Las Transiciones En Fútbol: Marco Teórico Y Aplicación Práctica

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LAS TRANSICIONES EN FÚTBOL: Marco Teórico y Aplicación Práctica

POR: Alberto González Fernández Técnico Deportivo Superior / Entrenador Nacional Fútbol

Rafael Gil Sánchez Técnico Deportivo Superior / Entrenador Nacional Fútbol

José Reina Sánchez Técnico Deportivo Superior / Entrenador Nacional Fútbol

Salvador Díaz Bernal Técnico Deportivo Superior / Entrenador Nacional Fútbol

III Seminario Práctico para Entrenadores de Fútbol Comité Técnico Andaluz de Entrenadores de Fútbol

índice INTRODUCCIÓN. TRANSICIONES ATAQUE-DEFENSA. A. SIN INTERRUPCIÓN DEL JUEGO. 1. Movimientos previos a la pérdida del balón. 1.1. Movimientos preparatorios para la transición. 1.2. Tipo de ataque que desarrolle nuestro equipo. 1.2.1. Contraataque. 1.2.2. Ataque directo. 1.2.3. Ataque combinativo. 1.2.4. Jugada a balón parado. 2. Pérdida del balón. 3. Balance defensivo. 3.1. Hacia una defensa de contención. 3.2. Hacia una defensa presionante. 3.3. Hacia una defensa combinada. B. A TRAVÉS DE UNA INTERRUPCIÓN EN EL JUEGO

TRANSICIONES DEFENSA-ATAQUE. A. SIN INTERRUPCIÓN DEL JUEGO. 1. Movimientos previos a la recuperación del balón. 1.1. Movimientos preparatorios para la transición. 1.2. Tipo de defensa que desarrolle nuestro equipo. 1.2.1. Defensa de contención o defensa presionante. 1.2.2. Jugada a balón parado. 2. Recuperación del balón. 3. Despliegue. 3.1. Hacia contraataque. 3.2. Hacia ataque posicional. B. A TRAVÉS DE UNA INTERRUPCIÓN EN EL JUEGO

FACTORES A TENER EN CUENTA EN EL DESARROLLO DE LAS TRANSICIONES. PRÁCTICA. BIBLIOGRAFÍA. 2

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íntroducción El DRAE define transición como “acción y efecto de pasar de un modo de ser o estar a otro distinto”. El fútbol, como todos los deportes de equipo, de oposición directa en espacio común y con participación simultánea de los jugadores, es un juego que se compone de dos fases que estarán determinadas por la posesión del balón: fase ofensiva o de ataque, en la que el equipo posee balón, y fase defensiva, en la que no lo tiene. Estas dos fases irán dándose de manera alternativa a lo largo del juego. Al paso de una a otra fase es a lo que llamamos fase de transición, en la que la posesión del balón no esta definida por ninguno de los dos equipos (Álvaro y otros, citado por Casáis, 2004). El Departamento técnico de abfútbol (2003), añade que también sería la fase en la que se produce una interrupción en el juego tras la cual sacará el equipo que no estaba inicialmente en posesión del balón. Ataque-defensa, será aquella en la que el equipo pierde la posesión del balón y tendrá que hacer el balance defensivo, y defensa-ataque, aquella en la que el equipo recupera la posesión del balón y pasa a desarrollar funciones ofensivas. Nosotros entendemos el concepto “transición” como el momento de cambio de posesión del balón, a veces un poco más duradero (por ejemplo, cuando hay un disparo a puerta, el equipo deja de estar en posesión del balón cuando golpea, el portero rechaza y sigue siendo transición hasta que alguno de los equipos se apodere del balón) y otras veces instantáneo (por ejemplo una situación de uno contra uno en la que el defensor roba el balón, pasando por tanto a ser atacante). Pero esto lo consideramos poco práctico, por lo que para su estudio y entrenamiento vamos a considerar la transición como una fase del juego mucho más amplia, que se inserta indispensablemente en la fase anterior (con los movimientos preparatorios) y en la fase posterior (con el despliegue en caso de pasar al ataque y con el balance defensivo caso de pasar a la defensa).

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La fase de transición empieza con la pérdida/recuperación del balón o con los movimientos previos a dicha pérdida/recuperación (si los hubiera), y termina con la organización defensiva (del equipo que perdió la posesión), con la recuperación del balón (el equipo que perdió el balón podría recuperarlo sin llegar a organizarse defensivamente, a través de una defensa circunstancial) o con un gol. El objetivo a conseguir con nuestro equipo en el entrenamiento de las fases de transición será acortar lo máximo la parte que se inserta en la fase posterior, de manera que si la realizamos antes que el rival (que estará realizando la fase de transición opuesta) dispondremos de un tiempo de desequilibrio de éste, que nos dará ventaja para tener éxito en el ataque, si realizamos transición defensa-ataque, o en la defensa, si realizamos transición ataque-defensa. Pero para acortar lo máximo esa parte posterior, y sacar ventaja, es necesario realizar una buena parte anterior, que nos permita estar bien situados en el “imprevisible” momento del cambio. Las fases de transición tendrán una gran importancia en el desarrollo del juego, ya que de ellas surgen gran cantidad de situaciones de gol. Según Mombaers, 2000 (citado por Casáis, 2004) el 50 % de los goles que se producen en acción de juego corresponden a las fases de transición, señalando además que las acciones entre 2-3 jugadores ejecutadas a gran velocidad son la base de las acciones ofensivas que acaban en gol ya que la mayoría de los goles se consiguen en menos de 15 segundos y con una secuencia inferior a 4 pases.

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Hughes y Fanks (2005) estudian la influencia de la secuencia de pases previa al gol en los mundiales de 1990 y de 1994, con los resultados que podemos ver en la tabla, donde se aprecia claramente la importancia de las fases de juego cortas en la consecución de los goles.

