Rostro De Porcelana [chenmin]

  • Uploaded by: Mariana Vela
  • 0
  • 0
  • January 2021
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View Rostro De Porcelana [chenmin] as PDF for free.

More details

  • Words: 21,704
  • Pages: 207
Loading documents preview...
Rostro De Porcelana [ChenMin] Capítulo 1

Otra vez estaba sentado frente al espejo observando su pálido rostro, sus ojos grandes y color tierra examinaban cada facción con detenimiento, regordetas

para

sus su

mejillas gusto,

su

demasiado nariz,

sus

pequeños labios color rosa, su cabello castaño rojizo y su mandíbula. Siempre se hacía la misma pregunta al verse cada mañana en su espejo "¿Donde está la perfección de la que hablan todos?" levantó su mano y tocó con la yema de sus dedos sus mejillas y luego sus labios "No soy perfecto" eso era lo que pensaba y lo que se repetía una y otra vez cada mañana frente a él espejo.

Minseok se levantó de la silla frente a su tocador y caminó de un lado a otro en su gran habitación, era sábado por la tarde, lo que significaba que su profesor de piano llegaría en cualquier momento. Henry Lau era un buen profesor y su ejecución en el piano podría seducir hasta a los gatos de la vecina solterona de al lado, era muy bueno con él y aunque sabía que odiaba por completo el tener que aprender a tocar un instrumento tan complicado intentaba hacer que todo fuera fácil y Minseok apreciaba eso. Las manecillas del reloj colgado en la pared giraban con lentitud y hacían uno que otro sonido

irritante,

no

había

palabras

para

describir lo desagradable que le parecía el sonido casi imperceptible de las manecillas girar. Toda la gran casa estaba en silencio; su madre de seguro estaría en el jardín tomando el té con una de sus estúpidas y estiradas amigas, su padre debía estar en su oficina

como de costumbre y él estaba allí, sin hacer nada y queriendo que Henry llegase de una vez. Odiaba esperar pero era algo a lo que debía acostumbrarse,

por

qué

todos

los

seres

humanos esperaban ¿no? Se acostó en su cama mirando el blanco techo con decoraciones doradas y el gran candelabro en medio. Su mente repasaba una que otra imagen de lo sucedido el viernes en la escuela, el cabello despeinado de LuHan y las intensas miradas que le mandaba Oh Sehun detrás de él a la hora del almuerzo en la cafetería, Lay peleando con su corbata al no poder recordar cómo atarla y el hermoso clima que hacía ese día. Se escucharon leves toques detrás de la puerta y luego entró una de las sirvientas notificándo que Henry lo esperaba abajo en el salón de música, Minseok soltó un suspiro y se levantó

con pesadez de la cama para luego acomodar un poco su camisa y salir de la habitación. Sus pasos eran calmados y serenos como de costumbre, su rostro en alto y su cuerpo recto, su maestra de Etiqueta; Jessica, había echo un buen

trabajo

puesto

que

lo

había

echo

acostumbrarse a caminar como la realeza y ahora no podía caminar como un adolescente normal, aveces envidiaba la postura encorbada y despreocupada de LuHan, pero eso era sólo aveces.

Cuándo llegó al gran salón se encontró con Henry acomodando una que otra partitura y se acercó sin hacer ruido para luego sentarse en su lugar de siempre, el rubio se giró y le regaló una

hermosa

sonrisa

la

cual

Minseok

correspondió para luego mirar las partituras.

Para Elisa

Frunció el ceño y gruñó, odiaba esa canción, era

demasiado

difícil.

Henry

solto

una

carcajada al ver su rostro y luego de acomodar los papeles en su lugar se sentó junto a Xiumin en el banco del piano.

- No me gusta esta canción.- dijo mirando las partituras con molestia. - Lo sé, pero tú madre quiere que la toques en la fiesta de una de sus amigas así que debo obligarte a aprenderla.- respondió con un tono de voz despreocupado y Minseok resopló. - Tampoco me gustan sus amigas.- Henry le dio palmaditas en el hombro y luego se acercó a su oreja de forma discreta.

-

Tampoco

complicidad

me y

gustan.Minseok

susurró sonrió.-

con usan

demasiado maquillaje para mi gusto.

Las carcajadas no se hicieron esperar y luego de haberse calmado un poco comenzaron las lecciones,

pasar

tiempo

con

Henry

era

agradable por qué aunque estuviera siendo obligado a tocar una canción que no le gustaba el rubio siempre sabía cómo bajarle la tensión con uno que otro chiste y sus extrañas formas de enseñar. Cuando Henry dejó la casa Minseok decidió que practicar la estúpida canción un poco más no estaría mal así que estuvo luchando con las teclas del piano por unas horas, posicionó sus dedos en la quinta octava y comenzó a tocar sin ver las hojas y se rió de sí mismo al ver que lo único que recordaba de memoria era que

debía tocar B5 y B# unas tres veces pero luego no recordaba nada más y sólo se reía. El salón de música estaba situado en un lugar apartado de la casa para que así el ruido del piano no perturbase el silencio, las ventanas panorámicas dejaban a la vista la silueta de Minseok sentado al piano por lo que cualquiera que se escondiera en los arbustos de enfrente podría verlo. Minseok descartaba la idea de que alguien pudiera espiar y por eso se sentía cómodo en aquel lugar pero estaba realmente equivocado en algo...

Todos los días Sábados, Miércoles y Viernes había alguien más disfrutando de él horrible sonido que hacía Minseok al tocar, los ojos del chico tras los arbustos siempre estaban fijos en el rostro del chico más bajo.

Disfrutaba ver su sonrisa y la forma en cómo sus labios se volvían una delgada línea al sonreir dejando ver sus blancos y hermosos dientes. Las tardes de JongDae comenzaban con el sonido de la puerta abrirse y cerrarse a espaldas de Minseok, odiaba las sonrisas que se regalaban el castaño y su profesor, las miradas

mal

interpretadas

a

su

vista

y

distorsionadas por sus extraños pensamientos, su segundo momento feliz de la tarde era cuando el rubio abandonaba el salón y Minseok se quedaba a practicar o sólo se recostaba en el suave y frío césped del jardín, por qué así no sólo lo veía más de cerca si no que también aprovechaba aquellas

lindas

encantaban dormido.

la

oportunidad mejillas

cuando

el

de

que

chico

acariciar tanto

se

le

quedaba

Nunca podría decirle que estaba allí, nunca le hablaría, JongDae lo sabía, pero aún así se permitía divagar de vez en cuando dejando que su

mente

se

llenara

de

toda

es

Mierda

romántica de la que se burlaba con Chanyeol casi todos los días, pero que secretamente le encantaba. Dos semanas antes

JongDae cayó por accidente en el jardín de los Kim, había estado huyendo de los gatos rabiosos de la vecina de al lado por culpa de JongIn y ChanYeol, los gatos eran rápidos y feroces; JongDae estaba cansado y quería parar de correr pero se negaba a dejar que una de esas pequeñas bestias peludas dañara su rostro o cualquier parte de su cuerpo con sus pequeñas

y

filosas

garritas

y

el

primer

pensamiento que cruzó su mente fue saltar el gran portal echo de piedras refinadas que

separaba el pequeño jardín de la señora Choi con el de los Kim. Sus manos se posaron en la pared y con astucia la subió rápidamente, pensó que sólo debía subirla y los gatos se irían pero se equivocó completamente, el pequeño Zelo posó sus dos primeras patas delanteras en la pared y luego retrocedió junto con Uppie para tomar impulso y así saltar. Los ojos de JongDae se abrieron en demasía al entender las intenciones de los dos gatos más pequeños y estaba completamente seguro de que el gato negro; Yonguk, le había sonreído, pudo ver el brillo en los ojos felinos del gato más grande y aquella diabólica sonrisa. Sus ojos castaños estaban fijos en los del gato líder y cuando sintió un pequeño peso en sus piernas y luego escuchó un suave maullido bajó su cabeza horrorizado para encontrarse con dos gatos un poco más grandes que Zelo y

Uppie; uno era color chocolate y el otro tenía un suave pelaje rojizo. Eran DaeHyun y HimChan, JongDae tembló al verlos sonreír también y las pequeñas patitas del gato rojizo lo empujaron al jardín de los Kim, todos amenazaban con saltar también pero al escuchar voces se alejaron, dejando al Castaño con un gran dolor en sus posaderas y espalda. Los guardias pensaban que otra vez los gatos de la señora Choi habían entrado a hacer desastres y se apresuraron a correr al lugar de donde provino el ruido. JongDae los escucho y enseguida

corrió

a

esconderse

en

unos

arbustos. Pasó desapercibido y se permitió repostar en el suave césped, cerró sus ojos e intentó calmar su agitada respiración, fue entonces cuando escuchó un terrible sonido del salón frente a los arbustos.

Agradeció las ventanas panoramicas por qué de no estar allí no podría ver a la persona que destrozaba de manera tan horrible su momento de paz, se acercó un poco e hizo a un lado varias ramas y se asomó para poder divisar las dos figuras dentro del salón. JongDae dedujo que el rubio con la sonrisa burlona era o un amigo del castaño en el piano o tal vez era el profesor. El corazón de JongDae pareció detenerse cuando vio con claridad al chico sentado en el piano. Su

cabello

castaño

y

liso,

ojos

grandes,

hermosas mejillas y aquella boca delgada fruncida en un puchero; el horrible sonido pareció desaparecer puesto que Chen sólo se concentró

en

aquel

hermoso

rostro

de

porcelana; tan pálido y perfecto que hacía que su

corazón

extraños.

y

su

estómago

se

sintieran

Lo miró fijamente por horas, incluso cuando su profesor se marchó y el chico se quedó allí perturbando el suave silencio por unas horas más,

el

siguió

allí,

por

qué

le

parecía

completamente hipnotizante su belleza y sus expresiones tan infantiles. El sol se había ocultado cuando el chico dejó el salón y JongDae pensó que era mejor volver, trepó el portal de rocas con una inmensa sonrisa e incluso pensó en agradecerle a ese pequeño grupo de gatos por haberlo lanzado a aquel jardín. Creyó estar soñando pero no era así y lo supo en cuanto llegó a su casa y se encontró allí con Chanyeol y Kai, los dos engendros del mal que lo habían retado a tocar el timbre de la señora Choi para luego salir corriendo.

- Hyung ¿Cómo es que no tienes ni una marca en el rostro?.- preguntó Chanyeol burlón y el

fruncio el ceño, le haría pagar a ese par por hacerlo correr así. - Pasé el reto y gracias a él tengo nuevo pasatiempo

así

que

es

mi

turno

de

castigarlos.- dijo Sonriendo de una manera que hizo los cuerpos de los dos chicos frente a él temblar.- Chanyeol llevarás el cabello rizado al colegio por un mes entero.- Chanyeol lo miró horrorizado y Chen sonrió.- JongIn tú debes besar a Do KyungSoo durante la hora del almuerzo en la cafetería.- Kai palideció.

Chanyeol odiaba llevar su cabello rizado por qué era difícil de manejar y la humedad lo convertía en un afro ¿Como iba a lidiar con eso durante un mes? Y decir que JongIn estaba asustado era realmente poco ya que ¿Besar a Do

KyungSoo?

¿Frente

a

todos?

Eso

definitivamente sería el peor castigo que Chen pudiera

imponerle,

el

chico

no

era

desagradable sólo tenía un carácter de perros y daba mucho miedo cuando estaba molesto, JongDae había cavando la tumba del moreno y sabía que cuando se atreviera a cumplir el reto el mismo KyungSoo lo enterraría.

- ¿Y si me niego?.- preguntó Chanyeol con un hilo de voz, estaba comenzando el invierno no podía llevar su cabello rizado. - Le gritaré a toda la cafetería que estas enamorado de Byun.- Chanyeol palidecio, ese era su secreto y maldijo el día que JongDae lo descubrio.- Kai si también quieres negarte entonces daré un paseo con tus perros y te aseguro que no volverán a casa.- le giñó el ojo y pasó a un lado de los dos chicos pálidos para entrar a su casa. - Lo haré.- susurró Kai y JongDae sonrió. - También yo.- respondió Chanyeol.

- Me alegro, por qué no tienen idea de lo tenebrosos que son esos gatos.

Sólo recordar aquella sonrisa felina de YonGuk y HimChan su cuerpo temblaba, esos no podían ser gatos normales. Los chicos se fueron aún conmocionados por los castigos impuestos y Chen se adentró en su casa para luego ir a su habitación; su cama cómoda y acolchada junto a su suave almohada hicieron que su cuerpo se relajara en cuestión de segundos.

Su mente sólo daba vueltas a las imágenes de él hermoso chico sentado en el piano, su ceño fruncido mientras tocaba lo que parecía ser una mala y distorsionada versión de Kanon y sus labios fruncidos en un tierno puchero, aquellas

mejillas tan lindas que lo hacían parecer un Baozi y sus ojos llenos de algo que lo atraía. JongDae no sabía que era lo que había exactamente en sus ojos puesto que el chico estaba un poco lejos, pero Chen se preguntaba que tan suaves serían sus mejillas o sus labios, que tan perfecto sería si lo viera un poco más cerca. La sensación de las dos primeras semanas de clase eran un chico nuevo y Chanyeol que a diferencia de las anteriores semanas ahora llevaba su cabello completamente rizado y parecía realmente paranoico. Minseok fue llevado a la escuela por el chófer de su familia cómo de costumbre y cuando el auto se estacionó en la entrada del gran Instituto el chico salió y se dirigió a él portal donde se encontraba el profesor de educación física regañando a LuHan "Cómo de costumbre"

Minseok fruncio el ceño al ver el uniforme de su

amigo,

pantalones

doblados

hasta

las

rodillas, camiseta por fuera y saco roto en las mangas, sin contar que su cabello rubio estaba fijado hacia arriba con laca y un poco de gel. Suspiró y contó hasta diez para luego acercarse y golpear levemente la cabeza de su amigo, LuHan se quejó pero no dijo palabras obscenas ni nada por qué sabía perfectamente quien era.

- ¡Xi LuHan iras a detención después de clases!.- gritó el profesor al ver que el chico no le prestaba atención. - Que gruñón.- dijo en voz alta un chico de cabello

castaño

que

acababa

de

entrar,

Minseok lo vio y sonrió. - ¡Detención después de clases señor Oh!.- le pegó un papel en la frente y el chico lo tomó con una sonrisa.

- Gracias KangIn-ssi - ¡¿Quieres que te de otra amonestación por hablarle de manera informal a un profesor?!.espetó y el chico corrió a reunirse con sus amigos sin prestarle atención.

Minseok sacó de su bolso el saco extra que siempre llevaba para LuHan y se lo puso, acomodó su pantalón y camisa para luego pegar de las mejillas del rubio un cepillo.

- Acomoda tu cabello.- demandó y el chico suspiró resignado para luego asentír.

Todas las mañanas era lo mismo, Minseok ya se había acostumbrado a llegar y encontrar a LuHan siendo gritado y amonestado por un profesor en la entrada, lo que le seguía era Oh

Sehun haciendo cosas tontas para acompañar a LuHan a detención y luego de que él arreglara el uniforme de su amigo entraban al Instituto mientras el rubio se quejaba.

- Algún día me dejaran entrar.- decía mientras peinaba su cabello.- ¡Ya verás Minnie!. - Eso no pasará LuHan.- la misma respuesta de todas las mañanas. - Impondre mi estilo en este lugar de Mierda.Bien, eso era nuevo, Minseok se soltó a reír y LuHan inflo sus mejillas mientras dejaba el cepillo pegado a su cabello.

Las risas de Minseok fueron en aumento y LuHan sólo se encogió de hombros para luego comenzar a hacer caras extrañas, amaba ver la sonrisa de su amigo.

- LuHan para de una vez.- se quejó Lay uniendose a ellos.- matarás a Xiumin.- LuHan le sacó la lengua y continuó peinando su cabello. - Gracias YiXing.- el pelirojo asintió y Minseok secó algunas lagrimas que habian salido de sus ojos. - ¿Ya vieron al chico nuevo?.- preguntó curioso LuHan. - No.- dijo Minseok sin interés. - Está en el grupo de Kai y Chanyeol.respondió Lay.- y está en mi clase.- LuHan lo miró sorprendido. - ¿Que tal es? - Lo mismo de siempre, otro chico ruidoso y de lindo cabello al cual le gusta jugar bromas a los otros.- respondió automáticamente Minseok, si

el chico estaba en el círculo de amigos de Chanyeol y Kai era obligatorio que fuera así. - acertado.- respondió Lay y LuHan bufó. - Pensé que sería alguien interesante.

