Kimball Y La Revelación-sobre_el Sacerdocio

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El Presidente Spencer W. Kimball pasó solo muchas horas, meditando y orando, mientras buscaba la revelación sobre la cuestión del sacerdocio. Cortesía de Church History Library. Intellectual Reserve, Inc.

1 Prometeo Hermeneuta. 29 Av, 5773

Spencer W. Kimball y la Revelación sobre el Sacerdocio

Edward L. Kimball BYU Studies 47, no. 2 (2008) in duda el momento más dramático de la administración de Spencer W. Kimball y probablemente el punto de interés de la historia de la Iglesia en el siglo veinte, ocurrió en Junio de 1978, cuando la Primera Presidencia anunció una revelación permitiendo que los hombres dignos de todas las razas fueran ordenados al sacerdocio y permitiendo a los hombres y mujeres dignos el acceso a todas las ordenanzas del templo. La historia de este tema se remonta a los primeros años de la Iglesia. Sin entender los antecedentes, no se puede apreciar la magnitud de la revelación de 1978. Cuando la Iglesia era muy joven algunos hombres negros fueron ordenados al sacerdocio. Pero pronto cesaron tales ordenaciones, y creció una tradición, apoyada por creencias cristianas comunes y ciertas interpretaciones de las escrituras, que los negros africanos padecen la carga de una maldición impuesta por Dios sobre Caín y su posteridad, que les imposibilitaban para participar plenamente en la vida de la Iglesia. Después de la Segunda Guerra Mundial, el movimiento de los derechos civiles creció poderosamente, exigiendo condición jurídica y social de igualdad para los negros. El movimiento cobró fuerza a través de la década de 1960, dando lugar a fuertes críticas de la Iglesia por su exclusión de los negros del sacerdocio y el templo, motivando algunos líderes de la Iglesia a prepararse contra el ataque y otros para preguntar si había llegado el momento de buscar un cambio.

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Edward L. Kimball En 1977, mi sobrino Andrew y yo publicamos Spencer W. Kimball describiendo la vida de mi padre hasta ese momento. Tenía entonces ochenta y dos años y creíamos que la historia estaba muy cercana al final. Pensamos que quizás cuando muriera podríamos sacar una edición revisada con un último capítulo terminando sus años de presidencia y resumiendo su lugar en la historia de la Iglesia. Pero no solo extendió su vida otros ocho años, también participó en la revelación de 1978 sobre el sacerdocio. Se hizo aparente que una revisión no era suficiente. Necesitaba ser un segundo volumen con enfoque sobre su presidencia, siendo la atracción principal la revelación, sus antecedentes y consecuencias. Postergué la escritura porque estaba ocupado con mis responsabilidades profesionales como maestro de jurisprudencia en BYU, pero diligentemente recolecté los pedacitos y las piezas que harían posible la escritura. Esto incluyó entrevistar a muchas de las personas que estuvieron involucradas personalmente en la historia. En 1996, me retiré y pude poner más atención al proyecto del libro. No fue sino hasta 2002 que tuve un borrador completo, pero el manuscrito era tan voluminoso, con textos y notas al pie, que parecía demasiado extenso para una publicación normal. Quería que el libro sirviera como un tributo a la vida y obra de mi padre, y sentí que la distribución más amplia vendría por medio de la publicación en un forma más corta, cuatrocientas o quinientas páginas. Un día mientras manejaba de Salt Lake a Provo, una solución cayó en mi mente. Era poner a disposición, a un precio razonable, la versión impresa más corta e incluir en la parte posterior del libro un CD que contenga la versión más amplia, con notas al pie, donde sería fácilmente accesible para cualquiera que esté interesado en la historia más detallada. Un beneficio secundario de crear un CD era la habilidad para incluir el texto de otros seis libros agotados, veinticuatro artículos, fotografías adicionales, y varios archivos breves de sonido ilustrando la voz de mi padre antes y después de la extracción de la mayoría de sus cuerdas vocales. El proceso de reducir el texto, quitar la mayoría de las notas, y crear el CD, fue emprendido con gran ayuda de los editores y el personal de BYU Studies. Este esfuerzo continuó hasta finales de 2004 cuando se alcanzó un acuerdo con Deseret Book para publicar el libro y el CD en 2005. Los capítulos acerca de la revelación son física y emocionalmente el corazón del libro, sin embargo hasta ahora la versión más completa, con sus notas, solamente ha estado disponible de manera electrónica. Estoy agradecido por el interés de BYU Studies en hacer accesibles la mayor parte de esos cuatro capítulos, junto con sus notas, también de manera impresa. 3 Prometeo Hermeneuta. 29 Av, 5773

La Explicación Tradicional para la Política Restrictiva La Iglesia en la que creció Spencer W. Kimball a principios del siglo veinte aceptaba sin cuestionar que los miembros de la Iglesia “de color” o “negros” no podrían recibir el sacerdocio. No eran elegibles para el servicio misional y todas las posiciones de liderazgo del sacerdocio. Ni los hombres ni las mujeres descendientes de africanos podrían recibir la investidura del templo, aunque podían ser bautizados vicariamente por sus ancestros. Podían recibir bendiciones patriarcales, servir como secretarios (aunque no como secretarios de barrio), enseñar clases, y participar en el programa de música. Las mujeres afroamericanas podían ser maestras visitantes, pero los hombres no podían ser maestros orientadores porque era una asignación del sacerdocio. El color de la piel no era el problema –los negros de la Polinesia y Australia no enfrentaban tales limitaciones. El “linaje,” o la supuesta genealogía, era el problema. La política de la Iglesia sólo se refería al sacerdocio, no a la dignidad personal, pero muchos Santos de los Últimos Días compartían con otros estadounidenses el prejuicio social general que relegaba a los negros a una condición social secundaria. Un estudio de Armand Mauss concluía que los mormones estaban prejuiciados, pero no más que otros estadounidenses religiosos. Los “mormones”… no eran más propensos a dar respuestas anti-negros que los presbiterianos, episcopales, luteranos… o bautistas,” aunque su sistema de creencias les podía proporcionar una racionalización fácil para el prejuicio.1

1

Armand L. Mauss, “Mormonism and the Negro: Faith, Folklore, and Civil Rights,” Dialogue: A Journal of Mormon Thought 2 (winter 1967): 36 (en adelante citado como Dialogue); Armand L. Mauss, “Mormonism and Secular Attitudes toward Negroes,” Pacific Sociological Review 9 (1966): 91–99, cited in William A. Wilson and Richard C. Poulsen, “The Curse of Cain and Other Stories: Blacks in Mormon Folklore,” Sunstone 5 (November/December 1980): 13. Las opiniones mormonas sobre las relaciones raciales (matrimonio interracial, segregación, derechos civiles, integración escolar, etc.) son similares a las opiniones nacionales. Esto era verdad antes de la revelación de 1978 (1972–76), durante el periodo cuando se anunció (1977–82), y después (1983–85). Los datos vienen del anuario de Encuestas Sociales Generales dirigido por la National Opinion Research Corporation por concesión de la National Science Fundation. El artículo de Armand L. Mauss, presentado en la reunión de la Mormon History Association, Logan, Utah, Mayo 7 de 1988; Armand L. Mauss to author, March 22, 2003. Vea también Armand L. Mauss, Mormonism and Minorities (Richmond: University of California Press, 1974). Cuando Spencer era presidente de estaca en Arizona observó que el prejuicio existía no solo hacia los negros, sino también hacia los miembros latinos. Vea también Russell Peek to author, March 27, 1995, and March 14, 1995. En 1976, los estudiantes de BYU eligieron a Robert L. Stevenson, un hombre negro, como vicepresidente del cuerpo de estudiantes. 1977 Church Almanac (Salt Lake City: Deseret News, 1977), 23. Spencer lo conoció. Spencer W. Kimball, Journal, September 7, 1976, en posesión del autor.

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Elijah Abel, un negro de los primeros conversos, pionero, y misionero, fue ordenado élder el 3 de marzo de 1836. Zebedee Coltrin ordenó Setenta a Elijah el 20 de diciembre de ese mismo año. Cortesía de Church History Library. © Intellectual Reserve, Inc. 5 Prometeo Hermeneuta. 29 Av, 5773

Afro-americanos en pequeños números habían sido miembros de la Iglesia desde sus días en Nauvoo. Cuando menos dos negros, Walker Lewis, un élder, y Elijah Abel, un setenta, fueron ordenados al sacerdocio durante la vida de José Smith.2 Lewis fue ordenado por el Apóstol William Smith, hermano del Profeta, en 1843 o 1844 en Lowell, Massachusetts, y continuó su involucramiento en la Iglesia hasta por lo menos 1852, cuando regresó a Lowell después de una visita a Utah. Elijah Abel continuó su actividad en la Iglesia en Utah, aun cuando cesó la ordenación de otros negros.3 Por la época de Spencer, los miembros de la Iglesia que sabían de Abel creían generalmente que su ordenación no reflejaba con exactitud la verdadera doctrina sino que fue un error, una excepción, o el resultado de la comprensión todavía imperfecta de José Smith. No se creía imposible que un hombre negro pudiera ser ordenado, sólo que era inadecuado.4 De esta manera, cuando tales errores de ordenación salieron a la luz, se pidió a los hombres que suspendieran el uso de su sacerdocio. Por el siglo veinte, el origen de la restricción se había alejado lo suficiente en el pasado que llevaba la santidad de la larga tradición. La mayoría de los mormones se sentían satisfechos que tuviera una base bíblica, a pesar que los pasajes citados eran, en el mejor de los casos, ambiguos. Spencer sabía que la restricción no venía de escrituras explícitas, sino más bien de interpretaciones de varios líderes de la Iglesia. El razonamiento, construido tan a menudo, funcionaba de esta manera: Si (como se atribuía a José Smith y Brigham Young) Dios no 2

Newell G. Bringhurst, “Elijah Abel and the Changing Status of Blacks within Mormonism,” in Neither White nor Black, ed. Lester E. Bush Jr. and Armand L. Mauss (Midvale, Utah: Signature Books, 1984), 131, 133. 3 Connell O’Donovan, “The Mormon Priesthood Ban and Elder Q. Walker Lewis,” John Whitmer Historical Association Journal 26 (2006): 48, en particular las páginas 82–95. Newell G. Bringhurst, Saints, Slaves, and Blacks: The Changing Place of Black People within Mormonism (Westport, Conn.: Greenwood Press, 1981). Al parecer algunas personas de origen mixto recibieron la investidura antes de 1907. Henry J. Wolfinger, “Jane Manning James: A Test of Faith,” in Worth Their Salt: Notable but Often Unnoted Women of Utah, ed. Colleen Whitley (Logan, Utah: Utah State University Press, 1996), 268 n. 60. Jane Manning James no fue investida en vida. Jessie L. Embry, Black Saints in a White Church: Contemporary African American Mormons (Midvale, Utah: Signature Books, 1994), 40. Compare con Roger D. Launius, Invisible Saints: A History of Black Americans in the Reorganized Church (Independence, Mo.: Herald Publishing House, 1988). Los mormones conversos del sur trajeron algunos esclavos al Territorio de Utah. La esclavitud negra, aunque legal en el Territorio de Utah hasta 1862, ocurrió raramente. Ronald G. Coleman, “African Americans in Utah,” in Utah History Encyclopedia, ed. Allen Kent Powell (Salt Lake City: University of Utah Press, 1994), 2. 4 En 1908, Joseph F. Smith declaró que entendía que el mismo José Smith declaró la ordenación de Abel "nula y sin efecto." Extracto del acta del Consejo, Agosto 26 de 1908, Kimball Papers; estos artículos están en posesión del autor, pero finalmente serán donados a la Biblioteca de Historia de la Iglesia, The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, Salt Lake City, Utah (en adelante citada como Church History Library). El Presidente Smith no ofreció bases para esa afirmación. Abel no creía que su ordenación hubiera sido anulada. Y veintinueve años antes, en 1879, José F. Smith notó que Elijah Abel tenía dos certificados identificándole como setenta, uno de ellos emitido en Utah. Embry, Black Saints in a White Church, 39.

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aprobó que los negros tengan el sacerdocio, y si (en la justicia de Dios) los individuos son responsables sólo por sus propias faltas, la negación del sacerdocio de los negros que han vivido dignamente en la mortalidad debe reflejar algún tipo de falla de su parte antes que nacieran.5

Base Bíblica Propuesta Buscando el apoyo bíblico, los líderes de la Iglesia encontraron afirmaciones en la Biblia y Perla de Gran Precio que permitían la conclusión que después del Diluvio el Faraón de Egipto era a la vez negro y maldito en cuanto al sacerdocio, invitando a la conclusión que el Faraón era maldito en cuanto al sacerdocio porque era negro. Las lagunas en la lógica eran puenteadas con suposiciones.     



Dios maldijo a Caín por asesinar a Abel y puso una marca sobre él. Los descendientes de Caín eran negros. (La marca, por lo tanto, se supone que es la negrura.) La negrura cayó sobre los cananeos. (Se suponía fueran descendientes de Caín.) Faraón, que descendía de Cam y su esposa Egyptus, tenía sangre cananea. (Así sobrevivió al Diluvio la descendencia de Caín.) Faraón, aunque fue bendecido por Noé debido a su rectitud, esa maldito en lo relativo al sacerdocio. (De esta manera, la negativa del sacerdocio es independiente de la rectitud en la mortalidad y debe derivarse de una causa premortal.) Algunos espíritus premortales eran nobles y grandes (Abr. 3:22). (Así, algunos espíritus premortales eran menos nobles y grandes. Sin ninguna injusticia, estos espíritus menores fueron enviados a la tierra a través del linaje de Caín para experimentar la mortalidad, pero sin sacerdocio.6)

5

Es digno de mención que José Smith, que tradujo el Libro de Abraham, probablemente en 1835, no sacara la conexión entre la vida premortal y las maldiciones del sacerdocio. Jay M. Todd, The Saga of the Book of Abraham (Salt Lake City: Deseret Book, 1969), 228, 264, 320–24. 6 Había y hay, no obstante, huecos en esta línea de razonamiento. Por ejemplo:  El castigo bíblico de Caín era personal, que la tierra no rindiera su fuerza a su labranza, y que debía ser "un fugitivo y un vagabundo" (Gén. 4:12). Nada se dice en las escrituras acerca de la negación del sacerdocio.  La marca puesta sobre Caín no se especifica y, cualquiera que sea la marca, no se identifica como una maldición, ya que su propósito era guardar a Caín de ser asesinado (Moisés 5:39-40).  Ninguna escritura dice que ya sea el castigo de Caín o la marca puesta sobre él pasaría a sus descendientes.  Aunque se dice que los descendientes de Caín eran negros y evitados por los demás (Moisés 7:22), su negrura no es identificada como la marca puesta sobre Caín.

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En la Iglesia moderna, estas ambigüedades y lagunas en la lógica por sí mismos no refutan la explicación tradicional de la restricción del sacerdocio, pero lo tenue que era el razonamiento. Para Brigham Young, el asunto no tenía complicación. Simplemente era un asunto de linaje, una jerarquía de razas.7 Hasta donde sabemos, ni siquiera se apoyaba en el concepto de la mala conducta premortal como explicación. Efectivamente, la Perla de Gran Precio, en la que aparecen principalmente las enseñanzas sobre la existencia premortal, no se publicó en los Estados Unidos hasta 1878, un año después de la muerte de Brigham Young, y no se aceptó como escritura hasta 1880.8 Vio la condición de esclavitud de los negros en los Estados 

Las escritura dicen de los cananeos que “vino un color obscuro sobre todos los hijos de Canaán” (Moisés 7:8), y proporciona una explicación plausible en la negrura para que masacraran al pueblo de Shum (Moisés 7:7-8). Las escrituras no identifican a los cananeos como descendientes de Caín, a pesar del hecho que ambos grupos eran de alguna manera “negros.” Si la marca de Caín era la negrura y los cananeos eran descendientes de Caín, como se supone, no tiene sentido hablar del color oscuro que “vino sobre ellos” como si fuera un evento nuevo. Además, no hay referencia al sacerdocio con respecto a estos cananeos. A Enoc se le dijo que no predicara a los cananeos, pero esto, también, está en el contexto de que hayan masacrado al pueblo de Shum. La esposa de Cam aparentemente pertenecía al pueblo cananeo (Abr. 1:21-22), porque Faraón, un descendiente de Cam y su esposa, Egyptus, era “descendiente de la sangre de los cananeos por nacimiento… así nació de Cam la raza que conservó la maldición [de la negrura] sobre la tierra.” (Abr. 1:21, 24).  El Libro de Abraham habla de Faraón, un rey de Egipto, como perteneciente al “linaje que le impedía poseer el derecho del sacerdocio” (Abr. 1:27). La explicación tradicional era que este linaje era el linaje negro, pero una explicación alterna puede ser que en una sociedad patriarcal Faraón llegó a través de un linaje femenino, y era este linaje el que le despojaba del derecho al sacerdocio. Se nos dice que Faraón descendía de Noé, a través de Cam, pero su linaje es descrito adicionalmente como proveniente solo a través de la hija de Cam, Egyptus (Abr. 1:21-25). Cuando faraón reclamó el derecho al sacerdocio a través de Cam, buscaba saltar la brecha en su genealogía, pero no pudo. Al contrario, cuando Abraham reclama el sacerdocio es cuidadoso al trazar su propia línea paterna hasta Noé. Dice que por su vida recta “llegué a ser un heredero legítimo, un Sumo Sacerdote, poseedor del derecho que pertenecía a los patriarcas… saber, el derecho del primogénito… por conducto de los padres hasta mí.” (Abr. 1:2–3). Vea Hugh Nibley, Abraham in Egypt, 2d ed. (Salt Lake City: Deseret Book, 2000), 425–28, 578–87 (see 1st ed. at 134–37). 7 Dijo, por ejemplo, “¿Por qué hay tantos de los habitantes de la tierra malditos con una piel de color oscuro? Viene como consecuencia que sus padres rechazaran el poder del Santo Sacerdocio, y la ley de Dios.” Brigham Young, en Journal of Discourses, 26 vols. (Liverpool: F. D. Richards, 1855–86), 11:272 (August 19, 1866). Para él, la negación del sacerdocio a los descendientes de Caín no era más desconcertante que la negación en la Biblia del sacerdocio a los Israelitas que no descienden de Leví y Aarón. Vea también Armand L. Mauss, “In Search of Ephraim: Traditional Mormon Conceptions of Lineage and Race,” Journal of Mormon History 25 (Spring 1999): 131–73, especially 163–71. 8 La Perla de Gran Precio se publicó en Gran Bretaña en 1851. Las porciones relevantes para esta discusión habían aparecido previamente en Times and Seasons, así que sin duda alguna Young

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Unidos como prueba que estaban bajo una maldición.9 Su enseñanza –que la restricción del sacerdocio sobre los negros no podría ser levantada hasta después de la resurrección –vino a ser vista, en retrospectiva, como injustificada.

tuvo conocimiento de ellas. Tal vez la primera persona a especular, en forma impresa, sobre una falta de valentía premortal por parte de los negros fue B. H. Roberts, quien expresó su creencia que los descendientes de Caín son los que "no fueron valientes en la gran rebelión en el cielo." B. H. Roberts, “To the Youth of Israel,” Contributor 6 (May 1885): 297. José Fielding Smith se apoyó en Roberts y se volvió la mayor fuente de enseñanza sobre el tema en el siglo veinte. Él mismo era bastante prudente, pero otros que lo seguían adoptaron una posición mucho más definitiva. Ya desde 1931, dijo que la Biblia no puede contestar la pregunta sobre por qué los negros no pueden tener el sacerdocio, pero la Perla de Gran Precio y las enseñanzas de los primeros líderes de la Iglesia ofrecen alguna información. “Se cree generalmente,” dijo, que la esposa de Cam trajo la maldición a través del Diluvio. Además de citar la conjetura de B. H. Roberts, él también citó a Brigham Young diciendo que los negros no fueron neutrales en el cielo, pero "la posteridad de Caín son negros porque él (Caín) cometió el asesinato. Mató a Abel y Dios puso una marca sobre su posteridad. Pero los espíritus son puros (es decir, inocentes; vea D.C. 93:38) al entrar en sus tabernáculos.” Joseph Fielding Smith, The Way to Perfection, 5th ed. (Independence, Mo.: Genealogical Society of Utah, 1943), 105. ("Inocente" no significa necesariamente que los hombres nacen libres de todas las consecuencias de las opciones premortales.) Esta declaración parece rechazar la explicación de la “guerra en los cielos” y en vez de eso se apoya en la idea que los negros son castigados por el pecado de sus padres, un principio difícil de reconciliar con las enseñanzas acerca de la responsabilidad individual. Vea Artículo de Fe 2; Deuteronomio 24:16; Jeremías 31:30; Ezequiel 18, en especial el versículo 20; y Doctrina y Convenios 124:50. El Élder Smith renovó estas enseñanzas en ediciones posteriores; y cuando Eugene England le preguntó, en una entrevista privada en 1963, si era forzoso para un Santo de los Últimos Días fiel creer que a los negros se les negó el sacerdocio debido a sus actividades en la existencia premortal, él Élder Smith dijo, “Sí.” Pero cuando England le pidió la justificación bíblica, el Élder Smith volvió a leer los pasajes relevantes, reflexionó, luego finalmente afirmó: “No, no tiene que creer que a los negros se les niega el sacerdocio debido a la pre-existencia. Siempre he asumido eso, ya que fue lo que me enseñaron, y tenía sentido, pero usted no tiene que creerlo para estar en buena posición, ya que no está definitivamente establecido en las escrituras. Y no he recibido ninguna revelación sobre el asunto.” El Élder Smith agregó que lógicamente los negros no recibirían el sacerdocio en esta vida, porque eso sería inconsistente con la justicia perfecta de Dios hacia quienes previamente se les había negado en esta vida. Eugene England, “Are All Alike unto God? Prejudice against Blacks and Women in Popular Mormon Theology,” Sunstone 14 (April 1990): 20–21. La lógica del Élder Smith lógica parece exigir que los espíritus que habrían sido los descendientes de Abel fueron privados de la experiencia mortal hasta por lo menos el Milenio y no podían venir a la tierra a través de otro ancestro. Aunque Brigham Young indicó originalmente que los negros recibirían el sacerdocio solamente después que todos lo demás hubieran tenido la oportunidad de recibirlo, después los profetas cambiaron de “en último lugar” a “algún día.” El Presidente McKay contesto a un reportero: “No durante mi vida.” “Mixed Messages on the Negro Doctrine: An Interview with Lester Bush,” Sunstone 4 (May/June 1979): 13. La declaración de McKay es aclarada en Robert F. Smith, “President McKay and Reporter,” Sunstone 4 (December 1979): 4. Estos cambios suavizaron un poco, ya que es más fácil aceptar “todavía no” que “en el fin de los tiempos” o “nunca.” 9 Young criticó la esclavitud pero estaba contento en continuar la práctica como legal en Utah. Y dijo de la esclavitud: “Otra maldición [además de la negrura] se pronunció sobre la misma raza – que deberían ser ‘siervo de siervos;’ y lo serán, hasta que la maldición sea quitada; y los

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En el siglo veinte, el énfasis doctrinal sobre la sangre y la herencia declinó mientras que el énfasis sobre la responsabilidad individual se incrementó.10 Una creencia que Dios solo da pie a una creencia que cuando Dios envió espíritus a un linaje al cual negó el sacerdocio, debe haber sido por alguna falla de esos espíritus en el mundo premortal. Los hombres pensaron que si había espíritus “nobles y grandes” antes de mortalidad (Abraham 3:22-26), también debe haber espíritus de todos los grados de menor calidad. Pero si, a la larga, los hombres y mujeres de todas las razas serían bendecidos de acuerdo con sus merecimientos, la raza es vista como esencialmente irrelevante, excepto quizás como una prueba.11

Abolicionistas no pueden ayudarlo ni alterar en lo más mínimo ese decreto. ¿Cuánto tiempo tiene que soportar esa raza la terrible maldición que está sobre ellos? La maldición permanecerá sobre ellos, y nunca podrán poseer el Sacerdocio o compartirlo hasta que todos los demás descendientes de Adán hayan recibido las promesas y disfrutado las bendiciones del Sacerdocio y las llaves del mismo.” Brigham Young, en Journal of Discourses, 7:290 (October 9, 1859). 10 Vea, por ejemplo, Brigham Young, en Journal of Discourses, 2:184 (February 18, 1855) y 7:289– 91 (October 9, 1859). La interpretación apoyándose en las escrituras del Libro de Abraham comenzó después de la canonización de la Perla de Gran Precio en 1880. El Artículo de Fe que “los hombres serán castigados por sus propios pecados y no por la transgresión de Adán” enfatizaba la responsabilidad individual, y Ezequiel 18:20 es crítico de la culpa por el linaje. Vea también 2Nefi 26:33 (negros y blancos son todos iguales para Dios); Moroni 8:12 (los niños pequeños que mueren sin el bautismo viven en Cristo). Sin embargo, la idea de un linaje bendito o maldito no es ajeno a las Escrituras. Ejemplos notables son los descendientes de Abraham, un linaje bendito (Gén. 22:17-18), y los lamanitas en el Libro de Mormón, un linaje maldito (2Ne. 5:21). 11 Un rompecabezas fue planteado por la enseñanza de Joseph Smith que todos los niños de todas las razas que murieran demasiado jóvenes para ser moralmente responsables eran herederos del reino celestial, salvados por Cristo (D&C 137:10) porque “Son demasiado puros, demasiado bellos para vivir sobre la tierra.” Joseph Fielding Smith, comp., Teachings of the Prophet Joseph Smith (Salt Lake City: Deseret Book, 1974), 196–97. El Profeta dijo también que “gozarán de la plenitud de esa luz, gloria e inteligencia que se ha preparado en el reino celestial.” Smith, Teachings of the Prophet, 200. Parecería que “heredar la plenitud es tener la exaltación.” Bruce R. McConkie, Mormon Doctrine, 2d ed. (Salt Lake City: Bookcraft, 1966), 675. Al parecer, estos niños no necesitan la prueba, la experiencia probatoria de la mortalidad. Esta idea ciertamente no parece cuadrar con la opinión de que los bebés negros que mueren estaban entre los menos valientes en el mundo pre terrenal. A la luz del hecho que las personas negras Santos de los Últimos Días pueden ser tan fieles y dignas, como cualquier otro de los miembros de la Iglesia, de las bendiciones del sacerdocio y el templo, los líderes de la Iglesia estaban confiado que en algún punto del futuro (a menudo se creía que sería en o después del Milenio) todos los negros miembros fieles de la Iglesia tendrían, en persona o a través de ordenanzas vicarias, todas las bendiciones del sacerdocio y del templo que otros podía disfrutar. Si son fieles, no sufrirán ninguna desventaja en el mundo eterno. Vea también Teachings of Joseph Smith, 200. El 3 de diciembre de 1854, Brigham Young dijo que la maldición sería quitada de la posteridad de Caín después que todos los demás hubieran sido redimidos y hubieran resucitado. Brigham Young, en Journal of Discourses, 2:143. George Q. Cannon entiendió que el tiempo no vendría hasta que Abel pudiera engendrar hijos espirituales y ellos obtuvieran un cuerpo. Extracto de las actas del Consejo, Marzo 11, 1900, Kimball Papers. Para los líderes de la Iglesia, el tema no era si, sino cuándo. Una declaración de la Primera