Estos datos nos invitan a dar gran importancia a la rápida organización defensiva y a aprovechar la desorganización del rival para montar nuestra acción ofensiva. Para abordar la temática que nos ocupa, como es las transiciones en fútbol, es indispensable hacer un análisis profundo de toda la dinámica del juego, debiendo esclarecer todo lo que ocurre antes y después de ellas; ¿Cómo ha de hacerse la transición ofensiva si hacemos defensa presionante? ¿Cómo si nuestro fuerte es el contraataque? ¿Y si vamos ganando y nos interesa tener el balón? ¿Si hacemos ataque directo cómo ha de ser la transición defensiva? ó ¿Quién ha de ir a tapar un posible saque rápido de falta mientras que el resto del equipo se organiza defensivamente? ¿Cómo tendremos que hacer la transición defensiva si queremos hacer una defensa de contención? ¿Cómo haremos la defensa circunstancial ante pérdida de balón en ataque combinativo y el consiguiente contraataque del rival? replegamos hasta el área por el carril central; presionamos al jugador con balón y temporizarlo obligando a ir hacia banda; presionamos rápido balón obligando a pasarlo y salimos provocando el fuera de juego... Cualquier cosa que hagamos razonadamente puede estar bien, pero lo que esta claro es que hay que tener una idea y entrenarla para que después, en competición, todos los jugadores actúen en consonancia. Sino podría darse una situación en que unos defensas salieran a presionar el balón para obligar al pase y provocar el fuera de juego mientras otros repliegan habilitando la posición de los delanteros.

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REORGANIZACIÓN OFENSIVA

JBP. OFENSIVO

TRANSICIÓN DEFENSA-ATAQUE

Conservar el balón Progresar en el juego Buscar un remate

según

Zona del campo, ubicación y características jugadores, modelo táctico, resultado, etc.

Movimientos preparatorios

Contraataque

Despliegue

Pérdida del balón

Directo Ataque posicional

Combinativo

Defensa presionante Recuperación del balón

Defensa de contención

Defensa circunstancial o balance defensivo

Defensa combinada Movimientos preparatorios

Zona del campo, ubicación y características jugadores, modelo táctico, resultado, etc.

según

Recuperar el balón Evitar la progresión Defender la portería

FASE DEFENSIVA

TRANSICIÓN ATAQUE-DEFENSA

Para

FASE OFENSIVA

Para

JBP. DEFENSIVO

REORGANIZACIÓN DEFENSIVA Alberto González

La dinámica del juego consiste en la sucesión de acciones en la que los equipos pasan de una fase ofensiva a otra defensiva y viceversa a través de la perdida o la recuperación de la posesión del balón, las cuales se producirían en otras fases a las que llamamos fases de transición. Estos cambios de fase pueden producirse de manera continuada en el juego o por medio de una interrupción de éste. Como consecuencia estamos obligados a considerar las fases del juego como un todo y no como partes aisladas.

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Transición ataque-defensa Se define como aquella situación de juego en la que se pierde la posesión del balón y se deben empezar a aplicar de un modo inmediato los principios tácticos defensivos para organizarse defensivamente y recuperar el balón (Lotina y Domínguez, 2006). Estos mismos autores la denominan como “el primer paso para dotar al equipo de una adecuada organización defensiva”. Pero nosotros consideramos que hay un paso anterior, que consiste en realizar un ataque equilibrado (que nos permita, llegar a ese momento de pérdida de la posesión, preparados para afrontarla con mayores posibilidades de éxito). El equipo ha de tener claro que modelo táctico defensivo vamos a utilizar y cómo llegar a conseguir su organización a partir de las diferentes situaciones que se puedan presentar en el juego, teniendo presente cual es el objetivo principal a cubrir en cada momento de fase de transición (recuperar el balón, evitar la progresión en el juego o defender la portería). Vamos a dividir las transiciones ataque-defensa en dos tipos, en función de que se produzca o no por medio de una interrupción en el juego. A. TRANSICIÓN ATAQUE-DEFENSA SIN INTERRUPCIÓN DEL JUEGO. Para su estudio, y más fácil comprensión, hemos dividido este tipo de transición ataque-defensa en tres partes: 1ª. – Movimientos previos a la pérdida del balón. 2ª. – Pérdida del balón. 3ª. – Balance defensivo.

1. Movimientos previos a la pérdida de balón. Es necesario considerar por un lado el tipo de ataque que desarrolle el equipo, y por otro lado las acciones preparatorias de la posible transición hacia la defensa en caso de pérdida de la posesión del balón, a lo que llamaremos movimientos preparatorios para la transición. 1.1.

Movimientos preparatorios para la transición.

Es lo que diversos autores denominan equilibrio, para Oscar Cano (2001) uno de los tres pilares primordiales de la fase ofensiva dentro de un sistema 7

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de juego, del que escribe: “el equipo debe quedar totalmente preparado en caso de que el ataque no tenga la eficacia pretendida. Siempre hay espacios y rivales a los cuales habrá que prestarles una especial atención con el objeto de que no aseguren la transición defensa-ataque con comodidad”. Castelo, (1999) lo define como mantener una posición defensiva de base y recalca la importancia de hacerlo ante equipos que utilizan el contraataque como método de juego ofensivo, indicando además la necesidad de crear condiciones de superioridad numérica en el caso de que el contrario cuente con jugadores de elevada capacidad técnico-táctica individual ofensiva. Así, en la fase ofensiva además de tener como objetivo la consecución del gol, también debemos jugar con una serie de conceptos tácticos ofensivos (desdoblamientos, vigilancias ofensivas) que permitan dar seguridad al ataque, manteniendo un adecuado equilibrio ofensivo (ocupación de las zonas de resistencia, rechace y finalización) y que, en el caso de la pérdida de la posesión del balón, podamos realizar una transición de ataque a defensa que nos lleve a efectuar una fase defensiva eficaz. 1.2.