Aquella mañana transcurrió también como de costumbre,

profesores

bipolares

y

con

problemas en casa diciendo cosas extrañas cómo "Mí PSP pasó de moda" mientras daban sus

clases,

alumnos

jugando

bromas,

durmiendo, hablando y unos pocos prestando atención como Minseok. Cuando llegó la hora del almuerzo LuHan y Minseok se dirigieron a la cafetería, no era como si ellos probaran la asquerosa comida que daban alli, ellos llevaban comidas echas en casa y se sentaban en una de las mesas alejadas para que asi nadie los molestase,

BaekHyun, KyungSoo y Lay se unieron poco después. Minseok se sentó en su lugar habitual; frente a LuHan para así poder ver a Sehun quién acababa de sentarse junto a Kai que parecía temblar como gelatina.

-

Minnie~.-

Minseok

miró

a

LuHan

entrecerrando los ojos, ese tono de voz tan tierno y meloso sólo lo usaba en dos ocasiones.

1.- Cuando quería su comida. 2.- Cuando "Su perro se comía su tarea"

LuHan tenía las mejillas infladas y un puño sobre una de ellas mientras que sus labios estaban fruncidos en un puchero y tenía ojos de cachorro "Un perfecto aegyo" pensó Minseok

para luego desviar un poco la mirada y encontrarse con Sehun sujetando su nariz, el castaño sonrió.

- Te dejaré probar mi comida sólo por qué le ocacionaste un derrame nasal a Sehun.- dijo sonriendo y LuHan lo miró confundido. - ¿Que me darás si hago que se desmaye?."Esa es una pregunta interesante" pensó para luego mirar a Sehun nuevamente. -

Te

traeré

comida

durante

dos

días.-

respondió y LuHan sonrió ante la tentadora oferta. - Si vas y lo besas definitivamente lo matarás.soltó Lay dándole una mordida a su manzana, la sonrisa de LuHan se hizo más amplia. - Minnie ¿Que me darás si lo beso?

- Una semana de comida.- LuHan se lamió los labios

y

se

levantó

de

la

mesa

sorprendiendolos a todos. - ¿Lo haras?.- preguntó KyungSoo sorprendido. - La comida de Xiumin vale la pena.- respondió con un encogimiento de hombros. - Pero tienes que besarlo.- dijo BaekHyun aún sin poder creerlo. - Sigue mirandote.- dijo Minseok.

LuHan se giró y miró a Sehun y este apartó la mirada rápidamente, Minseok sonrió; LuHan haría cualquier cosa por una semana de su comida así que cuando el rubio caminó en dirección a Sehun no se sorprendio. La reacción del menor fue de sorpresa al ver que LuHan se dirigia a él pero despues cambio a "Miedo" Minseok sabía que el chico se

infartaria por qué pensaría que el rubio iba a reclamarle que dejara de mirarlo pero este nisiquiera podría imaginarse lo que iba a suceder.

- Definitivamente lo hará.- dijo BaekHyun horrorizado. - Si.- respondió Minseok con una sonrisa al ver a LuHan pasar una mano por su cabello "el rubio solía hacer eso a la hora de coquetear"

LuHan llegó a la mesa de Sehun y se paró junto a él chico para luego saludar a Chanyeol y a Kai, los Chicos le correspondieron el saludo desconcertados para luego ver a LuHan tomar a Sehun de la corbata y levantarlo de su lugar.

- Y aquí viene lo bueno.- dijo Minseok y Lay lo miró confundido. - ¿Suspensión?.- preguntó el pelirrojo, por qué estaba claro que eso era lo que seguía después del beso, Minseok negó. - Cho está ocupado con su PSP y DongHae creo que le está coqueteando a él profesor de baile.- dijo arrugando la nariz.

Sehun miró a LuHan horrorizado "Y aquí viene el golpe" pensó el chico pero este nunca llegó pues LuHan estampó sus labios contra los del menor y comenzó a moverlos de forma rápida, Sehun esta en shock "Luhan lo estaba besando" era algo que ni en sus mas retorcidos sueños había podido recrear y ahora estaba pasando pero... ¿por qué?

LuHan se separó del chico con una sonrisa en sus labios y Sehun calló en su asiento con los ojos abiertos como platos.

- Gracias Sehunnie.- dijo con voz seductora para luego giñarle el ojo y darse la vuelta.

El sonido de la voz grabe de Chanyeol gritando el nombre del chico y las risas de todos en el lugar le aseguraron al rubio que había obtenido su premio así que regresó a su lugar y tomó la comida de Minseok para luego comenzar a comer.

- Se lo llevaron.- dijo BaekHyun en shock. - No tenias que besar sus labios.- dijo Lay. - ¿Por qué no?.- preguntó el rubio con la boca llena de comida.

- Primer beso.- dijo Minseok con la mirada perdida en la puerta.

Minseok conocía cada rostro de aquel Instituto y con esto se referia a absolutamente todos, las puertas de la cafetería le habían permitido ver a muchas chicas y chicos durante los años que llevaba estudiando en aquel lugar pero había algo... "alguien" parado en medio de las dos puertas que no había visto y el simple echo de que el chico estuviese allí mirando su teléfono le irritaba. Había visto rostros desconocidos muchas veces en su vida pero esto no le impedía saber lo que pensaban o harían, era perspicaz y lo sabía todo sobre todos, pero era incapaz de saber lo que haría el chico al bajar el teléfono.

- Chanyeol ya no lleva el pelo rizado.- susurró BaekHyun más para sí mismo que para nadie más en la mesa. No, definitivamente no sabía cómo funcionaba la mente de aquel extraño y eso era irritante, Minseok no había apartado la mirada del chico en las puertas de la cafetería y la conversación de sus amigos sobre lo que había echo LuHan se había echo un murmullo. JongDae seguía mirando la pantalla de su teléfono maldiciendo la hora en la que se había quedado dormido en la clase de matemáticas del profesor Kibum ahora debía ir a detención y la pantalla de su teléfono mostraba claramente que ese día no podía salir tarde de clases por que así no le daria tiempo de pasar a su casa a dejar su bolso y luego ir a ver al hermoso chico con rostro de porcelana. Si, aún no sabía su nombre lo cual le molestaba pero algún día lo sabría, estaba seguro de ello,

por ahora solo le preocupaba una cosa y era el ¿Como se libraría de detención? Para así poder ir a esconderse en el jardin de los Kim. Levantó la mirada guardando su teléfono y pudo ver algo que definitivamente levantó su ánimo

"El

cabello

de

Chanyeol"

era

completamente liso, su sonrisa se extendió por todo su rostro y caminó con tranquilidad a la mesa donde estaba Chanyeol junto a Kai, Sehun no estaba en la mesa y eso era extraño pero aún así eso lo preguntaría después. Chanyeol tembló al verlo y antes de que pudiera comenzar a explicar el cómo yoora lo había gritado por tener su cabello echo un desastre y cómo lo había sometido para que se dejase secar el cabello JongDae ya estaba parado sobre la mesa sonriendo de forma macabra. El sonido en la cafetería se detuvo por completo y Minseok miró curioso al extraño

espécimen

sobre

la

mesa

del

grupo

de

Chanyeol, la sonrisa en el rostro del chico indicaba claramente que estaba por hacer una travesura y tal vez sería algo interesante así que lo miró esperando que lo que sea que fuese a decir le subiera el ánimo.

- Tengo un pequeño secreto que contar.- dijo sonriendo y casi pudo escuchar a Chanyeol detrás de sí ahogandose con su propia saliva.Es algo romántico ¿quieren que lo diga?.varias chicas soltaron risitas y sólo alguien se atrevió a contestar. - Que sea algo entretenido JongDae o vas a pasar el resto de la semana en detención.- dijo KyuHyun levantando su mirada del PSP, Chen sonrio y asintió. - Park Chanyeol esta enamorado de Byun BaekHyun.

Chanyeol sollozó en su asiento ocultando su rostro

entre

sus

manos

mientras

que

la

cafetería estalló en murmullos y risitas, en una esquina estaban las porristas quejándose de la sexualidad del alto mientras que una de ellas; Sully se lamentaba, BaekHyun por su lado estaba rojo hasta las orejas y con los ojos bien abiertos, KyuHyun sonrió y volvió su mirada al PSP.

- ¿Algo más?.- preguntó.- Te libraré de detención si hay algo mejor. - También le escribe poesía.- dijo sonriendo y Chanyeol se volvió de un rojo intenso. - Quedas libre, hablaré con Kibum Hyung.JongDae sonrió, no pensaba que echar a su amigo de cabeza lo ayudaría a salvarse así que

le agradeció al profesor Cho y luego se sentó junto a JongIn que no paraba de temblar. - Así que...- sonrió y susurró al oído de JongIn de manera sensual.- ¿Besaras a KyungSoo o quieres que saque a pasear a tus perros?.JongIn tembló y se atragantó con su propia saliva. - L-lo haré Hyung sólo espera un poco.JongDae sonrió y se relajó en la mesa.

Minseok estaba en shock, nunca se hubiera imaginado algo como lo que acababa de suceder y no era el supuesto secreto lo que lo sorprendía por que el ya habia notado las miradas extrañas que le dedicaba el alto a su amigo lo que le había sorprendido era que alguien se atreviera a revelar algo tan personal solo por diversión.

JongDae como le había llamado el profesor Cho, no era alguien de su agrado, odiaba que otros rompieran la privacidad de las personas por que su madre lo hacía varias veces con el y era algo desagradable así que definitivamente aquel chico no merecía su aprecio.

- ¡Baek!.- gritó KyungSoo al ver cómo el chico se

levantaba

y

salía

de

la

cafetería

rápidamente, Minseok volvió la mirada a sus amigos. - Hora de irnos.- dijo LuHan con un suspiro, se había acabado la comida de Minseok. - ¿A donde creen que fue?.- preguntó Lay. - Al baño.- respondió Minseok.

Los chicos tomaron sus cosas y se levantaron para luego caminar en dirección a la salida,

pero LuHan se detuvo llevando a Minseok consigo a la mesa de Chanyeol. - Lo siento Hyung.- se apresuró a decir Chanyeol y LuHan negó. - ¿Le escribes poesía?.- preguntó con una sonrisa y Chanyeol se sonrojó.- Sólo está avergonzado no pasa nada. - Se que justo ahora me odia.- lloriqueó Chanyeol. - No exageres ¿Por que mejor no hablas con el y dejas claras algunas cosas?.- Chanyeol lo miro como si estuviese loco.- Tú pierdes.respondió LuHan con un encogimiento de hombros.- saluda a Sehunnie de mi parte, dile que espero se mejore.- Minseok dirigió su mirada a JongDae que se encontraba sentado junto a JongIn.

Su expresión no mostraba absolutamente nada, sus

ojos

castaños

sólo

examinaban

cada

facción en el rostro del chico quien al sentir la intensa mirada sobre el se giró abriendo sus ojos cómo platos en segundos. ¿Por qué su Baozi estaba allí? Se pregunto JongDae golpeandose mentalmente luego por hacerse una pregunta tan estúpida, era obvio que estudiaba allí. LuHan miró a JongDae y le sonrió al ver Su mirada clavada en Minseok que lo miraba cómo a un extraterrestre.

- Hola soy Xi LuHan.- sonrió y Chen lo miró.¿Eres el chico nuevo?. - Sí, soy Kim JongDae.- respondió y luego miró a Minseok esperando ansioso que el chico dijera su nombre. -

Kim

Minseok.-

respondió.

Mirada

indescifrable y voz seca.- Y no me caes bien.

LuHan entrelazo sus dedos con los de Minseok y se fueron de la cafetería ante la mirada atenta de JongDae. Fue cuestión de segundos para que el chico se girara y comenzara a golpear su cabeza con la mesa cuando Minseok y LuHan desaparecieron detrás de la puerta. Un golpe, dos golpes, tres, cuatro y cinco golpes antes de que un perturbado JongIn lo detuviera ¿Que demonios le pasaba ahora? JongDae lo miró con molestia y el chico se apresuró a soltarlo.

- No le caigo bien.- dijo.- Ni siquiera me conoce.- se quejó. - Creo que vio lo suficiente para que no le gustes hyung.- respondió Chanyeol con clara molestia en su voz. Chen lo miró haciendo un puchero.

- Soy un hermoso y sexy angelito.- JongIn y Chanyeol bufaron. - Lo que digas hyung, ahora sí me disculpas voy a intentar salvar mi cabeza.- dijo el alto levantándose de la mesa. - ¿a donde vas? - A rogarle a BaekHyun que no me odie por lo que hiciste.- gruñó.

Chanyeol se fue de la cafetería y JongDae clavó sus ojos en JongIn quien se puso nervioso en cuestión de segundos.

- Bien, ahora suelta todo lo que sepas. - No se de que me hablas Hyung.- Chen se desordeno el cabello con exasperacion.

- Dime todo lo que sepas sobre Kim Minseok.JongIn

lo

miró

desconcertando

por

unos

minutos y luego sonrió. - No. - Habla de una vez Kim JongIn.- amenazó. - Se mucho más que Chanyeol así que no puedes asesinarme.- sonrió y JongDae lo fulmino con la mirada. - ¿Que es lo que quieres mocoso? - No voy a besar a KyungSoo Hyung y tu te alejaras de mis perros.- quería vivir y quería que sus mascotas también vivieran. - Bien, ahora di todo lo que sepas. - Está en último año junto a LuHan, tiene mucho dinero y no le gustan la mayoria de las personas a su alrededor, no habla con nadie que no pertenezca a su círculo y es bastante lindo.- JongDae fruncio el ceño.

- ¿Eso es todo?.- JongIn asintió.- ¿Esta con alguien? - Hyung creo que será mejor que te guardes tus preguntas desesperadas para alguien que pueda responderlas.

JongDae ignoró las palabras de JongIn y cuando la imagen de LuHan y Minseok tomados de la mano cruzó su mente fruncio el ceño con molestia.

- ¿Que hay de Xi LuHan? - Es el chico del que siempre habla Sehun. - ¿Sí? Y ¿Que tiene que ver el con Minseok? -

Mejores

amigos.-

fastidiando del tema. - ¿Seguro?

JongIn

ya

se

estaba

- Sí - ¿Donde está Sehun? - En la enfermería con derrame nasal e inconciente.- Chen lo miró sin entender.LuHan lo besó.

¿Que

demonios

entretuvo

había

unos

minutos

pasado?

Sólo

peleando

con

se el

profesor Kibum para que no lo suspendiera o lo enviara a detención y ahora resultaba que LuHan

besaba

estudiaba

en

a

Sehun

y

que

el

mismo

instituto

su

Baozi

al

que

acababan de transferirlo y por sobre todas las cosas ahora Minseok lo odiaba por una razon que desconocía. Era el peor día de su vida.

...

Cuando salieron de la cafetería Minseok no dijo palabra alguna así que LuHan se encargó de buscar las preguntas precisas para hacerlo hablar.

- ¿Por qué no te gusta JongDae? - Por qué no.- bien, no estaba logrando nada. - ¿Por qué no? - Violó la privacidad de Chanyeol y gritó frente a la mitad del instituto sus cosas privadas.dijo con molestia.- sabes que odio esas cosas.LuHan asintió. - ¿Lo viste entrar a la cafetería? - Sí. -

¿Que

viste?.-

molestarse.

Minseok

comenzaba

a

¿que vio? ¿Se refería a su típico análisis de las personas? Por que si era a eso a lo que se refería entonces la respuesta era un rotundo NADA por qué eso fue lo que vio en JongDae cuando entró. No vio NADA, y eso lo estresaba en exceso.

- Nada.- gruñó.- No vi nada.- LuHan lo miró sorprendido y sonrió. - Entonces no es que no te caiga bien sólo estas molesto.- sonrió ante el sonrojo en las mejillas de Minseok. - No me cae bien.- afirmó. Su orgullo no lo dejaría admitir nada. - Las primeras impresiones no siempre son buenas Min.- le recordó.- ¿como fue la primera impresión que te di? - Del asco.- LuHan sonrió.

...

JongDae no tenía idea de que demonios hacía ¿porqué estaba en la enfermería tratando de reanimar a un muerto cuando debería estar haciendo otras cosas? Movió una vez más a Sehun y el chico fruncio el ceño despertando al fin. JongDae suspiró.

- Dime todo lo que sepas sobre Kim Minseok y Xi LuHan.- el ceño fruncido de Sehun se acentuó y gruñó. - No voy a decirte nada sobre mi Lulu Hyung.respondió. Chen puso los ojos en blanco. - ¿El y Minseok están saliendo?.- Sehun negó. - Son mejores amigos.- JongDae suspiró.

- ¿Sabes algo más sobre Minseok? - Siempre mira a los demás.- dijo Sehun no muy seguro.- Es como si los estudiara, su vista no demora más de un minuto en alguien.sonrió.- he sido el único con el privilegio.

