con una beca atlética. Yo resoplé para mí mismo. Por supuesto, con esas hermosas piernas fuertes suyas... Isabella... Bella... "Jacob Black" - le dije de manera uniforme - "el pueblo del que es-" "La Push", dijo Alice. "Es una reserva nativo americana en una playa al noroeste de aquí, rodeada de...", sus ojos se ampliaron. De repente algo me golpeó. Aparté a Alice fuera del camino con mi cadera y tomé su lugar en frente de la pantalla. "¿Qué pasa, Edward?", Emmett preguntó. "La tribu a la que Jacob Black pertenece, son Quileutes", dije desplazándome a través de las imágenes de los pacientes de nuevo. "¿Y?", Em cuestionó con curiosidad. "Son una tribu relativamente pequeña, creo", dije. "Ellos se mantienen a sí mismos... en realidad no confían en los forasteros". Dejé de desplazarme. Allí, en frente de mí, estaba uno de los pacientes que creíamos que era víctima de los ensayos de James, aunque no habíamos sido capaces de demostrarlo. Harry Clearwater. Nativo americano. Quileute. Residía en La Push, Washington. "... a menos que sean amigos". Nos quedamos en silencio mientras cada uno de nosotros hacía las conexiones en nuestras propias mentes. "Alice, la referencia de Harry Clearwater con Charles Swan". Alice rápidamente sacó el portátil y tecleó. Ella frunció el ceño y tecleó algo más, mordiéndose los labios mientras yo pasaba mis manos por mi pelo y luego lo apretaba con fuerza. Alice jadeó y se alejó del portátil, la sorpresa claramente estaba escrita en su - 206 -

cara. Le di la vuelta al portátil para tenerlo de frente. En la pantalla estaba otro pequeño artículo del diario local, de hacía seis años, sobre Charles Swan, el jefe de la policía de Forks, Washington, asistiendo al Festival de los pueblos nativos de América en agradecimiento a su familia. El periódico tenía una foto de él bromeando con miembros de la tribu Quileute y amigos de Harry Clearwater y Billy Black. "Oh, Dios mío" - Alice gritó - "eran todos amigos. Los Swan, los Clearwater, los Black. Y cuando Harry murió, Charles comenzó a sospechar y empezó a investigar". "Pero James descubrió quién era en realidad Charles" - Emmett siguió - "y le mató a él y a su familia para cubrirlo todo". "De alguna manera... Isabella escapó", terminé. Cerré los ojos y puse mis manos en puños a mi lado. Todo mi ser vibró con la rabia y eso fue todo lo que hice para no saltarme la mierda de justicia en este momento y poner una bala entre los ojos de James. Pero él lo iba a pagar. De un modo u otro. A continuación, la sangre que estaba hirviendo en mis venas se convirtió en hielo. Mis ojos se abrieron. "Él piensa que ella está muerta", yo respiré por el horror. "Él piensa que ella está muerta y ella se ha puesto directamente en su camino". "¿Por qué?", Alice se quejó por el desconcierto. "¿Qué quiere ella? ¿Crees que ella quiere... matarlo?". Negué con la cabeza. "No. Ella me dijo una vez... que no quería hacerle daño". Emmett resopló. "Mi chica Isabella es un montón de cosas, pero no una asesina". "¿Chantaje? ¿Venganza?", Alice siguió pensando en voz alta. Ambos, desconcertados, pusieron sus ojos en mí. 'James tiene algo que necesito' - había dicho hacía solo un rato - 'y yo no voy a ir a ninguna parte hasta que lo consiga'. "Propósito", dije, y luego inhalé profundamente. "Ella está buscando su - 207 -

propósito". De repente fui golpeado por una necesidad imperiosa de envolver mis brazos alrededor de Isabella y no dejarla ir. No era lástima. Era admiración por todo lo que había sobrevivido, por todo lo que todavía yo no sabía. Por su espíritu de lucha. "Jesús, Edward" - Alice dijo - "tenemos que decírselo a Whitlock ahora. Esto es demasiado para mantenerlo sólo para nosotros. Y vamos a necesitar ayuda para sacar a Isabella de esta". Asentí con la cabeza y luego la dejé caer, sosteniéndola en mis manos. Isabella estaba en más peligro del que podría haber imaginado jamás. Y yo la había tenido aquí. Yo la había tenido aquí y la había dañado, y luego la había dejado ir. Lo había jodido a lo grande y ahora ella estaba por ahí, enfadada, decidida y más sola de lo que jamás había imaginado.

Me imagino que estareis un poco enfadas ahora pero bueno... todo se arreglará ;) ¡Nos vemos el miercoles! :)

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;) - 208 -

Cap 13 Pateando y gritando Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Aqui os dejo un capitulo bastante triste, es cortito pero sabremos algo más sobre Bella :)

Capítulo 13 -Pateando y gritando BPOV Hace cuatro años: Cuando el coche tocó el agua fue como si nos hubiéramos dado con un muro en la cabeza. Todo se quedó en negro. oooooooooo Abrí los ojos. Estaba completamente desorientada y no tenía ni idea de dónde estaba ni de lo que estaba pasando, que no fuera la más extraña sensación de que estaba flotando en posición vertical, pero, ¿por qué iba yo a estar en el agua por la noche? Mis ojos se abrieron y se cerraron lánguidamente. Oscuridad. Silencio. Agua. Un sonido de goteo a mi alrededor. Cerré los ojos. - 209 -

oooooooooo Estaba tan increíblemente cansada. Quería dormir y nunca despertar, pero de alguna manera me las arreglé para abrir los ojos otra vez. Largas hebras de pelo oscuro flotaban por delante de mí, suavemente rebotando hacia arriba y hacia abajo. Era extraño... así que traté de enfocarlo mejor. El pelo estaba en una cabeza que estaba flotando boca abajo en un asiento frente a mí, y el resto del cuerpo estaba sumergido. ¿Por qué estaba en un coche? ¿Por qué estaba el coche medio lleno de agua? Ese pelo... esa cabeza... La realidad me golpeó y grité. "¡Mamá!". Ella no se movió ni respondió. "¡Mamá, levántate! ¡Por favor, mamá!". Al intentar llegar a ella, el cinturón de seguridad me mantuvo en mi lugar. Me llevó un par de intentos desabrocharlo bajo el agua, pero cuando lo hice, me impulsé hacia adelante lo más rápido que pude, porque la cabeza estaba abajo y yo no quería que ingiriera en excesoTomé la cabeza de Renee. Un oscuro líquido fluía a partir de su cuero cabelludo y los ojos estaban bien abiertos. Mirándome fijamente. Sin ver nada. Grité y giré a su alrededor en el agua que estaba ahora en la parte superior de mis hombros. La cabeza de Charlie estaba en contra de su asiento, tenía los ojos cerrados. Le agarré los hombros y lo sacudí. "¡Charlie, tenemos que ayudar a mamá!". Nada. Lo sacudí más fuertemente. - 210 -

"¡Papá!" No hubo respuesta. "¡Por favor, papá! ¡Por favor, despierta!". Ahora que mis ojos se habían acostumbrado a la oscuridad, miré a mí alrededor. Las ventanas estaban cerradas, pero el agua se infiltraba desde algún lugar. La oía. Veía como subía de nivel. Estaba en mi clavícula ahora. "¡Papá!", le agité de nuevo. "¡Tenemos que salir de aquí! El coche está llenándose de agua y mamá-" me ahogué. "¡Por favor, papá, tenemos que ayudar a mamá!", lloré frenéticamente. Pero no hacía nada. No importaba lo mucho que llorara o lo sacudiera, Charlie no se movía. "¡Papi!", me lamenté, recordando el nombre que utilizaba para obtener rápidamente su atención cuando era más joven. Puse una mano sobre su pecho, pero no se sentía nada debajo. Cogí su muñeca y coloqué dos dedos sobre la parte interior, como él me había enseñado. No había pulso. "Papá", gemí con voz ronca, agarrando firmemente su mano fría. "Por favor, no me dejes sola, papá", miré a mi alrededor a la cabina ennegrecida mientras todo mi cuerpo temblaba con violencia. No había nada más que agua negra y oscuridad en todo mí alrededor. "Tengo miedo, papá. Quédate conmigo. Por favor", yo le pedí. "Quédate conmigo". Pero no hubo respuesta, ningún otro sonido que el goteo continuo del agua que no dejaba de entrar. Cerré los ojos y dejé que las lágrimas fluyeran libremente, uniéndose al agua que llegaba a mi cuello. En pocos segundos el agua estuvo en mi barbilla. Y luego en mis labios... y entonces... me fui... iba a estar con mamá y papá de nuevo... oooooooooo No supe cuánto tiempo paso, minutos, horas, días, segundos... - 211 -

Mis ojos se abrieron. Me moví hacia adelante de nuevo y coloqué un beso rápido en la parte superior de la cabeza calva de mi padre. "Te quiero, papá". Me moví de forma rápida y besé la cabeza de mi madre, y luego suavemente pasé mis manos por su cara, cerrándole los ojos. "Te quiero, mamá", lloré. "Siempre". Apreté mis labios con fuerza mientras el agua los cubría, y pasé por encima de mi madre para llegar a la manija de la puerta. Me llevó unos cuantos intentos antes de notar que se abriera, pero la presión del agua mantenía la puerta cerrada. Di el aliento final y lo mantuve justo antes de que el agua llegara a mi nariz, y luego moví mi cuerpo alrededor hasta que mis piernas estuvieron contra la puerta. Entonces pataleé. Y pataleé. El agua me sumergía. Y pataleé. Poco a poco se abrió la puerta del coche y yo empujé y empujé contra ella hasta que se abrió lo suficientemente para dejarme pasar, y luego empecé a nadar. Estaba negro a mí alrededor, pero yo moví mis piernas y me empujé a mí misma más alto, y más alto, y más alto... Grité en voz alta cuando por fin salí del agua. La corriente era fuerte y esa noche amenazaba con llevarme lejos, pero nadé contra ella. Empujé mis brazos y mis piernas hasta que mis extremidades gritaron en señal de protesta, pero vi la orilla del río y la fuerza de mis brazos y mis piernas mantuvieron el movimiento hasta que llegué a ella, me agarré a las rocas, a las viñas y a la hierba, y entonces de alguna manera me metí a través de la tierra fría y húmeda, tosiendo y con falta de aire. Estaba completamente negro y yo estaba apoyada en mi espalda, mirando el cielo de la noche, mi pecho palpitaba de miedo, por el esfuerzo y por el shock, y me pregunté cómo- 212 -

Algo se rompió a través del río, una rama. Entonces oí pasos... y luego... una voz... "¡Kate, uno de ellos ha salido!", un hombre susurró en voz alta. Me senté al instante y miré al otro lado del río. Todo lo que era visible en la oscuridad era la silueta de dos figuras. Me quedé mirando y quise pedir ayuda para decirles que mis padres estaban atrapados en un coche bajo el río, que alguien nos había empujado fuera del borde estrecho de la carretera. Pero mi voz no funcionó. Cuando abrí mi boca no salió nada. Y entonces algo parpadeó en la distancia oscura, en una de sus manos. Pero en esta noche tan oscura no había luna y era muy difícil de ver. Así que reduje mis ojos mientras escuche un sonido agudo justo al lado de mi oreja. Fue en el árbol detrás de mí, y ahí es cuando mis instintos de supervivencia aparecieron. Empecé a correr. La cosa era que en realidad nunca he parado. Presente: '¡Tu precioso Jacob Black no es más que un chulo glorificado!' '¡Tu precioso Jacob Black no es más que un chulo glorificado!' Me estremecí pero seguí corriendo. Sin embargo, sus palabras, la mirada acusatoria de sus ojos, me seguían. '¡Tu precioso Jacob Black no es más que un chulo glorificado!' Corrí más rápido, aunque no tenía ni idea de dónde estaba. Dios, ¿cómo había podido ser tan estúpida? Dejé que las paredes que había construido con tanto cuidado se cayeran y me permití creer que en realidad él podría cuidarme, que en realidad podría haber sido capaz de mostrarle a Bella, no a Marie, ni siquiera a Catwoman. Pero le había dejado acercarse demasiado y él se había ido detrás de mis espaldas y de alguna manera había descubierto a Jake. Ahora no era más que una puta, no mejor que - 213 -

Kate, por el amor de Dios. En algún momento me di cuenta de que estaba en medio de un parque. Estaba oscuro y vacío a esa hora olvidada de Dios. Me detuve frente a un árbol y coloqué la frente en el tronco, cerrando los ojos. "Dios, o Jehová, o los antepasados de Billy, o quién demonios esté por ahí, si todo lo que realmente necesito son las lágrimas que me limpien y me den el fin" - respiré rápido - "entones justo ahora sería un buen momento para dejar que vinieran". Mis ojos ardían. Sentía el ardor detrás de mis párpados. Apreté los ojos cerrados y esperé. Y esperé. Y esperé. Nada. "¡Uf!", grité, dando un puñetazo débilmente contra el árbol y cayendo de rodillas delante de él. "¡Por favor!", rogué. No importaba. Nadie escuchaba. Saqué mi teléfono. Jake lo cogió en el segundo tono, como de costumbre. "Bella, ¿estás bien?", preguntó con ansiedad. "Lo siento, Jake", le dije con voz temblorosa. "Tenías razón. Yo nunca debería haber ido a él". "Jesús, Bella", Jake respiró. "¿Qué ha pasado?". "No importa. Yo pensé que él era real. Pensé... que algo finalmente era real. Pero estaba equivocada", mi voz se agrietó. "Bells, cariño, simplemente vuelve a casa", Jake me rogó nuevamente. "Olvídate de todo esto, Bella. Por favor". Pero la casa de Jake no era mi hogar. Yo no tenía casa. Yo no pertenecía a ningún - 214 -

sitio, a nadie. No desde esa noche. Me aclaré la garganta y enderecé la espalda, convirtiendo el dolor en voluntad, como siempre había hecho. Gracias, doc, porque al menos me has recordado mi propósito de nuevo. Iba a cerrar mis malditos términos, tal como había planeado desde el principio. Nada ni nadie iba a conseguir que me fuera de la pista de nuevo. "Jake, yo no voy a ir... a casa", le dije, mi voz era más firme y más fuerte, con renovada determinación. "Sólo he llamado para decirte que Masen sabe de ti. Lo siento. Yo no se lo dije, pero de alguna manera él lo sabe". Oí a Jake dar una respiración profunda. Seguí con estoicismo. "Quiero que tomes el dinero y sigas adelante con el Plan B. Toma a Billy, a Leah y a Seth y salid del país. Comenzad una nueva vida. Estableced nuevas identidades. Tienes suficiente dinero allí para-" "Bella, el Plan B te incluye a ti también". Un pesado silencio llenó las ondas. "No voy a ir, Jake. Voy a llevar esto hasta el final". "Cristo Bella, ¿hace tan sólo unas horas estabas dispuesta a olvidarlo todo, y ahora estás más decidida que nunca? ¿Por qué Bella? ¿Por un tipo que no vale nada?". "¡No!", yo le grité con todos mis pulmones. "¡No es por él! ¡Es por mí, Jacob! ¡Por mí!", repetí, pinchando un dedo contra mi pecho. "Porque estoy cansada de correr, Jake, de ocultarme, de fingir ser alguien que no soy. ¡Quiero ser Bella Swan de nuevo! ¡No Marie o Melania o cualquier otra persona más!", agarré mi pelo con una mano. "¡Estoy cansada de estar asustada todo el tiempo!", mi voz tembló. "¡Quiero que todo esto acabe!". "¡Este no es el camino, Bella!", Jake gritó. "¡Estuve de acuerdo en ayudarte, porque vi que no cambiarías de parecer, pero ya sabes cómo me siento acerca de esto! ¡Esto no es lo que Charlie o Renée hubieran querido para ti! Esto no es lo que te va a dar el fin. ¡Necesitas dejarte sentir de nuevo para hacer frente a lo que pasó! - 215 -

Dar rienda suelta algunas lágrimas-" "¡Lágrimas de mierda que nunca vienen, Jacob!", grité. "¿No crees que lo he intentado? ¡Nunca vienen y me dejan sentir!", respiré profundamente y resoplé. "Eso no parece funcionar tampoco". "Bella, por favor", suplicó Jake. "Ven a casa. Podemos pelear y discutir sobre todo lo que quieras una vez que estés aquí. No puedes seguir con todo esto más, no si Masen sabe tanto como dices que sabe. ¡Él es uno de ellos, Bella! Y si no te ha delatado ya, es sólo cuestión de tiempo antes que lo haga. Voy a enviar a Billy, a Leah y a Seth lejos, pero yo no me voy a ir sin ti, Bella". Negué con la cabeza. "Tienes que ir, Jake. Leah te necesita". Estuvo en silencio. "¡Bella, en este momento eso es sólo un suicidio! Por favor, sólo para y tomate un minuto para pensar-" "Me he tomado tiempo para pensar, Jake. Dudé. Así es como me metí en este lío. Charlie siempre me dijo que no dudara antes de un salto", tragué fuertemente y di una respiración larga y profunda. "No voy a dudar nunca más". "Bella". "Tienes que irte, Jake. Establece una nueva vida para ti. Para eso son esos fondos". "¡Maldita sea, Bella!, yo no me voy a ir sin-" "Cuida de tu familia, Jake. Te quiero". Colgué.

Ains, el lunes me fui a ver Blancanieves y me gustó mucho, todos los actores lo hicieron muy bien y la peli está entretenida :) Ahh, queria deciros que como está la especie de huelga esta desde el viernes hasta el domingo, subiré capitulo mañana en vez del viernes. A ver si así podemos hacer algo por todas esas historias que han sido eliminadas ;) - 216 -

¡Nos vemos mañana! :)

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 14 Empieza el juego Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Canciónrecomendada:It will rain de Bruno Mars Hoy no es viernes, pero como os dije ayer, mañana no subiré capi asi que aqui lo teneis. Como bien dice el titulo, empieza el juego, vamos allá :)

Capitulo14 -Empieza el juego EPOV Whitlock tamborileaba los dedos rítmicamente contra su escritorio. "Así que vamos a ver si lo he entendido bien, agente Cullen. ¿Me estás diciendo que has estado ocultando información deliberadamente, y ocultando información sobre un posible sospechoso, desde el inicio de este caso?". Whitlock y Rosalie me miraron desde el otro lado de su escritorio. Di una respiración profunda y discretamente miré el reloj en la esquina de la mesa de Whitlock. Se estaba burlando de mí. Cada momento que pasábamos en esa conversación, Bella estaba ahí fuera, por su cuenta, sin protección. Emmett había estado vigilando su apartamento desde hacía un par de horas, pero Bella no había vuelto desde la mierda de tormenta que ocurrió en mi casa en las primeras horas de la mañana. Bella. Así era como la llamaba en mi cabeza ahora. Bella era la única testigo sobreviviente de un asesinato. Estaba seguro de ello. Al igual que sabía que tan pronto como James se diera cuenta de que la chica con la que creía haber terminado era realmente Isabella Swan, iba a tratar de terminar el trabajo que al parecer falló la primera vez. Un escalofrío corrió por mi espina dorsal. - 218 -

"Isabella es una víctima, no una sospechosa", le dije entre dientes, tratando de mantener mi creciente frustración dentro. Whitlock levantó sus cejas. "Es un ladrona, Cullen", me corrigió con ironía. "Y no tenemos ninguna evidencia concreta de que Penn o cualquier otra persona en el grupo participara en la muerte de sus padres". Me incliné fuertemente hacia adelante en mi silla, perdiendo la pelea con mi temperamento. "¿Qué quieres decir con que no hay pruebas? ¡Es obvio para cualquier gilipollas con dos ojos!". Whitlock entornó los ojos y Alice rápidamente se aclaró la garganta. "Lo que Edward quiere decir, Agente Whitlock" - dijo ella a toda prisa - "es que creemos que las pruebas son suficientes para por lo menos ordenar una investigación". Alice era buena para reformular mis palabras. "Y no estuvimos deliberadamente reteniendo u ocultando información". Eso era una mentira descarada. Fue bastante deliberado. "Desde el principio le dejaste a Edward llevar a cabo esta operación de la forma que él considerara conveniente. No estábamos seguros de dónde encajaba Isabella en el caso, y hasta que tuviéramos esa información, los tres pensamos que sería mejor mantener esa parte de la investigación entre nosotros". Me senté en mi silla, sorprendido de que Alice acabara de saltar allí para mí, ya que lo que ella realmente quería hacer desde hacía un par de horas era patear mi culo. Ella lo había intentado en mi apartamento, cosa que hubiese sido cómica si yo hubiese estado con el temperamento de reírme. Pero ella se lo había pensado bien en los últimos noventa minutos, más o menos, o su prioridad había pasado de patearme el culo a salvar a Isabella. Estaba pensando más en lo último, y que el intento de patearme el culo llegaría en algún momento. Jasper sonrió, como si pudiera ver a través de Alice, pero ella puso su cara más inocente, y no era ningún secreto a estas alturas lo tonto que se ponía Whitlock con - 219 -

cualquiera de las caras de Alice. "Y si bien tiene razón, Agente Whitlock" - Alice continuó con dulzura - "no hay pruebas concretas que unan a James con el asesinato de los padres de Isabella y el intento de asesinato de Isabella, creemos que lo que hemos recogido es suficiente para acusar a James, y llevarnos a Isabella para ofrecerle inmunidad y protección a cambio de que devuelva todos los fondos, así como su testimonio bajo juramento-" Rose volvió su mirada hacia Alice. "¿Inmunidad?", desafió. "¿Por qué diablos íbamos a ofrecerle inmunidad? ¡No es como si hubiera robado anillos de plástico de alguna máquina de dulces de veinticinco céntimos! Se trata de un robo de mayor cuantía este del que estamos hablando, y conlleva una pena de hasta veinticinco años. Si a esto añadimos el blanqueo de dinero" - resopló - "la Srta. Swan llevará pañales de anciana antes de que camine por las calles de la ciudad de nuevo". "¡No!", silbé, levantándome al mismo tiempo de mi silla. "¡De ninguna manera de mierda!". Rosalie puso sus ojos en mi camino y levantó una ceja. "¿Cómo dices?". "Él mató a sus padres", le recordé, en realidad tratando duramente de mantener mi voz integrada, pero en ese momento estaba temblando por la furia apenas reprimida. "¿Entiendes eso? James mató a sus padres y trató de matarla a ella. Lo que ella ha tomado de él y del resto del grupo no es nada comparado con lo que ellos han tomado de ella. Además, ella no ha tocado un céntimo del maldito dinero. Creemos que es probable que sea un fondo de emergencia-" "Si…" - Rosalie interrumpió - "y eso es un gran 'si', sus padres fueron realmente asesinados, ¡todavía no le da un pase libre para ir robar por todo el Pacífico, Edward! La vida es una perra, y a veces las cosas malas pasan", se encogió de hombros. "Sólo tenemos que seguir adelante y hacer frente-" Alice resopló. "Dice la reina del baile y graduada en la Ivy League, cuyos padres probablemente pagaron todos sus estudios, y probablemente todavía la ayuden a pagar la factura cada vez que-" Rosalie azotó la cabeza de forma asesina hacia Alice. "¡Métete en tus malditos asuntos!", su voz se intensificó con cada palabra. "Estoy segura de que tus malditos padres hicieron lo mismo contigo cuando-" - 220 -

"¡Sí!", yo grité, levantando mis manos. Me agarré de los brazos de la silla de Rosalie y me apoyé en ella, frunciendo el ceño. "¡Exactamente! Nuestros padres están ahí para nosotros. Los padres de Alice están allí para ella. Pero, ¿adivina qué? ¡Los de Isabella ya no están! ¡Ese asesino pedazo de basura" - escupí con los dientes apretados - "se llevó a sus padres lejos de ella cuando tenía diecisiete años! ¡Diecisiete Rose! ¿Te imaginas perder a mamá y a papá cuando teníamos diecisiete años, y de tal jodida manera? Ella también tuvo una vida una vez, un futuro, pero fue quitado de ella en una noche. ¿Puedes realmente sentarte allí y decirme que, a los diecisiete años, sola y asustada, hubieras pensado con claridad?". "Excepto que ella no tiene diecisiete años ya", Rose dijo con ira. "No", Alice admitió. "No tiene diecisiete años. Sin embargo, ella todavía está sola y asustada". Las fosas nasales de mi hermana soltaban llamaradas, pero sus ojos azules y cristalinos no se iban de los míos. Miré para otro lado, juntándome con la mirada de Alice. Sin embargo, cuando miré a Whitlock, él estaba tan frío y desapasionado como Rosalie. Sacudí la cabeza e hice una mueca. "No voy a traerla para que se enfrente a esta falsa agencia del gobierno", dije con una voz cuidadosamente controlada. Metí la mano en mi bolsillo trasero, lancé mi placa sobre la mesa de Whitlock y me fui hacia la puerta. "Yo no firmé para enjuiciar a los inocentes para que pudieran pasar el resto de su vida pagando por lo que otra persona les hizo a ellos. Ya me encargaré yo de esta mierda", me comprometí antes de abrir la puerta de la oficina de Whitlock. "¡Edward!", oí a Rose llamarme con enfado. "¡Maldita sea, Edward!". La voz de Jasper sonó de forma tranquila. "Si tú y tu equipo estáis en lo cierto, Cullen" - dijo - "y Penn cree que Isabella ha muerto, ¿cuánto tiempo crees que la Srta. Swan tendrá cuando él se dé cuenta de la verdad?". Me detuve en la puerta. "¿Cuánto tiempo antes de que Penn trate de terminar el trabajo?". Él me golpeó con mi mayor temor. - 221 -

"Yo me encargaré de James", gruñí sin darme la vuelta. "¿Cómo?", Whitlock preguntó con curiosidad. "¿Usando la formación que el gobierno ha dado para detenerlo?". No respondí. Él tomó mi silencio como respuesta. La voz de Whitlock era constante y compuesta cuando continuó. "¿Y entonces qué, agente Cullen? ¿Entonces tú y ella os convertiréis en fugitivos? ¿Ella se convertirá en parte de la lista de buscados por el FBI, no sólo por robo y blanqueo de dinero, sino por asesinato, o cómplice de un asesinato?". Cerré los ojos. "¿No quieres que responda por el robo, pero la ejecutarás por asesinato?". Sólo quiero mantenerla a salvo. Golpeé mi cabeza y cogí mi pelo con el puño, porque me estaba quedando sin opciones. Bella corriendo por el resto de su vida era exactamente lo que yo no quería. Lo que quería era que ella sonriera con facilidad, se sentara en el césped y disfrutara del cálido sol, que fuera a la escuela de medicina, si eso era lo que ella quería, que tuviera una vida real... se enamorara... tal vez se casara... tuviera niños algún día... Por extraño que pareciera, una imagen de un hijo suyo con el pelo bronce y los ojos verdes... "Pero ella no es como ellos", Alice dijo en voz baja, interrumpiendo mi sueño particular. Me di la vuelta y la miré. Ella ahora estaba mirando a Jasper suplicante. "Isabella no merece ser perseguida igual que James y su grupo. Ella es fuerte, sí. Se enfrenta a lo que sea, pero en el fondo está aterrorizada. No me preguntes cómo lo sé, sólo lo sé. Lo que ella necesita es ayuda, Jasper, no pudrirse en una cárcel federal por décadas. Pensé que nuestro trabajo como agencia del gobierno era ayudar a las personas que realmente necesitaban ayuda. ¿Estaba yo tan equivocada?". Su voz fue suave y persuasiva, pero no fue sólo un acto para salirse con la suya. - 222 -

Al final no fueron mis amenazas o las diatribas de Rosalie las que movieron a Whitlock. Fue Alice. Él dio una respiración profunda. "Está bien, Cullen. Tráela. Si ella puede colocar a Penn en la escena la noche de la muerte de sus padres y está dispuesta a declarar, puede que seamos capaces de trabajar en algo". Por el rabillo del ojo vi a Rosalie cerrar los ojos y fruncir el ceño. "Id a buscarla entonces y vamos a terminar con esto", ella ordenó a regañadientes. "Ella no está en su apartamento", respondí. "McCarty ha estado vigilándolo desde muy temprano esta mañana. No tengo ni idea de cuando ella planea volver". "Así que por todo lo que sabéis, ella podría haberse ido", Rosalie resopló. "No", le dije de manera uniforme. "Estoy bastante seguro de que estará en la cena de James de esta noche. Me encontraré con ella allí, encontraré la oportunidad de hablar con ella, y conseguiré que vuelva". "¿Y cómo exactamente planeas hacer eso, Sr. Casanova con facilidad de palabra, cuando eres probablemente la última persona que Isabella quiere ver en este momento?", dijo Alice. Tanto Jasper como Rosalie volvieron sus ojos hacia mí con curiosidad. El intercomunicador de Whitlock sonó en ese momento. "Agente Whitlock, el Director Benjamín está listo para verle ahora", su secretaria le informó. El Agente Whitlock se puso de pie y él y Rose se excusaron para ir al encuentro con el Director Benjamín. Nos dijo que esperáramos en su oficina. Mientras esperamos, miré a través de los grandes ventanales con la esperanza de que el Director estuviera dispuesto a darle protección e inmunidad a Bella, pero sabiendo que si no lo hacía, no había manera de que les dejara estar en cualquier lugar cerca de ella. Si tenía que hacerlo, yo me haría cargo del problema por mí mismo. Bella no iba a correr por el resto de su vida. - 223 -

Yo resoplé para mí mismo. Alice tenía razón. Probablemente yo era la última persona que Bella quería ver en estos momentos. ¿Por qué estaba entretenido pensando en fugarnos juntos? Pero si eso significaba mantenerla a salvo... Emmett llegó unos cuarenta y cinco minutos después de nuestra espera. "¿Y bien?", pregunté tan pronto como entró. Sacudí la cabeza. "Nada. Y ella tampoco se ha presentado a su clase por la mañana. Yo diría que es una apuesta bastante segura decir que la has enfadado por completo y ella no está planeando mostrar su cara hasta la fiesta de esta noche". Yo resoplé y puse la frente contra la pared, golpeando el puño contra ella. "Si, bueno, tal vez si no hubieras sido un idiota...", le oí murmurar. "Puedes decir eso otra vez", murmuró Alice. Mi leal equipo. "Lo sé, lo sé", murmuré. "Creedme, lo sé". Cincuenta y dos minutos de nuestra espera habían tirado la mitad de mi pelo fuera de mi cuero cabelludo y estaba a dos segundos y medio de distancia de mandar todo a la mierda y buscar por las calles de Seattle a Bella, cuando la puerta se abrió y entraron Whitlock y Rosalie de nuevo. Como era habitual cuando llegaban de una reunión con Benjamín, la expresión de sus rostros me inquietó. Whitlock levantó su mano para estrechar la mía y yo me acerqué con recelo. "Me han dicho que te felicite, agente Cullen", dijo sonriendo, pero había algo cautelosos en sus ojos. "El Director Benjamín no estaba muy emocionado con esta nueva información, pero confía en que con este nuevo desarrollo seamos capaces de construir un caso aún más fuerte contra Penn y su grupo". Para ella Bella era simplemente un testigo, un pedazo de evidencia para ganar su caso. Whitlock me entregó un archivo que estaba sosteniendo en la otra mano. - 224 -

"Por lo tanto, el director ha autorizado la detención de todos los sujetos relacionados con esta operación esta noche, en la fiesta de Penn". Fue entonces cuando mi estómago se encogió. "¿Te refieres a una redada?". "Sí", confirmó Whitlock. "Se espera que todos los sospechosos estén esta noche en la fiesta de James, incluyendo Swan", dijo cuidadosamente antes de que sus ojos se movieran a la carpeta que me había entregado. "El arresto y las órdenes de registro están listas y se harán esta noche". Oí su voz mientras yo abría la carpeta y la escaneaba con rapidez. Órdenes de búsqueda y captura, todas firmadas por el director. Y al final, una orden de arresto contra Isabella Swan. Apreté el papel en mi mano. "A partir de este momento, Agente Cullen, tú y tu equipo han terminado con la parte encubierta de esta misión", añadió Whitlock a toda prisa. "Tenéis vuestras vidas de nuevo", dijo como si me hubiera entregado un regalo precioso. Lo miré y por el rabillo del ojo vi las miradas en las caras de Alice y de Emmett. Arrugué la orden de arresto de Bella entre mis dedos. "No", gruñí en voz baja. "No Isabella". La sonrisa de Jasper cayó y pude decir por la mirada en su cara que mi reacción no fue inesperada. "No entiendo el problema, Cullen", dijo de todos modos. "Tú querías traer a Isabella y que le ofreciéramos inmunidad, y el director ha aceptado siempre y cuando ella esté de acuerdo en testificar. ¿Cuál es el-" "¡El problema es que ella no es una maldita criminal!", rugí. "Tú no puedes detenerla. Ella no os va a dar nada, y si la detienes frente a James él va a descubrir quién es ella realmente", levanté la orden de detención tirándosela en su cara. "Vas a estar firmando su sentencia de muerte". Jasper me arrebató el resto de la carpeta de mis manos. "¿Qué quieres de mí, Edward?", gritó. "¡Vienes aquí exigiendo protección e inmunidad para una ladrona que puede ser la clave para este caso entero! ¡El caso - 225 -

entero! ¡La necesitamos, sin embargo, tú mismo has dicho que no tienes ni idea de dónde está ahora mismo! ¡Tenemos que traerla tan pronto como sea posible, antes de que desaparezca! ¡Ella es la clave!". "¡Ella no es la clave!", yo le grité. "¡Ella es una persona! ¡Una persona que estamos obligados a proteger!". "¡Este caso puede depender de todo su testimonio!". "¡Toda su vida puede depender de cómo manejemos esto!". Emmett vino a interponerse entre mí y Whitlock. "¡Basta!", ordenó. Tanto Whitlock como yo nos quedamos mirándonos el uno al otro, respirando con dificultad. "Independientemente de nuestras diferencias, creo que todos estamos de acuerdo en que es imprescindible que lleguemos a Isabella esta noche", dijo Emmett. Whitlock y yo fruncimos el ceño el uno hacia el otro, y entonces movimos la cabeza. "Detenerla es necesario", insistió Whitlock. "¿De qué otra forma vamos a conseguir que ella-" "¡Yo la voy a traer hasta aquí!". "¿Cómo?", Whitlock preguntó. "A partir de este momento tú ya no eres un agente encubierto. No tienes que volver al hospital, o a esa vida. Se acabó". "Voy a seguir siendo un agente encubierto". "Cullen, ya no eres requerido-" "¡Me importa una mierda lo que se requiere!", silbé desesperadamente. "Déjame entrar y sacarla de allí esta noche, antes de la redada. La voy a traer de vuelta aquí. Pero tengo que decirle las cosas con cuidado", le expliqué. "Ella corre cuando tiene miedo, y si ella tiene el tiempo suficiente, nadie podrá alcanzarla". "Hmph", Rosalie resopló, estando de pie al lado con los brazos cruzados. "Habla por ti mismo". - 226 -

La ignoré. "Escúchame Whitlock, y pásale esto a tu maldito director si es necesario. Si esta oficina quiere construir un caso de asesinato en primer grado contra James Penn por los asesinatos de Charles y Renne Swan, va a necesitar más que el testimonio de Isabella". Me senté allí y me metí en los cerebros tanto de Whitlock como de Rosalie. Rosalie entrecerró los ojos hacia mí con recelo. "Eso es cierto. Eso lo sabemos. Pero... ¿qué sugieres?", Whitlock preguntó. "Déjame que me quede con el grupo. La oficina puede continuar construyendo su caso mientras yo obtengo más pruebas desde el interior. Puedo ayudar a construir el caso contra Penn por los asesinatos de Charles y Renee". "¿Estás loco?", Rosalie chilló "¡Si tu cubierta era peligrosa antes, eso no será nada comparado con lo que va a ser después de que las acusaciones se transmitan! ¡Penn se enfadará y sospechará de todo el mundo!". "Soy capaz de manejar a James", dije de manera uniforme. Pude ver las ruedas girando en la cabeza de Whitlock. El caso. Eso era lo que le importaba a él y a Benjamín. La seguridad de Bella era secundaria. Pero si les podía vender la idea de que eso iba a ayudar a construir el caso, entonces yo podría mantener a Bella a salvo, porque que declararan culpable a James por las pruebas de drogas, no le daría más de veinte años. No era suficiente. Sólo había dos opciones para James si Bella quería estar libre... y segura. La vida en prisión. O la muerte. "Si vuelves ahí, Agente Cullen" - Whitlock dijo - "no vamos a ser capaces de extraerte. Si James y su grupo se dan cuenta de que eres un agente federal, no sólo tratará de destruir la evidencia perjudicial, con lo que ahora sabemos de Penn, es muy posible que pueda tratar de-" Yo resoplé. "Intentarlo es lo más lejos que nunca llegaremos". - 227 -

Whitlock me miró pensativo. "Cullen, me has estado diciendo durante meses que estabas más que listo para poner fin a este caso. ¿Ahora estás firmando para posiblemente estar otro año más o menos encubierto, como el Dr. Anthony Masen?". Le miré a los ojos y asentí con la cabeza lentamente. Jasper me miró larga y duramente y luego sonrió. Cerró los ojos y se apretó el puente de la nariz. "¿Tu agente encubierto para Alexa?". Sonreí hacia Alice, y por primera vez desde que salimos del apartamento, ella me sonrió. "¿Qué crees, Alice? Hemos trabajado en esto. ¿Lista para ser mi novia?". "Por supuesto que no", respondió secamente. "Eres demasiado melancólico para mí. ¡Pero estoy lista para un infierno de noche!". "Oh sí", se rió con ganas Emmett, dando una palmada. "¡Ahora hablaré de esto!". Whitlock se vio realmente preocupado por primera vez durante toda la mañana, y aunque tenía la ligera sospecha de que era porque Alice estaba a punto de involucrarse más profundamente en este caso de lo que había estado antes, yo lo sabía mejor que él en este punto. Por un lado, yo no era nadie con quien hablar, y por otro, sabía que Alice podía cuidar de sí misma. "Agentes Cullen y Brandon, necesito estar seguro de que ambos sabéis lo que esto significa", dijo solemnemente Whitlock. "Cuando la redada se produzca esta noche, ambos seréis puestos bajo custodia, junto con James y el resto, con el fin de mantener vuestras cubiertas. Y para los próximos meses, Cullen, tendrás que fingir que estás siendo investigado, junto con Penn", nos miró a los tres. "Todos estaréis ahí de nuevo para un futuro previsible". Podríamos acabar con esto. Los tres podríamos dejar al resto de agentes manejar la redada de esta noche mientras nosotros volvíamos a nuestras vidas reales. Pero mientras que eso no era ni siquiera una opción para mí en este momento, no podía saber que Emmett y Alice quisieran esto. "Ninguno de vosotros tiene que hacer esto, ya lo sabéis", les recordé con claridad. "Soy capaz de realizar esto yo mismo esta noche, y durante los próximos meses, si es necesario". - 228 -

"Sí", Emmett se rió con sarcasmo. "¿Cómo has manejado las cosas hace unas horas?". "Cierto", Alice estuvo de acuerdo. Sonreí y puse los ojos en blanco. "No", dijo Emmett. "James y su equipo van a caer, bebé. ¡Empieza el juego!". Alice se rió y yo asentí, con una pequeña sonrisa en los bordes de la boca a pesar de todo. Rosalie lanzó sus manos en el aire y se acercó a nosotros. "Esto es increíble", gimió. "Tendrás que sacar a Isabella antes de tiempo" - dijo Emmett. Pude oír la emoción construirse en su voz - "ya que tendrás que estar ahí cuando comience la redada". "Me gustaría dejar claro" - Rosalie continuó con enfado - "para que conste, que estoy totalmente en contra de este curso de la acción". Todos la ignoramos. Whitlock regresó rápidamente a su mesa y cogió el teléfono. "Vamos a tener que coordinarnos con el resto del equipo de redada para asegurarnos de que todo sale bien". Se volvió hacia mí una vez más. "Pero Cullen, si Isabella no sale antes de que la redada comience, va a ser arrestada con el resto. ¿Seguro de podrás conseguir que se vaya antes de ese momento?". Todas las miradas se volvieron hacia mí. Asentí con la cabeza, deseando que mi ritmo cardíaco disminuyera. Cuando se trataba de Isabella, no estaba seguro de tal cosa. Oooooooooo Fecha y hora actual: Siete y treinta y uno pm. Lugar: A un par de manzanas de la gran casa del Dr. James Penn. - 229 -

Logística de funcionamiento: Agentes Armados de Campo están posicionados en un radio de medio kilómetro de la casa. El Agente Whitlock es el agente de campo a cargo, pero esperará a que yo vaya delante de él, lo que ocurrirá como muy pronto a las nueve, y como muy tarde a las nueve y cinco pm. El Agente McCarty y la Agente R. Cullen dirigirán la vigilancia en una furgoneta negra estacionada a pocas manzanas de distancia. Todos los agentes han recibido información e instrucciones. Alice y yo asistiremos a la cena como el Dr. Anthony Masen y su novia, Alexa Bard. Por mi palabra, los agentes entrarán en casa de James de forma pacífica o por la fuerza, y arrestarán al Dr. James Penn, a la Dra. Kate, al Dr. Laurent Adams, Demetri Michaels, Felix Silvers y Cayo Trent, una vez más, pacíficamente o por la fuerza. También asistirá a la fiesta la Srta. Isabella Swan, también conocida como Marie O'Dwyer. Los agentes han recibido fotografías de la Srta. Swan, tanto en natural como en su apariencia cubierta para evitar confusiones. En algún momento antes de las nueve pm, la Srta. Swan va a dejar la residencia del Dr. Penn. Bajo ninguna circunstancia ella será abordada por alguien que no sea yo mismo. Cuando salga de la casa no va a ser seguida. Después de los arrestos, me encontraré con la Srta. Swan y la traeré hasta la Sede. Imperativo de funcionamiento: Al salir, Isabella Swan no será abordada. La desviación posible: Si Isabella Swan se encuentra todavía en la residencia de Penn en el momento de la redada, deberá ser arrestada. Mi estado de ánimo: Más allá de la mierda. oooooooooo Alice y yo estábamos sentados dentro de mi Audi negro, al final del bloque. Ella llevaba un vestido cruzado de color negro y tacones negros. Los picos locos se habían domesticado para la noche, ella llevaba el pelo recogido en una pequeña cola de caballo tan corta que se levantaba en la parte posterior de su cabeza. Había - 230 -

maquillaje en su cara y ella había dejado las gafas puntiagudas, optando por lentillas claras. Con todo, Alice se veía muy bien. Yo estaba vestido con un traje oscuro sobre una flamante camisa de cuello blanco, pero no me había molestado en ponerme una corbata y había dejado abiertos los dos primeros botones de la camisa. Sólo podía imaginar en cuántas diferentes direcciones estaba mi pelo. No me importaba una mierda ahora mismo. "Está bien, ¿está todo el mundo en su posición?", Whitlock preguntó a través de nuestros auriculares. "En posición", le respondí. "En posición", Alice estuvo de acuerdo. "Ya estamos listos aquí", Emmett dijo desde la camioneta. "Los chicos de Pharm Horizon acaban de llegar uno tras otro. Penn está saludando en la puerta. Shaw y Smith ya están dentro, sólo faltan los Agentes Brandon y Cullen y nuestra Swan". "¿Estás seguro de que va a venir, Edward?", Rosalie preguntó con impaciencia. "Ella puede haberse ido de la ciudad en este punto". "Ella va a venir", le respondí con un tono seguro. Desearía que no viniera, pero a pesar de que todavía había muchas cosas que no sabía acerca de Bella, la conocía bastante bien como para no dudar eso. "Edward y yo vamos a esperar aquí hasta que llegue Isabella. Podemos cogerla antes de que James la descubra, y será más fácil hablar con ella primero", dijo Alice. "Bien entonces", Emmett estuvo de acuerdo. "Así que, Rosalie, ¿cómo vamos tú y yo a pasar el tiempo aquí mientras esperamos a que Swan llegue?", preguntó sugestivamente. "Para empezar, mantén tus ojos en el maldito monitor", oí a mi hermana. Emmett se rió. "Mis ojos están puestos en el monitor. Pero mis manos están libres, y he sido conocido por ser un genial hombre multi-tarea", le informó. Alice y yo nos miramos el uno al otro y rodamos los ojos. "¿Ah, sí?", Rosalie bromeó. "Pues aquí tienes un poco de multi-tarea para ti. Mantén tus ojos en el monitor, las manos en el teclado y la boca cerrada, a menos - 231 -

que esté relacionado con el trabajo". "Oh", él se rió. Luego le oímos susurrar algo demasiado bajo para nosotros entenderlo. "¡Sólo céntrate en el trabajo a mano, por favor!", Rosalie gruñó. "¿Qué has dicho acerca del trabajo a mano?", Em preguntó. "¡Jesucristo, estoy haciendo la vigilancia con un pre-adolescente hormonal!". "Oh, ¿ahora estamos hablando de pubis?", Em se rió. "¡Uf! ¡Eres tan bruto!", Rosalie gritó. "¡Que alguien me saque del infierno de esta furgoneta!". Alice se rió y yo bajé la cabeza y me apreté el puente de la nariz, tratando de contener una carcajada a pesar de mi estado de ánimo tan jodido. La sonrisa de Alice se desvaneció bruscamente. "Edward", dijo mientras ponía su mano en mi antebrazo. Su tono de voz me hizo mirar para arriba rápidamente. Un taxi aceleró por la carretera y se detuvo frente a la casa de James. Mi corazón se detuvo. El taxi estaba orientado en la dirección opuesta, y desde este punto de vista todo lo que pude ver a primera vista fue una cabeza de pelo rubio inclinada hacia adelante, entregándole algo al conductor. Ella se inclinó hacia atrás y abrió la puerta de atrás, y un largo y afilado tacón unido a unos zapatos negros dio paso a la pierna más perfectamente formada y esculpida jamás creada. La otra pierna salió y ambas parecieron extenderse kilómetros y kilómetros sin fin, lo cual era increíble porque Bella era pequeña en muchos aspectos. Pero esta noche... esta noche sus piernas no tenían fin. Finalmente me paré en un par de sensuales muslos desnudos ridículamente altos y cubiertos por una pieza endeble de material elástico rojo. Yo seguí el material más arriba, hasta una parte increíblemente corta de ropa que dejaba al descubierto tanta piel entre los pechos que me pregunté cómo no explotaban. Mangas largas de color rojo cubrían sus brazos, lo cual era bastante irónico teniendo en cuenta la cantidad del resto de ella que se veía al descubierto. - 232 -

"Wow, mira esos zapatos", escuché vagamente un soplo de Alice a mi lado. "Manolo Blahniks del año 2008. Un buen año para los Manolos". Y luego la cabeza salió del taxi. Con una expresión en blanco miró a su alrededor antes de salir lentamente del taxi, como en cámara lenta. "Oye ¿te parece que sería un error añadir una cláusula de zapatos para el acuerdo de inmunidad?", Alice reflexionó. "Ya sabes, afirmando que ella tiene que entregar su calzado como parte del acuerdo-" "Agente Brandon", Rosalie gruñó. "Oh, no importa", Alice se quejó. "Era sólo una idea..." Mientras tanto, yo estaba tratando de respirar, porque de repente sentí como si cada partícula de aire del coche hubiera sido absorbida por el olvido. Bella tenía su cabello rubio en una cola de caballo, el cual se balanceó hacia atrás y hacia delante cuando cerró la puerta del taxi. Y a pesar de que estaba a media manzana de distancia, cuando ella miró hacia arriba, pude jurar que sus ojos estuvieron en los míos. Los dos nos congelamos por una cantidad inconmensurable de tiempo. Lo que se sintieron como minutos pero probablemente fueron sólo unos segundo más tarde, agarré la manija de la puerta y me preparé para saltar e ir hasta ella, la atracción magnética fue casi insoportable, pero el agarre de Alice en mi brazo se tensó. Me giré de forma rápida y la miré a los ojos. "Edward, no", dijo ella y luego sus ojos se movieron hacia Bella de nuevo. James estaba dando los pasos hacia ella para encontrarse. Cuando ella se volvió hacia él, vi que el vestido que llevaba puesto era tan escotado en la espalda como en la parte delantera. La parte trasera se detenía a pocos centímetros de su culo. "Vas a tener que esperar y tener la oportunidad de hablar con ella en el interior", Alice murmuró desilusionada. "Tío, esta noche Swan está vestida para matar", se rió Emmett. "Y Penn seriamente ha estado a punto de ahogarse en su propia baba. Amigo, muestra algo de orgullo", se rió. - 233 -

James llegó a unos pocos centímetros de Bella y sus ojos claramente deambularon arriba y abajo de su cuerpo. Mi mandíbula se apretó fuertemente y sentí que la manija de la puerta era aplastada bajo mi mano. De repente James llegó y envolvió su brazo alrededor de las caderas de Bella, tirando su cuerpo contra el suyo. Le agarró la cabeza con la otra mano y llevó su boca a la suya. "Ugh", Emmett gimió, todo el humor desapareció de su voz. Necesité cada pedacito de auto-control que poseía para no salir corriendo del coche y poner una bala en su cabeza. Ya había tomado lo suficiente de ella. Yo no le permitiría más. Algo en mi expresión debió decirle a Alice lo que pensaba. Ella tenía mi brazo apretado fuertemente. "Edward, vamos a sacarla", susurró muy bajo, de modo que sólo ella y yo lo escucháramos. "Pero vas a tener que mantener la cabeza aquí, o de lo contrario estaremos todos jodidos". Al igual que un mal accidente de coche, tardé unos segundos en sacar mis ojos de la visión de la boca de James sobre la de Bella. Di una respiración profunda y cerré los ojos, asintiendo con la cabeza una vez. "Muy bien, Swan ha llegado", dijo Emmett. "Es hora de que empiece el show". "Agentes Brandon y Cullen, ¿ambos estáis listos?", Whitlock preguntó. Alice me miró y me dio una mirada inquisitiva. "Sí, estamos listos", yo respondí por los dos. "Está bien", dijo Whitlock. "Cullen, vamos a estar esperando tu señal". Di una respiración profunda y tiré de la manija de la puerta. "Y... Brandon" - Whitlock dijo rápidamente - "ten cuidado". Alice sonrió ampliamente. "Lo tendré, Whitlock". Salí del coche y abrí la puerta de Alice, y luego me dio su brazo, caminamos hacia la casa de James. Durante todo ese tiempo James y Bella estaban a mitad de un bloque frente a nosotros, subiendo las escaleras. Traté de no concentrarme - 234 -

demasiado en su espalda desnuda, o en la forma en la que el vestido abrazaba su culo, o en lo cerca que estaba la mano de James en ese culo, así que en vez de eso me concentré en el sonido que sus tacones hacían con los pasos concretos. Resonaban por todo el bloque. Estaba concentrándome en el ritmo constante de sus pasos cuando ella se dio la vuelta. Sus ojos se cruzaron con los míos como si hubiera sabido todo el tiempo que yo estaba detrás de ella. Y ella sonrió. Una mitad de su boca se levantó más que la otra. Su expresión era fría y serena, y luego, lentamente, ella se alejó, taconeando contra el suelo. Pero la sonrisa lo dijo todo. Ella no había olvidado el fiasco de la noche anterior. Y no está dispuesta a perdonar. Como ella prometió hacía dieciséis horas, estaba terminando el trabajo. La sonrisa era un mensaje. El juego había empezado.

Ya hemos empezado con el juego, de momento nos vemos el lunes, si veo que puedo adelantar algo ya os subiria capi el domingo ;) ¡Hasta luego! :)

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Cap 15 Volando Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Bueno chicas, lo siento pero vais a tener que esperar al miercoles para ver cómo sigue. Esta vez volvemos 4 años atrás para ver qué pasó con Bella después de ese "accidente".

Capítulo 15 -Volando BPOV Hace cuatro años: Corría a través de las maderas oscuras. Ramas gruesas y arbustos arañaban mis brazos y piernas mientras hacía mi camino por el laberinto de árboles, plantas y arbustos. La tierra húmeda irregular se hundía bajo mis pies. Estaba mojada. Tenía frío. El aire fresco de la noche se filtraba en cada uno de mis poros, llenándome de un escalofrío que nunca había conocido. Mis dientes tiritaban con violencia y me mordía la lengua. El sabor metálico de la sangre llenaba mi boca. Terror se convirtió en una palabra que nunca había entendido realmente. ¿Qué había allí que me hiciera estar realmente aterrorizada? Cuando era niña había fantasmas, hombres del saco, monstruos bajo la cama, pero no fue hasta ese momento cuando me di cuenta, realmente, de que los monstruos no necesitaban ocultarse. Ellos caminaban alrededor de la vista, a la intemperie, disfrazados de amigos y vecinos. Las lágrimas heladas corrían por mi cara cuando de alguna manera tropecé y caí sobre una roca, gimiendo en voz alta, incapaz de controlarme a mí misma, aunque sabía que debe ser lo más silenciosa posible. Sentí como si hubiera corrido kilómetros y kilómetros y no era posible seguir adelante, así que me detuve en un gran roble y me envolví a mí misma a su alrededor, tratando de escuchar más allá del fuerte latido de mi corazón. Los sonidos de la selva me rodeaban. Los búhos, pájaros y grillos, y las criaturas en las que no quería ni pensar. - 237 -

Nada más. Tomé la primera respiración profunda desde antes de que todo empezara y me escabullí hasta las rodillas, dejando caer la cabeza contra el tronco frío y áspero. Imágenes de Renee y Charlie, rotos y ahogándose, invadieron mi mente. Un grito hizo su camino hasta mi pecho y me metí el puño en la boca para ahogarlo. Mi pecho se levantó mientras traté de ponerlo bajo control, pero tenía frío y estaba húmeda, y el temblor no se detenía. Envolví mis brazos con fuerza alrededor de mi torso. "Mantente firme, Bella", dije en voz baja, meciéndome hacia adelante y hacia atrás sobre mis rodillas. "Tienes que-" Las hojas y las ramas se rompieron cerca. "¡Ella tiene que estar en alguna parte, James! ¡Vamos a poner fin a todo si se escapa!" "Relájate, Kate, la encontraremos", respondió una voz apagada. "No es más que una niña asustada. Ella no va a llegar muy lejos". Me quedé paralizada. Un líquido caliente se escurrió lentamente por mis muslos, pero yo estaba demasiado aterrorizada como para sentirme avergonzada. Con cuidado, salí de mis rodillas y me moví alrededor del árbol, escondiéndome detrás de su enorme tronco. Las lágrimas caían alrededor de mi labio superior, encontrando su camino dentro de mi boca, salada y caliente. Con un cuidado prudente, arrastré mi cara contra el tronco, hasta que puse un ojo fuera del tronco y pude verlos de cerca. Demasiado cerca. Ella era rubia y hermosa, incluso en la oscuridad, a pesar de lo que ella había hecho, pude ver eso. Él era alto y por medio de la oscuridad pude ver que era fuerte. Su confianza era evidente por su forma alta y orgullosa. Pero su rostro no era visible. Sólo sus ojos brillaban, como si todas las demás partes de su cuerpo hubieran estado envueltas en las tinieblas para mezclarse con la noche. Ojos azules. Los ojos azules destacaban como el único color en esta noche sin color. - 238 -

Algo tintineó. El horror se filtró a través de cada grieta de mi cuerpo cuando miré hacia abajo y me di cuenta de que mi brazalete se había quedado atascado en un pedazo de corteza. Instintivamente tiré de mi brazo, tratando de liberarme. El brazalete saltó y se cayó, sonando ruidosamente a medida que avanzaba. Mi corazón se detuvo. Miré hacia arriba. Los ojos azules miraron directamente a mi dirección. "¡Por ahí!", dijo el hombre de repente, su voz era apagada y ansiosa. Entré en una carrera de velocidad. La noche sin luna era implacable, y llegué a poner mis brazos por delante de mí como una guía, pero eso me frenaba. Esta noche yo estaba tan coordinada como cuando era una niña, y me tropecé con piedras y helechos, mordiéndome los labios para no gritar. No fue hasta que estuve en el borde del acantilado y escuché las aguas del río delante de mí cuando me di cuenta de que había fallado. Me había quedado sin bosque. El agua negra de debajo brillaba con su propia luminiscencia, como un millón de piedras oscuras. Durante mucho tiempo me quedé allí, dándome cuenta de lo fácil que sería unirme a Charlie y a Renee, estar con mi madre y mi padre otra vez... Las puntas de los dedos de los pies colgaban fuera del borde del acantilado... Pero dudé, y la duda siempre tenía un precio. "No hay ningún lugar para ir, niña", la voz apagada del hombre gritó desde unos pocos metros detrás de mí. No me di la vuelta. "¿Esto es tuyo?", preguntó. Mi brazalete de abalorios estaba detrás de mí. "Realmente es un bonito brazalete", reflexionó como si fuéramos viejos amigos que estaban hablando alrededor de una fogata en una noche fresca de primavera. - 239 -

"Parece que hay años y años de colección en él. Hubiera sido una lástima dejarlo tirado en el bosque". Cerré los ojos con fuerza. Lágrimas de rabia pronto se mezclaron con miedo. Él tenía mi brazalete. El que mi padre me dio. "Bueno, si no lo quieres, yo me lo puedo quedar". La furia que sus palabras causaron fue insoportable. Yo no quería que lo tocara. Nunca. Sin embargo, me negué a darme la vuelta. No le contesté, y durante mucho tiempo no hubo nada más que silencio. "Quiero que sepas, chica, que no quiero hacer esto", su voz sonaba sincera. "Me gustaría que tu padre no lo hubiera hecho..." - suspiró profundamente - "pero voy a hacer esto lo más rápido e indoloro como sea posible, incluso te prometo que voy a poner el brazalete de vuelta alrededor de tu muñeca, ya que puedo decir que significa mucho para ti", estuve momentáneamente adormecida por el tono suave y calmante de su voz, incluso a través de la máscara que lo estaba ahogando. Me quedé ahí. Viendo a Charlie y a Renee. Charlie estaba leyendo la sección de deportes en la mesa. Miraba sobre el papel y su bigote se movía mientras me miraba. Renee bailaba y reía en medio de la sala de estar, con los brazos extendidos, me pedía que la acompañara. Vi a mis amigos en la escuela, tratando de vestirse para nuestra graduación, riéndose... Vi a Jake... el verano pasado, cuando me besó y dijo que esperaría a que yo estuviera lista... Cerré los ojos y me sentí caer sobre la barra de equilibrio, el aire golpeándome mientras saltaba, con las manos y los pies firmes y seguros. Sentí el viento en mi cara mientras corría alrededor de la pista de la escuela, oyendo los gemidos de todo el mundo y riéndome mientras yo les dejaba muy atrás. Porque yo era rápida. Cuando corría, cuando saltaba, cuando volaba. Y cuando - 240 -

volaba, nada más importaba. "Nunca dudes, Bella", oí decir a Charlie. Cuando tomé tres pasos rápidos hacia atrás y salté, no hubo más lágrimas. No dudé ni grité, ni siquiera por la fuerte explosión o el dolor violento simultáneo que rasgó mi muslo... Yo no tuve miedo. Mis pies habían dejado el suelo y en ese momento yo estaba volando. Nada más importaba.

Quería deciros que sólo me quedan 2 capis para terminar de traducir el fic, igual esta semana ya lo termino. Lo que quiere decir que igual la semana que viene ya empiezo a subir diario. Os iré avisando ;) Por ciertooo, DarkWardObsession, me preguntaste si ya tenía el libro de 50 sombras de Grey, ¡pues siii!, resulta que lo pedí hará un mes para que me lo enviaran cuando lo tuvieran, por un problema se retrasó y justamente hoy me ha llegado a casa, pedazo de libro y además viene con un marcapaginas, que guayyy :)

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Cap 16 Cayendo a pedazos Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Ya estoy aquí, vamos a seguir con la fiesta en casa de James, a ver qué pasa :) Por cierto, ¿habeis visto las nuevas fotos de Amanecer parte 2? ¡Que guayssssss! Me encantan :D

Capítulo 16-Cayendo a pedazos BPOV "Marie...", James gimió, su boca estaba por el amplio hueco del vestido entre mis pechos. Sus manos recorrían arriba y abajo mis muslos al descubierto. Para eso me había puesto este vestido ridículo en primer lugar, me recordé a mí misma. Para que nosotros volviéramos a donde estábamos antes de que yo me desviara. Así que cogí su pelo entre mis manos y cerré los ojos, tragando fuerte y luchando contra el deseo de sacudir la cabeza hacia arriba y meter mi tacón en uno de sus fríos ojos azules. "Tu corazón late como un caballo de carreras", bromeó humildemente contra mi pecho. "¿En serio?", murmuré, mirando hacia el techo blanco de la habitación de James. Era repugnante. "Mhmm", él respondió. "Estoy seguro de que sé lo que quieres", susurró mientras su boca se arrastraba más y más. Yo resoplé. Apostaba a que no lo sabía. Llegó al punto de mi vestido donde la tela terminaba y comenzaba la falda ridículamente corta, y empezó a tirar para arriba con los dientes. - 243 -

"Vas a romper mi vestido", le advertí. "Entonces eso" - gruñó - "me dará una excusa para mantenerte aquí toda la noche". Había traído ropa extra para nuestro pequeño viaje, idiota, no, no lo haría. "Hay invitados esperando, James", le recordé. Entonces cerré los ojos y maldije para mí misma. ¿Por qué seguía tratando de parar esto? Iba a pasar, si no en este momento, más tarde en la noche. Yo tenía mi bolsa de fin de semana conmigo, y mañana íbamos a estar a California. Yo era parte de su mundo ahora, no había razón para detenerlo más. La cosa era que, cuando era más joven, nunca me imaginé que mi primera vez sería así. Con un asesino, llevando un vestido de una puta glorificada - como diría alguien - estando en una casa llena de invitados para cenar esperando en la sala a su anfitrión. Me recordé a mí misma que no había tal cosa como 'hacer el amor'. Era sólo sexo. Yo no le iba a dar nada especial. Sólo sexo. Los ojos verdes de Anthony nadaron delante de mí, suaves yLos obligué a salir de mi mente. "Al diablo con mis invitados", gimió mientras su boca llegaba a mi muslo. Se detuvo, y por un segundo, también lo hizo mi corazón. "¿Qué es eso?". No hubo sólo curiosidad en su voz. No ahora. "Es un tatuaje". Mi corazón martilleó en mi pecho, pero no era por miedo. Estaba extrañamente ansiosa por ver su reacción. '¡Bella, en este momento sólo es un suicidio!'. - 244 -

Forcé que Jake saliera de mi mente también. Los dedos de James pasaron sobre mi tatuaje, trazando su contorno con círculos, sintiendo cada línea e imperfección. "Se siente... elevado... y áspero". Porque está cubriendo la cicatriz que me hiciste con tu disparo, gilipollas. Él me miró. Mis manos seguían estando en puños en su cabello rubio y fino. Él estaría calvo temprano. "¿No te gusta mi tatuaje, James?". Durante medio minuto me miró pensativo, sus ojos azules miraron a los míos, pensando... digiriendo... Se rompió en una sonrisa. "¿Qué dice?", preguntó. "Dice" - tragué fuerte y elevé una ceja - "Kwop kilawtley". Frunció el ceño. "¿Qué significa? ". "Significa... 'Quédate conmigo. Para siempre' " Levantó una ceja. "¿Un antiguo novio?". Mis padres, los que asesinaste como animales. "¿Qué otra cosa podría ser?", yo sonreí dulcemente. "¿Debería estar celoso?", él todavía estaba sonriendo, pero pude ver un deje de inquietud en sus fríos ojos azules. Retuve una carcajada, porque realmente era de risa. No, no había nadie de quien estar celoso. Ya no era así. "Estoy aquí James, así que, ¿qué te parece?". Él apretó los labios, no estando completamente apaciguado por mi respuesta. - 245 -

Que te jodan entonces, ¿eso era una respuesta? "Yo era joven cuando me lo hice", le dije en su lugar. "Yo no estaba pensando. El tatuaje es suficientemente vago como para decir algo ahora, ¿no crees?", yo le di mi sonrisa más inocente. Él me miró pensativo otra vez, tratando de leerme, y aunque yo sabía que debía tener miedo de que finalmente las ruedas pudieran dar vuelta en esa cabeza rubia de él, no lo tenía. De repente su cabeza volvió a su posición en mi muslo. Besos mojados y descuidados se arrastraron a lo largo de mi pierna, con la lengua vacilante entrando y saliendo, mientras su boca se movió por la cara externa de mi muslo, en la parte superior del mismo, y luego se movió lentamente hacia el interior de mi muslo. Yo grité en voz alta. James se rió. "¿Estás excitada, cariño? ¿Ansiosa por sentir mi lengua en tu clítoris?". ¡Oh Dios mío!, él hablaba de manera sucia para arrancar. Que me mataran ahora. No pude pensar en una réplica ingeniosa a esa pregunta. Mi corazón se sintió como si estuviera a punto de salirse de mi pecho, pero no por placer. Mi sangre subió hasta mis orejas. La sensación de náuseas en la base de mi estómago aumentó lentamente, haciendo remolinos, y de repente todos los órganos de mi cuerpo se sintieron listos para ser expulsados a través de mi garganta. Cerré los ojos, tratando de mantener el vómito abajo, deseando que mi mente saliera de mi cuerpo por tan sólo unos minutos. Sólo tomará unos minutos Bella. Sólo tienes que estar lejos por unos minutos. La lengua de James se movió más alta, y sus manos se movieron debajo de mi falda, sus dedos jugaban con los bordes de mi tanga. "Me voy a comer tu dulce coño, Marie. Voy a chupar y a saborear cada..." Yo dejé de escuchar y clavé mis manos en puños contra mis ojos. Cerré mis orejas y mis ojos con fuerza. Dejé de respirar. Sin embargo, mi pecho se levantó violentamente, luchando para sacar una simple respiración de aire en mis pulmones, porque desde aquella noche en el río, siempre luchaba contra la depravación de aire. - 246 -

Así que traté de dar una respiración pequeña, pero Jesús, realmente no podía... respirar. Abrí los ojos, aterrorizada. La falta de oxígeno estaba poniendo la visión borrosa. Oh Dios mío, no podía hacer esto. No podía. Yo gruñí y llegué a su cabeza, sujetando su pelo fuertemente Tres golpes nítidos sonaron en la puerta del dormitorio. "James, amigo, son casi las ocho. Algunos de nosotros estamos muriéndonos de hambre aquí". Anthony. Me lancé hacia abajo sobre la cama, fuertemente. La cabeza de James se agitó. "Vete, Tony", gruñó antes de bajar la cabeza. Pero Anthony siguió golpeando. Yo le oí reír. "Vamos James, puedes hacer eso esta noche más tarde. Alimenta primero a la chica". James suspiró profundamente. Sentí su aliento entre mis muslos y mis músculos se apretaron con fuerza en respuesta. Él me miró. "¿Tienes hambre?". Asentí con la cabeza rápidamente. Él apretó los labios, y lentamente y a regañadientes, levantó su cabeza, sentándose en la cama. "Vale, bien", respiró con frustración. "Vamos a sacar a todos esos hijos de puta de aquí, y seguiremos esta noche", sonrió escabrosamente y se inclinó para besarme. "Está bien", estuve de acuerdo débilmente, pero no podía mentirme a mí misma nunca más. - 247 -

Yo no iba a ser capaz de hacer esto. Mientras él se fue al baño a arreglarse, me miré a mí misma a través del espejo del tocador. Mi pelo era un desastre, mi lápiz de labios estaba corrido, y mi vestido de puta estaba sesgado. Me quité la cola de caballo y me dejé el pelo suelto, arreglé mi lápiz de labios y me ajusté el vestido. Lo que no pude solucionar fue la forma en la que mis manos temblaban casi con violencia. Sujeté una delante de mí, deseando que se detuviera, pero sólo se sacudió más. Cerré los ojos y puse mis manos en puños a mi lado. "Cálmate Bella", murmuré para mí misma mientras escuché el agua corriendo en el baño. "Todavía puedes hacer esto. Sólo cálmate-" "¿Estás bien?", una voz áspera dijo en voz alta. Cuando abrí los ojos, Anthony estaba de pie a unos pocos metros, sus ojos esmeralda estaban ansiosos, sus fosas nasales abiertas y su pecho palpitaba. "¡Fuera!", silbé entre dientes. "¡Ahora!", pude añadir con la mayor saña posible. "No voy a dejar que-" "¡Vete. Fuera!", susurré. "Vuelve con Alexa, con Kate, o con quién demonios-" Oí la puerta del baño abrirse detrás de mí y cerré los ojos. "¿Tony?", James preguntó en un tono de perplejidad. "¿Qué estás haciendo aquí?". La voz de Anthony fue suave y serena. "Te he traído un vaso de vino, amigo. Sé cuánto te gusta este y Laurent sujeta la maldita botella ahí abajo como si fuera agua", sujetaba un vaso de vino tinto que había traído para James. James lo miró con recelo por algunos segundos, y luego, lentamente, se acercó y tomó el vaso. Tomó un sorbo, sus ojos aún sobre Anthony. Una sonrisa lenta se extendió por su cara. "Esto es realmente bueno", cacareó. "Gracias, tío", él tomó otro sorbo. "Pero la próxima vez espera hasta que haya salido de la habitación. No creo que Marie apreciara ser pillada en una posición comprometedora", bromeó. Anthony y yo nos reímos. "Él ha tenido la decencia de llamar primero, James", - 248 -

mentí. "Bueno, espero que sí", resopló James, pero sus ojos permanecieron en Anthony. Extendí la mano y tomé la de James, deslizándome hacia él y murmurándole al oído. "¿Vamos a reunirnos con el resto de tus invitados, cariño? Estoy realmente ansiosa por reunirme con ellos". Él se dio vuelta y puso su boca en la mía, larga y duramente. "Sí, vamos a mostrarte ahí fuera". James y yo caminamos juntos, con Anthony detrás de nosotros. Y a pesar de que él no tenía derecho a ello, y no tenía ningún sentido cuando él se había traído a una chica aquí, por el amor de Dios, casi pude sentir la furia de él en el aire. oooooooooo "Tengo que decirte, Marie, que me encantan tus zapatos". La novia de Anthony era como un bello duende. Ella era pequeña, incluso más pequeña que yo, algo que era muy gracioso teniendo en cuenta la altura de Anthony. Pero a pesar de lo absolutamente pequeñita que era, tenía una figura para matar con ese bonito vestido que llevaba puesto, un vestido que era mucho más decente que el de prostituta que yo estaba llevando. Su cabello era negro azabache y contrastaba perfectamente con su piel de alabastro. Con todo, ella se veía muy elegante junto a Anthony, mientras nos encontrábamos alrededor de la biblioteca esperando a que la cena fuera servida. Ellos hacían un bien avenida y hermosa pareja. "Gracias", contesté y luego aparté la mirada de ella, tomando un sorbo de la copa de vino que había estado bebiendo poco a poco para ver si ayudaba a calmar mis nervios. Ella había sido muy amable conmigo durante una hora y media, por lo que no podía sostenerle la mirada durante mucho tiempo. Yo era, después de todo, el epítome de una puta glorificada. Pero por alguna razón, parecía querer realmente mantener una conversación conmigo. Ella continuó con el tema del calzado. "En realidad, tengo un par de Manolos del - 249 -

año 2010 en casa. Los conseguí cuando-" "Manolo Blahnik son zapatos baratos para mujeres baratas. Desde 'Sex and the City', cada mujer se desespera por parecer mundana y sofisticada comprándose un par de Manolos", Kate se rió, bebiendo su vino. "Kate", Garrett silbó con la cara roja de vergüenza. Alexa y yo, al igual que James y Anthony, la miramos. Kate sonrió, sus ojos fueron rápidamente hacia Anthony. La expresión de su rostro era de asesinato puro. "Por favor, no te ofendas, Alexa. No quería llamarte barata" - ella se retractó "sólo estoy diciendo... en general..." Alexa se rió. "Oh, no estoy ofendida", ella confirmó. "Se necesita mucho más que palabras sin sentido de alguien que está obviamente un poco… borracha, para ofenderme". Si Kate pudiera disparar puñales con sus ojos, la pobre Alexa sería un caos sangriento. Si Alexa creía que Kate no era muy aficionada a ella, definitivamente no parecía importarle. Ella me hizo reír a pesar de mí misma. Alexa me miró y sonrió. "¿Qué hay de ti, Marie, tú sabes que no se debe dejar que las palabras de un borracho lleguen a ti, no? ¿Sabes que las personas no siempre dicen lo que quieren decir cuando están borrachas, verdad?". Mi carcajada paró. "En realidad creo que eso puede ir en ambos sentidos", me encogí de hombros. "A veces las personas no quieren decir lo que dicen cuando están borrachas" - me aseguré de mantener mis ojos lejos de Anthony - "y luego en otros momentos... cuando están borrachas se llega a escuchar lo que realmente piensan". Por como ella me estaba mirando, por un segundo creí que no estábamos hablando de Kate... pero eso no tendría ningún sentido... Mis ojos parpadearon con rapidez hacia Anthony. Él estaba mirando su reloj. Por la tensión en su mandíbula parecía ansioso. Debía tener mucha hambre- 250 -

"En realidad, Marie, volviendo a tus zapatos, ¿te importaría..." - Alexa hizo una pausa y me dio una sonrisa - "si damos un viaje rápido al baño y así me los pruebo? Mira, yo quería un par de ellos, pero no estoy segura de cómo funcionaría en ellos". Alexa era guapa, pero un poco extraña. "Uhm, supongo-", empecé. Kate se rió a carcajadas. "Me gusta mucho escuchar los temas de conversación entre algunas mujeres...", dijo ella. En nuestro silencio, continuó. "Por todos los medios, por favor" - nos señaló con una sola mano - "Id. No dejéis que vea vuestra fascinante aventura sobre los zapatos puntiagudos". Me dirigí a ella y sonreí. "Hablando de zapatos puntiagudos, sé un buen lugar en el que me gustaría poner los míos". James me alejó cogiéndome del brazo al mismo tiempo que vi a Garret coger a Kate por el suyo. "No le hagas caso", me dijo con su boca cerca de mi oído. "Ella está follándose a Anthony y sólo quiere ser una perra con su novia". Puse una expresión en blanco. "Oh". Entonces me di cuenta de lo que se estaba jugando aquí. No importaba lo que dijera Kate, yo no debería haberla dejado llegar a mí. Miré hacia la copa de vino que había estado sujetando y vi que estaba ya casi vacía. Apenas había comido hoy y no estaba acostumbrada a beber. Dejé lo que quedaba sobre la chimenea. Garrett se acercó a James y a mí. "Marie, James, lo siento de verdad, por lo de Kate. James, ya sabes cómo se pone a veces cuando bebe". Se vio tan mortificado que no pude dejar de tratar de calmarlo. "Está bien, Garrett. Yo no estoy preocupada por eso. Tú no deberías estarlo". Sonreí con gratitud, con los hombros relajados. "James, realmente tienes un tesoro aquí". "Oh, lo sé", James estuvo de acuerdo. Él envolvió sus brazos alrededor de mi cintura, y yo no supe si fue por el vino o - 251 -

porque no había descubierto lo que iba a hacer una vez que todo el mundo se fuera esta noche, pero de repente no pude respirar de nuevo. "Kate no es realmente tan mala, Marie, una vez que llegas a conocerla", Garrett siguió, pero su voz sonaba más y más lejos con cada palabra. "Ella tiende a ser un poco... insegura a veces y bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla..." Los dedos de James se cavaron en mi cadera, su pulgar daba vueltas alrededor y alrededor de mi muslo. Mi corazón daba carreras en mi pecho de nuevo. "Disculpadme por un minuto", dije tomando la mano de James y alejándola de mí. "¿Qué pasa?", James me pregunto mientras me alejé de él. "Es sólo que hace un poco de calor aquí", le dije rápidamente. "Necesito un poco de aire fresco". James frunció el ceño. "¿Quieres que vaya contigo?". Negué con la cabeza. "No, ahora vuelvo". Me alejé velozmente, haciendo mi camino por el pasillo que conducía al hall de la entrada, mis tacones resonaban contra el suelo blanco de mármol. Detrás de mí, yo pude escuchar débilmente las voces de los clientes de James susurrando, hablando y riendo en la biblioteca, y yo seguí caminando hasta que estuve lo suficientemente lejos y todo lo que se escuché fue el silencio. Inhalé y exhalé profundamente, puse una mano sobre mi pecho mientras trataba de recuperar el aliento mientras mi corazón latía violentamente. Estaba muy jodida. No había manera de que fuera capaz de hacer esto. Miré hacia las puertas dobles que daban al exterior, hacia el resto del mundo donde no estaban James o Kate, ni Laurent, ni chicos de Pharm Horizon. Ni Anthony. Anthony estaba en lo cierto. Jake estaba en lo cierto. Tan pronto como dudé, perdí los nervios. Mantenerme aquí ahora sólo sería un suicidio. Pero... Estaba parada enfrente de la gran escalera que conducía a la habitación de James. - 252 -

Estaba tan cerca... El ochenta por ciento de los asesinos mantenían las pruebas en sus casas... en sus habitaciones... baratijas... recuerdos... Si estaba allí, yo estaba tan cerca de conseguirlo... Levanté una mano hasta la barandilla de madera blanca, los ojos mirando fijamente hacia la puerta de la habitación de James. Yo moví mi cabeza hacia un lado y escuché. Sólo había silencio en torno a mí. Todo el mundo estaba en la biblioteca, hablando, riendo, bebiendo. Di el primer paso vacilante por la escalera. Si no podía terminar el trabajo de la manera que lo había planeado, a lo mejor por lo menos podíaUna mano se cerró alrededor de mi boca desde atrás, estaba presionando con tanta fuerza que me fue imposible gritar, mientras que la otra se envolvió alrededor de mis brazos y mi cintura y levanté los pies de las escaleras. Instintivamente mis piernas estuvieron en el aire y pateé la espinilla con mis tacones afilados a quien me estaba sosteniendo. Oí una respiración aguda, pero la mano se mantuvo firmemente alrededor de mi boca, y la otra alrededor de mi cintura. En dos segundos fui lanzada contra una pared en un rincón oscuro debajo de la escalera, y estuve mirando los ojos enloquecidos de Anthony. Pero a pesar de que mi mente supo que era él, mis instintos de supervivencia aparecieron, y entre la adrenalina, el miedo y la confusión en cada parte de mi sistema, yo seguí luchando contra él. "Shhh", murmuró con urgencia, con la mano aún en mi boca. Él tenía mi cuerpo hacia abajo contra el suyo. "Soy yo, Bella. Cálmate. Cálmate, bebé. Shhh, soy yo. Cálmate". Poco a poco mi ritmo cardiaco se ralentizó, mis piernas dejaron de tratar de liberarse de su control, y sentí el filo de pánico retroceder. "Voy a soltarte ahora", susurró Anthony con cuidado, y aunque su cuerpo se mantuvo inflexible sobre el mío, levantó la mano de mi boca. "¡Suéltame!", yo siseé. "Déjame-" Sustituyó su mano con su boca y me besó salvajemente, sus labios estuvieron insistentes sobre los míos mientras yo moví mi cabeza de lado a lado, luchando por liberarme, pero su boca era tan inflexible como su cuerpo. Sus labios siguieron - 253 -

contra los míos en todas las direcciones mientras yo giraba y giraba... Y entonces envolví mis brazos alrededor de su cuello y le besé de nuevo con un abandono total, porque no pude resistirlo. Nunca sería capaz de resistirlo. Sus manos agarraron mi cara y me abrazó con fuerza. Y no me importó que él fuera parte de este mundo del que tenía que escapar. No me importó que me hubiera llamado puta. No me importó que sus novias estuvieran por el pasillo. Lo necesitaba. Lo necesitaba en un nivel que nunca había necesitado a nadie en mi vida. Yo le pertenecía a él de una manera que nunca había pertenecido a nadie. "Lo siento", respiró contra mi boca. "Lo siento, Bella. Yo no quise decir eso. Te lo juro, yo no quise decir eso". Asentí con la cabeza desesperadamente mientras nuestras labios chocaban entre sí casi salvajemente, degustándose y tirándose hacia atrás y hacia adelante. "Lo sé", respiré de nuevo. Y la cosa era que yo lo sabía. Aquí, en sus brazos, yo sabía que él no podía estar hablando en serio. Nuestras lenguas se encontraron y los dos dejamos escapar un gemido, porque fue como si el flujo de chispas eléctricas pasara a través de nuestras lenguas y fuera hasta el resto de nuestros cuerpos, mientras ellas se enredaban entre sí. Pero él se retiró abruptamente y yo me quedé mareada y jadeando. Él trató de alejarme, pero mis brazos estaban bien envueltos alrededor de él y no pude dejarle ir. Ya no. "Ya no puedo hacer esto con James más, Anthony", gemí en voz baja. "No puedo". Él tiró de mí para poder mirarme a los ojos y yo me vi obligado a soltar mis manos sobre él. "Lo sé, Bella. Sé que no puedes". "Él mató a mis padres", dije con voz temblorosa. - 254 -

Sus manos lentamente descendieron por mis brazos hasta que llegaron a mis manos y las agarró con fuerza entre las suyas, entrelazando nuestros dedos. "Sé eso también", susurró. Antes de que pudiera preguntarle cómo lo sabía, su expresión se endureció. "Me gustaría tener tiempo para explicarte las cosas ahora mismo, Bella, porque hay muchas cosas que necesito decirte". Él me miró sin decir nada durante dos segundos y tragó con dificultad. Sus ojos se fueron hacia su reloj y se me acercó de nuevo. Pero su expresión había cambiado una vez más. Sus ojos eran oscuros e intensos, y casi pude jurar que vi el miedo detrás de ellos. Eso envió una onda de miedo a través de mi propia médula espinal, porque de repente reconocí esa mirada como la misma que me dio en mi sueño hacía mucho tiempo, cuando estaba corriendo por el bosque conmigo. Él tenía miedo, pero no por él, sino por mí. Y de repente me di cuenta de que él me había estado llamando... Bella. Él lo hizo de nuevo. "Bella, voy a pedirte que me des tu confianza ahora. Sé que es difícil para ti hacerlo, y sé que no he hecho nada para ganarla, pero la necesito ahora más que nunca". Asentí con la cabeza rápidamente. "Tienes que salir de esta casa ahora. No después de la cena. No en un par de horas. AHORA", subrayó. "¿Por qué-" Oímos pasos en el vestíbulo, lentos y constantes. Los dos nos pusimos rígidos. Anthony puso un dedo sobre sus labios y yo asentí. Él apretó su cuerpo contra el mío otra vez y me tuvo envuelta en sus brazos. Pude sentir su corazón latir por encima de mí, y aunque sabía que estamos en peligro, no me sentí tan segura en años. Después de un par de minutos los pasos se alejaron, desvaneciéndose en la dirección del pasillo que conducía a la biblioteca. Anthony me tuvo en su contra por un par de minutos, y luego, con cuidado, se retiró, pero sus dedos se apretaron posesivamente contra de mis caderas. "Bella, no hay más tiempo que perder. Tienes que irte". - 255 -

"Ven conmigo", le rogué, me temblaba la voz. Sonrió suavemente. "Lo haré". "¿Qué pasa... qué pasa con Alexa?". "Ella es sólo una amiga", dijo rápidamente. Él miró su reloj de nuevo y me volvió a mirar solemnemente. "Pero algo va a pasar en veinte minutos y tengo que estar aquí". Fruncí el ceño con desconcierto total. "¿Qué va a pasar-" "¡Ahora no, Bella!", silbó desesperadamente. "Te prometo que voy a contártelo todo, pero no ahora", sus ojos se pusieron en los míos con atención. "¿Te acuerdas de cuando nos encontramos un par de noches atrás?", él sacudió la cabeza con rapidez. "No lo digas, ¿pero lo recuerdas, no?". Lo miré. "Anthony estás... estás confundiéndome-" Agarró mi cara entre sus manos otra vez. "¡Maldita sea, Bella!, ¿por qué has tenido que tomarte esa copa de vino? ¡Te necesito centrada en el juego esta noche!". "¡Estoy centrada en el juego!", resoplé indignada. Él sonrió. "¿Te acuerdas?", preguntó de nuevo. "¡Sí!", dije rápidamente. "Sí, lo recuerdo". Sus ojos se inundaron con alivio. "Nos encontraremos allí en" - él miró su reloj de nuevo - "noventa minutos". "¿Y luego me dirás lo que está pasando?", le pregunté. "¡Sí! ¡Sí!", él respondió. "Te diré lo que está pasando", sus manos se movieron hasta mi cuello y agarró mi cuero cabelludo, poniendo su boca en la mía a toda prisa. Me besó áspera y ansiosamente. "Dime que estarás allí", exigió contra mi boca. Le miré a los ojos. No tenía ni idea de lo que estaba pasando, y él tenía razón, no estaba centrada en el juego, porque sentí como si yo debiera saberlo. La respuesta - 256 -

estaba justo ahí, pero mi cabeza nadaba. Estaba un poco mareada, todo parecía surrealista. Pero el miedo en sus ojos, eso era bastante real, así que le dije lo que quiso oír, porque yo haría todo lo posible para estar allí. "Estaré allí". Me sostuvo la mirada con recelo. Yo envolví mis manos alrededor de su cara, pasando mis dedos a través de su mandíbula fuerte y cuadrada. Él puso sus manos sobre las mías y entrelazó nuestros dedos. "Anthony" - no entendí por qué, pero él se estremeció cuando dije su nombre "estaré allí", le aseguré. Entonces le besé suave y tiernamente. Él se vio como aturdido, como me sentí yo cuando él se retiró, y uno a uno desenredamos nuestros dedos. Él dejó caer la cabeza y la movió de lado a lado, escuchando atentamente el movimiento más allá de nosotros. "Vete", me ordenó. Asentí con la cabeza y me quité los tacones, dejándolos debajo de las escaleras. Él frunció el ceño, pero antes de que pudiera entender lo que yo estaba haciendo, me agarré de la barandilla superior y subí mis piernas. Las envolví alrededor de la barandilla y giré el resto de mi cuerpo otra vez, aterrizando en silencio en la parte superior de las escaleras. "¡Bella, no!", Anthony silbó. Pero yo estaba detrás de la puerta del dormitorio de James, cerrándola justo cuando él tenía todo su cuerpo contra ella. "¡Bella!", él silbó violentamente. "¡Anthony, sólo tengo que encontrar algo!". "¡Bella, tienes que estar fuera de esta casa en quince minutos!", gruñó ferozmente. "¡Me iré, Anthony! ¡Lo juro! ¡Ahora ve y mantén a James ocupado!", él empujó la puerta unas cuantas veces más. Entonces se detuvo de repente. Cuando habló de nuevo era tan bajo que tuve que esforzarme para oírlo. "Cristo Bella, será mejor que estés allí". - 257 -

Le oí alejarse y luego oí las voces en la parte inferior de la escalera. Ahí fue cuando me di la vuelta y comencé a buscar por la habitación del doctor James Penn.

Ahora van unos capitulos... bastante entretenidos, jajaja. Seguramente la semana que viene empiece a subir todos los dias, me queda el epilogo por traducir :(

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 17 El salto Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Canciónrecomendada: Hearing Damage de Thom Yorke. Sigamos con otra capitulo bastante entretenido, vamos a ver si Bella logra escapar de la casa antes de la redada :)

Capítulo 17 -El Salto EPOV Ella se encerró en la habitación de James. Me empujé contra la puerta, pero no se movió, y si empujaba con más fuerza iban a escuchar el ruido"Estoy seguro de que volverá pronto", oí decir a Alice a través de mi auricular. "Esto está un poco cargado. James, ¿por qué no me hablas de todos estos títulos y certificados que tienes colgados en las paredes de aquí?". James estaba poniéndose muy nervioso. Tenía que volver allí y distraerle antes de que viniera a buscar a Bella. "Cristo, Bella" - silbé contra la puerta - "será mejor que estés allí". Luchando contra todos los instintos, me alejé, dando los pasos hacia abajo de dos en dos. "Trece minutos, Edward", Rosalie me advirtió sobre mi auricular. "Tengo una muy buena vista de Swan a través de la ventana", dijo Emmett. "Mierda, está haciendo un desastre en la habitación", respiró. Me froté la frente bruscamente, tratando de averiguar qué diablos estaba haciendo allí y cómo diablos se suponía que debía mantener a James alejado de buscarla durante los próximos trece minutos. Cuando miré hacia arriba, Laurent - 259 -

estaba de pie en el pie de la escalera con Félix, uno de los chicos de Horizon Pharm. La sonrisa en el rostro de Laurent me ponía de punta el vello de mis brazos. Era la sonrisa de una serpiente que te sorprendía con la manzana proverbial. Al instante me puse en estado de alerta, pero terminé mi descenso con seguridad, poniendo una expresión en blanco en mi cara. "Laurent, Félix", yo sonreí. "¿Qué está pasando, chicos?". "No mucho", Laurent respondió. "Simplemente caminamos alrededor... Félix y yo nos aburríamos esperando para la cena y hemos decidido dar un paseo... encontrar un rincón tranquilo y agradable..." No me gustó en absoluto la forma en la que sonrió. Me encogí de hombros. "Sí, bueno, disfrutad", les dije y me moví a su alrededor, como si regresara a la biblioteca. "Diez minutos, Edward", Emmett me advirtió. "¿Cuánto tiempo has estado follándotela?", Laurent dijo en voz alta con indiferencia. Me quedé paralizado por un momento y luego me di la vuelta lentamente, estrechando los ojos. "¿Qué dices?", pregunté. Él estaba sonriendo ampliamente. "Ya sabes, la novia de James, Marie. ¿Cuánto tiempo has estado follándotela?". "¡Mierda!", Emmett rugió después de haber oído la pregunta de Laurent. "Cullen, ¿necesitas que te saque?". "Y esta estatua de aquí" - Alice preguntó - "¿de dónde sacaste esta?". "No", dije de manera sucinta en respuesta a Emmett, antes de poner de nuevo mi atención en Laurent. "No sé de lo que estás hablando". Laurent resopló y miró a Félix. Compartieron una sonrisa. "¿En serio?", Laurent se rió, dando una mirada cómplice a Félix antes de que sus ojos vagaran a la habitación de James. "¿Entonces con quién estabas allí? Porque yo - 260 -

sé que no era tu novia. Ella está en la biblioteca. ¿Y a quién le susurrabas tan íntimamente debajo de las escaleras?". "Maldita sea Edward, tienes ocho minutos para hacer frente a esto", dijo Rosalie ansiosa. Apreté la mandíbula y me encontré con la mirada de Laurent, mis fosas nasales quemaban. "¿Sabes qué?", Laurent preguntó. "¿Por qué no simplemente le preguntamos a James si sabe dónde está su pequeño pedazo de culo es en este momento y lo que ella ha estado haciendo-" Yo saqué mi pistola de mi funda y la sostuve entre mis manos, apuntándola hacia él y Félix antes de que pudiera terminar la frase. "Arriba las manos donde las pueda ver, daros la vuelta lentamente y en silencio, y salid por esa puerta", yo siseé. Los ojos de Laurent y de Félix se ensancharon. Ambos levantaron sus manos lentamente. Laurent frunció el ceño hacia mí. "¡Siempre supe que había una razón por la que no me gustabas, maldito pedazo de mierda!", escupió con desprecio. "Pero no" - gritó - "James no quiso escucharme. ¡Él confiaba plenamente en que este estúpido idiota!". "¡Seis minutos, Edward!", Rosalie me advirtió. "¡Cierra la boca" - yo gruñí humildemente - "y salid por esa puerta!". Ambos me miraron con el asesinato puro en sus ojos y el pecho agitado. "¡Mierda, creo que Swan ha encontrado algo detrás del cuadro que hay sobre la cama de James!", Emmett exclamó. "¡Es una caja fuerte!". "¡Vamos!", les ordené a Laurent y a Félix cuando no se movieron. Ambos se volvieron lentamente y los seguí, mi pulso latía muy rápido. "¡Swan está sacando unos auriculares y algunas herramientas poco cools de su bolso! Maldita sea, ¿de dónde ha consiguió esos pequeños y divertidos juguetes y dónde puedo hacer mi pedido?", resopló con incredulidad. - 261 -

Tenía cinco minutos para salir de aquí antes de que James se diera cuenta de lo que estaba pasando. Y luego tenía que volver y conseguir que BellaFélix se dio la vuelta de repente y me cogió por el arma. Apreté el gatillo. Cuando la bala silenciada chocó contra su pecho, su cuerpo se sacudió y se dio la vuelta antes de caer al suelo. Laurent trató de aprovecharse de la mala suerte de Félix y se lanzó a por la pistola. Su mano se envolvió alrededor de ella antes de que yo pudiera apuntarle y él empujó mis manos hacia abajo, golpeándome violentamente con la otra mano. Me golpeó en la cara y me caí hacia atrás, dejando ir la pistola con una mano y dándole un puñetazo en la cara. Él se fue hacia atrás, pero entonces se lanzó desesperadamente hacia el arma de nuevo, cogiéndola con ambas manos. "¡Cullen! ¡Cullen ¿qué diablos está pasando?", Emmett exigió a través del auricular, pero yo tuve que ignorarlo mientras golpeaba con el codo a un costado de Laurent. Él jadeó y volvió, se negaba a darse por vencido. Con los ojos desorbitados y determinados, vino a por mí otra vez, y yo apreté el gatillo, poniendo una bala en su corazón. Sus ojos se ampliaron una vez más antes de que él se escabullera en el suelo. "¡Edward!", Rosalie gritó. "¡Edward! ¿Estás bien?". Me quedé mirando los cuerpos sin vida en frente de mí, mi respiración era agitada y superficial. "Tengo dos cuerpos que necesito sacar de aquí ahora", murmuré rápidamente. "¡Agente Samuels, entre y ayude al Agente Cullen a mover los cadáveres!", Whitlock ordenó. "Alice, ya lo tengo bajo control, pero tienes que mantener a James ocupado", dije, sabiendo que Alice, probablemente, estaba enloqueciendo justo ahora. "James, Anthony me dijo que eres el hombre al que ir para buscar asesoramiento de inversión. Tengo una pequeña cuenta de ahorros..." Pude recoger el cuerpo de Laurent y echármelo por encima del hombro. Cuando abrí la puerta sin hacer ruido, un agente estaba andando de tres en tres pasos. Sin decir una palabra, él me cogió el cuerpo y lo llevó hasta la furgoneta negra parada en el lado de la casa. Fui corriendo de nuevo y recogí el cuerpo de Félix, llevándoselo a Samuels, quien ya estaba esperando. Se lo entregué y Samuels se lo - 262 -

llevó de forma rápida y desapareció en la furgoneta. "Em, ¿todavía la puedes ver?", dije con rapidez mientras hacía mi camino de regreso a la casa. Saqué un pañuelo de emergencia de mi bolsillo y limpié el pequeño residuo de sangre en el inmaculado suelo de mármol blanco de James. "Sí. Ella todavía está tratando de conseguir abrir la caja fuerte. ¡Maldición Swan, lárgate!", se quejó, todos los rastros de su sentido del humor de antes se habían ido. "¿Qué demonios quiere?", Rosalie chilló. "¡Ella no puede coger nada! ¡Tenemos órdenes para registrar la propiedad! ¡Todo allí es una posible prueba!". "¡Dos minutos, Edward!", Emmett dijo. "¡Whitlock, necesito más tiempo!", rogué, haciendo mi camino hacia la escalera. "¡Estamos fuera de tiempo!", Whitlock gritó. "¡Sácala de allí ahora o ve hacia abajo con el resto!". Fui de tres pasos en tres las tres cuartas partes del camino antes de escuchar a Alice sobre mi auricular. "Iré contigo, James, si no te importa", dijo Alice. "Creo que necesito algo de aire fresco también. ¡Seguro que está cargado esto!". ¡Mierda! Miré hacia las escaleras con desesperación, cerrando los ojos durante unos instantes. ¡Maldita sea, Bella! ¡Sal de ahí! Corrí hacia abajo, pasándome una mano salvajemente por el pelo y enderezando mi traje justo antes de que James y Alice aparecieran por el pasillo. "Lexie, cariño, estaba yendo a tu encuentro", le dije amablemente, acercándome a Alice. La tomé del brazo y le di un beso en la boca. "James estaba haciéndome compañía", dijo Alice, sonriendo dulcemente. James frunció el ceño. "Tony, ¿has visto a Marie? Ella salió a tomar el aire hace unos minutos..." - 263 -

Sacudí la cabeza y me encogí de hombros. "Laurent y Félix están perdidos también, pero conociendo a esos dos...", reflexionó. Entonces sus arrugas se profundizaron. "De todos modos, ¿dónde estabas tú?". "Le pedí que saliera corriendo al coche a buscar algo para mí", respondió Alice. "¿Has encontrado mis tampones, cariño?". "Los tengo", le respondí, acariciando mi bolsillo. James se estremeció y me golpeó en el hombro. "Eres mejor que yo, hombre". "Un minuto", Rosalie dijo. "Todos los agentes en posición". Bella estaba todavía allí. "¡Ella tiene que irse! ¡Ella tiene que irse!", Emmett gritó de repente. "¿Dónde diablos está Marie?", James preguntó. Un golpe sonó bruscamente a través del techo, justo debajo de su dormitorio. Los ojos de James se dispararon. "Hey James, ¿ya está la cena lista?", le pregunté mientras Alice y yo nos movíamos hacia la biblioteca, tratando de guiarle en esa dirección. Pero él se quedó quieto, sus ojos fijos hacia su dormitorio. La arruga de su frente aumentó aún más. "Treinta segundos", Rose dijo. "Agentes Cullen y Brandon, preparaos. Van a entrar". "¡Swan está vaciando la caja fuerte!", Emmett anunció. "¡Está tirando todo a un lado, cogiendo unos papeles... mierda, no puedo ver!". "¡Maldita sea!", Rosalie gruñó. "¡Esa es nuestra prueba! ¡Que todos los agentes se muevan! ¡Ahora, ahora, ahora!". Dios, no. Bella... James se movió hacia las escaleras con energía y yo me puse justo detrás de él, mi - 264 -

mano se cerró alrededor de mi arma... La puerta se abrió de golpe, Whitlock en el frente, vestido de negro. Llevaba un chaleco antibalas con las letras FBI impresas en blanco en la parte delantera y trasera. Alice jadeó y James se congeló en la escalera. "¡FBI, que nadie se mueva!", Whitlock dijo en voz alta con la pistola en una mano y la insignia en la otra. Más de una docena de otros agentes se movieron detrás de él. "¡Vamos! ¡Vamos!", ordenó. Una cuarta parte de los agentes permanecieron en el hall de la entrada con nosotros, mientras que el resto se movió a través de la casa. De repente el sonido de cristales rotos resonó desde arriba. La cabeza de James se fue hacia su dormitorio. "¿Qué?". "¡Swan está saliendo por la ventana!", Emmett gritó. "¡Mierda, hay como dos metros desde allá arriba! ¿No estará realmente pensando en saltar, verdad?". Cerré los ojos y agité mi cabeza, porque sí, estaba bastante seguro de que ella iba a saltar "¿Qué diablos es esto?", James rugió azotando su cabeza hacia atrás, hacia Whitlock. "Usted no tiene derecho-" "¿El Dr. James Penn?", Whitlock preguntó. James asintió con la cabeza con enfado. Whitlock se dirigió a mí ahora. "¿El doctor Anthony Masen?". Le di un saludo breve y superficial. "¡Ha saltado!", Emmett exclamó, y todo el aire salió de mis pulmones hasta que volvió a exclamar dos segundos más tarde: "¡Lo ha hecho! ¡Lo ha hecho!", él se rió incrédulo. "¡Seriamente necesitamos contratar a esa chica!", su voz adquirió un tono más serio. "Todos los agentes sobre el terreno, no os acerquéis a Swan. ¡Repito! ¡No os acerquéis a Swan! ¡Joder, que rápida es! ¡Woohoo!". Exhalé a través de los labios entrecerrados, pero James tomó eso como otra cosa. "Cálmate, Tony. Estos imbéciles no tienen derecho a estar aquí. Cálmate". - 265 -

"¿Qué quieres decir con 'no os acerquéis a ella'?", Rosalie gritó con furia. "¡Ella se ha llevado pruebas de la escena! ¡Tenemos que encontrarla!". "Edward alcanzará a Swan. ¡Nosotros no tenemos que acercarnos a ella!", Emmett le dijo. "¡Maldita sea!", Rosalie le gritó y oí fuerte golpes, como si alguien hubiera golpeado sus manos hacia abajo con rabia. "Tenemos órdenes de arresto en su contra, Dr. Penn, así como en contra del Dr. Masen", Whitlock confirmó, haciendo caso omiso de lo que estaba pasando en la furgoneta de vigilancia. "Y contra Laurent Sands, Kate Shaw, Demetri Michaels, Felix Silvers y Cayo Trent", Whitlock dijo en voz alta. "También tenemos una orden para registrar toda la propiedad". De repente Rosalie dijo con enfado: "¡Al diablo con esto! ¡Swan se ha llevado pruebas de la escena! ¡Voy a ir tras ella! ¡Agentes Stewart y Rivera, conmigo!". Si había alguna mujer que pudiera llegar a Bella, era Rose. A pesar de la peligrosa situación en la que estábamos con James aquí, no pude frenarme. "¡No!", grité. "¡Agente Cullen, tu hermano dejó en claro que nadie se acercara a ella! ¡Rosalie!", oí a Emmett gritar. "¡Rosalie! ¡Aww mierda!", se quejó y luego oí más golpes alrededor. Yo gruñí en voz alta y puse mis manos en puños. Todo el mundo me miró. "¡Tony, cálmate!", James silbó. "¡Mis abogados se harán cargo de esto!". Yo le miré, las uñas se clavaron en mis palmas hasta que sentí la sangre caliente por mis venas. Si no fuera por ese hijo de puta asesino de mierda, Bella no estaría en esta situación. Quería matarlo para poder saborearlo. "Tened en cuenta" - Emmett anunció - "que los Agentes R. Cullen, Stewart y Rivera están buscando a Isabella Swan. Actualmente están bajando el lago..." - 266 -

"Anthony, cariño" - Alice dijo con voz temblorosa - "cálmate. Todo va a estar bien", por la forma en la que lo dijo, yo sabía que ella está hablando de lo que estaba pasando con Bella. Pero no me podía calmar. Rosalie persiguiendo a Bella. Tenía que llegar a Bella. Ahora. Debió haber algo en mi cara, en la rigidez de mi cuerpo, algo que Whitlock pudo ver o sentir que le advirtió del hecho de que estaba cerca de dos segundos de salir corriendo de aquí y de condenar la cubierta. Él señaló a otro agente de campo y el agente se acercó a mí, mientras él se acercaba a James Whitlock. "Dr. James Penn, tiene derecho a guardar silencio. Todo lo que diga...", él arrestó a James. Otro agente me arrestó a mí y comenzó a leerme mis derechos. "Rosalie, ¿cuál es tu posición?", Emmett exigió con voz atronadora. Rosalie le dio a Emmett su posición mientras yo esperaba con ansiedad que el agente de campo terminara de leer mis derechos, mis fosas nasales estaban abiertas con violencia. Entonces otros agentes aparecieron por el vestíbulo, con una Kate con ojos llorosos, así como con Demetri y con Cayo. "James, Tony, ¿qué está pasando?", gritó Kate. Ni siquiera pude mirarla en ese momento, porque si lo hacía, con las lágrimas de cocodrilo corriendo por su rostro, yo podría sacar mi pistola hacia ella también. "Nosotros nos encargaremos de esto, Kate", respondió James. "Voy a llamar a tu abogado, bebé", Garrett la arrulló con el rostro ceniciento. "Todo irá bien". Por fin el agente terminó de leer mis derechos y me agarró del brazo. Whitlock movió la cabeza hacia la puerta. "Cárgalo en la segunda furgoneta. Yo me quedaré con la primera y nos encontraremos en la sede". - 267 -

El agente asintió con la cabeza y me llevó lejos. Los ojos de James me miraron cuidadosamente mientras yo le pasaba. "Ni una sola palabra, Tony, hasta que los abogados lleguen". Yo le miré y no contesté, porque si abría la boca ahora mismo iba a destrozar este jodido caso. Y entonces James miró hacia arriba una última vez. Él resopló una palabra con sarcasmo. "Marie". oooooooooo Dos agentes de campo me acompañaron hasta la furgoneta. Cuando doblamos la esquina, me soltaron. "¡Quítame de encima estas esposas de mierda!". Un agente las abrió y el otro las quitó de mis muñecas. Me subí encima del asiento y empujé al conductor fuera del camino. "¡Fuera!", les ordené a los dos. Ambos salieron corriendo de la camioneta. "Rosalie, ¿dónde estás?", exigí. "Me he encontrado con ella en los viejos almacenes de Sutton, pero ha salido corriendo cuando la he llamado". "¡Dios, maldita sea, Rosalie! ¡Detente!". "¡De ninguna manera!", Rosalie dijo desafiante. "Ella se ha llevado la prueba de la escena, Edward, la estoy buscando por Sutton. Creo que ella está en uno de los almacenes. Stewart y Rivera me están ayudando a buscarla". Golpeé el volante, derrapando los neumáticos de la camioneta mientras hacía mi camino hacia la zona del viejo almacén. Cuando alcanzara a Rose, la mataría también. Las calles eran oscuras y desiertas cuando llegué a Sutton. Muy poca gente - 268 -

paseaba por esa zona por la noche, y los que lo hacían se aseguraban de quedarse fuera de la vista cuando veían camionetas negras aproximándose. Yo conduje, mis ojos buscaron, mi corazón latió con fuerza en mi pecho mientras miré desde un edificio a otro. Pero todos ellos tenían el mismo aspecto, oscuros, sucios, ventanas rotas, escaleras de incendios oxidadas. "¿Dónde estás, Rose?" "En la esquina del edificio Sutton y Craig. Creo que acabo de verla… ¡mierda, acaba de saltar por el techo hasta el edificio de al lado, estoy en su búsqueda!". "¡No! ¡Rose, no! ¡Detente, maldita sea! ¡No la persigas!". Pero Rosalie me ignoró. "¡Mierdaaaa!", yo rugí. La furgoneta fue por las calles hasta llegar al edificio de la esquina. Fui hasta lo alto y salté, mis pies se golpearon en el cemento mientras me empujé tan rápido como me fue posible. "¡Ella acaba de saltar al techo siguiente!", Rosalie gritó. "¡Maldita sea! Stewart, Rivera, atraparla en el final del bloque. El último edificio en la esquina. ¡Ella no va a ser capaz de hacer ese salto!". "¡No!", yo le grité. "¡Stewart, Rivera, deteneos!". Pero mi auricular no estaba en sintonía con los suyos, ellos sólo escuchaban a Rosalie. Sintiendo que todo mi corazón estaba a punto de explotar en mi pecho, me empujé a mí mismo aún más. Mis piernas dolían, pero tenía que llegar allí antes que Rose, Stewart y Rivera. Tenía que llegar a Bella antes de que llegara a ese último salto, porque yo conocía mejor a Bella que Rose. Rose había dicho que no iba a hacer ese salto, pero Bella saltaría si tenía que hacerlo. Ella estaba siendo perseguida. Ella había estado bebiendo. Jesús, tenía que llegar a ella primero. - 269 -

Cuando llegué al final del bloque, lancé todo mi cuerpo contra la puerta. Se abrió con un fuerte golpe, suciedad y partículas flotaron en la oscuridad. Sin aliento, fui de tres en tres pasos, incluso de cuatro en cuatro, y por un momento, por una fracción de segundo, creí que sentí lo que Bella debía sentir cuando estaba volando, alegría, emoción por la velocidad a la que ni siquiera sabía que podías llegar. Pero se fue demasiado rápido, porque tenía que llegar a ella. No podía pensar, no me podía concentrar, no podía dejar que sintiera eso hasta que la alcanzara. Cuando vi el familiar chaleco negro con grandes letras mayúsculas y blancas delante de mí, me di cuenta de que alguien me había ganado. Ellos comenzaron la persecución antes y uno de ellos había llegado a la cima de la escalera un par de segundos antes que yo. Cuando se dio la vuelta, no tuve tiempo para razonar con él, no tuve tiempo para explicarle. Sus ojos se abrieron por la sorpresa justo antes de que yo tomara su cabeza y la golpeara contra la pared. Fui por la puerta de acceso hasta que abrí la azotea y entré. Ahí estaba Bella, de pie en la cornisa del edificio. "¡Bella!", la llamé. Salió áspero y desigual. Pero ella me escuchó y se volvió, y cuando sus ojos se encontraron con los míos, se inundan con alivio mientras me miraba. "¡Anthony!", ella jadeó, saltando de la cornisa y corriendo hacia mí, y finalmente, estuvo en mis brazos. La abracé con fuerza y me deleité con la sensación de ella, con el olor de su vida y su sudor, su pelo estaba revuelto, enredado y mojado por la lluvia que había empezado a caer de los cielos oscuros. Nunca había estado tan aterrorizado y a la vez tan eufórico en mi vida. "¡Anthony! Dios, Anthony, no estaba segura de si habías escapado", murmuró contra mi pecho. "Shh, Bella, está bien", le aseguré sin aliento, deslizando mis manos por su pelo mojado, con un suspiro de satisfacción. "Está bien". "¡Estaba tan asustada, Anthony! ¡He venido a tu encuentro, pero luego han comenzado a perseguirme!", ella me miró e incluso a través de sus lentillas azules pude ver el terror en sus ojos. "Tengo que mostrarte algo, pero tenemos que irnos primero, Anthony", dijo con los ojos abiertos, tirando de mi brazo. "Todavía nos - 270 -

están persiguiendo. Tenemos que conseguir-" La puerta de la azotea se abrió de golpe detrás de mí. Los ojos de Bella se movieron más allá de mí y se ampliaron por el horror. "¡Isabella Swan, las manos hacia arriba y de rodillas!", Rosalie gritó. Yo azoté mi cabeza. Mi hermana tenía un M-5 apuntando a Bella. Bella soltó mi mano y rápidamente puso sus manos en alto. "¡NO!", yo rugí. "¡Detente, Agente!". Rosalie me ignoró. Diez minutos mayor que yo, y una vida entera más inteligente, ella juraba. Ella no escuchaba. Ella nunca escuchaba. Yo me volteé de nuevo. Bella tenía sus manos sobre la cabeza, hundiéndola lentamente sobre sus rodillas. Ella estaba mirando directamente a la pistola y la mirada en su cara... nunca había visto tanto miedo en sus ojos. "Por favor", rogó con una mansa y agitada voz que yo nunca había oído en ella. "Anthony no tiene nada que ver con esto. Por favor. Que se vaya. Él no sabía lo que ellos estaban haciendo. Yo no voy a correr, lo prometo. Te daré los papeles que he cogido y verás que él no tiene nada que ver con esto. Por favor. Sólo déjalo ir". "Bella". Rosalie no le hizo caso. "Agente Cullen, espósala", dijo ella sin apartar los ojos de Bella. Me di la vuelta de nuevo, poniéndome de pie delante de Bella, bloqueándola. "Detente AHORA, Rosalie, o te juro por Dios...", mis manos se contrajeron a mis costados. Ella por fin volvió sus ojos hacia mí, confundida y enfadada. "¡Maldita sea, Edward, eres un agente federal! ¡Haz tu trabajo de mierda y esposa a la sospechosa!". Me di la vuelta y los ojos de Bella mi miraron. Tantas emociones bailaron por su bello rostro. En la oscuridad, ya no se veía bronceada, sino pálida por el miedo. Incluso a través de las lentillas, sus ojos - 271 -

brillaron como lo hicieron la primera vez que vi en ellos en ese simposio en Hawái. Estaba aterrorizada, pude ver su agitación. Ella estaba ansiosa. Ella estaba nerviosa. Pero sobre todo, estaba confundida. Ella inclinó la cabeza hacia un lado y me estudió por lo que se sintió como una eternidad. Nunca había querido disminuir y desaparecer tanto como en ese momento. Así no era como yo quería que se enterara, porque pude ver lo que estaba empezando a pasar por su cabeza. "¿Agente... Cullen?", repitió lentamente. Ella parpadeó unas cuantas veces, luchando contra lo que yo pude ver que se estaba figurando. "¡Edward, maldita sea, deja de parecer ante ella como un cachorro enfermo de amor y golpea a la puta!". "¡Rosalie, detente!", yo le grité sin apartar los ojos de Bella. "¿Ed-ward?", Bella repitió. Ella entrecerró los ojos hacia mí, y fue como si me hubiera mirado por primera vez. "Eres... eres un agente del FBI", la forma en la que lo dijo, como si de repente fuera algo tan obvio. "Bella, permíteme explicártelo". No había palabras para salir. "Todo este tiempo", susurró después de unos segundos. "Todo este tiempo todo ha sido… una mentira", su voz se quebró, y de repente el dolor y la traición fueron tan prominentes en sus ojos que me estremecí como si físicamente hubiera sentido lo mismo. "Bella no..." Su rostro se quedó en blanco. No fue como si lo hubiera visto hacer tantas veces antes. Eso fue diferente. Una furia fría llenó su cara por un momento, eso me asustó, como si todo lo que ella había sido siempre, todo lo que ella había creído, de repente se filtrara fuera de ella y lo único que quedara fuera esa cáscara fría y traicionada. - 272 -

"Agente Cullen", repitió una vez más, pero su voz había cambiado. Era fresca y burlona, como cuando ella me llamó 'doc', pero mil veces peor. "¿Así que entonces es aquí donde termina nuestro juego, Agente Cullen?". "Bella. No", repetí con firmeza. Pero esta vez hubo una advertencia en mi tono, porque había oído algo peligroso en el suyo. Ella era imprudente en las mejores circunstancias. Yo no quería ni pensar lo que iba a intentar ahora. "Tienes razón. No lo es", dijo ella. En un abrir y cerrar de ojos ella estuvo fuera de sus rodillas y en el borde otra vez. "¡Detente!", Rose y yo gritamos al mismo tiempo. Pero Bella no dudó. Ella saltó y algo tintineó mientras ella se elevó. Pero eso no fue todo. Era demasiado amplio. Y ella había bebido un vaso de vino. Y ella tenía miedo. Y estaba herida. Y enfadada.

