Antecedentes Del Derecho Mercantil (1)

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UNIDAD ACADÉMICA DE DERECHO

LOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL DERECHO MERCANTIL

UNIDAD DE APRENDIZAJE: DERECHO MERCANTIL CATEDRÁTICO: EDGAR SALINAS VALADÉZ GRADO: 3°

GRUPO: “A”

TURNO: MATUTINO

INTEGRANTES DEL EQUIPO: CARRANZA JACINTO NADIA CASTRO BONILLA GUADALUPE CHAVEZ MARIN MARTIN DÍAZ SIXTO ANGELICA MATIAS VELAZQUEZ GERARDO MIGUELES DE LA CRUZ JESSICA ANTONIA

Chilpancingo de los Bravo, Gro.

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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------------------------------------------

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Capítulo I Los Antecedentes Históricos del Derecho Mercantil -------------------------------------------

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A. El comercio en la Edad Antigua 1. Babilonia 2. Fenicios ------------------------------------------------------------------------------------------------------

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3. Grecia --------------------------------------------------------------------------------------------------------

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4. Derecho Romano ------------------------------------------------------------------------------------------ 8 B. El comercio en la Edad Media -----------------------------------------------------------------

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1. Las Cruzadas 2. Las Ferias ---------------------------------------------------------------------------------------------------

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3. La Iglesia C. El nacimiento del Derecho Mercantil --------------------------------------------------------

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1. Los Gremios 2. Los Tribunales Consulares -----------------------------------------------------------------------------

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3. Las ordenanzas o recopilaciones más importantes ----------------------------------------------

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Conclusión ----------------------------------------------------------------------------------------------------

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Referencias bibliográficas -------------------------------------------------------------------------------

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INTRODUCCIÓN El origen del comercio se pierde en las sombras de los siglos, pues reducido al acto del cambio directo, o sea del trueque de unas cosas por otras, se remonta a la edad primitiva y a otras épocas que mencionaremos en el presente trabajo. Este trabajo consiste principalmente en los antecedentes históricos del derecho mercantil e implícitamente del comercio. Haremos referencia sobre todo a dos épocas: la Edad Antigua y la Edad Media. En ellas se mencionarán a los principales pueblos, movimientos y gremios que llevaron a cabo actividades comerciales importantes y los cuales dieron origen al nacimiento del derecho mercantil, el cual es el tercer tema que se abordará. Así como también se mencionan las principales Ordenanzas del derecho mercantil; las Ordenanzas de Burgos, Bilbao, Sevilla y las de Colbert. Ordenanzas que fueron precursoras de las posteriores legislaciones mercantiles.

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LOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL DERECHO MERCANTIL A. El comercio en la Edad Antigua. La Edad Antigua constituye un largo período histórico que se extiende desde el principio del mundo hasta la destrucción del Imperio Romano. Los pueblos antiguos traficaron unos con otros en mayor o menor grado, y el comercio surgió en todos ellos a la vez, por efecto de una serie de causas que convirtieron este ejercicio en una necesidad indeclinable, sin que pueda atribuirse a ninguno en particular la gloria de haberle inventado o instituido. No obstante, es preciso reconocer que por su espíritu mercantil o por la importancia de su tráfico, hubo algunos pueblos que se distinguieron sobre todos los demás de una manera extraordinaria, y bajo tal concepto merecen especial mención la India, Egipto, Fenicia, Cartago, Grecia y Roma. 1. Babilonia Babilonia, un importante reino en la cultura mesopotámica, fue una de las primeras civilizaciones conocidas, que se estableció durante la Edad Antigua en la zona de Oriente Próximo ubicada entre los ríos Tigris y Éufrates, en lo que actualmente es el territorio de Irak. El imperio Babilónico estaba gobernado por un Rey, que era la autoridad absoluta en el territorio. En la historia de Babilonia el más destacado de ellos fue el Hammurabi que reinó entre el 1790 a.C. y el año 1750 a.C., aproximadamente.