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Orígenes de la Política Históricamente, el tema racial más temprano para la Iglesia se trató de la esclavitud (Vea Doctrina y Convenios 134:12). En Missouri, los mormones evitaron desafiar la posición de sus vecinos esclavistas que los negros eran descendientes de Caín, acertadamente mantenidos como esclavos, a pesar que la base bíblica era fragmentaria. Se dice que Noé maldijo a su nieto Canaán para que fuera “siervo de siervos” (Gén. 9:25), pero incluso en su interpretación más fuerte, esto solo predice la esclavitud, no la justifica. Durante los años de Nauvoo, José Smith anunció su oposición a la esclavitud y propuso la emancipación por medio de compra del gobierno. Esta posición no necesariamente repudiaba el concepto de un linaje maldito, pero repudió la esclavitud como una consecuencia fundada en el linaje. Al parecer, sostenía la opinión generalizada de su tiempo, que los negros como raza habían sido degradados por la esclavitud, pero también afirmó que podían como individuos elevarse por encima de los demás si se les da la oportunidad.12 Treinta y cinco años después, Zebedee Coltrin y Abraham O. Smoot implicaron que José Smith originó la restricción del sacerdocio,13 pero está claro que desde 1836 en adelante, Elijah Abel, un negro, sirvió como élder y luego como setenta en Nauvoo, con pleno conocimiento de José. La primera declaración directa conocida de un Presidente de la Iglesia que los negros tenían negado el sacerdocio provino de Brigham Young en febrero de 1849, cuando dijo de “los africanos”: “La maldición permaneció sobre ellos porque Caín truncó las vidas de Abel… el Señor maldijo la simiente de Caín con la negrura y les prohibió el Sacerdocio.”14 En 1852, Wilford Woodruf informó que Brigham Young, hablando a la legislatura territorial, tomó la responsabilidad de articular la restricción: “Cualquier hombre que tenga una gota de la simiente de Caín en él, no puede poseer el sacerdocio, y si ningún otro Profeta habló nunca de ello antes, lo diré ahora en el nombre de Jesucristo. Sé que es verdad y ellos lo saben.”15

Presidencia en 1949 citaba a Wilford Woodruff haciendo la siguiente declaración: “El día vendrá cuando todos los de esa raza serán redimidos y poseerán todas las bendiciones que nosotros tenemos ahora.” Bush and Mauss, Neither White nor Black, 221. 12 Joseph Smith, “History of Joseph Smith,” Millennial Star 20 (May 1, 1858): 278; Joseph Smith Jr., History of The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, ed. B. H. Roberts, 2d ed., rev., 7 vols. (Salt Lake City: Deseret Book, 1971), 5:217–18; (en adelante citado como History of the Church). 13 Lester E. Bush Jr., “Mormonism’s Negro Doctrine: An Historical Overview,” en Bush and Mauss, Neither White nor Black, 79. La afirmación de Smoot parece relacionarse particularmente a la cuestión de ordenar esclavos. 14 Journal History of the Church, February 13, 1849, Church History Library; copia del microfilm en Harold B. Lee Library, Brigham Young University, Provo, Utah. Vea Journal History of the Church, June 2, 1847, William Appleby to Brigham Young, raising the question. 15 Wilford Woodruff, Wilford Woodruff’s Journal, 1833–1898, Typescript, ed. Scott G. Kenney, 9 vols. (Midvale, Utah: Signature Books, 1983), 4:97 (January 4, 1852). Bush, “Mormonism’s Negro

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Así Brigham Young atribuye sistemáticamente la negación del sacerdocio a la ascendencia de un hombre, no al color, apariencia, o la delincuencia premortal, y sostuvo que cualquier ascendencia negroide, aunque remota, manchaba y descalificaba a un hombre para el sacerdocio. A principios del siglo veinte, cuando Spencer Kimball llegó a la edad adulta, los miembros ampliamente aceptaban que Joseph Smith dio inicio la restricción (a pesar de que no había pruebas sustanciales en este sentido). Muchos concluyeron, por lo tanto, que era la voluntad de Dios, no una política sujeta a cambio humano, que se explicaba por la conducta durante la existencia pre terrenal; que se aplicaba a los que tienen el más mínimo grado de ascendencia africana, que los negros podrían ser elegibles para recibir el sacerdocio después que todo el mundo hubiera tenido la oportunidad, presumiblemente en el final de los tiempos, y que cualquier ordenación de un hombre negro por error resultaría negarle su uso de ese sacerdocio.16

Implementación de la Política Aunque la prohibición del sacerdocio preocupó profundamente a muchos miembros de la Iglesia, especialmente cuando el movimiento de derechos civiles aumentó la conciencia sobre los horrores históricos del racismo, la cuestión se mantuvo abstracta para la mayoría. Tan pocos negros se unieron a la Iglesia que la mayoría de los miembros nunca tuvieron que lidiar con los efectos de la prohibición. Aquellos negros que sí aceptaron el bautismo aceptaron implícitamente su condición restringida. Después de haber buscado la pertenencia a la Iglesia y creyendo en su liderazgo profético, encontraron impropio desafiar la práctica establecida de la Iglesia. Frente al trato a veces insensible por otros miembros, los miembros negros fieles demostraron increíble paciencia. En 1974 Doctrine,” 70 n. 85, atribuye la responsabilidad a Brigham Young; ver también Lester E. Bush Jr., “Whence the Negro Doctrine? A Review of Ten Years of Answers,” en Bush and Mauss, Neither White nor Black, 193–220. Newell G. Bringhurst, “An Ambiguous Decision: The Implementation of Mormon Priesthood Denial for the Black Man—a Re-examination,” Utah Historical Quarterly 46 (Winter 1978): 45–64, está de acuerdo. Ronald K. Esplin, “Brigham Young and Priesthood Denial to the Blacks: An Alternate View,” BYU Studies 19, no. 3 (1979): 394–402, sugiere que la restricción ya era aceptada en la época de José Smith y que el pronunciamiento de Brigham Young en 1849 supone una práctica que ya existía. Tampoco sabe de ninguna declaración de José Smith sobre el tema. Marvin Hill, mientras que está de acuerdo que la documentación no está disponible, sugiere en correspondencia privada que José Smith “era más susceptible a los cambios en los estados de ánimo y el cambio de políticas o doctrinas que Brigham Young nunca podría ser. . . . Pero Brigham estaba comprometido como parte de su papel como sucesor de José para no hacer cambios, sino seguir el ejemplo del Profeta.” Sugiere además que José Smith simplemente estaba adoptando los prejuicios de la época. "El pueblo en sí está ferozmente prejuiciado y eso dicta realmente lo que hace el liderazgo.” Lester E. Bush Jr., “History of My Research and Publications on Mormonism and Blacks,” 1997 borrador, 161, copia en Kimball Papers, citando a Marvin Hill to Lester Bush, June 5, 1976. 16 Bush, “Mormonism’s Negro Doctrine,” 79–85. El élder Joseph Fielding Smith expuso este punto de vista en su muy leída obra de 1931, Way to Perfection, 97–111.

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la Primera Presidencia reiteró que los miembros varones negros podían asistir a las reuniones del quórum de élderes, de la misma manera que podían hacerlo los futuros élderes, y en tanto que sería permisible para los miembros negros tener posiciones de liderazgo en las organizaciones auxiliares, se daría preferencia para llamarles a enseñar o posiciones administrativas para evitar cualquier malentendido.17 La Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias comenzaron una cascada de cambios que continuarían en la sociedad estadounidense por el resto del siglo. Las unidades militares de negros demostraron su capacidad y valor, y esperaban sacar provecho de la prosperidad de la posguerra y el G.I. Bill. La década de 1950 fue un periodo de gran agitación que llevaría a la explosión de la acción de los derechos civiles en la siguiente década, con desafíos tanto morales como legales para la segregación en el Sur y la desigualdad social en otros lugares. Así, durante el apostolado de Spencer, el tema del racismo nunca estuvo lejos de su mente. En 1947, la Primera Presidencia asignó a Heber Meeks, presidente de la Misión de los Estados del Sur, para explorar la posibilidad de hacer proselitismo en Cuba. Meeks preguntó a su amigo erudito sociólogo SUD Lowry Nelson, de la Universidad de Minnesota, sobre la imagen racial mixta en Cuba y si los misioneros podrían evitar conferir el sacerdocio a hombres con alguna ascendencia negroide. Nelson envió su respuesta tanto a Meeks como a la Primera Presidencia, expresando fuerte consternación por la política. La Presidencia respondió, “Desde los días del Profeta José y hasta ahora, ha sido la doctrina de la Iglesia, jamás cuestionada por ninguno de los líderes de la Iglesia, que los negros no tienen derecho a las bendiciones plenas del Evangelio.” Su explicación, dijeron, se encontraba en la existencia premortal.18 En 1952, Nelson, todavía incapaz de reconciliar esta política de la Iglesia con su comprensión del Evangelio, publicó un artículo crítico de la política en The Nation, atrayendo la atención nacional.19

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First Presidency (Kimball, Tanner, Romney) to Ezra Taft Benson, May 7, 1974, Kimball Papers. G.I. Bill (oficialmente denominada "Servicemen's Readjustment Act" en inglés) es una ley aprobada en junio de 1944 en Estados Unidos, en beneficio de los soldados estadounidenses que combatían entonces en la Segunda Guerra Mundial, con el fin de proporcionar a los soldados desmovilizados un mecanismo legal que les permitiera acceder a la financiación de estudios técnicos o universitarios, junto con una pensión que ayudase a su subsistencia por un año; esta norma también otorgaba a los soldados facilidades para conseguir préstamos para adquirir viviendas o iniciar un negocio por cuenta propia. N. del T. 18 Armand L. Mauss, “The Fading of the Pharaoh’s Curse: The Decline and Fall of the Priesthood Ban against Blacks in the Mormon Church,” Dialogue 14 (Fall 1981): 11; Bringhurst, Saints, Slaves, and Blacks, 183–84, 190; John J. Stewart, Mormonism and the Negro (Provo, Utah: Bookmark, 1960), 46–47. Se da especial atención al papel de David O. McKay en Gregory A. Prince, “David O. McKay and Blacks: Building the Foundation for the 1978 Revelation,” Dialogue 35 (Spring 2002): 145. 19 Lowry Nelson, “Mormons and the Negro,” The Nation 174 (May 24, 1952): 488. 

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En 1949, la administración de George Albert Smith comenzó a emitir una declaración consistente en respuesta a las preguntas. Seguía el modelo establecido la correspondencia privada anterior de la Primera Presidencia y de David O. McKay, que había sido consejero en la Primera Presidencia desde 1934: “No es un asunto de la declaración de una política, sino del mandamiento directo del Señor, en el que está fundada la doctrina de la Iglesia desde los días de su organización, en el sentido de que los negros… no tienen derecho al sacerdocio en la actualidad,”20 basado en “alguna ley eterna con la que el hombre no está aún familiarizado” y por medio de la Presidente David O. McKay. Courtesy Church cual el lugar y la condición del History Library. © Intellectual Reserve, Inc. nacimiento y los derechos al sacerdocio del hombre se deben explicar; consecuentemente, “la conducta de los espíritus en la existencia pre-mortal tiene un efecto determinante sobre las condiciones y circunstancias bajo las cuales estos espíritus asumen la mortalidad.”21 La declaración fue más allá de la evidencia tanto al alegar un “mandamiento directo” del Señor como al decir que la doctrina venía “desde los días de la organización [de la Iglesia].” Cuando McKay se convirtió en Presidente de la Iglesia en Abril de 1951, continuó respondiendo a las preguntas con esta misma declaración. 22 Pero tras bambalinas, la aplicación de la política cambió en algún grado. En 1948, durante la administración de George Albert Smith, los líderes del sacerdocio en Filipinas fueron autorizados por la Primera Presidencia para ordenar al sacerdocio a hombres negritos. Estos eran varones nativos con piel negra que no tenían

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David O. McKay, carta fechada en Noviembre 3, 1947, publicada en Llewelyn R. McKay, Home Memories of President David O. McKay (Salt Lake City: Deseret Book, 1956), 226–31. Vea también Agosto 17, 1949, declaración citada en Bush, “Mormonism’s Negro Doctrine,” 221 (127 n. 199 para la fecha correcta). 21 McKay, Home Memories, 230. 22 En 1951, por el Presidente McKay, con sus consejeros Richards y Clark, y de nuevo entre 1959 y 1961, por McKay, Clark, y Moyle. Citado en Bush, “Mormonism’s Negro Doctrine,” 46–47, y varias otras fuentes.

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ascendencia africana conocida.23 Solamente el descender de africanos negros –no el color de la piel u otras características raciales –se convirtió en el factor descalificador.24 En 1954, se dice que el Presidente McKay ha nombrado un comité especial de los Doce, para estudiar el tema. Llegaron a la conclusión de que la prohibición del sacerdocio no tenía una base clara en las Escrituras, pero que los miembros de la Iglesia no estaban preparados para el cambio.25 En 1954, en una decisión administrativa, el Presidente McKay descontinuó la práctica, en Sudáfrica, de exigir a los conversos que rastrearan todas las líneas de su ascendencia en África como una manera de establecer que no tenían antepasados negroides.26 Cuatro años después, en 1958, autorizó a los líderes de 23

José Fielding Smith, En las Filipinas para dedicar la tierra para el proselitismo, observó que los nativos parecían negroides. A pesar de esto dijo, en la oración dedicatoria, “Bendigo a los habitantes nativos tanto negros como blancos con las bendiciones del evangelio y el Sacerdocio – Amén.” Cuando se le preguntó sobre ello, entonces respondió molesto, “Eso es lo que el Señor me pidió que hiciera.” Confirmó varios años después que el evento ocurrió y dijo, “No me gustaría que se supusiera que di el Sacerdocio a los negros.” H. Grant Heaton to Spencer Palmer, June 11, 1975, Kimball Papers. 24 Mauss, “Fading of the Pharaoh’s Curse,” 36 n. 14; Bush, “Mormonism’s Negro Doctrine,” 68 n. 209. 25 Leonard J. Arrington, Adventures of a Church Historian (Urbana: University of Illinois Press, 1998), basado en Arrington al escuchar una charla en 1954 de Adam S. Bennion, un miembro del comité. La Documentación de Bennion recopiló actas y cartas de la Primera Presidencia en relación a la política del sacerdocio, aparentemente como parte de esa revisión del tema. La Documentación Kimball esa colección, sin identificar la fuente. Compare con Bush, “History of My Research,” 26; and Lester E. Bush, “Writing ‘Mormonism’s Negro Doctrine: An Historical Overview’ (1973): Context and Reflections, 1998,” Journal of Mormon History 25 (Spring 1999): 245. G. Homer Durham, yerno del Apóstol John A. Widtsoe, había mencionado lo de un comité investigador a Nicholas Udall, aunque el recuerdo de Udall es que el comité fue convocado durante la administración de George Albert Smith. Nicholas Udall, entrevista del autor, Julio 6 de 2001. 26 Prince, “David O. McKay and Blacks,” 146; D. Michael Quinn, The Mormon Hierarchy: Extensions of Power (Salt Lake City: Signature Books, 1997), 840 (January 17, 1954); Mary Lythgoe Bradford, Lowell L. Bennion: Teacher, Counselor, Humanitarian (Salt Lake City: Dialogue Foundation, 1995), 165; Bush, “History of My Research,” 9 n. 27: “Pensó que a menos que la exigencia fuera cambiada, la creciente imposibilidad de los conversos para cumplir con esta tarea genealógica dejaría a la Iglesia sin hombres suficientes para asumir las tareas de liderazgo necesarias. Pensó también que en la abrumadora mayoría de los casos sudafricanos no había antepasados negros, y que los errores posteriormente descubiertos simplemente podrían ser corregidos.” Leonard J. Arrington, Diario, Junio 12, 1978, 17, cita que el Presidente McKay hizo el cambio “sin consultar a nadie.” Leonard J. Arrington Papers, Leonard J. Arrington Historical Archives, Utah State University Libraries, Logan Utah. Estos diarios están sellados hasta 2010. La información aquí citada y en las notas 53, 118, 166, 180, 189, 194, 203, 206, y 230 vienen de páginas fotocopiadas de los diarios enviadas por Arrington al autor. Prince, “David O. McKay and Blacks,” 147 n. 6, dice que McKay notificó a sus concejeros y los Doce después del hecho y recibió su apoyo. David O. McKay to Stephen L Richards and J. Reuben Clark Jr., January 19, 1954; y

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la Iglesia a ordenar al sacerdocio a los hombres de Fiji, basado en su comprensión que, a pesar de su color oscuro, no estaban emparentados a los africanos.27 En 1965, ese principio de asumir que un varón converso estaba calificado para recibir el sacerdocio, a menos que hubiera evidencia en contra, se aplicó específicamente en Brasil y después de eso se generalizó.28 A los candidatos ya no se les exigía proporcionar sus antecedentes genealógicos. Esta política fue una adaptación a la cultura brasileña. Mientras que los misioneros norteamericanos habían tratado tradicionalmente la raza como un asunto de la genealogía, los brasileños identificaban la raza con la apariencia. En algunas áreas de Brasil, se cree que un 80% de la población tiene al menos algunas trazas de antepasados negro,29 pero los registros a menudo no proporcionaban evidencia en uno u otro sentido. Por consecuencia, cuando creció la Iglesia, los líderes locales nativos que se hicieron cargo de los misioneros se ocuparon cada vez menos de la genealogía. Resolvían la incertidumbre sobre el linaje, cuando no había una fuerte apariencia negroide, mediante comprobar si una bendición patriarcal designaba que la persona fuera "de Israel" o mediante la obtención de una decisión del presidente de estaca o la Primera Presidencia, caso por caso.30 Estas técnicas seguían el enfoque del Presidente McKay, evidenciando más preocupación en que ninguna persona elegible fuera excluida a que ninguna persona inelegible fuera ordenada.31

Perspectivas para el Cambio La mayoría de las Autoridades Generales trataron de evitar la discusión pública del tema.32 Hugh B. Brown, consejero del Presidente McKay de 1961 a David O. McKay, Diaries, November 4, 1965, Special Collections, Willard Marriott Library, University of Utah, Salt Lake City, fotocopias proporcionadas por Prince. 27 Lester Bush al editor, Dialogue 18 (Fall 1985): 4–6 (los de Fiji habían estado dentro y fuera de la categoría anterior); R. Lanier Britsch, Unto the Islands of the Sea: A History of the Latter-day Saints in the Pacific (Salt Lake City: Deseret Book, 1986), 502 (los misioneros primero fueron a Fiji en 1954; la decisión de McKay en 1950) Norman Douglas, Latter-day Saint Missions and Missionaries in Polynesia, 184444–1960 (PhD diss., Australian National University, 1974), 363–79 (appendix A); y vea Norman Douglas, “Los Hijos de Lehi y la Simiente de Caín: Mitos Raciales en las Escrituras Mormonas y su Importancia en las Islas del Pacífico,” Journal of Religious History 8 (June 1974): 90–104. De acuerdo a Mauss, “Fading of the Pharaoh’s Curse,” 12 n. 14, los ironies del oeste (los indígenas habitantes de la mitad occidental de la isla de Nueva Guinea) fueron admitidos al sacerdocio en 1971-72. Parece que la decisión fue hecha por un grupo. 28 Mark L. Grover, “Religious Accommodation in the Land of Racial Democracy: Mormon Priesthood and Black Brazilians,” Dialogue 17 (Fall 1984): 31 n. 18, dice que el abandon de la prueba genealógica se pretendía que fuera en toda la Iglesia en 1954, pero se 29 “Racism at Carnival Ignites Cultural and Legal Fireworks,” Deseret News, February 6, 2000, A17. 30 Grover, “Religious Accommodation,” 32. 31 Grover, “Religious Accommodation,” 28. W. Grant Bangerter, ex president de misión en Brasil, dijo: “Sabíamos que muchas personas habían recibido el sacerdocio que, tal vez si hubiéramos conocido todos los hechos, no hubieran sido ordenadas.” Vern Anderson, “Priesthood Ban Was Nearly Lifted Nine Years Earlier,” Provo Daily Herald, June 5, 1988, 20. 32 En 1962, el Presidente Brown sugirió a la Primera Presidencia que quizás a los negros les pudiera ser dado al menos el Sacerdocio Aarónico. Bush, “History of My Research,” 2 n. 2,

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1970, parece haber sido el líder más abierto al cambio. Instaba a que la restricción del sacerdocio podría descartarse como una cuestión de política administrativa Iglesia sin necesidad de una revelación específica. Razonaba que si la restricción no había llegado por revelación,33 podría ser anulada sin revelación. Pero a pesar de sus puntos de vista fuertemente mantenidos y la influencia poderosa, la posición del Presidente Brown no prevaleció entonces.34 El Presidente McKay dijo algunas veces en conversaciones privadas que la restricción sobre el sacerdocio no era una doctrina, sino que era una política y sujeta al cambio.35 Aunque se pudiera suponer que esta distinción de “política más que doctrina” haría fácil el cambio, el mismo Presidente McKay aparentemente solo quería decir que la regla o la práctica no se estableció por revelación. No quería decir que el cambio podría venir por medio de la simple decisión administrativa de los líderes. Mantuvo la posición que la política de larga data era inspirada y que el cambio requeriría la intervención divina.36 El citando a McKay, Office Journal, Enero 9 de 1962, y Junio 7 de 1963, copia en posesión del autor; Prince, “David O. McKay and Blacks,” 148 n. 15, cites McKay, Office Journal, Octubre 11, 1962, para una referencia similar. En junio de 1963, unos cuantos meses después de la decisión de enviar misioneros a Nigeria, el New York Times citó al Presidente Brown diciendo: “Estamos en medio de una evaluación hacia la posibilidad de admitir a los negros [al sacerdocio]… Creyendo como nosotros en la revelación divina a través del Presidente de la Iglesia, todos aguardamos su decisión.” Wallace Turner, “Los Mormones Consideran Finalizar la Prohibición sobre la Membresía Plena para los Negros,” New York Times, June 7, 1963, 17. La declaración creó un frenesí de excitación y anticipación. El Presidente Brown después dijo que había sido malinterpretado, pero Ted Cannon, representante de la Iglesia para los medios de comunicación, que había estado presente, pensaba que no. El Presidente Brown puede haberse estado refiriendo a su sugerencia privada, que los varones conversos nigerianos pudieran ser ordenados al Sacerdocio Aarónico, o podría haber estado demasiado optimista en que el Presidente McKay recibiría la inspiración para cambiar la política. Además del Élder Brown, una de las pocas Autoridades Generales en comentar públicamente fue José Fielding Smith, quien declaró el 22 de octubre de 1963, que no esperaba ningún cambio. Bush, “History of My Research,” 2; Spencer W. Kimball al autor, Junio 15, 1963, y por June 21, 1963. 33 Nunca ha habido ninguna sugerencia que la restricción estuviera basada en una revelación no publicada. Bush, “History of My Research,” 26; Bush, “Writing ‘Mormonism’s Negro Doctrine,’” 245. 34 Bush, “History of My Research,” 118. 35 Sterling McMurrin informó que el Presidente McKay le hizo esa afirmación en 1954. Sterling M. McMurrin and L. Jackson Newell, Matters of Conscience: Conversations with Sterling M. McMurrin on Philosophy, Education, and Religion (Salt Lake City: Signature Books, 1996), 199– 201. McMurrin había reportado lo mismo en 1968. Llewellyn McKay en 1968 confirmó esto como su comprensión de la posición de su padre. Bush, “History of My Research,” 6. Por mayo de 1964, Paul Dunn le preguntó al Presidente McKay, “¿Qué hay de los negros?” El Presidente McKay contestó: “Paul, eso nunca ha sido una doctrina, sino siempre una política.” Paul H. Dunn, entrevista del author, Agosto 8, 1996; Paul Dunn, entrevista de Gregory Prince, Mayo 21, 1996, copia en Kimball Papers. 36 Bush, “History of My Research,” 7, 13; Bush, “Writing ‘Mormonism’s Negro Doctrine,’” 236–39. El Presidente McKay nunca expresó duda sobre el descalificador defecto de los antepasados africanos negros y sobre su justificación en la existencia premortal. Bush, “History of My

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Presidente McKay deseaba y buscaba esa revelación, pero no la recibió. Le dijo al Élder Marion D. Hanks que “había suplicado y suplicado al Señor, pero que no había tenido la respuesta que buscaba.”37 Leonard Arrington reportó una declaración del Élder Adam S. Bennion en 1954, que el Presidente McKay había orado por el cambio “sin resultado y finalmente concluyó que el momento no había madurado aún.”38 Aun así, con el acuerdo y el estímulo de sus consejeros, el Presidente McKay tomó varios pasos importantes hacia el establecimiento de la obra misional en el África negra e hizo más liberal la interpretación y la aplicación de la política del sacerdocio.39 En casos individuales de auténtica incertidumbre, creía en equivocarse en favor de la compasión. Sin embargo, sostuvo constantemente a la política que la ascendencia negroide, una vez establecida, era motivo de descalificación.

