Vocabulario Trilingue Español, Latín Náhuatl

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Vocabulario trilingüe en español-latín-náhuatl atribuido a fray Bernardino de Sahagún Heréndira Téllez Nieto

PREMIOS INAH

Vocabulario trilingüe en español-latín-náhuatl atribuido a fray de

bernardino

sahagún

PREMIOS INAH

Vocabulario trilingüe en español-latín-náhuatl atribuido a fray de

bernardino

sahagún

Heréndira Téllez Nieto

INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA

Téllez Nieto, Heréndira. Vocabulario trilingüe en español–latín–náhuatl atribuido a fray Bernardino de Sahagún / Heréndira Téllez Nieto. – México: Instituto Nacional de Antropología e Historia, 2010. 204 p.; 21 cm. – (Colección Premios INAH. Wigberto Jiménez Moreno 2004) ISBN: 978-607-484-035-3 1. Español – Diccionarios – Latín. 2. Español – Diccionarios – Náhuatl. 3. Latín – Diccionarios – Español. 4. Náhuatl – Diccionarios – Español. I. Bernardino de Sahagún, fray, 1499-1590. II. t. III. Serie.

Vocabulario trilingüe en español-latín-náhuatl, atribuido a fray Bernardino de Sahagún obtuvo el premio

inah

Wigberto Jiménez Moreno 2004 a la mejor tesis de

licenciatura en Lingüística. Primera edición: 2010 D.R. ©

Instituto Nacional de Antropología e Historia Córdoba 45, col. Roma, 06700, México, D.F. [email protected]

ISBN: 978-607-484-035-3 Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, la fotocopia o la grabación, sin la previa autorización por escrito de los titulares de los derechos de esta edición. Impreso y hecho en México.

índice

Prólogo Patrick Johansson

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Introducción

17

El Vocabulario Trilingüe, en español-latín-náhuatl, atribuido a fray Bernardino de Sahagún

25

Elio Antonio de Nebrija y sus trabajos lexicográficos

37

Labor misionera de la orden franciscana en la Nueva España

51

Importancia de la obra nebrisense en la evangelización de la Nueva España

79

Edición parcial del manuscrito

95

Conclusiones

173

Bibliografía

197

A Pabla, pequeña hermanita; a Cris y Soco, mis papás con cariño

prólogo

Desde hace algunas décadas —después de cuatro siglos de oscurantismo— las lenguas y las culturas indígenas en México volvieron a ser objeto de una mirada humanística que tiende a rehabilitarlas en la conciencia de los mexicanos. Este despertar indigenista no se limita a las culturas contemporáneas sino que es también retrospectivo y “exhuma” valores culturales autóctonos sepultados bajo espesos sedimentos de olvido e indiferencia, como consecuencia de una erosión ideológica y cultural de varios siglos. Por otra parte, el latín, lingua franca de la cultura europea durante mucho tiempo y arca lingüística de la doctrina cristiana desde la traducción del hebreo que hizo San Jerónimo de la Biblia, está ahora confinado a estrechos reductos universitarios. Si bien difícilmente puede ser revitalizado en el contexto cultural mexicano moderno, el estudio de las modalidades de su uso en tiempos coloniales puede resultar fructífero. Muchos indígenas, como Antonio Valeriano, el “Cicerón mexicano”, Antonio Huitziméngari, hijo del rey Tarasco Caltzontzin, así como el mestizo tlaxcalteca fray Diego de Valdés, fueron grandes latinistas. La traducción de obras indígenas en náhuatl al latín por los mismos indígenas fue un acontecimiento relevante en la historia de las letras mexicanas. Citemos tan sólo como ejemplo la traducción del Tratado de yerbas medicinales de los Indios, traducido del náhuatl al latín por el indígena Juan Badiano. Por otra parte, la traducción del latín a distintas lenguas indígenas de textos doctrinales y obras de

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“gentiles” oriundos del Mediterráneo dejó huellas imborrables en la historia de México y en su literatura. Bernardino Ortiz de Montellano escribió: “El latín y las lenguas indígenas resultan ser, con iguales derechos, los antecedentes lingüísticos de nuestra literatura”.1 Alfonso Reyes matizó las afirmaciones de Ortiz de Montellano al considerar que la literatura mexicana procede de tres corrientes: “La primera es de acarreo indígena aunque gradualmente configurada al cauce español [...] la segunda es de acarreo europeo y de tipo académico: el cultivo de las letras latinas en traducciones y en obras originales [...] la tercera es ya la literatura en lengua española”.2 En un contexto religioso, Francisco Sánchez (Quod nihil scitur, Lyon, 1581) señala que los indígenas poco a poco “se hacen más religiosos, más agudos, más doctos que nosotros mismos”.3 El latín y el náhuatl fueron estrechamente vinculados desde mediados del siglo xVi, especialmente en traducciones de sermones y de pasajes de la Biblia. Una refutación en náhuatl al libro I del Códice Florentino dedicado a los dioses paganos, por ejemplo, permite apreciar el “diálogo” interlingüístico que se estableció entonces entre el latín y el náhuatl. El ejemplo de la traducción al náhuatl de un corto párrafo del capítulo 13 del Libro de la Sabiduría ilustra lo anterior: Quorum si species delectati deos putaverunt: Sciant quanto his dominator eorum speciosor est: Speciei enjm generator hec omnia constituit.4 [Pues si seducidos por su hermosura los tuvieron por dioses Debieron conocer cuánto mejor es el señor de ellos En efecto, es el autor de la belleza quien hizo todas estas cosas.]

1

Citado por Alfonso Reyes en Obras completas de Alfonso Reyes, tomo xii, México, 1960, p. 309. 2 Idem. 3 Reyes, op. cit., p. 310. 4 Códice Florentino, libro I, f. 29v.

fce,

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La versión en náhuatl de Sahagún que corresponde a este parágrafo es la siguiente: A. Jn iehoantin, y, ca ixpopoiume, motlapololtianj, injc otlateutocaque: ca cenca qujmaujçoque, yn jtlachioalhoan dios, ynjc tlanextia, ynjc pepetlaca, in teiollalia: auh ynjn amo ic qujmoteutizquja: ca çan ic qujlnamjquizquja, ca oc cenca tlapanauja, ynjc cenca tlanextia, pepetlaca, teiollalia, tepapaqujltia, yn jnteiocuxcatzin dios: in çan vel iceltzin itetzinco quiça in pepetlaca, in tlanextia, in jxquich teiollali, yn jxqujch tetlamachti, vel iehoatzin çan vel izeltzin, tlachioale.5 A. Estos están ciegos, están en el error, así reverenciaron a falsos dioses. Adoraron las hechuras de dios porque alumbran, porque brillan, reconfortan. Pero a estos no debían adorarlos. Sólo debían recordar que es mejor, brilla más, resplandece, reconforta, regocija a la gente el creador, dios. Sólo de él proviene lo que resplandece, lo que brilla, todo lo que reconforta, todo lo que hace feliz a la gente, él, sólo él, es el creador de las cosas.

La traducción al náhuatl de Sahagún desmenuza el pensamiento relativamente abstracto del original en latín6 y cuela los contenidos cristianos en el molde expresivo indígena. A la trascendencia semántica de la palabra latina, y a la ponderación solemne de su frasis, corresponde la inmanencia efervescente de un tejido verbal indígena en el cual la yuxtaposición dulcemente persuasiva de sinónimos, la repetición, el colorido sonoro y visual, así como el ritmo, dan a ver y sentir lo que se quiere expresar. El contexto doctrinal en el que se realiza la conquista espiritual de México y los imperativos comunicacionales de la transmisión del mensaje cristiano van a justificar la elabora5

Idem. Cf. Johansson, P., “Les stratégies discursives de Sahagún dans une réfutation en nahuatl du livre I du Codex Florence” en Journées d’Etudes: Les littératures didactique et dramatique en langues autochtones dans le Mexique et le Pérou Coloniaux, Toulouse, Université de Toulouse-le Mirail (en prensa). 6

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ción de gramáticas y diccionarios correspondientes a las lenguas indígenas. En este libro Heréndira Téllez recuerda a los religiosos que elaboraron las Artes y los Vocabularios de dichas lenguas. En lo que concierne a la lengua náhuatl, según lo manifiesta la autora, fray Francisco Jiménez compuso hacia 1528 un esbozo gramatical intitulado Arte y vocabulario de la lengua mexica. La gramática de fray Andrés de Olmos, terminada en 1547, no sólo describe sistemáticamente la lengua náhuatl en una perspectiva nebrisense sino que también aduce formas idiomáticas y difrasismos propios de la lengua. El diccionario de Molina, publicado en 1571, es una obra maestra de lexicografía translingüística náhuatl-español, español-náhuatl. Estas herramientas gramaticales y lexicográficas serían una ayuda imprescindible para la evangelización. Si las gramáticas de Antonio de Nebrija fueron la base teórica de la mayoría de las Artes y de los estudios lingüísticos que se realizaron en México, el Vocabulario del romance en latín (Dictionarium ex hispaniensi in latinum sermonem), del mismo autor, sirvieron de modelo para la elaboración de vocabularios en lenguas indígenas. La realización del vocabulario trilingüe español-latín-náhuatl corresponde sin duda al contexto cultural prevaleciente entre los frailes evangelizadores. Si el modelo nebrisense determinó la estructura general del diccionario es probable que el tenor expresivo de los textos bíblicos y doctrinales en latín que había que traducir y difundir, así como la discursividad del lenguaje científico y culto, propio de las glosas, haya determinado la necesidad de un vocabulario trilingüe. El pensamiento religioso y jurídico-administrativo español se colaba todavía en los surcos expresivos del latín y es probable que la traducción al náhuatl de un término en latín, consagrado por el uso, haya sido más práctico que su traducción del español. De cualquier modo, el Vocabulario trilingüe daba un espacio lexicográfico a palabras en romance que pudiesen matizar la voz en latín. En cuanto a la atribución del Vocabulario trilingüe a Sahagún, si bien es probable que el copista haya sido indígena, por los numerosos indicios que lo sugieren, la cuestión de la autoría

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del eminente franciscano permanece sin respuesta contundente. Heréndira Téllez favorece aquí esta hipótesis al detectar similitudes en la caligrafía entre el manuscrito del Vocabulario trilingüe y los Primeros Memoriales de Sahagún, lo que la lleva a concluir con base en estos y otros elementos indiciales: Por lo visto anteriormente, considero que el Vocabulario trilingüe es una obra lexicográfica diseñada por fray Bernardino de Sahagún como parte de los trabajos de la obra franciscana, elaborada hacia 1540 y terminada antes de 1555, en el Imperial Colegio de la Santa Cruz; que el amanuense es un indígena del scriptorium franciscano y que la obra fue creada con fines didácticos.

Después de haber descrito minuciosamente el manuscrito y haber evocado la obra de Nebrija y su importancia para la evangelización, Heréndira Téllez procede a la edición crítica y al análisis de un corpus jurídico-administrativo del Vocabulario trilingüe. Considera los aspectos fonéticos, morfológicos, léxicos, gráficos, ortográficos y lexicográficos del español, del latín y del náhuatl. El tenor etnocentrista de las entradas en castellano y en latín es manifiesto y frecuentemente coercitivo en lo que concierne a la palabra correspondiente en náhuatl. La construcción indígena del sentido mediante la lengua se realizaba de manera muy distinta de las que propone la conceptualización occidental, por lo que la correspondencia lexicográfica es a veces aproximada. Tal es el caso de la entrada “Pobre varón o mujer”, pauper, eris, cuya correspondencia léxica registrada en náhuatl es el verbo motolinía, “sufren”, el cual, además de diferir en cuanto a la categoría gramatical, tiene un campo semántico que no coincide con el término en latín. La entrada “Libre como quiera”, liber, a, um, en latín, tiene como correspondencia en náhuatl tlaxoxouhqui, vocablo que expresa la “ausencia de trabas” mejor expresada por el término en latín que por el sintagma castellano. En otros contextos temáticos, imaginamos los malabarismos conceptuales y lexicográficos que realizó el informante para poder encontrar un término náhuatl que coincidiera con la expresión en castellano y/o en latín.

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Sea lo que fuere, además de su inestimable valor como herramienta lexicográfica, el Vocabulario trilingüe permite observar cómo las ideas se colaban en las respectivas lenguas y cómo el llamado encuentro de dos mundos fue, en los doctos contextos aquí aludidos, un encuentro de tres lenguas. Patrick Johansson Instituto de Investigaciones Históricas, unam

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introducción

La tradición del estudio de la cultura, la lengua y los autores clásicos en México se remonta a los primeros años de la Conquista. Desafortunadamente, los datos que han llegado hasta nosotros son tan escasos que es difícil formarse una idea de las características culturales del siglo xVi, además, el hecho de que sea el siglo de la Conquista hace que los estudios sobre esta época estén encaminados a comprender los fenómenos históricos, políticos y religiosos, omitiendo, por lo general, que éste también fue un periodo de acercamiento entre las culturas autóctonas de América y las europeas. Sin embargo, existen trabajos encaminados al estudio de los fenómenos culturales y lingüísticos que marcaron este periodo y que representan un hito entre los estudios de la tradición clásica en México. Trabajos que contribuyen al rescate de nuestra propia cultura, recuperan la larga tradición clásica en México y fomentan, además, los estudios humanísticos en nuestro país, tan necesarios en esta época. Sin embargo, existe aún una gran cantidad de documentos pertenecientes a la época colonial que no se han rescatado y que constituyen un universo por explorar. Y, considero que es oportuno difundir y ampliar la investigación de las obras latinas elaboradas en la Nueva España, ya que el estudio de esta época es básico para la tradición clásica actual. Por ello, realicé como tesis de licenciatura el estudio, análisis y la edición parcial de un documento realizado en el siglo xVi: el Dictionarium ex hispaniensi in latinum sermonem, interprete Aelio

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Antonio Nebrissensi, o Vocabulario trilingüe,1 en castellano, latín y náhuatl, obra atribuida a fray Bernardino de Sahagún y uno de los primeros trabajos lexicográficos elaborados en la Nueva España. El propósito de estudiar este documento lexicográfico que incluye la lengua náhuatl es poner de manifiesto el contacto lingüístico que se dio durante los primeros años de la Conquista, trabajo realizado, sobre todo, por los frailes encargados de evangelizar las tierras conquistadas ya que, si bien, la idea de “la conquista espiritual” en las nuevas tierras fue lo que atrajo la atención de los religiosos y el deseo de desterrar las prácticas religiosas antiguas los llevó a profundizar en la cultura y la lengua indígena, también es cierto que sin el esfuerzo realizado por esos hombres la historia de los pueblos y culturas antiguas no habría llegado hasta nosotros. En principio, el esfuerzo misionero se encaminó sólo a la conversión de los naturales; con el tiempo, los frailes intuyeron la necesidad de integrar a los indígenas en la religión católica y para ello crearon diversos tipos de escuelas encaminadas a formar a los naturales en esta fe. La institución educativa más representativa de este esfuerzo franciscano lo constituye, sin duda, el Imperial Colegio de la Santa Cruz en Santiago Tlatelolco, un colegio creado para niños indígenas a principios del siglo xVi. En este centro educativo se presentó la oportunidad de lograr un intercambio cultural de elevado nivel, ya que por una parte se formó a los jóvenes indígenas con una educación de tipo superior que incluía los estudios de latinidad y, por otra, los frailes encargados de dicho colegio tuvieron acceso a las culturas autóctonas a través de los estudiantes. De esta manera, se realizó —como parte de un esfuerzo conjunto entre frailes e indígenas, y como parte de un gran 1 “Dictionarium ex hisniensi in lati / num sermonem, interprete Aelio Antonio Neprissensi. Lege foeliciter”. [c.a.] 1540, atribuido a fray Bernardino de Sahagún, se encuentra en la Biblioteca Newberry de Chicago y pertenece a la colección Ayer, ms. 1478. Quiero expresar mi agradecimiento a la Biblioteca Newberry por las facilidades otorgadas para obtener el microfilm del manuscrito con fines de estudio, a Pamela Olson y sobre todo a Elizabeth Freebairn.

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corpus documental del que quedan pocos ejemplos—, el Vocabulario en tres lenguas, que intentaba ser tanto un instrumento didáctico para los jóvenes estudiantes del latín como una herramienta para los misioneros. Este manuscrito pone de manifiesto la mezcla cultural y lingüística a que antes me he referido y es una obra de gran valor filológico que ha pasado inadvertida desde esta perspectiva, aunque ha sido estudiada y analizada por su atribución a fray Bernardino de Sahagún. Hasta ahora, el Vocabulario trilingüe no ha sido estudiado en conjunto. Existen trabajos parciales, los cuales no han tomado en cuenta todas las características de la obra. Entre ellos podemos mencionar las descripciones que se realizaron en el siglo xix, cuando el manuscrito fue descubierto por José Fernando Ramírez, en la biblioteca del Convento Grande de San Francisco, en México; así, tenemos la descripción de Alfredo Chavero, quien poseyó el manuscrito: Es un volumen grueso, en 4º menor español, escrito con magnífica letra de forma medio gótica, en un papel genovés. En cada renglón la palabra está en español y la sigue su traducción latina, colocándose encima del renglón con tinta roja, la voz mexicana aunque en algunos lugares falta esta última.

Señalaba, asimismo, la posibilidad de que dicho documento fuera de fray Bernardino de Sahagún: El diccionario es a dos columnas. Tiene al principio dos fojas independientes del vocabulario, y en ellas y en la última página hay en letras diferentes varios nombres con su traducción mexicana: una de estas letras en la primera página es de Sahagún. Esto, que aparece como corrección o adición de la copia, y el no tenerse noticia de que otro escritor haya hecho otro vocabulario trilingüe son pruebas bastantes de que el presente es el tan buscado de fray Bernardino.

Además de ello, señalaba al posible copista, tomando como base otros documentos del Colegio de Tlatelolco: “De su discípulo Martín Jacobita hay varias firmas en el códice de Santiago, y comparándolas con la letra del vocabulario se conoce desde

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luego que el discípulo fue el escribiente (sic) de la magnífica obra del maestro”.2 Posteriormente, conocemos la opinión de Joaquín García Icazbalceta quien señalaba que dentro de la obra conservada de fray Bernardino existió una gramática y un vocabulario de la lengua mexicana no conocida, pero que ambas estaban perdidas y sólo era conocido el Vocabulario que poseyó Chavero, el cual en su opinión era “un simple léxico”.3 Ya a principios del siglo xix, Luis Nicolau D’Olwer coincidía con Icazbalceta señalando que tanto “el arte de la lengua mexicana con su vocabulario apéndiz, o sea, la gramática y diccionario náhuatl”4 se habían perdido y que “nada nos queda de una y otra edición sino el título; a no ser que el vocabulario pueda identificarse con el texto manuscrito conservado hoy en Chicago. [...] Me parece evidente, sin embargo, que se trata de dos obras muy diferentes.”5 Actualmente, contamos con el análisis de Jesús Bustamante García, quien hace una descripción de la obra en su estudio sobre los documentos sahaguntinos. En un breve estudio señala que la obra puede atribuirse a fray Bernardino de Sahagún y que pertenece a la época en que el fraile trabajaba en el Colegio de Tlatelolco.6 Por su parte, John Frederick Schwaller hace una reseña del vocabulario en su guía de manuscritos en náhuatl, en donde señala que éste pertenece muy probablemente al fraile seráfico, y que habría sido elaborada hacia el año 1540 y afirma que se trata de una obra didáctica.7 Quizás el estudio más amplio sobre el Vocabulario trilingüe sea el de Mary Clayton; por una parte, hace referencia a las características de composición del manuscrito y, por otra, realiza un análisis de las particularidades lingüísticas del documento. 2

Alfredo Chavero, Bibliografía mexicana, 1903, p. 59. Joaquín García Icazbalceta, Bibliografía mexicana del siglo xvi, 1981, p. 340-341. 4 Nicolau D´Olwer, Fray Bernardino de Sahagún (1499-1590), 1952, p. 72. 5 Ibid., p. 111. 6 Jesús Bustamante García, Fray Bernardino de Sahagún, una revisión crítica de los manuscritos y de su proceso de composición, 1990, pp. 374, 388–399. 7 John Frederick Schwaller, “Guías de manuscritos en náhuatl”, en Estudios de Cultura Náhuatl, pp. 326-327. 3

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La autora plantea que este documento bien pudo ser diseñado fuera del Colegio de Tlatelolco, y considera que este manuscrito posiblemente no tenga ninguna relación con el padre Sahagún; en cuanto a la fecha de composición, Clayton señala que pudo ser elaborado entre 1530 y 1625.8 Miguel León-Portilla hace referencia al manuscrito en la biografía del padre Sahagún señalando que: En lo que concierne al Vocabulario, tan sólo puede mencionarse el que se conserva en la Colección Ayer de la Biblioteca Newberry en Chicago. Consiste en un volumen de 158 folios recto y vuelto en el que siguiendo al de Nebrija, añade equivalencias en náhuatl. En tanto que algunas personas han dudado que dicho vocabulario sea el preparado por Sahagún o al menos el primer borrador, otros […] se inclinan a identificarlo como tal.9

Y añade que hace falta analizar algunos documentos de fray Bernardino, entre los cuales dice, “los principales escritos que aguardan estudio: los sermones conservados en la Biblioteca Nacional de México y en la Colección Ayer de la Biblioteca Newberry de Chicago; el santoral, las postillas y el Vocabulario trilingüe en esta última biblioteca”.10 Al tomar en cuenta estas consideraciones, me propuse hacer un estudio global y sistemático que parta del contexto histórico y del análisis lingüístico, y que tenga como fundamento un proceso ecdótico que me permita sostener unas hipótesis sobre la autoría y la fecha de composición del documento. Este trabajo consta de cinco capítulos. En el primero realizo una breve descripción del manuscrito y presento la historia de dicho documento. El segundo capítulo consiste en un recuento del trabajo lexicográfico de Elio Antonio de Nebrija, ya que su obra fue la base del manuscrito que analizo, así como también de muchas obras de lenguas indígenas, razón por la cual me pa8 Mary L. Clayton, “A trilingual spanish-latin-nahuatl manuscript dictionary sometimes attributed to fray Bernardino de Sahagún”, en International Journal of American Linguistics, 1989, pp. 391-416. 9 Miguel León-Portilla, Bernardino de Sahagún, pionero de la antropología, 1999, p. 195. 10 Ibid., p. 218.

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reció importante presentar los aspectos formales propuestos por Nebrija. El capítulo tercero contiene un amplio estudio sobre los franciscanos y su labor misionera en la Nueva España, desde la llegada de los primeros evangelizadores hasta 1550, época de predominio franciscano. En este capítulo hago también un análisis sobre el Colegio de Tlatelolco, dedicado a jóvenes indígenas y la importancia de los estudios del latín que en el se realizaban. En el capítulo cuarto presento una descripción de la inf luencia de Nebrija en las obras elaboradas por franciscanos en lenguas indígenas; ya que muchas de ellas tomaron como modelo las Artes y Vocabularios de dicho autor, adaptándolas a las necesidades de la lengua indígena, lo cual dio como resultado obras de tradición nebrisense en la Nueva España. En este sentido es importante el Vocabulario trilingüe, ya que es el primer testimonio que se conoce sobre un texto íntegro de Nebrija. En el capítulo quinto realicé una edición crítica parcial11 sobre un corpus seleccionado del Vocabulario, con el fin de mostrar las particularidades lingüísticas del manuscrito y señalar las diferencias que existen entre el Vocabulario trilingüe y dos de las ediciones conocidas del Vocabulario de Nebrija.12 Por último, elaboré, a partir de todos los elementos descritos, mis conclusiones sobre la fecha de composición del manuscrito y sobre su autoría. Considero que este trabajo es parte del esfuerzo por crear herramientas metodológicas encaminadas al estudio y difusión del latín colonial, y pretende ser una aportación para quienes traduzcan textos neolatinos o novohispanos, ya que muchos textos como el Evangelarium, epistolarium et lectionarium aztecum 11

Considerando que la edición es sólo una hipótesis de trabajo. Elio Antonio de Nebrija, Dicionarium ex hispaniensi in latinum sermonem [Salamanca, ca. 1495], edición facsimilar de la Real Academia Española, Madrid, 1981; Vocabulario de Romance en Latín, transcripción crítica de la edición revisada por el autor (Sevilla, 1516), edición e introducción de Gerald J. Macdonal, Madrid, Castalia, 1973. En adelante me referiré a ellos como el Vocabulario hispano–latino de Nebrija (primera o segunda edición). 12

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sive mexicanum atribuido a fray Bernardino de Sahagún;13 los Poemas de Faustino Chimalpopoca;14 la Tragedia intitulada Ocio de Juan de Cigorondo; la Carta del padre Pedro Morales; el Mercurio Indiano de Patricio Antonio López; Vindicias de la verdad de fray Antonio de la Rosa Figueroa,15 así como muchas otras obras, sobre todo de carácter doctrinal, combinan estas tres lenguas: el español, latín y náhuatl. Finalmente, quiero expresar mi gratitud a quienes me apoyaron en la realización de mi tesis y en la elaboración de este libro. A la doctora Laurette Godinas por su profesionalismo, la enseñanza del método ecdótico, la minuciosidad de sus revisiones en cada ocasión y sus consejos, incluso para la redacción. Al doctor Patrick Johansson, por su apoyo en este tema; por la generosidad constante en la transmisión de sus conocimientos; por las observaciones y análisis riguroso a este trabajo y por el tiempo que dedicó a mi tesis, el cual se ha prolongado al presente en el proceso de edición crítica del manuscrito, del cual pensamos ofrecer una versión digital. Además, debo reconocer la gran libertad con que mis asesores me permitieron trabajar y formular varias hipótesis, conjeturas, suposiciones; incluso, me dejaron recorrer mi propio camino de errores formativos en el proceso de investigación, señalándome siempre aquello que debería corregir y, al final, aceptaron que yo expresara mis ideas, en algunos casos aun en contra de su opinión experta. Por todo ello, mi gratitud y respeto. También quiero dejar constancia de mi agradecimiento a distinguidos profesores e investigadores que, de una u otra forma, me apoyaron mientras realizaba este trabajo: doctores Miguel León-Portilla, Beatriz Mariscal, Concepción Company, Thomas Smith, Rosa Lucas, Miguel Pastrana y Lourdes Rojas. 13 Bernardino Biondelli, Evangelarium, epistolarium et lectionarium aztecum sive mexicanum, 1858. 14 Manuscrito inédito de poemas en latín y náhuatl del que actualmente preparo una reseña, edición y traducción. 15 Todas estas obras pertenecen a la Biblioteca Novohispana de El Colegio de México: Las dos primeras están publicadas; Beatriz Mariscal Hay prepara la edición de Mercurio Indiano y María Águeda Méndez la de Vindicias de la Verdad.

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Al doctor Francisco Barriga, con cariño, por las “coincidencias significativas” y por ser promotor de este libro. Y, por último, a quienes son mi ánimo de trabajo, mi corazón e inspiración, por su cariño: Pabla, “pequeña hermanita, niña sin jardín, que por no tener f lores sembraste una en ti”; a Reyes, Tom, Lucio, Caridad, Aguedita, Joaquina y Verania. A Pigra, con saudade: voy a por el sueño...

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el vocabulario Trilingüe, en español-latín-náhuatl, atribuido a fray

bernardino de sahagún

El manuscrito 1478 de la Colección Ayer de la Biblioteca Newberry de Chicago es un vocabulario en tres lenguas, castellano, latín y náhuatl, creado en los primeros años del siglo xVi en la Nueva España y el cual puede considerarse uno de los primeros documentos lexicográficos del Nuevo Mundo. Este vocabulario en tres lenguas parte de un diccionario bilingüe que cumple con las características formales de éstos: The basic purpose of a bilingual dictionary is to coordinate with the lexical units of one language those lexical units of another language wich are equivalent in their lexical meaning. The first language, to whose lexical units the lexical units of the other language are coordinated is called the source language; the order of the entries in a bilingual dictionary is given by the source language. The other language whose lexical units are coordinated to the first ones is called the target language.1

El diccionario base es el “Dictionarium ex hispaniensi in latinum sermonem. Interprete Aelio Antonio Nebrissensi” un vocabulario bilingüe con entradas en castellano y su correspondiente latino, obra elaborada por Elio Antonio Nebrija e impresa hacia 1495, en Salamanca. El llamado Vocabulario trilingüe, a su vez, puede ser descrito como un diccionario plurilingüe porque reúne los rasgos fundamentales para ser considerado como tal, es decir, la con1

Ladislav Zgusta, Manual of lexicography, 1971, p. 294.

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cepción de formas léxicas en una lengua de origen que pueden ser equivalentes a otras lenguas de destino y, como tal, el Vocabulario trilingüe enfrenta los problemas comunes a este tipo de diccionarios: One of consequences of this complexity is that there usually is some explanatory apparatus in the entry (such as glosses, explanations etc.), not only the lexical units themselves, plus their equivalents in the target language. The other consequence of it is that the difficulties connected with the construction of a dictionary in wich equivalent lexical units of more than two languages would be coordinated [...] grow so rapidly with the number of languages that it simply is not worth while to undertake such work.2

FONTES CRITICAE

El título que aparece en el manuscrito es el siguiente: Diccionarium ex hisniensi in lati / num sermonem, interprete Aelio Antonio Neprissens. Lege foeliciter.

Es una obra atribuida a fray Bernardino de Sahagún, y en el catálogo de la Biblioteca Newberry aparece datado cerca del año 1540. Es, como ya se ha mencionado, parte de la Colección Ayer, ms. 1478. Las variantes en el título pueden ser las siguientes, según la propia Biblioteca. Diccionarium ex bisniensi in lati / num sermonem, interprete Aelio Antonio Neprissensi. Lege foeliciter. Diccionarium ex bismensi in lati / num sermonem, interprete Aelio Antonio Neprissens. Lege foeliciter.3

De acuerdo con la transcripción paleográfica realizada a 2

Ibid., p. 297. Información proporcionada por Martha Briggs, restauradora de la Biblioteca Newberry. 3

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partir del original que se encuentra en la Biblioteca Newberry, considero como posible el siguiente título: Diccionarium ex hisniensi in lati / num sermonem, interprete Aelio Antonio Neprissensi. Lege foeliciter.4

Descripción codicológica El Vocabulario trilingüe es un documento manuscrito de 157 folios, recto y verso, cuyas medidas aproximadas son de 18.5 por 13.3 cm, según la escala métrica que aparece en el microfilm. La encuadernación es inglesa, del siglo xix; tiene un lomo de cinco nervios, con dos tejuelos, el primero contiene la inscripción “Vocabulario trili cast. lat. c”, el segundo sólo añade “ms”. El soporte de dicho manuscrito es papel genovés,5 sin filigrana y se encuentra un poco deteriorado por la humedad, pero no presenta marcas de polilla ni otros insectos; actualmente presenta restauraciones. A la encuadernación se le añadieron dos guardas; en la inicial se encuentra el ex libris del señor Ayer. Entre ella y el comienzo del vocabulario hay dos hojas con apostillas; estás hojas son de papel diferente al del cuerpo del Vocabulario: la letra y la tinta también son diferentes de las del “vocabulario”, entre estas dos hojas y el resto se puede apreciar el borde de una hoja recortada después de la encuadernación. La foliatura es doble escrita con números arábigos; ésta aparece en el ángulo superior derecho escrita a lápiz, comienza con el folio 1 recto y termina en el folio 157 verso. El manuscrito no presenta ilustraciones ni reclamos. Cada letra del alfabeto comienza con letras capitulares. Las entradas del Vocabulario inician con mayúscula. En el manuscrito se pueden apreciar cuatro tipos de letra diferentes, el cuerpo del texto presenta letra gótica redonda con rasgos humanísticos. 4 En el original las lecciones correctas debieron ser hispaniensi y Nebrissensi. Foeliciter, a pesar de ser una hipercorrección de feliciter, aparece así en el título de la edición de 1513 del Vocabulario hispano-latino de Nebrija. 5 Alfredo Chavero, op. cit., p. 59.

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El texto fue elaborado a dos columnas y presenta aproximadamente 24 entradas por columna; es decir, 48 entradas por página. Las entradas así como la traducción latina están elaboradas con tinta negra, las glosas fueron escritas con tinta roja. La “caja” del manuscrito es regular, deja márgenes amplios en los lados exterior e inferior, en cambio, el lado interno es estrecho, por ello algunas veces queda incompleta la palabra pegada a la costura por falta de espacio. En la parte superior el margen es muy estrecho. Las entradas comienzan con letra mayúscula; un símbolo calderón introduce el cambio de letra a medida que avanza el alfabeto. Contenido Encontramos dos folios al principio del documento que presentan grandes diferencias con respecto al resto del manuscrito probablemente fueron añadidos posteriormente, al encuadernar el manuscrito; la letra de estos folios es procesal cursiva y su contenido es el siguiente: folio 1 recto, “Syete maneras ay de pecado mortal”; sigue a dos columnas la lista de los siete pecados en español y su traducción en náhuatl, en total completan 26 entradas en el primer folio. El folio 1 verso comienza con “los x consejos del evangelio […]”, y ocupa 4 renglones del primer párrafo; el siguiente comienza: “el po., es la pobreza […]”, tiene 11 renglones más esta página que termina con el señalamiento “el 4º. Es de la t”, y queda incompleta la frase. En folio 2 recto sólo están los títulos de los “consejos 5º al 10º”; entre cada consejo existe un espacio de aproximadamente uno o dos centímetros. Estas dos páginas, folio 1 verso y 2 recto, sólo están escritas en español.6 La siguiente página, folio 2 verso, tiene escritos siete renglones con una entrada en español y su glosa náhuatl; más de tres cuartas partes de la hoja están en blanco. 6 El texto es el siguiente: “El 5º es de la mansedumbre. El 6º. Es de la misericordya. El 7º es de la simplicidad. El 8º es quitarlas ocasiones del pecado. El nono es de rechazo de las yntenciones. El 10º es la conformidad de la palabra con la doctrina”.

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En el folio 3 recto comienza propiamente el cuerpo del diccionario con la siguiente rúbrica: “Dictionarium ex hisniensi in latinum sermonem, interprete Aelio Antonio Neprissen. Lege foeliciter”. A partir de este folio y hasta el folio 156 sigue íntegramente al Vocabulario español-latino de Elio Antonio Nebrija,7 dejando una línea debajo de cada entrada. En la mayor parte de los casos fue escrita una glosa en náhuatl; cuando ésta no aparece sólo queda el espacio en blanco. El Vocabulario trilingüe concluye en el folio 157 recto con la rúbrica “Finis huius libri”. El folio 157 verso presenta adiciones y correcciones a dicho Vocabulario.8 Tipos de letra El documento presenta cuatro tipos de letra diferentes. La primera —en los dos folios que preceden al vocabulario— es una letra grande, temblorosa e irregular, algo cursiva, inclinada tanto hacia el lado derecho como hacia el izquierdo. Los trazos verticales son firmes y gruesos, los trazos horizontales y perpendiculares son delgados. El segundo tipo de letra es el que forma el cuerpo del vocabulario, es una letra pequeña, cuidada, regular, que oscila entre lo gótico y lo humanístico, de cursus y ductus regular con pocos errores y borrones.9 La letra de las glosas es regular, firme e inclinada hacia el lado derecho, como éstas fueron elaboradas con otra tinta, en momentos parece que se trata de una letra diferente. El tercer tipo de letra lo encontramos en algunas anotacio7 No me ha sido posible precisar cuál edición del Vocabulario de Nebrija tomó como modelo el Vocabulario trilingüe, a pesar de haber cotejado el manuscrito con diversas ediciones de la Biblioteca Nacional de Madrid, ya que por una parte la obra de Nebrija tuvo múltiples ediciones en el siglo xVi y, por otra, actualmente hay varias ediciones perdidas o desconocidas. 8 Este último folio lleva en la parte superior la rúbrica “de enmendar” y corrige el texto. La letra es muy parecida a la de los dos primeros folios del manuscrito. 9 La obra parece haber sido elaborada por un amanuense que se estaba iniciando en el arte de la caligrafía, ya que comete errores atribuibles a un copista sin experiencia, v. gr., el uso de la “r” de martillo después de una vocal, donde usualmente se utiliza una “r” redonda y la consiguiente corrección de la grafía sobre el renglón.

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nes marginales o correcciones que van dentro del cuerpo del texto, ésta es la misma letra que realizó las correcciones finales del manuscrito.10 La cuarta letra se presenta en las apostillas del documento; ésta es una letra grande y regular, cursiva, del siglo xVii o posterior, a juzgar por el contenido de dichas apostillas.11 Foliatura La foliatura del manuscrito es posterior a la elaboración de éste, probablemente haya sido numerado hasta el siglo xix, a juzgar por los rasgos caligráficos. Y no corresponde al orden alfabético del Vocabulario: en el folio 5v termina la segunda columna con la entrada “Acocear” y el folio 6r comienza con la palabra “aguaitamiento” y prosigue el orden alfabético correcto —agah-ay-al— hasta el final del folio 11v; el folio 12r comienza con la entrada “acoceamiento”, desde este punto hasta el folio 15v el orden alfabético es otra vez correcto —ac- ad-af-ag—; el folio 16r comienza con “aluuza”.12 Desde este folio hasta el final, el orden alfabético es el mismo que el del Vocabulario de Nebrija. Abreviaturas y símbolos especiales Las abreviaturas en la parte español–latín del documento son comunes en la escritura del siglo xVi: tilde para la nasalización; signo de abreviatura sobre la q para las sílabas “que” “qui”; “e” sobre la letra d para la sílaba “de”; el uso de e caudata (e) para 10

Esta letra se puede apreciar en los folios 57v, 66r, 83r, 116v y 157v. Algunas de estas apostillas son aclaraciones de palabras “[fol. 5v] Agil: tzitzcuictic / Agil ser: tzitzicuini / Agilidad: içiuhcayotl, içihuilliztli / totocaliztli. Paynaliztli”. Otras apostillas son una referencia de dos obras del siglo xVii “[fol. 12r] Acostumbrar. tequiuhtia. Mijangos f. 420. [fol. 36v] Canzer enfermedad: Qualocatl / Mijangos fol. 155. [fol. 142v] tlaiaco. Vide Mijankos Dominica 8 post lent f. 342”, y se refiera a la obra de fray Juan Mijangos, Espejo divino en lengua mexicana, impresa en México por Diego López Dávalos en 1607. La otra es una referencia a la obra de fray Juan Bautista “[fol. 25r] Aumen- / tarse en / quantidad / [n.l.] / hueia / en numo /miecquia / mimiya / huayotia / ohueix / omiequix / Bautista / adu. f. 62.” la cual se refiere a las Advertencias para los confessores de los naturales, compuesto en Santiago Tlatelolco e impreso en México, en casa de M. Ocharte, en 1600. 12 Ninguno de los estudiosos anteriores pareció darse cuenta de esta particularidad del manuscrito, por lo menos así lo señaló Bustamante García: “Distribuido alfabéticamente y sin otra particularidad, el diccionario termina hacia el centro de la f. 157”, op. cit., p. 397. 11

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el diptongo æ; además del signo “=” para marcar la separación de una palabra entre uno y otro renglón. En náhuatl se utilizan las mismas abreviaturas que en español para las sílabas “que” “qui”. El manuscrito presenta una grafía especial en las glosas, una t con cedilla (t), cuya escritura sólo se registra en este manuscrito; es un grafema que se utiliza en lugar del dígrafo tz que posteriormente sería usado.

historia del manuscrito

El Vocabulario trilingüe fue encontrado en el siglo xix por don José Fernando Ramírez, bibliófilo e historiador, quien obtuvo este libro del fondo bibliotecario del Convento de San Francisco el Grande de México. Este fondo documental de San Francisco funcionó desde el siglo xVi y fue quizá la mejor biblioteca de la Nueva España al finalizar dicho siglo, ya que a partir de la fundación del convento, los franciscanos comenzaron a reunir, en lo posible, gran cantidad de libros.13 En este convento vivieron durante diferentes periodos grandes figuras de la Orden franciscana, entre ellos fray Bernardino de Sahagún, fray Andrés de Olmos, fray Arnaldo Bassasio, fray Juan Focher; más tarde lo habitaron fray Juan de Torquemada, fray Juan Bautista y fray Agustín de Vetancourt. En el siglo xViii, fray Francisco de la Rosa y Figueroa, quien también vivió en dicho lugar, fue el encargado de custodiar y clasificar los materiales que se encontraban en la biblioteca del convento; como bibliotecario realizó un gran catálogo de las obras ahí reunidas, así como de sus autores; pero a pesar de su gran labor no existe actualmente la clasificación total de las obras que se encontraban cuando él clasificó los libros.14 Muchas de las obras que hasta esa época todavía se encontraban en el recinto se perdieron o se destruyeron; durante el

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Felipe Teixidor, Ex libris y bibliotecas de México, pp. 379-392. Francisco de la Rosa y Figueroa, Diccionario bibliográphico alphabético e índice sylabo repertorial de quantos libros sencillos existen en esta librería del Convento de N.S.P.S. San Francisco de México. México, [s.i.], 1758. 14

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siglo xix, cuando la Iglesia sufrió la desamortización de sus bienes, algunos libros pasaron a manos de particulares. Éste es el caso del Vocabulario trilingüe que fue entregado a José Fernando Ramírez por los superiores del Convento Grande de San Francisco, desafortunadamente se desconocen los detalles de esta operación, por lo que no quedó dicho si a cambio los religiosos obtuvieron un beneficio, monetario o de otra índole; tampoco se sabe en qué fecha fue entregado el documento a Ramírez. A la adquisición del manuscrito siguió la descripción. Su descubridor señaló que éste era un manuscrito anónimo del siglo xVi, pero conjeturó que había en él letras que podían ser de la mano de fray Bernardino de Sahagún. No sabemos si la referencia y la atribución de este manuscrito a Sahagún provino de los superiores del Convento ni tampoco cuál fue la historia del Vocabulario trilingüe en los anaqueles de la Biblioteca de San Francisco. A partir de la adquisición de José Fernando Ramírez es cuando el manuscrito vuelve a circular. Después de don José Fernando pasó a las manos de otro bibliófilo reconocido, don Alfredo Chavero, quien al ver este manuscrito consideró que se trataba de una obra hecha por Sahagún. Sus argumentos eran más o menos sólidos: por una parte señaló que tanto Sahagún como Torquemada y Vetancourt hablaban de un Vocabulario trilingüe escrito por el primero. Sahagún anotó en el Calendario mexicano, al hablar de los ritos y ceremonias de los antiguos, que estaba componiendo un vocabulario en tres lenguas “hazian muchas y grandes ceremonias, las quales se vera por extenso en el vocabulario en tres lenguas que se va haziendo”.15 En cuanto a las referencias de Torquemada que citó Chavero están las siguientes: Fray Bernardino de Sahagún hizo arte de la lengua mexicana […] Y como hombre que, sobre todos, más inquirió los secretos y profundidad de esta lengua, compuso un Calepino (que así lo 15 Juan B. Iguíniz, “Calendario mexicano atribuido a fray Bernardino de Sahagún”, en Boletín de la Biblioteca Nacional de México, 1918, p. 220.

