Configuraciones Corporales_ Método Terapéutico Para Prevenir Enfermedades Y Recuperar Tu Energía Vital Milagrosamente A Través Del Cuerpo (spanish Edition)

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Configuraciones Corporales Método terapéutico para prevenir enfermedades y recuperar tu energía vital milagrosamente a través del cuerpo.

Volumen I



Por Luz Rodríguez

Queda prohibida salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización del autor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Código Penal). Todos los derechos reservados. © Luz Rodríguez 2017 Primera Edición Noviembre del 2017 ISBN: 9781973240945 Edición y Maquetación: Enrique Martín Impreso por KDP

“Tú no estás en el Universo, tú eres el universo. Una parte intrínseca del mismo. En última instancia, no eres una persona, sino un punto de encuentro donde el universo se está volviendo consciente de sí mismo. ¡Qué milagro más increíble!” Eckhart Tolle

Índice A P Q C I C

GRADECIMIENTOS

¿

OR QUÉ LEER ESTE LIBRO?

¿

UÉ ME IMPULSÓ A ESCRIBIR ESTE LIBRO?

¿

ÓMO UTILIZAR ESTE LIBRO?

NTRODUCCIÓN

¿

ÓMO ESTÁ ESTRUCTURADO ESTE LIBRO?

PARTE 1 CONSCIENCIA CORPORAL Q B EP F ¿

C

UÉ SON LAS

C

ONFIGURACIONES

ORPORALES?

ASES TEÓRICAS

L

SICODRAMA DEL CUERPO

C

ASES DE LAS

C

ONFIGURACIONES

ORPORALES.

PARTE 2 CONSTITUCIÓN DE LA ESTRUCTURA CORPORAL C C C C C C C C C C C C C C C C C E

ENTROS PSICOEMOCIONALES

ENTRO DE LOS ANCESTROS ENTRO DEL AMOR PROPIO Y EL DINERO ENTRO DE LA AUTOESTIMA Y DEL ÉXITO PROFESIONAL ENTRO DE LA SALUD Y LAS RELACIONES ENTRO DE LA COMUNICACIÓN Y CAPACIDAD DE ORGANIZACIÓN: ENTRO DE LA PERCEPCIÓN, DEL PENSAMIENTO Y DE LA SALUD MENTAL ENTRO DEL PROPÓSITO DE VIDA Y ESPIRITUALIDAD ONFIGURACIONES CORPORALES

ONFIGURACIÓN ONFIGURACIÓN « ONFIGURACIÓN « ONFIGURACIÓN « ONFIGURACIÓN « ONFIGURACIÓN « ONFIGURACIÓN « ONFIGURACIÓN «

E H C L M L M

STOY A LA DEFENSIVA» UYO DE LOS CONFLICTOS»

OMPENSO LO QUE FALTA EN MI VIDA»

A VIDA ES UNA CARGA» E AVERGÜENZA LO QUE SOY»

A VIDA ME FRENA» E SIENTO FRUSTRADO Y DERROTADO»

I

JEMPLO DE NTERVENCIÓN.

¿Y AHORA QUÉ SIGUE?

BIBLIOGRAFÍA



Dedicado a mis padres. Uds. hicieron posible que viniese a la vida. ¡Simplemente han sido los mejores para mí!

A mi cuerpo que con sus fortalezas, síntomas y debilidades me ha mostrado siempre aquello que no quiero escuchar. ¡Eres maravillosamente perfecto tal y como eres!

A mi querido Enrique que hace posible que cada célula de mi cuerpo se sienta amada. ¡Sin ti no fuera posible!

Agradecimientos Gracias a Dios, a la Vida y a mis ancestros. A mis padres, por darme la vida y por ser los padres perfectos para mí. A mi pareja, Enrique, por brindarme el apoyo y acompañarme en cualquier curso o terapia sobre el cuerpo que me antojara: pacientemente me acompañaste, aunque eso implicara tener que esperar en una plaza hasta que me desocupara. Gracias por darle cara a mis libros a través de la maquetación y por enseñarme el poder del amor cada día con tu compañía, eres el mejor maestro que me ha regalado la vida. Gracias a las personas de mi familia o los amigos que han sufrido alguna enfermedad; a través de su corporalidad y sus pensamientos ha surgido en mí la necesidad de profundizar en este tema. A mi cuñada Verónica, porque a través de su cuerpo he experimentado que la sanación de los traumas es posible por medio de la consciencia. A mis suegros Enrique y Lola por inspirarme en la fe y la guía divina, aunque se tenga una formación científica. A Juan Carlos Garaizabal por ayudarme a sacar la voz de mi tristeza y del maltrato recibido en mi infancia. A Traugott Wahl por ayudarme a recobrar el contacto con mi cuerpo a través de sus maravillosas sesiones de Rolfing. A Silvia Clemente, excelente entrenadora: con tu suavidad, sutileza y firmeza me hiciste recordar que lo que veía en ti también estaba en mí. A Ana Bilbao por hacerme consciente de que si perseveramos podemos lograr cosas increíbles con el cuerpo, a través del yoga. A Ibanna Rica y a Jasone Amorena por estar allí cuando las he necesitado y por enseñarme que cualquier malestar físico se puede sanar con una buena actitud ante la vida. A los periodistas de la TV chilena por darme el apodo de «la psicóloga de los 30 segundos». A mis clientes y estudiantes que confían en mi trabajo y que constantemente me apoyan y me enseñan: sin ustedes no sería posible. A ti que tienes este libro en tus manos… por escogerme como acompañante de camino.

¿Por qué leer este libro? Uno de los mayores problemas contemporáneos es la falta de sentido. ¿Por qué aun viviendo en la época en que vivimos no logramos sentirnos plenos y satisfechos? ¿Qué nos falta? Lo que debería observarse con alegría, como los avances tecnológicos (internet, smartphones), en lugar de ayudarnos a hacer contacto, hoy día representan una manera de colocarnos una máscara y en lugar de vernos a los ojos en grupo se nos pierde la mirada en la pantalla del móvil. Esto es una triste realidad; mi pareja dice, bromeando, que el siguiente paso en el desarrollo evolutivo es que nos crezca el brazo para no tener necesidad del palo de selfie. Es desolador ver cómo, en nuestra sociedad, en lugar de disfrutar de la naturaleza, de la cercanía de los otros o de su compañía, lo que se hace es posar ante los móviles sacando la mejor foto. Luego del instante «feliz» del selfie, cada quien inclina de nuevo el cuello y baja los hombros con la mirada otra vez perdida en la pantalla que sostiene en sus manos, sin hablar con los demás. Los avances tecnológicos deberían ser para unirnos, en lugar de separarnos. Pero, en fin, eso nos habla de que, aunque existe una gran necesidad de contacto, nadie se atreve a hacerlo. Preferimos aparentar momentos felices. Con las redes sociales parece que tenemos «amigos»: pero, ¿cuántas de esas personas saben realmente lo que sucede dentro de ti, lo que es peor? ¿Lo sabes tú? A futuro debería haber una red social que promueva la inteligencia emocional, haciendo realmente contacto; donde en lugar de ser valorados por nuestras poses, se nos aprecie como personas. Aprender a gestionar nuestros sentimientos y la manera cómo nos relacionamos tanto con nosotros como con los demás es el reto de hoy. Solo así podremos lograr nuestras metas y lograremos educar a las siguientes generaciones para que asuman los nuevos riesgos y se comprometan con su propia vida y sueños. Algunas veces, aun siendo terapeuta, puede que te cueste conectar con los demás o saber realmente qué hay detrás de cada conflicto de tus clientes. Es hora de saber por dónde iniciar un contacto real perdiendo el miedo. Lo que hace falta, en la actualidad, es abrazar, aprender a tocarnos, mirar con amor y respeto, etc. En las entregas anteriores de mis libros sé que te moviste, que hubo momentos

en que no sabías gestionar tus sentimientos y aun así sigues haciendo cambios importantes en tu vida. Con este libro te llega el momento de hacer contacto con tu cuerpo, recobrar tu movimiento natural y esa coherencia interna que ya posees pero que has olvidado. Aprende a saber lo que estás expresando y lo que te quieren decir los demás con sus gestos y movimientos. Escucha los latidos del corazón del otro, observa su respiración, su mirada, su tono de voz, sus expresiones y te garantizo que te encontrarás maravillado ante la belleza humana. Mientras más te observas tanto a ti como a los demás, más te enamoras de la vida y del misterio de la humanidad. Te sorprenderás al saber que no hay nada más sanador que el amor, que todos demandamos atención, que si nos abrazáramos más habría menos drama y menos sufrimiento. Aprenderás a leer el rostro de los demás sin que medien palabras, a saber qué expresa su mirada y escucharás alto y claro lo que no dicen con palabras pero gritan con sus gestos. Y lo que es mejor aún, reconocerás los alaridos y las lágrimas que brotan de sus síntomas. Escuchando los gritos del silencio. En estas páginas empezarás a dar los pasos necesarios para recuperar tu contacto con tus seres queridos y con cada persona que se cruce en tu camino, esto redundará en tu beneficio laboral, sentimental y personal. Estarás más feliz y más satisfecho contigo mismo. Ya basta de sufrir, de vivir en la indiferencia. ¡A volar Mariposas!

¿Qué me impulsó a escribir este libro? Cada día me asombra más lo maravillosa que es la vida, porque constantemente te lleva a desempeñar tu propósito existencial. Recuerdo que, de niña, mi familia estaba preocupada porque yo era muy delgada y no comía lo suficiente. A consecuencia de ello, toda mi infancia viví tomando suplementos vitamínicos, recibiendo inyecciones, etc. Y sumado a eso, sufrí infinidad de maltratos físicos; quizás en esos momentos –siendo solo una niña– no lograba comprender el porqué de esos acontecimientos. Luego, la misma vida me fue dando las respuestas. Cada vez que me sentía triste o sola, sentía que una fuerza superior a mí me sostenía, me abrazaba y me

decía que todo estaría bien. Hoy miro con perspectiva y agradecimiento mi infancia; como un proceso profundo de preparación para lo que es mi vida actual. Gracias a eso que viví pude desplegar la fuerza interna para desarrollar mi trabajo tal como lo realizo hoy. Para mí ha sido un largo viaje de empoderamiento, de sincronías y de coherencia interna. En mi vida como mujer adulta pasé por una operación quirúrgica, que, aunque para muchas personas es algo rutinario, para mí fue algo traumático. ¿Por qué lo viví así? ¿Por qué de pronto empecé a sentir miedo de tocar ciertas partes de mi cuerpo? ¿Por qué me empezó a doler el omóplato derecho y ese dolor no se quitaba con nada? ¿Por qué empecé a caminar jorobada, metiendo mi cabeza dentro de los hombros y sacándola como una especie de tortuga? ¿Por qué mi punto débil eran las infecciones de garganta? Además, ¿por qué había ganado sobrepeso a lo largo de los años, después de haber sido tan delgada? Esas y muchas preguntas más daban vueltas en mi mente y, como suelo ser de las personas que enfrentan las cosas, me di cuenta de que tenía un problema y que ninguna de las técnicas que usaba por mí misma me daba resultado del todo. Por lo tanto, busqué ayuda externa (Osteópatas, Consteladores Familiares, Terapeutas en Rolfing, Coaching Vocal, Movimiento espontáneo, Bioenergética, etc.). Cada una de estas técnicas me aportó algo sobre lo que estaba pasando dentro de mí, más adelante compartiré lo que descubrí con cada una de las mismas. A partir del trabajo que realicé con diferentes terapeutas y de la lectura de innumerables libros que hablaban del cuerpo y sus síntomas, decidí crear mi propio proceso de sanación que me ayudara a superar los problemas que tenía en mi estructura corporal. Fui en búsqueda de mi «maestro interno». Sé que mi cuerpo es el vehículo de mi alma. La única manera que tenemos de servir y ayudar a otros que conocemos, «por ahora», es a través de este plano físico; por lo tanto, tenía que prestar atención a mi cuerpo. Por allí emprendí un maravilloso viaje que me ha ayudado a sanar y, con respeto y osadía, también decidí probarlo en otros con increíbles resultados. El cuerpo ha sido el gran olvidado en la psicoterapia, porque si bien es cierto que nuestra psiquis y nuestras emociones son importantes, seguimos viéndonos desde la dualidad, no nos percibimos como el SER integral que somos. A través de estas páginas comparto mi propia visión como SER integral. Cómo todo lo que hago es desde una perspectiva ecléctica, existencialista y sistémica.

Por aquello de que la vida te va dirigiendo a lo que tienes que hacer de manera sincrónica, tuve una experiencia curiosa en una entrevista de TV en Chile, donde me presentaron como la «Terapeuta de los 30 s». Esto me sorprendió mucho y tengo que decir que hasta me avergonzó. Pero claro, estaba en un directo y me preguntaron «¿Cómo podía saber la dinámica o los conflictos de una persona en solo 30 s?». Hasta ese momento no me había dado cuenta de que realmente lo hacía y aunque no sabía muy bien qué decir, procuré salir de la circunstancia con la mejor respuesta que pude dar en ese entonces. Pero esa situación me llevó a dar estructura a eso que hacía de manera inconsciente y todo gracias a la organizadora de Chile, Mónica Navía, que fue la que les comentó a los periodistas lo que hacía en mis seminarios y cursos, además de que uno de ellos lo había experimentado en directo la noche anterior a la entrevista. Fue una experiencia curiosa y surrealista, la cual agradezco, porque la vida nos habla fuerte y claro; solo hay que escucharla con todos nuestros sentidos. De pronto fui consciente de la cadena de acontecimientos que me ha llevado al trabajo con el cuerpo. Comprendí que en cada una de las células de nuestro cuerpo está grabada la historia personal, ancestral y arquetípica de la humanidad. Este libro es una invitación a realizar el viaje del héroe con la mirada hacia adentro... camino al centro de nuestro SER, donde solo existe Coherencia; solo tenemos que hacernos conscientes de ella. Volvamos a nuestro paraíso interno. La mirada sanadora no está fuera de los ojos sino dentro de ellos. Este libro me impulsaste a escribirlo tú, una parte de ti clamaba por estas palabras... tú y yo somos UNO, como parte de la «Gran célula viviente del universo».

¿Cómo utilizar este libro?

Este libro lo puedes usar como puerta inicial para hacerte consciente de tu cuerpo, comprendiendo la importancia del movimiento para una vida saludable. Con esto no quiero decir que tengas que ir e inscribirte en un Ironman para movilizarte. Recuerda que la movilidad a la que me refiero proviene de la fuerza de tu corazón y de tu «voluntad de sentido». Lo que quiero es que te abras a ser más responsable con tu bienestar. Además, quiero que observes qué es lo que estás comunicando con tu cuerpo y que decidas conscientemente si es lo que

realmente deseas. Sugerencias para leer este libro: De principio a fin, deteniéndote para realizar los ejercicios que sugiero; recuerda que les puedes hacer cambios para adaptarlos a tus necesidades. Ir directamente a los ejercicios indicados, ya nada más eso supondría una gran diferencia en tu vida. Te sugiero que realices cada ejercicio por lo menos durante 7 días seguidos para que surta mucho más efecto. Si tienes alguna dolencia puedes iniciar por el significado cada centro Psico emocional o los modelos de configuraciones corporales y sus síntomas. Si eres terapeuta o te dedicas profesionalmente a la ayuda puedes ver las fases de las configuraciones corporales. También puedes tomar unas cuantas respiraciones conscientes y abrir el libro en una página al azar a ver qué regalo te trae.

Este es un libro en donde expongo lo que he puesto en práctica primero en mí misma y luego en las personas que atiendo. No es un libro para que analices a otros sino para que veas en ti mismo lo que estás expresando y recuperes tu movimiento natural y espontáneo, que te ayudará a recobrar tu energía vital. Es probable que para ello te encuentres de frente con traumas de los cuales no eres consciente, recuerda que el cuerpo tiene memoria y allí se han escondido durante mucho tiempo. Aunque en un principio pases por la «crisis de sanación», donde parece que te encuentras peor que cuando iniciaste este libro, aun así te invito a que sigas adelante porque la tormenta pasará. Es solo un período de «cauterización», vale la pena para tu posterior recuperación. Al poco tiempo verás cómo te sientes más enérgico y respiras mucho mejor, sobre todo te darás cuenta de cada paso que haces conscientemente. Ahora mismo abre los dedos de tus pies y apóyalos abiertos en el piso, ¿Qué observas? ¿Tienes un calzado muy ajustado que no te permite abrir tus dedos? Si prestas atención, notarás más firmeza y seguridad. Puede que incluso empieces a observar ciertas sensaciones corporales como dolor; recuerda que esta es una expresión positiva porque indica que estás vivo, es una señal de que se te está ofreciendo un regalo en tu vida, al cual tienes que prestar la atención adecuada. El estrés también hace estragos en tu cuerpo y

cuando has estado sometido a él durante largo tiempo las tensiones crónicas persisten y dichas tensiones interfieren con tu salud emocional, disminuyen tu energía, restringen tu movilidad y limitan tu autoexpresión. Por eso es que necesitas aliviar esa tensión crónica a través de la respiración consciente. Estas recomendaciones no pretenden ser una sustitución de la terapia o la medicina tradicional, se dirigen más bien a una obtención de un mayor dominio de ti mismo y a agudizar la percepción que tienes de ti, ampliando tu autoexpresión. La idea es ir haciendo todo esto para ganar una coherencia corporal que permita que tus pensamientos, sentimientos y expresión corporal actúen en conjunto de manera armónica. Lee este libro todas las veces que lo necesites hasta integrar aquello que para ti sea valioso. Lleva nota de lo que experimentas y aprendes, subraya lo que consideres importante y hazlo tuyo. Te garantizo que si al menos pones en práctica 3 acciones de las que te recomiendo, tu vida cambiará para siempre. No importa si le haces algunas modificaciones personalizadas. "La vida no se trata de encontrarte a ti mismo, sino de crearte a ti mismo." Buda.

Introducción Hay varias corrientes que marcaron mi vida profesional, una de ellas es la teoría de las Constelaciones Familiares de Bert Hellinger. Me enseñó sobre la importancia de los vínculos familiares y las consecuencias de los conflictos no resueltos dentro del entorno familiar. A través de las Constelaciones pude sanar la relación con mis padres y con humildad empecé a ocupar mi lugar dentro de mi sistema familiar, aprendí a honrar con un respeto profundo el destino de mis ancestros. Reconocer la importancia que tiene el clan o la tribu en nuestra vida es el primer paso para liberarnos de cargas innecesarias. Nuestro sistema familiar nos ha brindado los cimientos para construir nuestra personalidad y lograr nuestro desarrollo emocional y psicológico. Si bien es cierto que nuestra familia de origen es motivo de muchas de nuestras satisfacciones, también es cierto que es un cultivo de heridas. Y las Constelaciones Familiares han representado una gran diferencia en mi vida, como en la vida de otras personas. Algo que he observado es que hemos estado resentidos por las heridas ocasionadas en nuestro sistema familiar. Pero una vez que las sanamos creemos que es nuestro «deber» seguir allí con ellos. Es decir, si he estado peleado toda la vida con mi madre, ahora quiero estar con ella, permanecer a su lado. Es algo que he venido observando en las personas, se obsesionan por el árbol familiar y quieren preguntar a sus antepasados por sus abortos, infidelidades, etcétera. Nos creemos con derecho a inmiscuirnos en su vida por el simple hecho de ser sus descendientes. Esto no es más que soberbia. Ante nuestros ancestros siempre seremos los pequeños, y cuando insistimos en quedarnos a su lado tenemos que vivir según sus reglas para seguir perteneciendo. Esa es una posición cómoda, pero no nos hace crecer y con ello no digo que haya que alejarnos de ellos físicamente. Se trata, más bien, de adquirir un poco de perspectiva para observar mejor la situación. Una vez reconocida nuestra tribu, es necesario sopesar lo que nos ha dado, reflexionando sobre los valores que son de utilidad para nuestra vida; pero a partir de allí cortar «el cordón umbilical» para poder seguir adelante, solo así daremos el siguiente paso en nuestro proceso evolutivo. ¿Te imaginas que el feto se quedara siempre en el vientre materno? Tendría que mantenerse pequeño, no podría pasar de 9 meses. ¡Nos mantenemos unidos a nuestro sistema familiar tanto en el conflicto como en el apego!



Nuestra vida es un proceso continuo de unión y separación, contracción y extensión. Es como si toda nuestra vida fuera un eterno latido. El espermatozoide avanza hacia el óvulo, se produce la nueva unión y luego una nueva separación y así a lo largo de sucesivas etapas en nuestra vida. En nuestra familia tenemos una especie de conciencia de grupo, pero también la tenemos con nuestra nación y con nuestra cultura en general. Esta conciencia otorga seguridad, orden, lealtad, sentido de identidad. Pero también excluye o rechaza aquello que está fuera del clan o que es diferente. Los «órdenes del amor» de Bert Hellinger responden a las leyes que rigen dichas tribus, son como especies de lazos de amor que hacen que se mantengan unidas y que prevalezcan; hasta ahora ha sido cuestión de supervivencia. Han servido de gran ayuda para muchas personas, las mismas constelaciones han ido evolucionando a través del tiempo. Hoy empleamos el término «epigenética» para comprender cómo nuestras propias experiencias afectan a nuestro material genético de forma desconocida y cómo dichas marcas se transmiten a las siguientes generaciones. Ha llegado el momento de dar el siguiente paso, avanzar hacia una conciencia más simbólica que penetre en los dominios personales de la visión arquetípica, una conciencia de unidad y de comunión, pero ya no solo con la familia ni con la cultura o el país. Es una conciencia universal en donde pertenecemos al universo en su totalidad, en donde nos unimos a las «huestes angelicales». Para ello necesitamos iniciar el viaje hacia dicha conciencia, para ello debemos pasar el cruce del desierto y podemos estar muchos años a la deriva en el mismo. A través de estas páginas quiero mostrarte el camino tal y como yo lo percibo. Ya hemos estado en el cobijo transgeneracional, ya hemos sanado los vínculos; ahora es urgente iniciar el camino del vagabundo, porque durante mucho tiempo hemos sido los huérfanos y por fin encontramos a nuestros padres y ancestros terrenales. El siguiente paso es desarrollar nuestra divinidad para reencontrarnos con nuestros congéneres, los ángeles, los dioses, las estrellas y los astros celestiales. Esa es nuestra verdadera fuente. Para todo esto necesitamos dar un paso previo que suele ser doloroso: es lo

que Carl Jung llamó el «Proceso de Individuación». Recuerda lo que te dije antes, la vida es un latido constante de Unión/Separación, aunque me gusta más llamarlo Contracción/Expansión. Dicho «Proceso de Individuación» suele ser doloroso porque tenemos que pasar la puerta de la «personalidad» e ir a nuestro Yo más profundo: el «Yo Soy». Y por supuesto, el Ego se opone a ello, por lo tanto ejerce resistencia y eso es lo que duele. Para trascenderlo debemos aprender a desarrollar las potencialidades de nuestra sombra, a pesar de las exclusiones o rechazos que suele ocasionar en nuestro clan. Porque cuando reconocemos nuestro SER dejamos de preocuparnos por nuestro beneficio o el de la tribu, y pasamos a preocuparnos por el beneficio y el desarrollo de la existencia en su totalidad. El mismo Ken Wilber (2011) nos habla de que el proceso de desarrollo de un individuo tiene tres etapas: El nivel del Ego El nivel existencial El nivel del Ser Nuestro principal problema es nuestra división interna, ese dualismo que se da entre la lealtad a la tribu y nuestros propios deseos. El mismo ocurre en diferentes etapas: El destierro de la Tribu: mientras nos mantenemos acatando las reglas de la tribu, formamos parte; pero cuando empezamos a escribir nuestra propia historia empiezan los conflictos y empezamos a dividirnos internamente. Somos separados de la tribu y quizás con nuestro rechazo o soberbia, expandimos nuestra sombra. El sendero del Errante: vamos errantes sin «tierra», nuestra sombra nos consume porque le tememos. Por un lado, amamos a la tribu, pero por otro estamos resentidos con ella por habernos echado, porque no acepta «nuestras ideas o cambios para mejor». En esta etapa se suelen tomar algunas decisiones; o bien quedarnos en la tribu y adaptarnos a sus normas para no ser desterrados y acallar los gritos de nuestro corazón, o bien convertirnos en desterrados llenos de resentimiento por la exclusión de nuestra tribu. El sendero del Guerrero: como el camino del errante se hace sempiterno

aprendemos a sobrevivir en él sin que duela tanto, creando nuestras armaduras, fragmentando nuestro mundo en interno y externo, o en lo psíquico y lo somático. Creándonos propósitos existenciales absurdos que lo que hacen es construir más armaduras a través de nuestro ego, reunimos medallas para volver a sentir ese sentido de pertenencia a la tribu cuando nos reconocen nuestros logros, pero dentro de la armadura hay una profunda herida que no termina de sanar. Y nuestro cuerpo sufre una sobrecarga que lo lleva al sufrir silente. El sendero del Mártir: nos hacemos conscientes de nuestras creaciones y nos responsabilizamos por ellas. Prestando atención tanto a las experiencias subjetivas como a las objetivas, en esta etapa somos conscientes de nuestro dolor; pero por el deseo de pertenecer nos sacrificamos por los demás, con el firme deseo de sentirnos parte de un grupo, de que nos amen y nos acepten como una vez lo hizo nuestra tribu. El sendero del Mago: poco a poco me voy dando cuenta de que he aprendido, gracias al destierro de la tribu. Incluso ahora puedo volver y decidir estar con ellos un tiempo. Incluso puedo compartir mis experiencias con ellos. El resentimiento se ha ido. Desaparece la dualidad y me uno a la conciencia unificada. Como célula de la misma, asumo mi función con humildad y servicio por un bien mayor. Disfruto de mis creaciones, los milagros se vuelven algo natural, «co-creo» en coherencia consciente. A través de estas páginas quiero compartir mi experiencia adquirida en el camino andado, cómo fui regresando a mí misma, también a ti y a la vez a la conciencia de unión con un Todo más grande que ambos. ¡Caminemos juntos!

