Historia De Local De Valdivia

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FABIÁX ALMOI\ACID ZAPATA tA T NNU§T RTA VAI,Nffi XAI§A

§N§T]AP$G§O (rSZo-rgrd

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%2) ro RED DE BIETIOTECAS PUELICAS

8P9479492

EABIÁN ALMOI{ACID ZAPATA Obra financiada por el FONDO NACIONAI, DE FOMENTO DEL LIBRO Y LA LECTURA 2OI3

Con¡eJo I{aqional de la Culturay las

Art€s

6bl€rno

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de Chit€

UnlvcnldadAu¡ml dc Chllc

ffiiffittM

tA INDUSTRIA VATDIYIANA EN SU APOGEO

(1870-teu)

IDTGIONE¡ UNIVERÉII'AI' AU§TRAf, DE CIIILE cot ¡cc¡ó¡r¡ HISToRIA (

Blbllotcc¡ Municioat "C¡mllo Hcnrfquiz', Púbüc¡ N.207

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OONTENII'O

IITRODUCCIoN 7

GAPtruLo

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rlrpaRraMENro

DE

Llmltee admini§trativos rr Etpaclo geográfico ytransporte

valDlvre (r8zo-rgr¿)

15

Poblaclón ¿z 1

Gllltuto ¡

LA rNDUsrRra EN EL DEpARTAMENTo DE

var,lrlvre (r8zo-rgr+) gs

ñl comerclo de productos indu§triales a través del puerto de Corral (r8zo-r8qs) Comporlclón y evolución indu§trial (r87o-r9r4) 4r Dlllcult¿des en la indu§triavaldiviana entre fines del siglo XIXy r9r4 56

Laccurtldurlas s6 Laa dcltllerlas 6i Bl comerclo de bebidas alcohólicas zS La crcaclón de la Cámara de Comercio, tgo7 z8

lllfUlo ¡

ToB INDUSTRIALEs DEL DEPARTAMENTo DE vAr,Drvre

(r87o-r9r4) 83

COnocpto de lndudtrialee 8¿

' hqurtor lnductrlales: reconocimiento de su aporte 86 l, hdarloo§chmdtyEnriqueSchmidt 87 tlaurlclo Mathtas y Fernando yJulio Lopetegui so Gonrudo

llqfnery

Federico

Hettich

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hrnando Elmbcke g8

ftrgtyCarloeMafiin lladoruNoalkc tor

Il7ilftnllla

ABREVIATURA§

ANNAT' BNgP

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vlnculad,a a la lnd,u§tria: Enrique, Juan, Gu§tavo y lorge Fehrenberg

d¡ lor lndultrlalec para continuar en Ia adtividad indu§trial: Patftcclon¡r¡o y/o dlverelffcaree rzo

Archivo Nacional de laAdminidtración Biblioteca Nacional, Sección Periódicos Boletfn de la Sociedad de Fomento Fabrll Conservador de Blener Balcea de Valdlvle Mtnldterto dc Induttrlr y Obrar Públlcr¡

Ro$ttro ü Comrrdo R.tlatro d. Pnphdrd.t

tfil¡tuEthnns pt

h&o&rlnhaah $z üeli*aS/d uc

hduftrld¡¡ vrldlvlanor: el comportamlento mlr lmport¡nte¡ r4r

lttbllqfrne¡nE, btls*r¡lldtat ta

Itürrlhslh tlt

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TNTRODUCCION

Kun§tmann ry6

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LosRoepke zog Los

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Los

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CAPITULO

4

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LA INDUSIRIA Y LA TIERRA (T87O-I9T4) 24r

Los indu§triales en la propiedad de la tierra 243 Relaciones entre indu§triales y agricultores 286 Contratos de talaje y crianza de animales 287

Otras formas de adquirir materias primas: pré§tamos de dineroyarriendo de tierras 293

ContralosdeProvisión Pré§tamos de dinero a

3o2

interés

3og

r -t ITI Iis.I'It ,IBRO SE REALIZA UN ESTUDIO DE LA INDUSTRIAY LOS INDUSTRIALES | { ,1,,t (l(rl)artamento de Valdivia entre t87o y 1914, época de oro de dicha aCtil4 f

BIBLIOGRAFIA

3T7

li¡

virltrl cn e§ta zona. r,ottr¡r:itla la exi§tencia de una variada e importante indu§tria en el departa-

nrlrlo vrrkliviano, fundamentalmente ÍuoIcn or cue¡Ros 322

en la ciudad de

Valdivia, durante la segun-

rl¡r trril¡rrl rlcl si¡1lo XIX y primeras décadas del siglo XX. Di§tintos observadores

rlrql¡rr'¡rnru $u prcsencia, asombrándose de su aparición en zona tan alejada y de los ¡lrr o ¡rolrlrttltt tlcl país. Casi de la mano de lo anterior, se llamó la atención

rh, k»s itt tn igrantes germanos y sus descendientes al progreso regional. No l,i r,¡ lr ¿tt1o, lx)r lo l.¿nto, encontrar ambos fenómenos unidos y que se adscriba el r,t pr llrir,rrlo irrrlu§l rial a la labor de los germanófonos, ha§ta llegar a calificar a la

¡rllrl lrx

llrrlrl¡r¡l ¡¡rlr¡tittir{l ral,iva precitada como departamento alemán. Iur rru lrrlcr.ós ullalíl.ico di§tinto e§te libro desyincula ambos temas, los que, ritr lnrlrulHo, vltt ttllt(th¿ts veces en un desarrollo paralelo y contemporáneo. Nos ltri¡,n,s¡r lrr lrulttdl riil y (ltticnc§ ejercieron Ia aCtividad indu§trial en sí, con todos lltillir,l,¡,t, inu(:llo rrrrts ¡rllá clc la acción de un grupo humano específiCo, ya que no hay eSia lrrrxt rlt' r ocoitor'(tr§(r lo imporl.ancia que tuvo Ia indu§tria valdiviana Ittrlirlr rL'l n l lur k rr y t'x l trttsos (l()(l ioados especialmente a ella. F¡lp lllu¡r l,¡rIl('('I()tl(ll(')l{i(t¡[t¡tctll,c en un momento que Se Considera de expan¡látl rlr, l¡r ¡rr,l lvklnrl lrrrlrrr{l riul, l)r()$(:in(licndo de un e$tudio de las décadas de r85o f ltfrl, y rl! pn,o(,rtlru rlc lu cvr¡lrrr:ión «lc la inclu¡{Lria y de los indu§triales entre el Blil¡rlr ¡,uur lu rlel ll¡4kr XIX y lu scgtrrulo tlócada dcl siglo XX. tlemos decidido dtl-

itlr

rq r 4. yit (ltl(r il tllt(tsl,ro itt itli«1, tt parl.ir dc la l)rimcru nll(tvu (rltl)r[ cn ln c«:«rnomlt dcpa,rl.umcnl,al, y ¡rilr¡¡r s¡'ut,t'n l¡r ¡rr'l lvltl¡trl lrrrlttsi ri¡rl,

lÉller lrr¡r,gl r o a¡{l rrtlkr crr r,l rr ño

llHsiln Mtuullnl tiFlllel tlrtltlo rrr

lltll

FABIÁN ALMONACID: LA TNDUsTRtAvALDIVIANA

EN sUAPoGEo (T870,T9T4)

IN?BoDüccróN

8

La indu§tria es analizada fundamentalmente a partir de las experiencias de los que se dedicaron a ella. De allí que unaparte importante de este libro esté dedicado a los indu§triales. un conocimiento detallado de los sujetos que realizaban la

producción manufacturera valdiviana, de muchos de los cuales sólo se conoce su nombre y datos carentes de coherencia, permite plantear la evolución del sector indu§trial en su real dimensión histórica. siguiendo la historia de un grupo significativo de indu§triales, se obtienen importantes descripciones y explicaciones sobre dicha aCtividad y, en general, sobre la economía regional. En este aspeCto, se busca reconocer en el comportamiento de los indu§triales las diferentes decisiones frente a los cambios y dificultades que vive la economía departamental, y la importancia que tenía dentro de sus intereses económicos la industria. se po§tula, en e§ta parte, que las historias de los individuos vinculados a la industria mue§tran una marcada dinamicidad, expresada en la búsqueda de una mejor organización de sus rubros, la que convive con una tendencia al abandono de la indu§tria, ya por fracaso o por opción, y con el desarrollo paralelo de otras actividades económicas, esto es, comerciales, de servicios y silvoagropecuarias. sin embargo, e§ta obra no pretende exclusivamente dar cuenta de las caracterí§ticas y evolución de la industriaylos industriales del departamento valdiviano, sino que po§tula una explicación específlca de los cambios y limitaciones que se presentan en el período inve§tigado. Por ello, se incorpora la obligada contextualización de los sujetos y sector estudiado: la industria valdiviana se desenvuelve en un medio fundamentalmente rural, que durante el período de estudio vive un desarrollo significativo. Por lo tanto, se ha tomado la relación industria-tierra como una explicación de las caraCterí§ticas y cambios en la aCtividad industrial: de e§te modo, se plantea que la tierra, en cuanto sector proveedor de recursos naturales, explica muchos de los mejores momentos, las dificultades y los cambios de la indu§tria. Así, hay un tránsito de los intereses empresariales y de las actividades más importantes de la economía, desde la industria al comercio yla tierra. Particularmente, proponemos que el sector silvoagropecuario se constituyó en un negocio central, con vuelo propio y altamente rentable, de manera creciente desde flnes del siglo xIX, lo que produjo la concentración de capitales y población en las di§tintas actividades relacionadas con Ia explotación «le la tierra (agricultura, ganadería y forestal). Este desarrollo silvoagropecuari«l perjudicó dc lirrma importante a Ia actividad industrial, que había surgickl a¡rr«rvcchandr¡, enl,rc otras cosas, la exi§tencia de un agro cautivo, carcnl,e do mrlrc:rxkts, casi cxr:lusivo pr«lvccdor dc materias primas de las indt¡r{l,rits l«lctles. l,ll ¡rultel tlc lu l.icrrl (urr cl scnl,i
A rrue§tro juicio, la industria yaldiviana, hacia lgr4, tuvo un techo que le im¡rirlir'r nuevas expansiones: particularmente, la competencia que le hicieron los oI los sectores de la economía regional, los que tendieron a ordenarse en función r k, l¡rs uttiv idades silvoagropecuarias. l'il

Ii

lrro parte con una presentación, en el capítulo r, del departamento de valdilímites administrativos, espacio geográflco, organización del transporte

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rir: sus

t

¡rohla.ción.

cl capítulo z, se analizanalgunos temas esenciales de la industria valdiviarlcl período, como la participación relativa de los productos industriales en el

l'lrr rrrr

rilr'il'irtl«l nacional e internacional, la composición y evolución de la industria, y rrl¡¡rrrirs dificultades que vivió el seCtor en el cambio de siglo. l'lr cl capítulo 3, se estudia separadamente a un grupo de «industriales» yaldirirrrros «lel período; se consideran sus intereses y estrategias empresariales, sus Irrilios. rixitos y fracasos en el sector industrial, el nivel y tipo de sus industrias, .lr', lis¡rccialmente, se han tratado a los grandes industriales, que son los respon¡rrlrh's tlc las principales tendencias y cambios en la industria y economía regiorr¡rl, lin csla parte hemos querido recoger toda Ia información que nos permita Iililo('(¡r' ir l«ls indu§triales valdivianos, ya que al respecto hay una escasa biblioHrrllfrt,

r'l r:l¡rítulo 4, se tratan las vinculaciones existentes entre la industria y la de los industriales en la propied ad de la tierra, así r orrro l¡ts rclaciones exi§tentes entre industriales y agricultores, para el talajey I r lrr il z¡r rkr ganado, la provisión de otras materias primas y el préstamo de dinero. l',rr

f

llr r rli ('oruo la participación

(

'r.r'rnos

período considerado, r87o-rgr4, corresponde a una de las etapas la hi§toria económica regional, que marcó en gran medida h¡q rulnlros ¡lo§l.eriores. En este sentido, se espera que este libro permita com¡rrt'rrrlIr'¡rrkrt:uad¿rmente los importantes cambios ocurridos en esos años y conIt llriiyrr ir r,lirllor¿rr una explicación regional de ellos. I ¡llr lilrlo sc ll¿sa en diversas fuentes oficiales y públicas, pero especialmente ¡r' lt¿t t'l¡tlrot'rttltl stlllre la base de una revisión exhau§tiva de los registros notarial¡c rlr l¡r ¡rol ¡rrl¿ rlc valdivia, entre r87o y rgr4,y con las matrículas de patentes y rrrlr'¡ ¡lr'¡rv¡rhios rrrrrrricipales encontrados. Estas fuentes nos han permitido un ltr rlr|rlrili('il|(¡ rlisl.inl,o al l,crna. Sin embargo, reconocemos las limitaciones que ¡t¡ irqr¡ lil.rrr, t'rr lir rrr¡n$l ruccir'ln dc una historia como la planteada: por una parte, tur t'{l ¡i rr rr lll lorkrs krs rkrcu rnull,(}s que hubiéramos querido tener. por lo tanto, a I rtlut lit t t't't tr t§l t tlct:ititl tlc sil u ix:ir¡rrrrs y la.s cxplicaci«lnes carecen de la continui<¡ue el

trrrir¡ riHrrif ir:al,ivas de

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r¡rrt' ¡rlt'rrrilur ol ros ru¡losilorios rkr<:rrtncnl.a.lcs, 4 ¡r'artt'rk'r'lLr, tttts lttt ¡lrtrccirk» v¡¡lioso t:orrsirklrlr kls rl«rcunlentos not,arialcs, ?R rlttr.rlluH ('ttlt'(¡!{tttt lltlir¡'tttur:iorrcs rirrir:¿rs crr rnut:llos as¡lcr1los, y ¡lilrlicrrla,rlllrlllt'lx'lttlllt'll t't¡ttt¡t't'r ltu'lot'lrrr crlrn¡rk,iirlrrrk,s rlc lrr tcrrlirllrl r,t:orrr'rnlir:ir. irr

FABIÁNALMoNAcID:

LA

INDUSTRIAvALDIvIANA

EN SU APOCEO

(I87o{9I4)

CAI,íTUIo r: EL DEPARIAMDNTo DE

troduciéndonos en las dimensiones individuales del problema e§tudiado. Por otra parte, las escrituras notariales nos entregan una información excesivamente detallada en algunos casos, lo que dificulta las fareas de manejo de esa información. E§to ha provocado la necesidad de una selección en muchos casos arbitraria del material, en el sentido que hay cientos de otros documentos del mismo orden e importancia. En e§te aspeCto hemos privilegiado la referencia a

v LDIVIA (r8?o-r9r4)

CAPITLTLO

T

EL DEI'ARTAMENTO DE VALDIVIE (r87O-r9r4)

los casos más connotados. Además, en la referencia de las fuentes notariales, por motivos prácticos, Ias notas a pie de página contienen, generalmente, una información sumaria; número del documento, el número del volumen y la fecha. Por último, e§te libro corresponde a una versión corregida de nue§tra tesis de

magí§ter, titulada «Indu§tria, indu§triales y propiedad agrícola en el departamento de Valdivia, r87o-rgr4», presentada en el In§tituto de Hi§toria, de la Universidad Católica de Valparaíso, entggg, y que fuera patrocinada por el profesor Eduardo Cavieres F. En gran parte, hemos mantenido el mismo texto. Sin embargo, hemos incorporado algunas aflrmaciones que surgen de la consideración de la bibliografía más reciente vinculada al tema de e§tudio, y, además, se ha hecho la necesaria corrección de e§tilo en todo lo que diferencia a un libro de una tesis. Finalmente, agradecemos a todos aquellos que contribuyeron a que e§te libro existiera. Al Conservador de Bienes Raíces de Valdivia, Teodoro Croquevielle B., y al personal de dicha repartición, especialmente a Óscar Valenzuela, quienes me han permitido por varios años la revisión de la documentación allí exi§tente. A Eduardo Cavieres F., que guiara la investigación que aquí se plasma, por sus consejos y correcciones. A Leonor Adán A., direCtora de la Dirección Museológica de la uecu, que me ha facilitado el acceso a la mayoría de las fotografías contenidas en el libro. A Luis Ibarboure, presidente del comité ejecutivo, y Ana Acuña, admini§tradora del Centro Culfi;ral El Au§tral deYaldivia, por permitirme consultar y utilizar algunas fotografías del Archivo Fotográfico Ellynor Fehrenberg. Mención aparte merece el Fondo Nacional de Fomento del Libro y Ia LeCtura, que ha financiado e§ta publicación. Asimismo, agradecemos el apoyo de la Universidad Au§tral de Chile, especialmente al reCtor, VíCtor Cubillos, al vicerrcckrr académico, Óscar Galindo, y al direCtor de Extensión, Arturo Escobar, por I'rabcr contribuido al mismo propósito, viendo en e§te libro un aport,e univcrsil.ario ¿r lit identidad regional.

t | ', I r r,urro sri, ('oNCENTRA EN EL DEIARTAMENTo DE VALDIVTA tNtRE r87o | , r ,,,, r. ¡rolhrr¡rre.amodointroduCtorio,de§tacamosene§tapartealgunas I J, rrr"rl rorrcsvilrcul¿rclasalaunidadadmini§trativaquesirvedemarcoae§te , lr¡rlr,¡' Nos illcl'cst

rcsaltar aquí algunas cualidades que hacen particular c r,rkr¡ltrl.alncnt.o, como objeto de una hiStoria económica de l¿r .,,1¡, ¡¡l,r¡l rrrrlr¡$l liirlr¡rrc sc rlcsarrolló en éldurante elperíodo señalado. Se e§l.al,l¡ r r r ¡r r":ll r';r¡ríl ulo «:ulí.lcs cr¿rn sus Iímites admini§trativos, las caraCterí§tic¿s i:r 'rr,¡,rlr ,r,, r¡rrr, k, rlrrlrirn su idcnt.idad y potencialidad económica, y la evoluciírn

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lri.--lr¡, r r,,rul u r' 1' ;rlr;r r litlrit lir rliryrlr ¡litrl.c tl0 cllil, I ltr¡ rri r\ r,)rl.t'l rlr,¡lrllirrrrcnlovtrkliviiur«rlrrvoalgrrrtasvitri¿tciorrcscrtstrli. tr¡t§ 'l,ilr rlnr'!",rrr.lcsluir¡('()no('(,r'¡litlit t'lt'«llotlctotrt¡ritrilr¡lcríotlostlifi'rcnlcs rlr li.,r¡r,, l'¡rr ll r ¡rrrltr¡r io, su lírrtilt'st¡t st'tnltttlttvo silt t:luttlli«ls, lilttil.iuttk» t:lllt el ,l.¡,,1 1'rrrlrlurll l,¡t llttiort urr ¡rrtottrisirlsurrlcl ¡tittitlclo4o"tlclttliltttl sur. I Il¡1,¡t' ,,,1r ll rll I ,r Ilrrtr'rrr lot't'ílr ¡t llrrvr',s tll uurt lírtt'r¡ r¡ttt.scgttíir krs sigtticttlcs Irtg*r,,. ¡I ;¡lr r¡r¡n ,r, o¡rltllltit: l¡urtl;t (i;rk'r'ir lrlrSli¡ lit r:unflt¡t'rtt'ilt tlcl t'slcrrr'l'tt' : = r,. r,r,¡=t.,ri,¡,1, l.rlr:l¡rrr r¡,t l,,tlrtlr,l(,o¡¡¡lirO:, ll (roorl Nttutlttllotttttltlttltl¡rttt,l, .: l. t r .! !: ,.1' ¡ lril. '.,ilrlt,r|r.r

lt rrttlrllrtt!r'r

FABIíNAI,MONACID:

LAINDU§TRTAVALDTVIANAEN

gua con el río Futa, el curso del e§tero Llollelhue, la ribera norte del lago Ranco y de allí ha§ta el boquete de Ranco, en los Andes. En el caso del límite norte, al crearse los departamentos de Angol, Lebu e Imperial, en rg69, pertenecientes a la provincia de Arauco, la provincia de valdivia y con ella el departamento homónimo perdieron zonas ubicadas en el extremo norte, las que pasaron a formar el departamento de Imperial. ESte territorio se ubicaba entre los 38o45" y los 39o4o", aproximadamente, es decir unos roo kilómetros lineales, de norte a sur, pasaron a formar parte de otro departamento. Desde esa fecha, es decir al comenzar nue§tro e§tudio, el departamento de Valdivia llegaba por su parte norte ha§ta la confluencia del río Cruces con el Leufucade y desde allí al cordón de los cerros de Huiple ha§ta la cordillera de los Andes. Después de e§ta modiflcación, el departamento de Valdivia pasó a tener una

superficie de [.536 kilómetros cuadrados. E§tos lÍmites admini§trativos se mantuvieron ha§ta 1887. En e§te año, al crearse las provincias de Malleco y Cautín, el límite norte se vuelve a correr más al norte, al volver a depender de Valdivia gran parte de la región que en 1869 se le había re§tado. En ese momento esa zona e§taba compue§ta por tres subdelegaciones, creadas en 1879; Toltén, Pitrufquén y Queule. Desde 1887 el límite septentrional siguió el siguiente recorrido de mar a cordillera: todo el curso del río Toltén, desde su desembocadura ha§ta su origen en el lago Villarrica, después la línea media del mismo lago, el río Pucón y el Trancura, hasta llegar a los Andes. De e§te modo, el departamento de Valdivia amplió su superficie ha§ta los r5.88o kilómetros cuadrados. E§ta unidad admini§trativa se mantuYo ha§ta el r5 de septiembre de 1910, cuando se creó el departamento de villarrica, con capital en Pitrufquén, con Ias tres subdelegaciones señaladas más arriba. Por lo tanto, en 19ro el límite norte del departamento de Valdivia volvió a quedar situado a la altura del exi§tente entre 1869 y 1887. Con el mismo cambio aumentaron a tres los departamentos dependientes de la provincia de Valdivia: Villarrica, Valdivia y La Unión. El cambio admini§trativo produjo algunos efectos económicos, pues en adelante muchos asuntos que antes se trataban obligadamente en la ciudad de Valdivia, como los notariales y judiciales, comenzaron a resolverse principalmente en Pitrufquén.2

z

cApíTULo r: EL DEPARTAMENTo DEvaLDTvIA GSzo-r914)

SUAPOGEO G87O{9T4)

paramayorinformaciónsobrelímitesadminidtrativosver;JorgeTampeMaldonado(r964):l,lanquihueysu desarrollo económlco, memoria de prueba, Univ. Católica de Valparaíso, Valparaíso, pp. 9-rr; [licardo Anguita(rytz): Leyes promutgadas en Chile, Tomo II, pp. 249-zgo y'ltrmo III, pp, 7-9, Intprcnl.a Iltrtrclotta, Sanl ingo; Gabriel Peralta V. (tgglt lliÍtoria económica y urbanu. dt: Osorno, lmprtrsttr, Osorno, p' z4l l'lnriqtlc lisPino-

I'or r'rltimo, la deflnición del límite internacional con Argentina también es un ¡rslx,(llo que se debe considerar. Definido a partir de r88r en torno a la cordillera rlr, los Andes, quedó completamente sancionado en el afio r9oz, después de un l¡r r(lo it rbitral británico. Desde la perspeCtiva chilena, defendida oficialmente ha-

liir

rl{9[3,

lahoyahidrográflcadelagoLácarpertenecíaanue§tropaís,yaquetoda

lrr lroyir lridrográfica del río Valdivia tenía su origen en ese lago. Dado que los rr,¡rllsrrnlantes argentinos plantearon que el lago era de caráú,er trasandino y Lr sil r:rhan dentro de su territorio, la soberanía sobre é§ta y otras tres zonas en lil rgir r ¡ltsaron a ser resueltas mediante arbitraje británico. En noviembre de rgoz ¡¡,rlr,f irriri cl asunto, quedando Ia hoya del lago Lácar en territorio argentino y el Itrrrilr, r'nlrc Chile yArgentina al oriente de dicho lago.3 l .os cor¡tirctos económicos con la región trasandina eran importantes en Valdir'tir y r krs¡rués de los años de definición iimítrofe debieron adecuarse a nuevas conrlrr rrrrr,s.r Más adelante veremos el proyeCto, surgido con posterioridad a 19oz, Irtr ¡l ('()ilSl ruir un ferrocarril trasandino que vinculara regiones que quedaron en rll'il urlor; ¡ra íses, pero que económica y naturalmente tenían estrechos vínculos. l'¡r rir lcncr una adecuada idea de los límites geográficos del departamento valrllvl¡rrro lrcn¡«¡s incluido un mapa delazona, publicado a comienzos del siglo XX. ( rilr) s(' ir¡rrccia, ccntiene los límites internacionales anteriores atgo2, según los rlrr lI r,¡r nr i(!rrl «rs chilenos. I lk,.r¡rlr'lo a la división del departamento valdiviano en subdelegaciones, es imprr l¡url(, ('onoccr aproximadamente su ubicación ya que la documentación nolrl r i¡rl lr¡rrsr¡ llixla permanentemente hace referencia a ella. A lo largo del período r',¡l rrrli¡rrhrcl rrrirnerototaldeellasfueaumentando,amedidaquecrecíaelpoblaurt(,rlo rk' lir lcgi«ín. I{acia 1885 exi§tían las siguientes subdelegaciones en el de¡r*r lrr rrrlrlo: tkrs urbanas, que abarcaban a la ciudad de Valdivia; Las Mercedes, rlm, r'or'r'(,slx)¡r«lía a la parte norte de la ciudad, y San Francisco, en la parte sur, y rl r rrr¡r[,s, (llrc lx)r su importanciaprecisamos con mayor detalle: § lllrr 'li'irr: r:orrcspondiente a la isla del mismo nombre frente a la ciudad de \'rrlrlivi¡r, rrrlt,rniis rkl «¡tra isla, llamada Islote, frente alaparte sur de la ciudad. § ('rrlrr¡ llliurr:o: r¡uc scguía el curso del río Cruces, es decir, la parte norte del ¡l¡'¡rr¡r lrurr,rrlo ¡lrlr la zona más cercana al mar.

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Nr,¡

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lABliN ALMoN actD: L{ t\DUsrRlA vALDIvIANA

EN

extendía al sur y e§te de la ciudad de Valdivia. Por el sur seguía las riberas del río Valdivia y río Futa, ha§ta llegar al límite con el departamento de La Unión. Por el e§te, seguía el curso del río Calle-Calle, en su ribera sur, y después en torno al camino que iba a La Unión. Po§teriormente, las tres subdelegaciones anteriores formarían la comuna de

§ Angachilla:

c¡pírulo

su ApocEo 0870i914)

se

(lisl,ritos de Valdivia,

§

de los Andes.

Macó: comprendía, al interior, la precordillera y cordillera al norte del río

Calle-Calle. E§tas tres formarían más tarde la comuna de Calle-Calle. § Corral: era la parte co§tera del departamento, en ambas riberas de la desem-

bocadura del río Valdivia. § Chaihuín: comprendía la zona al sur del puerto de Corral, ha§ta llegar al li mite con el departamento de La Unión. E§tas dos subdelegaciones integrarían después la comuna de Corral. Desde rg87 con la incorporación de las subdelegaciones de Toltén, Pitrufquén y Queule, el departamento de Valdivia pasó a quedar con§tituido por r5 subdelegaciones. Ha§ta rgro no hubo variación de Io señalado. Con la creación del departamento de Villarrica, además de pasar a é§te las tres subdelegaciones anteriores, se crearon nuevas unidades desprendidas de las anteriores. Aparecen, en la zona interior, Panguipulli, escindiendo de la subdelegación de Macó toda la región cercana alos lagos al norte del lago Panguipulli; Choshuenco, que abarcó las regiointeriores de Ia subdelegación de Quinchilca, desde el sur del lago Panguipulli ha§ta el lago Ranco; y Purulón, que comprendialazona norte de la antigua subdelegación de SanJosé, ha§ta el límite departamental' No es fácil ubicar exactamente los límites interiores del departarncnt.«¡, ni lampoco queremos introducirnos en una definici(rn dc csc l.i¡ro, sinrl t¡tte stlltmctrl.c nos int,crcsa que s0 t.cnf4a una ubica
G87o-1914)

se

ju§tificaba la decisión del siguiente modo:

r. ... los límites fijados a las comunas-subdelegaciones y di§tritos por sus decretos orgánicos respeCtivos son vagos, indefinidos y frecuentemente imposibles de identificar en el terreno. z. Que en general fueron concebidos y redaCtados por las ¿utoridades departamentales sin ningún género de auxilio técnico, con frecuencia cn época remota, cuando el territorio nacional era mal conocido, y cuando la conliguración de caminos, propiedades y Ia toponimia geográfica eran enteramente

Pichoy: se ubicaba al norte de la ciudad de Valdivia, desde la ribera del río Calle-Calle, más o menos hasta el río Iñaque. § san José: e§taba al norte de la de Pichoy y comprendía la zona superior del río Cruces, Ilamado río SanJosé. Comprendía gran parte del norte del departamento Valdiviano, en su parte más cercana al mar. E§tas dos pasarían a formar la comuna de SanJosé.

dillera

¡¡prmaMENro DEvALDrvra

Por lo demás, es sabido que una buena definición de jurisdicciones adminisrativas no se dio en el país ha§ta bien avanzado el siglo XX. Aún en 1936, cuando sc lijaron por decreto los límites departamentales, comunas-subdelegaciones y

§

Calle-Calle: se ubicaba hacia la zona media del departamento valdiviano, e§to es, toda la región al norte del río Calle-Calle. § Quinchilca: abarcabala zona al interior de Angachilla, al sur del río Calle-Calle y especialmente en torno al río Quinchilca ha§ta llegar a la misma cor-

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Valdivia.

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lerentes a las aCtuales.s

llrr c§l,udio de hi§toria económica que se sitúa en una unidad administrativa, ¡'orrro c[ departamento de Valdivia, no pretende someterse e§trechamente a los

llrrrilcs rle ella sino utilizarlos como un marco funcional general de investigación, rlrrrll lir naturaleza de la información considerada. Nuestro interés es Ia economía r¡rrr, sc rrbica más o menos dentro de sus márgenes; a ratos e§te libro se reduce a r'orsirkrrar la situación de su ciudad principal o sus centros urbanos más imporI ¡r nl(,$, lx)rq ue alli e§tá lo que nos interesa y prescinde del re§to; en otras partes lrus sirllitrnos los márgenes departamentalesparaver conexiones económicas con nl r irs !lonr,s, nacionales e internacionales. De e§te modo, no se pretende ni se de¡r'l lr¿rccr una hi§toria del departamento de Valdivia, sino que desde la aCtividad lrrrlusl liirl cxistente en ella, de los indu§triales y de sus relaciones con la tierra.

ESPACIO GEOGRÁFICO Y TRANSPORTE

l,t I rlr,¡xr llir rrrcrrto de Valdivia

abarcaba una región con gran unidad geográfica, J,¡nlrlr, lir blsc de la hoya hidrográfica del río Valdivia. Gran parte del deparlilrr.nlo, ¡ror kl rncnos sus seCtores más poblados y aCtivos, se ubicaban en torno rh,l r ío ¡rlirrr:i¡ra.l y sus afluentes. E§ta cue§tión le daba a la región estudiada una ¡int lL'irlrrrirlirrl i¡rcxi§l.cntc cn cl re§to de Chile, Ia que gran parte de su aCtividad riruiuirrrlr'¡r sc c¡il rrr«1l,ur¿[l)¿t en lorno a las vías fluviales, que eran los verdadeIoq rnurl¡ros rkr Val«livit. Sin ninguna acción humana mediante, una extensa su¡x'illrlr,rlc lir,rr¡rs cSl lllt l'¿lcilrncntc int,egrada por c§tas rutas fluviales. Aquí se t,lir itrltlnr un() rlc krs ¡lrirtt:i¡ttlcs fhrll.rlrcs para cxplicar los éxitos tenidos p«rr la

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¡ABIri.N AINIoNACID: LÁ INDU§I.qTA VALDIVIAN*A DN

SU AFOGEO

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economía vaidiviana (entendida como economía regional). Como se observa en el mapa adjunto del departamento de Valdivia, el afluente principal del río Valdivia es el río Calle-Calle, que transcurre por la parte media del departamento: nace de una sucesión de lagos originados en el lado trasandino y en el \ago Lácar, que desembocan en el lago Riñihue, desde donde comienza el río mencionado. En su parte superior se Ie llama río San Pedro, ha§ta el lugarejo de Calle-Calle. En su trayeCto recibe afluentes importantes, como el Quinchilca y el Collilelfu, y a la altura de la ciudad de Valdivia, el río Cruces. Desde la unión con eSte río, el Calle-Calle pasa a llamarse río Valdivia, que corre desde la ciudad del mismo nombre hasta el mar. El río Cruces, por su parte, llamado también San José, recorre la parte norte dei departamento, recibiendo como tributarios el Nanihue, Pelchuquín, Cudico, Pichoyy Bellavista. EI río Valdivia en su trayeCto al mar recibe además al río Futa, qlle nace en los límites meridionales del departamento y que tiene por afluentes a los ríos Angachilla y Chamil. Antes de desembocar en el río Valdivia, el Futa se divide en dos brazos dando forma a una gran isla, llamada Isla del Rey; el brazo que se dirige al mar se llama río Tornagaleones,

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rr r)rp^(r^ñrriN ro r)r v^l l)lvtA (r87o'r9r4)

,¡rr, rlt'srrgrra al sur de Corral, y el otro Conserva su nombre de Futa haSta unirsc ,r I VrrL liv irr. Por último, el río Valdivia desemboca en la amplia bahía de Corral." I :rl¡r ('r)orrne red hidrográfica no dejó (ni ha dejado) a nadie impávido y cada rur,, rll los t¡uc pudo escribir sus vivencias coinciden en las excelentes y únicas , r¡,rlrtlrrrk,s tlc eSl«rs ríos. Recaredo Tornero, enr87z, escribía sobre la navegabili-

,l,ulrlr,r,sl os rí<¡s:«Estamultitudderíossonensumayorpartenavegables'ysirven, ¡t,t¡ lrtttrttlo,tlacómodasvíasdecomunicación,entrelosinfinitosplantíosqueexis' tt tt t il tt)(lu lo cxtensión de ambas orillas».7 I r r r rr,ior tlcscripción de las caraCterí§ticas del puerto de Corral y Ia hoya hidro,

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h'l río Valdivia es la hecha por Francisco Vidal Gormaz hacia r878.s Del

l,rr.r Io rlr' (lrtrral señalaba: \rL¡rrit,rc ilnportancia de día en día merced a los progresos alcanzados en el intealemana. Cargamentos de mercaderías surtidas se intror l r rr.r'r r t I i rctll ¿mente de Europa para el aba§to de la provincia y parte de la de LIan,¡rrlrrrr.. r'clornando, a su vez, Ias afamadas suelas de Valdivia y otros artículos dtr (,\ p( )r tir(:i(in... [,os vapores del cabotaje tocan 6 veces al mes en el puerto de Corral, ¡r.rrrrinrkrkr cn comunicación con los puertos del S. y del N. de la República.'. PequeIrli v¡rl)()r'cs rle ta Compañía Indu§trial de Valdivia Io unen con eSta ciudad y con li¡o llur,¡ro, y tlgunos barquichuelos de vela con Queule y Toltén... Víveres frescos 1 .r,.r'or; ¡rrrcrlcn obtenerse en Corral a moderados precios. La aguada es excelente y ,rlrrrrrr lru ¡lt, rr I c§tc del puerto, y de igual manera la madera de con§trucción y leña.

rr.r l)ol lir inrnigración

lt, , u¡'ttltur ltts rít¡,t,t." \rlr'¡rr:rr; rlc lirs crttll¿rcaciones señaladas, iban de Corral aValdivia, siguiendrr t1]

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tt¡.1',.{'lo rr lrr rrirvc¡;ación intrarregional agregaba: «Las embarceciones del trátt,,, tlt (',u tttl u lhtdivia y caletas vecines, consi§ten en 7 pailebotes, ry balandrag ', i,tttt lttt.s | .!, t,ttl)orcil.os, sín tomar en cuenta gran número de botes y bongos' que

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lur rlr¡1rrlt'orrcs,ul¡¡urtosvaporesdelcabotajeybuquesdevelademediano

lr.¡llrr I rs rrrucll¡s dc la ciud¿rd de Valdivia, recorriendo unos 18,5 kilómetros. r {'r r)r n(lo no lo ¡lotlían lutccr naves con un calado de más de tres metros.

'ir',rr[.r;r¡rrkrtlt'srlt'sttorigtttth¿tr.ltasudesembocadura,VidalGormazCalcula-

1,,r,¡r.r'l rro('rrlk'(llrllclcrttlrí¿rtlnosl3Skilómetros,delosqueeranbienconoci-

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FABIÁN ALMONACID: LA TNDU§TtrIAVALDIVIANA

35

EN SUAPOGEO (T87O-T9T4)

En el curso superior del río Calle-Calle, entre Quinchilca y Arique, a lo largo de kilómetros, la navegación la describía del siguiente modot «La de§treza de los

lancheros y patrones hace que grandes lanchas planas cargadas subany baien el torrerutoso Calle-Calle, sin experimentarfrecuentes siruie§tros; siendo de notar que la época de mayor tráfico tiene lugar en los meses de invierno... En e§ta e§tación las co-

rrientes son mucho mayores, pero los desbordamientos de las aguas ofrecen revezas que la práética de los pilotos y su incansable aótividad saben utilizar para burlar los rápidos y las mayores dificultades».7'E§te viaje duraba tres días río arriba, desde Arique a Quinchilca, pero en el invierno podía pasar de diez y ha§ta de quince días.

Rodolfo Knittel: Vapor Arica saliendo a Corral, r9o8 (en Valdivia Antes del Gran Incendio, t918-tgog,Yaldivia r9r3).

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Arir¡utr sin problemasyquesinosehacíamásseguidoeraporquenohabía

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ll¡,1 r ir¡ ( l¡'¡¡r:cs, decía que era navégable desde el fuerte San Luis de Alba ha§ta V¡rlrliviir, ¡lur embarcaciones a vela y vapores que no tuvieran un calado su-

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lil'r lilr ¡t ¿.2 ilrCl.ros. llt,rr¡rr,r'lo irl rÍo'lirrnagaleones, lo definía como un gran canal por su profun-

Rodolfo Knittel: Puerto de Corral, ca. tgro (en Valdivia Antes del Gran Incendio, t858-tgog,Yaldivia 19r3).

rllrllri, hr r¡rrr, ¡lcrrnil,ía la navegación de naves con calado superior a tres metros, r nrrlllrLr l)r)r' sr¡s vcnt,ajas desde tiempos coloniales como el mejor para el reco-

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rk, hrs lrrrr¡rrrrs quc iban ha§ta la ciudad de Valdivia, de allí su nombre. En Ia ñpulr rlur, kr visilri Vitla.l Gormaz, los vapores de la Cía. Sudamericana de Vapores

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í¡ur sirr rlif icr¡lt,ad.

Desde Arique ha§ta el puerto de Corral, por 44kilómetros, el río era aniho, profundo y sus aguas se movían con el flujo y reflujo de las mareas. Por lo tanto,

I r¡ r'l r'¡rro rk.l r'Ílr A rrga.ch illa, [o calificaba como un río muy serpenteado y navegrtlrlr aolo ¡rol r,rrrlrirrt:acioncs chicas a través de toda su extensión, r3 kilómetros,

según de§tacaba Vidal Gormaz, su navegación era sencilla para vapores y embarcaciones a vela. Incluso comentaba quc varias ¡¡olct,as y pailcll
to rrt¡'rs st¡nrintkllc st¡s t,ribul,arios. lrrrl¡r r,rrr rrirvc¡¡llrlt) lx)r 24,s kil«ir¡lcl,r«ls, dcsde su uniíln con el 'ltlrnagaleo¡¡r:rr lrrlll rl r'l lrrgrr l l ltr rr rirrkl ( llrir rrr il, I lrr lxx:o il nl cs ()sl itha cl ltrga,rtlc lrtrl,a., r,4 k ilr'lnrcIrle ru¡ir¡ ¿rl rrorlr,, «lorrrkr rrxisl lirrr lrorkrgits il«krr:rrirrl¡rs ¡rtrir ¡¡uanlur rrtcrr:r¡.tlorl¿rs. l'l tln Nrr¡¡,rrllrin (,r'l n¡tv(.g¡rlrk,¡lor'7 kikirrrr'lros, lrirrilir cl ¡trrrrlo crt (lr¡(! cortticrtzir rr

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EABIÁN ALMoNACID: LA INDUsTRIA

vALDIvIANA

c¡pírulo

üN sU APoGEo (T87o-T9T4)

llamarse Romazal. Al momento de la visita de Vidal Gormaz, en e§tos lugares ya eran explotados los bosques, cito: «Los lugarejos Romazay NaguTlan son pequeños e§tablecimierutos madereros, escasamerute poblados y cuyos habitantes sólo se ocupan del corte de alerce y muy poco de la labranza del terreno».]l

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otp¡trAMENro DEvALDIvIA

(r8?o-r914)

r,s¡racio regional y durante mucho tiempo las posiciones más e§tratégicas de la r,r:onomía regional se ubicaron en sus terminales fluviales: Cuyinhue, Pelchuquín, Srr¡l

Antonio, Putabla, Quinchilca y Los Ulmos. De e§te modo, las explotaciones asentamiento de su población se fueron dando en los alrededores de

rr¡r¿rles y el

los ríos navegables.

Navegación por el río Valdivia, ca. r9zo.

Río Futa, ca. 1895.

Al norte del departamento de Valdivia destacaba la bahía de Queule, que según el autor considerado comenzó a tener importancia desde 1866 por las operaciones militares en Ia frontera sur de Arauco, a pesar de no tener las mejores condiciones de abrigo. Era el punto de entrada hacia el pueblo de Toltén. Decía que, en 1876, 30 vapores habían recalado allí y que permanentemente viajaban 3 pailebotes y algunas Ianchas entre ese punto y Corral. Parullegar a Toltén se remontaba con dificultades rr kilómetros, ha§ta llegar a Los Boldos y desde allí se seguían otros 5 kilómetros por tierra. E§tos ríos fueron las rutas de transporte y comunicación principales en el departamento de Valdivia. En torno a ellas se produjo la integración de un enormc

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ur lcrrcsil,res departamentales eran pocas y de pésima calidad, pudiéndose uirr cxa¡lcración- que ha§ta comienzos del siglo XX la mayoría de los caurlrrrra lrrgirllirrr un papel secundario, de conexiones con o entre las vías fluviales. Irrl r t' ur¡rrclkls r:aminos que tenían mayor importancia a comienzos del siglo XX, rlpdl rrlulr¡ur: cl rlc la ciudad de Valdivia a San José, orillando el río Cruces; el de §rrrr Jtrriri rr (f rrcrrlc,'lbltén y Pitrufquén; el de SanJosé a Pucón, siguiendo primero ¡¡l lrrrao ¡lcl rfo Strt José y pasando después a la ribera del lago Villarrica; el de lrrn furri u l')rrn¡qrri¡lulli, que en su primera parte seguía el río SanJosé; y el de Ia llurl¡rrl rlt, V¡rklivia a l,a Unión, que avanzaba hacia el sur ha§ta encontrar el río Fltl r, rl¡¡rrk,rrrkr tlcspuós por su orilla, en la parte perteneciente al departamento I rr¡

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tb Vuhllvll,'? llarla¡ lu¡¡ t'orrtlicioncs climáticas y la mala calidad fc¡ulur nrolll(,(,rllu$

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de los caminos y puentes, erllaban cortadas o en muy malas condiciones

FABIíN ALMoNACID: LA INDUSIRIAVALDTVIANA

cApíTULo r: EL DEPARTAMENTo DE vaLDrvrA (rgzo-r914)

EN SU APOGEO (187O-I914)

por lo que el transporte se realizaba con muchas dificultades. Hacia 1894, según Julio Pérez Canto: «Las vías terre§tres de comunicación, tanto urbanas como rurales, se erucuentran en grande atraso, debido principalmente a las continuas lluvias y a la naturaleze misma del terreno».l3

lir rle seis vapores, ocupada en el tráfico entre Valdivia y Corral, coincidiendo con lir llcgada de vapores a Corral y con la salida de trenes en la e§tación de Valdivia.Ia I

llircia r9o7, según Rodemedil Espejo, habíamás de cincuentavapores ocupados rrr cl comercio interior del departamento de Valdivia, con itinerarios fijos para el I lir rrsporte de cargay pasajeros, sin contar los vapores de los di§tintos agentes de cornpañías navieras nacionales y extranjeras que trasladaban mercaderías por crrt,¡rl,a propia.'5

Co§tanera río Valdivia, ca. r9zo.

Considerando lo anterior se comprenderá la importancia de contar con embarcaciones propias para comunicarse y trasladarse en el departamento de Valdivia, así como el interés de los que tenían mayor presencia en la aCtividad económica por desarrollar la actividad naviera. Fuera de las embarcaciones que poseían casi todos los indu§triales, comerciantes y agricultores, para sus movimientos en y fuera del departamento, hacia rgoo habían dos empresas dedicadas exclusivamente al transporte fluvial: la de los hermanos Scheihing, compue§ta por seis vapores, dedicada al transporte de carga y pasajeros entre los principales puertos fluviales del departamento: Cuyinhue, Putabla, San Antonio y Calle-Calle; y la de los hermanos Oettinger, con una floti-

E§tación Hueyelhue, r897.

lrar'¡r sr¡s conllrdtos con el re§to del país y el extranjero, el departamento valdir'lirrro rkr¡lcntliri cxclusivamente del transporte marítimo ha§ta r9o7 cuando tras

lrt llrgrrrlu rlcfinil,iva del ferrocarril longitudinal sur hadta la ciudad de Valdivia, ¡rttrlo lottttrrti(:arsc por fin por tierra con el centro del país.t6 ll¿rdl rr f irrcs tlcl si¡¡lo XIX el ferrocarril no tuvo presencia en el departamento rle Vnklivirr, ¡lrlr kl que aún la comunicación principal con el departamento de

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4¡oGEo (r8zo-

La Unión se hizo ha§ta esa fecha a través del puerto de Corral, siguiendo la co§ta

y después internándose en el río Bueno. Recién en 1899, antes de que llegara la línea del ferrocarril longitudinal sur, se concluyó una vía ferroviaria que unió las ciudades de Valdivia y Osorno. El funcionamiento de e§te tramo ferroviario produjo un cambio importante en el transporte interregional, expandiendo las

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¡¡p¡nreMENTo

DE

vALDrvra G87o{9¡4)

y rnarítimo que funcionaba por décadas. funto a las e§taciones de trenes, el ferrocarril generó la aparición de numerosos puntos de actividad económica. Dentro del departamento de valdivia; Lanco, l\4irfil, Reumén, Antilhue, Mulpún, Collilelfu, Hueyelhue, son lugares que comien-

de§tacarporlos negocios que concentran. sobre el incremento de las explolirt:i«¡nes madereras en los alrededores de las estaciones ferroviarias, Rodemedil

z¡ur a

posibilidades económicas del departamento valdiviano. Mientras no se completó el tramo de Antilhue al norte, ha§ta r9o5, el trayeCto Valdivia-Osorno funcionó obligadamente integrado al transporte fluvial y marítimo que giraba en torno al puerto de Corral. Unavez terminados los últimos puentes faltantes al norte de Antilhue, entre tgoSy tgo7, el revuelo que produjo la conexión ferroviaria con el re§to del país fue considerable. Se expandieron como nunca antes las posibilidades económicas y comerciales de la región. El ferrocarril vino a modiflcar la tradicional organización de la economía departamental en función de las vías fluviales. Ha§ta entonces, todos los caminos iban a los terminales fluviales, ahora iban a las e§taciones ferroviarias. Muchas zonas del interior del departamento, antes alejadas de Ia ciudad de Valdivia y puerto de Corral, incluso las cercanas a terminales fluviales, ahora tuvieron a corta di§tancia una e§tación de trenes. Hubo cambios, corno ya lo percibía Rodemedil Espejo en 19oZ: por ejemplo, Putabla, antes terminal fluvial que debía conducir sus produCtos por río ha§ta la co§ta, ahora se coneCtaba por tierra hacia el e§te con la e§tación de Pidey ahorrando mucho tiempo; Quinchilca, antes en el extremo navegable del río Calle-Calle, ahora tenía a corta di§tancia la e§tación de Collilelfu; Los Ulmos, en las orillas del río Futa, ahora no necesitaba llegar ha§ta el puerto de Corral y dirigía sus produCtos al sure§te, hacia la e§tación Paillaco, en el departamento de La Unión.l7 Desde la llegada,del ferrocarril, la economia organizada en torno a los ríos tuyo cambios. Las vías fluviales siguieron usándose para llevar y traer produCtos de la ciudad de Valdivia, pero ya no eran absolutamente necesarias como antes y muchos, especialmente en las zonas interiores, optaron por vincularse con el re§to del país mediante las e§taciones ferroviarias más próximas. Para la ciudad de Valdivia y el puerto de Corral, el cambio no sería favorable a largoplazo, pues se debilitó la e§tratégica función que antes cumplían. Si se sostuvo por algún tiempo, más allá del término de nue§tro período de e§tudio, fue por los bajos co§tos de los fletes marítimos, por las limitaciones del tren para responder a las demandas de carros, por la importancia indu§trial y comercial de la ciudad de Valdivia y por la exi§tencia de un eflciente si§tema de transporl.e fluvi:rl

¡\ttttrlttc sr' «krbilil.ó cl control que ejercía la ciudad de valdivia sobre la economía rlt'lrnr lrrrucrrla.l, la llcgada del f'errocarril también le abrió posibilidades de amltll.tt Htll{ rrogot:ios ¿[ ot,rafi zonas al norte y al sur. vemos mayores vínculos econónrk'u¡r co¡t l¡r lrrorrlcra y con l,lanc¡uihue. lk'r¡rlr'lo rrl lirrrocarril cor¡ro rncdi«l dc transporte, on l9o5 surgió cl impurtan-

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lix¡rr,fo,

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ell.,1t,

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lis¡rejo comentaba del trayecto entre Pitrufquén y valdivia: «Por ambos lados se no se aproxima alos centrospoblados tlt lus e§taciones, que presentaru los roces de la tieffa y el descampe de los aserra-

tlrulrrollalaselvavirgeny solitaria, mientras

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It ros».t8

Tráfico fluvial río Valdivia, ca. r93o.

tto.

FABIÁN ALMONACID: LA INDUSTRIA VALDIYIANA DN §U APOGEO (T87O.1914)

CAPíTULO T: DL DEPARTAMENTO

DE VALDIVIA (1870-1914)

26

te proyeCto de con§truir un ferrocarril trasandino que comunicara la ciudad de Valdivia con San Martín de los Andes, en Argentina, ideado por la Compañía Ganadera y Comercial San Martín. El recorrido aprovecharía los lagos de la región, por lo que se pensó con§truir tramos ferroviarios para coneCtar esos lagos; se pretendía partir desde la e§tación Collilelfu, del ferrocarril e§tatal, y con§truir una vía ferroviaria ha§ta el lago Riñihue, después se haría la navegación de ese lago hasta su extremo opue§to; desde allí se con§truiría otro tendido ferroviario ha§ta el lago Pirihueico y po§teriormente se navegaría por ese lago, y en territorio argentino, por el río Huahum y por el lago Lácar ha§ta el puerto de San Martín; y desde e§te lugar se con§truiría el último tramo ferroviario ha§ta San Martín de

lrrsi todo el tramo entre collilelfu y el lago Riñihue, en la parte chilena del rese terminó el proyecto original. sin embargo, el «ferrocarril tras¡urdino» funcionó con lo que se había hecho. La cia. Transandino san Martín, ¡{r(:csora de la anterior, explotó la ruta señalada anteriormente. En r9zo, sobre

lolrido. Nunca

u¡ lirncionamiento, Diego Aranda comentaba: «cuyos medios de transporte desde titlu a la Argentina son, como se sabe, enferrocarril, en vapores por los lagos, en rttttlrts, yfinalmente, en tren otra vez, hasta llegar a
ponl¡.cróu

los Andes.

f)or último, veamos algunos I- rlivia.

datos sobre la población del departamento de Val-

A cornienzos de nuestro período, según el censo de 1875, residían en el departarrrr,lrlo rlc Valdivia, r7.r9o personas, unas cinco mil más que en el censo de 1865. De

lir ¡rolrlirción departamental, n.og9 habitaban en el campo y 5.og2 en poblados, r,l¡rr,r:ialmente en la ciudad de Valdivia, que tenía 3.872 habitantes.20 lirir rrna población escasa, más si se considera que de la población departarlr,rrlirl l,otal declararon tener algún oficio'5.922 personas, por lo que la población r,lr,r'l iv¿rrncnte aúivaera mucho más pequeña todavía.

E§tación Collilelfu (actual Los Lagos), r897.

En

total eran 222 kilómetros

desde Collilelfu ha§ta el puerto de San Martín, en

Argentina. Se calculaba que una vez terminado, el ferrocarril unirla a Valdivia con el territorio de Neuquén enn horas. Para ello, se necesitaba const.ruir 33 kilómetros entre Collilelfu y el lago Riñihue, y otros 4z kilómcl,rrls, enl,rc cl cxl rorllo «rriental de crlte lago y cl l)irihucico. I)or l9lt, r:utntkl qrrcllrrl lu st¡r:icrlurl ¡¡u{loru. sc ltrthfrt ttlt'ttttzntlo tt t:otltll rttir

l)r,rrlro de la población total había68g extranjeros, especialmente germanos. l,os cxl,ranjeros y sus descendientes, nacionalizados o no, eran un número per¡rrclkr ¡rcro significativo, tanto por su aporte a la economía local como por estar lortccnl rados en la ciudad de Valdivia y sus alrededores. Según Blancpain, entre rXfr¿ y rgr2, los germanófonos (como élllama a los inmigrantes germanos y sus rl¡'¡r'r'tttlic¡rtes) fueron cerca de un tercio de la población de la ciudad de valdivia, §l rr rrsf, htcia comienzos de la décadade r87o, habría habido unos r.zoo de ellos ett l¡r r:irrrlad de Valdivia.2l llrrcirr rtttl5 la población total del departamento había subido a z3.s3lhabitanle¡, r¡rro§ (r rnil más que en la década anterior. Esapoblación se repartía ent4.6z| lrrrllvirhros cn cl campo y 8.9o6 en poblados. si se compara con los montos de Irrlrlnlirirr rural y urbana anteriores, se ve un mayor incremento de la población

tt¡ flllgrtArurttl¡tr/¿/,(rq¿o): /,¿tttlonktuht¡nuruln(iltikt,lntprailuClarel.,santia¡¡o,p.455. llt ttt rt I ll I ¡ ¡t¡¡tttrllrro rrt lir¡rcio. o2. r://,, rrir sol[¡ rilr llrr¡Vr(il0 y Ht¡s gc$lorcñ. \'*l¡ttt rtlro.

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cn cl capftukr final, ol.rrs inlirrr¡rucio

cApíTULo

1:

EL DEPARTAMBNTo

DEvALDIvIA (r870-19t4)

28

29

residente en poblados que la que vivía en el campo.22 Dentro de los centros urbanos, la ciudad de Valdivia predominaba por mucho como la principal, con 5.68o habitantes. El monto de su crecimiento mue$tra que gran parte del aumento urbano departamental se debía al incremento de la población de la cápital departamental. Más atrás e§taban los otros poblados: villa de San José, con L.zs7; villa y puerto de Corral, con 63r; y después los lugarejos de Calle-Calle, con 48o, Quinchilca, con 469, Futronhue (lago Ranco), con zor, y Pel-

departamento de Valdivia las subdelegaciones de Toltén, Pitrufquén y Queule. la población de las tres sumaba Z.42Spersonas. Por lo tanto, el aumento rk, la población residente en el resto del territorio departamental era cercano a lrrs c¡ mil personas. Como se ve, el ritmo de crecimiento de la población aumentó

chuquín, con r88.

rrl

l,)rr r895

lr,s¡lcCto a las dos décadas anteriores.23 I )e la población total, r8.3oz era urb anay zL.3Z2 era rural. De este modo, hay un grirrr aumento de la población urbana departamental,bajo cualquier consideralirin. Para comparar los datos excluyamos los habitantes urbanos de las tres subrk,krgaciones señaladas, unos 3 mil, con lo que tenemos que la población urbana rk,l rc¡{to del departamento era de 15 mil personas, unos 6 mil más que diez años n¡rlcs. Si se considera, como señalamos, que la población de esa parte del deparI u nlcnto aumentó en 9 mil personas, resulta que dos de cada tres de los nuevos ll¡rl¡il.rntes pasaron a vivir en poblados. Arrrrque seguía siendo una población urbana modesta en términos absolutos, nrr ¡rurl.icipación en el

total departamental era significativa. En efecto, la ciudad

rk, Vrrldivia seguía siendo el centro urbano principal, con 8.o6o habitantes, lo que ln ¡llurba en términos nacionales como la ciudad chilena más poblada al sur de

Valdivia vi§to desde la Isla Teja, ca.

1895.

En e§te momento residían en el departamento r.or4 extranjeros, mayoritariamen-

te germanos.

En 1895 la población total del departamento era de n.6z+ habitantes, lo que señala un aumento de cerca de 16 mil personas respeCto al censo anterior. Parte del incremento se debía al cambio admini§trativo hecho en 1887, cuando pasoron

l,ol n, rlue en ese momento tenía 9.568 personas.2a Sin embargo, a diferencia de la tldr'lrrlu anterior, había muchos más centros urbanos menores, de los que varios rtr¡rrrrrrhan las mil personas: Pitrufquén, con 2.g76; Collico, conLzg4;Pelchuquín, rrrrr r.2(rl, y SanJosé.25 Más atrás seguían; Corral, con gtTi Calle-Calle, con 68o; ('nlccrt, con 649 Isla Teja, con 569; Mancera, con So7; Quinchilca, con 453; Pidei, .'oll .lzz; villa de Toltén, con 335; Pucón, con 2oo yVillarrica, con 166. l,n citrdad de Valdivia había aumentado en cerca de 2.4oo sus habitantes y a rllli,rlrrcia de Ias décadas anteriores, fue la menos favorecida (en términos relativor) ¡ror cl crecimiento urbano, disminuyendo el porcentaje de población urbana rle¡rrrrlurnental residente en la capital a menos del 5o% del total. El atractivo que getternlrun las actividades rurales en la población se aprecia en esta situación. liur,r¡r rkr la ciudad de valdivia, la población total se distribuía por subdelegar,kurrr¡, un orden decreciente, así: en SanJosé, 7.168; en Pitrufquén, 6.56r; en Macó, l, f ¡4: {!u An¡¡achilla, 2.z2li en Pichoy, 2.563; en Quinchilca, 2.147i en Calle-Calle, LrJhT: r,rr (laho lllanco, t.Zgo; en Corral, q36,y elresto en las demás. l,n ¡rrrlllnción extranjera del departamento era de r.743 personas, de los que 946 asn Hrnnlutos y los demás españoles (73), italianos (r4o), franceses (r39), entre

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rin,r,,ot',utrnlrlrli¡ltrlf¡l.k:r¡r (rgo4):(cnsogcneraldclapoblacitsndeChile,tSgS,tomolVlmprentaLlni-

lÉr¡llñrln, Sfl[lltr[0.

i1 latlrrrllrrrlrrlollulz'lirglt,(196ó): (hzr:entnx:lóndoltil¡ktdónydctarrolhe«móml«t, tllxlrll¡ linr¡rorrrlu, ll¡rlv¡rrltl¡rd tlt,(lhll¡., sunllugo, pl). 169-lzt. 1ñ l'nl rln, Vrrl¡rrrlrrlro.

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Nrt ttrtt{'krttártror ln ¡xrhlarlótt rlo Son lo¡d, pu(r¡ ¡x,r uo ornrr l.lpogrófk:o crr lu ¡ruhlk:or:lén rkrl (lon¡o kIr r¡rrror'o «rn :|,lg hehlt anl o¡.

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FABIÁN ALMONACID: LA INDU§TRIAVALDIVIANA

cApÍTULo t: Ef, DEpARTAMBNTo DE vaLDIvIA (rB7o-1914)

EN SU APOGEO (T8?O-1914)

otros. En el caso de los germanos, para dimensionar su número real, habría que agregar a sus descendientes: considerando la relación señalada por Blancpain, de que la población germanófona bordeaba un tercio del total de la población ubicada en la ciudad de Valdivia, tendríamos que a fines del siglo XIX habían unos 2.4oo.

llrr irnportante y antes no había sido considerada,

a lo menos no totalmente: un r'¡r'rrplo, en las subdelegaciones de Toltén, Pitrufquén y Queule la población total ll.girlra a3z.37gpersonas, casi 3o mil más que en el censo anterior. Esto no era un .rlcirniento real sino que una mejor recopilación de información, al contar mejor ir lrrs irrdígenas: en r9o7 babíaú.2+g de ellos. Descontados éstos tenemos unas 14 rrril ¡rcrsonas más en esas tres subdelegaciones, lo que no deja de ser un enorme r

rllirrriento,yaqueduplicabalapoblaciónde1895.Esteaumento,nonatural,eyi-

rh'rrciir cl atractivo que ejercía el norte del departamento valdiviano como zona rk, ¡rolllamiento.2T

l,rr ¡rrcsencia indígena en el departamento también era importante en la cohabitantes, 6.qz eraiindígenas. comparando su total con la 1895, de I,lrlrrt'ir'rn 9.731 personas, su incremento también había sido ttrrIor'io. rrrrrrrir rlc sanJosé; de sus r4.ro8

llir crccimiento importante tuvo la comuna deValdivia, entre 1895 yr9o7 desde i t.f .¡ , i|z'z.5gShabitantes. Proporcionalmente, también la comuna de Corral halrl¿r lr,rrirkr un aumento interesante, de r.848 a3¡63,en el mismo período. l,¡r coruuna de calle-calle, la zona interior del departamento valdiviano, era la {f i¡r' ur(.nos había aumentado su población, de 7.428 a 7.852 personas. ('

s ir lrr rando la distribución urbano -rural del departamento, 3E.g si 4 habitanlr"¡ vtví¡rrr cn poblados y 49.346 en el campo, por lo que a pesar del gran aumento

rl. *I

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lrr ¡rrrlrlirt:irin el porcentaje de población urbana, entre 1895 y r goT,bajó del +6%o r'ri,, lo «¡rrc se explica principalmente por el conteo de la población indígena.



I.r'.

r's¡l t:r¡nsideración general es engañosa. si se toma sólo la población urbase ve que aumentó de rg.3oz aZE.1S4 llr,r i¡oil¡rs. l)c cste modo, el crecimiento urbano absoluto había sido notable. I rr lirrtf rrrl «lc valdivia teniag.zzg habitantes, lo que era casi el doble de la exislr¡ rll()5. l'l§te crecimiento, el más significativo de la ciudad desde rg7o, es

r.r y rr, lir t'ornpara con la del censo anterior

Corral Alto, ca.19oo.

Ilrlr A pesar que los germanófonos eran un pequeño número de personas, la importancia económica adquirida en la región los situaba como el grupo más importante de la economía departamental. Sin exagerar, controlaban la economía valdiviana. Por ejemplo, considerando el rol de avalúos del departamento de 1893, Ios de apellido germano eran dueños de un tercio de las propiedades exi§tentes, Ias que por su valor equivalían a la mitad del valor total de las propiedades urbanas y rurales del departamento.26

En r9o7 la población total del departamento llegaba a 85.3oo habitantes, más del doble de la década anterior. El aumento se explica, principalmente, por la inclusión en el censo de la población indígena del departamenl,o. Iir{ta polllacirin

rlr

llol rlr,rrvrrll'ir¡srlr,l l)r,¡rrllrrrtr.ttlorlr,V¡tllivlrt.¡¡i¡.¡,tllttt'lo/,a

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rluu rr¡is rk'sllcable si se considera que corresponde a cerca de la mitad de todo rl r rrilr ilnlr¡ rl rbano del departamento. Le seguían tres localidades urbanas del irr r ll r lr' ir irr risrlicción: Pitrufquén, cotr 4.goz habitantes, la que había más que rlrrlrll.rrrlrr srr ¡roblación; Lispergue¡ con3.z7t habitantes y Loncoche, con 3.o26 lrrrlrll,l nl('s, l,os «krs ri ltimos eran pueblos que se habían organizado recientemenlr', r r,r ur lri¡rirkr crccimiento. Lejos más atrás se ubicaba corral con r.596 persoItrt¡, rlu('| r'r¡rrsirlorirnrlr¡ su anterior población también tuvo un incremento imporl*¡rlr, l'11 rr'§lo rlc krs ¡loblados dcl departamento reunían pequeños contingentes. I rra r¡r r. rr.gu írrrr ir (lrrrtl, collico y Pelchuquín, habían bajado su població n at,zs4 t r r r I lr¡rlril¡rrrlcs. rcs¡lctll,iva¡nonl,e. l)cspuós, había ccrca de z5 poblad«)s con un f

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( FABIÁN AiMONACID: LA tNDU§IRIAVALDTVIANA

DN §UAPOGEO

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U87O

considerando las cifras anteriores se comprende que los pobladores de las subdelegaciones de Toltén, Pitrufquén y Queule hayan expresado su deseo de constituii un departamento propio, dada la concentración de población que tenía (z+.zSspersonas) y la lejanía de la capital departamental. Finalmente, en 1910 se aprobaría lo solicitado. Por último, por 1907 el departamento de valdivia tenía una especial composición étnica, con 58.748 chilenos no indígenas,24.257 indígenas y 2'295 extranjeros. Los indígenas, casi en su totalidad en el norte del departamento, colocaban del ese año a valdivia como el departamento con la mayor población indígena Isla e valdivia país. RespeC,to a los extranjeros, g5z se ubicaban en la ciudad de teja. Seguramente allí e§taba la mayoría de los 9o5 que se declararon germanos. Extrañamente, la ciudad de valdivia no tenía en ese momento la mayor concentración de extranjeros (sin considerar los chilenos de ascendencia extranjera); Pi-

trufquén aparece con el mayor número de ellos, con964'

si considerarnos a todos los germanófonos, la ciudad de valdivia era por rgro Ia que tenía el grupo mayor de ellos en todo el sur de Chile. Unos años después, en ,gr7, urur3.9oo los de esa calidad en la ciudad de Valdivia'28

^Mt1Nit,

Dt v^ t,Dtvt^

(

r8zo-r9r4)

CAPITULO 2

número de habitantes inferior a mil personas. Entre los principales e§taban: cruy ces, con 952 habitantes; Toltén, con 86u Mancera, con755i Villarrica' con 65o; Calle-Calle, con 6o5.

,: t,^ I NDtlsr'[¡^ tN ti¡, t,xrA[1

r,A rNr)usTRra EN EL DEPARTAMENTO DE VALDTVTA

(r87o-rgr4)

J f A( 'r A rfl7o, r,ru EL DEPARTAMENTO vALDrvrANo, ESPECTALMENTE EN LA cIUI ! rlrrrl rlc Valdivia, había una serie de indu§trias surgidas en las especiales t l-t'orrtliciones generadas por Ia ubicación y recursos de la zona, así como ¡rur lrr crrrcicnt,c integración intra y extrarregional.2e l,oglrrtkr rrn contaCto marítimo fluido y regular con el re§to del país y Europa, l¡r lir¡rl¡rrl rkl Valdivia y su entorno, vía los contaCtos fluviales y terre§tres, reunía r,,,¡r[irrrlirlirs ¡r«lsibilidades para el desarrollo de la aCtividad indu§trial. Además, el rrl r¡rr'livo rlc la región situaba en un mismo espacio a muchos artesanos yburgue'¡r,r¡ r'¡rIr¡rt'iIir
!,r

l'¡frilr,rl(,fl(l(,rr,l colloxl.orlr(:ionul cnquescdesarrollalaeconomíavaldiviana,LuisOrfega(zoog):Chile

t rtlrr tl r't¡tlltlivtrt. (luiltio, ulitridy dopresión, l85o-r88o, Lom Ediciones, DtBAM, Centro de Invedtigaciorr,a lllfBo llrrrros Ar¡urtr, Strr)lirgoi y (iahricl Salnzar (zoo9): Mercaderes, empresarios y capitali§tas (Chile, rt¡/o I /.1'), litlllorirrl Surlnrnurir:nnr, Snnl.ir¡1o. r.rt

¡, ll¡¡l¡¡¡¡¡¡rr,xrrrrrrrk'lnlilcrnlrlrrsohrcindu§lrializaciónpresentanJulioPintoVyl,uisOrtegaM.0qqo): I \lutililtht minrru.y ilrsurrollo inilullrkil: un cnso dt: t:m:imiento asociado (Chile úiol9r4], Depto. de HiStolr. I ISA('lr. Srrrrl lrrg0,. l)l). r rñ. l,:nl r0 ol ros (iu()sl.ion(!s, st:ñrlan que cnt.rc l860 y r87o se generaron en Ibei ¡¡rrítr l¡'rr ¡lri,'lr,or rlr ¡rrrxlurrk'rrr inrlrrll rirrhs, ¡xrro quu fircron inr:tpaccs dc crcar un dcsarrolkr industrial !rrlono{lull(10 r, lrrilrllrtrkrr rtl rr,dl0 rk, l[ crrlnornf[. Anlo f11.0 sc progunl.fn por quó, rxímo sur¡licron y por r¡r.i l¡r Br r'¡r¡lvirl l¡t¡rr¡ rrr rrh,urr,nlo I r¡rrrllilrrn¡ulor rkr lt ctrlnor¡rfa y srx:icdrd. (hmpnrl.imos cl inlurós por I

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lllrncpnln,

14t,

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FABIÁN ALMONAClD: LA INDUSTRIAVALDIVIANA

cArft ul,o

EN SUAPOGEO (18?O-T9T4)

2r

t,^ INDUsTnt^

calificaba para indu§tri alización pues la economía en la que se situaban las indu§trias, adolecía de las caraCterí§ticas necesarias o favorables para consolidar en el tiempo un seCtor manufaCturero importante. No era una economía con la suficiente población, red urbana, integración vial, ni el nivel adecuado de aCtividades produCtivas diversas para permitir que los primeros impulsos indu§triales se generalizaran y potenciaran todo el conjunto de la economía. Más bien, las limiiaciones y precariedades de la economía departamental, ya por las caraCterísticas de sus vínculos nacionales e internacionales, reducidos al contaCto marítimo, ya por la baja y espacialmente concentrada actividad agropecuaria, produjo un crecimiento indu§trial que aprovechaba el excedente de recursos naturales, el que superaba largamente las posibilidades de consumo de la población regional (más allá incluso del departamento), que procesados en niveles variables de elaboración tenían una demanda significativa en otras zonas del país y en el extranjero. Los valdivianos percibían claramente la potencialidad que permitía e§te esquema, en el que práCticamente los principales produCtos comerciables con éxito eran aquellos «indu§triales», en un sentido lato. De e§te modo, por el re§to del siglo XiX y comienzos del siglo XX, estas bases permitieron el surgimiento de ,u*"roru, indu§trias vinculadas al aprovechamiento de los recursos naturales, y también, a medida que la importancia de la ciudad de Valdivia (y su entorno) aumentaba, de otras indu§trias que pudieron satisfacer desde el departamento de Valdivia la demanda de di§tintos bienes manufaCturados en los mercados nacionales y regionales, ya sea aprovechando la privilegiada ubicación geográflca, las capacidades indu§triales acumuladas o los contactos comerciales' Las ideas anteriores describen la aparición y cualidades iniciales de las industrias valdivianas. Entre ellas se encontraban, a partir de la década de r87o; a§tilleros, cervecerías, de§tilerías, fábricas de licores y otras bebidas, mueblerías, aserraderos, fábricas de cecinas y otros derivados de la carne, fábricas de cola,iabón, velas, calzado, curtidurías, entre las más importantes. En lo esencial, no todas de lo y XIX, pero que en nue§tro análisis de la realidad valdiviana es un concepto poco esclarecedor qu" ..ál-"rü o"uiría. De la lectura del conocido artículo de Luis ortega (r98r): <
xvIII

M. Lewis mos upliáubles sus ciiterios genéricamente a todo el país. Más bien, e§tamos en la línea de Colin (r99r):'.La indu§tria en América Latina antes de r93or, en Leslie Bethell, ed" ffisloria de América Latina' pp. z3r-u 8o, quien vol. Z, América Latina: Economía y Sociedad, c. r87o-r93o, Editorial Crítica, Barcelona, pero en muchos casos eso no señala que la fabricación moderna aparece en Latinoamérica antes de 1930, en torno significá indu§tri alizaciín, entendida como transformación global de la economía y la sociedad palses t¿Impoco li¡c unt I cna l-as aCtividades indu§triales. Nosotros agregaríamos, que si hubo en ciertos l\tl'rirrirl lkrrncclo (1999): dencia nacional, sino que de ciertas regiones. similar posición l,ienc porrr valdivit, ltt «l,os indrrstriales ¿rlemancs de Vuldiviu, t86o-t9t4», ltiltori0, u1r|,32, pp, 5'42. l)t¡r olro lttltl, rot¡retlltl tt

I¿N

Iil,

DÍr^n tAM 0N!'o Dr v^LDlvta llSzo-r9r4) 35

34

intlu§trias valdivianas adquirieron un peso significativo en la economía narlorurl. Llna buena parte de ellas eran pequeñas y su importancia se agotaba en hr¡ lÍ¡nilcs departamentales o provinciales. Sin embargo, la calidad de los bienes r,f ¡rlrrrrurkrs por algunas hizola fama de todas ellas, extendiéndose la impresión r'¡r ll r:¡rr¡lbio de siglo, que la ciudad deValdivia era una ciudad indu§trial, cuanrhr r,rr lc¿rlidad se quería decir con e§to que tenía dos o tres indu§trias de valor (a rrrorkl rlc clcmplo, no literal), o en sus mejores momentos, dos o tres seCtores de ¡rr'l ivirlir.rl indu§trial relevante (en los que también es posible percibir diferencias lrl¡tlrlcs cntre las indu§trias de un mismo rubro). l,lrr crrunl.o al número de industrias, el departamento valdiviano experimentó rll llt¡$rno l'cnómeno de proliferación de e§tablecimientos indu§triales y talleres rlr l(,§r nulcs que se vivió en muchas ciudades delpaís, con algunas indu§trias muy p¡tl rrs

Ir.lr I i('r¡lirrcs, por lo que no era en e§te aspeCto una excepción, pero, y e§to sí no era rnurrirr. ()n pocas partes se podían encontrar algunas indu§trias con el alcance

r¡urr,rci'rl «r la calidad de sus in§talaciones como las que había en Valdivia, más rluu, (,Tl() sc hacía más extraordinario si se considera que ellas se ubicaban en un rlqltrr('i(l ir islatlo por vía terre§tre y de escasa población urbana.

r

EL COMERCIO DE PRODUCTOS INDUSTRIALES a rRAvÉs DEL puERTo DE coRRAL (r8Zo-rSgS)

¡f'torrro lu¡t rnanera de conocer la importancia nacional e internacional de los lLz¡rrorlrrr'l«rs .indu§triales» fabricados en el departamento de Valdivia, asf lr¡nru hrs vtriaciones en la participación de e§tos bienes en el último cuarto del rlghr ,\ lX, lururos realizado una revisión de la actividad del puerto de Corral, únir'$ v¡n (l(, ('onl,aúto extrarregional ha§ta la conexión con la red ferroviaria longiturllrirrl ¡r¡r' ('n r9o7. Creemos que el movimiento comercial a través de Corral es un rrrL,r'llurkr ittrlicador de la indu§tria valdiviana.3r I lemk, ku ¡riros setenta se aprecia un importante, pero irregular, comercio extet lut y ritt clitro augc del comercio de cabotaje. rrllllzrrtlrr {rr (!sl.rr l)ilrl.0 r\slLr lill.adfi{t.ica (k¡mercial de la República de Chile, elaborarlap
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rABIÁN ALMoNAcID: LAINDUSTRTAVALDTVIANA EN

SU APOGEO (T87o-T9T4)

cApíTULo z:f,AINDUsTRIAENELDDPARTAMENToDEvalDIvIA(r8zo-r9t4)

36

En el primero, de§tacaba la extracción de suelas de§tinadas a Hamburgo, ya reconocidas por su calidad en Europa desde la década anterior. En t874,24.67o unidades, por un valor de tgT.ooo pesos. Le seguían las maderas, de§tinadas principalmente a Perú y Bolivia, y más atrás la cáscara de lingue; las que con la intermediación del puerto de Valparaíso iban hacia el extranjero. En la década de r88o; en el primer lu§tro hay un predominio del comercio de importación, realizado por barcos alemanes. Excepcionalmente llegan buques yvapores ingleses, franceses y peruanos. La exportación es casi nula ha§ta 1886, produCtg de la baja experimentada en el comercio exterior chileno por la crisis europea de 1873, que golpea con fuerza a Chile, y desde 1875 Valdivia no escapa a e§ta realidad.32 Después de 1886 hay una lenta recuperación, que coincide con el término del puerto libre de Hamburgo y el e§tablecimiento de alzas aduaneras alemanas, ha$ta que se produce un salto significativo en la exportación en 1888 y 1889, de tozz.477 y r.zro.496 pesos, respectivamente. Gran parte de esas salidas siguen siendo suelas de§tinadas a Hamburgo; de las zr.r95 unidades de 1887 se pasa a 166.58o en 1888 y 198.833 en 1889. Fuera de e§te produCto, sólo se envían al extranjero pequeñas cantidades de

crin en bruto y cola. Alemania es por e§ta época el exclusivo socio comercial extranjero de Valdivia, al cual se enviaban productos y desde donde se recibían la mayoría de las importaciones. A partir de 1875, las difisultades del comercio exterior chileno tienen su efecto en la caída del cambio peso/penique. Mientras en e§ta fecha el peso se valoraba a 43,8 peniques, en r88o lo era a 3o,8 peniques, en 1885, después de un breve repunte, volvía a bajar a zg,4 peniques, en r89o era de 24 y en 1894 e§taba a rz,5 peniques por peso, para subir levemente y continuar con revaluaciones y devaluaciones. A comienzos del siglo XX, desde r9o3 en adelante, cuando e§taba a 16,6 peniques, se reinicia la caída del cambio, llegando a su punto más bajo en r9o8, con 9,6 peniques por peso. Después nuevamente un mejoramiento, para volver a caer desde tgrz.Enrgt4 el peso valía 8,3 peniques.3S El efeCto que tuvieron las variaciones del tipo de cambio fueron enormes: ine§tabilidad en los precios y en las condiciones de los créditos, entre otras.3a

Las repercusiones de Ia crisis de la década de rSzo en la economía nacional están muy bien tratadas por Carmen Cariola y Osvaldo Sunkel (rg9l: Un siglo de hi§toria econórnica en Chile, t&o-tgso, Editorial Universitaria, Santiago de Chile, pp. ao-6o.; y Ortega (zoo5), pp. 403 y sgtes. 33 Ver tabla de conversión peso/peniques para el período en Cariola y Sunkel, op. cif., p. r48. También se encuentraotra similar en Pintoy Orte ga,op. cit.,p.l3¡g,En Hurtado Ruiz-Tagle (r966), p. r57, hay unt tablapeso/

3z

dólar. La evolución observada es similar, pero no igual a las anteriores. Lamentablemcnte no hcmos podido hallar una tabla peso/marco alemán, que hubiera sido de mucha utilidad. 34 Para una breve reseña de la hi§toria monel.erie dcl pcrlodo, vor (lorlos Ilttl'ltdo Iltllzrlltglt (rtltl4): ul,rt ccon
Volviendo al tema comercial, en la década de r89o el comercio de exportación valdiviano toca su techo, con un poco más de r millón de pesos en r89o y en r89r. lil efeCto del tipo de cambio, las alzas aduanerás en Alemania y el aumento del r:oslto de los fletes hacia Europa, se hacen sentir en las exportaciones de suelas; rrricntras en 1890, por la salida de 18z.67o suelas se recibieron r.o96.ozo pesos, en r¡194 por zoo.83z suelas sólo se recibieron 662.64o pesos. La baja en los ingresos ohl,enidos por e§tas ventas tendrá un fuerte impaCto en la rápida desaparición de rrruchas curtidurías valdivianas en el cambio de siglo. La comercialización de produCtos indu§triales de Valdivia es clara: mientras r¡rrc las exportaciones e§taban re§tringidas a las suelas, cuyos mejores años se rrhican a fines de la década de r88o y parte de la de r89o, el re§to de las induslriits tenía principalmente un mercado nacional (que a veces lleva al extranjero, crr cl caso de los produCtos enviados aValparaíso o al norte de Chile) Las suelas rr¡rrovechaban el mercado nacional en las épocas que se les cerraba el comercio cxlcrior; e§te era su comportamiento a comienzos del siglo XX. De e§ta manera, r,l cornercio de cabotaje tendría un papel fundamental en el crecimiento de las inrhr§l rias valdivianas desde fines del siglo XIX, exclusivo a medida que se reducía r,f r:ornercio exterior. Así, los contaCtos comerciales valdivianos fueron, cadavez nriis, ¡rrincipalmente nacionales y la región e§trechó a través de ellos sus víncuhrs t:r»n el re§to del país, obteniendo ventajas y limitaciones para su crecimiento

rial. la década de r87o, los produCtos que salen de Corral hacia otros puertos

rrluSl

Ir

l,)n

rrrrr:ionales son preferentemente maderas y suelas. En 1875, se extrajeron 6o.ooo rtrr,lns, avaluadas en 4oo.ooo pesos. Nótese que e§te año el valor total de las suelas lorrtcrr:iadas entre puertos nacionales ascendió a 670.c,c,t- pesos. Por esa época,

V¡rltlivia era el principal produCtor de suelas para el mercado nacional e internallonir I. l,ln e§ta misma década, se produjo un notorio aumento en la extracción de lr,r'v(¡z¿r, que de ser el

quinto produCto comerciado en

pasó a ser el segundo millones de litros, siendo la llrv(¡zir rlc Valdivia la mitad de toda la cerveza comerciada en el cabotaje. Otro ¡rrrrthrril,rl rclevante es Ia cáscara de lingue (utilizada para curtir), con r.6oo tonel¡rrl¡rs crr rtl74. También e§tán presentes; charqui, carne salada, quesos, jamones 1870,

rL,s¡ruós de las suelas en 1875, cuando se sacaron r,4Z

y rr¡¡rrnrrlicnt,e. l,lrr krs uñ«rs tto, elcrecimiento del comercio de cabotaje es notable. Las internaliorrr,s tkr pr«rducl.os en 1885, por ejemplo, bordeaban los 3 millones de pesos, cifra I r (,s v(,(rcs srr¡rcrior al promedio anual de la década anterior. Las extracciones tuvlr,r'on un rrurr)cut,o aún más importante, alcanzando los + millones de pesos en

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FABIÁN ALMONACID: LA INDUSTRIAVALDIVIANA

CAPÍTUlO 2: f,ATNDUSTRIA EN EL DDPARTAMENTO

EN SU APOGEO (18?O-19T4)

DDVALDTVIA (I87O-T914)

38

¡rirraíso; en 1889, por ejemplo, de un total de un poco más de 4 millones de pesos, st' rcmiten al puerto señalado produCtos por valor de r,65 millones de pesos; a k¡rr ique, r millón; a Talcahuano, 38r mil y a Coronel, 33o mil pesos. Si se considera r'l c«rnjunto de los puertos del norte (Iquique, Antofagasta, Pisagua, Taltal, Arica, 'lirr:opilla y Caldera), ellos reciben r,5 millones de pesos en artículos, casi tanto

la expansión comercial valdiviana anticipó el aumento que tendrían todos los puertos nacionales en ese período.3s En e§te momento, Valdivia (que era el nombre con el que se conocia enla práúica al puerto de Corral) adquiere la calidad de principal puerto chileno al sur de Talcahuano y uno de los más importantes del país por Ia diversidad de su comercio. Además, disminuye Ia importancia relativa de sus contaCtos con el puerto de Valparaíso, aumentando los contaCtos direCtos con otros puertos nacionales. 1889. En e§tos años,

lorno Valparaíso,36 .1iii,§i;¡i:il3i:,iii:.:r:ir]t.i,,:... -

rr.:i.

Rodolfo Knittel: Aduana de Valdivia, r9o7 Rodolfo Knittel: Agencia de vapores, río Valdivia, r899 (enValdivia Antes del Gran Incendio, t858-tgog,Yaldivia r9r3)'

(en Valdivia Antes del Gran Incendio, t959-tgog, Yaldivia r9r3).

El aumento de las curtidurías valdivianas se refleja en la llegada de un número importante de cueros: en r88r, qZ mil en 1885, 56 mil y en 1889, 7r mil. E§tos llegan de todos los puertos, desde el extremo norte ha§ta Melipulli. Asimismo, de§taca la internación de máquinas a vapor, de diverso tipo. En 1889, rr8 máquinas, sin contar los bultos catalogados como maquinaria surtida, que en el mismo año suman 134. En la extracción, se aprecialabaja relativa en el envío de productos hacia Val-

j5

(lurirrlr y Srrnkcl, op. t:it.,1t1t.4r y sglcs., scñrlnn rlttc tlustlc los ¡tño¡ tle ll{llo ltttlxr ¡rr1l ivirl¡rrl r:onrr,l'i¡tl rtnt'io¡tttl.

¡lo l¡r

ttlll lt'tlltt

lin csl.os años, valdivia aparece como el principal extractor de algunos productos nrlr¡sl,riales. Hasta 1887 cuando la exportación es baja, las extracciones de suelas sorr cnl,re u n 3o al 5o% del total: en 1885 salieron de Corral 135.583 unidades, valolir«lirs cn t.zzg.rlg pesos. Le siguen en importancia,la cervezay el aguardiente, y ¡uiis irl.riis, madcra, charqui, calzado y harina flor. i

1t,

l,rr irrr¡xrrtrruri¡rr tlcl nrurt'ltrkr rrorlirro prrrrr cl sr¡r dc Clrile, especialmentc en lr demanda de productos rrArlrlx'('tlltrio¡ (' itl(lltslrirtlts lrrr rirk¡ rlo§l.ruxlu ¡xrr (inri0h y Srrnkcl, op. crl., pp. too-il3 y r63-r73. Fin csl.as

rt't'tt¡tt'rut'ltitt Nr¡t lc ( il ntttlt': tlt' t¡l¡ttlt,tn, tl¡' ¡tAttrr

tlirrtlr, rlr,ltrrlttrr

y

rlr lr,tvrzrr, lorlo¡ r,ou ¡rll¡r ¡rrrrl

lr,l¡rrrr:l11rr,

FAB1ÁN ALMONACID: LA TNDuSTRTAvALDTvIANA EN SU APOGEO {T87o-T914)

cApÍTULo 2: r,a TNDUSTRTaENELDEpARTAMENTo

coMposrcróN y EVoLUCIóN rNDUsTRrar, (rg7o-r9r4)

En los años r89o a 1895, predominan lacervezay aguardiente, y crecen las salidas de madera, harina flor, charqui y calzado.

Como se aprecia en el Cuadro N" r, hay claramente un pequeño grupo de produCtos indu§triales de primer orden en el comercio de cabotaje; el aguardiente y la cerueza, con una participación creciente y más regular; las suelas, que aparecen como primer produCto cadavez que se envían exclusivamente al mercado nacional; el charqui, calzadoyharina flor, todos con un crecimiento signiflcativo en el período; ylas maderas, a pesar de su baja en 1892. De los otros produCtos, es importante de§tacar el descenso de la participación de carne salada, a favor del aumento del charqui y de los jamones. Por otra parte, si a esos produCtos les sumamos la fabricación de cola y jabón (por no mencionar a las suelas) podemos e§tablecer la gran importancia de la indu§tria de la carne, subproduCtos y derivados, en Valdivia a fines del siglo XIX.37 En suma, lo más seleCto de la indu§tria valdiviana e§taba e§trechamente vinculado a los recursos naturales regionales., CUADRO NO

1

COMERCIO DE CABOTAJE POR EL PUERTO DE CORRAL PRODUCTOS ExTRAIDOS: CANTIDADES Y VALOnUS (r882-r895)

(selección)

Produdto Agtardiente (litros)

r882

1.288.221/ z40.603

t.gíz.ozq / s7s.+zz

4,392

/

go.g18

/ 26.827

32.5o4

I

2.695.490

Charqri(kilos)

371.876

tzt.ztz I 6t.ggt rr.989 / +.8rg

Cola (kilos)

Harina Flor (kilos)

to9.63o

Jamones (kilos)

labón

18.749

Mtebles (bultos)

I 5o9.5oz utt96 I 9t.986

4,zzt.3oo

zz.6u l g.og3

I to.486

z3.5oo I 3.27o 32.t37 1t8.54.s

zz.rzt f tz.oog

.

169.802

/

92.876

g8 / z.goo

Ron (litros)

Stelas (unidades)

8.sso / ss.63o g5.ogz I rz.3?t

I 9.698

(kilol

Mad,eras (piezas)

/

cantidad

Azacar refinada (kilos) Calzado (pares)

Cane Salada (kílos) Cerveza (litros)

r88S

cantidad / pesos

3gz¡o73 / zoz.zzt 261

/

I3.g7o t14.s42

I

9rc.881

t89z cantidad / 1,6s9.278

28.671

t95.583 I t.zzg.trg

546.022

z.orr.o98" / 9r3.r34

/fil21

z4,ztt I to.zz| 8.508 / 54.o68 5.886 / 1.8s4

24.768 I L?s.ot8

516.88r* / rrr.5o9

q.+sq.o8o* I zSg,gts

I zzo.g?t

298.583

32.6t6 I

$.7tt

1.469.62 l$8,427 q¡.gq6 I zg.z6g

I t6.s;z gz.szl / zz.s6g 5z.z5z

\31

13.725

I

I

rggs cantidad /

tog.t7s 15.216

I

s.55o I 6t.zt4 126.6s2

4t.zq

B.8tz I 7.5ts i5g.t65 / 274.615 17.586

I 7.2ss

1.849.7081 200.612 3t.3t3 I 25 t85 1o8.6s2

/

31.518

338.615 167.852

42,46s8.474 32.29s

I 274.388

Fuente:ilaboración del autor en base

a E§tadí§tica Comercial de la República de Chile. * En esos años una parte de la producción era embotellada, por lo que se hizo un cálculo tentativo a litros.

37 Noesunacasualidadqueunplatotípicosoconozcaonluzonor:enl,r¿rl

rkl(lhilorlo¡rkrk¡rlét:¡xlurlcrtlll¡

como el Valdivian¿r, elubr¡rudo u boso de churqui, snl, ujf, conrino, r:clxrllrt y ulo. A¡rrtrcrrr r¡trrtlkrtrurkl crr Mr¡

nual lol axthnro pnf(Jllrn, Srlnliltgo, ltltlr.

DEvaLDIvIA(r87o_1914)

p

rr e§ta parte se caraú.erizanlas industrias existentes en el departamento de l-¿valdivia, y especialmente en la comuna de vardivia, en el período estudiado. ()rrcrcmos e§tablecer la composición y evolución industrial.

l'ara determinar el número de industrias por rubros, en los años seleccionados, lrlrrr«rs utilizado las matrículas de patentes municipales: de éstas hemos selec-

lir¡rrado sólo aquellas que consideramos «industriales», excluyendo por lo tanto ¡r l¡r$ «artesanales». La discriminación en algunos casos no es fácil; en general se clirrrinaron todas aquellas en donde el producto obtenido depende fundamenl rr l ncnte del trabajo humano, o aquellas que por su envergadura (definida con la rryrrrla suplementaria de otras fuentes municipales y notariales) no califican para r'r('r (:onsideradas industrias. De este modo, son «industrias» las que incorporan rrrrrr¡uinaria o dependen del uso de ella en aspectos fundamentales; ylas que por ¡rr rrivcl y/o calidad de producción superaban a la sola acción humana.38 l')rilc criterio, lo reconocemos, es mucho más restrictivo que el usado en la épotrr, r:rr¿ndo gran parte de las patentes artesanales eran catalogadas de industriah's. l)e hecho, las propias matrículas se llaman normalmente de «patentes inrltrsl riales, profesiones y giros». Esta idea mucho más amplia de lo industrial se i r'llrrja cn mucha literatura del período (más allá del departamento de valdivia), lk'glrrclo a de§tacar como industrias, lo que en una mirada más estricta no lo es. l¡ol cl ¡nismo camino, se llegaba a \ablar de un desarrollo industrial, cuando en ¡ r'¡rlitlad no pasaba de ser una incipiente aglomeración artesanal.3e ¡

l¡1

l'l¡ll rc lt¡s ca§os más interesantes; se consideró artesanal una mueblería e industri¿I, una mueblería con h'r; l¡rs fundiciones, todas pequeñas, por su envergadura no se calificaron como industrias. En el caso de hl t ttrtt iccrías y zapaterías, se consideraron indu§triales las de primera clase y artesanales I rr I

las de segunda.

llrsll('(ll o a algunas patentes, se recurrió a los roles de avalúos de la época para establecer, si el valor de Ia ¡rr o¡tir,rlrrl ¡rcrmitla su consideración como industria. l¡t littllt rlislinciírnentreloquellamamosindu§trialyartesanalsólotienesentidoalaluzdeloscambiosex¡tt't ltttottlttrlos ¡ror la indu§tria (incluido lo artesanal) en el siglo XIX. En verdad, siendo ambas indultrias, rllr¡riltlllos dct:ir indu§tria moderna (o lo que se parece más a ella) e industria artesanal. Ver John Hicks lull,ll: I lttt tu¡rlu de lahistoria económica,Edicionesorbis, Madrid, p. rzz y sgtes., donde se enuncian algut¡r¡ ltltrtr ol r(]¡ip(idl,o. Fln nue§tro caso, no hemos sido rígidos enla definición de las industrias modernas, Iorrro ¡lrrr I lc¡{ur u c§lablccer requisitos imprescindibles, tal como lo hace ortega (l9gr, p. ro, quien contem¡rlr rrl rl lrrr lns qttt! l.icncn sobre ro trabajadores, maquinaria a vapor como fuenL principal de ánergíay pago tlt' ¡ltlrtrlor. (lt¡int:itlilnos en la importancia de cada uno de ellos, pero no para considerarlos todos necesaI llrr. lill lllllcllltN intlusl.ri¿s vnldivionos, más que en otras del país, se da una alta presencia de maquinaria it vtt¡tttt, ¡tttt' hl t¡ lltr trln sólo tlttl du l o tendrfamos en Valdivia una de las zonas industriales más moderna de ('ltlh', ll¡ro otl llrr tfror tut¡lotllos huy muchovariución. En el caso clel empleo, gran parte de las curtidurlas, ¡rrrr ol I l¡xl tl0 ¡lrtttrtr¡t¡ rltr olnllontt:k'rn, roqu lcr0 (!scoso nrrno dc ohra, y nri por eso puecle decirse que sea uno

c¡pÍtulo

FABIÁN ALMONACID: LA INDUSTRIA VALDIVTANA EN SU APOGEO (1870-T914)

z:



r¡ousrRrA

EN EL DEPARTAMENTo DE vAf, DIVIA

(r8zo-r9r4)

42

CUADRO NO 2

Como se observa en el

Cuadro N" z, hubo un

aumento

considerable

del número total de indu§trias entre e§tos años. Lejos, las indu§trias más

importantes fueron las curtidurías, que como vimos antes se habían desarrollado con el incentivo de la gran demanda de los mercados europeos. La

cifra final, superior a la veintena, corresponde al máximo logrado en todo el período e§tudiado. En segundo lugar, de§tacaban las de§tilerías (clasificadas en e§tas fuentes como fábricas de licores

PAIENTE§ INDUSTRIALES DEL DñPTO. DE VALDIVIA: 1877 1889 v r89r. (núunno non nuBRo y roral Dt INnusrmes)

f

Barracas de Madera

2

Carnicerías r"'" Clase

4 2t

Curtidurías Fábrica de Cerveza Fábrica deJabón

1

Fábrica de Licores Espirituosos

11

Fábrica de Tejas yLadrillos

4

Fábrica de Aserrar aVapor

4

Imprentas Tipográficas

f

Molinos de Trigo

6

Mueblerías con Taller Taller Con§trucción de Edificios y Buques

1

Zapaterías r"" Clase

3

I

Fuente:MatrictLade Patentes Depto. Valdivia: 1877, en Anuario E§tadí§tico (18771878), Imprenta Nacional, Santiago, 1879: 1889 y 1891, respectivamente, enDiario¿¿ Verdad, i-6-t88gy6-6189r, BNSP. (?): no se di§tinguen carnicerías o zapaterías de primeraysegunda clase.

espirituosos), que tienen un rápido aumento a fines del siglo XIX. Después tenemos a las carnicerías y las fábricas de cerveza, entre las más destacadas.

Si se agrupan las indu§trias por seCtores de aCtividad, las más importantes eran, de mayor a menor: indu§tria del cuero y calzado (curtidurías y zapatetías); las de bebidas alcohólicas (aguardiente, licores y cerveza);las de alimentos (carnicerías y molinos); y las indu§trias de la madera y derivados (barracas, aserraderos, mueblerías y talleres de con§trucción)ao

res eléctricos, con 1o9, en segundo lugar, después de Santiago, que contaba con 354. En total de motores, la provincia de Valdivia e§tá en tercer lugaq con 254, después de Santiago, que tiene 74o, y Valparaíso, que contaba con 299. Ver sorore (r9ro):.C§a dí§tfuaIndu§trialdelaRepública de Chile, ryog,lmprentayLitografla

Universo, Santiago, pp, Z6-Zz. Respecto al rubro aserraderos, Ortega (r98r), p, 23, señala que en Valdivia había en la década de r87o un importante aserradero de Alvaro (Francisco) Alvarado, el que a partir de r8?z fue de la Cía. de la Indudtria Chilena, que tenía un capital de 6oo mil pesos, de los que r5o mil correspondlan a Alvarado. Hacia 1875, el aserradero tenía z2o operarios y producía diariamente r.ooo piezas de madera. Al parecer, edle aecrrodort¡ estaba en el departamento de La Unión, ya que no hemos encontrado ninguna refierencia dc dl on tl dopl.o. de Valdivia. Un dato iludtrativo es una compra de x6-2-tfl73, de Alvarudo o [¡co. Kintlormultn, tlol ¡xrlrttrtr Chaihufn, en Cudico, La Unión, por el quc pugó zo nril ¡rcros. Scgrin rt:ñulu lrt c¡t:rlt ttrtt, Alvttrttrlo t'tttttprttltu pnru lu 0lu. Indurll riu 0hilenu (N" Si, vol. 36. rtlZtl, Alt NA l))

4o

l,u mayor parte de e§tas indu§trias se ubicaban en la ciudad de Valdivia y su i.nlorno inmediato. En 1889, sólo 5 se ubicaban fuera de allí, en la ciudad de San r rsri rle la Mariquina y alrededores: r curtiduría , t fábrica de licores espirituosos, t liil¡rica de aserrar ayapory 2barracas de madera. En r89r, 6 del total son de San fosó y alrededores: r curtiduría, zfábricas de aserrar a vapor y 3 molinos. l,ir cifra total de indu§trias que hemos dado para el departamento de Valdivia, r r,r,¡l f rrclole las artesanales, es coincidente con datos recogidos por la soFoFA en r,l ¡rf io l89S: en e§te momento, según este organismo habían en el departamento rll V¡rldivia 59 indu§trias. Además, señalaban que en estas industrias trabajaban t,.lo4 operarios y se utilizaban 62 motores, con 8S8 HP de potencia total. De los rlrtlos cntregados por la sorore, podemos e§tablecer la importancia relativa que I ¡r r rr cl departamento valdiviano en el país (considerando desde el departamento rln Srr rtl iago al de La Unión); se ubicaba en noveno lugar por número de industrias, ett ¡tlxl,o según número de operarios, tercero en número de motores y cuarto en lrr¡rrrcirlad de motores.al Es decir, si bien su número total de industrias no signififtl il nil (:oncentración nacional más que promedio dentro de la zona aludida, ellas rpr¿rll¡tllirn por sobre las otras en fuerzalaboral ocupadayen mecanización. ('or¡ro hemos adelantado, entre las industrias hay diferencias notables de ca¡rltnl y rlc rlrganización de las in§talaciones, lo que produce una estratiflcación Ittrlr¡¿l rirrl que se debe tenerpresente; las haypequeñas, limitadas al ámbito local y rlglorrnl, mientras otras tienen proyección nacional e internacional, por lo que ln lr,li,rcrrr:i¿r del número de indu§trias por rubro es un buen punto de partidapero til p(,ilil i1.() conocer más que la superficie de la aCtividad, y se debe necesariamenIt, rlellrrir la firrma en que se organizabalaaúividad industrial. En estaparte sólo qttét'.'Ir(,$ tlcfinir el tipo de indu§trias exi§tentes, e§tableciendo los di§tintos niveIt'¡ rl¡ rrrll ividad indu§trial, más adelante, en el capítulo 3, trataremos con detalle t lln l{r'lrpo clc indu§triales aquí mencionados. lirr t,l r'¡r rnllio de siglo, hay un grupo claramente superio¿ constituido por socierturlel y ílri('l,os que cuentan con un capital considerableyque, mayoritariamente, dnunrtr rlivcrsr¡s rubros indu§triales. Alll r,*lrtlrrt l¡r fábrica de cerveza de Anwandter Hnos., en la Isla Teja, la que t,tnftu nr¡lh¡r un oomplejo indu§trial de in§talaciones modernas, con todas las reft¡rll('lon(,¡r «kr r¡tra fábrica líder en su tipo. Buena parte de sus labores estaban ln$r'$llxu(lus c inr:luso, automatizadas. En el período r89z-r893 había producido I nlllkrtu,¡r rkr lil,ros dc cerveza, de la que una parte era llevada en toneles a los tllflllrlon ¡rrrcrlos rrtr:i«tnales, mientras que otra era embotellada en instalaciones tlltlr'*rl¡rx ¡,rr lu rilluru ol)r¡esta del río (Avenida Arturo Prat). En úgz,la cerveza

lásfiáÉ[,

I

lrfi

FABIÁN ALMONACID:

CAPITUf,O 2: LATNDU§TRIAEN Ef, DDPARTAMENTO

iA TNDUSTRIAVALDIVTANAEN SlJ]l.¡](](m

DEVALDTVIA (187O{9T4)

45

nírr lábrica de cervezay tonelería, además de dedicarse al comercio, transporte, r:ornisiones y seguros. Su cervecería era la segunda en importancia en Valdivia. lirr 1899, sus in§talaciones en calle Manzanito, a orillas del río Calle-Calle, en la

15 mil cajones' de 4 docenas embotellada, para consumo local y nacional' fue de indu§tria mejor dotada del deparcada unoj2 Elialor de la cervecería en r8gg, la Teja y de 59.5oo pesos el depótamento, era de Soo.ooo pesos lafábricade la IsIa del siglo XX, fue la principal sito embotellador.r, Ha§ta fines de la primera década

indu§tria del rubro en Chile.

liutlad

de

Valdivia" e§taban avaluadas en 98.7oo pesos.

que

tuvo una curtiembre' Además, ha§ta la décadade r89o, Anwandter Hnos' 69'roo pesos y con una en 1899 en avaluada era una de las mejores de Valdivia, producción de 8 a ro mil cueros anuales'

EnelmismosegmentosuperiorsehallabalasociedadProchelleyCía.,cuyo

1899 en 166'ooo pesos' y principal giro eraia curtiembre (Isla Teja)' avaluada en 'qo. modelo para todas las curtiduría Ia aára."r, formación en 186o había sido

10 mil cueros anuales' áesarrolladas en Valdivia. Hacia 1894, producía unos propiedades rurales que extensas La misma sociedad tenía aserraduró, ", las en Corral'aa Además' se patente porriu en la co§ta valdiviana, por las que pagaba

dedicabaaotrosgiros,comoelcomercio'transporte'comisionesyseguros' (después de su otro complejolndustrial importante era el de Alberto Thater

yernoPabloHoffmann),"lq.,"s"dedicabaalacurtiduría,de§tilería,molinería'

En 1899, sus indu§trias (manejabeneficio de animales y fabricación de cecinas.a5 frente ;;, p* dos yernos) ,e ibicubun "n Isla Tejay Bayo (a orilla del río elv¿ldivia, habia molino pesos' Hacia t8g4' a la isla Teja) y e§taban avaluadas en 37o'ooo había producido r.5oo.ooo liprocesado 35.ooo quintales métricos, la de§tilería que obtenía cecinas, charqui y iros y había faenaáo unos 5.5oo animales, de los cueros'a6 suelas. En 1895, la curtiembre ttabajaba8 mil tenialasociedad schüler Hnos.' que la era una organización indu§trial similar de jabón, beneflcio de animafabricación dedicada a la curtiduría, de§tilería, Puerto de Corral, ca. t93o.

lesyelaboracióndececinas'Haciargoo'elaborabaensucurtiembreunos4'ooo

.rr".or,producíaz.ooopipasde3oolitrosdealcoholcadauno(6oo'ooolitrosen y porcinos'4? En.1899' su total) y beneflciaba +.soá animales, entre vacunos

es-

Valdivia (que no con-

tablecimiento en calle Arica, en la parte sur de Ia ciudad e§taba avaluado en 85.ooo pesos. templaba la cecinería, que e§taba en otro lugar) Roepke Hnos., que teoira sociedad que consideramos de primer nivel es la de de

Irrllc

lirs indu§trias más importantes también estabala de cristiano Rudloffe Hirubro calzado ycurtiembre. su fábrica de c alzado erala mejor rL' V¡rklivirr y una de las más importantes del país. ubicada en calle Picarte, emlrrr¡, rf

u(' girirba en el

¡rlt'ulrrr

rr

9o

operariosyproduciacalzadohecho

amanoyamáquina,teniendouna

rrrlrrt'cir'rrr anual por valor de 24o.ooo pesos hacia r9oo.a8 Producía todo tipo de lalzrtrkr y cspecialmente calzado de trabajo, para mineros y campesinos. La curlrr

;

P.r^

+3

""^p*e Rol de avalúos

pri4cipalmente utilizamos a Pére z Carrlo' oP' cit' valdivia, i899, dia rio La Liiettad,

de la comuna de

corresPonden a1a misma fuente'

z-8-1899, BNSP. Otras ref'erencias a r899

lprrrlrrr'(cn lrr lsla'l'cja) eralaqueproveiaal,afábricade zapatos, delas suelasybecetrr¡ rrr,r'r,s¿r rirls, tlc kls que pr«rducía en r894, respeCtivamente,4.5oo y6.0oo cueros. I n rHqr). lorlus li¡,s inslalociones dc la sociedad fueron avaluadas en 87.5oo pesos.

I

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t]-8-lqoo' BNSII

r9o o' d\ario La Libert¿rl' 44 Matrícula de Patentes de la Comuna de Corral' de las matrlculas d0 patent0s como Iucntc;'lhttcr limitaciones las demue§tra caso E§te 45

fi¡¡tlra r:n ellas

pagandopatentesóltlportlgunosrubros,micnl,rirsquctnrtrrrlirlrrdsutlttstttn¡rtllltlintltlrllrinltlr¿tlttt¡tl¡tt mús vt¡itrtlo.

4(r llltrrr0po¡n, o/r, ril,, ltl,

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lillll(ll¡lh,lx(r¡rot), p, t,¡.

FABIÁN ALMoNAcTD: LA

rNDUsrRra vALDIvIANA

EN su

ApocDo (r8?o{gr4)

capíTULo 2:LATNDUSTBIAENELDEPaRTAMENToDEvALDTvh(1870-1914)

46

Otra indu§tria importante era la de C.LH. Kun§tmann e hijos. Tenía el molino másimportante deValdivia, queen1894podíamolerzo.ooo fanegas alaño. Funcio, naba, a diferencia del re§to de los exi§tentes en el departamento, tanto con fuerza hidráulica como con motor a vapor, según las necesidades. No conocemos el valor aproximado de ese molino, ya que se encontraba al interior de su propiedad rural

¡¡r,rlirlado que hacia t&g+había un total de 5o curtidurías, las que no hemos enlr¡nlrado por ninguna parte; con más se puede decir que el máximo se acercaba ir trrtits 25.53

en Collico, la que era avaluada en 1899 en loo.ooo pesos, cifra que evidentemente incluye el molino y otras in§talaciones indu§triales. En el mismo lugar se dedica-

banlos Kun§tmann alacrianza de animales, de la que derivaron ala curtiduríapor algunos años a fines del siglo XIX. Hacia 1895, la curtiembre faenaba entre 3.ooo a 4.ooo cueros. De allí incursionaron también en la fabricación de cola, aprovechando los desechos de las matanzas,bajo la dirección de Alfredo Kunstmann.ae Los últimos a considerar en e§te grupo son Alberto y Edmundo Haverbeck. Dedicados principalmente al negocio de Ia carnicería, abarcaban desde la crianza de animales ha§ta la fabricación de cecinas. Además, Alberto tenía fábrica de ladrillos. En 1899, el e§tablecimiento de cecinas de Alberto, en calle Canelos, en la parte sur de la ciudad de Valdivia, e§taba avaluado en 55.ooo pesos. Hacia r9oo, faenaba 5.ooo animales al año yproducía de 7 a 8 mil quintales de cecinas y otros derivados de la carne.so También se dedicaban al comercio y a la agricultura. En un segmento intermedio, tanto por su menor capital, como por la mayor especialización de sus aCtividades, ubicamos a la sociedad de Oettinger Hnos., que tenía a§tillero y aserradero. En 1899, el primero e$taba avaluado en 3o.4oo pesos y el segundo, en r8.ooo pesos. Su a§tillero, el primero en importancia en Valdivia a fines del siglo XIX, contaba con dique seco para reparaciones. Según PérezCanto, desde 1873 ha§ta 1894 con§truyó 33 embarcaciones, entre lanchas, vapores ygoletas, con capacidad de E a zoo toneladas. Lamayoría eran yapores pequeños para la navegación lacu$tre yfluvial.st Otro indu§trial que se ubica en e§te tramo intermedio es Alberto Behrens, el que tenía fundición y mae§tranza. En 1899 su fábrica era avaluada en 3o.2oo pesos. Hacia r9oo, su e§tablecimiento tenía un capital de 5o.ooo pesos y una producción anual valorada en 3o.ooo pesos.52 Por eSta época, se comenzaba a iniciar en el rubro a§tilleros, que le daría una gran expansión en los años siguientes. También aquí ubicamos a las principales curtidurías. A pesar de que su número total llegó a ser superior a la veintena, a fines del siglo XIX una porción de ellas tenían avalúos entre ro a zo mil pesos yproducciones inferiores a los z mil cueros al año, las que no consideramos en e§ta parte. Dicho sea de paso, Blancpain ha

49 lilancpain, op, cit., p. 4t6 4t7, y lt ércL Cant.o, op. c it., p. 17. 5o lluiz:l'agle, op, cil.,, p.7i. Sr l)ór(!? (ltrnlo, rr¿ ril., l)l). ttt-t9 5z Olir:irrr(l,rrlr¡rl (lf Iifll(lfrtll(,ll{(rgor), ¡r. ¡¡r,

Valdivia vi§to desde la Cervecería Anwandter, Isla Teja, ca. r895.

llr

ln¡ crrrl,i«lurías, hacia

1899, ubicamos en e§te tramo las siguientes, con los Ehrenfeld (Z5.ooo pesos); Perlrrr §r'lrrrritll. (6o.ooo pesos); Teodoro Pausemberger (47.ooo pesos);J.y C. Martin ,rvrrh'ros rrrrrnicipales entre paréntesis: la de Gu§tavo

I

,t,¡ Hoo ¡lcsos)l

Germán Ehrenfeld (+g.Soo pesos); Teodoro Lunecke (39.ooo pesos);

llrrrlullir llcckdorf (36.roo pesos); Julio Lopetegui (34.zoo pesos); Seba§tián Werkrrreldlr,r' ( ¡o.7uo pesos); y Teodoro Noelke (z6.4oo pesos) Arrrrr¡rur ¡lor cl avalúo de sus propiedades y especialización de sus aCtividades,

ullllnrrros

n ccl.os

indu§triales en unaposición intermedia, en los mejores momen-

tu¡ rh, lrrs lc¡urrfas cualquiera de ellos pudo haber manejado más capitales que rtlgtttrol rkr kls indu§triales que colocamos en una posición superior. En verdad, gt *rt ¡rrr rlr, rlcl t:apil,al de los curtidores era moneda y exi§tencias (suelas y cáscarrr rltl llngu(,) y lu ¡xrrl,c de su pat.rimonio invertido en ingtalaciones era menor, y

-

a¡ lllntrrlillr,ttlt,rll.,tllutxl¡l',ll ('unulrVttlilrlt,rhl r¿rlcrllclcurhrcrkrrr)¿5,drrcsrr:ifrr,qucesatodas [r, nr urngnnrln, ll,,lt,l,

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cApÍTUf,o2:IaINDUsTRtaENELDEpARTAMENToDEvalDTvTA(r87o-1914)

FABIÁN ALMONACID: LA INDUSTRIA VALDIVIANA EN SUAPOGEO (T87o-T9T4}

48

poco representativo del verdadero poder económico de e§tos indu§triales. Pero, mirado desde otra perspeCtiva, y por eso los situamos en un lugar secundario, lo que era su virtud en los buenos momentos resultó ser su debilidad en las épocas en que se cerraba el mercado exterior,

gl ltrhrenberg, de z4.8oo pesos y la de Federico Selle, avaluada en r3.1oo pesos. l'irrrrhién, las curtidurías de Santiago Gimpel, Benito Schu§ter (Corral), Garcíay I rr ¡ll l l l rl anco, Hóll y Mollenhauer, Adolfo Stolzenbach y Carlos Wiebrig (San José), f r

u

i,llrr,

ol ras.

Por otra parte, los molinos de Federico Demmerer y Adolfo Riede-

llrruilr, on Collico, ubicados en propiedades rú§ticas avaluadas en 1899, en 25.ooo y lr.{ |l x ) ¡lcsos,

respeCtivamente.

Rodolfo Knittel: Cervecería Anwandter Hnos., Valdivia, r892.

El último indu§trial que ubicamos en un nivel intermedio es Enrique Werkmeister, quien se dedicaba a la fabricación de muebles y con§trucción de edificios. En

ambos rubros era el más de§tacado. Sus negocios tenían una proyección local y nacional. Su fábrica de muebles con taller de carpintería e§taba avaluada en 57.roo pesos, en 1899. En un nivel inferior situamos a todas las demás indu§trias valdivianas, por diversas razones: escaso capital, nivel de producción, desempeño principalmente regional o poca permanencia en el tiempo. En algunos casos la clasiflcación, Io

reconocemos, puede ser discutible, pero lo que nos interesa es deflnir una e§truc-

tura indu§trial valdiviana. Aquí eltán las fábricas de cerveza de Fernando Eimbcke y Federico Hettich, avaluadas respeCtivamente en t899, en 2r.5oo pcsos y en 3o.tloo pcsrls. 'lirdas las destilerías y fábricas de licures: la de Carkrs Schrnidt, y Cfn., avalrtada ctl cl tttistlltl año en 3l.4oo pgsos; la tlc lluflin¿rnn y St:lrnticll. vuklrittlit (lt:l'¿.()(x) ¡tcsrls; lrt tltr

Collico, ca. r93o.

lror r¡llirrro, ltfÍrbricadeladrillosdeJuandeDiosKónig,avaluadaenrSggenzo.ooo lrrraox, y lir. lábrica de jabones de Federico Zerweck, valorada en 19.6oo pesos. I rruro sl ir¡lrccia, las indu§trias valdivianas eran muy diversas en su organización

I

r

Ilr

!tp¿u'i(ht(l inSl.alada a fines del siglo XIX. A nue§tro juicio, hay rubros compler¡rrr,nr, silrirn en una posición secundaria o inferior, a pesar de su conside-

Illlh, rrrirucro, rnientras que otros a pesar de contar con menos exponentes, se ¡rrrlunllrrllur¡ cn rncjores condiciones de proyeCtarse en el futuro. Especialmente rr rl¡xlrrlrrhlc cl ¡lu¡rcl quc l,onfan los «complejos indu§triales», es decir aquellos urnf trrrlor rk'rull ivitlatles indu§l.rialcs controladas por un grupo pequeño de pertuttra, kr (lrr(, n(ln inrlica un grutkr rlc r:«lnccnl,ración indu§trial importante que les ¡trrt

trrllr, rk,u,rtr¡lr,flrrr tron cÍirricntrin ('r{l(}s n(rll(x:i«rs y obl.cncr lnayoros benefici«rs.

FABiÁN ALMoNAcID: LA

INDUsIRIAvALDfvtaNAEN su apocDo (r870-rgr4)

cApÍTULo 2: LA INDUSTRTA EN EL DEpARTAMENTo DE vaLDIvIA (r87o-1914)

5o

También es interesante de§ta-

CUADRO NO 3

car que en un mismo rubro exis-

PAIENTE§ INDUSTRIALES DE I,A COMUNA

tían indu§trias de muy di§tinta capacidad, lo que a comienzos del siglo XX llevaría a la desaparición, por diversos motivos, de las de menor envergadura. En las primeras décadas del siglo XX, el panorama industrial valdiviano experimentó cambios. En el Cuadro N" 3 se aprecia el número de indu§trias exi§tentes en la comuna de Valdivia en e§te momento. Respecto al último año anteriomente vi§to (r89r), el total de industrias de la comuna de Valdivia,

la principal concentración del departamento, había aumen-

Fundiciones

2

Fcas. Licores

5

terlía r8 industrias que pagaban patente municipal (r curtilfir, r r aserraderos, 4 molinos ayapor y 2 zapaterias)y la de Corral, 5 industrias (; liillricas de aceite y 3 aserraderos) De este modo, hubo un crecimiento signifir ¡r I iv«¡ de indu§trias en e§tas dos comunas, lo que hace disminuir la participación r rl¡rliva de la comuna de Valdivia en el total departamental, respeCto al período ¡urlr,rior.5s En r9o9, había un total de 86 industrias (las que hemos podido regisI r rr r'), rle las que z3 se situaban fuera de la comuna de Valdivia. Notable aumento rlt, lrr irrrportancia de las otras zonas del departamento. l,os datos entregados por las patentes municipales, siendo una buena referenllit, rlrrllen ser complementados con otras informaciones, ya que un número cada vÉr rntyor de indu§trias valdivianas no pagaban patente en el departamento, por

2

rdl

l,irr rr¡o9, la de SanJosé

rlu

DE vaLDIvIAs r9oo, 19o6 y r9o9, (Núunno ron nuBRo y rorAl Dn rxousrnres)

Barracas de madera

2

Curtiembres

lo

Carnicerías rera. Clase

6

Cigarrerías rera. Clase

1

Despacho de licores

3

(embotelladoras)

Fcas.