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llamaba él) de doce o trece cuerpos de marca mayor. […]. Un vocabulario trilingüe, en latín, castellano y mexicano que yo tengo en mi poder.16 Escribió otros once libros de marca de pliego en que se contenían en curiosísima lengua mexicana, declarada en romance, todas las materias de las cosas antiguas que los indios usaban en su infidelidad […] escribió también otro vocabulario, que llamó trilingüe, en lengua mexicana, castellana y latina, de grandísima erudición, en este ejercicio de la lengua mexicana. […] así en el Vocabulario Trilingüe que hizo, dice en su prólogo estas palabras: va en romance esta gramática histórica: Ne dedisse videamur ansam Rabinis qui saepe expugnaverunt me a juventute mea […].17

Y la opinión de Vetancourt, que secundaba a Torquemada, dice sobre Sahagún: […] fue electo en segundo lugar con el doctíssimo P. Fr. Iuan de Gaona por lectores de Tlatilulco en la fundación del Colegio de Santa Cruz, donde lucio como luz sobre candelero, porque era en todo género de ciencias consumado. Supo con tanta propiedad la lengua mexicana que nadie, hasta ahora le ha igualado. Escribió en ella muchos libros, que en el catalogo de escritores se hará mención. Tuvo por esto contradicciones pareciéndole a algunos que no era bien escribir en la lengua mexicana a los indios sus antiguos ritos. Porque no se les diesse ocasión à seguirlos, por lo qual puso en el Vocabulario de tres lenguas que tengo. Va en romance esta gramática: ne dedisse videamur ansam rabinis qui saepe expugnaverunt me a inventute mea.18

Por otra parte, Chavero notó que no había registro de otra obra escrita en tres lenguas.19 Su último argumento fue haber encontrado letras en el Vocabulario trilingüe que parecen pertenecer a fray Bernardino. 16 Juan de Torquemada, Los veintiún libros rituales y Monarquía indiana [Madrid, por Nicolás Rodríguez, 1723], 1969, lib. xix, cap. xxiii, t. 3, p. 387. 17 Ibid., lib. xx, cap, xlVi, t. 3, p. 487. 18 Agustín de Vetancourt, Menologio franciscano de los varones más señalados, 1982, p. 113. 19 Sin embargo, actualmente se conoce por lo menos otra obra escrita en tres lenguas: castellano, náhuatl y otomí, de la cual se hablará más adelante.

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“V— Vocabulario Trilingüe—[...] túvose por perdido el vocabulario en cuestión pues después de Vetancourt, nadie lo había vuelto a ver; y aún hubo quien negase su existencia. Pero la equivocación fue del español emigrado, pues además de los testimonios, irrecusables en materia, de Torquemada y de Vetancourt, hay una prueba palmaria y es que todavía existe: formaba parte de mi biblioteca. (nota en el original: Igualmente pasó a poder del Sr. Fernández del Castillo, y fue vendido en Londres). Es un volumen grueso, en 4º menor español, escrito con magnífica letra de forma medio gótica, en un papel genovés. En cada renglón la palabra está en español y la sigue su traducción latina, colocándose encima del renglón con tinta roja, lo voz mexicana aunque en algunos lugares falta esta última. El diccionario es a dos columnas. Tiene al principio dos fojas independientes del vocabulario, y en ellas y en la última página hay de letras diferentes varios nombres con su traducción mexicana: una de estas letras en la primera página es de Sahagún. Esto, que aparece como corrección o adición de la copia, y el no tenerse noticia de que otro escritor haya hecho otro vocabulario trilingüe son pruebas bastantes de que el presente es el tan buscado de fray Bernardino. De su discípulo Martín Jacobita hay varias firmas en el códice de Santiago, y comparándolas con la letra del vocabulario se conoce desde luego que el discípulo fue el escribiente (sic) de la magnífica obra del maestro”.20

El documento también fue visto y analizado por otros grandes investigadores de dicho siglo, como don Joaquín García Icazbalceta, quien lo describió de esta manera: XIII. Vocabulario trilingüe: castellano, latino y mexicano— Mendieta no habla de este libro: la primera noticia de él se debe a Torquemada que le tenía en su poder. El Sr. Chavero poseyó uno que cree ser el del P. Sahagún. Describí este MS., como anónimo, en mis Apuntes (No 169). Tiene 155 ff. Apareció en el Catálogo Ramírez con el nº 545, y fue vendido en £ 38 al librero Quaritch, quien luego le anunció en £ 50 (nota en el original: Actualmente en la Ayer Collection, núm. 1478. Nicolau, pp. 116-117). El Sr. Ramírez, en sus Suplementos a la Biblioteca de Beristáin, le describe también entre los Anónimos, y le pone este título: 20

Alfredo Chavero, op. cit., p. 59.

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“Dictionarium ex hismensi (sic) in latinum sermonem interprete Aelio Antonio Nebrissensi. Lege foeliciter. MS. en 4º de 310 páginas, en mi biblioteca.” Conjetura que es de Sahagún; mas no expresa que haya en él letra suya. Cree asimísmo que es el propio MS. que perteneció a Torquemada y Betancurt, pues “lo adquirí (dice) por el favor de los superiores del mismo convento que habitaron”, es decir, el de S. Francisco de México. Podrá muy bien ser de Sahagún, original o copia, el volumen a que nos vamos refiriendo; pero hay señas de un Vocabulario Trilingüe que no se acomodan bien a éste. El volumen que fue de los Sres. Ramírez y Chavero, y que en julio pasado de 1885 estaba aún en poder de Quaritch era un simple léxico, que no contenía ni podía contener lo que hallamos en las referencias del autor mismo y de Fr. Juan Bautista.21

Sin embargo, a pesar del interés que este manuscrito despertó en el país, fue vendido al extranjero, aunque primero pasó por las manos de Fernández del Castillo; después fue adquirido por un librero inglés llamado Quaritch. Posteriormente, el manuscrito fue vendido a Edward Ayer. Así, pasó a formar parte de la Biblioteca Newberry de Chicago, con toda la colección del señor Ayer cuando murió. En la actualidad, se encuentra en dicha Biblioteca, Colección Ayer, ms. 1478.

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García Icazbalceta, Bibliografía mexicana del siglo xvi, p. 340-341.

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elio antonio de nebrija y sus trabajos lexicográficos

Los trabajos gramaticales del humanista español Elio Antonio de Nebrija fueron fundamentales en el desarrollo de la lingüística hispana a partir del siglo xV; sin embargo, también fueron el punto de partida de los trabajos elaborados fuera de España, ya que representaron el primer testimonio de lingüística descriptiva de un idioma vulgar. Por ello, estos trabajos tuvieron gran aceptación entre los descubridores de nuevas lenguas que se vieron precisados a describir a partir del castellano o, a veces del latín, lenguas desconocidas. El éxito de las obras nebrisenses se debió, en principio, a la reforma gramatical llevada a cabo por Nebrija y puesta en la práctica en sus obras, en donde superaba la tradición medieval de las gramáticas y vocabularios para dar una fisonomía propia al español, cuyas características se verán más adelante.

reseña biográfica

Elio Antonio de Nebrija fue hijo de Juan Martínez de Cala y de Catalina de Xarana y Ojo; nació en Lebrija, antiguamente llamada Nebrissa Veneria, en la provincia de Sevilla; en ese lugar pasó los primeros años de su vida y recibió educación formal. La fecha de su nacimiento1 es aún dudosa; sin embargo, suele 1 Félix G. Olmedo, Nebrija (1441-1522). Debelador de la barbarie, comentador eclesiástico, pedagogo-poeta, 1942, pp. 9-11.

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datarse en 1441. Cuando Nebrija cumplió catorce años fue enviado a Salamanca, donde recibió lecciones de matemáticas, filosofía natural y filosofía moral.2 Posteriormente, pasó a Italia, donde disfrutó de una beca para estudios de teología en el Colegio de San Clemente de Bolonia. Durante la estancia en Italia, “Nebrija recorrió las escuelas más célebres, oyó a los maestros más acreditados, se perfeccionó en las humanidades y adquirió, además, el conocimiento de las lenguas griega y hebrea”.3 Los conocimientos adquiridos fueron la base de los trabajos filológicos que después desarrollaría; la beca terminó en mayo de 1470.4 De los diez años que Nebrija estuvo en Italia, pasó sólo cinco estudiando en Bolonia, el resto del tiempo lo dedicó a viajar y escuchar lecciones de latín y de griego; hay que señalar que por ese tiempo, se encontraban dando clases de griego humanistas tan reconocidos como Constantino Láscaris en Mesina, Marsilio Ficino en Florencia, Demetrio Damilas en Milán. A partir de estos humanistas la tradición gramatical volvió a sus bases helénicas5, retomando los textos de Dionisio Tracio, Apolonio Díscolo y Herodiano y con base en ellas reescribieron la tradición gramatical de la cual fue seguidor Nebrija. Al volver a su patria, Alfonso de Fonseca, arzobispo de Sevilla, lo llamó para que ejerciera el cargo de preceptor de un sobrino, señalándole una renta de 50 f lorines; en este cargo duró tres años. Después de ese tiempo, Nebrija llegó a Salamanca, probablemente entre 1473 y 1474, donde tuvo a su cargo alguna asignatura no especificada; se trata, quizá de un curso que llamaban “generales” o de “repeticiones”.6 En 1475, firmó contrato con la Universidad de Salamanca para encargarse de dos cátedras públicamente salariadas:7 una de Elocuencia y otra de Poesía; en enero de 1476, fue nombrado maestro 2

Nebrija, “Introducción”, Vocabulario hispano-latino [Salamanca, 1495]. Juan B. Muñoz, en Olmedo, op. cit., p. 18. 4 Idem. 5 Un claro ejemplo es la Gramática griega de Constantino Láscaris, impresa por Aldo Manuzio en 1476. 6 Ibid., p. 23. 7 Nebrija, Vocabulario hispano-latino, fol. a iii r. 3

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de prima de gramática, cargo que poco antes había quedado vacante. Nebrija contrajo matrimonio, en fecha incierta, con Isabel de Solís y procreó siete hijos.8 Las clases que impartía en la Universidad de Salamanca fueron interrumpidas, ya que Nebrija renunció a ellas para dedicarse a sus trabajos lexicográficos; durante 19 años vivió bajo el protectorado de Juan de Estuñiga, hasta 1504, fecha en que éste murió.9 Regresó a su cátedra en Salamanca en el año de 1506; al comenzar los cursos de 1508 a 1509, Nebrija no se presentó en la Universidad por más de cuatro meses, por lo que se declaró vacante su plaza; ese mismo año el Rey le nombró cronista. Posteriormente, regresó a Salamanca y desde 1509 a 1513 fue profesor de Retórica.10 Después, pasó a Sevilla para encargarse de la cátedra de San Miguel, dedicada a la gramática; en esta cátedra sólo estuvo por un año, pues al año siguiente pasó a Alcalá, donde el cardenal Cisneros lo recibió de buen grado, otorgándole la cátedra de Retórica.11 En dicha ciudad, Nebrija murió en el año de 1522.12

obras de nebrija

El gramático13 Elio Antonio de Nebrija pugnó desde su llegada de Italia porque en España se replanteara el estudio del latín y se regresara a los modelos clásicos y con su obra contribuyó a esta labor; para ello, escribió la gramática latina, porque consideraba que con las obras existentes —sobre todo las gramáticas medievales— se oscurecía la enseñanza de la lengua latina y, sobre todo, porque al desconocer esa lengua la inter8

Olmedo, op. cit., pp. 23-28. Ibid., pp. 29-32. 10 Ibid., pp. 33-38. 11 Ibid., pp. 53-56. 12 Ibid., pp. 62-59. 13 La labor principal de Nebrija fue la gramatical, a pesar de que el término de “gramático” en el siglo xVi era aplicado de forma poco elegante y era una ciencia escasamente valorada en esa época. 9

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pretación de los materiales en latín era engañosa y errónea. La Gramática castellana también puso de manifiesto la preocupación didáctica de Nebrija.14 El propósito de Nebrija era muy ambicioso;15 por ello, además se encargó de elaborar dos léxicos, los cuales tenían como finalidad establecer el “recto sentido” de las palabras. Los vocabularios fueron el Diccionario latino–hispano y el Vocabulario hispano-latino.16

la lexicografía en nebrija

El trabajo lexicográfico de Nebrija comenzó con el diccionario latino–español,17 llamado Aeli Antonij nebrissensis grammatice Lexicon ex sermone latino in hispaniensem, cuya primera edición se publicó en Salamanca en el año de 1492; en 1512 apareció en Burgos la segunda edición de este diccionario corregido y el Diccionario geográfico.18 Posteriormente, apareció el vocabulario hispano–latino, el Dictionarium ex hispaniensi in latinum sermonem. La primera edición apareció sin fecha en Salamanca, probablemente en 1495; 14

Sobre la obra gramatical de Nebrija, vid, Tellez, 2009,

dea-ucm.

dea, ucm.

Memoria

15 Nebrija, en la citada introducción al Vocabulario hispano-latino, señala que con la elaboración de las gramáticas había puesto “los cimientos grandes y firmes” de aquel “edificio que tenía pensado” y califica a los diccionarios —junto a las gramáticas— de “obras diversas de una misma obra”, op. cit., fol. iii r. 16 Se ha pretendido que Nebrija tenía planeado una gran obra lexicográfica, un “Thesaurus Linguae Latinae, estructurado en tres volúmenes, que el Maestro tenía terminado antes de 1492”. José Perona, “Antonio de Nebrija, lexicógrafo”, en Actas del Congreso Internacional de Historiografía Lingüística, Nebrija v centenario, Murcia, Universidad de Murcia, 1994, t. 1, p. 449. En este trabajo, además de dar la traducción de las palabras, explicaría el sentido de éstas, como lo hace en el Lexicon Iuris; pero su protector Juan de Zuñiga lo apresuró a publicar alguna cosa y por ello hizo imprimir el Vocabulario latino–hispano (Olmedo, op. cit., p. 110; Perona, loc. cit.); producto de este apresuramiento se refleja en el orden alfabético de las entradas del Diccionario y en las transliteraciones del griego y del hebreo, como señala José Perona, “Coloquio”, en Antonio de Nebrija: Edad Media y Renacimiento, ed. de Carmen Codoñer y Juan Antonio Gonzáles Iglesias, Salamanca, Universidad de Salamanca, 1994, p. 440. 17 Usualmente se denomina Diccionario a la versión del léxico latino-castellano, y Vocabulario al español-latino. 18 Palau, op. cit., t. x, pp. 476.

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una segunda edición se publicó un año después que la segunda edición del diccionario latino–hispano, es decir, en 1513 en Salamanca; y la tercera edición salió a la luz en Salamanca en 1516.19 Esta última reimpresión se hizo en vida del autor y fue revisada y corregida por el propio Nebrija. Las dos partes del diccionario fueron muy bien recibidas, por ello durante los siguientes años se hicieron numerosas ediciones; así, se habrían publicado cerca de “cincuenta y un ediciones en el siglo xVi, treinta y cinco desde comienzos de xVii hasta 1834”.20 Además, entre las obras lexicográficas se encuentra el vocabulario de derecho civil:21 Aenigmata iuris civilis ab Antonio Nebrissensis edita, Salamanca, 1506.22 Los propósitos de Nebrija al crear los vocabularios eran fundamentalmente los mismos de las gramáticas, ya que deseaba retomar el camino de los autores clásicos, de las auctoritates, las cuales para él eran los autores clásicos latinos, tanto de la época de la República y el Imperio romano, como los autores religiosos reconocidos; al crear los vocabularios, tomó en cuenta “casi cuatrocientos muy apropiados autores”,23 y buscó el significado preciso para traducirlos al castellano. Si bien éste fue el primer gran esfuerzo por hacer un léxico de una lengua vernácula, Nebrija aprovechó algunos vocabularios ya existen19

Idem. Gregorio Salvador, “Nebrija como iniciador de la lexicografía española”, en Actas del Congreso Internacional de Historiografía Lingüística, Nebrija v centenario, t. 1, p. 6. 21 Nebrija “dedicó una parte no pequeña de su atención y curiosidad al examen de los textos de derecho romano que analizó no como jurista sino como historiador y filólogo”, Antonio García y García, “Nebrija y el mundo del derecho”, en Antonio de Nebrija: Edad Media y Renacimiento, p. 121. 22 El Lexicon Iuris estaba dedicado al obispo de Burgos, Juan de Fonseca; en la introducción a dicha obra Nebrija prometía publicar una obra parecida sobre medicina, pero aunque se piensa que ya tenía dicha obra preparada, al enterarse que habían sido publicadas dos traducciones sobre esta materia —un libro de Hermolao Bárbaro y otro de Juan de Ruelio—, Antonio decide editar la obra de Ruelio, añadiéndole un índice; algunos estudiosos llegan a confundir esta obra con la prometida por Nebrija (Olmedo, op. cit., p. 36); sin embargo, Enrique Montero y Avelina Carrera señalan que además de aquella obra, después de la muerte de Nebrija se encontró el Dictionarium medicum, vid. Enrique Montero y Avelina Carrera “El Dictionarium medicum de E.A. de Nebrija” en Antonio de Nebrija: Edad Media y Renacimiento, pp. 399-411. 23 Nebrija, Diccionario latino–hispano, fol. a ii r. 20

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tes; reorganizó y amplió esos materiales con profundo sentido filológico y creó el Diccionario de la lengua española, el cual según su propio juicio, “servirá para cotejar las palabras” de las dos lenguas; es muy abreviado “para que su precio no espantase a los pobres” y para que fuera de lectura fácil. Además, lo presenta con el título de Diccionario, utilizando por primera vez este término y criticando el título de otras obras.24 Estas obras, como herramientas lexicográficas, fueron concebidas “como una prolongación” de las gramáticas, “una ayuda para la recta interpretación de las palabras” y una guía para quienes hubieran de escribir en latín.25 La organización del material léxico y la estructura del propio diccionario le confieren un aspecto de modernidad a dicha obra. El Diccionario de Nebrija de 1492 consta de casi 30 mil palabras,26 las entradas están acomodadas de acuerdo al orden alfabético, aunque en muchos casos se da prioridad a la composición de familias morfológicas sobre el orden alfabético.27 Las siguientes ediciones del Diccionario —como la de 1512— presentan una evolución en el proceso de composición; en ellos, el orden alfabético es casi perfecto.28 El Vocabulario, por su parte, estaba compuesto por cerca de 20 mil palabras, en orden alfabético;29 éste, como ya se ha dicho, es el primer testimonio de un diccionario con entradas en lengua vernácula ordenado alfabéticamente, el cual presenta una gran cantidad de vocablos hispanos con equivalencias al léxico latino, y en algunos casos al griego. El Diccionario y el Vocabulario son una misma obra en dos partes; sin embargo, presentan características diferentes, pues ambos están planeados para una interpretación de los vocablos desde la lengua de origen a la lengua meta. Por ello, el 24

Ibid., fol. a iii v. Gregorio Salvador, op. cit., pp. 9-10. 26 Olmedo, op. cit., p. 110. 27 Brigitte Lépinette, “Le lexicon de Nebrija et les Catholicon abbreviatum”, en Antonio de Nebrija: Edad Media y Renacimiento, pp. 327-338. 28 Codoñer,” Coloquio”, Antonio de Nebrija: Edad Media y Renacimiento, p. 439. 29 En el Prólogo, Nebrija señala “erit igitur litterarum ordo quem indictionibus hispanis sequemur hujusmodi: a, b, c, ç, ch, d, e, f, g, i, j, l, ll, m, n, ñ, o, p, r, s, t, u, v, x, z”, Vocabulario hispano-latino, primera edición, fol. a. iiij. 25

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Diccionario contiene más entradas que el Vocabulario, ya que el primero incluía palabras de origen griego que no siempre fueron explicadas en las entradas en castellano. Hasta ahora, como en el caso de los léxicos utilizados por Nebrija, tampoco existe un estudio profundo sobre la técnica de elaboración del Vocabulario a partir del Diccionario.30 Sin embargo, es posible señalar que el Diccionario presenta mayor número de grafías cultas que el Vocabulario y que en este último, a pesar de ser una obra posterior, aparecen rasgos arcaicos que no se utilizan en el Diccionario.31 En cuanto al léxico empleado en las dos obras, Nebrija utilizó para el latín a casi 400 autores clásicos; para el castellano debió realizar una labor de recopilación y organización de los vocablos existentes en esa época, más algunas palabras que se encontraban en los textos castellanos medievales y que fueron utilizados por última vez en los vocabularios nebrisenses. Además, el humanista incluyó en el Vocabulario arabismos, así como material léxico perteneciente al dilecto andaluz.32 Los vocabularios nebrisenses presentan una buena cantidad de entradas ya registradas por otros léxicos, a pesar de toda la originalidad que hay en ellos;33 sobre todo, se ha seña30 Considero que es difícil elucidar hasta qué punto Nebrija retomó las palabras hispanas del Diccionario para crear el Vocabulario, o hasta dónde rehizo completamente la larga lista de palabras castellanas y las interpretó según su propio Diccionario; en todo caso, parece haber habido una gran labor desde antes de la publicación de estas obras. Por ello, aun cuando no se hubiera tomado en cuenta el Diccionario como punto de partida para el Vocabulario, éste tendría necesariamente que reflejar un trabajo anterior, en el cual Nebrija había estudiado a los clásicos y dado una interpretación en castellano para los términos latinos. Así, Nebrija tendría una lista de vocablos explicados, sin duda al crear el Diccionario habría tomado como entradas los más representativos de la lengua latina y les habría dado el significado que considerara más propio en español; lo mismo habría hecho con el español: habría formulado una lista según el orden alfabético y les habría dado el o los significados apropiados del latín, omitiendo palabras que pudieran ser repetitivas. Ello explicaría las diferencias y coincidencias entre los léxicos, más allá de cómo hizo el traspaso de las entradas latinas a las hispanas, habiendo tantas diferencias entre uno y otro. 31 María de Lourdes García Macho, “Algunas consideraciones en torno al Vocabulario y al Diccionario de Elio Antonio de Nebrija”, en Revista de Filología Española, lxViii, 1987, p. 96. 32 Manuel Alvar Ezquerra, “Tradición lingüística andaluza en el Vocabulario de Nebrija”, en Nebrija y estudios sobre la Edad de oro, 1997, pp. 102-106 y 127. 33 Germán Colón, en el Prólogo a la edición facsimilar del Diccionario, señala que si bien debió haber algún antecedente que tomara en cuenta Nebrija para la com-

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lado la inf luencia del Catholicon y del Vocabulario de Papías34 en el Diccionario de Nebrija, sin embargo, el humanista modernizó y amplió esos materiales hasta dar forma al primer vocabulario de la lengua castellana. Criterios del vocabulario hispano–latino de nebrija Gráficos Nebrija, en sus vocabularios, fijó algunas normas sobre grafía, mismas que ya había señalado en otros lugares, como en las Introductiones latinae y en la Gramática castellana, en donde se ocupaba principalmente de “las relaciones entre el sonido articulado y su representación gráfica, entre la pronunciación correcta de lo escrito y la ortografía de lo hablado.35 Estos razonamientos originaron los criterios bajo los cuales compuso el Vocabulario. Entre ellos tenemos: Apartarse de la norma etimologizante para dar al español una fisonomía propia. Eliminar grafías de los sonidos iguales a otros; por ello deja fuera de su lista alfabética a consonantes como la q, la cual, para Nebrija, representa sólo otra forma gráfica de la c, de este sonido elimina la grafía k. Moderniza, según sus criterios, muchas palabras hispánicas, haciendo énfasis en que éstas son una evolución del latín y que su pronunciación no es como la de aquella lengua.

Léxico Como se ha visto, Nebrija utilizó el rico caudal de la lengua latina para crear el Diccionario, pero para ordenar alfabéticamente los vocablos hispanos partió de la selección morfológica posición de su vocabulario, éste fue realizado principalmente en función de los usuarios y que “tiene la originalidad por característica principal”, apud. Brigitte Lépinette, “La variación lexicográfica y el léxico (1492) de E. A. Nebrija”, en Actas del Congreso Internacional de Historiografía Lingüística, pp. 335-336. 34 Carmen Codoñer señala “la posible dependencia de Nebrija de los diccionarios medievales, Catholicon, Papias y Hugución de Pisa”, y dice que la suma de la entradas de estos léxicos “nos llevan a reconstruir la casi totalidad de los lemas del diccionario de 1492, salvo los derivados […] y algún vocablo suelto, que podemos llamar inducido”, Codoñer, “Coloquio”, en Antonio de Nebrija: Edad Media y Renacimiento, p. 439. 35 Luis Gil, “Nebrija y el menester del gramático”, en Nebrija y la introducción del Renacimiento en España, p. 53.

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de la lengua; así, priorizó el orden verbal, los derivados verbales y finalmente los sustantivos: Defender en iuizio Defensión enesta manera Defensor enesta manera Delegar poner en su lugar Delegacion enesta manera Delegado enesta manera Demandar en juyzio o requiriendo Demanda enesta manera Demandador enesta manera Demandadora cosa assi Demandar lo iusto et deuido Demandar como quiera Demanda enesta manera Demandador en iuyzio Demanda en iuyzio Demandador en lo criminal Demandadora cosa Demanda enesta manera Demandado en iuyzio Demandado enesta manera

patrocinior, aris patroci / nium, ii patronus / i delego, /as dele / gatio, onis delegatus, i postu / lo, as postulatio postulator postulaticius, a, / um posco, is peto, is petitio, onis actor, oris actio, onis accusator, oris accusatorius, a, um accusatio, onis reus, a, um reatus, us

En cuanto al origen de los vocablos podemos señalar que, por una parte, se trata de léxico hispano usado en ese tiempo, que tiene correspondencia con otras fuentes, como el Universal Vocabulario: abile, abito, abominable, adultera, adulterio, apellido; por otra, el Vocabulario de Nebrija contiene un léxico culto, de derivados etimológicos tanto del latín como del griego, v. gr. Concilio · concilium, ii || civil cosa de ciudad, · civilis, e || imperio · imperium, ii, además, innovaciones léxicas que Nebrija recopiló y utilizó en la elaboración del léxico por primera vez: canoa nave de madero · monoxylum, || dicionario de vocablos · dictionarium, ii; además, acepta léxico de origen árabe: alhaja de casa · supellex, ectilis || alholi de trigo o cevada · granarium, i; por último, se puede hablar de regionalismos, como el léxico andaluz que Nebrija introdujo en el Vocabulario. Finalmente, podemos señalar que, en conjunto, el Vocabulario es un compendio de vocablos hispanos con todas las

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variantes mencionadas, que encuentran su correspondiente latino; que está creado bajo criterios gráficos que tienden a mostrar al español como una lengua diferente del latín, con características gráficas propias; y que las propuestas metodológicas señaladas en sus Gramáticas fueron llevadas a la práctica en el vocabulario. Fuentes antiguas La lexicografía comienza propiamente con los filólogos alejandrinos Eratóstenes (ca. 276 a.C.) primer bibliotecario de Alejandría, inventor del término filólogo, quien, además, escribió una gramática; Aristófanes de Bizancio (257-180 a.C.) diseñó los acentos hizo una obra llamada Léxeis primer tratado de lexicografía. Anteriormente se realizaban glosarios de términos raros o desconocidos sobre autores antiguos, v. gr. Homero, Hesiodo y con el tiempo llegaron a perfeccionarse dichos léxicos hasta darles forma. El ordenamiento alfabético proviene de los alejandrinos. Más tarde los léxicos de Hesiquio, Eustacio, Focio, Suda, rescatarían algunos de los glosarios antiguos para dar forma a la lexicografía griega que por su parte inf luyó en el latín y romance. Además, los testimonios de la época clásica, así como los de la época helenística griega, ref lejan la preocupación de los filólogos y gramáticos por encontrar el significado de las palabras y su lugar en la oración, así como la corrección de los vocablos en determinados textos; posteriormente, los gramáticos latinos se ocupan también de estas cuestiones y se preguntan por la formación interna de las palabras, tanto del significado como de la etimología que las compone.36 Algunos de estos tratados fueron reconocidos durante muchos años, y tomados como modelos por los escritores de la antigüedad tardía, gramáticos muy prestigiados que inf luyeron de gran manera en la tradición medieval. 36 Hay que señalar que la lexicografía como rama de la lingüística está muy relacionada con la semántica y que en la antigüedad era muy difícil distinguir cada una en particular, por lo cual los estudios gramaticales se ocupaban muchas veces de lo que llamamos lexicografía y los tratados gramaticales se ocupaban del estudio de los vocablos.

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Fuentes medievales La lexicografía medieval inicia con el libro escrito por Ansileubo, el llamado Liber glossarum o Glosario de Ansileubo; los vocabularios con mayor difusión fueron el Elementarium doctrinae rudimentum del italiano Papías, quien creó este diccionario ordenando alfabéticamente las palabras por primera vez, durante el siglo xi; Osborn de Glaucester, durante el siglo xii, compuso las Derivationes o Panormia sobre textos de Prisciano, Isidoro y Macrobio; Hugución de Pisa, muerto en 1210, fue autor de un diccionario general etimológico, el Liber derivationum que utiliza como fuentes a Papías y a Osborn e incluso la Summa de Guillermo Brito, tratado sobre problemas del léxico bíblico. Entre los vocabularios hay que mencionar también el Graecismus de Everard de Bethune. Estos libros, que parten del Liber glossarum, combinan “una glosografía expandida con noticias extraídas de los repertorios etimológicos”, y son: especies de diccionarios explicativos, basados en fuentes variadas, convenientemente aducidas para explicar los vocablos; con listados de palabras en que no faltaban indicaciones normativas, con diversas combinaciones del antiguo caudal léxico que se aprendía en los tratados de sinónimos y en las diferencias verbales.37

La obra más representativa y reconocida fue la de Juan Balbi, llamada Catholicon; esta obra aprovecha los antiguos tratados y los diccionarios de su época “en una obra de singular difusión que mereció los honores de haber sido impresa por primera vez por el propio Gutenberg en 1460”.38 Además de estos voluminosos tratados encontramos incipientes vocabularios que traducen términos latinos al castellano, pero que no tuvieron difusión y que tampoco fueron aprovechados por los lexicógrafos posteriores.39

37 Perona, “Antonio de Nebrija, lexicógrafo”, en Actas del Congreso Internacional de Historiografía Lingüística, p. 449. 38 Ibid. p. 392. 39 Véase Américo Castro, Glosarios latino-españoles de la Edad Media, 1936.

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TRADICIóN LEXICOGRÁFICA hispana

La lexicografía hispana comienza con el Universal vocabulario en latín y romance de Alonso de Palencia,40 el primer léxico en español creado por encargo de la reina Isabel. Éste es un vocabulario latino que explica en castellano el significado de las voces latinas. Es un diccionario lleno de circunloquios y muy abundante. Es, por una parte, un tratado lexicográfico que explica el significado de las palabras en los autores clásicos, así como el uso coloquial de la época. Esta obra se encuentra “anclada en muchos sentidos a la tradición medieval” y tiene como “fuente inmediata a Papías”.41 Sin embargo, este amplio tratado no fue fundamental en la lexicografía hispana debido a la complejidad del mismo. Se trata de un léxico que “metodológicamente no es un diccionario de la lengua moderna debido a su enciclopedismo, [...] que en última instancia es isidoriano”; sin embargo, no deja de tener valor ya que, a pesar del “medievalismo ideológico, metodológico y pedagógico” del tratado; es además “una fuente precisa de información léxica, etnográfica, cultural, científica, útil en su tiempo y ahora”.42 Dos años después, Nebrija publica el Diccionario y más tarde el Vocabulario, con los cuales se inicia propiamente la tradición lexicográfica hispana, ya que estas obras eran verdaderos tratados lexicográficos que fijaron en cierta manera las pautas para los trabajos posteriores, como lo señala Gregorio Salvador: lo que hizo Nebrija fue poner, por primera vez, las voces castellanas en orden alfabético, y todos los demás lo que han ido haciendo [...] ha sido ir añadiendo poco a poco las que faltaban o las que se han ido añadiendo al caudal del idioma. La lexicografía es esencialmente imitación y continuación, pero alguien tiene que dar el primer paso y ese alguien, entre nosotros, fue Nebrija.43 40

Alonso de Palencia, Universal vocabulario en latín y romance, 1490. Antonia María Medina Guerra, “El latín y el español en los diccionarios de los siglos xVi y xViii”, en Revista de Lexicografía, vol. ii, 1995-1996, p. 62. 42 José Modejar Cumpián “Análisis comparado de la macro y microestructura del Universal Vocabulario de Palencia y del Diccionario de Nebrija”, en Actas del iii Congreso Internacional de la Historia de la Lengua Española, 1996, t. 2, p. 1450. 43 Gregorio Salvador, op. cit., p.11. 41

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Los trabajos posteriores, en gran medida siguieron el modelo de Nebrija, este es el caso del “Vocabulista aravigo en lengua castellana” de Pedro de Alcalá, impreso en 1505, que sustituyó las voces latinas por palabras árabes.44 Asimismo, se encuentran los diccionarios bilingües de Cristóbal de las Casas y el diccionario en inglés de Percyvall.45 Por su parte, la obra española de Rodrigo Fernández de Santaella, el Vocabularium ecclesiasticum, no guarda relación con los vocabularios de Nebrija; éste era un vocabulario destinado a religiosos sin ningún conocimiento del latín, en el cual el autor realizó agrupaciones lexemáticas y compiló el mayor número de acepciones bajo una misma entrada indicando en qué texto parece dicha cita, “lo que hace que en muchos aspectos el Vocabularium ecclesiasticum esté próximo al Universal Vocabulario” de Palencia o las fuentes de éste.46 Tampoco siguen a Nebrija trabajos posteriores como el Diccionario de vocablos castellanos aplicados a la propiedad latina de Alonso Sánchez de la Ballesta, obra aparecida en Salamanca en 1587.47 Sin embargo, la inf luencia de Nebrija se dejó sentir por años, tanto en España como fuera de ella, principalmente en el ámbito pedagógico, ya que como señala Luis Gil “el patriotismo español, los intereses económicos y el argumento de autoridad se confabularon para convertir al Antonio en algo que su autor jamás hubiera pretendido que fuera, en una especie de Biblia gramatical, destinada a ejercer el monopolio docente en un país tan propicio a las tendencias unanimistas”, como fue España a mediados del siglo xVi.48

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Ibid., p. 10. Véase Lidio Nieto, “Coincidencias y divergencias entre los diccionarios de Nebrija, Las Casas y Percyvall”, en Actas del Congreso Internacional de Historiografía Lingüística, t. 3, pp. 351-366. 46 Antonia María Medina, op. cit., p. 63. 47 Ibid., p. 66. 48 Luis Gil, Panorama social del humanismo español (1500-1800), 1981, p. 100. 45

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labor misionera de la orden franciscana en la nueVa españa

los franciscanos en la nueVa españa

La orden franciscana recibió la misión de evangelizar a los indios de la Nueva España desde los primeros tiempos de la Conquista, ya que para los conquistadores existía la necesidad de legitimar sus acciones bélicas; además, la Corona española tenía la determinación de brindar “asistencia espiritual” a los nuevos siervos. Por ello, muy pronto comenzaron los preparativos para el envío de religiosos a las nuevas tierras. Antes de que la noticia de la capitulación de Mexico-Tenochtitlan llegara al rey Carlos V, dos religiosos franciscanos —fray Francisco de los Ángeles, ministro provincial de los Ángeles, y fray Juan Clapión, confesor del emperador español y comisario de los religiosos de la regular observancia en la curia romana—1 tenían interés por llegar a esta tierra y comenzar la labor de cristianización de los “indios occidentales”. Estos frailes habían escrito al papa León X solicitando las facultades necesarias para desarrollar esa difícil y complicada tarea;2 el papa respondió en 1521,3 concediéndoles grandes facultades en la Bula Alias felicis recordationis4 mediante la cual otorgaba facultades extremas a los franciscanos para ir a predicar al nuevo mundo.5 1

Alberto María Carreño, Misioneros en México, 1964, p. 23. Ibid., p. 24. 3 Pedro de Oroz, Jerónimo de Mendieta y Francisco Suárez, Relación de la Descripción de la Provincia del Santo Evangelio que es en las Indias Occidentales que llaman la Nueva España, 1949, p. 41. 4 Bula del 25 de abril de 1521. Véase Fray Toribio de Benavente, Memoriales o libro de las cosas de la Nueva España y los naturales de ella, p. 19. Cito de dicha edición. 5 Además, envió otra Bula posterior, el 9 de mayo de 1522, llamada Exponi nobis fecisti, la cual reiteraba las prerrogativas antes dadas. 2

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Sin embargo, los dos religiosos no tuvieron la oportunidad de realizar esa labor, ya que estando en preparativos del viaje aconteció la muerte del papa. Casi al mismo tiempo, en Capri, durante el encuentro de la congregación intermedia de la observancia, el padre fray Francisco de los Ángeles fue electo comisario general.6 Pospuesto el viaje, fue cancelado definitivamente a principios de 1522 a causa de la muerte de fray Juan Clapión.7 A pesar de esos acontecimientos, el esfuerzo por mandar religiosos continuó. A principios de ese año Carlos V había recibido la carta de Cortés que le anunciaba la toma de la ciudad de Tenochtitlan,8 por lo que, de nuevo, le hicieron patente la necesidad de religiosos; el emperador envió la súplica al papa Adriano IV para que mandara misioneros de Cristo a las “Indias Occidentales”. El pontífice, aún en España, recibió la carta y expidió en Zaragoza la letra apostólica Charissimo in Christo filo nostro Carolo quinto romanum et hispaniarum catolicum regi electo,9 en la cual “su santidad les concedía su autoridad omnímoda in utroque foro”.10 Esta Bula, llamada Omnimoda por los poderes que otorgaba, concedía al emperador la facultad de enviar misioneros a las ‘Indias’, cedía a las órdenes mendicantes su autoridad apostólica en cualquier sitio donde no hubiera obispos o se encontraran muy lejos. Además, confirmaba todas las prerrogativas prescritas por el papa León X.11 Los primeros frailes en la Nueva España Los primeros frailes12 que llegaron a Nueva España, en 1522 o 6 Agustín de Vetancourt, Chrónica de la provincia del Santo Evangelio de México. Quarta parte del Teatro mexicano, 1698, t. 1, n. 1., p. 1. 7 Alberto María Carreño, op. cit., p. 26. 8 Hernán Cortés, Cartas y documentos, 1963, pp. 203-204. 9 Juan de Torquemada, Monarquía Indiana, lib. xV, cap. iV, t. 3, p. 6. 10 Torquemada, op. cit., lib. xV, cap. Viii, t. 3, p. 13. Vetancourt, op. cit., t. 1, n. 1, p. 1. 11 Ibid., lib. xV, cap. iii, t. 3, p. 4. 12 Con Cortés, en 1519, llegaron los primeros religiosos a tierra mexica: fray Bartolomé de Olmedo y el lego Juan Díaz, quienes asistían espiritualmente a los conquistadores españoles. Aunque, según el padre Cuevas (Historia I, p. 104), el padre Olmedo no fue el primer sacerdote católico que pisó el territorio mexicano, sino que habría sido el padre Alonso González, apud. Robert Ricard, La conquista espiritual de México, 2000, p. 81.

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1523,13 bajo las órdenes directas del emperador Carlos V fueron tres f lamencos:14 Juan de Tecto,15 guardián del convento de Gante —a la sazón confesor del emperador; Juan de Aora16 y Pedro de Gante, simple religioso lego. Estos hombres se enfrentaron a la ardua tarea de evangelizar a los habitantes de las nuevas tierras sin contar con el mínimo conocimiento de ninguna de las lenguas de la región. Al principio, estos tres franciscanos habitaron la región de Tetzcoco, donde se ocuparon de iniciar la catequización de los indígenas de forma muy rudimentaria; al mismo tiempo, trataban de aprender la lengua de los naturales. Mientras tanto, en 1523, en la ciudad de Burgos se convocó al Capítulo General de los franciscanos con el objeto de elegir al ministro general de la orden; en dicho evento resultó electo fray Francisco de los Ángeles —antes había sido comisario general—, quien se aprestó a organizar las misiones de los franciscanos a tierras mexicanas. Así, con la venia del emperador, se realizaron los preparativos de la misión de los “doce apóstoles franciscanos”, encabezados por fray Martín de Valencia, que viajarían al Nuevo Mundo.17 Los religiosos se embarcaron el 25 de enero de 1524 en el puerto de San Lúcar de Barrameda,18 llegando a las Islas Canarias el 24 de febrero, a San Juan de Puerto Rico el 3 de 13 En 1522, según Alberto M. Carreño, op. cit., p. 26; Mendieta afirma que fue en 1523, Vidas franciscanas, prólogo y selección de Juan B. Iguíniz, México, unam, 1994, p. 37; lo mismo opina Oroz, op. cit., p. 56. 14 Torquemada, op. cit., lib. xV, cap. iV, t. 3, p. 6. 15 Sobre el destino que corrió fray Juan de Tecto después de su llegada a Tetzcoco hay pocas noticias, Mendieta (op. cit., pp. 33-35) afirma que el fraile murió en la expedición que Cortés llevó a las Hibueras, por la falta de alimentos; sin embargo, existe una versión sobre la muerte del fraile durante ese viaje, en la cual se dice que habría sido ahorcado junto a Cuauhtémoc por orden de Cortés, al oponerse a la violencia que se le hacía al gobernante mexica. José Corona, “Correcta interpretación de jeroglíficos y algunos pasajes de códices y figuras que aparecen en la cerámica”, en Primer Coloquio de Documentos Pictográficos de Tradición Náhuatl, pp. 41-47. 16 Acerca de fray Juan de Aora existen pocas noticias biográficas: fue uno de los tres primeros franciscanos en llegar a la Nueva España y trabajo, junto a los otros dos flamencos mencionados en Tetzcoco; en la Relación de la Descripción de la Provincia del Santo Evangelio, se señala que el flamenco llegó a esas tierras “ya viejo y cano” y que murió a los pocos días. Oroz et al., op. cit., p. 132. 17 Oroz et al., op. cit., p. 40. 18 Vetancourt, op. cit., t. 1, n. 1, p. 1.

