Ventanas A Nuestros Niños

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LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA SEMINARIO DE TERAPIA DE JUEGO

ENSAYO VENTANAS A NUESTROS NIÑOS

VENTANAS A NUESTROS NIÑOS La psicoterapia consiste en la aplicación metódica de técnicas y procedimientos psicológicos en el tratamiento de los problemas de la conducta, los trastornos mentales o el sufrimiento humano; desde una perspectiva gestáltica se puede enriquecer el trabajo con los niños considerando que para ellos lo principal es el juego. Es por medio del juego que los niños demuestran como se sienten y todo lo que está viviendo en el contexto en el que se desenvuelven, el juego es la fase proyectiva del niño, pues por medio de este expresan su sentir así como su malestar, pues más que ser una actividad que ayuda al niño a tener una gran atención para el aprendizaje de las personas que lo rodean y al mismo tiempo con su entorno; se considera el juego como una manera de aprender de una forma divertida y activa un sinfín de cosas nuevas. Además es una de las mejores maneras de entablar las relaciones afectivas; los juegos y las risas son fundamentales para que el niño crezca sano y feliz. Varias veces se ha dicho que el trabajo con los niños y los adolescentes es un trabajo que puede resultar muy agradable aun más que el que se hace con adultos desde un enfoque gestáltico. Incluso la misma autora, hace mención de que su trabajo lo inicio con el propósito de ayudar a los niños a suavizar algunos difíciles pasajes de su vida (Oaklander, 2000), esto por que debido a que tiene una base gestáltica esta propone que hay ocasiones en que los individuos tienen necesidades que le impiden existir y desarrollarse, de tal forma que ocasionan en el cuerpo reacciones fisiológicas, gestos, actitudes, conductas, palabras, frases, lenguaje verbal y no verbal, pensamiento, memoria, emociones, sentimientos, recuerdos, imaginaciones, fantasías, un consciente y un inconsciente, etc. es decir provocando un desequilibrio en el organismo, de tal forma que cuando un niño esta teniendo conductas no deseadas y comportamientos agresivos o no apropiados y que acusan enojo en los padres es muy probable que el menor no este satisfaciendo sus necesidades y las esté reprimiendo o dejando olvidadas,

por lo cual, es necesario que si asiste a terapia en esta se trate de ayudarlo a darse cuenta es decir que entre en contacto con su propio self y su organismo ya que solo él conoce las necesidades y la forma correcta para satisfacerlas. Stevens (2000) propone que el individuo se debe dar cuenta de su mundo exterior, que entre en contacto sensorial con sus objetos y eventos en el presente, pero también con su mundo interior contactando de forma sensorial con sus eventos internos en el presente, esto debido a que opina que el pasado solo existe por que es solo una parte de la realidad presente. Este contacto con el propio self del menor Oaklander (2000) trata de realizar a través de estas experiencias sensoriales actividades que renuevan y refuerzan la percepción de los sentidos básicos como el oído, la vista, el tacto, el gusto y el olfato que no solo los ponen en contacto con su organismo sino que también los ayudan a desarrollar más sus destrezas, por ejemplo aquí podemos ubicar todos sus ejercicios que propone por que en cada uno de ellos coloca al niño en una situación capaz de generarle emociones y percepciones sin que el menor sea consciente a la hora de hacerlo pero que una vez que acaba la actividad puede explicar que fue lo que le paso mientras dibujaba, mientras estaba en su fantasía, mientras pintaba con los pies o diseñaba alguna figura con la arcilla, la plastilina, la madera, etc., y que incluso al ver imágenes, o escuchar sonidos, música o cuentos; esta autora propone que cuando entramos en un desequilibrio de necesidades empezamos a ver, a escuchar, a sentir incluso desde los demás, situación que deja de lado el tomar conciencia y reforzar a nuestro propio yo para que a la vez este sea capaz de ver a los demás con claridad. Pero sobre todo para dejar ver en la superficie esa figura que esta quedando inconclusa o la necesidad que no se esta satisfaciendo pero haciendo uso al máximo de su energía. Por ejemplo, las dramatizaciones es una de las técnicas más utilizadas en terapia y en casa, aunque regularmente en casa simplemente se deja que el niño explore y conozca; por medio del juego es cuando se puede notar las dramatizaciones de