Alcoholes

Fcas. Cerveza

I

Fcas.Jabón

I

Fcas.Jabón y Velas Fcas,

Aserrar avapor con taller de

carpintería Fcas. Ladrillos Imprentay litografías Molinos MueblerÍa con taller

6

4 5

4 5

Zapateríaswa Clase 5 tado de 58 a 64, en r9oo, e§to a pesar de la reducción del número de curtidurías, que tuyieron Fuente:Matríctlas de patentes de la comuna deValdivia: r9oo, en su mejor momento a flnes de la diario La Libertad,4 y Z-7-19oo, BNSP; 19o6, en Rodemedil Espeio, op. c i p p. 223-2 32i tg og, n diario L a Li bertad, 4, 9 y ro-9r9o9. BNSP. década anterior. Además, se observa un descenso importante en los seis años siguientes, para llegar a fines dela década con un total similar que a comienzos del siglo. Como se ve, fue irregular la situación de Ia indu§tria en la ciudad de Valdiviay su entorno. La comuna de San José no tuyo crecimiento indu§trial entre r89r y rgoo; sigue teniendo 6 indu§trias (r curtiduría, r aserradero a vapor, r fca. de alcohol y 3 molinos, uno a vapor y dos a fuerza hidráulica) En r9oo, la comuna de Corral tiene 3 indu§trias (r barraca, r curtiduría y r molino) Por su parte, la comuna de Toltén aparece en el año de rgor con I molino.sa De e§te modo, sumando todas, a comienzos del siglo XX había 74 indu§trias que pagaban patente municipal en el departamento de Valdivia. Sin embargo, mientras la comuna de Valdivia mantuvo su número de industrias al final de la década, las demás comunas tuvieron un aumento importante. 1.,

tlrr ¡rnl.rrtlol

rlr'lirhrtu, r9or, rlhrkr

/t Llhrrlul,

rr r¡ r9or, llNSll

e

rr

r

rron§tituidas en Valparaíso, Santiago y Concepción. En este sentido, más que

r,§ltncamiento del crecimiento industrial en la comuna de Valdivia, lo que ha ¡t¡r'r,rlirk¡ es que se ha ampliado el lugar de origen de ellas, por los mayores ca¡rllnk,s involucrados. Además, la aCtividad industrial comienza a nutrirse de los n¡rnll cs realizados por indu§trias no valdivianas que llegan a establecerse en esos rrnnr; ri§l.as aparecen sólo excepcionalmente en las patentes municipales. frrl r¡n lado, en la primera década del siglo XX importantes industrias que f se rlel¡rrr¡luiraron en el departamento de valdivia se organizaron como sociedades t¡rr

otras ciudades. Las fechas tienden a ser coincidentes: SociedadAusValdivia (Valparaíso, r9o5); Cía. ('lrlilrr¡r rlc [,xtracción de Tanino (Santiago, r9o5); SociedadAltos Hornos de Chile (l'irr Ís, 19o6); Cia.Fca. Nacional de Sidra (Concepción, rgo6); yAstilleros Behrens (Vrrl¡rrrrirlso, 19o6) De acuerdo a estos datos, la década de rgoo es de extraordiltnr lo ¡rurnonto indu§trial, considerando los capitales destinados al sector y los rrrrr'rrrir¡r¿s en

lr ¡rl rk, Maderas (Santiago, l9o5); Cía. Cervecera

Ml

rr

u¡ rklstrrollados.

l,irr r,l ol r«¡ caso, se

e§tablecen en estos años sociedades venidas de la zona cenlrrrl, r,s¡lrrcirlmente en el rubro maderero56: la Cía. Maderera Malvoa, creada en

¡q i\lrrtrl,,,l,,r,lipot"nterdergog,SanJosé,diarioLaLibertad,zTdeagostodergog,yCorral, ee¡rl lr,rrrlrrr,

¡fi

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íd,em,7d.e

¡r¡o9, I]NSP.

ltturhlitr¡rritncrussociedadescon§tituidasfueradeValdivia,paradesempeñarseene§tazonafuejudta-

ilr,rlr,

rr[

tttrttlcruru, la sociedad M, Vergara y Cía., nacida en Valparaíso a mediados de la década de r87o, Vergara y Acario Cotapos, con el apoyo financiero de Juan M. S. Saverney. Tuvo r r ri i ll r r y yt (!n rllll r, Saverney había tomado el control de ella, el que abandonó el establecimiento hacia

e itrl r,gr

l{r

rrlr ¡xrr Mtrr:tllino

Ittri l:ilr,¡rr¡lrirnhtcn(ihaihuln,Corral.VerSaintAugu§t,seud.(1883):UnviajealaprovinciadeValdivia:

,ttt áttttt ¡itltl,ltlntlutto indultrial, Valparaíso. En los archivos notariales se consignan algunos datos de e!l¡. rrrl r ¡ rfi77 y rtllt6: ¡xrr cjcmpkr, el 16-9-1879, la Municipalidad le arrendaba a M. Vergara y Cía., el fundo t lrdiirrl¡, ¡r.r'.1 rrflol, trricnrlo quc después pasó a manos de Saverney (16-9-1829, N. zr9,vol.4z,t879,LRNA I I. y lr 7 r llllr. N,, .r;¡tt, vol. 49, ltllt l, D). lixt rañamente, G¿briel Guarda O,S.B , (r9gg): La tradición de ^ltNA dr,r (lhilo, Suntit¡1o, p. zo (parte que corresponde a la reedición l* uuluu, l'lllt'klno¡ tlnlvorsklutl Crlóllct rle rtt I t rltaf rr «('onlunlot urlnnot ltlll¡lrh'o iltllttltutlóttktos, Valdtvla, Ss, XWil-XIX»), señola que la firma de 1'erglrryl'oln¡rrrrnnilnlrlurló¡lr('lrullrr¡ln,¡lrlll4t.krrlr¡llocsoi(!rl,o. l,ll duloyrn¡rurcciór:onsignadoen

¡ABIÁN ALMoNAcID: LA INDUsTBTAvALDTvIANA

EN sU

cApít I I o

APocEo (18?o.1914)

2: LA

INDt srRtA

LN EL oePARf

4ME\To

DE

vAlDf vlA (r87o_19r4)

53

r9o7 en Valparaíso y que se e§tablece formalmente en Valdivia en rgro; la sociedad Compton y Cía., originada en r9o7 en Valparaíso, y la Corbeaux Barthon, creada en

urr rnomento previo a la creación del departamento de Villarrica, a fines de r9o9, t,l rnovimiento de carga a través de la e§tación de Pitrufquén era principalmente

Santiago en r9o8 y que adquirió aserraderos en Valdivia ese mismo año.57 Otra sociedad importante llegada en e§ta décadafirclaCía. Cervecerías Unidas, que e§tableció depósito y embotelladora de cerveza enlacíudad de Valdivia a fines de r9o7. RespeCto a los rubros indu§triales exiStentes entre rgoo y r9r4, se observa una caidaenel número de curtidurías, que de una cifra superior a 20 en r9oo, balaala mitad en r9o9. En los años siguientes la disminución de las tenerías seguirá, ha§ta llegar a no más de 6 entgt4, e§to contando incluso aquellas curtiembres exi§tentes en complejos indu§triales. Igualmente, sufre una baja el seCtor cervecero, que de + indu§trias en 19oo, queda reducido solamente ala Cía. Cervecera Valdivia (ex-Anwandter Hnos.) E§to sin contar el depósito de la Cía. Cervecerías Unidas. También tuvieron un descenso importante las de§tilerías del departamento, bajando de 6 az. La reducción no fue sólo de la cantidad de indu§trias, sino que también de la producción, la que cayó a niveles muy inferiores a la capacidad instalada. A comienzos de la década de r9ro, la producción subió pero no superó los niveles anteriores a rgo2. Por el contrario, el seCtor maderero experimenta un gran aumento en las primeras décadas del siglo. De 8 aserraderos (sumadas las barracas y fcas. de aserrar) que habían en el departamento de Valdivia en 19oo, todos de propiedad de gente del lugar, se pasa a unos 2E hacia r9ro, entre los que de§tacan aquellos pertenecientes a grandes sociedades con§tituidas enla zonacentral del país.58 El seCtor fore§tal atrae a indu§triales de otros seCtores: la sociedad Oettinger Hnos., creada en 1892, pasó de la navegación fluvial y los a§tilleros a dedicarse a la elaboración de maderas, transformándose en propietarios de importantes aserraderos y comerciantes de maderas; Federico Hettich, que había sido ha§ta alrededor de 19o6 dueño de una fábrica de cerveza, en 1909 e§taba dedicado al rubro aserradero. Un último ejemplo es Adolfo Riedemann, quien cerraría hacia r9o3 el molino creado por su padre, Federico Riedemann, y e§tablecería aserradero.se RespeCto a la aCtividad maderera, una importancia similar se repetía en el norte del departamento de Valdivia, zona de la que tenemos escasa información. En

rlr, rn¿rderas elaboradas: de un total de r.ro8.33o quintales transportados entre r,nr,r'() y noviembre de r9o9, la mayoría eran maderas (95+.ooo quintales) y durl r r r(,r r l cs (89.rro quintales).60

su trabajo (r97r):

ria,N"

"La

Economía de Chile Au§tral antes de la colonización alemana, 1645185o»,p. z5g,

llirlo-

1C,pp.2oE-342. Referencias de las compañías mencionadas en losé Plá Cárceles, ed . (r94): Impresiones dc la Rcpúblit:a dt Chile en el siglo veinte...,JasTruscott and son Ltd., Londres, pp. z8r, 376 y sgtes. La Cía. M¿lvoa so inscribió

llodolfo Knittel: A§tilleros Behrens

ns¡rr,r'lo tlc§l.acable sobre la indu§tria en las primeras décadas del siglo XX' er lrr rr¡rnt'iciritt rlc nuevos rubros indu§triales. Por ejemplo, ha§tacomienzos del si¡[r \ \, lrr rttllividad metalúrgica se reducía al nivel de talleres artesanales. Hacia tqrt¡, yrr r,x iril íitr¡ l«¡s Astilleros BehrensylosAltos Hornos de Corral (nombre con el llrur errr i¡r corrocitlir la sociedad francesa creadora del e§tablecimiento siderúrgictl tle I lr r rr I )"r Arkrntá s, en log años siguientes, tres artesanos metalúrgicos crearían

httultliorrr,r rk' lnrnaño mediano: Teodoro Burkhardt, Ricardo Michaelis y

N' 59, vol. r9ro, RC, CBRV Corbeaux Barthon adt¡uirir'r uscrrurlcros y soc. Sprónhle y Cía., el r3-3-r9o8. Más datos en capltulo 4. Todo e§to sin considerar aquellas sociedades madereras que n
58

bían e§tablecido un poder comprador en el deparl.amcnl,o, r:omo la (lf¿r. rlc Mulorrrs y llrrr¡uur, rll Vrr l¡rrr nr fro. Adolfo Riedemann en Pellegrini y Aprile (r924): l,)l pro¿4ruso uknuln ut Anulrim, vol. l, I,ltlitoritl ltÍo rh ln [)latr, Sanl.ia¡1o, ¡r. (r t.

ESte-

he¡r §r lrrrlk't. Asint ismo, hacia t9to, aparecería una fábrica de galvanización de fie-

en Valdivia, el zr de diciembre de r9ro, a

Libertad, ryo9

lllrn

57

otros

y veleros Canelos y

(ot Valdivia Antes del Gran Incendio, t858-tgog,Yaldivia r9r3).

3¡ lfiert¡r/¡r ¡l

ltlrytttl,tt l

rrlo9. llNSl,.

sq

¡le'ii, e,ir r Ailr¡'¡

ll llnv¡rll¡r'k,

FABIÁN ALMONACID:

LA INDUSTRTA

vALDtvlANA

cApÍTU[o

EN §U APoGEo (I87o-T9T4)

2: LA INDUSTRIA EN EL DEPABTAMENT0 DE

yALDIvra (r8zo-r9q)

54

rro, de propiedad de la sociedad Roepke y Fuchslocher, y después sólo del último.62 Otro nuevo rubro fue la aCtividad ballenera, que producía aceite de ballena y guano. Ubicada en Corral desde 19o6, el e§tablecimiento tuvo diversos dueños. A fines del período e§tudiado, la indu§tria ballenera mantenía establecimientos en San Carlos y Corral, y tenía algunos vapores balleneros.63 Otra indu§tria nueva fue la de produCtos químicos. Por t9o5, surge la elaboración de extraCto de tanino por la Cía. Chilena de Extracción de Tanino. Por su parte, haciargr4los Rudloffagregarian a su fábrica de calzado y curtiembre, dependencias para la fabricación de tanino, en similares condiciones.6a También, hubo intentos de e§tablecer una fábricapara la de§tilación de maderas, entre 1901 y 19oS, pero con malos resultados.65 En el mismo seCtor, continuó la fabricación de cola, a cargo de Alfredo Kun§tmann. Considerando el número de indu§trias exi§tentes, el orden que habíamos presentado para flnes del siglo XIX varía. Hacia ryr4,las más numerosas son las indu§trias de la madera y muebles (aserraderos y mueblerías), después las de alimentos (cecinerías, molinos y fábricas de aceite), seguidas por las del cuero y calzado (curtiembres, fábrica de calzado y zapaterías de primera clase) y las de bebidas alcohólicas (cerveza, licores, aguardiente y sidra) Sin embargo, si se toman en cuenta los capitales invertidos en los di§tintos rubros indu§triales, el orden es completamente di§tinto. Claramente, destacan las indu§trias metalúrgicas, especialmente A§tilleros Behrens, con capital de l.2oo.ooo pesos, yAltos Hornos de Corral, que sólo en la construcción de la siderlúgica invirtió entre r9o8 y rgrr más de 7 millones de pesos. Después, les seguían las indu§trias de bebidas alcohólicas; la Cia. Cervecera Valdivia tenía un capital de 3.5oo.ooo pesos y la Cia. Fca. Nacional de Sidra uno de 15o.ooo pesos. Más atrás, se equilibran las di§tancias entre las indu§trias de alimentos y de cueros y calzado. En las de alimentos, de§taca el crecimiento de la molinería, cuyos principales representantes, los Kun§tmann, a partir de rgro amplían y modernizan su e§tablecimiento. Entre las del cuero y calzado destacan los Rudloff, que siguen perfeccionando su fábrica de calzado con las mejores tecnologías disponibles. Paradójicamente, la indu§tria más numerosa, la de la madera, era la que menor capital ocupaba, a lo menos en in§talaciones, sin considerar las inversiones en arriendo o compra de montañas, o en transporte fluvial y terrestre. Los costos de un aserradero eran accesibles a un precio mediano, que oscilaba entre ro.ooo y r5.ooo pesos en promedio, cantidad con la no podría haberse establecido ninguna

62 Ver capítulo 3, sobre krs Roepke. 63 Iin cl trrpll.ulo 3, ul trat,¿r lu familia Anw¿ntll.cr se hacc ltt hisÍ.orio tlc lt ull,ivirlrrl bnllcrruru clr 64 Sobrc rrl lns vur r:u¡rfl rr kr 11, ult prrl,c dtxl icrxlu u l\rblo I krflilrt¡l n y krn llrrrl lofll 65 Vlt cn¡tfI ttlo ;¡. sollrc frlrgo lrcllrrrrrlx,lg.

(l¡rrul.

otras indu§trias de la época. 'orno se aprecia, entre fines del siglo XIX y r9r4, la indu$tria del departamento

rL, l¡¡s (

v¡rLliviano tuvo cambios importantes. Disminuyo la importancia de curtidurías y rft,sl ilerías, desaparecieron casi todas las cervecerías locales, mientras aumentó l,r r,lirlluración de maderas; surgieron nuevas indu§trias, como la metalúrgica, la rh, ¡rroduCtos químicos (extracción de tanino y de§tilación de maderas), la fábrir ¡rr'¡riu de aceite de ballena, la conservación de carnes y la fabricación de velas, lrrln, lts principales. Además,la indu§triavaldiviana siguió contando con fábrica rlt,r'¡rlzrdo, a§tilleros, fábricas de ladrillos, de jabón, de cola y mueblerías. l,lr suma, la indu§tria valdiviana cambió su composición y se diversificó entre rll'/,o y r9r4. Igualmente, los capitales invertidos en el seCtor aumentaron notablerri,ulc y lamayoria de las principales indu§trias se organizaron en sociedades rurrirr i nras o sociedades

limitadas.

l\ r' ri lt,imo, cuatro precisiones importantes sobre la indu§tria valdiviana. Una, r¡ttl ri¡lrrieron siendo mayoritarias las indu§trias vinculadas a la elaboración de rel ulr{os naturales, por lo que el seCtor silvoagropecuario tenía gran influencia +rtt l¡r cvr¡lución indu§trial y en los intereses de los indu§triales. Segunda, se man* Iuvir,rrrrr marcadas diferencias en el nivel de las di§tintas indu§trias, con un gru¡to rh,grandes e§tablecimientos que se separaban claramente de los demás, con Irr¡Ir kl r¡ue ello significa en capacidad para enfrentar situaciones comerciales ilrlvr,r'srrs, como la competencia de indu§trias y produCtos extrarregionales. Mur llari irrrkr§l.rias locales no tendrán la capacidad para enfrentar e§tos cambios. li,r rcttr. cs notorio en el período e§tudiado la paulatina desaparición de la indusIt l¡r ,,vrrlrliviana», a través de la creación de grandes sociedades donde el capital

rr l lr,l rc rr rr origen geográfico preciso. Llega un momento, ya observable a fines de ll rhir'¡rrlt tlc r9ro, en el que se hace difícil hablar de indu§tria regional más allá l¡r¡ lrcrlucñas indu§trias, ya por la <
tlrrr.rrkrs crrl,re la región y el re§to del país, logrado por la producción de bienes r¡rro lr,rrfrrn gran demanda en el centro y norte del país (maderas y harinas, por r,lurrr¡rkr) y ¡lrlr el aumento del transporte ferroviario y marítimo, pero también ¡rrrr ll licrrr, ¡raulatino del mercado europeo para Valdivia. E§tos cuatro aspeCtos nrrrrl¡lrrrr r,l li¡r«l de indu§trias que se desarrollan en el departamento de Valdivia, ntr ln rt,grrrrrln tlócada del siglo XX.66

I ¡¡t rllll trllrrh,¡ rll lu r,colr¡ntfrr rr¡¡r:ionrrl rr ¡rurlil rlc lr l)rinrcrn (iucrra Mundial son tratadas por Luis llirf'Hri(r0l]]i"l,ttItl¡lrrk,r9r4r()x4yolH0tlo[litlrrllr,rt(]hikr».llillorit,N" 45,v01.11,pp.433-454,ounque rlr r ¡rrl{ht rl ril lnlPlt(,lo t(,glonI l (llvr,r'¡o rk, Ir¡ li'¡l'ln(,nofl l llllt(loH.

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EABIÁNALMoNAcID:

LAINDU§TRTAyALDIVIANAEN

sUAPoGEo (187o-¡9T4)

capíTULo2:LAINDUsTRtaENELDEPaRTAMENT0DEvaLDIvIA(r87o

r9q)

56

DIFICULTADES EN LA INDUSTRIA VALDIVIANA ENTRE FINBS DEL SIGLO XIX Y 19T4

.

ll

to rlc julio de 1887 un grupo de curtidores envió a la soroFA una solicitud rllt lgklrr irl Congreso, pidiendo su apoyo a é§ta. Proponían fijar un impue§to que Ia

cxportación de cuero al pelo, argumentando que desde hacía unos dos §ñrq lrr rrrrlrrstria se e§tabaresintiendo porlos derechos de internación que debían lrrrgru I'il Alcmania, lo que les impedía competir con los precios locales y ponía Ftr ¡x,ll¡r,r'o rlc desaparecer a sus curtiembres, ya que habían disminuido o§tensiIth,r¡rr,rrlr, srrs beneficios. La comunicación era firmada por Prochelle y Cía., José Mnr i¡r ArlritsolayJorge Haverbeck, entre otros.7o llt nv¡u lr lir

LAS CURTIDURÍAS

¡l'lomo ya hemos señalado, a fines del siglo XIX las curlidurías eran la principal \-zindu§tria valdiviana. Sin embargo, su auge termina en el cambio de siglo y se inicia una rápida reducción de e§ta aCtividad.

¿Qué sucedió?

Según Blancpain, desde fines del siglo decimonónico e§ta indu§tria valdiviana enfrentó una serie de limitaciones: falta de personal calificado, aumento de sala-

rios y escasez de materias primas (cáscara de lingue, por ejemplo) A los problemas internos se sumaba la devaluación so§tenida del peso, que entre otras cosas encareció elprecio de los cueros;laspolíticas implementadas porelE§tado;el alzade los fletes marítimos (menciona el aumento del co§to de los fletes de Valdivia a Hamburgo) y el alza de los aranceles aduaneros alemanes. Como resultado, se produjo -a juicio de Blancpain- una parálisis de la indu§tria valdiviana.6T Los factores mencionados nos parecen correctos, pero la consecuencia señalada es exagerada.

El autor mencionado -lamentablemente- ha seguido las opiniones vertidas por los propios contemporáneos, los que imbuidos en el problema no fueron capaces de ver las razones de fondo tras las crisis experimentada por las curtidurías y por otra parte, consideraron definitiva la desaparición de dicha aCtividad, cuando en realidad, a pesar de su menor importancia, permaneció. Rodemedil Espejo, funcionario de la Tesorería de Valdivia, planteaba en rgo7, cito: «Desde e§tafecha (t8g8) las curtidurías han experimentado una violenta crisis con motivo del impue§to que gravó su internación en su dos mercados del Havre y de Hamburgo y del que grava la internación al país de los cueros al pelo».68 Según Espejo, el arancel había subido desde s a 3o pfenings por kilo de suelas. Aunque Blancpain e§tablece factores diversos que influyeron en Ia debilidad de las curtidurías, al igual que para Espejo, cree determinante el papel de la política aduanera alemana. Al respeCto concluye: «Cuando en ryu, Alemania consiente por fin en rebajar a la mitad sus derechos de entrada, la curtiduría valdiviana ya no exi§te».6e

La explicación de la crisis de las curtidurías por el aumento de los derechos de internación alemanes fue la preferida para los mismos indu§triales afeCtados. Era la lorma más simple de plantear el asunto. Sin embargo, creemos, que hubo otras razones más decisivas.

listablecimiento ballenero en San Carlos, r9zo.

I É sttt'ot,A k's rcspondió que la medida era impraCticable. Rechazaba los supuesltr clr,r'los r,r:orrr'rrnicos regionales que podía tener e§ta situación, cue§tión que Ftu ¡nllr r,¡ll irrrutlt ¡l«lr kls curtidores. Según e§te organismo, solicitar un impue§to g lr ur¡rollrrcirirr rlc t:ucros para f'avorecer alas curtiembres nacionales, equivalía

r¡le Irri ruolincros pidicran sc impidiera Ia exportación de trigo por el mism«r lll¡rllvo ¡rulrr lirvorcr:cr t la protlut:ci(rn de harina. E

I ire r¡rrr,lrrn rh' kls ilrrlrr¡il ritlcs lircr«¡n rlcsoídas. A eSl.os lcs quodaría la improsi(ln 67 Blancpain,

op, ¿ll-, pp. 426 y sgtes.

6tl 69

rr. tll..

I.)spOjo, op. cil.., p. tz7^

lll¡urcl)trin.

¡t. 4zt¡.

ts ll l {ñrlV,N"¡{,rlgrr¡lo,r8[Z,l,lt,.t,t7 t.trl,AlllItl¡tlt0rtlrlltrlr,n¡rtnrllrrrlrlIstltrtltr¡,

FABIÁN ALMoNAcID: LA TNDU§TRIA vALDTvIANA EN §U APoGBo (1870 19T4)

cApÍTULo

2:LAINDUsTRIAENELDEpaRaaMD¡ro¡¡v¡rolvu(r8zo¿qr¿)

58

59

que la inacción gubernativatenía mucho que ver con los problemas de su seCtor.

valían más de z marcos el kilo.71 l,lr rnisma información entregada por Ribbeck contradice en parte sus argunr.,lrlos. Decía que, paralelamente, se había producido una variación cambiaria rlt,l rrurrco, de 2,5 marcos por peso a 9o pfenings por peso, entre 1887 y r89r. E§te Irrll¡o rros parece insuficientemente considerado: si se analiza, se llega a la conr lrrririrr que a pesar de que los derechos de importación se triplicaron (según Ribln,r'l ), también los pesos recibidos por kilo de suelas se triplicaron, ya que si en un llrurrr,rrl.o se recibían 2,s marcos por kilo de suelas, es decir un peso, los marcos

En definitiva, en la coyuntura del aumento de los aranceles aduaneros alemanes, las curtiembres valdivianas (y sureñas) empezaron a cerrarse.

ltr

l¡rrl nunca

rrlrlr,rritkrs por el mismo kilo llegaron después a cerca de 3 pesos. La baja po§terior rlll |t,so es aún mayor, así que el asunto en e§te aspecto se hace más favorable. El ¡u ulrk,rna por lo tanto era menos grave de lo planteado por los curtidores. Ha§ta ll rlí¡r rkr hoy, todos los exportadores (y los economi§tas) saben que la devaluación

rlr,lrr rnoneda nacional favorece los ingresos de aquellos que negocian en el exl! rur¡r,r'o, ya que sus ventas al ser traducidas en moneda nacional les generan un lull roll

Altos Hornos de Corral, ca. r93o.

Otto Ribbeck, valdiviano radicado en ese momento en Alemania y representante en muchas materias de los indu§triales valdivianos, en informe pasado al embajador chileno en Berlín, eI z7 de noviembre de go4,le señalaba que r3 curtidurías habían decidido cerrar sus e§tablecimientos (entre ellas las dos principales, de Prochelle y Cía. yAnwandter Hnos.), mientras que las 14 que se mantenían se sostenían con diflcultades. Para Ribbeck, el motivo principal de e§ta situación eran las alzas de los derechos de importación que debían pagar las suelas de Valdivia (como se les conocía en Hamburgo a todas las suelas del sur de Chile), los que habían subido de n a 36 pfenings, a partir de r88r, y que po§teriormente se estabillzaron en 3o pfenings, desde 1888. De§tacaba que el atractivo que tenían d,ichas suclas en l,)rrro¡rt, cru $u rnuyor durabilidad y su precio, quc bordcaha los z a 2,3 mÍrrcos por kikr. IJrr ¡rrrx:io rnuyrlr htcla clcnrtsirtdr¡ curas tlril.its srulltrs r(!sl)()(llo u lrts k¡t:ttlcs, (¡ro nlul(¡rc rlc ¡x'rlr crt-

ir

nte beneficio.

lI,r,§l c modo, anue§tro juicio,elaumento de arancelesenAlemaniano fuerazón tlul('ir l)ilro el cierre de curtidurías en Valdivia, aunque reconocemos su caráCter rll, r'rryrrnl,ura adversa. Una cue§tión di§tinta es que los curtidores hayan «sobrenr'¡lr.r'ir»rr¿rdo» (término utilizado comúnmente en el presente), y creyendo que la ¡llrrirlirirr c«¡mercial tendería a ser cadavez más perjudicial hayan optado voluntar [l rn('l rl(r ¡ror abandonar el seCtor. Nos inclinamos más bien por e§ta explicación. ',1 r'l rrcf4r¡cio de la exportación de suelas hubieraperdido gran parte de sus utilirlurl's, r'«rnro se decía, no debería haber subsi§tido. Sin embargo, a pesar de la mellrr r'¡rrrli«laddecurtidurías, lassuelasvaldivianassiguieronllegandoaHamburgr A ulrcsl,ro entender, los problemas de comercio exterior, tras e§ta superficie rir ilirr'(,lirÍiir, l.ienen un papel, pero di§tinto al divulgado por los contemporáneos, y rr'¡rrlirkr ¡r«lr Blancpain. La explicación en e§te campo no es la barrera arance' lru lrr, rirro krs cambios en la indu§tria del cuero alemana y en Ia producción del nilqu ¡u rr rlÍt:u lo por otros países. No es despreciable pensar, por ejemplo, que en el ll lrr¡r'u lso rlcl auge de las suelas valdivianas los propios curtidores alemanes hayrrrr ¡rntlirl«r rkrsarrollar un produCto de calidad que terminó desplazando al protlrrr'ln trrr¡rorl,ado, y e§to nos lleva -lo imaginamos- a un cuadro en que lapérdida r[,] rrrt,n'¡rrkr ha.mburgués sería por la nivelación de la calidad de las suelas locales r lrr iirs irr¡lorlixlas. [,os cambios po§teriores en la indu§tria valdiviana nos har.¡'u lnrrsirlcr¿rr trril.a posibilidad (pensamos en la aparición de la elaboración de Frlr¡rr'lo rk' lirrrino) l)«¡r «rtra parte, extrañamente, los exportadores de suelas de ul r rrr¡ n¡rcir¡r¡r,s no r\i() viur«lrr igualmetrte afeCtados por los aranceles alemanes, lo

jr

ll,.1.iltio

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N" l,rrlrzo¡ |loli,Il), r7r

r'l1,

FABII.N ALMONACID: LA INDUSTRIAYALDIVTANA EN

cApÍTULo2:LAINDUsrRraENELDEPARTAMENToorverorIe(r87o-r9r4)

SU APOGBO (1870-T914)

r6r

que indica las limitaciones de la indu§tria nacional, débil por muchas razones.

El descenso de la exportaciones de suelas «valdivianas» (en su mayoria dela ciudad de Valdivia) hacia Hamburgo no fue tan pronunciado. Mientras en 1888, las exportaciones de suelas habían sido de 16.853 rollos (de ro medias suelas cada uno), en r8q8 (el año de mayor auge) fue de z4.oo3 rollos y en 1903 eta de ry.o57 rollos.72 En los años siguientes, a pesar de que Otto Ribbeck anticipaba que para rgo4 serían aún menores las exportaciones, Ias suelas valdivianas volvieron a su nivel normal. En definitiva, el mercado alemán no se cerró para las suelas valdivianas sino que se hizo más complejo que antes, situación que los curtidores valdivianos no quisieron enfrentar. A comienzos de r9ro, el Boletín de la sorore señalaba respecto al comercio entre Chile y Alemania: «El negocio de cueros para suelasfue difícil a comienzos del año, y meioró sólo en el segundo seme§tre. Afines de año (tgoQ los precios volvíeron a declinar a causa de las exi§tencias crecidas. De Valdivia se importaron a e§ta unos 6.ooo rollos y de NuevaYork se recibieron unos 3oo.ooo rollos...».73 Nótese la diferencia en el volumen de suelas importadas del sur de Chile yNuevaYork. De e§te modo, el alza de aranceles alemanes no explica el cierre de curtidurías en Valdivia, ni generó los efeCtos dramáticos señalados por los curtidores y contemporáneos. La indu§tria subsi§tió a e§ta «crisis». De ningún modo es cotreú.a la afirmación de Blancpain, de que hacia rgrr la indultria no exi§tía; él tomó por fuentes fiables los escritos originados al calor de una baja coyurrtural. La «crisis» más bien se produjo en la mente de los curtidores, quienes comenzaron a cetrar apresuradamente sus indu§trias ante las dificultades que se anticipaban. No fue una crisis real, más allá del cierre de indu§trias, lo que no ba§ta para hablar de tal manera. ¡Cómo afirmar que hubo una crisis!, si no hay evidencias de ruina entre la mayoría de los curtidores, ni tampoco hubo un efeCto importante en la reducción de la mano de obra local, ni menos disminución de la actividad económica regional. Para entender la reacción de los curtidores y las razones de fondo de la disminución del número de curtidurías, hay que conocer cómo funcionaban dichas indu§trias y sus caracterí§ticas principales. Uno de los aspeCtos a considerar es el alto consumo de materias primas que realizabanlas curtidurías. Según Espejo, hacia 1898 las curtidurías valdivianas habían consumido 9o.ooo cueros crudos, 2oo.ooo quintales métricos de cáscara de lingue y loo.ooo metros cúbicos de leña.7a Por su parte,Pérez Canto da unu cifra inferior de consumo de cáscara de lingue, parar8g4, de alrededor de 7o.ooo

7z ldcm. 7

¡

74

llSlr. ur1rr XXVll, N" r. cncro, rqro, l).5t. l;,slt(la, ol. t:i1., 1t. t't7,

r¡rrtrrlrrkls métricos, coincidiendo en el número de cueros utilizados.zs l'lr r .l caso de la cáscara de lingue (y de ulmo), además de su uso en las curtidur lor:¿rles, era extraidapara su venta enla zona central y norte del país en can'rT I lrl¡rrk's
krr ¡rrrcrtos de Valparaíso y Coquimbo.T6 l'¡rllicndo de r87o, aún cuando la actividad comenzó a fines de la década de ll',rr. f ¡¡ 1|q¡¡¡isnzos del siglo XX eran a lo menos 3o años ininterrumpidos de exlrlrrlrrlir'rn de cáscara,leña y cueros. Era lógico, por tanto, que se produjera una t+'iltrr'r'irin de esos recursos, o de su accesibilidad, yun aumento en sus costos. sl ¡r kr señalado se suma que paralelamente se desarrollaban otras industrias, r¡rrl' lrrrrrbién demandaban recursos naturales, y que crecía el comercio extrarrerr

glrrrrrl rlc productos agropecuarios, las condiciones se hicieron crecientemente rrrlvllsirs para los curtidores locales. Desde un momento en que eran pocos los r rrrtr¡rltrrklres de materias primas, se pasa a otro en que la tierra (sector proveerhr ) r't'r:il¡c diversas ymayores demandas de industriales y comerciantes, que conrlrrrt'r r ¡r rcorientar las explotaciones agropecuarias y sus destinatarios, en perjuir hr rL, krs curtidores. No srilt¡ creemos que la competencia por los recursos naturales locales se hizo trr¡i{ rlif'í(:il para las curtiembres, sino que la posibilidad de internar cueros crurilr¡ rft' ol ras zonas del país también disminuyó. como hemos visto al tratar del r rr¡r¡'rtio portuario de corral, dentro de los productos llegados a valdivia en el iiiltnro r:r¡a.rto del siglo XIX, se contaba una cantidad significativa de cueros salariur¡. ( 'or¡ro se verá más adelante, las instalaciones de la mayoría de las curtidurías lrrrl¡¡i¡¡r¡ llalsas, donde se ponían los cueros salados a remojar, lo que indica que ¡riu l¡ tk' uil,a materia prima venía desde fuera de la región. Los mismos curtidorr!!i, r'r)n¡o vimos en la comunicación de 1887 dejaban ver la importancia y mayor r'§r'¡rfi(¡z rlc cste producto, cuando planteaban la necesidad de restringir la exporl¡rr'lurr rkl ()ucros al pelo.

Arllnr¡is. a {inales del sigloxIX, con el crecimiento de la demanda de carne en el llrlr l('y ('crrl.ro del país, cantidades crecientes de ganado en pie salían de la región,

rlr,¡rlrrlr

¡r v¿rldivia sin los

vitales cueros. Mientras tanto los cueros del resto del

prrlli r('oricnl,aban a otros lugares: pensamos en el desarrollo de ta curtiduría en lrt rur¡r cr'rrlr¿rl, que es el lugar inmediato para comerciar esos cueros. l\ rr ol rrr ¡rarl,e, el desarrollo de la industria de la carne (cecinas y conservas) en ¡r, ¡¡'girirr y

cl rc§l,o del país, no producía obligatoriamente buenos cueros, ya que

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FAB1íN ALMONACID: LA TNDUSIRTAVALDIVIANA EN

SU APOGEO

CAPíTULo2:[AINDU§TRIAENDLDEPARTAMENToDEVALDTVTA

(I87O'

¡rn'iirlcs. Para el secado se recurría en invierno al vapo¿ para lo que estaba acon_ rlh'ionado un sistema de tubos que hacían circular dicho fluido. El secadero de l'rr¡r'lrclle y cía. tenía capacidad para 1.ooo suelas. Finalmente, se las enrollaba y ¡dl lll¿rn listas para su despacho. l,rr rcferencia anterior nos permite conocer el proceso de elaboración de suelas r,¡r lir
lamatanzapara e§te fin no implica un cuidado excesivo en la faena de despellejamiento. curtidores -así lo creemos, aunque las fuentes sobre el punto sean escasas o indireCtas- enfrentaron serios problemas de aprovisionamiento de materias primas al comenzar el siglo XX' En relación al modo en que operaban las curtidurías, citamos la descripción queJulio Pérez Canto hiciera en 1894 de la curtiembre de Prochelle y Cía', la principal de Valdivia, cito: Es decir, los

rrrris

tntiguas y por el nivel de sus instalaciones. una curtiduríareqteríacondiciones

('r¡nr
e

instalaciones especia_

l¡¡i.

Urrt de las condiciones de toda curtiembre era que debía tener una abundanlir.rrte de agua, lo que en el caso de la ciudad de valdivia era una importante vlrrlrria para el aumento de las curtidurías. Todas las existentes se instalaron a ru illirs del río calle-calle, las de collico y Las Ánimas, o en el valdivia, las de la

Las pieles pueden emplearse frescas, proveniente directamente de los mataderos, o bien saladas, provenientes de los puertos del norte.

lr

En e§te caso se procede a remoiarlas, colgándolas en unas balsas que flotan en el río. Hay allí dos balsas con capacidad para roo pieles cada una. Se mantienen en remojo unos 8 días, y pasan entonces a los pozos de cal, o cales como se les llama, que son en número de r2... con el objeto de ablandar los tejidos y poder extraer el pelo. Después de o a t4 días en invierno, ba§tando 4 en verano, quedan li§tas para proceder al depilado y al descarnado, operaciones que se ejecutan sobre caballetes de madera con cuchillos ligeramente curvos y provi§tos de un mango en cada extremo. Se lavan enseguida en el río, depositándoseles en las mismas balsas de remojo. preparadas de esta manera las pieles se llevan a los baños de coloración, colores como se les llama. Estos baños, dispue§tos en serie, contienen disoluciones de tanino, muy débiles en los primeros y cargados en los otros, siendo el último el de mayor concentración. E§tos baños son con§truidos de madera y de una capacidad suflciente para recibir las pieles dobladas a Io largo y sujetas por los extremos. Hay 16 colores que pueden contener 3o pieles cada uno y 5z para 15 pieles cada uno... La piel con e§ta operación se ha impregnado ligeramente de tanino, ha aumentado su grosor y se puede proceder al curtido propiamente dicho, que consi§te en man' tener enterradas las pieles en fosos con material curtiente durante un largo lapso

'lirla y Calle Canelos. E§ta misma ubicación a orillas del río les permitía recibir |oil nroyor facilidad las materias primas y enviar sus suelas a corral. l'.r la localización de las curtiembres, sus propietarios enfrentaron posteriorrru'rrlc la presión -en momentos de la baja del mercado europeo- de dai otro uso nl ¡¡rrckr ocupado por ellas, lo que no es despreciable para enlender las elecciones hellr¡rs. En un momento en que el río era la vía fundámental del contacto de valrllvirr t:«rn el resto del país, el interés de otros por asentarse en sus orillas crecía. N. firrlr«¡n pocos los curtidores que vieron con buenos ojos las ofertas de adquirir ¡nn sili«ls en los momentos menos beneficiosos. Arkl¡rás, la elaboración de suelas requería una serie de etapas bien definidas, lrr,rr {llrc seguidas adecuadamente aseguraban un producto dé cafidad. Era funhilrr

rlrrrrrt'rrl.al Ia abundanciadeagua,un amplio terreno, instalaciones adecuadas, el rlro rlc uraterial curtiente y el paso del tiempo.

§in crnbargo, el elemento humano no resultaba determinante en esta activi_

de tiempo.

E§tos fosos se encuentran en un extenso patio, unos al lado de otros. son grandes cajones de maderas, embutidos en la tierra, de capacidad para 5o a6o cueros. Antes de introducirlos en los pozos o fondos, se ha procedido a partir por Ia mitad las pieles. En esta forma se depositan los cueros en capas alternadas con otras de casca (cáscara de lingue molida). Se les mueve cada tres meses de unos fondos a otros, renovando la casca e invirtiendo el orden en que e§taban los cueros en el

fondo anterior, ha§ta que al cabo de 9, ro, oy aiún 14 meses termina la operación. EI e§tablecimiento tiene rzo fondos y puede curtir ro.ooo cueros al afro'77

Terminado el curtido, las suelas eran secadas colgándolas dentro dc bodcgas cs'

72

l)órcz (lurrlo. rü,

dl,, ltlt,

t'.1

t4.

rl¡rrl. rrr/rs allá de que en determinados momentos se debían ejecutar obligatoriaurnrlc r:iertas tareas. De allí que la demanda de trabajo por las curtidurías fuera lririrr, y nos atrevemos a pensar que estacional, en la medida que una vez iniciado

,l

¡rr*rnso de curtido sólo restaba esperar. según Espejo,hácia rg9g, en el mo-

rrrcrrlo r¡uc era mayor el número de curtidurías, trabajaban en ellas goo obreros. lllrlrc¡xrin señala una cifra de 5oo obreros trabajando en las curtidurías a fines

rlcl sigkr XIX.78 l,rr .unl,idad es baja si se compara con ra ocupación en otras industrias valrllvirurrrs. llacia ¡9oz los Arrtilleros Behrens empleaban a 5oo operarios, la cía.

('rrlvr'(:cru

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7oo y l«rs estahlecimientos industriales de pablo Hoffman,

r.t,¡ y lllnrrr,¡rulrr, rr¡r, t,ll,, ltlt.

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FABIÁN ALMoNACID: LA INDÚsTRTÁVALDIVIANA

EN SU APOGEO (T870-T9T4)

cApÍTUf,o2:LAINDUsrRraENtrf,

DEPARTAMENToDDvALDTvTa(r870-r9r4)

64

6S

otros 7oo obreros.Te E§to nos indica que el cierre de curtidurías de ningún modo significó una seria contracción de la mano de obra local.

l¡u r¡rcnores expeCtativas, pero sí lo podían hacer los curtidores. Año tras año, hri lr¡rt.idores podían tomar sin mayores dificultades pecuniarias la decisión de ¡rirr irlizar, ya que su capital era en gran parte circulante. Observando el capital lrrvr,r'litlo en terrenos e in§talaciones apreciamos que é§te era sólo una pequeña Iril l(, (lel total. El e§tablecimiento propiamente tal valía -en promedio- entre Io.r(x) y loo.ooo pesos, dependiendo del que consideremos, mientras que los cosllr¡ lol¿rles de las materias primas superaban largamente esas cifras. Finalmente, ll ¡rrr,r:io obtenido por la venta de las suelas de un año, pensemos en las zo.ooo de Itr ollrclle y Cía., podía ascender a zoo.ooo pesos, mucho más que el valor de todas lrt! il§l it laciones.so l'll irrrportante retorno de capitales generado por laventa de suelas, que año | ! rrq ¡uio hacía que el valor del terreno y edificios e§tuviera sobrepagado, ponía al r rr lirlrrr cn la posibilidad anual de retirarse de la aCtividad sin ningunapérdida r r,¿rl l,ir t:ondición de los curtidores como poseedores de una importante fortuna ltrrrlr'lirrio, les permitía trasladarse sin problemas a otro rubro de la economía trgirrrrirl: pré§tamo de dinero, otras indu§trias, comercio y agricultura, entre las r

¡rt

Curtiembre Schülke y Cía., r86o (después de Prochelle y Cía.) (en Valdivia Antes del Gran Incendio, t958-tgog,Yaldivia r9r3).

Otra de las caracterí§ticas del proceso de fabricación de suelas, el dilatado tiempo de espera para obtener una suela adecuada, nos permite entender la importancia de las expectativas que los curtidores se hacían sobre la suerte futura de su actividad, para explicar el cierre de muchas de ellas. Dado que :unavez iniciada la elaboración de suelas se tenía que esperar cerca de un año para su conclusión, era muy importante para el curtidor prospeCtar las condiciones del mercado. En la medida que la conflabilidad en la demanda se hizo menor, es lógico que ellos se anticiparan al posible descalabro del mercado y dejaran de producir. Además, e§ta decisión era muy fácil dada Ia composición del capital invcrtido en e§ta aCtividad. No cualquier indu§tria podía reaccionar del mismo modo ante

lrrr'i¡rirlcs.

lrol Lr tnterior, creemos que, excepto algún caso puntual,la mayoría de los curlhlorcs l ras cerrar su curtiembre no se hallaba en la ruina, por el contrario apa¡rin,n ('orno capitali§tas locales de relevancia en otras aCtividades. En el capítulo rlgrrk,rrlc sc verán algunos ejemplos de e§to. lru'ol ril parte, el cierre de la mayoría de las curtidurías no tuvo un impaCto en lril,r'¡r¡rrlr¡¡ía departamental, ya que más bien obedeció alos cambios operados en r,ll¡r I k, t'$lc modo, la «crisis» de las curtidurías puede entenderse como una rerrt l¡rrlrrcirirt de la aCtividad económica local, en beneficio del comercio, servicios, nl r¡rs irrrlrr$l,rias y el seCtor agropecuario, como se puede apreciar en el caso de rllsl irrlos r:url,idores tratados en el capítulo siguiente. Aqinrisr¡xr, una consecuencia interesante, la disminución del número de curllrhu l¡rs rkrl¡ilitó los vínculos comerciales de Valdivia con el mercado exterior, es rlr¡r'lr ¡,rrrollco, mientras crecieron los nexos con el mercado nacional. llr,apcrrlo ¿r lo último, a comienzos del siglo XX se inició la exportación a Alenriurl¡r rh'cxlraCto de tanino, por parte de la Cía. Chilena de Extracción de Tanino lrtrlt), lrr r¡rur r:«rmenzó a producir un artículo que pudiera comerciarse en Euro¡r*r, rlrrrlrr l¡r rlcrnanda que exi§tía por el material curtiente, tan importante en la r lllrlarl lirr¡rl rlcl produCto. El negocio al parecer tuvo éxito, ya que hacia r9r4 los Htulh rf 1 I ¡r rulliórr comonzaron a producir y exportar e§te artículo.8i

a!! llri!r¿ir.,r'iaorrrlr,l¡trrllolr,rrrt('tr,Il11[r(,Ikrrrrtsosrk:t:rlrlidorcsanalizadosenelcapítulosiguiente. l¡ I r lrlriir rrl(;l (k,r,rltrclo rh lrrrtltto r,tr rttrrr vlr,lrr rrs¡rlrrrririrr. Yt ul r{iflr sc habfa l.ratado de organizar 79 Vr.r'r,rrlrr¡rflttlotl,l)rrrlcs('orrfNlloltllt'ttlt,¡ttctttltttutotlrt,lltt¡

NÍTULo2TLAtNDUsTRTaENELDEpARTaMDNToDEvaLDTvTA(r87o

¡ABIÁN ALMONACID: LA INDUSTRIAVALDTVIANA EN SUAPOGEO (187O-T914)

Dichas operaciones demue§tran unavez más Ia competencia por las materias primas utilizadas que debieron enfrentar los curtidores locales, la que no sólo fue local y nacional, sino que incluso extranjera. Toáo apuntaba a la desaparición de las curtidurías locales, como auguraban los contemporáneos. sin embargo, la indu§tria valdiviana subsi§tió. Hacia tgt4, pablo Hoffmann, los Rudloff, Ehrenfeld Hnos., schüler Hnos., stolzenbach Hnos" suc. Germán Kun§tmann y Teodoro Lunecke mantenían curtidurías, demo§tranpara do que la actividad seguía siendo rentable, pero con una dura competencia nacional la obtención de materias primas yventa de sus productos en el mercado y europeo. Las curtidurías valdivianas seguirían teniendo pre§tigio por la calidad de sus produCtos, pero en un contexto mucho más complejo'

|rrntemporáneos; detrás de su elaboración e§taban los vitivinicultores de lazona de que el alcoholismo y el consi¡lrriente daño social que generaba, era causado por el alcohol de grano, mientras r¡rrc el de uva carecía de responsabilidad. El asunto se había venido discutiendo ¡rrrr largo tiempo y se zanjó de este modo. Al parecer, el proyecto de ley de alcoholes aprobado en tgozderivaba (o al meilos era muy parecido) de uno inicialmente presentado por la sorora en rggT al

..ntral del país, quienes impusieron la opinión

(

i.llierno. Al momento de su publicidad en la capital, los agricultores e industriaprovincia de valdivia, en número de rg5, enviaron al ministro de Indus-

h's de la

trirr y obras Públicas un extenso reclamo el r de septiembre de rgg7. Le señalaban r¡uc los impue§tos que se pretendían imponer al aguardiente afeüarian a la eco¡rornía del sur de Chile. Cito:

LAS DESTILERÍAS

llay que tomar en cuenta que las fábricas de aguardiente se han establecido a consecuencia de las necesidades urgentes para hacer más productivas.la agricultura,

Otro asunto paradigmático en el desarrollo indu§trial valdiviano es la situación una reducde las de§tilerías a comienzos del siglo XX. En e§te caso también hubo se responque por la situación ellas, de algunas ción de la producción y cierre de

artículos de exportación de esta provincia, han sido y son las cecinas y las suelas.85

sabilizó a la ley de alcoholes del r8 de enero de rgoz'82 Al igual que con la «crisis» de las curtidurías, se ha propagado la idea, a partir Rodemedil ae ta mismá ¿poca, de un profundo deterioro de la indu§tria de§tilera' (de ryoz) y impue§to el podían resi§tir Espejo señalaba, en 1907: «Las de§tilerías no completa, paralización ,r-rrrroron sus alambiques, enforma que hubo períodos de en que no sefabricó ni una gota de alcohol».8i Blancpain, mucho más drá§tico y concluyente, señala que hacia r9o4, como resultado áireCto de Ia aplicación de la ley de 1902, se produjo la ruina repentina de las de§tilerías del sur de chile, terminando la mayoría de ellas paralizadas.8a Nuevapor mente una visión inmediati§ta y de apego a las opiniones contemporáneas da resultado hacer de situaciones coyunturales algo definitivo' el alcohol La ley de alcoholes dergoze§tablecía un impue§to diferenciado para producsobre y aplicado alto más mucho primero el siendo de grano y el de uva, prouna sobre y se calculaba bajo más era otro que el ción efectiva, mientras de los ojos los a se ocultaron no la legislación de ducción tentativa. Los orígenes

i.

dtr

zg-9'tllllo'

la crianza y beneflcio de animares vacunos y cerdos, pues ros primeros y

A

irricio de ellos, eran estrechas las relaciones entre agricultura, crianzaybenei.ir» de animales, curtiembres y fabricación rle aguardientes, y afectándose las rilli¡nas se perjudicab a atodala economía. f

1,. recordaban al ministro la importancia de ras deltilerías como poder comtrigo en la zona,pagando en ese momento de 4 a g pesos por fanega de lr igo de roo kilos, mientras se pagaba 1,S pesos para otros usos. l,ir soFoFA, en carta al ministro de 3r de octubre de rggT respondió que no halrr'Írr t,al colapso de la agricultura locar pues ésta tenía otras vías rlir rlrrr de ¡

de desarrollo,

|orro mejorar las bodegas de conservación del trigo y aumentar el número rrrrli,os. Además, señalaba que

rrrnftt y lns l'rtmpttx,,IIttIu'rsum,vol.'.¡o, N" ¿'

84

li*lx,lo, r,/,, rll"lt tt7, llltril('l)$ltl, r,/,, r'ir,, lll),4rtt

4 ll.

de

impuesto propuesto, que dependía del grado ¡rk'.lrólico del aguardiente, obligaría a ros destiladores a produclr alcohol de alta ¡r,r'ilrlrr0ción y a exportar sus productos. para este organismo, bastaba que: er

krs productores se provean de aparatos de destilación perfeccionados a

fln de obterr.r cl alcohol de una graduación alta, despojándolo de sus principios venenosos, y srr ¡rrccio no permitirá que la gente del pueblo se entregue fácilmente a los excesos t'rryos rcsultackrs lamentamos y que son debidos al ínflmo valor que se ha llegado n rlirr ¿l ak:oh«rl mediante la destilación de materias inadecuadas yperniciosas.s6

(!r[ll vcnrl itlos, srr i rr¡l llnrfrtn be la FuentJpondríir 3o.otxr pcsos y ol otro sus conoci nr icnl.os. Si los ox t,rt(l o$ zr rlo lhril tlc ttlllt. vol.4¡,. rltl{¡' AltNAll tlcl listrrilttrit prrct:ur, Al noccsurios. ¡rrrtspcró. los cs,l.oblc<:imicnlos

8i

irincipares

tt'r ll§li, ¡r[0 lV. r¡(,lltlrI,, rrr, /rl,lll, ¡r..¡¡N.

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l),

,154

FABIÁN ALMONACID: LA INDU§TRTAyALDTvIANA

!N

§U APoGEo

(I87o-I914)

capíTULo

2: LATNDU§TRTaDN EL

Con un indisimulado desinterés por la suerte de las de§tilerías del sur de Chile,

la soror¡. afirmaba que la pérdida posible de ellas -no comprobada por los destiladores en su comunicación, según ellos- permitiría el traspaso de capitales a aCtividades más beneficiosas para la población. Lacampafia sobre los efeCtos dañinos del alcohol de grano en la salud de la población también fue una de las razones fundamentales planteadas en r9oz. Detrás de eso, el propósito de favorecer a la indu§tria vitivinícola era evidente. En Valdivia, la importancia del seCtor de bebidas alcohólicas (aguardiente, cerveza, sidra y licores) era considerable, como se vió más atrás altratar la composición indu§trial, pero fue reduciéndose rápidamente en la primera década del siglo XX. Con un máximo de r4 indu§trias en r89r, en 1909 habíacerca de 8. Entremedio, por diversas razones, desaparecieron la mayoría de las cervecerías y las destilerías, quedando principalmente las fábricas de licores, que tenían importancia principalmente en el mercado regional. Un oficio del intendente de Valdivia al mini§tro de Hacienda, de z5 de enero de r9oz, a propósito de una consulta sobre las de§tilerías exi§tentes, nos permite conocer la situación del rubro al momento de aplicarse la ley señalada. Le manife§taba que exi§tían las siguientes: la de Schüler Hnos., con r alambique y r de§tilador, cada uno con capacidad de 3.ooo litros, yproducción diaria de r.ooo litros; la de Pablo Hoffmann, con z alambiques y z de§tiladores, cada uno con capacidad de S.ooo litros, y que fabricaba diariamente 3.ooo litros; la de Fehrenberg Hnos. (la llama así, aunque es conocida como E. y J. Fehrenberg), con r alambique y r de§tilador, de 3.5oo litros de capacidad cada uno, y con producción diaria de r.zoo litros. En otro oficio, de z9 de enero de r9oz, completaba Ia información, comunicándole las de§tilerías exi§tentes en la comuna de SanJosé: la de Eduardo Manns, con r alambique con de§tiladoryque producíaent: horas 8oo litros de alcohol; y la de Luciano Becerra, con un alambique y que producía en rz horas 5o litros.87 Como se aprecia, las de§tilerías no eran equivalentes, en cantidad e importancia, a las curtidurías en el departamento de Valdivia. Además, comparando los datos de rgoz con los de años anteriores, se comprueba que hay algunas, entre las que conocemos, que ya producían menos antes de que la ley de ese año tuviera algún efeCto. La de Pablo Hoffmann, en 1894, cuando era de Alberto Thate¡ producía r.5oo.ooo litros, mientras en r9oz, según lo citado, producía un poco más de r millón de litros.88 La de Schüler Hnos., en los últimos años del siglo XIX, producía de S4o mil a 6oo mil litros, mientras en Lgoz llegaba a 365 mil litros (e§to es,

trabajando todo el

año).8e

N' 48 y 82, Intendencia de Valdivia, vol. ¡.zgz, AIINAI). PérezCanto, op. cit,, p. 15, 89 llui?,:l'e$le, ol, cit., lt,7s, 87 88

DEpARraMENro

DE

vALDtvIA (r8zo-r9r4)

69

68

lisl.o nos indica que la reducción de la producción de aguardiente y los problerr¡rs l)ara las indu§trias del sector habían comenzado antes e iban mucho más ,rlLi r¡ue un mayor impue§to sobre la producción. Por ejemplo, el seCtor debía por

r,lr, rrromento sentir la fuerte competencia de la indu§tria molinera, en plena exlrirrrsir'rn, y de los comerciantes que compraban trigo para llevarlo alazona cenI r ¡r I r krl país. Pero era más fácil ocultar las verdaderas razones tras la ley de r9oz. lil .¡o de noviembre de r9o3, indu§triales de Valdivia, La Unión y Osorno enviarlrr rrl ¡rresidente de la República una solicitud de protección para los de§tiladorr,¡, l,c rnanife§taban que rr fábricas de alcohol de las tres ciudades habían produrlrll cn r9or, antes de la ley, cinco millones de litros de alcohol, mientras en 1903 ¡rih r sc habían producido 4So mil litros. Advertían que si la situación se mantenía, ln¡r liilrricas exiStentes terminarían paralizándose. Apuntando a los objetivos de lrr lr,y rltr

rgoz,agregaban:

vinicultura del país es una idea grande y generosa, Excmo. señor; favorecerla a co§ta de la ruina de otras florecientes indu§trias, no es ni puede sr,r ¡urlítico ni patriótico. La vinicultura chilena para vivir, prosperar y hacer forI u nt, apenas si necesita hacer buenos y excelentes vinos... e§timamos que exi§ten r ¡rz()ncs de equidad, de ju§ticia y de conveniencia pública para no dejar caer todo r,l ¡xrso de una ley sobre determinadas indu§trias. Ayúdese y protéjase a unos, pero rro sc aniquilen y maten a otros, porque todos contribuyen al engrandecimiento y li¡rvurecer a la ¡rr,r'o,

r

ir¡ut:zt de la nación.eo

Nrr,v¡rrrrcrrl,c los de§tiladores, al igual quq en 1887 apelaban al efeCto que tenrlr lrr r'r.l¡r rncdida en Ia economía local, de§tacando que parte de los agricultores, rr¡r(lr.l'('r1)s. Icñadores y criadores de cerdos vivian a expensas de las fábricas de rlplurr r(li('ul,o, ya por la venta de trigo y otros cereales, y de insumos, o por la crianl¡r rh' r'r't'rkrs t¡ue se realizaba con los caldos obtenidos de la de§tilación. En r9o3,

rils

habían comprado zr mil toneladas de trigo, 9oo de maiz y 3oo de r llr¡rrl¡r. ¡rrkrnlás de z5o mil metros cúbicos de leña, y se habían criado r5.ooo cerlrtc lrrlu¡il rhrs rl

lrr ¡unl)ilro.

llr,n¡rr,r'lo tl consumo de las de§tilerías valdivianas, Espejo señalaba que en rqrrr r,llrrs «'r»rrsrrrnían zo7 mil quintales métricos de trigo, rro mil metros cúbicos rk,h'il¡r v ¡rrrgtllitrt sueldos del orden de los 275 mil pesos, lo que daba como ga§tos Iul¡rl*,¡ rk,l sctllor r.tl:l7.ooo pesos.'l I I lrrlr,rrrk'nl.c rlc Valdivia, en carta al presidente de la Repúblicade 4 de diciemlul rle r,¡o ¡. r'r'rr.linlr(r kl plant,cado por los indu§triales, especialmente ql deterio-

Oficios

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FABIÁN AIMONACID: LA INDUSTRIA VALDTVIANA EN SU APOGDO (18?O-T9T4)

ro que había tenido la producción. Apoyándose en la información de Ia Oficina del Impue§to de Alcoholes de la Inspección Provincial (entidad e§tablecida por la misma ley de rgoz), señalaba que entre marzo de rgoz y marzo de r9o3 se produjeron 488.6o7 litros de alcohol potable de rooo y zoz.63z litros de alcohol desnaturalizado de di§tintas graduaciones. Para el período de marzo de r9o3 a noviembre de r9o3, se produjeron, respeCtivam ente, z9o.8z7 y zt4.zg4llttos' Para é1, la industria de§tilera agonizabay requería una protección gubernativa, previendo que la continuación del aCtual impue§to terminaría por hacer desaparecer la indu§tria, salvo que pudiera de§tinarse la producción al mercado boliviano, región tradicional de de§tino de parte del aguardiente delazona sur de Chile.e2 Es evidente que la ley de rgoz produjo una baja en la producción de alcohol en Chile. El propio admini§trador del impue§to, en su memoria de r9o3, señalaba que la caida de la producción nacional fue de rz millones a 6oo mil litros'e3 Los grandes beneficiados con e§ta situación fueron los viñateros del país, que eliminaron una competencia que no les había permitido crecer, hecho que fue de§tacado abiertamente por di§tintos seCtores en los años siguientes a la aparición de la ley. El argumento de acabar con el alcoholismo resultó ser tan obviamente falso que nadie se sorprendió que nada ocurriera en esa materia.ea Una de las pocas posibilidades dejadas por la nueva legislación de alcoholes era, como lo decía el intendente de Valdivia, exportar alcohol' La ley de rgoz había e§tablecido el pago de una prima y la devolución del impue§to pagado a los que exportaran. Un decreto del r7 de marzo de rgoz y un reglamento del 9 de junio de r9o5, e§tablecieron los mecanismos para optar a e§tos beneficios.es Veamos como enfrentaron los valdivianos e§tas nuevas condiciones. Inmediatamente diCtada la ley de enero de r9oz, los de§tiladores de Valdivia dieron sendos poderes a Rodolfo Roth§tein, de Santiago, para que regi§trara sus marcas de alcoholes en la Sociedad Nacional de Agricultura, como disponialaley, El 8 de febrero lo hizo Pablo Hoffmann, el rr del mismo mes, Carlos Schmidty Cla. (de Valdivia y Osorno)e6 y Schüler Hermanos. EI r5, la sociedad E. yJ. Fehrenberg y

qz

BSF(1go+),pp. zg-zs.

93 Citado g+ Ídem.

en

artículo

"Ley

sobre Alcoholes», BSF, año XXII, N" 8, ago§to' 1905, pp. 451-452.

Ver BSF, año XIX, N" 24, abrll, rgo2, pp. 156-157,y Boletín de leyes y decretos del gtbierno do (lhilc, l,XKt'l¡ Imprenta Cervantes, Santiago, 1905, pp. 834-842. 96 La sociedad Carlos Schmidt y Cía. había sido creada elZ-g-t$gz, por Ctrlos Schmidl. y lirno{lo lllllo, ol primero de Valdivia y el segundo de Osorno. Con un c¿rpital tlc t47,i711,46 ¡rusrts, clo los t¡ttc St:hnrltll ¡lttlo ig.Z8q,¡Z pesos, en dinero, crédil.os, exisl.enci¿s ric li«rrcs y ¡rro¡lictlittl cn cttllc l,tts lVltttt'trtlct, tt llilltr lolotló



zo,srrplir,rrl¡ru rlirir¡¡¡lrrc. rlt9r. AllNAI).

z:



rroustRIA

EN EL DEpaRTAMENTo

DEvALDIvn (r8?o-tgt4)

r,l rll de febrero, Eduardo Manns.eT l,os de§tiladores nacionales no se quedaron sin reaccionar ante la ley diCtada. llrrcit junio de rgoz se organizó una sociedad llamada Sindicato de Destiladores

lrrrlrr§triales de Chile, a la que se incorporaron los de Valdivia. Entre mayo y julio lriry ¡roderes notariales de los de§tiladores mencionados para suscribir la socierl¡rrl señalada: el 3o de mayo de 1902, uno de Eduardo Manns a Santiago Schüler pru ir (lue firmara a su nombre la escritura de la sociedad.es Otro del 3 de julio de r,,o¿, tle todos los mencionados más arriba a Rodolfo Rothstein, para que suscrilrllr'¡r rrnos cambios a los e§tatutos del Sindicato.ee I l¡r dato interesante de e§ta asociación es que adoptó medidas concretas para ¡rrl'lrrrl.ar Ia situación, que ayudan a entender que el asunto fue mucho más com¡rlr,¡o «lc lo que públicamente apareció. En la prensa, en las comunicaciones al ( iulrir,nro y en los libros de la época, se culpó a Ia ley de producir una baja en la ¡rr orhrr:ción, pero los aCtos de la asociación demuestran que hubo paralizaciones ¡rlrrrrilit:rdas para controlar la producción y generar un aumento en los precios, o r¡trizris ularma en el Cobierno. l,ll ,, rlc ago§to de r9oz, Eduardo Francke, destilador de Osorno, arrendó su fábrir rl ll l)rl)lo Hoffmann, representante del Sindicato, con el compromiso de que esta Itu ¡rlo«lujera. El acuerdo consi§tía en que Francke se obligaba a mantener parall¿¡rrlir su tábúca, desde el r de ago§to de ryoz hasta el 3r de diciembre de r9o3 a lo m(,nori, ¡rudiendo prorrogarse elplazo. En este período no podría vender o ceder ¡tr r,r,il¿rhlccimiento o los aparatos que contenía. En compensación recibiría del \lrrrlicirlr¡ una indemnización (así se le llama) de 7 mil pesos por año, en cuotas rrt'rrsrrirlcs. Si el Sindicato decidía comprarle sus máquinas y útiles, Francke las v+'rrrh,r'Íir cn 5o mil pesos.roo llr.sr'onr¡cemos si el contrato perduró más alla de flnes de r9o3, o si hubo otros rlr¡l lrisrrro t.ipo, pero su exi§tencia nos indica que claramente la baja en laproducr klr¡ li¡r, crr parte controlada por los mismos destiladores con flnes económicos t linlÍl icos. lin el aspeCto político, ninguna de las cartas enviadas al Gobierno lrrirerr corncllt.ario alguno de e§tas práCticas: el propio Eduardo Francke había llt rtrnrkr lir t:trta al presidente de la República, de 30 de noviembre de r9o3, que §rllr¡rris rlc r:ulpar de la paralización de las fábricas a la ley de rgoz exigía que t¡¡ rr,vlrlicra ¡rronto e§ta situación. EfeCtivamente, en rgo3 era muy importante

!; ñ''r¡,¡,r.tr¡r4.iyr54,vol.l,enero-junio,rgoz,CBRV.Deaquíenadelanteomitimoslasreferenciasalart hitl tlttrth Nr ('r('u(!rl rrln los cscrituras notariales. Todas las del siglo XIX, ha§ta 1898, se encuentran en ;ltlñ.11t l,¡rr rk, lor

rrños silluionl.()s, cntre 1899 y r9r4, se encuentran en CBRV. Cad.avez que no sea así se

irifl l{¡ilri ril rl lrxlr,, qe t¡" nt¡, hlut, 9g N" ¡, vrrl ll, lrrllo rrgortlo. r9or.

ltr

N" r.1t, lr/r,rtr,

FABIÁN ALMONACID:

LA INDU§TRTAVALDTVIANA EN SUAPOGEO (1870.T9T4)

mo§trar a los poderes públicos una situa ción caótica,ya que desde julio de r9o3 se discutía en el Congreso una modificación a la ley de r9oz, propue§ta por el Ejecutivo, la que contemplaba un impue§to fijo por litro para la producción de alcohol de uva y de grano, que aunque mantenía un impue§to inferior para el primero tenía la ventaja de que é§te se e§tablecía sobre la producción efeCtiva. A pesar de los deseos de los de§tiladores, las presiones no resultaron y el proyeCto del Ejecutivo aún se mantenía sin resolver en el Congreso en t9o5.r01 El representante en la capital de los de§tiladores de Valdivia fue, a lo menos por un tiempo, Santiago Schüler, miembro de la sociedad Schüler Hermanos; así queda manife§tado en poderes dados el 3o y 3r de octubre de rgoz al anterior, por Pablo Hoffmann, Eduardo Manns y E.yJ.Fehrenberg, para que los representara en el Consejo DireCtivo del Sindicato de De§tiladores Indu§triales.lo2 A comienzos de r9o3, los valdivianos demo§traban que se habían adecuado a las nuevas condiciones. Por esa época, Schüler Hermanos daba poder a Rodolfo Roth$tein, para que cobrara y percibiera del fisco derechos que le correspondían por la exportación de alcoholes. Otro tanto hizo Pablo Hoffman, el 19 de ago§to de r9o3, dando poder al anterior con el mismo fin.ro3 Por su parte, Los hermanos Fehrenberg fueron los primeros en manife§tar la dificultad de superar las condiciones generadas por la ley de r9oz. El 3o de mayo de r9o3 reconocían deber r4.89o pesos al Banco de Chile, provenientes de una cuenta corriente y de un pagaré: posiblemente el último documento tenga que ver con el respaldo dado para el pago de impue§tos, los que eran devueltos al paso de un año si los produCtos eran exportados.roa Para enfrentar el negocio de exportación de alcohol, Schüler Hnos., Pablo Hoffmann y la sociedad de La Unión, Grau, Scholz y Cía., se unieron el z de marzo de Lgo4,pararcalizar conjuntamente la venta de sus produCtos: en esa fecha, dieron poder a Hoffmann para que negociara con alguna sociedad comercial la venta de alcoholes a Bolivia.ros

CAPÍTU¡o 2: LA INDU§TRIAEN EL DTPARTAMENTo DEvALDIvIA

l'll negocio de exportación resultaría tremendamente enredado, y refleja las ll¡rril¿tdas posibilidades que tenían los valdivianos. El 3 de noviembre de go4, l'¡rlrkr lIoffmann, Schüler Hnos. y Grau, scholz y cía. dieron poder a Rodolfo Rothiil('ir, para que firmara un contrato con José Miguel Echenique, para proveerlo rl. irlr:ohol que se exportaría a Bolivia. La mitad del alcohol sería entregado por I L rl l ruann y el resto por los otros, pudiendo cubrir cada uno su parte con alcohol r or r r ¡lrado a otros, si lo solicitado era superior a su producción.106 srlrre el mismo acuerdo, los destiladores señalados acordaron dar a Rothstein, r'l '7 tlc noviembre de r9o4, una comisión de medio centavo por cada litro que se

lt

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rort.ara a Bolivia.roT

l')lirtltivamente, el

16 de noviembre detgo4,Rothstein firmó en santiago un conprovisión de alcohol. Este negocio significaba que los valdivianos serían lrilrvccdores, no sabemos si exclusivos, del estanco de alcohol existente en Bolivia, *rrllolado en ese país por una sociedad llam ad,acía.Industrial de Bolivia. l,¡r r:«rmercialización se vió perjudicada por ra quiebra de Grau, scholz y cía. ¡r ronricnzos de r9o5. El zr de marzo de r9o5, en La unión, la sociedad se liquidó; nrllc sus acreedores estaban dos valdivianos, otto Anwandter y Roepke Hnos. l:rtlrrs irceptaron la liquidación el zz de marzo de r9o5.r08 l'ln r:uanto a los derechos de exportación de esta sociedad, pablo Hoffmann los

Ir¡rlo

«le

lr rr¡rrr'r en ro mil pesos, a pagar en cuotas. tlrr cl'ccto de esta situación fue el acuerdo de Hoffmann y schüler Hnos., del z7 r ll r r r¡r rzo de r9o5, de ceder a Enrique Fabry sus derechos para proveer de alcohol r

I r'sl ¡rrco de Bolivia, por lo que recibirían 9o mil pesos, esto es, 45 mil para HoffilrÍililr, 2s mil para schüler Hnos. y zo mil por los derechos de Grau, scholz y cía., ¡r

rirllía comprado Hoffmann.roe )rro se ve, el convenio era principalmente favorable para Hoffmann. l,¡¡ sr¡crte de ese traspaso era dudosa, ya que el 6 de mayo de r9o5, pablo Hoffilriln¡r y schüler Hnos. dieron poder a Rothstein, para que vendiera a cualquiera r

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discriminación favorable al vino y a la cerveza se acabó recién en 1916, cuando edtos dos productos fueron incluidos en igualdad de condiciones con la producción de alcoholes. VerJosé del Pozo (rgg8): Ill§toria del vino chileno, desde t85o ha§ta fto¡ Editorial Universitaria, Santiago de Chile, pp. BSF (r9o5), pp , 4gr-4gz.La

u5-r76. Del Pozo no hace un e§tudio detallado del efecto de la ley de r9oz, solamente menciona que no hubo quejas contra la creación del impue§to, omitiendo considerar el caso de los de§tiladores. 1o2 No 2sBy 267,voI. III, septiembre-octubre, r9oz. ro3 N" zro, vol, IY julio-ago§to, 1903. ro4 N" r5z, vol. III, mayo-junio, r9o3. ro5 No 47 vol. II, marzo-abril, r9o4. Grau, Scholz y Cía. fue creada en La Unión el rz-7-r9oo, «)mpuc§to p()r Carlos Hoffmann (hermano de Pablo) y Guillermo Schmidt como comandittrios, y por (icrmr'rn (iratr y'lbófilo Scholz como ge§tores, según señala el d<¡cumcnto citado, llol'f mann y Sr:h ¡rr irll hullfun cttl.o(lo orl.cs onociados, desde el r7-2-l8ll3, en l,o Unión, poru lhbri
lri nir I r¡rente, los destiladores decidieron vender sus derechos por separado. El ro rh' f rrnio dc r9o5 lo hizo Hoffmann. Lo sabemos ya que el de noviembre de rgo5, 3 (;¡r uriur (irau le exigía el pago de parte de lo adeudado, ya que había recibido de I

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una parte por la venta de sus derechos.Ilo

Ir rl il t ll I l(,flirltrl n y Sch midt a Anwandter Hnos., de un sitio urbano en la ciudad de Valdi via, el zo-z-tgg4 N" ,,r', vol, 49, tlttt4) rirti N" /. vr¡1. Vl. llovic¡¡tllrc-diciembrc, r9o4. I

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FABIÁN ALMONACID: LA INDUSIRIAVALDTVTANA EN SUAPOGEO (T8?o-T9T4)

cApÍTULo 2: f,a rNDUsrRrA EN EL DEPARTAMENTo DEvALDfylA (r8zo-r9r4)

Los valdivianos dejaron un negocio que ya no era rentable. Hoffmann, el u de noviembre de r9o5, dio poder a Roth§tein para que cancelara el contrato con Fabry, recibiendo a cambio un pago de zo mil pesos en un rnáximo de r8o días, bastante menos de lo que pretendía en un comienzo.lll Por su parte, Schüler Hnos. vendió sus derechos el r3 de julio de r9o5, según se menciona en documento del ro de noviembre de r9o5.112 El fracaso de la provisión de alcohol para el mercado boliviano se puede explicar por el ga§to de dinero que los de§tiladores debían hacer. Según la legislación

fácilidad. Por ejemplo, el z3 dejunio de 19o6, Pablo Hoffmann abrió una corriente en el Banco Alemán Trasatlántico hasta por la cantidad de 3oo ttrll ¡rcsos. Respaldó su cuenta con su principal propiedad rural, el fundo Caipulli, r,rr r,l rkrpartamento de Osorno.rr6 llrrciir rgro subsi§tían sólo dos destilerías, la de Pablo Hoffmann y la de Schüler llrros. Arnbas habían incrementado su capacidad produCtiva respeCto al año de ¡,¡n.,, lir ¡rrimera de 3.ooo a E.ooo litros diarios y la segunda, de r.ooo a r.zoo litros rll¡rr ios. La de Pablo Hoffmann se había constituido en una de las tres principales rlll ¡rrr ís: cn rgro produjo +++.SgSlitros de alcohol potable de rooo y 82.o99 litros de rrir ulrol desnaturalizado de 87", pagando 135.o58,25 pesos de impuestos.117 Como u' ,rl)r'(,('iÍI, la capacidad in§talada de la fábrica de Hoffmann era muy superior a lrr ¡ rr or lr rr:ción efeCtiva, lo que demue§tra las re§tricciones que enfrentaba por ese i lt, lo ¿L indu§tria de§tilera valdiviana. I Arurt¡rrc nue§tros datos no son abundantes, apreciamos que la situación de las rlr,¡il ilr,ríirs después de rgoz se hizo muy complicada, pero de ningún modo esa Ilr h¡t rrritrca el término de e§te rubro en Valdivia. Por el contrario, el par de inrlttal r irrlcs señalados mantuvieron su aCtividad y a flnes de nuestro período se rllrrr¡n'Íir la Sucesión Germán Kun§tmann. El elemento común que une a todos los dp¿l ll¡rrk»rcs que permanecieron era disponer de una cantidad eleyada de capitak'., l,rr li¡ h¿cer frente al pago de impuestos, obtenidos por el ejercicio de variadas rtr'l lvirl¡rrlcs económicas; indu§triales, comerciales y agrícolas, como se verá más

exi§tente, los impue§tos cancelados por produCtos exportados eran devueltos por el fisco al paso de un año, lo que signiflcaba entregar una cuantiosa cantidad de dinero, que podía ascender a cientos de miles de pesos, Ios que eran recuperados sin ningún interés. La baja utilidad obtenida en laproducción yventa, sumada al pago del impue§to, hacía poco interesante e§ta exportación. En el futuro los valdivianos se concentrarían en el mercado nacional. Por otra parte, hacia 19o6 se aprecian Ias complicaciones del rubro, con la quiebra de la sociedad de E. yJ. Fehrenberg. El r3 de mayo de 19o6, ella firmó un convenio con sus acreedores reconociendo una deuda cercana a 35 mil pesos: entre é§tos de§tacan (por sus vinculaciones con la indu§tria) Rosario Vásquez, viuda de Lopetegui, Carlos zo Anwandter, Ricardo Anwandter y Teodoro Kórner. Los Fehrenberg acordaban pagar el zE% de sus deudas,y paracancelar el otro 757o cedían en común a sus acreedores su de§tileria, con sus máquinas, útiles y terrenos en Chiflón, en el fundo Futa.113 Para comprender la inviabilidad de e§ta indu§tria, consignemos que más tarde,

el z8 de ago§to de r9o8, los acreedores vendieron la fábrica aJorge Fehrenberg, hijo de Enrique, en apenas 5.5oo pesos.l'a Por su parte,Jorge no e§taba interesado en continuar tampoco con ella, y alparecer, ya que no hayuna referencia clara en el documento, vendió los implementos de ella a fines de r9o9: elz6 de oCtubre de r9o9, Carlos Co§ta, de los Angeles, pagó aJorge Fehrenberg 6.288,34 pesos por ese concepto.rrs Interesante resultado, pues las maquinarias y útiles de una de§tilerfa valdiviana terminaron llegando a una zona vinera, ju§tamente aquella favorecida por la legislación aparecida apartir de rgoz. Una situación muy di§tinta era la que enfrentaba Pablo Hoffmann. Su fortaleza e§taba en que disponía de la capacidad económica que requería desenvolverse en el nuevo fnercado del alcohol de grano. Tenía dinero o lo podía conseguir con

ttt N" sg, idem. ttz No +8, Ídem. n¡ Nn zG, vol.IIl, rr4 r r5

m¿yo-junio, r906. N" 437,v01. IV, irrli0-rgor,ll0, r90lt. N" 4 r7, vol. V, sr,¡rl ir,rrrlrrc or'l rrlrrr', r,¡o,¡,

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EL CoMERCIo DE BEBIDAs ALCoHóLICAs

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rrrr¡c§lra de los cambios operados en la industria de alcoholes lo da el cork, lxrbidas alcohólicas en el departamento valdiviano, el que experimentó tiir¡r lr¿ursicirin en el tipo y origen extrarregional de los productos comerciados, nu'r

lin

rk' rr¡oz. ll¡r('iir rgoo, cl comercio de bebidas alcohólicas era la aCtividad más numerosa, n lrrr¡r,rrr' ¡ror la.s patentes pagadas en las municipalidades del departamento val¡f ltl'rrrr. l,Ir lir comuna de Valdivia habíat:6 establecimientos para expendio de xlr olr rl y .¡ r tlcspachos de licores. En la comuna de SanJosé, 163 despachos de berk'Elrrrris

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cApíTULo 2:LATNDUSTRTAENDLDEPARTAMENToDEvALDTvTa(t8zo-

76

bidas alcohólicas; en Ia comuna de Corral, z7 despachos de los mismos produCtos y en la comuna de Toltén, 18 e§tablecimientos de venta de alcohol.li8 A comienzos del siglo XX, para los que tenían escasos capitales, Ia actividad comercial más lucrativa era la venta de licores, vino, aguardiente, cerveza y chicha. El atraCtivo generado por el negocio, la fuerte demanda, hacía que práúicamente cualquiera se pusiera a fabricar y vender bebidas alcohólicas. Un artículo del diario La Libertad, de septiembre de r9or, señalaba que Ia indu§tria que más

aquí, el pretender una competencia a la antigua cervecería de los señores Anwandter Hnos., sino únicamente Ia conveniencia del triunfo que obtuvieron en el norte y sur las cervezas de Limache y Gubler cousiño. sabiendo que el pueblo de valdivia es atto. conocedor y apreciador de la buena cerveza sana y de buen gusto, se ha resuel_ to in§talar e§te depósito montado con las maquinarias más modernas.r2l

sin dudas, el depósito no era uno cuarquiera, por ro menos en términos vardivianos. según el rol de avalúos de la comuna de valdivia , de ryog,el valor del de_ ¡rrisito era de rct.ízo pesos, lo que lo situaba entre las instalaciones industriales r,ás importantes del departamento. En todo caso, destacamos que su valor era i rr f'erior al que tenía el depósito de la cía. cervecera valdivia, ex Anwandter Hnos. y cía., en la avenida Arturo prat, junto al río valdivia, avaluado por el mismo rol

prosperaba e ralafabricación y falsiflcación de licores, hechos sin ningún cuidado y sólo con interés comercial, algunos -según el croni§ta- sin la menor parte de fruta sino con esencias y materias nocivas parala salud.rre Comentarios como el anterior daban la razón a los promotores de la ley de r9oz. E§tas indu§trias fueron las más afectadas por las nuevas disposiciones' Dentro del cambio en el mercado local de bebidas alcohólicas e§tá la in§talación en Ia misma zona de depósitos de cerveza y vinos provenientes de la zona

rtr 204.2oo pesos.r22 l)or otra parte, más tarde, er z4 dediciembre de r9rz, ra sociedad cervecerÍas de ( lrrrrcepción y Talca, creada en rgo7, daba agencia para la provincia de valdivia a

central.

lkrdolfo Spitzer.r23 lin el caso del vino, es muy notoria la masiva lregada de productos. En agosto rl. tgog, el diario El comercio incluía publicidad del ,.recientemente abierto» de¡rrisito de la viña compañía, representada por pabro castro. El anuncio señalaba (r'rincidente con los argumentos de ros defensores de la rey de tgoz): «Los afamatlt» vinos de la compañía, enriquecen la sangre yfortffican' el sistema nerviosot».j2a A I día siguiente aparecía en el mismo diario un anuncio del depósito de la viña §r'rta Elena, cuyo agente en vardivia era Rusch y saerzer. H r+ ¿e septiembre, lirr¡rbién en El comercia se publicitaba la agencia de vinos de c. Maluenáu, ."pr"sr,nl.ante de la viña de Alberto Valdivieso.l2s li'las escrituras notariales hay muestras también de agencias de vinos. El zz

A flnes de tgoT llegó a Valdiviala Cía. Cervecerías Unidas. En diciembre, el dia-

rio El Comerclo noticiaba la con§trucción de un depósito-embotelladora de dicha compañía en la ciudad de Valdivia, a orillas del río Calle-Calle, junto a la calle Las Mercedes, el que contaba con secciones de lavado, llenado y tapado de botellas. El

diario comentaba sobre e§te hecho: Todas estas máquinas son de si§tema moderno y ninguna otrafábrica de Valdivia dispone de ellas: tienen la doble ventaja de que los operarios no necesitan mayordomo, pues los mismos aparatos funcionan materialmente obligando a lavar, llenar y tapar un número determinado de botellas en cada hora, calculado en un mil cada 45 minutos.l2o

kr

iulio de r9r3, la sociedad vinos de chile de santiago, representada por Aniceto 'rrrcha, daba agencia a la sociedad comercial Keere. y nutr, para ra veirta de vinos rk' la sociedad y de la viña san pedro en la provincia de valdivia.126 El z9 de noviOrnbre de r9r3, un representante de ra viña Hervetia daba agencia desde valdivia ¡rl srr r, a otto Martin y carros Acharán.12, por úrtimo, er z deÁarzo de ryr4,la viña tk'M' Ariztía de Melipilla daba agencia de vinos a Adolfo Liewald, quián además r

Una vez tapadas, las botellas eran llevadas ala etapa de pa§teurización, despuée se las etiquetaba y e§taban li§tas para el consumo. En edificios contiguos habfa fábrica de hielo y bodegas para las pipas de cerveza y junto al muelle, ascensor para trasladar las pipas a las bodegas. En la inauguración del e§tablecimiento señalado, el zr de diciembre de r9o7, su

(

encargado señaló: Como ultedes saben, no ha sido el objeto de las nombradas fábricas al e§tablecerce

l hhn, zz tlc diciembre de r9oz, BNSp. r lin (l io¡i{) ¿r, /, ibortad, 4, g y to de septiembre de rgos, l, I N" 451r, vol. VI, noviembre-diciembre, t9rz. r ¡ l.)irrrlrr lll (\»rcn:il\ r de agosto de r9o9, BNSp. t t'i h1ilil, r:l tlrugosloy r4 rlcsc¡rl.iornbrcrkr rgoq, IlNSp. urr N,, r67,vol. V,rclrllcrrrlrrc-rxlluhrrr. l9r:1. I r,, N,,t7ll, vr¡1, Vl. lrovlr,r¡ll¡rl rllt,ir,rrrlrlr,, rr¡r;¡, t

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rr8 SobrelacomunadeValdivia,MaIrículadcpatontosalcohólit:us,diuriol,ul.iberkul,rr-7-t9oo.yM¡tlrltrt¡lt de p¿tenles municipale s, diurio t,a t,ihe:rlad, 4 y 7-?-t<)ooi ¡lu ru Srtn Josó, lilun, tlit¡l¡ ltt llboltttl, t"N'ttttt¡rl puruCorrul,/r,/crn,dir.¡lt¡l,ttl,ihprlnrl,tl-ll-r9oo:yprrrr¡'l\tll(tt,lilent,dltt¡l¡l,ttl,lhtrlad,tt r rq l)iolkt l,rt l )l ttrrlarl, t t tltr tu¡tl llntlrrc tlc gtl t, llNS l). r¿o l)ltrlrt /r'l(hrl¡rrrfo, lt rlt,tllt'hl¡rhrrrh rto7, llNSIt. t

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FABIÁNALMONACID: f,A INDUSTRTA VALDTVIANA EN

SU APOGEO

capíTULo

(187O-I9T4)

2:

f,a rNDUsr&IA EN EL DEPaRTAMENTo DE vALDrvra

(t87oi914)

?8

de comerciante era indu§trial y agricultor.l28 La llegada de productos elaborados en otras zonas, através de los agentes y depósitos e§tablecidos, generó la desaparición de las pequeñas fábricas de bebidas alcohólicas exi§tentes en la ciudad de Valdivia en las primeras décadas del siglo

XX, y una difícil competencia en su propia casa para las indu§trias principales.

le cnreclóN

on r,.t cÁttl¡.nA DE coMERCIo, 1907

Como se ha vi§to, a comienzos del siglo XX en el departamento de Valdivia

sentido valoramos la creación de la Cámara de Comercio en Valdivia, en como un esfuerzo de los comerciantes e indu§triales de la zona por variar las lo¡ldiciones en las que ejercían sus di§tintas aCtividades económicas y como una lonsecuencia de las adversidades que enfrentaban. lif 16 de marzo de 19oz, en los salones del Club Alemán de Valdivia se reunieron r¡n rlestacado grupo de comerciantes e indu§triales, entre e§tos últimos: Ricardo kiirner, por la Cía. Cervecera de Valdivia, Pablo Hoffmann, Santiago Schüler, por Slhiiler Hnos., Gu§tavo Prochelle, Alberto Haverbecky Otto Roepke. Según el aCta r,lrrllorada ese día: l,ln e§te

r(,()7,

se

hacía cada vez más difícil desenvolverse como indu§trial: cambios en los mercados externos, legislación (o su ausencia) perjudicial, la competencia de produCtos indu§triales de otras zonas, entre otras, favorecían al abandono de e§ta aCtividad o el desempeño de fuentes alternativas de lucro, más seguras y a veces, más rentables. Para quienes e§taban dispue§tos a permanecer en la aCtividad indu§trial, era necesario variar Ia forma como se realizaban los negocios. Había una alternativa propiamente económica, indu§trial, haciendo innovaciones produCtivas, incorporando capital o ampliando los procesos produCtivos para abaratar co§tos, etc., pero también e§taba la posibilidad de generar cambios en el «ambiente» en el que se desenvolvían los indu§triales, generando condiciones sociales, políticas, legales, comerciales, etc., para un mejor desempeño de los negocios. En e§ta parte nos situamos en la línea de lo definido por Douglass North, quien de§taca que las in§tituciones políticas y económicas son los subyacentes de los resultados económicos, por lo que el sólo análisis económico no ba§ta a la hora de comprender la evolución de la economía, en e§te caso la indu§tria y los indu§triaIes. Las in§tituciones son importantes como re§tricciones formales e informales para los actores económicos ytambién los medios de su acción, por lo que su consideración nos acerca a la dimensión real en que funcionan las economías. Para North, los cambios que generan los sujetos en e§tas materias, por ejemplo, son un reflejo de los conflictos presentes al interior de una economía, por lo que mientras más seguros se sientan menos tendencia a cambiar tendrán y vicever' sa,"e

lit objeto de la reunión era cambiar ideas acerca de Ia fundación en e§ta ciudad de Cámara de Comercio; in§titución que se había hecho indispensable según unánimemente lo manife§taron los asi§tentes.130 runa

ll¡rlricudo consenso en e§ta necesidad, se procedió a discutir los E§tatutos de la orgiurización, tomando por modelo los exi§tentes en ese momento en Chile, es¡rlliirlmente los de la Cámara de Comercio de Talcahuano. Se resolvió crear una r.orrrisií¡n de cuatro personas para redaCtar dicho documento, en la que participó ¡Lrr¡ llicardo Kórner. A ir. segunda reunión, elzz demarzo dego7, se integraron nuevos interesados; lnllc t:llos los indu§triales Luis zo Rudloff (del rubro calzado), Carlos Schmidt (rL,slilador) y Germán Borneck (impresor). En e§ta oportunidad, la comisión rerlirr'lort de los E§tatutos señaló que el documento elaborado se basó en los similan'ri rkr ()oncepción y Talcahuano, por ser los que mejor se adaptaban a las necesirlirrlr,s t¡ue vendría a llenar la Cámara de Comercio de Valdivia. Después se leyó el ¡r,yl(1l o de E§tatutos, el que fue aprobado en general. Al comenzarse una leCtura rl¡'l¡rllirtla del texto, respeCto al artículo r', Luis z'Rudloffpidió lapalabra, cito: f

¡rirlrr rnanife§tar que creía conveniente se comprendiera a «las indu§trias» en las rlis¡rosiciones de e§te artículo. No habiendo oposición se aprobó e§ta indicación, ¡rrorl

ilicándose el proyeCto en el sentido indicado...».131

I ir ¡rro¡rrrulta de Rudloffera muy importante pues significaba que Ia Cámara tentoruo nrisi«in hacer todo lo que propendiera albien del comercio e indu§trias,

rlr l¡r

rtll llrs uttl,oridades y particulares. E§ta comunión de intereses entre comercianl¡r¡ r' irt«ltlil rialos nos señala la ausencia de diferencias esenciales o confliCtos enIr l nr rir,los rlcrlicaclos a di§tintas aCtividades económicas. En parte ello se explica rr

128

No E, vol.

II, marzo-abril, r9r4. Detrás de e§te mayor comercio de vinos

se encontraba el aumcnl,t¡ d
superficie nacional de§tinada a viñedos y el incremento de la producción. Enl,rc l902 y t9rz, las h(x11.Ír(tol destinadas a uvas subieron de 29.76+ a 56.7t8, y la producción aumentó dc t.o6t.97z h(x1l.ol¡l ro$ o 1.438,'¡9il heCtolitros. Ver Jo séPlá Cárceles, op. cit,, p, lfu. Considérese quc unas décodr$ ontun, ttn tlltl3, su ¡rrtxlut:lan 4r7.ooo heCtolitros. Ver Del Pozo, op. clf,, p. ro4. 'lirda cdLL cnormo Jrroducr:ir'ln sc t:on rt¡ ln ftt tt tr»¡¡ lcltzo¡ tlcl siglo XX casi com plctrmcnl.c on cl mcrt:tttlo inlcrno, /r/.¿r¡¡¿, p, ¡(¡5.

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CAPÍTUf,o 2: LAINDU§TRIAEN

por la inexi§tencia de sujetos únicamente dedicados a un seCtor económico específico, más bien, la norma era que muchos e§tuvieran en ambas aCtividades o tuvieran vínculos familiares o contraCtuales con aquellos que se dedicaban preferentemente al otro seCtor. No hay en e§te momento una categórica distinción entre ser indu§trial o ser comerciante, ya que ambas funciones se complementaban. Por un lado, muchos indu§triales eran comerciantes, o lo habían sido, yviceversa, muchos comerciantes eran indu§triales o lo fueron. Por otro, ambos grupos se necesitaban y aquellos que se dedicaban exclusivamente a la indu§tria o al comercio no podían ser indiferentes con lo que le sucediera a los otros. Una situación de e§te tipo, que puede tener origen en la movilidad empresarial de los valdivianos o en la carencia de una «identidad seCtorial», ha sido vi§ta por algunos, revisando otros casos, como una condición común a la realidad latinoamericana de la época.132 Creemos que ello es comprensible por las consideraciones ya señaladas y no tiene alcances determinantes en el éxito o fracaso de una aCtividad. La ausencia de especialización, una de las eyidencias más notorias de e§tas aCtitudes, no es por sí misma fuente de debilidades; por el contrario, algunos han planteado que ju§tamente Ia especialización es demo§tración de aquello que se supone puede evitar, una menor capacidad de reaccionar adecuadamente a los cambios que experimentan las economías en el tiempo. En e§te sentido, es la diversificación la manera más segura del éxito, aunque en muchos casos pueda ser el éxito del sujeto frente a la depresión de un seCtor económico en particular, como hemos anunciado y quedarámás claro en el capítulo siguiente.l33 Aprobados los E§tatutos, se eligió el primer Consejo Administrativo dela Cámara de Comercio, que dirigiría la organización por un año: entre sus ro miembros figuraban los indu§triales (o ex-indu§triales); Ricardo Kórner, el que obtuvo la mayor cantidad de votos para integrar el Consejo, Pablo Hoffmann, Otto Roepke, Santiago Schüler y Luis zo Rudloff. Es decir, Ios indu§triales tuyieron la mitad de la representación, por lo que no fue solamente una cue§tión simbólica la

EL DEpARTAMENTo DEVALDIVIA

lrr|hrsión de lapreocupación por el bienestar de las industrias valdiyianas en los llrrr,s «le

laCámara.

lk'specto a las funciones de la organización, los Estatutos consignaron que ella .rrritiría informes solicitados por las autoridades o particulare, *br" cualquier rl'runlo mercantil o industrial, ya fuera sobre legislación, usos o costumbres, y r|ttt¡iría información relativa a los intereses mercantiles, marítimos e industrialr"'. l'rtlrían ser miembros de ella todo comerciante, director o apoderado general rh'r'¡il¿rblecimiento comercial o industrial, banqueros, armadores de valdivia y r rrrrk¡uier persona con conocimientos comerciales de la ciudad de valdivia y las r'r'f 'rrirs. como se ve,lacámarapostulaba a ser una organizaciónque

agrupara a cmpresariado local.l3a lrrrt'rir de los industriales ya mencionados, se incorporaron como fundadores rl' lir (liirnara de comercio los industriales:Jorge Anwandter, pablo z" Hoffmann, Irrix llrdloff, Rodolfo skalweit, Ricardo zo Anwandter, carlos Bartsch, carlos I r rr L r

ll

ir lrrrcirlcr yJorge Schüler.

l'rr krs años siguientes, la cámara se constituyó en un obligado actor de las disprogreso valdiviano, como cuando se estudió la creación de una .slrr.iri, de ferrocarriles en un punto céntrico de la ciudad de valdivia, en Ia zona rl+, l¡r .irllc Los canelos, ya que la construida a fines del siglo xIXhabía quedado en lrr¡ ¡rlirrrras de la ciudad. Finalmente esta idea no se concretó. En una que sí tuvier r¡'riorrcs sobre el

rrrr lr'§rf ft.adospositivosfueenlademandadeuna canalizaciónadecuadadelrío lr I i v ir, v ía fundamental par a el comercio y la industria local.r3s

\'¡r

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rru*tmrusr3z

Menno Vellinga, en su artículo «Industrialización y burguesías indu§triales: comentarios finales», crr Mario Cerutti yMennoVellinga, comp.$g8g\: Burguesías e Indultria enAméricaLatinayEuropaMeridional, Alianza Editorial, Madrid, pp. 273-29o, señala que en América Latina hay una tardanza en la organizrclón sectorial de las economías, que se expresa en que los intereses industriales son defendidos originolmont€ por las Cámaras de Comercio, como resultado de la mezcla de intereses. r33 Immanuel Waller§tein, comentando el desarrollo capitali§ta definido por las obras de Fernand llruurlul, es categórico al afirmar que es falso considerar la tendencia a seCtorizarse de los hurgucst:s o cmprrrturlttr como una situación normal en la evolución capitalidta, ya que para Wallerdtcin, llraudcl con o(ji0rto: «pons claramente de manifie§to que los grandes capitali§tas siempr€ tratan de abarcurlo todo: cl rrtgor:io, ln ¡lro. ducción, las finanzas, Sólo teniendo casa propia cn todos los timbitos puctlc os[)(]rrrs(! r:onrcgrr i r vonl llat monopolí§ticas. Sólo los fracasados sc cs¡recializan, y ósl.os srilo so¡r r:o¡ncrciunlc¡ o irrtlr¡r,ll ri¡rkrr», r'rr l/rlr¡ let:ciónsobrt lIillorla, l,]dil.orir¡l Mr¡rtdrtkrri. Mmlrirl, r994, ¡r, rott. l\rrrr Wr¡lk,r'§lr,irr, rrrris r¡rrr,rrrlrrrrynr ll rxlr liz¡rrlrx.

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FAB1ÁN ALMONAClD: LA INDܧTRIAVALDIVIANA

EN SU APOGEO (18?O-T914)

(rs7o-r9r4)

CAPITULO

83

cAPÍTUro 3 LOS INDUSTRIALES DEL DEPARTAMENTO DE

VALDIVIA

(r8zo-rgr+)

f-1 fi I-.1

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nsru cRpÍrulo vARrAMos EL oBJETo DE NUEsrRo r¡lrrnÉs DESDE EL indultrial a los sujetos dedicados a la aCtividad industrial. Son dos

scCtor

,,n¡on res distintos de una realidad común. Con el primero, hemos podido *¡tlr,t:iur la importancia de las indu§trias dentro de la economía valdiviana, así lrrrro su evolución y los problemas más significativos quela afeü.aron en el peI l¡¡rkr c¡itudiado. Sin embargo, las limitaciones de una consideración de este tipo trrr ¡rrrrnriten captar toda la diversidad y amplitud del fenómeno industrial en la rlurrornía valdiviana. Como hemos señalado al final del capítulo anterior, los inrltr¿l li¡rlcs no e§tán ni se sienten separados del re§to de las aCtividades económir'¡u, lx lr l«r que un e§tudio de «la indu§tria valdiviana» termina siendo una visión nllllL'iosa de una realidad económica y social que se escapa de las rigideces de prt, r'rrurlr«r. Un acercamiento di§tinto e interesante es a través de las personas derlllrrlrrs u la indu§tria, pues ellas evidencian las manifestaciones de una aCtividad r¡rre rc rkrscnvuelve en un conjunto de intereses no industriales, frente a los cuales hr¡ llrrlrr§l,riales no son más que una alternativa de lucro frente a otras más o melurs rr,rrlubles, en un equilibrio ine§table. La indu§tria mirada desde la perspeCtivrr rL, krs suietos nos adentra en fenómenos como el tránsito de los intereses em¡lrerrrrirrkrs, que se mueven en un contínuo que se extiende entre distintos rubros llrrlu¡ll rlrrlcs pcro que también, sin mayor dificultad, puede llevar al comercio, a lll¡ ¡r,r'vicios o a la agricultura. También, la consideración de las historias indiviallah,r rros ¡rcrmil.c conocer aspeCtos poco claros por Ia vía del análisis seCtorial, r,onro hrs orf¡¡cnos dc ciertas indu§trias, las caraCterísticas concretas con las que lultrlrttll¡urt lus ilrdr¡$l,rias, el papcl de la tradición empresarial familiar, las ralttlt¡¡t rlt'r:krrf r¡s ¡thrtnrlonos o por ol c:ontrario, del éxito de la aCtividad indu§trial. llt llcl¡»rlrtu,nlc, cl c¡tlurlir¡ rlc kls lltdt¡r,ll riulcs ¡rcrmitc obtencr información varia-

cApÍTUf,o 3: Los INDUSTRfALEs DEL DEpa{TAMENTo

FABIíNALMONACID:LAINDUSTRIAVALDIVTANAEN§UAPOGBO(T87O-T9I4)

DEyALDIvIA

84

( tos r)o era

lo suficientemente determinante como para hacerlos definirse como l¡rrlrr§triales. l)cl.rás de e§ta denominación subyace la falta de especialización sectorial que vn lrcrnos de§tacado, la que no sólo consiste en desarrollar conjuntamente activirl¡rrlcs económicas ubicadas en rubros diversos, sino que también se expresa en el r otrlt'ol que los que se dedican a la indu§tria casi exclusivamente tienen sobre la ,rrrcrcialización de insumos yproductos. En este caso, estos industriales, al con-

dapara entender las potencialidades y limitaciones de las indu§trias valdivianas en el período e§tudiado. Nos dedicaremos en e§ta parte a analizar la evolución de un grupo de industriales entre t87oy r9r4, tomando aquellos casos que nos ha sido factible reconstruir con mayor amplitud y certeza, y que a la vez son buenos ejemplos de la historia común a los indu§triales. En cada caso se incorporan aspeCtos relacionados, tanto Ia participación de otros sujetos, vinculados por contrato, sociedad o lazos familiares al personaje e§tudiado, como referencias a temas que ayudan a comprender ciertas situaciones, por lo que cada hi§toria individual o familiar no es vi§ta únicamente como la biografía del sujeto o su familia sino que como un trozo de la hi§toria indu§trial y empresarial valdiviana a través de los sujetos.r36

,lrrr la provisión de materias primas y la venta de sus productos, participaban ivirmente en el comercio y se sentían tanto industriales como comerciantes. I',r't'icmplo, en el caso de los curtidores, la compra de cáscara de lingue y cueros I

r

¡rr'l

Irl l rl stls indu§trias les permitía poder ser también vendedores a otros curtidores los lnisrnos insumos.

rll

l,rs que se autodefinían con algún oficio artesanar eran aquellos que tenían capital suficiente para sostener una industria sino que contaban con ililir lr'oparación técnica en el rubro. Había curtidores, cerveceros, hojalateros y rro srikr el

CONCEPTO DE INDUSTRIALE§

J Jn asunto previo a dicho e§tudio es aclarar

el concepto de indu§triales con «indu§triales» con que se califica al grupo L,/ el que se trabaja. El apelativo de incluido en e§te capítulo es una etiqueta que nosotros les otorgamos. Llama la atención que en la época e§tudiada dicho término no sea el que regular o mayoritariamente se daban los sujetos aquí considerados. Es claro que Ia expresión no gozabade aceptación mayoritaria entre quienes realizaban alguna aCtividad indu§trial. Una buena parte de ellos se denominaba <
136 Para una consideración de la sociedad local en su conjunto, vcr Rodrigo Arrya (zrxr(r): (ihilutos, httllll. ches e inmigrantes. Arcaísmo y modernidad en Valdivia. úg6-t926, tcsis ntn¡¡ísl cr r,rr

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Chile, Santiago. r3z Además de las denomin¿cioncs quc aparocon cn los documcntos ¡rolrrrirrlcs, lln inlcresrnl{,rlrx'rrrrr¡nlrt

dcl z4 rlc cncro rlc ¡tltlll, llNSl'. tlorrtk,sr,lrr s¡rlicilrrlrr rrl r,I,r1lor sr,ilrrl¡rr rrr ollllrr.

lo¡ro i¡rrlr§lrirrlcs, ¡rrrrlorrrlnrrrrrlo r'l r¡so ¡lr,l linrlrr¡ «r'o¡rrlr¡'lrrrrlr'"

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rrrlrrlrrul.

ni(:cros, por ejemplo. Entre estos existía un grupo que había hecho el tránsito rL"irk' l¿r actividad artesanal a la industrial, lo que explica la conservación de la rf ¡rrrrrrrinación artesanal como prueba del éxito económico alcanzadoypara desIrrr'¡rlsrr mayorpreparaciónenlaindustriarespectoaquieneslacultivabandesde r ,u

I'r Ir)si(:i(in de comerciantes o rentistas. Pero también había algunos que la utili,rrlr¡ur s¡n haber sido nunca artesanos del rubro, habiendo llegado directamente

l

l¡r rrrrlustria, ya por tradición familiar o por contar con el capital para abrirse |rrlio ('lr la actividad industrial. Entre estos se encuentran muchos de los hijos de hr,, rrrnrigrantes germanos: siendo sus

padres quienes establecieron industria o rrrr|r'r:it» de importancia, los que utllizaban preferentemente el califlcativo de ,.r orrr|r'rriantes», ellos, recogiendo la formación familiar, se autodenominaban

r

r ¡¡rrro

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itt'lcsanos.

r'¡rso rlc e§tos «artesanos»

Ilama a error si uno no está advertido de los negotenían; por el tamaño de sus negocios en verdad eran industriales, r|l o s(' sonl.ían artesanos, Eso ocurre con algunos miembros de la familia Haverlr'r l y Arrwirndter, por ejemplo. Destacamos este hecho pues tomar al pie de la tr,l¡,' ¡,' rlcn«rrninación artesanal que se daba un industrial, en unavisión idealista ¡lr.rk' lk'vlrnos a creer que muchos de ellos eran hombres de éxito, que habían rlrrr L r r'l srr ll.r¡ r:ualitativo de artesano a industrial, cuando en verdad no era así. De ¡lgrrrr rrrorkr, ut,ilizaban el término artesanal para lograr cierto respeto social en ¡,1 ¡t'rrlirkr irrrl.criur, cuando en realidad su llegada a la industria había sido más rllr rr'lrr y ru(lnos sacrif icada de lo que se quería hacer creer. ¿\r['rrrris, url rc kls r¡rrc sc dcnonrinaban como artesanos, aunque vinculados a lrl lrl{rlrl('(l¡t(l rlc irttltlrll riits, lt¡tbfit tlgrrnos que ciertamente lo eran y en esa calirlttr l, ¡rot st t ¡rrr'¡ltt rtttrit'¡t¡ l órrtt ir'¡t. sc l¡tlrftn u lit
FABIÁN ALMoNACID: LA INDUsTRIA vALDIyTANA EN sU ÁPoGEo (187o

j9T4)

cApíTULo3:LosTNDUsTRIALEsDELDEPARTAMtrNToDEvaLDIvIA(187o-r9r4)

87

ban indu§trias. Pasaron de artesanos a industriales no por el éxito propio, como lo mencionamos más arriba, sino que por su asociación con un capitalista. Excepcionalmente, había algunos que se calificaban permanentemente como indu§triales, entre los que se cuentan personajes muy diversos; especializados en algún rubro, diversificados pero que tenían su asiento principal en la industria, artesanos enriquecidos y técnicos vinculados a la propiedad de una industria (ingenieros, obreros califi cados, etc.) De tal manera, nue§tro concepto de indu$triales busca englobar a todos aquellos que se dedicaban a Ia aCtividad industrial (como propietarios o con algún grado de dominio de la propiedad de ella), tal como hemos definido a la industria en el capítulo anterior (descontando los talleres artesanales), independientemente de si lo hacían exclusivamente o dentro de un conjunto de otros negocios, y también sin considerar cómo ellos se definían, eliminando la connotación capitali§ta o artesanal del sujeto industrial, que alude a la forma de su llegada a Ia indu§tria o a la mayor o menor preparación técnica que tenía. Así, nuestros «indu§triales» son los ge§tores o propietarios de las industrias definidas en general en el capítulo anterior. Sin embargo, aunque utilizamos un concepto amplio de industrial, todo lo anterior nos sirve para e§tablecer que estamos frente a un grupo heterogéneo. No queremos ocultar de ninguna manera que hay modos diferentes de ser industrial en Valdivia. E§tas diferencias, expresadas en el uso de autodenominaciones dis-

indu§triales que enfrentaron las diflcultades experimentarlrrs por la indu§tria valdiviana y terminaron alejándose de la aCtividad, ya por el r.¡r,l rc de sus e§tablecimientos o por suventa a otros. Todos corresponden a indusIr lrlcs de la elaboración de suelas, cerveza o produCtos de la carne. La denomin¡r('i(in de «pequeños» tiene su fundamento en el tamaño de sus indu§trias, pero r,llrr rro quiere decir que sean sujetos de escasa fortuna perSonal, como veremos. llt,l análisis de e§tas hi§torias surgen evidencias interesantes' Por ejemplo, esln\ (.itsos demue§tran la atracción que genera en di$tintos sujetos la indu§tria r rrlro rregocio. EncOntramos artesanos, comerciantes y agricultores incorporánrIrtr, ir e§te rubro, en un momento que la indu§tria aparece abierta al ingreso de allr,los con grados variados de califlcación. Aparece como poco determinante el r,lt'lrr'¡rl.o conocimiento, aunque no ausente. Por otro lado, estos personajes marrllir,sl tn el papel de la tradición y la dimensión temporal en el desarrollo indusIr i¡rl. lirnto porque hayuna continuación de algunas indu§trias en manos de dislill¿ts l)crsonas, como porque algunos de los casos corresponden a los inicios de f¡ilrtrt.rrs que perduraron por varias décadas en Valdivia. EStas últimas considetil(.loncs son importantes para afirmar que no hay espontaneidad en Ia aCtividad lrulr¡sl ritl, ya que toda indu§tria siempre, o casi siempre, se vinculaba a ejercicios yor'Íit son ejemplos de

¡lll lliorcs o se su§tentaba en pequeños e§tablecimientos ya creados. En e§te senllrl r, r,¡il os hechos permiten coneCtar di§tintos nombres en una misma situación I r'nlr'¡un¿rr un tejido que a primera vi§ta aparece desagregado.

tintas respeCto a sus aCtividades, no son poco importantes a la hora de explicar cada una de las hi§torias consideradas en esta parte. Para algunos les será más fácil abandonar la indu§tria, mientras otros persistirán innovando. Una u otra deci-

sión tiene mucho que ver con la importancia adjudic ada ala qctividad industrial y el papel que juega ella dentro de sus intereses. No es lo mismo considerarse un «indu§trial», que un «comerciante» o que un <<artesano». En las denominacioneg anteriores hay una di§tinta especialización, interés lucratiyo, tradición familiar, diversificación o compromiso con la aCtividad industrial.

NTqUTÑOS INDUSTRIALES: RECONOCIMIENTO DE SU APORTE

¡l-lomenzamos por aquellos cuyos nombres generalmente constituyen un d¿rl,o \-¿aislado en los textos, de los que se sabe muypoco o nada, pero quc sin enlbar. go representan adecuadamente una forma de desenvolvimienl,«l incluril,rial y lo suerte de parte importante de la indu§tria exi§tente en cl tlcparl.irrncnl.r¡ rlc Vukll. via en e§te período. A pesar de ello, sus hisl,orias cn gcrrcra.l csl ár¡ iruscnlcs rkr lns posiblcs rcc«rnslruccioncs dc la historia indr¡sl

ritl.

r¡rr«'prin«:i¡lullur,nlc sc lxrstn tlnlostr¡ts«lslrtlst:tlllttcitlosytttítsinr¡lorltrrlcsrlrrkrsgrrrrrrk'sirrrluÉl rink,s. l,rrrr¡t-

FEDERICO SCHMIDT Y ENRIQUE SCHMIDT138

Anrlros irr«lustriales son desconocidos, pero sus aportes permitieron la exi§tencia ¡l¡, ¡rr,r¡rrcirts indu§trias que más adelante encontramos en otras manos. El ele-

Iu,rrlu lur¡lrin entre los dos es que sus indu§trias se desarrollaron relacionadas a lrr rrpr i|rrllr¡ra, de un modo di§tinto en cada caso. Ir olrirlrkrr¡lente, don Federico Schmidt, desde la década de r85o e§taba asociado r lrr r¡rr lrriri¡.«kr 't'eófilo Fritz, de La Unién, para girar en los ramos de curtiembre I r rr ni('{,rfir, a l.ravés de la sociedad Federico Schmidt y Cía.t3e E§ta sociedad se t¡lr¡rluvo lr¡rsila cl zt de enero de ú79, cuando se disolvió, quedándose Schmidt lrrr r,l r,§lirlllcr:irtticnlo de curtiembre y terrenos y edificios de la Isla Teja" y con la¡r ¡'i lrilr,rrci¿¡s «lc cue ros crudos y en beneficio, y con un poco de ganado. Fritz se

itt r¡¡' ll,ry IlrHrir |l¡rrr,illr,s('o, ¡xlt ltl tttetttts r¡tl(! (x)lloz(ltrllos, cntrc amhos. tis I rqr(l¡ r ¡rr l,rrltrr lrt lt/,. rl th (lr ¡lgorllo rh, rlt¡;7, Vcr Itrgr,lrorg St:ltwtrrzcnbcrg (tq8Z¡9tt8), «Regidtro lr¡r, N,,¡ llrr,rrrrrovrllrirrrh,ln¡oll¡rllrlrllSllrrrrkllylrtllzrr,lrlzor,ltTtlt'tttnyttrlt'lt{?o,N"89,vol.Jl}.lli7o.

de

FABIÁNALMoNAcID:

LA INDU§TBTAvALDIvIANA

EN sU APoGEo (T87o-T9T4)

quedó con todo lo demás; sitios urbanos y rurales en La Unión, y con la mayor parte del ganado vacuno, lanary caballar de los fundos rú§ticos. Como el valor de lo adjudicado a Schmidt era superior al valor de lo dado aFrltz, é§te último también se quedó con los créditos por cobrar en La Unión y con hipotecas que les debían Roepke e Hijos, Santiago Florín (de La Unión) yJorge Haverbeck.rao Como se aprecia, una sociedad que había girado unida en la aCtividad indu§trial y en agricultura, además del comercio y pré§tamo de dinero, se separa quedando cada socio con una parte de los negocios, siendo los indu§triales para Schmidt. Después de manejar sus negocios por un tiempo, el rz de febrero de r88+, don Federico vendió el e§tablecimiento de la Isla Teja a su hijo Pedro Schmidt Fritz y a Guillermo Wóerner Schmidt, en 3o mil pesos, de los que se pagaron r4 mil al contado y el re§to quedó a plazo.lat E§te aCto fue la formalización de un control que en los hechos había sido previo; Schmidt y Wóerner manejaban e§te negocio ya desde ago§to de 1883. Es interesante con§tatar que los compradores repiten el mismo esquema de negocios de la sociedad de Schmidt y Fritz, e§to es, realizar en conjunto la aCtividad indu$trial y la agrícola. El r de marzo de 1884, Schmidt y Wóerner se asociaron para dedicarse a la curtiduría y agricultura, siendo el primer rubro de cargo de Schmidt y la agricultura, además del comercio y contabilidad de la sociedad, de Wóerner. El capital corrrespondía a U mll pesos, puestos en partes iguales, ade. más del e§tablecimiento de la Isla Teja.ta2 La necesidad de contar con una propiedad rural significativa para sus negocios los llevó a adquirir a Julio Pepper, el 9 de marzo de 1886, el fundo Santa Marfa,

ubicado en SanJosé, en ro mil pesos.Ia3 E§ta sociedad se mantuvo ha§ta fines del siglo XIX. En la disolución, Pedro Schmidt quedó como propietario exclusivo de la curtiembre de la Isla Teja, mien. tras Wóerner mantuvo la propiedad del fundo Santa María.Iaa En e§te momento se rompe el desarrollo tradicional de la curtiduría familior, ya que Schmidt mantuvo por algunos años su e§tablecimiento funcionando indo. pendientemente de los negocios agrícolas. Hacia r9oo, la curtiduría de Pedro Schmidt tenía un capital de r5o mil pe$os y

r4o

Nn 24, vol.4z, r879.

14r N" 69, vol.49, 142 N"

1884.

tl4, ídcm,

r43 N" r44. v0l.53,

rtllt6. Scgr'¡r ol l.u§l.ontrrnl0 rlc.fttlius l'o¡r¡ror, rlol z(r rlc jrrrrirl rkr rllg¿, rl rllnur0 rh odlx vÉntl

lirt¡tl vol.76, tlkl4.

t44 l)r'rlottrrrr,tuor

in li,r'lt¡t r,xrr'l¡r rlr, l¡r rllroltrcklrr rh ln ¡oll¡rlrrrl Sclrrrrlrll y Witr,r'rrr,r'.

capíTULo

3:

Los TNDUsaRTaLEsDEL DEpARTAMENTo DDvALDrvra (tB70-

lrtr(hr(:ía r.4oo cueros.las Retomando la vinculación tradicional de sus negocios a hijuelas en hectáreas, además 'lrL, rrrr virporcito, todo por 3o mil pesos.1a6 llir.iir rgro desaparecería la curtiembre de pedro Schmidt y éste se volcaría a la ,l'l ivirlird rural. |,,r'srr parte, don Federico se había alejado delplano industrialpero siguió lir irg'i«:ultura, el r4 de agosto de 19o6, schmidt compró aJosé Rudloff, lrr¡r«1. San Ramón, Angachilla, que totalizaban más de goo

tl.rrrkr ¡rresencia en la actividad económica. por ejemplo, el z de noviembre

te-

de ¡¡r¡ ¡, k' ¡lrestaba zz mil pesos a Gustavo Fehrenberg, quien se dedicabaprincipalr¡rr,rrll it I comercio, deuda que en t9o3 era de z4.goopesos.raz

l l r'¡rs«r ¡r'|

cle Enrique schmidt es distinto, pues mientras Federico y su hijo pedro ¡io('irrron con otros pararealizar conjuntamente negocios industriales y agri_

rf

*lrrn. I('ro teniendo predilección por lo industrial, don Enrique fue un artesano, rL'r,¡r,ris i rrdustrial, con una clara preferencia por la adquisiáión de propiedades r ur,tl(,s. rkt las que llegó a tener una cantidad importante. ',r'p,riu l)uulo Pedersen, hacia rg66, Enrique schmidt, después de trabajar en la r rrr lk'rrrlrrc de Germán schülke en la ciudad de valdivia (la primera y la más im_ ¡*rrlrrrrl. rle todas las existentes en el departamento de valdivia), ,L i.rstuló lrut frsri «krnde fundó su propia curtiembre, la primera del lugar.ras A juicio "., de

Hhu('l).¡., son varios los artesanos germanos llegados a valdivia, que después l¡, lr¡r.r'r' r:i.rta fortuna se internaron en la provincia de valdivia (o e, ta zona d.e

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rlil('il ll

y se transformaron en propieiarios rurales.rae La particularidad de es que no sólo se hizo terrateniente sino que además creó su Itl ulrl¡r iltrluSl ria. I

í¿r)

^ rlrlrlr('s«:hmidt

illrrr¡rr. l¿r, curtiembre se mantuvo por mucho tiempo, la principal ocupación tft'rl.rrr lirrrit¡ue fue la compra de tierras, en la que destaca uro de los nom"ó^o ht.o ,r¡is r.¡rctidos en las escrituras de las últimas décadas del siglo xIX. En el

t rllrtl I tl( ) si¡¡rr

icnte daremos algunas referencias de ellas.

. il¡r.rrr fi,.srlelsigloXIX,aromenosdesderg94,suhijocarlosestabaacargode lrt r i,lirlrrrí¿r.r5') El rr de noviembre de rg96, carlos schmidt Bopp se asociaba con I rr r lr rri !! ¡'f ¡¡ig para explotar la curtiduría de SanJosé, con un capital de 37.r34,2r ¡r,rr,r, rl. krs r¡uc zt\.634,rr pesos correspondían al primero, por concepto de edif

tt- tlltr tl,r t'r,rrlr¡rl rk,lislrrlíslicrs(rc¡or),p.t9r. ti¡ \ I l', vol. lV, jrrlio ¡rÍ1orllo, t9o6. II: l! tí4,,vo1.,/,t',tl{(,4.y5.(¡-1903,N,,177,vol.III,mayo_junio,r9o3. ['r l',!lirf'¡'t¡f¡'¡¡¡'¡¡(tt,r'¿l:iliilt¡iurt'\turlrxérthMnriquinafts¡Tttgoo),EdicionesuFRo,Temuco,p.364. t¡u lllrrr¡r lú\,ttlt'(ll.,lt..lutt.l,rtttttyttrfttrlr,Irscok¡rrr¡srkr'li¡lllr,l,rn«r,panguipulliypaillaco,porejemplo, Ilre'rrr ¡'ltl ltr l¡l¡lr y ll{t)lr llllrrrl(¡¡ r'¡t Vnhllvl¡r. llllrtllll,r'irlor

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3o, ¡ir,',r'Nrrl\lrrrrlll¡rrl¡, 1'irrr,rr¡,r(k,srnforri,rNr¡.¡,rlllrir l,uli,nl«l,rrr¡,rrgrslrrlrrttg4,llNcl).

FABIÁN ALMONACID: LA

fNDU§IRIAVALDIVIÁNA

cApÍTULo3:LosrNDUsTftraLESDELDEpa&TAMENToDEvaLDrvra(r8zo_r914)

EN SÜ APOGEO (T87O

93

Por último, el 5 de mayo de 1882, Mauricio Mathias vendió su curtiembre a los hermanos Fernando yJulio Lopetegui, en t6 mil pesos.'66 Los Lopetegui seguirían manejando la curtiduría por el re§to de la década. De e§te modo, como señalamos más atrás, Ios anteriores resultan ser propietarios en di§tintos momentos del mismo e§tablecimiento. El hecho no es poco importante, ya que de§tacarlo permite rescatar el papel jugado por un desconocido Mauricio Mathias en el desarrollo de una tenería específica. No pocas veces se repiten situaciones de e§te tipo en Valdivia, en las que los ge§tores de una determinada indu§tria aparecen olvidados, al conocerse sólo momentos precisos y po§teriores de dichos e§tablecimientos. El cambio de dueños no es sólo un cambio de nombres, sino que refleja el di§tinto origen de quienes llegaban a la indu§tria. En e§te caso, Mathias era un comerciante, un burgués, que desarrollaba múltiples negocios, buscando obtener en un

al comercio, alana'

sentido clásico los mayores beneflcios posibles: se dedicaba vegación, a la indu§tria y a la agricultura (todo en una escala respetable, pero no sobresaliente). Por el contrario, los Lopetegui (además de ser chilenos antiguos enla zona,lo que también los di§tingue del inmigrante Mathias) venían de Ia apreciará, no habían sido simples agricultores. En diciembre de r89o falleció Fernando Lopetegui Mena, casado con Rosario Vásquez. Ambos eran originarios de la ciudad de La Unión. Según su te§tamento' de unos años antes, Lopetegui al casarse invirtió 3.5oo pesos en el negocio de mo' linería. Con e§ta aCtividad adquirió una casa en la ciudad de Valdivia. Declaraba tener 21 mil pesos invertidos en una curtiduría, junto con su hermano Julio, 5OO cabezas de ganado lanar amedias en La Unión y 40 yuntas de bueyes en arrien'

agricultura. Sin embargo, como

se

do.167

Después de Ia muerte de Fernando, su viuda mantuvo una sociedad de hechO conJulio, quien se hizo cargo del manejo de la curtiduría. Un inventario de los bienes de Fernando Lopetegui, realizado el z5 de febrerO de rgg3, por orden delJuez de Letras, nos permite conocer la composición del po' trimoniá de e§te curtidor.168 Fuera de la curtiduría en Los Canelos y casa en calla Beauchef, en la ciudad de valdivia, tenía cuentas por cobrar a 4 personas, por 3¡9 pesos; documentos por cobrar a 18 personas,pot 7.o75,g3 pesos, entre los que 8o' tresalen 4 mil pesos que le debía Rodolfo Beckdorf, también curtidor por la mlt'

rilrr ri¡rr)ca, y z.o31,g5pesos que le debían camino y Lacoste, una importante casa |orrrcrcial. El re§to eran pequeñas deudas de personas con las que tenía contratos lrru ir lir crianza de ganado o arriendo de bueyes. Asirrrismo, se detallan ro contratos con distintas personas para qianzade ovirrf ri. lx)r unas 736 cabezas (más de lo que señala en su testamento), por l«ls que se Ir¡rH¡rron un total de z.zzo,zgpesos, l,r¡ irnterior deja en claro que los Lopetegui mantenían un pie en la actividad grirlr(l('ra, de la que además de obtener beneficios directos, por el aumento de su tttrrlrr gtnadera, obtenían insumos para su curtiduría y venta a otros (la lana que ¡p ,irrci¡ba de los ovinos). La curtiduría era una prolongación de su experiencia ¡tr'r,rlr t'iit.