El interés en la Iglesia por los Negros Africanos Los primeros misioneros SUD en Sudáfrica llegaron en 1835 e hicieron proselitismo principalmente entre los colonos británicos, aunque algunos negros fueron bautizados.40 La misión cerró en 1865 y reabrió en 1903 después de la Guerra Boer y de nuevo se concentró en la enseñanza de los colonizadores blancos.41 Mientras en Sudáfrica había presencia de la Iglesia pero muy poco interés entre los negros, Ghana y Nigeria no tenían la organización de la Iglesia pero producía una corriente de cartas rogando que los misioneros vinieran y enseñaran a una gran cantidad de negros ya convertidos al mensaje de la Restauración. En 1960, Glen G. Fisher, presidente de la Misión Sudafricana recientemente relevado, se detuvo en Nigeria para visitar los grupos que usaban el nombre de la Iglesia. Informó a la Primera Presidencia que su fe era genuina. Apremió el envío Research,” 8 n. 20; Bush, “Writing ‘Mormonism’s Negro Doctrine,’” 240. El Presidente McKay dijo a una reunión de misioneros en Sudáfrica, enero 17 de 1954, que los negros no podían ser ordenados “hasta que el Señor nos dé otra revelación cambiando esta costumbre.” Quinn, Extensions of Power, 840; McKay, Office Journal, September 10, 1969, fotocopia de la entrada proporcionada por Gregory A. Prince en la que Alvin R. Dayer se refirió a una declaración en 1961 de David O. McKay que la negativa del sacerdocio solamente podía ser cambiada por revelación. Prince, “David O. McKay and Blacks,” 153 n. 39, cita una entrevista con Paul H. Dunn, febrero 18 de 1995, en la que Dunn dijo que preguntó al Presidente McKay si los negros podían, en esta vida, poseer el sacerdocio y recibió la respuesta, “La pregunta suena como si yo tomara la decisión. Cuando el Señor me diga, entonces lo haré.” 37 Marion D. Hanks al autor, Enero 30, 1997. 38 Arrington, Adventures of a Church Historian, 183. 39 Edwin B. Firmage, ed., An Abundant Life: The Memoirs of Hugh Brown (Salt Lake City: Signature Books 1999), 142–43, alinea al Presidente Brown con estos cambios. 40 Kate B. Carter, The Story of the Negro Pioneer (Salt Lake City: Daughters of Utah Pioneers, 1965), 49, se refiere al menos a cuatro negros. 41 Newell G. Bringhurst, “Mormonism in Black Africa: Changing Attitudes and Practices, 1830– 1981,” Sunstone 6 (May/June 1981): 15–21.

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de misioneros para bautizar a los creyentes y organizar ramas.42 LaMar Williams, que como secretario del Comité Misional de la Iglesia contestaba las cartas que llegaban de África, fue enviado a Nigeria en 1961. Fue recibido en el aeropuerto por diez pastores que habían mantenido correspondencia con y descubrieron que no tenían conocimiento el uno del otro. William regresó con los nombres de quince mil conversos no bautizados que esperaban que la Iglesia viniera a ellos.43 Ninguna acción posterior se tomó hasta la Navidad de 1962, cuando el Apóstol recién ordenado N. Eldon Tanner pasó dos semanas en el área de Lagos, visitando tres grupos que usaban el nombre de la Iglesia, uno de los que reclamaba cuatro mil adherentes. Cuando les recordó que no tenían autoridad para bautizar, su líder dijo que entendía eso, pero quería que la gente sintiera que pertenecían a la Iglesia mientras esperaban por la autoridad apropiada. El Élder Tanner reportó “cauteloso optimismo” a la Primera Presidencia.44 A pesar de sus dudas acerca de proselitismo en una zona donde la falta de liderazgo sacerdotal crearía un serio problema, la Primera Presidencia sentía profundamente que no podían negar el mensaje de la Restauración a aquellos que abiertamente la anhelaban. A principios de 1963, el Presidente Mckay llamó a LaMar y Nyal B. Williams y otras cuatro parejas para servir una misión en Nigeria. Apartó a William como élder presidente de Nigeria, con planes tentativos de establecer Escuelas Dominicales encabezadas por nigerianos, pero supervisados por misioneros blancos que les enseñarían y administrarían las ordenanzas. Tenían la esperanza de eventualmente crear escuelas e instalaciones médicas.45 El plan, sin embargo, naufragó cuando en marzo de 1963 una editorial en el diario Nigerian Outlook condenó a la Iglesia como racista y el gobierno nigeriano negó las visas a los misioneros.46 Williams visitó Nigeria en 1964 y 1965 para negociar por las visas, pero durante el segundo viaje un telegrama le llamó para encontrarse con la Primera 42

E. Dale LeBaron, “Black Africa: Prepared and Waiting for the Glorious Day,” Mormon Heritage Magazine 1, no. 1 (March/April 1994): 20; E. Dale LeBaron, “The Dawning of a New Day in Africa,” Utah County Journal, May 27, 1989, 12, publicado también como E. Dale LeBaron, “Revelation on the Priesthood,” in Out of Obscurity: The LDS Church in the Twentieth Century (Salt Lake City: Deseret Book, 2000), 177. 43 R. Scott Lloyd, “Revelation Rewarded Those Who Waited,” Church News, published by Deseret News, December 18, 1999, 4–5; E. Dale LeBaron, “African Converts without Baptism: A Unique and Inspiring Chapter in Church History,” Brigham Young University 1998–99 Speeches (Provo, Utah: BYU Publications and Graphics, 1999), 58. 44 G. Homer Durham, N. Eldon Tanner: His Life and Service (Salt Lake City: Deseret Book, 1982), 193–94; Edward L. Kimball, Journal, September 6, 1979; James P. Bell, In the Strength of the Lord: The Life and Teachings of James E. Faust (Salt Lake City: Deseret Book, 1999), 122, dice que había cuatro grupos en Nigeria y uno en Ghana con 456 miembros. Alexander B. Morrison, The Dawning of a Brighter Day (Salt Lake City: Deseret Book, 1990), 84, dice que Ralph Walker visitó también Nigeria. 45 James B. Allen, “Would-Be Saints: West Africa before the 1978 Priesthood Revelation,” Journal of Mormon History 17 (1991): 229. 46 Bringhurst, Saints, Slaves, and Blacks, 190; Bringhurst, “Mormonism in Black Africa,” 18.

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Presidencia. Le informaron que no sabían por qué, pero sentían correcto descontinuar el esfuerzo por el momento.47 Spencer Kimball, sirviendo entonces en el Comité Ejecutivo Misional, le pidió a Williams “mantenerse en contacto” con los creyentes.48 Casi inmediatamente, en enero de 1966, la Guerra en Biafra estalló. Durante los siguientes cinco años la disputa civil mantuvo a Nigeria en la turbulencia. Incluso después que terminó la guerra, la inestabilidad política continuó hasta un levantamiento militar pacífico en julio de 1975.49 Los acontecimientos en Ghana, se asemejaban estrechamente a los de Nigeria. De hecho, la Misión Internacional recibió más cartas de Ghana que de cualquier otro país sin proselitismo misionero activo.

Movimiento de los Derechos Civiles Mientras que el conocimiento de la política del sacerdocio creció, muchos blancos investigadores potenciales encontraban ofensiva la prohibición del sacerdocio y se negaban a escuchar a los misioneros. La escalada del movimiento de los derechos civiles en la década de 1960 sensibilizó a los estadounidenses hacia la intolerancia racial, y encontraron difícil ver la prohibición de la Iglesia sobre la ordenación negro como cualquier otra cosa. La protesta contra la Iglesia tomó muchas formas –rechazo de los misioneros, demostraciones públicas, incluso sabotaje. En 1962, una bomba pequeña dañó las puertas orientales del Templo de Salt Lake y reventó algunas ventanas.50 En tanto que nadie reclamó la responsabilidad, muchas personas supusieron que fue motivado por la oposición a la política del sacerdocio. El capítulo Utah de la NAACP amenazó con poner vallas en la conferencia general de octubre en 1963, pero descartaron el plan cuando el Presidente Hugh B. Brown indicó en una reunión con los líderes de la NAACP que leería una declaración apoyando plenamente los derechos civiles.51 47

El Presidente Tanner supuestamente le dijo a Williams que la Primera Presidencia no sabía por qué se le había ordenado regresar, pero pronto lo sabrían. William trajo los nombres y las direcciones de quince mil africanos en unas sesenta congregaciones que habían expresado un interés en la Iglesia. E. Dale LeBaron, “Mormonism in Black Africa,” in Mormon Identities in Transition, ed. Douglas J. Davies (New York: Cassell, 1996), 81; LeBaron, “African Converts without Baptism,” 59. 48 Allen, “Would-Be Saints,” 239. 49 Allen, “Would-Be Saints,” 237. 50 “Police Checking for Leads in Temple Blast,” Deseret News, November 14, 1962, B1; “Blast Damages Salt Lake Temple—Believed Work of Vandals,” Deseret News, November 15, 1962, B1.  National Association for the Advancement of Colored People (Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color). N.del T. 51 El asunto se complica por las preocupaciones del élder Benson, en una época de tensiones de la Guerra Fría, que el movimiento de los derechos civiles fuera utilizado por los comunistas para promover la revolución y la eventual toma del control de los Estados Unidos. Quinn, Extensions of Power, 78, 81, 83–85, 98–100, 449 n. 141; Russell Chandler, “Mormons: New Test of Their Faith, Change Is in the Wind,” Los Angeles Times, June 26, 1983, 3 (1967 declaración); Ezra Taft

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El Congreso adoptó la Ley de los Derechos Civiles de 1964 y la Ley de los Derechos del Voto de 1965. La marcha desde Selma, Alabama, al capitolio estatal ocurrió en 1965, y ese mismo año tres mil manifestantes desfilaron al Edificio de Oficinas de la Iglesia exigiendo que la Iglesia respaldara un proyecto de ley de derechos civiles que entonces languidecía en la legislatura de Utah. La Iglesia no hizo una declaración pública, pero la legislación pasó.52 Entre 1968 y 1970 cuando menos una docena de manifestaciones o actos violentos ocurrieron cuando el equipo atlético de BYU jugaba con otras escuelas. Los jugadores oponentes rechazaron participar o usaron brazaletes negros en el brazo. Un espectador arrojó ácido, y otro lanzó un coctel molotov que no encendió. Stanford cortó las relaciones atléticas con BYU.53

Benson, in Official Report of the 135th Annual Conference of The Church of Jesus Christ of Latterday Saints (Salt Lake City: The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, 1965), 121–25; Bringhurst, Saints, Slaves, and Blacks, 169–70, cita el discurso dell Élder Benson que apareció en “President McKay Emphasizes Individual,” Salt Lake Tribune, April 7, 1965, A5. Los pasajes que se refieren a “la peligrosa agitación de los Derechos Civiles en Mississipi” y a los ”traidores en la Iglesia” no aparecen ni el reporte de la conferencia de abril ni en reportaje del discurso en la edición del Improvement Era. 52 Bringhurst, Saints, Slaves, and Blacks, 181; Jerome K. Full, “House Okehs First Utah Rights Move,” Salt Lake Tribune, February 5, 1965, A1; O. N. Malmquist, “Utah Senate Passes Rights Bill on Accommodations,” Salt Lake Tribune, January 29, 1965, A1; M. DeMar Teuscher, “Racial Bill Goes to Governor,” Deseret News, March 10, 1965, A1. 53 Estas manifestaciones relacionadas con los deportes generaron enorme publicidad negativa para la escuela y la Iglesia. Gary James Bergera and Ronald Priddis, Brigham Young University: A House of Faith (Salt Lake City: Signature Books, 1985), 299–301; Bringhurst, Saints, Slaves, and Blacks, 181–82. Jeffery O. Johnson, “Change and Growth: The Mormon Church and the 1960s,” Sunstone 17 (June 1994): 28; Evans v. State Bd. of Agriculture, 325 F. Supp. 1353 (D. Colo. 1971); Williams v. Eaton, 333 F. Supp. 107 (D. Wyo. 1971) (permitir que los jugadores en la Universidad estatal protestaran, durante el juego de futbol, por la práctica religiosa de los oponentes, sería inadmisible mezclar el estado y la religión), afirmó 443 43 F.2d 422 (10th Cir. 1972). Bruce Blumell reportó el incidente del ácido en la Universidad de Washington a principios de 1970. Arrington, Diary, June 12, 1978, 10. Ver también Quinn, Extensions of Power, 857, 859. Brian Walton, “A University’s Dilemma: B.Y.U. and Blacks,” Dialogue 6 (Spring 1971): 35, informa que un grupo investigador de la Universidad de Arizona encontró que los estudiantes de BYU no eran ni más ni menos racistas que los de otras escuelas. Heber G. Wolsey, director de relaciones públicas de BYU, visitó varias universidades donde los manifestantes planeaban protestas y desactivó la situación, en la mayoría de los casos, al explicar más plenamente la posición de la Iglesia sobre los derechos civiles. Heber G. Wolsey, “PR Man for a Prophet,” manuscrito inédito, 1994, en posesión de Wolsey. Llevó con él a Darius Gray, un negro miembro de la Iglesia. BYU publicó un desplegado a toda página, “Minorías, Derechos Civiles, y BYU,” en el Salt Lake Tribune, April 5, 1970, A18, para hacer pública su posición a favor de los derechos civiles para todos los ciudadanos. Las protestas motivaron una reunión en Nueva York en febrero de 1970, del Presidente Lee y cuatro Apóstoles con varios asesores que condujo a la creación, en el verano de 1972, de un Departamento Externo de Comunicaciones, llamado después el Departamento de Comunicaciones Públicas, para tratar proactivamente con la publicidad y la protesta. Wendell Ashton sirvió como el primer director. Francis M. Gibbons,

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Cambio en la Percepción de la Política en la Iglesia La posibilidad de cambiar la política se incrementó sutilmente cuando los esfuerzos académicos para rastrear la restricción a su fuente no mostraron un principio definitivo y razonamiento tambaleante en apoyo de la práctica. Un artículo de 1967 de Armand L. Mauss señalaba la naturaleza especulativa de las explicaciones basadas en la conducta premortal y la “maldición de Caín.” Concluyó que la política descansaba en la tradición, no sobre un mandato de las escrituras.54 Un libro en 1970 del estudiante Steven Taggart de la Universidad de Utah, proponía que la política comenzó en Missouri en la década de 1830 como un recurso para tratar el asunto de la esclavitud entre los esclavistas.55 Lester E. Bush respondió en 1973 con un extenso estudio monográfico, concluyendo que la primera evidencia clara de la negativa del sacerdocio data solamente de Brigham Young.56 Cuando los fundamentos de la política fueron haciéndose más problemáticos, los miembros se enfocaron en sus aspectos sociales. Armand Mauss, Eugene England, y Élder Marion D. Hanks, entre otros, proponían la hipótesis que el cambio en la política tal vez dependiera de la voluntad de los miembros SUD para Spencer W. Kimball: Resolute Disciple, Prophet of God (Salt Lake City: Deseret Book, 1995), 262; L. Brent Goates, Harold B. Lee: Prophet and Seer (Salt Lake City: Bookcraft, 1985), 433–35. 54 Mauss, “Mormonism and the Negro,” 19–39. 55 Steven Taggart, Mormonism’s Negro Policy: Social and Historical Origins (Salt Lake City: University of Utah Press, 1970). Este libro se desarrolló de un artículo para Dialogue que Taggart que Taggart dejó para más tarde en favor del libro, publicado por su familia después de su muerte prematura en 1969. La Primera Presidencia discutió el borrador del artículo de Taggart el 10 de septiembre de 1969. Bush, “History of My Research,” 12–14; and Bush, “Writing ‘Mormonism’s Negro Doctrine,’” 238–40; tanto la cita desde como la cita de los diarios del Presidente McKay. El Presidente Brown creía firmemente esta “hipótesis Missouri.” Edwin B. Firmage, “Hugh B. Brown in His Final Years,” Sunstone 11 (November 1987): 7–8. 56 Lester E. Bush Jr., “A Commentary on Stephen Taggart’s Mormonism’s Negro Policy: Social and Historical Origins,” Dialogue 4 (Winter 1969): 86–103; Bush, “Mormonism’s Negro Doctrine,” 11– 68, 75. Bush sugiere también que la Iglesia no debe sentir vergüenza de que un profeta del siglo XIX sostuviera puntos de vista del siglo XIX acerca de la raza. “History of My Research,” 108. Bush sugiere que incluso si José no creía en la igualdad racial, no llevó tan lejos ese punto de vista como para negar el sacerdocio a todos los varones negros. Bush, “History of My Research,” 162. Bush señala además que Brigham Young no utilizó la justificación de la conducta premortal, que luego los líderes de la Iglesia vieron como crucial para la “justicia” de la política. Bush, “Mormonism’s Negro Doctrine,” 75. Las Autoridades Generales conocían estas publicaciones. Lester Bush envió a Marion Hanks, Hartman Rector, y al Presidente Brown copias de su revisión de la obra de Taggart. El Élder Packer recibió un borrador del artículo de 1973. Bush, “History of My Research,” 48, 52–53; Bush, “Writing ‘Mormonism’s Negro Doctrine,’” 250–55, 266. Y Edward Ashment, entonces empleado de la Iglesia, le dijo a Bush que vio al Élder McConkie leyendo la edición de Dialogue presentando el artículo de Bush. Bush, “History of My Research,” 133 n. 2; Bush, “Writing ‘Mormonism’s Negro Doctrine,’” 267.

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aceptar a los hombres y mujeres negros en la verdadera fraternidad.57 Lowell Bennion, carismático maestro del Instituto de Religión en la Universidad de Utah, creía que los miembros podían orar apropiadamente por el cambio. En 1963, señaló: “Las revelaciones de Dios… dependen de nuestra mente, nuestro entusiasmo, sobre nuestra búsqueda, sobre nuestras preguntas, sobre nuestras perturbaciones morales, si quieres, sobre nuestras necesidades… Puede ser que el Señor a veces no pueda lograr comunicarse con nosotros sobre las cosas. Por lo tanto debemos estar pensando y buscando y orando aún sobre este problema de los negros.”58 Esta posición aceptaba que Dios permite a la gente –incluso a los líderes de la Iglesia –cometer errores. Pero otros pensaban que era imprudente para los miembros a hacer otra cosa sino esperar pacientemente y fielmente defender la posición de la Iglesia. Spencer Kimball, para quien la lealtad era un artículo de fe, se colocó en este último grupo. En dos cartas a su hijo Ed en 1963, explicó: “Estos miembros inteligentes forzarían el tema, y hay muchos de ellos, abaratarían el tema y, desde luego abatirían el sagrado principio de la revelación y la autoridad divina.” Continuando el diálogo unos días después, agregó: El conferir el sacerdocio, y declinar otorgar el sacerdocio no es asunto de mi elección ni del Presidente McKay. Es el programa del Señor… Cuando el Señor esté listo para relajar la restricción, llegará, sea que haya presión o no. Esta es mi fe. Hasta entonces, trataré de seguir luchando… Siempre me he enorgullecido de estar más o menos libre de prejuicios en cuanto a la raza de cualquier hombre. Creo que mi obra con las minorías demostraría eso, pero estoy tan completamente convencido que los

57

Mauss, “Mormonism and the Negro,” 38: “Quizás… el obstáculo principal a un mandato divino para el cambio no se encuentre en alguna insuficiencia entre los negros, sino más bien en en la falta de disposición de los mormones blancos, con nuestra herencia de tradición racial; es tal vez que nosotros los blancos quienes tenemos un largo camino que recorren antes que ‘los negros estén listos’ para el sacerdocio.” Arrington, Adventures of a Church Historian, 183, reporta un discurso en 1954 de Adam S. Bennion sugiriendo que los miembros de la Iglesia no estaban listos. Eugene England, in “The Mormon Cross,” Dialogue 8 (spring 1973): 82–85, apremiaba que Dios esperaba por la membresía general de la Iglesia para cambiar. Vea también Eugene England, “Becoming a World Religion: Blacks, the Poor—All of Us,” Sunstone 21 (June/July 1998): 57. Marion D. Hanks dijo, mucho después: “Para mí nunca fue que los negros [no estuvieran calificados, sino que] el resto de nosotros teníamos que ser traídos a una condición de madurez espiritual… para cumplir con el momento del cambio con gracia y la bondad.” Marion D. Hanks al autor, enero 30, 1997. En 1964, el Presidente McKay explicó que cambiar entonces la política sería causa de división en la Iglesia, como la cuestión de predicar a los gentiles entre los primeros cristianos. Dunn, entrevista por el autor, Agosto 8, 1996. Mateo 19:8 explica que Moisés prescribió el divorcio “debido a la dureza de sus corazones.” Y Dios dio a Israel un rey debido a la insistencia del pueblo, no porque fuera bueno hacerlo (1Sam. 8:18-22). 58 Bradford, Lowell L. Bennion, 249.

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profetas saben lo que hacen y que el Señor sabe lo que hace, que estoy dispuesto a descansar allí.59 Los líderes de la Iglesia se sentían bajo ataque, incapaces de cambiar una política que dejaba a muchos de ellos profundamente incómodos. En enero de 1970, después de varios años de incapacidad física, el Presidente McKay murió. Durante estos últimos años, los Presidentes Brown y Tanner discutieron con el profesor de filosofía de la Universidad de Utah, Sterling McMurrin, que estaba activamente asociado con la NAACP, si la Primera Presidencia debería hacer otra declaración apoyando los derechos civiles de los negros que fuera más lejos que la declaración de 1963. El Presidente Brown estaba indeciso, creyendo que pocos de los hermanos resistirían otra declaración.60 También según se dice, Brown apremió a los Doce para tomar una decisión administrativa para cambiar la política del sacerdocio, pero se frustró.61 Como Apóstol, Spencer indudablemente estaba implicado en las discusiones de estos temas, pero su diario no hace referencia a ellos. Habría estado consciente de su conflictividad, llevándole a esforzarse duramente por la unidad cuando la cuestión surgió durante su presidencia. El Élder Lee, convencido que la prohibición estaba fijada doctrinalmente y deseando reafirmar la posición tradicional de la Iglesia, persuadió a los Presidentes Brown y Tanner para enviar una carta para ese efecto el 15 de diciembre de 1969, para Obispos y Presidentes de Estaca.62 Después que la noticia de la declaración interna llegó a ser ampliamente conocida, la Primera Presidencia 59

Spencer W. Kimball al autor, Junio [21?] 1963. La carta está fechada solamente Junio de 1963, pero responde a una carta de Junio 18. Las elipsis dentro de la cita de McMurrin son de Spencer W. Kimball. Compare con Juan Anderson, “A Time for Healing: Official Declaration 2,” en Out of Obscurity, 151–160. 60 El Presidente Brown mencionó por nombre solo a Harold B. Lee. McMurrin, entrevista del autor, January 17, 1989. 61 El cambio de la política se frustró principalmente debido a la fuerte oposición de Harold B. Lee. El nieto del Presidente Brown dice que cuando el Élder Lee estaba fuera, el Presidente Brown había persuadido a los Doce a su punto de vista. Pero el Élder Lee, a su regreso, consiguió la reconsideración y retiro de dicho acuerdo. Firmage, “Hugh B. Brown in His Final Years,” 8; Firmage, Abundant Life, 142–43. Sin embargo, L. Brent Goates, biógrafo del Presidente Lee, expresa duda que se hubiese alcanza cualquier acuerdo. L. Brent Goates, entrevista del autor, Febrero 9, 1998. Prince, “David O. McKay y Blacks,” 151 n. 27, cita Ernest L. Wilkinson, Journal. Octubre 27 de 1969, que menciona que le dijo N. Eldon Tanner que el Presidente Lee era inflexible al oponerse al cambio y que en cualquier reunión sobre el tema “los demás, sin importar sus sentimientos, irían con el Hermano Lee.” Copia proporcionada por Prince. Las actas de las reuniones que podrían contestar esta pregunta no están disponibles. 62 “Carta de la Primera Presidencia Aclara la Posición de la Iglesia sobre los Negros,” Improvement Era 73 (Febrero 1970): 70–71 (firmada solo por los dos consejeros, Hugh B. Brown y N. Eldon Tanner). El Presidente Brown firmó a regañadientes y lego solo después de insistir que incluyera una declaración sobre los derechos civiles. Firmage, “Hugh B. Brown in His Final Years,” 8; Firmage, Abundant Life, 142–43; Goates, Harold B. Lee, 379–80; Goates, interview; Prince, “David O. McKay and Blacks,” 150–52.