Tipo de ataque que desarrolle nuestro equipo

El tipo de ataque marcará claramente a la fase de transición, siendo muy diferente el desequilibrio y la incertidumbre (en cuanto a dónde y cuándo se va a producir la pérdida y cómo de organizado estará mi equipo) que nos pueda producir un tipo de ataque u otro. 1.2.1. Contraataque. Debido a la poca participación activa de jugadores en este tipo de acciones, así como, a que como mínimo el balón se pierde en la línea de medios, no se llega a producir una desorganización importante, por lo que la transición ataque-defensa a realizar será más sencilla. 1.2.2. Ataque directo. Este tipo de ataque produce, generalmente, una escasa desorganización del bloque, ya que en todo momento se mantiene un gran número de jugadores entre el balón y la propia portería, siendo además bastante previsible el lugar y momento de la pérdida. La desorganización e incertidumbre aumentaría un poco en caso de ganar un posible rechace y hacer jugada a partir de ahí con la incorporación de jugadores más atrasados, aunque quedarían de todas formas, como norma habitual, un mínimo de 6 jugadores por detrás del balón. Además, la transición hacia la defensa tras este tipo de ataque, se vería favorecida por una pérdida de balón lejana a la propia portería. 8

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1.2.3. Ataque combinativo. En este tipo de ataque habrá que diferenciar dos situaciones según la intención táctica que se tenga: Si se hace ataque combinativo con la intención de mantener la posesión del balón, porque el resultado nos es favorable por ejemplo, no provocaremos en nuestro equipo una gran desorganización y aunque no sepamos el momento de la pérdida, sí que tendremos una idea del lugar, ya que el mantenimiento se realizará en aquella zona del campo que tengamos predeterminada y con los jugadores establecidos. En el caso de que se realice con la intención de progresar hacia la portería rival y finalizar, la desorganización del equipo y la incertidumbre que se produce es mayor, siendo por tanto el estilo de ataque que más complicaciones va a generar a la hora de realizar la transición ataquedefensa. 1.2.4. Jugada a balón parado. En este tipo de jugadas habría que diferenciar según el tipo de saque a realizar (de banda, de esquina, de falta…), además de tener en cuenta otros factores como: la zona del campo, el resultado, el momento del partido, etc. Pero siempre será bastante previsible ya que nosotros sabremos sobre que zona se realizará el saque y por tanto deberemos tener prevista la posible pérdida en dicho espacio. Por ejemplo, en un saque de banda (propuesta de Barea, A. en seminario de Archidona 2007): Diferenciamos tres tipos de actuación en función del tercio del campo en que se produzca el saque y la posible pérdida posterior. 1er tercio

2º tercio

3er tercio

- La línea defensiva no se retrasa. Los jugadores más cercanos al lugar de la pérdida intentan evitar progresión y evitar que el adversario llegue a portería, es decir, proteger la portería. - Todos los jugadores han de estar en los carriles central y el lateral en el que se produce el saque de banda.

Según estrategia operativa y el resultado en el momento del partido, actuaremos de dos modos: 1. Partido “negativo”, mal resultado. - Idem. al 1er tercio pero sumando la intención táctica de robar el balón. 2. Partido “positivo” - El más cercano a la pérdida de balón acosa para evitar progresión e invitar al pase atrás. Ganamos tiempo para que el resto del equipo se retrase y se junte en una zona predeterminada.

Según estrategia operativa y el resultado en el momento del partido, actuaremos de dos modos: 1. Partido “negativo”. - Idem. al 1er tercio, arriesgando, necesito robar, no retraso la línea defensiva, creando densidad en la zona para robar. 2. Partido “positivo”. - Los dos más cercanos a la pérdida del balón evitan la progresión mediante interceptación o falta táctica. El resto se retrasa y se junta en la zona predeterminada.

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2. Pérdida del balón. La pérdida del balón siempre tendrá que ir acompañada de un cambio inmediato de actitud por parte del jugador. “El cambio de rol, “chip”, de ataque a defensa, probablemente sea el más importante, y de cuya aplicación inmediata depende en gran parte el éxito en la recuperación temprana de la posesión del balón”. Lotina y Domínguez, (2006). Estos mismos autores destacan la importancia de dicho cambio cuando se prevé la pérdida de balón, evitando lo que sucede a muchos jugadores que esperan a ver si se recoge el rechace en una actitud pasiva, enfadándose con sus compañeros, con el árbitro, o consigo mismos lamentándose de un posible error, en instantes que son decisivos para una resolución favorable de la acción. Por tanto, el jugador deberá pasar de realizar funciones ofensivas a defensivas en el menor espacio de tiempo, reduciendo espacios y cumpliendo con uno de los objetivos del juego para la fase defensiva, acosando al poseedor del balón y a los receptores potenciales del primer pase, porque es un buen momento para la recuperación del balón, ya que el contrario no tiene aun la amplitud que hace falta para iniciar el ataque con ciertas garantías.

3. Balance defensivo. Es la parte de la transición ataque-defensa en la que se busca la reorganización defensiva y la ocupación óptima de los espacios defensivos. Debiendo realizar falta táctica, o el fuera de juego, o temporizar o/y orientar el ataque hacia zonas de menos peligro, etc. porque es necesario evitar la progresión, y teniendo que obstaculizar el posible tiro o último pase en caso de pérdida en zona cercana a la propia portería, porque hay que cumplir el principio general de defender la portería. A veces, el balance defensivo no llega a dar lugar a una defensa organizada ya que, no da tiempo al equipo a colocarse en la situación de inicio de ésta. Por lo que ha de realizarse una defensa circunstancial hasta que se recupera nuevamente la posesión del balón, con el único objetivo de evitar el gol. Este tipo de defensa se caracteriza por realizarse con un número reducido de jugadores, en relación de igualdad o inferioridad numérica respecto al rival y con una colocación y distribución de los jugadores no preestablecida.

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Existen diferentes opciones de realización del balance defensivo, que deben estar en sintonía con el planteamiento defensivo seleccionado para llevar a cabo la defensa organizada, de manera que un equipo que utilice la defensa organizada presionante buscará fórmulas de actuación diferentes a las de un equipo que emplee la defensa organizada de contención. Casáis, L. y Domínguez, E. (2004). Y diferente a un equipo que realice una defensa combinada, donde un grupo realice defensa presionante y otro defensa de contención. 3.1. Balance defensivo hacia una defensa organizada de contención.

Objetivo

Con este modelo defensivo se buscará ralentizar o anular en el inicio al ataque rival, para poder establecer una estructura defensiva de gran densidad y numero de jugadores por detrás del balón.

