Astrología De La Sexualidad

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ASTROLOGÍA DE LA SEXUALIDAD

Martin Schulman

ASTROLOGÍA DE LA SEXUALIDAD

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Casanova, 82 08011 Barcelona

Título original: The Astrology of Sexuality Editado por: Samuel Weiser, Inc., York Beach, ME 03910

Traducido por: José M. Pomares © 1982, Martín Schulman © 1992, Ediciones Índigo, S. A. Primera edición: Octubre, 1992 ISBN: 84-86668-58-1 Depósito legal: B-29.869-92 Fotocomposición: Pomertext, S. L. Caspe, 162, 5.0 A, 08013 Barcelona Impresión y encuadernación: Índice. Caspe, 116, 08013 Barcelona

. . . Para una mejor comprensión de una de nues­ tras mayores inconstancias: la sexualidad ... . . . A todas las personas reales lo suficientemente valientes como para admitir que son ellas mismas... . . . A todo el sufrimiento, la agonía, el pesar, el dolor, la alegría, el aprendizaje, el desarrollo y la evolución que tan sólo podemos alcanzar a través de la sexualidad, ¡el núcleo de nuestra capacidad de sentir!

INTRODUCCIÓN

La eterna «guerra de los sexos» ha sido siempre uno de los hechos más misteriosos de la vida. Tanto los hombres como las mujeres desean ser capaces de expresar y alcanzar la plenitud en el aspecto sexual de la vida. A fin de alcanzar esa plenitud, debemos comprender la sexualidad y el papel que desempeñamos en ella. El sexo tiene una finalidad, una razón. De él se pueden extraer lecciones, y nos brinda la po­ sibilidad de crecer y evolucionar. No es tan importante emi­ tir juicios de valor sobre nuestra sexualidad como entender el proceso de aprendizaje y crecimiento que implica. En nuestra cultura, las personas se casan por razones se­ xuales. Y también se divorcian por motivos sexuales. Tienen hijos como consecuencia del sexo. Compran productos por la atracción sexual. Eligen sus ropas a fin de incrementar su atractivo sexual. Leen libros, van al cine y se exponen a dis­ tintas formas de los medios de comunicación que contienen matices sexuales y claras instrucciones sobre cómo convertir­ se en un ser más sexual. Confunden el amor con el sexo y el sexo con el amor. La mayor industria del mundo es la de los cosméticos. El oficio más antiguo es el de la prostitución. ¿En qué medida es nuestra vida cotidiana un tapiz tejido a base de pensamientos y acciones sexuales? Considere sus ac­ ciones, pensamientos y sentimientos durante un solo día, y comprenderá que tan sólo una mínima parte de la vida no es sexual. Incluso aquellos que niegan su sexualidad invierten gran cantidad de energía negándola. En los supermercados, muchos productos exhiben una etiqueta roja, el color del rayo sexual. Estimula el cuerpo as­ tral (regido por Marte) a iniciar la actividad de la compra. 9

Astrología de la sexualidad La industria de la publicidad juega cuanto puede con nuestra necesidad de sexo. Sabe que justo detrás del umbral de la percepción consciente, casi todos los hombres y mujeres ex­ perimentan en secreto pensamientos sexuales constantemen­ te. Algunos psicólogos creen que, en promedio, cada segun­ do cruzan por nuestra mente de cinco a siete pensamientos relacionados con el sexo, y eso en momentos en que no reali­ zamos ninguna actividad sexual. Así pues, vemos que por lo que se refiere a las actitudes, a la expresión del poder del ego, a la definición de valor, a la capacidad de desempeñar el propio papel con éxito y, en úl­ tima instancia, a la capacidad de satisfacer una de las necesi­ dades más básicas del ser humano, la sexualidad es una de las fuerzas motrices más importantes del mundo. El ser hu­ mano jamás podrá experimentar «paz en la tierra» si no com­ prende primero su sexualidad. En todas sus manifestaciones, el sexo es la avenida que nos conduce a la verdadera armonía y comprensión, o, por el contrario, da pie a las frustraciones que desembocan en mentiras, discusiones y, sí, incluso en guerras. Para la mayoría de las personas, el sexo constituye una de las lecciones más difíciles de aprender. Gracias al sexo, el individuo tiene la oportunidad de verse a sí mismo y a los de­ más al nivel más personal que existe. La verdad se convierte en algo ineludible, mientras que sí podemos evitarla con fa­ cilidad en otros ámbitos. El sexo puede conducir a la ilumi­ nación si alcanzamos a reconocer su verdadero significado.

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Primera parte

ASTROLOGÍA DE LA SEXUALIDAD

1. COMPRENDER LA SEXUALIDAD

El mar de la vida es muy profundo. Cada gota del mar es una muestra de su totalidad. La sexualidad es un aspecto de la vida en el que, como individuos, podemos experimentar todo el mundo a través de otra persona. Cuando una perso­ na vive su sexualidad con diferentes personas, ve el mismo mundo en sus distintas facetas y colores. La información que no puede expresarse con palabras se intercambia a niveles extremadamente intuitivos. Tal vez el individuo empieza a entrever el gran misterio. Le resultará fácil comprender que algo tan sencillo como el sexo pueda ser tan complejo como el universo entero, aunque, al mismo tiempo, sea tan simple como la propia creación. El sexo es la forma de amor más elevada que podemos experimentar a nivel físico. Abre diferentes centros en nues­ tro ser y nos hace vulnerables al resto de los seres humanos. Nos obliga a afrontar la soledad de la realidad, y, sin embar­ go, nos brinda la oportunidad de sentirnos conectados a ella. Provoca algunos de los problemas más difíciles de resolver, pues es el último aspecto que el individuo debe superar antes de convertirse verdaderamente en un ser espiritual. Se han escrito muchos libros acerca del valor que tiene vivir la exis­ tencia impersonal, pero nadie puede hacerlo hasta que ha llegado a desarrollar una comprensión centrada de lo que significa la sexualidad. El hecho de tomar el camino correcto en la vida no es una cuestión de si una persona no practica el sexo o se excede en él, sino que se trata de si se comprende a sí misma a través de su sexualidad, entendiendo que es uno de los caminos más directos que conduce al gran misterio de la vida. 13

Astrología de la sexualidad

El sexo genera entusiasmo y también un intercambio de niveles de energía. Permite al individuo estar en «contacto» directo con su ser interior, porque le muestra todo lo que es falso. En este sentido, el sexo es un corrector y un equilibra­ dor del ego, ya que muestra al individuo lo humano que es. Asimismo, puede fortalecer un ego débil, ya que demuestra a la persona que incluso en su manifestación más «básica y cruda» sigue siendo necesitada, apreciada y amada por otra persona. Puede ayudar a un individuo a afrontar lo que tal vez crea que es un instinto «malvado», y enseñarle que ese instinto no es malvado en modo alguno. La mayoría de la personas tiene complejos relacionados con el sexo que parecen contradecirse unos a otros. Se trata de las diferentes facetas del ser. En presencia de una persona determinada, predominará una faceta. En presencia de otra, mostraremos una faceta distinta. Es un proceso a través del cual aprendemos cosas sobre nosotros mismos. Algunas de estas facetas resultan agradables y satisfactorias. Otras, en cambio, no lo son. Sin embargo, todas ellas forman parte del gran mar del que cada uno de nosotros no es sino una peque­ ña gota. Algunos afirman que el sexo es «sucio». Pero no es así. Otros, que es «limpio». Pero tampoco es así. Algunos dicen que es perverso, pero eso tampoco es cierto. El sexo es una fuerza, una energía, una parte de la Inspiración Divina que nos corresponde experimentar. A nivel personal, constituye la lección más importante de la humanidad, aunque es, en gran parte, la razón de su existencia. Siendo personal a nivel sexual, el hombre entra en contacto con sus centros superio­ res y empieza a descubrir la gran belleza que encierra dentro de sí mismo, pues forma parte de un mundo bello. Ni el célibe ni el libertino conocen la riqueza de la expe­ riencia sexual, porque el sexo no es un extremo de la vida, sino que es la línea central de la propia existencia. Es el nú­ cleo de la esencia de la persona. Cada sentimiento que alber­ gamos acerca de otras personas se debe a lo que inconscien­ temente percibimos como su esencia sexual. 14

Comprender la sexualidad La gente pasa años enteros leyendo libros, meditando, asistiendo a conferencias esotéricas o estudiando el misticis­ mo, a fin de intentar centrarse. Y, sin embargo, suelen pasar por alto la faceta más evidente que tienen delante. La apa­ riencia de nuestro cuerpo y el modo en que lo mostramos ante los demás es, en realidad, el plan simbólico que traza­ mos para el futuro, así como la demostración de lo que he­ mos logrado hasta ahora. Analice esta frase mientras piensa en ella a un nivel muy íntimo. Algunas personas son posesi­ vas. Otras no. Pero por muy espiritual o poco posesivo que un individuo finja ser, siempre es posesivo respecto a su pro­ pio cuerpo. Se trata de su identificación. Tal vez diga que no es cierto porque ha leído libros en los que se decía que las co­ sas no deberían ser así. Pero no está siendo sincero consigo mismo. Incluso el célibe tropieza con grandes dificultades, pues está luchando contra la fuerza natural que anida en su interior. El objetivo del sexo es diferente para cada persona y en cada una de las distintas fases de su evolución. A un nivel de­ terminado, el sexo ayuda a algunas personas a superar inhi­ biciones que les impiden ser todo lo que podrían ser en otros aspectos de la vida. A otro nivel, el sexo permite a otros es­ tar en armonía con sus instintos naturales. Es posible que lle­ guen a conocerse mejor. A otro nivel, el sexo puede sacar a la superficie la humanidad de los hombres. Puede subrayar el hecho de que, aunque cada persona sea un ser único, na­ die difiere excesivamente de los demás. Por ejemplo, el má­ ximo dirigente de una gran nación, el criado que se halla en el peldaño más bajo de la escalera hacia el éxito, o el esclavo que ni tan siquiera sabe de la existencia de dicha escalera, to­ dos son iguales a la hora de afrontar su sexualidad. Lo único que determina la riqueza del sexo que uno puede experimen­ tar es la conciencia de la propia sexualidad, basada en la ca­ pacidad de amar y comprender. Tradicionalmente, los astrólogos han considerado que el sexo es, en gran parte, producto de Marte, Venus, Urano, Plutón y la función de la octava casa. Lo cierto es que el sexo 15