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completa y los Doce firmaron conjuntamente la declaración y salió públicamente el 10 de enero de 1970, justo una semana antes de la muerte del presidente McKay. La declaración de 1949, atribuía la política a José Smith y explicaba que la razón para la exclusión “precede en tiempo a la existencia mortal del hombre.” Ambas declaraciones afirmaban también que la prohibición terminaría algún día. Pero mientras que la declaración de 1949 decía que los negros recibirían el sacerdocio “todo el resto de los hijos [de Dios] hubieran recibido sus bendiciones en el santo sacerdocio,” la declaración de 1969 omitió esta idea y señaló que la Iglesia está fundada en “el principio de la revelación continua” que podía cambiar la política. La declaración de 1949 se refería a un “maldición sobre la simiente de Caín,” mientras que la de 1969 solamente decía que la restricción era “por razones que creemos son conocidas para Dios, pero que no las había dado a conocer plenamente al hombre.” Al comentar sobre la declaración, el Presidente Brown fue citado en el Salt Lake Tribune diciendo que la política “cambiará en un futuro no demasiado distante.”63 A pesar de la ahora pública posición oficial “no sabemos,” la mayoría de los líderes de manera privada todavía mantenían la tradicional explicación del siglo XX que la conducta premortal de un espíritu justificaba la restricción del sacerdocio en la mortalidad.64 José Fielding Smith, que sucedió al Presidente McKay, estaba entre los que apoyaban más consistentemente los puntos de vista tradicionales, como lo estaba Harold B. Lee, quien se convirtió en su Primer Consejero. En Junio de 1971, tres mormones negros en Salt Lake City, Ruffin Bridgeforth, Darius Gray, y Eugene Orr, presentaron una solicitud a la Iglesia en busca de ayuda para mantener y reactivar al relativamente pequeño número de miembros de raza negra en la ciudad. Un comité de tres Apóstoles, Élderes Gordon B. Hinckley, Thomas S. Monson, y Boyd K. Packer, se reunieron con ellos muchas veces. Sugirieron organizar una unidad auxiliar, asignada a la Estaca Salt Lake City Liberty.65 En octubre, Bridgeforth, miembro durante dieciocho 63

“LDS Leader Says Curb on Priesthood to Ease,” Salt Lake Tribune, December 25, 1969, 4D; Bush, “History of My Research,” 17. El Presidente Brown posteriormente descalificó la declaración como solo su opinión personal. Bush, “Writing ‘Mormonism’s Negro Doctrine,’” 241; Bush, “History of My Research,” 15 n. 38. Comentó también, “En cuanto al consenso, los hermanos están unidos ahora que no ha llegado el tiempo, hasta que el Presidente hable sobre ello.” Richard D. Poll, “Apostle Extraordinary—Hugh B. Brown (1883–1975),” Dialogue 10 (Spring 1975–76): 70. 64 Bush, “History of My Research,” 45. 65 La primera reunión tuvo lugar el 19 de octubre de 1971, con una asistencia de 175. Leitha Orr, extractos del Diario, en posesión de Darius Gray. Margaret Blair Young and Darius Aidan Gray, The Last Mile of the Way (Salt Lake City: Bookcraft, 2003), 376–80, 388–90, 397–404. Lloyd, “Revelation Rewarded Those Who Waited,” 4–5. George M. McCune, Gordon B. Hinckley: Shoulder for the Lord (Salt Lake City: Hawkes, 1996), 466, anota que el Élder Hinckley era miembro de un “Comité Especial sobre Actividades para las Razas Africanas,” supuestamente este comité.

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años, fue apartado como presidente del Grupo Génesis, con Gay y Orr como sus consejeros. Los miembros de Génesis asistían a la reunión sacramental en sus barrios geográficos, pero se reunían mensualmente para escuchar oradores y dar testimonio y semanalmente para la Sociedad de Socorro, Primaria, y reuniones de jóvenes. Génesis prestó importantes funciones sociales y religiosas, proporcionando oportunidades para servir y dirigir que de otro modo no estaban disponibles.66 Spencer y Camilla aceptaron felizmente una invitación para asistir a un día de campo de Génesis, visitando a los adultos y sosteniendo niños pequeños en su regazo.67 Mientras Spencer fue Presidente de los Doce, personalmente llevó canastas de frutas en Navidad a los hogares de la presidencia de Génesis.68 Cuando Harold B. Lee sucedió a José Fielding Smith en Julio de 1972, en su primera conferencia de prensa tomo la posición la posición sobre la prohibición del sacerdocio articulada en la declaración de 1969 que él había redactado: “Para quienes no creen en la revelación moderna no existe explicación adecuada. Quienes comprenden la revelación se mantienen y esperan hasta que el Señor habla.”69 Unos cuantos meses después en otra entrevista con los medios, dio una respuesta más positiva: “Es solo cuestión de tiempo antes que los negros logren el estatus pleno en la Iglesia. Debemos creer en la justicia de Dios. Los negros van a alcanzar el estatus completo, estamos a la espera de ese momento.” No propuso ningún programa de tiempo y reiteró que el cambio tendría que venir por medio de la revelación.70 66

Darius Gray, en Utah’s African-American Voices, KUED-TV, October 19, 1998; Darius Gray para el autor, September 24, 2000; Joseph Freeman, In the Lord’s Due Time (Salt Lake City: Bookcraft, 1979), 101; Bradford, Lowell L. Bennion, 254; Goates, Harold B. Lee, 380; Embry, Black Saints in a White Church, 182–85. La idea para algo como el Grupo Génesis había sido sugerido en el Quórum de los Doce ya desde 1954. Declaración de Spencer W. Kimball a los Doce, Deciembre17, 1954, Kimball Papers. José Fielding Smith, como Presidente de los Doce, trasmitió esa recomendación en una carta al Presidente McKay y consejeros, Marzo 30 de 1955, copia en Kimball Papers. La carta reportaba que una encuesta en el área de Salt Lake mostraba como 15 miembros negros activos y tal vez otros 130 estaban inactivos o eran familia de los miembros. Después de un breve interrupción en el interés después la revelación de 1978, el grupo reanudó su actividad. Ruffin Bridgeforth condujo al grupo hasta su muerte en 1997, cuando Darius Gray fue llamado por la Primera Presidencia para sucederle y sirvió hasta 2003. Génesis se reúne mensualmente y tiene programas de actividad de la Primaria y Adultos Jóvenes, como también servicio caritativo de la Sociedad de Socorro. 67 Ruffin Bridgeforth, entrevista en un video no publicado, “General Authority Interviews,” Bonneville, March 27, 1980, transcrito en Kimball Papers; Young and Gray, Last Mile, 371–72, 381. 68 Darius Gray, entrevista del autor, Octubre 9, 1996; Darius Gray para el autor, June 16, 2000. Era consejero de Bridgeforth. La fecha sería 1971. Young and Gray, Last Mile, 408. 69 Goates, Harold B. Lee, 465. 70 Goates, Harold B. Lee, 506, citando UPI entrevista publicada en Noviembre 16, 1972. El especialista en religión de AP, George W. Cornell, “Remembering a Brother,” en He Changed My Life, ed. and arr. L. Brent Goates (Salt Lake City: Bookcraft, 1988), 216, cita al Élder Lee diciendo

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El tema incuestionablemente ocupaba la mente del Presidente Lee.71 Por ejemplo, pidió a Marion D. Hanks que describiera qué respuesta daría como Presidente de la Misión de la Manzana del Templo y algún otro lugar cuando se le preguntara sobre la política de la Iglesia sobre la raza y el sacerdocio.72 Como los Presidentes antes de él, el Presidente Lee respondió a los temas específicos como iban surgiendo. Aprobó una política general que los niños negros podían ser sellados a padres adoptivos no negros. El Presidente McKay previamente había aprobado tales sellamientos sobre bases individuales.73 Doctrina aparte, persistían los problemas prácticos –cómo responder las cartas que llegan de Nigeria y Ghana año tras año pidiendo misioneros, la forma de hacer frente a la acusación generalizada de intolerancia racial, y cómo responder a los investigadores. En diciembre de 1973, el Presidente Lee murió inesperadamente. El espinoso asunto de la restricción de los negros pasó a su sucesor, Spencer W. Kimball.

La Premoniciones Espirituales de los Demás Después de la revelación, un número de personas identificaron experiencias inusuales que, en retrospectiva marcaban el cambio por venir. En una bendición patriarcal en 1973, Oscar L McFarland, patriarca de la estaca en Covina, California, prometió a Theodore Britton, un negro superintendente de la Escuela Dominical, que si permanecía fiel un día gozaría todas las bendiciones del sacerdocio. Era claro por el contexto que eso de “un día” se refería en la mortalidad. Asustado por lo que había dicho, el patriarca llamó a su presidente de estaca, quien le dijo, “Envíeme una copia. La enviaré al Presidente Kimball.” La transcripción de la bendición posteriormente regresó con un signo de

sobre el tema que “iba a cambiar cuando Dios lo dispusiera. Siempre adjuntaba ese requisito.” Frecuentemente añadía que “la barrera sería quitada.” Bruce R. McConkie, el Apóstol nuevo que llamó el Presidente Lee, había articulado en los términos más fuertes el punto de vista tradicional en sucesivas ediciones de su libro Mormon Doctrine (Salt Lake City: Bookcraft, 1958), 476; 2d ed. (Salt Lake City: Bookcraft, 1979), 108, 114, 343, 526, 616. 71 Arrington, Adventures of a Church Historian, y Arrington al autor, February 10 and June 15, 1998, asegura que el Presidente Lee, poco antes de su muerte, buscó la voluntad del Señor sobre la cuestión de los negros y el sacerdocio durante “tres días y noches [de] ayuno en el salón superior del templo,… pero la única respuesta que recibió fue ‘todavía no.’” Arrington se apoyó en una persona no identificada cercana al Presidente Lee, pero el nieto y biógrafo del Presidente Lee no encontró registro de tal incidente y lo considera dudoso. Goates, entrevista. 72 Marion D. Hanks al autor, Enero 30, 1997. El Presidente Lee no comentó sobre la respuesta del Élder Hanks, que era que el cambio aguardaba la llagada de los blancos “a una condición de madurez espiritual” y “llegaría cuando el Presidente de la Iglesia sintiera la fortaleza del Señor para dirigirle.” Marion D. Hanks al autor. 73 Bush, “History of My Research,” 135, citando a Hartman Rector. Sin embargo, la política no parece haber estado plenamente establecida porque el Presidente Kimball también aprobó después tales sellamientos de manera individual. Spencer W. Kimball, Journal, November 30, 1976 and June 2, 1977.

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interrogación rojo del pasaje en cuestión, pero ninguna anotación. La nota de la cubierta del Presidente Kimball decía solamente “Una buena bendición.”74 Un número de otras bendiciones recibidas por miembros varones negros indicaban que tendrían oportunidades no disponibles en la actualidad para ellos – promesas que incluían sacerdocio, misiones, o las bendiciones del templo. Las personas generalmente aceptaron estas promesas como cosas que ocurrirían en la vida siguiente o en el Milenio, no una profecía del cambio inminente.75 En 1973, Helvécio y Rudá Martins y su hijo Marcus (vea el ensayo en la página 79) recibieron bendiciones patriarcales extraordinarias que prometían cosas que parecían imposibles. El patriarca dijo a Helvécio y Rudá que tendrían el privilegio de vivir sobre la tierra en el gozo de un convenio eterno. También prometió a su hijo Marcus que predicaría el evangelio, y el lenguaje que usó el patriarca les sugirió una misión de tiempo completo. A pesar de la indefinición sobre la bendición, los Martins abrieron una cuenta de ahorro misional para Marcus.76 La estudiante universitaria negra Mary Frances Sturlaugson, poco después de su bautismo en 1975, recibió una bendición de un maestro de seminario en Dakota del Sur que afirmaba que serviría en una misión. Él dijo después que no sabía cómo sucedería. Cuando ella recibió su bendición patriarcal en 1977, el patriarca Rodney Kimball (hijo del primo de Spencer), dijo “Siento fuertemente la impresión para decirte que si hay algo que deseas grandemente que no se ha dicho esta vez en esta bendición, escríbelo en la parte de atrás de tu bendición y se volverá obligatorio, dependiendo de tu fidelidad.” Ella escribió que quería servir una misión. Otra bendición le dijo, “El deseo de tu corazón se te concederá.” 77 Ella llegó a ser la primera mujer negra misionera después de la revelación. En 1976, el Obispo Fujio Abe, del sumo consejo en Greensboro North Carolina Stake, escuchó que tocaban su puerta tarde una noche. Se encontró al miembro negro Joseph Freeman y su esposa, Isapella, parados ante su puerta, llevando a su hijo de un año, Alexander, que tenía fiebre alta y no respondía a la 74

Oscar L. McFarland, entrevista del autor, Provo, Utah, January 12, 1994; Catherine Britton Hoffman to Oscar L. McFarland, March 11, 1994. McFarland no designó el linaje en este caso. 75 No hay manera de saber si la frecuencia de tales promesas se incrementó en el tiempo justo antes de la revelación o si las promesas fueron solamente reportadas a la luz de su rápido cumplimiento. En una asamblea solemne en diciembre de 1975, el Presidente Kimball instruyó: “Uno de nuestros patriarcas en una bendición prometió a un hombre negro el sacerdocio. El patriarca cometió un error. El hombre debe ser tratado con todo respeto, pero no puede tener el sacerdocio.” Kyle Probst, entrevista del autor, February 21, 2002. En los Kimball Papers, hay una hoja sin fecha con una lista de temas para ser mencionados en una asamblea solemne. Entre los temas está “Patriarca Negro.” 76 Helvécio Martins con Mark Grover, The Autobiography of Elder Helvécio Martins (Salt Lake City: Aspen Books, 1994), 56–57; John L. Hart, “Eager to Serve on Lord’s Timetable,” Church News, May 26, 1990, 6, 12; “Elder Helvécio Martins of the Seventy,” Ensign 30 (May 1990): 106. 77 Mary Frances Sturlaugson, A Soul So Rebellious (Salt Lake City: Deseret Book, 1981), 65–68.

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medicina. Mientras el Hermano Freeman sostenía al niño, el Obispo Abe de dio una bendición. A la mitad sintió la impresión para decir que el niño un día poseería el sacerdocio y serviría en una misión para la Iglesia. Ambos hombres sintieron que la fiebre dejaba al niño cuando se pronunciaba la bendición. Su temperatura bajó a la normal. El obispo apenas pudo decir “amen,” antes que la Hermana Freeman le preguntara “¿Se da cuenta de los que acaba de decir?” “Sí,” contestó el Hermano Abe, “Me doy cuenta. Esas no fueron mis palabras. Sugerí que fuera algo privado y sagrado, entre nosotros. Los demás no entenderían.”78 En la primavera de 1978, poco antes del anuncio de la revelación, F. Britton McConkie estaba en Manila por asignación dando bendiciones patriarcales. A una mujer que descendía de africanos, le prometió que recibiría las bendiciones del templo. A Alonzo Harris, un negro, le prometió que recibiría el sacerdocio y las bendiciones del templo en esta vida. A su regreso a Utah, Briton contó a su hermano el Élder Bruce R. McConkie sobre las inusuales bendiciones, y Bruce respondió sin comprometerse, “Estoy contento de saber que has dado esas bendiciones.” En solo unos días, estos eventos por demás desconcertantes serían vistos como parte de un presagio.

El Cuestionador En su primera conferencia de prensa, sostenida inmediatamente después de su ordenación, el Presidente Kimball enfrentó un número de cuestiones predecibles. En respuesta a la restricción sobre el sacerdocio para los negros, contestó directamente: [Le he dado] una gran cantidad de reflexión, una gran cantidad de oración. El día puede venir cuando se les daría el sacerdocio, pero ese día no ha llegado aún. Si el día viene, será un asunto de revelación. Antes de cambiar cualquier política importante, tiene que ser por medio de una revelación del Señor. Pero creemos en la revelación. Creemos todavía hay muchas cosas para ser reveladas por el Señor… Estamos abiertos al Padre en cada sugerencia que nos dé, para cada orientación que nos dé, para cada revelación del deseo para cambiar.79 78

Fujio Abe para el autor, April 21, 1991; Freeman, In the Lord’s Due Time, 96–97. En 1978, Joseph Freeman se cree que fue el primer hombre negro en ser ordenado al sacerdocio después del anuncio de la revelación. Edward L. Kimball Journal, April 21, 1979, reportando el discurso de Joseph Freeman en el templo de Provo. En marzo de 1987, Alexander llegó a ser diácono, y el mismo día su padre fue apartado como consejero en la presidencia del quórum de élderes en Denver. Isapella Freeman a Fujio Abe, Marzo 16, 1987, fotocopia en Kimball Papers. 79 Charles J. Seldin, “Priesthood of LDS Opened to Blacks,” Salt Lake Tribune, June 10, 1978, 1A; compare David Mitchell, “President Spencer W. Kimball Ordained Twelfth President of Church,”

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En ese momento, nadie vio esta declaración como un presagio de cambio; declaraciones similares se habían hecho antes y sido vistas como una especie de evasiva: El cambio podría venir, pero se necesitaría un milagro, así que no cuentes con ello. Menos de cuatro meses después, cuando un entrevistador para un programa televisivo nacional preguntó: “¿Anticipa un cambio en la política racial?” El Presidente Kimball dio una respuesta similar: “No, no lo anticipo. Si fuera a ser hecho, el Señor los revelaría, y creemos en la revelación. Creemos que el líder de la Iglesia está facultado para esa revelación. Y que llegaría si fuera necesario y si fuera apropiado.”80

El énfasis primario de la presidencia de Spencer W. Kimball era llevar el evangelio y sus bendiciones a todo el mundo. Courtesy Edward L. Kimball. Ensign 4 (February 1974): 6, citándole decir “No estoy seguro que habrá un cambio, aunque pudiera haber. Estamos bajo el dictado de nuestro Padre Celestial, y esta no es mi política, o la política de la Iglesia. Es la política del Señor quien la ha establecido, y no sé de cambio alguno, aunque estamos sujetos a las revelaciones del Señor en el caso que deseara que hiciéramos un cambio.” 80 Bush, “History of My Research,” 139, citando al Presidente Kimball en NBC Today Show, March 12, 1974.

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Es difícil saber los sentimientos internos del Presidente Kimball cuando hizo estas declaraciones, ya sea que estuviera poniendo la mejor cara sobre una política que apoyaba o expresando una esperanza profunda y el deseo que el tiempo para el cambio hubiera llegado. Mientras que era sensible a las preocupaciones y las necesidades de las minorías y mientras que no mostraba denigración personal de los negros, tampoco daba aliento a los que presionaban por el cambio. “Decidí hace mucho,” dijo, “que sería leal a los Hermanos.”81 Reaccionó especialmente de manera negativa a las protestas militantes contra la Iglesia y los métodos coercitivos, en particular cuando esos mismos que protestan no tenían interés en llegar a ser poseedores del sacerdocio. Spencer creía que las presiones externas hacían menos probable que llegara la revelación.82 Durante su vida en Arizona, Spencer tuvo pocos contactos personales con negros. Inevitablemente, absorbió los prejuicios sociales generales contra los negros, pro eran vagos, basados en suposiciones y otras actitudes de la gente, no en su propia experiencia, porque había muy pocos negros en su comunidad.83 De su juventud decía, “He crecido con la creencia que los negros no deberían tener el sacerdocio.”84 Como adulto en Arizona, no mostró prejuicios personales hacia los mexicanos y los nativos estadounidenses con quienes trataba. De hecho, sus veinticinco años como Apóstol trabajando íntimamente con los pueblos nativos norte y sudamericanos le dio a Spencer un grado de comodidad con la diversidad étnica y racial que algunos otros líderes de la Iglesia carecían.85 Su respuesta a los individuos era generosa y compasiva. Como presidente de estaca en Arizona, aprobó el uso de la capilla del Barrio Líbano durante la ceremonia de graduación de una escuela de negros, a pesar de la oposición de algún miembro.86 En 1959, registró en su diario la reunión con un miembro en Brasil que tenía un remoto antepasado negro, dándole como un 5% de herencia 81

Spencer W. Kimball, entrevista del autor, Junio 1978. En su copia personal del Reporte de la Conferencia de Octubre de 1956, en posesión del autor, Spencer marcó pesadamente una conferencia de J. Reuben Clark sobre el sacerdocio, que concluía que desde el principio el sacerdocio nunca fue universal y “nuestros derechos [al sacerdocio] dependían de nuestro curso antes que viniéramos aquí, y nuestro curso desde que llegamos.” J. Reuben Clark, in 127th SemiAnnual Conference of The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints (Salt Lake City: The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, 1956), 82–86. Aunque Clark no hizo referencia directa a la raza, Spencer escribió “Negro” en el margen. 82 Pero compare el Manifiesto Woodruff de 1890 que da como razón la amenaza inminente del gobierno de confiscar los bienes de la Iglesia, incluyendo los templos. 83 Susan Turley, “The Legacy,” Latter-day Sentinel, November 16, 1985, 32. 84 Gerry Avant, “President Kimball Says Revelation Was Clear,” Church News, January 6, 1979, 15. Al reverse de la copia de la Perla de gran Precio que Spencer llevó al campo misional en 1914, hizo una lista de las diferentes escrituras para apoyar la restricción sobre el sacerdocio. 85 Leonard J. Arrington, “The Long-Promised Day,” en Adventures of a Church Historian, 176. Arrington expresó la opinión personal que de todas las Autoridades Generales Spencer era el más personalmente inclinado a hacer caso omiso de la raza. 86 Edward L. Kimball and Andrew E. Kimball, Spencer W. Kimball: Twelfth President of The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints (Salt Lake City: Bookcraft, 1977), 173.

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negroide. “Mi corazón quería estallar por él.”87 Simpatizaba y admiraba a Monroe Fleming, que trabajó en el Hotel Utah durante muchos años y había sufrido con paciencia y dignidad el desprecio de otros negros por su fidelidad a la Iglesia.88

Spencer W. Kimball con niños nativos americanos n el frente de una escuela. Courtesy Edward L. Kimball.

En 1964, cuando Spencer visitó la exposición de la Iglesia en la Feria Mundial en Nueva York, observó con pesar la ausencia de rostros negros en los murales y se preguntó si los miembros negros deberían haber sido incluidos como guías en la exposición.89 Ese mismo año, cuando Spencer visitaba las misiones de Sudamérica, Fernández, un misionero de construcción de dieciocho años en Rivera, Uruguay, le abrazó y sonrió radiante. “Sentí la impresión de prometerle bendiciones más allá de su más ferviente imaginación si permanecía totalmente fiel a la Causa,” escribió Spencer en su diario. El joven “trabajaba contra grandes dificultades pero todavía dulce y sin amargura.”90

87

Spencer W. Kimball, Journal, March 10, 1959; Kimball and Kimball, Spencer W. Kimball, 317, 349. 88 Kimball and Kimball, Spencer W. Kimball, 345. 89 Spencer W. Kimball, Journal, October 12, 1964; Kimball and Kimball, Spencer W. Kimball, 345. 90 Spencer W. Kimball, Journal, Mayo 21, 1964; vea también Mayo 27, 1964.

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La posición personal de Spencer hacia los negros era el incómodo y en última instancia insatisfactorio de "separados pero iguales.” Aun cuando estaba a favor de la igualdad, se oponía fuertemente a la integración porque los socios en un matrimonio mixto no podían ser sellados en el templo y sus hijos estarían igualmente limitados. En contraste, mientras asesoraba parejas potenciales sobre otros matrimonios interraciales (con mayor frecuencia era de un nativo americano con un caucásico), él, francamente, señalaba los riesgos sociales y psicológicos de la pareja y sus hijos, pero les aseguraba que la decisión era personal y no implicaba temas teológicos.91 En ocasiones, sin embargo, Spencer había planteado específicamente la pregunta acerca de la prohibición del sacerdocio. En 1967, cuando reorganizó una presidencia de estaca en Salt Lake City, llamó a Arvil Milne como consejero del nuevo presidente de Estaca. El Hermano Milne, esperando preguntas acerca de su dignidad, se sorprendió cuando la primer pregunta sustantiva fue, “Hermano Milne, ¿qué opina acerca de que los negros reciban el sacerdocio?” Milne reflexionó por un momento y luego respondió: “Supongo que cuando el Señor lo decida que es tiempo dejará que el profeta lo sepa. Hasta entonces tendrán que seguir sin él.” El Élder Kimball dijo, “Gracias.” Eso finalizó la curiosa entrevista.92 En abril de 1969, mientras entrevistaba a James Polve para empleo como profesor de ingeniería en BYU, Spencer le hizo solo una pregunta, “¿Qué piensa acerca de que los negros deban recibir el sacerdocio?” Sorprendido, Polve supuso que la pregunta era una prueba de su ortodoxia y conocimiento de las enseñanzas de la Iglesia. Respondió con una respuesta tradicional. La entrevista le desconcertó tanto que no se atrevió a ponerla en su diario.93 Tal vez tales preguntas tenían solo la intención de probar la lealtad; más probablemente reflejaban las preocupaciones personales de Spencer.94

91

En una discusión de matrimonios racialmente mixtos, el Presidente McKay expresó el mismo punto de vista, que las personas debían ser alentadas a casarse dentro de su propia raza, pero no debemos condenarles no lo hacen así. Notas de la reunión, Octubre 6 de 1966, Kimball Papers. En 1977, "Era el sentido de la discusión que, si bien los hermanos aconsejarán en contra de las adopciones interraciales por las mismas razones que aconsejan contra los matrimonios interraciales, no habrá prohibición contra las agencias de adopción de la Iglesia organizando adopciones interraciales donde parece que hay una buena razón para hacerlo." Memo, June 2, 1977, Kimball Papers. 92 Grabación de Arvil Milne, hecha por Marzo 20, 1998, Kimball Papers. 93 James H. Polve, entrevista del autor, Enero 7 y 9 de 1989. En 1966, cuando una estaca se organizó por primera vez en Brasil, Antonio Camargo fue llamado como consejero en la presidencia de estaca. En la entrevista, Spencer le preguntó, “¿Qué piensas sobre la poligamia?” Antonio Camargo, entrevista del autor, Noviembre 17, 1999. 94 En 1970, Spencer obtuvo un número de cartas intercambiadas entre LaMar Williams del comité misional y los corresponsales negros en Nigeria y Ghana. Church History Library.