Ohh, Bella ya sabe quien es Edward... ¿qué os ha parecido la forma en la que se ha enterado? Nos vemos el lunes y creo que ya todos los dias, voy a adelantar este finde :)

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, - 273 -

DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 18 La persecución Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Canciónrecomendada: Once Again, Hearing Damage de Thom Yorke.

Hola... sé que hoy no toca, pero quería daros una sorpresa :) Mañana no se si me dará tiempo a subir sino pues ya teneis este hoy, jejeje. Es cortito, pero bueno, vamo a ver qué pasa con la huida de Bella ;)

Capítulo 18 -La persecución BPOV Estaba volando. Durante dos segundos eso fue lo que importó. Dejé todo lo demás atrás. Las mentiras, las traiciones. James. Kate. Anthony. Edward. Les dejé a todos atrás. Mis brazos y piernas volaron por el aire, como si estuviera literalmente corriendo, pero la velocidad, la emoción, sólo duró dos segundos y luego aterricé, y no miré el salto lo suficientemente bien. El vino. El vino de mierda. Mis brazos fallaron y me agarré a la cornisa, tratando de pararme, pero mis manos empezaron a deslizarse y los dedos se dejaron ir uno por uno... Me caí hacia atrás y aterricé fuertemente sobre la escalera de incendios, golpeándome las costillas en la barandilla. Los espasmos del tormento se dispararon a través de mi pecho. Jadeé y mantuve un gemido, porque sabía que él me estaba mirando, y me negaba a darle más de mi dolor, de cualquier manera o forma. "¡Bella!", Anthony, o Edward, o quién diablos estuviera gritando desde el otro lado, desde el techo del edificio que acababa de dejar. "¡Bella, espera!", rogó, como si le importara una mierda aparte de ser parte de su caso. - 275 -

Pero iba a aguantar. No por él. Por mí. Yo era todo lo que me quedaba. Me obligué a levantarme y salté a la cornisa de nuevo, enterrando mis uñas en el ladrillo y cemento, y me tiré, todo mi cuerpo estaba dolorido por donde me había golpeado y magullado. Pero convertí el dolor en determinación otra vez. El sudor en las palmas de mis manos, el tacto de sus ojos en mí desde el otro lado del edificio, todo se convirtió en una razón para tener éxito. Pasé mi pierna por encima de la repisa y cavé mi pie en alguna grieta que encontré en el otro lado, y tiré de mi cuerpo otra vez. Aterricé en el otro lado con un ruido sordo, muy a diferencia de los aterrizajes suaves y limpios a los que estaba acostumbrada. Pero a pesar de que mis pulmones ardían con cada respiración que tomaba, el dolor se irradiaba en partes de las que no había sido aún consciente, pude sentir el dolor, me obligué a sentarme y luego me puse de pie, y cuando miré hacia arriba, él estaba mirándome, sin habla, su bonita boca estúpidamente abierta. Al igual que me miró en Hawái hacía mucho tiempo. He pasado por cosas peores, Edward / Anthony. Tú no me vas a atrapar tan fácilmente. Le sonreí, fría y serena. Yo nunca le dejaría saber cómo me sentía de rota y lo mucho que me dolía tanto por dentro como por fuera. Y entonces la estúpida de mierda de la rubia apareció a través de la puerta de la azotea, y supe que la persecución empezaba de nuevo. Ahí tienes, perra. Corrí hacia el otro extremo del edificio y el salto era un paseo por las nubes en comparación con lo que acababa de hacer. Así que a mi entender, a pesar de que cada músculo de mi cuerpo me estaba quemando, corrí hacia la siguiente saliente y tomé ese salto también. Estuve en mi tercer edificio antes de escuchar pasos detrás de mí, y yo ni siquiera necesité girarme para saber quién era. Él nunca me dejaría sola, pero ahora yo sabía por qué. Ahora entendía por qué él era el médico más bien tonificado y ágil que había visto en mi vida. Ahora entendía cómo sabía tanto todo el tiempo. Por qué nunca me había delatado a James. Yo era un caso para él, una investigación, un testigo. Él me necesitaba, pero no de la misma forma que yo le necesitaba. En lugar de tomar el siguiente salto, corrí a la puerta de la azotea del edificio y tiré para abrirla, volando por la escalera oscura y estrecha. - 276 -

"¡Bella, espera!", él me llamó. Yo no me detuve. No le escuché. No miré hacia arriba. Su voz me hizo ir más rápido. Y entonces oí a alguien subiendo la escalera, y cuando ella se acercó lo suficiente, me di cuenta de que era la rubia. Joder, ella era otra rápida. Ellos pensaban que me tenían atrapada, uno desde arriba, uno desde abajo. Pero no me conocían. No sabían lo que yo había pasado. Me agarré a la barandilla y salté - volé - el resto del camino hacia abajo, mis brazos se levantaron por encima de mí. "¡Mph!" Cuando aterricé, me caí de rodillas y miré hacia arriba. La rubia estaba congelada, mirándome con incredulidad. Me reí de ella, pero Edward / Anthony saltó la barandilla, listo para hacer la misma jugada. Por supuesto. Agente estúpido y vigoroso del FBI. Corrí a través de la primera planta, haciendo mi camino a través del oscuro laberinto de habitaciones hasta llegar a las puertas de salida y abrirlas, corriendo por las calles oscuras. "¡Para Bella, por favor!". Atrápame si puedes, guapo mentiroso. El cielo estaba abierto ahora y la lluvia caía con fuerza, regando las calles con las gotas precipitándose. Ahora me gustaría haber tenido mi pelo sujeto, porque la lluvia, mi velocidad, todo estaba empujando mi pelo en mi cara, húmedo y pesado, y no tenía tiempo para apartármelo. Él era rápido, y yo necesitaba cada segundo de ventaja que tenía. Mis manos eran mis hélices y necesitaba quedar por delante. Así que corrí, girando por las calles oscuras, ya sin mirar hacia atrás porque cada milisegundo contaba. Con el pelo en mi cara, tardé unos segundos en ver la furgoneta negra que venía directamente hacia mí. Gritaron un alto y un puñado de hombres y mujeres vestidos con chaquetas negras con las letras FBI impresas, aparecieron de forma rápida. Ellos corrieron hacia mí desde la dirección opuesta a la que Edward / Anthony me perseguía. "¡No!", Edward / Anthony rugió. - 277 -

No tuve ni idea de si él estaba hablándome a mí o a ellos, pero no importó de cualquier manera. No dejé que su voz me afectara o me hiciera ir más despacio. Con él detrás de mí y ellos enfrente, no tuve más remedio que pasar por el estrecho callejón a mi izquierda. El callejón era más oscuro que el resto de las calles, sin ningún poste de luz o luces de vecinos. Estaba lleno de basura, latas de refrescos, bolsas de plástico, y un montón de pequeños objetos conspiraron para hacerme tropezar. Pero yo fui a su alrededor, mis piernas me llevaron tan rápido como podían, y cuando miré hacia arriba y vi la valla de metal bloqueando mi camino, seguí sin reducir la velocidad. "¡Bella, espera!". Corrí y salté en el gran cubo de basura verde a unos pocos metros delante de la valla, me giré y agarré la parte superior de la valla para aparecer en el otro lado, aterrizando más suavemente que antes. Por supuesto, todavía lo sentí detrás de mí, arrogante, fuerte, atlético. Pero yo sólo seguí adelante. Oí el tintineo suave alrededor de mi muñeca y una sonrisa se extendió a través de mi cara, porque ahora me podía ir para siempre. Ahora nada ni nadie me podrían detener. Ahí tenéis, hombres. Entonces vi la pared de ladrillo por delante de mí, de por lo menos quince metros. Mis ojos parpadearon a cada lado de ella rápidamente, pero el ladrillo estaba a cada lado, enjaulándome. "¡No!", grité cuando llegué a un punto muerto. No, yo estaba tan cerca. Miré a mí alrededor frenéticamente, en busca de algo para subirme e impulsarme a mí misma con ello. Pero no había nada. Estaba atrapada y acorralada como un animal. "Basta, Bella", oí a Edward / Anthony decir detrás de mí, su voz estaba sin aliento. "No corras más". No me volví. Mi pecho se levantaba, y ahora que me había parado, había empezado a sentir otra vez el dolor en mis pulmones y en mis miembros. Tenía que seguir adelante, porque si me detenía, todo el dolor volvería. Mis ojos vagaron por el callejón con desesperación, y me sequé las gotas de lluvia de los ojos porque estaban borrando mi visión. - 278 -

"Deja de tratar de encontrar una salida, Bella. Puedes correr por kilómetros, pero no voy a dejar que te alejes de mí". "¡Deja de llamarme Bella!", yo le grité con todos mis pulmones, seguía negándome a darle la cara. "¡Nunca me llames Bella!". Tenía que haber algo. Algo con lo que pudiera subir, algo con lo que pudiera escalar. Sentí sus ojos en mí todo el tiempo. Y entonces la vi, la escalera de incendios oxidada y corroída colgaba encima de mí. Estaba alta, pero tal vez si daba un salto bastante grandeDi un salto antes de que pueda terminar mi pensamiento. Las puntas de mis dedos lograron captar la escalera oxidada justo cuando él me rodeó la cintura con sus brazos y me tiró hacia abajo. Junté mis manos como Jake me enseñó y le golpeé en la cara. "¡Oomph!", jadeó, pero se aferró a mí. Me giré en sus brazos y le miré a los ojos por una fracción de segundo, y el parecía frenético. La furia pasó a través de mis venas y le di un puñetazo en el pecho con ambas manos y golpeé sus piernas. Aún no me dejaba ir. "¡Suéltame! ¡Suéltame!", yo le grité. A pesar de todo, él me soltó. Traté de correr por su lado, pero me bloqueó el camino. Se me escapó un grito y solté un golpe sobre su pecho. Lo bloqueó con facilidad. Di una patada frontal, la cual él también bloqueó. Yo golpeé y él bloqueó. Como un alma en pena, dejé escapar un grito escalofriante y traté de golpear su rostro mientras la lluvia caía sobre nosotros y mi pelo mojado daba bofetadas contra nosotros dos. Sin embargo, él bloqueó todo lo que yo le di, su rostro estaba casi desfigurado de manera convincente, con angustia y el dolor. "¡Maldito mentiroso!", grité. "¡Mentiroso! ¡Todo era una mentira!". "¡No, Bella!", gritó de nuevo. "¡No todo era una mentira!", y por un momento pareció tan sincero que quise creerle. Pero me recordé que desde el principio yo sólo era una fuente de información para él, al igual que James, al igual que Kate... "¡Déjame en paz!", yo le grité. "¡No puedo!", gritó de nuevo. "¡No lo haré!". - 279 -

Y luego lo intenté una vez más. Traté de escapar de él, porque si no lo hacía, iba a estar perdida, y él no quería de mí lo mismo que yo quería de él. Di vueltas y levanté la pierna para arriba, lista para lanzarme hacia su pecho con todo lo que tenía... Algo cogió mi pie y lo volvió hacia abajo, un codo se clavó en mi rodilla, y un puño se estrelló contra mi cara. Yo grité de dolor y caí al suelo, momentáneamente sorprendida de que realmente me hubiera golpeado. Con mi cara contra el suelo, me mantuve con mis palmas hacia arriba, chasqueando la lengua hacia fuera mientras probaba la sangre del labio. Entonces escuché un estruendo inimaginable. Un grito de furia tan fuerte que durante unos segundos estuve demasiado asustada como para mirar hacia arriba, porque estaba segura de que iba a conseguir otro golpe en la cara. Pero cuando miré hacia arriba, lo que vi fueron dos hombres con chaquetas del FBI en el suelo húmedo y fangoso a unos metros de mí. Edward / Anthony estaba agachado delante de mí. Miré a mí alrededor y media docena de agentes federales nos rodeaban. "¡Como te acerques más te romperé cada uno de tus miembros!", gruñó bruscamente. Miré hacia los hombres en el suelo. Ellos estaban retorciéndose y gimiendo, sangre manaba de su boca y caía al suelo, mezclándose con la lluvia que caía. Miré hacia arriba otra vez, y vi a la mujer rubia, quien puso el arma en mí, acercándose a nosotros. "¡Edward, déjanos pasar!". "Detente, Rosalie" - Edward / Anthony dijo con una voz tan amenazante que un escalofrío de miedo pasó por mi espina dorsal - "o juro por Dios que tendré para ti también". La rubia se detuvo en sus pasos. Con las palmas en el suelo frío y húmedo, intenté una vez más levantarme, pero no pude. Mi cuerpo estaba agotado, física y mentalmente. Mis brazos me fallaron y mi cuerpo cayó pesadamente al suelo. La pobre excusa de vestido que llevaba esta noche se rompió todo el camino hasta mi muslo. Estaba herida y golpeada, tenía arañazos en mis brazos y mis piernas, mi rodilla y mi pie me dolían mucho, y mi boca se sentía hinchada. - 280 -

Había perdido. Yo no iba a ir a ninguna parte. Las esquinas de mis ojos ardían, y durante dos segundos creí que las lágrimas finalmente podrían estar llegando. Pero o yo las detenía o no existía a pesar de todo mi dolor, porque no aparecieron. Di una respiración profunda y limpié mi boca. Mi mano estaba húmeda y lubricada con mi propia sangre. Por el rabillo de mi ojo vi una mano que se extendió hacia mí, y cuando miré hacia arriba, era Anthony. Edward. Cullen. Agente Cullen. Me quedé mirándole fijamente, pero no tomé su mano. Su cara se cayó. De repente aparecieron cuatro furgonetas más cerca de nosotros. Una dio una parada rápida y Alexa saltó a la vista, ya no estaba con el precioso vestido que llevaba puesto esta noche, llevaba un pantalón oscuro con una de esas chaquetas del FBI sobre ella. Yo inhalé y solté mi cabeza. Jesús, por supuesto. Ella se acercó poco a poco, sus ojos en Anthony / Edward. En un primer momento él se encontró rígidamente frente a ella. "Edward, déjame pasar", dijo ella en voz baja. Cuando él no hizo caso, ella puso una mano tentativa en su brazo. "Ella está herida, Edward. Déjame pasar". Y luego, lentamente, se movió a un lado. Entonces Alexa se me acercó con rapidez, cayendo de rodillas delante de mí. "Isabella, mi nombre es Alice Brandon. ¿Vas a dejar que te ayude?". La miré, pero no respondí. Ella me cogió la mano de todos modos, y cuidadosamente me ayudó a levantarme. Y luego, poco a poco, ella me guió hacia la furgoneta negra de la que acababa de salir. "¡Espera!", Anthony / Edward dijo en voz alta, y cuando miré, dos agentes lo estaban sujetando por la espalda, uno rubio, alto y delgado - como él - y otro, enorme y musculoso. - 281 -

"Alice cuidará de ella", oí al rubio decirle. "¿Estás lista?", la pequeña Alexa / Alice me preguntó en voz baja. Me quedé mirándola y me encogí de hombros, y entonces ella me ayudó con cuidado a sentarme en el asiento trasero de la furgoneta y me entregó una manta para taparme. Miré hacia abajo a mis manos. Estaban temblando, y el sonido tintineante reverbera a través del interior del coche. A medida que nos alejamos, miré hacia atrás. Algunos agentes estaban ayudando a los heridos en el suelo, y el chico rubio y el musculoso estaban hablando solemnemente con Edward / Anthony. Sus ojos se encontraron con los míos cuando el coche pasó de largo, y nos miramos el uno al otro. Y luego, poco a poco, la furgoneta dobló la esquina y sus ojos verdes desaparecieron.

¿Está bastante interesante la cosa, no? Pues hasta llegar a los 41 capitulos que tiene aún nos queda, jejeje. ¡Nos vemos mañana o el martes! :)

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 19 Protegiendo al testigo Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Ya estoy aqui, os dejo el capi a ver qué os parece :) Por cierto, ¡el miercoles el trailer de Amanecer parte 2! :D

Capítulo 19 - Protegiendo al Testigo EPOV "La quiero fuera del caso de inmediato", le dije a Whitlock mientras paseaba por su despacho. "¡Ella ha ignorado los protocolos operativos en el lugar, ha desobedecido las órdenes directas, y ha puesto en peligro la vida de Isabella!". Whitlock suspiró. "Rosalie ha sido reprendida por desobedecer órdenes. En el futuro, ella-" Me detuve y le miré. "¿Reprendida?", yo gruñí. "¿Reprendida? ¡Isabella podría haber muerto! ¡Ella está jodidamente herida en este momento porque Rosalie se ha negado a quedarse quieta!". Whitlock suspiró de nuevo. "Mira Cullen, tanto como yo valoro y respeto a tu hermana como mi asistente, estoy de acuerdo en que ha desobedecido las órdenes directas de esta noche, pero" - hizo una pausa y sus ojos se volvieron cuidadosos "yo tengo que aceptar ordenes de aquí también. Hay personas por encima de mí que están de acuerdo en el hecho de que fue imperativo que fuera en busca de Swan". "¡Yo hubiera recibido los papeles de ella!", yo le grité, golpeando el pulgar contra mi pecho. "No había necesidad de-" "El hecho es, Cullen, que el director no estaba muy emocionado de que dos sospechosos murieran y tres de nuestros propios agentes..." - se aclaró la garganta "estén heridos al intentar proteger a Isabella". "He hecho lo que tenía que hacer", yo gruñí. "¿Y qué ha pasado con eso de que Isabella es la clave para todo el caso?". - 283 -

Whitlock me señaló con el dedo. "Esa es la única razón por la que tu hermana no está siendo culpada por insubordinación y por la que tú no estás siendo acusado de atacar a tres agentes". Yo fruncí el ceño y cogí mi pelo en un puño por la frustración, pensando en lo que no iba a decir, pero esos cabrones se lo merecían. Ellos la atacaron. "Mira Edward, necesitas entender que yo no soy el enemigo aquí", abrió y cerró la boca antes de continuar con un susurro ansioso. "Estamos en una posición muy peligrosa, Cullen. Benjamín sabe que necesitamos a Isabella, por lo que él está dispuesto a pasar por alto los acontecimientos de anoche. Pero él está inquieto en este momento, Edward. Él sabe que todo lo que tenemos contra Penn y su grupo es un juego de niños al lado del asesinato en primer grado y las convicciones de intento de asesinato que puede obtener de Penn con el testimonio de Isabella. El hecho es que a pesar de la evidencia que tú y tu equipo lograsteis reunir en el último par de años, los abogados de Penn probablemente serían capaces de llevarlo a cabo de forma que estuviese en la cárcel menos de diez años". Negué con la cabeza en repugnancia por nuestro sistema judicial estelar. "Así que Isabella no es nada más que un testimonio valioso para él. Una garantía de que va a ganar su caso y ser capaz de añadir unos cuantos años más de condena al asesino". Whitlock ni siquiera trató de negarlo. "No pienses por un segundo que ella pueda llegar a ser todo lo contrario". Mi nariz se ensanchó. Pasé una mano por mi pelo, pero, ¿qué diablos podía decir? Sin embargo, Benjamín veía que Bella era su firma en este acuerdo que iba a mantenerla a salvo. Whitlock me observó detenidamente antes de continuar. "Benjamín quiere una declaración jurada de Isabella, Cullen, y ahora mismo, mientras ella beneficia al caso, él está dispuesto a hacer casi cualquier cosa que ella pida. Pero ella tiene que darle lo que quiere lo antes posible. Como todo lo que ha ocurrido últimamente con ella, todo tiene que suceder de manera rápida y ordenada a fin de que Benjamín saque esto adelante. La lectura de tus cargos, junto con la de James y Kate, se ha fijado para las diez de la mañana. La acusación formal contra Penn por el asesinato de Swan está lista, pero no será legal sin una declaración jurada de Isabella de antemano. Ya se ha llamado a la Oficina de U.S. Marshal y se está enviando a un representante del programa WitSec* para supervisar la - 284 -

declaración de Isabella, a las nueve horas de esta mañana. "¿WitSec?" Pero incluso lo que pregunté, me golpeó. "La inmunidad y la protección de Isabella. Es lo que hemos hablado, Cullen". Fue como si un peso pesado hubiera caído de repente sobre mi pecho. "Protección de Testigos. Ella tiene que mudarse, cambiar su nombre, su identidad, dejar todos atrás..." Sabía todo eso, pero yo no me había dejado pensar lo que significaba. Una vez que eso sucediera, incluso a los agentes en el caso no se les permitiría saber dónde iba a estar el testigo y en quien se transformaría. Una vez que este caso terminara, no volvería a ver a Bella de nuevo. "Eso fue lo que acordamos, Cullen", Whitlock me recordó una vez más, como si me hubiera olvidado. "Ella no va a ser procesada por el robo o el blanqueo de dinero, y no tendrá que preocuparse por represalias por parte de James o de cualquier persona relacionada con él. Un agente del U.S. Marshal se encargará de su caso una vez que la hayamos puesto en WitSec, esa persona será la única que sabrá quién es ella realmente. Pero para que ella reciba esa protección, tiene que darnos una explicación completa y detallada de los acontecimientos de la noche de las muertes de sus padres, estar dispuesta a declarar una vez que el caso vaya a juicio, devolver los fondos que han sido retirados de las cuentas Caimán en las últimas doce horas, y por supuesto, darnos los nombres de todas las personas involucradas en el robo y en el blanqueo de dinero". Mi corazón se hundió aún más, porque me di cuenta de que con la prisa y la desesperación para mantener a Bella segura, no había pensado en esto ni la mitad de lo que debería haberlo pensado. Aunque todavía no entendía muy bien su relación, que Bella tuviera que entregar a Jacob Black a los federales para salvarse no era algo que veríamos que pasara aquí. Y después de la mierda de esta noche, estuve bastante seguro de que no tendría ninguna influencia en ella por más tiempo. - 285 -

Tragué fuertemente. "¿Y si ella no dispone de uno de esos requisitos?". Whitlock frunció los labios. "Es todo o nada, Cullen", dijo cuidadosamente. "A menos que ella cumpla con su parte del trato, todas las apuestas se irán fuera y ella será sancionada penalmente". Mi nariz se ensanchó otra vez. "Pero-" "Recuerda lo que he dicho, Edward" - Whitlock me interrumpió - "la principal prioridad de Benjamín aquí no es la seguridad de Isabella. Él necesita su declaración antes de que tú y el resto del grupo aparezcáis en la corte esta mañana, pero hay ciertas cosas con las que no está dispuesto a comprometerse, no importa qué pase". Llevé mis manos a mis ojos y dejé escapar un gemido profundo antes de inhalar. "No veo que ella le entregue", le reconocí. Gemí de nuevo y sacudí mi cabeza, mis manos aún cubrían mis ojos. "Black", aclaré. "No puedo ver que ella nos lo entregue". Sentí la mano de Whitlock en mi hombro. "Tienes hasta las nueve de la mañana para convencerla. Mantén la cabeza en el juego, Cullen, y quizás, sólo quizás, puedas llegar a algo más con lo que puedas trabajar". Lo miré por un largo tiempo antes de asentir, pero por mi vida, no podía pensar en lo que podría trabajar ya en el juego. Oooooooooo Emmett se rió cuando me vio acercarme. "Deberías ponerte una bolsa de hielo sobre eso", se rió, señalando mi ojo con su barbilla. "Cuéntame otra vez cómo una cosa tan pequeña ha logrado hacerte ese moratón". Emmett disfrutó escuchando la suplantación de Bella en Chuck Norris. "Esa cosa pequeña tiene los reflejos de un gato". "Por lo tanto, le viene bien el apodo de Catwoman que le diste. Yo personalmente prefiero pájaro Swan, porque ella es todo gracia y mierda, como un cisne. Además, ya sabes, es su apellido". Eso era lo que pasaba con Emmett. Él podía sacar a relucir una sonrisa en mí, - 286 -

incluso en las situaciones más jodidas. Él resopló. "Mira, tío, sólo piensa en lo mucho peor que las cosas podrían haber ido", me recordó. "De hecho, no lo pienses". Yo sonreí. "Tienes razón", le dije con un profundo suspiro. "Y yo estoy ahorrando la bolsa de hielo para mis pelotas. La necesitaré un poco más que en mis ojos". Emmett se rió con ganas otra vez. "Mi chica". "Entonces, ¿qué ha dicho el médico?". Su risa se murió y una expresión solemne apareció. "Nada roto. Ella tiene un par de costillas magulladas por las que tendrá que tomar medicamentos anti-inflamatorios, un esguince leve en su tobillo derecho que se debe curar en un par de semanas y unos cuantos golpes y moratones que se desvanecerán lo suficientemente pronto. Créeme, ella está en mejor forma que los agentes Rivera, Stewart y Johnson", él se rió. "Esos pobres bastardos estarán cagados durante meses". Se me cayó la cabeza y me apreté el puente de la nariz, apretando los ojos con fuerza. La lista de lesiones de Bella se repitió en mi cabeza y me estremecí. "Jesucristo, te juro por Dios que será mejor que Rosalie se mantenga lejos de mí". "No puedes culpar de todo esto a Rosalie", oí decir a Emmett. Miré hacia arriba bruscamente. "Entonces, ¿a quién diablos voy a culpar?". Emmett se cruzó de brazos frente a él. "Bueno, para empezar, Isabella podría no haber estado en la casa de James anoche si tu prácticamente no la hubieras echado la otra noche cuando estuvo en tu casa". Yo le miré pero no fui capaz de disputar sus palabras. Tenía razón. La expresión de Emmett se ablandó. "Mira, yo ni siquiera estoy diciendo que debas castigarte por ello. Lo hecho, hecho está. Así es como las cosas iban a ocurrir y por lo menos ella está aquí ahora con nada peor que un par de costillas magulladas. Teniendo en cuenta la trayectoria que ha estado teniendo, ella podría haber terminado mucho peor. Y... sé que estás enfadado con tu hermana, y lo entiendo, pero trata de ver las cosas desde su punto de vista". - 287 -

"¿El punto de vista de un puto corazón frío y egoísta?", fruncí el ceño. "No", dijo de manera uniforme. "El punto de vista de un agente federal que está tratando de hacer su trabajo y que no conoce en absoluto el potencial de la sospechosa, aparte de un archivo donde el gobierno le muestra, con precisión podría decir, que es una ladrona y que blanquea el dinero. Y" - subrayó - "cuyo hermano parece estar poniendo en peligro todo el caso trabajado en los últimos dos años para proteger a dicha sospechosa". Estuve a punto de discutir cuando Emmett dijo: "¿Puedes honestamente estar allí y decirme que si fuera al revés, si Rose pusiera en peligro de repente todo en lo que tú hubieras trabajado por algún ladrón que no conoces, no habrías reaccionado exactamente de la misma manera?". Una vez más, yo no me atreví a negar lo que estaba diciendo. "Todo lo que estoy diciendo es que" - Emmett dijo con una mano en mi hombro "cuando veas a tu hermana, trata de no matarla". "Lo intentaré", yo sonreí. Él sonrió. "Bien, porque estoy pensando que ella es malditamente caliente, insubordinada y todo eso. De hecho, a lo mejor puedo hacer mi misión de enseñarla a ser un poco más... sumisa, si sabes lo que quiero decir", movió las cejas. "Ugh", hice una mueca. "Sí, buena suerte con eso. Creo que será mejor que me guarde el paquete de hielo para ti". Se rió con ganas. Mis ojos se fueron hacia la puerta que Emmett había estado vigilando desde hacía un par de horas más o menos. Aparte del médico y de Alice, a nadie - incluido al agente que hacía su misión de presentarse - se le había permitido el acceso. "Gracias por hacer esto, Em. Sé que no es realmente parte de tus funciones". "No es un problema, amigo", dijo y se frotó la parte posterior de su cuello. "He oído que el U.S. Marshal vendrá mañana para obtener la declaración del pájaro Swan antes de la comparecencia de Penn". Asentí con la cabeza. - 288 -

"Y luego... ella será libre para WitSec...", se apagó. Asentí con la cabeza otra vez. Emmett asintió con la cabeza también mientras me miraba. Parecía querer decir algo más, pero no quise entrar en ello, no quise pensar en lo que significaba WitSec, ya que eso estaba dándome en el pecho con tanta fuerza que de repente pasé un momento difícil para respirar. Así que inhalé profundamente y me alejé de él, llamando a la puerta a la que tanto había anhelado llamar, y temiendo, caminé hasta entrar. "Ven", una voz suave que reconocí como la de Alice, me llamó. Mis ojos la encontraron tan pronto como entré. Ella estaba recostada sobre una camilla con los lados libres. Lo primero que noté fue que ya no estaba con el vestido roto, el cual sólo fue un pedazo de chatarra en el momento en el que se la llevaron de ese callejón. Le habían dado una sudadera oscura que de alguna manera la hacía lucir mucho más joven tendida allí. Los bajos del pantalón se habían plegado de manera que no cubrían los vendajes en sus piernas. Su pie derecho estaba envuelto en un yeso blando. Cuando ella se dio la vuelta para ver quién entraba, sus profundos ojos marrones se encontraron con los míos, y se mostró algo en ellos, pero yo estuve distraído por un momento viendo su labio superior hinchado por el puñetazo que le había dado el agente Rivera. Verla herida y vendada envió espasmos de dolor a través de mí, cien veces peor que si hubiera sido yo el que hubiera recibido todas las heridas. Y la posibilidad de que alguna vez sintiera remordimiento por las lesiones que había causado a mis compañeros agentes, se convirtió en nula. Cuando por fin llevé mis ojos de nuevo a ella, ella los había limpiado de toda expresión. Estaban tan en blanco y vacíos como en la azotea. Ella se dio la vuelta y puso su cabeza lejos de mí, mirando hacia la pared. Di una respiración profunda e inestable y cerré la puerta detrás de mí. "Bel-Isabella" - me corregí, recordando cómo ella me había pedido que no la llamara Bella - "¿cómo te sientes?", le pregunté. Fue una pregunta estúpida, me di cuenta unos dos segundos demasiado tarde, pero ella no me respondió de todos modos. Alice, quien había estado de pie junto a ella, respondió en su lugar. "El médico la ha vendado muy bien", dijo en un tono alegre, el cual estaba claramente forzado. "Nada está roto, gracias a Dios. Él ha ido a buscar algunos - 289 -

medicamentos para el dolor... para que pueda dormir mejor". Entones ella miró rápidamente hacia otro lado de mí, y de repente me dio la clara impresión de que Alice estaba ocultando algo. Fruncí el ceño, pero mi preocupación en ese momento era Bella, y a ella me dirigí de nuevo. Durante unos cinco minutos, simplemente me quedé allí, mirando a Bella. Ella mantuvo su rostro hacia la pared, no movió ni un músculo de su cuerpo, excepto los espasmos de su pecho, que subía y bajaba constantemente con cada respiración. Luché contra las ganas de cerrar el espacio entre nosotros y simplemente tomarla en mis brazos, envolverme alrededor de ella y abrazarla fuertemente. Pero no lo hice. Porque ella estaba herida y no quería tocar sus lesiones. Y porque yo estaba bastante seguro de que, independientemente de cuán firmemente se aferrara a mí en la casa de James, la claridad con la que todavía podía sentir sus manos en puños en mi pelo, o la claridad con la que todavía podía sentir como sus brazos se aferraban desesperadamente a mí en ese almacén... ... en este momento, ella no me quería cerca de ella. Con el tiempo, me las arreglé para aclararme la garganta. "Alice, ¿podrías... disculparnos por unos minutos?". Alice me miró con cautela antes de volver sus ojos hacia Bella, tratando de medir su reacción. Pero Bella no reaccionó de ninguna manera. Su cara siguió estando firmemente hacia la pared. Alice suspiró. "Isabella, voy a estar fuera, ¿vale?", dijo en voz baja. Esta vez Bella se encogió de hombros. Una vez que Alice salió de la habitación, me acerqué a la camilla poco a poco, mis piernas tan pesadas como pesos. Sin embargo, cuanto más me acerqué, más fácil se volvió oler su aroma, era dulce y embriagador a pesar de la noche loca, una y otra vez hice todo lo que pude hacer para no correr hacia ella. Pero me las arreglé para mantener mi enfoque lento y constante. Cuando estuve justo en contra de la camilla, la necesidad de tocarla fue tan abrumadora que me encontré levantado una mano. La cogí y la puse en un puño en su lugar. - 290 -

Di una respiración profunda y tragué saliva. Las cosas que quería decir eran difíciles de decir para empezar, aún más difíciles cuando la mujer con la que quería hablar se negaba a reconocer mi presencia. Pero yo sabía que le debía la verdad antes que nada, y tan difícil como era dársela, aún era más difícil no hacerlo. "Quiero decirte... que te necesito... quiero decir, que necesito que sepas que... así no era como yo quería que las cosas sucedieran Bel-Isabella". No hubo absolutamente ninguna reacción a mis palabras, aparte de sus respiraciones pesadas pero constantes. "Nunca quise que salieras herida, Isabella. De ninguna manera. Nunca". Nada. "Te mentí Isabella, sí, porque tenía que hacerlo. Porque era mi trabajo. No porque yo quisiera. No porque tú fueras sólo un caso. Tú siempre has sido mucho más..." Era muy difícil hablar con alguien que no parecía oírte en absoluto. Yo estudié el perfil de su rostro, tan bello y suave, incluso con el labio hinchado y los moratones. Quería besar y acariciar sus labios, pasar un dedo sobre el labio hinchado, poner mi boca sobre la de ella con suavidad y decirle que mientras yo viviera y respirara, nadie iba a hacerle daño otra vez. "Pero no todo fue una mentira, Isabella, no como tú piensas. Las cosas que sentí, las cosas que siento... eso es todo real". Oí un suspiro vacilante, un suspiro corto y desigual que se tendía a hacer justo antes de llorar, y aunque odiaba esa idea, parte de mí estuvo aliviado de que al menos me hubiera escuchado, que finalmente mostrara algún tipo de emoción. Porque el hecho de que ella hubiera estado en blanco y estoica desde que llegó, estaba comenzando a asustarme realmente. Una persona sólo podía seguir así por un tiempo antes de romperse. Poco a poco volvió la cabeza y sus ojos se encontraron con los míos. La expresión de sus ojos fue dolorosa de ver. Era agonía mezclada con tristeza, compuesta con una profunda frustración, y sólo pude imaginar cuántas veces era más terrible sentir eso que verlo. Sus ojos estaban secos, ningún indicio de humedad los marcaba, pero fue como si estuviera luchando por algo para encontrar la liberación, pero no importaba cuán duro lo intentara, - 291 -

simplemente no podía. Ella gimió en silencio y de repente una derrota fuerte marcó sus características. Puso sus manos en puños a ambos lados de ella, el brazalete en su brazo sonó en el silencio, cerró los ojos y comenzó a girarse de nuevo, pero esta vez no me pude resistir. Extendí la mano y lo más suavemente que pude tomé su mandíbula entre los dedos pulgar e índice y le giré la cara hacia mí. Ella se resistió pero yo la mantuve sujeta con firmeza. "Por favor, Isabella, no me dejes ahora. Sé que duele, y sé que he causado un poco de ese dolor. Déjame estar aquí para ti... por el tiempo que pueda estarlo... por el tiempo que me quieras". Porque yo sabía, que si había alguna posibilidad de que ella me quisiera, yo iba a ir a cualquier lugar con ella. Ella estaba respirando con dificultad, negándose a abrir los ojos. "No hay nada que desee más que mantenerte a salvo. Esa es la prioridad para mí, lo juro. No el maldito caso. Tú eres mi prioridad. Tú eres mi propósito. ¿Recuerdas cuando te dijo eso?", yo le dije directamente, porque estaba cansado de jugar con ella. "Eso nunca fue una mentira. Desde el primer día ha sido real. Si no crees otra cosa que te diga, por favor, creo eso". Esperé. Con mis dedos en su mandíbula, esperé a que ella abriera los ojos. Con cuidado moví mi dedo índice por su mejilla, acariciando suavemente su rostro, deseando que abriera los ojos y me mirara, porque sabía que si ella se permitía mirarme, mirarme realmente, ella vería la verdad. Pero a pesar de que no se alejó de mí más, minutos pasaron y sus ojos permanecieron cerrados. Y tanto como yo quería quedarme ahí y esperar, sabía que el reloj no se detenía. Benjamín quería su testimonio. La representante del U.S. Marshal estaría aquí en menos de nueve horas y si no conseguía lo que quería de Bella, ella no iba a obtener ni su libertad ni su protección. La seguridad de Bella era lo primero, antes que nada. Tomé una respiración profunda y solté mi mano. Tan pronto como lo hice ella se alejó de mí otra vez. El peso doloroso estuvo sobre mi pecho una vez más. Me aclaré la garganta. "No estoy seguro de cuánto te ha informado Alice, así que - 292 -

voy a darte un aspecto descuidado y me tienes que hacer saber si tienes alguna pregunta. Voy a responder lo que quieras". En su prolongado silencio, seguí. "Sabemos que James, Kate y Laurent, así como tres miembros de los productos farmacéuticos Horizon han estado experimentando con drogas no aprobadas en los pacientes de la práctica de James. Tres de esos pacientes han muerto", hice una pausa y esperé para ver si había algo que ella quisiera decir, pero ella permaneció en silencio. Tragué fuertemente. "Lo que sabemos acerca de tu padre, el detective Charles Swan-" Ella jadeó en silencio y se endureció, y Jesús, me hubiera gustado no tener que hablar de esas cosas con ella. Pero tenía que hacerlo. "Es que era muy amigo de una de las víctimas, Harry Clearwater. Lo que nosotros creemos" - le dije despacio y con cuidado - "es que después de la muerte de Harry, Charles de alguna manera se dio cuenta de lo que estaba sucediendo en la práctica y comenzó una investigación no oficial". A través de todo, ella permaneció en silencio y perfectamente quieta. "Además, creemos que el Dr. James Penn es de alguna manera responsable del accidente de coche que mató a tus padres, y se supone que te mató a ti hace cuatro años". Ella apretó los ojos fuertemente, sus manos estaban en puños alrededor de la camilla, sujetas con tanta fuerza que su cuerpo vibró. Su respiración se volvió más pronunciada y supe que había dicho lo correcto. Ese conocimiento no me trajo ningún alivio o satisfacción, sin embargo, a ella le estaba trayendo dolor. Me hubiera gustado poder haber hecho esto de una manera diferente, poco a poco, con más cuidado. Pero Benjamín quería su maldita declaración, y yo necesitaba saber que Bella finalmente estaría a salvo. "Isabella" - le susurré - "necesitamos toda la historia. Te necesitamos para llenar las piezas que faltan de esa noche". Sus ojos permanecieron cerrados, su respiración era dificultosa. "Por favor, Isabella", declaré. Mis manos temblaban a mi lado, luchando contra la necesidad insoportable de tocarla de nuevo. "Quiero ayudarte. Quiero mantenerte a salvo, pero la única manera de poder hacerlo es saber exactamente lo que pasó esa noche, así podremos detener a James para siempre". - 293 -

Ella no levantó la vista ni respondió. "Isabella, el gobierno ha accedido a darte inmunidad por los robos, así como por el blanqueo de dinero". No hubo reacción, como si ella no se preocupara de una manera u otra. Aguanté la respiración mientras dije las siguientes palabras. "Sólo tienes que comprometerte a devolver todo el dinero, a dar testimonio de esa noche y..." - tragué otra vez - "a dar una relación completa de todos los demás participantes-" Vi sus ojos muy abiertos, como si se hubiera dado cuenta de qué era exactamente lo que eso significaba. "Isabella, por favor. Ellos van a encontrar a Jacob de todos modos. Sabemos que él y su familia han desaparecido, pero el FBI ya ha registrado su casa. Es sólo cuestión de tiempo-" Ella movió la cabeza por una vez más, y no necesitó decir una palabra en esa ocasión. La mirada furiosa y acusatoria en sus ojos fue suficiente para decirme exactamente lo que estaba pensando. Ella no iba a entregarle. No importaba qué pasara. Y yo la había traicionado una vez más. No importaba lo que hiciera, no importaba lo que yo dijera, nunca hacía lo correcto para ella. Tomé un giro equivocado en alguna parte y no podía encontrar mi camino de regreso. Sonaron dos golpes en la puerta y luego se abrió. Era el médico. "Perdone, Agente Cullen, pero tengo que terminar con la Srta. Swan". Asentí con la cabeza rápidamente y me giré hacia Bella una vez más. "Isabella, sé que no me crees ahora, pero estoy aquí para ayudarte, para mantenerte a salvo", murmuré. Pero ella se alejó de mí otra vez, y aunque yo estuve allí por un par de minutos, supe que podría estar ahí para siempre y ella no se volvería. Ella me veía como una amenaza hacia Black, y por lo tanto, estaba enfadada conmigo. - 294 -

Respiré profundamente y salí. Alice y Emmett estaban reunidos fuera de sala de examen de Bella. "¿Y bien?", Alice preguntó con ansiedad. Pude decir que Emmett sabía todo sobre la situación de Benjamín. Dejé escapar el aliento que había estado guardando desde que dejé a Bella. "Ella no va entregarle". Alice frunció los labios y asintió, como si se esperara eso. "Ella casi no ha hablado desde que llegamos aquí. Sí que hubo una pregunta que hizo". "¿Cuál era?", pregunté, sabiendo que no me iba a gustar. "Me preguntó si yo sabía si Jacob estaba bien". "¿Qué le dijiste?" Alice se encogió de hombros. "La verdad. Que los agentes de campo fueron a buscarle, pero él ya no estaba. Pareció aliviada..." Recordé la expresión de alivio en su cara en mi apartamento cuando le dije que James y Kate no sabían nada acerca de Jacob. Dejé caer la cabeza y me apreté el puente de la nariz, exhalando profundamente. "¿Qué diablos voy a hacer ahora?". Nadie respondió. Mi cabeza se sintió como si estuviera a punto de explotar. Alice se chupó los dientes por la frustración. "Ella es muy leal a él". Al principio sus palabras simplemente ampliaron la mierda en la que me encontraba, pero entonces... Miré hacia arriba. "Si ella hubiera salido antes" - pensé en voz alta - "¿dónde se hubiera ido? ¿Cuál hubiera sido su destino?". Todos nos miramos entre nosotros. "La Push", Alice respondió. "Ella se hubiera dirigido de nuevo a La Push, donde-" - 295 -

"Donde Jacob probablemente estaría esperándola", terminé. "Sin embargo, los agentes de campo registraron su casa y el perímetro circundante. ¿Crees que él todavía está allí? ¿Escondido en algún lugar? ¿Esperándola?", Emmett preguntó. "E incluso si lo está" - dijo Alice - "traerlo a fuerza no te llevará a cualquier lugar con Isabella. Ella simplemente se va a cerrar aún más". "A menos que...", yo reflexioné cuidadosamente. "McCarty, ¿estás preparado para un viaje por carretera?". "Tú sabes que siempre lo estoy", dijo cruzando los brazos sobre su enorme pecho. Alice miró su reloj. "Edward, la representante del U.S. Mashal estará aquí en poco más de ocho horas". "Alice, trata de retrasar las cosas, mantén un ojo en Bella" - le dije a toda prisa, agarrándole ambos hombros - "y necesito que me hagas un gran, gran favor". Ella se encontró con mi mirada con cautela. "¿Cuál?" oooooooooo La tranquila playa de la pequeña ciudad de La Push estaba a un viaje de tres horas desde Seattle. Lo hicimos en dos y cuarto. Cuando llegamos en las primeras horas de la mañana, todavía estaba completamente negro. Tenía unas seis horas antes de que el representante de U.S. Mashal llegara para tomarle a Bella declaración. Una declaración que sólo Emmett, Jasper, Alice y yo sabíamos que estaba negándose a dar. Luego, si iba a continuar con la farsa de Anthony Masen, me esperaban en la corte dentro de siete horas para leerme los cargos, junto con James y Kate, quienes ahora creían que estaba siendo detenido e interrogado en una sala de interrogatorios del FBI , al igual que ellos. Pero sin la declaración de Bella, no habría cargos de asesinato en primer grado contra James por la muerte de Charles y Renne Swan. Eso significaba que no habría inmunidad o protección para Bella. Frustrado, me pasé una mano por el pelo, pensando en todo eso mientras Emmett y yo nos dirigíamos más allá de la cinta amarilla que rodeaba la pequeña casa roja de los Black. - 296 -

La casa ya había sido objeto de búsqueda, una operación simultánea cayó en la casa de James hacía unas horas. Todo el mundo se había ido. Toda evidencia posible se había tomado. Black sabía que alguien venía a por él, así como a por las personas que sabíamos que vivían con él, su padre Billy, de 46 años, Leah Clearwater, de 23 años, y Seth Clearwater, de 18. Sin embargo, Emmett y yo pasamos con rapidez por la casa para ver si encontrábamos algo que se hubiera perdido. Nada. Pero yo no esperaba encontrar realmente todo lo que me llevaría a Black. Por lo que estaba apostando era mucho más arriesgado, pero en este momento era mi única esperanza. Y el tiempo se estaba acabando. Todavía estaba oscuro cuando llegamos a la playa, aunque las bandas oscuras de color vino se podían ver iluminando el camino en el horizonte, sobre el océano. Aunque el sol no estaba todavía, unos cuantos jóvenes estaban en una hoguera en la playa, como si hubieran estado de reunión, planificando y hablando durante toda la noche. Era consciente de que mi presencia aquí, posiblemente, podría reventar mi cubierta, pero la tribu Quileute nunca había tenido mucha confianza en los federales. Era un hecho que podía funcionar tanto a mi favor como en mi contra, pero una vez más, era una oportunidad que tenía que tomar. Emmett y yo golpeamos las puertas de la camioneta negra detrás de nosotros y nos acercamos al grupo de seis hombres jóvenes Quileutes. Nos miraron con recelo, algunos abiertamente con el ceño fruncido. "Tal vez debería haber cogido los chalecos del FBI", Emmett murmuró mientras caminamos. "O tal vez no...", se replanteó. Yo sonreí. "Somos dos hombres blancos en una reserva indígena en las primeras horas de la mañana. Los federales han registrado la casa de los Black hace sólo unas horas. Incluso sin los chalecos, estoy bastante seguro de que habrán descubierto que no somos vendedores". "Buenos días", dije cuando llegamos a los hombres. Nadie respondió. Me acerqué a la parte delantera, los demás se quedaron detrás. "Soy el agente especial Edward Cullen", les dije, tendiéndole la placa que colgaba - 297 -

de mi cuello. "Este es mi compañero, el agente McCarty", Emmett sacó su placa. "Nos gustaría haceros unas cuantas preguntas". "Ya hemos respondido a sus preguntas", el líder ladró a la defensiva. "No tenemos nada más que decirles". Le observé con cuidado. Su postura irradiaba hostilidad y desconfianza. Me acerqué y de todos modos le hice las preguntas básicas, si sabía dónde estaban Jacob y su familia, cuándo fue la última vez que vio a Jacob o a algún miembro de su familia. No fue de extrañar que no hubieran visto nada y no supieran nada. Eran una pared de ladrillos. Pero una pared de ladrillo que yo esperaba. El líder, Sam Uley, comenzó a darme la espalda, en sus labios apareció un gruñido. Él y su grupo de seguidores comenzaron a alejarse. "Tenemos a Bella", grité. Todos detuvieron sus pasos. Poco a poco Sam se dio la vuelta, su mirada era oscura y asesina. Uno por uno, el resto del grupo se dio vuelta y nos miró con amenaza en sus ojos. "¿Estás seguro de que ha sido una buena idea?", Emmett murmuró en voz baja. "Supongo que lo averiguaremos", murmuré. "Si no somos asesinados en primer lugar", Emmett murmuró. "Isabella Marie Swan, de veintiún años, metro setenta, originaria de pelo castaño y ojos marrones, pero en los últimos meses de pelo rubio y ojos azules", le dije. "Bella murió hace cuatro años", Sam gruñó con las fosas nasales ensanchadas. "En un accidente de coche, con sus padres". "No, no murió", le contradije claramente. "Ella está viva, y todos lo sabéis. Ella vivió aquí, escondida entre todos vosotros, por un par de años", moví la cabeza una vez. "Y ahora la tenemos en la sede de Seattle". Todo estuvo en silencio. Frente a nosotros, las olas se golpeaban suavemente contra la orilla, mientras el fuego se apagaba. Detrás de nosotros, un lobo aulló en la - 298 -

distancia. "No tienes ni idea de lo que estás haciendo", Sam finalmente silbó. "Creo que sí", me encogí de hombros. "Pero no tengo tiempo para discutir contigo. Tengo un mensaje para Jacob, y te agradecería que se lo entregaras dentro de los próximos minutos, porque como he dicho, estamos acabando el tiempo aquí". Miré mi reloj. Quedaban menos de cinco horas antes de que la representante del U.S. Mashal llegara para tomarle declaración a Bella. "Mi compañero y yo podemos quedarnos aquí por alrededor de una hora, momento en el que tenemos que volver a Seattle". Señalé con el dedo a Sam Uley. "Sabes que Jacob sabe que Bella necesita su ayuda. Que si se preocupa por ella algo, él vendrá a buscarme antes de salir, porque si no lo hace...", hice una pausa, de repente lleno de furia ante la posibilidad de que Jacob simplemente no se mostrará. El hecho de que ya se hubiera ido, o que fuera demasiado cobarde de mierda para mostrar su rostro… "Si no lo hace, Bella va a pasar el próximo par de décadas en una prisión federal", bajé el dedo y puse mis manos en puños en los bolsillos. "Y si eso sucede, yo personalmente tendré la misión de encontrarle a él y a su familia y asegurarme de que todos se pudren en un infierno el mismo tiempo". Sam frunció el ceño hacia mí, con el pecho agitado, sus manos estaban en puños a sus costados de forma amenazante. Un par de los hombres de detrás de él comenzaron a acecharnos. Llegué a mi chaleco y apreté mi mano alrededor de mi arma. "No", dijo Sam con firmeza y detuvo a los hombres. Pero era evidente su necesidad de romper los cuellos de nuestros cuerpos. "Eso es todo lo que tengo que decir", terminé y empecé a alejarme. "Estaremos cerca cuando esté listo". Con eso, Emmett y yo nos alejamos de la playa con más confianza de la que realmente sentíamos. Oooooooooo - 299 -

El río Sol Duc fluía tranquilamente en las horas de la madrugada, mientras la luna sobre los cielos grises proyectaba un resplandor de plata sobre el mismo. Me arrodillé en una pierna y cogí una suave y pequeña piedra, la arrojé al río y vi como golpeaba una, dos veces, y luego desaparecía en las frías profundidades de las aguas. Me pregunté cómo estaría Bella. Emmett estaba detrás de mí, observando, esperando. "Son más de las cinco", dijo en voz baja. Asentí con la cabeza, mirando a través del bosque verde y oscuro por delante de mí. "¿Qué hacemos?" "Esperar". Él no dijo nada durante unos minutos. "Voy a ir a mear". El lugar exacto donde el coche de los Swan cayó en el río estaba aproximadamente a una hora de aquí. Los agentes ya habían barrido la zona, aunque cuatro años más tarde no era muy probable que las pruebas se encontraran. Iba a echar un vistazo en el próximo par de días, pero ahora mismo no había tiempoUn brazo fuerte y oscuro me agarró desde atrás, envolviéndose alrededor de mi cuello en un férreo control. Jadeé mientras mi tráquea se cerraba, por instinto me enganché en el brazo con ambas manos y traté de liberarme. Pero él me levantó y mis pies colgaron sobre la tierra fangosa. "¿Dónde está?", silbó bruscamente en mi oído, mientras yo gritaba y luchaba por el último trozo de aire que tenía. "¿Dónde está Bella?", gritó desesperadamente. Por último, recordé que el instinto necesitaba luchar contra la privación de aire. Solté el brazo y le golpeé en el estómago fuertemente. "¡Uuf!", él me liberó y se tambaleó hacia atrás. Di una respiración profunda y me di la vuelta, mirando a los ojos enloquecidos y negros de Jacob Black. Él vino a por mí otra vez y yo esquivé el puño antes de lanzarle uno de los míos. Se conectó con su mandíbula y él se tambaleó de nuevo. - 300 -

"¿Dónde está Bella?", gritó en ese momento. "¿Qué has hecho con ella?". Él vino hacia mí tremendamente otra vez, embistiendo su cabeza en mi estómago. El golpe hizo que los dos nos cayéramos al suelo. Me dio un puñetazo en la cara y yo le di una patada en la ingle, agarrando su cabeza y poniéndome encima de él ahora. Agarré sus dos brazos y los mantuve apretados a los costados mientras él peleaba con todo lo que podía. "¡Escúchame, Black!", dije yo. Supuse que finalmente consiguió mirarme, porque sus ojos sobresalían de sus órbitas y una rabia profunda salía de ellos. "Tú no eres del FBI", gruñó con horror. "¡Eres Masen!", sus brazos se liberaron y me dio un puñetazo en el estómago, tirándome hacia atrás y fuera de él. Y de repente él estuvo encima de mí otra vez. Envolviendo sus enormes manos alrededor de mi cuello una vez más. "¿Dónde está ella, gilipollas?", aulló. "¿Dónde está?". Puse mis puños en sus costados, pero su agarre alrededor de mi garganta se soltó a duras penas. El hijo de puta era tan fuerte como un buey, y por un segundo creí que posiblemente yo podría ser un fracasado aquí. Pero la cara de Bella apareció delante de mí, y yo supe que aunque ella me quisiera o no, yo tenía que salir de esto con el fin de sacarla del lío en el que la había ayudado a meterse. Golpeé la cara de Black, sobresaltándole el tiempo suficiente para que sus manos se aflojaran una vez más, y luego llegué hasta las manos que me sujetaban y aparté sus brazos, empujándolo hacia atrás lo suficientemente lejos para que yo pueda subir una pierna y darle una patada en el estómago. Se cayó de nuevo y justo cuando empezó a levantarse, oí un arma detrás de mí. "Jacob Black, arriba las manos ahora", Emmett ordenó aproximándose. Jacob miró a Emmett frenéticamente, y pude ver en sus ojos que estaba midiendo sus posibilidades de escapar de mí por lo menos. Su instinto de supervivencia propia debió finalmente entrar en juego porque él permaneció en su lugar. Puse las palmas de mis manos contra mis piernas para recuperar el aliento durante cinco segundos, porque ese era todo el tiempo que podía ahorrar en esos momentos. - 301 -

Cuando miré a Jacob de nuevo, estaba vibrando por el odio. "Tú no eres del FBI", silbó de nuevo. "Sí, lo yo", le respondí. "¡Maldito mentiroso!", escupió. "¡Eres Anthony Masen! Ella confiaba en ti y tú... ¿qué le has hecho?", exigió. "Escúchame Jacob", dije rápidamente, porque nos estábamos quedando sin tiempo y no podía permitirme el lujo de largas e interminables explicaciones. "Lo que voy a decirte ahora mismo puede que me mate si se lo digo a la persona equivocada, pero no tengo tiempo para jugar aquí. No. Soy. Anthony Masen", dije de manera concisa. "Mi nombre es Edward Cullen. Soy un agente del FBI que ha estado encubierto durante el último par de años con el fin de obtener información sobre las operaciones ilegales del Dr. James Penn y algunos miembros de su grupo". En los ojos de Jacob apareció la incredulidad. "Conocí a Bella mientras era un agente encubierto, y no fui capaz de decirle la verdad hasta hace unas horas". "¿Qué hiciste?", gruñó entre dientes. "¿La detuviste?", exclamó con incredulidad. "¡Confiaba en ti, gilipollas!". "¡Yo no la detuve!", grité por la frustración. "Mira, sí, ella está en custodia del FBI, pero no está bajo arresto. Mis superiores necesitan información de ella. La información que va a poner tras las rejas a James, posiblemente para el resto de su vida, y que le dará a ella inmunidad y protección, pero ella se niega a dar esa información". Él me miró sospechosamente, con una expresión de desconfianza. Di una respiración profunda y dejé escapar el aire lentamente. "Sé que necesitas proteger a tu familia, Jacob. Lo entiendo. Pero ella está dispuesta a pudrirse para protegerte a ti, y yo no puedo permitir eso". Me detuve una vez más y pedí a Dios que Alice hubiera sido capaz de usar su magia, porque no había tenido noticias de ella todavía. "Podemos ofrecerte a ti y a tu familia protección e inmunidad también, pero tienes que venir conmigo a la Sede en este momento", le dije. "No hay tiempo para pensar en ello o para sopesar los pros o los contras". - 302 -

Él me miró, obviamente poniendo en duda cada palabra que había dicho. "¡Maldita sea!", yo le grité. "¡Sé que no confías en mí sea Masen o Cullen, pero la vida de Bella está en tus malditas manos ahora mismo! ¡Ella está dispuesta a sacrificarse por ti! ¿Tú no estás dispuesto a intentar por lo menos salvarla?".

WitSec- Abreviatura de Witness Security (Protección de Testigos), los informantes del programa los sitúan cuando acceden a testificar contra un delincuente. Igual que el Programa de Protección de Testigos. Oficinal U.S. Marshal: La oficina que administra el programa WitSec para el gobierno federal.

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106, Samantha Mya, Danii Belliner Cullen, ini narvel, Gabllie. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 20 Declaración jurada Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Canciónrecomendada: Fix You de Coldplay Hola, ya estoy por aquí otra vez, vamos con un capi larguito e interesante :)

Capítulo 20 -Declaración Jurada EPOV Llegamos de nuevo a la sede del FBI dos horas y media más tarde. La representante de WitSec iba a llegar en poco más de media hora. Whitlock se encontró con nosotros en el garaje subterráneo. "Tú, estúpido loco", frunció el ceño. "Tú eres el que me dijo que llegara a algo más. Bueno, se me ocurrió otra cosa". Él me miró a mí, a Emmett, y luego al hombre entre nosotros, y sacudió la cabeza. "¿Crees que esto va a funcionar?" "¿Has sido capaz de conseguir que Benjamín elabore un nuevo acuerdo?" Él asintió con la cabeza, frunciendo los labios. "Entonces funcionará". Tenía que hacerlo. oooooooooo Alice le dio a Jacob un rápido vistazo antes de mirar su reloj y luego a mí con ansiedad. - 304 -

"El acuerdo ha sido redactado de nuevo. He tratado de demorar las cosas, pero la representante está actuando según lo previsto. Ella va a estar aquí en menos de veinte minutos". Una vez más, pude besar a Alice, aunque de una manera amistosa y fraternal. Ella había trabajado su magia con Whitlock, y él hizo lo que tenía que hacer con Benjamín. El acuerdo era lo que importaba. El retraso, podríamos vivir con él. "Eso tendrá que ser tiempo suficiente", le dije. Alice asintió con la cabeza y luego con un profundo suspiro abrió la puerta de la habitación donde Bella había sido cambiada. Ella estaba sentada en una cama, mirando por la ventana, y se giró de forma automática cuando escuchó la puerta. Su cara se transformó en una de horror e incredulidad absoluta. "¡Jacob!", ella jadeó. Y de repente sus ojos se volvieron hacia mí con desprecio. Ella dijo las primeras palabras desde cuando hablamos bajo la lluvia. "¡Tú, gilipollas!". Ella se levantó tan rápido que se olvidó de su pie lesionado y tropezó. Yo me estiré y la cogí. Cuando nuestros cuerpos chocaron, fue como si una corriente eléctrica nos magnetizara a los dos. El tiempo se detuvo y nos hubiéramos sostenido con fuerza el uno al otro en cualquier otro lugar, menos en esta sala fría y desnuda del noveno piso de la sede del FBI. Nuestros ojos se encontraron y sostuvimos la mirada, y todo se disipó y quedó en un segundo plano. Sentí su corazón latiendo junto al mío y eso fue una locura, pero pude jurar que los dos estuvieron en sintonía, ambos palpitando con el mismo ritmo irregular. Su respiración caliente y pesada se arrastró sobre mí y yo inhalé profundamente, respirándola. Levanté una mano y la pasé por su cabello enredado y ella no me detuvo. En su lugar, cerró los ojos y se inclinó a mi tacto. Durante unos segundos, el cielo estuvo ahí, entre esas cuatro paredes. De repente sus ojos se abrieron y ella me miró, alejándome con ira mientras el brazalete alrededor de su brazo tintineó en el silencio con sus movimientos bruscos. La mano que había pasado a través de su cabello permaneció congelada en posición vertical. "Te creí", se burló sarcásticamente. "¿Por qué debería creerte? ¡Cada vez que lo - 305 -

hago lo jodo todo!". Y el momento terminó. Dejé caer mi mano bruscamente. "Isabella, escúchame-" "¡No! ¡Ya he terminado de escucharte o confiar en ti! ¡La primera vez que confié en ti me llamaste puta. La segunda me perseguiste a través de los tejados mojados de Seattle, y he terminado con esto!", gritó, agitándose furiosamente con su pie lesionado. "¿Qué tienes planeado para mí la próxima vez que confíe en ti? ¿Una agradable y tostada silla eléctrica?". Cerré los ojos y tragué saliva, porque ella no tenía ni idea de la daga que acababa de poner a través de mí con esas palabras. O tal vez ella la tenía, porque cuando abrí los ojos, los suyos estaban cerrados. Cuando los abrió, un destello de algo parecido a la vergüenza o al remordimiento pasó a través de ellos. "Mira" - dijo en un tono más tranquilo y a la vez de disculpa y súplica - "sólo deja a Jake fuera de esto. Te daré testimonio de lo que quieras, pero él se queda fuera de esto". "No funciona de esa manera", le respondí con estoicismo, porque no tenía tiempo para preocuparme por mis sentimientos en estos momentos. Tenía que hacérselo entender. "El director necesita una declaración completa, incluyendo todos los involucrados, y necesita el dinero que Jacob retiró de las cuentas Caimán. Es la única manera de que te otorguen la inmunidad". Vi que el veneno llenó sus ojos de nuevo y los redujo. "¡Tú y el resto de esta oficina de mierda os podéis llevar tu inmunidad y metérosla por el culo!", siseó. "¡No la quiero! ¡No la necesito! ¡Nunca te he pedido que me salvaras!". Una llama de mi propia furia llegó hasta mi pecho, porque aunque yo no buscaba su gratitud, estaba cansado. No había dormido en casi cuarenta y ocho horas, y su falta de voluntad para salvarse a sí misma estaba empezando a sacar la mierda de mí. - 306 -

"No", silbé en respuesta. "¡Nunca me pediste que te salvara, pero yo voy a intentarlo lo mejor que pueda para hacerlo, te guste o no, porque es obvio que careces de cualquier tipo de instinto de conservación!". "¡Vete a la mierda Agente Cullen!", ella gritó, con una mirada feroz y furiosa. "¿Crees que algún archivo de mierda que hayas leído te hace un experto en mí? ¡Tú no sabes una mierda sobre mí o mis instintos de conservación! ¡Yo estaba haciendo un buen trabajo de cuidar de mí misma hasta que llegaste tú! No voy a implicar a Jacob" - ella gritó persistentemente - "no importa lo que-" "¡Bella!", Jacob dijo con firmeza. Ella volvió su atención a él. "¿Este hombre dice la verdad?", le preguntó. "¿Te han ofrecido inmunidad y protección a cambio de tu declaración jurada sobre lo que pasó esa noche?". Ella asintió con la cabeza una vez, de mala gana. "Entonces dásela", dijo secamente. Ella sacudió la cabeza con vehemencia. "No, Jake. No lo haré. No admitiré nada, Jake. No les digas-" "Bells" - dijo él constante - "ya lo he hecho". Sus ojos se nublaron y ella cayó de nuevo en la cama. Una vez más, esa mirada pasó por su cara. Esa mirada como si ella quisiera llorar, pero simplemente no lo hacía. O... Jacob la tomó de la mano con cuidado, y aunque yo debería tener cosas más importantes de qué preocuparme, me dolió el pecho al ver cómo ella no luchaba contra su tacto, o lo empujaba lejos. "Bella, Cullen me ha prometido que mi familia y yo vamos a recibir la misma inmunidad y protección que tú... si tú das tu declaración y testimonio. Vamos a devolver el dinero, la parte que saqué para salir de la Push, y se han comprometido a cuidar de nosotros... pero tú tienes que dar esa declaración". Ella mantuvo sus ojos en él. En ellos había una confusión desesperada, estropeando su hermoso rostro. Me destrozaba verla así, pero tenía que hacerlo, era la única manera. Ella nunca me perdonaría, pero yo no podía preocuparme por eso ahora mismo. - 307 -

"Por favor, Bella", Jacob imploró, tal y como habíamos hablado en el coche. Era la única manera de que ella hablara, y Jacob y yo lo sabíamos. "Ayúdame a salvar a mi familia de tener que correr por el resto de nuestras vidas". Sí, él estaba jugando con sus emociones, con su sentido de la responsabilidad, pero si eso la salvaba... Bella dio un largo y tembloroso suspiro y luego sus hombros se hundieron por la derrota. Fue como si el último pedazo de lucha por fin hubiera salido de ella. Me odié a mí mismo por hacerle esto. Pero iba a odiarme más a mí mismo si alguna vez ella se lesionaba de nuevo. "¿Vais a garantizar por escrito que Jake y su familia obtendrán inmunidad… y protección?" "Sí, Isabella", pude confirmarle. "Alice tiene los papeles aquí, por si los dos queréis echarles un vistazo primero". Ella asintió con la cabeza una vez. Alice se acercó a ellos y le entregó los papeles a Bella. Tanto ella como Jake los miraron con detenimiento. Él se encogió de hombros. "Esto se ve correcto". Pero la cabeza de Bella se azotó de repente, sus ojos estuvieron confundidos una vez más. "¿Protección... de testigos?" Asentí con la cabeza, mi pecho dolía. "Después de tu declaración, Jacob y su familia se colocarán bajo la protección del FBI, en La Push, si así lo prefieren. Pero tú... tú serás colocada en una casa de seguridad hasta el juicio, después de lo cual se te trasladará a algún lugar, se te dará una nueva identidad y..." "Y se me hará desaparecer", ella terminó. El dolor llenó sus ojos de nuevo cuando ella me miró. "Dejaré a todos", dijo ella con una voz extrañamente distante. "A todo el mundo... incluyendo...", rememoró mientras tenía sus ojos firmemente en los míos. "Así que supongo que entonces esta es la mejor manera de cuidar de mí, ¿no es así, Agente Cullen?" Tragué densamente, incapaz de responder o mirar hacia otro lado. - 308 -

¿Alguna vez las cosas irían bien con ella? Ella asintió con la cabeza lentamente. "Está bien", suspiró con esa voz vacía. "Está bien. Daré mi declaración, y entonces... desapareceré". oooooooooo Ellos estaban acampando, un viaje anual que les llevaba hasta las Montañas Olímpicas, aunque el viaje de ese año en particular fue un poco antes de lo habitual, ella recordó. Bella estaba un poco más fresca que antes, por un instante fugaz, una sonrisa se formó en sus labios. Fue la sonrisa más pura que había visto en ella, y me sorprendí por su belleza. Pero la sonrisa desapareció rápidamente. Su expresión se quedó en blanco y volvió su monótona voz. Ella describió la conversación que escuchó entre sus padres, cuando ellos pensaron que ella estaba durmiendo. Alice - la única agente a la que Bella había permitido estar en la sala con ella, además de la representante de WitSec quien estaba escuchando atentamente, registrando y tomando notas - gentilmente le dibujó los detalles. Emmett, Jasper, Jacob y yo escuchábamos en la sala de control, observando a través de la pantalla delante de nosotros. Mientras Bella describió la noche lluviosa - como su padre condujo su coche por el camino angosto hasta La Push - la puerta detrás de nosotros se abrió y Rosalie entró. Nos miramos el uno al otro y yo me puse rígido, preparándome para levantarme y decirle que se fuera a la mierda. Pero luego me encontré con la mirada de Emmett. Él sacudió la cabeza. "Vamos a dejarlo ir por el momento, hombre". Volví a sentarme y miré a otro lado de ella, volviendo la atención hacia Bella. Rose se sentó detrás de nosotros. Mi corazón comenzó a latir de manera irregular cuando Bella describió la primera vez que el coche les golpeó desde atrás, cuando su padre se dio la vuelta y susurró el nombre de James. Me golpeó dolorosamente cuando describió cómo se dirigieron hacia el río. Su rostro permaneció estoico y su voz sin inflexiones, cuando ella detalló la muerte de sus padres y su escape del coche, me picaron las esquinas de mis ojos, mi mente se llenó de pensamientos sin sentido de qué hubiera pasado si. ¿Y si ella se hubiera quedado bajo el agua inconsciente? ¿Y si ella no se hubiera podido quitar el cinturón de seguridad? - 309 -

¿Qué hubiera pasado si sus piernas no hubieran sido tan fuertes como lo eran, y no hubiera sido capaz de abrir la puerta? Me estremecí y por un momento cerré los ojos, mi pecho se llenó de temores irracionales por los diferentes escenarios que pasaron a través de mi mente, aunque en ese momento ninguno de ellos tenía sentido. Ella salió. Ella estaba aquí. Sin embargo, al mismo tiempo, la sangre hervía en mis venas. Porque James le hizo todo eso, y yo no tenía ni idea de cómo se suponía que debía hacerle frente ahora, sin envolver mis manos alrededor de su garganta. Pero Bella se quedó mirando al frente. Le habían conectado a la prueba del polígrafo. Ella se mantenía estable, y eso, junto con su falta de reacción mientras ella detallaba la noche, me preocupó. Ella estaba demasiado alejada, como si hubiera dejado su cuerpo y el único signo visible de que todavía pudiera estar en un punto intermedio fuera la forma en la que temblaba, parecía ser yo el único que se había dado cuenta. Algo no estaba bien. Incliné un brazo sobre mi estómago y descansé el codo en él mientras mi mano se apoyaba en un puño en frente de mi boca. Y escuché. Ella estaba fuera del agua y recuperando su aliento sobre la tierra húmeda. Pero en el presente, seguía temblando. Ella oyó voces y se sentó sobre el suelo fangoso. '¡Kate, uno de ellos ha salido!' Mi corazón se detuvo. Kate. Me senté con la espalda recta. Mis ojos se encontraron con los de Emmett, luego con los de Jasper. - 310 -

Kate. Bella vio el destello de algo en la oscuridad a través del agua, y luego un sonido silbante sonó en el árbol detrás de ella. La sangre se subió hasta mis oídos. Un calor fuerte se irradió a través de mi cuerpo. Kate. Yo levanté la mano y estiré el dedo índice en la dirección de Whitlock. "Ponte al teléfono con Benjamín" - me las arreglé para decir - "y díselo. Necesitamos dos acusaciones de asesinato en primer grado para Kate Shaw, así como de intento de asesinato". Whitlock asintió con la cabeza rápidamente y sacó su móvil, sus ojos estuvieron muy abiertos mientras realizó la llamada. Mi mano se levantó por instinto en un puño y golpeé el espacio junto a mí un par de veces, la rabia me llenó por completo. Emmett me miró con cuidado, y eso me golpeó. Me tiré a Kate. Me acosté con la mujer que mató a los padres de Bella. Con quién intentó matar a Bella. La bilis espesa me subió por la garganta y la vergüenza y la culpa me amenazaron con derribarme. "Edward, no-", Emmett comenzó. "Ahora no, Em", le dije entre dientes, apretando los bordes de la silla a cada lado. Empujé todo abajo por ahora. Todo ello. Porque Bella no tenía la culpa, y yo debía centrarme en ella, en lo que estaba diciendo. Bella corrió, escondiéndose detrás de un árbol. Ella los vio. James llevaba un pasamontañas, pero Kate no llevaba la cara tapada. - 311 -

"¿Entonces cómo puedes estar segura de que era James?", Alice le preguntó suavemente. "Si estaba oscuro y James llevaba una máscara, ¿cómo puedes estar segura de que era uno de ellos?". Sentí un momentáneo destello de ira hacia Alice, pero supe que eran preguntas que ella debía responder. "Porque vi su cara. Y a pesar de que llevaba una máscara, vi su pelo, sus ojos", respondió de manera uniforme. "Y ellos se hablaron el uno al otro. Ella dijo: 'ella tiene que estar en alguna parte, James. Vamos a poner fin a todo si ella se escapa'. Y él la llamó Kate. Él le dijo: 'Relájate Kate. Nosotros la encontraremos. No es más que una niña asustada. Ella no va a llegar muy lejos'". Todo el mundo estuvo en silencio durante un buen rato, procesándolo todo. Pero el reloj hacía tic-tac. La lectura de cargos llevaba veinte minutos. Bella siguió. La detectaron detrás de un árbol, por lo que corrió de nuevo. Ahí fue cuando el polígrafo se balanceó bruscamente. Vi como Alice se dio cuenta. Vi como la representante de WitSec se dio cuenta. Podían ser los nervios, podía ser el miedo. Ella podría estar mintiendo. Podría estar omitiendo cosas. Sin embargo, un valor atípico no quería decir que el detector estuviera fallando, por lo que la dejó continuar sin interrupción. James y Kate la acorralaron en los acantilados. 'No hay ningún lugar a donde ir, niña', James le dijo. 'Quieroque sepas, chica, que no quierohacer esto.Me gustaríaque tu padre no lo hubiera hecho...', dijo él. 'Pero voy a hacer esto lo más rápido e indoloro como sea posible. Te lo prometo'. Una vez más, la aguja del polígrafo se movió bruscamente. Pero Bella no estaba más inexpresiva. Ella estaba respirando con dificultad, su pecho subía y bajaba de forma errática. Sus manos agarraban los bordes de la silla a cada lado de ella. Ella estaba más pálida que nunca. "Ella necesita un descanso", dije y presioné el botón del micrófono. "Agente - 312 -

Brandon, Isabella necesita un descanso". Alice asintió con la cabeza rápidamente. "Isabella, ¿quieres tomar un pequeño descanso?". "¡No tenemos tiempo para un descanso!", la representante de WitSec gritó. "¡La comparecencia judicial es en menos de quince minutos!". Golpeé hacia abajo el botón del micro. "¡Ella necesita un descanso!". Alice miró a Bella con ansiedad. "Isabella, necesitas un-" "¡No hay descanso!", la representante de WitSec volvió a gritar. "¡Maldita sea!", yo grité, saltando y preparándome para entrar allí y ahogar a la perra de WitSec. "¡Edward espera!", Emmett dijo en voz alta. Yo me di la vuelta rápidamente. "No necesito un descanso", Bella dijo hacia la pantalla. "Estoy bien. No necesito un descanso". Di una respiración profunda. "Maldita sea", murmuré antes de hundirme de nuevo en mi silla. Emmett y Jasper me miraron con recelo y también pude sentir los ojos de Rosalie en mí. Algo estaba mal. Algo que era incluso peor que todo lo que ya había sucedido. Podía sentirlo. Parte de eso era obvio, al menos para mí. Bella saltó por el acantilado. Me figuré gran parte de eso. Ella estaba temblando visiblemente ahora, y eso fue lo que me asustó, porque Bella no tenía miedo de saltar. Eso no era lo que la estaba haciendo temblar tan violentamente. "Salté desde el acantilado, y él me disparó. James me disparó cuando salté". Sus palabras resonaron a través de cada espacio de mi cabeza. Las oí, las entendí. Pero si me dejaba sentirlas, nunca iba a ser capaz de terminar este caso como se suponía que debía terminarlo. - 313 -

Iba a matar a James. Me senté allí con rigidez, con la sensación de todo el mundo en la habitación mirándome. Alice tragó con dificultad. "¿Dónde te disparó?". Pero vi sus ojos parpadear con rapidez hacia los muslos de Bella. Fue casi tan gracioso como obvio que ella estaba escondiéndose de mí antes. Ella debió verlo durante el examen de Bella y lo supuso. Bella se levantó y bajó un lado de sus pantalones, dejando al descubierto su cadera, y luego la parte superior del muslo. Había un tatuaje sobre su piel suave y cremosa. Whitlock se movió hacia adelante y ajustó la lente de la cámara para acercarse a él. Era circular; un símbolo. Probablemente nativo americano. Dos palabras estaban en el centro. Kwop kilawtley "¿Qué significa?", Emmett preguntó en voz alta. Jacob Black habló por primera vez desde que esto comenzó. "Quédate conmigo. Para siempre". "Por sus padres", murmuré. Pero con la cámara enfocándole, fue fácil ver que debajo del tatuaje se escondía algo. Una cicatriz. Todo el mundo estuvo en silencio durante unos minutos. "Isabella", dijo Alice con voz suave. "Sé que esto es duro para ti, pero tengo que preguntártelo, para el registro. ¿Serías capaz y estarías dispuesta a dar testimonio bajo juramento, ante un jurado, sobre la noche del 16 de mayo de 2007, de que el Dr. James Penn y Kate Shaw os alejaron a propósito a ti y a tus padres, Charles y Renee Swan, de la carretera y os sacaron del camino acabando en el río Sol Duc, matándoles a los dos?". "Sí", Bella asintió lentamente con voz temblorosa. "Lo haría". - 314 -

"¿Y podrías dar testimonio veraz de que el Dr. James Penn y Kate Shaw fueron los que te persiguieron a través de las Montañas Olímpicas esa misma noche?". "Sí", Bella contestó en voz baja. "Isabella" - Alice dijo suavemente - "¿fue el Dr. James Penn quien te disparó y trató de matarte?". "Sí" - dijo Bella, sacudiendo violentamente ahora - "lo fue". "Tienen que parar", dije levantándome. "Ella se está cayendo a pedazos". "Casi han terminado con la primera parte, Edward", dijo Emmett. "Sé que es difícil de ver, pero está casi terminado". Me agarré el pelo, tratando de no explotar. "¿Has visto al Dr. Penn o a la Dra. Shaw una vez más después de eso?", la representante de WitSec preguntó a Bella sin emoción. Bella negó con la cabeza. En este punto sus labios estaban casi tan blancos como el resto de ella. "No... no..." - tartamudeó - "no hasta que vi a Kate en Hawái un par de años más tarde, y luego unos pocos... unos pocos... meses después cuando me convertí en una estudiante de la clase de Ética Medicinal de James". La representante de WitSec miró su reloj y cortó a Bella. "Esto es todo lo que necesitamos para la lectura de cargos", ella miró a Bella, por fin pareció darse cuenta de cómo estaba. "Señorita Swan, usted puede tomar un pequeño descanso ahora, si lo necesita", dijo ella con frialdad. "Estaré de vuelta dentro de media hora para obtener el resto". Con eso, ella se levantó y se fue, y yo volé fuera de la habitación. "¡Edward!", Whitlock dijo en voz alta. "¡Edward, tienes que llegar a la corte!". Corrí a la sala de Bella y abrí la puerta. Bella tenía la cabeza entre sus manos y Alice estaba de rodillas a su lado con su mano en la espalda de Bella. "¡Bella!" - 315 -

Sin esperar para medir su reacción, crucé la habitación en dos zancadas y envolví mis brazos alrededor de ella, tirando la silla y poniéndome de rodillas en el suelo mientras la recogía en mi regazo. Al principio ella sólo se sentó allí temblando, pero luego poco a poco sus brazos se pusieron alrededor de mi cuello y se envolvió por completo a mí alrededor. Su cuerpo tembló contra el mío. "Está bien, Bella", le dije suavemente, besando su pelo, pasando mis manos por sus mechones rubios. Su pelo estaba enredado y sudoroso por la larga noche y la mañana, pero no me importó. Todo en lo que podía pensar fue en que ella dejara de temblar. "Él ya no puede hacerte daño más, bebé. Ninguno de los dos puede. Yo no se lo permitiré. Te juro que no se lo permitiré". Ella puso sus manos en puños en la parte posterior de mi camisa, mientras sus piernas se tensaban alrededor de mi cintura, pero poco a poco, empezó a relajarse en mis brazos. Sentí su aliento en la parte de atrás de mi cuello, su corazón latiendo contra el mío, y cómo su ritmo era más lento, igualando el ritmo del mío cuando nos sentamos en el suelo, pecho contra pecho. "Abrázame", ella respiró vacilante, pasando sus labios por mi cuello mientras habló. "Abrázame fuerte". Sus palabras se fundieron con cada músculo de mi cuerpo. Apreté mi agarre sobre ella mientras que al mismo tiempo trataba de ser lo más cuidadoso posible con sus heridas. "Te tengo, bebé. Sólo tienes que dejarlo salir", murmuré suavemente, con ganas de que ella pudiera obtener la liberación que tan desesperadamente necesitaba. "Déjalo salir. Te tengo y no voy a dejarte ir". La sentí asentir y apretó los puños alrededor de mi camisa aún más. Sus piernas se apretaron alrededor de mí con tanta fuerza que me resultó difícil respirar. Y cuando pensé que esas lágrimas - esas que iban a ayudar a aliviar su dolor finalmente iban a aparecer, ella se puso rígida en mis brazos una vez más, antes de dejar caer sus hombros. "Yo... no puedo", susurró. La besé en la frente con suavidad y la tiré hacia atrás lo suficiente como para mirarla. - 316 -

Sus ojos estaban tan secos como el desierto. Yo fruncí el ceño. "¿No puedes, qué?", murmuré. Ella me miró, y sus ojos, en vez de tener lágrimas, estaban llenos de desesperanza. "No puedo... llorar". Antes de que pudiera tratar de entender lo que había querido decir, ella se endureció de nuevo y el temblor empezó una vez más. Su rostro palideció y su corazón, literalmente, saltó en su pecho. Ella me hizo a un lado. "Déjame ir", susurró en voz baja en un primer momento, tratando de separarse de mí. Su voz se hizo más fuerte, había un borde afilado en la misma. "Déjame ir". "Bella", declaré, tratando de aferrarme a ella. "¡Déjame ir, por favor!", ella gritó, empujándome y cayéndose al suelo. Antes de que pudiera recogerla y averiguar qué había ido mal, Jacob estuvo en la habitación. Él la sujetó en sus brazos y ella cayó lánguidamente en ellos. "Está bien, Bells, está bien", la arrulló tranquilizadoramente. Whitlock y Emmett entraron en la habitación detrás de Jacob, y todos estuvimos a su alrededor. Los ojos de Bella estaban cerrados. Alice me miró con la cara llena de confusión y preocupación. "Qué..." Sacudí la cabeza y me cogí el pelo, completamente atónito en ese punto. Jacob finalmente me miró. Sus ojos se fueron a mi arma no disimulada en la funda de mi lado. De pronto lo supe. Las únicas veces que había visto a Bella estar pálida fue hacía unas horas, en ese techo, cuando Rosalie tenía una pistola apuntándole a ella, y hacía unos minutos, cuando describió cómo James sostenía el arma contra ella. - 317 -

La tartamudez... la violenta sacudida... "Tiene miedo de las armas", susurré. Jacob asintió con la cabeza. "Ella no solía tenerlo. Charlie era un policía, por el amor de Dios, ella creció en torno a las armas. Es desde esa noche. Tiene pesadillas con que... el hombre del pasamontañas...", sus brazos se tensaron alrededor de ella mientras dejaba de hablar. Pero él no necesitó terminar. Pude imaginar en qué consistían las pesadillas de Bella. oooooooooo Cuando entré en la sala del tribunal, James y Kate ya estaban allí con sus abogados. Sentí sus ojos en mí, pero yo seguí con mi mirada al frente. No podía verlos todavía, yo no confiaba en mí lo suficiente como para hacerlo. En el último par de años, yo estaba seguro de que había perfeccionado la cara de póquer. Me enorgullecía de ser un actor tan bueno como cualquiera de esos gilipollas ganadores de un Oscar, pero esta mañana, no estaba tan seguro. Había sabido exactamente cómo mataron a Charlie y a Renee Swan. Acababa de ver a Bella - por lo general tranquila y serena, y con cara de póquer como yo - desmoronarse a causa de lo que hicieron con ella. Él le disparó, y los dos la dejaron morir en el río negro y frío. Yo no confiaba en mí mismo como para mirarles sin querer balancearme hacia James y desgarrarle el corazón de su pecho con las manos desnudas, mientras Kate miraba y sabía que era la siguiente. El juez nos llamó uno por uno. En primer lugar fue Kate. Él leyó los cargos en su contra, incluyendo los cargos de última hora de los asesinatos de Charles y Renee Swan, y un cargo de intento de asesinato de Isabella Swan. Kate tuvo el coraje de hacerse la sorprendida, aunque sus abogados se habían enterado de ese cargo una media hora antes. Miré rápidamente a James para tratar de calibrar su reacción. Él estaba sonriendo y susurrando a uno de sus abogados. Kate le susurró con furia a su propio abogado cuando el juez le preguntó cómo se - 318 -

declaraba. "No culpable, señoría", respondió su abogada. Incluso con los cargos de asesinato, como ella siempre había sido como un ciudadano honrado sin antecedentes, su libertad bajo fianza se fijó en cinco millones de dólares. Una cosa que aceptó fácilmente, por supuesto, ya que los sospechosos sólo estaban obligados a pagar un diez por ciento de su fianza. Después de haber sido instruida para entregar su pasaporte y no salir del estado, la dejaron a la espera de una mayor investigación. Ella salió con solemnidad, Garrett a su lado. Sentí sus ojos sobre mí cuando ella pasó y se detuvo. Con una respiración interna y profunda, forcé la mirada hacia ella. Ella tenía los ojos inyectados en sangre, y estaba usando el mismo vestido que llevaba la noche anterior. "Tony, James trató de ponerse en contacto contigo a través de los abogados, pero me dijeron que habías tenido algunos problemas con un par de agentes federales". La miré mientras habló. ¿Cómo pude haber hecho lo que hice con ella? Aún sin saber de Bella, ¿cómo podría haberme acostado con una mujer como ella? Era extraño cómo sólo hacía unas semanas yo honestamente la consideraba bella y sexy. Ahora ella me daba repulsión tanto física como mentalmente. Ella era una de las criaturas más repugnantes que había visto nunca. Pero hice lo que hice, y ahora tenía que vivir con las consecuencias. Asentí con la cabeza sin comprender, porque a pesar de que nunca iba a tocar a esa mujer, no podía hacerme su enemigo, todavía no. Su momento llegaría. Ella negó con la cabeza y dijo: "Hablaremos más tarde", y luego se acercó y puso su mano sobre la mía, acariciándola, mientras Garrett se encontraba solidariamente a su lado, con el brazo apretado con fuerza alrededor de su cintura. Miré hacia abajo y retiré la mano de debajo de ella con cuidado. Fuera de mi periferia vi como ella la apartaba y me miraba durante unos segundos antes de salir. - 319 -

James fue el siguiente. El juez le leyó los mismos cargos. Su rostro estaba extrañamente en blanco mientras los cargos se estaban leyendo. Con una sonrisa arrogante se declaró de la misma manera que Kate. Su fianza se fijó en diez millones, eso era una gota en el océano para James. Caminó por el pasillo con la cabeza bien alta y se detuvo cuando llegó a mí. "He tratado de ponerme en contacto contigo toda la noche, Tony", en su tono de voz se escuchó un poco de reproche. "Nuestros abogados están preparados para representarte", sus ojos se fueron a mi abogado, un agente que habían puesto para ser mi asesor en lo que restaba de esta farsa. Aunque yo sabía que tenía que proceder con cautela, porque aquí la paranoia de James debía ser seguida, tardé unos segundos antes de poder mirarlo. Tu tiempo vendrá también. "Tuve un pequeño problema con uno de los agentes de anoche" - le dije - "así que mi padre envió a nuestro abogado de la familia para mí". Él asintió con la cabeza lentamente, estuvo en silencio durante unos momentos largos, mirándome. "Tengo que ser honesto, Tony. Yo estaba... preocupado. Pero... estás aquí, así que..." No respondí. Él me miró larga y duramente otra vez. "¿Has oído algo de Laurent?". Negué con la cabeza, luchando contra el impulso alucinante de ahogarle aquí mismo y ahora para que pudiera unirse a su amigo Laurent. Mis puños temblaron a mi lado... Fruncí el ceño. "Si ese hijo de puta hizo lo que creo que hizo..." "James, ahora no", le instó su abogado, tirando de él por el brazo. James se sacudió con rabia. "Yo he descubierto quien ha sido, Tony", silbó hacia mí. "Fue esa perra, Marie", gruñó. "Yo sé quien es ella ahora..." "James, por favor", le suplicó su abogado. - 320 -

Sólo había algo en lo que tanto nosotros como el gobierno teníamos que guardar silencio. Como las muertes de Félix y Laurent. Eso se había considerado información clasificada, y no sería revelado hasta después de los juicios. Pero si James y Kate estaban siendo acusados de homicidio e intento de asesinato, sus abogados le habrían exigido saber quién les acusaba de asesinato. Ellos habían conseguido imágenes. Bella no podía estar en público por más tiempo después de esto. "Lo que sea", él dijo. "Hablaremos de eso después, Tony". Sus ojos me recorrieron arriba y abajo, desde mi cara hasta mi torso. "Y espero que les dieras a esos gilipollas lo que parece que se merecían". "James, vamos", susurró su abogado furiosamente. James se ajustó el traje, sin arrugas a pesar de que lo había estado usando desde ayer por la tarde. "Buena suerte, Tony. Te llamaré tan pronto como pueda". Él se fue. Una vez que ambos se fueron, yo exhalé fuertemente, dejando salir el aire que estaba sosteniendo, apretando mis manos en mis costados. ¿Cómo iba ahora a sacar esto adelante? El juez sabía que yo era un agente federal, pero la farsa debía llevarse a cabo al máximo. Con mi abogado a mi lado, me acusaron de delitos menores porque al parecer yo no había estado tan involucrado, me pusieron una fianza de dos millones, y me hicieron esperar hasta nuevas investigaciones. oooooooooo Cuando volví a las oficinas, me dirigí directamente a la habitación de Bella para ver cómo estaba, orando con cada paso que daba de que ella estuviera mejor de lo que estaba cuando me vi obligado a dejarla para ir a la corte. Pero cuando abrí la puerta, ella no estaba allí. Nadie estaba. Llamé a Alice. No hubo respuesta. - 321 -

Emmett. No hubo respuesta. Incluso llamé a Rosalie. Nada. Mi corazón se detuvo, mis sentidos me dijeron que algo había salido mal. Fui hacia la oficina de Whitlock con mi pulso acelerado enormemente en mis venas. Haciendo caso omiso de las protestas de las secretarias, abrí la puerta. Jasper estaba en la ventana, de espaldas a mí, con el teléfono en una mano y con el pelo en la otra. Emmett y Rose estaban sentados frente a su escritorio. Ellos me miraron con expresiones ansiosas. "¡Disculpe Director, pero eso es una total mentira!", Whitlock gritó por el teléfono, sin darse cuenta de que había entrado en su oficina. "Nunca se nos informó-", se detuvo y escuchó. "¿Y cómo se suponía que tenía que…?", pausa. "Pero ellos ahora saben quién es ella" - susurró - "¡eso podría hacer toda la diferencia!", él tomó una pausa más larga, y a medida que escuchó, sus hombros se hundieron por la derrota. "Quiero dejar constancia oficial aquí" - dijo entre dientes - "diciendo que estoy totalmente en desacuerdo con esto, y que mi equipo y yo vamos a buscar otras alternativas", cerró el teléfono de golpe. Sus ojos se abrieron cuando se volvió y me vio allí. "¿Qué ha pasado?". Él dio una respiración profunda. "Siéntate, Cullen". "Prefiero estar de pie. ¿Qué ha pasado?", repetí. Whitlock cerró los ojos durante dos segundos antes de contestar. "Swan ha terminado su declaración. Les ha dado todo lo que querían". Yo le miré. "¿Y?" Él sacudió la cabeza de lado a lado y respiró por la nariz fuertemente. "Al parecer, - 322 -

en la mayoría de los casos WitSec, por lo general es el informante quien se pone en contacto con los federales, ofreciendo proporcionar información para su inmunidad y protección. El representante WitSec toma la declaración, hace una recomendación al Departamento de Defensa y si la información proporcionada se considera suficiente para asegurar una sentencia, entonces el informante está dotado de inmunidad y protección". "Está bien", fruncí el ceño, apretando la mandíbula. "Así que Bella les ha proporcionado la información que necesitaban. Eso conseguirá lo que ellos quieren. La firma de Benjamín les garantiza inmunidad y protección tanto a ella como a Jacob, como acuerdo", le dije con claridad. "Y todos van a conseguir lo que se les prometió", me aseguró. Él me miró con una mirada firme y tragó con dificultad. "Tan pronto como el Departamento de Defensa apruebe la declaración". "¿Cuánto tiempo llevará eso?" "Hasta dos semanas". La furia y la incredulidad aparecieron en mi mirada, él continuó rápidamente. "Edward, todo esto se ha hecho al revés, y pido disculpas", dijo con sinceridad. "No he tenido ninguna experiencia con este tipo de situaciones, pero Benjamín se niega a proporcionar una casa de seguridad a Bella hasta que el Departamento de Defensa apruebe su declaración. Ahora les he pedido que aceleren las cosas tanto como sea posible, y he conseguido que estén de acuerdo en colocar a dos agentes para que la vigilen durante todo el día, y a dos para que vigilen a Jacob y a su familia en su casa, pero aparte de eso, por ahora-" "Ella está libre". Él tragó una vez más densamente y asintió. "Ella no puede estar por ahí ahora, Whitlock", le dije con frialdad. "Acabo de llegar de la corte. Ahora James sabe exactamente quién es ella. Trató de matarla una vez-" "Él va a intentarlo de nuevo", Emmett terminó por mí. "No voy a dejarla por ahí, Whitlock". - 323 -

Él me miró suplicante. "¿Qué más puedo hacer, Cullen? Si tienes alguna idea, voy a escucharla, porque sí, esto es una mierda total". La cosa era que yo sabía lo que iba a hacer al segundo de que Whitlock me dijera que Bella no tenía una casa de seguridad. Siempre había tenido una casa de seguridad, un lugar donde sólo la iban a tocar encima de mi cadáver. Mi casa.