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Además de su importancia como conquistador, este rey redactó el Código de Hammurabi, que es el primer código de leyes escritas de la historia. Éste código data de veinte siglos antes de cristo, el cual reglamento diversas instituciones mercantiles, como el préstamo a interés, el contrato de sociedad, el depósito de mercancías y el contrato de comisión.1 El comercio fue muy importante en la vida económica de Babilonia. La cual se engrandeció y se convirtió en la mayor ciudad de su época, era el puente comercial entre el oriente y el occidente. Los barcos babilónicos navegaban por el Éufrates hasta alcanzar el golfo Pérsico y comerciar con Arabia y la India. Por tierra, las rutas de caravanas unían Babilonia con Persia, Asia Menor y Siria. Entre otros productos, los babilonios exportaban productos textiles, lana, cereales e importaban maderas, oro, plata, hierro, plomo y cobre. También era un centro financiero, en donde las transacciones se realizaban principalmente en los templos y los sacerdotes se desempeñaban como prósperos banqueros. Sobre las prácticas comerciales hay que señalar dos conceptos: en la compraventa era el comprador quien fijaba el precio, y en caso de reclamación la ley protegía siempre al comprador. Al comercio se podía dedicar cualquier persona, aunque era el palacio (Estado) quien controlaba gran parte de la actividad comercial, llegando a tener el monopolio de ciertos productos (metales, tinturas, cereales) o a fijar los precios a través de la Oficina de Comercio.

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CERVANTES AHUMADA, Raúl. Derecho Mercantil. México, Editorial Porrúa. Pág. 4.

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Las relaciones económicas descansaron en estructuras comerciales y bancarias (depósitos, préstamos, fianzas, órdenes de pago, entre otras). Los precios se fijan en dos tipos: en moneda-cebada y en moneda-metal, señal de que en los centros económicos desarrollados el trueque ya no se utilizaba. La plata, dispuesta en barras, placas o anillas. Un complejo sistema de pesas y medidas, controlado por el Estado, facilitaba las operaciones comerciales. En las regulaciones del comercio encontramos la fijación de precios de las mercancías de primera necesidad, el salario de los obreros, el alquiler de barcos y la moneda babilonia. En lo referente a la esclavitud, los esclavos, cuyo precio era de dos bueyes o veinte cabras, asumían el trabajo físico más pesado, si bien en ocasiones dirigían determinados negocios por cuenta de los mercaderes. 2. Fenicios Los fenicios habitaron la región situada al Norte de Palestina y al Oeste de Siria, que corre encajonada en una extensión de 200 kilómetros de largo y aproximadamente 35 a 40 kilómetros de ancho, entre el mar Mediterráneo y las montañas del Líbano. Los fenicios fueron famosos como grandes navegantes y mercaderes, eran los mejores constructores de barcos de su época y aunque de ellos no han perdurado las leyes escritas, si podemos citar las famosas leyes rodias sobre las averías

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marítimas que son de influencia fenicia, ya que este pueblo colonizó a la isla de Rodas.2 Desempeñaron

un

papel

esencial

en

los

intercambios económicos del

Mediterráneo oriental. 3. Grecia La antigua Grecia se divide en tres regiones: Grecia asiática, Grecia Insular y Grecia continental. El relieve montañoso y suelo poco fértil obstaculizó la comunicación interna de las ciudades-estado, dedicadas a la cría y el comercio, su economía era natural y autosuficiente. Entre las ciudades más importantes destacaron Atenas y Esparta. Entre los siglos VII y VI a.C., hubo una colonización a orillas del Mediterráneo, Mar Egeo y Mar Negro. La gente iba allí para escapar de la pobreza o para encontrar mercados. Fueron una de las principales potencias colonizadoras, pues fundaron ciudades importantes en los sitios más favorables para el tráfico como las de Smirna, Sardes, Colofón, Cumas, Éfeso, Fócea, Mitilene, Boristenis, Hermonasa, Albia, Tanais, Teodosia, Siracusa, Troya, Corinto, Ta-rento, Marsella, Sagunto, Régium, Sibaris, Crotonay, Cirene, con las que sostenían un vasto comercio en metales, pescado, ganado, pieles, manteca, granos, vino, aceites, madera, frutas, tejidos, vasijas y otros muchos artículos.

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CERVANTES AHUMADA, Raúl. Derecho Mercantil. México, Editorial Porrúa. Pág. 4.