JongDae realmente quiso asesinar a Sehun en ese momento ¿a que demonios se refería con eso? Lo miro con los brazos cruzados y el ceño fruncido y el chico suspiró.

- Siempre que veo a LuHan el está allí viendome. - ¿por qué?.- Sehun se encogió de hombros. - Hyung si eres predecible lo aburriras y si eres impredecible te odiara.- Chen resopló. - ¿No hay punto medio?

- No con Kim Minseok.

JongDae salió del Instituto ese día gruñendo, murmurando cosas sin sentido y con una GRAN aura negra a su alrededor. Por qué ¿Que había echo mal? ¿por qué no le agradaba a Minseok? Todo era completa Mierda. Sí, mierda por qué JongDae llevaba dos semanas espiando a Minseok sin esperanzas de hablarle algún día. Pero verlo usar su mismo uniforme y verlo parado frente a él en la cafetería lo había cambiado todo por qué ¡Demonios! Claro que quería hablarle a Minseok. ¿Había dicho en voz alta lo hermosa que le pareció su voz? El quería seguir escuchandolo hablar. JongDae se detuvo frente al gran muro que separaba el jardín de la señora Choi con el jardín de la familia de Minseok y soltó un bufido exasperado. Nisiquiera había notado que había tomado otro camino, dió dos pasos y

posó una de sus manos en el frío muro de rocas. ¿que debía hacer? Giró su cabeza a la calle para irse cuando vio el tan conocido auto rojo de Henry "El profesor" de Minseok. Fruncio el ceño y se quitó el saco gris del uniforme para tirarlo dentro de su bolso.

Subió el muro con rapidez y se situó en el lugar acostumbrado. Ni muerto dejaría a su Baozi sólo con ese profesorsito, y era realmente absurdo por qué era obvio que Henry moriría y el no por qué Chen es inmortal.

...

Minseok seguía recostado en su cama mirando a la nada ¿por qué su mente seguía girando en

torno a JongDae? Recordar la hazaña del castaño al delatar a Chanyeol lo irritaba en exceso ¿como podía ser tan cruel? Aún podía escuchar los Sollozos de BaekHyun en el baño, aún podía escuchar la voz grabe de Chanyeol resonando en el baño de chicos pidiendo a BaekHyun que lo perdonase por avergonzarlo. Minseok se sentía molesto, se suponía que su mente estuviera en blanco, tan apacible como de costumbre o que estuviera llena de cosas agradables y graciosas como las ocurrencias de sus amigos, la torpeza de Lay, la seriedad de KyungSoo, las risas enérgicas de BaekHyun, los comentarios de vago de LuHan. Se suponía que su mente estuviera llena de todo eso, No de JongDae avergonzando a BaekHyun mirandolo conociera...

y

a

Chanyeol,

sorprendido

no y

de

como

JongDae si

lo

Minseok se levantó de golpe de la cama con los ojos bien abiertos asustando a una de las chicas de servicio que había entrado. Ella había tocado la puerta varias veces y al no oír respuesta se adentró en la habitación pensando que el chico se había dormido. Lo miró en silencio por unos minutos ya que Minseok no parecía haberse dado cuenta de su presencia. Xiumin realmente estaba ocupado pensando en otras cosas como:

¿Por qué JongDae lo miró de esa forma? ¿Por qué se vio tan mal cuando le dijo que no le agradaba? Minseok se golpeó la frente con la palma de la mano ante su extraña pregunta. ¿Quien iba a sentirse bien si le decían de frente que no era agradable? Bufó con exasperación y abofeteo el aire con su mano derecha alejando todo

pensamiento

referente

a

JongDae

y

cuando miró al frente la chica del servicio lo miró algo asustada.

Las mejillas de Minseok se tiñeron de rosa al notar que aquella chica había presenciado su desfile de emociones extrañas y la miró con nerviosismo.

- ¿Q-que quieres? - Ya llegó su profesor de piano.- dicho esto técnicamente la chica huyó.

Minseok suspiró y se levantó. Seguro la chica ahora correría el rumor de que el heredero de la familia había enloquecido y su madre le daría un sermón o quien sabe qué. Salió de la habitación a paso lento y tranquilo para llegar minutos después al salón donde le

esperaba Henry. Entró y su cuerpo pareció traspasar a otra dimensión. Las teclas del piano sonando mientras los dedos de Henry las presionaban, una atrapante melodía invadiendo el salón entero. Minseok sólo camino en silencio temiendo roper con la magia del momento y cuando estuvo detrás de Henry se sentó en el frío suelo cerrando sus ojos. Si había algo que le gustaba de las clases de piano era que alguien tan bueno como su Hyung le enseñara y la otra... Escucharlo tocar.

Los labios de Henry se despegaron luego de unos minutos y para sorpresa de Minseok comenzó a cantar. Nada podía ser mejor

...

JongDae se cayó de espaldas al escuchar "al profesor" no sabía que su "rival" fuera tan bueno y a juzgar por la expresión estúpida en el lindo rostro de Minseok el chico estaba logrando lo que quería... Elevar las expectativas de Minseok para que el no pudiera ni torcarle un pelo a su Baozi. JongDae realmente odiaba a Henry en ese momento. Y odiaba ver cómo Minseok sonreía cuando la palabra TRAP salía de los labios del otro. Ese definitivamente no era su maldito día ¿Que pasaba con el mundo? ¿Por qué Minseok se veía tan tranquilo y poco serio con Henry? ¿De todas las personas del mundo sólo lo odiaba a él? ¿Se habían congeniado todos para hacerlo infeliz?

- ¿Por qué vienes a ver a Minnie durante sus clases

de

piano?.-

JongDae

se

escuchar una voz femenina a su lado.

exaltó

al

Y realmente se contuvo de gritar cuando se giró y encontró a una versión femenina de Minseok inclinada a su lado con una sonrisa traviesa en sus labios.

- Soy Kim

Sohee la hermana mayor de

Minseok.- sonrió.- Y supongo que he atrapado a un intruso.

Sí, definitivamente el mundo lo odiaba y se había armado un buen plan en su contra para hacerlo infeliz.

JongDae estaba perdido.

JongDae sonrió de manera nerviosa ¿Que hacía si ella lo delataba? La miró y se sintió aterrado de que se parecieran ¿Y si ella también era un demonio con mejillas de Baozi? La chica enarcó sus cejas y Chen tembló.

- Soy Kim JongDae el acosador oficial de Minseok.- soltó.

Sus mejillas se encendieron enseguida de un rojo intenso al notar la gran estupidez que había escapado de sus labios. Sohee se tapó la boca con sus manos para así reprimir la risa que la invadía. Chen se sintió más relajado una vez la chica se calmó y se sentó junto a él en el pasto.

- Minseok te asesinara cuando lo note.- soltó.

- Sí, hoy descubrí eso.- susurró. Minseok había dicho que el no le agradaba, si lo encontraba espiandolo seguro lo asesinaba. - ¿Te gusta?.- JongDae la miró con los ojos bien abiertos. La chica sonrió y el bufó. - Soy inmortal, los inmortales no nos juntamos con humanos.- soltó. - Eres gracioso JongDae.- dijo la chica riendo. -

¿Está

entretenida

la

charla?.-

JongDae

palidecio al escuchar a Henry hablar.

Miró hacia arriba y suspiró al no ver a Minseok, el rubio le fruncio el ceño y el hizo lo mismo. No le agradaba ese profesorcito que intentaba conquistar a su Baozi.

- Es el acosador de Minnie cariño.- Sohee le sonrió a Henry y JongDae... El ya no sabía lo que sucedía. - ¿Cariño?.- soltó sin poder evitarlo. Henry lo miró. - Si, la chica con la que coqueteas es MI novia.JongDae sonrió ¿Entonces Henry no estaba tratando de robarle a su Baozi? - No estábamos coqueteando.- aclaró Sohee.¿Adonde fue Minseok? - Fue por algo de agua.- Sohee asintió.- Si realmente estas espiandolo, creo que deberías irte antes de que se enteré y te asesine. - Llevo dos semanas en esto.- respondió Chen.- ¿Me habías notado?.- Henry lo miró. - ¿Dos semanas? - Es bueno.- respondió Sohee.- Yo tampoco lo había visto.- JongDae sonrio.

- ¿Por qué estas aquí de todas formas? Minseok te asesinara.- hablo Henry. - No me iré. - ¿Eres masoquista?.- preguntó Sohee con tranquilidad. - No...- Chen fruncio el ceño ¿No?

¿Que hago aquí si el me odia entonces?

- Bueno tal vez un poco.- respondió Chen, Henry y Sohee fruncieron el ceño. - Minseok te asesinara.- declaró Henry. - Yo creo que JongDae sera mi primer cuñado.dijo Sohee. - ¿Estas apostando conmigo? - Sí.- Chen los miró.

¿Que demonios? ¿Por que estaban apostando sobre su inminente muerte frente a él? Fruncio el ceño y los miró discutir. Luego dirigió su mirada a la sala y vio a Minseok mirar con el ceño fruncido a Sohee quien se había levantado quedando fuera de los arbustos y discutía abiertamente con Henry. Palidecio, si Minseok lo veía realmente moriría, nisiquiera su inmortalidad lo salvaría de las garras de aquel Baozi malhumorado. Tomó la pierna de Sohee y la chica soltó un leve grito mirándolo. JongDae no apartó su mirada de Minseok en ningún momento.

- Está mirandolos.- susurró JongDae.

Sohee miró al frente y pudo ver a Minseok quien se acercaba. Henry también miró a

Minseok y de un momento a otro los dos estaban

sobre

el

chico

impidiendo

que

avanzara a los arbustos. JongDae suspiró cuando los vio entrar de nuevo en el salón de música y Henry distrajo a Minseok. Debía salir de allí pero realmente no quería irse. Se quedó a observar el resto de la clase y cuando Sohee y Henry se fueron, Minseok se quedó

perturbando

el

sonido

igual

que

siempre.

Observó el puchero permanente en los labios de Minseok mientras el chico depronto se levantaba y pateaba el piano. Sonrió al verlo luego sobar su pie debido al dolor. Minseok se resignó y salió a tomar aire, se sentó en el pasto a sólo unos pasos de JongDae y suspiró.

Se sentía irritado ¿Como era posible que él Kim Minseok

siguiera

pensando

en

JongDae?

Resopló irritado y se tumbó en el frío pasto mirando al cielo. Era realmente irritante no saber lo que haría aquel chico. Se sentía frustrado.

- Eres simplemente molesto JongDae.- soltó Minseok con molestia.

Chen parpadeo confundido ¿Minseok acababa de decir Su nombre? Se acercó un poco más a los arbustos y miró a su Baozi cerrar los ojos.

- LuHan es un idiota.- susurró.- Claro que odio a JongDae.- Chen sonrió.

Al menos lograba hacer que su Baozi pensara en el. Lo miró hacer muecas por varios minutos hasta que el sueño venció a Minseok. Lo miró por unos minutos más y cuando estuvo seguro se acercó. Se sentó junto a él y acarició con sus dedos aquellas

mejillas

que

tanto

le

gustaban.

Minseok se removió y se abrazó a la pierna de JongDae quien contuvo la respiración, el chico sonrió y Chen se relajó.

- Haré que dejes de odiarme Baozi.- sonrió. - Te odio JongDae.- susurró Minseok en sueños. Chen fruncio el ceño. - Definitivamente haré que me Ames.

Posó sus labios en la frente de él chico y luego lo miró. Minseok era simplemente hermoso,

perfecto. JongDae aún no comprendía por qué Su corazón se aceleraba o por qué necesitaba con tanta desesperación verlo. Sus sentimientos eran confusos, su cabeza aún no se ponía al día y Minseok parecía comenzar a despertar.

Lo apartó con rapidez y corrió a esconderse en los arbustos. Minseok se despertó sintiendo un aroma agradable impregnado en su camisa y sus brazos. Se tocó la frente al sentir allí un extraño cosquilleo y por alguna razón que ni el entendió sonrió. Cuando Minseok desapareció tras la puerta JongDae se puso de pie para marcharse. Tomó sus cosas y caminó.

Minseok había salido del salón sintiéndose adormecido, se detuvo fuera de la puerta al

notar que no llevaba consigo su teléfono, el cual había puesto sobre el piano. Abrió la puerta

y

se

paralizó

al

ver

una

figura

irritantemente conocida salir de detrás de los arbustos frente al salon.

- JongDae.- su voz sonó molesta, severa. Chen se

paralizó.-

¿Que

demonios

hacías

allí

escondido? - Minseok...

La mirada glacial que le dirigía Minseok a JongDae lo hacia sentir nervioso. El chico avanzó y Chen retrocedió apretando el agarre en su bolso. Aún llevaba el uniforme del Instituto lo cual a los ojos de Minseok no debía verse bien.

Podía sentir Su corazón latiendo a toda prisa, sus manos temblando y su estómago inquieto. Si alguien iba a arrebatarle su inmortalidad Minseok era el mejor para eso. El chico volvió a avanzar y la puerta del salón se abrió detrás de él dejando entrar a su madre y a una mujer que no identificó. Suspiró y recompuso en su rostro una expresión amable. La mujer en compañía de su madre hizo una reverencia y el la imitó.

- Minseok ¿Recuerdas a victoria?.- la respuesta a eso era "No"

¿Como iba a recordar a ninguna de las amigas de su madre si cambiaba de compañía cada mes? Tampoco le importaba recordar rostros de mujeres estiradas y estupidas así que

tampoco

tenía

caso.

Minseok

sonrió

con

amabilidad fingida y JongDae fruncio el ceño.

- Claro que la recuerdo.- su madre sonrió.- Se ve muy bien hoy.- la mujer se sonrojó y Minseok se contuvo de torcer los ojos.

¿Por qué siempre tenía que comportase así frente a esas mujeres? JongDae retrocedió pisando

una

rama

y

Minseok

se

giró

asesinandolo con la mirada.

- No te muevas de allí JongDae.- amenazó. - ¿Quien es el?.- preguntó Su madre.

Otra

vez

privacidad.

estaba No

era

intentando simple

invadir

su

curiosidad

era

"invasión" Minseok lo sabía. Y no tenía idea de que responder a la pregunta, miró a JongDae y este le sonrió con suficiencia al verlo en apuros.

- ¿Viviré?.- susurró JongDae burlón.

Las mejillas de Minseok se tornaron rosas y JongDae casi cae al piso convulsionando a causa de la ternura que irradiaba su Baozi. Respiró con normalidad e hizo una pequeña reverencia.

- Somos compañeros de clase.- respondió JongDae.

La madre de Minseok enarcó sus cejas y miró a Minseok. Ella conocía a todos los amigos de su hijo y al chico en su jardín no lo había visto.

- ¿Desde cuando? No te había visto antes.Minseok se mordió el labio para no resoplar y JongDae siguió sonriendo. Su Baozi en apuros era un Baozi realmente encantador. - Fui transferido hace poco.- respondió.vengo de China.- la mujer ladeo su cabeza con curiosidad y Minseok se apresuró a hablar. - ¿Por que estas aquí madre? - Espera un momento Minseok.- la mujer siguió mirando a Chen.- ¿Vienes de China? Tu coreano es muy bueno.- JongDae asintió. - Nací aquí en corea.- la mujer asintió y miró a Minseok.

- ¿Que sucedió con tu profesor de mandarín Minseok?.- el chico palidecio.

Aquel hombre se había dado por vencido por qué Su pronunciación era un asco y se había ido gritándole "idiota" una y otra vez. ¿Su madre no pensaba contratar a JongDae? ¿o si?

- Bueno hablaremos sobre eso Luego.- soltó.La canción que tocaras sera en la fiesta de victoria.- avisó.- y ella quiere escuchar tu maravillosa interpretación.- a JongDae se le escapó un bufido y Minseok lo estranguló con la mirada.

Eres un maldito imbécil JongDae.

- ¿Y bien?.- su madre enarcó sus cejas nuevamente y Minseok se puso rígido.

¿interpretación?

¿Cual

interpretación

si

no

había logrado ni un puto avance? Tocar una tecla del piano y desafinar seria su muerte por avergonzarla así que... ¿Que haría? JongDae pudo ver la expresión en el rostro de Minseok y suspiró. Había pensado que el objeto de su atención y devoción era más fuerte e impetuoso. ¿había algún problema con su madre? Caminó hacía el salón y dejó sus zapatos afuera, apretó el agarre de su bolso y se preparó mentalmente para lo que haría. Minseok iba a posicionarse frente al piano cuando llegó a su lado y tomó su muñeca. La madre de Minseok lo miró con el ceño fruncido.