¿Cómo está estructurado este libro? Parte 1: Consciencia Corporal Explico qué son las Configuraciones Corporales y cuáles son sus diferentes etapas.

Parte 2: Constitución de la Estructura Corporal En esta parte expongo nuestros diferentes centros emocionales y su relación con situaciones de nuestra vida. Además, doy algunos modelos de Configuraciones Corporales. Y un ejemplo de intervención siguiendo todas las fases de las Configuraciones Corporales.

Parte 1 Consciencia Corporal

¿Qué son las Configuraciones Corporales? «Manifestación del Ser a través de la coherencia corporal consciente.» Luz Rodríguez

Descubrir qué comunica tu expresión corporal. Consciencia del cuerpo y su expresión. Congruencia entre pensamiento, emoción y corporalidad. Recuperación de energía vital a través de la conexión con un sentido de vida. Configuración o reordenamiento de impulsos internos y acciones corporales. Sanación de conflictos personales a través de la expresión corporal. Recuperación de la salud con la expresión del movimiento espontáneo. Identificación e integración consciente de activación de complejos personales.

Estamos tan ocupados en el HACER y el TENER que hemos olvidado nuestro SER. Y aunque nos engañemos a nosotros mismos, nuestro cuerpo no miente. A través de él se manifiestan nuestras dolencias tanto psicológicas como emocionales. Defino las Configuraciones Corporales como una manera de construir y diseñar de una forma coherente y consciente nuestra expresión corporal. Buscamos ser felices pero no somos conscientes de que no lo logramos porque nuestras acciones, pensamientos y emociones se encuentran disociadas, lo cual genera incongruencia en nuestra conducta y en nuestras acciones. Vivimos en contradicción constante, y esa es una de las razones que impiden que logremos nuestras metas. Para tener éxito en cualquier área de nuestra vida es necesario que tomemos en cuenta la coherencia entre las estructuras que sostienen nuestra vida: pensamientos, emociones y cuerpo. La verdadera plenitud se logra a partir de la congruencia entre nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Lo que ocurre es que como estamos profundamente heridos y queremos acallar nuestro dolor, hacemos intentos fallidos por ocultarlo. Pero este se queda enquistado en nuestro cuerpo. Por «fortuna» algún día enfermamos y es la única manera en la que nos detenemos para hacer profundos cambios en nuestra vida. Nuestra expresión corporal también dificulta la armonía en nuestras relaciones personales, porque se produce tensión entre lo que decimos y la manera en que

lo decimos, de manera tal que a las demás personas les cuesta descifrar el mensaje que queremos transmitir. Muchos de nuestros problemas derivan de que el mensaje es malinterpretado. Si hay complementariedad entre el lenguaje verbal y el no verbal la comunicación es más efectiva y directa. Internamente poseemos muchas polaridades, pero la principal ocurre entre nuestro «impulso natural» y los «deberías» que tenemos introyectados y que nos llevan al «tengo que». Dentro de cada uno de nosotros existe un vínculo entre nuestros impulsos y nuestra necesidad de socialización en pugna constante, entre la individuación y la pertenencia. Por todo lo descrito podemos observar que estamos inmersos en un gran sueño que nos produce confusión. Estamos en la dualidad que nos hace sufrir, vamos desfragmentándonos en pedazos, pero nuestro cuerpo busca mantener un equilibrio para seguir existiendo. Efectivamente, todo ello nos habla de la profunda crisis que vivimos actualmente, ejercemos una gran fuerza interna por mantener nuestro débil equilibrio y esto trae como consecuencia una tensión constante. ¿Cómo podemos restablecer nuestra coherencia interna? ¿Cómo liberarnos de nuestra tensión? Lo primero que necesitamos es saber qué constituye nuestra estructura de coherencia: corporalidad, lenguaje, emocionalidad (cuerpo, mente, sentimientos) y propósito existencial. Cada uno de estos aspectos establece una interacción con los otros, de la cual tenemos que ser conscientes porque afecta directamente a nuestra energía vital y por ende a nuestras experiencias. El lenguaje, la corporalidad, la emocionalidad y nuestro propósito mantienen entre sí una estructura de coherencia que hace que las manifestaciones de los tres elementos estén alineadas y se retroalimenten mutuamente con cierta coherencia. Lo interesante es que cuando se afecta al menos a uno de estos aspectos conseguimos cambios en los dos restantes. ¿Qué piensas? ¿Cuáles son tus razonamientos? ¿Qué piensas de tu pasado, de tu presente y de tu futuro? ¿Pueden tus sensaciones físicas, posturas y movimientos afectar a tus estados emocionales? Todo ello está determinando tu percepción y tu manera de actuar. Tu manera de comunicarte se ve afectada por tus pensamientos. Por más que intentes ocultar lo que piensas, tu manera de comunicarte te delatará y mostrará tus sentimientos y emociones. Tienes la gran ventaja de que cada día escuchamos menos y hacemos menos contacto y puede

que muchas personas pasen por alto lo que intentas comunicar de manera inconsciente. En mis anteriores libros te he pedido que observes tu emocionalidad, tus pensamientos y los duelos no cerrados. En esta entrega te pido que seas consciente de tu corporalidad, cómo estás parado en el mundo, qué posturas adoptas. Hay que reconocer las señales que emite el cuerpo, algunas veces con cambiar tus movimientos y gestos de manera consciente puedes conseguir los objetivos que te propones. Las Configuraciones Corporales nos permiten volver a nuestra coherencia interna, hacernos conscientes de ella y recobrar la espontaneidad en nuestro paso por la vida, comprendiendo que somos una manifestación de lo divino. Todo esto lo he definido como la «Filosofía de la Coherencia Consciente», configurando nuestra posición interna y externa en un Todo más amplio; esto nos brinda perspectiva y nos ayuda a conectar con nuestro propósito sagrado.

Bases teóricas Terapia Sensoriomotriz (Pat Ogden, 1980): es una terapia hablada, orientada al cuerpo. Se enfoca en el procesamiento corporal del trauma y ayuda al cliente a integrarlo. Usa la experiencia corporal para el abordaje de las emociones reprimidas. Combina la teoría y la técnica de la terapia cognitiva y la terapia dinámica con la consciencia somática y las intervenciones motrices directas, tales como ayudar a los pacientes a tomar consciencia de su cuerpo, rastrear las sensaciones corporales y materializar acciones físicas que favorezcan la autorrealización. En lugar de enfocarse en la experiencia verbal del cliente, se enfoca en las sensaciones corporales y las tendencias procedimentales individuales de vivir la experiencia. Psicodrama (Jacob Levy Moreno, 1959): es una terapia grupal en la cual las personas «actúan» sus experiencias en lugar de hablar de ellas permitiendo, de esta manera, que la persona alcance una comprensión más profunda de sus emociones y de las consecuencias de estas. El objetivo es encontrar una respuesta diferente a la situación problemática planteada originalmente. Análisis Caracterológico (Wilhelm Reich, 1930): según Reich el carácter forma mecanismos de defensa contra la ansiedad, dando origen a estructuras corporales (corazas) que a su vez crean el «yo», disminuyendo la movilidad psíquica y constituyendo un límite entre la vida instintiva y el mundo exterior. El postulado principal es que «La psique de una persona y su musculatura

voluntaria son funcionalmente equivalentes». Bionergética (Alexander Lowen, 1975): se usa el análisis bionergético como orientación corporal para medir la ansiedad o la tensión y la liberación de ellas mediante ejercicios físicos o expresiones afectivas para restablecer el flujo de energía vital. Triángulo Dramático o de la Supervivencia (Stephen Karpman, 1968): Proviene del Análisis Transaccional y describe tres roles o papeles básicos en el comportamiento de las personas: el de perseguidor, el de víctima y el de salvador. Establecemos relaciones con las demás personas a través de la interacción entre estos tres roles. A las mismas se les llama «juegos psicológicos» o «re relación». Estos juegos se aprenden durante la infancia, en el seno de la familia y en la escuela, y se utilizan para confirmar los mitos existenciales de cada uno y para manipular a los demás. No son más que un intento enfermizo de conseguir el amor. Teoría Polivagal (S. W. Porges, 1995): proporciona un modelo biológico evolutivo para comprender y tratar el estrés traumático. A través de ella se vinculan la psicología evolutiva y la investigación clínica psicofisiológica con los marcadores de la actividad emocional. Suministra una plataforma teórica para interpretar la conducta social dentro de un contexto neurofisiológico. De acuerdo a este modelo, los desafíos percibidos como vinculados a la sobrevivencia con frecuencia producen una disolución neural de los sistemas más recientes de la conducta social positiva, de la comunicación social, hacia sistemas más primitivos como la evitación, la pelea y la huida. Terapia Sistémica Transgeneracional (Bert Hellinger): la importancia de la familia y el lugar que ocupamos dentro de la misma, unidos a nuestra percepción, condicionan nuestra vida. Por lo tanto, hay que aprender a sanar las heridas infantiles viendo con perspectiva y respeto todo lo sucedido. Arquetipos e inconsciente colectivo (Carl Jung): a través del análisis junguiano se trata de disolver el bloqueo de individuación que padece el cliente lo cual, en el fondo, significa un bloqueo de la vida simbólica. Por lo tanto, busca la activación de la función simbólica. Medicina Tradicional China: enmarcada dentro del equilibrio entre el yinyang (Chi) y la doctrina de los 5 elementos. Dice que la energía vital (Chi) recorre el cuerpo de la persona y regula el equilibrio espiritual, emocional, mental y físico. Postula que la enfermedad aparece cuando se altera el flujo de la

energía Chi y se produce un desequilibrio entre el yin y el yang. Viktor Frankl (1938): es una psicoterapia Humanista-Existencial que expone la motivación del ser humano (la búsqueda de sentido), es una percepción positiva del mundo. Contempla al ser humano en constantes procesos y movimiento. La investigación en cada una de estas técnicas me llevó a profundizar e ir respondiendo algunas de mis interrogantes. Las he puesto en práctica en mí misma, además de haber estudiado algunas de ellas. Desde ya te digo que cualquiera de las mismas te puede ayudar a hacer contacto con tu cuerpo. Sin embargo, lo que ofrezco no es solamente hacer contacto con el cuerpo y las emociones que se esconden detrás de los bloqueos, es más bien recobrar nuestra coherencia interna y a partir de allí sintonizar con nuestro propósito existencial. El ser humano es más que su mente, su cuerpo, sus emociones o sus sentimientos. Es alguien que vive y que existe en el aquí y el ahora, que tiene una función al servicio de los demás. A través de las Configuraciones Corporales he procurado dar respuestas a las siguientes preguntas: ¿Cómo se expresan las implicaciones familiares en el cuerpo? ¿Qué estructuras corporales se repiten en tu familia y por qué? ¿Qué significan los gestos que se repiten en la familia? ¿Por qué algunos hijos que no conocen a sus padres tienen sus mismos gestos? ¿Qué expresas con el cuerpo que impide que logres tus objetivos? ¿Qué enfermedades puedes padecer según tu expresión corporal? ¿Qué dice de ti cada aspecto de tu cuerpo? ¿Cómo recordar y sanar traumas olvidados? ¿Qué propósito tienen todas tus experiencias vitales? ¿Cómo realizar un abordaje corporal sin tocar al cliente? ¿Cómo construir una expresión corporal coherente con tu misión de vida?



El Psicodrama del cuerpo «En el cerebro tiene lugar un choque de fuerzas entre la consciencia pura y la impura. Es como el batimiento del océano. El mismo batir acontece entre la inteligencia de la mente interna o subconsciente, o corazón, y la inteligencia de la cabeza o cerebro… Si el cerebro se nubla no podemos ver con claridad.» B. K. S. Iyengar

Como he dicho en la introducción, internamente tenemos fuerzas encontradas que luchan unas con otras; y aunque en apariencia parece que hay serenidad, las verdaderas corrientes se esconden en las profundidades de nuestro cuerpo. Nuestros volcanes y dramas internos se reflejan en nuestros movimientos involuntarios e inconscientes, en algunos gestos y expresiones corporales. Con el psicodrama de J. Moreno se puede sanar a través de las representaciones teatrales, para ello se suele usar ciertos elementos: protagonista, el escenario, el yo auxiliar, el director y la audiencia. La técnica es realmente poderosa en el área terapéutica. La mayoría de los seres humanos nos colocamos una máscara con la cual nos presentamos en el gran teatro de la vida. Por eso he realizado una analogía de los instrumentos que define Moreno y los que he adaptado al plano personal y a nuestra expresión corporal.

Yo (Protagonista): es la máscara que nos colocamos, que está formada por nuestros impulsos internos y nuestros introyectos de lo que es correcto. Es lo que creemos de nosotros mismos, y a partir de allí moldeamos un personaje. Este último tiene una estructura profunda y una superficial. Escenario (Cuerpo): todo lo que cree el personaje lo actúa a través del cuerpo. Tanto es así que moldea su estructura de acuerdo al personaje que se ha creado. Yo auxiliar (Gestos): los gestos y expresiones ayudan al protagonista a desarrollar su drama. Alcanza su coherencia estando integrado con el Ser y es limitado y rígido cuando está dirigido por el evento traumático. Director (Trauma o SER): es el responsable del psicodrama. Audiencia (Relaciones): es a través de las nuestras relaciones en donde encontramos un público receptivo o juicioso de nuestros actos. Estos elementos están estrechamente relacionados entre sí y dependen de una

configuración mucho más amplia. En la figura 2 podemos observar dicha configuración y su relación con el SER. Todos estos aspectos ejercen presión en nuestra vida, pero hay que verlo como la manera en que decidimos experimentarnos para alcanzar el fin último que es recobrar nuestra esencia y accionar desde allí, desde la coherencia consciente.

Como puedes observar, reconocer nuestra esencia exige romper ciertas barreras que nos impiden recordar quiénes somos realmente. Dichas barreras están interconectadas entre sí, lo que puede llevarnos a un laberinto sin fin donde podemos pasar todo el resto de nuestra vida, sin encontrarnos realmente. A continuación explico de qué se trata cada una de dichas barreras o puertas. «Soy el observador que sueña». El Ser

El Yo: es la máscara de la personalidad, la identidad que nos formamos y que proviene de 3 aspectos que ejercen presión entre sí. Freud lo definía como la parte consciente de la mente que debía satisfacer los impulsos. C. Jung, por su parte, lo definía como el núcleo de la consciencia. Realmente, a través del Yo asumimos ciertos roles y nos autoidentificamos con «algo». Es decir, el yo es un conjunto de representaciones mentales que hacemos de nosotros mismos.

Según E. Tory Higgins (1980) tenemos: El Yo real (cómo soy) El Yo ideal (cómo quisiera ser) El Yo que debería ser El Yo potencial (cómo podría ser) El Yo futuro (identidad que esperamos ser)

Desde mi punto de vista, todos estos aspectos tienen que ver con el desarrollo evolutivo que ha tenido nuestro cerebro. El Yo (Protagonista/Observador), define nuestra manera de comportarnos en el mundo y está formado por: Nuestros instintos básicos de supervivencia (cerebro reptil). Dichos instintos están dirigidos por el deseo de seguridad, lo que nos lleva a atacar cuando nos sentimos en peligro, a huir o a quedarnos paralizados. Nuestras emociones e impulsos de deseo (cerebro límbico). El surgimiento de las emociones es el resultado de la necesidad biológica de adaptación a un medio siempre cambiante, y en oportunidades agresivo, que parece que no ofrece soporte. «Adaptarse es cambiar; los cambios útiles en una especie dejarán huella en los organismos que los expresan a través del surgimiento o activación de genes, que, a su vez, se transmitirán de generación en generación. Si es útil, la nueva mutación prevalecerá.» (Miguel Ángel Macías y Adriana Aguayo).

Nuestros pensamientos, la lógica y el lenguaje verbal (cerebro neocortical) Esto está basado en el trabajo sobre el cerebro triuno de Paul D. Maclean (1960) aunque hoy día existan discrepancias en cuanto a esta teoría. El neurocirujano Vittorio Guidano en su Modelo Cognitivo Procesal Sistémico define al Yo «como la dimensión corporal emocional de la experiencia, predominantemente inconsciente». El Yo es la primera barrera que debemos superar para descubrir nuestra esencia. El principal problema es que nos terminamos creyendo totalmente el

papel que representamos. Esa es la mayor causa de sufrimiento de las personas actualmente, que se identifican con algo que realmente no son. Lamentablemente, hemos creado una versión desdibujada de nosotros mismos. Creencias: esta capa está formada por la memoria y el aprendizaje, que son procesos cognitivos que originan cambios adaptativos en la conducta del ser humano. Las experiencias se codifican en esta capa y preparan la información para que se almacene. Dicha información produce una especie de «energía» que nos hace dar por cierto algo, como especies de suposiciones que producen nuestras experiencias. Su aspecto más curioso es que nos quedamos atrapados entre la experiencia y la creencia, con desconocimiento absoluto de cuál ha ocurrido primero. Aunque personalmente siento que construimos nuestras creencias a partir de las «lecturas» e introyectos que hacemos de cada experiencia, y como no tenemos otro punto referencial, la experiencia se repite una y otra vez. No es nada casual que «creencia», etimológicamente, signifique «poner el corazón»; es decir, colocamos nuestro foco en un pensamiento y lo hacemos nuestro código de vida. Experiencias: nuestra curiosidad innata es una necesidad que nos lleva a buscar las experiencias y movilizar nuestra energía hacia ellas. Todas nuestras experiencias incluyen tanto acciones físicas como mentales que nuestra curiosidad nos lleva a probar y a formar. La intención de la teoría de los sistemas es proponer un paradigma que permita relacionar el ámbito interno de la experiencia cognitiva, emocional y sensorial con la acción física. En la Psicoterapia Gestalt se nos habla del ciclo de la experiencia como núcleo básico de la vida humana y sus ilimitados ciclos de contacto, retirada. Familia: nuestra familia es la principal fuente de creencias, pensamientos y experiencias. A través de ella se construye gran parte de nuestra estructura del Yo. Todas las experiencias en las primeras relaciones con los cuidadores sirven de antesala para el sistema de cogniciones y de creencias en el desarrollo del niño y dicho sistema de creencias influye en la postura, la estructura y el movimiento del cuerpo. A través de nuestro proceso de individuación tenemos que ir sopesando toda la ideología de nuestra familia para verificar cuánto de ella es funcional para nuestra vida actual, así como cuáles son sus efectos en nuestra estructura corporal. Qué es parte importante del proceso de Configuraciones Corporales. Cultura: todas las personas forman un complejo de roles cuyo conjunto está

formado por la cantidad de redes de relaciones en las que estas personas están involucradas. Normalmente suele ser fuente de conflictos internos el que una persona se vea presionada para cumplir ciertas expectativas en algunos roles. Muchas veces la sociedad tiende a considerar que la persona está fallando o no está cumpliendo su rol como se espera. Según E. T. Hall, «para poder comprender la propia cultura es necesario experimentar la cultura ajena». Solo de esta manera alcanzamos objetividad para poder ver con perspectiva nuestra realidad. «La cultura es un todo complejo que abarca el conocimiento, las creencias, el arte, las leyes, la moral, las costumbres y cualesquiera otras capacidades y hábitos adquiridos por un ser humano miembro de la sociedad.» Edward Tylor

Se conocen 5 grandes fuerzas humanizadoras (Jerome Bruner, 1968): la fabricación de herramientas, la organización social, el lenguaje, el manejo de la prolongada infancia humana, el impulso humano de explicar el mundo. Arquetipos: para Carl Jung el inconsciente colectivo contiene toda la herencia espiritual de la evolución de la humanidad que nace nuevamente en la estructura cerebral de cada individuo. Y los componentes del inconsciente colectivo son los arquetipos; es decir, situaciones heredadas que han existido: la infancia, la vejez, el nacimiento, la muerte, los hijos, etc. Son patrones de funcionamiento que llevan en sí la capacidad de autorregular y organizar y que impulsan a acciones o patrones de comportamientos determinados. Todos estos elementos ejercen una fuerte influencia en nuestra vida, y nos hacen olvidar lo que somos realmente. Nos sumergimos en un terrible sueño que nos lleva a perdernos en el laberinto de conflictos y problemas que nos impide que manifestemos nuestro verdadero poder interno. De esto es de lo que me fui dando cuenta a través de la experiencia, que cada uno de nosotros está sometido a una serie de presiones externas que impiden que se manifieste lo que somos verdaderamente. Pero con esto no pretendo victimizarte ni hacer que evadas tu responsabilidad. Por el contrario, quiero hacerte consciente de las puertas que tienes que ir pasando para encontrarte verdaderamente. Dichas puertas no son externas sino que están dentro de ti. A través de las Configuraciones Corporales aprenderás a pasar a través de cada una de estas puertas, para retornar al espacio sagrado de tu SER. ¿Cómo salir de tu laberinto interno?