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Los egipcios y los griegos realizaban un intenso comercio interno e internacional, y había entre ellos comerciantes especializados en la banca, como eran los trapezitas. El comercio de los griegos debió su origen al de los fenicios, de quienes lo aprendieron, y si bien no fue tan extenso como el de éstos, ni llegaron tampoco a ser tan intrépidos navegantes y tan buenos constructores navales como ellos, comprendieron mejor la influencia moral y social del tráfico, el cual fue muy importante, particularmente en Atenas, que acumuló una riqueza asombrosa por sus expediciones de cereales; en Rodas, que fue la potencia naval más fuerte de aquellos tiempos, y en Corinto, que con sus dos puertos sobre el istmo fue el verdadero centro mercantil de Grecia; pero con la guerra del Peloponeso recibió un golpe funesto, con la dominación de Macedonia experimentó mayor quebranto y con la conquista de Roma se extinguió. 4. Derecho Romano Las primeras disposiciones del derecho comercial romano eran internacionales, pertenecían al jus gentium, porque el ejercicio del comercio no se consideraba actividad exclusiva de los ciudadanos sino que era permitido a los extranjeros que venían a Roma o estaban domiciliados en ella. No había un cuerpo separado de leyes

comerciales,

sino

que

aún

las

procedentes

de

ordenamientos

exclusivamente mercantiles, como la citada Ley Rodia de la echazón, formaron parte del corpus juris general. Se pueden señalar, en el ordenamiento romano, tres clases de instituciones comerciales:

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I.

Las que no se limitaban a una profesión determinada, como la actio institoria que era una acción en contra de los actos del administrador que actuaba en nombre del propietario de un negocio. Contrariamente al derecho civil general, que desconocía la representación, permitía a los terceros que habían realizado un negocio comercial con un esclavo o con un hijo de familia, exigir el pago directamente del dueño del esclavo o del paterfamilias. La actio excersitoria era una acción en contra de los actos del capitán que actuaba en nombre del propietario del banco (el armador). Como podemos observar, estas normas se enfocaron esencialmente al comercio marítimo; su surgimiento se debe a los enormes riesgos que implicaba llevar a cabo una empresa en el mar pues siempre existía la posibilidad de que un barco naufragara.

II.

Las instituciones especiales del comercio marítimo formaban el segundo grupo. Entre ellas, podemos señalar las importadas de los pueblos orientales, como la ya citada lex rodia de jactu, que concedía acción reparatoria a quienes habían sufrido la pérdida de su mercancía, cuando está había sido arrojada al mar para salvar de un peligro de la navegación al buque.3

III.

El tercer grupo lo formaban las instituciones del derecho bancario romano. El ejercicio de la banca era un oficio viril, que era desempeñado por los argentarii o cambistas, y por los numulari o banqueros propiamente dichos.

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CERVANTES AHUMADA, Raúl. Derecho Mercantil. México, Editorial Porrúa. Pág. 6.

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B. El comercio en la Edad Media La caída del imperio Romano marca el inicio de la Edad Media. Ésta época se caracterizó por la confusión, la inseguridad y la violencia. Esta etapa de la historia del hombre se dividió en Alta Edad Media y Baja Edad Media. El derecho mercantil surgió durante la baja edad media. 1. Las cruzadas Durante la baja edad media, se llevaron a cabo una serie de campañas militares organizadas principalmente por el papa para recuperar el dominio musulmán de Tierra Santa. Las cruzadas, como se les conoce a éstas campañas militares, tuvieron un efecto determinante en el comercio, pues provocaron el movimiento de personas de occidente a oriente y la movilización de la riqueza de un lugar a otro. El auge del comercio como consecuencia de las cruzadas, a su vez provocó el surgimiento de las grandes ciudades mediterráneas donde se intercambiaban objetos y especias provenientes de oriente. Estos sucesos dieron origen a una nueva clase social integrada por los comerciantes. El comercio en este periodo se convirtió en una actividad eficaz que rebasó al derecho romano.