Quería deciros que lo de publicar todos los dias será de lunes a viernes, que sino no me da tiempo ni a repasar los capis que me quedan ni a hacer nada, jajaja. ¡Nos vemos mañana con otro capitulo! :)

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106, Samantha Mya, Danii Belliner Cullen, ini narvel, Gabllie, HLNRJRQR. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 21 Casa segura Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Canciónrecomendada: Uninvited de Alanis Morissette Hola, aqui os dejo otro capitulo, vamos a ver si Bella acepta ir a casa de Edward ^^ Por cierto, ¿habeis visto el trailer de Amanecer parte 2? Que guayyyy, que ganas de verla ya :D

Capitulo 21 -Casa segura BPOV El cielo aún estaba seco esta mañana, pero por lo general se vislumbraba gris y sombrío. Apreté mi frente contra los cristales de las ventanas reforzadas y di una respiración profunda, miré hacia abajo y me pregunté hasta qué punto exactamente aguantaría. "¿Estás bien, Bells?", Jake dijo detrás de mí. Asentí con la cabeza y la giré lentamente, arrastrando mi mejilla contra la ventana. Él estaba apoyado en la pared con los brazos cruzados delante de él. Su rostro oscuro se veía incómodo, probablemente estaba asustado de que me deshiciera de nuevo. Pero no lo haría. "¿Qué crees que está pasando ahí fuera?", pregunté, señalando la barbilla hacia la puerta. "La Agente Brandon... Alice, se veía muy enfadada cuando ha salido de aquí con ese gran hombre hace un rato", me mordí el labio, pensativa. "¿Crees que algo ha salido mal?". Realmente no me preocupaba por mí misma de una manera u otra. Veía muy poca diferencia entre pasar el próximo par de décadas en una celda o pasar todos los días en algún lugar sin familia, sin amigos, sin... Pero necesitaba asegurarme de que Jake y su familia iban a estar bien. - 325 -

Jake se acercó a mí y puso sus manos grandes y calientes en mis brazos. "Bella, cariño, todo va a estar bien. Tenemos todo por escrito. No pueden negarse ahora". "Supongo que tienes razón", le dije. Jake me miró con atención, y entonces me cogió el mentón entre sus dedos pulgar e índice. "Oye, sabes que no tienes que hacer esto sola, ¿verdad? Cuando llegue el momento de que puedas trasladarte, podemos ir contigo. O... puedes venir a quedarte en La Push de nuevo con nosotros", me ofreció desesperadamente. "Podemos ocultarnos tanto tiempo-" Levanté una mano hasta su hombro y lo detuve antes de que pudiera seguir adelante. "Jake, tú y tu familia pertenecéis a La Push, donde sois felices, no os trasladareis a ningún lugar conmigo. Y yo no quiero ocultarme más, Jake. Voy a estar bien". Él apretó los labios y se cruzó de brazos frente a él de nuevo. "Ese tipo... Masen-" "Cullen". "Lo que sea. ¿Cuál es su historia?" Me encogí de hombros, haciendo caso omiso de cómo mi pecho se apretó con fuerza. "Su historia es que... él es un agente del FBI" - yo sonreí con ironía - "dispuesto a hacer lo que sea necesario para pillar al malo de la película". Jake se quedó en silencio por un rato. "Sabes, Sam me dijo que él y el resto de los chicos estuvieron muy cerca de tomarle a él y a su compañero cuando se presentaron en La Push. Incluso habían planeado guardar la furgoneta", bromeó. Un visible estremecimiento recorrió mi cuerpo. Me aparté de Jake y me acerqué hasta la ventana. - 326 -

La risa de Jake se detuvo. Sentí sus ojos en mí. "Fue un riesgo muy grande el que hiciera eso". "Como he dicho" - repetí de manera uniforme - "está dispuesto a hacer cualquier cosa...", miré por la ventana a la mañana en la que las gotas habían comenzado a caer. "A lo mejor le dan una medalla por esto", resoplé. Oí a Jake más cerca, hasta que estuvo justo detrás de mí. "Lo que pasa Bells" - dijo con cuidado - "es que me parece que ha hecho las cosas de manera muy extraña, tal vez incluso estúpida", no contesté, por lo que él siguió. "Quiero decir, cuando él me vino a buscar, él podría haber mentido y luego haberme llevado por la fuerza y amenazarte para que dieras tu declaración. En su lugar, amplió las disposiciones de inmunidad y protección para mí y mi familia". Tragué fuerte, mis ojos estaban fijos en las gotas de lluvia que caían y en cómo salpicaban contra las ventanas gruesas. Levanté un dedo y tracé su contorno. "Supongo que un testigo que coopera es mejor que una falta de cooperación. Es un hombre inteligente", sonreí contra el cristal frío. Jake estuvo en silencio durante unos minutos. "Hace sólo un par de días tú estabas dispuesta a dejarlo entrar en todo". "Eso fue antes de saber la verdad sobre él". "¿Antes de saber que era más que un médico demente dispuesto a sacrificar la vida de la gente por mucho dinero? ¿Tú confiabas más en él entonces?". "Él me mintió", yo siseé con una voz temblorosa. "Sí", Jake estuvo de acuerdo fácilmente. "Y tú le mentiste a él". "Porque tuve que hacerlo", yo gruñí humildemente. "Bells, cariño, él es un agente encubierto del FBI, hizo su papel". Yo me agité toda indignada. "¿Por qué lo defiendes?". "No lo estoy defendiendo", dijo Jake cuidadosamente. "Sólo estoy pensando en voz alta, preguntándome por qué ninguno de nosotros se encuentra bajo arresto aquí, - 327 -

Bells, o siendo amenazado, en lugar de habernos ofrecido una protección total del gobierno e inmunidad", se encogió de hombros. "No es lo que esperaba, y honestamente, me hace preguntarme por qué parece que él está haciendo las cosas más difíciles para él de lo que necesita". No tuve una respuesta. Mi pecho se levantó con mis respiraciones. "¿Qué ha pasado antes en esa habitación?", Jake me preguntó con cautela. "¿Por qué has dejado que te sostuviera... si tienes tan poca fe en él?", me preguntó en voz baja. Abrí la boca... pero no salió nada. "Porque soy estúpida", por fin respiré, dejando caer mi cabeza. "Porque me sentía tan increíblemente caliente en sus brazos, y pacífica y… segura", acuné mi cabeza en mis manos. "Estúpida". Jake tomó mis manos y entrelazó sus dedos con los míos. Yo no podía estar más agradecida por lo que había pasado entre Jake y yo. No porque yo no lo amara, porque lo hacía. Jake era mi hermano mayor en todos los sentidos. Yo nunca hubiera sobrevivido, literalmente, sin él. "Tú no eres estúpida", me dijo Jake con atención. "Lo sabes, Bells". Justo en ese momento la puerta se abrió. Anth-Edward estaba en la puerta. Sus ojos se encontraron con los míos de inmediato, y nos abrazamos con la mirada durante la mitad de un latido del corazón antes de que sus ojos cayeran en las manos entrelazadas mías y de Jake. Cuando miró hacia arriba, su expresión no se pudo leer. "Isabella, estamos listos para irnos", él miró a Jake. "Jacob, tu familia ha sido localizada e informada del acuerdo. Dos agentes te escoltarán de vuelta a La Push y dos te acompañarán. Tendrás dos agentes junto a ti durante todo el día hasta que el caso vaya a juicio, y luego durante todo el tiempo que el gobierno considere necesario. Se te darán más detalles e instrucciones una vez que estés de vuelta en casa. ¿Estás listo?", preguntó con frialdad. "Necesito unos minutos", dijo Jake. Creí ver algo oscuro atravesando la cara de Anth-Edward. Él asintió con la cabeza - 328 -

una vez y cerró la puerta otra vez, tirando de ella con más fuerza de la necesaria. Sabiendo que sólo tenía unos minutos con Jake, hice que fuera imposible para mí pensar en nada más. Jake me metió en un abrazo de oso que constriñó mis pulmones. Simplemente estuvimos abrazados por un largo tiempo. "Bells, esto no es un adiós", Jake finalmente susurró. "Creo que tal vez... podría serlo", yo murmuré con voz temblorosa. Sacudí la cabeza, alejándome y dejando que sus ojos oscuros se llevaran los míos. "No. Nos veremos de nuevo, Bells. Somos una familia y tú no estás sola. No lo olvides". Si pudiera llorar, estaría haciéndolo ahora. En su lugar, me encontré con sus ojos más húmedos que los míos, aunque mi garganta se contrajo tan dolorosamente que no pude hablar. "Te quiero, Bells", susurró. "Yo también te quiero, Jake". La puerta se abrió de nuevo. Edward entró con Alice y con el chico grande y musculoso detrás de él. El tipo alto y rubio estaba con ellos también, así como un par de otros agentes. Jake y yo nos separamos. Miré a Edward, pero esta vez mantuvo apartada la mirada. Él señaló hacia los dos agentes que yo no reconocí. "Jacob, ellos son los agentes especiales Crowley y Cheney. Te acompañarán de vuelta a La Push, y luego permanecerán contigo durante los próximos meses". Sin fanfarria ni más despedidas, Jake y los agentes salieron. Los miré, mi corazón estaba dolorido en mi pecho. Alguien limpió su garganta. "Isabella, yo soy Emmett McCarty", dijo el gran y musculoso hombre, poniendo una mano enorme hacia mí. Lo consideré con cautela. Él se rió. "Soy uno de los agentes que te estará vigilando". Lo miré de arriba abajo con temor más que nada, porque santo infierno, era un hombre lleno de energía. Sus músculos se apretaban en las mangas de su traje, y su pecho sobresalía con fuerza por debajo de su chaleco. - 329 -

"Supongo que me sentiré más segura contigo a mi lado que con ellos", le dije honestamente. Él se rió a carcajadas de mi comentario. "Isabella, creo que tú y yo vamos a llevarnos bien durante los próximos meses", dijo sonriendo. Edward se aclaró la garganta con brusquedad. "Bien entonces", dijo en un tono que claramente significaba que siguiéramos adelante. "Isabella, este es el agente especial Jasper Whitlock, quien nos acompañará esta tarde hasta la" - se aclaró la garganta otra vez, aunque fue menos obvio - "casa de seguridad". El Agente Whitlock sonrió amablemente y me estrechó la mano. "Es un placer conocerte por fin adecuadamente, Isabella", me dijo. "Es un placer conocerte también", le dije con una sonrisa un poco perpleja. Entonces la pequeña Alice se me acercó. Ella puso su pequeña mano en mi brazo. "Isabella, cariño, ¿estás lista?" Volví los ojos hacia ella. ¿Si estaba lista? No. Pero, ¿cuáles eran mis opciones? Era una mujer sin un hogar verdadero. Una casa segura para los próximos meses sería un lugar tan bueno como cualquier otro para averiguar mi próximo movimiento, supuse. Me encogí de hombros. Ella sonrió suavemente y miró hacia abajo. "¿Puedes caminar o quieres una silla de-" "Puedo caminar por mi propia cuenta", le respondí, sintiendo los ojos de Edward en mí. No podía permitirme ser débil en torno a él nunca más. Ella volvió a sonreír y me condujo fuera de la habitación, ayudándome de todos modos. Yo suspiré y la dejé. oooooooooo - 330 -

Las ventanas de la camioneta se tiñeron de negro. Yo podía ver fuera, pero me habían informado que nadie podía verme desde fuera. Así que vi a gente, miré las calles difuminadas de Seattle, conté las gotas de lluvia en el parabrisas, pasé mis dedos por encima de mi ausente brazalete. Era muy consciente de Anth-Edward delante de mí, en el asiento del conductor, del suave sonido de su respiración, de cómo sus ojos se movían periódicamente entre el parabrisas y el espejo retrovisor. Yo estuve atrapada entre la lluvia y Edward, y hasta que no paramos no me di cuenta de que la calle donde estábamos era familiar. "¿Por qué estamos aquí?" Miré primero a Alice, pero ella se mordió el interior de la mejilla y no dijo nada. Mis ojos se arrastraron rápidamente al Agente Whitlock junto a ella, y luego a Emmett, en el asiento delantero del pasajero. Ambos miraron hacia mí en silencio. Traté de ver a Anth-Edward. Él se dio la vuelta en su asiento, moviéndose incómodo antes de que finalmente me mirara a los ojos. "Isabella, esto ha sido una falta de comunicación", dijo rápidamente, como si estuviera tratando de sacarlo todo de una vez. "El director no puede ofrecerte una casa de seguridad hasta que el Departamento de Justicia apruebe tu declaración, y eso puede tardar un par de semanas", él tragó saliva con dificultad. "Hasta entonces, vas a quedarte en mi casa. Emmett y Alice se turnarán para vigilarte cuando yo no esté cerca". Lo miré, demasiado atónita como para hablar. Él se aprovechó de mi mutismo y habló. "¿Ves ese coche detrás de nosotros? Dos agentes se encontrarán fuera de mi apartamento veinticuatro horas al día para mayor seguridad. Estarás completamente segura", terminó con ansiedad. Seguí mirándole, hasta que por fin, pude encontrar mi voz. "¿Esto es una maldita broma, no?" Él sacudió la cabeza. "No". Me dirigí de nuevo a Alice, ella me miraba solemnemente. Jasper usaba la misma expresión y Emmett sonreía. - 331 -

"Hey, esto va a ser divertido", dijo. "Piensa en ello como si fuera una fiesta de pijamas prolongada, con juegos opcionales del giro de la botella y la cerveza Pong y esa mierda". Todo el mundo excepto yo extendió la mano y le golpeó. "¡Ay! ¡Mierda! Sólo estaba bromeando", él se rió. "Sólo trataba de aligerar un poco el estado de ánimo". Volví los ojos de nuevo a Edward y fruncí el ceño. "¿Qué clase de operación de mierda habéis hecho aquí?" Y entonces se produjo un pensamiento aterrador para mí. "Jake", susurré con mis ojos muy abiertos. "Jake y su familia-" Edward sonrió. "Esto no afecta a Jacob de ninguna manera. No te preocupes, él está a salvo", dijo entre dientes. Di un profundo suspiro de alivio y me senté contra mi asiento. Las fosas nasales de Edward se ensancharon muy ligeramente. "¿Estás lista para subir las escaleras?", me preguntó con la mandíbula cerrada. "¿No tengo otra maldita opción?", hice un chasquido. "No", él contestó. Nos miramos el uno al otro. oooooooooo Ahí estaba toda la operación que consistía en subir las escaleras y que involucraba a todos los agentes de ambos coches. Algunos actuaron como observadores, otros para crear distracciones, aparecieron grandes paraguas negros, una gran manta me cubrió, y yo estuve arriba con rapidez junto con el tipo grande. Cogí la manta y la tiré por el suelo, cojeando furiosamente hacia el sofá mientras el resto de los agentes - excepto los dos en el otro coche - se abrían camino en el apartamento de Edward. Me tiré en gran medida. - 332 -

"¡Qué semana de mierda que estoy teniendo!", murmuré en voz alta, con el ceño fruncido en el aire. Todo el mundo estaba tranquilo, estaban de pie alrededor con torpeza. Fuera de mi periferia vi como Edward se me acercaba con pasos decididos. Él se detuvo en sus pasos abruptamente y desbloqueó algo alrededor de su pecho, colocándolo con cuidado sobre una mesa auxiliar. Su arma de fuego. Me estremecí. Edward tomó asiento en la mesa de café directamente en frente de mí. Sus largas piernas estaban justo en mi campo de visión, y aunque sabía que estaba esperando que le mirara, no lo hice. En lugar de eso crucé los brazos delante de mí con una furia petulante y miré hacia otro lado. "Tenemos algunas reglas básicas", dijo con frialdad. Esto atrajo mi atención. Levanté la vista hacia él. "¿Estás bromeando? ¿Reglas básicas?". Sus fosas nasales se ensancharon y miró hacia abajo, tratando de ocultar su irritación. Se apretó el puente de la nariz. "Isabella, ¿alguno de los acontecimientos de las últimas veinticuatro horas te ha parecido cómico?". "¡Por supuesto que no!". "A mí tampoco. Así que por favor deja de preguntarme si estoy bromeando o no, porque no lo estoy". Rodé los ojos. "¿Cuáles son las reglas de este juego de mierda?". Cuando miré hacia arriba, sus ojos verdes eran de un color oscuro y se veía con claridad el enfado, pude decir que estaba luchando contra la necesidad de envolver sus manos alrededor de mi cuello. El problema era que, aunque yo estaba segura de que la furia en sus ojos infundiría miedo en los corazones de la mayoría de la gente, lo único que me hizo a mí fue aletear mi estómago con una extraña excitación. Reprimí mi reacción claramente inapropiada, y levanté una ceja, esperando. "En primer lugar" - dijo claramente - "mira a tu alrededor por un momento, por favor". Fruncí mis labios y miré alrededor. - 333 -

"Todos en esta sala están dispuestos a tomar grandes riesgos para mantenerte segura, Isabella. Por favor, no hagas su trabajo más difícil al tratar de huir, o practicando tus habilidades acrobáticas en las ventanas. Recuerda que es algo más que tu vida lo que está en juego aquí". Cerré los ojos y asentí con la cabeza por mi entendimiento. Por supuesto que no quería hacer daño a nadie. "¿Qué más?", dije. Él exhaló con fuerza. "En segundo lugar, cuando me dirija a ti, Isabella, nunca usaré lenguaje obsceno o improperios. Por favor, trata de extender la misma cortesía mientras estés aquí". Sacudí la cabeza hacia atrás, sorprendida por eso. "No estoy pidiendo que me recites sonetos" - continuó - "sólo... trata de mantener la maldición en un mínimo. Sé que esto no es una situación óptima para ti, créame que lo sé. Y si pudiera" - se inclinó más hacia mí y apretó sus manos - "me gustaría hacer las cosas de manera muy diferente para ti, Isabella". Sus ojos de repente fueron honestos, tan intensos que me llenaron de un profundo sentimiento de vergüenza, como cuando me dirigí a él en el edificio del FBI. La verdad era que aunque yo sólo fuera o no un caso para él, él no había causado esto. Él estaba tratando de mantenerme a salvo, incluso si sólo estaba haciendo su trabajo. "Lo intentaré...", le dije más sumisa, mirando a mi regazo. Él dio una respiración profunda y se sentó. "Y..." - continuó con la voz menos aguda, más como el terciopelo suave que recordaba de las pocas veces que habíamos estado solos - "las persianas se mantendrán cerradas en todo momento. Por favor... mantente alejada de las ventanas tanto como sea posible. Sé que va a ser difícil para ti estar atrapada aquí... por lo menos unos días, pero tienes que permanecer fuera de la vista", se aclaró la garganta. "En realidad, esta regla debería ir probablemente antes que la anterior. Antes de la limitación de decir maldiciones". Asentí con la cabeza, mordiéndome el labio. "Eso es todo por ahora. Podemos imaginarnos el resto a medida que avancemos". - 334 -

"Está bien", le dije manteniendo mis ojos en mi regazo. "Creo que podré manejar eso... durante los próximos días". Fuera de mi periferia lo vi asentir con la cabeza. "Esperemos que tu casa de seguridad esté lista para ti en breve". Sentí un dolor agudo en el pecho. "Esperemos", estuve de acuerdo. Oooooooooo Después de haber discutido todos los horarios y la logística, Whitlock y Emmett se fueron. Emmett prometió estar de vuelta por la mañana para ir a la 'fiesta de pijamas'. El comentario le hizo ganarse un puñetazo en el brazo por parte de Edward. Alice vino y se sentó a mi lado, apartando algunos mechones de pelo de mi cara. Me pareció que a veces se me olvidaba que ella era una agente del FBI, y no una amiga que acababa de conseguir. "Isabella, cariño, voy a salir por unas horas para recoger algunas cosas necesarias para ti. Prendas de vestir, artículos de tocador y tal. Noventa B, extra pequeño, talla dos y siete, ¿verdad?". "Uhm... si..." Ella chilló feliz, luego miró hacia abajo a mis pies y suspiró. "Me gustaría poder conseguirte un buen par de Manolos o Louboutin, pero me temo que el gobierno no nos dará para eso". "Está bien", sonreí, levantando el pie lesionado. "De todos modos no es como si fuera a necesitar Manolos por un tiempo". Ella se rió y me dio palmaditas en la mano. "Supongo que tienes razón". Cuando ella se fue, Edward y yo nos quedamos solos. Oooooooooo El apartamento era grande, bonito y espacioso, pero cómodo. Estuve aquí sólo un par de noches atrás, pero Anthony estaba borracho y hablando mierda, así que no le presté mucha atención a la propia vivienda. El sofá en el que estaba sentada era - 335 -

suave y celestial, y de repente me golpeó todo el cansancio de las últimas veinticuatro horas. Todo lo que quería era un baño y una siesta. Miré hacia arriba y AnthMaldita sea, Edward. EDWARD -me estaba mirando. Tragó saliva. "¿Te gustaría... tomar un baño o algo así?" Realmente yo debía parecer como una mierda. Asentí con la cabeza. "Te voy a mostrar tu habitación y el baño", dijo como si fuera un botones en un hotel de lujo o algo así. Me tragué las palabras en la punta de la lengua, esas que querían gritarle que su apartamento podría ser agradable y todo eso, pero esto no era una fiesta para mí. Me sentí una perra otra vez, podía decir, pero estaba agotada. Empecé a levantarme, pero necesitaba un poco más del esfuerzo habitual con mi cansancio y el pie lesionado. Edward estuvo a mi lado en una fracción de segundo. Se cernió sobre mí con sus manos crispadas, pero lo último que yo quería era que me viera como una débil, sobre todo después de lo que pasó en la sede del FBI. Así que mantuve mis ojos en mis pies, negándome a pedirle o a aceptar ayuda. Sin embargo, sentí ese mismo calor que siempre sentía con su proximidad, como un imán que estaba tirando de mí hacia él. Recordé lo que sentí al estar en sus brazos, envuelta alrededor de él, tan sólo hacía unas horas, y fue abruptamente difícil no llegar a su mano, tocarla y rogarle que me tocara. No sabía cómo iba a hacerlo a través de los próximos días aquí con él. Me las arreglé para llegar al pasillo y luego más allá, sin subir en sus brazos, y empecé a sentirme muy petulante, como que tal vez yo podía hacer eso después de todo. Pero cuando caminamos a través de su dormitorio, fui asaltada por su olor. Dulce Jesús, estaba en todas partes. El olor emanó de su perfectamente cama king-size en el centro de la habitación. - 336 -

Emanó en el aire como el perfume más embriagador. Flotó fresco y natural con él caminando a mi lado, y trajo mis recuerdos más recientes. Él estaba de repente por todas partes. Mi respiración de repente se sintió un poco profunda. "¿No hay una ducha en el baño del pasillo?", le pregunté, frotándome el cuello y tratando de conseguir un poco de aire para mis pulmones, porque era como una droga y estaba haciendo que mi cerebro se cansara y estuviera borroso, santo infierno, estaba en todas partes. Él se detuvo y se volvió hacia mí. "Sí, pero esta habitación tiene su propio baño, así que pensé que estarías más a gusto aquí. Yo me quedo con el de repuesto". Jesús, María y José, ¿hablaba en serio? Me imaginé a mí misma acurrucada en su cama, rodeada de su aroma celestial toda la noche. Puede que nunca me levantara por la mañana. Cerré los ojos y respiré a través de los labios entrecerrados. "¿Estás bien, Bel-Isabella?" Mis ojos se abrieron. "Yo sólo... realmente necesito un baño ahora mismo". Él asintió con la cabeza pero arrugó la frente. Me guió por el gran cuarto de baño, donde me esperaba una jacuzzi en el centro. "Ohhh...", gemí por esa vista, ya estaba sintiendo los chorros calientes, de gran alcance, contra mis músculos adoloridos. Edward se frotó la parte posterior de su cuello, pero lo vi por el rabillo de mi ojo, porque mis ojos estaban intensamente en el pequeño pedazo de cielo en el centro de este cuarto de baño. "Tal vez no deberías usar el jacuzzi por el momento, con el yeso en tu pie. En realidad, probablemente deberías simplemente esperar a que Alice te ayudara". Volví los ojos hacia él bruscamente. "Yo no necesito ayuda en el baño". - 337 -

Él puso sus hermosos labios en una línea de desaprobación. "Yo sólo quería decir que tal vez deberías dejar que ella te ayudara a entrar y a salir del-" "¿Dónde están las toallas?", yo le interrumpí. Él apretó los labios y me miró con los ojos apretados. Yo le miré de nuevo, desafiante. Tomaría como un acto de Dios el mantenerme en este jacuzzi en este punto. "En el estante de detrás de la puerta. Allí también hay una bata que puedes utilizar". Asentí con la cabeza una vez. Nos quedamos allí con torpeza. "Gracias", le dije con desdén. Él estuvo allí, mirándome fijamente durante unos segundos. "Ves… con cuidado", instruyó a través de una mandíbula trabada. Yo rodé los ojos. Él resopló y se fue. Yo cerré la puerta detrás de él, apoyándome contra el marco. Su dulce y almizclado olor me atacó otra vez. Abrí los ojos y vi que me estaba inclinando en contra de su bata. Jesucristo, ¿cómo había llegado aquí? ¿Quién había planeado esta broma cósmica? oooooooooo Tomar un baño con un pie en un yeso fue mucho más difícil de lo que me imaginé. No había llevado un yeso desde que tenía once años, cuando mi fase torpe finalmente terminó. Había olvidado lo difícil que podía ser hacer las cosas por una misma. Dejé mi pie en el aire mientras el resto de mí se sumergía bajo las burbujas calientes que fluían hacia fuera de los chorros. Mientras cerré los ojos y me quedé allí, dejando que el masaje de agua calmara todos los dolores en mi cuerpo, las últimas horas de alguna manera se borraron. Mis ojos se abrieron. El agua estaba poniéndose fría y no tenía ni idea de cuánto tiempo había estado aquí, aunque estaba bastante segura de que había pasado un tiempo. Me intenté levantar y escuché. Nada. Por un segundo creí que podría estar sola en el apartamento, pero de alguna - 338 -

manera supe que no lo estaba. Podía sentir la presencia de Edward. Por extraño que pareciera, tan grande como el apartamento era, tenía la sensación de que él no estaba demasiado lejos. Un destello de calor corrió por mi espina dorsal a pesar de que el agua estaba ahora fría. Con cuidado agarré una toalla del borde y comencé a levantarme. Tal vez no había pensado esto del jacuzzi tan bien como debería haberlo hecho. Intenté levantarme un par de veces, con un pie dentro y otro fuera de la bañera, sin poner demasiado peso sobre el pie lesionado. Cada vez que lo intentaba terminaba cayendo de culo. La última vez volví a caer con un chapoteo ruidoso e incómodo. "¡Ay!" Un golpe en la puerta. "Isabella, ¿estás bien?". "¡Estoy bien!" gruñí, preguntándome cómo demonios había llegado a la puerta tan rápido. Con un gran arranque de genio me agarré del borde del jacuzzi y me levanté a mí misma de nuevo, balanceando el pie bueno y poniendo todo mi peso sobre él, quedándome de pie en posición vertical fuera de la bañera. Ya estaba. Eso no fue tan difícil. Era una chica que todavía tenía equilibrio, sonreí con aire de suficiencia... ... justo antes de que mi pie resbalara. Traté de llevar el peso al otro pie, pero el dolor volvió y me caí al suelo con un golpe. "¡Ay!" "¡Bella!", Edward golpeó. "Bella, ¿estás bien?". Gemí, frotándome el codo, lo que realmente se llevó la mayor parte de la caída. Sin embargo mi pie estaba doliéndome ahora, y cuando intenté una vez más levantarme, me deslicé de nuevo, mi cuerpo se escabulló y se deslizó como una anguila contra el suelo de mármol, y caí, tumbándome como una águila. "¡Ugh!" - 339 -

"¡Bella!", Edward me llamó con furia. "¡Bella, voy a entrar!". "¡No! ¡No, no entres!", yo le contesté, pero le oí jugar con el cierre y tuve el tiempo suficiente para tirar la toalla sobre mí misma antes de que entrara. Yo levanté mi cabeza. "¿Qué demonios?", grité. Él hizo caso omiso de mis protestas y se inclinó sobre mí. "¿Estás bien?". "¡Sí!", grité con incredulidad. "¿Estás malditamente bromeando? ¡Fuera!". Aún haciendo caso omiso de mi ira, puso mi pie lesionado en sus manos y cuidadosamente lo examinó. "¡Está bien!", le grité. "¡Fuera!". Él tomó el otro pie y lo dobló con cuidado de ida y vuelta. Satisfecho de que no se hubiera roto, sujetó cada uno de mis brazos e hizo lo mismo. Le observé, tratando desesperadamente de ignorar el creciente calor en la boca de mi estómago por su contacto mientras estaba completamente desnuda debajo de la toalla, y también atónita en ese punto como para decir algo. Cuando terminó, soltó el brazo con suavidad y dejó caer la cabeza con un suspiro de alivio. "¿Vas a salir ahora?", silbé. Su cabeza se azotó y me miró. En su defensa, esa fue la primera vez que pareció darse cuenta de mi estado de desnudez. Sus ojos se abrieron. "Lo siento, Bella. Yo no estaba tratando de-" Agarré la toalla contra mí con fuerza. "¡Yo no quiero saber... lo que estabas tratando o no! ¡Sólo sal!". Su nariz echó llamas. "¡Te dije que esperas a Alice!". "Y yo te dije que no os necesitaba ni a Alice, ni a ti, ni a cualquier persona, quiero decir, ¿de todos modos dónde demonios están las alfombras de baño en este cuarto de baño? ¡Con toda la acción que probablemente has tenido en el jacuzzi al menos deberías tener algunas alfombras de baño abajo en el suelo para que tus invitados no se resbalen!". - 340 -

Su expresión se endureció. "Para tu información, este jacuzzi no ha visto ninguna acción ni ha tenido otros huéspedes aparte de ti". "Ahórrame los detalles", le dije. "No me importan de una manera u otra". "¿Entonces por qué has dicho eso?". Nos miramos el uno al otro. Fui consciente de que mi pecho estaba agitado, la toalla por encima de mí subía y bajaba con mis respiraciones. Pude decir cuando él se dio cuenta también, porque trató de desviar la mirada, pero parpadeó un par de veces hacia mi pecho. Se dio la vuelta. "¿Quieres que te ayude a levantarte o no?", dijo alejándose de mí. Apreté mi pie bueno contra el suelo, tratando de ganar algo de tracción y de salvarme la cara aquí, pero me deslicé de nuevo. Gemí y tiré la cabeza hacia atrás por la derrota. "¿Puedes al menos pasarme primero la bata?", le dije desafiante. Sin mirarme se levantó y cogió la bata de detrás de la puerta, caminando hacia mí con el rostro vuelto hacia otro lado. Iba a cogérsela, pero él la sacudió lejos. Yo grité en voz alta y él se rió, sosteniéndola para mí una vez más, su cara todavía estaba girada. Yo se la arrebaté de las manos. "No voy a decirlo" - silbé mientras que rápidamente me ponía la bata - "porque he dicho que iba a controlar mi lenguaje, pero tú eres lo suficientemente inteligente como para saber lo que estoy pensando justo ahora". "Lo siento, lo siento", bromeó. "Pero tienes que admitirlo, esto es un poco divertido". "¡Hmph!", resoplé, atando el cinturón a mi alrededor con ira. "Creo que me gustaría establecer algunas reglas básicas mías, sobre la privacidad y lo que significa 'no entrar' ". "Por supuesto", dijo. "Tienes toda la razón". "Está bien, estoy lista", le dije de mal humor. - 341 -

Él se dio la vuelta y me miró, sus ojos estuvieron firmemente en los míos, pero fue como si él no pudiera parar hacia donde comenzaron a arrastrarse. Los movió por mi cuerpo poco a poco, calentándome por todas partes, y se quedó en mis piernas expuestas. Estaba golpeada y vendada, y aunque en general estaba orgullosa de ellas, no había mucho que ver en estos momentos. Sin embargo, la forma en la que su manzana de Adán se sacudió arriba y abajo antes de que él llevara sus ojos oscurecidos otra vez a los míos, me hizo pensar que él no estaba de acuerdo con mi pobre evaluación de ellas. Con la mandíbula apretada puso una mano hacia mí y yo la cogí temblorosa. Él me levantó tan rápido que jadeé y le di la otra mano. Sus ojos brillaron con picardía y se rió otra vez mientras yo le miré. Pero entonces... simplemente nos quedamos ahí... inmóviles... mirándonos... tocándonos... "Realmente siento si te he hecho sentir incómoda", susurró. Tragué fuertemente. Una vez más, se vio tan honesto y sincero que me dejó incapaz de pensar, y mucho menos de hablar. Sus manos acariciaron suavemente las mías. Se sintió bien cuando mi cuerpo zumbó por la apreciación de su tacto. Gracias, suspiró todo mi cuerpo. Porque esa era la cosa con Edward. No importaba cuán enfadada o asustada o confundida o cansada estuviera yo, cuando él me tocaba, el resto del mundo desaparecía, y era casi imposible para mí resistirse. Creo que estaba empezando a darme cuenta de eso, y me asustó como el infierno. Él soltó una de mis manos y lentamente llevó su mano con suavidad a mi mejilla y la acarició con la punta de sus dedos. Me mordí los labios para no suspirar en voz alta. "¿Te duele?", murmuró con preocupación. Negué con la cabeza, mi labio seguía atrapado entre mis dientes. Sus ojos siguieron el camino de sus dedos mientras él los deslizaba por mi cara y lentamente llegaba a mi labio hinchado, trazándolo con cuidado. Mi corazón se aceleró en mi pecho. "¿Y aquí?" - 342 -

Negué con la cabeza otra vez. "Lo siento mucho, Isabella", susurró con los ojos súbitamente llenos de dolor. "Yo nunca quise lastimarte". Sin detenerme a pensar, con mi necesidad levanté mi mano libre y toqué un poco la parte de abajo de su ojo, pasando dos dedos sobre su piel oscura. Mis dedos hormiguearon y sentí cómo él tomó aire justo antes de cubrir mi mano con la suya. Tragué y dejé mi mano ahí, acariciándole suavemente. Él tenía otras contusiones en la cara, y por lo que había oído creo que Jake podría haber tenido algo que ver con ellas. Pero esta la había causado yo... "Yo también lo siento", respiré, manteniendo mis ojos en su piel ligeramente azulada. "Lo sé", bromeó. Estábamos cerca, pude sentir su aliento lavar mi cara. Cerré los ojos y respiré profundamente. Veinticuatro horas antes yo creía que sabía lo que Anthony quería de mí. Pensé que lo había visto con claridad en sus ojos, pero ahora, aunque sus ojos todavía tenían el mismo aspecto, todo lo demás era diferente. Él era el agente especial Edward Cullen. Yo era la testigo, estaría en su apartamento, rodeada por él... ... hasta que no lo estuviera. Hasta que me pusieran en una casa de seguridad adecuada, y entonces... ¿qué? Entonces, ¿qué era exactamente lo que Edward quería de mí? De la nada, de repente me lo imaginé con Kate y me detuve. ¿Yo para él sólo era una versión diferente de ella? "Isabella...", él murmuró en voz baja. Fui salvada, o impedida, cuando escuché una voz chillona de algún otro lugar en el apartamento. "¡Isabella, estoy de vuelta! ¡Espera a ver todos los trajes bonitos que te he comprado! ¡Y he traído la cena también! ¿Bella? ¡Be-llaaa!". - 343 -

Nuestras manos cayeron de nuevo a nuestro lado, y yo me puse fría otra vez. "Voy a dejar que termines de prepararte", dijo él. Yo simplemente asentí con la cabeza. Pareciendo de repente tímido, él salió, cerrando cuidadosamente la puerta detrás de él. Me apoyé en el marco de nuevo y di una respiración profunda, tratando de regular mi respiración. En los últimos cuatro años había sobrevivido a un montón de cosas. Y creía que, en general, lo había hecho bastante bien. La cosa era que, ahora mismo, en esta casa de seguridad improvisada, no tenía ni idea de cómo iba a sobrevivir al Agente Cullen.

Mañana más y mucho mejor :P

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106, Samantha Mya, Danii Belliner Cullen, ini narvel, Gabllie, HLNRJRQR, anon, Mafer Masen Cullen. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 22 Ron con pasas de uva Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Bueno, vamos con un capitulo larguito y muy pero que muy... interesante, jajaja, ya vereis por qué lo digo ^^

Capítulo22- Roncon pasas de uva EPOV "Esas… acusaciones ridículas no van a afectar a nuestro trabajo aquí, o a cómo manejar las operaciones diarias. En cuanto a que nuestros pacientes estén preocupados, es lo de siempre". James se sentó fuerte y sereno en su escritorio, mientras los restantes miembros de su práctica nos reuníamos alrededor de él. Su traje era impecable. No había círculos alrededor de sus ojos, no había líneas de preocupación sobre su frente. Se veía bien descansado y con ganas de un nuevo y brillante día. "Negocios como de costumbre", Kate replicó, de espaldas al resto de nosotros. Ella estaba de pie en las ventanas con vistas al centro de Seattle. "Negocios como de costumbre, hasta que aparece una pequeña perra estúpida" - escupió - "por ahí con el poder de ponernos detrás de las rejas de por vida". La miré fijamente. Pero por dentro, todos los músculos de mi cuerpo se tensaron, hervían. Garrett caminó detrás de Kate y trató de poner una mano en su hombro. Ella se sacudió lejos de él. "Una mentirosa y pequeña perra", aclaró James y sus ojos azules serenamente fueron hacia su escritorio. "Es todo mentira, por tanto, ¿por qué preocuparse, Kate?". "Te dije que había algo en ella", Kate susurró con voz temblorosa, sin tener en cuenta su pregunta. "Te lo dije. Pero todo lo que los hombres veis son unas tetas y un culo". - 345 -

James resopló. "¿Cómo iba yo a saber que ella no era quien decía ser?", él continuó haciendo garabatos con calma. "No es que yo la hubiera conocido antes, ¿verdad?" Sus ojos de repente se dispararon y giró con su silla hacia Kate. "¿Y tú, Kate?" Vi que Kate se puso rígida y poco a poco se volvió hacia James. A pesar de que estaba vestida tan perfectamente como siempre, ella no estaba compuesta, así como James. Su rostro estaba pálido y enfermizo, sus ojos estaban inyectados en sangre. Las arrugas de su frente la habían envejecido diez años durante la noche. Ella se veía como la mierda. No te preocupes, Kate. Esto es sólo el comienzo. "No James", ella frunció el ceño. "Yo nunca había conocido a esa puta hasta que la pusiste en medio de nosotros". Por unos largos momentos, ambos se miraron el uno al otro. "Mientras mantengamos la cabeza, Kate, vamos a estar bien", le aseguró James. "No tienen ninguna prueba, porque no hay nada que demostrar", añadió rápidamente. "Ni por los supuestos asesinatos o intento de asesinato, ni por los ensayos de medicamentos. No hicimos nada. No hay nada". Ese era el mantra de la mañana. Los últimos cuarenta y cinco minutos en la oficina de James consistieron en la negación después de la negación. James no se había descuidado mucho entre hoy y el juicio, y mucho menos había cometido el error de admitir a alguien algo en este punto. Puede que fuera un psicópata, pero no era un psicópata estúpido. "Este es un trabajo de Laurent", continuó. "Laurent estuvo celoso por años, especialmente desde que tomé a Tony bajo mi protección", él me miró. "Él debió haber estado llevando a cabo todas estas pruebas de drogas que los federales están investigando, y cuando fue atrapado, nos culpó de todo para salvarse". "¿Pero por qué Marie, quiero decir, Isabella Swan" - Garrett preguntó - "os acusa a Kate y a ti de asesinar sus padres y de tratar de matarla?", frunció el ceño. "Simplemente no tiene sentido". Ahora Kate se volvió hacia él. Ella puso sus manos ansiosas en su camisa blanca. - 346 -

"Piensa en esto, querido", le arrulló. "Según nuestros abogados, Isabella Swan se mantiene escondida en algún lugar, lo que significa que probablemente sea una criminal que ha llegado a un acuerdo con el gobierno para evitar la cárcel. Los federales han tenido un resentimiento contra nosotros desde hace años, Garrett, lo sabes, porque James, Tony y yo hemos tenido el valor" - se burló - "de hablar en contra de sus reglamentos de mierda. ¡Esta era la manera perfecta para llevarnos abajo! Mira a Laurent y a Félix, se nos acusa a nosotros de lo que ellos han estado haciendo, los ensayos, los asesinatos, y luego Isabella Swan corrobora su historia". "O" - James se golpeó la barbilla - "tal vez todos ellos han estado trabajando juntos todo el tiempo". Eran un par de mentirosos impresionantes, tenía que darles eso. "Tony, tú has estado muy tranquilo esta mañana", dijo James de repente. Se encontró con mi mirada. "Estoy preocupado" - le dije - "por qué tipo de pruebas podrían encontrar los federales-" "Tony, Tony, Tony", James movió la cabeza y suspiró. "¿No has estado escuchando? Los federales no tienen nada. He hablado mucho con mis abogados y me han asegurado que lo que les dicen que tienen, ya sean papeles, cintas, grabaciones, todo está inventado". "¿Qué pasa con-" "Tony", dijo James en un tono cortante, inclinándose hacia adelante en su silla. "¿Estabas enterado de que Laurent estaba usando algunos de nuestros pacientes como conejillos de indias para probar medicamentos que él estaba recibiendo de un par de chicos de Horizon Pharm?". Yo sabía lo que él estaba haciendo. Él ni iba a admitir nada. No se rompería con facilidad. "No. Por supuesto que yo no estaba al tanto de todos los ensayos con las drogas". "¿Estabas enterado de que Laurent y Félix podrían haber estado involucrados en un par de asesinatos hace unos años?". Sostuve su mirada de manera uniforme. "No". - 347 -

Se me quedó mirando largo y tendido antes de reclinarse. "Tony, nuestro equipo legal está preparado para hacer lo que se deba hacer para demostrar nuestra inocencia. Te sugiero que te asegures de que tu abogado esté dispuesto a hacer lo mismo. O... podemos tener a nuestros abogados representándote..." Anda con cuidado, Cullen. "Tengo que ser honesto contigo, James. Mi abogado me ha aconsejado que con los cargos de asesinatos a los que os enfrentáis tú y Kate, será mejor que tenga un abogado independiente". James me miró durante unos segundos y luego su boca lentamente se acurrucó en una sonrisa. Él se levantó y caminó alrededor de su escritorio, dándome palmadas en el hombro. La necesidad de alcanzarlo y ahogarlo se magnificó exponencialmente por la sensación de su mano sucia en mí. "No te preocupes, Tony, lo entiendo. Es un buen consejo. Yo haría lo mismo en tus zapatos", él suspiró y miró hacia otro lado, pensativo. "Sin embargo, te diré algo, realmente me gustaría saber dónde está mi querida Marie" - resopló - "¿o debería decir Isabella en este momento?". Necesité cada gramo de autocontrol en mi ser para no reaccionar. "¿Por qué quieres saber dónde está, James?", le pregunté sin problemas. Él no respondió de inmediato, y cuando lo hizo, mantuvo sus ojos en la pared. "Para hablar con ella. Sólo para hablar con ella". Oooooooooo Me senté en mi oficina después, luchando contra la imperiosa necesidad de poner alguna excusa y salir temprano. Ir a casa y ver cómo estaba ella, asegurarme de que estaba a salvo. Pero todo debía permanecer como hasta ahora. No podía permitirme el lujo de levantar sospechas, especialmente ahora con Bella en mi casa. Así que fui pasando el día, viendo a los pacientes que no habían cancelado su cita después de enterarse de los cargos. Estuve ocupado. Pero las imágenes de Bella en el suelo del baño ayer por la tarde, con nada más que una toalla envuelta a toda prisa sobre sí misma, corrieron por mi mente como - 348 -

un rollo de película. Añadí algunas escenas adicionales mías, donde la toalla se caía, donde sus brazos se extendían y yo tomaba su cuerpo desnudo y la llevaba a mi cama. Donde me perdía dentro de ella... Fue casi dolorosa la creciente necesidad que tenía de ella en todos los niveles. Su cercanía se había convertido en una droga, no tenía ni idea de cómo iba a vivir sin ella. Negué con la cabeza, dejándola caer entre mis manos. Bella había estado en el infierno y aunque había tratado de ocultarlo, yo podía decir que ella tenía miedo de algo. Ella estuvo en silencio ayer por la noche, después del momento del baño, lo cual me hizo sentir como una mierda. Se suponía que ella estaba bajo mi protección, se suponía que yo debía mantenerla segura, y yo la había hecho sentirse incómoda en tan sólo unas pocas horas desde que llegó. La cena fue un asunto mayormente silencioso, aunque Alice habló suficiente por todos nosotros. Pero Bella simplemente movió su comida alrededor antes de excusarse para irse la cama. Sólo está cansada, dijo Alice, agotada por las últimas cuarenta y ocho horas. Yo tenía la sensación de que había más... Durante toda la noche, la atracción magnética por ella fue... una dura lección de auto-control. No paró mientras di vueltas en el cuarto de huéspedes. En todo caso, la atracción se intensificó de hora en hora, hasta antes del amanecer, cuando me encontré en su puerta, abriéndola en silencio y... simplemente mirándola. La imagen de ella - el pelo esparcido por toda mi almohada, situado profundamente en mis sábanas, y una expresión pacífica finalmente en su hermoso rostro - me dejó sin aliento. Yo simplemente me quedé allí de pie y me quedé mirando hasta que Emmett llegó para quedarse con ella mientras yo no estaba. Mis ojos se arrastraron hasta el reloj y me encontré contando las horas hasta queUn golpe interrumpió mis pensamientos. Garrett entró con una sonrisa solemne. A pesar de que también estaba inmaculadamente vestido esta mañana, se veía horrible. Círculos oscuros bordeaban sus ojos y su pelo rubio oscuro estaba descuidado. Él se sentó frente a mí silenciosamente. "¿Cómo te va, Tony?". Me encogí de hombros. "Estoy aguantando". - 349 -

"Eso es bueno. Eso es bueno. ¿Puedes creerte todas esas acusaciones?", respiró por la incredulidad. "Ensayos secretos de drogas, cargos de asesinato, Marie resultando ser otra persona por completo", se pasó la mano por el pelo. "Es como algo salido de una mala película". Asentí con la cabeza estando de acuerdo. Él miró hacia otro lado, pensativo. "No puedo entender por qué ellos estarían haciendo esto. Quiero decir, puedo ver a Laurent cerrar un acuerdo con el gobierno si realmente estaba realizando esos ensayos secretos y fue pillado", volvió sus ojos confusos de nuevo hacia mí. "¿Pero por qué esa chica, Isabella Swan, pasaría por la molestia de fingir que ella era otra persona y plantaría pruebas para hacer parecer que James y Kate mataron a sus padres y trataron de matarla a ella?" , agregó con incredulidad. "Quiero decir, sé que Kate fue... desagradable con ella-" "Esto no parece que sea algo que se te ocurre porque alguien fue desagradable contigo", le dije, incapaz de controlarme. "Tienes razón, tienes razón", Garrett estuvo de acuerdo rápidamente. "Pero, ¿por qué entonces? ¿Por qué ella participaría en una historia como esa? ¿Por qué el gobierno inventaría una historia como esa?". Me quedé mirando a Garrett, tratando de medir cuán lejos podía empujarlo sin tener que hacerlo correr. "Garrett, ¿estás seguro de que Kate nunca te mentiría?". Su expresión se tensó. "Mira, Tony, conozco a Kate. Vale, sí, ella tiene sus… momentos, ¿pero ensayos con drogas ilegales? ¿Asesinato? No", dijo con firmeza. "Kate no. No". "Kate no" - repetí - "pero... ¿crees que James podría ser capaz de esas cosas?". Garrett no respondió. Su expresión cambió de repente de ser desconfiada a estar inquieta. "Garrett, hay algo... ¿has venido a decirme algo?". "No es nada realmente", dijo finalmente, retorciéndose. "Ni siquiera deberíamos estar hablando de esto. Si James se enterara-", sus ojos se encontraron con los míos con preocupación. - 350 -

"¿Por qué iba James a enterarse, Garrett? Sólo somos dos amigos y compañeros de trabajo hablando entre nosotros. El último par de días han sido una locura", me pasé la mano a través de mi pelo. "Tú y yo estamos tratando de hacerle frente a todo, de averiguar lo que está pasando alrededor de nosotros". Garrett se quedó pensativo durante un buen rato, mirando hacia atrás y hacia adelante entre mí y su regazo. Por último, dejó caer la cabeza y suspiró. "Es sólo que... con todo lo que ha pasado, las cosas empiezan a llegar de nuevo a ti y ni siquiera has tenido un segundo para pensarlas", sus ojos se encontraron con los míos. "Hace unos años, hubo un par de días en los que James actuó de manera muy… extraña. Estaba como si tuviera un subidón de adrenalina de una cierta clase, le pregunté una vez lo que lo ponía tan animado, y dijo" - su voz tembló mientras yo esperé con ansiedad - "que recientemente se había ocupado de un problema que le había hecho mantenerse despierto por las noches". Estuve casi abrumado por una furia cegadora. Pero tuve que tragar. Garrett se encogió de hombros. "Es estúpido, lo sé. Podría significar cualquier cosa, ¿verdad?". "Cierto", dije de manera uniforme. "Es sólo cómo lo dijo. Esa mirada en sus ojos", reflexionó Garrett. "Conoces esa mirada, Tony. Como si él fuera invencible, como si nada ni nadie pudiera interponerse en su camino". Asentí con la cabeza, porque sí, sabía exactamente lo que parecía que estaba hablando. Garret frunció el ceño y miró hacia otro lado. "Recuerdo que dijo algo acerca de haber adquirido un recuerdo. Algo que siempre le recordaría lo cerca que estuvo de perder... quiero decir, yo no creí nada de ello en ese momento, y todavía no tiene ningún sentido, pero..." Yo no le contesté. Traté de no respirar demasiado fuerte. "De todos modos, no importa", Garrett dijo con desdén. "Olvida que he dicho nada", él dejó escapar un largo e irregular suspiro. "Es que todo esto me tiene loco. Estoy tan preocupado por Kate, ¿sabes?". Asentí con la cabeza. "Por supuesto que sí. Garrett, ¿te acuerdas más o menos de - 351 -

cuando se trataba? ¿Podría haber sido... en ese tiempo en el que esa chica, Isabella, dijo que ocurrió ese accidente de tráfico?". Garrett mantuvo sus ojos en los míos con cautela y se encogió de hombros. "Supongo que... podría haber sido ahí". Asentí con la cabeza lentamente, tratando de mantener la mirada firme y tranquila. "Garrett, sé que quieres a Kate, y por ella tienes que tratar de situar todos esos hechos. Es la mejor manera de poder ayudarla, recordando las cosas con claridad". Él tragó saliva con dificultad. "¿Te acuerdas de... si Kate estuvo fuera por un día o dos, durante ese mismo período de tiempo?". Entornó los ojos hacia mí y supe que había una capa muy fina de hielo ahí. "Garrett, sólo quiero ayudarte a conseguir ponerlo todo bien en tu propia cabeza. Eso es lo que yo he estado tratando de hacer también. He tratado de situar las fechas y de poner los puntos sobre las íes, para poder responder con honestidad a la hora. Si lo hacemos, las cosas saldrán como se supone que deben salir para todos nosotros". Él asintió con la cabeza, vacilante. "Entonces, ¿te acuerdas, Garret?", volví a preguntar. "¿Kate... tal vez... estuvo fuera por un día o dos durante ese tiempo?". Levantó un hombro y exhaló con resignación. "Ella podría haber estado fuera, Tony. Sabes cómo es mi Katie, una mujer ocupada, siempre tramando algo", sus ojos se abrieron, como si repentinamente se diera cuenta de lo que había dicho. "¡Pero ella nunca lo haría, Tony, tú lo sabes!", silbó con vehemencia. "¡Ella nunca haría algo así!". Nos miramos el uno al otro. Vi la mandíbula de Garrett tensarse, el miedo estaba en sus ojos por la mujer que amaba. Me levanté y caminé hacia él, poniéndo una mano sobre su hombro. En pocos meses su mundo se derrumbaría. De una forma u otra, yo iba a hacer que la mujer que amaba pagara por lo que había hecho. Luego él conocería de todas las maneras que yo no había sido un amigo. - 352 -

"La verdad va a salir, Garrett", le dije. Fue lo mejor que pude hacer para reconfortarlo. Oooooooooo En mi camino a casa compré en el mercado de la esquina un cuarto de helado de ron con pasas de uva y un poco de jarabe de chocolate. Bella me dijo una vez que era su favorito, y quería ver su sonrisa, aunque fuera por algo tan insignificante como el helado. No tenía ninguna expectativa más allá de eso. No después de lo que ella vio como mi traición, no después de... lo que yo había hecho con Kate. Sin embargo, por lo menos en los próximos días, yo quería que ella supiera que estaba segura. Necesitaba que ella supiera que ella nunca había sido tan sólo un caso para mí. "Está bien. Golpéame". Era su voz, y fue lo primero que escuché cuando abrí la puerta de la entrada. Fruncí el ceño hasta que entré en la cocina a buscarla, tanto Emmett como Alice estaban reunidos en torno a la mesa de la cocina, las pizzas en un lado, estaban jugando a las cartas en el otro. Todos miraron hacia arriba. "Hola Isabella", dije. Ella parpadeó dos veces. "Hola", dejó su pizza y sus ojos se volvieron a bajar a sus cartas. "Hombre, Edward, te has perdido un ajetreado día, tío", Emmet sonrió. "Hemos visto esas tres películas de vampiros de las que Isabella está enamorada", bromeó. "Ahora estoy enseñándola a jugar al póker, aunque he perdido el sorteo con la moneda, por lo que es más una versión K", Bella le dio en el brazo. "Y mañana", Alice dijo con entusiasmo. "Voy a ir al mercado y recoger un poco de comida de verdad, porque todo lo que tienes en tu nevera, Edward, son botellas de agua, leche caducada y manzanas blandas, ¡y Bella va a enseñarme a cocinar!". Ignoré las quejas de Alice y me froté la parte de atrás de mi cuello. "Yo... lo siento, Isabella", le dije. "Supongo que debería haber provisto la nevera mejor, pero no estoy acostumbrado a comer aquí". Poco a poco, aunque tímidamente, ella volvió sus ojos oscuros y guardados de - 353 -

nuevo hacia mí. "Por favor, no te disculpes. Ya has hecho suficiente. Además, Emmett ha traído bocadillos". "Twinkies y Pirate Booty", dijo sonriendo. "Nunca salgas de casa sin ellos". Yo sonreí. "También he traído un poco de cerveza" - Emmett continuó - "pero no sirven para los menores de edad". Bella puso sus cartas sobre la mesa y se le quedó mirando. "Te lo he dicho, tengo veintiún años". Él cruzó los brazos frente a él en broma. "Muéstrame tu DNI". "Sabes que yo no tengo ninguno en este momento. ¿Por qué no miras en ese archivo que tienes en el edificio del FBI? Eso te dirá cuántos años tengo". Ella le estaba tomando el pelo, pude decirlo por la sonrisa en su rostro. "Excusas, excusas", resopló él. "Sin DNI, nada de alcohol". Bella rodó los ojos, pero contrajo sus labios, luchando contra una sonrisa. "De todos modos, yo no bebo". "No te preocupes, Bella", Alice se rió. "Traeré un par de cervezas del mercado". "Y no las compartiremos contigo", Bella se burló de Emmett. "Psshh", Emmett se carcajeó. "Como si fuera a querer algo de lo que Alice probablemente traiga". Todos se rieron. Al parecer se llevaban de maravilla, y yo y mi helado estábamos siendo ignorados por completo. De pronto, todo el día me golpeó y me llené de una irritación inexplicable. Me apoyé contra la pared, cruzando los brazos sobre mi pecho. "Así que veo que aquí va a haber una gran fiesta los próximos días". Todos se detuvieron y me miraron, la risa se borró de sus rostros, y sí, me sentí - 354 -

como un culo. Ellos habían conseguido que Bella se riera cuando yo apenas había podido conseguir que me mirara más de tres segundos. Debería estar muy agradecido, pero en cambio me cabreé. Sí, Jesucristo, estaba celoso. Yo no era lo suficientemente estúpido como para no reconocer eso. Estaba celoso de su tiempo con ella, de su facilidad entre ellos. Celoso porque yo quería esa facilidad. Me enfadé conmigo mismo, porque había complicado todo el asunto, empezando con lo que había hecho con Kate, y terminando con traer a Jacob. Bella puso sus cartas sobre la mesa y se limpió las manos en una servilleta. "Chicos, gracias por la pizza y los juegos y esas cosas" - dijo ella, cojeando hasta la basura para tirar sus restos - "pero creo que me voy a ir a mi habitación. Hacer algo de ejercicio y tomar un baño antes de acostarme". "Isabella, tienes te apoyarte lo menos posible en ese pie", le recordé rápidamente. Ella se dio la vuelta y se enfrentó a mí. Sus ojos se nublaron con algo parecido a la frustración. "Lo sé, Anth-" - se detuvo y cerró los ojos por un momento - "sé que no tengo que apoyar el pie", sus ojos permanecieron en mí. "Buenas noches. Os veré a todos de nuevo mañana, cuando continuemos con la diversión y los juegos", no hubo más burlas en su tono, eso fue sustituido por un borde de sarcasmo. "¿Qué demonios ha sido eso?", Alice silbó una vez que oímos cerrarse la puerta del dormitorio. "¡Emmett y yo finalmente llegamos a estar alrededor de ella y entonces entras aquí como el Señor Pesado!", ella se infló el pecho. "¿Cuál es exactamente tu problema?". Yo azoté mi cabeza y bajé la cara a su nivel. "¡Mi problema es que he tenido un día de mierda y no estoy de humor para tu basura en estos momentos, Alice!". Ella me miró en silencio. "Me voy de aquí. Estaré de vuelta por la mañana cuando tu culo tonto esté listo para irse", se dio la vuelta furiosa, pero luego volvió. "Si ese es el tipo de actitud que vamos a tener aquí todas las tardes, Edward, entonces hazle un favor a Bella y mantente alejado de ella. Ella no necesita tu basura", susurró con atención y se fue. - 355 -

Emmett me miró con cuidado, y sin decir una palabra, se fue unos minutos más tarde. Yo limpié los restos de pizza y tiré todo al cubo de la basura. Oooooooooo Resultó no ser necesario mantenerme alejado de Bella, ya que durante el siguiente par de noches ella hizo un buen trabajo manteniéndose alejada de mí. Ella salía de cada habitación casi tan pronto como yo entraba. Sin embargo, a pesar de que apenas hablábamos, yo la miraba, ella estaba inquieta, sus ojos se arrastraban hacia las ventanas y puertas con nostalgia. La había pillado asomándose a través de las persianas un par de veces, con un suspiro. La veía ahí de pie y mi corazón se apretaba. No podía evitar que mis ojos fueran a su culo. Era condenadamente perfecto. Sin embargo, eran sus ojos los que echaba de menos. Veía su sueño durante horas, todas las noches. A veces ella murmuraba, pero yo no podía entender lo que decía. Yo todavía no sabía cómo iba a dejarla ir en pocos días. Alice y Emmett siguieron turnándose durante el día, pero cuando yo llegaba a casa por las noches, los dos estaban ahí. Con lo que estaban haciendo - jugando a las cartas, viendo películas, hablando - Bella se detenía, decía un cortés saludo y luego se excusaba para irse. Era la cuarta noche que Bella había estado en mi casa, y como de costumbre, yo no podía dormir. Había estado leyendo por encima su archivo, leyendo y releyendo, en busca de algo. Este fin de semana yo iba a hacer un viaje a las Montañas Olímpicas, al lugar donde el coche entró en el río. Un equipo buscaría en el río Sol Duc para ver lo que se podría encontrar cuatro años más tarde. Según la declaración de Bella, Jacob y su padre, Billy Black, habían estado esperando a los Swan esa noche. Cuando los Swan no aparecieron, Billy se puso nervioso y envió a Jacob en busca de ellos. Fue un milagro que Jacob encontrara a Bella en la oscuridad de la noche, en una estrecha franja de tierra de la playa, tirada, sangrando, y apenas consciente. Con los pedazos que Bella tenía, así como con los pedazos que tenían los Black y los Clearwater, Bella fue capaz de reunir la mayor parte de lo que había sucedido. Ella permaneció en la clandestinidad, hasta que su necesidad de justicia se convirtió en algo demasiado abrumador. Leí todo de nuevo, miré la prueba del polígrafo, traté de conectar los puntos, - 356 -

porque algo estaba faltando. Ella se estaba dejando algo de lado, sí. Pero también había algo que nosotros no estábamos viendo... Di una respiración profunda y cerré el archivo. En vez de ir a dormir, caminé hasta el otro extremo de la habitación y coloqué los pesos en los extremos de la barra. Me recosté en el banco y me deslicé hacia arriba hasta que la barra se colocó sobre mi pecho. Mis dedos se deslizaron de manera uniforme y la levanté. Y levanté. Y levanté. Las venas de mis brazos se hincharon, moviendo los tendones con cada movimiento. El calor se extendió poco a poco, primero a través de mis bíceps y luego a través de mi pecho, pero yo gruñí y gruñí en voz baja, empujándome a mí mismo hasta sentir el dolor en su totalidad por encima de mi torso. El sudor se formó en mi frente y en mi pecho mientras subía y bajaba la barra y exhalaba a través de mis estrechos labios. Cuando el dolor fue suficiente, finalmente dejé la barra en su soporte con un gruñido final. Pero todavía no estaba listo para dormir. Me quité mi camiseta mientras caminaba hacia la cocina, usándola para limpiar el sudor de mi frente y mi pecho. El apartamento estaba oscuro y silencioso, y me dije que sólo iba a conseguir una botella de agua. No la iba a ver dormir esta noche. No tenía sentido yDecir que me sorprendí cuando encendí las luces de la cocina y encontré a Bella sentada en el mostrador estaba más allá de una subestimación. Su cabeza se levantó y algo cayó de la mano a su regazo. Mi boca se cayó al suelo. De pronto estuve superado por la más aguda sensación de déjà-vu. Al igual que esa noche de hacía años, por la sorpresa ella dejó caer algo, aunque esta vez no fue una costosa pieza de joyería, se trató de una cuchara. Y caí en el envase de helado que ella tenía en su regazo. Y aunque yo estaba sin camiseta, una vez más, ella no llevaba su traje de Catwoman. Ella tenía un pequeño pijama, diminutos pantalones cortos y negros y un top. Sus piernas bien torneadas colgaban - 357 -

del mostrador, y pude ver que en los últimos días los cardenales habían comenzado a desvanecerse. Obligué a mis ojos a alejarse de sus piernas e ir hasta su rostro, pero sus ojos se estaban dirigiendo también, poco a poco, por mi pecho desnudo, hasta que finalmente se encontró con mis ojos. "Isabella", le dije en voz baja, sonriendo, el alivio pasó a través de mí por alguna extraña razón. Ella dudó una fracción de segundo y luego sonrió tímidamente. Miré hacia abajo al helado en su regazo. "¿Disfrutando de un helado?". El rubor más bello se arrastró sobre su cara, extendiéndose a través de su cuello y desapareciendo debajo de su camiseta de tirantes. Ella miró hacia abajo. "Yo... no podía dormir y...", dijo y se encogió de hombros. Sin pensarlo, di un pequeño paso adelante. Su cabeza se azotó de nuevo. "Me he olvidado de decirte que estaba ahí", le dije, haciendo un gesto hacia el congelador. "Hay jarabe de chocolate también", agregué, volviéndome hacia el estante. "Lo he encontrado", me tranquilizó rápidamente. "Gracias", su sonrisa creció. Pasé una mano por mi pelo húmedo. "Me acordé… de que dijiste que te gustaba ese". "Me gustaba. Me gusta", ella asintió con la cabeza. Yo asentí con la cabeza a cambio. Estábamos torpes los dos. "¿Quieres un poco?", ella inclinó el helado hacia mí, invitándome. Así que me acerqué a ella con cuidado. Los utensilios estaban justo en el cajón de debajo de donde sus piernas fuertes y bien formadas colgaban. "Perdona", murmuré. "Oh", ella movió sus piernas más de lo suficiente para que yo abriera el cajón y - 358 -

sacara una cuchara, pero mi brazo rozó sus piernas mientras cerré el cajón y la sensación de hormigueo que produjo ese contacto fue increíble. Reprimí un grito. Cuando miré hacia ella, ella tenía sus labios apretados. Sus mejillas eran de color rojo. Fue sorprendentemente bueno su sonrojo, y pude decir cuándo ella se dio cuenta de lo mucho que yo lo estaba disfrutando. Una sonrisa divertida se extendió sobre su cara. "No está mal", me reí entre dientes. "Te lo dije", se rió de nuevo. Y así, la vida fue de repente magnífica. Oooooooooo Comimos y hablamos sobre cómo se sentía ella, sobre el apartamento, sobre Alice, Emmett, las películas, los libros. El helado desapareció, las manecillas del reloj se movían hacia delante, pero aún estábamos hablando. En algún momento ella miró hacia abajo y se dio cuenta de que estaba sosteniendo un recipiente vacío. "¿Así que no puedes dormir?", le pregunté amablemente. Una parte de mí sabía que debía volver a mi habitación, dejarla ir de nuevo. Ella iba a desaparecer en unos días y ella significaba mucho más para mí que simplemente un asunto rápido. Una vez, cuando yo era Edward Cullen, tuve escrúpulos. En algún momento me convertí en Anthony Masen e hice cosas de las que ahora estaba avergonzado. Me negaba a cometer los mismos errores con ella. Sin embargo, yo simplemente no podía moverme de este punto, o permitir que ella se moviera. Se sentía demasiado, demasiado bien. Así que yo seguí hablando. Ella negó con la cabeza, con sus ojos grandes y marrones en los míos. A pesar de que había estado muy relajada durante el último par de horas, algo ansioso y asustado, incluso algún destello, apareció en sus ojos ahora. "¿Una pesadilla?", le sonsaqué con cuidado. - 359 -

Esta vez ella asintió con la cabeza. Movió su cabeza y colocó el recipiente vacío y la cuchara a su lado. "Es uno de esos sueños recurrentes, pero últimamente... ha cambiado un poco". "¿A mejor o a peor?", le pregunté. "A peor", susurró. Sus ojos se fueron a los míos. "¿Cómo evitas que un sueño se haga realidad?". Ella se vio tan perdida de repente. Me dolía no tocarla, pero mantuve mis manos en mí mismo. "Sólo recuerda que los sueños no pueden hacerte daño, Isabella", murmuré con mis manos crispadas. Ella me miró con cuidado. "¿Qué pasa si no soy la única herida en ellos?", ella miró rápidamente hacia abajo otra vez. "Pero tienes razón, supongo. Alice dice la misma cosa". "¿Se lo has dicho a Alice?". "Me preguntó lo que había soñado, porque oyó decir a Jake que yo tenía pesadillas" - ella negó con la cabeza - "pero yo no podía decírselo a ella, porque a pesar de que ella piensa que hablar de sueños impide que se hagan realidad, la tribu de Jake cree que hablar acerca de las pesadillas les da vida", ella suspiró. "Así que no sé a quién creer". "Alice es una buena amiga. Estoy seguro de que sólo quería ayudarte". "Jake es un buen amigo también", dijo ella. "Como un hermano. Siempre ha sido así y siempre lo será". Un amigo. Un hermano. Una vez más, no pude dejar de sentirme... aliviado. "Tú pareces inspirar eso en las personas, Isabella. La necesidad de ser tu amigo. De conocerte. Al y Em ni siquiera te conocían cuando se estaban muriendo por ser tus amigos", me reí entre dientes. Por alguna razón, eso la hizo fruncir el ceño. Ella miró hacia abajo en su regazo y tiró de los bordes de sus pantalones cortos. "Debes pensar que soy una tonta". - 360 -

Su comentario me sorprendió. "Creo que eres una de las mujeres más inteligentes que he conocido". "Sí, claro", resopló antes de mirar hacia mí otra vez. "Es tan obvio, ¿no? Quiero decir, mírate a ti", movió una mano hacia mi pecho desnudo. "Estás tan... en forma. Y la forma en la que siempre estuviste un paso por delante de mí", añadió rodando los ojos. "No, no siempre estuve un paso por delante de ti. En todo caso, yo siempre estuve tratando de atraparte. No fue sino hasta la noche en la que viniste a mi casa cuando realmente empecé a juntar las cosas. A pesar de lo que sabíamos, todavía había mucho más que no sabíamos. No tenía ni idea" - tragué fuerte, mis ojos brillaron hacia su muslo cubierto - "de que James te disparó", gruñí humildemente. "O de que Kate...", escupí con los dientes apretados. La tensión en el aire creció de manera exponencial por la mención de ese nombre, recordándome porque podríamos estar comiendo juntos todo el helado del mundo y nunca la merecería. "Yo... lo siento...", dijo de repente. Levanté mis ojos hacia ella. Sentada en el mostrador, casi estaba al mismo nivel que yo, aunque todo lo que yo veía era su pelo rubio, ya que la cabeza estaba agachada. Las raíces pequeñas y oscuras estaban empezando a aparecer. "¿Por qué lo sientes?", pregunté con asombro. Ella se encogió de hombros. "Debe ser... difícil saber que alguien que..." - tragó "que te importaba... hizo algo tan horrible". Cerré los ojos y tragué saliva, mi garganta ardía. "No sé lo que me hace ser más... detestable", me ahogué. "Dejar que te creas que me preocupaba por Kate, o dejarte claro que nunca lo hice. Que yo sólo hice lo que hice... para obtener información". Cuando abrí los ojos, su cabeza aún estaba agachada, pero pude sentir otro cambio en el aire. "Supongo que tienes que hacer lo que tienes que hacer, ¿verdad?". Antes de que pudiera responder, ella saltó del mostrador y comenzó a moverse más allá de mí. "Me voy a la cama. Te veré-" - 361 -

La agarré del brazo y ella miró hacia mí, de la misma manera que me miró en ese cuarto de hotel hacía casi dos años. "Suéltame", susurró con voz temblorosa. "No fue así contigo", le dije. "Si eso es lo que estás pensando. Nunca fue así contigo". Sus ojos brillaron misteriosamente, y sus fosas nasales se abrieron. Eso era exactamente lo que ella estaba pensando. "Yo no te estoy juzgando, Anthony. Créame, soy la última que te juzgaría después de hacer lo que casi hice con James". "Me quedo con la parte del 'casi' ", y aunque sonara hipócrita, estuve inundado de gratitud de que él nunca consiguiera eso de ella. Yo no era un hombre estúpido, Bella era joven cuando entró en ese río. Ella también me dijo que ella y Jacob habían sido siempre amigos. No era difícil sumar dos y dos. Además, no importaba cómo ella actuara, la inocencia brillaba en sus ojos. Pero no me pude concentrar en nada de eso ahora mismo, porque ella estaba a punto de marcharse. "Tú dices que sólo hiciste lo que hiciste con ella para obtener información, pero, ¿puedes estar aquí y decirme honestamente que nunca la quisiste?". Tragué saliva, mi mandíbula se apretó con fuerza. Ella resopló. "No lo creía, y otra vez, yo no te estoy juzgando. Pero por cómo mezclaste tu trabajo con el placer con ella, cuando me besaste y me dijiste las cosas que me dijiste, estabas tratando de obtener información de mí para tu caso". "No para el caso", negué con la cabeza con vehemencia. "¡Sí, yo quería saber acerca de ti, pero por ti, porque yo necesitaba saberlo, y cuanto más sabía, más sabía que tenía que sacarte de allí!", apreté mis manos en su brazo. Su pecho estaba jadeante, sus ojos oscuros y dudosos, pero no estaba alejándose. "¡Me importa una mierda el caso, Isabella!", fruncí el ceño. "¡Veo a James y a Kate, y yo no quiero justicia, quiero venganza!", lo reconocí. "¡Quiero que paguen por hacerte daño! ¡Por llevar a tu familia lejos de ti! ¡Por provocarte pesadillas que te dejan temblando! ¡Por lo que hace imposible que tú puedas derramar una maldita lágrima!". - 362 -

Sus ojos se abrieron. "No estoy orgulloso de ello" - yo respiré pesadamente - "pero por las otras víctimas... por ellos, quiero justicia. Pero por ti..." - hice una mueca - "no es suficiente. Y no sé si puedo- " Me invadió la ira, la necesidad, la confusión. Temblando ahora, le solté el brazo, porque ella no quería estar cerca de mí, y yo no podía culparla. "Tú me miras y sigues viendo a Anthony, y yo no puedo culparte por eso. Pero yo no soy Anthony, y lo siento si he complicado las cosas hasta tal punto que nunca sepas eso". Me recosté en gran medida contra el mueble, dejando caer mi cabeza en mis manos y dejando escapar un fuerte gemido de frustración. Durante mucho tiempo, simplemente estuve allí. Cuando el calor de repente me envolvió, me di cuenta de que ella había puesto su pequeña mano en mi muñeca. "Hey", ella dijo en voz baja. Cuando no miré hacia arriba, colocó su otra mano en mi otra muñeca. "Hey. Edward", susurró, quitándome las manos de mi cabeza con una fuerza sorprendente. Mis manos cayeron a mi lado, pero ella no las dejó ir. Me encontré con sus ojos. Habían vuelto a cambiar, ya no estaban enfadados, aunque todavía estaban ansiosos. "El padre de Jake me dijo una vez que la venganza te come desde el interior hasta que no queda nada, sólo una cáscara vacía. Dijo que uno sólo debe buscar lo suficiente como para lograr una sensación de paz. Eso es todo lo que siempre he querido", tragó fuerte y llevó una mano a mi cara. Su brazalete tintineó en el silencio cuando ella pasó sus dedos suaves sobre mis ojos y poco a poco por mi mejilla, y por mis labios. "Pero últimamente... quiero más. No sé si voy a conseguirlo, pero no es venganza lo que yo quiero". Ella dio un paso más cerca de mí y yo estuve paralizado por ello, por su aliento sobre mí, por esa mirada en sus ojos. Cuando ella pasó sus dedos por los míos, me quedé inmóvil. Y luego ella cerró hasta el último pedazo de espacio entre nosotros y apoyó su cuerpo contra el mío, apoyando su cabeza en mi pecho, justo encima de mi corazón, latiendo rápidamente. "Por favor, Edward, no busques venganza, porque si algo te sucede..." - 363 -

Ella negó con la cabeza y sus labios se movieron contra mi pecho, haciéndome estremecer. Poco a poco solté una de mis manos y la llevé hasta su cabello, pasando mis dedos a través de los largos mechones. Le besé la parte superior de su cabeza ligeramente, con miedo a moverme mucho si hablaba. Pero el hechizo no se rompió. Bella desplazó de nuevo su cabeza, y sus labios fueron hacia atrás y hacia adelante a través de mi pecho. Primero fueron sólo caricias, pero luego... sus labios me besaron ligeramente. Sentí su aliento caliente, la humedad de sus labios, su lengua húmeda y vacilante. Llamas de fuego fueron hacia arriba y hacia abajo por mi cuerpo. Ella siguió moviéndose hacia atrás y hacia adelante a través de mi pecho, sobre el corazón que poseía por completo. "Bella...", respiré con voz temblorosa. Ella se alejó de mi pecho y me miró, y sus expresivos ojos habían cambiado de nuevo. Eran oscuros y hambrientos. "Sí", sonrió. "Bella. Y no veré a Anthony nunca más", me aseguró. "Sólo Edward. Sólo... tú..." Llevé mi boca hacia abajo y gemí cuando se encontró con la suya. Cada músculo de mi cuerpo se relajó. Nos besamos con languidez, tirando y lamiendo, explorándonos con nuestras lenguas. Ella me alcanzó y envolvió sus brazos alrededor de mi cuello. Yo envolví los míos alrededor de su cintura, levantándola del suelo y apoyándola sobre el mostrador, separando sus piernas fuertes para poder caber entre ellas. Nuestras bocas se separaban sólo para tomar aire, e incluso entonces todavía disfrutábamos del cuello del otro, nunca perdíamos el contacto por completo. Sus manos exploraron mi pecho, sus dedos exploraron cada inmersión y ranura, cada línea dura. Mi estómago se contrajo por su contacto mientras sus dedos lo acariciaban ampliamente. Su piel debajo de su top estaba quemando. Ella gimió cuando mis manos encontraron sus pechos, grandes y alegres. Gemí cuando sus pezones se endurecieron bajo mis dedos. "Necesito tus caricias...", confesó sin aliento. Así que le di lo que necesitaba, porque era lo mismo que yo necesitaba. Lo sentí crecer, ser palpable. Tener vida propia. Cuanto más nos tocábamos, más nos necesitábamos. - 364 -

Moví mis manos a su culo suave y firme a la vez. Ella movió sus manos a mi espalda también, y ambos tiramos el uno del otro, sintiendo cada uno el deseo del otro. El montículo entre sus muslos quemaba y yo estaba más duro que nunca. Ella se retorcía en mi contra, buscando la fricción. Se la di, empujando, gimiendo, besando, queriendo y necesitando. "Edward... tócame más. Por favor..." Mis manos estuvieron dentro de sus pantalones cortos, acariciando su culo, y yo poco a poco me moví, sintiendo su muslo, su tatuaje... su cicatriz. Alejé mi boca de ella y la miré a los ojos para asegurarme de que esto era lo que ella quería. Sólo teníamos días, y yo no iba a tomar su virginidad, pero iba a darle esto. Sus ojos eran de color negro y estaban encapuchados, su pecho se levantaba. Poco a poco mi mano avanzó, sintiendo los pequeños mechones de pelo. Ella puso su mano sobre la mía y me guió el resto del camino, metiendo uno de mis dedos profundamente en su interior. "Ohhh", ella gimió, echando la cabeza hacia atrás mientras arqueaba el resto de su cuerpo hacia adelante. La miré, paralizado por la visión más hermosa que había visto nunca, mientras ella gemía y se retorcía alrededor de mi mano. Con sus dedos sobre los míos, me empujé hacia adentro y hacia fuera. "Bella...", yo respiré. Ella me miró durante dos segundos, dándome una sonrisa, antes de que su cabeza cayera hacia atrás una vez más, quitándome el aliento. La mano que ella tenía en mi estómago se arrastró por debajo de mis propios pantalones. Mi polla estuvo de repente envuelta entre sus dedos cálidos. "Mmph", gruñí cerrando los ojos mientras su mano se movía lentamente hacia arriba y hacia abajo. "Wow", ella respiró con otra sonrisa. "Eres grande". Me las arreglé para sonreír, aunque apenas podía respirar. Ella no tenía ni idea de lo que eso me hacía, y eso era lo que la convertía en la combinación perfecta de la inocencia y lo mundano. "Más...", ella gritó. "Por favor... más...", sus propios dedos se apretaron alrededor de mi polla. Pude añadir otro dedo y ella gimió otra vez, tomando mi mano con firmeza con una de las suyas mientras la otra permanecía envuelta alrededor de mi polla, - 365 -

jugando y acariciándola. Hacía círculos con su dedo alrededor de mi punta, jugando con la humedad allí, y las estrellas danzaron ante mis ojos. Gemí y coloqué la cabeza en su hombro, besándolo y mordiéndolo. "Bella... Dios…Bella..." Ella apretó la palma de mi mano más profundamente en ella, moviéndola alrededor de ella más rápidamente, mientras su otra mano también se movía arriba y abajo de mí con una velocidad creciente. "Bella... vas a hacer que me-" "Edward... me corro... me corro, Edward". Ella soltó mi mano, se agarró al borde del mostrador y lo utilizó para impulsarse más y más en mis dedos mientras su cuerpo se arqueaba. "Oh, ohh, ohh..." Ella se estremeció en toda mi mano, y yo sentí su orgasmo alrededor de mis dedos. Eso me puso sobre el borde y me corrí con un gemido. Nuestros cuerpos cayeron con fuerza uno contra el otro. Sin alejarnos, cogí un trozo de papel y le limpié su mano y luego la mía. Durante mucho tiempo, simplemente permanecimos allí, aferrándonos el uno al otro, mientras la respiración disminuía. Aspiré profundamente, deleitándome con su perfume embriagador. "Vuelve a la cama conmigo", susurró abruptamente. "Quédate... y aleja las pesadillas". Bajé mi boca a la suya y la besé suavemente, y luego la recogí y la llevé a la cama.

¿Os ha gustado ese "acercamiento"?, jajaja. Mañana mássss :D

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, - 366 -

lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106, Samantha Mya, Danii Belliner Cullen, ini narvel, Gabllie, HLNRJRQR, anon, Mafer Masen Cullen, solecitopucheta. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 23 Construyendo Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Hola, vamos a seguir la historia, ahora toca un capitulo cortito pero igualmente bueno ;)

Capitulo23 -Construyendo BPOV Los hábiles dedos meñiques de Alice masajeaban mi cuero cabelludo. Ella tarareaba una melodía para sus adentros mientras ponía mi cabeza suavemente hacia atrás en el lavabo del baño. Cerré los ojos y suspiré, disfrutando de la sensación de sus dedos puestos cerca de mis sienes, y tarareé una melodía tranquila para mí. "Estás mucho más relajada... en los últimos días", dijo Alice. No pude evitar que una sonrisa se formara en los bordes de mi boca. "Supongo". "¿Cómo van los sueños?" "Mejor". Chorros de agua tibia iban hacia abajo por mi pelo, calentándome hasta los dedos del pie. "¿Crees que él va a estar en casa temprano esta noche?", le pregunté. No habíamos hablado de la manera en la que Edward y yo habíamos cambiado uno alrededor del otro, pero Alice no era estúpida. Ninguno de mis protectores lo eran. Ella suspiró. "Él iba a ir con Jasper a la oficina después de salir de la práctica, así que tal vez no venga pronto, cariño". - 368 -

Asentí con la cabeza, mordiéndome el labio. Mantuve mis ojos cerrados para ocultar mi decepción. "¿Alice?" "¿Sí?" "¿Él está… seguro? Quiero decir, estando tan cerca de James y Kate todos los días". Alice envolvió una toalla alrededor de mi cabeza, manteniendo sus ojos en su trabajo antes de pasar a mirarme a mí. "Edward sabe lo que está haciendo, Bella". Sostuve su mirada. "¿Si te pregunto algo, me responderás con honestidad?" Ella asintió con la cabeza. En medio de bromas y juegos con ella, hablamos de la situación en la que me encontraba. Le dije a Alice lo cerca que estuve de acostarme con James, de comercializar mi alma para hacer justicia. Ella y Emmett habían visto cómo el día no empezaba para mí hasta que Edward llegaba a casa. Ellos escuchaban, pero no juzgaban. Eran amigos. A veces hablaban entre ellos, y yo sabía que estaban hablando de mí, no como persona, sino como una misión. Traté de entenderlo. Ellos eran mis amigos. Todos ellos habían jurado mantener mi seguridad, pero parte de eso implicaba la resolución del caso. Un caso en el que Edward seguía trabajando de incógnito. "¿Crees que... que estaría más seguro... si yo no estuviera aquí?". Ella puso sus labios en una línea apretada, escurriéndome el pelo firmemente en la toalla. "Creo que estás gastando demasiado tiempo preocupándote por la seguridad de Edward. ¿Hola?" - sonrió, golpeando mi cabeza de broma - "tú eres la testigo protegida aquí". Yo sonreí. - 369 -

Pero Edward era el que terminaba herido en mis sueños, porque él estaba tratando de salvarme. Y a pesar de que parte de mí sabía que los sueños eran solo temores subconscientes, no podía dejar de pensar que él iba a estar más seguro una vez que yo no estuviera a su alrededor. Sin embargo, la idea de salir de esta casa, de alejarme de él, hacía que mi corazón se retorciera. Alice me miró y frunció los labios. "Hey, ¿qué está pasando por esa guapa y morena cabeza tuya?". Estuve sorprendida por un momento hasta que ella me tomó por los hombros y me giró para ponerme frente al espejo. Puse una hebra de mi cabello húmedo a través de mis dedos, mirando mi reflejo. En los últimos días la hinchazón en el labio había desaparecido y sólo los más débiles golpes estaban todavía visibles. El esguince en el pie dolía menos, y aunque se estaba curando, intentaba apoyarlo lo menos posible. Pero tenía que empezar a ejercitar mis piernas de nuevo. "Es... más oscuro de lo que recordaba", murmuré. Alice frunció el ceño y me arrebató la foto de graduación de secundaria que había conseguido de alguna forma para mí. Era una cosa extraña de ver, ya que el accidente ocurrió antes de que el estudio tuviera esas fotos preparadas. Yo ni siquiera me había graduado. "Eso es porque todavía está húmedo, tonta", dijo Alice. Ella se volvió hacia el lavabo y mezcló el brebaje que tenía en un bol grande y blanco. "He estudiado cuidadosamente esa foto, Bella", Alice continuó. "Confía en mí, el propio John Frieda no te vería tan natural de lo que te veo yo". Ella me sentó y procedió a tomar las secciones delgadas de mi cabello, cepillándolo hacia arriba y hacia abajo con su brebaje, y envolviéndolo en papel de aluminio. Suspiré y cerré los ojos otra vez. A Renee le hubiera gustado verme de esta manera. Charlie se hubiera reído. "Sólo espera a que él te vea", oí murmurar a Alice con aire de suficiencia. - 370 -

Volví a mi reflexión una vez más. Nadie me había peinado en un tiempo muy largo. Nadie había hecho que yo me ocupara de mis lesiones correctamente en mucho tiempo. Y aparte de los últimos meses con James, cuando yo sabía que realmente tenía que tener cuidado de mi aspecto, parecía que eso había estado muy bajo en mi lista de preocupaciones. Yo estaba siendo atendida por ahora, y tenía que admitir, que me gustaba. Y también tenía que admitir... Que yo realmente, realmente, quería que a Edward le gustara mi pelo. oooooooooo En el momento en el que finalmente oí abrirse la puerta, Alice y yo estábamos limpiando. El experimento de hoy había sido una lasaña, y mientras fregábamos las ollas y cargábamos el lavavajillas, Emmett ayudaba quitando la salsa de la carne que había sobrado con su boca. Los ojos de Alice se fueron a los míos. "Vuelvo enseguida", dijo ella sonriendo tímidamente, antes de irse con cuidado fuera de la cocina. Emmett se puso otra cucharada de carne en su boca. "No la tires, Bella", me advirtió antes de limpiarse las manos con un trapo de cocina y seguir a Alice. Di una respiración profunda y recogí el trapo de cocina, limpiando el mostrador. Lo hacían todas las noches. Susurros iban suavemente por el aire, y me imaginé que Edward les estaba diciendo cómo le había ido su parte del trabajo, mientras que Alice y Emmett les decían el suyo, o sea, yo. Como había dicho, estaba tratando de entenderlo. Limpié toda la cocina y terminé de cargar el lavavajillas, pero ellos seguían hablando en voz baja. Teníamos un entendimiento tácito. Vendrían a buscarme cuando estuvieran listos. Me pregunté cómo funcionaría esto bajo las condiciones normales de los programas de protección de testigos. Posiblemente no podría ser, - 371 -

me relajé y resoplé para mí misma mientras me inclinaba contra la pared junto a la ventana. Con cuidado levanté una de las persianas bien cerradas unos pocos centímetros, lo suficiente para que las brillantes luces de las farolas de la calle se filtraran por el pequeño espacio. Me acerqué para ver los coches y algunas pocas personas al azar caminando por las calles, disfrutando de su libertad absoluta. Y como siempre, la furgoneta negra estaba estacionada en la esquina. Doblé mi muñeca hacia atrás y jugué con los abalorios de mi brazalete, un hábito ansioso que me daba fuerzas. Mis dedos trazaron ausentes el abalorio de la pequeña manzana, la última que mi padre me dio. Más pesada que las otras. "Bella". Yo grité en silencio, aunque supe que era él por la sensación de hormigueo en mi espalda. Me di la vuelta lentamente, todavía con los dedos en los abalorios. Porque al igual que una niña, había estado preocupada por su reacción. Aún más preocupada por la posibilidad de que ni siquiera se diera cuenta. ¿Qué pasaría si esta adicción, esta necesidad... estaba toda en mi mente? ¿Si por eso él no me había tocado otra vez? Pero la forma en la que me miró... la forma en la que miró mi pelo... "¿Cómo... cuando...?", dijo sonriendo. Me encogí de hombros. "Alice estaba aburrida. Y mis raíces se veían". Él se acercó lentamente y yo aguanté la respiración. Edward había dormido conmigo en las últimas noches, pero no iba a la cama conmigo. De hecho, estaba bastante segura de que había acordado eso. Sin embargo, cuando me despertaba en medio de la noche, cuando la luz de la madrugada se desplazaba a través de las persianas bien cerradas, él estaba ahí. Sosteniéndome contra su fuerte pecho, sus brazos envueltos a mí alrededor, sus dedos entrelazados con los míos. Luego, por la mañana, él se iba. Me tocaba, pero no íntimamente, no como lo hizo hacía algunas noches. Por las noches entraba y tenía sus pequeñas reuniones con Alice y Emmett, y luego se unía - 372 -

a nosotros en todo lo que hacíamos, cenar, jugar a las cartas, ver la televisión. Aunque los dos estábamos mucho más relajados que en las primeras noches, todavía había algo ansioso en nuestras interacciones. Era como si ninguno de nosotros pudiéramos permitirnos simplemente relajarnos por completo. Me tocaba mientras hablábamos, acariciaba suavemente mi cara mientras comíamos, me ponía el pelo detrás de la oreja mientras veíamos la televisión, y sí, envolvía sus brazos alrededor de mí mientras dormíamos, manteniendo las pesadillas en la bahía. Pero me moría por tener su boca en la mía, por el calor de su aliento en mi cuello. Por sus dedos dentro de mí. Todo era frágil y tentativo, esa extraña relación de Edward y yo de alguna manera había caído, y yo no sabía qué iba a pasar con ella, lo que nos iba a pasar, cuando me tuviera que ir. Estaba parado a sólo un par de centímetros de mí, mirando mi cabello con un asombro que no hacía que yo volviera a respirar de nuevo. Era como si ni siquiera él fuera consciente de sus acciones cuando su mano se fue a mi nuca, poniéndome la piel de gallina en cada parte de mí. Pasó sus dedos lentamente por mi pelo, tomándolo con reverencia. "Yo... me gusta mucho", murmuró. Sonreí ampliamente por su confesión. Dios, era una chica para él. Él siguió jugando con mi pelo por unos momentos, y de repente su mano se posó suavemente sobre el costado de mi cara. "Bella...", susurró, sus ojos de color verde eran oscuro y nostálgicos. Yo estaba congelada, esperanzada. No sólo uno de los dos tenía la necesidad de tocar y ser tocado. La energía magnética entre nosotros aparecía cuando estábamos tan cerca. Sin embargo, él peleaba, y creo que sabía por qué. Pero a diferencia de él, yo no podía resistirme una vez que sentía su contacto en mi piel. Cerré los ojos y me apoyé en su tacto, como el primer día en esa habitación de hotel, y oré en silencio para que no volviera a marcharse. "Tienes que mantenerte alejada de las ventanas", dijo con una voz que era autoritaria y suplicante al mismo tiempo. "Lo sé", murmuré. "Lo siento". - 373 -

Él suspiró profundamente. "Entonces, ¿qué has hecho hoy?", su voz tembló un poco. Abrí los ojos y pude ver su lucha interna para mantener las cosas tan castas como fuera posible. Sin embargo, él no bajaba la mano. "Me he pasado cuatro horas como conejillo de indias de Alice", sonreí. "Ha valido la pena". Me reí entre dientes, mirando cómo sólo la mitad de su boca se levantó en una esquina cuando sonrió con ironía. Era algo que él tendía a hacer. "Entonces Emmett ha venido y me ha enseñado algunos movimientos más de autodefensa". Él sonrió mientras su pulgar lentamente acarició mi línea de la mandíbula. "Espero que tú y Emmett recordéis que es necesario que no apoyes tu pie". Rodé los ojos. "Sí, lo sabemos". "¿Has visto tus películas de vampiros de nuevo?". Ahí iba esa sonrisa ladeada. "Sólo una de ellas", le confesé. "Estás obsesionada", bromeó. Sí, lo estoy. Ambos lo estamos, y lo sabes. Nos miramos el uno al otro, con muchas palabras sin decir todavía. "¿Quién ha cocinado esta noche?", preguntó finalmente, todavía luchando en contra de esto. "Alice". "Entonces creo que voy a saltarme la cena", se rió. - 374 -

"Yo la he ayudado. Mucho". Él dio un suspiro muy profundo, con sus ojos en los míos, y casi pude sentir el conflicto que azotaba su interior. Él era el Agente Especial Edward Cullen, estaba en el centro de un caso, era responsable de mí como testigo. Pero también era Edward. Un hombre. Y él quería esto tanto como yo. Exhaló en gran medida. "En ese caso, siéntate junto a mí y sé mi compañía mientras lo pruebo". Él dejó caer su mano de mi cara, y se alejó. oooooooooo Estábamos corriendo por el bosque oscuro, cogidos de la mano. El miedo apretaba mi corazón, mis pulmones se contraían dolorosamente. No podía respirar y rogaba que Edward me dejara descansar, pero él negaba con la cabeza y tiraba de mí. Sus ojos estaban llenos de miedo, pero yo podía decir que no tenía miedo por sí mismo, tenía miedo por mí, porque el hombre del pasamontañas, James, venía a por mí, como siempre hacía. Así que corríamos y corríamos, y como siempre, incluso cuando este sueño consistía en que yo corría sola, el hombre enmascarado nos alcanzaba. Un segundo no estaba allí, y luego al siguiente... estaba. Le miraba, un mechón de pelo rubio se asomaba por encima de sus ojos azules, y sabía que en los segundos siguientes, yo iba a sentir la bala rasgar a través de mí. Pero de repente, el hombre enmascarado cambiaba la dirección de la pistola. Él apuntaba a Edward. Yo grité y me desperté en la oscuridad, durante unos segundos no pude separar el sueño de la realidad. Mi corazón estaba acelerado en mi pecho y me costaba respirar. Hasta que sentí sus brazos alrededor de mí mientras me abrazaba desde atrás. Él estaba apretando su agarre sobre mí, tomando mis manos y entrelazando los dedos. Jadeé y me presioné fuertemente muy en contra de él, obligando a mi mente a aceptar la prueba física de que Edward estaba seguro. "Shh", susurró en mi oído. "Bella, no pasa nada. Estás segura, bebé. Shh..." - 375 -