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marzo; el 30 de abril llegaron a la isla de Cuba y, finalmente, desembarcaron el 13 de mayo en el puerto de la Vera Cruz en la Nueva España.19 Los nueve frailes: Martín de la Coruña, Francisco de Soto, Antonio de Ciudad Rodrigo, Toribio de Benavente, Juan de Ribas, García de Cisneros, Juan Juárez, Luis de Fuensalida, Francisco Jiménez; y los dos hermanos legos, Juan de Palos y Juan de Córdoba, que acompañaron a fray Martín de Valencia, llegaron a la ciudad de México el 23 de junio de 1524.20 Después de instalados21 organizaron Capítulo, en el cual resultó electo Martín de Valencia, quien ostentaba dicho cargo desde España. Él fue el primer custodio de la Provincia del Santo Evangelio recién creada. La época “dorada” de la evangelización franciscana en México Durante los primeros años de labor misionera, los franciscanos tuvieron gran libertad para predicar la doctrina cristiana en la Nueva España valiéndose de las facultades extremas otorgadas por el papa, así como por la ausencia de otras órdenes religiosas en las tierras recién conquistadas; por ello, a partir de 1524 en que quedaron instalados los “doce primeros apóstoles franciscanos desta iglesia indiana”,22 comenzaron a fundar conventos en dos regiones principales: el valle de México y la región de Puebla, donde se encontraban grandes centros indígenas de importancia capital, tanto política como religiosa.23 19 Vetancourt dice: “llegaron a la Isla de la Gomerá viernes a 4 de febrero […], a Puerto Rico a 3 de marzo […], a Santo Domingo de la Isla Española miércoles Santo a 23. […] y llegaron al puerto de San Juan de Ulua víspera de la vigilia de la Pasqua de Espíritu Santo en 23 de mayo”, op. cit., t. 1, n. 2, p. 2. Aunque en general se considera correcta la fecha de 13 o 14 de mayo de 1524, cf. Ricard, op. cit., p. 83. 20 Oroz et al., op. cit., p. 40. 21 No conozco pormenores acerca de la instalación de estos frailes; en general, los cronistas de la época (Mendieta, Oroz, Torquemada, Vetancourt, Motolinía y otros) hacen omisión de ello. 22 Epígrafe que se encuentra en diversos conventos franciscanos del siglo xVi (Huexotzingo, Xochimilco). También puede verse una descripción de los frescos, así como de otras pinturas encontradas en los antiguos conventos. Joaquín Montes Bardo, Arte y espiritualidad franciscana en la Nueva España, siglo xvi, Jaén, Universidad de Jaén, 2001, pp. 130-147. 23 Ricard, op. cit., p. 140.

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Entre los conventos más sobresalientes de los primeros diez años de evangelización se encuentran: San Francisco, en la ciudad de México (1524); Tetzcoco (1524/1527); Tlaxcala (1524); Huexotzingo, Puebla (1524); Cholula, Puebla (1526/1529); Tepeapulco (1530): Toluca (1530); Tacuba (1535, o antes) y Xochimilco (anterior a 1536).24 También se inició el avance de las misiones hacia Michoacán y el norte del país; en 1526 llegaron a Tzintzuntzán, centro de la capital tarasca y fundaron un convento; desde ahí se extendió la evangelización hacia Uruapan, Pátzcuaro y Chapala.25 Hacía 1526 llegaron los primeros frailes dominicos, quienes fueron recibidos en casa de los franciscanos; también eran doce, aunque de éstos cinco murieron y cuatro regresaron a España antes de un año. Sólo quedaron en estas tierras Domingo de Betanzos, Gonzalo Lucero y Vicente de las Casas. Hasta 1528 llegaron ocho frailes más para iniciar su misión en el sureste de lo que hoy es México y la región de Guatemala. Los dominicos se centraron principalmente en la evangelización de las regiones mixteca y zapoteca, se especializaron en tierras oaxaqueñas y mayas. Los franciscanos, por su parte, recibían continuamente colaboradores. En 1528 llegó a la capital fray Juan de Zumárraga con el título de obispo electo y “protector de los indios”; con él llegaron también fray Andrés de Olmos y fray Juan de Alameda. En 1529 regresó a México fray Antonio de Ciudad Rodrigo, quien había viajado comisionado a España para pedir al emperador que se aminoraran las cargas impuestas a los indios, al mismo tiempo que buscaba frailes para predicar en el Nuevo Mundo.26 Probablemente, habría traído a Jacobo de Testera y a Bernardino de Sahagún en el mismo barco en que regresaban a su tierra los indígenas que habían sido presentados al emperador y que tenía a su cargo fray Antonio.27 A 24 Oroz et al., op. cit., pp. 46, 147, 131-133, 162, 166-167, 166, 136, 144, 99, 100, respectivamente. 25 Ricard, op. cit., p. 141. 26 Mendieta, op. cit., p. 56. 27 León–Portilla, Bernardino de Sahagún, pionero de la antropología, p. 23.

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esta remesa podemos sumar la de los frailes llegados en 1531, donde destacan Miguel de las Garrobillas, Alonso Escalona y Marcos de Niza. Después de estas fechas es muy difícil saber quiénes fueron los nuevos evangelizadores pues entraron a la Nueva España en grandes partidas. A partir de la llegada del primer obispo y arzobispo de México, fray Juan de Zumárraga, se da la llamada época “dorada” de la evangelización. Los grandes e importantes avances en la conversión de los naturales se dieron en esos primeros años, y fue durante ese periodo que se crearon valiosas instituciones, donde no únicamente se fomentaba el fervor religioso, sino que además se crearon instituciones de carácter social, es el caso de escuelas y hospitales. Aunque en realidad la primera escuela la formó fray Pedro de Gante28 antes de la llegada de Zumárraga, fue el obispo quien le otorgó una importancia capital a las instituciones educativas; por ello, no sólo creó escuelas para niños, como las escuelas de Tlaxcala (1531), San Juan de Letrán y otras,29 sino que también creó escuelas para niñas, ya que el obispo se había percatado de la situación de inferioridad que ocupaban las niñas indígenas, por su condición de mujeres y estar al servicio de los conquistadores; para contrarrestar esta situación puso en servicio una casa “para niñas indígenas” que funcionó desde 1532 y tuvo su apogeo entre los años 1537 y 1538, donde eran atendidas y cuidadas las niñas del pueblo.30 Durante este periodo se hizo traer la primera imprenta a México31 y fue fundado el “Imperial Colegio de la Santa Cruz”, en Santiago Tlatelolco, con todo el apoyo del obispo Zumárraga y del virrey don Antonio de Mendoza.

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Ricard, op. cit., p. 321. Idem. 30 Guillermo Porras Muñoz, Personas y lugares de la Ciudad de México, siglo xvi, pp. 112, 114. Ricard, op. cit., pp. 324-325. 31 Generalmente se atribuye el crédito al virrey Antonio de Mendoza; sin embargo, Zumárraga se preocupó tanto por establecer la imprenta que incluso donó “la casa de las campanas” para que funcionara en este lugar la imprenta. Porras, op. cit., p. 83. 29

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Esta etapa de desarrollo religioso duraría hasta mediados del siglo xVi. Posteriormente, se presentaron conf lictos entre las órdenes religiosas, pues se puso en duda la eficacia de la labor evangelizadora de los franciscanos,32 ya que si bien durante la época de Zumárraga se hizo un notable esfuerzo por imponer los sacramentos a un gran número de naturales, el progreso de los frailes en su labor es aún muy discutido. En el caso del bautismo, por ejemplo, fray Juan de Zumárraga señalaba haber bautizado hacia 1531 a “más de un millón de almas”,33 lo cual resulta exagerado, sobre todo si tomamos en cuenta los temores de sus propios hermanos de religión, quienes advertían que detrás de ese celo religioso los naturales escondían sus “antiguos ritos y costumbres”.34 Además, la llegada de los frailes agustinos hacia 1533, provocó disputas territoriales con los franciscanos, pues si bien en principio su labor consistió en cubrir los espacios dejados por las dos órdenes anteriores y en establecerse en terrenos no ocupados, con el tiempo empezaron a disputar establecimientos de mayor importancia, lo que a la postre ocasionó que los franciscanos cedieran lugares de evangelización. La muerte del arzobispo Zumárraga determinó el fin de la llamada época dorada de la evangelización franciscana, pues las facultades extremas otorgadas por el Papa y el emperador fueron rebasadas en la práctica. Métodos y técnicas evangelizadoras y de enseñanza empleados por los franciscanos en la Nueva España Los frailes franciscanos llegados a estas tierras tuvieron como principal misión evangelizar y catequizar a los indígenas; para ellos, el descubrimiento representó la oportunidad de obtener un gran número de almas35 para la religión católica. Por ello, utilizaron todos los recursos a su alcance para lograr una evan32 Los problemas entre franciscanos y dominicos surgieron a partir de las formas en que se otorgaba el sacramento del bautismo; sin embargo, parece que la rivalidad de estas órdenes era política, véase Georges Baudot, La pugna franciscana por México, 1989, p. 37-73. 33 Ricard, op. cit., p. 175. 34 Sahagún, op. cit., lib. x, “Relación del autor digna de ser notada”, t. 3. p. 162. 35 Torquemada, op. cit., lib. xV, cap. I, t. 3, pp. 1-4.

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gelización rápida y efectiva. En este sentido es necesario tener siempre presente que la labor educativa fue sólo un método utilizado por los franciscanos para llevar a cabo la evangelización. Técnicas de evangelización Los misioneros franciscanos, en tanto que fueron los primeros en llegar a estas tierras, se enfrentaron a varios problemas al iniciar la evangelización de los pueblos mesoamericanos;36 en primer lugar, se encontraron con la barrera de la lengua y los antiguos ritos y costumbres. Por otro lado, tuvieron que combatir la imagen que los indígenas se habían formado de los conquistadores españoles. En cuanto al obstáculo que presentó el desconocimiento de las lenguas de la región, los franciscanos practicaron diversos métodos para tratar de comunicarse y transmitir a los indígenas los preceptos de la religión y del evangelio: usaron señas, canto y música,37 representaciones pictóricas,38 cuadros vivos y obrillas teatrales.39 Al mismo tiempo, emprendieron el estudio y codificación de las lenguas más notables de la región mesoamericana y comenzaron a elaborar rudimentarios vocabularios, así como artes y otras obras destinadas al conocimiento de dichas lenguas. La lengua a la cual se le prestó mayor atención fue al náhuatl, sin embargo, el conocimiento de ésta no fue suficiente para resolver los problemas de transmisión del evangelio, ya que se enfrentaron a otro conf licto: traducir los conceptos im36 Los franciscanos tenían la experiencia de la catequización realizada entre judíos y musulmanes de Castilla a finales del siglo xV; antes habían llevado a cabo su labor evangelizadora en China y extremo Oriente, en los siglos xiii y xiV; sin embargo, la evangelización de América era un fenómeno particular. Véase José Sánchez Herrero, “Alfabetización y catequesis franciscana en América durante el siglo xVi”, en Actas del Congreso Internacional sobre Franciscanos en el Nuevo Mundo, Madrid, Deimos, 1988, pp. 590-648. 37 Ricard, op. cit., pp. 192-193. 38 Sahagún dice que se utilizaba este método ya que “esta gente [indígena] no tenía letras ni caracteres algunos, ni sabía leer ni escribir, comunicábanse por imágenes y pinturas”, op. cit., lib. x, “Relación del autor digna de ser notada”, t. 3, p. 165. 39 Ricard menciona la anécdota de fray Luis de la Caldera, quien para representar el sufrimiento que habrían de pasar en el infierno colocaba animales en una caldera hirviente; incluso se dice que él mismo se colocó en esta situación. Ricard, op. cit., p. 193.

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portantes a la lengua vernácula o conservarlos en la lengua del conquistador.40 De cualquier forma, cuando la lengua ya no era el obstáculo más grave, los franciscanos se enfrentaron a la renuencia de los indígenas para integrarse a la nueva religión. Por ello, los frailes se encargaron de reunir a los habitantes —hombres y mujeres— de una determinada región41 (generalmente lugares de arraigada tradición política y religiosa),42 donde los indios de cualquier edad recibían la educación religiosa; además, ordenaron que la asistencia al acto litúrgico fuera obligatoria, aunque sólo los preceptos básicos fueran enseñados.43 En cuanto a los sacramentos, éstos se otorgaron al principio sin mayores requerimientos: la voluntad expresa del indígena de participar en la religión católica y los conocimientos de algunos de los preceptos primordiales de ésta. El bautismo fue el sacramento en el cual hubo mayor empeño;44 le siguió en importancia el del matrimonio.45 En cuanto a los restantes, el de penitencia venció las dificultades de la lengua y se administró desde 1526;46 la confirmación fue rara40 Los franciscanos enfrentaron dos posibilidades, por un lado, intentar traducir los conceptos dogmáticos a la lengua de los conversos; por otro, conservar en su idioma los conceptos fundamentales y hacerlos aprender con su significado y contenido específico. Así, para la primera posibilidad era necesario conocer profundamente la lengua indígena y el contexto histórico, y es que “al traducir se corría el riesgo que las palabras conservaran parte de su antiguo contenido”; la otra posibilidad eliminaba este riesgo, pero conllevaba otro: podía hacer sentir a los indígenas que estos términos le eran algo muy lejano, que no les pertenecía. Ricard, op. cit., pp. 129-133. 41 El obispo Zumárraga fue uno de los mayores promotores del sistema de congregaciones. La idea de construir conventos y congregaciones era tener reunidos a los indios para poder evangelizarlos. 42 Ricard, op. cit., p. 140. 43 Torquemada, op. cit., lib. xV, cap. xiV, t. 3, p. 32. 44 Para que este sacramento fuera otorgado los indios necesitaban saber las oraciones principales (per signum crucis, pater noster, ave María, los mandamientos de la Ley de Dios y los mandamientos de la Iglesia, únicamente). Benavente, op. cit., p. 38. 45 Este sacramento fue especialmente dificultoso, ya que los indígenas principales tenían varias esposas y con frecuencia no deseaban escoger a alguna. Sin embargo, los misioneros intentaron hacer que escogieran a la primera como legítima. Motolinía señala, además, que este sacramento se otorgó por primera vez en Tetzcoco, poco después de su llegada, Benavente, op. cit., p. 146. 46 Para acceder a este sacramento, los indígenas representaban sus faltas en un cuadernillo a través de dibujos; otras veces los frailes se ayudaban de intérpretes para obtener la confesión previa al sacramento. Benavente, op. cit., p. 183.

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mente otorgada;47 el sacramento eucarístico también fue otorgado, aunque no fue muy difundido;48 la forma de administrar el sacramento de extremaunción, sin cumplir todos los ritos, llevó a disensiones entre los frailes menores y la Orden de Predicadores;49 en cuanto al sacramento de orden sagrado nunca fue otorgado a los indígenas.

MÉTODOS DE ENSEñANZA

Escuelas de primera enseñanza Como se ha señalado, la educación de los indígenas fue una forma de integrarlos a la religión católica; por ello, los frailes se propusieron adoctrinar a los niños indígenas en escuelas de primera enseñanza donde eran catequizados, al mismo tiempo les enseñaban los rudimentos de la escritura, lectura y música, e incluso principios de cálculo matemático. Este proceso educativo comenzó aun antes de que los doce franciscanos llegaran a México, ya que estando fray Pedro de Gante en Tetzcoco comenzó por reunir a los hijos de los principales para catequizarlos y enseñarles a leer, escribir, cantar y tañer instrumentos musicales.50 Para esta primera enseñanza, los frailes adaptaron un esquema educativo parecido al que poseían los indígenas antes de la conquista;51 de esta manera, establecieron dos categorías: los niños de la clase baja —macehualtin— y los niños que per47 En principio, se señalaron facultades para que cualquier sacerdote pudiera otorgarlo —en representación del obispo, si este se encontraba lejos—, pero sólo fray Toribio de Benavente hizo uso de este privilegio, y eso fue antes de la llegada de Zumárraga, Ricard, op. cit., p. 221. 48 Las razones por las cuales no se otorgaba muy a menudo este sacramento las señala Motolinía, quien dice que a algunos religiosos no les parecía bien otorgar este sacramento a los recién convertidos, mientras que algunos franciscanos estaban dispuestos a otorgarlo, véase Motolinía, op, cit., p. 142. 49 Ricard, op. cit., pp. 221-222. 50 Oroz et al., op. cit., p. 57. 51 “A los principios, como hallamos que en su república antigua criaban a los muchachos y a las muchachas en los templos, y allí los disciplinaban y enseñaban la cultura de sus dioses, y a la sujeción de su república, tomamos aquel estilo de criar a los muchachos en nuestras casas [...]”, Sahagún, op. cit., lib. x, “Relación del autor digna de ser notada”, t. 3, p. 161.

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tenecían al grupo dominante —pipiltin.52 Los primeros eran reunidos cada mañana, después de misa, en el atrio de los templos y repartidos en diversos grupos conforme a su grado de conocimiento del catecismo;53 su aprendizaje no sobrepasaba las oraciones y los preceptos ya señalados. Al terminar su jornada de estudio regresaban a sus casas para dedicarse a las labores que les eran propias. En cuanto al segundo grupo, su educación fue más esmerada. Estos niños vivían en “escuelas” anexas a los conventos en calidad de internos y por la mañana y tarde tenían clases, en ellas se enseñaba, al igual que a los otros niños, los fundamentos de la religión. Pero a éstos se les instruía en los fundamentos de lectura, escritura y gramática; además, como dijimos, se les iniciaba en operaciones y cálculos matemáticos. Este tipo de escuela llamada “primaria” llegó a ser parte integral de todo convento franciscano; además, en algunos de estos conventos se impartían enseñanzas técnicas y artísticas. Aquellas donde se enseñó latín y gramática avanzada pueden considerarse escuelas “secundarias”.54 Escuelas de artes y oficios Los frailes, además, instituyeron escuelas de artes y oficio para los indígenas; en ellas, desarrollaron técnicas de elaboración y fabricación de objetos de tipo europeo. Estas escuelas tenían la finalidad, por una parte, de proporcionar a los indios un oficio que les permitiera la subsistencia y, por otra parte, que la práctica de los oficios manuales les impidiera caer en el ocio, ‘fuente de vicios y pecados’. La primera escuela de este tipo fue el Colegio de San José de los Naturales instituido por fray Pedro de Gante, el cual se encontraba a espaldas de la primera iglesia de San Francisco; 52 “[...] porque como al tono de lo antiguo criábamos los hijos de los principales dentro de nuestra escuelas; allí los enseñábamos a leer y a escribir y cantar; a los hijos de los plebeyos enseñábamos en el patio la doctrina cristiana”. Ibid., lib. x, cap. 27. 53 Ricard, op. cit., p. 185. 54 Según palabras de Lino Gómez Canedo, “Aspectos característicos de la acción franciscana en América”, en Actas del Congreso Internacional sobre Franciscanos en el Nuevo Mundo, p. 450.

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en este centro educativo, aparte de las enseñanzas ordinarias, fray Pedro procuró que los mozos grandecillos aprendieran oficios como la cantería, zapatería, sastrería, herrería y otros que con el tiempo llegaron a dominar;55 además, adaptaron las artes refinadas y elaboradas de los españoles para llevarlas a la práctica, creando técnicas manuales propias.56 Este centro educativo tuvo también el privilegio de ser probablemente el primero en donde se impartieron clases de gramática y latinidad,57 con tan buenos resultados que para 1535 habría cerca de 50 niños indígenas conocedores de la lengua latina;58 esto motivo a los religiosos franciscanos a pensar en un centro educativo de mayores alcances; de ello, resultó la institución de un colegio para indígenas donde se profundizaría en la enseñanza de estas materias.

EL COLEGIO DE TLATELOLCO

El Imperial Colegio de la Santa Cruz fue un colegio fundado por franciscanos en la tercera década del siglo xVi. Se localizó en el barrio de Santiago Tlatelolco, el cual se encontraba hacia la parte norte, junto a la ciudad de México; este pueblo de “indios” tenía gobernador y alcaldes y regimiento propios;59 en dicho lugar los franciscanos habían construido un monasterio —sobre las ruinas de un templo prehispánico de los tlatelolcas—, el cual tenía la advocación del apóstol Santiago,60 55

Mendieta, op. cit., p. 40. Para una descripción detallada de los oficios y la habilidad de los indios, véase fray Toribio de Benavente Motolinía, Relaciones de la Nueva España,1994, pp. 137-144. 57 La fecha en la cual comenzaron a impartirse estas clases se desconoce, pero parece que por lo menos desde 1533 se enseñaba gramática, siendo profesor fray Arnaldo Bassacio, véase Jéronimo de Mendieta, Historia eclesiástica indiana, 1997, t. 2, p. 78. 58 Osorio, La enseñanza del latín a los indios, p. xxi. 59 Joaquín García Icazbalceta, ed., Nueva colección de documentos para la historia de México. Códice franciscano. Siglo xvi, 1889, t. 2, p. 8. 60 Parece que en un principio los franciscanos contaron con una pequeña vivienda para dos personas, estrenada en 1527; posteriormente se habría construido una iglesia de tres naves, antes de 1540; la tercer construcción —probablemente— se comenzó a edificar en el año de 1573. Cf. Elisa Vargas Lugo, Claustro franciscano de Tlatelolco, 1994, pp. 13-14. 56

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y se encontraba “a un cuarto de legua del convento de San Francisco de México”.61 En el patio de dicho monasterio (del segundo monasterio) se edificó el Colegio de Tlatelolco.62 El Imperial Colegio de Santa Cruz fue la primera institución de nivel superior que se instauró en la Nueva España. Oficialmente, fue inaugurado el 6 de enero de 1536, día de la Epifanía. Este colegio se logró fundar gracias al interés del virrey Antonio de Mendoza y del obispo Zumárraga.63 Para la fundación del colegio se realizó una procesión solemne desde el Convento de San Francisco de México hasta el Convento de Tlatelolco, en la cual participaron los hombres prominentes de la época: el virrey, don Antonio de Mendoza, el obispo de México, fray Juan de Zumárraga, el obispo de Santo Domingo y ex presidente de la Real Audiencia, don Sebastián Ramírez de Fuenleal, también los prominentes frailes franciscanos, los primeros estudiantes y con ellos “toda la ciudad”.64 Antes que la procesión comenzara su marcha predicó un sermón el doctor Cervantes.65 Ya en el convento de Tlatelolco, se realizó una misa cuyo sermón estuvo a cargo de fray Alonso de Herrera, con la cual se inauguró oficialmente dicha institución. Posteriormente se realizó una comida —a costa del obispo Zumárraga—66 en el refectorio del convento; en ella participaron los distinguidos huéspedes. Durante esta comida se predicó otro sermón, a cargo de fray Pedro de Ribera, y con ello se iniciaron formalmente los estudios de dicho colegio.67 El propósito de este colegio fue muy claro: que se recogieran niños indígenas 61 Oroz et al., op. cit., p. 98. Jerónimo de Mendieta, Historia eclesiástica indiana, t. 2, p. 78. 62 Icazbalceta, loc. cit., p. 70. 63 El mismo virrey Mendoza edificó a su costa el colegio y lo dotó de una renta. Códice Mendieta, t. 1, pp. 241-250. Sahagún, op. cit., lib. x, “Relación del autor digna de ser notada”, t. 3, p. 168. 64 Torquemada, op. cit., lib. xV, cap. xiV, t. 3, p. 113; Vetancourt, Quarta parte del theatro, p. 68. 65 Según testimonios, el citado doctor Cervantes no es el ilustre Francisco Cervantes de Salazar sino un personaje desconocido. Francisco Borgia Steck, El primer colegio de América. Santa Cruz de Tlatelolco, 1944, p. 14. 66 Torquemada, op. cit., lib. xV, cap. xiV, t. 3, p. 113. 67 Vetancourt, Quarta parte del theatro, p. 68.

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a los cuales se les enseñase gramática y otras ciencias, conforme a su capacidad, con intento que estos indios, sabiendo latinidad y entendiendo los misterios de la Sagrada Escritura, se arraigasen en la fe más de veras y confirmasen en ella a los otros que no sabían tanto, y ayudasen a los religiosos que no entendían bien la lengua, interpretando al pueblo en ella lo que les dijesen.68

Se ha dicho que el propósito del Colegio de Tlatelolco fue formar un clero indígena;69 sin embargo, la posición siempre fue clara: se requerían jóvenes indígenas que ayudaran a los misioneros.70 Ahora bien, si aquel propósito se vio frustrado, el colegio logró a cumplir otro objetivo: crear una clase ilustrada entre los indígenas.71 Los jóvenes llevados al colegio eran muchachos de entre 12 y 15 años; en un principio debieron ser jóvenes de la nobleza, aun cuando entre ellos se filtraron macehualtin, este hecho fue permitido por los frailes ya que se pretendía que además fueran jóvenes de elevada capacidad intelectual.72 Estos niños ya habían comenzado su aprendizaje en las parroquias de sus respectivos pueblos y se habían formado bajo el nuevo régimen

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Icazbalceta, Nueva colección de documentos para la historia de México, p. 70. Así lo señalan diversos autores. Osorio dice que los frailes, inducidos por la necesidad, examinaron la “posibilidad de que los hijos de los principales [...] ingresaran a la enseñanza superior e, incluso, accedieran al sacerdocio, con la mira de servirse de ellos para explicar la doctrina en sus comunidades”. De la misma forma, Rubial señala el interés de los franciscanos por crear un clero indígena. Antonio Rubial García, La hermana pobreza, el franciscanismo, de la Edad Media a la evangelización novohispana, 2000, p. 135. Georges Baudot va más allá diciendo que “las metas del colegio eran inmensas y exaltantes: la formación de un clero mexicano, codificación y actualización de las reglas de una nueva y original sociedad aborigen, op. cit., p. 35. 70 La discusión sobre la posibilidad de que los indígenas ingresaran al sacerdocio se diluyó durante los primeros años de la Conquista; ya fray Bernardino de Sahagún señalaba la poca habilidad de los indios para la vida eclesiástica, e incluso mencionaba cómo fueron retirados los hábitos a dos pequeños indígenas a quienes se les dio el hábito franciscano (Sahagún, Historia general, lib. x, “Relación del autor digna de ser notada”, t. 10, pp. 159-160). Además, esta pretensión se vio impedida por problemas políticos entre los grupos religiosos. Ricard, op. cit., pp. 347-350, 417-421. 71 Borgia Steck, op. cit., pp. 18-19. Rubial, op. cit., p. 154. 72 Torquemada, op. cit., lib. xV, cap. xiV. t. 3, p. 113. 69

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de la Conquista; se intentó darles una formación especializada, tanto en lo religioso73 como en lo educativo.74 En el colegio se realizaron estudios de gramática, latinidad, retórica, lógica, filosofía y música.75 También se enseñó la ciencia médica, aunque no por mucho tiempo.76 Se puso énfasis en los estudios de gramática y “latinidad”, aun cuando también se estudiaron artes e incluso se enseñó “parte de la Teología escolástica”.77 Cabe destacar que, aunque no lo señalen los cronistas de la época, los estudiantes del colegio fueron instruidos en derecho civil.78 El Colegio de Tlatelolco tuvo gran auge durante los diez años posteriores a su fundación, es decir de 1536 a 1546.79 Sin embargo, la oposición al colegio por parte de los españoles llevó a los frailes a alejarse de dicha institución, aunque sin abandonar el proyecto educativo.80 Éste quedó en manos de 73 En cuanto a los requisitos de ingreso al colegio se han mencionado detalladamente las características de los niños indios, como edad y desarrollo intelectual; sin embargo, se ha pasado por alto cuáles fueron los requisitos en materia doctrinal, por ejemplo, si debían ser hijos de matrimonio consagrado por la Iglesia, si debían ser bautizados y confirmados. 74 La finalidad del colegio tuvo dos pretensiones: “primero, la educación intelectual y moral de quienes mostraran aptitudes e inclinaciones para la carrera sacerdotal, y segundo la formación de una clase mejor ilustrada entre los indios seglares”, Steck, op. cit., p. 18. 75 Vetancourt, op. cit., t. 2, n. 168, pp. 67-68. 76 Mendieta, Historia eclesiástica indiana, t. 2, p. 73. 77 Icazbalceta, Nueva Colección de Documentos para la Historia de México, p. 70. 78 Por alguna razón, ningún cronista de la época menciona los estudios de derecho entre las materias impartidas a los indígenas; sin embargo, hay datos que nos permiten llegar a esta conclusión: por una parte, los profesores que impartieron clases en este centro educativo fueron ilustres doctores en derecho (como es el caso de fray Juan Focher y fray Juan Gaona); por otra parte, se sabe que se pretendía formar cuadros dirigentes indígenas que gobernaran sus provincias, como efectivamente sucedió, para lo cual necesitaban educación jurídica. Además, se menciona a un estudiante del colegio que cursó en Salamanca derecho civil y canónico, lo cual permite suponer que llevaba las bases de dicha materia. 79 Sahagún, op. cit., lib. x, “Relación del autor digna de ser notada”, t. 3, p. 167. 80 Fray Bernardino y otros cronistas no mencionan las causas por las que abandonaron el colegio, sólo señalan la oposición que hicieron algunos españoles. Esta oposición se debió en gran parte a que no se consideraba ni provechoso, ni útil ni recomendable el hecho que los indígenas conocieran la lengua latina, porque, por una parte, consideraban que los indígenas no tenían capacidad para aprender dicha lengua y, por otra parte, se mencionaba que conocer la lengua sólo serviría a quienes aspirarán al sacerdocio, siendo este oficio inalcanzable a los indígenas, el conocer la lengua y con ella todos los secretos de la religión sólo serviría para fomentar herejías. Sahagún, loc. cit.; Rubial, op. cit., p. 156; Osorio, op. cit., p. XL.

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los propios estudiantes, pero se les retiró casi toda la ayuda que antes había recibido.81 Posteriormente, bajo el gobierno de los propios estudiantes, quienes formaron un reglamento, eligieron rector, consejeros y profesores, funcionó durante casi veinte años. Sin embargo, durante el régimen indígena el colegio no logró volver al esplendor antiguo, en parte porque los encargados no lograron llevar una administración correcta y por la gran controversia que causó este colegio, al cual se opusieron los españoles. Más tarde, hacia 1572, el volvió a funcionar bajo la custodia de los frailes;82 pero nunca, en los años posteriores, recuperó la gloria de los primeros años, en los cuales el Colegio de Tlatelolco se distinguió por los excelentes profesores que allí impartieron clases y por los grandes estudiantes que egresaron de dicha institución. Durante varios años más el colegio sobrevivió gracias a la ayuda que don Antonio de Mendoza había legado;83 pero en realidad el proyecto franciscano concluyó desde mucho tiempo antes. Aquel proyecto educativo nunca llegó a cumplirse cabalmente. Si bien el colegio cuenta con la gloria de haber formado a los primeros indios latinistas en la Nueva España y en el Nuevo Mundo, el propósito religioso de dicho instituto no se cumplió, como tampoco pudo difundir la educación superior a grupos amplios de indígenas. En mi opinión, los franciscanos no fracasaron en su intento educativo, fallaron en su intento por incluir socialmente a los indígenas ya que los grupos de poder españoles se sintieron amenazados ante la posibilidad de encontrarse con indios cultos. Así, este proyecto dedicado a los indígenas no logró realizarse debido a que no llegó a todos los estratos de la so81

Rubial, op. cit., p. 157. Sahagún, loc. cit. Don Antonio de Mendoza otorgó al colegio, en forma de donación no revocable “dos sitios de estancias de ganados mayores, que son en la dicha Nueva España junto al río apaçeo [y] más dos mill ovejas mestizas e mill cabezas de vacas chicas e grandes, e cien cabezas de yeguas chicas e grandes”, con la condición que esto fuera para el colegio y, si éste desapareciera, la renta le sería dada al Hospital de indios. Las copias certificadas donde se otorgaba esta renta fueron hechas en 1551 por orden de don Francisco de Mendoza, hijo del virrey. Códice Mendieta, Documentos franciscanos siglos xvi y xvii, 1892, t. 2, pp. 244-245. 82 83

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ciedad indígena, ya que el proyecto de educación superior sólo se dirigió a la clase gobernante del antiguo régimen; y, sobre todo, porque los jóvenes indígenas formados en el colegio no tuvieron la capacidad para adaptar los conocimientos adquiridos a sus comunidades, lo cual les restó el respaldo de ese sector. Además, la nobleza indígena no permitió que las clases bajas accedieran a los puestos elevados en el régimen colonial, ellos se reservaron los puestos de mando, tanto en el colegio como en las comunidades. A pesar de esto, las pocas generaciones de indígenas educados en Tlatelolco desempeñaron un buen papel en la sociedad de la época, como se señalaba desde entonces, cuando se manifestaba que: Han aprovechado y aprovecha los indios que salen deste colegio de enseñar en las escuelas de sus pueblos, en enseñar su lengua a los frailes, en traducir e interpretar en ella las cosas eclesiásticas que se vuelven el latín o romance, y así mismo sirven de intérpretes en los pueblos; y a la mayor parte de ellos, como a más hábiles y suficientes, se suele encomendar los oficios de jueces y gobernadores y otros cargos de la república.84

Por ello, se debe ponderar el papel central que el Colegio de Tlatelolco desempeñó en la conservación del conocimiento de la cultura indígena y en la creación de “una tradición históricamente mexicana”.85 Profesores La formación educativa de los colegiales tlatelolcas estuvo, en principio, muy relacionada con la propia formación de los sacerdotes franciscanos, muchos de los cuales estudiaron en las mejores universidades europeas de su tiempo. Entre los frailes de la Provincia del Santo Evangelio “había muchos universitarios insignes y de gran preparación”,86 de ellos podemos mencionar a Juan Tecto quien fuera maestro 84

Códice Mendieta, t. 1, p. 178. David Brading, Orbe indiano: de la monarquía católica a la república criolla, 14921867, 1993, p. 140. 86 Rubial, op. cit., p. 147. 85

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de teología en la Universidad de París durante 14 años;87 Juan Focher, doctor en leyes, cánones y teología, en la misma universidad,88 al igual que Juan de Gaona, quien fue “excelente latino y retórico, razonable griego, muy acepto predicador y, sobre todo, profundísimo teólogo”;89 en Salamanca estudiaron Bernardino de Sahagún,90 Alonso de Herrera y Juan de San Francisco;91 y, muy probablemente, Francisco Jiménez, quien era doctor en derecho canónico.92 Además, a la Provincia de San Pedro y San Pablo, en Michoacán, también llegaron frailes ilustrados, como es el caso de Jacobo Daciano quien dominaba las lenguas latina, griega y hebrea;93 y Maturino Gilberti quien estudió artes y teología en la Universidad de Tolosa.94 Los primeros profesores del colegio fueron, además de fray Arnaldo Bassacio, el primer profesor de latinidad, fray Bernardino de Sahagún, que vivió en él durante los cuatro primeros años, es decir, desde la fundación hasta finales de 1539 (posteriormente regresó entre 1544 y 1545,95 para instalarse definitivamente en 1572), y fray Andrés de Olmos, que convivió con Sahagún durante los primeros años. Fray Juan de Gaona (quien llegó a la Nueva España en 1538) y fray Juan Focher fueron también profesores del colegio;96 además fue docente en dicho lugar fray Francisco de Bustamante. Fray Maturino Gilberti, a pesar de su predominante labor en Michoacán, tam87

Rubial, loc. cit.; Mendieta, Vidas franciscanas, pp. 34-35. Mendieta, op. cit., p. 149. 89 Mendieta, op. cit., p. 163. Vetancourt, Menologio, p. 106. 90 Mendieta, op. cit., p. 121. Sobre la estancia de Sahagún en Salamanca, véase León-Portilla, Bernardino de Sahagún, pp. 32-38. 91 Mendieta, Vidas franciscanas, p. 107. 92 Procedía de la provincia española de San Gabriel (Mendieta, Vidas franciscanas, p. 71), por ello es posible que estudiara en Salamanca. 93 Torquemada, op. cit., lib. xx, cap. liii, t. 3, pp. 502-503. 94 Rosa Lucas, “La grammatica Maturini: primera gramática latina de América”, en The franciscan experience in the Americas, 2000; edición en español facilitada por la doctora Lucas. 95 Bustamante García, op. cit., p. 47; León—Portilla, Bernardino de Sahagún, p. 93. 96 Fray Juan de Gaona también estudió en París, fue un “excelente latino, razonable griego, muy acepto predicador, y sobre todo profundísimo teólogo”. Mendieta, Vidas franciscanas, p. 164. Fray Juan Focher fue doctor en leyes, cánones y teología por la Universidad de París, a él se le reconoció como el máximo teólogo de la Provincia del Santo Evangelio y era, además, un gran latinista. Mendieta, Vidas franciscanas, pp. 149-150. 88

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bién impartió clases en el Colegio de Tlatelolco.97 Estudiantes La primera generación de estudiantes, es decir, aquellos que iniciaron sus estudios con la fundación del colegio, fue aproximadamente de 80 jóvenes, quienes vivían dentro del convento, tenían su propio refectorio y tomaban clases ahí mismo.98 De todos los estudiantes que pasaron por el colegio sólo nos quedan algunos nombres conservados por los frailes con quienes trabajaron. También nos han llegado varias obras escritas por ellos, ya sea como amanuenses o traductores.99 Entre los colegiales trilingües destacan particularmente los siguientes: Antonio Valeriano, vecino de Azcapotzalco. Fue un colegial gramático, de los primeros estudiantes. Durante mucho tiempo fue ayudante de fray Bernardino de Sahagún, quien llegó a tener gran aprecio por este indígena; don Antonio colaboró con el fraile en la revisión de los manuscritos de la obra conocida como Historia general.100 Además, ejerció la actividad docente en el Colegio de Tlatelolco, fue rector y lector de dicha institución, y también fungió como gobernador del “pueblo de indios” por más de 30 años. Las referencias dejan claro su talento filológico, pues se le señala como uno de los mejores retóricos y latinos que salieron del colegio. Fray Juan Bautista, de quien también fue ayudante, dice que era “tan buen latino que habla ex tempore (aun en los últimos años de su vejez) con tanta propiedad y elegancia que parecía un Cicero o un Quintiliano”. Murió en agosto de 1605.101 Alonso Vexarano, vecino de Cuauhtitlán. Fue un estudiante trilingüe que ayudó a fray Bernardino de Sahagún en la redacción de los libros de su Historia general.102 97 Esto se deduce del prólogo a la Gramática Maturini, en donde señala que ésta fue creada para los colegiales de Tlatelolco. 98 Para una referencia sobre la forma de vida de los estudiantes dentro del colegio, véase Torquemada, op. cit., lib. xV, cap. xiV, t. 3, pp. 113-114. 99 Actualmente estoy realizando un “álbum paleográfico de copistas indígenas del siglo xVi”. 100

Sahagún, op. cit., “prólogo”, lib. ii, t. 1, p. 106. Juan Bautista, Sermonario en lengua mexicana, 1606, p. 16. 102 Sahagún, op. cit., “prólogo”, lib. ii, t. 1, p. 106. 101

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Martín Jacobita pertenecía al barrio de Santa Ana, en Tlatelolco. Fue alumno del Colegio de Tlatelolco durante los años que fray Bernardino fungió como profesor. Durante ese tiempo Martín fue un alumno muy aplicado y colaboró de forma muy cercana con fray Bernardino en la revisión de los manuscritos, aunque no fue amanuense; posteriormente formó parte del cuerpo directivo y docente del colegio cuando éste quedó en manos de los indígenas.103 Fue rector del colegio entre 1565 y 1570, y ejerció la función de lector en la misma institución, actividades por las que recibió ayuda económica proveniente del fondo dejado por don Antonio de Mendoza.104 Pablo Nazareo, natural de Xaltocan, era hijo de los gobernantes xaltoquenses y yerno de Juan de Axayacatl —el hermano de Moctezuma. Pablo Nazareo se formó en el colegio, donde posteriormente impartió clases; llegó a ser rector de dicha institución, sin recibir pago por este cargo. Tradujo “los evangelios y las epístolas que se leen en la iglesia en el transcurso de todo el año” y otras obras del latín a su lengua materna. Además de su actividad filológica, fue gobernador del pueblo de indios al que pertenecía. Todos los datos aparecen en tres cartas que él envió al Príncipe.105 Diego Adriano,106 natural de Tlatelolco, del barrio de la Concepción, fue muy gran latino y escribano de buena letra. Ayudó a fray Bernardino en la composición de los manuscritos más pulcros de la Historia general;107 además fue tan hábil en la imprenta que aprendió a componer en cualquier lengua. Traducía de latín a náhuatl con mucha propiedad, y al parecer fue un gran escribano de letra muy hermosa, Bautista dice de él que “tenía tan buena elección y era tan acertado que traducía hartos cuadernos sin echar un sólo borrón ni enmendar cosa”.108 103