Astrología de la sexualidad (al igual que todo lo demás) es una cuestión «mental», y cuando la mente de una persona está centrada en el sexo, no son sólo los factores mencionados los que entran en juego. Todo el horóscopo representa la sexualidad. Todos los pla­ netas afectan a la vida sexual de una persona. ¿Acaso po­ dríamos comunicar o siquiera ser conscientes de un pensa­ miento sexual sin ayuda de Mercurio? ¿Acaso podríamos visualizar una imagen sexual sin Neptuno? Si limitamos nuestra comprensión de la astrología sexual a unos pocos planetas, lo que haremos será simplificar en exceso los pro­ cesos que en realidad tienen lugar. También los aspectos planetarios desempeñan un papel preponderante en el com­ portamiento sexual de las personas. La existencia de muchos aspectos en cuadratura en una carta puede crear fuertes ten­ siones sexuales, mientras que demasiados aspectos trinos in­ dican letargo o desinterés. Los signos en los que se hallan los planetas también revisten importancia. Un individuo puede tener un planeta con pocos aspectos (o muy débiles), pero tal vez ese planeta esté situado en un signo de fuerte sexuali­ dad que active la energía sexual. Venus sin aspectos en Aries puede ser mucho más fuerte que Marte en Libra con muchos aspectos. Así pues, vemos que los planetas, los signos en los que confluyen y los aspectos que reciben, desempeñan distintos papeles en la configuración sexual completa de un individuo. ¿Qué papel desempeñan las casas? Tal vez lleguemos a la conclusión de que el método tradicional de intrepretar el sexo a través de la octava casa resulta arcaico. ¿Desempeña algún papel la quinta casa (la del amor y las aventuras senti­ mentales)? ¿Acaso podemos ignorar la cuarta casa (la de los cimientos emocionales)? ¿Qué tiene que decirnos la segunda casa (la de los valores)? Los astrólogos deberían empezar a darse cuenta de que todas las casas desempeñan un papel único, aunque integrado, en el desarrollo de la sexualidad. Intentar comprender de forma inmediata los planetas, los signos, los aspectos y las casas constituye una tarea muy poco razonable, por supuesto. Así pues, la cuestión que se 16

Comprender la sexualidad plantea es por dónde empezar. Una característica fascinante de la sexualidad consiste en que la mayoría de las personas tienden a experimentarla primero y aprender después cosas sobre ella. Los niños experimentan con la sexualidad mucho antes de que les expliquen las llamadas «cosas de la vida». Los adultos aprenden el significado de su sexualidad me­ diante la adquisición de experiencias. El sexo es una cues­ tión de experiencia. Nadie puede explicar a otra persona lo que es el sexo si no posee experiencia. Extrapolando a partir de esta afirmación, llegamos a la conclusión de que lo más lógico es iniciar el estudio de la sexualidad desde la parte de la astrología que representa el mundo de la experiencia. De entre los cuatro factores que desempeñan un papel, son las casas astrológicas las que representan los incidentes y hechos sexuales que tienen lugar en la vida de las personas, así que es allí donde nos detendremos en primer lugar. Una de las características más interesantes de la sexuali­ dad es que cada persona tiende a percibirse a sí misma de una forma extremadamente personal. Pocas personas creen que otros comparten sus mismos pensamientos y sentimien­ tos sexuales, lo que conduce a la enajenación y a la separa­ ción en un mundo que intenta alcanzar la singularidad. Aproximadamente una de cada quince personas (a causa de las casas interceptadas) tiene las mismas ideas, creencias y experiencias en su vida sexual. En realidad, las personas no son tan diferentes entre sí como intentan creer. Nos daremos cuenta de ello si entendemos que cada signo ascendente crea automáticamente una polaridad básica para la carta. Una persona con ascendente Cáncer tiene que tener Capricornio en la séptima casa. Con toda probabilidad, tiene Leo en la segunda casa, Acuario en la octava, Géminis en la decimose­ gunda y Sagitario en la quinta. Si ningún signo está intercep­ tado, es posible conocer la polaridad de toda la carta si se co­ noce tan sólo el ascendente. Aunque no conozcamos la carta por el ascendente, conoceremos la séptima casa, parte de la sexta y la octava, y por polaridad, también parte de la segun­ da y la decimosegunda. 17

Astrología de la sexualidad Una carta con ascendente Tauro tendrá automáticamen­ te Escorpio en la séptima casa. Es probable que en la segun­ da casa se halle Géminis, en la octava Sagitario, en la sexta Libra, y en la decimosegunda Aries. Podríamos continuar con este método para todos los ascendentes posibles, pero lo importante es que cada signo ascendente crea automática­ mente una polaridad distinta en la carta. Estas diferencias no se reconocen tan sólo en el ascendente, sino también a través de todas las casas que se desplazan con él. Básicamente, existen tan sólo doce polaridades posibles. La carta con as­ cendente Cáncer tiene un matiz muy específico, distinto por completo a una carta con ascendente Leo. En ambos casos, no es tan sólo el signo ascendente lo que nos da en último término la clave de lo que está sucediendo, sino también el modo en que las cartas se polarizan a lo largo de vectores di­ ferentes. Cuando pensamos en experiencias sexuales, pensa­ mos en doce ámbitos distintos de acontecimientos espera­ dos. Por supuesto, las posiciones planetarias, los aspectos, los signos interceptados y otros factores matizan estas cuali­ dades y crean diferencias dentro de la igualdad. Estos mati­ ces son importantes y quedarán explicados en volúmenes posteriores.* El afrontamiento inicial de la propia sexualidad no podrá alcanzar el nivel de la verdad hasta que el individuo se dé cuenta de que miles de personas comparten de forma humana sus modelos de experiencia. Cuando dos signos aparecen en la misma casa, conviene analizar ambos. Por lo general, el signo que aparece en la cúspide de la casa ofrece la interpretación más precisa. En algunos casos, aparecen planetas en el segundo signo, o éste llena la mayor parte de la casa, lo que crea una fuerte ten­ dencia a que el segundo signo desempeñe un papel prepon­ derante en las experiencias de la vida del individuo. Tam­ bién es importante percatarse de que el signo que aparece en la cúspide de la casa quizás sea más visible a una edad más *Véase El ascendente, Ediciones Índigo, 1992. 18

Comprender la sexualidad temprana, mientras que tal vez el segundo signo salga a la superficie cuando el individuo perciba con mayor clarida su propia plenitud. En los pocos casos en los que tres signos llenan una casa, el individuo puede experimentar gran cantidad de karma en lo referente al modo en que maneja los acontecimientos que dicha casa simboliza. Si bien los tres signos revisten impor­ tancia, puede darse el caso de que dos de ellos sean positivos y el tercero, negativo, o que dos sean negativos y el tercero constituya una polaridad positiva. Los signos positivos bus­ can expresarse, mientras que los signos de polaridad negati­ va intentan ocultarse detrás de los signos positivos, en busca de protección. El signo más importante en la casa es aquel que tiene más grados en ella. Si se trata de una polaridad ne­ gativa, es posible que tan sólo se manifieste en circunstancias en las que el individuo se sienta a salvo. Al leer las casas para extraer una interpretación sexual, debemos estudiar con detenimiento las dimensiones de las casas, las cualidades positivas y negativas, así como los pla­ netas que aparecen en ellas. El estudio nos indicará en qué debemos hacer hincapié. Nos ayudará a comprender la fun­ ción sexual, activada por los distintos planetas. Debemos en­ tender las casas regidas por determinadas energías planeta­ rias no sólo desde el punto de vista de las experiencias que ellas nos aportan, sino también desde la perspectiva del efec­ to que tiene el papel de dicho planeta sobre la «función se­ xual».

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2. LA FUNCIÓN SEXUAL

Sexualidad y energía Se habla mucho de las distintas formas de expresión se­ xual que se manifiestan en la vida. Es importante recordar que el sexo es ante todo una energía. Por ello, el hecho de que un individuo tuerza su vida sexual o lleve una existencia sexual sana depende por entero de su capacidad para apren­ der a nadar en el sentido de la corriente de esa energía se­ xual. Si una persona huye de ella o intenta bloquear su co­ rriente de energía sexual, puede tropezar con graves proble­ mas en otros aspectos de la vida. El instinto o el impulso creativo se basan en la corriente sexual. Las personas dota­ das de una gran creatividad saben cómo equilibrar la energía sexual, de modo que puedan sacar el mayor provecho posi­ ble de esta fuerza divina. Los individuos que subliman, re­ primen o expresan en exceso la energía sexual a nivel físico tienden a perder el poder creativo. Tal vez nunca consigan estar en armonía con la fuente de energía que ofrece todas las posibilidades y la fuerza para aprovecharlas. A menudo somos capaces de más cosas de las que cree­ mos. Sin embargo, la mayoría de las personas sigue hilos de razonamiento circulares e improductivos. Iniciamos un pen­ samiento, lo seguimos hasta completar el círculo, y al llegar nos decepcionamos al ver que volvemos a estar al principio. En un intento de reestructurar nuestros procesos mentales, volvemos a trazar el mismo círculo. Podemos malgastar bue­ na parte de nuestra vida en esta «masturbación mental». Uno de los secretos místicos más celosamente custodiados es el conocimiento de cómo utilizar la energía sexual para tra21

Astrología de la sexualidad

ducir nuestra vida del pensamiento a la actividad constructi­ va. Una vez que lo descubrimos, nos damos cuenta de que el principio es increíblemente sencillo. La energía sexual es como la corriente de un río. Fluye interminablemente, se mueve y traza recodos y curvas. El secreto de la plenitud consiste en nadar en el sentido de la co­ rriente, ver a dónde nos lleva, en lugar de imponer predispo­ siciones mentales al río o a nuestra relación con él. Si nada­ mos contra la corriente o la negamos, podemos provocar un cortocircuito. Neutralizamos nuestro poder creativo y tende­ mos a llevar una vida estancada. Es posible que la mayoría de las personas que se quejan de no avanzar tanto como qui­ sieran no naden en el sentido de su corriente sexual. Tal vez hagan caso omiso de la abundante reserva de energía creati­ va que Dios nos ha dado. A causa de ello, quizás carezcan de la comprensión necesaria para generar nuevas actividades, nuevos inicios, para desarrollar nuevas habilidades, alcanzar objetivos que los satisfagan. Los que saben fluir en el sentido de su corriente sexual son ricos en todo aquello que la mente pueda concebir.

Sexo y fantasía El planeta Neptuno reviste una importancia sexual nota­ ble, porque simboliza toda la fantasía sexual. Son pocas las personas que no albergan fantasías sexuales. Para muchos, estos tenues sueños constituyen el único medio para entrar en contacto con el sutil inconsciente. Cuando experimenta­ mos una fantasía sexual, estamos aprendiendo a sacar a la superficie la parte sutil del inconsciente, así como a guiarla y controlarla. La fantasía sexual es como ver una película mentalmente. La imaginación crea imágenes, escenas, viñe­ tas e historias en secuencias relacionadas entre sí. Todas ellas forman parte del río sexual. La mente consciente se en­ carga de situar todos estos factores en una fantasía definida, que se convierte en una de las expresiones de la mente crea-

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La función sexual tiva que aprende a dominar el río. Si los distintos factores se­ xuales del inconsciente permanecen desconectados entre sí, lo que obtendremos será un río que fluye en direcciones apa­ rentemente absurdas, sin una corriente central que defina su esencia. Cuando la mente consciente forma una fantasía sexual a partir de las impresiones neptunianas que absorbe, está creando su propia película. Hay que darse cuenta de que la capacidad de hacer esto es la misma que la que permite unir otros factores de la vida y conjugarlos en un orden coheren­ te. La fantasía sexual no es, ni mucho menos, algo que deba inspirar sentimientos de culpabilidad o ser prohibido, ya que es, como poco, la esencia del proceso creativo. Las personas incapaces de forjar fantasías sexuales son también incapaces de construir la barca con la que tendrán que navegar por el río de la vida. Perciben la corriente sexual, pero les resulta difícil asociarse a ella. Tal vez teman que la corriente los aparte de sí mismos, o los conduzca por caminos a los que no están acostumbrados o que les inspiran temor. Sin duda al­ guna, la corriente en sí es una fuerza plutoniana, pero cuan­ do podemos combinar la ilusión con la energía, la ilusión o fantasía sexual neptuniana actúa de amortiguador para la energía en bruto. Podemos manejar lo desconocido (Plutón) si lo convertimos creativamente en algo conocido (Neptu­ no). En tal caso, la energía en bruto queda canalizada me­ diante la imaginación de la fantasía creativa.