- Minseok Hyung se está encargando de mi por qué he empezado bastante tarde así que estamos ocupados.- el rostro del castaño era realmente un poema.- Hyung tu mismo lo dijiste, tengo tanto que estudiar que incluso...sonrió.-

que

incluso

podría

quedarme

a

dormir.

JongDae sabía que una vez se quedarán sólos Minseok lo asesinaria lentamente, pero si no era así entonces tendría la oportunidad de pasar MUCHO, tiempo con el así que decidió arriesgarse. La madre de Minseok los miró por unos minutos analizando la situación y esperó a ver que diría Su hijo.

- ¿Minseok?

- Es cierto tenemos trabajo que hacer.respondió entre dientes. - Dormiras aquí entonces JongDae.- declaró la madre de Minseok.- si tienes mucho pendiente entonces puedes quedarte en la habitación de Minseok.

JongDae asintió aturdido y Minseok comenzó a caminar

fuera

del

salón

aparentando

tranquilidad mientras JongDae aún sostenía su muñeca. La puerta del salón de música se cerró a sus espaldas y los pasos de Minseok hacia su habitación se volvieron rápidos, desesperados. Sohee pudo ver a su hermano arrastrando a JongDae

hacia

su

habitación

y

suspiró.

Esperaba que los abogados de la familia fueran lo suficientemente buenos para que Minseok no fuera a parar a un calabozo.

Una vez dentro de la habitación con la puerta cerrada Minseok dirigió sus ojos a su muñeca derecha.

Había

una

gran

sensación

de

hormigueo donde JongDae tenía la mano puesta

lo

brusquedad

que

lo

llevo

asustando

a al

apartarse chico

con quien

retrocedió algo incómodo.

-

No

puedes

quedarte

aquí...

En

mi

habitación.- la voz de Minseok era fría y distante. - Saldré por la ventana.- respondió el chico.

Inspeccionó

la

habitación

grabando

cada

detalle en su mente y deleitandose por el olor de Minseok impregnado en cada zona. Se acercó a la ventana y estudio las posiblidades de bajar por allí sin ser visto y sin romperse una pierna.

Respiró profundo colgando su bolso de su espalda y posó sus manos en el marco de la ventana para comenzar a descender siendo interrumpido

por

dos

manos

temblorosas

sosteniendo con fuerza sus hombros.

-

¡¿Estas

loco?!-

JongDae

sonrió

ante

la

expresión de horror en el rostro de Minseok. - No.- respondió con tranquilidad.- Sólo hay una probabilidad de 99,9% de que resbale con estos zapatos, me fracture la muñeca, me rompa las piernas al caer y posiblemente mi cabeza se golpee contra la ventanilla abierta que está sobre la puerta del salón de abajo.los ojos de Minseok se agrandaron mucho más y de un momento a otro sus manos se aferraron a la cintura de JongDae. - Está bien, puedes quedarte a dormir.JongDae sonrió.- pero si intentas algo yo mismo te arrojaré por la ventana.

Habían

pasado

unos

minutos

desde

que

JongDae había intentado tirarse por la ventana. Ahora se encontraba sentado en uno de los muchos sofás dentro de la habitación de Minseok, y este lo miraba atentamente.

— ¿Por qué estabas tras los arbustos?.— He allí la pregunta que esperaba que no hiciera nunca. — Vas a odiarme diga lo que diga ¿Cierto?.— el asentimiento del chico sólo lo hizo suspirar con resignación.— Estaba espiándote.

Los ojos de Minseok se abrieron en demasía ¿Espiarlo? El chico tenía que estar bromeando ¿Por qué alguien tendría que estar espiándolo? Miró al menor con el ceño fruncido y se cruzó de brazos.

— Exijo una explicación.— el castaño se encogió ante el tono de voz molesto del mayor. — No hay forma de explicar nada.— se quejó. — Empieza desde el principio.— suspiró. — Bien, entonces lo diré... B.A.P me tiró del muro y caí en tu jardín.— el Baozi hizo una mueca. — ¿B.A.P?— ¿Que demonios era eso? — Los gatos de la Sr. Choi.— asintió. — Es imposible que te hallan tirado del muro, son sólo gatos. — ¡¿Sólo gatos?!.— Minseok tenía que haber perdido la cabeza.

Aquellas seis criaturas no eran sólo gatos, eran demonios. Habían intentado arañar su hermoso

rostro, se habían reído de él ¡en su propia cara! ¿sólo gatos? Minseok no sabía nada.

— Esas cosas se rieron de mí y luego me lanzaron

del

muro.—

carcajadas

sonoras

resonaron en la habitación.

JongDae pensó que la risa de Minseok, era lo más hermoso que había escuchado nunca. Lo miró reír cada vez con más fuerza mientras sostenía su estómago y sonrió. Su Baozi era realmente hermoso. Se levantó del sofá sin que el mayor lo notase y controlado por su estupidez e impulsos, se paró frente a Minseok. A escasos centímetros de su rostro. El mayor lo miró alarmado cuando su risa se detuvo, JongDae parecía estar estudiando cara facción de su rostro. No se movía, no decía

nada, sólo sonreía y parecía estar burlándose de él. — realmente no lo hacía, JongDae no tenía la culpa de que su sonrisa fuera de esa forma.— Acercó su rostro un poco más y los nervios se desataron en el cuerpo del mayor.

JongDae había estado espiándolo, su risa burlona, había demasiada cercanía. Si no hacía algo el chico acabaría violandolo. Intentó moverse pero su cuerpo no respondió. Sus grandes ojos se posaron sobre los labios del menor y pasó saliva, curvados, rosados y realmente hermosos. Minseok no entendió por qué su corazón se agitó de aquella manera tan brutal, un nudo se había instalado en su estómago y se sentía repentinamente nervioso.

— ¿JongDae?.— su voz quebrada y temblorosa. Se maldijo por ello.

No le permitió hablar, con una de sus manos tomó su barbilla elevandola un poco y luego posó sus labios sobre los del mayor. Minseok se había quedado en shock, el estaba siendo besado.... JongDae lo estaba besando... Y lo peor de todo era que...

Mi primer beso...

Los labios del menor se movían con lentitud y suavidad, una de sus manos descendiendo a la cintura de Minseok. El mayor aún en estado de shock ¿por qué se sentía tan bien? Sus manos subiendo al cuello del chico. ¿Que demonios hacia?

Sus

ojos

cerrandose

y

su

cuerpo

relajandose. Lo labios de JongDae eran tan suaves, sus movimientos tan lentos y las caricias en su

cintura tan cálidas. Sintió su cuerpo ceder — aún cuando su cabeza gritaba que no estaba bien — y pocos segundos después estaba recostado en la cama con JongDae sobre él.

¡¿Que demonios haces Minseok?!

Empujó a JongDae con fuerza — después de escuchar el grito de su subconsciente — y retrocedió en la cama. El chico se veía tan confundido como el así que ¿Como demonios reclamaria nada? Lo miró acariciar sus labios y luego negar.

— Vas a hacerte responsable por esto.— soltó.

¡Era mi primer beso maldita sea!

La mirada confundida de JongDae sobre el y sus mejillas tiñendose de rosa. ¿Como se haría responsable? Lo miró por incontables minutos en los que el mayor no habló así que dejó su bolso en el piso junto a la cama y se acercó a Minseok con cautela.

— ¿Responsable? ¿Como?.— pasó saliva, todo sería más fácil si supiera lo que pensaba JongDae. — Tienes que hacerte responsable... No puedes ir por allí haciendo... Haciendo...— era algo vergonzoso de decir.— ¡Esto!.— así que acabo por decir eso mientras señalaba sus labios.

Las carcajadas de JongDae resonando en la habitación lo irritaban. Nadie se burlaba de él y menos un extraño idiota como el que estaba

frente a él. Lo empujó con su pie haciendolo caer en la cama y se sentó sobre él.

— Deja de reirte de mí idiota.— sus mejillas abultadas en un tierno puchero.— Aceptaras las consecuencias o te lanzare por la ventana del último piso. — ¿Que tengo que hacer?— he ahí el meollo del asunto, Minseok tampoco sabía.

Ver la confusión y la indesicion en el hermoso rostro

de

Minseok

le

hicieron

sonreír.

Realmente era lindo, perfecto... Aún no podía creer que acabase besandolo minutos atrás, era realmente sorprendente que siguiera vivo. Se arriesgó un poco más y acarició con suavidad las mejillas del chico, un extraño escalofrío recorriendo su cuerpo y haciendo que se removiera un poco. Una gran idea

llenando su mente al tiempo que una maliciosa sonrisa llenaba sus labios.



Minseok

Hyung,

¿LuHan

es

tu

mejor

amigo?— le miró confundido.— Si y No, son respuestas faciles.— sonrió. — Sí. — ¿Te gusta el profesor de piano?.— Fruncio el ceño ¿Y a él que demonios le importaba. — No. — ¿Vas todos los días a la cafetería? — Sí. — ¿Te gusta comer?.— más y más preguntas sin sentido. — ¿Eres idiota? — Nop, respondeme.

— Obviamente sí. — ¿Sabes que a Sehun le gusta LuHan? — Sí. — ¿Quieres ser mi novio? — Sí...— sus ojos se abrieron como platos. — Genial, entonces eres mío ahora Baozi.— Me haré resposable de todo.— Besó sus labios.

Lo mataría, definitivamente Minseok mataría a JongDae. Se levantó de golpe de la cama y lo fulminó con la mirada. ¿Su novio?

— Ni lo sueñes.— su voz algo temblorosa a medida que comenzaba a dar vueltas por todos lados.—

No

soy

tuyo

y...—

su

cuerpo

acalorandose.— ¡Demonios! Debí dejar que te lanzases por la ventana.

Sus pies seguían llevándolo de un lado a otro, sus manos nunca quietas y sus delgados y finos labios soltando incoherencias. Minseok nervioso y exasperado también era un Minseok hermoso, sólo eso pensaba JongDae. Su

sonrisa

burlona

adornando

sus

labios

mientras observaba al mayor dar vueltas y enloquecer. No daba tanto miedo ahora. Posó sus pies en el frío piso de madera pulida y se acercó con cautela al mayor. Lo tomó por la espalda cuando se giró y lo apego a su cuerpo. Sus labios tocando el oído derecho de Minseok quien se sacudió a causa del escalofrío que le provocó ser sorprendido por el menor y su aliento golpeando su cuello.

Ahora se como se siente Yixing.

— Deja de dar vueltas Baozi.— su extraña voz haciendolo temblar por unos segundos. —

¿A

quien

demonios

le

dices

Baozi

mocoso?.— irritante, no había palabra mejor que esa para describir a JongDae. — ¿Que se supone que hagamos ahora?.— preguntó soltandolo y alejandose.— Tu madre cree que estamos estudiando, pero la verdad es que ni siquiera vamos en el mismo año.

Minseok fruncio sus labios mientras pensaba, podían no hacer nada. No era como si su madre fuese a vigilar la habitación. Ella sólo pasaría por allí a la hora de dormir para asegurarse de que JongDae estuviera cómodo en su presencia y luego se marcharia. El problema a todo eso era que Minseok no quería quedarse sólo con JongDae, el chico seguía mirándolo con una sonrisa y el sólo

estaba cada vez más y más nervioso. Lo había besado ¿Que seguiría después? Sacudió su cabeza

cuando

extraños

pensamientos

comenzaron a llenar su mente y resopló.

— Siéntate allí.— señaló la silla del tocador.— Y alejate

de

mi

hasta

que

encuentre

una

solución.— el chico sólo asintió con una sonrisa.— y deja de hacer eso o te golpearé con la lámpara. — ¿Hacer que?.— tono falsamente inocente empapando su voz. — Burlarte de mí... Soy tu mayor y me debes respeto.

JongDae sólo asintió y se sentó en la silla, no tenía

planeado

ser

grosero.

Estaba

muy

nervioso y extrañas palabras salían de su boca,

no quería asustar a Minseok pero parecía que ya lo había logrado. El mayor se sentó en la cama frente a él y lo observó mientras sus ojos curiosos recorrían la habitación.

Ha de estar imaginandome como un animal en una jaula de oro.

Todo era muy sobrio y lujoso, JongDae se preguntaba

si

Minseok

había

elegido

la

decoración, por que si era así entonces tenía muy buen gusto.

A diferencia de mi habitación que es un completo asco, esta es limpia.

Sonrió al pensar en el asco que estaba echa su habitación cuando salió aquella mañana de casa. Sábanas por todos lados, ropa en el piso, sus zapatos esparcidos por cada esquina, su patineta descompuesta sobre su pequeño sofá y latas de cocacola por todos lados.



¿Que

miras?.—

Minseok

odiaba

ser

estudiado, sólo el tenía ese derecho. — Tu habitación es linda.— respondió el menor con un leve encogimiento de hombros.— ¿Cuando tendremos nuestra primera cita?

Sus ojos casi abandonando sus cuencas de nuevo. ¿Que demonios se proponía JongDae? Su voz despreocupada, su sonrisa algo extraña y sus gestos aveces tímidos y en ocasiones burlones.

— ¿Apostaste esto con alguien?— el menor fruncio el ceño. ¿Apostar? — No, nadie sabe nada sobre esto.

JongIn era demasiado tonto para haber notado nada, Chanyeol estaba demasiado ocupado con el tema de BaekHyun y Sehun... Puede que el menor supiese algo pero sólo eran pocas cosas. Nadie sabría nunca a ciencia cierta lo que sentía por Minseok, la razón de eso, era por qué el tampoco lo sabía.

— No tendremos citas, no estamos saliendo JongDae. — Aceptaste ser mi novio. — ¡Me engañaste!.— replicó. — Pero Aceptaste.— se encogió de hombros.— Querías que me hiciera responsable por tu

primer beso y eso intento.— cara de sorpresa otra vez. — Yo-yo no dije que fuera mi primer beso.— su voz temblorosa una vez más y una risita escapando de los labios de JongDae.— ¿Como lo supiste? — ¡Hazte responsable!.— lo imitó.— ¿Por qué dirías eso sí no fuera tu primer beso?.— Minseok se maldijo por ser tan idiota ¿Que demonios le pasaba?.— Querías que fuera responsable. — ¿Y eso que demonios tiene que ver con ser mi novio? — Es bastante simple.— sonrió.

Su cuerpo dejando la silla y sus pies guiandolo de vuelta a la cama. Minseok retrocedió, cada paso

que

arrastrarse

daba en

JongDae

sentido

sólo

lo

hacía

contrario

al

chico.

Cuando el menor estaba subiéndose a la cama, su espalda ya estaba pegada al gran espaldar de madera fina de su cama. Su

corazón

latiendo

a

prisa,

sus

manos

temblando y nervios. Si alguien no detenía a JongDae el moriría de un infarto o algo parecido.

Su

cuerpo

se

sentía

extraño

y

sofocado ¿Por qué hacía tanto calor?. Cuando el castaño estuvo finalmente frente a él, pasó saliva. Nadie entraría por la puerta y lo salvaría, su cuerpo estaba inmóvil. Tampoco podría golpear a JongDae. Su voz se había esfumado.

En pocas, muy pocas palabras. Minseok estaba perdido.

La

sonrisa

de

JongDae

iba

abandonando su rostro de a poco, sus ojos centellantes y serios. Su manzana de Adán muy marcada bajando, sus dientes atrapando su labio inferior.

¿Que demonios pasa conmigo? Muévete Minseok... ¡Haz algo!

¿Que tan grave sería volver a ser besado por JongDae? Sus labios habían sido gentiles y suaves la primera vez, el roce de sus dedos en su cadera tambien. ¿Le haría daño? Sus ojos miraron el reloj en la pared, había transcurrido una hora desde que el chico había entrado en su habitación. Si no le había echo nada malo en ese tiempo. — A excepción del beso— ¿Le haría algo malo ahora? No creía que eso pudiera suceder. Sintió sus alientos chocar y sus ojos se cerraron.

¡¿Por qué demonios provocaciones?!

reaccionas

a

sus

Se acercó un poco más al mayor, sus ojos mirando sus expresiones, sus labios rozando los del mayor y sus manos comenzando a hacer su camino a la cintura del castaño.

Deja de hacer provocandome...

eso

Minseok...

Si

sigues

No podré parar.

— Sólo mis labios tocarán los tuyos, sólo mis manos tendrán el derecho de acariciar tu cuerpo.— aspiró su dulce olor.— Eres sólo mío así que yo te protegeré... Se supone que es esta mi manera de hacerme responsable...

El sonido de la puerta abriéndose hizo a Minseok lanzar a JongDae lejos, su cuerpo visiblemente

acalorado

y

sus

mejillas

sonrosadas. Se removió en la cama intentando hacer ruido para qué nadie escuchase los latidos, de su agitado corazón y levantó la vista al escuchar la puerta cerrarse. El cabello castaño y ondeado de SooHee cayendo sobre sus hombros, sus ojos brillantes y escrutadores, más una sonrisa extraña qué le hizo temblar... Ella lo había visto todo.