Agarré sus manos y luché para calmarme, inhalando su aroma masculino, sintiendo sus fuertes brazos contra mi estómago, las llanuras de su pecho presionándose en mi espalda. Él estaba aquí. Él estaba vivo. Había sido sólo un sueño. Él dirigió su nariz hacia arriba por mi mejilla, murmurando suavemente. "Estás segura, bebé. Nunca dejaré que nadie te haga daño otra vez. Te lo juro. Shh..." "Edward...", respiré con voz temblorosa. "Edward... abrázame fuerte". Él apretó su agarre en mí aún más, tanto fue así que me resultó difícil volver a respirar. "Te tengo, bebé. Te tengo". Él puso sus cálidos labios contra mi cara y me besó tiernamente. Sus labios se movieron en torno a mi mejilla y hasta mi mandíbula. Yo volví la cara en busca de su boca. "Por favor...", le rogué sin aliento. "Por favor..." Su boca se encontró con la mía y tomó mis labios entre los suyos, su aliento me llenó de calidez. Traté de darme la vuelta hasta ponerme frente a él y me sostuvo firmemente con sus fuertes brazos. Él iba a estar más seguro cuando me fuera, pero Jesús, yo no me quería ir. El sueño me había dejado confundida, desesperada, tensa y llena de cruda necesidad. "Por favor, Edward", lloriqueé contra sus labios. "Bella", él suplicó. "Por favor". Mi pecho estaba lanzado de nuevo, con la necesidad construyéndose en mi interior. Él rápidamente puso su cuerpo sobre mí y empujó su pelvis contra la mía. "Ohhh", gemí, envolviendo mis brazos alrededor de sus hombros y arqueando la espalda. Su dura y sólida erección se apretó profundamente contra mí, e incluso a - 376 -

través de nuestra ropa fina pude sentir cada pedacito de ella. Envolví mis piernas alrededor de él para acercarlo más. Él agarró mi pelo y dejó caer la cabeza en mi cuello, gimiendo, e instintivamente ambos comenzamos a movernos uno contra el otro, en busca de más y más fricción. "Hazme el amor", le susurré al oído mientras nos movíamos uno contra el otro rítmicamente. Con cada golpe, yo necesitaba más y más. Él miró hacia arriba y sus ojos doloridos se pusieron en los míos. "No puedo". Y a pesar de que yo esperaba esa respuesta, aún me dolió. Pero la forma en la que su polla se me pegaba en todos los lugares correctos, me impedía ser capaz de responder o de reaccionar de cualquier otra forma que no fuera arquear la espalda y presionarme a mí misma más profundamente en él. Y entonces la sentí crecer, sentí una llama ardiente más caliente que cualquier otra, incluso más caliente que la que sentí cuando sus dedos estuvieron dentro de mí. Se arrastró lentamente por mis muslos, quemándome deliciosamente, y la siguiente vez que Edward se apretó en mi contra, estalló la llama. "Ohh, Edward, Edward", gemí. Él cogió mis caderas y me abrazó fuertemente contra él, y luego dejó escapar un largo gemido. Nos abrazamos con nuestras respiraciones volviendo lentamente a la normalidad, el ritmo constante de su corazón adormecía mi cuerpo agotado y mi mente. Empecé a irme a la deriva, pasando mis manos por su pelo suave y demasiado cansada para concentrarme lo suficiente en la ira que se estaba construyendo. No hacia Edward. No era tan ingenua como para pensar que Kate fue la única responsable de lo que pasó entre ellos. Él tenía su propia responsabilidad en eso, y yo no iba a agregar nada. Sin embargo, la odiaba. La odiaba por el papel que jugó en la muerte de mis padres. La odiaba por el papel que jugó en hacerme daño físicamente. Y la odiaba porque ahora Edward cuestionaba sus escrúpulos, su moral. La odiaba por todo lo que seguía tomando de mí. - 377 -

¡Nos vemos el lunes! Que paseis buen fin de semana :)

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106, Samantha Mya, Danii Belliner Cullen, ini narvel, Gabllie, HLNRJRQR, anon, Mafer Masen Cullen, solecitopucheta. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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C24 Luchando contra la naturaleza Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Holaaa, ya estoy por aquí otra vez. Vamos a seguir con otro capitulo interesante, sé que estais esperando que se lien de una vez, tengo que deciros ya no os queda casi nada ;)

Capitulo 24 - Luchando contra la naturaleza EPOV "... así que en general, entre las pruebas que han reunido durante el último par de años con respecto a las pruebas de drogas ilegales, así como los documentos recuperados de la caja fuerte el Dr. Penn durante la redada, estamos en muy buena forma de asegurar un veredicto de culpabilidad para el Dr. Penn y la Dra. Shaw, y los miembros sobrevivientes del grupo Horizon". Jasper, Emmett, Rosalie y yo estábamos reunidos alrededor de la oficina de la abogada Angela Weber, abogada principal de la acusación. Había pasado los dos últimos años de mi vida asegurando el veredicto de culpabilidad al que ella se estaba refiriendo, y debería estar emocionado. Pero no eran los cargos o el veredicto lo que me interesaba en ese momento. "¿Qué pasa con los cargos de asesinato?" La abogada Weber suspiró y volvió su atención a una caja de cartón sobre la mesa donde ponía 'pruebas' en grandes letras negras. El número del caso estaba impreso en ella. Ella llegó a la caja con cuidado y sacó una pistola envuelta en una bolsa de plástico, donde ponía 'Anexo 1'. "Como todos ustedes saben" - dijo ella - "hemos recuperado esto de la caja fuerte del Dr. Penn. Los forenses no han sido capaces de sacar las huellas de ella. Pero si la Srta. Swan está dispuesta a someterse a un examen en profundidad de la lesión que sufrió cuando la dispararon, todavía podríamos ser capaces de determinar el tipo de bala que se utilizó, y si coincide con las balas de este tipo de arma de fuego...", se encogió de hombros con una pequeña sonrisa. "Sin embargo, sin las huellas de James en el arma, y sin una bala real, es sólo circunstancial". - 379 -

"Así que está diciendo que si tuviéramos una bala real disparada desde esa arma la noche en cuestión" - le dije - "cuando Isabella fue perseguida a través de las montañas-" "Entonces, el hecho de que el arma fuera encontrada en la caja fuerte de James pasaría de ser una prueba circunstancial a una extremadamente incriminatoria, incluso sin huellas. Sin embargo, un equipo de agentes del CSI y de campo, incluido usted, han rastreado un radio de cinco millas de la zona donde la Srta. Swan fue perseguida y no han encontrado nada. Cuatro años más de la naturaleza han tragado nuestras pruebas, agente Cullen". Apreté la mandíbula con tanta fuerza que mis dientes se juntaron. La abogada Weber inhaló profundamente antes de sacar otra bolsa de plástico de la caja. Ésta contenía un par de zapatillas. Ella pasó la bolsa de plástico alrededor. "Estas son las zapatillas de correr de la Dra. Shaw. Una orden las encontró bien envueltas en una bolsa de plástico enterrada en la parte posterior de su armario. Las suelas contenían ligeros restos de tierra que se ajustaba a las muestras de suelo de la zona de las Montañas Olímpicas. Estamos aún mirando pruebas para determinar la edad del residuo del suelo". Me sentí extrañamente eufórico, si desear la muerte de alguien o al menos la vida en una prisión federal se podía comparar con la euforia. "Así que, si se trata de algo relacionado, eso recorrerá un largo camino, ¿verdad?", le pregunté, inclinándome hacia adelante con ansiedad. "Es más evidencia" - la abogada estuvo de acuerdo - "pero una defensa inteligente será capaz de destrozarla. Todo lo que se demuestra es que Kate salió a correr en las Montañas Olímpicas hace aproximadamente cuatro años. La Dra. Shaw afirma que estaba con su novio, el Dr. Garret Smith, ese fin de semana en particular, en su casa, y Garrett corrobora su historia". "¿Ella recuerda con exactitud dónde se encontraba ese fin de semana hace cuatro años?", yo gruñí. "Usted se sorprendería de lo que la gente recuerda cuando su libertad está en juego. Recuerde, agente Cullen, que Kate no necesita demostrar que ella no estuvo allí. Nosotros tenemos que demostrar que lo estuvo". Aunque sabía todo acerca de la carga de las pruebas, seguía siendo indignante. - 380 -

"En el mejor de los casos" - dijo ella - "es una evidencia circunstancial. En el peor de los casos, es absolutamente nada". "Por ahora". Todo el mundo me miró. Vi como Garrett veía a Kate últimamente, inseguro, dudoso. Él no quería admitir la verdad para sí mismo, pero tampoco podía luchar contra ella para siempre. Si tenía que hacerlo, yo le diría la verdad acerca de mí y de Kate. Yo sólo había dudado por la explosión que había tenido lugar, y con toda la desconfianza que rodeaba a la práctica en los últimos tiempos, podía muy bien destrozarme la cubierta. Sin embargo, si no tenía otra opción... "Tengo la corazonada de que Garrett sabe más de lo que está admitiendo. Está empezando a poner las cosas juntas. Creo que puedo ser capaz de convencerlo de que diga la verdad". Los ojos de la abogada Weber brillaron por la emoción. "Si usted puede quitar la coartada de Kate para ese fin de semana, recorrerá un largo camino. Y si el Dr. Smith tiene información que podría ayudar al caso, sería incluso mejor". Al igual que una niña excavando en un tarro de caramelos, metió la mano en la caja de cartón y sacó una bolsa muy pequeña. A diferencia de las otras, esa bolsa no estaba marcada. La abogada la puso sobre su escritorio y se puso los guantes de látex antes de abrirla y sacar su contenido. Un abalorio pequeño y de plata. "¿Qué es eso?", Rosalie preguntó. Mis ojos parpadearon hacia ella por una fracción de segundo. Las cosas entre mi hermana y yo todavía no se habían recuperado, pero aunque había un montón de nombres que me gustaría llamarla, estúpida nunca había sido uno de ellos. Tenía que tener cuidado con mi reacción. "Esto también se recuperó de la caja fuerte del Dr. Penn", dijo la consejera. "Parece ser una parte de una joya. Al igual que con la pistola, no hay huellas en él, pero" - afirmó con firmeza - "las pruebas han encontrado restos de tierra de las Montañas Olímpicas en él. No estamos realmente seguros de lo que es, o si hay - 381 -

alguna manera de que pueda ayudar en nuestro caso, pero estamos aferrándonos a él, por el momento". "¿Hay alguna manera de saber a qué pieza de joyería pertenece?", le pregunté de manera uniforme. "Posiblemente", dijo la abogada Weber. "Si pudiéramos encontrar la pieza exacta de la joya a la que pertenece, el CSI podría ser capaz de comparar las dos piezas a través de algunos programas", se encogió de hombros. "Pero por ahora, no tenemos ni idea de cómo vincular esto con el caso. Mientras tanto, va a permanecer en esta caja". Asentí con la cabeza lentamente, manteniendo una expresión en blanco, porque por el rabillo de mi ojo, vi a Rosalie observándome. "Abogada, en definitiva, ¿cómo se siente respecto a nuestras posibilidades para obtener sentencias condenatorias para Kate y James por los cargos de asesinato?", Jasper preguntó mientras la Srta. Weber se acercaba a un armario, lo abría y colocaba la caja dentro antes de cerrarlo. La abogada Weber se dio la vuelta. Sus ojos se arrastraron sobre todos nosotros antes de suspirar de nuevo. "En este momento, Agente Whitlock, el testimonio de la Srta. Swan se lleva la mayor parte del caso. Ella es nuestro testigo estrella y como tal es su actuación en el juicio la que tendrá la posibilidad de enviar a Kate y a James a la cárcel de por vida. Sin embargo...", agregó con nostalgia. "Sin embargo, ¿qué?", pregunté. Ella tragó fuerte antes de contestar. "He sido abogada desde hace más de una década, Agente Cullen. En ese tiempo he visto más de un caso que debería haber ido pero no fue a la defensa debido a la falta de evidencias físicas. A los jurados les gustaría ver un arma de fuego, algo que colocara a James y a Kate en el lugar, sin una duda razonable. Tenemos demasiados 'y si' aquí". Asentí con la cabeza otra vez, con mi cara de póquer intacta. 'Algo que pusiera a James y a Kate en la escena...' - 382 -

"¿Cómo lo está haciendo la Srta. Swan?", la abogada preguntó, mirándome directamente a mí. Di una respiración profunda. "Le está yendo bien. Curándose", agregué. "Bien", la abogada Weber asintió con la cabeza. "Estoy ansiosa por tener a la Srta. Swan bajo la debida protección de WitSec lo antes posible. No me siento cómoda con ella en su casa, Agente Cullen". Me sorprendí de que ella hubiera sido capaz de ver a través de mí con tanta claridad. "No es nada personal, he oído grandes cosas sobre usted", ella me dio una sonrisa lenta. Fuera de mi periferia vi a Rose rodar sus ojos de forma espectacular. "Y su equipo, por supuesto", agregó Weber como una ocurrencia tardía y con el rostro vacío. "Pero seamos sinceros, esta no es una situación ideal. Si James o cualquier otro miembro de la práctica se enterara de que la Srta. Swan se queda con usted, podría tener resultados desastrosos para ambos, así como para este caso. Kate y James son asesinos y personalmente no creo que deban estar en libertad bajo fianza", dijo ella con los labios fruncidos. "La señorita Swan estará mucho más segura una vez que esté en WitSec". No pude responder. "Hablé con el representante del U.S. Marshal esta mañana", dijo Jasper. "Me ha asegurado que escucharemos de ellos en cualquier momento". "Bien. Eso es bueno", asentí con vehemencia. En el interior, sin embargo, estaba cayéndome a pedazos. Oooooooooo Iba corriendo por los pasillos casi vacíos, ansioso por llegar a casa. Cuando oí a Rosalie llamarme, mi primer instinto fue seguir caminando, pero me giré. Ella se acercó a mí irradiando confianza, ligereza y seguridad. "Sé que todavía estás enfadado conmigo" - dijo justo cuando se acercó - "y honestamente, yo todavía estoy enfadada contigo". Estuve a punto de preguntarle cómo ella tenía las pelotas de estar enfadada - 383 -

conmigo, pero no quería perder el tiempo discutiendo con Rose. Había alguien más con quien yo prefería pasar mi tiempo. Ella frunció el ceño, como si pudiera leer mi mente. "Quiero que entiendas que yo no estaba tratando de minar tu autoridad como líder en esta tarea. Yo simplemente estaba tratando de hacer mi trabajo". "Supusiste que yo no conocía mi trabajo, desobedeciste las órdenes y fuiste detrás de Bella". Ella resopló, con una sonrisa sardónica en los labios. "¿Así que es 'Bella' ahora?". Apreté mis labios con fuerza para no mandarla a la mierda. "Isabella" - le dije con claridad - "terminó herida, y podría haber terminado peor". Ella se cruzó de brazos frente a ella. "Bueno, ella está mejor ahora, ¿no?". Miré mi reloj. "¿Qué quieres, Rosalie? Tengo cosas más importantes que hacer en este momento que estar aquí y discutir contigo". Ella abrió su boca como si fuera a decir algo, pero luego la cerró antes de intentarlo de nuevo. "Edward, tan enfadados como estamos, recuerda que eres mi hermano-" "No me he olvidado de eso, Rose, pero-" "Y por eso no quiero ver como destruyes tu carrera por una ladrona mentirosa, no vale la pena los riesgos que estás tomando, tanto personal como profesionalmente". Me di la vuelta y empecé a caminar. "¡Edward!", ella siseó, pero lo único que consiguió fue ver mi espalda. "¡Edward! Ella se irá en pocos días, ¿y luego qué? ¡No hagas nada de lo que puedas arrepentirte! ¡Edward! ¡Maldita sea! ¡Edward!". oooooooooo Durante todo el viaje a casa, dos frases pasaron por mi cabeza, repitiéndose. - 384 -

'Hablé con el representante del U.S. Marshal esta mañana... me aseguraron que vamos a saber de ellos en cualquier momento'. 'Ella va a desaparecer en unos días, ¿y luego qué? ¡No hagas nada de lo que puedas arrepentirte!' Había pasado exactamente una semana y media. Diez días. Doscientas cuarenta horas en cierta medida. Una parte de mí se sentía aliviado ante la perspectiva de Bella finalmente entrando en WitSec. Ella estaría a salvo allí. La abogada Weber tenía razón, ella estaba muy cerca de James y de Kate. Era como jugar a Seis grados de Separación excepto que sólo había un grado de riesgo de separación entre el hombre y la mujer que asesinaron a sus padres y trataron de asesinarla a ella. No era suficiente. En WitSec iba a estar lejos de James y de Kate. Muy lejos de mí. Porque yo no era bueno para ella. Ella se merecía bondad, pureza, seguridad, y yo no podía ofrecerle nada de eso. Todo lo que podía ser en su vida era un recordatorio de todo lo que ella había perdido. Me agarré el pelo y golpeé mi cabeza contra el volante mientras esperaba a que la luz cambiara de rojo a verde. Mantendría mi distancia esta noche. Por el bien de ambos ahora tenía que estar lejos de ella tanto como fuera posible. Sólo teníamos horas hasta que se fuera, y yo tenía que iniciar el proceso de separación. Un corte limpio. Sí. Eso era lo que ella necesitaba. Por ella, yoUn claxon resonó detrás de mí, y yo azoté mi cabeza para ver la luz cambiando ya a amarilla. Jesús, me estaba volviendo loco. oooooooooo Cuando Alice y Emmett me recibieron en la puerta, les dije lo que había pasado en la oficina de la abogada, dejando de lado el abalorio. Mi equipo no era estúpido. - 385 -

Estuve realmente sorprendido de que Alice no se hubiera dado cuenta con la cantidad de tiempo que pasaba con Bella. "¿Cómo ha estado Bella hoy?", pregunté después de que les hubiera contado todo. "Ese Kinect que le compraste la ha mantenido muy ocupada", sonrió Alice. "Hoy ha hecho un poco más de ejercicio. Ha caminado por la máquina de correr. Hemos dado algunos puñetazos y patadas a Emmett, él ha sido nuestro saco de boxeo". Yo gemí en voz baja y les miré. "No podéis tratarla como si fuera una agente", silbé. "Ella está recuperándose de algunas muy malas lesiones". Emmett resopló hacia mí. "Esa chica está en forma para patearte el culo, Edward. En realidad es bastante caliente mirarla toda sudorosa, dando patadas y puñetazos y esa mierda". Tanto él como Alice se rieron. Yo no lo hice. "Relájate, amigo", Emmett se carcajeó, dándome una palmada en el hombro. Miré a su brazo, imaginando todas las formas en las que quería rompérselo. "Sólo estoy bromeando", se rió otra vez y luego se dio cuenta de la trayectoria de mi visión y dejó caer su mano. "Bella está bien, pero creo que todos sabemos a quién calienta realmente". Sonreí, y a pesar de que acababa de molestarme, decidí no aplastarlo diciéndole que iba a necesitar un lanzallamas para derretir las capas de hielo alrededor del corazón de mi hermana. "Sin embargo, Bella está ansiosa", Em dijo en un tono más sosegado. "La he pillado asomándose por las ventanas de nuevo". Negué con la cabeza. "Definitivamente va a estar mejor cuando esté en WitSec". Yo infundí las palabras con tanta convicción como me fue posible. "Sí. He escuchado que en WitSec tienen tablones sobre las ventanas", Alice dijo secamente. "Estoy segura de que a Bella le va a encantar". "Si eso la mantiene a salvo, es lo que importa aquí", le dije. - 386 -

Alice se encontró con mi mirada mordaz. "¿Es eso todo lo que importa aquí?". La miré pero no contesté, porque Bella me llamaba, y con eso, nada más importaba. OOOOOOOOO Ella estaba acostada sobre su estómago, a través de su cama - mi cama - mirando la pecera que yo le había traído hacía un par de días. Seguía tratando de darle algo más que hacer para aliviar el aburrimiento y evitar que mirara por la ventana y jugara a juegos de lucha. Mi respiración se cogió en mi garganta por la forma en la que su parte inferior se adhería perfectamente a los pantalones de chándal que llevaba puestos, así como la forma de su cabello oscuro y suelto caía en cascada por su espalda. Se dio la vuelta cuando me oyó y la forma en la que sus ojos se iluminaron cuando me vio, la forma en la que me miró de arriba abajo sin pedir disculpas antes de sonreír abiertamente, acabó con cualquier solución con la que yo pudiera haber trabajado para poner distancia entre nosotros. Iba a empezar la cosa de la distancia mañana, me prometí a mí mismo. "Lo siento. Vosotros todavía...", rememoró. Yo sacudí la cabeza y di una sonrisa. "Habíamos terminado". Ella asintió y sonrió, colocándose de nuevo sobre las almohadas, esperando. Su cabello oscuro estaba como un abanico a su alrededor, un perfecto contraste con la funda blanca de la almohada, y como el tonto indefenso que era, me encontré sentado en la cama junto a ella sin darme cuenta de cómo ni cuándo estaba pasando mis dedos a través de la seda que era su cabello. Era mi adicción. Junto con sus ojos. Y sus labios. Y sus piernas, Jesús sus piernas. Y todo lo demás de en medio. Ella cerró los ojos y suspiró satisfecha, como siempre hacía cuando yo la tocaba. Pero sus ojos rápidamente se abrieron de golpe y se dio la vuelta una vez más, apoyándose en sus codos y apuntando a la pecera. "¡Mira!". Miré a la pareja de peces de color oro y naranja en la pecera. "Por eso se llaman besos de pescado", yo sonreí. - 387 -

"Que hermoso". Miré la mirada de asombro en su rostro perfecto. Ella tenía razón. Era malditamente hermosa. "¿No hay algo en cómo funciona la naturaleza?", susurró. "¿Qué quieres decir?". "Bueno, deberías haber visto a estos dos al principio. Quiero decir, han estado peleándose todo el día, sin parar. Cada vez que pasaba por aquí para mirarles, ellos estaban estrellándose la cabeza, literalmente", se rió. "Y ahora..." - un profundo suspiro se escapó de ella - "es como si... se hubieran dado cuenta de que no hay punto en eso, en luchar contra... la naturaleza". Se encogió de hombros y me miró cuidadosamente por encima del hombro. "Así que en lugar de eso... se dan un beso". La miré fijamente a sus ojos profundos y expresivos. Ella me dio una mirada seductora. "Les he llamado Edward y Bella", susurró. Yo sonreí, porque ella había tenido suficiente horror en su vida y no quería recordarle que en el mundo real no se vivía en una pecera - donde todos los factores externos estaban controlados - y que había mucho más en juego en la vida humana de Edward y Bella que en las vidas de los peces Edward y Bella. Es más, cuando los peces gourami se besaban, en realidad estaba peleándose, y por último, los 'Edward y Bella' de la pecera en realidad eran dos hombres. Pero yo fui demasiado cobarde para decir nada de eso. En lugar de eso le pregunté cómo había ido su día, como le preguntaba todos los días. "Edward, Edward", respiró, sacudiendo la cabeza y suspirando. "Ha estado bien". Oooooooooo Eran las dos de la mañana cuando caminé en silencio a mi habitación. El calor se irradió fuera del cuerpo de Bella tan pronto como me arrastré debajo de las sábanas y mis brazos se envolvieron alrededor de su estómago, suave y firme a la vez. Ella suspiró y moldeó su cuerpo al mío. En la oscuridad, las presiones y las tensiones del día no se veían, éramos como dos piezas de un rompecabezas. Ella se adaptaba - 388 -

perfectamente a mi lado, y por una fracción de segundo me dejé imaginar un mundo en el que pudiéramos estar así todas las noches. Encontré sus manos y acaricié sus dedos, tocando el brazalete en su muñeca. 'James tiene algo que necesito, y yo no voy a ir a ninguna parte hasta que lo consiga', dijo ella. ¿Qué haría ella si"Pensé que nunca llegarías", dijo ella de repente, su voz era áspera y perezosa por el sueño, lo que la convirtió involuntariamente en seductora. Dejé su brazalete. "Shh", la arrullé, besándole la parte superior de la cabeza. "Vuelve a dormir". Ella estuvo tranquila por un tiempo largo, y creí que se había quedado dormida otra vez. "¿Por qué siempre esperas hasta que piensas que estoy dormida para venir a la cama?". En los últimos dos o tres días, las preguntas de Bella se habían convertido en mucho más directas. "No espero siempre a creer que estás dormida", mentí en voz baja. "Yo estaba trabajando en... algunas cosas". Ella no respondió, pero pude decir que estaba despierta por la forma en la que respiraba. "¿Y has acabado?" Aspiré profundamente, tomando el olor de su pelo recién lavado. Unos mechones me hacían cosquillas en la nariz y en la boca. "Todavía no". Silencio de nuevo. "Se está acabando el tiempo", susurró. "En unos días me iré..." "Vas a estar a salvo", le dije. "¿Eso es realmente lo que importa?". - 389 -

"Es todo lo que debería importar". Ella estuvo otra vez en silencio por un rato, y luego, lentamente, se giró en mis brazos y me miró a los ojos con esos grandes ojos marrones de ella. Pasó su mano suavemente por mi mejilla y yo cerré los ojos por el calor que me produjo su mano. Ella trazó mi mandíbula con un dedo. "¿Por qué luchas tanto contra esto, cuando yo sé que me quieres tanto como yo te quiero?". "Es más complicado que eso", le dije, no pudiendo negar la verdad de sus palabras. "Sólo porque lo estás haciendo así". Me agarró la cara entre sus manos y nos giró para que yo estuviera encima de ella. Sus ojos se abrieron, y aunque era como luchar contra la fuerte atracción magnética que había, yo tuve cuidado de mantener mi cuerpo fuera de ella, porque no sabía cuánto tiempo más podría resistir. "Porque yo no te merezco Bella", siseé muy enfadado. "Tú te mereces a alguien más que a una persona que vendería su alma, mentiría, engañaría y... haría lo que yo he hecho", gruñí. Ella me alcanzó y clavó sus puños en mi pelo. "¿Qué has hecho?", ella gritó. "Me has salvado, en todas las formas posible que podía ser salvada una persona. Me salvaste de hacer algo de lo que me hubiera arrepentido por el resto de mi vida. Me salvaste de ir a la cárcel. ¡Me salvaste la vida, eso es lo que has hecho!". "Estás confundida, Bella", fruncí el ceño. "Una vez que todo esto haya terminado y puedas poner todo en perspectiva, verás que yo tenía razón en no dejar… que te acercaras", hice una mueca. "Todo lo que siempre seré, será un recuerdo oscuro de un mundo oscuro. Yo no quiero eso para ti. Tú perteneces a un mundo mejor". "Puede que sea joven, Edward" - dijo ella con voz temblorosa y llena de indignación - "pero dejé de ser una niña hace mucho tiempo. Tú eres el confundido aquí, no yo. ¡Yo sé exactamente lo que quiero, y no es estar viviendo el resto de mi vida en una granja en Kentucky y follar con algunos hombres del pueblo que nunca han dejado su ciudad natal!". - 390 -

Físicamente me estremecí con la idea de ella con otra persona. "¿A eso le llamas un mundo mejor? ¿Es eso lo que quieres para mí, Edward?". No pude contestar. Ella sopló con rabia. "Nunca podrías ser un recuerdo oscuro para mí. ¡Yo no quiero castigarte por cosas que sucedieron en el pasado, pero tú tienes que dejar de castigarte a ti mismo!". "Bella". "¡No!", gritó. "No puedo cambiar tus sentimientos, pero no voy a dejar que niegues los míos. Tú podrás ser capaz de verme todos los días y acostarte aquí conmigo todas las noches, y no sentirte unido, pero ya es demasiado tarde para mí. Cuando te digo que te quiero, no me refiero sólo a nivel físico". ¿Cómo pudieron sus palabras alegrarme y llenarme de temor a la vez? Era porque yo sentía lo mismo, pero sabía que no debería. "Bella, en unos pocos días-" Ella me cogió la mano con firmeza y antes de darme cuenta ella la hizo descender por su camiseta y la dejó sobre su pecho. Mi aliento se entrecortó y ella suspiró, arqueándose ella misma en mi mano, y muy pronto tuve sus dos pechos en el hueco de mis manos y los moldeé mientras ella gemía y se retorcía debajo de mí. "Sí, Edward...", dijo ella con voz entrecortada, moviéndose contra mí con los ojos fijos en los míos. "Está bien que me quieras. Está bien. Si todo lo que tenemos son unos pocos días, vamos a vivirlos". Yo me moví también, con algo creciendo en mí tan fuerte como un tubo de acero. El calor abrasador entre sus piernas me volvió loco mientras recordaba con cuánta fuerza ella se apretaba contra mis dedos, incluso con lo húmeda que estaba. Sólo pude imaginar cómo se agarraría y se apretaría alrededor de mi polla. "Bella... no puedo", pero se estaba volviendo más y más difícil recordar eso. Ella levantó la cabeza y captó mis labios entre los suyos, respirando con dificultad en mi boca. "Sí, tú puedes. Tú y yo... es la naturaleza. Como los peces..." - 391 -

La besé salvajemente. "Bella... los peces... cuando se dan un beso... en realidad están peleando... y son dos hombres..." Ella dejó de moverse contra mí y de repente se echó a reír. Yo me reí también, dejando caer mi cabeza en su hombro. "Bueno, no tan exactamente como los peces", dijo ella. Me reí entre dientes, y luego, lentamente y a regañadientes, rodé fuera de ella. Ella suspiró, pero me dejó ir. "Te lo juro, me siento como un villano de una de esas películas mudas", ella resopló, pero pude escuchar verdadera frustración en su voz. "Poniéndome el bigote alrededor de mi dedo mientras pienso cómo robar la virginidad de la inocente doncella. O en este caso, del agente del FBI". "Excepto que yo sería el villano, y no es mi virginidad la que me preocupa", dije en voz baja, mirando hacia el techo. Mi polla palpitaba dolorosamente. Bella suspiró profundamente otra vez. Durante unos minutos, simplemente estuvimos uno al lado del otro, ambos mirando hacia arriba, perdidos en nuestros pensamientos. Por último tuve el valor de darme la vuelta y abrazarla contra mí, y gracias a Dios ella me lo permitió. Me obligué a no moverme en su contra y aunque sabía que ella podía sentirme, me quedé quieto. "Bien", murmuró en tono derrotado. "Voy a dejarte dormir, Agente Cullen, porque sé que tienes que lidiar con James y Kate por la mañana y necesito saber que tienes todos tus conocimientos sobre ti para eso", ella me besó tiernamente en los labios y luego se dio la vuelta en mis brazos, situando profundamente su cuerpo en el mío. "Por ahora, sólo abrázame". Envolví mis brazos alrededor de ella y entrelacé nuestras manos. En pocos minutos sentí su latido cardiaco lento y la respiración tranquila que había llegado a asociar con su sueño. Apreté mis brazos alrededor de ella, le besé el pelo... ... y me quedé despierto durante el resto de la noche, mirándola, sintiéndola en mis brazos, porque dentro de poco no iba a ser capaz de hacerlo. Oooooooooo - 392 -

Estaba en mi oficina en la práctica al día siguiente. El golpe silencioso en la puerta fue uno que reconocí con facilidad, y al instante me aterroricé. Era como Kate llamaba cuando quería entrar a escondidas en mi oficina por un tiempo... El estómago me dio vueltas, amenazando con sacar la bilis. Pero las cosas debían permanecer lo más normales posibles, sin cruzar esa línea. Sólo podía esperar que con todo lo que había pasado, ella tuviera en su mente otras cosas además de nuestra relación ilícita. Y si ella estaba dispuesta a hablar, yo tenía que saber lo mucho que estaba dispuesta a decir. Me senté en mi escritorio y me compuse. "Adelante". Tan pronto como ella entró por la puerta me di cuenta de que todas mis esperanzas no habían servido para nada. Yo reconocí la expresión de su cara, su manera de andar, la mirada en sus ojos justo antes de que ella tratara de sentarse en mi regazo. Me giré rápidamente en mi silla y me levanté. "Kate, vamos", le dije manteniendo el puro disgusto fuera de mi voz. Me levanté y fui hacia la ventana, manteniendo la espalda hacia ella, porque no estaba tan seguro de poder mantener el odio fuera de mi cara. Cuando ella estuvo detrás de mí, el olor de su perfume atacó mis fosas nasales. Me sentí mareado. "¿Qué pasa, Tony? ¿No me quieres más?". "Kate" - exhalé con cuidado - "con todo lo que ha pasado... no es una buena idea". Ella estuvo tranquila por un tiempo largo. "¿He oído que Alexa está viviendo contigo?". Asentí con la cabeza. Era la historia que le había mencionado a James, en el caso de que alguien pasara y viera a Alice entrando y saliendo de mi apartamento con tanta frecuencia. "Así que no me necesitas más", su voz tembló por la rabia disimulada. "Kate", le dije con firmeza y me obligué a decir las palabras siguientes. "Quiero ser tu amigo. Quiero ser alguien en quien puedas confiar. Pero, ¿no te parece que Garrett merece tu honestidad y tu compromiso ahora más que nunca?". - 393 -

Ella resopló. "Garrett no quiere honestidad". "¿Qué significa eso?", le pregunté. Ella no respondió de inmediato. "Las cosas se caen a pedazos para mí, Tony. Te necesito". Cerré mis ojos, mis fosas nasales se ensancharon y seguí dándole la espalda. "Ya no es una buena idea, Kate. Lo dicho, podemos ser amigos", sentí ganas de vomitar. "Hay tantas cosas que quiero decirte". "Entonces dímelas", le dije, mirando rígidamente por la ventana. Sus brazos estuvieron de repente alrededor de mi cintura y sus labios fríos se pusieron sobre mi cuello. "¡Kate!", silbé. "¡Fuera!", la aparté y la miré, secándome el cuello. Quería la verdad. Necesitaba la verdad. Pero no a ese precio. Ya no así. Ella me miró, sorprendida. "¡Cabrón! ¿Y si le digo a Alexa algo sobre nosotros?" Negué con la cabeza. "Alexa sabe lo que pasó. Por favor, ¿podemos..." - dilo Cullen, sólo tienes que decirlo- "ser amigos? Puedes confiar en mí-" Sus ojos se pusieron fríos. "Es un poco demasiado tarde para ser sólo amigos, Tony, ¿no te parece?". Con eso se dio la vuelta y se fue.

A ver, Edward no quiere liarse con Bella porque como ella se tiene que ir digamos que él no quiere implicarse del todo porque luego, cuando bella se vaya, lo va a pasar mal... pero ya os digo que en un capi o dos eso se le pasa, jejeje.

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CrissYmell me alegra que ya estés por aquí leyendo el fic, muchos besosss ;) ¡Nos vemos mañana! :D

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106, Samantha Mya, Danii Belliner Cullen, ini narvel, Gabllie, HLNRJRQR, anon, Mafer Masen Cullen, solecitopucheta, CrissYmell. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 25 Bandera blanca Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Canción recomendada: No Air de Jordin Sparks y Chris Brown. Este es un capitulo bastante interesante y emocionante, ya vereis por qué, espero que os guste ;)

Capitulo 25: Bandera Blanca EPOV Las manos de Garrett se perdieron dentro de su pelo rubio oscuro, tirando de él con ansiedad. Cuando por fin lo soltó, tenía una gran cantidad de mechones sobresaliendo en una docena de direcciones diferentes, lo que le hizo lucir más salvaje. Las ojeras grises bajo sus ojos azules no ayudaban, y tampoco lo hacía la corbata arrugada y torcida colgando alrededor de su cuello. Él cogió su cerveza de la mesa y tomó otro largo trago. "Me estoy volviendo loco, Tony", murmuró miserablemente. "La miro y me pregunto si sé a quién estoy mirando. Quiero decir, a veces parece la Kate de siempre, pero en otras ocasiones..." Hizo una pausa y miró fijamente su botella de cerveza, como si las respuestas a todo pudieran estar impresas en la etiqueta. La última cosa que yo quería era parecer ansioso y desesperado para que continuara en el mismo tren de pensamiento, por lo que esperé pacientemente a que ordenara sus pensamientos. Tomé un largo trago de mi propia cerveza, lamiendo mis labios y envolviendo los dedos alrededor de la botella, y la bajé con un ruido sordo antes de volver a él. "En otras ocasiones, ¿qué?" "En otras ocasiones..." - Garrett continuó lentamente, manteniendo sus ojos en la botella - "tengo miedo de que pueda no tener ni idea de quién... es realmente". Tu novia es una pieza de basura asesina y psicótica. - 396 -

En lugar de ofrecerle mi sincera opinión, me quedé tranquilo. Mi trabajo aquí esta noche era escuchar y ofrecer un hombro a Garrett sobre el que llorar, a pesar de que sólo estábamos tomándonos un par de botellas de cerveza, literalmente. De cualquier manera, si durante el curso de las cosas Garrett decía algo útil, yo estaría listo. Garrett levantó la botella en el aire y se la puso en la boca, gimiendo cuando sólo unas pocas gotas salieron. Señaló al camarero que le trajera otra. "Ella ha estado tan... extraña, tan lejana desde que todo esto sucedió. Y ella y James... se susurran el uno al otro todo el tiempo cuando piensan que yo no estoy a su alrededor..." "¿Oyes lo que susurran?", le pregunté, tratando de no parecer demasiado interesado. Él se encogió de hombros, moviendo la cabeza con enfado. "No lo sé. Algo acerca de las pruebas y los brazaletes", murmuró levemente. "No tiene sentido. Ellos dicen que todas las pruebas en contra de ellos fueron plantadas por los federales, ¿verdad?", no esperó una respuesta. "Entonces, ¿por qué les importa lo que el gobierno diga que tienen? Los abogados deben ser capaces de conseguir despedirlos con bastante facilidad". Su cerveza llegó y le dejé beberse la mitad de la botella antes de volver a él. "Garrett, siempre he sido alguien que cree en... vivir por su bien. En ir con su primer instinto", sostuve su mirada. "¿Qué te dice tu instinto, Garrett?". Sus ojos se volvieron estrechos antes de bajar su mirada. Nos habíamos tomado tres botellas y media de cervezas antes de que yo hablara de nuevo. "Garrett, el amor nos hace hacer cosas locas, créeme, lo sé", le dije con compasión. "Dime una cosa, la verdad, ¿te acuerdas de si Kate estuvo contigo ese fin de semana?". La forma en la que bajó la cabeza y se agarró el pelo otra vez fue suficiente para una respuesta, pero tuve que decirlo. En voz alta. "¿Garrett, amigo?" - 397 -

Él miró hacia arriba, y durante mucho tiempo simplemente se me quedó mirando. De la nada, el ceño fruncido apareció brevemente en su frente y pareció estar mirando algo en mi cuello. Se vio casi enfadado cuando se le cayó la cabeza de nuevo y la agitó. "No. No, no tengo ni idea de a dónde fue Kate ese fin de semana". Yo no dije nada y simplemente tomé un trago de mi propia cerveza. Él exhaló en gran medida, todavía con la cabeza apoyada en sus manos. "Me estoy volviendo loco, Tony, me estoy volviendo loco". Garrett había sido un verdadero amigo para mí, aunque yo no podía decir que había sido un amigo para él. Mi culpa, junto con el deseo de sacarlo de su obvia miseria, me hizo abrir la boca. Sin embargo, la cerré de inmediato. Garrett estaba abriéndose poco a poco por su cuenta, y si le contaba sobre el año que estuve con su novia y que ella vino a mí una vez más tan sólo hacía unas horas, no tenía garantías de cuál sería su reacción. Si se volvía contra mí, si había alguna posibilidad de que pudiera perder la cubierta, mientras que Bella todavía permanecía en mi casa... No podía correr ese riesgo. oooooooooo Era más de medianoche cuando me reuní con Whitlock y le pasé la información que había recibido de Garrett esa noche. Después tomé el camino indirecto a mi casa. Emmett y Alice estaban allí, como de costumbre, y hablamos sobre mi charla de cervezas con Garrett. Había sido un día largo y una noche difícil, y cuando Alice me dijo que Bella seguía esperándome, sentí la familiar alegría combinada con la culpa. No debería emocionarme al saber que ella había estado esperándome, pero lo hice. Definitivamente lo hice. Cuando entré ella estaba sentada directamente en la cama, balanceando sus piernas bien formadas, y esperándome, como Alice había dicho. Esas piernas perfectas, delgadas y seductoras sobresalían por debajo de los pantalones cortos que usaba como pijama. Habían pasado casi dos semanas y su piel había empezado a perder gran parte de los moratones, y estaba fascinado por como la cremosidad color rosa de sus brazos y sus piernas contrastaba con su pelo oscuro y sus ojos. Ella - 398 -

era impresionante. Los ojos oscuros de Bella brillaron, una enorme sonrisa iluminó su rostro, y una vez más, como había hecho más veces de las que había tenido derecho esta semana, me imaginé durante un momento que esa escena sería una cosa común. Cuando Bella y yo pudiéramos volver a casa después de largos días, y saludarnos con sonrisas y abrazos y hacer el amor toda la noche, aliviar las tensiones de los demás días, mientras nuestros cuerpos se enredaban uno con el otro. Pero nuestro tiempo era corto, y con cada hora que pasaba, cada vez era más corto. En un instante que no debería sorprenderme más, ella se levantó y estuvo en mis brazos con tanta rapidez que esos pensamientos todavía estaban corriendo por mi cabeza, junto con el conocimiento de que tenía que hacer nuestra inminente separación más fácil para ella, independientemente de lo que yo deseara, sin importar el hecho de que a medida que pasaba cada hora, cada vez era más difícil para mí respirar. Así que en lugar de abrazarla con fuerza contra mí, como todos los instintos de mi cuerpo me pedían, le mantuve provisionalmente, con las manos casi separadas de ella. Bella no era estúpida. Ella se dio cuenta de inmediato y suspiró profundamente. Ella estaba sonriendo cuando se retiró. "Edward, cuándo vas a…" Sus ojos se apretaron. Ella inclinó la cabeza hacia un lado, mirando fijamente a mi cuello durante unos segundos. Algo en sus ojos de repente cambió y se alejó de mí. Mis cejas se fruncieron. "¿Algo está mal, Bella?". "No", dijo ella con rapidez, dándome la espalda. Me sorprendí, pero lo dejé pasar. "¿Cómo estuvo tu día?", le pregunté a cambio, como siempre lo hacía. "Bien. ¿Y el tuyo?". Mi entrecejo se profundizó más, porque su voz estaba apagada, y ella todavía me estaba dando la espalda. "Ha sido… un día", le respondí. - 399 -

"Un día muy largo", dijo ella, pretendiendo jugar con algunos objetos invisibles en el tocador. "He tenido que mirar un par de cosas esta noche. Tenía que hacer algunas cosas". Ella resopló. "Bueno, tienes que hacer lo que tienes que hacer, ¿no?", su voz fue extrañamente fría. Casi... amarga. Eso me recordó a la última vez que la oí pronunciar esas mismas palabras... "¿Bella?" Ella abrió el primer cajón de la cómoda y sacó un par de bragas. Bonitas y negras bragas. "Estoy cansada. Me voy a tomar un baño y a la cama", dijo en un tono sin inflexiones, antes de desaparecer en el cuarto de baño y cerrar la puerta con un poco más de fuerza de la necesaria. Me quedé ahí, atónito, durante unos minutos. Algo estaba mal, y yo estaba a punto de llamar a su puerta y preguntarle lo que era. Pero no lo hice. Ella se iría pronto, y tal vez esto era exactamente lo que necesitábamos. Cuando oí el agua de la ducha correr, desaparecí hasta la habitación de invitados. oooooooooo Media hora más tarde estaba sentado en mi escritorio, tratando de no imaginar la mirada en blanco en los ojos de Bella o la frialdad en su voz. En su lugar, me aflojé la corbata y traté de centrarme en el archivo en frente de mí, tratando de juntar todas las piezas del rompecabezas, porque ese era mi trabajo. Pero la confusión en los ojos de Bella me había molestado hasta el fin, al igual que el conocimiento de que algo no estaba bien. Me agarré el pelo como Garret había hecho apenas unas horas atrás. Cuando oí un golpe silencioso en la puerta, la abrí inmediatamente. Bella ni siquiera se molestó en tratar de mirarme a los ojos, se quedó de pie en la puerta y dio una respiración profunda antes de hablar. "Me voy a la cama" - su voz siguió siendo extrañamente desligada - "y creo que... teniendo en cuenta todo... tal vez es mejor que no vengas a mí esta noche". - 400 -

Sí, estaba asustado. Una punzada de dolor se desgarró a través de mí por sus palabras, por la calidad de su voz carente de emoción, por el hecho de que ella no me dejaba ver sus hermosos ojos. Porque ella no quisiera que yo la abrazara. Pero yo asentí con la cabeza estoicamente. Ella asintió con la cabeza también. "Buenas noches, Edward". "Buenas noches, Bella". La vi salir, oí cerrarse la puerta, y luché contra el impulso de pedirle que me dejara estar de nuevo en su cama esta noche. Al final ella fue la que tuvo la fuerza para hacer la pausa, porque ella tenía razón. Teniendo en cuenta todo, era lo mejor. Cuando entré al cuarto de baño principal, estuve en un sueño, más vacío y más frío de lo que había estado en mucho tiempo. Yo apenas vi nada cuando me quité mis calcetines y mis pantalones en mi propio baño. El reflejo en el espejo una vez más me recordó vagamente a Garrett esta noche. El amor nos hacía hacer cosas locas. Me estaba quitando la camisa cuando me di cuenta de algo en el espejo, y estreché los ojos, acercándome para ver mejor. Una marca de lápiz labial rojo brillante sobresalía en un lugar destacado del cuello de mi camisa. Kate. Necesité medio segundo para entender el cambio repentino en Bella, el por qué ella no me quería en su cama. Mi primer instinto fue golpear la puerta del dormitorio y pedirle que me dejarla explicarme, decirle que prefería morir de una muerte lenta y dolorosa a tocar otra vez a esa mujer. Pero no lo hice. Si pensar que había hecho lo impensable - que a pesar de todo seguía siendo Anthony Masen - hacía que fuera más fácil para ella alejarse, gestionar la ruptura que se merecía, entonces yo se lo daría a ella. - 401 -

Sin embargo, me quedé despierto en la cama por el resto de la noche, recordándome constantemente a mí mismo respirar. Me temblaban las manos a los costados. Di vueltas en la cama, inquieto, como un hombre que había estado en la droga más maravillosa durante las últimas noches y ahora no tenía ni idea de cómo lidiar con los síntomas de abstinencia. Mis pulmones se contrajeron dolorosamente, y una vez más, me recordé a mí mismo respirar. No sabía cómo iba a sobrevivir a esto. oooooooooo En mi camino a casa la noche siguiente, recibí una llamada de Whitlock. Fue para informarme que fuera a las oficinas inmediatamente. Ahí fue cuando empecé a darme cuenta de que la lección de la noche anterior para respirar fue sólo el comienzo. Cuando entré en su oficina, Emmett y Rosalie ya estaban allí. Ambos se dieron la vuelta para mirarme, el propósito de esta reunión estaba escrito en sus rostros. "Hace un rato he recibido una llamada de la oficina del U.S. Mashal", dijo Jasper, levantándose de su escritorio y viniendo a mi encuentro. "Han terminado de revisar la declaración de Isabella y le han aprobado que vaya a WitSec. Su casa de seguridad está lista". Respira, Cullen. Algo, un peso enorme, se colocó en mi pecho y en mis pulmones. Yo luché contra él, respirando a través de él, mientras mantenía una expresión normal y me obligaba a hablar a través del dolor. "¿Cuándo?" "Ahora. Inmediatamente", confirmó Whitlock. Respira. "Benjamín ha sido informado. Él quiere verte mañana para darte las gracias por el trabajo que tú y tu equipo habéis hecho con Isabella al mantenerla segura por casi dos semanas. Él quería que yo te dijera que sabe que ha debido ser difícil para ti". La expresión del rostro de Whitlock hizo evidente que por lo menos sospechaba de - 402 -

la ironía de las palabras que estaba diciendo. Exhaló antes de continuar. "El detalle de la protección de Isabella consistirá en que dos de nuestros agentes, junto con dos agentes del U.S. Marshal estarán en la casa de seguridad con ella en todo momento", sus ojos brillaron hacia Emmett y Rosalie. "Benjamín ha elegido a Emmett y a Rosalie para que vayan en nombre de nuestra oficina". "¿Rosalie?", escupí, incapaz y poco dispuesto a ocultar mi desconcierto y mi desaprobación. Sacudí la cabeza con vehemencia y mi labio se acurrucó. "No. De ninguna manera". Rosalie me miró. Jasper cerró los ojos y exhaló de nuevo, dejando caer su cabeza. "Whitlock" - le dije con una irritación apenas disimulada - "Rosalie es demasiado parcial para ser parte del caso de Isabella". "¿Parcial?", Rosalie gruñó. "¿Por qué? ¿Por qué no voy a besarle el culo?". La señalé con un dedo, enfadado con ella. "¡Porque tú has tenido un palo por el culo en lo relacionado a ella desde el primer día!". "No, Edward", ella hirvió, poniendo un dedo contra su pecho. "¡Simplemente estoy más preocupada por hacer el trabajo que por entrar en sus pantalones!". Me acerqué más a ella, pero ella no parpadeó. "No hables de ella de esa manera", yo siseé amenazador. "Yo no estoy hablando de ella, Edward" - ella gritó, poniendo los brazos en alto "estoy hablando de ti". Yo la miré, recordándome a mí mismo que ella era mi hermana, y además de eso, una mujer. "No sé lo que te ha pasado, Edward, pero yo le pedí específicamente a Benjamín que me pusiera en este caso para que pudiéramos conseguir ponerlo de nuevo en marcha. Tú necesitas despejar tu mente y volver al juego". "¡Esto no es un juego, Rosalie!", yo grité, apartándome de ella y tratando de calmarme. - 403 -

"¡Sé que no lo es!", dijo ella. "¡Mira, Edward, independientemente de lo que pueda pensar de ella personalmente, sé que es mi trabajo! ¡Nadie va a tocarla mientras yo esté cerca!". Me di la vuelta y fruncí el ceño hacia ella. "Yo no te quiero en su caso", repetí con los dientes apretados. "¡No es tu asunto!", ella gruñó con furia y con sus manos en puños a sus costados. "¡Tú has hecho tu trabajo de mantenerla segura en el último par de semanas, ahora es el momento de no distraerte más y centrarte en terminar el trabajo!". Cuando tomé un paso más, el enorme brazo de Emmett se acercó y me impidió continuar. "Basta, Edward. Rosalie tiene razón. Si la principal preocupación es su seguridad, puedes estar seguro de que ella estará a salvo con nosotros". Yo le miré, mirando hacia abajo a su brazo y pensando una vez más en todas las maneras en las que podría rompérselo. Pero había una pregunta en sus ojos. 'Si la preocupación principal es su seguridad...' Dejé caer los hombros, toda la lucha quería salir de mí. No hubo nada que pudiera decir, no hubo excusa que pudiera ofrecer. Por mucho que pudiera odiar a mi hermana en ese momento, ella llevaba su maldito trabajo en serio. Bella estaría a salvo con ella y con Emmett, lejos de mí. Yo sostuve la mirada de Emmett durante unos segundos más y luego la retiré, cerrando los ojos y volviéndome hacia la pared. Respiré profundamente y luego solté el aire lentamente, pero el dolor siguió ahí. Golpeé la palma de mi mano contra la pared, frustrado. "Maldita sea", respiré. Todo el mundo estuvo en silencio a mí alrededor, incluso Rosalie. "¿Ella lo sabe?" Whitlock respondió. "No, el Agente McCarty sugirió que sería mejor... si esperábamos. La Agente Brandon tampoco ha sido informada hasta el momento". - 404 -

Respira. "Está bien. Vamos". Oooooooooo Entramos en el apartamento, Rosalie, Emmett, Jasper y yo. Bella y Alice parecían estar en medio de una charla cuando entramos, ambas se quedaron en silencio y Alice se levantó para venir hacia nosotros, frunció el ceño cuando vio a Jasper y a Rosalie. Bella se levantó y nos miró, y aunque su rostro no estaba tan estoico ayer por la noche, pude ver que todavía había algo cauteloso en su expresión. "Agente Whitlock", dijo en un tono agradable, con las manos atrapadas en sus bolsillos traseros. "Es bueno verte de nuevo. ¿Cómo estás?". Jasper le sonrió. "Estoy bien, Isabella, gracias. ¿Y tú?". Sus ojos brillaron hacia mí un momento antes de llevarlos de vuelta a Whitlock. "He estado bien, gracias", ella movió sus ojos hacia Rosalie. Bella sabía que Rosalie era mi hermana, Alice se lo dijo el primer día. Y aunque nunca habíamos hablado de ella, Alice me dijo que Bella había escogido unas pocas palabras para describir a Rosalie. Honestamente, eso me hizo reí, y si no me doliera respirar en este momento, yo podría estar riéndome de nuevo mientras Bella simplemente la miraba fijamente, sin pestañear. Casi pude imaginar lo que ella estaba pensando: '¿no eres más que una gran mierda sin tu arma, no, rubia?'. Pero humor era la última cosa que estaba sintiendo ahora mismo, y cuando Bella se excusó y se dio la vuelta, pensando que tenía que dejarnos para uno de nuestros encuentros, me aclaré la garganta dolorosamente. "Bella, espera un segundo". Se detuvo en sus pasos y se dio la vuelta lentamente, y esta vez, cuando me miró a la cara, pude decir que sabía lo que pasaba. Respira. Dejé salir todo en una sola respiración, porque de lo contrario no sería capaz de hacerlo. "Tu casa de seguridad está lista", oí un grito ahogado de sorpresa por parte de - 405 -

Alice, pero yo estaba demasiado arrastrado por los grandes ojos marrones de Bella como para mirar hacia otro lado. "Rosalie, Jasper y Emmett están aquí para escoltarte de inmediato. Una vez allí, Rosalie y Emmett, así como dos agentes del U.S. Marshal permanecerán contigo durante todo el día para garantizar tu protección". Sentí como si ella me hubiera mirado fijamente durante toda una vida. Cuando por fin rompió la mirada, parpadeó larga y duramente. Respira. Bella miró a su alrededor. Cuando llevó sus ojos de nuevo a mí, ya no estaban en blanco, o confundidos, o fríos, como ayer por la noche. Esta noche, ella estaba haciendo más fácil que yo la leyera. Ella no quería irse. Pero tenía que hacerlo, maldita sea. Ella tenía que hacerlo. Tragó fuerte y dio un paso hacia mí, su pecho subía y bajaba ligeramente. "Edward", su voz era suave y suplicante, y la forma en la que me miró hizo que mis pulmones se contrajeran aún más. "¿Podemos hablar en privado un momento?". No podía estar a solas con ella. Si lo estaba, me rompería, y maldita sea, necesitaba que ella estuviera segura. Necesitaba saber que iba a tener un futuro, una vida que ella se merecía. Esta vez, fue mi cara la que se quedó en blanco, estoica. "No". Sus ojos se abrieron. Ella dio un paso más hacia delante, ignorando por completo a todos los demás en la habitación. "Edward, por favor-" Apreté la mandíbula, forcé mi voz para que fuera dura y retiré todas las emociones, porque ella las haría volver en un latido del corazón. "Bella, están esperando por ti". - 406 -

Ella me miró y pude ver el dolor y la confusión nadando en sus ojos, pero por su propio bien reprimí el impulso de envolverla en mis brazos. Miré para otro lado y fijé mis ojos en un objeto invisible justo más allá de ella. Ella se alejó lentamente, con los ojos todavía firmemente en mí. Sus manos subieron a su cuero cabelludo y agarró su pelo, cerrando los ojos y dándose la vuelta en un círculo pequeño. Y justo cuando creí que ella se había dado por vencida, que estaba lista para ir a buscar sus cosas, se dio la vuelta y dio tres pasos rápidos hasta llegar a mí, obligándome a mirarla a los ojos. Sus ojos brillaban con furia y determinación. "Está bien, tú quieres público" - dijo ella, su voz era un poco temblorosa - "pues vamos a hacer esto con público". "Bella". "No quiero ir, Edward, y yo sé que tú no quieres que me vaya". "Bella, para", yo siseé. Ella me ignoró, en lugar de eso puso sus manos en alto, las palmas de sus manos estaban casi en mi pecho, pero no del todo. Mi corazón martilleó a pocos centímetros de sus manos. "Sé que esto es por mi seguridad, y tu..." - tragó - "culpabilidad percibida. Pero no me importa nada de eso. Lo que está hecho, hecho está, y no puedo vivir en el pasado más. Y nunca me he sentido más segura que cuando estoy contigo". Yo la miré. "Tú no estás a salvo conmigo", fruncí el ceño y mis fosas nasales se ensancharon. "Necesitas entender eso". Su pecho subía y bajaba con ansiedad. Sus manos se abrieron y se cerraron y se movieron más cerca de mi pecho. "Edward" - cerró los ojos y tragó de nuevo - "Edward, si mi seguridad es lo único que te importa, entonces me iré", hizo una pausa, y supe que yo debería haber asentido con la cabeza, pero Jesús, no pude. Su voz se hacía más suave, casi un susurro. "Pero si hay algo más, si te preocupas por algo más que por mi seguridad, entonces no serás capaz de dejarme salir. Si sientes por mí algo parecido a lo que yo siento por ti, entonces hay mucho más que tenemos que salvar", ella me alcanzó y envolvió sus manos alrededor de mi cara, y yo cerré los ojos, incapaz de luchar contra el calor, la corriente eléctrica y la necesidad pura. "Mucho más, Edward", - 407 -

ella respiró, su cálido aliento me hizo cosquillas en la mandíbula. Su voz resonó en mi mente. Incluso con los ojos cerrados todavía podía verla, su cabello oscuro y sedoso y sus ojos hipnotizantes. Olía la dulzura que emanaba fuera de ella, sentía el calor que fluía de su cuerpo. Ella era tan valiente, tan hermosa. Pero por eso exactamente se tenía que ir. Calmándome, abrí los ojos y tomé sus manos, tirando de ellas fuera de mí y poniéndolas con firmeza a sus costados. Ella jadeó por la sorpresa, pero no peleó conmigo. Levanté una mano y apunté hacia el dormitorio. "Ves a esa habitación, empaqueta tus cosas y vete", le dije en voz baja y áspera. Por una fracción de segundo el dolor en sus ojos fue tan agudo que supe que no importaba lo que yo hiciera a partir de hoy, me había ganado un lugar en lo más profundo del infierno. Pero ella era tan buena en poner la cara en blanco como yo, y al segundo siguiente no hubo absolutamente nada en sus ojos, sólo profundidades insondables de oscuridad. Ella se alejó de mí poco a poco, una vez más. Me miró con ojos fríos. "Estaré en cinco minutos, Agente Cullen". Esta vez, cuando se dio la vuelta, no se volvió. Cuando desapareció en el dormitorio, solté una ráfaga de aire y puse un puñado de pelo entre mis manos. Emmett y Alice me miraron con el reproche hundido en sus expresiones. La expresión de Jasper estaba llena de compasión. Rosalie tenía una expresión petulante de auto-satisfacción. Incapaz de enfrentarme a ninguna de sus miradas, pasé por delante de ellos y fui a la cocina. Dejé caer mi cabeza contra la pared y traté de recuperar cierta apariencia de control, pero mis manos temblaban en puños contra la pared y mis piernas se sentían pesadas, como si estuvieran a punto de caerse sobre mis pies. No podía respirar. Jesús, realmente no podía respirar. Traté de sacar una bocanada de aire, pero no pude. Fue como si mi tráquea hubiera sido bloqueada. Bella se iba, y por el amor de Dios, yo no podía respirar. - 408 -

De repente no pude soportarlo. Ella tenía razón. Había más. Mucho más. Con paso largo y con propósito, caminé de regreso a la sala. "Hablaré con Benjamín, pero todos tenéis que iros ahora". Por el rabillo de mi ojo vi a Emmett y a Alice mirarse el uno al otro y sonreír. Miré a Jasper. No había absolutamente nada de sorpresa en su expresión, más bien estaba resignado, y... preocupado. "Voy a tener que hablar con él esta noche", suspiró. "¿Sabes que vas a conseguir irte al infierno por esto, no?", me advirtió. "¿Y también te das cuenta del riesgo que estáis tomando aquí, ambos?". Lo miré y luego asentí con la cabeza una vez. "No, no, no, no", Rosalie hirvió, sacudiendo la cabeza. "¡Edward, por el amor de Dios, piensa en tu carrera! ¡Tú has trabajado muy duro para esto y ahora estás tirando todo por la borda!". Emmett se acercó y le susurró algo al oído a Rosalie. No tenía ni idea de lo que era, pero Rosalie me miró y luego salió por la puerta. Emmett me dio una inclinación de cabeza y la siguió. Antes de que Alice se fuera, ella se acercó a mí rápidamente. "Sé que todavía estás preocupado, Edward, pero has tomado la decisión correcta". Me quedé mirándola, sin saber qué decir. Ella me dio una pequeña sonrisa y se marchó, seguida por Whitlock. oooooooooo Cuando entré en la habitación Bella tenía una palma contra la pequeña pecera donde vivían Edward y Bella. Ella me escuchó y se volvió brevemente, evitando mi mirada. Rápidamente cerró la cremallera de la bolsa de lona que estaba llena. "Estoy lista", murmuró, arrojándose la bolsa por encima del hombro. "Bella". - 409 -

"Gracias por todo", dijo ella dirigiéndose a la puerta. "Y por favor" - ella dejó de caminar, sus ojos estaban en sus pies - "cuídate". Cuando pasó por delante de mí, la agarré del brazo. "Bella, no-" Ella se giró hacia mí, sus ojos brillaban por la exasperación. "¡No!", ella gritó. "¡No puedo tener este tira y afloja contigo nunca más!". "Lo sé. Lo siento", yo respiré con voz temblorosa. "Lo siento mucho". "Sólo suéltame, Edward", su voz sonó cansada. "No quiero una despedida prolongada". "Yo tampoco la quiero. Yo quiero que te quedes-" "-pero no estoy segura aquí", dijo ella, pensando que estaba terminando mi frase. "Lo entiendo. Lo hago. Ahora déjame ir". Trató de alejar su brazo, pero yo no la dejé ir. En cambio la sostuve con más fuerza y me acerqué, deleitándome con el calor de su proximidad. Pero ella todavía estaba enfadada, negándose a mirarme. "Tú no lo entiendes", le dije en voz baja. "Sí, tu seguridad es lo único que debería importarme, pero no lo es. Te necesito aquí, conmigo", levanté mi otra mano y la pasé lentamente por su pelo largo. "Tienes razón. Hay mucho más que tu seguridad, Bella". Sus ojos parpadearon durante una fracción de segundo, pero ella miró hacia otro lado rápidamente, luchando por liberarse de mis manos otra vez. Le agarré la barbilla con la mano y forcé a sus ojos para que me miraran. "Bella, por favor. No puedo decirte adiós", le susurré con honestidad. Se detuvo en su lucha y me miró, estudiando mis ojos de la única manera que podía. Yo dibujé círculos alrededor de su mejilla con el pulgar. "Yo no quiero que te vayas. No puedo dejarte ir. No puedo... respirar... Quédate conmigo. Por favor, Bella". - 410 -

Su labio inferior tembló y pude ver la vacilación todavía en sus ojos. "Si cambias de opinión... Edward... no puedo... no voy a poder-" Esta vez me giré para tenerla totalmente frente a mí y acuné su cara entre mis manos. "Nunca voy a cambiar de opinión. Bella, tú eres mi vida ahora". Puse mi boca sobre la de ella tan de repente que ella jadeó, y por una fracción de segundo un escalofrío de miedo corrió por mi espina dorsal, porque ella no se movía, no respondía. Y así como yo estuve a punto de retirarme para ver si la había leído mal, sus brazos se fueron a mi cuello y metió su lengua en mi boca. Un gemido brotó desde lo más profundo de mi pecho. No pude respirar de nuevo. Pero estuvo bien esta vez, porque yo no quería respirar. Mis manos y mi boca estuvieron de repente por todas partes. Le agarré el pelo entre mis puños y tiré de ella para ponerla más cerca de mí, pero no era suficiente, así que me arrastré hacia abajo hasta sus hombros, toqué sus brazos, llegué hasta su cintura, sus caderas, y tiré de ella aún más cerca. Ella gimió y tomó aire. "Edward..." "Bella..." Le di dos segundos para recobrar el aliento antes de reclamar su boca de nuevo. Mis manos se movieron hacia abajo, a su parte inferior, y la levanté, poniendo sus piernas alrededor de mi cintura. Ella las envolvió bien y mi boca se movió a su cuello. Ella suspiró y se levantó para darme un mejor acceso. "Edward..." "Bella..." Le di besos hambrientos por su cuello y su clavícula, pero luego ella fue la que juntó de nuevo nuestras bocas, entrelazando nuestras lenguas. Tiré de ella con ansiedad, chupándola con mi boca y gimiendo porque no podía obtener suficiente. No podía tener suficiente de ella. La agarré del culo y apreté. Lamí sus labios y mordí su cuello, y mi boca se fue - 411 -

hacia abajo, en busca de sus pechos, de sus pezones. Yo quería tocar, besar y probar todas las partes. Jesús, yo no podía tener suficiente. De repente ella se alejó y me miró. Nuestras respiraciones estaban llegando a ser fuertes. Sus ojos oscuros ardían del mismo modo que lo hicieron esa noche en la habitación del hotel, y de repente eso me golpeó, como el hecho más evidente. Nada más importaba. Ni el pasado. Ni nuestros errores. Todo lo que importaba estaba aquí y ahora. Todo lo que necesitaba era a la mujer en mis brazos. Llevé mi boca a la suya una vez más, perdiendo las manos en su nuca. Pero ella se apartó de mí una vez más. "Edward. Edward, espera", dijo ella. "¿Qué somos... qué...", se mordió el labio, y sus ojos estuvieron inseguros una vez más. "Bella", respiré, besándola suavemente una vez, porque yo no quería asustarla. "Por favor. Déjame hacerte el amor". Ella me miró por un largo tiempo antes de asentir lentamente y llevar su boca a la mía.

Ainssss, que bonito, por favor, mañana ya vereis como sigue, teneis el capitulo enterito con lo que tanto estabais esperando, jejeje. ¡Os espero mañana! Por cierto, igual lo subo un poco más pronto porque me tengo que ir y no se cuando vendré ;) Hasta mañanaaaa :)

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley - 412 -

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Cap 26 Haciendo el amor Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Canción recomendada: Turning Page de Sleeping at Last. Holaaa, después de 25 capitulos por fin pasa lo que todas estabais esperando, jajaja, y todo un capitulo dedicado a ello :P

Capitulo26 -Haciendo el amor BPOV Las manos de Edward estaban en todas partes al mismo tiempo. Sus besos eran alimentados con una pasión que hacía que fuera casi imposible para mí respirar. Sus labios devoraban los míos, sólo me permitía tomar aire cuando él se movía hacia mi mandíbula, pasando con vehemencia a lo largo de mi cuello. Él agarró mi culo y se me cortó la respiración cuando me apretó contra él, moliendo su erección dura como una roca en mi contra. "Edward. Espera Edward", declaré sin aliento. "¿Qué somos... qué..." Ni siquiera pude pensar con claridad suficiente como para terminar la frase. Sin embargo, tenía que saberlo, porque su devastación súbita y sin arrepentimientos había flameado un fuego abrasador entre mis muslos, y si él no estaba pensando en extinguirlaPero la forma en la que me miró, la forma en la que sus ojos verdes estaban llenos de lujuria y hambre... Se detuvo de moverse en mi contra y puso su boca en la mía de nuevo, suavemente esta vez, y yo di dos respiraciones profundas. "Bella", él respiró, su aliento embriagador abanicó mi cara. "Por favor. Déjame hacerte el amor". La necesidad en su declaración hizo que mi corazón se detuviera por unos segundos. Pude buscar de nuevo en sus ojos, y sí, lo vi. No iba a retrasarlo más, - 414 -

finalmente se iba a abrir por completo. La realidad del momento fue tan abrumadora que sólo pude hacer un gesto débil antes de llevar a mi boca de vuelta a la suya. Él sonrió en contra de mi boca, esa sonrisa maravillosa y torcida que derretía mi interior desde el primer día. Pero la sonrisa desapareció rápidamente y sus ojos se llenaron de pura lujuria, una vez más. Trazó mis labios con su lengua antes de caer en mi boca otra vez. Mis muslos se apretaron herméticamente, porque ya podía imaginarlo tenerlo dentro de mí, y la anticipación era casi más de lo que podía soportar. Poco a poco lo sentí arrastrarnos hacia su cama. Con su boca aún en la mía me puso hacia abajo, sus manos se apartaron de mi trasero, y gentilmente me dejó caer contra el suave colchón. Él se puso encima de mí, mirando hacia abajo con un hambre a voces que me asustaría si no quisiera saborearlo tanto. Pero también me di cuenta repentinamente de tanto como había querido esto, ahora el momento estaba aquí, no tenía ni idea de lo que se suponía que debía hacer. Trabajos manuales en el mostrador y follar en seco en la oscuridad eran una cosa, pero abrir mis piernas y tomarlo dentro de mí podría ser algo completamente diferente, creía. Pero eso no significaba que yo no lo quisiera. Santo infierno, sin duda lo quería. Él sonrió de nuevo, sus ojos me barrieron de arriba a abajo. "Eres tan hermosa", murmuró. El calor se desplazó hasta mi cara, así como a otras regiones de mi cuerpo. Se apretó más a mí, sosteniendo su peso con sus brazos y colocando suaves besos con la boca abierta en mis labios, su lengua pasó por mi mandíbula y luego arrastró su boca a través de mi cuello. "¿Puedo desnudarte?", respiró en mi oído. Mis ojos se pusieron en la parte posterior de mi cabeza. Yo gemí y asentí, con la sensación de la humedad construyéndose entre mis piernas. Con mi consentimiento Edward llevó su boca de nuevo a la mía y sus manos agarraron el borde de mi camiseta. La pasó por encima de mi cabeza con cuidado, separándose de mis labios sólo para quitármela. Una vez que estuvo fuera, con las manos agarró mi cintura con fuerza, y por un par de minutos, simplemente las mantuvo allí mientras su boca seguía atendiendo a mis labios. Él me besó, oh, tan suavemente, y al igual que estuve a punto de rogarle que me tocara en los lugares que necesitaban ser tocados, sus manos fueron hasta mi torso, lentamente pero con - 415 -

firmeza. Me retorcí debajo de él, necesitando fricción entre las piernas, pero él mantenía su peso fuera de mí. Al final sus manos llegaron a mi sujetador y se encontró acariciando con los dedos la parte inferior de cada seno. Me retorcí de nuevo y gemí en su boca. "Edward, por favor..." Él se rió entre dientes una vez. "Bella…mi ansiosa Bella..." Él cogió mis pechos en sus manos y ambos gemimos a la vez mientras él los moldeaba entre sus dedos, pasando un dedo sobre mis pezones sensibles. "Yo también estoy ansioso por ti", él admitió en un tono más solemne. "Tan, tan ansioso..." "Oh...", yo respiré. Pasó un dedo por debajo de mi sujetador. "¿Puedo quitarte esto?", susurró contra mi mandíbula. Asentí con la cabeza sin poder hacer nada. Edward llevó sus manos a mi espalda y me quitó el sujetador. Yo me moví para soltarlo alrededor de mis hombros y con nuestras lenguas entrelazadas lo sentí caer. Cuando él ahuecó mis pechos de nuevo, no hubo nada entre ellos y sus manos calientes, y se sintió in-jodido-creíble. "Oh, Edward" - gemí contra su boca - "tus manos... tan calientes..." Mis manos se perdieron en su pelo suave mientras yo cerraba los ojos y me mordía el labio, sintiendo todas las sensaciones que él estaba haciéndome sentir. Edward hizo algún tipo de sonido ininteligible y su boca quemó lentamente desde los senderos de mi mandíbula hasta mi cuello, dejando suaves y húmedos besos a su paso. Y entonces sentí su lengua recorrer mi pecho y de repente mi pezón en su boca. "Oh", gemí, arqueando la espalda. "Mmmm", él tarareó con admiración mientras succionaba suavemente la punta de - 416 -

un seno y luego pasaba la lengua por el otro. Su lengua rodeó mi otro pezón mientras sus manos se movieron hacia abajo a mis caderas. Él me agarró fuertemente. Yo estaba viendo las estrellas bailar ante mis ojos, pero mis muslos se apretaron con fuerza otra vez, porque la necesidad de algo ahí abajo era casi abrumadora. Podía sentir mi corazón latiendo en mi pecho mientras su boca seguía moviéndose de un pecho al otro. Abrí los ojos y le vi chupar mis pezones con asombro. Edward me miró a través de unos oscuros y pesados ojos. Él me vio mirándole y sonrió, su lengua se movía alrededor y alrededor a propósito. Eché la cabeza hacia atrás y gemí profundamente. "Por favor...", le rogué, aunque yo ni siquiera estaba segura de lo que estaba pidiendo en ese momento. ¿Cuánto más placer podía tener un cuerpo antes de explotar? Él metió dos dedos en el interior de mis pantalones cortos. "No te preocupes, amor" - me susurró - "esta noche voy a hacer todo lo posible por complacerte". El sonido de su voz áspera y sensual, combinada con sus palabras, fue casi suficiente para hacer que me corriera justó ahí. Casi. Porque a pesar de que estaba a mitad de camino, seguía siendo vagamente consciente de que lo mejor estaba por venir. Edward tiró de mis pantalones cortos, levantando una ceja interrogante. Yo asentí con la cabeza con impaciencia contra la almohada, con los ojos bien abiertos ahora. Con sus ojos puestos en los míos, él bajó del todo los pantalones cortos pero dejó mis bragas. Se arrodilló a mis pies. "Dios, eres tan hermosa, Bella", dijo con una voz llena de asombro mientras sus ojos se arrastraban con avidez hacia arriba y hacia abajo de mi cuerpo. Lo miré, incapaz de hablar, con mi pecho agitado, y sintiéndolo sentarse y acercarse hacia mí. Él siguió con facilidad. - 417 -

Una vez más sus manos estuvieron por todas partes. Yo besé su boca y su cuello y me sentí frustrada cuando su camisa y corbata estuvieron en el camino. Yo estaba prácticamente desnuda y él seguía llevando una corbata, por el amor de Dios. Rápidamente los dos nos las arreglamos para deshacer su corbata y lanzarla a través de la habitación y pronto la camisa siguió su ejemplo. Cuando por fin estuvo medio desnudo encima de mí, mis manos agarraron sus hombros fuertes y se arrastraron hasta su musculosa espalda, disfrutando de la dureza de su cuerpo. A diferencia de él, yo no pedí permiso cuando mis manos con impaciencia bajaron hasta sus pantalones y deshicieron el cinturón y la cremallera. Sin embargo, a él no pareció importarle mi fervor, ya que llevó una mano hacia abajo para ayudarme y pronto sus pantalones fueron arrojados por el suelo también. Me acosté y traté de colocarme debajo de él para poder molerme contra su enorme erección, pero él sostuvo mis caderas hacia abajo con ambas manos. "Edward", yo respiré por la frustración. "Shh", me arrulló, besándome suavemente de nuevo. "Vamos a llegar hasta ahí, amor. Te lo prometo. Vamos a llegar ahí", sus ojos penetraron los míos. "Te dije que quería hacer el amor contigo, y tengo la intención de ser exhaustivo". Me miré a mí misma con rapidez para asegurarme de que no había sufrido una combustión espontánea. Él nos dio la vuelta hasta ponernos de lado y me besó larga y apasionadamente, y luego con una mano, poco a poco, empezó a bajar mi ropa interior. Yo estaba respirando tan fuerte que creía que estaba hiperventilando. "¿Estás bien?", él preguntó entre beso y beso. Me miró fijamente a los ojos mientras su mano libre acariciaba mi rostro con ternura. Asentí con la cabeza rápidamente. "Sí, sí". Después de que él bajara mis bragas hasta el final, arrastró una mano lánguidamente por una de mis piernas mientras su lengua se movía con la mía y la otra mano seguía acariciando mi rostro Cuando su mano llegó a mi culo, lo frotó y acarició suavemente. "Perfecto", respiró. "Tan redondo y perfecto". "Edward...", gemí. - 418 -

Su mano se movió hacia el interior de mis muslos y mi aliento se enganchó. Muy lentamente él arrastró sus dedos hacia atrás y hacia adelante, hacia arriba y hacia abajo de mi muslo. "Edward...", jadeé. Sus dedos se movieron más y más, y cuando el dedo mediano se encontró con mi clítoris palpitante, grité en silencio. Si yo pudiera derramar lágrimas de gratitud, estaría bastante segura de que estaría haciéndolo en estos momentos. "Oh, sí, sí, por favor..." El cavó un dedo dentro de mí y yo dejé caer mi cabeza sobre su pecho. "Ahhh..." "Mmmm", él gimió en respuesta y yo le besé y le acaricié el pecho mientras un dedo bombeaba dentro y fuera de mí y daba círculos alrededor de mi nudo hinchado. "Jesús, bebé, estás tan estrecha... tan mojada...", respiró en mi oído. "Te quiero, Edward. Por favor", le rogué descaradamente. "Por favor, te necesito dentro de mí". "Primero tienes que estar lista", susurró con voz temblorosa. "No quiero hacerte daño, Bella... estás tan malditamente apretada", gimió. "No me harás daño", le aseguré desesperadamente, sin saber si sería cierto o no, y simplemente sin preocuparme en ese momento. "No me harás daño. Pero por favor..." Siguió con su dedo dentro de mí, poniéndose encima de mí una vez más, y mi corazón saltó de mi pecho, porque creí que eso sería todo. Abrí mis piernas y arqueé la espalda y él se arrodilló a mis pies, los dos nos miramos, embelesados, mientras su mano se estaba moviendo entre mis piernas. Mis ojos se movieron hacia adelante y vi su polla apretada contra sus bóxers. Me senté de nuevo y con un movimiento rápido bajé sus bóxers lo suficiente como para liberar su miembro con mi mano. Él silbó fuertemente y cayó de nuevo en su culo, gimiendo. "Ahh... Bella..." Moví mi mano hacia arriba y hacia abajo por su eje, por primera vez obteniendo un buen vistazo. Junto con el resto de su cuerpo, la polla de Edward era... increíble. - 419 -

Estaba rígida como un atizador caliente sobre sus bóxers y entre sus musculosas piernas. Sus hombros fuertes estaban firmes y rígidos, los tendones en su brazo se flexionaban cada vez que él movía su muñeca hacia atrás y hacia adelante para empujar su dedo dentro de mí. Tenía una tableta de chocolate que se contraía con fuerza con cada paso de mi mano por su punta, y me moría por ver exactamente dónde desaparecía la V fuerte a lo largo de sus caderas. Le miré y me lamí los labios, incapaz de ocultar mi atracción, mi deseo de su cuerpo, y me arqueé a mí misma más profundamente en su mano, porque nunca me había sentido tan caliente, encendida y descaradamente erótica en toda mi vida, estaba desnuda con Edward, masturbándolo, mientras él bombeaba su propio dedo dentro y fuera de mí. Miré hacia nosotros y gemí, arqueándome más profundamente en su mano y usando mi mano libre para sujetarme al colchón. Me sentí casi loca de necesidad. Edward gimió en voz alta. "Ohhh Bella... creo que ya estás lista para mí... estás tan mojada... tan mojada, bebé... creo que ya estás lista..." Solté su polla y me apoderé de sus hombros, tirando de él hacia abajo sobre mí de nuevo. Esta vez él dejó su cuerpo descansar sobre el mío y sentí su palpitante y abultado miembro contra mi muslo. "Póntelo, Edward. Por favor", rogué. "Te necesito dentro de mí ahora". Él asintió con la cabeza y se estiró hasta llegar a su mesita de noche, abrió el cajón de arriba a toda prisa y buscó con ansiedad hasta que sacó una pequeña caja. La abrió con los dientes y sacó un paquete de color oro y brillante del interior. Vi con asombro puro como se ponía el condón sobre él mismo, extendiéndoselo hasta adaptase casi a su base. Entonces me di cuenta de otra cosa. La polla de Edward no sólo era hermosa, era realmente grande. Había tocado la de Jacob, y había tocado la de James, por lo que había conseguido una muy buena idea de su tamaño, y sí, la de Edward era sin duda la más grande de todas. Por primera vez en toda la noche sentí un aleteo de aprehensión en mi estómago. Pero cuando sus ojos se encontraron con los míos, todo temor desapareció. Él descansó sus brazos contra los míos y sus manos agarraron mis hombros. "¿Estás lista?", me preguntó. - 420 -

Asentí con la cabeza rápidamente. Él apartó mis piernas con las suyas y sentí su punta en mi entrada, y luego, lentamente, entró. Mis ojos se abrieron por la sorpresa y me agarré con fuerza a sus hombros, porque santo infierno, se sentía muy diferente a sus dedos, o a los míos, para el caso. Me sentí estrecharme alrededor de él y Edward gimió de nuevo y comenzó a besarme. "Vamos a ir poco a poco", prometió con la voz tensa. "Dime si te duele demasiado". Asentí con la cabeza. Al principio Edward no se movió, simplemente se mantuvo encima de mí y me besó suavemente, con su lengua girando alrededor de mis labios, dentro de mi boca. Pude ver su cara, la línea de la concentración estaba grabada profundamente en su frente, y supe que tenía que tomar un infierno de esfuerzo para permanecer inmóvil. Mordisqueó el lóbulo de mi oreja y sopló suavemente en mi oído antes de besar mi cuello, y eso se sintió tan increíblemente bien que cualquier malestar que pudiera haber comenzado a sentir pronto se convirtió en necesario una vez más. Yo arqueé la espalda y lo acerqué aún más. Él gimió. "¿Estás lista para que me mueva?", dijo en mi boca. "Sí, sí, por favor", le rogué, envolviendo mis piernas alrededor de él. Al principio él comenzó a moverse lentamente dentro de mí, todo el tiempo acariciando mi cara, mi pelo, besándome con ternura. Sentí que me llenaba más y más, y cuanto más se movía él, yo más necesitaba que se moviera. Envolví las piernas más fuertemente alrededor de su cintura y bajé mis manos a su espalda, empujándolo más profundo. "Ohhh Bella", gimió. "¿Te duele, bebé?" "No", le dije honestamente. "Quiero más". Una sonrisa se extendió por su rostro perfecto y comenzó a moverse más rápido, sus embestidas me pegaron más profundo. Gemí y cerré los ojos. "¿Como esto?", preguntó. - 421 -

"Sí... sí Edward... oh... ohhh así..." Él se empujó más profundo, llegando a un punto muy dulce, y yo gemí contra su cuello. "¿Eso se siente bien, Bella?". Yo me arqueé más profundamente en él. "Tan bien... ohh... ohh Edward…" Abrí los ojos y le miré. La expresión de placer en su rostro aumentó el mío propio, acabando con las molestias del estrechamiento, porque yo sabía que estaba haciendo que él se sintiera de esa manera. Era difícil para mí que él se moviera dentro de mí. Los sonidos deliciosos que salían de su boca eran por mí. La forma en la que su pene me rozaba, golpeándome tan sólo en los lugares correctos por sólo una fracción de segundo, saliendo y luego entrando de nuevo... Estaba haciéndome el amor. Edward era mío, y yo era suya. Completamente. Pero eso era tan profundo como mis reflexiones en ese momento. "Más...", le rogué, retorciéndome debajo de él. Y lo hizo de nuevo. Él se empujó más profundo, más rápido, llegando a mis rincones más profundos y luego saliendo. "Ungh...", grité. "Por favor..." Algo estaba construyéndose dentro de mí, una necesidad que era casi dolorosa en su enormidad. Él golpeaba y salía, golpeaba y salía... y yo no quería que se detuviera. Apreté mis piernas alrededor de él y levanté la espalda de la cama, tratando de obtener más. Él fue más allá y el fuego que ardía en lo más profundo de mí se enfrió un poco, pero tan pronto como se retiró de nuevo... quemó... el picor aumentó de forma exponencial. Jesús, que no saliera más, que sólo me golpeara una y otra vez... justo... ahí. Me moví más y más rápido, porque la fricción era la única manera de calmar el calor. "Sí... sí...", grité. "Oh Bella...", dijo Edward. "Oh cariño..." - 422 -

"Sí, Edward... más... más rápido..." Edward puso su brazo en mi espalda y me levantó contra él, metiéndose dentro de mí tan profundo como pudo. "¡Ohh! ¡Uhh!", yo grité y envolví todo mi cuerpo en torno a él mientras el fuego más perfecto y delicioso cada vez me consumía, pasando por mis muslos y luego saliendo disparado a cada extremidad de mi cuerpo como fuegos artificiales. Llegó y llegó y yo gemí y pedí y grité, manteniéndome a mí misma profundamente en contra de Edward hasta que de repente mi cuerpo se convirtió en gelatina y cada músculo de mi cuerpo se ablandó. Edward me bajó de nuevo a la cama y de repente me empujó fuerte, agarrando mis caderas. "¡Mmph! ¡Mmph! ¡Mmph!", gruñó, sus manos escarbaron en mis caderas antes de endurecerse por completo y luego caer sobre mí en gran medida. Nos quedamos uno cerca del otro, besándonos suavemente durante los siguientes minutos. Mi cuerpo estaba sudoroso y me dio un escalofrío, aunque no sentía frío. Pero Edward me sintió temblar y puso el cobertor de la cama alrededor de mí, envolviéndonos a los dos con él. "Edward...", murmuré cansada, después de que mi ritmo cardíaco se hubiera regulado más o menos. "Gracias". Él se rió y levantó la cabeza para mirarme, una sonrisa torcida y de satisfacción estaba en su rostro hermoso y cansado por igual. "¿Por qué me estás dando las gracias? Yo te he desvirgado", sus ojos color esmeralda brillaron. Me estaba tomando el pelo. En realidad nunca habíamos hablado acerca de que yo fuera virgen, pero yo sabía que él lo sabía. Él lo sabía todo. Rodé los ojos. "Espero que no esperes ver algo de sangre como prueba ni nada. He sido gimnasta durante casi una década. Mi himen desapareció hace muchos años". Él sonrió. "Yo no necesito prueba de nada, Bella. No me importa si tú-", se detuvo. Levanté una ceja. Él pasó un dedo por mis labios, mirándome fijamente. "Bella, no sé ni cómo poner - 423 -

en palabras cómo me siento ahora mismo". Le sonreí suavemente, porque entendía lo que quería decir. Mi 'gracias' fue un intento débil y exhaustivo de transmitir las mismas emociones a las que él se refería. "Me siento..." - continuó, sujetando mi mirada - "me siento renovado, fortalecido. Como si me hubieran dado una segunda oportunidad para hacer las cosas bien. Me siento... limpio" - bromeó - "... y... libre". Ese fue otro ejemplo de un momento en el que las lágrimas serían de gran ayuda. Sentí la necesidad quemando detrás de mis párpados, pero como siempre, no había nada. Pero por una vez estuvo bien. Al parecer, la falta de lágrimas de felicidad no dolía tanto como la falta de lo demás. Se sentía curiosamente bien el saber eso. Me acerqué y dirigí mi mano con dulzura hasta su rostro. "Tú eres el mejor hombre que he conocido". Él cubrió mi mano con la suya propia y la guió sobre su boca, besando mi mano. "Gracias, por tanto, Bella". Alejé mi mano de sus labios y la sustituí por mi boca, pero estábamos muy cansados. Después de unos minutos salió fuera de mí y me puso contra él. Me acurruqué en su cuerpo caliente, más satisfecha, contenta y feliz de lo que había estado en años. Tal vez en mi vida. "Descansa un poco", susurró en mi oído. "Puede que te despierte en un par de horas para que puedas darme las gracias de nuevo", él se rió entre dientes contra la parte trasera de mi cuello, y eso me puso la piel de gallina en todo mi cuerpo desnudo. Dios, me encantaba escucharlo así, tan abierto, tan despreocupado por una vez. "Si no lo haces tú, lo haré yo", me burlé de él. "Oh, ¿en serio?", resopló y entonces sentí su erección levantarse otra vez detrás de mí. Levantó mi pelo y me besó el cuello, acariciándolo con su lengua. Nunca me habían besado allí, y Dios mío, yo no tenía ni idea de que se sintiera tan bien. Un destello de calor corrió por mi cuerpo y me hizo arquearlo instintivamente y presionarme a mí misma más profundamente en él. Sus manos se arrastraron hasta mis pechos y él los ahuecó. - 424 -

"Dios Bella, eres perfecta en todas partes", respiró, dándome besos en la espalda. "Mmm, Edward..." Sus manos se movieron más abajo de mi cuerpo y luego una mano tentativamente pasó sobre mi montículo. "No puedes estar preparada para mí otra vez, tan pronto", respiró en mi hombro. "Ohhh", gemí mientras su dedo entraba en mí otra vez. Estuve preparada para él en un instante. Pude escuchar el sonido de mi humedad mientras su dedo se movía dentro y fuera. "Jesús, Bella, ya estás lista". "Mhmm", estuve de acuerdo en voz baja mientras él levantaba mi pierna y la ponía suavemente por encima de su muslo, y luego entró en mí una vez más...

Bueno, ¿qué os ha parecido esta primera vez? Espero que os haya gustado :) ¡Nos vemos mañana! :D

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106, Samantha Mya, Danii Belliner - 425 -

Cullen, ini narvel, Gabllie, HLNRJRQR, anon, Mafer Masen Cullen, solecitopucheta, CrissYmell, Lore562, LayMe. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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C27 El cielo es un lugar en la Tierra Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Canciónrecomendada: Your love is a song de Switchfoot Os dejo con otro capitulo para ver como siguen estos dos. Hay nota importante abajo, acordaros de leerla, por favor ;)

Capítulo 27 -El cielo es unlugar en la Tierra BPOV Edward era un amante maravilloso. Era suave. Acariciaba mi cuerpo con ternura mientras se movía dentro de mí; envolvía sus manos calientes alrededor de mi cara, acariciaba desde mi pelo hacia abajo... pasando a lo largo de mis costillas, besando y masajeando mis pechos, pasando su lengua por mi cuello y mi clavícula. Él respiraba dentro de mí mientras nuestros labios y caderas se mecían juntos. Él susurraba en mi oído mientras yo lloriqueaba sin poder hacer nada contra sus fuertes brazos. Cuando me corría, sus ojos verde esmeralda se clavaban profundamente en los míos. Era salvaje. Él agarraba mi cabello con sus puños, agarraba mi cuello, arrastraba sus manos hacia abajo, apretándome los muslos y el culo. Sus dientes me mordisqueaban el labio inferior mientras se metía dentro de mí con urgencia. Cuando él gruñía y gemía por su propia liberación, me miraba con ojos oscuros y encapuchados. Había una canción que Renee escuchaba una y otra vez mientras limpiaba la casa. No recordaba el nombre de la canción o la banda que la cantaba, ni siquiera la mayoría de la letra, pero dos frases circulaban alrededor de mi cabeza: 'Dicen que en el cielo, el amor es lo primero. Vamos a hacer que el cielo sea un lugar en la Tierra' - 427 -

Ahí era donde estaba ahora. Finalmente nos agotamos hasta el punto de tener sueño. Yo no soñé con nada, pero hubo una persistente sensación de felicidad pura penetrando en mi sueño, un calor que me abrumó en su totalidad. En un momento, cuando abrí los ojos, estaba bien envuelta en los brazos de Edward. Él estaba durmiendo. Su pene estaba flácido y cálido contra mi pierna, sus labios estaban ligeramente separados, y cuando respiró suavemente sobre mi frente, envió oleadas de calor en cascada sobre mi cuerpo. Nuestras piernas estaban enredadas entre sí. Nuestros brazos uno alrededor del otro como un capullo protector. Éramos uno. Cerré los ojos y caí otra vez en la más pura satisfacción que había conocido. oooooooooo Cuando abrí los ojos una vez más, Edward estaba mirándome. Sonreí hacia él y él me devolvió la sonrisa, pero había algo de tensión en sus ojos. Me mordí el labio. Aunque era absurdo teniendo en cuenta la noche que habíamos tenido, sentí una oleada de aprensión. "¿Te arrepientes de esto?", susurré. Su sonrisa no decayó, pero era pensativa cuando él sacudió la cabeza y me acarició la cara. "Escúchame" - respiró - "yo nunca, nunca, me arrepentiré de esto, por el tiempo que viva y respire". Él me miró con nostalgia. "Bella, ¿qué querías ser, cuando terminaras la escuela, la universidad? ¿Cuáles eran tus planes, tus sueños?". Su pregunta era en tiempo pasado, así que supe que se estaba refiriendo a lo que yo quería de la vida antes de esa noche. Di una respiración profunda y dejé escapar el aire lentamente, bajando los ojos y mirando al frente, a su pecho. Pasé la mano sobre él, sintiendo más que viendo realmente algunos mechones de cabello claro. "Mis sueños de entonces giraban en torno a la gimnasia", le miré a los ojos y sonreí. "Solía soñar con estar en los Juegos Olímpicos y ganar una medalla de oro", me reí entre dientes tímidamente. - 428 -

Él se rió también y me besó en la frente. "Patearías culos en los Juegos Olímpicos". Los dos nos reímos en voz baja. "¿Y ahora?", preguntó con atención. "¿Cuáles son tus sueños ahora, Bella?". Me encogí de hombros en sus brazos y miré hacia delante de nuevo. "Mi madre era una maestra de segundo grado. Ella solía venir a casa todas las tardes, agotada, quejándose de que Tommy no había hecho su tarea de nuevo, o hablando acerca de cómo Suzie se burlaba de Jenny y la hacía llorar", me reí entre dientes, recordándolo. "Pero luego se pasaba el resto del día hablando de que finalmente había sido capaz de conseguir que Tommy entendiera la multiplicación de dos dígitos, o de cómo Suzie había compartido su bocadillo con Frankie porque a Frankie no le gustaba lo que tenía, y que ambas se rieron y rieron durante el resto de la hora del almuerzo. Y así estaba con los ojos brillantes y vivos", hice una pausa. "Creo que... creo que si alguna vez tuviera la oportunidad, me gustaría ser maestra, como mi madre", levanté la vista hacia él. "Bastante indiferente, ¿eh?". "No hay nada indiferente acerca de ti", respondió serio, besando mi frente. Estuvo callado por un rato. "Háblame de Renee. ¿Cómo era ella?". Le sonreí por su pregunta, aunque estuve un poco sorprendida por ella. "Bueno... Renee... era feliz y despreocupada, un espíritu libre. Ella tomó clases de cocina durante años y nunca aprendió a freír un huevo. Pasó de yoga a pilates en un día para otro y luego dio clases de arte, por cierto, ella era realmente mala", me reí entre dientes. "Ella perdía sus tarjetas de crédito cada dos semanas. Todo el mundo la quería. Hacía amigos con facilidad, escuchaba música de los ochenta sin parar y se vestía como una hippie de los años setenta. Decían que me parecía a ella, aunque tenía los ojos de mi padre. Ella me quiso... y ella amaba a mi padre". Edward sonrió suavemente. "Ella suena genial". "Lo era", estuve de acuerdo en voz baja. "¿Y Charlie? ¿Cómo era él?" Tragué fuerte. "Charlie... Charlie era lo contrario de Renee en muchos sentidos. Él - 429 -

era mucho más serio, más organizado. Cuando empezaba algo tenía que seguirlo hasta el final, no importaba qué pasara. Le encantaban los deportes y las actividades al aire libre, y amaba pescar. No hacía amigos con facilidad, pero esos que tenía se quedaban atrapados por él contra viento y marea, y él por ellos. Se quedaba callado, se guardaba sus pensamientos y sentimientos para sí mismo la mayoría de veces", sacudí la cabeza con tristeza. "Pero sus ojos... sus ojos siempre te decían lo que sentía realmente. Mi madre y mi padre... yo creo que se complementaban el uno al otro. Él nos mantenía a salvo y ella nos mantenía felices". Hasta que un día... Edward jugaba con mi pelo cuidadosamente antes de mirarme finalmente a los ojos. "Creo que... eres muy parecida a los dos". Eso me hizo sonreír ampliamente. Me encontré a mí misma deseando que hubieran conocido a Edward. Él sonrió y me acarició la parte de abajo de los ojos con un dedo. "¿Qué te parece... qué hubieran pensado de mí?", dijo como si hubiera podido leer mi mente. Alcé las cejas. "Vamos a ver. Renee... te hubiera amado. Ella hubiera pensado que eras extremadamente caliente, y nos lo hubiera dejado saber a los dos", él resopló y yo me reí. "Y a ella le hubiera encantado el hecho de que eres unos años mayor que yo". "¿En serio?", dijo con una ceja levantada. "Mhmm. Ella siempre decía que yo era madura para mi edad, y sólo sería feliz con alguien un poco mayor que yo, sobre todo porque los hombres no maduran tan rápidamente como nosotras, las mujeres, lo hacemos". Él sonrió. "¿Y Charlie?" Me mordí el labio. "Charlie... hubiera sido más difícil venderte". "¿Por qué?" "Porque eres tan parecido a él", le dije honestamente. Él entornó los ojos en la oscuridad, pero no dijo nada durante unos minutos. - 430 -

"Cuéntame más. Háblame de cuando eras una niña". Yo sostuve su mirada y de repente me di cuenta de que esas preguntas no estaban saliendo de la nada, él quería conocerme en todo lo posible. Así que nos quedamos allí uno en brazos del otro, intercambiando historias y verdades acerca de nuestro pasado y presente, él me habló de sus padres, incluso me habló un poco acerca de Rosalie, su hermana gemela, hasta que sentí que él estaba cada vez más apretado contra mí de nuevo y después de besos y movimientos, me hizo el amor una vez más. Sí. Por esta noche, al menos, el cielo estaba sin duda aquí en la Tierra. oooooooooo El teléfono de Edward vibró sobre la mesita de noche y nos despertó a los dos. Él llegó a él inmediatamente. "Sí", dijo haciendo una pausa. "Sí, Director", se pasó la mano por la cara y puso su boca en una delgada línea. "A las siete de la mañana estaré allí". Otra pausa. "Sí, señor", dijo rápidamente, aunque hubo un picor evidente en su tono. Sus fosas nasales se abrieron y exhaló con dificultad por la nariz antes de golpear el teléfono contra la mesilla de noche. Yo tenía el edredón de pluma de ganso sobre mi pecho. "¿Está todo bien?". Él sonrió, pero incluso en la oscuridad pude ver la ansiedad en su mandíbula. "Todo está bien, Bella", me tomó en sus brazos otra vez y nos acostó a los dos de nuevo en el colchón. "Vuelve a dormir. Esta vez de verdad", él se burló de mí. Sonreí y puse los ojos en blanco, viendo como él cerraba sus ojos. "¿Edward?", pregunté a los pocos minutos. "¿Hmm?", tarareó dormido, con los ojos todavía cerrados. "¿Esto te va a causar un montón de problemas con la Oficina? ¿El dejar que me quede aquí?". Sus ojos se abrieron y su agarre se apretó alrededor de mi cintura. "Bella, no - 431 -

quiero que te preocupes por eso, ¿vale?". "Pero es tu carrera, Edward. Yo no quiero arruinar-" Él me agarró más fuerte y me dio una pequeña sacudida. "Para, ¿de acuerdo? Tú te quedas conmigo", su voz fue firme, había intención en sus ojos. "Tú me perteneces a mí". Yo debería haberme resistido a la posesión sin complejos en sus ojos y en su voz, a sus garras, pero en lugar de eso asentí con la cabeza con vehemencia, porque sí, yo le pertenecía a él. Para él. Esta noche él había reclamado mi cuerpo, mi alma y mi corazón, y yo no tenía ningún deseo de discutir su reclamo. Aún así, yo no quería que perdiera todo por mi culpa. Entonces el sueño volvió a mí. En él estábamos siendo perseguidos, y luego el arma aparecía y en lugar de apuntar hacia mí, apuntaba a Edward... Una serie de respiraciones inestables escaparon de mí y cerré los ojos con fuerza. Era sólo una pesadilla... Era sólo una pesadilla... Sentí los dedos de Edward debajo de mi barbilla. Levanté los ojos para unirme a los suyos. "Deja de preocuparte, ¿vale? Tú eres un millón de veces más importante para mí que la Oficina", dijo enfáticamente. "Me uní al FBI porque quería ayudar a proteger a la gente, pero en algún lugar..." - su boca se contrajo y se lanzó contra la almohada, pasándose una mano por el pelo, frustrado - "perdí mi camino, Bella, mi propósito, y no fue hasta que te conocí cuando lo encontré de nuevo", él se giró hacia mí una vez más, pero sus ojos estaban llenos de dolor y de auto reproche. "Bella", susurró con voz temblorosa y tensa por la vergüenza. "Sé que viste la barra de labios de Kate en mi cuello-" Coloqué dos dedos sobre su boca y moví la cabeza. "Shh. No tenemos que hablar de eso". Su nariz echó llamas. "Por supuesto que sí", gruñó humildemente a través de mis dedos. "Yo no quiero que pienses que yo-" "No lo pienso", le aseguré con una sonrisa suave. "No lo pienso". - 432 -

"Pero-" "Voy a admitir" - le dije, hablando sobre él - "que estuve mal esa noche. Pero después me fui a la cama y me di la oportunidad de pensar en ello, no me molestó más, porque sabía que nunca lo harías...", disminuí. Envolvió su mano en la mía y la besó tiernamente. "¿Cómo lo sabes?". "Porque no eres Anthony Masen" - le dije con la mayor naturalidad - "eres Edward Cullen". Él me miró con tanta emoción que literalmente me quitó el aliento. Durante mucho tiempo simplemente nos miramos el uno al otro, perdidos en nuestros propios pensamientos. "¿Qué estás pensando?", finalmente logré susurrar. "Estoy pensando..." - tragó - "estoy pensando que tal vez debería estar fuera de todo y acabar siendo médico, eso sería más que suficiente", él se vio casi tímido de repente. "Tal vez podría conseguir un trabajo en un pequeño hospital en algún lugar de... digamos Kentucky, por ejemplo", él sonrió con malicia. Lo miré con solemnidad. "Edward, eres un gran agente del FBI, lo sabes, ¿verdad? Eres inteligente y valiente, y fuerte-" Él arqueó una ceja y se levantó a sí mismo apoyándose en un codo. "¿Es esa tu manera de decirme que no me quieres?", a pesar de la sonrisa todavía en su lugar, un destello de aprehensión apareció en sus ojos. Me levanté y besé su boca profundamente. "Esa es mi manera de decirte que debes hacer lo que realmente te guste hacer". Sus ojos verdes y ardientes penetraron en los míos, incluso en la oscuridad. Durante mucho tiempo me tuvo en su mirada firme, buscando en mis ojos. "Bella, lo que me gusta, lo que amo es-" Rápidamente rodé por encima de él y le besé otra vez, perdiendo las manos en su pelo. Negué con la cabeza. "No", dije con voz temblorosa. "Por favor, no lo hagas". - 433 -

Su cara se cayó y sus manos se sujetaron alrededor de mi cintura con fuerza. "Yo no te estoy pidiendo que lo digas también, si eso es lo que te asusta". Me reí amargamente y levanté mis ojos hacia el techo, sacudiendo la cabeza. Incluso a través de las persianas bien cerradas, los ruidos de la calle invadían el ambiente. Ellos se mezclaban con la respiración irregular de Edward, haciendo que me mareara, que me pusiera ansiosa... Al parecer, incluso en el cielo, había una medida del dolor. "¿Realmente crees que yo no quiero decirlo también?", le pregunté con incredulidad. Él no contestó. Miré hacia abajo, hacia él, mientras mi pelo se caía por nuestros hombros, acariciándonos a ambos en ese pequeño, seguro y maravilloso Edén que habíamos creado para nosotros mismos en las últimas horas. Pero no era real. Fuera de las persianas bien cerradas, el mundo seguía girando, el alba llegaba, las personas vagaban de aquí para allá, preparándose para un nuevo día. James y Kate, y las pesadillas llenas de armas y gritos, todavía andaban libres. Acuné la cara de Edward. "¿Realmente crees que mi corazón no está gritando las mismas palabras, Edward?". "Entonces, ¿por qué?", preguntó, su voz era insegura y enfadada a la vez. Agarró mis manos. "¿Por qué no me dejas decirlas?". Yo bajé mi boca a la suya, pero esta vez sus labios no se movieron con los míos. Suspiré y mirar hacia sus ojos. Estaban vigilantes y cuidadosos. "¿Te acuerdas cuando nos conocimos... en Hawái?". "Por supuesto que sí", respondió con firmeza. "Después, en el vuelo de regreso a Seattle, antes de que vinieras a mí, me desperté de un sueño en el que estaba en una de esas playas hawaianas contigo", me encogí de hombros. "Si yo hubiera ido a Hawái para estar de vacaciones, si te hubiera conocido en circunstancias normales, nos hubiéramos besado y hubiéramos jugado en la playa... sin una sola preocupación en el mundo". "¡Tú todavía puedes tener eso, Bella!", su agarre se apretó con énfasis. "¡Te lo - 434 -

juro, haré todo lo que esté a mi alcance para asegurarme de que puedas estar en la playa sin preocuparte del mundo. Para asegurarme de que puedas convertirte en una maestra o en un gimnasta con una medalla de oro, y todo lo que desees!". "Quiero que nos tumbemos en esa playa, Edward", dije. "Una vez que toda esta... pesadilla haya quedado atrás, cuando no tengas que preocuparte por mi protección, y no tengas que preocuparte..." Me detuve, porque me negaba a dar vida a la pesadilla por hablar de ella. Me negaba. "Cuando seamos libres, Edward, entonces podrás decidir lo que quieras. Tú tienes una vida aquí. Amigos. Una familia. ¿Cómo voy a pedirte que-" Él envolvió sus manos alrededor de mi cara con tanta fuerza que fue casi doloroso. "No he oído que me hayas pedido que haga algo", gruñó. Sus ojos buscaron en los míos de nuevo. "Bella, ya he decidido. Yo siempre te querré. Yo siempre...", se detuvo y cerró los ojos. "Maldita sea, Bella", respiró con dificultad. "Maldita sea". Cuando sus ojos se abrieron una vez más, había fuego en ellos, parte de frustración, parte de necesidad, así que hice lo único que pensé que lo apagaría, mostrarle cómo me sentía. Me senté encima de él, posicionándome encima de su dureza, y me la metí de una sola vez. Él silbó y lanzó su cabeza hacia atrás contra la almohada, y se metió tan profundo que supe al instante que yo no iba durar mucho tiempo. "Edward..." Comencé a mecerme de forma errática sobre él, sorprendida por lo diferente que se sentía así, conmigo en la parte superior. Edward agarró mis caderas y me guió hacia atrás y hacia adelante a un ritmo más constante. "Bella… Oh Bella... tengo que ponerme un condón, cariño". Pero en lugar de retirarse se sentó debajo de mí. Me quejé porque en ese punto de vista diferente me golpeaba completamente en nuevos lugares. Él envolvió mis piernas alrededor de su cintura, se aferró a mi espalda y empujó. Yo gimoteé y agaché la cabeza en su hombro, dejándole controlar nuestro ritmo mientras él empujaba de nuevo y una y otra vez, hasta que me corrí. Él me dejó descansar - 435 -

durante unos segundos y luego agarró mis caderas y se empujó duro una vez más antes de levantarme rápidamente. Su sustancia caliente cayó contra mi estómago. Finalmente Edward me bajó de nuevo a la cama. Cerré los ojos y le escuché caminar hasta el baño. Cuando regresó, puso una toalla húmeda y caliente sobre mi estómago, limpiándolo con cuidado. Abrí los ojos y miré sus fascinantes ojos verdes. "Yo voy a prepararme", murmuró, poniendo sus labios en mi frente, en la punta de mi nariz y luego en mi boca. "Alice debería estar aquí pronto. Descansa un poco, amor". Asentí con la cabeza, cansada. Él sonrió suavemente y luego acunó mi cara en su mano. "Bella... mi hermosa Catwoman..." La cosa era, que él no tenía que decirlo. Estaba en la forma en la que me miraba. En la forma en la que me tocaba. Él resopló y sacudió su cabeza. "Cuando todo esto termine, te juro Bella, que te lo diré una y mil veces en esa playa de Hawái. Una y mil veces. Y cada vez que lo diga, lo diré incluso más veces, ¿vale?". Sonreí hacia él. "Está bien".