Sexo y magnetismo Urano es el símbolo planetario del magnetismo sexual. Una persona con muchas fantasías sexuales suele atraer a muchas otras personas. La combinación de la fantasía (Nep­ tuno) con el magnetismo (Urano), genera una fuerza caris­ mática en la estructura de la personalidad. Consideremos a una persona que no tenga fantasías. En una persona así ,no existirá el vínculo asociativo entre Urano (las cualidades

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Astrología de la sexualidad

magnéticas) y Plutón (la corriente sexual). Si bien es posible que atraiga a muchas personas gracias a la posición de Ura­ no, es incapaz de imaginar (Neptuno) cómo utilizar de forma constructiva la corriente que percibe. De ser así, la combina­ ción de Urano y Plutón puede expresarse de un modo desa­ gradable, en lugar de hacerlo con el don del amor divino que es inherente a Neptuno. La cualidad magnética del sexo no es nunca algo real­ mente físico. Las personas creen que se sienten atraídas las unas por las otras a causa de las características físicas, pero eso no es necesariamente cierto. Urano representa una ener­ gía magnética que vivifica, electriza y confiere intensidad a todo aquello que existe en las capas tenues (Neptuno) y gruesas (Plutón) del inconsciente. Si tienen un Urano débil, la mujer más hermosa y el hombre más guapo poseerán un magnetismo sexual menor que otras personas tal vez menos atractivas, pero dotadas de un potente campo magnético uraniano en el aura. Las imágenes y las impresiones sexuales pueden permanecer en las capas neptunianas de la imagina­ ción, a menos que reciban el impulso de Urano.

El muro sexual Plutón representa la corriente sexual en bruto. Neptuno simboliza la experiencia de la fantasía creativa, que recibe el estímulo adicional de Urano. Pero lo que el individuo hace a partir de ahí depende del modo en que se relaciona con Saturno, el muro sexual. La energía es una cosa; la imagi­ nación y la fantasía, otra. Y la excitación sexual, otra bien distinta. Ninguno de estos términos describe la actividad se­ xual, sino que son actividades que tienen lugar en el inte­ rior del individuo y que todavía no se han manifestado en el mundo exterior. Cuando Urano empuja estas actividades para que se ex­ presen, cada uno de nosotros debe afrontar el muro de Sa­ turno antes de poder expresar el sexo en la realidad. Debe24

La función sexual mos superar nuestros baremos personales, nuestros escrúpu­ los, represiones, sublimaciones, enseñanzas paternas o reli­ giosas, así como el cauteloso modelo que simboliza Saturno. Nos da miedo el rechazo. En este punto, todos nos pregunta­ mos si seremos capaces de dar forma a las actividades sexua­ les internas. Se trata de un fenómeno de la experiencia se­ xual extremadamente interesante, ya que ayuda a explicar lo que nos sucede cuando reprimimos todo lo que ha surgido gracias a Plutón, Neptuno y Urano. En lugar de avanzar a través de Saturno, la actividad sexual interior puede quedar bloqueda por los mismos planetas exteriores de los que pro­ cede. En esencia, regresa al ser interior y provoca una pro­ funda frustración en el individuo. En lugar de simbolizar la posibilidad de alcanzar una percepción superior, los planetas exteriores siguen repletos de energía sexual en bruto (Plu­ tón), fantasías no correspondidas (Neptuno) y excitación nerviosa (Plutón). Si utilizamos nuestro Saturno para atar­ nos a los planetas exteriores, es posible que seamos incapa­ ces de comprender los niveles superiores de nosotros mis­ mos, que pueden aparecer cuando se libera la energía de los planetas exteriores. Sin embargo, el individuo que atraviesa el muro de Sa­ turno puede extraer de un canal más claro la información que le permite estar en armonía con el universo. Puesto que es la energía la que transporta la información, cuanta más in­ formación haya disponible, mayor será la energía sexual. El impulso sexual queda reaprovisionado. La capacidad de transportar la actividad sexual interior a través del muro de Saturno forma parte de un proceso natural que confiere energía tanto a la corriente sexual como a la creativa. Por su­ puesto, la información, los conocimientos y la sabiduría for­ man parte de la misma corriente. La capacidad de atravesar el muro de Saturno es parte integrante de un proceso de cre­ cimiento. La incapacidad de atravesar dicho muro simboliza un estancamiento que puede ser consecuencia de la cristali­ zación de antiguos modelos que deberían cambiar a medida que maduramos.

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Astrología de la sexualidad

Riesgo sexual - libertad sexual Si se utiliza Saturno como preparación para la expresión sexual, en lugar de usarlo como muro inhibidor, entonces Júpiter puede representar la última parte de lo que uno tiene que superar. Júpiter simboliza el lugar por el que salimos de detrás de la máscara de Saturno y nos tornamos vulnerables. Toda la actividad sexual interior es conducida hacia la expe­ riencia. En cierto modo, todos nos enfrentamos a riesgos a través de Júpiter, porque salimos de nosotros mismos y da­ mos a conocer nuestra intención de experimentar la libertad sexual. Resulta interesante observar que una vez el indivi­ duo ha sido capaz de llevar la actividad sexual interior a Jú­ piter, desaparecen rápidamente muchos de los temores se­ xuales, las inhibiciones, las ansiedades y los bloqueos menta­ les. La promesa de Júpiter de recompensar el esfuerzo es una promesa de esperanza. La expansión optimista tiende a impregnarlo todo y disminuye el factor de riesgo. Puesto que Júpiter simboliza la última parte de la expe­ riencia dentro de uno mismo, muestra algunas características físicas interesantes. Júpiter es el planeta más grande. Repre­ senta la tendencia a exagerar, y si la suave corriente que atraviesa Saturno ha sido eficaz, es un factor que contribuye a aumentar el disfrute de la experiencia sexual. Por otro lado, algunas personas inician su actividad sexual con un pie puesto en Júpiter y otro en Saturno. Sólo atraviesan el «muro» lo suficiente como para experimentar Júpiter par­ cialmente, mientras que mantienen la otra parte de sí mis­ mos detrás del muro, para protegerse. Se puede observar una manifestación en una persona confrontada con una si­ tuación sexual que quiere experimentar, pero de la que sólo habla, utilizando las cualidades repetitivas de Júpiter como mecanismo para disipar la energía, hasta que la razón para consumar el acto sexual (Saturno y todos los planetas detrás de él) está demasiado desenfocada como para continuar. La mayoría de los problemas sexuales ocurren en alguna parte entre los símbolos Saturno y Júpiter. La sexualidad normal y 26

La función sexual

sana se produce a través del sentido expansivo de Júpiter de las actividades sexuales interiores hacia Marte (el primer planeta personal). Podemos sentir la sexualidad (Plutón), imaginarla (Nep­ tuno), experimentar excitación magnética interna (Urano), y sentir la necesidad de darle forma (Saturno), abandonando todos los impedimentos al flujo de la corriente (Júpiter). Pero hasta que no damos el primer paso para iniciar la ac­ ción sexual (Marte), el sexo no se convierte en una empresa personal e íntima. Aquí, toda la riqueza de los planetas exte­ riores se centra en la parte personal del ser.

La cualidad del bien-mal Muchos individuos han experimentado que el sexo lleva consigo matices del síndrome del «bien-mal». A nivel espiri­ tual, decimos que no debería ser así, pero a menudo lo es. Y hay una razón para ello. Los impulsos sexuales, que tienen su origen en Plutón, en las profundidades del inconsciente donde el individuo almacena pensamientos inaceptables, de­ ben atravesar Saturno, donde nuestras cualidades de juicio actúan como un filtro, antes de liberarlos a través de Júpiter. Estos dos planetas, Saturno y Júpiter, actúan como elemen­ tos equilibradores entre la restricción y la expresión. Simbó­ licamente, sopesan cada situación sexual con todo cuidado, y dan a cada persona la oportunidad de comprender su papel personal antes de actuar. Los planetas exteriores represen­ tan las reglas de la cultura y el momento previo a nuestra personalización del papel que jugaremos en el acto sexual. En realidad, el sexo no es ni bueno ni malo. Simplemen­ te, es. Cuando un individuo intenta enfocar personalmente la actividad sexual interior, hay mucho yin y yang en términos de aceptación social (representada por el compañero sexual). Cada persona quiere sentir que se aprueba todo lo que hace para satisfacer sus necesidades. En este punto, el ego del compañero se convierte en el centro de la aceptación social. 27

Astrología de la sexualidad

La expresión sexual externa Existe una gran diferencia entre la actividad sexual inter­ na y la actividad sexual externa. La primera consiste en el proceso creativo que procede del yo, mientras que la segun­ da encuentra el reflejo de sí mismo a través del compañero. En cuanto la actividad sexual empieza a desplazarse hacia afuera, penetra en la esfera de la ley de causa y efecto del mundo exterior. La acción y la reacción se entrelazan. En la actividad sexual interna existe todavía la relación de causa y efecto (acción y reacción), pero son distintas partes de la misma persona las que representan ambos papeles. Sin em­ bargo, en la actividad externa ya no es así. Marte rige el cuerpo astral o del deseo. Cuando empeza­ mos a experimentar actividad sexual externa, comenzamos a proyectar el espejo de los pensamientos interiores sobre un compañero. Como consecuencia de dichas proyecciones (causas), se producen reacciones por parte del compañero (efectos). Es importante darse cuenta de que toda la expre­ sión sexual externa depende de que el compañero reciba y recree el espejo proyectado. Al mismo tiempo, la pareja cuenta con un espejo propio. ¿Estamos diciendo que, durante la expresión sexual, los individuos están realizando el acto sexual consigo mismos? Sí, pero la diferencia entre la actividad sexual interna y la ex­ presión externa reside en que, en la expresión sexual, cada individuo está en realidad ayudando al otro a realizar el acto sexual consigo mismo. Aunque eso existe, no es cierto a to­ dos los niveles, ni para todas las personas. Puesto que las personas son distintas entre sí, es muy posible que un espejo astral domine a otro. En tal caso, pensamos que la persona en cuestión es sexualmente egoísta. Es necesario experimen­ tar la naturaleza agresiva de Marte, a fin de filtrar la activi­ dad sexuaJ interna a través del ego personal. Algunas perso­ nas tienen que hacerlo de un modo «egoísta», mientras que otras cuentan con un ego mucho más expansivo y no necesi­ tan un espejo astral poderoso. Lo importante es que se trata

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La función sexual de una suerte de escenario en el que los tres pensamientos simbolizados por Júpiter quedan centrados a través de la ca­ pacidad personal de Marte de crear sexo físico. El hecho de que sea el hombre o la mujer quien asuma el papel dominan­ te dependerá de dos factores. En primer lugar, el individuo que se mira más a sí mismo siempre domina la experiencia. En segundo lugar, debemos entender que algunas personas son capaces de experimentar el sexo a través de su centro sin acabar de atravesar jamás el muro de Saturno. Las personas que se quejan de que jamás pueden alcanzar el orgasmo, son incapaces de deshacerse de sus defensas saturnianas. No es­ tán completamente presentes en el acto en sí. Puesto que Sa­ turno es el planeta del karma, estos individuos están abrién­ dose camino por entre el karma sexual en cada acto. Cuanto más aprenden sobre cómo utilizar Júpiter y Marte, más fácil les resulta atravesar Saturno. Aprenden lentamente sus lec­ ciones kármicas.