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Los Años Presidenciales antes de 1978 Spencer siempre respondió a las preguntas sobre la política y la doctrina con explicaciones tradicionales, ortodoxas, incluso dentro de su familia. Pero está claro que internamente luchaba con el tema del sacerdocio y deseaba que el Señor permitiera un cambio. Sentía compasión hacia los excluidos y tal vez culpable que los hombres fieles fueran impedidos de una responsabilidad y las bendiciones que él mismo apreciaba. De sus declaraciones a la prensa cuando llegó a ser presidente, pocos esperaban tal revelación.95 Probablemente ni él mismo. Pero u gran factor había cambiado: la responsabilidad última de la política recayó sobre él. Su deber ya no era el de apoyador leal. Tenía la responsabilidad personal, directa, para determinar la voluntad de Dios por medio del estudio, la fe y la oración, y él estaba decidido a no estar motivado por las presiones terrenales. Tenía otras cien cosas que demandaban su atención inmediata, pero el asunto del sacerdocio continuaba pendiendo pesadamente en el aire.96 Spencer mantenía un libro de notas llena de correspondencia y recortes de periódico sobre los negros y el sacerdocio. El alcance y la extensión del contenido del contenido del libro de notas mostraban que el asunto le preocupaba en gran manera. Pero el último punto está fechado por 1975, mucho antes de la revelación de 1978. Tal vez su acelerado programa presidencial no le permitió mantener el libro de notas, o quizás se volvió a la búsqueda interna. Por el tiempo que Spencer llegó a ser Presidente, las presiones externas para cambiar la política del sacerdocio había disminuido en gran medida, pero no desapareció.97 En 1974, la NAACP demandó a los Boy Scouts de América sobre la política en las tropas Scout patrocinadas por la Iglesia SUD de tener a los presidentes de quórum de diáconos sirviendo como líderes de patrulla de mayor categoría. La Iglesia rápidamente cambió la política. En abril de 1976, Douglas A. Wallace, un élder viviendo en Vancouver, Washington, cargó sobre sí el bautizar y ordenar a un negro desafiando la política de la Iglesia. Poco después fue excomulgado. La publicidad alrededor del incidente acarreó ocultas divisiones en el Grupo Génesis en primer plano. Algunos miembros criticaban abiertamente a los líderes de la Iglesia por no revocar la restricción del sacerdocio y presentaron una petición formal. El documento pedía al Presidente Kimball que “modificara las declaraciones anteriores sobre el matrimonio interracial e hiciera un compromiso firme” sobre cuándo los negros podrían ser ordenados.98 Una importante minoría del grupo firmó. Las personas en ambos bandos –los que presionaban por el cambio y los 95

“Smooth Succession?” Time, January 14, 1974, 41. Avant, “President Kimball Says Revelation Was Clear,” 15. 97 Bringhurst, Saints, Slaves, and Blacks, 182–83; “Marketing the Mormon Image: An Interview with Wendell J. Ashton,” Dialogue 10 (Spring 1977): 16. 98 Freeman, In the Lord’s Due Time, 103. 96

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que aborrecían la controversia –se retiraron de Génesis. Los líderes persistieron fielmente a pesar de la dificultad. Después de la división, Génesis lentamente volvió a ganar fortaleza.99 Wallace continuó su protesta mediante asaltar por el pasillo del Tabernáculo con dos asociados en la conferencia general de abril de 1976, gritando: “¡Abran paso al Señor! ¡No toquen el Señor!” los acomodadores rápidamente lo escoltaron a él y sus dos compañeros fuera del Tabernáculo. Afuera anunció a los representantes de los noticieros que trataba de poner al Presidente Kimball “a juicio.”100 Como el Presidente Kimball tenía razón para creer que Wallace intentaba confrontarle de nuevo, la Iglesia obtuvo una orden de restricción temporal para impedir a Wallace perturbar subsecuentes conferencias.101 Aunque Wallace obedeció la orden de restricción manteniéndose fuera del Tabernáculo, sostuvo una conferencia de noticieros en la Manzana del Templo criticando a la Iglesia por su restricción racial.102 Cuando en 1975 el Presidente Kimball anunció la construcción de un templo en Sao Paulo, Brasil, existía la preocupación acerca de cómo determinar quién, en un país racialmente mestizo, sería elegible para entrar en el templo terminado. Más tarde dijo que en el momento “no estaba pensando en términos de hacer un ajuste.” Pensaba, más bien, que la Iglesia simplemente tendría que investigar más cuidadosamente en el antecedente racial de los miembros que busquen recomendaciones.103 Por 1976, se inició un litigio en Costa Rica por un abogado negro buscando privar de derechos a la Iglesia en ese país por violar las leyes que prohíben la discriminación racial en su proselitismo. El hombre fue ofendido por el uso de los misioneros de una “encuesta genealógica” como técnica para asegurarse si los contactos tenían antepasados negroides. El Presidente Kimball envió al abogado F. Burton Howard, un futuro miembro del Primer Quórum de los Setenta, para tratar la situación. Cuando Howard regresó para reportar una conclusión exitosa 99

Freeman, In the Lord’s Due Time, 102–3; Bringhurst, Saints, Slaves, and Blacks, 185; Joe Costanzo, “Group Marks 20 Years of Black Priesthood,” Deseret News, June 8, 1998, B2. 100 “LDS Dissident ‘to Attend,’” Salt Lake Tribune, March 25, 1977, C3. El lenguaje es de la Corporation of the President v. Wallace, 573 P.2d 1285 (Utah Supreme Court, 1978). 101 “LDS Dissident ‘to Attend,’” C3; “The Mormon Media Image,” Sunstone 3, no. 1 (November/December 1977): 25; “Ordination of Black Declared Null,” Deseret News, April 6, 1976, A4. Wallace demandó sin éxito a la Iglesia tanto en la corte estatal como federal. “Update,” Sunstone 3 (March/April 1978): 6. Vea Corporation of the President v. Wallace (orden de restricción contra Wallace emitida apropiadamente). 102 “Security Department Yearly Activity Report” (1977): 7, Kimball Papers. Wallace circuló una lista de temas sobre los que ofrecía debatir contra la “amenaza” mormona: el plan de la Iglesia para establecer un gobierno terrenal, el Consejo de Cincuenta, los tentáculos económicos mormones, la infiltración mormona de las agencias federales, y las maneras en que una doctrina de la expiación de sangre sería utilizada para justificar el asesinato. Spencer W. Kimball, Journal, Agosto 3, 1977. 103 Spencer W. Kimball, entrevista del autor, Julio 1978.

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para la demanda, Spencer confió “su preocupación por dar el sacerdocio a todos los hombres y dijo que había estado orando sobre ello durante quince años sin una respuesta,… pero voy a seguir orando sobre ello.”104 Como Presidente, Spencer consistentemente buscó conceder el sacerdocio cuando las circunstancias no estaban claras. La familia de John L. Pea, por ejemplo, vino a conferencia general de Octubre en 1976 para ser sellado en el templo después que la Primera Presidencia anulara una negativa anterior. Spencer registró: Hace cuarenta y tres años el Hermano Pea fue juzgado por el presidente de misión que tuviera algún posible linaje negro. Como resultado él y 4 hijos nunca tuvieron el Sacerdocio y ninguno ha estado en el templo. Recientemente la Sociedad Genealógica investigó las circunstancias y la Primera Presidencia revisó entonces los hechos y determinó que no existía justificación para retener el sacerdocio del Hermano Pea y autorizó al obispo y al presidente de estaca para ordenar al hermano y darle la aprobación para las recomendaciones del templo para esos dignos.

Treinta miembros vinieron a la conferencia y para ser sellados. El grupo completo se reunió con la Primera Presidencia y cantó para ellos.105 El Presidente Kimball, en un discurso devocional en 1971, dado en BYU, habló del Apóstol Pedro y especificó que Pedro “anunció un cambio mayor en la política en la Iglesia por la cual los gentiles podían ser aceptados.” En retrospectiva, podría ser visto como recordatorio a la Iglesia que el cambio puede llegar por medio de la revelación.106 En el otoño de 1977, El presidente Kimball, visitando al economista SUD Jack Carlson, preguntó: “¿Qué crees que pasaría si cambiamos la política? Dame un escenario.” El Presidente Kimball expresó sus propias preocupaciones sobre la disidencia interna, en particular de los miembros en América del Sur o incluso del Quórum de los Doce.107

Preparando el Escenario Los días previos a Junio de 1978 ofrecen una ilustración clásica de la pauta que lleva a gran parte de la revelación –una pregunta urgente, una consideración 104

F. Burton Howard al autor, Junio 15, 1995; F. Burton Howard, entrevista del autor, Julio 30 de 2002. Caroline Miner reporta haber preguntado al Presidente Kimball, su cuñado, algunos años antes si buscó revelación sobre el tema y él dijo, “Cada día.” Devery S. Anderson, “A History of Dialogue, Part Two: Struggle toward Maturity, 1971–1982,” Dialogue 33 (summer 2000): 62 n. 297. 105 Spencer W. Kimball, Journal, October 4, 1976. 106 Spencer W. Kimball, “Peter, My Brother,” Speeches of the Year (Provo, Utah: Brigham Young University Press, 1971), 7 (July 13, 1971). 107 Renee Pyott Carlson, entrevista por Gregory A. Prince, Potomac, Md., June 2, 1994, refiriéndose a un momento que él estaba presente. Recordó también que el Presidente Kimball dijo, “No sé si deba ser el que haga esto, pero si no lo hago, mi sucesor no lo hará.”

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intensa, una respuesta provisional formulada en oración, y una confirmación espiritual.108 Muchos factores prepararon el escenario para el cambio, aunque es imposible determinar cuánto contribuyó cada uno: 



 

Las solicitudes de misioneros continuaron viniendo de individuos y grupos en África, especialmente Nigeria y Ghana. ¿Cómo podría la Iglesia negar la enseñanza del Evangelio a los buscadores sinceros? Y ¿cómo iban a funcionar sin el sacerdocio? La consciencia estadounidense despertaba de los siglos de injusticia contra los negros; el equilibrio se había inclinado decisivamente contra el racismo y hacia el igualitarismo, preparando a los blancos para aceptar a los negros como iguales tanto legal como socialmente. Esta consciencia no ocurrió de pronto, ni alcanzó a todos, pero preparó a los mormones blancos para dar la bienvenida a los negros como participantes plenos. Esta nueva escala de valores también creó presión social. Muchos estadounidenses despreciaban a los mormones por intolerantes, y la percepción puede haber afectado los esfuerzos misionales. El compromiso de la Iglesia con la obra misional –siempre alto –había logrado altura sin precedente bajo la visión del Presidente Kimball de la obra misional barriendo la tierra. Tanto los líderes como los miembros continuamente enfrentaban la consecuencia lógica: el esfuerzo misional tenía que incluir el África negra.

108

La principal fuente de información concerniente a la revelación de 1978 es una entrevista el 5 de julio de 1978 del autor con Spencer W. Kimball, un mes después del anuncio de la revelación. El 8 de julio, Spencer W. Kimball y Camilla Kimball leyeron y corrigieron una descripción por el autor de los eventos basados en esa entrevista. Los agregados se hicieron el 12 de julio, después de las entrevistas con el Presidente Romney y los Élderes Packer y Hinckley. Este documento en adelante será citado como “Borrador 1978.” Casi cuatro años después, el 12 de mayo de 1982, el autor se reunió con el Élder McConkie y Francis M. Gibbons, secretario de la Primera Presidencia, para discutir el Borrador 1978. Ninguno señaló error alguno. Gibbons proporcionó información adicional leyendo de las actas del consejo de junio de 1978 en su posesión. Este documento compuesto se encuentra en Edward L. Kimball, Journal, Mayo 12, 1982. Otro recital importante es un documento de Bruce R. McConkie, “The Receipt of the Revelation Offering the Priesthood to Men of All Races and Colors,” June 30, 1978, Kimball Papers, que envió a Spencer W. Kimball con una carta anexa declarando: “De conformidad con su solicitud he preparado el documento adjunto. . . . Resume lo que dije en el hogar del Dr. LeRoy Kimball en Nauvoo el Miércoles, 28 de Junio de 1978.” Este documento parece ser la fuente de la información en Joseph Fielding McConkie, The Bruce R. McConkie Story: Reflections of a Son (Salt Lake City: Deseret Book, 2003), 373–79. En el documento, Spencer W. Kimball hizo cambios editoriales menores en casi cada página, sugiriendo que estaba de acuerdo con el texto, ya corregido. Seis veces agregó “bendiciones del templo” a “sacerdocio” que ya había llegado a estar disponible para todos los hombres dignos. Este documento es citado aquí como McConkie, “Receipt of the Revelation.” See also Oscar W. McConkie Jr., interview by author, June 15, 1978.

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El estudio de las Autoridades Generales y académicos independientes había debilitado la idea tradicional que José Smith enseñó la exclusión del sacerdocio y lanzó una sombra sobre las supuestas justificaciones de la política en las escrituras.109 El vertiginoso crecimiento de la Iglesia en Brasil y el templo allí, moviéndose rápidamente hacia la finalización, crea un dilema insoluble. En una sociedad mestiza, mucha gente tenía ascendencia negroide remota, pero no lo sabían. La aplicación de la política estaría acompañada por la casi certeza del error. Y finalmente, la persona responsable de dirigir la Iglesia había cambiado. El Presidente Hinckley dijo, “Aquí estaba un hombre pequeño, lleno de amor, capaz de llegar a la gente. . . . Él no fue el primero en preocuparse por la cuestión del sacerdocio, pero tenía la compasión para perseguirlo y una audacia que le permitió actuar, para obtener la revelación.”110

El Presidente Kimball con sus consejeros, Presidente N. Eldon Tanner (en medio) y el Presidente Marion G. Romney (derecha). Courtesy Edward L. Kimball. 109

De acuerdo a Leonard Arrington, ya desde 1954 un comité de los Doce concluyó que la negativa del sacerdocio no estaba sólidamente basada en las escrituras. Arrington, Adventures of a Church Historian, 183. 110 Sheri Dew, entrevista del autor, Septiembre 18, 1995 (biógrafa del Presidente Hinckley, reportando su comprensión de sus puntos de vista).

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Buscando la Revelación Como seguidor, Spencer había probado ser leal y conservador. No llegó al liderazgo intentando ser un reformador, pero no tenía miedo del cambio. Su único deseo era empujar hacia adelante la obra de la Iglesia. Si al hacerlo se requerían los cambios, estaba preparado para hacerlos. El Presidente Kimball sintió que sus predecesores habían buscado la voluntad del Señor concerniente a la política del Sacerdocio, y por alguna razón “el momento no había llegado.”111 Pero Spencer tenía que preguntar nuevamente. Necesitaba urgentemente “encontrar de primera mano lo que el Señor pensaba al respecto.” No era suficiente solo esperar hasta que el Señor tuviera a bien tomar la iniciativa: la escritura le exhortaba a pedir y llamar, si quería saber por sí mismo. Oró tratando de no prejuzgar la respuesta: ¿Debemos mantener la política de tanto tiempo, o ha llegado el momento para el cambio? No recibió respuesta inmediata a sus oraciones.112 En mayo de 1975, el Presidente Kimball mostró a sus consejeros varias declaraciones de los primeros líderes acerca de los negros y el sacerdocio y les pidió sus reacciones.113 Cuidadoso por las formas en que la cuestión había sido motivo de división durante la administración McKay, pidió a los Apóstoles que se unieran a él como colegas en prolongado estudio y súplica.114 Francis M. Gibbons, secretario de la Primera Presidencia, observó enfoque especial sobre el tema en el año anterior a la revelación.115 Diez años después de la revelación, Dallin H. Oaks, presidente de BYU en 1978, recordó esta época de investigación: “[El Presidente Kimball] me preguntó lo que yo pensaba que eran las razones. Habló con docenas de personas, tal vez cientos de personas. . . acerca del por qué, por qué tenemos esto.”116 Años antes, hablando acerca de la revelación en general, Spencer había escrito en una carta a su hijo: 111

Avant, “President Kimball Says Revelation Was Clear,” 15. Gordon B. Hinckley dice que el asunto había "llegado a ser un asunto de interés particular para Spencer W. Kimball.” Gordon B. Hinckley, March 15, 1988, en una charla fogonera en toda la Iglesia conmemorando la restauración del sacerdocio, “Priesthood Restoration,” Ensign 18 (October 1988): 69–70. 112 1978 Draft. 113 Edward L. Kimball, Journal, May 12, 1982, discusión con Francis M. Gibbons y Bruce R. McConkie. 114 En una oración, el Élder Packer “suplicó al Señor que fuera abierto el camino para aquellos a quienes se había retenido el sacerdocio.” John Forres O’Donnal, Pioneer in Guatemala: The Personal History of John Forres O’Donnal, Including the History of The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints in Guatemala (Yorba Linda, Calif.: Shumway Family History Services, 1997), 223–24. 115 Boyd K. Packer, entrevista con el autor, Julio 12, 1978 (Spencer W. Kimball llevó el tema con él dos años antes); Breck England, “Elder Marvin J. Ashton,” Ensign 16 (Julio 1986): 10; Gibbons, Spencer W. Kimball, 292–96. 116 “Apostles Talk about Reasons for Lifting Ban,” Provo Daily Herald, June 5, 1988, 21.

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Las revelaciones probablemente nunca llegarán a menos que se les desee. Creo que muy pocas personas reciben revelaciones mientras están arrellanados en el sofá o mientras juegan cartas o mientras descansan. Creo que la mayoría de las revelaciones vendrían cuando un hombre está de puntillas, llegando tan alto como puede por algo que sabe que necesita, y entonces estalla sobre él la respuesta a sus problemas.117

El Quórum de los Doce Apóstoles en el momento de la revelación del sacerdocio. Al frente, de izquierda a derecha: Mark E. Petersen, Ezra Taft Benson, Delbert L. Stapley. Atrás, de izquierda a derecha: Boyd K. Packer, Thomas S. Monson, Legrand Richards, Marvin J. Ashton, Howard W. Hunter, Bruce R. McConkie, Gordon B. Hinckley, L. Tom Perry, David B. Haight. Courtesy Church History Library. © Intellectual Reserve, Inc.

En junio de 1977, Spencer invitó al menos a tres Autoridades Generales para que le dieran memos sobre las implicaciones del tema.118 El Élder McConkie escribió un largo memorándum concluyendo que no había barrera en las escrituras

117

Spencer W. Kimball al autor, March 11, 1963. Arrington, Diary, June 27, 1978, copia en Kimball Papers, apoyándose en el memo de Jay Todd, nombrando específicamente a Packer, Monson, y McConkie. Arrington, Diario, Junio 9, 1978, indica que a fines de 1977 o principios de 1978, Neal Maxwell de los Setenta preguntó al Historiador de la Iglesia sobre una declaración que José Fielding Smith había hecho sobre los negros. 118

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para un cambio en la política que daría el sacerdocio a los negros.119 Considerando el enfoque tradicional del Élder McConkie hacia el tema durante la administración Lee, esta conclusión explica por qué, de acuerdo al Élder Packer, “El Presidente Kimball habló en público de su gratitud al Élder McConkie por el apoyo especial que recibió en los días anteriores a la revelación sobre el sacerdocio.”120 Aunque las actas de las reuniones del quórum no están disponibles y los participantes no han comentado en detalle, la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce discutieron el tema repetidamente, extensamente, y durante un periodo de meses.121 El Élder James E. Faust, presidente de la Misión Internacional, que incluía casi toda África, dialogó con el Presidente Kimball un número de veces, a principios de 1978, sobre el tema del sacerdocio.122 En una reunión, el Élder Faust mostró una pila de cartas recibidas desde África solo durante el mes anterior. Pidió leer una muestra, el Élder Faust escogió una carta de un chico cuya “esperanza más grande era un día sentarse en el Tabernáculo de Salt Lake y allí escuchar hablar al profeta del Señor.”123 Durante los meses previos a Junio de 1978, el Presidente Kimball habló repetidamente con los Doce acerca de la cuestión, pidiéndoles que hablaran libremente.124 Invitó a los asociados que no se habían expresado en el ambiente de grupo para que hablaran con él en privado.125 Parecía tan decidido a resolver el problema que otros se preocupaban por él. Un vecino de los Kimball, Richard Vernon, se había dado cuenta de que Spencer parecía un poco retraído. Normalmente relajado y cómodo con los amigos den su barrio, Spencer respondió a una pregunta que no se estaba sintiendo bien y cambió el tema. Muchos en el barrio habían notado la diferencia y se sentían preocupados. Muchos también notaron que Camilla estaba ansiosa y preocupada por Spencer. El Élder Packer, preocupado por la incapacidad del Presidente Kimball para dejar descansar el

119

Edward L. Kimball, Journal, May 12, 1982, discusión con Bruce R. McConkie y Francis M. Gibbons. 120 Boyd K. Packer, Let Not Your Heart Be Troubled (Salt Lake City: Bookcraft, 1991), 264. 121 Bruce R. McConkie, “The New Revelation on Priesthood,” in Spencer W. Kimball and others, Priesthood (Salt Lake City: Deseret Book, 1981), 127, aparece también en Mark L. McConkie, ed., Doctrines of the Restoration: Sermons and Writings of Bruce R. McConkie (Salt Lake City: Bookcraft, 1989), 159. En dos ocasiones en 1978, Spencer W. Kimball invite a memos escritos de los miembros de los Doce. McConkie, “Receipt of the Revelation,” 2. 122 Vea James E Faust, “The Doctrine and Covenants and Modern Revelation,” en Hearken, O Ye People: Discourses on the Doctrine and Covenants (Sandy, Utah: Randall Press, 1984), 287–97. El diario del Presidente Kimball desde enero hasta mayo de 1978 muestra que el Élder Faust vino ocho veces, cuatro veces con un propósito identificado y cuatro con propósito no especificado. 123 James P. Bell, In the Strength of the Lord: The Life and Teachings of James E. Faust (Salt Lake City: Deseret Book, 1999), 122–23. 124 1978 Draft. 125 Lucile C. Tate, David B. Haight: The Story of a Disciple (Salt Lake City: Bookcraft, 1987), 279.