Sahagún, loc. cit. Códice Mendieta, t. 2, p. 250-253. 105 Véase Osorio, op. cit., pp. 3-8. 106 Considero que el nombre correcto es Diego Adriano y no Diego de Grado, como se menciona en la Historia general, ya que Diego de Grado fue un fraile, que efectivamente vivió en el colegio en la época de Valeriano y Jacobita (Códice Mendieta, pp. 244 y 249); sin embargo, Vetancourt y Juan Bautista nos han transmitido de forma correcta el nombre del estudiante. Por otro lado, existe un Jacobo de Grado, nombre de un fraile que aparece en el códice Badiano. 107 Sahagún, op. cit., “prólogo”, lib. ii, t. 1, p. 107. 108 Bautista, op. cit., “prólogo”. 104

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Agustín de la Fuente, natural de Santiago Tlatelolco, fue también maestro de este colegio. Dominaba las tres lenguas y era muy versado en la lengua náhuatl, tanto en las formas cultas como en el habla vulgar. Trabajó toda su vida para fray Bernardino de Sahagún y ayudó a fray Pedro de Oroz. Fue uno de los mejores escribanos, “el más elegante que se hallaba”, de tan hermosa escritura que su letra parecía de imprenta, en la cual también aprendió a componer.109 Ayudó también a fray Juan Bautista en sus obras.110 Hernando de Ribas, natural de Tetzcoco, fue de los primeros colegiales y llegó a ser excelente gramático trilingüe, traducía de latín y español a náhuatl. Ayudó en la composición del Vocabulario de Alonso de Molina, y en los Diálogos de la paz y la tranquilidad del alma de fray Juan Gaona. Colaboró también con fray Juan Bautista en su Vocabulario eclesiástico, en una parte de las Vanidades de Estela, del Flos sanctorum, así como en otras obras.111 Francisco Bautista de Contreras, natural de Cuernavaca, gobernador de Xochimilco, ciudad de indios; era trilingüe y especialista en componer cartas en lengua española. Ayudó a fray Juan Bautista en el Flos sanctorum y Comptemptus mundi.112 Pedro de Gante, natural de Tlatelolco y homónimo del fraile, uno de los más antiguos “maestros” del Colegio de Tlatelolco. Murió en 1605.113 Entre los ayudantes de Sahagún destacan: Juan Bernardo (o Berardo), natural de Huexotzingo, se formó como latinista en el colegio y llegó a fungir como ayudante de fray Juan Bautista, quien señala el año de su muerte en 1594.114 Bonifacio Maximiliano, vecino de Tlatelolco del barrio de San Martín, fue un hábil escribano trilingüe, ayudó a fray Bernardino de Sahagún a sacar en limpio parte de su obra.115 Mateo Seve109

Vetancourt, Menologio, p. 141. Bautista, op. cit., “prólogo”. 111 Idem. 112 Idem. 113 Idem. 114 Ibidem. 115 Sahagún, op. cit., “prólogo”, lib. ii, t. 1, p. 107. 110

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rino, vecino de Xochimilco, fue uno de los amanuenses que colaboraron con fray Bernardino en la composición de sus obras. Andrés Leonardo, colegial experto en las tres lenguas, ayudó a fray Bernardino en la compilación de los Coloquios.116 Esteban Bravo, natural de Tetzcoco, traducía del latín y español al náhuatl. Además, se conoce a Juan Badiano, quien cobró fama por la obra que tradujo del náhuatl al latín, en 1552.117 El latín en el Colegio de Tlatelolco Una de las materias principales que se impartió en el colegio fue la gramática latina. La importancia de dominar esa lengua era decisiva en varios aspectos ya que conociéndola se podía acceder a todo el legado cultural europeo y adentrarse en los secretos de la religión. Además, casi todas las materias de conocimiento empleaban esta lengua; así, la literatura, los tratados jurídicos e incluso el intercambio epistolar se hacían en latín. Además, como se ha visto, saber latín era fundamental para cualquier persona que deseara abrazar la vida religiosa. Los colegiales tlatelolcas tuvieron conocimiento del latín, desde la lectura y comprensión de textos hasta cierto dominio a nivel literario, como señala fray Bernardino cuando dice que llegaron a componer versos heroicos.118 Para llegar a este dominio de la lengua, los estudiantes contaron con herramientas didácticas como los textos registrados por el Códice de Tlatelolco;119 entre ellos tenemos clásicos como Catulo, Catón —a quien habría traducido al náhuatl Antonio Valeriano—120 Marcial, Plinio, Séneca, Vitrubio, Quintiliano, Terencio, Cicerón, Salustio, Virgilio, Horacio, Tito Livio, Marco Antonio y Ovidio. Las obras de los griegos que estudiaron fueron los Elementos de Geometría de Euclides, Plutarco y Aristóteles, tal vez en latín, y a Esopo, de quien incluso existe una traducción al náhuatl. 116

Osorio, op. cit., p. xxxViii. Más adelante se hará referencia a esta obra, el Libellus de medicinalibus indorum herbis. 118 Sahagún, op. cit., lib. x, “Relación del autor digna de ser notada”, t. 3. p. 165. 119 Códice Mendieta, pp. 255-257. 120 Juan Bautista, op. cit., “prólogo” 117

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En cuanto a la tradición medieval conocieron las obras de san Agustín, el Repertorio general de teología de Gabriel Biel, las Epístolas de san Pablo, las Epístolas de Mantuano, las Epístolas de san Jerónimo, la Vita Cristiae de Cartujano, el Comptemptus Mundi de Jasón, la Cosmografía de Campón, la Lógica de Siliceo, e incluso a Erasmo, prohibido por la Iglesia. También tuvieron libros de filosofía natural, dialéctica filosófica, Proxinasmata de lógica; un libro llamado la Destrucción de Troya y la Historia imperial, en romance, Silva de varia lección, también en romance, un Manual espiritual y Biblias. En cuanto a los textos de enseñanza de la lengua latina y castellana contaron con las obras de Nebrija, las Introductiones latinae y los vocabularios, además estudiaron las Elegantiae linguae latinae de Lorenzo della Valla, el Universal vocabulario de Alonso Fernández de Palencia, el Vocabulario eclesiástico, incluso artes con comentario de la obras de Nebrija y, desde luego, el Vocabulario de Ambrosio Calepino;121 igualmente contaron con herramientas medievales, como el Despauterio de Latinidad, el Catholicon, el Liber derivationem, la Gramática de Martiniano.122 Testimonios latinos provenientes del Colegio de Tlatelolco Entre los pocos testimonios conservados de este latín, podemos destacar los siguientes: Libellus de medicinalibus indorum herbis: compuesto por el médico indígena Martín de la Cruz e interpretado y escrito en latín por Juan Badiano en 1552. Es un “librillo” dedicado a don Francisco de Mendoza —hijo de don Antonio de Mendoza, primer virrey de la Nueva España— un año más tarde de la entrega que don Francisco hizo de la donación que su padre había otorgado al Colegio de Tlatelolco antes de partir al Perú. El Libellus es un compendio de herbolaria y botánica indígena que indica remedios contra cierto tipo de malestares somáticos; se enfoca principalmente al estudio de las plantas 121 122

Osorio, Floresta, p. 27. Códice Mendieta, p. 255 y 256.

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y sus aplicaciones para las dolencias humanas. En cuanto a la efectividad de las recetas dadas por don Martín de la Cruz es preciso hacer una profunda ref lexión, puesto que muchas de ellas parecen movidas por la superstición y la charlatanería. Estilísticamente se trata de un documento muy valioso por varias razones: en primer lugar, es la primera obra de este género que conocemos en México y América, el cual transmite directamente los conocimientos de botánica y herbolaria nahuas; en segundo lugar, permite apreciar las particularidades lingüísticas de un indígena que escribe en lengua latina, ya que es uno de los pocos testimonios conservados del contacto lingüístico latino—náhuatl, donde se aprecian características similares a otros documentos. Además, es un claro testimonio de la supremacía de esas dos lenguas en el Colegio de Tlatelolco. Destaca el dominio de la lengua latina por parte del escribano, muy probablemente el intérprete. El latín empleado en el documento es un latín correcto y culto. En cuanto al estilo del amanuense, se aprecia un gran dominio de la lengua y conocedor del sistema de abreviaturas latino; morfológica y sintácticamente es correcto, aunque el latín utilizado no puede llamarse “clásico” a causa de la simplificación oracional, los giros del ablativo absoluto son muy recurrentes y otras particularidades. En cuanto a la transcripción fonológica del náhuatl, es correcta y clásica. La Carta de Antonio Valeriano. Como se ha dicho, Antonio Valeriano fue uno de los mejores latinistas formados en Tlatelolco. Fray Juan Bautista, en el prólogo a su Sermonario, transcribió el fragmento de una carta escrita por Valeriano, en la cual se advierte la elegancia de la lengua latina: Hic litterarum gerulus, id vestram paternitatem portat, id quod mihi traducendum iusisti. Nescis profectus an in traductione eius sim felix. Multa quippe in eo sunt pregnantia, vt ne sciam in quem sensum meliorem uerti debeant. Si quid est erratum parcas obsecro. Et tuam grauem censuram adhibeas: et his litteris tam male formatis simul et ignoscas, illiture enim videntur parus, quam littere nec mirum vestre paternitati videatur manus nos, iam vacillant: oculi caligant, et aureas accluse. Iterum atque

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iterum parcas Deus optimus maximus longeuam tue paternitati vitam concedant. De Mexico. Tui amantissimus etsi indignus Antonius Valerianus Hec ille.123

Este fragmento muestra un latín sobrio y conveniente al género epistolar; junto al modelo clásico (enim videntur; iterum atque iterum) se observan formas no clásicas (de México; litterarum; tam male), aunque en general se puede hablar de una estructura apegada al modelo clásico. Sintácticamente, también sigue el molde clásico, aunque tal vez por la brevedad del fragmento no se puedan apreciar largos periodos oracionales subordinados. En conjunto, la carta ref leja madurez en la lengua latina, dominio sobre el léxico y f luidez en la escritura. Las Cartas de Pablo Nazareo de Xaltocan al emperador. De los testimonios que existen en lengua latina, encontramos tres cartas de Pablo Nazareo de Xaltocan a Felipe II; este manuscrito, estudiado por don Ignacio Osorio, nos muestra la destreza alcanzada por los indígenas al componer en lengua latina. Es también una muestra de cuán útil podía resultar el conocimiento del latín para los indígenas puesto que les permitía dirigirse a los gobernantes españoles para hacer llegar sus quejas sin necesidad de un intérprete español. Como resultado del contacto cultural y lingüístico podemos apreciar dos particularidades en dicha carta: en primer lugar, resalta la intrincada forma de salutación al rey, la cual resulta un discurso muy elaborado y complicado, propio de los indígenas;124 en segundo lugar, se puede observar la latinización de vocablos nahuas dentro del texto, como en el caso de los antropónimos y topónimos.125 Ésta es una mezcla frecuente 123 Juan Bautista, op. cit., “prólogo”. Empleo para la presentación de este original los mismos criterios utilizados para la edición del Vocabulario trilingüe. 124 Este fenómeno se puede apreciar en toda su magnitud si se compara con otra carta de petición al príncipe, la cual fue escrita en náhuatl. Véase Miguel León-Portilla “La autonomía indígena: carta al príncipe Felipe de los principales de México en 1554”, en Estudios de Cultura Náhuatl, núm. 32, 2000, pp. 235-256. 125 Así, el propio nombre de Pablo Nazareo se presenta de forma latinizada: Paulus Nazareus Xaltocanus; también el nombre de su suegro fue latinizado y presentado como Ioannes de Axayaca, germanus de Moteucçuma, eiusque sobrinus dominus Fernandus Quauhtemocçin, qui tunc erat Rex mexicanorum. En cuanto a los topónimos en la mayo-

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en los escritos de los indígenas trilingües, aunque en las Cartas de Pablo Nazareo se observa el mismo fenómeno que en el Códice Cruz—Badiano: la ausencia de elementos (vocablos, frases, usos sintácticos) propios del español. Existen datos de dos Gramáticas de la lengua latina, que si bien no fueron creadas por indígenas en el Colegio de Tlatelolco, si están relacionadas con él. La Gramática Maturini —Tractado omnium fereque— de fray Maturino Gilberti es una obra de 1559 compuesta para los indios colegiales de Tlatelolco. Ésta es la primera Gramática de lengua latina escrita en la Nueva España y en América. Ésta, también, es la primera obra impresa por Antonio de Espinosa; así como la primera obra compuesta para alumnos de la Nueva España y la primera gramática de latín publicada en este continente. La descripción de un cronista, Juan de San Antonio, señala que esta obra era “Arte y vocabulario para uso de los indios gramáticos, en lengua latina”; sin embargo, hasta ahora no se conoce que algún vocabulario haya acompañado a dicha gramática. La Gramática Maturini (en 4to. de folio, letra romana, 168 folios) está conformada por siete partes: la primera trata las partes de la oración; la segunda, las concordancias; la tercera, la declinación y los supinos; la cuarta, el régimen de los casos; la quinta, la cantidad y acentuación; la sexta habla del ornato de la lengua; y la séptima versa sobre ejercicios de lengua latina y uso elegante de adverbios, preposiciones y conjunciones. La primera parte de la Gramática sigue la división en cinco libros de la segunda edición de las Introductiones latinae, en general sigue el modelo de Nebrija, aunque también retoma moldes clásicos, como Donato, Prisciano y Peroto. Esta Gramática de lengua latina estuvo dedicada a los colegiales de Tlatelolco, como se señala en varias partes de ella. Sin embargo, cabe destacar que la fecha de impresión no corresponde con la época de auge del colegio por ello, se ha ría de los casos escoge una forma híbrida: Chalco, Chiconquiyauhco, Totolapan, Xiuhtepec, Tlachco, Yacapichtlan, Xilotepec. Véase Osorio, op. cit., pp. 2, 5, 7, 22.

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supuesto que no fue utilizada en el colegio en la forma que la conocemos.126 También conocemos, aunque sólo por referencias, otra gramática latina, se trata del Arte de la lengua latina de Pedro Juan Antonio, joven indígena que perteneció al Colegio de Tlatelolco y en 1568 fue enviado a estudiar a la Universidad de Salamanca, donde cursó derecho civil y canónico. La publicación de dicha Gramática habría sido en Barcelona en 1574.127 Importancia de la labor educativa franciscana en la Nueva España Como se ha visto a lo largo del capítulo, la orden franciscana fue la encargada de evangelizar las tierras americanas e intentó llevar a la sociedad indígena una formación religiosa perdurable; para ello, los frailes se vieron precisados a impartir educación a la población infantil, la capa moldeable. Además, se intentó crear una institución educativa de formación superior destinada a las clases nobles indígenas: el Colegio de Tlatelolco, que tenía el propósito de preparar a jóvenes indígenas para ayudar a los sacerdotes en la vida religiosa; incluso formarlos para que ellos fungieran como administradores y gobernadores en la República de indios. Sin embargo, el propósito nunca se cumplió cabalmente dada la oposición de los conquistadores al sentir amenazado el régimen colonial. Empero, dicha institución permitió la creación de una clase ilustrada indígena, y con ello la primera generación de clasicistas en México.

126 Agradezco a la doctora Rosa Lucas por los artículos enviados, gracias a los cuales pude hacer este breve análisis, aun cuando yo poseo el microfilm de dicha Gramática, el cual es copia facilitada por la Biblioteca Jonh Carter Brown. 127 Pedro Juan Antonio, Arte de la lengua latina, Barcelona, 1574, apud. Borgia Steck, op. cit., p. 52. De esta gramática no hay ejemplares conocidos; sin embargo, actualmente realizo la búsqueda de un ejemplar de este Arte, con miras a su posible edición y estudio críticos.

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importancia de la obra nebrisense en la eVangelización de la nueVa españa

LENGUAS MESOAMERICANAS Y CONTACTO LINGüÍSTICO

En la época anterior a la Conquista, Mesoamérica se caracterizó por tener una gran diversidad lingüística y por la fragmentación de unidades sociopolíticas de pequeña extensión que coexistieron junto a los grandes Estados, entre los cuales hubo diversos grupos caracterizados por rasgos comunes entre sí.1 La complejidad lingüística de la región mexicana fue una de las más grandes del mundo, ya que no sólo hubo un gran número de idiomas, sino que existió una gran cantidad de familias lingüísticas.2 Este panorama lingüístico dificultó, al principio de la Co1 Utilizo la nomenclatura usual que se ha propuesto como herramienta metodológica para “delimitar y caracterizar grandes áreas culturales identificables en el complejo panorama del México antiguo: Mesoamérica, Aridamérica y Oasisamérica”. Mesoamérica fue el área de mayor complejidad, así como la más poblada. Entre los rasgos comunes están: utilización de variadas técnicas de producción agrícola; obras hidráulicas de diversa índole; técnicas agrícolas parecidas donde sobresalía el cultivo de maíz, calabaza. Véase Pablo Escalante, “Mesoamérica, Aridamérica y Oasisamérica”, en Linda Manzanilla et al., (eds.), Atlas histórico de Mesoamérica, pp. 11-13. 2 Entre las familias lingüísticas de la región mesoamericana una de las más importantes fue la yuto-nahua, que comprendía varios idiomas del occidente y el náhuatl, con sus dialectos pipil y nicarao, hablados en Centroamérica. La familia mayense comprendía al maya de Yucatán, huaxteco, hoy tének, formando junto con las lenguas totonaca, mixe y zoque de la región ístmica, el tronco llamado macromayense. La familia otomangue estaba formada por el otomí, mazahua y matlatzinca, relacionada con las lenguas de la región de Oaxaca, principalmente el zapoteco y mixteco, dando lugar al tronco macrootomangue. Además de estos destacaba la lengua purépecha de los tarascos, la cual aparentemente no está relacionada con ninguna otra lengua de Mesoamérica. Pedro Carrasco, “Cultura y sociedad en el México antiguo”, en Historia general de México, versión 2000, 2001, p. 156. Un esquema detallado de la composición lingüística de la región mexicana se encuentra en el apéndice.

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lonia, una labor efectiva de evangelización; sin embargo, los frailes se apoyaron en la lengua náhuatl que llegó a ser considerada lengua general o lingua franca. Los primeros contactos de tipo lingüístico se produjeron desde antes que Cortés entrara al territorio de Yucatán, cuando capturaron a dos indios, Julián y Melchor, que aprendieron castellano y fungieron como intérpretes del capitán.3 Más tarde, encontró a Jerónimo de Aguilar, conquistador español, que había pasado varios años viviendo entre los mayas de aquella región a consecuencia de un naufragio ocurrido en 1511, y quien había llegado a dominar la lengua de los indígenas.4 Además, contó con doña Marina o Malintzin, quien fue entregada a Cortés cuando éste pasaba por Tabasco, esta mujer dominaba las lenguas náhuatl y maya; los dos personajes fungieron como intérpretes del capitán.5 Estos primeros contactos lingüísticos se produjeron por la necesidad de comunicación y no fueron sistemáticos, ya que la comunicación era más que nada, necesaria “para las continuas relaciones que exigían los requerimientos, las intrigas y las negociaciones durante la guerra; y después los servicios que daban los naturales, las peticiones de víveres”.6 Sin embargo, fue sólo hasta que los frailes franciscanos llegaron a Nueva España que comenzó el estudio sistemático de las lenguas autóctonas, ya que el conocimiento profundo de las lenguas vernáculas era necesario para la conversión efectiva de los naturales, no sólo para predicar y oficiar los ritos sino para hacer cumplir los sacramentos, como en el caso de la confesión, que es exigida por la religión católica. Por motivos prácticos se inició con el estudio de la lengua náhuatl, ya que, en primer lugar, los frailes llegados antes de los “doce primeros”, es decir, los tres f lamencos, se habían instalado en Tetzcoco donde se hablaba el náhuatl; además, desde los primeros tiempos se comprendió que la estructura 3 Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, 1984, capítulos ii, xi, xxV, t. 1, pp. 71, 94, 127. 4 Ibid., cap. xxix, t. 1, pp. 134-136. 5 Ascensión H. de León-Portilla, Tepuztlahcuilolli: impresos en náhuatl, 1988, t. 1, p. 5. 6 Joaquín García Icazbalceta, Bibliografía mexicana del siglo xvi, p. 287.

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morfológica y sintáctica de la lengua náhuatl podía estudiarse a través de las pautas lingüísticas conocidas, ya que esta lengua siempre fue considerada una lengua “verdadera”.7 De esta forma, al arribar a dicha ciudad los doce primeros franciscanos se les hizo patente la necesidad de estudiar la lengua náhuatl y comenzar con ella la labor de evangelización,8 aunque se entendió que éste era sólo el primer paso para llegar a aprender lenguas de otras regiones de importancia en Mesoamérica.9 Fue entonces cuando se emprendió el estudio serio y sistemático de las lenguas autóctonas. La forma en que los frailes comenzaron el estudio de esta lengua fue sencilla y eficiente a la vez. Torquemada relata cómo los frailes se acercaban a los niños y entre juegos anotaban las palabras que les parecían importantes.10 Para esto, los frailes intentaron adaptar los sonidos de la lengua al alfabeto latino y con el tiempo llegaron a establecer códigos para la transcripción de la lengua.11 De esta manera se 7

Jorge A. Suárez, Las lenguas indígenas de Mesoamérica, 1995, p. 27. La llegada de los tres primeros franciscanos resulta muy importante en este aspecto, ya que notaron cuán importante era saber la lengua de los indígenas, como lo relata Mendieta, quien dice que “cuando llegaron los doce apostólicos varones [...] preguntaron a este padre fray Juan de Tecto y a sus compañeros, qué era lo que hacían y qué entendían. A lo cual fray Juan de Tecto respondió: ‘Aprendemos la teología que de todo punto ignoró san Agustín’, llamando teología a la lengua de los indios, y dándoles a entender el provecho grande que de saber la lengua de los naturales se había de sacar”. Mendieta, Vidas franciscana, p. 34. 9 La lengua náhuatl era hablada en la región de Tenochtitlan y más allá del Altiplano Central, no sólo en los Estados sometidos o aliados, sino también en regiones como Tlaxcala, Cholula y Huexotzingo; además, se hablaba también en algunas partes de Jalisco, Colima, Nayarit, Zacatecas y Sinaloa, e incluso hasta Nicaragua. Ricard, op. cit., p. 89. 10 Torquemada, op. cit., lib. xV, cap. xiV, t. 3, p. 32. 11 Hay que señalar que el proceso de transcripción de las lenguas implicaba tres niveles lingüísticos: fonético, fonológico y gráfico; además, agrupaba varios sistemas: el de la lengua y escritura de los conquistados, y el de los españoles, el cual a su vez comprendía el hispano y el latino. Ésta fue una tarea nada fácil para los evangelizadores, ya que “esta lengua, como la mayoría de las del Nuevo Orbe, es radicalmente diferente a las indoeuropeas, las únicas hasta entonces estudiadas. Para los misioneros, el náhuatl, tipológicamente polisintética, constituía un verdadero reto. Era la primera lengua que aparecía a los ojos de los europeos dotada de una naturaleza gramatical desconocida, en las que las palabras se incorporan para formar estructuras que son en sí mismas frases. En este proceso de incorporación sufren muchas veces cambios morfofonémicos que dificultan la comprensión”, Ascensión H. de León-Portilla, “Introducción”, en Obras clásicas sobre la lengua náhuatl, Serie ix, vol. 8. 8

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realizó “el paso de la escritura pictoglífica a la alfabética [...] Se logró también reducir los fonemas a una grafía fácil, tomando como punto de partida el español, el latín y en menor medida el griego y el árabe”.12 Así, con el propósito de realizar una evangelización efectiva, los frailes acometieron el estudio cuidadoso y profundo de las lenguas indígenas, porque como lo señala Ascensión H. de León Portilla “la codificación gramatical y léxica de las lenguas del Nuevo Mundo estuvo movida por una utopía de la fe, por el anhelo de construir una nueva Cristiandad”, para esto era indispensable “aprender la palabra de aquellos a los que se necesitaba evangelizar”. Por ello, “desde muy pronto, los misioneros convertidos en lingüistas comenzaron a elaborar apuntes gramaticales de las principales lenguas de Mesoamérica y del Mundo Andino”; y así “poco a poco, los apuntes fueron haciéndose grandes y cuajaron en gramáticas y vocabularios”.13 Esto, además de hacer perdurar testimonios filológicos de las culturas amerindias, permitió “el surgimiento de toda una literatura en náhuatl, que señaló la conversión de una tradición oral a la forma escrita, por medio de la cual la élite aborigen trató de mantener, sino de extender su identidad cultural y social”.14 Pero la transcripción no era el único problema al que se enfrentaron los evangelizadores, sino que al intentar traducir los conceptos de la religión católica, los frailes se vieron ante la disyuntiva de traducir los conceptos cristianos a la lengua náhuatl o de conservar en su idioma aquellos conceptos. Durante los primeros años se optó por mantener en español o en latín los nombres y conceptos de la religión, que de otra manera habría sido necesario traducir a la lengua de los naturales sin tener un conocimiento profundo de la carga histórica y del contexto “pagano” que pudieran conservar dichas palabras.15 De ello, 12 Ascensión H. de León-Portilla, “De la palabra hablada a la palabra escrita”, en Estudios de Cultura Náhuatl, vol. 27, 1997, p. 217. 13 Ascensión H. de León-Portilla, “Introducción”, en Obras clásicas sobre la lengua náhuatl. 14 Brading, op. cit., pp. 137-138. 15 Ricard, op. cit., pp. 129-133.

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surgió la necesidad de profundizar en el estudio de la cultura y la lengua náhuatl.

INFLUENCIA NEBRISENSE EN LAS OBRAS SOBRE LENGUAS INDÍGENAS DE AMÉRICA Para la realización de las obras en lenguas indígenas, los frailes que escribieron gramáticas tomaron como modelo a Nebrija. En cuanto a los vocabularios, éstos siguieron en principio el Vocabulario hispano-latino; con el tiempo, éste fue modificado de tal forma que la lexicografía indígena llegó a tener su propia fisonomía.

Se utilizaron las obras de Nebrija debido a que éstas fueron las primeras en describir la lengua española a partir del modelo latino y por ello eran el prototipo más próximo que tenían los frailes para acercarse a lenguas totalmente desconocidas. Por otro lado, Nebrija había organizado sistemática y funcionalmente la lengua española, con lo cual ahorraba un enorme trabajo a los misioneros que estaban ocupados en otros menesteres. Cabe recordar que Nebrija había realizado un esfuerzo por simplificar las complicadas reglas de la gramática que se usaban hasta entonces, lo cual había conseguido con gran éxito. Todos ellos fueron los motivos por los cuales el modelo de Nebrija predominó a la hora de elaborar las artes y los vocabularios de lenguas nativas, como lo señala Ascensión H. de León-Portilla: Para la conquista de la lengua los primeros gramáticos y lexicógrafos contaron, como ya se ha dicho, con la mística, transformada en impulso incontenible de aprendizaje. Y desde luego tuvieron a la mano dos buenas herramientas de trabajo: por una parte las Introductiones latinae, la gramática publicada por Elio Antonio de Nebrija en Salamanca en 1482, de la cual surgió diez años después la famosa Gramática castellana; por la otra, el Vocabulario de romance en latín, 1495, de este mismo autor, obra pionera también en la lexicografía moderna. Así como Nebrija partió del latín para cimentar la gramática del romance, estos misioneros partieron de Nebrija para cimentar el estudio de las nuevas lenguas amerindias. No se equivocaron

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al elegir los escritos de Antonio quien había abierto la primera y mejor senda en los estudios gramaticales. Mérito grande de ellos es que supieron hacer suya la modernidad lingüística nebrisense con salvedades y adaptaciones”.16

Bajo este panorama se crearon obras en lenguas indígenas que cubrían dos rubros: gramaticales y doctrinales.17 Obras gramaticales y diccionarios en lengua náhuatl Las primeras obras elaboradas por frailes fueron unos incipientes vocabularios y gramáticas que se escribieron “como herramienta práctica para aprender la lengua”.18 El primer intento por poner en Arte la lengua náhuatl lo realizó fray Francisco Jiménez, quien habría compuesto hacia 1528 un rudimentario Arte y vocabulario de la lengua mexica, el cual sería apenas un esbozo gramatical y un intento por acercarse a dicha lengua; fray Francisco fue encargado de examinar las obras escritas en lengua náhuatl hasta 1537, año de su muerte.19 Alonso Rangel estudió la lengua mexicana y fue el primero en aprender la lengua otomí. Compuso un Arte del náhuatl, el cual era “un Arte muy perfecto, y sirvió muchos años a los que la aprendieron”;20 estas obras debieron ser anteriores a 1548, año en que murió fray Alonso. Fray Juan Focher, el excelente teólogo, escribió primordialmente en latín, pero también compuso un Arte de la lengua mexicana.21 Fray Juan de Ayora22 elaboró un Arte y Diccionario 16

Ibidem. Gran parte de las obras doctrinales se basaron en fuentes medievales, algunas, como la de Zumárraga, tomaron como modelo a Erasmo. En este capítulo sólo me ocuparé de las obras lingüísticas. 18 Suárez, op. cit., p. 26. 19 Mendieta, Vidas franciscanas, p. 72. 20 Ibid., p. 117. 21 Fragmentos en latín se encuentran en la obra de fray Juan Bautista. Además, existe un manuscrito de sus obras en una biblioteca de Estados Unidos, a la cual he solicitado copia de ese material con miras a un estudio sobre Focher. El Arte de la lengua mexicana está perdido, pero lo cita Mendieta. Ibid., p. 150. 22 Fray Juan de Ayora, quien pasó de Nueva España a Filipinas en 1572 y redactó tratados en lenguas indígenas, no es el mismo que fray Juan de Aora, de los tres primeros evangelizadores flamencos que murió en Tetzcoco en 1524. Las biografías de ambos frailes están en Vetancourt, Menologio, pp. 75 y 82. 17

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de la lengua mexicana y un Vocabulario español mexicano.23 Las primeras obras gramaticales impresas en lengua náhuatl24 se deben a fray Alonso de Molina: el Vocabulario de la lengua náhuatl editado en 1555, y reeditado en 1571 junto al Vocabulario en náhuatl–español, y la Gramática de la lengua Mexicana de 1571. Fray Alonso de Herrera compuso un Arte de la lengua mexicana y castellana, impreso por Pedro Ocharte en 1571; reimpreso en 1575.25 Obras gramaticales y diccionarios en otras lenguas indígenas Entre las obras que podemos mencionar sobre lenguas indígenas mesoamericanas están las obras de fray Alonso Rengel, quien escribió el Arte (y Doctrina) en lengua otomí.26 Fray Juan de Ayora compuso un Arte y Diccionario de la lengua purépecha.27 En esta lengua de Michoacán también sobresalieron fray Juan de San Miguel y Maturino Gilberti, quien elaboró un Vocabulario y una Gramática. Fray Juan de Ribas habría escrito hacia 1542 un Arte y Diccionario de la lengua matlatzinca y un Arte para aprender las lenguas mexicana y matlatzinca, además de doctrinas y sermones en dichas lenguas. Fray Francisco Toral creó el Arte y Vocabulario (también Sermones y Doctrina Cristiana) en lengua totonaca. Fray Andrés de Castro hizo un Arte de la lengua Matlatzinca. Fray Andrés de Olmos, experto en lengua náhuatl, también escribió un Arte y Vocabulario de la lengua totonaca; Arte y Vocabulario en lengua huasteca (además, sermones, catecismo y confesionario). Fray Pedro Palacio también conoció el otomí y redactó un Arte en esta lengua. De estas obras, la mayor parte se encuentran perdidas o fueron destruidas. 23

Ricard, op. cit., p. 426. El primer libro impreso en la Nueva España fue un catecismo bilingüe en español y náhuatl, en 1539. 25 Sobre este trabajo no hay datos ni en Torquemada ni en Vetancourt; sin embargo, lo cita Ricard, op. cit., p. 423. 26 Mendieta, Vidas franciscanas, p. 117. 27 Ricard, op. cit., p. 426. 24

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Rasgos característicos de las gramáticas en lenguas indígenas El trabajo de los frailes con las lenguas indígenas tuvo como principal objetivo la descripción de éstas y la concentración de información general acerca de ellas. Para la descripción de los idiomas indígenas y las lenguas mesoamericanas se utilizaron los paradigmas gramaticales propuestos por Nebrija; por ello, en ocasiones “la lengua indígena ha sido forzada a tomar formas latinas”.28 Sin embargo, con el paso de los años se estructuraron según las necesidades morfológicas y sintácticas de cada lengua. En general, las gramáticas amerindias adaptaron la estructura de las Introductiones latinae de Nebrija, haciendo cambios como los que señala Ascensión Hernández: ruptura del esquema nebrisense uniendo morfología y sintaxis y la reducción a tres de los cuatro primeros libros de las Introductiones; supresión del “quinto libro, —que Nebrija dedicó a la prosodia— al considerar que la fonética del mexicano no requería demasiadas disertaciones”, y el tratamiento de la morfología, en especial del sustantivo, el cual es estudiado desde su propia estructura “y no desde el contexto de las declinaciones latinas”, y del pronombre. El sistema verbal también fue estudiado profundamente.29 Gramáticas El primer testimonio conservado de una gramática indígena es el Arte de la lengua mexicana de fray Andrés de Olmos, manuscrito fechado en 1547.30 La primera parte trata acerca de los nombres y pronombres; la segunda sobre los verbos y la conjugación, y la tercera sobre las partes indeclinables y la ortografía. Fray Andrés refiere que sigue a Nebrija porque en el Arte de la lengua latina es él quien ha encontrado el mejor orden, pero comenta que adaptó esa obra a las necesidades de la lengua que está tratando. 28

Suárez, op. cit., p. 23. Ascensión H. de León-Portilla, “Introducción”, en Obras clásicas sobre la lengua náhuatl. 30 Sobre esta gramática Vid, Tellez, 2009, Memoria dea-ucm. 29

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La ortografía del manuscrito es irregular. Entre las características del manuscrito de Madrid tenemos la cuidadosa caligrafía, con rasgos góticos pero simplificada; el uso de abreviaturas comunes para la lengua española. El uso de la lengua española no es sistemático y presenta confusiones estructurales: división interna en palabras; apego a la tradición ortográfica clásica (v. gr. substantivos, quando, adjectivos, etc.); variación vocálica entre o y u; además omisiones (v. gr. galina [fol. 42v]). En cuanto a la lengua náhuatl aún no existen reglas ortográficas, lo cual se nota en el uso indistinto de la grafía tz y tç; existe un rasgo particular tanto en lengua náhuatl como en español, el uso de un diacrítico sobre la vocal i, aun cuando este símbolo no señale el sonido fuerte de la sílaba. Todas estas particularidades son imputables al copista. La primera gramática del náhuatl impresa en la Nueva España fue el Arte de la lengua mexicana de fray Alonso de Molina, impresa por Pedro Ocharte en 1571. Contiene: Epístola nuncupatoria, Prólogo, dos libros de gramática. La primer parte está dividida en ocho capítulos, el primero trata sobre las partes de la oración; el segundo, los pronombres; el tercero, de los verbos; el cuarto, del participio; el quinto, del adverbio; el sexto, de las preposiciones; el séptimo, de las conjunciones, y el octavo de las interjecciones; la segunda parte está dividida en diez capítulos: del primero al séptimo se tratan las particularidades del verbo; el octavo, de algunas cuestiones sintácticas de la oración; el noveno, del acento y pronunciación, el décimo presenta las conclusiones de la lengua en una “breve platica acerca de las cosas dichas enestas dos partes del arte de la lengua mexicana”.31 En la gramática de Molina se puede observar la inf luencia de las obras anteriores; en especial, retoma algunas observaciones ya descritas por fray Andrés de Olmos en su Arte de la lengua mexicana. Esta inf luencia se aprecia desde el Prólogo de la obra de Molina, donde señala que la lengua náhuatl “carece de seys letras, que son: b, d, f, g, r, s”; lo cual en Ol31

Alonso de Molina, Arte de la lengua mexicana, 1571.

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mos aparece así: “es de saber que en esta lengua les faltavan algunas letras delas que nosotros tenemos en nuestro abece; porque en ninguna dicion que sea propia desu lengua se hallaran pronunciadas; ni aora las tienen sino es en diciones que de nuestro romance o del latin an tomado, y las letras que les faltan son las siguientes: b, d, f, g, r, s, u consonantes”. Molina precisa que “los varones no vsan de v consonante, aunque las mujeres mexicanas solamente la vsen”, tal como lo anotaba Olmos: “en otras provincias no tienen v consonante y las mugeres mexicanas y tezcucanas la pronuncian”. En cuanto a las vocales, Molina describe los cinco sonidos de la lengua mexicana, que son como los de la lengua latina y castellana, pero como Olmos, señala que “puesto caso que los naturales hagan poca diferencia entre la o y la v, por quanto vsan de la vna como de la otra indiferentemente”, en palabras de Olmos “y es de notar que entre estas dos vocales o u hazen muy poca differencia”.32 Lo mismo sucede al explicar que la lengua náhuatl no tiene las sílabas ja, lla, ña; lo cual ya había dicho Olmos. Sobre el uso de la grafía ll en náhuatl, ambos aclaran que se pronuncia como en latín y no como en español. Ortográficamente, Molina desarrolla la grafía tz: “esta lengua tiene una letra hebrayca que es tsade. La qual se ha de escreuir con t y s, o con t y z”.33 Aunque Molina tiene muy claras las diferencias morfológicas entre la lengua náhuatl y la latina, en muchos casos hace comparaciones con la declinación de la lengua latina. La obra de Molina presenta ya todas las características formales de la lengua náhuatl; para ello, el fraile tuvo que adaptar las normas de la gramática clásica a las necesidades de una lengua que conocía excelentemente, aun cuando él no era hablante nativo de esta lengua. Vocabularios Entre las obras lexicográficas conocidas de la lengua náhuatl 32 33

Olmos, op. cit., fol. 96r. Molina, Arte de la lengua mexicana, fol. 5r.

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existen dos testimonios tempranos que presentan rasgos morfológicos, semánticos y lexicológicos, así como características caligráficas y ortográficas que permiten apreciar la formación de los léxicos en la Nueva España. Estos testimonios son el Vocabulario trilingüe en español, latín y náhuatl, y un Vocabulario castellano-mexicano, atribuido a fray Andrés de Olmos. Este último se conserva junto a una copia de la Gramática, también atribuida a fray Andrés.34 El primer Vocabulario de la lengua náhuatl impreso en México, también corresponde a fray Alonso de Molina, el Vocabulario de la lengua mexicana, que se imprimió en casa de Juan Pablos en el año de 1555. Este léxico fue elaborado a partir de las entradas del Vocabulario en romance de Elio Antonio Nebrija y fue adaptado a las necesidades de la lengua mexica.35 Entre los cambios que fray Alonso de Molina realizó podemos citar los siguientes: en primer lugar, ajusta la lengua castellana al uso de la época y el lugar en que se encuentra. Por ello, elimina palabras que Nebrija había utilizado; en segundo lugar, acomoda las entradas mediante un sistemático uso del alfabeto latino; en cuanto a la ortografía, utilizó indistintamente las reglas propuestas por Nebrija, combinándolas con usos no nebrisenses; así, en el orden de las entradas siguió las reglas del léxico nebrisense (v. gr. erencia, huego, ombre) pero en el interior no sigue estas normas (v. gr. herencia, hombre). En cuanto a sus propuestas en lengua náhuatl, Molina registró en su “Prólogo al lector” las normas que siguió para crear su Vocabulario. El primer aviso advierte que “en este Vocabulario se ponen algunos romances que en nuestro castellano no quadran ni se usan mucho”, lo cual hace “por dar a entender mejor la propiedad de la lengua de los indios”. El segundo aviso señala que en náhuatl se prefirieron los vocablos de la región central, es decir, de México y Tetzcoco, por ser donde mejor se habla la lengua. El tercero señala que el enunciado verbal se hace por la primera persona del singular 34 35

Olmos, Arte de la lengua mexicana y Vocabulario, 1985. Véase Apéndice.

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en presente de indicativo, si ésta no existe se hará por la tercera persona, aunque en romance, dice, sigue a Nebrija al poner los verbos en infinitivo. El cuarto advierte de la división que hará entre la raíz verbal y los prefijos o pronombres. El quinto trata sobre los sinónimos registrados. El sexto hace referencia al orden alfabético seguido en el Vocabulario. El séptimo aviso trata sobre la vacilación vocálica entre o/u. El octavo es acerca del uso de palabras hispanas en composición náhuatl, para indicar la falta de vocablos en lengua mexica. El noveno trata de las partículas sin significado que al unirse con una raíz verbal toman significado. El décimo versa sobre particularidades verbales. El décimo primero remite al apéndice de la numeración mexica. El décimo segundo es una advertencia “antes de la cuenta se pondran algunos vocablos que no se pusieron en su lugar, los quales se me ofrecieron despues de la impresión”. El aviso décimo tercero señala implícitamente que el Vocabulario fue compuesto a partir de reglas latinas, por lo cual “algunos de estos avisos no entenderan los que no saben latin, porque van fundados sobre el Arte dela gramatica; pero pónense porque a los que la entienden les sea luz para saber bien vsar delos verbos, y delo que dellos se deriua y sale”.36 El Vocabulario en lengua castellana/mexicana y Vocabulario en lengua mexicana/castellana de fray Alonso de Molina, elaborado en casa del segundo impresor de la Nueva España, Antonio de Espinosa, apareció en 1571. Este Vocabulario es una nueva redacción del Vocabulario de 1555, con más entradas en español y con una segunda parte que contiene la declaración de la lengua mexicana en castellano. Comienza con una epístola nuncupatoria al virrey don Martín Enríquez; a ésta sigue el “Prologo al lector”, en el cual Molina señala la necesidad de tener una obra que ayude a los evangelizadores a llevar a cabo su labor; en este prólogo retoma los avisos antes descritos. El Vocabulario de 1571 es una ampliación del Vocabulario de 1555, al cual le añadió entradas en español que, por lo general, son palabras derivadas de las ya existentes en el dic36

Molina, Vocabulario en lengua mexicana y castellana, 1555.