La experiencia amorosa Cuando se agota la energía de Marte, el sexo cambia para incorporar sentimientos de amor, y la actividad se traslada a Venus. La impaciencia característica de la fase marciana se convierte en suave afecto y ternura a medida que la energía se transmuta y se hace más suave. La necesidad de expresarse desarrolla una necesidad de dar y compartir. La fricción de Marte se convierte en una delicada combinación de energías, a medida que se experimenta un intercambio de energías. En esta fase, el hombre asimila la energía femenina. La mujer asimila la energía masculina. Es en este punto donde el hom­ bre se siente más femenino, y la mujer más masculina. Al ab­ sorber energía masculina, la mujer puede experimentar el yang de la calidad de vida, mientras que al absorber la ener­ gía femenina, el hombre experimenta la cualidad del yin. Así pues, la experiencia amorosa contribuye a equilibrar lo que de otro modo sería una expresión sexual incompleta. A algu-

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Astrología de la sexualidad nos individuos les cuesta alcanzar esta fase. Evitan absor­ ber la energía del sexo opuesto, que detiene el flujo de la experiencia sexual en Marte. Al intentar mantenerse afe­ rrados al ego, el sexo se separa del amor, y pierden el im­ portante intercambio de energía que tiene lugar gracias a Venus.

Comprensión Uno de los mayores problemas entre las personas ha sido siempre la comunicación. Simplemente, no son capaces de hablar sobre lo que significan las unas para las otras. Por el contrario, dan rodeos, evitan, utilizan modelos de pensa­ miento ilógicos y cualquier mecanismo que puedan inventar para evitar transmitir las ideas que necesitan comunicar de­ sesperadamente. Una vez que un hombre ha absorbido la energía femenina, es capaz de entender a la mujer. En esen­ cia, él es ella. Las dos mentes se unen. Por su parte, cuando una mujer absorbe la energía masculina, puede entender al hombre, porque ella es tanto ella misma como él. Ésta es la función de Mercurio. La energía sexual en bruto es demasia­ do poderosa como para que los centros mentales del cuerpo puedan manejarla, pero una vez que ha sido expresada a tra­ vés de Marte y suavizada a través de Venus, asciende lenta­ mente hacia esos mismos centros mentales. Como conse­ cuencia de ello, surge una comprensión mutua entre los indi­ viduos que no podría existir en ningún otro proceso aparte del sexo. Toda la comprensión que cada individuo posee como regalo destinado a la otra persona ( almacenado en los planetas exteriores), se filtra, se refina y se transfiere suave­ mente cuando ambos miembros de la pareja aceptan la expe­ riencia amorosa. Los que después de practicar el sexo se dan cuenta de que parecen permanecer en la onda del otro duran­ te bastante tiempo, experimentan la comprensión que proce­ de de esta transferencia. Las frecuencias de ambos componen­ tes de la pareja se entremezclan. Si la actividad sexual recorre 30

La función sexual todo el camino hasta Mercurio, esta coincidencia en una mis­ ma frecuencia resulta extremadamente satisfactoria y puede durar varias semanas. El sexo que termina antes de que se produzca esta transferencia armoniosa de energías a través de Venus es mucho menos satisfactorio, establece un vínculo más débil entre las dos personas, y tiene que repetirse con mayor frecuencia y menores beneficios. Hemos visto que la actividad sexual empieza como una energía en bruto (Plutón), que se desplaza desde el planeta más exterior hacia adentro, hasta alcanzar por fin la expre­ sión abierta que se inicia con Marte. A continuación, sigue desplazándose hacia el interior, a niveles personales e ínti­ mos, y finalmente llega a Mercurio, que representa la forma especial de comunicación que es en verdad el sexo.

Satisfacción El individuo sólo puede liberar emociones reprimidas cuando sabe que sus pensamientos más íntimos pueden ser comprendidos y aceptados. La Luna simboliza el reflejo del yo en un intento por hallar aceptación, y no puede quedar sa­ tisfecha hasta que la actividad sexual haya alcanzado el nivel de la comprensión a través de Mercurio. Esta satisfacción completa también puede formar parte de la regresión simbóli­ ca al seno materno. El individuo siente que la fuente correcta de comprensión lo ha alimentado totalmente. De ese modo, es posible el orgasmo emocional. Muchas personas experi­ mentan orgasmos físicos, pero muy pocas saben lo que es un orgasmo emocional. Creen haber alcanzado el orgasmo por­ que sus cuerpos están cansados, exhaustos, incapaces de con­ tinuar el acto sexual, o porque han segregado determinadas hormonas. Eso sólo se produce a un nivel físico. El orgasmo mental ocurre a través de Mercurio, cuando nos damos cuenta de que el otro nos comprende por completo. El orgasmo emo­ cional ocurre a través de la Luna, cuando se alcanza el hogar que hay dentro de uno mismo. La Luna nutre, y a causa de su 31

Astrología de la sexualidad capacidad de conservar recuerdos, puede guardar en nuestro interior la fuerza de una sola experiencia sexual durante bas­ tante tiempo. Eso nos da la sensación de nacimiento, junto con el impulso para avanzar en otros ámbitos de la vida.

Uno Cuando alcanzamos este orgasmo completo, hemos utili­ zado todos los planetas, excepto el Sol, el yo fundamental, idealista y perfecto. La sensación de nacimiento que nos pro­ duce el orgasmo emocional de la Luna nos conduce al centro del ser, del que emanará todo lo demás. Veremos que las ac­ tividades sexuales empiezan desde un estado no resuelto (diez planetas), y terminan con el florecimiento de nuestro centro a través de nuestro Sol. Es como canalizar las ener­ gías hacia un punto central del ser que siempre nos esforza­ mos por alcanzar.

Los aspectos y la actividad sexual Los distintos aspectos entre los planetas nos dan pistas importantes sobre cómo funciona la actividad sexual en cualquier horóscopo. Si existe un aspecto armonioso entre cualquier planeta y el siguiente planeta más interior, la fun­ ción sexual podrá progresar con relativa facilidad. Un as­ pecto difícil entre cualquier planeta y el siguiente más inte­ rior suele simbolizar un punto estancado en el proceso se­ xual, e indica que el individuo debe aprender a superar las dificultades. Por ejemplo, un trino o una conjunción entre Plutón y Neptuno indica que al individuo le resulta fácil añadir fantasía creativa a la energía sexual en bruto. Otro aspecto armonioso entre Neptuno y Urano indica que al in­ dividuo le resulta fácil excitarse con sus propias fantasías. Sin embargo, si el horóscopo muestra una cuadratura entre Urano y Saturno, la actividad sexual queda a menudo blo-

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La función sexual queada en el «muro sexual», y para proseguir necesita ayuda con objeto de superar los obstáculos. Empicando este méto­ do, podemos observar en cada carta cómo la actividad sexual avanza sin dificultad y cómo plantea problemas al individuo. Consideremos el horóscopo de Sigmund Freud, quien consa­ gró gran parte de su vida a intentar comprender la función sexual. Los únicos aspectos incluidos en la carta son los que pro­ gresan desde los planetas exteriores hacia el interior, y muestran, por tanto, el flujo de la función sexual. No existe aspecto alguno entre Plutón y Neptuno que in­ dique que Freud no experimentara una corriente fluida des­ de la energía sexual en bruto hasta las capas de fantasía de la imaginación. De hecho, pasó mucho tiempo intentando comprender eso. Por fin, publicó un libro llamado La inter­ pretación de los sueños. Avanzó la teoría de que los símbolos de los sueños revestían gran importancia por lo que repre­ sentaban del inconsciente en bruto (Plutón), pero nunca llegó a comprender realmente esta función en el proceso creativo. El sextil entre Neptuno y Urano indicaba que es­ taba en contacto con el modo en que los sueños y las fanta­ sías producen excitación, pero la ausencia de un aspecto en­ tre Urano y Saturno indica la existencia de otro ámbito en el que Freud se esforzó mucho para alcanzar la compren­ sión. Gracias al aspecto Neptuno-Urano, era capaz de per­ cibir por intuición las cualidades sexuales magnéticas que permanecen en letargo detrás de los muros de Saturno, pero dedicó gran parte de su trabajo a la investigación de las represiones, los síndromes de culpabilidad, las sublimacio­ nes y otros impedimentos a la expresión sexual que descu­ brió en su propio Saturno. Existe un aspecto entre Saturno y Júpiter, pero se trata de una cuadratura, que indica la tensión que experimentaba al debatirse entre la moralidad tradicional que inhibía la ex­ presión sexual y la sinceridad del deseo de Júpiter por librar­ se de las ataduras. La oposición entre Júpiter y Marte mues­ tra el conflicto existente entre la última fase de la actividad 33

Astrología de la sexualidad

Sigmund Freud nacido el 6 de mayo de 1856 en Friburgo, Checoslovaquia

Datos natales obtenidos de Un quién es quién astrológi­ co, de Marc Penfield, Arcane Publications, York Harbar, Maine, 1972, pág. 169. 34

La función sexual

sexual interior y la primera fase de la expresión sexual. Freud avanzó el concepto del superego como un medio para explicar la razón por la que las personas internalizan su en­ torno, y debido a ello encuentran dificultades en su expre­ sión sexual exterior. Tal vez el rasgo más interesante de toda la carta sea la ausencia de un aspecto entre Marte y Venus (considerados tradicionalmente los dos planetas sexuales). A pesar de la intensidad de su trabajo, Freud nunca profun­ dizó realmente en el concepto de la energía que se genera durante la experiencia amorosa en la fase de Venus. Esto es importante, porque nos enseña algo acerca de cómo leer la actividad sexual en una carta. Cuando no existe ningún as­ pecto entre cualquier planeta y el siguiente planeta más inte­ rior, la actividad sexual se ve momentáneamente frustrada. Va en busca del siguiente planeta de la secuencia, pero debe desviarse a través de otros aspectos a fin de alcanzarlo. En la carta de Freud, Marte tiene que retroceder a través de Satur­ no (que expresa el aspecto en cuadratura), antes de llegar a Venus dando un rodeo (Saturno sextil Venus). Desde el punto de vista de Freud, no se podía considerar que el sexo condujera a la experiencia amorosa de forma directa. Creía que su expresión abierta ( que conduce de regreso a Saturno) revelaría a menudo complejos, bloqueos y otros impedimen­ tos ocultos a los sentimientos naturales y saludables, así como toda una serie de otras restricciones que se interponen en la capacidad de alguien para sentir amor. A causa de es­ tos aspectos, Freud jamás consiguió juntar todas las piezas del rompecabezas, aunque hizo grandes progresos iniciales en la comprensión de la sexualidad. Freud no sabía que el amor genera comprensión. Lo ve­ mos al observar su aspecto semisextil entre Venus y Mercurio. A causa de la dirección de su Marte hacia Saturno y Venus, habría tenido gran dificultad para percibir la corriente conti­ nua de la energía sexual, tal y como ésta funciona. Su percep­ ción del amor como fundamento de la comprensión se habría producido más sobre una base hipotética, antes que sobre una conciencia personal del potencial de la corriente sexual.