[l rk's¿rrollo de la curtiduría o destilería junto con la crianza de animales era llli rlr l, y la hemos visto en más de un caso; de este modo la industria se realizaba lrrr

rrriryores beneficios, pues se aseguraban insumos y se aprovechaban los mate_ lnk"r rk'scchados por la industria, como los caldos obtenidos de la fermentación rL'r r,rr,¡tlcs. l

lrrlio l'úrcz canto, quien visitó valdivia hacia rg94, señalaba que la curtiduría tl¡, lulir¡ l,opetegui funcionaba desdehacíaz}años, lo que no se confirma con nin-

¡llrl

rk' k»s datos que poseemos. contando desde la fecha de su funcionamiento «10 Mathias, tendríamos zo años: PérezCanto registró que la curtidurÍa lellrr r lrirlsa, 4 cales, ro colores y 57 fondos de curtido; que consumía 4 mil quinletlq rrrrilricos de cáscara de lingue al año; que tenía bodegas, secaderos, molino t !!u rf ¡olor: t¡ue trabajaban en ella de tz a r4 operarios y producía 3 mil cueros al Ftf f il¡ilr(,s

Éñ,, ""' I ¡r hr,('i('(lÍr(l de hecho que existía entre Rosario vásquez yJulio Lopetegui terñllrrri ¡l r. rkr rnarzo de r9oo, quedando el último acargo del activo ypasivo de la

Fltrllrlur fir. rccibiendo la viuda 5g.rc4,87 pesos, de los que q.S¡g,43pesos corresptlrllnrr rrl virkrr del terreno.iT, Por unos años más, Lopetegui mantuvo funcioñaltrL r lir lu ll,irlr¡ría. t r! e,'¡r' nronrcnto, la fortuna de Rosario vásquez era respetable. El 14 de marzo ဠlt¡,',,, rlio ¡rrlrninistración sobre parte de sus bienes, avaluados en7g.6z6,g4pelBt, rr qrr lrcrrrru,n«r cardenio vásquez: consistíanen64.137,67 pesos en capital e in-

§rrar, rrlrt'rlil,ttkrs en pagarés e hipotecas, y 14.488,87 pesos

en dinero efectivo. había dado su cuñado, de lo que se deduce que el lr$,,1" nrr ¡rrr rlc o¡r la curtiduría y terreno se le había cancelado mayoritariamen§lt rl¡ rlt¡ urr,rtl os prlr cobrar.¡71

S

166 No169,vol.46,r88z. 16z Te§tamento al final vol. 66, l8gr. 16g Al final vol.22,1893. Dentro de sus bienes, fuera de lo mcncionrtlt¡ [li'ts

trril¡t, llrtltÍlt ttt.5oo ¡x'nor tlo ll gttltrtltt, lotrt lVlllÉl esposa, entregados por sus padres como anticipo de herent:ia, y 3t I ¡xrsos ittvcrl ltltts t'lt V,áoqrcr, suegro ¿e t'crnando Irrpctegui, urir r¡rto tlc ltts lrt¡l¡tllrcs ¡¡lt'rr ritro¡ tlc lrr legiórr, rk'tllt'nrltl ol atá¡ "l

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Tanto el capital de la viuda como el de su cuñado , unavez que pararizó la curtiduría, fue pue§to a interés en manos de terceras personas. eueda en evidencia que al cierre de la curtiembre, la familia Lopetegui mantenía un importante capital obtenido con su ejercicio, el que se conservó y se preltó a diferentes personas. Más atrás hemos planteado, al tratar de la curtidurías, que la disminución del número de curtidurías no significó la ruina de los ex curtidores, los que trasladaron los recursos obtenidos en esa industria a otros flnes. Este caso es una comprobación clara de esos dichos.

Julio Lopetegui hizo importantes mutuos a partir de esos años, por lo que el capital surgido de la aCtividad indu§trial terminó invertido en el comercio valdiviano. Los más importantes: el 4 de noviembre de r9o8, prestó aJosé Schnettler rg mil pesos; el 4 de febrero de r9ro, a santiago Adriasola, ro mil pesos; el 16 de febrero de r9ro, aJosé Maechel, 8 mil pesos; el u de mayo de r9ro, a Enrique poehler, ro mil pesos; y el z6 de abril de r9rr, a Patricio Aguayo, 8 mil pesos.r72 En su te§tamento, del zr de diciembre de rgn,Julio Lopetegui avaluaba su propiedad de Los canelos (edificios, muebles y útiles) en r35 mil pesos, ra que legaba a su mujer Rosenda carrasco.173 como se ve, el patrimonio de Lopetegui no había sufrido ningún reyés serio con la paralización de la curtiembre. Después de e§ta fecha, hasta el término de nuestro período, todavía aparecen otros mutuos : El z de septiembre de r9r3, prestó 14 mil pesos a Aníbal González; y el z4y zg de diciembre de r9r3, respectivamente, z mil pesos a Dionisio yergaray 5 mil pesos a Ismael Obando.rTa La calidad de pre§tamista deJulio Lopetegui no fue única y como veremos fue la opción regular de varios industriales que cerraron sus establecimientos a comienzos del siglo XX.

CONRADO HAFFNER Y FEDERICO HETTICH

conrado Haffner es el desconocido gestor de una industria. Artesano, hasta rggg aparece dedicado a la fabricación de ladrillos. El z9 de octubre de 1888 se comprometía a vender ladrillos a Anwandter Hnos., que en ese momento se encontraba recon§truyendo con material sólido parte de su establecimiento industrial: se le pagarían 19 pesos por cada mil ladrillos entregados, puestos en su fábrica del cru-

r72 N" 2(), vtrl. Vl, nttvictnbrtt-dicicnrbrc,

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D¡ valDtvIA (r8Zo{9r4)

junto al río calle-calle) Haffner

mil ladrillos

se reservaba el

Alberto Thater y otros ro mil para chililr'il('ilsi clc su producción restante los Anwandter tendrían prioridad.l7s Nuevar¡rrrrlr'. cl z de mayo de 1889 hizo otraventa aAnwandter Hnos., estavez de todos L,r lrrrllillos que fabricara durante un año: le pagarían el mismo precio anterior, Ir,rrIr,r¡tIo prohibido venderle a otros.176 l\r' r'sc entonces, Haffner también estaba dedicado a la fabricación de cerveza. I rr lr,,¿rl.rícula de patentes del departamento de valdivia, de mayo de rgg9, pagaI rrt rrr I cr l.c por una fábricade cerveza y no por la otra.r77 ¡ Ál ¡rirlccer, abandonó la fabricación de ladrillos por estos años. posiblemente, pl ,rrrrrrcrrl.o de competencia le hizo cambiar de actividad industrial. Hacia rg9r, h¡rlrírlr t:rr¿rtro industrias de este tipo en la comuna de valdivia: la de Guillermo I rt'rh'r'ir:l¡, la de Juan de Dios Kónig (la que perduró más tiempo), la de Enrique a

r

htirrr¡i y

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de Emma Schelhasse.lTs

lir ¡lrovisión de ladrillos a Anwandter Hnos., Haffner fue reemplazado por Irr,rrr rk' l)i«ls Kónig: elzz de agosto de rg9o, éste firmaba contrato lu "o, "..u.""r rr Ir |r' r n año. Recibiría 23 pesos por cada mil ladrillos que produjera.rTe ya desde rurl.s rlrrl contrato exclusivo que tuvo Haffner, entre el zr de septiembre de rggg y nrrryo rkr rttttg, Kónig había vendido ladrillos a los Anwandter. La relación de KóIlg loil krs Anwandter se mantuvo hasta el término de las obras en la cervecería: ¡,1 rrll ilrro contrato fue del z6 de octubre de rg9r, cuando se prorrogó por un año el rr

ttr,t(lo r¡rrc tenían.l80 i ¡r lrrri¡ nza que signiflcó p araJuande Dios Kónig el contrato con los AnwandI.r, l. ll.vri a organizar una sociedad con Bras capel, el 6 de diciembre de r89o, con rl llrr rlc cxplotar unas canteras existentes enla zonade Angachilla. Tuvo corta rlt¡t rr.irin, ya que la sociedad terminó quebrando el z de julio de rggr.lsr l',1 rrulrrcnto de las construcciones sólidas en la ciudad de valdivia generó la a¡rrrr i.irirr rlc varias fábricas del mismo tipo. El zr de julio de rg9r, para explotar rtr

rrrirlrrirs cn la misma zonade Angachilla, se creó una sociedad entre Enrique \','i,i v ¡¡',¡,'r,.o Riedemann, con un capital de g mil pesos, en dinero, máquinas

I r I l¡ r.. r'rr ir

\" rr ,.r, r,,1. ¡, ¡X¡t¡. \'' ,,,1. v(rl, (t(r. ttlllg. lfl,l lrf I rt Vtnlal,5dcittnioder8gg,BNSp. l\l,rlr¡r'rrf¡rtlt'lritlctllcsdt:ltcomunadeValdivia,rsgr,diariolaVerdad,6-6-tggt,BNsp,Recordemosque

r,trtlrl¡t rll Vrlklivi¡t ltt inlt:grithln lrs subdckrgaciones urbanas de Las Mercedes y San Francisco, parte rri rr I r' I arr I lt' l¡t citttltttl rlc Vrrklivirt, y lrrs rrr rrrlus rlc La 'l'cia, Angachilla (donde estaban la mayoría de estas I

¡9oli; N',3o2, vol. l, mrrro li,lrrr,rrr, r,lto; N,' ¡'¡tr, hlrrtr; N,'77, v9l,

DEf, DEpaRTAMENTo

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TABIÁN ALMoNAcID: LA tNDUSTRtA vALDIVIANA

CAPíTULO3:LOSTNDUSTRTALE§DELDEPARIAMENIODEVALDIVIA(T87O.T914)

EN SU APOGDO (187o{9T4)

97

96

un interés anual del

y útiles.t82

r rrrr

Según Pérez Canto, en 1894 Ia fábrica de Voss y Riedemann era la mejor del rubro en Valdivia, con máquinas especiales para mezclar y fabricar los produCtos y motor, elaborando 36 ladrillos por minuto. Tenía dos hornos, que cocían 56 mil ladrillos en total. E§tos hornos consumían z mil metros cúbicos de leña. El secado se hacía en un edificio de tres pisos, que tenía una capacidad de 6o mil ladrillos de una sola vez. El secado duraba de i a 4 semanas. Contaba con 20 operarios y producía 6oo mil ladrillos al año. El año anterior a la visita dePérez Canto, había

de cerveza que en la mayoría de la lrtlrliografía figura siempre como de Federico Hettich, en realidad fue de Conrado llrrllrrcr, quien en su calidad de padra§tro se laterminó vendiendo en condiciones trnlir josas. Cuestión importante que a veces se olvida: el papel de la tradición fairrtliirr cn la formación de indu§trias, como hemos vi§to yveremos en e§te libro, es nrirrlro más determinante que la labor de un sólo individuo. Lrr rtrcntablemente para Hettich, la suerte de las cervecerías valdivianas fue advrr ur ir comienzos del siglo XX, por la llegada masiva de vinos dela zona central rlul ¡rirís, por el crecimiento de la cervecería de los Anwandter y por el e§tabler hrrlr,rrl.o de un depósito de la Compañía Cervecerías Unidas. Mientras en 19oo rr{l ¡rlr¡ur la de Anwandter Hnos., la de Gerardo Hóene, la de Conrado Haffner y la rlr lkrr'¡rke Hnos., en r9o7 sólo sobrevivían las de Anwandter Hnos. y de Federico llr,l I ill¡. lin r9o9 ya no funcionaba la de Hettich, a lo menos ya no pagaba patente

vendido a 20 pesos las mil unidades.183 La sociedad se disolvió elzT de marzo de 1899, quedando el aCtivo y el pasivo de ella para Voss.'84 Volvamos a Conrado Haffner. Por lo anterior, es comprensible que haya aban'

donado ese rubro y pasara a la fabricación de cerveza. Pocas noticias tenemo§ sobre su eventual desempeño como cervecero. El 16 de enero de 1895, Haffner y su esposa Ana Elisa Richter, arrendaron a su hija§tro Federico Carlos Hettich Richter la fábrica de ceweza que poseían en EI Crucero, en las afueras de la ciudad de Valdivia, por el valor de r.6oo pesos anua' les, obligándolo a asegurar contra incendio la propiedad por 15 mil pesos.185 E§te es entonces el origen del vínculo de Hettich con la indu§tria cervecera. En los años siguientes seguiría manejando la indu§tria familiar. En la matrícula do patentes de la comuna de Valdivia, de 1899, Hettich aparece pagando patente por

una fábrica de cerveza.186 El 8 de mayo de r9oo, encontramos a Hettich pre§tando 2.5oo pesos aJuan Ter. cero Momberg, comerciante e§tablecido cerca de la e§tación de trenes, junto a lá, propiedad de la familia del pre§tami§ta.t87 El z3 de mayo de r9oo, Hettich adquirió lapropiedad del e§tablecimiento cerve. cero. Fallecida su madre, se le adjudicaron bienes por el valor de 68.635,5o pesol¡ recibió un terreno de 6z.69g metros cuadrados, edificios, máquinas y utensiliol de la fábrica, todo avaluado en 67.647,go pesos, además de r.7oo pesos donadot por su madre y otros 2875o pesos que debía entregarle uno de sus hermanos (te.

nía ocho en total) Como su parte, por mejoras introducidas en el e§tablecimien. to y porción de herencia, ascendía a ú.285,66 pesos, quedaba con un exceso da 5o.34g,34 pesos, que debía pagar a sus hermanos, juez partidor y a su padradtro Conrado Haffner, al que debíapagarle 4o.558,97 pesos, en el plazo de cinco afloo y

r82 r83

No 442, vol. 66, 189r. Pérez Canl,o, op, cit., pp. tz-18.

r84 No z8z, vol. I, enero-junio, t899.

N'¿g, vol. ztt, rtl9s. rtl6 Llistio l,a l,iborkul

r85

rtlT

N" 47r, vol. l, rrrrrro

r.¡

tltr jttllo dc tltg(), ltNSl'.

lurkr,

tr)r¡o.

8%,188

Itrr lo anterior, queda claro que la fábrica

¡rlr r,llir,¡lorelcontrario,ahoraé§tesóloteníauntallerdecarpinteríamovidopor tttrlr ¡tt i rrit a vapor.rSe I rrs t'iunbios que enfrentaba,

llevaron

a

Hettich arealizar otros negocios. EI z8

rlu ngor.ilo de rgo3, arrendó a la sucesión de Manuel Agüero Vio el fundo rú§tico Mru'lrrrikrlf u, ubicado a orillas del río Calle-Calle, por 8 años, al precio de zoo per¡r¡ rrrr,rrsrrales en el primer año y 25o pesos mensuales después. A partir de ese

tlrr¡rrr,r¡lo se dedicó a la elaboración de maderas y muebles, por lo que pagaba de la lfxf nrl(', r:omo veíamos, en 1909. Finalmente, el zz de mayo de r9o4 adquirió los milpesos, de en el fundo señalado 47 vlrrrl¡r rk'Agüero,Juana Gallaghe¿ e hijos, 8% anual'reo interés de qrrr, ¡rirgrÍ r6.500 pesos en efeCtivo y el re§to en 7 años, con I a ¡rro¡riedad que tenía Hettich en El Crucero era extensa y había incrementadrr ru v¡rkrr desde que la e§tación de ferrocarriles quedó junto a ella, en 1899. E§te Irnltlnt(lu¡o le permitió acumular con el tiempo una fortuna considerable por la trll rr rl(, ¡lct¡ueños lotes, así como utilizarlo para pedir dinero a terceros. I'l r I rk, itrnio de r9o4, tomó mutuo de ro mil pesos con Carlos Krahmer, hipoler ¡rrrr!r srr ¡lropiedad junto a la e§tación. El z5 de septiembre de 19o6, vendió a Felrlrr lkrllinitnn un sitio de roo metros cuadrados en ese lugar, en 3.5oo pesos' El (curtidor), a 7 rkr lrnrio rkr rgo9, recibió un mutuo de 5o mil pesos deJorge Martin a irllrrá pluzo I 9% de interés anual, hipotecando su propiedad junto a Ia e§tación, lil r¡rrr' ¡u' rrttrncione nada de su cervecería. Por otra parte, el 7 de julio de r9ro, t'ottt ¡rrftr llrrllircr lc pre§tó 15 mil pesos, a 5 años y 8'/o de interés anual, por lo que

tt¡ ¡" ¡ I r. /,/,vr, lf6 ttÉtrtrrrlnrlr¡rrtr,rrl¡xr[.lnrrr¡rrr¡rnrlcVultlivia,rgoo,diarioLaLibertad,4yTdejtliode$oo,Ídem,:-9og, a t I I I' rlr! ¡(!l)ll(,¡¡¡l¡¡1'¡11, ¡r¡rtg, rlirtrio l,a l,ihtrlad,llNSl'. Bs N ! i r. vrrl lV. lulkr lrA{rrtlo, t()oil y N" qq. vol. lll, llltryo-illnio,

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lnBIÁN ALMoNAcID:

LA INDUsTRIA vALDIVTANA EN SU APOGEO (T87o-T914)

capÍTULo

3:

Los rNDUsrRrALEs DELDEpAETAMENTo DEvAf,DIvIA G8zo{9r4)

98

hipotecó el fundo Muchailelfu, en Calle-Calle.1e1 Hettich terminó viviendo como un renti§ta, de los beneficios que le daba su propiedad cercana a la e§tación de ferrocarriles y de la venta de su propiedad rural. El g de diciembre de rgro vendió el fundo Muchailelfu a Guillermo Scott, excepto los animales, máquinas de aserrar y otras, enseres, las sementeras que faltaba cosechar y la madera arrumbada, en un excelente precio: 16o mil pesos, de los que recibió zo mil al contado, 65 mil los recibiría antes del 15 de marzo de rgrr y el re§to en cuotas de 15 mil pesos, con interés del 8% anual, a partir del g de enero de rgr4.1e2 Como se ve, el precio de la venta fue cuatro veces mayor al que había pagado seis años antes: e§te ejemplo demue§tra claramente el incremento que comenzaba a tener en Valdivia el valor de la tierra. Seguramente, Hettich nunca ganó tanto en la cervecería como lo que obtuvo por la venta de e§ta propiedad rural. Evidentemente, utilidades como la anterior desincentivaban cualquier interés fabril posible, a lo menos como dedicación exclusiva. En una zona que experimentaba un auge agropecuario, la indu§tria tenía una dura competencia para atraet capitales y hombres. Ha§ta donde sabemos, Hettich no volvió a dedicarse a la actividad indu§trial.

FERNANDO EIMBCKE

Indu§lrial cervecero, sus manos con el

cuya

Aet, r¡rrcda

claro que la compra de la propiedad y cervecería se había hecho prin-

l¡rrrlrrrcnte con dinero de Fernando Ohde, el que po§teriormente sería conocido r rrr lirkrr con e§tablecimiento en Las Ánimas, a orillas del río Calle-Calle, al norte rh' l,r cir¡clad de Valdivia.res r

l ¡roco tiempo, Hóene incorporó como socio de hecho en la cervecería a Ferfábrica no anduvo muy bien, al igual que para todos los que ¡r.Auriuf el rubro como pequeños indu§triales. El r4 demarzo de 1892, Gerardo llrr,rrr, y liernando Eimbcke le vendieron su e§tablecimiento a Teodoro Eimbcke, lhrrlr{, (lc liernandoi en 4o785,26 pesos, correspondiendo r5.o89,r7 pesos al terrerlr y r,rlif icios yel re§to a máquinas, útiles ycuentas por cobrar. Que la sociedad no r\

rr¡ur{h) l,:imbcke. La

irrrlrlrr rurrlado bien lo demue§tra el hecho de que los pasivos ascendían a 26.453,63 (,n csa fecha.le6

lllrr.r

lrrrrk»'o Eimbcke era un de§tacado comerciante, del que tenemos informasrrcltas, como en un rompecabezas en que nos faltan algunas piezaspara , i,rrr¡rrlrrrlcr lafrgura en su totalidad. Había e§tado vinculado al negocio naviero: ¡,1 r r r lr, r ¡r1l ubre de 1872, participaba con 1.Soo pesos en la sociedad que compró la Hill.,l¡r ir viry'tor «Nicaraguense», avahada en 16.ooo pesos, junto con Federico Bei lur. lk'intldo Harnecker, Francisco Kindermann, Germán Kun§tmann, Enrique ll'k,rh,r'lr«rl«l yAnwandter Hnos.reT E§ta asociación, conocida de hecho como «Asor t¡rf tun rkr Armadores de Valdivia», se transformaria en la principal empresa de llu rrir tk,sl inada a la navegación de cabotaj e: el z4 de noviembre de fi77, Adolfo lllttlrrr, (iuSl.avo Schroeder y Teodoro Eimbcke, todos direCtores de ella, dieron ¡trrrllr ir oll o para que comprara vapor en Inglaterra.re8 I I r rlt'rlit:iembre de 1883, participaba en Ia creación de Ia sociedad anónima ,,,1,irrlt¡rcirin de Armadores de Valdivia», sobre la base de la anterior. La nueva ¡rrr tr,rlirrl lcnía un capital de zz5 milpesos, dividido enzz5acciones de milpesos t rtrl;urrr¡r. rlc las que Eimbcke tomó seis acciones. Su objetivo era adquirirvapores I r r,,r l i / ¡u v iir jcs entre Valdivia y puertos y ríos navegables del Pacífico. Lo interei*lll rh,t'sll. sr¡ciedad era el salto cualitativo que daban los valdivianos; desde un.r ílro('iit(ri(in local de armadores pasaron a formar otra de mayor envergadutli, r r r r lrr ¡xrrl it:ipación de personas de Valparaíso, Santiago, Concepción,Talcahii¡rrr,,, ( )solno y, por supue§to, de Valdivia. De e§te modo se creaban lazos con hn ¡rr irrli¡rirkrs r:cntros comerciales delpaís. Los socios valdivianos, apesar de la ánrl,lt¡rlrrir¡ r's¡racial de sus miembros, siguieron controlando las decisiones de la r lrrrrr,:r

r

[ábricahabía sido organizad.aanles de que pasara

I

aporte de varios otros.

El que sería su e§tablecimiento fue ha§ta 1887 de Guillermo Frick; é§te lo vendló a Gerardo Hóene el z de abril de 1887 en s mil pesos la propiedad, que e§taba en calle Las Mercedes, junto al río Calle-Calle, y los útiles de la cervecería en 9 mll pesos.re3

Las capitulaciones matrimoniales de Gerardo Hóene con Elisa Ohde nos per. miten conocer otros detalles de e§te asunto: elzT de abril de 1887 antes de con. traer matrimonio él declaraba poseer un e§tablecimiento de cervecería, avaluado en 18 mil pesos y ella, 6.5oo pesos en dinero y r.Soo pesos en muebles. En el ml¡. mo documento, Hóene reconocía deberle a su futuro suegro 8 mil pesos, segúR hipoteca contra su fábrica, y 4oo pesos más, y r.soo pesos al Banco Nacional.re{

19- lrl,rlr¡llrlrrl¡rrlt,¡rrrlr,rrlrsrlt: r90r¡supro¡rictladapareceavaluadaenr4.ooopesos.Laprimeravezque 19r N" r74, /r/¡r¡¿; N" ¡lll, v0l. iulio rrgo$lrt. r9ro.

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FABIÁN Af,MONACID:

LA INDU§TRIAVALDIVIANA

capiTULo3rLosrNDUsrRraLEsDELDEpaRfAMENToDEvaLDrvrA(tgzo-r9r4)

EN SÜ APOGEO (187O-T9T4)

sociedad, a través de una disposición eStatutaria que e§tablecía que el direCtorio de ella e§taría compue§to por tres personas residentes en Ia ciudad de Valdivia.ree También Io encontramos en SanJosé.EItz de enero de 1878, Eimbcke compró a unos indígenas los terrenos de Guilascagüello e Iliguili, en San José, por zoo pesos.200 Al parecer vivió allá un tiempo, al casarse con María Bopp, siendo con' cuñado de Federico Enrique Schmidt, del que ya hemos hablado. Sus intereses en

la ciudad de Valdivia, seguramente, lo hicieron alejarse dela zona de San José: el r7 de mayo de r89z vendió los terrenos señalados al indígena Luis Huichaman, en 45O peSOS.2o1

Teodoro Eimbcke también incursionó en la indu§tria, pero de e§to sabemot muy poco. Nada más que el 17 de abril de rgoo donó a su hija, Berta Eimbcke, y yer' no, Teodoro Lunecke (curtidor), los re§tos de un e§tablecimiento de aguardiente. ría (que al parecer se había quemado), donación que calculaba en rz.5oo pesos.2o¡ El zg de abril de r9oo, los donantes declararon que lo dado había sido en r€' tribución de trabajos anteriores de Lunecke.2o3 E§ta información no deja de sef menor, pues Lunecke será otro de§tacado pequeño indu§trial, del que también gl sabe poco. Aparece hacia r89o como curtidor, pero aquí queda en evidencia qu! comenzó trabajando para su suegro en una de§tilería.2o4 Nuevamente, se reiterl Ia importancia de la tradición familiar en los orígenes indu§triales: puede ser qua el suegro fuese muy importante en la formación de Lunecke. Pérez Canto decla ef

orillas del río Calle-Calle (dato repetido por matrículas de patentes desde 1899 (antes no apare¡ ¡,), ¡rlrican la curtiduría en calle Picarte, en la ciudad de Valdivia. Según el rol de rrrrlrios rlel año 19oo, dicho e§tablecimiento valía 42.3oo pesos, lo que lo situaba ¡,nlrr, l¡rs siete curtidurías más importantes de Valdivia.206 rñtl,t r ¡r() tenía

curtiduría

en Collico, a

fllir rrr'¡rir in)205 Sin embargo, las

Itll onrcmos a Fernando Eimbcke; por todo lo dicho de su padre, creemos que su In¡¡ ('so ¿r la sociedad con Hóene fue como socio capitali§ta, en un momento que r,l ¡rr o¡riclario tenía necesidades apremiantes. Como hemos dicho, al poco tiempo Ir,lr!rro liimbcke se quedó con la cervecerÍa, el que la entregó po§teriormente H l'r'r r¡irrrtkl, pero desconocemos cuándo y en qué condiciones. El hecho es que Irrrr lir rllr¡9 Fernando pagaba patente por ella, y la mantuvo por algunos años.207 I I r ¡ rkr iulio de r9o2, Fernando Eimbcke recibió un pré§tamo de Alfredo Kunstflrrrlllf lx)r' ro mil pesos, por el que hipotecó su fábrica de ceweza.208 Fernando Flrr¡lrlkc ura cuñado del pre§tami§ta, ya que e§taba casado con Sofía, hija de I I ll.lr,rur§l.mann. I ¿r rilrrirción de la fábrica de Eimbcke no fue di§tinta a las otras pequeñas cerrrir rir l¡rs. lil 13 de marzo de 19o6, Fernando prometió su venta (el terreno y la fábril,É1, r,n un ¡llazo de 4 meses, a Carlos H. Brantigan, de Valparaíso, en 38 mil pesos, lxrgrrrl{,r'()§ ill contado. Seguramente la venta fue en Valparaíso, pues no aparece t6gldl r'o rkr clla en Valdivia.20e I

l

venta es que la propiedad terminó en definitiva en maCervecerías Unidas, la que la utilizó para e§tablecer un gran rr y rrrrrbotelladora de cervezas inaugurado a fines de go7, el que ya hemos

rk,sl ix:able de e§ta

Itrrq rl+, lrr ( lornpañía Las escrituras de la Asociación de Armadores de Valdivia en No 4t3,vol.47, 1883. Los otros accionlltil de la sociedad eran, con expresión de sus acciones: Germán Kiessling, comerciante, 6; Gudtavo Schroodllr comerciante, 6; Alberto Thater, indu§trial, 9; Raimundo de Stillfried, comerciante, 5; Carlos Bischofl, cr¡me!.

r99

ciante, z; Gmo. Waschmann, comerciante, t; Hermann Ribbeck, comerciante,4; C.F. Ehrenfeld, indudlrlf[ Haverbeck, indu§trial, ,i At¡. 3; Teodoro Pausemberger, industrial, z;Jorge Haverbeck, indu§trial, z; Alberto gugto Eisendecher, agente, 4; Federico Schmidt, indu§trial, r; Emilio Fernández Niño, reCtor, r; Adan Nol[aü artesano, z; Reinaldo Harnecker, comerciante, r; Ernesto Frick, indu§trial,3; Chri§tian Chriltiansen, clpl, tán de buque, r; Gustavo Roepke e Hijos, indudtriales, 1;Jorge Schüler, indudtrial, z; Anwandter Hnos., ln¡lUlr triales, 6; Ricardo Anwandter, indu§trial, 6; Ricardo Kórner, cervecero, 3; E§tatira A. de Muhm, capitalllt* z; Testamentaría Adolfo Muhm, 3; Cri§tiano Rudloffe Hijos, comerciantes, r; Gertrudis Henckel, esport dl Alberto Thater, 6; y Germán Deppe, talabartero, r. Todos los anteriores de Valdivia. De otros luguroll ll€1. mann Fischer, comerciante de Valparaíso, s; Cornou Hnos., comerciantes de Talcahuano, r; C.G. Gotl z y Clfu comerciantes de Valparaíso, r;Juan Heinzhon, comerciante de La Unión, r; Federico Stolzenbach, indr¡firld de La Unión, z; Augusto Vernoch, indu§trial de Valparaíso, z; Luis Bernard, comerciante de Vulpurnfro¡ ll Federico Hucke, industrial de Valparaíso, z; Enrique Gleinn, comerciante de'l'rumag, r; y (itrdtxrn §tiltwltr zenberg, comerciante de Osorno, 4. Véanse otras referencias de la Asociación más adclonlc, cn pnrltrr rledlr cadas a Alberto Thater y familia Anwandter, capítulo 3

zoo N"zz,vol.4l,1878.

ror 2o2

N'

413, vol. 69, r892. N" 339, vol. l, cntrro-jttnio, tt¡oo.

zo.t N" itlo, hkm, (lt¡l¡lllñ, lin rr¡ro y

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JORGE Y CARLOS

MARTIN

I rn lr lgr,rrls rlc c§tos importantes indu§triales del cuero y aCtivos financi§tas de lg n urruruÍir v¿ldiviana nos son desconocidos. En la literatura exi§tente sólo se he r lrrrllrrl¡rrlo la cxiSlencia de la curtiembre J. y C. Martin, sin mayores referenFier, t'rrr,¡llo rrrr tlato no poco importante sobre Federico Martin, padre deJorge | ( rr r lr rrr, llork,r¡rcclil Iispejo señala, altratar de los alemanes llegados a Valdivia a

ttri i¡Frt,, ( ilrllr, r//,. ril.,lt.t)y lllrrn(:pain,rp. cit.,pp.416-4r7, f¡ñ ll,rl rlr,rrr',rlrrrrr,rr¡oo,rlirrriol,tl,ibt:rl.ad,4,gyrodeseptiembredergoo,BNSP. aff, \l{lrir ill¡r Ilf l)lllr,rl(,s(l(' 1909,o?, cil.. |¡rl h :rr. rll ll, lrrllo ¡lgoÉlr), r()o2. Xtg l'i I r rll. ll, rr¡u'zo rrlrril, tr¡o6. Itrr llelr,'r r rrnrrl¡rrr¡rrhr rlrl *,lrrl¡r rk,l tlis¡ro lctrcrro, rcvisirrrrkl cl rol rlc av¿lúos Ptri'iE'lnrlr,B

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r,l trtl¡trto lttir¡rll'o y

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lnler¡rk,s.

de 9og,op. cit.:ambzs

cApíTUro3:LostNDUsrRIALEsDEf,

FABIÁN ALMONACID: LA INDU§TRTA VALDTVIANA EN §UAPOGEO (T870-T9T4)

mediados del siglo XIX, de Federico M artin: «que se trasladó a lquique y consiguió, al poco tiempo, una granfortuna salitrera».2ll Desapercibida ha pasado e§ta relación entre la gran fortuna salitrera y la curtiembre valdiviana, al igual que el papel del dinero del padre en las aCtividades de los hermanos Martin.

El zr de diciembre de 1879, Jorge y Carlos Martin compraron a Juan Manuel Ávila, en 2.835 pesos, una propiedad en Los Canelos, junto al río Valdivia. En e§te Iugar e§tablecerían su curtiduría: el z4 de diciembre de r8Z9 formaron la sociedad J.

y C. Martin, para dedicarse'al beneficio de suelas y becerros, y otros negocios

calle Los Canelos.213 Don Federico también pre§tó dinero a otros. El 7 de febrero de 1887 otorgaba utl mutuo a Seba§tián Werkmei§ter, importante curtidor e§tablecido desde fines dl la década de r87o, por 40 mil pesos, a un año de plazo, con interés anual del 6% f , con la hipoteca de su curtiduría en calle Los Canelos.2'o Sobre la curtiembre deJ. y C. Martin, PérezCanto señalaba en 1894 que funclo' naba desde hace rr años (la verdad, eran L4 años); que tenía una balsa para t50 pieles, 4 pozos de cal,74 fondos o pozos de curtido, bomba, molino, locomóvll¡, bodegas y secaderos; que producía 5 mil cueros al año y consumía ro mil q les métricos de cáscara de lingue al año.215 Por los datos señalados, e§ta curtiduría e§taba entre las cinco primeras de divia. Hacia 19oo, su capital era de zoo mil pesos, de los que correspondían a

propiedad unos 4o.6oo pesos.216 Respecto a la sociedad, gracias a un delicado problema familiar (la locura Jorge Martin), se elaboraron varios documentos para consignar las partes pondientes a cada uno de los hermanos, los que nos permite tener una buena de ella. Desde comienzos de r9o4, Ottmar Richter (cuñado de Carlos, casado Augu§ta Richter) aparece como curador de Jorge Martin, controlando todoe intereses.217 Desde e§ta fecha, en lapráótica, Carlos Martin controló

2t

No 72, vol. 56, 1887. Cunto, oP. cil., p. 15,

zr6 OficinuCc¡lrol(l(!l'ldlulfdli(rrs(lqor),¡l.jgrylloltllAvttltiortl(tl()oo,o/,.r'll. l,ll z drr

c¡crg tl¡ ¡¡¡4

parece¡ las expectativas de la sociedad por ese momento eran buenas,

tl rhlllliri

a

pe-

(lc las dificultades que vivía el rubro en general, ya que el 7 de octubr e de tgo4

mil pesos el terreno en que había estado la curtiduría de Rodolfo lh'r'l
r'sI.. máquinas, enseres y útiles

r

de

la curtiembre pasaron a manos de los acree-

lll's.218

h

l,ir ¡lropiedad era especialmente atractiva para los Martin, ya que estaba contiglr¡r

¿r

su

propio establecimiento.

('.rno hemos hecho mención a la sociedad Rodorfo Beckdorf e Hijo, daremos rrlgrrrros datos de ella. La actividad industrial de ella tuvo sus orígenes en la sor lt'rlixl formada el 4 de octubre de ú76, entre Rodolfo Beckdorfy Augusto Ei-

un capital de r4 mil pesos, aportados en partes iguales, parala rllirlrrría de cueros. No sabemos más de esta sociedad, excepto que Beckdorf

¡r'¡rrlct:her, con r

ler rrrirrri quedándose con el negocio. Hacia rg94, según pérez canto,tenía 9 fon¡lo¡ rlrr colores, 70 pozos de curtido, r bomba, z molinos para cáscaray r motor. Itrtlrrr:í¿ 3 mil cueros al año. Destacaba a Beckdorf por haber tenido el primer vrl¡ x rK:i1.0 llegado a Valdivia.

u

l'll (r rlc marzo de 1878, Beckdorf compró a Alvaro Francisco Alvarado (de quien lrir ricnte, pues estaba casado con paula Alvarado) el terreno La,Estancilla, que

'r

Valdivia, camino aCorral,en z.5oo pesos.21e l'll lrrrrcno, de r.45o hectáreas, fue un excelente complemento paralaactividad lrrrlr¡sl riul y una muy buena inversión. su valor se incrementó rápidamente; en lfl,r r, ('n cl Ilol de Avalúos del departamento de valdivia, se valoraba edta propielltrrlrrlxr, r:on el río

.rr rz mil pesos, es decir casi ro veces más que er precio de compra 1q"á lrrrlr r'¡rsr¡ pudo estar rebajado)221

rlrrrl

""

l['srkr f ines del año r9oo, Rodolfo Nemesio Beckdorf, hijo del anterior, fue el adItrln¡..tl rir(lor de la curtiduría.221 Finalmente, laparticipación del hijo se formalizó, losc la sociedad «Rodolfo Beckdorf e H ljo rel="nofollow">>, el z6 de septiembre de r9o3, con dc r5o mil pesos; de los cuales el padre puso lrs mil pesos, en instala'ir¡rilirl r lrrr.s y lcrrcno de la curtiduría, y el hijo, 35 mil pesos en dinero efectivo.222 ¡ r r'¡i

r

rr

ttrr

l.rr r'.llc r¡romento, el padre decidió separar el patrimonio familiar, seguramen-

¡rl lir¡rrl rlcl v0l,

ll, rrIrzo-0llrll, r9o4,

r!! N" r 1,,, vol. V, lr¡ll it:rnbrc-or1l.ullr0, r9o4. !r! N" ll/,, vol.,¡r, rtlTtl. trr' ilfr(fil¡l nl,illt,ttll,,¡r.4:rltyl)lrrrkr/,r Vrnlnd,,tiatgolLodc1893,BNSp ^f ¡{t I'rrrl¡t(irll¡rttlrk'lkxk¡llilllrt'ktkrrlrlk¡rhrllirNr,rrrrrriollcr:kdrlrf,zTdcnoviembredergoo,N"54r,vol.VI,

zrg lércz

rrz

AI hrr r'

Itrr ililt¡,lrlo

Espejo, op. cit., p, t21.

2r2 No 3r8 y319, vol. qz, t879. zr3 N'r4z,vol.53, 1886. 214

r¡lcnl,e los negocios de la sociedad.

re'

lacionados con ello. La sociedad partía con un capital de z5 mil pesos, aportadot en partes iguales.2r2 Que el padre e§taba apoyando a sus hijos no hay duda. El rr de marzo de 1886, la sociedad reconocía un mutuo de 4o mil pesos con Federico Martin, sin plaz6 definido de pago y con6% de interés anual, hipotecándole su e§tablecimiento en

DDpARTAMENToDEvAf,DTvIA(r87o,r914)

rolrrr rl rllrlcrttlntlrt¡lo th,lot'[r, Mxrlltt, rl¡t'lutí¡lrhrkr rtt lt¡l

tlri llrtlrrr, rlllh,ltrllrr',

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ALvoNActD:

LA

tNDl sl nlA vALDtvtANA

LN

st ApocLo 087o-r9r4)

cApíTULo 3: Los INDUSTRIALE§ DEf, DDPARTAMBNTo

tepara salvarlos de sus acreedores. El z de julio de r9o3, vendió a su otro hijo, Ricardo, el fundo La E§tancilla, adquirido en 1878, con todos sus edificios, animales,

rr

¡

Pablo ziscka, aun ai,o plazo y

8vo de

interés anual, con la hipoteca de una

o¡riedad urbana.228

lrrno señalamos, desde comienzos de rgo4la sociedadJ. y c. Martin fue con19 de febrero de r9o9, r rr¡ntlo la sociedad adjudicó a Carlos el sitio en que estaba su establecimiento y el ,1 ru sitio que había comprado a Beckdorf e Hijo; el primero por 7r mil pesos y el ,,r'¡lrrrrdo por z5 mil pesos.22e A krs pocos días, el z5 de febrero de r9o9, carlos Martin vendió el establecimienlrr rlt' r:urtiduria ala sociedad «Martin y Finterbushii, en zo mil pesos, los que le i¡rrlrlirron debiendo. Los compradores eran Ricardo Martin, hijo deJorge Martin, v li'rlrrrico Finterbush, asociados desde elzT de enero degog,parabeneflciar suel¡ri. l,ccerros y otras actividades vinculadas a esta industria. Tenían un capital de rr 1 rnil pesos en dinero efectivo, de los que Ricardo puso 6o mil pesos y Federico,

máquinas, etc., en 6o mil pesos.223 La propiedad rural sería en deflnitiva la única, y muy buena, salvación de los Beckdorf. Compárese la di§tinta importancia que tenía el fundo y la fábrica hacia r9o3: el 8 de julio de r9o3, se abrieron sendas cuentas corrientes en el Banco de Chile; una de Ricardo Beckdorfha§ta por 35 mil pesos, hipotecando el fundo La E§tancilla y otra, de la sociedad Beckdorf e Hijo ha§ta por z5 mil pesos, hipotecando su curtidutia.22a Tenemos la impresión, sin fundamentos firmes, de que los Beckdorf provocaron la quiebra de la sociedad, dada la baja del negocio y las deudas que tenían. Si es así, ellos trasladaron «silenciosamente» sus capitales a la propiedad rural, Por el contrario, si fuese una quiebra con pérdida efeCtiva del patrimonio, igual el cambio de rubro se produjo. Los Beckdorfde§tacaron después como agricultoresl a pesar que la propiedad quedó en manos de Ricardo; como é§te no tuvo hijos en su matrimonio al elaborar su te§tamento, el z5 de julio de r9rr, dejó la mitad del fundo a su madre y el re§to, a los hijos de su hermano Rodolfo Nemesio. Advertfa allí que si su hermano solucionaba sus deudas, que todavía arra§traba, esos bienes pasarían a él y no a sus hijos.225 Volvamos a la sociedadJ. y C. Martin. Desde r9o8 comienz a a aparecer regularmente como pre§tami§ta. El z7 de abril de rgo8, pre§tó a Edteban Schuller z.ooo pesos, por un año y 9'/o de.ínterés anual, recibiendo como hipoteca un sitio en calle Los Canelos. E§te pré§tamo le permitió a Schuller responder al compromiso contraído al asociarse con Ricardo Michaelis, el 9 de abril de r9o8, con el fin de seguir trabajando la fundición del segundo: Michaelis aportaba su negocio de f'undición, tornería y herrería, valorado en 6.5o9,5o pesos y Schuller, sus conocimientos técnicos y z mil pesos en dinero efeCtivo. Schuller trabqaúa por un sueldo, Después de e§tos mode§tos inicios empresariales, E§teban Schuller se asociarfa con Fernando Arens yJorge Assmus, para girar en fundición y mae§tranza, el rE de febrero de r9ro, sociedad que se llamó «Schuller y Cía.»: de un capital de 6o mll pesos, Schuller puso z8.679,4rpesos en máquinas, herramientas y útiles."t' Schul. ler se transformaria enla década de rgzo en uno de los principales industriale¡ valdivianos, dedicado a la con§trucción de barcos, fundición y otros.227 Otro pré§tamo de los Martin: el lr de mayo de 19o8, la sociedad pre§I,ó zo tttll

rlsr rs a

¡

DBvALDrvh(187o{qr4)

(

lrrlrrrla por carlos Martin. La situación se regularizó el

.r

l rrril ¡lesos.23o Lsl lr sociedad recibió el dinero para pagar la compra del establecimiento a carlrr:i. rlc.forge Martin, a través de su curador: el 4 de matzo de r9o9, reconocían u u r l uo con é§te por 7o mil pesos, a ocho aflos y 7%o de interés anual, hipotecando r,l csl ¡rl¡lccimiento de curtiduría.23r l'lx I rtñamente, la sociedad Martin y Finterbush no aparece nunca más en los r,lr,rsl ! ros notariales, por lo que no sabemos cuánto tiempo duró. i,. t¡rrc nos interesa destacar de Carlos yJorge Martin, es que el capital que r'uriclr»r.r en más de zo años de actividad industrial se invirtió en préstamos, la lrr irrli¡rtl aCtividad de los Martin en el futuro inmediato. l,¡r cx ir.il,encia de préstamos es interesante, pues industriales que supuestamenI . r L'lricron e§tar en quiebra o muy cerca de ella (si seguimos los planteamientos rl,r¡r'r'ilos rnás atrás altratar el tema de las curtidurías), aparecen como grandes f lrr¡urcisl¿rs. E§ta es unapruebapatente de que el derrumbe de un rubro industrial rrr *rignif ir:a necesariamente la ruina de los propietarios de tales industrias. Como r'ir lrlurr¡s clicho, las curtidurías generaban un gran capital circulante, siendo el Ilr r lrro c instalaciones unaparte baja del capital total, por lo que no hubo, así lo I r r'('il r( )s, tl if icultad para la mayoría de los curtidores de retirar del negocio de los

.,x . ¡'r tlr

N",,8. r,,1, lll,,r,ayr,-¡unio, r9o8. N" lr¡1. vol, l. enr:ro-fc[rrero, t9o9,

N" rrfl.///r'rrlyN"r7o,vol.l,enero-febrero,rgog.NotenemoscertezadequeRicardoeshijodeJorge,pero

,llrtr rro L¡ r'r¡t tlt'(lttrltts: (:n cl Lcs'lamcnlro de Carlos Martin, del rr de marzo de r9rr, se menciona a cinco lr¡¡,r!, plr o ttittgttlto trttt cl nortllrc tkr Ilicardo (N" 6tt, vol. II, marzo-abril, r9l) De Federico Finterbush no ',¡l¡r'¡ttttt¡ tl¡ttl¡t, ¡x'rtt ¡rttttltt sor iIlor(!sl[ll(! scirrlrr r¡uc otro de su mismo apellido, posiblemente su padre, It,tlrlrt t"ll¡ttIr viltt ttlrttlr rtl nlgoclo rk,l crr,ro: llrrgo lrirrtr:rhush fuc empleado de Eduardo prochelle, en la =¡

zz3 N" 3o, vol. IV, julio-ago§lo, rr.¡o1¡. 224 N" 34 y .ts,vol.lY, hlrn, 22s N" 2¡i6, vol. lV, irrli0.rrgosl0, r9il. I

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l,! trr lIill r rrr ltr,rllrrr,¡L,Vrrkllvl¡rl vr,r ¡rrrlr,r ¡lr,rrlrrrl rl¡rrlo lr r,sc y ol,ros cmplcados, el 5 de I tt'. r."l | ¡. tll,/,rr.

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N",tit0, vol. ll. ntrrrro ¡¡l¡¡ll. ¡r¡oll, N" r1,tl, /r/r,rr y N" ,¡04. vrrl. l. r,rrrrr li,lrrr.r¡r, rr¡o, Arrtrtrlrt

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ll.llnro rlr

il, rr¡rq,

junio de tg79,

No

FABTíN ALMONACID: LA INDU§TRIAVALDIVIANA

EN SUAPOGEO (1870-1914)

CAPÍTULO3:LOSINDUSTRIALESDELDf,PARTAMENTODEVALDIVh(T87OJ9T4)

106

(añoi

Plazo

Interés anual (%)

Benertciario

Oficio

Martin y Finterbush Federico Hettich Guillermo Rademacher Teófilo z" Wilhem

Curtidores

8

7

Cervecero

5

8

Maderero

2

9

Hojalatero

2

8

3O-7-r910

Segismundo Gunckel

Comerciante

2

8

23-3-1911

Ricardo Weber

?

2

8

t6-rz-rgtt

Fernando Camino

Comerciante

2

l9-12-l9rr

Juan Rothgaenger

Sa§tre

3

4-3-1909

Z-6-r9o9 24-11-t909 5-1-191o

Fu en t e :

Escrlttr as Púb1icas, Notaría

de

8

Valdivia, l9o9-1913, CBRV'

CUADRO No 5

MUTUOS CONCEDIDOS POR CARLOS MARTIN' T9O9-19I3 Beneficiario 2-t-19O9 15-3-19o9

Jorge Wagner E§teban Schuller

Plnzo (años)

Interés anual (tr')

16.ooo

3

9

6.ooo

5

9

4.OOO

1

9

12.OOO

2

9

Monto (pesos)

27-4-19o9

Jorge Wagner Fco. Hoppe

29-4-1909

Guillermo Horning

6.5oo

2

9

3o-4-Í9o9 rr-rr-19o9

Max Berlien

4.OOO

2

9

r5,ooo

1

9

16-8-19o9

Francisco Hoppe

3.500

1

9

22-10-r9O9

Max Berlien

2.OOO

I

9

17-1r-19O9

Rodolfo Stotmann

6.ooo

2

8

27-12-r9O9

Juan Hoppe

8.ooo

tndef.

9

5O.OOO

4

9

16.4oo

2

8

23-4-1909

ís lit inayoría de su capital y llevarlo a otro ámbito. I rrl .r' rt¡o9 y r9r3, como se aprecia en los cuadros N" 4y s,Jorgey carlos dieron llrr¡r,r liurl,es préstamos. Hay una diferencia entre ambos hermanos; mientras el t ¡r rrrl{rl rle Jorge, ottmar Richter, prefirió hacer pocos préstamos y por cantidarft,,' rrr¡ryr¡res de dinero, carlos dio muchos más y por cantidades en su mayoría r'¡rIrIrirs. Iln total, lo pre§tado por ambos superaba los 3oo mil pesos, lo que sigf . ilrrr

CUADRO NO 4

MUTUOS CONCEDIDOS PORJORGE MARTIN, 1909-1913

Irllk rrlr;r un importante patrimonio monetario. Los destinatarios fueron princiIrrrlrr('nlo gente de la ciudad de valdivia, de diversos rubros: de este modo, los rlln'rrs (lu0 se reunieron en la curtiduría terminaron llegando a muchos sectores. A .r¡rricnzos de r9o9 se había iniciado el trámite de disolución de la sociedad | 1 t' l\4irrl,in, la que debió ser sancionada judicialmente por encontrarse uno de llc inl('nrl)ros en e§tado de locura. El liquidador de la sociedad fue otto Roepke. llru iir sr'¡rl.iembre de r9o9 este trabajo había concluido. I I r r tk' ,oviembre de r9o9 se hizo entrega formal de su parte en la sociedad a

I rrilrrr Mirrtin.suhabersocialalcanzóa34.gTo,Sopesos,compuestodelsiguienl¡,rrrrrrl.: r. l)ocumento contra Ottmar Richter, por $.827,37 pesos; 2. Documento

ilirlrir

l()r'f{c saelzer, comerciante, por 7.046,27 pesos; 3. Documento contra Felrrr ( lultlenaar, por Loo6,zz pesos; 4. Documento contra Fernando valck, por B i ¡H,,'r, f xrsos; 5. Documento contra Deutscher Verein, por 4.t5o,22 pesos; 6. Do_ r iililr'rrlo (:ontra E§teban Schuller por 6.o18 pesos; 7. Documento contra Gustavo hil'¡rLr,, l)or 5.083,33 pesos; 8. Documento contra Otto Hauber, por 6.o4o pesos; 9. r

rl¡'r

7-5-r9to

Segismundo Gunckel

14-5-r9rO

Ernedto

26-4-t9tt

Carlos Di Biaggio

6.ooo

1

9

r6-8-19u

Pablo Mally

8.ooo

2

8

r6-8-191r

Walterio Reccius

10.ooo

2

tl

llr u rnlnlo contra Alberto Haverbeck e Hijos, por 4o.goo pesos; 10. Documento rrrrrlr¡r l'irul Ziscka, por 2o.4oo pesos; 11. Documento contra c. Baumbach, por á,lrl l(,sos: t2. Documento contra Emilio Günther, por r.63o,4o pesos; 13. Docurrr.'il1r, ('oill.r¿rJorge \ivagner, por 16.104 pesos; 14. Dinero efectivo en caja,395,go lili6r,r¡, rrf . s¿rlclo cuenta corriente Banco Alemán Trasatlántico, z.gg4,4 pesos; 16. f h'¡rrrrirlrr cn llanco de chile yAlemania, por 7.886,77 pesos; 12. ro6 acciones de la ¡rr¡ t¡rl¡rrl Asl illeros Behrens de valdivia, por r.o6o pesos; 1g. Acciones de la Cía. rl¡i ¡,r'Hil11)s «l,a Internacional», por z5o pesos; y r9. Depósito en el Banco Alemán

r5-3-1912

Segismundo Gunckel

6.ooo

2

It

Ir rr!¿rll¡illlir:o, por t7s.t59 pesos,232

2Z-6-1912

Alberto Klempau Erne§to Bentjerodt Erne§to Bentjerodt

15.OOO

3

9

20.ooo

3

9

2-9-1912

Enrique Nuss

2o

Piwonka

3O.OOO

3

9

2-1-1913

Carlos Di Biaggio

4.OOO

2

9

21-1-1913

5.OOo

2

()

29-1-1913

Arturo Muñoz Pablo Mally

ro.ooo

Indcll

t

5-7-1913

Carlos Bóhmwald

5.OOO

I

I

22-7-1913

Cri§tiano Weber

3.OO0

r8-rr-r9r3

Fernando Lüer

16-Ll-tgtz

ro.ooo

()

,l

()

llrrr :ru ¡rirrlo, la hijuela deJorge Martin, entregada formalmente el zo de no¡frirrrlrrr'«lc rgor¡, ascendió a33¡9.682,67 pesos, enterada del siguiente modo: r. Hilrrrf lr ¡r conlr¿[ Martin y Finterbush, por zo mil pesos; z. Depósito del Banco de I hlh' y Ak'rrrtnia,5.ooo pesos;3. ro6 acciones de la sociedadAstilleros Behrens rk' \'¡rhlivi¡r. ¡lor r.o6o pesos; 4. saldo en cuenta corriente con schlubach, Thiemer I { irr , srr.icrlirrl rkr Ilamburgoi por g.5o8,52 pesos; y 5. Depósito en Banco Alemán I t rrq¡rllri rrl ico, ¡lor zs4.otl4,ts pcs{)s.2riit

|innl.e:l¡.s(:ril.\rasl)úblicas.Nt¡ltrítrkrV¡ltlivit,rr)rxl rqlr.(lllllV.ltrtkrl. irrtlolirtltlo,

!tJ I.¡'¡1, r¡rl Vl, lr¡rvlr,tttlrtr, rllll¡rtrllrr, r I l ri ' tli l, /r/r'rr

lqo,),

FABIÁN ALMONACID: LA INDUSTBIAVALDIVTANAEN

SU APOGEO

CAPITUI,O 3: LOS TNDUSTRIALE§

(T8?O{9T4)

Como se aprecia, la fortuna de ambos hermanos era considerable, especialmen' te en dinero efeCtivo. Su importante patrimonio les hubierapermitido dedicarse a

cualquier negocio, pero ambos prefirieron el pré§tamo de dinero. Es deltacable la gran cantidad de deudas que tenían con ellos importantes personajes de Valdivia. La información señalada demue§tra que al momento de la disolución de la so' ciedad indu§trial, la fortuna de los Martin era notable, así como que las utilida' des obtenidas en ese giro fueron considerables. Como ya hemos discutido má¡ atrás, no creemos en la tesis del descalabro de las curtidurías, en el sentido de pérdida de los capitales vinculados a ellas. El caso de la sociedadJ. y C. Martin ec una sólida prueba de ello y permite suponer situaciones parecidas en otros casoo. Insi§timos, siendo principalmente monetario el capital de los curtidores era fácll y rápido el traslado de ese capital de un sector a otro, por lo que la ruina de esot indu§triales era difícil. Por último, nos llama la atención que e§ta fortuna, más de§tacada que otrat más sonadas, haya pasado desapercibida para la literatura sobre Valdivia. Por otro lado, los Martin de§tacan, a diferencia de la mayoría de los otros indu§trialol que realizaron negocios vinculados a la tierra, por no demo§trar ningún interé¡ de e§te tipo, quedándose sólo en las actividades urbanas.

DEL DBPARTAMENTo DE

vALDIvIA

(T87o-T9T4)

rlr,¡rosilirdos en Bancos y en Europa. Del te§tamento se desprende que toda su forllurir l¡r lrabía obtenido de su familia: señalaba que había aportado ro mil pesos rl uir

r,lr

l

rnirl.rimonio y que al morir su padre, recibió otros ro mil. Además su suegro, rl r ¡ l)ausemberger, le había dado otros ro mil pesos a cuenta de la herencia

l

rl+' r,tI cSlX)S0.236

l¡,orkrro Noelke asumió la curtiduría de su padre en el momento en que el nevcrría debqa, por lo que desde mediados de 9o4 el establecimiento dejó rk, lr¡¡rlionar. El 6 de abril de r9o4, arrendó parte de su propiedad en Los Canelos ¡r ( r rslirrno Chri§tianssen, marino noruego que destacaría en el desarrollo de la grrr irr

Itrr lr ¡ sl l

iir ballenera.237

lllsrlc fines deryo4,Noelke comienza aaparecer prestando dinero:

el 7 de no-

tlr,nrl)r'('«lc r9o4, daba un mutuo por 4 mil pesos, a Cristóbal Lehnebach, mecánilr, \' cslx)sa; el 9 de diciembre de r9o4, le prestaba a Erico Haverbeck 13 mil pesos, ¡rlr Lr r¡rrc recibía de hipoteca el fundo Miraflores, en Angachilla; el 3 de abril de ir¡1.,, ¡rlnilaba a Guillermo Berlien y Erne§to Wilstemann, 7 mil pesos; el mismo rlt,r, ¡r lirlrnundo Haverbeck, 8 mil pesos, seguramente renovación de la deuda señnl,rrl¡r t,n su te§tamento; y el r3 de abril de r9o5, dio otro a Ia sociedad Schneider,

llr, l'trrlrrrzi y Cía., dedicada ala fundición, por 5 mil pesos.238 l'l ¡ | «lc abril de 19o6 compró a la sucesión de Guillermo Fricky Clotilde Asenjo, lir t,¡l¡r Siur lrrancisco, entre Valdivia y Corral, por ro.965 pesos.23e I I r ,' r lt' odtubre de 19o6, otra evidencia del cierre de su curtiduría, arrendó sus lrlrk,¡¡irs y rnuelle en Los Canelos aAlberto Behrens, fundidor, para ser usadapor irr¡ ,{:il ilkrnrs Behrens.2a0 El año 19o6 fue el último que la curtiduría de Noelke '

TEODORO NOELKE

Una evolución parecida a los Martin tuvo Teodoro Noelke Werkmei§ter. E§te cur. tidor recibió un e§tablecimiento de su padre, Adan Noelke, quien se lo vendió el g de marzo de 1896, en z5 mil pesos; incluía casa-habitación, casa de la curtidurfc, casaparamáquinas, un secador, un g alpónpara cáscara, una balsa y +s fondo¡¡.rá{ Por lo señalado, se puede ver que era una curtiduría pequeña. Al poco tiempo, fallecido Adan Noelke, sus herederos se repartieron sus bientlil fuera de la casa y muebles, el re§to era dinero en efeCtivo, de los que 3o mil pesol fueron parala viuda, Bárbara Werkmei§ter, y 10 mil pesos para cada hijo: lllla$, Carlos, Teodoro y Julio.2:r5 Teodoro Noelke, casado con Natalia Pausemberger y por ese lado, yerno cle uñ importante curtidor, Teodoro Pausemberger, era además nieto de Enrique Wcr. kmei§ter, importante indu§trial y con§truCtor valdiviano, por lo que tcnfa oxce. lentes vínculos familiares para sus negocios. Lamentablementc, f'alleccrfu muy joven. Ya en 1901 había hecho su te§tamento: allí consignaba c¡ue crt clucfltl dg una curtiduría, dc tt rnil pus«ls presl.ados a l,ldmr¡nd«¡ Ila,vcrbcck y tlc t«r rnil ¡xutll ('llllV.

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N" r,tq. vol. l, r¡tr,ro ¡¡l¡¡ll.

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(,nl c municipal.zar llrrHr I llit I il r rurricnzos de r9o8, Noelke

yahabia fallecido. El 8 de enero de r9o8, su viuda, Nrrl¡rlt¡r l)irrrscmberger,renovóelarriendodesupropiedadenLosCanelosaAsti-

lt

lI'lr rcns.2a2 lh't I ¡r vr¡(lit r:«lntinuó dedicada al pré§tamo de dinero. El z+ dejulio de r9o8, Nallll¡r |¡rrrscnll.¡erger pre§tó a Arturo Niño, : mil pesos; el r9 de oCtubre de r9o8, a !¡¡,p.lrirrrrr rrrkr (lunckel, comerciante, 7 mil pesos; el ro de diciembre de r9o9, aJuan Arrgll ll'lrcrrique z mil pesos; y el ro de junio de r9r4, le otorgó mutuo a Esteban

rrlr ll¡ ¡ i. rrrt

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ll,il¡rrrrr,trlr¡rlr,'lirrxkrroNoclkeW.,z5demayodergot,N"5Tg,vol. I,enero-junio,rgotyTestamentode r ,r Wr.r k lrr,i sl lr v. rlc Noclkc, z6 de abril de r9oz, N" 468, vol. I, enero-junio, rgoz. 'r¡ ¡.1" t.i0, vol. ll. rrrilyo trlrril, rc¡04. Al" lll,rrrl Vl.lrovit,lrrllrt'-tlit:icnrltru, tr)o|:N,'t6t,ídcm;Nozrt,vol.II,mayo-abril,r9o5;N.2fi,ídem;yN" I

! t! N" ,Htr, v0l. ll, rr¡rrzo rrlrril, rr¡06. r ¡r N" r r ¡. vrrl, V. rr,¡rlir,rrrllr(, (x,l¡lrn,, t(lll(1.

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FABIi

N ALMONACI D: LA IN DUSTRIA

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CAPíTULO 3: LOS tNDU§TRIALES DEL DEPARTAMENTO

(I87O,9I4)

Schuller por rz.5oo pesos.2a3 En e§te caso, la explicación del abandono de Ia aCtividad indu§trial, además de la baja en las utilidades de las curtidurías y la enfermedad de Noelke, puede e§tar en la corta edad de los hijos de Teodoro Noelke; había tenido ocho, pero a la fecha de su muerte todos eran menores de edad, por lo que no había posibilidad de que se conservara la tradición familiar.

UNA FAMILIA VINCULADA A LA INDUSTRIA: ENRIQUE, JUAN, GUSTAVO YJORGE FEHRENBERG

Los Fehrenberg tuvieron una aCtiva y creativa participación en el desarrollo de aCtividades indu§triales. Ya hemos mencionado a la sociedad de Enrique yJuan Fehrenberg, al tratar de las de§tilerías, Ia que enfrentó serias dificultades en sus negocios. Los hermanos Enrique yJuan se habían e§tablecido hacia 186o en una zona de colonización a orillas del río Futa, al sure§te de la ciudad de Valdivia, donde reci-

bieron una hijuela de rz cuadras cuadradas.2aa Al parecer, antes de e§tablecerse en Valdivia, Enrique yJuan habían probado suerte en La Unión. El 3o de enero de 1873, protocolizaton una venta anterior a Angela Mena, de un molino hidráulico para harina flor en San Javier, departa' mento de La Unión, por t.7oo pesos.2as El q de abril de 1873, Enrique creaba la sociedad Muhm, Schroeder y Cía., junto a cuatro importantes comerciantes valdivianos, colocando z mil pesos, de un capital total de rz mil pesos. El objeto de la asociación era reconocer depósitos carboníferos exi§tentes en varios fundos de la subdelegación de Pichoy, adquiri' dos con anterioridad por otro de los socios, Otto Muhm. La sociedad duró unos siete años y ha§ta donde sabemos no prosperó en el rubro minero: la acción más importante que realizó fue la compra del fundo Putabla, a orillas del río Iñaque, Pichoy, a Pedro Montecinos en 6.7o0 pesos, el 7 de ago§to de ú7+. Po§teriormente, el 5 de abril de r88o, lo vendió a Hugo y Emilio Berkhoff, en 7 mil pesos.2a6 Después de e§te negocio fallido, los hermanos Fehrenberg se dedicaron a la' agricultura y a la indu§tria de la de§tilación. El g de ago§to de 1879, Enrique arren' dó por 3 años a la Municipalidad de Valdivia, roo cuadras de terreno en Chamil, 243 N'161,vol.lV,julio-ago§to,t9o8;N"326,vol.V,septiembre-octubre,r9o8;N"4rT,vol.Vl,tloviotlllrrotll' ciembre. r9o9; y N':29, vol. lll, mayo-junio, t9t4. z¡¡ lil t.fl.ulo rlcfinit.ivo kr firo cnl,rc¡lado u linrique cl r4 do iulio rlc ttltltl, ul vtlor tlc t ¡tcstl vol.6tl, rtltltt, 24i N" r2. v01,3(), rtl7il. ¿41, N" rl,z. vol..tz. rltz4 y N" lo4, vol.44, tlltl).

lt t'tttttlrt,

N" ¡¡3¡,

DEVALDTVIA (T87O-T914)

junto a la hijuela de su propiedad.El t4 de ago§to de 1882, cl arriendo fue prorrogado. Hacia t889 ya pagabanpatente por la fabricación de ir orillas del río Futa,

icores espirituosos en ese lugar.247

I

Hacia fines del siglo XIX, Enrique yJuan tenían una gran propiedad rural en (lhamil y Futa, avaluada en 53.ooo pesos en el rol de avalúos de r899.2a8 E§ta pro¡ricdad seguramente incluía la parte que tenían arrendada a la Municipalidad. Lo cxtraño es que no tenemos evidencias de compraventas hechas enValdiviaporlos Itrlrrenberg, desde r87o en adelante, excepto una Yenta de Gu§tavo Fehrenberg a srr hermano Enrique zo Fehrenberg (ambos hijos deJuan), del r9 de noviembre de rtt99, de acciones y derechos en Futa y Futa Trenguelén, Angachilla, en mil pesos, r¡rre Gu§tavo había comprado en Valparaíso, el 16 de junio de 1899. Po§teriormenIt,. l.lnrique z" vendería esa propiedad a Alberto Havebeck, el 9 de junio de r9o3, al rrrismo precio.2ae

l)osiblemente, los Fehrenberg hayan formado su propiedad rural tal cual como lrr rnayoría, ocupando terrenos baldíos aledaños a su propiedad original. Sea r,onto sea, los bienes de los hermanos pasaron a manos deJuan y sus hijos (Enrir¡rrt' zn, Gu§tavo,Juan,Jorge yElla Fehrenberg), ya que Enrique se mantuvo soltero lorlu su vida y no tuvo hijos.2so llespeCto a la sociedad de hecho entre Enrique yJuan Fehrenberg, nos parelr, lirlsa la afirmación de Jean Pierre Blancpain, quien la ubica hacia r89r como rrnir tle las siete firmas que se dedicaban avariados rubros (aserradero, tornería, lorrrurcio de maderas, materiales de con§trucción, etc.) Nue§tras evidencias sólo los permiten so§tener que los Fehrenberg se dedicaron a la agricultura y de§tiI

l r'Íit."l

lrrno hemos planteado al tratar las de§tilerías, los hermanos Fehrenberg e§talrir r cn quiebra hacia mediados de 19o6. En e§tos apuros, Enrique vendió su hijuerr crr lruta a Enrique Turke, el r3 de julio de 19o6, en 5oo pesos.'u'Juan Fehrenberg qr' ruantendría en el futuro como propietario rural, con su fundo Chamil. l\rro no se acabó aquí la incursión indu§trial de los Fehrenberg, por el contrar io, sr¡s momentos más de§tacados los protagonizarian los hijos de Juan; Jorge y ( irr¡tl tvo, especialmente el primero. orgc ltehrenberg fue uno de los más importantes indu§triales valdivianos, por (

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,l¡ n",¡q,rrl¡2,1829;N" 28g,vo:.46,i882;yMatrículadePatentesdeldepartamentodeValdivia,mayo tl! ll{tt, ol,, (:il. r ll )irr rlo /,a /,iá c r tüd, 2 y 6 de septiembre de 1899, BNSP. rl,, N,,,il,t,v()lll.irrlio-rliciomhre,r8ggyN"zoo,vol.lll,mayo-junio,lgo3.sobreelsignifrcadodelaexpresión I

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rltr¡9, N" tt8, vol. l, enero-iunio, ttl99.

CAPITULO

FABIÁNAIMONACID:LATNDUSTAIAVALDIYIANAENSUAPOGEO(18?O-1914)

inventiva y capacidad para realizar empresas novedosas. eltablecimiento de fabricación de licores, ubicado en calle Picarte en la ciudad de Valdivia, con su exi§tencia de licores, útiles y materiales, en 7.5oo pesos. La compra tenía condiciones especiales, como que el vendedor no podría e§tablecer nueva fábrica de licores desde Biobío a Magallanes y además, cito: «El vendedor se obliga a enseñar al comprador, durante un me* lafabricación de licores que ha§ta hoy hafobricado en el e§tablecimiento, obligándose también a que la calidad de los que haga el comprador al termínar el mes de aprendizaje sea igual a los que antes ha hecho el vendedor».25s El vendedor, José Stork, se había e§tablecido recientemente en la ciudad de Valdivia, habiendo llegado desde Los Ángeles.2sa En la matrícula de patentes del departamento de Valdivia, de r89r, figuraba como fabricante de licores espirituosu vocación,

Elz6

de enero de 1893 compraba aJosé Stork su

sos.255

E§ta compra fue el inicio de Jorge Fehrenberg en el rubro de licores, a lo menos independiente de la fábrica de su padre y tío. Como se ve, en el origen de Ia dedicación indu§trial la falta de conocimiento no era un ob§táculo; con capital e inventiva ello se podía obtener. Por Ia misma época, su hermano Gu§tavo se había in§talado con una fábrica de cigarrillos. El z de noviembre de r89+, recibió un mutuo de zzmllpesos de Federico Schmidt (curtidor), hipotecando una propiedad que había adquirido recientemente en calle San Francisco, en Ia ciudad de Valdivia.256 Hacia 1899, la fábrica de Jorge Fehrenberg tenía un avalúo de z4.8oo pesos,267 Por esa época, el 3o de enero de 1899,Jorge reconocía una deuda de 8 mil pesos con Gu§tavo Ehrenfeld, importante curtidor, ampliación de una de 5 mil pesos del z7 de enero de 1897 hipotecando su fábrica y terrenos.2s8 Jorge Fehrenberg, sin dudas, tenía toda la inventiva que se requería para ser un buen indu§trial, mas no el capital suficiente. El mismo día 3o de enero de 1899 dio poder a una persona de Concepción, para que solicitara del Gobierno privilegio exclusivo para impregnar vinos con máquinas de ácido carbónico.2se La ge§tién no prosperó. El rubro de la fabricación de licores no dejó satisfecho al inquieto Jorge, co' menzando a interiorizarse en otra indu§tria. Creemos que de los mismos expe' rimentos hechos para solicitar el privilegio anterior, derivó en otros intereseu,

253

No 62, vol. zz, 1893.

254 Ídem,p.

+tt.

Diario LaVerdad,6 dejunio de 189r, BNSP, zE6 N'3o6, vol. ZS, r89¿. Diuio La Liberlad, 2 y 6 (10 stpt,icmbrc tlc lll99, llNSl) 258 N" ro7, vol. I, crruro-jtt n io, tllt¡9. 2.rf) N" ro9. /r/rrtr. 255

Los

t\ DUsrRtAt

Ls DrL DEpAR I AME\To DE vA LDtv tA (r8zo-r9r4)

llrt'rrrrberg concluyó que era posible realizar indu§trialmente la «destilación de nombre con el que se designaba al procedimiento de carbonízación Ir¡,r'lro en condiciones de hermetismo que permitían obtener junto con carbón rr|ros subproduCtos, emanados de la condensación de los gases generados en el pio('('so de combu§tión de la madera. Fehrenberg se convenció de la faCtibilidad rL. r,x¡rlotar indu§trialmente e§te negocio en Valdivia y ge§tionó nuevamente un ¡rr tvifcgio ante el Gobierno, e§tavez para dedicarse exclusivamente a la de§tilar tuu rlc maderas, el que obtuvo el 3r de mayo de 1901, por un lapso de ro años.260 l,rr rlcstilación de maderas, según Fehrenberg, permitía obtener como subprorli¡r'los: carbón, alquitrán y ácido pirolignoso. Además, de este último, alcohol trrllÍlir:r¡ y acetato de cal. El alcohol metílico tenia gran uso en la fabricación de ¡r r r I I i ¡ rir y el acetato de cal en la fabricación de acetona y ácido acético.26t l',1 rlcsconocimiento que exi§tía sobre e§ta indu§tria le impidió a Fehrenberg lrrrsr'¡lrrir el capital suficiente paraponer en marcha una fábrica. Según el mismo r nrrllrlrir en t9o3: I

nrnrlrrras>>,

krs ¡rocos interesados que habían para contribuir con su capital a instalar esa inlt¡r,il ria nueva, resolvieron formar una sociedad en comandita por acciones, con un lrr¡rit.al de 3o.ooo pesos para hacer una in§talación de ensayos en mayor es cala,para r'onvcncerse que los precios que flguraban como entradapor los produCtos, en rear

lirl¿rrl también se podrían obtener, y si los produCtos tenían fácil y con§tante salid¿. I I¡rir vez convencidos de e§to o aquello, se debía proceder a hacer la in§talación en

rk,lrirla lbrma o liquidarse Ia sociedad.262

l ¡rrro

condicionada al éxito de sus ensayos. El rr de mayo creó la sociedad Fehrenberg y Cía., apareciendo como socio gestor de lll¡r ( Jrr$ltvo Fehrenberg. El capital era de 3o mil pesos, dividido en 6o acciones rlr' ,,oo ¡rcsus cada una. Su objeto era la destilación de maderas, según el procerllrrrrr,rrlr¡ tlel que teníaprivilegioJorge Fehrenberg, yla compraventa de materias ¡rt lrrrrs y l)roduCtos. Se le fijaba una duración de cinco años. Se constituíaun Coner,in rk' Vigilancia, compue§to por Ricardo Kórner, presidente, Santiago Schüler y 4 llrlr l o l lirvcrbeck como propietarios y Ottmar Richter y Teodoro Noelke como sc vc, la empresa nació

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¡ ¡ ¡r, rk, rna.yo dc r9or, Ricardo Kórner y Gu§tavo Fehrenberg nombraron aJorge

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FABIÁN ALMONACID:

LA TNDU§TBIAVALDIVTANA EN SUAPOGEO (1870-T9¡4)

cAPITULo 115

Fehrenberg como gerente de la sociedad. El mismo día se protocolizóla inscripción de los accioni§tas, todos de§tacados indu§triales y comerciantes valdivianos: Ricardo Kórner, ro acciones; Alberto Haverbeck, 8; Santiago Schüler, ro; Gu§tavo Exss, 6; Gu§tavo Fehrenberg, 6; Jorge Fehrenberg, 6; Ottmar Richter, 5; Teodoro Noelke, +; Adolfo Scheihing, 4; y Teodoro Uthemann, r. Por último, el r7 de mayo de r9or, Kórner y Gu§tavo Fehrenberg nombraron a Santiago Schüler como tesorero de la sociedad, con encargo de admini§trar fondos y realizar trámites comer-

¡rrrl r3 mil pesos, a un año de plazo y 97o de interés anual, hipotecando el terrerro y e§tablecimiento.26T Con e§te dinero, Fehrenberg pudo reanudar los trabajos. ( lomprando la leña seca a un subido precio, hacia noviembre de tgoz se concluyllon los ensayos, e§tableciendoJorge Fehrenberg que se podía tener una gananlrrr líquida de 8oo a 1.ooo pesos mensuales. Después, nuevamente se paralizaron L

rs I rabajos

por falta de capital.

ciales.26a

fá,}lrica se e§tableció en Las Ánimas, al norte de la ciudad de Valdivia, en a Adolfo Scheihing, el 3r de mayo de r9o1, en 5 mil pesos.265 Según contaba Jorge Fehrenberg en su Memoria, las in§talaciones hechas en

La

terrenos comprados

lugar no fueron óptimas, sino que ocupó lo que tuvo a mano. Lo utilizado era, cito: «Gran parte de maquinaria usada de aguardientería y cervecerías; toda la

ese

cañería se hizo de lata en vez de cobre o fierro fundido; sólo algunos aparatos son hechos especialmente para e§ta indu§tria».266 Laincertidumbre del negocio jugaba en su contra. Las in§talaciones seguramente tenían re§tos de la fábrica deJorge

Fehrenberg y otros sobrantes de la cervecería de los Anwandter: Ricardo Kórner

Anwandter eraparte de e§ta familia. Mientras se realizaban las in§talaciones, se ampliaron las posibilidades pro' ductivas de la fábrica a la elaboración de briquetas (ladrillos hechos con carbón molido y alquitrán) Para ello se aumentó el capital en r5 mil pesos más, con el fin de importar la maquinaria necesaria. La fábrica realizó ensayos durante cinco meses, debiendo paralizar despuée por falta de leña seca. Sus resultados fueron negativos: obligada a trabajar con leña húmeda, el ga§to en combu§tible se triplicó y los produCtos de§tilados resul' taron muy escasos, comparados con los que se habrían obtenido con leña seca. D€ e§te modo, no hubo ninguna utilidad sobre el capital invertido. La fáhrica debló paralizar por ocho meses, ha§ta mediados de r9oz, a la espera de leña seca. Lot malos resultados, segúnJorge Fehrenberg, desalentaron a los accioni§tas. Una mue§tra de la exigua confianza que se tenía en la indu§tria: el 7 de mayo dc rgoz,Jorge Fehrenberg abrió cuenta corriente en el Banco Alemán Trasatlántico ha§ta por 5 mil pesos. Sin embargo, el inicio de las operaciones requería contdr con más capital, el que los miembros de la sociedad aportaron sólo después de mu' chas vacilaciones. EI 3 de septiembre de r9oz, la sociedad Fehrenberg y Cla. obtu' vo mutuos de Schüler Hnos. (3 mil pesos), Adolfo Schiehing (a mil pesos), Ottmsr Richter (a mil pesos), Ricardo Kórner (mil pesos) y Teodoro Noelke (mil pesoa),

264

Chamil, río Futa, Familia Fehrenberg, ca. r9o5 (Archivo Fotográfrco Ellynor Fehrenberg, Centro Cultural ElAu§tral,Yaldivia).

l.n¡ ¡rr:cioni§tas querían de parte del gerente pruebas concretas del rendimiento ¡rodía obtener. Fehrenberg se quejaba -en su Memoria- de que ese no era ui ulriclo t:on el que se había in§talado la fábrica, pues para eso era mucho más ril tl ¡rcrlir unos análisis a Europa. Además, reconocía que los ensayos no eran un lrrrlrr rrlkrio clel resultado posible de la indu§tria, ya que el capital invertido era nlty po(:o y las in§talaciones inadecuadas. A f rricio tlc.f orge Fehrenberg, un error que frenó el posible desarrollo de la inrlu¡llrlrr lirc lr negat.iva de la asamblea de accioni§tas de contratar un químico r rrrrr¡rr,lr,rrlc cn l,)uropu, lo «¡rc hahría permitido remediar rápidamente los defecr¡rrr, sr,

N'fio,531y $í[dem.

265 N. sttg,ldcm. 266 Jorgc ltrhrtrnhcrg.

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rr,¡ N"trtl.v0l,l.rrrrrrillrttrIr.¡r¡oryN,'m,v¡rl.lll,¡r,l,llftlrlrr¡0Clrrbtrr,tr)0¿.

FABIÁN Af,MoNACIDI LA INDU§TRTAVALDTVIANAEN

tos de in§talación y mejorar el rendimiento. De e§ta manera, desde fines de t9oz, la sociedad quedó de hecho concluida. PeroJorge Fehrenberg no claudicó: mantuvo contactos con otto Ribbeck, valdiviano avecindado en Alemania, el que le envió diversos informes, análisis y planos, que demo§traban la pertinencia de la indu§tria. Po§teriomente se trasladó a santiago yvalparaíso en busca de capitales. se contactó con un químico alemán, que tenía una indu§tria similar en Alemania, quien se interesó en invertir 75.ooo

en la sociedad, ofreciendo trasladarse ha§ta Valdivia y hacer él mismo las in§talaciones. E§te hecho reavivó el interés de los accioni§tas, pero el viaje del químico alemán nunca se hizo y el desánimo de los socios fue definitivo. a los accioni§tas, la que le Jorge Fehrenberg solicitó una última oportunidad cambios que considerara los para hacer fue cóncedida. Se le dieron 3 mil pesos junio de r9o3 se iniciaEn convenientes y probar si mejoraban los rendimientos. no e§taban en in§talaciones ron los trabajos y duraron 3 meses. sin embargo, las La pronegativo. fue buenas condiciones y sólo funcionaron z6 días. El balance con in§talaciones puesta de Fehrenberg de que la única alternativa era rehacer las

*ur"o,

materiales adecuados, no fue acogida. En esos tres meses el resultado había sido el siguiente: con 422 metros cúbicoe de leíra se produjeron 1.341 sacos de carbón, r.39o litros de metileno Y 4.959 kilog de alquitrán. No se pudo producir acetato de cal por falta de máquinas necesa' rias, perdiéndose e§te subproducto. Lo producido se vendió a2.539,75pesos y, des' contando los ga§tos, quedó una utilidad líquida de r.88r,75 pesos' Paralelamente, Fehrenberg había enviado aanalizar aEuropa tres tipos de ma' dera y sus posibilidades productivas: los análisis demo§traron que la producción en condiciones adecuadas superaba ampliamente los resultados obtenidos en los socios' Los accioniStas de la sociedad e§taban seguros que Ia de§tilación de madera¡ era un buen negocio, pero no e§taban dispue§tos a invertir las gruesas sumas d6 capital requeridas. Así, se impusó la idea de liquidar el negocio. Evidentementtl, in§talaciones. -Jorge Fehrenberg fue el único interesado en adquirir lasgerente, dio poder a Adolfo ll zg de septiembre de rgo3,Jorge Fehrenberg, como Scheihing y Ottmar Richter para liquidar la sociedad, según decía la escril'lrra¡ «en virtud de las repetid,as pérdidas». Finalmente, el z5 de diciembre de t9tl3 e€ disolvió la sociedad Fehrenberg y Cía. (fuera de los socios ya mencionados, a¡rur€'

Valdivia. Pero e§to no convenció

cÁPíTULo

SUAPOGEO G87O-T9I4)

a

cen Teodoro Kórner y Carlos Schmidt): se acordó queJorge Fehrenbcrg sc hiclore cargo del aCtivo y pasivo de ella, desligándose los socios de responsabilidtd tlgU' na án los negocios efectuados y por hacer, y que no pcdirían a litlhrcrrbcrg llttl¡tl

Los

TNDUSTRIALDS

DEL DEPARTAMENTo DE

vaLDrvra G870-1914)

por sus aportes.268 lo señalado, el 9 de febrero de rgo4,Jorge Fehrenberg reconoció mutur) (:on Ottmar Richter (4 mil pesos), Adolfo Scheihing (a mil pesos), Santiago 'illriilcr (3 mil pesos) y Teodoro Noelke (z mil pesos), por t3 mil pesos, hipotecanrIr lt,rreno, edificios y máquinas de su industria.26e l)osde e§te momento, Fehrenberg se ocupó en constituir una sociedad anónirrrrr ¡rrrrala de§tilación de maderas. Con ese objeto redactó laMemoria de fines de rr{) t, (lue hemos venido citando. El capital propuesto por él era de z5o.ooo pesos, r ,r¡ r'l fin de e§tablecer en condiciones óptimas e§ta industria: con ese dinero se ¡ror I r'ía comprar la aCtual fábrica, terrenos y edificios y el privilegio (5o mil pesos), Irrrn nuevos edificios, galpones y muelle (r5 mil pesos), se adquirirían nuevas rrrirr¡rrinas e in§talaciones (rz5 mil pesos) y se pondría en marcha el establecimienI r r ((ro rnil pesos). una fábrica e§tablecida en estas condiciones, creía Fehrenberg, ulrlizrrría r5o mil metros cúbicos de leña al año y produciría carbón, metileno, ¡rr llonir, acetato y alquitrán por L93.775 pesos. Siendo los gastos (materias priurrrs. slroldos y jornales, amortización y otros) de 8o mil pesos al año, se tendría t¡rr¡r rrlilidad líquida de 113.775 pesos, es decir un 45,y'o delcapital invertido.2?0 ('r¡nfiado en los buenos resultados de sus gestiones, Fehrenberg se preparaba ¡rirrrr cl inicio de los trabajos. El z9 de ago§to de ryo4 arrendó a otto von Stillfried, iin virl)or y seis lanchas de carga, además de dos bodegas y casa-habitación en l'¡r k r rkr l,uma, junto al río Futa, en 2.Soo pesos anuales. Este arriendo indica dónrlr' ¡rr,rrsirba obtener la leña, materia prima fundamental parala industria. En el iutrirro lrrgar se ubicaba la propiedad familiar, el fundo Chamil.2Tt I ir s ¡4csl,iones de Fehrenberg llegaron a buen fin. El 16 de diciembre de r9o4 daba ¡rilrk,r' rrs¡rccial a Rodolfo Rothstein, para que lo representara en Santiago en la ftrr nr¿rt'irin de una sociedad para explotar la industria de destilación de maderas. Itrr ll rrrislno motivo, el zg de marzo de r9o5, Ricardo Kórner dio poder a VíCtor hnr rrt,r', rlc Santiago, para que Io representara en la sociedad en formación «Desillrrlrrirr tlc Maderas de Valdivia».272 l'l r¡ llf iunio de rgo5, Fehrenberg recibió 15 mil pesos, a cuenta de un total de ;,¡ rrrrl ¡xrsos on que vendería su fábrica de destilación de maderas y de briquetas rrl¡1rnro

A ¡lesar de

!nr N" /,/,. vol. V. sr,¡rl icrnhru-ocl.ubre, r9o3 y N. 182, vol. VI, noviembre-diciembre, r9o3. rhr N" r','/, vol, l, r,nt,ro lirltruro, r9o4. r.r llr¡1r, I r,lrtr,rrlrr,r'g, o7r. rrll., l).3o. i r N",r,r,vol.lV.jrrlio¡lgo§lo.lgo4.l,ninvtnlivarlckrsfchrenbcrgnoscdel.enía:porlanrismaépocrr,clr4 rlt

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cApfruLo3:LosINDUsTRIALEsDELDEPARTAMENToDEvALDIvIA(r8?o-19r4)

y terreno a una comunidad indu§trial con§tituida recientemente en Santiago. El mismo día, Fehrenberg canceló las deudas que tenía con varias personas desde ol 9 de febrero de t9o4.273

En una fecha que desconocemos se con§tituyó en Santiago la sociedad anónl.' ma «Sociedad Au§tral de Maderas», para explotar la de§tiladora de maderas d3, Fehrenberg. El s de septiembre de r9o5, la nueva sociedad entregó a 3r.25o pesos en dinero efeCtivo y títulos por 3.3oo acciones, de una libra e§terlinl cada una. Con e§te pago, Fehrenberg recibió el total de lo acordado por la fábricq terreno y privilegio.2Ta Todo hacía suponer que la sociedad se e§tablecería en Valdivia. El 16 de sep tiembre de r9o5, Augu§tino Gómez, representante de la sociedad, compró a Oetl tinger Hnos. un vapor por 13 mil pesos.275 ' Sin embargo, por razones que desconocemos la Sociedad Au§tral de Mader¡l se in§taló en otra zona. El9 de noviembre de 19o6, Ia sociedad señalada formó una comunidad con Ia Sociedad Ganadera e Indu§trial de Bodudahue, que tenh una concesión en la zona de Palena, para explotar los bosques y ocupar máquin$ e in§talaciones exi§tentes allí, por tres años. Las utilidades serían repartidas 6ñ partes iguales.276 En e§te cambio, suponemos, algo tuvo que ver Pablo Hoffm quien participó en la formación de la sociedad de Bodudahue. Además, la Sociedad Au§tral de Maderas, en una leCtura retrospeCtiva, poth blemente e§taba más interesada en el privilegio de Fehrenberg que en la fábrlOl de Valdivia, ya que en definitiva con el privilegio en su poder podía ir a cualq parte. Un decreto de zo de oCtubre de r9o8, le transfirió oficialmente el privileglO originalmente de Fehrenbergpara de§tilar maderas.277 De un modo que tampooo conocemos, ya en 19o6, Fehrenberg terminó recuperando la propiedad en que ctr

frlgl lirhrenberg no retomó su anterior rubro de fabricación de licores. Como hrrrrrr¡ srríi¿rlado más atrás, al quebrar la sociedad E. yJ. Fehrenberg, Jorge terltlnrl ¡r(l(¡ririendo a bajo precio lo que quedaba de la fábrica, en ago§to de r9o8, ; vlrrrllri lits máquinas en oCtubre de r9og. Un poco antes, el r9 de enero de 9o7, h¡hl¡ vr,rr«lido a Alberto Haverbeck e Hijos el terreno Chiflón, Angachilla, donde h¡hlrr r.r,llirrl«l la de§tilería familiar, en 1.5oo pesos.280

tabalafábrica en Las Ánimas.278 La Sociedad Au§tral de Maderas al trasladarse más al sur, dejó a Valdivia ¡h los beneficios de una indu§tria que tanto había co§tado a Fehrenberg impulertr Ella permaneció en la zona de Palena: enrgrzpagaba patente en Quellón por ar} rradero y agencia de vapores y en Queilén por agencia de vapores. No tenemo¡ referencias de que haya efeCtivamente girado en Ia de§tilación de maderai potl. blemente sólo se dedicó a la explotación de bosques.2'e

Fábrica Licores Fehrenberg, ca. r945 (

A

rllr ivo l¡otográfrco Ellynor Fehrenberg, Centro Cultural El Au§tral,Yaldivia).

Al ¡rnlr,r'cr..forge incursionó en la fabricación de fideos en su propiedad de Las

lil

rs dc f'ebrero de r9o9, Manuel Godoy le arrendó sus servicios como ull,e rubro, venía de Chillán, y para vigilar que la maquinaria funcioltéll url¡,r'rr¡ulamente. Posiblemente para e§tos negocios, pues no tenemos más tlrfrr rrrrrt'ir'rrr, pidi(l el rz de oCtubre de r9o9 a Otto Hauber, r5 mil pesos, hipoter,r.llrIr xrr¡r ctlilicir»s y l.orreno de l,as Animas. Además, el + de abril de r9rr, recibió ulr ¡rrrirllrrrrro rlc llicurtkr Kiirncr, ¡ror 35 mil pesos, por el que hipotecó su e§tableAtrlru¡r¡1.

lnru'cl r'o rk,

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l-Zl-y t7z,vol.

III, mayo-junio, r9o5.

Y septiembre-oCtubre, N"lo,ídem, No r5, vol,

r9o5.

276 N" 59, vol. VI, noviembre-diciembre, 277 MOP (r9r3), p.r5o.

r9o6.

zz8 Roldeavalúosdela
(lrrtr,lx'iór,

l)l). r9r) y il[lfH.

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FABIÁN ALMONACID: LA INDUSTRIAVALDIVIANA

('^rft(t.o,l:t.os¡NDta'rItat.¡iHDtt,DI:¡,Ant^Ml:NtoDtvAt.DIvtAlrSTo-r9r4)

EN SU APOGDO (I8?O-I914)

cimiento de Las Ánimas.28r por último, Jorge Fehrenberg siguió teniendo una propiedad rural. El z de oor tubre de r9o9, su padre le vendió una parte del fundo Chamil en z mil pesos. E¡ r de septiembre de r9r3, su padre le vendería el re§to del fundo Chamil en ro pesos.282

ALBERTO BEHRENS

la década de r87o, Behrens habría comenzado con una fundición tvll ir rl,csanal, aunque hay diferencias entre di§tintos autores sobre la fecha de

A r nrrricrrz«ls de ar

Irrlr lrr rk,sr¡ aCtividad.283

A lirrr,s rle la década de r87o, además de su fundición, Behrens tuvo una breve transporte fluvial y comercio. El z8 de julio de 1877lunto a Nicolás y Bischoffhausen creaba la sociedad <<Jaramillo y Cía.>», para el rrrrrilkr lirne§to tr f l!¡r rrr ¡¡iorr cn el

ESTRATEGIAS DE LOS INDUSTRIALES PARA CONTINUAR EN LAACTIVIDAII INDUSTRIAL: ASOCIARSE, PERFECCIONARSE Y/O DIVERSIFICARSE

las difíciles condiciones que enfrentaron los indu§triales valdivi Lldesde fines del siglo XIX (la mayor inserción en el mercado nacional, la en la importancia del mercado externo, entre otras), se impusó la necesidad variar las formas derealizar la aCtividad indu§trial. Los negocios personaleg menzaron a orientarse hacia sociedades por acciones. Las empresas famil se organizaron como sociedades cerradas o anónimas. Se impuso para los cipales indu§triales alguna forma de asociación, especialmente para obtener capitales suficientes para un ejercicio beneficioso del rubro. Es el período en todas las nuevas indu§trias se con§tituían (o tenían éxito) bajo la forma de St dad por acciones. En el cambio de siglo se inicia un período dinámico patala indu§tria viana, donde muchos salieron de tal actividad por diversas razones. Hubo tendencia al abandono de la indu§tria por muchos pequeños indu§triales y aquellos menos competitivos. Fue el momento adecuado para cambiar de indu§trial, parapasar aotro seCtor de la economía regional o nacional do en compañías de seguros, salitreras, etc.), o dedicarse a vivir de las rent¿t los capitales acumulados con anterioridad. Aquellos que optaron por permanecer en la indu§tria, debieron organizar§€ una manera más eficiente, realizar las innovaciones produCtivas que les sen mayores utilidades y/o diversificar sus actividades económicas. E§tos son cambios más signiflcativos que vemos en los que continuaron como les. En e§ta parte queremos revisar tres ejemplos de empresarios que bien e§tas di§tintas opciones.

f\adas

llrilrri¡rorlo de pasajeros, mercaderías y servicios anexos, y compraventa de merr'nrllr irrs un general. Los otros dos socios aportaron casi 5 mil pesos cada uno, inYu llrkrs cn :i vapores, z botes, una bodega con 2.5oo rajas de leña y algunos muel{p¡. llr,lrnrrrs puso 64o pesos en dinero efeCtivo y su fragua, valorada en el mismo

La sociedad duró apenas un Bñrr ltor r,sc momento, Behrens era un artesano hojalatero, con un escaso capital. lrrrr rll79. llehrens e§tuvo encargado de realizar el transporte de correspondenr lrr lrrl lc Vu.ldivia y Corral, según contrato del z7 de diciembre de 1878, debiendo hn¡,r rh, ro t lr viajes al mes.285 Su incursión en e§te negocio no duró más de un Éñ1. l'lr cl lirt.uro, los Oettinger monopolizaron el servicio de correo. ls lurxlicitin de Behrens prosperó rápidamente en el último cuarto del siglo }rrlur rlt'l ir¡lorte de cada uno de los otros

Ill

socios.28a

ll¡isl rrcl añorgoofuesólofundiciónytorneríaavapor,peroyaalcanzabatn

¡rprtci¿tble. Tenía un capital de 5o mil pesos, 16 operarios y una producción vrlort(la en 3o mil pesos.286 Ha§ta e§te año sólo pagó patente por fundición frlr'rrrlrr rrrlcr¡rás mae§tranza), pero en los años siguientes Behrens comenzó a de-

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¡r, lrr r¡tbión a la con§trucción de embarcaciones. r rk, noviembre de rgoo es el primer contrato notarial de Alberto Behrens

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Flrr Wlllihirltlo Klenet para fabricar un vapor en el Lago Llanquihue, en Puerto V¡r ilc. §r, cs¡rccificaban las caraCterí§ticas técnicas de la caldera, bombas y cilindtor l,¡r ruixlcra sería pue§ta por Klener. El precio apagar eran 38.5oo pesos.28' I ira ¡rosilrilirlttdes que ofrecía la demanda de barcos en la región sur del país

Elllnrrur)n ir llchrens a partir a Alemania, en busca de un ingeniero califlcado.

lll

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Ill\¡rt«tdr:Voklivkt,ndediciembredelqzs,BNSBhabríacomenzadoenr8To;elBSF,añoXXI,

ict <¡ue en r {l7z; y Blancpain, ap. c it.,p. 427, señalaque fue en r87r. Sin embargo, Espejo, lrrIlrryc ¡lrrblit:irh
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r', r,rr r.¡. ¡r, .¡ oz. rl

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ll¡" r¡ ¡. vrrl. 17, rll?o). 281 No 269, vol. [, cncro-l'chrcrr¡, l,)o9t N" 3tl4, vtll,

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FARIÁN ALMONACID:

LA INDUSTRIAVALDIVIANA

rllfttt.0l:t.0stnrrt'r'ttr^t.tsl)t:t,t,It'^Rt^utrN1r,¡,tvAr.DtvtA(r¡70-r9r4)

EN SU APOCEO (187O-T9T4)

Encontró a carlos Bar§tch, ingeniero de la Escuela Politécnica de charlottenbur' go, con 5 años de experiencia en grandes mae§tranzas alemanas, una de ella¡ óo., ,.5oo y otra con 6.ooo operarios. En r9or, Bar§tch habría llegado para asumif como admini§trador.288 El 3o de marzo de rgoz,Alberto Behrens daba poder general a Carlos Bar§tch, para que admini§trara el e§tablecimiento de fundición y mae§tranza, comprara y u"rái.ru artículos, celebrara contratos de construcción y reparación, fijando precios y cantidades.28e La llegada de Bartsch coincide con la expansión del e§ta'

blecimiento. Be' EI r de oCtubre de r9o3, Behrens (representado por Bartsch) vendía a Pablo

bráfrezuna máquina a vapor in§talada y funcionando en casco de madera del

comprador, en 16.ooo pesos. El r de febrero de r9o4, Behrens firmaba contrato Cqn pabü uoffmann (a nombre de la sociedad Ganadera e Indu§trial de Bodudahue) para con§truirle un vapor remolcador, por el precio de 55'ooo pesos oro de r8 d" I entregar en mayo de r9o5.2eo Haóia fines de r9o4, Behrens contaba con un importante e§tablecimiento indu¡' trial; con cerca de zoo operarios, disponía de cerca de 56 máquinas para di§tintOl usos, que le permitían fabricar completamente una embarcación, desde las et' truCtuias y motores ha§ta el último detalle. Ha§ta ese momento, el número de V¡¡ pores fabricados alcanzab a a z4y lasmáquinas construidas para vapores a 57,¡tl

Como los contratos aumentaban, Alberto Behrens comenzó a ampliar sus in¡' talaciones. El z7 deseptiembre de r9o5, hizo una promesa de compra con Albert{l

Rudloff (muebli§ta) por un terreno, edificios, taller, herramientas y exi$tencltl de madera, en calle Los canelos, por 17.5oo pesos, que se ubicaba adyacente I su e§tablecimiento. La venta se concretó el zz de enero de 19o6. Ese mismo dlft compró a Ottmar Richter otra propiedad colindante, en 45.ooo pesos' También d mismo día, compró a Edmundo Haverbeck otra propiedad en el mismo lugar, po? 6r,ooo pesos.2e2

lirrllrs c§tas compras fueron financiadas con un mutuo tomado por Behrens r rn r,l ltnco de Chile, el zT de enero de 19o6, por DZ.1oo pesos, a tres meses pla,rr y r),rí rle interés anual, hipotecando su propiedad (herencia de su esposa) y las r urrr¡rlirrlas, con todo lo que contenían, incluido su e§tablecimiento indu§trial.2e3 ('orr lorlas esas propiedades, Behrens tuvo un amplio terreno para sus in§talar touls; no menos de 16o metros frente al río Valdivia y 34o metros de fondo, entre f

r,l r to y r:itlle Los Canelos.2ea

I n t,¡ilc momento, Behrens decidió crear una sociedad anónima, la que fue forcrr Valparaíso a comienzos de 19o6 con el nombre de «A§tilleros Behrens». I I r'7 rI, ruarzo de 1906, se protocolizaron los E§tatutos de la sociedad: su objeln lrrr irrlt¡uirir y explotar el e§tablecimiento de fundición y a§tillero de Alberto llr,lrrr,lrs cn Valdivia; comprar otras propiedades y de§tinarlas al incremento del ¡¡1,¡q¡rlioi a,simismo, adquirir otros e§tablecimientos análogos o la fusión con uno u rrrris rlc cllos; y por último, la compra e in§talación de máquinas del giro y otras ri¡u,rrliorrcs relativas a con§trucciones navales, fundición, ferretería, etc. I I lrr¡lil,al era de r.2oo.ooo pesos, divididos en r2o.ooo acciones de ro pesos cada ulrrr. l)r' lus acciones se entregarían zo mil a Alberto Behrens, en parte de pago

lr¡rlir

¡ur

r,l ¡rrccio del e§tablecimiento.

socicdad tendría un direCtorio de cinco miembros, nombrados en junta geilrlr.ll it (ornienzos de cada año. Para ser direCtor, cargo que duraría un afio, se rl+'lrl¡r lcrrcr a lo menos roo acciones y, muy importante, se excluían del direCtorio lrrir riorirs vinculadas por parentesco. Entre los miembros del directorio se elegiría rrrr ¡rrlsirlcrrte y un vicepresidente. El direCtorio, así como el gerente, era represenlrrrrlr, rlc la sociedad y especialmente, nombraba y removía los empleados de la ¡rrr tr,r l¡rrl. 'l'ambién, podía decidir sobre la apertura de sucursales, adquirir bienes f lrtrl¡il it tnos, proponer a la junta extraordinaria fusiones con otros e§tablecimienll,. r r rrrl«¡rririr e§tablecimientos del mismo rubro, y debía entregar ala junta gener ri I ul rlirrirria memoria y balance, a comienzos de cada año. Por último, nombraba lri lrrrrlrr o oonsejo local, compue§to por 3 accioni§tas residentes en Valdivia, que !,rr

r lgllrr r'Íir n la del viaje, datándolo en tgol|r Espejo, op. clf., p. t38, señala e§ta información, aunque se equivoca en el año la llegada de Bar§tch, r9or, l'oehl EI Correo d.e Valdiyi¿, rz de diciembre rle rgzs, BNSB sÁala como fecha de que nos parece [a correcta. z8g No sr5, vol. I, enero-iunio, r9oz.

288

z9o No 99, vol. V septiembre-octubre, 1903 y No 123, vol' VI, noviembre-diciembre' l9o4' z9r BSF, octubre, t9o4, PP, 462-464. N"roS,vol.V,septiembre-octubre,rgo5yN'96,97y98,vol I,enero-febrero'r9o6'Comosot:ontpruohlfl zgz -varias

I partes de e§te libro, los lazos de parántesco no eStán ausentes en la trayeCl'oril tlo mLrt:hos ntlttCttlg dc Albcrto, I'l(lmun(lo y Jollf les: Alúerto Behrens era casado con Dárotea Haverbeck, por lo tanto cuñado parte de la r:h¿rcru ckr llr tirnr i I lI I lnvorlxl:k r¡tlt b zo Haverbeck. Behrens había establecido su indudtria en la [idtnutttlo,.lorgtr r". linrlll¡r y l)trtrklerkt ll] Alhcrl-o, Dorotea, partición entrc Ver su esposa. a correspondió (x)nrl)rtts lttllttl¡ttltttt t'tt rrl t0xlo, I Alttglt{l vcrbeck, regisl.rada tl z clc Iobrcro d0 rtt84, N,'64, vol.49, ttltl4. l,r§

llnriliu llrtvu'lrctrk. lx)r lo lolllo

Hll

srtllritrl,

y

lkltttttlttlo rt¡t ¡tt ct¡ñ¡ttltt'

marcha del e§tablecimiento y Ie informarían.

¡\rk,nriis rlel clireCtorio, exi§tía un gerente y un admini§trador. \r' lijrlrt un fbndo de reserva, con§tituido con el ro7o de las utilidades anuah'¡, lr¡r$lir c«rrnpletar roo mil pesos. Se contemplaba que la sociedad se liquidaría nnlr,r rh' k»s 5o años contemplados de vigencia, si se hubiera perdido el fondo de r+'qr.r v¡r y la rnil.ad del capital socitrl. l'l ¡rrirrrcr «lirccl,orio e§l,aría ()oml)lr(!r.il,o por Luis Uribe, Roberto Délano, CarLrh l,¡rrrrr¡ll ro, Ant.oni«l Vurts y.ltturl lriscltcr. cl que permanecería ha§ta enero de

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ru

i N" I l,i, vol, l, r'rrll¡ li,llrrro, ¡ I r¡rrfrr, t,lt, rll., lt, )tt,

l¡)ofi.

FARIiN A],MONACID: LA INDUSTRIAVALDIVIANA

cApÍTULo3:LosINDUsTRTaLEsDELDEpaRTAMENToDEvaLDTvB(r87o-rs14)

EN SU APOGEO

Adolfo Scheihing Pablo Hoffmann

Amelia Hoffmann Carlos Exss Enrique Valck Otto Roepke Augu§to Ziegele Klempau, Anwandter y Cía. Reinaldo Harnecker Carlos Hanne

Félix Corte

Valdivia Valdivia Valdivia V¿.ldivia

V¿ldivia Valdivia 'üa.ldivia

Valdivia

Arturo Herrera

tt¡tr ioilrtlcs.:lo3

Juan Crass Carlos Bischoff

Oftmar Richter Carlos Noelke

Pedro Schmidt

Valdivia

Schüler Hnos.

Valdivia

Arturo Gómez

Váldivia

Agultín Torrealba

Valdivia

Fernando Camino

Valdivin

J. y C.

l'lr l'unción del crecimiento proyectado, el 16 de octubre de 19o6, Arberto Behrrnri solicltó un pré§tamo de 5o rnil pesos al Banco Alemán Trasatlántico.El zz rl¡ rrovicmbre de 19o6, Behrens daba en prenda al Banco sus 20 mil acciones en lrr aocictlad, para garantir el préltamo anterior y una cuenta corriente por 50 mil rr,r¡0s (l¡¡c Ie habían abierto.301 llrr.iit r9o7 Astilleros Behrens era uno de los principales establecimientos inrlurll liirlcs de valdivia. según Espejo, desde 1903, los astilleros habían fabricado iro rr('ilos de 6o vapores, los que navegaban en muchos lagos y ríos de la zona sur, v r!il l lilcrtos nacionales, peruanos y argentinos. Fuera de ello, a las tradicionales ¡r'r'r'ionrls de fundición y maestranza se habían agregado las de caldereúa, colrr rr irr y rnodelos (elaboración de planos y objetos a escala).3.2 En r9o7 tenía 4oo rr¡tr'r rrlios y fabricó en todo ese año, 4 vapores, 2 vapores remolcadores y z4lanr h'u¡ rk' (:arga, la mayoría (excepto dos que fueron al perú) destinados a puertos

Martin

l¡rl corno lo contemplaban los Estatutos de la sociedad, una acción inicial im¡rrrrliurtc lue la compra de un establecimiento similar. Efectivamente, el 29 de rrrrrvrr tlrr r9o7, A§tilleros Behrens adquirió lafábricade la sociedad Schneider, De vl'r'rrzi y cía., que se dedicaba al mismo rubro: fundición, maestranza, construc¡ ljrr rk' lruques y máquinas. El precio pagado fue de go mil pesos, dos tercios en lur r lou('s dc la sociedad compradora y un tercio en dinero efectivo. La compra I¡r h¡Í¡r lorlo el activo y pasivo de la sociedad: terrenos, edificios, existencias en Irrrrr¡rrirrirrias, herramientas y útiles, créditos y deudas, y obligaciones a su favor y ril filr ('onl,ra, esto es, especialmente, los contratos pendientes sobre obras y emItrl t r'ttr' it ltl0s.:roa

Eugenio Bobillier Eduardo Vallejo José

Simón González

F,duardo Délano

Horacio Fehner Luis Loer LDis Zañartu Gu§tavo Schmidt

Carlos Schilling Suc. Fco.

Fuchslocher

Valdivin Valdivla Santingo

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l',rrjrrrrl,amente, el mismo día, se firmó un arriendo de servicios, de carlos lrrr.irkrr y Gaetano De vincenzi con la sociedad compradora, por el que se obli-

Érrlrrlr ir l)rc§t.ar exclusivamente sus servicios profesionales a ella por 5 años, por Il ,¡ll sc lcs daría sueldo yparticipación en las utilidades. Además, ambos se obli-

rxl c§tablecer negocio propio en el rubro ni a participar en negocios simihltrlrt lx)t'7 años en el departamento de Valdivia.3o5 l'r'¡r u rr »s l¡revemente algo del establecimiento adquirido por Astilleros Behrens. árllrrl n ¡r

Irr ,r igcrr vcnía del 5 de enero de r9o3, cuando carlos schneider y Gaetano De f'lrrl*rrzi (ircaron «schneider yDe vincenzi», con un capital de zr.5oo pesos, para rL,r

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ndición, herrería y otros ramos mecánicos en un terreno de calle

Julio Buschmann Walterio Buschmann Suc.

Eduardo Geisse

Jorge Aubel

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FABTÁN ALMONACID: LA TNDUSTRTAVALDIVIANA

capíTULo3:LosrNDUsrRrALEsDELDEpaf,raMENToDEVALDIvn(18?o{914)

EN§

A pesar de todas las expeCtativas pue§tas en el crecimiento del establecimiento tkr llehrens, la sociedad se desenvolvió con altibajos. El tamaño alcanzado por la

de

rubros a la con§trucción Los Canelos. El zq deoCtubre de r9o3, ampliaron sus y maquinarias de toda mae§tranza herreiía' y cobre, buques, fundición de fierro

clase,yseincorporaronnuevossocios,aumentandoelcapitala4omilpesos'con

accionesderoopesoscadauna.EnlajuntadevigilanciadelasociedadfigurabanGu§tavoRoepke,Godofredooettinger,TeodoroBurkhardtycomosuplentes, Hermann. schneider y De vicenzi admini§trarían la Adolfo scheihing y Teodoro

sociedad como socios ge§tores'306 (9'8oo pesos); SchneiEn e§ta sociedad fueron socios fundadores: De Vincenzi Hermann(3.zoo pe' Teodoro pesos); der (7.7oo pesos); Godofredo Oettinger (+.ooo (z.ooo pesos); Gu§tavo ,or); f"oalro Burkhardt (z.ooo pesás); Ricardo Anwandter v' de Arens Münzenmeyer nrá*" (z.ooo pesos); otio Roepte (r'ooo pesos); Lucía pesos)i (r.ooo Koch (i.aoo pesos); Enrique lr.oáo p"rog; Élisa y Elena Kináermann Haver' Alberto pesos); oátti.,g.i (5oo pesos); Adolfo Scheihing (r.ooo

Lristoúuf

beck (r.ooo pesos); y A.dolfo Oettinger (r'ooo pesos)'307

Comoseobserva,Iasociedadteníaentresussociosde§tacadosindu§trialesde la ciudad de Valdivia.

'E§tasociedaderaunacompetenciaparaA§tillerosBehrens'Porejemplo,elzS Óscar Barrios' para con§truh de diciembre de 19o6 había firmado contrato con por el precio de r7 mll Antofaga§ta' de puerto el remolcador para un vaporcito

pesos oro de r8

d.308

funcionando am'

Valdivia era demasiado pequeño para que pudieran seguir bascompañías.Posiblemert",lu"o-ptadelasociedad«Schneider'DeVincenzl

yCía.»fuefacilitadaporlosvínculospersonales,familiaresycomercialesexil.

el precio ofrecido resultabl tentes entre los socios de las dos sociedades. Además,

eldobledelcapitalquelaempresateníaafinesder9o3'Porúltimo'lossociosger

muy favorables. tores pasaron a integrar A§tilleros Behrens en condiciones que tenía en su entor' De eSte modo, A§tilleros Behrens eliminó la competencia 8 de mayo de r9o8 puso térmlno no inmediato' En eI caso de Carlos Schneider' el además todos los com' al arriendo de servicios firmado un año antes, cancelando promisos que había asumido con anterioridad'3oe de r9o8, Carlos Bartsch ¡l RespeCto a la pre§tación de servicios , el z7 dejunio jefe del e§tablecimiento, con t¡ll integro a los Astilleros Behrens como ingeniero pu'ii"ipación del ,yo enlas ganancias lfquh sueldo de rz mil pesos anuales y | "'u das de la sociedad, más otros beneficios menores'3r0 r9o3 y No zzo, vol' V- se ptiembre-octubre ' r9t;3' tgtl*r el zo de felrero de r9o4, N" zoti y zo9, vol. l, tltlort¡-lirlrroro' "r"li"nero-febrero, protocolizado notu.iuáu*üldivia tu 3o7 "n t9o6' vol. VI, noviembre-diciembre' N"

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357, 3o8 3o9 N" 49, vol. lll, mayo-iunio'

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3ro N"l¡c¡o,vttl.ttt,,uuy,,-¡u,tr,,,1i,,i.t'n't"*lltrlrcltprxrrttk'rllt:f*tll:,*:l""nti'ii"l.l;"::l:.:l:].:,l11::i1* j,,ru Il¡", ¡rl' ( rq lll): l)lLthmnlo h'r ju,. t,, iir,

y,,r,l, tlr n il,r,rt,

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rrr*. V.r littt¡tr*tt l't'rkxll¡l

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rrrtlu§tria demo§tró pronto las limitaciones que esto podía generar; una empresa r'on cerca de medio millar de trabajadores podía quedar a expensas de su mano rk' obra en los momentos más inoportunos. Así fue; en la primera mitad de r9o7 lrrrllo una huelga de torneros que impidió cumplir los plazos de entrega de algur * rs trabajos. El z4 de junio de ryo7,la sociedad de Buques y Maderas, que se deslru¡reñaba en lazonade chiloé, protestaba contra el atraso en la reparación de un vrr¡lor y pedía descuentos en los pagos.3rr

sirr embargo, seguían llegando buenos contratos. El + de noviembre de 9o7,la ¡¡rrlicdad contrataba con la sociedad villalobos Hnos. (que no era de valdivia), la .orr¡,il

rucción de un vapor para pesca por el precio de TT.5oo pesos oro de rg d., en

t,l ¡rlilzo de 9 meses.3r2

A fines de go7, la sociedad proyectaba instalarse en la punta de Tenglo, en I'rrlrl,o Montt, para lo que había obtenido una concesión del Gobierno. El r3 de rlt.it'nrbre de rgo7, daba poder a carlos Schneider para que firmara escritura de lot tr'1'¡¡iIrr

el Gobierno y

comprara terrenos en la isla de Tenglo.3I3 No tenemos

"o,de que estos planes llrftr'lllación hayan prosperado. Af ¡rarecer, la sociedad comenzó a tener problemas de liquidez. El r4 de seplt¡rrrlrrc de r9o8, otto Roepke, como presidente de la sociedad, autorizabaa.Llberll lft'h rcns para que solicitara un préstamo de r5o mil pesos al Banco Hipotecario rlr' ('lrilc, hipotecando las propiedades de la sociedad en Valdivia.3ra §irr r¡rre sepamos la razón exaú.a,la sociedad pronto estuvo en apuros finanr I'r r ¡s. Nu llegaron los suficientes contratos para compensar el capital invertido y rn l r lr r l tr las obligaciones con los acreedores. por lo menos en valdivia, hay pocos r

ilrrl r'¡rlr¡s nuevos de los Astilleros Behrens. Creemos que el negocio de la cons-

Ir r¡r'r'irir¡

tlc buques, que fue el gran impulsor del crecimiento de esta industria,

Irrrlrírr I oc¿rclo techo.

I'rrrrr rlcsgracia de los Astilleros Behrens, su etapa de consolidación fue contt'rttpo¡'iilttla a la conexión definitiva de Valdivia a la red ferrovaria longitudinal ilil .'|il r()o7 y a la extensión del ferrocarril hasta puerto Montt, a donde llegó en lur

r lil rrrcrt:¿rdo

!¡, r,dl

¡l

I

de la construcción naval, al menos de embarcaciones menores, tcri riipidamente.

