El Cuento De La Caca De Vaca

  • Uploaded by: Octavio Morales
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  • March 2021
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El cuento de la caca de vaca Había una vez una caca de vaca, linda la caquita! Lindaaaa!!! toda recién nacida, redondita, líquida con mucho humo, como una linda torta recién salida del horno, con pedacitos verdes y marrones mmmm y ese olor del campo mmmm ecológico, orgánico, qué delicia, qué delicia mama mía! Pero a pesar de ser una caca muy hermosa, esa caca tenía problemas... problemas grandes de orden metafísico, de orden filosófico. Y es que la vida de una caca de vaca es breve. Comienza secándose por los bordes y se encoge, se encoge y se recontra encoge y cuando el centro de la caca, o sea el corazón de la caca está seco pum! Se acabó la caca... dejó de ser caca. Así que consciente de su muerte cercana, una caca de vaca va de frente a los problemas esenciales de la vida que son: quién soy? De dónde vengo? A dónde voy? Y sobre todo había una pregunta trascendental para la caquita y era: ¿Quién es mi mama? ♪ Caquita, caca de vaca... caca plum. ¿Quién soy, de dónde vengo a dónde voy? Y quién es mi mamá? Caquita, caca de vaca... caca plum Caquita, caca de vaca... caca plum.... ♫ Y porque caca se sabía, pero no de vaca... así reflexionaba y reflexionaba caquita, y mientras más reflexionaba, más humo olorosísimo salía de ella. Y claro, caquita había probado de todo: estudios de antropología, sociología, filosofía en las grandes universidades del país, también había probado la meditación trascendental ommmmmmm, también la visualización de imágenes positivas, tai chi; pero nada de eso funcionaba y se lamentaba y se lamentaba... pobre caca. Así que fue donde el tío de Freud, el psicoanalista y ahí regresó a su infancia, a los sueños de infante... el parto y su primer momento de vida y hummm... cuál podría ser el primer grito de vida de una bebé caca de vaca? (pussssshhhh)... oh, ella no sabía, no sabía cómo sería. Y se dijo, no, no es así: “para contestar a las grandes interrogantes de la vida, hay que ir a ver la vida” Así que como el campo estaba todo inclinado y como caca estaba jovencita, linda, rebosante y toda llena de vida; caca comenzó a deslizarse y deslizarse hasta encontrarse cara a cara con una flor. La flor era linda con pétalos por todos lados como los dreps de un rastaman y justamente esa flor tenía su guitarra eléctrica y cantaba: (Bob Marley & The Wailers vengan por favor con su melodía de “No woman no cry”) ♪ No, caca, no cry; No, caca, no cry; No, caca, no cry; why no caquita? No, caca, no cry. Oh caquita, qué haces por acá? Por qué te vas tan apurada? Oh caquita ven a bacilar... Vamos a tocar buena músicaaaaa Ya verás, vas a estar bien Ya verás que sonarás bien Ya verás que cantarás bien

Oh no, te agradezco, pero cómo crees que yo quiero tocar música? Con todo mi amor, con todo mi corazón si no sé quién soy y no sé por qué estoy en la tierra? Así que te agradeceré que me digas quién es mi mamá... Y tu mamá es una vaca, y tu mamá es una vaca, y tu mamá es una vaca... Oh gracias flor! Ya tengo la primera respuesta a mi pregunta. Y caquita siguió su camino, arrastrándose y arrastrándose y llegó a un inmenso precipicio, muy hondo y ahora si: o me quedo tranquila en mi campo y nunca podré responder a las interrogantes de mi vida o salto.... qué hago? Qué hago? Ayayay! Ya pues, a la valentía... Y caquita saltó. Y cayó sobre bolsas vacías de Chizitos y luego sobre latas de leche Gloria, envases de gelatina royal, cáscaras de huevo y plátano y otras cositas más: sha sha sha y sha.... caquita siguió viva, fuerte la caquita! Y delante de caquita se extiende un inmenso desierto lleno de rocas, todo caluroso, con un sol muy caliente y caquita sintió miedo uy! Pero no importa, tiene que responder a las grandes interrogantes de su vida. Caquita podría secarse rápido, pero caquita sigue adelante y se arrastra en el desierto y el sol la va secando y pedacitos de ella se van desprendiendo paf paf paf, pero caquita sigue firme y en el medio del desierto, se encuentra con una columna de hormigas rojas que se están preparando para pasar la noche. Las hormigas rojas sienten simpatía por caquita y la invitan a tomar el té de menta y mmmm qué rico sabe, a caquita le encanta! Y a caquita le encanta las hormigas y las hormigas encantan a caquita. “Ven con nosotras caquita, vamos a buscar la sal en el desierto para venderla en la costa. Si tu vienes también vas a ganar muuuuucho billete y te comprarás una casa graaaande y tendrás mujeres hermosísimas y físicamente inteligentes” Pero caquita rechazó gentilmente la propuesta de sus amigas las hormigas, diciendo que no, que no podría aprovechar de las riquezas y el poder si no sabe quién es y su preocupación era saber dónde podría encontrar a una vaca. Vacas? Oh las vacas se encuentran en la huerta de Don Ramón (no, el papi de la Chilindrina, no). Ese es el paraíso financiero de todas las vacas, ahí podrás encontrar a la crema y nata de todas las vacas. Gracias hormigas! Ahora tengo mi segunda respuesta yeeeeeeeeaaahhhh! Y caquita siguió su camino, arrastrándose y arrastrándose llegó a la huerta de Don Ramón, el paraíso prometido. Y hummmm la hierba fresca era riiiiica para la caquita hummmm. Y de pronto, encima de ella apareció una mosca, de esas moscas gordas, verdes y sonoras. Y la mosca miró a la caquita y caquita miró a la mosca y pum! Ahi hubo un click y la mosca cayó perdidamente enamorada de la caquita. Oh! caquita, qué linda eres! Qué hermosa eres! Sé mía caquita, sé mía mi caquita y hazme tuya...