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asunto, dijo, “¿Por qué no olvida esto?” entonces el Élder Packer contestó su propia pregunta, “Porque no puede. El Señor no se lo permitirá.”126 Spencer escribió después: Día tras día, y especialmente los sábados y domingos cuando no había organizaciones [sesiones] en el templo, iba allí cuando podía estar solo. Me sentía muy humilde… Buscaba esto… Quería estar seguro… Tenía mucho que luchar. . . yo mismo, en gran parte, porque había crecido con esta idea de que los negros no deberían tener el sacerdocio y yo estaba dispuesto a ir todo el resto de mi vida hasta mi muerte y luchar por ella y defenderla como era.127

Al regresar del aeropuerto en febrero de 1978, después de uno de sus viajes, Spencer pidió al chofer que lo dejara en el templo y envió sola a casa a Camilla. “Quiero ir al templo por un rato,” dijo, “Buscaré un camino a casa.”128 Algunos días iba más de una vez, a menudo solo.129 Algunas veces se cambiaba a la ropa del templo; siempre se quitaba sus zapatos. Obtuvo una llave que le daba acceso al templo, noche o día, sin tener que involucrar a nadie más. Pocos sabían, excepto el personal de seguridad que lo cuidaba. Uno de ellos lo mencionó al vecino del Presidente Kimball, quien lo contó a Camilla. Así que ella sabía mucho, pero no tenía idea de qué problema ocupaba tanto a Spencer. Le preocupaba que uno de los hermanos pudiera estar implicado en transgresión grave. Spencer, con gentileza, sugirió al supervisor de seguridad que sus hombres fueran cuidadosos con lo que divulgaban, incluso a su esposa.130 Camilla llamó a Arthur Haycock para preguntar qué tenía a Spencer tan tenso y preocupado. La única respuesta que Arthur se sintió libre para dar fue que algo preocupaba al Presidente, pero que todo estaría bien.131 El 9 de marzo de 1978, cuando la Primera Presidencia y los Doce se reunieron en el templo, los Apóstoles, de manera unánime, expresaron su sentimiento que si la política debía cambiar, cualquier cambio debía estar basado en la revelación recibida y anunciada por el profeta. El presidente Kimball entonces pidió un esfuerzo concertado de todos ellos para conocer la voluntad del Señor. Sugirió que participaran en ayuno y oración personal concertados.132

126

Packer, entrevista. Avant, “President Kimball Says Revelation Was Clear,” 15; Lloyd, “Revelation Rewarded Those Who Waited,” 4–5. 128 Edward L. Kimball, Journal, February 27, 1985, citando a Camilla Kimball. 129 Spencer W. Kimball, “The Savior: The Center of Our Lives,” New Era 10 (April 1980): 36. 130 Spencer W. Kimball, entrevista. 131 Heidi S. Swinton, In the Company of Prophets: Personal Experiences of D. Arthur Haycock (Salt Lake City: Deseret Book, 1993): 83. 132 Francis M. Gibbons, interview by author, Mayo 12, 1982, registrado el 12 de mayo de 1982 en el Diario de Edward L. Kimball, como Gibbons lo refirió en las actas del consejo. 127

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Con el tiempo, a través de los muchos días en el templo y por las horas de noche en vela, orando y dando vueltas en su mente todas las consecuencias, perplejidades, y las críticas que la decisión de extender el sacerdocio implicaría, Spencer encontró poco a poco que “todas esas complicaciones y preocupaciones disminuían de importancia.” No desaparecieron, pero parecieron declinar en importancia. A pesar de sus preconcepciones y su lealtad al pasado, aumentó la creciente certeza que un cambio en la política era lo que el Señor quería. 133 “Allí creció lentamente una profunda y perdurable impresión de seguir adelante con el cambio.”134 Esta respuesta había quedado clara en la mente de Spencer ya a finales de marzo, pero él sentía que la unidad dentro de la dirigencia era importante, y continuó discutiendo el asunto con los demás. Sintió resistencia de algunos, lo cual comprendió. No empujó, ni cabildeó, ni presionó, ni utilizó su posición para buscar la conformidad. En lugar de eso, incrementó sus visitas al templo, implorando al Señor para que diera a conocer su voluntad, no solo a él sino también a los Doce, a estos hombres buenos que toda su vida habían citado a otros Presidentes de la Iglesia que todavía no era tiempo. En un sentido, los anteriores profetas de la Iglesia estuvieron formados en fila contra esta decisión. La sabiduría de los muertos a menudo parece más noble que la palabra de un portavoz viviente imperfecto. Spencer quería más que nada que sus consiervos compartieran con él un testimonio de la voluntad del Señor. Camilla señaló que en sus oraciones juntos, donde él siempre había pedido “inspiración” o “guía,” comenzó a suplicar por “revelación.” También notó que leía las Escrituras con más atención de lo usual durante la primavera.135 El 23 de marzo, Spencer informó a sus consejeros que había pasado gran parte de la noche en reflexión y su impresión entonces era levantar la restricción sobre los negros. Sus consejeros dijeron que estaban preparados para sostenerle, si esa era su decisión. Pasaron a discutir el impacto de este cambio en la política sobre los miembros y decidieron que no había necesidad de tomar medidas urgentes; lo discutirían de nuevo con los Doce antes de una decisión final.136 Francis Gibbons, secretario de la Primera Presidencia, tenía la impresión que el Presidente Kimball había llegado ya a conocer la voluntad de Dios y ahora se esforzaba en cómo resolver el asunto de manera que todo el liderazgo estuviera a favor.137 133

Spencer W. Kimball, entrevista. Spencer W. Kimball, entrevista. 135 Spencer W. Kimball, entrevista. Camilla Kimball, entrevista por Andrew E. Kimball Jr., January 18, 1979, transcripción en Kimball Papers. 136 Edward L. Kimball, Journal, May 12, 1982, reportando la discusión con Francis M. Gibbons. Vea también Gibbons, Spencer W. Kimball, 293. 137 Edward L. Kimball, Journal, May 12, 1982. El Élder Gibbons ha confirmado que su descripción de “los eventos que conducen a y rodean la Revelación sobre el Sacerdocio están basados en conocimiento personal, testimonio ocular, y están apoyados por las anotaciones en mis diarios 134

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Con el tiempo, el presidente Kimball sentía una certeza creciente que un cambio en la política era lo que Dios quería. Ya a finales de marzo de 1978 la respuesta había quedado clara para él. Courtesy Edward L. Kimball. hechas inmediatamente después que ocurrieron.” Francis M. Gibbons al autor, Noviembre 6, 1995.

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El 20 de abril, el Presidente Kimball pidió a los Doce que se unieran a la Presidencia en oración para que Dios les diera una respuesta. Más tarde habló individualmente con los Doce y continuó pasando muchas horas solo, en oración y meditación en el Santísimo, a menudo después del trabajo, cuando el templo estaba tranquilo.138 Describió la carga de sus oraciones en una charla improvisada a los misioneros en África del Sur varios meses después: Recuerdo muy vívidamente un día tras otro que caminé al templo y subí hasta el cuarto piso, donde tenemos nuestras asambleas solemnes, donde tenemos nuestras reuniones de los Doce y de la Presidencia. Y después que todos habían salido del templo, me arrodillé y oré. Y oré con tal fervor, ¡Les digo! Sabía que algo estaba ante nosotros que era muy importante para muchos de los hijos de Dios. Y yo sabía que podíamos recibir las revelaciones del Señor si éramos dignos y preparados para ellas y dispuestos a aceptarlas y ponerlas en su lugar apropiado. Día tras día fui y con gran solemnidad y seriedad, solo en los salones superiores del Templo, y allí ofrecí mi alma y ofrecí nuestros esfuerzos para seguir adelante con el programa139 y queríamos hacer lo que él quisiera. Cuando hablábamos sobre ello con él, decíamos: “Señor, solo queremos lo que es correcto. No hacemos planes para que sea un movimiento espectacular. Queremos solamente lo que tú quieras y lo queremos cuando tú quieras y no antes.”140

En una ocasión durante este tiempo, un administrador del templo trajo un afinador de órgano al salón donde se reunían la Presidencia y los Doce. Interrumpieron al Presidente Kimball en oración y se retiraron, abochornados.141 Otra ocasión Spencer encontró a uno de los obreros del templo haciendo guardia afuera del salón para protegerle de interrupciones. Spencer le agradeció por su vigilancia pero le dijo que no era necesaria.142 Al final de la reunión conjunta de la Presidencia y los Doce el 4 de mayo, cuando la política del sacerdocio se discutió, LeGrand Richards pidió permiso para hacer una declaración. Luego reportó: Vi durante la reunión a un hombre sentado en una silla arriba del órgano, con barba y vestido de blanco, con la apariencia de Wilford Woodruff… No soy un 138

Gibbons, Spencer W. Kimball, 293–94; Gordon B. Hinckley, “Priesthood Restoration,” Ensign 18 (October 1988): 70; F. Burton Howard, Marion G. Romney: His Life and Faith (Salt Lake City: Bookcraft, 1988), 239. 139 El Presidente Kimball con frecuencia utilizaba la palabra “programa” para decir una idea o concepto, más que un plan o agenda o diseño. Podía decir: “Ese es el programa,” queriendo decir: “Esa es una buena idea.” 140 Spencer W. Kimball, comentarios, Johannesburg, South África, October 23, 1978, transcripción de la cinta por Duane Cardall, Kimball Papers. 141 Spencer W. Kimball, entrevista; Jack Purser, registrador del templo, entrevista por el autor, June 19, 1989, describiendo la experiencia de otro. 142 Spencer W. Kimball, entrevista. Spencer podría permanecer desde una media hora hasta tres horas. Geraldine Bangerter entrevista del autor, Febrero 2000, reflejando sus notas de los comentarios del Presidente Kimball en la dedicación del templo de Sāo Paulo, octubre 30 de 1978.

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visionario… Esto no fue mi imaginación… Puede ser que tuve el privilegio de verle porque soy el único aquí que había visto al Presidente Woodruff en persona.143

Tarde el sábado, 6 de mayo de 1978, un amigo del Presidente Kimball, Bryan Espenschied, le encontró caminando solo cuando ambos salían del templo. El Hermano Espenschied tuvo la impresión que Spencer estaba sumamente preocupado o afligido. Spencer después explicó que, en esa ocasión, había estado en el templo, orando sobre la cuestión del sacerdocio.144 Los consejeros de Spencer compartían sus ansiedades. La familia del Presidente Tanner le vieron durante este tiempo con la apariencia de “gran preocupación, como si llevara las cargas del mundo.”145 Spencer siguió recibiendo muchas cartas de miembros de la Iglesia preocupados por el tema. Algunos de los que escribían criticaban y exigían; otros expresaban fe y esperanza. Una carta fechada el 19 de mayo, de Chase Peterson, entonces administrador en la Universidad de Harvard y futuro presidente de la Universidad de Utah, apremiaba una “oportunidad presente,” mientras que las presiones externas habían disminuido, para abrir el sacerdocio para los negros. Tras la expresión pensativa de este punto de vista, concluyó: ¿Podría ser que el Señor ha estado a la vez preparándonos para aceptar al hombre negro en la comunión plena del Sacerdocio y preparando al hombre negro para la responsabilidad del sacerdocio?... [Quizás el Señor] espera que estemos listos, y si no demostramos nuestra buena disposición, puede ser que no haya un momento [correcto] de nuevo [pronto].146

Pocos días después Spencer respondió, “Le agradezco muchísimo por su encantadora carta y por las sugerencias que ha ofrecido. Por favor, acepte mis sinceras gracias y mejores deseos.”147 El 25 de mayo, Mark E. Petersen llamó la atención del Presidente Kimball hacia un artículo que planteaba que la política del sacerdocio había comenzado

143

Gibbons, Spencer W. Kimball, 294; Gibbons, entrevista; F. Gibbons en la Reunión Anual de la Asociación de Historia Mormona, Snowbird, Mayo 18, 1996. Vea también Lucile Tate, LeGrand Richards: Beloved Apostle (Salt Lake City: Bookcraft, 1982), 291–92, citando a Elder Packer’s recollection. 144 Bryan A. Espenschied, entrevista del autor, Septiembre 3, 1997. Espenschied después llegó a ser presidente de la primera misión formal en África Oeste. 145 Ruth Tanner Walker, entrevista del autor, Agosto 19, 1998. 146 Chase Peterson a Spencer W. Kimball, Mayo 19, 1978. 147 Spencer W. Kimball a Chase Peterson, fechada Mayo 30, con matasellos en Junio 2, 1978. Una carta del 28 de junio continuaba: “Desde que le escribí mu última carta y le agradecí por su gran interés, usted sabe lo que ha sucedido y supongo que está complacido con la gestión.” Spencer mencionó después a su nieto Miles S. Kimball que la carta de Chase Peterson fue “muy útil” al pensar en la cuestión del sacerdocio. Miles S. Kimball al autor, Octubre 31, 1993.

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con Brigham Young, no con José Smith, y sugería que el Presidente podría desear considerar este factor.148 El 30 de mayo, Spencer leyó a sus consejeros una declaración provisional, escrita a mano, quitando las restricciones raciales sobre el sacerdocio y dijo que tenía una "buena, cálida sensación" al respecto.149 Revisaron declaraciones anteriores y decidieron pedir a G. Homer Durham, un Setenta supervisor del Departamento Histórico, que investigara más el asunto.150 También decidieron alterar el modelo en su siguiente reunión de la mañana del jueves con los Doce al cancelar el almuerzo tradicional en el templo y pidiendo a los miembros del consejo que continuaran su ayuno.151

Confirmación de la Revelación El jueves, 21 de junio, Spencer salió temprano de casa, como de costumbre, tan absorto que dejó su portafolio y tuvo que enviar por él. Su diario para ese día registra, con impactante simplicidad: Después de reunirme con mis consejeros durante una hora esta mañana, desde las ocho hasta la nueve, fuimos al templo y nos reunimos allí con todas las Autoridades Generales en la reunión mensual que tenemos juntos [el primer jueves]. Regresé a la oficina por unos minutos y luego fui a la Manzana del Templo para los servicios de dedicación del nuevo Centro de Visitantes Sur, que estaba programado para iniciar a las 3:00 p.m. Los servicios duraron como una hora, después de lo cual regresamos a la oficina donde trabajé en mi escritorio hasta las seis.

El día fue bastante más significativo de lo que esta entrada sugiere. En este primer jueves de cada mes, la Primera Presidencia, los Doce, y los Setenta se encontraron en su reunión mensual regular del templo a las 9:00 a.m., en ayuno. Allí dieron testimonio, participaron del sacramento, y participaron en un círculo de oración.152 La reunión duró las usuales tres horas y medio y no fue notablemente diferente de otras reuniones similares hasta la conclusión, cuando el Presidente Kimball pidió a los Doce que permanecieran. Dos ya habían salido del 148

El artículo casi seguramente era el artículo de 1973 de Bush, “Mormonism’s Negro Doctrine,” 11; Anderson, “History of Dialogue, Part Two,” 64 (posible influencia del artículo de Bush). Mark E. Petersen, “Discussion Re: Utah Historical Quarterly,” memo, Kimball Papers, hace notar que por el momento, el Presidente Kimball consideraba en oración el tema de los negros y el sacerdocio. 149 Gibbons, Spencer W. Kimball, 294. 150 Gibbons, Spencer W. Kimball, 294. Los eventos sobrepasaron esa solicitud, porque la confirmación de lo correcto del cambio llegó solo dos días después. G. Homer Durham, memo a Spencer W. Kimball, June 29, 1978, Kimball Papers, hacienda notar que la asignación era “debatible ahora.” 151 Gibbons, Spencer W. Kimball, 294–95. 152 Había “un particular alto tono espiritual.” McConkie, “Receipt of the Revelation,” 3.

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salón para cambiar sus ropas del templo en preparación para la reunión regular de negocios de la Primera Presidencia y los Doce que normalmente seguía. Alguien les llamó de regreso. El Élder Delbert L. Stapley yace enfermo en el hospital, y el Élder Mark E. Petersen estaba en Sudamérica en una asignación. Diez de los Doce estaban presentes. Como se recordó después, el Presidente Kimball dijo: Hermanos, he cancelado el almuerzo de hoy. ¿Estarían ustedes dispuestos a permanecer en el templo con nosotros? Me gustaría que continúen ayunando conmigo. He ido al templo casi diariamente durante muchas semanas hasta ahora, algunas veces durante horas, suplicando al Señor una respuesta clara. No he determinado de antemano cuál debería ser la respuesta. Y me daré por satisfecho con un simple Sí o No, pero quiero saber. Cualquiera que sea la decisión del Señor, la defenderé hasta el límite de mis fuerzas, hasta la muerte.153

Les esbozó la dirección en la que sus pensamientos le habían llevado –el desvanecimiento de su reticencia, la desaparición de las objeciones, la convicción creciente que había recibido, la decisión provisional a que había llegado, y su deseo de una respuesta clara. Una vez más pidió a los Doce que hablaran, sin preocuparse de la antigüedad. “¿Tienen algo qué decir?” El Élder McConkie habló en favor del cambio, haciendo notar que no existía impedimento en las escrituras. El Presidente Tanner pidió investigar cuestiones como la mencionada por el Élder McConkie. El Élder Packer habló extensamente, explicando su punto de vista que todo hombre digno debería permitírsele poseer el sacerdocio. Citó escrituras (D&C 124:49; 56:4-5; 58:32) en apoyo del cambio.154 Ocho de los diez expresaron voluntariamente sus puntos de vista, todos a favor. El Presidente Kimball llamó a los otros dos, y también hablaron a favor. La discusión continuó por dos horas.155 El Élder Packer dijo, una semanas después, “Una objeción le habría detenido, le hubiera hecho aplazarlo, así de cuidadoso era… que tenía que estar en lo correcto.”156 El proceso de decisión les afianzó en la unidad. Luego buscaron la confirmación divina. El Presidente Kimball preguntó: “¿Les importa si les dirijo en la oración?” había cosas que él quería decir al Señor. Había llegado a una decisión después de gran esfuerzo, y quería la confirmación del Señor, si viniera. Rodearon el altar en 153

Esta es una composición del reporte de Gerry Avant de la reseña del Presidente Kimball, el recuerdo de David B. Haight de la declaración introductoria del Presidente Kimball, y el recuerdo de Bruce R. McConkie de cuatro semanas después. McConkie, “Receipt of the Revelation,” 3–4: “Él [el Presidente Kimball] esperaba una afirmación clara de esto [que los negros reciban el sacerdocio] de modo que no hubiera duda en la mente de nadie.” 154 Lucile C. Tate, Boyd K. Packer: A Watchman on the Tower (Salt Lake City: Bookcraft, 1995), 225–26. El President Kimball también había meditado sobre la maldición sobre los idólatras (Ex. 20:5 y Núm. 14:18) que corrió hasta la tercera y cuarta generación. Esto le sugería que la maldiciones no eran interminables y que los otros descendientes serían juzgados por su merecimiento, no por sus ancestros. Spencer W. Kimball, entrevista del autor, Julio 5, 1978. 155 Gibbons, Spencer W. Kimball, 295; McConkie, “Receipt of the Revelation,” 4. 156 Packer, entrevista.

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un círculo de oración. El presidente Kimball dijo al Señor largamente que si extender el sacerdocio no estaba bien, si el Señor no quería que este cambio entrara en la Iglesia, lucharía contra la oposición del mundo.157 El Élder McConkie relató después, “El Señor se hizo cargo y el presidente Kimball se inspiró en su oración, haciendo las preguntas correctas, y pidió una manifestación.”158 Durante esa oración, los presentes sintieron algo poderoso, unificador, inefable. Los que trataban de describirlo luchaban para encontrar las palabras. El Élder McConkie dijo: [Fue como si llegara otro día de Pentecostés.] En el día de Pentecostés en el Viejo Mundo se registra que lenguas de fuego se posaron sobre el pueblo. Ellos estaban tratando de poner en palabras lo que es imposible expresar directamente. No hay palabras para describir la sensación, pero a la vez a los Doce y los tres miembros de la Primera Presidencia gozaban del Espíritu Santo que descendió sobre ellos, y sabían que Dios había manifestado su voluntad… Había tenido algunas notables experiencias espirituales antes, sobre todo en relación con mi llamamiento para ser apóstol, pero nada de esta magnitud. Todos los Hermanos, al mismo tiempo, supieron y sintieron en sus almas cuál era la respuesta a la insistente petición del Presidente Kimball… Algunos de los Hermanos estaban llorando. Todos estaban sobrios y algo sobrecogidos. Cuando el presidente Kimball se puso de pie, varios de los Hermanos, por turno, le abrazaron.159

El Élder Tom L. Perry record: “Mientras él oraba, tuvimos una experiencia maravillosa. Solo teníamos un sentimiento de unidad. Lo más aproximado que puedo describir es que fue muy parecido a lo que ha sido relatado que ocurrió en la dedicación del Templo de Kirtland. Sentí algo así como el murmullo de viento. Hubo una sensación que se apoderó de todo el grupo. Cuando el presidente Kimball se levantó estaba visiblemente aliviado y muy contento.160 El Élder Hinckley dijo poco después de que la experiencia desafiaba cualquier descripción: “Fue maravilloso, muy personal, trayendo consigo una gran unidad y la firme convicción de que este cambio era una revelación de Dios.”161 Diez años después dijo: Había una atmósfera sagrada y santificada en la habitación. Para mí, era como si un conducto se abriera entre el trono celestial y el profeta suplicante, arrodillado… Y por el poder del Espíritu Santo llegó a ese profeta una garantía de que por lo que oró era justo, que había llegado el momento… 157

Avant, “President Kimball Says Revelation Was Clear,” 15. McConkie, “Receipt of the Revelation,” 5: “Fue una de esas ocasiones cuando el que es el vocero en la oración, oraba por el poder del Espíritu y se le daba la expresión y la guía en las palabras que se usaban.” 159 McConkie, “Receipt of the Revelation,” 6. 160 L. Tom Perry, entrevista del autor, Junio 15, 1978. 161 1978 Draft. 158

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No era el sonido “como de un viento recio que soplaba,” no eran “lenguas repartidas, como de fuego,” como había sido en el día de Pentecostés… …Sino la voz el Espíritu murmurando con certeza en nuestras mentes y nuestras mismas almas. Fue para nosotros, por lo menos para mí en lo personal, como imagino que fue con Enós, que dijo concerniente a su notable experiencia, “…he aquí, la voz del Señor penetró en mi mente.” …Ninguno de nosotros que estuvo presente en esa ocasión fue nunca el mismo después de eso.162

El Élder David B. Haight record, “El Espíritu tocó el corazón de cada uno de nosotros con el mismo mensaje, de la misma manera. Cada uno fue testigo de un evento celestial trascendente.”163 Habló de nuevo del evento dieciocho años después: “Estuve allí. Estuve allí con el derramamiento del Espíritu en esa sala, tan fuerte que ninguno de nosotros podía hablar después de eso. Salimos en silencio para regresar a la oficina. Nadie podía decir nada debido a la experiencia espiritual celestial.”164 El Élder Marvin J. Ashton la llamó “la impresión espiritual más intensa que jamás sentí.”165 El Élder Packer dijo que durante la oración todos los presentes se dieron cuenta de cuál debería ser la decisión.166 El Presidente Ezra Taft Benson registró en su diario: “Después de la oración, experimentamos el más dulce espíritu de unidad y convicción que jamás he experimentado… Nuestro pecho ardió con la justicia de la decisión que habíamos hecho.”167 También dijo que “nunca había experimentado algo de tal magnitud y poder espiritual.”168 Cada quien sintió esta poderosa experiencia espiritual confirmando la decisión propuesta por el presidente Kimball percibiéndola como una revelación. El Élder Howard W. Hunter dijo, “Después de la oración… se hicieron los comentarios sobre el sentimiento compartido por todos, que rara vez, o nunca, hubiera habido una mayor unanimidad en el Consejo.”169 El Élder Perry dijo: “No creo que hayamos tenido un presidente más dispuesto a suplicar al Señor o más receptivo desde el profeta José. Sabíamos que había recibido la voluntad del Señor.”170 162

Hinckley, “Priesthood Restoration,” 70. Tate, David B. Haight, 280. 164 David B. Haight, “This Work Is True,” Ensign 26 (May 1996): 23. Vea John L. Hart, “‘Make Giants Out of All Missionaries,’” Church News, January 24, 1998, 4. 165 Breck England, “Elder Marvin J. Ashton,” Ensign 16 (July 1986): 10. 166 Arrington, Diary, June 19, 1978, citando a Gill Warner, quien confirmó la declaración al autor en entrevista, septiembre 25 de 2000. 167 Sheri L. Dew, Ezra Taft Benson: A Biography (Salt Lake City: Deseret Book, 1987), 457. 168 McConkie, “New Revelation,” 128, cita a Ezra Taft Benson. 169 Eleanor Knowles, Howard W. Hunter (Salt Lake City: Deseret Book, 1994), 235–36, citando su diario. 163

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Cuando el profeta se levantó de sus rodillas, encontró primero al Élder Haight, el Apóstol más nuevo, y se abrazaron. El Élder Haight podía sentir el corazón palpitante del presidente Kimball y podía sentir su intensa emoción. El Presidente continuó alrededor del círculo, abrazando a cada Apóstol.171 También otros se abrazaron espontáneamente. Spencer sintió que la reacción evidenciaba la aceptación de sus hermanos del cambio de política y, al mismo tiempo, su aceptación de él. El Élder Perry dijo: Era como si un gran peso se hubiera quitado. Estaba casi sin habla. Le era casi imposible contener su alegría. Nada se dijo ni se tenía que decir. Sentimos que la respuesta era, la decisión está tomada. Había un gran sentimiento de unidad entre nosotros y alivio que hubiera terminado. Cuando he hablado con otros miembros de los Doce desde entonces, sentían lo mismo que yo. No creo que los Doce volverán nunca a ser los mismos de nuevo. Fue una experiencia única en la vida.172

El Presidente Kimball también dijo después, “Sentí un espíritu abrumador allí, una desbordada corriente de unidad como nunca antes habíamos tenido.” Y supo que la respuesta totalmente suficiente había llegado.173 La emoción se desbordó cuando el grupo permaneció mucho tiempo. Cuando alguien le recordó al presidente Kimball de la aparición anterior de Wilford Woodruff a LeGrand Richards en la sala, Spencer dijo que le parecía natural: “El Presidente Woodruff habría estado muy interesado, porque pasó por algo del mismo tipo de experiencia” con el Manifiesto.174 Los Hermanos expresaron su júbilo por los eventos, complaciendo al Presidente Kimball por la profundidad de sus sentimientos. Se sentían gratamente aliviados que se hubiera tomado la decisión y satisfechos con el resultado. Habían anhelado este cambio, pero habían necesitado la confirmación del Espíritu para darles confianza. Después de su experiencia –tan sagrada que algunos no la discutirían y el pensamiento de ello era capaz de provocar lágrimas –cada hombre estaba resuelto en el apoyo de la acción. El Élder McConkie sentía que Esto fue hecho por el Señor de esta manera porque era una revelación de significado tan tremendo e importante; uno que podría revertir el rumbo de la Iglesia, en procedimientos y administrativamente, que afectaría a los vivos ya los 170

Perry, entrevista. Spencer dijo después: “Finalmente teníamos el sentimiento, teníamos las impresiones del Señor que las hizo muy claras para nosotros, que esto era lo que debíamos hacer para construir el evangelio universal para todas las personas dignas.” Comentarios de Kimball, Johannesburg, October 23, 1978, de la grabación de Cardall en Kimball Papers. “"Pero esta revelación y certeza vinieron a mí con tanta claridad que no hubo ninguna duda al respecto.” Susan Turley, “The Legacy,” Latter-day Sentinel, November 16, 1985, 32; Avant, “President Kimball Says Revelation Was Clear,” 15. 171 Tate, David B. Haight, 280. 172 Perry, entrevista. 173 Avant, “President Kimball Says Revelation Was Clear,” 15; Spencer W. Kimball, entrevista. 174 Spencer W. Kimball, entrevista.