Medios tácticos Falta táctica: Busca la interrupción del juego por medio de un falta para cortar el ritmo de ataque y ganar tiempo para la organización a utilizar

defensiva. Su uso ha de ser limitado y de forma inteligente, buscando que la apreciación arbitral sea vehemente. Temporización: Busca una oposición activa sobre el rival con el fin de enlentecer la velocidad de la acción ofensiva, para posibilitar las ayudas defensivas en situaciones en las que partimos con inferioridad numérica. Además se debe reducir el ángulo de penetración del atacante, obligándole a ir hacia una banda o espacio menos peligroso. Repliegue: Es el retorno, individual o colectivo, de forma rápida y profunda hacia posiciones defensivas de partida para la acción defensiva organizada, resituándose entre el balón y la portería a defender. Se realizará teniendo en el campo visual el balón, la zona de retorno y los posibles atacantes sobre los que actuar. Coberturas: Se trata de posicionarse en situación de ayuda defensiva con respecto a un compañero que puede ser desbordado. Se garantiza así un principio básico del juego, como es la superioridad numérica en la zona del balón.

Posibles procedimientos a emplear

1.- El defensor más cercano al jugador con balón intenta abordar al atacante realizando una falta táctica, el resto de los compañeros repliegan o se sitúan por detrás para reducir la gravedad de la sanción disciplinaria. 2.- El defensor del jugador con balón realiza temporización defensiva para dificultar la progresión directa y el resto hacen repliegue hacia la portería, colocándose en disposición de realizar coberturas al defensor del poseedor.

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3.2. Balance defensivo hacia una defensa organizada presionante.

Objetivo

Con este modelo defensivo se buscará limitar la capacidad de acción del rival, cortando su iniciativa y “atacando” la posesión del balón. Es un planteamiento más agresivo y con más riesgo defensivo, soliendo buscar la recuperación del balón en la zona donde se ha perdido o en todo caso en zonas adelantadas.

Medios tácticos Pressing: Con el cual se intenta conseguir superioridad numérica defensiva en un momento dado a partir de desplazamientos de los a utilizar

jugadores hacia la zona del balón. Persigue una limitación espaciotemporal sobre el jugador con balón con el fin de provocar precipitación en sus acciones y limitar el tiempo para su toma de decisiones. Requiere de una participación numerosa y activa de jugadores, con un alto grado de organización colectiva, necesitando saber claramente cómo, dónde y cuándo presionar para asegurar una participación conjunta y eficaz. Fuera de juego: Con este medio táctico se intenta reducir el espacio útil de maniobra para el ataque con el fin de anular la acción ofensiva. Es un planteamiento de alto riesgo, ya que requiere una altísima sincronización, una adecuada utilización y además depende de la apreciación arbitral. Es necesaria la presión al jugador con balón, para forzar que este realice un pase en malas condiciones. Debe concebirse como un factor sorpresivo y no utilizarse de manera indiscriminada, ya que llevaría a una fácil neutralización por parte del equipo atacante. Puede realizarse a través de una frenada en el retroceso de la línea defensiva, dejando a los atacantes que van corriendo verticalmente en posición ilegal, o con un adelantamiento de la línea defensiva, superando ésta la posición de los atacantes, con el fin de inhabilitar su situación. A la vez, ha de acompañarse con el adelantamiento del portero que actuará en posición de cobertura de la línea defensiva.

Posibles procedimientos a emplear

1.- Parte de los jugadores disponibles hacen presión al jugador con balón, tratando de recuperarlo justo tras la pérdida, disminuyendo a la vez la calidad del ataque y decelerando la progresión para dar tiempo al repliegue defensivo. El resto de los jugadores repliegan y ocupan las zonas de protección de la portería, para marcar y cerrar líneas de pase. 2.- Parte de los jugadores hacen presión al jugador con balón para recuperar la posesión y el resto adelantan su posición para provocar fuera de juego de los posibles receptores.

3.3. Balance defensivo hacia una defensa organizada combinada. Es un modelo defensivo en el que se parte conscientemente al equipo en dos grupos, uno que repliega haciendo defensa de contención y otro que presiona el balón con la intención de recuperar rápido la posesión del mismo. 12

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B. TRANSICIÓN ATAQUE-DEFENSA A TRAVÉS DE UNA INTERRUPCIÓN EN EL JUEGO Este tipo de transición es más fácil de ejecutar ya que se dispondrá de más tiempo para conseguir la organización defensiva. Pero de todas formas será indispensable realizar el cambio de “chip” inmediato, debiendo temporizar el saque de la acción a balón parado, el jugador más cercano o el que tengamos predeterminado para dicha misión, y el resto del equipo deberá organizarse rápidamente para defender de la forma prediseñada en función del tipo saque que vaya a realizar el contrario (de banda, de esquina, de falta, de puerta…).

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Transición defensa-ataque Se define como aquella situación en la que se recupera el balón y se comienzan a aplicar los principios tácticos ofensivos para construir y finalizar el ataque (Lotina y Domínguez, 2006). Al igual que comentamos en la transición ataque-defensa, para esta también será importante que el equipo tenga claro qué modelo táctico ofensivo (en este caso) vamos a utilizar y cómo llegar a conseguir su desarrollo eficaz desde las diferentes situaciones que se puedan presentar en el juego (en función de los factores a tener en cuenta los jugadores deben saber cuando hacemos contraataque y cuando no, por ejemplo). También vamos a dividir las transiciones defensa-ataque en dos tipos, en función de que se produzca o no por medio de una interrupción en el juego.

A. TRANSICION DEFENSA-ATAQUE SIN INTERRUPCIÓN DEL JUEGO. Para su estudio y más fácil comprensión hemos dividido la transición defensa-ataque en tres partes: 1ª. - Movimientos previos a la recuperación del balón. 2ª. - Recuperación del balón. 3ª. - Despliegue. 1. Movimientos previos a la recuperación del balón. Para afrontar el análisis de estos movimientos tendremos en cuenta por un lado el tipo de defensa que desarrolle nuestro equipo y por otro lado los movimientos preparatorios para la transición hacia el ataque, sin olvidar que el tipo de ataque realizado por el rival será fundamental dado que, dependerá de ello el nivel de organización del equipo contrario después de su fase ofensiva; como ya vimos en el apartado del tipo de ataque dentro del los movimientos preparatorios de la transición ataque-defensa, destacando que el contraataque y el ataque directo dejaba una desorganización en el equipo mucho menor que la que dejaba el ataque combinativo.

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1.1.

Movimientos preparatorios para la transición.