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El gran movimiento místico de las Cruzadas fue convertido por los comerciantes venecianos en una gigantesca empresa mercantil, que dio a Venecia singular esplendor.4 2. Las ferias. Las grandes distancias, la lentitud de los medios de transporte y la inseguridad en los caminos, dieron nacimiento a la institución de las ferias, que a partir del siglo XII tuvieron gran desarrollo en Europa, y que aportaron perdurables instituciones al derecho mercantil. Fueron famosas en Francia las ferias del champaña, en Italia, la de Nápoles y Florencia, en Rusia las de Ninji-Nogvorov y en España las de Medina del Campo. Las ferias fueron estructurando un derecho mercantil uniforme para todos los países que se conoció con el nombre de jus nundinarum, y que se caracterizó, “por dos elementos que se encuentran en la base del derecho mercantil moderno: por una parte la rapidez en las operaciones en las operaciones, y por la otra, el gran impulso y desarrollo del crédito”. Si no nacida en las ferias, la letra de cambio debe a ellas su singular desarrollo, y en la feria de Medina del Campo los jueces aplicaban un sumarísimo procedimiento contra los banqueros insolventes, que dio origen a la acepción jurídica de las palabras quiebra y bancarrota. Los banqueros, anota Sarabia de la Calle, iban a las ferias “con su mesa y silla y banco y cuando se veían imposibilitados para pagar, los jueces ordenaban que de manera infamante, se quebrara públicamente la silla

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CERVANTES AHUMADA, Raúl. Derecho Mercantil. México, Editorial Porrúa. Pág. 8.

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sobre la mesa del banquero, y de esta costumbre surgieron las expresiones de quiebra y bancarrota.5 3. La iglesia. Hay una extraña influencia recíproca entre el comercio y la iglesia católica, a través de la historia. Llama la atención por ejemplo el hecho de la personalidad jurídica, inventada en la vida comercial, haya influido en la Historia de la Iglesia al ser adoptada la institución, en tiempos del Papa Inocencio IV, para concebir a la iglesia no sólo como el corpus misticum, que dijera San Pablo, sino como una persona distinta de los fieles que lo integraban. En el siglo VII, la iglesia prohibió el préstamo con interés, por considerarlo contrario a la moral cristiana. Esta prohibición trajo como consecuencia que los no católicos, principalmente los judíos, se dedicasen al ejercicio del comercio bancario.6 C. El nacimiento del Derecho Mercantil 1. Los Gremios Se cree que el derecho mercantil nació dentro de las asociaciones de gremios y mercaderes que inundaban las ciudades medievales. De esta forman defendían de una mejor manera sus intereses y ayudaban a una mejor integración de los futuros participantes al mundo del comercio. Tanto los compradores como los vendedores estaban interesados en llegar al precio justo, tanto vale, tanto pago. La justicia por tanto era la virtud por excelencia que caracterizaba el comercio. 5 6

CERVANTES AHUMADA, Raúl. Derecho Mercantil. México, Editorial Porrúa. Pág. 8-9. CERVANTES AHUMADA, Raúl. Derecho Mercantil. México, Editorial Porrúa. Pág. 8.

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El desarrollo de los gremios iba a la par de la intensificación de la competencia industrial y comercial. El incremento del comercio, de las rutas comerciales y la especialización, sirvieron, en principio, de estímulo para el surgimiento de agrupaciones de comerciantes, como los vendedores de agua en el valle del Sena, de ciudades, como las de la Liga Hanseática, o las establecidas alrededor de las ferias de Champaña, y la reunión en torno a un oficio o industria específica, como los gremios de cuchilleros de París, o los armeros de Londres, constituidos alrededor de 1322. El propósito de los gremios no era otro que obtener protección de las autoridades para sus actividades y el derecho a regularlas detalladamente. Esta necesidad de protección y de seguridad para las transacciones también respondía en parte a las tradiciones imperantes, ya que los gremios nacieron y se desarrollaron con una infinidad de rasgos no utilitarios. En el norte de Francia y en París, surgen, a mediados del siglo XII, los gremios más antiguos de cuyos estatutos se tengan conocimiento. Estos son el gremio de los panaderos de Pontoise creado en 1162 y el de los curtidores de Ruan en 1163 que obtuvieron por parte de las autoridades la confirmación de sus privilegios para ejercer en exclusiva sus actividades y regirlas. En el primer cuarto del siglo XII surge la hansa parisina, gremio mercantil que se arrogó poderes municipales. Esta organización tenía el privilegio exclusivo del comercio fluvial en el suburbio de París, y percibía derechos sobre el tráfico de Normandía a Borgoña y viceversa.