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cionario anterior. En cuanto a la traducción náhuatl, también amplió el registro de ellas; pocas veces cambió un vocablo náhuatl que hubiera registrado en el otro Vocabulario, en general retomó las traducciones y amplió el caudal léxico. La composición de la segunda parte es más compleja ya que las entradas están en náhuatl. En esta parte comienza siguiendo el orden del abece latino, pero omite las consonantes que no se utilizan en lengua náhuatl. Con gran visión, Molina optó por no seguir el esquema de Nebrija del orden alfabético, como en el caso de las consonante c/ç. En este caso acomoda las palabras según el orden que él considera más lógico: ça ce ci ço çu. En cuanto a los verbos, los registra según inicio de la raíz verbal, posponiendo la partícula personal. Este Vocabulario contiene también las palabras compuestas con elementos hispanos. Todos los elementos de esta segunda edición del Vocabulario muestran una gran madurez y dominio de la lengua náhuatl, así como la comprensión de los fenómenos que ocurrían a la lengua española al pasar a la indígena. Por tanto, este Vocabulario tiene dos características novedosas: la adaptación de la lengua española a las necesidades de la lengua indígena y la comprensión profunda de la lengua náhuatl. Este Vocabulario muestra, además, gran regularidad en los usos gráficos, en el proceso de composición de los vocablos y en el uso de afijos y de marcadores verbales; en cuanto a la correspondencia semántica de una palabra, el lexicógrafo atiende el sentido estricto de una palabra, pero anota también usos pragmáticos de la lengua. Estas características le han valido hasta ahora ser el mejor vocabulario de la lengua náhuatl.37 El Vocabulario de la lengua de Michoacán de fray Maturino Gilberti apareció cinco años después de la primera impresión del Vocabulario castellano-mexicano de fray Alonso de Molina, en casa de Antonio de Espinosa en 1559,38 y es una adaptación de dicho Vocabulario a la lengua purépecha.39 37 Molina, Vocabulario en lengua castellana /mexicana y mexicana/castellana [México, Pedro Ocharte, 1571], 2001. 38 Fray Maturino Gilberti, Vocabulario en lengua de Mechoacan [México, Juan Pablos Bressano, 1559], 1990. 39 Véase apéndice comparativo entre el Vocabulario de Molina de 1555 y el Vocabulario en lengua de Michoacán, de Gilberti.

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Esta obra es ya parte de la lexicografía en lenguas indígenas que retoma el modelo de Molina. La mayoría de las entradas en español corresponden a dicho Vocabulario. Sin embargo, para la parte purépecha–hispana, fray Maturino creó sus propias normas de selección y ordenación de los vocablos. En esta obra se aprecia el mismo fenómeno ortográfico que en la obra de Molina, la mezcla de la norma etimologizante con la norma nebrisense. En cuanto al orden de las entradas, éste corresponde al orden alfabético propuesto por Nebrija. En este caso, la inf luencia del humanista es indirecta, ya que había pasado por el filtro de Molina. El Vocabulario trilingüe español, mexicano, otomí, manuscrito40 atribuido a fray Alonso Urbano también pertenece a las obras de tradición nebrisense indirecta ya que es adaptación de la obra de Molina;41 el texto conocido es probablemente una copia cuidadosa y en limpio de un vocabulario glosado.42 Este vocabulario parte de la tradición plurilingüe del siglo xVi, en el cual era necesario tener intérpretes que conocieran más de una lengua indígena y fue creado para el uso de estos hablantes. Desconocemos más detalles sobre su función, pero es claro que no fue elaborado así por desconocimiento o ingenuidad del traductor, como dice el editor de dicha obra.43 40 Américain núm. 8, de la Biblioteca Nacional de París: 422 fols., recto y verso, numeración de la época, 23 cm., a una tinta, encabezados, sin rúbricas, a una columna, reclamos, datación de 1605, encuadernado con el Arte Breve de la Lengua Otomí. Alonso Urbano, Arte breve de la lengua otomí y Vocabulario trilingüe, 1990. 41 Según mi cotejo, se puede mostrar que este trilingüe es muy parecido al Vocabulario de Molina, pero es un texto que contiene variaciones, tanto en las entradas como en la traducción náhuatl (de las dos ediciones conocidas), por lo que puedo suponer que se trata de una obra adaptada, o en caso de que fuera una copia exacta, como lo afirma el editor de esta obra, René Acuña, ésta sería tal vez, copia de la edición del Vocabulario hispano-náhuatl de Alonso de Molina, impreso por Pedro Balli, ca. 1570. Sobre esta edición, véase Román Zulaica Gárate, Los franciscanos y la imprenta en México en el siglo xvi. México, iib-unam, 1991, p. 92. 42 Este vocabulario, a diferencia del trilingüe español-latino-náhuatl, es una copia unitaria, no hay en él espacios en blanco y hay pocas notas marginales, que son posiblemente de otra mano; parece haber sido copiado en limpio de un manuscrito glosado. 43 Acuña señala que el manuscrito parte de un diccionario glosado por el propio Urbano, que al pasar a manos de “un copista anónimo” de la lengua otomí, fue modificado y enriquecido, pero que “el copista de 1605, docto en su lengua pero ingenuo en otros aspectos, no comprendió, es que podía omitir las columnas de mexicano” explicando así la creación de este Vocabulario trilingüe, op. cit., p. xxxi.

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Rasgos de la influencia nebrisense Durante los primeros años de conquista y evangelización, los frailes tomaron como modelo las obras de Nebrija para traducir las lenguas indígenas —por desconocimiento de la morfología de éstas—, pero pronto se percataron de las peculiaridades de los nuevos idiomas y casi de inmediato fijaron criterios básicos para la transcripción de las lenguas indígenas. Las obras en lenguas indígenas, elaboradas después de 1555, tomaron como modelo a Molina. Esto es comprensible si se toma en cuenta que, por una parte, fray Alonso tuvo la fortuna de ver impreso su Vocabulario desde mitad de siglo y que, como hemos visto, las normas que propuso en su Vocabulario resultaron muy pertinentes; por otra parte, los frailes no eran lingüistas dedicados a elaborar gramáticas ni vocabularios, por ello es razonable pensar que se adaptarían a las normas de Molina. En este sentido son paradigmáticos los textos descritos. Por un lado, el Vocabulario trilingüe hispano–latino–náhuatl —del cual nos ocuparemos ampliamente en el siguiente capítulo—, es una copia exacta del Vocabulario de Nebrija. Por su parte, los Vocabularios de Molina muestran la adaptación de las normas nebrisenses a las necesidades de la lengua náhuatl. Y, por último, tanto el Vocabulario de Gilberti como el Vocabulario trilingüe en castellano–náhuatl–otomí conservan parte de la tradición nebrisense transmitida por Molina. Por ello, podemos decir que el modelo de Vocabulario elaborado por Nebrija marcó todo el siglo xVi y que todavía le debemos a Antonio de Nebrija el haber contribuido al estudio de las lenguas del Nuevo Mundo.

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edición parcial del manuscrito

CARACTERÍSTICAS DE LA EDICIóN

El análisis del Vocabulario trilingüe exige la revisión cuidadosa y profunda de la estructura de la obra de acuerdo con las características formales, y sobre todo de las particularidades lingüísticas, ya que esto marca la pauta para comprender cuestiones sobre autoría, fecha de composición y finalidad, entre otras. La mejor manera de acercarse al manuscrito es, desde luego, la edición de este texto; sin embargo, editar todo el Vocabulario no era posible. De esta forma, se optó por realizar la selección de un corpus semánticamente definido que se edita como una primera hipótesis de trabajo. La selección del corpus jurídico-administrativo1 se elaboró tomando en cuenta que este aspecto es representativo de la cultura latina y medieval y que la inf luencia del derecho romano ha sido decisiva hasta nuestros días. Además, se pretendía la formación de un corpus léxico sin intencionalidad religiosa, porque estos vocablos nos permiten tener una visión amplia sobre la forma de glosar algunos términos generales según las características lingüísticas y estructurales que el glosador estableció. Se había planteado el estudio de un corpus de términos doctrinales, religiosos y dogmáticos, sin embargo, priorizamos el aspecto lexicológico del documento.2

1 Quiero agradecer a Pablita Téllez que realizó la primera selección de términos en el Vocabulario trilingüe. 2 En este tiempo no conocía el término de “esfera semántica” que me hubiera gustado aplicar.

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Criterios de edición3 La presente edición es una edición crítica singular que pretende respetar todas las características del documento original. El propósito de dicha decisión se basa en la necesidad de contar con textos filológicos que permitan ampliar el panorama lingüístico,4 tanto del latín como del náhuatl. Consideramos que las particularidades del texto permiten apreciar características fonéticas, morfológicas, semánticas y léxicas de estas lenguas. Por esta razón se respeta el usus scribendi del amanuense, aun en los casos que ésta pueda considerarse una lección errónea, por ejemplo, donde emplea consonantes labiales, dentales y velares oclusivas sordas confundiéndolas con sonoras o viceversa, v. gr., combilator, cuya lección correcta es compilator; tineros, por dineros; sagomano que debe ser sacomano. He procedido a la emendatio en contados loci critici, sólo para hacer comprensibles los vocablos que carecen de sentido, pero en todos los casos los he anotado en el aparato crítico que va a pie de página. Se respetó en todos los casos el uso de las grafías del manuscrito, como la c y ç en las tres lenguas; la doble ss en latín; y el uso de la grafía q ante vocal fuerte en español; asimismo, se respetó el uso de las grafías u/i con valor consonántico, así como v/j con valor vocálico. Puntuación: he unificado la puntuación del documento, utilizando punto alto entre cada lengua, coma para marcar la desinencia en latín y punto entre cada vocablo distinto en náhuatl. Separación de palabras: las palabras que presentaban cortes o separación incorrecta se unieron, aunque se anotó en el aparato crítico; solamente respeté la separación de los sufijos 3 La presente edición sigue las normas de edición establecidas en los Documentos lingüísticos de la Nueva España, 1994 con algunos cambios, dado que esta edición se realiza para tres lenguas. 4 Concepción Company ha señalado la necesidad de contar con una “infraestructura filológica sistemática” con la cual se pueda realizar el estudio lingüístico detallado del español americano. Por nuestra parte, consideramos que era necesario tomar como base la metodología ecdótica propuesta por dicha lingüista, ya que el método seguido por ella parte de arduas reflexiones metodológicas, así como de la experiencia práctica al editar documentos coloniales, aun cuando nuestro propósito esté encaminado a las lenguas latina y náhuatl.

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adverbiales y de los pronombres personales enclíticos. Las palabras que no representen síncopa común en el uso lingüístico de la época (v. gr. deste, della) fueron separadas, anotándose también a pie de página la lección del original. Se respetó también el cambio de línea, utilizando el signo / para marcar el cambio de renglón. Mayúsculas y minúsculas: se ha modernizado y regulado el uso de las mayúsculas y minúsculas que, en general, no presentan problemas en el documento. Se utiliza mayúscula en cada entrada hispana y se conserva el uso de minúsculas en el resto del documento, excepto en nombres propios. Acentuación: he optado por no acentuar ninguna palabra en español, pero se conserva el acento en cada glosa del documento, cuando ésta se encuentra en el original. Abreviaturas: las abreviaturas del documento fueron desatadas utilizando para ello letra cursiva. Para el símbolo especial t empleado por el copista en lengua náhuatl, se optó por reemplazarlo por la sílaba tz, anotándolo en cursivas. Aparatos críticos La edición presenta a pie de página, tres aparatos diferentes: El primero contiene los loci critici en los cuales el editor procedió a enmendar el manuscrito, en este aparato se encuentran las lecciones del original. Las referencias de nota de este aparato se señalan con número romano. El segundo aparato de variantes sirve para comparar el texto del Vocabulario trilingüe con las dos ediciones del Vocabulario hispano-latino de Nebrija. Las referencias de nota se señalan en este aparato crítico con letra, según el orden alfabético. El tercer aparato de variantes se utiliza para comparar las glosas nahuas con los Vocabularios de Alonso de Molina. Las referencias de nota en este aparato crítico se señalan con números arábigos. Fuentes utilizadas en esta edición T Ms. Ayer 1478. “Dictonarium ex hisniensi en latinum sermonem, interpete Aelio Antonio Neprissen” [ca. 1540].

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N1 N2 M1 M2 M3

B

Antonio de Nebrija, Vocabulario español-latino [Salamanca, ca. 1495], edición facsimilar de la Real Academia Española, Madrid, Castalia, 1989. Antonio de Nebrija, Vocabulario de romance en latín [Sevilla, en casa de Johannes Varela, 1516], edición de Gerald MacDonal, Madrid, Castalia, 1973. Alonso de Molina, Vocabulario en lengua castellana y mexicana, México, Juan Pablos, 1555. Alonso de Molina, Vocabulario en lengua castellana / mexicana Alonso de Molina, Vocabulario en lengua mexicana/ castellana. [México, Pedro Ocharte, 1571], edición facsimilar Biblioteca Porrúa de Historia, núm. 44, México, Porrúa, 2001. Bernardino Biondelli, Glosarum azteco-latinum et latino-aztecum, Mediolani, apud Valentiner et Mues, 1869.

Abreviaturas utilizadas en esta edición a. corr. ante correctionem ab. abest add. addidit cancell. cancellavit del. delevit dubit. dubitanter e.corr. ex correctione ego el editor ego em. ego emendavi ego prop. ego proposui em. emendavit mg. in margine ms. codex manuscriptus n.l. non legitur om. omisit p.c. post correctionem rest. restituit s.l. supra lineam trans. transposuit

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antes de corregir falta añadido suprimido borrado en duda despúes de corrección

yo corregí yo propongo corregido en el margen códice manuscrito no se lee se omite después de corrección

restituido sobre la línea transposición

Signos empleados Letra cursiva: desata abreviaturas. Signo / : señala cambio de párrafo en el original. Signo \ : señala cambio de entrada en los vocabularios confrontados. Paréntesis angular < >: utilizo este signo para marcar los lugares del manuscrito que fueron tachados o borrados por el copista, dentro de ellos se anota el tipo de corrección hecha por el amanuense Doble paréntesis angular << >>: utilizo este signo para señalar lugares ilegibles del manuscrito, debe entenderse non legitur.

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100

tetlatolpaléuiáni tetlatolpaléuiliztli

aduocatus. causidicusVII aduocatio, onisVIII præuaricor / arisIX

Abogado assi

Abogacia assi

Abogar por el adversario

téuctlato nitetlatolpaleúiaVI

iureconsultus ago causas. adsum

Abogado de consejo

rabula, æ

Abogado sin letras mal letradoV f

tetlatolpaléuiliztli5

tetlatolpaleuiáni

4

nitetlatolpaleuia3

cihuatl tetlaxínqui

civatl momecatitinemi2

momecatitinemi1 oquichtli

Náhuatl

Abogar como quiera

patronus, i patrocinium

Abogado en lo criminal assi

patro / cinor

Abogar enlo criminal defendiendo

Abogacia enesta manera

pelles , icis e

pallaca, æ d

concubina

III

concubinarius, ii

Abarraganada de casadoIV

Abarraganada aquella mesma

Abarraganada hembra con soltero

II

Latín

dictionarium ex hismensi a in lati num sermonem, [fol. 3r] interprete aelio antonio n0eprissensi.b lege foeliciter. c

Abarraganado varon con solteraI

A

Español

0

corpus jurídico - administratiVo

[fol. 4r]

[fol. 3v]

Folio

101

adorior, ris

Acometer en mala parte grassor, aris. exbilo, / as

nitetlatlaçaltia. nitetlacaítia

tepantzomoc vetztivetzilíztli

tépanitzomoc vetztivétzi

tepolatiuechoáni

1

momecatitinemi] momecati. momecatiani M1 momecati M2 || 2 momecatitinemi] momecati. momecatiani M1 momecati M2 || 3 nitetlatolpaleuia] tepan ni tlatoa M1M2 || 4 tetlatolpaleuiáni] tepan tlatoani. tlatoliquaniani. tlatlatolnamictiani M1M2 || 5 tetlatolpaléuiliztli] tepan tlatoliztli M1M2 || 6 niteixnépeualtia] nite, peualtia. nite, pepeualtia M1M2 || 7 teixnenpeualtiliztli] tepeualtiliztli. tepepeualtiliztli M1M2 || 8 teixnenpeualtiáni] tepeualtiani. tepepeualtiani M1M2

a hismensi] hispaniensi N1N2 || b Neprissen] nebrissensi N1N2 || c foeliciter] feliciter N2 || d Abarraganada aquella mesma · pallaca, æ] om. N1 || e pelles, icis] pellex, icis N1N2 \ abarragamiento assi · pellicatus, us add. N1 || f mal letrado] om .N1 || g agressio] aggressio N1N2 || h exbilo] expilo N1N2

con soltera] constera T || II con soltero] consoltero T || III concubina] concubirar T ego em. || IV de casado] decasado T || V mal letrado] malletrado T || VI nitetlatolpaleúia] nit<del. l>etlatolpaleúia T || VII causidicus] causidi<del. t add. s.l. c >us T || VIII aduocatio, onis] aduoc<< atio, onis>> T || IX por el] porel T, aris] e, ris T ego em. | præuaricor | preuaricor T ego em.|| X præuarica] preuaricat<del or> T ego em.|| XI preuaricatio] preu aricatio T || ae] e T ego em. Praer ] e T ego em. || XII Acometimiento ] Acomiento] T

I

Acometer salteando

Acometimiento h

inuasorius. aggressorius

Acometedora cosa adorsio, onis

inuasor. aggressor, oris

Acometedor

assi

inuasio. agressio,g onis

Acometimiento

XII

inuado, is. aggredior, eris

Acometer tepolutiuetzini. teixnenpeualtiáni8

tepulotiuetziliztli. teixnenpeualtiliz / tli7

prauaricatio,XI /onis

Abogacia enesta manera

[fol. 5 v]

nitepulotiuetzi. niteixnépeualtia6

præuaricaX / tor, oris

Abogado enesta manera

102

decretum, i postulo, as, ui. postulator, oris j postulatorius, a, um criminor, aris

Acuerdo en consejo

Acusar en juyzio

Acusacion en juyzio

Acusadora cosaXVI assi

Acusar criminal mente criminator, oris criminatorius, a, um defero, rs, tuli

Acusador enesta manera

Acusadora cosa assi

Acusar como malsin

Acusacion en

criminatio, onis

digladior, aris

Acuchillarse con otro

esta manera

teteixpauilíztli14

cedere gladio

Acuchillar

XVII

niteteixpauía. niteteixpauicatlaitlanilía13

agitator. exagitator

[fol. 12r]

Acossador

nitetlapiquía

tetenanauatilóni

tetenavatiliáni

teténanavatilíztli

nitetenanavatília, nitecuitlachíuia

teteixpauilóni

nenonotzatlacálli12

nitetocatepozmaquahvhuia11

nitetepozmaquauhuía XV 10

tlatotocani

nitlatotoca9

ago, is. agito, as. cursu premo

tetlatlaçaltiáni

tetlatlaçaltilíztli

Acossar

i

Folio

grassator. combilator

grassatio. compilatio

Náhuatl

grassatorius,XIV a, / um

assi

Latín

Acometedor assi

XIII

Acometedora cosa assi

Acometimiento

Español

103

incuso, as, aui

Acusar quexando se

tetlapiquiliztli16

calumnia. insimolatiok

Acusacion assi

[fol. 12v]

9 nitlatotoca] nite, cuecuechmictia M2 || 10 nitetepozmaquauhuía] nite, tepuzmacquauhia M1M2 || 11 nitetocatepozmaquahvhuia] teuan nite, tepuzmacquauhuia M1M2 || 12 nenonotzatlacálli] nenonotzalli. necentlalilli M1M2 necepantlatolli add. M2 || 13 niteteixpauicatlatlanilía] nite, teixpauia. nite, teilhuia M1M2 || 14 teteixpauiliztli] teteilhuiliztli add. M1M2 || 15 nitetlapíquia] nite, iztlacauia. nite, tlatoleuia. nite, tlatolchichiuilia. nite, tlatolquechilia. add. M1 iztlacauia. nite, tlatoleuia. nite, tlatolchichiuilia. nite, tlatolquechilia.nite, cuitlachiuia add. M2 || 16 tetlapiquiliztli] teiztlacauiliztli. tetlatoleuiliztli. tetlatolquechililiztli. tetlatolchichiuililiztli add. M1 teiztlacauiliztli. tetlatoleuiliztli. tetlatolquechiliztli. tetlatolchichiuiliztli. tecuitlachiuiliztli add. M2

i combilator] compilator N1N2 || j postulator, oris] postulatio, onis \ Acusador en juizio · postulator, oris N1 N2 || k insimolatio] insimulatio N1 N2

XIII Acometimiento] Acome<del. d s.s. t>imiento T || XIV grassatorius] grassatrius T || XV nitetepozmaquauhuía] nitetepoz maquauuía T || XVI Acusadora cosa] Acusadora <del. en> cosa T || XVII Acusacion en] Acusacion <del. elt> en T || XVIII con querellas] conquerellas T || XIX incusator] insator T ego em. || XX incusatorius] in cusatorius T

nitetlapíquia15

calumnior, insimulo, as

Acusar falsamente

neteilhuiloni

incusatorius , a, um

Acusadora cosa assi

moteilhuiani

incusator

Acusador en esta manera XX

neteilhuiliztli

ninoteilhuía, ninoteixpauia

tetlapiquiliztli

tetlapiquilóni

tetlapiquiáni

, oris

XIX

incusatio, onis

delatio, onis

Acusacion esta manera

Acusación con querellas

delatorius, a, um

Acusadora cosa assi

XVIII

delator, oris

Acusador como malsin

104

•m

XXV

adoptio, onis adoptiuus, a, um arrigon arrogatio, onis adulter, eri

Adopcion enesta manera

Adoptado assi

Adoptar al libre de padreXXVII

Adopcion enesta forma

Adultero de casada

as, aui

adopto,

XXVI

administratorius a, um.

administrator, oris

XXIV

administratio, onis

administro,XXIII as

Adoptar hijo o ahijar

Administradora cosa

Administrador de officio

•m

Administracion de officio

Administrar officio

•m

adicio hereditatis

adeo hereditatem

Aceptar herencia l

Aceptacion de herencia

reatus, us

Acusacion en juizio

, a, um

calumniosus reus, a, um

Acusadora cosa assi

Acusado en juizio

XXII m

calumniator, insimulator

Acusador assi XXI

Latín

Español 17

[fol. 14r]

[fol. 13v]

Folio

tetlaximani.XXVIII tépani. 21 tetlaxínqui

nepilitzíntilli20

netepiltzintiliztli

ninotepiltzintia

tequitóni

tequitíni

tequitilíztli

nitequiti

teteixpauica. tlaitlaníliztli19

teteixpauica. tlaitlantli18

tetlapiquilóni

tetlapiquiáni

Náhuatl

105

moechor,

aris

aui tepan níavhXXXVIII 24

nictlaxíma

nitetlaxíma [fol. 14v]

17

k herencia] erencia N1N2 || l herencia] erencia N1N2 || m officio] oficio N2 || n arrigo] arrogo N1N2 || o mohus, i] moechus, i N1 moechos N2 || mechia] moechia, æ N1 moechia N2

tetlapiquiáni] teiztlacauiani. tetlatoleuiani. tetlatolquechiliani. tetlatolchichiuani add. M1 teiztlacauiani. tetlatoleuiani. tetlatolquechiliani. tetlatolchichiuani. tecuitlachiuiani add. M2 || 18 tlaitlantli] tlateixpauilli. tlateilhuilli M1 M2 || 19 tlaitlaníliztli] teteixpauiliztli. teteilhuiliztli M1M2 || 20 nepilitzíntilli] netepiltzintilli M2 || 21 tépani] tepan yani. tepan yaqui M1 M2 || 22 tetlpanializtli] tepan yaliztli M2 || 23 tetlaximalíztli] tepan yaliztli add. M1M2 || 24 tepan niavh] nite, tlaxima add. M1 nite, tlaxima. nic, maxaloa. yn nonamic add. M2

p

XXI calumniosus] calum niosus T || XXII de herencia] deherencia T || XXIII administro] admistro T ego em. || XXIV administrator, oris] admi nistrator, or<> T || XXV administratorius] administra torius T, a, um] T om. || XXVI adopto] a<del. p s.s. d>opto T || XXVII al libre de padre] allibre depadre T || XXVIII tetlaximani] tetlax<del. t>mani T ego em. || XXIX Adultero] A<del. dutel>dultero T || XXX moechus] mohus T ego em. || XXXI griego] grigo T ego em. || XXXII moechia] mechia T ego em. || XXXIII ae] e T ego em. || XXXIV çiuatl tetlaxímáni] çiuatltetlaxímáni T || XXXV con casada] concasada T || XXXVI adultero, as] <del. tc> adultero, a<<s>> T || XXXVII moechor] nechor T ego em. || XXXVIII tepan niavh] tepanniavh T

Adulterar los casados

XXXVII

adultero, as,

adultero, as, aui

Adulterar con casadaXXXV

Adulterar la muger casada

çiuatl tetlaxímániXXXIV

adultera,ae.XXXIII

Adultera muger casada XXXVI

tetlaxincáiotl

moechiaXXXII o

Adulterio assi en griegoXXXI

tetlaximalíztli23

adulterium, ii.

Adulterio de casados

tetlaximalíztli. tetlpanializtli22

moechus,XXX i n

AdulteroXXIX assi en griego

106

a, um

strangulatio, onis extinguo, is

Ahogamiento assi

Ahogar como quiera

nipilcac. nipilcatíca pilcatialíztli XLIII

suspensio. apppensio, onis pendens. pendulus, a, um pendeo, es . pependi suspendium, ij suffragor, aris suffragatio. / suffragium suffra / gator

Ahorcadura

Ahorcado

Ahorcado estar

Ahorcadura assi

Aiudar con votoXLIV

Aiuda enesta manera

Aiudador enesta manera

tequechmecanilíztli

tepan tlatóani. XLVI tetlatolpaleui / áni

tetlatolpaleuiliztli

nitetlatolpaléuia. tepan nitlatóa XLV

tlapilóli29

tepilolíztli28

nitepilóa27

extinctio, onis suspendo, is. appendo, is.

Ahogamiento assi

Ahorcar

nitequechmecánia

tequechmatilolíztli

nitequechmatillóa25

strangulo, as / suffoco, asXLII

Ahogar por fuerça 26

netepiltzintiliztli

adoptio, onis

netepiltzintílli

ninotepiltzintia

tlatlapicchivhqui

nitlatlapicchíua

Náhuatl

Ahijamiento de hijo

filius adoptiuus

adopto, as, avi

Ahijar ageno hijo

Ahijado hijo

adulterinus,

Adulterino contra hecho

XLI

adultero, as

Adulterar contra hazer o falsarXXXIX XL

Latín

Español

[fol. 7r]

[fol. 6v]

[fol. 6r]

Folio

107

recuperator, oris

Alcalde de las alçadas

topílle

topílle

XLVIII

[fol. 8r]

[fol. 7v]

q preses] pręses N1N2 || pedameus] pedaneus N1N2

r

presidatus] pręsidatus N1N2 || s pretor] prętor N1N2 || t pretura, e] prętura, ę N1N2 ||

27

25 nitequechmatillóa] M1 nite, quechmateloa add. M2 || 26 tequechmatilolíztli] M1 tequechmatelolíztli add. M2 || nitepilóa] nite, mecania add. M2M1 || 28 tepiloliztli] temecaniliztli. nemecaviliztli. nepiloliztli M2 || 29 tlapilóli] tlamecanilli add. M1 tlamecanilli. momecani add. M2 || 30 necencavalóni] necaualotiuh. nenauatilotiuh. nanauatilouh M1M2 || 31 calpolpixqui] yaocallapixqui M2M1

u

o falsar] ofalsar T || XL adulterinus] adulterius T ego em || XLI hijo] hjio T || XLII strangulo, as / suffoco, as ] strangulo, as <del. ssufusso> / suffoco, as T || XLIII suspendium] <del. sp> suspendium T, pilcatialíztli] pilcatielíztli T || XLIV voto] vere T ego em. || XLV tepan nitlatóa] tepannitlatóa T || XLVI tepan tlatóani] tepantlatóani T || XLVII de testamento · testamentarius] detestamento T · testamentarius] testamenta rius T || XLVIII itech necencavalóni] itechnecencavalóni T || XLIX calpolpixqui] calpo<del. x>lpixqui T

iudex pedameus

Alcalde menor de justicia

XXXIX

pretura, e

Alcaldia desta manera

veitopilecatilíztli

veitopíle. topilleiacatiáni

pretor,s oris

Alcalde mayor de justicia t

calpolpialíztli

presidatus,r us

tecalpíxqui. calpolpixqui

preses, dis.

Alcaydia de fortaleza

XLIX 31

çemaya itech necencavalóni

Alcayde de fortaleza

u

testamentarius, / ij XLVII

Albacea de testamento q

suffragatorius, / a, um

Aiudadora cosa assi

108

teichtacamictiáni.33 tepoiomictiáni

LI

arbitrum, ij, ar / bitratus, us requiere abarraganado

Aluedrio juizio LVIII assi

Amancebado

Amenazas

arbitror, arisLVII

Aluedriar juzgar por aluedrio

minae

, rum. conminatio, onis

LVIII

nitetlamachía

celsitudo proprie

Alteza estado real

tetemavhticavalíztli

35

oquichtli momecatiáni

tetlamachilístli

vecápaniliztli

tu -/ llianum, i

Algibe prision carcel de condenados

tlacuezcómatlLVI

-/ i

ergastulum,

LV

Algibe prision en el campo

topilecáiutl

magistratus

topíle. teilpiáni

officialis

LIV

officialis prefecti vel executor

Alguazillazgo

Alguazil

quahutlavizitquíni

signifera, e. vexilifera, ew

Alfereza aquilifer, eri

çiuatl tlavizitquíni

signifer, eri. vexilifer,v eri

Alferez

Alferez de aguilas

tlavizitquíni. quachupaniquini34

proditor, oris. traditor, oris

Aleuoso

señas

tepuiomictiliztli. teitapicmictiliztli

proditio, onis. traditio,LI o / nis

Aleue

LIII

mitlácatl32

vicinus, a, um. paganus, a, / um

Aldeano

altepemáitl

vicus paganus. pagus, i

Aldea

Náhuatl

Latín

Español

[fol. 16v]

[fol. 16r]

[fol. 11v]

[fol. 9v]

[fol. 9v]

[fol. 9r]

Folio

109

abactio seduco, is seductio seductor / planos g.

Apartamiento enesta forma

Apartar a otro para engañarlo

Apartamiento enesta manera

Apartador enesta manera

teiztlacauicauicáni LXV

teijztlacauicauicalíztli LXIV

niteiztlacavicauíca

tleichtecaxelolíztli

tlaichtecaxeloáni

nitlaichtecaxelóa

[fol. 19v]

vexilifer] vexillifer N1N2 || w e. vexilifera, e] N1 ae. vexillifera, ae N2 || x abigeus] om. N1

32 mitlácatl] milla, tlacatl. millacatl M2M1 || 33 teichtacamictiáni] teic, temictiani M3 || 34 quachupaniquini] quachpantquic M1 yaoc quachpanitquic M2 || 35 tetemavhticavalíztli] tetemmamauhtiliztli M2M1 || 36 tetemahutica ahani] tetemmamauhtiani M2M1 || 37 tetemamauhtíca] tetemmamauhtiliztica M2M1

v

traditio] tradi<del. tor>tio T || LII traditor] tradit<del. io>tor T oris] aris T ego em. || LIII de aguilas] deaguilas T || LIV officialis] offici<del.ls>alis T || LV ergastulum] ergastuli T ego em. || LVI tlacuezcómatl] tla<del. t>cuezcómatl T || LVII aris] a<> T ego em. || LVIII Aluedrio juizio] Aluedrio <del. juz> juizio T || LIX ae] e T ego em. || LX minor] nimor T || LXI minabundus] minabun<< dus>> T ego em. || LXII adberbio] arberbio T || LXIII tetemamauhtíca] tetemauhtíca T || LXIV teijztlacauicauicalíztli] teijztlauicauicalíztli T || LXV teiztlacauicauicáni] teiztlacauicauic<<áni>> T ego em.

LI

abactor. abi /geus

Apartador de ganado assi

x

abigo, is

Apartar ganado para hurtarlo

tetemamauhtíca LXIII 37

minax, acis. minabundus,LXI / a, um tetemahutica avani36

Amenazador minaciter. minanter

munitor, aris

Amenazar a menudo

Amenazando adberbio LXII

intento, as. minor, LX aris

Amenazar

110

arbitriom. arbi / tratus, us arbitror, aris arbitrator, oris arbitrarius, a, um. loco, as locatio, onis locator, oris conduco, is conductio, onis conductor, oris conducticius, a, um redimo, is redemptio, onis

Arbitrio o aluedrio deste

Arbitrar el juzgar deste

Arbitrador juez arbitro

Arbitraria cosa

Arrendar dar a renta

Arrendamiento assi

Arrendador assi

Arrendar toma a renta

Arrendamiento assi

Arrendador assi

Arrendada cosa

Arrendar las rentas publicas

Arrendamiento dellas

X

arbiter, tri

Arbitro juez arbitrario

prouoco, as. apello, / as

Latín prouocatio. apella / tio

LXVI

Apelacion LXVII assi

Apelar de juez

Español

tlacalaquilnetlamilíztli45

ninotlacalaquillamía

tetlatlaneuhtílli

momillaneuiáni44

nenollaneuiliztli43

ninomillanéuia.42 ninocallenéuia

tecallaneuhtiáni41

tecallaneuhtilíztli

40

nitemillanehutía, nitecallancotztia39

tetlamachiánj

tetlamachiáni

nitetlamachía

tetlamachiliztli

tetlamachiáni38

onetlaçalmatilíztli

onetlaçálma

Náhuatl

[fol. 22v]

[fol. 21r]

[fol. 20r]

Folio

111

decido, is. transigo, is decisio, is. transactio

Ataiar pleyto

Ataio de pleyto

moquízque cavallo ipaieháni

motlacalaquillacuiáni46

[fol. 28r]

[fol. 24v]

38 tetlamachiáni] tetlamachiliani. tetlatlaliliani add. M2M1 || 39 nitecallancotztia] nite, tlatlaneuhtia M1M2 ||40 tecallaneuhtilíztli] tetlatlaneuhtiliztli M1M2 ||41 tecallaneuhtiáni] tetlatlaneuhtiani M1M2 ||42 ninomillanéuia] nino, tlaneuia add. M1M2 || 43 nenollaneuiliztli] netlaneuiliztli, nemillaneuiliztli M2 || 44 momillaneuiáni] motlaneuiani M2 || 45 tlacalaquilnetlamilíztli] tlacalaquilnechicoliztli M3 || 46 motlacalaquillacuiáni] tlacalaquilnechicoani M3

X

de juez] dejuez T || LXVII Apelacion] Apela<del. tio>cion T. arbitriom] arbitrum N1N2 || *proelium] prelium T ego em.

proelium*, ii

Batalla la mesma pelea

LXVI

ala militaris

Batalla tenida a cauallo

subsidium

Batalla real o la mas gruessa præsi / um, ii

turma, æ

Batalla de gente a cauallo

Batalla puesta en guarnicion

plalanx, gis

Batalla de gente a pie

B

redemptor publica / nus

Arrendador destas rentas

112

configo, is. congredior, eris pugno, as. confero signa vidua coniu- / ge orbus coniu- / ge vi- / duo, as, aui viduitas, atis. / viduertas victus, / us. vita, æ convictus, us

Batallar

Batallar

Biuda de marido

Biudo de muger

Biudar hazer biuda de marido

Biudez de marido

Biuienda modo de biuir

Biuienda con otro seditiosus, a, um seditionem concito tumultus, / us tumultuor, /aris tumul- / tuator tumultuarius, / a, um

Bollicioso en cibdad

Bolliciar al borotando

Bollicio como quiera

Bolliciar como quiera

Bollicioso o bolliciador assi

Bolliciosa cosa assi

Bollicio o alboroto de cibdad

se- / ditio, onis

conflictus, us

Batalla esta mesma pelea

z

Latín

Español

necomonicáie

tecomoniáni54

nitecomónia

necomonilíztli

nitecomónia53

altepecometiaáni

altepenecomenilíztli52

teuannemilíztli

nemilíztli51

teicnoçiuatililíztli

niteicnoçiuatilía50

icno oquíchtli49

icnoçiuátl48

nitepéua, niteioochína

ninicálli47

Náhuatl

[fol. 31r]

[fol. 29v]

Folio

113

suffragium, ii. punctum, i sententia, æ. punc ctum, i

Boz voto en la eleción

Boz en el conseio

dux, cis. duc- / tor, oris

Capitan de gente

inotequíua

47 ninicálli] nite, yaotla. nite, yaochiua. nite, ycalli M2M1 || 48 icnoçiuátl] oquichmicqui add. M1 oquichmicqui. ooquichmic add. M2 || 49 icno oquíchtli] ciuamicqui add. M1 ciuamicqui. ociuamic add. M2 || 50 niteicnoçiuatilía] M1 nite, icnooquichtilia add. M2 || 51 nemilíztli] nencayotl M1M2 || 52 altepenecomenilíztli] (altepetl) neacomaneliliztli. (altepetl) tlatecuiniliztli. add. M1 (altepetl) neacomaneliztli. (altepelt) tetlatecuiniliztli. (altpetl) tetlatecuiniliztli. (altepelt) tlaltecuinaliztli M2 || 53 nitecomónia] neacomaneliztli. tetlatecuiniliztli. tetlatecuiniliztli. tlaltecuinaliztli M2 || 54 tecomoniáni] teacomoniani. teacomanani. tetlaltecuinaltiani add. M2 || 55 teuctlatolóia] nenotzaloyan. tlatoloyan. necentlaliloyan. tlayeyecoloyan M1M2 \ necentlaliliztli. tlayeyecoliztli M2 || 56 tlapéchtli] quauhtlapechtli add. M2M1 || 57 inotequíua] tepacho. tequitlato M1 tepacho. teyacana. teachcauhti M2

[fol. 37r]

[fol. 34r]

tlapéchtli56 57

[fol. 33v]

[fol. 31v]

teuctlatolóia55

tzatzíni

Bollicio o alboroto cibdad] Bollicio de ciudad N1 || aa præde] praedae N2 || bb senetus] senatus N1N2

suggestum, i. suggestus, us

Cadahalso

z

senetus, usbb

Cabildo de regidores

C

præfec / tus præde

Botinero en cuyo poder se pone

aa

ma / nubiæ, arum

Botin el despoio de la caualgada

114

duco exer / citum et ducto

Capitanear gente

præ /sidium, ii carcer, eris. custodia, æ LXX

Capitania de guarnicion

Carcel publica scalæ gemoni / æ custos reorum ergastulum, i. ergas / terium ergastulus, i. er / gastulariusLXXIV domus, i. edes, / ium domus, us. familia, æ domus, us / aedes, ium

Carcel de los condenados

Carcelero destas carceles

Carcel en el campo

Carcelero desta LXXIII carcel

Casa por la morada

Casa por la familia

Casa por el edificio

LXXI

præses, / idis

Capitan de guarnicion

imperium, ii im- / pero, as

im- / perator

vencio batalla

LXIX

Capitanear desta manera

Capitania de tal

Capitan que

LXVIII

Latín ductus, / us

Español

Capitania desta manera

Náhuatl

chanéque

cálli

cálli62

quauhcalpíxqui LXXII 61

miquizquantzcálli

tecaltzaqualtia60

niiaotlaiacána59

inotequiuacatilíztli58

[fol. 38v]

[fol. 37v]

Folio

115

nite oquichuatía67 çiuáua.68 tlapaliuticatíni69 çiuatl. occhotiláni

duco uxorem nubo, / is laco filiam LXXV vir maritus, LXXVI i. puella, nubilis LXXVII nupta, æ. mari / ta, æ

Casar se el varon

Casarse la muger con varon

Casar el padre la hija

Casado varon

Casadera moça

Casada muger

ciuatl tlaocchotíli oquichua70

ninoçiuauatía64. ninonamictia

tlalchiuhcacálli

58 inotequiuacatilíztli] tepacholiztli. tequitlatoliztli M1 tepacholiztli. teyacanaliztli M2 || 59 niiaotlaiacána] ni, yaoquizcayacana. ni, yaoquizcatepachoa. ni, yaotachcauhti. ni, yaoteca M2 || 60 tecaltzaqualtia] teilpiloyan. tecaltzaqualoyan M1 teilpiloyan. tecaltzaqualoyan. quauhcalli M2 || 61 quauhcalpíxqui] teilpi. teilpiloyan tlapixqui M1 teilpi. teilpiloyan tlapixqui. quauhcalpixqui M2 || 62 cálli] techan. add. M1M2 || 63 técpan] uei tecpan, uei tecpan calli tlatocan M1 vei tecpan. tlatocan M2 || 64 ninoçiuauatía] ni, tlapaliuhcati add. M1M2 || 65 ninocchótia] nin, occhotia. nin, oquichuatia M2 || 66 ninoquichuatia] nin. occhotia. ni, tlapaliuhcati M1 || 67 nite oquichuatía] nino, montia. nitla occhotia M2M1 || 68 çiuáua] namique add. M1M2 || 69 tlapaliuticatíni] namique. ciuaua M2 || 70 oquichua] namictli add. M1 namique. namictli. teciuauh add. M2

LXXI

Capitan que] Capitan <del. de s.l. que> T || LXIX de tal] destal T || LXX æ] cosa de carcel · carcelarís, e. add. e. corr. T || scalæ gemoni / æ] scalægemoni / æ T || LXXII quauhcalpíxqui] <del. teocaltzaqualóia> quauhcalpíxqui T || LXXIII desta] de tal e.corr. T || LXXIV er /gastularius] \ carcel de esclauos para vender · catasta, e. Casa o lugar que se da por carcel · livera custo add. e. corr. T || LXXV laco filiam] lacofiliam T || LXXVI vir maritus] virmaritus T || LXXVII nubilis] n<del. o>ubilis T