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Astrología de la sexualidad

Relaciones sexuales Cada persona posee una combinación de energías distin­ ta, que emana de su aura. Algunas personas son tipos fuerte­ mente neptunianos. Poseen una cualidad muy tenue y vaga capaz de dar una impresión que contribuye a calmar a los de­ más. Otras personas son muy uranianas. Bullen de excita­ ción, producen un efecto tónico y siempre cargan la atmósfe­ ra de su entorno. Por lo general, uno u otro planeta define con fuerza nuestra vibración particular. Este factor desem­ peña un importante papel en las relaciones sexuales. Para que la satisfacción sexual sea completa, la actividad sexual tiene que poder recorrer todo el camino que va desde Plutón a Mercurio. Si una persona carece de los aspectos neptunianos necesarios, tiende a sentirse fuertemente atraí­ da por los individuos neptunianos que emanan la suficiente vibración como para llenar ese vacío. Del mismo modo, cualquier planeta que carezca de aspectos ( o tenga aspectos difíciles), tiende a atraer individuos cuyas cartas establezcan los vínculos que faltan. Ésta es la razón por la que nos relacionamos intensamen­ te con algunas personas y con menor intensidad con otras. Las personas a través de las cuales nos completamos se con­ vierten en importantes para nosotros. Gracias a ellas pode­ mos llegar a comprender cómo funciona la suave corriente de la actividad sexual. Puesto que Plutón tiene mucho que ver con la conciencia de masas, y con lo que el individuo absorbe inconscientemen­ te de su entorno, esta misma progresión hacia Mercurio tam­ bién es importante para comprender cómo funciona el proce­ so de aprendizaje. En los horóscopos que presentan aspectos armoniosos desde Plutón hasta Mercurio, el aprendizaje es una experiencia que fluye con suavidad. Allí donde hay as­ pectos difíciles, o éstos no se hallan presentes, se ve obstacu­ lizada la capacidad de aprendizaje. Del mismo modo que ne­ cesitamos satisfacción sexual, también necesitamos a otras personas para explicar ideas, pensamientos y conceptos que

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La función sexual llenen los espacios vacíos de nuestra carta. El aprendizaje y el sexo no son experiencias aisladas, ni están necesariamente separados el uno del otro. Muchas personas experimentan el mejor aprendizaje a través del sexo. Aunque el sexo no se exprese de forma física, su corriente subyacente de energía, que se desplaza por los planetas, se convierte en la base para la continuidad del aprendizaje. Podemos comprender con fa­ cilidad los pensamientos extraídos de Plutón y Mercurio, porque han pasado por todos los colores de las distintas energías planetarias que existen entre ellos. Los pensamien­ tos y conceptos que se detienen en alguna parte a mitad del proceso, se sienten como incompletos; tal vez les falte pro­ fundidad y claridad. Las relaciones sexuales no suelen tener el sexo como úni­ co objetivo. Existen para que el individuo pueda aprender. La experiencia sexual abre las puertas de nuestros canales de aprendizaje, que nos permiten llegar a comprender la impor­ tancia de la continuidad. En las relaciones constructivas, la mente se centra gracias a su capacidad de seguir la corriente. Se entrena para no aceptar menos de lo que puede alcanzar. Las experiencias infelices se deben a la dispersión de las ener­ gías de aprendizaje. Si la mente se acostumbra a las corrien­ tes indirectas, dejará de funcionar a su nivel óptimo. Vemos que todas las relaciones influyen en el modo en que la mente aprende a orientar el pensamiento. Puesto que toda experiencia se forma primero en la mente, la canaliza­ ción apropiada de todo lo que ésta percibe es una cualidad que conviene desarrollar. Las distintas experiencias sexua­ les dejan su impronta en la mente. Si abrimos ciertos canales y centros de memoria, éstos se convertirán en mapas de ca­ rreteras del pensamiento futuro. Si el sexo y el aprendizaje van de la mano, resultará fácil comprender por qué el sexo desempeña un papel tan importante en la evolución del ser humano.

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3. ELKARMASEXUAL Gran parte del karma (la ley de causa y efecto*) se produ­ ce como consecuencia de las experiencias sexuales. Las dife­ rentes partes del cuerpo físico recuerdan cada experiencia, e introducen muchos recuerdos inconscientes del pasado en las nuevas experiencias. Los efectos acumulados de las di­ versas experiencias sexuales de vidas pasadas actúan como la causa del modo en que el individuo puede reaccionar al sexo en la vida presente. Aunque a primera vista parezca algo simplemente académico, sus implicaciones son bastante pro­ fundas desde la perspectiva psicológica. Es posible que muchas personas confundan inconsciente­ mente las acciones sexuales presentes con recuerdos ocultos de experiencias pasadas. Mientras esto suceda, el individuo aprenderá lecciones sexuales en cuanto al modo en que pue­ de relacionarse verdadera y sinceramente con otra persona. Existen muchos niveles de sexo, que van desde las expe­ riencias más crudas, que tan sólo implican lujuria o enajena­ ción, hasta las formas más elevadas, que simbolizan la esen­ cia pura del amor divino a través de la expresión humana. A lo largo de diferentes vidas o diferentes experiencias en esta vida, las personas pueden aprender gradualmente a alcanzar la plenitud sexual, al descartar lentamente la mera atracción magnética hacia el sexo y dejar espacio para las formas más elevadas del amor sexual. Véase Martín Schulman, Astrología kármica, vols. 1-4 I: Nodo lunares y reencarnación, 11: Planetas retrógrados y reencarnación, 111: La parte de la fortuna en el Horóscopo y IV: El Karma del pre­ sente (Ediciones Índigo).

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Astrología de la sexualidad En los niveles inferiores del karma sexual, el individuo puede retener creencias pasadas que configuren la estructura de su identidad. Es posible que el acto sexual no tenga en cuenta el hecho de compartir o preocuparse por las necesida­ des interiores de la otra persona. Tal vez el sexo parezca es­ tar separado del amor. Si un individuo no comprende que el sexo no es una competición o una lucha por el amor, carece­ rá por lo general de las cualidades eufóricas del amor, pre­ sentes en los niveles superiores. En un nivel algo más elevado de la conciencia sexual, empieza a manifestarse la percepción de que el acto sexual puede provocar ciertos sentimientos tanto en uno mismo como en la pareja, sentimientos que tienen un efecto dura­ dero sobre el futuro de la relación. En este punto, las perso­ nas empiezan a ser conscientes de las implicaciones kármi­ cas. El sexo es una forma de comunicación. A menudo es el factor que abre las puertas entre personas que, de otro modo, permanecerían aisladas. Se establece un vínculo que influirá para siempre en los sentimientos que uno albergue acerca del otro. En los niveles más elevados de la experiencia sexual, el individuo percibe la presencia del amor cósmico. Ha trascen­ dido los límites del yo inferior. Las personas, los lugares, el tiempo y el espacio pasan a formar parte de una mente uni­ versal que lo rige todo. En este nivel, tiene lugar la mezcla de dos individuos. La finalidad del sexo no es tan sólo la gratificación física, ni la satisfacción emocional; ni siquiera la comprensión men­ tal. Es la unificación de dos almas, fundiéndose en una uni­ dad cósmica, que es su legado divino. El sexo es una experiencia de diversas facetas, y el amor que se expresa de forma física no sólo sirve para aprender a relacionarse íntimamente con otra persona, sino también para recrear el acto simbólico divino de la creación. El karma sexual se compone de muchos hilos intrinca­ dos, parecidos a los que se entretejen en un tapiz, que avan­ zan lentamente hacia la conclusión. Cualquiera que sea

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El karma sexual nuestro nivel sexual, atraemos automáticamente a dos tipos de personas. Uno de ellos representa a nuestros maestros se­ xuales, mientras que el otro simboliza a nuestros discípulos sexuales. Podemos ver dónde hemos estado y hacia dónde nos dirigimos en cada momento. A menudo nos sentimos más cómodos con personas cuya evolución sexual pertenezca a nuestro pasado, y permaneceremos en nuestro pasado mientras vibremos en ese nivel. Tal vez no nos sintamos có­ modos con personas cuya evolución sexual simbolice todo aquello hacia lo que nos dirigimos. Si estamos dispuestos a aprender algo «superior», no cabe duda de que haremos mu­ chos progresos kármicos, no sólo en lo que se refiere al sexo, sino también hacia una comprensión más profunda de nues­ tro ser y el lugar que ocupamos en el mundo. El sexo abre los centros de sensibilidad del cuerpo. Por ello, las conversaciones que se sostienen justo después de las experiencias sexuales son extremadamente profundas, y a menudo llegan incluso al núcleo del inconsciente. Se trata de una experiencia positiva, porque de este modo alcanzamos percepciones muy profundas. Sin embargo, una dieta cons­ tante con exceso de sexo puede tornarnos demasiado sensi­ bles al mundo exterior. La cantidad de experiencia sexual que vivimos en cada momento debe ser proporcional a lo que podemos asimilar en términos de conciencia que nos ayude a madurar. Y el sexo sin conciencia es inútil y está kármicamente estancado. Es importante que cada uno de nosotros se esfuerce por desarrollar su nivel sexual, ya que de este modo ayudare­ mos a crear una cultura más humana en la que vivir. Del mismo modo que los individuos aprenden a alcanzar la ple­ nitud, también lo hace el mundo como un todo. A menudo pensamos en el karma sexual en relación con el modo en que actúa el individuo. También existe karma en la inacción. La energía sexual es muy sutil y se desplaza rápidamente a través del cuerpo. La energía mental es más tosca, y su movimiento más lento permite a las personas pensar con claridad. Cuando un individuo siente la necesi41

Astrología de la sexualidad dad fisiológica de liberar energía sexual, y la inhibe por cual­ quier razón psicológica, es posible que la energía sexual se desborde y pase a los centros mentales. Esto provoca irrita­ ción, pensamientos confusos, enojo, ideas retorcidas y una gran cantidad de reflexiones irracionales. Es importante que el individuo conozca sus necesidades sexuales, a fin de poder mantener el equilibrio entre las energías sexuales y otras energías vitales. Cuando una pequeña cantidad de energía sexual fluye in­ contenible hacia los centros mentales, genera esperanza, es­ timula los procesos mentales y da al individuo el incentivo necesario para hacer cosas de las que no se habría creído ca­ paz. Cuando por el cuerpo no fluye prácticamente energía sexual alguna, el ser se ve invadido por una sensación gene­ ralizada de letargo, lo que puede desembocar en la pereza y la depresión. Es un placer estar con personas sexualmente equilibradas, pues por lo general son felices, parecen vivir con los pies bien firmes sobre la tierra, y son capaces de con­ tribuir a la sociedad. Las personas que no equilibran la ener­ gía sexual van por el mundo con sentimientos de culpabili­ dad, temores, tensiones, dolores corporales; son, en suma, una carga para sus familiares, para sus amigos y para la so­ ciedad. La orientación de la vida de una persona viene determi­ nada por el nivel de energía sexual en el que vibra, y por el modo en que la maneja. Con el tiempo descubrimos que, en lugar de ser una de las partes más infames de la vida, el sexo es, en realidad, la más natural; y el equilibrio capaz de inte­ grar el yo inferior con el superior.