A .,rrricnzos de r9rr, Astilleros Behrens enfrentó un

i. t htl!, to,t), r,1,t,9. ¡rgr¡ llrlrr crl ición, rnprcnl 0 y l,it ogroffo Il N,' ,,¡r,, vol. lll, rrrrryo irrrrlo, rr¡o7. ll¡ N" r.l, vrrl, Vl, rr0vlrrrrlrft, rlk.lflrrlrr0, rr¡07. llr lt" r.tfuy t,t'/,hlrm, lll li" lo,¡, vol, V,¡r,llllrrrrlrro or,lttlrtr,, trJoll, I

L,n

juicio de quiebra, por no

iv0rso, S¿nl.iago, p. tto.

rABtÁN ALMONACID: LA INDU§TRIAVALDTVUNAEN

pago de sus compromisos flnancieros. El3 de abril de rgtr, Luis Urrutia, síndico dg

Iasociedad, autorizabaaCarlosBar§tchacobrarloscréditosdelasociedadycon eso pagarse del pré§tamo que el mismo Bar§tch le había hecho. Bar§tch delegó e§tas acciones, el 6 de septiembre de r9rr, en Rodemedil Espejo.3ts Una mue§tra de los acreedores de la sociedad: elzT de abril de r9rr, A. Held, de Hamburgo, representado por Carlos Iribarra, cedia a Carlos Bennett (abogado dc

Valdivia), sus derechos y acciones como acreedor de A§tilleros Behrens de Valdivia,

acambio de3o milmarcos,pagaderos enparte al contadoyel re§to en3y6 meses.slc El juicio por quiebra contra la sociedad pas aría ala Corte de Apelaciones y a l8 Corte Suprema. El asunto judicial quedó recién resuelto en 1912. Bar§tch dio bata. lla ha§ta el flnal y no sabemos cómo pero, resuelto el juicio por quiebra, terminó siendo el dueño de los A§tilleros Behrens, enL9r4.3t7 Bartsch había so§tenido los A§tilleros Behrens. El 3o de diciembre de r9rr, habft dado poder a E§tanislao Pardo de Santiago, para que presentara propue§tas antl Ferrocarriles del E§tado y otras reparticiones públicas para elaborar artículos y 3i 8 r ealizar otros trabaj o s. E§tas iniciativas rindieron frutos. Debilitado el a§tillero, Bar§tch retomó coil éxito los rubros tradicionales de Ia indu§tria; fundición y mae§tranza. El ro ü junio de r9rz, el Gobierno lo contrató para con§truir r7o cambios y cruzamientol para ferrocarriles, lo que sería un primer paso en este nuevo rubro. El z9 de abrll de r9r3, terminado e§te trabajo, Bartsch dio poder a Rodolfo Roth§tein, para am.

pliar

ese contrato.3re

Escasamente aparecen contratos sobre embarcaciones: hayuno del z6 dejunlO de r9rz, por el que A§tilleros Behrens, representado por Bar§tch, contrata con Bgtt nabé Martinez, la con§trucción de maquinaria para un vaporcito del compradol en Corral, por z3 mil pesos, a entregar en 5 meses.'2o

3o3, vol. II, marzo-abril, rgrr y N" 49, vol. V, septiembre-oCtubre, r9rr. Bartsch había aumentsdo t§ acciones: el z de septiembre de r9o9, Alberto Behrens había reconocido deberle al Banco Alemán 'l'racrtl&l tico casi 33 mil pesos oro de r8 d., saldo de una cuenta corriente. En ese momento Behrens habfa dado !! prenda ro mil acciones de la sociedad y Bartsch lo había afianzado con otras 9,992 acciones proplur (Ne l]

3rS N'

vol. V, septiembre-oCtubre, r9o8). 316 No s23, vol. II, marzo-abril, rgrr (kirv¡ñtlt 312 Interamericana(rgz4): Guía General de Chile, Chile indu§trial, comercial y social, Imprenl.u Santiago, p. 47, señala: «Don Carlos Bartsch lo dirige como dueño único desde tgt4», Ararulu cL ul, o¡t, cltq 485, dicen que era dueño de los A§tilleros Behrens desde el t+ de diciembre de r9t4. Iin t9zo, ltlnlu ltr dos, de 3So a 4oo operarios y un capital de 35o mil pesos invertido en maqu i nariss. Iin cl{l o rnonl(!l¡1.0, dicaba a aba§tecer al Edtado, con embarcaciones para la Armada y muteriol rodtntc ptru krs f'tr También coincide con las fuentes anteriores, en el año r9r4 como fcchu dc lu comprn «lcl cdl nlllct:l tn lonttl Bartsch, Empresa periodíStica Chile , op, cil,, p, l\o,

318 N'529, vol. VI, novicmbrc-dicicntbrc,

3rq N" 577, vol. II, tnurzr¡-nbril. tt)t3. tl2o N" 42(r, vol. lll, rttrtyo ittttl0, l9t:1,

rt¡t

capíTULo

§U APOGEO (T87O.19T4)

3:

Los rNDUsrRraLDs

DEf, DEPARTAMENTo Df,

vaLDIvh (r870-r9r4)

lirr el futuro, más allá de nue§tro período de e§tudio, la indu§tria se dedicó prinri¡rirlmente a la con§trucción de vagones para los ferrocarriles del E§tado y de lorl«r tipo de materiales para ferrocarriles ybarcos, además de locomóviles, aplarr¡rrloras, chancadoras y otras maquinarias.32l

l,os A§tilleros Behrens son un ejemplo de la necesidad que tuvieron los induslr r¡rf cs de reorganízar sus negocios a comienzos del siglo XX para aumentar su

¡rrorlrrcción, en e§te caso para enfrentar un mercado que aparecía ofreciendo rrnrles expeCtativas. Sin embargo, es también una lección de los riesgos que ter r irr I ransformar una indu§tria mediana en una grande, la que se hacía fácilmente lrrrrrirnejable pues requería de una demandapermanente yco§tos regulares en sus r¡r¡rlrrrias primas. Por otro lado, es un interesante caso de expansión indu§trial, r¡rrr' ¡rasa de fundición y mae$tranza a a§tillero, yvuelve después al rubro anterior, lu¡4r'iurdo no sin dificultades resituarse po§teriormente en la aCtividad tradiciorr¡rl. "l:rAdemás, a pesar de haber sido una gran sociedad, se mantuvo en el tiempo ¡lrr lrr ¡larticipación de Carlos Bar§tch, que asume la indu§tria como patrimonio lar¡lrlitr: aquí se ve que a pesar de la aparición de las sociedades anónimas en \'¡rkliviu (y en Chile), el compromiso familiar siguió siendo vital en la aCtividad gr

rl¡ l¡rth¡§trial. in§talación de los Altos Hornos de Cocon§truirse en r9o8 y a funcionar en r9ro, posiblemente abrió rrslr,r'ililzas en los A§tilleros Behrens de poder obtener a menor precio el fierro rr,r'r,s¡rrio para su fáhrica. Por lo menos en el poco tiempo que funcionó la sider rr r gilir. se detuvo en 19u ha§ta la década siguiente, A§tilleros Behrens le compró rrlgrr tlr. ficrro. Su paralizaciónen r9r1 coincide con la quiebra de Ia sociedad. Algo ¡lr¡'r,rlÍir c«¡n el seCtor metalúrgico enValdivia: en el mismo año sus dos indu§trias A rr

nr¡ue no lo hemos comentado antes, la

I lirl, r¡rrc comenzó a

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x )rt

antes e§taban en difi cultades.323

x I t t,,, r" i,,h. Valdivía, n de diciembre de r9zs, BNSP. r¡i (ttrrr,jr,rn¡rl0deindustrial,amenorescala,queformóunasociedadporaccionesapartirdeuncslot

i,L., lrrrtr,rrlo rxil.oso fue Carlos Hayler: nada sabemos de él antes de 19o6. En la matrícula de patentes dc lt , rk'Vrrldivia, del zg dejulio de 19o6, aparece con una fábrica de licores en calle Beauchel en la ciu-

',¡rrrlr¡r rlrrl rlr Vrr kllvirr, y cn cl Rol de Avalúos de la comuna de Valdivia, del r7 de noviembre de 19o6, Hayler regi§trr r rrr lr r rlrlr,(lr(l rrvuluada en rr mil pesos. Ambas fuente s enEspqo, oP. cit., pp. zt3-42. Segin e§tos datos ora rr ¡r,rlr(,rlo intlrslri¿rl, sin ombargo a fines del año 19o6, sobre labase de lafábrica de Hayler se condtituyó . rlrr ¡rr lrrl¡rrl, l¡r (lf¡r. Irhbrica de Sidra de Valdivia, creada en Concepción el r9 de oCtubre de 19o6. El ro dc rlir t¡rrrlrrr,rk, rr¡o(r, llnylcr vcndió su e§tablecimi€nto a la mencionada compañía en 4o mil pesos, pagados Fr lr r lurlx. lrrs r¡rrc rro prxlrfu vondcr durante 5 años. En c§ta compraventa, Hayler se comprometfa a scr cl éE!r'rtr'¡rrlnrinlslrrrrkrr tkrl ncgocio tlc lirhricación de sidra, por 5 años como mínimo, recibiendo un sucldo rle rr' mll l,(,¡os rurrrrrlrrs y rrlunrrir, u tlcposilnr r:n la notrrfo de Valdivia un sobrc cerrado quc contuvicro los

t. 1r

tt( lt tt;,lr¡¡¡r't,rl¡rrlrrilrlrrrl¡rlrrrfrrr,¡rtqoTttttlrr¡lllrrlrlctTotttll¡trrsos. t lltrtlttrr'hl (t9rr.¡), ¡r¡r.74 7tt,

calÍruro

SU APOGEO (187O-T9T4) FABIÁN ALMONACTDT LAINDUSTBTA VALDTVIANA EN

3:

ros ttousrRraLEs

DEL DEPARTAMENTo DEvaLDTvIA

(r870-r914)

132

LOS STOLZENBACH

desde Alema¡ Adolfo stolzenbach, eI jefe de la familia, había llegado a valdivia de Germán curtiduría la en trabajó curtidor, oficio De nia en 1859, a los 18 años. fue j po§teriormente, y, zona) Ia de (la importante más schülke u., lu Irtu Teja de sección en el mismo rubro para Alberto Thater'324 de Gui El z6 de abril de 1887 se independizó, adquiriendo la curtiduría I ediflcios, terreno, El calle-calle. Mollenhauer, en collico, a orillas del río que e§taban y los cueros lingue de bomba y demás útiles, excepto la cáscara inmueble y r'5oO los fondos, le fueron vendidos en 14 mil pesos (rz.5oo por el ¡

los muebles).3'5

indu§triales El trasfondo de e§ta compraventa mue§tra cómo los pequeños

pendíandelosmásgrandes.Elmismodía,Mollenhauerhabíacanceladoun desde ago$to tuo a Anwandter Hnos., de 9 mil pesos e intereses' que mantenía rs86.Asuvez,stolzenbachpidiópre§tadoalosmismosromilpesos'hi

da por los acreedores de Mollenhauer' la Desde ese momento, Stolzenbach giró como dueño de curtiduría' se iniciaban época por esa embargo, Sin Valdivia' de indu§trial más rentable como édtl' problemas para Ias curtiembres. Especialmente para las mode§tas' u¡o' 8 cada 25 cueros a para 20 cales tenía en 1894, ella 3

ginvér"róanto,

movido por y z6 fondos para 35 cueros cada uno, yun molino para cáscara alafro'327 ánimal, produciendo unos 2 mil cueros que Lo atraCtivo de e§te caso es que, a pesar de las difíciles condiciones por y siguientes los años en taba el rubro, e§ta curtiduría no fue cerrada c incluso e funcionando trario, fue una de las pocas que logró mantenerse

illlrr"o

gún su te§tomont,o. tl*l ¡ r rl.

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G[

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¿" voldivia,n vol.II,marzo-abril,r9o8,tenía67añosysehabíacasododosvcms:primcrot:tttt(illtiillnülluch'gl tuvoasushiiosAdolfoySelina,ydespués«rnMa¡¡doltrnttsclz,trtnlut¡tttrlttvtllloltrltl|ttll

Am¿lia, Otto, Ilernardo, Albcrto y Nina' vol. s6' rtlllz. '.t26 N" 145y 246,ldrtnt, 1¡:r7 l'lrrz (lttttlo, olt dl', lt, t7,

3zs N'zq4,

ftrlniirlrlirs y útiles de la curtiduría y chacra, 8.o93,rr pesos por embarcaciones (rro detallado, pero que era el grueso del haber) por las existencias de lrr,r:crros, cueros, cáscara de lingue, leña y créditos. lllslrrs, F,l ¡rrrgo tlc lo adjudicado se dividía en: 96.o65,59 pesos por pago de las deudas ln eir.csión y el resto lo pagariana sus cinco coherederos, en cuotas por defiñif, rlirrrtkrkrs además un interés anual del 8%. Hipotecaban lo adeudado a sus

ft

fullitutros.r"*

('tnr.

otto y Bernardo partieron con una pesada carga, casi comcrrdeudados. Sin embargo, fueron capaces de continuar con las acti-

sc ollserva,

fklnlrlrrlc illorl¡t lir rn i

los años siguientes. suerte no €rn La trayeCtoria de la fábrica de Stolzenbach demue§tra que la condicione¡ las pletamente adversa para las curtiembres y desmiente que vi§to' mucho¡ nas hayan sido determinantemente negativas' Como hemos Ias tidores optaron por el cierre de sus indu§trias ante la baja de aquelloa Para lucrativos. más relativamente vi§ta en tener otrás negocios polE rentable§' más mucho empresas otras aparecieron pitales abundántes

se

rlivididos en; 38.822,33 pesos por inmueble, r8.r3z pesos por máquinas, he-

pnerrrr,

f rl t'rtto

había sido Io comprado.326 No sería extraño pensar que la compraventa

de diciembre de 1925, BNSp.

h,r ¡rcqueños industriales, aquellos que se mantuvieron, las curtidurías no dejarilrr rlc ser un buen negocio, siempre que hicieran los acomodos necesarios. para \lolzcltbach el cambio de giro no era una posibilidad. Arkrlfb stolzenbach se mantuvo a cargo del establecimiento hasta que fue rem¡rlirrirrlo por sus hijos. con posterioridad a la muerte de su esposa, Magdalena I.lr, cl r+ de abril de r9o8 se hizo la partición de la sociedad conyugal: tenía un rr'l lvr r rle n6.664,75pesos y un pasivo de 96.o65,59 pesos. La situación económica lrtttrlli¡rr no era buena. ( ll lo y Bernardo stolzenbach se adjudicaron todo el haber de la sucesión, con ln lr¡rrrlición de hacer frente a las deudas. El activo estaba compuesto por el estahlprlnrionto de curtiduría (terrenos, edificios, máquinas, enseres y útiles), exislalt'l¡rs rlc suelas, becerros, cueros salados y crudos, cáscara de lingue y leña, emItrtt'irli.rrus, animales, títulos de acciones y créditos. En total sumaba o6.664,75

I iares. Fnrrr ,r'girrrizar sus negocios, el 5 de

junio de r9o8, Otto y Bernardo crearon la lrrtl ,,Slolzenbach Hnos.», para explotar negocio de curtiduría y otros, con t,rlrll¡rf tlc 46.673,57 pesos, de los que Otto puso zz.663,gz pesos y Bernardo, lr, , F, lx¡sos, cn dinero efeCtivo, bienes raíces, máquinas yútiles de la fábrica.:t2e ll¡l¡ lrrlrlt'. k»s hermanos stolzenbach, sin dejar la curtiduría, arnpliaron sus lt¡rrL,s. lil tl rlc marzo de r9rr, Stolzenbach Hnos. se asoció conJosé Betti, Fer 5lr¡lzr,lrbirch (su hermano) yAmilcar Massari, en la sociedad «Betty, StolIt y ('frr.". c«rn el fin de participar en las propuestas para la ejecución del ¡u lllrtrkr y rrrcjuramiento del agua potable de la ciudad de Valdivia. La emrluplrrrlfir rk'ganar la propue$ta ante Ia Municipalidad de Valdivia, lo que Fclllt[i,

lri'

lra,lirr,ll,'trlrittlttr,lrs('Iiltflrl(,¡r0lrrrk¡r,lrTrloiurriorlctgoll,porAtkrlli¡Slr¡lzonl¡rt:h(N,,lz¿,vol.lll, Ittttlrr

r,lrrNl

l- rrl lll. rrllryo lilrrIr, rr¡oll. lé¡t, rrrl ll.ltrrrrt¡rtlrlll,tqlt,foxélhlll¡ttrrllnr,r'kinh¡olllrl¡rrllitllx(lort('y('fu.,lrrr¡¡rlr,rrfirclrrlr¡lo r

F{BI

A

N A LMONACI D: LA I NDUS

TBIA VALDIVIA\A TN §U

A

POCLO

(I87O-I9I4)

cApÍTULo

Los

INDUSTRTALDS

DEL DEPAf,TAMENTo DB

vaLDrvIA (r8zo

por kilo y el descarne a r,go pesos por kilo. El total era de zz.65o pesos. t'rrnprometían a entregar lo señalado el zo de diciembre de r9r3 y el zo de enero rl. r9r4, la mitad cadavez,puesto en santiago. Et z5 de;unio de rgra volvieron a r.r' firvorecidos con un contrato por el Gobierno, para proveer a la misma fábrica rlr' ¡. mil pies cuadrados ingleses de cuero para zapatos, a r,o3 pesos el pie cua-

En ese momento, la ciudad de Valdivia e§taba siendo práCticamente recong. truida; después del incendio de diciembre de r9o9, que de§truyó su parte céntrl. ca, se iniciaron trabajos de con§trucción de un nuevo malecón, nivelación de la topografía de las calles, se rediseñó el plano urbano en la parte afectada por el incendio, se con§truyó el alcantarillado ypavimentaron sus calles principales. De e§te modo, la aCtividad de con§trucción atrajo a muchos. Si bien los Stolzenbach no participaron en las obras de alcantarillado y ague potable, obtuvieron un contrato de provisión con Corte, Anguitay Cía., sociedad favorecida con las obras de alcantarillado y pavimentación. El z7 delnio de r9tl, Stolzenbach Hnos. contrataron con ellos la provisión de todo el ripio que necesl. taranparalapavimentación de la ciudad de Valdivia, obtenido del río y entregado a partir del r de ago§to de r9rr, en cantidad no inferior a SSo metros cúbicos, el qut les sería pagado pue§to en el muelle de Valdivia a 6,5o pesos el rnetro cúbico. Ade. más, se permitía a Stolzenbach Hnos. vender ripio a otros. EI zz de septiembre dü rgrr se modificó e§te contrato, e§tableciéndose que entregarían todo el ripio qul necesitasen los con§truCtores, sin límites, al mismo precio ya señalado.33l El contrato de provisión se mantuvo. El z8 de febrero de r9r3 se firmó uno nuo. vo, para proveer de todo el ripio necesario para pavimentar zo mil metros cuadr8. dos de calles, el que se les pagaría a s,so pesos el metro cúbico.332 Paralelamente, los Stolzenbach se dedicaron a otros negocios. El zz de agodto de r9rr, asociados con Alberto Hoerll, compraron a Germán Borneck su imprentl y anexos, en zz mil pesos. Para realizar e§te negocio, los compradores formaron la sociedad «Alberto Hoerll y Cía.», el 16 de octubre de r9u: Hoerll dirigiría la im. prenta y Bernardo Stolzenbach se encargaúa de la contabilidad.333 Todo 1o anterior lo hicieron sin desatender su aCtividad tradicional, la curtidu. ría. Hacia r9r3, Stolzenbach Hnos. era una de las principales empresas del seCtot y había logrado un pre§tigio nacional por sus produCtos. Por ejemplo, el zB dt noviembre de r9r3 firmaban un contrato de provisión con el fisco, para proveer dl cueros y suelas ala fábrica de calzado del ejército, en las siguientes cantidadeo: 6 mil pies cuadrados ingleses de cuero, 3 mil kilos de suelas y z mil kilos de desc&r. ne (para forros). El cuero les sería pagado a r,3o pesos el pie cuadrado, las suelor I

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Curtiembre Stolzenbach Hermanos, Collico, ca. rgzo (ArchivoFotográficoEltynorFehrenberg,centrocurtural ErAustrar,yardivia).

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lt mano de la diversificación de sus actividades económicas ypersistiendo en rrrl¡ro industrial, los hermanos stolzenbach consolidaron

unaempresa que ha_ la actividad artesanal de su padre y que habían uroÁido con una ¡r.siula carga de deudas y en un momento difícil para la industria.33s lrÍrr ¡xrrt.ido de

con la Municipalidad de Vaidivia para pavimentar las calles principales de la ciudad. lll r6 dc nutyo (16 lgll se disolvió la sociedad señaladay Betti recibió 15 mil pesos por su parte (N" 136, vol. lll, rnuyo-junlo, tg¡¡[ Félix Corte formó con otros la sociedad «Corte, Anguita y Cía.», que sería on dclinil.iv¿ lu qrrc rrrnllrnrh h

pavimentación, En el caso del alcantarillado, la propuedta fue ganada por [ól i x (lrrl c cn thri I tle ¡rtt t, t flt. pasando sus derechos a Corte, Anguita y Cía. Ver vol. z.zzr, Alcanl.uri I lndo-Aguu l\rl.ubkr. Vrl(l lv 1tr, tr)r) lglár MOP,ARNAD.

331 N"492,vol.tll,jrrliorgodl.o,r9tryN"r44,vol.V,s(!l)1.¡(!nrl)rc'o(llltl)r(!,tt)tt.

3jz 3:It

N" 4o7, vol. l, cl¡uro-ft'llnrro, r,)r:i.

N"599,vol.lV,jrrllorrgorllo,r9ttyN"l¡50,vOl.V.Nr,l)ll{,ilr1)rroclltl)lr,,t()tl.

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t.t ¡',

N" ,ZI. vol. Vl, ¡lovk,llrlrrr, rlk,hrrrlrru, r)t.t y N,'4ll(r, vol. III, mayo_junio,19t4. l'rrr slrtlzr'ltlttlt'lt ltrttt ¡xrrttttllt+r|kkr lxrr r[ilr'll0 I irrrrpo, hasta la actualidad, dedicados a la curtiembre, Itt t tt¡tt0 t'tttl tl I vtrtlo¡ tr¡t llthlttr etl ¡l ltotlrllt ¡ ¡[, ln ¡olI,r lrrrl y socios, llegando a ser una de las poau, indrntaiu, crrltrrvlvlllrlarrirl ¡x,rfrxLrr¡rrr lt{llunur,

FABIÁN ALMONACTD: LA INDUSTRTAVALDTVTANA

EN SUAPOCDO (18?o-1914)

cApÍTULo 3: Los rNDUsrRrALEs

DEL DDpaRTAMENTo

DDvALDrvra (r87o{9t4)

136

LOS EHRENFELD

Un interesante caso de comportamiento empresarial es de la familia Ehrenfeld. Sus miembros más de§tacados fueron Carlos Francisco Ehrenfeld y sus hijos, Gus. tavo y Germán. Del padre ha quedado una escasa evidencia en los regi§tros notariales, al igual como de muchos otros que e§tudiamos en e§te libro. Así, se termina desconocien. do su papel de organizador de una importante curtiembre, que la literatura gene. ralmente reconoce como creación de su hijo Gu§tavo. Tal como hemos podido e§tablecer, Carlos Francisco Ehrenfeld se había avecin. dado en la calle Los Canelos, en donde también tenía domicilio su hijo Germán, Gu§tavo vivía en una propiedad de la Isla Teja, comprada por su padre el 15 dc abril y el rz de mayo de 1863. Hacia 1887, en el regi§tro eleCtoral del departamento

Valdivia, Ios tres declararon ser curtidores.336 Según Blancpain, Gu§tavo Ehrenfeld inició su curtiduría en r87o, en la Isla TeJe, Sin embargo, de otras fuentes se desprende que é§te sólo fue admini§trador de un de

negocio comenzado por su padre: en las matrículas de patentes del departamento de Valdivia, de 1889 y r89r, era el padre el que pagaba patente de curtidor.337 Por sU parte, Germán habría e§tablecido otra curtiduría en calle Arica, hacia r88r, por h que pagó patente en los mismos años señalados anteriormente.33s La curtidurlt de Germán debió ser ba§tante mode§ta, ya que en 1889 las dos propiedades qul tenía en calle Arica e§taban avaluadas en 8.4t4 pesos, cantidad muy baja conol. derando otras curtidurías de la misma época, cuyos valores no bajaban de rS mll pesos cada una: una explicación posible sería que la curtiduría haya e§tado en tt propiedad de su padre en Los Canelos, avaluada es e afro enrz.4oo pesos, cantidod aún baja pero más cercana al valor de un e§tablecimiento de e§te tipo.33e E§to 6t posible, ya que en 1893 la propiedad de calle Arica había subido su avalúo a 15.160 pesos, por lo que creemos que pudo comenzar su indu§tria en la propiedad de su padre y po§teriormente trasladarla a su terreno. Por su lado, Ia curtidurfu dó Carlos Fco. Ehrenfeld en la Isla Teja, se avaluaba en el mismo año (1893) en 32.440 pesos.3oo

336 Regi$troeleCtoraldeldepto.deValdivia,rS8T,diarioLaVerdad,s¡lzgdoencroderstlti,llNSl,.l,ur.folñ. pras mencionadas fueron a Luis Albrecht,3 hijuelas en Isla'ltria, y a (ltrlos lloflnl¡rnn,2 hiir('lo§, ¡lrlbil inscritas el 3o de julio de 186+, llC, r vol., r86tl-rtt92, CIIRV. 332 BllncpTin,op.cil.,pp.4t6-41?.Matrículasrlcl'itl.onl.csr{llJgyttl,,t,ol.dt. 338 Pércz Crnlo, of, dl.,, p, r5, y Mal.rír:rrlirs dc l)¿rlc¡rlcs, /¡/r:rz.

i\il.z Canto sólo menciona la curtiduría de Germán Ehrenfeld, de la que dice rlril' ('rir menos importante que otras de valdivia: tenia t balsa para roo pieles, 6 ¡rrrr,rs tlc cal, o colorcs, 42 pozos de curtido, r molino, I motor de ro Hp, r bomba n r¡rlx)r, bodegas y secadores. Producía 2.Eoo cueros al año.3a1 l'il r.¡ de oCtubre de 1893, Carlos Fco. Ehrenfeld vendió la curtiduría a su hijo (,usl irvo: la venta incluía su fundo en la Isla Teja, el establecimiento de curtidur irr, r'on sus edificios, máquinas, fondos, enseres y existencias de cueros al pelo y lrr ll¡rll«¡ración (los que sumaban 5.o35 cueros). El valor de la venta era de rzr.ooo ¡rr',ros, rle los que 95 mil pesos correspondían a los S.o35 cueros en elaboración y rl r r,slo, z6 mil pesos, a los fondos, edificios y demás. El precio y las condiciones rlr' ¡rir¡¡o eran los propios entre padre e hijo: pagaría anualmente 6 mil pesos, que §¡ ¡r il rortizarían al valor de los cueros. Por lo adeudado, daría un interés anual de t¡'r¡, lrrrr los cueros y s% por el establecimiento. El padre y la madre se reservaban gnrirl vit.aliciamente del huerto que tenían allí.3a2 l,rs rlatos consignados en e§ta compraventa indican lo que ya hemos visto an1."., ('or¡lo en el caso de los Stolzenbach y otros, que la parte fundamental del ca¡rllirl invcrtido en las curtidurías correspondía a los productos (que tenían una el ir¡rrr tkl elaboración cercana a un año), mientras que las instalaciones y materias pr ln¡irs con§tituían una parte menor del capital. Este hecho es significativo, ya r¡rrl cllo ¡lermitía a los curtidores tener un capital mayoritariamente circulante. ('irno ya hemos dicho, esto facilitaba elretiro de un considerable capitalaltérrrrliro rkr la etapa de fabricación, prácticamente sin tenerpérdidas. siendo bqala llvllsir'¡n fija, al curtidor le costaba poco cerrar su negocio, pudiendo trasladar ill.ir Ílrlcgros sus capitales a otros sectores que ofrecieran mayores utilidades. De ¡"ilr' rrrrxlo, al producirse una baja de las expectativas futuras, ya que la elaborar lrlr rlrr las suelas requería una espera prolongad.a, erumás seguro no arriesgar y ,r !rl ¡('il)il rse al cambio negativo. llrrciu r9oo, la curtiduría de Gustavo Ehrenfeld era una de las cuatro más im¡ror I l rrl cs de Valdivia. Como característica particular, Ehrenfeld era el único de Lrr¡ r'r¡r'lid«lres importantes que se dedicaba exclusivamente a este rubro. A pesar rl' l¡rs rlif icu ltades exi§tentes mantuvo su industria. Desde el zz de enero de r9tz, er, ill cgrri al negocio su hijo Gustavo zo.3a3 I'ol srr ¡rart,e, Germán cerró su curtiduría a comienzos del siglo XX. Hacia r9o3 qt¡ r'¡ll rrlrlct:irnicnto ya no funcionaba.3aa

l¡.t¡,2 ('rr¡rl0.rlt. dt,, lt, t5, N" ,,'t), v¡,l, Zr, ttlr) l, N" 187, vol, l. fr(,rr) li,lllor(1, rrttl. l tt lr t'ortttt¡rI'ttr'ltitt rh Ollo ltllrlrrlk nl rrlrridlro clriL,rro clr lkrrlfn, rkrl z7 dc novitrmbrc dc r9o4, sc lo rlr,rrr ¡¡[alrn |0llIr rtrIr rh Ilr r¡tu ltrtlrlrilt ¡rrilrtllrnrl0, Vr,r llSlr, ¡il"I0 X Xll, N,,il, Iltrrro, t9oI, l). t7t.

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FABIÁN ALMONACID:

LA INDU§TtrTAVAf,DIVIANA

EN SU APOGEO (T8?O{9T4)

LOS TNDUSTRTALE§ DEL DEPARIAMENTO DE VALDIVIA

138

El desarrollo po§terior de ambos hermanos es di§tinto. Mientras Gu§tavo mantuvo su curtiduría, Germán pasó a otros negocios, llegando a ser propietario de la

fábrica que proveía de electricidad a Ia ciudad de Valdivia. su llegada al sector eléctrico, como muchos otros indu§triales que cambió de rubro, se inició con el pré§tamo de dinero. El re de enero de 1899, le otorgaba un mutuo a Jorge Wendler por 20 mil pesos, a 5 años plazo y 9% de interés anual. A cambio, el beneficiado le hipotecaba una propiedad en calle Maipú, donde tenla su indu§tria. E§te dinero le permitió a Wendler, el r4 de enero, cancelar el saldo de una cuenta con el Banco Alemán Trasatlántico.3as wendler, herrero de profesión, se había dedicado desde l88z a proveer de agua potable a las principales casas y edificios de la ciudad de Valdivia, en número cercano a 4oo, tomándola del mismo río Valdivia. Mantuvo e§te servicio por zl años, ha§ta que la Municipalidad comenzó a in§talar un si§tema de captación de agua en la zona de Llancahue, en Angachilla, al interior de la ciudad, después del incendio de diciembre de 19o9.346 El z de ago§to de 1897, Wendler se asoció conJuan Berckdorfpara e§tablece¡ alumbrado de luz eléCtrica en la ciudad de Valdivia. El 15 de enero de 19oo, la so' ciedad se renovó, con un capital de 5o mil pesos en partes iguales. Para e§te fln' el r8 de enero de rgoo, tomaron un mutuo de ro mil marcos con el Banco Alemán Trasatlántico, en letras sobre Hamburgo, a tres meses y al 8% de interés anud, Para respaldar e§ta deuda, el r de oCtubre de r9oo, con§tituyeron prenda a faVOf del Banco sobre las máquinas y otros bienes que tenían.3a7 La sociedad de Wendler y Berckdorf se disolvió el 18 de mayo de r9or, quedandO el primero con todo el aCtivo y pasivo de ella.3a8 Mientras e§to sucedía, Germán Ehrenfeld ya había cerrado su curtiembre, p6t lo que el momento era propicio para entrar a un negocio que necesitaba capitalll El zr de enero de r9o3, Ehrenfeld le pre§tó a Wendler, 12.ooo marcos, en letras tO.

bre Hamburgo, a tres meses, con interés del 8% anual y t27o anual, si era fuera dl plazo. Seguramente, con e§te mutuo Wendler canceló deudas anteriores. Por efif préStamo, Ehrenfeld recibió en prenda todas las máquinas y útiles del e§tableOlmiento de energía eléúrica.sae

345

No 42 y 52, vol. I, enero-junio, 1899.

3aO RegistroeleCtoraldeldepto.deValdi\ia,ú}z,op.cit.:ElCorreodeValdivia,ndedic\emhrcdorqrl,llNltl

l"i,almente, el 3o de diciembre de r9o3, Ehrenfeld y wendler se asociaron para r lrrlizar juntos esta actividad. con un capital de r55 mil pesos, de los que Ehreni'kl ¡ruso roo milpesos en dinero efectivo ywendler,55 mil pesos, valor de las má-

r¡rrirrts, cables, alambres, postes, etc., con que proveía de luz eléctrica a la ciudad

rl. Virldivia. La sociedad girariaen la producción

l

irrrr de dinero

rl

lit

inJtalado y 28.ooá metros de alambre de reserva. lbdo lo ant.erior trrn tltr fubricut;ió¡l ¡rltrl¡llllttt, Atlsmls I tableros de distribución con sus corrcspondicntcs aporotos y roo po¡ll,oH indlolrttlrts, trrn ¡tt¡ ¡tl¡lntkupl, ll antcrior aparece en cl dtlcumcnl,o dtl ¡lrrtntlrt scflttlntltt cn cl lttxl'o. 34t| N" 542, vol. I, cncro-iunio, tl¡ol. 1¡4r¡ N" ror, vol. I, cnort¡ li:ltrt'rrl, lt)tl,l.

venta dehtz eléúricay fuerza

a particulares y la rendición de fianzas. La sociedad duraria zo

ls.:150

l,¡r nueva sociedad trasladó sus instaraciones. Aprovechando los cambios provolirrl«ls por el cierre de curtidurías, que dejaban sitios vacantes en lugares claves

rl. lir t:iudad, junto al río, Ehrenfeld y wendler le compraron a la sJciedad Ann¡ilr(ll.er Hnos., una parte de su propiedad en la calle Los canelos (donde ésta halrtir lr,rrido su curtiembre, que cerró), elzT deenero de tgo4,enz7 milpesos, parte l lorrl ado y el resto en dos años.3sr I'rr sociedad partió bien: el r de febrero de $o4,la Municipalidad de r I lu I rr t:«¡ncesión para entregar alumbrado público a la ciudad.3s2 ir

valdivia le

s.ciedad inició su expansión obteniendo un crédito de r5o mil marcos de la rlc llamburgo «schlubach y cia.». En este hecho se observa el papel de caIll¡rlisl.a asumido por German Ehrenfeld. El 3o de julio de r9o4, Ehrenfeld daba r,rr. garantía al Banco Alemán Trasatlántico, que representaba a la sociedad rrlrrr¡rrír, di§tintas propiedades que poseía en la ciudad de valdivia.353 f 'll lir¡naño alcanzado por el establecimiento de Ehrenfeld y\A/endler se puede rrlr,ir'r'v¡rr en la promesa de venta, que no prosperó, hecha por ellos a Rodemedil I r,¡l.io, cl z8 de octubre de r9o5: se comprometían a venderle su establecimiento .'rr l¿r¡ rrril pesos dentro de 6o días, sin incluir algunas maquinarias y materiala,r, 'tl l'lr krs años siguientes, la empresa adquirió un desarrollo considerable: en rrrrr(,, su t:irpital alcanzabaa500 milpesos, suproducciónefeüivaazoo milpesos rllril¡rk's y sus gastos eran de 45 mil pesos en materias primas nacionales y mil 3 |('ir{n ('|r¡ oxt,ranjeras, y r8.z5o pesos en sueldos. Además, tenía 3 motores de r5 un v llr olx'rtrios. De esto se deduce que era un establecimiento bastante rentable, r nrr unir rrf,iliclad anual cercanaalgo%o del capital invertido.35s ik's¡rcrtlo a la actividad tradicional de los Ehrenfeld, los hijos de Germán rel,¡r

r'¡r¡r¡r

y sobre agua potable, que se con§truyó entre rgro y 1916,vol.z.zzt' op. ci,., ARNAD'

g+Z N.6S,vol.I,enero-junio,rgooyÑ.3r8,vol.II,julio-diciembre,rgoo.[,asmáqttintscrrtn:ttrrtltlerrodllJ Hp; r dína*o u rapor áe 8oo luces y otro de cor."rde 4oo luces, de t6 bujfts cutlu uno; 4.65o rtt(l rttr tll trl§!

y

ilrol riz, y en la compraventa de materiales de§tinados a instalaciones eléctricas y r.lrros relacionados. se exceptuaban explícitamente de los fines sociales el prés-

lr¡ lir tat t¡ | ti I t1i

N" lilr, vol. Vl, rlrvirttrllrr,-rlicicrrrlrro, lt¡03. N', I tl, vr¡1. l, crlrro.lirlrrlro, r9o4. N" t4,r, ktrnt. N" tt¡¡. vol, lV, lrrllr ugotllo, rr¡o,¡. N" r('rr, vrrl, V, rt¡rl llrrrlrrn or,l ttlrt.¡. riilt ilt,,1 {trltil), llll, fiO fi l,

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O870{9I4)

tomaron la fabricación de suelas: el 3o de abril de r9o9, Carlos y Federico Ehrenfeld se asociaron con Guillermo Blase, para explotar el ramo de curtiduría bajo la firma «Ehrenfeld Hnos. y Cía.», con un capital de 8o mil pesos, de los que zo mil fueron pue§tos por Blase y el re§to en partes iguales por los Ehrenfeld. Blase tomaría la parte técnica y los Ehrenfeld la parte comercial.356 No sabemos mucho del resultado de e§ta sociedad, pero se mantuvo en el rubro más allá de r9r4. Que' da claro que los Ehrenfeld aportaron a ella la fuerza del, apellido, de conocidos indu§triales, los conocimientos comerciales y gran parte del capital, asociándose con uno que dominaba los aspeCtos técnicos del negocio.357 Por su parte, Germán Ehrenfeld terminó siendo el dueño exclusivo de la fábrica de electricidad. El ra de ago§to de r9o9 terminó la sociedad Ehrenfeld y Wend' Ier, quedándose el primero con la propiedad del e§tablecimiento, incluido los te' rrenos, in§talaciones y exi§tencias. Para ello pagaría a Wendler, 175.968,46 pesoe¡ 5o.968,+6 pesos al contado y el re§to en un año, en cuotas mínimas de 3o mil pe' sos, con interés del 8% anual.358 La empresa rápidamente se hizo familiar, con el ingreso de los hijos de Ger' mán, Carlos y Federico, los que colaboraron como empleados de la fábrica' Junto a la producción de electricidad, Germán Ehrenfeld se dedicó al comerclo de aparatos eléCtricos, como extensión natural de las exi§tencias de su almacén y de las renovaciones de material que iba haciendo. El zo de marzo de r9rz, por ejemplo, vendió a Santiago Schwertzer, de Puerto Montt, una máquina locomó' vil de 37 HP, por 5.8oo pesos, la que Ie pagariaen un año, aI8% de interés anual, Schwertzer daba en garantía la maquinaria y las in§talaciones de su fábrica de lu, eléCtrica en Puerto Montt.3se Por último, Germán traspasó su empresa deluzy tracción eléctrica a sus hiJot' Federico y Carlos Ehrenfeld, el 4 de junio de tgt4. Se incluyó el terreno, el e§tahlo' cimiento y exi§tencias, la mae§tranza, muelles, 2 vapores fluviales, rz lanchao y una bodega en el fundo Pichi, de Carlos Ehrenfeld; las exi§tencias de leña de lt fábrica y sus dependencias, además de las que había en Pichi. Además, la bodegr con leña, varadero para componer y con§truir lanchas, línea férrea y accesorlol que exi§tían en terrenos de Ehrenfled Hnos. y Cía., y la oficina central de la l'óbrl' ca. Todo se valoraba en 84o.87g,qpesos, de los que Germán recibió 3oo mil pcrdr, La diferencia se pagaría asi:28.3o8,24 pesos a Elisa E. de Ehrenfeld, con tto,tt35'76 pesos que se les reconocía a los compradores por sueldos adeudados como 6m,

eS6 N' S6r, vol. II, marzo-abril, r9o9. 257 Hacia192c.,Ehrenfeld Hnos. y Cía. pagaba patontc por curl.idttrít csl.nblct:itlu cn urtllc Arkrt, rrr ll plfll sur de la ciudad dc Vald ivia; Matrfi:u la dc pal.cnl.cs mrr n ir:ipalitl¡rrl rlc Vn klivirr. t9'lo, rlirt rio /i/ ( hl'tn le l¡al,

cApÍTULo 3:Los fNDUsrRraLEs DEf, DEpARTAMENTo DEvALDtvIÁ (tg7o-

¡rlr,irdos de la

fábrica; el resto, 43r.735,76 pesos,

virrios cue§tiones se deducen de la venta anterior. Primero, que la empresa setenido un gran aumento de valor en el tiempo de su existencia, lo r¡rrl rlemue§tra el éxito alcanzadopor el paso de Germán Ehrenfeld, de curtidor a g|rrcrador de servicios eléctricos. segundo, que las empresas familiares aproverlr:rlr¿rn los mismos espacios físicos y recursos, funcionando integradas: ambas rr{'r'r'sitaban transportar materias primas (leña y otros), para lo que seguramente ',r' ulilizaban las embarcaciones de lafábrica de electricidad. Tercero, el destacarhr ¡rir.pel de carlos y Federico, que participaban en dos sociedades importantes. ('rrirllo, el control que tenían estos empresarios de rubros básicos para el desar ro|kr de sus negocios, e§to es, la propiedad de materias primas y el transporte de .llirs. ()uinto, la importancia que tenía la tenencia de propiedades rurales, en este r ¡rso rlc Carlos Ehrenfeld, en la provisión de leña para I afábrica de electricidad. l,ll t:aso de los Ehrenfeld nos parece muy interesante, más cuando su papel en l,r rrr'l ividad indu§trial valdiviana ha sido poco destacado. Fue una familia que se rrr¡rrlrrvo vinculada a la industria, a pesar de las dificultades, pero igualmente se rrlrliri ir otros negocios, como los servicios aquí tratados y la actividad agrícola, r¡rrr scr/r de§tacada más adelante. Los Ehrenfeld pasarían a ser, también, grandes rr o¡ricl l rlos de lierras. ¡

GRANDES INDUSTRIALES VALDIVIANOS: ItI, COMPORTAMIENTO DE LOS EMPRESARIOS UÁS TMPONTANTES

r lrrlamiento separado daremos I f lirrs

al grupo más selecto de los sujetos y firrrrivinculadas a la industria valdiviana, que aparecen como los ejemplos rrriis sigrrilicativos de diversificación y especialización empresarial. Con elkrs s¡ ¡rrrr'rL' r«lcon§truir y comprender aspectos fundamentales de la evolución y ctI Í$l itras de los indu§triales valdivianos. Son los exponentes más reconocid«rs 'rr'l('l rL' lir ¡rrll.ividad indu§trial entre r87o y r9r4. sus comportamientos, decisiones y ¡"rl rrrlcgiirs cn los negocios que realizaban son muestras del dinamismo que ex¡r.r irrronlaba Ia, indu§tria y Ia economía valdiviana. Sus acciones son variadas: !!riculrirs tlgunos permanecen en la industria, otros la abandonan; algunos se rllv.r'sif ir:irrr, apr«lvcchando las oportunidades que ofrecen los cambios en la ecorrorrrÍir n'¡¡iorrirl, y «rl.r«rs sc espccializan, haciendo más eficientes sus industrias.

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¡ABIÁN ALMONACID: LA tNDU§IRIAVALDIVIANA EN

SÚ APOGDO

Los tNDUarRraLEs DEL DEPAnraMENTo

(T8?O{914)

En cada historia empresarial recon§truida hemos querido e§tablecer la evolución durante el período e§tudiado, incluyendo referencias de los diversos empresarios

relacionados con determinado negocio. También, se ha pre§tado atención a la participación de la tierra en sus intereses, aspeCto que es tocado con detalle en el capítulo final de e§te libro, pero que se ha tenido en cuenta el escribir e§ta parte. Al grupo de personas y familias aquí analizados, los llamamos indi§tintamente' indu§triales, empresarios y capitali§tas. Aunque reconocemos énfasis di§tintoe en cada una de e§tas expresiones, desde nue§tro punto de vi§ta, ninguno de loS sujetos aquí tratados calza ciento por ciento en el molde de un individuo espe' cializado económicamente, dada las caraCterí§ticas de Ia economía valdivianAi todos tienen (permanentemente o por algún tiempo) importantes indu§trias, pOl lo que son indu§triales, de allí que les llamemos de ese modo. sin embargo, no §on únicamente indu§triales, pues son igualmente comerciantes, agricultores' etg. De e§te modo, con mucha mayor propiedad les corresponde la expresión «em'

presarios» (sin compartir la connotación transitoria queJoseph A. Schumpeter lt áa a este término), yu qr. demue§tran tener el caráú.er innovativo fundamental y ser hombres de negocios, en un sentido amplio.36l Por otro lado, todos llegarOl u por"". considerabies fortunas, las que invirtieron en di§tintos negocios, de alü que también les llamemos capitali§tas'

krs mismos, sociedad que se

mantuvo hasta 187o.362 El 3r de diciembre de rgTo se lisolvió la sociedad «Hoffmann y Roestel», adquiriendo su activo y pasivo carlos lkrfrmann. El activo correspondía a una chacra, con sus edificios e instalaciones, rh¡nde e§taba el establecimiento de aguardientería, ubicada a orillas del río calk'-calle, al interior de la ciudad de valdivia, además de acciones y derechos en tr'(!s potreros en Río Bueno, a orillas del río pilmaiquén, en el departamento de La llrrión. El valor de laventa era de 5.o6o pesos; 5 mil por la chacray establecimienI o, y 6o pesos por las acciones y derechos.363 l,a compraventa señalada muestra la estrecha relación que existía entre indus-

liir y tierra. siendo una fábrica que dependía de la adecuada provisión de re-

I

lr¡rs«ls naturales, la eficiencia de la industria pasaba por poseer las propiedades

lrrritles necesarias.

It¡r otra parte, en

sus inicios también carlos estuvo vinculado como muchos Germán schülke: elz6 de agosto de 1869, lo encontramos comprando una ¡rlo¡ricdad en Valdivia, como representante de Schülke.36a l,l fábrica de carlos Hoffman sería el comienzo de la actividad industrial de su lrtio l,ablo. l)csde mediados de 1878, Pablo Hoffmann y Guillermo Frederich manejaron t'rrrrjrrntamente el establecimiento de carlos Hoffmann. El r9 de abril de ú7g,par¡l f'os a

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lhr¡(lueSprónhle,de§tacadocomerciantedeldepartamentodeValdivia,fuecomercianterepresentont.(l rkrs floffmann, vendiéndole productos a los indios del interior, los que cambiaba por cabailos que luc¡¡r r lotttlttcía a Los Llanos (zona de La Unión), donde los transaba por trigo para la fábrica de Hoffmann. Ver l'r'rlt'r st'tr, op. cit., p. 366. La referencia anterior alude a la falta de moneda en las trans¿cciones de la zont:

Desde fines del siglo XIX ha§ta el día de hoy en Valdivia, el apellido Hoffmann

está asociado a Ia aCtividad indu§trial. Pablo Hoffmann Manchhausen, el p6f' sonaje central en e§ta trayectoria empresarial, es sin embargo mucho más qul un indu§trial, es un burgués o un capitali§ta que transita por todos aquellos m gocios de rentabilidad atrayente, ya sea Ia indu§tria, el comercio, la agriculturl ál transporte o los servicios. La expresión «indu§trial»' aunque lo identificA, ¡O

logra abarcar plenamente su desempeño económico. Los fundadores de la familia Hoffmann fueron los padres de Pablo, Carkrs tlOft mann y Amelia Manchhausen. Carlos fue el creador de una de las primerar iO. ciedades indu§triales de Valdivia, el r9 de oCtubre de 1857, asociado con lt«¡dOlÉ Roe§tel, girando en el rubro de de§tilación de aguardiente y licores, y v0nt8

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fcr contaba que en la ciudad de Valdivia, ha ciatSgg,clfo: «circulabanmuypocas monedas tle oro 1, sólo desde hacía pocos años se acuñaban monedas de cobre (en Chile)... Estas monedas no eran d(ttllilr ttudie en las ricas provincias septentrinnales, por lo cual se habían desplazado a Vald,ivía», en ltuil I r i'rrl llr ( r958): ,4zdanzas de un alemán en chile, úgrtSfu,Editorial del pacífico, santiago, p. z9z. Arlcrnrls, t rrttl rtl»t (tron cicrta exageración) que una casacomercial de Valdiviale pagó 5oo pesos en monedas dc «l5rg, ¡üt ltt t¡tttt trtrt:esi[ó un carretón para retirarlas. Igualmente, señala que se utilizaban otras formas dtr prtgo, r r rr¡tr I I tt lrlts dc alcrce. El dato es sugerente, ya que formalmente las escrituras notariales siempre hablon dq Irr Ao Ir r tl i ttoro efectivo en las relaciones económicas, pues el Código Civil así lo exigía, pero en la realidocl .s, tttt tx'l¡rrf¿t sitlmpre. En el último capítulo de este libro se anotan algunas evidencias de mantención dg t¡,1ilr i¡rlr|t r,cor¡ómicas no monetarias. Itl¡tl tt, .y I tt tltt\

1r1 N",r'.lt,vol.33,tll7o.LasociedadHoffmannyRoe§telfueinscritaporúltimavezelrdefebrerode1669, (lo tl. roo pcsos, en partes iguales, en RC, r vol., rg6g-rg9z, cBRV. Después de la separación, Roestel §ll (:lltlll.ll ctl ol t¡ismo rubro: el 7 de abril de r87z compró a Cristiano Kayser, terreno yfábrica dc dgll'rrrl[rlllrr y Cllit:ltt, y ctlificios cn c¿l]c l,as Merccdes, de la ciudad de Valdivia, en 6 mil pesos (N,,6o, vol. 1.'. lNTr), ll(tr'¡il('l lcrnlinti stts rlÍ¡rs tx)mo r0nl.isl.a. Vcr'lb§tamonto de Gudtavo Guillermo Rodolfo ltoeSlcl, ¿l

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lrrrlk:io¡ltl. ll cxldlir tttt¡r ¡ttlvtr y tttcjor. l)r t'illtr tttrxltl. t'olttllt'ltítt lfltl)Hlloli¡l y llo llt'lllllltl('ltlr.

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36r paraJosephA.Schumpeter(t9zB):Teoríadeld.esenvolvimiontounnómkn,l:ttndoLltt(lrrllrrrrtl'lrrtlétttl€i| México, pp. 84-85, 88, 99-103, 143 y l6r, «cmpresarios» son los quu rtrtliztrn inttov¡ttriollr'í t'll ol óllllllltl y coÁercial,

k»fl'mann y Gmo. Frederich se asociaron legalmente para la producción y ven-

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FAtsIÁN ALMONACID: LA INDUSTRIAVALDIVIANA

cApíTULo3:LosTNDUsTRTALEsDELDEpARTAMENToDEvaLDIvIA(r870-1914)

EN SUAPOGEO (T87O-T9q)

ta de aguardiente, licores, harina flor yproductos del país, en Ia firma «Hoffmano y Frederich». El objeto de la sociedad era adquirirlafábrica de Carlos Hoffmanilr En e§te momento, Ios dos socios eran menores de edad por lo que aCtuaron reprt' sentados por Carlos Hoffmann y Ricardo Anwandter, respeCtivamente'36s Po§teriorment e, el7 de mayo de 1879, don Carlos le vendió a Hoffmann y Fred!. rich su fábrica, terreno y edificios, es decir, todos los activos ypasivos del negoclq en 4o mil pesos. Le pagarían 22.5oo pesos al contado, 2.5oo pesos en un año, 6.o00 pesos en dos años y 9.ooo pesos en seis años de plazo. E§ta venta nos permite cor nocer la composición del capital de una indu§tria de§tilera por ese entonces. B¡

valor se componía de:

g Bienes raíces: dos terrenos, uno a cada lado del camino a Angachilla, con ediflcios; e§tablecimiento de de§tilación, alambiques, arboledas, etc., en r2.4oC pesos. Además, acciones y derechos en tres potreros en Río Bueno, La Unión, cO 70 pesos. Total, rz.47o

pesos.

:

J Bienes muebles: útiles de agricultura, enseres de de§tilación y fabricaclóü de licores, botes, carretas, herramientas, etc., en 3.513 pesos. Exi§tencia de trigol aguardientes, licores, drogas, etc., en ro.8r5 pesos, y ganado vacuno y caballar' S 4oo pesos. Total, 14.728 pesos.

J Deudas por cobrar: 20.732 pesos. J Avería pendiente de la barca Antonia: f, Exi§tencia en caja:Zo pesos. J Valor total,5z.5oo pesos.

4.5oo pesos.

Descontándole las deudas, z.ooo pesos, y una rebaja concedida de S.5oo

pe¡ol

obtenían los 4o mil pesos. Se dejaba con§tancia en la venta que los compradores habían comenzado ocuparse de la fábrica desde el r de julio de 1878, fecha desde la cual eran se

sables de su funcionamiento.366 Al igual que en los casos de las curtidurías, se aprecia que el capital i en in§talaciones y terreno era baja, y que Ia mayor parte del capital correspondt las materias primas y produCtos; si se suman los ro.8r5 pesos, valor de ellos, y

tienen 31.547 pesos, una buena part6 total del valor. E§tos ejemplos señalan la importancia de contar con un monetario suficiente, con el que se podía verdaderamente animar la aCtividad,

20.732 pesos,

por deudas por cobrar,

se

lil r tle septiembre f

rll rrgrrirrdiente

y demás.368 ro tle febrero de r88o, Hoffmann y Frederich daban poder a Carlos zo Hoffrtr rur, Ircrmano de Pablo, para que los representara en una sucursal de su fábrica rh'¡rgrritrdientería, que iban a abrir en Talca. No sabemos si se concretó e§ta decil'11

rlrin, l,cro su aparición anuncia los proyeCtos y expeCtativas que la sociedad tenía ¡rrrr'lilos cn sus negocios.=6e ( llr'¡r rnue§tra de la potencialidad que tenía el negocio lo da el hecho de que Irr¡ xrikl r:omerciaban sus propios produCtos, sino que además compraban los de rrl r rrs rlc§tilerias.Elzz de abril de 1882, Enrique Fehrenberg, por E. yJ. Fehrenberg, rLilrrr ¡rotler al abogado Pedro z" Ca§telblanco para que cobrarayrecibiera cantitl¡rrlr,s iule udadas por la sociedad Hoffmann y Frederich, por aguardiente que les Itrrlrl¡r vcndido el año anterior.37o r\ I ¡rir rccer Ios negocios no andaban muy bien. Algo deja entrever el poder para ¡ rl n ¡r r'lcs dado por Fehrenberg. Ya el + de abril de r88r, al prorrogarse la sociedad, rt' puso t:«rmo fecha de término de ella el r de enero de 1883.371 |,,ft'r'livamente, el z de enero de 1883 se disolvió la sociedad Hoffmann y Frede¡l¡'lr, ( ir¡ illermo Frederich se quedó con la fábrica y propiedades, pagando a Pablo llrrllrrriurn, z8.zg6,5g pesos al contado y 7.tgg,r4 pesos en dos meses. Frederich se r rrrrr¡rlornctía a responder por las obligaciones de la sociedad en el plazo de seis ll¡Fat'r,r/l A¡f, Itablo Hoffmann se salía del negocio iniciado por su padre y emprendía urlvor{ nrrnbos, signo de su capacidad de enfrentar otros desafíos. ll¡rccrn«ls un alto en la hi§toria empresarial de Pablo Hoffmann, para dar algurln¡ rlrrlos de Guillermo Frederich, desconocido indu§trial valdiviano, que corres¡rrrrrrk, ir tr¡uellos que no lograron éxito empresarial en Valdivia.

rr I r r I r, rr I rrrrtrimonio, 23.96r,81 pesos por su cuota de gananciales y 6.99o,45 pesos por asignación te§l,anr.rl rr r lr. l,rr rotn posición de lo adjudicado señala la inversión de la fortuna: propiedad urbana, z6 acciones .li'l h,r r o¡'r r'r'i I rr rhrno de Santiago, bonos de la Caja de Crédito Hipotecario, del Banco Garantizador de Val,,r r,r. r [,] ('lr¡ h A lcmán de Valdivia, y cerca de r7 mil pesos en créditos hipotecarios otorgados entre ]894 y rrlrltr l,l 'T,rT,rgyz3deabrildelgoo,recibieronsuspartesloshijos;todosunpocomásde4milpesos,loque i,r r l¡u'(, r¡trc (lnrlos }Ioffmann había dado en vida a sus hijos la mayor parte de su fortuna (N. 3o8, 3u, 'lt'lir .t rl', I | /, t.tlt y tt67, vol. I, enero-junio, rgoo).

Ér

lfr§ N" /r).1, !o1.42, 365 N"ro4,vol. 42,1879. 266 No tz+, ídem. 362 La suerte futura de Carlos Hoffmann

nos e s descotrocida. Iil r3 dc mttyo dc rll79, tlubu ¡rtttltrr tt Fuschlocher para que lo reprcsentara en kls ncgocios y tsu nt.os quc rlojrtlrtt ¡xrntl lattl trl ctt (lh I le, lo qtlo que salió del país, pcro no subcrnos si Ii¡u rkrlinil.ivo o I crr¡xrrul, Stt fhttt i I ir, trr¡xrrn u ll iir)8, lxtrtllnll.!('lÉflln (lhilg, A fincs tkrl rigkr XIX lirlkrcirl (lrr¡'krs lkrllirrrrnrr¡ rrn rlrril thl tr¡ort, hny trtttt rtrlltttllt'ttlk'rtt rll' l¡t

de 1879, Hoffmann y Frederich recibían un pré§tamo de tres años, hipotecando los terrenos, fábrica

r,r,r)(r l)csos, de,A.nwandter Hnos., a

rti79.

N" ,,r. vol, 44, rlltlo. (larlos z" lloffmann terminaría siendo un gran propietario de tierras e indu§trial l. r r I lr lr r irr ) (,n el (lupurl nnrcn t.o dc l,a Un i(rn. Vcr lllancpain, op, cit,, pp.385y 387.Hacia r9zo, en el departalrr,rtl r r r lr, Vrt lrl iv irt, crrt rlt¡cño rLrl lir nrkr A rr¡rr i I huo, Choshucntxr, de 4o mil ha, cn el que tenía 4o mil cabezas rlt, g,rr,rrlo, rrvrrltutrlrts ttt 5oo Itil ¡xrsos, l:il N" r.il, vol,,l0, rNll2. l: I N" trl', vol, q5, ttlllt. l: ¡ N" ,, v0l.,l'/,, tlt¡,17.

thq

FABIÁNALMoNAcTD: LA INDUSTRIA vALDIvIANA TN 8U

cApÍTUf, o 3: Los TNDUsTtrIALEs DEL

DEpaRTAvruto »r verorvu (r87ol9r4) 147

El ro de enero de 1883, tomaba mutuo con Teodoro Pausemberger, curtidor, pqf zz mil pesos, para hacer frente a los compromisos adquiridos con Hoffmann, potecando sus terrenos de Angachilla y e§tablecimiento indu§trial. Recién a mienzos de 1888 canceló e§ta deuda. Nuevamente, el 8 de febrero de 1889 a recibir mutuo del mismo Pausemberger, por 14 mil pesos, con igual garantla,

Guillermo Frederich, según algunos documentos notariales, habría como indu§trial con dineros facilitados desde Alemania por su madre, Sofía yer de Frederich. El r8 de ago§to de r89o, reconocía deberle 33o.ooo marco§ Imperio: «porfondos que me ha entregado o remitido en diversas épocas, a título pré§tamo».sza Según e§ta misma fuente, ya el z5 de febrero de 1887 había do en Alemania mutuo con su madre por z71.ooo marcos. Es decir, sólo entre fecha y r89o había recibido 55.ooo marcos más. Posiblemente, e§tos «mutuos»> son falsos; una manera de salvar algunos blemas familiares. Según el te§tamento de Frederich, del 5 de oCtubre de su esposa, Margarita Felhner y sus dos hijos se habian ido a Alemania: a ella le dejaba nada, excepto lo legalmente obligatorio, porque en diciembre de lo abandonó y lo difamó desde Europa. Al sujeto que estaba con ella, Guil Schmidt, lo señala como su «cómplice». La coincidencia entre la fecha de la salida del país de su mujer y la de los tomados con su madre, nos hace creer que e§tos últimos fueron una manert impedir que su esposa heredara su fortuna, creando deudas para rebajatla que le correspondía a ella. En todo caso, aun siendo falsos los mutuos, el señalado en ellos nos indican la fortuna personal que Frederich había acu en Chile. A mediados de r89r, Frederich abandonó el país. El rr de abril de r89r, poder a Herminia Montecinos para que lo representara en su ausencia. El zo mayo de r89r, daba un poder similar a Reinaldo Harnecker.37s De vuelta en Chile, el z8 de noviembre de 1892, Frederich cedió a su madr€, las «deudas» que tenía con ella, el e§tablecimiento de aguardientería que tenh Valdivia. Según e§te documento, los dineros dados por su madre le hablan mitido adquirir la fábrica y propiedades anexas. En ese momento, la deuda con madre ascendía a 37o,ooo marcos.3?6 A comienzos de 1893 lafábrica e§taba cerrada. La última referencia que mos de ella es del r8 de enero de 1893, la que a su vez nos permite conocer otrl ceta de la aCtividad indu$trial, su vinculación con la crianza de animalec: cn

k'r:ha, Frederich protestaba contra la Municipalidad de valdivia, de la que tuvo r ¡ r:erdos atalaje el año anterior, que los había devuelto pues no tenía la sopa (de

lcrcales, obtenida de la elaboración de aguardiente) que usaba para mantenerlos, y rro se le había pagado eltalaje.371 Vt¡lvamos a Pablo Hoffmann. El z+ de enero de 1883 se asoció con otto Ribbeck, |orrrerciante, y Roberto Habermeyer, cervecero, para establecer en san Francisco rll l,imache, una sociedad comercial e industrial, «Hoffmann y Cia.>>, que se derlicirría a la de§tilación y rectificación de aguardientes, fábrica de licores, fabrilrrr:irin de cerveza y otros. El capital era de 65.ooo pesos; 30 mil pesos puestos por lkrllinann (casi todo lo obtenido de la liquidación de Hoffmann y Frederich), z5 rrril lresos de Ribbeck y ro mil pesos de Habermeyer. Además, cada uno aportaba rrr rrxperiencia laboral a la empresa.378 l,il lugar elegido fue una decisión completamente económica, pero no estaba ¡rk'nirmente afinada en el contrato de sociedad, ya que se establecía que a la lle¡4rrrlir se aruendaría o compraría una propiedad. Nos imaginamos que el lugar eslogirl«r se fundaba en las dificultades para obtener todas las materias primas nelrs¡rrias para e§ta indu§tria en valdivia, excepto el trigo. Ni el maíz ni la cebada ¡r'¡rn cultivados adecuadamente en el sur de Chile. La experiencia acumulada era llirr:iirl en e§ta decisión.Pérez canto señala que Anwandter Hnos. hastaú77 utill¿ri rinicamente cebada cosechada en la provincia de valdivia, pero que su baja r'¡rlirl¿rd los obligó a internarla después desde las provincias centrales. En rgg3rHl,l,f , consumían z4 mll quintales métricos.37e De este modo, el traslado de una trrrlrrsl,ria de alcoholes a Limache obedecía a razones económicas, para tener una trrlior provisión de materias primas ypor la mayor demanda que se tendría en la ¿rlr¡r r:entral del país de los produCtos que se elaborarían. s.llrc el desarrollo de la sociedad Hoffmann y cía. sólo tenemos informaciones lrrrlircrllas, pues nuestro interés ha sido la industria valdiviana. Según nuestras I rlcrl cs, el principal financista de la sociedad fue Alberto Thater, suegro de pablo lhrlf'nr¿urn.380 Ya al poco tiempo de haberse establecido, Thater le había prestado ¡r r rrr il Pcsos: elzz de diciembre de i883, Thater dio poder a Pablo Hoffmann y otto lltlrlrcr:k, para que como socios de Hoffmann y cía. anularan hipoteca establecirl¡r ¡f su liwor por dicho préstamo, elz3 de oCtubre de 1883 en Limache, ya que no *r'r'¡rl irhit los términos en que estaba redactada.3sr También sabemos que al poco

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N' uo,vol. 60, r889.

N0 S72, vol.63, r89o, N(' r64 y 2tltl, vol,65, rtlgr,

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FÁBIÁN ALMoNACID: LA

INDU§TEIAvALDIvIANA

LO§ INDUSTf,IALES DELDEPARTAMENTO DE YALD¡VTA

EN SUAPOCEO (T870-T9T4)

148

tiempo salió de la empresa Habermeyer, quedando la sociedad como «Hoffmann y Ribbeck». Habermeyer tendría más tarde su propíafábrica de cerveza.382 La nueva firma, Hoffmann y Ribbeck, también fue apoyada por Thater: cuando iba a ser vendida por los socios, Alberto Thater dio poder el 3o de noviembre d€ 1889, a Otto Ribbeck para que cancelara hipoteca dada a él por la sociedad, el zt de febrero de 1888 en Limache, sobre fundo y e§tablecimiento fabril, para garantir cuenta corriente abierta por Thater (seguramente para proveerlos de trigo y otror insumos) y franza ante el Banco Nacional, por un total de 8o mil pesos.383 Inmediatamente, en r89o, Ia fábrica de Hoffmann y Ribbeck se fusionó con otra fábrica de cerveza de Valparaíso, formando la Fábrica Nacional cle Cerveza de Ll. mache.38a No conocemos el documento de la fusión, pero tenemos la idea que fue más bien una venta. De e§te modo, Pablo Hoffmann regresa a Valdivia. Por su parte, Otto Ribbeck permaneció un tiempo en Valparaíso: el r5 de abril de r89r, Pablo Hoffmann l€ daba poder para que lo representara en Ia liquidación de la sociedad Hoffmann y Ribbeck.3ss Después Ribbeck pasó a residir en Alemania. A comienzos del siglo XX, como lo hemos vi§to al tratar de las curtidurías, e§taba viviendo en Berlln, desde donde pre§taba sus servicios comerciales a los valdivianos. Además, es al mismo que apoyó aJorge Fehrenberg cuando intentaba crear una sociedad porl la de§tilación de maderas, que ya hemos tratado. Poco se ha de§tacado el papel fundador de Pablo Hoffmann en el desarrollo dl la indu§tria cervecera nacional. Después de la fusión de r89o, vendría otra con Cousiño y Gubler, de Santiago, en 1901, dando forma alaCia. Cervecerías Unidal, la que hacia r9r5 sería la principal indu§tria cervecera del país, con una produc. ción anual cercana alos z4 millones de litros.386 Aunque Hoffmann y Ribbeck rl desvincularon de la actividad, ellos se encuentran, junto a los Anwandter, ent$ los ge§tores de e§te rubro en Chile. E§te sólo hecho dariapara situar a Pabkl Ilofr. mann entre los principales indu§triales del país, sin embargo, en su larga y vurlF da trayeCtoria empresarial e§tas aCtividades sólo fueron el comienzo. A fines de r89o, Pablo Hoffmann se asoció con su suegro, Alberto Thater, d6n. do origen a la principal sociedad indu§trial valdiviana de la época. No serfu rnro

op. cit., p.4o8, señala que Habermeyer creó en r89r una fábric¿ dc t:crvcz¿ on (:illrrr§, lllll su yerno Georg Fuchs, la que más tarde daría origen, en junio de ryo7, a la Cía. Cervcccrr (lrl(!r¡t, ('ott Ul capital de 2,5 millones de pesos. En r9r3, demo§trando un gran crccimicnto, ln txrrnprilft lcrrft rrrr cn¡tlltl de 6.z96.7o9,ozpesos: en su diredtorio e§t¿ba Adolfir Habcrmcycr, sof{rrr¿morl(: hiio rkrl rtrrlr,rlor, Ver Pll

I|ilsirr que su regreso a Valdivia haya estado motivado por

el interés de tomar el orrlrol de los negocios de su suegro, quien tenía en ese momento 59 años de edad. \i'r r l ¡ os brevemente quién era Alberto Thater.

r

r

llirlría nacido en Alemania, el 7 de octubre de r83r, hijo de carl Thater, carnirro, y de Lucía Doernig. En su bautismo, el 6 de noviembre de rg3r, sus padrinos Irr.r'on un fondista y un peletero.387 Estos datos denuncian sus orígenes familiares rrr llsitnales. s.grin Blancpain, habría tenido curtiduría desde 1865, la que en rggo era la segrrrrtlir cn importancia en valdivia, después de la de prochelle y cía., con una prorlr¡r'r'irin anual de 7 mil cueros, por un valor de rrz mil pesos oro de rg d.388 I )('nl ro del período estudiado, el z7 de agosto de 1873, Alberto Thater vendió a I .r ruurrlo Arens (que tenía mueblería y aserradero), un terreno en calle Los canel¡rr,, r'lr ¿.ooo pesos y le compró a Bernardo Henckel, pariente de su esposa, dos hiIrrllrrs cn la Isla Teja en 8oo pesos, al norte de las de carlos Francisco Ehrenfeld.3se ',sl ir t:ompra fue el comienzo del gran establecimiento industrial que Thater lrrriuía en la Isla Teja: allí tendría molino de harinas, desde rggr, fábrica de lrHuiu (licnte (su principal rubro), beneficio de animales y fabricación de cecinas, ¡ r rr.li
f

rrlrlio

con puertos del Pacífico. Thater tenía una acción, valorada en mil pesos.ne,

lrrrr¡llliornlente, el r de diciembre de 1883, participaría en la Asociación de Armar rr . r r t' Valdivia, principal empresa valdiviana destin ada a lanavegación regio-

r f

l

nul v rrirr:i«rnal: Thater tenía 9 acciones y su esposa, Gertrudis Henckel, 6, lo que lo rur{l ilrrÍa en el principal accionista de dicha sociedad, que sumaba un total de ! r.' .l('('¡()llos, al valor de mil pesos cada una. E§ta sociedad exi§tiría hasta l898.rt')¡ '.rr rnIcrós por el desarrollo del transporte marítimo y fluvial se proyectó tamlririrr lrr ol.rts direcciones. El z3 de junio de 1886 se asociaba con Manuel urrías, Ittri ir llrrrrl irtl.¿r Inda y simón setz, Holzapfel yvalck, y Gustavo Roepke e Hijos, para r'qlrrlrL'r'r'r' lir rravegación a vapor entre el puerto de valdivia y eueule, Toltén, Im¡rlr irr l y ol ros, ¡rara lo que se adquiría una nave. La sociedad reunía un capital de

382 Blancpain,

Cárceles, op. cit., p. 348. 383 N"751,voI. 60, rti89.

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Plá ('lrrcelcs, op.

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FABIÁNALMONACIO: f,AINDUSTRIAvALDIVTANADN

-

16

SUAPOGEO

mil pesos, del que Thater aportaba 4 mil

3:

Los rNDUsrRrAf,Es

DEL DEPaRTAMENTo DE

vÁf,DrvrA (r8zo

al practicarse liquidación flnal,., se considerarácadaunpeso moneda corriente de la suma de un ciento cincuenta mil pesos, valor aproximativo de los bienes raíces aportados por el señor Thater... igual a tres marcos moneda de oro alemana, y en

pesos.3e2

Junto a sus negocios indu§triales, comerciales ynavieros, Thater se transformó en un gran propietario de tierras, tanto en el departamento de Valdivia como en el de La Unión. De e§te modo, Thater es el prototipo de capitali§ta diversificado y exitoso del departamento de Valdivia: no hubo casi ningún seCtor de la economía que quedara fuera de sus intereses, pues todos en conjunto le permitían maximizar sus beneflcios. La conduCta empresarial de Thater será imitada e incluso, superada por su yerno. Retomemos la sociedad formada por Hoffmann y Thater a fines de r89o. El 3t de diciembre de r89o se creaba la firma «Alberto Thatery Cía.», con un capital de 8oo mil pesos, de los que Thater puso 65o mil y Hoffmann, r5o mil pesos (seguramente todo lo que obtuvo de la venta de Hoffmann y Ribbeck). La nueva sociedad se haría cargo de todos los negocios de Thater, dedicándose al curtido de cueros, crianza y engorda de vacunos y cerdos para la fabricación de charqui y cecinas para aba§tos, compraventa y arriendo de bienes raíces y otros negocios. Para ello, Thater transfería todos sus bienes raíces, semoventes, muebles y mercaderías, en fin, todos sus aCtivos ypasivos. La sociedad duraría cinco años.3e3 Los intereses de la sociedad abarcaban la indu§tria, la agricultura, la ganaderfa y el comercio de tierras, especialmente, lo que mue§tra el continuo de negocios controlados por la firma, incluyendo todas las fases produCtivas de la economla regional. E§te esquema de desarrollo indu§trial nada tiene que ver con la espe. cializaciónseCtorial, que predomina como caraú.erización teórica de la sociedad moderna, a partir de la experiencia europea; aquí, en el departamento de Valdl. via, los principales indu§triales acceden direCtamente al control de los recursol naturales necesarios para sus indu§trias, asegurándose su provisión, calidad y co§tos. Después de elaborar sus produCtos, a través de su participación en nego. cios navieros y comerciales se aseguran que ellos sean pue§tos en los lugares de de§tino y consumo. Por todo ello, la nueva sociedad era un complejo agro-indur. trial y comercial. Por otra parte, el contexto en que se creaba la sociedad, de ine§tabilidad on el valor de la moneda nacional, también tuvo presencia en el contrato social, §g e§tablecía allí que al liquidarse la sociedad, Thater pasaria a recuperar todo, pi: gándole a Hoffmann laparte aportada, del siguiente modo, cito: Atendiendo a que Ia moneda del país en que se hayan valorizados los bient:t r¡ue ál socio Thater transfería a la asociación no tiene un valor fijo y c$t,ablc, mi(ul,r¡lt RO haya circulación metálica en lugar de la acl,ual m«rntxl¿r rkr ¡rtpcl sc rxrnvicrru utt qü!

:l9z N" j4Z. Vol. 5jt, rttlt6, rt9.t N" ()o1,. vol. l) t. rlluo,

capíTULo

G87o{914)

150

los demás aportes de ambos socios cada un peso igual a dos marcos de la misma moneda alemana. PraCticado el balance flnal se e§tablecerían por consiguiente los haberes de cada socio en moneda de oro alemana bajo las bases que acaban de fijarse y para el efecto del pago se reducirán estos valores de moneda alemana a la moneda corriente del país al tipo de cambio que los Bancos hayan fljado en letras sobre Hamburgo a noventa días vista...3ea

l\rr e§ta vía se intentaba mantener la equivalencia de los capitales aportados solrr. una base más segura que la del peso chileno. Es interesante la diferencia que sl llace entre el valor de los bienes raíces y los otros bienes aportados: por este rut'tlio se reconocía la diferencia entre los pesos gastados con anterioridad para rrrlt¡rririr propiedades urbanas y rurales, con los pesos actuales, de menor valor, r'r¡r krs que se compraron otros bienes recientemente. Recuérdese que entre rg75 v rll9., el peso había perdido la mitad de su valor real. Además, en el trasfondo de rr tliferenciación estaba el incremento que había tenido el valor de la tierra, que rcr:onocía a través de'este mecanismo. De esta.manera, por el diferente cálculo, hrs r';o mil pesos puestos por Hoffmann eran 3oo mil marcos, mientras los r5o mil

¡sl

l|

¡rr,sos, valor de los bienes raíces de T.hater, eran 4So mil marcos. lil irntiguo socio de Hoffmann, otto Ribbeck, sería el representante de

Alberto llrrlrrr y cía. en santiago yvalparaíso, por poder dado el r3 de noviembre de rg9r. l',rr Virlrlivia,porpoderdel 3odeenerode rggz,comenzóatrabajar juntoaThater y I L rflinann, Adolfo \{eber en las tareas administrativas, adquisición de materias r! rir s y venta de productos.3es Alberto Thater y cía. funcionó I hasta rg97 cuando ¡t'rlisolvió por lapartida del país del socio principal, que se fue a radicar a Berlín. ¡\lrlcs rlc su viaje se creó una nueva sociedad, entre Alberto Thater, pablo Hoffr r r

nrrullr y Carlos Francisco Fuchslocher (casado con Ida Thater, residente en osorrr r ), lr rs rlos últimos yernos de Alberto Thater, el 3 de julio de ú97 en valparaíso, ll'nu¡r(lir «lloffmannyFuchslocher».EstaseríalasucesoradeAlbertoThateryCía. r

l',r'

cnl,«)nces, las industrias de la Isla Teja se habían ido ampliando. se había in¡rorirtkl como nuevo rubro la fabricación de conservas de carne, que le darían gt rr rr ¡rlrrsl,i¡¡i«l a la firma. Además, se fabricaba alcohol y harina de maíz,producIra ¡roco rlcsarrollados en chile. según Rodemedil Espejo: «En ú96 la introtluct ltttt tlrl tna,íz tcnía en chile un arancel subido, no obstante su escasa producción. t l ¡tñor lktllirumn que tenía en movimiento su d,estilería de alcohol industrial, kt r or

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FABIÁN ALMONACID: LA INDU§TRIAVALDIV!ANA

EN SU APOGBO (

cApÍTULo3:LosTNDUsTRTALEsDELDEPARTAMBNToDEvaLDTvTa(r870

l('roeros atalaje, menos los que recibía Fuchslocher, valorados en 425.297,45 pe_ s.s; las pieles al natural, en elaboración y curtidas, cáscara de lingue y otros ob¡r'l.s de la curtiduría, por r9t.24z,z5pesos; cereales, alcohol y otros objátos del es-

introdujo trayendolo de Montevideo en tres grandes cargamentos. Los pronó§ticos ruina que hacían los interiorizados, no se confirmaron. Por el contrario, el señor

de

Hoffmann realizó los beneficios de una espléndida negociación».3e6 Dado los positivos resultados del negocio, el r8 de oCtubre de r9oo, Pablo Hoffmann dio poder a Federico Santiago Hucke, de Santiago, para que solicitara del Gobierno patente de privilegio exclusivo sobre el procedimiento de fabricación de harina de maí2. El 8 de noviembre de rgoo le amplió el poder, para que solicitara además la liberación de derechos del maíz que se introdujera al país para la fabricación de harina.3eT La ge§tión, ha§ta donde sabemos, no se concretó. La referencia que hace Espejo, de que Pablo Hoffmann habría decidido la internación de maiz es correCta: a pesar que Hoffmann e§tuvo asociado primero con su suegro y después con su concuñado, en la práúica él dirigía el e§tablecimiento indu§trial desde r89o, lo que no cambió al asociarse con Fuchslocher. A mediados de r9or, Ia sociedad Hoffmann y Fuchslocher se disolvió, pasando las indu§trias completamente a manos de Hoffmann. El documento de disolución, del 5 de julio de r9or, nos permite conocer detalle¡ de la composición del capital de la sociedad, los vínculos que aún se mantenlan con Thater y el patrimonio que recibió Hoffmann.3e8 Fuchslocher había pue§to en la sociedad r4o mil pesos, Hoffmann cerca de 350 mil pesos yAlberto Thater el re§to, más de r millón de pesos. En la liquidación ¡a le adjudicaron a Fuchslocher: 3 fundos en el departamento de Osorno y algunal propiedades urbanas en la ciudad de Osorno, incluidos bienes muebles; gran can. tidad de vacunos y caballares; terreno en el fundo Las Mulatas, Angachilla; y crá. ditos por cobrar. Todo avaluado en z8z.o98 pesos. Según su aporte, tenía un saldo en contra de 4zsg8,gg pesos, que le quedaba debiendo a Thater. Entre los bienes dados a Fuchslocher, de§taca el alto valor de las propiedadot

rurales, cerca de r3r mil pesos. Hoffmann se quedó con el re§to de los activos ypasivos sociales, reconocióndo. sele de e§te modo su papel reCtor en los negocios de la sociedad. Recibía el fundO de Isla Teja, donde e§taba la mayoría de las indu§trias, valorado en z59,66r,9zp1, sos; el fundo Toro Bayo, en Cabo Blanco, donde e§taba la de§tilería y el molino, tt¡ sado en 62.963,rr pesos; el fundo Canelos o Mulatas, en Angachilla, por r2.Joo por

fundo Caipulli o Río Negro (departamento de Osorno), por 83.569,t)t pctlotl fundo Chihuao, en Pichoy, por 69.8z8,6pesos; dos sitios y edificios cn cl ptlobl! de Río Bueno (departamento de La Unión ), por r.600 pesos; los semovcntes oxli. tentes en las propiedades rurales mencionadas, más los que estahan cn ptxlor & sos; el el

l¡rlrlecimiento de destilería, por 56.o46,g4pesos;20 acciones del Club Bogadores de valdivia, y 7 del cuerpo de Bomberos de valdivia, por r.zoo pesos; los .rrirlitos por cobrar, excepto los dados a Fuchslocher, por r5r.i56,65 pesos; el va-

l,lr.cnix,

¡roxrito «Olga» y embarcaciones del establecimiento, por 16.6og,6z pesos; existen_ vacíos, por rz.g6z,go pesos; leña y madera en Isla Teja y Toro Bayo, lxtt' zz.z57,8o pesos; y mercaderías a consignación, por 53.44r,5g pesos. En total, lo irrljrclicado a Hoffmann sumaba r.4g4.7g6,rzpesos. Esto, sin contar un poco más rlr' :t7 mil pesos que debía dar a Fuchslocher, por lo que su haber total álcanzaba r'r¡rs de sacos

t.5't2.66o,77 pesos. Siendo su parte en la socieda d de 34g.62g,37 pesos, tenía un 'r¡rlrl, en contra de uq4.o35,4o pesos, el que debía pagar a diferentes personas.

't

l,rs acreedores de Hoffmann, descontando a Thater, se dividían áel siguiente rrrrrrl.: sucesión c.F. Awerno eg(?),por zgg.737r9 pesos; l ibranzas giradas yno ven.irlrrs, por 7.612 pesos; operaciones pendientes, por 3g.o7z,g3 pesos; obligaciones

pul l)ilgar, por r2o.87r,53 pesos; haberes de empleados, por 52.162,36 pesos; Banco rlr' ( llrile, por 199.ro3,66 pesos; acreedores de Osorno, por g7.74,ggpesos; y Fran_

.in.,

lruchslocher, por o.zg4,t6 pesos. Todos estos créditos tenía que pagarlos i¡rr rt'rliatamente. l'rrr su parte, Hoffmann y Fuchslocher re debían aThater, respectivamente, ¡,¡rr'r¡0768 pesos y r4z.og&,5g pesos. Según estaba acordado, desde el rr de mayo rltt¡g, estas cantidades se calcularon en marcos, a razón de r

rl'

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Am-

lrrrn ¡rir¡¡irrían a través de sus representantes en Berlín o Hamburgo. ritt lrr tluuda, ambos hipotecaron sus propiedades a favor

l'lr

paragaranti-

de Thater.a..

.sl.

momento, Pablo Hoffmann era uno de los principales industriales y ¡rrrr¡riclirri«ls de la región. considérense sus orígenes, que hemos señalado más rrl r ¡rs. y sc vcrá el ascenso social que había tenido en el lapso de zz años, desde que sr, lrriciri cn la adtividad empresarial.

I

396 lilspoio, r,¿ dll., p, r35. .t97 N" ltr¡(¡ y ¡(¡.1. v0l. Il, lttli0 tliciItttltrr', tt¡oo. jqtl Nr' 20, vol. ll, ir¡lhr rx'lrl,rf, r()r)r,

marco 5o pfe-

r)or peso chileno, por lo que re debían respectivamente, 5g6.36r,52 marcos v .r r t. 14288 marcos.3ee La deuda sería pagada con un interés anual del 6To, con rr r r r I r' I i z¿rciones anuales mínimas del g%o de la deuda, en los primeros cuatro años, v rb wtx' cn los siguientes. si alguno de los deudores vendía alguna de sus propierlrrrl.s riríces, debía destinar íntegramente ese dinero u u^oriirur la deuda.

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lllr¡r¡).

FARIÁN ALMONACID: LA TNDUSTRIAVALDIVTANAEN SU APOGEO

pro' Dentro de su patrimonio, fuera de sus indu§trias, de§taca el valor de sus solos co' por sí que piedades.rrales (cerca de zoo mil pesos) y el de los animales, de lol rrespondían a más de un tercio del total, lo que nos indica la importancia por' inteieses rurales en la fortuna de Pablo Hoffmann. Además, un importante centaje del capital total eran materias primas y produCtos, con cerca de z8o mll p"ror. si a lo anterior se suman los animales, se obtiene que la mitad del patrimo' .rio d" uoff*ann eran bienes muebles, en calidad de procesarse o ser vendidot,

Por otra parte, el crecido valor de los créditos por cobrar y mercaderías a conslg' nación, ,, po"o más de zoo mil pesos, nos mue§tra las formas de comercializa' plazo y no ¡ ción vigentes por ese tiempo, donáe la venta era mayoritariamente a cotl los recursos, de parte importante una contado y por lo tanto, comprometían generar. podía toda la incertidumbre que ello No era despreciable el monto de los compromisos asumidos por Hoffmann €n todo su hr¡ e§ta adjudicación, debiendo enfrentar deudas cercanas a la mitad de e§te sentl' En familiar. un trato ber, sin considerar la deuda con Thater, que tenía esas d€U' saldar en do, gran parte de su capital circulante e§taba comprometido en un alto nivel su aCtividad económica podía enfrentü con éxito e§tas obligaciones. Pero Hoffmann había demo§trado con creces tenG el cará&er empresarial necesario para superar e§tas situaciones y acrecentaf

¿us. Sóto

-anteniendo

Íl

riqueza.aol

Por e§te tiempo, Pablo Hoffmann era un polifacético empresario, con intere¡I Ia aCtiv en la indu§tria, en la agricultura, ganaderíay comercio, además de Naviera la Cía' de agente momento e§te en ya era naviera. Posiblemente,

una de las principales compañías en el tráfico marítimo sudamericano' pafl que debía tiasladár permanlntemente mercaderías entre Valdivia y Corral.aor Al tratar las de§tilerías, ya hemos comentado la importancia de Hoffmann e§te rubro a nivel nacional. Su de§tilería era la principal de Valdivia y una dO más produCtivas del país, con proyección internacional, logrando superar lat fíciles condiciones enfrentadas a partir de r9oz. En el caso de su curtidurfu, t¡ poco su actividad fue paralizadaporlabajaen las ventas del sector. Por tanto, surge la pregunta de ¿por qué los e§tablecimientos de Hoffmann

4orPore§taépoca,trabajabanparaHoffmann:PabloEinicke,FranciscoBuschyRicrtrdo|i8g(!fl.§n€l potlcr t'npnclll que y desembarque de mercaáerías, trámites bancarios y agencia de vapores' según

julio-oCtubre, r9ol. En aspectos iudiciules y utlrn in idl rtrl lv¡r' N10l ¡ulio de r9or, l.t " zE, L6 y zz,vol.ll, julio dc t90l, N" 30 y 3r, /.¡l¿r,¿. Arhtltár, lU Gómez yAlberto Marrano, según poáeres generales dct 9 de a".pu.fio a. -"rcad"e rfas, según podcr csptr.iul tlol z3 tl. n.vitrtttltr do tsttt, Ylil, (lhrlñlrÉ tgol. PLr último, el z de diciembrc tlc tgol dulxt ¡rotltrr osptxrittl u A¡¡rtttt¡

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l,,,Kosu,us,creuduenrtlT:r.tctledicrtlxtttt:0t¡ttl¡litrtrtll')ttro¡ttttroltltlrrorllror!ltloltlrtl (llrllr. V¡l'ltltl ('úr(t'lel, r'r'' rrrnri.¡z,s rl¡l llgl¡ XX l¡rrfu ¡rrulr¡ s(!r'vlcloÉ rttrttruutr,x tlt,lltttttlrttrgo I ,tt,l ¿l4,

llIiilr superar e§tas adversidades, mientras otros no lo hacen? A primera vista, explicación sería el tamaño de las industrias de Hoffmann, dentro de las macada rubro, por lo que pudieron enfrentar los problemas mejor que otras rruis pequeñas. sin embargo, si el tamaño hubiera sido determinante, la curtirlrrr'íir de Prochelle y cia.,laprincipal de valdivia, debiera haber permanecido, y rr. f ue así. Razones más fundamentales en la permanencia de las industrias de lLrlllnann serían, entonces; una, que sus industrias funcionaban dentro de un rorrr¡rlejo de actividades industriales, lo que le permitía resolver de mejor manera l¡rs v¿rriaciones de precios en algunos bienes elaborados, regulando la producción rll cilrla rubro según la oportunidad. Por otro lado, no dependía obligatoriamente rI' ¡rruveedores de trigo, cueros u otros, pues tenía el control sobre suficientes rer il r'sos naturales, como hemos visto, para paliar por ese lado la baja en los precios u lrr nrcnor demanda. Asimismo, podía compensar las bajas en la rentabilidad de ,rlp,rrrrts indu§trias con una mayor actividad agropecuaria. También, podía ac*'rk'r' iL crecidos préstamos bancarios dando como hipoteca alguna de sus prolrlltlirtlcs rurales, las que tenían cadavez mayor valor. por todo ello, Hoffmann lql ¡rlrir cn un nivel económico completamente distinto de los otros industriales, *r¡rr.llos que dependían de la bonanza de un rubro específico, casi al margen de krr¡ v¡rivcnes que experimentaba la aCtividad industrial. l,rr f igura de Pablo Hoffmann se parece bastante al negociante capitalista desr r ll, lx)r Fernand Braudel en su estudio del capitalismo. para éste, la economía rll rr¡r'rr:¿rdo tiene dos niveles; uno en el que se imponen las reglas del mercado, el r¡rrt' lorkrs conocemos en la vida diaria (la feria, los precios fijados por la oferta y lrr r h'rrrirnda, etc.), mientras por sobre él se yergue otro nivel de transacciones ecorrrnlir'irs. que es el verdadero capitalismo, donde la decisiones son tomadas por ililrfr f )(,(:os, los que aútrf,jn de una manera completamente di§tinta al funcionallrl('ulo rkl la economía cotidiana: son los dueños de los grandes recursos, los que r urrl r olirn cl comercio a gran distancia, en fin, los que determinan la abundancia .r 1,,¡r'¡rs('i7 dc ciertos productos, según sus intereses. En una síntesis explicativa de rrr ¡rlrrrrlrrarniento, señalando la diferencia entre ambos niveles de la economía, trrrir yr

flt

)ros en

rrrrr

lr,l scir¿rla: l,o t¡tttt it ¡lrimcra vi§ta resulta sorprendente es que la especialización,la división {cl j., r¡rrc no hace más que acentuarse rápidamente al compás de los progresos rh' lu cr:onornía de mercado, al'ecta a toda esta sociedad mercantil salvo a su cima. Itulrrr

parcclación «lc [ultcioncs, qllir ttlurh't'ltiz¡u:it'ltl, sc nritnililslti arrt,c l,od
FAB¡ÁNALMONACID: LA INDU§TRIA YALDIYIANA EN §U APOGEO (187o-1914)

157

156

pre§tami§ta, pre§tatario, flnanciero, banquero e incluso empresario indu§trial o explotador a gr ícola,ao3

La descripción que hace Braudel para el período de los siglos XV al XVIII, calza muybien para muchos de los grandes empresarios de Valdivia entre fines del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX. Mayoritariamente, el comportamiento empresarial de los grandes indu§trialee valdivianos entra dentro de e§ta caraú,erización: e§taban en todos los negocio§ que generaban beneficios, y como e§tos variaban en el tiempo, sus intereses prio. ritarios, pero no exclusivos, iban de un seCtor a otro según el momento. J. F. Ber. gier, categorizando alos «empresarios» surgidos con la Revolución Indu§trial en Europa, señala unas frases que le quedan muy bien a Pablo Hoffmann: «Todo era aprovechable para el empresario, todo contaba y todo era posible; sus únicas limita. ciones eran las del mercado; e incluso éltas no le con§treñían, ya que sus innovaclo. nes le permitían ampliar con§tantemente e§te mercado...».404 Otrarazótque le permitió a Hoffmann resolver los ob§táculos que experimen. tó en sus negocios fue su carácter innovativo en el desempeño indu§trial. Su ac. tuación empresarial se parece ba§tante a las cualidades de§tacadas por Schum. peter.a05 Hoffmann de§taca por las innovaciones hechas en materia indu§trial y comercial: desarrolla nueyos bienes (bebidas alcohólicas y tanino artificial), nue. vos métodos de producción, que a la vez suponen nuevos bienes (harina de mafz, carnes en conservas, etc.), impone cambios en el manejo comercial de cierto¡ produCtos (propaganda nacional e internacional de sus produCtos) y abre nuevot mercados a sus productos (venta de alcohol en Bolivia), por nombrar sus aportol más sobresalientes. Veamos uno de sus aportes a la actividad indu§trial. Uno de los problemas dl fondo en la reducción del número de curtidurías en el departamento de Valdivlü fue la creciente escasez del material curtiente, cáscara de lingue. A comienzol del siglo XX, después de a lo menos treinta años continuos de utilización en la, curtiembres regionales, nacionales y extranjeras, el recurso era escaso y cada vdl más caro. Hoffmann, como buen empresario schumpeteriano, se decidió a crcel una indu§tria para fabricar extraCto de tanino, el componente que se obtenfu df la cáscara de lingue. En el momento en que se cerraba el mercado europeo psrt las suelas valdivianas y se perdía una fuente considerable de capitales, Hoffmgnn organizó una solución; si no era posible vender suelas, se podía vendcr extr¿tcl.o dÉ

lirrrino, del que exi§tía un cuasi monopolio en los bosques templados de Valdivia. l,rr idea era brillante: el mérito principal de las suelas valdivianas era ser curtirlls con cáscara de lingue, que contenía una elevada concentración de tanino, lo r¡rrc le otorgaba especiales cualidades de resi§tencia e impermeabilidad. De e§te nroclo, quien comprara el extraCto de tanino podía asegurarse una buena calidad rk'suelas. lin e§te hecho se puede reconocer que Hoffmann más que vocación indu§trial lrrría una comercial. No le interesa vender ciertos produCtos indu§triales, sino vcnder y obtener beneficios. Mientras hubo demanda por las suelas, se interesó en lrrlrlicarlas, ahora la salida era encontrar nuevos produCtos comerciables. lil 16 de enero de r9o3, Pablo Hoffmann acordaba conJorge Wagner, de tránsito rrr Valdivia, un importante contrato. Wagner in§talaría en uno de los departanrlnl,os del e§tablecimiento de Hoffmann en Ia Isla Teja, unas dependencias para rrrsiryar Ia fabricación de extraCto sólido de cáscara de lingue, ulmo u otros. Wagrrr,r' lendría 4 meses para presentar una mue§tra del produCto, el que debía ser rh, t:ondición y calidad negociable en el mercado europeo. Hoffmann haría los p,¡rslos para las in§talaciones provisorias, compraría útiles y máquinas, incluido lrrs rr¡raratos que poseía Wagner (de vaporización y bomba), le daría la fuerza a virl,()r necesaria, materia prima y todo lo demás necesario. Si se obtenían buenos rrsrrf litdos, Hoffmann le daria 4oo pesos de remuneración. Además, Hoffmann Irr rrrirría una sociedad para explotar la fabricación de extraCto de tanino a gran r,¡r'¡rlir. debiendo in§talarse dichafábrica en el fundo «El Bayo», en Cabo Blanco. f¡r lir f lodo esto se dabaunplazo de un año, después de entregada la mue§tra. Forrrrurlir la sociedad y aceptado el produCto de la fábrica como de calidad en Europa, Wrrg,rrrrr recibiría zo mil marcos alemanes; ro mil en efeCtivo y el re§to en acciones rlt. l¡r sociedad señalada. Además, Wagner se comprometía a dirigir la fábrica por r rrtios. con un salario de 9 mil marcos al año y un 5% de las utilidades líquidas rlr l¡r sor:iedad, más otros beneficios menores. Finalmente, los útiles y máquinas rt¡roll irrlus por Hoffmann serían suyos al término de los ensayos y los aportados ¡rnr Wirgner podrían ser comprados por la sociedad.a06 l,os rrrrsayos resultaron bien. El z de enero de r9o5, Pablo Hoffmann prometía t,¡irrk't' ir una sociedad que se formaría para explotar y producir extraCto de tanirru, ¡¡tr f und«l «El Bayo», en rz5 mil pesos, los que se le pagarian con 65 mil pesos rir rlirrrrro cl'cctivo y 6o mil pesos en acciones de la compañía señalada.ao7 Nótese lrr rlik'rrrnt:ia de valor del fundo con el precio que se le dio al disolverse Hoffmann y l,'ullrskx:hcr, y erio que aquí se vendía sólo el fundo, del que Hoffmann sacarfa la f ¡ilrr ilrr tlc rlull.ilar:i«'rn, r¡uc l.rasladaría a la Isla 'lieja.

4o3 Fernanrl Braudal(qtl5\:l,adinárilcddtlutpilulis¡r¿¿,Alirlrzrrlirlilorirrl.Mulritl.¡r.7r. nóntkn dr liuro¡n,.¡, l.tt lltwlrttlón ,¡rr¡¡ S|lrrtrrr¡rr,lr,r, ol, (i1,, lt,'/'1,

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FABIÁN ALMONACID: LA INDUSTRIA vALDIVTANA EN SU APoGEo (1870-1914)

CAPíTULO 3:

f, OS

INDUSTRIALtrS DEL DEPARIAMEN?O DE VALDIVIA (T87O-194)

158

159

En definitiva, Hoffmann recibió menos del valor prometido. De acuerdo a lal tasaciones hechas y la negociación con la recientemente creada Cía. Chilena dl Extracción de Tanino, en Santiago, el r4 de febrero de r9o5, Hoffmann vendió I Juan C. Zamorano, representante de la compañía, el fundo «Toro Bayo>>, en CabO Blanco, de zzzheú.áreas, en 98.85o pesos; 5o mil pesos en acciones de la sociedOd y el re§to en dinero efeCtivo. Se incluyó en la venta; edificio de la fábrica, galponel bodegas, casas, pesebreras, leñeras y otras con§trucciones. Además, un a§tillerq un caldero, dos e§tanques, una bomba, un motor locomóvil y un juego de aparu

rrr.(»oo pesos en maquinarias y 42.836 pesos en el giro, de los que se ga§taban materias primas y z4.g6o pesos en sueldos, entre otros. Disponía r[, ¡o trabajadores y tenía una producción anual efeCtiva de 25o.ooo pesos.a12

tos de cobre.aoS Paralelamente, Jorge Wagner se había asegurado Ia autoría sobre los conool. mientos que permitían la fabricación del nuevo produCto, solicitando al Gobiern0 un privilegio exclusivo sobre mejoras, modificaciones y disposiciones nuevas qUa introdujo en los procedimientos y maquinarias para extraer tanino de la cortet¡ de los árboles. El S de enero de 1905 se le concedió privilegio por rz años. Una wl creada la sociedad señalada, Wagner transfirió su privilegio a Ia compañía pot un monto respetable de dinero, Io que fue aprobado por decreto supremo del S df

junio

de 19os.4oe

La Cia. Chilena de Extracción de Tanino se formó con un capital de Soo mil pesos, terminando de organizarse a mediados de r9o5. Su capital fue invertldo de la siguiente manera: 98.ooo pesos en la adquisición de máquinas y aparatol en Europa; 25.ooo pesos en ga§tos de in§talacióru loo.ooo pesos en la compra dJ terreno de El Bayo e in§talaciones de ensayo; 21.ooo pesos en la compra del prlvh legio de Wagner, la mitad en acciones; 3o.ooo pesos en ga§tos de organización fi la sociedad; y se dejó para explotación un capital de r87.ooo pesos.410 La sociedad inició sus trabajos efeCtivos en 19o6 y a mediados de 9o7 hizo ¡Ul primeros envíos a Europa. El zo de junio de 9o7,la compañía contrató los ssrvh cios de un químico especialmente traído de Alemania, Pablo yon Schroeder, tenía experiencia en la fabricación de extraCtos de tanino, para que fuera gerontl y químico de la fábrica. Le pagarían 8 mil marcos anuales, loo pesos mensualrl para ga§tos de representación y el 57o delas ganancias líquidas. En ese momonfl era presidente del direCtorio, José Pedro Alessandri y direCtores, Juan E§tebfn Errázurí2, Arturo barrázabaly secretario, Rodolfo Roth§tein. En Valdivia lo¡,rü presentaba Teodoro Holm.arr En r9o9, la empresa seguía desarrollándose con éxito. Tenía un capital 4gg.ggg pesos, compue§to de la siguiente manera: t47l63 pesos en

qo9 N" t6z, ídem.

4o9

MOP (r9r3), p.r{t7.

4r0

l,)s¡xrio, 0p.

ril,, lt.37.

4il

N" 2tJti, vol.

lll,

rrrnyo lrrrrlo, 1907

H'/,|!oo pesos en

ha§ta cuando Hoffmann mantuvo sus acciones en la compañía, como se ve no tuvo después de su creación una labor directiva en ella. La l,r'rr) lrrrura experiencia dejada por esta compañía animaría más tarde, en r9r4, a los llrrrlkrff a e§tablecer por su cuenta la elaboración del mismo produCto. f l.specto a las industrias de Hoffmann, la última fechaparulaque tenemos dal,ri lompletos es r9o7: su destilería producía 123.5oo litros de alcohol (lo que era Itrlo, r:omo dijimos más atrás en rgro producía 5zo.ooo litros); la curtiduría, 9.ooo rullirs anuales; la fábrica de conservas, 3.ooo docenas de latas; la fábrica de cecinrrH, (:on un beneficio de 4.ooo vacunos y 5.ooo cerdos, producía 4.ooo quintales rlr llrirrqui, 4.ooo de cecinas, z.ooo de mantecas y zoo de mantequilla. sus indusI t hr s ocupaban ese año zoo trabajadores, sin contar los 3oo que se desempeñaban rtr sus propiedades rurales y agencia de vapores.ar3 l\'ru cl genio empresarial de Pablo Hoffmann no se agotaba en lo señalado. pat nlrlirrnente ala creación de una industriapara fabricar extracto de tanino, se hallrrlrrr i nteresado en adquirir una concesión fiscal en la zona austral, aprovechanNr¡ sabemos

rftr lrr ¡lolítica del Gobierno nacional de establecer rápidamente una ocupación l'lrr'l ivir de las zonas australes y fronterizas por esta vía, después de los acuerdos ll

r

rr

r¡rrlos con Argentin a en tgo2.ala

lrrfi¡rrnado de las concesiones que el Gobierno estaba haciendo a particulaItr¡i {'o¡¡ fines comerciales, después de la

delimitación de los territorios limítrofes rrru¡rltrrrdidos entre los paralelos 42" ! 43",latitud sur, en r9oz, Hoffmann envió l t ¡rlr rrird«rres a la región para que definieran el lugar más propicio para realizar r ilrrr'r'r:i0 con los valles argentinos, los que obligatoriamente tendrían que orieni ir r sr rs ¡lroductos a la costa chilena. según las relaciones que recibió, la zona ideal lnr lrr rlc llodudahue. Después de esto, transcurrido un año, solicitó al Gobierno ¡illlr ('nro la concesión de ¿o mil hectáreas en ese lugar, las que le fueron concedirlrr¡r lx)r' tlccreto del 4 de junio de r9o3. r

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,,,,,,,,,,n

ffi,

pp.60-63.

rr l!lrfir,.r?.til..p.j4.segúnArandaetal,op.cit.,p.4oo,enrgzo,HoffmannHnos.,formadaporloshijgs rl. Irrhlo I Lrlliltunn, producía

r.5oo.ooo litros de alcohol, roo mil quintales de azúcar (rubro recientementc x rrtt(lo), ro nr i I quintales de conservas y cecinas, 15o a zoo cajones de velas y zo mil quintalcs de iabón. 'i I 'it'gti t r lt tlcrtt tttórit:tt, op, cit., p. 49, en :924, fuera de las producciones anteriores, tenía fábricas {c cluvot. r. lgr,r r., ¡rr rrlrrcl,s qrr fm icos, madcr¿r paro (x)ndl ruc(:ión y durmientes para ferrocarriles. ¡!

rr

i

cAplTULo3:f,oSINDUSTRTaLESDELDEPABTAMENToDEvALDIvIA(r870-t914)

EABIÁN 4LMONACID: LA TNDUSTRIAVALDIVTANA EN SUAPOGEO G8?O'T9T4)

El decreto del Mini§terio de Relaciones Exteriores Ie daba permiso por zo añOl para ocupar +o mil heCtáreas de tierras fiscales en el valle de Bodudahue, a cam. bio de: a) Que en los primeros dos años e§tableciera un servicio mensual de navg. gación entre Bodudahue y Puerto Montt o Valdivia. En e§tos buques, el GobiernO gozaría defranquicias especiales para el traslado de personas y correspondenclü ú) Estableciera aserradero a vapor y fábrica de conservas de mariscos y pescadgl

sirin a Hoffmann; en este documento se menciona que la concesión correspondía ¡ ,,o mil heCtáreas en el valle de Bodudahue (aCtual Palena), dándose los límites

firmó la escritura de la conceSantiago, representando a Hoffmann, Rodolfo Roth§tein. I rr rnediatamente, Hoffmann comenzó a promover la creación de una sociedad rur(inima, la Sociedad Ganadera e Indu§trial de Bodudahue, para que adquiriera lrr t'oncesión y le reembolsara los ga§tos hechos. Se definió un capital de r.3oo.ooo pr,sos, para pagar la concesión y los ga§tos de Hoffmann (exploración, estudios y rrult,tmiento de terrenos). Entre las virtudes de la concesión de Hoffmann -decía r,l I'rr»speCto que venimos siguiendo- e§taba el ser la única que no tenía problelr¡rs rle tierras con terceros. La sociedad se proponía traer desde Argentina ganarLr vrrr:uno y lanar, cueros, lana, etc., y llevar produCtos diversos. Se establecerían gtrrsrrrías, aserraderos, criafizay engorda de cerdos, fábrica de cecinas y navegar irirr it vapor. l,¿r sociedad se formó al poco tiempo. No sabemos cuánto se le pago a Hoffur¡uur por sus ge§tiones, pero a mediados de 19o6 aún le debían z8.8oo pesos. EI ru rlt, rnayo de r9o5, daba poder a Carlos Ugarte, para que cobrara a la sociedad ¡rlr,r:isos de los terrenos.ar6 El r4 de mayo de r9o4 se r¡lrirr en

rr¡r, villor.a17

)lros ejemplos de la variedad empresarial de Pablo Hoffmann. En el cambio ni¡ilo se desarrolló en Valdivia la minería del carbón y el oro, con buenos resulllrhrs, y hubo intentos por e§tablecer otras explotaciones, de plata, manganeso y r rrlur,. l,ll atraCtivo que generaba e§ta aCtividad, que había tenido brillantes resulI

rll

l¡rrkrs r:r¡loniales, con los lavaderos de oro en el siglo

XVI, llamó la atención de mu-

lros vtldivianos e incluso de empresas extranjeras (hubo una compañía inglesa r¡rrr. sc rlcdicó a comprar pertenencias mineras en el período). Hoffmann no quedó ll rnirrgcn de e§tos negocios, aunque no le fue bien en ellos. r

Rodolfo Knittel: Valdivia después del incendio de r3 de diciembre r9o9. Al fondo, izquierda, e§tablecimientos de Hoffmann. (enValdivia Antes del Gran Incendió, t9s9-tgog,Yaldivia r9r3).

A r¡rcrliados de rgoz, Hoffmann obtuvo merced de aguas de la Municipalidad ('ollill, en el e§tero Las Minas, en el fundo Tres Bocas. El zg de septiembre de tqu r. r'ornpraba a Manuel Jesús Jiménez, tres pertenencias mineras de yacimienlu¡ ¡rrrrf firros en el e§tero del Molino o de Las Minas, en el fundo Tres Bocas, en '¡ilil P(,sos. lin los mismos días, adquiría de r8 personas pertenencias mineras en li rrrisrr¡o lugar, a precios muy bajos. El 6 de junio de r9oz, Hoffmann daba poder a ll¡rl¡rr,l llicsco y Rafael Errázuriz, para que formaran una sociedad para explotar rllllrrrs ¡rrrrl,cnencias, con el incentiyo de ceder el 5oYo de ella a quienes quisieran Irrv¡,r'l ir, lil r6 de oCtubre de rgoz volvía a adquirir de 23 personas pertenencias milrrr ¡lri ('n cl mismo lugar, al valor de 50 pesos cada una,4l8 Las compras se repitierlr,

explotación agrícola para el cultivo y crianza y reprod¡Oi ción de animales. d)Radicar 5o familias de colonos de raza sajona, Ios que I duciría en 5 años. Expirada la concesión, los colonos accederían a la propiedUd una hijuela. e) Ceder al precio de co§to las maderas que el Estado necetlit,o.r, término de la concesión dejar a beneficio fiscal mejoras por 50 mil pesos. Ill mo decreto señalaba que la concesión no daba a Hoffmann derecho alguno e0 propiedad futura del suelo. Por todo Io anterior, Hoffmann darÍa fianza de 5o c) Creara dos centros de

pesos al fisco,ars El zr de abril de rgo4 se regi§tró en la notaría de valdivia la cnl,rggo tlc lrt t:t

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lll,xr¡rllilrrlrrro(tlIlrrr!,t()0r.

cApÍTULo 3: Los INDUSTUALES DEL DEpaRTAunrro

or verotvla (r87o-r9t4)

163

mismo ron el u de diciembre de rgoz y 3 de enero de r9o3, a 20 personas más en el derechol Iugar. El 3 y 5 de bnero de r9o3 volvió a comprar a 19 personas ' efravez enTierras Azules y Portezuelo' en Angachilla.are nin' En deflnitiva, el negocio no se concretó, a lo menos ha§ta r9r4 y no tenemos posesionel guna indicación que se haya producido en el futuro. seguramente, las rentables'a20 para ser como pobres, muy ser mineras resultaron Adolfu No fue este el único proylCto en que le fue mal. Junto a Aleio Gumpertz, parl municipal concesión recibió r9o5, de abril z8 de el oettinger yJ.C. Pizarro, ft¡, La concesión urbanos. carros de empresa instalar en la ciudad de valdivia r9o5'a2r §lt! de noviembre de el Espejo' 4 transferida por los señalados a Rodemedil embargo, no se concretó. adeáás, participó en las propuestas para con§truir el ferrocarril de osor¡lo del z+ d¡ a Puerto Montt, enrgoT,ta que no obtuvo' Hay un poder de Hoffmann'

abril de rgo7, alasociedad Vorwerk y Cía', para

LOS ANWANDTER

ese fin'422

ttowad Otro negocio frustrado: conJuan Korsnótm, Carlos Bartsch yAugu§to pG agua sumini§trar creó el 18 áe abril de r9o7 la sociedad Korsholm y Cia.para hechl haber sin table a la villa de corral, la que se disolvió el z4 dejulio de r9o9 ningún aYance.a" se asoció con

Eirr de septiembre de r9o9

la sociedad de ingenieros Beauflll

propue§tas part Dendal, en la flrma Hoffmann, Beauflls y Dendal, para hacer con§trucción del ferrocarril de La unión a Río Bueno, la que no continuó al

I

obtenerse la obta.a2a

interés por participar en la con§trucción de vías ferroviarias se satisflZo nalmente con el ferrocarril hacia el volcán Llaima. Ingresó al negocio como y tuvo finalmente de los con§tructores Antoin e y Cia., el 17 de octubre de rgrr' la sociedad P. I creando invertido, el dinero asumir las obras para recuperar de 19: septiembre de el Inmediatamente, 9 mann y Cía., el A de agoSto de r9r3. fln,a¡l ese con mil durmientes 15 .o-prá a Gerinaldo Sán Martín, de Loncoche, €n Cámo se aprecia,Hoffmann también supo de fracasos y complicacione§ más alll negocios' nuevos aCtividad empresarial. La búsqueda permanente de Su

y No 7 y r4' vol' I' enero-febrero' r9o3' -, N% y r"*"1. IV noviembre-cliciembre, rgoz o- Sr.it.ru."sminerose§tabantambiénenelnortedelpaís'Ellzdeener.dcrgrz'llollin.rrnr$l rr de cliciembro,ltr,::::.ni.L:

el compra que había hecho en su nombre Rodolfo Roth§tein' en.Santiago y de la vcnta dc l¿s nlisntas u'lhrr olt'a acciones de la comunidad solfateras de Michimeha y olca, (No l2o' vol' l' entlro-lilbrtlro' tql¿)' Company Limited, en Santiago, el 3o de junio de rgrr No r+, vol. VI, novielnbre-diciembre'

4zz

No 327, vol. II, marzo-ahril, t9o7' N" 285, l¿timy N' r88, vol. IV' irrIkr-t¡ír§lo, tr¡o9'

4zq ¿,¡¡

N" tlt,vol. V,scpliotltbrc-rlt!tulrrtt,

N,,tlzr,, vol. V, il'¡rlit'ttrhrr! lrft, rr,l Ílrr(,. tot t,

rnilia Anwandter es el mejor ejemplo de la importancia adquirida por la invaldiviana en los años e§tudiados. El jefe de la familia, Carlos Anwandter, lh,6rrrlo entre los primeros inmigrantes germanos aValdivia, se trasformó en uno rlr, los hombres más respetados de la zona.a27 Yaen r85r había iniciado artesanalrrcrrlc la producción de cerveza,la que po§teriormente alcanzaríaniveles indusIt l¡rlr,s. En 186z habría comenzado afuncionar la curtiduría.a28 I ,os A nwandter no era una familia cualquiera. Poseían una fortuna respetable rh'¡rrkr irntes de dedicarse ala actividad industrial, ycomo tales fueronparticipanlr,'r ,llligados, direCtamente o indireCtamente, víapréstamos, en la mayoría de los ulgocios importantes del departamento de Valdivia. l'irr rflT<1, los hijos de Carlos; Ricardo, Germán, Carlos zo y Otto, además de Teorlrlo l(iirner, casado con ClaraAnwandter, eran los principales representantes de l¡r l¡tr¡tilia. l,¡r fir

rlrrsl ria

llrrliir

rll7z, Recaredo Tornero describía así la cervecería de los Anwandter:

.,.lirc lundada en r85r y en la aCtualidad se encuentra en Ia Isla Teja, en edifici«ls Is¡rirci0sos con§truidos ex profeso. Un motor a vapor comunica el movimiento a las

1rr ll\t, f'i,,., i ,',urr,,, t()l,pp.22t-221. t¡' {lfrrlflrtrtHrt'firrcnci¿tslliogrrtlicassobreCarklsAnwandter.VerBlancpain,vol.t,op.cil.V,sp(\jo,op.(:it,, ¡r¡r

trt tr.¡,tlttl¡[ttl)ióninlor(!sartl0stlal0ssObrcsrrvidrr.Adcmás,cnl]SF,N.t],a¡10§l,o,rlltlg,pp.3ltr-jll3,hrry

r9o5'

+zr

4q

algunos no tuvieron buenos resultados, considerando que ya tenía una forIrrna acumulada más que suficiente, nos muestran a un capitalista que no deja ¡rilsar práCticamente ningún negocio que pueda producirle beneficios. Sin exagetilr, por todo lo escrito, Hoffmann es uno de los personajes más interesantes del ¡xrríodo e§tudiado. A pesar de sus numerosas aCtividades, Hoffmann no desatendió el cuidado de sr¡s indu§trias, que fueron las que le dieron un reconocimiento nacional permarrc¡rte. candidato obligado a recibir premios en cada muestra de productos induslli¿rles a comienzos del siglo XX en Chile. Por ejemplo, en la Exposición Nacional rk, lndu§trias de r9ro, Hoffmann obtuvo un primer premio por salchichas y conrr,r'vas de carne y un segundo premio, por alcohol industrial y suelas.a26 r¡ue

t9og.

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t¡rfttrr¡¡ ¡:¡.0lrlots'r'Ir^r.¡srr:r.r)rt,^[r'^Mr:NloDt.vAr.¡rtvr^(rE7o-¡9r4,

(T87O' ¡ABIÁN ALMONACID: LA TNDUSTRTAYALDIVIANA EN §UAPOGEO

165

con los demás útilos, diversas máquinas del e§tablecimiento, Ias cuales importan a 5o personaa ocupación da La fábrica pesos. loo.ooo terreno y ediñcios, la suma de aio'a2e aI cerveza de y produce de 5oo a Too.ooo litros

Otto y Carlos formo' El zz de enero de 1874, los hermanos Germán, Ricardo' Clara' para girar en le pesos' mil de 5o ban Ia sociedad Anwandter Hnos., con un capital a ellos'a$o inherentes otros fabricación d e cerveza,iabonería, droguería de boticay en aparte sociedad una La curtiduría, iniciada en 1862, fie organizada como von Still' Raimundo con r87g. El r+ de junio de 1878, Anwandter Hnos. se asociaba mil pesos' de lol fried, en la firma Anwandter Hnos. y Cía., con un capital de 5+ terreno y casas en callt que 9 mil pesos fueron puestos por vtn Stillfried, valor de io, óur"ior, y 45 mil p"ro, poü.r*andter Hnos., en exi§tencias de suelas, edifl. giraría en curtidurft cios y fondos, terreno, cáscara de lingue y útiles. La sociedad de cueros y compraventa de suelasj3'

El rs de febrero d¡ La sociedad Anwandter Hnos. y cía. se mantuvo ha§ta 1884. de ella. Von pasivo y el activo con Hnos. Anwandter r8g4 se disolvió, quedándose en qut precio mismo pesos, mil aportado terreno 9 Stillfried recibió á cambio del sociedad'a32 se había valorado al formarse la de la famlllr El z7 defebrero de 1885 se reunieron todos los giros indu§triales

curtiduría, botica y J+ en Ia sociedad Anwandter Hnos.: fabricación de cerveza'

capital reunido pot bonería. En e§ta modiflcación se puede obervar el abultado

ellos,soomilpesos,delosquecorrespondíanroomilpesosacadahermano:Otto'

Se componfa dt Ricardo, Clara, Carlos (en Valparaíso) y Cermá' (en Alemania)' entre otro§'{il y créditos, bienes raíces en la Isla ieja, ,rüqrinas,-materias primas desde el tl valparaíso; por e§te momento, Rnwandter Hror. yu tenía sucursal en Anwond' clara de hijo de octubre de r88o, le había dado poder a Ricardo Kórner, que aceptataventa ü ter y Teodoro Kórner, admini$raáor de la sucursal' para

terrenos y bodegas en esa ciudad.a3a en sus negocios, no únl' Bl monto del capital social señala el éxito de la familia con el comerckl y prár' camente relacionados con la indu§tria, sino que también

tamo de dinero. permanente. Hl ¿6 d¡ Los mutuos dados por la sociedad fueron una actividad años y ro%' cle lnt§' dos pesos' a mil rz Rudloff, enero de 1877 pre§taban a Cri§tiano

nís anual, por la que recibían hipoteca de hijuelas e indu§tria en la Isla Teja. El zz

thril

tkr

de r8Z9 otorgaban otro a Mauricio Mathias, comerciante y curtidor, por

ro rn il pesos, a dos años y 9% de interés anual, con hipoteca de terrenos y curtiemlrlc. lll r de septiembre de 1879, a Hoffmann yFrederich, r2.5oo pesos, por tres años y

g,)/,'

de interés anual, con

hipoteca de terrenos y aguardientería en Angachilla. !)l

rrlt:irnce de sus negocios trascendía los límites departamentales: el 13 de septiem-

lrrr de 1883, Anwandter Hnos. daba poder a Gu§tavo Fuchslocher, de Osorno, para r¡rrc firmase escritura de hipoteca con Guillermo Schenke, por 40 mil pesos que k's rlebía por pré§tamos que le habían hecho.a35

listos son algunos ejemplos de los muchos indu§triales y comerciantes de la rr,girin que giraban con el apoyo financiero de los Anwandter. lrucra de los negocios sociales señalados, los Anwandter participaban en Ia aclivitlad naviera. Para ellos, la buena comunicación fluvialymarítima era un temir

diredtamente el resultado de sus indu§trias. )csde el rz de oCtubre de t872, Anwandter Hnos. era dueña de más de la mitacl (,¡,rro
lo Kindermann, Enrique Wiederhold,

Teodoro Eimbcke y Germán Kun§tmann.

lisl ir asociación fue conocida de hecho como «Asociación de Armadores de Val-

rliviiru.'''6 El zz de

julio de

1878,

Anwandter Hnos. participaba en una sociedad

¡rlo¡rictaria del vapor «Villarrica», de 3oo toneladas, avaluado en 4o mil pesos, cl r¡rrc sc pondríaanavegar en las co§tas del Pacífico: colocaban 3 mil pesos.Junt,o rr

clkrs e§taba un seleCto grupo de valdivianos, entre los que de§tacamos a los

irrrlu§l riales Alberto Thater, Alberto Haverbeck, Germán Kun§tmann, Maurici
lc

l,ll r rle diciembre de 1883 se dio forma como sociedad anónima a la «Asociación A nnadores de Valdivia».a38 De un capital de zz5 mil pesos, dividido en zz; ac-

ltorrcs dc mil pesos cada una, Anwandter Hnos. tomó 6 acciones. Además, Otto r\ rrwirrrrlter, Ricardo Anwandter y Ricardo Kórner tomaron por su cuenta 3, 6 y 3 irlliorrrrs, respeCtivamente. Aunque hemos dicho más atrás que Alberto Thater, irrrrlo r:on su mujer, eran los principales accioni§tas, en verdad, todas las accioncs r¡rrr, ¡roscían los Anwandter sumaban r8, lo que los convertía como grupo en los ¡rllrorrisl.¿rs más importantes. Como hemos vi§to, al hablar de Teodoro Eimbcke, Irr s(x'i(xf ad se encargaría de la compra de vapores ylarealización de viajes ent,rc !'¿r hliviir y puertos y ríos navegables del Pacífico.

4zg Tornero, oP, cit,, +3o

P. 37o. No r, RC, vol. I, 1868-1892, CBRV.

+3t N" z,RC,ld.em. 432

Nu 73, vol.49, r884'

()llllv. l}luncpuirr' vrll ll, rlp, rfl.. ¡1,4rr5. tltltllitlttlt.tt (1r¡rlrl¡ lrllrl, 433 Nu 2, ll(]. vrll. l. ltl6tl.ttt92, 0nrlort ¡xttlrl' n t¡ttlrtr I'l ¡xrtttr ott rrlln ltxrlltllttl' ¡r,rl,tnu,'fn,, lu *t¡t:lctltrcl, trl¡t ¿tt¡ N" ¿rttl, vol.44, ltllltt

r¡rrr, era ol

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Ir., N" f,r,vol,4o.r¡i7Z:N"rilyto4.vol.,lt,t{'ltt;y N" ilr,vol.,lz,r8tli|. I tl, N" r¡,10. vOl, 35, rtl7r. n; N" ¡r t. vol.4r. rll7l{. I tt¡ ll¡,lfi,r(.1¡t n lidlulill(!r y{r'('loill¡lnr,rtr (,{pllrhr I

Iliblilrlera Muniri¡rrrl "( irn¡ik¡ I leur!¡rrcr" I'rilrlic¡r N" 2ll7 ('or¡rorur'irirr ('ullr¡¡,ll I, I r"¡llciIr¡t Vr.l¡llyi¡r

FABIÁN ALMONACID: LA INDUSTRTAVALDIVIANA

crpirt ro t: los lrousrRIALEs

EN SUAPOGEO (18?O-T9T4)

En e§ta sociedad, los Anwandter ocuparon pue§tos de importancia. Hacia 1889, Ricardo Anwandter era uno de sus direCtores y el admini§trador de la sociedad

era Augu§to Eisendecher, casado con Guillermina Muhm y por lo tanto concq' ñado con Carlos y Otto Anwandter, cuyas esposas eran del mis¡no apellido'ase En este momento, la sociedad pasaba por dificultades, por reparación de las naveS y por la lentitud del viaje del vapor Villarrica al Trumag (en el río Bueno): para r€. solver ello, el 3 de enero de 1889, la sociedad daba poder a Cri§tián Chri§tiansen, para que la representase en Hamburgo en la con§trucción de otro vapor'aao La sociedad tuvo, fuera de sus fletes comerciales, acuerdos con el Gobiernq

Df,L

DEPAnrAurnro or velp¡vIl (rSzolgrq) 162

166

En e§te

momento la sociedad decidió expandirse. El z de julio de r89z adquiere

rlc la casa hamburguesa Schlubach y Cía., representada por Alberto Thater, un

vtpor con$truido en Kiel en r89r, de 564 toneladas de regi§tro, en 295.Soo

pesos.444

para recorrer ciertas rutas. Por ejemplo, el z9 de abril de r89o firmaba un acuerdQ con el fisco para mantener una línea de vapores entre Valdivia y Trumag, entil valdivia y valparaíso, pasando por puertos intermedios, y entre valdivia y carlr hue, dando beneficios al fisco en fletes y traslado de pasajeros, por lo que reciblrfl una subvención anual de ro mil pesos. EI r5 de julio de r89o se hizo una adición d

contrato anterior, agregando la navegación entre Corral yArauco, a cambio de g

mil pesos anuales de subvención.aa\ Hacia 1892, la sociedad e§taba presidida por Ricardo Anwandter y sus dire& tores eran Reinaldo Harnecker y Carlos Schmidt. Según la Memoria del 3r mayo de 1892, correspondiente al ejercicio enero 1891-mayo tSgz,la sociedad una ganancia cercana a los 5o mil pesos.aa2 En ese momento, la Asociación una importante empresa, con un aCtivo de 5oo mil pesos, en el que de§tacaba propiedad de varios vapores, avaluados en 37r mil pesos. Es decir, las ganancll¡ equivalían al to%ó del capital invertido, lo que no era mucho. Eran co los ga§tos por tráflco, seguros, reparaciones y comisiones, que superaban lo8 mil pesos, mientras que se recibieron entre fletes y subvenciones, z6t,ozz Los Anwandter eran los accioni§tas principales: Carlos Anwandter, 3 Anwandter Hnos., 3 acciones; Germán Anwandter, 3 acciones; Otto Anwandta& acciones; Ricardo Anwandter, ro acciones; Ricardo 20, 4 acciones; y Ricardo

Cervecería Anwandter Hnos., 1875 (en Valdivia Antes del Gran Incendio, t8g9-tgog,Yaldivia r9r3).

ner Anwandter, 8 acciones. En total pos eían 39 acciones.aa3

«El regi§tro de matrimonios de disidentes de la Parroquia catedral de valdivia», or¡8¿n' defamilias chilena§, No 3, 1985-1986, pp. z9-87; N" 4, 1987{988, pp. 81-9o; y N" 5, 1989'r99o, pp. 25-34,

439 ver

++o N"5,vol.6o,1889.