LXVIII

ninocchótia65. ninoquichuatia66

villa, æ. prætorium, ii

Casa enla heredad

topilecacálli

præ / torium. ii

Casa do mora el corregidor

técpan63

regia, æ. pretorium, ii / g. basilica

Casa real

116

iexpa monanamicti / ani

diga / mus, a, um diga / mia, e triga- / mus, a, um ee trigamia, æ tetra- / gamus, a, um tetragamia. [e.t.c.] græce con- / iungium, ii connubium. matrimo / nium dos, / dotis dos / profecticia castigo, as. corrigo, is castigatio. correctio castigator. correc= / tor

Casada o casado doz vezes

Casamiento desta manera

Casado o casada tres vezes

Casamiento desta manera

Casado o casada quatro vezes

Casamiento assi

Casamiento de marido et muger

Casamiento assi

Casamiento elgg doteLXXX que se da

Casamiento que da el padre

Castigar

Castigo assi

Castigador assi

ff

ohpanenamictilíztli LXXIX

mo / nogamia, æ

Casamiento enesta manera

tetlatzacuiltiáni LXXXIII

tetlatzacuiltilíztli LXXXII

nitetlatzacuiltia LXXXI

nenamictiliznemáctli

nenamictililíztli

nauhpamonamictiáni

iexpanenamictilíztli

ohpamonamictiáni LXXVIII

çeppanenamictilíztli

çeppa monamictiáni

mono / gamus, icc

Casado o casada una vez dd

tenámic. namictli

coniunx, coniun / gis

Casado o casada

Náhuatl

Latín

Español

[fol. 39v]

[fol. 39r]

Folio

117

punio, is. anima- / duerto, is punitio. animaduersio punitor, animaduer- / sor castrum, / i, castellium capio, is. capti / uo, as capior, eris. captiuor

Castigar con pena

Castigo assi

Castigador assi

Castillo villeta cercada

Catiuar a otro

Catiuar ser catiuo

ninomaltíle76

nitláma. ninotlatlamalía

altepetenámitl

tetlatzacuiltiáni

tetlatzacuiltilíztli LXXXV 75

71 niteizcalicaáua] nite, nonotza. nite, izcalia M1 nite, nonotza. nite, izcalia. tetl, quauitl. nictetoctia M2 || 72 teizcalicáualíztli] tenenonotzaliztli. teizcaliztli M1 tenonotzaliliztli M2 || 73 tetlatzacuiltiáni] tenonotzani. teizcaliani. quauitl. tetl quitetoctiani M2 || 74 nitetlatzacuiltia] tetlatzacuiltilizca. ninotzoncui M2 || 75 tetlatzacuiltilíztli] netzocuiliztica. tetlatzacuiltiliztli M2 || 76 ninomaltíle] ni, malti. ni, tlaaxitl M1M2

cc i] a N1N2.|| dd digamus, a, um] digamus, a N1N2 || ee triga / mus, a, um] trigamus, a N1N2 || ff tetragamus, a, um] tetragamos N1 tetragamus, a N2 || gg el] la N1N2

LXXX

ohpamonamictiáni] ocpamonamictiáni T ego prop. || LXXIX ohpanenamictilíztli] opanenamictilíztli T ego prop. || dote] do te T || LXXXI nitetlatzacuiltia] nite<> T ego. prop. || LXXXII tetlatzacuiltilíztli] tetlatz<<euzl>> tilíztli T ego. prop. || LXXXIII tetlatzacuiltiáni] tetlatza<>tiáni T ego. prop. || LXXXIV obiurga / tor] obiurga / to T || LXXXV tetlatzacuiltilíztli] tetlatz <<euuzil>>ltilíztli T ego. prop. riñiendo] riñ

LXXVIII

tetlatzacuiltiáni73

jurgator. obiurga / tor LXXXIV

Castigador assi nitetlatzcuiltía74

teizcalicáualíztli72

iurgium, ii

Castigo con reñilla

niteizcalicaáua71

obiurgo, as, aui

Castigar riñiendo

118

concaptiuus, / a, um

Catiuo con otro

málli

transi- / go, is. decido, is transactio / decisio concilium, ii. contio, onis / syno- tepixcanononnotzaliztli dus conspiro con- / spiras conspi / ratio consilium, ii. consulatio, onis

Concertarse los pleyteantes

Concierto de pleyteantes

Concilio

Coniurar en mala parte

Coniuracion enesta manera

Conseio

tenonotzalíztli

publicus, / a, um

netenenonotzalíztli

79

contio, onis. contilium , ii

jj

teçemaxca LXXXIX

Concegil cosa de conceio

communis, e

Conceio

Comunal por comun

communiter, ple- / ruque

Comun mente

miecpa, çanquemanía

neçentlalilíztli

commune, is. /communitasii

Comun o comunidad

LXXXVIII

teçemáxca

communis, e. publicus / a, um

Comun cosa

LXXXVII 78

codicili , orum

temalpo

netemaltiliztli

77

Náhuatl

Codicillo de testamento

hh

captivitas, atis. cap / tio, onis

captiuus, a, / um.captus, a, um

Latín

Catiuidad

Catiuo

LXXXVI

Español

[fol. 44r]

[fol. 43v]

[fol. 43r]

[fol. 42v]

[fol. 41r]

Folio

119

consulatus, us consularis, / e consularis, is pirata, æ archipirata, æ crimen, inis criminalis / æ criminaliter. adverbium

Consulado en Roma

Consular cosa deste consul

Consular el que fue consul

Cossario ladron de la mar

Cossario principal

Crimen gran pecado

Criminal cosa de crimen

Criminalmente

comun] <>un T ||

LXXXIX

teçe-

[fol. 47v]

[fol. 47r]

77 málli] tlaaxitli. teomiqui add. M2 || 78 teçemáxca] ce maxcatl. nepan axcatl. nepan tatquitl. centlatquitl. tecentlatquitl add. M2M1 || 79 netenenonotzalíztli] netecunonotzaliztli. necentlaliliztli M2M1 || 80 veitlatlacólli] tetzauh tlatlacolli uey tlatlacuilli M1 tetzauh tlatlacolli M2 || 81 tlatlacoca] uey tlatlacoltica, tetzauh tlatlacoltica M1 tetzauh tlatlacoltica M2

hh codicili] codicilli N1N2 || ii communitas] comun o comunidad · commune, is.\ Comunidad enesta manera · communitas N1 || jj contilium, ii] concilium, ii N2 || kk statuto] estatuto N2

LXXXVIII

tlatlacoca81

veitlatlacólli80

iamachcahu inacaltica ichtequini

acaltica teichtequiliáni

teuctlatecaçólli

itech póui inteuctlatocáiotl

teuctlatocáiotl

teuctláto

teixquetzalíztli

niteíxquetza

teçemáxca] tecemax<> T ||

consul, consulis

Consul romano

LXXXVII

constitutio, onis

Constitucion estatuto

LXXXVI Catiuo] Ca<del. p>tiuo || máxca] tecemax<> T

constituo, is

Constituyr hazer statuto kk

120

vrbs, bis. oppidum, i oppidulum, i. ciuitatula, metropolis colonia, æ municipium. ii vrbs, bis

Cibdadll

Cibdad pequeña

Cibdad madriz et principal

Cibdad poblada de estrangeros

Cibdad que tiene iuridicion

Cibdad los mesmos edificios

Cibdadanos hombres

buenos

optima- / tes, um

vrbicus, a, um, vrbanus / a, um

Cibdadana cosa

pp

ciuilis, e. municipalis / e

Cibdadana cosa



colonus, i

mu / nicepsoo

mm

Cibdadano de alguna colonia

Cibdadano de cibdad con juridicion

metropolita / nus

Cibdadano de cibdad madriz

XC

ciuis oppidanus

Cibdadano desta cibdad

civi / tas

criminose adverbium

Criminosamente

Cibdad el ayuntamiento de cibdadanos

crimi- / nosus

Criminoso lleno de crimenes

nn

Latín

Español 82

pipíltiqq

altepeiollocaiotl

altepeiollocatlácatl84

altepéiollótli

vei altepeiollótli

altepeiollotóntli

altepeiollótli83

veitlatlacolle

Náhuatl

[fol. 53v]

[fol. 53r]

Folio

121

ciuiliter. politice aduerbia chancellarius , umss cancellariatus forum regiumtt

Ciuilmente

Chanciller

Chancilleria dignidad

Chancilleria real

nitetlatzoulía

tetlatzoulilíztli

nozcallica

altepeiolloconezcalilíztl

altepeiollocáiotl

[fol. 55r]

84

82 veitlatlacolle] tetzauh tlatlacoani. uey tlatlacoani M1 tetzauh tlatlacoani M2 || 83 altepeiollótli] veialtepetl M2M1 || altepeiollocatlácatl] vei altepetlipan tlacatl M1 vei altepetlipan tlacatl. aua tepeua M2

Cibdad · urbs, bis. oppidum, i] Ciudad por ecelencia (sic) roma · urbs, bis \ Ciudad salvo roma · oppidum, i N1 || mm civutatula, æ] om. N1|| nn cibdadanos] ciudadanos N1N2 || oo municips] municeps, cipis N2 || pp hombres] ombres N1N2 pipíltin] pipílti T ego em. || qq Ciuil cosa de cibdad · civilis, e. politicus] civil cosa de ciudad et politia · civilis, e \ Civil cosa en griego · politicus N1 || rr politicia] politia N2 || ss chancellarius, um] cancellarius, ii N1 cancellarius comentariis N2 || tt forum regium] a commentariis N1

ll

juridición] furidicion T

certo, as. decerto, concerto

Debatir

XC

certamen, inis. contentio, / onis

Debate

D

ciuilitas. politicia

rr

ciuilis, e. politicus

Ciuilidad o policia

Ciuil cosa de cibdad

122

posco, is peto, is petitio, onis actor, oris actio, onis accusator, oris

Demandar lo iusto et deuido

Demandar como quiera

Demanda enesta manera

Demandador en iuyzio

Demanda en iuyzio

Demandador en lo criminal

postulaticius, a, / um

postulator

Demandador enesta manera

Demandadora cosa

postulatio

Demanda enesta manera

uu

delegatus, i postu / lo, as

dele / gatio, onis

Delegacion enesta manera

Delegado enesta manera

delego, /as

Delegar poner en su lugar

Demandar en juyzio XCII o requiriendo

patronus / i

Defensor enesta manera

patrocinior, aris

Latín patroci / nium, ii

XCI

Defensión enesta manera

Defender en iuizio

Español 85 86

teteixpauiáni

moteilhuiani

moteixpauiáni90

tlaitlaniliztli89

nitlaitlani88

nitenauatia

tetlatolmanauiáni87

tetlatolmanauiliztli

nitetlatol nauin

Náhuatl

[fol. 56v]

[fol. 56r]

[fol. 55v]

Folio

123

reatus, us. detestor, aris

Demandado enesta manera

Denunciar con testigos

prouoco, as. lacesso, is

Desafiar

cosa] asi add. N1

ninotlauiz iztlacóa91

tetlatelcuepalíztli

nitetlatolcuépa

neteixpauilíztli

teixpauilóni

[fol. 57v]

[fol. 57r]

85

nitetlatol nauin] nite, maquixtia M1 nite, manauia. tepan nitlatoa M2 || 86 tetlatolmanauliztl] tenamanauiliztli. temaquixtiliztli M1 nemanauiliztli. nemapatlaliztli M2 || 87 tetlatolmanauiáni] temanauiani. temaquixtiani M1 temanaui. temanauiani. tepan tlatoani M2 || 88 nitlaitlani] nite, tlaitlanilia. nino tlaitlania M1 nitetla, ytlanilia. nino, tlaitlania M2 || 89 tlaitlaniliztli] tetlaytlaniliztli M1 tetlaitlaniliztli. netlaitlaniliztli M2 || 90 moteixpauiani] tlaitlanini. tetlaitlaniliani. tlaitlanqui M1M2 || 91 ninotlauiz iztlacóa] nite, neneuhcauia M2M1

uu

en iuizio] eniuizio T || XCII juizio] suyzio T || XCIII assi] as<> T

dissentio, onis

Desacuerdo assi

XCI

dissentio, is

vei teopixcanauatile

Derecho canonico

Desacordar en sentencia

ius ciuile uel romanum

Derecho civil

detestatus, a, um

reus, a, um.

Demandado en iuyzio

Denunciada cosa assi

accusatio, onis

Demanda enesta manera

XCIII

accusatorius, a, um

Demandadora cosa

124

matrimonii dicemptio

Descasamiento

vv

matrimonium soluo

Descasar a otro

abdicatus, a, um abdicatio, onis exactionibus ina / nio desolo, as, aui

Deseredado en vida

Deserencia en vida

Despechar los vasallos

Despoblar lo poblado

Despoblado

abdico, as

Deseredar al XCVI hiio en vida

desolitudo , inis. desertum

ww

exheres, exheredis

exheredatio

Deseredado assi

Deserencia por destamento

exheredo, as

diuortium. repudium

Descasamiento

por muerte

diuortium facere. repudium / dare

Descasarse

Deseredar

singulare / certamen

Desafio enesta manera

XCV

provocatio, incessio provoco ad certamen

Desafiar

XCIV

Desafio

Latín

Español

96

100

tlalcaualpa. tlacactimáia

nitlaxixinía

99

tlacalaquiltica nitetequipachóa98

atle ontequixtilíztli

atle noconquíxtia

atle ontlaquixtílli97

atle ontequixtilíztli

atle nontequixtia95

tenamiccaualtilíztli

nitenamiccaualtía94

nenamiccaualíztli93

ninonamiccáua92

Náhuatl

[fol. 62r]

[fol. 61r]

[fol. 59v]

[fol. 58v]

Folio

125

relego, as, aui relegatio, onis

Desterrar XCVII como quiera

Destierro assi exilium, ii

æ

xx

tlatotóctli103

tetotocalíztli

nitetotóca

tecallalilíztli

102

nitetotóca101

destamento] testamento N1N2 || ww desolitudo] solicitudo N1N2 || xx æ] e N1N2

92 ninonamiccáua] mo, matzayana. mo, macaua. mo, matoma M1 momatuma. momatzayana. momocaua vel titumatuma. titomatzayana M2 || 93 nenamiccaualíztli] tenemacaualtiliztli. tenematzayanaliztli. tematomaliztli M1 tematumaliztli. tenematzazanaliztli (sic) tenemacaualtiliztli M2 || 94 nitenamiccccaualtía] nite, matuma. nite. matzayana. nite necaualtia. nite, nemacaualtia M1M2 || 95 atle nontequixtia] nite, tlacencaualtia. nipa nitetlaça M2M1 || 96 atle ontequixtilíztli] tetlacencaultiliztli. nipa teiquianiliztli M2 || 97 atle ontlaquixtílli] tlacencauatilli M tlacencauatilli. nipa tlatlaztli M2 || 98 nitetequipachóa] nitla, ylochtia. nitla, caxaua. nitla, tzinquixtia M2M1 || 99 nitlaxixinía] nite, xixinia. nite, momoyaua. nite, cecemmana M2M1 || 100 tlacactimáia] xixinqui momoyauhqui M1M2 || 101 nitetotóca] nite, quixtia add. M2M1 || 102 tecallalilíztli] tetotoquiliztli. tequixtiliztli M2M1 || 103 tlatotóctli] tlaquixtilli add. M2M1

vv

XCVII

[fol. 62v]

XCIV incessio] inessio T ego em. || XCV deseredar] descretar T ego em. || XCVI Deseredar al] Deseredadal T || Desterrar] Desterra T ego em. || XCVIII como quiera] comoquiera T || XCIX ex torris] ex <del. tu> torris T

Destierro general

exul, extorris,

proscriptio, onis

Destierro enesta manera

Desterrado como quiera

proscribo, is

Desterrar encartando

XCIX

deportatio

Destierro enesta manera

XCVIII

deporto, / as

Desterrar confinando lugar

126

dotalis, æ ducalis aureus ducatus, us

Dotal cosa de dote

Ducado de vroeee

Ducado tierra de duque

dos, otis dos profecticia

o casamiento de hiia

Dote que da el padre

Dota

doto, as, aui

Dotar hiia o otra cosa

ddd

disputator. discepta / tor

disputatio. dissertio

ccc

disputo, as. dissero, dis / cepto

Disputador

Disputacion

CIII

defamo, as

Difamar

Disputar

decem viri

Diez varones principales

CII

obæratus, a, um

Deudor de tinerosaaa bbb

debitor, aris zz

Deudor como quiera

debitum, i

æs alienum

Deuda de tineroyy

Deuda como quiera

exulo, as

Desterrado ser

C

Latín

Español

teucuitlatl

teixcoiantilíztli

107

niteixcoiántia106

tlatzouiani. tetlatzouiliani

tlatzouiliztli

105

nitlatzouia. nitlameláoa104

niteauilquixtia

CI

matlactloquíchtli

nitotóco

Náhuatl

[fol. 68r]

[fol. 67v]

[fol. 65v]

[fol. 65r]

[fol. 63r]

Folio

127

sequestratio legatus, i. orator, oris legatio, onis

Embargo de hazienda

Embaxador

Embaxada

C como quiera] comoquiera T || CI niteauilquixtia] niauilquixtia T || CII Disputar] Dispu<del. to>tar || Disputacion] Disputacio T ego em.

nauatláto

tlatecatitlántli

[fol. 69v]

nitetlatquiçaloa109 110

[fol. 69r]

[fol. 62r]

nitlaixquetza108

nitlatoca tenauatía

tlatoca tenauatílli

104 nitlameláoa] nite, tlatzouilia. nite tlaxinilia. nitetlaxintinilia M1 nite, tlatzouilia M2 || 105 tlatzoiliztli] tetlatzouiliztli. tetlaxinililiztli. tetlazouililiztli M1 tetlatzouiliztli M2 || 106 niteixcoiántia] nite, axcatia. nite, yucatia. nite, nemactia M2M1 || 107 teixcoiantilíztli] teaxcatilli, tetlatquitilli. teyocatilli. tenemactli M2M1 || 108 nitlaixquetza] nite, ixcquetza. M2M1 || 109 nitetlatquiçaloa] nite, tlatquicaualtia. nite, tlatquipielia M2M1 || 110 tlatecatitlántli] titlantli. tlatoliquic M2M1

yy tinero] dinero N1N2 || zz aris] oris N2 || aaa tineros] dineros N1N2 || bbb as] diffamo. infamo add. N1 diffamo,as. infamo, as add. N2 || ccc dissertio] disceptatio, onis add. N2 || ddd Dota] dote N1N2 || eee vro] oro N1N2

CIII

interpres, / etis

sequestro, as

Embargar hazienda

Embaxador faraute

designo, as

Elegir para dignidades

caduceator

edico, is, xi

Editio publicar de aquestos

Embaxador de pazes

edictum, i.

Editio de iuez o príncipe

E

128

as, assis heres ex asse semis, issis heres semi / ssarius

Erencia toda entera

Eredero universal

Erencia de la meytad

Eredero de la meytad

Erencia de la quarta parte

qua / drans, atis

hereditas, / atis

Erencia por testamento

iii

cohe / res, edis

heres, edis

Eredero o eredera con otro

Eredero o eredera

CV CVI

imperatorius, a, um

Emperial cosa assi heredito, as

imperia / lis, æ

Emperial cosa de emperador

Eredar por destamento

augusta CIV

Emperadrizggg muger deste

hhh

imperator, oris

Emperador nuevamente

dictator augu- / stus

legatio

Embiada enesta manera

Emperador antiqua mente

lego, as, aui

Embiar embaxador

fff

Latín

Español

cemaxcatiloni CVII 111

teoan axcatilóni

cuecatilóni

icihuauhan emperador

teteuctitlanilíztli

niteteuctitláni

Náhuatl

[fol. 78r]

[fol. 71r]

Folio

129

nnn

CIX

quin / cuns,ooo cis

Erencia de cinco partes de doze

111

Cemaxcatiloni]tlacemololo M1

fff antiqua mente] antiguamente N2 || ggg Emperadriz] emperatriz N1N2 || hhh destamento] testamento N1N2 || iii quarta] cuarta N1N2 || jjj quarta] cuarta N1N2 || kkk quartos]cuartos N1N2 || lll quartos]cuartos N1N2 || mmm tertios] tercios N2 || nnn tertios] tercios N2 || ooo quincuns] quincunx N2

CIV augusta ] <del. imperatriz> / augusta T || CV eredera] ereder<del. o add. s.l. a> T || CVI cohe / res, edis] cohe / res, <<edis>> T || CVII cemaxcatiloni] cemax catiloni T || CVIII de dos] dedos T || CIX de doze] dedoze T || CX de doze] dedoze T

quin / cunciarius

Eredero de cinco partes de doze

uncia, æ

unciari-/ us sextans, / tis

CX

Eredero de dos partes de doze

Erencia de vna parte de doze

Eredero de vna parte de doze

bessis, is

bessarius

dotranta-/ rius

mmm

tertios

Erencia de dos tertios

Eredero de dos

CVI

Eredero de tres quartos

dotrans, / tis

lll

triens, / tis

Erencia de la tercera parte

Erencia de tres quartos

tri -/ entarius

Eredero de la tercera parte

kkk

qua -/ drantarius

Eredero de la quartajjj parte

130

familiaritas. con / suetudo familiariter forum, i

Familiaridad

Familiarmente

Fuero por iuzgado

Guerra

bellum, i. millicia.ttt duellum, i

familiaris, do / mesticus

Familiar cosa

G

familia æ. domus

decunssss

Familia

F

doze

decuncina-/ rius CXIII

Eredero de onze partes de doze

Erencia de vnze partes de

sextansrrr

Erencia de diez partes de doze

CXIV

sextan-/ tariusqqq

Eredero de diez partes de doze

septum-/ cinarius

Latín sep-/ tuns,ppp cis

CXI

Erencia de syete partes de doze CXII

Eredero de syete partes de doze

Español

<<...>>

netetlacauilíztli

techantlácatl

Náhuatl

[fol. 89v]

[fol. 84v]

Folio

131

bellicus, a, um / belliger

Guerreadora cosa assi

[fol. 90r]

septuns] septunx N2 || qqq sextantarius] dextantarius N1N2 || rrr sextans] dextans N1N2 || sss decuns] decunx N2 || milicia] militia N1N2 || uuu gubernatio] moderatio add. N1N2 || vvv gubernator] moderator add. N1N2 || www gubernatrix] moderatrix add. N1N2

112 nitepachoa] nite, yacana. nite, itqui. nite, mama. nocuexanco. nocuitlapan. notepuzco yeloac. petlapan, ycpalpan nica add. M2M1 nomamalhuazco yelouatiuh add. M1 nomacualcouazco yelouatiuh add. M2 || 113 tlapacholiztli] tepacholiztli. teyacanaliztli. teitquiliztli. temamaliztli. tenapaloliztli. tecuexanaloliztli M2M1 || 114 tlapachoáni] tepachoani. teyacanani. teitquini. temamani. tenapaloani. tecuexanoani M2M1

ttt

ppp

CXI

de syete partes de doze] desyete partes dedoze T || CXII de doze] dedoze T || CXIII doze · decuncina / rius] doz · decuncina / ris T ego em. || CXIV partes de] partesde T || CXV guerreador] guereador T ego em.

gubernatrixwww

tlapachoáni114

gubernator

Guuernador

Guuernadora

tlapacholiztli

vvv

gubernatio

Guuernación

113

nitepachoa112

<<...>>

<<...>>

uuu

Guuernar

guberno, as, moderor

bellator. belligeator

Guerreador

Guerrero lo mesmo es que guerreador

belligero, as, belligerator

Guerrear

CXV

bellum gero

Guerra hazer

132

patricius, ii patriciatus, us generositasxxx eugenius, ii eugenia , æ furor, aris. surripio. clepo lego, is. sublego, is

Hidalgo hiio de senador

Hidalgo deste tal

Hidalgoia

Hidalgo en griego

Hidalgoia en griego

Hurtar

Hurtar furtiuus, a, um furtim abigo pecus abactor abingens CXVII abigeatus, a, um peculor, aris peculator, oris

Hurtible cosa

Hurtiblemente

Hurtar ganado

Hurtator zzz de ganado

Hurto de ganado

Hurtar lo publico o real CXVIII

Hurtator aaaa

yyy

generosus, a, um

Latín

Hidalgo

H

Español

tecemaxcaichtequini120

niteno maxcaichtequini119

maçaichtequiliztli

maçaichtequini

nichcaichtéqui

ichtéia118

ichtéctliCXVI

nichtequi

nichtéqui117

tetechpaquiçalíztli116

tetechpaquizitetentza115

Náhuatl

[fol. 98r]

[fol. 95v]

Folio

133

sublego sacrum sacrilegium, ii

Hurtar lo sagrado

Hurto de lo sagrado

[fol. 98v]

115

tetechpaquizitetentza] tecpilli. calpanpilli M1M2 || 116 tetechpaquiçalíztli] tecpillotl, calpan pillotl. pillotl M1M2 || 117 nichtéqui] M1 ninochtequilia add. M2 || 118 ichtéia] ychteca M1M2 || 119 maxcaichtequini] naltpetlatquica ychtecqui. nitlatocatlatqui ychtequiliztli M2M1 || 120 tecemaxcaichtequiliztli] altepetlatquica ychtequiliztli. tlatocatlatqui ychtequiliztli M2M1 || 121 niteupaichtequi] ni, teopan tlatqui, ychtequi. tlateochiualpan nichtequi. ni, teotlatqui. ychtequi. ni, teopan axca ychtequi M2M1 || 122 teupaioichtequiliztli] teopan tlatqui ychtequiliztli. teopan axca ytechquiliztli tlatcochiualpan ychtequiliztli M1

generositas] ingenuitas. genus add. N1N2 || yyy um] surrepticius add. N1N2 || zzz Hurtator] hurtador N1N2 || aaaa Hurtator] hurtador N1N2 || bbbb æ] e N1N2 criticos graece add. N2

xxx

<<...>>

<<...>>

<<...>>

<<...>>

teupaioichtequiliztli122

niteupaichtequi121

tecemaxcaichtequiliztli

ichtéctli] ictéctli T || CXVII abactor abingens] abactorbingens T || CXVIII o real] oreal T

latrunculator, / oris

Juez de los ladrones

CXVI

iudex, icis. prætor

iudicialis, æ

Juez ordinario

Judicial cosa

emereor, eris

Jubilar suelto ser assi bbbb

emeritus, / a,um

Jubilado suelto de trabaio

J

peculatus, us

Hurto assi

134

iuramentum. iusiu / randumdddd, i teteutocateneuiliz / tli125

cecatetlatzacuiltiani127 nitetlatzacuiltia128

dicio, oniseeee iustitia, æ. æquitas severus, a, um iudicium facio CXXI / vel fero iudico, as. censeo, es, ut

Juramento

Juridicion

Justicia

Justiciero iuez

Justiciar

Juzgar

melaoaliztli126

niteteuctlato. ateneuilía124

niteteuctlatoca

obiuro, as, coniuro

teuctlatoliztli

teuctlato

Juramentar

tribunus / plebis. ephorus

Jurado en la cibdad iuratus, a, um

recupera / tio, onis

Juyzio de la apelacion

Jurado el que juro

censura, æ

Juyzio del censor

tlazontequiliztli CXX 123

tribunatus, us. epho / ria

iudicium, ii. iudicatus, / us

Juyzio

Náhuatl

Juraderia

compromissa / rius, ii

Juez de compromisso

oris

recupera / tor, edic / tiuscccc iudex

CXIX

Juez de las alçadas

Latín

Juez que la una parte elige

Español

[fol. 99r]

Folio

135

iudicatio, onis. iudicatus, us

Juzgado

iniuria, æ. contumelia iniuriam facio, iniurio

Iniuria

Iniuriar

nitepapaca132

tepapacaliztli131

<<...>>

tetlatocaiotitechpoui

tlatocatilíztli129 130

CXXI

indicium facio]

[fol.100v]

123 tlazontequiliztli] tetlatzontequililiztli M1M2 || 124 ateneuilía] nite, nauatia yn chiualoz juramento M1M2 || 125 teteutocateneuiliztli] [juramento] vel tlatqualiztli M1M2 || 126 melaoaliztli] tlamelauacachiualiztli. tlatlamelauhcachiualiztli M2M1 || 127 cecatetlatzacuiltiani] tetlatzontequiliani. tetlatzacuiltiani. chicauaca tlatzontequini. chicauaca tetlatzacuiltiani M2M1 || 128 nitetlatzacuiltia] nite, tlayhiyouiltia add. M1M2 || 129 tlatocatilíztli] emperador ytlatocayo M1M2 || 130 tetlatocaiotitechpoui] emperador yaxca. emperador ytechpoui M1M2 || 131 tepapacaliztli] tepinauhtiliztli. tetelchiualiztli. teca

cccc edictius] editicius N1N2 || dddd iusiurandum] jusjuramentum, i N2 dejurium, ii. sacamentum, ii add. N2 || eeee dicio] ditio. jurisditio N1 dicio, jurisdicio N2

tlazontequiliztli] tlaontequiliztli ||

venia, æ

Indulgencia perdon

CXX

imperialis, e

Imperial cosa

CXIX recupera / tor] <>pera / tor T || indiciumfacio T

imperium, ii. domina / tus

Imperio

I

diiudi / co, as

Juzgar entre diversas cosas

136

iniurius, a, um conuicior, / aris iniustus, /a, um iniquus, a, um iniusticia. iniquitas iniuste. inique

Iniuriadora cosa

Iniuriar de palabras

Iniusto cosa no iusta

Iniusticia

Iniustamente

fur, furis. trifur latro, onis latrocinium, ii. furtum, i peculator peculatus, us abigeus, i. abactor dietarius, ii dardanarius, ii iuriconsultus

Ladron escondido

Ladron publico

Ladronia assi

Ladron de las rentas publicas

Ladronia assi

Ladron de ganados CXXIII

Ladron escalador casas

Ladron de trigo o ceuada CXXIV

Legista letrado

L

Latín

Español

<<...>>

ichtequi

<<...>>

<<...>>

<<...>>

tlaixmáncauilíztli

tlaixmáncaualiztli

ichtequi137 138

135

amomelaoaca136

amomelaoaliztli

amomeláoac134

nitetlatolpapaca CXXII 133

tepapacani

Náhuatl

[fol. 103v]

[fol. 102]

[fol. 101]

Folio

137

lex, gis. scitum,i nomos, i. dogma, atis plebiscitum, i senatus con / sultum legem fero legem dico CXXVI legem rogo exrogo legem

Ley generalmente

Ley en griego

Ley de pueblo romano

Ley del senado romano

Ley dar a los suyos

Ley dar a los vencidos

Ley consultar al pueblo

Ley quitar en parte

nitenaoatilmaca

naoatilli139

133 nitetlatolpapaca] nite, tlatolpinauhtia M1M2 || 134 amomeláoac] amo qualli add. M1M2 || 135 amomelaoaliztli] aqualtiliztli. amelauacachiualiztli add. M1M2 || 136 amomelaoaca] amelaualiztica M1M2 || 137 ichtequi] ychtequini add. M1M2 || 138 tlaixmáncaualiztli] tetla, cuicuiliani. teichtacamictiani. tetlacencuiliani M1M2 tetlatlalochtiani M1 tetlatlochtiani M2 || 139 naoatilli] tenauatilli. tlatlalilli. tlatecpaualli add. M1M2

CXXII nitetlatolpapaca] nitech<<...>> T ego prop. || CXXIII de ganados] deganados T || CXXIV o cevada] ocevada T || CXXV legitimum facio] legitimumfacio T || CXXVI legem dico] legemdico T || CXXVII en griego] engriego T

deuterono / mium, ii

legitimum facio CXXV

Legitimar

Ley primera en griego

legitimus, a, um

Legitimo cosa por ley

CXXVII

leguleus, i

Legista mal letrado

138

sisachtea lex scatimia lex / iulia lex aqui- / lia

Ley para redimir se el que se vendio

Ley contra los putos

Ley que pena los adulterios

Ley que desvia los engaños lex / falcidia lex plagaria CXXIX previlegi / um, ii iuresconsul- / tus leguleus, i libertas, atis. vindicta, æ. assero, is. vendi- / co, as

Ley dela manda del quarto

Ley del que hurto escondio siervo

Ley hecha para uno solo

Letrado bueno en derechos CXXX

Letrado malo en derechos

Libertad

Librar de servidumbre

lex fru- / mentaria

lex pro / letaria

Ley de engendrar hijos

Ley para repartir el pan

lex / sumptuaria

Ley de los gastos privados

CXXVIII

lex / agraria

Latín

Ley para repartir campos

Ley

Español

nitexoxohucatilía

Náhuatl

CXXXI 140

[fol. 105r]

[fol. 104r]

Folio

139

assertor. vin / dex libertinus, a, um ingenuus, / a, um liber, a, um lis, is. litigatio, onis forum, i

Librador de servidumbre

Libre fecho de sieruo

Libre nacido en libertad

Libre como quiera

Lid enel pleyto

Lugar donde iuzgan

mater, eris. genitrix, inis matercula, æ

Madre

Madre pequeña

nantóntli

nántli

chauanántli

teuctlatolóian CXXXII 146

tlacaxoxohuqui145

tetechpaquíz144

tlacaxoxohuqui143

tetlacaxoxohucatiliáni142

tetlacaxoxohucatilíztli141

[fol. 108r]

[fol. 106v]

142

140 nitexoxohuicatilía] nite, cuitlatlaça. nite, tlatlacollaça M1M2 || 141 tetlacaxoxohucatilíztli] tetlatlacollaçaliztli M1M2 || tetlacaxoxohucatiliáni] tetlatlacollaçani M1M2 || 143 tlacaxoxohuqui] tlacuitlatlaixtli. tlatlatlacollaxtli. tlamaquixtilli M1M2 || 144 tetechpaquíz] tlacaxoxouhqui. tacaco nemini M1 tlacaxoxouhqui. tacaco nemini. yullo xoxouhqui. yullo itztic tlaca meluac M2 || 145 tlacaxoxohuqui] tlacuitlatlaxtli. tlatlatlacollaxtli. tlamaquixtilli M2 || 146 teuctlatolóian] tetlatzontequililoya add. M2

CXXVIII el pan] elpan T || CXXIX lex plagaria] lexplagaria T || CXXX en derechos] enderechos T || CXXXI nitexoxohucatilía] nitexoxoh<>tilía T ego prop. || CXXXII teuctlatolóian] teuctlatolóan T

nouer / is, e

Madrastra muger del padre

M

assertio. vendicatio

Libramiento assi

140

maritalis, æ marchio, onis. no / marques marchionia, æ. no marchionatus, a, um neco, as. cedo, is. occido, is. conficio, is. interficio, is perimo, is. macto, as

Marques

Marquesa

Marquesado

Matar

Matar

Matar

marito, as

Maridable cosa

Maritar o casar

CXXXIII

coniux, gis

Marido degggg muger casados

edictum, i

Mandamiento de principe præcipio, is. im / pero, as

edico, is

Mandar el principe

preceptum. impe / rium, ii

concubina, æ

Manceba de soltero

Mandamiento deste

pellez vxorisffff

Mandar como señor

tlanexotlani. tlapaninextiani temécahu147

delator, oris. sychophanta, æ

Malsin

Manceba de casado

nitepoctlantilía153

itlaca marques itlatocáio CXXXIV

itlatocaio152

ninonamictía

teoquíchui151

nauatilli

nitenauatía

teuctlatólli150

niteuctlatóa149

ciuatltemécahu148

Náhuatl

Latín

Español

[fol. 111r]

[fol. 110v]

[fol. 109v]

[fol. 109r]

Folio

141

trucido, as, avi trucidator patricida, æ tyrannocyonos

Matar despedaçando

Matador enesta manera

Matador de padre o madre CXXXV

Matador de tirano

pellez vxoris] pellex uxoris N1N2 || gggg de] o N1N2

itlaca marques itlatocáio] itlaca <del. uilíztli>marques itlatocáio . T ||

nemictilíztli159

ninomictía158

ita anoçoina quimictiáni157

tetzatzaianáni156

nitetzatzaiána155

tepoctlantiliáni154

CXXXV

o

147 temécahu] teichtacamecauh M1M2 || 148 ciuatltemécahu] temecauh. mecatl M1M2 || 149 niteuctlatóa] nite, nauatia. nitla, nauatia. quiça in nihiyo, in notlatol. ni tlatoca tlatoa M1M2 || 150 teuctlatólli] tenauatiliztli. tlanauatiliztli. tlatocatlanauatiliztli. tlatocatlatolli. tlatocatenauatilli M1M2 || 151 teoquíchui] tenamic. namictli M1M2 || 152 itlatocáio] tlatocayotl. marques tlatocayotl M1M2 || 153 nitepoctlantilía ] nomac miqui. vel nite, mictia. nite tlatlatia. nite, popoloa M1M2 || 154 tepoctlantiliáni] ymac micouani vel temictiani. tetlatlatiani. tepopoloani M2 || 155 nitetzatzaiána] nite, xexeloa. nite tzotzomonia. nite, ciciyotoma. nictzotzontequi add. M2 || 156 tetzatzaianáni] texexeloani. tetzotzomoniani. teciciyotomani. tetzotzontequini add. M1M2 || 157 quimictiáni] motamictiani. monammictiani M1M2 || 158 ninomictía] nino, nomamictia M1M2 || 159 nemictilíztli] temictiliztli. temacvel miquiliztli. tetlatlatililiztli. tepopololiztli M1M2

ffff

CXXXIV

cedes, is. strages, stragis

Matança

CXXXIII o casar] ocasar T || madre] omadre T

conscisco mihi mor / tem

Matarse assi mesmo

Matador

occisor. confector. interfector

Matador

142

hhhh

pubertas

Menoria de edad assi

uxor, oris. coniux, gis

Muger de marido

abnegatio, onis infans, / tis

Negacion assiiiii

Niño o niña que aun no habla lactens, tis pupus, pupa infantia, æ

Niño o niña de teta

Niño o niña pequeños

Niñez edad de aquestos

jjjj

abnego, as

Negar con ivramento

N

mater familias

Muger casada et parida

Muger casta

pubes

pupillus, i

Latín

Menor de edad so curador

Menor de edad so tudor

Español 160

164

coconéiolotl166

cónetl165

conechichíni

cónetl163

teuiotica amoninotlamachitóca162

ciuatltenamic161

ciuatl iepilhua

icnopilitilíztli

icnopiltzíntli

Náhuatl

[fol. 120r]

[fol. 119 ]

[fol. 118r]

[fol. 113r]

Folio

143

obæratio, / onis vir, iri. anthropos

Obligación por deuda

Ombre varon 167

nitetzoitía] nitetzoi<del. o>tía T || CXXXVII por deuda] pordeuda T

iaoquizcatía. xipauiáni

moiaochichiuáni

oquíchtli

tetzoiotilíztli

tlatzoiotilli

nitetzoiotía CXXXVI

[fol. 123r]

[fol. 122r]

[fol. 121v]

160 icnopiltzíntli] tlazcaltilli, tlauapaualli. ayamo tlachia. aymo mozcalia. ayaquimati M1M2 || 161 ciuatltenamic] teciuauh. tenamic M1M2 || 162 amoninotlamachitóca] juramentotica. anicno, cuitia M1M2 || 163 cónetl] conetontli. ocatl. octototl. conechichilli. xochtic M1M2 || 164 conechichíni] occhichi piltontli M1 occhichi. piltontli. piltzintli M2 || 165 cónetl] piltontli. conetontli. piltiztli M1M2 || 166 coconéiolotl] pillotl. coneyotl M1M2 || 167 moiaochichiuáni] tlauice oquichtli M1M2

hhhh tudor] tutor N1N2 || iiii assi] enesta manera N1 || jjjj lactans] lactens N1N2 || kkkk antropos] Ombre varon · vir, viri \ Ombre varon en griego · antropos, i N1

CXXXVI

pedes, itis

obæratus, / a, um

Obligado por deuda CXXXVII

Ombre armado de pie

obæro, / as, aui

Obligar a otro por deuda

miles, itis

auc / toramentum.