Ya verás lo felices que seremos juntas, Tendremos muchos hijitos y yo te despertaré todas las mañanas con una sonrisa en los labios... yo pondré mis huevitos en tus huequitos y con tu calorcito vamos a tener un montón de mosquitas. Y como los niños tienen que trabajar para sus papis, tendremos una casita en el campo, cuentas en el banco y una AFP para la jubilación. Qué te parece mi caquita linda? Cásate conmigo y seamos muy muy muy felices! Mua mua mua No, gracias mosquita, pero, cómo crees que yo podría amarte y amar a nuestros niños como yo debo si no sé quién soy, ni de dónde vengo ni por qué estoy en esta tierra. Así que te pediré que me digas por favor mosquita, cómo es una vaca? Una vaca? Oh, una vaca es un animal enorme, con patas enormes, un vientre enorme y una cola con la que da de cachetadas a todas las moscas. Buaaaaaaa buaaaaa, adiós mi caquita, adiós! Adiós mosquita! (Y entra Eros Ramazzoti con la tonadita de “Otra como tú”) No puede haber ¿dónde la encontraría? Otra caca igual que tú. No puede haber, desgracia semejante, otra caca igual que tú: Buaaaaa Y la mosca se fue a ver su telenovela nocturna y caquita continuó su camino arrastrándose y arrastrándose. Y de pronto se encuentra con un animal grande, con cuatro patas, un vientre grande y no hay duda de que debe ser una vaca. Mamá, mamá, oh al fin te he encontrado mamá. Buenos días mamá! Guau guau! Guau guau! Grrrrr. No soy vaca guau! Soy el perro de Don Ramón y yo no hago cacas como tú. Yo hago caquitas redonditas, bien duritas y bonitas... así que vete de acá o te como! Y caquita siguió tristemente arrastrándose y arrastrándose en el campo cuando de pronto wuaaaaaauuuu vió un animal diez veces mucho más grande que el perro, que tenía cuatro patas que parecían columnas de catedral y con un vientre enorme de color blanco y negro que parecía la vía láctea de milkyway y tenía una cola detrás que daba de cachetadas y cachetadas a todas las moscas. Señora, buenas! Usted no sería por si acaso una vaca? Por suuuuupuuuuuuuesto que soy una vaca muuuuuuu Caquita, conmovida hasta las lágrimas y emocionada a más no gritó Mamá, mamá mamá!!!!

Soy yo, caquita, tu hija MI hija? Pero si tú no eres hija mía. Mira, mira esas vaquitas bebés que están en el campo. Ellas sí que son mis hijas. Y tú, tú no eres nada, eres simplemente m-i-e-r-d-a! Pueden imaginar el dolor profundo de caquita? Pueden imaginar la frustración y tribulación enorme de caquita después de haber cruzado valerosamente el desierto a riesgo de secarse bajo el sol, después de haber rechazado la invitación a cantar con la flor rasta imitación de Bob Marley; después de haber rechazado el dinero y poder que le ofrecieron las hormigas árabes; después de haber rechazado el amor candoroso de la mosca? Se imaginan la soledad y angustia de caquita de saberse simplemente mierda? Pobre caquita, pasar todo eso por buscar a su mamá para luego escuchar esas palabras de s-u p-r-o-p-i-a- m-a-d-r-e? Oh, fue demasiado difícil para caquita soportar eso y caquita comenzó a llorar y llorar a esperar la muerte, ya no le quedaba nada más en este mundo más que esperar. Pero justo antes de morir, caquita sintió algo debajo de su piel, algo que crecía y crecía y de pronto, rompió su piel. Y eran dos hermosos champiñones blancos abriéndose al sol de la madrugada. Oh, eran bellísimos. Y los champiñones miraron a caquita y le dijeron: “buenos días mamá” Ah? Pero no, yo no puedo ser su madre si yo tan solo soy una caca de vaca nomás. Yo no puedo ser su madre. Pero cómo que no puedes ser nuestra mamá? Gracias a ti hemos nacido, gracias a ti crece la hierba, gracias a ti crecen los cereales, el pasto, los árboles!!! Oh, y en ese momento caquita lo supo. Supo el sentido de su vida, lo sintió en su corazón y caquita pudo morir feliz de saber quién era y porqué estaba en esta tierra.

(La moraleja de la historia es que inclusive una caca de vaca, no solamente es mierda)

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