44r

N" 3oz, vol. 62, enero-junio, r89o y No 5o3, Yol. 63, 1890.

442 Balancegeneraldel3rrlemayoderSgzyACtaJuntadeAccioni§tasdel3odeseptiembrede¡ll9r, por el Intendente de Valdivia al Ministro de Hacienda, el r4 de octubre de tSoz' vol. t.343, rll9l'lll94l

l'or rrrzones que desconocemos, los accioni§tas decidieron liquidar la sociedad en rll,J7, kr que se hizo efeCtivo a comienzos de 1898.445 Suponemos que Ia competenr l¡r rk' l¡r Cla. Sudamericana de Vapores, la P.S.N.C. y de la Kosmos, fue insuperable ¡rarrr lrr Asociación. Cualquiera de los barcos de las dos últimas tenía varias miles rle lr¡r¡clitdas de capacidad. También es posible que la inminente conclusión del lprtrrcnrril de Valdivia a Osorno, que comenzó a funcionar en 1899 y dejaba obso-

dencia de Valdivia. Minidterio de Hacienda, ARNAD.

443 InclusosepodríaagregaraAugu§toEisendecher,concuñadotlccurlcsyol.l.oAnw[ndlor,qu€

acciones. Dentro de los accionidtos, habfa uno solo que tonfa Iz acclontlí, (iudltlvo St:hrtxrtlrrr, ml§nifil resto tenlo to eccione$ o m0no§. Iin t¡ll,ul hobfun ? t rrt:r:ion ldl.u¡, (!nl"ro lr)N qlto (lt!dl u'll ln(lñ lt lll¡ sus uccioncs: liruur:isco lih ron f'etd, ¡; 'l'corloro l,llnrhr:kc, 6; Alhtrrl.o l lrtvorllotlk, ll lrrtblo I krll t¡run n, 4¡ (1. !rlel¡lsr, tl r:o I I ur:ko, 5l (iurnrún K n ndl nuul n, 4 ¡ Arlu¡r Nr¡ol ko, :¡; 'lbotlo¡tl l'tttt¡otttbo¡'[0r, tl¡ lillrl(ll¡e

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¡ABIÁN ALMONACID: LA INDUSTRIAVALDÍVIANAEN

SUAPOGEO (1870

f,

leta la ruta marítimo-fluvial entre Valdivia y Trumag, haya influido en darle fln Volvamos a los intereses principales de Anwandter Hnos' Ya desde Ia década de r88o vendían cerveza en todo el país' especialmente On h zona centro y norte del país. El r de diciembre de l88Z por ejemplo, daban podOf I las firmas Aie§tizábal Hnos. y Escala Hnos., de Copiapó, para que usaran §uB 0t'& quetas en las botellas de cerveza que vendieran, siempre que el contenido les fue a ellos.aaT Por ese entonces, la cerveza se traSladaba en barriles' Bl I á "ornprudo de maoo de 1889, Arnulfo Anwandter (hijo de Germán), a nombre de Anwandtf, Hnos., daba poder a L.H. Edding, agente en Tacna y Arica, para que per§lgu ante la ley a cualquiera que usara su marca comercial. El rZ de marzo de r89O ban poder a Federico Pfeil, de Concepción, para que comprara sitios a su

ll.rl *¡ de la maquin ariade

++6 Yer Plá Cárceles, op. cit., pp. zr3-2r4, y Almonacid GssS), pp' rs-s+' 44? No 678,vol. 56,1887. 448No196,Vol.6z,r89o.LosAnwandternosólode§tacaroncomoindu§triulescnVrrltlivlrr.]l¡clr

Anwunrll'trr K",I Santiagá, Ernedto Anwandter, doctor en química en Alemania, hi)o de Rica«lo tl¡tnl¡lotrlorott fÁbfl$ «Orner] hijo de Ricardo Kórner, por lo taná ambos nietos dc Carlos Anwtntlltrr. ()rtnlo (llt9l)l /,n micayde abonos artificiales, laprimera en su rubro en chiltl. VcrJttlio I)drtrz cional, t88g-tSgo,lmprenta Nacional, Santiago' pp. 59-63'

+49 Blancpain, vol.ll, q5o

automatizad,a.

esta sección había z motores, 3 calderos, dínamo para

occsar la cebada y malta. l'1, la sección cervecería, la malta era puesta en z cubos de capacidad de z.5oo L llrs r:ada uno, después pasaba por un colador y más tarde, poi 4 calderos para lrr ..r:.iíln del mosto, de capacidades entre r3.ooo y rg.ooo litros cada jugo ¡rt



uno. El

se mezclaba con oblón,

producto que era importado de Baviera, aei que 'irítkr ¡r' ,r'rrpaban 3o mil kilos al año. posteriormente, se enfriaba el caldo y se llevaba rr lrrs lr,degas de fermentación, donde había r5o cubos, de 3.5oo litros cada uno. l lrr¡r v.z elaborada, la cerveza se guardaba en toneles de z.5oo a 5.ooo litros de r a¡rrr.irf ad cada uno. Al cabo de algunas semanas de reposo, la cewezase traslarlirlrrr ir t.nele s de zTg litros, una parte de ros cuales iba al depósito que se ubicaha +'n lrr opuesta del río valdivia,paraser embotellada a máquina. La seccil¡n 'ihcra r rrrrl¡rllir con 4 motores a vapor, de 16 a 6o Hp cada uno y con 6 motores más pe rf t¡r'rl{rs, con z bombas para captar agüa,4 calderos,3 máquinas para hacer hiekr I

y r rlÍrrirrnos para 3oo luces.

lirrl¡r lir energíaeléctrica (fuerzamotrizyluz)utilizad,aeragenerad,amedianl,c

rl lorrsr¡rno

de 5 mil metros cúbicos de leña al año. l,rr ¡rrr»rlucción había crecido rápidamente. Mientras en rgTg se elaboraba, r 'r,' r,(x)(, litros, en r89z-r893 se habían producido g.ooo.ooo de litros, lo que equ ivrrllrr rr (r r¡rillones de pesos anuales. l', l.rirl, lafábrica ocupaba a 3oo operarios y 4o más en er depósito embote, llrrrlrr'¡r. A,exos ala fábrica de cerveza,la sociedad tenía una fábrica propia clc

lrrrr¡lr,s, fiil¡rica de cajas y herrería.

l\,

rlr'.. parte, la sociedad contaba con granero para cebada en Talca y con

rlrrllrlrrilrs ¡ra,ra venta, los que tenían máquinas para embotellar, en valparafso,

I

rrrrr'r.¡rcirirr, Santiago y Caldera.as2

A ¡r.srrr'(rr¡e por la situación descrita, el prestigio y expansión logrados, la s,r'L'rlrrrl Arrwandter Hnos. estabapasando un muybuen momento, lá empresa firlnlll.r sujeta a la posibilidad de que alguno de sus miembros quisiera ro'slilha lll ¡t I ¡r'. ytt t¡ttc el ne¡¡ocitt no era lo suficientemente rentable. para enf rentar esl,O, pl ltt rL' sc¡ll ictnllre cle rtt94, los socios residentes en Valdivia acordaron, cilo: «,!,r ,{l,lc'¡ tlr rrtttirtrur la aüual situaciónJinanciera del país y por erlta causa tonlinl¡st: ,'ttttttt ttt'lttilltilttillc fituy pot:o lur:ralivo ol negxtio d,o t;ervet:cría, y ut¡ pbll,unttt

*L

op. cit,, pp, 406-407,

Plrl (lár<:olos, oP. cil,,, lr, 4t5,

4ir Iinuqrftrr¡,z,nl t.ruturrlt'(lrrlrrrkrll¡tllilcr,hcrnonmllultuloulglrrl{)l('(llllrlll(l¡(hprovlrlótttlo l)rtnr (rdl ¡lH ol)l,ltÉ,

vaLDIvra (r87o_19r4)

l{r'il(rl{r 250 luces eléctricas, z elevadores para granos y diversas máquinas para

en esa ciudad.aas

en los numerosos premios obtenidos: entre 1865 y r9ro, había sido favorecldr t y Concepción) r 17 premios en exposiciones nacionales (en Santiago, Temuco Guatemala).460 de y Ciudad París ternacionales (Lima, Buenos Aires, Búfalo, El aumento de su producción había permitido, entre 1889 y 1892, gran parte del e§tablecimiento indu§trial de la Isla Teja con ladrillos y ire*pluru.rdo los ediflcios anteriores de madera.asl sus in§talaciones dr hacia rsg+ como las más sólidas y modernas de la ciudad de valdivia. La e§taba dividida en dos secciones; maltería y cervecería. En la primera, lo eralavada,remojada, germinada y triturada, ha§ta dejarla li§ta como molts fabricar lacerveza.En e§ta sección era esencial el uso de agua, para lo qU€

DEL DEPARTAMENTo DB

Irrlrir .on un depósito con capacidad de 6o mil ritros. Er consumo de cebada era, .rr rll94, de 35 mil quintales métricos, traída en su totalidad de la zona central rl.l ¡ri'ís. Toda esta primera etapa de producción estaba altamente

a e§ta empresa.aa6

A flnes del siglo XIX, Ia fábrica de cerveza de Anwandter Hnos. era la pal del país. paite de este éxito radicaba en la preparación técnica de la ,t.r*unát.r, fuera del capital inicial; tanto Carlos Anwandter, como sus hijoA mán y Ricardo, tenían e§tudios especiales de cervecería en Alemania. Lo¡ últimos habían permanecido cerca de dos años en cervecerías berlinesas y b ras, aprendiendo el oficio y reconociendo las mejoras técnicas introducidar, reconocimiento y pre§tigio alcanzado a nivel nacional e internacional se apl

os rNDUsrarALEs

l;r

l r rh,al l¡rr,lrírr l¡xunr,r r,l l,titnz (,ittrlo (rllr¡4), ¡r¡r.

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FABIÁN ALMONACID:

LA INDUSTf,TAVALDIVIANAEN

SU APOGEO

cApÍTULo 3: Los INDUsTRIALEs DEL DEpaRTAMENTo DE vaLDIvrA (r870-r914)

G870.1914)

retirarse de la socied.ad. o acaeciese algúnfaltecimiento, el soclo saliente o los herederos det dfunto no pod.rán retirar su capital..., sino que deberá dejar su capital mientras tanto y recibirá por intereses la cuota que les conesp\ll. derá en las aüividades que el negocio produzca».a,i Firmaban el acuerdo Ricardor Otto y Arnulfo (por su padre, Germán). Carlos (en Valparaíso) y Clara (creemol¡ en Alemania) debían ratificar lo señalado. No sabemos si e§tos últimos aprobarol el acuerdo, pero en todo caso se mantuvieron como socios. En 1896 ocurrió un cambio importante. El 3o de junio de 1896 se amplió el car pital y número de socios de Ia empresa familiar, pasando a llamarse la nu€Vi sociedad «Anwandter Hnos. y Cía.». El capital sería de 2.5oo.ooo de pesos y al mantenían los giros tradicionales; cervecería, droguería, curtiduría y venta d€ productos. Lo importante aquí fue el ingreso de la tercera generación de Anwand. ter y sus cónyuges. Junto a los socios anteriores (Ricardo, Carlos, Otto, Germdn y Clara, todos hijos del fundador de la familia), se integraron Arnulfo (hijo de Germán), Carlos y Erico Anwandter Muhm (hijos de Otto), Ricardo 2o Anwandl€! Kórner (hijo de Ricardo), Eduvijes Anwandter y su esposo, Fernando Prehm, El¡É Anwandter de Prochelle (esposa de Gu§tavo Prochelle), Elena Kórner de Bischoff"

gún

socio quisiera

hausen (esposa de Carlos von Bischoffhausen) y Ricardo Kórner.asa Los cargos de mayor importancia en la nueva sociedad quedaron diStribuldol así: Ricardo Anwandter, presidente; Ricardo Kórnet gerente; Ricardo, Arnulfo y Carlos,Junta de Vigilancia; Carlos Anwandter M., Ricardo zo yArnulfo, reproÉ€Bt

tantes en negocios.ass En e§tos momentos, la sociedad familiar vivía sus últimos años. Ya por la ln€!= tabilidad económica del país, que impulsaba a que algunos miembros quisicre4

retirarse del negocio, ya por la competencia que le hacían otras fábricas dol ml¡. mo rubro e§tablecidas enlazonacentral, ya por la necesidad de variar la orgaEk zaciónde la sociedad, formando una nueva sociedad con capitales mayoroá, & origen no familiar, o ya porque algunos de los integrantes de la familia Anwgnd¡ ter querían variar de rubro o vivir de las rentas del capital acumulado, lo clcfÉ era que hacia comienzos del siglo XX los Anwandter buscaron un compraclor pef! su fábrica.a56 El za de mayo de r9oo, la sociedad dio poder a Carlos Anwandter paro qu€ galizaralapromesa de venta de la fábrica que había hecho a los señorcs litlward&

l}

Pardo y Cía., comerciantes de Valparaíso.as7 Las negociaciones prospcrur(lnt €l

483 N" z3z,

Yol.

7

6, 189 4,

454 N" 10, 13 de iulio de r8q6, RC, 1896, CBltV. 455 N" 13, 14, r5 y 16, r y z dc agodlo clc t896, llC,

456 l)or csc mr¡nr0nlo, on tgot, ln (hrn¡xrllfu l,k1

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(lrtrr:0lor. o/.

rrl1., p.:143.

Nr' G44, vol. l,

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ttl96, CllltV. ()crvrrt:orf¡r []rrirln¡ lorrfrt ttrt crr¡tllrtl rlrr ¡,,¡,

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tlo peloái

tle ago§to de r9oo, los socios autorizaron a Carlos Anwandter para vender el esLablecimiento de cervecería, bienes raíces y depósitos por z.zoo.ooo pesos de oro.

lil + de ago§to de rgoo se dio poder formal a Carlos Anwandter, para que hiciera lit escritura de compraventa.ass En definitiva, la venta no se concretó, pero ya se rr nunciaba lo que e§taba por venir. El cambio de siglo no era bueno para los negot:ios tradicionales de la familia Anwandter. Como hemos vi§to, en 1898 se había rlisuelto la Asociación de Armadores de Valdivia, de la que eran los socios principales. A.hora, en 19oo se intentaba vender la fábrica de cerveza. Por la misma rl¡roca, la sociedad dejó de girar en el rubro de curtiduría. Coincidente con lo anterior, la tercera generación de Anwandter se abrió a ol ros negocios indu§triales, comerciales y agropecuarios. El interés por el seCtor lrrral fue importante: los Anwandter, al igual que la mayoría de los indu§triales, li¡cron atraídos por los crecientes beneficios que ofrecía la tierra. Comenzaron a I lir nsformarse en importantes terratenientes y a participar en negocios rurales. l)lblo Kórner A. primero y después, Carlos, Erico, Pablo yJorge Anwantder, de§ta('ilron en e§tas aCtividades, como veremos más adelante. Con Ia fortuna que disponían los Anwandter, de varios millones de pesos, terrÍrrrr una posición privilegiadapara asumir nuevos desafíos. l)or e§te tiempo, los Anwandter seguían siendo importantes financi§tas en V¡rltlivia, a pesar de la aparición de varios bancos nacionales y extranjeros. Por virrt:ulaciones familiares, apoyaron en momentos de dificultades económicas a ( 'rrrlos y Gu§tavo Prochelle, é§te último casado con Else Anwandter. El z7 de dirilnrlrre de 1899, Otto Anwandter pre§taba a Gu§tavo Prochelle, ro mil pesos a r irrt:o años y lo afianzaba en no mil pesos, recibiendo en hipoteca todas las pro¡rilrlrrdes de Gu§tayo. El s de oCtubre de tgoz, Otto arrendaba a Carlos Prochelle, l v¡rl)or y 4 lanchas, los mismos que Anwandter Hnos. y Cía. habían adquirido a l¡r srrcicdad Prochelle y Cía., elg de noviembre de 1896, yvendido a Otto, en r5 mil ¡rr,sos, el rr de septiembre de r9oz. Más tarde, el r7 de enero de r9o3, la nueva sor ilr|irtl Prochelle y Cía. reconocía deberle a Otto Anwandter, cerca de 3r mil pesos. |or su parte, Ricardo Anwandter pre§taba a Luis Kober, impresor y litógrafo, el tr r k, f u rt iu de r9oo, 8 mil pesos, los que el rr de diciembre de rgor fueron ampliados i¡ ¡r, rnil pesos. El mismo Anwandter, el 5 de oCtubre de rgoo pre§taba a Adolfo Wrr¡qrrcr, lundidor, rz mil pesos. Wagner quebraría en r9o3, pasando el z5 de agosiu rk,csc año su mae§tranza y fundición a sus acreedores, entre ellos Ricardo Anwrrnrll,cr. tkrr último, por nombrar sólo uno más, el z3 de julio de r9oz, Otto ¡\ nwrr nrll,t:r prcstaba a Erne§to Frick, 5 mil pesos a dos años.ase

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r,r, u,,l¡, lulLt.tllt'lltttltrr. t9oo, N" ¡,1{i¡, vol, l, rrrrrrrr lrrlkr, rrtooi Nr'('tl,l, vol, lll, orllrrlrll rlkrlcrrrlrro, rgori N" r,lil|; Nr'¡rq, v0l, lV, frrllrr [¡qoÉlrr, ¡r¡rr;¡¡ y N" tlt, vol, l, rrrr,to lt¡ltr, rqor,

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cApíTULo 3: Los rNDUsrBrALEs DBL DDp^RaaMENTo DE vaLDrvIA (r870-r914)

FABIÁN ALMONACID: f, A INDU§TRIA VALDIVTANA EN SU APOEEO (T87O-19T4)

173

Las ge§tiones para verider el e§tablecimiento finalmente llegaron a buen térml' no en r9o5. Elz4demarzo de rgos se firmó enValparaíso un compromiso de com'

praventa de todos los aCtivos ypasivos de la sociedad, entre Carlos Anwandter y Hugo Holle, representante de la sociedad anónima en formación «Cía. CervecerB Valdivia», que adquiriría el e§tablecimiento. El z de abril de 1905 se acordaba en junta extraordinaria de socios, disolver y liquidar Ia sociedad Anwandter Hnos" y Cía., y transferir todo su aCtivo y pasivo 6 la sociedad anónima en formación. En la misma reunión se aprobaron los E§tatt¡' tos de la nueva sociedad. Se consignó que el primer directorio lo formarían Carlot Anwandter, Alfredo Kórner, Erne§to Anwandter, Hugo Holle y otro nombrado en Valparaíso. En Valdivia habría sólo un consejo local. Formarían la comisión liqul. dora, que entregaría el e§tablecimiento, Alfredo Kórner y Ricardo 2" Am,vandt€r, Se dejaba con§tancia que la sociedad Anwandter Hnos. y Cía. optaba por reclbh en acciones de la nueva sociedad ha§ta z.66s.ooo pesos y el saldo en dinero efetJtl' vo, según valor que e§tablecerialacomisión respectiva.a6o Como se aprecia en el Cuadro N" 7, que incluye a 43 personas que suscribieron las acciones re§tantes de la compañía cervecera; r era de Valdivia (sin contar lo! rr mencionados antes), 6 de Santiago, zz deValparaíso, 6 de Viña del Mar, z dr¡ Lg Unión, r de Concepción, r de Lota y 4 de Europa. Desde el punto de vi§ta del origon geográfico de los socios, la sociedad era una alianza entre valdivianos y portcflotr con algunos agregados. La mayor parte se declaraba comerciante, algunos pocot renti§tas, indu§triales y el re§to profesionales: para todos ellos, la compra de edtel acciones con§tituía una buena inversión. Es de§tacable que excepto dos casos, l& totalidad de los socios fundadores de la compañía sean de origen extranjero. La familia Anwandter siguió controlando la nueva compañía: su primcr dl" reCtorio e§tuvo compue§to por Carlos Anwandter, presidente, Alfredo Kiiru€f

460 N" 242,6 de abril de r9os, Disolución de Anwandter Hnos. y Cía., vol. II, marzo-abril, r9o5. l,ol ro0l0l acreditados en la reunión fueron los siguientes (señalamos sus acciones): Ricardo Anwandtcr, ¿iol lr§U; lina Schrebler de Anwandter, rS4; por los herederos del finado Óscar Anwandter, hijo de Ccrnlrllt, rtrr¡ (ltt6 Anwandter, 84¡ Germán Anwandter, representado por el anterior, 69; Selma Anwandter do llilllng, roprE= sentada por Otto, 39; Carlos Anwandter Muhm, rzo; Carlos Anwandter, representado por el ¿ttll.rrl(lf, l60f Eduvijes Anwandter de Prehm, representada por Carlos Anwandter Muhm, 8o; Ricardo z" Anwoll(llér' lO0i EricoAnwandter,8o; ElseAnwandter de Prochelle, 8o; ElenaKórner de von Bischoffhausrltr,5o: lllturtht i{Óf; ner, So; Clara Anwandter v. de Kórner, representada por el anterior, z6o. En total, ¡.796 ucclolrtll, rlo lttl ltlllt que suponemos llegaba a las z.5oo, c¿da una de valor de r mil pesos. Irucr¿r dc los rlnl,criorcs, p(lrl0tls(!16n É la sociedad, pero no sabemos el número de sus acciones: Sofía Anwan
dteryAlfredo Kórner.

Ver N,,9, r7 de ago§Io dc r9oS,

llc,

r9o6, (ll)llV, l)c ttxkr¡ los ¡uxriorlll.rtr tla ln

CUADRO NO 7 OTROS SOCIOS DE LA CIA. CERVECERA VAT,NIVTA* Domicil¡o I

r,rxloro Kausel

I

lrxloro Kórner

DoCtor/Profesor

Santiago

Comerciante

Europa

Médico

Santiago

Pfeil t iurkrlredo Deprendorf

Comerciante

Concepción

Comerciante

Santiago

llrirr¡rrlo Medina

Marino

Santiago

Comerciante

Valparaíso

V

l('l or

Kórner

I ¡,rh'rico

lrrgo llolle

I

llrrrloro Boye

Comerciante

Valparaíso

llrr¡1o l)e mpwolff

Comerciante

Valdivia

Arestizabal I lr,¡ r¡riLnn Voltmen \'¡r'l0r Müller Bloss Nlr ol¡is ['ludtw¿lcker | ¡rrlos AnwandterR. I ;I llkrrrro Anwandter

Comerciante

Valparaíso

Comerciante

Valparaíso

Comerciante

Valparaíso

Comerciante

Miraflores Viña del Mar

¡r¡¡r

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José

Comerciante Médico

Santiago

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Comerciante

Yalparaíso

\ ¡r'l 0r l)cter Nielsen ( nr[rs l\)wdith

Comerciante

Valparaíso

Comerciante

I

Renti§ta RentiSla

Viña del Mar Viña del Mar Viña del Ma¡

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Lrlr¡ l)owdith

l\ll¡r¡r l,0wdith lltrso Schmidt

Comerciante

Valparaíso

Litógrafo

Valparaíso

lr¡rtr llahre

Comerciante

Valparaíso

I r¡rtlhr llccker

Comerciante

Valparaíso

Irr

¡lr l)t¡vc

Comerciante

Valparaíso Valparaíso

I r,r¡rlircr¡

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Comerciante

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Comerciante

Valparaíso

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Gerente Banco

Valparaíso

ll,rlrrr,l Vógtre

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Barcelona

llr lrro l\4ol¡r

Renti§ta

Europa

',,ill{ llilrwnc v. de Bouschier I r[ 1il¡ li,Iorcisen l ,rrlrrr Ilr¡flilruun \il¡llrilr, (;r)llhch

Renti§ta

Viñ¿ del Mar

Comerciante

Valparaíso

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Indu§trial

La Unión

Profesor

Valparaíso

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Comerciante

Viña del Mar

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Comerciante

Valparaíso

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Renti§ta

Valparaíso

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Médico

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Comerciante

Valparaíso

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Comerciante

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Indu§trial

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Anwandtcr tlnos. y Cfo., rcsiclÍrin l'ucra dc Voldivir: SolÍr Anwuntllor tlo Kiirnt'r y lir¡ttr¡llrl Atlwfllxllsr, Én Srnl,irgo; Crrkrs Anwrrrlrllur, (lltrt Anwrrntltrrr rlt' Mcx, lilrr¡trr Arwrttttlllr tltr lltrlt¡trtl y (llnrn Arrwutttllcr {E l(iirncr, cn Vul¡xrtti+o; lrrrt¡llnrr Slrlohlrrr rlrr Arrwrurrllcr (r,rlxrsr rll (lrrrrtlr y rtttttlr¡ rlt' Arrrrlllir), (lpr ntáñ A rrwrutrll or', S¡l rrru A lwu rrtll rrr tk, llll l ing y lklrrv llln A ¡twurtrll t,r tl¡ l¡rrlt ut, ru l'ltt r'o¡tn.

lü,.,¡lr! §rllt,(llt(l(lf¡r.(lr,rvrrccr¡rV¡rltllvlrr,N,,(),tZ(l(!trgosl.o(lcrrlo5,ll0,r9o5,Clll.lV.

- l¡'rl¡dlltr,Illutlol¡t¡'l¡rntllAltwiltrll¡t

llttrrx,y('irt,yolrurvrrlrlivlrrrrorntr,rrr,iolr¡rrhxr,r¡r,llrxlo,

FABIÁN ALMONACID: LA INDU§TRfAVALDTVIANA

caríruro

EN SU

A., vicepresidente; directores, Erne§to Anwandter, Erne§to Mex (casado con cla-

ra Anwandter) y Hugo Holle. En valdivia, Ricardo Kórner era el gerente, carlos Anwandter Muhm el primer jefe técnico de Ia fábricayErico Anwandter el segundo, Ricardo zo Anwandter era el contador general yArnulfo el representante en laAduana.a6r

3:

ros ItousrRrALEs DEf,DEPARTAMENTo DEvaLDtvlA h870-rqra)

rlirr la sede de ge§tión de los negocios a valparaíso, lo que pudo ser una motiva.irin suficiente para lo realizado; sumar a la participación familiar el interés y |ornpromiso por el resultado de la sociedad de diversas personas de valparaíso, Vrrldivia y otras ciudades. Aquí hay un logro importante, ya que más allá de la r'¡rrrLidad de acciones que ciertos sujetos tuvieran, los lazos que se creaban por r'sl¿t vía no tenían sólo una expresión accionaria. Nótese el alto número de corrrrrrciantes incorporados a ella. Vemos entre ellos a muchos agentes y empleados rrrrliguos de los Anwandter. l,ln definitiva, Anwandter Hnos. y Cía. vendió todo su aCtivo y pasivo ala Cía. ('r,r'vccera Valdivia, el de agosto de r9o5, en z.97z.89r,67 pesos, de lo que 7 le que-

¡l¡rlr¡n debiendo 3o7.89r,67 pesos en dinero efectivo.a63 En el precio de venta, los lr¡r'ncs raíces y edificios fueron avaluados enr.677.16o,98 pesos; las lanchas y va¡rrrI cn 16.9oo pesos; Ias máquinas en73o.68z,4z pesos; los depósitos de valdivia, ( 'rrrrr:cpción, Valparaíso y Santiago en 549.r45,68 pesos, ylo restante correspondió ¡urru'caderías, materias primas, útiles y documentos. l,ll primer balance de la Cía. Cervecera Valdivia, del 3o de junio de r9o5, que julio r9o4-junio r9o5, demuestra que la fábrica de cerveza pa-

¡rlrirlr:a.ba el período

rrrllr ¡ror un excelente momento; tuvo una utilidad de

736.219,21 pesos,

un

13% de

lrr. irril,ivos totales, calculados en ese momento en 5.139.7g2,z4pesos. Con ello se ¡rir¡lr'r rrn dividendo delo%por acción, rz pesos, para las z9.gzz acciones emitidas, r,,ilo cs, casi 36o mil pesos. l,;r ¡rroducción tuvo un aumento considerable, llegando a 18 millones de litros, ¡r,r kr r¡ue la sociedad contemplaba ampliar sus instalaciones. Al año siguiente, rrro(r, lirs utilidades siguieron altas, 875.ooo pesos, lo que hizo subir el valor de las ,lr ('¡onos de roo a una cifra entre 165 y 2oo pesos. La producción se elevó nueva-

Rodolfo Knittel: Compañía CerveceríaValdivia, r9o6 (en Valdivia Antes del Gran Incendio, t858-tgog'Yaldivia rgre)'

Como era tradicional en la familia Anwandter, los nietos de Carlos Anwittttll.ef, Ricardo 2o Anwandter y Carlos Anwandter Muhm también habían rca.lizittlo e¡' tudios de cervecería en Alemania. El último además había recorrido cn littrtl¡ta y Estados Unidos de América, di§tintas fábricas del rubro. De allÍ, quc itrit¡lllltlrá|l papeles claves en la nueva sociedad'462 En términos práCticos, los cambios logrados con Ia fi¡rr¡tat:itill tlc lil sorrlt'tl$d anónima fueron: ampliar el capital, aunque cl ¿tunrtlnt,t¡ trtl f'tttl rtllcvittrlrr; lt'n¡lB"

4()r lislxrio,0/).

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¡rtrriorlÍrillcrr

r r(,nl c, sobrepasando los zo millones de litros.a6a 5i sc t:r¡mpara la descripción de la fábrica del año 1894, con las instalaciones r¡rr. l.rrít en rgoz descritas por Espejo, se ve un notable adelanto.a65 La superflr l. r'orrsl ruida alcanzaba los rz.ooo metros cuadrados. En general, los estanques,

iirrir¡irs y otros recipientes eran de fierro, mientras antes eran de madera, había número de máquinas, motores, dínamos ylacapacidad de las má-

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maltería, el consumo de cebada había subido a +o mil quintales

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FABIíN ALMONACID: LA INDU§TRIAVALDIVTANA

EN SUAPOGEO (187O-T9T4)

176

métricos. Había aumentado el número de elevadores utilizados para la descarg¿ de cebada desde los vapores y trasbordo a e§tanques y secadores, a un total de 4¡ los depósitos de flerro para guardar la malta elaborada habían aumentado de 3 ¿ 9, y su capacidad de 1.5oo a 3.zoo metros cúbicos. El re§to de la maltería se mAn. tenía sin mayores variaciones.

r' t t I t

les conduétores áereo s ».467

I'll ¡rroyeCto de generar energía eléCtrica en el fundo y transportarla al e§tablecinricnto demoró en realizarse. Recién a comienzos de r9o8 se dieron los primeros ¡rirsos efeCtivos. EI 13 de enero de r9o8,

rru.ilo Kietzmann, por tres años, para

la compañía contrató los servicios de Er-

dirigir yvigilar las in§talaciones eléCtricas

En la sección cervecería, los dos fondos para disolver la malta habían aumente' do su capacidad de z.5oo a 2.75o kilos cada uno; los calderos para cocer la infusión subieron de 4 a 5, con una capacidad entre 14.ooo y 22.ooo litros cada uno. Uno de los cambios más sobresalientes de e§ta sección, era la mayor capacidad de lOl toneles que guardaban la cerveza elaborada, debido a la mayor producción, lgl que pasaron de tener capacidades entre los z.5oo a 5.ooo litros a otros entre 4.000 y ,r.5oo litros. Los generadores de vapor habían subido de 4 a t,las bombas

ü

vapor de z a 6,más 3 dínamos. EI re§to se mantenía igual.

En edificios anexos e§taban la mae§tranza y la tonelería, de§tinadas a fabfl' car cajones y tapas de botella, y el depósito embotellador, que podía embotellaf ¡ embalar ro mil litros diarios. Al frente de la Isla Teja, el antiguo depósito tratAbl otros r5.ooo litros diarios. " En e§te momento, Ia fábrica ocupaba 7oo empleados, frente a los 3oo de r3 antes, sin contar los 55o que trabajaban en los depósitos de Valparaíso, ción, Santiago y Talca.

La modernización del e§tablecimiento requirió, al crearse la Cia. Valdivia, adquirir un fundo para satisfacer el alto consumo de leña y agua. Mlt importante aún, se requería mejorar la generación de energía. Ha§ta ese to,la fircrza motriz se había obtenido del vapor y la eleCtricidad sólo era para iluminar las in§talaciones. Se proyeCtó entonces utilizar energía eléCtric¡ todos los procesos que se requiriera energía. Para ello, se decidió comprar el fl do El Molino, ubicado a orillas del río Cruces, frente a la Isla Teja. De e§te Carlos Anwandter Muhm adquirió aJosé María Adriasola, el ro de noviembro r9os, el fundo señalado y la isla de Molino, con todo lo que contenÍa (cu aserradero, molino, lanchas, bote remolcador y otros), por Ia cantidad dc too pesos.a66

Del objetivo de e§ta compra, Espejo señala: «Losfines de la comprafuomn plotar la montaña en leña, que ha encarecido, y emplear una abundante cald6 agua de la misma propiedad enfuerza eléürica para mover todas las del e§tablecimiento y para lo cual se colocarán, a través del Cruccs, dtts

a66 N,,S:l,vol.Vl,n0viclnllrc-rlicicmbrc,rr¡o5.Arrnr¡Lrclrt0st:riltlr¡rlt0tlittt¡ttt'(lttrltltAl¡wntrrll¡rM, puru lu socicrl¡|, t,s¡ cril ¡l objcl ivo y ¡sf sc r,rrlrrrtrlirí. lil I rttt¡rrrro r,lirrtl lvt¡ ¡t' ltizu ll ¡l rk' tttrtt ztl tlp tgat!ü rt' lrtt'ftt lxrr(lllo fll ltt t'ttttt¡tttt tlt' ltrllñ ltll tl ü Jio, vol. I l, llnrzr¡ ¡rllrll, r909, rlorrrk, sr, tlciri |0rrrll rrttIlrt r¡ttr slgrrri lrrl r.orrrllliri[. lllrrrtr,¡rrrlI, v0l. ll, o/,, rll,, ¡r. ,¡0H, rt, r'r¡trlvttt'tt nl uttttlrtt t¡llt'lrt r'rlttt¡rt it lttt'etr el oñtl

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Y

Etiquetas de cervezafabricadapor Anwandter Hnos. y Cía., ca. r9oo.

sociedad hiciera en su e§tablecimiento, por lo que se le pagarían 6oo pesos y otros beneficios menores. Además, inspeccionaría las in§talaciones ,r vrr¡rrrr.'r('8 Más tarde, el r4 de enero de r9og, el diario La Libertadinformaba que r rlir,rrlcrncnte el Mini§terio de Obras Públicas había concedido merced de aguas ir lrr t'orrrpañía en los esteros Cutipai y Pichauco, para captff roo litros/segundo rlr, rr¡4uils, para generar r.5oo HP y dotar de alumbrado y fuerza motriz al e§tabler i rrr ir,r¡l o de la Isla Teja.a6e llrrcirr r9r4, la Cía. Cervecera Valdivia se encontraba en muy buen pie, con una orhtct:irin de z4 millones de litros, aunque había sido desplazada del primer Iu¡rr girr rrrrciorral por la Compañía Cervecerías Unidas (CCU), que por el mismo año ¡rr ur lrrr'íir ¿q rn illoncs dc litros y además, tenía su propio depósito embotellador cn r¡rrr, lir

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I^rflIt,ltlit,ofltNDlr¡Inl^l,lHlÚ1,0Ír^il'l'AMÍNlOOfV^l'lllvl^(18?ol9l4) t7')

valdivia. A corto plazo,laccu terminaría comprando Ia compañía valdi en el contexto de la Primera Guerra Mundial, transformándola en una sucu En tgt4,la compañía valdiviana había aumentado su capital de 3.5oo.ooo permitido obtener 4.5oo.ooo pesos. La compra del fundo EI Molino le había

abundanté, teña (de la que consumía 3oo metros cúbicos diarios) y generar gia eléürica. Su planta eléctrica, con 4 máquinas de z9o HP cada una' le sl iiStraba toda Ia energía necesaria. En e§te momento, además, contaba con 4 quinas frigoríficas. Tenía un consumo de go mil sacos de cebada al año. Entre e§tanquesde almacenamiento de cerveza, de los que ninguno superabaloS rZ, litros en r9o7 ahora poseía uno con capacidad de 3r'5oo litros'470 Aunque se encuentra fuera de nue§tro período, consignemos que el afio guientá el z9 de diciembre de r9r5, una reunión de accioni§tas de la Cia, Cet

r'5oo acciones de la Cía' Cervecera de Vn¡rorcs, t54 acciones de Ia Cía' Indu§trial' r'ooo acciones de la Cía' RefiVrrkllvit (z7o mil pesos, a r8o pesos cada acción)' de la cía. de Az:úcar de valparaíso, rf¡r l¡r rlrr hz]ucarde viña del Már, roo acciones 200 acciones de la cía' Minera tlrr ¡rr,r,ir¡nos de la cía. Nacional de Remolcadores, acciones de la Cía' 2oo acciones de la Cía' E§tañífera Antequera' 5 §rrrr rlr,

.fuan,

lr,,* V,,i¡laraíso, 365 acciones de la Cía' Chilena de Vapores'

165

acciones de la Cía'

A¡¡ tt'olir tle Santa Fe y 7 acciones del Banco de ChileaT3 de e§ta familia, consil¡r, rilli,ro, en e§ta parte, como ejemplo de otros intereses de Ricardo Anwandter y Laura Koehler' rlpr ¡r rr rosi a Jorge Anwandter Koehler, hilo y comerciante valdiviano'a7a indu§trial ltlr,lil rlc Carto-s Anwandter, de§tacado su hermano Ricardo 20 y sus Carlos' tío su padre,

Al igrral que su abuelo, su

cera valdivia decidió aceptar la proposición de compra de la ccu, por 3.768, pesos, por todos sus activos y pasivos, a pagar casi en su totalidad con acciot áe ta ccu.*, El acuerdo puso fin a la principal empresa valdiviana, a lo menol cuanto al control por puitu d" lu fumilia Anwandter. La fábrica, como sucurs¿l la CCU, perdería rápidamente la importancia que había tenido' Los Anwandter de la década de r9ro, en la cúspide de su riqueza y fama

indu§triales, eran la familia más rica de la provincia de Valdivia, a lo menoÚ. fortuna dejada por don carlos Anwandter se había más que decuplicado. s Espejo, q,ró lo d"bíu saber bien ya que era tesorero fiscal en Valdivia, hacia los,lnwándter sumaban un patrimonio que iba entre los r3 y r4 millones de Blancpain, para el afro tgtz,habla de una fortuna de 15 millones de pesos. Oe eSte modo, sólo una parte del patrimonio de los Anwandter se hallaba vertido en el e§tablecimiento de Ia Isla Teja, menos de un tercio del total. ¿ in e§taba el re§to? La pregunta nos condute a otros intereses, más alla de la habla donde de dinero, pré§tamo el mencionado hemos Ya tria cervecera.

Compañía CerveceraValdivia, ca' 19r5'

(lnrltls y Erico Anwandter Muhm, Jorge hizo e§tudios intensivos de cerfabricación de cerveza en Í,' r,rr l'luro"pa, habiéndose recibido de técnico en la cerca de 12 años en caracol' wilr rrrrl, crr rStiti. vuelto a chile por esos años, e§tuvo se e§tableció definitil,rrrr rk''lllrrló, donde tuvo una fábrica de cerveza' En r9o3

pr irrros.

'r,,,',,,

familia (no el caso más de§tacado). A su muerte clara Anwandter, hija de Anwandter, esposa de Teodoro Kórner y madre de Ricardo, Teodoro, vfctor, n do y Elena Kórner Anwandter, dejó los siguientes bienes, inscritos ante el sudamericana la cía. de valdivia el rr de noviembre de rgro: roo acciones de

vrurr(.ttl tr crt Valdivia.aTs

t;

+7o

Plá Cárceles, oP. cit., P, 343,

ll(l. ¿2, n.ru.,lup.ut.ocolizadocl r4tlucn0rorlotgt6trln¡t:rilo0l ¿;¡tlctltttrztltlclqll),N"?:t, Ilicnos lluk:trs dc Vul¡lurnlso.

472 l:,rt1tt:lo,rtp.(:ll.,lt.zzsylllrrrrr'¡xtlll,vol,ll'r4t'rll,,1t,'1tr'

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CAPíTULO3:LOSTNDÜSTRIALE§DELDEPARTAUTTTOONVEIOTVII(T87O-IgT4)

(T8?O'T914)

FABIÁNALMONACID:f,AINDU§TRTAVALDIYIANAENSUAPOGDO

y Erne§tO El zg de junio de tgo4 se asoció con los comerciantes Pablo Klempau para dedl' y Cía'»' Anwandter «Klempau, Bendjerodí, en la sociedad, comercial de capital un con país y otros, del frutos carse a la compraventa de mercaderías, en dine' pesos mil capital, del parte 5o 85 mil pesos. Ánwandter colocó la mayor ro efectivo, mientras que Klempau y Bendjerdot pusieron r5 mil y zo mil peso§' a la¡ respectivamente, en mercaderías y créditos por cobrar, que correspondían casas de comercio que cada uno de ellos teniaí6 en l& En los años siguientes e§ta sociedad, además del comercio, incursionaría la socie' 19o6, fabricación de aceite de ballena y en la aCtividad fore§tal.a77 Haciá de dad disponía de una fábricade aceite de ballena en Corral, que sería el origen unot una aCtividad ballenera importante en Valdivia, que perduraría a lo menos 3o años.

El r de I'ebrero de 19o6, Klempau, Anwandter y cía. prometía la venta a un$ su e§tablc' sociedad creada para ese fln, «Ballenera y Pescadora de valdivia», de y otrot aceite para refinar máquinas que incluía Corral, cimiento ballenero en accione5 mil con pagados que serían los pesos, mil en 50 útiles, lo que se avaluaba señalada, cotl de la nueva sociedad. El mismo día se creaba la sociedad anónima

uncapitalde3oomilpesos,divididoen3milaccionesderoopesoscadaunB.

Entre ]os accioni§tas e§taban: Klempau, Anwandter y cía., con mil accionerl

f

socio particular' con 66o accionetr JorgeAnwandter, que ingresaba además como en el socio principal. Otros socios de la familia Anwandter eranl

"oñStit"y""aose Ricardo Anwandter, su padre, con 2oo acciones; Ricardo

20

Anwandter, su her'

Kórn€fi mano, con 2oo acciones; Ricardo Kórner, suprimo, con 50 acciones; Elena Es decir, ltl; su prima, con 5o acciones yvíctor Kórne¿ su primo, con 30 acciones.

Anwandter eran dueños de más mitad de las acciones de la nueva sociedad. Entfe y pet' Ios otros socios había importantes comerciantes e indu§triales valdivianos, cadores y conlerciantes áe Ancud, La Unión, Santiago y Valparaíso'a78 de brlllolta La sociedad BallenerayPescadora de Valdivia se dedicaría alapesca

-r,

r"a,v"lJl,

maYo-iunio, r9o4.

SobrelaaCtividadtbregtal,váaseelcapítulo4,cuandosetratalafamiliaAnwandter'laportt'rt'l'erftlrl 4ZZ ^r"

y ¡resquería en general, a la compraventa y elaboración de materias primas relalionadas con su giro. El directorio podría ampliar los intereses sociales y adquirir lorlos los bienes necesarios. El primer direCtorio, que duraría ha§ta enero de rgo7 r¡rrcdó compue§to por Ricardo Kórner, Guillermo Mertens, Teodoro Holm, Alberto I laverbeck y Erne§to Bendjerodt. Guillermo Mertens quedó como presidente y lorge Anwandter como gerente.4Te A comienzos de rgoT Ia participación de Jorge Anwandter era menor y habían ¡,rrlr¿rdo nuevos socios; Gedeon Schwarzenberg, indu§trial de Osorno, Otto Welkrrcr, 'feodoro Kórner y Carlos Noelke. No sólo Jorge Anwandter tenía menos acliones sino que también la sociedad Klempau, Anwandter y Cía. En una reunión rk'l ¿z de abril de r9o7, Anwandter participó por sí y con parte de las acciones de lrr sr»ciedad r

('u n ión se

señalada (las otras las tenía Benjerodt), con sólo 39o acciones. En esa

trató la reducción del capital social, de 3oo mil a z5o mil pesos, bajan-

trl valor de cada acción a cerca de 8o pesos, ya que se consideraba que e§tando irr$talada la sociedad e iniciada su explotación, con muybuenos resultados, no fl ir rrccesario un mayor capital. La propue§ta se aprobó.480 lin r9o7 ocurrió un cambio importante en la organización de los negocios de frrr¡4c Anwandter, razón por Ia que posiblemente dejó parte de sus acciones en lir sor:iedad ballenera. Había fallecido Pablo Klempau, por lo que tuvo que prerrul)irrse más de la sociedad comercial que tenía. El r de julio de ryo7, Klempau, r\ r rwir ndter y Cía. se transformó en Anwandter y Bendjerodt. El capital de la nueva ¡rrlic«lad comercial efa de Zo2 mil pesos, de los que r7o mil pesos correspondían ir Arrwandter. Se ampliaba su giro comercial a la importación y exportación. Iil lorrlrato e§tablecía, además, Ia posibilidad de participar en negocios bursátiles y t,r i¡¡íir a los socios no emprender negocios propios, no hacer pré§tamos por mtis rlt, .t rrril pesos y no dar fianzas.asl l,irr rt¡o8, la sociedad Ballenera y Pescadora de Valdivia se puso en venta anl,o oh'r'lirs provenientes de Noruega. La sociedad daba pode¿ el 3r de julio de tgolt, ,r lrrrrr l(orsholm, capitán y socio, para que vendiera el e§tablecimiento, incluicltl il I villx)r, en r2.5oo libras e§terlinas, precio que se pagaría en Hamburgo.a82 Por l() ulr¡r'rirkr en el año siguiente, sabemos que Korsholm hizo laventa en Noruega, en

rIr y¡r

rl

h'ilr¡rl¡rc de

r9o8.483

Anwandter. Jorge -N"rsqyrOr,uol.I,enero-febrero,1906.otrossociosfundadoresysusaccionos:Pil{rkrKltrtn¡rntl,t'tttllel'

+za

Ancud, ?Sl.Jorgtl (lhrttkrwl¡cLl, ¡(t' ciante,3o;Juan Korsholm, marino, zoo; Francisco Kreissel, indu§trial cle llicdcl' cotntlrtrlrtnltr, Sol (llcnlpnii z3¡ Carlos comerciante, Bendjerodt, merciante deValparaíso, zo; Ernesto 'lirxlot'rl ILlltt¡, lllt' trs, coln0r(rlltlll.o, 4 oi Merte Holzapfel, rentista, 5o; f ernando Valck, rentidta, 5o; Guillermo (lr¡oilo tl0 ltt ¡lro¡rlrrlrrtl rkrtrth edlUltB h merciante,3o; Miguel Navarro, empleado, z; Paulino Aroyt, ptlscttklr ( )rrl I I Iglr, sl)trl{fl(l{1, ittl industria hasta el s de octubre dc lgo6), 6o; A lbcrl.o tlovorbt:ck, i ntltt§l ritl, 5r¡¡ Atlollo l)e rtr¡rw,lll" r'¡r¡tlsilOñ loi llttgo Arttytt, tr Agrtrll.f tlni¿rn,4ol Lo ¡xrstrtttlttr, Demetrio Agucrrc, comcrci¿¡nl,e tlc ro;.f uon Specht., cr)mcroi{rntc, rs; y

ltxkrllir Skrrlwcit, ronlrt'cltutltr.

Altw¡tlltllll,t'l;¡tttlt'tx'lttlrrt'tk'tqrl(r,vrtl.V,ttt'¡rlll'lllllrf

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,,, 1.,, ,,rl¡Iñil'uc rprobada por tlecre to clel Mini§terio de Hacienda el 14 de mnyo cle 19o6, dc lo r¡trc sc lontó lotl r,rr rrr¡ririn rkr ¡rrx:ionir'll,os dcl 3o dc junio de 19o6, protocolizado cl 5 dc )unio dc t9o(r, N" ¡6r¡, vol. lll, r906 y 6 rlu luIio rkr t906, N" t7, vol. IV juIio-ugoslo, N" rr,, I {lc rrl}rll tk, r<)oZ, vol, lll. rrtuyo-jrtnio, tc¡o7. N'¡.t, vol, lV, lrrlio.rrgodl0. t9o7, N" J¡1.1, vol. lV. lÍlkr rtll()dlo, r0oll,

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Kot'Hltolttt rrrt Sittttl¡llr¡ttl, N" tfio, vol, I, ort¡ro

1906.

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tqttr).

FABIÁN ALMONACID: LA INDUSIRIA VALDIVIANAEN

caríruro

SUAPOGEO

3:

ros rtousTRIALEs

DEL DEpABTAMENTo DE

vAlDrvra (t8zo-19r4)

r83

e§tablecimiento a los noruegos, pero aún no perfeccionada la vende r9o9, Juan Korsholm, como nuevo gerente, contrató los serfebrero tzde ta, el para que realízata experimentos para mejorar el proHonorato vicios de Alfredo de aceite de ballena, por lo que se le pagaría 5 mil y reflnación ceso de elaboración con éxito los ensayos. Dentro de los mismos concluido pesos en acciones, unavez r9o9, Augu§to chri§tiansen, de Noruega, de mayo r8 de plu.r"r de crecimiento, el para la sociedad, dos vapores ballenero§, que vendía aJuan Korsholm, suponemos de rz peniques por peso'484 cambio en 3oo mil pesos, apagat en un año, al EI r5 de junio de r9o9 se liquidó oficialmente la sociedad Ballenera y Pescadors de Valdivia. Su presidente, Guillermo Mertens, explicó en la reunión de accionic' tas que larazónde laventa del e$tablecimiento, aprobada enjulio del año ante' rior, por el precio de l+ mil libras e§terlinas (más del precio señalado en el podef dado antes a forsholm), se debió a que la crisis económica del paÍs impedía obts' ner más capitales colocando nuevas acciones, el que era requerido por la fábricc, para in$aláciones y maquinarias para hacel más beneficioso el negocio' Señalrt' Lu qr" los compraáores habían incorporado capital suficiente y los negocios he' bían mejorado. El precio pagado fue de ro mil libras e§terlinas en dinero efectlvo y 4 mil á, uc"ion", de la sociedad compradora. E§tas cantidades se repartirlu! Ya vendido el

proporcionalmente entre los socios'48s En ese momento, Jorge Anwandter era dueño de 19o acciones y la socieclnd Anwandter y Bendjerodt de 275 acciones' Ya no era el socio principal, pero le co' rrespondía cerca de una décima parte del precio de Yenta, unos ro mii pesott Cñ dinero y unos cuantos miles de pesos en acciones. De sus parientes, segulan te' niendo acciones su padre (zoo), su hermano Ricardo zo (zoo) y su primo RicardO Kórner

(5o).486

El z de septiembre de r9o9, la sociedad en liquidación daba poder a Lars Cltrl¡' tensen, de §andefjord, Noruega, para que solicitara a la sociedad que habÍlt nd' quirido el eStablecimiento, creada allá a fines de r9o8, trasladara su domiclllo I Chile.a87

De e§te modo, se produjo una alianza e§tratégica con los norue€los' ltl z d€ diciembre de r9o9 se creaba en Valdivia la sociedad en comandita por actlltttl€l <
cimiento comprado a la sociedad anterior.48S Los accioni§tas principales eran todos noruegos: O. Wegger, roo acciones; Chri§tian Chri§tensen, Z8 acciones; Lars Christensen, Z2 acciones; Sóren Chrisl.ensen, 50 acciones; K. Kromke, z5 acciones y Olaf Sotlen, 25 acciones. Entre los socios chilenos:Jorge Anwandter, 3; Anwandter y Bendjerodt, 4; Ricardo Anwandt.er, 4; Ricardo zo Anwandter, 4; Teodoro Kórner, z;Elena Anwandter, u Ricardo Kórner, r yVíCtor Kórner, r. Los vapores que había comprado Korsholm a A. Christensen, el r8 de mayo de t9o9, fueron vendidos por el primero el mismo día a Sórne Christensen, al mismo ¡rrecio, de 3oo mil pesos.

Anwandter y Bendjerodt se encargaron en el futuro de realizar la comerciali-

parte de los produCtos de la sociedad, por lo queJorge Anwandter no rurdió los vínculos e intereses que tenía puestos en este negocio. Por ejemplo, el rz

z¿rción de ¡

septiembre de tgu, Anwandter y Bendjerodt vendió a Ramón Leiva de Osorno, rnil sacos de guano de ballena, puestos en la estación de ferrocarriles de Osorno,

rlrr ¿

lt 12,2o pesos cada saco.ase liinalmente, el e§tablecimiento ballenero volvió al control de chilenos.aeo El zz rlc octubre de r9r3, Chri§tensen y Cía. prometía vender en un mes a Anwandter y lirrrdjerodt los e§tablecimientos de su propiedad, ubicado en san carlos (corral) v jrr rrl,o a la villa de Corral, con todas sus instalaciones, además de z vapores balh,rruros y un vaporcito e§tanque, en rz mil libras esterlinas.ael Considerando lo vlr¡rlido, el precio era de ocasión. l,)l r4 de noviembre de r9r3 se concretó la venta de Christensen y Cía. a Enrique Kot'lr, indu§trial de Valdivia, Anwandter y Bendjerodt y Ernesto von Appen: el ¡rrr,r:io señalado fue pagado, respeCtivamente, con 9.ooo, 2.5oo y Soo libras esterIIrt¡rs.l')2

§r,grin reunión de accionistas de la sociedad vendedora, del z de diciembre dc realizó por la pérdida del vapor que servía como transporte de a Europa y porque dada la situación de la sociedad, que al parecer no ¡rrorlrrtll,os ll ¡r l¡ucna, no convenía hacer nuevas inversiones. Dadas estas razones, los accio¡,¡t ¡. lir venta se

rcI N rrZ,,l.ily,l35,vol.VI,noviembre-diciembre,tgog.Considerandoqueele§tablecimientoseh¿rbfarxrnr, l'¡ ntltt t,rt 14 rrril librts c§l.erlinas, las que se cambiaban en r9o9 a la razón de rr peniques por pcso, prlr kr I url ! r, r ¡,,1 ttt I I ¡tctos ch i lcnos. Lts 5oo mil coronas equivalían entonces a 3,2 coronas por pcso ch i lcno. 'lirbl¡r rltr r

ttt'r n ltt, tt¡o9' 484 No ls6, vol. I, enero-febrero, r9o9 y N" 65, vol. I Il, mtrytitt 48s N" 8, vol. IV, iulio-tlgodt0' r9o9, cl lo¡, tlccl.ttrtr¡tttl* o (lul'lot{ I'l tlt'llol lt' rrltl .lñ0 4t16 Los ol,ros soclos tirmbiólt hrrbfun t:rlnbitrlor cnl.rr quc hubfl nkkr rlucl^lo rkr r¡ rro rkr k» I crrc¡tol tltllltltr rt, lr{l ¡thltrt:ló l¡r lill¡t'k'tt

,tltz

N" tt, v0l. lV, ttrpll¡rrtl¡rtr (x!llll)r('. l()r,¡),

o¡¡y¡,¡¡i1i¡¡ porr k¡ucs dc l ihru/¡rcso, un Arnold llauer, op, cit,, p. 2B7, N" t0l. v0l. V. sol)l.lctnllro"odl.ullrc, rr¡rz.

:r¡rr rrrll ¡x,nrr (N,,r7(r, vol,

lll,

rtrnyo lrrrrlo, rorl¡),

t,lr N" ,t I t, vrrl. V, rr¡rl lt'ltlrrr, odl ul,r(, r,,t,l. l,rr N" r lt, vul, Vl, n¡rvlnrllrr¡ rll¡,1¡lrlrrt,, rrrr l,

FAB1ÁN ALMONACID: LA

INDU§IRIAVALDIVIANA

EN SU APOGEO (!87o-T914)

cApÍTULo 3: Los rNDUsrnraLEs DEL DEpanraMENTo DE vaLDIvrA (r8zo-1914)

184

r85

ni§tas aprobaron la venta.ae3 La sociedad Chri§tensen y Cía., antes de e§te imprevi§to, se de§tacaba como una empresa muypujante. Su capital efeCtivo había ascendido a r millón de coronas. Su flota e§taba compue§tapor 4 balleneros avaporyteníaunafábricaflotante de 3.ooo toneladas de desplazamiento. Su número de empleados llegaba a zoo, la mitad de los cuales era chileno y el re§to especialmente noruegos. En rgrr habla pescado z3o ballenas y producido z mil barriles de grasa y 4 mil sacos de abono, por un valor total de zz mil libras e§terlinas.aea El zz de diciembre de r9r3, los compradores y otros crearon la sociedad anóni. ma «Ballenera Corral», para la pesca y beneficio de ballenas, y elaboración de su8 derivados. El capital sería de 20 mil libras e§terlinas, dividido en z mil acciones tlo ro libras cada una. Su duración sería de zo años. En ella, Enrique Koch tenía 9oo acciones; Anwandter y Bendjerodt, z5o; la sociedad comercial «Mally y Reccius», r5o y Hugo Dempwolff, 4o, todos de Valdivia. De Corral, Erne§to von Appen con rz5, Johann Kork, 5o y La:uritz Chri§tensen, 5o.ae5 En definitiva, Jorge Anwandter, uno de los ge§tores de Ia indu§tria ballenera en Valdivia, quedó como gerente de la sociedad Ballenera Corral en el futuro, man. teniéndose vinculado a la actividad por cerca de zz años más.ae6 A través de empresa, la indu§tria ballenera nacional tuvo por muchas décadas su mejor ef,r presión en Valdivia.

indu§trial, y una de las principales afeCtadas por los cambios experimentados por Ia indu§tria departamental. A pesar de todas las dificultades, la fortuna familiar permaneció sobre la base de la e$tabilidad otorgada por las extensas propiedades

LOS PROCHELLE

La hi§toria de Ia familia Prochelle mue§tra las variaciones que algunos importantes empresarios valdivianos, a medida que la economía nal evolucionaba. Los encontramos en el comercio, en la indu§tria, los serviciot en la agricultura, con una importancia di§tinta en cada seCtor según el Fueron una de las familias más de§tacadas a fines del siglo XIX, por su

+gz N'goz,ídem.

+g+ PláCárceles,op.cit.,p.r5o.Chri§tensenyCía.sedejóalgunosvapores.Elrzdemarzodergr4, Chri§tensen vendía a S.A. Andresen, inglés residente en Punta Arenas, unos vapores en 98 mil coronl¡ r34, vol. II, marzo-abril, r9r4). +95 N" +zo, vol. VI, noviembre-diciembre, r9r3. 496 Poder de la sociedad a Anwandter, de z4 de marzo de r9t4, N" 244, vol. Il, marzo-obril, rgt¿, lin ol según Memoria rz", de r932, donde se publicó la li§ta de accioni§tas,Jorgc Anwondl.cr I'uc cl toclo de un total de zr accioniStas, tenía 3.586 acciones a su nombrc, sin conl,rr la mltud tlc otrur 3,rotl que ll rrespondían como socio de Anwandter y Ilendjerodt, Hn e¡e momenlo, cl r:o¡rilnl urr:ondÍr¡ t ¿.:¡ñ3,610,¡17 sos. Vcr Socicdutl llollcnero Corrul (tg;12\t Memorfu tz", lmpranl,u Conl,nll, Vrrltllvlu. Al pnrocot', lu l.crnrinó on ro3(r, tltdos lor prohklnru¡ tlc¡t:rllos on Srxriotlurl llrrllortort (lorrul (tq',thl M6truu'ht t(r" , (ltnlrnl. Vnkllvln.

rurales adquiridas tempranamente por el fundador de la familia, y por la capacidad para adecuarse a los cambiantes beneficios de la economía, a través de la diversiflcación de sus aCtividades. Hacia r87o, Eduardo Prochelle, el fundador de la familia, era socio con Germán Schülke en la sociedad «Schülke y Cia.>>, propietaria de la principal curtiembre de Valdivia. Asociados desde el r5 de mayo de 1868, la sociedad continuaba los negocios que había llevado antes la casa de Germán Schülke, uno de los principales comerciantes de la región. En i868, Prochelle había ingresado a la sociedad como socio minoritario, colocando z5 mil de los roo mil pesos, capital total de la sociedad.aqT

La curtiembre de Schülke fue la escuela de muchos que después serían destat:ados indu§triales, como Enrique Schmidt de San José y Adolfo Stolzenbach de

Valdivia. Eduardo Prochelle había llegado a Chile en r8S4, e§tableciéndose en Puerto Montt, pasando el año siguiente a la ciudad de Valdivia. Seguramente, fue pri rnero empleado de Schülke, quien tenía curtiembre desde 186o, ypo§teriormente ¡rasó a ser su socio.4e8

A comienzos de la década de r87o, la sociedad Schülke y Cía. erauna imporlrrnte propietaria de tierras en el departamento de Valdivia, dueña de la mayor ¡rtrte de la Isla Teja y de fundos en la costa valdiviana. E§tos últimos adquiridos ¡ror Schülke a indígenas durante la década de 186o. La sociedad estaba en plena r,x¡ransión. El 16 de junio de 1868, la sociedad había comprado a Maximiano Errázrr riz, muelle, bodegayterreno en el puerto de Corral, en 1.3oo pesos. El 3o de abril rlc rllTo había comprado gran número de hijuelas en la Isla Teja: a Guillermo Kinrlcr¡¡¿¡¡¡'r, z8 hijuelas en 4.ooo pesos; a Carlos Numers,4 hijuelas en 5oo pesos; y a ( lu illermo Teichelmann, zr hijuelas en 2.Soo pesos. El Z de mayo de 1872, comprarorr a Erne§to Hoebler, acciones y derechos en potrero Santa María, a orillas del t'fur ()ruces, Pichoy, en 1.250 pesos. El 6 de septiembre de 1872, a Gotthelf Hoebler, rrlrriones y derechos en el mismo lugar, en 7oo pesos. Elz6 de septiembre de ú72, n Arrgu$to Krephnget, dos terrenos en Corral y acciones y derechos en el mismo lrul r(fro mencionado, en 9oo pesos. El zr de diciembre de 1872, compraron a la ¡rrccsi«1n deJuan Angel Acharán, el fundo Bellavi§ta, en SanJosé, en 8oo pesos, y ¡rccklnes y derechos en el fundo Curingue, SanJosé, en 7oo pesos.4ee

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FABIÁN ALMONACID:

LA INDU§IRTAVALDTVIANA

cAPITULo 3: Los rNDusrRralEs DEL DEPaRTAMENTo DEvaLDrvrA (r8zo-r9r4)

DN SUAPOGEO (187O-T9¡4)

tg?

vender a la nueva sociedad, el fundo Cutipay, en la co§ta de Valdivia, y el fundo lurimanca, en el departamento de La Unión, en 12.ooo pesos.501 l,a Cia.Indu§trial continuó con los giros que habían tenido Germán Schülke y Sr:hülke y Cía. Fuera de la curtiduría, que era el negocio que les daba los mayores lrcneficios, se dedicaron al comercio, desde la importación a la venta al detalle, y u la explotación de madera en las propiedades rurales. Tanto en la curtiembre r'orno en la aCtividad fore§tal, e§ta sociedad fue una de las pioneras en la econo-

schülke y cia. seríalaprimera sociedad valdiviana en transformarse en dad anónima, anunciando la necesidad de una nueva organizaciónpara los gocios a gran escala. El 19 de julio de $72, en Valparaíso, se creaba la C Indu§trial de Valdivia, con un capital de 3oo mil pesos, dividido en 3oo de mil pesos cada una. Se partía con 25o acciones, de las que Eduardo P y Germán Schülke tomaron 8o acciones cada uno, valor de los activos y áe h sociedad Schülke y Cía., que pasaron íntegramente a la nueva sociedad, demás accioni§tas, todos comerciantes de valparaíso, fueron: Eduardo

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rrrfu

regional.

lil nuevo nivel dado a los negocios, asociándose con comerciantes de Valparaí¡o, demue§tra la importancia de las aCtividades desarrolladas y los e§trechos vínlt¡los entre Valdivia y Valparaíso, en el comercio nacional e internacional. l,u Cía. Indu§trial tuvo serias dificultades a fines de la década de r87o, posihkrrnente como resultado de las complicaciones que vivió el comercio exterior ¡'ltilcno en el segundo lu§tro de ese decenio. El comercio de suelas, cuyo mercado +,rrr principalmente externo, no era e§table, lo que se agravó con el aumento en el ttrirncro de curtidurías en Valdivia. Sea como sea, la compañía tuvo problemas rlt, lir¡uidez. A fines de 1878 se vió obligada a llegar a un acuerdo con sus acreerkrrrls en Valparaíso, el que se implementó con la aparición de un interventor de

,ii

la cornpañía, delegado de los acreedores, don Reinaldo Fuschlocher. El S de abril ttl79 hubo un nuevo acuerdo en Valparaíso (que es el que conocemos y por el

dl

llu(. I cnemos referencias del anterior). E§ta vez los acreedores (seis personas, una rricirxlad alemana y un banco) fijaron condiciones de pago. El Banco Nacional de t'lrilrr lc dio un año de plazo a la compañía para reducir su deuda a 45 mil pesos (rlrlr:onocemos el monto total), y hecho e$to seguiría teniendo cuenta corriente ¡xrr lrr misma cantidad, por dieciocho meses. Con otro acreedor debía reducir su ¡lt,rrrhl a zo mil pesos, la que pagaría en cinco años. A (icrmán Schülke, otro de los acreedores, al que aún se le debían dineros por la vr,rtl,a del patrimonio de la sociedad anterior, se le pagaría con la venta de sueln¡ ¡rt k¡s tres años siguientes. En e§te momento, Schülke ya se había retirado tle ln sr¡ciedad y residía en Hamburgo. Los demás acreedores, representados por litt¡r'lrk¡cher, dieron tres años de plazo para el pago.s0' l,¡r (ll¿r. Indu§trial logró superar e§te difícil momento, a lo menos transitoria-

Compañía Indu§trial de Valdivia, r87s (en Vald.ivia Antes del Gran Incendío, t818-tgog,Yaldivia r9r3)'

zo acciones;Juan Heyer, 40 acciones; Erne§to Much, zo acciones yJulio ro acciones. Su giro sería lapxplotación de curtiduría, importación y mercaderías, explotación y compraventa de maderas elaboradas y sin otros negocios.500 Según los E§tatutos de la Cía. Indu§trial, Schülke y Cla. pagarlan 16o mil 3oo mil pesos por sus activos y pasivos' de los que se Schülke se Germán Además, efectivo' dinero y en acciones el re§to

pO! y Curlnguc fueron venclldos n l& socledad Ilnoc. Mannt, ol t9 tlo u¡¡orlto do r8?4, en 1.616 pérol' Indudl.rltl, ¡t¡txr¡oru rltr Schlllktr y ()h., N" r64' vol, 37. 1874,

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Nr,.t, v()1. l, R(1, rttotl"tltel,

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lirr lt clécada de r88o, Eduardo Prochelle era el socio principal. Al salir Schülke, él lrnlrlu eido el principal beneficiado. En 1885 era dueño de u7 acciones y como tal, geteitlc rlc la compañía. De los re§tantes socios fundadores no quedaba ninguno,

L

¡¡rr lr¡t,rtrrt,r¡*tlr.ln,luu,rlnl,'n lktlall¡ttlttleycsltlttrolosdelgoblernorteChile,N'XL,tSTz,ImprentaNacional, Srrrrl lugo, p¡r, 47o-gtxr, N" r, h (l$ n¡or,¿0 rlo rll7g, ¡l(1, vol, l, rttótt-rtl9r, (lllltV.

-8r

FABIÁN aLMoNAcrD, LA TNDUsTRIAvALDIVIANA

EN

cAplTULo 3: Los INDUsTRtALEs DEL DEpaRTAMENTo DDvALDTvIA

suAPocfo (r870-1914)

excepto Eduardo Koegel, con zr acciones. Entre los nuevos socios e§taban: llermo Kruger, de Valparaíso, con 30 acciones; Reinaldo Fuschlocher, r5; Münzenmeyer, 3o; Enrique Ollhaber, 18; Amalia Meyer, 20; suc. Francisco erfoll, 4; y santiago Hoerning, +. Todos ellos daban poder el zo de abril de t885, gerente Prochelle, para que tomara un crédito hipotecario por 2oo mil peso8' indica la permanencia de problemas en la sociedad.5o3 En ese momento hat

[ue

un total de 259 acciones, pues las re§tantes se habían retirado de circulación ser adquiridas por la compañía, especialmente 32 que habían pertenecido a mán Schülke. Según lo manifie§ta el caso de la Cía. Indu§trial, los problemas de la empresa poseedora de curtiembre en Valdivia habían comenzado mucho de la segunda mitad de la década de r88o, cuando se empieza a producir una ria contracción del mercado externo para las suelas valdivianas, con laS aduaneras en Alemania. Una sociedad que había tenido tantas dificultades en funcionamiento, recibió un duro golpe en e§te momento. Ya en 1885, la compañía e§taba amenazada por la disolución. EI r de agodto 1885, Eduardo Prochelle y Reinaldo Fuschlocher se asociaron en la firma chelle y Cía.», con el fin de adquirir las acciones de la Cía. Indu§trial de Valdlvl de continuar con sus negocios, que por ese entonces abarcabanla fabricación suelas, la consignación de buques, importación yventa de mercaderías, venta de bienes raíces y otros. El capital era de zoo mil pesos, de los que puso 174 mil pesos. El capital consi§tía en las acciones y otros haberes que

tenían en la compañía.soa Por el orden y giros explicitados se pueden ver los negocios que eran máe tables: por ejemplo, no se menciona la elaboración de maderas, pero sí se la consignación de buques.sos Después de con§tituirse, Prochelle y cía. compró las rz7 acciones re§tantel ( le faltaban para ser propietaria de la compañía. Una vez que se transformó dueña exclusiva, Prochelle y Fuschlocher acordaron, el n de diciembre de disolver la Cía. Indu§trial de Valdivia, la que fue reernplazada por la firma chelle y Cía.506 A la nueva sociedad le correspondió enfrentar el deterioro del negocio d¡ suelas, que había sido la actividad fundamental y más rentable. sin embargo' de las ventajas de Prochelle y Cía. era la variedad de aCtividades explotadal' que tras labaja en la venta de suelas, pasó a fortalecer su aCtividad

503

rrirviera. Por ejemplo, el 3r de oCtubre de 1889, Carlos Prochelle, hijo de Eduardo, lompró en Valparaíso un vapor de rr9 toneladas de regi§tro, por el que pagó zs rrrilpesos.soT

Iil r de abril de r89r, tras la muerte de Eduardo Prochelle, ingresan en su reem¡rlirzo a la sociedad sus hijos Carlos y Gu§tavo Prochelle.so8 Iil z de mayo de r89r se puso término a la sociedad Prochelle y Cía., entre los rkrs hijos de Eduardo Prochelle, su viuda, Matilde Bráhmer, y Reinaldo Fuschlollrcr. E§te último recibió E3.g66Bz pesos por su parte, pagados en dinero y vales rr ¡rlazo, y r4.5oo pesos, valor de dos créditos en los que la sociedad era acreedora (originalmente eran por r9.ooo pesos). lil mismo día, la sucesión recreó la sociedad «Prochelle y Cia.>>,para continuar lr¡¡r los mismos giros, con un capital de z1z.43g,8o pesos. Los giros serían: imporlrrr:ir'rn, compraventa'de mercaderías, curtiduría de cueros y otras indu§trias (en ¡,sc rnomento también tenían una pequeña refinería de sal y aserraderos), agenlirr «le seguros, consignación de buques y empresa de navegación fluvial de carga r,rrlrc Valdivia y Corral. Carlos y Gu§tavo serían los admini§tradores de la sociei

ltttl,""')

l,r»s giros de la nueva sociedad Prochelle y Cía. los hemos anotado en el mismo ot'rkln que aparecen en la escritura notarial. Se aprecia el protagonismo asumido

¡ror la aCtividad comercial, quedando por primera vez las indu§trias en un lugar sr,r'r¡ndario, y el aumento de los servicios en el ámbito naviero. RespeCto a e$to t¡ll inro, el z3 de abril de r$gz,la sociedad daba poder a LuisJacobsen, de Coronel, p¡l lir que comprara una goleta y el r4 de junio de 1892, adquiría por su parte otro v¡rlror en rzo mil pesos.srn No sólo la sociedad Prochelle y Cía. daba una di§tinta organización a sus negorIrs, rlisminuyendo la importancia de Ia aCtividad indu§trial, en beneficio del corur,tr:io y los servicios, sino que individualmente los Prochelle también se dedican ¡rul r,l rnismo tiempo a otras empresas. li¡r rbril de 1892, Carlos y Gu§tavo ingresaron como socios fundadores a una rif rtl)r(fsa incipiente, pero que a largo plazo sería de las más importantes de la re-

1rr,,l¡orl,rtlctloporProchelleyCía.aCarlosProchelle,elz5deoCtubrederSSg,paraquehagaesacompru, N" trr,.¡. v0l. (ro, 1889, y documentos po§teriores de la sociedad, de r89r, donde se menciona el valor dc zS mll ¡r,,", rr rL,l vu¡xrr; venta de Prochelle y Cía. a la viuda de Eduardo Prochelle, del 6 de abril de r89r, Nn r5ti, vol. ttlr, tllt)1,

qrñ N" l l¡r, v0l,65, lttgl. lrrq N"r4gyzSo,klem.OtrodeloshijosdeliduordoProchelle,Dlisa,vivlaenBuenosAires. Iillafallocióul lnr o lh,nrpo. l,ll rtl rlc murzo dc r8gl, Mul.iklo ltriihnrcr, su madrc, acordaba con su ye rno quc ól rr: que
No 234, vol. 50, r{ttls.

írJ4 N" 4o4,ldem. Vóus¡ mrit rrl rd¡, 4n¡rfl.rrlo r, solrrc 5o(, N" ? r t. vol. ly'r, lftftt-,.

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(r87o{9r4)

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FABIÁN ALMONACID: LA INDUSTRIAYALDIVIANA

cApiTULo

EN SU

3r

Los INDUsTRIALEs DEL DEpaRTAMENTo DEvaLDrvra (18?o-r9r4) 191

190

gión. El z9 de abril de r89z se creaba la Cía. Nacional de Teléfonos, compue§ta Reinaldo Harnecker, Ricardo Kórner, Arnulfo Anwandter y los mencionadog manos Prochelle. Con un capital de 3o mil pesos, dividido en 6o acciones d0 pesos cada una, de las que cada socio tomaba rz acciones. EI objeto era y explotar una red de teléfonos entre la ciudad de Valdivia y sus alrededores,llt Lentamente Ia empresa se fue consolidando. Desde comienzos de 1894 §€ menzó a realizar el tendido de líneas entre Valdivia y La Unión.512 Gu§tavo chelle pasó a integrar su primer direCtorio. Hacia r9o3, sería el gerente genertl la compañía.5'3

Volviendo a la sociedad familiar. El r5 de julio de 1896 se modificó la ción de ella creándose una sociedad en comandita con el mismo nombre, P Ile y Cía.; Carlos y Gu§tavo fueron los socios gestores y la madre, Matilde Bráh la socia comanditaria. Los giros serían los mismos ya señalados, pero el se amplió a 445 mil pesos, de los que r8o mil correspondían a la madre, 136 Carlos y rz9 mil a Gu§tavo.sra Po§teriormente, la madre abandonaría el pafo radicarse en Alemania. Finalmente, el + de diciembre de 1899, Prochelle y Cía. se volvió a disolver' duciéndose Ia separación de los negocios familiares. Se adjudicaron a bienes por 275.926,39 pesos, compue§tos por: a) 88 mil pesos, por terreno y cios en la ciudad de Valdivia; b) za mil pesos, por terreno y edificios en la de Valdivia; c) Ss.z8s pesos, por una hijuela de terreno en la Isla Teja, de algo de r3 hectáreas (ha), frente al río Valdivia, que incluía bodega y horno para r.25o pesos, por la mitad de un terreno en la ciudad de Puerto Montt; e) pesos, por mercaderías de la casa de negocios de la ciudad de Valdivia, en los dos sitios urbanos ya dados; f) 3z.z8z,8rpesos, por créditos por cobr$ negocio anteriou g) r.ooo pesos, por aparatos y utensilios de luz eléCtrica & tienda comercial. Además, se señalaba que Gu§tavo daría a su hermano mil pesos como indemnización por el ca§tigo de los valores adjudicados' E§tos bienes los pagaría de la siguiente formar A) gg.zz8,fz pesos, por su líquido en la sociedad; B) go mil pesos que daría a su madre; C) re.z6+,rS que la sociedad Ie debía a su mujer, Else Anwandter;D) 42.82t 86 pesos, volot créditos adeudados por la sociedad a tres personas, entre ellos Otto A quien le debían ro mil pesos; E) zs.o66,+zpesos, que daría a diferentes

5rr

N"322,vol.22,1893.

5rz El6defebreroder8g+,GuillermoMertenscontratahusussorvit:iostrtnlutrtnt¡rtílfupuru¡rnfltl,

EStero La Tregua hasta La Unión y el 6 dc marzo d0 rt|94. ll icrrrrkr lib¡rur 1.0¡r¡nllr ol I orttl kkl tlfl ll¡te¡¡ Crucero, en las ¿fucr¿s dc lo ciud¿td tleVrldiviu, hndl,n cl l'l¡ll(!ro Lil'l'r(!gll¡r (N" zll y ru4, vol,7¡', tl{9,¡), 513 lil 3 dc f'cbrrrro dtr 19o3, llr (lft, Nrurionul dc'lirlólilror tltllt ¡tothr grttlrnl prtrn r,rr lltt u (ltt¡l{vtl

N" t5r,, vol. l, utcrt¡-litlrroro, rrotl. 12, ll(1, r8()0, (:ltltV.

r-,r4 N"

Ics residentes en Europa (Berlín, Burdeos y otras ciudades) y Chile; F) 4o.o45,38 l)csos en dinero efeCtivo, que había entregado a su hermano Carlos. Carlos Prochelle recibió lo re§tante, 6q.o4o,z6pesos, consistentes en: a) zgZ.TZE l)0sos, menos los z5 mil pesos que le dio su hermano, valor de los bienes raíces y sus adherentes: r. Un fundo rúsüico en la parte norte de la Isla Teja, de aproxirnadamente z4o cuadras, con sus edificios y adherentes. z. Otro fundo rústico al srrroe§te de la Isla Teja, de cerca de 8 cuadras. 3. Terreno y edificios en la ciudad rkr Valdivia. 4. Dos predios y sus construcciones en la villa de Corral. 5. Dos pretlios en Corral. 6. El fundo rúStico Carimanca, en el departamento de La Unión. 7, Una parte de terreno y ediflcios en la ciudad de Puerto Montt; b) z8.5oo pesos,

¡ror los enseres, maquinarias y utensilios del establecimiento de la Isla Teja; c) por lanchas y botes del mismo establecimiento; d) 4r.ozz,4o pesos, ¡ror fundo rú§tico Cutipay, Cabo Blanco, con sus semoventes, edificios y adherenlcsr e) 9.oo4,24 pesos, por animales y otros objetos de explotación del fundo Teja; t{.74o pesos,

yalor de las maderas del e§tablecimiento de laTeja; g) 158,35 pesos, materiales del e§tablecimiento de la Teja; h) 343 pesos, valor de la refinería ¡rol rlr, sal de la Isla Teja; i) z.+gq¡z pesos, por los créditos adeudados a la sociedad, r,xrrcpto los dados a Gu§tavo; j) 9.5oo pesos, por vapor fluvial «Canelos» y sus acr'r'sorios; k) 7.ooo pesos, valor de la goleta nacional «Carmen Rosa» y sus accesot krsl I) zoz.ooo pesos, valor del vapor «Rupanco», de 637 toneladas, construido en rt{r¡.,' m) r.Soo pesos, valor de los objetos rescatados del vapor naufragado <
l)

75o pesos,

I lqrrr

rro, vnr Allrrorrnckl (r,¡q¡,), ltlt, t.) r*1.

FABIÁN ALMONACID: LA INDUSTBIAVALDTVIANA

SN §UAPOGTO

(I87O-194)

miento indu§trial de la Isla Teia, propiedades rurales y embarcaciones. Es de§ta. cable el volumen del patrimonio acumulado a e§tas alturas por los Prochelle, cagl 9oo mil pesos. En cuanto a su composición, sobresale el importante porcentaJ€ que le corresponde a las propiedades rurales, urbanas y embarcaciones en el to' tal, frente al escaso valor de la mayoría de los bienes muebles: más de r5o mil pe' sos de lo adjudicado a Gu§tavo eran propiedades urbanas, mientras que casi $5o

mil pesos adjudicados

a Carlos

eran propiedades rurales y urbanas y embarcaciO.

nes. En contra§te, exceptuando los bienes comerciales y créditos dados a Gulta¡ vo, las exi§tencias, enseres, maquinarias y otros, dados a Carlos tenían un valoú bajo. E§ta composición del capital de los Prochelle los di§tingue de otros casos ya

vi§tos; aquÍ una gran parte del capital es fijo, con muy pocos bienes muebles (h consideración, que pudieran ser traducibles rápidamente a dinero, especialmentl en el caso de Carlos Prochelle.

Por otra parte, los hermanos Prochelle debieron asumir compromisos ecorló'r micos de importancia. Gu§tavo debía pagar m ás de t7 mil pesos a diversos acrea. dores, sin contar los 9o mil pesos que debía a su madre. De e§te modo, todos lol bienes comerciales y créditos a su favor eran casi equivalentes a sus deudas. POt su parte, Carlos tenía que enfrentar deudas por más de 46o mil pesos, sin los 9o mil pesos que debía a su madre. Según el documento de adjudicación, a más Carlos contaba con unos 68 mil pesos en efectivo. Por lo anterior, se señalar que la sociedad se encontraba en muy mal pie cuando se produjo liquidación: los efectos de la contracción del mercado de las suelas se

claramente. Ese mismo dia, el q de diciembre de 1899, Carlos Prochelle y su madre, en Alemania, formaron nuevamente la sociedad <
CAPíTUIO3:LOSTNDUSTRIALE§DELDDPARIAMENIODEVALDTVIA(T870.19I4)

I.ró en el comercio, la navegación y los seguros, pero también tuvo aserraderos y crianza de animales en sus fundos. Prochelle y Cia.,léase Carlos Prochelle, como veíamos, asumió una pesada cargit de deudas. Tenía entre sus principales acreedores al Banco de Chile, al que le rcconocía el 5 de diciembre de 1899, un saldo en cuenta corrriente de r3o mil pesos. De ellos pagaría rro mil pesos en 5 años, al g7o de interés anual y el resto lo se¡¡uiría debiendo en cuenta corriente. Más tarde, el r9 de febrero de r9or, Prochelle y Cía. recibía un pré§tamo del Banco Alemán Trasatlántico por r8o mil marcos, a l)irgar en un año, en letras sobre Hamburgo, al 7,g%o de interés anual.s17 I,ln medio de los compromisos de pagos, Carlos comenzó avender sus aCtivos. lt,l zz de diciembre de rgoo le vendía a la sociedad Bühler y Cía. de Maullín, la goleta de 89 toneladas <
A¡rwandter se los arrendaba en 8oo pesos anuales.5l8 l,ll apoyo dado por la familia Anwandter a Prochelle y Cía. fue importante. Aderrrris de lo señalado, el r7 de enero de r9o3, Prochelle y Cía. reconocía deberltj a ( ll I o Anwandter cerca de 3r mil pesos, por deudas originadas de fianzas dadas a lrr sociedad con diversos acreedores.sre (;lr§l,avo, menos apremiado con deudas, también aparece por la misma época rr¡.r'r'sil.ado de dinero. El z7 de junio de r9or, recibía del Banco Alemán Trasatlánlllrr 15 mil pesos, a pagar en 6 meses, al g% de interés anual, dando como prendu ¡o rrr:ci«lnes, de mil pesos cada una, de su esposa en la sociedad Anwandter Hnos. y ('frr., y 13 mil pesos en acciones de la Cía. Nacional de Teléfonos, suyas y de su es¡rorrrr. l,il r7 de julio de r9oz, volvía a dar en prenda sus acciones de teléfonos, a W.Il, ( it rrcc y Cfa., por cinco pagarés impagos. Para resolyer su necesidad de dinero, el rr, rle irrlio de r9o3, Gu§tavo vendió a Anwandter Hnos. y Cía. un predio en la Isla

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N" r',rr, r,,1. tt. ¡,,1t,, rlkrkrn¡lrnl, ¡ti99 y N,,r{r7, vol. l, cnuro-jrrnlo, r¡or. N" a,4{r, v(,1, ll, lrrlkr rlIrk,rrrlllu, l)ool N,,94 y:lgr, vol. I, rrrrro lrrrrkr, rgor¡ N,,44, vol, V, lrr¡tllrrrrrlrrrr,or,ltt lrt¡, trrurl N" lt4, vol, lll, r*t¡lllotttlrrt, o('lul»o, trr{}r: y Nr' rx,l y rz4, vol, Vl, rrovllnrhr¡ rlk,lurnh¡r,, rgor, N" 7rr, vol, l, n[¡to lhl!I¡rr¡, lrl0,l,

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N" 5r4, vol, ll,

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FABrÁN aLMoNAcID: LA

INDU§TRtaYALDIvIANA

EN

Teja, en zo mil pesos. El s de octubre de r9o3 volvía

acciones en la sociedad-Anwandter Hnos.

cA piTUt o J: Los tN DUsrB tALEs DEL DEpA RTA v ENTo DE vA LDtvt A

§uaPoGEo (187o-1914)

y cia.,

autilizat

el respaldo de las 3o

pata solicitar mutuo de rs mil

pesos a Ottmar Richter.52o en quiebra. En r9o3 Mientras Gu§tavo tenía deudas manejables, carlos terminó

Prochelle y cía' El z4 defe' el Banco de chile solicitaba la quiebra áe la sociedad de Concepción' para Conejeros' brero de tgo4,lasociedad dabápoder aJ' Senen En abril de r9o4' el le seguía' que se que la representara en el juicio por quiebra pesos, com. t6.666,66 en una propiedad urbana, avaluada

Éurr.o ¿" ct ile recibió parte del pago del crédito hipotecario adeudado's2l obtuvo una solución El asunto se mantuvo sirrresolver ha§ta 19o6, cuando se de diciembre de 19o6 et para cubrir la abultada deuda con el Banco de chile. El z8 metros' El compra' y remató el fundo rústico de la Isla Teja, de 383 hectáreas 95o fianza de Arnulfo Anwandten dor fue Gu§tavo Prochelle, por r8o mil pesos, con la

al Banco de Chile y Con esa cantidad se pagaron los r4r'3o5'ro pesos adeudados Prochelle y Cía' con Gudta' con la diferencia un ciéáito hipotecario de Ia sociedad de la sociedad dieron por cerr8' vo prochelle. El rr de enero de r9o7 los acreedores deuda, señalando que recibló la por cancelada áio da la causa. El Banco de Chile de Teófik¡ Fritz' a nombre dl pesos y roo'ooo 41.3o5,1o pesos de Gu§tavo Prochelle Gu§tavo Prochelle.522 pérdida de la propiedad fir Gustavo prochelle sólo hizo de nexo para evitar la el mismo fundo remat} Prochelle miliar. El r de febrero de r9o7 le vendía a carlos por 1oo'ooo pesos con deuda do en r8o mil pesos. EI mismo día, Carlos reconocía anual del 7%, al cara' interés un Teófllo Frltz, dela unión, apagar en 5 años, con ba§tante altgr cambio de (lo que era un valor bio de 16 peniques po. p"ro

"nií"'o El mismo día' Carlo¡ h favorable al acreedor),iipotecando el fundo adquirido' Cau-Cau, como p8p junto río al vendía a Gu§tavo una pequeña parte del fundo,

porloquesuhermanohabíaga§tado'523 r r- al comltr ' oesprés de los problemas plsados, carlos prochelle siguió vinculado

de e mil hectáreas de prot cio, seguros y actividad ruui.,u' Además, en las cerca y crianza de ganado, Ba fi"auó, rurales se dedicó a Ia elaboración de maderas agente tlc d¡p gog,pagabapatente como agente de comercio en Valdivia' como puÁá aá t"q"es en Corral y por aserraderro en- corral'524 Prochelle y cfu. En El z8 de abril de 1910 se áisotvió legalmente la sociedad a mediodor Carlos' de madre Bráhmer' práúicadesde Ia muerte de Matilde N' 6+, vol II, julio-agodto, Igoz; N" t I z, vol. I V, l9o3' vol. V septiembre-octubre, vol' lll' tttitytt-itlttirt' tqo4' szr N'zré, vol. l, enero-febrero, l9o4 y N" 9t|' 26-5-19o4' s22 N'96 y 58, vol. l, trncro-lbhrcro, tr¡o7' s23 N" r5o y t5r, hlun.

5zo N'

l,r,l

66r, vol. I, enero-junio, rgor;

M¡rlrfrlr¡l¡rrrlt'Irtlt'ltlr'¡tk'Vrtkllvitty(iorrrrl'tqtr''ttlt'rll

itt

I

(r87o-r9r4)

19o6, tanto Carlos como Gu§tavo habían intervenido en los negocios sociales. Una condición de la liquidación deja ver que la situación de Prochelle y Cía. era difícil al momento de su término. Gu§tavo y Frida (que residía en Alemania) cedieron sus derechos en los bienes sociales a su hermano Carlos, con la exigencia que él

asumiera todas las deudas.s2s Carlos Prochelle, por todo lo vi§to, no demo§tró tener la capacidad necesaria ¡rara enfrentar las responsabilidades que asumió al tomar gran parte del patri¡nonio familiar. Hacia fines de nue§tro período de e§tudio, la fortuna que asumiera e§taba debilitada y él no había hecho más que vivir a expensas de lo heredado. l)e e§te modo, se perdió la importante presencia indu§trial que habían tenido los l)rochelle en Valdivia. A pesar de todo, su patrimonio siguió siendo considerable: ('rr 1914 era dueño de un fundo en Isla Teja, que abarcaba gran parte de la isla, de virrios sitios urbanos en la ciudad de Valdivia y Puerto Montt, del fundo Cutipay, rlc un aserradero, de terrenos en Corral, del vapor remolcador <>, de lant:lras y botes.526

I)or el contrario, su hermano tuvo éxito. Gu§tavo Prochelle giraba en el comercio asociado con Pablo Einicke, en Ia sociedad «Prochelle y Einicke», desde el 8

tlc marzo de :9o7, en el negocio de comisiones, despacho de aduanas y otros.527 Al rkrsvincularse de la mayorÍa de los negocios familiares, se dedicó a las aCtividades r¡rrc demo§traron ser las más pujantes dela zona; el comercio, los servicios y la ir¡¡ricultura. Además, su participación en la Cía. Nacional de Teléfonos lo pone en rrrr Iugar de§tacado de la hi§toria económica yaldiviana. lista empresa experimentó un rápido crecimiento a comienzos del siglo XX. ('ornt¡ hemos dicho, hacia r9o3 Gu§tavo Prochelle era su gerente general. Hacia r()o() cra el principal accioni§ta de ella: en una reunión del 5 de abril de Lgog, apar lcrr ¡roseyendo zz delas 79 acciones. Seguramente había adquirido las de su herr r ur lro. Otros accioni§tas eran: Gu§tavo Roepke, z; Carlos Pausemberger, 4; Natalia |rrrrscmberger v. de Noelke, ro; Reinaldo Harnecker, r4; Guillermina Frick de Harrrrt'licr, 6; Ricardo Kórner, r9; Ricardo Anwandter, ro y Otto Anwandter, z. Cada

rrllirirr seguía teniendo

el

mismo valor de 1892, 5oo pesos.

indusex-indu§triales. l,lrr rlicha sesión se aprobó el aumento del capital social a rzo mil pesos (cuatro vr,r'r,s cl tle r89z), con r.2oo acciones de roo pesos cada una, pudiendo aumentarse ir ,,r,o nril pcsos. Se acordaba que en el aumento de acciones serían preferidos los I

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)c krs accioni§tas, excepto Harnecker y su esposa, todos los demás eran

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FABIÁN ALMONACID: LA INDU§TRIAVALDIVIANA

cApíTULo

BN SU APOGEO (1870-T9T4)

3;

Los rNDUsrRraLEs

DEL DEPARTAMENTo DE

vaLDrvra (r87o'r914)

196

accioni§tas antiguos y el re§to serían vendidas.s2t por último, Gu§tavo Prochelle desde rgro en adelante comenzaria a tener de§tacado papel como propietario rural y criador de vacunos.

LOS KUNSTMANN

Dentro de aquellos que mantuvieron presencia en la indu§tria a través de todO período e§tudiado, y m ás allá,los Kun§tmann son una de las familias más cadas. No sólo mantuvieron en los cerca de 5o años e§tudiados una misma dad indu§trial principal, sino que además le dieron un desarrollo mayor. La cal¡eza de la familia fue Cri§tiano Inmanuel Hermann Kun§tmann, llegariaa Valdivia con el oficio de carpintero, pasando a dedicarse al comerclg, la indu§tria y a la agricultura. Anteriormente, al tratar algunos pequeños indu§triales, hemos señalado Ia ta de atención de la literatura exi§tente respeCto a que muchas indu§trias blecidas en Valdivia fueron el fruto del trabaio de di§tintos sujetos. CuandO conoce la acción de un solo individuo, es común adjudicarle a él todos los por la exi§tencia del e§tablecimiento que posee en un momento determinado, evidencias recogidas, por el contrario, nos hacen creer más en la exi§tench una tradición indu§trial, en el pleno sentido del término, pues las indu§tria¡ paulatinamente creciendo por el trabajo de padres, hijos y nietos, en el cato las que siempre pertenecen a una misma familia, o de di§tintos sujetos, qut adquieren por compra. Si sólo se toma un momento de la aCtividad indultrl¿lr cae en el error de ver el nacimiento o desarrollo de ciertafábricavinculadO al propietario aCtual, sin considerar los importantes aportes de los en muchos casos había un verdadero relevo de propietarios, donde cada uno dejando su huella. De e§te modo se olvidan los aportes de quienes anteced al propietario aCtual de un determinado e§tablecimiento. Hemos mencioned6 caso de Mauricio Mathias respeCto a los Lopetegui; de Conrado Haffner a Federico Hettich; de Federico y Enrique Schmidt en relación a sus hijos; dl berto Thater con Pablo Hoffmann; de Germán Schülke respeCto a Prochello' recordar sólo algunas evidencias de tradición indu§trial y empresarial. En esos casos, los antecedentes resultan fundamentales para entender al dor. Una visión inmediati§ta de la aCtividad económica, que no considera el no y largo plazo en la hi§toria de la indu$tria o de otros sectores de la

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recurrente en diversos escritos de las primeras décadas del siglo XX, donde se lrallan numerosas referencias a las indu§trias formadas por germanos en el sur de Chile, y particularmente en Valdivia, especialmente en las obras que pretenden «livulgar los éxitos de la «colonia alemana»: el indu§trial, agricultor o comercianlc aparece como un individuo ahi§tórico, que logra alcanzar fortuna sólo por su «incansable trabajo personal». E§te libro en parte se ha escrito contra esa visión, (lue con algunos cambios aún perdura.s2e Respecto a C.I.H. Kun§tmann, una obra de r9r5 señalaba sobre los orígenes de srr indu§tria: «El año t8@ don C.LH. Kun§tmann, de nacionalidad alemana,fundó tu Collico (cerca de Valdivia) un pequeño molino de piedras movido porfuerza hitlráulica».S3, La cita pone a Kun§tmann in§talando su propio molino, sin embargo, rro fue así. La verdad es que Kun§tmann compró en Valdivia un molino que ya r,slaba in§talado: el 19 de enero de 1867, a lo menos esa es la fecha de la escritura, t:ornpró a Luis Lanbeck, en ese entonces residente en Santiago, el fundo Collico, y (:omo dice el documento, con todos sus edificios, máquinas de aserrar con sus rilile s, molino, casas, árboles frutales y todo lo demás que contenía, en 3 mil pesos,sitr E§te es el origen del molino que la familia Kun§tmann explotaría sin hacerh, rnayores modificaciones ha§ta r9ro, llegando a ser los principales molineros del cs

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rtamento de Valdivia.532 Kun§tmann más allá de su formación artesanal, tenía el capital y la prepara-

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,¡r,¡ Unamue§tradeldesconocimientodelatradiciónempresarialladaBlancpain,vol.Il,op.cit.,pp.4Igy rg,lls., cn la parte titulada «Una ari§tocracia del esfuerzo»: habla de Cridtiano Kayser, del que señala quc Irrc irrllivo pre§lamista entre 1861 y 1875, pero que desapareció, e inventando agrega,p.4tgt «...fallecido sin rl rrtlrt ttt t87g a los Z8 años, no fue sin embargo el origen de una de las fortunas del sur». Blancpain desconot:tt r¡rrr, r,l I rabajo de Kayser perduró: el 7 de abril de r87z le vendió a Rodolfo Roe§tel su propiedad, casa, bodc¡1rrr, li'ibrica de aguardiente y chicha y demás en calle Las Mercedes, en 6.ooo pesos. Ver nota 363, De er{,c rrrorLr. t Lravés de Roe§tel la indu§tria creada por Kayser perduró. Ree§tel, como vimos en la nota 363, f'uc ,r Hr v('z importante financidta de sus yernos Schmidt y Hille, que a comienzos del siglo XX e§taban en lrt l¡rlrrir'¡rci<'¡n de licores. También, sobre Schmidt y Hille ver nota 96. Por otra parte, Kayser, que no murió on r H7,, r'orrro dice Blancpain, sino que se fue a Alemania, residiendo en Stuttgart todavía por 189o, envió dcsdc rr I l¡i r¡ ¡r tkrnrtivo de rz mil pesos para los pobres de Valdivia. E§te aporte nos indica la fortuna de Kayscr, yu r¡rrr, hrs rz rnil pesos no alcanzaban a ser la cuarta parte de su patrimonio total, límite que fijaba la ley a los rlurr¡rciolcs. Además, Kayser no tuvo descendencia, lo que explica que su nombre se perdiera de Valdiviu. I r rlorrrrt'irin fuc transfo¡mada en Fundación de Beneficencia y el dinero se puso a interés en la socicclod I'tur'lrlI' y (lft.. por lo que incluso de e§te modo los dineros de Kayser siguieron influyendo en la sucrtc dc lr lrrrlrsl riu vrltliviana. Ver l)onación de Cri§tiano Gu§tavo Kayser a los pobres de Valdivia, 9 de octubrc dc

r¡r,r, N" 7oo, v{)1. 63, 1890, ¡ 1rr I'lri (lrirrllor, op. til,, p, 4tS. r tr N" ,1, vol. 19, rtl67.

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lrfrrlIr,il§(x'. lrrrlrr¡lIlnl KilrrtlnrtlililS,A,(r/n)r Ihtilghú'lntfult\tlto,tr)(ü,V[kllvlll,

CAPíTULO 3: LOS TNDUSTRTALE§ DEL DEPARTAMENTO DE YALDTVIA FABtÁN ALMoNAcID: LA

adecuados. Para los casos necesarios, la calefacción se hace en el piso inferior por

A diferencia de muchos otrot ción suficiente para dedicarse a di§tintos negocios' solicitando pré§tamos de dl' indu§triales, a c.LH. Kun§tmann no lo encontramos

nero.DesdefinesderS8o,suhijoGermánloacompañóformalmenteensusnego' "ior, referidas Ya hemos mencionado'en Ias partes ;

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aportando' respectivamente' 5oo la familiá, participó en ambas asociaciones' l,OOO pesos.

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pt"lt:*ii'^T Io s Kun §tmann continuaron ampliand" :,l rT p"§teriores' llegu"áo u potttt en collico' a orlllr

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comienzos del siglo XX'

DeloshijosdeC.I.H.Kun§tmann,GermányCarlosfueronlosquecolaboraroü

Por su parte' Erne§t""{""*i1T: más direCtamente con el padre en Collico' al comercio: el 7 de febrero de ttgfr radicó en la ciudad de vaidivia, dedicándose --:--l l¡ Arturo avenida su ou padre ru.^¡vle vendió un teráo y tutu t" pesos''3a como veremos después' Ios comerciantes, junto al río,Ln 12'102 se dedicó también a la agricultura' había for-:d: A fi ne s del siglo XIX, C.I.H. Kun§tmann

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funcionar. El motino

utilizando una turbina a año y funáionaba con fuerza hidráulica'

para las éPocas de e§tío.

Alfredo'ot': hÜ: d'.:'

Como indu§tria complementaria a la curtiduría' familiar una fábrica de cole' Kun§tmann, había e§tablecido en la propiedad y un mae§tro' Según una pequeña indu§tria que ocupaba tres operarios Canto, funcionaba del siguiente modo:

...enunasecciónseencuentranlosperolesendondesebeneficianla§parne'tt taUtl Son ¿o* y e§tán sobre mampo§tería' Iloy se extraen d. Ius Ll "rrti.m¡r"r. residuo' el forma que ,, ""rá.r" a vapor y un fondo putu tttibi' la grasa uno v€t que' en departamento al se recibe en moldes y en ellos se transporta y se extiende sobre bar{l'idore¡¡ «¡n ha adquirido cierta consi§tencia, se corta de secar' colocándokts sohrtl ¡trmt de ata'mbre; e§tos se depositan en Ia sala

de maÍzo de 1895, C.I.H. Kun§tmann traspasó gran parte de su patrimonio hijos Germán y Carlos, los que se asociaron el zr de marzo de 1895 en la sociedadJ. y C. Kun§tmann. El valor del capital social, adeudado al padre, alcanta"ba a 28t.o29,48 pesos, consi§tente en el fundo Collico, molino y curtiembre, y lts exi§tencias. Erne§to colaboraría con sus hermanos, como admini§trador de la sociedad desde el z3 de noviembre de 1899.536 lil volumen del patrimonio reunido por C.I.H. Kun§tman lo podemos conocer lrtcia r9oz, cuando después de la muerte de su esposa, Guillermina Ohde, se hizo ur¡ inventario de los bienes de la sociedad conyugal, el 3 de julio de rgoz. En ese r.nlonces, los bienes del matrimonio Kun§tmann-Ohde e§taban en su mayorla en lrriuros de sus hijos y alcanzaba a ceÍca de Soo mil pesos. J. y C. Kun§tmann le rrrlcudaban z54.gzt,zg pesos del traspaso de bienes hecho en 1895; Emilia Kun$trrrirnn le debia +Z.oSZ,+4 pesos; Erne§to, 95.o66¡r pesos; Sofía, Guillermina, Carkrs, Germán, Otto, Alfredo y Ricardo, r4 mil pesos cada uno; y Emilia le debfu ¡7.oo6,5o pesos. Fuera de lo señalado, había otros bienes menores.s37 Las deudar r¡rrc t.enían los anteriores con el padre eran pré§tamos hechos en diversas oporIrr¡¡idades, de lo que se desprende que el padre les fue traspasando una fortuno nlolrctaria considerable, resultado de sus dos negocios indu§triales. lin los meses siguientes se hizo la repartición de la herencia que le correspond fo rr lrt«la uno de los hijos, siendo e§ta cuota de zo mil pesos, sin contar la mitad de l¡rs lricnes que eran del padre, parte que se hallaba adeudaba a é§te por la socierlnrl f . y C. Kun§tmann.538 l)rr los hijos de C.I.H. Kun§tmann, Otto yEma (radicados en Santiago), lbodoro (l¡rlkrcido en los años siguientes) ylas cuatro mujeres que permanecieron casadus r,l Vrrldivia, no tuvieron participación futura en los negocios familiares. Fuer«ln lo¡l rlcrnás; Germán, Carlos, Erne§to, Alfredo y Ricardo, los continuadores dc lau 15

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cuatro tubos de chimenea.535

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familiares's33 r"pr"rrrtándolo y admlnistrando los intereses

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rrr'l iv i«lades del padre.s3e

l,rr sociedad J. y C. Kun§tmann concluÉ el z7 de mayo de r9o3, pasando tr¡dr¡ pl ¡rr'l ivo y pasivo de ella a manos de Germán Kun§tmann, es decir, bienes rufccs,





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FABIÁNALMoNAcID: LATNDU§TRIAVALDTVIANAEN

SUAPOGEO (T87Oj9T4)

muebles, semoventes y exi§tencias. Germán le quedó debiendo a Carlos r4o mll pesos, la mitad del capital social, al cambio de r4 peniques por peso, a pagar tn un plazo de siete años.sao

cApíTULo3:LoSINDUSTRTaLEsDELDEpaRTAMENToDDVALDTvTa(r8Zo-r9r4)

rlcbía a su hermano 14o mil pesos: de lo que se concluye que los aCtivos familiares

habían aumentado notablemente de valor en los ro años corridos, tanto como l)ara que Germán haya e§tado dispuelto a asumir completamente el pago de la tleuda al padre y además darle a su hermano esa suma. El s de abril de rgoT,la tlcuda de Germán con el padre era de r53.7r3,r5 pesos. El r5 de enero de r9o8, Gerrnán pagó 5o mil pesos de e§ta deuda.sa2 tin la medida que Germán le iba pagando a su padre, éste daba dinero a sus rrlros hijos. Por ejemplo, el + de abril de ryo7, Ricardo daba recibo a su padre, por 5o mil pesos, obtenidos por concepto de anticipo de herencia. El z+ de abril de rr¡o7 Erne§to recibía de su padre, por anticipo de herencia z8 mil pesos. El 8 de r,ncro de r9o8, Carlos, Alfredo e Ida recibieron de su padre 5o mil pesos, que se lr'¡rartieron en partes iguales como anticipo de herencia.5a3 lin l9o8 falleció Germán Kun§tmann, pasando sus negocios a manos de sus hios liduardo y VíCtor Kun§tmann Münnich.saa l,«rs negocios de la sucesión Germán Kunstmann se mantuvieron en alza. En rrlro, cl antiguo molino de piedras fue reemplazado por uno de cilindros, importarlrr tlcsde Dresden, Alemania, el que tenía una capacidad de producción de 3z.zoo k ilos de harina en z4horas (7oo quintales de 46 kilos cada uno). El trigo utilizado r,t'rr adquirido en las inmediaciones y especialmente en Osorno, La Unión, Trunrrrg y otros lugares al sur de Valdivia. Como dijimos, la materia prima llegaba l¡icil r¡rcnte ha§ta el e$tablecimiento a través del desvío ferroviario que los unía a l¡r r,¡,llirción de Valdivia.sa5 El molino funcionaba en este momento exclusivamente rr v¡rl)or, para lo que se utilizaba leña obtenida de la extensa propiedad rural de la f

In§talaciones indultriales de los Kun§tmann, Collico, ca. rgzo (Archivo Fotográfrco Ellynor Fehrenberg, Centro Cultural El Au§tral,Yaldivia),

cttllsirin en Collico. f

De e§te modo, Germán Kun§tmann será el continuador de las principales dades familiares; el molino yla explotación de lapropiedad rural de Collico, En

ámbito indu§trial, las primeras décadas del siglo XX fueron muy favorablee la molinería de la región, dado el aumento de la producción de trigo en la zonl las mejoras en el transporte ferroviario y marítimo. El molino de G. Ku tenía una posición privilegiada, a orillas del río Calle-Calle, con una ción expedita con la e§tación de ferrocarriles de Valdivia, a través de un que se con§truyo ha§ta el e§tablecimiento. La deuda que Germán mantenía con su padre la pagó muy lentamento. El t* junio de r9o5 aún le adeudaba zoo mil pesos del monto original, por lo quc !! concedió una extensión para el pago.sar Nótese que más arriba soñuhtno¡ qut

('orno decíamos antes, la sucesión Germán Kunstmann será la principal beneL'lrtrlir por el crecimiento de la molinería. Como una muestra de la importancia

porlaaCtividad:enrgrz,laprovinciadeValdiviadestinaba el 57,g,y'odesu rti¡rlrlir:ie cultivada a cereales, de la que más de la mitad correspondía a trigo.5a6 l:l¡,r'l o rlc lo anterior, dado el aumento de la oferta de cereales, en tgt4la sucesión rl¡r'kliri csl,ablecer una de§tilería, importando maquinaria moderna del rubro rllxr k' A lcrnania, comenzando a funcionar desde mediados de ese año una planta r¡trt, llr frr una capacidad de producción de g mil litros diarios.saT lrrttt¡r«l¿r

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FARIÁN ALMONACID:

LA INDU§TRIAVALDIVIANA

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EN §UAPOGBO

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vaLDIvrA (r87o_t9r4)

202

Paralelamente, la sucesión se dedicaba a la engorda y ctianza de animaleg, como se aprecia, la sucesión Germán Kun§tman tenía en collico, hacia r9r4, importante complejo agrícola-indu§trial. La sucesión Kun§tmann pudo, dado el éxito de sus negocios, cancelar las das que mantenía con su familia. El r de julio de r9ro, terminaba de pagar a Cal Kun§tmann los últimos roo mil pesos que le debían desde r9o3.5a8 Además, en

LOS RUDLOFF

lil jefe de la familia fue cristiano Rudloff, quien aparentemente se inició hacia rtl53 como zapatero en valdivia. En la década de rgTo destacaba como industrial rlcl calzado ypre§tamista de mediana importancia. considerando a Rudloff,Jean l)icrre Blancpain ha puesto en evidencia lo difícil que resulta seguir los caminos rkrl ascenso social de ciertos sujetos. Rudloff, que públicamente destacaba como

momento le debían al abuelo cerca de 65 mil pesos, de la deuda de 1895, gran de lo cual se les reconoció po§teriormente como herencia. A comienzos de rgro falleció el fundador de la familia, C.I.H. Kun§tmann' I 8o años de edad. El inventario de sus bienes, del 16 de ago§to de r9rr, nos otros datos del patrimonio familiar; tenía una fortuna de 442.618,o8 pesos, do lo que habían recibido antes sus hijos como herencia materna, la que su mayor parte pre§tada a sus hijos (a Erne§to, algo más de 6o mil pesos; Rlel un poco más de 65 mil pesos; yAlfredo casi zo mil pesos) y el re§to, más de E3 pesos, e§taba en depósitos bancarios.sae De la fortuna p aterna se determinó q cada hijo le correspondían cerca de 5o mil pesos, por lo que el z7 de febrero d¡ se e§tableció que los hijos que hubieran recibido una cantidad mayor, la diferencia al re§to de los herederos.s5o Por último, una referencia a Alfredo Kun§tmann, quien fue el único que tuvo aCtividad indu§trial fuera de la sucesión German Kun§tmann, mientr¡l otros hermanos se dedicaron al comercio y la agricultura. Alfredo ha desapercibido como indu§trial, frente a la importante actividad realizade pr rr""riór, señalada, sin embargo desde flnes del siglo XIX mantuvo en ColllCO fábrica de cola, la que era avaluada en 1913 en z5 mil pesos. Además, tenh mismo una fábrica de «cambuchos», avaluada en el mismo año en z5 mil De la llamad afábricade «cambuchos», suponemos que se trataba de la

ración de bolsas para guardar la harina producida en el molino de sus parlCn! A mediados de r9r3, el patrimonio de Alfredo alcanzabala respetable cltil z16 mil pesos, considerando propiedades en la ciudad de Valdivia y su en Collico, edificios, las dos fábricas señaladas, un vapor y lanchas.ssr

zrrlratero, era también un prestamistaregular, señalando Blancpain que entre rtl6r y 1874, sin ser exhaustivo en su relación, éste prestó a diferentes personas, ¡rrlcsanos y agricultores de origen germano, unos rz.65o pesos.552 Lo anterior nos l i

k'va a plantearnos la pregunta de ¿cuánto del éxito de Rudloffu otros se debe a la nrlu§tria? o, en otro sentido, ¿cuánto de ese éxito viene del aporte de otras activi-

rlrrtles paralelas, ya sea el préstamo de dinero, el comercio, los servicios o la agrilu ll,ura?. A nue§tro juicio, los beneficios obtenidos tienen un origen múltiple, con

virriaciones en cada caso, pero rarayez -creemos- sólo la actividad industrial les ¡x,rrnitió amasar una fortuna considerable.

lin todo caso, de ningún modo Rudloffera a comienzos de ra década de rgTo un lu¡ritali§ta que dispusiera de gran cantidad de dinero, que le permitiera tenerlo ln ¿lbundanciapara facilitarlo a terceros. Más bien las razones del préstamo de rlincro son otras. lis poco comprensible que mientras prestaba regularmente dinero, en peque, rl¡rs cantidades, el mismo cridtiano Rudloff fuera un solicitante de préstamos, .or ilo el z6 de enero de rsTT, cuando recibe mutuo de Anwandter Hnos., por rz mil ¡rr'sr»s.553 Aquí hubo un clásico problema de falta de dinero en el momento que era rrr'r'osario. seguramente, para Rudloffy otros, cada que vez que se lograba reunir lilll.o cantidad de dinero como utilidad de sus negocios, por pequeña que fuera, r'r'¡r r:onveniente ponerla rápidamente a interés en vez de conservarla, enfrentanrkr rrl riesgo que cuando el «prestamistar' (muy especial, en todo caso) necesitará lr rr¡litr con dinero, su escas ezlehicieraaél también solicitarlo a interés. Esa era la lri'rrrit cn que circulaba una moneda escasayque además,apartir de la década de H7o, comenzaba a perder rápidamente valor de cambio. El préstamo solicitado en rH77 lirc avalado con la hipoteca de sus hijuelas en la Isla Teja, valoradas en mil 3 ll('r{os, y con varios créditos hipotecarios que tenía concedidos, por g.45o pesos. l\rr hr l,anto, en el caso de Rudloffy otros, ser prestamista no era una condición r¡rrc srrr¡1icra de Ia abundancia de dinero, sino por el contrario de la escasez del nr isrno. lisl.«ls mismos problemas monetarios incentivaban a quienes practicaban ¿xll,ivitlad inclusl,rial, pucs lc daban la posibilidad permanente de obtener 'rl¡4rrrru r

r9zo, la sucesión derivó a la fabricación de levaduros.

5a8 N' 7, vol. IV, julio-ago§to, r9ro. 549 Inventario al final del vol. [V, iulio-rt¡1ot{l,tt, t9tt. 55o N":]76, vol, l, crtertt-feltrtro, t9tz. 55r lnvgnlnrl¡tlrrlosblrrnctrlrrtnsrx:.trrnytrgrtlrllAllrt!(l()Kttlldlllltlllllvntrlhlhcltlnrr¡toru,Atle tlo rtrlyrt tlc r9r3. nl lllrol tlerl vol' lll, rrrnyo-lttrrkr, lr¡t;¡.

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FABIÁN AiMONACID: LA INDU§TRIAVALDIVIANA

CAPÍIULO 3: LOS INDU§TRIALES DE! DTPARTAMENTODE VAf,DtVIA (18?0'1914)

EN SU APOGEO (I870-T9I4)

cristiano Rudloffpasó de artesano a pequeño indu§trial del calzado. Ya a diados de 1875 tenía in§talada la primera, y Ia única en todo nue§tro período, brica de calzado con maquinaria a vapor del departamento de Valdivia, en Ia Ile Picarte de la ciudad de Valdivia. Según Luis Ortega, al iniciar sus Ia fábrica contaba con »'trabaladores y tenía un capital de 5o mil pesos' a Cri§tiano Rudlofftrabaian sus hijos, Luis yJosé. Luis Rudloffera un rubro de calzado, habiendo hecho e§tudios (o visitas, no lo tenemos clarO) indu§trias del calzado de Europa y E§tados Unidos de América.ss5 en e§tas mismas visitas Luis había adquirido las máquinas para la fábrica. peio señala: «El e§tablecimiento e§taba dotado a vapor y montado con las

en el

máquinas norteamericanas en t875, cuando no había otra en Chile de su fabrib».556

Fruto del desarrollo de Ia fábrica de calzado, Ios Rudloff formaron una tiembre para fabricar suelas y becerros, tanto par alafábtica como para la tación, en 1876. El + de septiembre de $26, Emilio Ribbeck vendía a Luis dos hijuelas en la Isla Teja, a orillas del río Valdivia, en 3.ooo pesos.557

de oCtubre de r88r, Luis yJosé Rudloffprotocolizaron la firma con que giralrir n de hecho en las indu§trias y tienda que poseían, llamada «Cri§tiano Rudloff e I I ij«rs». Los rubros de la sociedad eran curtiduría de suelas y becerros, fábrica de I,ll r

más dinero.

Alll

se

blecería la curtiembre. Fuera de las indu§trias señaladas, Cri§tiano Rudlofftenía en la ciudad de via una tienda en calle Independencia, donde vendía entre otras mercaderlAt

zapatos que fabricaba. A comienzos de 1879 falleció don Cri§tiano, pasando los negocios a manol sus dos hijos, Luis yJosé Rudloff. El crecimiento de los negocios coincidirfo ese hecho. según Blancpain, la prosperidad de los Rudloff se dio durante los de la Guerra del Pacífico, cuando ellos se hicieron proveedores del ejército no. Las botas Rudloffadquirieron reconocimiento nacional. En el futuro se proveedores del ejército y de las policfar,m tuvieron, con algunos vu"íor,

"o-o Los Rudloff fueron importantes indu§triales desde fines del siglo XIX, sus indu§trias todavía eran pequeñas en capital, pero de§tacaban por las ciones que realizaronen Ia fabricación de calzado y por los conocimientos cos de sus propietarios.

cirlzado y tienda de mercaderías, ubicadas en la Isla Teja, calle Picarte y calle Inrkr¡rendencia de la ciudad de \fuldivia, respeCtivamente. El capital de la sociedad llir de 3o.33o pesos, correspondientes en partes iguales a ambos hermanos, valor rk, kls terrenos,

edificios, maquinarias, útiles, materiales y exi§tencias'55e

decir, considerando el capital, la sociedad equivalía en e§te momento a cualr¡rricr taller artesanal de importancia (una carpintería o herrería, por ejemplo). ('onro se ve, Ios Rudloffno habían entrado todavia en el grupo de los grandes lrrrlr¡striales valdivianos, pero e§taban camino a serlo. Un rápido crecimiento los lk,vri a situarse en un lapso de unos r5 años en la categoría de los indu§triales más l,ls

slkrtll.os del departamento de Valdivia. I ltcia 1883, los Rudloff se alejan de la aCtividad comercial, traspasando la adrrrinistración de su negocio de mercaderías a su cuñado Enrique Poehler, casado lorr María Rudloff. Más tarde, a mediados de 1888, Enrique Poehler pasó a ser pro-

¡rir,lirrio de dicha tienda, por acuerdo con Ia sociedad Cri§tiano Rudloffe Hijos.560 l,l renovación de la sociedad, el z de octubre de 1893, nos permite conocer la ullrrir«rión patrimonial en ese momento. Los giros seguían siendo los mismos, avalrr¡irrrl«rse el capital enL27.o74,Zo pesos, de los que 55.g623t'pesos eran de Luis y i t, r't,:12 deJosé, valor de los terrenos, edificios y maquinarias, sitios de calle Inde¡rr.rrtlurcia, documentos, materiales, mercaderías y cuentas por cobrar'56' I'lr c§Le momento, las indu§trias familiares eran admini§tradas separadamenl r, ¡rol t:ada uno de los hermanos: José en Ia curtiduría y Luis en la fábrica de cal¿rrrhr. l\rsiblemente e§te hecho sea la explicación de la diferente participación dc rr u l lros cn el capital social, dado el mayor auge que había tenido la venta de suelas. A¡iiurisrno, e§ta situación ayuda a entender Ia evolución de ambos hermanos. Por ¡qr, r,rl onces, José ya había entrado en la compra de propiedades rurales, seguralrr,rrlc irrl.eresado en obtener lugares parala crianza de ganado y otras materias lir lnrirs. l)ur el contrario, Luis aún se mantenía al margen de esas aCtividades y se lorrlr,rrlraba en la indu§tria; una mue§tra más de su interés por la indu§tria fue el rrrvlo rltr su hijo Luis zo, hacia 1895, arealizar e§tudios de calzado en Suiza, Aley lisl.ados Unidos de América.562 f 'lrr lrr visit,a raalizada por Pérez Canto a las indu§trias de los Rudloff, en t894, rrrrol rrlrrr t¡rrc la curtiduría tenía para la elaboración de suelas; 3 cales, 10 colores nrrr n i¡r

de Rudlofffue la segunda del pals, después d0 lo d0 O(llrvlo lllñ establecida en Santiago en 1862. La cifra dada para el capital invertido es abuhotlu si tx¡n¡ldernflol fuentes. 5s5 Pellegrini yAprile, op, cit., p. 562.

sÉ4 Ortega,rg8l,p. zzz.Lafábrica

596 Espejo,

op. cir., p. r38.

ssz N' 186,vol.ll9, 1826. 558 lllancpain, vol. ll, op.

ail., p, 4ttl, s0ñal[ t¡rrc tl0lnron rlr sor (i(ttllrltli$llltl thl elr"x'llrl ¡xrl lar «¡6¡ri¡i¡¡rr¡l» r¡uc dcbfrrn ptgur, l)(!ro lnlrrr¡r¡ttdrk:t, ol, rll,, ltlt, r,4 56, lrtx l¡trltt'lttlr¡t llxlIvlA ln l9l4 ¡rnlvrrtrrlotrr tlt, ltrt tlt'crtltltttlc¡ lllcttlor y tttttttk'l¡rnlt'1,

r'¡l N" l:7, vol.4';, lllt'll, rÍ," N",.t.t,r7rh,lrrlirrrlrrlt8j,vol.47,rltltilyN"4ltlt,rttlort¡ltttllotltttt'l8tl,vol,5tt,ltitJS. trlr N" ¿.1t, vol, '¡.¡, tllr¡ ¡, llrr I'lii ('rlil'r'lrr, ¡4,, rll, lt,.lt l,

CAPíIULO

y so pozos, consumía de 3.5oo a 4.ooo quintales métricos de cáscara de lingut, para becerros; un tambor para lavar pieles, zo colores y 4 pozos, y ocupaba cantidad superior a la anterior de cáscara de ulmo. De§tacaba el menor de elaboración de los becerros, comparados con las suelas, con 8 a ro

3: LOS TNDU§TRIAf,ES

DEL DEPARTAMENTO

DE VALDTVIA (18?O{9T4)

El capital social total antes de la disolución, en 19oo, era de 3oo mil pesos en la iibrica de calzado, con una producción anual de z4o mil pesos y con 90 operarios; rrn la curtiduría el capital era de r4o mil pesos, producía t.soo cueros y contaba f

con r3 operarios.567

en los pozos. Además, la curtiduría tenía máquinas automáticas para cortef otras labores, un motor, un caldero, un condensador y una bomba, todo lo qur encontraba en edificios muy bien con§truidos. Contaba con 2() a z4 operurlOl producía 4.5oo suelas y 6.ooo becerros al año' Según e§te autor, en ese toda la producción era consumida por la fábrica de calzado. RespeCto a Ia fábrica de calzado, señalaba: En una sección hay una gran variedad de moldes de hierro para cortar las medias suelas, plantillas y contrafuertes, tacos, etc, prensas para usar e§to! des, máquinas para partir, para hormar suelas, descarnar contrafuertes, €tc.

otra sección se encuentran máquinas para atornillar y para e§taquillar, para rejar las suelas y tacos, para clavar e§tos mismos, para encoflna¡ para pulir, otra sección se encuentran las maquinarias para cortar las pieles, según lor des, en otra las máquinas de aparar, y en una última se encuentra un motor do caballos.s63

Obsérvese que en casi todas las etapas de elaboración se recurría a pero sólo se habla de un motor de 6 HP, por lo que el calificativo de «fábrlCl calzadoavapor» es más bien nominal. De e§te modo, la mayoría de las máq funcionaban manualmente, al modo de una máquina de coser Singer tradic o con algún si§tema hidráulico.56a Dada [a forma de elaboración, la fábrica ría una mano de obra considerable, proporcional al volumen de la producclón, :fg+habiago operarios, a los que se les pagaba por trabajo hecho' Se fabricaba en e§te año todo tipo de calzado, a la medida, a mano y a nas, para hombres, mujeres y niños, además de calzado especial para ml campesinos. La producción oscilaba entre r8o a zoo mil pesos anuales y er¡

merciada en todo el país y en Bolivia.565 El z9 de oCtubre de rgor se disolvió la sociedad entre Luis yJosé ltuclloff, quedó con todo el activo y pasivo de la sociedad, pagando aJosé por su psrto ln firma, o7 mil pesos.566 En adelante, encontramos aJosé dedicado a la al pré§tamo de dinero y a la política.