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El gremio local, artesanal, como el de los panaderos y herreros, difirió sensiblemente respecto a los más desarrollados gremios que se crearon en torno al comercio de exportación. En aquellos, los utensilios, el taller y la materia prima, pertenecían al artesano, como el propio producto que se vendía a sus clientes. En la industria de exportación, por el contrario, el capital y el trabajo se separaron. El obrero apartado del mercado conocía únicamente al empresario que le pagaba, separándose del intermediario, quien era el encargado de vender en las escalas portuarias la mercancía producida. Al paso que se extendía el comercio internacional, se requería una mayor cantidad de obreros para la exportación. Las luchas por el acceso al poder entre los gremios menores y los gremios mayores que agrupaban de una parte a las artesanías, y de otra parte a los incipientes empresarios y comerciantes exportadores, resultaron frecuentemente en la materialización de enervantes conflictos. Se generalizaron los enfrentamientos, toda vez que cada gremio trataba de imponer sus prerrogativas particulares y buscaba asegurar algún control sobre las decisiones de gobierno que le concernían. Por ello, durante todo el siglo XIV se observó a los gremios artesanales más pobres caer bajo el dominio de una guilda de mercaderes, cuyos individuos comenzaban a cumplir el papel de empresarios capitalistas. Es el caso de los fabricantes de espadas y de tijeras londinenses, que eran controlados por los fabricantes de cuchillos. Por su parte, hacia 1330 la guilda de mercaderes del paño inglesa, además de limitar severamente el derecho de ingreso, prohibió la venta de tejidos a quien no fuera miembro de ella. Esta guilda sobrevino en un ente tan poderoso que en 1364 obtuvieron el derecho a 14

monopolizar prácticamente todas las actividades relacionadas con la producción y el comercio de tejidos, subordinando a los demás productores, fueran estos tejedores, bataneros y tintoreros; estableciendo relaciones de producción típicamente capitalistas, similares a las concebidas entre el patrono respecto al trabajador asalariado. Los gremios cumplieron un papel fundamental en la actividad económica desarrollada a todo lo largo de la Edad Media y aún más allá, en la medida que el proteccionismo y las rivalidades comerciales se acentuaron. Los gremios surgieron como respuesta a la necesidad de proteger unos mercados restringidos, en un ámbito de alcance local. La aparición de los gremios mercantiles supuso un conjunto de variables más complejas, relacionadas con un mayor desarrollo industrial y comercial en torno a las amplias redes articuladas de producción y comercio que abarcaban el mediterráneo, la región nórdica y la fachada atlántica europea. Debido a la falta de un marco jurídico adecuado para resolver los conflictos derivados del ejercicio del comercio, los comerciantes se organizaron en los mencionados gremios para tomar decisiones de acuerdo a su industria. Los gremios dictaban sus estatutos teniendo como base los usos que regían su actividad. 2. Tribunales consulares Para la solución de los conflictos que surgían se instituyeron tribunales que aplicaron los estatutos establecidos por los gremios. Por ello se dice que los 15

tribunales se derivaron de los gremios, ya que los gremios necesitaban de ellos para hacer cumplir las decisiones que les convenían. Los denominados Consulados de Mar son un fiel reflejo de la relación de la burguesía mercantil, constituida a partir de los gremios, con la elección y control de los cargos políticos. En general, el ascenso de los Consulados de Mar fue el efecto de la expansión comercial en el Mediterráneo occidental y su organización aparece primero en las ciudades donde el comercio marítimo era más activo. Al principio este tipo de gremio fue una asociación de comerciantes marítimos, patronos y propietarios de barcos, pero la evolución del Consulado como tribunal comercial corrió paralela a la transformación de la asociación marítima en una corporación que finalmente abarcó a grandes terratenientes e industriales. Además del propósito de garantizar la protección y el progreso de la clase de los comerciantes, el Consulado de Mar tenía como objetivo fundamental asegurar que se zanjaran en forma expeditiva, económica y equitativa, las disputas referentes a contratos marítimos y mercantiles. El Consulado funcionó primordialmente como tribunal, directamente responsable de la municipalidad e indirectamente responsable de las demandas de la clase mercantil, de manera que por esta vía indirecta, los comerciantes consiguieron ejercer influencia sobre ciertas esferas del gobierno municipal. La defensa de la clase mercantil se realizaba a partir de garantizar el cumplimiento de licencias, cartas de naturaleza o cualesquiera otros derechos otorgados, así como en todos los aspectos referentes a registros, impuestos, peajes y cesiones, tanto dentro como fuera de los dominios del Consulado. 16