Dejando de darle poder al Yo que te has creado Reconociendo lo que está influenciando tu vida. Agradeciéndolo. Despidiéndote. Soltando. Recuperando tu poder.



Fases de las Configuraciones Corporales. Llegó a mi consulta, la invité a pasar y vi su paso lento y la postura de sus hombros encogidos y los brazos cruzados, como protegiendo su pecho. Al verla a los ojos percibí un gran vacío y al observar la comisura de sus labios se notaban dos largas líneas que daban la sensación de esos cuadros de payaso triste con la boca como en una especie de «u» invertida. Su frente amplia tenía arrugas profundas, no acordes con su edad. En mi corazón retumbó con fuerza la profunda tristeza que escondía. Mi pregunta fue directa: ¿Qué hiciste con tus dones? Ella, con los ojos vidriosos me respondió: «Los enterré».

En breves instantes nos podemos dar cuenta de lo que ocurre con la otra persona, pero el problema es que estamos tan ocupados criticándole o criticándonos a nosotros mismos, que se nos olvida lo esencial: «hacer contacto». Estableciendo una escucha activa con el otro, podemos percibir los gritos desesperados y silentes que emite su cuerpo. A través de estas líneas comparto mis experiencias y las diferentes técnicas que te ayudarán a establecer ese contacto real contigo mismo y, por ende, con el

otro. He resumido todo ello con el nombre de «Configuraciones Corporales» porque siento que el cuerpo es el gran olvidado en lo que se refiere a la sanación, desde una mirada integral o sistémica. Te puede ayudar como una poderosa herramienta para optimizar tus sesiones de terapia y además mejorar tus relaciones con las demás personas, pero sobre todo a conocerte a ti mismo. Comprender lo que expresa tu cuerpo también te ayuda a que puedas saber por qué no logras ese empleo que tanto deseas, por qué no logras tener una relación de pareja o, simplemente, por qué te accidentas o te enfermas de manera constante. Te expreso las fases de manera terapéutica porque es donde principalmente lo he puesto en práctica, pero quiero que seas consciente de que es importante que apliques todo esto primero en ti antes de hacerlo en los demás. Porque te puedes perder y no prestar atención a lo que el otro te está expresando en palabras. A continuación te describo cada una de las fases de las Configuraciones Corporales. Estas se hacen en 8 sesiones con el cliente. Te describiré en esta primera entrega, de manera genérica, el sistema; pero recuerda que, aunque en cada una de las fases se hacen cosas específicas, siempre deben cumplirse también las 8 fases en una consulta. Si estás leyendo este libro sin ser terapeuta, realízate las preguntas a ti mismo, también pregunta a otros a ver qué observan de tu postura. Te aseguro que de esta manera te irás conociendo un poco más.

Fase 1: Observación “Mucha gente, especialmente la ignorante, desea castigarte por decir la verdad, por ser correcto, por ser tú. Nunca te disculpes por ser correcto, o por estar años por delante de tu tiempo. Si estás en lo cierto y lo sabes, que hable tu razón. Incluso si eres una minoría de uno solo, la verdad sigue siendo la verdad.” Mahatma Gandhi

La finalidad de esta fase es tocar el núcleo del conflicto, observando cómo la persona está viviendo el drama en su cuerpo, en sus gestos, en su expresión corporal. Reinventando nuestras intervenciones, prestando atención a su corporalidad y la coherencia con sus palabras. Sin hacer juicio de ello, es simplemente prestar atención con todos tus sentidos. Algo que es profundamente sanador para toda persona, es percibirla como un ser perfecto, porque eso ayuda a que descubra la mejor versión de sí mismo. Recuerda que “el observador transforma lo observado.” Para esto, primero necesitas estar en ti, en tu centro, solo sintiéndote a ti mismo lograrás percibir realmente al otro. La idea es reinventar nuestras intervenciones para que disparen a los sistemas biológicos y para que promuevan la conducta emergente. Buscar pistas hacia el ser interior. Observa el equilibrio corporal entre ambos lados del cuerpo. Observando su ropa, si hay alguna parte de su cuerpo que oculte. Si inclina su cuerpo a un lado, sube el hombro, hace algún gesto con sus ojos, o si tiene algún tic en particular, alguna parte del cuerpo contraída… Fíjate en su manera de caminar y de sentarse. El movimiento y la dirección de sus pies, brazos y hombros cuando está sentado. Observa cómo coloca las manos sobre su cuerpo o si acaricia alguna parte en especial. Realiza preguntas para buscar lo que no dice, los temas que busca evitar y los gestos que le delatan (palpar con las preguntas). Escucha activamente con todo el cuerpo, con todo el SER, escuchando la vibración de la voz. ¿Cuál es el sentimiento dominante de la persona cuando habla? El corazón es el amo de la voz, es decir que la controla,

nuestras emociones tienen un enorme efecto en nuestra manera de modular la voz. Y los riñones son las raíces de la voz, La voz que sale de la parte inferior del cuerpo es profunda y sonara. Una voz aguda en un hombre indica cierto tipo de debilidad en los riñones. Acuosidad en la voz, melancolía y ciertas lágrimas. Sube o baja la voz. Una voz grave que va hacia la aflicción revela un problema en los pulmones o el intestino grueso. Los pulmones son el portal de la voz, proporcionan el aire necesario para que funcione la laringe. Rige la aflicción y da origen a la rabia. La rabia en la voz habla de desequilibrio en los riñones. La voz delata los verdaderos sentimientos. La voz delata los verdaderos sentimientos. Voz profunda: procede del fondo del estómago Voz con mucha emoción: procede del corazón Voz con rabia: procede del hígado Voz compasiva: procede del bazo Voz con miedo: proviene de los riñones Voz débil: procede de la garganta Voz débil, delgada y suave: proviene de la parte superior de la cabeza o de los senos nasales. Presta atención a la expresión del rostro: la comisura de los labios expresa por ejemplo tristeza; las líneas del rostro; las líneas de la frente; del entrecejo. ¿Qué sensación te da? Observa su mirada, el brillo de sus ojos, la dirección de los mismos y de sus párpados. Nuestros ojos suelen reflejar algunos problemas neurológicos pero también expresan la vitalidad, la tristeza, etc. Observar lo que ocurre con la otra persona no implica perderte de lo que está diciendo, al principio se te volverá cuesta arriba porque son muchas variables que debes tomar en cuenta. Esto no lo debes hacer para interpretar enseguida. En la primera cita, obviamente, debes prestar más atención porque a partir de ella

puedes hacer un diagnóstico de lo que sucede dentro de la persona, qué es lo que la está limitando y que no siempre tiene que ser lo que ella cree. Es a través de sus movimientos inconscientes donde puedes buscar lo que está queriendo expresar su cuerpo. Para facilitar el trabajo te recomiendo usar en tu primera entrevista una plantilla de su rostro (ver figura 3) y allí colocas las líneas más importantes del rostro, porque luego puedes observarlo con objetividad y ver cómo se va transformando con el tiempo. Otra cosa que puedes hacer, si la persona lo consiente, es tomar una fotografía de su rostro, de espalda y de frente. Esto sirve para ver la efectividad del trabajo que realizas a través del tiempo. Te recomiendo que al menos saques fotografía de una persona porque los cambios te asombrarán.

Fase 2: Diagnóstico, Autodiagnóstico y Prognosis “La enfermedad no aparece por azar, ella se activa, evoluciona, se estabiliza o desaparece de acuerdo a las circunstancias de ciertos acontecimientos.” Dr. Henri Laborit

La idea es que existen dos tipos de diagnosis: por un lado, la que haces tú como observador (Diagnóstico) y la que se hace la persona a sí misma (Autodiagnóstico). La mayoría de las personas tienen una idea acerca de lo que les afecta (su relación de pareja, su trabajo, el dinero, su familia, hijos, etc.) y expresan con quejas que los demás son los responsables de lo que les sucede. Ese suele ser el discurso del cliente, pero por otro lado está lo que nosotros percibimos y observamos en el contacto con él. Incluso es importante hasta quién ha llamado para la cita y cuánta urgencia presentó, la puntualidad, estado de ansiedad, agitación, etc. Incluso se puede hacer un pronóstico de las enfermedades que pueden afectar a la persona a largo plazo (Prognosis) si no cambia sus hábitos de vida o bien si no presta atención a lo que está comunicando su cuerpo. Es importante que sepas que no es conveniente que le digas al cliente lo que le puede suceder más adelante, porque puedes sugestionarlo, puede ser una irresponsabilidad porque no sabes cómo se lo puede tomar. Te sirve a ti para tu historial y para ser consciente de la importancia del apoyo que puedas brindar al otro.

Es interesante saber que antiguamente, en China, se le pagaba al médico para que conservara la salud del paciente. Si enfermaba no se le pagaba, y en el caso de que el enfermo fuese un emperador se decapitaba al médico de la corte. Por lo tanto, se prevenían las enfermedades, que es un poco lo que hemos perdido.

Auto diagnosis: se debe guiar al cliente para lo que él cree que son las causas de sus problemas o síntomas. ¿Cuándo ocurre el síntoma? ¿Desde cuándo? ¿Qué acontecimientos ocurrieron en su vida que propiciaron la situación? Una manera eficiente de empezar a realizar tu propio diagnóstico es con el ejercicio de percepción corporal, porque a través de él expresas la imagen inconsciente que tienes de ti mismo. Atrevete y experimenta el esculpirte a ti mismo, coloca incluso una música agradable mientras lo haces. Ejercicio: percepción corporal Con macilla de modelar o arcilla y con los ojos vendados. Esculpe tu cuerpo con la macilla. Coloca en la figura esculpida lo que sientes en tu cuerpo. Mientras más detalles tenga la figura, más información podrás reunir. Incluso refleja en la figura tus síntomas y dolencias. Una vez terminado, quítate la venda y observa la figura, la simetría, el tamaño de cada parte del cuerpo esculpido. ¿Guarda relación con tus síntomas? ¿Qué dice de ti esa figura? ¿Qué zonas tienes que descargar de tensión? ¿Tus tics guardan relación lo esculpido? ¿Qué frase diría esa figura si pudiera expresarse?

Existen muchas maneras de hacer consciente al cliente, pero lo principal es preguntarle qué está queriendo decir con un gesto. Por ejemplo, qué dice la pierna que mueve constantemente o qué dirían sus hombros si le colocasen voz. Son pequeñas preguntas que lo llevan a la toma de consciencia. Para realizar el diagnóstico y la prognosis te recomiendo que leas el capítulo 2, donde encontrarás las principales partes del cuerpo y una aproximación de lo que pueden significar tus posturas y su respectivo funcionamiento.

Fase 3: Contacto con los acontecimientos traumáticos “Libre es aquel que sabe transformarse. “ Bert Hellinger

Todos los acontecimientos importantes, y en particular los incidentes traumáticos, tienen que ser puestos en su lugar dentro de nuestra historia de vida. Porque cada uno modifica para siempre nuestro carácter, nuestra personalidad y nuestra manera de percibir el mundo. Un trauma cambia profundamente la vida de las personas; aunque se supere, la vida de la persona no vuelve a ser igual. Aunque la superación de un incidente traumático puede ayudar a ser más resiliente y a aumentar la capacidad de integración, los traumas son aspectos que causan una serie de limitaciones en nuestra vida y que deben ser abordados de manera terapéutica. Las personas guardan memorias fragmentadas de sus experiencias traumáticas, sin embargo, su cuerpo tiene recuerdos inconscientes no verbales y síntomas sensomotrices que narran la historia sin palabras. Las personas traumatizadas pierden la capacidad de utilizar las emociones como guías para la acción, les cuesta encontrar las palabras para explicar lo que sienten y allí justamente es necesario un movimiento corporal. Cuando se experimenta un evento dramático se produce un shock emocional que hace que suban nuestros niveles de cortisol por el estrés. Podemos estar con estos niveles altos durante algunas semanas y esto hace que se viva un gran estrés biológico. El cortisol acentúa el estrés e impide que se duerma bien, afectando a nuestro sistema nervioso. Llegados a este punto todos los problemas que antes solíamos ver como nimiedades son percibidos ahora como grandes monstruos que nos aterrorizan. Además, si se sufre de alguna dolencia física que hasta ahora había sido llevadera, en adelante esta se incrementará porque hay menos tolerancia a la misma. La hipercortisolemia provoca hipersensibilidad que hace que salten todas las alarmas al más mínimo estímulo. Nadie está exento de sufrir estrés a lo largo de su vida, pero cada persona tiene una escala diferente de tolerancia al mismo. Dependiendo de que haya desarrollado un YO fuerte, con el cual se sienta seguro y protegido por su sistema (familia, amistades) o que haya desarrollado su poder resiliente para afrontar las dificultades, puede superar más fácilmente un evento traumático.

La mayoría de personas traumatizadas carecen de la capacidad de sentir placer y alegría en sus vidas porque están desbordados por los afectos negativos e impedidos por los recuerdos del trauma. Estas personas descubren que su capacidad de volverse conscientes de sus vivencias placenteras está debilitada. Sus estados afectivos quedan ligados al peligro y recuerdos dolorosos. ¿Qué se debe tomar en cuenta para el abordaje del trauma? La respiración: está directamente relacionada con la regulación de la energía y la activación fisiológica. Las personas traumatizadas suelen presentar hiperventilación o hipoventilación. Es recomendable hacerse consciente del tipo de respiración que se tiene e ir haciendo pequeñas modificaciones. "Quizás la unidad psicosomática de la personalidad se reconozca de manera más inmediata a través de la respiración" Gerda Alexander

Recuperación de los límites personales: todo esto sin colocar corazas o mecanismos de defensa que impidan el verdadero contacto. Comprobar todas las sensaciones asociadas al trauma: a través de la consciencia corporal, y expresarlas a través de la activación de la memoria celular. Recuperar las funciones esenciales interrumpidas por el trauma. Crear un espacio seguro para que se pueda ir recuperando la confianza en el entorno y en el contacto. Necesitamos un ambiente seguro para ir regulando nuestra musculatura. Algo que funciona muy bien es estimular o entrenar y hacer participar a los músculos del oído medio. Hay que ejercitarlos con canciones digitalmente filtradas para modelar la frecuencia de la banda asociada con la voz humana. Esto se sabe gracias a las investigaciones realizadas con la Teoría Polivagal de S. W. Porges quien observó cómo los traumas y el estrés, las enfermedades, etc., pueden afectar a nuestro sistema nervioso. Nuestro sistema nervioso está organizado jerárquicamente, no es solo un sistema autorregulado del sistema nervioso simpático y del parasimpático. Los desafíos y el estrés lo pueden degradar hasta convertirlo en el sistema primitivo del que evolucionó.

La oxitocina puede frenar (tranquilizar) nuestro sistema nervioso autónomo y aunque se puede inyectar, la idea es aprender a generarla para poder disfrutar de sus beneficios. Se puede hacer a través de la respiración consciente, la visualización, el pensamiento, el contacto con otras personas, etc. Cuando el sistema nervioso autónomo está alterado, nuestra salud corre peligro, ya que este sistema controla nuestras vísceras. Ciertos estados fisiológicos son capaces de modificar nuestras conductas. El sistema de recompensas y castigos no funciona en los seres humanos porque tiende a producir traumas. Debemos comprender los mecanismos neurofisiológicos que regulan las conductas (normales o atípicas), ser capaces de evaluar con estas bases y aplicar estrategias de intervención. El rostro humano es capaz de transmitir información sobre nuestro estado visceral, anímico, sentimental... porque está conectado con la regulación neuronal. Los autistas, por ejemplo, no tienen rostros tan expresivos, muchos padres piensan que son egoístas porque no muestran interés por ellos (sonrisas, contacto visual, etc.). El sistema nervioso simpático regula el movimiento (nos proporciona los recursos metabólicos para movernos) y es muy primitivo, también lo tienen los peces y anfibios. Pero el sistema Vagal (Complejo Vagal Ventral, VVNA), está solo en los mamíferos y se encuentra en el tallo cerebral. Este sistema no es tan solo autónomo, ya que controla los músculos estriados de la cara, el corazón, los bronquios y el sistema inmune. Su función conductual es la comunicación social, el autososiego y la inhibición del sistema simpático primitivo. El complejo Dorso-Vagal es el que compensa al anterior, provocando la ralentización, llegando incluso a paralizarnos. Ambos sistemas están bajo el control del córtex cerebral. Propician el desarrollo de conductas sociales complejas, regulan el estrés. La Disolución explica cómo, cuando las estructuras jerárquicas superiores fallan, las inferiores, o primitivas incrementan su actividad; la misma puede provocar trauma y enfermedad. El complejo Ventro-Vagal es el encargado de evaluar si nuestro entorno es seguro, y si determina que lo es, libera oxitocina; de lo contrario libera vasopresina. Un entorno social rico nos ayuda a sentirnos seguros, esa es la razón por la que no nos gusta comer solos. El permanecer muchas horas delante

de la pantalla del ordenador incrementa por 4 las enfermedades psiquiátricas. El EPT (Estrés Post-Traumático) es una reacción natural ante una experiencia molesta que cambia la regulación neuronal en respuesta al estímulo, lo patológico es su persistencia. Funciona disparando una «Disolución» de la regulación neuronal hacia sistemas más primitivos. El EPT ocurre cuando los sistemas neuronales de involucramiento social están bloqueados o funcionan mal: automedicación, drogas, alcohol, etc. Para que un terapeuta pueda tratar con éxito el EPT, el primer paso es crear un medio ambiente seguro. Luego se pueden usar frecuencias, preferentemente aquellas cercanas a la voz humana, para estimular el oído medio. Lo siguiente es buscar mejorar la comunicación social, lo cual promueve estados fisiológicos más tranquilos y mejoras en la conducta. Los resultados en el autismo son espectaculares. La clave es la estimulación con sonidos. Se utiliza un software que modifica audios existentes (por ejemplo, canciones de Disney) para ajustarlos a las frecuencias adecuadas. Esta estimulación promueve la regulación cortical del sistema auditivo eferente e incrementa la regulación de la activación y de la conducta social. La terapia es la participación en la escucha (involucramiento); es una terapia pasiva, es el niño el que tiene que participar y luego el terapeuta responde. Con tan solo 5 sesiones de 45 minutos de escucha pasiva se producen cambios que hacen que el niño autista se comporte con total normalidad en un 30% de los casos. Y al menos en un 80% de los casos, los cambios son muy significativos.

Fase 4: Movilización «La fuerza vital es la más poderosa fuente de cohesión y de acción de todo lo que existe. Sin embargo, es invisible a simple vista, solo el razonamiento puede concebirla.», Hipócrates

El movimiento del cuerpo a medida que el niño va madurando es esencial de cara al desarrollo óptimo de la memoria, el lenguaje y el aprendizaje. Existe la posibilidad de que de las neuronas motoras pueden incluso controlar nuestro sentido del autoconocimiento. Por lo tanto, el cómo y el qué pensamos vienen literalmente determinados por el cuerpo, y viceversa, según Lakoff y Johnson (1999). Con los traumas y mecanismos de defensa que desarrollamos a lo largo de nuestra vida, vamos perdiendo nuestra movilidad natural y esto nos llena de tensiones musculares. La principal razón es porque hemos perdido nuestra capacidad para diferenciar nuestros sentimientos de nuestras sensaciones. Las sensaciones suelen ser objetivas, pero los sentimientos son el conjunto de todo aquello que le hemos pegado a las sensaciones. Es decir, las lecturas que hacemos a partir de las experiencias y que dependen de cómo cada quien percibe el mundo externo (visual, auditivo, táctil o las sensaciones kinestésicas). Ejercicio Con los ojos cerrados Separa la punta de tus dedos para indicar la anchura de tus labios (de comisura a comisura). Ahora abre tus ojos y verifica si realmente la distancia que marcaste es la misma que el ancho de tus labios.

La mayoría de las veces tenemos una percepción corporal diferente a lo que es real, esto nos habla de la desviación entre la percepción de la autoimagen y la realidad. Por eso es importante empezar a realizar este ejercicio durante un mes seguido dándote tiempo para percibir tu cuerpo y, sobre todo, prestando atención a cómo te sientes después de realizarlo. Puedes incluso observar tu rostro en el espejo antes y después de realizarlo, fíjate en qué han cambiado las facciones de tu rostro y en lo que transmites. Otro de los aspectos importantes en esta fase es que, para mantener nuestra salud, se requiere que las funciones esenciales no se detengan durante mucho

tiempo. Al recibir cualquier impacto emocional detenemos nuestra respiración y con la tensión paralizamos también nuestro cuerpo. Nuestra salud se mide por el impacto que somos capaces de soportar sin que resulte afectada nuestra forma de vida habitual, por lo tanto, nuestro estilo de vida será uno de los detonantes principales de la enfermedad o del dolor. Es como una especie de círculo vicioso porque mientras más saludable te mantengas, resultará más fácil para ti recuperarte de los impactos producidos por los cambios de tus necesidades vitales o de los conflictos que se presenten; pero también es cierto lo inverso: cuanto más salud pierdas, más difícil te resultará recuperarte. Nuestro sistema nervioso requiere orden y estabilidad para establecer las conexiones necesarias para adaptarse a los retos que propone la vida, porque ordena los estímulos aleatorios y en constante cambio que le llegan a través de los sentidos y que afectan sus funciones. Y lo increíble es que dicho orden y equilibrio homeostático se logra a través del movimiento. Un organismo vivo solo está completamente inmóvil cuando muere. El matemático francés Henri Poincaré (1887) explicó «que la visión tridimensional es posible no solo porque tenemos dos ojos sino también por el movimiento de la cabeza». Los ojos se adaptan al giro de la cabeza; no seríamos capaces de percibir imágenes tridimensionales si los ojos permanecieran fijos en el espacio. El movimiento desempeña una función central en la constitución de nuestro mundo objetivo y es necesario para crear un mundo exterior e interior coherente y con sentido. En la fase de movilización no solo se debe producir el movimiento corporal, también se debe realizar un movimiento interior, que es el más importante. Cuando guardamos historias o las mantenemos ocultas por las razones que sean (abusos, maltratos, miedos, culpas, etc.), por el solo hecho de mantenerlas en secreto ya son estresantes y nuestras células responden con los síntomas clásicos de incomodidad o ansiedad. Pero cuando las expresamos se produce una gran liberación y alivio, regresando de nuevo a un estado de bienestar. «La verdad os hará libres», Juan 8:32

Ejercicio

Busca un lugar tranquilo y lleva lápiz y papel. Escribe acerca de una experiencia dolorosa para ti, sin hacer juicio de ello; es más bien como una confesión. Escribe tus sentimientos y sensaciones con respecto a ello. Escribe lo que te avergüenza de la situación, lo que te da miedo, rabia, etc. Todo aquello que has ocultado durante mucho tiempo y que llevas como una carga. Aquello que no te atreves a contarle a nadie. Luego puedes quemar el papel en el que escribiste. Realiza este ejercicio durante 20 minutos al menos por 7 días. ¡Tu cuerpo lo agradecerá!