Roberto Olabe, 1999, los llama movimientos de compensación, “siempre los jugadores más alejados del balón tendrán algo que hacer…, cuando un jugador roba el balón, los compañeros han de estar en disposición para recibirle en las mejores condiciones y en el mejor sitio posible…, cuando se defiende, no todo es defensa”. Denominado por diversos autores como equilibrio ofensivo, Lillo y Domínguez (2006) lo definen como los movimientos que realizan los jugadores que no intervienen directamente en la defensa para preparar el ataque, con los objetivos de no perder la ocupación racional del campo, de estar en condiciones de atacar inmediatamente, de preparar mentalmente el momento ofensivo ocupando espacios vitales del juego que puedan utilizarse para iniciar el ataque, y de obligar a los oponentes directos a que se preocupen más de defender que de atacar. Igual indican Lotina y Domínguez (2006). Estos jugadores, que preparan el proceso ofensivo durante la fase defensiva, pueden colocarse en diferentes zonas en función del estilo de transición que vaya a realizar el equipo (que vendrá marcada por las características de los jugadores, zona en la que prevea que puede producirse la recuperación…), pudiendo: -

Dirigirse hacia una zona para atraer a los jugadores encargados de dar equilibrio defensivo a su equipo, creando espacios libres para que sean aprovechados por algún compañero, o por él mismo (si es un jugador rápido) en el despliegue tras la recuperación del balón.

-

Colocarse directamente en una zona predeterminada como referente (si es un jugador más corpulento, que proteja bien el balón), sirviendo de apoyo para dar salida al proceso ofensivo tras recibir el balón, realizando la temporización necesaria para que se produzca el despliegue. 1.2.

Tipo de defensa que desarrolle nuestro equipo.

“Ganan los partidos aquellos equipos que tienen una mayor capacidad de recuperación del balón” (Segura y Pérez, 1996). Las recuperaciones con continuidad van a permitir realizar transiciones ofensivas con mayores posibilidades de éxito cuanto más cerca de la portería contraria se den. Segura y Pérez afirman además que la secuencia de juego: “recuperación de balón, y pase” debe formar parte de todos los planes de entrenamiento de cada entrenador. 15

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1.2.1. Defensa de contención o defensa presionante. “El método defensivo no puede caracterizarse solamente por la destrucción del ataque adversario, éste debe mostrar concomitantemente la base fundamental por la cual se debe construir su proceso ofensivo tras la recuperación del balón” (Castelo, 1999). “Todo esfuerzo defensivo se elabora para obtener la recuperación del balón en zonas favorables y producir desde ellas las condiciones necesarias para atacar la portería contraria” (Cano, 2001). Este mismo autor nos indica las diferencias más significativas entre como proceder en la transición ofensiva desde la recuperación del balón a partir de un repliegue intensivo o una presión, como son: - Distancia a recorrer hasta zonas de finalización. - Disposición y número de jugadores entorno al balón. - Compañeros por delante de la línea del balón que aseguren el primer pase profundo. - Compañeros por detrás de la línea del balón que aseguren la posesión del mismo a partir de pases atrasados. Sacando como conclusión de ello que el Pressing nos revela un espacio corto con respecto a la portería rival y varios compañeros que aseguran muchas trayectorias para el primer pase. Mientras que, a partir de la recuperación del balón tras un repliegue intensivo (defensa de contención) el tipo de contraataque o ataque previsto se encontrará con grandes espacios hasta llegar a zonas cercanas al gol. 1.2.2. Jugada a balón parado. Este tipo de situaciones son muy tenidas en cuenta por los equipos, por su menor grado de incertidumbre y el gran partido que se puede sacar de ellas. Son todas aquellas faltas, saques de esquina o de banda lanzados al área, en las que dejaremos jugadores colocados en diferentes zonas y tendremos movimientos previstos para hacer una transición rápida hacia el contraataque. 2. Recuperación del balón. La recuperación del balón siempre tendrá que ir acompañada de un cambio inmediato de actitud por parte del jugador, al igual que sucedía en la transición defensiva. Los jugadores deberán realizar rápidos movimientos sin balón para que el adversario no tenga el tiempo necesario para organizar convenientemente sus acciones defensivas (Lotina y Domínguez, 2006).

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Lo primero que hay que tener en cuenta son los principios del juego de ataque. Destacando en primer lugar la conservación del balón, ya que, como indican Lillo y Domínguez (2006) “la posesión del balón no es un fin en sí misma, pero es indispensable en el proceso ofensivo”, ya que si no hay posesión del balón no hay ataque. Y para ello es importante dar muy rápido amplitud al equipo y apoyos al poseedor del balón para que encuentre una salida fácil. En la consecución de los principios del juego de ataque habrá que considerar la zona del campo en la que se produce la recuperación, la situación y características de los jugadores (compañeros y rivales), el modelo táctico de ataque del equipo, el resultado, etc. Ya que en función de esto habrá que dar más importancia a unos u otros porque, como decía Valdano, “en zonas cercanas a la portería propia nos jugamos 1000 para conseguir 1 mientras que en zonas cercanas a la portería rival nos jugamos 1 para conseguir 1000”. Por lo que, cuanto más desorganización tenga el rival más importancia habrá que darle a la progresión en el juego y al remate a gol para tratar de aprovecharla.

3. Despliegue Como indica Cano (2001), hacia posiciones que ensanchen y alarguen el terreno de juego. “Tras la recuperación de la posesión del balón, la primera idea es avanzar hacia delante aprovechando los momentos de desequilibrio del equipo adversario… Debemos pasar de la reducción de espacios a la amplitud ofensiva…Abrir el frente de ataque… y descongestionar la zona en donde se recuperó el balón buscando salida por otro lado” (Lotina y Domínguez, 2006). “El jugador que inicie la fase de ataque debe ser el que recibió el balón de quien se lo robó previamente al adversario. Excepto cuando se intercepta el balón de un pase largo del rival o cuando se roba cerca de la portería contraria. El instante de robar debe estar claramente separado del instante de jugar” (Cuadrado, 2006). Además de los conceptos mencionados por estos autores debemos tener en cuenta otros para realizar un despliegue adecuado, como son: ajustar la progresión del balón con la progresión de las líneas; imprimir la adecuada velocidad en el juego, ajustándola con la precisión en el mismo y explotar los espacios libres que haya dejado el rival en su fase de ataque. La primera intención de un equipo debe ser hacer un despliegue hacia el contraataque aprovechando el desequilibrio del rival para progresar con la 17