— ¡Auch mi trasero!.— el menor seguía sin entender nada.

Había estado a punto de lograr cosas... "Cosas" realmente buenas y depronto era lanzado al piso, su trasero golpeándose contra el suelo y

su oportunidad de seguir besando a Minseok yéndose al carajo.

— ¿Qué estaban haciendo?.— Minseok no podía decir palabra alguna.

SoHee miró a JongDae en el piso y se inclinó frente a él, sonriendo. Había visto al chico sobre el cuerpo de su hermoso hermano, había escuchado las palabras pronunciadas por el castaño

y

por

alguna

razón,

se

emocionada.

— Baozi ¡Casi me matas!.— se quejó. — ¡No me llames Baozi! — Me duele el trasero. — No me importa.— el menor sonrió.

sentía

— ¿Así tratas a tu nuevo novio?.

Los ojos de Sohee y Minseok abriéndose como platos, incluso en esos gestos eran parecidos. JongDae se soltó a reír ante las expresiones de los dos mayores frente a él y pronto la puerta fue abierta nuevamente. La estirada y antipática madre de Minseok entrando, habitación.

y

situándose Sus ojos

en

medio

de

la

no vieron libros, ni

materiales de estudio.

— SoHee ¿Qué haces aquí?. — Vine a saludar.— su postura completamente recta y su mano acariciando su cabello con normalidad.— Me dijeron qué JongDae estaba aquí así qué por eso vine.

— ¿Lo conoces?.— Minseok realmente estaba agradeciendo

qué

su

madre

hiciera

las

preguntas. El también quería saber. — Sí, es compañero de clases de Minseok.— sonrió.

Agradecía

el

haber

escuchado

toda

la

conversación de minutos atrás. JongDae y Minseok suspiraron con alivio y la mujer los miró detenidamente. Algo raro sucedía.

— ¿Donde está su material de estudio?.— realmente no podía ser menos metida. — Estábamos tomando un descanso.— soltó Minseok.— y los guardamos un rato.

¡Kim Minseok! ¡¿Le estás mintiendo a tu madre?!

No lo podía creer, nunca había tenido motivos para hacer algo tan descarado. ¿Qué le sucedía? Podía ver en los ojos de su hermana la sorpresa y en JongDae una apenas perceptible sonrisa.

— Bueno,

ya casi

es hora

de dormir.—

asintieron.— no se desvelen. — Sí. — Sohee... Nos vamos.— la chica se contuvo de resoplar y salió.

Había perdido una oportunidad de oro para atacar a JongDae y Minseok con preguntas, y todo por su madre. Se consolo a sí misma pensando en qué Henry había perdido la apuesta y tendría un maravilloso y romántico recorrido por la playa.

Cuando la habitación volvió a quedar casi sola, los nervios volvieron a dispararse en Minseok. Si no lograba alejar a JongDae de él, terminaría siendo violado.

— Si vuelves a besarme te golpearé.— advirtió al menor.

Sus pies llevándolo hacía el gran closed en una esquina. Sacó una pijama para JongDae y otra para sí mismo y suspiró. No podría dormir en toda la noche, si cerraba sus ojos... Cosas feas pasarían.

...

Las luces estaban apagadas y JongDae se encontraba en un futón en el piso, sus brazos

tras su cabeza y su vista directa al techo. No estaba acostumbrado a dormir en otro lugar qué no fuera su horrible habitación, la de Chanyeol o la de Kai y Sehun. El aroma de Minseok impregnado en las sábanas y su silueta oculta bajo las sábanas le hacían querer abrazarlo. Era su novio ahora ¿no? Tenía derecho a hacerlo. Se

sentó

en

el

futon

analizando

sus

probabilidades de ser asesinado y sonrió. ¿Acaso importaba? Minseok podía golpearlo cuanto quisiera, el no lo soltaria ni un poco. Se levantó silenciosamente del piso y levantó un poco las sábanas para meterse de bajo y abrazar a

Minseok. El

cuerpo

del

mayor

poniéndose rígido al instante y su corazón acelerado.

— ¿JongDae?.— ¿Qué demonios creía qué hacía? — Sólo me quedaré así y no me moveré.— susurró.— lo prometo.— suspiró. — Hay muchas personas a las qué puedes acosar ¿Por qué yo?.— se quedó pensando. — La verdad... Es qué nunca había visto a alguien qué llamase mi atención.— respondió con un leve encogimiento de hombros y lo apegó más a su cuerpo. — Si sólo estas haciendo esto por qué... Al igual qué todo el resto de la estúpida sociedad, piensas qué no tengo cerebro y soy...— hizo comillas con sus dedos.— hermoso... Entonces puedes ir contando con qué voy a golpear tu rostro cada vez qué te vea.— sonrió. — Una de las cosas qué no noté mientras te veía tras los arbustos era... Qué puedes llegar a

ser

muy

violento.—

el

mayor

bufó

en

respuesta. — No soy un muñeco de porcelana al qué puedes romper con una mirada JongDae... Sé y puedo defenderme sólo.

Siempre era lo mismo, chicas comportándose como si ellas fueran el hombre de la relación y el la chica, chicos tratándolo de la misma forma. Sólo había tenido tres citas por culpa de su madre, y estas habían sido horribles. Minseok inconscientemente se había girado, agarrándose al pecho de JongDae, sus ojos cerrados y sus puños también. Había rabia en su interior, el no quería la vida qué llevaba y tampoco quería qué personas extrañas lo molestasen.

— Es hermoso como su rostro parece no tener emoción alguna.— soltó.— como sus ojos brillan igual a perlas, su cabello, su cutis, todo es perfecto.— su voz tornandose fría.— su sonrisa suele ser encantadora también, su voz al cantar, sus dedos moviéndose con un pincel sobre el lienzo.

Siempre eran los mismos comentarios, gente qué creía conocerlo, hablando de él como si no estuviera allí, como si sólo fuese una marioneta más.

— Me gustan tus expresiones.— soltó el menor, ya había notado por donde iban aquellas palabras y no le gustaba.— la forma a como

inflas

tus

mejillas

cuando

algo

te

molesta, tu ceño fruncido mientras pateas el piano, la forma a como tu labio superior casi

desaparece

cuando

sonríes.—

había

visto

muchas cosas de Minseok, mientras espiaba. — No hago nada de eso. — Lo haces... Lo he visto.— una de sus manos subiendo a sus redondas mejillas.— lo estás haciendo ahora.

Su ceño fruncido y sus mejillas abultadas, por qué le molestaba qué JongDae supiera cosas sobre el.

— Las personas siempre dan su opinión, aún cuando no se las pides.— sonrió, eso era lo qué hacía en ese momento.— pero tu decides si los escuchas o no. — Estas invadiendo mi campo audible ¿Como se supone qué no voy a escuchar?.— sonrió.

— ¿Algún tipo de música qué te guste?.— su ceño fruncido acentúandose al tiempo qué sus ojos miraban los de JongDae. — No me sacarás información.— el menor rió por eso. — Cuando no quieras escuchar, sólo recuerda una canción qué te guste y asiente a lo qué digan.— el solía hacer eso con JongIn cuando hablaba de KyungSoo y lo mismo con Sehun. — Eso es de mala educación.— se encogió de hombros. — Es de mala educación hablar de alguien como si fuera un ser vacío.— no respondió a eso.

Y por varios minutos un incómodo silencio cubrió

la

habitación,

sus

ojos

conectados y sus cuerpos muy juntos.

seguían

— Mañana tendremos nuestra primera cita. — No. — Voy a enseñarte lo que es mi mundo. — No voy a ir contigo a ningún lado. — Le dirás a tu chofer qué no te recoja. — JongDae —

Si

no

te

diviertes...—

dudó.—

Podrás

abandonarme. Había

despertado

una

hora

antes

de

lo

previsto, su cuerpo seguía siendo abrazado por JongDae y el menor dormía plácidamente. Levantó su rostro del pecho del contrario y lo miró. La mandíbula fuerte de JongDae y sus labios, sus dedos subiendo lentamente al rostro del

castaño. Delineó con uno de sus dedos el labio inferior del chico y este se removió un poco. Acarició sus mejillas sin saber por qué y su corazón dio un salto. Los ojos de JongDae se habían abierto de golpe, estudiando cada esquina de la habitación desconocida en la qué se encontraba.

Sus ojos se detuvieron al ver a Minseok junto a él, su mano sobre su mejilla y un hermoso rubor extendiéndose por las propias. Sonrió posando su mano sobre la del mayor y cerró los ojos.

— Buenos días Baozi.— el mayor no se movió ni respondió ¿Qué demonios estaba haciendo?

Se levantó sólo un poco para posicionarse sobre el cuerpo de Minseok, mientras esté lo miraba visiblemente nervioso. Sonrió al notar qué el castaño contenía la respiración y se acercó a su rostro poco a poco.

— Respira.— los ojos del más bajo abiertos como platos.

Los

labios

de

JongDae

sobre

los

suyos

nuevamente, su cuerpo había cedido. No se movía

y

por

alguna

razón

sus

labios

correspondían. Caricias y labios, sus manos subiendo al cuello del menor y quedándose allí. Podía sentir su corazón corriendo a velocidades inhumanas, su cuerpo temblando levemente cuando la mano fría de JongDae se coló bajo su camisa y su estómago revuelto. ¿Por qué no se apartaba? ¿Por qué le permitía seguir?

La lengua del menor pronto salió a acariciar su labio inferior arrancandole un gemido, su boca abriéndose y su lengua jugando con la del contrario. La ventana se había abierto y alguien había entrado, pero ninguno lo notó.

Demasiado metidos en su extraña burbuja de sensaciones donde, el curioso cuerpo de LuHan rodeando la cama no tenía cabida. El chico seguía mirando a Minseok con los ojos bien abiertos y antes de qué pudiera notarlo una exclamación salió de sus labios.

— ¡Oh!.— JongDae cayendo al piso... Otra vez. — ¡Es definitivo! No volveré a besarte a menos qué la puerta esté bien cerrada.— la risa de LuHan resonando en la habitación. — Entré por la ventana.— un ceño fruncido adornando la frente del menor.

— ¿La ventana?.—asintió.—¿Qué le sucedió a tu ropa?.

Nada, eso fue lo qué pensó Minseok al notar el uniforme del chico, echo Mierda como de costumbre. Se levantó de la cama tirando de LuHan al tocador.

— Arregla ese cabello si no quieres ser expulsado por donde viniste.— un puchero adornando sus labios rosas. — Minnie~ — Fuera el vago LuHan o tu trasero aterrizará en el césped de abajo.

Y antes de qué pudiera decir nada más, LuHan ya estaba acomodando su pantalón, su cabello

y buscando en el armario de Minseok un nuevo saco.

— Listo.— bufó. — Las cosas en tus orejas también LuHan. — Pero... — Tu trasero en el césped. — Bien.

JongDae había vuelto a la cama mientras Minseok examinaba a LuHan, nunca había visto al chico con un aspecto... Así. Ahora entendía por qué Sehun siempre iba a detención. Notó la maldad

en

el

rostro

mirandolo y suspiró.

del

recién

llegado

— Así qué... ¿Qué estaban haciendo?.— el rostro de su Baozi haciendo muecas. — Si no supiera qué dejaste a uno de mis dongsaeng sin aliento, respondería a eso.— el chico rió. —

¿Como

está

Sehun?.—

se

encogió

de

hombros.— ¿Por qué estabas besando a mi Baozi?.— el gruñído de Minseok haciéndolos sonreír. — LuHan deja de preguntar estúpideces ¿Qué haces aquí? — Quería ir contigo al Instituto hoy.— se encogió de hombros.— ¿Por qué está el chico nuevo aquí? — Mi sesión de espionaje fue descubierta.— respondió el nombrado con simpleza. — ¿Espionaje?.— rió.— Resultó bastante bien ¿he?

Las mejillas de Minseok tiñendose de rosa al tiempo qué golpeaba al rubio idiota, qué era LuHan.

— ¡Aau! — Te lo mereces.— le sacó la lengua. — Minnie~ — ¿Los demás también vendrán?.— negó. — BaekHyun se irá con Chanyeol y KyungSoo tendrá qué soportar a Kai por eso. — ¿Qué?. — Lo qué escuchaste.— se quejó.— y yo estoy aquí por qué el unicornio está enfermo y si iba con

los

chicos

Sehun.— sonrió.

tendrían

qué

arrastrar

a

La alarma sonando fue lo qué hizo a Minseok percatarse de algo, giró su cabeza para ver a JongDae sonreír y tembló.

— Baozi ¿Me llevarás al Instituto?.— estaba perdido.

...

Estaban a sólo una cuadra de llegar al Instituto, LuHan seguía hablando con JongDae como si lo conociera de toda la vida y el estaba cada vez más nervioso.

— Señor Kim, llegamos.— su corazón latiendo a prisa.

LuHan fue el primero en salir, JongDae le siguió y cuando bajo tomando su bolso una oración escapó de sus labios dejándolo en shock.

— No vengas por mí a la salida.— ¡¿Qué demonios había sido eso?! — Dile a su madre que se quedará en mi casa.— dijo LuHan.

Había visto la expresión en el rostro de Minseok y eso sólo le causó gracia. Tenía que dejar de exagerar todo su mundo de control y relajarse. El cuerpo de Minseok se tensó al sentir una mano acariciar la suya, dirigió su vista abajo y tembló al notar que era JongDae quien lo sostenía y no LuHan.



Gracias

Baozi.—

sonrió.—

Nos

vemos

luego.— y se fue.

JongDae sabía cuán extraño era todo para Minseok, había visto su rostro lleno de terror al decirle sólo una tontería al chófer, y sabía que tolerar a todo el instituto si se quedaba junto a él, sólo pondrían al mayor de mal humor así que cedió.

— ¡Xi LuHan a detención! — ¡¿Qué?! Pero si estoy bien vestido. — Me caes mal niño... Por eso. — Eso es estúpido. — ¡Oh Sehun! A detención. — Pero si no dije nada, acabo de llegar.

— Igual ibas a decir algo.— KangIn se encogió de hombros.— Toma tu hoja de detención y vaya junto a Xi al salón de detención luego de clases.

Minseok sacudió su cabeza para volver en sí y se unió a LuHan quien iba quejándose con Sehun por la detención injustificada. El Baozi sólo podía pensar en qué ese mismo día tendría una cita con JongDae. Las clases habían sido un desastre, su mente seguía atrapada en el shock de hace unas horas y, su estómago se sentía tan inestable qué sólo sentía ganas de vomitar. El sonido de la campana de descanso fue milagrosa, su cuerpo dejó su asiento con apresurada desesperación, y una vez estuvo fuera del salón intentó respirar. El brazo de LuHan rodeando su cintura fue lo qué le hizo reaccionar, su cuerpo dando un

brinco y su corazón acelerandose. Se sentía como un criminal.

— Tienes qué relajarte Minseok. — ¿Por qué dijiste qué me quedaría en tu casa? — Será divertido.— sonrió.— aunque... ¿A donde irás con JongDae?

No lo sabía, esa era la respuesta a su pregunta. Suspiró al notar qué estaba siendo arrastrado a la cafetería y sólo guardó silencio. Un muy estresado KyungSoo se les unió antes de entrar al lugar y ellos sólo lo miraron hacer muecas.

— ¿Y BaekHyun? — Con Chanyeol.— otra mueca.— Todo esto es tan... Incómodo.— suspiró.

— ¿BaekHyun estará hoy con Chanyeol?.— el más bajo asintió. — Sí tenemos mala suerte...— resopló.— se nos unirán a la mesa.

LuHan sólo se soltó a reír, KyungSoo se estaba comportando extraño y Minseok... El sólo estaba al límite. Todo era extraño y gracioso a la vez. Hicieron su camino a la mesa habitual, y una vez allí Minseok ni se molestó en tomar su lugar de siempre, para molestar a Sehun. Sólo tomó una silla al azar y recostó su cabeza de la mesa, LuHan tomando su comida y KyungSoo imitando al mayor.

— ¿Podemos... Sentarnos aquí?.— la voz grave de Chanyeol hizo estremecer a los chicos.

Minseok

gruñó.

Chanyeol

en

su

mesa

significaba... JongDae en su mesa y eso no era nada saludable para el. Abrió su boca en un vano intento de negarse cuando LuHan habló.

— ¡Claro!.— quería matar al pequeño vago qué era su amigo.— ¡Hola JongDae!

El cuerpo de Minseok se estremeció, la silla a su lado siendo movida y el inconfundible olor de JongDae llenando sus fosas nasales.