En esta etapa lo importante es llegar al núcleo de la situación, palpando el SER. Como terapeuta no lo tienes que hacer con tus manos, más bien tienes que observar tus propias reacciones y sensaciones corporales ante el otro. Recuerda que estamos unidos. La idea es sentir a la persona física, emocional, psicológica y espiritualmente. Si lo estás haciendo para ti mismo, se trata de descubrir al ser que vive en ese cuerpo que puedes palpar. Uno de nuestros mayores problemas es que no separamos el habla del pensamiento y esto nos produce falta de creatividad y espontaneidad. Por eso es recomendable que pienses en imágenes, modelos visuales, auditivos, olfativos o kinestésicos. Cuando estás con otra persona ¿Qué imagen te llega? ¿Olor, música, etc.? Te sorprenderás al ver que eso tiene un significado para el otro y puede que para ti mismo. Coge un libro, ábrelo al azar y lee la primera línea con tus dedos sin leerlo con tu vista. ¿Qué sensación te llega? ¿Qué hay allí para ti? La vida constantemente nos habla, y para captar todo lo que no estás comunicando es necesario empezar a sintonizar con ella desarrollando nuestro hemisferio cerebral derecho. Para ello hay que aumentar nuestra capacidad de imaginar. Te aseguro que de esa manera aprenderemos más y mucho más rápido. No podemos ser conscientes de los sentimientos antes de que se expresen mediante la motricidad y, por consiguiente, a través de la consciencia corporal comprenderemos mejor nuestros sentimientos. Incluso seremos conscientes de su expresión a través de nuestros gestos y posturas.

Ejercicio

Respira profundamente. Túmbate de espalda en el piso o sobre una cama que te resulte cómoda. Recorre mentalmente todas las partes del cuerpo prestando atención a cada zona del mismo.



Al realizar este ejercicio, te darás cuenta de que centras tu atención en algunas partes del cuerpo más que en otras y de que además te haces consciente de algunas zonas de las cuales no lo eres mientras estás en movimiento o de pie. El objetivo de la movilización es observar sensaciones olvidadas de tu cuerpo, recuperando el contacto consciente.

En la movilización no se trata de sustituir una acción por otra, más bien se trata de transformar el modo de acción por uno más consciente y dinámico, que se pueda llevar a la actividad diaria. No se trata de cambiar los gestos sino toda la actitud. Recuperar la flexibilidad —y con ello me refiero a ser capaz de cambiar de dirección en un rol o papel determinado— haciendo el mínimo esfuerzo. Es decir, el movimiento tiene que acompasarse a dicho rol y tener la flexibilidad necesaria para improvisar ante cualquier cambio u obstáculo. ¿Por qué te cuesta adaptarte a los cambios? ¿Por qué cada tanto te golpeas con las cosas o te accidentas? La respuesta es simple: por falta de atención consciente en el momento presente. Nos cuesta lograr dicha atención porque la mayoría de las veces estamos atrapados en el bucle de nuestros acontecimientos pasados o futuros. Con «movimientos» me refiero a trabajar de manera sutil con la voz, la respiración, el movimiento, los ojos, los oídos, a trabajar con todo el cuerpo físico y sus procesos mentales. Mientras todo esto se perciba como un centro que acciona en conjunto, será mucho más sencillo recuperar nuestro movimiento coherente consciente. Cuando existe conciencia plena de un movimiento, es posible modificar su intensidad, velocidad, ritmo y tono. Cada una de nuestras acciones puede ser

reflexiva, inconsciente, automática o completamente consciente. La idea es saber percibir los cambios de posición con respecto a nuestro entorno y sus circunstancias. Las tensiones crónicas, por ejemplo, pueden causar acortamientos reales de los músculos y esto dificulta nuestra capacidad para hacer ejercicios, porque limitan los movimientos de las articulaciones y dificultan una buena postura, ya que el cuerpo suele reestructurarse según esos acortamientos. ¿Qué se hace en el proceso de movilización? Ser consciente de las estructuras corporales creadas por eventos traumáticos. Recobrar la percepción corporal. Separar sentimiento de sensaciones, pensando con imágenes, melodías, tactos, olores y sonidos. Realizar pequeños movimientos para ser conscientes con más intensidad de las sensaciones, jugando, experimentando y descubriendo el propio cuerpo. Probar diferentes ritmos de respiración y observando su influencia en el cuerpo.



Fase 5: Acciones correctivas «Los métodos materialistas actuales nunca podrán erradicar o curar la enfermedad por la simple razón de que su origen no es material.», Dr. Edward Bach

Las acciones correctivas tienen que ir dirigidas a la toma de consciencia del mapa deformado de nuestra imagen corporal y a su respectiva transformación. Porque en la medida en que la imagen de nuestro cuerpo se hace más coherente con el rol que estamos representando, los dolores se difuminan, ya que se distribuyen mejor las tareas de nuestros músculos y órganos internos. Así conseguimos que nuestros movimientos sean más armoniosos y nuestro cuerpo vaya transformando su forma, reencontrando su espontaneidad y naturalidad. Sintiendo más los contornos de nuestro cuerpo, nuestro territorio y sus fronteras. De esta manera lograremos orientarnos mejor en la vida y tomar mejor las decisiones que tenemos que tomar; en coherencia con lo que realmente deseamos. Para emprender acciones correctivas necesitamos saber cuál es el conflicto primario que dirige nuestra vida. Recuerda que el conflicto se origina en la tensión de varias zonas en oposición. Querer/Deber/Hacer/Tener/SER Tipos de conflictos: De supervivencia (relacionados con el Deber y el cerebro reptil): rigidez, intransigencia, carácter obsesivo, compulsión, guiado por memorias transgeneracionales, defiende las costumbres y rituales familiares. No se es capaz de ampliar límites. Por lo tanto, nos mantenemos en lo conocido, en lo que nos ha transmitido nuestra familia. De esta manera saboteamos nuestra vida porque somos guiados por patrones y parámetros obsoletos que condicionan nuestro comportamiento. Mantenemos las mismas estructuras corporales heredadas del sistema. En este caso suele haber un profundo miedo a vivir, que se observa en los problemas respiratorios —puede que incluso se sufra de alguna hemorragia nasal ocasional—, se tienen relaciones de dependencia (alcohol, drogas, afectivas, etc.). De motivación (relacionados con el Querer y el cerebro límbico): existe dicotomía entre lo que quiere la persona y lo que dictan los demás, lo que es

correcto y lo que se cree que es incorrecto. Puede que, por el deseo de ser querida y aceptada, la persona inhiba sus deseos e impulsos. En consecuencia, se tiene dificultad para salir y entrar en distintos estados de ánimo que van desde el rango del placer al dolor. Llega un momento en que la persona es incapaz de reconocer lo que quiere y lo que más le emociona, lo cual le impide guiar su vida en relación con lo que desea. Perdiendo todo contacto con lo que realmente la mueve a la acción. Existen muchas maneras de encubrir nuestro querer sin darnos cuenta de que lo estamos haciendo. El querer afecta la totalidad del cuerpo y en la medida en que no podemos obtener lo que deseamos, somatizamos, ponemos el cuerpo en un estado de ensueño. Más adelante con la neocorteza racionalizamos que lo que queremos no es algo que tenga sentido. El miedo a fallar tiende a reducir nuestro entusiasmo y con ello coartamos el proceso de vivir plenamente. De reacción: todo lo que aprendemos o percibimos nos llega a través de los sentidos y es procesado, almacenado y activado a través de una serie de eventos eléctricos y químicos. Sin embargo, el cerebro no está equipado para procesar toda la información que llega. Por lo tanto, cuenta con un filtro de información llamado Sistema Activador Reticular Ascendente (SARA), que recibe información de las terminaciones nerviosas sensoriales de los brazos, piernas, cabeza, cuello, órganos internos, etc. para luego pasar al cerebro racional (neocórtex) o para ser enviados directamente a los centros de respuestas automáticas (complejo reptil-límbico). La emoción recogida por medio de los estímulos sensoriales puede hacer dos caminos: Corto: activa y asegura la supervivencia y, eventualmente, bloquea la posibilidad de ingreso de nuevos conocimientos. Por ejemplo, frustración. La evaluación es rápida porque utiliza banco de memoria básico. Por lo tanto, puede ser imprecisa, errada y producir respuestas precipitadas, irreflexivas, impulsivas y agresivas. Largo: fija los aprendizajes en la memoria. La evaluación suele ser lenta, toma en cuenta todos los elementos, accede a un banco de memoria amplio y suele ser más precisa, racional, equilibrada y evolucionada porque pasa a la neocorteza y no reacciona por modo supervivencia. Cuando estamos en modo supervivencia permanente reaccionamos directamente y procesamos todos los estímulos por el camino corto, sin detenernos a procesar lentamente todos los estímulos que

estamos percibiendo. «La capacidad de crear estados emocionales constructivos es uno de los pilares de una vida feliz y trascendente.»

De desensibilización (relacionados con el Hacer/Tener y la neocorteza): nos quedamos racionalizando entre nuestros pensamientos y creencias. Nuestros lóbulos prefrontales son los responsables de nuestra inteligencia emocional, tanto a nivel personal como social. Es decir, tienen la capacidad de frenar los instintos evolutivos, moderarlos, llevándolos de la expresión más primitiva hacia la más humana. Nuestros lóbulos prefrontales son las estructuras más evolucionadas del ser humano, las que rigen las conductas. Pero ante una situación de estrés o impulso visceral territorial se inhiben los centros prefrontales, dominan los centros medios y dan como respuesta tensión, angustia, irritabilidad, agresividad, ansiedad, respuestas somáticas y fisiológicas. Por lo tanto, las decisiones que se toman son imprecisas, poco reflexivas, con poca creatividad. Las acciones correctivas tienen que dirigirse a la resolución del conjunto de conflictos personales que tenga cada quien. Suele ocurrir que no es solo un tipo de conflicto, mi recomendación es que al menos se seleccionen tres conflictos y se profundice en los mismos. Ejercicio ¿Has tenido ideas suicidas? ¿Eres una persona más bien depresiva? ¿Tienes dificultades crónicas para respirar por la nariz? ¿Hemorragias nasales? ¿Problemas o dolor en el ombligo? ¿Te comes las uñas? ¿Te sientes solo? ¿Tienes miedo a que te abandonen? ¿Tienes problemas de dependencia?

Los conflictos más complejos de abordar son los relacionados con el miedo a vivir. Para ello se debe profundizar: La vida fetal

El nacimiento La infancia: trauma de escuela o separación La adolescencia Separaciones, divorcios o ruinas familiares Acontecimientos dramáticos (muertes, accidentes) Ejercicio Reflexiona ¿Cómo reconocer el conflicto? ¿Qué sensaciones sientes ante una situación estresante? ¿Vives en continua tensión? ¿En qué parte de tu cuerpo sientes la tensión? ¿Qué significa para ti tener un conflicto? ¿Cómo lo vives? ¿Cómo sueles actuar?

Adquirir nuevos recursos somáticos: reestructurando las sensaciones, emociones y cogniciones desagradables. Al liberar las emociones reprimidas durante tanto tiempo, observas que te mueves de otra manera, que de pronto tus pies que eran pesados se vuelven ligeros y pareciera que volaras. Incluso imaginar los movimientos, es un primer paso Desenterrar tus sueños olvidados: la diferencia esencial entre las personas sanas y las no sanas es la pasión por el aprendizaje. Descubrir que aprender es el don de la vida nos brinda vitalidad, y lo mejor de apostar por nuestros sueños es el aprendizaje que logramos mientras vamos por ellos. Conocerse es un aprendizaje esencial, aprender a reconocer cómo actuamos y lo que queremos hacer es esencial para nuestra felicidad. Cuando somos conscientes de nuestro cuerpo, de los ojos, de la boca y de nuestras intenciones, cuando existe un contacto pleno entre el interior y el exterior, somos capaces de escoger nuestro propio camino. Mantener una posición relajada, tensa y flexible: esto, aunque suene contradictorio es una posición del menor esfuerzo, porque el cuerpo debe mantener un estado desde el cual puede iniciar una acción sin tener que realizar grandes movimientos. La mejor manera para saber cuál es una postura ideal es aquella en la que para emprender una acción tengo que realizar la menor cantidad de movimientos posibles. Esto se aplica totalmente a la voz y a la respiración. La idea es que aprendas a observar con imparcialidad las reacciones que se

producen en tu organismo y reconocer cuáles son reales y cuáles no. Establecer tu propio ritmo: sin preocuparte por el ritmo que marquen los demás. Muchas veces, cuando nos inscribimos en danza o ballet o cualquier otra disciplina, se deja muy poco espacio para el movimiento espontáneo y natural. Cada persona tiene un ritmo natural y es necesario que aprenda a seguirlo, el cuerpo tiene que aprender a seguirlo, comprenderlo y aceptarlo. Ejercicio Una manera de empezar a escuchar tu propio ritmo es colocar una música que te guste, que te haga vibrar y, con los ojos vendados, mover tu cuerpo como lo sientas. Repite este ejercicio durante un mes y verás profundos cambios en tu vida.

Respetar el tiempo personal: vivimos con tanta prisa que nos atropellamos de manera constante. Por eso no le das espacio al cuerpo para que se exprese, las sensaciones tanto tiempo reprimidas no surgirán de golpe, no van a brotar en un instante ni a mostrarse de repente. Irán apareciendo de forma lenta, sutil. Hay que tener paciencia para crear ese espacio seguro que surja desde el interior del cuerpo hacia el exterior. El guardián de nuestro organismo es el sistema nervioso autónomo, nos ayuda a establecer nuestro biorritmo y se divide en dos redes: Sistema simpático: predomina cuando estamos alertas y somos capaces de mantener una buena atención con todo lo que hacemos. Nos sentimos en forma, dinámicos y llenos de energía. Cualquier cosa que perturbe nuestra tranquilidad (preocupaciones, miedos, inquietudes, emociones, etc.) tiene como efecto ampliar la acción del sistema simpático (simpaticomía). Según su duración o intensidad, esta fase puede hacer que se produzca una desestabilización o perturbación permanente en nuestro organismo, originando enfermedades. Sistema parasimpático: es predominante cuando sentimos necesidad de dormir. Cuando estamos cansados, las lágrimas caen sin que estemos tristes. Mientras más intensa sea la etapa del simpático más intensa se vuelve también la del parasimpático. Es decir, tras una experiencia traumática el organismo demandará más recuperación y se activarán las respuestas del parasimpático, con más necesidad de dormir, de estar tranquilo, etc. Con la movilización del cuerpo se provocan manifestaciones inesperadas en el organismo (frío, calor, etc.) todas relacionadas con el sistema autónomo.

«La inteligencia intuitiva es el saber desde adentro, el saber sin recurrir a la lógica o a la razón o a lo visible.», Beauport-Díaz

Fase 6: Ritual de cierre «El río de la vida corre entre las orillas del dolor y del placer. Es solo cuando la mente se niega a correr con la vida y se aferra a las orillas, cuando eso deviene un problema. Por correr con la vida quiero decir aceptación, dejar que venga lo que viene y que se vaya lo que se va. No desee, no tema, observe lo que acontece, cómo y cuándo acontece, pues usted no es lo que acontece, usted es a quien ello acontece. Finalmente, usted no es ni siquiera el observador. Usted es la potencialidad última de la que la consciencia omniabarcante es la manifestación y expresión.», Nisargadatta Maharaj

Nuestras conductas repetitivas se convierten en un camino y más adelante en rutinas. Y estas se vuelven hábitos y luego adicciones, valores y maneras de percibir la vida. Al añadir pensamientos conscientes, arte y música a una rutina, tenemos un ritual y de estas rutinas vienen nuestros valores y la consciencia. Estos rituales emergen como nuestras rutas o nuestra cultura. Nuestras rutinas se quedan almacenadas en nuestro cerebro básico y responden automáticamente o reaccionan ante la menor sensación de peligro. Muchas de estas rutinas responden a las fuerzas arquetípicas de las cuales hablaba Jung. «La libido es idéntica a las imágenes de las fantasías y solo podemos liberarla de lo inconsciente haciendo que emerjan imágenes de la fantasía a ella correspondientes», Carl Jung

Existe una estrecha relación entre complejo y arquetipo. Los arquetipos son modelos de comportamiento universal que se manifiestan en forma de imágenes y adquieren sentido cuando nos acercamos a ellas desde la fantasía o desde el simbolismo. Son como especies de modelos o de patrones de comportamiento, organizados de tal manera que influyen en la psiquis colectiva. Cada uno de nosotros nace con esos modelos y a lo largo de nuestras experiencias se pueden activar. Los arquetipos autorregulan y organizan posibilidades de actuación. Instinto y arquetipo forman un par de opuestos. Los arquetipos se manifiestan a través de una telaraña de conexiones asociativas de sentimientos, emociones, vivencias, experiencias e imágenes que forman nuestros complejos, que son límites en nuestra vida y nos restan energía vital, porque cuando está alguno activo surge una emoción desproporcionada y exagerada en relación con la situación presente. Muchas de nuestras acciones

imprevisibles están impulsadas por un complejo. Nuestros complejos son como una especie de cerebros emocionales que definen nuestra personalidad porque no solo son perturbadores, sino que también son ordenadores: marcan y dirigen la manera en que percibimos nuestra vida. Cuando nos encontramos ante un complejo debemos preguntarnos cuál es el tema principal que se oculta y qué lo dispara. Por ejemplo, el complejo materno produce desconfianza en la vida. En el caso del complejo paterno buscamos sentirnos amados por el padre o por la figura que lo representa. Cualquiera de estos complejos activa los arquetipos de la madre o del padre; cuando dejamos que el complejo nos absorba podemos llegar incluso a la disociación de la personalidad. Dichos arquetipos deben ser reconocidos y aceptados para que se pueda tomar el regalo que ofrecen. Sobre todo, porque han ejercido una gran influencia a lo largo de muchas generaciones. Todo arquetipo tiene su lado de mayor y menor luz. Permanecen ritualizados en nuestra vida de manera inconsciente, dirigen nuestras vidas con hilos invisibles. Hay que meditar en ellos, observando cuáles son las conductas repetitivas en nuestra vida y luego realizar rituales simbólicos de cierre, porque es la mejor manera de hacer contacto con ellos, recordemos que tienen encima un gran acervo cultural y por lo tanto influyen poderosamente en nuestra psiquis. Ejercicio Acude a tu lugar seguro, coloca una música suave y permite que se manifieste el o los arquetipos que han dirigido tu vida y la de tu familia (víctima, perpetrador, bruja, sabio, mago, buscador, niño, prostituta, salvador, etc.) o —si quieres— puedes buscarlo en los arquetipos de los dioses griegos (Atenea, Hera, Afrodita, Perséfone, Hestia, Zeus, Hades, Ares, Poseidón, Hermes, Hefestos, etc.). Busca aquel con el que más te identificas y aquel con el que menos te identificas. Date tiempo para que se manifieste en tus sueños.

Una vez descubierto tu arquetipo, realiza un ritual de cierre o despedida del mismo, porque a través de él consagramos a algo superior lo cotidiano. Reconoce cómo has vivido el arquetipo, el amor con el que lo aceptaste en tu vida, para qué te ha servido, reconoce incluso tu deseo de no perder ciertas características o situaciones. Todo ritual implica un proceso de aceptación y reflexión. Un ritual trabaja de manera poderosa, sobre todo porque es un puente de conexión con nuestro pasado.

Pasos básicos para la elaboración de un ritual: Reconocimiento: expresa verbalmente, por escrito o de manera simbólica tu dolor, con tu cuerpo. Disolución: busca una manera simbólica de transmutar el dolor. Renovación: utiliza afirmaciones donde reconozcas que sueltas el pasado con alegría. Entrega: ofrenda a otros tu aprendizaje, presta servicio.



Todo ritual es una representación cultural de los hechos psicológicos básicos y debe hacerse de acuerdo a la tradición, no se deben racionalizar porque pierden sentido y es un poco lo que pasa actualmente: tenemos rituales inconscientes que nos limitan. La idea es hacer rituales que nos energicen. El ser humano necesita una vida mucho más simbólica, y se puede hacer construyendo pequeños templos como los que tienen en la India en nuestras casas. Sólo así podemos satisfacer las necesidades diarias de nuestra alma, porque a través del ritual nos sentimos cerca de la divinidad y tomamos consciencia de nuestro origen divino. Entonces, ocurre el milagro de cesar toda búsqueda, porque encontramos a Dios en nuestro corazón. “Si el ritual y el dogma expresan por completo la situación psicológica de una persona, puede ser curada.” Carl Jung

Diseña un ritual que tome en cuenta los rituales de tu infancia, pero amplificados, dale una perspectiva más amplia. «Los rituales reclutan recuerdos de nuestros cuerpos. La mano y el ojo tienen una sabiduría antigua que funciona mejor que la mente en el proceso de integración.», David Richo

Hay que ir enterrando pequeñas cosas en nuestro corazón. En el siguiente ejercicio, te expongo algunos pasos para realizar un cierre. Ejercicio Crea un espacio donde te sientas seguro y date tiempo para vivir tu soledad. Coloca una música que te guste Visualiza la situación perdida o finalizada Vuelve a sentir la pérdida Ahora enfócate en el amor y el aprendizaje de la situación. Siente el agradecimiento Recuerda lo mejor de la experiencia: en qué mejoraste, a qué ayudó. Encuentra una manera de simbolizar esas características y coloca símbolos a tu alrededor para

recordarte el aprendizaje e inspirarte para seguir adelante. Coloca cada una de las características en tu memoria y en tu corazón. Incluso cultiva esas características en tu propia vida. «El arquetipo de la madre es incluido a veces en el inconsciente, particularmente en su aspecto maternal, que abarca el cuerpo y el alma. La imagen de la madre representa, no solo un aspecto inconsciente, sino también un símbolo de todo el inconsciente colectivo, que contiene la unidad de todos los opuestos.», Sibylle Birkhäuser

El ritual de cierre de cada persona debe ser creado por ella misma porque debe tener una fuerte connotación emocional, psíquica y espiritual, así como tener un significado profundo y depurador para el que lo realiza; debe ser como una etapa de culminación a vivir en su SER. Se pueden dar sugerencias, pero el simbolismo, tiene que provenir del interior de cada persona para que pueda ejercer alguna influencia.

Fase 7: Acciones relacionales «El tipo de ser que somos se constituye en las conversaciones que mantenemos con otros, con nosotros mismos y con el misterio de la vida», Martin Buber

Alejandra se sentía incapaz de acercarse a nadie, cada vez que llegaba alguien a su casa prefería encerrarse en su habitación en cualquiera de las fantásticas historias de sus libros. Podía pasar horas inmersa en la lectura. Pero cuando le tocaba relacionarse con su familia, usaba su smartphone como su barrera de defensa, se mantenía separada emocionalmente del mundo. Metida en su burbuja, hacía que sus relaciones fracasaran y siempre se quedaba pensando sin comprender qué había ocurrido; todas sus parejas terminaban agotadas esperando a ser escuchadas o a que les prestaran un poco de atención. Ella sentía que ellos la asfixiaban con sus preguntas, se sentía sumamente presionada por ellos y por eso se aislaba. ¿Qué hecho de su vida había ocasionado la creación de la burbuja? La respuesta la encontré cuando hablamos de su nacimiento. Lo que en apariencia había sido normal, habían sido largas horas de sufrimiento para su madre. El nacimiento de Alejandra duró una noche entera, tenía el cordón umbilical enrollado en su cuello y su pequeño cuerpo de bebé sufrió mucho. ¿Cómo se le explica tal dolor a un bebé? Además, cómo comprender que los seres que estaban para protegerle (sus padres) no hicieron en apariencia nada para ayudarle; un recién nacido no es capaz de comprender tal circunstancia, pero lleva la memoria en su cuerpo. Por ello, Alejandra prefería alejarse de las personas que amaba antes de volver a sentir de nuevo el dolor de la vida.