563 l)í)rc, (lonlo

(rttg¿), p. r6.

E§tablecimiento indu§trial de los Rudloff, Isla Teja, ca. 19oo.

('orno se ve, las indu§trias de los Rudloffhabían aumentado notablemente su ca¡rilirl, considerando los valores conocidos para 1893. Es decir, en unos siete años, r,l r:l¡rital se había casi duplicado, según la escritura de disolución, ya que José ¡t,ribió por su parte lo que antes era todo el capital social, o más que triplicado, ¡i cr¡nsideramos los valores señalados en 19oo. En todo caso un crecimiento notalrk'. l)e Ia situación al año rgoo se desprende también el diferente desarrollo que llrrían los dos rubros indu§triales, claramente mucho más favorable para lafabrilrrcitin de calzado, mientras la producción de la curtiduría era bastante menor a lrr ¡¡rriralada por Pérez Canto, en 1894. Brusca caidadela curtiembre. l,)l 7 tlc agosto de rgoz se incorpora a la administración de la fábrica de calzado, rulliclnbrc y negocios anexos, el hijo mayor de Luis Rudloff, Luis zo, el que como lrctttos tlichr¡ había estado e§tudiando en Europa y Estados Unidos de América.568

564 l,l¡(!l MrrscoMutrrirrrV¡r¡ltlrrl\4rckr,tlolo(lnivursirl¡ul Atlr,llrrlrltr(lltlle,trtlVtrl(llvltl,('xldlt!lltrl5uIt! q¡ I rrru r¡rru su¡rorrrrnol corn:c¡xlrrtlcrr

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cApíTULo3:LosINDUsrRIALEsDf,LDEpARlnMENToDEvaLDtvta(t8zo-tgt4)

La buena salud de los negocios de Luis Rudloffse refleja en la cuenta corrient€ abierta en el Banco de Chile, el 3o de enero de 1903, por 6o mil pesos.56e Por otra parte, Luis Rudloffdesde 19o6 comienza a adquirir propiedades ruraIes, aCtividad en la que no había incursionado con anterioridad. Según Espejo, hacia r9o7 las indu§trias de los Rudloff ocupaban a 3oo opers' rios y tenían una producción anual de r millón de pesos.570 En e§te mismo año, 66 hizo cargo de la curtiembre Reinaldo Rudloff, otro hijo de Luis, quien había hecho e§tudios sobre la materia en Alemania. Bajo su dirección se realizaron mejorel técnicas y de maquinarias en el e§tablecimiento.sTr Según Ia sonore, hacia r9o9 la fábrica de c aLzado de los Rudlofftenía un capital de 65o mil pesos, una producción efeCtiva de r.z5o.ooo pesos, ga§tos en materlSl primas nacionales por 5oo mil pesos y en extranjeras por roo mil pesos, ocupabt 19s personas (rr4 hombres, 38 mujeres y 43 niños), pagando salarios por 109.7¿ü pesos y contaba con dos motores de 42HP.572 De lo anterior se deduce que la fábrl' ca era altamente rentable y fácilmente daba utilidades anuales por sobre el 5o* del capital invertido, eso ca§tigando ba§tante las cifras anteriores. Haciargt4,la fábrica de calzado tenía una producción diaria de 8oo pares d! zapatos, de di§tintas clases, y ocup abazTo operarios. En e§te año, los Rudloffcon' taron con nuevos terrenos adyacentes a la curtiembre, en la Isla Teja, dondo ¡a comenzaron a con§truir nuevos edificios paralafábrica de calzado. El 5 y 16 de julio de r9r3, Reinaldo Rudloffhabía comprado a Augu§to Táger y esposa, Marll Gimpel, y a Santiago Gimpel (ex-curtidor) 4 hijuelas y terreno en la Isla Tejo, pl¡ gándoles un total de roo mil pesos. E§tas mismas hijuelas y terreno fueron vendl' das por Reinaldo a su padre, el z6 de ago§to de r9r3, al mismo valor.573 Por su parte, la curtiembre se mantenía, a pesar de las dificultades. A dlfe' rencia de las otras curtidurías valdivianas, que se habían vi§to afectadas por lt baja en las exportaciones, la de los Rudloffoptaba según las circun§tancios pol la venta al exterior o la provisión alafábricade calzado familiar, por Io que pudO sortear de mejor manera las dificultades. En r9r4, reconociendo la situaciótl od. versa para el rubro, los Rudloffdecidieron crear una planta para fabricar «tttnlng de ulmo», con el fin de satisfacer sus necesidades y las de otras curtienlbrtrs. y d€ ex portarlo a Europa.5Ta El 8 de junio de tgt4, Luis Rudlofftransfería a sus hijos Luis 2", Rcinaltkr y 'l'oo.

todas sus propiedades por el valor de z5o mil pesos. Para ello los beneficiatkrs se asociaron en el mismo momento en la firma Luis Rudloff e Hijos.575 Esta f irma no prosperó ypo§teriormente se organizó otra que incluía a todos los hijos tkr [,uis Rudloff, sumándose a los anteriores Alfredo y Guillermo Rudloff. Por otro lado, José Rudloff, separado de las indu§trias familiares desde r9or, scguía dedicado a la agricultura, el prédtamo de dinero, a la política (municipal) rl«rro,

¡rarticipaba en otras indu§trias. liespeCto al pré§tamo de dinero, algunos ejemplos: el zry zz de enero de r9o3, fosé pre§taba a cinco personas un total de 8.5oo pesos. El 3 de julio de r9o8, otor¡¡rrlra mutuo a Pedro Caltelblanco por rz mil pesos. El r3 de oCtubre de 9o9, a ( lr r i [ermo Gimpel le pre§taba ro mil pesos. El 16 de ago§to de tgo, a Enrique Nuss y

It,

¡lre§taba 3o.3rz pesos.ut6 Más atrás hemos mencionado que la tienda comercial de los Rudloffpasó a nnnos de Enrique Poehler. Dicha tienda fue transformada por Enrique y su hijo A ll uro Poehler en fábrica de galletas y comercio, para Io que se asociaron el r8 de rrovicmbre de r9ro, en la firma «Enrique Poehler e Hijo». A la muerte de Enrique, ,'r, li«¡uidó la sociedad el z6 de abril de r9r3; en e§te momento teníaun aCtivo de r8z r r r i I pesos y un pasivo de r5z mil pesos, por lo que no se encontraba en buen pie. r\ r'l rr ro Poehler se hizo cargo de todo.577 l)irra seguir e§tos negocios, el z4 de mayo de r9r3, se asociaron María Rudlofl' r'. rlc Poehler, su hijo Arturo Poehler yJosé Rudloff, en la firma «Poehler y Cía.». Srr gir«r sería la fábricación de galletas, confites y otros produCtos análogos. Del lir¡rilol total de 8o.9r5,95 pesos,José puso 2o.ooo pesos, Arturo 38.7oo pesos y Mar irr cl re§to.578 De e§te modo, los intereses indu§triales de los Rudloff se proyectarorr nrás allá del calzado,la curtiembre y fabricación de tanino artificial, hacir lrl l)r(xlucción de alimentos. En el futuro, e§ta indu§tria tendría un importanl,c r rr,r'i rtt iento.

LOS ROEPKE

;\ slrrrcianza de los anteriores, los Roepke también ascendieron desde artesanos a lrrrlrrsl riales, pero e§ta familia tuvo una relación di§tinta con la aCtividad inclusIr

569 g7o

No 138, vol. I, enero-febrero, r9o3.

Espejo, op. cit., p. 139. Plá Cárceles, oP. cit., p. 413, 572 sotor,l (r9ro), ¡rp.6o-63.

I

N" 32, tz4, rz5 y 5ol, vol. lV, illl¡{)-agoslo, lgri}.

(,Iirl ('lrl i(,ul('

lrt¡is llrtntlu, ¡tlrttslt't't'r ¡r ltts t'tlrl ltlttt frts

, N" t,,,¡, vol. lll. nr¡rrzo.il¡ni(,. tgt4. ,.r¡ N"rollo,¡,vol.l,r'rrelrft,lrrt,ro,lqol:N,,¿r).vol.V.jrrliorrgoslo.rgoll;N,,:lrr¡,vol,V,sc¡rliurrrlrrcorllllrr¡, ¡,¡rrr¡, y N" t7rl. vol. lV. illlo {rl{o§lo, r()rr, ¡, N"r,.l.vol.Vl.rrovlr,lllltr,¡llclr,rttlrtr,,rIrlN",,hh.vrrl, ll.trr¡rrzotrlrril. l,¡r.1. , ll N" Jtl', vrrl. lll, rrrlyrr lillri¡r, rrlr I, ..

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523

iirl, yrr (luc con el tiempo se transformó en un negocio cadayez menos impur-

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¡rrrfr y t'ltlnrl I tll.

FABL{N ALMONACID: LA INDUSTRTAVALDTVTANA

EN §UAPOGEO

(T870-T914)

cApÍruLo

tante dentro de sus intereses y prescindible según los beneficios que produjerE, Además, los Roepke se convirtieron, así como muchos de los grandes empresarigl valdivianos, en participantes de§tacados en gran parte de los seCtores de la eCO. nomía valdiviana, especialmente en el comercio y los servicios.

La familia Roepke llega a Valdivia en 1853, compue§ta por el matrimonio da Gu§tavo Roepke y Catalina Ebers y sus hijos de escasa edad, Gu§tavo y Otto. El padre, de oficio tonelero, se dedicó a la carpintería y después fue tonelero de la fü brica de cerveza de Anwandter Hnos., con§truyendo toneles ypipas de transpOftl y neveras.sTe De sus hijos, Gu§tavo volvió a Alemania a e§tudiar la fabricación ü cervezay Otto, primero fue empleado en Valdivia del comerciante Juan fehlan{ y después, entre 1871 y 1873, e§tuvo radicado en Valparaíso trabajando para uil casa mayoriSta de comercio.sso Desde comienzos de la década de 186o, los Roepke se e§tablecieron en la CAlh Manzanito, junto al río Calle-Calle, donde e§tablecieron la sede de sus negoclgl EI rr de diciembre de 1862, Eduardo Ebers, seguramente el suegro, vende a

Gul'

tavo Roepke sitio y casa en ese lugar.581 Anteriormente habían residido en CSlh Carampangue, en las inmediaciones de la propiedad anterior. Además, el fl¡90 había concedido una hijuela a Gu§tavo Roepke en el sector de Angachilla, la vendería po§teriormente, el zo de noviembre de 1875, a Guillermo Mertens.§8| Hacia mediados de la décad a de r87o, Gu§tavo y Gu§tavo z" Roepke tenlan blecida una fábrica de cerveza, además de dedicarse a la tonelería y el Ya flrmaban de hecho como «Gu§tavo Roepke e Hijos»: hay un mutuo del r¡ septiembre de 1878, de Gu§tavo Roepke e Hijos con Federico Schmidt, por 1.5oo pesos.583 Por su parte, Otto había vuelto de Valparaíso, pasando a t empleado delaCia.Indu§trial de Valdivia ha§ta 1882, cuando se integrarfa I empresa familiar: el 5 de junio de 1879 hay poder de Eduardo Prochelle, gerentl Ia Cía. Indu§trial de Valdivia, a varios empleados, entre ellos Otto Roepke, que lo representaran en Ia Aduana.ssa Hacia 1884 la sociedad e§taba en vías de formalizarse legalmente. En kla

anteriores habían recibido pré§tamos de dinero de Federico Schmidt y' Fritz, ambos curtidores. El zr de ago§to de 1884 «pagaban» a Teófilo Fritz (el al disolver su sociedad con Schmidt, el zr de enero de fizg,había quedado dueño de dicha deuda), r3.5oo pésos. El mismo día tomaban otro crédito con

3:

Los TNDUsTRIAf,Es

El 16 de diciembre de 1884 se protocolizó la sociedad «Gustavo Roepke e Hijos», irrtegrada por Gu§tavo, Gu§tavo zo y Otto Roepke. Sus giros eran la fabricación y venta de cerveza, tonelería, compraventa de mercaderías, comisiones, consigrraciones y otros. Tenía un capital de gg.g73,rg pesos, de los que correspondían al ¡radre 19.oor,6r pesos, a Gu§tavo zo r7.g45,84 pesos y a Otto, 18.6rg,7o pesos. El ca¡ril.al consi§tía en dos sitios y edificios en calle Manzanito, uno de los cuales daba rrl río, en exi§tencias de cerveza, toneles, mercaderías y créditos por cobrar, etc. l,r¡s socios dejaban e§tablecido que se comprometían a dedicarse exclusivamente ir ¿rtender los negocios sociales.586 l,a sociedad aproyechaba todos los conocimientos y experiencias de los Roepke; rrr ra fábricar cerveza se contaba con los conocimientos de Gustavo zo y las obser¡ v¡rciones de Gu§tavo en la fábrica de los Anwandter Hnos.; parala tonelería estaba r,l oficio y el pre§tigio ganado por el padre; y para los negocios comerciales, Otto rr¡rurtaba sus mejores conocimientos y contaCtos. lil r9 de oCtubre de 1885, la sociedad autorizaba a unos comerciantes de Santia) A( l)ara que inscribiera su marca de fábrica para cerveza.5!7 I)ara resolver su demanda de algunos insumos para sus negocios, la sociedad lrrrrrpró a Eusebio González y Gustavo Manns, el 14 de enero de 1886, el fundo llrrirpe Grande, a orillas del estero San Ramón, en Cabo Blanco, en 6.ooo pesos. f!1¡is l.arde, el 3o de enero de 1893, compró a Oettinger Hnos. parte del fundo Var¡urrría, en Cabo Blanco, en S.4oo pesos.588 lil compromiso señalado en la escritura de la sociedad, de dedicarse exclusivarrrcrrl.c a los negocios sociales, alparecer no excluía ser socio capitalista en otras ¡rr'l ividades, ya que Otto aparece desde 1888 participando en otra sociedad, conslllr¡irla el 7 de septiembre de 1888 en Nueva Imperial, llamada «Enrique Valck y ('Íir.r, junto a Enrique y Fernando Valck, dedicada al comercio, molino y destih'¡'íir. lil rr de diciembre de 1889, Otto autorizaba a Enrique Valck para que kr rr'¡rrtrscntara en ella. Finalmente, se retiraría de ella el ro de noviembre de 1894, r t'r'onot:iendo los otros socios una cuota dentro de la sociedad de 5o.5oo pesos, la r¡ur, lc 1lt¡¡arían a plazo.stn f,il r1¡, dr: marzo de 1892, Gu$tavo Roepke se salía de la sociedad, quedando los rrrgrrcios a cargo de sus hijos, siguiendo con la misma razón social. La situación

eran el mismo.

58r N"r38,r9deenerode1863,vol. zl, t{J59-l86ll, s82 Nu 26r, vol.38, l{176. 5{t3

Nu 2()7,

vol. 4r, rt17tl, tlt79.

ñtl4 N" r46, vol.4r,

RP.

IiNSI);yl'lm¡rrcso¡tcriotlfrlllt'rt('hlh,op,r:11,,

VALDrvra (r8zo-r9t4)

f ilo Fritz, por ro mil pesos, a pagar en dos años, por el que hipotecaban su propierlad en calle Manzanito.585

579 Blancpain,vol.ll,op,cit.,p.4og,confundeaGu§tavopadreconclhiiodcltnisnronttntlrrtr,t:rcyend0 58o DatosfamiliaresenElCorreodeValdivia,n-rz-t925,

DEL DEpAETAMENTo DD

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V,,1.

¡,), ¡tt¡¡.

.,\h N,' ,1t7, hl(m, ,lii N" t.ll, vol. ¡,o, rllllS, ¡{ll N" i y 4,t, vol, f,.1, tt.ll,l(r¡ y N,,Z.t, v01,7¡, tl,I, t, ,x'r

N" /'/H, vrll, fro, rlllirl: y N" lr¿, vol,7fr, rllr,,l,

FABIÁN ALMONACID: LA TNDUSlRIAVALDIVIANA

r,^t,ltut,lrl¡,0ñtNtlr§1'nl^¡,rl§1,[¡,l,tiIA[1^MfNll,l,lvAl,olvl^(l87or9¡4)

EN SU APOGBO (187O-T914)

212

lt.itlcs, en Cabo Blanco, además de edificios, exi§tencias de los giros y créditos

regularizó el r3 de diciembre de 1893, cuando se disolvió la sociedad, recgn6. ciendo los hijos al padre, una participación de 44.947,58 pesos, por lo que le dl rían una renta vitalicia de 2oo pesos mensuales.5eo La participación reconocidg

I

padre correspondía a más del doble de la que tenía en 1884.

liurtl

se

¡

r,

rt' r:r)brar.5el

l,lr r'tnica diferencia de la nueva sociedad con los giros explícitos de Ia anterior era la compraventa de bienes raíces, lo que es interesante ya que indica la t ura de los Roepke a todos los buenos negocios exi§tentes. En e§te sentido, la ¡rp(,t ,iot.ic(lad era un abanico de posibilidades, con un sentido del beneficio capitali§ta

A pesar de e§to, los Roepke no se dedicaron direCtamente al {,olucrcio de tierras, a diferencia de muchOs otros empresarios, aunque manturrrrry «lcsarrollado.

v

k'l'on e§trecho contaCto con esos negocios a través del pré§tamo de dinero, como

más adelante. Aunque los intereses de los Roepke eran variados tenían unlt l)cqueña limitación; les atraían principalmente los negocios urbanos, conlr,rrlri'rndose en la indu§tria, el comercio y los servicios. l,irr cl cambio de siglo, Roepke Hermanos era una de las sociedades más imporl ¡r nl cs clel departamento valdiviano, Io que se expresaba en el pré§tamo de dinerl|. lil 13 de febrero de 1899 le pre§taban a carlos Ribbeck, comerciante,5 mil pe,ios. l,ll zr de ago§to de 1899, a Federico Helle, de§tilador, ro mil pesos. Por su parte' r,l I r, «lg febrero de rgoo, otto Roepke le otorgaba mutuo aJoaquina García, por 4 ¡1, v(!rá

fxfsos.El 8de julio detgoz,lasociedadlepre§tabaaAlbertoManzanorzmil 12 mil pesos. EI Il,sos. Iil 14 de ago§to de rgoz,otto a carlos Bulling, comerciante, ro rkr fbbrero de rgo3, Roepke Hnos. a Fernando ohde, curtidor, 10 mil pesos oro, rrl r.iurrllio de r8 peniques por peso, apagar en letras sobre Hamburgo al cambio rft, r,¡, rnurcos. El ro de noviembre de r9o3, Otto a Dolores Alvarado, 5 mil pesos.se2 frrr csa misma época, Otto comienzaa dedicarse al rubro de los seguros, en el f r¡rrr, lcndría de§tacada participación. El Z de oCtubre de 1899, daba autorización rr ll ir,irr«lo Piwonka, de Santiago, para que firmara escritura de una compañÍa d0

flrl

hr,Hil r'os

Rodolfo Knittel: Cervecería Guslavo Roepke e Hijos, Valdivia, r89o.

Et rS de diciembre de 1893, GuStavo zo y Otto formaron la sociedad «Roepktr manos», parala elaboración y venta de cerveza, tonelería, compraventa do

caderías y bienes raíces, comisiones, consignaciones y otros. El capital srrchl había incrementado en cinco veces respedto al de 1884, llegando a 252.3(lq,ll¿ sos, de los que L25.2gt,82 pesos eran de Gu§tavo 20 y 127.118 pes
59o

(itltllttvo lkrr'¡lkl lirlhlki n lrrf l¡ rt tI' ttovlt,tttlrtt' tlt' tli,r) y'li'ñl llllllrllo ¡ll lilrnl vrll, llr

N,,2(.)9, v¡1, (¡[,¡,0n¡ro-1bril, rlt92: y N" 4r(), vr)1.71¡, rllq.¡, lr('rlt'tit'rl

rlr rrrrrrzo rlc rttqlt. (lcrl ificrrrlo lir¡ rllllr'¡rlrlt', lllqu.

trl I

rlc rk,h¡¡tcirir rlt,l

que se crearía y lo representara como accioni§ta.se3

'l'¡rnlo Otto como Gu§tavo aparccen a comienzos del siglo XX invirtiendo en r¡rri¡¡s ¿rtll.ividades. Fuera de las señaladas, Otto -como hemos dicho- se hizo acr.tolrislt de la Cía. Cervecera de Valdivia y ambos hermanos participaron en un¿l atr'ir,rlir«l. indu§trial de La Unión, creada en 1905 en Santiago.sea lll r(r rlc cnero de 1906, los hermanos Roepke deciden disolver la sociedad co-

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icicm bro, tqo3. vr rl. I l. jrr I i0-0go§l 0, rt¡oz; N,, zotl, vol. l, enero-lebrero, rgog; y No 5+, vol. VI, noviembre-d N" rl{f', vol. ll, iulio-tlit:icrntrrc, rt}99' ltl rr r¡,¡rll¡lrr¡ rlc rr¡o5, Ollo y (iusltrvo su ¡tdhiricron a lt sot:ic«l¿d ttnt'rnima lntlt¡¡ilrius Illrirlrrs tlo l,rt

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l¡tr¡tr,l¡r,llrr,¡,'¡r¡*,yrq.7,v¡l.V,ro¡tllutrrlrtr

y Sttr,lrt,t y St ltwtttrzcttlx'rg,

r(,ll I(xt. lil tltlllttr¡ rlftr Ollo

rx'lltllp,rrl¡r., Nolr,rr¡,rlorntr't¡lrtlirrttt¡tllilttllt'tlltt¡tx'l¡tl¡lrl,

FABIÁN ALMONACIDi LA INDUSIRIAVALDTVIANA

cAPlTUf,o

DN SUAPOGEO (187o-T914)

215

214

mún y variar el rumbo de los negocios. El cambio principalmente se producl Ia decisión de cerrar la cervecería, dada la creciente competencia local y en ese rubro.ses Otto Roepke asumía todo el aCtivo ypasivo de la sociedad, el fundo Huape Grande. Entre los aCtivos de la sociedad se contaban 17 des urbanas. Por su parte en la sociedad, Otto pagaria a Gu§tavo zzo mil De dicha cantidad, Gu§tavo se daba por recibido de S.roo pesos, valor del señalado; de z.ooo pesos, valor de las acciones de la sociedad de La Uniónl f 6.718,89 pesos en dinero efectivo. El re§to, zo6.o8r,u pesos, se los pagaríaen ro efeCtivo en la forma siguiente: ro6.18r,rr pesos al firmarse la escritura, el en fecha próxima, y roo.ooo pesos en un plazo indefinido, previo aviso de un por lo que le daría además un interés anualde 87o.5e6 Además, una mue§tra de la capacidad empresarial de los Roepke, en la lución se e§tablecía que Otto daría zo mil pesos en acciones de la sociedad pensaba formar para explotar un e§tablecimiento de galvanización, según proposiciones hechas a la sociedad por Gu§tavo Oehninger de \/alparafeo. se obligaba a procurar la formación de dicha sociedad, pero el compromiso

comercio al detalle. La fabricación de baldes y productos galvanizados, ñ¡,¡{uramente, tenía un nivel artesanal, surgida de las necesidades comerciales Ir iir y el

rh'lcctadas.

niario cesaba si no prosperaba la sociedad. Por otra parte, se e§tablecía que si Gu§tavo decidía vender el fundo Grande, debía preferir a su hermano ante ofertas similares en precio. Como se aprecia, en 13 años de exi§tencia la sociedad Roepke Unos. h¿bfi plicado su capital, sin considerar que muchos bienes, como el fundo dado t tavo, recibieron un valor muy inferior al real. Otto Roepke, continuador de los negocios familiares, se asoció inmed te con su yerno, Arturo Weller, el r9 de enero de 19o6, en la sociedad « Cía.», con el fin de continuar los negocios de la extinguida sociedad, en guientes giros; agencia de vapores y seguros, despacho de buques y comisiones y consignaciones, fabricación de baldes y galvanización de compraventa de mercaderías. El capital de la sociedad era de 3oo mil pesol, tados totalmente por Otto Roepke, en bienes raíces, maquinarias, útileo y res, embarcaciones, créditos por cobrar y dinero efectivo. Weller se como socio indu§trial, aportando su trabajo con dedicación exclusivar un sueldo anual de 6 mil pesos y el ro% de las utilidades. Por el contrarlo, podía admini§trar por sí solo la sociedad y dedicarse a otros ne¡locios.ós7 A e§tas alturas, los intereses de Otto Roepke e§taban principalmentc transporte y comercio marítimo y los seguros y, secundariamente, en lc t

l§ti l')l(hrnnilrVahllvlu,t¿dr:dlt:iort¡llnrdctr¡r5,llNSl',uri'luhrt¡trclnlk¡ttltlnr:lórtrlolur:rrrvocntl¡tffi tr¡u rlzótt.

i(rfr

N,'74, vol. l, i,¡J? N" r,l, /rrdrr,,

rl¡ro

li,llro¡o, r¡o6.

Cervecería Gu§tavo Roepke e Hijos, barrio Manzanito, ca. 189o.

A ¡rlsirr de lo señalado en la disolución de Roepke Hnos., Otto no organizó una cocir.rl¡xl por acciones para desarrollar la indu§tria de la galvanización. Por el lorrl tirrio, fue Gu§tavo Roepke asociado conJuan Fuchslocher, hojalatero, el que ltr,ri r'l 3 de febrero de 19o6 la sociedad «Roepke y Fuchslocher», para in§talar tur¡r liilrrica de galvanización de fierro y otros en Valdivia. El capital era de 8o mil ¡t,nur, ¡rrrc§tos por Gu§tavo. El otro aportaba su trabajo. La dirección comercial sor f¡r rkr lkrcpke y la técnica de Fuchslocher, por lo que recibiría 4oo pesos mennurrf(,§ y ri t5% de las utilidades. Como el conocimiento lo tenía Fuchslocher, é§te i! ('{»nl)rornot,fa a que si terminaba la sociedad pondría al corriente de Roepke, o

capíTULo3:LosTNDUSTRTAf,ESDELDDpaBTAMDNToDEvALDIvn(r8?ojgr4)

rcBtÁ\ a! voNAc¡D: t.A tNDUsrRrA vALDtvtAN{ t\ su apocEo (¡870_t9t4) 216

quien e§te nombrare, de los procedimientos de galvanizacíón.'e8 El r+ de oCtubre de rgoT se amplió el capital de la sociedad, con el ingreso a elh de Otto Roepke. El capital quedó en zoo mil pesos, pue§to en partes iguales por a

los Roepke. E§taba compue§to de propiedades en calle Las Mercedes, antes Man' zanito, junto al río Calle-Calle, maquinarias exi§tentes y dinero.see

En las dos sociedades creadas por los hermanos Roepke, estos aparecen como socios capitali§tas, asociados con sujetos que poseían los conocimientos técnicos de los giros a ejecutar. De e§te modo, aunque en distintos campos, el comportarniento de los hermanos era similar.

Fuchslocher no era un hojalatero cualquiera, ya que inmediatamente viajó t Inglaterra yAlemania, pararealizar e§tudios sobre la indu§tria de galvanización y adquirir las maquinarias más modernas para ese propósito.600

:$

{

Muelle de Roepke Hnos. Al fondo, la Cervecería de Anwandter Hnos. y Cía., ca. r9oo.

ll.s¡rcCto a lo adeudado por Otto a Gustavo, el r de marzo de 19o6 el segundo la deuda de roo mil pesos. En la misma fecha, Gustavo eximía a otto del ¡Ir¡¡o cle las zo mil acciones, ya que había establecido sociedad por su cuenta. ( lu§l ovo pensaba dar parte de este dinero a su hijo, víctor Roepke, al que le había ¡rlorncl,ido el 16 de febrero de 19o6, dar 8o mil pesos para adquirir junto a Guillerr¡¡0 Mcrtens una casa comercial. Si embargo, el resultado fue otro: el 3r de marzo rI' rr)r»(r, Gu§tavo Roepke y Guillermo Mertens, como socios capitalistas, y otto liclurrirll,, c«lmo socio indu§trial, crearon «Mertens, Roepke y cía.», para dedicarr¡¡' rr lit c«rr¡lpraven(,a dc mercadcrfas, importación y exportación y cornisioncs. lil r'.r¡rilol crt tlc 2«ro rnil ptrsos, ¡rrrullos cn parl,us i¡¡ualcs por lklcpkc y Mert.cns. r'¿urt:cló

Rodolfo Knittel: Agencia de Vapores de Roepke Hermanos, Valdivia, r89ll (en Valdivia Antes del Gran Incendio, t918-tgog, \ aldivia r9r3).

EI paso dado por los Roepke fue novedoso a nivel nacional, ya que con$l.ittt la primera indu§tria de e§te tipo en Chile, compitiendo favorablemcnl.e por chos años con los produCtos importados.

598

N" t6,t, íde m.

599 N" 45, r4 rlc otll ulrru tlo rr¡o7, ll(1, t9o7. ll(x r «lirrlrri¡¡r(irrlvrrrriz¡rrlgrrr rl¡lllr,¡,1.¡r[,Vrrfilvlrr,,l]Slr.¡riloXXVlll,N"¡,,

llltt'¿o,tr¡o, l)l],r.lt

t4tr,

rn$

tttit'ttlr¿ts Scllrr¡itll. sólo t¡trlrlullu srr lruhnio. l)cnl.r«¡ tlc llls ¡rc:r¡crrkls socialcs. se r'¡ilitlllct:i11 lrt ¡rroltillit:ir'lrt tt los rocior rk,¡rnrlici¡lur urr cs¡lct:rrltr:iorrcs rtl rcvitlrts y

FABIÁN ALMONACID: LAINDU§IRIAVALDTVIANA

CAPíTULO 3: LOS ¡NDU§TRIALDS DDL DEPARTAMENTO

EN SÚ APOGEO

DE VALDIYIA G870-T9T4)

219

pre§tar dinero de la sociedad.6or La sociedad comercial creadapor Gu§tavo Roepke prosperó rápidamente. El social a 5oo mil pesos, de los que h 3o de noviembre de rgro se ampliá el capital mitad correspondían a Gu§tavo.602 torno al De edte *ádo, lo, negocios de los Roepke giraron principalmente en un pro' vender permitía La indu§tria que poseían, en e§te sentido, les

Otto Roepke es un buen ejemplo del tránsito de los intereses empresariales de rnuchos importantes capitali§tas valdivianos al comercio. Formado en el comer-

comercio.

cio valdiyiano y de Valparaíso, pasó después a los variados negocios familiares, rlonde Ia indu§tria fue por algunos años la aCtividad principal, terminando prinr:ipalmente vinculado al comercio y los servicios. Fuera de la sociedad Roepke y 0ía., que continuó progresando, desde rgrz lo encontramos invirtiendo en la so-

duCto que tenía una gran demanda. por Ju parte, Otto Roepke, además de participar en las sociedades señalad61 Tal como se ob' fue por e§tos años uno de los principales pre§tami§tas de dinero. el cuadro N" 8, sólo entre 1go8 y r9r3, pre§tó a diferentes personas unol

tlt

,.r*

zt4 milpesos, sin contar los dineros que pre§tó a otros, que mencionamos mll fueron r9O9 adelantá. Se aprecia que los años más importantes de e§ta aCtividad se explicrD que seguramente mutuos, dos hay sólo y r9ro. En los anos siguientes rqrz' hacia Otto realizadapot por la fuerte inversión comercial

".,

CUADRO NO 8

Plazo (meses)

lntoró. a

I

Max Krajinski Donotilo Henríquez

7-1-19o8

5.OOO

36

?

6-5-19o9

7.OOO

t2

9

Honorato Mellado

?

8-519o9

1.OOO

12

to

Pablo Ziska

Comerciante

29-5-1909

4.OOO

6

tl

Carlos Bartsch

Indu§trial

3-8-19o9

20.ooo

24

to

Cdo. Pza. De los Reyes

Abogado

4-ro-1909

8.ooo

24

t0

carlos Pabst

Indu§trial

24-11-r9O9

20.ooo

24

l0

AníbalGotzáiez

Comerciante

29-rr-r9o9

4.OOO

12

l0

Comerciante

10-12-r9O9

10.ooo

12

IO

JorgeUrzíta Juan Korsholm David Crear

Comerciante

27-r2-19O9

12.OOO

24

t0

Comerciante

31-12-19O9

3.OOO

12

¡o

Juan Korsholm

Comerciante

1O-1-1910

4.OOO

24

l0

María Meyer

?

t2-2-1910

15.OOO

t2

lo

Alberto Manzano

Comerciante

10-3-1910

20.ooo

24

l0

Gera¡do Ríos

Notario

r2-3-191O

8.ooo

24

tl

Tránsito Irigoyen Praxedes Corvalán

?.

24-8-1910

24,142,8O

24

g

?

3-1r-1910

10.ooo

36

ll,

Pedro zo Ruiz

?

15-12-1910

3.OOO

Club de La Unión

Servicios

10-3-191r

3O.OOO

Carlos Fritz

Comerciante

31-3-1913

6.ooo

Fuente:EscrittfasPúblicas, Notaría

(r¡r (ror

de

urtqr¡ fir[r¡r9, ¡t¡o6¡ y N" t y t(r',t,, vol. I l, tttntzo rrlltll, N,,;¡;¡r. vol. Vl, llovlctttllrtt rlick'ttllrtt', l,,ttr

N,, :rr5, v6l. I,

24

l0

indcll

lo

tl

ltl

valdivia, r9o8-rgre, cBltV' lndel'.=indefinitlo.

rr¡o6.

a Ia compraventa de mercaderías nacionales y extranjeras. El z6 de mayo de reformó, saliendo Klempau y entrando Santiago Schüler en su lrrcmplazo. El capital se aumentó a 75 mil pesos y siguió en los mismos giros.603 (lon e§tos integrantes se mantuvo hañatgtz, cuando tras la muerte de Santiago Sclrüler, de§tacado indu§trial, Otto Roepke entraría en su reemplazo. rgo5 Ia sociedad se

lin e§te momento la sociedad comercial se encontraba en plena expansión. El tlc septiembre de Lg:a, al crearse la nueva sociedad F. Car§tens y Cía., elcapital sr¡lrió a 404l19,67 pesos, de los que 2oo.ooo pesos fueron puestos por Roepke, r,r dinero efeCtivo. La sociedad tenía su casa matriz en Valdivia y sedes en Osorrro y Temuco. El giro seguía siendo la compraventa de mercaderías nacionales y r,xlranjeras. La nueva sociedad sería admini§trada por We§termeyer y Car§tens, r¡rrtrdando Roepke liberado de esa obligación. Por e§tarazót,las utilidades se re¡xrrlirían en un 80% para los dos primeros y unzo%para Roepke.60a Nuevamente, al igual que en las sociedades anteriores, Roepke se mantenía ('or¡ro socio capitali§ta. Asimismo, e*avez se asociaba con dos importantes corrrcrciantes, que conocían el rubro y tenían excelentes contaCtos: Car§tens, por r,icrnplo, residía en Hamburgo, donde tenía una sociedad comercial que realizaba lrrs r:«lmpras que su homónima vendía en la región. I lircia r9r4, la casa comercial principal de Otto Roepke, Roepke y Cía., era agenlc rlc compañías marítimas, comisioni§ta, aseguradora y despachadora de bur¡rrcs. Ilepresentaba a importantes navieras como; Royal Rail Line, Pacific Steam Nrrvi¡lation Co., Cía. Sudamericana de Vapores y New York and South American Lirrc, y pre§taba servicios navieros a W.R. Grace y Cía. En el campo de los seguros, cran agentes de Northern Fire Insurance Co., de Union Assurance Society, rll Yrrrkshire, de Chilena Consolidada, de Alianza Chilena, de La América, de La ('r,¡¡lr¿rl y dc Nueva España, de Valparaíso, y de La Alemana, de Santiago. La casa lor rl¿rh¿r con sus propias embarcaciones (tres remolcadores y r5 lanchas), con asÍtit,

pnÉsronos coNcEDrDos PoR orro Rof,PKE, r9o8-r9r3 Beneficiario

r:iedad comercial «F. Car§tens y Cía»>. F. Car§tens y Cía. exi§tía desde el + de mayo de 1901, compue§ta por Pablo Klem¡rau, Federico Car§tens yJuan We§termeyer, con capital de 4o mil pesos y dedica-

r"'t N".lrlt{.vol.l.r,rrrlolrrrrlo.l¡Jo¡lyN"tolylr.l.vrrl.lll,nrrryolrrlkr.rgoS. r,r' I N" .lN, vol, V, rn¡rl lrrrrlrro f){'|1 ltllt ts. tur ¡,

FAB1ÁN ALMONACID: LA TNDUSTRTAVAf,DIVTANAEN §U APOGEO (187O-T9}4)

cApíTUf,o3:LosrNDü§TRTaLEsDELDEpARTAMENToDEvALDTyIA(rgzo-r914)

lleros propios y bodegas.605 Por lo anterior, queda claro que Roepke y cía. se habh especializado en pre§tar servicios para el transporte y comercio marítimo. Dl este modo, se entiende que por otro lado Otto Roepke invirtiera en F. Car§tentf Cia., dedicada a la importación y comercio de mercaderías.

:#,M

ii:.,

.!ülitg

!¡{ll

Tienda de Mertens, Roepke y Cía', Valdivia, ca. r9r5'

Corno hemos señalado, Gu§tavo y Otto mantuvieron su vínculo con la i a través de la fábrica de galvanización de «Roepke y Fuchslocher». EI ne¡¡oclo duvo ba§tante bien por algún tiempo. Según Ia sopora, hacia r9o9 la fábrleg vanizadoratenía un capital efeCtivo de 35o mil pesos (25 mil en propiecluder, en máquinas y r75 mil en el giro); tenía una producción efeCtiva c¡utt a 1.12o.ooo pesos; un ga§to en materias primas de 84o mil pesos, dcl qtte 750 pesos era insumos importados; ocupaba r5o hombres, a los quc pagubu ralc por 135 mil pesos; y utilizaba 5 motores de 45 Hllr'0t'

mil

En e§te momento, si consideramos el valor de su producción efectiva, lafábrica c§taba entre las principales de la provincia de valdivia (incluyendo el departarrrcnto de La unión). Incluso si se la compara con sectores industriales completos, srr producción era significativa: por ejemplo, en r9o9, los 5r aserraderos existentes ln la provincia de valdivia tenían una producción efectiva de r.5o4.16o pesos, los r(r molinos una de zt7r.oo6 pesos ylos 4 astilleros una de r.44o.ooo pesos.607 según el Boletín de la sorore, tras una visita realizada en abril de r9ro, la inrlr¡stria tenía una amplia acogida en el país. señalaba que en 9o7 había tenido v(f ntas por 3zo mil pesos, en r9o8 por +T mil pesos y en t9o9 por 849 mil pesos, ¡rl cambio de r8 peniques por peso. sus productos eran vendidos en todo el país, cs¡recialmente en santiago, valparaíso y en el sur de chile. Esto, según la misma li¡cnte, ya que la calidad del fierro galvanizado por la fábrica era superior al im¡rortado y a un menor precio.6o8 l,a indu§tria trabajaba sobre la base del fierro laminado importado de Inglal('rra y de zinc traído de Alemania, de allí el alto costo de las materias primas u'iralado en la fuente anterior. Las piezas de fierro eran desoxidadas en baños de ¡icirlo sulfúrico, adquirido en Guayacán, coquimbo, para después recibir un baño rkr sal amoniaco, quedando el fierro en condiciones de ser galvanizado, mediante r¡rr lraño de zinc.unavez completado el proceso de galvanización, en diversas rrriít¡uinas se procedía al acanalado del fierro en distintas dimensiones, según l r rran para techos o para muros. Había también una máquina que elaboraba pierrs ¡lara forrar exteriores de edificios, dándoles formas decorativas, las que con el llr,rrr¡ro caraüerizaron las construcciones del sur de Chile.60e A pesar de todas las auspiciosas descripciones, la industria galvanizadora terurin«i en r9r3. ¿Qué pasó? Los mismos datos señalados nos ayudan a comprender ¡slc hecho. Por una parte, la industria era altamente dependiente de las materlrrs ¡rrimas importadas, lo que indica que cualquier variación en los precios de eros ¡rroductos la pudo afeú,ar. Por otra parte, los resultados del negocio no eran lrrry rcntables, si se considera que a pesar de que la producción efectiva llegó a r, r ],o.ooo pesos en r9o9, las entradas sólo fueron de 8+g mil pesos, lo que señala r¡uc lt indu§tria tenía una capacidad de producción superior a la demanda del ¡irr.rr:¿rtlo nacional, quedándose con un excedente considerable. Esto era más grav¡' si sc t.oma en cuenta que sumados los gastos en materias primas y salarios, la lálrricir l.uvo egresos por g7E mil pesos en r9o9, por lo tanto, una pérdida cercana u krr rz5mil pesos. Inclusosinpérdida,elaltogastoenmateriasprimasysalarios

¡ filnt, hrrl l!Slr (t,Ir)). tn 6o5 l)r

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"('rn¡lkr llcnr.lr¡ur l'rilrlk.l N,, lllT

('or¡lorrclón (,rtllrrr Munlelprl V¡tdlvt,

cApíTULo 3: Los tNDUsrRrALDs

no auspiciaba una rentabilidad elevada, a no ser que la demanda del nacional fuera excepcionalmente alta. De e§te modo, la fábrica galvani Roepke y Fuchslocher e§taba de§tinada al fracaso. según Blancpain, la balr precios de los productos similares importados provocó la ruina de la La sociedad sabía que para sobrevivir debía reducir los co§tos de bajando los ga§tos en materias primas. Ya en r9ro, al momento de la vlfltl

hemos mencionado, la sociedad tenía planes para in§talar en la fábrica Unl quina refinad orade zinc,con el fin de poder obtener el mineral en Chile, I¡t *o-"nto había ofertas a la sociedad para la venta de minas de zln€¡ "n "r, no se concretó. No sabemos las razones. Por otra parte, el fracaso de lol Hornos de Corral, fábrica siderúrgica e§tablecida en Valdivia, que sólo

DEL DEPARTAMENTo DE vaf,

D[vra (i87o-r914)

Iif'eCtivamente, Fuchslocher creó el z8 de marzo de rgr4,en Valparaíso, la socie-

Fuchslocher, Harche y Cia.,para seguir con el giro. De ella no tenemos más lrrlirrmación. Finalmente, el zo de abril de rgt4,laventa se realizó en las condilioncs señaladas el año anterior: 34 mil pesos por las máquinas y útiles, y 8 mil rl¡r«l

¡rr,sos

por los materiales.6la

terminaba la tradición industrial de los Roepke, quienes habían estado forrrr¡ilrdo su mayor fortuna en el comercio ylos servicios. Una muestra de la riqueza ,rl.irrrzadapor Gu§tavo Roepke: el 6 de febrero deryr4daba anticipo de herencia a rrrrs lr ijos Roepke Teichelmann (la verdad es que es una protocolización de dineros orrllcgados con anterioridad); a Emilia 57 mil pesos, a Otto 9g.2o6,33 pesos, a la Así

¡rrccsión de Else 98.2o6,33 pesos y a VíCtor Roepke ro mil pesos.615

junio de r9rr, manteniéndoseparalizadaha§ta 19z6' entre a Ia posibilidad de la sociedad de obtener localmente el artículo que le enero de rgro y

más oneroso.611 Como anticipo del cierre de la indu§tri a, el z1de enero de r9r3, Roepko y locher vendieron a los señores Ichode y Hansen, r lancha a vapor y 3 lant carga, en 13 mil y 3 mil pesos, respectivamente. Por ese momento, el ro dl I ro de r9r3, Gu§tavo nombró como su representante en la sociedad a sU h{É Roepke Teichelmann. El 8 de octubre de r9r3 Ia sociedad se disuelve, q corno liquidador de ella otto Roepke, dejando de tener ingerencia en loc ese día los socios Gu§tavo Roepke yJuan Fuchslocher'6r2 El r3 de diciembre de r9r3, Otto Roepke como liquidador prometía vend€t Fuchslocher, todas las máquinas y útiles de la fábrica de galvanización, 6n

a

partiráe

tambores de ácido sulfúrico, de7:lzíkilos de peso,0la vacíos a 3o pesos cada uno y r8 barricas de sl¡l tñ tambores oro cada kilo, 90 todo pue§to en Valparaíso' El pago sorlr barrica, cada co, aro4pesos oro de la sociedad anónima que Iluchi las acciones garantía años, dando como pagaría en 3 años, tlondo Fuchslocher no ocurría, proyeCtaba formar-Si eso

pesos, además de r4

r,os scsÜr,nn

firrnilia schüler es una de las más destacadas ypermanentes protagonistas en irrtlu§tria valdiviana, más allá de nuestro período de estudio. Ya hemos dado *lgrrrras referencias de ellos, especialmente en la parte dedicada en elcapitulo z a lor r:rr rtidurías y de§tilerías. A su llegada a Chile, la familia se estableció en Osorno y después pasó a Valrliviir, en 186r. De ella sobresalieron en Valdivia, los hermanos Jorge, Santiago y I trlirlue Schüler.6r6 In

lrr

oCtubre de 1869, Jorge Schüler se asociaba con Alberto Haverbeck, forIr¡rrrrk¡ la sociedad «Schüler y Haverbeck», para dedicarse al ramo de carnicería. l",l 4 de

\ii cir¡rital

era de z mil pesos, de los que Schüler puso mil pesos en dinero y Halrcck, 7oo pesos en dinero y un terreno en calle Los Canelos, en la ciudad de Virlrlivia, avaluado en 3oo pesos. La sociedad se disolvió el 4 de diciembre de ú74, r¡trltLindose Schüler con los activos ypasivos de ella. El capital social había crecit¡,1

rrolrlriamente en apenas cinco años, recibiendo Haverbeck por su parte r4 mil dentro de un año,617 f.i ¡4c schüler seguiría dedicado al rubro cárnico en los años siguientes. para el rl¡'ti¡rlnrllo de esa actividad era vital adquirir buenas tierras cerca de la ciudad de t'¿rhlivi¿, por lo que el 3 de noviembre de 1875 compró a Santiago Koch la chacra llirrllroscopiú y acciones y derechos en el fundo San Antonio, ambos en Angarhr

da y flanza por la compra.613

lrr,rios, ir pagar en cuotas

vol. 1I, op. cit., p. 4o9' Almonacid(r995).PP.76-80. 6tz N" ztoy z97,vol. I, enero-febrero, r9r3; y N' 289, vol. V, septiembre-octubrtl, t9t3. lk'ltlultkl gusto Hansen se habían asociado el r9 de diciembre de r9rz, No 4zo, vol. Vl, novictnhrtr-tllt'lrtttltftr { ntt prtt|l iira. ", la construcción de embarcaciones, fletes y otros, con capital dc z4 ntil ¡toror, consi§tente en lanchas, un vapor, herramientas y útiles.

6ro Blancpain,

6r

lasvenrlidusurunlOtlrslrtsttttir¡ttittnxylilllBlqtl! Iábrica,quescgúnlaso¡oÍ^,enlgog,fucnl.cyacitrtliI,vrtlltntSottlil¡rrtstts,t'ltrrttlrttlttortrlnltyllt ('dl rl llllnl t. r ¡ln lI, t I llrt*r paro Irrrt:ltskxrh0r. S0 lc vr¡nclerf¿n: 4 nr0l orcs olótll rit:0s, 1¡ lrtírt¡tt i tttts ¡rrt t1l i¡y¡ttt¡r y cullgrÍli, ¡ l.rlndro, r rnr'rt¡trinir l)trrfl ull ilrrr, r rk'*l llrtrlrr ¡rrtrtt iclrlrt' t ¡rt'r'ttritt t'ltlIu d: I

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N"4oz,vol.VI,noviembre-diciembre,rgt3.Si

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¡r N",.'/rllioalltllft,(l$ltlft().lt('.rv0l.,rllfrlt¡ltrtr,('llllV;yN,,r¡,¡,vol..¡7,r|t7,¡.

FAB1ÁN ALMONACID:

LA TNDUSTRTAVALDTVIANAEN SU APOGDO (I87O'1914)

CAPíTULO3:LOSTNDUSTRTALE§DELDEPARTAMDNIODEVALDIVIA(T8?Ot914)

chilla, por mil pesos. Además, el ro de noviembre de 1876 compraba a

C

Santiago yAngela Lovera, acciones y derechos en fundo Las Lomas, en el lugar, en 31o pesos.618 De allí en adelante, Schüler seguiría adquiriendo otras piedades rurales, lo que le permitiría de§tacar en el negocio de beneficio yr de carnes. El z de abril de r88o, los hermanos Enrique, Santiago yJorge Schüler juntO a a Carlos Guilorm, una chacra en Los Canelos, a orillas del río Valdivia' e§tablecerían Allí pesos.6le en Schüler, propiedad de Jorge 3.5oo sus

indu§trias.

Por el mismo tiempo, los hermanos comenzaron a participar conjun en sus actividades. El 3 de julio de r88o, Jorge dio poder a santiago para qua representara en todos sus negocios.620 il zo de julio de r88r, Jorge, Santiago y Enrique formaron la sociedad Hermanos», para girar en el negocio de curtiembre y operaciones anexas, como compraventa de cueros, suelas, cáscara de lingue y otros. El capital era de tB I p.ror, .n dinero aportado por los tres en partes iguales'62r La sociedad mente se extendería al rubro de§tilería. En los años siguientes, entre 1883 y :1892, con algunas excepciones,Jorge o tiago schüler se adjudicaron anualmente el cobro del impue§to municipal t n1utud".o público, afianzados por Ia sociedad familiar, mediante el cual bajo su control todo el beneflcio de carnes en la ciudad de Valdivia'622 El q de ago§to de r89o, tras fallecer Enrique Schüler, su viuda Dorotea hauer y sus hijos Luis, Clara y Fernando, junto aJorge y Santiago Schüler braron liquidador de la sociedad al abogado Pedro ca§telblanco.623 E§ta nos permite conocer detalles del patrimonio acumulado ha§ta ese momento la sociedad. El rz de ago§to de r8go se procedió a realizar el inventario de los bienes En la curtiembre se encontraban las siguientes exi§tencias de cueros, en

etapas de elaboración: 93 cueros en bodegas; 48 en el agua; 1r9 en las coleu: 191 laslintas; 8zo en r5 fondos, dos colores y una tina de primera enterrada¡ 7ol 14 fondos de segunda enterrada; 1.095 en zz fondos de tercera enterradal y t90

618 N" 244, vol. 38, 1875; 6rq Nogz,vol.++,r88o.

y No 23o, vol. gg, t826.

62U. N"rg7,ídem.

621 No241,vol.45,1881. 6zz HaydocumentosdefianzasdadasporSchülerHnos.aJorgey§ont.isgoschf¡l(lrpnroontrfln,olr? zo de r883, N. ro4, vol. ¿7, 18831 z6 de diciembre de l88g , N" 47 t,

Arriendo Municipal

ldun;9

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lirltroro tln I tltl5,

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fbndos lavados. En su mayoría los cueros eran de buey y novillo, y los menos de

vaca y

ternero,

Según datos entregados por Pérez Canto, de 1894, la curtiembre de Schüler I I nos. trabajab a 4.ooo cueros al año y tenía 6o pozos de curtido.62a Los datos anI criores, de r89o, nos dicen que el total de cueros en los fondos era de z.8rz y más krs que e§taban en etapas anteriores de procesamiento daban un total de S.a6: ('ueros. Según el autor señalado, recuérdese la cita hecha más atrás al ver cómo srr trabajaban los cueros en Prochelle y Cia, cada enterrada duraba 3 meses, por kr que se puede ver que la producción se iba consiguiendo de forma parcelada a kr largo del año. En el momento del inventario, los Schüler tenían algo más de mil cr¡cros casi li§tos.

l)or otra parte, las exi§tencias de suelas en r89o eran 223 bultos li§tos para ser l¡rviados a Hamburgo, para su venta por comisión. Según sabemos por otras lircntes, cada bulto llevaba ro suelas, por lo que en total habia z.zgo suelas, que rirlculadas a un valor de rz pesos cada una, da un valor para los bultos de 26.76o ¡rrrs«rs. Además, en la curtiduría había 6z sacos de cal y r.5oo quintales métricos rkr r:áscara de lingue. lin la aguardientería se encontraron las siguientes exi§tencias de trigo: z8o r¡trirttales y ro kilos de trigo blanco y colorado; 265 sacos del colorado, con 267 r¡rr irrtales y 65 kilos; SSo sacos del blanco, con 577 quintales y 5o kilos; r3o sacos de llbada, con r14 quintales. En u tinas de fermentación se hallaban r75 quintales rh, l rigo y 63 quintales de malta. Por otra parte, se consigna que en poder de otras l,(,rsonas, había 6.39o quintales de cereales, posiblemente para su venta. l,ir exi§tencia de alcohol era de z.4oo litros del reCtiflcado y r.5oo litros sin recIi

Iilrtr.

l,r¡s edificios que componían el e§tablecimiento indu§trial eran: uno de z pisos, rkrs rnediaguas, una casa de z pisos en que e§taba la maquinaria a vapor, una casa

lt

aguardientería, una casa habitación y otra igual para aguardientería, dos ¡tr,solrreras y una casita junto al río. l,os útiles eran: una máquina a vapor, dos bombas, un inyeCtor, dos calderos, rtrrn b«rmba a vapor con su casita, tres aparatos de de§tilación, un molino para lriu'¿rra de lingue, trece tinas grandes para fermentación de grano, un molino ¡rrrlrr harina con sus útiles y otro para malta, varios ejes y correas, un fondo de lk,r'ro para aguardientería, 56 fondos de madera para enterrar suelas y 3r para I lrrl us y c«lles, varias pipas, sacos y otros útiles, y una línea telefónica que unfa el ¡r{l¡rhlcr:i¡niento y el escritorio. Todo se hallaba ubicado en una propiedad de la eolicrliul t orillas del rfo Valdivia. rk.

8r, vol, Aor

de Motaclero aJorge o santiu¡1o, tlol 4 tlc tuoro rlt, llltttl, N" 13, v(,1, 5N, ltltt8l

rltttg, N" 44, vol. 60i y t6 dtt ttntrro tlc ltl92, N" 50, vol' 6ti, lti02.

6r:l N,,559,vo1.(rtt.lttr¡0.AlllllIlrLrlv0h¡nl(rnrr,¡ncttonlrt¡ollltvrttltrkrthlll0t'lrtlltullortyttgal,

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CAPíTUf, O 3: LOS INDUSTRTALES

Por otro lado, en r89o, la sociedad tenía deudas por 7r.785,38 pesos, con personas y con el Banco Nacional de Chile. Entre los acreedores había tas, como el comerciante valdivianoJorge Saelzer, curtidores como Carlos yTeodoro Pausemberger, además de agricultores y otros proveedores de m

primas. Los créditos a favor de la sociedad sumaban r8.438,or pesos, entre los qul incluían 223,3r pesos en dinero efeCtivo exi§tentes en caja. Entre sus deudorcl taban los de§tiladores Guillermo Frederich y Carlos Schmidt, comerciantee Raimundo von Stillfried y dos compañías de seguros. Considerando los créditos y deudas de la sociedad, la situación financi€r¡ en ese momento poco favorable. Sin embargo, si se considera los valores da exi§tencias la situación era un poco menos dramátíca. El rr de enero de r89o, Jorge y Santiago Schüler recibieron todos los

hojo valor. Sin embargo,

DEL DEPARTAMENTO

DE VALDIVIA (T87O-T9T4)

también habían aumentado las deudas, las que sumaban

rrrás de 7r mil pesos, sobre el 5o% del valor del e§tablecimiento indu§trial. A los pocos meses, el u de febrero de r8gr,Jorge y Santiago volvieron a formar

la

sociedad Schüler Hnos., con un capital de rzo mil pesos, valor de todos los bienes lxi§tentes en las indu§trias de ambos. Los giros serían los tradicionales; curtidur'ía,

aguardientería y

Iln el rubro

otros.627

AJorge le correspondía un haber de 45.9o5,r5 pesos, compue§to por loo 6 pesos que había aportado a la sociedad y por las utilidades generadas. en total bienes por 85.6o+,63pesos, consi§tentes en créditos que le debfa a h ciedad, por 38.o3o pesos, la mitad de una quinta en calle Los Canelos, por pesos, la mitad de la propiedad en que e§taba la curtiduría y de§tilación, por pesos, la mitad de un sitio en la ciudad de Osorno, por r.o8o pesos, y la mlttd los créditos a favor de la sociedad, más la mitad de los ediflcios, utensilios, riales, exi§tencias y bienes, todo por 84.994,63 pesos. El exceso sobre su haber era de 8g.6gg,+8 pesos, que lopagaria del sigu modo: a la sucesión Enrique Schüler 52.or3,85 pesos y cancelaría deudas con ceros por zz.68s,6l pesos.626 Por su parte, a Santiago Schüler se le reconocía un haber de 6t.824,88 compue§to por los 6 mil pesos que había aportado a la sociedad, por su pcrta las utilidades, 39.9o5,1S pesos, y por r5.969,73 pesos, por un crédito que la le debía. Recibió bienes por 97.574,63 pesos, similares a los que Ie ron aJorge, excepto que é§te debía un crédito a la sociedad. La diferencia cotl haber, de 3S.6gg,ZE pesos, la pagaria con Z4.ogg,75 pesos para cancelar c adeudados por la sociedad y con r.6oo pesos que pagaria al liquidador. Como se observa, la fortuna reunida por la sociedad Schüler llnos. en años de funcionamiento era importante, lo que se refleja en las altus recibidas por cada hermano. Además, casi todo el capital social exi§tencias, maquinarias, edificios y útiles, mientras las pr«rpicdude$ t,enftn

entraban todas las aCtividades anexas a las principales, las podían ser muy variadas e incluso otras ajenas a ellas. Por e§ta época, la sot'icdad seguía vinculada al beneficio de animales, que formalmente era asumido lx)r uno de los socios pero con el respaldo financiero de la sociedad. En e§tos años llcgaban a faenar anualmente de 3.ooo a 4.Eoo animales, para elaborar carne salirrla. Además, fruto de lo anterior, para aprovechar los subproduCtos del beneflcio rlu animales, in§talaron una pequeña fábrica de velas y jabón.628 l)e e§te modo, los Schüler realizaban negocios que los hacían transitar pernranentemente entre la indu§tria y la aCtividad agropecuaria, la que no les era irrdiferente. Para tener una presencia sólida en el ámbito rural, Jorge Schüler y la rrrisma sociedad fueron adquiriendo importantes propiedades rurales en el de¡rir rtamento de Valdivia y La Unión. La e§trategia de tener variados negocios se terminó imponiendo como la más ¡rtlccuada para tener grandes y seguros beneficios. El r+ de mayo de 1901 se reesl¡ uCturó la sociedad Schüler Hnos., ampliando su capital a 5oo mil pesos, pue§to r,n partes iguales por ambos hermanos y consi§tente en bienes raíces, muebles, ¡urimales, máquinas, enseres, útiles y dinero. Sus giros serían curtiduría, de§tilar'irin, jaboneria, carniceúa, agricultura, compraventa de animales y otros.62e lin e§ta situación se encontraba Schüler Hnos. cuando las curtidurías y deltiler'Íts valdiyianas enfrentaron dificultades. A pesar de las adversidades, ellos conI inuaron desarrollando ambos rubros, apoyados en la yariedad de los negocios ¡rsrnnidos. No eran sólo indu§triales, dependientes de faCtores ajenos a su volunlrr«1, por el contrario, ellos asumían direCtamente negocios comerciales, agropelrrrrios y financieros, dominando um amplio espeCtro de posibilidades. En cuanI o ir I pré§tamo de dinero, hemos señalado en la parte dedicada aJorge Fehrenberg r ¡rrrr Schüler Hnos. pre§tó r3 mil pesos a Fehrenberg y Cía., en r9oz, los que fueron v il ir lcs para el desarrollo del e§tablecimiento de de§tilación de maderas. lin los momentos que la aCtividad indu§trial tenía problemas, los Schüler invirI ir,ron cn otros seCtores. El 15 de noviembre de r9oz, Jorge Schüler puso dinero en l¡r cirsa comercial de VíCtor Vogt, dedicada a la importación ylos seguros; la suma

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pasivos de la sociedad.625

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cAPíTULo3:Lo§INDU§TRIAf,EsDDLDEPARTAMENIODTVALDIVB(187o'1914)

FABIÁN ALMoNAcID: LA INDT,STRTAVALDTVIANA EN SÜ APOGDO (1870-19I4)

2zB

parte, como ya hemos vi§to, el z6 de mayo dl Santiago ingresó como socio a la casa comercial F. Car§tens y Cía., mil pesos de un capital total de 75 mil pesos.630 El impulso capitali§ta y empresarial de los Schüler se extendió a la oro. El 3 de mayo de 19o6 se creó la sociedad «Sa,ntiago Schüler y Cía.» pall plotar los terrenos auríferos de Pumillahue en SanJosé, con un capital de g pesos, dividido en acciones de 5oo pesos cada una. La junta de vigilanclr primer año e§tuvo compue§ta por Santiago Schüler, Ricardo Kórner y VlCtor siendo e§te último el gerente. Ese mismo día, la sociedad compró a la inglesa The South Chilean Syndicate Limited, los derechos para explotar nencias mineras en SanJosé, un total de 24, además de in§talaciones, herramientas, animales y otros, por un valor de 5o mil pesos.631 La sociedad Schüler Hnos. era la socia principal de e§ta empresa, ro mil pesos, o sea 20 acciones. Además, integraban la sociedad minera ull lecto grupo de indu§triales, a saber: Carlos Wiebrig, de SanJosé, con ro Fernando Valck. ro acciones; Ricardo Kórner, 8 acciones; Ricardo zo 6 acciones;Jorge Anwandter, 6 acciones; yAquilino Zaffaroni, dedicado a h boración de maderas, 6 acciones.Junto a los anteriores, Francisco Sprónhb r8 acciones, VíCtor Vogt con 10, Augu§to Ziegele con 6, Carlos Riedel con 4, de 6o

mil pesos a interés. Por

su

Lüders con z yAlberto Schüler con 4 acciones.632 La sociedad Santiago Schüler y Cía. debía su nombre a su ge§tor, quien pre§tigio bien ganado y le aseguraba una buena imagen a la sociedad. La sociedad prosperó. El r de ago§to de r9o8, extendió sus trabajos a lat exi§tentes en el fundo Huenia, en SanJosé, por cesión de su propietario Sprónhle. Elr z demarzo der9o9 seprodujoun aumento de sucapital en 27.500

traducido en 55 acciones de 5oo pesos cada una. Todos los socios antiguos ron su participación; Schüler Hnos. adquirió r4 acciones nuevas, por 7 mll El zo de abril de r9rr, tras fallecer Santiago Schüler, la sociedad decldló tener el nombre social, lo que demue§tra el reconocimiento que él tenfa empresariado local. Ricardo Anwandter quedó como socio ge§tor. lln la

se aumentó el capital social en 39 mil pesos, dividido en 78 acciones pesos cada una. Schüler Hnos. siguió manteniéndose como principal acde 5oo

oportunidad

cioni§ta, adquiriendo 16 acciones nuevas.63a Po§teriormente, la sociedad Santiago Schüler y Cía., que continuó más allá de r9r4, compró la mitad del fundo Huenia, en SanJosé, el 3o de oCtubre de tgtz, ala sucesión Francisco Sprónhle, en t3 mil pesos.63s Tras la muerte de Santiago Schüler, su participación en la sociedad comercial F. Car§tens y Cía. la asumió su viuda, Elisa Bornscheuer, desde el 16 de diciembre de rr¡ro, la que fue representada por su hijo Otto Schüler. E§ta situación se mantuvo lra§ta mediados de r9rz, cuando la sucesión decidió retirarse, recibiendo por su parte zoz.ogr,z4 pesos.636 Más afrás hemos señalado que la sociedad F. Car§tens y (lía. encontró rápidamente reemplazante para Santiago Schüler en Otto Roepke; r:on el aporte de é§te se pagó su parte a Ios Schüler. Inmediatamente, el 5 de julio de r9rz, Elisa Bornscheuerysus hijosJu§to, Edwin y Otto formaron una nueva sociedad comercial asociándose con Augu§to Eisentlccher, «Schüler y Eisendecher», con un capital de z5o mil pesos, pue§tos la mitad ¡rur Ia viuda y sus hijos. El giro sería la compraventa de mercaderías nacionales, rr¿cionalizadas y extranjeras. Siendo Eisendecher el que ponía la experiencia conrcrcial, le reconocieron el derecho al 4o% de las utilidades, quedando para Otto Sr:hüler elzo%ioy elre§to entre los otros tres. Por su parte, Jorge Schüler aumentó sus negocios con VíCtor Vogt. El 16 de seplicmbre de rgrz se creó entre ambos la sociedad «VíCtor Vogt y Cía.», que sería rlirigida por Vogt como admini§trador exclusivo. El capital era de 65o.662,8r pesos, de los que 5o.662,8r pesos correspondían a Vogt, por concepto de dinero, rrrcrcaderías, créditos por cobrar y otros, y Soo.ooo pesos a Schüler, aportado en rru sitio urbano, valor de 13.ooo pesos, y el re§to en dinero efeCtivo. El giro sería irrrtrlortación y exportación, compraventa de mercaderías, agencias de seguros, rrr¡rresentaciones, comisiones, despachos de aduanas y otros. Los socios recibi-

rítn eI7% de interés anual por su capital.637 listas asociaciones de los Schüler son ba§tante ilu§trativas de la forma en que i ndu§triales trasladaban parte de sus capitales a otros seCtores. Lo hemos visIo r:on los dos Roepke y ahora con los Schüler. Se incorporan solamente como lrr¡ritali§tas, sin participación en la admini§tración de esas aCtividades comerk

630 N' 56, vol. II, enero-junio, 1902; y No ro¿, vol. III, mayo-junio, r9o5. 631 No 19 y zo, vol. ItI, mayo-junio, 1906. Espejo, oP, cit,, p,4tl, señala que la socictlutl lrr¡¡lora hcbh buenos dividendos en el tiempo que explotó los lavaderos Madre de Dios, que unt.os hohfun rldo dos en el siglo XVI. Dice que en cinco años de explol.ación fuvieron utilidodcs por 7oo mll porol, fuentes notariales, la sociedad inglosa habfa arrendado u Avelino Curr:fu, el t7 dc febrorrl do tgo(, Pr¡milluhuc, dondc c¡ll.ahan los lavodoros. N" tt¡tl, vol. Vl, novictnbrtt-rlk:ictttlrrtr, tr¡o4

(r3z N"'rr,3

rlu nroyo dr: rr¡o6, vol. IIl, ntuyo-ittnio. tt¡o(r. N,,262, vol. IV, lulio-ngoll.o, rgotlt y No tt7 y lt¡t, vol, ll. rllurzo ubrll, tc,09, (]urlr¡ WhltrlS lottté 6 Vftltol Vogt 7. ltorntntlo Volck 5, lllcurdo Kiirrrur 4, llkrurtkr:l" Anwuutllrr 4, Allrt'tlo §r'hlller.t,

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Aqrrlllrro Zlllhrurrl r, Arrgru,llo Zlcgllrr tt¡tt 4 ttt't'lottt¡, ;1.

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N,'4s9,vol.ll,rnrrzr>abril,rgn.l,osdemássociostomaron:VíCtorVogt8,Gu§tavoSchmidtlo,sucesión

l,r,rrrr¡lrkr Vrkrk 4,Curkrs Wichrig 4, Ilicardo Anwandter 8, Ricardo Kórner 4, Augudto Ziegele 6, Alberto sr,lriilrrr' 4,.lorgc Anwuntll.0r ¡, Aqr¡ilino Z¿rñ¿roni z, Carlos Riedel z y Luis Lüders z, y aparece como nueyo lr'r'lorrirll rt,.lorl lltttl lofl'con 4, r' t¡r N¡' 44ar, vol, V, ¡r,¡rllrltllrr (xllltlrnr, tgtr.

r'tfr N.'4ll(,,vol.Vl,[0vl,illril,rllIk,Irlrlr,,r,)r0iN"rrll,r¡,rlojrrlkrrlorgrr:yN"r3,vol.lV,lulio-agosto,r9t2. t't/ N'' r ¡7,vol. V,rr,¡rlhntlrrr or'lrtlrtr,, rgtr.

FAAIÁN A¿MONACID:

LA TNDU§TRIA

LO§ INDU§TRIALES DEL DEPA&TAMENTO DE

VALDTVIANA EN AU

ciales, las que dejan en manos de comerciantes experimentados. Por otro lado, ea notable la cantidad de dinero queJorge Schüler puso en e§ta sociedad' Ya tenh invertidos allí 6o mil pesos, de lo que se puede suponer que parte del capital reco' nocido fuera esa cantidad más las utilidades que produjo. Como comparación, 8€' ñalemos que el capital de su hermano en F. Car§tens y Cía. se incrementó más d¡ cuatro veces entre 1905 y 1912. Cualquiera sea el incremento, en todo caso men6f que el anterior ya que él lo tenía a interés y no como parte del capital social, a lO menos debió colocar unos 3oo mil pesos más en r9rz. Aquí hay una clara decisión de invertir más en comercio y servicios que en indu§tria. No tenemos más referencias de e§tos años del capital de Schüler Hnos., pero dt. ducimos que la familia inclinó labalanzade sus prioridades de inversión a otr6t seCtores, sin dejar de continuar con los negocios más tradicionales.63s

E§ta sociedad, desde el zo de febrero de r9o8 fue admini§trada por Edwln Schüler, hijo de Santiago, como representante de la sucesión.63e Al parecer' lO¡ dividieron los negocios familiares, quedando Edwin en la ¡O' ciedad Schüler Hnos. y Otto yJu§to en Ia sociedad comercial. Otro rubro seguido por e§te tiempo por Schüler Hnos. fue el pré§tamo de lm. portantes cantidades de dinero, especialmente a personas vinculadas con laa t6t liuidud"r agropecuarias, como se verá en el capítulo siguiente. También incur¡loa nó en el comercio de maderas, como se mue§tra el r9 de diciembre de rgtt, CUA¡& compró a la sociedad de Concepción «Ulriksen y Concha», +o mil tablones de ñar dera de laurel, a precios entre 1,o5 y 1,15 pesos por pieza.Lamadera se entre$6ffl pue§ta en balsas que los compradores enviarían al fundo Huite, a orillas del fb

hijos de Santiago

se

Quinchilca, a partir de marzo del año siguiente'640 Hacia r9r5, la sociedad Schüler Hnos. de§tacaba por la variedad de rubro¡ l¡r du§triales ynegocios que desarrollaba. En ese año se la describíaasi: «E§ta tmQlr tante casa indu§trial. . . es propietaria aétualmente d.e una de§tilería, unafábrlca *, jabón, un saladero, unaf,Tbrica de embutidos, un c¿serradero, una curtiembr¡ y * grandesfincas rú§ticas y urbanas».il] La caraüerización anterior quedaba COft{ la sociedad además era de§tacada criadora y comerciante de ganado, importfntl pre§tami§ta de dinero, participaba como socia mayoritaria en una sociedad A{r nera, tenía representantes en las principales ciudades del país y sus socloO ef§ de§tacados miembros de sociedades comerciales y de servicio§ en la ciud¿d *

VALDIVIA

Por último, el aspecto más sobresaliente de esta familia, así como de otros grandes empresarios, es su permanencia desde fines del siglo xIX como una de las principales de la región, por muchas décadas, destacando en los principales ámbitos de la economía departamental: industria, agricultura, comercio y servicios.

LOS HAVERBECK

La familia Haverbeck es un ejemplo más de cómo desarrollaban la actividad indu§trial los empresarios valdivianos y la importancia que ella tenía dentro de sus

intereses. El primero de e§ta familia en valdivia fueJorge Haverbeck, casado con Dorotea Grube, quien se estableció en una chacra de Los canelos, en laparte sur de la ciudad de valdivia, en la década de 186o. El 3 de octubre de 1866 compró a Guillermo Dóll, chacra y edificios en ese lugar De sus seis hijos, los más destacados sonJorge zo, Alberto y Edmundo.6a' como ya hemos mencionado en la parte dedicada aJorge schüler, Alberto Haverbeck fue su socio en el negocio de carnicería establecido en una parte de la chacra de los Haverbeck, entre $69 y 1874. Al término de la sociedad, Alberto recibió r4 mil pesos en dinero por su parte. En las décadas siguientes se mantuvo cn el mismo rubro.

producirse la partición de la chacra familiar en Los caneros, después la muerte del padre, Alberto recibió una parte de ella con 6o metros frente al río.643 Inmediatamente, el r5 de marzo de 1884, la vendió a Ia sociedad Hoffmann y Schmidt, de§tiladores, en 6.ooo pesos.6aa con e§te dinero, Alberto se dedicó a adquirir propiedades rurales para la cont,inuación del negocio de carnicería, lo que le permitió tener acceso a otros recursos naturales, como los fore§tales, y ampliar sus negocios. Además, se vinculó a I ravés de contratos parala crianza de vacunos con agricultores de valdivia y La t lnión e incluso con algunos de Argentina, desarrollando la actividad a gran nivcl, De este modo, como veremos en el capítulo siguiente, se transformó en uno dc kls principales terratenientes del departamento de valdivia, especialmente en la zona de corral, y en uno de los negociantes más activos en el ámbito rural. En 1884, al

rle

Valdivia. h,l2 63g segúnlnteramérlca,op.cit,,p.59,enrgz4lasociedudtenfuuncopitoltltt:r.tl7:,ttoopttrory litros

de alcohol mensuales, r4o

mil suelas ul ufio y r.5o0 t¡uitttulcs tnólritrtls nlottttt¡ttlt!s

6:19 Nu 3zl¡, vol. I, encro-lebrero, lgoti. 64o N" 445, vol. Vl, novicnlhrtl'tlit:lc¡¡llrc, tt)t t. 64 r I)lrl (lrtrcrlt,s, olt, ttll,, lt, 4t5.

N" 342, 6 dc noviembre do 1866, vol. 21, RP, r8s9-1868. Los otros hijos eran Desiderio y ti,miliu, cutglu corl (lurkls lludlt¡flI quc eo fueron u l,cbu, y l)orol.ea, que vivfa en Valdivia y se casó <xrn el intlur{l.riul Albcrl.6 lleltrtrns, l)¡rl,os tomudr¡¡ do lt l\rrtk:lón cnl.rc l)ort¡teu (irube c hiioe, dcl 7 do lebroro dc ltttt4, N,,64, v()1, 4q,

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ut lilut fr.l,l

N,, tr6, v(,1,4(¡,

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FABIÁN ALMONACID: LA INDUSTRIAYALDIVIANA

EN §U APOGEO (T87OJ914)

cApÍTULo3:Los INDUSTRtaLESDELDEpaRTAMENToDEvaLDIvIA(r870-19r4)

232

Alberto Haverbeck era por sobre todo un gran comerciante, que explotaba

RespeCto de e§te negocio, Rodemedil Espejo señalaba:

recursos naturales ampliamente. A flnes del siglo XIX fue también un i armador, dueño de alo menos dos embarcaciones de§tinadas al cabotaje. I hizo intentos para desarrollar la minería de la plata: el 8 de mayo de 1886 se habtl asociado con Eusebio Martínez para prospeCtar plata y otros minerales en L¡l Planchados. Corral.6a5 En su rubro más tradicional, Alberto Haverbeck se transformó en uno de principales indu§triales de la región a comienzos del siglo XX, faenando de 4.ooo vacunos y cerdos anualmente, con los que producía de 7 a 8 mil q Ies de cecinas y otros derivados de la carne (grasas, charqui, mantecas y saladas).6a6 Además, era comerciante de ganado y cueros, tenía fábrica de cd Iadrillos y aserraderos, y con sus tres buques (Los Canelos, La Mina y La se dedicaba a la venta de sus produCtos en el centro y norte del país, trayendO regreso sal de Arica y Punta de Lobos, cal y abonos.6aT En la primera década del siglo XX, su principal aCtividad comercial e i sería Ia elaboración de maderas. En 19o6, junto a Oettinger Hnos. y Carlos lle, obtuvo contrato para proYeer de durmientes al ferrocarril en con§trucclón Arica a LaPaz. Hay poderes del rr de abril de 19o6, de todos los anterioreg g sendo Pérez de Arce para que suscribiera contrato con el Mini§terio de I y Obras Públicas, para proveer zoo mil durmientes de madera dura de entregables en Arica.6a8 En el caso de Haverbeck, entregariaT5 mil durmienttl¡ valor de r,3o pesos cada uno, pue§tos en Arica por medio de sus propios los que también llevarían los durmientes de Oettinger Hnos' E§te contrato refleja el papel que jugaba la explotación de los recursos les dentro de los intereses de los indu§triales: tanto Haverbeck, como

los oettinger, ahora de§tacados aserradores, habían tenido anteriorment€ indu§trias prioritarias; carnicería, curtiduría y a$tilleros, respeCtivamente. ra todos aparecían vinculados a las nuevas demandas de produCtos localeC,cff

645 ElrTdejulioderSggprotedtabanotarialmenteporqueelmaltiempoleimpedíahacerlat:tr¡¡t

de sus buques Tinto y Tenglo, No 46, vol. II, julio-diciembre, r899. La sociedad para la ac'livldrd mlngllr s:, r886. 6 46 Rl1iz-Tagle, op. cit., p. z 5. 6+z Espejo, op. cit.,p.r4o.De su actividad como armador: el 17 de mayo de tgoz hubfu contprurltt a Karmann, barco de 476 toneladas de regi§tro, en 28 mil pesos. La nave serla entre¡ludu cn.ltt n fn tlo kl¡ No zz¿, vol.

Argentina, No 569, vol. I, enero-junio, t9oz. y 24o, vol, II, marzo-abril, 19o6. 6+9 La sociedad Oettinger Hnos,, de la que no reunimos sulicionl,0 mltlcriul ¡uru durltr un trrrl.ultllá¡tto ( cial, era muy importante. Los O€ttinger hobfan tcnirlo o§l.i llcro dtrstlc ttlTo y trtt ltt tlótrttlrt tlo tlllltl. Oettinger comenzó a hacor lu navcgución enlrc Vokliv iu y ()orrul, Atlornrtr, tklltlc tllll6 k¡¡ Otrl I lltggf tUVH ,,r..roiiuru u uu¡r,rr, ung¡ dc lor prirncror rlrr l¡¡ ¡1rgit'ttt, l,u ¡rxrltrtlnrl orrllirt¡¡ru llttol. r¡ t:l¡ó trl rr rh lulll

648 N" n7

Labarca Los Canelos, La Minay La Tinto, con arboladura de tres palos, están ocupadas exclusivamente en la conducción de durmientes y tablas a los puertos del norte y a Arica, donde se debe entregar durmientes en gran cantidad para el ferrocarril a LaPaz.Para el objeto, ha e§tablecido (Haverbeck) numerosos aserraderos en Naguilán, y en su hermosa propiedad del Islote en Valdivia...650

Por e§ta época, trabajabanjunto a Alberto Haverbeck su hijo Carlos y su yerno Itodolfo Skalweit. El 16 de diciembre de r9or, daba poder a Rodolfo Skalweit para que lo representara. El z6 de julio de 19o+, daba otro poder similar a Carlos Haverbeck. El a de oCtubre de 19o6, renovaba los poderes de ambos.651 Finalmenlc, la participación de su hijo y yerno fue formalizada creándose por los tres la sociedad «Alberto Haverbeck e Hijos», el zz de oCtubre de 9o7. El capital de la s«rciedad erade 987.240,99 pesos, de los que 54o.ooo pesos fueron aportados por Alberto Haverbeck, 2s.ooo pesos por Carlos Haverbecky zz.z4o pesos por Rodolfo Skalweit, lo que correspondía a bienes raíces, embarcaciones, madera, ganados, ilcciones, mercaderías, muebles y útiles. El giro sería la explotación de fundos, r:omercio de cabotaje, elaboración de maderas, compraventa de produCtos y anirrrales y otros ramos de comercio.652 Por lo anterior se puede e§tablecer las prioridades de los negocios de Haverbeck tr I lijos. Lafabricación de produCtos cárneos quedaba relegada a un plano secunrlario, concentrándose en la explotación de sus extensas propiedades rurales y en l¿r aCtividad naviera. 'l'enemos algunos datos más que mue§tran sus intereses. El + de mayo de r9o9, cl lisco Ie concedía muelle a la sociedad para embarque de maderas en La Ensen¿rcla de SanJuan, Corral. Más adelante, el 5 de mayo de t9r3, compraba a Erne$to

vol., ¡868-1892, RC, CBRV. Según Pérez Canto (1894), pp. r8-r9, considerando desde r87o, los Oettinger h¿lrfl¡ll g vapores, zo lanchas y 3o goletas. En el momento de su visita se con§truía una goleta de 2oo t orrclrxlrts. Según Ruiz-Tagle,op, cit.,p. 81, Oettinger Hnos. contabaincluso con un dique flotante, que permit fu

Iottsl.ruido

r'¡rrrrtr vapores fluviales ha§ta de zoo toneladas, e§to es, cualqüiera de los que se dedicaba a la navegación BSF, año XXV, febrero, No z, pp. rz8-r29, Oettinger Hnos. e§taba construyendo un vrt¡xrr y ci ttco lanchas de carga. En elte momento la sociedad se concentraba en el aserradero y además erll.rl¡h't:frr lilbrica. de clavos y tejido de alambre, según Int etamér\ca, op. cit., pp. +s-+z.El zg de abril de 19r r solen rh, l¡r srlr:itxlud Alberto Stegmaier y Cri§tóbal Oettinger, continuando con los giros de la sociedad Godolrcrkl v (lri{l itrno Ool,tinger, N" SS6, vol. II, marzo-abril, r9rr. r

lltrviol. ilacia r9o8, según

tr'¡rr lis¡xrj0, rf. dl,, yt, r40, rr,¡r N" 7{)2, vr¡l. III, ocl,ubro-dk:iunrlrflr, lrrl r¡tlttllrr, r9o(r.

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rr¡or; N" tlz, vol, lV, julio-ugo§l.o, r9o4i y N,,l3s y l3tl, vol. V, §(!pli(!rn-

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Piwonka el aCtivo de su negocio de maderas, agencia delaCia. Maderera comisiones, consignaciones y otros, por 48.4q5' 97 pesos, apagar aplazof'r compra ponía a la sociedad de lleno en el comercio de madera, no sólo en h boración de maderas y su venta. Prueba de lo anterior: el z8 de ago§to de sociedad compraba a Fernando Asenjo, de Paillaco, 5o mil durmientes de Pellín, al precio de 90 centavos cada uno. Las piezas serían entregadas en de ferrocarril en Ia e§tación de Paillaco, apattir de fines de 1913.654 Al término de nue§tro período, la sociedad Alberto Haverbeck e Hijos se ba en una posición privilegiada, pues contaba con extensas propiedades con barcos propios, aserraderos, fábtica de ladrillos y de cecinas, todo lo permitía el desarrollo de aCtividades agropecuarias, indu§triales, Como sehavi§to,Alberto Haverbeck, al igual que Pablo Hoffmann o los no eran indu§triales especializados, muypor el contrario, eran grandes tas que según el momento no dejaron ningún campo fuera de sus intereseo' ellos eran empresarios exitosos, cuyos logros radicaban principalmente en

comportamiento. Más allá de tgt4,la sociedad mencionada se mantuvo como una de las ml¡ portantes de Valdivia.655 El caso de Alberto Haverbeck es una prueba contu te de cómo el auge de las aCtividades rurales atrajo a los incipientes i valdivianos, que pasaron de tener una relación de provisión de materiag con la tierra a interesarse por explotar principalmente toda la potencial recursos que ella ofrecia. Además, Haverbeck fue uno de los primeros empresarios en reconocer la riqueza que significaba vincularse a la tierr¿' do para la mayoría era un seCtor limitado y poco atraCtivo. Cuando aumentar el interés por los negocios rurales, Haverbeck ya llevaba un andado, habiéndose convertido a bajo precio en un gran terrateniente. El de oportunidad de Haverbeck es notable.

Otro miembro de§tacado de la familia Haverbeck, hermano de Alberto, fuá ge zo Haverbeck. Mucho menos conocido que Alberto, también tuvo i en la aCtividad indu§trial.

r9o9; y No 26, vol. III, mayo-junio, r9r3. l,a Cla. Modcrr:ru Mulvou li¡s ll¡il4 Santiago en 1902, con un capital de z.4oo.ooo pesos, Hacia rgrz tenla un copil:ol de 4 rnilkrnor do pclQ] propiedades en La Frontera y fábricas en Los Angeles y Freire, y depósitos 0n volplrnlfdo, strnl.lslo y ción. Ese mismo año llegaría aValdivia. Ver Plá Cárcel,cs, op. ú1,' p' 281'

6S: N" ¡e, vol. III, mayo-junio,

65+ N' 525, vol. IV, iulio-agosto, 1913. 6ss Engz¡tenla un capital sociul dc

r.5oo.ooo pcson, r{in conlur lo¡ littttlor t¡ttl ltr lr¡rhlun ¡ltkl tos Altr¡* llorno¡ rkr (l()rntl, (ltto vnlfrrrr 77j tttll ¡tt,tlol, kr¡é lrlá

en l9t3 poro durlos en concesi
lrvr!rl)r(rk

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tuvo curtiduría en Los Canelos, la que hacia r88o producía 2.ooo r.lrt,ros anuales, es decir, unos 32 mil pesos.656 En la decáda de r88o lo encontraal rrros a«lquiriendo varias propiedades rurales en Angachilla, inmediatamente l)rrscle r87z

¡rrl rlc la ciudad de Valdivia. Nacional de Chile' I lrr contrato de cuenta corriente abierto por él en el Banco que contaba Jorge con ¡l ¿z cle julio de 1888, nos permite conocer el patrimonio ba§tante cantidad pesos, r,, ¡r()r esa fecha. Se le otorgaba crédito ha§ta por 45 mil urbano fundo Un .1, vircla para Valdivia, dando como garantía dos propiedades: (cueros en r,,,rr cstatlecimiento indu§trial, con sus edificios, anexos y exi§tencias colería, ¡lIlrrlración, cáscara y suelas), consi§tente en una curtiembre, máquinas, por lrorlogas y anexos; y el fundo rural «Miraflores>>, en Angachilla, compuesto propiedades adquiridas entre 1883 y 1888.657 y S.,gún éSta fuente, Jorge z" tenia curtiembre y fábrica de cola en Los Canelos indu§trias. de sus cercanías las en rural propiedad Irrrir irlportante para vaA t:omienzos de la década de r89o, Haverbeck realiza algunas acciones indu§triaactividades sus en la baja para resolver r irr r. sus negocios, seguramente familiar h,s. lil z3 de mayo de rSgr vende la parte que había heredado en la chacra

c l rrrro

navieras.

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I l,o§ lNDtral'tl^¡,[s Dll, DxIA[!^M(N1t] lni v^LDlvl^

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Neumann, en 14 mil pesos.658 ltna mue§tra de los cambios que e§taba realizando Haverbeck para mejorar

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gils lreneficios se da en r8ga. El zz de junio de 1893 hace un contrato de venta con ( iil i I lermo Karfach y Cía., de Valparaíso, contrati§ta del gobierno, de 4 mil pares a entregar en un plazo de dos años y medio. Jorge 20 se comprometía a

I lrotas, r.rrlrcgar mil pares antes de fln de año y 1.5oo pares cada uno de los dos años sipe-sos por docegu icn-tes. El calzado sería entregado en Valparaíso, al precio de 7o ,i,, ,le pares. Además, Haverbeck respondería por Ia mala calidad de los productos ¡¡l no eran de gu§to del gobierno.65e coincidir Nr¡ sabemos nada más del resultado de e§te negocio. Sin embargo, al de fábrica su sólo manteniendo curtiduría, su de cierre el con r,§lc compromiso rf

r,oln. se aprecia que Haverbeckbuscaba innovar en su desempeño indu§trial para rr,solver laba)aen el mercado de las suelas. En todo caso, no tenemos ninguna l|l r.I referencia de que se haya dedicado a la fabricación de calzado.660

l,us apuros económicos llevaron a Haverbeck, posiblemente para salvar parte a Gerrk, su patrimonio, a vender su fundo Miraflores, el 3 de diciembre de 1894, Más y vacunos. 60 edificios que incluía ltr¿in 2,,we§termeyer en zo mil pesos, el

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416'4r7.

N" 4r¡i, vol, 51J, tttlltl. §,,x94, vol, (r5, cntro-iunio, tll9t. N" 4l)r), vol,72, ltiq3.

rrt, ltrr,z(,*¡tl.(r8q¡),P,rl,ulvlrllnrVslrllvll¡t,llulurltttrlrttrt¡rl.itlurftdolluvcrbcckyar:§llbaparalizada'

!ABI,{N ÁLMONACID: LA INDU§TRIAVALDIVIANA

EN §U APOGDO (I87O-T9I4)

cApiTULo3:LoStNDUSTRiALf,SDELDDpaATAMENToDnvaLDIvIA(r8zo-1914)

236

237

tarde recuperaría dicha propiedad rural, el rz de noviembre de r9oz, comprando el fundo a We§termeyer para su hijo Erico Haverbeck, en los mismos zo mil p6' sos.661 En los años siguientes, su hijo Erico continuaría dedicado a la aCtividad

El otro de los hermanos Haverbeck, Edmundo, también tuvo una actividad indu§trial y comercial de§tacada, pero al igual que Jorge zo terminó dedicado a la aCtividad agropecuaria. Edmundo, como todos sus hermanos, recibió como herencia familiar una parte

rural. Ciertamente, Jorge z" no tuvo el éxito económico de su hermano Alberto y del' pués de las dificultades que tuvo en Ia década de r89o, él y su hijo perdieron todo contaCto con la aCtividad indu§trial y se mantuvieron en el ámbito rural.

Rodolfo Knittel; Calle Los Canelos. Islote y Torobayo, r9o9 (en Valdivia Antes del Gran Incendio, t858-tgog, Yaldivia ¡9l3).

Erico Haverbeck era un agricultor sin la capacidad económica para disponor dl capitales propios suficientes. Hay dos mutuos solicitados por é§te que muoÚtrq! su dependencia. El g de diciembre de r9o4 recibió un pré§tamo de r3 mil peuol, curtidor Teodoro Noelke, por el que hipotecaba su propiedad rural. I)espuét la muerte de Noelke, a fines de rgo7, Haverbeck reconocía la misma dcuda con viuda, Natalia Pausemberger, el 8 de junio de r9o9. En los cinco añtls t,rtt¡ttlcurlt

de la chacra

familiar en Los canelos. se dedicó

a

la compraventa de ganado y a la

elaboración de productos cárneos. Para el desarrollo de estos negocios, el z4 de oCtubre de 1883 adquirió a Pedro Schultheiss un fundo en Angachilla, en 5 mil pesos. Necesitado de capital, el ro de diciembre de 1886, solicitó mutuo aAnwandter llermanos por r3 mil pesos, hipotecando su sitio en la calle Los Canelos.663 Su dedicación al ramo de carnicería lo llevó a arrendar una importante propiedad rural, el z8 de enero de rf,92, el fundo Las Lomas, en Macó, de propiedad de Manuel Jesús Jiménez, par a r ealizar la crianza de ganado. p agar ia 2«¡ o pesos rnensuales por el arriendo. Junto con el arriendo se anticipaba la posibilidad de una compraventa del fundo. EfeCtivamente, el 19 de noviembre de 1892, Haverbeck compró el fundo en 3o mil pesos.66a En esta escritura quedan claros los intereses ganaderos de Haverbeck, ya que le permitía al vendedor explotar las maderas del f'undo por cinco años, después de los cuales seguiría otros cinco años con las misrnas actividades pagándole 7oo pesos al año. Haverbeck solamente se reservaba la explotación de cáscara de lingue. Es de§tacable el aumento de valor que había tenido la propiedad de la tierra rrn valdivia en las últimas décadas del siglo xIX. El mismo fundo señalado había sido comprado por la esposa de Manuel Jesús Jiménez, Césarea pérez de Arce, el z7 de ago§to de 1885, a María Vicente Alvarado y Santiago y Mercedes Aguirre en ro mil pesos.665 Además, Haverbeck compró el r8 de abril de 1893, aJosé María Concha acciones y tlerechos (a/d) en el fundo Pichi, junto al camino público que va de San José a V i I larrica, en zoo pesos.666 l')l progreso alcanzado por Haverbeck en el rubro le permitió hacia rgoo tencr rrrr saladero de carnes en su propiedad de Los canelos y un local para venta clc

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N" 360, vol. 42, 1883; y No 213, vol. 54, agosto-septiembre, 1886. N,, tltl, yol. 68, r892j y N" 1.r5o, vol. 7o, 1892.

rr(',, N,,453,v0l.5o,1885.

¡lr(r N"2Tg,vol.Tz,t893.l,asaccionesyderechoseranlaformacomúnenquesevendíanpropicdadosrrrrrrlcs llr V¡rltlivit

lis dccir, generalmente no se vendlan propiedades con límites específicos sino acr:ioncs y tlcrc t ltos solrrtr trna propicdad mayor, tlc origcn lhmilitr: lo tlue se compraba cra lo quc cl acciorrisl.u vulrtlrrtkrr

dos Haverbeck sóto había pagado Ios intereses de la dcr¡da original.""2

l)61 N":t7tt, vol. 26, llt94; y N" 34, vol. lV. ¡lovl¡tltltrtr-tlltrlttlttbrr, l9o:¡. (,(r2 N,'r(r, vol. Vl. rrrlvl(,nrl)r(,-(ll('lt,rttht'tr, trrl4l y N" ¡9fr, vol. lll, rtrlyo lttttlo, t,¡o,¡.

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N" 107

capíTULo3:LosINDUSTRIALEsDELDEpaRTAMENToDDvALDTvTA(r87o-1914)

FABIÁNAf,MONACID:LAINDUSTETAVALDIVTANAENSUAPOGEO(T87O-T914)

238

carnes y produCtos elaborados en plena Plaza de Ia República, en la ciudad & Valdivia. En ese momento, según una guía comercial: «E§te e§ablecimiento 0t I único en su género que hace la compray venta en grande escala pare la exportaClfr de ganado vacuno y ovejuruo, y pera ello cuenta su dueño con valiososfund1g Ül donde efeétúa la engorda».667 Edmundo Haverbeck, al igual que todos los empresarios valdivianos de éxlte no perdió posibilidades de ampliar sus negocios a otras aCtividades. El zo de m¡F a Luis Jürgensen una prensa para fabricar ladrillos y baldo ,o á. ,9o3 "ompraba sas de cemento, en r.6oo pesos. Además,Jürgensen le vendió máquinas que importado desde Hamburgo, que venían enviaje, para fabricación de concreto cemento, en 2.5oo pesos a pagar al momento de la entrega.668 { Lo más importante de e§ta venta era la condición asumida por Jürgensen, { enseñar a Haverbeck la fabricación de ladrillos, baldosas y demás materialef ü cemento y en especial, de in§truirle sobre el secreto para hacer compaCtar d!. ladrillos, a fln de que recibieran la menor agua posible. Por e§ta enseñanzA, Hli

verbeckle pagaría 5 pesos diarios, garantizándoleJürgensen que la materia prltil| que e§taba en el fundo Las Lomas era de la calidad apropiada para Ia de materiales de cemento. Por último, Jürgensen le transferiría gratuitamentl privilegio exclusivo para vender en Chile las máquinarias «patenteJürgeneen»r Esperando contar con el capital requerido, Haverbeckpensaba desarrollAr Uf nueva indu§tria, la de materiales de cemento para con§trucción, que dado el cimiento urbano e indu§trial en las ciudades sureñas debía ser una demanda ciente. Para ello compraba las maquinarias, el conocimiento técnico requ€rld! una patente comercial. El intento de Haverbeck, que ha§ta donde conocemot tuvo resultados positivos, como ya hemos vi§to no es único y son varios log triales valdivianos que se iniciaron en un rubro indu§trial del mismo modo, lo hicieraJorge Fehrenberg conJosé Storky Pablo Hoffmann conJorge Wagnaf, Sin embargo, la disponibilidad de capital no fue suficiente. Tenemos indicaciones de que Haverbeck mantenía varias deudas. Después de pagor deuda con Anwandter Hnos. a mediados de 1899, al habérsele exigido stt lación, tomó un mutuo por ro mil pesos conJoseflna S. de Geldsetzer, 0l z4 de viembre de r9oo, por el que hipotecó su fundo Las Lomas. En los años sigUlOnl pidió varios pré$ámos más. para pagar ellos, el 9 de septiembre de r9o3 vcndló fundo en Angachilla, comprado en 1883, a Enrique Osbar en 35 mil pcsorr, de

667 Rtiz-Tagle,op,¿ir.,p.72.[dmundolltvcrbcckcSl.ttbitcrsadoc0rMnrl¡tl)trtnlllt'tt'r,¡xrrlot¡tloell del pequoño molincro Jc Coll ico, l.\xlcritrr l)cnl rncrur. A I tnori r stt sttcgrtt, l'ltt¡ I I tt¡ ¡t¡¡1'l¡¡l¡¡'l¡¡¡, ol ttt dt dc ltigg u¿r¡ririrí (o sr¡ sllggro trnt pro¡riutlutl cn (bllkro, ¡xrr ¡, rttll ¡x'ltll, lrt t¡ttt lxltllrll{rrlllollls vÉñtltll

io tlit:it'tttltrrr, tr¡rtrt. 0l)ll N,,¡Ir. v0l, ll. ilrrrIzo jtt

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que sólo recibió 5 mil pesos, mientras que los otros 30 mil pesos fueronparapagar hipotecas con Carlos Krahmer y Ottmar Richter. Más tarde tomó nuevos mutuos, el 3 de abril de r9o5 con Teodoro Noelke, por 8 mil pesos y el 3o de septiembre de r9o5 con Ottmar Richter, otros 8 mil pesos. En ambos casos hipotecó su propiedad en calle Los Canelos.66e A favor de Edmundo Haverbeck jugó la valorización de su propiedad en Los Canelos. El zz de enero de 19o6 la vendió a su cuñado Alberto Behrens, en 6r mil pesos. Con parte de ese dinero pagó las deudas con Noelke y Richter. Inmediatamente, compró el zg de enero de 19o6 otra propiedad urbana en la ciudad de Valdivia, entre calle García Reyes y Las Mercedes con el río Valdivia, a Carlos von Bischoffhausen, en 6o mil pesos. Junto con esa compra, Haverbeck llegó a un acuerdo con el vendedor para criar ganado en el fundo Las Lomas. El mismo día, para cubrir el precio de compra, pidió z5 mil pesos a Ottmar Richter, hipotecando la

misma propiedad.6To

Por último, el 6 de abril de 19o6, Haverbeck tomó otro crédito hipotecario con 'l'eófilo Fritz, de La Unión, por cercade 34 mil pesos.671 Todo lo anterior nos mues-

permanentemente e§tuvo escaso de dinero. De e§te modo, Edmundo Haverbeck terminó dedicado exclusivamente a la ex-

l.ra que Haverbeck

plotación de su propiedad rural, el fundo Las Lomas, donde fuera de sus aCtivirlades ganaderas tradicionales tenía un aserradero, de acuerdo a la patente que ¡ragó en la comuna de SanJosé en19o9.672

El rz de septiembre de r9ro, Edmundo Haverbeck se asoció con sus hijos Alfrerk¡, Federico y Edmundo z' Haverbeck Demmerer, en la firma «Edmundo Haverheck e Hijos», para dedicarse a la explotación del fundo Las Lomas. E§ta sociedad fi¡ncionó ha§ta el 7 de enero de tgt4, cuando sus aCtivos y pasivos pasaron a Ferle rico y Edmundo zo, quienes formaron la sociedad «Haverbeck Hnos.>>.673 En ese

nromento la situación de la sociedad no era buena y los dos hijos debieron asumir rlcudas con terceros por cerca de r5o mil pesos, sin contar los más de r37 mil pesos r¡rrc le quedaban adeudando al padre por el valor de todas las propiedades que les

No 4, 4 de julio de 1899, vol. II, julio-diciembre, 1899; No 533, vol. II, julio-diciembre, 19oo; No 29, vol. V, scpl.ionbre-oCtubre, 19o3; y No 121 y zr8, vol. II, marzo-abril, rgo5. o'7o I,)rr ll propiedad de García Reyes funcionaba una fábrica de cigarrillos de ErneSto Piwonka, como arrun¡l¡rlrrio. Ijl tz de febrero de 19o6, el arriendo se hizo con el nuevo dueño, Edmundo Haverbeck. Este d¿rfu u I'i won ka ol agua necesaria para la fábrica con su bomba (en la compra de Haverbeck se incluyír un caltloro, lrorrrbirs y cañcrías de aguas). En el mismo lugar funcionaría el negocio de maderas que Piwonka vcndió u A llrr,rl o I I¡rvcbcck cn r9r3. No 96, 99, 1oo, r4o, 146 y 2o5, vol. I, enero-febrero, 1906.

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tr7'r lislcr:rórlil.orqrarcccscñaladocnlurlisolur:ióndelasociedadEdmundoHaverbeckcllijos,fornrrLdtul rz rlr.rr'¡rlicrrrlrrt rlc ¡r.¡ro. Iin ul nlonrcnlo rlrl llr¡nirro rlc lrr sociorlad, T de encro de r9r4, la tlcrrtla rrlcrurzrbr rr l,t.l,(rll l)(!sos. N" 34, vol. I,

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FABIÁN ALMoNAcID: LA INDU§TRIA vALDTvtANA EN sU APoGEo (T870

calÍtulo

240

re ruoustRlÁ y LATTERRA (t87o-19r4) L4r

cedÍa y otros 25 mil pesos pertenecientes a Federico Haverbeck.

Aunque, como se aclaró el t6 demarzo de ryr4, el valor de las didas por el padre consideraron un precio del fundo Las Lomas inferior al pues se reconocieron cerca de nueve años de trabajo de los hijos, las deudal proporcionalmente muy altas. Para resolver e§tas deudas, el 5 de febrero dl Haverbeck Hnos. había dado poder a Salvador Gálvez, de Santiago, para un crédito hipotecario sobre el fundo Las Lomas, ha§ta por z5o mil pesoe.m Como se ve, Edmundo y sus hijos, al igual que Jorge zo, terminaron exclusivamente a las aCtividades rurales. Los Haverbeck, con diferencias entre ellos, son un buen ejemplo de Io tancia adquirida por la aCtividad agrícola para quienes comenzaron como triales y comerciantes e§tablecidos en Ia ciudad de Valdivia. Todos los a comienzos del siglo XX de§tacaban como importantes propietarios sus negocios exclusiva o principalmente dependían de Ia tierra. E§te tránsito a las aCtividades rurales fue una caraCterí§tica de la departamento valdiviano desde fines del siglo XIX, que se impusó con desde Ia primera década del siglo XX. Mientras que anteriormente el había tenido un papel secundario en la economía regional, de aquí en produjo una creciente valorizaciónde las aCtividades agrarias como generaba excelentes utilidades. PráCticamente ningún empresario, o indultrial quedó al margen de e§ta tendencia y parte importante o negocios comenzaron a gírar en torno a la tierra. Así, desde frnes del se experimenta un auge del seCtor agricola, el que adquiere notoria i frente a las aCtividades urbanas y marca una evolución de toda la partamental.

4:

CAPTTULO 4

LA TNDUSTRIA y LA TTERRA (r87o-r9ra)

N CUANTO SECTOR PROVEEDORY RECEPTOR DE RECURSOS, EN ESTE ÚT,TIUO se vincula a la industria e industriales valdivianos con la tierra. A nue§tro juicio, explicar el desarrollo industrial y las hiltorias de los induslri¡rlcs del departamento de valdivia sin establecer el papel que le cupo al ámbito r rr rir I sería escribir una hi§toria incompleta, ya que la región que nos preocupa fue rltrrirnte todo el período e§tudiado una economía y sociedad esencialmente rural.

capítulo

lll srrrgimiento y crecimiento de actividades industriales estuvo condicionado ¡rul krs recursos naturales regionales, sin los cuales toda la industria valdiviana y ll rix il.o de los que se dedicaron a ella sería difícil de imaginar. En un departamenlo lrrral, los cambios experimentados por el sector agrario marcaron los límites rL'l rkrsarrollo indu§trial. La industriavaldiviana tuvo su mejor momento cuando, rtr lrrs últimas décadas del siglo xIX, los productos rurales no tenían un mercado ¡rtrr¡rio relevante y necesariamente los empresarios valdivianos debieron animar ¡l rlrrs¿rrollo de diversas industrias para aprovechar recursos que no tenían ningttrrrr llosibilidad de ser vendidos fuera de la región si no eran como productos l¡rrlrrsl riales. En esos mismos años, la industria valdiviana no tuvo competencia ¡l¡{rrrra para acceder a los recursos naturales ypudo prácticamente monopolizar lrr lorrrlrra de insumos y materias primas agrarias enla zona. De este modo se ftrr'¡rrr'r lt variada y numerosa industria valdiviana, sin desconocer por supuesto r¡lros lirdl,«¡res. Micrrt,ras el sector rural se mantuvo en una posición secundaria, la industria lrrio, irr nl,«l cr¡n ol,ras actividades urbanas, los mejores esfuerzos y capitales de la ¡orr¡r. sin crnllar¡1o, cn la rncdida que la actividad rural fue adquiriendo vuelo pro¡rkr, corr la rrruyor rlcrnaruln rrnci«rnal dc productos agrícolas y el aumento de las rrl

ó24 N.r6:l.vol. ll.rrrrrzouhlil.rgr4;yN"l3r,vol. ll,rrrnlz0¡rlrrll.rqr,l.S(,[rirlllIn[rdr'lrl,op,r,ll,rI rq¿,t, r'l lrnlrlo l,u¡ l,orr¡rrr vrrlfn .lttq rril llr,¡r¡r.

¡ronillilitltttlcr tltl lrttttr¡lorl.c, lrt cxllkrl,ur:ir'rn rlc lu t,icrrr inici/¡ un ascc,nso econó-

FABiÁN AI,MONACID: LA TNDUSTTtAVAf,DIVIANAEN

§U APOGEO

cAPíTUIo

4: f,A

rNDUsTRray

LA TTERRA

(r8Zo-r9r4)

242

mico que se opuso a un mayor crecimiento de indu§trias, a lo menos de que no eran compatibles con el auge agropecuario. A comienzos del siglo tierra es el seCtor masivamente más atraCtivo para negocios en el valdiviano, lo que se refleja en el aumento de la población llegada al campo di§tintos lugares del país, en el incremento del número de propietarios ruralll¡ el valor de la tierra y en los capitales que se invierten en el agro. La expansión agropecuaria le da al campo mayor autonomía de las urbanas, principalmente respecto de las realizadas en la ciudad de Valdivlr, Io que la indu§tria e§tablecida en e§ta ciudad pierde el mercado cautivo dt terias primas que antes tenía. Ahora debe competir con la demanda del norte del país y, por lo tanto, sus co§tos debieron necesariamente hacerse res. Como seCtor, no es casual que Ia indu§tria valdiviana se debilite en lu meras décadas del siglo XX, ya que junto a otros fenómenos nacionales e cionales la indu§tria departamental recibe el golpe del auge agropecuari«t En e§te esquema, los indu§triales que pretendían permanecer como talat bieron acceder directa o indirectamente a los recursos naturales Aquellos que se encontraron en una mejor posición agraria, como por ejemplo, fueron a su vez los que tuvieron mayor permanencia como rios de éxito. Para quienes no controlaron e§tas alternativas, ellos o sug dientes terminaron pasando de las aCtividades urbanas a las rurales, ys gl¡a ellas comenzaron a producirse los mayores beneficios. Todo lo anterior lo concebimos como una tendencia de mediano plazo, EE produjo inmediatamente dentro de nue§tro período una crisis profunda en ll du§tria valdiviana. E§ta permanece, pero con escasas posibilidades de contl desarrollándose. Incluso aquellas menos dependientes de los recursos locales se verán resentidas por el tránsito de los principales intereses riales locales desde las actividades urbanas a las rurales. En una economl¡ nal que experimentaba un auge agropecuario, se hacía difícil reunir lo¡ les para animar una nueva indu§tria: para los potenciales accioni$tas eru más prudente poner esos dineros en un sector objetivamente pujante quc en que prometía utilidades pero que no aseguraba nada. La suerte d0 nl¡¡unU du§trias ya vi§tas cae dentro de e§te fenómeno: por ejemplo, recuérdeso co§tó aJorge Fehrerlberg reunir unos cuantos miles de pesos para su de§tilación de maderas. En una perspeCtiva individual, hemos de§tacado que muchos ilrdtrrll,rlalc¡ principalmente sujetos de gran diversificación econ(tnlica. Part clkrs, ln era una más de varias aCtividades por desarroll¿rr. lin ltr nltltlida (llt(! nllt des en la indu§tria bajaron, prelirieron llcvar sus t:upit,ulcs ¿t «rl.rort rt(!(ll t,rc¡' cllos la tierra, lralt,aron indu§trialcs trsprrciuliznrl¡¡s rn cl tlcpurlrttttonltl d€ viu. rlcl ti¡lo rlc r¡n Allxrrl.o llchrrrrrs. tlcbirkl u r¡rrc lus tturirlrtil ultcr¡trttlva¡ dÉ

ÍIocios e§taban en otros seCtores. Fuera del auge agropecuario, e§tuvo también el cvidente auge comercial y de servicios vinculados a Ia explotación de los recursos

rraturales. En suma, en e§te capítulo nos interesa incorporar otros elementos explicativos rlc las limitaciones que experimentaba el crecimiento industrial en el departarnento de Valdivia, mediante el e§tudio del papel que le cabe a la tierra en esa suerte. E§to es, buscamos otros elementos para comprender una realidad que se r:r¡mienza a percibir desde principios del siglo XX, pero que tiene sus mayores nranife§taciones más allá de nue§tro período de estudio. Creemos que los camlrios en las relaciones entre la indu§tria y Ia tierra, modificados apartir del auge irgropecuario, son un elemento fundamental para entender por qué no hubo un rnayor crecimiento indu§trial en el departamento de Valdivia, a pesar de que todo indicaba que a comienzos del siglo XX allí se consolidaba una de las principales r:r¡ncentraciones indu§triales del país.

LOS INDUSTRIALES EN LA PROPIEDAD DE LA TIBRRA

de los vínculos entre la indu§tria y la tierra, la presencia de los industriales en lapropiedad de la tierra es uno de los aspeCtos más relevantes. ¿En r ¡uó momentos se produjo un mayor acceso de ellos a la propiedad de la tierra? Es r¡rr lrecho que la mayoría de los indu§triales se hicieron importantes propietarios lrrr¿rles: ¿Cuáles fueron las razones que los llevaron a ello? ¿Son las necesidades

J)entro

I-f

¡rr«rpias de un mejor desempeño

indu§trial las que generaron este fenómeno? ¿Lle-

Hir ron a convertirse en los principales terratenientes del departamento de Valdivi¿r'i, en fin, ¿qué función cumplía la tenencia de tierras para los industriales? lin e§ta parte pretendemos e§tablecer una respue§ta a e§tas preguntas, que nos ¡rcrrnita aclarar situaciones vi§tas en los capítulos anteriores. I Irra primeraprecisión: hacia r87o, coincidente conla expansión de la industria, r,l rrrcrcado de tierras tuvo un incremento considerable. Hubo una presión por aclr¡rririr propiedades rurales que condujo al aumento en el número de propietarios. ¡rlov«rcada por la llegada de chilenos venidos de distintas zonas del paÍs y de exI lir rr joros. En un principio las tierras más atraCtivas y valiosas eran las cercanas ¡t lrr cir¡tlad de Valdivia, en las orillas de los ríos navegables (Valdivia, Calle-Callc, ('iru-(lau, Cruces, etc.) y en la co§ta. Los precios eran bajísimos, comparados con krs r¡rtc porlía l.oncr urra pr«lpiedad urbana o algunos bienes muebles, como milr¡rtirtus o cr¡tb¿rrr:aci«)ncs, f)or l«l quc l«r único que limitaba Ia compra dc ticrras cra lr ¡rosihilitlrul tlu cx¡llola.rl¿ts convenicnl,elnont,o. I.ll recurso t.ierra era abundanlc. liitt ctttllitrgo, l¡ts ¡ttcirlrcs licrras c$l abln ()n nrano$ dc las firlnilius l«rcalcs lr¿xliliort¡tlt,*, lrts r¡tu'lticicrorr srrl¡ir kur ¡rrccios lt n¡v(rl(rs uxtgtrritrkrs ¡lrlr kls llcrulficios

FABI,{N ALMONACID: IA TNDUSTRfAVALDTVIANAEN

ceríturo

SU APOGEO

pocos e§tuvierondispuel que generaba la actividad rural, con lo que sólo unos aeinaiqlll; ápalar tales rralores. Por ot taparte,e§taban las-tierras en poder la parte n en co§tera; qr"ál"u.rruban dimensiones considerables en la zona de Ios cordillera misma áeI departamento y en las zonas interiores, ha§ta la des.

podía comprar En la década de r8zo, con unos cuantos miles de pesos se hemos vi§to' gran propiedad en las cercanías de Ia ciudad de Valdivia' Como el fecha anterior, en 1867 C'I'H' Kun§tmann había comprado ái.-ito,

".,,rna

¿oCotti"oen3milpesos,contodoloquecontenía:ediflcios'aserradero' y árboles frutales.

vinculada¡ I Por su parte, Schülke y Cía., una de las primeras sociedades habfa rurales' propiedades de número gran actividadlndu§trial en ptr"., de más Teja' la Isla en hijuelas de grJ, núm"ro prad,o el 3o de abril de r8zo eran pesos' de miles varios Lu, 7 mil pesos' E§tas compras, de "r, Hoebler a/d po. .St" tiempo. Además, el 7 de mayo de r}7z'compró a Erne§to .-L-septiembr z6 de El pesos' 1'250 en s"ita María, junto al río Cruces, Santa úTz,lasociedad compró dos terrenos en Corral y otro en el fundo Bellavlctl' fundo el adquirió por 84o puror' EI zr de diciemb re de t872,

Iip"iá"

Pi;hoy, -,-lpesos' A modo SanJosé, en 8oo pesos, y el fundo Curingue, SanJosé' en 7oo a Emilio Reusch comparación, el r, ¿e oáubre de t}7z,la sociedad compró goleta en r.zoo Pesos.675 tho el El caso ¿e scniiu<e y cía. es excepcional. En e§te caso la motivación todavfa ¿l mercio de maderas, pues la mayorílde los indu§triales no entraba variag cado de tierras en la década de r87o, por lo menos no para adquirir las en fundo o un chacra una poseía sí la mayoría dades rurales, ya que de la ciudad de Valdivia.