— Hola Minseok Hyung.— ¿Estaba actuando como si no le conociera?

Entrecerró sus ojos mirando al chico a su lado y volvió a gruñír. La ya típica sonrisa del menor irritandolo aún más.

— No me hables.— los ojos de todos en la mesa sobre el.— Te odio más qué ayer JongDae.— el menor sonrió. — Gracias Hyung... Yo también te quiero.— bufó.

El descanso en la cafetería había sido extraño. Las miradas de todos sobre ellos, las manos de BaekHyun y Chanyeol entrelazadas bajo la mesa, Sehun mirando a LuHan e intentando no morir allí con cada sonrisa o mirada, KyungSoo lanzando miradas molestas a JongIn y él... Evitando la mano de JongDae bajo la mesa, sus pies pateando cada tanto al menor y su rostro haciendo muecas. Minseok no tenía idea de lo

encantador

qué

le

parecía

su

pequeño

berrinche al castaño.

Cuando la campana sonó nuevamente, todos se apresuraron a dejar la cafetería. Minseok y JongDae quedando atrás, las manos del menor tomando su mano y un resoplido escapando de sus labios.

— ¿Realmente me odias? — Sí. — ¿Por qué me besaste entonces? — ¡Fuiste tú quien lo hizo!.— sonrió. — Correspondíste.— bufó.— Vendré por ti al salir.

Sus

pasos

deteniendose

y

sus

manos

soltandose, ya habían llegado al aula de Minseok y el mayor ni lo había notado. JongDae sólo miró a los lados y sonrió.

— Nos vemos Baozi...

El siguiente periodo de clases fue aún peor, si durante el primer periodo no había podido entender al profesor, ahora nisiquiera lo estaba escuchando. Sólo se sentó, y fingió anotar cosas.

...

Seguía paralizado en su sitio, todos seguían saliendo,

algunos

murmuraban

estaba parado allí... Mirándolo.

y

JongDae

— Nos vamos ya.

LuHan volvió a envolver su cintura y lo sacó del salón, su otro brazo tomando también a JongDae.

— Hyung ¿A donde vas?.— Sehun se había ganado ir a detención por él, no iba a dejarlo sólo. — No hicimos nada.— se quejó.— ellos son nuestro boleto de salida.

Minseok puso los ojos en blanco ante el comentario del rubio. ¿Qué tan dramático podía ser LuHan? ¿Y como era qué Sehun le hablaba sin desmayarse?

— Sólo ocultate y no hables Sehun. — Esto sólo lo hará peor. — Sehun — No. — JongDae y Minseok tendrán una cita, los estas retrasando.— el menor los miró con los ojos bien abiertos.— Tendré una cita contigo sí cooperas. — ¿Sólo debo esconderme no?.— sonrio.

Escapar de KangIn fue fácil. LuHan se separó de los dos chicos y huyó aún cuando Minseok casi rogó para qué no lo abandonase.

— Comenzaremos nuestra cita Baozi.

— No voy a divertirme. — No me dejarás. — Lo haré.

JongDae había tomado fuertemente su mano, cuando LuHan y Sehun se marcharon. Sus ojos sólo miraron sus dedos entrelazarse con los del más joven por una fracción de segundo, luego decidió no seguir mirando. Su cuerpo y su mente funcionaban de formas extrañas ese día, y todo era culpa de JongDae. La cita no seria divertida, no podía serlo. Debía alejarse del menor o todo a su alrededor se desmoronaria, no quería qué eso sucediera.

— ¿A donde vamos?

El castaño sólo había comenzado a caminar sin decirle nada.

— ¿Alguna sugerencia de algo divertido? — Quiero irme a casa y acabar con esto — había sido demasiado sincero para el gusto de JongDae. — ¿Has patinado sobre hielo? — suspiró. No lograría hacer qué el chico sólo lo dejará ir. — No. — Será nuestra primera parada entonces.

Depronto parecía qué si tenía sentido a donde iban, los pasos de JongDae eran mucho más apresurados y su mano apretaba la suya levemente.

...

— ¡No lo haré! — repitió por quinta vez. Sus manos aferrandose al frío metal qué rodeaba la pista—. ¡No me obligarás a entrar allí!

JongDae sólo sonreía, Minseok se había puesto del color del hielo cuando miró la extensa pista bajo sus pies. El destello de valentía aún en sus ojos —extinguiendose claro—. Todo gracias a qué un estúpido niño había elegido caer sobre el hielo, justo frente a Minseok, quien lo vio derramar lágrimas completamente horrorizado. — Vas a estar bien. — No, no quiero caerme y definitivamente no entraré— resopló.

Deslizando sólo un poco sus pies sobre el hielo, llegó hasta Minseok. Tomó sus manos pegadas al metal y lo atrajo a su cuerpo, los pies del mayor dando pasos torpes, temero de caer.

— No voy a soltarte— dijo en voz baja, sus manos sujetandolo firmemente—. Lo prometo.

Sonrió al sentir la mano de Minseok apretar la suya mientras qué un hermoso tono rojo, recorría

sus

mejillas.

Sus

hermosos

ojos

castaños sobre los suyos, Minseok se veía algo asustado y nervioso.

— Ponte ligero... Y sólo sigueme— asintió, no muy seguro de lo qué haría.

Sus pies deslizándose en el hielo junto a los del menor, sus manos fuertemente apretadas y un extraño sentimiento de ansiedad aflorando en su estómago.

— ¡Me estoy moviendo!

Sus labios curvandose en una amplia sonrisa mientras JongDae lo hacía moverse más. Los ojos

del

menor

puestos

en

el,

en

todo

momento. A JongDae le resultaba realmente hermoso ver como los ojos de Minseok brillaban, sus amplia sonrisa mostrando sus dientes, y su piel pálida adquiriendo un poco de color.

— ¡Lo estás haciendo bien Baozi! — sus patines deslizándose cada vez más y más por el hielo— . ¿Quieres hacerlo sólo?

La respuesta de Minseok fue inmediata, sus ojos mirando a JongDae fijamente, asustados otra vez. El menor sólo sonrió aún tomando sus manos y comenzó a moverse. La hoja de sus patines cortando el hielo y los ojos del mayor mirando cada grieta o marca con asombro. Su corazón latía bastante rápido, la adrenalina recorriendo su cuerpo mientras decidía qué estaba bien soltar a JongDae. Y luego su cuerpo huyendo del menor, quien rápidamente comenzaba a deslizarse detrás de él. No podía evitar reír, nunca antes había echo algo así y era divertido. Miró una vez más hacia atrás buscando a JongDae, y cuando sus ojos se

encontraron

con

los

del

menor

un

pensamiento se coló en su mente. ¿Sería así de divertido siempre?

— ¡Minseok! ¡Cuidado!

Se había distraído sólo por un segundo, uno realmente pequeño, y ahora cuando miraba realmente al frente, se daba cuenta de qué su cuerpo

se

acercaba

al

muro

de

metal

demasiado rápido. Iba a recibir un fuerte golpe, no podría levantarse luego, lo sabía. La sensación de miedo había comenzado a crecer dentro de él poco a poco, haciendo qué sus rápidos latidos dolieran y qué el aire escapase de sus pulmones. Cerró los ojos con fuerza, para no ver cuando ocurriera todo. Sintió una presión en su muñeca y luego su cuerpo golpeando un poco el hielo, había algo suave debajo de él, pero tenía miedo de abrir

los ojos. Se suponía qué debía doler, pero no era así, eso sólo aumentó su pánico.

He... ¿Muerto?

— Baozi... ¿Estas bien? — preguntó JongDae.

Su voz sonando un poco agitada y adolorida. Minseok abrió sus ojos al sentir la mano del menor sostener su cintura, miró los rasgados ojos de JongDae y tembló abrazandose a él. Lo había salvado.

— ¿Te duele algo? —negó— Llegué a tiempo...

Casi había visto a Minseok estrellarse contra el muro, nisiquiera el sabía lo qué sucedía. Sus

pies sólo reaccionaron y tomaron el brazo del mayor, un chico le había ayudado empujandolo luego para qué no se golpearan ambos contra la pared.

— Te dije qué algo malo pasaría— se quejó Minseok—. Casi muero.

Su voz aún amortiguada por su abrigo, su rostro refugiandose allí mientras tranquilizaba su respiración. Seguía asustado.

— Sólo fue un pequeño susto... Te distrajiste— resopló— ¡¿En qué estabas pensando Minseok?!

No respondió, en lugar de hacer eso, sólo levantó su vista para mirar al menor. Seguían tirados en el hielo, el gorro qué se había

puesto JongDae estaba al lado de su cabeza y el chico lo miraba fijamente. Preocupado y asustado.

— Yo... —negó

No le diría la razón de su distracción. Así qué sólo lo miró en silencio por unos largos segundos, y antes de qué siquiera él pudiera notarlo, sus labios ya estaban sobre los de JongDae. Era la primera vez qué iniciaba un beso... Y extrañamente se sentía bien. — ¿Podemos repetir eso? —preguntó el menor con una sonrisa. — No, y levantate o te congelarás.

Si salvar la vida de Minseok le haría besarlo, entonces

debía

hacer

eso

más

amenudo,

aunque fueran cosas realmente pequeñas. No importaba. Se levantó de la pista de hielo con la ayuda del mayor y salieron de la pista tomados de la mano.

— ¿Siguiente parada? — Vamos a un café... Tengo frío.— asintió.

Volvió a dejar qué JongDae lo arrastrase a cualquier sitio. El no sabría a donde ir o qué camino tomar, no conocía las calles y era bastante claro qué no salía mucho.

— ¿Qué tal la pista de hielo?

— Bien pero... Atemorizante— el menor sonrió. — Era la primera vez, así qué es normal— lo miró—. Prometo qué la próxima será más divertido.

"La próxima" la cita aún no había acabado y JongDae ya estaba haciendo planes a futuro, Minseok se sentía extraño. Entraron a un café a sólo unas cuadras del parque donde habían estado, el frío aún colándose bajo sus pieles y la sensación de adormecimiento en su cuerpo desapareciendo al tomar los vasos de café en sus manos.

— Se siente bien—susurró Minseok.

Buscaron una mesa apartada de todas las personas

hablando

animadamente

y

se

sentaron, el uno frente al otro. Los ojos de Minseok estaban puestos sobre JongDae,

el

menor

tomaba

de

su

café

tranquilamente mientras observaba a la gente a su alrededor.



¿Cuanto

tiempo

exactamente? sorprendido

— de

llevabas lo

qué

espiándome

miró,

levemente

Minseok

preguntase

aquello. — No mucho... — JongDae... — Tres o cuatro semanas — asintió. — ¿Por qué lo hacías? — se encogió de hombros.

— Caí en tu jardín por accidente, y te escuché destruir el piano.

Sonrió al ver como las mejillas del mayor se teñían de rosa. No se suponía qué alguien más supiera qué era un asco tocando el piano.



¿Puedes

tocarlo

mejor?

—preguntó,

enarcando una ceja. — Sí, pero me gusta verte destruir el piano — otro sonrojo cubriendo sus mejillas. — Idiota.

Era gracioso ver como Minseok tomaba de su café con las mejillas completamente rojas, sus labios rosas y el ceño fruncido.

— Tus expresiones—soltó—. Te ves realmente hermoso cuando tocas una nota y Henry te dice qué era la equivocada— otro sonrojo cubriendo sus mejillas. — No digas cosas vergonzosas JongDae — sonrió— ¿Conoces a SoHee? — Ella y Henry me descubrieron antes qué tu. — ¿Y no pensaban decirme nada cierto? — resopló—. Sigo sin entender por qué todos siempre hacen este tipo de cosas. — ¿Todos? ¿Qué cosas? — ¿Sabes como conocí a LuHan? —negó. — Mi hermana lo conoció en un bar, se supone qué debía seducirme — bufó.

LuHan había llegado un día, de la nada haciendole extraños cumplidos y el sólo quería golpearlo fuerte en la cabeza hasta dejarlo

inconciente. En lugar de eso, sólo lo aterrorizó un poco, le dio comida y terminaron siendo mejores amigos.

— ¿Logró algo? —no podía evitar sentirse algo asustado de lo qué fuese a responder él mayor. — Un golpe en la cabeza — rió. — ¿Qué hay de YiXing? ¿Fue igual?— asintió. — Fue Henry quien lo envió— respondió, tomando otro sorbo de su café— Llegó a casa diciendo: "Se supone qué debo seducirte, pero prefiero qué seamos amigos primero" — ¿Y Aceptaste? — Sí, y dos horas después YiXing olvidó lo qué se suponía qué debía hacer— sonrió. — ¿BaekHyun? —negó.

— Sólo una persona despistada e idiota no notaría qué le gustaba Chanyeol. — ¿Y KyungSoo? — Mi madre— suspiró—. De todos mis amigos, KyungSoo es su favorito. — ¿Qué dijo el? — Minseok Hyung, tu madre quiere qué seamos

novios

y

posiblemente

esposos

¿Quieres qué actuemos? — JongDae fruncio el ceño, antes le agradaba KyungSoo, ahora pensaba qué era un traidor. — Entonces fingieron ser novios — afirmó, el claro tono de molestia en su voz. — Sí, y tuvimos una dramática ruptura— sonrió.

Aún podía recordarse a sí mismo gritándole a KyungSoo

desde

la

escalera,

el

menor

llamándolo aburrido y el, llamándolo niña. Fue gracioso,

después

de

qué

SoHee

los

interrumpio por qué realmente se había creído el plan, habían ido juntos a la casa de LuHan y se quedaron allí un fin de semana entero, jugando video juegos y molestando a BaekHyun con Chanyeol.

— ¿Por qué estaban haciendo eso? — Rechaze a cinco chicas en dos semanas — respondió con simpleza—. Eran estúpidas y querían tratarme como a un muñeco de porcelana. — Entonces... ¿Qué dirá tu madre si sabe qué estamos saliendo?

No respondió, sólo se quedó en silencio por unos minutos pensando en lo qué sucedería, a

su madre no parecía gustarle JongDae así qué lo más seguro era qué...

— Hará qué te alejes—soltó. — ¿Te quedarás conmigo?

No respondió, sólo lo miró en silencio ¿Acaso JongDae tenía idea de como lo hacia sentir esa pregunta? Su corazón estaba latiendo a prisa y sus manos alrededor del vaso de café habían comenzado a temblar. La cita aún no había terminado, pero apesar de qué dijo que no se divertiria, había terminado riendo en la pista de hielo, también había sentido el impulso de besar al menor y... De quedarse abrazado a él. Pero temía a lo qué sucedería después, no quería acostumbrarse a JongDae, llegar a

quererlo y entonces darse cuenta de qué "sólo era un bonito rostro de porcelana" para el menor.

— Se lo qué estás pensando... Y no soy así— respondió JongDae—. No es sólo tu rostro... Supongo qué también ha llegado a gustarme, lo violento qué eres cuando te exasperas— sonrió. — Eres irritante la mayoría del tiempo. — Hagamos esto... — tomó aire—. Te daré el espacio qué quieras, no gritaré por los pasillos del instituto qué estamos saliendo y qué eres sólo mío, tampoco te trataré como a un... — hizo una mueca—. Muñeco, pero me dejarás ver tus ensayos de piano y tendremos citas. — ¿Por qué quieres hacer esto?

— Por qué no sabía qué me gustabas tanto, hasta qué dijiste qué me odiabas y me sentí mal por eso. — Eres masoquista— negó. — Estoy enamorado de ti Minseok.

¿Era

normal

qué

sintiese

su

pecho

estremecerse de esa manera? ¿Era normal sentir aquella ansiedad? ¿Eran normales las ganas qué tenía de besar a JongDae por sus palabras? No, nada de eso era normal y lo sabía, algo dentro de él estaba cambiando y aunque se sentía aterrorizado, respondió a la pregunta de JongDae.

— Está bien— ¿Era normal sentirse feliz al ver la sonrisa de JongDae también?

Luego de salir del café JongDae pasó a la casa de LuHan para dejar a Minseok. Habían pasado al menos unos veinte minutos y el chico seguía parado frente al gran portal de hierro blanco, con la boca abierta.

— ¿LuHan también es... — Nisiquiera sabía qué decir.

Aquella casa era igual de grande qué la de Minseok, y lo sorprendente del caso era qué, LuHan era un vago ¿como podía vivir en un lugar así?

— Deja de babear JongDae — dijo Minseok.

Ya estaba cansado de esperar a qué el chico reaccionara, sólo quería entrar y cambiarse de ropa.

— ¡El es un vago! — exclamó. — Sólo tiene gustos extraños. — ¿Sus padres saben como viste? — asintió. — Hyorin y Leeteuk son bastante... Raros.