NOTA IMPORTANTE: A ver chicas, Pattyrose (la autora de esta historia) va a eliminar el fic de su perfil porque se ve que tiene pensado hacer algo con la historia. Ayer hablé con ella y me dijo que ya que estaba subiendola, que la terminara, y en un par de semanas despues de acabarla la eliminara yo también. Lo digo porque si al terminar de leer el fic alguien quiere la historia, que se acuerde de guardarsela o que me envie un privado y se la enviaré en pdf porque luego se eliminará. No tengo ningun problema en enviarosla, solo queria avisaros para que lo supierais. Siento mucho hacerlo pero es lo que dice la autora, por lo menos me ha dejado terminar de subirla. - 436 -

Creo que a partir de ya subiré todos los dias, incluidos los fines de semana, ya que quedan 13 capitulos y tengo la historia terminada. ¡Os veo mañana! ;)

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106, Samantha Mya, Danii Belliner Cullen, ini narvel, Gabllie, HLNRJRQR, anon, Mafer Masen Cullen, solecitopucheta, CrissYmell, Lore562, LayMe, Lupita Calvo, Guest. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 28 Planes, patatas y promesas Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Canciónrecomendada: Everything I do, I do it for you de Bryan Adams. Holaaaa, seguimos con la historia, a ver cómo les va a esta parejita :)

Capitulo28-Planes, patatas,y promesas EPOV Pasé mi tarjeta por el torno de color gris, a la espera de que el rojo cambiara a verde y así poder poner mi código de seguridad. Cuando el plástico se deslizó y las puertas se abrieron, caminé a través de ellas y las escuché cerrarse en silencio detrás de mí, como si estuvieran enjaulándome en una celda. Fue curioso que nunca me hubiera parecido de esa manera antes. Puse mi placa en mi chaqueta, me ajusté la corbata y seguí adelante. La oficia del director Benjamín estaba a dos pisos sobre la de Whitlock, pero bien podría ser un universo alternativo. La oficina de Jasper era pequeña, tenía unas cuantas sillas gastadas pero cómodas para los visitantes, un paisaje de la campiña toscana que colgaba ligeramente torcido en una de sus paredes y un escritorio constantemente cubierto de papeles, aunque sospechaba que era un método poco ortodoxo presentar esa locura. Por el contrario, la oficina del gran director Benjamín irradiaba una fría indiferencia. Las sillas de visita eran de cuero negro inmaculado. Varias certificaciones y premios que había ganado en los últimos años colgaban rectos como una flecha en sus paredes. No había ni un papel, ni un bolígrafo, fuera de su lugar en su escritorio. Era un verdadero tipo A. El director se encontraba junto a la ventana, de espaldas a mí. "Siéntese, Agente Cullen". Prefería quedarme de pie, pero de todos modos seguí adelante y tomé asiento en una de las sillas de cuero frío, porque la verdad del asunto era que yo había desobedecido ordenes, independientemente de cuáles pudieran ser mis propias razones personales. Por el amor de Bella, no por el mío, probablemente sería mejor - 438 -

estar de buenas con este hombre tanto como fuera posible. Sin embargo, si la manera en la que Benjamín me ignoró en los siguientes minutos fue una indicación, iba a tener un comienzo bastante jodido. Diez minutos más tarde, fue como si una ráfaga ártica congelara todo y a todos en esta sala. No hubo un movimiento, ni una palabra. Me quedé inmóvil. No me retorcí. No me aclaré la garganta. No empecé a sudar o a aflojarme la corbata. La intimidación era, obviamente, el nombre del juego aquí. Cuando Benjamín finalmente se volteó, me encontré con su mirada de frente. "Vamos al tema, ¿vale, Agente?" Podríamos haber ido hace diez minutos, imbécil. Asentí con la cabeza. Benjamín recogió un archivo de su escritorio y lo leyó lentamente. "El Agente Especial Edward Anthony Cullen, de veintisiete años, reclutado en la Harvard Medical hace dos años y medio, entró en Quantico con habilidades analíticas y de defensa muy avanzadas. Asignado número de expediente 246891, el Gobierno de los . contra los doctores James Penn y Kate Shaw, primarios. Encubierto como el doctor Anthony Masen, quien se infiltró en el grupo y logró reunir, con una velocidad admirable, un poco de información para asegurarse un sinnúmero de cargos contra los sospechosos primarios y secundarios por diversos delitos, incluyendo el de asesinato. Con mi consentimiento, Whitlock le ha garantizado cualquier asignación futura en esta región". Cuando él me miró, yo miré hacia él sin expresión. Él miró hacia abajo al archivo y ojeó las páginas antes de cerrarlo por completo y dejar escapar un suspiro largo y profundo. "¿Seguro que el Subdirector Whitlock le ha subrayado la importancia de los cargos de asesinato contra los médicos Penn y Shaw?", Benjamín preguntó con una ceja levantada. "Lo ha hecho", asentí con la cabeza. "Si se prueba, se garantizará a largo plazo el encarcelamiento de los médicos Penn y Shaw, y habrá justicia para la señorita Isabella Swan y sus padres, así como para las víctimas de los ensayos de medicamentos". - 439 -

"Sí. Soy consciente de eso", le dije con los labios apretados. "Y con su capacidad avanzada de análisis, Agente Cullen" - dijo con un poco más de sarcasmo - "estoy seguro de que también es consciente de lo muy importante que es la Srta. Swan es en este caso. Ella es nuestro único testigo de los asesinatos de sus padres, y su evidencia, junto con su testimonio, se vincula a este caso. Sin su testimonio-" "La señorita Swan ha garantizado su testimonio", le corté con frialdad. "Sí, lo ha hecho" - Benjamín sonrió con frialdad - "a cambio de inmunidad contra sus propios crímenes, y de protección contra cualquier intento contra su vida por el grupo médico de Penn". "La inmunidad y la protección ya se han garantizado" - le dije a través de una mandíbula que no podía dejar de apretar - "por escrito, conociéndolo un número de agentes de esta oficina". Benjamín me miró y bufó. "Agente Cullen, no tengo planes de rescindir el acuerdo de Isabella, independientemente de lo que salga de esta reunión". Mantuve mi cara en blanco, pero una ola fresca de alivio llegó a mí. "¿Entonces sobre qué es esta reunión, Director?". Su rostro de pronto se oscureció, toda diversión y juego se fueron. "Quiero que mi testigo estrella, la mujer que puede hacer o romper este caso, esté en una casa segura, Cullen. Ese es el punto de esta reunión". Yo puse mis manos en puños sobre mis rodillas, los nudillos se hundieron en mi músculo rápidamente. "Director, se lo garantizo, la única manera de que alguien llegue a Isabella será por encima de mi cadáver y-" "Esa puede ser muy bien la forma en la que va a suceder, Agente Cullen", él sonrió. Sacudí la cabeza y puse mi vista en un punto en línea recta. "La mantendré a salvo". "¡Póngala en una maldita casa de seguridad!", gritó enfadado y cerrando el archivo en su escritorio. "¡Así es como puede mantenerla a salvo!". - 440 -

El impulso de golpear algo o enviarle a la mierda fue casi abrumador. Pero anoche, cuando me quedé a Bella conmigo, cuando hice el amor con ella, uní más que nuestros cuerpos y almas. Entrelacé nuestro futuro, las consecuencias de nuestras acciones. No importaba lo que pasara, por ahora Benjamín sostenía el futuro de Bella, y eso era algo que yo no podía arriesgar. Así que me tragué mi ira y mi orgullo y miré hacia delante con estoicismo, mientras Benjamín me acechaba con su mirada. Por eso quería que me sentara mientras él permanecía de pie. Era un juego de poder, un recordatorio de quien era el Alfa aquí. Yo no era estúpido, yo sabía lo que estaba haciendo, estaba poniendo unos cuantos miles de clavos en el ataúd de los sueños de estar dentro del FBI. Pero mi futuro aquí era la última cosa en mi mente. Si dejar que Benjamín jugara al rey de la selva mantenía a Bella conmigo y con su acuerdo intacto, él podría rugir todo lo que quisiera. Su voz se suavizó bruscamente en algo más suave, incluso admirable. "Agente Cullen, en el último par de años se ha convertido en uno de los activos más prometedores de nuestra Oficina". Hizo una pausa y me miró fijamente, como si estuviera esperando algún tipo de reacción. "Gracias", le dije secamente. Él asintió con la cabeza lentamente y se apoyó en su escritorio. "Ha demostrado su capacidad para infiltrarse en los anillos más estrechos, de pensar con rapidez, de recopilar información con éxito, de dominar y coger a los delincuentes. He quedado impresionado, Cullen, lo admito. Usted es exactamente lo que esta Oficina necesita, y si usted y yo trabajamos juntos, yo personalmente puedo asegurarle, por escrito, cualquier caso, en cualquier lugar en el que operemos, con o sin su equipo, o con un equipo totalmente nuevo. Maldita sea, incluso en pocos años se puede convertir en Subdirector. ¿Le gustaría o no, Subdirector Cullen?". Yo le miré, porque él debió pensar que yo era un imbécil de mierda. "Pero tenemos que trabajar juntos aquí, Cullen, como un equipo", continuó con una sonrisa. "Yo se lo prometo, irá muy lejos bajo mi dirección". Mis nudillos se apretaron dolorosamente contra mis piernas. "Yo... aprecio su ofrecimiento, señor" - dije - "y le prometo que no estoy tratando de trabajar en contra de usted", exhalé con fuerza. "Pero Isabella se quedará conmigo". Te - 441 -

devuelvo toda esa mierda que estás lanzando. Las fosas de Benjamín se ensancharon. Él dio dos pasos hacia delante, quedándose de pie delante de mí. Por una fracción de segundo le vi dispuesto a golpearme antes de que una calma, obviamente forzada, se hiciera cargo de sus funciones. "El Subdirector Whitlock me ha informado de que la Srta. Swan se opone a salir de su casa tanto como usted se opone a dejarla ir". Yo no le ofrecí ninguna respuesta verbal o visible, en lugar de eso esperé para ver a dónde nos llevaría este cambio de táctica. "Voy a preguntarle una cosa, Cullen" - dijo suavemente - "y voy a mantener la cuestión así como su respuesta, fuera de la grabación. No por su bien, sino por el del gobierno". Cuando él puso una mano en cada lado de la silla en la que estaba sentado y se inclinó, me tensé. "¿Está follando con ella?" Necesité hasta el último rastro de control en mí para no darle un puñetazo en la cara. Pero no lo hice, porque le podría dar una paliza sanguinolenta y él todavía tendría la ventaja aquí, y los dos lo sabíamos. "La señorita Swan ofrecerá su testimonio", yo dije a cambio, con los dientes bien apretados. "Y yo voy a hacer mi trabajo y llevar esta investigación hasta el final, manteniendo a salvo a Isabella de cualquier cosa o persona que trate de hacerle daño", negué con la cabeza, incapaz de suprimir la forma en la que mi labio superior se curvó en una mueca. "Pero con el debido respeto, señor, el resto no es francamente su maldito asunto". Benjamín se volvió de repente con sus ojos llenos de indignación. "¿Esa es su respuesta final, Agente Cullen?" "Sí, lo es. Señor", yo respondí, vibrando en mi silla dura. Él respiró pesadamente a través de sus fosas nasales. "No hay ningún precedente que diga que un testigo de un caso federal deba estar - 442 -

en WitSec antes del juicio, por lo que, legalmente, no puedo obligarle a renunciar a la Srta. Swan, o forzar a la Señorita Swan a entrar en WitSec en este punto, ¿pero se da cuenta de lo que está haciendo con su carrera, Agente?". "Yo estoy haciendo mi trabajo, señor", repetí. "El trabajo que me fue entregado por el gobierno. Proteger. Defender. El resto no es interés de nadie". Él levantó una ceja e hizo una mueca. "En lo que a mí respecta, Agente Cullen, una vez que este caso termine, su trabajo consistirá en rellenar papeles para todos los otros agentes de esta Oficina". Asentí con la cabeza estoicamente. "Si eso es lo que usted y el resto de la Oficina consideran conveniente, entonces cederé ante su juicio. Sólo le pido una cosa, señor. No castigue a mi equipo por mis... deficiencias. Los Agentes Brandon, McCarty, mi hermana-" "Todos esos agentes brillantes y leales deslumbrarán con una mejor dirección", él resopló y me miró con sorna. "Sobre todo su hermana, Rosalie. Al parecer ayudó en la mayor parte del caso", él se rió. "No se preocupe, Agente Cullen. El futuro de ellos en esta Oficina será mucho más prometedor que el suyo". Asentí con la cabeza una vez más, luego, a pesar de que no había sido despedido, me levanté para salir antes de lanzar a Benjamín a través de la pared o hacer algo de lo que pudiera o no arrepentirme. "Una cosa más, Agente Cullen", Benjamín dijo en voz alta y en tono de burla justo antes de que yo llegara a la puerta. Cerré los ojos un momento antes de darme la vuelta para mirarlo de frente. "Una vez que este caso acabe, ni siquiera piense en marcharse con ella. Porque entonces encontraré una manera de rescindir el acuerdo". Oooooooooo El resto del día pasó incluso más lento que lo que había pasado durante el último par de semanas. Estaba ansioso por terminar el día y salir de esta mierda de práctica donde no había hecho nada durante todo el día, sólo mirar a un ordenador. Me froté una mano sobre mi pecho distraídamente, como había hecho durante todo el día, y una vez más me sentí sorprendido de que en lugar del dolor que esperaba sentir por el hecho de que había matado mi carrera hoy, mi pecho se sentía sorprendentemente… unido. - 443 -

Yo siempre había sido del tipo A. Alguna vez hubiera considerado los acontecimientos de esta mañana como un fallo épico en la más grande de las escalas. En su lugar, mientras estaba aquí sentado con la mirada perdida en la pantalla de delante de mí, me sentí como si hubiera ganado la lotería. Y no una de esas loterías de hokey del Estado, sino la Powerball, una de esas en las que ganas tanto que ni tú ni tu familia podríais gastarlo en vuestra vida entera. El hecho de que eso se desvaneciera poco a poco, me encendió. Era el recuerdo de todo lo que Bella y yo compartimos la última noche lo que estaba una y otra vez en mi mente, recordándome que mi futuro tenía tan poco que ver con la Oficina como esta práctica médica. Mi futuro era Bella. Di una respiración profunda y suave, y me froté el pecho de nuevo, sonriendo para mis adentros - sí, de hecho sonriendo - por la plenitud que sentía. Se sentía tan increíblemente bien, por lo que respiré un poco más y planeé un poco más. Había estado planeando desde la noche anterior, desde que me di cuenta de que hacer el amor con Bella era lo único puro que había hecho en mi vida. Ella era el único futuro que yo siempre querría. Muy pronto Kate y James estarían tras las rejas, y ninguna de las amenazas de Benjamín afectaría a mi futuro con Bella. Sin embargo, parte de mí no podía echarle la culpa a él o a la Oficina. La situación era delicada, por decir lo menos: el agente principal del caso y la testigo estrella en una relación. La amenaza de Benjamín no me sorprendió exactamente, yo sabía que recogerla e irme con ella después de que el caso terminara no era una opción. Sin embargo, mientras Bella me quisiera, yo tenía todo resuelto. Mientras que la tuviera, no necesitaba al FBI, no necesitaba impresionar a Benjamín, no necesitaba llegar a la cima. Sonreí y moví la cabeza, moviendo mis papeles de mierda. Todo lo que necesitaba era a Bella. Oooooooooo Emmett había terminado, por decir lo menos, cuando llegué a casa. Se puso de pie con los brazos cruzados delante de su gran pecho. "¿Y qué ha pasado, tío?" Me encogí de hombros, me quité el arma y la funda de mi pecho, y la coloqué en el cajón de la mesa del pasillo. "Benjamín sólo quería hablar de mi futuro en la Oficina", yo sonreí con ironía. - 444 -

Le oí exhalar con fuerza detrás de mí. "Así que te están castigando por mantener a Swan aquí. ¡Lo sabía!". Me di la vuelta y me apoyé en la mesa. "Supongo que en sus ojos, sí, lo están haciendo". Emmett resopló enfadado, sacudiendo la cabeza. "Gilipollas. ¿Mientras ella esté segura qué coño les importa dónde esté?". Me encogí de hombros otra vez, cruzando mis brazos contra mi pecho. Emmett me miró y frunció el ceño, pensativo, con una mirada de asombro en su rostro. "Tengo que decir que no te ves muy molesto por esto, Ed. Yo esperaba que anduvieras esta noche con mechones de pelo desaparecidos, por lo menos dos. Maldita sea, Alice y yo hemos pasado toda la tarde planificando cómo intervenir en tu suicidio". Me reí entre dientes y moví la cabeza. "No es necesario que intervengáis en mi suicidio. Te lo prometo". Él ladeó la cabeza hacia un lado y sonrió tentativamente, sus cejas se reunieron en el centro. "Mierda, ¿esta cosa... con el pájaro Swan, es un asunto real para ti, no?". En lugar de contestar, simplemente sonreí, porque sí, podía estar enamorado hasta los codos, pero todavía tenía un pene. Sin embargo, Emmett, siendo el hombre que era, se reconoció como lo que era y sonrió ampliamente a pesar de mi falta de una respuesta real. "Bueno, me alegro de ver eso", dijo con sinceridad. "Por más de una razón", su voz fue seca. "Además de intervenir en tu suicidio, como autonombrado hermano mayor de alquiler del pájaro Swan, también he estado provisionalmente programando una patada obligatoria en tu culo", señaló con el dedo hacia la cocina, donde supuse que estaba Bella. "Esa niña ha dormido toda la puta mañana hasta por la tarde temprano, y esa no es ella", sonrió con picardía. "¡La has jodido, hombre!". "Voy a ignorar esa última implicación", yo sonreí de nuevo. "En cuanto a la anterior a esa, te voy a patear el culo yo, no a la inversa, una vez más". Él bromeó en voz alta, haciendo vibrar su pecho enorme, pero cuando su diversión - 445 -

se apagó, fue repentinamente más solemne. "Mira, Ed, casualmente me he enterado de que tu hermana habló con Benjamín de ti anoche. Pero...", dijo encogiéndose de hombros en tono de disculpa. "Creo que no había mucho que ella pudiera hacer". De repente fue fácil adivinar donde había escavado Benjamín para averiguar todo lo que me había dicho esta mañana. Si yo pensara que mi irritación con mi hermana no podía ser peor, me acababa de equivocar, y odiaba equivocarme. "Por 'habló con Benjamín' quieres decir que probablemente fue ella quien le dijo lo que debería ofrecerme para llegar a poner a Bella en una casa de seguridad, ¿verdad?", hice una mueca. La forma de su cara se cayó al darse cuenta de eso, sinceramente me hizo sentirme como una mierda por la forma en la que acababa de lanzar eso. Él bajó la cabeza, sacudiéndola hacia atrás y hacia adelante poco a poco. "Pensé... quiero decir, cuando me dijo que había hablado con Benjamín supuse que habría tratado de suavizar las cosas..." Fruncí mis labios y tomé una bocanada de aire, pasando mi mano por mi cara. "Em" - exhalé fuertemente - "mira, mi hermana no es una mala persona, pero tienes que entender" - puse una mano en su hombro - "que la Oficina... su carrera, siempre serán lo primero. Siempre. Los dos estuvimos de esa manera por mucho tiempo", reconocí. "Pero no será así para ti nunca más", dijo mirando hacia detrás de mí. Negué con la cabeza. "Tal vez algún día no será igual para ella". Oí la esperanza en su voz, pero no pude confirmarle o negarle nada. "Hay algo que quiero que sepas también", dije en su lugar. "Y se lo diré a Alice también. Pase lo que pase con mi carrera... no os afectará a ninguno de vosotros. Benjamín ha accedido a que los dos permanezcáis en el caso de Bella, pero si alguno de vosotros prefiere pasar a otra cosa..." Emmett me dio una mirada sucia. "Edward, somos un equipo, ¿no?". - 446 -

Yo exhalé por la nariz. "Sí, lo somos. Pero como he dicho, si alguno de vosotros prefiere pasar a algo... más emocionante, Benjamín ha accedido a eso también". Él negó con la cabeza hacia mí, incrédulo. "¿No acabamos de hablar sobre que algunas cosas son más importantes que las carreras?". "Yo sólo quiero ser justo-" "Mira, y sé que hablo en nombre de Al cuando digo esto, este caso ya no es sobre nuestras carreras", él señaló hacia la cocina de nuevo. "Se trata de mantener segura a esa chica de ahí. Al y yo estamos aquí para quedarnos", cruzó los brazos delante de su pecho una vez más, desafiante, y por la expresión de su rostro, supe que si lo desafiaba me podría ganar esa mencionada patada en el culo. "Gracias", le dije en su lugar. Él rodó los ojos y yo me levanté de la mesa y empecé a hacer mi camino hacia la cocina. La charla de corazón a corazón fue una especie de 'no hablemos de esto nunca más', pero estaba ansioso por Bella. oooooooooo Cuando entré en la cocina, Bella y Alice estaban sentadas en la mesa, hablando. Ambas miraron hacia mí, pero me fijé primero en la expresión de Alice sólo porque sus ojos se abrieron como los orbes de un búho y ella sonrió de oreja a oreja. Cuando ella se dio la vuelta y le susurró algo al oído a Bella, Bella se puso roja y le dio un agudo pinchazo en las costillas a Alice. Sí, no te metas con mi Bella. "¡Ay!", Alice gritó, frotándose su lado, pero ella se rió fuerte al mismo tiempo. Ella se paseó hasta mí, cruzando los brazos como Emmett acababa de hacer, pero sin sus enormes músculos y su pecho. "Agente Cullen" - ella se rió, levantando una ceja - "¿alguna cosa importante que decirnos o Emmet me puede llevar a casa?". Yo sonreí. "Emmett te puede llevar a casa". "Muy bien", dijo ella, rebotando ligeramente de puntillas y mirando rápidamente entre Bella y yo. "Creo que voy a llevarle a esa nueva barra del Fremont y mantener nuestra reunión allí. No te importa si nos vamos temprano, ¿no, Edward?", preguntó - 447 -

ella, golpeando las pestañas hacia mí de manera demasiado inocente. "No me importa", le dije. "Bella, ¿te importa?", Alice le preguntó con los ojos bailando hacia mí. "No me importa", Bella respondió con su voz un poco temblorosa. "Te veré por la mañana, entonces", Alice sonrió. "¡Y Bella, trata de por lo menos dormir algo esta noche, porque mañana por la mañana Emmet y yo vamos a estar esperándote para el entrenamiento de todos los días!". "Está bien, Agente Brandon", Bella estuvo de acuerdo con los dientes bien apretados. Alice se rió de nuevo y prácticamente saltó para marcharse. Cuando Bella finalmente me miró de nuevo, fue fácil ver con lo que Alice debió haberle estado tomando el pelo. Su rostro se llenó con el resplandor rosado más hermoso, y mientras ella estaba allí sentada, mirándome, se propagó a través de su cuello y más allá de sus hombros. Sus grandes ojos marrones brillaban esta noche más que nunca. Se veía tan gloriosamente feliz que quise ahogar a Alice por hacerla auto-consciente de ello. Pero luego me puse a pensar... y de repente me golpeó que probablemente yo me veía como Bella se veía esta noche. Probablemente fue mi expresión la que notó Alice. Descubrí que realmente no me importaba una mierda. Sin embargo, ninguno de nosotros se movió, nos miramos el uno al otro desde el otro lado de la habitación por unos momentos. "Hola", dije finalmente, dándome cuenta de que mi voz temblaba un poco. "Hola", me sonrió ella, y cuando suspiró de manera desigual, mis ojos involuntariamente bajaron a su pecho. Como un hombre, no podía dejar de admirar la forma en que el top débil se aferraba a sus pechos de tamaño perfecto, o cómo sus pantalones cómodos se abrazaban a sus muslos amplios. Al igual que no podía dejar de recordar lo bien que esos pechos cabían en mis manos y en mi boca ayer por la noche, o como ella gemía y gemía cuando la agarré de los muslos. - 448 -

Así que cuando mis ojos se encontraron con los de ella de nuevo, hubo algo nuevo en el aire, y aunque el aspecto absolutamente feliz todavía estaba allí, vi como también los ojos de Bella se movieron por encima de mí y se mordió el labio, haciéndome pensar que ella también sentía ese algo . "¿Tienes hambre?", ella respiró. Asentí con la cabeza. "Estoy muy hambriento". "¿Quieres... la cena?" Negué con la cabeza. "¿Qué... qué quieres?" Atravesé la cocina un segundo más tarde y de alguna manera puse a Bella en mis brazos y choqué nuestras bocas al mismo tiempo que trabajábamos desesperadamente en quitarnos la ropa el uno al otro. Sus manos trabajaron en mi corbata frenéticamente mientras las mías empujaron su top, y ella soltó la corbata el tiempo suficiente como para ayudarme a conseguir quitarse el top por encima de su cabeza. Entonces, mientras yo trabajaba en el cierre de su sujetador, ella volvió a la corbata. El suspiro frustrado que ella respiró dentro de mi boca cuando el sujetador se cayó al suelo y la corbata aún estaba ahí, me hizo reír. "En serio, tienes que dejar de usar estas malditas corbatas", murmuró, llegando a tomar aire. Asentí con la cabeza con vehemencia y capturé su pequeña boca con la mía una vez más, ayudándola a deshacer la ofensiva corbata y arrojándola al suelo antes de que ambos hiciéramos el trabajo con mi camisa. Y entonces nuestros pechos desnudos se presionaron el uno contra el otro y el sentimiento fue in-jodidamente-creíble. Cómo su cuerpo irradiaba tanto calor, no lo podía entender, pero era un rompecabezas en el que estaba dispuesto a invertir tiempo para resolverlo. Mis manos se cavaron en su cabello mientras las suyas se engancharon a mi cuello para ir a mi encuentro. Yo no quería lastimarle el cuello ni nada, así que ayudándola, la levanté por ese suave pero firme culo con el que había soñado durante todo el día y caminé con nosotros hacia el mostrador, donde la senté y me puse entre sus piernas. "Edward", suspiró en mi boca, con la hermosa voz entrecortada con la que también había soñado hoy. - 449 -

¿Había mencionado que no había trabajado mucho hoy? Bella echó la cabeza hacia atrás y mi boca se movió a su cuello y a su pecho. Gemí por su delicioso sabor. Hice círculos con mi lengua en todas partes antes de lamer un camino de vuelta hasta su boca. Ella agarró mi pelo fuertemente y me abrazó con fuerza contra ella, y supe que no había manera de poder tomar mucho más de esto sin explotar. Así que tiré de sus pantalones y ella levantó el culo para ayudarme. Sus pantalones volaron por la habitación al mismo tiempo que sus manos empezaron a trabajar en mi cinturón. Después de unos segundos gimió por la frustración. "¡Llevas demasiados malditos accesorios!". Me reí entre dientes una vez más a pesar de mi creciente desesperación y su frustración cada vez mayor, y la ayudé con la prenda de vestir que la había cabreado ahora. Una vez hecho eso, ella trabajó en mi botón y en mi cremallera mientras yo agarraba su cadera con una mano y perdía un dedo dentro de ella. Ella gimió y se abrió más para mí, y cuando el botón y la cremallera se deshicieron y mis pantalones cayeron hasta las rodillas, saqué mi dedo y lo empujé hasta el final en su interior. "Sí. Sí, Edward", ella alentó, envolviendo sus piernas alrededor de mí. "Dios, te he echado de menos hoy. Por favor, nunca vayas a trabajar de nuevo. Sólo haz el amor conmigo todo el día durante todos los días", exclamó mientras yo me movía en su interior. "¡Ohhh!". Una parte de mí encontró la declaración de Bella divertida, pero yo no me había ido lo suficiente como para olvidar que sus piernas estaban fuertemente enrolladas alrededor de mi cintura y que reírme en ese momento probablemente sería una muy mala idea. "Dios, Bella...", gemí por el contrario. "Jesús, me gustaría poder estar dentro de ti todo el día", porque esa era la santa verdad. Ella apretó las piernas alrededor de mi cintura aún más, con los talones de sus pies acercando nuestros cuerpos más. Yo gemí una vez más, tener sus piernas envueltas alrededor de mí se había convertido rápidamente en una adicción. "Me encantan tus piernas", gruñí. También era cierto. Ella hizo algunos sonidos ininteligibles antes de que yo sintiera sus paredes increíblemente apretadas a mi alrededor y luego el calor abrumador de su orgasmo. Tuve que cerrar los ojos, y literalmente, dejar de respirar mientras ella cabalgaba, porque lo habíamos hecho sin condón de nuevo y yo había estado a un pelo de - 450 -

explosionar. Ese era un riesgo que nunca antes había tenido con nadie, y una parte de mí estaba aún un poco asustado de que lo hiciéramos así. En algún lugar de mi subconsciente sabía que eso debía significar algo, ambos aprovechábamos fácilmente la oportunidad, pero cada vez que estaba con ella de esta manera estaba demasiado ido como para centrarme en lo que fuera. Así que cuando sentí su cuerpo dejarse caer y desplomarse en mis brazos, la agarré de las caderas y finalmente di una respiración profunda, empujando todo lo que pude, y luego salí y disparé contra el estómago desnudo de Bella. Me desplomé en su contra y nos sostuvimos el uno al otro, besándonos las caras sudorosas y el cuello. Bella suspiró y apoyó su cabeza en mi hombro. Cuando un número suficiente de mis fuerzas volvieron, alcancé un poco de papel de cocina y con mucho cuidado la limpié. Fue entonces cuando ella me miró, sus ojos estaban tranquilos, luminosos, cálidos y dulces otra vez. "Entonces, ¿tienes hambre?", ella sonrió. "¿Realmente tengo que responder a eso? ", me reí entre dientes. Ella se sonrojó hermosamente. "De comida real", rodó los ojos. "¿Quién ha cocinado?" "Yo", se rió. "Pues sí". "¿Bistec con patatas?" Proteínas. Sí, ella lo era todo. "Suena bien". Nos sentamos a comer y a hablar, y una y otra vez me imaginé el día en el que estaríamos en un lugar común, y Bella no sería un testigo y yo no sería el agente federal encargado de protegerla. Simplemente seríamos Bella y Edward... tal vez incluso marido y mujer... OOOOOOOOO Después de cenar fuimos a ver la televisión. Me acosté en el sofá y Bella se puso encima de mí, con su espalda contra mi pecho. - 451 -

"Así que...", Bella dijo en voz baja después de un tiempo. "¿Qué ha pasado hoy con el Director?". Di una respiración profunda. "Ya te dije que no te preocuparas por eso", traté de decir con firmeza, pero ella realmente debería saberlo, ¿no? Ella suspiró fuertemente y se giró a sí misma para ponerse frente a mí. Sus manos descansaron sobre mi estómago y las utilizó para enderezarse. "Y yo te dije que no quiero ser un problema para ti. Cuéntame lo que ha pasado". Sus ojos estaban determinados. Yo sabía que ella no iba a ceder, al igual que sabía que si le decía exactamente lo que había pasado, ella se culparía a sí misma, aunque yo tratara de explicarle lo poco que todo significaba para mí. Sí, tenía un plan, pero yo no iba a decirle la logística exacta hasta que estuviéramos más cerca del juicio. A Bella no le interesaba fallar, ella necesitaba un poco de tiempo para darse cuenta de lo poco que todo esto significaba para mí antes de que pudiera aceptar el plan. Así que la miré a los ojos y le dije lo que pude por ahora. "He recibido una reprimenda". Sus ojos se abrieron y se mordió el labio. "¿Qué van a hacer?". Me encogí de hombros. "Nada". Por ahora. "No hay nada que puedan hacer. Mientras tú declares, ellos no pueden hacer que entres en WitSec antes del juicio". Ella sostuvo mi mirada, sus ojos viajaron pensativos de un ojo al otro antes de que ella tragara, y yo supe que no me iba a gustar lo que venía. "Edward... yo no... quiero entrar en WitSec". Durante mucho tiempo simplemente la miré, la determinación continuaba en sus ojos. Al final envolví mis manos alrededor de su cara. "Escúchame", le dije, y esta vez no había lugar para el argumento. "De ninguna manera te vas a quedar por aquí después de ese juicio. Vas a poner a dos asesinos tras las rejas durante décadas, o toda la vida, pero ellos todavía tienen los medios y el deseo de hacerte daño, y no tienen que hacerlo ellos mismos-" "Edward, quiero quedarme contigo", dijo ella a través de unos labios que apenas se movieron. "Quiero estar contigo". "Vamos a estar juntos", yo gruñí humildemente. - 452 -

"Pero yo no quiero que dejes todo y a todos-" La agarré de los hombros con fuerza. "No vas a quedarte", silbé. "¡No es justo que tú tengas que dejarlo todo por mí!", siseó ella de nuevo. Cerré los ojos y exhalé por la nariz. Cuando los abrí otra vez, ella estaba mirándome desafiante. "Bella... ¿no confías en mí?". Surcó las cejas por la confusión, como si ella no lo esperara. "Por supuesto", respondió rápidamente, aunque en un tono cauteloso. "Tengo un plan-" "Pero-" "Y te lo juro, no voy a abandonar nada. Tú y yo estaremos juntos, pero... no puedo entrar en detalles. No en este momento". Ella se mordió el labio otra vez, discutiendo con ella misma si aceptaba esa vaga respuesta o no. "¿No vas a abandonar nada?", preguntó tímidamente. Negué con la cabeza, porque su definición de abandonar las cosas y la mía era muy diferente. Ella buscó en mis ojos y luego se movió lentamente a lo largo de mi cuerpo hasta que su boca se encontró con la mía. Sus labios rozaron suavemente los míos, chupando primero la parte superior y luego la parte inferior. Dios, era una gran besadora. Yo podría tomarla una vez más en este momento, pero sabía que realmente debería darle un descanso. Ella suspiró y oí la resignación en ella antes de que bajara la cabeza a la curva de mi cuello. "Te prometí esa playa de Hawái", le susurré. Sentí su sonrisa contra mi cuello. "Lo sé". "Quise decir eso". - 453 -

"Lo sé", murmuró. Y supe que ella había entendido lo que yo había querido decir. oooooooooo Durante las siguientes dos semanas vivimos en un mundo de semi-felicidad. Mis días consistían en la práctica. Veía a James siendo tan fresco y compuesto como siempre, mientras que Kate finalmente me ignoraba y Garrett poco a poco se caía a pedazos. Mi plan era hacer que él se rompiera, porque ahora estaba seguro de que sabía más o había juntado más de lo que nunca había juntado. El día de Bella consistía en estar con Alice y Emmett, e incluso Jasper iba a casa cada pocos días para comprobar si todo iba bien. Bella se mantenía en forma corriendo en la cinta, ya que no podía hacer carreras reales, utilizaba a Emmett como saco de boxeo, e incluso Alice se unía a la lucha para enseñar a Bella algunos de sus movimientos tácticos. Sin embargo, todo se detenía cuando yo llegaba a casa, porque les había dicho a todos que eso no me gustaba. No tenían por qué ser duros con ella, y a Bella no parecía importarle. Ella tendía a dar todo lo que podía, yo había sido testigo de eso un par de veces. Sí, tenía que admitir que estaba un poco encendido, pero también me recordaba demasiado a ese momento en el que dos personas concretas le hicieron daño a propósito, e incluso a la noche de la redada, cuando salió herida por nuestras propias manos. No podía soportar ver a Bella salir lastimada, de cualquier manera o forma. Así que aunque sabía que lo hacían durante el día, las lecciones de defensa se detenían cuando yo llegaba a casa. Así que cuando yo llegaba a casa por las noches, era un mundo completamente diferente, una vida diferente a la que llevaba durante el día. A veces Alice y Emmett pasaban el rato con nosotros, a veces se iban temprano. De cualquier manera, Bella y yo no ocultábamos lo que éramos, lo que teníamos. Esos días, sabiendo que algún día íbamos a ser capaces de amarnos el uno al otro al aire libre - aunque tal vez muy lejos de aquí - me hacían seguir adelante. Por la noche, su cuerpo y su calor hacían el resto. A veces ella decía mi nombre en su sueño. Era algo en lo que yo me deleitaba mientras yacía despierto mirándola. Era mi tiempo privado para mirarla sin interrupción. "Edward...", ella respiró en una de esas noches. Sus ojos estaban cerrados y ella estaba en mis brazos desnudos después de hacer el amor. Sonreí y pasé un dedo suavemente sobre la suavidad de sus labios cerrados, sintiendo el calor de su aliento en la punta de mi dedo. Ella era la diosa del fuego personificada. "Edward..." - 454 -

"Estoy aquí, cariño", le susurré en voz baja, y una suave sonrisa se extendió por su cara. Pasé las puntas de mis dedos muy suavemente sobre el lado de su mejilla, a través de su mandíbula... "Edward". Mis dedos se pararon en su mandíbula. Por un segundo creí detectar una nota de ansiedad en su voz baja. Su respiración pareció acelerarse y cuando puse mi mano contra su pecho para comprobarlo, estaba definitivamente agitado. "Edward". Definitivamente ahora había un deje de miedo en su voz. Ella gimió en silencio en mis brazos. "Bella, amor...", susurré suavemente. "¡Edward! ¡No! ¡Por favor! ¡No Edward, por favor!". "Shh, cariño. Está bien", murmuré con dulzura, asustado por sus gritos. Pasé una mano a lo largo de su cabello. "Estoy aquí, amor. Estoy aquí", yo traté de tranquilizarla. "¡No!", ella gritó de nuevo, más fuerte. "¡Edward, no!". Por una fracción de segundo el terror absoluto de su voz me abrumó intensamente. La miré fijamente en la oscuridad hasta que finalmente la sacudí. "Bella, amor, estoy aquí. Estoy aquí", pasé mis manos por su pelo, acaricié su mejilla, la agité de nuevo para tratar de despertarla porque estaba diciendo mi nombre y lloriqueando como una niña herida, y eso me estaba absolutamente matando. "Bella amor, por favor, despierta. Estoy aquí". Ella cortó su respiración y sus ojos finalmente se abrieron. Incluso en la oscuridad pude ver que eran salvajes y estaban llenos de terror. "Edward", ella gimió de nuevo y luego echó sus brazos alrededor de mi cuello, tirando de mí hacia ella con una desesperación que no hizo nada para hacerme sentir mejor acerca de su estado de ánimo. Yo la sostuve en mis brazos con fuerza. "Shh", le susurré al oído. Su corazón estaba golpeando fuertemente en su pecho, y ella se estremecía violentamente contra mí. "Está bien. Era sólo un sueño", la - 455 -

tranquilicé. "Ha sido sólo un sueño, amor". "No me dejes, Edward", ella pidió débilmente, su voz temblaba tanto como el resto de ella. "Por favor no me dejes". "Yo nunca te dejaré, Bella", le aseguré. "Nunca". "Él te aleja de mí. En mis sueños, te aleja de mí". Me endurecí por un momento antes de envolverme alrededor de ella con más fuerza, besando su pelo, su frente, su rostro. La abracé así durante mucho tiempo, hasta que finalmente sentí los latidos de su corazón regularse, hasta que su violenta sacudida, finalmente se retiró. Poco a poco me alejé lo suficiente para mirarla a los ojos. Ella estaba más tranquila, pero sus ojos estaban demasiado abiertos, llenos de miedo y dolor. La besé con ternura una vez y ella me devolvió el beso. Mis ojos sostuvieron su mirada. Ella no tuvo que decirme quién era 'él'. "Bella, él nunca me va a llevar lejos de ti. ¿De acuerdo?". Su labio inferior tembló, aunque no arrojaba una sola lágrima. "¿De acuerdo?", repetí, endureciendo mi agarre sobre ella. "De acuerdo", dijo ella en un susurro. "No te olvides de la playa", le sonreí. Ella dio una respiración profunda, llenando sus pulmones, y luego, lentamente, me devolvió la sonrisa. "No lo haré". Envolví mis brazos alrededor de ella otra vez y la sostuve contra mí hasta que su respiración fue mucho más lenta, haciéndome saber que por fin había vuelto a dormirse. Y entonces estuve despierto por el resto de la noche, recordándome a mí mismo una y otra vez por qué no podía simplemente entrar en la oficina mañana y meterle una bala a Kate y a James. Porque entonces Bella me perdería. El dolor y el miedo en los ojos de Bella me persiguieron hasta el amanecer. Su temor era comprensible, había perdido a las dos personas más importantes de su - 456 -

vida. Ahora sus pesadillas consistían en perderme a mí. Su dolor... Su dolor era real y físico, lo vi en sus ojos. El dolor por la incapacidad de liberar sus miedos, sus ansiedades, a través de la forma más fundamental que se nos daba como seres humanos. Los hijos de puta incluso habían tomado sus lágrimas. De alguna manera iba a hacer que todos pagaran. Y ya que yo estaba lleno de rabia, y puesto que Bella no podía soltar las lágrimas, me quedé allí y las solté por ella.

Tranquilas, que cuando acabe os envío el pdf, Guest, no tengo ni tu correo ni puedo mandarte ningún mensaje, enviame un privado con el correo y asi te lo mandaré ;) Bueno chicas, ¡nos vemos mañana! :D Voy a ver si empiezo con otro fic... que ya me han dado permiso^^

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106, Samantha Mya, Danii Belliner Cullen, ini narvel, Gabllie, HLNRJRQR, anon, Mafer Masen Cullen, solecitopucheta, CrissYmell, Lore562, LayMe, Lupita Calvo, Guest, Adrianne - 457 -

GM. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 29 Tratando de respirar Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Bueno, como ya la tengo terminada, hoy sabado también os subo capitulo :) Disfrutad de lo bueno que ya mismo empieza... la acción, digamos, y se va a complicar todo un poquito... Por quien me preguntaba, hay 40 capitulos más el epilogo, osea que aun nos queda un poquito ;)

Capitulo29 -Tratando de respirar BPOV La luz tenue de la lámpara jugaba con el pelo de Edward e iluminaba cada mechón, destacando todos los matices que hacía que el color fuera extraño y maravilloso en la parte superior de su cabeza. Estaba en mi regazo mientras veíamos la televisión, y yo estaba pasando mis dedos a través de él, masajeando su cuero cabelludo y poniendo los mechones suavemente alrededor de mis dedos. Los sonidos bajos que en ocasiones entraban en erupción en su pecho me hacían saber que estaba disfrutando de mis juegos con su cabello tanto como yo. Su cuero cabelludo era suave, dulce y limpio, y con cada paso de mi mano el olor más maravilloso pasaba por el aire justo debajo de mi nariz. Yo lo inhalaba con avidez y sonreía para mis adentros, sólo semi-centrada en la pantalla delante de nosotros. Era una buena película, pero lo que estaba disfrutando más era la actitud despreocupada y relajada de Edward desde que nos convertimos... en lo que éramos. No podía ponerle un nombre, pero eso estaba bien. No me podía imaginar que algo de esto fuera fácil para él. Él pasaba sus días viviendo una mentira, fingiendo ser amigo de los asesinos, construyendo un caso. Y a pesar de que él intentaba dejar atrás todo lo posible cuando entraba por la puerta por las noches, yo sabía lo imposible que era. Los dos teníamos fantasmas que nos perseguían. Así que cuando él caminaba a través de esa puerta, yo estaba aquí para alejar sus fantasmas, al igual que él ahuyentar los míos. Nos perdíamos en el aquí y el ahora, en la risa, en los susurros, en los toques suaves y los apretones más exigentes, en el otro... Nada de eso tenía un nombre en este momento. - 459 -

Me chupé los dientes por la frustración que me entró en una parte irritante de la película. Edward volvió la cabeza para mirarme con una expresión divertida en su rostro. Me encontré con su mirada esmeralda y traté de ignorar las mariposas que se despertaron en mi estómago, así como la calidez a través de mis muslos al tener su cabeza tan cerca de ellos. Realmente estábamos disfrutando de la película, el resto podía esperar un poco. Al menos, yo creía que sí. Tal vez. "¿Qué?", él se rió con curiosidad. Sus ojos tendían a hipnotizarme. Tenía que parpadear dos veces sólo para recordar lo que había estado pensando. "Ella es una idiota", finalmente me recuperé y moví la cabeza. Me dirigí de nuevo a la pantalla con el ceño fruncido. "Es obvio que él está muriéndose de frío". "Puede que sea obvio para ti y para mí" - sonrió él, dándole a mi pelo un tirón juguetón - "porque estamos viendo una película. Pero si esa hubiera sido la vida real, en medio de todo ese caos, las cosas probablemente hubieran estado demasiado agitadas como para que ella se diera cuenta de que el pobre se estaba convirtiendo en un cubito de hielo", bromeó. Rodé los ojos, porque esa parte de la película siempre me molestaba. Edward sólo se rió de nuevo. "Ugh", gemí, levantando una mano por la irritación. "Prométeme que nunca te dejarás ir", imité con sarcasmo. "¡Eso es claramente un adiós, Edward! Él bien podría haberle dicho 'mira, voy a congelar mi culo aquí por ti, pero tú quédate ahí bien acostada y tostándote en ese cabecero, ¿de acuerdo?' ¡No puedo creer que ella no viera eso y moviera su culo para hacerle un espacio!". Él sonrió. "En primer lugar, no creo que ella estuviera en algún lugar cerca de tostarse allí. En segundo lugar, como he dicho, probablemente no estaba pensando con claridad. Y en tercer lugar, ¿realmente no crees que ella lo amaba tanto como él la amaba a ella?". "¡Obviamente no!", yo gruñí. "¡Ella ha sido una gran cobarde!". "¿Crees que subirse a ese barco de la vida y salvarse a sí misma fue cobarde?", dijo Edward con incredulidad, porque como yo, ya había visto esta película antes y ya sabía lo que venía. "¡Sí! ¡Ella debería haberse quedado con él!". "Entonces ellos dos hubieran muerto. ¿Cuál hubiera sido el punto de eso? Al - 460 -

menos de esta manera ella pudo sobrevivir". Miré lejos de él y hacia la pantalla de nuevo. Edward estaba tomando nuestro desacuerdo como una broma, pero por alguna razón, toda la conversación estaba empezando a hacerme sentir incómoda. "¿Cuál es el punto de ella al vivir su vida sin él?", pregunté en silencio. "Honrar su última petición", Edward dijo con un gesto simple, como si eso debiera ser claramente evidente. "Además, ella pareció haberse hecho poderosa sin él, si todas esas imágenes del final son alguna indicación", se rió. Negué con la cabeza rápidamente, tratando de disipar mi creciente incomodidad. "No. Caos o no, ella estuvo ciega para no ver que él simplemente estaba sacrificándose por ella. Ella debería haberse quedado con él, o por lo menos haberle dado un pequeño rincón en ese trozo de basura flotante". Edward resopló. "Ambos no iban a lograr salir de allí y él lo sabía. Él simplemente hizo lo que tenía que hacer". Con mi sonrisa dudosa, él se rió y negó con la cabeza sobre mi regazo. "Él la amó salvándola, y ella lo amó al seguir sin él, como dice la canción". Y luego hizo una imitación tonta de los párrafos principales de la canción, pero maldita sea, incluso con una voz chistosa Edward sonaba increíble. Él sonrió por mis labios fruncidos y me cogió del pelo otra vez. "Supongo que tú y yo sólo vamos a tener que acordar que estamos en desacuerdo en este caso". Me mordí el labio y miré hacia su hermoso rostro una vez más. Sus ojos se estaban riendo, él encontraba nuestro desacuerdo un poco cómico, pero por alguna razón eso hizo que mi pecho se apretara. De repente sentí que todo el aire de la habitación, lentamente, se aspiraba a través de un vacío invisible. Rápidamente quité la cabeza de Edward de mi regazo y me acerqué a las ventanas, con ganas de abrirlas, meter la cabeza y sólo aspirar una bocanada enorme de aire fresco nocturno. "Bella". Oí la voz de terciopelo de Edward detrás de mí, con tintes de advertencia, pero por alguna razón yo estaba bruscamente... enfadada con él... sintiéndome desafiante. Algo acerca de nuestra conversación me había molestado a lo grande y era estúpido e infantil, lo sabía, pero de repente me sentí más claustrofóbica que nunca desde que llegué aquí. Mi pecho se levantaba con la necesidad de más aire, y mis manos pasaban a través de las persianas bien cerradas. Alcé una con cuidado, sólo lo suficiente para captar la forma en la que la farola proyectaba su resplandor - 461 -

nocturno en la camioneta negra siempre presente en la manzana yMi mano fue arrebatada de la nada tan bruscamente que dejé escapar un grito agudo mientras todo mi cuerpo se levantaba. En los siguientes dos segundos estuve en la habitación y Edward estaba mirando hacia mí. "Bella". No había ninguna advertencia en su voz, simplemente frustración. Miré hacia abajo y luego hacia adelante a la forma en la que su ajustada camiseta definía su pecho tonificado y sus pectorales, mientras él agarraba mis dos muñecas en sus manos. "No puedes", subrayó oscuro. Dejé caer mi cabeza más y su mano se acercó y me levantó la barbilla, obligándome a juntarme con su mirada. "No puedes", repitió. La ansiedad en sus ojos rápidamente acabó con toda la ira inexplicable y el desafío. Levanté una mano inocente hasta su rostro y lo acaricié suavemente. "Lo siento", murmuré llena de vergüenza, porque yo realmente estaba avergonzada. "Lo siento", repetí cuando sus ojos no cambiaron. Él me miró con los ojos apretados por unos segundos más antes de que su mirada finalmente se ablandara y tan de repente como fue apartada, estuve envuelta contra su pecho. Me derretí en sus brazos y abracé su cintura, disculpándome con cada fibra de mi ser. "Bella... sé que esto es duro, amor... pero algún día, pronto, estaremos acostados en una cálida playa... mientras la arena araña nuestros pies y-" "- y el aire fresco de la playa nos hace cosquillas en nuestros rostros", terminé por él. Encendió la luz mientras me besaba en la parte superior de mi cabeza. "Sí, exactamente así". Puede que no fuera capaz de respirar el aire fresco, pero le podía respirar a él, y era mil veces mejor. Aspiré profundamente y luego soneí contra su pecho fuerte. "Sí". - 462 -

Oooooooooo Alice se estaba divirtiendo enviando mensajes de texto a Edward. "¿Cuál es el sabor que deseas?", preguntó distraída mientras sus pulgares tecleaban el pequeño teclado. "Ron con pasas de uva", le dije sintiendo el calor de mi cara al recordar cómo Edward y yo que nos acabamos el anterior. Ella se rió y me mostró el mensaje cuando lo escribió. Anthony cariño, me he olvidado de comprar algunas cosas en el mercado para esta noche. ¿Puedes por favor traer a casa un litro de helado de ron con pasas de uva? ¡No bebas demasiado y no llegues a casa demasiado tarde! ¡Te echo de menos! "¡Ahí lo tienes!", exclamó ella con orgullo. "¿No es el tipo de mensaje que escribiría una novia que vive con su novio?" Me encogí de hombros y sonreí, entregándole su teléfono de nuevo, aunque no me sentía muy sonriente. Edward envió un mensaje de texto a 'Alexa' hacía unas horas diciéndole que esta noche iba a llegar tarde a casa. Él iba a salir con 'los chicos', James y Garrett. Yo estaba nerviosa, pero Alice me recordó que todo era parte del juego, del trabajo. Parte del mundo del Dr. Anthony Masen. Supuse que ella ahora estaba tratando de mostrar lo divertido que podía ser el juego. "¿Y bien?", Alice me preguntó una vez más, al parecer esperando una respuesta real a su pregunta. Pero realmente no la sabía. ¿Era yo una novia que vivía con su novio? ¿Podría yo escribir un mensaje de esa manera? Tal vez en un mundo diferente... "¡Ooh! ¡Él ha enviado un mensaje de vuelta!", ella chilló antes de que yo pudiera pensar en una respuesta. Sus cejas se juntaron en el centro a medida que leía. "¿Lo hará?", dijo ella desconcertada. "¿Lo hará? ¿Le envío un bonito mensaje y todo lo que me escribe es que lo hará? ¡Por supuesto que no!", resopló. "¡Ahora estoy enfadada!", ella escribió furiosamente. Anthony, cariño, sé que estás ocupado con los chicos, pero creo que puedes escribirme más que dos palabras. - 463 -

Ella se rió de todo corazón mientras me mostraba el mensaje. El teléfono vibró con una respuesta al mismo tiempo que yo lo estaba leyendo y Alice me lo arrebató y lo mantuvo entre nosotras mientras abría el mensaje. Cariño, me disculpo por mi falta de consideración. Por supuesto que voy a llevarte tu helado. Te echo de menos también. Anthony. PD - Cuídate Alice volvió la cabeza hacia mí lentamente. "Esa posdata es para ti, ya sabes", yo moví mi cabeza de manera inquisitiva. "Cuídate" - explicó - "es nuestro código para ti. Para hacerle saber que estás bien", ella tecleó mientras yo todavía estaba procesándolo. Cuídate, ella tecleó de vuelta y luego dejó su teléfono sobre el sofá. Sus ojos brillaron al otro lado de la habitación, donde Emmett y el Agente Whitlock - Jasper estaban hablando y bromeando. No me perdí la mirada que ella le dio a Jasper, o la forma en la que él se sonrojó y miró hacia otro lado rápidamente cuando se encontró con los ojos de ella. "Háblame de Jasper", dije, porque ella era mi amiga y eso era lo que hacían las amigas, y si ella me podía traer las pastillas anticonceptivas sin que yo tuviera que decir nada, entonces ella también podía hablarme sobre Jasper. Y de todos modos, tenía que conseguir alejar mi mente de Edward y lo ansiosa que me ponía el que él estuviera con James. "No hay nada que contar", dijo ella, mirando a mi lado con timidez. "Te gusta", dije, porque no era una pregunta. Ella se encogió de hombros, pero sonrió. "A él también le gustas". Una vez más, no fue una pregunta. "Sí...", dijo ella mientras le miraba. Él debió sentirlo también, porque sus ojos se encontraron con los de ella de nuevo, y una vez más se sonrojó y miró hacia otro lado. Emmett siguió hablando con él, habiéndose perdido todo, aparentemente, como los hombres. "¿Y?", pregunté en voz baja. "Y..." - ella repitió - "él es como... mi jefe". - 464 -

Me fasciné por la calidad sobria de su voz. En las últimas semanas, ser tímida nunca había sido parte del juego de Alice. Era muy divertido oír eso. La dulzura de eso fue casi suficiente para deshacer la bobina nerviosa en mi estómago. Casi. "¿Y?" Sus ojos se encontraron y se mantuvieron durante cuatro segundos completos así. Y luego, de la nada, Emmett golpeó el hombro de Jasper para llamar su atención, diciendo algo acerca de Black Ops contra World at War o alguna mierda, y estaba totalmente ajeno al momento que acababa de arruinar con su Xbox. Yo quise darle una de esas patadas circulares en la ingle como él me había estado enseñando y callarle. "Y" - Alice suspiró profundamente, mirando hacia atrás de mí - "tal vez cuando este caso se haya terminado..." Asentí con la cabeza, porque lo entendía. Parecía que Edward y yo no éramos los únicos que aguantábamos la respiración. Emmett se carcajeó en voz alta a través de la habitación por una broma que dijo. Yo fruncí el ceño y di una sacudida de cabeza. Él sonrió por la confusión, pero puso un dedo hacia arriba, excusándose mientras sacaba su teléfono móvil. Fue como si todos estuvieran sintonizados en la misma frecuencia invisible, alguna línea secreta del FBI corrió a través de sus cabezas, una que sólo ellos podían escuchar, lo supe por la forma en la que todos se tensaron al mismo tiempo. Me quedé mirándolos con asombro. Cuando Emmett colgó, Jasper y Alice ya estaban a su lado. "Era Newton", Emmett les explicó con una voz extrañamente carente de humor. Newton era uno de los agentes asignados para estar abajo, en la camioneta. "Dice que él y Lark han visto a alguien estar un largo periodo de tiempo en la esquina sureste del perímetro. Cuando ha ido a investigar, el individuo había desaparecido". "Vamos", dijo Jasper sin vacilar, con una expresión tan dura como la de Emmett. En un puñado de segundos cambió todo, pasaron de ser amigos pasando el rato y tomándose el pelo, a ser los agentes federales empeñados en protegerme. Yo acababa de procesarlo todo cuando Emmett se levantó y sacó su arma, quitando el seguro. Jasper y Alice - Jesús, Alice - hicieron lo mismo, y me maldije a mi misma por jadear. Sabía que llevaban armas. Sabía eso. Los tres pares de ojos se volvieron hacia mí. - 465 -

"Alice, quédate con Bella", le ordenó Jasper. Su voz subió una octava en tan sólo unos momentos, al igual que sus ojos ahora estaban completamente concentrados y letales. Él era toda la autoridad. Alice asintió con la cabeza una vez y Emmett y Jasper desaparecieron por la puerta. Alice les vio irse y rápidamente fue de nuevo hacia el sofá que estaba compartiendo conmigo. Sin darme una mirada, tomó su móvil y lo abrió con una mano, escribiendo algo mientras su arma colgaba a su lado. Cuando terminó lo metió en su bolsillo trasero y volvió sus ojos oscuros y mortales hacia mí. "Bella". No podía dejar de mirar fijamente a la pistola, al igual que no podía controlar los temblores que habían comenzado su viaje hacia arriba y hacia abajo por mi espina dorsal. Ella me agarró el hombro con una firmeza implacable y forzó a mis ojos para que la miraran. "¿Te acuerdas de lo que hemos discutido? Vete a la habitación de Edward, cierra la puerta y no salgas a menos que yo la golpee. Dos veces" - subrayó - "dos. Dos veces. ¿Entiendes?", busqué en sus ojos estúpidamente con la esperanza de una sonrisa, una risa, una carcajada. No había nada aparte de acero duro. Asentí con la cabeza, porque sí, habíamos hablado de esto, y lo recordaba. "Ves", me ordenó. Fui, cerré la puerta, caminé hacia atrás hasta la cama que compartía con Edward y me senté. Y esperé. Y esperé. Y esperé. Transcurrió una eternidad durante la cual no hubo nada más que un silencio interminable. Mis ojos saltaron por la habitación, aterrizando una y otra vez en las persianas bien cerradas. No estaba segura de a dónde daban las ventanas de los dormitorios, nunca había mirado a través de ellas, aunque sabía que la de la cocina y la de la sala de estar daban a la parte delantera del edificio. ¿Si las abría, qué habría por ahí? ¿Quién me vería? ¿Dónde estaba Edward en este momento? ¿Lo sabría? La pesadilla volvió a mí y cerré los ojos con fuerza, envolviendo mis brazos alrededor de mí misma para tratar de detener el temblor. Alice dijo que esperara, pero si ellos venían a por mí, Edward vendría a por ellos. No tuve duda de eso ni por - 466 -

un segundo. Pero si pudiera salir de aquí, si yo lo encontraba primero, él no tendría que venir a por ellos. Él estaría a salvo. "Detente Bella", me apreté a mí misma en silencio, obligando a la agitación a alejarse. "Detente". Poco a poco me dirigí a la ventana. Mi mano se extendió y agarró el borde inferior de la persiana... Cuando el sonido de la puerta apareció, dejé caer la mano y escuché las voces apagadas que se filtraban a través de ella. Entonces alguien golpeó la puerta. Dos veces. "¿Bella?", Alice me dijo en voz alta con su habitual voz dulce. "Puedes abrir la puerta, cariño. Todo está bien". Caminé hacia la puerta lentamente y la abrí. Alice sonrió y me dio un fuerte abrazo, como si fuéramos dos viejas amigas que se habían encontrado recientemente en el centro comercial. El arma ya no estaba en sus manos. "¿Estáis todos bien?". "Todos y todo está bien", me aseguró. "¿Edward?" "Él está con los agentes Newton y Lark" - sus ojos brillaron oscuramente "preguntándoles un par de cosas". Cerré los ojos y di un suspiro de alivio. Edward estaba bien. Durante la siguiente hora o así estuvimos solas Alice y yo, aunque ella continuaba con su teléfono. Finalmente Emmett entró de nuevo, silbando una melodía, como si acabara de salir a dar un paseo. Él traía bocadillos. "¿Estás bien, pájaro Swan?", preguntó con la boca llena de jamón y queso suizo. "Estoy bien". Me guiñó el ojo y sonrió. "Mi chica dura. Ahora coge algo de esto antes de que yo - 467 -

termine con todo". Edward no llegó de inmediato y Alice me dijo que estaba asegurándose de que todo estaba bien, y ella y Emmett se quedaron conmigo por el resto de la noche. Cuando no pude mantener mis ojos abiertos por más tiempo, me metí en la cama con la ropa puesta y me enrosqué en una posición fetal, durmiendo a ratos y despertándome cada vez que aparecía el sueño, hasta que en algún momento de las primeras horas de la mañana un par de brazos fuertes me rodearon por detrás, y me guíe en contra de un pecho duro y caliente. Ahí fue cuando todos los músculos de mi cuerpo se desenrollaron, cuando mis pulmones se expandieron y finalmente me permitieron respirar el aire que me habían estado negando. A medida que mi cuerpo se acercaba al suyo, cada extremidad del mío se juntó con una del suyo. Edward dejó caer su cara en mi cuello, su respiración ansiosa me encendió desde el cuero cabelludo hasta los pies. Durante mucho tiempo, no dijo nada. "Si no fuera tan egoísta, yo...", su voz sonó estrangulada y llena de culpa. "Yo no me iría de todos modos", le recordé. Él no respondió de inmediato. "Sé que no", murmuró un rato más tarde, su tono era resignado. "Y no puedo permitirme dejar que te vayas. No puedo", él me agarró fuertemente contra él. "Bella", respiró con dificultad. Me di la vuelta en sus brazos. En la luz de la mañana gris que apenas se filtraba en la habitación a través de las persianas cerradas, vi sus ojos. Estaban angustiados, asustados, y como yo sospechaba, llenos de culpa injustificada. "Escúchame", susurré con urgencia. "Un susto de este tipo podría ocurrir incluso en la casa de seguridad. Ya lo sabes. Y entonces estarías todo tu tiempo preocupado por mí, y yo iba a pasar todo mi tiempo preocupada por ti", dejó caer la cara y yo la sostuve entre mis manos, obligándole a cumplir con mi mirada. "Tú y yo necesitamos estar juntos para funcionar", sabía que era cierto tanto para él como para mí. Poco a poco y tímidamente, él asintió con la cabeza. Durante el siguiente par de días, hubo un montón de charlas en voz baja y susurros a mí alrededor. Emmett y Alice finalmente me contaron la historia, ya que no fueron capaces de encontrar a la persona que Newton había visto, y Newton no - 468 -

había sido capaz de dar una buena descripción, debido a lo oscuro que estaba. Edward casi le pateó el culo, por lo que Emmett me dijo, aunque en realidad no había nada más que el pobre hombre pudiera haber hecho. De todos modos, Emmett dijo que en realidad no creía que fuera algo. Era probable que sólo fuera alguien esperando a un amigo, o que estuviera paseado o algo así. Pero Edward estaba tenso de nuevo, y parecía ser que había dado órdenes de que yo no estuviera sola ni por un segundo, porque, literalmente, tenía que encerrarme en el baño sólo para tener un pensamiento privado. Y olvidarme de las ventanas. La mirada que todos me daban cada vez que caminaba por ellas eliminaba totalmente cualquier deseo que pudiera haber tenido alguna vez de tomar aire fresco. Un par de noches más tarde me desperté con sonidos extraños. En un primer momento, en ese estado de conciencia entre dormido y despierto, se mezclaron y se fundieron con mis sueños, me imaginé que estaba en la escuela otra vez, y yo y mis viejos amigos estábamos charlando mientras esperábamos a que la clase comenzara. Pero entonces una discusión empezó, no estaba segura de qué era, y las voces subieron de volumenCuando abrí los ojos, tardé unos segundos en recordar los años que habían pasado y en darme cuenta de que estaba sola, en la cama de Edward, y que las voces venían de la sala de estar. "Tú y yo sabemos lo que es, Edward" - una voz de mujer se estremeció con ira - "y lo necesitamos. Ahora". Me detuve en el umbral entre el pasillo y la sala de estar, sorprendida por los varios pares de ojos que se volvieron hacia mí. Edward estaba en pijama, con el pecho desnudo y su cabello alborotado por la forma en la que estaba tirando de él. Emmett, Jasper y Alice habían regresado, aunque yo estaba bastante segura de recordar que habían salido temprano por la noche. Pero había otra persona, una rubia alta que tenía muchas de las mejores características de Edward, pero de alguna manera eran suaves y feminizadas. Ella sería casi tan hermosa como él si no fuera por el ceño fruncido. Su ceño se ensanchó cuando ella me vio, mirándome de arriba abajo con sorna. "Bonita", resopló con sorna. Miré hacia abajo y me di cuenta de que sólo estaba usando la parte superior del chándal de Edward. Era lo suficientemente larga, iba más allá de mis muslos, sin embargo, ella me podía besar el culo. Estuve a punto de pedirle que lo hiciera cuando Edward se encontró con mi mirada y la mirada en sus ojos me hizo olvidar - 469 -

momentáneamente a la ultra-zorra de su hermana. "¿Qué pasa?", pregunté. Edward se acercó lentamente. "Garrett se ha puesto en contacto con la Oficina esta noche. Quiere dar pruebas al Estado a cambio de protección". Sacudí la cabeza hacia atrás en estado de shock. "Wow". Edward pasó la mano por su pelo. Pude decir que algo lo estaba llevando al borde. "Si, bueno, en realidad no viene como una sorpresa. Yo he estado... trabajando en eso en realidad..." Edward realmente no me hablaba mucho acerca de lo que pasaba día a día en relación con el caso, a excepción de las cosas que debíamos discutir. Como que la abogada iba a venir a verme en los próximos días para así poder empezar a preparar mi historia para el juicio. Así que esa poca información, que en realidad Garrett decidiera volverse contra Kate, vino como una sorpresa para mí. "¿Eso es bueno, no?", pregunté, frunciendo las cejas, porque había una extraña tensión en el aire que no coincidía con la noticia. Edward asintió con la cabeza lentamente. Por el rabillo del ojo vi que su hermana nos miraba. "Sí", sus ojos brillaron hacia mi brazalete. Sospeché que él lo había sabido todo el tiempo. Un par de veces, en medio de la noche, le había pillado tocándolo. Edward no era un hombre estúpido, pero él nunca me dijo nada, y supuse que sólo tenía que esperar... Él suspiró fuertemente, agarrándose el pelo fuertemente dentro de su puño. Quería llegar a él y tirar de su mano, pero estaba abruptamente congelada. "Bella, la fiscal aceptó ver a Garrett. Él le mencionó algo sobre... un brazalete... dijo que James habló de él un par de veces..." Envolví mi mano de manera protectora alrededor de mi muñeca, cubriendo mi brazalete. - 470 -

"Pequeña estúpida...", Rosalie silbó con un odio no disimulado. Yo azoté mi cabeza hacia ella, sorprendida. "¡Esa era nuestra prueba, nuestra evidencia de que James estaba allí esa noche!". "¡Vete al infierno!", le grité. "¡No es una evidencia, es todo lo que me queda de mis padres!". "¡Lo hubieras conseguido de nuevo con el tiempo!". "¿Puedes garantizar eso?". "¡No hace falta que te garantice nada más allá de lo que hay en ese maldito acuerdo! ¡Necesitas recordar eso!". "Entonces puedes besar mi-" "¡Basta!", Edward gritó. "Rosalie, oíste lo que la abogada dijo el otro día. Se recuperó uno de los abalorios en la caja fuerte de James. Siempre y cuando puedan demostrar que proviene de ese brazalete-" "¡Sólo que ahora tenemos que explicar cómo tu pequeña ladrona tiene sus manos de nuevo en el brazalete!", dijo Rosalie. "Lo haremos", insistió Edward con un gruñido. "¡El brazalete todavía puede ser admitido como prueba!". Por la forma en la que hablaron de ello pude decir que estaba decidido. No sólo decidido, sino que Edward, obviamente, lo había estado pensando durante algún tiempo. Todos ellos miraban de un lado a otro mientras yo estaba allí, tratando de aceptar la pérdida de mi brazalete. La pérdida de mis padres de nuevo. Cerré los ojos, tomé una respiración profunda y me fui de nuevo hacia el dormitorio, dejándolos planificando y gritando. Una vez más me hundí en mí misma hasta que escuché un grito final de Edward y todos se calmaron, un largo rato después él se subió a la cama. Pasó otro largo rato antes de que doblara sus brazos alrededor de mí. Cuando lo hizo, y cuando moldeé mi cuerpo al suyo como siempre hacía, él suspiró profundamente contra mi nuca, como si no estuviera seguro, como si yo no siempre me fuera a amoldar a él. Siempre. Cuando su mano se posó en mi brazalete, sólo me endurecí momentáneamente. En silencio pasó sus dedos por mis abalorios, uno por uno, y ambos los escuchamos - 471 -

tintinear suavemente mientras chocaban unos contra otros. "Háblame de ellos", murmuró en mi oído. Así que le dije todo, desde el primer abalorio y siguiendo con los demás. Él escuchó en silencio, sus dedos jugaban con cada uno mientras le decía su historia. Le hablé del último, de la última noche. Le dije lo que Charlie me dijo mientras lo ponía en mi brazalete. 'Una manzana al día mantiene alejado al médico...' Le dije cómo se quedó atrapado en el árbol y se cayó, cómo James lo encontró y se burló de mí. Le dije que por mucho tiempo, conseguirlo de nuevo fue la cosa más importante. La única cosa. "Yo no... no querría tener que hablar de esto delante de un tribunal. Sobre mi última conversación con mi padre". Él estuvo en silencio. En un mundo perfecto él me diría que yo no tendría que renunciar a mi brazalete, o hablar de mi padre, que íbamos a encontrar una manera de evitarlo. Pero yo sabía que no era un mundo perfecto. Y supongo que siempre supe que no lo era. "Bella..." - susurró - "el juicio va a ser... difícil. Vas a tener que hablar de un montón de cosas que desearía que no tuvieras que hablar". Asentí con la cabeza, la sensación de sus labios contra mi oreja me dio escalofríos. "Estaré allí contigo, Bella, en cada paso del camino". Asentí con la cabeza otra vez, porque sabía que lo estaría. "Y te lo juro, voy a hacer todo lo posible para asegurarme de que te lo devuelven". Poco a poco asentí con la cabeza una vez más. Le daba mi permiso, y él lo tomaba como lo que era. Sus dedos deshicieron el cierre y mi brazalete se fue de nuevo. Me dio la vuelta y apoyó su cuerpo sobre el mío, y pude sentir más culpa y más disculpas rodando fuera de él, en la forma en la que me sostenía, en la forma en la que dejaba caer su cabeza en mi pecho. ¿Él seguía sin entender que yo no quería ni necesitaba su culpabilidad o sus disculpas? - 472 -

Levanté la cabeza y besé sus labios tiernamente. "Lo siento-", comenzó. Le silencié con otro beso. "Detente. Edward... el brazalete... siempre va a ser especial para mí, pero... ya no es lo más importante. Mientras te tenga a ti, eso es todo lo que importa. Mientras estés conmigo, ya no me importará nada más". Y entonces él me envolvió en sus brazos y ambos nos mostramos el uno al otro el significado de esas palabras que quedaron sin salir.

Menundo susto se ha llevado Bella, eh. Ahh, estoy apuntando quien quiere el fic cuando termine, si me poneis la dirección de correos fijaos que esté con espacios que sino se elimina la dirección y yo no la veo ;) ¡Nos vemos mañana! :D

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106, Samantha Mya, Danii Belliner Cullen, ini narvel, Gabllie, HLNRJRQR, anon, Mafer Masen Cullen, solecitopucheta, CrissYmell, Lore562, LayMe, Lupita Calvo, Guest, Adrianne GM. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 30 Para mantenerte a salvo Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Os dejo con un nuevo capitulo :)

Capitulo30 -Para mantenerte a salvo EPOV La casa que Jacob Black compartía con su familia era apenas lo suficientemente grande para acomodarle a él, mucho menos para acomodar a tres. Añadid a Emmett, a Ángela y a mí, y esta mañana estábamos en una maldita lata de sardinas. Me gustaría poder preguntarle a Bella cómo demonios cabía aquí, pero por ahora estas eran cosas que no podía hablar con ella. No importaba qué pasara, seguía siendo el Agente Especial Edward Cullen, y ella todavía era Isabella Swan, la testigo. Ni siquiera podía decirle que había estado aquí esta mañana. Por ahora. Un día, sin embargo, iba a contarle todo. Me senté junto a Emmett en la mesa redonda y pequeña de la cocina, haciendo caso omiso de las miradas cautelosas de Leah Clearwater. Mis ojos parpadearon hacia su estómago porque ella estaba frotándolo distraídamente, sus dedos estaban extendidos hacia fuera a través de su abdomen protuberante. El bulto me dijo que muy pronto iban a ser Jacob y cuatro personas más. En este pequeño espacio era mejor que ese chico no fuera tan grande como él. Sin embargo, a pesar de las condiciones de ultra apretado en las que él parecía encontrarme a sí mismo en estos días, no sentí ni un ápice de compasión por él. Era difícil cuando sus ojos negros brillaban con alegría no disimulada mientras Leah se sentaba en su regazo, frotándose una y otra vez. Él le susurró algo al oído y puso su mano sobre la de ella en su estómago. Fue un simple gesto, pero por alguna razón hizo que mi corazón se apretara dolorosamente. Cuando Leah se levantó y caminó hacia la pequeña habitación, dejé escapar un pequeño suspiro de alivio y no me dejé preguntarme a mí mismo por qué. "Jacob, quiero que me hables acerca de la condición física de Isabella cuando la encontraste", Ángela le preguntó. Jacob se adentró en una descripción de cómo encontró a Bella esa noche, - 474 -

sangrado, maltratada, disparada, inconsciente. Mientras Ángela tomaba notas furiosamente en su bloc de notas, yo escuché estoicamente. Su voz era suave y relajante, fomentando a Jacob para que se abriera. "¿Tienes alguna idea de lo que pasó con la bala después de que tu padre la sacara del muslo de Isabella?". "La tiramos", dijo encogiéndose de hombros. Emmett, Ángela y yo nos miramos. "¿Qué?", Jake resopló, cruzando los brazos sobre su pecho. "Hubiera sido de gran ayuda" - le respondí - "si todavía la tuvieras". Él me miró con incredulidad. "Bells estaba inconsciente y sangrando en nuestro sofá. Lo siento si mantener la bala como recuerdo fue la última cosa en nuestras mentes". Él era un arrogante gilipollas, le iba a dar mucho, pero él, obviamente, se preocupó - se preocupaba - por Bella. Así que iba a dejarlo de lado, al igual que todas las miradas de reojo, supuestamente secretas, que me estaba dando. Por ahora. "Dime lo que pasó entonces", Ángela le preguntó en voz baja, poniendo a Jacob de nuevo en marcha. Jacob me miró por un par de segundos más antes de volver su atención de nuevo a Ángela y responder. "¿Jacob, me puedes hablar sobre el estado de ánimo de Isabella en los días inmediatamente siguientes del asesinato de sus padres y el atentado contra su propia vida?". "¿Su estado de ánimo?", Jacob repitió, poniendo la frente en alto. "Bueno, ella no estaba cantando o bailando, si eso es lo que quiere decir". Emmett puso la cabeza hacia el techo, respirando a través de sus labios finos. "Idiota", le oí murmurar humildemente. "No Jacob", Ángela le presionó con calma. "Lo que quiero decir es, ¿ella estaba histérica? ¿Te pareció que estuviera... de mal humor... incoherente? ¿O ella-" - 475 -

Jacob frunció los labios y se burló con sarcasmo. "Sé que ninguno de ustedes conocen bien a Bells, pero si lo hicieran, sabrían que ella nunca ha sido una persona histérica. No importa lo que pase". Quise darle un puñetazo en su cara arrogante por suponer que él la conocía mejor que yo, pero en primer lugar, no podía hacer eso. En segundo, él no había tenido ningún contacto con Bella durante semanas, y no tenía ni idea de lo nuestro. "No, ella no estaba histérica", confirmó. "Ella estaba… muy tranquila en realidad. Le explicamos la forma en la que la habíamos encontrado, y nos contó lo que había sucedido. Aunque no lloró...", se quedó mirando al frente. "¿Así que, entonces dirías que tenía todas sus pensamientos juntos? ¿Que ella sabía lo que estaba diciendo?". Me molestó como el infierno que algo así pudiera incluso ser cuestionado en este momento, pero entendía lo que Ángela estaba haciendo desde una perspectiva legal. Ella tenía que asegurarse de que Bella no estaba loca de pena cuando contó su historia, o cuando identificó a James y a Kate. "Ella sabía exactamente lo que estaba diciendo", gruñó Jacob. "Bueno. Bien", Ángela asintió con la cabeza. "Eso es muy bueno. Así que cuando ella te describió exactamente lo que sucedió, así como las personas que le hicieron esas cosas a ella y a sus padres, ella estaba lúcida y racional". "¿No acabo de decir eso?", resopló con impaciencia. "Mire, Charlie le preguntó a mi padre si estaba bien que Renee y Bella permanecieran con nosotros durante un par de semanas. Le dijo que quería hablar con él de algo importante con respecto a Harry, pero él y Renee nunca salieron de ese río, ¿verdad? Siempre me he preguntado cuánto nos hubiera dicho Charlie si hubiera tenido la oportunidad", reflexionó pensativo. "De todos modos, una vez que Bella se despertó y nos dijo lo que pasó, nos fuimos a Internet, nos detuvimos en algunas fotos y esas cosas, Bella reconoció a la chica y al tío lo llamó James, sus ojos, su pelo, y el resto... bueno, no hace falta ser un genio para sumar dos y dos después de eso. No entiendo por qué diablos les ha tomado años y años construir este maldito caso", resopló burlonamente. "Es un poco más complicado que tirar de fotos en Internet y de jugar al 'Clue' ", Emmett gruñó con sequedad. "Claro que lo es", Jacob rodó los ojos. - 476 -

Emmett echó atrás la cabeza y murmuró de nuevo una vez más. "Gilipollas". Sonreí e hice caso omiso de los dos. Durante el siguiente par de horas Ángela le hizo a Jacob pregunta tras pregunta. A algunas él le respondía con facilidad, otras parecían obligarle a mostrar lo muy idiota que podía ser, hasta que finalmente Ángela anunció que tenía suficiente por ahora y vendría a ver a Jacob de nuevo en unas pocas semanas para un seguimiento. Le dio las gracias a Jake y se levantó, y Emmett la siguió, estirando brazos y piernas tan ampliamente que casi toca los extremos opuestos de la sala. Cuando me encontré con los ojos de Emmett, puse la mirada en la abogada y luego sacudí la barbilla hacia la puerta. Emmett me dio un casi imperceptible movimiento de cabeza antes de seguir a Ángela por la puerta principal y dirigirse hacia la furgoneta negra. Jake y yo estábamos en medio de su sala de estar, de tamaño considerable ahora. Él era unos centímetros más alto que yo, y su constitución podía realmente competir con la de Emmett, pero como había demostrado una y otra vez Emmett, ser más grande no significaba necesariamente ser más fuerte... Él resopló, como si pudiera leer mis pensamientos. "¿Los agentes externos están funcionando bien para ti y tu familia?" "Bueno, todavía estamos vivos" - se rió - "así que diría que sí, por ahora". Yo sonreí. "Van a estar ahí siempre y cuando los necesitéis". Él asintió con la cabeza. "Entonces, ¿cómo está Bells?" Yo no le contesté. "Jesucristo, sé que no me puedes decir dónde está, ¿pero podrías por lo menos decirme cómo está?". "Ella está... segura". Él me miró. "¿Si ella está tan segura, entonces por qué parece que tienes un gran palo en el culo?". Una vez más, no contesté, pero el hecho de que él pudiera leerme tan fácilmente me preocupó. - 477 -

"¿Cuándo tus sentimientos hacia Bella dejaron de ser románticos?" Él me miró con sorpresa por lo que pude leer entre líneas. Cuando su boca se abrió, se vio listo para maldecirme, pero bruscamente la cerró de nuevo y se enroscó el labio, me miró con los ojos entrecerrados. "Yo... estaba enamorado de Bella desde que éramos niños, pero para ella siempre fuimos sólo amigos. Eso pareció cambiar un verano", dijo sonriendo. "Nos mantuvimos en contacto cuando ella estuvo en Phoenix, y yo tenía la esperanza de que en la primavera, cuando ella llegara para una visita, nosotros...", se apagó y bufó, tragando fuerte y pasándose una mano, nervioso, por su pelo negro como el azabache. Su piel naturalmente oscura se volvió de color burdeos. Sí, sabía exactamente lo que él había estado esperando en la primavera. "Obviamente, después de lo ocurrido, un romance era la última cosa en su mente. Y al final... Leah y yo...", se encogió de hombros. "De todos modos, es como las cosas estaban destinadas a ser". Asentí con la cabeza lentamente. "Sí, lo estaban. Pero todavía la quieres". Sostuvo mi mirada. "Yo siempre voy a quererla. Es diferente ahora". Sabía eso, por supuesto. Jacob tenía su propia familia que cuidar, un padre en silla de ruedas, el hermano menor de Leah - quien parecía adorarlo por lo que vi cuando llegamos por primera vez - y una novia muy embarazada. Pero siempre querría a Bella. Y por eso él era el único en quien podía confiar con referente a ella. Así que saqué el sobre cerrado y se lo ofrecí. Jacob lo miró durante unos segundos antes de extender su mano y tomarlo. Él puso el sobre contra su lado. "Si algo va… mal" - asentí una vez con la cabeza - "me aseguraré de que Bella descubra el camino de vuelta a aquí, a ti... y a tu familia". "Ella no se quedará", él sacudió la cabeza con rapidez. "Trataré de hacerla permanecer aquí antes-" "Sé que ella no lo hará", pude confirmar. "Dale eso", señalé con la barbilla el sobre en su mano. "Es lo que va a necesitar... por si acaso..." Jacob dio una respiración profunda y exhaló lentamente. Mi plan era que Bella y yo a desapareciéramos juntos. La última cosa en el mundo - 478 -

que quería era dejara sola. Pero pasaban las semanas, el juicio estaba más cerca, las pruebas se estaban montando, Kate estaba como una mierda, aunque James se veía tan confiado como siempre. Era cierto que ninguno de ellos debía tener alguna idea de que Garrett se había vuelto contra ellos, pero todavía había demasiadas incógnitas. Cuando nos fuimos a tomar unas copas la otra noche, James habló y habló sobre todas las pruebas que se estaban plantando en el gobierno. Él dijo que se negaría a hundirse por delitos que no había cometido. Habló de anulaciones de juicios cuando el juicio aún no había sucedido, y la idea de él y Kate sabiendo tanta cuestión técnica se convirtió en otra cosa que me perseguía. No podía dejar la sensación de que me estaba perdiendo algo aquí. Así que estaba cubriendo todas mis bases. "Te estoy pidiendo que me ayudes a mantenerla a salvo, Jacob. ¿Lo harás?". "Por supuesto", respondió él, todo descaro y arrogancia se habían ido, como yo sabía que harían. "Claro que voy a hacer eso". Oooooooooo De vuelta en la práctica, fue igual que los últimos días. Uno nunca se imaginaría al mirarlo que Garrett estaba listo para lanzar a Kate a los perros. En todo caso, parecía más tranquilo, más en paz consigo mismo. Le miré y me pregunté por qué no acababa de romper las cosas con Kate, y entonces creí que sólo estaría cagado de miedo y querría esconderse bien. Al igual que Bella, él había sido informado por el Departamento de Justicia que su declaración debía ser entregada antes de poderle proporcionar una casa de seguridad, y no era fácil trabajar día tras día rodeado de asesinos, sabiendo que tu secreto podría estallar en tu cara en todo momento. Yo debería saberlo. Jasper me dijo que Garrett había sido asignado a una oficina separada para mantener mi cubierta - así como la del resto del equipo - intacta. Mi cubierta no sería revelada hasta que el juicio estuviera programado para comenzar. Hasta entonces, yo seguía siendo Anthony Masen. Garrett había hablado de que James se había jactado del brazalete, así como del hecho de que Kate desapareció ese fin de semana que los padres de Bella fueron asesinados, no tenía idea de a dónde se fue, pero cuando regresó, sus brazos estaban llenos de arañazos pequeños, como si hubiera estado corriendo a través de los árboles... Mientras tanto, él y yo pretendíamos que todo estaba bien separado de la práctica. Hablábamos, veíamos a los pacientes, discutíamos los tratamientos, programábamos las cirugías necesarias. James se sentaba en mi oficina y se quejaba - 479 -

del próximo juicio, de las mentiras que el gobierno estaba dispuesto a decirle para encerrarlo. Y Kate ya no me miraba. Sin embargo, yo era más cuidadoso que nunca cuando iba a casa por las tardes, y también le había dicho a Emmett y a Alice que estuvieran más atentos. Un par de veces yo había hecho mi paseo por mi edificio, sintiendo el pelo de la nuca de punta, pero cuando miraba a mí alrededor... nada. Siempre había tenido un gran instinto, por lo que me mataba sentirme en el borde, paranoico, y no tener nada a lo que lo atribuirlo. Bella no quería estar sola, y ella no podía acercarse a las ventanas. Creo que ella finalmente había consigue eso. Por mucho que yo estuviera temiendo el juicio por todo el dolor que iba a hacerle a Bella, también estaba ansioso por ello, porque James y Kate finalmente fueran encerrados y yo no tuviera que desempeñar el papel de Anthony Masen por más tiempo. Por fin iba a poder dedicar todas mis horas para cuidar a Bella, por todos los medios que ella necesitaba. Oooooooooo Tan pronto como Alice abrió la puerta de la calle, los oí en la parte posterior. "¡Más fuerte, Swan! ¡Más fuerte!". Escuché gruñidos y gemidos de Bella y rápidamente hice mi camino a la habitación de invitados, con Alice pisándome los talones. Al principio ellos estaban tan metidos en el tema que ni siquiera nos vieron ni a Alice ni a mí allí de pie. "¡Levanta la pierna más alto, pájaro Swan! ¡Vamos!", Emmett gruñó. "¡Muéstrame lo que tienes!". "¡Deja de llamarme pájaro Swan!", Bella dijo a través de sus dientes apretados, dando patadas con la pierna en un ángulo recto casi perfecto, mientras que al mismo tiempo daba un puñetazo de derecha en dirección a la mandíbula de Emmett. Él lo bloqueó y Bella giró y saltó sobre la otra pierna, dándole una patada a la ingle. "¡Oomph!", Emmett medio gritó y se medio rió. "Muy buena". Ella se dio la vuelta para mirarlo de nuevo, con las manos envueltas en frente de ella y rebotando ligeramente de lado a lado sobre sus pies envueltos. A pesar de que llevaba puesto un sujetador deportivo y pantalones cortos, una fina capa de sudor se estaba formando en su piel desnuda, y sus hombros y su firme estómago brillaban con él. Se miraron el uno al otro y luego Bella comenzó a golpear, gruñendo y - 480 -

gimiendo con cada lanzamiento de sus puños. Emmett ofreció sus propios golpes y ellos fueron bloqueados, recibió golpes superiores, inferiores, patadas y saltos, hasta que Emmett pilló el puño derecho de ella entre sus manos y retorció los brazos de Bella hasta la espalda. Ella gritó. "¡Detente!", aullé. Por primera vez ambos miraron hacia la puerta y me vieron allí. Los ojos de Emmett se agrandaron. "Hombre Ed, ella está bien", Emmett empezó. En dos zancadas tuve el brazo de Bella en mis manos, examinándolo y haciendo caso omiso de Emmett. Por ahora. "Edward, estoy bien", insistió Bella mientras yo inspeccionaba cuidadosamente su brazo. Ella estaba respirando con dificultad por el esfuerzo. "Estoy bien, Edward", ella insistió en un tono frustrado. "Sólo estábamos-" "No estás más que haciéndote daño a ti misma sin necesidad", silbé, poniendo su brazo hacia abajo una vez que estuve satisfecho de que el mierda de Emmett no se lo hubiera roto. "¿Cuándo vas a dejar los juegos?", exigí, mirándola. Ella mi miró de nuevo, desafiante. "Yo no juego, Edward. Te lo he dicho". "¿Y en qué coño estabas tú pensando?", dirigí mi ira sobre Emmett. "¡Podrías haberle roto el brazo!". "Nunca le hubiera roto el brazo, Edward", Emmett respondió con frialdad. "Yo sé cuando parar". "Sí, claro, justo en el mismo borde de mierda", resoplé furioso. "Estábamos practicando con ella, Edward" - Alice se unió - "asegurándonos de que podría protegerse a sí misma si alguien alguna vez-", ella paró. Yo estaba en el centro de la habitación mientras todos me miraban. "¿Si alguien alguna vez, qué?", escupí. Eran esas palabras no dichas las que me perseguían. Mi mano se acercó a mi pelo y yo lo agarré con dolor, porque era lo correcto. Después de todo lo que había, ella tenía que saber cómo protegerse a sí misma, y sentí que quería patearme a mí - 481 -

mismo porque Emmett y Alice habían sido capaces de ver eso más claramente que yo. Bella me miró con recelo, mordiéndose el labio. Ella suspiró profundamente. "Alice, entréname, por favor". "No", le dije. Se detuvo y miró hacia arriba, sorprendida. Caminé más cerca de ella, parándome a un par de centímetros de distancia. "¿Puedes seguir o tu brazo te molesta demasiado?". "Mi brazo está muy bien", dijo obstinadamente, levantando la barbilla. "Todavía puedo hacer algo". Di una respiración profunda y tomé sus manos, elevándolas en frente de ella. Su frente se arrugó y nuestros ojos se quedaron unos en los otros. "Necesitas saber cómo anticiparte a la que será la técnica de tu oponente en la pelea". Ella frunció el ceño y me miró por unos segundos. "¿Cómo puedo anticiparme?". Yo sonreí. "Bueno, mira a Emmett. Es enorme. Con exceso de confianza. Rara vez serio. Él va a pelear de la misma manera. Así que sólo tienes que permanecer fuera de su camino hasta que él se haya cansado". "Ahhh", dijo ella, levantando la cabeza y asintiendo, como si algo de repente tuviera sentido. "Hey, no regales mis estrategias, hombre", se quejó Emmett. Rodé los ojos e hice caso omiso de él. Tenía la suerte de estar todavía ahí de pie. "Y Alice. Es pequeña y juguetona también. Ella va a estar revoloteando por todo el lugar tratando de cansarte, por lo que tienes que sacar esa mierda de su cabeza y no dejar que se mueva demasiado alrededor tuyo". "Hey, hey, hey", se quejó también. La ignoré. Bella se rió. Sonrió poco a poco, y pude ver el mal construyéndose por la forma en la que sus ojos negros brillaban. "¿Y tú? ¿Cómo peleas, Edward?". - 482 -

La miré, retirando con cuidado mi chaqueta, mi arma y mi funda, deshaciendo la corbata, los zapatos, y entregándole todo a Alice. Ella lo tomó y se alejó. Cuando moví mi cabeza de lado a lado una vez, y luego puse dos dedos en dirección a ella, Bella levantó una ceja. En dos segundos los puños empezaron a volar. Combatir con Bella era... emocionante, había adrenalina y miedo a la vez, porque ella no era una asesina al azar en la calle, era la mujer que amaba a la que estaba tirando hacia abajo. Aún así, estuve más orgulloso que amenazado al ver la cantidad de poder que en realidad tenía en su pequeño cuerpo, especialmente en aquellas piernas perfectas y atléticas suyas. Ella era tan putamente flexible y rápida, y pronto se las arregló para que yo sudara y respirara con dificultad. Yo amaba eso. Cuando pensé que ella había tenido bastante, pasé los pies por debajo de ella y la cogí en mis brazos antes de que ella cayera de plano en el suelo. Ella se chupó los dientes y su pecho se levantó, pero sonrió, sus ojos negros ardían por toda la adrenalina a través de su sistema. Yo tenía sus brazos sobre su cabeza. "Entonces, ¿qué has aprendido?", le pregunté sin aliento por nuestra lucha. "Que como todo lo demás que haces, tú luchas por instinto. Eres fuerte y ágil, y casi siempre puedes anticipar el siguiente movimiento". Sonreí con aire de suficiencia. "Tú no eres tan mala tampoco, Catwoman. Esas piernas... Jesús...", incliné los ojos sobre ellas. "Idiota", se rió. Yo me reí entre dientes también y llevé mi boca a la suya. Ella tenía un sabor delicioso a sudor. "Y con eso, la lección obviamente ha terminado. Hemos acabado aquí", dijo Alice. Mis ojos se abrieron y me di cuenta de que me había olvidado por completo de ella y de Emmett. Estuve a punto de pedir disculpas por la forma en la que había entrado aquí antes, cuando Emmett abrió la boca. "Hey pájaro Swan, ¿cómo es que tu y yo nunca hemos terminado las sesiones de ese modo?", él se rió. Antes de que pueda arremeter contra él, Alice se llevó a Emmett lejos. Bella se rió y me estiró hacia abajo sobre ella, así Emmett vivió para ver otro día. Oooooooooo Después me llevé a Bella al jacuzzi para relajar nuestros músculos, pero la - 483 -

adrenalina que seguía bombeando a través de nuestros sistemas estaba pidiéndonos a los dos su liberación. Habíamos construido una gran cantidad de energía en nuestro combate, y de alguna manera ambos supimos al instante que hacer el amor no lo arreglaría esta noche. En su lugar, mientras que las burbujas del baño se remolinaban a nuestro alrededor, asolé a Bella, acaparando y reclamando cada centímetro de su cuerpo, y ella hizo lo mismo conmigo. La sesión de entrenamiento nos había dejado con una necesidad que no podía ser apagada con dulzura lenta. Lo que hicimos fue áspero y duro, y al parecer, exactamente lo que ambos necesitábamos. Nos apretamos, mordimos y demandamos, empezando en una posición y luego haciendo otra y otra hasta que me metí con fuerza en Bella desde atrás, empapando el suelo con agua de la bañera mientras ella se apoyaba en el borde de la bañera, gritando por más. El agua pasó de caliente a fría en el momento en el que le di el último empuje y me vacié en el interior de ella mientras ella gritaba mi nombre. Ella se despertó una hora más tarde mientras yo estaba sosteniéndola contra mí en la cama, jugando con su pelo oscuro y sedoso a la luz de la lámpara tenue y acariciando el tatuaje redondo sobre su muslo. Me había pasado un poco de tiempo besándolo en las últimas semanas, sintiendo su suave rugosidad contra mis labios. Era un recordatorio de sus padres, pero también era un recordatorio de todas las formas en las que Bella había tenido que protegerse a sí misma... "Bella...", dije. "¿Hmm?", ella respondió soñolienta, encajándose a sí misma más profundamente en mí, como siempre hacía. "¿Qué dijo exactamente... Kate esa noche, cuando te escondiste detrás de ese árbol?" Bella se puso rígida en mis brazos. Me hubiera gustado conocer una manera más fácil de llevar estas cosas, pero en realidad, no la había. La oí tragar fuerte. "Ella dijo..." - susurró - "ella dijo: 'ella tiene que estar en alguna parte, James. Vamos a poner fin a todo si se escapa' ". Pensé en eso por un par de minutos, dándole vueltas y vueltas en mi cabeza, mientras el pecho de Bella se elevaba y caía en mis manos. Besé su hombro con ternura y ella se relajó un poco. "¿Y qué dijo James?" - 484 -

"Él le dijo que se calmara", ella estuvo callada por un tiempo. "Él me llamó 'chica'. 'No hay lugar a donde ir, chica', y 'quiero que sepas que no quería hacer esto, chica', sonó como..." "¿Qué?", la animé, jugando con su pelo. "Parecía casi... como si estuviera disculpándose... como si matarme a mí no fuera algo que estaba esperando", ella se removió lentamente en mis brazos y cumplió con mi mirada. "¿Por qué me hace estas preguntas?". No debería estar preguntándolas, y los dos lo sabíamos. Estas eran cosas que sólo los abogados debían preguntar. "Bella, amor, ¿estás segura de recordar todo correctamente? Quiero decir, si estás segura de que tu memoria no estaba distorsionada por el miedo o la adrenalina, o...", el dolor en sus ojos me detuvo en seco. "¿Por qué dudas de mí ahora?", susurró. Envolví mis brazos con fuerza alrededor de ella antes de encontrarme con su mirada herida. "Bella, no estoy dudando de ti, pero en el juicio la defensa va a estar buscando en todos los ángulos, buscando cualquier oportunidad para desacreditar tu testimonio. Incluso si tú cometes un error con el más mínimo detalle, van a saltar sobre él. Sólo quiero asegurarme de que recuerdas todo lo que exactamente pasó, amor, porque si lo mezclas con algún detalle estúpido mientras estás ahí arriba, yo...", bufé por la frustración y nos giré para que ella estuviera encima de mí. "Puede ser que les mate a todos, al juez, a los abogados defensores, a todos ellos". Ella negó con la cabeza y sonrió tristemente, pasando sus labios ligeramente por encima de los míos. "No voy a mezclar nada, Edward, porque estoy segura, y no hay nada que puedan decir para desconcertarme". Tan engreído como él era, Jacob tenía razón con Bella, ella no era una persona histérica, no importaba qué pasara. Estuvimos encerrados uno en la mirada del otro durante unos minutos, y luego suavemente la aparté de encima de mí y me senté, poniendo mis piernas sobre el borde de la cama. Di una respiración profunda antes de abrir el primer cajón de mi mesita de noche. - 485 -

Los ojos de Bella se ensancharon y se sorprendió cuando tiré el arma y descansó entre nosotros. Ella se puso el edredón con fuerza contra su pecho. "¿Qué?..." "Bella, quiero darte esto". Ella la miró y resopló con voz temblorosa. "Ehh, ¿qué dices cuando el hombre con el estás durmiendo te regala una pistola? Gracias, pero unas flores hubieran estado bien". "Bella, lo digo en serio". "Yo también", su cabeza se movió, sus ojos brillaban entre mí y la pistola. "Gracias, pero no, gracias". Tomé su barbilla con mi mano. "Escúchame. Tengo que estar seguro de que te puedes defender, en todos los sentidos". Ella estaba aterrorizada, podía verlo en sus ojos, lo sentía por cómo su cuerpo había comenzado a temblar ligeramente. Pero yo era un hombre guiado por los instintos. Y mis instintos me decían que tan jodido como este don era, también era correcto. "Edward, no lo entiendes. No puedo". Sus ojos volvieron a caer en el arma de fuego y entonces los cerró herméticamente. "Shhh", yo le puse el pelo hacia atrás. "No está cargada, Bella", eso pareció relajarla un poco, y sus ojos volvieron a abrirse. "Te voy a enseñar". "¿Por qué?", ella preguntó. "Por la misma razón por la que Alice y Emmett te enseñan cosas todas las tardes". Ella me miró en silencio. "Edward...", negó con la cabeza, indecisa. "Vamos a comenzar con sujetarla, ¿de acuerdo?". Ella cerró los ojos una vez más, respiró profundamente antes de abrirlos, y poco a poco y tímidamente, asintió con la cabeza. Durante las siguientes noches Bella y yo hicimos más ejercicios de autodefensa, - 486 -

luego le enseñé conceptos básicos sobre armas de fuego y puntería. Me hubiera gustado poder llevarla hasta el campo de tiro de la Oficina, pero en lugar de eso practicamos con la Xbox un par de veces. Sus manos temblaban todo el tiempo. Era evidente que odiaba cada segundo de ello. "No más", gimió una noche, arrojando el arma de la Xbox abajo. "No quiero hacer esto. Odio las armas. Las reales, las falsas, las pistolas de los policías y las armas de fuego de los asesinos de mierda. Las odio todas, Edward. Ya lo sabes". "Sólo unos minutos más", le dije, tratando de mantener la calma. "No", ella silbó, mirándome. "¡No necesito aprender a sostener un arma o a disparar a alguien!". "¡Necesito asegurarme de que estás a salvo!". Ella agarró mi camisa entre sus puños. "¡Yo estoy segura! ¡Contigo siempre estoy a salvo!". "¡Yo no siempre podré estar ahí, Bella!", grité, envolviendo mis manos sobre las de ella. Ella cortó su respiración y sus ojos crecieron enormemente. Ella se alejó de mí. "¿Qué significa eso? ¿Qué estás planeando?" Yo había dicho demasiado. Había cosas que no estaba listo para contarle. "Te dije que te lo diría más tarde, cuando estuviéramos más cerca del-" Bella dio dos pasos más cerca de mí, hasta ponerse enfrente de mí, y sus ojos oscuros quemaban. Ella agarró mi camiseta aún más fuerte entre sus puños. "No", dijo entre dientes. "Dímelo ahora, Edward, no más tarde. ¡Pasamos todos los días jugando a las casitas, preocupándonos, riéndonos, luchando y haciendo el amor, pero necesito saber qué va a pasar después, Edward, y necesito saberlo ahora!". Miré sus ojos con la esperanza de que me diera más tiempo con las lecciones de las armas de fuego, con el plan para después del juicio, pero pude ver en el brillo de sus pupilas que ella había tenido suficiente, y no estaba retrocediendo. Me pellizqué el puente de la nariz y la miré a los ojos una vez más, envolviendo mis manos alrededor de su cara. - 487 -

"Después del juicio no podrás permanecer en esta parte del país". Ella dio una respiración profunda, frustrada. "Edward-" "No, no puedes quedarte". Mi tono le hizo saber que no me movería en eso. "Y yo no puedo ir contigo. Benjamín ha amenazado con rescindir el contrato si lo hago". Su cara se cayó. "Entonces... qué-" Le agarré la cara entre las manos con más fuerza y tragué fuerte. "Seis meses después de que te vayas, tendré un accidente y no encontrarán mi cuerpo. Esperaremos seis meses más. Te diré dónde ponerte en contacto conmigo si aún me quieres, y luego te encontraré, si tú quieres. Cambiaré mi nombre, conseguiré un trabajo, me casaré contigo... tú podrás terminar la escuela y convertirte en una maestra, si eso es lo que quieres... vamos a tener una familia... todo... tú y yo... juntos... siempre..." Sus ojos estaban llenos de sorpresa, y su mandíbula colgaba ligeramente abierta. Después de unos momentos se le cayó la cabeza y mis manos cayeron a mi lado mientras mi corazón palpitaba a un ritmo desarticulado. "Eso es... un plan realmente horrible, Edward", ella susurró. Cerré los ojos con fuerza contra el ataque de dolor repentino en mi pecho. "Dime qué parte", asentí con la cabeza con estoicismo. "Podemos cambiar algunas cosas... si no lo quieres así... o... lo que sea". Cuando por fin habló, ni siquiera fue un susurro. Tuve que hacer un esfuerzo para oírla. "¿Qué puedo cambiar en ese plan de mierda, Edward, cuando lo haces parecer tan maravilloso?", ella se encontró con mis ojos con esa mirada, la que ella ponía cuando quería llorar, si pudiera. "Hablas de" - tragó y sacudió la cabeza - "casarte conmigo y... una familia... todo lo gano yo en ese plan, ¿pero y tú? Tú pierdes todo. Tu carrera, tus amigos, tu familia-" Moví mis manos hasta su nuca. "¡No!", dije con brusquedad. "Por eso todavía no quería entrar en esto contigo. Yo no voy a pararme aquí y decir que no voy a extrañar a mis amigos, a mi familia, incluso a Rosalie. ¿Pero no te das cuenta que - 488 -

todo ello no significa nada sin ti?", una profunda tristeza llenó sus ojos. Ella empezó a sacudir su cabeza de nuevo, pero no se lo permití. "Tú eres la única sin la que no puedo funcionar, tú misma lo dijiste. Y el FBI... no es lo que pensaba que era. Quiero una verdadera vida, Bella. Quiero estar en la playa de Hawái contigo, y todo lo que venga después de eso". Ella estuvo en silencio por un infierno de tiempo, y me hubiera gustado saber lo que estaba pasando a través de esa hermosa cabeza suya, pero sus ojos estaban puestos en mi pecho, el cual se sentía apretado, luchando por aire, mientras esperaba a que ella hablara y me pusiera fuera de mi miseria. "Un año..." - respiró - "Edward, un año entero". Una oleada de esperanza se levantó dentro de mí. "Lo sé, Bella, lo sé. Pero tenemos que esperar", confirmé cuidadosamente. "No voy a dejar que él rescinda ese acuerdo. No lo haré". Durante mucho tiempo simplemente me miró, su expresión pasó del éxtasis a la agonía, a ser desafiante, y finalmente, resignada. "¿Podríamos... podríamos volver?". Aguanté la respiración mientras le respondí. "Si puedo estar seguro de que definitivamente estarías a salvo, entonces tal vez seríamos capaces de volver algún día". Ella dejó caer su cabeza de nuevo y la agitó, quejándose. "Lo siento". Fue como si un cuchillo se hubiera excavado profundamente en mi pecho. ¿Podría realmente haber estado tan equivocado al pensar que ella querría las mismas cosas que yo? Tragué el nudo en la base de mi garganta. "No te disculpes, Bella. El matrimonio, una familia, son grandes pasos, y yo probablemente no debería haberlo planeado como si tu también lo quisieras-" Ella levantó la vista y sonrió. "Lo siento porque estarás sacrificando mucho, y yo voy a dejarte hacerlo..." Le corté poniendo mi boca sobre la de ella con firmeza. "¿Eso significa que la parte del matrimonio está bien?", le pregunté, dejándola sin aliento. "Más que bien", ella sonrió con los ojos brillantes. "Pero no lo consideraremos una - 489 -

propuesta oficial". Me reí entre dientes y le di un beso tan largo y duro que ambos jadeamos. "Te debo un anillo", yo sonreí. "Me gustaría conseguirlo mañana, pero tengo una cirugía a las cinco de la mañana". Ella rodó los ojos. "Ves a salvar vidas. Como he dicho, esto puede esperar... hasta que estemos en esa playa, claro", sonrió con ironía. Oooooooooo En la cama esa noche, mirando a mi futura esposa, permití que mi pecho se llenara de esperanza otra vez. Miré a Bella y vi lo que había por delante para nosotros, era muy tranquilo, normal... y felizmente glorioso. Ahora, cuando me acordaba de Leah Clearwater, mi pecho no se apretaba más. Sin embargo, cuando me alejé en una nube de bruma, no soñé con Bella vestida de blanco, o conmigo esperándola bajo un dosel de flores. En cambio, vi como si estuviera en una película, ya que Bella corría frenéticamente a través del bosque oscuro, sus ropas estaban empapadas porque acababa de salir del río. Ella se agachaba detrás de un árbol mientras lagrimas silenciosas corrían por su rostro y su brazalete sonaba ruidosamente alrededor de su muñeca. Y luego veía a Kate, y un hombre con un pasamontañas negro, saliendo de detrás de los bosques y mirándola directamente. Yo quería correr hacia ellos, matarlos con mis propias manos, verlos tomar sus últimas respiraciones agonizantes. Quería gritar a todo pulmón y decirle a Bella que corriera. Pero estaba congelado, impotente ante el horror que se desarrollaba ante mis ojos. No salía ningún sonido de mi garganta. Así que en lugar de eso, yo estuve ahí, inútil. 'Ella tiene queestar por aquí.Vamos a ponerfin a todosise escapa', Kate dijo en voz alta. Oí las palabras, pero fue como si estuvieran siendo habladas en un idioma que no entendía. Porque a pesar de que eran tan claras como una campana, no tenían ningún sentido en el orden en el que estaban. Ellas se reproducían una y otra vez en mi sueño, pero no importaba cuántas veces las escuchara, sonaban absolutamente... mal.