Laausencia.delamayoríadelosindu§trialesenelmercadodetierraggn

que su llegada a é§te se prt cas tempranas de nue§tro período puede indicar mayores yles fue muchO hicieron se cuando las necesidades de sus indu§trias a otros' o que §u ll€l insumos conveniente poseer tierras propias que comprar de sus indudtrle¡, deterioro por el a la propiedad de la tierra e§tá antecedida que signiflcativo Aiomienzos de la década de r87o hay un cambio la c« r85z-r855' crecimiento del mercado de tierras.676 Desde los años

4:

la wousrRrAy

f,aTIDRRA (182o-r914)

¡lropiedades rurales e§tuvo limitada por una serie de condiciones, especialmente cuanto se trataba de propiedades de indígenas o en tierras de indios. La enajenación de é§tas e§taba controlada por el gobierno local y se llevaba un registro itparte de ellas. Una modificación de estas limitaciones se produjo con el decreto ley del r7 de abril de 1856, que estableció que la presencia de la autoridad gubernarnental en la venta de esas tierras no era necesaria si ella se hacía en subasta pública por ejecución judicial. El efecto de esta medidla fue abrir un espacio para la lcgitimación de muchas irregularidades: por diversas razones, reales o fiCticias, sc llevaban las compraventas de tierras a los juzgados y se validaban compravcntas de tierras baldías, de indígenas o de terrenos sobre los que el vendedor no Icnía títulos. una ley del 4 de diciembre de 1866 volvió a reltringir la compraventa rlc tierras en territorio indígena (en el que se incluía a la provincia de valdivia), cx igiendo título inscrito y registrado previamente. En un sentido pragmático, la cxigencia fue superada con la proliferación de títulos fraudulentos, que alejaron irti n más a la autoridad ejecutiva de su labor supervisadora. De allí en adelante, corno lo expresaba Agu§tín Torrealb a en tgry, los títulos se crearon estableciendo c jccuciones judiciales contra los indígenas: entre otros mecanismos, se otorgaba rur rnutuo con hipoteca al indio, deuda que no existía, lo que permitía después lrnbargar la propiedad y adjudicarla judicialmente. En estos eventos el indígena lirrrrraba parte del negocio o aCtuaba engaflado.677 l,a presión que ejercían chilenos y extranjeros sobre las tierras de indígenas terrrrin(l por eliminar las trabas exi§tentes para la compraventa de tierras de indios n r¡rre procedieran de ellos, como lo eran la mayor parte de las que se ubicaban r,rr írreas de reciente expansión de la propiedad rural, en el norte y al interior de l¡r r:iudad de valdivia. A fines de 1873 se resolvió un conflicto interpretativo de lrrs lcyes exi§tentes entre el Intendente de valdivia y el notario de la ciudad de Lrr (lnión, sobre si debía permitirse al último otorgar escrituras sobre tierras dc irrrlius: la Corte Suprema, el ro de noviembre de 1873, estableció que los departunrcnl,os de valdivia y La unión estaban sujetos a las reglas ordinarias y comunesr solrlc cnajenación de tierras, pues no estaban consideradas dentro de Io que las lr,ycs t:alificaban como «territorio de indígenas», que se interpretó como la zona rk, An¡¡«ll, Lebu e Imperial, por lo que no importaba que las tierras fueran de in, rlfgtrna,s o procedieran de ellos, ya que los indígenas de la provincia de Valdivia lll rr ll¿rn civilizados y no e§taban dentro de un territorio de colonización.678 lil t:urnhio provocado por la decisión del máximo tribunal judicial del pals,

6zs N" zg, rzz, r85, zSty zSzvol. 35, t87z'

,r"rrr't-ri"riiíit,irp."ri"ijr'".r.ituri¡,

su lcgislat:ión y ,iurisprtuhtncit, I rrtprcttl it

Snntit¡p; Agtt§l f n'lirrrmrllxt(tetll:'l'ltttnttt lisutk'tt v dp t In

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c¡pírulo

!ABIÁN AIMONACID: LA INDUSTRfAVAf,DTVIANA EN §UAPOGDO

4,

rr rtpusrR¡ar

LA

TIEnR^ (t87o_¡9t4)

246

aceptada plenamente por el gobierno, fue inmediato. Es evidente en los guientes el aumento de las compraventas de tierras, especialmente de lal tenecientes a indígenas. Según el abogado Agu§tín Torrealba, quien escrituras de compraventas de la notaría de Valdivia, entre 1788 y rgoz se emitido 2.5o5 escrituras, de las que sólo 344 correspondían a fechas an r87o ylas más de 7 mil re§tantes eran de fechas po§teriores. De e§tas últimat ca de mil fueron otorgadas por indígenas.67e Recién en 1893, después de veinte años de libertad total para contratar, una

del rr de enero de 1893 extendió la prohibición absoluta para adquirir tierr[ indígenas, que ya imperaba en la zona de laAraucanía, a todo el territorio de Valdivia a Magallanes. A e§tas alturas las modificaciones en la tenenclt tierra habían sido considerables. En todo caso, después de 1893, según lor tros notariales de Valdivia, se siguieron vendiendo tierras de indígenas, con una frecuencia menor. De tal modo, en la década de r87o el aumento de las actividades urbanü, merciales e indu§triales, y la presión de la población que arribaba a la zona, !! contraron perfectamente reflejadas en la liberalización del mercado de la provocando un aumento su§tancial de las compraventas. Reconocemos dos tipos de relaciones entre las propiedades rurales y la I tria: una, la de los indu§triales que motivados por el éxito o las necesidadtl sus negocios pasan a ser propietarios rurales; y dos, la de aquellos que primero como propietarios rurales y luego se iniciaron en la aCtividad i especialmente en rubros indu$triales vinculados direCtamente a las nes rurales, como la actividad fore§tal. Es decir, el desarrollo de víncult¡¡ la indu§tria y la tierra fue posible en ambos sentidos; tanto por la ampllaclóQ los intereses empresariales de los indu§triales, como por el interés de lo¡ cultores y comerciantes. El primer tipo se observa en los indu§triales quo tratado en el capítulo anterior, y el segundo tipo fue el que se dio por ejemplO los hermanos Manns, los Sprónhle y Kilian Meckes en San José, entre otrof ambas situaciones, la tenencia de tierras les facilitó el desarrollo de

indu§triales. En el último cuarto del siglo XIX, el mercado de tierras fue principulmontl

námico en torno a los principales centros urbanos del departamento: Mariquina y Corral, manteniéndose una menor aCtividud en norte del departamento y en el interior precordillerano. Aparecicron grandcs comprad«lres tlc propicdatlcs rt¡raltls, t:o¡¡ttl ltt Manns cn San Josó, quc sr'rkr 0nl,rc ltlzo y ttt95 rculizur«ln ¡¡tt'ts tlc cicrt ct¡tt

San José de la

h

las de tierras. Los Manns se e§tablecieron en la región en 1853, con carlos Manns ¡lacabezade la familia, en el fundo chorocamayo, a orillas del río Pichoy.680 Hacia r87o ya eran dueños de propiedades en chunimpa, Tres Bocas y Guincul, cn SanJosé. El 4 de junio de r87o, Guillermo, Eduardo y Fernando, hijos de carlos Manns, crearon la sociedad <>, con un capital de u mil pesos, maderas, frutos del país y gana¡rara dedicarse a Ia compraventa de mercadería, se dedicarían a la compraventa Además y SanJosé. Chufiimpa rlo, con tiendas en tlc bienes raíces.681 De allí en adelante adquirieron una gran cantidad de tierras: la e§trategía era simple, formar grandes propiedades mediante la compra de a/d sobre pequeños l()rrenos, a bajo precio, en ciertas zonas de SanJosé y Pichoy. De e§te modo, a las

en chunimpa, Bellavi§ta y ¡rropiedades que ya poseían sumaron nuevas tierras y los fundos Locuche y Curin( ltchupulli en San José, la Isla de Realejo en Pichoy otros. ¡4rre en la zona cordillerana, entre Por otra parte, Gu§tavo y Julio Manns, otros hermanos, se quedaron con las propiedades del padre: el 4 de enero de 1876, carlos Manns vendió al primero Tres llocas y Guincul en 3.3oo pesos y al segundo, Chorocamayo y ald en el potrero

(ttia-cúa, en sanJosé, en 3.9oo pesos. Gu§tavo por su lado, compró el 6 de diciemlrrc de 1877 a ManuelJesúsJiménez el fundo san Ramón, junto a Punucapa, cabo

llltnco, en

crminaron desarrollando secundariamente una actividad indu§trial. lil zo de septiembre de r89o,la sociedad Hermanos Manns se asoció con Eduarformando la firma «Hermanos r k I l,)skuche y Gu§tavo Exss (sobrino de los Manns), M irn ns y Cía.», la que continuaría con los negocios de Ia primera, en las tiendas de Srrn.f osé yVillarricayla compraventa de frutos del país, ganado y otros. El capital t,n de 72.425,67 pesos, de los que los Hermanos Manns colocaban 5r'858,o3 pesos, l,lsk¡che ro.zz8,3o pesos y Exss, r5.34g,34 pesos. Los Manns daban en usufructo ¡r lil sociedad gran cantidad de propiedades rurales y urbanas en SanJosé yVillrrrrica (las que no se integraban a e§ta sociedad)' por las que recibirían pago de ¡rrricndo. Dentro de los giros, fuera de los ya mencionados más atriba, aparece la crrgrrrcla y crianzade ganado enJunín de los Andes, Argentina, práCtica habitual I

r'Ir irTr¡ A¡rrtl fn'lirrrrnlhr

mil pesos.6"

La sociedad Hermanos Manns desde la década de r88o aparece dedicada a la lirllricación de aguardiente, complementando sus negocios agrícolas y comerciak's, rubro que mantendría ha§ta comienzos del siglo XX. E§tos no son indu§triales r¡rrc hayan pasado ala propiedad de la tierra, sino comerciantes-agricultores que

r,n,, (tqtr¡), p, t,lo,

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cApÍruLo

MoNAclD: LA tNDUsTRra vaLDTvIANA EN su aPocDo (r87o-r9r4)

4: LA

rNDUsrtrtAy

LA TTEBRA

(r87o-r9r4)

248

indu§triales principales del departamento de Valdivia.ór¡ El atraCtivo de la propiedad rural contagió a artesanos que en un e§tablecieron en la ciudad de Valdivia y después pasaron a e§tablecerse al rior del departamento, haciéndose grandes terratenientes. Es el caso del indu§trial e§tablecido en SanJosé haciat866, el curtidor Enrique Schmidt, junto a su aCtividad indu§trial se hizo un aCtivo comprador de tierras en Schmidt representa muy bien el aumento y las caraCterí§ticas del negocio dl rras a fines del siglo XIX, sabiendo aprovechar la apertura del mercado de y el bajo precio para dominar extensas propiedades. Desde 1875 ha§ta su muerte, hacia r89o, Schmidt fue uno de los principalel ticipantes en el mercado de tierras en SanJosé. No es extraño pensar que lot ros utilizados hayan sido los que producían las ventas de suelas de su Uno de los aspeCtos de§tacados en sus contratos es el número regularmentl de vendedores con los que trata. El 3o de noviembre de 1875 compra a? el fundo Trocogue, en 38o pesos. EI 13 de junio de ú76, a Manuel Melillanef en Quechupulli, en roo pesos. El z9 de noviembre de 1876, a ro indígenas y t Frick, a/d en fundos Pongui y Quechupulli, en 3oo pesos. El rS de di ú76, a 6 indigenas a/d en terrenos Guape, Guechupulli y Polqui, en US peso¡, de diciembre de 1876, a z3 indígenas a/d en Tampufude, Mailef, Huape, pulli, Puleufu y Polqui, en 4oo pesos. El zz de diciembre de 1876, a 3 en Quechupulli y Polqui, en 75 pesos. El S de junio de 1877 a Rosalía Becerrl en fundo Locuche, Culingüe y Cerro de la Marina, en roo pesos. El rz de 1878, a 7 indígenas a/d en Puleufu, Pome y Ciruelos, en un sólo paño, en 4oO sos. El 13 de marzo de 1878, a z indígenas a/d en Ciruelos, Puiñe y Quechupull! un sólo paño, en roo pesos. El r+ de ago§to de 1878, aJosefa Umailaf a/d en Lagar, en 12o pesos. El r8 de marzo de 1879, a 5 indios a/d en fundos Trena y quina, en 35o pesos. El z de oCtubre derf79, ayarios indios a/d en fundo en 35o pesos. El 16 de noviembre de r88o, a Manuela Valle y otros 6 a/d en Puringue, en r5o pesos. El rS de diciembre de r88o, aJuana Inacian a/d en de los ganaderos e

Becerra. Si Schmidt no aparece comprando directamente a indígenas, como es lo regular, lo hace a alguno de los otros comerciantes, que a su vez compraron las tierras a indígenas. Como el r9 de julio de r88r, cuando compró a Adriano Mera a/d en potrero Chamil, en 50 pesos. El zz de diciembre de r88r compraba a Adriano Guaiquimilla, un indígena acaudalado dela zona, a/d en fundo Cufe y Manine, en 5oo pesos. EI z7 de enero de 1882, compró a 3 indios a/d en fundo Huape y Puleufu, en 2oo pesos.

Isla Teja, r86o

(enValdivia Antes del Gran Incendio, t9g\-tgog,Yaldivia r9r3).

)l.ra faceta de la compra de tierras se aprecia en una propiedad adquirida en refudicial. El zr de junio de 1882, compró al juez de la subdelegación de San osó a/d en fundo Purento, en 2v,86 pesos. El embargo y remate fue por deuda del f

(

rrrrrt,e

¡rropictario AntonioJaramillo, de 73,75 pesos con los Hermanos Manns.685 Sigucn las compras a indÍgenas: el rr de enero de 1883, a rz indígenas ald en lrurrlo 'l'roltrogue, en 2oo pesos. EI mismo dia, a g hombres de apellido español f)tt,t

N.'05¿, vtll, (!.t, ttlrJt,, N" ¿(rt, vol,,tlt, rltTfi N" r.t,l, ¿¡(r, rl,rr, rll2 y ¡ll7, vOl, ,Il, ttu(l| Nn tó4, vol, 4rr, rll77¡ N,, ,¡1, rrlt y ¡,tO, l¡t7¡ti N" 100 y rtq, vol.4r, r87rr; y N" l:lt, illlo y I'J.t ,Irñ, vol,4{, lltltr},

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y'ir,ivol.

45. tlllltr y N" ;tl{y r¿r), vol. 40, rtltt'¡.

cApÍTULo 4: LA INDUsTRTA

a/d en fundo Lumagüe, en 2oo pesos. El 4 de abril de 1884, a 4 indios a/d en

Mailef, en 4oo pesos.

El rs de noviembre de 1884 schmidt vende a cipriano Pineda la propiedad prada en remate judicial en 1882, en z8o pesos, obteniendo una pequeña cia.686

El r5 de junio de 1885, compra a 4 indios a/d en fundos Quechupulli y en un mismo paño, en 16o pesos. El r de oCtubre de 1885 tres compras a 42lno nas, de a/d en fundos Carigua, Quirarhue, Cordillera, Hualve y Quechupulll' un total de 783 pesos. El 6 de oCtubre de 1885, a 5 indios a/d en fundos Lu y pintahuape , ent66pesos. El r de diciembre de 1885, a 59 indígenas a/d en vt iundos de §anJosé, en 74o pesos. El 17 de diciembre de r88s, a 9 indios a/d en pet dos Chileude, Huahue, Quechupulli y Ciruelos, todos en un paño, en 3oo fu en EIZ deenero y el rr de febrero de 1886, compró a más de 15 indios a/d

y Follico, por un Quechupulli, Ciruelos, Pintahuape, Lumahue, Troltrohue de 5oo pesos.

áe agosto de 1886, su hijo Teodoro Schmidt compraba a Manuel de la Mera, otro activo comerciante de tierras, el fundo Quetrahue y a/d en Huahue y Chileude, en mil Pesos.688 Las referencias anteriores, que no son exhau§tiyas, permiten ver el nivel

El6

16 de septiemb{ en didtint¡l I dispersas rurales, propiedades r89o, con el fin de dar orden a sus con los I de tierras permuta una hizo nas de la subdelegación de SanJosé, tierrag las todas recibió similar: nos Manns, otros que tenían un problema

tividad alcanzado por Schmidt en la compra de tierras. El

ridas por los

Mu.tr, .r, Quechupulli, Ciruelos' Mailef y Cordillera, y dio a lor

sus terrenos en Carigua, Tampufudi, Cufe, Manine, Locuche, Cerro de le M p y Cuyinhue. Schmidt calculó su entrega en z mil pesos y los Manns en 1,600 D¡ efeCtivo.6¡e iu ,ryu, por lo que se le pagaron al primero 4oo pesos en dinero

forma dos grandes compradores de tierras organizaron sus extensas uniéndolas en un sólo paño, como se decía en la época' Con po§terioridad a la muerte de Schmidt, sus hijos Carlos y Teodoro llgUl como importantes propietarios rurales. La curtiduría de los Schmidt hable cionado áurante todo e§te período y e§tuvo aCtiva ha§ta comienzo§ «Iel ll¡lO Enrique schmit, aunque pertenece al primer tipo de relación entre lu lndu y la tierra, en cuanto pequeRo indu§trial que suponemos se aprovechu dol precio de las tierras y compra con los dineros obtenidos por su curt idurf8, an

r5 y rlt, vol.47, rttlltl¡ y N" l:t:¡ y 4r¿, vr¡1.4r¡, ltltl4 y 723, vol. ír, rÍll{5.

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Y

f,ATIERRA (187o-r9r4)

mirada retrospeCtiva de§taca mucho más como propietario rural, pues desarrolló un ámbito de negocios que para la mayoría de los indu§triales principales no lue tan atraCtivo. No sabemos cuánto aportaron a su desempeño indu§trial las propiedades adquiridas, pero es evidente que Schmidt fue más allá de adquirir tierras por necesidad de un mejor giro indu§trial. Para ello le habría ba§tado con poseer mucho menos de lo que compró. Más bien nos parece que para e§te pequeño indu§trial, tempranamente la tierra se transformó en un negocio tan rentable o más que su indu§tria. De e§te modo, el surgimiento de nuevas indu§trias desde

muy temprano tuvo que entrar en competencia con las posibilidades abiertas por la economía rural. En todo caso, el ejemplo de Schmidt demue§tra la e§trecha cercanía entre los negocios rurales y urbanos, en un departamento que era ma-

yoritariamente rural. A diferencia de lo realizado por Schmidt, los principales indu§triales del depart.amento no tuvieron interés por adquirir cualquier propiedad rural, a lo menos al comienzo, privilegiando una relación mucho más e§tratégica. Prefirieron comprar propiedades rurales ya organizad.as, de alto valor comercial o ubicadas en ¡luntos de interés para sus negocios generales, que no era todavía la zona interior del departamento. Es lo que ocurrió con Schülkey Cía. o Alberto Haverbeck, que 0ompraron principalmente en la zona de Corral. La mayoría optó por comprar tlgunos fundos valiosos. Por e§te camino, los indu§triales llegaron a ser, en unas r:uantas décadas, los dueños de las principales propiedades rurales de la región. Una etapa previa a que la mayoría de los indu§triales se convirtiera en terratell ientes fue Ia acción en el mercado de tierras de comerciantes y agricultores, chilenos y extranjeros, que conformaron grandes propiedades rurales que después ¡rasarían a manos de los indu§triales. Hadta comienzos de la década de r88o, los indu§triales sólo habían adquirirkr las tierras indispensables para su aCtividad indu§trial; algunas chacras en las r:crcanías de la ciudad de Valdivia o junto a los ríos navegables, donde e§table(:orse o proveerse de lo fundamental. Es a lo largo de los años ochenta cuando se ir¡lrecia un mayor interés de los industriales por poseer propiedades rurales. Para todos los que requerían materias primas agropecuarias, el propio desaI r«lllo de sus negocios los conduciría a transformarse en importantes propietarios r.rrrales. Entre sus opciones también e§taba el arriendo de tierras o algún otro irt:uerdo con los propietarios principales, pues las mejores tierras tenían altos cómo los ¡rrccios y eran escasas. Más adelante veremos algunas evidencias de primas contratando los serirrrlu§triales Se aseguraban Ia provisión de materias vicios de agricultores. El ámbito geográfico de e§tos acuerdos excedía el deparlirrrrcnl,«l dc V.rldivia. Sin embargo, la adquisición de tierras resultaba siempre ser Irr rntrjor solur:it'ln, (lttc ett alguntls castls, especialmente para tener buenos pa§tos la ¡lrrru lu rrri¡rrtr,u rlc gurrrul«r, sc proytrtllttlltt lrit$l,t l,¿t LInión, Osorno e incluso, a

FABIÁN ALMONACID: LA INDUSTRIAVALDIVIANA

(

EN SUAPOCEO (T870'T914)

Apír uLo 4:

LA rN

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LA 1 r IB

R

a

(r87o-r9r4)

253

Argentina. Por ejemplo, Alberto Haverbeck compró el 7 de mayo de r88o I cesión deJuan Francisco Adriasola, el fundo Quillos en La Unión, por 1.201

junto

a Ia

villa

de La Unión.6eo

Una inesperada situación cambió Ia decisión de Haverbeck. Su compra si§tida por Manuel Lazo, quien tenía un litigio con el vendedor por cerca de t sobre el dominio de ella e impidió que se inscribiera esa venta en La Unión. mente, Ia sucesión Adriasola decidió venderle otra propiedad, el rr de r88r, el fundo Poco Comer en Corral, en2.5oo pesos, debiendo pagar Ia de precio. De allí en adelante Haverbeck comenzatia a comprar tierroa palmente en Corral. EI z3 de mayo de 1884 compró a los herederos de García yJoaquina Agüero, el fundo La Ensenada, Corral, en 3'2oo pesos, Ad el rr de junio de 188+ compró a Ruperto Leal alden fundo Frontón, Corral, al fundo Poco Comer, en r.5oo pesos.6e1 Como ya hemos adelantado, Alberto Haverbeck se convirtió en un i

terrateniente. Fuera de las anteriores, el z9 de julio de 1889 compró aJosó Muñoz a/d en fundo de SanJosé, por 4oo pesos. Allí mismo, el ro de mayo compró a/d a Rosario Muñoz, por 11o pesos.6e2

r;omercial en concesión, con la condición de hacer con§trucciones y poner 48 mil l)esos en ganado vacuno, lanar o caballar, para conseguir la propiedad definitiva. l,a venta sería por 45 mil pesos argentinos, zo mil al contado y el re§to al obtener las escrituras deflnitivas, para lo que se fijaba el plazo de un año más. No tenemos con§tancia de que se haya efeCtuado la venta, pero la sola promesa nos indica el irlcance que había alcanzado la búsqueda de buenas tierras. Lariquezapotencial de las propiedades rurales adquiridas enlazonade Corral ¡lermitió a Haverbeck convertirse a comienzos del siglo XX, como lo señalamos, cn un gran elaborador y comerciante de maderas. Haverbeck hizo un excelente ncgocio, ya que los precios pagados por esas tierras se multiplicaron varias veces cn el futuro. El único probleina que tuvo con esas propiedades fue que sus títulos no eran todo lo claros que hubiera deseado, pues la mayoría se habían con§tituirl«¡ en Ia notaría, incluyendo terrenos que habían sido escasamente ocupados y r,xplotados, a expensas de los derechos fiscales. Más adelante retomaremos e§te l(rma y su resultado.

dl

También compró propiedades en el Islote, isla ubicada en el río Valdlvlü al sur de Ia ciudad de Valdivia. El 3o de junio de r89r compró allí su primerl la, a Sabino Guarda, en 2.o5o pesos. El zz de diciembre de r89z compró el Guarda la cuarta parte del Islote en 3 mil pesos. El rr de mayo de t894' otrl en el mismo lugar aMariana Guarda, en 4 mil pesos. El lz de mayo de 1892, Haverbeck compraba a Gertrudis Flores y vanco a/d en terreno Renoval, en Corral, limitada por todos lados con

comprador, en 4oo pesos. El 6 de julio de r8g3 volvió a comprar a/d en ol luga¿ a Celso y Mercedes Vivanco, por 90 pesos. EI s de julio de 1892, Haverbeck logró deflnir los límites entre su futtd0 Comer o Naguilán con el fundo Romazas, de Tránsito Irigoyen viudo dc la, con lo que le dio mayor valor a su propiedad: desde el e§tero de Ln¡ ha§ta el río Naguilán y de allí al río Chaihuín. Haverbeck pagó 5oo peror deslinde.

A fines del siglo XIX, también encontramos a Alberto Haverhcck do sus intereses a la zona trasandina: el 9 de marzo de 1894 acorcló tnn Hollman, de la casa Hollman y Miller de Buenos Aires, la pr«rntcst clc rz leguas cuadradas en Neuquén, Argentina, que le hablan sido tluclan e

Un paso tan decidido hacia la propiedad de la tierra como el dado por Haverlrcck no era la tendencia mayoritaria, pero a partir de los años ochenta todos los

irrdu§triales comenzaron a adquirir más tierras. Los hermanos de Alberto Haverbeck,Jorge zo y Edmundo Ie siguieron los pasos. l,)l primero, como hemos dicho, en la década de r88o hizo sucesivas compras haslrr lbrmar el fundo Miraflores, en Angachilla, el que ent}g4valía zo mil pesos. El st'gundo, el r9 de noyiembre de figz compró el fundo Las Lomas a ManuelJesús

linénez, en 3o mil pesos. Otro indu§trial tempranamente aCtivo en la compra de tierras fueJorge Schüler. l)cspués de comprar el 3 de noviembre de 1875 la chacra de Guechoscopiú, en Angirchilla, y el ro de noviembre de 1876, aldenelfundo Las Lomas, en SanJosé, que yrr hemos citado más atrás, el 5 de enero de 1884 volvió a comprar a/d en el mismo Irrrrdo Las Lomas a los hermanos Lovera, en r2o pesos. El z3 de febrero de 1886 lrrrnpró aJulián Navarro el fundo Huape, Pichoy, en 1.7oo pesos. El r5 de marzo de rl{l{7 a Orfelina Navarro el fundo Donguil, Pichoy, en 5 mil pesos. El z3 de oCtubre rlr, rtl88, aCruz Navarro hijuela en el fundo Seyunhue, SanJosé, en 3oo pesos. El r, rlc mayo de 1889, a Sabrina Navarro hijuela en el fundo Pichoy, Pichoy, en6.z5o p(,sos, en parte pagadas con mercaderías. El z6 de julio de 1889, a Andalio Lovera lriiucla en el fundo Sayunhue, en Cabo Blanco, en 23o pesos. Así como otros, también Schüler se extendería más allá del departamento valrlivi¿tnul el r5 de junio de r89z compró a/d en el fundo Santa Rosa, en Osorno, junto rr

690 N" 142, vol,44, l¡Jtlo, (r9l Nr'34, vol,45, tttltll y N" r95 y:126,

vol.4t¡, rtllt4.

692 N,,474,v01.()0,ttltl()¡N,,il54,v0l,7tt,rltqtt;N":tqli,v0l.()l).rll()r;N"t.¡tl,t,v0l.7rr,lflrl¡iN"tl(t,vol'tS ,totl, vol,6q, rltr)2: N" ll v h¿r, v01,7.t. rt{9.t; y N" l ifi. v(,1,7ñ. llttl.t,

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I)ilrnaiquén, en 38o

pesos.6erJ

l,r8(.onll)ilrÍthSr.lrlil¡r¡lrN,,tl,v0l,4q,tt{tl4iN,'rrt,v0l.51¡,ttttl6:N,,l29,vol.56,ttttl?:N,,60Z,vol.S8,l8tl8;

N" l0r y

4(16,

vol. fr{r, rllll(r;

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N,'frr¡t, vOl. fi¡r, rllt}¡.

FABIÁN ALMONACID: LA INDU§TBIAVALDIYIANA

cepÍrulo+:uTtoustRIAYLATIERRA(r870-r914)

EN §U APOGEO

254

Entre los que buscaron tierras más allá del departamento valdiviano, Alberto Thater y Pablo Hoffmann, como ya tuvimos oportunidad de ver en pítulo anterior. Por ejemplo, el z5 dejunio de r89o, Pablo Hoffmann la sucesión de José Miguel Vásquez" el fundo Cunalgüe, en La Unión, por

ca de g

d

pesos.6ea

El aumento del valor de las tierras y el interés de los indu§triales por las se mue§tra en unas compras del mismo Thater: el 3 de mayo de r89o

Demetrio Ca§telblanco hijuela de ro9 ha en Toro Bayo, junto al río Cruc€t, mil pesos. El mismo, el z7 de diciembre de r89o compraba a Saturnino y Rltl rril hijuelas en el mismo luga¡ por un total de más de zr8 ha, pagando 65 por heCtárea. En ese lugar e§tablecerían los socios Thater y Hoffmann a

sus indu§trias.

Una evidencia más del interés creciente de los indu§triales por disponer dl rras a fines del siglo XIX esJosé Rudloff. Como encargado de la curtiembrt liar, se comprende la necesidad de Rudloffpor adquirir tierras. Repenti desde r89r comienza a participar en el mercado de tierra, comprando a/d fundo San Ramón, Angachilla, entre el río Angachilla y el Tornagaleonec, El diciembre de r89r compra a Silveria Fajardo ald en Zoo pesos. El ro de d de r89r, a Mercedes Fajardo y Doraliza y Carlos Alarcón, a/d por 88o pesos, El mo día, a Ventura Ro driguez aldpor 35o pesos. El rz de diciembre de r89t, I lina y Dorila Alarcón a/d por 8o pesos. El r8 de diciembre de r89r, a Rufina a/d por 6oo pesos. El 5 de enero de 1892, a Antonia Faj ardo aldpor 600 potol. de febrero de 1892, a Pablo Fajardo aldpor r.5oo pesos.6e5 En e§te mismo lugar se aprecia el dinamismo de las compraventae: 6t ago§to de 1893, Rudloffcompró a Carlos von Bischoffhausen a/d por 3,Soo El vendedor las había comprado el r5 de marzo de r89z a German z" quien a su vez las había comprado a unos Fajardo y Alarcón.6e6 En uno¡ años, esas aldhabíantenido cuatro dueños di§tintos. Por último, el5 de abril der8g4, Rudloffcompró a Rafael zoFajard
Paracompletarlo realizado,elz6 de julio de r89+ Rudloffdaba poder a mo Frickpara que iniciara juicio de partición del fundo San Ramón.("}? l¡o! sabemos, la parte de Rudlofffue más de 8oo ha. Como hemos vi§Io md¡ ago§to de 19o6 Rudloffvendió e§tas hijuelas al curtidor Pedro Schmldt, vaporcito, por 3o mil pesos. El negocio fue ba§tante lucrativo, pucs gnr{t

mil pesos, más unos miles de pesos por el vaporcito, Rudloffcasi triplicó

inversión. Por lo demás, gracias a acciones como é§ta se daba forma a grandes pequeñas propiedades. ¡rropiedades donde antes sólo había un sinnúmero de fines del siglo xIX, se puede de Revisando los li§tados de propietarios rurales por las necesidades Ya sea ver en ellos a casi todos los indu§triales valdivianos. rle sus indu§trias o por el interés de hacer un buen negocio adquiriendo a precios relativamente bajos buenas tierras, pues contaban con el dinero suficiente, krs dueños de indu§trias en Valdivia se incorporaron al mercado de tierras. Ju§to cn el momento que la aCtividad indu§trial empezó a experimentar dificultades surgió el interés por invertir en tierras. Ambas situaciones se compatibilizaron. ( lomprar tierras les permitía abrirse a otros negocios y de paso asegurar la provisión de materias primas. Un caso interesante, de llegada repentina y decidida a la compra de tierras es ¡l de Ia familia Anwandter. Entre r87o y 1894 encontramos tres compras de los Kiirner. una del + de diciembre de 1886, cuando Pablo Kórner Anwandter comBlanco, en 6.5oo pesos. otra, el ¡rr(r a Antonio smith, el fundo Rebellín, en cabo compró con carlos von Anwandter Kórner Ricardo 15 {e marzo de r8gz, cuando San Ramón, Angachiel fundo ald en z" We§termeyer, tischoffhausen a German Kórner compró a Pablo 1892, de 11 de ago§to llir., en 7.ooo,3o pesos. Por último, el

su

f

lhrlro Francisco Smith el terreno Macal, junto al de Rebellín, en Cabo Blanco, en lr.(t)o p€SoS.6e8

lil rz de mayo de r89+, carlos Anwandter Muhm, nieto del fundador de la farrrilia, compró a Ricardo Adriasola el fundo Ciruelos, junto al río Calle-Calle, en por 5.Soo pesos. Del precio se retuvieron 1.5oo pesos, apagar una vez que Arlriasola lanzara a los inquilinos que tenía pue§tos en el lugar' Rápidamente' r,l ro de marzo y el 17 de abril de 1893, Anwandter deslindó su propiedad con sus vr,r:inos María,Juana, Eugenio,Juan, Teodoro y Carolina Coronado, dueños de los lVlrrcó,

lr,r're nos Centinela y Huichaco.6ee I l¡r remate de tierras realizado en la ciudad de Valdivia en diciembre de 1894, dt 1,t¡.z7g,4ha de tierras fiscales en el departamento de Osorno, mue§tra quienes ¡,slirlran más interesados por aumentar sus propiedades rurales. El z7 y z8 de dilicnrlrre de r89+ se remataron hijuelas entre 50 y S6zhacadauna, en condiciones rrrrry vcntajosas: los precios eran muy bajos, pagando un tercio de pie y el re§to lrr ro irños sin intereses, debiendo solamente cercarse lo comprado' La única liIrrilirnl.e del remate era que ninguna persona o sociedad po diarematar más de 3

¡ril

lrir.

('onto yu se hacía una co§tumhre en la región, la mayoría de los rematantes 6gq

N'44tl

y 3r6, vol. 62, rtlgoi y N" 692, vol. (r1¡, rtk¡o.

Nt'62r,685,692, Zo5y 7't7,vol.66, rtlgl; y N', t0 y r49, vol. {rti, rtlgl 6ty't N" r22. vol,7tl, rtl9j. 6r¡7 N" trtu, vOl.7n, rll(),1¡ y N. Úr), vol.7(r, rtlu.¡,

695

n,rr N"hr,¿,vol,1,4,lllllfiiN"rt,l,vol,6tl,lti):¡lyN"7lr,vrtl,6'¡,ll{r)r. r,r,r N,, I tr, vol. ?r,, ¡ltr)4¡ y N" t¡7 y r44, vol, l, oll+,rtt nlr¡ ll, llt,,h, ('llltV

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I'ribliur N" 207 ('or¡lorrción {'ullrlrl Munlclprl Vnl¡llvln

CAPíTULO 4: LA ¡NDUSTtrU YLA

FABIÁN ALMoNAcID: LA INDUSTRTAvALDTVIANA EN §U APOGEO (T87o-T9T4)

TIE¡M

256

fueron descendientes de germanos. Entre los valdivianos rematantes Pablo Hoffmann, quien se adjudicó 6 hijuelas, por un total superior a 2,6?é pagando entre r,zo y r,9o pesos la heCtárea; Alberto Thater y Cía., que juelas, por más de 2.938 ha, pagando precios entre r,4o y 4,1o pesos por yJorge Schüler, que compró z hijuelas, por 974 ha, pagando entre 5.5o y ¡o por hectárea.7oo En el Cuadro N" 9 se puede apreciar la participación de los indu§trlalcl departamento de Valdivia en la propiedad rural. En general, eran dueños del g%o de las propiedades, lo que es un número bajo. Sin embargo, esoi correspondían a la cuarta parte del valor de todas las tierras del E§to és, los indu§triales poseían pocas propiedades, pero de un alto valo¡ rior al promedio. Considerando la columna A, se observa que el mayor propiedades rurales del departamento se encontraba en las comunas de Sctl Valdivia y Calle-Calle. Por otro lado, en la columna B se aprecia que en le de Valdivia (subdelegaciones de Angachilla y Cabo Blanco) se encontraba la mitad de todas las tierras de indu§triales del departamento, seguida po: José, mientras su número era muy bajo en Corral y en Calle-Calle, e inex Toltén. Comparando ambas columnas, se aprecia que el número de tierre¡ ln nos de indu§triales era más importante en Valdivia, Corral y San José, m en Calle-Calle, al interior del departamento, la presencia era bajísima. RespeCto al valor de todas las tierras, se aprecia que las comunas de Calle-Calle, a pesar de ser mucho menos numerosas que las de San José. que tenían un mayor valor. En relación al valor de las tierras de indudtrlel€f, lumna D, eran las de Valdivia lejos las más valiosas, con más de la mitad dcl de todas las tierras de indu§triales del departamento. Por el contrario, le¡ & José, aunque son casi similares en cantidad que las de Valdivia, tenf¿n un total mucho menor. Comparando las columnas C y D, se aprecia qu€ €n las comunas la participación de la tierras de indu§triales según vabr ttr8 rior (cerca del doble) a su porcentaje según número, por lo que tencmo¡ cada lugar las tierras de indu§triales eran las más valiosas. En Valdlvlc, sólo contaban con un cuarto del número total de propiedades, Ios vaklre¡ dt tierras eran cercanos al 4z% del valor de todas las tierras comun&lcs. l'l,R a pesar de tener pocas, sus valores superaban el 3g% y en San Josó tercio del valor total. Por último, las de Calle-Calle tenían una pequeño ción en su comuna, pero eran mucho más valiosas que todas los dc Corrgl,

CUADRO No 9

PROPIEDADE§ RURALE§ I'EL DEPARTAMEIITO I'E VALDIVIA: (tANTIDAD, VALOR TOTAL y PARTlCrpeCtón Or r,OS INDU§TRIALES, rOn COUUWAS (r8gg+8gSX'

(ltmuna

'lirltén

A Cantidndtotal

B Fund.os de

B/A %

indu§triales

c

D

Valor total

Valorfund.os de

(pesos)

indu§riales (Pesos)

D/C 96

32,01O

IO

v4

4

2,3

r.682.38o

8o.ooo

SunJosé

303

38

12,5

r.676.97o

470.350

zB

Vrldivia

rz8

42

zg'6

1.842.?20

?71.555

4r,8

31

5

16,l

189.20o

6z.10o

35,5

696

89

rz.8

5.428.28o

r.389.oo5

25,6

(

lrlle-Calle

(irrral 'lirtal

l.uutte:Elaboradopor el autor sobre la base del Rol de avahlo de la propiedad mueble

e

4,8

inmueble de la comuna de

.lilltón,z6dejulioder8g3,yRolesdeavalúosdelacomunasdeCalle,3deago§tode1894,SmJosé,rrdeago§tode z de ago§to de r8e3' xq¡, Valdivia, z7 de agodto de 1895 y corral, z de septiembre de 1895, todos en diario La Yerdad, BNSP' r y lt de septiembre de 1894, z al ro de septienbre de 1895, respedtivamente' r

Itrr lo anterior, queda claro cuál sería la zona de expansión de indu§triales y exlndu§triales. Considerando que la comuna de Toltén pasaría en 1910 a formar pardepartamento de Villarrica, la zona preferida para las compras po§teriores lirc la comuna de Calle-Calle, en donde ha§ta fines del siglo XIX la presencia de ¡n«lu§triales era muy baja. En la medida que las vías de comunicación mejoraron, las tierras del interior adquirieron un interés y valor creciente. Dicho sea de que tenía la mayor cantidad de propietarios ¡ruso, la comuna de calle-calle era la irrdfgenas, especialmente la subdelegación de Macó, en la zona precordillerana y ,'nidiilururra; en e§ta subdelegación, de un total de 89 propiedades, 47 eran de

Io del

irrdígenas.

lla§ta e§te momento, en la comuna de calle-calle sólo habían cuatro propiedaRebellín rkrs que hemos considerado de indu§triales: la de Pablo Kórner, el fundo valor en del más veces de pesos, cerca z5 mil 4 valía que por tiempo e§te r,¡r Macó, quienes ca§telblanco, y Pedro García Rafael de propiedades r¡rrc lo compró, y tres y eran Ca§telblanco>>, <
participaban en la actividad indu§trial. García era

Toltén compuedta por

se ha vidto en el capltulo r, cada comuna tenía las siguientes subdelegaciones: por San José y Pichoy; Valdivia t,rlt lrr, l,il.rulquén y Queule; Calle-Callc por Calle-Calle, Quinchilca y Macó; San José (la que a pesar de ser rural contiene propiedadec ( rriIr rrrnt tndo las rurales) por Angochilla, crho lll¿nco e Icla Teia l¡¡ que ¡rtlt¡lmo¡)l y Corral por corral y Chaihufn' Los roles incluyen pro" I'r lrtr lprtlmontc ocupadar por indultrlo¡, equl u todon lor quo con valoror ruperkrror e r mll pnlrr. !ler¡ror'lo e hr¡ nlnrlur{l.rltlcs,; hemos incorporado

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FADIÁN ALUONACID: f,A

INDU§THAVÁLDIVIANAEN

r¡¡'ltUto¡:r.¡rrt¡t,rtll^tl.^1¡l[Í^(lB7o

AU

dueño del fundo Porvenir, en Quinchilca, avaluado en 25 mil pesos, y Cadtelblfá' co junto a otros, de los fundos Cayupulli y Panguelelfu, en Macó, avaluado¡ tn y zo mil pesos, respedtivamente. l,a sociedad Garcíay Ca§telblanco, formada el r3 de mayo de 1877 con un ctplta¡ de zo mil pesos y exi§tente ha§ta el r3 de abril de r9or, demue§tra clarament¡ h necesidad de tierras que tenían los que se dedicaron a indu§trias como la curtfi$ en el comercio de ría.702 Durante toda su exi§tencia participó aCtivamente El 8 de noviembre de r88o compró aJuan Manuel Orellana, chacra y edlñd0l pesos. El ro de noviembre de r88o, Pedro en Cabo Blanco, en mil -currur"o, a/d en fundo curralhue, en La Unión, pot Domingo aJosé compró p"r*. Ut ,O de ,rori"mbre de r88o, la sociedad compró ald en la chacra d¡ iabrañas, Cabo Blanco, junto a las tierras anteriormente compradas, por 3oo alll mlUg} sos. El 3o de junio de r88r, a Rosario Alvarado y dos más otro terreno el Matamala a Pedro compró García de 1884, de abril z5 por O5o p"sos. El mismo 0¡f0L el de 1885, de septiembre 16 pesos. El en Trecaró, Quinchilca, 3oo €n l,! Nicho, potrero el vio y Quinchilca, Dionisio compró a Rosario,Juan Angel

ll

'

tlütll

pu.or. el rz de abril de r8sá, Castelblanco compró aJosé Dionisio Navarro r/d iundo Cayumapu, pichoy, en 5oo pesos. El r4 de mayo de 1886, el mismo cotn¡ a Rosario Navarro ald, in el mismo lugar, por 5oo pesos' EI rr de noviemtr¡l por 50 pesos. El ¡! 1886, Ca§telblanco compra a Félix Navar ro ald' allímismo' hijuela de go h¡ Navarro carlos septiembre de r8go, ca§telblanco compró a

Cayumapu, PichoY, Por mil Pesos.?o3 óust"iblu.,co siguió comprando: el zz de marzo de r89r, aJuan de Dios 5oo pesos. El z3 de oCtubre de r8gr, a Fldcll¡ a/d en fundo Catripulli, Pi.hoy, "n €ü rez de Arce el fundo LaVega, Pichoy, junto al puerto Llofe en el río Iñaguo' Huencgull pesos. El3r de octubre de isgz, aJuan Manuel Hueñir yJosé Miguel panguelelfu, en Macó, junto al lago Panguipulli, en 12 mll pill -itua a"ifu.rdo cifra excepcionalmente alta para el lu gat yla época.loo E§ta compra maniflrft¡ comienzo del interés por e§ta región, ia que tenía enormes riquezas forelt¡l¡l

I

además permitía comunicarse con Argentina' Por e§te tiempo decayo la curtiduría de García y Ca§telblanco y abril de t893' se produce la venta de tierras por parte de los socios. El rz de

blanco vendió a Manuel Oliva el fundo La Vegay alden fundo Catripulll, z dc nt en z mil pesos, unos 5oo pesos más del precio en que las compró' El pesor' mll z en mil Cayumapu, en de 189+ vendió a Silverio Placencia hijuela

(iarcía y ()fl,slclblanco vendieron tres cuartas partes del terreno de Cabo Blanco, junto al rÍlr

sos más que el precio en que la adquirió. El zg

63¡, vol. 5g, 1886; y No ó58, vol. ó3, r89o. N' r:4, vol, 65, lttg¡i No 5ó5' vol, 66' l89ll y N" r.(t4ll, vol' 70' ltlg¡'

de marzode

189+,

irrlle-Calle, que había sido fundamental para los negocios de Ia sociedad, a Cristirrno y Germán Scheihing en 6 mil pesos, tres veces más del precio que hallfart

(

¡rirgado por e§te en 1880-1881.705

Vcamos con más detalle quienes eran los indu§triales con tierras a fines dcl siglo XIX. lin la subdelegación de Pichoy e§taban: Pedro Ca§telblanco con fundo Ctyrrrtrilpu, de zz mil pesos; Jorge schüler con fundos Toro, Donguil y Huape, de t6.5tltl p¡sirs; Edmundo Haverbeck con fundo Las Lomas, de 3z.5oo pesos; Manucl Jcstis li¡rónez, dedicado a Ia elaboración de maderas, con fundos Chihuao, de 55.«l9tr pesos y Pidey, de z.zoo pesos; Kilian Meckes, cltll ¡rcsos, Plaza de Armas, de 4r.8oo rrrismo rubro del anterior, con los fundos San Antonio yPelchuquín, avaluadtls trtt ,tr.lJoo pesos; y Rodolfo Roe§tel, curtidor, con el fundo Pidey, de 2'2oo pesos' Iin Ia sr.lbdelegación de SanJosé, que junto a la anterior formaban Ia comu ntt tltrl ruismo nombre, había 3o propiedades de indu§triales. l)e los propietarios considerados en el Cuadro No lo, se puede objetar cl consirlcrar como «indu§triales» a personas como los Hermanos Manns o Kilian Mcr.kcs, que fueron principalmente comerciantes y agricultores, pero nue§tro cril,elio ha sido el pago de patente, ya que nos interesa e§tablecer las relaciones entrc r¡rrienes ejercen alguna aCtividad indu§trial, aunque sea de nivel secundario, y la

Icltcncia de la tierra. Evidentemente, entre los propietarios anteriores hay notalrkrs diferencias de capacidad económica y papel de la indu§tria en sus intereses' indu§tria. Como ya hemos señala¡rcro todos comparten el poseer algún tipo de y la tierra, que son a la vez dos indu§tria la entre relaciones i1,,, hay dos tipos de y los que van de la tierra a tierra a la la indu§tria de t i¡r«rs de sujetos, los que van y Kilian Meckes pert,cManuelJesúsJiménez lrr indu§tria. Los Hermanos Manns, incursionan en ltt la tierra de propiedad la Iurt:cn al segundo grupo, los que desde dos. los otros y rrtll,ividad indu§trial: de§tilería el primero aserraderos una explicación. A la indu§tria, llespecto a quienes van desde la agricultura a más marcamucho más bien, tlifilrencia de la situación en otras zonas del país, o aislamie¡ll'rr dado el r¡r r¡ue en otras partes de Chile, entre Valdivia y Llanquihue, (!n que se hallaban los agricultores de los mercados principales del país harll'a ,',,,r,i.nro, del siglo XX, gran parte de las explotaciones rurales realizaban algún ti¡to tlc aCtividadindu§trial, la mayoría a nivel artesanal' Era la única manera dc rr¡lrovcchar los productos ugrft:tllas que no tenían otra salida'

7oz No3,zodejuniode1877,rvol.,1868-189z,RC,CBRVIyN'qo3'vol'l'enero'funlo'tgot' zo¡ N.árs,srzy36r,vol.44,l88oiNo¡r4,vol.45,1881;Nol53'vol'49'ltt84;N"492'vol'50'188ñiNelll'

zo¡

r9r4l

,,1., N" ¡74,vo|.7¡, tlttrt¡y

N" ttñ y lTfr,vul

¡t' ixot

FABIÁN ALMONACID: LA INDUSTRIAVALDIVIANA

c¡pÍrulo

EN SUAPOGEO (T870'T9T4)

¿:

ll t¡oustRIA

v LA

Tlú(n^ (r87o-19t4)

260

por su parte,José Bengoa coincide con e§ta caracLerización, señalando quc en un alto Valdivia, a fines del siglo XIX: «La producción agrícola e§taba dirigida en para cerveza, la cebada leche, porcentaje hacia la elaboración indu§trial: animales,

CUADRO NO 10

PROPIEDADE§ RURALE§ DE INDUSTRIALE§ EN SUBD. §ANJOSÉ' 1894'

Guillermo Hilcker

Guillermo Hilcker Hilcker y Krugmann Hilcker y Krugmann Cele§ino Hoffmann

Propiedad

Rubro indudlrlal

Traiguen Curi Traiguen Curi

Molinerla Molinerla Molinerla Molinerfa Molinerl0

4.6oo 2.200 11.OOO

2.200

Quitayaguir

6.6oo

Test. Enrique Schmidt Test. Enri-

Trana

5.500

que Schmidt

Troltrohue Dollin, Carigua y Puile Manlne Mariquina

5.500

Hermanos Manns Hermanos Manns Hermanos Manns

Chunimpa

16.5oo

De§tilerle

3.300

De§til€rfo

2.750

Degtilerls

13.2OO

De§tilerfo

Mono

3.950

De§tilerfe

Hermanos Manns

Huape-Toltén

6.6oo

De§tiler(o

Hermanos Manns Hermanos Manns

Locuche

3.300

De§tilerfa

Huichan

2.200

Destilerlo

Hermanos Manns

Los Perales

2.200

De§tilorlg

63.8oo

Degtilerlo

3.300

De§tilcrl¡

Hermanos Manns Hermanos Manns

Cuyinhue

Luciano Becerra

Puile

Luciano Becerra Luciano Becetra

Mariquina Huita

4.400 2.200

Félix Reyes

Rucalhue

2.200

Molinorl¡

Kilian Meckes

Nanihue

4.400

Aserr¿doroa

Kilian Meckes Kilian Meckes Kilian Meckes Kilian Meckes Alberto Haverbeck SchmidtyWoerner Pedro C¿ltelblanco

Esperanza

22.OOO

Aserradorol Aserr¡doro¡ Aserrorlorot

11.OOO

Huape

2.200

Punta

6.6oo

Huape Pucardo

3.85o

Cruces

4.400 22.OOO

Santa María

5.500

Panguelelfu

de los

predios rurales.

porianto, para los agricultores de Valdivia el paso a la aCtividad indu§trial

de Macstaba muy cérca, incluso yendo más allá de un nivel artesanal. Enel caso de extensas posesión la jiménez terratenientes, ambos Meckes, y Kilian nueuesús maderas riquázas fáreStales los llevó a aprovechar el aumento de la demanda de EI tocan. se ambos de hi§torias Las produCtos. e§tos y úacerse elaboradores de

Mollnorln

Aserradoro¡ CarnicerÍti y oltol

Curtldurl¡

rl¡

comuna de san José, diario Lo v0r'lB¡¡' Fuente: Las mismas del cuadro anterior y Matrícula de Patentes de

Lafalta

complejo pero talle, Bengáa se refiere a la agroindustria desarrollada en Osorno, po§terior de§tilas proliferaban muy simil"ar a Ia que se había formado en valdivia, donde de base lerías, las curtidu;ías, la fabricación de chicha y de diversos produCtos interior al agrícola (labones, grasas, vinagre, etc.), exi§tiendo muchas indu§trias

Molinorl¡ Molinor(.

Curtldu

de mercad.os d.ireCtos, locales, llevó a los colonos a in§ta'lar un agroindu§trial en la región, el primero y único del país».707 Con más deetc.

,Curtidurfo Curtidurle

Hermanos Manns Hermanos Manns

Bellavi§ta

'maderai,

Ios tiempos de la incorporación de valirrimero, hijo de Juan J iménez,militar de riqueza enpropiedades rurales, considerable rtivia ala Rápúblicay que formó una mitad del siglo XIX' De su la segunda en lue comerciánte en la ciudad de Valdivia una de las principales Pichoy, en Armas, de l)adre,Jiméne zheredóel fundo Plaza 186oJiménez compró de la década irropiedades del departamento. A suvez, desde gran cantidad de tierras. por su parte, Kilian Meckes merece un tratamiento más detallado.708 Hijo del inmigrante germano clemente Meckes, carpintero, se inició como constructor ,lc cÁinos, puentes e iglesias en la zona de SanJosé, invirtiendo po§teriormente y sus gananci;s en tierras, pasando.a ser un importante agricultor comerciande 1879, a Ic.r,,iEn el período que e§tudiamos, Kilian Meckes compró el 8 de mayo

r de mayo rran Guináatripai a7d en terrenos de Pelchuquín, Pichoy, en 80 pesos' El d0 rltr rgg3, Meckes arrendó a Manuel Jesús Jiménez una cantidad considerable a/d Ligüento' o Leña la de Pampa fundo en a/d Lefian, fundo en Ifopiedades: a/d en fundo ,,,, i..r.ro Pufudi, a/d en fundo Chihuen, a/d en terreno Centinela, a/d ,l,raro el corral, de puerto en y casas sitios Runca, terreno en a/d f

tl

agoJto de 1894, BNSP.

y Millaguillir, y ndo'Quelfuáe, el fundo Tren-tren, el fundo Guichaco, el fundo Plaza de Armas para taera arriendo El mensuales. pesos g 15o y a r,l lit ndo san Antonio, por años Plaza de Armas, lrritr rlc animales, siembras y explotación de maderas. Del fundo podría sacar maderas. sólo Meckes r¡rrrr.f irnénez tenía arrendado también a otro, por dos ailrls. gratis bueyes le daría en el fundo San Antonio, 30 lu

De§tacando e§te hecho, El Correo d.e Vald.ivia aún en 1925 señalaba, cn rclselótl las propiedades rurales de los descendientes de germanosi «Casi lodos kn áC pAlt¡ bki¡mlentos de los alemanes y sus d,escend'ientes son a la ven intlu§triulcs' explotación de los prod.uótos y subproduüos, Así enconl,ramott ctt. csl§.luulau,

*

Árk,rrr¿,rs,.liménez

rraderos,fábricas de mantoquilkt, molinos y olnts»'7t'6 /,r

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FABIÁN ALMoNAcID: LA INDUsTRTa

vaLDrviANA

EN su

ApocEo h87o-rsr¿l

262

Por otra parte,Jiménez vendía a Meckes tres lanchas grandes con sus botes, dot Ianchas chicas, un bote de quilla y un vapor remolcador, todo e§to por 6 mil pc. sos. El arriendo le permitía a Meckes incluso subarrendar parte de las tierras.Tlo Meckes vino a ser el sucesor de los negocios deJiménez, quien a fines del siglO enfrentó serios problemas económicos. Con e$te arriendo, Meckes se introduro de lleno en la elaboración y comercio de maderas, pasando a ser uno de los pocol que se dedicó a e§te negocio a gran escala. Por otra parte, los produCtos agropG cuarios que producía, especialmente granos y cueros, tenían un mercado abiert0 en la ciudad de Valdivia. Sin embargo, Meckes optó, dada la oferta de tierras y su bajo precio, por trañÍr formarse en propietario más que en arrendador.El z7 de julio de 1883 remató C fundo Iñaque de la sucesión Marcelino Contreras, en Pichoy, de z4o cuadras cUaF dradas, en r.5oo pesos. El z de junio de 1885 compró a Felipe Huechante el terrtm Punta, SanJosé, en 6o pesos. EI r8 de junio de 1885, a Francisco Guechante a/d ñ fundo Pelchuquín, en 2oo pesos. El zo de junio de 1885, a Francisco Paineña¡lü y dos indígenas más a/d en el fundo Paico, San José, en z4o pesos. El r de jullo { 1885, a Domingo Epulef a/d en el fundo Nanihue, SanJosé, en r5o pesos. El día, a Manuel Huincatripai terreno en Pelchuquín, junto a los que ya posefr, 50 pesos. EI ro de julio de 1885 compra junto a Egidio García aMaría a/d en fundo Punta, Paillapifil, Nanihue y Ligüento, ubicados en el camino de José a Valdivia, en zoo pesos. Fruto de e§tas compras, el zr de julio de 1885, Meckes procede a variar el trato de arriendo de tierras conJiménez, manteniendo sólo el del fundo San tonio y un sitio en Corral, por 1.2oo pesos al año. Más tarde, el z3 de de 1886, Meckes compra al mismoJiménez el fundo SanAntonio, ubicado río Pelchuquín y el camino de SanJosé a Valdivia, Pichoy, en r8 mil pesos, to al contado y el re§to en ocho años de plazo. Al día siguiente, Meckes le compfá mismo el terreno Pampa de La Leña y Ligüento, Pichoy, en mil pesos. En adelante, Meckes continuó comprando tierras: el 9 de diciembre de r80Q María Marú y dos indios más ald en el fundo Nigüelgüeno, Pichoy, en 3oo El zz de mayo de 1888, a Guillermo, Tomás y EugeniaPérez a/d en el fundo tabla, Pichoy, en 93 pesos. EI z de oCtubre de r89o, a Rosario Obando,José y María Aravena ald en el fundo Pampa de La Leña, Pichoy, en 3oo peso§, El abril de r89r, a Gregorio Rivera terreno en el fundo Santa Marla, SanJoré, cB pesos. El 25 de noviembre de r89r, a Santos Rozas a/d en el fundo Iluapo,

7ro LascomprasyarriendosdeMockcsseñolocluscn:N('r25,vol.4z,rtl7r¡¡N"r4(,yrlig,vo|,17,¡ñiili!

en 1.2oo pesos. El r de diciembre de rg9r, a Saturnino z" Garciaald.en fundo Cun_ cun, sanJosé, en 3oo pesos. Er z4 de junio de 1893, a clodomiro !rcharán ald. en fundo Punta, SanJosé, en 1.4oo pesos.

Por otra parte, también arrendaba otras tierras: El z de agosto de rgg9, Meckes arrendó a Dolores Hernández el fundo La Esperanza, sanJosé, junto al estero Nanihue y al camino que iba de san José a vardivia, con el fin de iracer siembras y explotar maderas y cáscaras, dejando a la dueña un potrerillo para engorda, los árboles frutales y edificios, por cinco años, pagándolá mil p"ro, po, + todo el

tiempo. El ro de junio de r89z arrendó a Gregorio Rivera a/d en eifundó Cun_Cun, por cinco años, a 50 pesos cada año. Dejando en claro su interés por los bosques, permitía al dueño sembrar y mantener animales en el terreno. El alcance de los negocios forestales de Meckes se manifiesta en el contrato <¡ue suscribió con la cía. de Maderas y Buques, de valparaíso, el 16 de abril de t\gz, paralaventa de maderas elaboradas: les vendería por un año toda la madera r¡ue pudiera fabricar, excepto algunas que podría comerciar en valdivia. para que se tenga una idea del valor de las maderas: las más baratas eran cuarterones de ¡rellín' los más angostos y cortos, que se le pagarian a 2o,4o pesos er ciento y ras rnás caras, las vigas de pelín, largas y gruesas, a 336 pesos el ciento. Esto quiere «lecir que con unos cuantos cientos de vigas, Meckes podía comprar un fundo de t I i mensiones respetables. Los precios eran por ras maderas puestas al lado del bur ¡ue de la compañía en corral. se le daría un aviso previo de dos meses a la llegada rlcl buque, debiendo entregar un surtido por buque de 46o toneladas cadavez, c«rmprometiéndose a cargar a los menos dos buques.ill li§te largo excurso nos ha permitido establecer la importancia del negocio

for.§tal yla incidencia que tenía en el aumento de la compra de tierras. volviendo a la informaeión del cuadro No 9, era en la comuna de valdivia (An¡¡irr:hilla, cabo Blanco y parte de Isla Teja) en donde estaba la mayor concentra.irin de propiedades rurales en manos de industriales, la mayoría de alto valor rrrlat.ivo. Aqui, enlazona medular del departamento valdivianó, po, ,u cercaníaa l¡r r:iudad de valdivia y al puerto de corrar, los industrial", yu dueños de las "ru, rrrci«lres tierras a fines del siglo xIX. Gran número de las propiedades rurales de ('sla comuna contenían todas o parte de las industrias de sus propietarios, por l«r r¡rr. sus valores incluían el de las instalaciones y maquinarias industriales. l). la Isla I'eja, a pesar de ser subdelegación rural, sólo hemos considerarlo |0rrrrl ruralos ckls propicdadcs, pues las r¡tr¿s tenlan un us«¡ cxcllusiv¿rmonl,c inrlrr$l rial. arnbas c¡r cl Isl«ll.c¡ r¡na rlc,l,ct¡d«lro l)uuscrnberger. r:rlrl.itkrr. avirluucl¿r cn l.¡20 lxrtl(,tt y llt rlo Allltrrl,«r llitvtlrllc«:k, t¡trrr tlrtrctlru ¡¡run ¡rtrlc rlc csu islu, ¡r9r

tlk'lornbr¡,t8ltl)lN"il¡,vol,§lr 333,341,358,359,368y3t16,vo|.5o,18t.l5;N"5ró,sr(ryzo5,vol.54,ugodlo N('686, vol.63, rtl90; N,'245, vol. (r5, rSqii N,,tr44 y l)(ro, vOl. trt,, ltt(rli N,,4Ztt, vol, ?r, rl{r).t¡ N,,479, vol, áq y N"

5011,

vol. 69, rtlgl.

,,rr

N" llf, l, vol.70, r¡rl¡,

CAPíTL LO 4: LA INDL§TR¡A y LA TtERnA (r87o-¡914)

26s

valor de 22.o2o pesos. En la subdelegación de Angachilla, al e§te y sur de la ciudad de Valdivia' z7 propiedades en manos de indu§triales, como detalla el Cuadro No lt. e§taban ubicadas junto a algunas de las vías fluviales de la zona. Muchos dl indu§triales residían permanentemente en ellas, como los de Collico y Ili. La mayoría de esas propiedades eran asiento de e§tablecimientos i por lo que los valores de avalúo incluyen las in§talaciones y maquinarias do Ilos, que no son como ya e§tá dicho muy considerables en monto, excepto como la de Germán Kun§tmann. La mayoría de esas propiedades eran tales en la suerte de sus indu§trias, como las de los fabricantes de ladrillOe y ya que en ellas se encontraba la materia prima para su desarrollo. Otro ocurría con los curtidores, carniceros, de§tiladores y aserradores, que CUADRO NO

II

pRoprEDADEs RURAT,ES DE INDUSTRIAT,ES EN suBD. aNGACHTLLA, 1895.

Valor (pesos)

Rubro

induilrldl

curtldu!(t

Luis Rudloff

Coihues

6.ooo

Calzado y

Enrique Voss

Coihues

r5.898

Voss y Riedemann

Lado del río

Voss y Riedemann

ex chacra Ribbeck

10.ooo

Crucero

16.1oo

Laurel

8.8oo

Ladrillos Ladrillos Ladrillos Ladrillos Ladrillos Molincrfo Curtldurl6 Molino y olmt

Juan de Dios Kónig Juan de

Dios Kónig

8,ooo

Federico Riedemann

Crucero

Jorge Hóll

Santa Bita

German Kunstmann

Collico

roo.ooo

Conrado Hóll

Collico

S6.3oo

Gmo. Mollenhauer Alfredo Kun§tmann

Collico

5.500 10.ooo

5.810

Aserr¿tloro/curtldldl Curtitlur(¡r Colerfr Mollnorle

12.OOO

Te§t. Federico Riedemann

Collico Collico

Federico Demmerer

Collico

23,gto

Adolfo Stolzenbach

r8.ooo

Moltnorfu/u¡orndtlf eurtklurfu

r6.8oo

Jobonorl¡r

Edmundo Haverbeck

Chumpulli Chumpulli Angachilla Angachilla

Te§t. Enrique Riemann

Collico

r4.3OO

Jorge Haverbeck Fernando Arens

22.t\OO

Alberto Thatery Cía.

Miraflores Mulatas Mulatas

Jorge Schüler

Huachocopihue

27,5o1)

Enrique Koch Francisco Thienel

4.400

5.500 r2.6So

4,gíft r

5.4

oo

Ricardo Kórner

San Ramón

3,50r)

José Rudloff

San

B¿món

to.ooo

Enrique Fehrenbcrg

l)¿lo tlc

li. yJ. Fchrcnbcrg

(lhonrll

l,hrnl(:t l¡ts ¡r¡lsrnnl rl¡l cutulro lrrltr rh rttr¡(t. ltN§l¡,

N,, r¡ y

l,umr

2.

too

4l.5fnr

Crrnlcorla CIrnlc0rle A¡arrurloto 0u rt l(llrrln Arorrnrlprtt d(!¡¡l llérlc y ottot (loflrlrsrlá y 0taril (brvt corlt {lurtklrrrlu I

yrrllfli

k,tl llp¡fB

I)6¡l llérh

Mrl Lk'rrln lr¡rlrnloN (lo eonttlrrt rlc Vrkllvln, tltqr¡, rrt rllurkr l,t I

lugares cercanos

a la ciudad de valdivia para proveerse de materias primas o para algunas in§talaciones. En el caso de los molineros, casi todos dependían de la fuerza hidráulica que se hallaba en el predio. Por último, en la subdelegación de cabo Blanco, al norte y oeste de la ciudad de valdivia, se encontraban 13 propiedades rurales en manos de industriales, a saber: Roepke Hnos. tenían los fundos Huape Grande y vaquería, avaruados en 9.3oo pesos; Oettinger Hnos., los fundos Vaquería y Las Ánimas, yalorados en 34.ooo pesos; Pablo Schlegel, curtidor, terreno en Las Ánimas, de 14.6oo pesos; Fernando Ohde, curtidor, terreno en Las Ánimas, por 14.6oo pesos; pablo Kórner, los fundos Mac4l y Rebellín, valorados en rs.too pesos; José Manuel Adriasola, dedicado a la elaboración de maderas, el fundo El Molino, por z5.ooo pesos; Alberto 'Ihater y cia., el fundo Bayo, valorado en loo.ooo pesos; la testamentaría Javier ca§telblanco, curtiduría, el fundo Bayo, por 2r.4oo pesos; Rodorfo Beckdorf, curl.idor, el fundo La Estancilla, por z2.ooo pesos; yJorge Schüler, el fundo euitahue,

por 8.8oo pesos. No es una sorpresa que los industriales del departamento de valdivia fueran grandes propietarios de tierras ya que de allí obtenían recursos fundamentales: lcña, cereales, maderas, cueros, agua, gredas, pastos, etc. No era posible para esl.os indu§triales consolidar la expansión de sus actividades sin transformarse en importantes propietarios rurales. Por otro lado, más allá de la necesidad de cierl.r¡s servicios y productos, sus industrias no necesitaban establecerse en la ciutlad de valdivia considerando que la mayoría de ellos no producía principalmente ¡rara el mercado local, sino para el regional, el nacional y el internacional, para

que necesitaban solamente estar comunicados adecuadamente con el puerse produjo una dispersión espacial de las industrias valdivianas fuera de los límites urbanos de la ciudad de valdivia; en collico, Las ltnimas, Angachilla, Toro Bayo, etc. l)esde fines del siglo xIX hasta ryt4, el interés de los industriales por adquirir tierras creció sostenidamente, motivado tanto por necesidades industriales ('olno por el aumento del valor real que habían tenido las tierras del departamenlo, cs decir, la compra de tierras se transforma en un negocio por sí mismo, inde¡rctldiente de la aCtividad indu§trial. Para algunos ex-industriales la tierra resultri l¿ alternativa más adecuada y segura de inversión y para los que mantuvieron rrr'l ividad industrial, la adquisición de grandes propiedades rurales hizo que parlc irnportante de sus negocios estuvieran vinculados mucho más que antes a la lict'ra. lidtos años fueron de gran expansión de la propiedad rural en general en rl rltr¡rtrl,amento valdiviano y también, de la presencia en ella de industriales y l«l

lo de corral. De e§te modo,

r,x itttlu¡{l.riales. l,u u¡lurl,ura clel f'err«rcarril de valdivia a osorno, en r899, y la llegada del ferrocrrrrll kln¡¡il,r¡rlinul sur, cnl,rc rt¡o5 y r90z, son liull,orcs imp«rrl.anl.es en la valori-

(

FABIÁN ALMONACID: LA TNDUSTRIAVALDIVTANA EN §UAPOGEO (I8?O'19T4)

zación de extensas zonas alejadas del centro tradicional departamental, d formado por la ciudad de Valdivia y el puerto de Corral' A su vez, el tablecer un ferrocarril trasandino que uniera la e§tación Collilelfu del e§tatal con los lagos Riñihue, Pirihueico y Lácat, en Argentina, ha§ta Ia argentina de San Martín de los Andes, después de r9o5, incrementó el intor& comprar propiedades en la zona interior, pre y cordillerana del departamcnh tas posibilidades abiertas al transporte de produCtos silvoagropecuariou, la demanda creciente de e§tos produCtos en el centro y norte del país, Ias dificultades experimentadas por los mismos años por la industria vald hicieron que se produjera un auge agropecuario que tuvo su mejor expreolón

interés por comprar tierras. Como nunca antes, se comenzaron a transar propiedades de varias heCtáreas, en cientos de miles de pesos. En e§te dinámico mercado de tiem[ ticiparon no sólo los indu§triales y ex-indu§triales, que habían acumulado tidades importantes de dinero efeCtivo, sino que también comerciantel y cultores enriquecidos de la región, así como sujetos venidos del centrtl clal extranjeros. Una demo§tración del fuerte interés por tierras lo da la familia

r,f[,r,r, ^

266

Anwandtt!

como hemos vi§to, ha§ta fines del siglo XIX no aparece como una tierras sobresaliente. Sin embargo, los nietos de Carlos Anwandter (Carlor, Pablo,Jorge y Ricardo zo Anwandter), ju§to en los momentos que la induftflf vecera llegaba al límite de su crecimiento y la familia buscaba la vento del blecimiento o nuevos socios para su empresa, comienzan a comprar gron Rt¡ de propiedades rurales, lo que los llevaría en pocos años a mover parto dt capitales de las actividades urbanas a las rurales. El 8 de mayo de 1899, Carlos Anwandter M. compra aJuan Coronado un gal en el fundo Centinela, junto al río San Pedro y a una propiedad del en 45o pesos. El zg de mayo de 1899, compra a Pedro Silva hijuela en el fundo cul y la cuarta parte de otra allí mismo, en Macó, por 2.3oo pesos. El eo dc de r9oo, a Vicente, Pedro y Clotilde Silva el fundo Tomén, Macó, en 23.o0o El mismo día, aVicente Silva el fundo Pancul, junto al anterior, y un cuorto ü juela en el mismo lugar,por z.5oo pesos. El z6 de maÍzo de r9or, arrienda a Heise la Vega de Pancul, Macó, en 1oo pesos al año. EI 6 de mayo de l9ot, a Clorindo Ovalle hijuela en pantano del fundo Pancul, Macó' en z.ootl

7rz Compras,ventas,arriendosycontratosdeinquilinajedcCnrlosy[irit:oArtwtttttlltfr$ll:N"4rlr4il

I, enero-lunio, 1899; N" 83, vol. I, enero-iunio, tgoo; N,, 329, vol. l, unur0-lunlrt, tt)0t: N" 5t(r, vtll, l, onrro.p rgoz; No q5 y q6, vol. lV julio-agoslo, l9o3¡ N" 57, vol. Vl, tlovicllllrrc-tlit:iclltlrrt'. l(tolll y N" ¡un, vol' Ylr vicmSrc-{ir:ien¡[rc, r9o1¡; N,,:r,lt, vol. lll, rrruyo-jrrrrio, r9o4¡ N" t7o. vol. Vl, llovl¡tttllrtr tllck'llll¡re, l9o¡l lfl vol. I, trntrro'fillrrcro, l9o?i N" qll, t:r;¡ y tltl, vol' l, t'ttlro li'lrt'rto' tr)oll; N" tll' vol' lV' lrrllrt ngodlrl' rr¡tt¡ l$

vol,l,olrcro l'rrblr,ro,lrtr:l:N,,4r6y4r7,vot,lll,rttrtyrt lttttlo.tql:lrN",lñ,vol,lV,lrtlh ngoilo,lgtllN"616r

4r r.^ rNDUAt tr¡A Y t,A

ttrntr^

(ltl70-1914)

262

El r5 de septiembre de rgo3, Severia Martínezle vende unretazo de terreno en cl mismo fundo, por 6.5oo pesos. E§ta compra demue$tra que Anwandter no tenía ninguna prisa por explotar e§te lugar, ya que permitió a la vendedora permanecer ¡n el terreno por dos años más. EI rz de noviembre de r9o3, compra a Emilia Catalhn y LaureanoJaramillo, terreno en montaña del fundo centinela, Macó, en 5oo ¡resos. El 3o de

diciembre de r9o3, compra a Tadeo Millañir el fundo Pilmaiquén,

de los Andes, iunto al lago Pirihueico, entre el volcán Choshuenco y la cordillera Macó, en 5.ooo pesos. El z de mayo de rgo4, carlos vendió la mitad del fundo anterior a su hermano l,lrico, en 2.5oo pesos. Po§teriormente, el zz de noviembre de tgo4, carlos y Erico Anwandter entregaron la admini§tración del fundo Pilmaiquén a Welfried An-

germeyer, sin sueldo. Como pago recibiría la mitad dela crianza de animales del I'undo, que se repartirían utraYez al año. Los animales que le correspondieran l.[ admini§trador serían preferentemente vendidos a los dueños. Los Anwandter cntregarían en el primer afio Tovaquillas de tres años y otra cantidad similar en cl segundo año. También le darían una yunta de bueyes, dos caballos y un bote por los animales entrega¡rue§to en el lago Panguipulli. Angermeyer respondería dos. En el caso, que el admini§trador no ganara lo suficiente con la crianza, por una sola vez le entregarían unos cuantos quintales y arrobas de harina, trigo, i¡,túcar,yerba y ají. Además, se le entregaría a Angermeyer e inquilino, 20 ovejas pesos por cada una de las l)ara su uso. Al final, después de cinco años, pagaría 4 ovejas, siendo la Iana y crianzapara Angermeyer.Tr3 Todas las compras de Carlos Anwandter e§taban situadas en el interior del «lcpartamento valdiviano y en lugares bien precisos. Dicho de paso, Anwandter optaba mayoritariamente por tierras que e§tuvieran comunicadas con los ríos navegables de la zona. Así como lo habían hecho los Manns, Meckes o Enrique Schmidt, ahora los Anwandter compraban todas las propiedades posibles de una rnisma localidad. Nuevamente, el 6 de diciembre de r9o5, Carlos compró a la sut:esión de LorenzaCarrasco :unretazo de terreno en el potrero Centinela, Macó, cn 4OO pesos. Como lo reiteramos antes, al interior del departamento valdiviano gran parte rlc los propietarios seguían siendo indígenas, lo que era una limitante a la compra rlc tierras ya que desde 1893 exi§tía prohibición legal absoluta a los indígenas de crrajenar sus tierras. Sin embargo, las presiones por adquirirlas terminaban por Iorcer el imperio de la ley. lll r de febrero de r9o7, Carlos y Erico Anwandter com'l'ranquil a/d en el fundo choshuenco, Macó, por l)roron a Ramón Alhuclcl'y José r.4oo pesos. Iitll,o corn¡lruv(,trlu $(r lrizo después de superar la oposición dol notario ltrrnhrtr rx,l rrhrp, tqt ll NÉ 167, rrov hnrlril,, rl h.l¡¡ltllrr,, l9¡ 3; N" N,'.1¡, vrll, Vl, ttrlvlenthr¡ tlli'lt,tttluu, rqo'¡,

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LO 4: LA I NDUSTNIA Y LA TI ER RA

(I87O.I9I4)

269

Valdivia, el que -según los indígenas- les impidió en un principio hacer h ta aludiendo a la prohibición de 1893. Los indígenas apelaron ante el juez de de Valdivia, señalando que en su caso no correspondía aplicar la que ellos habían comprado la propiedad el r de febrero de r89z a Francisco Iipi, y e§taba legalmente inscrita por lo que no correspondía considerarla de indígenas, según la ley. Lo extraño es que al consultar eljuez al notarlo, respondió que él no se había opue§to alaventa. Eljuez de letras sentenció tándose de un terreno adquirido antes de laleyprohibitiva, debidamente no debía considerarse terreno de indígenas y por lo tanto dio la au E§ta era una forma efeCtiva de evitar la prohibición. El r3 de enero de r9o8, Carlos compraba aMaria Coronado retazo d€ Mayahue, a orillas del río Calle-Calle, en Macó, en 4.ooo pesos. Ademll de enero de r9o8, Carlos y Erico compraron a Antonio Curiñanco a/d en

de

Choshuenco, Macó, en 2.5oo pesos, dejándole al vendedor un pequeño cuadras cuadradas. El día siguiente, Curiñanco firmaba contrato de con los Anwandter, para cuidar el fundo vendido. Contratos de e§te tipo zan a ser comunes entre compradores y vendedores, los que después de sus tierras quedaban sin un lugar donde vivir y pasaban a ser empleadol compradores. Además, con e§tos contratos el comprador se aseguraba do cer quién era el propietario, para evitar que en el futuro se desconociera h El 3 de julio de tgtz, Carlos y Erico compraron aJuan Trecañir a/d en el Choshuenco, Macó, por 2.soo pesos. El z8 de marzo de r9r3, Carlos compraba a Manuel Silva hijuela de 25 ht do Huichaco, Macó, en 1.750 pesos. El rz de junio de r9r3, Carlos comprobl Guinchante yJoaquín Ancapan a/d en el terreno Huichaco, Macó, por 4 ñlt En el mismo día, los vendedores suscribieron contrato de inquilinato con dter para el terreno vendido. El 8 de julio de r9r3, Carlos compra a Andrál a/d en el mismo lugar, por 2.ooo pesos. Las tierras de e§tas tres compril

El expediente se encuentra al final del vol. I, enero-febrero, r9o7' A nuo§tro.lul(rlo, §l ltl€l n0 adecuadamente la ley de 1893, ya que ella edtablecía expresamente en su ort. z qttt ro ttxl eintlflñ I cias de Valdivia a Magallanes, las prohibiciones de r8z+ y r883 dictodas poro lu Artucnnfo, l,r bía e§tablecido prohibición de enajenar, la que no se aplicaba cutndo hubicrt tltuIr lnrctlto la ley de r883 varió e§to, mandando que la prohibición sc oplicabu tún cu¡rndo ht¡hlart I ft ulo este modo no correspondÍa hacer la distinción. Más ou n, la loy tlc rtl93 rtlurlc ¡ókl tl Incl¡¡l t" del la ley de r874, y no al i nciso zo, que era el que contcnfu la exccpción tlc ntt upl lctr lrr ro t.fl,ulo in¡rcrito provio. Mrls cltro crt imporihlc. Atlornús, lu prt4rlu loy tlo ¡ttgtt ¡nlluló cn sl lnd¡l ¡: «lrrohfbc t loe nolorios oxtcndrrr cncrllllnrl (!n qrrc rc ¡rrlvo rtl lnrllgtnrt rkrl rlrtrnlnh, pttrlrlál! (l(tl l('frtno (llt(! o(:rrpt», Lo ptrrurl/rlk:o tllt rtnrrnlo, y ¡xtr ultf lo t,ontptrnrhtntl¡, trru r¡tto l*r ll¡il l)¡¡l l)rol(tg(,r tl lrrtlfgrrrrr rh lor orrgnllor y tlrruor rh' kr¡¡ rltll¡tto¡ y rrtlruttlorttr, pnro cllor no

7r4

vendidas por Carlos Anwandter, el 3t de octubre de r9r3, a Marcelino, Lino y Emilio Contreras y Leonardo González en 9.ooo pesos. Suponiendo que Anwandter no e§taba preocupado por ganar unos miles de pesos con la venta, de lo anterior se deduce que Anwandter compraba casi todo lo que podía, aprovechando la oportunidad. En e§te caso lo comprado no le resultó interesante y se deshizo rápidamente de esas tierras. Fuera del poco interés económico que pudo tener por esas tierras, no se debe olvidar la precariedad de muchos títulos sobre tierras y en e§te caso, agravados por la presencia de indígenas. El s de diciembre de r9r3, Carlos compró a Liberato Alvarado a/d en isla Chama fluape, entre Macó y Quinchilca, por 5oo pesos. El + de mayo de rgr4, Carlos vendía a su hermano Erico la mitad del fundo 'tbmén, Maco, que compró en 19oo, en r2.5oo pesos. De e§te modo, Carlos y Erico Anwandter, especialmente el primero, importanl.es indu§triales, ga§tando unos cuantos miles de pesos, cifra reducida para sus lbrtunas, se transformaron en terratenientes en el lapso de unos 15 años. Otro tanto hicieron, con unos años de diferencia, Pablo y Ricardo zo Anwandl,er. El primero, mucho más dedicado que todos los otros Anwandter a la aCtividad rural, compró propiedades en Angachilla y en Cabo Blanco. El q de febrero de

compró a Germán Kun§tmann terreno en Angachilla, en 3'2oo pesos. l,)l r4 de noviembre de 19o4, a Emilio Günther hijuelas en Llancahue y Laurel, Angachilla, por 6.5oo pesos. El zz de enero de 19o6, a Emilio Günther terreno de 8 r:uadras cuadradas en Cerro de Llancahue e hijuela de 34 ha, Angachilla, en 7 mil r9o4, Pablo

¡lesos,7r5

El 5 de junio de 19o6, Pablo Anwandter compró a Teodoro Manns a/d en Punu(:tpa, a orillas del río Cruces, Cabo Blanco, en 1.o9o pesos.7r6 El rr de junio de 19o6 l«rmaba como inquilino para esa propiedad a Marco Aguilera, para que le cuide it rr imales y la tierra. A partir de e§ta fecha contamos 16 compraventas del mismo rr tliferentes personas de a/d en el potrero de Punucapa, entre el zr de junio de 19o6 y cl zr de noviembre de tgrz, pagando un total cercano a los 8.5oo pesos. l)or otra parte, el 9 de enero de r9o9 comprabaaLlTz Martínez e hijos aldenel l'rrndo Las Parras, junto al río Santo Domingo, Angachilla, por zo mil pesos. El zo

lrf-

lklntr¡ r:r¡tl¡rkr ¡l ¡rloplo lrrrlfgt:rru qrlurll vurrtkrl, cun¡o litt, ttl cttto t¡ttt, *¡ltttttt'tt tttt el lsrlu §0 rl¡ volrrrrl rrl lrtllorl I ¡x'ro nrnrr I ll¡r{l u, rl trol utkl o lttt,z trt ¡xxllu ror trrór «l rtrl lgott lll a» qttr d A¡rrÉllrr'lirrlonlbn (r9rfr). pll. t4 tñ,

,'15 (l¡mpras,ventasycontratosdeinquilinajedePabloyRicardozoAnwandteren:N"r79,vol.I,enero-fe-

lrrrrro, r9o4; Nn r9, vol. VI, noviembre-diciembre, r9o4; N" 136, vol. I, enero-febrero, r9o6; No r7o y r99, vol. III, julio-agogto, 191o; No 272, vol' VI, noviemr rruy0-iunio, t9o6; No s3, vol. I, enero-febrero, r9o9; No zo6, vol' IV, l»r, rlit:iornllrc, rgrz; Nn q63, vol. V, septiembre-oótubre, r9r3; N" r43, vol. III, mayo-junio, r9o9; No 351, vol. I, r,¡r,rr¡-firIrsre, rgro; N" sltl, vol. III, mayo-junio, rgrr; No 228 y 261, vol. VI, noviembre-diciembre, rgrz; N" 256, I tl¡, .t4 r-343. t46, :t47, 349, 359, 360,373 y 379, vol. II, marzo-abril, r9r3; N" 28, vol. II, marzo-abril, rgrz; N" z6l y rtlr, vrrl, lll, rnrryo-jlnio, l9o3l N,,¿3, vol. ll, marzo-abril, r9o5; No 5o, vol. VI, noviembre-diciembre,rytz;y

N" lrs, vol. l, r,rroro-lulrroro. tgt¡¡. ,'rtr l\rhlrArrwurrrllrrr,rn¡rrtt'llrrlotlc'llxxkrroMtnr¡s,yttt¡tttrcstabactrsadoconMarlaManns'Te§tamento

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vol. Ill, nruyo'lttnltl, r9otl.

FABIAN ALMONACID: LA TNDU§TRIA

julio de rgro volvía a comprar ald en el mismo lugar, a Celedonio Silva, pof pesos. Seguramente para regularizar una situación de hecho, el 3o de de

de rgrz toma como inquilino al mismo Silva para cuidar ese fundo. Más el z7 de octubre de r9r3, compra a Francisco Obando ald en el mismo fundo, 2.35o pesos. En Cabo Blanco sumó a sus terrenos de Punucapa otras tierras: el zr de r9o9 compró a Luciano Barrientos la cuartaparte del fundo Pilulcura, que ha§ta el mar, en r.5oo pesos. El rz de febrero de r9ro, el mismo Barrientog lg

otro terreno allÍ, por r.5oo pesos. El 3o de junio de r9rr, Pablo Anwandter como inquilino a Pascual Huicha, para que criara animales a medias y sus terrenos en Pilulcura. Más tarde, elz6 de noviembre de rgrz compró todo el resto del fundo Pll aJosé Barrientos en 25.ooo pesos. Según declaró Barrientos el z9 de de rgrz, quedaron en manos del comprador 20 vacas paridas de dos años ptn criadas a medias. Asimismo, Anwandter le pagaria a Barrientos las limplft había hecho en el fundo. Pablo Anwandter mue§tra también una alternativa de negocios que loa tarios rurales del departamento comenzaron a aprovechar, el loteo de sus propiedades en zonas cercanas a los centros urbanos, los que por su sión necesitaban suelos para e§tablecer nuevas poblaciones. Anwandter, propietario de terrenos en el camino de Valdivia a La Unión, en la perifbrlr te de la ciudad de Valdivia, comenzó a vender pequeños sitios en Llancahu!, de abril de r9r3, en lo que se llamó «PoblaciónAnwandter», vende a Luhl sitio en Llancahue, en z.7z\ pesos. En adelante, entre el g y el n de obrll d¡ vende once sitios más en el mismo lugar, a precios similares. En el caso de Ricardo zo Anwandter, fuera de la compra de un terreno on capa, su adquisición más importante fue el7 demarzo de r9rz, cuando Lucrecia Smith e hijos los fundos Vi§taAlegre yRincón de la Huerta (irendc, llas del río Calle-Calle, Cabo Blanco, en 6o mil pesos. Esta compravcnt¡¡ ver cómo era de dinámico el mercado de Ia tierra: el fundo Vista Alo¡¡re hahlt tenecido ha§ta r9o3 a Erne§to Kun§tmann, el que lo había compraclo on le anterior. El zg de junio de r9o3, Erne§to vendió a su herman«l All'redo, lot dos Vi§ta Alegre y Chucangue en z5 mil pesos. El mismo dfa, All'redo Ku compraba a Manuela y Damasia Rengifo el fundo llincón dc lu Iluortc junto al antcrior, cn 2.loo pesos. El B do marzo de r9o5, All'rcdo venderlc B ci¿r Srnil,h krs lhndr¡s Vi§l,a Alegre y Ilincón rle la Ilucrl.a (irundc, ('n 21 rñll Sicl,c años rlcspuós urll,as ¡rro¡rictlatlcs

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VALDTVIANA EN SUAPOGEO

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r IEBRA (t87o-r9r4)

pró aJuana Ríos el fundo La Paz y parte de El Bolsón, en Pichoy, terrenos que superaban las 49 cuadras cuadradas, a un valor de 9oo pesos por cuadra de terreno limpio y +so pesos por las otras, Io que dio un total de 3z.g77,o8 pesos.7r7 El último de e§ta familia que queremos de§tacar es a Jorge Anwandte¡ que como vimos era un importante indu§trial y comerciante. E§te participó mucho más aCtivamente que los anteriores en los negocios rurales. El r+ de febrero de r9o7 Io encontramos firmando contrato con Ia sociedad «Burg y Cía.», patala venta de madera de primera clase (pellín, laurel, lingue o pino), que elaboraría en tres aserraderos situados en Imulfudi, Cudico y Lanco, durante un año, con una entrega mínima de z.75o.ooo pies cuadrados, a razón de z3o mil pies cuadrados mensuales.Tr8 El precio a pagársele era de 5,5 centavos por pie cuadrado de una pulgada, pue§to en carros ferroviarios en la ciudad de Valdivia o entregado en Quilquil o Lanco.Tre El negocio era considerable, si se calcula que se podía llegar a cerca de r5o mil pesos por Ia venta de esa madera.

Seguramente, ya al momento de firmar ese contrato Anwandter se hallaba preparando el respaldo pararealizarlo, dado que no tenía tierras ni aserraderos, cuidando de que quedara consignado en él la posibilidad de transferirlo a otros. IifeCtivamente, el 15 de marzo de r9o7, Francisco Sprónhle yJorge Anwandter, a nombre de la sociedad Klempau, Anwandter y Cía., creaban la sociedad Sprónhle y Cía., con un capital de 6o mil pesos, 40 mil de los cuales fueron pue§tos por la

7

El aumento de valor de la cuadra era enorme. El 4 de febrero de 1875, Antonio Lovera había vendido a Ralhel Yávar una cuadra de terreno en el mismo lugar por 6o pesos, No 27, vol' g8, l8zs.

r7

7r8 El3denoviembreder8gSsecreóunasociedadentreGermánArensyFedericoBurg,«ArensyBurg»,para rfurdicarse a mueblería y con§trucción de edificios, con capital de 3o.887 pesos, e§tablecida en calle Los Canelos, No r7, 1898, RC, CBRV Duró ha§ta el z8 de noviembre de 19o6, cuando Burg se quedó con todo el aCtivo y

pesos a Arens y pagan¡rirsivo de la sociedad exi§tente en la ciudad de Valdivia y Paillaco, cancelando z5 mil de la sociedad, por r3 mil pesos, N' 168, vol. VI, noviembre-diciembre, 19o6. El zo de diciembre rlc r9o6, Burg se asoció con Edgar Schlubach en la sociedad «Burg y Cía.», colocando cada uno 4o mil pesos. l,rr parte de Burg consi§tió en su negocio y 20 mil pesos en dinero. El giro sería condtrucción de muebles y ¡lrlroración de maderas, en Valdivia y Paillaco, N" 3zz, ídem.F,lrc de jtlio de r9o7 Burg y Cía. aumentó su caque puso 4o mil pesos, y con el aumento del aporte de los otros dos socios ¡ri I rl, c¡n el ingreso deJuan Bieher, r,¡ 4¡ mil pesos cada uno, N" 5r, vol. IV, julio-ago§to, r9o7. Al parecer el dinero puedto p.or Burg y Schlubach

r|¡ las deudas

¡rrr ¡rrcstado, ya que al disolverse la sociedad Burg y Cía., el zS de abril de 19o8, aparece con un capital de r8o ¡r i I ¡rcs¡s, de los que 8o mil pesos corresponden a Pablo Hoffmann y Carlos Bartsch, en partes iguales. EStos r¡¡s rl¡sl.acados industriales hicieron un mal negocio ya que debieron asumir abultadas deudas, No 333, vol. ll, rrrirrzo-ahril,19o8. Fll lg de enero de r9o9 se liquidó Burgy Cía.; Federico BurgyErne§to Ru§t se hicieron r,rrrgo tlu los artl,ivos y pasivos de la sociedad, pagando zo mil pesos a Hoffmann, zo mil pesos a Bartsch y 30 rr I I ¡xrsos t St:hlulrrt:h. I.)l m ismo dí¿, Federico Burg y Erne§to Ru§t recrearon la sociedad «Burg y Cía.», para r,lrrlxrr¡rr ¡r¡rlgrns, (ro¡sl,llooióD dn t;dilicios, compraventa de maderas y otros, con un capital de 8o mil peB¡H, t,¡ l)r¡l(!s igttnltrs, ¡pltsir{l¡nl.¡ ¡n ntltqu inus, itnimales, embarcaciones, maderas y otros en Los Canelos

y ¡rrrrll¡rmtosnl/tfil)t¡cdlottl)orltntlltts,N"t16yt3z,vol'l,cncro{ehrero,t9o9. N"20l,vol.f,encro-fobrero, l9o7;No?9, 12t|, Nr,ggrrlgtrtttrt¡l¡r¡¡¡orylrorrr¡rrurlllhrrrnsrlrr.lrlrguAlrwn¡ttll.cr: N" ttlt, r rq v t.lr, v6l. ll, ¡rurzo rrbrll, rgoT¡ N,, 77, vol. I l, nrrrrzo ultrll, tgotl: N" rrlZ, vol, !, tttlttrt¡-ltrhrtrro, ¡t¡to; vol, ll, ¡ttulzo rh¡'ll, tut r y N" 44 ¡, vol. ll, t¡tnt ro ¡rhlll. lqt4,

¡r,r

capíTULo

sociedad comercial. Sprónhle cediaala nueva sociedad todas las maderas fundos útiles para aserrar y las maderas de otros fundos que había comp teriormente. Por su parte, Anwandter cedía el contrato suscrito con Burg y El zz de marzo de rgoz vendían a Sprónhley Cía. maderas que había que de los bosques; Aquilino Zaffaroni en el fundo Cayo, por 2.ooo pesos, Sprónhle en fundo Cudico, por 3.ooo pesos, y en el fundo Imulfudi, por r.39ú sos, todas en la subdelegación de SanJosé.

En definitiva, el negocio no continuó por mucho tiempo. El re de mar!0 r9o8, Francisco Sprónhle,Jorge Anwandter y Erne§to Bendjerodt, como Sprónhle y Cía., vendieron todos sus bienes sociales a la sociedad Corbeaux thon, de Santiago, consi§tente en: 3 motores y 3 bancos de aserrar, con sug mientas y útiles, en zz.78o,zo pesos en billetes y r4.8rz pesos oro, al camblo

peniques por peso. La última cantidad se pagaría a Williamson Balfour y Clo, deuda de igual cantidad, originada de la compra a crédito de lo anterior, §l cluyeron, además, todas las maderas que tenían en sus aserraderos, por pesos; Ios trozos cortados, sin valorizar, y los bosques que adquirió la zz demarzo de r9o7 al mismo precio de la compra, 6.395 pesos; y t5 yuntas dt yes, por 7.2oo pesos. En total, la venta ascendía a 94176,o9 pesos, inclu adeudado a Williamson Balfour y Cía. A los vendedores se les pagaría 3o mll en cinco meses y el re§to en quince meses, con el 8% de interés anual. Como se ve, en el negocio de la elaboración de maderas podía haber tanüO pital invertido como en cualquier otra indu§tria urbana. Dentro del capltflr motores, bancos de aserrar y otros útiles con§tituían sólo una pequeña partl¡ tre 10 a 15 mil pesos, siendo el re§to el valor de los bosques, maderas y Requiriendo una inversión baja, pero altamente rentable, se comprende qu€ región la indu§tria más desarrollada a comienzos del siglo XX fuera la ción de maderas. Corbeaux Barthon, el mismo 13 de marzo de r9o8, compró a Francisco los fundos Aué, Puleufu y aldenel fundo Catrico, SanJosé, en 6o mil pesol, más le compraron animales, mercaderías, créditos por cobrar y otras por 7o.264 pesos. En total la compraventa ascendió at3o.z64,8o pesos, lo qu€ garían aplazo.720 De e§te modo, Corbeaux Barthon entró con fuerza en el maderero, con§tituÉndose en uno de los principales del sector.

4: LA

INDU§TBIAyLA UERRA (r87o-r9r4)

Jorge Anwandter adquiriría algunas tierras. El zz de enero de rgro compró a ManuelJaramillo 9o ha, otro terreno de r8 cuadras cuadradas, otro terreno más y ald en fundo Las Parras, junto al camino que iba de Valdivia a La Unión, Angar:hilla, por z6 mil pesos. El rz de marzo de r9r3, a Brígida Silva a/d en fundo Las l)arras, Angachilla, por 4.4oo pesos. Además, el 16 de abril de rgr4,aJuanLntonio Soto a/d en el mismo lugar, por 7oo pesos. Según datos po§teriores a nue§tro período, en rgzo,Jorge Anwandter era dueiro de r5o ha en el fundo Las Parras, avaluadas en 7o mil pesos, Ricardo z" tenía cl fundo Vi§ta Alegre, de r9o ha, avaluado en 83 mil pesos, y Carlos y Erico eran «lueños en Pilmaiquén y Choshuen co de 33.772 ha, avaluadas en 4sz.soo pesos.'2r De los Rudloff, ya hemos señalado que José comenzó a comprar tierras hacia rtl9r. En el caso de Luis, lo encontramos haciendo lo mismo desde 1899. El 3o de rrrayo de 1899 compró a Reinaldo Harnecker terreno en Angachilla, junto al camino de Valdivia a La Unión, en s.5oo pesos.722 El ro de enero de 19o6, José y Luis arrendaban a su cuñado Enrique Poehler lr iiuela heredada del padre en Valle Rincón, Angachilla, en 3oo pesos al año. Aún «:onsiderando que el precio de arriendo fuese más bajo que el corriente, por ser ¡rtrientes, compárese esa cifra con el valor que había tenido la propiedad para el ¡rirdre, que la compró en 1875 al fisco en z4 pesos, a l pesos por cuadra cu adrada.723 El r9 de noviembre de 19o6, a través de un juez partidor, Luis compró el fundo liutrono, Quinchilca, una hijuela de 288,S ha, en 7.885 pesos. El z3 de oCtubre de r9r3, volvería a comprar aldenel mismo lugar a Honorato Mellado, por 3 mil pesos. F)l r7 de enero de r9o8, Luis compró aw juez partidor el fundo Las Quemas, ()rrinchilca, hijuela de zooha, en 3.ooo pesos. En adelante aumentó sus tierras en r,l mismo lugar. El rz de oCtubre de r9o9 compró a Fernando Camino una hijuela rlc 49o ha en el fundo Las Quemas, por r5 mil pesos. El 16 de marzo de r9ro, aMaría Silva una hijuela de 6o ha en el mismo fundo, por 9oo pesos. Po§teriormente, enI rc r9r1 y r9rz, Luis Rudloff compró ald a diferentes personas en el mismo fundo, lx)r un total de r3.3oo pesos, que considerando los valores anteriores más altos ¡ror heCtárea, no debieron ser menos de 5oo ha. Por su parte, su hijo Luis z" había

r r lllirnc¡rai n, vr)l ll, o p. cit,, pp, 38 4-982. ,,rr, (lom¡rrasylrricndosdelosRudloffen:No486,vol.I,enero-junio,1899;No2ozvol.IYjulio-ago§to,19o6; ,,

?2o NoZS,vol.II,marzo-abril,rgoS.l,asociedadCorbcruxllnrl.honlirccrerrrlrrclrSutttlrrgo.cltTtlo r9o8, por Felipe Barthon, Constant;io y l)csidr:rio (hrlxruux y Orllrtviu llrttoll tkr (lorlx'ttttr, ¡rttrl fundos Las Vegas cn cl dcpl.o. dc Vi I ltrrict y l,os Copi hucs ctt cl rkr¡tl o. rlt' Vrtltl lvln, lr ttl o tt lu (,rl Bclén d! rrr, srrgri n rlnl.os scíltlnrk¡s cl r 4 rkr urtrrro rln t9r 3, crt ¡xrtlrrr tlrtrlo ¡rrlr llrtll ltott, t¡ttr to¡ltl f¡r rlr lrt zr¡ng, § lftl

r¡rrr,rlrtrírrorlglrrrrl¡rrrrlrLrrh,l,rrrrlu,lrr¡rrlrrrr,urvr,nllrr,¡rl¡lrrhlttlhrrhrqr¡,N"r¡,vrrl.lV,lrrlhragr

N" (¡o, vol. V l, nr¡viclnlrrc-d icicmhro, r9o6; N" 4 43, vol. V, septiembre-octubre, r9r3; N" rzz vol. I, enero-febrelr)oll; N', 116, vol. l, cncro-lirbrrrro, r9o9; N" r7r, vol. II, marzo-abril, rgro; N" 96, vol. VI, noviembre-diciemlrrr,, rr)or); N" 314. vol. IV, irrlio-rr¡qo$lo, rgoll; N" ¿6o, vol. II, marzo-abril, rgrz; No 54, vol. III, mayo-junio. r9r3: N" ,¡7r, vol. I l, rrrrrrzr¡ ¡rblil. rgrit; N" 4(,2, vol. I Il, rrrayo-lunio, r9l3: No 56 y s9, v(¡l. VI, noviembre-diciembre,

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¡ABIÁN ALMoNAcID: LA INDUSIRIAVALDIVTANA

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EN §U APOCEO G87O{9T4)

comprado el 3o de diciembre de r9o9, a/d en el mismo lugar a Andrés Silva, ¡ñ 4.ooo pesos. Por otra parte, el 13 de ago§to de r9o8, Luis zo compró a Honorindo Aburto lt mitad del fundo Hueyelhue y a/d en el mismo lugar, junto a la e§tación de [o116. carriles, Calle-Calle, en 3o mil pesos. Luis zo volvió a comprar entre r9o8 y lgog I diferentes personas, a/d en el mismo fundo, pagando 9.1oo pesos. El z de abril de r9rz, Luis zo arrendó a Enrique Ringler a/d en el fundo llue. yelhue, además de animales, por 4.8oo pesos al año. El arrendatario se conlpnor metía a entregarle anualmente 3 mil metros cúbicos de leña, al precio corrlontt de plaza. E§ta condición mue§tra parte del uso que daban los indu§triales ¿ ¡¡ll fundos; provisión de leña para sus e§tablecimientos. El arriendo no duró muohq al parecer por el subido precio fijado, terminando el 17 de mayo de rgre. [l r7 da abril de r9r3, Rudloff ya lo había arrendado a Evari§to Coco, más animaler, p€f 3.9oo pesos anuales, e§tableciendo como condiciones; dar leña, limpiar tcrrongl y hacer otras mejoras. En r9r3, iniciada la partición del fundo Hueyelhue, Luis zo le compró al juez unl hijuela de z3o ha, por 6.9oo pesos. Además, el z de noviembre de r9r3 cotnpró

I

Aristeo Martínez y a Pedro Noches a/d en

ese

fundo, pagándoles 7oo y 5.250

p€tot

respeCtivamente. Cuando concluyó lapartición del fundo Hueyelhue, seguramente solicil.odc p§t Rudloff, el zz deenero de r9r4, se le reconoció a é§te una hijuela de terreno do mÍ de q13ha, correspondiente a siete compras hechas por 18.o63,46 pesos. De e§te modo, en un corto número de años, los Rudlofftambién pasaron o telü importante presencia en la propiedad de la tierra. En r9zo, Luis RudlofT tonlr d fundo Las Quemas, de mil heCtáreas, avaluado en r49 mil pesos, y Luis 2", el t'uñü r Hueyelhue, de 8oo ha, donde hubo compras po§teriores a r9r4, avaluado cn 66 tñü pesos, y el fundo Chanco Grande, el que no aparece en nue§tro período, trvulu¡dl en r8o mil pesos. Todas las propiedades e§taban en Quinchilca.T2a Un caso interesante de indecisión frente a las aCtividades rurales r:s cl tlo (lgfr mán Ehrenfeld. En el momento que paralizó su curtiduría pareció esl.ur clockll& a dedicarse a e§tos negocios. El 19 de abril de rgoz compró a la sucesidlrt Rlv€lt una hijuela de z4haen el fundo Pucardo y Same, San José, por 2.ooo pcror, Bl l, de mayo de rgoz compró a Kilian Meckes, los fundos Esperanza. l)tlcttrtltl o SCntl Maríay alden fundo Huape, SanJosé, por 4o mil pes«rs. lilS dc noviclttllra elo tgq! compró

a

Francisco Meckes, hijo de Kilian, a/cl on f undo Iluapc, por 1.2(x, ltolot.Ü

7r4 lllrurrr¡trtltt, volll,op, rll., l)p. itlt4 :lt'|7. 7rI ('r)¡tl)t,¡s rlr,Irr lilirllrli,ll: N,'4.¡6 y ,¡9o, vol, l, r,rreto lttttlo, trloll I l¡ N,' qq, vrrl. I V, lu I k r trHortl (1, r(,olti N" r:tlt. vol, rrovlolrl¡rl rlilirrttllt n. t,rt t, Irt

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(r870'

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En definitiva, como vimos, optó por invertir en la generación de electricidad, no sin obtener de pasada una ganancia con sus tierras. EI zr de julio de 19o6, Ehrenfeld vendió todo Io que había comprado a Guillermo Rademacher, dedicado a la elaboración de rnaderas, en 5o mil pesos. Su hermano Gu§tavo, que continuó dedicado a la curtiduría, el 19 de oCtubre de 19o6

compró a Erne§to Burmei§ter terreno en el fundo Toro Bayo, Cabo Blanco,

por rz mil pesos. Fue el hijo de Germán, Carlos Ehrenfeld, quien de§tacó como propietario de tierras. Alavez, terminaría sucediendo al padre en sus negocios y retomando la curtiduría. Las tierras compradas tuvieron un papel de§tacado en la provisión de

familiares en Ia ciudad de Valdivia. El 6 de noviembre de r9rr, Carlos Ehrenfeld compró a Nicolás Meyer a/d en el fundo Pichi, junto al río Futa, Angachilla, por z5 mil pesos. De aquí se obtendría

Ias necesidades de las empresas

la leña para Ia fábrica de eleCtricidad del padre.

El s de diciembre de rgu, Carlos compra a Enrique Mancke el fundo LaLinea, Angachilla, por 5 mil pesos. El rr de diciembre de rgrr compró aJulio Howard las mejoras hechas en ese fundo, en un terreno de 5oo cuadras, mientras e§tuvo allí a nombre del dueño anterior, consi§tentes en casas, cercos, descampes, limpias' cortes de leña y madero-carril de 2,5 kilómetros. Además de leña, trozos de madera cortada, útiles (dos carretas, 2 yugos, hachas, palas y picotas) y 4o ovejas. 'Iodo por 3.726,9o pesos. El rz de ago§to de rgrz compró a otro ocupante del fundo, pot Lgt2 .fosé Barrientos, las mejoras que había hecho en z5 cuadras de terreno, por z debienlugar años, pesos. Ehrenfeld le permitía seguir como inquilino en el do cortar leñaparael dueño. Haciargzo, Ehrenfeld Hnos., compue§ta por Carlos y Federico, eran dueños del lundo La Línea y El Rodeo, de z.5oo ha y avaluado en 12o mil pesos, y del fundo San Fernando, en Angachilla, mientras Gu§tavo Ehrenfeld, su tío, era dueño de t,erreno de rr9 ha en Toro Bayo, Cabo Blanco, avaluado en 9o mil pesos.726 Uno de los principales indu§triales terratenientes del departamento valdivia-

no fue Alberto Haverbeck, de quien ya hemos dado algunos datos' A comienzos continuó comprando propiedades en la zona de Corral, ha§ta terminar siendo dueño de una superficie tal de propiedades que él ni nadie sabía con r'.erteza qué cantidad de tierras tenía en la co§ta de Valdivia. E§to se explica por la forma en que se realizaban las compraventas; las propiedades vendidas eran gcneralmente acciones y derechos, sin límites específicos, o eran propiedades de r:1ráCter nominal, donde los terrenos efeCtivamente ocupados y explotados eran la rnínima parte dcl tot,al. Dc c§te modo, con Ia anuencia de las autoridades judi-

clel siglo XX

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cA pí r uLo 4: LA

rNDUsrf,¡A y

LA Tr ER BA

(r87or914)

276

ciales y ejecutivas, los propietarios rurales de la región formaban extensas propiedades, con el consiguiente perjuicio fiscal e indígena, principalmente. En el caso de Haverbeck, el afeCtado era el fisco, a lo menos eso era lo que decían sul representantes, El rr de abril de r9o5 se flrmó un deslinde entre los fundos Ensenada y Chalhuín, de Haverbeck y el fisco, respectivamente, el que quedó definido por una ll. nea que iba del e§tero SanJuan a la cordillera de San Juan y el río Chaihuín.727 Por esa época, el E§tado chileno tomó una decisión que chocaría con la forma en que se habían con§tituido las propiedades rurales enlazona, específicamentl en Corral. El 3r de oCtubre de r9o5 aprobó una leypara e§tablecer en Chile un edtl. blecimiento siderúrgico por parte de privados, al que el E§tado le daría una serla de beneficios, entre otros, roo ha para e§tablecer la indu§tria y una concesión dl 8o mil ha fiscales para uso de Ia indu§tria, con el fin de proveerse de combu$tlbh para los hornos.728 El beneficiado fue la empresa francesa «Hauts Fourneax, Forges et Acieret», creada en París el 6 de marzo de 19o6, conocida,en Chile como la sociedad Altol Hornos de Corral. Según la ley de r9o5, el Presidente de la República debla edtl¡ blecer el sitio de la concesión de bosques fiscales. El 19 de diciembre de r9o5, utl decreto supremo nombró un ingeniero para delimitar las 8o mil ha en la provtn. cia de Valdivia. El fisco tenía la creencia, basada en la ignorancia y la frágil memoria, pues en h época era conocido de (odos cómo los privados se habían apoderado de las tferr¡l baldías y flscales en el sur de Chile, que reunir las heCtáreas parala concetlón sería una Lareafácil. Sin embargo, a comienzos de 19o6 apenas se tenlan cont& bilizadas ro.5oo ha en la co§ta del departamento de Valdivia. El zz de febrero da

19o6,elingenieroJuanAntoine,encargado delatarea,comunicóalalnspecclón General de Tierras y Colonización desde Valdivia las dificultades que tenla cumplir su tarea pues, cito:

ptfl

...Muchos terrenos se sabe positivamente que son flscales pero e§tán ocupado: pil los poderosos alemanes. La mayor parte de ellos impiden el levantamicnto y tramitaciones judiciales son sumamente lentas, cuyo resultado, agre¡¡adon, rl md

l*

tiempo que hubo e§te verano me atrasan en mi trabajo.T2e

Finalmente, por orden del gobierno, el z de oCtubre de 19o6 la cmpresu lrone¡¡t

recibió sólo ro mil ha de terrenos, quedando a la espera de poder completar el total de la concesión prometida. Todo e§to e§tuvo a punto de llevar la indu§tria a otro lugar del sur de Chile, pero el gobierno decidió el 3o de noviembre de r9o7 reafirmar a la bahía de Corral como lugar de ubicación de la indu§tria y definió zonas precisas de la costa valdiviana donde se debían tomar las heCtáreas faltantes. En esos espacios había un número importante de simples ocupantes y propietarios, con los que el E§tado comenzó a litigar para recuperar la propiedad fiscal usurpada o para expropiar los otros terrenos. Del total de roo fundos exi§tentes en el lugar, sólo unos ro eran claramente fiscales, por lo que el gobierno optó por

los valores de las propiedades expropiables. Entre las propiedades por expropiar se incluyeron tres fundos de Haverbeck (Naguilán, Ensenada y Las Romazas), valorados por la comisión en 174.7oo pesos. Haverbeck consideró que el valor era muybajo para unos fundos que totalizaban

4o mil ha., por lo que presentó sus reclamos ante el juez de letras de Valdivia, quien dispusó el zz de abril de 1909 una retasación de Ias propiedades. La nueva comisión determinó que los fundos tenían una superficie de zo mil ha, por lo que el juez decidió que se pagarán a Haverbeck, 7z3.Zr1,zo pesos por Ia expropiación. Por supue§to, el fisco reclamó de la decisión y el asunto pasó a la Corte de Apelaciones de Santiago, por e§tar comprometido el interés fiscal, a mediados de tgltl. Al término de nue§tro período el litigio aún no e§taba resuelto. EI ts de agor{l,o de r9r3, Haverbeck entregó los fundos al fisco, recibiendo a cuenta del valor (trrll.trba pendiente el juicio) la suma de r75.8oo pesos, por las zz mil ha de la expr«lplución.730 En definitiva se impuso la tasación hecha por el juez de Valdiviu, tlclllóttdosele pagar a Haverbeck la diferencia h a§tatotalizar 773.t15 pesos,Trrl

z3o

No ¡83, vol.

N,, 266, vol. II, murzO-abril, r9o5.

rr kl»zos tlrr lrr irrrlrrrll liu sirk,r'rirglcu trr ( llrlk'», pp,

7r9

(lllrrrhr lrr hlrttt, lt. fi

,

l¡i

qq,

IV julio-agosto, r9r3.

73r Enlnteraméfica,op.cit.,p.T¡,aparecenlosfundoscomodelosAltosllornos,conttttvttlttrlolttl¡tttrrtr

monto. Otras expropiaciones fueron: El fundo Tres Bocas, de Marcelo Salas, de ti.74o ltt, ottl.rcgnthl ttl lllltt por la sucesión del anterior el rz de ago§to de 1913, No 366, vol. IV, rulio-ago§to, r9r3. llnhitrnrlo rltlo ltttltttlrr originalmente en 76 mil pesos, después de un juicio se valoró en 3oo mil pesos; el Iu ndo Surr l'rrtlro, tlt lirk'o l{averheck (hijo de Jorgc 2,,, sobrino de Alberto), de r.zoo ha, entregado al fisco el r z dc ugorll o (lo !9 t:t. N(' J6?, ídem,Después de ser tasado en un bajo precio, su dueño rcclamó y linalmcntc recibló 75.totl ptrrotr, llltttkrn por el iuez cl z¡ dc novicmbrc dc t913, Nn 2o2, vol. Vl, noviembre-diciemhre, tt)t3. l')l ntrgot:io tlo lirlt'rl litr' ¡xt:qlgntc, ¡rtrcs lo hobfa tnnrprorlo cl r4 dc ago§l,o de r9o9, a Iimnt¿L Mrtnckc clt 2tl tnil ¡rttsos, N" it4(t, vol. lV,

rl lis¡o 727

la

expropiación, mediante la ley de 5 de septiembre de r9o8 que declaró de utilidad pública los terrenos ubicados en el área definida en 1907. A comienzos de r9o9 se formó en la Intendencia de Valdivia una comisión de hombres buenos, parufqar

cl ¿4 (lo o(llltl)r(r rltr ¡¡)rtl. rcclbiuttlo 4o.5{)o p(!!ron, N" 447, vtll. V, fl(lpliomhr(!-o(llttlrrrr, t9tj. l)rx¡rttdr

FABIÁN ALMONACID: LA INDUSl RIA VALDIVTANA EN SU APOGf,O (I870-I9T4)

cApÍTULo 4: LA INDUsrRray LA TTERRA G870-19t4)

2?8

Haverbeck resultó favorecido con e§tas expropiaciones, considerando que ll había pagado montos muy bajos por esas propiedades y las explotaba en lugart! muy precisos. Sin embargo, tomando en cuenta el aumento del valor de la tierrl y especialmente de las zonas boscosas, Haverbeck bien pudo haber quedado ln. satisfecho con la expropiación, más aún cuando e§taba dedicado fuertemente d comercio de maderas. Pero como se verá, la mayor parte de lo que quedaba erl riqueza potencial, que requería grandes inversiones para ser explotada. Hay un intercambio epi§tolar entre Ramón Fernández, jefe de la sección 10. du§tria del Mini§terio de Indu§tria y Obras Públicas, y Luis Rojas, ingeniero dl la oficina técnica encargada de hacer los planos de las tierras expropiadas a H$ verbeck, que nos permite conocer la calidad y potencialidad de los terrenol €ú cue§tión.732

El ro de abril de r9rr, Fernández pidió a Rojas le informara sobre una serl6 & temas respeCto a esas tierras, a saber: r. El número de heCtáreas de bosquor dt primera, segunda y tercera clase, según la calidad de los suelos y facilidader Ü explotación. z. De los precios que podían darse a los terrenos señalados, 3, Lll clases de árboles exi§tentes y su importancia indu§trial. +. La posibilidad de rpfe vechar en cultivos los suelos, después de sacar la madera, y los valores quo drían tener. 5. La cantidad de tierras rozadas exi§tentes. 6. Los medios pof cuales explotar la madera exi§tente y 7. La navegabilidad de los e§teros exldteñttl en la parte expropiada. A e§tas consultas, elp de abril de r9rr, Rojas respondió punto por puntor siguiente modo: r. Considerando el valor de las maderas y facilidades de ex ción, e§timaba en mil ha los bosques de primera clase, en 3 mil ha los de da y todo el re§to de tercera, por e§tar en terrenos quebrados o accidentadol, Atendiendo a la di§tancia de los terrenos respeCto a las vías de que dificultaban su explotación, valoraba en 20 pesos la heú,área de borquct primera clase, en 13 pesos la de segunda y en 8 pesos la de los re§tantes. 3. D€ árboles exi§tentes, señala que abundaban el ulmo, tineo, mañío, canclo, y luma, entre otros. De§tacaba por su importancia comercial, por §u uÉo tn curtidurías, el ulmo. 4. Todos los terrenos e§taban en Ia cordillera de la con alturas de 7oo metros, por lo que eran inapropiados casi totalmento p¡ll cultivo, tanto por la altura como por la irregularidad de la superficlc. como aprovechables dos porciones, una al lado del río SanJuan y rll,ro f unto d Futa, de r5o ha en total, que podían usarse para chacarerla. Ii§lu purt,e la ba en 8o pesos la heüárea. E. La extensión rozada «le bosqucs lo ('r{l,lm$b6 €n ha, dándole un precio de 5o pesos por hectárea. 6. l,«rs h«rsqucs cxprtl¡tludol cl l4 rlu og0rllo rlu t913, N,,lt¡t5, j9f, y jt¡7. vol. lV, lrrlkr ugoÉlo. tr¡t3, tle hB r¡rtt, tt0 lt,ttt,rttor

71¡l Arrrlruxrrrlrr¡ nl llrrl rlcl vol, ll, tttttrro rtllrll. t¡ll¡,

lllét

daban, en la parte más cercana, a q mil metros de la Ensenada de San Juan y no habíarío navegable en ese lugar, por lo que la explotación de la madera se hacía difícil y sólo se produciría construyendo líneas férreas hacia el mar o comunicando ese lugar con el camino que se estaba haciendo a chaihuín. 7. El único estero navegable era el SanJuan, pudiendo ser penetrado por lanchas unos 1.5oo metros desde su desembocadura. Por lo anterior queda claro que las tierras expropiadas a Haverbeck, aunque contenían enormes riquezas forestales eran de difícil y costosa explotación. por otro lado, también es evidente que la tasación fiscal fue muy baja y la judicial deflnitiva muy alta. Rojas, en un examen bastante argumentado, situaba su valor en cerca de z3o mil pesos. Después de las expropiaciones, Haverbeck mantuvo parte de los fundos Naguilán y Ensenada, cerca de 5 mil ha, que en r92o valían 8o mil pesos. Además tenía la propiedad del Islote, que en go7 valia5o mil pesos.733 Por último, el r5 de abril de rgr4 vendió a su yerno Rodolfo Skalweit el fundo Futa, Angachilla, en zo mil pesos.73a

El ejemplo más claro de integración agroindustrial lo da en las primeras décadas del siglo XX la organizacrón de los negocios de Pablo Hoffmann. Sus indus-

trias se complementaban con un conjunto de propiedades rurales, ubicadas en los departamentos de Valdivia, La Unión y Osorno. Hacia rgor, cuando comienza a girar solo tras la disolución de Hoffmann y Fuchslocher, entre sus fundos principales e§taban: Toro Bayo, en Cabo Blanco, de zzz ha, avaluado en cerca de 63 mil pesos; Canelos o Mulatas, en Angachilla, de valor cercano a rz mil pesos; Caipulli o Río Negro, en Osorno, de más de S.6Ss ha, avaluado en cerca de +g mil pesos; Chihuao, en Pichoy, ayaluado en cerca de zo mil pesos. En estos fundos o en manos de terceros había gran cantidad de animales, valorados en más de 5oo mil pesos. E§to sin contar su fundo de la Isla Teja, que tenía un uso industrial.Trts Po§teriormente, Hoffmann siguió ampliando algunas de sus propiedadcs, como los fundos Las Mulatas y Chiguao; en el primero compró a siete personas hijuelas y ald, en r9o2, 1903 y ;.goz; en el segundo, a ocho personas hijuelas y a/rl, cntre r9o7 y r9o8. Por otra parte, vendió algunas de sus propiedades, como en t9o5 el fundo'lbro Ilayo a la Cía. Chilena de Tanino, en casi 99 mil pesos.