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muertos; que afectaría la relación total, que tenemos con el mundo, uno. . . de tal importancia que el Señor quería testigos independientes que podrían dar testimonio que el asunto había ocurrido.175

El Anuncio y las Reacciones Normalmente después de la reunión semanal el grupo se cambiaría la ropa del templo y dirigiría los asuntos de la Iglesia. Se sugirió que debido a la experiencia que habían tenido, dieran por terminado el día. Pero el presidente Kimball, que intentaba mover la Iglesia hacia adelante, les pidió que continuaran. Así lo hicieron, pero debido a que sus intensos sentimientos seguían, no estaban dispuestos a presentar cualquier tipo de negocio que pudiera esperar. Entre los negocios indecisos estaba cómo anunciar la decisión. El presidente Kimball pidió a los Élderes Packer, McConkie y Hinckley que cada uno propusiera por escrito un plan de acción.176 Aunque la decisión se había tomado y los Doce habían convenido, el presidente Kimball continuó yendo al templo, orando para que el resto de las Autoridades Generales aceptara este cambio trascendental. Durante los siguientes días, Camilla creía que él estaba tan agitado como nunca lo había visto. Pero ella todavía no tenía idea de qué le causaba tal preocupación. El miércoles, 7 de junio, el Presidente Kimball notificó a sus consejeros, en su reunión, que había decidido que había llegado el momento para anunciar la remoción de las restricciones del sacerdocio sobre los miembros varones negros y que había pedido a tres de los Doce que propusieran borradores de un anuncio. Francis Gibbons había construido, a partir de los tres memorándums, un borrador compuesto. La Primera Presidencia revisó este proyecto, pasando una buena cantidad de tiempo en la redacción exacta.177 El jueves 8 de junio, la Presidencia presentó a los Doce el anuncio propuesto.178 Todos de los Doce presentes tuvieron una oportunidad para comentar, y se hicieron cambios editoriales menores.179 Discutieron el tiempo. Algunos pensaban que era mejor esperar a la conferencia general de octubre. Otros sugirieron hacer el anuncio en el seminario de presidentes de misión la semana siguiente. Pero el Élder McConkie apremió la publicación inmediata: 175

McConkie, “New Revelation,” 134; McConkie, “Receipt of the Revelation,” 10–11. Tate, Boyd K. Packer, 226. 177 Edward L. Kimball, Journal, May 12, 1982, discusión con Francis M. Gibbons; Gibbons, Spencer W. Kimball, 295. De acuerdo a Swinton, In the Company of Prophets, 83, “El Presidente Kimball dictó la declaración [en la forma final] a Arthur [Haycock], quien los tomó en taquigrafía y lo transcribió.” 178 Hinckley, “Priesthood Restoration,” 69–70. 179 Gibbons, Spencer W. Kimball, 29; McConkie, “Receipt of the Revelation,” 8, dice que durante el proceso se sintió una renovada certeza de lo justo del cambio. 176

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“Que se filtrará, y tenemos que vencer a Satanás. Es capaz de hacer algo entre ahora y entonces para que parezca que estamos siendo forzados a ello.” A pesar de las fuertes medidas de seguridad, los empleados en el Edificio de Oficinas de la Iglesia percibieron que algo importante estaba en marcha, aunque nadie sabía exactamente qué.180 Los rumores habían empezado a esparcirse. Después de la discusión, la Primera Presidencia y los Doce adoptaron la sugerencia del Élder Packer, que hicieran el anuncio en forma de una carta a los líderes locales de la Iglesia por todo el mundo. Antes de enviar la carta, la publicarían a través de los medios de comunicación, dando a conocer la nueva política de manera simultánea al mundo entero (después de presentarla primero a las demás Autoridades Generales).181 Después de la reunión, el Presidente Kimball se sentía tremendamente cansado pero satisfecho en el sentido que tenía de continuar la unidad. Sabía que los demás no siempre compartían plenamente sus puntos de vista,182 y pudo haber temido que este cambio de política podría ser visto por algunos como su objetivo personal. Parece haber establecido cuidadosamente las bases para el consenso con los Doce por medio de la consulta, la discusión y la plena inclusión en la reunión fundamental en el templo, cuando oró por la voluntad del Señor, para que fuera conocida.183 La importancia que el Presidente Kimball atribuía a la unanimidad puede ser vista en cómo el Presidente Tanner presentó el asunto a la Iglesia en la siguiente conferencia general: El presidente Kimball me ha pedido que informe en la conferencia que después de recibir esta revelación, que vino a él tras extensa meditación y oración en las salas sagradas del santo templo, él la presentó a sus consejeros, quienes la aceptaron y aprobaron. Luego se presentó al Quórum de los Doce Apóstoles, los cuales la aprobaron de modo unánime y, a continuación, fue presentada a todas las demás Autoridades Generales, que de igual manera la aprobaron unánimemente.

180

Arrington, Diary, June 27, 1978, grabando Bruce R. McConkie y memo familiar a Jay Todd, Junio 26 de 1978; Arrington, Diary, June 12, 1978. 181 Con esta importante cuestión y más asuntos de rutina, la reunión duró más de lo usual. El Élder Hinckley estaba programado para atender a la esposa del embajador británico –una importante oportunidad de relaciones públicas –pero él permaneció en el templo para la reunión y envió sus disculpas por faltar a la recepción llevada a cabo para ella. 182 Por ejemplo, los programa de la Iglesia para los Indios algunas veces habían sido mencionados de manera condescendiente como “los programas del Hermano Kimball,” como si fueran suyos y no de la Iglesia. Espenschied, entrevista; Kimball and Kimball, Spencer W. Kimball, 366, 377. 183 Se afirma que Wilford Woodruff firmó solo el Manifiesto porque sus consejeros no se unieron a él. No lo había presentado a todo el Quórum de los Doce porque esperaba que no apoyarían plenamente una decisión que consideraba su responsabilidad. Quinn, Extensions of Power, 4849; vea también Richard S. Van Wagoner, Mormon Polygamy: A History, 2d ed. (Salt Lake City: Signature Books, 1989), 140, 143.

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Luego propuso la aceptación como “como la palabra y la voluntad del Señor.”184 Dos de los Doce no habían asistido a las reuniones. El Élder Mark E. Petersen estaba en una asignación en Sudamérica, y el Élder Delbert L. Stapley estaba gravemente enfermo en el Hospital SUD. Más tarde, el día 8 de junio, Spencer telefoneó al Élder Petersen en Quito, Ecuador, informándole lo que había ocurrido, hizo que Francis Gibbons le leyera el anuncio para ser publicado, y recibió su aprobación. El Élder Petersen recordó después, “Estaba encantado de saber que una nueva revelación había venido del Señor. Sentí que la llegada de la revelación era más impactante que la decisión misma. En el teléfono dije al Presidente Kimball que sostenía plenamente tanto la revelación como a él un cien por ciento.”185 Los tres de la Primera Presidencia visitaron al Élder Stapley. Respondió, “Estaré con los Hermanos en esto.” Así, el apoyo de los Doce fue unánime.186 En la tarde del8 de junio, el Primer Quórum de los Setenta llevó a cabo su reunión mensual regular. El Presidente Kimball envió un mensaje que la Primera Presidencia quería reunirse con todas las Autoridades Generales disponibles la mañana siguiente en la sala de consejo del cuarto piso del Templo de Salt Lake, y todos debían venir en ayuno. Se les pidió posponer viaje si fuera posible y cancelar cualquier cita en conflicto sin informar a sus secretarios o nadie más de 184

N. Eldon Tanner, “Revelation on Priesthood Accepted, Church Officers Sustained,” Ensign 11 (November 1978): 16. Curiosamente la única referencia posterior en la conferencia (cuatro meses después del anuncio) fue una frase indirecta de Bruce R. McConkie, “"dando testimonio de la gran y maravillosa efusión del conocimiento divino que llegó al Presidente Spencer W. Kimball.” Bruce R. McConkie, “‘Thou Shalt Receive Revelation,’” Ensign 11 (November 1978): 61. El anuncio se agregó a la Perla de Gran Precio, después se cambió a Doctrina y Convenios como Declaración Oficial -2, después del Manifiesto de 1890 sobre el matrimonio plural. 185 Peggy Barton, Mark E. Petersen: A Biography (Salt Lake City: Deseret Book, 1985), 176. El Élder Petersen siguió expresando desprobación del matrimonio interracial y expresó bajas expectativas para la primera misión en África negra. Espenschied, entrevista. La edición del 17 de junio del Church News que presentaba el anuncio de la revelación también, supuestamente a instancia del Élder Petersen, presentaba el artículo "El Matrimonio Interracial Desalentado," que cita tres declaraciones de Spencer W. Kimball originalmente dirigidas a los matrimonios indios-blancos: Aunque imprudente, “no hay condenación” (Enero 1965); la estabilidad en el matrimonio interracial es más difícil (Enero 1965); y “recomendamos que la gente se case generalmente con quienes son del mismo fondo racial, y un poco del mismo contexto económico, social y educativo, y sobre todo, el mismo contesto religioso, sin duda” (Septiembre de 1976). Church News, June 17, 1978, 4; Quinn, Extensions of Power, 870. Quinn, at 840, cita una declaración de 1954 de Petersen, que el matrimonio interracial, entre cualesquiera razas, es contrario a los planes del Señor. Todavía en 1983, el Élder Petersen era también sumamente crítico de la investigación de Lester Bush en los orígenes de la política del sacerdocio y pidió al presidente de estaca de Busch que le llamara. Bush, “History of My Research,” 199; Kimball Papers, May 15, 1983. Pero observe también que el Élder Petersen aparentemente es el que sugirió que el Presidente Kimball considerara el artículo de Bush. 186 Spencer W. Kimball, entrevista. El Élder Stapley falleció seis semanas después.

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la reunión. Algunos tuvieron problemas para encontrar la manera de manejar eso. La reunión mensual de todas las Autoridades Generales se celebró en el templo justo una semana antes, por lo que el propósito de esta reunión especial generó mucha especulación sobre temas como la Segunda Venida, la autorización para ordenar a los negros en el sacerdocio, y la construcción de un templo en Missouri.187 También el jueves 8 de junio, Heber Wolsey, director gerente de Comunicaciones Públicas, se temprano a casa porque se sentía enfermo. Como a las cuatro, el Presidente Tanner vino a la oficina de Heber y le pidió al secretario que le hiciera regresar. Después de una reunión breve con el Presidente Tanner, Heber dijo a su asociado que deberían que deberían estar de pie a las 7:30 la mañana siguiente, preparados para manera “un anuncio importante.” Esa tarde, Bill Smart, editor del Deseret News, asistía a una reunión sin relación con el Élder Monson, quien tranquilamente le dijo, “Reserve espacio para un anuncio importante mañana.” “¿Qué es?” “No puedo decir nada ahora, es confidencial.” “¿Me puede decir si lo ponga en primera plana o en B-1 [la primera página de la sección de noticias locales]?” “Lo sabrá cuando lo vea.”188 El viernes, la reunión comenzó a las 7 a.m., con todos vestidos en su ropa del templo.189 Después del himno “Te damos Señor nuestras gracias,” el Presidente Benson ofreció la oración. El Élder Maxwell dijo después, “No tenía indicio de qué pasaba. Y cuando nos hincamos para orar, el espíritu me dijo lo que iba a ser… y después de esa oración, el Presidente Kimball comenzó la reseña. Comencé a sollozar.”190 Tal como recuerda el Élder Paul H. Dunn, el Presidente Kimball dijo: Gracias por hacer los arreglos necesarios para estar aquí. Quiero hablarles de algunas cosas importantes. Cuando era un niño en Arizona me preguntaba por 187

Henry Dixon Taylor, Autobiography of Henry Dixon Taylor (Provo, Utah: BYU Press, 1980), 286. William B. Smart, “From the Editor,” This People 9 (Verano 1988): 6; William B. Smart, entrevista del autor, invierno 1988. 189 La descripción de la reunión de junio 9 está compuesta de muchas fuentes, incluso el 1978 Draft; Taylor, Autobiography, 287–88; Marion G. Romney, entrevista del autor, July 12, 1978; Dunn, entrevista, August 8, 1996; Gibbons, discusión; Arrington, Diary, April 9, 1979, grabando su entrevista con Henry D. Taylor; Arrington, Diary, June 27, 1978, recording Jay Todd memo. Versiones más cortas de estos eventos se encuentran en Gibbons, Spencer W. Kimball, 295–96; Hinckley, “Priesthood Restoration,” 70; y Knowles, Howard W. Hunter, 236. 190 “Apostles Talk about Reasons for Lifting Ban,” 20; Bruce C. Hafen, A Disciple’s Life: The Biography of Neal A. Maxwell (Salt Lake City: Deseret Book, 2002), 417 ("Las olas del Espíritu nos arrollaron como en el surfing"). 188

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qué los indios eran tan pobres y despreciados. Le pregunté a mi padre, quien era amable y nunca demasiado ocupado para contestar mis preguntas, y me contó sobre el Libro de Mormón y su conexión con los indios y su condición. Mi padre nunca me mentía. Después le pregunté sobre los negros y el sacerdocio. Mi padre dijo que vendría el tiempo cuando ellos recibirían el sacerdocio. Le creí, aunque me preocupó. Fui llamado como presidente de estaca. Cuando vino uno de los Doce le pregunté. Dijo, “No sé, pero llegará el tiempo.” Llegué a ser Autoridad General y le pregunté al Presidente Grant, “Si voy a representarle a usted y al Señor, necesito poder contestar las preguntas sobre la raza y el sacerdocio.” Dijo que llegaría el tiempo cuando esa restricción cambiaría.”191

Para entonces, los Setentas se daban cuenta hacia donde iba el presidente Kimball, primero se quedaron atónitos, luego extáticos.192 De acuerdo al Élder Dunn, el Presidente Kimball continuó: Entonces un día el manto cayó sobre mí. Hermanos, nunca sabrán cuántas veces, cuando se habían ido a casa por la noche, en vez de ir a casa he venido a esta sala y derramado mi corazón. Ahora el Señor me ha contestado, y el tiempo ha llegado para que todos los hombres dignos reciban el sacerdocio. Compartí eso con mis consejeros y los Doce, y después de obtener su respuesta lo presento a ustedes. Pero no lo anunciaré al mundo sin primero informarlo a ustedes. No estamos apurados. Quiero oír de ustedes.193

Hizo que Francis Gibbons leyera el texto del anuncio propuesto y pidió comentarios. Los Apóstoles abrieron el camino. El Élder McConkie, entre los primeros para hablar, dio una apasionada charlas improvisada de las escrituras pertinentes.194 El Presidente Benson confirmó que nunca había experimentado tan notables manifestaciones como las del primero de junio.195 El Presidente Romney dijo: Hermanos, tengo que hacer una confesión. Sabía que el Presidente Kimball buscaba una respuesta, y cada vez que discutíamos el asunto, le decía: “Si obtiene una respuesta, le apoyaré con todas mis fuerzas,” pero yo no esperaba que obtuviera una respuesta. Si me hubieran dejado la decisión, habría sentido que siempre hemos tenido esa política y que nos mantendríamos en ella sin importar la oposición. Me resistía al cambio en mis sentimientos, pero lo llegué a aceptar lentamente. Ahora mi posición ha cambiado 180 grados. No solo soy un apoyador de esta decisión. Soy un abogado. Cuando llegó la revelación, supe que la mente y la voluntad del Señor se habían manifestado.196 191

Dunn, entrevista, Agosto 8, 1996. 1978 Draft. 193 Dunn, entrevista, Agosto 8, 1996. Observe que esta reconstrucción de sus palabras vino después de dieciocho años, pero para el autor las frases suenan verdaderas. 194 Arrington, Diary, June 27, 1978, recording Jay Todd memo. 195 1978 Draft. 196 La declaración de Romney es una composición de Edward L. Kimball, Journal, Mayo 12 de 1982; notas tomadas de la lectura de las actas del consejo de Francis Gibbon; 1978 Draft; y el memo de entrevistas de Jay Todd registrado en el Diario de Arrington, Junio 27 de 1978. 192

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Otro de los hermanos dijo, “Yo habría votado en contra de tal propuesta hasta que experimenté la sensación que tuve en esta sala esta mañana.” Cada uno de los demás respaldó verbalmente la propuesta. El Élder Hanks casi abrumado por la emoción, dijo: “Agradezco a Dios que he vivido lo suficiente para ver este día.”197 Un voto aprobó la decisión de manera unánime.198 Spencer puso su mano sobe la rodilla del Presidente Tanner y dijo, “Eldon, ve y cuéntalo al mundo.” El Presidente Tanner salió para entregar el anuncio a Heber Wolsey, director gerente de Comunicaciones Públicas, quien estaba esperando. El Presidente Tanner regresó en unos momentos e informó: “Está hecho.”199 Los miembros de los Doce fueron asignados para contactar a las pocas Autoridades Generales que estaban ausentes como presidentes de misión, y todos los hombres ausentes dieron su aprobación.200 Para cuando las Autoridades Generales se habían vestido y regresado a sus oficinas, la palabra estaba afuera. Las líneas telefónicas estaban congestionadas. Sin abordar las cuestiones de historia o justificación, el anuncio decía simplemente que Dios había revelado que había llegado el día para conceder el sacerdocio y las bendiciones del templo a todos los que son dignos.201 El texto El Presidente Romney hizo una declaración similar pocas semanas después de los eventos: “Sabía el presidente Kimball estaba conmovido en su espíritu con el problema de permitir que los negros recibieran el sacerdocio. Se había prolongado durante meses, por lo menos. Le preocupaba. Como sus concejeros le alentaban para que lo sacara de su mente, para descansar, pero él era movido por el Espíritu. La idea del cambio era nueva para mí. Me había pasado ochenta años defendiendo la posición de la Iglesia. Soy Romney, vea, y un hombre obstinado. Era personalmente lento para aceptar el cambio. Oré mucho para que el Señor diera al presidente la respuesta correcta, pero no me atreví a insistir en que la respuesta fuera sí o no. Yo estaba más interesado que él para estar seguro. Y a partir de la experiencia que tuvimos en el templo, estaba seguro de que tenía la respuesta. Tengo un testimonio en mi propia alma, yo no habría ido adelante sin un testimonio que él había recibido la respuesta que buscaba. Sentí un calor tranquilo y los susurros del Espíritu. Yo no quería emocionarme, quería ser racional. No era una cosa emocional conmigo, pero estaba tan seguro como nunca he estado de algo. Este es el acontecimiento más trascendental de su administración, un acontecimiento histórico que abre a un gran número de personas todas las bendiciones del Evangelio. Se clasifica muy alto, con el Manifiesto de Wilford Woodruff, en importancia en la historia de la Iglesia.” Romney, entrevista. 197 Marion D. Hanks, entrevista del autor, Abril 19, 2003. 198 Dunn, entrevista, Agosto 8, 1996. 199 McConkie, “Receipt of the Revelation,” 9. 200 W. Grant Bangerter en Brasil recibió un llamado de Bruce R. McConkie como a las 10:30 a.m., hora de Utah. Geraldine Bangerter, Journal, June 9, 1978, copia en Kimball Papers. 201 La revelación en sí no se reducía al texto. Un documento falso que pretende ser la revelación misma está en circulación, expresada como una respuesta de Dios que había oído el llanto de sus hijos de piel oscura, que habían soportado las cargas de otros; que la Iglesia debería, sin demora, extender los esfuerzos misionales hacia ellos; que el sacerdocio debería ser dado a quienes son dignos; que el matrimonio interracial “por lo pronto” no era aconsejable debido al prejuicio racial; que el final del tiempo está cerca; y que los fieles recibirán la exaltación. El documento es mecanografiado, encabezado “Una Revelación,” y etiquetado con pluma en la esquina superior izquierda “Primer Borrador.” Al final aparece un bloque de firma: “Fielmente

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final, aprobado como Declaración Oficial -2 en Doctrina y Convenios, dice en la parte crucial: Estimados Hermanos: Que los habitantes de muchas naciones han respondido al mensaje del evangelio restaurado… nos ha inspirado el deseo de extender a todo miembro digno de la Iglesia todos los privilegios y bendiciones que el evangelio proporciona. …Hemos suplicado larga y fervientemente a favor de éstos, nuestros fieles hermanos, y hemos pasado muchas horas en el cuarto superior del Templo suplicando al Señor orientación divina. Él ha escuchado nuestras oraciones y ha confirmado por revelación que ha llegado el día prometido por tan largo tiempo en el que todo varón que sea fiel y digno miembro de la Iglesia puede recibir el santo sacerdocio, con el poder de ejercer su autoridad divina, y disfrutar con sus seres queridos de toda bendición que de él procede, incluso las bendiciones del templo… Atentamente La Primera Presidencia.

Las Autoridades Generales fueron instruidas a no interpretar o editorializar, sino permitir que el anuncio hable por sí mismo. La Primera Presidencia tampoco estaría disponible para entrevista con los medios relacionada con la revelación.202 El viernes por la mañana Heber Wolsey aguardaba por el anuncio que el Presidente Tanner le había dicho que esperara. Cuando Heber recibió una copia del anuncio y lo leyó, lloró. El Presidente Tanner dijo, “No eres el primero en derramar lágrimas,” y le instruyó para publicar la declaración. De regreso en su oficina, Heber dijo a Jerry Cahill, “¿Qué considerarías ‘un anuncio importante’?” La respuesta fue: quizás un templo nuevo. Entonces Heber alegremente entregó una copia a Jerry. En su primer momento libre, Jerry Cahill cerró la puerta de su oficina y se hincó a orar. “Una abrumadora sensación se extendió por [él] como en una ola.” No pudo pronunciar una oración formal, pero

suyo,” firmado por el Presidente Kimball. Las sombras de las orillas del papel en el documento fotocopiado muestran que es una composición de cuatro segmentos: el papel con membrete, dos piezas mal alineadas del cuerpo, y el bloque de firma (que parece ser de una máquina de escribir diferente). El final, "Fielmente suyo," difícilmente se ajusta a una revelación que pretende ser la palabra de Dios. Richard E. Turley Jr., director del Departamento Histórico de la Iglesia, reporta que las copias, de origen desconocido, circulaban ya desde octubre de 1978 y que el Élder G. Homer Durham verificó directamente con el Presidente Kimball, el 21 de febrero de 1979, que el documento era una falsificación. Richard E. Turley Jr. al autor, October 6, 1997. La supuesta revelación resultó inocua, ya que difiere poco de las posiciones oficiales de la Iglesia. 202 La revelación no es mencionada en la biografía del Presidente Tanner, y no describió la experiencia a su familia. Vea Durham, N. Eldon Tanner. Walker, entrevista. Howard, Marion G. Romney, 239, menciona pero no describe el evento.

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experimentó la más impactante expresión del poder divino de su vida, confirmándole la revelación. A pesar de sus emociones, tenían que hacer frente a la empresa en cuestión. La primera tirada en el Deseret News algunas veces comenzaba desde las 10:30, así que la velocidad importaba. Rápidamente corrieron a sus deberes. Prepararon un comunicado de dos párrafos y una cinta de audio de la carta, y luego llamaron a una conferencia de prensa en la que Heber Wolsey leería el anuncio. Estaban bajo las instrucciones para obtener la más amplia difusión del texto íntegro de la carta, sin ofrecer ninguna explicación o comentario. Las principales preocupaciones eran la precisión, la simplicidad y la dignidad. Los Hermanos querían un anuncio modesto, directo, sin preguntas.203 El personal de Comunicaciones Públicas, cuarenta, se reunieron para escuchar la lectura del anuncio, luego se dispersaron para informar a sus contactos asignados sobre la conferencia de prensa. Cuando Duane Cardall, reportero de religión para KSL-TV, recibió la llamada que un importante anuncio sería hecho, preguntó, “¿Qué es?” “No podemos decírtelo.” “Vamos, ¿qué es?” “Los negros van a recibir el sacerdocio.” “Vamos, ¿cuál es el anuncio?” “No, es serio.” “¿De verdad?” “Sí.” 203

Jerry Cahill al autor, Diciembre 13, 1995, corrigiendo las notas del autor sobre la conversación. “Mormonism Enters a New Era,” Time, August 7, 1978, reportaron al Presidente Kimball diciendo, “Pasé una buena cantidad de tiempo en el templo, solo, orando por guía, y hubo un desarrollo gradual y general de todo el programa, en conexión con los Apóstoles.” Sin comprender la historia completa, este comentario podría ser tomado como una descripción de una toma de decisión administrativa, esencialmente racional, pero la descripción también engrana bien con una explicación espiritual. “New Priesthood Policy Stirs Media Interest,” Sunstone 3 (September/October 1978): 4. En una entrevista, LeGrand Richards habló de las consultas y el desarrollo de una posición. LeGrand Richards, Interview with Mormon Apostle LeGrand Richards concerning the 1978 Negro “Revelation” (Phoenix: Bob Witte, 1978); entrevista de Wesley P. Walters y Chris Vlachos. Los críticos de la Iglesia interpretaron la decisión como totalmente humana. Robert Gottlieb and Peter Wiley, America’s Saints: The Rise of Mormon Power (New York: G. P. Putnam’s Sons, 1984), 184. Vea John L. Smith to the Editor, Sunstone 5 (January/February 1980): 2, interpretando el relato de Richards como la descripción de lo que era “simplemente una decisión corporativa.” En contraste, vea Arrington, Diary, June 18, 1978, Kimball Papers, citando a Mamie Silver que el Élder Richards, su cuñado, “enfatizó que todos los Doce estaba seguros que era una revelación del Señor.”