Como en el caso de Alejandra, podemos ver cómo los traumas que sufrimos a lo largo de nuestra vida nos impiden relacionarnos con los demás de manera natural. El trabajo que realicé con ella fue revivir con todo su cuerpo la experiencia del nacimiento y que esta vez sujetara ella misma el cordón y viera lo complejo que era. Fue increíble ver cómo su cuerpo se retorcía, para lograr la paz y recuperar la naturalidad de sus movimientos; superando su rigidez corporal también recuperó su flexibilidad psíquica. La idea es ayudarnos a percibir lo que ocurre a nuestro alrededor y a mejorar nuestra relación con los demás, pero para ello tenemos que ver nuestro cuerpo como un conjunto de partes interconectadas. Por ejemplo, aprender a equilibrar nuestra cabeza con el resto del cuerpo, a posicionarla en el lugar correcto y coherente con nuestras acciones. Armonizando el movimiento de nuestros brazos con el de los pies, ladeando la cabeza de manera equilibrada, esto marca una gran diferencia en nuestra manera de andar por el mundo. Es una toma de consciencia de la configuración corporal a través de cambios de actitudes y percepciones ante la vida. Y, a partir de las relaciones con cada parte de nuestro cuerpo, podemos establecer cercanía y contacto con los demás.

¿Qué pasa cuando haces cambios en el movimiento de tu cabeza? ¿Se modifica la longitud de tus brazos? ¿Qué pasa cuando te acercas más a las otras personas? Cuando volvemos a experimentar una reconexión visceral con las necesidades de nuestro cuerpo, tenemos una capacidad totalmente nueva de amar afectuosamente, tanto a nosotros mismos como a los demás. Experimentamos una nueva calidad de autenticidad en nuestros cuidados, nos alineamos con nuestra salud, alimentación, nuestra energía y el logro de nuestros sueños. Porque aprendemos a experimentar el placer de cuidarnos y es en ese momento cuando nos abrimos a la vida y a los demás. Nos damos cuenta de que ya no requerimos mecanismos de defensa, sino que ahora nos podemos mostrar ante los demás sin máscaras y sin miedos. En esta etapa aprendemos a reencuadrar las emociones y sentimientos detrás de nuestros miedos, traumas y fobias. «Las emociones son como el agua de una presa. Se puede utilizar para regar la tierra fértil o para crear electricidad. ¡Transforme su rabia en fuerza, en paciencia, en ayuda constructiva!», Elizabeth Lukas

Nuestras relaciones con los demás cambian drásticamente cuando dejamos que la aceptación sea parte importante de nuestra vida, cuando cesamos en nuestros intentos de cambiar a los demás, cuando tenemos una actitud interior positiva por los demás. Y todo ello es a partir de nuestra flexibilidad corporal. Además, somos más capaces de tener flexibilidad para adaptarnos a las experiencias que nos traen los encuentros con los demás. Ante el encuentro con otra persona que nos recuerda un evento traumático nos llenamos de ansiedad, que está caracterizada por una labilidad vegetativa. Esto hace que la angustia ante la expectativa provoque reacciones corporales reales, y no todos actuamos de la misma manera. Entre el soma y la psique existen relaciones muy estrechas, lo cual hace que se active una y otra vez la experiencia. «La angustia atrae directamente lo temido», Viktor Frankl Ejercicio Imagínate una situación que te parezca angustiosa o que te llene de ansiedad, con otra persona. Piensa en lo peor que te puede ocurrir en ese encuentro. Ahora imagina que te ocurre lo peor, pero lo vistes de algo gracioso, absurdo. Exagerando como si se tratase de una película cómica.

Por ejemplo, te da miedo que el otro te desprecie. Pues imagina que te desprecia ante una plaza pública vestido con un tutú de bailarina rosa y maquillado con una voz chillona y se le rompen las medias panty.

El enfrentamiento interior, con lo que te martiriza, quitándole carga emocional se asemeja a una especie de efecto de sombra por debajo de la realidad. Por un lado tenemos un miedo irracional que se adecua a la situación, y por otro un absurdo que nos hace reír. Es decir, es un absurdo que se puede expulsar con otro absurdo. Así que con el ejercicio anterior puedes liberarte de manera sencilla del estrés que te producen las relaciones con otras personas, gracias a la exageración humorística. Es una manera de que el miedo pierda fuerza. Puedes ayudarte a ti mismo cada vez que la angustia irracional se presente en tu vida. Esto te brinda un impulso mental que, a su vez, mejora la confianza en ti mismo, te aporta un mayor dominio de tus relaciones laborales y de estabilidad familiar. A través del humor puedes elevarte por encima de ti mismo dejando de someterte a tus impulsos psicofísicos. Te empiezas a sentir valiente y fuerte y esto mejorará tu tono muscular. En las acciones también se tiene que dar lugar a las pequeñas renuncias, porque existe una estrecha relación entre estas y la felicidad que proviene de enfocarte en propósitos profundos y transcendentales. Es decir, las muchas y pequeñas satisfacciones momentáneas que resultan de no querer renunciar dejan insatisfechos los grandes sentidos, acarreando el inevitable efecto secundario: la infelicidad. El poder efectuar renuncias llenas de sentido es clave para nuestra felicidad y, en muchos casos, incluso es la clave de la salud. Para poder realizar esas pequeñas renuncias necesitamos saber las ganancias secundarias que obtenemos de nuestras conductas manipulativas y compulsivas. Cada persona tiene conductas repetitivas inconscientes que la encadenan a situaciones de sufrimiento, y es a través de ellas que consigue el mismo resultado en sus relaciones. Por eso es urgente descubrir el sentido de cada una de ellas. Ejercicio ¿Cuando quieres lograr algo de los demás lo pides directamente o das vueltas para hacerlo? ¿Qué ganas haciéndote la víctima? ¿Qué pasa dentro de ti cuando te dicen que no? ¿Qué ganancia obtienes de enfermarte o de quejarte constantemente? ¿Qué beneficios te brinda el resentimiento hacia tu familia, tu ex, alguna vieja amistad?



Todo cambio que se realiza internamente debe ser armónico con las relaciones que mantienes en tu vida diaria. De nada te vale hacer cambios en consulta que eres incapaz de mantener en el tiempo, por eso necesitas un grupo de apoyo, un entorno que sientas seguro y que te acompañe en dichos cambios. Pero ten en cuenta que no es la actitud de ellos lo que hace la diferencia, sino que es tu propia percepción la que frustra tus intentos. En esta etapa ensayamos en consulta situaciones controladas, donde puedes verificar tus nuevas actitudes y las reacciones de los demás ante ellas, desde lo paradójico hasta lo real. De esta manera te sentirás mucho más seguro cuando tengas que enfrentarte a las situaciones cotidianas. En este momento de tu vida tómate un instante para reflexionar si estás invirtiendo tu tiempo en las personas más importantes de tu vida. Si no es así, modifica la situación.

Fase 8: Empoderamiento «La tensión muscular entorpece la experiencia emocional interior.», Konstantin Stanislavski

La mejora generalizada del esqueleto favorece la utilización plena de las posibilidades anatómicas. Las limitaciones que se suelen adjudicar a una falta de flexibilidad o de agilidad se deben a la contracción y al acortamiento de los músculos por causa de los hábitos y la falta de conciencia. Estos hábitos producen deformaciones y movimientos desequilibrados. La degeneración de las articulaciones del esqueleto limita automáticamente los músculos, que responderán evitando los movimientos incómodos y dolorosos. Así comienza el círculo vicioso que da lugar a una deformación del esqueleto, de la columna y de los discos intervertebrales; el cuerpo envejece prematuramente y se reduce el alcance y la variedad de los movimientos. Cuando aprendemos a seguir nuestra brújula interior ya no necesitamos que nadie nos diga qué es correcto o incorrecto. En el empoderamiento la persona asume su poder personal porque encuentra la postura ideal, coherente con sus deseos e intenciones. Uno de los aspectos que más ayuda a que nos empoderemos de nuestra vida es el descubrimiento de nuestro propósito existencial. Es llevar una vida con una guía que abarque algo superior a nuestra simple existencia. De esta manera se puede comprender y aceptar que cada situación vital a la que nos enfrentamos nos plantea una demanda, nos plantea una cuestión a la que tenemos que responder haciendo algo y dicha acción siempre puede ser creativa y espontánea. El llevar una vida con un foco claro nos aleja del aburrimiento y de la apatía. El aburrimiento expresa una falta de interés por el mundo y la apatía manifiesta ausencia de iniciativa para hacer algo en el mundo. Por el contrario, cuando se tiene un sentido determinado, queremos dejar nuestra huella en el mundo, queremos hacer cambios y traspasar a las siguientes generaciones nuestro aprendizaje. Me he dado cuenta, a través de las consultas, que uno de los mayores problemas que tenemos es que no sabemos qué es lo que queremos, enterramos nuestros sueños y luego nos preguntamos por qué nos enfermamos, por qué estamos deprimidos y por qué las nuevas generaciones van a la deriva. La respuesta es simple: por falta de «brújula». Dicha guía no puede revelarla nadie más que nosotros mismos, en ningún

momento son los demás los que tienen que darnos el sentido de cada situación vivida. Cuando aprendas a escuchar a tu corazón y a cada célula de tu cuerpo, aprenderás a conectarte con un sentido mucho más amplio, porque descubrirás que estás latiendo con todo el Universo y eres una pieza importante del mismo. Tienes que evaluar cuánta energía sigues invirtiendo en tu pasado, restándola de tu presente. Gastamos mucha energía en relaciones tóxicas. Ejercicio Redacta una lista de las relaciones de tu vida que crees que están incompletas, incluyendo el nombre de la persona y las razones por las que el vínculo no es sano. Incluye las relaciones con tus padres, hermanos, excompañeros de trabajo, amigos. Coloca una escala de valores a tus relaciones. ¿Te resta o te da energía? Identifica la clase de sentimientos negativos que asocias con cada una de esas relaciones y el motivo por el cual no hay una vinculación sana. Apunta todo aquello que te preocupe de esas relaciones. ¿Qué puedes hacer para rectificar tus actitudes ante esa persona y ganar energía vital?

En esta etapa tenemos que recurrir a nuestra capacidad de responder simbólicamente. En lugar de victimizarte preguntándote «¿Por qué a mí?», te plantearás reflexiones más profundas: ¿por qué está ocurriendo esto?, ¿qué significado tiene esta situación? y ¿cómo debo reaccionar? Reflexionando sobre lo que ocurre de manera impersonal, buscando las respuestas que te proporcionan energía y que no te la restan. La verdadera sanación requiere la voluntad de realizar cambios permanentes en nuestra percepción de la vida, en nuestras actitudes y nuestros proyectos, es decir que es un camino espiritual que nos irá transformando con cada paso. Ejercicio Imagínate que tus síntomas, o los conflictos, le suceden a otra persona. ¿Qué consejos le darías? ¿Qué respuestas le darías que le proporcionaran poder? Recurre a tu maestro interno para buscar una respuesta profunda y espiritual. Esto te proporcionará una orientación adecuada y un nivel superior de percepción.

El saber que tienes un rol que afecta a todo un colectivo te brinda energía, te vitaliza y te puede llenar de entusiasmo, lo que hace que vayas por la vida con ganas y sobre todo con pasión. Te otorga la curiosidad de un niño, las ganas de comerte el mundo de un adolescente y la certeza de un sabio. Aprenderás a ver la magia en todo lo que te rodea, incluso en ti mismo. Y en ese momento tendrás la certeza de la siguiente frase de un curso de milagros: «En mi vida no hay nada incorrecto. Agradezco cada acierto, cada tropiezo y cada experiencia.»



Parte 2 Constitución de la estructura corporal



Centros psicoemocionales «Hay que tratar o enfrentarse siempre primero, al inconsciente personal... de lo contario, no se podrá abrir la puerta de entrada que da entrada al inconsciente cósmico.», Carl Jung

Aunque existen muchas alternativas donde se presta atención a las emociones y a la mente y su efecto en el cuerpo, esto suele ocasionar sentimientos de culpa porque es mucho más sencillo decir que todo tiene una causa biológica. Somos un sistema en sí y cada parte de nuestro ser es importante. En este trabajo que propongo, te pido que por favor no te limites a tus síntomas, a las implicaciones transgeneracionales, a la medicina alopática u homeopática. Quiero que comprendas que todo vale según tu sistema de creencias. Los problemas que están en tu mente afectan a tu cuerpo, porque obviamente tu cabeza también es parte de tu cuerpo. Nuestra manera de ver la vida crea estructuras, patrones o mapas emocionales que terminan afectando nuestro cuerpo y le dan una configuración determinada. Nuestro cuerpo nos manifiesta de manera intuitiva qué área de nuestra vida está siendo descuidada. A través de nuestro hemisferio derecho nos muestra lo que ocurre antes de que se haga crónico. El problema deriva de que acallamos nuestros sentidos, lo cual nos impide solucionar los problemas físicos antes de que se manifiesten. Tenemos que aprender a apoyar a nuestro cerebro y ciertas áreas corporales de forma fisiológica, nutricional y actitudinal, mientras vamos sanándonos. Todo nuestro cuerpo está conectado por un conjunto de sistemas dependientes el uno del otro A continuación, te expongo los centros psicoemocionales que son las semillas que construyen nuestras configuraciones corporales

Centro de los ancestros «Aquel cuya mente no se agite por la adversidad y esté libre de apego, miedo o ira será un sabio de mente firme.», Bhagavad Gita

Características: Te conecta con tus raíces y la mayoría de los problemas físicos se encuentran en esta zona. Nos brinda estabilidad y afianzamiento. Órganos o sistemas relacionados: huesos, sangre, sistema inmunológico, piel, articulaciones y músculos. Configuración corporal: Este centro se observa en la capacidad de erguirse, en la fuerza para hacerlo y el arraigo con los pies. Indica la dirección de los pies y las rodillas, si estos se mantienen en paralelo, están hacia adentro o hacia afuera. Afectan profundamente a la columna vertebral. También en cómo se pisa, porque es una manera de dejar huella. Figura familiar que rige esta zona: todo el clan familiar. Ancestros olvidados o excluidos. Principal problema: la lealtad a la tribu, a la familia y la cultura. Síntomas o enfermedades: Síndrome de fatiga crónica, colon irritable, estreñimiento, hemorroides, obesidad o problemas de peso, artritis, enfermedades en pies o piernas, afecciones de equilibrio y dolor en la ciática. Búsqueda: mi seguridad, sentirme apoyado. Deseo de una estructura externa que me sostenga. Logro: despedirse de la tribu sintiendo su apoyo. Frases: «Soy parte de la familia, aunque no esté a su lado» «Llevo a mis padres en mi corazón» «Tengo la fuerza para soportar las dificultades de la vida»

¿Qué me enferma?: Decepcionar al clan. Contradecirlo. Ser desterrado o rechazado por la familia, sentir que me excluyen o que no soy parte. No sentir apoyo. No sentirme parte del sistema. Pérdida de una figura de autoridad (padre, madre o abuelos). Emociones: Miedo a no saber construir una estructura de apoyo propia. Preocupación excesiva por la supervivencia. Tristeza infinita. Incapacidad de soltar. Apego. Preguntas: ¿Qué situaciones familiares están afectando mi vida? ¿He soltado el resentimiento con mi familia? ¿Le hago reclamos a mis padres? ¿No soy capaz de perdonar el daño que me hizo mi familia? ¿Cómo es mi familia? ¿Tengo muchos amigos? ¿Me siento seguro y a salvo en el mundo? ¿Se une la familia y quiere luchar contra la enfermedad porque les afecta a todos, es una enfermedad hereditaria? ¿Necesito reconectar con mi cuerpo? ¿Cómo puedo hacerlo? ¿Estoy atascado en mi forma de pensar? ¿Estoy preparado para afrontar el cambio? ¿Gozo plenamente dando y recibiendo y veo la vida como un sano intercambio de energía?

Sanación: Para sanar esta área es necesario trascender las costumbres y ritos creados por la tribu. Descubrir las creencias tribales. Empezar a percibir nuestro movimiento corporal, la posición y la actitud corporal. Es decir, el sentido propioceptivo.

Centro del amor propio y el dinero «Ten cuidado con qué riegas tus sueños. Riégalos con preocupación y miedo y generarán malas hierbas que ahogarán la vida de tu sueño. Riégalos con optimismo y soluciones y cultivarás éxitos.», Lao Tse

Características: Confluyen las energías heredadas que unifican el pasado, el presente y el futuro en cada persona con un todo superior a él. Lo que nuestra familia nos ha heredado se hace nuestra guía personal, sobre todo aquellos traumas que no hemos podido superar. Nos ayuda a ganar flexibilidad y fluir en la vida. Pero cuando nos resistimos a ello suele: Dificultar una relación de pareja saludable, porque nos podemos sentir atraídos por relaciones tóxicas. Incapacidad para establecer contacto auténtico. Órganos o sistemas implicados: órganos reproductores (útero, ovario, vagina, la próstata, los testículos, la espalda baja, las caderas, la vejiga). Configuración corporal: existe un desplazamiento general hacia la cabeza, cuyo resultado es una cabeza relativamente grande con respecto al cuerpo. El rostro suele estar tenso y buscando controlar sus sentimientos internos, procura disimular su miedo. Los ojos no tienen vivacidad y se notan vacíos y faltos de brillo. La tensión está dirigida hacia la parte superior del cuerpo (la cabeza y los ojos). Suelen tener una mirada agresiva o bien fuera de lugar, como si estuvieran idos del mundo. La voz suele ser algo monótona y sosegada. Figura familiar que rige esta zona: la sombra de uno de los padres. Todo aquello que rechazamos de uno de nuestros padres. Posibles causas: Maltrato intrauterino. Padres maltratadores o violentos.

Abuso sexual en la infancia. Ausencia de uno o de ambos padres. Principales problemas: Falta de energía para actuar. No poder pasar el legado a la siguiente generación. Promiscuidad o abuso de la energía sexual. Soñar despierto. Tendencia al melodrama, la manipulación y la depresión. Incapacidad de disfrutar la vida. Síntomas y enfermedades: Problemas de fertilidad. Problemas renales y de la vejiga. Arteriosclerosis. Anemia. Problemas menstruales. Enfermedades de los órganos sexuales. Búsqueda: asumir el control personal y la independencia. Logro: colocar límites saludables. Ser flexible y abrirse al cambio. Frases: «Soy una persona flexible.» «Estoy abierto al cambio.» «Me dejo fluir» «Me libero de miedos y confío en la vida.»

¿Qué me enferma?: Mi relación con las otras personas. Mi percepción sobre cómo actúan mis seres queridos conmigo. Aguantar callado una situación que no me satisface. Emociones: Miedo de amar y de ser absorbido por la otra persona. Miedos y ansiedades crónicos. Miedo a no gustar y a no ser lo suficientemente bueno. Miedo a que descubran mi incapacidad. Preguntas: ¿Estoy deprimido por una relación? ¿Frustrado por mi vida sexual? ¿Estoy estresado o deprimido por el dinero? ¿Me siento inferior a mis amigos? ¿No puedo complacer a mi pareja? ¿Mi pareja no logra complacerme? ¿Cómo me estoy dejando afectar por los demás? ¿Con qué personas pierdo energía o con cuáles la gano? ¿Qué tiene la otra persona que me siento débil en su presencia? ¿A quién me recuerda esta persona, que me afecta tanto? ¿Estoy abierto al cambio positivo? ¿Cómo puedo estarlo más? ¿Es mi opinión de la vida demasiado sensible y negativa? ¿Cómo puedo ser más valiente sin volverme un kamikaze? Sanación: Haciendo contacto y mirando directamente a los ojos.

Trabajando con creencias positivas. Sanar el sentimiento de culpa y vergüenza sobre el propio cuerpo.

Centro de la autoestima y del éxito profesional «Me alimento de ira. Me como a mí mismo, y estoy tan lleno de ella que podría pasar hambre.», William Shakespeare

Características: Este centro está relacionado con las creencias que tenemos sobre nosotros mismos y nuestras cualidades. Este centro recoge nuestra madurez, en donde alcanzamos consciencia de nosotros mismos. Las personas no saben diferenciar entre lo que está dentro y lo que está afuera, es decir no hay límites demarcados. Tiene que ver con la supervivencia de una persona en esta generación. Tiene una influencia directa sobre el miedo e indirecta sobre la ira. Tienen personalidad esquizo con ciertos comportamientos peculiares o extraños, ya sea en privado o en público. Negación de cualquier realidad que pueda constituir una amenaza potencial. No sabe diferenciar entre lo que está dentro y lo que está afuera porque pierde el equilibrio entre las energías internas del cuerpo y los mecanismos externos que normalmente controlan esas energías y las mantienen dentro de los límites del tejido corporal, o al menos, a poca distancia de ese tejido (piel). Se siente confundido con lo de dentro y lo de afuera. Órganos y sistemas implicados: tracto digestivo, esófago, estómago, hígado, vesícula, colon, recto, metabolismo, páncreas, riñones. También se ven implicados la imagen y el peso corporal. Configuración corporal: Se sienten aterrorizados y en peligro, hay un bloqueo de energía en todos los puntos clave de transferencia del cuerpo; es decir, las articulaciones de las extremidades, la base del cráneo y la pelvis, donde las vértebras lumbares y sacras se unen. El habla es confusa, vaga, demasiado elaborada o circunstancial y metafórica. El contacto visual acostumbra a ser extremadamente difícil. La atención de la persona parece ser o remota o fija. Rechazo del estrés interpersonal gracias al

alejamiento del contacto, ya sea físico o emocional, con otras personas, especialmente con aquellos que están alejados del pequeño círculo familiar. Carencia de coordinación interna y con una confusión que queda reflejada en sus procesos de razonamiento que igualmente se encuentran descoordinados y desarticulados. El espíritu se siente confundido. Corporalmente, el pecho está deshinchado y el esternón está hundido. La energía del bazo está demasiado débil. Los brazos y las piernas están débiles. Las piernas son delgadas y tienen las rodillas bloqueadas. La columna carga todo el peso corporal y esto debilita la espalda. El cuello y la cabeza van hacia adelante, el vientre sobresale y la pelvis va hacia atrás. La extensión hacia adelante de la cabeza llevará a una tensión extrema del cuello y a dolores de cabeza. El cuello puede ser bastante largo. Pueden presentar cierta desarticulación porque se bloquea la energía en sus articulaciones. Figura familiar que rige esta zona: la Madre Principal problema: Es incapaz de permitir que las fuerzas energéticas del mundo fluyan con suavidad a través del ser y repentinamente perderá la sincronicidad con estas fuerzas y las experimentará como un peso añadido a la carga generada por su confusión. Se sienten mejor estando en aislamiento. Tiene fragmentación interna, autismo, alucinaciones, engaños, ilusiones y alteraciones corporales, surgen de esta fragmentación y de esta carencia de límites. Las funciones de atención, concentración, memoria, así como la acumulación u organización de conocimiento y de la realidad quedarán, en consecuencia, comprometidas. Apego que disimulan con frialdad. Muestran frialdad y distanciamiento emocionales, una ausencia de calidez, de sentimientos afectivos hacia los demás. La amistad íntima se reduce a no más de una o dos personas, incluyendo los miembros de la familia. Viven en aislamiento.