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No sé qué pasa que hay muchas chicas que ahora salen con el nombre de Guest, creo que me he apuntado bien todos los correos, si veis que cuando acabe el fin no os llega, me enviais un privado, ¿vale? Que tengo un poco de lio con las chicas con ese nombre. Anita Cullen, mandame si quieres un privado con tu correo, o ponmelo en el comentario, lo que tu veas ;) ¡Nos vemos mañanaaa! :D

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106, Samantha Mya, Danii Belliner Cullen, ini narvel, Gabllie, HLNRJRQR, anon, Mafer Masen Cullen, solecitopucheta, CrissYmell, Lore562, LayMe, Lupita Calvo, Guest, Adrianne GM, EllaesCM, Andy´s dreaming, Sakiritta Uchiha, JessMPattinson, Beautiful Dragonfly, lagie, Little Meyer. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 31 La ventana de la habitación Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Bueno, nos quedan 10 capis, lo que quiere decir que toca algo "malo" antes del final feliz... aqui empezamos con la... acción ;)

Capítulo 31 -La ventana de la habitación BPOV Estábamos corriendo por la oscuridad, Edward y yo. Los sonidos de la caída de la noche se mezclaban con nuestra respiración rápida. Los búhos ululaban, sus ojos oscuros brillaban como linternas misteriosas, iluminando el camino para nosotros. A lo lejos, un lobo aullaba dolorosamente, un sonido extraño, como un grito de duelo. Nuestros pies golpeaban fuertemente la tierra húmeda y resbaladiza por las lluvias constantes. Grandes ramas de árboles y arbustos puntiagudos arañaban nuestros brazos y nuestras caras, como un millar de pequeños cuchillos cortando profundamente en la carne suave. Mis lados dolían por tanto terror y esfuerzo, y tiraba de la mano de Edward, rogándole que redujera la velocidad. Pero él se negaba, tirando de mí, prácticamente llevándome a rastras cuando me resbalaba y caía. Pero toda nuestra carrera no servía para nada. Nunca lo hacía. Era un sueño, me había dado cuenta de esto. Un terror que se repetía a pesar de los cálidos brazos en los que pasaba las noches, se negaba a desaparecer, o al menos a cambiar su clímax horripilante. En cambio, con cada noche que pasaba el sueño se hacía más y más fuerte, como si tomara vida propia, moviéndose más y más lejos del reino del mero subconsciente y del reino del aquí y ahora. Así que aunque sabía que no era real, cuando el hombre de la máscara nos encontraba, como siempre hacía, yo estaba tan impotente como siempre como para detener la cadena de acontecimientos que seguían. De alguna manera nos acorralaba, como siempre hacía, sus ojos azules eran fieros y triunfantes, como siempre eran, y brillaban como los de los búhos posados en los árboles, como siempre hacían. Edward me tiraba detrás de él, tratando de protegerme de la pistola que siempre salía a flote. Yo me quedaba quieta, mi corazón se aceleraba, el miedo corría a través de cada fibra, a la espera... hasta que me daba cuenta de que el arma no - 492 -

estaba apuntándome a mí, sino a Edward. El miedo se convertía en un horror inimaginable. Todo. El Tiempo. Abría la boca para gritar. Pero... … algo había cambiado... El arma de fuego que por lo general me despertaba en este momento, no llegaba. En cambio, Edward agarraba mis hombros y me apartaba para enfrentarse a él por completo. Sus ojos verdes daban luz en los míos con una intensidad de combustión. "¡Bella, recuérdalo!", me ordenaba. Yo fruncía el ceño ante él, confusa, porque esto nunca había sucedido antes, y no tenía ni idea de lo que estaba hablando. Sin embargo, cuando abría la boca para preguntar, no salía ningún sonido. Él me sacudía de nuevo, más fuerte esta vez, con sus dedos excavándose insistentemente en mis omóplatos. "Recuérdalo", él silbaba, la desesperación estaba grabada profundamente en las líneas de su frente. Entonces algo apareció contra la superficie de mi mente, algo nuevo, como un pequeño capullo intentando romper la dura tierra, y si le dabas suficiente tiempo se liberaba y florecía en algo enorme, algo inimaginable. Cerré los ojos otra vez, esforzándome, deseando que viniera a mí, porque la desesperación de Edward dejaba claro que de alguna manera era increíblemente importante. Un baile de cien imágenes diferentes pasaron ante mis ojos y yo quise que se pararan, pero tenía miedo, no podía pensar, no podía hablar, y no importaba cuánto lo intentara, las imágenes sólo seguían bailando y bailando más"Bella, estamos fuera de tiempo", Edward susurró de pronto, su voz se ahogaba en la tristeza. Mis ojos se abrieron de golpe y la cabeza de Edward se azotaba hacia el hombre de la máscara. Al igual que un choque de trenes que no podías dejar de mirar, yo seguí la trayectoria de los ojos de Edward, sabiendo lo que iba a ver porque esta parte del sueño era horriblemente familiar. Los ojos azules del hombre enmascarado - 493 -

brillaban, prácticamente resplandecían en la oscuridad de la noche, como siempre hacían en este momento. La pistola subió de nuevo, teniéndolo a él como objetivo... ... y finalmente un pensamiento nuevo y difícil de alcanzar se rompió a través de la superficie, mientras la fuerte explosión llenó el aire... Me desperté sin aliento, mi corazón amenazaba con salirse de mi pecho mientras llegaba con hambre hasta Edward, necesitando el calor suave de su cuerpo como un recordatorio de que era sólo un sueño, que él estaba seguro y dormido a mi lado, que el hombre de la máscara sólo podría hacerle daño en mi subconsciente y que pronto, una vez que esta pesadilla hubiera terminado, ni siquiera estos terrores nocturnos estarían detrás de nosotros dos. En cambio, mientras mis brazos le buscaban desesperadamente bajo el calor de las mantas, se encontraron el vacío y el frío. Entonces recordé que el Dr. Masen tenía una cirugía esta mañana. Edward ya se había ido. Un fuerte ruido de un trueno estalló en la oscuridad del cielo, retumbando en las ventanas, y me hizo débilmente consciente de que ese era el sonido que acababa de escuchar en mis sueños. Cada vez que me despertaba, ese sonido y el arma de fuego era lo que recordaba, lo que quedaba claro en mi mente durante horas y horas. El resto siempre se perdía donde todo lo sueños olvidados iban a morir. En eso, este sueño no era diferente. Los números luminosos del reloj apenas marcaban las cuatro de la mañana, dándome a entender que Edward acababa de irse. Di una respiración profunda y pasé mis dedos por la longitud de mi pelo enredado, escuchando la rabia de la tormenta en las primeras horas de la mañana. Aunque me había despertado y mi conciencia se había dado cuenta de que era sólo un sueño, la ausencia de Edward hacía más difícil que mi corazón se convenciera de ese hecho. Me acosté en la cama durante quince minutos, deseando que mi corazón y mi pulso fueran más lentos, los escalofríos corrían por mi espina dorsal arriba y abajo. Cuando por fin me las arreglé para llegar a algún tipo de control, me levanté y fui hacia la ducha, porque no iba a dormir más de todos modos. "¿Bella, te levantas ya?", Alice me dijo desde la sala de estar mientras yo abría y cerraba los cajones, consiguiendo mis cosas. Ella o Emmett siempre llegaban antes de que Edward se fuera, no importaba la hora. "Sí, me levanto ya", le respondí, mi voz seguía siendo áspera y desigual por el - 494 -

sueño. "¿Por qué tan temprano?", preguntó. Decidí renunciar a la respuesta larga y acabé dando una corta. "No podía dormir". "Bueno, vale, voy a preparar el desayuno", dijo con una nota de emoción. A Alice le gustaba practicar sus recién adquiridas habilidades culinarias en mí, pero, a diferencia de Emmett y de Edward, yo no tenía el corazón para decirle lo mucho que apestaban. En su lugar me estremecía cuando ella me preguntaba. "¿Huevos estrellados, tortitas y salchichas?" Un logro relativamente fácil para la mayoría de la gente. Para Alice… podía ser como aspirar a escalar el K2. "Claro, eso suena muy bien", me estremecí, porque prefería comerme una tarta fría de palomitas. Ella chilló y la oí corretear hacia la cocina mientras yo rodaba los ojos y me iba a tomar un baño. Después de un baño rápido y caliente, me puse unos pantalones cortos y una camiseta sin mangas, porque aunque había una tormenta fuera, siendo sinceros, yo no iba a ir a ninguna parte. En el último momento decidí ponerme la camisa que Edward se puso ayer. El sueño me había dejado inquieta, necesitaba su olor a mí alrededor. La inquietud parecía que siempre se quedaba alrededor después de la pesadilla, pero era prominente esta mañana oscura, tan penetrante como la oscuridad que aún perduraba en la estela de la noche. Aspiré profundamente mientras me cepillaba el pelo y una pequeña sonrisa se las arregló para formarse en mis labios, porque el aroma limpio y almizclado de Edward salió de su camisa por el aire. Ayudando a calmar mis nervios. "Toda una tormenta hay ahí", Alice dijo en voz alta mientras el trueno y el rayo batallaban por la supremacía más allá de las cuatro paredes que me rodeaban. "Sí, la hay", estuve de acuerdo. La fuerte lluvia que caía esta mañana tampoco estaba ayudando a mi estado de ánimo. Si tan solo pudiera ver el sol otra vez, tal vez sería más fácil pelar contra este sentimiento de temor que venía a mí cada vez más espeso con cada pesadilla. Mis ojos se fueron con nostalgia hacia la ventana, y suspiré, llevándolos hacia mi pálido - 495 -

reflejo. Necesitaba sol. Necesitaba esa playa con Edward. Otra pequeña y vacilante sonrisa luchó su camino más allá de la inquietud en mi corazón mientras recordaba la conversación de anoche. Yo resoplé para mí misma. Matrimonio. Realmente fue curiosa la manera en la que él habló del tema. Como si alguna vez le pudiera decir que no. Como si, a pesar de toda la oscuridad, soñar con algún día ser su esposa no hubiera sido una luz importante en mi pensamiento desde que nos habíamos convertido en lo que éramos. El hecho de que él tuviera que dejarlo todo y a todos detrás para hacer esto posible era lo que aún me llenaba de un profundo sentimiento de culpa. Pero me consolaba con la posibilidad de que algún día podríamos volver. Tal vez algún día yo le podría devolver a sus amigos y a su familia. Tal vez algún día, incluso podría reclamarlos como míos... Bueno... todos, excepto Rosalie, esa perra fría. Cómo eran gemelos, nunca lo sabría. Tal vez hubo una confusión en el hospital... "Bella, cariño, ¿estás lista? ¡Ya casi he terminado con los creps!", Alice cantó, haciéndome sonreír a pesar de la oscuridad, todavía me agobiaba esta mañana triste. Y a pesar de ese hecho, pude oler como los creps se estaban quemando. Suspiré y me até el pelo. "Ya voy". Si nada más me mataba, la cocina de Alice lo haría. A medida que cruzaba la habitación, contemplé la posibilidad de decirle a Alice lo que Edward y yo habíamos decidido ayer por la noche. En las últimas semanas, ella se había convertido en lo más parecido que había tenido a una amiga, incluso a una hermana, y la idea de dejarla pronto envió un espasmo de dolor a través de mi pecho. Era un hecho agridulce que Edward no sería el único que dejaría a gente detrás. Alice, Emmett, Jake, Jasper... mi familia... No, yo decidí que no se lo dirá a Alice, aunque fuera difícil. Incluso en las familias había secretos necesarios. En primer lugar tenía que hablar con Edward yEl más fuerte trueno sonó y el relámpago brilló a través de las persianas bien cerradas con tanta furia que fue como si la naturaleza estuviera sacudiendo el mundo. Se iluminó toda la habitación con una incandescencia luminosa que me detuvo en seco. Miré el juego de la brillantez llenando toda la habitación, - 496 -

maravilloso en su belleza, en su pureza, y Jesús, quería aire libre. Echaba de menos el olor de la lluvia sobre los bosques y el hormigón por igual, el brillo que descansaba sobre los árboles y los coches después de una lluvia. Echaba de menos la sensación de las gotas de lluvia sobre mi piel desnuda, y aunque sabía que no debía, estuve de repente en la ventana, jugando con mis dedos sobre los bordes de las persianas mientras otro destello de un rayo pasó a través de la habitación. Estaba oscuro, tanto fuera como aquí, y me sentía extrañamente sola hoy, inquieta. Si tan sólo la levantara un poco, durante cinco segundos, nadie me vería. Nadie lo sabría nunca, el pequeño diablo rojo en el hombro me lo confirmaba con una canción. Conté los segundos en silencio mientras levantaba lentamente la persiana, porque sólo quería ver un poco, algo pequeño y rápido, y otro destello de luces eléctricas en el cielo fue todo lo que me llevé. Una, dos, tres… gotas pesadas de lluvia caían desde arriba, llenando las calles todavía vacías y creando corrientes a lo largo de la acera, sumergiéndose en las alcantarillas pequeñas. Cuatro, cinco… ahí estaba, la siempre presente furgoneta negra, en un ángulo diferente del que se veía desde las ventanas de la sala, pero seguía siendo la misma. Me familiaricé con la forma en la que la luz de las farolas se reflejaba en la misma, con la suavidad de sus lados, con la oscuridad de sus vidrios polarizados. La camioneta estaba siempre allí. Nunca cambiaba. Excepto... hoy. A través del brillo dorado de los rayos vi cómo la parte delantera, la puerta del lado del conductor, estaba entreabierta mientras la lluvia caía insistentemente sobre un asiento de cuero negro vacío. Giré la cabeza hacia un lado, curiosa, pero con cinco segundos fue todo lo que vi, me dejé caer en el lugar y me alejé. La tormenta golpeaba la ventana cerrada mientras yo retrocedía y trataba de dar sentido a los pocos segundos que acababan de transcurrir. La puerta del coche estaba abierta. En la lluvia. Pensé en el Agente Newton, aunque nunca lo había visto. ¿Estaba de guardia esta mañana? ¿Se suponía que simplemente había salido a caminar? ¿Se suponía que iba a dejar la puerta abierta? ¿En la lluvia? - 497 -

Con el ceño fruncido en la frente, me mordí los labios y me dirigí hacia la sala de estar. Mi corazón empezó a latir rápido de nuevo mientras llegaba a la habitación y me detenía una vez más, pensando cuidadosamente. Alice me dijo que me podría meter en una mierda de carga de problemas por ir a la ventana. Quizás Newton o quien estuviera a cargo por ahí podría meterse en problemas por dejar la puerta del coche abierta. No me extrañaría que Edward le pateara el culo en esta ocasión. Pero la puerta estaba abierta... En la lluvia. "¿Alice?", la llamé, vacilante. Cuando ella salió de la cocina, estaba sonriendo, ajena al hecho de que el humo negro de la sartén en su mano no auguraba nada bueno para la comestibilidad de los creps que ella estaba cocinando. Ella estaba de pie en el umbral. "Bella, los huevos están listos, pero los creps tardarán sólo un par de... minutos... ¿qué pasa?", frunció el ceño cuando vio mi expresión confusa. Me removí culpable sobre los dedos de mis pies y puse mis pulgares en los bordes de mis pantalones cortos. "Yo... uhm... en cierto modo he dado un vistazo rápido fuera de la ventana del dormitorio y-" Sus hombros cayeron e inclinó la cabeza con desaprobación. "Bella", me reprendió. "¿Cuántas veces tenemos que-" "Lo sé, lo sé, pero... la furgoneta..." - sacudí el pulgar hacia la ventana - "la puerta del lado del conductor está abierta..." "¿Qué?", su ceño se profundizó y su agarre se apretó notablemente alrededor del mango de la sartén ardiendo. Suspiré. "La puerta del lado del conductor está abierta, y el coche parecía vacío". Los bonitos ojos grises de Alice se agrandaron. Con la sartén equilibrada aún en una mano, ella sacó su teléfono móvil. Ahí fue cuando la puerta se abrió de golpe detrás de ella. - 498 -

Durante los primeros momentos estuve segura de que estaba soñando otra vez tal vez incluso estaba soñando todavía - a medida que vi el horror que se desplegaba ante mí. Alrededor de la mitad de una docena de hombres con pasamontañas pasaron a través de la puerta, y la Agente Brandon estuvo inmediatamente en acción. Ella se volvió y tiró la sartén ardiendo y de hierro justo en frente del primero, por lo fuerte que sonó pudo haber rebotado en su cráneo. Él se cayó de inmediato, pero en caso de que no lo hubiera matado, a ella sólo le llevó una fracción de segundo llegar a él y sacar su pistola, armándola en otra fracción de segundo antes de poner una bala en su pecho. El siguiente hombre enmascarado vino hacia ella recibiendo el mismo tratamiento, y se fue hacia abajo. Pero había más. Muchos más. En el tiempo que le tomó disparar al segundo tipo, dos más estuvieron en ella, y mientras ella trataba de apuntar de nuevo, el arma era expulsada de sus manos. Sus puños y sus piernas comenzaron a volar y sus ojos brillaron de nuevo hacia mí apenas una milésima de segundo. "¡Bella, al dormitorio AHORA!", rugió, pateando y golpeando. Por un largo momento yo estuve congelada, porque Alice era más que una agente del FBI asignada para protegerme. Ella era mi mejor amiga. "¡AHORA!", ordenó de nuevo cuando se dio cuenta de que no me había movido. Me di la vuelta y me fui corriendo a la habitación, cerrándola con los dedos torpes. El trueno y el rayo aparecieron de nuevo mientras que más allá de la puerta gruñidos y gemidos llenaban mis oídos. Cerré los ojos con fuerza y traté desesperadamente de despertarme. Por favor. Por favor. Por favor, despierta. No funcionaba. Edward. Si ellos me atrapaban, él vendría a por ellos. Él vendría a por ellos y entonces... el sueño... En un instante me aparté de las persianas mientras la adrenalina bombeaba a través de mi sistema por la anticipación del salto. - 499 -

Pero Alice... No podía dejar a Alice. Y así como estuve a punto de abrir la puerta e ir a por ella, la oí. Una bala más. "¡Alice!" No hubo respuesta. Me tiré contra la puerta y grité su nombre otra vez. "¡Alice!". Nada. Me presioné fuertemente contra la puerta y cerré los ojos, rezando por los dos golpes que significaban que podía salir, que todo estaba bien, que era sólo otra falsa alarma. En cambio, el pomo de la puerta comenzó a moverse con fiereza y en el siguiente segundo quien estuviera por ahí se lanzó contra la puerta. Jadeé y me moví hacia atrás, mirando con horror como la puerta de la habitación temblaba y se sacudía como si la tormenta misma estuviera tratando de forzar la entrada. "¡Alice!". No hubo respuesta. Fui corriendo a la mesa de noche, abrí el cajón de arriba y cogí el arma. Mis manos temblaban violentamente. Tardé sólo tres intentos para preparar el disparo. Por una fracción de segundo mis ojos brillaron hacia la ventana, hacia el exterior, hacia la libertad, hacia Edward... Pero yo sabía que también estaban esperándome ahí fuera. Lo podía sentir tan claramente como sentí mi sueño solo un rato antes... y de todos modos, no podía dejar a Alice ahora. En el momento en el que entraron por la puerta, mis manos temblaron sin control alrededor de la pistola, supe que no sería capaz de acertar en un blanco ni aunque me hiciera el favor de quedarse quieto delante de mí y esperara pacientemente. En mis manos la pistola era inútil, como siempre supe que sería. - 500 -

Lo siento, Edward. Lo siento mucho. En su lugar tiré el arma a la cara del primero, llegando a su frente. Él tropezó y yo utilicé ese tiempo para golpearlo con lo que sí sabía cómo utilizar, mis piernas. Levanté a uno hasta mi pecho y salté, pateándole la cara tan fuerte que se sacudió bruscamente, y mientras él estaba aturdido le di una patada frontal y le golpeé en el pecho. Él voló a través de la habitación y cayó contra la pared del fondo con un golpe audible. Sin embargo, dos más aparecieron justo detrás de él, y cuando vinieron hacia mí, le di un puñetazo a uno en la cara mientras que al otro le daba con el pie en la ingle. El primero me tiró de los pelos y yo le di un codazo en la nariz, golpeándole, y la sangre salpicó a ambos. Él se agarró la nariz mientras el otro se apoderaba de uno de mis brazos, pero yo le di una patada en el estómago y él se dobló, y luego le di una patada en el rostro tan fuerte que escuché los huesos crujir a medida que caía hacia atrás. Traté de correr, pero el que tenía la nariz rota me agarró por la espalda, envolviendo un brazo alrededor de mi cuello. "Puta difícil, ¿no?", su aliento caliente golpeó en mi oído. Pero a pesar de que me dolió en ese momento, y aunque nunca se lo dije a Edward, Emmett me había enseñado cómo salir de esto. Le agarré el brazo con los dos míos y salté, pateándole de nuevo en las espinillas con las dos piernas. Él se cayó hacia atrás y yo me caí encima de él. Bueno, no era lo ideal, pero su control se había aflojado. Así que cuando él se cayó, yo estuve lista y le di en las costillas con mis codos y cuando sus manos se soltaron más, las aparté de mí, me di la vuelta y le di patadas en las costillas, escuchando como crujían también. "¡Uumph!", se quejó. Miré alrededor de la habitación rápidamente. Había tres de ellos. Estaban todos en el suelo, aunque dos de ellos parecía que sólo estarían un par de segundos... Pero eso fue todo lo que necesité también. Me dirigí hacia la puerta, lista para ir a buscar a Alice... ... y me congelé. Mi corazón se cayó a mis pies. Allí se encontraba uno más, apoyado en el marco de la puerta. A diferencia de los otros, no trató de cogerme. Este miraba simplemente, cubierto con su pasamontañas y mirándome con calma a través de sus ojos azules y frescos. Fuera de mi periferia - 501 -

vi un arma de fuego en su mano baja, y supe que no iba a ser atrapada por él. Así que decidí hacer lo que hice la última vez que nos reunimos de esta manera, hacer lo que yo sabía que era lo mejor. Agarré la lámpara pesada en la mesita de noche - mi corazón latió aún más fuerte cuando derribé la pecera y los peces Edward y Bella se fueron volando - y la elevé hacia el hombre enmascarado. Cuando él se agachó, yo me di la vuelta y fui hacia la ventana, rompiéndola en pedazos, al mismo tiempo que un estruendo de un trueno sonaba en el exterior. No dudé en precipitarme hacia adelante, lista para saltar, lista para volar... Pero él fue rápido, él siempre había sido rápido, y esta vez vino a por mí. Su fuerte brazo me agarró por la espalda y se envolvió con fuerza alrededor de mi cintura, y antes de que pudiera reaccionar, un agudo y punzante dolor brotó a través de mi brazo. Yo grité y luego ambos brazos estuvieron a mí alrededor, sosteniéndome. "Lo siento chica, esta vez no", susurró dulcemente en mi oído, mientras sentía como mi cuerpo se insensibiliza, y luego... ... oscuridad.

Uy... se ha complicado todo un poco, mañana veremos dónde está Edward mientras pasa esto. Ya tengo vuestros correos guardados, de todas maneras, si al final del fic no lo teneis, me mandais un privado y os lo mando sin problemas ;) Por cierto, ¡Españaaaaa, hemos ganadoooooo! ^^ , tenía que decirlo, jajaja.

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, - 502 -

anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106, Samantha Mya, Danii Belliner Cullen, ini narvel, Gabllie, HLNRJRQR, anon, Mafer Masen Cullen, solecitopucheta, CrissYmell, Lore562, LayMe, Lupita Calvo, Guest, Adrianne GM, EllaesCM, Andy´s dreaming, Sakiritta Uchiha, JessMPattinson, Beautiful Dragonfly, lagie, Little Meyer. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 32 Negligencia Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Holaaaa. Vamos con otro capi muy interesante, ya estamos de pleno en la acción, eh, habrá que tener paciencia para saber cómo acaba ;)

Capitulo32 -Negligencia EPOV Los cortes de bisturí pasaban fácilmente a través de la piel suave sobre el corazón del Sr. Howard Nelson, como un cuchillo moviéndose a través de la mantequilla. Este pequeño instrumento, sin embargo, era muy fuerte. Una vez que la incisión estuvo lista, la enfermera de quirófano me ayudó a sujetarla hasta que el diámetro de diez centímetros me mostró exactamente lo que necesitaba ver. Era una operación relativamente sencilla, en cuanto a cirugía cardíaca se refería. Conecté el injerto a la arteria dañada para que la sangre pasara por la obstrucción y viajara directa hacia el corazón. Tan simple que mi mente vagó de vez en cuando a los trámites que tenía que llenar después, a mi reunión con Jasper más tarde esta noche, a mi futura esposa. Se formó una pequeña sonrisa en mis labios, bien oculta por la máscara quirúrgica en su lugar. Ahora tenía que tener cuidado con disimular mi alegría, ya que era prácticamente un hombre comprometido y todo eso. Reprimí una risa y me aclaré la garganta, mirando el reloj en la pared. James estaba llegando cuarenta y cinco minutos tarde para ayudar. No es que yo necesitara su ayuda de mierda. Era probable que yo pudiera hacer esto con los ojos vendados. No se preocupe, Sr. Nelson, no pienso hacerlo. Llevé mis pensamientos de nuevo al procedimiento de delante de mí, tratando de no concentrarme en cualquier otro pensamiento reclamando mi atención esta mañana, el cuerpo caliente de Bella a mi lado en las primeras horas de la mañana, el extraño sueño que me persiguió anoche, y la forma en la que ella se aferró a mí con inquietud, incluso cuando me fui para el hospital hacía un par de horas. Pero ahora no era tiempo para todo eso. En este momento, el Sr. Nelson merecía toda mi - 504 -

atención. En un par de horas, podría pensar en todo eso una vez más. Una hora de procedimiento y el Dr. Penn finalmente decidió entrar, lento y seguro y silbando una alegre melodía. Gilipollas. "Buenos días, Tony", cantó agradablemente, bajando sus manos. "Estaba empezando a pensar que iba a tener que volar a solas con esto", le respondí sin levantar la vista. Él se volvió y se enfrentó a mí mientras la enfermera le colocaba la máscara y los guantes quirúrgicos. "Tonterías", resopló. "Tenía que dejarte volar en solitario, ¿no? Tú eres mi discípulo". "Mm", murmuré cuidadosamente. "He tenido algo de trabajo esta mañana que no podía esperar", dijo moviéndose e inspeccionando mi trabajo, como si se necesitara su inspección. "He pasado por tu oficina antes de la cirugía y no te he visto allí", yo dije distraídamente. "Debes de haberte perdido entonces", dijo y luego aplaudió con sus manos una vez. "Está bien, dime lo que estoy viendo". Le expliqué lo que estábamos haciendo en la cirugía y luego él asistió. Un par de horas más tarde casi habíamos terminado. Esto era lo que me gustaba acerca del bypass mínimamente invasivo. Se reducía el riesgo, el tiempo de la cirugía y el tiempo de curación. Un ganar-ganar para todos. El teléfono de James sonó una vez y él se alejó rápidamente para mirarlo. "Odio estos mensajes de una palabra", murmuró antes de regresar a la mesa de operaciones. Él tomó la bandeja quirúrgica de la enfermera. "Usted nos puede dejar, casi hemos terminado aquí". Tenía razón, lo teníamos casi acabado. Había sido una operación rápida y exitosa, y me sentía bien por ello. Empecé a cerrar al Sr. Nelson con la esperanza de que me escuchara hablar sobre despedirse de los Big Macs cuando se despertara. Si lo - 505 -

hacía, tendría una vida larga y productiva por delante de él. "Entonces, ¿cómo van las cosas, Tony?", James preguntó, rompiendo mis reflexiones acerca de la dieta del Sr. Nelson. "Bien, supongo", yo respondí un poco distraído, porque estaba más centrado en asegurarme de que el injerto era adecuado en lugar de tener una pequeña charla con James esta mañana. Pero luego le dije yo: "¿Y tú?", como una ocurrencia tardía. Tenía que mantener feliz a James. "Ya sabes, aguantando", dijo en un tono mucho más alegre que las palabras que sugería. "Me reuní con mi abogado una vez más ayer por la noche. ¿Puedes creer que en realidad está tratando de hacerme que ruegue a la policía? Como si todo lo que el gobierno tiene no fuera una total mierda de todos modos. Asquerosos y malditos federales", murmuró. "Pero yo voy a ser quien se ría al final, Tony. Acuérdate de mis palabras". Un destello de furia se enrolló en mi espina dorsal, pero me vi obligado a suprimirlo, porque no podía descubrirme y porque actualmente tenía el corazón de Nelson en mis manos. Literalmente. "Sí, bueno, amigo", yo suspiré, jugando con él, manteniendo mis ojos en el pecho abierto del Sr. Nelson. "La verdad siempre sale a flote. Todo saldrá a la luz". "Sí, amigo, sí", él estuvo de acuerdo fácilmente. "¿Tu abogado te ha hablado sobre lo que tienes que decir, Tony?". "Sí", le dije. "Lo hemos discutido". "Así que ya sabes que la fiscalía tiene la obligación de revelar todas las pruebas que tienen". Me alegré de que la máscara escondiera mi desprecio. "Sí, soy consciente". "Bueno... ahora que tienen ese brazalete...", él se desvaneció y algo desagradable pasó por mi estómago. "De todos modos, ¿cómo vas a acabar con este lío?" Di una respiración profunda y dejé escapar el aire lentamente, haciendo como que reflexionaba sobre la pregunta larga y duramente. "Ya sabes, es difícil de decir. Todavía hay muchas cosas en el aire". - 506 -

"¿Las hay, no?", estuvo de acuerdo. Él estuvo callado otra vez, pero su silencio de repente me molestó. Yo traté de volver mi atención al Sr. Nelson, necesitando un par de segundos para recordar lo que estaba haciendo. "Quiero decir, mira a Marie, por ejemplo", dijo cinco minutos más tarde, de la nada. "Vamos a hablar de ella". Mi mano se congeló por sólo una milésima de segundo, y en esa milésima de segundo la sensación desagradable en el estómago se multiplicó exponencialmente. Estuve agradecido por la forma en la que la mascarilla quirúrgica ocultaba la mitad de mi cara. "Su testimonio" - reflexionó pensativo - "es difícil saber cómo va a pasar. ¿Es ella una buena mentirosa? ¿O el jurado podrá ver a través de sus mentiras de mierda?". Mi corazón martilleó en mi pecho mientras que el nudo desagradable en el estómago se convertía en náuseas. "Estoy seguro de que el jurado tomará su historia por lo que es", le dije con calma, manteniendo mis ojos en el señor Nelson. "Pero mira, esa es la cosa, Tony", dijo como si estuviera tratando muy duro de hacerme entender algo. "El jurado podrá ver exactamente lo que el gobierno quiere que vean. Una dulce e inocente mujer joven. Quiero decir, yo debería saberlo, ¿verdad? Eso es lo que vi cuando la conocí", resopló. "Pero una mujer joven, dulce e inocente sin pruebas... eso sí que es algo completamente diferente". La sangre pasaba dolorosamente por mis venas hasta llegar a mis orejas. "Por otra parte, ella no era tan inocente, Tony, no sé si sabes lo que quiero decir", bromeó. "Hombre, si hubieras visto la mierda que me dejó hacer con ella, todos los lugares en los que me permitió meter mi polla, ella me rogaba que lo hiciera", yo azoté mi cabeza hacia arriba y vi sus ojos vidriosos. "¡Uf!", él sonrió, moviendo la cabeza como si recordara. Yo cerré mis ojos, mi puño se apretó alrededor de la aguja que estaba usando para coser al Sr. Nelson. "Me hubiera gustado que la hubieras oído gritar, Tony, como una pequeña cerda", bromeó. "Como una puta", subrayó. "Qué es lo que ella es. Una puta para el gobierno". - 507 -

Él lo sabía, lo sabía. Mientras la sangre rodeaba la incisión en el pecho del señor Nelson, la rabia tiñó mi visión de color rojo. Mi propio pecho palpitaba, mis fosas nasales estaban ensanchadas. "¿Quién sabe?", se rió. "Tal vez incluso se ha tirado a uno de ellos. ¿Qué piensas tú, Tony? ¿Crees que está tirándose a uno de ellos?". Yo le miré, sujetando la aguja en la mano como un arma. James bajó la máscara y sonrió. "¿Qué te pasa, Tony?", preguntó inocentemente. Me enderecé y logré tomar la mitad de un paso hacia él, pero él puso un dedo hacia arriba. "Quédate ahí, Tony. ¿No crees que deberías acabar de coser al Sr. Nelson? ¿No querrás que añadan negligencia a la lista de los cargos contra nosotros, no?" Miré hacia abajo a la mitad del pecho cosido del Sr. Nelson, volví otra vez a James, y supe que estaba jodido. Tenía que terminar de cerrarlo. James se rió. "Te veré más tarde, Tony". Él se paseó por la sala de operaciones, dejándome sujetando un escalpelo y una aguja quirúrgica y con la necesidad de empujarlos hasta su garganta. Una enfermera entró unos momentos más tarde para ayudarme a terminar. Cosí al Sr. Nelson lo más rápido como me fue posible sin poner en peligro su vida. Aún así, pasaron quince minutos antes de que terminara. "Llévelo de vuelta a su habitación", le indiqué a la enfermera desconcertado, y luego volé fuera de la sala, arrancándome los guantes quirúrgicos y la mascarilla y excavando en mi bolsillo trasero. Garrett y Kate estaban caminando por el pasillo. "Tony, ¿cómo ha ido la cirugía-", comenzó Garrett y luego se desvanecido mientras yo seguía caminando, corriendo en realidad. Mi cubierta había sido descubierta y tenía que estar en contacto con Alice. Ahora. La esposa del señor Nelson esperaba al final del pasillo. "Dr. Masen, ¿cómo está mi marido?" Fui corriendo hacia ella. "Bien. Bien. Está bien". - 508 -

El teléfono de Alice sonó y sonó antes de que saltara el buzón de voz. "Hola. Has llamado a Alexa Baker. No puedo..." Colgué y volví a intentarlo mientras corría por el hospital, todo mi ser iba con la intención de un único objetivo: asegurarme de que Bella estaba bien, porque con cada segundo mi pecho se apretaba más y más. "Vamos, vamos, cógelo. Contesta, contesta, contesta", yo canté para mí mismo mientras sonaba el teléfono. Buzón de voz. Una vez más. Un fuerte y salvaje gemido surgió de mi garganta. "¡Mierdaaaa!". Médicos y pacientes por igual se pararon y miraron cómo me apresuraba a través de los pasillos, empujando las puertas en mi camino. Yo llamé a la línea del apartamento. Nada. Mi corazón latía tan fuerte que sentía como si tratara de volar fuera de mi pecho. Me agarré el pelo con una mano mientras que inútilmente trataba de hacerme con Alice, una vez más, sólo una vez más, porque mi corazón todavía no estaba dispuesto a reconocer lo que mi mente y mi instinto me habían dicho justo después de la primera llamada telefónica. Alice lo hubiera cogido. No había manera de que no lo hiciera, a menos que... Salí en un completo sprint, dirigiéndome al aparcamiento subterráneo, mi único pensamiento era llegar a Bella. Sin embargo, mientras corría para mi coche, traté de hacerme con Emmett. Él lo cogió en el segundo tono. "¿Si?" "Em, ¿estás en mi casa?", solté rápidamente, sin molestarse en bajar la voz. Mi cubierta se había quemado, ¿por qué molestarme? "Todavía no. Estoy en la Oficina poniendo algunas-" James apareció en la entrada frente al garaje subterráneo y yo colgué y me fui hacia él, dándole un puñetazo en la cara. Cuando él se cayó, yo golpeé su mandíbula - 509 -

y envolví mis manos alrededor de su cuello, golpeando su cabeza contra el cemento. "¿Dónde está?", le grité, mi voz resonaba en todo el garaje. Él se quejó, pero luego se rió hacia mí. "Que te jodan". Golpeé su rostro de nuevo y golpeé su cabeza contra el suelo una vez más. "¿Dónde está?", exigí. "¡Te mataré! ¡Juro que te mataré!", le amenacé, apretando mis manos alrededor de su cuello. Él tosió con saña durante aproximadamente medio minuto cuando lo aflojé lo suficiente para que respondiera. "Mátame y nunca la volverás a ver", dijo con voz entrecortada. Respuesta incorrecta. Levanté mi cabeza y aullé, vaciando en el aire la respiración que me quedaba en los pulmones, y luego procedí a ahogarle, quitándole cada vez más vida. Su cara cambió de blanca a rosa, a rojo sangre brillante, mientras que mi cuerpo se ponía rígido, y entonces... Lo dejé. Le solté y caí fuera de él en gran medida, aterrizando aturdido en el suelo junto a él mientras él se sentaba, se ahogaba y tosía. No podía matarlo ahora. No podía, y él lo sabía. No podía pensar. No podía respirar. El mundo giraba y giraba en un círculo enfermizo. El miedo pasaba a través de todas las venas de mi cuerpo, llenando la rabia con terror. Una vez más, me dirigí a James. Esta vez le agarré del cuello con una mano y le empujé contra un coche detrás de nosotros con un fuerte golpe en su cabeza. "¿Dónde. Está. Ella?", yo medio rugí, medio silbé violentamente con los dientes apretados. Le solté sólo lo suficiente para permitirle hablar de nuevo. "Debe haber una caja" - él gorgoteó, una vez que hubo reunido suficiente aire "una caja en posesión de la abogada. El número de caso 04632012. La quiero, Tony". Mi estómago se tambaleó. Él quería las pruebas. "No puedo hacer eso", le escupí, incrédulo. "¡Está encerrada en su oficina en el Palacio de Justicia!". - 510 -

"Oh, he oído que eres muy ingenioso, Agente Cullen", se rió, ahora su voz había vuelto a él. "Estoy bastante seguro de que podrás encontrar algo". "¡No es posible!", yo gruñí, apretando mis manos otra vez. Él agarró mi mano entre las suyas, tratando de aflojarla. "Tony, Tony, Tony, no querrás que Isabella acabe mal", jadeó burlonamente. "¿Qué? ¿No estaba haciendo un buen trabajo calentando tu cama para ti? Porque estoy seguro como el infierno de que ella mantenía la mía agradable y-" Yo le asesté un golpe en la boca y apreté mi agarre sobre su cuello con mi otra mano antes de golpearle contra el coche de nuevo. Gimió mientras el viento le golpeaba. "Eres un hijo de puta, nunca...", gruñí, pero luego me negué a terminar la frase, ese pensamiento, porque incluso eso la mancharía a ella. "Si ella está herida"- le apreté con voz temblorosa - "si tú o alguien más le habéis hecho daño-" "Ella está muy bien", dijo sin aliento. "Pero quiero las pruebas, Tony. Todas las pruebas. Consíguelas o nuestra Isabella será quien pague el precio". Yo le miré, todo mi cuerpo vibró con la abrumadora necesidad de chocar su cabeza contra la ventana detrás de él. Pero no podía. Sabía que no podía. Él estaba consiguiéndolo. Me desprendí de él y él se cayó sobre su culo mientras mis hombros caían por la derrota. Gemí y acuné mi cabeza en mis manos. "Tony, Tony, Tony", James se rió por mi postura impotente. "¿Qué te has hecho a ti mismo? ¿Qué has dejado que ella te haga?". Poco a poco miré hacia él, hundiendo los puños contra mis sienes. No podía matarlo. No podía. Gruñí de nuevo y puse la palma de mi mano contra su pecho, empujándolo contra el coche por última vez. Él se quejó de nuevo, pero se estaba riendo entre dientes al mismo tiempo. "Vete a casa, Tony. Limpia el desorden allí, pero no digas ni una palabra acerca de esto. Recibirás una llamada en la que te harán saber dónde puedes llevar la caja y recoger a tu pequeña vagabunda". erré los ojos y me agarré el cuero cabelludo con las dos manos. "Te juro, James, - 511 -

que si le has hecho daño no vas a vivir el tiempo suficiente para disfrutar de esa anulación del juicio por la que estás tan desesperado". Me miró con una sonrisa irónica en su rostro. "No te preocupes, amigo, ella está bien. Confía en mí. Marie es una pequeña luchadora. Deberías saber eso", se burló. Entonces comenzó a limpiarse su bata, pasándose una mano por el pelo para arreglarlo. "Ahora tengo que volver a entrar y hacerme cargo de esos golpes y moratones que me acabo de hacer cayéndome por las escaleras. Si me disculpas, doctor Masen". Y una vez más, se paseó con confianza, mientras que mi mundo empezaba a desmoronarse. Oooooooooo Pude hacer el camino a casa de normalmente veinte minutos en coche, en nueve, corriendo a través de semáforos en rojo, esquivando a un camión, y deslizándome sobre las calles de Seattle. Tan pronto como llegué al edificio, aparqué al lado de la furgoneta negra en la que se suponía que tenía que estar parte del personal que custodiaba a Bella. A través de las ventanas tintadas y oscuras era prácticamente imposible ver el interior, pero yo no necesité ver para saber que había algo malo. Abrí mi bolsillo donde tenía el arma y la cogí, preparando el gatillo mientras saltaba al coche. El hecho de que ningún movimiento o reacción se produjera desde el interior cuando apunté con mi arma fue toda la confirmación que necesité. Así que cuando abrí una puerta y la encontré vacía, no me sorprendió. "¡Mierda!" Era mejor que Newton y Lark estuvieran muertos, porque si estaban respirando aún en alguna parte, acababan de ser añadidos a mi lista de muertos. Me deslicé por el pavimento mojado y tan pronto como llegué al edificio me fijé en los fragmentos de vidrio roto en el suelo, la lámpara de la mesita se encontraba rota en un charco junto a la acera. Por un breve momento, cuando miré hacia arriba y vi la ventana rota, mi corazón saltó. Bella había tratado de saltar, yo sabía que ella lo había intentado, y en base a lo que le había visto hacer, esta caída habría sido un perezoso paseo dominical en el parque para ella. Tal vez James estaba mintiendo acerca de tenerla... Pero en el momento siguiente, ese pedacito de optimismo se fue. Si Bella hubiera saltado, si se hubiera escapado a pesar de todo el horror que parecía haber pasado - 512 -

allí, ella hubiera contactado conmigo ya. Apenas vi el jeep de Emmett a unos metros de distancia antes de que mis pies volaran por las escaleras, mi visión estaba borrosa en frente de mí. Una mano invisible apretaba y comprimía mis pulmones, haciendo que fuera casi imposible para mí respirar, e instintivamente supe que la mano no se aflojaría hasta que encontrara a Bella, hasta que ella estuviera a salvo en mis brazos otra vez. Y aunque yo sabía que ella se había ido, aunque sabía que mi peor pesadilla se había hecho realidad, no pude dejar de rezar mientras volaba hacia la puerta que había quedado entreabierta. No pudo dejar ir la esperanza en mi corazón de que, cuando entrara por esa puerta, de alguna manera ella todavía estaría allí. Que de alguna manera hubiera llegado al pensamiento equivocado, y mi Bella estaba sana y salva, esperándome. Pero tan pronto como abrí la puerta principal, arma levantada y lista, fue increíblemente difícil aferrarme a la más pequeña brizna de esperanza. Dos cadáveres yacían en un charco de sangre, y unos metros más adentro, Alice se encontraba en el suelo, su propia sangre estaba agrupada a su lado. Ni siquiera pude llegar a sentirme culpable mientras la dejaba de lado y corría hacia el dormitorio. "¡Bella!", la llamé sin aliento. La puerta del dormitorio, evidentemente, había sido abierta de una patada. Cuando llegué al marco roto, tuve que soltar una mano de la pistola y sujetarme para mantener el equilibrio. La habitación estaba al revés, la pecera que le regalé a Bella se encontraba de lado, los peces Edward y Bella muertos y pisoteados en el suelo. Todo estaba en el suelo. La ventana estaba hecha añicos. El primer cajón de la mesilla de noche estaba al descubierto... el arma... a la vista. Y sangre. Jesús, había manchas de sangre en el suelo. Mis dedos se apretaron firmemente alrededor de la madera astillada de la puerta. Ahí fue cuando cerré los ojos y caí de rodillas. Lo siento, cariño. Yo no he estado aquí. Te prometí que te protegería y no lo hice. Lo siento mucho. Oí a Emmett en la sala de estar, rugiendo en su teléfono. "¡Necesito una ambulancia de inmediato! ¡Agente federal caído! ¡Ha recibido un - 513 -

disparo! ¡AHORA!". Él le dio la dirección y luego llegó a la habitación, parándose desconcertado contra el marco de la puerta detrás de mí. "¡Dios... joder!", escupió con rabia mientras entraba en la habitación. "Se la han llevado", le dije con una voz que sonó incluso muerta a mis oídos. Una cadena de maldiciones se escapó de la boca de Emmett mientras golpeaba el marco de la puerta una y otra vez. "Edward, Bella es fuerte", dijo de repente. "Lo sabes hombre. ¡Lo sabes! Ella va a estar bien. Vamos a traerla de vuelta, hombre. Vamos a traerla de vuelta". No estaba seguro de si él estaba tratando de convencerme a mí o a él mismo. De cualquier manera asentí con la cabeza, porque sí, la iba a traer de vuelta, aunque fuera la última cosa que hiciera. Y luego iba a matar a todos. James tenía razón en una cosa. No habría juicio para él. "¿Alice?", finalmente pregunté. "Ella tiene pulso. La ambulancia está en camino", mientras lo dijo, pude escuchar sirenas a lo lejos. "Voy a volver con ella", dijo rápidamente. "Mira, Edward..." "Emmett, sólo ves", le dije. "Yo estaré ahí", él dudó por sólo una fracción de segundo antes de volver de nuevo con Alice. Yo, en cambio, permanecí congelado, de rodillas, tratando tan duramente como el infierno de no desmayarme o perder mi consciencia, porque Bella necesitaba que mantuviera el enfoque ahora más que nunca.

Uff, como está todo... James quiere la caja de las pruebas o sino no soltará a Bella, a ver qué hace Edward... ¡Nos vemos mañana! :)

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Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106, Samantha Mya, Danii Belliner Cullen, ini narvel, Gabllie, HLNRJRQR, anon, Mafer Masen Cullen, solecitopucheta, CrissYmell, Lore562, LayMe, Lupita Calvo, Guest, Adrianne GM, EllaesCM, Andy´s dreaming, Sakiritta Uchiha, JessMPattinson, Beautiful Dragonfly, lagie, Little Meyer. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 33 El brazalete Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Canciónrecomendada: One Last Breath de Creed Venga, os dejo ya el capitulo para que no os pongais nerviosas, jejeje, aunque aun quedan algunos pocos capis asi...

Capitulo33 -El brazalete EPOV Las ambulancias sonaban por las calles de la ciudad a todo volumen, con estrépito, dejando un ruido en mis oídos que coincidía con el sonido hueco en mi pecho. Alice estaba inconsciente en la camilla, conectada a un respirador y a un desfibrilador automático. Su corazón había dejado de latir una vez mientras estaba en el apartamento. Le di la RCP, pero ahora, todo lo que podía hacer era tomarla de la mano. Los azulejos en el piso del hospital coincidían con los de las paredes inmaculadas, antisépticas y blancas, diseñadas para calmar y aliviar, cuando en realidad lo único que hacían era recordarte dónde te encontrabas y lo que podía suceder si los profesionales en los que habías puesto tu confianza cometían un error en sus puestos de trabajo. Mi visión se tornaba borrosa y se centraba, se desenfocaba y se centraba, mientras me apoyaba contra una pared. Todo y todos desaparecían hasta que todo lo que veía era sólo un gran espacio interminable de blanco. Blanco, blanco, blanco, en la medida en la que el ojo podía ver. En el hospital donde yo era Anthony Masen, se veía de color nata en vez de blanco. Era un color más suave, creía, más suave para los ojos. Lo siento bebé. Yo no he estado allí para ti. Lo siento, Bella. Pero voy a traerte de vuelta. Lo juro por mi vidaUn par de pies grandes perturbaron mi punto de vista de alabastro, golpeando rápido y fuerte hacia mí. Miré hacia arriba a la cara con el ceño fruncido de Emmett mientras él colgaba su teléfono móvil. - 516 -

"El líder del equipo ha ido al apartamento", dijo. Asentí con la cabeza para que él continuara, aunque por su expresión pude decir que no tenía nada de especial utilidad. "Los cuerpos de Newton y Larks se han encontrado en un contenedor de basura a pocas manzanas de distancia. Cada uno tenía un disparo en la cabeza, a corta distancia". Asentí con la cabeza otra vez, pero no me atreví a sentir compasión por ellos en absoluto. Newton y Lark lo habían jodido todo, de una manera u otra, y en el proceso fueron asesinados, dispararon a Alice, y Bella... Un escalofrío me recorrió y ni siquiera pude terminar ese tren de pensamiento. Tan generoso como podía estar en lo que respectaba a Newton y a Lark en ese momento, deseaba que hubieran podido proporcionar alguna información antes de morir. Emmett dio una respiración profunda antes de continuar. "Como solicitaste, una muestra de… sangre" - cerré los ojos por una fracción de segundo y cuadré mi mandíbula. Que no sea de ella, no sea de ella- "encontrada en tu habitación se está analizando. Van a tener los resultados para nosotros dentro de una hora, pero... no han sido capaces de encontrar ninguna huella hasta el momento". Y de nuevo, simplemente asentí con la cabeza. No, no pensaba que encontrarían huellas, pero… realmente no las necesitaba ahora, ¿no? Eran necesarias para las investigaciones judiciales, como prueba legal. Yo ya había terminado con todo eso. No necesitaba huellas. Te necesito, Bella. Te necesito, bebé. Te mantendré segura de nuevo, te lo juro, aunque sea la última cosa que haga... Emmett metió la mano en los bolsillos y se lanzó con fuerza contra la pared a mi lado, poniendo sus ojos solemnes en mí. "¿Así que James estaba en la cirugía contigo esta mañana?" Me quedé mirando las paredes blancas por delante de mí y asentí con la cabeza. "¿Durante todo el tiempo?" - 517 -

Asentí con la cabeza otra vez. Habíamos pasado por esto. No era como si Emmett me preguntara las cosas más de una vez, pero mi compañero no era un hombre estúpido. En circunstancias normales nunca pensaría en mentirle, pero éstas eran por un gran disparo de mierda - cualquier cosa menos circunstancias normales. Teniendo en cuenta la posibilidad de elegir entre la honestidad con Emmett y mantener a salvo a Bella, había decidido mentir a Emmett, sólo esta vez. Pero como había dicho, aunque él abiertamente no me iba a cuestionar, Emmett no era un hombre estúpido. "¿Y no dijo ni hizo algo sospechoso?", preguntó de nuevo. Negué con la cabeza. "¿Qué hay de Kate, o incluso Garrett?" Negué con la cabeza una vez más. Emmett me miró fijamente durante unos segundos más antes de volverse hacia el frente. Suspiró profundamente y se quedó fuera de mi periferia, lo vi pasarse una mano arriba y abajo por su cara. Esto lo estaba matando también. En las últimas semanas había estado muy cercano a Bella. Y Alice había sido nuestra socia en el caso durante casi tres años. Pero yo no podía preocuparme por su dolor en estos momentos. "Bueno, Benjamín está hecho una furia. Tenemos dos agentes muertos y uno en estado crítico. Bella ha desaparecido, y ahora también Garrett, y no tenemos ni idea de a dónde se han ido James y Kate esta tarde, y a menos que consigamos algunas huellas o algo así, no hay manera de probar su participación". Yo no asentí con la cabeza. No negué con la cabeza. No le di mi opinión o respondí de cualquier manera o forma, ya que mis manos de mierda se habían vinculado en este punto. Sentí algo más que los ojos recelosos de Emmett en mí, como si quisiera hacer algo, pero no sabía muy bien qué. "Ed, hombre, la traeremos de vuelta", dijo después de unos momentos, su voz estaba llena de convicción. "Mira, quien se la llevó debe de querer algo, o de lo contrario sólo…", él mismo se detuvo, aunque los dos sabíamos lo que él estaba a punto de decir. Entonces Jasper y Rosalie dieron la vuelta a la esquina y nos acercamos a su - 518 -

encuentro. Whitlock se veía... frenético, por decir lo menos. Su comportamiento tranquilo y fresco, por lo general, se había ido directo al infierno. "¿Cómo está?", preguntó incluso antes de que llegara a nosotros. "Ha sido llevada a cirugía", le respondí. "La bala atravesó la arteria braquial izquierda. Ha perdido mucha sangre. El doctor ha dicho que pasaría un rato antes de que tuvieran algo nuevo". "Pero cómo de malo...", se apagó. No había punto en mentirle al respecto. "No hay manera de saberlo todavía". Jasper cerró sus ojos y su cara se llenó de agonía, y de repente me sentí como un tonto. Yo sabía que él tenía un interés en Alice, algo que había sido evidente desde que el caso comenzó, pero en estas últimas semanas... Yo no me había dado cuenta de cuando pasó de ser sólo un interés, a obviamente, mucho más. Había dejado de darme cuenta de muchas cosas, y ahora estaba pagando el precio por eso. Sentí como si debiera pedir disculpas, pero por supuesto, no sería suficiente. "¿Tenéis alguna pista?", Rosalie preguntó. '... no digas una palabra acerca de esto...' Negué con la cabeza. Ella frunció los labios, moviendo la cabeza también. "Voy a ir a buscar al médico a cargo" - Jasper anunció - "para ver si hay algo nuevo". Asentí con la cabeza con estoicismo, sin molestarme en repetir que no habría ninguna cosa nueva hasta que Alice estuviera fuera de la cirugía. Whitlock tenía que hacer algo, porque estando de pie alrededor y esperando se iba a volverlo loco. Yo sabía exactamente cómo se sentía. El móvil en mi bolsillo había estado quemando un agujero en él durante demasiado tiempo. ¡Suena, maldita sea! ¡Suena! Todos esperamos después de que Jasper hubiera desaparecido por el largo pasillo. - 519 -

"Esto es... increíble", Rosalie respiró. Ella entrecerró los ojos hacia mí. "Edward, vamos a suponer que James o Kate, o ambos, están detrás de esto, aunque no tenemos ninguna prueba en este momento. ¿Tienes alguna idea de dónde pueden haberse llevado a Isabella?". "¿Si la tuviera no crees que lo hubiera comprobado ya?", a pesar de la observación, mi voz tuvo una calidad monótona en la misma. 'Tú eres la única sin la que no puedo funcionar...' Rosalie se chupó los dientes por la frustración y frunció los labios. "Si la han matado, va a ser mucho más difícil hacer que paguen por los cargos de homicidio, pero no va a ser imposible. Tendremos que conseguir algo más". A mi lado Emmett aspiró una bocanada de aire, y por lo que pareció un infierno de tiempo, simplemente miré a Rose. Con la mierda que esto era, ella ni siquiera pareció darse cuenta de lo frías e increíblemente jodidas que habían sido sus palabras, porque el caso era lo único que le importaba. Ella no iba a dar nada encontráramos a Bella viva o muerta, siempre y cuando encontráramos una manera de ganar este caso. Me abalancé sobre su cuello y apenas conseguí envolver mis manos a su alrededor cuando Emmett se acercó y me empujó contra la pared. Silbé y me enderecé, listo para ir a por uno de ellos, ni siquiera estando seguro de qué uno, cuando Emmet fue hacia Rosalie. Las gotas de sudor caían por su cara y ella lo miró con los ojos muy abiertos. "¡Jesucristo, Rosalie!", rugió. "¡Sólo estoy siendo realista!", ella le gritó. "¡Hay más en la vida que ser una puta realista!", él se acercó más y bajó la cabeza al nivel de sus ojos, mirándola con furia. "¡Hay más vida que esta maldita Oficina!", gruñó. "¿Cuándo demonios vas a conseguir meter eso en tu cerebro? Bella es más que un caso, ella es una persona. Una persona muy buena que fue arrastrada a un mundo en el que nunca debería haber sido expuesta. Y ella no se merece nada de esto", le susurró con voz temblorosa. "¿Y Alice? ¡Alice podría morir allí y ni siquiera importarte una mierda!". "¡Por supuesto que me importa!" - ella silbó de nuevo con los dientes apretados "¡pero alguien tiene que mantener el control, porque es obvio que ninguno de vosotros puede hacerlo!". - 520 -

El labio de Emmett se acurrucó en un gruñido, y por un segundo largo pareció a punto de golpearle, pero luego simplemente sacudió la cabeza. Vi la decepción en su rostro. Por un momento creí que Rosalie lo había visto también, lo había sentido, porque ella se estremeció lejos de él como si la fuera a atacar, y por sólo una fracción de segundo, su labio inferior tembló. Rápidamente se compuso y devolvió una mirada desafiante. "Agente Cullen", Emmett finalmente se dirigió a ella con frialdad. "Le prometo que, tan pronto como tengamos una ventaja, será las primera en saberlo". Algo de ello, de cualquiera de las palabras o de la manera fría y cansada en la que Emmett acababa de hablar, sobresaltó a Rosalie. Ella se vio como si estuviera a punto de decir algo, pero luego miró entre Emmett y yo, y simplemente se alejó. La abogada Weber apareció por la esquina en ese momento. "¿Cómo está la agente Brandon?", ella preguntó alcanzándonos. Le dijimos lo mismo que a Whitlock. "¿Y ni una palabra de la Srta. Swan?" Negué con la cabeza, el teléfono móvil en mi bolsillo se sentía como un peso de plomo, me mantenía hacia abajo mientras oraba y temía la llamada telefónica prometida. La caja de las pruebas. ¿Cómo demonios se suponía que debía cogerla y alejarla de esa mujer sin que se enterara? Mi pecho se apretó, fue como si un puño enorme me estuviera aplastando entre sus dedos fríos y húmedos. "Esto no es bueno", dijo Ángela, sacudiendo la cabeza. "Isabella debería haber entrado en Witsec. ¿Por qué no lo hizo?", preguntó ella, arrugando la frente con tono acusador. Ni Emmett ni yo respondimos. Ángela sonrió. "De todos modos, ese no es el tema en este momento. ¿Qué se está haciendo para encontrarla?" "Estamos en busca de los atacantes" - respondió Emmett - "así como de los doctores Shaw y Penn, aunque no hay actualmente ninguna prueba tangible de su participación". - 521 -

"¿Y el Dr. Smith?", Ángela preguntó. "Está también en paradero desconocido", pude confirmar. "Jesucristo", respiró. "¿No me diga que también lo tienen?" Agarré mi pelo en mi mano. "Simplemente no lo sabemos en este momento", le dije de manera sucinta. Ángela suspiró profundamente y se apoyó contra la pared con nosotros. Jasper apareció por el pasillo, hablando animadamente con uno de los cirujanos de Alice. Ahí fue cuando mi teléfono decidió vibrar finalmente. Aguanté la respiración por una fracción de segundo. "Voy a ver lo que está pasando", dijo Emmett. Yo asentí con la cabeza y Em se alejó. Ángela le siguió sin decir una palabra, algo por lo cual estuve muy agradecido. Caminé fuera rápidamente, hacia los ascensores. "Uhm... ¿Tony? Soy Garrett". No respondí. "Sólo quiero que sepas, Tony, que yo no soy parte de esto", sonaba nervioso, incluso asustado. "Kate me ha hablado de ti... y lo que han hecho. No puedo convencerlos de que la dejen ir". "¿Ella está bien?", pregunté con los dientes apretados. "Está bien", confirmó mientras yo exhalaba. "Ella va a estar bien siempre y cuando hagas lo que dicen. No creo que realmente quieran hacer daño a nadie". "¿Te das cuenta de que hay dos agentes federales muertos y uno en estado crítico?", pregunté de manera constante. "Oh Dios", jadeó. "No te puedes ocultar detrás de la ignorancia en este caso, Garrett, y te prometo, seas parte de esto o no, que si Isabella sale herida, te voy a matar junto con el resto de ellos", le aseguré. - 522 -

Garrett estuvo un rato en silencio, sopesando el valor de su vida, esperaba. "Ella no va a salir herida, Tony", finalmente respondió. "Te lo prometo. Hice que James y Kate me juraran que no le harían daño". "Me resulta difícil creer las promesas de unos asesinos, Garrett", le dije. Una vez más estuvo en silencio durante un rato. "James sólo quiere las pruebas, Tony. Sólo tráele la evidencia" - continuó - "y él la dejará ir. Su testimonio no es suficiente para condenarlos". ¿Qué pasaba con mi testimonio? Me pregunté fugazmente. ¿Cómo iban a deshacerse de mi testimonio? No me lo pregunté, porque la respuesta era obvia. "¿Qué pasa con los agentes muertos?", le pregunté a cambio, echando un vistazo por encima del hombro para asegurarme de que todavía estaba solo. Jasper seguía hablando con el cirujano, junto con Ángela, mientras que en la otra esquina Emmett y Rose parecían estar en una acalorada discusión. Me di la vuelta otra vez. "¿Agentes muertos?", Garrett preguntó, como si estuviera confundido. "Ah... bueno... quiero decir... ¿cómo sabes que Kate y James tuvieron algo que ver con eso? Lo único que quieren son las pruebas, Tony, incluyendo el brazalete". "El brazalete", repetí con frialdad. "¿Te refieres al que nos dijiste?" "Sí", confirmó rápidamente. "Lo siento, Tony. Pensé que podía pero... no puedo imaginar un mundo sin ella. Creo que... tú sabrás lo que quiero decir". Yo no le contesté. Él tragó densamente a través del teléfono. "James y Kate quieren que te reúnas con ellos a las diez de esta noche. ¿Conoces la antigua planta en la parte no incorporada del Condado de Kings?" Oscura. Abandonada. "Detrás de Sea-Tac. Sí, lo conozco". "Está bien. Ellos se encontrarán contigo allí. Pero tienes que ir solo, Tony. No se lo digas a nadie, o..." Cerré los ojos por su intimidación, las manos invisibles trituraban mi pecho agonizante. Mis labios se estrecharon mientras yo traté de respirar una bocanada de aire. - 523 -

"Creí que habías dicho que James y Kate habían prometido no hacerle daño". El no respondió a esa pregunta. "Garrett, hazles saber que voy a estar allí a las diez de esta noche, con las pruebas. Y Garrett, si amas a Kate tanto como dices, voy a dejar que te asegures de que ni un pelo de la cabeza de Isabella se vea perjudicado. Porque yo te haré ver mientras Kate paga exponencialmente por cada pelo y cada lesión que Isabella tenga". "Tony, Jesús...", se apagó. "Lo siento mucho, hombre. No sé cómo hemos llegado a esto". En otras circunstancias me hubiera gustado decirle que lo sabía, pero en su lugar, simplemente colgué el teléfono. Caminé de regreso hacia Emmett y el resto, con mi pulso acelerado, la adrenalina y el miedo fluían por mis venas, porque sabía que tenía que conseguir la caja de pruebas, pero no tenía ni idea de cómo tenía que hacerlo. Vi a la abogada Weber mientas yo hacía mi camino. Era joven, de mi edad, atractiva, supuse, con su traje de falda y chaqueta y gafas de montura roja. Muy orientada hacia una carrera, algo así como Rosalie, pero tal vez con un corazón humano. Mientras yo estaba mirando y tratando de idear un plan, ella asintió con la cabeza hacia Jasper y empezó a alejarse, distraída, a toda prisa. Y supe que estaba fuera de tiempo. Tenía que hacer algo, y tenía que hacerlo ahora. "¿A dónde se dirige, abogada?", le pregunté, llegando hasta ella y todavía luchando para elaborar un plan. Ella suspiró profundamente. "Vuelvo mi oficina. Mire, Agente Cullen, no quiero ser pesimista, pero tenemos que averiguar cómo vamos a proceder con este caso si la Srta. Swan… no fuera encontrada". Me tragué la bilis espesa, y mi estómago se movió de dolor, pero me obligué a asentir con la cabeza, porque rápidamente un plan se formó en mi cabeza, y no tenía tiempo para retrasarlo. "Sí, tiene razón. Es algo que tenemos que tener en cuenta, supongo", me encogí de hombros. Ella entrecerró los ojos como si le sorprendiera mi acuerdo. "Los ensayos de - 524 -

drogas... están todavía ahí, pero con el equipo de defensa que tienen, fácilmente podrían estar en las calles en cinco o siete años. No sé cómo vamos a poner los cargos de homicidio sin el testimonio de la Srta. Swan", ella negó con la cabeza tristemente. Eran básicamente las mismas palabras pronunciadas por Rosalie hacía sólo muy poco tiempo, las que le habían costado casi un ahogamiento por mi parte y una reprimenda por la de Emmett, pero necesitaba las pruebas. Así que con la abogada utilicé un enfoque diferente. Extendí la mano y la puse mano sobre su hombro para reconfortarla. Un grito ahogado y fuerte se escapó de sus labios y me miró, obviamente sorprendida. Sin embargo, ella no se alejó ni apartó mi mano. "Usted sabe" - medité pensativo - "la Stra. Swan me dijo algunas cosas... quiero decir, ellas probablemente tendrían más peso viniendo de ella, pero..." Traté de no vomitar por mis propias palabras y luego giré mi cabeza y miré a otro lado, pensativo, mordiéndome el interior de mi labio. Fuera de mi periferia vi a la abogada mirándome con la boca ligeramente abierta. Estimulado por su reacción empecé a frotar círculos en su hombro con el pulgar, y ella se estremeció visiblemente. Sí, estaba siendo un gilipollas inimaginable, y Bella probablemente me daría una patada en el culo si estuviera aquí ahora. Pero ella no estaba, y por eso realmente no estaba preocupado por los sentimientos de la abogada. No me importaba nada más que llegar a Bella con seguridad. Emmett apareció de repente y me miró a los ojos, y aunque Rosalie estaba, obviamente, comiéndole la oreja, sus ojos se estrecharon sospechosamente al ver mi mano en el hombro de la abogada. No podía preocuparme por eso. Me dirigí de nuevo a Ángela. "Tengo una idea", yo sonreí con una ceja levantada. "Tengo que hacer un par de llamadas de teléfono ahora mismo, pero... ¿le importaría encontrarse conmigo en una media hora más o menos, en la cafetería de la esquina?", sonreí esperanzado. "Tal vez podamos encontrar algo mejor... juntos", subrayé, empujándole más fuerte con el pulgar. Durante cinco segundos ella simplemente me miró fijamente, aturdida y con los ojos abiertos, antes de parpadear y asentir con la cabeza con vehemencia. "Por supuesto. Claro, Agente Cullen". "Por favor, abogada" - me reí en voz baja - "creo que nos conocemos lo - 525 -

suficientemente bien como para que me llames Edward". "Edward" - tragó - "y por favor, tú llámame Ángela". "Está bien, entonces" - yo sonreí de nuevo - "Ángela. ¿Nos vemos en media hora?" Ella asintió con la cabeza otra vez. "Sí. Sí, en una media hora". Me reí entre dientes otra vez y le di a su hombro un apretón final antes de dejarla ir, mientras ella visiblemente daba la respiración que había estado aguantando. "¿Y Ángela? No te vayas si llego un par de minutos tarde", le advertí en tono de broma, a poca distancia de ella. "No lo haré", murmuró débilmente, sonriendo. Yo la vi marcharse y me di la vuelta, caminando rápida y constantemente fuera del hospital y con la esperanza de que Alice estuviera bien, de que Jasper estuviera demasiado perdido en su miseria como para darse cuenta de mi desaparición, de que Emmett estuviera todavía demasiado involucrado en sus conversaciones con Rosalie como para seguirme, y de que yo fuera capaz de salirme con la suya. oooooooooo Una vez más, haciendo caso omiso de las luces del tráfico de la ciudad, llegué al Palacio de Justicia en quince minutos. Más allá de la poca vergüenza que acababa de tener con la abogada, no tenía otros planes en la manga aparte de caminar hasta el Palacio de Justicia, entrar en la oficina de la abogada, y robar la caja llena de pruebas. Sí, sabía que había cámaras, y sabía que mis posibilidades de hacerme con esa caja eran casi nulas en el mejor de los casos, pero era todo lo que tenía y no tenía otra opción. Eran casi las ocho, tenía que entrar y salir de aquí antes de que Emmett sumara dos y dos. El almacén estaba a cuarenta minutos de aquí, y tenía que volver a Bella. Estos eran los únicos hechos con los que trataba en este momento. Por suerte habían pasado las horas de más cantidad de empleados civiles, así que en vez de una corriente de policías, abogados, jueces, testigos y delincuentes entrando y saliendo, el Palacio de Justicia estaba bastante tranquilo. Cuando pasé por la puerta giratoria, sólo dos guardias estaban apostados en la entrada para saludarme. Le di la vuelta a mi tarjeta de identificación, uno me dio una mirada superficial y luego me la devolvió. Mi corazón latía inseguro mientras hacía mi camino a los ascensores. Mientras - 526 -

caminaba, me levanté la capucha sobre la cabeza y miré hacia abajo al suelo, aunque una vez que examinaran todo el material desde todos los ángulos no pasaría mucho tiempo hasta que me situaran. Yo resoplé para mí mismo, porque había una gran probabilidad de que en pocas horas no importara si averiguaban que había tomado las pruebas. Pero tenía que asegurarme de que Bella estaba segura en casa de Jacob y fuera de la ciudad antes de esa fecha. No podía pensar en el resto ahora. Mi pecho se contrajo tan dolorosamente por un momento que tuve que frotarlo físicamente para calmar el dolor. Lo último que quería era dejar a Bella sola otra vez, pero en este punto eso estaba fuera de mis manos... Lo siento, cariño. Tenía muchas ganas de darte esa playa... De cualquier manera, aunque no me pudiera ocultar por mucho tiempo, tampoco pensaba hacer las cosas tan fáciles, así que me dirigí por el pasillo largo que conducía a la oficina de la abogada y me puse los guantes. Pasé a un par de personas en traje de oficina, pero mantuve la cabeza hacia abajo, evitando el contacto visual. Me paseé fuera de la oficina cerrada con llave al final del pasillo, escuchando, esperando a ver si alguno más rezagado pasaba, y cuando me di por satisfecho de que el pasillo estaba vacío, saqué mi pequeño instrumento y me puse a trabajar. "Vamos, vamos", murmuré en silencio mientras lo movía alrededor, y luego cerré los ojos con alivio cuando escuché la cerradura y abrí la puerta. "Disculpe", una voz áspera me llamó desde detrás de mí. Una cadena continua de maldiciones llenó mi mente mientras secretamente guardaba el clip y me daba la vuelta, enyesando una sonrisa agradable en mi cara. Era un hombre de unos cuarenta años más o menos, vestido con el uniforme azul y gris del sistema judicial. Sus manos estaban apoyadas en ambos lados de su cinturón negro y ancho, envueltas alrededor de una porra y una pistola como si estuviera con ganas de usar una de ellas y no importaba cuál. Él me miró con desconfianza, de arriba y abajo, a mi uniforme azul y sudadera con capucha antes de que sus ojos brillaran hacia la puerta entreabierta detrás de mí. Le enseñé mi insignia. "Tengo que conseguir algo de la oficina de la abogada", le dije con facilidad. "Ella me está esperando". Él apretó los labios y redujo los ojos de manera dudosa. Durante unos segundos me miró a mí, a mi placa, y a la puerta abierta detrás de mí una y otra vez, como si tratara de determinar su próximo curso de acción. - 527 -

"Vamos, hombre", le dije con impaciencia, cerrando la placa y metiéndola en mi bolsillo. "Ella y yo estamos trabajando en un caso y me pidió que consiguiera algo para ella. Voy a entrar y a salir rápidamente". Sus labios se acurrucaron y golpeó un dedo sobre su arma, pensativo, mientras yo contenía la respiración. Cuando su mano se movió fuera de la pistola y fue hacia el walkie talkie en su pecho, lo consideré algo muy lejos de una mejora. "¿Qué está haciendo?", pregunté de una manera constante. "Voy a corroborar esto", dijo con brusquedad y luego apretó el walkie talkie. "Hey Nick, hazme un favor y llama-" En un movimiento rápido llevé la mano al walkie talkie y golpeé su cabeza contra la pared, sosteniendo su cuerpo con cuidado mientras se deslizaba hacia abajo para no hacer ruido. "¿Ray?", se escuchó otra voz desde el walkie talkie. "Hey Ray, ¿qué quieres?" Presioné el walkie talkie. "No importa". "Vale, amigo", respondió, mientras yo respiraba a través de los labios entrecerrados. Ray fue arrastrado a la oficina de Ángela conmigo, y luego en silencio, cerré la puerta y la cerradura detrás de nosotros. Tomé prestada una linterna de Ray, la encendí y la giré hacia el gran armario donde estaría la caja de pruebas de la abogada. La puerta estaba cerrada, por lo que saqué mi excelente clip de nuevo y juntos hicimos el trabajo por debajo de la cerradura. Dios, o alguien debía estar sonriendo sobre mí o sonriendo sobre mi Bella, porque la caja con el número de expediente 04632012 descansaba de forma destacada en el estante del medio, ni siquiera tuve que ir cavando en busca de ella. Con cuidado retiré la caja y la puse sobre la mesa para asegurarme de que todo estaba allí. Papeles, documentos, las zapatillas de Kate, el abalorio, y en una pequeña bolsa de plástico marcada como Evidencia 5, el brazalete de Bella. Cogí la bolsa de plástico y de repente sentí ganas de gritar y aullar con la parte superior de mis pulmones, porque ninguna de esta mierda debería estar pasando. Bella debería haber tenido un viaje de campamento maravilloso esa primavera de hace cuatro años. Debería haber tenido la oportunidad de explorar sus sentimientos por Jake, debería haberse graduado el mes siguiente, ir a Dartmouth, y decidir una carrera entre la gimnasia o la enseñanza. Sus padres deberían haber estado - 528 -

alrededor para aplaudirla en su graduación de la secundaria al recibir su diploma. Y este brazalete... este brazalete debería haber tenido un poco más de abalorios, por todos los logros que había estado ganándose en los últimos cuatro años. En la palma de mi mano puse la bolsa donde estaba el brazalete. 'Lo único que quieren son las pruebas, Tony, incluyendo el brazalete'. Mis dedeos hormiguearon. Sin pensarlo me quité mis guantes y cogí un pañuelo de papel del escritorio de Ángela, usándolo para coger suavemente el brazalete de Bella. Pero entonces... descarté por completo el pañuelo. Uno por uno, abalorio por abalorio, eslabón por eslabón, pasé mis dedos sobre él, sintiendo su suavidad fría, el peso de cada uno de los abalorios en mis manos. 'James tiene algo que necesito...' 'Hemos encontrado este abalorio...' '¡No es una prueba! ¡Es lo último que me queda de mis padres!' '... el brazalete... siempre será especial para mí, pero... ya no es lo más importante. Mientras te tenga a ti, es todo lo que importa...' 'Lo único que quieren son las pruebas, Tony, incluyendo el brazalete'. Llegué al abalorio de la manzana. 'El abalorio de la manzana fue el último de mi padre me dio. Lo colocó en mi brazalete y dijo: una manzana al día mantiene alejado al médico...' El abalorio era redondo como una esfera, más pesado y más grande que el resto. Y mientras yo lo giraba entre mis dedos, mi frente se arrugó, porque en realidad era más pesado de lo que cabría esperar por su tamaño. 'El abalorio de la manzana fue el último de mi padre me dio. Lo colocó en mi brazalete y dijo: una manzana al día mantiene alejado al médico...' ¿Qué habría hecho el detective Charlie Swan para garantizar la seguridad de su esposa y su hija, si temiera por su propia vida? 'Siempre me he preguntado cuánto nos hubiera dicho Charlie si hubiera tenido la oportunidad', Jacob reflexionó ese día en su casa. - 529 -

¿Qué les hubiera dicho a ellos, a su hija, a la persona más preciada en el mundo para él, si le hubieran dado tan sólo un día, unas horas más? ¿Cómo la hubiera protegido? '... una manzana al día mantiene alejado al médico...' Con las dos manos empecé a tirar de los extremos opuestos del abalorio. Nada. Me giré y volví a intentarlo unas cuantas veces más, tirando a lo largo de diferentes ángulos, y así como yo estaba pensando que estaba siendo un imbécil y loco de mierda que estaba a punto de darse por vencido, la manzana se dividió en dos, como una real cortada por la mitad. En el interior había una minúscula memoria usb. "Santa mierda", respiré. Mis ojos parpadearon rápidamente a Ray para confirmar que todavía estaba durmiendo profundamente en el suelo, y cuando vi que lo estaba, dirigí mi atención a la unidad pequeña en mis manos. Miré el reloj. Eran las 8:32 pm. Cerré los ojos, rápidamente calculé mi tiempo y luego fui hacia el ordenador portátil de Ángela, tocando un pie nerviosamente contra el suelo alfombrado mientras arrancaba, y una vez que estuvo listo, cogí la memoria, la abrí y... Un hombre con profundos ojos marrones como los de Bella llenaba la pantalla. Era calvo y parecía nervioso antes de aclararse la garganta dos veces. "Mi nombre es Charles Swan, detective del Departamento de Policía de Phoenix". Me dejé caer pesadamente en la silla giratoria y de cuero de Ángela. "Un par de meses atrás, uno de mis amigos, Harry Clearwater, falleció por unas supuestas complicaciones cardíacas". Charlie empezó a contar la historia de cómo se involucró. Cómo Leah mencionó lo que su padre le dijo en su lecho de muerte sobre algunas drogas experimentales que el Dr. Penn le había dado. Ella no estaba segura de si estaba delirando o no, pero no había duda, no le quedaba dinero en su cuenta. Charlie pasó a ser un agente encubierto. Pasó los exámenes médicos requeridos. Durante las visitas posteriores se quedó solo en la oficina del Dr. Penn y tuvo la oportunidad de mirar a través de - 530 -

sus archivos. Tomó fotos, las cuales mostraba en la pantalla, y encontró alguna información preocupante, la cual explicaba en detalle. Pero quería hacer algo de investigación antes de entregarlo todo a los federales. Luego mostró imágenes de los médicos que él creía que estaban involucrados en esas irregularidades: el doctor Laurent Marsh, la Doctora Shaw, y el Doctor Penn. Mi aliento se enganchó antes de que parara de respirar. A pesar de que ya lo había conjeturado, en la oficina oscura del Palacio de Justicia, con nadie más que un noqueado y dormido testigo, todos mis temores y mis sospechas se confirmaron. Hice una pausa y rebobiné la grabación, mi pulso se aceleró el doble. Ahí estaban de nuevo las fotografías del doctor Marsh, la Doctora Shaw y el Doctor Penn. Cada músculo de mi cuerpo se puso rígido. "Si alguien está viendo esto, significa que algo ha ido mal y yo no estoy para dar esta información por mi mismo o recoger el resto", Charlie hizo una pausa y su rostro se tornó sombrío. "Si ese es el caso, por favor, cuide de mi esposa e hija. No deje que las lastimen. Son las cosas más importantes en el mundo para mí. Y dígale a mi hija, Isabella... dígale que la quiero más que a nada, que siempre he estado orgulloso de ella" - su voz se agrietó - "y dígale que no dude antes de tomar ese salto", luego extendió la mano y apagó la grabadora, y no vi nada más que la pantalla vacía. Durante dos minutos me senté en un silencio sepulcral. Durante todo este tiempo... Todo este tiempo... Durante todo este tiempo la prueba, las respuestas, estaban justo en el brazalete de Bella.