JongDae lo miró, aún procesando las palabras de Minseok, mientras qué el mayor sólo comenzó a tirar de él para hacer qué entrase a la gran casa. Varios de los empleados los saludaron cuando

se

con

respetuosas

adentraron

en

reverencias, el

gran

y

salon,

JongDae pudo ver a un chico corriendo en pijama de la cocina a una de las habitaciones.

— ¿Qué demonios fue eso?

Creyó haber visto algo con cuernos y muchos colores correr de un lado a otro.



Era

LuHan



respondió

Minseok

con

simpleza —. Vamos.

Subieron al segundo piso tranquilamente y cuando entraron en la habitación, fueron levemente sorprendidos por la vista de, lo qué parecía ser, LuHan torturando a Sehun.

— LuHan ¿Qué demonios estás haciendo? — preguntó Minseok, masajeando sus cienes — Son cuernos de mentira ¿Lo sabes no?

El rubio sonrió desde su lugar, dejando de "apuñalar" a Sehun con sus cuernos de felpa y se sentó en el piso, con la mirada clavada en los recién llegados.

— ¿Qué tal la cita? — preguntó. — Bien ¿Donde están tus padres? — Noche de bolos — se encogió de hombros — ¿Me contarás los detalles de tu cita? — No. — ¿Por qué está Sehun aquí? — preguntó JongDae. — Tuvimos una cita en casa — respondió el nombrado —. Películas, video juegos, Bubble Tea...

Minutos

después

de

una

incómoda

conversación, JongDae y Sehun se fueron. Minseok tomó un baño relajante y luego se cambió a un cómodo y "normal" pijama, para luego recostarse junto a LuHan en la cama.

— ¿Lo dejarás? — No. — ¿Por qué no? — No lo sé. — ¿Qué hicieron hoy? — Me llevó a una pista de hielo — el rubio sonrió. — Qué romántico. — Se suponía qué me divirtiese, no qué fuera romántico. — No sabes patinar.

— Y por eso, casi me estrello contra un muro — admitió, y la risa de LuHan no se hizo esperar. — Minseok... — ¿Hmmn? — No deberías dejar qué tu extraña forma de pensar aleje a JongDae — lo miró — Parece ser una buena persona, Sehun dijo cosas sobre él. — ¿Así qué estuviste sacando información a Sehun

durante

su

cita?



rió

un

poco

asintiendo. — No puedes predecir lo qué hará por qué ni el mismo lo sabe. — ¿Estas hablando enserio? — Los juegos de adivinanzas suelen ser irritantes, pero buenos. — ¿Estas aprobando a mi novio? — preguntó burlón.

En respuesta a eso, el rubio sólo elevó su pulgar en el aire y sonrió. Ese era el tipo de amistad qué tenían, unos pocos golpes, risas, comida y conversaciones de ese tipo. — ¿Lo quieres? ¿A JongDae? — Tal vez un poco — el rubio sonrió—. Y si lo mencionas, no volveré a darte de mi comida. — Por cierto, mañana todos irán a nuestra mesa — sonrió. — KyungSoo va a golpear a JongIn. — Lo sé, Será divertido de ver.

Esa noche el sueño envolvió tranquilamente a Minseok,

sus

pensamientos

viajaron

en

dirección contraria, a ese lugar donde una voz le susurraba qué todo estaría bien, y que había tomado la decisión correcta.

JongDae ya no seria un extraño, y esperaba que sus inseguridades desaparecieran. El sonido de su corazón palpitando en sus oídos y el nerviosismo

invadiendo

su

cuerpo,

serían

sensaciones a las qué debía acostumbrarse. Era como respirar un nuevo aire, uno cálido y lleno de misterios La mañana siguiente MinSeok y LuHan se dirigieron al instituto sin decir palabra alguna de lo que sucedió el día anterior. Y el castaño solo se quedo parado en el gran portal del instituto mirando como su amigo y SeHun, eran arrastrados a detención por kangin.

Solo agitó su mano en el aire despidiéndose de LuHan cuando este le pidió que lo salvara. La mano

entrelazándose

con

la

suya

no

lo

sorprendió,

y

tampoco

el

pequeño

peso

ejercido por la barbilla de JongDae en su hombro.



¿No me gritaras hoy? — pregunta, al notar que el castaño no lo rechaza ni se queja.



¿Quieres que te grite? — pregunta MinSeok de vuelta — Eso es extraño JongDae.



Baozi…





No me llames así.

¿Puedo besarte? — pregunta, sus ojos brillando mientras MinSeok lo mira, con el ceño fruncido.



¿Frente al instituto? — sonríe — No, JongDae.

Suspira, consciente de que MinSeok no iba a aceptar su propuesta. Aun así, se siente mejor de saber que puede tomarlo de la mano sin ser gritado o empujado.



¿Cuándo podre hacerlo? — pregunta, levemente esperanzado de que el mayor cambie de parecer. Pero no lo hace.



No me preguntes ese tipo de cosas.

Solo se da la vuelta, para evitar que el castaño note sus mejillas sonrojadas, y camina dentro del gran portal del instituto, con JongDae tomando su mano mientras sonríe de forma estúpida a los que los miran.

Todos nos están mirando — dice, en



caso de que MinSeok se haya olvidado de soltar su mano.



Lo sé — responde, y JongDae tiene que hacer el esfuerzo de recoger su mandíbula del piso discretamente.

MinSeok lo está aceptando, y el aun no puede creerlo.

Su

pecho

se

está

hinchando

de

felicidad al tiempo que su sonrisa se agranda. Quiere besar al mayor y abrazarlo con fuerza, pero se contiene y solo dice:



Gracias MinSeok — dice, y el agarre en sus manos de vuelve un poco más fuerte. No quiere soltarlo.



No puedes gritar nada en los pasillos o la cafetería — susurra MinSeok —. Dijiste que no lo harías, así que recuérdalo.



¿puedo decirle a los chicos? — pregunta y MinSeok niega.





Sería ridículo que no se enterasen

Te sorprendería de cuantas cosas se pierde ChanYeol, o Kai.



Pasan por el salón de detención de camino a sus salones de clases y LuHan les levanta el pulgar desde uno de los viejos pupitres. SeHun está sentado frente al rubio, rayando un papel unos segundos y luego mirándolos, el es más discreto que LuHan quien empieza a silbar, solo sonríe y pasa un lápiz al mayor frente a él.

Voy a golpearlo muy fuerte durante la



hora de descanso — dice MinSeok entre dientes y JongDae sonríe. Cree comenzar a descubrir de donde viene toda la violencia que usa KyungSoo con JongIn en ocasiones.

JongDae deja a MinSeok frente a la puerta del aula

3-A,

y

se

marcha.

Ninguno

puede

concentrarse durante sus clases, y MinSeok se contiene de apuñalar con su lápiz al profesor de informática, Cho KyuHyun, cuando dice que él y JongDae se ven bien, después de anotar algo en el pizarrón.

Rompe su lápiz en lugar de lanzarlo a Cho y el mayor sonríe con satisfacción, MinSeok odia que de tantos profesores en el instituto, KyuHyun sea quien este mayor parte del tiempo en su aula.

Prefiere a ZhouMi y Henry, que siempre están haciendo

bromas

y

mantienen

la

clase

entretenida. Lo que más le gusta de ellos, es ver como sacan a Cho del salón con su PSP, como si fuese un mueble viejo. Su otro profesor favorito es Yesung, quien no se abstiene de golpear a Cho en la cabeza si está molestando en su clase.



No me mires así MinSeok — dice el castaño —. Sé que soy tu profesor favorito — MinSeok bufa y sonríe cuando ve a Yesung entrar por la puerta.

Cho una vez más ha tomado más de su hora de clases, y pagará por ello. Yesung se acerca sigilosamente al castaño, y mientras

escucha

a

MinSeok sonríe

SanDeul

y

Baro,

atragantarse de la risa detrás del. Yesung golpea con su libro a KyuHyun en la cabeza y luego lo arrastra hasta el pasillo, cierra la

puerta y comienza su clase, como si no hubiese dejado un cadáver tirado fuera del salón.

****

LuHan sigue sobando su cabeza mientras hace pucheros, MinSeok y JongDae llegaron de últimos a la hora del descanso en la cafetería, y MinSeok lo golpeo en la cabeza por ponerse a silbar cuando los vio entrar tomados de la mano. También le quitó su comida y ahora está comiéndola tranquilamente mientras LuHan hace infinidad de caras “tiernas” para obtener su comida de vuelta.



Hyung ¿No vas a comer? — pregunta SeHun al rubio, y este niega. No quiere la comida de KyungSoo o SeHun, solo quiere la de MinSeok, y el muy despiadado Baozi está a punto de acabársela toda.



Minnie — lloriquea, cuando el último bocado entra en la boca de MinSeok y este traga después de masticar un poco.



No volverás a silbar, o hacer cosas extrañas al verme con JongDae — ordena, y

el chico asiente —. Si lo haces no volveré a alimentarte — LuHan lo mira con los ojos bien abiertos, imaginando lo vacía y gris que será la vida sin la comida de MinSeok y cuando sus ojos se vuelven cristalinos, su amigo sonríe y le extiende un bentou rosa.



Eres diabólico MinSeok — dice ChanYeol desde el lado de BaekHyun.



No es ser diabólico — responde KyungSoo con una sonrisa —. Es una forma de control — vuelve a sonreír, y sus grandes ojos se posan en JongIn quien se atraganta con su comida.

Sabe que su Hyung acaba de hacer una amenaza abiertamente, y siente sus piernas temblar, porque sabe que KyungSoo va a torturarlo antes de enterrarlo. Al fin cumplió el castigo de besarlo. Lo hizo el día anterior cuando se ofreció a acompañarlo a su casa y el mayor no se negó.

Lo había besado cuando se disponía a abrir la puerta y KyungSoo le había correspondido, pero cuando se separaron, con los labios rojos y las respiraciones entrecortadas el más bajo solo había sonreído de forma extraña y había entrado a su casa sin decir palabra. Y ahora el temía por su vida.



Hyung lo siento — lloriqueó. No quería morir, era demasiado joven aun.



¿Por qué te estás disculpando JongIn? — pregunta JongDae y el moreno se encoge en su asiento, KyungSoo va a matarlo después de lo que a va escuchar, pero siente consuelo al saber que tal vez, MinSeok también asesine a JongDae.



Ya cumplí mi castigo — suelta —. Besé a KyungSoo

Hyung

y

torturando por tu culpa.

ahora

me

está

Los ojos de KyungSoo se abren como platos al escuchar “castigo” en la oración y quiere golpear a JongIn, pero mira a su lado y sabe que no quiere golpearlo tanto como MinSeok a JongDae.



Voy a darles la oportunidad de explicar esto — dice, y su rostro se ve tan tranquilo que todos tiemblan en la mesa —. Si alguno de los dos miente, lo sabré — amenaza —. Así que ni lo intenten.

Pasan saliva, levemente aterrados de lo que pueda suceder. JongIn piensa que no quiere ser torturado por MinSeok, porque es suficiente con KyungSoo, mientras que JongDae solo ruega porque lo poco que ha logrado con MinSeok no se vaya al trasto. — Hicimos que JongDae Hyung, tocara el timbre de la señora Cho — comienza JongIn —, y cuando sus gatos rabiosos salieron lo dejamos atrás — ChanYeol sonríe, ante el gracioso recuerdo del rostro aterrado de JongDae, pero cuando el mayor lo mira cierra su boca y oculta su sonrisa — ChanYeol tenía que venir al instituto con el cabello rizado o JongDae Hyung le diría a todos que, estaba enamorado de BaekHyun.

— Y lo dijo — soltó ChanYeol —. Solo porque YooRa nona me obligó a arreglarme el cabello.

— Yo solo tenía que besar a KyungSoo Hyung.

—¿Cuál era tu amenaza? — pregunta KyungSoo, rogando por que sea algo serio o matará a JongIn justo allí.

— Dijo abiertamente que asesinaría a mis mascotas — JongDae ríe, por la ingenuidad de JongIn y KyungSoo lo mira horrorizado.

— Eres un psicópata — le dice.

Y cuando MinSeok se gira a verlo, su sonrisa se desvanece y tiembla en su asiento. Es su turno de hablar, y si dice algo malo sabe que MinSeok

tendrá

la

excusa

perfecta

para

desecharlo. Y él no quiere eso.

— JongDae — suspira. Ho hace falta mentir, por que hizo todo por una razón, pero solo espera que sea lo suficientemente buena para salvarlo.

— Lo hice porque son un par de idiotas — soltó, haciendo a todos fruncir el ceño —. Están enamorados pero nadie dice nada, así que solo use algo tonto para hacerlos confesarse— dice

con simpleza y las mandíbulas de JongIn y ChanYeol caen al piso —. Hasta yo se lo estricta que es YooRa, era bastante obvio que no te dejaría con el cabello así por mucho tiempo — dice sonriendo ante la cara estupefacta de ChanYeol — y JongIn, sabía que meter a sus cachorros en esto solo lo haría más fácil, besar a KyungSoo era un primer paso… eso es todo.

KyungSoo ha olvidado sus ganas de golpear a JongIn, y MinSeok no sabe que decir. JongDae tiene una forma extraña de hacer las cosas, pero no es mejor que la suya y sabe que no puede hacer nada. El está consciente de que a LuHan le gusta SeHun y lo amenazo con la comida solo para que le menor obtuviera un

beso. Se sentía algo avergonzado en ese momento.

—¿Por qué quedé fuera del juego? — pregunta SeHun tranquilamente.

— Es obvio que no te importa ocultar que te gusta LuHan — suelta JongDae —. Lo sigues a su casa, vas a detención por él, lo miras todo el tiempo en la cafetería, y también te sales de clases en ocasiones para verlo dormido sobre su mesa a la hora de clases.

El menor se sonroja cuando todas sus hazañas son nombradas y LuHan ha dejado de comer para mirarlo al igual que todos. Es entonces cuando desea haberse callado, no sabía que JongDae sabia tanto sobre sus actividades y eso era aterrador.

—¿Quieres que salgamos? — pregunta LuHan, su boca un poco llena de comida. SeHun parpadea, ligeramente sorprendido por la pregunta — Ya sabes, como MinSeok y JongDae — se encoge de hombros y SeHun asiente, aun aturdido —. Genial, entonces somos novios ahora.

Vuelve a su comida y todos siguen mirándolos con los ojos bien abiertos. MinSeok cuenta con sus dedos los segundos para que SeHun se desmaye y cuando llega la número cuatro, SeHun ha notado que no está soñando, el sexto dedo se levanta y el menor está sonriendo con las mejillas sonrojadas, el octavo dedo se levanta y SeHun cae al piso mientras LuHan deja el bentou vacio en la mesa.

— Creo que deberías llevarlo a la enfermería LuHan — dice KyungSoo, y el rubio solo se sienta en el piso junto a su nuevo novio y lo despeina un poco.

No pasa mucho cuando el chico ya ha abierto los ojos y luhan le sonríe ayudándolo a sentarse en la mesa. MinSeok desvía su vista hasta JongDae, y el chico lo mira con una sonrisa temblorosa.

— Deja de amenazar a los demás — dice tranquilamente y JongDae asiente.

La campana suena poco después. Y todos van a sus clases. ChanYeol y BaekHyun entran a su

aula de clases tranquilamente, tomados de la mano y KyungSoo acompaña a JongIn a su salón, SeHun y LuHan los acompañan.

JongDae por su lado, esta debatiéndose entre solo arrastrar a MinSeok fuera, o dejarlo ir. El mayor entra en su salón notando a KyuHyun obstruyendo su paso, cuando siente la mano de JongDae apoderarse de su muñeca.

Se gira un poco sorprendido, y antes de que pueda decir algo está siendo arrastrado fuera del salón, y luego fuera del instituto. Está paralizado ante la idea de que está faltando a clases y le llamarán a su madre si no regresa antes de que KyuHyun diga algo. Pero no puede ni quiere soltarse de JongDae.

— ¿A dónde vamos? — pregunta simplemente.

— Tendremos otra cita.

—¿No puede ser luego de clases? — niega, y da la vuelta al ver el portal cerrado. Irán por la salida que usa SeHun para seguir a LuHan sin ser viso.

— No quiero volver a clases hoy — dice—. No es como si vaya a poder concentrarme — sonríe y mira las mejillas del mayor teñirse de rojo.

—Van a llamar a nuestras casas.

— Mis padres nunca están en casa — confiesa —. Y hablaré con tu madre si es necesario.

MinSeok sigue sin entender de qué forma piensa JongDae, siempre haciendo cosas a la ligera, amenazando a sus amigos, espiándolo e incluso… enamorándolo.