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Segunda parte LAS CASAS: EXPERIENCIA A TRAVÉS DE LA POLARIDAD

4. LAS CASAS

Las doce casas astrológicas representan las experiencias sistemáticas. Estas experiencias progresan desde la primera hasta la decimosegunda casa por orden correlativo. En la primera casa, el individuo aprende cosas sobre su identidad. Una vez hecho esto, le resultará posible descubrir los signifi­ cativos sistemas de valores que simboliza la segunda casa. Esos valores se pueden comunicar a los demás a través de la tercera casa. A medida que este sistema avanza por la rueda zodiacal, el individuo va comprendiendo una experiencia vi­ tal completa. Si bien estas experiencias son distintas, no están desco­ nectadas las unas de las otras. En lugar de interpretarse des­ de el punto de vista del aislamiento, los acontecimientos, las circunstancias y los modelos de comportamiento de cada casa podrán comprenderse con mayor claridad observando la interacción entre las casas que constituyen polaridades opuestas. Al igual que cada signo del zodíaco mantiene una estrecha relación con su signo opuesto, cada casa se halla en estrecha conexión con su casa opuesta. Las diferencias exis­ tentes entre Aries y Libra, por ejemplo, son parecidas a las que existen entre la primera y la séptima casas. Las diferen­ cias entre Tauro y Escorpio se parecen a las que encontra­ mos entre la segunda y la octava casas, y así sucesivamente. Estas diferencias son más bien como caras opuestas de una misma moneda. La primera y la séptima casas repre­ sentan la polaridad de un tipo concreto de moneda, en la medida en que representan un tipo determinado de expe­ riencia. La segunda y la octava casas representan un tipo de experiencia distinto; o un tipo diferente de moneda. Con de45

Astrología de la sexualidad masiada frecuencia, consideramos los opuestos como opues­ tos, sin darnos cuenta de que una dicotomía sólo puede exis­ tir si hay una verdad central que una los dos lados de esta misma cosa. Es posible que las dos caras de una moneda nos parezcan diferentes, pero de hecho forman parte de la mis­ ma cosa. No pueden existir dos puntos de vista en un desa­ cuerdo si no existe un tema central que sea común a ambos. Cuando estudiamos los efectos de las casas astrológicas, de­ bemos ser conscientes de que, aunque veamos la polaridad yin-yang de casas opuestas, la polaridad también representa algo que ambas tienen en común. Cuando un individuo evoluciona a través del aprendizaje de sí mismo, no es nunca el punto de vista extremo el que re­ suelve los problemas o las dificultades, sino la comprensión de la esencia central de todos los extremos.

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5. LA PRIMERA Y SÉPTIMA CASAS

La primera y séptima casas simbolizan las experiencias necesarias para el desarrollo y la identificación del yo, en re­ lación con su esencia fundamental, así como con su reflejo a través de los demás. En la primera casa, la expresión del ego tiene lugar cuando el individuo establece su sentido del propio valor. Aquí in­ tentamos ver nuestra singularidad en el mundo de la compe­ tencia sexual. La primera casa, que es la de la apariencia físi­ ca, simboliza la visión subjetiva del propio atractivo sexual. Por lo general, los pensamientos sexuales se restringen a la identificación del ego. En esta casa, regida por Marte, la energía de la libido busca crear la fuerza del ego de un indivi­ duo mediante la expresión personal. Puesto que la primera casa es la lente focal que filtra el resto de la carta si el indivi­ duo quiere alcanzar la satisfacción, lo natural es que esta parte del horóscopo simbolice el propio engrandecimiento. Si el individuo no hace esto para sí mismo, mantendrá el res­ to de la carta en su interior. Se puede alcanzar un equilibrio gracias a la función de la séptima casa. Las visiones subjetivas de la primera casa pue­ den reflejarse de forma objetiva si el individuo se ve a sí mis­ mo con los ojos de su cónyuge, o de aquellas personas con las que mantiene una relación estrecha. La estructura de la identidad de una persona se compone básicamente de la per­ cepción de la realidad subjetiva (primera casa) y de la com­ prensión de la realidad objetiva (séptima casa). Con frecuen­ cia, los pensamientos y sentimientos que uno tiene acerca de sí mismo precisan confirmación externa, a fin de que el indi­ viduo pueda creer firmemente en su propia identidad.

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Astrología de la sexualidad La mayoría de las personas son capaces de ver a los de­ más con mayor claridad que a sí mismas. Esto se debe a que el ego (tal como simboliza la primera casa) es la compren­ sión más clara que un individuo tiene de sí mismo. El ideal del ego (tal como simboliza la séptima casa) encierra todo lo que desearíamos ser si pudiéramos alcanzar la imagen ideal de nosotros mismos. El ego de la primera casa (regido por Marte) tiene una tendencia natural a intentar alcanzar de forma agresiva el ego de la séptima casa (regido por Venus). Cuando el ego parece estar mucho más allá del ideal del ego, la persona experimenta la sensación de estar incomple­ ta. Es posible que, gracias al matrimonio o a relaciones ínti­ mas con otras personas, encuentre las cualidades capaces de llenar el vacío y las añada gradualmente a la imagen que tie­ ne de sí mismo a través de un proceso de ósmosis. En tal caso, el ego y el ideal del ego evolucionan a la par, y el indi­ viduo experimenta una sensación de contento y felicidad. Se trata del equilibrio natural entre la primera y la séptima ca­ sas. Juntas configuran las dos caras de una misma moneda. No vivimos en una realidad aislada. Todo lo que desarro­ llamos a través de nuestro ego exige una reacción por parte de los demás, a fin de que podamos saber si nuestra vida transcu­ rre en el rumbo correcto. La primera y la séptima casas actúan como espejos que se reflejan el uno al otro. El matrimonio (como simboliza la séptima casa) puede ser una experiencia unificadora a la que le sientan bien los esfuerzos contributivos de los individuos (como simboliza la primera casa).

Aries primera casa-Libra séptima casa Con Aries en la primera casa, el individuo desarrolla una nueva estructura de identidad en esta encamación. Es posi­ ble que sus impulsos se les antojen primitivos a los demás. Tal vez sienta cierta ansiedad sexual, debida a la sensación de que tiene por delante muchas cosas que realizar, y no dispone de la práctica ni de los recursos necesarios para hacerlas. 48

La primera y séptima casas Este individuo necesita satisfacción espontánea a fin de adquirir fe en sí mismo, lo que le aportará finalmente el sen­ tido del propio valor. No es el acto sexual en sí lo que necesi­ ta subconscientemente, sino lo que representa, es decir, un desafío que él sea capaz de superar. Eso le da la fuerza nece­ saria para trasladar su espíritu pionero a otras esferas de la vida. Cuanto más capaz sea de emprender nuevos inicios, me­ jor podrá satisfacer la profunda necesidad que siente de de­ mostrar que no es inferior. Al ser una persona tímida bajo la superficie (por la decimosegunda casa oculta, Piscis), su an­ siedad crea situaciones que de otro modo no se darían. Al hacerlo así, se brinda a sí mismo una oportunidad para supe­ rar las insuficiencias que siente. Con Aries en la primera casa, la sublimación sexual pro­ voca dolores de cabeza y otras enfermedades y molestias re­ lacionadas con el estrés. El individuo no sólo necesita una pareja que fomente la expresión sexual, sino también a una persona que le permita ganar la contienda simbólica. Sin em­ bargo, puede perder el interés en su pareja si gana siempre. En la superficie, tal vez parezca que está intentando demos­ trar su superioridad, pero inconscientemente quiere que su pareja advierta su presencia y lo aprecie. Libra en la séptima casa puede actuar de espejo para los deseos que surgen como consecuencia del hecho de tener un ego. Cuando se contemple a sí mismo en ese espejo, tal vez se dé cuenta de que su sueño no consiste en luchar por supe­ rar a todo el mundo, ni en sentirse constantemente impulsa­ do hacia el éxito, sino en experimentar la paz de espíritu que puede proporcionar una relación armoniosa. Una unión ínti­ ma con otra persona puede enseñarle a equilibrar las carac­ terísticas de Libra del no-deseo con los esfuerzos compulsi­ vos de su ego. Por lo general, su pareja es altruista y adapta­ ble, y puede mostrarle el contrapunto de la excesiva obse­ sión narcisista que tiene respecto a su yo personal. La lección inherente a la polaridad de estas casas consiste en las diferencias y la armonía existentes entre el sexo y el 49

Astrología de la sexualidad amor. El ego persigue la conquista sexual (Aries en la prime­ ra casa), pero al ideal del ego le interesa más una experiencia amorosa más ligera y etérea (Libra en la séptima). El equili­ brio último es la comprensión de que el sexo y el amor no es­ tán desconectados el uno del otro. Por el contrario, el sexo confiere mayor profundidad y riqueza a la experiencia amo­ rosa, mientras que el amor añade belleza, poesía y razón al sexo. Palabras clave: ego competitivo, pareja cooperativa, ins­ piración por parte de la pareja, impulso sexual espontáneo, matrimonio afectuoso, libido fuerte, instinto primitivo, agu­ do, agresivo, aventurero, aprende de la pareja el significado de la cooperación en el matrimonio, consciente de sí mismo, sensible a las relaciones, en ocasiones experimenta senti­ mientos bisexuales, busca justicia por parte de los demás, al­ canza el equilibrio gracias al matrimonio.

Tauro primera casa-Escorpio séptima casa Tauro en la primera casa representa un carácter personal extremadamente afectuoso. Escorpio en la séptima casa atrae a menudo a compañeros muy sexuales que neutralicen la inseguridad inconsciente del ego. Este individuo muestra gran interés sexual por una gran variedad de personas, pero tiene tendencia a aferrarse a una sola. Puesto que está en profunda armonía con las sensacio­ nes físicas, es probable que su sentido del tacto y del olfato sean los más desarrollados de todo el zodíaco. Para el ego, el amor físico es esencial, mientras que la lujuria pura provoca la transformación que saca a la superficie los ideales del yo superior. Tal vez a este individuo le resulte difícil aceptar amistades con representantes del sexo opuesto a un nivel pu­ ramente platónico. En los primeros años de la edad adulta, es posible que experimente una profunda sensación de re­ chazo que le cueste reconocer cuando se le planteen situacio50

La primera y séptima casas

nes de esta índole. A fin de contrarrestarlo, tal vez se exceda en sus esfuerzos por lograr que la otra persona reconozca su fuerza y su resistencia físicas. Es posible que a ambos sexos les cueste ser fieles a una sola persona. Este individuo considera que las cualidades terrenales del sexo son necesidades primarias y tal vez le cueste ver las co­ sas desde la perspectiva correcta. La polaridad de esta casa funciona sobre la base del puro instinto, lo que proporciona a la estructura de la identidad una sensación de «realidad». Con Escorpio en la séptima, tal vez exista una disparidad en­ tre las cualidades básicas del ego y el inquieto modo de vida que experimenta al relacionarse íntimamente con otras per­ sonas. El divorcio o la ruptura de una relación provoca trans­ formaciones, pues el ideal del ego busca una cualidad desco­ nocida, más profunda y mística que la que tiene a mano. Muestra tendencia a aburrirse de sí mismo, pero los demás le intrigan. Como consecuencia de ello, atrae a otras personas de percepción aguda, profunda intuición y, con frecuencia, cualidades psíquicas. Es posible que esas personas le conside­ ren mejor de lo que él se considera a sí mismo. A menudo de­ pende de la visión y la perspicacia de los demás para com­ prender las motivaciones profundas de sus propias acciones. Dada la intensa posición planetaria, las relaciones son muy intensas, con frecuencia impregnadas de un gran ro­ manticismo, volátiles y no permanentes. Estas relaciones son necesarias para transformar un ego que, de otro modo, se muestra muy reacio a cambiar. La lección de la polaridad de estas casas es aprender a ayudar a otras personas a transformar sus valores sin perder por ello la identidad. Palabras clave: sensual, relaciones sexuales, básico, te­ rrenal, pareja tosca o lujuriosa, tendencias posesivas, celoso del yo, indulgente, desarrolla la profundidad a través del matrimonio, experiencias volátiles, transformaciones sexua­ les, sentimientos paranoicos, propenso al divorcio, fuerte instinto de supervivencia.