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Cardall remolcó un camión de microondas hasta el Edificio de Oficinas de la Iglesia, corrió hacia el edificio, y corrió a la oficina de Comunicaciones Públicas en el piso 25. Con una copia de la declaración en la mano, corrió escaleras abajo y emitió un boletín de prensa, de pie en la calle, interrumpiendo la programación regular. Sin ninguna noticia por adelantado, la historia golpeó como un rayo caído del cielo, un increíble y sorprendente anuncio.204 Al final de la mañana, todos los medios de comunicación tenían copias de la publicación. Mientras tanto, en medio de toda la emoción, la rutina de trabajo del reino continuó. El diario de Spencer para el día dice, lacónicamente: Esta mañana a las siete por acuerdo previo nos reunimos en la sala superior del Templo de Salt Lake con todas las Autoridades Generales para examinar con ellos la cuestión de dar el sacerdocio a todos los varones dignos de la Iglesia. Después de la reunión regresé a la oficina y emití la siguiente carta con respecto a dar el sacerdocio a todos los varones dignos de la Iglesia: (Véase más arriba copia de la carta.) Inmediatamente después de la emisión de este anuncio, los teléfonos comenzaron a sonar y sonaron constantemente el resto de la tarde. Personas, miembros y no miembros, llamaron de todo el mundo para saber si lo que habían escuchado en la radio y la televisión era cierto. La Primera Presidencia se reunió con el Obispado Presidente a las 10:15 A.M. que mucho más tarde de lo usual debido a nuestra reunión en el Templo. A las 11:00 A.M. la Primera Presidencia se reunió con el Sr. Ron Smith de Newsmaking International. Esta tarde a las 2:30, el Presidente David P. Gardner de la Universidad de Utah trajo al Dr. [John Hopel] Franklin [el eminente historiador], un hombre negro, a conocerme y vinieron a mi oficina para una breve visita.205 Tuve citas con varios de las Autoridades Generales esta tarde sobre asuntos que necesitaban discutir conmigo. También mis consejeros y yo nos reunimos con el Comité Misional y luego más tarde con el Hermano Heber G. Wolsey y Wendell J. Ashton [de Comunicaciones Públicas]. Hoy fue un día muy ocupado y no pude escaparme de la oficina hasta la seis de la tarde.

Primeras Respuestas La noticia se esparció como relámpago por los canales oficiales de la Iglesia, por radio y televisión, y por el boca a boca. En algunas comunidades mormonas 204

Duane V. Cardall, entrevista del autor, grabado en un audio casete, Agosto 30, 1990, Kimball Papers. 205 En esta llamada de cortesía, ni Franklin ni el Presidente Kimball mencionaron la revelación. Ronald Coleman artículo presentado en la Asociación de Historia Mormona, Logan, Utah, May 7, 1988.

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densas, los circuitos telefónicos se sobrecargaron tanto que era casi imposible hacer una llamada. Exaltación, gratitud, entusiasmo, y otras emociones competían por lugar. Cuando el Élder Dunn llegó a la reunión de comité ejecutivo, justo después de la reunión del templo, era obvio que había estado llorando.206 A la hora del almuerzo, Heber Wolsey fue a su casa para compartir la noticia con su esposa, Fay. Ella dijo que había recibido una llamada de su oficina y “cuando vuelvas a tu oficina que vas a tener una sorpresa.” Heber relata: Al regresar a la oficina, abrí la puerta y vi a Darius Gray [un hombre de negocios SUD negro y buen amigo] mirando con cariño por la ventana hacia el Templo de Salt Lake. Corrió hacia mí, y nos echamos los brazos alrededor uno al otro y lloramos por gratitud y alegría. Cuando recuperamos un poco de compostura, le susurré: “Nunca pensé…” “Siempre lo supe,” dijo Darius. “Solo que no sabía su ocurriría de este lado del velo.” “… ¡en nuestra vida!” Darius me miró, luego por la ventana al templo, y entonces de nuevo a mí. Cerró sus ojos, los abrió lentamente, y dijo suavemente, “Dios es bueno.”207

Max Pinegar, presidente de la Misión de Capacitación de Idiomas (llamado después el Centro de Capacitación Misional), tuvo una cita con el Élder Packer esa mañana, el Élder Packer llegó tarde para la cita y dijo, “Venga y siéntese conmigo,” luego le extendió el comunicado de prensa. Ante las lágrimas de Tears, dijo, “Esto significa que estará enseñando a misioneros negros en el CCI.” El Élder Packer dio su testimonio personal de la exactitud del cambio. Sabiendo que el CCI estaría en conmoción, Max pidió permiso para llamar a una conferencia de misión para esa tarde. Partieron sin haber tratado los temas para su planead reunión.208 Rick Vernon, un vecino de los Kimball, trabajaba en el banco, recibió una emocionada llamada a las 11:30 a.m. del secretario del Élder Hinckley, un amigo personal. Ahora comprendió por qué el Presidente Kimball había parecido distraído.

206

Arrington, Diary, June 18, 1978, citando a Bill Pulsipher. Heber Wolsey, prólogo para Margaret Blair Young y Darius Aidan Gray, One More River to Cross (Salt Lake City: Bookcraft, 2000), xiii; Darius Gray al autor, Junio 16, 2000; Heber G. Wolsey, entrevista del autor, septiembre 8, 2000. Wolsey recuerda a Gray diciendo, “Siempre supe,” pero Gary dice que pensaba que el sacerdocio habría de venir después de esta vida. Gray había estado renuente a creer en los rumores volando alrededor del Edificio de Oficinas de la Iglesia, que el anuncio de una revelación era inminente, hasta que él lo confirmó personalmente con la oficina del Presidente Kimball. Young and Gray, Last Mile, 418. Costanzo, “Group Marks 20 Years of Black Priesthood,” B2; Gray al autor. 208 Max Pinegar, entrevista del autor, Junio 10, 1996. 207

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Mientras Camilla trabajaba en el jardín al final de la mañana, escuchó sonar el teléfono y entró a contestarlo. Su hija, Olive Beth, le preguntó emocionada, “¿Has oído las noticias?” “¿Qué noticias?” “¡Acerca de la revelación que todos los hombres dignos pueden recibir el sacerdocio!” Camilla se sentó en piso y lloró de gozo y alivio –gozo por la revelación y alivio por su esposo. Ahora entendía lo que pesaba tanto en la mente de Spencer. Ella lo había visto tan perturbado sólo en otra ocasión.209 Spencer siempre había mantenido estricta confidencialidad en lo concerniente a los asunto de la Iglesia. Algunas veces se quejaba, en broma, que él no podía recordar qué era confidencial y qué no, así que resolvió el problema al no contarle nunca nada a ella. Ella tenía que leer los nuevos desarrollos en el Church News.210 Camilla entró a la recámara y derramó su corazón en una oración de gratitud y con el deseo que este desarrollo no cargara a Spencer con una nueva controversia. Le preocupaba que pudiera causar un cisma en la Iglesia, que serían aquellos que no podían aceptar un cambio.211 Su primer

El Presidente Kimball con su esposa, Camilla Eyring Kimball, 1974. Cortesía de Edward L. Kimball

209

Camilla, entrevista. La otra ocasión fue en 1943, la excomunión del Apóstol Richard R. Lyman. Algunas veces ella renegaba un poco, “¿Cómo es que tengo que escuchar cobre cosas como esta en la radio?” Paul H. Dunn, entrevista, Agosto 8, 1996, citando a Spencer W. Kimball. Bruce McConkie cuando menos había insinuado a su esposa que algo importante iba a ocurrir: “Te sorprenderás.” Olive Beth Kimball Mack, entrevista del autor, Marzo 6, 1997, citando a Amelia Smith McConkie. Fueron los Élderes Perry y McConkie, no Spencer, quienes después relataron a Camilla la intensa experiencia espiritual en el templo. De manera semejante, Spencer nunca había le había contado acerca de su experiencia espiritual en la montaña en Colorado en la ocasión de su llamamiento. Camilla, entrevista. Vea Kimball and Kimball, Spencer W. Kimball, 192–95 211 “Conversations with Camilla,” videocassette, entrevista de This People, February 27, 1985; vea Edward L. Kimball, Journal, April 25, 1982, and February 27, 1985. 210

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pensamiento fue que la ansiedad de Spencer había surgido por el temor de un posible cisma, pero luego concluyó que su intensidad provenía más bien de su profundo deseo de recibir alguna clase de manifestación que confirmara la decisión a que había llegado.212 Spencer intentó poco después llamar a Camilla con la noticia, pero ella estaba de vuelta en el jardín y no oyó el teléfono. Luego llamó a Olive Beth para preguntarle si sabía dónde estaba su madre. Luego vaciló, como si se preguntara qué debía decirle, así que Olive Beth continuó, “acabo de escuchar la maravillosa noticia. ¡Es maravilloso!” Spencer respondió, “Es la cosa más trascendental que ha sucedido en mi vida.”213 Esa noche la historia dio la pauta a NBC News. Por la tarde y la mañana siguiente la historia corrió en la primera plana de los periódicos en todo el país – el New York Times, Boston Globe, Washington Post. Time y Newsweek detuvieron sus prensas para incluir la noticia en sus tiradas semanales.214 La mayoría de los periódicos informaron de forma neutral: “La Iglesia Mormona anunció el viernes que una revelación de Dios dará su sacerdocio a todos los varones dignos.” Algunos comentaristas desdeñaron la “conveniencia” de una “revelación” que permitía una salida de un aprieto intolerable, pero otros observaron precisamente que habían pasado algunos años desde que ocurriera alguna manifestación importante contra BYU y la Iglesia. La presión externa era la más baja en años.215 Como los líderes de la Iglesia se negaron a comentar, los reporteros comenzaron a entrevistar a hombres y mujeres en la calle en busca de reacciones, oficiales de la NAACP, y líderes de otras iglesias locales. Las respuestas eran casi de manera uniforme positivas. Los medios enseguida se volvieron hacia los miembros negros de la Iglesia, quienes mostraron ser coherentes y devotos, dominando las preguntas –a menudo cáusticas – con tacto, paciencia, y humildad. Un anciano, miembro de toda la vida, dijo, “Todos hemos esperado por esto, pero nunca pensé que fuera durante mi vida.”216 Monroe Fleming, expresando su felicidad, dijo, “Es como ya no sentirte que eres un invitado en la casa de tu padre.”217 Robert Stevenson dijo, “Después de escuchar la noticia, llamé a mi esposa al trabajo y le dije que viniera a casa de inmediato. Cuando llegó a casa, le dije la noticia y rompió en lágrimas y risas al mismo tiempo. Ya estamos

212

Camilla, entrevista. 1978 Draft. 214 1978 Draft. Stephen W. Stathis, “Mormonism and the Periodical Press: A Change Is Underway,” Dialogue 14 (Summer 1981): 51–52. 215 Janet Brigham, “‘To Every Worthy Member,’” Sunstone 3 (July/August 1978): 14. 216 Lucille Bankhead, citada en “Tears Tell Feelings of Black Members,” Deseret News, June 10, 1978, A3. 217 Monroe Fleming, citado en “Tears Tell Feelings,” A3. 213

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planeando nuestro matrimonio en el templo.”218 Joseph Freeman dijo, “Esto es algo por lo que hemos esperado largo tiempo,” aunque nunca había estado preocupado principalmente por el asunto del sacerdocio. “Sabía con certeza que esta era la iglesia de Cristo… sentía la certeza que vendría el tiempo… cuando podría poseer el sacerdocio.”219 La noticia llevó regocijo casi universal entre los miembros, tanto por la extensión de las bendiciones a las familias dignas que les habían sido negadas, sino también porque ilustra de manera dramática la enseñanza de la Iglesia que la revelación continúa hasta el presente. A medida que la noticia se difundió a través de Utah y más allá, la gente se abrazaba y lloraba y se regocijaba. Al igual que con acontecimientos tales como Pearl Harbor y el asesinato de John F. Kennedy, los Santos de los Últimos Días recuerdan dónde estaban y lo que hacían cuando escucharon la noticia.220 Un reportero que vino de una estación local de televisión a la conferencia de prensa había sido algo antagonista hacia la Iglesia. Cuando le dijeron que cubriera un “anuncio extremadamente importante” en la sede de la Iglesia, él y un camarógrafo corrieron las varias calles hasta el Edificio de Oficinas de la Iglesia. Sin aliento, recibieron una copia del anuncio de manos temblorosas por la emoción. Dijo después, “Sentí que estaba siendo testigo de la historia. Recuerdo estar conmovido. Sentí mucha felicidad en las oficinas de la Iglesia… una gran carga que se levantaba. Había una sensación de gozo; las personas estaban genuinamente emocionadas.” Entonces comprendió que los mormones no habían actuado por intolerancia, sino por principio. “Ese día experimenté un cambio de sentimientos hacia la Iglesia.” Las exultantes reacciones de los miembros del personal de Comunicaciones Públicas y otros a los que entrevistó en la calle, lo persuadieron, como no lo habían hecho años de explicación y protesta. Se apresuró a regresar a su estación y personalmente leyó al aire el boletín: “Dios ha hablado al profeta de la Iglesia Mormona.”221 Mary Frances Sturlaugson, una joven negra, registró que en una oficina del centro un amigo le dijo la noticia. Ella dijo, “Por favor, no bromees conmigo sobre algo como eso.” En ese instante, un joven que había estado hablando por teléfono se levantó y, con sus puños extendidos sobre su cabeza, grito, “¡Muy bien!” 218

Robert L. Stevenson, citado en David Liggett, “Former Black ASBYU Executive Excited about New Opportunities,” (BYU) Daily Universe, Junio 9, 1978, 4. 219 Freeman, In the Lord’s Due Time, 67. 220 Lester E. Bush Jr., “Introduction,” Dialogue 12 (Summer 1979): 9; Brigham, “‘To Every Worthy Member,’” 12. 221 Lorry E. Rytting al autor, Abril 18, 1990, y Junio 12, 1990, al reportar su entrevista de Marzo 4, 1990, con Bill Brown, entonces reportero de Dallas TV, y las propias observaciones de Rytting en el Departamento de Comunicaciones Públicas; Brigham, “‘To Every Worthy Member,’” 12.

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Escalofríos recorrieron todo mi cuerpo. Todo lo que pude decir fue, “No creo que ha sucedido.” Un hombre mayor a mi lado continuaba repitiendo “Seré condenado, seré condenado.” Al salir, llorando como un niño feliz en Navidad, los claxon sonaban como locos. Me detuve por una luz roja y un coche se detuvo en la calle. El conductor me preguntó si yo había escuchado lo que él acababa de oír. Medio balbuceé y medio asentí con la cabeza un incrédulo sí. Gritó de alegría y comenzó a tocar el claxon al alejarse. Cuando llegué a mi departamento, mis compañeras corrieron a encontrarme, y saltamos gritando de gozo. Finalmente entramos y cada una dijo una oración, los sollozos puntualizaron cada una.222

En Brasil, Helvécio Martins regresó a casa de su trabajo, para encontrar a su esposa Rudá extremadamente emocionada. “¡Tengo noticias, noticias sorprendentes!” su amiga había recibido una llamada telefónica de los Estados Unidos acerca del anuncio. Helvécio no pudo responder. ¿Podría ser verdad? ¿Un rumor? Entonces el teléfono, que había estado fuera de servicio debido a una construcción cercana, repentinamente sonó y una llamada de un amigo en Salt Lake City confirmó la noticia.223 Las invitaciones de boda para el hijo de los Martins, Marcus, ya habían sido distribuidas cuando llegó el anuncio. Pero él y su prometida, Mirian Abelin Barbosa, decidieron posponerla boda porque ahora él podría servir una misión. Llegó a ser el primer misionero negro en ser llamado después de la revelación y sirvió en la Misión Brasil Porto Alegre.224 De veintiséis años de edad, Joseph Freeman, un negro miembro de la Iglesia durante cinco años, se levantó la mañana del 9 de junio sabiendo que el césped de su casa en Salt Lake Valley necesita regarse y desyerbarse. El insistente sonar del teléfono le trajo desde el patio, y un amigo blanco le preguntó: “¿Has oído? Bueno, ¡escucha! El Presidente Kimball ha tenido una revelación –sobre tu gente, los negros.” Esperando el chiste de lo que él supuso que era una mala broma, Joseph mantuvo la calma. “Enciende la Televisión y ve por ti mismo,” insistió el amigo. José telefoneó al conmutador de la Iglesia, y la operadora lo conectó a la oficina de la Primera Presidencia. Una secretaria le dijo, “Sí, Hermano Freeman, lo que ha escuchado es verdad.” El domingo 11 de junio, Joseph Freeman llegó a 222

Sturlaugson, A Soul So Rebellious, 65–68. Martins, Autobiography, 68; Hart, “Eager to Serve on Lord’s Timetable,” 6, 12; Gibbons, Spencer W. Kimball, 293. El Hermano Martins llegó a ser el primer presidente negro de misión (Misión Brasil Fortaleza) en 1987, y el primer negro Autoridad General en 1990. “Élder Helvécio Martins de los Setenta,” 106; Martins, Autobiography, 115. La primer estaca donde todos los líderes del sacerdocio eran negros se organizó en Nigeria en 1988-1990 Church Almanac (Salt Lake City: Deseret News, 1988), 323 (May 15, 1988). 224 Martins, Autobiography, 68–73. 1979 Church Almanac (Salt Lake City: Deseret News, 1979), 6. 223

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ser el primero negro en ser ordenado al sacerdocio. 225 Siendo hecho una celebridad instantánea, y fue inundado con solicitudes de entrevista de Time, Ebony, People, escritores, comentaristas de noticias en televisión, programas de televisión nacional, y disk jockeys con programas de llamadas. Las reuniones y charlas fogoneras de la Iglesia le programaron con seis meses de anticipación. Algunas veces tenía tres o cuatro citas en un solo domingo.226

Esta fotografía se tomó en la sala de los Martins en Río de Janeiro el día que Marcus salió para su misión. Entre la familia y amigos presentes están Marcus (de pie a la izquierda); su futura esposa, Mirian Barbosa (sentada, junto a Marcus); la madre de Mirian, Gloria Barbosa (también sentada); El padre de Marcus, Helvécio (de pie al centro) y el padre de Mirian, Manoel Barbosa Filho (de pie al centro). Courtesy Marcus H. Martins.

George H. Mortimer, abogado de Nueva York, recordaba: 225

Puede ser que otro hombre fuera ordenado al sacerdocio Aarónico en Guam antes que Joseph Freeman, porque en Guam, al otro lado de la línea internacional de cambio de fecha, era domingo mientras todavía era sábado en Utah. L. Brent Goates al author, March 17, 1998, refiriéndose a William W. Cannon, Beachheads en Micronesia (Salt Lake City: Privately published, 1997), 102–3. 226 Freeman, In the Lord’s Due Time, 1–2, 106–10. En dos semanas, él y su esposa fueron al templo para sus investiduras. El Élder Monson los selló y a sus dos hijos. Otros también ordenados ese primer domingo fueron José Ramón Díaz de la Rama San Juan (Puerto Rico) y Robert Lang de Los Ángeles. El Hermano Lang y su esposa supuestamente fueron los primeros en ser sellados en el templo. “Blacks Talk about Membership in the LDS Church,” Provo Daily Herald, June 5, 1988, 22.

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Yo estaba trabajando en la sala pública de búsqueda den la Oficina de Patentes en Washington, D.C…. El empleado tenía una radio funcionando y cuando pasé por la pequeña oficina escuché decir al anunciador: “La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días acaba de hacer pública una revelación que los negros ahora pueden poseer el sacerdocio.” Siempre recordaré la emoción… el domingo siguiente yo estaba en Manhattan… [y] cada miembro negro de más de 12 años de edad [fue ordenado] a un oficio apropiado del Sacerdocio. El gozo expresado en los rostros… era indescriptible.227

Una semana después del anuncio, Ruffin Bridgeforth, líder de Génesis, aún no había sido ordenado porque su líder local con esa responsabilidad estaba fuero de la ciudad. El Élder Packer, discutiendo la situación con el Presidente Kimball, preguntó si el Hermano Bridgeforth podría ser ordenado apropiadamente como sumo sacerdote en vez de élder a la luz de su servicio prolongado y fiel. Después de ponderar el asunto, el Presidente Kimball dijo, “Sí, está bien. Haga eso.” Después que el Hermano Bridgeforth fue ordenado, le pidió al Élder Packer que diera una bendición del sacerdocio a su esposa, Helena, confinada a la silla de ruedas. El Élder Packer recuerda, “puse mis manos sobre su cabeza y cuando iba a hablar, pensé, ‘Ruffin, ahora tú puedes dar esta bendición.’ Y cuando él comenzó esa bendición –sin necesidad de capacitación –por la autoridad del Sacerdocio de Melquisedec, eso… fue un momento en la historia de la Iglesia.228 Spencer asistió al funeral de helena en 1980. Ruffin le dijo, “¿Qué clase de hombre es éste, que puede llevarse mi tristeza?”229

El Presidente Kimball, Inmediatamente Después de eso El día después del anuncio, el peluquero de Spencer recortó su cabello como preparación para una viaje a Hawái y le encontró “feliz, boyante, y cálido… [con] un gran peso fuera de sus hombros.”230 En Hawái el Presidente Kimball asistió a una conferencia de estaca, re-dedicó el templo,231 condujo una conferencia de área (la primera en los Estados Unidos), y convocó una asamblea solemne para los líderes. Él Élder John H. Groberg preguntó si Spencer tenía tiempo para conocer a algunos de los fieles miembros negros de la Iglesia viviendo en las islas. “Me gustaría conocerlos a todos ellos,” contestó Spencer. Cuando se reunió con un grupo pequeño dio un fuerte abrazo a cada uno. Con calidez característica, dijo a 227

George H. Mortimer, entrevista del autor, sin fecha, pero después de la muerte de Spencer W. Kimball. 228 Tate, Boyd K. Packer, 227–28; Young and Gray, Last Mile, 417, 422; R. Scott Lloyd, “Ruffin Bridgeforth, Primer Sumo Sacerdote Negro, Elogiado como Pionero,” Church News, April 5, 1997, 7; Lloyd, “Revelation Rewarded Those Who Waited,” 4–5, citando los comentarios del Élder Packer en el funeral de Ruffin Bridgeforth, Marzo 26 de 1997, 229 Margaret Young al autor, Julio 29, 2002, citando la entrevista grabada con Ruffin Bridgeforth en 1996. 230 Arrington, Diary, June 12, 1978, citando a Glen Leonard citando a Ross Pyper, peluquero en Deseret Gym. 231 La primera sesión se llevó a cabo en el templo, las ocho restantes en auditorio BYU-Hawái debido a que el templo es de tamaño pequeño.

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un infante de marina negro, “Sólo agradezco tanto tu adhesión a la Iglesia bajo condiciones difíciles, y ahora estás siendo bendecido por ello.”232 Muchas personales le dijeron que habían derramado lágrimas de gozo y gratitud al oír de la revelación. Algunos lloraron de nuevo al contarlo.233

El Presidente Kimball con los dos primeros misioneros Ghaneses, Samuel Bainson y Crosby Sampson-Davis. Ambos misioneros sirvieron en la Misión England Manchester. Cortesía de Emmanuel Abu Kissi.

Cuando los reporteros en Hawái preguntaron sobre la revelación, Spencer contestó, “Es un mundo diferente al de hace veinte o veinticinco años. El mundo está listo para ello.” Los reporteros le preguntaron también por detalles al recibir

232

Golden A. Buchmiller, “President Kimball Inspires Members to Improve Their Lives,” Church News, December 19, 1981, 6. 233 Spencer W. Kimball, Journal, June 11, 1978.

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la revelación, pero el presidente lo describió como “algo personal.” Eludió más cuestiones sobre el tema, diciendo que estaba allí para re-dedicar el templo.”234 Aunque sentía inapropiado el tema para una conferencia de prensa, Spencer habló voluntariamente sobre la revelación en una conversación personal con su hijo, expresando el punto de vista que esta revelación era “lo más importante en ocurrir en la Iglesia desde el Manifiesto” en 1890, sin embargo sentía una gran preocupación que algunas personas la sensacionalizara. En particular enfatizó que no había llegado en una visión abierta. “Algunas personas tratarán de entender que tuve una visita personal del Todopoderoso como en la Primera Visión. No me gustaría hacer la revelación diferente de lo que fue. Cuando me reúno con niños pequeños algunas veces me miran y dicen, ‘¿Hablas con Jesús?’ Se me pone el corazón en un torbellino, porque sus sencillas expectativas son tan altas.” Sin embargo, él no tenía ninguna duda que había recibido una revelación y que su origen era divino. La impresión fuerte, bien definida, sagrada que había experimentado desterró de él incluso la idea de cuestionar su origen.235 El Presidente Spencer W. Kimball en la Para los Doce, su respeto por conferencia general, octubre 1974. Cortesía el Presidente Kimball se aumentó Edward L. Kimball. por el proceso revelador. El Élder Perry comentó, “Este es un ejemplo de la voluntad del Presidente Kimball para tomar sobre sí el llamamiento profético. No fue el resultado de una ‘decisión de política,’ sino de su apoyarse en el Señor. Tiene el valor de ser un profeta.”236 Y el Élder Hinckley dijo, “Es algo tremendo. Vino como resultado de gran esfuerzo y oración, la búsqueda y súplica ansiosas. Cualquiera que no crea que esto es parte del recibir revelación, no entiende el proceso.”237

234

Phillip Colton Smith (sumo consejero que estaba presente en la conferencia de prensa) para el autor, Enero 11, 1994. 235 1978 Draft. 236 1978 Draft. Gene Dalton, entrevista del autor, Junio 1978. 237 Gordon B. Hinckley, entrevista del autor, Julio 12, 1978.

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Pocas semanas después del evento, el Élder Packer dijo, “He temido que podamos perderle, ahora que esta gran obra está hecha. Nadie más podría haber hecho esto; no existe nadie tan inocente y abierto, tan sensible.”238

Edward L. Kimball ([email protected]) es Profesor Emérito de Derecho en la Universidad Brigham Young y autor o coautor de varios libros sobre la Iglesia y la historia familiar y derecho, incluso Lengthen Your Stride: The Presidency of Spencer W. Kimball [Alarguen Su Paso: La Presidencia de Spencer W. Kimball] (Salt Lake City: Deseret Book, 2005). Actualmente escribe la historia de la vida de su abuelo Andrew Kimball, hijo de Heber y padre de Spencer W. Kimball.

238

Packer, entrevista.

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