No quiere admitirlo, no quiere decir en voz alta que está enamorado porque siente que i da un paso en falso va a lastimarse, pero no puede

hacer que su corazón se detenga y corra a un ritmo normal, no cuando JongDae solo se detiene en medio de la acera y lo mira, su mano posándose en una de sus mejillas y luego sus labios tocando los suyos.

Lo besa con seguridad, a pesar de que por dentro todo se está derrumbando a causa de las dudas. Y siente como cada parte de su cuerpo se estremece ante el toque de JongDae. Nunca se había sentido tan vivo, y no sabe si es porque están haciendo algo que no deberían, o por

que

JongDae

lo

sostiene

con fuerza

mientras lo besa.

Quiere quedarse así, pero sus respiraciones faltan y sus labios se separan. JongDae se

niega a dejarlo así que da cortos besos a sus labios mientras lo acerca más a su cuerpo. Están a punto de volver a besarse cuando el sonido de la escandalosa risa de ChanYeol los separa y notan a todos sus amigos a su alrededor.

— Parece que no fuimos los únicos en huir de clases hoy — dice LuHan, y MinSeok puede incluso ver a KyungSoo sosteniendo la mano de JongIn en el fondo.

—¿Quieren que nos echen de un parque por los uniformes o vamos a mi casa? — propone LuHan y todos asienten — mi casa entonces.

MinSeok sigue riendo mientras JongDae se queja a su espalda, y solo se recuesta un poco de su pecho. Están jugando video juegos en parejas y JongDae, y sehun van perdiendo. Se han pasado toda la tarde jugando o tirándose cosas, la habitación de LuHan está hecha un desastre y cuando Hyorin llega a casa esa noche. LuHan solo hace una extraña presentación de SeHun como su novio y la chica despeina al menor con una sonrisa, le hace

preguntas

extrañas

y

luego

parece

simplemente aceptarlo.

Todos

están

fuera

dos

horas

después,

caminando por calles diferentes y pensando en buenas excusas para justificar las llamadas que de seguro recibieron sus padres del instituto. MinSeok no sabe por qué está caminando a casa de JongDae en lugar de a su casa. Pero no

quiere ver a su madre con el ceño fruncido frente a él, piensa. Solo quiere descansar, y tener un poco de paz en lugar de regaños y reglas. Tal vez. Solo tal vez, si se queda con JongDae obtenga eso. Entran a la casa del menor justo cuando su teléfono suena y mira el nombre de SoHee en la pantalla. Decide contestar porque sabe que no recibirá regaños de su hermana, y cuando escucha su voz del otro lado sonríe. Ella es tan extraña como él.

— LuHan dice que te quedarás a dormir en su casa… Pero sé que no es cierto —dice—. Así que asegúrate de mandarme la dirección de JongDae para que pueda enviarte ropa con Henry. — ¿Llamaron del instituto? — pregunta.

—No, LuHan también dijo algo de eso — frunce el ceño, es imposible que no hayan llamado. JongDae lo saco de clases frente al profesor —. Dijo que KyuHyun había llamado a decir que serán sus esclavos de ahora en adelante porque no los delató a todos. —¡¿Qué?! —No lo sé MinSeok, faltaste a clase para salir con tu novio y ahora eres esclavo — ríe y SoHee también lo hace —. Mama no lo sabe, así que estarás bien, solo tengan cuidado. —Está bien. —Nos vemos mañana.

La llamada finaliza, y JongDae sigue mirándolo. Esperando que no diga que debe irse, o que está en problemas por su culpa, pero en lugar de un regaño o algo así, MinSeok sonríe y dice:

— Creo que somos esclavos de Cho — se encoge de hombros y JongDae sonríe. —Vamos arriba.

MinSeok manda la dirección de la casa a su hermana

y

acompaña

a

JongDae,

quien

agradece haber acomodado su habitación por que ahora MinSeok está viendo todo de forma extraña, y espera que no se sienta incomodo, porque su habitación es del tamaño de su baño.

—Es… —¿Pequeña? —Un poco, pero no me refiero a eso — sonríe —. Solo que… esperé cosas moviéndose debajo de toda la ropa en el piso o algo así.

—Me costó dos días ordenarla bien — dice con una sonrisa. —Buen trabajo — levanta su pulgar y ríen.

Los padres de JongDae no llegan a la hora prevista, en lugar de eso, envían un mensaje, diciendo que no irán a casa, y JongDae sólo se encoge de hombros.

Cocinan algo juntos de cenar y luego se sientan frente a la tv. Comen mientras hablan y ríen. Y MinSeok piensa que se siente bien ser normal. JongDae puede comer frente al televisor al menos. Cuando Henry llega con la ropa de MinSeok, les da una de sus sonrisas extrañas, haciendo que se

sonrojen

tanto

que

apenas

se

puede

distinguir cualquier color humano en sus rostros. Entran de nuevo a la casa cuando el

chico se ha ido y MinSeok va a la habitación de JongDae a cambiarse.

Nota a JongDae a su espalda, cuando las manos del menor sujetan sus caderas desnudas, y tiembla al sentir el frío provenir de éstas. Su corazón late con fuerza cuando siente los labios del castaño en su cuello, y sus ojos están realmente abiertos.

— JongDae, ¿Que estas haciendo? —pregunta, con voz temblorosa y el menor sonríe en su oído. — Nada —responde con simpleza.

Muerde el lóbulo izquierdo de la oreja de MinSeok, y éste se estremece cuando siente una extraña oleada recorrer su cuerpo. Las

manos de JongDae giran sus caderas, y cuando están frente a frente, puede ver el brillo en los ojos de JongDae.

— MinSeok... —No dice nada más. Sólo junta sus labios y el mayor responde al beso.

Enreda sus manos en el cuello del castaño, pegando

su

cuerpo

semi

desnudo

al

de

JongDae y tiembla. Por qué nunca había sentido sensaciones tan fuertes antes. Está nervioso, pero también ansioso de sentir más.

— Te amo —suelta el menor dentro del beso, y MinSeok se paraliza. Hay

luces

rojas

por

todos

lados

cuando

JongDae se separa de MinSeok. La alarma de peligro se ha encendido, y JongDae está

consciente de que metió la pata, por qué no debió decirle a MinSeok que lo ama tan pronto, no cuando sabe que la probabilidad de que huya es máxima.

— Lo siento —se apresura a decir, pero MinSeok no se mueve. No dice nada —. Se que es demasiado pronto —dice, y revuelve su cabello con nerviosismo cuando el mayor no responde. Está perdido, eso piensa.

Pero MinSeok no está asustado, tampoco molesto. Si hay una palabra para describir como se siente en ese momento, la palabra es; sorprendido. Por qué no cree que alguien pueda amar en tan corto tiempo, y menos si se trata de él. JongDae no puede amarlo. No puede estar si quiera hablando enserio.

— JongDae, no tienes que sentirte obligado a decir algo que no sientes —suelta, y el menor lo mira con el ceño fruncido. — No estoy mintiendo —responde. — No puedes estar hablando enserio —dice, mientras sus pies retroceden.

Las manos de JongDae caen a sus lados cuando mira los ojos de MinSeok. Conoce esa mirada, y es la misma que apaga cualquier brillo en los ojos de MinSeok cuando habla sobre cómo las personas lo comparan con algo frágil. No le gusta ver el rostro de MinSeok contraído a causa

del

desagrado

que

le

produce

el

pensamiento de que alguien lo vea como alguien débil.

— MinSeok, no suelo decir cosas que no siento —dice lentamente, mientras se acerca con

pasos cortos al chico —. Si digo que te amo. Es por qué así es.

MinSeok niega una

vez

más

y vuelve a

retroceder. JongDae no lo ama, eso tiene que ser mentira. Las personas no pueden amar a algo que es imperfecto, por qué las cosas imperfectas no son bonitas. Eso es lo que dice su madre siempre, es por eso que tiene la extraña afición de compararlo con un muñeco. Por qué los muñecos son lindos, delicados, perfectos y todos los quieren.

— No...

MinSeok no es perfecto. Sus mejillas son demasiado

grandes,

sus

labios

demasiado

delgados, sus ojos no son ni tan rasgados — como

se

supone

que

deberían—,

ni

tan

pequeños. Su cabello castaño hace ver su piel demasiado

pálida,

su

sonrisa

muestra

demasiado sus encías y eso no es perfecto, tampoco es lindo. El no es delicado. Sus golpes son fuertes y certeros. MinSeok no es débil.

— MinSeok... — No...

MinSeok no es un muñeco al que se puede manipular con palabras. MinSeok no es un simple rostro de Porcelana, es más qué eso y JongDae va a demostrárselo. Acorta la distancia entre los dos, y sujeta las mejillas de MinSeok con firmeza mientras esté sigue retrocediendo. Caen en la cama, uno sobre otro y sus ojos se enfrentan.

— Ya te había dicho que no te veo como los demás —comienza JongDae, sintiendo como el cuerpo de él mayor se estremece bajo su cuerpo a causa de su voz grave—. La primera vez que te vi, tal vez sí. Me sentí atraído por tu rostro... Por tu belleza... — No existe tal belleza JongDae. — Existe MinSeok, y la veo cada día cuando te miro a los ojos —niega, mientras intenta tapar sus oídos. Pero JongDae no se lo permite —. No siento la necesidad de protegerte por qué se que puedes hacerlo sólo —sonríe—. Golpeas fuerte. Y se cuanto duelen tus golpes. Por eso se que no vas a romperte si te toco. Por eso me siento cómodo. — JongDae... — No quiero que escuches las estupideces que dice tu madre. Ella no sabe lo que dice y sólo

está haciéndote daño por algún complejo que tenga ella misma.

Suspira. Viendo como la mirada de MinSeok se suaviza

mientras,

pequeñas

lágrimas

comienzan a escabullirse de sus ojos. Limpia sus mejillas y junta sus frentes, sintiendo como el

cuerpo

desnudo

de

MinSeok

tiembla

levemente.

— Te odio JongDae —suelta MinSeok en un quedo susurro, mientras sus manos se posan en la espalda del menor —. Y odio cuando haces cosas que no espero que hagas — JongDae sonríe, recordando las palabras de SeHun en la enfermería. —

Gracias,

aburrido. irritante.

intento

Pero

no

tampoco

ser

predecible

impredecible

y e

Los ojos del castaño se abren como platos y luego suelta un bufido. No puede creer que JongDae esté intentando comportarse de cierta forma para agradarle.

— Sigues siendo jodidamente impredecible —le reclama, y el menor vuelve a reír. — No dije que fuera bueno intentándolo.

Besa sus labios levemente, y acaricia su torso desnudo con una de sus manos. MinSeok puede ver los ojos de JongDae encenderse una vez más y se arrastra en la cama, apartándose de él.

— JongDae, sal de la habitación para que pueda terminar de vestirme.

— ¿Por qué querrías algo como eso? — pregunta— Hace calor. — No, no está haciendo calor JongDae —dice, aunque se siente sofocado por la mirada que el menor le está dirigiendo.

Sentía frío minutos atrás, antes de que JongDae entrase

a

la

habitación.

Ahora,

con

el

mirándolo de esa forma. Se sentía acalorado y tembloroso, mientras JongDae se arrastraba hasta él.

— ¡JongDae! Quédate donde estás. — No. — Voy a patearte si sigues acercándote.

JongDae lo ignora. Y sólo se lanza sobre el cuerpo

del

mayor,

haciéndole

cosquillas

mientras ríe por qué la sonrisa de MinSeok es contagiosa.

— ¡Yah! ¡Deja de hacer eso! — Está bien —dice sonriendo, y se aparta un poco.

MinSeok se recuesta del espaldar de la cama, intentando

calmar

su

respiración.

Cuando

JongDae vuelve a hablar.

— Te amo MinSeok —suelta una vez más, y el mayor se atraganta con su respiración. — No digas eso —responde, sintiendo como su estómago se vuelve loco ante esas simples

palabras. No quiere sentirse así de extraño, es incómodo. — Te amo MinSeok —dice JongDae, una vez más. Y está vez, es el corazón de MinSeok el que se comporta como loco. No su estómago. — Deja de decir eso, me haces sentir extraño —suelta.

Su corazón está acelerado y sus manos están temblando, mientras JongDae sólo sonríe y se acerca

a

él.

Atrayendolo

a

su

pecho

y

sentandolo en sus piernas.

Besa sus labios con delicadeza, sintiendo como las manos de MinSeok suben a su cuello cuando corresponde. Así que muerde su labio inferior arrancandole un suspiro.

Sus manos vuelven a acariciar el torso desnudo del mayor, y éste se estremece ante el tacto. Las manos de JongDae siguen sintiéndose frías, y su corazón palpita tan fuerte que parece apunto de explotar. El beso se intensifica cuando la lengua de JongDae se abre paso en la boca del contrario. Jugando, saboreando, y haciendo que todo a su alrededor se sienta mucho más caliente. Las caderas de MinSeok comienzan un lento vaivén, rozando su miembro con el de él menor, que gime y se apega a él. Los labios de JongDae dejan los de MinSeok, y se deslizan por su cuello dejando un pequeño rastro húmedo, por donde sus labios pasan. Y se estremece cuando las manos de MinSeok se cuelan bajo su camisa, intentando retirarla. Retrocede. Separándose de él mayor y desliza su camisa sobre su cabeza. La lanza a una esquina,

y

luego

tira

de

MinSeok

para

recostarlo en la cama. Besa sus labios mientras se deshace del pantalón del chico y éste sigue moviéndose, buscando desesperadamente su tacto. Despoja a MinSeok de lo que queda de su pijama, y lanza sus boxers a una esquina junto con el pantalón. El cuerpo de él chico es pálido y

delgado.

completamente

Sus

botones

erectos.

Al

rosas igual

están que

su

miembro.

JongDae observa por varios segundos, la forma en cómo las mejillas de MinSeok se tiñen de rojo, mientras sus piernas se mueven inquietas, buscando taparse.

— Eres hermoso MinSeok —susurra, y vuelve a unir sus labios.

El beso es más delicado ésta vez. JongDae juega con su mano y los pezones del chico mientras sus labios hacen el resto. Y cuando vuelve a alejarse de MinSeok, su miembro tiembla entre su pantalón. Porque los ojos del castaño están completamente vidriosos, sus labios están algo hinchados y su cuerpo... Lo está enloqueciendo. Así que se deshace de toda su ropa, suspirando cuando su miembro es liberado. E introduce tres de sus dedos en la boca del mayor, que comienza a lubricarlos con torpeza.

***

MinSeok

sigue

acariciando

los

brazos

de

JongDae mientras éste besa su cuello. Su trasero duele a causa de la intromisión del menor, pero ha comenzado a acostumbrarse

así que mueve sus caderas y se queja cuando las punzadas de dolor se intensifican. JongDae ha vuelto a recostarlo en la cama. Sube sus piernas a sus hombros y comienza las estocadas. Lentas y certeras. Besa sus labios con ternura y él corresponde. Sus latidos son fuertes y acelerados. Hacen ruido en la habitación, al igual que sus cuerpos chocando. Gimen, jadean por algo de oxigeno y buscan los labios del otro con desespero.

****

Los

ojos

de

MinSeok

siguen

sintiéndose

pesados. Y sus brazos envuelven a JongDae que en ese momento acaricia su cabello. Sus cuerpos están enredados entre las sábanas. Aún hace calor, y las caderas de MinSeok duelen. Pero extrañamente se siente bien.

Nunca en su vida había faltado a la escuela. Nunca en su vida había huido a mitad de una clase.

No

había

tenido

citas

verdaderas.

Tampoco se había sentido así de vivo en años. Así que sus labios se extienden en una gran sonrisa mientras se apega a JongDae.

— Creo que... Perdí la cabeza —susurra. Y siente la sonrisa de JongDae en su frente. — ¿Por qué? — Te amo JongDae...

Levanta su rostro, y sus ojos se encuentran con los del más joven. El rostro de JongDae va de sorpresa, a felicidad, así que se acerca y besa los labios del mayor antes de responder con un...

— Yo también te amo MinSeok.

Aún puede ver al chico frente al piano. Sus delgados y hermosos labios curvandose en muecas

extrañas

mientras

el

instrumento

arruina el sonido. El cabello de MinSeok brilla un poco a causa de los pequeños rayos que se filtran por los cristales y JongDae, el sólo está escondido detrás de los arbustos. MinSeok nunca había roto con tantas reglas. Faltar a la escuela, fugarse, mentirle a su madre, enamorarse... Conocer a JongDae en la cafetería fue el suceso más desagradable por el que MinSeok tuvo que pasar. Pero a la larga... Fue eso lo que cambió su vida.

— Es hora de dormir Baozi.

— No me llames así JongDae —se queja MinSeok y JongDae... El sólo sonríe.

Related Documents


More Documents from ""