Obligacion en esta manera

Ombre armado de guerra

auctora / tus, a, um

Obligado con iuramento

kkkk

auctoro, as

Obligar con juramento

O

144

tyro, onis veteranus, i emeritus, i

Ombre nuevo en las armas

Ombre exercitado en armas

Ombre anciano en armas

paco, as pacator pacatio pacifico, as, aui pacificus, a, um vittricus, i pater, tris. genitor, oris pateruculus, i luo, is. pendo, is. dependo poena, æ

Pacificador enensta manera

Pacificacion enesta manera

Pacificar hazer paz

Pacificador hacedor de paz

Padrastro

Padre

Padre pequeño

Pagar pena

Pena generalmente

CXXXVIII

Pacificar la tierra por armas CXL

miles cataphrac / tus

Ombre armado en blanco

P

Latín

Español

[fol. 125v] [fol. 126v]

tlaihiouilíztli176

[fol. 125r]

Folio

nitlaxtláoa175

tatóntli

tatli174

tlacpatatli

nitlaceuía173

tetlaceceuilíztli172

tetlaceceuiliáni

171

nitetlaceceuilía CXXXIX 170

ueueiaoquízqui169

moiaomamachtiáni168

Náhuatl

145

animaduer / sio cruciatus talio, onis

Pena en otra manera

Pena corporal

Pena del tanto por el tanto

retalio, as, aui

Penar por el talion

tetlatzauitilíztli

nitetlaihiouiltía CXLII 179

niteuhcatlatzaqualíztli CXLI 178

teneuiztli chichinequilíztli177

[fol. 127r]

llll

multa] mulcta N1N2

170

168 moiaomamachtiáni] quimmoyaomamachtia M1M2 || 169 ueueiaoquízqui] yeixcoca oquichchotl micalini M1M2 || nitetlaceceuilía] yaotica nitla, ceceuia. ni, ualtecalaquia. tlamachni. tlatlalia M1M2 || 171 tetlaceceuiliáni] tlaceceuiani. valtecalaquiani. tlamachtlatlatlaliani M2 || 172 tetlaceceuilíztli] tlaceceuiliztli. valtecalaquiliztli. tlamachtlatlatlaliliztli M1M2 || 173 nitlaceuía] nite, tlaceceuilia. nite, icniuhtla. nite, nenotzaltia M1M2 || 174 tatli] teta. yzcacauhtli. teizcacauh. tetatzin add. M1M2 || 175 nitlaxtláoa] nitla, tzaqua add. M1M2 || 176 tlaihiouilíztli] tetlayhyouiltiliztli M1 tetlayhyouiltiliztli. tlayhyouiliztli. tlacaellotl M2 || 177 chichinequilíztli] tetoneualiztli. techichinatzliztli. tetlaihiyouiltiliztli. tecococapololiztli. M1M2 || 178 niteuhcatlatzaqualíztli] tepan niccuepa. tepan nictlachialtia M1 tapammocuepaliztli M2 || 179 nitetlaihiouiltía] nite. toneua. nite, cichinatza. nite, toneuacapoloa. nite, chichinacapoloa M1M2

CXL

CXXXVIII miles cataphrac / tus] milescatapha / tus T ego em. || CXXXIX nitetlaceceuilía] nitetla<del. t>ceceuilía T || pacator] paca<del. c>tor T || CXLI niteuhcatlatzaqualíztli] <>atlatzaqualíztli T ego prop. || CXLII nitetlaihiouiltía] nite ihio << ... >> T ego prop.

crucio, as, aui

Penar por tormento

Penal cosa de pena

multa,llll æ

Pena de dinero

Pagar

146

deliberandi tempus lis, itis. litigium, ii litigio, as. lites exerceo litigator, oris colonia , æ coloniam duco pauper, eris

Plazo de liberacion

Pleyto

Pleytear

Pleyteador

Poblacion

Poblar de nuevo

Pobre varon o muger paupertas, atis. pauperies prensus, a um. prehensus, a, um. con preuilegi / um, ii preuilegiarius princeps, / pis primores, rum primates, tum. proceres, rerum prince- / ps, is

Pobreza

Preso

Preuilegio ley para uno

Preuilegiado a quien se da

Primero et principal

PrimerosCXLIII del pueblo

Primeros assi

Principe o cosa principal

pobrecillo

Latín

Español

pilli190

pipiltinCXIV 189

pilli. tepanicani188

neixiauilli

187

tzitzquitoni tlatzitzquitl186

netolinilíztli185

motolinía184

naltepetzin tíoca

183

tetlauelnamiquini182

nitetlauelnamiqui181

netlauelnamiquilíztli180

Náhuatl

[fol. 131v]

[fol. 129v]

[fol. 129r]

Folio

147

promulgatio

Publicacion de ley CXLVI

ninoteilhuía

CXLV

[fol. 134r]

[fol. 132v]

non principi / ssa] om. N1

180 netlauelnamiquilíztli] neteilhuiliztli. neteilhuilli. netlatolhuiliztli. nechalaniliztli M1M2 || 181 nitetlauelnamiqui] nino, teilhuia M1M2 || 182 tetlauelnamiquini] moteilhuiani M1M2 || 183 naltepetzintíoca] yancuican. nino, chantia. yancuican. nino, chantlalia M1M2 || 184 motolinía] motolinqui. yc notlacatl. motoliani add. M1M2 || 185 netolinilíztli] ycnotlacayotl add. M1M2 || 186 tlatzitzquitl] tlaantli. tlalpilli. tlaaxitl. malli M1M2 || 187 neixiauilli] teicneliloni M1M2 || 188 tepanicani] tiachcauh.

mmmm

Primeros] Primero T ego em. || CXLIV pipiltin] pipilti T ego em. || CXLV nauatilli téixpan nitlatia] nouatillitéixpa nnitla<> T ego em. || CXLVI de ley] deley T

CXLIII

queror, eris. conqueror

querulus, a, um. queribundus

Querelloso

Querellarse

querela, æ. querimonia, questus

Querella

Q

Pueblo

promulgo, as, aui

Publicar ley

nauatilli teixpan nitlalia

princeps, is non principi / ssa mmmm ciuapilli191

Princesa

148

exroga / tio

abiudico, as.

abiudidicatio

diverto, is

divortorium, ii

Quitamiento de ley en parte

Quitar por sentencia

Quitamiento enesta menera

Quitarse los casados

Quitamiento de casados

tetlacuicuiliáni

grassador oooo

compilo, as. expilo

peculor. depeculor

depeculator

Robador en esta manera

Robar assi con armas

Robar lo publico

Robador de lo publico

tecemaxca ichtequíni197

niquichtequi in tecemaxca196

nitetlacuicuilía

nitetlacuicuilía195

grassor, CXLVIII aris. compilo nnnn

nenamiccaualíztli

ninonamiccáoa194

tlatzontequilíztica nictecaualtía

nauatilpolólíztli

193

ninauatilpolóa192

ninotequiteilhuía

Náhuatl

Robar salteando

R

exrogare legem

Quitar la ley en parte

abro- / gatio

abrogo, as, aui

Quitar la ley

Quitamiento de ley

queritor, aris

Querellarse amenudo

CXLVII

Latín

Español

[fol. 139r]

[fol. 134v]

Folio

149

latro, onis

grassatio, onis

expilatio. compilatio

Robador ladron

Robo del que saltea

Robo de armados

a sacomano] asacomano T ||

compilo] om N1 || oooo grassador] grassator N1N2 || pppp deripio] diripio N1

CXLIX

tetlaçuicuililíztli

tenamoialíztli200

ichtequini

nichtéqui

CL

depredator,

[fol. 139v]

192

ninauatilpolóa] ni nauatilaça. ni, nauatiltzinquixtia add. M1M2 || 193 nauatilpolólíztli] nauatillaçaliztli. nauatiltzinquixtiliztli add. M1M2 || 194 ninonamiccáoa] nino, matoma. nite, caua M1M2 || 195 nitetlacuicuilía] nite, tlatlaçaltia. otlica nite namoya add. M1M2 || 196 niquichtequi in tecemaxca] altepetlatqui ichtequi, tecemaxca nicno techtia M1M2 || 197 tecemaxca ichtequíni] altepetlatquichtequini add. M1M2 || 198 nitlanamóia] nitla, maceua. nite, pepetlaua add. M1M2 || 199 tlanamoiáni] tetlatqui acini. tlanamoyani. tepepetlauani M2 || 200 tenamoialíztli] tetlacuicuililiztli. tetlatlaçaltiliztli. otlica tenamoyaliztli M1M2

nnnn

ley ] ley <del. en parte>. T || aris] de T ego em

grassor] gra ssor T ||

latrocinior, aris

Robar los ladrones

CXLVIII

prædo. prædator

Robador asi

CXLVII

nitenamoa

prædor, aris. depredator, aris CL

Robar los enemigos tenamoiáni

tlanamoiáni199

nitlanamóia198

direptor

deripio,pppp is , ui

dios itechtlactolli niquichtequi

Robador desta manera

Robar a sacomano

sacrilegus, a, um

Robador de lo sagrado

CXLIX

sacrum sublego, is.

Robar lo sagrado

150

direptio, onis præda, æ latrocinium, ii

Robo de lo sagrado

Robo de sagomanos qqqq

Robo de enemigos

Robo de ladrones

compilo, as. expilo compilator. expilator grassor, aris. circumvenio grassator. circumuentor CLI senator senatus, us. senaculum, i iudico, as. censeo, es iudicatio. onis. censura, æ

Saltear a alguno

Salteador assi

Saltear

Salteador

Senador CLII romano o de otra cibdad

Senado romano

Sentenciar

Sentencia assi

S

peculatus, us sacrilegium, ii

Robo de la cosa publica

Latín

Español

tlatzontequiliztli206

nitlatzontéqui205

iceieca in roma teuctlatoque 204

roma teuctlato203

tetlacuiculliani

nitetlacuicuilia

ichtequilíztli

tenamoializtli202

tlanamoializtli201

dios itechtlaitolixtequilíztli

tecemaxiaichtequilíztli

Náhuatl

[fol. 143r]

[fol. 141v]

Folio

151

tepalnitlatzontéqui

abiudicatio iudico secundum eum CLIV celebs, celibatus, us

Sentencia enesta manera

Sentenciar por alguno

Soltero o soltera no casados

Solteria de aquestos

anenamictilíztli

amonamictiani211

nitetlatzontequilicaixcaualtia CLIII 209

[fol. 145v]

sagomanos] sacomanos N1N2

201 tlanamoializtli] tlanamoyaliztli. tlamaceualiztli. tepepetlaualiztli M1M2 || 202 tenamoializtli] tlatquiaxiliztli. tlatquinamoyaliztli M2 || 203 nitlatzontéqui] nite, tlatzontequilia add. M1M2 || 204 tlatzontequiliztli] tetlatzontequililiztli add.M1M2 || 205 nitlatzontéqui] nite, tlatlalilia. nite. tlatquimaca. nite, tlatzontequilica tlatquimaca M1M2 || 206 tlatzontequilíztli] tetlatlaliliztli. tetlatquimaquiliztli. tetlatzontequilicatlatquimaquiliztli M1M2 || 207 nitetlatzontequilicaixcaoaltia] nite, tlatzontequilica. tlatquicaualtia M1M2 || 208 tetlatzontequilicaixcaualtilíztli] tetlatzontequilica tlatquicaualtiliztli M1M2 || 209 roma teuctlato] tecutlato M1M2 || 210 iceieca in roma teuctlatoque] tecutlatoliztli M1M2 || 211 amonamictiani] amo namique. çan yuhnemi. yuhnenqui M1M2 anamique M1 amo ciuau M2

qqqq

circumuentor] ceriumetor T ego em. || CLII senador] senado T ego em. || CLIII nitetlatzontequilicaixcaoaltia] nitetlatzontequilica << >> cxicaoalt << >> T ego prop. || CLIV secundum eum] secundumeum T

CLI

tetlatzontequilicaixcaualtilíztli210

abiudico, as

Sentenciando quitar

tlatzontequilíztli208

adiudicatio

Sentencia enesta manera

nitlatzontéqui207

adiudico, as

Sentenciando dar

152

talio, onis testor, aris testamentum, i. tabule vltyme hologra / phum, i testator, oris testamentarius, ii signator testor. testificor testimonium, ii. testatio ssss tribunal tutor, oris tutela æ contutor, oris

Testar hazer testamento

Testamento

Testamento de propria mano

Testador quelo haze

Testamentario

Testigo que sella o firma CLVI

Testiguar

Testimonio

Tribunal donde iuzjan

Tutor de menor de edad

Tutela de aqueste

Tutor con otro

Latín

Talion la pena del tanto

T

Español

CLV rrrr

teuctlatoca icpalli214

nitlaneltilía

tlaneltiliáni213

macicatlaxtlaualiztli212

Náhuatl

[fol. 152v]

[fol. 151v]

[ fol. 149r]

[fol. 147v]

Folio

153

euictio, onis municipium. muni / cipii, o

Vencimiento de pleyto

Villa con iuridicionCLVII

macicatlaxtlaualiztli] tepemmocuepaliztli M2 || zontequilica icpalli add. M1M2

213

tlaneltiliáni] tlanelti add. M2 ||

214

[fol. 157r]

[fol. 156r]

[fol. 154v]

teuctlatoca icpalli] tetlat-

tabule vltyme] om. N1 tabulae ultimae N2 || ssss testatio] om. N1

rrrr

212

tabule vltyme] tabuleultyme T || CLVI o firma] ofirma T || CLVII con iuridicion] coniuridicion T

nitepanauía

CLV

Finis huius li / bri

euinco, is

Vencer en el pleyto

V

OBSERVACIONES LINGüÍSTICAS AL CORPUS EDITADO DEL VOCABULARIO TRILINGüE

A partir de la edición crítica de un corpus jurídico-administrativo del Vocabulario trilingüe, podemos señalar algunos aspectos lingüísticos de interés, entre los que encontramos fenómenos fonéticos, gráficos, ortográficos, morfológicos y léxicos. 1) Aspectos fonéticos1 En el corpus seleccionado se ha encontrado en diversas ocasiones confusión entre consonantes oclusivas sordas y sonoras. Español Consonante oclusiva sorda dental /t/ en lugar donde debería aparecer una consonante sonora dental /d/ o viceversa. [fol. 59v] Deseretar por muerte Deserencia por destamento [fol. 78r]

Eredar por destamento En donde las lecturas correctas son: ‘deseredar’ y ‘testamento’. [fol. 63r] Deuda de tinero Deudor de tineros En lugar de ‘dinero’ y ‘dineros’ [fol. 71r] Emperadriz muger deste Por ‘emperatriz.’ [fol. 98r] Hurtator de ganado Hurtator En ambos casos el vocablo correcto es ‘hurtador’. [fol. 113r]

Menor de edad so tudor La palabra correcta es ‘tutor’. 5 Utilizo corchetes para los signos fonéticos y líneas oblicuas para los fonemas. Esbozo de una nueva gramática, 2000, pp. 19, 33.

154

Confusión de las consonantes velares oclusivas sorda /k/ y sonora /g/: [fol. 139v] Robo de sagomanos En cuyo caso debería aparecer la palabra ‘sacomanos’. Latín En latín encontramos el mismo fenómeno de confusión entre consonantes, como la bilabial oclusiva sorda /p/ y la bilabial sonora /b/: [fol. 3r] Antonio Neprissensi En los casos revisados del Vocabulario hispano-latino de Nebrija que llevan el mismo título aparece ‘Nebrissensi’ [fol. 5v] exbilo, / as El término latino correcto, encontrado en Nebrija es ‘expilo’ (saquear, despojar). combilator La lectura correcta, proveniente del verbo compilo es ‘compilator’. Confusión entre consonantes oclusiva sorda dental /t/ y consonante oclusiva sonora dental /d/: [fol. 139r] grassador Por ‘grassator’. Dentro del corpus se ha encontrado variantes de la consonante alveolar fricativa /s/ y la africada /ks/: [fol. 3r]

pelles, icis [fol. 109v]

pellez vxoris La forma correcta de ambos casos es ‘pellex’. Náhuatl En náhuatl encontramos un sólo caso de confusión entre el sonido oclusivo glotal, representado por la grafía y la consonante oclusiva velar sorda /k/:

155

[fol. 38v]

ocpamonamictiáni Considero que la transcripción correcta es ‘ohpamonamictiáni’, ya que la grafía parece hacer énfasis en la pronunciación glotal. La glosa posterior no lleva ninguna marca de la oclusiva glotal o saltillo, opanenamictilíztli lo que parece confirmar una transcripción incorrecta en ambas glosas; en este caso se ha propuesto la transcripción ‘ohpanenamictilíztli’. Vacilación vocálica Se han encontrado rasgos de vacilación vocálica o/u, a lo largo del corpus, en las tres lenguas del Vocabulario. Español [fol. 90r]

Guuernar Guuernación Guuernador Guuernadora [fol. 68r]

Ducado de vro [fol. 78r]

Erencia de vnze partes de doze Donde las lecciones correctas son: ‘Gouernar’, ‘Gouernación’, ‘Gouernador’, ‘Gouernadora’, ‘oro’, ‘onze’. Latín [fol. 21r]

arbitriom. arbi / tratus, us Por la forma ‘arbitrium’. Por otra parte, se registra cambio entre la vocal media posterior /o/ y la alta anterior /i/ en latín: [fol. 14r]

‘arrigo’ La lección correcta es ‘arrogo’

156

Náhuatl En general, en el náhuatl de s. xVi, la vacilación vocálica o/u es muy frecuente, por ello, no se puede hablar de una forma correcta para la transcripción gráfica, ya que la alternancia vocálica es un fenómeno usual: “entre estas dos vocales o u hacen muy poca diferencia en la pronunciación y escritura, por que una misma dicción unos la pronuncian con o y otros con u”.6 [fol. 78r]

teoan axcatilóni [fol. 99r]

melaoaliztli [fol. 103v]

naoatilli En donde, considero, se puede optar por la pronunciación ‘teuan’, ‘melaualiztli’ y ‘nauatilli’. Omisión de consonantes finales Otro fenómeno encontrado dentro del corpus seleccionado es la omisión de consonantes finales (sin que se encuentre algún signo de abreviatura), como el de la consonante vibrante simple /r/, así como también la consonante nasal sonora /n/. Español Omisión gráfica de /r/ final: [fol. 62v] Desterra como quiera [fol. 143r] Senado romano o de otra cibdad En donde las formas correctas son ‘Desterrar’ y ‘Senador’. Omisión de /s/ final: [fol. 131v] Primero del pueblo Por ‘Primeros’.

6

Olmos, op. cit., fol. 96v.

157

Latín Uso de consonante bilabial nasal por la alveolar nasal, ambas sonoras, sin que éstas representen el valor de alófonos:7 [fol. 8r] iudex pedameus La forma latina es “pedaneus”, Náhuatl Elisión de /n/ en posición final: [fol. 53v] pipílti [fol. 131v] pipilti [fol. 33v] teuctlatolóia En todos los casos anteriores parece faltar una consonante nasal final. 2) Aspectos gráficos Los aspectos gráficos del manuscrito son convencionales; tanto en latín como en español encontramos abreviaturas comunes de la época: signo tironiano “&” para la conjunción et; “∂” para la sílaba “de”; signo = para marcar división silábica en cambio de renglón; signo ¯ para la abreviatura de consonante nasal. Español En los lugares en que en el Vocabulario de Nebrija —facsímil de la primera edición— se encontraba el signo tironiano & como conjunción, el copista del Vocabulario trilingüe desarrolló este símbolo & como la conjunción latina “et”. [fol. 53r] Cibdad madriz et principal [fol. 56v] Demandar lo iusto et deuido [fol. 118r] Muger casada et parida 7 Se consideran alófonos estas consonantes “cuando preceden a /p, b, f, m/ en posición heterosilábica y sólo en este caso”. Esbozo de una nueva gramática, p. 34.

158

[fol. 131v] Primero et principal Náhuatl En el manuscrito existe un uso estandarizado de grafías, símbolos y abreviaturas de la lengua latina utilizados para la lengua náhuatl; y aunque la transcripción gráfica corresponde a la fonética, existen casos particulares que merecen atención:

[fol. 5 v]

[fol. 44r]

nitepulotiueti

tenonotalíztli

tepulotiuetiliztli

niteíxqueta

tepolutiuetini

teixquetalíztli

tepanitomoc vettiveti

[fol. 55r]

tepantomoc vettivetiliztli

tetlatoulilíztli

[fol 6r]

nitetla1oulía

ninotepiltintia

[fol. 65v]

netepiltintílli

nitlatouia

netepiltintiliztli

tlatouiliztli

[fol. 22v]

tlatouiani. tetlatouiliani

nitecallancottia

[fol. 69r]

[fol 31v]

nitlaixqueta

tatíni

[fol. 95v]

[fol. 37v]

tetechpaquizitetenta

tecaltaqualtia

[fol. 99r]

miquizquantcálli

cecatetlatacuiltiani

[fol. 39r]

nitetlatacuiltia

nitetlatacuiltia

[fol 111r]

tetlatacuiltilíztli

nitetataiána

tetlatacuiltiáni

tetataianáni

[fol. 43r]

[fol. 113r]

netenenonotalíztli

icnopiltíntli

159

[fol. 122r]

[fol. 134v]

nitetoiotía

tlatontequilíztica

tlatoiotilli

[fol. 143r]

tetoiotilíztli

nitlatontéqui

[fol. 127r]

tlatontequiliztli

tetlatauitilíztli

nitlatontéqui

niteuhcatlataqualíztli

tlatontequilíztli

[fol. 129v]

nitetlatontequilicaixcaualtia

naltepetin tíoca

tetlatontequilicaixcaualtilíztli

[fol. 131v]

tepalnitlatontéqui

titquitoni tlatitquitl Símbolo “t” en casos que debería existir el dígrafo “tz”: 3) Aspectos ortográficos En el siglo xV la lengua española aún no adquiría una ortografía propia; por ello, Nebrija elaboró una serie de normas que pretendían unificar el idioma. Sin embargo, todavía en el siglo xVi —y hasta el siglo xViii— encontramos gran diversidad ortográfica. En el manuscrito puede encontrarse una mezcla de reglas ortográficas nebrisenses con medievales; así como una norma ortográfica culta que basaba la escritura del español en el latín. De la misma forma, se encuentran variantes que pueden atribuirse a la tradición textual del Vocabulario hispano latino de Nebrija, ya que se han encontrado variantes entre las ediciones de éste, e incluso variantes entre el Vocabulario y el Diccionario del mismo Nebrija.8

8 Se ha comprobado que entre el Diccionario y el Vocabulario existe “una falta de nivelación gráfica”, la cual se refleja en variantes en la escritura, sobre todo en vacilación vocálica ‘e/i’, como “adevinar/adivinar”, “emperial/imperial”, “decender/decendir”; entre ‘o/u’ se documenta “abondar/abundar”, escopir/escupir”; y entre ‘a/e’ tenemos “ascaravajo/escaravajo”, “Nagroponte/Negroponte”, entre otras. Véase, García Macho, op. cit., p. 91.

160

Español El manuscrito presenta cambios ortográficos no documentados en ninguna de las ediciones del Vocabulario hispano-latino de Nebrija, entre los ejemplos tenemos: [fol. 12v] Aceptar herencia Aceptacion de herencia [fol. 38v] Casa enla heredad [fol. 53v] Cibdadanos hombres buenos. En donde Nebrija había eliminado la ‘h’. En el Vocabulario trilingüe se utiliza la consonante en casos que Nebrija había expresado que se debía usar la grafía : [fol. 39r] Casado o casada quatro vezes [fol. 78r] Erencia de la quarta parte Eredero de la quarta parte Erencia de tres quartos Eredero de tres quartos [fol. 103v] Ley dela manda del quarto. He encontrado un sólo ejemplo de arcaísmo entre y , el cual es a la vez gráfico y tal vez fonético: [fol. 105r] Libre fecho de sieruo La lección nebrisense es ‘Libre hecho de siervo’. Variantes de grafía i/u con valor semivocálico y j/v con valor semiconsonántico: este tipo de variantes se encuentran tanto en latín como en español, sin embargo se omite hacer una descripción de tal fenómeno porque en este aspecto no aparece una norma gráfica uniforme en las dos ediciones del Vocabulario de Nebrija. Náhuatl En general, la ortografía de la lengua náhuatl es estable, sólo se encontraron variantes ortográficas entre , <ç>, también

161

hay variantes en el uso de , pues ésta algunas veces se escribe y otras veces no: [fol. 3r] cihuatl tetlaxínqui [fol. 14r] çiuatl tetlaxímáni [fol. 109v] ciuatltemécahu 4) Aspectos morfológicos El manuscrito del Vocabulario trilingüe respeta, en general, el orden del Vocabulario hispano-latino de Nebrija; sin embargo, encontramos algunas particularidades morfológicas en latín y español. Latín En latín encontramos variación en la f lexión nominal, sobre todo en la desinencia del genitivo en adjetivos neutros de dos terminaciones: Criminal cosa de crimen criminalis / æ [fol. 62v] Desterrado como quiera exul, extorris, æ tlatotóctli [fol. 67v] Dotal cosa de dote dotalis, æ [fol. 71r] Emperial cosa de emperador imperia / lis, æ [fol. 98v] Judicial cosa iudicialis, æ [fol. 110v] Maridable cosa maritalis, æ En todos los casos, el genitivo debería ser ‘e’, que corresponde a la desinencia del género neutro. Otro error aparece en sustantivos femeninos de la primera declinación, cuyo genitivo es ‘e’ y en el manuscrito aparece una ‘e’ sin cauda: [fol. 3v] rabula, e [fol. 14r]

162

adultera, e. [fol. 9r] signifera, e. vexilifera, e [fol. 38v] diga / mia, e El mismo fenómeno aparece en el interior de algunas palabras: [fol. 8r] preses, dis presidatus, us pretor, oris pretura, e En cuyo caso esperamos: ‘praeses’, ‘praesidiatus’, ‘praetor’, ‘praetura’. El mismo fenómeno ocurre con el diptongo ‘oe’: [fol. 28r] prelium, Por ‘proelium’. Por otra parte, encontramos confusión en las desinencias de adjetivos de dos terminaciones de masculino y femenino, con adjetivos de tres terminaciones masculino, femenino y neutro: [fol. 38v] Casada o casado doz vezes· diga / mus, a, um · ohpamonamictiáni Casado o casada tres vezes· triga- / mus, a, um · iexpa monanamicti ani [fol. 39r] Casado o casada quatro vezes tetra- / gamus, a, um · nauhpamonamictiáni En estos casos la desinencia debería ser sólo para el género masculino y femenino, es decir ‘us’, ‘a’. Español Encontramos división o unión de palabras, —aparentemente sin sentido—, como los siguientes: [fol. 3r]

[fol. 4r]

constera

porel

163

consoltero

conquerellas

concubirar

deherencia

decasado

[fol. 14r]

[fol. 3v]

allibre depadre

malletrado

concasada ofalsar

[fol. 7v]

[fol. 102]

detestamento

deganados

[fol. 9r]

ocevada

deaguilas

[fol. 103v]

[fol. 19v]

engriego

dejuez

elpan

[fol. 39r]

[fol. 104r]

do te

enderechos

[fol. 55v]

[fol. 110v]

eniuizio

ocasar

[fol. 59v]

[fol 111r]

Deseredadal

omadre

[fol. 62v]

[fol. 122r]

comoquiera

pordeuda

[fol. 78r]

[fol. 132v]

desyete partes dedoze

deley

[fol. 89v]

[fol. 139r]

partesde

asacomano

[fol. 98r]

[fol 149r]

oreal

tabuleultyme ofirma

Latín [fol. 4r]

[fol. 14r]

preu aricatio

mohus

[fol. 7v]

[fol. 38v]

164

testamenta rius

lacofiliam

[fol. 12v]

virmaritus

insator

[fol. 57v]

in cusatorius

inessio

calum niosus

[fol. 99r]

admistro

indiciumfacio

administra torius [fol. 103v]

[fol. 139r]

legitimumfacio

gra ssor

legemdico

[fol. 143r]

lexplagaria

secundumeum [fol 149r] tabuleultyme

Náhuatl En náhuatl aparecen vocablos que por sí mismos constituyen una unidad y que al unirse a otro elemento generalmente pierden la desinencia, de forma que parecen dos palabras sin espacio entre ellas: [fol. 14r] tetlpanializtli çiuatltetlaxímáni Los verbos son estructurados, con el prefijo personal unido a la raíz verbal en todos los casos.9 5) Aspectos léxicos Español Uso de arcaísmos en el léxico español del Vocabulario trilingüe. El texto español presenta algunos vocablos arcaicos que Nebrija ya había desechado en la composición del Vocabulario hispano–latino para dar paso a formas léxicas más modernas. 9 Molina en su Vocabulario señala que hará la división entre estas unidades por medio de una coma, para facilitar al lector la identificación del núcleo verbal. Véase Vocabulario, “aviso quarto”, edición de 1555.

165

a) En el corpus estudiado del Vocabulario trilingüe encontramos la forma arcaica “cibdad” en lugar de la forma moderna “ciudad” presentada en las dos ediciones del Vocabulario de Nebrija: [fol. 31r] Bollicio o alboroto de cibdad Bollicioso en cibdad [fol. 53r] Cibdad Cibdad pequeña Cibdad madriz et principal Cibdad poblada de estrangeros Cibdad que tiene iuridicion Cibdad los mesmos edificios Cibdad el ayuntamiento de cibdadanos Cibdadano desta cibdad Cibdadano de cibdad madriz Cibdadano de cibdad con juridicion Cibdadano de alguna colonia [fol. 53v] Cibdadana cosa Cibdadana cosa Cibdadanos hombres buenos Ciuil cosa de cibdad [fol. 99r] Jurado en la cibdad [fol. 143r] Senador romano o de otra cibdad Molina, por su parte, utiliza en su Vocabulario ambas formas “cibdad o ciudad”. b) También encontramos la forma arcaizante ‘hidalgoia’ en lugar de la forma moderna ‘hidalguia’ presentada en las dos ediciones del Vocabulario de Nebrija. [fol. 95v] Hidalgoia Hidalgoia en griego

166

Aspectos lexicográficos El Vocabulario trilingüe, como se ha visto, parte de la tradición lexicográfica hispana; sin embargo, al integrar voces nahuas produce un nuevo diccionario que parte de la incipiente tradición hispano-americana, por lo cual es necesario explicar sobre qué bases se realizó la composición de las glosas. De tal modo, se han propuesto las siguientes hipótesis sobre las características lexicológicas de las glosas nahuas: a) Formación semántica de las glosas nahuas a partir del léxico latino. Entre los ejemplos tomados del corpus analizado encontramos los siguientes: [fol. 44r] Consul romano Consulado en Roma

consul, consulis

teuctláto

consulatus, us

teuctlatocáiotl

[fol. 53r] Cibdad

vrbs, bis. oppidum, i

altepeiollótli

Cibdad pequeña

oppidulum, i. ciuitatula, / æ

altepeiollotóntli

metropolis

vei altepeiollótli

Cibdadanos hombres buenos

optima- / tes, um

pipíltin

Ciuil cosa de cibdad

ciuilis, e. politicus

altepeiollocáiotl

Cibdad madriz et principal [fol. 53v]

Ciuilidad o policia

ciuilitas. politicia altepeiolloconezcalilíztl

Ciuilmente

ciuiliter. politice aduerbia

nozcallica

infans, / tis

cónetl

lactens, tis

conechichíni

pupus, pupa

cónetl

[fol. 120r] Niño o niña que aun no habla Niño o niña de teta Niño o niña pequeños

167

Niñez edad de aquestos

infantia, æ

coconéiolotl

Primero et principal

princeps, / pis

pilli. tepanicani

Primeros del pueblo

primores, rum

pipiltin

[fol. 131v]

b) Formación morfológica de verbos a partir del latín, por lo cual, se enuncian los verbos nahuas como en latín, es decir, a partir de la primera persona singular del presente indicativo; en las glosas no utilizan el enunciado verbal castellano —infinitivo— debido a que el náhuatl carece de él:10 [fol. 59v] Deseretar por muerte Deserencia por destamento Deseredado assi Deseredar al hiio en vida Deseredado en vida Deserencia en vida

exheredo, as

atle nontequixtia

exheredatio atle ontequixtilíztli exheres, exheredis

atle ontlaquixtílli

abdico, as

atle noconquíxtia

abdicatus, a, um abdicatio, onis atle ontequixtilíztli

[fol. 38v] Casar se el varon

duco uxorem

ninoçiuanatía. inonamictia

castigo, as. corrigo, is

nitetlanauiltia

[fol. 39r] Castigar [fol. 39v]

10 Molina opta por enunciar los verbos nahuas según la forma latina, ya que esta lengua carece de infinitivo y señala que en los casos que no se encuentre la forma de primera persona se enunciará la tercera persona “porque esta todos los verbos la tienen”. Véase “aviso tercero”, Vocabulario, 1555.

168

Catiuar a otro

capio, is. capti / uo, as

nitláma. ninotlatlamalía

posco, is

nitenauatia

[fol. 56v] Demandar lo iusto et deuido

c) Composición léxica de las glosas. El vocabulario encontrado en las glosas se puede dividir en 1) arcaísmos;11 2) palabras clásicas; 3) formaciones nuevas;12 4) vocablos híbridos hispano-nahuas o latino-nahuas; 5) vocablos desconocidos o hapax. [fol. 71r] Emperadriz muger imperatriz / augusta deste

icihuauhan emperador

[fol. 139r] Robar lo sagrado

sacrum sublego, is.

dios itechtlactolli niquichtequi

d) Estructura semántica de las glosas. Una característica encontrada es la composición de definiciones originales en el léxico nahua, cuya característica principal es la exactitud, aun en los casos en los que la glosa se construye a partir de un aspecto o asociación del significado: [fol. 3v] Abogar como quiera ago causas. adsum

nitetlatolpaleúia

[fol. 4r] Abogado assi

aduocatus. causidicus

tetlatolpaléuiáni

Abogacia assi

aduocatio, onis

tetlatolpaléuiliztli

e) Aspectos normativos del náhuatl. 1) Criterios gráficos que corresponden a la transcripción fonética de la lengua ná11

Lo cual no puede documentarse por falta de testimonios escritos. Estas formaciones nuevas se dieron sobre todo al introducir conceptos y objetos que no se conocían antes de la conquista. 12

169

huatl; 2) uso estandarizado de grafías, símbolos y abreviaturas de la lengua latina utilizados para el náhuatl; 3) concepción de las glosas a partir del modelo morfológico nebrisense en compuestos o estructura de familias morfológicas bajo el esquema de raíz más desinencias; además del orden propuesto por Nebrija, verbo, derivado verbal y finalmente sustantivos: [fol. 3v] Abogar como quiera ago causas. adsum

nitetlatolpaleúia

[fol. 4r] Abogado assi

aduocatus. causidicus

tetlatolpaléuiáni

Abogacia assi

aduocatio, onis

tetlatolpaléuiliztli

En el caso del náhuatl se utilizan prefijos con características verbales, raíz más desinencias: nite – tlatol – paleúia te – tlatol – paléuiá – ni te – tlatol – paléui – liztli En todos los casos se puede apreciar que la estructura del enunciado verbal en náhuatl es la misma que en latín: primera persona del presente de indicativo: [fol. 38v] Casar se el varon

duco uxorem ninoçiuanatía. inonamictia

[fol. 39r] Castigar

castigo, as. corrigo, is

nitetlanauiltia

[fol. 39v] Catiuar a otro

capio, is. capti nitláma. ninotlat/ uo, as lamalía

[fol. 56v] Demandar lo iusto et deuido

posco, is

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nitenauatia

En resumen, se puede señalar que entre las características importantes de la formación de glosas en náhuatl tenemos: criterios gráficos que corresponden a la transcripción fonética de la lengua náhuatl; uso estandarizado de grafías, símbolos y abreviaturas de la lengua latina utilizados para el náhuatl; concepción de las glosas a partir del modelo morfológico nebrisense en compuestos o estructura de familias morfológicas bajo el esquema de raíz más desinencias; además del orden propuesto por Nebrija, verbo, derivado verbal y finalmente sustantivos. Las glosas del Vocabulario trilingüe revelan que éstas fueron creadas bajo el esquema latino, tanto en su estructura morfológica como semántica. Considero, por ello, que es muy necesario hacer un análisis exhaustivo de dicho fenómeno.

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conclusiones

En el presente trabajo se han abordado tres temas diferentes, —Nebrija y sus trabajos lexicográficos; la labor de la orden franciscana en la Nueva España, y la inf luencia de Nebrija en los trabajos gramaticales de lenguas indígenas—, con el propósito de acercar al lector a la época en la cual los misioneros se vieron ante la necesidad de emprender el estudio de las lenguas del Nuevo Mundo, utilizaron las herramientas metodológicas más modernas de su tiempo y mejor estructuradas, las cuales eran las obras de Nebrija. También se pretendió hacer un breve estudio de cómo se transmitió el latín a los indígenas que escribieron en esta lengua. En este sentido es fundamental la labor de los franciscanos, quienes desempeñaron un papel didáctico —con propósitos evangelizadores—, que culminó con el establecimiento de uno de los mayores centros educativos en la Nueva España del siglo xVi: el Colegio de Tlatelolco. Mi intención al hacer un recuento sobre el Colegio de Tlatelolco era señalar, por una parte, que las obras conservadas en lengua latina no son casos aislados ni excepcionales, sino que son parte de una tradición de latín escrito por indígenas, la cual puede documentarse como la incipiente tradición clásica mexicana y que cuenta con sólidos fundamentos; por otra parte, consideré exponer algunos datos sobre las características lingüísticas imperantes en el colegio con el propósito de exponer los motivos por los que considero que el manuscrito conocido como Vocabulario trilingüe fue elaborado en este lugar y no en algún otro colegio.

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Por último, pretendí hacer un análisis comparativo con otras obras franciscanas sobre lenguas indígenas para mostrar los puntos de coincidencia entre éstas y el Vocabulario trilingüe, lo cual ha sido muy provechoso, ya que permitió establecer referencias paradigmáticas sobre el proceso metodológico seguido por los frailes al componer los tratados gramaticales y lexicológicos. De esta manera, así como por las características lingüísticas extraídas del corpus editado, considero posible hacer las siguientes hipótesis en torno al Vocabulario trilingüe.

EL VOCABULARIO TRILINGüE COMO OBRA LEXICOGRÁFICA

El Vocabulario trilingüe debe considerarse una de las primeras obras lexicográficas del Nuevo Mundo porque reúne las características formales y estructurales para ello. Creo firmemente que el valor lingüístico de esta obra debe ser reconocido, ya que durante años se ha estimado que era una obra carente de interés, como lo señalaba Ángel María Garibay: [Sahagún] habla de que “se hizo un arte de la lengua mexicana y un vocabulario apéndice”, pero el Arte no se conoce y el Vocabulario trilingüe que se halla en una biblioteca norteamericana es apenas un rudimentario mamotreto, sin importancia para la lengua.1

A pesar de lo dicho por Ángel María Garibay, me parece que hay muchos elementos para considerar al Vocabulario trilingüe como un diccionario valioso, tanto para la lengua latina como para el náhuatl, ya que éste es uno de los dos únicos testimonios que hacen una comparación de términos en estas lenguas. Importancia lexicológica El Vocabulario trilingüe contiene una gran cantidad de entradas que no han sido registradas en otros léxicos de la lengua náhuatl, como lo señala Mary Clayton: 1

Sahagún, op. cit., t. 1, p. 19.

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The manuscript represents an extensive lexical source for Classical Nahuatl. Despite the relatively large number of unglossed items, the number of Nahuatl glosses exceeds 11.000. Although these are not 11.000 Different glosses, [...] the total lexical inventory is substantial, and the very repetition of glosses in different Spanish entries will be of interest in defining semantic fields. [...] In borrowings we can find information of interest phonologically and culturally as well as lexically. Finally, in addition to the dictionary’s linguistic importance, there is the pending and potential significance that its author may have been the first American practitioner of linguistics.2

Este vocabulario, además, revela importantes aspectos lingüísticos ―fonológicos, morfológicos y semánticos― para las lengua latina y náhuatl. El modelo del Vocabulario Trilingüe El Vocabulario trilingüe es el único testimonio conservado que fue elaborado a partir del Vocabulario hispano-latino de Elio Antonio de Nebrija, lo cual viene a confirmar que Nebrija fue el instrumento gramatical y lexicográfico en el cual se basaron los frailes al elaborar las primeras artes y vocabularios de la Nueva España. El Vocabulario trilingüe es una copia glosada en náhuatl de dicho vocabulario. El primer testimonio se presenta en la rúbrica que encabeza dicha obra, Diccionarium ex hisniensi in lati / num sermonem, interprete Aelio Antonio Neprissensi. Lege foeliciter; es decir, se presenta con el título del Vocabulario hispano-latino de Nebrija, el cual es: Diccionarium ex hispaniensi in latinum sermonem, interprete Aelio Antonio Nebrissensi. Lege foeliciter. Dicho encabezado corresponde, con variantes, al título encontrado en las ediciones de 1495 [ca.], 1513 y 1516. En cuanto a la edición que sirvió como modelo al Vocabulario trilingüe no es posible precisar cuál es, ya que durante el siglo xVi se realizaron más de 50 ediciones diferentes del Vocabulario hispano-latino. La mayoría de los investigadores han considerado que el 2

Clayton, op. cit., pp. 414-415.

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trilingüe es copia del Vocabulario hispano-latino de la edición de 1516 o posterior. Así lo considera Mary Clayton “Ayer ms. 1478, know as the Vocabulario trilingüe, is a Spanish-Latin-Nahuatl dictionary base don Antonio de Nebrija’s Vocabulario de romance en latin (second edition [1516]) with the addition of Nahuatl glosses”.3 Bustamante García, por su parte, señala que el manuscrito Completo, unitario y cuidadosamente caligrafiado a dos columnas, es una copia del Vocabulario de Romance en Latín de Antonio de Nebrija, impreso por primera vez en Salamanca hacia 1495 y cuya segunda versión, considerablemente ampliada por su autor apareció en Sevilla, en casa de Johannes Valera en 1516. […] Como decíamos, nuestro manuscrito es una transcripción completa de alguna de las numerosas ediciones posteriores a 1516 (porque corresponde a la segunda versión que hizo el autor) del Vocabulario de Nebrija.

Sólo Schwaller no opina al respecto; únicamente menciona que el trilingüe es una copia exacta del Vocabulario de Nebrija: “Upon closer examination, the Dictionarium is an exact manuscript copy of the Spanish-Latin dictionary”,4 sin señalar a qué edición pertenece. Por mi parte, considero que existe una seria dificultad para señala a cuál edición pertenece el Vocabulario trilingüe; sin embargo, ante una aproximación basada en la edición crítica, puedo señalar que el trilingüe no es una copia exacta del Vocabulario hispano-latino, de la edición de 1516, como lo afirma Mary Clayton, ya que se han encontrado variantes textuales, no imputables al copista, que muestran esto, v. gr., título foeliciter en el trilingüe (T) y en la edición del Vocabulario hispano-latino de 1495 [ca.](N1); feliciter en la edición de 1516 (N2); contilium, ii, en T y N1, concilium, ii en N2; statuto, en T y N1, estatuto N2. En cuanto al hecho de seguir fielmente como modelo el Vocabulario de Nebrija es explicable si tomamos en cuenta que, en principio, las obras del humanista fueron el fundamento de la filología amerindia, ya que sobre estas obras se realizaron las primeras artes, gramáticas y vocabularios de las lenguas indíge3 4

Ibid., p. 391. Schwaller, op. cit., p. 326.