Uff, que nervios y eso que yo ya sé como acaba, jajaja. Parece que todo ha estado siempre en el brazalete ^^ ¡Nos vemos mañana para ver dónde está Bella! :)

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, - 531 -

Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106, Samantha Mya, Danii Belliner Cullen, ini narvel, Gabllie, HLNRJRQR, anon, Mafer Masen Cullen, solecitopucheta, CrissYmell, Lore562, LayMe, Lupita Calvo, Guest, Adrianne GM, EllaesCM, Andy´s dreaming, Sakiritta Uchiha, JessMPattinson, Beautiful Dragonfly, lagie, Little Meyer. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 34 Sólo un segundo Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Holaaaa, vamos a ver cómo está Bella después de que se la llevaran ;) Por cierto, muchisimas gracias por seguirme y comentarme, ¡hemos pasado de los 900 reviews! :D Es increible lo que está gustando esta historia, que lástima que la tenga que borrar :(

Capitulo34- Sólo un segundo BPOV Esta vez, cuando corríamos, estábamos rodeados por la total oscuridad. Un agujero negro sin fin. Un olor acre, como fuertes y ásperos productos químicos invadía mi nariz, mis fosos nasales me ardían y mis ojos picaban tanto que lágrimas reales se acumulaban en las esquinas. Sin embargo, a pesar de que no había nada que ocultar, seguíamos corriendo, pero no importaba a dónde fuéramos, estábamos completamente a la intemperie. El sueño había vuelto a cambiar. Esta vez, cuando el hombre enmascarado aparecía, no apuntaba la pistola hacia nosotros de inmediato. En cambio, sonreía, una sonrisa suave y relajante, con los ojos suaves y gentiles. Cuando hablaba no me encontraba tensa, porque sus palabras no las decía con dureza, no había amenaza o enfado alguno. En realidad él sólo decía una palabra, pero la decía de una manera suave, simpática, mientras yo daba un paso lento y cuidadoso en su camino. "Isabellla". Di un paso más. Ahí era cuando Edward me tiraba tan fuerte que sentía como si me hubiera arrancado el hombro. Quemaba horriblemente. "¡NO BELLA!", él gritaba. - 533 -

Asustada, azotaba mi cabeza de nuevo hacia el hombre de voz suave y enmascarado, sólo para encontrar el arma lista, sus ojos azules brillaban. Abrí la boca para gritar... "Isabella". Jadeé y abrí los ojos, esperando por un instante despertar en la cama blanda de Edward, que él me sostuviera y me dijera que estaba teniendo una pesadilla. Trataba de llegar a él, pero mis brazos no se movían, se sentían pesados y lentos. Mis ojos se cruzaron al intentar concentrarme, enviando brotes de dolor a través de ellos como una daga. Me quejé y rápidamente los volví a cerrar. "Isabella". Jadeé de nuevo y forcé los ojos para abrirlos, a pesar del terrible dolor. Una niebla opresiva empañaba mi visión, a través de la niebla se veía como un par de ojos suaves y de color gris azulado me miraban. Parpadeé lentamente unas cuantas veces, tratando de ajustar la visión, deseando que mis ojos trabajaran juntos, pero se negaban. Mi boca se sentía como papel de lija. Lamí mis labios secos y agrietados. Mi espalda y mis brazos dolían, y no importaba cuánto lo intentara, no conseguía moverme. Poco a poco la nube se levantó lo suficiente como para permitirme un vago reconocimiento de la cara delante de mí. ¿Era... Garrett sonriendo hacia mí a través de un ceño fruncido? "¿Estás bien?", susurró. ¿Si estaba bien? ¿Qué significaba eso? Tenía la sensación de que la respuesta era no, pero no podía estar segura. ¿Dónde estaba? ¿Cómo había llegado aquí? ¿Por qué mi espalda y mis brazos dolían tanto? ¿Por qué no podía moverme? ¿Por qué me picaban los ojos? Las preguntas estallaban como estrellas fugaces, pero era incapaz de formar cualquier palabra. Todo lo que podía hacer era quejarme. "Shh", murmuró. "Son los efectos de los tranquilizantes. Descansa". Creo que le sentí acariciarme el pelo, y ya que de todos modos parecía que no podía hacer otra cosa, cerré los ojos obedientemente, y pronto todo se volvió negro. Oooooooooo Cuando volví a abrir los ojos, no peleé por abrirlos. Ellos se abrieron de repente y me acordé de todo de inmediato. Los hombres enmascarados, Alice ordenándome que fuera a la habitación, el arma de fuego, los hombres que estallaron en la - 534 -

habitación de Edward, y luego... el hombre del pasamontañas, todo antes de que todo se volviera negro... Traté de incorporarme, y ahora vi lo que me pasaba, no podía mover mis extremidades. Mis manos estaban atadas a mi espalda y mis pies estaban unidos entre sí. Golpeé mi cuerpo hacia atrás y hacia adelante varias veces hasta que me las arreglé para llegar a una posición sentada en el sofá de cuero negro en el que me encontraba. Estaba en medio de lo que parecía ser una oficina improvisada llena de muebles viejos y sucios, un escritorio viejo y decrépito se encontraba en el extremo opuesto a mí. Todo parecía que había sido abandonado hacía mucho tiempo. Estaba sola. Los recuerdos me inundaron otra vez y me estremecí. Un gemido escapó de mis labios mientras yo recordaba el disparo y luego el silencio de Alice. Edward. Se me cortó la respiración. ¿Dónde estaba? ¿Sabría qué había pasado? Mis ojos buscaron en la habitación, buscando algo que me dijera cuánto tiempo había estado aquí, pero no había nada. No había reloj, ni siquiera ventanas, ni siquiera podía decir si fuera había luz u oscuridad, pero el dolor en mi espalda me decía que había estado en esa posición durante bastante tiempo. Retorcí las manos con vehemencia, tratando de llegar al nudo que las sujetaba, pero el que me ató debió haber sido un marinero. Sin embargo, lo seguí intentando, gimiendo en voz baja por la frustración, porque tenía que salir de aquí. Tenía que encontrar a Edward antes de que él me encontrara. Si no lo hacía... Me estremecí, empujando la pesadilla lejos mientras mis dedeos se curvaban y se inclinaban y movía mis articulaciones en todos los ángulos, tratando de llegar a la cuerda. Terror, desesperación y productos químicos desconocidos corrían por mi torrente sanguíneo haciendo que mis dedos no se coordinaran, pero seguí en ello. El sueño... era como un peso físico sobre mis hombros, estaba aquí conmigo, podía sentirlo. Se las había arreglado para cruzar la frontera desde el subconsciente al consciente por él mismo. Yo torcí las muñecas y di vueltas y vueltas frenéticamente. Cuando la perilla de la puerta se giró, di una bocanada de aire. Me había quedado sin tiempo. Había fallado y Edward vendría a por mí ahora. Y cuando él viniera, esos ojos brillantes y azules le esperarían. - 535 -

Estuve sorprendida por un momento por quién entraría por la puerta. "¿Garrett?", fruncí el ceño, con la voz ronca y seca por no hablar. Y entonces recordé que él había estado aquí antes, no estaba segura de cuánto tiempo atrás, ya que todavía tenía encima las drogas que me habían noqueado y adormecido. Garrett cerró la puerta en silencio detrás de él, asegurándose de tener mucho cuidado para no hacer ruido, y luego la cerró. Cuando se volvió y dio dos pasos hacia mí, su expresión era de miedo y ansiedad. Él jugaba nerviosamente con la corbata azul marino en su cuello. Estaba impecablemente vestido, como si acabara de salir del hospital. "¿Estás bien?", me preguntó en apenas un susurro. Vagamente lo recordé haciendo esa misma pregunta antes. Esta vez mi respuesta fue rápida y urgente. "No. Tengo que salir de aquí". Él dio un paso vacilante hacia mí. "Isabella, necesito que sepas que yo no he tenido nada que ver con esto. Traté de convencer a James y a Kate para que te dejaran ir, pero se negaron a escucharme", su voz era tan baja que tuve que esforzarme para oírlo. Sus palabras temblaban. "Pero no te harán daño, Isabella" bajó más la voz, hasta que apenas movía los labios - "ellos sólo quieren que Tony traiga las pruebas". Todo el aire salió de mis pulmones. Tony. Edward. Estaban haciendo que viniera aquí. Él sabía exactamente dónde estaba yo, y sí, por supuesto, él vendría. Cerré los ojos y tragué, pero mi garganta estaba tan seca como la arena, por lo que la acción me quemó dolorosamente. "Garrett, por favor" - le rogué - "tienes que escucharme. Necesito que me sueltes". "No puedo soltarte, Isabella", se quejó. "Kate dijo que ésta era la única manera. Ellos no van a hacerte daño. Sólo quieren que Tony, quiero decir, el Agente Cullen, traiga las pruebas y luego te dejarán ir, siempre y cuando ambos prometáis desaparecer". "¡Si no me dejes ir, el Agente Cullen vendrá a mataros a todos!", silbé. Los ojos de Garrett se ampliaron. Se me quedó mirando, horrorizado. - 536 -

El sueño... estaba aquí. Sabía que estaba aquí. "Por favor", le supliqué, empujando hacia atrás el sueño, pero era un gran esfuerzo físico hacerlo ahora mismo. "¡Mira, Garrett, James y Kate están mintiendo! Piensa en ello. ¡No hay manera de que ellos nos vayan a dejar marchar una vez que llegue Edward! ¡Los dos lo sabemos muy bien!". "Pero... pero tú puedes... ¡simplemente desaparecer!", Garrett tartamudeó nerviosamente. Me esforcé para organizar mis pensamientos, para disipar la última parte de productos químicos que aún nublaban mi mente, para decir algo que Garret entendiera, que llegara a él. "Garrett, por favor" - le rogué- "eras amigo de... Tony. No vengas aquí de esta manera; acaba con esta trampa Porque sabes que es una trampa, Garrett. ¡Lo sabes! Sabes que James no va a dejarnos ir, no va a permitir que ninguno de los dos nos vayamos". Parecía que no sabía qué pensar. "De hecho"- pude añadir rápidamente cuando lo vi con dudas - "es probable que ni siquiera piense en dejaros ir a ti o a Kate. Va a matarnos a todos, Garrett" - cuando lo dije, la verdad me golpeó como una bola - "porque sabe que dejarnos vivos a algunos de nosotros es peligroso ahora. Él es un enfermo psicópata, Garrett" escupí - "¡y tú lo sabes! Por favor" - le dije una vez más, me temblaba la voz "simplemente llama a Edward y adviértele que no venga. Te prometo que voy a decirles a todos lo que nos has ayudado. Incluso diré que Kate nos ayudó. ¡Pero por favor, no dejes que ellos le hagan daño a Edward!". Durante mucho tiempo, Garrett simplemente me miró fijamente. Entonces él ladeó la cabeza hacia un lado y me estudió. "¿De verdad lo amas, no?", sonó sorprendido. Asentí con la cabeza con vehemencia, porque no tenía sentido negarlo ahora. Él asintió con la cabeza y la ladeó hacia el otro lado, frunciendo las cejas con fuerza. "Me he estado preguntando si tal vez... simplemente lo habías estado utilizando para hacer un trato con el gobierno. Para la inmunidad y protección". Fruncí el ceño, confundida por su pensamiento peculiar. Por alguna razón, la - 537 -

forma en la que me estaba mirando - la intensidad de repente apareció en sus ojos azules y grises - hizo que los pelos finos de mi cuello se pusieron de punta. Pasó una mano por su cabello rubio y sucio. "Yo también amo a Kate". "Sé que lo haces, Garrett", le dije con cuidado. "Pero ella no es lo que piensas que es". "El amor nos hace hacer cosas locas", él se dio vuelta y movió la cabeza hacia la puerta, escuchando. "Tony me dijo una vez" - reflexionó y luego se volvió hacia mí una vez más, suspirando profundamente - "que tenía que dejarte ir". "Sí", yo respiré, hundiendo las uñas en mis nudillos por la desesperación. "Sí, Garrett". "Pero si lo hago" - continuó rápidamente - "tienes que asegurarte de decirle a Edward y al resto del FBI que yo te he ayudado, y que no he tenido absolutamente nada que ver con esto. Que simplemente me enteré de dónde fuiste retenida y te saqué". El alivio me abrumó. "Lo haré. Lo juro Garrett, lo haré". Él empezó a caminar hacia mí lentamente, con una pequeña sonrisa en su rostro. "¡Date prisa Garrett!", grité con urgencia. "Por favor, date prisa. Tengo que avisar a Edward antes de que llegue aquí". Se arrodilló delante de mí y sacó una navaja de su bolsillo de atrás. Era extraño que llevara una, pero cuando dejó mis manos y mis pies sueltos, me importó un bledo cómo el cuchillo estaba en su bolsillo. Era libre y ahora podía encontrar a Edward. Estaba a punto de levantarme, pero él me agarró por los hombros, sosteniéndome con fuerza, manteniéndome en mi lugar. "Recuerda lo que has dicho, Isabella. Vas a decirles a todos que no he tenido nada que ver con esto. Yo te he salvado". Asentí con la cabeza a toda prisa. "Lo recuerdo. Ahora dime cómo salir de aquí para que pueda ir a buscar-" La cabeza de Garrett se giró bruscamente hacia la puerta. Sus fosas nasales quemaron de repente y se levantó, puso el labio en una mueca antes de caminar hacia la puerta. "Mierda", le oí silbar humildemente. - 538 -

"¡Garrett!", dije desesperadamente. "Garrett, ¿cómo puedo-" "¡Shh!", me ordenó con sus ojos brillantes y oscuros mientras la puerta se abría. James entró, manteniendo la puerta abierta a Kate, quien iba detrás de él. Mi corazón dejó de latir por unos segundos antes de latir de nuevo el triple de rápido. Al principio ninguno de ellos me dio un vistazo, solo se detuvieron frente a Garrett. "¿Cómo le va?", James preguntó. Con la sonrisa en la cara y la bata del hospital que llevaba puesta, casi podría pensar que estaba preguntando acerca de un paciente. "Ella está... asustada", Garrett se encogió de hombros. "Pero está bien". Di otra mirada por la habitación, buscando una salida. Con mis manos y mis pies libres ahora, podía huir de ellos. Podía volar de aquí y encontrar a Edward antes de que él entrara en esta pesadilla. Sin embargo, no había unas malditas ventanas en esta sala. Estaba atrapada. Por una fracción de segundo pensé en la posibilidad de correr a través de ellos, sabiendo mis posibilidades y tratando de llegar a la puerta antes de que me pudieran agarrar, pero entonces James volvió sus ojos hacia mí, y cuando me encontré con su mirada, vi la pistola colgando a su lado. Un violento escalofrío me recorrió la espalda. Los fríos ojos azules, tan brillantes como el cielo de la mañana, miraron hacia abajo hasta mí. Una sonrisa amplia y satisfecha de sí mismo apareció en su boca mientras se acercaba lentamente. Mi estómago se agitó. "Marie, Marie", él negó con la cabeza, poniéndose de rodillas delante de mí. Él apoyó la mano en la que sostenía el arma sobre su regazo. "Te he echado de menos, querida". Dirigió un dedo ligeramente sobre mi pómulo y me estremecí lejos de él. Mi corazón se aceleró en mi pecho, mi respiración se volvió más rápida y poco profunda. La proximidad de la pistola me estaba poniendo peligrosamente cerca de un ataque de pánico, pero tenía que mantenerme unida. Temblando de frío, pude evitar mirarle directamente a él o la pistola. "¿Después de todo este tiempo" - James continuó - "no tienes nada que decirme, Marie?" - 539 -

"Yo no soy Marie", dije poco a poco con los dientes apretados. Él se rió. "Sé que no eres Marie, querida. Sé exactamente quién eres", fuera de mi periferia vi su labio acurrucarse en un gruñido, las arrugas de su frente se profundizaron. "Sólo quiero saber por qué", preguntó con su voz suave, seguro de sí mismo. A pesar de mi intento de parecer tranquila, tragué fuerte, manteniendo mi cabeza recta. "¿Por qué?", rugió, haciéndome saltar cuando golpeó una mano sobre el brazo del sofá. "¡Mataste a mis padres!", rugí de vuelta, mirándolo desafiante. El dorso de su mano se conectó con el lado de mi cara tan fuerte y rápido que ni siquiera lo vi venir. Sacudí la cabeza hacia un lado y me tambaleé en el sofá, las estrellas y las luces brillantes bailaron ante mis ojos. Todo el lado izquierdo de mi cara latió al instante. Toqué mi rostro en estado de shock y limpié las manchas de sangre de la comisura de mi boca. Jesús, Edward lo mataría. Quería que Edward lo matara. Pero yo cerré los ojos y reprimí un gemido, y no para mantenerlo satisfecho, sino porque, incluso más que su muerte, yo necesitaba la seguridad de Edward. Así que me tragué el miedo y el dolor y lamí la sangre en el borde de mi boca. Aparté mis ojos de él. Esta vez fueron a Kate, quien estaba sonriendo hacia mí. "¿Por qué, Marie?", preguntó de nuevo, con calma, como si él no hubiera sacado la mierda de mí. "¿Por qué, qué, James?", me obligué a preguntar de una manera constante en ese momento. Él suspiró, como si mi negativa a responder a su pregunta le exasperara. "Bien, bien", respiró, poniéndose de pie y agitando el arma libremente alrededor. "Sólo tienes que responder a otra pregunta para mí, querida. ¿Cuándo exactamente empezaste a follártelo? ¿Fue antes o después de que me jodieras a mi?". Cerré los ojos y me mordí el labio, pero palpitaba dolorosamente, así que lo solté otra vez. "Respóndeme, Marie", dijo con impaciencia. "¿Empezaste a follar a Tony antes o - 540 -

después?" "¡Yo. No. Soy. Marie!", me encontré gruñendo humildemente. "¡Y yo no te jodí! Tú mataste a mis padres y-" Él dio dos pasos y esta vez su mano voló a través de mi otra mejilla, haciendo que me tambaleara hacia el otro extremo del sofá. La fuerza del golpe azotó el pelo hasta mi cara. Se pegó a mi boca, a la sangre en la esquina. Mi cara entera estaba en llamas. Instintivamente levanté mis manos frías y traté de calmar la quemadura. "Puta mentirosa", susurró. "¡James, detente!", Garrett declaró. "¡Estás haciéndole daño!". "Deja a James manejar esto, querido", dijo Kate. "Así es exactamente como una mentirosa debe ser tratada". Perra sucia. Mi cabeza se fue hacia ella, donde se encontraba muy bien al lado de Garrett. "¿Por qué no te acercas y te muestro cómo una mentirosa debe ser tratado?", le pregunté. Ella sonrió, y aunque sus ojos cayeron sobre mí, llenos de odio no disimulado, ella se quedó en su lugar. Yo resoplé. Algo hizo ruido sobre la vieja mesa, y James fue hasta allí, recogiendo lo que parecía ser un walkie talkie. "Sí". "Él está aquí". James dio una respiración profunda. "Obtén el paquete, y luego simplemente..." exhaló lentamente - "hazme saber cuando esté hecho". Mi aliento se enganchó. Me encontré con los ojos de James y un nivel completamente nuevo de miedo pasó por mis venas. "Sí, querida Isabella. Tu príncipe azul ha venido a rescatarte", escupió. - 541 -

"Desafortunadamente, él tiene un puñado de amigos que lo esperan abajo". Hasta la última gota de aire salió de mis pulmones, y de repente me sentí como si pudiera salir. Los ojos de James se estrecharon. "James, por favor, no", le rogué débilmente con todo el aire que me quedaba. "Voy a hacer lo que quieras. Tienes razón. Tú no mataste a mis padres. ¡Yo lo inventé todo!". "Es un poco demasiado tarde para eso querida, ¿no te parece?", resopló. Una furia profunda me llenó, incluso a través del terror. "Entonces, ¿qué vas a hacer, sólo matarnos a Edward y a mí a sangre fría?". "No voy a matar a nadie", dijo con los dientes apretados, agitando la pistola de vuelta otra vez. "¡Yo no soy un asesino a sangre fría, Isabella, a pesar de que trataste de hacer que lo fuera! ¡Te follaste a Tony para tener inmunidad y él te folló para que mintieras, porque no maté a tus padres y lo sabes!", escupió. "¡Lo que hice con los pacientes estaba en el nombre de la ciencia!", despotricó. "¡Y todos ellos sabían perfectamente que existían riesgos! ¿Pero matar a tus padres? ¡Yo ni siquiera sabía quién coño eran tus padres!". Era obvio que se había ido del todo, así que no lo contradije, a pesar de las descaradas mentiras y negaciones. "Él es tu amigo, James", le dije en su lugar. "Tú mismo me lo dijiste muchas veces, que Tony era tu mejor amigo. ¡Tu protegido!". "¡Él era un mentiroso de mierda!", gritó. Se agarró el pelo, la pistola colgaba de un lado de su cabeza. "¡Tanto tú como él me tendisteis una trampa! ¡Le tomé bajo mi ala y él me jodió! ¡Tú se suponía que eras mía, y ambos me jodisteis!". "¡Fue mi culpa!", dejé escapar rápidamente. "Le mentí a él y al resto de los federales. Todo lo he hecho yo, James. ¡Él no ha tenido nada que ver con esto! Por favor, James", lloré sin lágrimas, la tensión era insoportable en mi garganta, por lo que era difícil para mí hablar. "Me puedes hacer lo que quieras a mí, sólo no le hagas daño a él. Coge la prueba y déjalo ir. Por favor. Te lo ruego". "¡Mírala, James, te dije que era una mentirosa!", Kate exclamó de repente, como si ella sólo hubiera estado esperando que yo admitiera la mentira. Por una fracción de segundo algo inquietante apareció en los bordes de mi mente, algo pidiendo mi atención, pero todo en lo que podía centrarme en estos momentos era en salvar a - 542 -

Edward. James me miró con los ojos llenos de odio, pero también algo más. ¿Vacilación? Por un momento pensé que quizás, sólo quizás, yo podría convencerlo para que llamara a sus secuaces de fuera. Y luego unos disparos se escucharon del más allá, en algún lugar debajo de nosotros, en el edificio. James dio una respiración pesada y la liberó con voz temblorosa, sujetando mi mirada. "Como he dicho, ya es demasiado tarde". "No", apenas respiré. No. Mi visión se tornó borrosa y dejé caer mi cabeza, de repente mis pulmones, mi corazón, cada órgano vital de mi cuerpo se cerró. No pensé. No pude respirar. Pero le di la bienvenida a la oscuridad misericordiosa que me reclamaba. Así que cerré los ojos, suplicándole que me llevara lejos antes de que realmente pudiera comprender lo que acababa de ocurrir. Mientras esperé a que la hermosa nada viniera, oí... una voz... desde algún lugar un poco más allá, y por una fracción de segundo creí que me lo estaba imaginando; solo por los sueños de alguien que había perdido todo valía la pena seguir con vida. "¡Bella!" Estuvo más cerca esta vez. Mi cabeza se movió. Los ojos de James se ampliaron y presionó un botón en su walkie talkie. "¿Qué está pasando ahí abajo?", él exigió. No hubo respuesta. "¡Hola!" Nada. "¡Maldita sea!" Lanzó el walkie talkie contra una pared y me miró, y no pude reprimir la emoción, la esperanza se hinchaba en mi pecho. - 543 -

"¡Bella!" "Edward", yo respiré con asombro en ese momento. James soltó una larga serie de improperios y luego vino enfadado hasta mí, alejándome del sofá por mi brazo. Él se inclinó detrás de mi espalda, pero no me importó el dolor. Y luego puso su pistola en mi sien. "Camina". Salimos de la habitación y caminamos por lo que parecía el suelo de una fábrica, oscuro y mohoso. Vidrios rotos de ventanas se asomaban en un campo abierto. A lo lejos vi un avión que despegaba. Las luces de la ciudad parecían pequeñas y muy lejanas. "Agente Especial Cullen", James dijo en voz alta cuando estuvimos en medio del gran espacio. "Estamos aquí. ¡Isabella tiene un arma apuntando a su cabeza, así que te recomendaría que no salieras con armas de fuego!", se aferró a mi brazo, doblándolo tanto que sentí como si se tratara de rompérmelo. Sin embargo, yo no grité, porque sabía que iba a tener que mantener la calma de Edward. Pasos silenciosos se acercaron de manera uniforme desde algún lugar más allá del pasillo negro, y entonces ahí estaba él, envuelto en un manto de oscuridad. Edward. Con pantalones verdes y una sudadera, una mochila colgada sobre su hombro, su pistola en frente de él. "Edward", murmuré con voz temblorosa y llena de alivio al verlo de nuevo, al verlo con vida. Eso peleaba con el horror de que él estuviera aquí. Él estaba aquí y James me tenía, y sabía que ahora Edward haría todo lo que él dijera. Los ojos de Edward se encontraron con los míos, y en ellos vi su propio alivio peleando con la rabia. Sus ojos examinaron lo que sus manos no podían, y cuando vio mi cara, apretó con fuerza su mandíbula, sus fosas nasales quemaban. "Bella, ¿estás bien?" Asentí con la cabeza. "¿Qué le has hecho en la cara?", sus ojos no dejaron los míos, pero su voz era tan fría que hizo que me estremeciera. "Ella está bien, Tony", dijo James en un tono despectivo. "Marie y yo sólo hemos - 544 -

tenido una pequeña pelea de amantes", su boca se movió cerca de mi oído. "¿No, mi amor?", susurró en voz alta, sus ojos estaban fijos en Edward. "Los amantes no están de acuerdo de vez en cuando, Tony", él me dio un beso húmedo durante mucho tiempo en mi oído. Me estremecí y vi como los ojos oscuros de Edward se volvían negros, su cuerpo irradiaba furia. "Veo que has traído lo que te pedí". "Sí", Edward gruñó. "He conocido a unos chicos en el piso de abajo que han tratado de quitármelo, pero yo les he dicho que quería entregarlo personalmente, porque tú y yo teníamos un trato". "Sí, teníamos un trato, ¿no?", James estuvo de acuerdo. "Deja que ella se vaya". "En primer lugar suelta tu arma y muéstrame lo que hay en la bolsa". Edward miró a James, pero no bajó su arma. James preparó el gatillo de su propia arma, y sentí que resonaba contra el costado de mi cabeza. Cerré los ojos, incapaz de reprimir un gemido. "Baja el arma, Tony", James repitió lentamente. Esta vez, a regañadientes, Edward bajó su arma. "Tírala lejos", le ordenó James. Edward le pegó a la pistola con enfado. Aterrizó en alguna parte oscura del más allá. "Bueno", dijo James. "Ahora tira la bolsa hasta aquí, con cuidado". Con una respiración profunda y ardiente, Edward tiró la bolsa y esta cayó a un par de pies de distancia de James. Sin embargo, James no hizo ningún movimiento para recuperarla, y durante mucho tiempo, los tres simplemente estuvimos allí. "Yo te tomé bajo mi protección, Tony", James dijo de repente, la acusación y el resentimiento estaban grabados en lo más profundo de su voz. "Yo te enseñé todo lo que sabía, ¿y así es como me pagas? ¿Follándote a mi novia? ¿Elaborando una tonta historia acerca que yo maté a sus padres? ¿Mintiendo acerca de quién eras todo el tiempo?". Mientras hablaba, inclinaba mi brazo más atrás, y yo aspiré una gran bocanada de aire. - 545 -

Los ojos de Edward saltaron de James a mí, a mi brazo. Él vio el dolor que estaba teniendo, lo pude decir por la forma en la que respiraba, por la forma en la que su pecho se levantaba. Dio un paso hacia nosotros. "Déjala ir, James. Tienes lo que quieres. Deja que se vaya". "Yo le he preguntado por qué, pero ella se ha negado a responder", prosiguió James, ignorando las peticiones de Edward. "Así que ahora me estoy preguntando. ¿Por qué?". Edward dio un paso más. "James, deja que Isabella-" "¿Por qué?", él cavó más la pistola en mi sien y sentí la bilis aumentar en mi garganta. "¡Porque era mi trabajo!", Edward le gritó. "¡Porque soy un agente federal, y lo que tú estabas haciendo con los pacientes, con las drogas, era incorrecto e ilegal!". Sentí a James tensarse, echando humo mientras respiraba a lo largo de mi nuca. Eso envió un escalofrío por mi espalda. "¿Y qué hay acerca de los cargos de asesinato? ¿Tú y el gobierno queríais aseguraros de que yo me quedaba detrás de las rejas durante décadas, no?" La mandíbula de Edward se cuadró. Él no contestó, y mientras yo estaba muy agradecida, también estaba confundida por su silencio. "Yo no soy un asesino a sangre fría", dijo James. La pistola en mi cabeza se aflojó un poco y su dominio sobre mi brazo se soltó de manera casi imperceptible, pero lo sentí en la forma en la que la sangre comenzó a fluir de nuevo. "Lo que hice con los pacientes estaba en el nombre de la ciencia, y sí, está bien, me beneficié de ello, pero esto es Estados Unidos, por el amor de Dios. ¿Quién diablos no se beneficia? Pero yo no soy un asesino", siguió insistiendo. Edward dio un paso más lento y cuidadoso. Le pude ver profundamente a los ojos ahora, y fue el horror lo que reconocí en su mirada. Era la mirada de mis sueños. El miedo, pero no por sí mismo, sino por mí. "¿Tú no eres un asesino?", Edward le preguntó a James a propósito. "¿Realmente crees que eso es lo que dirían las familias de los pacientes de los ensayos con las drogas?" - 546 -

James estaba respirando con dificultad, pero no contestó. "¿Y qué hay acerca de esta situación aquí? ¿Qué piensas hacer ahora, James? Te estoy pidiendo que dejes ir a Bella", continuó dando un paso más cauteloso hacia nosotros cuando James no respondió. "Que se vaya, y luego tú y yo podemos trabajar el resto juntos. Solo... déjala ir". El agarre de James se relajó aún más, y durante un buen rato creí que en realidad podía dejarme ir. A ambos. Sin embargo, en una fracción de segundo, quitó la pistola de mi sien y señaló a Edward. Mi corazón se detuvo. El sueño. Mi pesadilla se estaba haciendo realidad. Sin pensar le di un codazo a James en su costado, pero antes de que pudiera agarrar el arma, él me golpeó en el pecho con la pistola y me mandó volando por la habitación. Por dos segundos todo lo que escuché fue mi propia sangre golpeando entre mis oídos, todo lo que sentí fue el dolor agonizante del arma golpeada en mi pecho. Cuando por fin miré hacia arriba, vi a James y a Edward enzarzados en una batalla para conseguir la pistola. De alguna manera Edward se las arregló para alejarla, pero cayó a sus pies, donde James la pateó y fue a parar a un par de metros de mí. Me obligué a levantarme rápidamente, lista para conseguir el arma, cuando alguien me agarró por el pelo y me tiró de nuevo al suelo. Mi cabeza se dio un golpe contundente. "No, no lo harás, perra", Kate susurró en mi oído mientras yo mantenía mi cabeza entre mis manos. Pero entonces, mis manos estuvieron alrededor de su cabeza y antes de que ella pudiera reaccionar le di la vuelta y subí encima de ella, golpeando su cabeza contra el suelo para ver lo que pensaba al respecto. Un puño aterrizó en mi cara, echándome hacia atrás, y luego otro puño en mi mandíbula, pero esta perra mató a mis padres, y ella me lo debía. Yo gemí en voz alta y bloqueé su siguiente golpe, agarrándole la cabeza otra vez y moviéndola sobre nosotras, y luego le di puñetazos y puñetazos hasta que la sentí aflojarse debajo de mí, gimiendo y cerrando los ojos. Yo rodé fuera de ella y miré a Edward y a James, y todo el aire salió de mis pulmones. James tenía a Edward contra la ventana rota, y mientras les veía, él golpeó su cabeza contra ella, dejando una mancha de sangre roja y brillante detrás cuando Edward trató de alejarse. - 547 -

"¡No!", grité y luego desesperadamente alcancé la pistola una vez más, levantándola con las manos temblorosas. La cogí e intenté apuntar como Edward me había mostrado, pero mis manos daban violentos espasmos, más que cuando la sujetaba en el apartamento. "¡James, detente!", yo le grité, pero él no escuchó. Agarró la cabeza de Edward y la mantuvo peligrosamente cerca de una pieza larga e irregular de vidrio que sobresalía de la ventana. Sentí como si mi cabeza fuera a explotar por el horror. "¡Detente!", grité, pero mis gritos eran inútiles, mis manos estaban alrededor de la pistola, inútiles. Quería disparar, pero simplemente no podía. No podía apretar el gatillo. "Bella, dame la pistola", dijo una voz suave y cercana. Yo me di la vuelta rápidamente y encontré que Garrett se me acercaba con cuidado, con una mano extendida. "Dame el arma", repitió en un tono tranquilo y convincente. Por un momento largo y eterno miré a Garrett, porque sus ojos grises y azules me habían encerrado en su mirada, y no podía mirar hacia otro lado. Como en la oficina improvisada, pero infinitamente peor, cada pelo de mi cuerpo se erizó. "Dame el arma, chica". Sus ojos azules de repente parecían más... vivos, más vibrantes. Prácticamente resplandecían. Estaba congelada. Él llegó a la pistola. "¡No, Bella! ¡NO!", oí gritar a Edward. Garrett me arrebató el arma de mis manos. Él apuntó hacia James y Edward, quitando el gatillo y apuntando. El tiempo era una cosa extraña. Se nos había enseñado que se producía en línea recta, cada segundo era igual al anterior, igual al de después. Pero no siempre se sentía de esa manera. Una vida entera transcurrió antes de que James volviera a caer, antes de que el golpe que indicaba que su cuerpo sin vida había caído resonara en mis oídos. En - 548 -

realidad, todo pasó en menos de dos segundos. Dos segundos durante los cuales el alivio se estableció provisionalmente en mi corazón, porque James estaba muerto. Dos segundos durante los cuales toda la noche en la que mis padres fueron asesinados se repitió totalmente en mi mente. Durante los cuales un millón de pensamientos diferentes, un millón de frases diferentes, pasaron por mi cabeza, tan diferentes ahora. James había muerto. Eso era lo que yo quería, ¿no? Que pagara por el asesinato de mis padres. Por las pesadillas hasta el final. Para que Edward estuviera seguro. Por el alivio de saber que James nunca lo alejaría de mí. 'Ella tiene queestar en alguna parte,James.Vamos a ponerfin a todosi ellase aleja'. 'Ella tiene queestar en alguna parte,James.Vamos a ponerfin a todosi ellase aleja'. 'Ella tiene queestar en alguna parte,James.Vamos a ponerfin a todosi ellase aleja' Era tan diferente ahora. Tan diferente que cualquier alivio que pudiera haberse comenzado a hinchar dentro de mí se extinguió antes de que comenzara. Conscientemente me sentí despertar de la tregua, sentí alivio y gratitud por la caída del hombre que había creído que fue la causa de todo mi dolor de todos estos años. Inconscientemente, yo sabía la verdad ahora. Mi mente no podía registrarlo todo todavía, pero mi corazón se había dado cuenta de que el peligro no había terminado - no por un tiempo largo y que esos dos segundos prolongados, mientras veía a James morir, serían mis últimos segundos de respiro. Por eso, cuando el cuerpo de James cayó y Garrett levantó el arma de nuevo y apuntó, el tiempo se ralentizó, una vez más, de manera desigual, y seguí la trayectoria de la bala como en cámara lenta, medida en un segundo solitario que no podía acelerar, o detener, o retroceder, u olvidar nunca. Un segundo... fue directamente hacia el estómago de Edward. A diferencia del silencio que llenó el aire cuando James cayó, cuando Edward cayó, un fuerte y salvaje grito irrumpió en su paso, llenando cada espacio, cada partícula de mí ser con un sonido de un animal aterrorizado, como un animal desorientado que había perdido su mente. Los gritos siguieron y siguieron, por un millar de vidas. Sin fin. Por una eternidad agonizante. - 549 -

Cuando el tiempo se movió otra vez, finalmente, en su línea, me di cuenta que yo era la única que gritaba.

Uy... parece que han disparado a Edward... mañana capitulo desde el punto de vista de él. Igual lo subo un poco más tarde pero tranquilas que lo subiré, eh ;) ¡Nos vemos mañana! :)

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106, Samantha Mya, Danii Belliner Cullen, ini narvel, Gabllie, HLNRJRQR, anon, Mafer Masen Cullen, solecitopucheta, CrissYmell, Lore562, LayMe, Lupita Calvo, Guest, Adrianne GM, EllaesCM, Andy´s dreaming, Sakiritta Uchiha, JessMPattinson, Beautiful Dragonfly, lagie, Little Meyer, Kathfan, ileidan. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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C35 El amor nos hace hacer cosas locas Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Holaaaa, ya estoy aqui. Vamos a saber toda la verdad y quien es el verdadero "malo" ;)

Capitulo35 -El amor nos hacehacer cosas locas EPOV Un zumbido constante en mis oídos... un dolor agudo en mi abdomen... y por unos segundos... nada más que un grito que sonaba muy lejos... "¡Edward!" Un par de manos suaves y cálidas corrieron arriba y abajo y con urgencia por mi cuerpo. "¡Edward!" Di una respiración larga y afilada, obligándome a concentrarme a través de la ardiente tortura que irradiaba en mi cintura. Cuando abrí los ojos, la hermosa cara de Bella se cernía sobre mi cara, sus ojos oscuros eran anchos y estaban llenos de terror... más de lo que nunca antes había visto. "Lo siento", ella gimió. "Lo siento mucho". "Estoy bien, Bella", dije con la mayor regularidad posible, sabiendo que no podía mostrar lo mucho que de hecho me dolía. Mi mano se fue automáticamente al lugar donde el dolor emanaba. Cuando la tiré hacia atrás, mis dedos estaban cubiertos de sangre. El rostro de Bella se volvió blanco. "Oh Dios", se lamentó. "Oh Jesús, no". Mierda. Volví la mano a mi lado y apliqué presión. "Bella, estoy bien", repetí con calma, y para demostrarlo me senté, haciendo caso - 551 -

omiso de los espasmos de fuego que lamieron mi abdomen cuando usé mi mano libre para arrastrarme lejos del cuerpo sin vida de James y la otra para apoyarme en la pared. "No es nada", mis dientes se apretaron por la quemadura insoportable. Bella me ayudó y luego se arrodilló delante de mí. "¿Qué hago, Edward?", ella preguntó con voz temblorosa. "Dime qué hacer". "Quítate la camisa, presiónala contra su lado y detén el flujo de sangre". La respuesta vino de Garrett. Ninguno de nosotros lo miró, pero yo asentí con la cabeza. Bella rápidamente se quitó la camisa que tenía por encima de su camiseta, mi camisa de hecho, y la puso en una bola, presionándola contra la herida. Me dolió como el infierno, pero me tragué los improperios que amenazaron con entrar en erupción. La sangre empapó la camisa rápidamente. "Eso no va a aguantar el sangrado por mucho tiempo", Garrett reflexionó en voz baja. Tenía razón, no lo haría. Ella me acarició la cara con una mano temblorosa mientras la otra tenía la camisa enrollada contra mi abdomen. Puse mis manos sobre la de ella, tratando de calmarla. "Vas a estar bien, bebé", dijo ella, sonriendo con los labios temblorosos. "Vamos a salir de aquí, y vas a estar bien". Por su bien, asentí con la cabeza estando de acuerdo. Pero la bala había pasado por mi abdomen, y estaba bastante seguro de que había pillado un órgano o dos en la salida. Era una herida que requería atención médica inmediata, y dudaba que Kate o Garrett hicieran cualquier tipo de cirugía para salvar mi vida en un corto plazo. Así que sólo sonreí alentadoramente a Bella, desenado comunicarle mucho en ese momento, cuánto la quería, a dónde tenía que correr cuando saliera de aquí... porque ella iba a salir de aquí. Pero incluso si hubiera sabido por dónde empezar, no estábamos solos. "Estás sangrando mucho, Tony", Garrett señaló amablemente. "¿Dónde te ha dado? ¿El páncreas? ¿El bazo?" "El bazo, creo", le respondí. Él asintió con la cabeza. "Sí. Eso explicaría el sangrado profuso. Vas a entrar en - 552 -

shock y luego te desangrarás si eso no es atendido pronto". Bella gimió y cerró los ojos con fuerza, yo apreté sus manos tan fuertemente como pude. Quise matarlo porque Bella fuera testigo de esto, por hacer esto delante de ella. No importaba lo que dijera ahora, ella se culparía a sí misma. "Shh. Voy a estar bien", ella no abrió los ojos. "¡Bella!", yo dije claramente, lo que la obligó a abrir los ojos de nuevo. Pude ver la agonía en ellos cuando me miró, el dolor que era incapaz de liberar a través de sus lágrimas. Negué con la cabeza. "No voy a entrar en shock a corto plazo, ¿de acuerdo?". "Está bien", ella respondió con voz débil. "¿Cuándo te diste cuenta, Tony?", Garrett preguntó tranquilamente, una vez más recordándome que no estábamos solos y que independientemente de mis posibilidades ahora, todavía tenía que encontrar una manera de sacar a Bella de aquí. Pero si él quería hablar, tal vez podría seguir hablando el tiempo suficiente para que yo llegara a algo. Mis ojos parpadearon hacia Kate. Ella comenzó a sentarse, pero se tambaleó, apoyando su peso en sus brazos, al parecer todavía viendo las estrellas por los golpes que Bella le había dado. "Empecé a sospechar tu participación cuando entregaste a Kate", pude mantener mi voz firme y fuerte, porque yo no quería que él, o Bella para el caso, supiera que con cada gota de sangre que salía de mí, mi fuerza se drenaba de forma exponencial. "Fue demasiado fácil. Y luego, cuando te vi con Kate esta mañana después de la cirugía" - yo resoplé - "y luego la llamada telefónica, todo hizo clic". Él sacudió la cabeza con tristeza, la pistola seguía apuntándonos. "Eres demasiado astuto, Tony. Realmente me gustaría que no fuera el caso, entonces no tendría que hacer lo que voy a tener que hacer ahora". "¿Y qué es eso exactamente?", le pregunté. Durante todo el tiempo Bella mantuvo sus grandes ojos en mí. Él suspiró profundamente, como si de verdad se lamentara de este curso supuestamente necesario de la acción. Lo enfermo era, en cierto modo psicótico, que creo que realmente se lamentaba. "Tony, Isabella nunca fue el objetivo aquí, al menos no en mi libro. Ya lo sabes, ¿no?". - 553 -

La forma en la que de repente la miró a ella hizo que la sangre que quedaba en mi cuerpo se enfriara. Bella se puso rígida, pero no se volteó. Apreté su mano de nuevo y la bajé a mi regazo. "Ella siempre ha sido la única inocente en todo este lío, ¿no es así?", Garrett siguió explicando. "Simplemente una víctima de todos los hombres con los que se ha rodeado. Quiero decir, no es su culpa que su padre se involucrara en algo que debería haber dejado estar. Pero culpo a Laurent por eso". "Porque su trabajo consistía en revisar los posibles pacientes, así como todos sus vínculos", dije. "Sí", admitió. "Era su trabajo asegurarse de que Harry Clearwater no tenía amigos o familiares que pudieran causar problemas a nuestra operación. Pero de alguna manera pasó por alto al detective Charles Swan, y bueno, ahí lo tienes". La nariz de Bella se encendió ante la mención de Charlie, pero ella siguió de espaldas a él, sus ojos estaban firmemente en los míos. Agarré su mano. Mantén la calma, le dije con mis ojos. Ella cerró los suyos, asintiendo con la cabeza casi imperceptiblemente antes de abrirlos de nuevo. Si no podía conseguir que él dijera algo que me mostrara una manera de que Bella saliera de este lío, entonces íbamos a tener que escuchar toda la mierda que él estaba escupiendo. "A quién debería haber vigilado en ese momento era a Laurent, pero...", se apagó. "Garrett", Kate exigió desde donde estaba sentada en el suelo frente a él. "¿Qué… está…pasando?". "Shh, Katie, está bien", Garrett la tranquilizó, manteniendo los ojos fijamente en mí. "Tony y yo estamos limpiando algunas cosas". "Pero no pudiste matar a Laurent" - yo seguí la discusión, haciendo caso omiso de Kate - "porque cualquier tipo de problema, cualquier irregularidad en la operación hubiera asustado a James. Él habría cerrado la operación y tú lo necesitabas para tu cubierta". Él sonrió. Uno pensaría que él estaba realmente orgulloso de mí. "¿Has conectado todos los puntos, no?" Yo le miré, mi corazón estaba acelerado en el pecho. Me sentía frío, pero me negaba a ceder a las amenazas. "James no era el jefe de todo esto, ¿no, Garret? Tú fuiste tirando de las cuerdas todo el tiempo y dejando que James creyera que él - 554 -

estaba a cargo". "James tenía un ego del tamaño de Alaska", dijo con los labios curvados por la repugnancia. "Lo sabes, Tony. Cuando Kate y yo decidimos empezar este… experimento, fue fácil hacerle creer que todo era su idea. Yo nunca... he sido lo que se podría llamar un hombre… carismático", dijo encogiéndose de hombros. "A diferencia de ti y de James, y hasta mi Kate, nunca he tenido ese don de convencer a otros a hacer lo que yo quisiera. Siempre he sido mejor siendo el tipo de detrás de las escenas". "Así que Kate puso la idea en la cabeza de James, y todo el tiempo tú y ella lo llevasteis todo por detrás". "Básicamente", dijo con un gesto lento de la cabeza. "Todo el mundo tenía un papel que desempeñar. El mío era dar un paso atrás y asegurarme de que todo transcurría sin problemas". "Hasta que Laurent metió la pata". "Hasta que Laurent metió la pata", confirmó. "Era una cosa buena que yo tuviera el hábito de asistir a los funerales de los pacientes del consultorio. Te puedes imaginar mi decepción cuando el detective Charles Swan fue al de Harry Clearwater. Y luego, unas semanas más tarde, cuando fue a la práctica con la cabeza rapada y el bigote..." - él negó con la cabeza - "yo supe que teníamos un problema". Le miré largo y tendido, recordando lo que Charlie dijo en el video que preparó. "¿Qué, Tony? ¿Dime qué estás pensando?", Garrett me preguntó cuidadosamente. De ninguna manera de mierda. "Charles nunca conoció a James, ¿verdad?", dije en su lugar. Él dio una respiración profunda y dejó escapar el aire lentamente. "No. Nunca lo hizo". El aliento de Bella se enganchó. Esta vez, ella giró la cabeza lentamente. Yo no le solté la mano. "Siempre he sido un tipo muy afortunado, Tony. Fue pura suerte que James se tomara un día para ir al golf el día que Charlie llegó. Como dije, lo reconocí de inmediato, pero como no nos conocimos en el funeral, él no me reconoció". - 555 -

"Así que tú te hiciste pasar por James", le dije. "¡Garrett!", Kate dijo con voz firme. Él continuó ignorándola. "Yo necesitaba ver lo mucho que él sabía, y basándome en las preguntas que él estaba haciendo, los procedimientos de los que quería hablar, era evidente que sabía demasiado". Volvió los ojos a Bella, lleno de disculpas. "Lo siento, Isabella". "Fuiste tú" - apenas respiró - "no James". Él arrugó la frente. "Siempre me he preguntado qué te hizo pensar que era James esa noche". "Mi padre", Bella murmuró. "Cuando se dio la vuelta en el coche, te llamó James..." "Porque él pensaba que él era James", le dije suavemente. Ella se dio la vuelta hacia mí con sus ojos todavía confusos. "Pero Kate dijo...", Bella se apagó, y en su expresión de horror pude ver exactamente cuándo miró hacia ella. "Ella dijo: 'ella tiene que estar por aquí. James, va a terminar todo si ella se aleja' ". Yo asentí con la cabeza. Ella dejó caer la suya tristemente. "Sí", Garret asintió con la cabeza lentamente. "Kate me contó las acusaciones que los federales dijeron que les habías dado, unas muy malas acusaciones para ella y para James, pero creo que lo pusiste en un orden diferente. Es curioso cómo una coma aquí, un apóstrofe allá, cambia todo. Tú pensaste que era James, así que tus ojos y tus oídos te mostraron que era él. Lo admito, me preocupé la primera vez que te presentaste como la novia de James". "¿Me reconociste?", Bella le preguntó, sorprendida. "Por supuesto que te reconocí", respondió Garrett. Él pareció herido de que Bella siquiera lo dudara. "Isabella, desde aquella noche, nunca he dejado de verte en mis sueños". Ahora yo me puse rígido. Un silencio oscuro y pesado llenó el cuarto, el único sonido fue el jadeo fuerte de Kate. "Me disparaste y me dejaste por muerta", Bella silbó entre dientes. - 556 -

"¡Porque no tuve más remedio!", silbó de nuevo. "¡Se suponía que sólo iba a estar tu padre aquella noche, pero os llevó a ti y a tu madre y no me dejó otra opción!", bajó el arma a su lado. "Esa noche, Isabella, te veías tan hermosa, salvaje e inocente al mismo tiempo, allí de pie sobre el acantilado. Yo no quería nada más que llevarle a mis brazos y protegerte". Di una respiración dolorosa, mientras que a mi lado Bella respiraba de forma irregular, todo su cuerpo temblaba. "Todas las noches..." - continuó - "te veo saltar desde el acantilado. Tan valiente... tan fuerte". "Garrett, ¿qué estás diciendo? ¿Tú sabías desde el principio que era ella?", Kate gruñó humildemente. "Shh, querida", le dijo una vez más, pero sus ojos no se movieron de Bella. "Por supuesto, Kate no te reconoció cuando te vimos con James. Estaba muy oscuro esa noche, y mi Katie se puso fuera de sí al segundo de que cayeras por ese acantilado. Pero yo nunca dejé de pensar en ti, Isabella, deseé que las cosas hubieran sido diferentes y no hubieras tenido que morir esa noche", sacudió la cabeza con tristeza, pero luego sus ojos se iluminaron. "¡Te puedes imaginar lo emocionado que estuve de que hubieras vivido después de ese salto, y aún más emocionado cuando se hizo obvio que no tenías ni idea de quién era yo! Todo tu odio, toda tu ira encubierta se dirigió hacia Kate y James, y fue entonces cuando me di cuenta de que pensabas que él había sido el de esa noche. "¡Garrett!", Kate saltó. "¿Qué demonios estás diciendo?". "No te lo dije, Kate, porque sabía que ella sólo quería terminar lo que nosotros fallamos esa noche, pero yo no podía hacerte eso, Isabella. Tenía que haber una razón por la que sobreviviste y volviste, por lo que mantuve un ojo en ti hasta que me di cuenta de lo que querías. Debería haber sabido que era el brazalete". "¡Mi brazalete!", Bella gritó. "Sí", Garret asintió con la cabeza. "Mantuve tu brazalete. Era un símbolo, algo que te recordaba. De vez en cuando lo sacaba, y la imagen en ese acantilado, el viento en tu cabello, tu bello rostro, se volvían desafiantes. La sal de tus lágrimas está todavía en él, ¿sabes?". Mi visión se tornó borrosa por la rabia, los escalofríos subían y bajaban por mi - 557 -

espina dorsal y tenían poco que ver con la herida de bala. Sin embargo, sabía que mantener la calma en estos momentos podía hacer toda la diferencia en el mundo para Bella. Por desgracia, pude sentir la furia construirse en Bella, mezclándose con su terror. Era una combinación peligrosa, como había aprendido. Apreté su mano con fuerza, recordándoselo. Bella, mantén la calma. Ella lo entendió y dio un profundo suspiro. "Pero... ¿cómo terminó en la caja fuerte de James?", preguntó. "Él lo puso allí", yo dije rotundamente. La adrenalina inducida por la rabia casi se había terminado con el dolor en el costado. Había sido reemplazada por una sensación pulsátil y dolorosa en mi cabeza. Garrett asintió con la cabeza, sonriéndome. "Dime una cosa, Garrett", le pregunté con sequedad. "¿Cuando te diste cuenta de que yo era un agente federal?" Él me miró con cuidado. "¿Quieres decir si fue antes o después de que empezaras a follarte a Kate?" Silencio. "Garrett", Kate declaró con voz débil. Él suspiró profundamente y se volvió hacia Bella y hacia mí, con el arma levantada una vez más. "Fue después, mucho después en realidad. Una noche, cuando yo todavía estaba tratando de averiguar qué era exactamente lo que querías, Isabella, te seguí. Alquilaste un coche y te marchaste a las montañas, hacia el lugar donde sucedió todo, y luego, cuando regresaste a la ciudad te dirigiste directamente hacia Tony". "Oh Dios", Bella gimió en voz baja. Nos sujetamos la mirada, ambos sabiendo la noche a la que Garrett se refería. La primera noche que ella vino a mi apartamento, y en mi borrachera la insulté y la dejé ir. Lo sentía mucho. "Tú no estuviste allí mucho tiempo, y cuando llegaste abajo, parecías tan... enfadada... y herida. Por supuesto yo ya me había dado cuenta de la atracción casi irresistible entre ambos. Sólo el enorme ego de James y la preocupación de Katie con volver a meter a Tony en su cama me permitieron ver lo que realmente estaba - 558 -

sucediendo delante de sus propios ojos". "Garrett" - Kate empezó a sollozar - "¡nunca fue de esa manera!". "¡Kate!", gritó Garrett, enviando una mirada furiosa hacia ella. "¡Basta!". Kate dejó caer su cabeza y sollozó en silencio. "Así que me quedé con Tony por un tiempo" - dijo encogiéndose de hombros - "y llegaron un par de personas más, y entonces Tony y ellos se marcharon juntos, y Tony no volvió hasta las primeras horas de la mañana. Me pareció raro, pero honestamente, yo estaba confundido como para sospechar en ese momento. Sin embargo había algo que no parecía estar bien, y yo tenía un mal presentimiento de que era más que simplemente tirarte a Tony a las espaldas de James. Pero para estar en el lado seguro, en la noche de la fiesta de James, metí el brazalete y la pistola en su caja fuerte. Y ya sabes" - sonrió - "hubo un allanamiento del FBI esa misma noche. Un poco conveniente, ¿no te parece?". "¿Así que sabías que Tony era un agente del FBI desde entonces?", Kate gritó con tono acusador. "Pusiste al tanto a James", señalé a Garrett al mismo tiempo. "James era cualquier cosa menos un hombre inocente, Tony", se burló Garrett a través de sus cejas levantadas, contestándome pero haciendo caso omiso de Kate. "Tanto tú como yo lo sabíamos. No, él no tuvo nada que ver con lo que pasó con Isabella y sus padres, pero eso es sólo porque, con tanta mierda que siempre hablaba, cuando llegó el momento, James fue un cobarde llorón. Él no tuvo las pelotas para ejecutar esta operación, como lo hice yo. Kate estaba en lo cierto", subrayó. "Si se hubiera enterado de lo que era el padre de Isabella, hubiera cerrado la operación entera, en vez de tapar el problema. ¡Viste lo rápido que se dobló después de la redada! ¡Él no quiso ni seguir después de eso!". "Así que tú te hiciste cargo del problema". "¡Siempre me he hecho cargo de los problemas!", gritó, golpeando su pecho con la pistola. "¡Mientras James estaba fuera hablando dulcemente con las chicas de la universidad, tú y Kate estabais follando detrás de puertas cerradas, y Laurent estaba hablando con jóvenes, yo era el que se aseguraba de que toda esta operación no estallara en las caras de todos! ¡Fue sólo por el descuido de James y de Laurent, cuando vosotros los federales supisteis lo que estaba pasando! Y sí, a pesar de que sabía acerca de la mierda que había pasado entre tú y Kate, yo todavía estaba - 559 -

tratando de ayudarla a sacarla de esto de alguna manera. Encontré una manera de desacreditar el testimonio de Isabella contra Kate. Lo siento, Isabella", añadió en tono de disculpa, antes de pasar a Kate, quien estaba llorando histéricamente en ese punto. "Porque yo te amaba, Katie. No importa qué pasara, yo te amaba. Te viste tan desvalida después de los arrestos, como si me necesitaras mucho". "Te necesitaba", lloró. "Te necesitaba, Garrett. Tony fue un error". "Oh, lo fue, cariño. Lo fue. No tienes ni idea de cuánto lo fue. Lo intenté, Katie. Te juro que intenté convencerlo de que no estabas involucrada. Le dije que James me había hablado acerca del brazalete, y yo les dije que habías estado conmigo ese fin de semana, pero luego..." Yo resoplé. "Fue esa noche, ¿no? Esa noche en el bar cuando cambió tu mente". Él hizo una mueca y luego se volvió hacia mí. "Sí", se burló. "Yo estaba tratando de salvarla, y ella estaba tratando de guiarte de regreso entre sus piernas". "No", Kate gritó desesperadamente. "¡No, Garrett!" "¡Vi tu lápiz labial en su cuello!", aulló, por lo que Kate tembló. El agarre de Bella en mi mano se apretó de manera exponencial. Ella estaba aterrorizada, pero estaba tratando todo lo posible de mantener la calma, a diferencia de Kate, quien se estaba perdiendo. "¡Te olí en él!", escupió. Tragué fuerte. "Garrett", le dije en voz alta para llamar su atención. Él movió su cabeza hacia mí otra vez, y ahora vi lo que Bella debió haber visto esa noche. Los ojos de Garret, por lo general tranquilos, se encendieron con un fuego peligroso. Incluso en esta habitación a oscuras se iluminaron de un color azul brillante. "Garrett, quiero pedirte disculpas. Disculparme sinceramente por las cosas que ocurrieron con Kate". La cosa era que, tanto como odiaba a este hombre ahora mismo, tanto como yo estaba tratando de idear una manera de matarlo, la misma disculpa era sincera. "Yo nunca debería haber-" Se volvió de nuevo a Kate antes de que pudiera terminar. "¿Cómo te sentiste, Katie, cuando te dije que Tony era un agente del FBI?", ella dejó caer su cabeza entre sus manos y continuó gritando en voz alta. "¿Cómo te sentiste" -prosiguió, levantando su voz para que ella pudiera escuchar a través de - 560 -

sus gritos - "sabiendo que solo te había follado por la información? Nunca te quiso, Katie. Él quería la información que tú sólo le darías mientras estuvieras gimiendo entre las sábanas". Garrett se movió más cerca de ella, poniéndose de rodillas a su lado. "¿Te dolió, Katie?", los sollozos de Kate llenaron el aire. "No es posible que duela más que cuando yo tenía que verte babear por él día tras día. O más que saber exactamente lo que estaba sucediendo cada vez que tú te encerrabas en su oficina". Bella apretó sus ojos cerrados mientras mi cabeza se sentía como si estuviera a punto de explotar. Yo no quería que ella escuchara esto. Sin embargo, ella me apretó la mano, reconfortándome por lo que ella tenía que escuchar mientras estaba aquí, en esta pesadilla de la que había tratado de mantenerla alejada, la cual sólo se ponía peor y peor con cada segundo que pasaba. Y todavía no tenía ni idea de cómo iba a sacarla. "¡Maldita sea, Garrett!". Su cabeza se azotó de nuevo hacia nosotros y se puso de pie, una vez más sujetando su pistola. "Así que, Tony, ¿ya ves por qué digo que Isabella es la única inocente en todo este lío?" "Lo es, Garrett. Tienes toda la razón. Así que por favor, sólo déjala ir a ella". "¿Dejar ir a quien, Tony?", preguntó, entrecerrando los ojos. "¿Quién es 'ella'?" "Isabella", le respondí con claridad. Él estuvo allí, mirando entre Bella y yo, por lo que se sintió como una eternidad. Mi visión se tornó borrosa, apenas podía mantenerme en una posición sentada, estaba perdiendo mucha sangre, pero yo no cedería o retrocedería por su mirada. Tenía la sensación de que mi debilidad le enfadaría aún más. Él sacudió la cabeza con tristeza. "Las cosas todavía podrían haber funcionado muy bien para la mayoría de nosotros aquí. Con mi testimonio, James y Kate se hubieran ido a la cárcel por un maldito tiempo". De repente Kate dejó de sollozar. Ella dirigió sus ojos con odio hacia Garrett. "¿Y qué piensas, Garrett? ¿Crees que te hubiera dejado testificar en contra de mí y no hubiera dicho la verdad?". "¿Quién te hubiera creído, mi amor? La evidencia en tu contra y en la de James era asombrosa", sus ojos brillaron hacia la mochila que había permanecido intacta a lo largo de todo este intercambio, antes de regresar a Kate. "Había evidencia física y - 561 -

circunstancial, y el dulce testimonio de Isabella lo remataría. Tú nunca hubieras tenido una oportunidad en contra de ella, Kate. Una vez que el jurado la hubiera mirado..." Mi piel se puso de gallina, y estuve casi agradecido de que apenas pudiera moverme, porque probablemente ahora estaría haciendo algo realmente estúpido si pudiera. "No", dijo con firmeza. "Tú y James hubierais ido a la cárcel, Isabella hubiera entrado con seguridad en la protección de testigos, Tony hubiera conseguido una palmadita en la espalda por un trabajo bien hecho, y yo... yo también hubiera llorado tu pérdida por mucho tiempo, Kate cariño, pero ahora que sabía que Isabella estaba viva, yo podría buscarla. Ser el hombre que ella necesitaba. Ayudarla a pasar todo su dolor, sus pérdidas". Bella. Jesucristo, él quería a Bella. Un estremecimiento pasó a través de Bella. Ella agarró mi mano con fuerza, y ahora sabía que era ella quien estaba tratando de mantenerme tranquilo. Pero la adrenalina fluía libremente a través de mis venas. "Tú nunca la hubieras encontrado en la protección de testigos", yo siseé, incapaz de controlarme. Él apretó los labios, sonriendo hacia mí. "Yo no estaría tan seguro de eso, Tony. ¿No te has preguntado cómo me enteré de dónde encontrarla?" "¿Así que ahora vas a decirme quien era tu topo?", yo gruñí. Él se rió de mí. "Tony, Tony, Tony. No necesité un topo. Vosotros los federales estáis tan jodidamente seguros de vosotros mismos a veces. Supongo que eso es lo que os hace buenos agentes, en primer lugar, pero al mismo tiempo, os hace demasiado confiados y arrogantes". Él tuvo las pelotas para llamarme arrogante mientras agitaba esa pistola, porque eso era lo único que lo mantenía con todo el control aquí. Sin ella yo hubiera encontrado una manera de sacar a Bella y correr hacia la azotea, donde ella podría hacer lo suyo. Pero mientras él estuviera sosteniendo el arma... Él ladeó la cabeza hacia un lado, continuando con su discurso. "Había un joven agente asignado a mí cuando entré en la sede del FBI. Su nombre era Newton. Agente Michael Newton". - 562 -

Yo me puse rígido. "En realidad me recordó mucho a James, siempre moviendo la boca. De todos modos, durante nuestra segunda reunión, estuvimos bromeando y él empezó a hablar sobre el caso. Se acercó más a mí mientras compartía algo que él sabía que debía callarse, pero no pareció importarle especialmente. Me dijo que no me preocupara, porque vosotros teníais el caso sujeto, que él estaba ayudando a mantener seguras todas las pruebas y el testimonio". Mierdoso Newton. "Así que le dije, 'oh sí, ¿ella está en la protección de testigos ya?' Y él sonrió y entró en esa historia acerca de cómo el agente a cargo del caso no se daba por vencido. Que él la mantenía encerrada en su casa y no permitía que la Oficina la metiera en el programa de protección de testigos. Eso puso al Director hecho un basilisco", dijo riéndose. "Y por lo que escuchó, el Agente Cullen había sido degradado de ser el chico de oro a un chico de escritorio tan pronto como se terminara el caso. Hasta que entonces todos estuvieron de niñeras alrededor de su casa". Dios, maldito hijo de puta de Newton, se podía pudrir en el infierno. Pese a que había sospechado de él, yo había pensado que había sido por dinero, no por pura estupidez. Yo resoplé con disgusto y dejé caer mi cabeza, sacudiéndola de un lado a otro. "Así que, ¿ya ves por qué digo que soy un tipo con suerte, Tony? Suerte de que James fuera al golf ese día, suerte de que Newton abriera la boca en el momento justo, y por supuesto, suerte de que Isabella sobreviviera a la bala y al salto del acantilado. ¿Qué es lo que te dice eso, Tony? ¿Cómo se llama eso?" "Yo le llamo a eso ser un hijo de puta astuto", gruñí. Él resopló. "Yo personalmente lo llamaría destino. Quiero decir"- empezó a agitar la pistola alrededor otra vez - "el juego cambió por completo en ese punto. Me di cuenta de que si habías mantenido a Isabella contigo, a riesgo de tu propia carrera, era porque había más que una atracción física allí. En realidad te habías enamorado de ella", frunció el ceño, meneando la cabeza. "Y eso no era bueno para mí". "Porque sabías que él no se detendría", Bella dijo en voz baja a mi lado. "Sabías que si yo era algo más que un caso, él no se detendría hasta que descubriera toda la verdad". - 563 -

"Eres tan inteligente, Isabella", dijo brillando con orgullo. "Sí", le respondió en voz baja, y la forma en la que le miró mandó más escalofríos a mi espina dorsal. Ella dejó caer su cabeza. "Debería haber entrado en la protección de testigos". "Eso hubiera hecho las cosas mucho más fáciles", Garrett estuvo de acuerdo con una inclinación de cabeza. "Porque con el Agente Cullen empeñado en descubrir la verdad, significaba que todo tenía que ser limpiado". Él la miró larga y duramente, y el deseo en sus ojos hizo hervir la sangre que aún derramaba de mí. "No me gusta matar a gente, Isabella", le aseguró solemnemente. "Lo que hice con tus padres, lo que he hecho con James, fue toda necesidad. Podría haber enviado a alguien que lo hubiera hecho por mí, pero en asuntos como estos es mejor cuidar de uno mismo, para minimizar los errores. Aunque todavía suceden de todos modos", dijo encogiéndose de hombros. "Pero en el caso de Tony, iba a dejar que James se ocupara de ello por una vez, ya que él estaba muy enfadado y herido cuando Kate le informó de cómo le habías traicionado. Realmente te consideró un amigo, ya sabes". "Garrett, te lo ruego, de un hombre a otro, por favor, déjala ir a ella", le pedí claramente. "Ella no tiene nada que ver esto". Y si ella estuviera lo suficiente bien, todavía podría escapar. El problema era conseguir que huyera. "Edward, no", Bella gimió en silencio sosteniéndome las manos en un férreo control. Pero tenía que hacer caso omiso de sus súplicas. "Voy a preguntártelo de nuevo, Tony", dijo Garrett. "¿A quién te refieres con 'ella'?" Reduje mis ojos hacia él. Estaba intentando borrar todo. Completamente. "No hagas esto, Garrett". "Se suponía que yo debía salvar esta noche a Isabella", dijo. "James se iba a encargar de ti, y yo tenía que vigilarle a él y luego rescatar a Isabella junto con las pruebas. Y entonces ella hubiera visto quién era el verdadero héroe y le hubiera dicho a todo el mundo quien la había salvado", él gruñó con amargura. "Pero has acabado con los hombres de James, y también podrías haber acabado con James. Y lo sabías. ¡Sabías de mí! ¡Se supone que no tenías que sobrevivir, y no tenías que - 564 -

saber de mí!", gritó. "¡Pero tienes razón, Tony, el amor nos hace hacer cosas locas, y ahora tengo que borrar todo!". "Garrett-" "¿A quién te refieres con 'ella'?", rugió, levantando el arma y apuntando hacia mí. "¿Garrett?", Kate le preguntó perpleja y con los ojos muy abiertos. "Garrett, detente y piensa-" "¡Elige una!", me ordenó. "¡Garrett, maldita sea! ¡No así!". "¡Edward!", Bella gritó y lanzó sus brazos hacia mí, agarrándome para salvar su vida. La envolví firmemente en mis brazos, protegiéndole los ojos, protegiéndole de la única manera en la que podía hacerlo ahora. "¡Elige una!", aulló. "¡Cristo! ¡No la pongas en esto!" "¡Elige una!". "¡Bella! ¡Sabes que escogeré a Bella!" "Y sabes que yo también", murmuró antes de cargar la pistola y disparar a Kate entre los ojos.

Ya tenemos una menos en la historia... mañana vamos con el prólogo ya :)

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley - 565 -

Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106, Samantha Mya, Danii Belliner Cullen, ini narvel, Gabllie, HLNRJRQR, anon, Mafer Masen Cullen, solecitopucheta, CrissYmell, Lore562, LayMe, Lupita Calvo, Guest, Adrianne GM, EllaesCM, Andy´s dreaming, Sakiritta Uchiha, JessMPattinson, Beautiful Dragonfly, lagie, Little Meyer, Kathfan, ileidan. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 36 Corre Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Venga, hoy leereis ya el prólogo, y no el epilogo como habeis pensado algunas, jajaja. Leereis el primer capitulo de nuevo y luego seguiremos desde ahí ;)

Capitulo 36 - Corre EPOV La bala que Garrett puso entre los ojos de Kate hizo eco en mi cerebro, machacando mi cabeza como un martillo y eclipsando el dolor en mi lado hasta que estuvo casi olvidado. Estremecimientos violentos corrieron arriba y abajo por la espina dorsal de Bella, temblores sísmicos la sacudían de pies a cabeza. Su temblor vibraba a través de mi abdomen mientras yo la envolvía en mis brazos, pero la apretaba, manteniendo su cara hundida en mi pecho ya que todas sus peores pesadillas estaban aquí y ahora. Había fallado en mantenerlas a raya. Yo le prometí que iba a mantenerla a salvo, sin embargo, James se encontraba en el suelo con un disparo en el corazón, Kate estaba tumbada con los ojos desorbitados, sin ver, con su rostro congelado para siempre en el terror, y Garrett aún seguía ahí. De alguna manera tenía que sacar a Bella de aquí antes de que Garrett acabara borrando todo. En cuanto a mí... bueno... No es que no quisiera sobrevivir por ella. Jesús, anhelaba las promesas que nos hicimos el uno al otro, esa playa donde ambos estaríamos tan calientes y contentos, pero mi tiempo ahora se medía por la sangre que no dejaba de salir, y no iba a aceptar este destino para Bella. Ella iba a salir de esta. Así que tanto como eso literalmente me estuviera matando, sabía que el primer paso era alejarla de mí, porque esa bala siguiente, obviamente, tenía mi nombre escrito por todas partes. Luchando contra la abrumadora necesidad de ella, me dispuse a rechazarla. No sería una tarea fácil porque ella se aferraba a mí, y su fuerza, probablemente, superaba a la mía en este momento. Dedo por dedo aflojé su agarre alrededor de mis brazos y al principio ella se resistió, pero un momento después, no sólo me liberó por su cuenta, sino que se alejó más, mirando hacia mí con los ojos oscuros y - 567 -

enfadados. "Me mentiste", susurró en tono acusador. La recriminación en sus ojos y en su voz me paralizó. "Bella" - finalmente logré murmurar, con la garganta seca y rasposa - "yo nunca quise nada de esto-" "Una vez me dijiste que habías cuidado de Kate, pero la verdad es que sólo estuviste con ella por el caso, por la información que ella podría darte. Ahora ella está muerta". Parpadeé dos veces, los golpes en mi cabeza se multiplicaron, fue difícil incluso oírla, y mucho menos entender las palabras que estaba diciendo. ¿Le dije que había cuidado de Kate? "No quiero terminar como Kate". Su voz tembló de miedo y furia. "Bella, yo...", la pérdida de sangre y el calor del cuerpo debían estar afectando mi función cerebral. No sabía qué decir, porque no tenía ni idea de lo que estaba diciéndome. "¡Me prometiste que me mantendrías a salvo!", ella gritó, dejando su punto de vista claro. "¡Mentiste! ¡Mentiste para hacerme declarar porque no podías mantenerme a salvo!". Sus palabras fueron como un puñal afilado a través de mi corazón. Me estremecí visiblemente por el dolor. Cada herida que había sufrido hoy palideció en comparación con la tortura que trajeron esas palabras. Le había fallado. Le había fallado y ahora ella estaba aquí, a merced de un loco. "Bella", le susurré, acercándome hacia ella, pero ella se arrastró lejos de mí, hacia atrás, como un cangrejo un poco asustado. Luego, en el centro de la habitación, ella dejó caer su cabeza entre sus manos y dejó escapar un sollozo que sonó por toda la habitación, sonó como un trueno en mis oídos y giró la daga que ya estaba en mi corazón. "No quiero morir", ella lloró, meciéndose hacia adelante y hacia atrás a medida que yo la veía sin poder hacer nada. "¡No quiero!". - 568 -

Yo estaba congelado en mi lugar, sabiendo que el dolor físico y emocional que sentía ahora no eran nada comparado con lo que me merecía, comparado con lo que había hecho para traerla a esto. Forcé mis ojos a alejarse de ella y fueron hasta Garrett. Él la estaba estudiando con el ceño fruncido por la concentración. "Jesús, Garrett, simplemente déjala ir", le rogué con mi voz áspera y ronca. Él no me dijo nada, en lugar de eso ladeó la cabeza hacia un lado mientras seguía observando a Bella con curiosidad. Poco a poco el arma se bajó a su lado y luego tranquilamente se acercó a Bella, llegando a pararse justo detrás de ella. Aguanté la respiración mientras ella lloraba y lloraba, y luego con una cuidadosa deliberación, Garrett extendió una mano y pasó los dedos por la parte superior de su cabeza. "Shh", la arrulló con ternura. "No llores, Isabella. No llores". "¡No quiero morir!", Bella se quejó. Él no le respondió, en vez de eso siguió pasando su mano libre por el pelo de ella, jugando con las hebras de seda alrededor de sus dedos mientras Bella gemía en voz baja. Yo no podía hacer nada, pero mis manos estaban en puños a mi lado, mi visión estaba teñida de rojo, tanto por la ira como por mis lesiones. "¡Yo quería casarme algún día! ¡Tener bebés! ¡No quiero terminar como Kate!", sus súplicas desesperadas eran amortiguadas por las palmas de las manos que usaba para cubrirse el rostro. Di una mala bocanada de aire, me ardía el pecho y mis pulmones apenas podían llegar a sacar una bocanada de aire. Los ojos de Garrett se arrastraron hasta mí entonces y me miró con desprecio antes de levar sus ojos de nuevo a Bella. "Shh. Todavía puedes tener todo eso, Isabella", le aseguró, su voz estaba llena de compasión. "Todavía te puedes casar..." - tragó densamente - "... tener... una familia... si eso es lo que realmente quieres". "¡Lo quiero!", ella insistió entre sus palmas. Su voz se redujo a un susurro. "Pero tú vas a-", se paró y gritó aún más fuerte. Garrett rápidamente se arrodilló detrás de Bella y sujetó la parte de atrás de su cabeza con ambas manos, el arma iba hacia atrás y hacia adelante de su cuero cabelludo. Un escalofrío la recorrió a ella. "Isabella, yo nunca quise hacerte daño", explicó él, su voz pedía que le - 569 -

comprendiera. "Pero así no es como se suponía que las cosas debían ocurrir. Se supone que tú no me tenías que ver de esta manera". "¡Y se supone que tú no tenías que saber lo tonta que he sido al comprar sus mentiras! Por ser tan estúpida como Kate-" Él la agarró por detrás de los hombros y le dio una sacudida, mientras ella mantenía su cabeza hacia abajo. "¡Nunca te compares con ella!", silbó. "¡Tú eres todo lo que ella no pudo ser! Eres fuerte, valiente y leal...". Reprimí un gemido mientras Bella gemía en voz baja. Por unos momentos todo estuvo en silencio mientras mi corazón se aceleraba en mi pecho. Y luego él dijo las palabras que me llenaron de temor y de alivio. "Podemos irnos, Isabella", Garrett le ofreció en voz baja, acariciándole el pelo con un anhelo y ternura que hacía hervir mis entrañas. "Tú y yo podemos salir de aquí y dejar todo esto atrás. Empezar de nuevo en algún lugar... donde no le debamos explicaciones a nadie". La bilis se elevó a mi garganta, ardiente como la lava, pero apreté la mandíbula y me obligué a tragar. A pesar de que Bella no respondió de inmediato, sus gritos disminuyeron lentamente hasta que todo lo que escuché fueron suspiros lentos y tranquilos. "¿No más mentiras?", al fin ella le susurró, su cabeza seguía hacia abajo, oculta entre sus manos. Era una verdadera tortura lo perdida y asustada que parecía. "¿No... más explicaciones?" Garrett llevó su boca a la parte superior de la cabeza de ella, colocando un beso en ella, y ahí fue cuando no pude contener el oleaje seco que entró en erupción en mí. Él llevó sus ojos hacia mí y me miró atentamente a medida que continuaba colocando besos suaves y cortos en la parte posterior de su cabeza. "No más mentiras. No más explicaciones", susurró, sus labios seguían en contra de ella. Bella estaba en silencio, su respiración era lenta y constante. "¿Qué pasa con... Tony?", murmuró. Los ojos de Garrett parpadearon hacia mí una vez más. Los movió de nuevo hacia la cabeza de Bella, y dio una respiración profunda, libreando el aire en gran medida. A pesar de que no respondió, su silencio lo dijo todo. - 570 -

"Yo no quiero más sangre en nuestras manos, Garrett", Bella soltó en su silencio. "Tú has dicho que él se desangraría por su cuenta, y a pesar de sus mentiras, yo... me preocupé por Tony una vez y sé que tú también lo hiciste. No más sangre o" ella se estremeció - "armas de fuego, por favor. Vámonos y dejémosle a él, dejémoslo todo atrás". Cerré los ojos con fuerza y tiré la cabeza hacia atrás contra la pared. La oscuridad nadaba detrás de mis párpados, amenazando con llevarme lejos. Mis inspiraciones eran cortas y fuertes mientras le pedía a Dios, a Jesús y a todos los santos que existían, que me ayudaran a parar lo que iba a suceder, que me dieran unos minutos más de fuerza, que me ayudaran a encontrar otro camino. Por favor. Pero cuando abrí los ojos él tenía sus brazos alrededor de ella y sus labios apretados contra su pelo. Estaba asintiendo con la cabeza en su suave cuello, estando de acuerdo, mientras la ayudaba a levantarse, y no importaba cuán herido estuviera yo, cómo estaba cerca de la muerte, mis manos se apretaron en puños y fueron hasta el suelo. Me tragué los gemidos de protesta mientras yo mismo me empujaba hacia arriba. Y luego Bella me miró mientras Garrett la levantaba, con los ojos secos pidiendo mi entendimiento. Estaban de pie, Garrett estaba con un brazo alrededor de ella y el otro con el arma de fuego, y mientras yo me apoyaba en mis propios pies, él me miró y apuntó el arma y Bella se distanció antes de golpearle con el puño derecho en su cara. "¡Mierda!", Garrett gruñó cuando la bala estalló contra la pared, sólo a un par de centímetros de mí. Sacudió la cabeza hacia atrás durante un segundo, pero en el próximo segundo él golpeó con su puño el rostro de Bella y la envió volando hacia la pared. Eso fue como si hubiera disparado una dosis de adrenalina en mi sistema. Cuando él se dio la vuelta y levantó el brazo para pegarme un tiro, le agarré la mano y la giré justo cuando él apretó el gatillo, y la bala una vez más, perdió su objetivo. Le di una patada en el estómago y volvió a caer con la pistola todavía en la mano, y cuando me apuntó una vez más con las dos manos, Bella saltó desde atrás y envolvió sus brazos alrededor de su cuello. La bala pasó por mi oreja. Mientras yo me recuperaba él logró sacudirse de encima a Bella. Ella volvió a caer y él apuntó el arma hacia ella. "¡Garrett!", grité desesperadamente, y él se volvió otra vez. "¡Soy yo a quien quieres! ¡Yo soy el que arruinó todo para ti! ¡Yo soy el que descubrió la verdad! ¡Ella - 571 -

no ha tenido nada que ver con esto!". "¡Ella mintió!", gruñó. "¡Es una estúpida mentirosa de mierda! ¡Ella me iba a usar, al igual que Kate!". "¡No! ¡Ella no tiene nada de Kate y lo sabes!", insistí. Él movía el arma de ida y vuelta entre Bella y yo. "¡Garrett!" Él se volvió hacia mí. "Ella es mía", murmuró y apretó el gatillo. Bella gritó. Nada más que un sonido vacío se escuchó. Con renovado vigor me fui hacia él una vez más y le di un puñetazo en la cara. Y luego otro. Él lanzó un puñetazo hacia mi cara pero yo me agaché y le clavé un puño en el pecho, enviándolo tambaleante hasta el suelo, y luego, cuando él estuvo abajo, le pateé las costillas, él se enrolló en sí mismo y cuando levanté el pie para chocarlo contra su estómago, la sala giró una vez más y cada gota de energía fluyó de mí. Caí de rodillas, sujetando mi lado. "¡Edward!", Bella gritó, alcanzándome a tiempo para estabilizarme y alejarme de caer de bruces. Su cara magullada nadaba delante de mí y no pude evitar que diera vueltas y vueltas. Cerré los ojos con fuerza. "Edward, mírame", me ordenó Bella con voz firme. "¡Abre tus ojos y mírame!", ella ordenó. Como no quería defraudarla, abrí los ojos y por pura voluntad los forcé para centrarme en su cara, seguía siendo tan hermosa a pesar de las lesiones que había sufrido esta noche. Ella sonreía alentadoramente, pero pude ver el terror en sus ojos. A menos de un pie de distancia Garrett se encontraba aún como una piedra, pero no sabía por cuánto tiempo, y me faltaba la fuerza necesaria para asegurarme que fuera por mucho tiempo. Con tantas lesiones en su bello rostro no sabía por dónde empezar, así que sujeté la parte posterior de su cabeza con mis manos. "¿Estás bien?", pregunté con urgencia. Ella asintió con la cabeza rápidamente. "Vete", le dije con los dientes apretados. "¡Fuera de aquí, Bella!". Ella trató que me levantara, pero yo no pude. Simplemente no pude. - 572 -

"¡Vete!", exigí con tanta fuerza como me fue posible. "Estaré justo detrás de ti". "¡No!", susurró con la misma fuerza. "¡No voy a dejarte!", ella luchó para conseguir que me pusiera de pie, pero yo era demasiado pesado para ella y volví a caer de rodillas. "¡Bella" - le dije - "tienes que irte ahora, mientras él está así!", porque ahora sabía que él nunca dejaría de perseguirla. No mientras él viviera y respirara. Ella se encontró con mi mirada llena de fuego, y luego cerró las manos debajo de mis brazos. "Ponte de pie, Agente Especial Cullen", gruñó. "¡AHORA!". Su valentía, mi amor por ella, mi deseo de ser digno de su valor y determinación, todo se mezcló para ofrecerme una nueva dosis de adrenalina, como una línea recta en mis venas. Alejé el giro vertiginoso de mis sentidos, la debilidad en mis huesos y llegué a ponerme de pie. El relieve en su expresión era palpable. Ella envolvió el brazo alrededor de mi hombro y mientras nos levantábamos, el sonido de alguien subiendo rápidamente nos congeló. Nadie sabía que yo estaba aquí, así que sabía que no podía ser de los míos. Bella me miró con desesperación. "Por el techo", le susurré rápidamente. Ella asintió con la cabeza y mientras nos dirigíamos hacia allí, yo cogí la mochila con las pruebas. Bella me la quitó y la hizo girar sobre su hombro. Nos abrimos paso a través del oscuro edificio y luego detrás de nosotros escuchamos el sonido de unas voces, y le di gracias a Dios por la adrenalina que ahora fluía libremente, cuando ella se detuvo abruptamente y gritó. Me di la vuelta y uno de los hombres con el que había peleado en la planta baja le había quitado la mochila de su hombro y ahora estaba tirando de ella por su pelo. Yo tiré del brazo de ella y di un paso para encontrarme con él, dándole patadas en su pecho y enviándole rodando por las escaleras. Desafortunadamente, la mochila se fue con él. Pude verlo rodar por las escaleras y supe que no podía permitirme el lujo de ir tras él. No ahora. Así que tiré de Bella y la guié, empujándola más y más rápido. En el momento en el que rompimos la puerta de acceso al techo yo estaba tan débil que cuando la brisa fresca de la noche sopló, me tambaleé hacia atrás. Bella me atrapó una vez más, estabilizándome en mis pies. Traté de dar una respiración profunda, pero sólo pude dar unas respiraciones poco profundas. Con una mano apretada contra mi lado y el otro brazo alrededor del hombro de Bella, llegamos al borde del techo. A lo lejos, un avión despegaba hacia el cielo negro, las luces del aeropuerto brillaban y lo guiaban hacia su destino. Cuando miré a mi alrededor vi - 573 -

que estábamos rodeados por industrias y fábricas abandonadas a cada lado, y una tira larga y oscura de tierras ociosas, cubiertas de malas hierbas y maleza, estaba en la parte delantera de nosotros, conducía hacia las terminales iluminadas de Sea-Tac. Garrett escogió el lugar muy bien. No había vida. No había testigos. No había comunicación por lo menos en un par de kilómetros. Tan cerca pero tan lejos. El salto entre este edificio y el siguiente era inquietantemente similar al que Bella dio la noche de la redada. Era un salto ancho, pero yo le había visto hacerlo. Cuando la miré, pude decir por las líneas de concentración en su frente que lo estaba calculando ella misma. Ella asintió con la cabeza de repente. Las luces del aeropuerto la iluminaron con determinación. La miré, conociendo esa mirada, esa fuerza que ella poseía. Garrett tenía razón en una cosa esta noche, Bella era la persona más fuerte, más valiente y más leal que jamás había conocido, y mientras las luces lejanas brillaban en contra de su cabello azotado por el viento, y el valor grabado en su perfil seguía siendo perfecto, supe que la forma en la que se veía en este momento se quedaría conmigo hasta mi último aliento. "Es ancho" - ella apretó los dientes, su voz se transmitía por el aire - "pero lo podemos hacer, Edward. Podemos hacerlo", repitió con convicción. Mi corazón se dividió en dos cuando llevó sus ojos a los míos, pero tragué fuerte y me obligué a sostenerle la mirada. "Bella... no puedo hacer ese salto. No así", casi no podía estar de pie en ese momento. Ella simplemente me miró por lo que pareció toda una vida antes de cerrar los ojos y luego abrirlos de nuevo rápidamente, con una mirada de aceptación en sus orbes marrones. "Está bien", ella respiró. "Entonces vamos a volver a bajar. Saldremos de esa manera". La agarré por los hombros, guardando la sensación de su calor en mi memoria. "Bella, no podemos volver a bajar. No estoy seguro de cuántos de esos chicos que conocí en el camino todavía están alrededor", mis ojos le dijeron el resto. "No voy a irme sin ti", murmuró desafiante. Apreté mis manos sobre ella. "Bella". - 574 -

Ella apartó mis manos de encima de sus hombros y envolvió las suyas alrededor de mi cara. "¡No, Edward! ¡No! ¡No lo haré!", ella gimió. "No lo haré". Tuve un momento de debilidad casi imperceptible, pero lo alejé, y supe que era mi última oportunidad de conseguir que ella se fuera. Yo no iba a ser capaz de dar el salto, y Garrett todavía estaba vivo. Yo no había sido capaz de terminar el trabajo hacía unos minutos, pero tenía que terminarlo ahora si ella quería vivir la vida que siempre había merecido. Yo no iba a ser capaz de mantenerle todas mis promesas a ella, pero por lo menos, con la última gota de fuerza que aún poseía, podría mantener una. Podría mantenerla a salvo. Pero ella no se iba a ir si le decía la verdad, si le decía que esta era la última vez que íbamos a poner los ojos el uno en el otro. El dolor en mi pecho casi me abrumó, haciendo que los demás dolores palidecieran en comparación con este. Esta era la última vez que iba a mirar a su bello rostro, la última vez que iba a sentir el calor de su tacto, la última vez que iba a ser capaz de inhalar su aroma dulce y embriagador. Envolví mis manos alrededor de ella y las sujeté entre nosotros, gastando hasta la última gota de la fortaleza mental y física que tenía para ser capaz de sacar esto adelante. Mi cara de póquer final. "Bella, escúchame-" "¡No!" "¡Escúchame!", yo le grité con fuerza. Sus fosas nasales se ensancharon y su pecho se levantó, pero se detuvo a escucharme. "Tienes que irte", cuando ella abrió la boca para protestar, besé sus labios duramente, agarrando su cabeza entre mis manos. Dios, iba a echar de menos estos labios. Me alejé con urgencia. "¡Si quieres que yo salga de aquí, tienes que irte!", ella contrajo los labios y pude decir que no quería escucharme, pero al mismo tiempo, la idea, la posibilidad de que yo fuera capaz de salir de esto, era demasiado tentadora para ella. "Tienes que irte y-", perdí el equilibrio y caí de rodillas otra vez. Bella evitó mi caída y me ayudó a apoyarme contra el borde de la azotea, agarrando mis manos. "Tienes que ir a buscar ayuda", finalmente terminé. "Llama a Emmett y a Jasper. Diles dónde tienen que venir". "¡Pero no puedo dejarte aquí!", ella gritó. "Tienes que hacerlo", insistí. "Es la única manera de que yo pueda salir de aquí", - 575 -

odiaba tener que dejar que se fuera, pero en este momento, no estaba más allá de ello, así que abrí mi teléfono móvil en sus manos. "No hay ninguna señal en la zona. Vas a tener que llegar al aeropuerto y pedir ayuda allí". Ella miró hacia otro lado, hacia el aeropuerto, y luego de nuevo hacia mí, su expresión era desgarradora y horrorizada. "Pero... pero, ¿qué vas a hacer mientras estoy fuera?" Ella estaba debilitándose. Tenía que aprovechar mi ventaja ahora, antes de que ella viera a través de mí. "Voy a esconderme, Bella. Voy a encontrar un pequeño y oscuro rincón y me esconderé hasta que Emmett y Jasper vuelvan con ayuda". La vi pelear con la indecisión. "¿Te… vas a esconder?", preguntó. "¿Prometes que te esconderás?". "Sí, sí", estuve de acuerdo. "Prometo que voy a esconderme", levanté una mano hasta su cara y acaricié suavemente su mejilla con el dorso de mis dedos. Tan suave. Yo lo guardaría también en mi memoria, no le dejaría ver lo mucho que esta última caricia de su cara significaba para mí. "¿Qué voy a hacer?", yo resoplé. "¿Tratar de enfrentarme a Garrett así?". Ella me miró. "Si me voy, estaré de vuelta tan pronto como sea-" "No, no puedes volver". Su rostro se contorsionó por la confusión y el desafío. "¿Qué? ¿Por qué?... ¿Y tú?...", tartamudeó. "¿Por qué?" Porque no quiero que me veas morir. Porque si no puedo matar a Garrett, no puedo confiar en que la Oficina te mantenga a salvo. Yo no le dije esas cosas. En su lugar, tomé su rostro entre mis manos otra vez. Tan hermoso. Tan valiente. Esas dos palabras quemaban en la punta de mi lengua, pero Bella no era estúpida. Era sólo su amor por mí por lo que había considerado dejarme en estos momentos. Si yo dijera esas palabras en voz alta ahora, ella sabría lo que realmente estaba pasando. Me tragué las palabras que nunca llegaría a decir, todo lo que se mantendría sin decir entre nosotros. - 576 -

"Si vuelves, Bella, te obligarán a meterte en la protección de testigos, y esta vez me mantendrán lejos de ti". "Pero lo teníamos planeado", se lamentó. "Yo no quiero esperar un año para estar contigo, Bella. ¿Y tú?" Ella entrecerró los ojos, buscando en los míos, tratando de ver a través de mí para romper mis paredes, pero no pude permitírselo en esta ocasión. Poco a poco ella negó con la cabeza. "Bien", le dije. "Cuando salgas de aquí, después de llamar a Emmett y a Jasper, quiero que corras. Ves con Jacob. Él va a tener algo para ti". "¿Qué?", preguntó ella, desconcertada. "Sólo tienes que ir. Él tiene algo para ti, y entonces seremos capaces de encontrarnos otra vez". "Pero estás herido", ella gimió. "Voy a estar bien. Un par de días en el hospital y estaré bien de nuevo, y luego iré a buscarte". "¿Vendrás a buscarme?", preguntó. "Sí". Su mirada me penetró. "¿Me lo prometes? ¿Vas a venir a buscarme en dos días?" Y ahí fue cuando le dije la mentira más grande de todas. Llevé mi boca a la suya por un último momento, saboreando sus labios, su aliento, pidiendo en silencio que me perdonara algún día, y luego saqué el brazalete de mi bolsillo trasero. Su respiración se enganchó cuando lo puse en su muñeca. "¿Cómo...?" "Yo nunca iba a dejar que él lo tuviera. Es tuyo. Siempre va a ser tuyo", ella me miró como lo hacía cuando yo sabía que quería llorar. Pero, como siempre, sus ojos permanecían secos. - 577 -

"Voy a ir a por ti" - le dije - "y luego encontraremos esa playa y pondremos todo esto detrás de nosotros para siempre". Ella lanzó sus brazos alrededor de mí, y a pesar del dolor, la envolví en los míos por última vez. "Vamos a estar juntos para siempre", dijo ella con voz temblorosa. "Sí, cariño", le susurré, besando su pelo sedoso. "Para siempre", no permití que mi voz se rompiera. Ella se alejó con cuidado y me capturó en sus ojos sin fondo. "Estaré esperándote, Edward". Yo sonreí y le guiñé un ojo, pero dentro, mi pecho se contrajo dolorosamente. "Ahora vete", le ordené. Ella se levantó y dio tres pasos hacia atrás, preparándose para el salto. Pero entonces... ella dudó. No podía permitir que ella dudara. "¡Bella!" Ella me miró. "Charlie dejó un mensaje en tu brazalete. Él quería que supieras que nunca jamás debías dudar cuando fueras a dar un salto". Por un largo momento ella se vio desconcertada, pero luego, lentamente, sonrió, y al segundo siguiente, ella estaba corriendo, y en el siguiente, la oí aterrizar en el techo del edificio vecino, y luego sus pasos rápidos y firmes. Cerré los ojos con fuerza. My Catwoman se había ido. oooooooooo Al llegar al piso en el que estábamos, sólo estaban los cuerpos de Kate y de James. Garrett ya no estaba esparcido por el suelo. No me sorprendí. Desde que recibí la llamada telefónica de él, sabía que uno de nosotros tenía que morir esta noche. Y ahora parecía que podíamos ser ambos. Guiado por nada más que la fuerza de voluntad en este punto, busqué la esquina oscura en la planta en la que James me obligó a dejar el arma, con la esperanza de que él no la hubiera encontrado. En uno de los pocos golpes de la suerte de la noche, mi pie la golpeó y la recogí mientras - 578 -

oía pasos pesados detrás de mí. Él me agarró y me golpeó la cabeza contra la pared antes de que descargara algunas balas al tipo que nos había perseguido a Bella y a mí por las escaleras momentos antes. Esta vez, cuando él se cayó, no volvió para arriba. La adrenalina regresó. Y sólo Garrett y yo quedábamos en el edificio... Oooooooooo - Prólogo - oooooooooo Cuando aparté mi mano de mi cabeza, estaba cubierta con sangre de un color rojo brillante, estaba resbaladiza y caliente. Durante unos cinco segundos la miré antes de limpiar mi mano en mis pantalones y pasar mi arma a mi otra mano. Mi cabeza estaba golpeada, tenía mil martillos perforadores excavando en mi cerebro con insistencia. Aún así me obligué a seguir adelante. Estaba aturdido e inestable, mi visión se había vuelto borrosa. La sangre me goteaba a medida que avanzaba, pero no me detenía. Me arrastraría con mi estómago, me deslizaría como una maldita serpiente si tenía que hacerlo hasta que lo encontrara. No le podía permitir que saliera de este lugar con vida. No si ella iba a sobrevivir. Y ella iba a sobrevivir. Mi cabeza sangrante no me preocupaba mucho. Se nos había enseñado en la escuela de medicina y en Quantico que las heridas en la cabeza sangraban abundantemente por toda la sangre que estaba estancada en el cerebro, y por lo delgadas que eran la dermis y la hipodermis que estaban cerca del cuero cabelludo. Miré hacia abajo a la herida de bala abierta en el lado izquierdo de mis costillas - la cual estaba tratando de ignorar - y fallé miserablemente al taparla con la mano izquierda. Eso me preocupaba un poco más. No estaba preocupado por mí, la adrenalina a través de mi sistema había acabado con el dolor. Además, ya había aceptado el hecho de que probablemente no iba a salir de aquí esta noche. Había aceptado ese hecho en el momento en el que él me dijo dónde encontrarnos, al segundo de que me dijera donde la tenía, en el instante en el que accedí a venir solo, sin respaldo. En ese momento yo habría hecho todo lo que me hubiera dicho, independientemente del hecho de que saltaba a la vista que todo era un montaje. Para el resto ella podría ser sólo una misión, una ladrona, el testigo que habíamos jurado proteger. Para mí, ella era la vida misma. - 579 -

Una aguda punzada de repente me pegó entre los ojos y me hizo tambalearme. Mi visión se dividió y se desenfocó una vez más. Cerré los ojos durante tres segundos, levantando la pistola hasta mi cabeza y presionándola contra mis ojos para calmar el dolor. Mi cabeza cayó hacia atrás y estuve mirando el techo, los tubos de acero que colgaban en el techo delante de mis ojos se multiplicaron, tres fueron seis, y seis se convirtieron en doce. Visión de araña. Joder, ¿cómo diablos las arañas hacían frente a todo con la visión así? ¿Cómo puedes coger a tu presa cuando no sabes cuál es real y cuál es el resultado de la percepción distorsionada? Una pregunta muy apropiada en ese momento, me di cuenta de que mi mente estaba vagando antes de moverme bruscamente hacia adelante y vomitar sobre mis propios pies. Herida en la cabeza. Visión borrosa. Vómitos. Conmoción cerebral. Añadí eso a la cuenta de las lesiones y luego lo ignoré antes de permitirme a mí mismo exactamente cinco segundos para reorientarme, porque no podía permitirme el lujo de perder más tiempo. Apreté la palma de la mano fuertemente contra la herida en mi costado y arrastré los pies, tratando de escuchar a través del sonido fuerte en mis oídos y ver más allá de la niebla en mis ojos. Él todavía estaba aquí en alguna parte, escondido detrás de las nubes de humo y gas y del vapor caliente. Agazapado entre el laberinto de tubos de acero, esperando a que me muriera para poder ir tras ella. No iba a permitir eso. Él iba a morir primero, y luego yo le seguiría al infierno si era necesario. Un ruido bajo y distinto me llamó la atención y me detuve en mis inestables pasos para escuchar. Nada. Pero mis instintos me decían que era algo, y luego rogué que estando tan cerca de la muerte como estaba, esos instintos no me estuvieran fallando. Después de todo, esos instintos me habían traído hasta aquí, instintos de proteger y defender. Por eso me convertí en cirujano en primer lugar. Y cuando eso no fue suficiente para satisfacer a mi sin duda personalidad del tipo A, me encontré en la Academia Quantico del FBI y fuera de la escuela de medicina, poniéndome al día con instructores masoquistas, y una presumida y también del tipo A hermana gemela que había comenzado y terminado la academia un par de años antes que yo. - 580 -

Pero mis instintos siempre habían sido sin precedentes, en los que siempre Jasper y Emmett, e incluso Rosalie, se habían basado. Fueron mis instintos los que me llevaron a ella. Bajé por las escaleras hasta el sub-sótano, bajando escalón por escalón en lugar de dos escalones en dos, como yo quería. Mi arma estaba lista, aunque no estaba seguro en ese momento de que si disparara le pudiera dar a alguien. Caminé por los oscuros pasillos sin rumbo fijo, apuntando con el arma de manera insegura en cada habitación que pasaba. El vapor espeso salía de las tuberías, girando delante de mí, su tranquilo movimiento hacía que me adormeciera y tuviera una falsa sensación de calma. Sin embargo, el martilleo en mi cabeza y la adrenalina en mi sangre negaban el calor constante de la niebla blanca. Ellos me mantenían centrado, me recordaban que tenía que asegurarme de que ella iba a estar bien antes de morirme. Y entonces lo oí. O lo sentí. No estaba seguro en este punto. Pero instintivamente supe que él estaba en la habitación de al lado, escondido como el gusano de mierda que era. Al instante me sentí abrumado por un sentimiento agudo de furia mezclado con adrenalina, y de repente estaba caminando más rápido y recto, con la mano en un puño contra mi costado y los dedos de la otra mano apretándose alrededor del arma. Con renovado vigor me acerqué a la puerta y entré en la habitación apuntando con la pistola. Silencio. Era una especie de zona donde se mezclaban compuestos, las grandes cantidades de vidrio, viales y lavabos eran la pista. El fuerte olor a productos químicos impregnaba el aire, haciendo que mis ojos lloraran y enviando tambores a mi cabeza a la vez. El vapor silbaba en algún lugar detrás de mí mientras mis ojos buscaban en la oscuridad cualquier cosa fuera de lo común. Sin embargo, todo parecía en orden, ninguna silla volcada, ningún vial fuera de lugar, ningún documento sesgado al azar sobre una de las mesas. Empecé a dudar de mis instintos, los cuales me estaban molestando bastante, porque siempre habían sido estelares. Gemí con ira mientras me giraba, culpando al idiota que me había disparado y había hecho que mi vista fallara y no tuviera destreza y un sexto sentido, y pensando en todas las formas en las que iba a torturar a ese hijo de puta cuando llegara a mis manos. Cuando su puño se conectó con mi pecho, me tambaleé hacia atrás. Me puse recto lo más rápidamente posible y apunté, pero mi velocidad y destreza se fueron al infierno y él tuvo el tiempo suficiente para patear mi brazo y hacer que la bala - 581 -

explosionara en algún otro lugar. Me agarró del brazo y golpeó su codo contra mi muñeca dos veces. Mis dedos se abrieron involuntariamente y el arma cayó al suelo con un ruido sordo. Puse mi codo en su costado, doblándole y consiguiendo darle un primer golpe en su cara y luego contra su pecho. Cayó de rodillas y yo rápidamente traté de coger el arma, con una mano aún contra mi costado para detener el flujo de sangre que salía de la herida de bala qué él me había causado. Pero él me agarró la pierna y tiró de mí hacia abajo, arrastrándome lejos de la pistola. "¡Mierda!", gruñí y me volví para darle una patada en su mandíbula cuadrada. Oí huesos crujir y él se cayó hacia atrás, la sangre brotaba de su boca y de su nariz y estaba manchando su camisa inmaculadamente blanca, extendiéndose como pintura roja sobre un lienzo. Me puse de pie y fui hacia él - demasiado indignado en ese punto - para ni siquiera tratar de llegar a la pistola. Me había olvidado por completo de mi herida y tenía ambas manos en puños delante de mí, listas para golpear, estrangular y mutilar. Al diablo con los juicios justos, ese no se merecía Siberia y mucho menos un juicio justo. Si lograba salir de aquí podían encerrarme y tirar la llave, porque iba a golpear a ese hijo de puta hasta la muerte con mis propias manos. Por Charlie. Por Renee. Por ella. Por todos los demás. Iba a mirarlo a sus malvados ojos mientras la fuerza de su vida se escurría de su cuerpo. Sonreiría y silbaría. "¡Ella está a salvo! No la encontrarás. ¡Nunca la encontrarás!". La adrenalina fluyó libremente por mis venas y sentí que todas mis fuerzas volvían. La anticipación de envolver mis manos alrededor de su cuello con una sonrisa en mi cara me hizo sentirme bien, como un hombre ileso. Pero yo no estaba ileso. Puede que yo lo hubiera olvidado temporalmente, pero él no lo había hecho. Me golpeó en mi herida de bala y grité viendo pájaros, estrellas, planetas, galaxias… girando delante de mis ojos. Caí de rodillas fuertemente. Él trató de ir a por el arma, pero yo dejé caer mis manos en el suelo, giré una pierna y le golpeé en los pies. Y mientras la pistola comenzó a parecer una buena idea para mí otra vez, él de nuevo se lanzó sobre mí y nos golpeamos salvajemente, pero yo no estaba ileso y él sólo tardó la mitad de un minuto en recordar eso. Su puño se clavó en mi herida, sus nudillos se apretaron haciendo que saliera más sangre. Grité por la agonía inimaginable y caí contra el suelo, todo el universo giró sobre mí mientras una ola de tortura tras otra me consumía. Pateó mi herida abierta de nuevo, y esa vez ni siquiera pude llegar a gritar y supe que no me iba a levantar. - 582 -

Le oí reírse por encima de mí, mi visión era demasiado borrosa y además veía colores y formas vagas mientras me retorcía en el suelo. "Bien, bien, Dr. Masen, o debería decir Agente Especial Cullen", se rió. "Esto no ha sido una mala pelea, teniendo en cuenta que has perdido mucha sangre y tienes un pie en la tumba". "Dame un minuto para recuperar el aliento y te demostraré quién mierda tiene un pie en la tumba", murmuré. O al menos eso creí yo que dije. En ese momento no estaba del todo seguro de lo que era real y lo que no. La adrenalina no estaba aplazando más el dolor y yo estaba siendo arrastrado por la agonía. Mi pulso se aceleró enormemente. Podía sentir mi corazón latiendo demasiado rápido, incluso más rápido de lo que nunca había latido cuando le hice el amor a ella.Eso no era bueno. Se rió de nuevo. "Hombre, ¿no sabes cuándo darte por vencido, Tony? O Edward, o cual sea tu mierda de nombre real. Se acabó. Todas las pruebas se han destruido, estás prácticamente muerto", dijo con una voz que hizo que me enfadara. "Y ella..." -resopló- "bueno, ella se ha ido". A pesar del terrible dolor que tenía, cerré los ojos y sonreí. Ella se había ido. No, yo no lo había matado todavía, pero ella se había ido. Y ella era rápida. Casi tan rápida como mi hermana Rosalie, y eso era mucho decir. Ella tenía esas hermosas, fuertes y atléticas piernas, piernas que había visto subir y bajar por una gran cantidad de obstáculos, que habían saltado increíbles distancias, piernas que se habían envuelto con tanta fuerza alrededor de mi cintura hasta quitarme la respiración. Me estaba muriendo, pero mi sonrisa se ensanchaba. Ella iba a estar bien. Tenía que creer eso ahora. Ella era una luchadora, era inteligente, rápida y fuerte. Él resopló. "Sigue hacia delante, Tony, sonríe. No voy a negarte una última sonrisa. Es lo menos que puedo hacer teniendo en cuenta..." Le oía más cerca que antes. Y luego, de repente, pude sentir su aliento caliente y podrido sobre mí y le oí cargar mi propia arma. Hijo de puta. "¿Ha valido la pena, Tony?", reflexionó. "Por lo que me han contado tuviste una carrera muy prometedora con la Agencia. El chico de oro del FBI. Su nueva estrella brillante. Todo lo que tú y tu equipo teníais que hacer era derribar al grupo y cualquier futura misión hubiera sido tuya". - 583 -

Seguí riéndome, porque sí, todo había valido la pena. "Pero entonces te la tiraste", dijo secamente. "Te deberías haber centrado sólo en el caso, Tony, entonces tal vez hubieras ganado". "Gané", le dije a través de respiraciones profundas. Él no dijo nada por lo que pareció una eternidad, y yo seguí esperando a que una de mis propias balas pasara a través de mi cerebro. En su lugar, silbó con amargura. "No ganaste. Ella te utilizó, Tony, como estaba acostumbrada a hacer con todo hombre que conocía. Sin embargo, a diferencia de ti, yo veo lo que ella es realmente. Sólo una chica simple y estúpida". Yo resoplé, porque ella era todo lo contrario. "Ahora mírate", gruñó y pude escuchar la burla en su voz. "Tú estás aquí, a punto de morir, y ella se ha ido. ¿Y todo por qué?". "Por todo", dije la palabra con todo el fervor que pude manejar y sonreí de nuevo a pesar de la sangre que me ahogaba. Él resopló. "Por todo", repitió burlonamente. "En pocas semanas ella habrá encontrado a otro estúpido de mierda con esos ojos de cachorro que tiene. Y cuando ella grite su nombre en medio de la noche, ni siquiera recordará el tuyo". Me reí entre dientes. Él nunca la conoció. No de la manera que yo lo hice. Él se movió más cerca, susurrando al lado de mi oreja. "No te preocupes, Tony. Cuando la encuentre, voy a hacerla gritar nuestros nombres antes de ponerle una bala en la cabeza". "Nunca vas a encontrarla", dije a través de mis dientes apretados. Mis ojos estaban luchando por cerrarse, pero yo luchaba por mantenerme consciente todo el tiempo posible, porque mientras yo viviera, iba a encontrar una manera de mantenerlo alejado de ella. Él se rió y le oí alejarse. "Oh, ya la encontraré", comenzó diciendo, pero su voz sonó tan lejos como si lo estuviera escuchando desde el otro lado de un ancho océano, y supe que solo tenía unos minutos más. Miré a mí alrededor desesperadamente, forzando los ojos para - 584 -

concentrarme, para mantener el velo borroso de la muerte levantado por unos pocos minutos más, deseando encontrar algo, cualquier cosa... Y entonces lo vi. Mientras él seguía de espaldas a mí, divulgando todos sus secretos como los perpetradores tienden a hacer cuando están seguros de que van a salirse con su plan maestro, encontré la fuerza para levantar la espalda del suelo. Lentamente y en silencio, mientras él se quedaba mirando por la ventana y confesando todos los crímenes que había cometido desde los ocho años, llegué a la pierna izquierda de mi pantalón, haciendo caso omiso del tormento agudo que emanaba de mi cintura, del charco de sangre acumulado contra mi lado, de los hilos de sudor en mi cara que se mezclaban con la sangre que salía de mi boca, y tiré de la M-5 de mi pantorrilla, emitida por el gobierno. No la dirigí hacia él. En ese momento no podía confiar en mi objetivo lo suficiente como para estar seguro de que lo mataría de un tiro. Y no podía dejarlo pasar. Así que en lugar de eso, mientras él seguía de espaldas a mí confiando plenamente en el hecho de que tenía mi única arma y que probablemente yo estaría criando malvas antes de que él hubiera acabado con su perorata, apunté mi M-5 hacia la pared de vidrio con el signo que decía: "PELIGRO: NITROGLICERINA, ALTAMENTE EXPLOSIVO", para aquellos que no sabían leer, el signo tenía una interesante ilustración de una explosión, con figuras de palo de hombres que saltaban por los aires. La habitación era pequeña, el aire estaba lleno de formaldehido y otras sustancias químicas. Llegaría al alto cielo o al infierno amargo. Cualquiera era aceptable en esos momentos. Sonreí torcidamente, recordando su cara, el tacto de sus mejillas color crema en mis dedos. Recordé la primera vez que me robó el corazón... verla a través de esa habitación llena de gente, sus ojos oscuros de verdad me tragaron entero. Recordé la primera vez que nuestras bocas se encontraron en esa oscura habitación de hotel, la carga voltaica que sus labios enviaron a cada extremidad de mi cuerpo. Recordé la primera vez que intentó patearme el culo en ese callejón estrecho y lluvioso. Como su cabello húmedo se chocaba contra mis brazos mientras ella me daba puñetazos y patadas salvajemente. Recordé la primera vez que hicimos el amor... sus gritos, sus gemidos... las palabras que nunca pronunciamos pero que se encontraban en cada mirada, en cada toque. - 585 -

Me arrepentí de nunca haberle dicho esas dos simples palabras. No, él no la conocía como yo. Nadie jamás la había conocido como yo. Yo le prometí que iba a mantenerla a salvo. "Por ti, Bella", murmuré mientras cogía el arma con ambas manos y apretaba el gatillo. "Siempre por ti". Esos fueron mis últimos pensamientos, mis palabras finales, antes de que la pistola fuera pateada de mis manos...