Pueden haber sido infantilizados por sus padres. Tienen dependencia de los demás de manera exagerada, no son capaces de cuidarse a sí mismos pero otras personas sí pueden hacerlo. Se adhieren a los demás en todos los aspectos (financiera, emocional y mentalmente). No saben enfrentarse a la realidad solos. Suelen evadirse de la realidad y querer escapar de los problemas financieros o de los problemas de pareja.

Su objetivo en la vida es que cuiden de ellos, no saben qué es lo que quieren hacer con su vida, se sienten muy incompetentes y les cuesta mantenerse en un trabajo durante mucho tiempo. Suelen ser muy egocéntricos, egoístas e insensibles hacia los demás, creen que los demás no tienen las mismas necesidades que ellos. Se sienten resentidos con aquellos que son fuertes y que no les dan lo suficiente. Posibles Causas: En caso de que el niño haya sufrido maltrato en el vientre o bien luego de nacer, incluyendo problemas vinculados con la placenta o el cordón umbilical. Suele darse en donde se ha tenido un parto largo y doloroso para la madre o para el bebé, o bien cuando han nacido por fórceps o cesárea. Falta de apoyo hacia las energías de la madre en la primera infancia o niñez. Acá hay traumas infantiles. ¿Sentiste que no encajabas en tu familia? Puede que te sientas abandonado. Los traumas infantiles pueden acentuar problemas posteriores (la ruptura de una relación, la pérdida de un trabajo, un cambio en tus condiciones de vida). Síntomas y enfermedades: El problema que suele generar es el trastorno de personalidad esquizoide. con pérdida de control sobre la consciencia, y por otros como muestra de vínculos deficientemente definidos y especialmente inestables. En cuanto a lo físico, síndrome de fatiga crónica, síndrome de colon irritable, estreñimiento, hemorroides, obesidad, o problemas con el peso, artritis, enfermedades en los pies o piernas, afecciones del equilibrio y dolor en la parte baja de la espalda o ciática. Alergias alimentarias.

Azúcar en la sangre, parálisis y espasmos musculares. Búsqueda: saber quién soy yo realmente y mostrarlo al mundo. Sin críticas a los demás. Logro: cualidades vinculantes de lealtad y fidelidad. Voluntad para vencer el miedo. Frases: «Estoy a salvo» «Puedo transformar mi ira» «Mis relaciones están llenas de valentía, franqueza y confianza» «Mi deseo sano de aventura me dota para disfrutar de los retos» «Asumo mi propio poder y acepto la responsabilidad por cada parte de mi vida.» ¿Qué me enferma?: Contener la ira y la agresividad que me come por dentro. Apego por la protección y la seguridad. La desorientación e indecisión. No conectar con otros. Pelearse con las finanzas, trabajos y relaciones, lo que te genera un agotamiento constante. Una preocupación excesiva por la supervivencia y la seguridad puede manifestarse con una adicción al trabajo y dificultades para conectar con el lado espiritual de la vida. El miedo, los prejuicios, la fe ciega, el odio, la intolerancia, la impaciencia y la codicia son otros atributos negativos y posibles del bloqueo de esta energía. Emociones: La ira, la agresividad.

Muestra una vulnerabilidad psicológica al miedo Puede desarrollar 3 tipos de personalidades: Personalidad simbiótica: no consigue distinguir su identidad de la personalidad de otros. Personalidad narcisista: alguien intenta enfrentarse a problemas de poca o demasiada autoestima. Personalidad masoquista: tiene que ver con los temas del control y de humillación asociada a la sumisión, es un problema de afirmación del SER.



Preguntas ¿Cómo me está yendo con el trabajo? ¿En qué estado se encuentra mi autoestima? ¿Pienso que estoy gordo? ¿Detesto mi cabello? ¿Me encuentro atractivo? ¿Necesito reconectar con mi cuerpo? ¿Cómo puedo hacerlo? ¿Son erráticos mis hábitos alimenticios? ¿Cómo puedo mejorarlos? ¿Tengo éxito manteniendo unas relaciones sanas y duraderas? Si no es así, ¿por qué no? ¿Debo desprenderme de relaciones que han mostrado ser nocivas? ¿Gozo plenamente dando y recibiendo y veo la vida como un intercambio de energía? ¿Me permito atascarme en formas inútiles y no veo la vida como un sano intercambio de energía? ¿Me permito atascarme en formas infantiles de pensar y comportarme? ¿Cómo puedo ser decidido cuando me flaquean las piernas? ¿Por qué me estoy enfadando realmente? ¿Carezco de fuerza de voluntad? ¿Compenso mi fuerza de voluntad con un

comportamiento maníaco del control? Sanación: Desarrollo de la intuición. Soltar el control y el perfeccionismo. Expresar la ira y la agresividad de manera creativa. Liberarse del orgullo y de la búsqueda de reconocimiento. Liberarse del juicio y de la crítica.

Centro de la salud y las relaciones «Su amor era como el aire generoso, abrazándolo todo para alegría y bendición», William Winter

Características: Este centro dirige nuestras acciones, puede que dejemos que a nuestro corazón lo guíe el alma tribal. Este centro nos muestra nuestra capacidad de compasión y entrega. Órganos y sistemas implicados: pecho, corazón, pulmones. Figura familiar que rige esta zona: el padre Principal problema: vínculos rotos Posibles Causas: Pérdida del padre o de un ser querido. Ausencia de una figura de autoridad relevante. Síntomas y enfermedades: Sinusitis, bronquitis, colesterol, hipertensión, palpitaciones, bultos. Asma, neumonía, dolor en la zona alta de la espalda o los hombros e incluso cáncer de pulmón o de mama. Búsqueda: expresión e identidad inspirada y creativa. Logro: independencia de nuestros padres y compañero. Energía para el logro de objetivos. Frases: «Yo soy creatividad». «Yo soy una persona feliz y plena». «Me amo y amo a todas las personas tal y como son». «Me hago consciente del amor que hay en mí».

¿Qué me enferma?: Inhibición de la creatividad. Resistencia a renovar vínculos. Usar a los demás para mis propios fines. Volverme mezquino y avaro y no compartir lo que tengo. Incapacidad de amar incondicionalmente. Temor a que me hagan daño. Un divorcio, la muerte, el maltrato, el abandono o la traición. Emociones: tristeza, aflicción, insatisfacción, frustración. Preguntas: ¿Me sobrecargo de responsabilidad por mis seres queridos? ¿Me siento culpable porque no he podido cuidar bien a los que amo? ¿Me culpabilizo por la muerte de uno de mis padres o de mis hijos? ¿Cómo son mis asociaciones o mi relación con mi madre o mis hijos? ¿Expreso abiertamente las emociones de mi corazón? ¿Cómo puedo iniciar una sanación profunda? ¿Tengo apegos negativos? ¿Cómo puedo desprenderme de ellos? ¿Cómo puedo liberarme de la pena y la frustración? Sanación: El perdón, la compasión y el amor incondicional. Sanar las vinculaciones. En esta zona se observan nuestras vinculaciones, tenemos que aprender a gestionar las separaciones: El nacimiento: separación del feto y la madre. El trauma del nacimiento.

Los límites que se le colocan al niño: con los «No» y su afirmación del Ser. Porque se origina el miedo a la culpa, que no es más que el miedo a la desaprobación por haber «sido» malo. Se puede crear el sentimiento de ser mala persona. Interrupción del vínculo amoroso con los padres. El drama del Complejo de Edipo/Electra. Transición a figuras de autoridad externas: los maestros, si la evolución del SER no ha sido natural podría generarse mucha ansiedad y si no se maneja puede durar toda la vida.



Depresiones y ansiedades. Depresiones que se sufren en este centro emocional: Depresión por anhelo de estar con uno de los padres (normalmente con la madre). No desean pertenecer a grupos y prefieren construir una existencia aislada como personalidad pseudoesquizoide. Depresión por alejarse del núcleo familiar pero no haber encontrado satisfacción: es el adolescente que se arriesgó a descubrir el mundo, pero no le gustó lo que vio por tener conductas más adultas y ahora se siente defraudado. Y sienten una aflicción depresiva por una parte de sí mismos que han perdido, además de la sensación de culpa por haber traicionado a su sistema. Depresión espiritual: el gurú hacia el que nos habíamos dirigido ya no está, o en caso de que esté es de poco fiar o nos ha decepcionado. Así que, llegado el momento, se nos deja que hallemos a Dios por nosotros mismos.

Centro de la comunicación y capacidad de organización: «Qué desesperadamente difícil resulta ser honesto con uno mismo. Es mucho más fácil ser honesto con los demás.», Edward F. Benson

Características: En este centro tenemos que ser conscientes de cómo afectan nuestras decisiones a todos los que nos rodean. Por lo tanto, se deben tomar decisiones no pensando solo en el bien personal, sino en el bien colectivo. Siendo capaces de empezar a dirigir nuestra intención hacia un bien mayor, purificando nuestros pensamientos para que reflejen la obra del creador. Cuando se pierde el equilibrio en este centro, nos desorganizamos y no somos capaces de considerar por acabado ningún proyecto. Inhibimos lo que percibimos intuitivamente. Órganos y sistemas implicados: cuello, tiroides, boca, dientes, mandíbula, lengua, garganta, oídos, ojos y manos. Figura familiar que rige esta zona: los secretos y las mentiras de la familia. (abuelos) Posibles Causas: Ser producto de un engaño o relación extramatrimonial. Existencia de muchos secretos en el sistema familiar. Haber sufrido maltrato en la infancia y haber tenido que callarse los gritos o las quejas. Principal problema: falta de voluntad Síntomas y enfermedades: Afecciones de la garganta. Trastornos alimenticios. Estrés.

Sordera, infecciones de oídos, zumbidos. Problemas del cuello, tiroides. Dolor en la mandíbula. Encías débiles o sangrantes, dientes débiles, caries. Búsqueda: autocontrol y disciplina. Ser capaz de ejecutar los proyectos de vida que su corazón le indica. Logro: alinear la voluntad de la mente con el corazón, siendo honesto. El proceso de individuación (soltando y volviendo a unir). Frases: «Estoy a salvo diciendo la verdad» «Expreso sin temor lo que percibo sin buscar el beneficio personal» «Respeto mi tiempo y mi ritmo» ¿Qué me enferma?: Tener malos pensamientos. Buscar ejercer la voluntad por la fuerza. Querer que los demás hagan algo para complacer mis caprichos. El comportamiento obsesivo. Estar fingiendo o sostener una mentira. Emociones: tristeza, incapacidad, represión. Gritos acallados. Preguntas: ¿Estás expresando lo que sientes? ¿Cumples tus promesas? ¿Usas tus palabras para herir a otros? ¿Eres honesto contigo y con los demás? ¿Cómo puedes hacer para

mejorarlo? ¿Por qué tienes tendencia a chismorrear? Sanación: Escuchar más a los demás. Desarrollar la empatía. Sintonizar con las emociones y deseos de tu corazón. Expresar lo que sientes sin temor a lo que digan los demás. Dejar de mentirte a ti mismo. Alinear la voluntad con el corazón. Equilibrar internamente pensamientos y sentimientos. Ritos y ceremonias de trabajo personal.



Centro de la percepción, del pensamiento y de la salud mental «Cuando se calman las olas del pensamiento, el vidente experimenta su propio y verdadero esplendor», Patanjali.

Características A través de este centro tenemos que buscar un sentido profundo a nuestra vida, sin fanatismos, siendo flexibles en nuestros pensamientos y manera de orientarnos en la vida. Cuando este centro se desarrolla se puede conectar con el maestro interno y su sabiduría. Ser guiado por la propia intuición para el beneficio de muchas personas es algo que se logra con este centro equilibrado. Cuando este centro se desequilibra, las personas suelen estar en una especie de barullo mental y defienden su punto de vista de manera obsesiva por el conocimiento que poseen. Para que este centro pueda estar equilibrado es necesario tener un propósito definido, que brinde una visión suficientemente clara y que dirija la vida basada en valores elevados. Órganos y sistemas implicados: cabeza, ojos, oídos, nariz, cerebro. Figura familiar que rige esta zona: abuelo paterno. Principal problema El mayor problema en este centro es la incapacidad para escuchar a los demás. Puede existir una falta de empatía porque se está perdido en los propios pensamientos. Esto genera problemas tanto en la vista como en el oído. Orgullo e incapacidad para emitir un juicio justo. Ideas obcecadas. Fanatismo e irrespeto a las creencias de otros. Síndrome del Gurú o maestro. Arrogancia y cinismo. Enfermedades o síntomas

Sordera, dolor de oídos o infecciones en los oídos. Conjuntivitis o pérdida de visión. Alzheimer, demencia, delirios. Tumores cerebrales, migrañas. Mala memoria. Insomnio. Búsqueda: la realidad espiritual y los misterios del universo. Logro: percibir la totalidad del universo sin juicio, a través de la intuición, y obrar con sabiduría. Frases «Escucho y comprendo a los demás». «Sigo mi intuición». «Sirvo a los demás a través del respeto y la comprensión». ¿Qué me enferma? El juicio y la crítica, tanto a mí mismo como a los demás. Las creencias y pensamientos rígidos. Considerarse poseedor de la verdad absoluta. Tomar solo decisiones guiadas por la razón. Falta de empatía. No escuchar a los demás. Inhibir la intuición. Emociones: el orgullo y la prepotencia. Preguntas

¿Tienes mareos, vértigo, sequedad ocular, dolores de cabeza? ¿Cómo ves el mundo? ¿Eres capaz de adaptarte a las circunstancias? ¿Cómo respondes a los eventos inesperados? ¿Escuchas de manera empática a los demás? ¿Juzgas y criticas a los demás por todo lo que hacen? ¿Eres capaz de respetar y adaptarte al punto de vista de los demás? ¿Cómo valorar y respetar el punto de vista de los demás? ¿Cómo soltar tu deseo de ser un maestro y tener seguidores? ¿Cómo servir y guiar sin considerarte mejor que los demás? Sanación Desarrollo de la inteligencia emocional. Meditación, concentración y atención plena. Trascender la historia de los ancestros paternos. Establecer a voluntad una disciplina interna y seguirla, esto te brindará estructura y humildad. Ejercicio Siéntate en un lugar cómodo y apaga todas las luces, procura que esté todo oscuro. Enciende una vela y colócala ante ti. Medita viendo la vela, sin parpadear el mayor tiempo posible, y cierra los ojos. Contempla la vela con tu mirada interna, manteniendo los ojos cerrados. Vuelve a abrir los ojos, mira de nuevo la vela y vuelve a cerrar los ojos. Repite al menos 6 veces seguidas, acompañando con una respiración suave y consciente.



Centro del propósito de vida y espiritualidad «El hombre que se hace consciente de su responsabilidad ante el ser humano que le espera con todo su afecto o ante una obra inconclusa no podrá nunca tirar su vida por la borda. Conoce el porqué de su existencia y podrá soportar casi cualquier cómo», Viktor Frankl

Este centro dirige las enfermedades potencialmente mortales y afecta a diferentes partes del cuerpo. Figura familiar que rige esta zona: arquetipos dominantes, rechazados y muy enraizados a lo largo de la historia familiar (víctimas, perpetradores, brujos, prostitutas, etc.). Principal problema: llevar una vida sin sentido, no tener un propósito claro de vida. Las personas que «viven muriendo» tienen profundamente afectado este centro. Síntomas y enfermedades Depresión y ansiedad. Cáncer o enfermedades terminales. Acontecimientos que doblegan a la persona. Accidentes que te detienen por largos períodos de tiempo. Búsqueda: fe y esperanza en Dios. Logro: encontrar a Dios en todo. Frases «Vivo una vida con propósito y sentido». «Estoy al servicio de la vida». «Mi vida está dirigida por el valor de servir a los demás». ¿Qué me enferma? El egocentrismo, estrechez de miras, lo que dificulta la capacidad de conectar con los demás.

Excederse con el materialismo y la ambición. Falta de inspiración y creatividad. Desconexión de la realidad física y del yo espiritual. Emociones y sentimientos: escepticismo, avaricia y ambición. Preguntas ¿Has perdido tu foco o tu propósito de vida? ¿Cómo es la calidad de tu vida espiritual? ¿Por qué nací? ¿Qué es la verdad? ¿Cuál es el verdadero significado de la vida, y cómo puedo hallarlo? ¿Ansío posesiones y bienes materiales o placeres sexuales? ¿Cómo puedo desprenderme de esas necesidades? ¿Quién soy si no estoy limitado por este cuerpo y esta mente? ¿Cómo puedo hacer para ver el mundo como una manifestación de Dios? Sanación Buscar un propósito existencial elevado. Desprenderse del apego a lo material. Abrirse y entregarse a una inteligencia superior. Humildad ante la vida. Superar el Ego espiritual. Realizar actividades de servicio anónimas.

Configuraciones corporales «La persona inteligente emocionalmente tiene habilidades en cuatro áreas: identificar emociones, usar emociones, entender emociones y regular emociones», John Mayer.

Para comprender las Configuraciones corporales, hay que profundizar en lo que va delineando y dándole forma a nuestro cuerpo: las emociones. Las emociones provienen de la necesidad biológica de adaptación a un medio cambiante. El adaptarse implica cambiar. «Los cambios útiles en una especie dejarán huella en los organismos que los expresan a través del surgimiento o activación de genes, que, a su vez, se transmitirán de generación en generación. Si es útil, la nueva mutación prevalecerá», Aguayo A. y Macías M.

Hemos sobrevivido gracias que nos hemos adaptado a comer, beber, reproducirnos, establecer límites territoriales, luchar, huir, cuidar de las crías, etc. Y a través de la convivencia con los demás hemos mantenido infinidad de sistemas de comunicación y señalización no verbales que permiten diferenciar entre una llamada amigable y una amenazante. Nuestro organismo ha desarrollado sistemas que nos permiten anticiparnos a una situación de peligro. Estos elementos representan los elementos más básicos para la supervivencia. Las emociones son estados internos de nuestro organismo, que regulan de una manera flexible nuestras interacciones con el entorno y nuestras relaciones sociales, y son determinantes en nuestra supervivencia debido a que ayudan a establecer el equilibrio homeostático a través de sistemas de recompensa y castigo. La emoción nos indica el aquí y el ahora (el «aquí» es el cuerpo) porque los percibimos desde nosotros mismos. Ante la presencia de un gran estímulo emocional, nuestros sistemas perceptivos se agudizan y establecen diferentes respuestas que van desde el congelamiento hasta la lucha o la huida. La cotidianidad de estímulos potencialmente peligrosos puede generar estados de anticipación constantes, que se reconocen como manifestaciones de ansiedad (ira, agresión, depresión, hipertensión, taquicardia, tensión muscular, dolor de cabeza y cuello, trastornos del sueño, fatiga, lumbago, etc.), que pueden persistir al crear un círculo vicioso en el cual no sea ya necesaria la presencia del estímulo.

Las emociones también nos permiten motivarnos en busca de situaciones que nos reconforten, liberando recursos racionales para la resolución de problemas urgentes. Además, actuando de forma congruente y positiva, participan como orientadores del razonamiento en la toma de decisiones, a través del análisis y la ponderación de las respuestas consecuentes. Sensación, percepción, atención, memoria, emoción, lenguaje, acción y cognición son inseparables; están eslabonadas y han evolucionado juntas. «La expresión corporal es el teatro en que se exhiben las distintas emociones. Y el reconocimiento del significado de la emoción y la consciencia de la experiencia emocional se transforman en lo que llamamos "sentimientos"» (Searle, J.: 2000).

Para empezar a contactar con nosotros mismos (mundo interno) y a gestionar las interacciones con los demás (mundo externo), es necesario ser conscientes, o darnos cuenta, de nuestras emociones. Y estas son fácilmente reconocibles en el cuerpo porque son energía, además de ser temporales porque nos empujan a una acción; si nos quedamos atascados en una de ellas es porque no hemos realizado dicha acción. Estas emociones son cuatro, básicamente, y tienen distintas funciones. Miedo: es una emoción de contracción ante un aparente riesgo; incluso cuando sentimos horror nos quedamos paralizados. Es una especie de alarma roja ante una amenaza que puede ser interna o externa. Es como una especie de anticipación a lo que sucederá en el futuro. Nos lleva a huir o a atacar. Rabia: es una emoción expansiva que lleva a sacarse algo de encima para no destruir y delata una frustración por una herida interna, la mayoría de las veces se debe a no poder controlar algo, porque la persona se cree capaz (omnipotencia) pero no logra hacerlo. Se puede explotar hacia afuera o hacia dentro. La característica de dicha configuración es la sensación de estar todo hacia adelante (Figura 4). Alegría: es expansiva y nos puede llevar a la euforia, su función principal es la habilidad para hacer contacto y compartir. Para sentirla se tiene que superar la tolerancia a la frustración. Existe la euforia que es la exageración, en donde no somos empáticos con los demás y nos aislamos en un mundo «ideal».

Tristeza: es una emoción de contracción, de reflexión, porque no sabemos qué necesitamos y debemos buscarlo dentro. Está relacionada normalmente con el pasado y nos permite soltar y desprendernos de lo que no tenemos. Es la polaridad de la alegría, nos invita a dejarnos ayudar y acompañar por el otro. Culpa: nos ayuda a tomar conciencia de los errores, a ser responsables y a reparar cuando hemos causado daño. La culpa está relacionada con la empatía, porque es como una voz interna que manifiesta lo que estamos haciendo. Vergüenza: está relacionada con la necesidad de pertenecer al clan y nuestro proceso de individuación. Nos empuja a que transformemos nuestra conciencia respetando al clan sin negar nuestra esencia. Alcanzando el equilibrio entre el impulso de la pertenencia y el de individuación. Nos sentimos indignos cuando dejamos de pertenecer. Emociones intermedias: Entre la alegría y la tristeza La serenidad Entre el miedo y la temeridad La prudencia Entre la tristeza y el reproche El desprendimiento y la aceptación.



Las emociones son registradas como síntomas en nuestro cuerpo. El comienzo de una enfermedad puede observarse primero como una emoción (miedo, rabia, tristeza) o estado de ánimo, y si dichos síntomas se mantienen durante mucho tiempo, se inician procesos inflamatorios en nuestras células. Solo a través de la ampliación de la conciencia somos capaces de reconocer nuestras actitudes y de ver cómo y de qué manera podemos equilibrarlas. Las emociones siempre están relacionadas con algo o con alguien, ya sea algo interno o externo. Ese algo interno y ese algo externo nos dan una dimensión sistémica. Constantemente nos estamos percibiendo los unos a los otros; es decir, poseemos una especie de código que nos ayuda a interpretar las emociones presentes en nuestras interacciones. Las emociones en general son como una especie de mapa para saber cómo estoy y cómo está el otro. Y el problema de nuestras interacciones con los demás normalmente se debe a la mala interpretación del código de la otra persona.