los pequeños, debido a que, por medio de la actuación los niños se acercan a sí mismos y les permite salirse de sí mismos, pero en realidad, cuando actúan jamás dejan de ser ellos mismos, sino todo lo contrario, usan más de ellos mismos en la experiencia de improvisación; para la actuación podemos mostrarles material como mascaras, disfraces, sombreros, objetos, títeres y todo aquello que permita que el niño pueda caracterizarse. En el caso de la silla vacía se considera que es más factible su uso con los adolescentes y adultos, que con los niños, por el grado de análisis que se requiere, además, en el caso de las polaridades sería exactamente lo mismo. Cada una de estas técnicas desarrolladas por Oaklander tiene un propósito y una finalidad, todas se pueden adaptar dependiendo la situación, es por ello, que para la primera sesión con el niño se sugiere que se le permita hacer lo que él quiera, si quiere jugar que juegue, si quiere permanecer callado y sentado, también se le debe de permitir, porque su inseguridad y miedo es lo que le impide que se desenvuelva de forma adecuada en donde pueda empezar a trabajar el terapeuta, simplemente hay que darle tiempo al niño, para que entienda que es un amigo, más no la persona que lo puede regañar, claro, esto dependiendo la edad del niño. Es por ello que en las primeras sesiones se busca que el niño tenga confianza con el terapeuta para que a lo largo del proceso la interacción sea más factible y amena, y con el desarrollo de las actividades se logre el objetivo; pues cabe considerar que cuando un niño va al psicólogo es porque lo llevan los papas y son los encargados de hablar en la primera sesión lo cual resulta ser incomodo para el niño, pues muchas veces el del problema no es el niño, sino los papas, y lo que siempre pasa es que los papas piensan que de los hijos y no se dan cuenta de lo que ellos hacen para que se esté comportando de esa forma el niño. Aunque todas las actividades parten de generar el contacto con si mismo también tienen su base en la llamada “teoría del juego” que nos dice que el juego es muy estimulante por lo precario de la acción reciproca entre la realidad psíquica personal y la experiencia del dominio de los objetos reales, es decir la precariedad

que surge en la intimidad y de que se desarrolla en el limite teórico entre lo subjetivo y lo que se percibe de manera objetiva pero siempre como una experiencia creadora en el continuo espacio-tiempo (Winnicott, 2000), de tal forma que al jugar el niño manipula los fenómenos exteriores, que implica confianza y satisfacción ya que le permite deshacerse de toda la ansiedad que la realidad compartida le provocan. Otro de los aspectos es que el niño expresa a través del juego su forma de asimilar y formular lo que experimenta y que incluso puede llegar a usar como autoterapia para resolver confusiones, angustias y conflictos. De tal forma, la terapia aunque fomenta el darse cuenta no lo implica tan puntual, ya que no es necesario que el menor exprese sus sentimientos muy específicos basta con que los muestre y deje al descubrimiento; pues una vez teniendo los sentimientos lo que se hace es solo trabajar para que no le causen más daño. Con base en lo anterior por medio del juego el niño puede ensayar sus nuevas formas de ser, así como le sirve de lenguaje al niño, debido a que, por medio de simbolismos sustituye a las palabras, es entonces cuando usa el juego para formular y asimilar lo que experimenta. Conclusión Podemos concluir que la propuesta y trabajo de Violet Oaklander se muestra como una alternativa para el trabajo con los niños y adolescentes ya que es amplio el número de posibilidades en que se puede buscar la expresión del interior a través del arte, la imaginación y la creatividad. Cabe mencionar que muchos de los materiales no son nuevos lo que si es altamente nuevo, original y creativo es la forma en la que el terapeuta hace uso de ellos para trabajar y para dar una interpretación gestáltica sobre los problemas de los menores reflejados en las técnicas, mostrando una gestalt flexible y viviente: "Voy donde mi observación e intuición me dirigen, sintiéndome libre para cambiar de dirección en cualquier momento" (Oaklander, 2000), planteando la libertad que como terapeuta se puede

tener, ya que si bien existen métodos y técnicas ya establecidas para el trabajo y para la dirección que el mismo proceso debe tener, no se puede olvidar que la terapia va a ser dirigida dependiendo de las necesidades de el cliente, porque es él quien quiere ir o en el caso de los niños los que llevan para superar algún problema, por lo cual cada persona va a ser distinta hasta en sus evoluciones; y así como la autora propone el objetivo de su libro; con base en que todos nos tenemos que hacer conscientes de las necesidades de los niños aunque de ellos no recibamos la queja solo las reacciones. Y sobre todo cumpliendo con las bases que la psicoterapia Gestalt establece, mismos que en las propuestas para el desarrollo de cada actividad se ven como base, ya que el contacto, los sentimientos y las percepciones son los elementos con los que se trabaja en cada sesión ya sea individual o de grupo; incluso en la misma dirección de Oaklander como terapeuta, a la hora de dar las instrucciones e ir dirigiendo el discurso de los niños y a la hora de explicar sus productos artísticos. De tal forma que es una estrategia bastante buena para el trabajo tanto con niños y adolescentes, como con adultos que ciertamente se han vuelto parte de lo que piensan y sienten los otros y han olvidado la conciencia sobre si mismos y su satisfacción de necesidades como parte de su equilibrio personal. En realidad todas las técnicas que plantea Oaklander son muy buenas en la terapia con el niño, pero como se menciono anteriormente, estás técnicas son susceptibles de recibir modificaciones tanto de espacio, lugar, materiales y algo de suma importancia que es la edad del niño, pues de ello depende principalmente el material que se utilice. Referencias bibliográficas 

Oaklander, V. (2000). Ventanas a nuestros niños: terapia gestáltica para niños y

adolescentes. Chile: Cuatro vientos. 

Winnicott, D.W. (2000).Realidad y juego. Barcelona: Gedisa.



Stevens, J.O. (2000). El darse cuenta: Sentir, imaginar y vivenciar. México: Cuatro vientos.

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