Radicaba en estos gremios una responsabilidad considerable en lo concerniente a emprender las obras públicas necesarias para la navegación y el estímulo del comercio. Por esta razón, en la construcción de obras, como faros, dársenas, arsenales y diques secos, colaboraron los gremios, siéndoles conferida autoridad por parte de la municipalidad para el cobro de impuestos con los cuales subvencionar las obras. De hecho, la opinión común existente tenía el parecer que, siendo la clase mercantil quien exigía las mejoras portuarias, los fondos debían proceder de la tesorería del gremio más bien que de los fondos de la ciudad. 3. Las ordenanzas o recopilaciones más importantes. Durante parte de la Edad Moderna en la época del Renacimiento se consolidó el Estado-Nación, donde los estatutos fueron reemplazados por leyes expedidas por los soberanos, pues eran éstos quienes tenían la facultad exclusiva de expedir leyes. Un claro ejemplo de las legislaciones mercantiles de este periodo son las diversas ordenanzas que se ocuparon de los problemas mercantiles que surgían, pero es necesario resaltar las más importantes, las cuales son las siguientes: 

Las Ordenanzas de Burgos (1495 y 1538)



Las Ordenanzas de Sevilla (1554)



Las Ordenanzas de Bilbao (1737)



Las Ordenanzas de Colbert (1673 y 1681)

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Burgos, Bilbao y Sevilla gozaron del monopolio del tráfico comercial, de mercaderes extranjeros y de otros reinos peninsulares que no dudaron en agruparse desde un principio para proteger sus intereses profesionales. Las Ordenanzas de Burgos. Burgos, cabeza de Castilla, también fue en la Edad Media plaza comercial de primer orden, y en el tránsito a la Edad Moderna, el consulado de esa ciudad dicto importantes Ordenanzas que regularon numerosas instituciones del comercio terrestre y marítimo. Dichas ordenanzas tratan extensamente de seguros y averías7. La compañía comercial de Burgos se fue poco a poco distanciando de los "vizcaínos" y de "la costa de España". Con el tiempo el distanciamiento se convirtió en enfrentamiento que obligo a la erección primeramente del consulado de Burgos y luego del de Bilbao. Burgos y Bilbao siempre estaban en conflicto por cuestiones comerciales por ello el primer acuerdo entre los intereses de Bilbao y de Burgos se firmó en la Concordia de Briviesca de 1495. Donde reunidos delegados de ambas ciudades no llegaron en un primer momento a acuerdo alguno, por lo que debió mediar el Consejo Real mandando en primer lugar que cada universidad de mercaderes se repartiese las averías correspondientes; en segundo lugar que tanto las naves

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La avería, o derecho de avería, era un impuesto sobre el comercio colonial de los siglos XVI y XVII en España; se imponía sobre los mercaderes o las mercancías. Asimismo, incluía a los pasajeros que pasaban a Indias. Los ingresos generados servían para financiar las armadas que protegían a las flotas comerciales que cubrían el circuito entre Indias y la metrópoli, expuestas con bastante frecuencia a los ataques de piratas y bucaneros o a las potencias extranjeras en guerra con España.