Para vivir en plenitud hay que aprender a ‘desidentificarnos’ de nuestras emociones. Es decir; reconocerlas, pero saber que están mostrando solo una parte nuestra y no nuestra totalidad. Las emociones indican un movimiento en alguna dirección, nos empujan a una acción determinada. Y para no dejar que nos consuman debemos aprender a descubrir qué hay detrás de ellas. ¿Qué se puede hacer? ¿Cómo reconocer las emociones? Estar atento a las sensaciones: la emoción antes de que se haga latente empieza con una especie de «energización» que luego se manifiesta en la sensación corporal. Se observa en nuestra respiración, tensión, contracción, expansión. En el modo de estar en el momento presente, nos lleva a dirigir la atención al cuerpo directamente. ¿Qué sensaciones físicas tengo en este momento? Identificar la emoción oculta detrás de las sensaciones: las emociones normalmente vienen en pares, de lo contrario no habría conflicto. Entonces, hay que reconocer cuál es el par que está afectándonos ¿Qué emoción me hace sentir estas sensaciones? ¿Cuáles son las dos emociones que estoy sintiendo al sentir lo que siento? ¿A qué me llevan estas dos emociones? Reconocer el mensaje que trae la emoción: ¿Qué me digo al sentir lo que siento? ¿Qué parte de mi historia personal, o recuerdo, me está remitiendo a esto que siento ahora? ¿A qué momento de mi vida me recuerda? ¿Cuándo he vivido anteriormente esta situación? ¿Qué movimiento o acción me provoca esta situación? Nadia por fin había sacado tiempo para dedicarse al proyecto de su vida, estaba sentada allí, entusiasmada, programando los siguientes pasos a seguir. De pronto su estómago empezó a retorcerse y sintió como un vacío en su barriga. Enseguida se dijo: ¡Qué hambre que tengo! Fue a su refrigerador y, como no quería distraerse mucho cocinando, cogió un buen trozo de pastel que estaba en el refrigerador y volvió a su despacho de nuevo para seguir trabajando mientras saciaba su «hambre» con un buen trozo de pastel de chocolate. Al cabo de una hora se sentía agotada, le empezó a dar sueño y, sin haber terminado lo que había planificado, con mucha culpa, se tuvo que ir a dormir.

Si Nadia, en lugar de asumir que tenía hambre, se hubiese detenido a preguntarse por el movimiento de las tripas, por sus sensaciones en el estómago

—¿qué me quiere decir esta sensación?—, quizás hubiese sido consciente de que trabajar en su proyecto le provocaba cierta ansiedad que se traducía en hambre y que detrás de ello se podía esconder el miedo. Y si hubiera profundizado un poco más podría haberse dado cuenta de que existían imágenes introyectadas de su familia discutiendo porque su padre quería dejar su trabajo por ir tras un sueño personal. En este ejemplo podemos observar la importancia de las emociones en nuestra vida, constantemente nos indican que hay una acción que realizar y son nuestras aliadas en nuestro proceso de sanación. Como vimos con Nadia, la primera manifestación se da a través de una sensación corporal; y con las Configuraciones corporales lo que pretendo es observar los símbolos y las ramificaciones corporales de dichas expresiones básicas y sus posibles implicaciones en nuestra vida. Estas observaciones no pretenden ser imágenes rígidas que te lleven a realizar juicios, sino que más bien son orientativas. Cada persona va formando, a través de un gran cúmulo de experiencias, su propia estructura. Estudia dichas configuraciones con una mirada amplia, descúbrete a ti mismo a través de las mismas y, sobre todo, diseña tus propias estrategias para salir de tu laberinto existencial.

Configuración «La miseria emocional se produce en muchas personas cuando intentan convertirse en el ideal somático de cualquier otra persona»,Stanley Keleman.

Para realizar el diagnóstico es necesario observar el cuerpo como conjunto de círculos (Figura 3). Debemos imaginar que nuestra columna vertebral es una línea recta que atraviesa todos esos círculos lo más vertical posible. Si, por el contrario, uno de los círculos se atrasa o se adelanta, el resto del cuerpo tiene que compensar para que no se colapse o para seguir manteniéndonos en pie. Cada uno de nuestros estados emocionales afecta dicha configuración. Cada persona posee una determinada configuración y no existe una forma perfecta o una estructura mejor que otra, son simplemente producto de nuestros intentos de ser amados, de amar y de hacer contacto con los demás. Representan el cumplimiento o el fracaso en nuestros intentos de establecer puentes, representan nuestro presente inmediato, la forma en que vemos el mundo y cómo tratamos de interactuar con él para conseguir contacto, intimidad

y éxito. Los impulsos que se originan en nuestro interior pasan los límites de nuestra piel y se manifiestan a través de nuestros tejidos, músculos, huesos, etc. Y también se da el caso contrario: los estímulos exteriores modifican nuestro interior. Los traumas pueden modificar o bloquear una de nuestras capas musculares. Las disposiciones emocionales de nuestro organismo, en círculos, son como especies de anillos que denotan una expresión vital; y cada una de estas configuraciones se halla estructurada somáticamente.

Nuestra configuración corporal es una especie de puzle con cierta coherencia, que proporciona a cada uno de nosotros un carácter distintivo y su individualidad. Ejercicio Pídele a otra persona que te saque una foto de perfil, de cuerpo entero. Procura que la foto sea natural. Es decir, no fuerces la postura porque mientras más espontánea sea, mayores cambios puedes realizar.

Traza una línea recta en la fotografía desde los talones hasta la cabeza y observa si los círculos están adelantados, retrasados, o están en línea. Identifica a qué circulo pertenece y verifica si está hacia adelante o hacia atrás de la línea.

Con este ejercicio puedes empezar a tomar conciencia de tu propia configuración y su significado, todas las configuraciones están relacionadas con los centros emocionales. Es importante resaltar que el cuerpo adelantado puede tener un sentido de expansión o de contracción. La expansión suele denotar apertura o agresividad y la contracción suele ser timidez o miedo.

La cabeza adelantada: La principal característica es que nos encontramos con una actitud agresiva, aunque intentemos disimularlo suavizando la expresión del rostro. Puede

ser incluso una persona que en apariencia sea muy pacífica, pero si la cabeza está adelantada hay cierto grado de agresividad pujando por salir. Esto puede explicar la conducta reactiva. No encontrar lugar, está buscándolo desesperadamente. Llevar una carga muy pesada. Emocionalmente estamos intentando colocar la razón o el pensamiento por delante de la emoción. Es una actitud permanente de ataque, además hay que tomar en cuenta que en esta área tenemos los dientes y la mandíbula, que nos ayudan a expresar la agresividad. La cabeza hacia abajo: Asumir más responsabilidades de las que se puede llevar. Depresión, tristeza o melancolía. Tener una implicación sistémica por alguien que ha fallecido. Estar unido a un aborto o a un gemelo fallecido. Querer ocultarse. Pérdida de ilusión por la vida. Negarse a realizar un propósito espiritual de vida. Melancolía por situaciones pasadas y oportunidades desaprovechadas. Colapso, caída hacia dentro. Trata de volverse invisible o inconsciente. La cabeza hacia atrás: Miedo, suele ser una persona que tiene una actitud de huida, de querer salir corriendo para evitar enfrentarse a situaciones que siente que la desbordan. Es probable que esté involucrada con personas que han inmigrado y que sea algo que los descendientes han heredado, lo que los lleva a no sentirse seguros en el lugar donde están. Incluso les cuesta estar totalmente

presentes en un trabajo o en una relación de pareja. Implicación sistémica con alguien que ha sido religioso o ha tomado votos religiosos. Rigidez, ideas antiguas y obsoletas que limitan su libre fluir por la vida. Cólera y lucha, tiene la sensación de que la vida es difícil y dura de vivir. Cree que los demás quieren atacarlo y no desea entrar en lucha con ellos porque no tiene fuerza. Orgullo, si la cabeza está muy rígida y recta. Puede desear encubrir sus sentimientos de inferioridad a través de un aparente orgullo, pero lo que está haciendo es marcar un distanciamiento emocional. Separación. Mecanismos de defensa. Levantar los hombros: Defensa porque ha sufrido mucho horror en un pasado, o bien su familia lo ha sufrido. Tiene todo el cuerpo en constante tensión y se suelen acortar los brazos. Esto trae como consecuencia mucha tensión en los hombros, cervicales y escápulas. Sorpresa, cuando va acompañado de una respiración escasa y poco perceptible. La sensación es como si estuviera contenido, procurando ahorrar aire. Esto suele ralentizar sus procesos internos. Problemas o dificultades para expresar lo que siente. Desconexión de sus sentimientos y sensaciones corporales. Eventos traumáticos y difíciles de digerir por el sistema familiar. Expuesto a situaciones de terror. Alarma extrema y estado de shock. La implicación sistémica suele ser problemas en el momento del parto. También muertes violentas e inesperadas en el sistema familiar. Rotación de los hombros hacia dentro:

Pérdida de misión de vida. No sentirse suficiente, merecedor o amado. Sentirse apocado. Falta de autoestima. Hijos sobreprotegidos. Frenar los impulsos internos. Algo que ocultar, querer esconder sus sentimientos de inseguridad y de vacío, suele ir acompañado de mirada dirigida al suelo cuando se habla. Miedo a expresar sus verdaderos deseos o sentimientos; tiene temor a que lo desprecien si lo hace. Pecho hacia atrás: Huida. Parálisis o congelamiento. Traumas fuertemente arraigados en el sistema. Sorpresa. Orgullo. Fuerza aparente. Evita mostrar debilidad. Pecho hacia adelante: Ataque, preparado para la agresión. Actitud defensiva. Desafío, suelen ser personas provocadoras a las cuales les cuesta quedarse calladas. Persona emprendedora con mucho impulso para la realización de sus sueños. Disposición a dar de más, estar dispuesto a dar todo por los demás, pero

luego sentir que los demás no le reconocen o que no recompensan sus esfuerzos. Se expone demasiado y esto suele atraer cierto tipo de envidias o de agresiones por parte los demás. Quizás como muestra de su propia agresividad, no expresada directamente. Persona muy emocional o visceral. Pelvis retrovertida: Retraerse, esconderse. Frenar impulsos sexuales. Autoprotección. Derrota, resignación, apatía. Falta de confianza. Desesperación e impotencia. Proyectos fracasados y cierta incapacidad para volver a salir adelante, principalmente por deseos de retener lo perdido. Enganche emocional por situaciones pasadas. Hay una implicación sistémica con ruinas familiares. Pérdida de esperanza. Sensación de no tener remedio o solución. Sensación de vergüenza. Pelvis antevertida: Sorpresa. Estado permanente de vigilia. Tensión ante el peligro. Preparado para atacar.

Conducta temeraria. Implicación sistémica como justiciero del sistema. Manipulación sexual o uso de la seducción para lograr lo que se quiere. Arquetipo de la «prostituta» activo. Por lo tanto, cede a los deseos de los demás con la intención de lograr sus propios objetivos. Rodillas hacia dentro: Implicación con abusos en el sistema. Ocultar secretos por agresiones sexuales en el sistema familiar. Timidez y represión para que no salga su verdadera esencia. Existe cierto temor a expresar agresividad porque teme perder el control. Guardar secretos o mentiras del sistema familiar, aunque le afecten directamente. Rodillas hacia afuera: Sexualidad intensa y culpa por ello. Pérdidas de embarazo. Culpa por abortos. Problemas de fertilidad. Implicación sistémica con la muerte de una mujer en el parto. Mandato familiar de infertilidad, porque los hijos son una carga. Puede que también haya una especie de culpabilidad por no sentirse buena madre o padre. Pies hacia afuera: No encontrar un rumbo de vida. Miedo a exponerse al mundo.

Incapacidad para sostenerse sin apoyo de los demás. Poca tolerancia a la frustración. Miedo al qué dirán. Pies hacia dentro: Oculto mi naturaleza agresiva. Tengo miedo a que me descubran. Implicación sistémica con persecuciones políticas o extradiciones. Inmigración y añoranza por tierras lejanas. Poca confianza en la vida. Sentir que la vida es sufrimiento y dolor. Arrastrar los pies: Derrota, sensación de fracaso. Sentir que carga con más peso del que puede llevar. Implicación sistémica con uno de los abuelos. Poca vitalidad. Impulso de muerte. Pocas esperanzas en el futuro. Caminar con los pies en puntillas o pisar muy fuerte con los dedos de los pies: Persona ambiciosa, enfocada en sus metas. Obsesión por su trabajo. Tiende a dejar de lado lo emocional o lo familiar por el logro de sus objetivos. Enfocado más en Hacer y Tener que en SER. Renuncia a sus afectos por ambición.

Implicación sistémica con la pobreza y la escasez en el sistema familiar. Implicación con deudas y ansiedad por demostrar que es valioso por lo que hace. A continuación, encontrarás diferentes configuraciones corporales, estas no son las únicas que existen. Son más bien una aproximación a cierto tipo de estructuras que se forman a raíz de diferentes reacciones emocionales e implicaciones sistémicas.

Configuración «Estoy a la defensiva» “Estar a la defensiva es el primer acto de guerra” Byron Katie

Pensamiento motor «El mundo es agresivo y si no me defiendo me atacarán. No puedo abrirme a los demás. Tengo que encerrarme en mi mundo para sobrevivir».

Creencias Si me abro a los demás, abusan de mí. El mundo es un lugar inseguro. Quiero abrirme, pero no puedo. Tengo miedo.

Soy débil.

Implicaciones sistémicas Situaciones en donde la familia estuvo en peligro o quedó arruinada. Sufrimiento o cambios drásticos ante un embarazo no esperado. Deshonra o vergüenza por asuntos sexuales. Por ejemplo, la familia se arruina porque uno de los miembros gasta el dinero en prostitutas.

Actitud ante la vida Quiero demostrar que soy fuerte y que estoy abierto ante la vida. Como no puedo mostrar superioridad a través de la corporalidad, busco mostrarla a través del intelecto. Cuando alguien me lleva la contraria, pienso que está en contra de mí y no contra mis ideas.

Arquetipos activos Víctima, niño herido, sirviente, intelectual, sacerdote o sacerdotisa, saboteador, mártir.

Experiencias de vida Dar de más y sentir que se aprovechan de su nobleza. Expuesto a grandes maltratos o desprecios. Poca tolerancia a la frustración. Siente vergüenza de su propia sexualidad. Prefiere no compartir su sexualidad con el otro, disfruta más en soledad. No tiene suficiente fuerza para sostenerse por sí mismo, necesita de otra persona que lo valide.

Síntomas físicos Dolor en la parte inferior de la espalda.

Tensión en las cervicales y en los hombros. Tensión en los gemelos y talón de Aquiles. Acortamiento del cuello. Cefaleas. Vista cansada.

Traumas Terror y parálisis ante maltrato o bullying. Duelo abierto por aborto provocado. Verse expuesto a persecuciones o secuestros. Fracaso de proyecto o ruinas.

Futuras enfermedades o síntomas Problemas de hemorroides. Afecciones de los órganos sexuales. Lumbalgia. Pérdida de visión.

Configuración «Huyo de los conflictos» “Cuando veas un hombre bueno trata de imitarlo, cuando veas uno malo, examínate a ti mismo.” Confucio

Pensamiento motor «Solo alguien superior evita los conflictos».

Creencias Mientras menos enfrentamientos tenga más fuerte soy. Solo el que es fuerte tiene éxito.

Implicaciones sistémicas Siento la responsabilidad de solucionar los problemas de los miembros de

la familia. Soy el más inteligente y fuerte de la familia. Soy el orgullo de la familia. Asumo el papel de padre o madre dentro de la familia. Soberbia ante los miembros de la familia, creerse superior a ellos.

Actitud ante la vida Actitud ganadora y optimista. Esconde sus debilidades porque quiere ser admirado y respetado por sus fortalezas y méritos. Piensa que vale por lo que hace.

Arquetipos activos Buscador, cazador, intelectual, catedrático. Cualquier arquetipo que posea algún interés en particular que se pueda usar para huir de los conflictos o evitar hacer contacto con los demás.

Experiencias de vida Estar obsesionado por el trabajo. Sensación de que tiene que ser fuerte para sostener a los demás. Sostén de la pareja o de la familia. En su trabajo busca el reconocimiento y busca motivar a los demás. Por su optimismo suele tener amistades y pronto se convierte para ellos en un apoyo, sin embargo siente que no puede expresarse porque los demás solo quieren ser ayudados.

Síntomas físicos Dolor en la parte superior de la espalda. Pecho grueso y amplio.

Traumas Quedarse huérfano y tener que ayudar a uno de los padres o hermanos a salir adelante. Acontecimiento que impide que se pueda vivir plenamente la infancia.

Futuras enfermedades o síntomas Problemas del corazón. Cáncer de mama.

Configuración «Compenso lo que falta en mi vida» “El amor es la compensación de la muerte.” Arthur Schopenhauer

Pensamiento motor Necesito compensar lo que falta en mi vida. Tienen la sensación constante de que algo falta en su vida y por eso nada les satisface. Tendencia a ver el lado negativo de la vida.

Creencias La vida no es perfecta. Algo me falta. Todo se tuerce tarde o temprano.

Todo siempre tiene un lado negativo. Cuando no defraudo a los demás, ellos me defraudan a mí. Tengo que sujetarme a mí mismo porque de lo contrario terminaré perdiendo la cordura. Temor a perder la cordura. Sensación de que hay algo malo en sí mismo.

Implicaciones sistémicas Divorcio o conflicto entre los padres. Ancestros deprimidos o con enfermedades mentales, encerrados y olvidados. Divisiones en la familia por pertenecer a diferentes bandos. Rechazo por parte de la familia de uno de los padres. Inmigrantes rechazados y no aceptados como pareja de un ancestro.

Actitud ante la vida Actitud pesimista y negativa de la vida. Sensación de no encajar. Comportamientos erráticos y torpeza social que produce el rechazo de los demás.

Arquetipos activos El inválido, el brujo, el místico, el sanador, la sacerdotisa, el mago.

Experiencias de vida Sobreprotección o maltrato por parte de los padres. Rechazo y crítica de parte de los seres queridos. Conflictos en los trabajos y con los amigos. Conflictos de pareja donde es sometido a infidelidades y maltratos.

Síntomas físicos Dolor en la espalda y en el cuello. Sensación de pesadez e hinchazón en las piernas. Problemas de digestión. Dolor de un lado del brazo. Jaquecas. Caídas constantes.

Traumas Maltratos físicos o abuso sexual. Sobreprotección. Padres obsesivo-compulsivos. Enfermedad mental de uno de los padres o de algún familiar cercano.

Futuras enfermedades o síntomas Propensión a los accidentes en donde se ven afectadas las piernas y los pies. Esguinces. Úlceras estomacales. Hernias discales. Problemas del hígado. Problemas del sistema digestivo. Alergias alimenticias.

Configuración «La vida es una carga» “La carga del pasado es infinita.” Jorge Luis Borges

Pensamiento motor La vida es dura y no merece la pena ser vivida.

Creencias Tengo que cargar con todo a mis espaldas. Nada me sale bien. Soy un fracaso. Tengo mala suerte.

A nadie le importo, nadie me quiere.

Implicaciones sistémicas Familias que han logrado el dinero de manera deshonesta. Ancestros que han sido rechazados o avergonzados por conductas homosexuales. Muertes prematuras en la familia. Hermanos muertos, incluso pueden ser mellizos. Muerte de algún familiar en los días cercanos al parto o situaciones dramáticas como ruinas o embargos. Sangrado de la madre durante el parto. Embarazo complicado para la madre.

Actitud ante la vida Actitud esquizo, tendencias a encerrarse en sí mismo. Imaginativos y fantasiosos. Timidez e introversión. Poco comunicativos.

Arquetipos activos La víctima, el aprendiz, el niño herido, el masoquista, Atlas, Deméter.

Experiencias de vida Abandono. Las parejas les abandonan o les engañan. En el trabajo suelen sentir que trabajan mucho pero que no son valorados ni reconocidos. Les cuesta el trabajo en equipo, suelen aislarse del mundo. Evitan las reuniones sociales.

Tienen pocos amigos y cuando se reúnen con su familia casi siempre terminan en conflictos. Intento de suicidio. Problemas alimenticios.

Síntomas físicos Adicciones, brotes psicóticos. Depresión. Dolores de espalda. Sensación de vacío y soledad. Opresión en el pecho. Problemas de garganta o de expresión vocal.

Traumas Abandono. Bullyng. Suicidio de uno de los padres.

Futuras enfermedades o síntomas Problemas cardiovasculares. Dificultades para respirar, asma o problemas pulmonares. Hernia de hiato.

Configuración «Me avergüenza lo que soy» “Los errores no son causa de vergüenza, lo que realmente humilla es que son vistos por todos.” Milán Kundera

Pensamiento motor Soy una vergüenza, siento asco de mí mismo.

Creencias No merezco la pena. Necesito a alguien que sane, que se haga cargo de mí. Hago daño a los demás. Me avergüenzo de mí mismo.

Soy incapaz de avanzar. Estoy mejor solo.

Implicaciones sistémicas Incesto propio o de algún familiar. Haber sufrido abuso sexual. Homosexualidad. Infidelidades ocultas en el sistema. Discapacidades en la familia. Culpa sexual.

Actitud ante la vida Deseo de ocultarse, de que no lo vean, se avergüenza de sí mismo. Sentimiento de inferioridad. Vive con miedo de mostrarse; mientras más desapercibido pase, mucho mejor. En el fondo se siente culpable por ser quien es.

Arquetipos activos Hefestos, el brujo, la pitonisa, el santo, el maestro, el saboteador, el rebelde, la prostituta, el pordiosero, el poeta o artista, el mártir.

Experiencias de vida Les cuesta establecer una relación de pareja porque se les dificulta entregarse.

Síntomas físicos

Dolores en las rodillas. Menstruaciones dolorosas. Problemas de fertilidad. Verrugas. Herpes. Problemas de piel (psoriasis, dermatitis).

Traumas Humillaciones y traiciones. Abusos sexuales Haber sido abandonados por una pareja o verse sometido a infidelidades. Haber tenido que ocultar la infidelidad de uno de los padres.

Futuras enfermedades o síntomas Enfermedades de los órganos sexuales Impotencia, Frigidez Problemas de fertilidad, embarazos ectópicos, abortos. Amenorreas, menopausia prematura Encías sangrantes Eczemas, acné o herpes Fimosis Fibromalgia Epilepsia

Configuración «La vida me frena» “La baja autoestima es como conducir por la vida con el freno de manos puesto.” Maxwell Haltz

Pensamiento motor Por más que me esfuerzo en salir adelante algo me detiene y no puedo explicar qué es.

Creencias La vida es muy difícil. Es muy complicado salir adelante cuando no tienes ayuda o apoyo. Nadie ayuda a otro sin un interés. Tengo que cuidar lo que es mío porque en cualquier momento me lo pueden quitar. Tengo que desconfiar de todos. Debo mostrarme seguro y tratar a los demás de manera distante para que me respeten.

Si no muestro mi superioridad, todos se aprovecharán de mí. Solo sobrevive el más fuerte, por lo tanto debo mostrar mi poder imponiéndome. Si quieres lograr aquello que deseas, tienes que luchar y dar todo de ti. Nadie te regala nada.

Implicaciones sistémicas Familia dividida entre clase alta y baja, que tiende a rechazar a los que se han casado con personas que no tenían la misma posición social. Tendencias clasistas, normalmente de parte de los que han adquirido recientemente su nueva posición económica. Dinero familiar obtenido por herencias, donde alguien dio su vida por obtener dicho dinero y renunció a la parte afectiva o familiar. Implicación con inmigrantes o personas que han llegado de tierras lejanas. Rechazo de uno de los padres por no estar a la altura del otro. Identificación con un ancestro que dio su vida por salir adelante, abandonando sus afectos o su vida familiar. Incluso puede que haya sacrificado su propia salud.