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máxima velocidad y los mínimos toques hacia la portería contraria, siempre y cuando dispongamos de los medios adecuados para tener un mínimo de garantías de éxito, y además sea lo que nos convenga según el resultado y demás aspectos mencionados. Pero como no siempre se dan las circunstancias adecuadas, el equipo debe tener recursos para afrontar el despliegue hacia un tipo de ataque posicional, que puede ser con ataque directo o con ataque combinativo. 3.1. Despliegue hacia contraataque. Se trata de un modelo táctico fundamentado en una progresión rápida tras la recuperación del balón, con el fin de aprovechar la desorganización defensiva momentánea del rival. Fradua, L. (1997) cita las siguientes pautas de actuación de un contraataque tipo: 1.- En el momento de recuperar el balón, los dos jugadores que estén más adelantados iniciarán mediante cambio de ritmo un desplazamiento cubriendo los dos espacios laterales del campo 2.- Si el jugador que ha recuperado el balón no puede aprovechar el momento para pasar en largo a los puntas, los dos compañeros más cercanos al jugador que ha recuperado el balón iniciarán los apoyos continuos para mantener la posesión del balón. Si no es con pase directo se intentará con pase indirecto (dos pases cortos antes de pasar en largo) 3.- Si el jugador que ha recuperado el balón no tiene oposición directa, pero no hay posibilidad de pase largo a los puntas, bien marcados, iniciará la progresión. Dos apoyos, a un lado y otro progresarán con él intentando garantizar la posesión del balón 4.- Cinco jugadores como máximo llegarán al área contraria; el resto se mantendrán en zonas que permitan un repliegue seguro.

Para su aplicación se requieren una serie de procedimientos tácticos (Casáis y Domínguez, 2004): -

Espacios libres. Creación, ocupación y aprovechamiento: Procedimiento táctico que consiste en provocar intencionadamente y de forma inteligente la desocupación de un espacio de juego, que luego será ocupado para progresar en la acción ofensiva. Podemos hablar de varios tipos de espacios libres: creación individual, creación colectiva, creación con balón, creación sin balón. La fundamentación táctica se basa en: o o o

-

Crear espacios libres: mediante movimientos de arrastre, desmarque o apoyo Ocupar los espacios libres: de forma que algún jugador se introduzca en él Aprovechar los espacios libres: haciendo llegar el balón a él.

Desmarques: Procedimiento técnico-táctico que consiste en eludir la vigilancia o marcaje de un adversario con el fin de estar disponible para recibir un pase. Pudiendo ser de apoyo o de ruptura. 18

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-

Paredes: Consiste en la combinación entre al menos dos jugadores, a través de un pase rápido, para superar la acción de uno o más defensores.

-

Cambios de orientación: Modificación del foco de ataque sobre la zona defensiva rival, de forma amplia, rápida y precisa, para ocupar espacios libres y desincronizar la organización y ventaja numérica o posicional del equipo defensor.

-

Vigilancia ofensiva: Control visual de las zonas del campo abandonadas por un compañero que se incorpora a la acción ofensiva, y marcaje a distancia de adversarios con riesgo potencial, sin abandonar nuestra zona defensiva. Se realizan por los jugadores que no intervienen directamente en el ataque, con el objetivo de mantener el equilibrio defensivo.

A partir de estos procedimientos tácticos podemos organización del despliegue hacia el contraataque. Podemos diferenciar entre: Contraataque organizado: Fase inicial: tiende a buscarse la recuperación del balón en zonas favorables, dejar que el rival se despliegue y deje espacios a su espalda, se necesita aplicar procedimientos de recuperación activos (presión), después de la recuperación se construye rápidamente el ataque a través de la progresión individual o pases en profundidad acompañados de desmarques de ruptura. Fase intermedia: busca la progresión hacia la portería rival en el menor tiempo posible, aprovechando los espacios libres y la desorganización defensiva del rival. Los jugadores de segunda línea acompañan la acción para crear una línea de rechace o para ofrecer una continuación de la jugada en caso de no prosperar la progresión directa. Finalización: Los jugadores implicados en el contraataque deben buscar de forma vertical la portería o a los últimos defensores, ya que usualmente se encuentran en situación de desventaja (sin ayudas defensivas, sin posibilidad de cobertura, con riesgo de expulsión por cometer una falta,…).

plantear la

Contraataque libre o imprevisto: Se configura por el robo en la línea defensiva del rival o tras errores no forzados, y suelen requerir solamente de la finalización individual o de un pequeño número de jugadores.

3.2. Despliegue hacia el ataque posicional. Como ya hemos mencionado antes, habrá circunstancias en el juego que nos lleven a realizar un despliegue hacia un ataque más lento, sea por que son equipos que no están dotados de los medios necesarios para realizar el contraataque o porque les convenga más según la situación del juego. 19

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Esta parte es a la que diversos autores llaman “fase de iniciación del ataque”, entre ellos Lillo y Domínguez (2006), de la cual indican que consta de una serie de movimientos, circulaciones, combinaciones y acciones tácticas individuales y colectivas que intentan hacer progresar el balón hacia zonas propias de creación. Se busca que el equipo tenga tiempo para adoptar su posición inicial de ataque. Independientemente de que se vaya a realizar un ataque combinativo o directo, el despliegue ha de realizarse a través de unos procedimientos que son comunes: -

Temporización ofensiva: Se trata de ralentizar la velocidad o ritmo de la acción ofensiva con el objetivo fundamental de controlar el juego (mantener la posesión del balón, permitir el desarrollo de otro procedimiento táctico,…). Busca conservar la posesión del balón como recurso defensivo (mantener un resultado favorable, hacer pasar el tiempo,…), dar tiempo para que se den las condiciones favorables en el juego (salirse del fuera de juego, conseguir equilibrio o superioridad en ataque,…). -

Apoyos o ayudas permanentes: medio táctico que consiste en acercarse o alejarse del jugador con balón sin estar marcado, para ofrecer una solución de continuidad en la acción ofensiva, con el objetivo de mantener la posesión del balón o progresar a zonas útiles.