Mañana seguiremos con más, 5 capis y la terminamos :(

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106, Samantha Mya, Danii Belliner Cullen, ini narvel, Gabllie, HLNRJRQR, anon, Mafer Masen Cullen, solecitopucheta, CrissYmell, Lore562, LayMe, Lupita Calvo, Guest, Adrianne GM, EllaesCM, Andy´s dreaming, Sakiritta Uchiha, JessMPattinson, Beautiful Dragonfly, lagie, Little Meyer, Kathfan, ileidan. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 37 Desquiciada Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Holaaaa, capitulo nuevo, es cortito pero algo se avanza :)

Capitulo37-Desquiciada BPOV Algunos objetos desconocidos se clavaban en lo más profundo de mi talón derecho, el dolor rebotaba hacia arriba y hacia abajo por mi pierna, la piedra o el hormigón o lo que fuera se cavaba más y más en mi pie con cada paso agitado que tomaba. Los zapatos eran un lujo que no se me dio cuando me sacaron de la habitación de Edward, pero no iba a dejar que me retrasaran. En cambio, apreté los dientes y seguí hacia adelante, desquiciada. Mis pulmones estaban apretados, estrechos, la falta de aire enviaba espasmos de dolor a través de mi pecho. Mi cabeza palpitaba. No podía pensar con claridad. Mi mente seguía vagando de nuevo al rostro pálido y cansado de Edward, a la sangre que manaba de su cintura. Sin embargo nada de eso iba a hacer que disminuyera mi ritmo. Todo sirvió para hacer todo lo contrario. Una vez, en la escuela secundaria, me encontré dando una vuelta de tres kilómetros en ocho minutos y medio. Recordé las caras desenfocadas del los estudiantes por mí, apenas reconocibles mientras la alegría y la emoción nunca antes alcanzada empujó mis músculos cada vez más fuertemente. En ese momento, se trataba de un record de la escuela. Esta noche sentí que había roto ese récord, rompiéndolo en mil pedazos, esparciéndolo en el viento frío de la noche. El mundo entero brillaba en un destello de colores oscuros y formas indistinguibles. Malezas demasiado crecidas arañaban mis tobillos y mis rodillas, como hojas de un cuchillo pequeño en lugar de pequeñas briznas de hierba inútil. Otro avión me pasó por encima, las luces de aterrizaje brillaron en la noche oscura, mofándose con su velocidad, mientras me dejaba muy por detrás, y le deseé a Dios que pudiera llegar a su velocidad porque no importaba lo rápida que yo fuera, no era lo suficientemente rápida. - 587 -

Pero, dónde sólo un par de minutos antes todo lo que podía ver ante mí eran filas y filas de malas hierbas, ahora más luces se encendían a la vista. Otro avión despegó y el sonido de su motor rugió voz alta, resonando en mis oídos. Apreté 'Enviar', en el numero pre-programado de Emmett. 'Sin servicio' "¡Maldita sea!", grité en el aire vacío, pero eclipsado por los aviones de encima, no oí nada. No estaba lo suficientemente cerca todavía. Llegué hasta mi corazón, hasta mi alma, ignorando el dolor punzante a mi lado, la falta de aire en mis pulmones, y encontré la voluntad de esforzarme más rápido mentalmente. Más luces, y mientras forzaba mis ojos para enfocarme bien, me di cuenta de que esas formas cuadradas y oscuras a continuación eran coches. Filas y filas de coches. El aparcamiento del aeropuerto. Estaba a medio kilometro de distancia, cuando presione el botón 'enviar' por séptima vez, y Jesús Señor Todopoderoso, por favor, deja que funcioneEstuve tan sorprendida y confundida cuando la llamada funcionó que me llevó cinco segundos dejar de correr para ponerme el teléfono en la oreja. "Edward, ¿dónde estás?", la voz ronca de Emmett sonó en el teléfono. Abrí la boca, pero Jesucristo, no se escuchaba nada aparte del rugido de los aviones, no salió nada. No tenía aire en mis pulmones. "Cullen, maldita sea, ¿dónde coño estás?" "Emmett", silbé, cayendo de rodillas sobre el cemento frío a pocos metros de la pequeña cabina acristalada donde se encontraba un empleado del aeropuerto y colocaba a los vehículos dentro y fuera del estacionamiento. "¿Bella?", Emmett gritó con sorpresa en su voz. "Bella, ¿eres tú? ¿Dónde estás?". "Emmett", repetí en un susurro ahogado, apenas audible. "Emmett... Edward... ¡Ayuda!". No estaba segura de si me había oído, yo ni siquiera podía escucharle a él. En realidad era peor que un susurro, era exactamente una de esas pesadillas en las que no importaba cuánto te esforzaras en mover tu boca, ésta sólo se las arreglaba para - 588 -

decir palabras silenciosas. "¡Bella, no puedo escucharte!", Emmett gritó. "¡Maldita sea!", se quejó y luego oí murmullos y pies arrastrándose, y entonces cerré los ojos y me agarré el pecho con una mano. Estaba jadeando, el fuego se había encendido en mis pulmones, me ardía la garganta, los oídos estaban completamente cerrados, secos e inútiles. Por favor, Dios, por favor, dame mi voz de nuevo. Miré a mí alrededor y observé a unos cuantos coches frenando a medida que avanzaban a través de las puertas del estacionamiento, observando la extraña chica maltratada en el suelo, sin zapatos, agarrándose el pecho. Yo no era un buen augurio para sus vuelos. Emmett volvió a estar en la línea. "Bella, cariño, no cuelgues, ¿de acuerdo? Edward apagó el rastreador de GPS de su teléfono, pero estamos rastreando la llamada. Quédate en la línea. Te ayudaremos a encontrar-" "Edward" - rechiné - "Edward". Sollozos secos atormentaban mi cuerpo. Le estaba fallando. "Ayuda". Una voz femenina apareció por la línea. "Isabella, soy Rosalie. Escucha con atención lo que voy a decir", su voz era firme y serena, pero había algo tenso en ella, como si estuviera a punto de perderla. "Las cámaras de seguridad del aeropuerto han encontrado la placa de Edward fuera de la I-5", continuó con esa voz bien contenida. "Emmett y yo estamos a pocos minutos de Seattle. ¿Sigues en Washington?" ¡Estaban cerca! "¡Sí!", dije, asintiendo con la cabeza con vehemencia. "Creo que ella ha dicho que sí", oí murmurar a Emmett. "Isabella, ¿Edward está herido?" "¡Sí! ¡Sí!", traté de gritar, pero mi garganta no quería cooperar, y el pánico y la bilis se estaban levantando dentro de mí, amenazando con desbordarme y llevarme. Ella estuvo en silencio durante unos tres segundos. "Isabella, ¿dónde está Edward?" - 589 -

"En el almacén", gemí, apenas murmurándolo. "¡Le han disparado!". Cuando Rosalie habló, su voz temblaba, la voz cuidadosa se había ido. "Bella, sé que estás asustada y probablemente herida, pero tienes que empujar hacia abajo todo eso en estos momentos. Cierra los ojos durante unos segundos, relájate, aleja el miedo y el dolor-" "¡Edward está herido!", traté de gritar en ese susurro apenas perceptible que pasó por mi voz. ¿Cómo diablos se suponía que iba a alejar el miedo, perra loca? "¡Bella!", Rosalie gritó. "Cierra los ojos", ordenó. "Piensa en mi hermano como si fuera ayer, estando sano y salvo, luego toma unas cuantas respiraciones profundas. Aleja el miedo, Bella. Por el bien de Edward", su voz se quebró. "Por el amor de Edward, aleja el miedo". Por una vez, hice lo que ella dijo, porque ella tenía razón, y creo que no importaba qué pasara, ella amaba a Edward también. A pesar de los ojos ahora en mí - las miradas curiosas y desconfiadas de los extraños mientras ralentizaban sus coches, cogían sus teléfonos y el hombre en la cabina hablando por el walkie-talkie mientras me miraba con suspicacia - cerré los ojos. Mi mente se remontó a la última noche, una noche que ahora parecía toda una vida atrás, y recordé como de dulce, casi tímido, Edward me miró cuando él dijo cosas sobre el matrimonio y la familia. A pesar del horror que me rodeaba, una sonrisa se las arregló para formarse en mis labios. Respiré profundamente, recordando la sensación que se movía dentro de mí, que me consumía, que me protegía. Me amaba. Sus ojos verdes esmeralda miraban profundamente en los míos. Otra respiración profunda. Él me prometió que sería para siempre. Abrí los ojos. "Hay una gran franja de tierra a largo del estacionamiento del aeropuerto", mi voz seguía siendo ahogada, pero era más fuerte. Pude oír lo que estaba diciendo. "Sí, ya sé de lo que estás hablando", Rosalie confirmó con urgencia. "Sigue". "Hay fábricas más allá de eso. No sé la dirección, pero Edward está en la primera - 590 -

fila de edificios, uno del centro. Le han disparado", yo gemí de nuevo, pero esta vez más fuerte. "Garrett le ha disparado. Fue él todo el tiempo. Todavía está allí". "Emmett, llama a un médico para que se reúna con nosotros", Rosalie ordenó con fuerza, su voz una vez más era tranquila y controlada. "Sabemos lo de Garrett", me dijo ella entonces. "Edward nos ha dejado algunas pruebas", en el fondo oí a Emmett hablar con los que se suponía que eran los paramédicos. "Date prisa, Rosalie", yo le pedí. "Estamos de camino, Bella. ¿Dónde estás?" "Estoy bien", le dije con voz temblorosa, viendo como en la distancia un hombre con un maletín negro de gran tamaño se acercaba a un par de guardias de seguridad del aeropuerto. Estos volvieron sus ojos hacia mí lentamente. "Estoy en el aeropuerto... ahora". "¡Quédate ahí!", Emmett gritó. "No te muevas de ahí, Bella. Tengo agentes que van a ir a por ti. ¿Entendido?". No contesté, porque Edward me había dicho que corriera. Que corriera hacia Jacob. "¡Bella!", Emmett me gritó de nuevo. "¡No te muevas de ahí! Más que nada, Edward quiero que estés a salvo. Quédate ahí de manera segura, ¿entiendes?" Mi seguridad. "¡Bella!", Emmett gritó de nuevo. Mi seguridad... Tú eres mi propósito... Voy a mantenerte a salvo... No hay nada que desee más que mantenerte a salvo... Estás segura, bebé. Nunca dejaré que nadie te haga daño otra vez. Te lo juro... Mi vida... mi seguridad... esas que siempre habían sido las prioridades de Edward, por encima de todo... - 591 -

Una noche volvió a mí, una de hacía unas semanas, cuando Edward y yo estábamos sentados en frente del televisor, viendo una película que, por alguna insondable razón, me estaba frustrando hasta el fin... 'Es muy obvio que está muriéndose de frío'. 'Puede que sea obvio para ti y para mí, porque estamos viendo una película. Pero si ese hubiera sido la vida real, en medio de todo ese caos, las cosas probablemente hubieran estado demasiado agitadas para ella como para darse cuenta que el pobre chico se estaba convirtiendo en un cubito de hielo'. Lo que Edward me dijo, subiendo al tejado 'Te prometo que voy a esconderme. ¿Qué voy a hacer? ¿Tratar de enfrentarme a Garrett así?' 'Iré a buscarte y luego encontraremos esa playa y pondremos todo esto detrás de nosotros para siempre' Esa noche... frente a la televisión... '¿Crees que subirse a ese barco de la vida y salvarse a sí misma fue cobarde?' '¡Sí! ¡Ella debería haberse quedado con él!' 'Entonces ellos dos hubieran muerto. ¿Cuál hubiera sido el punto de eso? Al menos de esta manera ella pudo sobrevivir'. '¿Cuál fue el punto de su vida sin él?' 'Honrar su última petición'. Honrar su última petición... '... él quería que supieras que nunca jamás debías dudar cuando fueras a dar un salto' Su última petición... 'Caoso no,ella estabaciega para no verque élsimplemente se estabasacrificandopor ella'. - 592 -

'Ellos no ibaa lograr salirde allí a la vez yél lo sabía.Él simplementehizo lo que tenía que hacer'. 'Él la amó salvándola,y ellalo amo al irsesin él...' 'Él la amó salvándola,y ellalo amo al irsesin él...' '... ella lo amó al irsesin él...' Él quería que yo me fuera... ... sin él... "¡NO!", grité cuando me di cuenta de la verdad, cuando vi lo que realmente él me había dicho arriba en la azotea. La playa... Te quiero... Nunca dudes... supetición final... Miré hacia el brazalete alrededor de mi muñeca, agarrándolo con fuerza con mi otra mano. Un regalo. Un último regalo. Siempre era un último regalo. Adiós. Él estaba diciéndome... adiós... "¡NO!" Lancé el teléfono a un lado y los guardias de seguridad del aeropuerto entraron en una carrera de velocidad, en mi dirección, tenían los walkie-talkies contra sus bocas, pero yo ya estaba de pie y funcionando, y seamos sinceros, ellos no tenían ninguna oportunidad. "¡Edward!", yo lloré mientras lanzaba la cabeza hacia atrás en la oscuridad, de nuevo hacia la única vida por la que había valido la pena vivir.

Mañana punto de vista de Edward, para ver cómo sigue despues del primer capi ;)

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: - 593 -

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Cap 38 Cierra tus ojos Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Canciones recomendadas: -Safe and Sound de Taylor Swift -Your Guardian Angel de The Red Jumpsuit Apparatus

Hola chicas, seguimos con el punto de vista de Edward a ver qué le pasa ;) Hay nota abajo, para que os acordeis de leerla.

Capitulo38 -Cierra tus ojos "Por ti, Bella", murmuré mientras sujetaba arma con ambas manos y apretaba el gatillo. "Siempre por ti". Esos fueron mis últimos pensamientos, mis palabras finales, mientras la pistola era expulsada fuera de mis manos... El mundo giró delante de mí, cada objeto y cada forma se convirtió en algo sin definir, algo vago. Nada destacaba, ninguna cosa penetraba en mis ojos... Excepto ella. Ella era la única cosa que podría romper el delirio y la oscuridad, pasar a través del inminente olvido. Bella. Ella le pegó a la pistola y ésta voló hacia arriba, una sombra negra y pequeña se elevó en el aire antes de que la gravedad se activara y las pálidas manos de Bella extendieran la mano y la agarraran. "Bella", murmuré, sintiendo una sonrisa en mis labios a pesar de que sólo algunos - 595 -

vagos pensamientos nadaban en mi cabeza, dándome una conciencia débil de que ella no debería estar aquí. "Bella". Pero ella no me estaba mirando. Sus ojos estaban fijos en un objeto que se movía en línea recta, sujetaba la pistola con fuerza en sus manos mientras ella la apuntaba en la dirección del objeto. Yo parpadeé lentamente, consumiéndome en ella, en su sedoso cabello, en su hermoso perfil, mirando la forma en la que sus manos temblaban, tratando de escuchar las palabras que salían de su boca, aunque pude decir que no estaban dirigidas a mí. Eran ruidosas, estridentes, furiosas, y finalmente… suplicantes. Y luego una fuerte explosión llenó el aire y ella saltó, sorprendida. Bella azotó la cabeza hacia la puerta rápidamente y yo seguí la trayectoria de sus grandes ojos, sorprendido. Otra forma estaba en la puerta con los brazos extendidos hacia el frente, sus manos estaban entrelazadas alrededor de un objeto de color negro. Pero esta forma, aunque familiar, era débil, estaba empañada en una neblina oscura, era algo delgado, negro, blanco y... oro. La forma dijo algo y los hombros rígidos de Bella cayeron por el agotamiento, y poco a poco, aflojó su agarre de la pistola. Primero soltó una mano, luego la otra, y el arma cayó al suelo con un ruido sordo e indistinto. Yo volví a caer y un momento después Bella estaba a mi lado. "Edward". Vi su boca formar las palabras, sentí sus manos calientes alrededor de mi cara. Ella sonrió, pero sus ojos hermosos de chocolate estaban llenos de angustia y miedo. "Edward", ella dijo otra vez, levantó mi cabeza y suavemente descansé en su regazo. Su boca formó más palabras. Pude ver sus labios moverse, fascinado por el movimiento, agradecido por una última oportunidad de verlos, redondos y suaves... Traté de levantar una mano para llegar hasta ellos, pero estaban muy lejos y no podía alcanzarlos, por lo que ella envolvió su propia mano en la mía, llevándola el resto del camino hasta colocar mis dedos en sus labios. Sus ojos estaban acristalados con algo... un extraño aspecto vítreo irreconocible que nunca había estado allí antes. Una vez más, sus labios se movieron, el calor de su aliento caliente golpeaba mis dedos, pero no podía escuchar lo que decía. Ella pasó sus manos por todo mi cuerpo con un toque firme pero tierno, acariciando mi rostro, mi pecho, antes de regresar a mi cara. Detrás de ella, la otra cara apareció. Yo parpadeé lentamente, y en la oscuridad detrás de mis párpados el sonido volvió lentamente, silencioso, ambiguo en un principio. - 596 -

"... casi están aquí", vagamente oí decir a la otra voz. "El médico acaba de aterrizar. Emmett, ¿dónde diablos estás con los paramédicos?", sonaron unos gritos desesperados. Ella dijo algo más, pero la ignoré, porque el ángel de antes me estaba hablando una vez más, y esta vez yo pude oírla. "Aguanta, cariño. Vas a estar bien. Solo espera, ¿de acuerdo?", ella me movía suavemente hacia adelante y hacia atrás mientras acunaba mi cabeza en ella, su voz tan pequeña, tan perdida. Sentí un dolor oscuro en el pecho, porque ese ángel no debería estar triste. "Bella...", yo respiré. "Sí", ella se medio rió, aunque su voz sonó medio estrangulada. "Soy yo, Edward. Estoy aquí. Siempre voy a estar aquí, ¿vale? Tú sólo aguanta un poco más. Emmett y los paramédicos estarán aquí en cualquier momento". Sonreí, deleitándome con el sonido de su voz dulce y melódica, guardándola en mi corazón, memorizando cada tono, cada inflexión. Mis ojos comenzaron a cerrarse. "Edward", ella lloró desesperadamente. "Edward, abre los ojos. Abre los ojos, cariño. Piense en nuestra playa, Edward. Estaremos allí pronto, cariño. Estaremos allí pronto", su voz se rompió. Sentí algo atractivo y acogedor en la oscuridad que me llamaba, yo lo empujé hacia atrás un poco más y obligué a mis ojos a abrirse, a mirarle a la cara una vez más. "Bella...", yo traté de tragar, traté de levantar mi voz por encima de un susurro, pero no pude, por lo que las palabras que había querido gritar con todos mis pulmones desde el primer momento que la vi, vinieron como un zumbido silencioso. "Bella... Te amo..." Ella paró de moverme y la sentí ponerse rígida a mí alrededor. Las piernas que acunaban mi cabeza se convirtieron en dos extremidades congeladas. Sus manos alrededor de mi cara se pusieron rígidas. Sus ojos ardieron dentro de mí y sentí su calor hasta el final de mi alma. "No, Edward", siseó. "Todavía no". "Te amo", repetí, porque dejarla con esas palabras no dichas sería un crimen que me perseguiría en el más allá, donde quiera que me fuera. Necesitaba que ella lo - 597 -

supiera. "Siempre te amé", murmuré, acariciando su mejilla roja y caliente con el pulgar. "Siempre te amaré". "¡No!", ella gritó con las manos apretadas alrededor de mi cara. "Escúchame, Edward. ¡Todavía no!". "Bella..." "Me prometiste que sería para siempre, Edward, ¿de acuerdo?", gritó con rabia. "¡Me lo prometiste! Me prometiste esa playa y yo te estoy sosteniendo para eso-", se rompió con un sollozo ahogado que pasó a través de sus labios, interrumpiéndola. "No voy a decirlo de nuevo, Edward", ella amenazó desafiante. "¡No lo haré!". Pero estaba bien, porque sabía que ella me amaba. Lo sabía. "Lo siento", le susurré, rozando su rostro con mi mano, siempre manteniendo la sensación de su piel a salvo dentro de mí. "Yo... lo siento..." La batalla para mantener los ojos abiertos se volvió demasiado difícil, la llamada de bienvenida de la nada era demasiado seductora, y poco a poco... mis ojos se cerraron... "¡Edward! ¡Edward, abre los ojos! ¡Edward! ¡No lo voy a decir, Edward! ¡Edward, por favor, por favor!". Cuando el último de mis sentidos se desvaneció, oí sollozos desesperados y abatidos, gritos de desesperación. Y entonces... ... lo más extraño... como gotas de lluvia cálidas y húmedas... besaron mi cara... trayendo calor a mi cuerpo frío. "Te amo, Edward...", la escuché susurrar suavemente, tan cerca de mi cara, como una suave brisa que acompañaba a la lluvia caliente... "Te amo". oooooooooo Charlie y yo estábamos pescando en su bote pequeño. El agua estaba en calma hoy, como un espejo de vidrio transparente haciéndose eco de las montañas en la - 598 -

distancia, reproduciendo los reflejos del color verde del musgo, de la hierba espesa y de los árboles majestuosos en la medida que el ojo podía ver. Él estaba tranquilo. Sus ojos seguían estando en línea recta, a la espera de que alguna señal de vida temblara en su contra, para darle motivo para romper la paz y serenidad del día. No pude decir si estaba esperando o no un obstáculo, pero yo sabía cómo se sentía. Mi propia visión estaba en el agua. Inmóvil. En espera. Miré a mí alrededor de nuevo, al silencioso terreno que Charlie había elegido para nuestra estancia en la naturaleza, y supe que me podía quedar aquí, en este jardín sin romper, para siempre. Charlie se giró de repente y sus ojos oscuros de inmediato fueron a los míos. El pelo en su cabeza y en su cara había vuelto a crecer, y mientras él me miraba, su bigote daba espasmos. "Estoy orgulloso de ti". Cuatro palabras cortas. Charlie no era un hombre de muchas palabras. Sin embargo, sentí un destello de calidez arrastrándome, como si el sol oculto hubiera decidido brillar con uno de sus rayos raros directamente sobre mí. Me las arreglé para sonreír. A lo lejos escuché otra voz. Cuando me di la vuelta, Renée estaba de pie al borde del agua, agitando los brazos frenéticamente. Una amplia sonrisa estaba en su hermoso rostro. "¡Está lloviendo!", ella se rió y luego levantó la cabeza hacia el cielo, estirando los brazos y abriendo las palmas hacia arriba. Cerró los ojos y dejó que las gotas que habían comenzado a caer la lavaran como un bálsamo, limpiando todo su dolor, todas sus dudas. "¡Está lloviendo!", ella se rió. "Bueno, ya sabes", Charlie exclamó con su voz llena de temor. Me dirigí de nuevo a él, y él también tenía el rostro vuelto hacia arriba, el bigote rizado estaba en torno a una amplia sonrisa de las suyas. "Ella tiene razón. Está lloviendo". Le observé en silencio, un poco perplejo por la fascinación de ellos con la lluvia. Era Washington, después de todo. Sin embargo, tomando mi ejemplo de ellos, yo incliné mi cara hacia arriba. Sorprendentemente el cielo no estaba gris. Un sol cálido y brillante llenaba el cielo, nubes blancas y ondulantes flotaban frente a un espacio infinito de azul. - 599 -

Y entonces la sentí - la lluvia - y entendí de qué se trataba todo el alboroto. No se trataba de la precipitación normal que caía sobre las montañas olímpicas, esta era la lluvia más cálida y suave que había sentido. Como si un par de manos suaves estuvieran sobre mi piel, poniéndose con ternura sobre mis ojos, mi nariz, mis labios... besándome con cautela. Cerré los ojos y di una respiración profunda, exhalando en silencio. "Es hermoso", murmuré. "Sí, lo es", Charlie estuvo de acuerdo. Con calma, sin prisas, sentí en mí unos ojos marrones demasiado familiares. "Sabes que no puedes quedarte". Tragué fuerte y algo parpadeó en lo más recóndito de mi mente. El recuerdo de una voz suave. Una cara impresionante. Un tirón profundo. Una necesidad eterna. Sin embargo, mantuve mis ojos cerrados, porque las gotas constantes me adormecían en la paz más dulce que jamás había conocido. Pero la paz se rompió de repente. La tierra tembló a nuestro alrededor, moviendo el bote, creando pequeñas ondas, alterando levemente las aguas que nos rodeaban. Sentí el pequeño temblor en lo profundo de mi pecho, resonando por todo mi cuerpo. Mis ojos se abrieron de golpe y miré a Charlie. Él resopló. "Te lo he dicho. No puedes quedarte". La tierra tembló de nuevo, enviando extrañas vibraciones alrededor de mí. Oí la risa de Renee de nuevo, a lo largo de la orilla del río, y cuando la miré, su cara estaba llena de diversión. "Ella está perdiendo la paciencia", dijo riéndose. Y luego sus ojos se encontraron con los míos y ella suspiró, con una sonrisa dulce que reconocí fácilmente. "Dile que la amo". A pesar de que dijo las palabras en voz baja, las oí como si estuviera sentada justo a mi lado en el barco. Miré hacia atrás a Charlie, sentado a mi lado, con una expresión agridulce en su - 600 -

rostro rugoso. "Y dile que estamos bien ahora". "Lo haré". Él tragó saliva. Nos sujetamos la mirada, dándonos las gracias el uno al otro sin decir nada - porque, como me habían dicho, Charlie y yo éramos un poco iguales en ese sentido - hasta que la tierra tembló de nuevo, más fuerte, revoloteando en mi interior y en mi exterior, como un trueno desde lo alto. "Es mejor que te vayas", Charlie resopló. Asentí con la cabeza y cerré los ojos otra vez, disfrutando de la calidez de la lluvia revitalizante que daba la vida.

A ver, esta mañana me ha enviado un mensaje pattyrose pidiendome que no envie ningún pdf de la historia. Quiero que sepais que a mí me sabe muy mal no hacerlo ya que me estabais mandando vuestros e-mails para que os la enviara. Os digo que después de terminarla la dejaré una semanita más para que cada una haga lo que quiera hacer, releerla o lo que sea, ¿vale? ;) Lo siento de verdad, pero no puedo hacer otra cosa si la autora me pide eso, espero que me entendais. Como recompensa os diré que ya llevo 4 capis traducidos de otra historia de una chica nueva que me ha dado su permiso, ya os avisaré cuando vaya a subirla ;) ¡Besos a todas y hasta mañana! ;)

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia, ¡ya hemos pasado de los 1000 reviewsssss!, me hace mucha ilusión que os esté gustando tanto la historia. Gracias a todas: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, - 601 -

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Cap 39 Ladrona de corazones Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Canciónrecomendada: A thousand years de Christina Perri Holaaaaa. Bueno, os dejo el capitulo que todas esperabais, es desde el punto de vista de Edward, así sabreis qué le pasó ;) Nos queda uno más y el epílogo :(

Capitulo39 -Ladrona de corazones EPOV Empieza pequeño. Débil. Al igual que un faro haciendo sus rondas de ida y vuelta a través de la oscuridad del agua. Sombrío y pálido cuando se da la vuelta, pero intensificándose a medida que se acerca, encendido por el resplandor negro del océano. Un resplandor... que conduce de regreso a casa. Abrí los ojos. La luz brillante me quemaba las pupilas, como ardientes rayos eclipsando todo lo demás en su periferia. Durante unos segundos interminables, no vi nada, no oí nada, no sentí nada y no olí nada, pero una mirada intensa inundó mis sentidos. Mis ojos se entrecerraron contra el destello cegador, hasta que poco a poco, gracias a Dios, las quemaduras se desvanecieron en un calor soportable, el resplandor se atenuó, y por fin pude respirar, concentrarme... mirar el entorno que no conocía. Había una pared justo enfrente, cubierta de papel tapiz de color crema. Hojas suaves y verdes parecían estar flotando en contra de ella, flotando en una brisa imaginaria. A la izquierda de la pared había un armario empotrado de madera con ropa dentro. Junto al armario había un lavabo pequeño con un espejo sobre él. Un jarrón de cristal con rosas rojas, salpicadas con gotas de agua, como si acabaran de ponerlas, descansaba en el interior del lavabo. Además en la puerta ponía "Lavabo". Y aún más, en el otro extremo de la sala, había una gran ventana abierta que - 603 -

ocupaba toda la pared. Forcé mi vista otra vez contra la luz de la mañana. Mi cuello protestó dolorosamente cuando le di la vuelta hacia el otro lado de la habitación. La cuadrada mesita de noche se desbordaba con más vasos y más flores. ¿Rosas? ¿Tulipanes? No lo sabía. Los globos de helio flotaban en el aire, sostenidos por pesos cubiertos con diferentes colores de papel celofán. Una serie de cartas se habían abierto. Reduje aún más los ojos. 'Ponte bien pronto', 'siéntete mejor', estaba escrito en todas partes. De repente el sonido tenue en mis oídos comenzó a fortalecerse, como si el control del volumen estuviera poniéndose más y más alto después de un largo período de silencio. Me estremecí al oír el ruido a todo volumen, pero luego, poco a poco, se asentó el pitido rítmico, como si alguien hubiera encontrado la configuración adecuada. Entonces me di cuenta de que el sonido extraño resultaba familiar, era un pitido constante, sordo pero fuerte a la vez. La molestia en mi mano derecha se hizo más frecuente a la vez que miraba hacia abajo y veía la línea delgada de plástico que iba desde mis venas vendadas hasta la bolsa de suero a mi lado. Miré hacia arriba, y sí, reconocí esas máquinas también. El monitor del ritmo cardíaco, el respirador, el gotero intravenoso, la bolsa de los antibióticos. Estaba conectado a todos ellos. Un escalofrío recorrió mi columna vertebral y de repente me sentí agradecido por el calor del sol que se estaba extendiendo poco a poco por la habitación, así como por la manta gruesa y azul que me cubría desde los pies hasta mi pecho. Reconocí eso también, aunque la memoria era un poco vaga. Una imagen de mi madre conmigo noche tras noche, cuando yo era un niño, volvió a mí. Apreté mis dedos alrededor de la manta, cogiéndola entre mis manos antes de que mis ojos se volvieran hacia otro objeto, porque al igual que un niño en una tienda de caramelos, mi capacidad de atención parecía ser algo descentrada. Un poco confundido y aturdido, me fijé en todos los diferentes objetos que me rodeaban, no podía poner mis sentidos en uno solo. Excepto... excepto tal vez... sí en este. Se trataba de un sillón de una habitación típica de hospital. Una de esas cosas de cuero falso, verde, feo, pequeño e incómodo, pero era una bendición para los seres queridos del paciente, porque en el fondo se sacaba y se transformaba en una cama improvisada para aquellos que se negaban a irse durante la noche. Este se veía bien gastado. Se dormía en él noche tras noche tras noche. Una sábana arrugada estaba esparcida al azar sobre un cojín hundido. Una de las mantas de Esme cubría la mayor parte de la butaca. Pero eso no era lo que mantenía mi atención. Di una respiración profunda y... sí, ahí estaba... otro sentido funcionaba - 604 -

de nuevo y el olor venía de la esquina... las mantas... el sillón... era un olor dulce, único, que se quedó en mis sueños... ... no estaba realmente seguro de por cuánto tiempo... Y el par de pantalones de chándal de terciopelo negro cuidadosamente doblados sobre una esquina del mullido sillón me eran familiares. Miré y miré hasta que un par de zapatillas de estar por casa, puestas en el frío suelo de azulejos, me llamaron la atención. Esas también me sonaban. La visión de ellas envió un extraño brillo de calor por mi columna vertebral. De repente, ya no tuve frío. Yo traté de tragar, pero mi garganta se sentía seca y áspera. Estaba a punto de pulsar el botón en la barra lateral de la cama para llamar a una enfermera, cuando un fuerte silbido surgió de detrás de la puerta entreabierta. El sonido se acercó, la puerta se abrió y entró Emmett, vestido con un traje oscuro y corbata que sólo le había visto usar para las reuniones más importantes. Sus labios estaban fruncidos en torno a su canción improvisada, un periódico estaba bien doblado bajo su brazo, y como le conocía, en la otra mano llevaba un bocadillo de jamón y queso suizo envuelto en una bolsa de papel. Una mirada en mí y la canción paró. Sus labios se arrugaron y su mandíbula cayó. "Santo...", se apagó, con los ojos muy abiertos. "Está despierto. Estás despierto", respiró. Yo levanté la cabeza de la cama elevada. "Em", dije con voz ronca, y luego me fijé en la máscara de oxígeno atada a mi boca. Me levanté con impaciencia. "Em, dónde-" Pero él ya estaba fuera de la habitación y en funcionamiento antes de que pudiera terminar. "¡Está despierto! ¡Doc! ¡Enfermera!", gritó. "¡El Agente Cullen está despierto! ¡Edward está despierto!". Dejé caer la cabeza hacia atrás con fuerza y tiré la máscara de oxígeno a un lado, respirando a través de los labios entrecerrados, cuando unos brotes de dolor agudo pasaron a través de mi cabeza y noté un bucle de trescientos sesenta grados en todo el perímetro de mi cabeza. Gemí y con un dedo apreté ansioso el botón de llamada a enfermería. Con otro dedo pulsé el botón que levantaba la cabecera de la cama. Mi corazón empezó a golpear más rápido. Sentí que mi pulso se aceleraba, porque el olor ahora me bombardeaba, llenaba cada uno de mis sentidos con recuerdos que se - 605 -

sentían demasiado débiles, demasiado desteñidos. ¿Dónde estaba ella? ¿Realmente había existido, o había sido un sueño inducido por medicamentos? Un equipo de personas, algunas conocidas, otras no tanto, de repente corrieron a mi habitación. Un médico, una enfermera, Emmett, y ocultos detrás de él, mis padres. Todos sus rostros se transformaron en expresiones similares de sorpresa. "¡Edward!", mi madre lloró, lista para correr a mí antes de que mi padre la sostuviera. "Shh", le dijo con suavidad, aunque pude decir por su expresión que él estaba teniendo dificultades para sujetarse a sí mismo. "Que el médico le revise primero". Esme asintió con la cabeza, sonriéndome con los ojos húmedos. El médico se inclinó sobre mí y trató de ponerme la máscara de oxígeno de nuevo. "¡No!", gruñí, empujando su mano. "Vale, vale, Agente Cullen", él estuvo de acuerdo y sacó un instrumento, haciendo que brillara en mis ojos. Más malditas luces. "Pare", silbé, irritado por todo el brillo y la intrusión en mi espacio personal. El médico se rió, pero para mi desgracia, hizo caso omiso de mi petición. "Agente Cullen, mi nombre es Doctor Martin". Yo sonreí. "¿Doctor Martin? ¿Doc Martin?" Al parecer había acabado de decir la broma más divertida. Todos en la sala rompieron en ataques fuertes de risa. Yo fruncí el ceño. "¿Cómo se siente?", el Doc Martin me preguntó. La cabeza me latía con fuerza. Mi garganta estaba tan seca como el papel de lija. Mi estómago dolía. Mis piernas palpitaban. Y mi mente... estaba confusa, por decir lo menos. "Como una mierda", dije con honestidad, sin filtros mentales. Mi voz sonó extraña - 606 -

a mis oídos, áspera y sin usar. Pero eso al parecer fue la cosa más divertida que todos habían oído alguna vez. Recibí más risas. Esme me miraba con cariño mientras mi padre la mantenía firmemente en sus brazos. La forma en la que me miraban era una extraña mezcla de alivio y asombro, cómo me había imaginado que me miraron cuando finalmente salí del vientre de Esme hacía veintiocho años, diez minutos después de Rosalie, y terminando con treinta y seis horas del más horrible parto, o eso me habían dicho más de una vez. "Sí, bueno, me imagino", me dijo el doctor mientras la enfermera comprobaba mis constantes. "Ha estado dormido durante bastante tiempo". "¿Cuánto?", murmuré con un termómetro que la enfermera había empujado en mi boca. "Agente Cullen, tendrá que mantener la boca cerrada mientras se le toma la temperatura", dijo ella con paciencia, pasando dos dedos por debajo de mi mandíbula, para mantenerla sujeta, asumí. Yo resoplé - nasalmente - cerrando la boca, y esperando el pitido mientras me preguntaba lo que Emmett y mis padres estaban susurrando detrás del médico y de la enfermera. Emmett de repente soltó una carcajada. "¡No sé cómo actuará, pero ella sin duda va a flipar cuando se entere de que estaba solo cuando se despertó!", él bromeó. "¡Lo siento, señora Cullen, pero si yo fuera usted me escondería!". "¡Me había ido sólo por tres minutos!", mi madre insistió, pareciendo un poco disgustada. "¡Yo sólo caminaba por el pasillo para conseguir un poco de café!". "Y yo estaba buscando simplemente al médico", añadió Carlisle. "No sé", repitió Emmett, riéndose. "Tal vez no deberíamos decirle que no estábamos aquí", susurró mi madre con los ojos muy abiertos. El termómetro, finalmente, emitió un pitido. "Treinta y siete grados. Todos sus signos vitales son normales", la enfermera confirmó con una voz cantarina, sonreía y me acariciaba la mano con el pulgar. Todos en la sala dejaron escapar un suspiro audible. - 607 -

"Bueno. Eso es muy bueno", dijo el doctor. "Será un camino largo, pero estamos en la pista correcta-" "¿Cuánto tiempo?", le interrumpí. Mis ojos se arrastraron hacia mi mano y la quité de debajo de la de la enfermera. A menos que los modales hubieran cambiado drásticamente en el tiempo que había estado fuera, la forma en la que seguía acariciando en realidad no era médicamente necesaria. "Unos meses, de seis a ocho por lo menos", el médico respondió. "Necesitará terapia física, unas cuantas rondas de antibióticos, y una vez que esté mejor va a pasar un tiempo antes de poder ejercer-" "¡No!", interrumpí con impaciencia. "¿Cuánto tiempo he estado así?". ¿Unos días? ¿Una semana? ¿Dos? Hubo un suspiro colectivo antes de un silencio absoluto que llenó la sala. El monitor cardíaco hizo su papel, sonando. El rostro del médico se transformó en uno que, como un cirujano, reconocí bien. Frío, sereno y profesional. "Agente Cullen, se ha encontrado en un coma inducido médicamente durante más de dos meses". Parpadeé varias veces para que mi mente tratara de envolverse alrededor de eso, pero estaba teniendo problemas para procesarlo. El Doctor Martin procedió a explicarme las cosas con una lentitud irritante, como si estuviera hablando con un niño de cinco años de edad. "Usted tuvo dos paros cardíacos antes de llegar al hospital. Teníamos un equipo de cirujanos esperándole, pero había perdido mucha sangre y tuvimos que darle una transfusión de sangre inmediata. Le hubiéramos operado de inmediato y le hubiéramos quitado su bazo dañado, pero la pérdida de oxígeno en su cerebro hubiera causado que su neuro-sistema hubiera trabajado horas extras, por lo que le indujimos un coma para permitir que su función neuronal se recuperara por sí misma. El coma se invirtió hace dos semanas. Usted ha estado simplemente durmiendo desde entonces". Un total de tres meses. Había estado lejos de ella durante tres meses. Mi pecho se elevó y cayó. Miré hacia adelante y traté de absorber toda esa información, mi visión se centró constantemente en las hojas arrastradas por el viento, el patrón que hacían yendo de arriba a abajo. - 608 -

La había dejado sola durante tres meses. Yo parpadeé mis ojos hacia Emmett. "Em, ¿dónde está ella?". Emmett tragó fuerte y se me quedó mirando. Mi pulso comenzó a latir fuerte. El monitor del ritmo cardíaco me advirtió de la aceleración de ese órgano. Un terror profundo se envolvió alrededor de mi pecho, porque yo sabía que ella no era sólo un sueño. Ella existía. La conocí en esa habitación de hotel. Nos dimos un beso. Ella me robó el corazón. La encontré de nuevo un año más tarde. Nos enamoramos. Hicimos el amor. Ella era mía, y yo era de ella. No importaba lo que pasara entremedias, no importaba lo que hubiera ocurrido desde entonces, no importaba la cantidad de oxígeno que pudiera haber perdido mi cerebro, no importaba cuán confusos o difusos estaban mis pensamientos y recuerdos, sabía que esas cosas eran verdaderas. Podía oler su aroma que salía del sillón, ¡por el amor de Dios! ¡Del armario! ¡Sus ropas estaban allí desordenadas! Pero... entonces, ¿por qué todos me miraban con recelo, como si estuviera a punto de perderme? De repente tuve una extraña sensación, como si estuviera en el mundo en blanco y negro de Kansas y estuvieran a punto de decirme que todo era un sueño... "¿Dónde está Bella?", exigí. "Cariño, cálmate", mi madre empezó. "Puede que esté así por mucho tiempo", el médico le dijo, manteniendo sus ojos cuidadosos en mí. "Sus pensamientos pueden estar desorganizados, los recuerdos un poco confundidos, el temperamento y las emociones pueden fluctuar. Todo hasta que reaprenda a controlarse de nuevo y-" El pánico aumentó en mí. Sentí la bilis espesa en mi garganta. "¿Dónde está Bella?", rugí, sentándome. Envolví mi mano alrededor de la vía y de los otros tubos pegados a mi otra mano, listo para tirar de ellos"¡No!", todos gritaron al unísono. Emmett se lanzó hacia delante y dobló su mano alrededor de la mía en un férreo control. - 609 -

"¡Calma tío! ¡Bella está bien, pero tenía que ir a la corte hoy para dar su declaración! Ella ha estado posponiéndolo durante semanas, haciendo caso omiso de una citación detrás de otra, pero el juez finalmente la ha pillado. Dijo que si Bella no aparecía hoy, se le retiraría el acuerdo de inmunidad y la encerraría". Mi pecho se levantó. Los pitidos del monitor del ritmo cardíaco sonaron como locos mientras miraba a Emmett con duda. "Con todo eso, Rosie y yo todavía hemos tenido que arrastrarla prácticamente hasta allí. Pero ella está bien, Edward", Emmett me aseguró en voz baja. "Te lo juro, está muy bien. Ella estaba casi terminado antes de que me fuera, y tan pronto como acabe, Rosie la traerá de vuelta". Una vez más, tuve que centrarme para captar sus palabras. Bella. Mi Bella. Ella estaría aquí pronto. "Ella es real". Traté de decir con absoluta convicción, pero aún así salió casi como una pregunta. "Por supuesto que es real, cariño", Esme me consoló. Dejé que mi cabeza cayera hacia atrás contra la cama, pero con cuidado esta vez, y cerré los ojos, respirando el olor que seguía emanando de ese sillón, tan cerca de la cama donde yo estaba acostado. Me tranquilicé. Sentí que mi pulso se ralentizaba. Oí al monitor del ritmo cardíaco parar ese pitido salvaje. No era un sueño o un producto de mi imaginación. Ella pasó. Nos pasó todo eso. "Es absolutamente normal sentirse un poco fuera de lugar por un tiempo, Agente Cullen", oí decir al doctor. "Pero eso debe desaparecer pronto. Mientras tanto, ¿tiene más preguntas de carácter médico para mí?" No me gustó el tono condescendiente de su voz, como si sus triunfos de neurocirujano fueran mejores que los míos de cardio-cirujano. Abrí los ojos. "No. Creo que me puedo imaginar el resto por mi cuenta", le dije. Él me ofreció una sonrisa condescendiente. "Muy bien, entonces le dejaré con su familia", golpeó dos veces la cama. "Debo decir que estamos muy contentos de ver - 610 -

que está consciente. Es un buen presagio a largo plazo-" "Sí. Sé que lo es", asentí con la cabeza bruscamente, interrumpiéndolo. "Agente Cullen, mi nombre es Lauren", dijo la enfermera. Ella me dio una sonrisa muy amplia y poco natural. Me cegó por un par de segundos. "Si necesita algo, cualquier cosa, basta con pulsar el botón 'llamar a la enfermera' y estaré aquí enseguida". Levanté mi mano libre de algún tubo hasta mi frente, como una visera improvisada, y asentí con la cabeza una vez más. Después de un golpe más innecesario en mi mano, siguió al médico. Emmett la vio marcharse, vibrando con lo que parecía una risa apenas contenida, y sacudiendo la cabeza. "Vaya, esa chica ha estado tan cerca" - juntó los dedos pulgar e índice cerca de su rostro, entrecerrando los ojos - "tan cerca de conseguir que patearan su culo antes de que él se despertara, sobre todo después de ese incidente con la esponja del baño. Pájaro Swan podría haberla matado ahora". "No bromees", le susurró mi madre, siguiendo tristemente la trayectoria de los ojos de Emmett. Carlisle se unió. "Tal vez deberíamos reasignarla" - reflexionó - "por su propia seguridad". Los miré, una vez más, preguntándome lo que estaba pasando alrededor. La sensación de que me había perdido un infierno en los últimos meses era abrumadora y aplastante... casi me quedé realmente pensando en ello. Pero, ¿qué culo iba a patear Bella? ¿Quién tenía que ser reasignada? ¿Rosalie? "¿Rosalie y Bella todavía se llevan mal?", pregunté. Todas las miradas se volvieron hacia mí. Mi madre sonrió y se movió, sentándose en mi cama y dándome ese abrazo cuidadoso que había estado aguantándose. "Oh, cariño", suspiró. "Nos ha tenido muy preocupados. ¡Nunca nos hagas eso de nuevo!", me regañó, pero su voz siempre había sido demasiado tierna como para mantener una gran amenaza. - 611 -

"Lo siento, mamá", dije de todos modos. Después de cinco segundos me alejé de su abrazo. "Pero, ¿Bella y Rose sigue llevándose mal?". Su frente aumentó por la confusión. "¿Llevándose mal? ¿Por qué en el mundo tu hermana y Bella se llevarían mal?", ella miró a Emmett interrogante. Él sonrió y se encogió de hombros. "Es una larga historia, señora Cullen". Mi madre frunció los labios. "Bueno, vamos a tener mucho tiempo para eso más tarde. Ahora necesitas descansar y reponer fuerzas. Rose y Bella estarán de regreso pronto y-" "¿Por qué Rosalie ha acompañado a Bella a la corte?", pregunté, irritado de nuevo, y mirando hacia arriba a Emmett con tono acusador. "Emmett, tu por delante de todas las personas sabes cómo se llevaban cuando estaban jutas". "Cariño, no te molestes con tu compañero", dijo Esme. "Todos hemos tratado de decirle a Rosalie que necesitaba darle a Bella un respiro, pero como tu hermana gemela, sabes cómo puede ser. Un poco sobreprotectora a veces, como tú", ella se rió. ¿Qué? ¿Qué infierno? Ahora estaba convencido de que tenía que haber algo extra en ese gotero que desaparecía en mis venas. O eso, o después de tres meses yo había llegado a algún universo alternativo como el de Oz. Los labios de Emmet se contrajeron. El estúpido parecía estar disfrutando de mi total desconcierto. Me pregunté si todavía podría patearle el culo en este planeta paralelo. "¿Rose... es sobreprotectora... con Bella?" "Totalmente", Emmett resopló. "Ella dormiría en la misma habitación con ella si fuera posible". Whoa. Tragué fuerte. "¿Y dónde... dónde exactamente ha estado durmiendo Bella?" La cabeza de mi madre se volvió lentamente hacia el sillón, antes de llevar sus ojos esmeraldas de vuelta a los míos. "Junto a ti, amor. Todas las noches", ella suspiró. "Ella nunca ha salido de tu lado". - 612 -

"A excepción de hoy, porque no tenía más opción", dijo mi padre. Emmett resopló de nuevo. "Lo ha dejado todo por ti, Cullen, lo pasaba mal cuando se veía obligada a salir de tu lado por más de cinco minutos". "Sí", sonreí, pero mis ojos estaban puestos en el sillón, mi corazón se deleitaba con el hecho de que ella había estado conmigo todo el tiempo. Ella era real y había estado aquí conmigo. Pero luego me di cuenta de que de alguna manera... yo lo sabía. No importaba lo 'fuera de mi' que pudiera estar en este momento, yo sabía que ella había estado aquí conmigo. Di otra respiración profunda y sonreí. Mi madre me miró con complicidad y se apoyó más cerca. "Ella es una chica maravillosa, Edward", susurró. "Rosie me ha enviado un mensaje. Bella está en ello y ella va a decirle que estás despierto tan pronto como termine. Me alegro de no tener que estar ahí cuando Rosie tenga que explicarle por qué ella no se lo ha dicho antes", Emmett se rió. "Bella tiene que terminar de dar esa declaración o de lo contrario va a estar en un montón de problemas. Ella ha estado posponiéndolo durante demasiado tiempo porque no quería irse de tu lado", mi madre murmuró en voz baja. Su amor y respeto por Bella fueron evidentes por la admiración en su voz cuando habló sobre ella. "Pero Bella no se hubiera quedado en la corte si ella hubiera sabido que estabas despierto", Emmett añadió con solemnidad. Le miré y le di una inclinación de cabeza, haciéndole saber que podía estar lento esta mañana, pero entendía lo que estaba tratando de decirme. Mis sentidos se habían despertado y mi sentido común rápidamente estaba siguiendo su ejemplo. Una profunda comprensión de que todo podría haber salido fácilmente en una dirección diferente, de que podría estar todavía pescando en el río, en vez de aquí, me había hecho ver las cosas de manera mucho más diferente. Por mucho que quisiera a Bella aquí y ahora, en este momento, en este segundo, en este mismo instante, había responsabilidades que debían ser atendidas. Estuve agradecido de que mi hermana hubiera estado alrededor para asegurarse de que las hacía. "Estoy contento de que Rose no se lo haya dicho. Bella necesita hacer eso". "Sí, bueno. Tengo la sensación de que Bella no lo comprenderá", dijo él sonriendo con ironía. - 613 -

Yo sonreí, una expresión facial que fue reflejo de la de Esme. Al parecer, en los últimos meses, había llegado a conocer a Bella lo suficientemente bien como para saber que él tenía razón en eso. Oooooooooo Después de unos minutos, Esme y Carlisle se excusaron para ir a tomarse un café, y me dejaron un rato a solas con mi compañero. "¿Así que Alice está bien entonces?", sonreí. "Sí", sonrió Emmett desde la silla en la que estaba sentado. "Ella se recuperó bien después de su cirugía, pero tuvo que tomarse unos meses de descanso para la terapia física. Ella va a estar de vuelta en la Oficina pronto. Mientras tanto, ella viene casi todos los días para verte, al igual que Whitlock. Parece que ella y nuestro Asistente de dirección" - subrayó bromeando - "están saliendo oficialmente, lo que significa que a pesar de que oficialmente ella no podrá trabajar bajo el mando de él nunca más, estará debajo de él más que nunca, ya sabes lo que quiero decir", él bromeó, moviendo las cejas. Rodé los ojos y él se rió. "Sí, eso a ella no le gustara mucho". "¿Qué pasó con Garrett? ¿Con el caso?" El se puso serio rápidamente, enderezándose en su silla, con una expresión solemne, y dio una respiración profunda y la dejó salir. "¿Te acuerdas de... lo que pasó después de que Bella regresara a por ti en ese almacén?" "Recuerdo..." - mis ojos se enfocaron en la pared - "... la pesca... la lluvia... y el terremoto...", mi mano se fue a mi pecho y lo froté ausente. "¿La pesca?", Emmett preguntó antes de reírse en voz alta. "¿Terremoto? Amigo, ¿qué hay en ese gotero?, yo quiero un poco. Y estamos en Seattle, hombre. Llueve casi todos los días". Una cara de repente parpadeó en mis recuerdos... un hombre con los ojos inquietantemente similares a los de ella... una mujer con las mismas características bonitas... lluvia... lluvia cálida y relajante... la tierra tembló tan fuerte que sacudió mi pecho... - 614 -

Dile que la amo... Dile que estamos bien ahora... Emmett suspiró. "Al parecer Bella llegó justo a tiempo para evitar que te fundieras a ti mismo y a todos los demás en ese almacén. Ella alejó tu arma de ti y la giró hacia Garrett, pero el hijo de puta se negó a bajar su arma. Ella gritó, amenazó, y finalmente le suplicó que la dejara caer, luego, mientras él apretaba el gatillo, Rosie os encontró y puso una bala en su cabeza", él puso las manos en alto como si estuviera sosteniendo un arma y pretendiendo apretar el gatillo antes de que sus ojos adquirieran una expresión lejana. "Tío, ojalá hubieras estado ahí para ver eso", se encogió de hombros y suspiró de nuevo. "En el momento en el que los paramédicos y yo nos presentamos, tú habías dejado de respirar. Los médicos se pusieron a trabajar de inmediato, pero... después de un tiempo, estaban dispuestos a renunciar...", se apagó. Le miré, esperando que siguiera adelante. "Sin embargo, Bella se negó a dejarte ir. Ella se aferró firmemente y les gritó para siguieran reanimándote, insistiendo en que no te... habías ido", se pasó la mano por su cabello con torpeza. "Ed, tío, al principio... al principio pensamos que te habíamos perdido. Quiero decir, ella estaba llorando incontrolablemente", dijo en tono de disculpa. "Negándose a dejarte de lado a pesar de que era obvio que tú-", se interrumpió y negó con la cabeza. Me incliné hacia delante. "¿Ella estaba... llorando?" Él asintió con la cabeza. "¿Lágrimas reales?" Su entrecejo se frunció y sus ojos se movieron a mi gotero intravenoso. "¿Qué hay ahí dentro?", murmuró, agitando la bolsa con dos dedos. "Si. Lágrimas. De esas húmedas". Yo descansé contra el colchón levantado, pensativo. Lágrimas... cálidas y relajantes... lágrimas. "De todos modos" - Emmett continuó - "ella no paraba de gritar a los paramédicos, por lo que te reanimaron un par de veces más. Sinceramente, creo que sólo estaban tratando de hacerla callar, pero no se sabe cómo, tu corazón empezó a latir de nuevo", dijo sonriendo. "Te levantaron de allí y luego tuvieron que alejar a Bella de ti", mis ojos se abrieron. "Te lo juro, ni siquiera estoy exagerando" - resopló - 615 -

"porque necesitabas la transfusión de sangre, y ella tenía que ser atendida también". "¿Cómo de mal estuvo?", pregunté con urgencia. "Tuvo un par de costillas rotas, un corte bastante profundo en la mejilla derecha y un pedazo de vidrio alojado en su talón derecho. Se volvió a lesionar el tobillo otra vez y los médicos le dijeron que ella tenía que tener cuidado de ahora en adelante. No más carreras a la velocidad del rayo y no saltar más de un edificio a otro", bromeó. Pero mi cabeza giró. Tuve que descansar contra el colchón de nuevo y una vez más cerrar los ojos. Tanto dolor. Tantas lesiones. Y no más carreras ni saltos por los que una vez ella vivió y respiró. "Ella está bien, hombre", Emmett dijo en voz baja. "Ella está mejor ahora. Las costillas están curadas, el pie también, el tobillo está mejor. Y tus padres le encontraron ese gran cirujano plástico, un amigo de tu padre, que le cosió el corte de la cara a la perfección. Apenas se ve ahora y él nos aseguró que en pocos meses iba a ser un recuerdo lejano". El silencio nos rodeó durante unos minutos. A continuación asentí con la cabeza y abrí los ojos de nuevo. "Sigue". "Está bien", dijo tímidamente. "Después de la transfusión de sangre-" Lo interrumpí. "¿Cuánta sangre perdí?" "Casi el cuarenta por ciento del total de tu cuerpo". Mis ojos se abrieron. Di una mala respiración con los labios entrecerrados. Un sonido silbante salió. Eso era un montón de maldita sangre. "Em, yo soy O negativo, es un tipo de sangre muy poco común. La Oficina me obligó a tener un poco almacenada en caso de emergencia, pero estoy seguro de que no tenían mucha-" "Rose te dio su sangre, Edward", dijo él con cuidado. "Los doctores tenían miedo de tomar demasiado de ella, pero ella insistió. Sabes cómo puede ser. De todos modos, ella estuvo muy débil hasta unos pocos días después". Yo no supe ni qué decir a eso, salvo que de repente no me sorprendí. Por supuesto que lo hizo. Ella era mi hermana. No importaba qué pasara, ella era mi hermana. - 616 -

"Después de la cirugía te pusieron aquí en la UCI, pero Bella tuvo que quedarse en una habitación normal del hospital. Sin embargo, después de unos días, el personal se dio por vencido al tratar de mantenerla fuera porque todas las noches que podía se escabullía de la seguridad y entraba en tu habitación. Los médicos y enfermeras la encontraban dormida en una silla al lado de tu cama, con la cabeza apoyada en el lado de tu muslo, sosteniéndote con fuerza la mano. La cosa es que, a pesar de que estabas en coma, tus signos vitales siempre se mantuvieron estables cuando ella estaba contigo. Así que se mudó a ese sillón de ahí para dormir aquí". Mi corazón dio una sacudida dolorosa, dividido entre la alegría de saber que ella estuvo siempre aquí, y la culpa abrumadora por lo que la hice pasar. Mi Catwoman. "¿Cómo ha sido, realmente ha estado bien, Em?" "Ella ha estado... solitaria", confirmó con una sonrisa hueca. "Tú has tenido unos meses un poco difíciles, Edward, y durante un tiempo estuviste yendo y viniendo. Y luego, hace un par de semanas, los médicos dijeron que estabas listo para ser sacado del coma, pero hemos estado esperando a que te despertaras..." Solitaria... había dejado a Bella sola. Mi pecho dolió otra vez. Lo froté lentamente. "Eh, tío, no te rindas", dijo Emmett leyendo mi frustración. "La hemos estado acompañando, y a ti también. Ninguno de los dos alguna vez ha estado solo. Bueno, excepto hace cuarenta y cinco minutos", resopló. "Tus padres han estado contigo casi tanto como ella. Han estado muy cerca. Es obvio que ella ha robado su corazón". A pesar de mi dolor, me las arreglé para darle una sonrisa, porque, ¿qué corazón no robaría Bella? Esa fue una pregunta que trajo recuerdos en los que preferí no pensar en estos momentos. Pero también me recordaron algo. "¿Y cómo diablos Rose y ella se han vuelto inseparables?" Emmett se rió a carcajadas. "Yo no lo diría exactamente de esa manera. Creo que... Rosie simplemente se dio cuenta de lo importante que Bella era para ti, y viceversa, y ya sabes, ella invirtió una mierda de carga de su propio suministro de sangre en tu sistema. No está más que cuidando sus inversiones". Sonreí y él se rió, golpeándome en el brazo. Eso dolió como el jodido infierno, pero no le dije nada. - 617 -

"Lo que sea hombre", dijo sonriendo por la diversión. "Todo está bien ahora". "El caso", le dije, con lo que Emmett paró su risa. "Garrett fue declarado muerto en la escena, como James y Kate. Balística y la toma de huellas dactilares mostraron que ambos fueron asesinados con la pistola que Garrett robó en tu dormitorio cuando secuestró a Bella. Cinco cadáveres más fueron encontrados y se mostró que fueron asesinados por tu pistola. En defensa propia, por supuesto". "¿Qué pasó con la evidencia que me llevé de la oficina del Palacio de Justicia?" Emmett se reclinó en su silla, tamborileando con los dedos sobre su muslo mientras me miraba. "La abogada Weber confirmó que habías confiado en ella acerca de tus sospechas de que había algo escondido en el brazalete de Bella", levantó una ceja, sorprendido. "Te concedió el permiso para ir a su oficina y buscar la prueba. Como se trataba de una operación encubierta, te viste obligado a incapacitar al agente de seguridad que intentó detenerte. El hecho de que hubieras eliminado todas las pruebas, bueno, excepto la memoria usb que encontraste, eso fue un poco más... difícil de explicar... pero Weber y Whitlock hicieron todo lo posible para asegurar al Director Benjamín que eso era imperativo para el caso". "¿Y cómo le fue a él?", yo sonreí con complicidad. "No muy bien al principio", se rió sin humor, sus características se endurecieron. "Pero una vez que Weber y Whitlock le recordaron a Benjamín que nada de esto hubiera ocurrido si hubiera tenido el profesionalismo para mantener su gran boca cerrada con respecto a la conversación privada que tuvo contigo, en lugar de balbucear a los agentes subalternos como Newton, estuvo más que dispuesto a ver nuestro punto de vista". "Ya veo", le dije con los labios torcidos. "Sip", Emmett dijo, pronunciando bien la 'p'. "Resulta que Garrett había estado tratando de destruir todas las pruebas, pero supongo que debió de haberte oído alrededor antes de que fuera capaz de deshacerse de todo. Sin embargo, es una lástima que no hayamos podido recuperar el brazalete", sus ojos brillaron, sabiendo lo que pasaba. - 618 -

"Mm", dije simplemente. Él resopló. "De todos modos, entre lo que fueron capaces de recuperar, la memoria usb del padre de Bella, y su testimonio de todo lo que Garrett confesó en ese almacén, hemos tenido más que suficiente para demostrar lo que realmente estaba pasando". "¿Es eso lo que Bella está testificando hoy?", le pregunté. Emmett asintió con la cabeza. "El incidente ganó una gran cantidad de publicidad en las noticias. Tú eres un héroe nacional, Edward, aunque la Oficina no ha permitido que cualquiera de nuestras identidades sea expuesta", dijo sonriendo. "Pero está ansioso por cerrar el caso ya. Ya han cogido todos nuestros testimonios uno por uno, y sólo quedáis tú y Bella. Por supuesto, tú has estado exento debido a tus circunstancias" - dijo agitando una la mano en mi dirección - "pero han estado esperando a Bella. Todos nos hemos ido con ella hoy; la abogada, Alice y Jasper, Rosie y yo, pero Bella me ha mandado de vuelta porque todavía no estaba cómoda con la idea de que tú estuvieras 'sin respaldo' ", él hizo las comillas en el aire y los dos nos chupamos los dientes con similar desdén y rodamos los ojos. "Ella-", comencé. "Ella está a salvo, Edward", añadió en voz baja y solemne. "Garrett, James, Kate, se han ido. El resto están en la cárcel. El caso es público. Ella está a salvo". Exhalé en voz alta, susurros de alivio se mantuvieron a raya, porque a pesar de que mi mente creía a Emmett y entendía la verdad de sus palabras, todavía no tenían un sentido pleno. Podía ser mi confusión persistente y la nubosidad, pero creía que simplemente no lo podría hundir todo por completo hasta que la tuviera en mis brazos otra vez. "Y por lo que sé" - resopló con otra palmada en mi hombro que me hizo aspirar en un silencio doloroso - "cuando estés listo Agente Cullen, la Oficina está ansiosa por tenerte de vuelta en acción". Sonreí. "Y yo también", añadí. Entonces aparté la mirada de él, mirando al cielo lleno de sol, su calor me recordó las lágrimas suaves, las caricias, las promesas hechas... - 619 -

"Lo veremos, hombre", le dije humildemente. "Tengo algunas cosas que cuidar primero". Él asintió con la cabeza lentamente, mirándome como si me entendiera, cuando su móvil vibró. "McCarty", dijo a modo de saludo, poniéndolo en su oído. "¡Oh mierda" - se quejó "pero yo no tenía nada que hacer con ello, Rosie! ¡Te he llamado y te lo he dicho tan pronto como he llegado aquí! Oye, no trates de culparme, bebé", exclamó. "¡Tú has sido la que ha esperado para decírselo a ella! ¿Qué? ¿Ahora? ¿En este momento? ¡Bueno, ya estoy saliendo de aquí!", él se puso de pie. "¿Qué pasa, Emmett?", le pregunté, pero él miró a su alrededor con ansiedad antes de salir corriendo de la habitación como un murciélago salido del infierno. La sentí. Empezó por abajo, como una profunda sensación de cosquilleo en el estómago, un familiar aleteo, y luego se construyó y se extendió, alcanzando mi pecho cada vez más, afirmándolo, luego el monitor de frecuencia cardiaca empezó a sonar rápidamente, más rápido que nunca... ... en el parpadeo de un ojo ella estuvo en mis brazos. No hubo dudas cuando corrió hacia mí, sin un cuidado cauteloso, sin esperar como esperó mi madre, sin el recelo inicial de Emmett. Un segundo estaba solo y al otro los brazos de Bella estaban envueltos alrededor de mí, y ella se estaba riendo y llorando al mismo tiempo. Sí, llorando. Sentí sus lágrimas calientes en mi cara, su calor suave en mi cuello, y supe que lo había sentido antes. "Edward", lloró sin aliento. "Edward..." La abracé tan fuerte como pude, que no era mucho en este momento, y fue extraño por todos los malditos tubos y los rieles de la cama. "Estoy aquí, cariño", murmuré, inhalando profundamente, agarrando su nuca, cogiendo su cabello en mis manos, deseando que hubiera alguna puta manera de que ella se fundiera en mí, porque esta vez no iba a dejarla ir, y por la forma en la que ella me estaba abrazando, creo que ella tampoco tenía planes de dejarme ir. - 620 -

"Estoy aquí, Bella", su boca daba besos desesperados por toda mi cara, y la mía hacía lo mismo. Y luego ella levantó la cabeza de repente y ahí estaba. No importaba la confusión que tuviera en mi mente, había algunas verdades sin lugar a dudas, una de ellas era que me había enamorado a primera vista de esos ojos color chocolate. En este momento estaban vidriosos, brillantes, húmedos de lágrimas, un hecho que me pilló con la guardia baja, porque nunca antes la había visto de esa manera. Yo puse mi cabeza hacia un lado y levanté una mano hacia su cara color crema, trazando sus ojos con mi dedo índice. "Estás... llorando", señalé. Ella se rió, sus lágrimas seguían fluyendo. Toqué una, asombrado por lo caliente y suave que se sentía, al igual que... un bálsamo curativo. "Te he echado de menos", se encogió de hombros. "Siento haberme ido por tanto tiempo". "Pero has vuelto a mí", dijo sonriendo entre lágrimas. "Has vuelto". "Siempre, Bella. Siempre voy a volver a ti. Te prometí que sería para siempre, ¿no?" Ella asintió con la cabeza, lágrimas silenciosas corrían por su rostro, y luego, lentamente y con cuidado, ella llevó su boca a la mía. Sus labios eran tan dulces como recordaba, aunque para mí fue sólo ayer cuando le di un beso por última vez. Ese beso fue duro, teñido de urgencia, con el dolor de saber que se trataba de un último beso, un adiós, un final. Este beso se sintió como un comienzo, una invitación para siempre, una promesa que ahora se podría cumplir. Su boca se moldeó alrededor de la mía, dando besos suavemente, recibiendo cariño. Suspiros de alivio se escaparon de nosotros cuando recordamos lo que significaba tener la boca del uno en el otro, sentir mutuamente el calor, el sabor de cada una de las respiraciones. Ella saboreó mis labios una y otra vez, la parte superior, luego la inferior, mientras mezclaba sus lágrimas dulces y saladas. Acuné su cara entre mis manos. - 621 -

"Bella...", dije contra su boca, abriendo los ojos y bebiendo su hermoso rostro, porque la última vez que lo vi me pareció que sería la última vez. Sus ojos permanecieron cerrados, y vi la cicatriz pequeña de la que Emmett estaba hablando, justo debajo de la mejilla derecha. Yo pasé el pulgar por encima. Otra verdad incuestionable. "Te amo...", susurré. "Te amo, Bella". Esas fueron unas palabras que recordé vagamente que no debía decir antes de que estuviéramos en esa playa que le prometí, pero salieron porque yo no tenía filtro esta mañana. Y porque no estaba dispuesto a suprimirlas por más tiempo. Las lágrimas cayeron más fuertemente, pero cuando ella abrió los ojos de nuevo, una amplia sonrisa apareció en su cara. "Me he estado preguntando si alguna vez ibas a decir eso otra vez, o si fue sólo algo que murmuraste cuando estabas delirando". "Lo diré una y mil veces", le recordé. "Y cada vez lo diré incluso más". La sonrisa desapareció y ella asintió con la cabeza, besándome otra vez. Ella mordió mi labio inferior antes de alejarse y encerrarnos en una mirada de nuevo. "Tú también me amas", le dije, sólo que no era una pregunta. Era una verdad más. La niebla se había levantado y toda mi confusión se estaba derritiendo. "Sí. Te amo también, Edward. Siempre. Para siempre". Me dolía el corazón, pero de la manera más perfecta. Se sentía a punto de estallar, tanto como para decirle que no sabía por dónde empezar. Sin embargo, eso estaba bien porque teníamos el siempre ahora. "Te quedaste conmigo", le dije, acariciando sus labios con un dedo. Ella besó la punta con ternura. "Estuviste aquí conmigo todo el tiempo". "Tuve que hacerlo", ella dejó caer la mano en mi pecho, donde mi corazón golpeaba violentamente por ella. "Tenía que asegurarme de que esto seguía latiendo". Puse una mano sobre la suya. "Tú lo mantuviste latiendo". Ella me miró con sus ojos llenos de emoción, y tragó cuando mis ojos se fueron a los suyos. - 622 -

Tal vez el Doctor Martin tenía razón. Tal vez estaba teniendo dificultades para controlar mi paciencia, mi temperamento, mis emociones. Lo único que sabía era que la distancia entre Bella y yo era todavía demasiada, y no podía esperar a que yo estuviera más fuerte, hasta que los tubos fueran quitados. Cada hora que pasé inconsciente me había traído a este momento. Llevé mis manos hasta sus caderas y empecé a tirar de ella, pero ella me miró, sus pestañas revolotearon sobre sus ojos cautelosos. "Te necesito", le susurré. Ella buscó en mis ojos y la comprensión pasó a través de su rostro rápidamente. Todas las dudas parecieron desaparecer y ella asintió con la cabeza una vez más antes de subirse con cuidado sobre los rieles de la cama y poner una pierna sobre cada uno de mis muslos cubiertos. Cuando ella bajó su cuerpo poco a poco sobre el mío, envolvió sus piernas hermosas y fuertes alrededor de mis caderas, y apoyó su cabeza en mi pecho, ambos suspirarnos de alivio, porque estábamos en casa. De alguna manera, tan loco como parecía, al igual que en ese cuarto de hotel hacía mucho tiempo, estábamos exactamente donde estábamos destinados a estar siempre. Simplemente nos teníamos el uno al otro. Esta vez el monitor cardíaco pitó de una manera fuerte. Las enfermeras y los médicos entraron. Ellos gritaron. Amenazaron. Alegaron. Y finalmente se dieron por vencido. Oí a mis padres, a Emmett, a Rose, tal vez incluso a Alice y a Jasper, murmurando por la puerta antes de alejarse en silencio. Nada de eso importaba. Todo lo que importaba era tenerla entre mis brazos una vez más. Donde ella pertenecía. Cuando me dormí, fue con la cabeza de Bella sobre mi pecho, con sus lágrimas de entrega calentándome, con el corazón latiendo en sincronía. Y cuando soñé… fue con la arena... con el sol... y con la hermosa ladrona que robó mi corazón.

Ainsss, que pena me da que se esté acabando :( - 623 -

Bueno, yo tengo una pregunta, ¿eso de guest no se puede arreglar? :S Porque hay chicas que antes tenian su cuenta y ahora sale eso y yo ya no se quien es quien, jajaja, ahora ya están los nombres puestos, pero para la otra historia a ver si me aclaro :P ¡Nos vemos mañana con el último capitulo! ;)

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106, Samantha Mya, Danii Belliner Cullen, ini narvel, Gabllie, HLNRJRQR, anon, Mafer Masen Cullen, solecitopucheta, CrissYmell, Lore562, LayMe, Lupita Calvo, Guest, Adrianne GM, EllaesCM, Andy´s dreaming, Sakiritta Uchiha, JessMPattinson, Beautiful Dragonfly, lagie, Little Meyer, Kathfan, ileidan, airelavcullen, fer92, Dinorah Murguia, Sofy Vicky, Soledad-red-riding-hood, linda-swan y a todos esos anónimos que comentan y no sé el nombre. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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Cap 40 Flores silvestres Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de pattyrose, yo solo la traduzco. Holaaaaa. Ya estoy por aqui con el último capitulo :( Qué pena más grande :(

Capitulo 40 - Flores silvestres BPOV Seis semanas más tarde: Cuando terminé con la última de las semillas, puse la tierra de nuevo y limpié mis manos en mis pantalones vaqueros, poniendo bien los dos tallos que crecían antes de levantarme para inspeccionar el trozo de tierra volcada delante de mí, a pocos metros del río. Las flores silvestres siempre fueron las favoritas de Renee. Ella solía decir que eran las que más quería, porque incluso bajo las condiciones más duras, se las arreglaban para prosperar, incluso en su resistencia aún estaban delicadas y hermosas. Tenían que ser resistentes si pensaban sobrevivir bajo su cuidado. Una brisa en el aire de la tarde temprana agitaba las hojas de los árboles, creando un suave siseo a través de los matorrales y arbustos, como una caricia en mis mejillas, un beso en mi pelo. Suspiré profundamente y mis pulmones se llenaron como apenas habían comenzado a llenarse de nuevo en las últimas semanas. "Espero que te gusten mamá" - le dije - "y espero que crezcan. Nunca he tenido todo esto... como tú, supongo", juro que oí su risa en el viento. "Charlie, no me acuerdo si tenías una flor favorita. De todos modos, a ti probablemente te gustarían las mismas que a mamá", una brisa sopló más fuerte esta vez, y me reí entre dientes. "Sí, me lo imaginaba. Bueno... me voy por un tiempo. Os voy a extrañar a los dos, pero sabéis que no tenéis que preocuparos por mí. Yo estoy bien, al igual que sé que vosotros lo estáis". Dejé caer sobre la parcela las flores silvestres de color púrpura en mis manos, - 625 -

viéndolas bailar sobre la tierra. La humedad llenó las esquinas de mis ojos. Lágrimas de felicidad, las llamaba Edward. "Te voy a mandar un poco de lluvia", yo sonreí mientras las flores se alejaban en una ráfaga de aire de la montaña. "Kwop kilawtley... y... os quiero también, mucho". El sonido de las hojas y los helechos crujiendo en el suelo detrás de mí me hizo darme la vuelta. Jake sonreía, el pequeño bulto estaba bien envuelto en sus brazos y sujeto con seguridad por algo unido a sus hombros. "Bells, ¿estás lista?". Él se había estado preocupando un poco por mí, yo podía decirlo. Tomaría tiempo para que él consiguiera darse cuenta plenamente de que él no necesitaba más. El mal se había ido. Mientras tanto, yo tenía algunos recuerdos buenos: Como Edward. Como mis amigos... mi familia... Y como Adam. Pasé la mano por su suave cabeza, cubierta de pelo negro como el de su padre. "Sí", respondí en un susurro. "¿Él está bien?" "Está genial", sonrió Jake con reverencia acariciando la parte posterior de la cabeza de su hijo. "Pero estamos jodidos si se despierta y quiere un poco de comida porque yo no estoy equipado para eso, ya sabes lo que quiero decir", él bromeó. "Bells, mira, si necesitas más tiempo podríamos correr a casa y darle comida a Adam y-" Sacudí la cabeza con una sonrisa. "Estoy bien. Solo... he plantado unas flores. ¿Puedes cuidar de ellas... por mí... mientras estoy fuera?" "Claro que puedo", estuvo de acuerdo fácilmente. "No me llaman pulgar verde Jake a cambio de nada". - 626 -

Yo sonreí dudosa porque nunca había oído a nadie llamarlo así. "Así que, ¿cuándo exactamente os vais a ir?" "Mañana por la mañana. Edward va a dejar el hospital esta noche. Está harto de tener a otros médicos que le digan qué hacer", rodé los ojos. Jake resopló. "Sí, apuesto a que la pobre enfermera Lauren va a darle un ataque de histeria con su salida". "Yo voy a provocarle un ataque de histeria importante", murmuré. Jake se rió de mí. "Bella, te echaré de menos", dijo de repente. Paré de fruncir el ceño. "Yo también te echaré de menos", volví los ojos hacia mi ahijado. "Y a ti también, Adam". Cuando miré hacia Jake, él estaba sacando un sobre arrugado de color amarillo de su bolsillo. "Esto es tuyo, Bells", suspiró. "Hazme un favor, no lo mires hasta que estés sola. Y después de hacerlo... no seas demasiado dura con él. Yo llegué a entender qué quería él con esto". Extendí la mano hacia el sobre y asentí con la cabeza lentamente. El pequeño Adam eligió ese momento para dar rienda suelta a un grito que helaba la sangre y que hizo eco a través del bosque, los pájaros y los depredadores se dispersaron por igual, y provocó temor en las almas de todos los seres vivos dentro de un radio de cinco millas. "Oh mierda, Bells", Jake se quejó. "A menos que esos pechos tuyos estén llenos de un poco de leche de un color blanco cremoso, yo diría que estamos en una mierda profunda". "Entonces estamos en una mierda profunda", pude confirmar, cubriendo mis pechos. Los dos nos reímos, corriendo hacia el coche. oooooooooo El tímido sol de Washington había comenzado a desaparecer detrás de los edificios de Seattle cuando llegué de vuelta al hospital. Cuando entré en la - 627 -

habitación de Edward, él estaba de pie con los brazos cruzados sobre su pecho rígido, escuchando las últimas instrucciones del Doctor Martin. Por mucho que lo amara, tenía que admitir que Edward no había sido el más fácil de los pacientes. Sin embargo, mientras lo veía - pareciendo todo impasible e impaciente, apretando su mandíbula cuadrada, con los pantalones vaqueros más bajos de lo habitual en sus caderas - no podía evitar la inundación de gratitud que me envolvía. Estaría envuelta en él todos los días de mi vida. "¿Alguna pregunta, Agente Cullen?", el doctor finalmente le preguntó. Edward rodó los ojos. "No. Ninguna". Era tan malditamente engreído. Reprimí rodar los ojos. El Doctor Martin se dio vuelta y se despidió de mí antes de salir, pareciendo sinceramente aliviado. Cuando llegué a Edward, éste me envolvió en sus brazos, sosteniéndome en contra de él y levantándome del suelo, haciéndome gemir. Hoy era el día que más tiempo habíamos estado separados desde el día que se despertó. "Cuidado", le dije. Él suspiró con impaciencia. "Lo que sea. Entonces, ¿todo va bien?", preguntó en mi cuello. Asentí con la cabeza y me tiré hacia atrás para mirarlo. "¿Estás seguro de que estás listo para salir?", bromeé con una sonrisa. Él me dejó abajo, sus ojos verdes me bebían de una manera que hacían que mi estómago revoloteara. "Ya he tenido suficiente. Soy médico, Bella, sé cómo cuidar de mí mismo... Además..." - dijo sonriendo con picardía - "si me quedo más tiempo aquí tengo miedo de ser molestado en medio de la noche". Fruncí el ceño. "Oh, no necesitas preocuparte por eso. La próxima vez que esa te toque-" Él me miró con confusión antes de que la mitad de su boca se elevara. "Yo no estaba hablando de Lauren". - 628 -

Me tomó dos segundos adivinarlo, y luego le sonreí. Él se echó a reír. El sonido era... el cielo. Edward estaba más delgado que hacía unos meses. Sus pasos eran un poco más lentos, a pesar de que su engreída confianza estaba regresando rápidamente. Teníamos trabajo por delante, sí, pero él seguía siendo el espectáculo más hermoso que había visto nunca. Se había dejado crecer la barba en el último par de semanas. Yo la amaba no tan secretamente; era un tono más clara que el pelo de su cabeza y cuando rozaba mi cara, mi cuello... yo era pura papilla. Él también lo sabía. Constantemente soñaba con sentirla contra otras partes de mi cuerpo. "Si tienes miedo de ser molestado" - yo arqueé una ceja - "entonces tal vez ir a casa no es tan buena idea". Sus ojos verdes ardieron. "En realidad quiero, creo que es la mejor idea que he tenido en mucho tiempo", su voz tenía muchas promesas. Yo sostuve su mirada y mi estómago se agitó una vez más. Era esa barba… Oooooooooo El regreso a casa de Edward fue tranquilo. Sus padres volaron hacia el Este un par de días atrás. Emmett, Jasper, Rose y Alice se despidieron ayer, nos estaban dando nuestro tiempo, supuse. La Oficina había arreglado el apartamento y yo había ido unas cuantas veces para conseguir ropa y limpiar. Edward había rellenado todos los permisos de ausencia de la Oficina. Estábamos listos. Me tomé un baño, preguntándome si Edward vendría a mi encuentro. No lo hizo. En la cama me puse mis diminutos pantalones cortos y negros de pijama y un top, lo que Edward siempre quería. Esperé a que él saliera de su baño, mi corazón estaba tan ansiosamente desbocado que estaba segura de que se oía desde el cuarto de baño. Las luces estaban bajas cuando finalmente salió, pero lo miré en la penumbra sin pudor. Años de trabajo le habían servido bien, tan bien que a pesar de meses en el hospital, todavía había tono muscular visible en sus piernas y su estómago seguía siendo firme y definido. La terapia física arreglaría el resto. También se había dejado crecer el pelo, algunos mechones húmedos colgaban por debajo de su frente; rizos caían sobre sus orejas. Su barba brillaba húmedamente, y Jesús, no podía esperar para sentirla contra mi piel. Di unos suspiros sucesivos y sonreí, casi con - 629 -

timidez, tragando fuertemente cuando se acercó a la cama. En un instante estuvo sobre mí, apoyando su peso sobre sus brazos, todas las tonterías se fueron y algo definitivamente depredador apareció en sus ojos. Jadeé, exhalando una larga bocanada de aire con los labios entrecerrados. Él se rió entre dientes, colocando un suave, casi casto, beso en mis labios. "¿Estás bien?", su voz tembló. Asentí con la cabeza, incapaz de hablar, y pasé mis dedos por su pelo, mirándolo fijamente. Él cerró los ojos y gimió. "Eso se siente bien". Le agarré el pelo en mis manos y tiré de él hacia abajo para ponerlo sobre mí. El calor me inundó todo el camino hasta mis pies. "Tú te sientes bien". Él sonrió con los ojos abiertos ahora, el negro remolinaba con el verde. Yo respiré superficialmente, ansiosa por su tacto. "Bella...", respiró, bloqueándome con su mirada embriagadora. Besó mi frente, mi nariz, mi boca, adorando mis labios suavemente. Sus manos pasaron exasperantemente lentas desde mis brazos hasta mi cintura. Cuando agarró mis caderas y se presionó contra mí, yo gemí, retorciéndome cuando sentí su erección. Nos habíamos tocado en el hospital, un toque por aquí, una caricia por allí. Uno o dos dedos aquí, un par de trabajos manuales ahí abajo. Pero Dios, echaba de menos tenerlo dentro de mí. El beso se intensificó, entrelazando nuestras lenguas, y nuestros gemidos fueron cada vez más fuertes. La suavidad se convirtió en pasión justo en el espacio de dos segundos. Las manos de Edward exploraron y exigieron, saboreando cada punto que él no había tocado bien en tanto tiempo. Él moldeó mis pechos entre sus manos, pellizcando mis pezones, pasando su lengua y lamiendo, lo que hizo que rodara los ojos y mi boca lloriqueara antes de llevar su boca de nuevo a la mía. Estaba jadeando, retorciéndome, en el borde, después de tanto tiempo. Pasé mis manos sobre sus hombros, llevándolos hacia abajo por los lados de su cuerpo y siguiendo, con el destino decidido. Yo llegué a su estómago. "¿Te sientes bien?", murmuré contra su boca. - 630 -

"Sí", él respiró en mi boca. "Estoy bien". Me arrastré más hacia abajo, sus caderas estaban bajo mis dedos. "¿Te has tomado tus medicinas?" "Sí", suspiró fuertemente. "¿Sí?" "Sí", gimió, empujando sus caderas mientras su agarre sobre mis pechos se apretaba. "Mmm", yo lo saboreé mientras mis manos se movían hacia la V, la preciosa V. "¿Estás seguro de que te las has tomado?". Sus manos y sus caderas se quedaron quietas. De repente ya no estuvo encima de mí, sino a mi lado, y me dio la vuelta y me puso en su contra. ¿Él me lo iba a hacer desde atrás? Muy bien. No era lo que yo hubiera elegido para nuestra primera vez juntos después de tanto tiempo, pero iba a seguir con ello. Además, me gustaba por detrás, y teníamos toda la noche… Pero entonces... no pasó nada. Él tenía mis manos debajo de las suyas, por encima de mi estómago, mientras mi corazón se aceleraba. Su cabeza cayó en mi cuello y... "Duérmete, Bella", susurró en mi oído. "Mañana tenemos un largo día por delante". ¿Dormir? Al principio creí que estaba bromeando, pero los segundos pasaron y... nada. Mi pecho se levantó por el deseo aún corriendo por mis venas. El espacio entre mis piernas palpitaba… dolorosamente. Mi cabeza nadaba. ¿Dormir? ¿Qué. Mierda? oooooooooo - 631 -

El vuelo a Honolulu duró cinco horas y media. Esperamos una hora para que nuestro vuelo conectara con Maui. Después de un vuelo de media hora, cargamos nuestras cosas en un jeep y nos fuimos por la carretera 36 hacia el sur. Estaba cansada y de mal humor, y tal vez un poco frustrada sexualmente, pero el aire tropical calentó mi piel, arrullándome después de un largo día de viaje. Después de un rato de mal humor - e incluso más frustración - lo alejé, ya que la vista era... impresionante. Escuchar la voz melódica de Edward mientras él mismo señalaba las cosas diferentes para mí - los recuerdos de sus vacaciones aquí de niño - acabó con lo todo lo malo del largo día de viaje y bloqueó lo de la noche anterior. Lo amaba, y después de casi perderlo, no podía estar enfadada con él. Así que disfruté de la vista, palmeras meciéndose en la brisa de la tarde, montañas a mi derecha creadas a lo largo de miles de años, el brillante Pacífico a mi izquierda, aguas azules brillaban como gemas. Pasamos por los árboles y la fauna que sólo había visto en libros o por cable, las flores de los colores más brillantes; Hibiscus - Edward me dijo - eran nativas de estas islas. Hice una nota mental para tratar de plantarlas junto al río, para mis padres, aunque no podría llevarlas de vuelta a casa. Los mangos caídos de los árboles se encontraban por docenas en la carretera. Las piñas estaban suspendidas en el aire, en las palmeras, por su bien. Vi bayas, bananas, pero había más rojo y verde. Grité y apunté a las cascadas escondidas detrás de las rocas. Edward prometió que me llevaría a todos esos lugares y mucho más. La playa se asomó y apareció después de un tiempo, la arena blanca era bordeada por el agua más clara y azul que jamás había imaginado. Y del mismo modo que parecía que no podíamos ir más lejos, ya que la isla se podía terminar, Edward giró a la derecha, dirigiéndose hacia un camino casi oculto. Nos dirigimos lentamente a lo largo de los arbustos y la fauna silvestre que casi convergían en nosotros, eran muy gruesos. Extendí la mano y toqué los extraños arbustos, arrancando una flor rosa y delicada y levantándola en el aire para que Edward la viera. Sus ojos brillaron entre mí y la carretera, tomó la flor y lo colocó en mi pelo. Yo me quedé en silencio y le perdoné completamente por no haberme hecho el amor la noche anterior. oooooooooo Los arbustos dieron paso a un espacio abierto. Mis ojos se ampliaron cuando vi que estábamos a pocos pasos de la playa, y situados entre más arbustos y flores en una casa muy bonita. - 632 -

La casa era propiedad de sus padres, me había dicho él. Al parecer, mi agente del FBI provenía de una buena familia, por lo que yo había aprendido durante esos meses cuando él estuvo en estado de coma. Eran dueños de varias propiedades en algunos diversos lugares, uno de los cuales era este. También había oído hablar de una pequeña isla frente a la costa de Brasil. Edward abrió la puerta del coche para mí y me tomó la mano, llevándome por un pasillo salpicado con más flores. "¿Cómo nos va a encontrar el fisioterapeuta aquí?", medité. "No te preocupes, Bella", dijo con voz casi frustrada. "Él lo hará". Sonidos extraños y exóticos llenaron el cielo rojizo. Eran aves y criaturas que nunca había imaginado. Un sonido en particular me llamó la atención, me detuve e incliné la cabeza hacia un lado, escuchando el canto tajante pero suave de dos sílabas 'ko-kee'. Edward sonrió y me iluminó. "Es una rana. Nativa de Puerto Rico, en realidad, pero las trajeron a las islas hace años por los trabajadores extranjeros y han prosperado aquí". "Es hermosa", sonreí. Edward ajustó la flor en mi pelo, pasando sus dedos lentamente por mi hombro desnudo, mirándome a los ojos. "Lo es", estuvo de acuerdo. Entonces me golpeó un pensamiento, él me estaba mirando a mí, y yo sonreí ampliamente. "¿Qué?" "Hemos pasado el último par de horas hablando de montañas, árboles, frutas, flores y ranas... por el amor de Dios", me reí, echando la cabeza hacia atrás. "¡Ranas!". "¿Eso es algo malo?", él preguntó con los ojos brillantes, una expresión de desconcierto apareció en su hermoso rostro. Negué con la cabeza lentamente, ahuecando su mejilla peluda. "No, no es malo". Yo sabía que lo había conseguido porque me había dado su sonrisa torcida. "Vamos, déjame mostrarte el interior". - 633 -

Estampados concretos dieron paso a dos grandes puertas de cristal, flanqueadas por flores coloridas de la isla. La casa no era muy grande, pero su suelo hacía que pareciera más grande, sólo un poco, pero estaba muy bien decorada en tonos blancos y cremas, suaves alfombras estaban en el suelo de mármol. Al igual que las puertas, una de las paredes estaba hecha de cristal, dándonos una visión original del Pacífico. Sin palabras, dejé que Edward tomara mi mano y me guiara, encendiendo las luces a medida que avanzábamos. Un conjunto de puertas blancas se abrieron hasta llegar a una habitación con una cama con un dosel enorme, rodeada de cortinas blancas de gasa. Sin embargo, lo increíble, estaba un poco más allá de la cama, en otra serie de puertas de vidrio que se deslizaban hacia la arena, a pocos metros del mar. Oh, sí. Definitivamente sentí aparecer lágrimas de felicidad. "Me gustaría… ir al agua por un rato, si no te importa". Edward sonrió hacia mí y sus manos subieron y bajaron por mis brazos, poniéndome la piel de gallina. "¿Por qué me importaría?... ¿Quieres que te acompañe?" "Si no estás cansado". "No estoy cansado, Bella", una vez más, con los ojos ardiendo, hizo la misma promesa de la noche anterior. ¿Pero iba a mantenerla esta vez? Asentí con la cabeza, esperanzada. "¿Te has tomado tus medicinas?" Y al igual que ayer, como hacía unos minutos, algo pareció cambiar en sus ojos, en su voz. "No, estaba a punto de hacerlo ahora", se volvió hacia mí y se alejó. "Te veré en la playa". "O-kay", dije en voz alta, frunciendo el ceño al salir de la habitación. oooooooooo Me quité la flor de mi pelo y, junto con mi brazalete y mi ropa, la dejé en una roca de color negro brillante que sobresalía de la arena en la orilla del agua. El agua caliente se sintió celestial contra mi piel desnuda. La arena estaba fría y - 634 -

húmeda bajo mis pies, era una especie de barro, cosas se fundían a mis empeines mientras me hundía más y más profundamente, mis espinillas, mis rodillas, mis caderas, mi cintura. Pasé los dedos hacia atrás y hacia adelante sobre el océano, dejando pequeñas ondas con mi movimiento. Las miré, escuchando el sonido suave de las olas tranquilas rompiéndose justo detrás de mí. Algo sobre el color del agua me hizo girar la cabeza, y cuando miré hacia arriba, el cielo del atardecer se había convertido en rosa - literalmente rosa - tiñendo todo el mundo en su resplandor de coral. Estaba fascinada, deslumbrada y feliz de nuevo. Oí a Edward caminar lentamente detrás de mí, pero no pude darme la vuelta. Mis sentidos se habían visto abrumados por la perfección del momento, y añadiéndolo a él a la mezcla, sí, era demasiado. Así que estuve agradecida cuando él vino a pararse en frente de mí. Con una lentitud no intencionada, mis ojos se arrastraron hacia él, porque a pesar de que sabía que teníamos para siempre, no quería que este momento terminara. El agua que me cubría la cintura apenas llegaba a sus muslos. El crepúsculo hawaiano de color rosa lo bañó de luz, iluminando su perfil. Mis ojos se arrastraron lentamente desde sus muslos hasta su pecho, pero comencé a sentirme mareada y llegué a sus caderas. Él se acercó y apoyó sus labios en mi frente, cálidos y húmedos, y yo puse mi cabeza sobre su pecho. Por un momento inconmensurable de tiempo, simplemente estuvimos allí y tomamos el sol rojo que iba desapareciendo. "Te amo, Bella", murmuró después de algún tiempo, su aliento abanicaba mi cara. Asentí con la cabeza lentamente. "Pero en primer lugar" - continuó diciendo - "quiero que todo el miedo desaparezca". Él sujetó mi barbilla y levantó mi cabeza, sus ojos buscaron los míos. "No más miedo, Bella. No aquí. Este lugar es acerca de ti y de mi, y nada más". Las aves playeras cantaron sus canciones, volando por encima de nosotros. "Casi te pierdo", le susurré. "Pero no lo hiciste. Y no lo harás", subrayó. "Créetelo, ¿de acuerdo? No voy a olvidarme de tomarme mis medicinas y no voy a retirarme de la terapia física". Él envolvió sus manos alrededor de las mías, las cuales descansaban en sus caderas y se apretaban fuertemente. "Yo no voy a romperme. Tengo la intención de estar cerca de ti por un largo, largo tiempo". Miré hacia él sin decir una palabra mientras sus ojos verdes miraban dentro de mí. - 635 -

"Necesito que te envuelvas alrededor de mí como si no tuvieras miedo nunca más", dijo. "¿Puedes hacer eso?". Mis ojos saltaron hacia atrás y hacia adelante entre los suyos, y antes de que pudiera responder, él agarró mi cabeza entre sus manos y su boca se encontró con la mía, con una intensidad que me abrasó. "Déjate envolver alrededor de mí, Bella", exigió, y sólo me tomó medio segundo hacerle caso, porque él tenía razón, aquí era donde alejaríamos los temores. Mis brazos se pusieron alrededor de su cuello, puse mis piernas alrededor de su cintura, y luego me abracé con fuerza contra él. Nuestros cuerpos cálidos y húmedos, suaves e inflexibles, estaban listos y queriéndose mucho, queriéndolo todo. Su boca se movió con avidez sobre la mía, besos feroces e impacientes dieron paso a lenguas ansiosas antes de que sus labios se movieran hacia abajo por mi mandíbula, chupando mi cuello, mordiendo mi hombro. Su barba rozaba mi piel, sus manos se pusieron sobre mi trasero mientras él se molía contra mí, muy cerca. "Te prometí esto", respiró en mi cuello antes de que sus ojos volvieran a subir a los míos. "Y yo cumplo mis promesas". Asentí con la cabeza y agarré su cabello en mis manos, besando su boca, sus mejillas y su mandíbula mientras él nos guió de vuelta a las arenas húmedas - donde el agua iba de aquí para allá - y me dejó con cuidado, arrodillándose delante de mí. Detrás de él, el cielo pasó de rosa a burdeos mientras el sol hacía su camino hacia el horizonte. Mi pecho se levantó mientras le veía mirarme. "Te amo", murmuró, su pecho subía y bajaba. Yo suspiré. "Sólo te queda decirlo novecientas noventa y nueve veces más", bromeé en voz baja. Él sonrió torcidamente y sacudió su cabeza. Mis piernas se apretaron a él cuando finalmente se acercó más a mí. "Esto sólo será el principio", y sin más palabras se empujó dentro de mí, eso fue todo lo que había echado de menos y lo que no me podía imaginar, era tan diferente de lo de antes. "Aah", él exhaló. "Perfecto... te amo", gimió, llenándome por completo. "Ohh... Edward..." - 636 -

Él tenía razón, era perfecto. Era de alguna manera incluso mejor que lo que recordaba, tal vez porque no había miedo a ambos lados cuando él se movía dentro de mí, no había más tensión en sus caderas y en sus hombros, ni más pesadillas sujetas en la bahía, ni más preocupaciones, sólo él, sólo yo. Y este hermoso Edén que él me estaba dando. "Te amo, Bella", sus ojos verdes miraron en mi alma mientras se deslizó hacia fuera y empujó, y yo arqueé la espalda con un abandono total, dejándome disfrutar plenamente de nuestro 'para siempre'. Y yo hice lo que él me pidió, me envolví por completo a su alrededor. Mis piernas se tensaron alrededor de su cintura, envolví mis brazos sobre sus hombros y mis dedos masajearon su espalda mientras él se metía una y otra vez y me mostraba su fuerza, su vitalidad. Su barba estaba contra mi cuello y mi pecho mientras yo le mantenía cerca de mí y me sentía mucho mejor de lo imaginado. Cuando mis manos cayeron sobre mi cabeza, él puso las suyas sobre las mías, enredando los dedos mientras se empujaba una y otra vez, mis gemidos se unían con los suyos "¿Estás bien, cariño?", sus ojos oscuros e intensos bailaron conmigo. "Muy bien", me las arreglé para murmurar, tratando de mantener su mirada mientras mis ojos aleteaban sin poder hacer nada. "Muy bien", repetí. "Me gusta... mucho", él acercó su boca a la mía y enredó nuestras lenguas en un beso antes de levantarse a sí mismo de nuevo. "Estás tan apretada, Bella", gruñó, y cuando yo apreté mis piernas alrededor de él, él puso mis manos sobre mi cabeza, sujetándolas con una de las suyas, y llevando la otra hacia abajo, serpenteando por debajo de mi espalda y tirando de mis caderas contras las suyas. Cuando se metió profundamente una vez más, lo sentí en todas partes y me desmoroné, se me encogieron los dedos de los pies y un estallido de calor explotó en cada extremidad como nunca antes lo había hecho. Así que este era el amor sin miedo. Yo grité y él cubrió mi boca con la suya, empujándose en mí una vez, dos veces antes de respirar fuertemente en mi boca y ponerse rígido. Me tragué sus respiraciones, porque siempre iban a ser preciosas, mientras él me bajaba de nuevo a la arena. Nos tumbamos allí en la playa, besándonos suavemente mientras las ranas cantaban y los pájaros volaban, y el burdeos del cielo se convertía en carmesí y en rojo granate. Alejé su largo cabello de sus ojos esmeralda, trazando el contorno de - 637 -

su cara con un dedo. "Te amo", murmuré. "Siempre". Él sonrió suavemente. "Sólo te queda decirlo novecientas noventa y nueve veces más". Y como él me había asegurado, yo le dije: "Eso sólo será el principio". Aquí, en esta playa, no era donde nuestra historia finalmente terminaba. Era el lugar donde finalmente se iniciaba.

Bueno, pues aqui está. Mañana subiré el epílogo donde va pasando el tiempo, pero este ha sido el último :( Primero queria darle el pésame a la familia de esa pobre chica que murió ayer en el comic con, menuda tragedia que haya pasado eso, la verdad. Luego quería agradecer a pattyrose que me haya dejado traducir la historia, y sobretodo terminarla, ya que habia hecho el esfuerzo, por lo menos que lo leyerais ;) Y por último y no menos importante, jejeje, daros las gracias a todas vosotras (creo que no hay ningún chico :P) el que me hayais seguido y me hayais comentado a lo largo de la historia, vuestros comentarios me hacen mucha ilusión y me dan ganas de seguir traduciendo, como estoy haciendo ahora con otra historia :) Mañana os subiré el epílogo y ya os avisaré cuando suba la nueva historia, aunque aun queda un tiempo para eso ;) ¡Besossss!

Muchísimas gracias por comentarme y seguirme en esta historia: L´Amelie, anita cullen, suzette-cullen, ludgardita, Nurysh, joli cullen, lizco2, pekascullen, chusrobissocute, Cullen Vigo, VictoriamarieHale, Mentxu Masen Cullen, elena robsten, beakis, Rosi22, janalez, Milhoja, - 638 -

kaylyn cullen, Mary08, deandramari, Shibubi, TereCullen, Tita Moon, AnnieFP, karenov17, Patchmila Cullen Mellark, Heart on Winter, Chayley Costa, Jeco, Mon de Cullen, vivi SR, sandra32321, Cath Robsteniana, anamart05, MLF Electrgedia, Eleneth, Aryam Shields Masen, Marianixcr, larosaderosas, Aleowo, yasmin-cullen, foryou45, patymdn, Caniqui, elenna, RoxCM, Yeya Cullen, Mariie Emma Cullen Potter, Lakentsb, Vanesaerk, ginebralocacullen, AlejandraZJofre, Diana Prenze, Anayka16, DarkWardObsession, Diana, MaxiPau, TheDC1890, kariinna20498, Anabella, Dharia McLahan, bela fordyce, Daniela Masen, I love Edward, lokaxtv, LiiQanLu, Adriu, YuliaR, EdithCullen71283, elita cullen, pamelita, Gladiiz D`Kltz, Hey vampire girl, indii93, Beth2106, Samantha Mya, Danii Belliner Cullen, ini narvel, Gabllie, HLNRJRQR, anon, Mafer Masen Cullen, solecitopucheta, CrissYmell, Lore562, LayMe, Lupita Calvo, Guest, Adrianne GM, EllaesCM, Andy´s dreaming, Sakiritta Uchiha, JessMPattinson, Beautiful Dragonfly, lagie, Little Meyer, Kathfan, ileidan, airelavcullen, fer92, Dinorah Murguia, Sofy Vicky, Soledad-red-riding-hood, linda-swan, Gusdha y a todos esos anónimos que comentan y no sé el nombre. Si me dejo a alguien que me envíe un mensaje y le añado ;)

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