Actitud ante la vida Se cree superior a los demás. Piensa que vale por lo que tiene o por lo que hace. Trata como inferiores a los que no están preparados intelectualmente como él. Se hace maestro o líder sobre un grupo. Aunque es un buen líder, todo se le hace difícil o complicado. Le cuesta sacar un proyecto adelante y si logra hacerlo es con mucha lucha y sacrificio. Debe luchar constantemente por ser auténtico porque tiene tendencia a exagerar sus recursos y habilidades.

Arquetipos activos El gurú, Zeus, el padre, el sabio, el sacerdote, la monja, Ares, la mediadora, la libertadora, el guerrero, el amante, el ejecutante.

Experiencias de vida Trabajar más de la cuenta. Los amigos y las parejas lo buscan por interés. Acumulan muchas traiciones a lo largo de su vida. Se sienten solos. Son ambiciosos y quieren mostrar a los demás sus logros. Suelen vivir de las apariencias. Problemas con los socios o compañeros de trabajo que los estafan o quieren aprovecharse de ellos. Se unen a personas de las que puedan sacar algún provecho o que les puedan beneficiar en algún aspecto y cuando no pueden sacar nada de ellos los dejan de lado. Amar en exceso y con drama.

Síntomas físicos Malestares estomacales, digestiones difíciles. Ansiedad, estrés.

Traumas Sentirse rechazados por su condición social o por su apariencia física. Haber sufrido maltrato por estar en un lugar de otra clase diferente a la suya o bien de otra raza.

Futuras enfermedades o síntomas

Úlceras gástricas. Problemas de colon.

Configuración «Me siento frustrado y derrotado» “La victoria es furor y la derrota rabia.” Victor Hugo

















Pensamiento motor Nada me sale bien, no puedo conseguir lo que quiero.

Creencias La vida y los demás me castigan. No merezco nada. Todos mis esfuerzos son en vano jamás lo lograré. Nadie me entiende aunque haga grandes esfuerzos por explicarme. Tengo mucha rabia y tristeza interna. Me siento cansado y herido. El éxito es solo para los ricos o para los que están en el poder. No existo para nadie.

Implicaciones sistémicas Ser hermano mellizo, el otro hermano es el brillante. Llevar el nombre de una persona importante dentro de la familia o de alguien ya fallecido. Ser el hijo intermedio de un grupo de hermanos. Familia que ha estado inmersa en la pobreza y ha sufrido humillaciones a lo largo de diversas generaciones. Ancestros encarcelados o juzgados injustamente.

Actitud ante la vida Actitud pesimista y de victimización. Quejas constantes de los seres queridos y del trabajo. Manipulación de su entorno a través de las enfermedades. Visitas constantes a médicos para verificar si sus síntomas son enfermedades graves. Conductas compulsivas. Tendencia a los excesos y a la mala alimentación.

Arquetipos activos Ermitaño, Don Juan, damisela, bufón, vengador.

Experiencias de vida Divorcios, viudez. Desempleo. Accidentes, robos y pérdidas económicas. Muerte de seres queridos. Síntomas crónicos que no logran dar con la causa, por lo cual tienen que someterse a múltiples y complejos exámenes clínicos.

Síntomas físicos Tendencia a la hipocondría. Dolores a lo largo del cuerpo. Sensación de cansancio. Vejez prematura. Problemas de la cadera y de los brazos. Diabetes o afección del páncreas. Insuficiencia renal, retención de líquido. Problemas de sobrepeso.

Traumas Dados en adopción o educados por algún pariente que no es ninguno de sus padres. Larga enfermedad o síntomas, en la niñez, que lograba atraer la atención de sus seres queridos. Comparación constante con un familiar del cual lleva su nombre. Sentir que sus padres o todos en la familia, esperaban un hijo del sexo contrario. Viudez o pérdida de un ser querido en accidente o en circunstancias dramáticas.

Futuras enfermedades o síntomas Enfermedades nerviosas. Fibromialgia o esclerosis múltiple. Enfermedades inmunológicas. Obesidad mórbida.

¿Empiezas a hacer contacto con tu cuerpo? “El alma sabe exactamente lo que nos conduce hacia la enfermedad, al igual que también conoce el itinerario de regreso.” Lucie Douville Las Configuraciones corporales son una forma, estructura u organización somática que construye cada persona a raíz de sus respuestas emocionales, de manera inconsciente, con la finalidad de afrontar de la manera más «eficiente» las situaciones que ocurren a lo largo de su vida. Dichas configuraciones varían de un sujeto a otro y son sensibles a los cambios conscientes, cuando aprendemos nuevas formas de abordar las situaciones de nuestra vida.

A través de las Configuraciones corporales puedes observar las respuestas emocionales que has ido aprendiendo de acuerdo a tus experiencias de vida. A lo largo de otras entregas de la serie de Configuraciones corporales podrás ir profundizando sobre los distintos aspectos que tienen para nuestra vida. Uno de los puntos más importante consiste en que a lo largo de nuestra evolución pasamos por diferentes etapas hasta ponernos de pie y estas etapas obedecen al desarrollo natural del ser humano: supino, prono, cuadrupedia, bipedestación. Cuando hemos dejado de cumplir una de dichas etapas, se bloquean algunas de las competencias que debemos adquirir en nuestro proceso de desarrollo y es por eso que algunos adolescentes sufren de constantes esguinces o sus movimientos no son del todo coordinados. Me he dado cuenta, a través del desarrollo de las Configuraciones corporales, que se puede reaprender y revivir dichas etapas para recoger las partes desfragmentadas de nuestra psiquis. Mi deseo con este libro ha sido llamar tu atención hacia el cuerpo «el gran olvidado»: quiero que recobres el contacto contigo mismo para que mejoren tus relaciones. Si eres terapeuta o te dedicas al trabajo de la ayuda, quiero que explores lo que te están comunicando tus clientes con su cuerpo. Exploremos ese territorio para nosotros desconocido: nuestro cuerpo.

Es el gran olvidado porque sabemos que al hacer contacto con él percibimos nuestras sensaciones y hemos aprendido a temer de ellas, ya sea por conceptos religiosos arcaicos o por sensación de vergüenza o de miedo.

Este libro es solo una introducción de todo lo que hay detrás de la experiencia corporal y a través de esta colección te iré ofreciendo las diferentes etapas del proceso de sanación mediante las Configuraciones corporales con más detalle. ¿Cuál es el primer paso para hacer contacto con tu cuerpo? Tu respiración. Presta atención a ella, eso te hace estar en el presente y te ayuda a observar tus sensaciones. Hazlo al menos 5 minutos diariamente. ¿Qué se siente al estar vivo? ¿Qué es el estar vivo? Respira de nuevo… siente tu cuerpo. ¿Quién eres? ¿Qué eres?

Todas estas preguntas solo las puedes responder tú. Busca esas respuestas en tu corazón, percibe ese espacio en tus centros emocionales y observa la energía que recorre tu cuerpo. «No hay experiencia sin incorporación. No hay incorporación sin experiencia, no hay experiencia sin un cuerpo. Porque estoy en mí, existo», Stanley Keleman

Cuando organizamos nuestra vida a nivel emocional también lo hacemos a nivel somático. Cuando cambiamos por dentro también lo hacemos por fuera, lo que no podemos hacer es crear un aparente cambio exterior sin hacer el respectivo cambio interno. Porque a la larga, las fuerzas de tensión en nuestro cuerpo terminarán mostrando lo que sucede en nuestro corazón.

Ejemplo de Intervención. A continuación, te expongo un caso con la descripción de cada una de las fases de las Configuraciones Corporales. Caso Madre con problemas en la relación con su hija de 30 años de edad, ésta se encuentra muy agresiva y con mucha rabia.

Observación Clara llega a la consulta bastante agitada, con las manos temblorosas y suelta una risa un tanto nerviosa. Me evoca a una niña de 4 años, visitando por primera vez la escuela. Entre emocionada y asustada. Le doy un cálido abrazo de bienvenida y me doy cuenta de que coloca sus brazos por debajo (abrazo infantil). Se deja abrazar y se separa rápidamente (esto me indica que no establece contacto fácilmente). Además, al tocar la parte superior de su espalda siento como una joroba, que aunque no se nota exteriormente, se percibe. Se nota rigidez en la columna vertebral, que se encuentra como entumecida, encogida (de nuevo me da la sensación de una niña asustada). Empieza a contarme "que ama a su hija, pero que está muy agresiva con ella y no sabe por qué". Enseguida brotan sus lágrimas. Le pido que respire profundamente, con la boca abierta para hacer contacto con la emoción. Le sugiero un juego de roles: Coloco dos sillas una frente a la otra y le digo que en una está ella y en la otra está su hija. Le pido que por favor le diga a su hija lo que siente. De nuevo empieza a llorar, pero observo que cuando está hablando con su hija intenta ver la silla, pero termina mirando al suelo, una y otra vez (algo de ella murió en el momento de nacer su hija). Esto lo hace durante 4 frases seguidas. El ver esa situación constantemente es lo que genera el conflicto con su hija. Le interrumpo y le pregunto: ¿Has tenido un aborto antes de tu hija? Me responde que no.

¿Sangraste durante el embarazo? Me responde que sí. Que en el mes 7 de embarazo empezó a sangrar y se tuvo que hospitalizar porque podía perder a su hija y tuvo que guardar reposo, para que la niña no fuera prematura. Diagnóstico: Una parte de ella no quería que la niña naciera, sintió miedo de ser madre. Le pregunto qué edad tenía ella en ese momento y explica que la misma edad que su hija actualmente y es recientemente que se han empezado a manifestar los conflictos. Como podemos ver, ese vínculo de amor de la madre a la hija se rompió en ese momento en el vientre, aunque luego amó mucho a su hija, algo se despertó en ella, un miedo o algún viejo recuerdo y permaneció guardado en su memoria y se volvió a activar ahora al llegar su hija a la misma edad. ¿Qué produjo ese miedo de ser madre? El centro afectado es el de Centro de la salud y las relaciones. Y esto nos habla de vínculos rotos. Observación: Al sentir la joroba en su espalda y notar su espalda y su pecho tan constreñido. Me dice que puede desarrollar problemas en los pechos o la columna vertebral. Y le pregunto que si tiene problemas en los pechos y me dice que tiene un bulto que le están estudiando. Y me pregunta sorprendida que cómo lo he sabido. Contacto con eventos traumáticos: La ruptura del vínculo se dio cuando ella estaba embarazada. Entonces, es probable que tuviese conflicto con el ser madre. Lo cual deriva a un problema con su propia madre porque ella es mujer. Le pido que traiga ahora a su madre a la silla vacía y que le diga lo que siente. Rompe de nuevo a llorar y explica que siempre se sintió dejada de lado por su madre, que la amaba, pero sentía que prefería más a sus hermanos que a ella. Le pido que recuerde un acontecimiento importante con su madre, donde se haya sentido abandonada por ella y recuerda un acontecimiento a los 4 años. Movilización: Le pido que se imagine a la Clara de hoy abrazando a esa niña, animándola y diciéndole que está disponible para ella. Que nunca más se sentirá sola. Luego que lo hace y llora un rato, endereza su cuerpo y abre sus manos. Asume una postura corporal de empoderamiento, levantando su pecho. Luego le pido que se imagine a su madre levantando a las dos: tanto a la niña como a la mujer que es hoy.

Imaginarse esto con los ojos cerrados hace que levante su cabeza y relaje sus hombros. Le pido que se sienta en brazos de mamá, y su pecho se va expandiendo poco a poco. Se dibuja una media sonrisa en sus labios y su rostro recobra brillo y color. Luego le pido que la Clara de hoy vaya acompañando a crecer a esa niña de 4 años y que vaya ayudándole a resolver los conflictos que se le van presentando a lo largo de la vida. Y que, si en algún momento se siente débil, se dé la vuelta y tome fuerza de mamá de nuevo. Y así poco a poco hasta llegar a la edad de hoy. Cuando llega a la edad en qué estaba embarazada de su hija, le pido que hable con su hija en el vientre materno y que le diga que, aunque tiene miedo de ser madre, la desea mucho y que siempre estará para ella. Que la desea profundamente. Clara suspira profundamente. Acciones correctivas: Le pido que abra los ojos, le pregunto cómo se siente y se ve radiante y sonríe ampliamente. Le pido que si se atreve a hacer de nuevo el juego de roles para hablar otra vez con su hija. Empieza a hablar de nuevo y aunque ya no mira al suelo cuando habla con ella, su voz se rompe y cierra los ojos. Esto es indicio de que todavía es muy reciente y necesita un anclaje. Le pido que desde la Clara adulta se haga cargo de nuevo de la Clara niña y que respire. Que cada vez que inspire, la Clara empoderada se haga presente. Lo hacemos durante unos minutos. Luego le pido que abra los ojos y exprese a la silla vacía lo que siente y muy emocionada, le dice a su hija que la ama y que está disponible para ella. Y su rostro refleja seguridad y sus manos están totalmente abiertas. Arquetipo Activo: La niña herida. Por eso no puede sostener a su hija. Ritual de cierre: Le pido que haga una carta a su madre expresando todo lo que siente, todo lo que no ha podido expresarle nunca. Desde lo peor hasta lo mejor durante 7 días. Que la haga todos los días y que luego busque una manera creativa y original de expresarle a su madre lo que le agradece y cuánto le ama. Ha decidido irse con ella sola un fin de semana a un resort cerca de la naturaleza. Es algo que siempre ha querido y no ha podido. Acciones relacionales: Aprovechando que la hija es la siguiente a entrar en la consulta le pregunto que si se atrevería ahora a no hacerlo con la silla vacía, sino

con su hija, que la abrace y se lo exprese. Una vez más sus ojos se llenan de lágrimas, pero ahora no desde la niña. Sino que inspira profundamente y se vuelve a sentir segura. Y me dice que sí, que le encantaría expresarle a su hija lo que siente. Empoderamiento: Hago pasar a su hija y Clara le expresa amorosamente todo lo que siente, la hija no lo puede creer y llora como niña. Clara se marcha de la consulta con una sonrisa y va caminando más erguida y con mucha fuerza y vitalidad.

¿Y ahora qué sigue? Hay mucho más que quisiera contarte de Configuraciones Corporales, pero te las daré en una siguiente entrega porque es muy amplio y quiero que vayas digiriendo poco a poco este nuevo método. Estamos aprendiendo juntos, porque yo he tenido que rebobinar mi hacer profesional para saber exactamente lo que ayudaba a otros, en mis sesiones. Ha sido un gran descubrimiento para mí el darle estructura. Desde ya, te doy las gracias por darme la oportunidad de exponértelo. Sugiero que a partir de ahora te plantees las siguientes situaciones y construyas tus propias respuestas y de ser posible enviármelas a [email protected] : ¿Qué estás expresando con tu cuerpo? ¿Expresas lo que quieres? ¿En qué ha cambiado la estructura de cuerpo a lo largo del tiempo? ¿Qué ritual o ceremonia puedes realizar para despedirte de duelos o situaciones que debes cerrar en tu vida? ¿Qué puedes hacer hoy para retomar el contacto con tu cuerpo?

Y te pido por favor que, si te pareció útil este libro, lo compartas con otros, cómpralo y regálalo. Habla de ello con tus seres queridos, comparte tu aprendizaje. Porque te aseguro de que es la única forma de reaprenderlo. “Observa el mundo con los ojos de tu alma, percíbete unido a todo y empezarás a volver al paraíso que creíste perdido.” Luz Rodríguez

Entra en tu cuenta de Amazon, busca el libro “Configuraciones Corporales” y

deja tu opinión. Coloca el número de estrellas que tú le das y escribe lo que te ha aportado este libro para que otras personas puedan descubrirlo. Comparte conmigo en [email protected] cómo adaptaste los ejercicios a tu caso y tu experiencia con los mismos. De esta manera me ayudas a mejorar mi trabajo y además, si me autorizas, lo compartimos para que sirva a otras personas. Hazte una foto con el libro y envíamela con una frase que resuma el libro. Y compártela en tus redes sociales. Además, te animo a venir a mis eventos, seminarios y conferencias tanto en vivo como online para que experimentes tu conexión con la vida. Si tienes dudas o no encuentras cómo adaptar a ti los ejercicios sugeridos o quieres profundizar más en el tema puedes realizar cualquier de nuestros cursos online en www.ordenesdelamor.org o escribirme a [email protected]. “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio.” Charles Darwin

¡Deseo que empieces a sentir la vida a través de ti” ¡A volar Mariposas!

Bibliografía Alexander Gerda. La Eutonía. Editorial Paidós. Buenos Aires. Argentina. 1976 Amen Daniel G. Cambia tu cerebro cambia tu cuerpo. Editorial Sirio. Málaga. 2010 Ancelin Schutzenberger Anne, Devroede. Ces enfants malades de leurs parents, Paris, Payot, 2003 Beauport Elaine. “Las tres caras de la mente”. Editorial Alfa. Caracas. Venezuela. 2008 Barret Sondra. El secreto de tus células. La esfera de los libros, S.L. España. 2014. Brenan, Barbara. “Manos que curan”. Editorial Planeta. Barcelona. 2008 Dimon, Theodore. Anatomía del aparato locomotor. Ediciones Obelisco. Barcelona. España. 2014. Feinstein, David. “Mitología Personal”. AuthorHouse. 2012 Freud, Sigmund. “Obras Completas”. Amorrortu Edición. 2013. Gascón Monserrat. “Viva Pericardio Libre” Osteopatia Bionergética Celular, 2007. Jung, Carl G. “Arquetipos e inconsciente colectivo”. Ediciones Paidos. Barcelona. 2009. Jung, Carl G. “Las relaciones entre el yo y el inconsciente”. Ediciones Paidos. Barcelona. 2009 Levy Straus, Claude. “El alcance de la antroplogía”. Cape. Londres 1967 Li Ping. “El gran libro de la medicina china” Editorial Planeta. 2002. Lowen, Alexander. Honrar el cuerpo. Editorial Sirio. Málaga. 2004 Lowen, Alexander La Voz del Cuerpo. Editorial Sirio. Málaga. 2005. Maciocia, Giovanni. “La psique en la medicina china”. Elsevier-Mason, 2011 Mctaggart, Lynne. “El campo”. Editorial Sirio. Málaga España. 2002. Minuchin Salvador. “Familias y Terapia Familiar”.Editorial Gedisa. Barcelona. 2005. Ogden Pat. El Trauma y el Cuerpo. Editorial Descleé de Brouwer, S.A. Bilbao. España. 2009. Ortega y Gasset, José. “Meditaciones sobre el Quijote”. Norton. Nueva York. 1961 Rainville Claudia. “El Gran diccionario de la Metamedicina”. Ediciones Obelisco. Barcelona, España. 2015. Rainville Claudia. “Escucha a tu cuerpo, escucha a tu mente”. Ediciones Robinbook. Barcelona. 2014. Reich, Wilhelm. “Análisis del Carácter”. Ediciones Paidos. Barcelona. 2005.



Otros trabajos de Luz Rodríguez:

Libro: Me doy permiso para vivir en pareja Claves sistémicas para la convivencia en pareja Nos negamos la oportunidad de vivir feliz en pareja por lealtades a los mandatos familiares, pero es posible trascenderlos. Este libro tiene el propósito de: Acompañarte a reconocer las pautas que están impidiendo que tengas una relación de pareja saludable.

Que rompas con mandatos familiares que te impulsan a sabotear tus relaciones de pareja. Que reconozcas los distintos roles que te anclan en el sufrimiento de pareja Hacer contacto con los modelos de relaciones de pareja que existen en tu corazón. Cerrar viejas relaciones de pareja Recoger tus proyecciones sobre tus parejas. Construir una relación de pareja más consciente y saludable Cómo amar sin salir herido. Cómo superar los miedos al abandono y al compromiso ¿Cómo saber si este libro es para ti? ¿Siempre terminas repitiéndose las mismas pautas en tus relaciones de pareja? ¿Tienes una relación de pareja conflictiva? ¿Quieres salvar tu relación de pareja? ¿Deseas una relación de pareja saludable pero tus relaciones se vuelven tóxicas? ¿Tienes resentimiento con tu pareja? ¿Quieres prepararte para tener una buena relación de pareja? ¿No sabes que es lo que falla en tus relaciones de pareja?

Si has respondido afirmativamente al menos a una de estas preguntas, entonces este libro tiene algo importante para ti. Ahora es el momento de construir internamente esa relación con la que tanto sueñas, entendiendo el amor como un viaje espiritual que dura toda la vida cuando te comprometes contigo mismo y con aquello que anhela tu corazón.



Si quieres profundizar más en las relaciones familiares, puedes leer:

Libro: Pido permiso a mis padres

El papel de nuestros padres a lo largo de la vida es muy poderoso... Pero lo es mucho más la versión que guardamos de esos padres en nuestro corazón. Las lecturas que hicimos a lo vivido con ellos es lo que realmente afecta a nuestra vida. El resentimiento con nuestros padres nos resta energía, viviendo desde el miedo, la culpa y los juicios. Pedir permiso dentro de nosotros a esos padres, que nos legaron la vida nos permite caminar con energía y entusiasmo hacia nuestros sueños y metas. ¿Cómo sanar la sensación de abandono, el resentimiento, el apego y la culpa? ¿Sabías que el resto de relaciones de tu vida están influenciadas por lo que viviste en la relación con tus padres? ¿Quieres mejorar tus relaciones con los demás y contigo mismo? Respondo a estas preguntas de manera clara y sencilla, a través de ejercicios poderosos que puedes ir adaptando a tus necesidades, para ayudarte a establecer contacto contigo mismo y crear vínculos personales más saludables y positivos. En este libro vas a aprender lo que te hace falta para vivir plenamente, recuperando tu vitalidad.

Ya es hora de... Dejar de ser víctima de las circunstancias. Mejorar tu confianza en ti mismo y tu autoestima. Sentir plenitud, entusiasmo y alegría de vivir ¿Cuánto tiempo seguirás sin tener energía para realizar tus sueños? ¿Cuánto tiempo vas a doblegar a tu verdadero Ser? Llegó el momento de soltar las cadenas que te impiden lograr tus metas. Hay un mundo de posibilidades esperando por ti. ¡Permítete descubrirlo! ¡Es hora de Volar, Mariposas!

www.ordenesdelamor.org

Table of Contents Agradecimientos ¿Por qué leer este libro? ¿Qué me impulsó a escribir este libro? ¿Cómo utilizar este libro? Introducción ¿Cómo está estructurado este libro? Parte 1 Consciencia Corporal ¿Qué son las Configuraciones Corporales? Bases teóricas El Psicodrama del cuerpo Fases de las Configuraciones Corporales. Parte 2 Constitución de la estructura corporal Centros psicoemocionales Centro de los ancestros Centro del amor propio y el dinero Centro de la autoestima y del éxito profesional Centro de la salud y las relaciones Centro de la comunicación y capacidad de organización: Centro de la percepción, del pensamiento y de la salud mental Centro del propósito de vida y espiritualidad Configuraciones corporales Configuración Configuración «Estoy a la defensiva» Configuración «Huyo de los conflictos» Configuración «Compenso lo que falta en mi vida» Configuración «La vida es una carga» Configuración «Me avergüenza lo que soy» Configuración «La vida me frena» Configuración «Me siento frustrado y derrotado» Ejemplo de Intervención. ¿Y ahora qué sigue? Bibliografía

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