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fletadas en Burgos como las fletadas en Bilbao navegasen formando una sola flota; y, por fin, que cada parte cargase las mercancías en sus propias naves, pero sin que nadie pudiese negar el derecho de cargazón. Las ordenanzas de 1538. El Consulado de Burgos y la Universidad de Mercaderes por la cual se sustentaba el Consulado no olvidaron nunca los derechos que les otorgaban las ordenanzas de 1495 para poder hacer las ordenanzas judiciales y de gobierno de la institución y de los comerciantes castellanos. Fue entonces cuando el 30 de septiembre de 1536 la asamblea anual de Mercaderes se reunió para elegir el prior y los cónsules. Lo primordial de esta junta fue que en ella se eligió una comisión encargada de redactar, en el plazo de un año, las Ordenanzas de la Universidad de Mercaderes y el Consulado de Burgos. Esta comisión estaba compuesta por tres jueces nombrados, más tres salientes y dos vocales: Lope Pérez de Maluenda y Diego López Gallo, expertos mercaderes burgaleses que propugnaron la contratación mercantil de Burgos. Gracias a ellos se debe el primer código general del Consulado de Burgos, las Ordenanzas que fueron presentadas a la aprobación de la Asamblea General de la Universidad en el año 1537 y confirmadas en Valladolid el 18 de septiembre de 1538 por Carlos V.

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Las Ordenanzas de 1538 se pueden dividir en dos partes: la primera que trata el régimen interno de la institución, jurisdicción mercantil y forma de gobierno; y la segunda que se refiere únicamente al seguro marítimo.

Las Ordenanzas de Sevilla. Formadas por el Consulado de Sevilla establecido en 1539, y las cuales aprobó Carlos I en 1554. Son ordenanzas relativas al seguro. Durante el medioevo comienzan a florecer y a cobrar auge las ciudades situadas en las rutas marítimas pluviales y terrestres. Sevilla era uno de los centros de navegación en los países bajos en donde los mercaderes agremiados debían matricularse y estaban regidos por un tribunal que presidía el prior. Desde la antigüedad los ordenamientos locales y recopilaciones de

leyes

no

reglamentaron separadamente el derecho público y el derecho privado ni tampoco distinguieron el derecho común del comercial. Las Ordenanzas de Bilbao. Fueron leyes expedidas por los monarcas pero cuyo contenido tenía claramente como base las reglas expedidas originalmente por los gremios. Fueron redactadas por el consulado de Bilbao en 1531, 1560 y 1737 están referidas, exclusivamente, al derecho mercantil y marítimo, pero la más importante es la de 1737. Son consideradas como una de las más importantes fuentes históricas del moderno derecho mercantil hispano.

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Las Ordenanzas municipales de Bilbao dan diferentes mandatos sobre comerciantes, navíos, averías e intercambios. En concreto sobre las averías afirman que debían cobrarse en el puerto de Bilbao y no en otro lugar. Su regulación jurídica que fue muy utilizada durante la época colonial en la que España dominaba el comercio de América. La estructura formal de estas ordenanzas, así como de la naturaleza de sus normas, son antecedentes de los derechos comerciales de las nuevas naciones independientes de la lengua española. Las Ordenanzas de Colbert Las Ordenanzas de Comercio Terrestre de 1673 y de Comercio Marítimo de 1681 expedidas por el Rey Luis XIV de Francia, las cuales también se conocen como las Ordenanzas de Colbert que fueron elaboradas por su ministro de finanzas Jean-Baptiste Colbert. Con ellas inicia una nueva época en la historia económica de Francia. Un rasgo importantísimo de dichas ordenanzas es que por primera vez al poder central se le atribuía la facultad de regular el comercio.

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CONCLUSIÓN El comercio es una actividad que se ha venido practicando desde la Edad Antigua, es más desde mucho antes durante la época primitiva. Aunque es claro que las actividades mercantiles actuales no son las mismas que las de antes, sin embargo, tienen antecedentes en común. Las legislaciones han cambiado de acuerdo a las necesidades que se van presentando, éstas se ajustan a cada época. El estudio del origen del comercio y por ende del derecho mercantil es muy importante, ya que durante la mayor parte de la vida de toda persona ésta lleva a cabo múltiples actividades comerciales y el conocimiento de las legislaciones es necesario para la resolución de conflictos que se le presenten. Al concluir la investigación podemos darnos cuenta de que las sociedades de diferentes épocas practicaban el comercio de una forma quizá no igual que la actual pero si muy útil y que sus prácticas y legislaciones sirvieron de base para el actual derecho mercantil.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Libros  CERVANTES AHUMADA, Raúl, Derecho Mercantil, Primer Curso, México, Editorial Porrúa. 2002.  SOTO ALVAREZ, Prontuario de Derecho Mercantil, México, Limusa: Noriega Editores. 1998. Internet [28 de Octubre de 2016].

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