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nas, hecho demostrado en numerosas ocasiones5 y discutido por los grandes estudiosos, sin que esto sea en denuesto de dichas artes y vocabularios, tal como lo señala Miguel León-Portilla: Quienes se han ocupado de estos trabajos atendieron unas veces a sus méritos más obvios y, otras, hicieron críticas de sus limitaciones, y defectos. Señalan algunos, por ejemplo, como cosa en verdad extraordinaria que, sólo unas cuantas décadas después de la aparición del Arte de la lengua castellana de Nebrija, [...] varios de los idiomas del México antiguo tuvieran también gramáticas y vocabularios. Y en ocasiones casi como corolario de tales ponderaciones, insisten otros en lo poco afortunados que fueron los intentos de enmarcar forzadamente la estructura de las lenguas nativas dentro de los cánones de gramáticas diferentes como la latina o la del idioma castellano.6

En este sentido, considero que elaborar una obra lexicográfica a partir del modelo nebrisense fue una práctica habitual en los primeros intentos lexicográficos de la Nueva España y en el Nuevo Mundo, por ello, el Vocabulario trilingüe es un valioso ejemplo del proceso por el cual se llegó a adaptar las obras lexicográficas europeas a las necesidades de las lenguas indígenas; sin embargo, el Vocabulario trilingüe es un claro ejemplo de la tradición nebrisense en la Nueva España.

FECHA Y LUGAR DE COMPOSICIóN

Los estudios precedentes sobre el Vocabulario trilingüe han considerado siempre que este manuscrito es una obra elaborada por frailes pertenecientes a la orden franciscana, ya que se señalaba que este manuscrito había sido encontrado en los anaqueles del Convento Grande de México, perteneciente a dicha orden: “Pues lo adquirí, dice Ramírez, por favor de los superio5 Como señala Jorge A. Suárez “Las gramáticas escritas dentro de este periodo son generalmente valoradas sólo por la cantidad de material en bruto que ofrecen en las respectivas lenguas, y normalmente, son agrupadas y descartadas como meras descripciones latinizantes. Sin embargo, uno no debería perder de vista el hecho de que representan los primeros intentos dentro de la tradición lingüística europea de trabajar con lenguas exóticas”. Op. cit., p. 25. 6 Molina, Vocabulario de la lengua castellana/mexicana y mexicana/castellana, p. xiii.

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res del mismo convento”.7 Lo mismo opina Jesús Bustamante García, quien señala que esta obra “por su concepción es una obra vinculada al Colegio Trilingüe (sic) de Santa Cruz”.8 Sólo Mary Clayton parece tener dudas al respecto, ya que la investigadora anota que nada vinculaba este manuscrito con Tlatelolco: “Nothing in the work ties it to Tlatelolco”;9 sin embargo, no hace ninguna hipótesis sobre el lugar dónde pudo haber sido copiado. Por mi parte, considero necesario explicar por qué creo que este manuscrito fue realizado en un scriptorium franciscano; para esto es necesario descartar la posibilidad de que este manuscrito fuera elaborado por alguna persona de otra orden religiosa o de algún otro centro educativo en la Nueva España. Predominio de la orden franciscana en los estudios de lengua náhuatl Desde la llegada de los tres primeros frailes de la orden franciscana, los f lamencos Pedro de Gante, Juan de Aora y Juan Tecto, comenzaron con el estudio de la lengua náhuatl por motivos prácticos, ya que fueron recibidos en un lugar donde se hablaba dicha lengua; desde entonces, y con la llegada de los “doce primeros” frailes, se emprendió un estudio serio, sistemático y detallado de esta lengua. De esta forma, el primer esbozo gramatical de la lengua náhuatl habría sido elaborado por fray Francisco Jiménez antes de 1531.10 Ahora bien, si consideramos que la Orden de Predicadores llegó al territorio de la Nueva España hacia 1526 y que de los doce frailes dominicos que llegaron sólo quedaron tres religiosos, y que fue hasta dos años después que recibieron a ocho frailes más con los cuales iniciaron su labor evangelizadora, centrada en la región del suroeste mexicano debido a su interés en dicha región, los testimonios escritos conservados muestran que los dominicos 7 Nicolau D. Olwer, op. cit., p. 72; García Icazbalceta, Bibliografía mexicana del siglo xvi, p. 341. 8 Bustamante García, op. cit., p. 398. 9 Clayton, op. cit., p. 414. 10 Ascensión H. de León-Portilla, Tepuztlahcuilolli: impresos en náhuatl, t. 1, pp. 11-12.

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se interesaron principalmente por aprender las lenguas de las regiones mixtecas y zapotecas. Por otra parte, las doctrinas y catecismos escritos por los dominicos en lengua náhuatl parecen ser posteriores a las obras franciscanas, pues el documento más temprano es de 1537.11 Además, no se conoce alguna obra de tipo gramatical o lexicográfica de la lengua náhuatl perteneciente a los dominicos;12 por otra parte, los frailes de la Orden de Predicadores siempre estuvieron en contra de la enseñanza del latín a los indios,13 por lo que una obra trilingüe habría sido poco útil para ellos. Por todo ello, considero que es muy difícil que el Vocabulario trilingüe pertenezca a la Orden de Predicadores. En cuanto a la orden de frailes agustinos, su llegada a la Nueva España es muy tardía (1533); por tanto, su aprendizaje de la lengua náhuatl también lo es. Las referencias a obras en lengua náhuatl de estos misioneros son pocas: de hecho, no se menciona una sola gramática, arte o vocabulario del náhuatl realizado por frailes agustinos.14 Sin embargo, cabría una duda razonable sobre la utilidad de un vocabulario en tres lenguas dado que los frailes agustinos tuvieron una escuela de enseñanza superior en la cual se enseñaba latín tanto a indios como a españoles; esta escuela funcionaba ya en 1537, sólo un año después que el Colegio de Tlatelolco, y se encontraba en Tiripitío, Michoacán, 15 sin que se conozca otra escuela agustina en donde se hayan impartido clases de gramática latina. Considero que la ubicación de este centro educativo es lo que hace poco factible que el Vocabulario trilingüe en español, latín y náhuatl perteneciera a ese centro, ya que Tiripitío era una comunidad de indios tarascos, cuya lengua es la purépecha, y aun cuando el náhuatl hubiera sido una lingua franca conocida por los jóvenes asistentes a dicho colegio, no tendría sentido una obra con las características del trilingüe. Creo que hay pocas evidencias que permiten identificar al Vocabulario trilingüe 11

Ricard, op. cit., p. 429. En cambio sí se conocen obras gramaticales y lexicográficas de las lengua zapoteca, zoque y mixtecas. Véase Ricard, loc. cit. 13 Ibid., p. 333. 14 Ibid., p. 430. 15 Ibid., p. 333. 12

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con los agustinos, aun cuando esta vertiente no ha sido explorada y desarrollada detalladamente. Los frailes de la Compañía de Jesús llegaron a la Nueva España hasta 1572 y se dedicaron especialmente a desarrollar una labor educativa. La actividad docente de los jesuitas en la Nueva España comenzó con el curso de 1573, aunque oficialmente el primer colegio de jesuitas en la ciudad de México, el Seminario de S. Pedro y S. Pablo, abrió el 18 de octubre de 1574; también comenzó a funcionar el seminario o convictorio de Oaxaca en 1574 y en 1573 ya había actividades docentes en el Seminario de Pátzcuaro.16 Sin embargo, los jesuitas del siglo xVi no profundizaron en el estudio de la lengua náhuatl y es posible que ni siquiera en el estudio del latín, pues “los jesuitas no tuvieron buenos profesores de latín antes de la llegada de Bernardino de Llanos a México en 1584”.17 Por otra parte, los textos de enseñanza tanto para la lengua latina como para el español no fueron los textos de Nebrija, pues los textos didácticos “entre los jesuitas de Nueva España no eran las Introductiones latinæ de Nebrija, sino la gramática del P. Manuel Álvarez”.18 Por ello, considero que es muy difícil que los jesuitas se dedicaran a componer una obra como el trilingüe, que tiene como fundamento la obra de Nebrija, y que además es un estudio sobre la lengua náhuatl. Por estas razones, considero descartada la posibilidad de que este manuscrito fuera elaborado en cualquiera de estos centros religiosos; por lo tanto, es muy probable que de acuerdo a las características formales, lingüísticas y estructurales, este vocabulario fuera elaborado por misioneros de la orden franciscana. Si consideramos que este manuscrito posee características lingüísticas similares a las de otros documentos franciscanos y que es probable que pertenezca a dicha orden, entonces es necesario hacer un recuento de los lugares en los cuales pudo haber sido elaborado: 16

Juan de Cigorondo, op. cit., “Estudio introductorio”. Idem. 18 Idem. 17

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a) Convento Grande de San Francisco de México: este convento funcionó como centro religioso e intelectual; desde los primeros años fray Pedro de Gante instituyó una escuela en este lugar, “Tiene este monasterio de s. Francisco a las espaldas de la capilla mayor de dicha iglesia una escuela, [...] y desta escuela tiene cargo fr. Pedro de Gante”.19 Sin embargo, dicha escuela funcionó como centro de primera enseñanza; sobre fray Pedro de Gante no se señala en ninguna crónica que haya elaborado un Vocabulario en tres lenguas. b) Colegio de San José de los Naturales: en este colegio se realizaron estudios de latín, probablemente desde 1533, siendo el encargado fray Arnaldo Bassacio.20 Es probable que en este centro educativo se hubiera realizado una obra didáctica como el Vocabulario trilingüe, y que ésta hubiera sido concebida por Bassacio. c) Colegio de Tlatelolco: éste ha sido el lugar señalado por los investigadores como el sitio más probable en donde se realizó el Vocabulario trilingüe. Así lo han considerado Jesús Bustamante García y John Frederick Schwaller; el primero menciona que, según “su carácter de diccionario trilingüe se adecúa (sic) muy bien a las aspiraciones y docencia del Colegio Imperial y Trilingüe de Santa Cruz de Santiago Tlatelolco”.21 Por su parte, el investigador norteamericano indica que tal vez Sahagún, por su labor como profesor de latín en el Colegio de Tlatelolco, haya encargado la copia del Vocabulario nebrisense a los colegiales: He was doubtless well familiar with the work of Nebrija, and Teaching Latin probably had his students copy that author’s works into their own copybooks, a medieval tradition witch withstood the introduction of the printing press. [...] interested, as he was, in the Nahuatl language, it is equally reasonable to assume that he and his students, as further didactic exercise.22

Por mi parte, considero que es posible que el Vocabulario trilingüe haya sido elaborado en el Colegio de Tlatelolco, ya 19

García Icazbalceta, Nueva Colección de Documentos para la Historia de México, p. 6. Mendieta, Historia eclesiástica indiana, p. 78. 21 Bustamante García, op. cit., p. 397. 22 Schwaller, op. cit., p. 327. 20

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que una obra de esta naturaleza correspondía a las necesidades de una institución trilingüe como lo fue dicho colegio. Me parece que esta obra bien pudo haber sido elaborada como ejercicio didáctico, primero como una copia necesaria del Vocabulario de Nebrija, más tarde como un primer esbozo de diccionario para la lengua náhuatl; creo que el Colegio de Tlatelolco, por la vinculación entre estudiantes nahuatlatos y frailes latinistas, era un lugar adecuado para realizar algunos de los primeros intentos estructurados para componer obras de lengua náhuatl, teniendo la ayuda y asesoría de jóvenes indígenas que comprendieran las tres lenguas, como señala fray Bernardino al hablar de los estudiantes del Colegio de Tlatelolco “y ellos, por ser entendidos en lengua latina nos dan a entender las propiedades de los vocablos y las propiedades de su manera de hablar“.23 Por esto, considero que, de acuerdo con las características estructurales del manuscrito, como el tipo de letra; las particularidades lingüísticas —esencialmente aspectos ortográficos y morfológicos—; la estructura de las glosas y léxico nahua; así como por la propia historia del manuscrito, considero que es probable que el Vocabulario trilingüe sea una obra elaborada en el Imperial Colegio de la Santa Cruz de Santiago, en Tlatelolco. Fecha de composición Las hipótesis relativas a la fecha de composición del manuscrito ubican al Vocabulario trilingüe en diferentes épocas. Clayton señala un periodo muy amplio para la elaboración del documento, ya que considera que éste pudo haber sido escrito entre 1530 y 1625.24 En tanto, Schwaller opina que el manuscrito se realizó probablemente hacia 1540, “probably dating before 1540”.25 Bustamante García señala que: “La datación del manuscrito trilingüe es muy compleja. Su concepción misma es muy primitiva”, y anota que esta obra “debió iniciarse en fecha anterior a 1555 y sus anotaciones datables en la década de 1540 o 1550 lo confirman” para concluir señalando que “como por 23

Sahagún, op. cit., lib. x, “Relación del autor”, t. 3, p. 167. Clayton, op. cit., p. 414. 25 Schwaller, op. cit., p. 327. 24

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su concepción es una obra vinculada al Colegio Trilingüe de Santa Cruz, [...] podemos fecharlo en el segundo periodo en que Sahagún estuvo en Tlatelolco, es decir entre 1545 y 1555, haciendo una datación muy conservadora”.26 Además, Bustamante García considera que el Vocabulario trilingüe quedó inacabado hacia esta fecha, ya que dice “es muy probable que la propia publicación del diccionario de Molina —o el simple conocimiento de que se iba a imprimir [...]— fuera el motivo principal por que el manuscrito quedara inconcluso”.27 En referencia a las opiniones anteriores, considero que hay datos muy valiosos dentro de la obra que pueden ayudar a datar el manuscrito, por ello y tomando en cuenta los factores antes mencionados, propongo la siguiente hipótesis: el manuscrito conocido como Vocabulario trilingüe es una obra elaborada en el Imperial Colegio de la Santa Cruz entre 1540 y 1550. Considero que este manuscrito pertenece a los primeros intentos formales de elaborar un vocabulario de lengua náhuatl. La elaboración a partir del modelo nebrisense confirma que se trató de un intento estructurado, aunque temprano, de elaborar un diccionario; sin embargo, como señala Bustamante García “su concepción misma es muy primitiva”,28 ya que sigue por completo orden alfabético, estructura morfológica y definiciones semánticas de Nebrija. Por otra parte, las características de la lengua náhuatl parecen confirmar que se trata de un vocabulario temprano, como podemos observar en la ortografía, estructura morfológica, o incluso en la concepción de la glosas, las cuales son en algunos casos perífrasis muy complicadas (con una carga semántica muy diferente a la presentada por Molina). Además, considero que una obra que pudo servir como texto didáctico era necesaria en una época temprana del Colegio de Tlatelolco, ya que durante sus primeros años de funcionamiento habría de requerir de textos para la enseñanza, tanto del latín y castellano como del náhuatl, para lo cual era necesario una obra como el trilingüe; por ello, creo que éste debió ser elaborado en Tlatelolco, 26

Bustamante García, op. cit., pp. 397-398. Ibid., p. 398. 28 Idem. 27

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unos años después de la apertura de dicho colegio, tal vez hacia 1540 y antes de 1555, como opina Bustamante García, ya que al existir una obra impresa como la de Molina, esta obra trilingüe era poco funcional.

AUTORÍA

Entre los problemas más complejos que enfrenta el Vocabulario trilingüe se encuentra el referente a la autoría de dicho manuscrito. Por una parte, se ha señalado la posible atribución del manuscrito a fray Bernardino de Sahagún basándose en los testimonios de Torquemada: “Fray Bernardino de Sahagún hizo arte de la lengua mexicana […] compuso un Calepino (que así lo llamaba él) de doce o trece cuerpos de marca mayor. […] Un vocabulario trilingüe, en latín castellano y mexicano que yo tengo en mi poder”;29 Vetancourt lo secundaba afirmando lo siguiente: “Hizo Arte mexicano, sermones para todo el año, una postilla de los evangelios, y epístolas de lenguaje muy propio y elegante, […] hizo un Vocabulario trilingüe, en latín, castellano, y mexicano, que destrozado tengo en mi poder.30 Alfredo Chavero afirmaba haber encontrado dicho manuscrito, y señalaba que había en él marcas con rasgos caligráficos de Sahagún: “Tiene al principio dos fojas independientes del vocabulario, y en ellas y en la última página hay de letras diferentes varios nombres con su traducción mexicana: una de estas letras en la primera página es de Sahagún”.31 Asimismo, consideraba que el trabajo de copia del manuscrito podía deberse a Martín Jacobita “De su discípulo Martín Jacobita hay varias firmas en el códice de Santiago, y comparándolas con la letra del vocabulario se conoce desde luego que el discípulo fue el escribiente (sic) de la magnífica obra del maestro”.32 Actualmente, esta posición ha sido retomada por Schwaller, 29

Torquemada, op. cit., lib. xix, cap. xxiii, t. 3, p. 387. Vetancourt, Menologio franciscano de los varones más señalados, p. 138-139. 31 Alfredo Chavero, Bibliografía mexicana, p. 59. 32 Idem. 30

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quien considera que es muy probable que, efectivamente, este trabajo pertenezca a fray Bernardino: “Much evidence, however does support attributing this work to Sahagún”.33 De igual forma, Bustamante García considera que es posible que dicha obra pertenezca a Sahagún: “Desde luego el manuscrito conservado [ms. 1478 Col. Ayer] estuvo en manos del fray Bernardino [...] me atrevo a suponer, por tanto, que él es su autor”34. Por otra parte, varios investigadores consideraron que esta atribución no es muy confiable, pues opinan que existen varios elementos que no concuerdan con los testimonios del propio fray Bernardino, quien señalaba que había escrito un arte y vocabulario: Estos doce libros, con el arte y vocabulario apéndice, se acabaron de sacar en blanco este año se mil quinientos y sesenta y nueve. Aun no se ha podido romanzar, ni poner escolios según la traza de la obra. Es esta obra como una red barredora para sacar a luz todos los vocablos de esta lengua con sus propias palabras y metafóricas significaciones, y todas sus maneras de hablar, y las más de sus antiguallas buenas y malas.35

pero el fraile mencionaba también que no había podido construir un Calepino, es decir, un diccionario: Cuando esta obra se comenzó, comenzóse a decir de los que supieron que se hacía un Calepino, y aun ahora no cesan muchos de preguntarme que ¿en qué términos anda el Calepino? Ciertamente fuera harto provechoso hacer una obra tan útil para los que quieren aprender esta lengua mexicana, como Ambrosio Calepino la hizo para los que quieren aprender la lengua latina y la significación de sus vocablos: pero ciertamente no ha habido oportunidad porque Calepino sacó los vocablos y sus significaciones de ellos, y sus equivocaciones y metáforas, de la lección de los poetas y oradores y de los otros autores de la lengua latina, autorizando lo que dice con los dichos de los autores, el cual fundamento me ha faltado a mí por no haber letras ni escritura entre esta gente, y así me fué (sic) imposible hacer Calepino. 33

Schwaller, op. cit., p. 327. Bustamante García, op. cit., p. 397. 35 Sahagún, op. cit., lib. 1, “Prólogo”, t.1, p. 28-29. 34

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Pero eché los fundamentos para [que] quien quisiera con facilidad le pueda hacer, porque por mi industria se han escrito doce libros de lenguaje propio y natural de esta lengua mexicana donde allende de ser muy gustosa y provechosa escritura hallarse han también con ella todas maneras de hablar, y todos los vocablos que esta lengua usa tan bien autorizados y ciertos como lo que escribió Virgilio, Cicerón, y los demás autores de la lengua latina.36

De esta forma, Luis Nicolau D’ Olwer se oponía a identificar el manuscrito de la Colección Ayer con alguna obra de fray Bernardino: El arte de la lengua mexicana con su vocabulario apendiz, o sea, la gramática y diccionario náhuatl, de que nos habla aquí Sahagún, se ha perdido tanto en esta primera edición como en la revisada en 1585.37

ya que señalaba que la obra de Sahagún era más compleja que el Vocabulario de Chavero: recordemos que en el año 1569 Sahagún había terminado un Arte de la lengua Mexicana con su vocabulario Apéndiz. Nos dice, por otra parte que lo estaba retocando en 1585 [nota en el original: Sah. His. xii, al lector]. Nada nos queda de una y otra edición sino el título; a no ser que el vocabulario pueda identificarse con el texto manuscrito conservado hoy en Chicago. [...] Ramírez creía que el manuscrito “es el mismo que perteneció a los R.P. Torquemada y Vetancourt, pues lo adquirí —dice— por favor de los superiores del mismo convento que habitaron”, veía en este manuscrito el tan buscado Vocabulario Trilingüe, castellano, latino y mexicano. Me parece evidente, sin embargo, que se trata de dos obras muy diferentes.38

Asimismo, Joaquín García Icazbalceta señalaba que el Vocabulario trilingüe no se adaptaba a la mención hecha por fray Juan Bautista del Vocabulario trilingüe: Podrá muy bien ser de Sahagún, original o copia, el volumen a que nos vamos refiriendo; pero hay señas de un Vocabulario Trilingüe que no se acomodan bien a éste. 36

Ibid., “Al sincero lector”, t. 1, p. 31-32. Nicolau D’ Olwer, op. cit., p. 72. 38 Ibid., p. 111. 37

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Fr. Juan Bautista en, sus Advertencias para los Confesores de los Naturales [nota en el original: (Tlatilulco, 1600,) Pte. 1, fols. 105 vto. y sig.] copia un largo trozo del Vocabulario, poniéndole este título: “Síguense algunas abusiones antiguas que estos naturales tuvieron en su gentilidad, según que escribe el P. Fr. Bemardino de Sahagún en el libro segundo de su Vocabulario Trilingüe. Y es bien que los confesores las adviertan, para que si alguno se acusare dellas las entienda bien”. Los párrafos que copia son veinticinco y colocados en el mismo orden se encuentran en el apéndice del libro V de la Historia, donde hay doce más. En los fragmentos que adelante publicamos habla el autor de un Vocabulario Trilingüe que estaba haciendo en 1585, en el cual se trataba de la fiesta secular de los mexicanos, como en el lib. Vii, cap. 9 de la Historia. Para evitar repeticiones trataremos de este último Vocabulario cuando llegue su turno a la Historia. El volumen que fue de los Sres. Ramírez y Chavero, y que en julio pasado de 1885 estaba aún en poder de Quaritch era un simple léxico, que no contenía ni podía contener lo que hallamos en las referencias del autor mismo y de Fr. Juan Bautista.39

Retomando estas opiniones, y basándose en los aspectos lingüísticos, Mary Clayton se inclina a pensar que el manuscrito conocido como Vocabulario trilingüe no pertenece al padre Sahagún, e incluso señala que nada en el documento lo relaciona con el Colegio de Tlatelolco: “Nothing in the work ties it to Tlatelolco or to Sahagún”.40 Tomando en cuenta las opiniones antes dadas y el estudio contextual de la obra realizado en los capítulos previos considero que puedo proponer la siguiente hipótesis sobre la autoría del manuscrito: se trata de una obra lexicográfica perteneciente a la orden franciscana. La orden franciscana comenzó la evangelización de tierras americanas apenas dos años más tarde de consolidada la conquista armada. Al no existir intérpretes calificados, los frailes de aquella orden tuvieron la imperiosa necesidad de estudiar y analizar las lenguas indígenas con el propósito de llevar a cabo su labor evangelizadora; sin embargo, la complejidad lingüística de la región mesoamericana, así como la estructura 39 40

García Icazbalceta, Bibliografía Mexicana del siglo xvi, pp. 340-341. Clayton, op. cit., p. 414.

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gramatical de estas lenguas dificultaron el estudio y avance de la práctica religiosa; pero, incluso a los pocos años de establecidos los misioneros franciscanos, y aún antes de que otras ordenes religiosas se establecieran en el territorio de la Nueva España, ya se habían elaborado los primeros intentos, muy rudimentarios, de artes y vocabularios. Este interés religioso por la lengua indígena no fue un hecho aislado ni una preocupación personal de algunos religiosos, fue una necesidad imperante dentro de la orden franciscana, y lo siguió siendo durante muchos años, como puede verse a través del testimonio de fray Andrés de Olmos, quien señalaba en la ‘epístola nuncupatoria’ que había sido compelido por Martín de Hojacastro, Comisario General de la orden franciscana en las Indias, a realizar un Arte de la lengua mexicana “Imposu / eras sepe presul dignissime ut artem in lingua mexi / cana”.41 Lo mismo anotaba Alonso de Molina en el prólogo al Vocabulario de 1555: “an vencido en mi dos cosas: lo vno obediancia de mis prelados que en esto me han mandado entender, especialmente de nuestro padre ministro provincial fray Juan de San Farancisco“.42 Y fray Bernardino de Sahagún, quien señalaba que había escrito los doce libros de su Historia general por mandato de sus superiores.43 Esto señala que la importancia de aprender la lengua indígena preocupó tanto a los sacerdotes como a los altos mandos de la orden franciscana, quienes insistieron en la necesidad de aprender las lenguas e impulsaron la creación de obras gramaticales. El trabajo hecho por los frailes fue un trabajo conjunto elaborado por algunos y revisado, o por lo menos conocido, por otros frailes, como puede apreciarse en distintos pasajes de Olmos y Sahagún, en específico en el caso de los huehuetlatolli. Sobre esto señalaba Ángel María Garibay: “una de dos, o trabajaban en colaboración los dos franciscanos, o suscitada la emulación de Sahagún ante los trabajos de Olmos, se dedica a reunir sus propios textos”,44 el padre 41

Olmos, op. cit., fol. 20r. Molina, Vocabulario de la lengua mexicana, ‘prólogo al lector’. 43 Sahagún, op. cit., lib. 1,”Prólogo”, t.1, p. 28. 44 Ibid., t. 2, pp. 41-42. 42

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Garibay se inclinaba por esto último. Sin embargo, considero que es más probable que estos religiosos trabajaran en colaboración, porque el proyecto, anacrónicamente llamado etnográfico y lingüístico, era un proyecto de la orden mendicante. Participación de fray Bernardino de Sahagún en el proyecto del Vocabulario trilingüe: tomando en cuenta los numerosos trabajos de lenguas indígenas que fueron elaborados entre los franciscanos, es probable que algunos de los más destacados frailes se ocuparan especialmente de algún proyecto impuesto, como se ha visto, por los superiores religiosos. De esta forma, considero que es posible la participación y acaso la dirección de fray Bernardino de Sahagún en la elaboración del Vocabulario trilingüe, sobre todo en la labor de recopilación y ordenación de material gramatical y lexicológico. Los motivos que pueden inducir una hipótesis como ésta son: a) Referencias de fray Bernardino de Sahagún a una obra trilingüe. A pesar de que las primeras referencias a una obra trilingüe del fraile se deben a Torquemada, el propio fray Bernardino señalaba en el Calendario mexicano que estaba componiendo una obra en tres lenguas, específicamente un vocabulario, al cual hace referencia al hablar de las festividades religiosas: “hazian muchas y grandes ceremonias, las quales se vera por extenso en el vocabulario en de tres lenguas que se va haziendo”.45 b) Participación del religioso en actividades docentes relacionadas con la enseñanza de la lengua latina. La labor del fraile dentro del Colegio de Tlatelolco fue didáctica y encaminada a la enseñanza de gramática latina. Por este motivo, creo que una obra con las características del trilingüe, glosada a partir del léxico latino hacia la lengua náhuatl, como puede apreciarse por la estructura morfológica y semántica de las glosas de dicha lengua, se deben a un hombre conocedor de las lenguas y las culturas latina y nahua, como fray Bernardino. c) Inclinación de fray Bernardino por el estudio de la len45 Iguíniz, “Calendario mexicano atribuido a fray Bernardino de Sahagún”, p. 220.

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gua indígena. El fraile sentía como religioso la necesidad de comprender profundamente las lenguas indígenas, ya que éstas eran el instrumento por el cual se podía realizar una evangelización efectiva; por ello, en varios lugares fray Bernardino señala la importancia de conocer a fondo la lengua. Así, en el prólogo a los doce libros de la Historia general señala lo siguiente: Es esta obra como una red barredera para sacar a luz todos los vocablos de esta lengua con sus propias palabras y metafóricas significaciones, y todas sus maneras de hablar, y las más de sus antiguallas buenas y malas.46

Pero, además de esta preocupación, el fraile tenía un profundo y manifiesto interés en las particularidades —que hoy llamaríamos semánticas y pragmáticas— de la lengua náhuatl, interés que manifestó en varias ocasiones, como por ejemplo en el libro doce, donde señala que: muchos han escrito en romance la conquista [...] quísela yo escribir en lengua mexicana [...] por poner el lenguaje de las cosas de la guerra y de las armas que en ella usan los naturales, para que de allí se puedan sacar vocablos y maneras de decir, propias para hablar en la lengua mexicana acerca de estas materias.47

Por ello, considero posible que fray Bernardino participara en la elaboración del vocabulario, ya que él era un misionero que tenía definidas las características de la lengua que pretendía estudiar. Además, el fraile fue reconocido por sus hermanos de religión como uno de los grandes conocedores de la lengua náhuatl: “Este dicho religioso fr. Alonso de Molina y otro que se llama fray Bernardino de Sahagún son solos los que pueden volver perfectamente cualquier cosa en la lengua mexicana y escribir en ella, como lo han hecho de muchos años acá y lo hacen el día de hoy sin cansarse”.48

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Sahagún, op. cit., lib. 1, “Prólogo”, t. 1, pp. 28-29. Ibid., lib. xii, “al lector”, t. 4, p. 21. 48 García Icazbalceta, Nueva colección de documentos para la historia de México, p. 69. 47

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Fray Bernardino era tan reconocido experto en la lengua náhuatl que él fue el encargado de examinar el Vocabulario en lengua mexicana de fray Alonso de Molina, edición de 1555, como se señala en el colofón: “Fue vista y examinada esta presente obra por el reverendo fray Francisco de Lintorne, guardian del monasterio de San Francisco de México y por el reverendo Padre fray Bernardino de Sahagún dela dicha orden, a quien el examen della fue cometido”.49 Entre las características puramente formales que vinculan este manuscrito con fray Bernardino tenemos: La letra principal del Vocabulario trilingüe pertenece a alguno de sus amanuenses. Varias apostillas dentro del manuscrito, así como la letra de los dos primeros folios han sido identificadas por los investigadores con la escritura de fray Bernardino; así lo señala Bustamante García, quien dice que en el manuscrito hay notas autógrafas del fraile: “La f. 2v tiene sólo unas notas, escritas por la misma mano que escribió las glosas en náhuatl de la f. 1 y, aquí, parece innegable que se trata de un ológrafo del propio Sahagún [...] Debajo se repite con letra inconfundible de Sahagún...”.50 También menciona que “hay otras notas en el manuscrito que son añadidos posteriores. Los primeros se deben sin duda a Sahagún, con su letra temblorosa e inconfundible”.51 Respecto a lo anterior, considero que los ejemplos mencionados tal vez se deban a Sahagún, de acuerdo con algunas características caligráficas, como el cursus irregular y en otras el pulso tembloroso;52 además, el trazo de las letras, en particular de h, e, g, b; esto se puede apreciar en los dos primeros folios y en las apostillas de los folios 8v, 17r, 19r, 50v, 57v, 66r, 83r, 94v, 116v, 157v.53 Considero que, evidentemente, hay coincidencias 49

Molina, Vocabulario, 1555, fol. 260v. Bustamante García, op. cit. p. 393. 51 Ibid., p. 396. 52 En algunas el pulso parece todavía firme, ya que la caligrafía de Sahagún fue variando con el tiempo, como lo demuestra el artículo de Charles E. Dibble y Norma B. Mikkelsen, “La olografía de fray Bernardino de Sahagún”, en Estudios de Cultura Náhuatl, vol. 9, 1971, pp. 231- 236. 53 Bustamante García, señala las siguientes “Las anotaciones aparecen en las ff. 49v, 66, 83, 94v, 96, 116v”. op. cit., p. 396. 50

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entre esta escritura y autógrafos de Sahagún.54 En cuanto a los dos primeros folios fueron añadidos posteriormente, ya que es de papel diferente al resto. Algunas particularidades en la ortografía del Vocabulario trilingüe se encuentran en otras obras de Sahagún, como las que menciona José Luis Suárez Roca en el estudio de la Psalmodia christiana, única obra impresa del fraile: en el plano ortográfico se observan varias peculiaridades que identifican el sistema empleado por Sahagún y sus ayudantes indígenas. Son variantes que se alejan de las normas, más o menos aceptadas, que se habían fijado en las primeras gramáticas del náhuatl [...] son rasgos ortográficos que no suelen aparecer tampoco en el sistema empleado por los frailes en los textos religiosos [...] Entre los rasgos más singulares del sistema ortográfico utilizado en la Psalmodia cabe mencionar la frecuente omisión de la grafía “n” en final de palabra [...] en ocasiones, la omisión de “c” y “t” en algunos perfectos verbales. Muy frecuente es también el empleo de “s” en lugar del grafema “x” para representar el sonido fricativo palatal sordo [š], principalmente cuando éste se produce en posición final de sílaba. Es general la representación del grupo fonemático /wa/ mediante la grafía “oa”. [...] También la grafía z es usada con cierta frecuencia en lugar del grafema c, más común durante el siglo xVi.55

Estos fenómenos se encuentran también en el Vocabulario trilingüe, como se ha documentado en las particularidades lingüísticas: Omisión de «n» final: [fol. 53v] pipílti [fol. 131v] pipilti [fol. 33v] teuctlatolóia. En todos los casos anteriores parece faltar una consonante nasal final. Confusión de “s” en lugar del grafema “x” para representar el sonido fricativo palatal sordo [š]: [fol. 3r] ‘pelles’ , icis [fol. 109v] ‘pellez’ vxoris. La forma correcta de ambos casos es: ‘pellex’. Representación del grupo fonemático /wa/ mediante la grafía “oa”: [fol. 78r] teoan axcatilóni [fol. 99r] melaoaliztli [fol. 103v] naoatilli. En donde, considero, se puede optar por la pro54 Presento una comparación entre estas anotaciones y firmas autógrafas del fraile, tomadas del artículo de Dibble. Véase apéndice. 55 Bernardino de Sahagún, Psalmodia christiana y sermonario de los sanctos del año, en lengua mexicana, 1999, pp. xxxiV-xxxV.

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nunciación /tewan/, /melawaliztli/ y /nawatilli/. El manuscrito, además, presenta rasgos lingüísticos que coinciden con otros documentos franciscanos, sobre todo en lengua española, en donde existe la misma vacilación ortográfica medieval y una marcada tendencia etimologizante, que se puede ver en los ejemplos siguientes: Arte de la lengua mexicana de fray Andrés de Olmos [ms. matr.]: [fol. 30v] substantivos y adjectivos [fol 32v] supstantivos [fols., 32r, 33r, 33v, 34r] quando [fol. 95v] interjectiones, orthographia [fol. 49r] subjunctivo. Vocabulario trilingüe: [fol. 3r] A a a interjection56 del que se rie [fol. 16v] Amenazando arberbio [fol. 12v] Aceptar herencia, Aceptacion de herencia [fol. 38v] Casa enla heredad [fol. 53v] Cibdadanos hombres bueno.57

Considero que hay suficientes elementos ortográficos para identificar el Vocabulario trilingüe con obras franciscanas, en especial con las de fray Bernardino de Sahagún. El copista principal del Vocabulario trilingüe ha sido identificado por los investigadores como uno de los ayudantes indígenas de fray Bernardino. Chavero creía que el amanuense había sido Martín Jacobita.58 Bustamante García considera, por algunas particularidades lingüísticas encontradas en el diccionario, que el copista principal es un indígena de habla náhuatl.59 Mary Clayton está segura de este hecho, ya que afirma que: “The copyist was native speaker of Nahuatl who was not also a native speaker of Spanish”.60 Considero que esta afirmación es correcta, ya que dentro de la obra hay indicios lingüísticos sobre este hecho; así lo demuestra la confusión entre consonantes dentales oclusivas, v. gr. tineros por dineros, Emperadriz por emperatriz, hurtator por hurtador; consonantes bilabiales; Neprissense por 56

Interjection: interjecion N1N2 Véase particularidades lingüísticas. 58 Chavero, op. cit., p. 59. 59 Bustamante García, op. cit., p. 395. 60 Clayton, op. cit., p. 414.

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Nebrissensi; consonantes velares oclusivas: sagomano por sacomano, y otros aspectos ya señalados en las particularidades lingüísticas de la edición. Por lo tanto, considero que el amanuense fue un indígena trilingüe, perteneciente al Colegio de Tlatelolco, o educado en él. En cuanto a la afirmación de Chavero, es poco probable que Martín Jacobita se haya encargado de la copia de dicha obra, ya que si bien él fue uno de los principales ayudantes de Sahagún no se menciona que haya sido copista, sino que más bien fungió como intérprete, por lo menos en la elaboración de la Historia general, como lo señala el propio fray Bernardino: “En este escrutinio o examen el que más trabajó de todos los colegiales fue Martín Jacobita”, y añade el nombre de los copistas: “Los escribanos que sacaron de buena letra todas las obras son Diego de Grado61 [...], Bonifacio Maximiliano [...] y Mateo Severino”.62 Es muy probable que Martín Jacobita haya participado en el proyecto del Vocabulario trilingüe; sin embargo, no creo que haya sido él quien copiara dicha obra, sino más bien alguno de los jóvenes indígenas reconocidos por su buena letra, como pudo ser Diego Adriano, quien tenía una caligrafía notable, o algún otro copista perteneciente al scriptorium franciscano, de quien no tenemos noticia, ya que dentro de la orden existieron varios amanuenses de hermosa escritura, como se puede apreciar en otros documentos franciscanos que poseen rasgos caligráficos similares. La letra encontrada en el Vocabulario trilingüe es usual en documentos franciscanos del siglo xVi, es posible que la caligrafía haya sido enseñada en colegios franciscanos. Esta letra se encuentra en manuscritos de fray Andrés de Olmos y fray Bernardino de Sahagún, entre los ejemplos tenemos el Arte de la lengua náhuatl de fray Andrés de Olmos, manuscrito 10081 de la Biblioteca Nacional de Madrid,63 y manuscrito 407.2017.051 de la Biblioteca Middle American Research Institute de la Universidad de Tulane,64 notable especialmente 61

Diego Adriano. Sahagún, Historia general, lib. 2, “Prólogo”, t. 1, pp. 106-107. 63 Olmos, op. cit. 64 Olmos, Arte y vocabulario. 62

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en los folios 74v a 80v, 169r a 193v y 224r a 236r, los cuales presentan similitudes con la letra del Vocabulario trilingüe, a pesar de no ser la misma caligrafía, ya que cambia en estas obras el cursus y ductus de la misma, algunas veces parece más cursiva y en otras es una gótica muy simplificada, en la cual, sin embargo, aparecen las mismas formas de abreviaturas, tanto para el español como para el náhuatl; símbolos unificados como el calderón; forma de los títulos, escritos en letra de mayor tamaño; uso de tintas de color rojo y negro, entre otras características similares. También se encuentra una escritura parecida en los Primeros memoriales de fray Bernardino de Sahagún, en los folios 58r y 82r del códice matritense de la Real Academia de Historia, en cuyo caso hay un enorme parecido con los rasgos caligráficos del trilingüe.65

CONSIDERACIONES FINALES

Por lo visto anteriormente, se puede señalar que el Vocabulario trilingüe es una obra lexicográfica diseñada por fray Bernardino de Sahagún como parte de los trabajos de la obra franciscana, elaborada hacia 1540 y terminada antes de 1555 en el Imperial Colegio de la Santa Cruz; que el amanuense es un indígena del scriptorium franciscano y que la obra fue escrita con fines didácticos. Este manuscrito es una obra de gran valor filológico, ya que es un testimonio de los procesos lingüísticos del siglo xVi novohispano. Considero que es esencial elaborar la edición crítica del manuscrito y realizar una investigación profunda de las glosas nahuas del documento, así como hacer un amplio y profundo estudio de las particularidades lingüísticas de dicha obra. Creo que las páginas anteriores son un intento por acercarse a la obra de forma global y son un primer análisis del Vocabulario trilingüe. Asimismo, considero que aún hay algunas cuestiones que deberán tratarse en un estudio posterior, para el cual ya se sentaron las bases con algunos elementos aquí dados. 65

Véase reproducción de estos ejemplos en apéndice.

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El estudio del Vocabulario trilingüe aún no ha sido agotado, ya que este manuscrito posee una inestimable riqueza lingüística que merece seguir siendo estudiada. Finis huius libri Ciudad Universitaria-Colmex, abril de 2004. ucm, Madrid, 2009.

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Vocabulario trilingüe en español-latín-náhuatl atribuido a fray Bernardino de Sahagún se terminó de imprimir en enero de 2010 en los talleres gráficos del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Producción: Dirección de Publicaciones de la Coordinación Nacional de Difusión.

El latín está considerado como el bastión lingüístico de la doctrina cristiana desde que San Jerónimo tradujo la Biblia del hebreo. En la Nueva España, la traducción de obras de tradición náhuatl al latín o del latín a distintas lenguas indígenas fue un acontecimiento que dejó huellas imborrables en la historia de México y en su literatura. Desde el siglo XVI, como resultado de la conquista espiritual, se reconoce un vínculo entre el náhuatl y el latín debido a la traducción de sermones y pasajes bíblicos. En este volumen se revisan las gramáticas y diccionarios sobre lenguas indígenas que elaboraron los religiosos para transmitir la doctrina cristiana y, después de considerar las herramientas gramaticales y lexicográficas que propone Antonio de Nebrija en su obra, se realiza una investigación crítica y caligráfica del Vocabulario trilingüe, que favorece la hipótesis de que su autor fue fray Bernardino de Sahagún. Además de destacar su valor filológico, el análisis del Vocabulario trilingüe pone de manifiesto la mezcla cultural y lingüística que se produjo durante los primeros años de la Conquista, pero también forma parte de un esfuerzo por crear herramientas metodológicas encaminadas al estudio del latín colonial.

Vocabulario trilingüe en español-latín-náhuatl, atribuido a fray Bernardino de Sahagún obtuvo el Premio INAH Wigberto Jiménez Moreno 2004 a la mejor tesis de licenciatura en lingüística.

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