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Astrología de la sexualidad

Géminis primera casa-Sagitario séptima casa El individuo intenta comprender las verdades más pro­ fundas de las relaciones. A través del sexo, puede represen­ tar tanto su papel como el de su pareja, a fin de comprender ambos lados de la experiencia. Pese a su deseo de justicia, comprensión y liberación del pensamiento, es posible que descubra que sus parejas sexuales son más libres que él. Qui­ zá busque personas más jóvenes que él, y a través de estas re­ laciones espontáneas desarrolle la brillante presencia que exuda el ascendente Géminis. La intensa actividad mental conduce a menudo a una gran variedad de experiencias se­ xuales breves, en lugar de a relaciones sexuales que impli­ quen un compromiso duradero. El objetivo no es la compe­ tencia sexual, sino la capacidad de transformar una situación no sexual en una realidad sexual. El individuo aprende a inte­ grar los sueños amorosos con su expresión en el mundo real. Con Sagitario en la séptima, el ideal del ego se basa en la verdad y la sinceridad. El individuo valora estos factores más que cualquier otra cosa, los considera tan especiales que nin­ guna otra cualidad puede superarlos. Estos ideales equili­ bran la naturaleza dual del ego. Géminis representa las men­ tes gemelas. La estructura de la identidad siempre posee una cualidad de «sí-no». El yin y el yang tienden a generar una inseguridad infantil en la percepción fundamental del yo, la cual desaparece en relaciones capaces de sacar a la luz las cualidades mentales superiores de Sagitario, ya que este sig­ no es capaz de reconocer las dualidades y, al mismo tiempo, conocer la singularidad de la verdad, que está fuera de toda duda. Con la polaridad de esta casa, el individuo sólo puede sentirse centrado a través de la luz objetiva procedente de la relación con otra persona. Como consecuencia de ello, muestra una gran tendencia a idolatrar a una pareja que sea capaz de ver las cosas desde un punto de observación privile­ giado y filosóficamente distanciado. El ego considera que el sexo es un curioso juego, en el que él es tanto el actor como el observador. Al mismo tiem52

La primera y séptima casas

po, el individuo atrae a personas que hagan aflorar los idea­ les del yo superior en cuanto a la honestidad y la sinceridad, así como el sentido de liberar el propio espíritu de lo munda­ no. Irónicamente, el individuo con Sagitario en la séptima casa se siente más libre cuando sabe que pertenece a alguien. La lección de la polaridad de estas casas consiste en libe­ rar el yo mediante el matrimonio, comprendiendo el modo en que la naturaleza dual del ego se comunica con sus ideales. Palabras clave: mentalmente agresivo, espontáneo, juve­ nil, estructura dual de identidad, modelos sexuales repetiti­ vos, versátil, adaptable, hablador durante el acto sexual, tendencias exhibicionistas, suerte gracias al matrimonio, ecléctico.

Cáncer primera casa-Capricornio séptima casa Aquí, la sexualidad va estrechamente ligada a la seguri­ dad emocional. Este individuo es muy sensible e intuitivo. Tal vez le atraigan las personas mayores que él, ya que desea madurar a nivel sexual. Puesto que no soporta el rechazo, quizás evite acercarse al sexo opuesto si siente que existe la más leve posibilidad de que le rechacen. No se toma el amor a la ligera. Mantener una relación íntima con una persona supone un compromiso a muchos niveles, y como conse­ cuencia de ello, este individuo se siente muy unido a una persona que le profese afecto sincero. Su timidez infantil le impulsa a buscar a una pareja fuerte que lo proteja. Además, la reacción sexual va ligada a la con­ fianza. Si siente esa confianza, se muestra muy cálido y afec­ tuoso, y puede dar mucho sin pedir demasiado a cambio. Aunque el ego está profundamente arraigado en la emocio­ nalidad, el ideal del ego necesita alcanzar la madurez. En consecuencia, el individuo buscará una pareja que pueda sa­ car el mayor partido posible de su potencial en todos los sen­ tidos. 53

Astrología de la sexualidad A través de su ego (primera casa), a menudo se entu­ siasma con sentimientos que surgen de forma espontánea, y necesita el espejo de Capricornio para determinar si dichos sentimientos son prácticos o tan sólo una exhibición infantil de emociones. A nivel sexual, tal vez tenga que resolver un complejo de Edipo. El matrimonio puede ser una recrea­ ción de los papeles de la infancia, a fin de que las secuelas emocionales pasadas puedan organizarse de alguna forma lógica sobre la que adquirir una sensación de seguridad. Este individuo tiene miedo del mundo exterior y necesita reafirmarse constantemente. Esto puede crear una depen­ dencia que ponga a la persona a merced de su pareja, quien siempre parece mantener cualquier situación bajo control. O tal vez se resienta del hecho de necesitar a una pareja que cuide de él. A fin de adquirir seguridad emocional, quizá contraiga matrimonio con una persona mayor que él o con alguien con un sentido del honor, una dignidad y un respeto por sí mis­ mo más allá de todo reproche. El ego es como una flor en ciernes que intenta alcanzar la estima que desea cuando se convierte en una planta madura. Esta posición planetaria representa una de las lecciones más importantes del zodíaco. Si el individuo quiere probar la esencia de la plenitud, debe comprender que el amor sexual se basa en la vulnerabilidad. El ascendente Cáncer tiene que ser vulnerable, a fin de expresar la amplia gama de emocio­ nes que experimenta, pero sólo puede abrirse cuando el indi­ viduo sabe que el acto sexual va acompañado de seguridad. Palabras clave: emocional, sensible, cálido, impulsivo, infantil, sensual, posesivo, oculta sentimientos, entabla rela­ ciones estrechas, se avergüenza con facilidad, muy fértil, ins­ tinto maternal, matrimonio kármico o pareja mayor que él, valora la protección, relaciones duraderas, personaje priva­ do, madura a través del matrimonio.

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La primera y séptima casas

Leo primera casa-Acuario séptima casa Con esta posición planetaria, el individuo puede ser exhi­ bicionista en muchas esferas. Esta persona representa la flor completamente abierta que se orienta hacia el Sol. Posee un ego y una imagen de sí mismo muy poderosos. Aunque es una persona muy sexual, evita las situaciones que puedan so­ cavar su sentido de la autoestima. Las aventuras amorosas a escondidas se convierten en el terreno de pruebas en el que expresa sus instintos creativos y románticos. Puesto que a la estructura de la identidad se aso­ cia un aire de realeza, tal vez el individuo sienta que no se le deben negar las experiencias sexuales que desea. Es posible que se sitúe por encima del dominio de los demás en muchos sentidos. Quiere que se le preste atención y se siente atraído por cualquier persona que presente el más leve matiz de vo­ yeurismo. Acuario séptima casa actúa como elemento equilibrador de los fuertes impulsos del ego, que nunca parecen ser del todo satisfactorios. La necesidad impersonal de ser útil a la humanidad actúa a través del matrimonio como un medio para enfocar la verdadera central energética del ascendente Leo. Aunque el individuo necesita del matrimonio para al­ canzar dicho objetivo, le cuesta mantener una relación pro­ longada con una sola pareja. El concepto mismo de la rela­ ción íntima viola los ideales del ego de Acuario, que son im­ personales y desapasionados en las situaciones íntimas. El divorcio es una circunstancia corriente en esta posición planetaria, pero puede evitarse si la pareja no es exigente y puede entender filosóficamente la idea de la dependencia mutua dentro del matrimonio. A nivel sexual, los dos egos nunca se funden en uno, ya que tanto Leo como Acuario po­ seen una fuerte voluntad. Por el contrario, cada individuo en­ seña al otro a ser «su propia persona». La cercanía y la cali­ dez que pueden esperarse en el matrimonio no se experimen­ tan realmente en esta configuración, pero el individuo madu­ ra y evoluciona considerablemente a nivel espiritual. 55

Astrología de la sexualidad La lección de la polaridad de estas casas consisten en aprender a equilibrar las necesidades del ego personal con la voluntad impersonal de la conciencia divina. Palabras clave: ego poderoso, atractivo, confiere energía a los demás, egocéntrico, muy sexual, desarrolla firmes valo­ res morales, seguro de sí mismo, sincero, autosuficiente, ale­ gre, atrae a una pareja única, unión basada en el reconoci­ miento mutuo de la individualidad, necesita desahogar la frustración sexual, conoce el amor impersonal a través del matrimonio.

Virgo primera casa-Piscis séptima casa Con Virgo en la primera casa buscamos la perfección en nuestra identidad sexual. Buscamos una pareja a la que po­ damos reformar, pues nos cuesta tolerar imperfecciones en nuestro ideal del ego. Por lo general, no somos felices en la primera mitad de nuestra vida, pues tendemos a atraer a amantes que no nos hacen nigún bien realmente. Una vez que nos damos cuenta de ello, podemos cambiar la estructu­ ra de nuestra propia identidad para situarla en un nivel más compatible con la realidad. Para esta persona, revisten especial importancia el aspec­ to físico, el atuendo cuidadoso y el aseo personal. Si no se siente limpio, tiende a sublimar su impulso sexual, racionali­ zándolo como discriminación mental. Incluso cuando es rea­ lista, mantiene el listón demasiado alto, y prefiere privarse del sexo antes que sentir que está rebajando de algún modo sus valores éticos o morales. Algunos individuos con Virgo en la primera casa tienden a la bisexualidad y a la homosexualidad en su interminable búsqueda de la «autounión perfecta». Con esta posición también son corrientes la asexualidad, la abstinencia y el ce­ libato. Si el individuo es heterosexual, el ascendente Virgo crea una sensación de pequeñez personal en relación con la 56

La primera y séptima casas

naturaleza infinita del Piscis séptima casa que experimenta a través de su pareja. El individuo intenta servir a su pareja por compasión. Dicha pareja puede ser un escapista, un al­ cóholico, un mentiroso crónico, un artista temperamental o, simplemente, una persona ilusoria que viva en un sueño que nada tenga que ver con la realidad. El ego puede poseer cierta cualidad «santa». La persona se ve a sí misma como un reformador que está intentando simpatizar con un ser aparentemente desamparado. Cree que su pareja constituye su misión como «mártir». Piscis es el sig­ no del «Cristo», y cualquier individuo que tenga Piscis en la séptima casa llevará su propia cruz en el matrimonio. El tremendo esfuerzo que consagra a dar forma, estructu­ ra, valor y sentido a un turbulento mar de ilusiones y confu­ sión saca a la superficie lo mejor del individuo. Tal vez sepa en ocasiones que se trata de una tarea inútil, pero aun así ad­ quiere cada vez mayor conciencia de la existencia en sí mismo de un amor superior por el mero hecho de intentarlo. La lycción de la posición de estas casas se aprende en una etapa posterior de la vida, una vez que el individuo se da cuen­ ta de la importancia de equilibrar los ideales de su ego con los grandes sacrificios que debe hacer para poder experimentar la profundidad mística del sentimiento emocional que persigue. Palabras clave: capacidad de discernimiento, idealista, nervioso, astuto, las desilusiones generan hedonismo, a ve­ ces asexual, bisexual u homosexual, impulso sexual afectado por la apariencia física, en ocasiones frígido, piedad natural inconsciente, solícito en el matrimonio, pareja sensible, al­ canza el amor divino a través de la unión.