7.¡1¡ Illnnc¡rai n, v ol. ll,

o 1,, (t I 1,, l). lttl7 y l,lspeio, o/. cit., p, zz1. N"3tl3,vol. Il, rrrurzo-nlllll, lqr4. V(!r di§olt¡(riótt ¡ocl¡thtl llollinurrr y lirrclrslocher, en capftulo 3. Otros tlatos cn l)¡qlrr¡rr:|5lr rl¡ l)rth|r lklllitlrtltn y lhrltrrlco lrt¡r'ltrI¡t'ltpr lott Allx,rlo'lhulcr, sobrc lu t:ubi
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¡l ¡' tl0 rx'ltthto th lllgñ, I Motttlpl frrtir lltrrrlrrcz, r,lr 7r rrrll ¡rcxor. Vr,r llnlllltut'h1rr llrrrlrl y ('11,, r7 rh {ltrll rl¡ rti¡r¡, N,, t t,l, vol. ll, n¡rrrzr¡ tltrll, rr¡o8,

tlo M, f. fInr{tr,e n Alltnrlo

FABIÁNALMONACID: LA INDUSTBTA VALDTVIANA EN §U APOGEO (T8?O-T914)

cApÍTULo 4: LA INDUSTRTAyLA TIERRA (187o-19r4)

2gr

En Osorno terminaría vendiendo todas sus tierras. Con el respaldo de su g* tensa propiedad de Caipullihabiaabierto una cuenta corriente con el Banco Ah. mán Trasatlántico, el z3 de junio de 19o6, ha§ta por 3oo mil pesos. Nótese el grrtl valor alcanzado por e§te fundo. El r8 de octubre de r9rr, la cuenta corriente bcn caria ascendia a ztz.448 peFos, por lo que decidió reducirla vendiendo parte dl la propiedad. El z4 de noviembre de r9r3 vendió terrenos a|uar 20 Dietz y a Jor¡p Schenke y el z6 de diciembre de rgr4, a Guillermo y Bernardo Pininghoff (a eútol últimos 3oo cuadras) . El z6 de diciembre de r9r3, Hoffmann 'cedía al Banco ¡F ñalado los créditos hipotecarios adeudados por los compradores anterioreg cd el fin de saldar parte de sus deudas, por las siguientes cantidades: uno de pesos contra Schenke, otro de 5o.ooo pesos contra Dietzy otro de 7o.ooo P€loa contra los hermanos Pininghoff. Más tarde, el rz de mayo de r9r4, vendió el rc&0 del fundo a Germán Catalán,unas 3oo cuadras, al precio de 8oo pesos la cuadrt¡ por 24o mil pesos.736 Una última venta que le conocemos es del z6 de mayo de tgt4, a Adolfo Pabñ fabricante de cecinas, consi§tente en una hijuela de terreno en Angachilla 0n {

mil pesos. Pero no sólo Hoffmann amplió algunos de sus fundos y vendió otros, sino además hizo otras importantes compras en las primeras décadas del siglo XX, interés por participar en el comercio de tierras se expresó en la creación dc sociedad, el 3 de abril de r9o9, junto aJosé Husbands y Emilio José Ruhmann, firma «Husbands y Cía.» se con§tituyó para girar en la compraventa de

transferencia de sociedades,y compras en dentro y fuera de la república. Más que una sociedad comercial, por el social más parece una representación dada por Hoffmann a los otros: el eran 2.5oo pesos para ge§tiones, pue§to por Hoffmann y los otros dos su «tiempo libre». Con ese dinero, se deduce, se harían sólo los contadto¡ comerciar, pero no las compras. Nos imaginamos que al hacerlas, el financlftl

y bienes raíces, compraventa y

el favorecido sería Hoffmann.737

Sin saber más de esta sociedad, es coincidente que después de e§ta f'ech¿ mann aparezca haciendo importantes compras de tierras. Posiblemente lc¡ tiones», como las llama el documento, hayan sido hechas por la sociedad, El r de junio de r9o9 compró a Camino, Laco§te y Cía. terrenos en Puñlrl y ma, junto al lago Panguipulli, Macó, en 42.5oo pesos. El zg de diciembre de

736 NosoS,vol.VI,noviembre-diciembre,rgr3:N"r39,vol.lll,nrrtytl-irrrrio,l9l4;yN"z(r4,vol,lll, 19r4. Las cuadras vendidas a los Pininghoffapureccn on podcr dutlo r llnr I lio lrolk,rl, ¡rnrtt qtto vendlt¡ cuadros dc tcrrcno cn cl [undo ()uipu lli, n (iu i I lrrnro y llcrrrurrkl Irlnirtglulll', cl tr rlt rl k:l¡nthr+, tlp vol, Vl, novior¡rbro-tllciombrc, rqrlt. lil r(r dc dir:lunrbrc rkl ¡qr4, ol llnnrrr¡ lllx,ró rt llollirrrrru tlo la ptltl tlorrrlu ¡rrgurlu urr r:rórlitor lri¡xrl.cutrlon, N" 5o9, vrrl, Vl, ttovlrtttltr¡ tllt'l¡ttlhrtr. trlt4 71¡7 N" rr¡7, vol. ll, ¡rt¡rrzo nhrll, tgu¡,

Gu§tavo Schmidt los fundos Nicho y Porvenir, en el nacimiento del río Calle-Calle junto al lago Riñihue, Quinchilca, en 22o.ooo pesos, que pagaría en hipotecas adeudadas por el vendedor y el re§to en cinco años. El ro de enero de rgrz, a Eliodoro Agüero retazo del fundo Huidif, al lado del fundo Nicho o Porvenir yjunto al

trazado del ferrocarril trasandino de Collilelfu a San Martín de los Andes, en roo pesos la heú.área. El z5 de abril de rgr2,unavez medido el terreno, que totalizó algo más de 244 ha, Hoffmann pagó aAgüero z4.4u5,go pesos, en animale.s y en dinero efeCtivo. El r3 de enero de r9r4, a Manuel y María Rencan y María Catalán el potrero Guape Güinquinir, SanJosé, en 4.5oo pesos. El 9 de mayo de r9r4, aJulio Silva Chaparro 3.385 ha de terrenos en el fundo Folilco, junto al fundo Porvenir, a 65 pesos por heüárea,pagándole zzo.oz5pesos, en parte pagados con 387 animales que Silva había recibido a talaje y el resto, al vendedor y a acreedores de Silva. En la misma oportunidad, Hoffmann le compró un aserradero a Silva, por otros 8.ooo pesos.738

Con e§tas compras, situadas en el interior del departamento valdiviano, Hoffmann se preparaba para tener la mejor posición unavez que se abriera al comercio el ferrocarril trasandino. Como se ve, la posibilidad de una ruta ferroviaria y lacu§tre hacia Argentina tuvo gran efeCto en el mercado de tierras. El objetivo del ferrocarril fue explotar extensas zonas aisladas de Chile y Argentina. Como hemos dicho en el Capítulo r, el ferrocarril trasandino nunca se terminó de construir y funcionó con lo que se avanzó ha§ta r9rr. Veamos algo de esta historia. La ge§tora del proyeCto fue la Cía. Comercial y Ganadera General San Martín, creada en Valparaíso el 15 de septiembre de r9o5, con un capital de z5o mil libras e§terlinas. La sociedad fue organizada por una importante sociedad comercial valdiviana, Camino, Laco§te y Cia., con el fin de explotar cerca de r5o mil ha que habían adquirido en Argentina y otras numerosas propiedades rurales de Ia provincia de Valdivia, las que incluían abundante ganado, y pararealizar comercio de importación y de frutos del país.73e El mismo día de su formación, en Valdivia veintiún valdivianos se sumaron a la nueva sociedad, entre ellos e§taban los indu§triales Pablo Hoffmann, con loo acciones, y Germán Kun§tmann, con 2oo acciones.Tao Sin embargo, en los años

Zttl N' z+9, vol. III,

mayo-junio, r9o9; N" 5r8, vol. VI, noviembre-diciembre, rgrr; No 9z y 43o, vol. I, enero-firllrero, tgrz; N" 69, vol. I, enero-febrero, r9r4; y N" roo, vol, III, mayo-junio, r9r4. 7.¡9 l:,spejo, op. cit., pp. t27-131. 74o N" 68, vol, V scplicmbrc-oCtubre, r9o5. Los otros eran: Erne§to Bendjerodt, comcrciontc,5ool ()urlon llcnncl,l,, uhogrdo, sol Moyró¡l llcytfa, comerciantc, r5o; Carlos Bischofl', comerciontc, zoo; (iuilkrrrno llrlc. (l(!, (l(!nt.l¡lln, trxr; lht¡lonkr llolrlllor, ingt:nicro,4.ooo; lernando Canlino, comcrciunto, r5o;,fuun llor¡lldl.o l,)lr:ltuguruy, untploerkr rlo crrrnctt:kr, r5o;.losd (iekrs, cmplcudo dtr «»ncrcio, z5o:'l'crxloro llolrn, rrr¡¡t¡rrrrrlu¡rlr,

cApíruLo 4,

FABIÁN ALMoNAcID: LA INDU§TEIAvALDIVIANA EN sU APoGEo G87o{914)

LA

rNDUsrRlA

Y LA

fllnRA (t87o

282

siguientes la mayoría, incluido los anteriores, se fueron retirando de la En la región, los intereses de la Cía. San Martín e§taban representados por mino, Laco§te y Cía., su principal accioni§ta. Fuera de sus numerosas des en el departamento de Valdivia, la principal ocupación de la compañfa crear un ferrocarril trasandino entre Collilelfu y San Martín de los Andes, en gentina, que coneCtara los lagos Riñihue, Pirihueico yLácaty desde allí por nuevamente con el terminal argentino. Paralelamente, Ia compañía se dedlcó comercio, llevando vapores a los lagos Panguipulli, Pirihueico, Riñihue y teniendo tiendas en Collilelfu y Panguipulli, molino a yapor en Panguipulli y co aserraderos en sus propiedades rurales.Tal

En los años r9o8 y r9o9 figura como presidente de la compañía un indu§trial valdiviano, Otto Roepke (dueño de 5oo acciones), quien ademáe

uno de sus principales financi§tas. La Cía. San Martín comenzó por e§tos añOl vender parte de sus propiedades, como por ejemplo el fundo Rinconada en quén.7a2 A partir de diciembre de r9o9 comenzó también a vender sitios junto I e§tación de Collilelfu, punto de partida del ferrocarril trasandino en ción.

LaCia. San Martín después de muchas dificultades económicas se disolvtó r9rr. Ha§ta ese momento se había con§truido gran parte del trayeCto entre Collilelfu ylago Riñihue, faltando sólo ro kilómetros para llegar a ese lagp 9 de mayo de r9u, en Valparaíso, la compañía «vendió» todas sus propiedadü rales a Camino, Laco§te y Cía. en 6oo mil pesos, las mismas que en rSoS habf¡ cibido de ellos y nunca había pagado. Asimismo, los compradores se hicieron go de las deudas de la compañía. Se exceptuó de la venta la empresa de de Collilelfu al lago Riñihue, con sus propiedades muebles e inmuebles. Cotl la disuelta sociedad creó la Cía. Transandino San Martín, el mismo 9 de mrp r9rr. Dentro del objetivo de e§ta nueva sociedad e§taba concluir el ferrocarrll sandino, para lo que contaba con los terrenos para con§truir la línea hadt¿ ol

te conArgentina, un camino entre ellago RiñihueyPirihueico,vapores exi§tentes en puertos lacu§tres del lago Riñihue, Panguipulli y lago Lácar, en Argentina.?ar|

Camino, Laco§te y Cía. además del pago señalado debía entregar otros 3oo mil pesos o construir por su cuenta los ro kilómetros que faltaban de Ia línea férrca. En deflnitiva la sociedad optaría por terminar el tramo del ferrocarril.Taa según el número de propiedades rurales recibidas por camino, Laco§te y Cía., e§ta sociedad se convirtió en la principal terrateniente del departamento de Valdivia. Por las transferencias de fundos hechas por la Cía. San Martín después de

disuelta, sabemos que recibió los fundos chumpulli, cucilelfu, Manil y colegual, en Macó; los fundos LaPlaza,Payahuinte, Neltume (cerca de ez mil ha), Quechuquina (12.588 ha), Nontué (7.gzgha) y Truful, en Panguipulli; Collilelfu' Collico o Montaña de Collilelfu, Folilco, Ampe y terreno Canal de la Tirrbina de Folilco' en Quinchilca. Fuera de ellos, también recibió un fundo en el departamento de Temuco, de z.5oo ha.7a5 Fácilmente, aunque no tenemos datos de la superficie de todos los fundos, Camino, Laco§te y Cía. tenían más de roo mil ha en el departamento de Valdivia. Dada las deudas, en unos cuantos años la sociedad vendió la mayoría de sus fundos, recibiendo como pago más de r.5oo.ooo pesos.746 volviendo a Pablo Hoffmann, hacia $zo lo encontramos como propietario de los siguientes fundos (todos comprados antes de gtq); Las Mulatas, de r5o ha, en Angachilla, avaluado en uo mil pesos; Porvenir y Folilco, que sumaban ro mil ha, en Quinchilca, avaluados en 44o mil pesos; Chihuao, de 2.882 ha, en SanJosé, valorado en 3oo mil pesos; Puñire, de r7 mil ha, en Lanco, avaluado en 88 mil pesos. presencia rural se había concentrado en el departamento valdiviano, teniendo cn Osorno sólo el fundo Quisquelelfu, de t.zoo ha, avaluado en 16o mil pesos. Es Su

,¡,r:t N. rs, z+ de junio de r9rr, RC, rgrr, CBRV. l¡ ¡ No r48, 18 de noviembre de r9u, vol. VI, noviembre-diciembre, r9rr.

745 InscritosenlanotaríadevaldiviaelzS,zSyzgdejulio,el3y5deago§todergrr,NozTg'281'283'314'32o' l3q, 38o, 38r, +13, +rs-+rz, vol. IV, julio-agoslo, r9rr. Las referencias rlc otras fuentes indirectas.

comerciante, 50o; Demetrio Aguerre, comerciante de La Unión, 9.ooo; Alfredo Carrerc,

74r Espejo,op.cil.,pp.rz7-r3r.EnlamatrículadepatentesdeSanJosé,dergog,aparecehrrrmpañleooñ no,diario LaLibertad,zT de ago§tode19o9,

La llegadade la compañía a la re¡¡ión prorlul(, un to en lapoblación indígena: en el lago Panguipulli se apoderó de la navegación con su vupor, por la fuerza el transporte de personas y mercaderías. El padre Sigifredo I'rauenhou l¡¡, nrl¡krnoro BNSP.

en la zona, durante un parlamento de indios habido en Coz-Coz, al norte de I,an¡¡uipulll,

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t¡noro

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describía así: «Todofue e§tablecerse la compañía en e§tos sitios, para que camblara hunedlnlamonh La compañía trajo un vapol a co§ta de grandes sacrificios, y lo armrl cn cl lagt. lillc v(por, de Fernando Camino, gerente de la compañla, hecho a pique o upresó lodnr ktt «tnoat da lot a irnpotencia, Hoy no se ve en el lagts ni urut sola embar«tt:ltJ¡t lndlganu, y kx nulilr¡út$ lletktn qué pic cuundo necesitan ir dc punto a olr¿r...», un Aurclio l)ftz Mozn (r9o7): /ln h Aruut:ufu,lnr¡rrontn dll Ilu*l,rtdo, Stnt,itgo, pp. 69-zo. 74:l Vcnlu(lh,SlnlVlurlfnuMlgrrcl Armorcnu,r3rlcorllrrll¡'rrlorr¡or¡,N"4o1¡,vol,V,rr¡rllerrrrlrre Alll tttlr¡tttrl rr,¡r'l)rrll r¡tto Ikx,¡rk¡ rll ¡tlr,rtlrlatrlr rk, ln ¡rxrk,rhrl rl¡¡rl¡ ¡l tr¡ rh rtrt'ro rle rgrrll,

a

la cabida en heCtáreas fueron obtenidas

74t) VentasdelasociedadCamino,Laco§teyCia.',elrydeabrildergl2,aEnriqueHeviaelfundoMalihuo,

Macó, de 296 ha, en ro9.6oo pesos, No 374,vol, II, marzo-abril, rgrz; el 13 de junio de r9rz, aJorge Aninat el con Argent r¡ ndo Pirihueico, compue§to de las hijuelas Nontué y Quechuquina, que llegaban ha§ta el límite do I inu, en Choshuenco y Panguipulli, de zo.5r7 ha, en 2oo.ooo pesos, No 334, vol, III, mayo-iunio, tgtz; el 6 pcsos, N" irrli6 de r9u, a Ricardo Troncoso el fundo Remehue, Quinchilca, de cerca de 8.ooo ha, en r8o mil en r4t.37o pesos, N" 75, /d¿m; el 48, klcml eh o dc julio de r9rz, a Leo Combermale el fundo Colegual, Macó, r5 rl9 novicmbrc dc rc¡rz, aJulio silva chaparro, los fundos Folilco yAmpe, Quinchilca, en 25o.ooo y 5o.ooo noviembre ds r9lz, a lltrfh(rl ¡x,s¡s, rcspcrJl ivnnlont0, No 122 y lt:¡, vol. VI, noviembrc-diciembre, rglz; el zo de ( trr rrnrtxr los f u nrlgs 0oll i[:l lir y 0ol I kro, Qrr i nch i lcu, de 3oo ha, en 3o,ooo pesos, N' rth, /dcz; cl to do tl icicrn' oo'ooo pcsos, N" 337, /drrra; I r¡r tlrr rr¡ r z, u A l¡i¡ntl rp Iftrlmlkrl ll liurtlo Ncll r¡ rnc, l)tnguipu lli, do 36.327 ha, en 4

grr,lr.lirlrr¡rr¡, lr¡r3¡ y ¡l rr rlp tll¡,lprrrlrrn rl¡ tgt;¡, n l'Irrir¡ur (lrtnhtlrmultl lol litntlos lVlur'ír, rlt'.1.4¿r lttt, {rtl rht,6t7 ltp¡{t:, N" 47r, vrrl. Vl, ttovlrltthro rlk'lrrnlhrt', lqt3.

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()hnm¡rrrlli y Mnlihrro,

r¡sIÁ¡ ¡ruoulctp: rl NDUSTRIAvaLDIvIANAEN

cApi ruLo 4: LA lNDUsr RrA

su aPocEo (187o-1914)

decir, más de r miilón de pesos en propiedades rurales'747 A diferencia del anterior, GuStavo Prochelle abandonó la aCtividad indudtflfl para dedicarse al comercio, pero no dejó de invertir parte importante de su o& tierras. como vimos, al disolverse Prochelle y cía., su hermano carlo¡ ¡¡ pitut ", quedó con las tierras de Ia sociedad y Gu§tavo con el rubro comercial' GudtfVO manifie§ta su primer interés por tierras cuando el z4 de oCtubre y el 3 de novleñ' bre de rgoo cámpró terrenos y edificios en Niebla, frente al puerto de corral' I mil pesos. Sin embargo, no e§taba pü1. Juan Manuel Áviia y Manuel Agüero, en 5 ninguna áxptotacióniural, ya que en r9o8 comenzó a hacer un loteo ü

,undo

",

llamó la «Población Prochelle», hoy día correspondientf d balneario de Niebla. Entre el z8 de julio y el r9 de ago§to de r9o8 vendió 5r sitlor t! ganancia.?48 ese lugar, por cerca de 3o.3oo pesos, haciendo una excelente ReJién a partir de rgro Gu§tavo hizo compras importantes de tierras' EI lg da p€ro1 noviembre de r9ro, a Fernando Camino el fundo Trintril, Macó' en 3'5oo junto al enta¡ El zo de junio de r9rz, aCamino, Laco§te y Cía. el fundo La Plaza, de tgtl¡ marzo 13 de El pesos' por Panguipulli, 75.ooo rior y al iago Panguipulli, pesos. El t3 { por mil ro Panguipulli, ha en 15 de terreno a welfried Angermeyer Llcnc$ en terreno de cuadradas 8 cuadras Trui-Trui diciembre de rgr3, aAntonio esos terrenos-en lo que

mluil por 9oo pesos' y a pascual llul'

Macó, en r.5oo pesos' El 4 de marzo de r9r4' a la

hue, junto al lago Riñihue, persárra le compró otras 4 cuadras en ese terreno, Trui ro cuadras más, por 2.ooo pesos.

Al igual que Hoffmánn, Prochelle hizo una fuerte apue§ta al comercio e6n AF gentina que surgiría con el ferrocarril trasandino' Con e§tas compras' haClf tglC prochelle era un de§tacado terrateniente: tenía el fundo La Plaza, de 23 mtl hl (compra posiblomrnl avaluado et 44o mil pesos, y el Llancahue y Linqueñeyer posterior a r9r+), de r.ÁzS ha, avaluados en 64.9oo pesos.Tae Nótese el alto valgf $f que lo comptÚ babia alcanzado el lündo LaPlaza,cerca de seis veces el precio en y eso que las tasaciones municipales eran siempre inferiores al valor real. prOph Finalmente queremos considerar Ia participación de los Schüler en la dad de la tierra en las primeras décadas del siglo XX' como hemos señalado, el principal terrateniente de la familia eraJorge §ehü§ quien a fines del siglo XIX tánía pocas pero importantes tierra§' Le se¡¡ulrlrn Sudtte$ eSta aCtividad Ia sociedad Schüler Hnos. y sus sobrinos Otto' Fldwin,

z4? ttlancpoin, v ol. ll, o p. c it., pp.'.tt| 4'itth. 74s gonr¡irrxyv*ntosrlc(iutl.uvrPi*h.lluuu,N"4l:ty44z,v(,l.ll,lrrll,-tl¡rl.nrh*r,lgrx¡llurvsullltl' rgotli N,,223, nr¡vlcnthro-tlltrlt,n¡bro, tgtt¡l N" tlqo, vol. lll, rn.,yo'lrtttltr, tgttt tlr lV, i,n

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Carlos Schüler, consolidando la presencia familiar en el sector rural. Al igual que Hoffmann, los Schüler también tenían propiedades en el departamento de Osorno. El rz de marzo de rgoz,Jorge compraba a Clenardo Plaza de los Reyes hijuela en el fundo Remehue, junto a otra propiedad del comprador, en Las Damas, por 5.ooo pesos. El ro de febrero de rgo3,Jorge vendía aAdolfo Richter las dos hijuelas que había comprado en Cancura, Osorno, a fines de 1894, en 15 mil pesos, más del doble del precio en que las había comprado.75o El zg de noviembre de r9o5, Schüler Hnos. compraba a José Miguel Cano e hijos el fundo Cueva del Huillín, junto a otras tierras de Jorge Schüler, Pichoy, en 6.ooo pesos. El zz de septiembre de 19o6, Carlos Schüler compraba a la sucesión Enrique Osbar una propiedad junto al camino a Angachilla, en la periferia de la ciudad de Valdivia, Angachilla, por 45.8z5pesos. El z5 de noviembre de r9o8,Jorge compraba aJulio Salinas a/d en fundo Cholhue, Cabo Blanco, por 3.ooo pesos. El 16 de oCtubre de r9o9, Schüler Hnos. compraba a Silverio Placencia hijuela en Cayumapu, de más de 3o ha, Pichoy, por 8.ooo pesos. El 19 de abril de r9rr, Edwin Schüler compraba a Ricardo Kórner e hija el fundo San Ramón, Angachilla, en 8o mil pesos. El rz de septiembre de r9rr, Otto Schüler compraba a Seraflna Triviños

hijuela en Angachilla, por 3.8oo pesos. Después de r9u no hay nuevas compras de los Schüler. Hacia fines de nue§tro período, la segunda y tercera generación de la familia tenía grandes propiedades rurales en el departamento de Valdivia y Osorno. E§tas tierras eran explotadas plenamente a grarr nivel, en crianza y engorda de ganado, cultivos, producción avícola y aserraderos, obteniendo de paso los insumos básicos para las indu§trias de la sociedad

familiar.

En r9zo, la situación de sus tierras era la siguiente: el fundo San Ramón de propiedad de Edwin Schüler, de zor ha, e§taba dedicado ala crianza de animales finos, ovejunos y caballares. De§tacaba e§te fundo por tener una de las principales

crianzas de aves de razas importadas en el país, con más de 4'ooo gallinas y con maquinaria moderna para incubar 3.ooo huevos, lo que permitía criar ro mil poIlos al año. Su avalúo era de g7.zoo pesos; el fundo Angachilla de Carlos Schüler, de 165 ha, e§taba arrendado a Ia sociedad Schüler Hnos., la que lo utilizaba para engorda y crianza de ganado y para lechería. Su avalúo era de rc3.zzo pesos, lo que era más del doble del precio de compra de r4 años antes; el fundo Pichoy, nombre con el que se designaba a todas las propiedades deJorge Schüler y Schüler I{nos. en el lugar (Toro, Danguil, Pichoy, Molco, Cayumapu y Cueva del Huillln),

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cApíruLo

FABIíN ALMONACID: LA INDU§IRIA VALDIVIANAEN §U APOGEO (T87O-T914)

4: LA rNDUs

rnIA

y ¡ A TIf,RRA

(r87o-r9r4)

287

de unas 5.ooo ha, e§taba dedicado a ganadetia,cultivos y aserraderos. Su avalúO era de ZTomil pesos, más de ocho veces del que tenía en r9o9; el fundo QuitagUlf de Jorge schüler, avaluado en 3o.4oo pesos; y el fundo Huachocopihue de Jor¡

tf{ ht

Schülár, avaluado en 95 mil pesos. Fuera de los anteriores,Jorge Schüler tenfa fundos en el departamento de Osorno; Santa Rosa, de 3Tzha,Pilauco, de 8l y Remehue, de SZ6 ha, dedicados especialmente al cultivo de cereales y engo$ de ganado, ambos produCtos indispensables para sus indu§trias. En el mismo d& paitamento, la suáesión Santiago Schüler tenía el fundo Quilacahuín, de 250 hü

dedicado a producir cebada, manzanas y engorda de animales'751 ' como se ve, diversas motivaciones tenían los indu§triales para acumular t|.¡ rras. Algunos como Pablo Hoffmann, los Schüler, los Rudloff, Ios Ehrenfeld y itü berto Haverbeck adquirieron por e§ta vía gran parte, sino todas, las mAtOflll primas para sus e§tablecimientos, además de realizar independientement6 ¡[ plotu"iorr.s rurales. Otros como los Anwandter y Gu§tavo Prochelle, posefAn t||' rras sin ninguna conexión con una indu§tria específica y más bien eltUVlOftñ

interesados án aprovechar la valorización de la tierra, invirtiendo sus capltOl1 | participando dei auge agropecuario. Todos los indu§triales valdivianos edtBb¡[ ,rinculádos por la seguná aáécadadel sigto XX a los negocios rurales, a travát da la propiedad de extensas y ricas tierras' Co-o hemos señalado, el deterioro de la indu§tria valdiviana, a lo menoo d¡ dr gunos rubros, coincide con un aumento de las aCtividades rurales. En este ¡Onüh áo, el auge agropecurio fuera de los cambios que generó en la organización d¡ ¡¡¡ seCtores económicos intrarregionales, también produjo un tránsito de los lntllt ses empresariales de las aCtividades urbanas a las rurales. El límite e por el áuge agropecuario sobre el desarrollo indu§trial, urbano y más

iruo gru, irflrencia

a

mediano plazo en la suerte de la aCtividad indudtrl¿I.

RELACIONES ENTRE INDUSTRIALES Y AGRICULTORES

T'll n e§ta narte revisamos otras vinculaciones entre Ia indu§tria y ln tierr&, de la adquisición de propiedades rurales por los industriales y cx-ln

-úal6

triales. Partimos de la base que el auge indu$trial que experimentó r:l depurtomet de Valdivia en las últim;s décadas del siglo XIX requerfa ingentcs cnntldade¡ materias primas silvoagropecuarias, por lo quo sc crltablcció dcstlg Icmpren6 estrecho ñexo entre Ia indu§Lria y la ticrra. en (:uonl,o scCl.or provcoclor de re¡ ¡hAvrtlr'to¡l¡htutnttltldl 7¡rt llltttttrpttltt,vri,op,t:ll,,l)'38(l, lnl{trulllórl.'t],illt,rll',1)ll'59(t4y7r'?7'yllll ¡r¡oq, llNSl,' lrr¡t{, tr¡0r), tll¡trlrr Iil ('t»ttur!tt. ¿,N tlp ttgoÉl o nI t tfu $¡tl lntttltru tfu

'

sos naturales. Dado que los indu§triales no podían, ni seguramente querían, a lo menos la mayoría ha§ta fines del siglo XIX, obtener la propiedad direCta sobre la tierra en que e§taban los recursos utilizados, se hizo necesario para ellos relacionarse con los principales propietarios rurales o con aquellos que tenían los conocimientos rurales técnicos requeridos. De e§te modo, para resolver sus necesidades de recursos naturales, dado que el mercado de productos rurales no e§taba en condiciones de hacer una oferta segura y de calidad, los indu§triales debieron llegar a acuerdos con agricultores (incluimos en e§ta expresión a ganaderos y otros) para proveerse de leña, maderas, ganado, cueros, cáscara de lingue, cereales, etc. Además, en la medida que la indu§tria era el negocio regional que producía los mayores beneficios en dinero, los capitales indu§triales también pasaron a financiar parte de la actividad agrícola. En general, en las primeras dos décadas del siglo XX, cuando ha aumentado notoriamente la presencia de indu§triales y ex-indu§triales en la propiedad de la tierra, así como además se ha desarrollado el mercado de productos agrícolas, los contratos de arriendo, provisión, servicios y otros, que vinculaban a indu§triales y agricultores en la obtención de materias primas tienden a disminuir, aunque no desaparecen. Por el contrario, es notorio el aumento de los capitales provenientes de la indu§tria que van a la aCtividad rural, en direCta relación con el auge agropecuario que se experimentaba en el departamento. Además, comienzan a aparecer contratos en que los industriales ya no compran produCtos agrícolas para sus indu§trias sino para hacer comercio con ellos, buscando aprovechar el crecimiento de la demanda nacional. En el período r8zo-r9r4 hemos encontrado muchas referencias notariales de relaciones entre industriales y agricultores, algunas de las cuales ya mencionamos en los capítulos anteriores, dejando para e§ta parte los ejemplos más claros e interesantes. En suma, con el planteamiento de e§tas relaciones queremos reafirmar Ia idea de que los indu§triales valdivianos actuaban económicamente inmersos y en permanente contaCto con el entorno rural.

CONTRATOS DE TALAJE Y CRIANZA DE ANIMALES

E§te era uno de los contratos más recurrentes entre indu§triales dedicados a la elaboración de productos cárneos y agricultores, quienes poselan los mejores pa§tos de la región, no siempre en el departamento de Valdivia. El 9 de marzo de ltt8l, I)amián Carrasco arrendó a Alberto Thatcr $u tcrrono l,as Mercedes, cn l,o tlnidrn. r¡ue limitaba al sur con el rÍu llueno, I,ll l,errcno scrÍu r¡t,ilizado ox()h¡ñivrnlcnt.(! portr ttlojc y cngrlrdr dc ¡lonutkl vocun(). ()nrrucco p«lnrlrÍr rrllf kl¡ unlul¡rlel qut'lhulur lc li¡cru ttttl,rcguncftr y lor tlcvolvcrít ct¡untlo tt,

FABIiN ALMoNAcTD: LA TNDUsT&rAvaLDryIANA

EN

suApocEo (r82o-19t4)

cApÍTUf, o 4: LA rNDUSTf,

IAyLATI¡RnA (187o-1914)

288

289

los pidiesen, llevándolos ha§ta la ciudad de Valdivia. Además, Carrasco se com. prometía a poner los mozos para cuidar el ganado, cabalgadura y a responder pof las pérdidas, salvo las que ocurrieran por muerte natural.Ts2 Como se verá, edtl contrato no era una excepción sino una práCtica normal y permanente. El z6 de febrero de 1885, Thater prorrogaba el contrato firmado con Carra} co, por otros cinco años más, pudiendo seguirse renovando anualmente, en lll mismas condiciones que el anterior y en el mismo lugar. E§ta vez se precisó qut Carrasco recibiría por el talaje 2.3oo pesos anualmente, a comienzos de cada aflo¡ además de otros r.15o pesos que devolvería en los futuros pagos de talaje. Peil respaldar el contrato, Carrasco hipotecaba su fundo Las Mercedes por el tiempo que durara el contrato. El contrato entre Thater y Carrasco perduró. El 3r de enero de r89o firmeroil uno nuevor Carrasco le arrendaba para engorda los terrenos Las Mercedel y Aguada, en el departamento de La Unión, junto al río Bueno. El terreno serfa rlnl. camente para talaje y engorda de los vacunos de Thater. Carrasco pondría allf to. dos los animales que se le entregaran y los devolvería cuando se los pidiesen, lla. vándolos a la ciudad de Valdivia a su cuenta y riesgo, recibiendo 1 peso por cebttl por el transporte. Carrasco cuidaría los vacunos, dándoles buen pa§to, ponlend0 los mozos necesarios y cabalgaduras, respondiendo por las pérdidas excepto ht por muerte natural. No podría realizar otros trabajos en el luga¡ ni tener otr0! animales, excepto los que necesitase para el cuidado de los que e§taban a talrfl, El contrato duraría cuatro años, recibiendo Carrasco por todo el período 16 rAll pesos. Por último, Carrasco hipotecaba sus fundos como garantía. El 8 de enero de rSgz,la sociedad Alberto Thater y Cía., representada por Pobb Hoffmann, arrendó a Francisco Carrasco tres fundos en La Unión, por doo allol y seis meses, dándole rin pago de 8 mil pesos. Los terrenos serían exclusivamcn' te para talaje y engorda de vacunos de la sociedad. Carrasco recibirla todo¡ lol animales que se le entregaran, los cuidaría y conservaría, poniendo mozos y cll balgaduras, llevándolos a la ciudad de Valdivia cuando se le pidiera, a su cuentt I riesgo, por lo que recibiría r peso al llegar a Valdivia. Carrasco no podrfa l.rohr,et ni tener otros animales en los terrenos arrendados, excepto los necesarlor pefl cuidar los vacunos. La importante suma que se le pagaríaa Carrasco mue§tra que más que cl tal*. je, que la sociedad podía obtener en sus propios fundos, lo que se controtoha €rtl los conocimientos y experiencia de Carrasco. En e§te sentido, e§l,a asoclaclón tl.

sucesión de Damián carrasco, tras fallecer éste, extendiéndolo otros cuatro años. Le arrendaban los terrenos Las Mercedes, Aguada y Chanchan, en un solo paño, paratalaje y engorda de animales. Por todos los trabajos recibirían un pago de 5 mil pesos anuales. En lo demás, se reiteraba el contrato de r89o.

nía más ventajas que hacer la engorda en fundos propios. Más adelante, el r de mayo de 1893, Thater rcnovó el c«rnt,rat,r¡ unt,erlr¡r coR 751 (lortlrnlostltrAllxrrl.o'lhrrlr,ryl,¡tbklllollitru¡lt:N,'l¡l,v¡ll,4f,,rllllr;N,,rrfi,vol,7o,tltltñtN,'H4,vol,ñJ,lllü N" rtl, vol.6tl, rllg2: N,'r()J. v()1,7:t. rBr)'l: y N,'t4tr,

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Hacia r9oz, Pablo Hoffmann, sucesor de los negocios de su suegro, puso tér-

mino al contrato que Thater había tenido por zr años con Damián carrasco y su familia. El 6 de ago§to de r9oz, Hoffmann dio poder especial a Enrique pabst, para que recibiera las deudas que tenían con él los sucesores de carrasco y cobrara el valor de r5 animales que le faltaban. El término de este contrato manifiesta que esos servicios se habían hecho prescindibles, tanto por la mayor oferta de ganado de calidad, los mejores medios de transporte y porque sus fundos le proveían de lo requerido (mano de obra y pastos) en abundancia. Por su parte, el z8 de abril de 1882, Jorge Schüler hizo contrato con Blas de la Fuente: Schüler le daría 1r9 vacunos de un año, atalaje por tres años, pagándole 8 pesos por cabezapor el talaje de todo el período. Los animales se los entregaría en el pueblo de Río Bueno, entre diciembre de r88z y febrero de 1883. De la Fuente avalaba su compromiso hipotecando su fundo Cantera, junto al río Bueno, donde seguramente pa§tarían los animales.7s3 El z8 de noviembre de 1884,Jorge Schüler firmó otro contrato con Rafael zo Fajardo: le entregaría 45 vacunos de un año, entre machos y hembras, a talaje por tres años. Fajardo respondería por los animales, excepto casos fortuitos, lo que probaría con te§tigos, debiendo devolver los cueros, peropagariapor los robados. Al momento de la entrega de los vacunos, recibiría como pago un tercio de ellos. El 3r de enero de 1885, el mismo Schüler hizo contrato de talaje conJuan Schaaf: le daria r5 vaquillas de un año, atalaje por tres años. Las condiciones eran similares a las del contrato anterior. El 9 de diciembre de 1885, schüler entregaba a Schaafotros r8 vacunos de un año, machos yhembras, atalaje por tres años, en condiciones similares, sin mencionar la forma de pago. El + de diciembre de 1885, Schüler flrmó un contrato similar al hecho con Schaaf, conJacinto Ortiz, por r5 vaquillas de un año, atalajepor tres años. Más tarde, el 3o de septiembre de r8gz,Jorge Schüler acordó con Amable Montecinos, darle 4o vacunos (24 vaquillas y 16 terneros) de un año de edad para crianza,por tres años. Al final del período y no antes, el pago de Montecinos sería la tercera parte de lo entregado. Además, las pariciones serían reparticlas cn partes iguales. Por los contratos en quc se especifica forma de pago, se ve que Schüler no puf{s t.odos los scrvicios ttcortlutk¡s cn dincro sino algunos con los rnisnxls a¡rin¡ulcls. lis 791¡ (htrlrulortk,h¡§r'Llll¡lN,,l4q,vrrl,,¡tr,rttltr:N,'441¡,vol,4(t,ttt8,t!N,,Zt),t,tt7y7r¡o,vol,ho,r8llfiiN,,r)t(r,v¡1. ?o, ltl9:¡¡ N" bq7. vol. lll, u'l ttlrt¡ rlk'lprrlrrp, |tlot ¡ y Nr' ¡r r, vol, V l, nov l¡nr llrr rlh'hnllrrr, rr¡o l,

rABIÁN ALMONACID: LA INDUSTRIAVALDIVIANA

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EN SUAPOCEO (T87O-T914)

le rroustBlAyLA uERM (r87o-r9¡4)

29r

290

deseara. Finalmente, el 3o de diciembre de r9o3, Schüler Hnos. firmó contrato con Mariano Asenjo, arrendándole para talaje el fundo Chumpil, en La Unión, por tres años, pagándole 3.5oo pesos por el primer año y 4.ooo pesos por cada uno de los otros. Asenjo respondería por el robo de animales. Después de e§ta fecha, igual que Hoffmann, los Schüler no realizaron nuevos contratos de talaje y crianza. Seguramente los Schüler fueron autosuficientes en e§ta materia. Tanto Thater como los Schüler eran propietarios de tierras mientras realizaron e§tos contratos, en las últimas décadas del siglo XIX, por lo que se podría pensar que más que pa§tos, que los tenían, hacían estos contratos por otras razones. ¿Qué pasó después? Suponemos que las mejoras en el transporte ferroviario, la compra de tierras mejor ubicadas donde realizar la engorda y crianza de ganado, la obtención de mano de obra asalariada y un mayor compromiso con la aCtividad rural, fueron faCtores que explican este cambio, sin tener la certeza de

interesante, porque además de que Schüler evita ga§tar dinero que le era e§Cr¡g (vimos en su momento las numerosas deudas que tenía la sociedad Schüler HnOtr

por e§te tiempo), logra -posiblemente eso creía- un mayor compromiso del OtfO en el cuidado y crecimiento de los animales, ya que mientras más aumente su nú, rnero más gana. La diferencia con Thater, que utilizaba otras formas de asegUftl su ganado, se explica porque los contratos en que Schüler paga en especies erln de talaje y cri anza de los entregados y las pariciones, mientras los de Thater orül sólo por talaje y crianza de los entregados. Así, al pagar en especie se buscab4 ma. jorar el servicio, más que ahorrarse dinero'

Fundo Huachocopihue, ca. rgoo

(Archivo Fotogr áfico Ellynor Fehrenberg, Centro Cultural

4:

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El r+ de diciembre de r9or, schüler Hnos. contrató con Pedro Mal.amala, lmpott tante agricultor del departamento, lacrianzade ro4 terneros d0 un oñrt, ¡rtlr tf$ años o más. Matamala se haría responsable de las pórdido§, $olvo cpldenlle, k cibiría y entregarla los animales cn la c$l,aciótt fbrrt¡vittrit tltr (hllilcllir, illll gBJt0 para la socicdad. Lc pagrrfan 6 ptrsos ¡rnuolcs lxlr ollitnol los tltlr,¡ ¡rritnrrrrlr añOt,f ios rc¡,ll,urrl,cs, 9 l)csos ¡xtr cultczu, Lu socitxtntl ¡lotlrftt rtll irttr ltlr¡ nttlllt¡tl¡r¡ (lllBnd€

cuál influÉ más. Otros contratos del mismo tipo: el zr de enero de 1886, Alberto Hayerbeckacordó con Aníbal Pace, entregarle animales (no se especifica la cantidad) para que los pu-siera a talaje en su potrero enJunín de los Andes, Argentina. Haverbeck le pagaria 1,5 pesos en moneda chilena anualmente por el talaje de cada animal. Pace respondería por los animales, excepto los que se perdieran por causa natural. Pace ofreció sus servicios a otros: hay un contrato del rg de enero de 1886, entre Pace y Nicolás Geywitz, agricultor valdiüano, de similares carácterísticas al ariterior.Tsa ,, Según otro documento, el envío de ganado a Argentina por parte de Haverbeck se organizó de otro modo. El z de marzo de 1888, Haverbeck contrató los servicios deJosé Manuel Ojeda, para cuidar enJunín de los Andes los vacunos que le entregara, ha§ta un máximo de mil, sin contar los que tenían menos de un año. Haverbeck se encargaríade darle el terreno necesario para ello. Le entregarla los animales en el límite, a más tardar en un mes, debiendo ojeda conducirlos hasta su de§tino. El contrato era por tiempo indefinido. ojeda daría cuenta anual de los animales recibidos, las pariciones, entregas y animales muertos, Anualmente recibiría el pago de 6oo pesos. Además, Haverbeck podría dar más animales (vacunos, ovinos u otros) paracrianza, pagando por estos la mitad de las utilidades líquidas a ojeda. un apoderado de Haverbeck iría todos los años al lugar donde e§tuvieran los animales para marcarlos. ojeda no podría tener otros animales en el lugar. Po§teriormente, el 9 de marzo de 1894, se firmó una promesa de venta de terrenos en Neuquén, Argentina, de Enrigue Holhmann a Haverbeck, que ya comentamos más atrás.

254 contrato¡dalorll¡vsrhacl(rN'6ryti4,vol,53,1886¡Noro4,vol.68,lB8B;N.¡?o,vol.v,r€pt.lGmbr0--oct,u. bro,rgogryNe8Syr¡6,vo1,6!,

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Haverbeck los mantenía más tiempo lepagaría2 pesos por mes por anirnrr l' A I (:¿l flnal del período, Matamala entregaría los animales gordos y pue§tos en l ¡ o'r epitlctttirui excepto pérdidas, de la misma e§tación. A su vez, respondería por las Matamala garantizaba eL contrato hipotecando sus hijuelas en los fundos li rl ih il y Quinchilca, en Quinchilca. El hermano de Alberto, Edmundo Haverbeck también realizó e§tos a(:t¡t'¡tkr¡¡ Hemos dicho que compró el rg de noviembre de r89z el fundo Las Lomas. rr l\'1*r nuelJesús Jiménez. En e§te caso la compra se originó en un contrato del t i¡ro r¡rrr El z8 de enero de ú9z,Jiménez arrendó a Edmundo Havtrrlrlll' t'l

comentamos. fundo Las Lomas, con el exclusivo objeto de poner ganado allí. El arrictrtlo st't l¡t por 8 años, pagando 2oo pesos mensuales.Jiménez se leservaba el derct:lro rk'r'¡ plotar lus maderas, lingue y leña del fundo, que el arrendatario tenía prolrilrtrlrr ji^én"rcolocaría de su cuenta dos vaqueros para cuidar los animales y st'rÍtt t t"i ponsable por las pérdidas, excepto las muertes, siempre que el total dtr ¿trtittt¡tlt'a ('ril'orr en talaje no pasara de 4oo. Si se excedía esa cantidad, Jiménezno tend ría l r¡r ht fi¡ tltrl venta la de posibilidad la sabilidad. Ya el mismo contrato e§tableció olrlr' hr I deJiméncz.. tierras en otras ¡rr Además, Edmundo tenía ganado a talaje ma de reparto de herencia entreJiménez y Federico zo Schnebler, amlx)s t'its¡ltlt¡e con hermanasPérez de Arce (al morir la madre de é§tas), nos pcrtltilr'( orlor 1'r ('lrtlttt¡trt. este hecho. ElzZ defebrero de 1892, Schnebler devolvió al otro cl firnrkr h' r'tt t¡ttt' l¡iclrtrs dc los que le arrendaba a cambio de un pago en dinero. Dentro lottrl''r¡ lin¡4rrr', tlc iregó e§taban: siembras de trigo, maderalabrada, leña, cáscara y carretas, además de los talajes que le debían José Rudloff (tlc krs t¡ttt' ltt I I t't tt't rtu¡ Ltra noticia) y Edmundo Haverbeck, por el ganado vacuno t¡uc lcttíirtl t'rt t'l ltr rtrll desde el r de enero de 1892, siendo de Schncblcr las dcutlas:tllltrriort's it t'l¿t lrr l¡¡t l,:ts l,r¡tttrt:;. r'tt llt eue Haverbeck estaba interesado, cuando c«rmJtrri cl firrltlo (lll(' ¡tlr rrril io rtl ('ll pa§tOS y nO en el re§to de loS rccurs«rs t¡tttl tlotrlt:ttí:r, st' rcflt'ilr vendedor seguir cxpkll.antl«r la.s lru¡
visl r¡ rrl (

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mil pesos.

(:olrrlrrl('s' Ha§ta fines del siglo XIX, los contratos de talaje y cianza fuertln ltctr¡os al.rás Más protocolizaron. Hubo muchos que seguramente ni siquiera se

ovt'i:ts t't t vi§to, al tratar a Fernando Lopetegui, que e§te curtidor tenía numerosil's lB9:]. en cúanzacon terceros; cerca de mil al momento de su muerte, litr(.t rt A comienzos del siglo XX e§tos contratos se hicieron menos frcctlclllt's' rL'l '''' SitIts' Marcclg de los ya comentados,encontramos el de Pedro Schmidt con lirt'rt:;' del lulltkr'l'r't's de juli,o de r9o4; el primero tomaba en arriendo una parte y los ríos Tornagaleones y Futa, exclusivamente para criatlz¿t. lrtlrtir':i, ¡ror

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r¡rlt' s(' s('l):t tres años, en mil pesos anuales.t56 Recordemos que schmidt, destlc

sir¡iltrr:tl rlc lrtlrtrr¡lrrlo ll¡tvcrl¡r'r'l(, ('tt (llr('st'¡t;tl';ti rk'l;ltticttrLr ¡r'ttit

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delasociedadconGuillermoWoerner,afinesdelsigloXIX,qucdtisirrIit'r'trts csl.os t'olrllrtlr¡rr' cién en 1906 compraría un fundo que Ie permitiría prescindir dc

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cantidad,ydevolvcría krs ¡lcditltls. Además, cuidaríaqueelganado t¡tros y respondlría por I.s p(rrtliclas, sin exclusión. El dueño no podría ctlltlcar Irril clc a ¡rt' anirnales en la parte arrenclada ni hacer otros trabajos' EI pago sería st' irllo' últ Por siguientes. los de uno por cada pesos y año sos por el primer 3.6oo inciuía el compromiso de que al vender el fundo se preferiría a los arrcntlrttlort's' para lillitit" rrrr ante ofertas similares. El r de mayo de 1894 se agregó al arriendo potrerillo junto al anIerior. preci«r tlc vctrlrt' El fundo chihuao volvería a manos deJiménez, por no pago del y (lírr' t'rr Tl'ratcr Alberto a vendió lo Finalmente, el 5 de oCtubre de 1895, Jiménez

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y (líll "' l'll talaje ala compra. rlcl lurrrlo. olrr r iri t on lit sot it'rllttl ,,Allrt't lo'llrlrltll l)t'tltlcs' lrrltllt:ist'o lt irrrórrt:z Nlrrrrrrr'l lcsris.f funáo Chihuao h¡.[lílr sirlp v¡r¡rlirlo ¡ror " el 7 de septiembrc tlt' ll:it).r, 1'¡¡ r,o rttil l)('sos" y (lírr.. t'l r'¡ El nuevo propiclilrio ru rlrrrlri unr l):u lc tlcl lilntlo a Albt:rl.r¡'llll.l.cr lil lltl('vt'lril¡s. ¡vinos, y tltl vitr:ulltls l)()r de enero de r8g3, pa¡r Ilrliri¡ y ¡rrg¡r'tllt lltlt t'nalczlts' dc lirnpio cerra.do, lirlltlo arrendador Se COml)roul('lílt lt ttllttllt'ltt'l'tll pa§to. Ptlr su pa'rt tr' los deras y otros objct«ls (lu(l (,illof lx'( iclit tt cl crccirniento del pero no potlíitrt t'x fundo, arrendatarios poclríurr srrr::u'kritit ctr Ias vegas de dicho sin lírlliltr tlt' que llegaran, traer maderas. Peralcs lcs tlrtt'íir rccibo de ios animales

Más allá delarealización de e§tos negocios, su planificación nos indica la rrr cesidad de mejores recursos naturales que tenían los indu§triales valdivianos, hr que incluso los llevaba a territorio argentino. En el departamento de Valdivi¿r krH pa§tos eran escasos y caros, por lo que había que ir a otros lugares. Mientrits ln zona de Osorno se mantuvo tan lejana como la región trasandina, antes del li'rrr¡ carril, e§tos contratos tuvieron sentido. Mucho más tarde volvemos a encontrar a Haverbeck contratando talaitrs. l'l rg de octubre de rgog firmó un acuerdo con Pedro Matamala; le entregaríit .tl'o terneros, puestos en carros ferrocarrileros en la e§tación de Collilelfu. Mat.¿tttt¡tl¡t los tendría atalale por 27 meses, por lo que recibiría 40 pesos por cada anittl¡tl'

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CAPiTLLO 4: LA INDI

FABIíNALMONACID: f,A INDU§TRTAVAf, DTVTANAEN §UAPOGEO (T87O-19T4)

que no por escasa nos hace creer que fuera excepcional, es el pré§tamo de dinc. ro con pago en especies nécesarias parulaindu§tria. En esa fecha, Cruz Cañolel reconocía mutuo conJorge z" Haverbeck, curtidor, por 78o pesos, que pagarla en cinco años y sin intereses. La deuda seríapagadacon 3oo varas anuales de cásca' ra de lingue, pue§tas en el e§tablecimiento de Haverbeck en la ciudad de Valdivl¡' a un peso cada vara ha§ta pagar la deuda. Adernás, se permitía al acreedor saccl en los cinco años, cáscara y maderas del terreno que le hipotecabapara garantl' zarla deuda, sin recibir pago a cambio. Lo hipotecado eran a/d en el fundo Piden' co y Lefian, en Pichoy.7s7 No hemos encontrado otros acuerdos similares ha§ta la década de r9ro, cuando aparecen diversos mutuos entregados por Gu§tavo Exss, comerciante y terratt' niente, dueño de una curtiduría en SanJosé. Algunos ejemplos: el 19 de mayo dr rgrr pre§tó 1.4oo pesos a Agu§tín Pangui y zoo pesos aJuan de Dios Huaiqulml. lla, los que le pagarían en dos cuotas, en uno y dos años; el primero con trlgo y 758 El 18 y zo de mayo de t94 el segundo, con cáscara de lingue, trigo y vacunos. pre§tó z.ooo pesos a José María Rivera y 3.ooo pesos a Rodolfo Mera, los que h pagarían en un año en cereales yvacunos. Para garantizar elpago le hipotecabm sus tierras. El g de junio de r9r4 pre§tó 12.5oo pesos a Zenovio Navarro y 5,500 pesos a Leopoldo Cabrera, los que le pagarían en frutos del país, en cuatro y ctn' co años, respectivamente. El z3 de junio de 9r4 pre§tó 3.9ro pesos aJosé Santo¡ Pangui, que se pagarían en cereales y frutos del país, en cuatro años. Aunque n0 todos e§tos mutuos, excepto uno, pueden considerarse directamente vinculadol a la obtención de materias primas para la indu§tria, mue§tran que la práCtlca orl

ba§tante común. Una variación de lo anterior eran las abundantes ventas a crédito de maqul' narias para aserrar que hacían las casas importadoras, las que a vece§ no 8€ p$ gaban en dinero sino en especies. Por ejemplo, entre otros de la misma épocr, d 5 de septiembre de r9rr, Nicanor,{ntonis reconocía deuda de z7:749,86 pe§ol cot! Williamson, Balfour y Cía., seguramente por la venta a crédito de motor y banoO de aserrar (aunque no se menciona). Pagaría e§ta deuda con partidas de to mll po. sos en durmientes, que enviaría a los puertos del norte a nombre de Ia sociodadJ§

Una situación parecida ocurría con importantes fábricas de elaboraclón

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ciedad Burg y Cía.760 El zo de febrero de lgo7, abría cuenta corriente a la sociedad Aguirre, Vio y Cía. ha§ta por 6 mil pesos, con un interés del ro% anual. E§ta deuda lapagarian en parte con madera que entregarían en carros ferroviarios de la Es, tación de Mulpún. El acuerdo era un poco más refinado: en la misma fecha, Burg y Cía. entregó un aserradero in§talado en el fundo Pupunahue, Macó, avaluado en ro.675 pesos oro, el que también s ería amortizado en parte con entregas de madera. Para ir reduciendo las deudas, Burg y Cía. pagarÍa cada vez sólo el 6o7o dela entrega. Con e§te tipo de acuerdos, la elaboradora de maderas se aseguraba una provisión regular de madera, comprometiendo al deudor por un buen tiempo y de paso incrementaba sus beneficios.761 La misma sociedad, el 7 de abril de r9lr abría cuenta corriente a la sociedad Sanhueza y Cía., de La Unión, comprometiéndose a pagar llbranzas contra ella ha§ta por 4o mil pesos, pagando los deudores un interés del ro% anual sobre lo adeuilado. En abono a e§ta cuenta entregarían todas las maderas que produjeran, pue§tas en carros ferroviarios de la E§tación de Paillaco. Otro acuerdo del mismo tipo hizo Burgy Cia. con Homero Ehijo, el z6 de diciembre de r9u, comprometiéndose a pagar libranzas del segundo ha§ta por 5o mil pesos, pagándole el deudor un interés delrc7o anual sobre el saldo. Para cancelar e§ta cuenta entregaría maderas en la e§tación de Paillaco. El zr de oCtubre de r9rz, Homero Ehijo se hizo cargo de la cuenta corriente de Sanhueza y Cía., de la que era sucesor, ampliando su crédito con Burg y Cía. de 9o mil (sumando ambas cuentas corrientes) a r5o mil pesos, en iguales condiciones que las ya fijadas.762

Otra forma de obtener materias primas, utilizada especialmente por los explotadores de maderas y cáscaras, fue el arriendo de tierras. Aunque generalmente aparecen como <<arriendo de tierras», en verdad la mayoría de e§tos contratos eran compras de bosques completos en pie. El «arriendo» generalmente duraba lo que demoraba el comprador en sacar todo el bosque aprovechable. Aquí nos situamos en las bases operativas de la indu§tria maderera de la región, que sería la más numerosa en las últimas décadas de nue§tro período. Uno de los primeros casos es el de Pedro Ithurría. Bl zZ de marzo de 1888, José Manuel Adriasola, que esporádicamente pagó patente por curtiduría, arrendaba

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maderas, que para asegurarse una provisión de maderas abrían una cuonta oo' rriente a favor de una persona, la que se pagaba en maderas. Es el caso do la lo.

760 Verrcfcrencio§0nt0rlor0$¡r(}tltusociedad,altraturnegociosdeJorgeAnwandtcr.

?6r No23o,vol,l,onoro-lirbroro,rgog.l,usociedodAguirre,VkryCfa.,compue§toporAntoliuoOyurzrin,,lonó 752 N'3o4,voI.44,1880.

758 No154y166,vol.lII,mayo-iunio,rgu;yN"t9I,2ot,325,326y4ltl,vol.lll,nrtryo-ltrnlo,r914,§egúnllht! Arandaetal,op. cit.,p.347,Gu¡ítavoExsstuvocurtldurílidtxtlortlg6,ruhrnlrt¡rlcno¡¡tt(lltttlscotnprrvtlll de animalcs, frutos de l ptfc y morcutl
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FABIÁN ALMONACID:

LA INDU§TNIAVALDIVTANA

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EN SU APOGEO (18?O{9T4)

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296

a Pedro Ithurría una máquina de aserrar que tenía en «Molino del Tránsit,rl», a orillas del río Cruces, en 50 pesos mensuales por seis años. A cambio, Ithurrlrt ltn ría un camino de rieles desde el e§tablecimiento ha§ta el río, un muelle, e§toll(lué para agüaque aba§teciera a la máquina, mejoras al canal que conducía el agtttt y reparaciones en la máquina.763 De e§tas referencias se desprende que el ascrrtttlo ro de Adriasola funcionaba con fuerza hidráulica. E§te fue el inicio de Ithurrltt lrtt Ia aCtividad fore§tal. El 15 de diciembre de 1888, el mencionado se asoció con BIas Capel, comcrt:ltttt te, para la elaboración de maderas, compra de lingue y otros produCtos dcl ¡lttlr, en la sociedad «Ithurría y Cía.», con un capital de 3.7+2,+8 pesos, pue§to en l)tl

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iguales. El arriendo anterior pasó a ser de la sociedad. El g de enero de 1889, la sociedad compró aJuan Francisco Mena 3oo p«rril0rt rlc laurel y roo de roble pellín, de diferentes dimensiones. La madera sería enl,rcgll(lH en el río Calle-Calle, en el fundo Quitacalzón, Cabo Blanco. A su vez, Menit t:t¡ltt'(t dÍa derechos para e§tablecer en el fundo una máquina de aserrar a motor y l,llr$ ocupar el terreno que hecesitarapata depositar madera, por cinco añrls. Attltr¡ de e§tablecer el aserradero, la sociedad entregaría a Mena mil pesos, qutr óSlo ler retribuiría en madera. Mena les entregaría mensualmente mil piezas dr: rrllllt' ¡re: llín, durante r8 meses, pudiendo entregar menos con aviso previo. Tamhiórl MFtla

podría entregar madera de lingue. como se aprecia, la sociedad compraba exi§tencias de maderas, ocupallu gre tuitamente terrenos del vendedor para e§tablecer aserradero y daba ditltlrtl tttle' lantado por ventas futuras, todo de una sola vez. Demás e$tá decir quc erl ¡ttt¡tt tle mil pesos por 18 mil piezas de roble pellín era un excelente negocio parlt lrl H(l('le dad. Más atrás hemos señalado una venta de madera de Kilian Mecktrs clt lll¡rl, por la que recibiría pagos entre 20 y 336 pesos, por el ciento de madcras tll ¡tt'llltt, Comparando con los precios pagados a Meckes, por madera pue$l,a tlll (lorrttl, A Mena se le pagaban menos de 6 pesos por el ciento, Io que es una griln tlilirrortrle, El r+ de febrero de 1889, la sociedad arrendaba aJosé Manuel Adria.sol¡t, tltt t'al dero con su máquina avapor, con la condición de que lo que arrogla,rtttt, ¡ttlrlk'lttltl usarlo después por todo el tiempo que dure el arriendo del aserra.tlcrt¡. Arlrl¡tnola le permitiría a cambio sacar toda la madera que neccsitaratr p¿Irit tll itst'rrtttlt,rtl, excepto árboles de lingue y lo que e§taba arrendado a i nqu i I i rt«rs. La sociedad Ithurría y Cía. no duró mucho. l,ll r(r tlc allril tlc ttltlt¡ sc tlisolvki, r¡ttu dándose Ithurría con el adl,ivo y pasivo dc clla. I\rtll.ttri«lrtrttlttl.tl llhttrrfrr ¡rllurtrltlttó sin flar aviso cl ascrr¿rdcro (lltc l,cnía, arrcntlado. l,ll zl tlc tlt'¡trr«l tlc ltlgr¡. Atlrlnr¡rle hizo urt¿r prot,tl$l,a nol,itriitl ptlr cllo. ,/(rl S¡l¡r,lits¡¡1,¡.¡r¡|rrrIllll¡r¡frr;N,,t¡ty'¡,,,¡,Vrl.',lt,l8tlN;N"ll,l¡,,yr],l.vol.(rll,lNlt't:N"f'r',1'llVr't¡,Vtll ñ,..rtl')r;YN"'ll¡.vol lrlr,lS'lt ('r.rll(,olN"r6r,vol.l,fr|10¡rlrrll,r8,lt,,('llllV:N",",,vrrl

Ithurría continuó en el negocio maderero y con la erltral.egía clc arrenclar l'itlrras. El 9 de septiembre de r89o, en unión con Honorindo Aburto, arrendaba a

Tegualda Contreras una montaña en el fundo Hueyelhue, Calle-Calle, por cinctr años y en 1oo pesos anuales, con el fin de explotar la montaña y extraer madcra, asimismo les cedía unos terrenos para tener un depósito. La dueña podría ex-

plotar madera pero con la condición de venderla a los arrendatarios. El mismo

día, Tegualda Contreras les vendía una cuadra cuadrada de terreno junto al rí
pósito de Hueyelhue e Ithurría de la venta en Valdivia. Ithurría hizo una fortuna con e§tas actividades. Por ejemplo, el l4 de febrero de rggr, dio poder especial a los señores Lopez Wilson y Escribano, de valparaís«-r, para que cobraran alacía. sudamericana de vapores cerca de rz mil pesos por maderas embarcadas en el vapor,4 mazonas, en el mes anterior. Más adelante, cl para contratar vent,a 4 de julio de r89r, lo encontramos dando poder a los mismos de maderas a su nombre.

E§tas evidencias y otras yavi§tas, como los arriendos de sprónhle, que despuós lo fueron de Sprónhle y Cia.y de Corbeaux Barthon, mue§tran que en el negoci«r maderero el arriendo era preferible a la compra, ya que se hacía a bajo prccio,

generalmente pagado con la misma explotación, y con la ventaja de quc cuattáo los recrrsos forestales disminuyeran o se hicieran menos accesibles sc p«l«líir trasladar el aserradero tácilmente a otro lugar, dada la abundancia de btls«¡ttcs, haciendo otro «arriendo». Otro ejemplo de lo señalado es Fernando z" Arens, fabricante de mucbltts y rrrir deras en la ciudad de Valdivia. El zo de oCtubre de 1893,, Arens recibía rlc liiirlirr Garcíael arriendo de acciones y derechos en los fundos Cun-Cun y Quilc¡rrtrrl. r'rr SanJosé, paralaextracción y corta de maderas, por cinco años y z mil pcsrls ¡lor todo, pagando la mitad al comienzo y el re§to al término del contrato' Artrtls ¡lit garía mil pesos más, al final del contrato, si e§tablecía máquina de aserr¿Ir o s¿t(:il ba maderas para aserradero que pudiera e§tablecer en otra parte.76'r A tlifilrtlrlt:iil de Ithurría, Arcns p«rscía varias propiedades rurales pero scguía sióndrlltl vtrrtl¿t' joso arrcntlar ltlrrtltlos ¡la.rit tlr'ilos lintls' tlrr¿r st»t:i¡tl¿rrl r,nr¡rirlcrrl ittllr rr«lrr cl ¿rnl.cri«rr, rt«tt't stltltl tllt tll lttisltto lttgitr tlC l,os ()¿¡sl«rs. Arr,ns y llur'¡.r,, tllrlicrrrllr lr lit IrrrtcItlt'ríil y it llt ('oll§l rll('(:i(ill tlc ctlif icios' t'l

'/l'.1 N" /'/'q,vrrl,'1, irll!r tllt lt'tttlttt', tll'tt

FABIÁN ALMoNACIDI LAINDUSTRIAVALDIVTANA

cApÍTULo 4: LA rNDUgrRtAyLA TTERRA (t8zo-19r4)

EN SU APOGEO (I87O-19I4)

298

299

rz de marzo de rgozarrendó a Nicolás Cárdenas acciones y derechos en el fUndO Manga, Paillaco, por cinco años, en mil pesos, con el fin de explotar el monte a lU arbitrio y aprovechar toda su madera.765 Desde fines del siglo XIX, el negocio maderero experimenta un crecimlenü0 su§tancial, llegando a ser los aserraderos, como hemos vi§to, la actividad mfu numerosa del departamento a comienzos del siglo XX. Las condiciones no podlln ser más favorables para su desarrollo: se requería un capital moderado, de unOl ro mil pesos para comprar las maquinarias de un aserradero, que generalmgntl se adquirían a crédito y unos miles de pesos más para arrendar bosques suflClan tes para la explotación; además, la demanda de maderas valdivianas eltaba ¡tt alza, habiendo adquirido gran pre§tigio por su durabilidad para construcclont y durmientes ferroviarios. Las ganancias eran considerables y rápidas, dadr L baja inversión y la demanda. Con e§tas condiciones, no es extraño que dedtaOt dos industriales yaldivianos comiencen a incursionar en el rubro fore§tal, inclUm

do Quitacalzón, de 7 cuadras frente al río Calle-Calle, Cabo Blanco, por 4 años, pagando 4oo pesos anuales. El objetivo era poder elaborar allí toda clase de maderas, pudiendo rozar hasta cinco cuadras al año, debiendo sembrarlas después con pa§to.767 Po§teriormente, el 6 de septiembre de r9o5, el contrato de arriendo se

transformándolo en su actividad principal. Surgirían numerosas pequeñas sociedades para explotar maderas. Como pü e¡empio, el zz de octubre de 19o6, Juan Teodoro Holm se asociaba con Rómub Mera para e§tablecer aserradero en fundo Meliquina, SanJosé: ttolm pondrlf U[ motor de 10 HB banco de aserrar, sierra circular, correa de transmisión y lt alb cargaría delaparte comercial y Mera, las maderas de su fundo, dirigiendo lor tf& bajás en terreno. Los produCtos se repartirían en partes iguales.766 Una sltuaclüt similar se dio con Antonio Navarro y Zacarías García, el ro de noviembre dO tgtl¡ los que se asociaron para explotar la montaña del fundo Tres Cruce§, SanJOfÚ, Garciaponía máquinas para aserradero y bueyes y Navarro, montaña y huryt* Ambos aportes se avaluaban en 4o mil pesos. Ha§ta en los lugares más alejados de la región aparecieron aserradoro¡, Uül mue§tra: el r8 de enero de r9o7, Juan Pargado y Santiago Bassan vendlen e C¡il|' no, Laco§te y Cía., aserradero que tenían en Huahum, en el fundo Pirihuclcor * Macó y Quinchilca, plena zona cordillerana en el límite con Argentina. §e lnOlUil en la venta; edificios y plantas, casas de inquilinos, aserradero con banco, :l€!lt! utensilios, 4 yuntas de bueyes y siembras hechas allf, todo por zo mil poco:, Los indu§triales valdivianos no quedaron al margen de e§tos negocio¡. l,o¡ OÉ tinger, por ejemplo, pasaron de fabricantes de barcos y armadores a t¡€r grandl comerciantes de madera en las primeras décadas del siglo XX. ltl l8 de mryo {! rttgg, Cri§tóbal Oet.tinger arrendaba a Fltlsebio Gonnález,faio de terreno cn ol

extendió a todo el fundo Quitacalzón, por seis años, pagando 1.5oo pesos anuales. Los arrendatarios podrían usar el fundo para siembras, talajes y engordas y explotar maderas en partes específicas. Fuera del pago, debían hacer roces, sembrar pa§to y manzanas, y con§truir cercos y tranqueras. como ya hemos vi§to al tratar de Alberto Haverbeck, los oettinger lograron

importantes contratos para ventas de maderas. Otro ejemploi el 22 de mayo de r9o5 acordaban entregarle a camino, Lacoste y cía., z5 mil durmientes de roble pellín en corral. E§te contrato pasó después a manos de Alejandro de la Guarda, quien el 5 de octubre de r9o5 dabaplazo hasta noviembre de r9o5 para entregar los rz.5zo durmientes que faltaban. Los mismos oettinger conducirían los durmientes entre valdivia y corral, arazón de 3oo toneladas diarias, por lo que se res pagaría zo centavos por cada pieza. Para responder a tales demandas, oettinger Hnos. también compró directamente a agricultores. E§to se aprecia en la venta del fundo plaza de Armas, pichoy, el 4 de oCtubre de r9o5, de Germán Asenjo a Arturo Heinrich (fundo de t.zoo ha), en 8o mil pesos. El comprador se comprometía a trasladar los durmientes que tenía hechos Asenjo hasta el puerto fluvial dePlazade Armas, un total de ro mil, para entregarlos a Oettinger Hnos., puestos en lanchas. Además, Heinrich asumía el contrato que Asenjo tenía con la sociedad, hasta completar los zo mil durmientes contratados. El negocio maderero atrajo también a importantes agricultores, como Eliodoro Agüero vio. Eliodoro y su hermano Manuel eran importantes terratenientes en la subdelegación de calle-calle, a fines del siglo xIX, donde tenían propiedades valoradas en 9o mil pesos, y se dedicaban a la explotación de maderas y crianza de ganado. Al morir Manuel, Eliodoro asumió todas las deudas de su hermano, más de 3o mil pesos, el zr de agosto de r9oo, con la condición de que la sucesión le permitiera tomar para sí todas las maderas, leña y máquinas de aserrar y útiles exi§tentes en el fundo Huidif, de ambos.768 A Eliodoro no le bastaron las propiedades familiares ytambién arrendó tierras para explotar los bosques. El s de octubre de r9oo, Eliodoro prorrogó contrato suscrito por su hermano con Téofilo Fritz, sobre terrenos en Rapaco, La Unión. El

262 N'454,vol.l,onuro-juni0,ttl99;yN"2ti,r4oyr5z,vol.V,septiembre-oCtubre,rgos.Verotrasreferencias forgo 'l,rlrArrwnttrlltrr. 7fr(r

rrx'l¡tlnllel llltrnlltllttltll¡ ¡¡tl N" rñ6, vol'

r'l¡¡ttlrro, t¡ll l¡ y N. uo, vol. l,

¡lt¡ro

l'ellrort¡, tr)tl?.

lV, rr¡tlltrtnhro txtlttltÍn' tr¡ttfi¡ N" 8ñ' v{'l'

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rlt kn Ocl,l.lngor cn r:upllukr 3. 76tt Solrrol')llorkrrl,Agiloro,N"tg4ytao,vol.ll,lulio-rli(lombrc,lgooiN,,¡s9,vol.ll,jullo-ogortto,r9o¿;y(hn-

FABT,{.N Af, MONACID:

LA INDUSIRIA VALDIVIANA EN SU APOGEO (T87O-T9T4)

8 de ago§to de 9oz, arrendó a Erne§to Fritz el fundo Paillaco, La Unión, por doe años, en 2.4oo pesos anuales, para explotar maderas, leña y extraer cáscara dg lingue. Por sacar cáscara de lingue pagaría otros 6oo pesos.

Los negocios de Eliodoro Agüero eran importantes. En r9o4 se adjudicó la pro-

visión de roo mil metros cúbicos de leña y zo mil durmientes para los ferrocarriles de Valdivia, araz,ón de un peso por metro cúbico de leña y 6o centavos por durmiente. La leña sería entregada en Valdivia, Antilhue, Collilelfu, Paillaco y Osorno, y los durmientes en Collilelfu. Fácilmente, los ingresos de e§te contrato le permitieron a Agüero duplicar el yalor de todas sus propiedades rurales y no tenían comparación con los valores pagados por arriendos. Otros casos de negocios relacionados con arriendo de tierras para explotar ma. deras. El Z de abril de r9o8, Enrique Thomas vendió a Gregorio Subiabre un e§ta. blecimiento para aserrar muy completo, en Quinchilca, consi§tente en: un motor de 16 uB dos bancos aserradores, madero-carril de rz cuadras, con tres carrog; puente sobre el río Collilelfu, galpón, dos casas de madera, útiles de labranzay 15 mil pulgadas de maderas elaboradas. Todo lo avaluaba en 45 mil pesos, pero dado las deudas que tenía impagas lo vendió en 35 mil pesos. Las in§talaciones se encontraban en propiedades arrendadas a Gumercindo Fuentealba y Nicolás Yásquez, ambos de Quinchilca.Junto con laventa cedió los contratos de arriendo de las tierras.T6e

Una situación parecida a la anterior se dio en otra venta, el zg de abril de r9ro, Enrique Hegmner a Hermenegildo Ceppi, de un aserradero al interior del fundo Loncoche, compue$to de maquinarias, herramientas, mejoras, maderas trozadas y elaboradas, cuatro yuntas de bueyes y caminos, todo por zo mil pesos. Se incluía en la yenta el traspaso del contrato de arriendo que el vendedor tenía con unos indígenas. Por otra parte, la antes mencionada Burgy Cía. también arrendaba tierras con e§te fin. El 7 de julio de r9o9, a Remigio Vásquez acciones y derechos en el fundo Manao, Paillaco, por 4 años, pagando r.2oo pesos por todo el período. El z8 de septiembre de r9o9, arrendaba a Nicolás Vera acciones y derechos en Ropulli, Pai llaco, por z años en 3oo pesos, para extraer toda la madera que pudiesen explotar en ese tiempo y tareas anexas. El S de enero de r9ro, a Rafael Vásquez terreno ep de

en e§ta parte: No 232, vol. II, marzo-abril, r9o7; No 616, vol, II, murzo-uhril, rgro¡ vol. III, julio-ago§to, 19o9; No 18S, vol. V, septiembre-oCtubre, r9o9i N" 28, vol. l, 0n0ro-febroro, rgroi No 338, vol. VI, noviembre-diciembre, r9o9; No 337, vol. III, mayo-junio, rgolli N{, rtlo, vol, V, sc¡lt.ienrllrc-ot!l.ubro, 1908; No 511, vol. II, marzo-abril, rgro; N" 163, vol. I, encro-f'el¡rcro, tglo: N,, 4jr, vol, VI, n0vlombru-dk:lourbro, rgru No ¿o3, vol. VI, noviembre-dicicmbre, 19l3; N, 399, vol. ll, murzo-uhrll, rql I I N,, 4 64, v()1. IV, lull(,.¡tgodl.o, r9I3; No +o3, vol. II I, mayo-ju nio, r9r r; N" ll97, vol, lV, Ju I lo-ugodl o, 19r r i Nr' ¿6, vol, V, $opl l(!mbro"(,dtubro, l(rr li No 6l{1, vol, f V,lulio-egorllo, rgl li N" 3r9, vol. V urplltrrnhro-rxlltthr(!r r9u¡ y Nr' jt, vol, Vl, novlomhro-dlclorrrhro, r913,

269 Contratos mencionados N"

58,

c¡plturo

¿:



¡roustf,IAY LATIERRA (r8?o-r9r4)

fundo Ropulli,por z años en mil pesos, para sacar toda la madera y leña que pudieran. Por la misma época encontramos un arriendo de tierras para sacar cáscara de lingue, práüicade la que no ha quedado mucha evidencia. El z de diciembre de rgó, A.rtonlo María Carreño arrendó a Guillermo Ribbeck, la montaña del fundo Cufeo, junto al río Santo Domingo, para extracción de cáscara de lingue' durante 4 meses, por 2oo pesos. La sociedad Corbeaux Barthon, de la que ya hemos comentado, a pesar de tener suficientes tierras propias también tomó en arriendo otras' El zo de junio de r9og, Manuel Mariqueo le arrendó una hijuela de +g4 ha en el fundo Trana, por 7 años, en 7 mil pesos, para todos los flnes que desearan los arrendatarios. Aunque no se e§tablece expresamente, se supone que el arriendo era para explotar maderas.Ju§tamente, krubo diferencias entre los contratantes sobre el uso que se podla dar al fundo: el 3o de septiembre de r9o8, Mariqueo prote§tó notarialmente por el incumplimiento de condiciones e§tablecidas verbalmente entre ambas parte§' Po§teriormente se suscribió un nuevo contrato, el zo de abril de 1910, en el que se expresaron claramente las condiciones: Mariqueo arrendaría todo el fundo por tl años en 6 mil pesos yvendía en z mil pesos más toda la madera exi§tente en TrAna, pudiendo los arrendatarios disponer libremente de ella' El rg de enero de r9ro, la sociedad firmaba un contrato de compra de maderas con Hipólita Geldres e hijos, e§to es, de toda la exi§tente en el fundo El Salto' San pesos por ello. No se precisaba fecha ¡osé, así como de la cáscara, pagándoles z mil de término, por lo que se subentiende que sería ha§ta que se acabaran de talar, cortar y sacár del Iugar las maderas y cáscara. En definitiva, el r8 de diciemhre de rg1, la sociedad le compró el fundo, en r3 mil pesos. Seguramente después de explotarlo lo suficiente, el zr de noviembre d9 r9r3, lo vendieron a Aquiles Bhl' cn zo mil pesos. gn lá década de rgro aumentaron los arriendos de tierras para e§tos fines. Algunos casos interesantes. El rr de abril de r9rr, Rosalía Urra arrendó a Lorenzo óornely, parte de la montaña de su fundo Purulón, Lanco, para gue explotart sus maderas, por 3 años, a mil pesos anuales. cornely, de Temuco, continuó en el rubro: el z3 de agoSto de r9r3 se asoció con Alfredo Schlegel, de Lanco, para explotar aserrradero y fábti"u de elaborar maderas en Lanco. El capital era de zz mll pesos. cornely ponía maquinarias, bueyes, carretas y herramientas de a§errode-

,o qru posela-en Purulon y mil pesos en dinero, lo que sumaba un total de lo mil pesos. Schlegel coltlcurfa mil pesos en dinero y ro mil pesos en madera en los do¡ primeros añoo, Iil 16 de f unlo do lgl t, Snrll.<¡¡l l)angui arrienda a Duncan llrown rettrzo de mon' tafia en fUndo'l'rulguén, trrr Surr.f osé, para explolor maders por l] años, u 65o peeor onuale¡, Fln fechg polter|rr, el I¡ tl¡ $go§[o dc tgtt, llrown comprobu rf mll dur'

(rr\r'írrrror]l]lllltll!']lr'^rrrirrrrr{rx/'r'rr)rr)

FABtÁNALMoNACtD:LAtNDUsrRrAvaLDrlTANAEN§uApoGEo(r87or9r4)

itltltlsl I'iits rt;tcitr este libro; que la industriavaldiviana debió competir con
mientes de roble pellín a Ángel Custodio Henríquez, de Loncoche, al precio de r,5, pesos por durmiente pue§to en la línea férrea en el puente Rucaco. El negocio crir en grande.

t:¿rrlitlrttk's provisión q:.,e usegr,raban la entrega de determinados produtttls en III¿tyor ('s una indican y precios convenientes. Además, estos contratos también t:slos no obl.icrrr:tt ya pecialización productiva, en la medida que los industriales t.trrtrtrros clc productos por sus propios medios, sino que contratan los servicios

El s de septiembre de r9rr, Felipe Fuente le arrendó al mismo Brown, la monl.ir ña del fundo San Luis, en SanJosé, para su explotación por 4 años, en mil pesos. Brown pagaríaparte del arriendo con la misma madera extraida; con z mil tapas que salgan de los durmientes que se elaboren y que sirvan para rejas, con zoo cin tas y roo po§tes, que se entregarían a medida que se elaboraran. Por otra parte, el z5 de ago§to de r9rr, Pedro zo Silva vendió a Teófilo García lir montaña que tenía en el fundo Curalelfu, Calle-Calle, en z mil pesos. La <
para hacerlo. rgoq. lil '¡ tk' La primera referencia, indirecta, de un acuerdo de esle tipo es de Arttr ro llcirt octuure, al venclerse el fundo Plaza de Armas por Germán Asenjo a fundo, p¿rrir (l¡r(' rich, ya citado, el vendedor dio también 7 mil metros de leña en el a «Htlflirta rl ll y el comprador la entregara en el puerto fluvial de Plaza de Armas creemos que se trataría de Pablo Hoffmann y Ia fábrica dc ccrv(rzil Anwandtero.TTo

t:orrsrr la cía. cervecera valdivia. como hemos visto más atrás, sólo la última' leña' mía más de 5 mil metros cúbicos de sendos ctlrlt rrt l os Por otra parte, el r7 de octubre de r9o5, Ernesto Herrera firmó a enlrogrtt tr) comprometía se de provisión con Pablo Hoffmann: por el primero, pagiirrtkrst'lt' Hueyelhue, río el mil-metros cúbicos de leña, puestos en lanchas en zo rlov ilhrs' le daría 1,1o pesos por cada metro cúbico. Para ese trabajo' Hoffmann

de

trozos. Un último caso, expresión de que los «arriendos» de tierras o las «ventas» «k, bosques sin talar fueron evolucionando y delimitando mejor los derechos dc lirs partes; el + de noviembre de r9r3, Pablo y Camilo Arroyo vendieron a León Lcvy madera de raulí y canelo, que edtaba en su posesión del fundo Riñihue, junt.o rrl lago Riñihue, dándole además el talaje para los animales que se ocuparan cn lrr explotación, por 6 años, en l.2oo pesos. Se aclaraba que la venta de la madcr¿r rro implicaba privación de la posesión del terreno de los vendedores. Por ello, el r:orn prador podría sólo hacer las obras necesarias para la explotación de la ma.rlt'rrr, sin entorpecer la explotación del fundo por sus dueños. En definitiva, a partir de los numerosos registros notariales, de los quc hcrrros presentado algunos ejemplos, se deduce que los industriales y comerciarrlcs rk, maderas utilizaron si no preferentemente a lo menos con igual imp«lrtanr.iir r¡rrr, otras formas, el arriendo de tierras o la compra de bosques para «lbterrer nr¿rrklirs y cáscaras para curtir.

It.vill.s ¿¿eLás, aprovechando la oportunidad, Herrera daríatalqe para loo

pago de t,qrl |)(ls()s |)()l más, por el tiempo que Hoffmann estimara, recibiendo un I ltlllltlrtrr rr k' cada uno d,e los de 3 años y 1,25 pesos por los de z a 3 años. Además, si ltt('r'rt daría un toro me§tizo de 3 años, avaluado en 15o pesos. Por últirno, ¡lttt' «k' lilrlI rr., poco, Herrera entregaría en 6 meses, zoo quintales métricos de cllst:¿trit

tlt' l"rlritr' En el segundo contrato, Herrera acordó entregar alaCía. Chiltrrr:¡ rttt' ción de Tanino, representadapor Hoffmann, en 6 meses, zo nril r¡rrirrlrtlt's (.tr r'l rt tricos de cáscara de ulmo, seca y de buena calidad, entregáncltlllt ¡rttt'Sl ¿r llt'r rt'r':t rLr:r muelle del fundo Bayo, donde estaba la fábrica' La sociedad darí¿r tt:t'ilrit írt rr t¡ Herrcrit contrato. del final al máquinas chancadoras, que devolvería l,tlo pagarírtlt le Se pesos. mil ¡rt'sos ¡rot 6 ticipadamente a cuenta de la cáscara tlt' lor; ttrtt¡ p«lr crttlrt centavos de multa 30 qui.rtut métrico, debiendo pagar una

CONTRATOS DE I'ROV ISI(iN

Desde comienzos del siglo XX se hicieron cornr¡r)(]s krs trr:rlcrrk¡s cnl nr srrjclos v irr culados alas aCtividades ruralcs c«lll irtrlu§l liulcs y r:orrror:ilrrrlcs, ¡xrlir llr crrllr'¡irr deproductos silvoagrtlltcctutrios, r:on cl lirr rk'scl rrsrrrlos cn irrrll¡sl ti:rs o corrrr.¡

cializacltls. Scgttratttcttl«'llittl cxi¡ilitlo rk'srk'irrrlcs, ¡rclo < orr cl:rrr11r'rk'l:r rk,¡n:rrr tla tltt ttstls llicttcs los lcltltrlos sc lricilrolr llr;'rs Iir.t r¡r,¡rlr,s y sc Iirr rrr:rliz.;rrorr. l'¡r

t'sltlsitt'ttt'nlosst'¡lttt'rk'lt¡ttlcirrtrrllior¡rrclrcrrro:;¡rl:rrrlcr¡rlor,rrrlirll rrrl;rr¡r:rrlr,:rrlr,



FABIÁN ALMONACID: LA INDU§TRIA VAf, DTVIANA EN SU APOGBO (T87O-T94)

caplTULo

4: LA TNDUsTRIAy LA TTDRRA (18?o-r9r4)

305

que no entregue.

El zo de noviembre de r9o5, Germán Moreno firmó otro contrato similar con h Cía. Chilena de Extracción de Tanino, representada por Hoffmann, para entreg¡l ro mil quintales métricos de cáscara de ulmo chancada durante t9o6, pue§ta ot la e§tación de ferrocarriles de Valdivia, pagándosele r,8o pesos por cada roo kllol, Igualmente, la compañía entregaría las máquinas chancadoras necesarias. E§te último contrato beneflciaría a Hoffmann, como se precisó el 9 de diclen. bre de r9rr, ya que Germán Moreno declaró que era arrendatario del fundo donda se sacaría la cáscaray que sólo actuaba como admini§trador a sueldo de Hoü.

mann. Hoffmann, entre otras de sus facetas, se convirtió en un gran comercianta dl productos agropecuarios, lo que e§taba muy ligado a la provisión de sus neca¡I. dades indu§triales. El rs de diciembre de r9u, Hoffmann vendió a Federico Simon, de Loncochl una casa y bodega en Loncoche, en 16 mil pesos. Lo más importante no ert h venta, si no que el comprador pasaría a ser agente del vendedor, para la comPil de cereales, cáscara de lingue, maderas, lana, crin y demás, por lo que r€clblta comisiones. Además, Simon asumía la obligación de hacer cumplir diverco¡ eoÉt tratos privados que Hoffmann había celebrado con madereros del departamHñ de Villarrica para entrega de durmientes, recibiendo como pago cerca de to nf pesos, correspondientes a las deudas que mantenían con Hoffmann variac plltü nas de Loncoche. Se le advertía a Simon que no e§taba autorizado para dar nt[r vos anticipos a madereros. Además, por la cáscara de lingue que guardara on üI bodegas durante el invierno, Hoffmann le pagaria 3o centavos por cada loo klb y por ensacarla, 12 centavos por cada roo kilos. Simon señalaba haber reclbldo ú mil sacos vacíos para e§tos flnes. Por último, Simon podría comprar nuevot mientes, además de los contratados, por los que recibiría ro centavos de por cada uno. Otros acuerdos en la zona de Villarrica. F'l z+ dejunio de r9rz, Gerlnaldo Martín vendió a Hoffmann, maderas y cáscara de lingue: entre ambo§ contratos vigentes desde el zg de matzo de r9rr, hechos en Pitrufquén, por lol San Martín adeudaba a Hoffmann cerca de to mil pesos. Por ello, le entrogelft noviembre de tgtz, 7 oo piezas de madera de lingue y roble pellf n, u nan ro mll gadas, a razón de 6o centavos la pulgada de primera clase, puedlus en le de Loncoche. Además, el 3r de enero de r9r3, entregarla ¡ mil §ocoÉ d6 de lingue de buena calidad, seca y limpia, de q6 a +8 kikls de peso coda rce6 l precio que se fije previamente. San Martln duba en prcndu drts casur qua t€nL l,r¡ncochc y userrudortt en cl l'undo Rugucn, Villarrica. lll 9 cle se ptlenrbro tle 19r:1, el mislRo Son Marl,f n vontlió u I klflinann, 3o mll rnlenlor. rle rollkr ¡rullf n, u eul,re¡ltrr enl,rtl tltll,tlbre de tglS y l¡ltlr?,o do rgl¿. Lg

rían 85 centavos por cada durmiente, pue§tos en la estación Loncoche. El pago se abonaría a la cuenta corriente que Hoffmann le tenía abierta,por la que le debía unos 12 mil pesos. Los durmientes debían ser de buena calidad y pasar el control del ingeniero de ferrocarriles. Recuérdese que por esta época Hoffmann asumió la con§trucción de la línea ferroviaria al volcán Llaima. Otros contratos de provisión son especialmente frecuentes paralaelaboración de maderas. El u de junio de r9o7 Guillermo Angermeye¿ que tenía aserradero en Pilfe, Lanco, acordó con Felipe Peña que lo proveyera de madera durante un año, pagándole cada entrega en los precios convencionales. El anteriormente mencionado Gerinaldo San Martín, el ro de septiembre de r9o8, prometió venderle a Ángel Custodio Henríquez, durante el resto del año, lo mil durmientes pue§tos en la e§tación de Loncoche, a 1,3o pesos cada uno, Los mismos firmaron otro contrato el z de septiembre de r9o9; San Martín le vendla u Henríquez 4o mil durmientes de roble pellín, puestos en la estación de Loncoche, a 65 centavos cada uno. El negocio maderero tuvo un incremento espeCtacular con el funcionamic¡tlr¡ del ferrocarril en la zona. cada estación y desvío ferroviario se convirtió en r¡n centro maderero (y agrícola) de importancia. Lugares antes sin importancio económica comenzaron a ser sede de negocios. El S de noviembre de 19o9, F'ranclsco Jünemann vendió a Guillermo Zañartu, toda la producción de maderu (roblc y laurel) del aserradero que tenía cerca del «desvío Subiabre», al norl,c dc lu orllución de Reumén, entregándola en el mismo lugar pue§ta en carros I'acilitndos prlr el comprador.

El zS de julio de r9rr, Nicolás Vásquez vendió aJulio Novel, de Santio¡4o, rg rnll pulgadas de laurel, a 55 centavos la pulgada, z.5oo pulgadas de I i ngue y z,goo pu lgadas de mañío, a 65 centavos la pulgada de las dos últimas. La entrcga se harf¿r en el mismo desvío anterior, en el re§to del año. El 15 de marzo de rgrr,José Simón González vendió a Osvaldo Ilustos, de'l'emuco, 5o mil durmientes de roble pellín, a un peso cada uno y entregados en la estación de Reumén durante el resto del año. El rr de julio de r9rr, Pedro Matamala vendió a Cesario Mammarelli una considerable cantidad de madera de pellín, de dimensiones especificadas, a entregar entre ago§to de r9u y marz o de tgr2,en la estación de Collilelfu. El valor y demanda alcanzados por la madera eratan alto que se convertía en moneda. El mismo Matamala, el r9 de agosto de r9rr, compró a Camino, Lacoste y Cía., un retazo de terreno en Folilco, Quinchilca, en 14 mil pesos, precio que pagarla en maderas puc§tas en la eltación de Collilelfu, hasta completar el valor de la vento. dcnl,ro clc un añ«1. Fll e dc ugorll,o rle lgt r,.f orgc P¿rscuan acordó proveer a Manuel llurtado, dc 'lbtlttt(lo, too ¡nll tltlrlltitrttlcs tlc rttlllc ¡tcllfn, cntregltdos (!n lu cr,tltt:irll¡ tkl lltlunrón,

fARIíN ALMONAClD:

LA INDÜSTNIAVALDTVIANA

DN SU APOGEO

verdadera durante el afro tgrz,por 1o que recibiría 2,35 pesos por cada uno' Una fortuna a obtener por la elaboración de maderas' mil durmienEl z8 de agosto á" r9rr, Rufo Benavides vendió a Eduardo Leiva, 5 pellín, a un peso cada uno, pue§tos en la e§tación de Reumén, durante tes de roble el mes de noviembre Próximo. Elzz deago§to de r9rr, Ia sociedad Ruiz-Tagle Hnos. vendió a la sociedad Comp-

de roton y Cía., importante empresa maderera de Valparaíso' 16 mil durmientes ha§ta y Antilhue' la Paz de la e§tación en pue§tos ,.ro, ble pellín, a 1,52 pesos "udu diciembre de ese año.77r Hnos' El z9 de diciembre de r9rr, compton y cía. dio una prórroga a Ruiz-Tagle que Se acordaba contrato. del ha§ta fines de enero de tgrz,para el cumplimiento por cada centavos de multa una 5o en el caso de no hacer toda la entrega pagarían de laurel y 4 durmiente que faltara, cuyo pago se haría efectivo con 5 mil tablas deLaPaz' mil pulgadas de roble pellín, pue§tos en Ia e§tación Horacitl Los contratos entre ambas partes siguieron. El 4 de junio de tgtz, pellín, roble de Ruiz-Tagle le vendió a compton y cia., +o mil pulgadas aserradas cad¿I pesos 1'75 a a 65 cenlavos la pulgada, y zs mil durmientes de roble pellín' La socier9r3' uno, todo pue§to en carros de la e§tación deLaPazantes de abril de por 6o mil pulgadas dad declaiaba que podría cambiar la compra de durmientes de roble

otra

pellín, compañ

a 5o

centavos la pulgada'

ia madereraimportante

se sumó a

la anterior y a corbeaux Bar-

r9o7'772 Fln thon, la cía. Maderera Malvoa, con representación en valdivia desde zo de l'cEl maderas. de proveían se como apreciar puede un contrato de tgtz se u arrendó Malvoa) Maderera la cía. de (contrati§ta brero de e§te año, José Díaz y cajunto animales con Chanco, en Quinchilca' Santos Barragán,un aserradero ro nlil rretones, por z años y 2 meses. Bafiagándebía entregarle mensualmente ¡' Díat' remesas' Por e§tas año' al pulgadas pulgadas he madera, o sea, 12o mil

pagaúargcentavosporpulgadademadera,arrumadajuntoalaserradero,Str. a su vez él debía entregar a ltt iríu-"rri. la cantidad "rigidu po, Díaz eralo que una git Iompañía. EI bajo precio pagado aBa*agán Ie permitía a Díaz obtener nancia signiflcativa' *tl El rz áe marzo de rgrz,la compañía recibió de Nicolás Vásc¡ucz, t.crr('no§i

norte de Reumén' por cinco años' erl 5(x) arriendo junto al desvío Subiabre' al para que Ia misma compañía haría del desvío pesos. El pago se haría con el uso mayor la con beneflciado pasaáa' Vásquez se vería el transporte de maderas' De podría venderles maderas a los arrendatarios' como aCtividad en el lugar, así vendió a Ia compañía su aserradcro El r4 de matzode rgrz' Gregorio Subiabre ademits Intre las e§taciones de Reumén y Collilelfu' en los fundos chanco y salto,

delasaccion"rya.,""t'o'queteníaenesosfundosyeldesvíoferroviarioqucl'c-

por 4o mil nía entre ambas e§taciones, todo ferrocarril produjo un colapso€n la ofilrTanta actividad maderera en toino al pesos'

tadecarros.Elrzdenoviembredergrz'lasociedadBeckerHnos"deVillarrit:it' vendióalasociedad"o-.,"iurvaldivianaSaelzerySchwarzemberg,2()nlil¡litt zasderaulí,pue§tas".,.u,,o,deIae§tacióndeValdivia,antesdeener()(l(ll()l:|,il advcri,íit t¡tttl r:rrrrl documento, Becker HnoS' 6o centavos cadapieza,En el mismo

qrri.r."tu.doenlaentregaporflltldecarros¡oeraculpadeell«rsy(tll(ls('('¡rso

Loncoche'"' áelaría las piezas en Ia e§tación de y liillrir.rr rlr' r9o3 teníabarraca de lrr¿ttltlrits desde quien Guillermo Rademacher, tltlltlr¡lItl*.,,,. tlt{ltls realizand«l también aparece Cajones en la ciudad ae valdivia, rh' La Esperanza, san.f tlsó' lll ¿:t rh' rtgo§1il fundo su en Ha§ta rgr3 tuvo aserradero ll¡ttlt.ltttrr.lrr.t. ctlttl,t'itltl. en 5 mil pesos. En eI mismr¡ 1913 Se lo vendió aJosé Charles, its.t't'tt áinco años toda la pr.tlttt:r:ititr tlt'l durante se comprometiO u t'xt't'¡tltt "o*frrrle pagándole 50 centavos ¡urr' ¡rrtlgrrrlrr, dero, en madera a" ¡oá"u calidad, palaráa 6o centavt¡s lit ¡trrlgitrlit, l,rlit ¡rtr.rilit le su la madera de tinguu y pi;; il. niuáot del aserraclcrt) s. tltrst',ttlitrÍit tlt'l ¿.')í' en carros de la estacián L'lttenf.

delasmaderasqueCharlesleentregaría,Cuyaproduct:it,lrtrtrlllitjitríirtltrllrlrrlil pulgadasanuales,pudiéndoleexigirmás.Rademachcrlctrtrlrrlgitllitirllirtttitrt'l pesos de adelanto para iniciar los trabaios'

3 mil ctllt l¡tlrtlittttltl Astlttjrl, "oriruto, junio ¿. ,q,+ nua"macher flrmó otro contrat,o EI 6 de

LaUnión,

quienle."t'"g"'á

coigüe y pellín, Ia que p-agarí a a 44 tl. l).itoda puestá en carros de la r:§l'ltt:ir'r. que pagaría so ..t'tuuJ' t.u pulgada' llaco ha§ta abril de r9r5' print:ipal tlo

otro producto

-Ñli"r,udo

enlaregión eralaleña, combu§tiblc

todalaactividadeconómicahastacomienzosdelsigloXX.SegÍnllodcmctlillis pejo,hacialgoTent"¿'-fupto'inciadeValdivia'lasfábricas'ferrocarrilcsysttr'

," C"-p,*yCla.erasucesoradelaasociacirindellylvrnlltzcrry.ltlttt(l(,rrrl)lorl,ltctllitc¡lVttl¡rttrttfsttt'll§tttll is77.nesdera99siguióComptonsolo.l)csdcr<.¡07girrlrro0rrro(loilrl)lolry(lfil..lr§ttt'iltrlrttrtttsttrltiirts

broeraaserraderos,consucursalcscrrStnlirgoy'li'lrlttttr'll¡tliitlt)ll'r'l¡ll¡lilllplovt't'tlttt¡ttlt'ttttltlt'rtts¡lllltt ('¡irt lk's, ttlt. ril., lt l'l(r' l'¡t rtli'iItl¡lrl llrrlz 'l'uglr y Armit¿r y cxporlitrk,r,, ,1,, ut,,,1,,r,,r. Vcr l)l¡i el gobierno

la

Hnos.fuccrcittltt,lzltltttn¡tr)t,tlctt¡ltt,¡xttlttsllt'ttttitttosllt¡tilttt'M¡tttttr'l'Arlttroyllol¡t¡iolltliz l'itz. N" :,t l, v,tl, I I' l¡t¡tl zo ttl¡ril, l')to 77r Vtr rt'li'rt'ttli¡t ¡t ltt ('ftt l\4¡trk'lt'l¡t l\4ttlvrt¡t

lrtp'lr"¡lrtta

2

('ri*li¡tn¡r y (lrt'grrrirr llt't'ht't' t rtrt ttrt irlritll¡tlt's' ttlt'rr ¡ttk'riits y lt'rtlos ri'l

pr)r Cark¡s' se creó el 7 de mayo de 1906' pnro,,l'.r,n,t'rt:i,r rkr pesos, trrrr rkrtnir:ilio en Villa.ri"o,

ra--*rl".a",f necker Ilnos. capilal tlc 50 tnil

lrr r,Nl rt¡ irí¡r rlt'¡r,¡¡ll¡¡1 ¡¡ ¡¡¡rrllttrt

llt t ¡ll'llllIr i'

tltr

littgtrtt' mil pulgadas de madera; clc laurcl' ttltrto' latrrtrl ¡lor trl 'oo centavos la pulgatla' exccpl'o cl

tlt't tlittrlttls' ¡tllltitt'tilt y itst'tr¡tlll'rll'

FABIÁNA!MoNAcID:LAfNDUsTRTAvALDIVIANAEN§UAPoGEo(T870{914)

vicio doméstico consumían cerca de un millón de metros cúbicos de leña al año, la que se pagaba en ese momento a z,5o pesos el metro cúbico, de lo que se deduce que su provisión era también un buen negocio. Sólo las curtidurías y destilerías valdivianas, en su mejor momento a fines del siglo XIX, según el mismo autor, consumían zzo milmetros cúbicos de leña.725 El consumo local de leña iba a aumentar mucho más, ya que la industria siderúrgica de corral, que funcionó en nuestro período entre rgro y r9rr, fue rediseñ,ada para alimentar los altos hornos con reña, considerando que este producto era de la calidad y abundancia requerida. se proyectó obtener laleña necesaria de los bosques fiscales obtenidos en concesión, pero resultó de tal mala calidad que debió comenzarse a comprar. En la falta de reña adecuada, a juicio de la sociedad francesa, e§tuvieron parte de las razones delaparalización tras un corto período de funcionamiento.TT, sin embargo, para nuestro interés, sus problemas genera-

ron contratos de provisión. El z7 de noviembre de r9o9 se creó una sociedad entre ManuelAgüero yAlberto Águila, con el fin de proveer de leña a la empresa Altos Hornos de corral. Por otro lado, el 18 de agosto de r9ro, Ricardo Beckdorf, hijo del curtidor Rodolfo Beckdorf, se comprometió a venderre a la sociedad sideiúrgica, a partir de comienzos de r9rr, por 5 años, un mínimo de 4o mil metros cúbicos de leña anualmente, pudiendo entregar hasta roo mil más. La leña se entregaría tro zada enpalos de un metro de largo y con anchos entre 4 y zo centímetros. Se entregarían no menos de ro mil metros cúbicos por trimestre. se le pagarían r,9o pesos por metro cúbico, puesta en embarcaciones de la sociedad (había tenido qré uupores y lanchas) en el puerto de La Estancilla, en el fundo donde se "o*p.u. leña,

junto al río valdivia o frente al estero cutipay. si entregaba más de"u"uiiula 5o mil metros

cúbicos anuales, Beckfdorf rec ibiría zg centavos más por metro y si llegaba a los roo mil metros cúbicos se le darían otros 25 centayos más sobre lo pagado. La sociedad le daría una locomotora, cinco kilómetros de vías férreas, clavos y otros materiales, los que devolvería al final. Interesante que se consignara que en caso de unaparalizacióndelafábrica (llevaba g meses funcionando),por fuárza mayor o caso fortuito, el corte de leña cesaría. Ricardo Beckdorfse dedicó en adelante con fuerza al negocio foreltal. EI rc de marzo de r9r3 compró a Rómulo Rodríguez, tres aserraderos instalados en clirltintos lugares del departamento de villarrica, además cle maderas, úl.ilcs, vacunos, caballares y otros enseres, que e§taban en los ascrraderos y csl,acirin dc pil.ruf'quén, todo por 3o mil pesos. El mismo llcckdurf , cl l3 dc rlir:icrnl¡rc dc rt¡r¡¡, vcnrlió t la Cl¡r. Ccrvcr:rrrt Vul«ll-

,rn

1,,"1rr,¡,r:,,,,¡,,

77fi

Alrrrrrrrrr kl (rqq,,|, ¡r¡r,,,,, r¡r¡.

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¡r¡t, 44 r¡

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t7.

caplTULo

4: LA INDUsTRIAT

LA TTERBA

G87o-t9r4)

mil metros via (que a pesar de tener el fundo El Molino optaba por e§ta fórmula), 5 r9r4, por lo de y oCtubre cúbiáos de tena de buena calidad, a entregar entre enero en la compañía de que recibiría 2,5o pesos por metro cúbico, pue§tos en lanchas el muelle de Beckdorf, en La E§tancilla'

PnÉsrnlros

DE DINERo

e lxtpnÉs

ya hemos señalado más atrás, cómo algunos indu§triales y ex-indu§triales desellos. A cotacaban en el pré§tamo de dinero. Fue una aCtividad regular entre

mienzosdelsigloXX,dadalacompetenciaqueejercíanlosbancos'comercialese

comerciales los mutuos dados por particulares debieron hipotecarios y1u, "uru, la presencia en haber estado, teóricamente, en retirada. sin embargo, se constata u l¿t vinculados sujetos de financiera e§tos años de una importante participación mt¡dc otorgamiento el en ella, en indu§tria o cuyos capitales se habían generado con Ia acl'ivitltrtl tuos a agricultores o a otros que indirectamente se relacionaban relirrzatnicttun produjo se rural. Dé este modo, a través de la relación financiera y ex-inclu$lriulos to del traslado de los intereses capitali§tas de los indu§triales hacia la tierra. nt¡ sc haEn las últimas décadas del siglo XIX, mientras el auge agropccttitrio vaklr, nredian«l bía manife§tado, los mutuos fueron generalmente de montos de l)al'a¡1ua' El rz de enero de 1882, Guillermo Bernier compró a Blas l,orca tll l'undo para la compra, en cabo Blanco, en 7oo pesos. El mismo día, por el dinert¡ daclo en dos años y pagaría que los pesos, Roepke, Otto a 7oo reconoció deberle

Bernier

con el ro% de interés anual, hipotecando el terreno comprado'777 Frederich, z'3oo EI 16 de enero de 1888, Ignacio valenzuela recibió de Guillermo

pesosapagarenunaño,coninterésanualdel8%'hipotecandounachacraen

El mismo día, Valenzuela canceló 1.5oo pesos que debía aJosé Miguel Vásquez, comerciante y agricultor' Monteciñl + de febrero de 1892, Amable, Adelaida, Lino, Belisario yVicente zo

irique, óañe-Calle.

Olivares yJuana nos se adjudicaron el fundo Mulpún, Macó, de la sucesión Pedro con la obligapesos, mil zo Flores, en calidad de herederos. Quedaron debiendo

cióndepagaren4díaslashipotecasqueteníalapropiedad,hacerurrdepósitode

Si no cumplían mil pesós f asegurar la parte de herencia de otros dos Montecinos. EhrenFrancisco día, Ias condiciones, la escritura quedaría sin efecto. El mismo de anual interés les pre§tó a los señalados 8 mil pesos, apagar en 4 años' con

feld

,rr,rrr,,l_,rÑ1.¡¡¡r,rr.i.rrr¡t¡¡su¡.,¡l{rpirrl.o0n:Nos.z6yz7,vol.56, ''yr,,3,r,,1.r,8,,ltt)T¡N"rJi,vol'7:l'¡llqltlN":¡lí(¡'vrll'7rr'llt94¡N"124'vol rqoltr y N" r¡ló, vol. I V,

lrrllr

tr[{rÉlo, lr,¡

l'

lli87iN,,3r,vol.stt,1llt}6; N"¡3,rr5, 16

l'ltl96iN"l'vol'V's(!pllolnl)r(!-o(1ltll)re'

FABIíN ALMoNAcID: LA TNDUSTRIA vAf, DIvIANA DN §U APoGEo (T870-19T4)

S%o,hipotecando el fundo adjudicado. El rr de febrero de 1892, Pedro Ithurría les a los mismos 3 mil pesos, por 3 años, con interés anual del 8%, hipotecando el mismo fundo.

pre§tó

EI 8 de marzo de rf.92, Honorindo Aburto recibió de Jorge Hóll y Ernesto Mollenhauer, curtidores, 3 mil pesos, a pagar en 4 años, con un interés anual de 8Vo, hipotecando los fundos Pishuinco, Santa María y otro. Los mismos Hóll y Mollenhauer, el ri de julio de 1893, pre§taron a Otto y Ana Riemann, 5 mil pesos, por 5 años, con interés anual de 8%, recibiendo en hipoteca el fundo Purulanca, Anga-

chilla. El 6 de oCtubre de 1894, Otto Roepke prestó a Emilio, Manuel y Eliodoro Agüero Vio, 3 mil pesos, a dos años, con interés anual de 9%, recibiendo como hipoteca las partes que les correspondían de herencia en el fundo Huidif, Quinchilca. El zq de febrero de 1896, la sociedad Hilcker y Krugmann reconoció deberle a los mencionados Hóll y Mollenhuaer, 6 mil pesos, a pagar previo aviso de 6 meses,

con interés de 8%o anual, hipotecando dos fundos en SanJosé. El pré§tamo de dinero por parte de indu§triales y ex-industriales tuvo un aumento a partir de la primera década del siglo XX. Antes de r9o3, ninguno de estos sujetos había pre§tado más de ro mil pesos a los que e$taban relacionados con la aCtividad rural. De aquí en adelante comienzan a aparecer mutuos por cantidades muy altas, que a nue§tro juicio reflejan el auge agropecuario y el interés que ello despierta en los sujetos vinculados a la industria. En el Cuadro N" rz se pueden apreciar pré§tamos de dinero hechos entre r9o3 y 1914, por montos superiores a ro mil pesos. En ellos de§taca Otto Roepke, quien prestó más de 16o.ooo pesos, montos que si los sumamos a los prestados a otros sujetos, como ya vimos más atrás (más de z3o mil pesos), tenemos que Roepke había puesto una gran fortuna en préstamos de dinero a interés. Cada uno de los beneficiados por Roepke era un gran agricultor o poseía negocios vinculados a la tierra. Ala Cía. Comercial y Ganadera San Martín, de la que Roepke fue su presidente entre r9o8 y r9o9, le prestó 7o mil pesos el r de septiembre de r9o8, para continuar con la construcción del ferrocarril trasandino. l,u deuda se mantuvo impaga ha§ta r9n, cuando fue asumida por Camino, Lacodl.t: y Cía., como sucesora de la anterior, época en que llegaba a cerca de 89 mil pesos.

LaCia. San Martín tomó otro préstamo importante por 5o.ooo pesos, con (iur. tavo Prochelle. Al igual que a Roepke, hasta su disolución en 19n n«r le hahÍo pogado nada, asumiendo la deuda Camino, Lacoste y Cfa., la que supcruhu los 56 mil pesos. E§ta deuda es interesante pues de clla dcrivó la vcnt,u u l)rochcllc dol fundo hipotecado, [,a Plaza, en junio cle 1912, conlo kr hcnlos scñulurkl. f )c ¡luHo, incspcradarnrrnl,c, l)rochcllc ¡lasr'l a stlr tlucño «kr r:crr:r¡, rkl :¿3 rnil lrrr rlc l,icrrrut ¡tor tlttl,t vfo. Asf. cl rlrigeu tlcl t:urtitllcr l,crrul,cttiutlc r¡rur tltrsurrollt l,rrxlllclltl trr el ¡rró$l,rrlrro rlc rlincro.

cApÍTULo 4r LA INDUSTRTAyLA TIERRA

(t8?o-t9q)

Schüler Hnos. también fue figura central en el flnanciamiento de agricultores y otros vinculados a la tierra, prestando 4g mil pesos en unos cuantos años. De esos mutuos son interesantes dos: los dados a Pedro Matamala y Mariano Asenjo,

CUADRO NO 12

MUIUOS DE INDUSTRIALE§ A AGRICULTORE§, 19O3-T9T4 (ltotvtos supERIoREs A 10 urr, r,nsos)

Beneficiado

Valor

Pre §tam.í§.o.

(pesos)

Plazo e

interés (años) (%)

Hipoteca nombrefundo

MJ.Jiménez

Pablo Hoffmann

8-4-r9o3

25,OOO

1-8

Sprónhle y Cía.

Otto Roepke

2-r-19O4

15.5oo

2-9,5

Rufino Ruiz-Tagle

Otto Roepke

1o-5-19O5

r8.ooo

3-9

Crl, Barrientos

Manuel Mera

Teófilo Fritz

t2-5-19O5

10.ooo

El Molino

Varios García

Teófilo Fritz

21-12-19O5

5O.OOO

3-8 8-8

Alfredo Agüero V.

Schüler Hnos.

23-6-1908

3O.OOO

5-10

Lumahue

Eliodoro Agüero V.

Schüler Hnos.

z4-6-rg08

5O.OOO

5-10

Huidif y r+

Rufino Ruiz-Tagle

Schüle¡ Hnos.

r4-8-r9o8

3O.OoO

3-9

Crl. Barrient.os

Otto Roepke

1-9-i9o8

7O.OOO

2-10

Nañil y z+

Santiago Agüero V.

Otto Roepke

r-9-19o8

to.ooo

11-10

Cancuru y t+

Camino, Laco§te y Cía.

Schüler Hnos.

z4-9-r9o8

5O.OOO

2-10

Qucmus y 3r

Pedro Matamala

Schüler Hnos.

23-1-1909

4O.OOO

5-10

['olilrn y:l*

Mariano Asenjo

Otto Roepke

22-4-r9O9

20.ooo

1-10

Ch

Erico Haverbeck

Natalia Pausemberger

8-6-r9og

13.OOO

Mirufkrrtr

Alberto Manzano

Roepke y Cía.

12-6-t9o9

15,OOO

s-8 2-to

Mariano Asenjo

Schüler Hnos.

15-7-1909

35.ooo

r-to

()lt

Ricardo Beckdorf

Otto Roepke

19-7-r909

r6.ooo

l-9

Lt li(tlncillu

Guillermo Rademacher

Jorge

24-t1-19O9

ro.ooo

2-8

Nrtn ilttrc

7-4-tglo

5O,OOO

+r-9

l,a

28-4-19t1

10.ooo

3-12

'?

Nañil y z+

Cía. San

Cía. San

Martín

Martín

Martin

Gu§tavo Prochelle

Pelchuquin

Quilquil y 4+

Nicho y r+

u nr

¡rll

llinr:órr y u

nrpl

r

r

I

l'lnzr

Felipe de la Fuente

José

Camino, Laco§te y Cía.

Otto Roepke

22-8-1911

88.932,28

1-10

Camino, Laco§te y Cía.

Gu§tavo Prochelle

22-8-t9tL

56.944

-1-9

La Plaz¿t

Florenciano Mera

Erne§to Ru§t

11-1r-1911

20.ooo

tl- lo

Mañodchuc

Fernando Camino

Jorge

t6-12-t9tl

25.OOO

2-9

CueSl,¿ de Sol.o

Leopoldo Geisse

Ru§t y Arens

23-4-1912

13.OOO

-r-10

Los Vcnr
F'ernando l,üer M.

Gcrman Pausemberger

r-8j913

20,ooo

2-9

Ilurn¡rntl¡¡ Liicr

(ln¡Irr

l8-r r-r9r

¡o.ooo

3-q

m,¡trlr'lrn, xlltlllrltr lotr

?y

rfttr

Rudloff

Martin

l\,lnrl.in

r¡ll lh'llllr fltrfttr, rltttr.lrlog

cott .,

3

FABIÁN ALMoNAcID: LA INDUsTRtAvALDTvIANA

DN SU APOGEO (1870-T9I4)

CONCLUSTONES

los que vinieron a perfeccionar las relaciones entre la sociedad y e§tos sujetos, que se habían originado en contrato de talaje de animales. De e§te modo, los res-

CONCLUSIONES

ponsables de engordar y criar ganado para los Schüler, eran alavez sus deudores. Con los pré§tamos consignados en el cuadro No rz, queda e§tablecido que los capitales de los indu§triales y ex indu§triales valdivianos fueron un refugio financiero importante de los sujetos dedicados al desarrollo de aCtividades rurales, especialmente para aquellos que no tenían posibilidades de créditos hipotecarios bancarios o requerían montos superiores a los que les otorgaban los bancos. Con e§tos mutuos, Ios acreedores incluso sin e§tar direCtamente comprometidos en Ias explotaciones rurales pasaron a e§tar fuertemente relacionados con la suerte de sus deudores.

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-t

Enelperíodor87o-rgr4,laindu§triavaldivianatuvosuépocadcnrrryorcx¡lrrrr

I

sión, caraótetizada a fines del siglo XIX por la existencia dc rlrrrrrcronun y v¡ riadas indu§trias, especialmente concentradas en la ciudad dc Vu[livirr, l,llr r,r¡r. momento de§tacaban las curtidurías ylas de§tilerías como krs rul¡rr¡¡r rrrrfu lrrr¡ror tantes del sector' Sin embargo, los dos rubros sufrieron una li¡crlr,r,orrlr¡rr,r,¡'rrr. generalmente explicadapor las alzas aduaneras alemanas y pur lrr l¡y r[, rr¡¡r, ¡r,r pectivamente. En e§te libro hemos demo§trado que esas rilzon(rs ¡ro li¡r,rorr rlr,llr, minantes principales en la reducción del número de csos rrrllrrhk,r,iruir,rrlos, Mrr cho más relevantes fueron los cambios experiment,atlos ¡lrlr lu r,r,orror¡rfrr r.r,giorrrrl en el cambio de siglo, la disminución de los recursos r¡ul.rlrirllr rr¡rrovcr.lrrrrkrs ¡xrr ambos rubros y el aumento en los co§tos de pro«luccir'lr'¡. l,ls r:r»i¡lr:irkrnlt t,l r,l rrrlrio en la e§tructura indu§trial valdiviana con el aume nl,o tlc ol rrrs ltll ivirlirrlcs rrr,onr'r. micas regionales, como el comercio y las silvoagntpccuarits. li¡r csl.c s¡rrlirftr, lls transformaciones de la economía departamentalju¡¡an¡n cn conl ra tkrl «krs¡ rrgl¡r indu§trial, re§tando recursos o aumentando sus co¡ll,os y gcncruntkl r¡r¡ lrlnsil¡ de los intereses empresariales regionales de las aCtividaclcs indur{l,ri¡lgs l¿rs ¿ silvoagropecuarias o las relacionadas con el ámbito rural, como cl c«lurcrcio. En el caso de los curtidores, hemos establecido que no hubo una crisis rsal. ¡r¡ Z¿donde la ruina de los participantes en Ia aCtividad induSl.rial m«¡sl.rara l¿ t¡rbacle ocurrida, por el contrario, más bien hubo un abandono voh¡nt,ario y l¿ rrriryoría dc los cx-cu rtidores trasladaron sus capitales inclemncs ¿r ol,ras ocl,ivitluclcs más lucral.iv¿ts. l,ils parl,icularidades dc esl,a inrlusl.ria, cr¡nlo cl ¿ll[«r rcl,«rrno rltr lrts iltvtlrsi¡rtltls, cl a.lltl port:«rttlaic dc capila.l rnoncl.trio y lt llrgir cs¡lcrn r¡trc lrrrll¡r t¡ttc ltittlt'r ¡tttril«llll,trttcr tttt ¡lt'otltttllo Irrr¡rrir¡¡rrkr, (rnll'c (,lr¡rri, r¡rrr,l¡n

Q

¡lcrrrrili¡r¡rr

IARIÁN A],MONACID: LA INDUSARIA VALDIVIANA DN

SU APOGEO

G87O{914)

CONCLUSIONüS

315

curtidores pudieran salirse del rubro, quizás sobrerreaccionando, pero sin ningún perjuicio en el volumen de sus capitales. Con po§terioridad al descenso del número de curtidurías, hemos vi§to a los ex-curtidores e§tablecidos en otras indu§trias, en el comercio, dedicados al pré§tamo de dinero o en la agricultura, sin que nada mue§tre que e§taban arruinados. r'§ Entre fines del siglo XIX y la segunda década del siglo XX, la indu§tria valdiviasiguió expandiéndose, después de superar las dificultades ya señaladas, au'l.,.$na mentando el número de otros rubros, especialmente el maderero. A fines de nuestro período, Ia mayoría de las indu§trias siguen eslando vinculadas fuertemente a la elaboración de los recursos naturales regionales, por Io que las relaciones entre la indu§tria y la tierra, en cuanto sector proveedor de esos insumos, es fundamental para explicar la situación de la mayor parte de la actividad industrial. Por otro lado, el seCtor indu§trial se modernizó notoriamente desde comienzos del siglo XX, aumentando el número de sociedades anónimas y capitales inverl.idos, y se desarrolló un importante subseótor metalúrgico (siderúrgica, fundiciones y galvani zadora) y de productos químicos (destiladora de maderas y extraclo de tanino). Además, creció la presencia de ca.pitales nacionales y extranjeros crr el departamento de Valdivia, ha§ta llegar un momento en que ya no es tan fácil definir una «indu§tria valdiviana». Sin embargo, las limitaciones en el desarro llo de la induStria del departamento valdiviano son notorias: dificultades en lirs indu§trias metalúrgicas, casi todas cerradas o en quiebra en la década de l9ro. y la venta de la cervecería de Anwandter Hnos. y Cía. a una sociedad form¿tla cn Valparaíso, que a corto plazo vendió la fábrica ala Cía. Cervecerías Unidas, sort dos ejemplos de esa situación. Aunque no es un fenómeno que se perciba claramente hacia 1914, la inrlrrsl riir del departamento valdiviano se hallaba en un contexto regional, y na.ciorrirl, r¡rrr' perjudicaba nuevas ex pansiones.

¡{ Los indu§triales más destacados fueron los que desarrollarorr la rrrll ivirlrrtl '-

*"interior

de complejos

agroindustriales, como l)abkl I l«lllilra

n rr,

rrl

Sr:lriikt I lrros.

y

los KunStmann, donde numerosas induSLrias r:onviví¿rn <:t¡n los ncgor:ios ru llrlcs, logrando de este modo ser mlrs clicicnl.cs. Ol.r«rs rlart nlttc§l t¿rs tlt'lt¡tlrcr'¡ru li'r'r'io nado sus indu§trias, com«l los Iludlofl, y por (ls¿r víir l¿rnllriírn logrirrorr rrt¡rrrllttll su crccinricnt,o. Par¿r ll rnayoríu, lu aril ivi«lirrl irlrlr¡§l ri¿rl rk'ir'r tlc scr tl rrr'¡1ocio tttiil lcrrl.ttllkl ¡losilllc y l)¿lslrron ir. olros scrllorr,s, t:otnt,lt'iirlt's y silvolt¡1r'o¡rt'r't¡:u ior. o rlclrio'orr rliv«rrsif iclrrsc. l,ll irr«luTl rirrl cs¡rt'r'irrliziulo cs t¡nrl cxcr'¡rciritt crt V;tkltvt¡t, siurrk¡suscicrn¡rlos nuisclrtrosAllrcrlo lk'lrtcttsy('rtllos l!u'§l< lr;llt ¡ttitvot'Írt.¡t lo rrrcrros los ('on urily(,r'rixilo, ltrtlcs r¡ttr, itrrlrt§l t irrlts cs¡rcctltlizi¡rlos lttctrrtt r'ttt¡rtr' :llt'los () r'lr¡rillrli{llts. r¡ttr,lrtrscltlorr olrllrrct lx'rlcfilios cn l¡rrlirs l¡lr litr'¿rs ¡toriilrk'rr

El ejemplo más claro vi§to en este libro es Pablo Hoffmann, pero la estrategia repite en muchos casos.

se

i* ur.

Respecto al desempeño de los industriales, tratado a través de muchos casos, ¡'limostramos varias características importantes, como el papel jugado por lir

tradición empresarial en la indu§tria, e§to es, que muchos industriales clel¡íirrr parte de su éxito a la labor rcalizada anteriormente por otros, ya sea crean
r

g

Como explicación principal de las dificultades, lirlrilircionr,:; y lrrrrlrro,, rh, l¡r se ha demostrado la influcrrr:i¿r r¡rrr, l rrvo ll r lr,:;,rr roll, ,lr.l seCtor silvoagropecuario, fuertemente incentivarl«r ¡lol lir rrlryor th,rrlurrl;r rr,¡r'¡,, nalyporlasmejoraseneltransporteterreSlrc,corr ltr lk'g:rrlrr rlr,l fr,rroliuul. l,r¡r

I l;industria valdiviana,

unaparte, losinduStrialesyex-indu§trialesaurrrcrrliuorr rrolori:rrrrr,rrllsu ¡rrrlr

cipaciónenlapropiedaddelatierra,dcsrlcfincsrk,l si¡ikrXl\,lr¡rsl

¡r

lh,ri:rr rr sr,r'

la mayoría grandes terratenientes. El tl«rrninio «k' liln¡rs vrr rrullro rlris :rll¡i rk' la necesidad de obtener materias primas, lo «luc rk'l)irso s(,krglrrlr;r, sirro r¡rrc los conduciría a estar más interesados quc nunt:¿r ir.rrlcs cn ltr srrcllc tkr lirs rtr,l ivirl¡r des rurales y comerciales anexas. Por otra parl.o, sc lra r:orrr¡rrolrirtkr lir cx isl cn<,irr de otras relaciones entre laindu§triayla tierra, a l.ravós rlc colrllirlos rkr lrrlirjc y crianza de ganado, contratos de provisión, arriendo dc l-icrras y ¡lróslirrrro rk: rli

nero. Ellas mue§tran que a lo largo de todo el período e§l.udiarlo la.s rclur:ir¡r¡cs «k' la industria con la tierra fueron estrechas. A fines de nueStr«l pcríorkr, ¡ror cjcrrr plo, los indu§triales y ex-indu§triales participaban activamenl.c crr cl r:unrclt:io de produfl«ls agrtlpccuari«)s y en el préstamo de dinero it agricullorcs o rr ol rr¡s rclaci«tlta«ltls t:ott

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BIBLIoGRAFfA

rABIÁN ALMoNACID: !A INDU§TBIA VALDIVIANA EN §U APOCEO (t8?O'19U)

316

r'lFinalmente, la evolución

de la economía departamental e§tudiada en e§te

li-

/ bro permite comprender cómo puede producirse una variación en la estructura económica de una región, yendo desde un momento en que predominan las aCtividades indu§triales a otro en que se imponen las aCtividades silvoagropecuarias. De ello se deduce que, la mantención del crecimiento del seCtor indu§trial requiere una organización de lás di§tintas aCtividades económicas que lo favorezca, por el contrario, cuando otros seCtores económicos entran en competencia con la indu§tria, considerando los beneficios que producen, los sujetos que participan en la indu§tria manufaCturera pueden optar por trasladar parte o todos sus intereses a otros ámbitos. De e§te modo, la fortalezay permanencia de la indu§tria no e§tá dada sólo por la exi§tencia de empresarios capaces e interesados en ella, sino que e§tá sujeta al comportamiento de los otros seCtores económicos. Por otro lado, en un nivel nacional e internacional, la indu§tria -considerando el ejemplo valdiviano- es sensible a las relaciones que se e§tablecen entre el espacio local (donde se ubica la aCtividad indu§trial) y otras zonas. Aunque en e§te libro hemos pue§to el acento en una explicación regional, se observa que las señales e

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No z: Patentes

2 3 A§0 20t3

t|[il[uJ[ltilil[]ililt|

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