La diferencia más significativa será que en el ataque combinativo se buscará un despliegue mayor en anchura, mientras que en el ataque directo se hará un despliegue mayor en profundidad.

B. TRANSICION DEFENSA-ATAQUE A TRAVÉS DE UNA INTERRUPCIÓN EN EL JUEGO. En este tipo de transición el equipo que recupera la posesión del balón iniciará el ataque desde una jugada a balón parado. En este tipo de jugadas el equipo podrá buscar un ataque posicional, con la realización de los movimientos prediseñados que tenga para el tipo de saque de que se trate, o un ataque rápido, sacando rápidamente para tratar de sorprender al contrario mientras que se organiza defensivamente (ya que es un momento en el que muchos jugadores suelen perder la atención sobre el balón).

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Factores

a tener en cuenta en el desarrollo de las transiciones Modelo táctico ofensivo y defensivo del equipo propio. Es el factor al que damos mayor importancia, que además deberá a su vez considerar a todos los demás factores para su elaboración y desarrollo. Desarrollado a lo largo del tema. Zona del campo donde se produce la pérdida-recuperación del balón. El “dónde” se produce la pérdida-recuperación del balón es muy importante para el desarrollo de la transición, cuanto más cerca de la portería rival se recupere mayores posibilidades de éxito tendrá la transición defensa-ataque y más difícil será por tanto la transición ataque-defensa. Hay equipos que prefieren hacer la presión en banda por la ventaja que supone que el atacante no tenga salida hacia un lado, y otros equipos hacen la presión en el centro con el objetivo de recuperar el balón en una zona que facilite la transición hacia el ataque sin esa limitación. Ubicación de los jugadores de ambos equipos (relación numérica en la zona). La distribución espacial de los jugadores será crucial para el desarrollo de las transiciones, esto será, principalmente, lo que marque cuándo un equipo está organizado o no, cuándo está equilibrado o no… y como ya hemos visto, en las transiciones defensa-ataque se tratará de aprovechar el posible desequilibrio del rival y en las transiciones ataque-defensa trataremos de organizarnos defensivamente lo antes posible para que el rival no tenga opciones de “pillarnos” desequilibrados. Características de los jugadores de ambos equipos. El sistema de juego empleado en el desarrollo de las transiciones habrá de tener en cuenta las características de los jugadores propios y, al menos, las más trascendentes de los rivales; ya que este sistema, para que sea eficaz, deberá adecuarse a las capacidades individuales de nuestros jugadores, sacándole el máximo partido a sus características, permitiéndoles jugar en los espacios de mayor eficacia y realizar las acciones que dominen mejor.

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Modelo táctico ofensivo y defensivo del equipo rival. “Es preferible competir con los argumentos propios protagonismo a los argumentos del rival” (Cuadrado, 2006).

que

otorgar

Aunque estoy de acuerdo con lo que dice Jesús Cuadrado, considero que eso no quita que el modelo de ataque del equipo rival sea otro factor a tener en cuenta, ya que habrá que matizar nuestro balance defensivo dando soluciones concretas contra virtudes específicas de cada equipo rival. No será igual el balance hacia defensa de contención ante un equipo que realice principalmente (como estilo de juego) contraataques, a un equipo que tenga un estilo de ataque basado en el juego combinativo. El modelo de defensa del equipo rival será otro factor a tener en cuenta, ya que habrá que matizar nuestro despliegue dando soluciones concretas contra los diferentes procedimientos tácticos defensivos que emplee el rival. No será igual el despliegue hacia un ataque posicional ante un equipo que realice defensa presionante muy adelantada (porque va perdiendo por ejemplo), a un equipo que realice defensa de contención muy replegado (porque juegue fuera de casa contra un equipo superior o que vaya por delante en el marcador). Resultado y tiempo del partido. El resultado y el tiempo que reste de partido harán que los equipos tengan que asumir más o menos riesgos. Así, el equipo que vaya por detrás en el marcador, seguramente, tendrá que incorporar mayor número de jugadores al ataque para tratar de conseguir gol, y por tanto su transición hacia la defensa se verá bastante dificultada. Como ya se ha podido ir viendo a lo largo del tema, el conocimiento de estos factores nos eliminará parte de la incertidumbre, que está presente en todas las acciones del juego, ya que nos permitirá saber el cuándo, el dónde y el cómo se va a producir la transición, haciéndola más previsible y, por lo tanto, ventajosa para nuestro equipo. Según esto podemos hablar de transiciones previstas e imprevistas. Siendo un objetivo del entrenamiento hacer previstas el mayor numero de transiciones. (Importancia del vídeo para profundizar en el conocimiento del rival y del equipo propio).

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práctica Al final lo importante es ser capaces de llevarlo todo al campo en día a día, considerando la realidad de nuestro equipo, y esto se hará a través de las tareas de entrenamiento. Estas tareas de entrenamiento han de ser un paso intermedio que permita al equipo desarrollar aquello que se pide en la competición de manera eficaz. Y en última instancia todo lo que se observe en la competición que no se desarrolle de manera eficaz deberá ser de nuevo objeto de estudio para ser corregido o mejorado y volver a trasladarlo al terreno de juego. Nosotros hemos recogido aquí tareas de complejidad y aproximación a la realidad de la competición diversas. Cada entrenador podrá tomar lo que le interese de cada una de ellas o utilizarlas dándole los matices que considere oportunos para acercarlas a la realidad de su equipo. Las tareas han sido aportadas por los grupos de trabajo del “III Seminario Práctico para Entrenadores de Fútbol” celebrado en Archidona (Málaga) el 23 y 24 de febrero de 2007. GRÁFICO 1

DESCRIPCIÓN 15 x 20 metros Objetivo: Cambio de rol inmediato A una señal del entrenador, comienza el juego: los jugadores con balón persiguen a los jugadores sin balón. Cuando un jugador con balón toca a uno sin balón, se lo cede, y cambian las funciones. Este juego tendrá una duración de 5 a 7 minutos y el entrenador deberá incentivar el juego destacando la importancia que tiene, estar en el grupo de jugadores sin balón cuando señale el final. A esta actividad, seguirá una serie de ejercicios de estiramientos para completar el calentamiento.

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GRÁFICO 2

DESCRIPCIÓN 25 x15 m Objetivo: Transiciones individuales El jugador nº 3 ataca la portería defendida por el jugador nº 2, el atacante intenta superar al defensor y batir la portería. Una vez que se ha producido el chut a portería, el jugador nº 3 ha de correr rápidamente al marcaje del atacante nº 4 que intentará batir la portería contraria. Durante el ejercicio si cualquier defensor recupera la posesión del balón; ha de intentar un pase a su compañero en punta y apoyarle para plantear una situación de 2 contra 1. Variantes: Plantear la misma tarea para situaciones 2 contra 2, 3 contra 3, etc.

GRÁFICO 3

DESCRIPCIÓN Tarea Rondo 4 x 1. En 15 x 15 m Objetivo: Cambio de rol inmediato. Podemos incluirla en un específico de calentamiento.

trabajo

Cuando recupera el balón el del medio debe hacer gol en una de las porterías de conos, los que pierden balón lo deben evitar. Variantes. Nº porterías, nº toques, nº de jugadores y espacio.

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GRÁFICO 4

DESCRIPCIÓN 30 x 30 m. Objetivo: Cambio de mentalidad ataque-defensa. Mantenimiento 4x4 +2 comodines por fuera, comienzan blancos atacando, cuando negros roban, los blancos más los dos comodines pasan a defender, debiendo tocar dos defensores al poseedor antes de que el equipo que robó de 2 pases. Variantes: Jugar con el nº de pases que tienen que dar los que recuperan para facilitar o dificultar la consecución del objetivo.

GRÁFICO 5

DESCRIPCIÓN 40 x 30 m Objetivo: Despliegue rápido, sacando el balón de la zona de recuperación. Jugamos 5 x 5 en una mitad, cuando el equipo que defiende roba debe llevar el balón a su campo mediante pase (no conducción del que roba balón). Si el equipo que tiene balón en su campo consigue dar 10 pases seguidos vale 1 tanto. Variantes: En función al modelo u objetivo dejar jugadores en campo propio. Limitar el nº de pases antes de cambiar de zona.

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GRÁFICO 6

DESCRIPCIÓN 45 x 25 m (3 zonas de 15). Objetivo: Repliegue a zona anterior a la pérdida, el jugador más cercano queda temporizando. Tarea 5x5+ Porteros en sistema 1-3-2. Los equipos hacen ataque combinativo realizando los movimientos preparatorios para la posible transición ataque - defensa y tras la pérdida de balón hacen balance defensivo hacia defensa de contención (repliegue) en la zona contigua a la que se produjo la pérdida.

GRÁFICO 7

DESCRIPCIÓN 40 x 20 m. con porterías reducidas (con línea media que divide el campo) Objetivo: Cambio de mentalidad ataque-defensa. Repliegue hacia la zona de balón. Tarea 5x5, en sistema 3-2, a marcar gol. Si pierdo balón en zona adelantada, los defensas se adelantan para presionar en la zona delantera, y si se pierde balón en zona atrasada los delanteros repliegan para defender en zona trasera.

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GRÁFICO 8

DESCRIPCIÓN 50 x 40 m Objetivo: Transición ataque-defensa en zona de iniciación y transición defensaataque en zona de finalización. Tarea 5x4+Portero, se realiza mediante acciones conjuntas (tarea con continuidad y finalización). El equipo atacante que estará obligado a iniciar los ataques desde su portero, intentará mediante ataques combinativos progresar y finalizar el ataque por el lugar más adecuado y lograr el gol. Cuando este equipo pierda la posesión del balón deberá realizar una transición de ataque a defensa en el menor espacio de tiempo.

GRÁFICO 9

DESCRIPCIÓN ¾ partes de terreno de juego Objetivo: Transición defensa-ataque (movimientos preparatorios de los delanteros) Marcamos un espacio como se muestra en el grafico. 3 x 3 con dos comodines ofensivos. Cuando se recupera balón jugar con un comodín y éstos con los delanteros del equipo recuperador que realizan los movimientos previos para salir lo mejor posible en el ataque 2 x 2. Variantes: Podemos incluir en el ataque uno de los comodines para crear superioridad numérica ofensiva.

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GRÁFICO 10

DESCRIPCIÓN ½ campo Objetivo: Transición ataque-defensa de la línea de medios y delanteros. Un equipo hace ataque combinativo con línea de 4 medios y línea de 3 delanteros contra defensa de 4 + 2 pivotes y portero. Realizando los movimientos previos ante la posible pérdida. Tras la pérdida, los 3 jug. más cercanos al balón presionan y los demás repliegan hasta la línea de medio campo (o la que consideremos oportuna) Variante: Limitar el nº de toques de los atacantes para que se den más transiciones.

GRÁFICO 11

DESCRIPCIÓN Todo el campo (utilizando “zonas muertas”) Objetivo: Transición ataque-defensa. Partido 11x11 delimitando unas zonas en las que no puede caer el balón, para facilitar la transición ataquedefensa y que los delanteros vean la posibilidad de conseguir llegar a tiempo a zona defensiva, cuando el balón cae en una “zona muerta” se reiniciará el juego con un saque de banda desde dicha zona. Variante: Colocar diferentes “zonas muertas” en función del objetivo específico que tengamos.

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GRÁFICO 12

DESCRIPCIÓN 70 x 60 m Objetivo: Transición defensa-ataque Dos equipos: un equipo atacante de 10 jugadores que utiliza un sistema 4-2-3-1, y otro equipo que defiende con 10 jugadores + portero que utiliza un sistema 1-4-4-2. El equipo atacante realiza ataques combinados buscando progresar y finalizar los ataques para conseguir gol. El equipo que defiende cuando recupera el balón tratará de realizar un contraataque hasta llegar a la línea de conos y en el caso de que tiren alguno de ellos conseguirán un punto y pasará a ser equipo atacante.

GRÁFICO 13

DESCRIPCIÓN Todo el campo Objetivo: Salir por el lado contrario a la recuperación. Tarea 11x11, tras recuperar la pelota, se puede marcar gol en la portería pequeña del lado contrario respecto al eje longitudinal del jugador que la robó, pero con un máximo de tres pases. Variantes: - Diferente nº de pases. - El equipo que marcó gol en la portería pequeña reinicia el juego, o lo reinicia el rival. Aumentar el nº de porterías pequeñas en cada lado.

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