Libra primera casa-Aries séptima casa Con Libra en la primera casa, el sexo tiende a reflejar las necesidades de la pareja. Al individuo le cuesta saber quién es realmente, y por lo general está enamorado del amor. A 57

Astrología de la sexualidad menudo pasa por la vida viéndolo todo de color de rosa, imaginando que existen aventuras amorosas en gran canti­ dad de situaciones. Puede engañarse a sí mismo y a los que le rodean al no querer reconocer la realidad de sus relaciones. Su identidad sexual es pasiva y necesita del aliento entu­ siasta de la pareja. Una serie de inseguridades básicas y el miedo al rechazo llevan al individuo a buscar una pareja fuerte y a veces egoísta, que sepa dominar. La naturaleza sensible, suave y amable del ascendente Libra se siente muy a gusto siguiendo a la persona adecuada. Pese a la etérea levedad de esta posición planetaria, el Tauro octava casa que por lo general la acompaña provoca que las necesidades sexuales sean bastante telúricas y fuer­ tes. A través del sexo, la belleza física y espiritual de este in­ dividuo puede encontrar una vía especial de escape para la expresión. A través del matrimonio, encuentra la individua­ lidad y el sentido de la identidad, porque el ascendente Libra ( que es el signo natural del matrimonio) tiende a hacer que el individuo se sienta como una persona incompleta cuando la vida lo obliga a vivir por y para sí mismo. Cuando la iden­ tidad se centra en el «nosotros» en lugar de en el «yo», la be­ lleza interior natural de esta posición empieza a brillar en todo su esplendor. El individuo establece un sentido de cla­ ridad y la importancia de avanzar por la vida en una sola di­ rección. Puesto que es muy sensible, este individuo interio­ rizará cualquier cualidad egoísta que posea su pareja. Sin embargo, en lugar de tratarse de un rasgo negativo, esto le ayudará a conferir mayor impulso y ritmo a un ego que, de otro modo, sería demasiado pasivo. A nivel sexual, el individuo quiere complacer a su pareja, pero es ésta quien le enseña que también debe complacerse a sí mismo. La lección de la posición de estas casas consiste en cen­ trar el ego pasivo a través del matrimonio, y aprender al mis­ mo tiempo a equilibrar la relación de pareja a través del ego impersonal. 58

La primera y séptima casas Palabras clave: sensible, conciliador, se sacrifica por su pareja, identidad impersonal, mucho tacto, estético, relacio­ nes obscenas, a veces bisexual, complejo sadomasoquista in­ consciente, pareja juvenil, compañero sexual enérgico.

Escorpio primera casa-Tauro séptima casa Se trata de la posición más sexual del zodíaco. La natura­ leza fija y determinada de Escorpio y Tauro siempre extrae su fuerza del deseo sexual. Incluso si la persona se halla en el sendero del logro espiritual, las transformaciones a través de la sexualidad se convierten en la esencia del camino. El sexo agudiza el carácter intuitivo e instintivo, que saca a la super­ ficie una personalidad perspicaz, aunque a menudo silencio­ sa, que oculta una gran profundidad personal. Mientras escudriña en los secretos más íntimos de otra persona, este individuo enmascarará con gran astucia las verdaderas motivaciones de su ego. Ello se debe a que no cree realmente que los demás sean capaces de entender la vida del modo en que él la ve. Sus ideas, actitudes y acciones proceden de un nivel básico, desinhibido, franco y abruma­ doramente real. Tiende a acechar a sus objetivos sexuales, como un ani­ mal que busca a su presa. Si está casado, tal vez tenga aven­ turas amorosas, porque tiende a utilizar el sexo para confir­ mar la correción de su perspectiva motivacional. En lugar de cavilar sobre las pequeñas cosas que van mal en el matrimo­ nio, prefiere buscar compañeros sexuales secretos a fin de hallar lo que echa de menos. Las frenéticas batallas que libra consigo mismo se deben a que posee un ego inconsciente. El tormento de destruirse a sí mismo y a los que le rodean, en un esfuerzo por transformar todas las condiciones del mundo que sean inferiores a lo que perciben sus elevados ideales, constituye una constante fuente de irritación para él. Puede destruirse a sí mismo para construir otro ser. A través del matrimonio, aprende a apreciar los valores de la 59

Astrología de la sexualidad

constancia, la paciencia, así como de la construcción de una estructura sólida que da forma a lo que de otro modo sería un modo de vida muy inquieto. Su ego inconsciente atribuye mayor importancia al sexo que al amor, pero los ideales del ego de su séptima casa le enseñan todo lo contrario. A través de reiteradas experiencias de destrucción y reconstrucción, empieza a comprender lentamente cómo combinar ambos para lograr la mezcla coherente que le permitirá vivir en ar­ monía. Busca el placer, y buscará a un amante del ocio como pa­ reja. Las mayores dificultades con que tropieza en el matri­ monio se deben al modo en que maneja su carácter posesivo y celoso. Puede llegar a destruir literalmente un matrimonio por culpa de las sospechas debidas a su paranoia inconscien­ te. Si aprende a dominar su intensidad, puede transformar su ego y, al mismo tiempo, aportar a la pareja la profundidad que necesita su compañero. La lección de la posición de estas casas consiste en apren­ der a convertir la energía sexual en producción creativa, y en percatarse de la importancia de forjar nuevos ideales. Palabras clave: intensamente sexual, penetrante, miste­ rioso, lujurioso, a veces obsesionado, regenerativo, a veces bisexual, busca verdades inconscientes, gran fortuna me­ diante la unión, el conflicto entre el sexo y el amor debe transformarse en una combinación armoniosa, necesidades perversas, tendencias libertinas, voyeurismo.

Sagitario primera casa-Géminis séptima casa Esta persona tiene gran cantidad de pensamientos sexua­ les que no se manifiestan necesariamente de forma física. El ego se identifica con la libertad y puede utilizar el sexo como un medio para romper las cadenas si se siente atado. Cuando el individuo es libre, el sexo pierde algo de su importancia, y se convierte en un símbolo de otras cosas. 60

La primera y séptima casas La mente superior necesita sentir que está por encima de lo mundano. El sexo que experimenta debe representar, en cierto sentido, algo más de lo que considera que los demás son capaces de entender. Tal vez no vea el amor como algo planeado o protegido, sino como una más de las aventuras de la vida. Como tal, este individuo es un romántico, que a menudo se enfrenta a molinos, pero que no deja de pasar de una aventura a otra. Eso provoca que le cueste dedicarse por entero a una sola pareja. Por ello, junto a un temor básico al compromiso, los individuos con este ascendente experimen­ tan a menudo el divorcio. Lo más interesante es que no es la gratificación derivada del acto en sí, sino la idea de la opor­ tunidad sexual lo que impulsa al ego a diversificarse en mu­ chas direcciones. El individuo necesita espontaneidad, lo que hace que siempre intente librarse de cualquier atadura, trascender los límites, y asegurarse a sí mismo que es real­ mente un espíritu libre. Cuando tiene una fantasía sexual, por lo general ésta se desarrolla al aire libre, lo que satisface su necesidad de sentir que forma parte de la naturaleza. El matrimonio le enseña a centrar estos intereses en la vívida presencia de la realidad del «Ahora». El ego normalmente excesivo de Sagitario tiende a ver las cosas desde una perspectiva exagerada, pero el ideal del ego de Géminis en la séptima casa centra la per­ cepción de las relaciones entre personas que pueden devol­ ver a este individuo a la realidad terrenal. El yo siempre es consciente del macrocosmos, mientras que el matrimonio se basa en el microcosmos. Aunque el individuo posea eleva­ dos valores personales que rocen la verdad universal, sólo mediante el matrimonio aprenderá a hacerlos funcionar. Tanto en el ego como en el ideal del ego, el sexo es más un instinto de curiosidad que una necesidad física o emocional. La lección de la posición de estas casas consiste en la di­ ferencia entre ver y ser. El ego debe aprender a expresarse a través de la consideración del otro, lo que contribuye a crear el tipo de comprensión conyugal que, en último término, proporcionará al individuo la verdad que busca. 61

Astrología de la sexualidad Palabras clave: inquieto, espíritu libre, carece de sensibi­ lidad emocional, busca experiencias sexuales espontáneas, aburre con facilidad, masturbación mental, atrae relaciones platónicas, matrimonio desapasionado, aprende a través de su pareja, ego ecléctico, propenso al divorcio, viola mental­ mente a los demás, encarnizada lucha con la mortalidad.

Capricornio primera casa-Cáncer séptima casa Con Capricornio en la primera, el individuo intenta esta­ blecer un sentido personal de responsabilidad sexual. Quiere forma, estructura, dignidad y respeto a sí mismo, de modo que intentará evitar cualquier comportamiento sexual que quebrante estas necesidades. Siente el deseo de esconderse de sí mismo, de modo que alza un muro entre lo que realmente siente y lo que quiere que los demás sepan. El orgullo de sí mismo y las inhibicio­ nes son los ladrillos de dicho muro, mientras que el deseo de defenderse de cualquier cosa que ponga en peligro su seguri­ dad es el cemento que lo sostiene. Su vida sexual puede pa­ recer algo limitada. El sexo va ligado a una obligación inte­ rior para con la ética religiosa y moral que siente hacia su Dios. Aunque el interés que siente por el sexo no es necesa­ riamente menor que en el caso de los demás signos, es cons­ ciente de la importancia que reviste llegar a respetarse a sí mismo y mantener vivo ese respeto, no sólo por su propio bien, sino también para la conservación y la protección de los principios en los que cree. A través del matrimonio aprende a entrar en contacto con sus emociones. Aunque a su ego le gusta llevar máscara, su ideal del ego desea realmente deshacerse de toda fachada, poner los pies sobre la tierra y conocer las interacciones que se producen entre él mismo y la persona a la que ama. Esta posición planetaria hace que el individuo sea «muy viejo para su edad» durante la juventud, ya que intenta estar a la altura de todo lo que cree que se espera de él. Cuando

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La primera y séptima casas empieza a observar los rasgos cancerianos de su séptima casa, comienza a invertir lentamente sus modelos. El matri­ monio produce espontaneidad, reacciones, actividades y si­ tuaciones menos planeadas. Siempre buscará una pareja muy afectuosa, sensible y cálida, a fin de poder llegar a ha­ llar estas características en sí mismo. El sexo adquiere una propiedad que no se encuentra en otras áreas del zodíaco. Se convierte en un importante víncu­ lo, gracias al cual se crea una unidad familiar basada en la devoción. La lección de la posición de estas casas consiste en que el ego maduro aprenda a cuidar de su pareja, y gracias a la cali­ dez y la sinceridad que se puede desarrollar a través del ma­ trimonio, recibe a cambio los materiales que establecen su sentido del valor y del propósito. Palabras clave: restrictivo, sobrio, sexualmente reprimi­ do, inhibido, poca capacidad de planificación, protector, fuerte sentido del superego, se preocupa por su pareja, sen­ sible a las necesidades sexuales de su pareja, sumiso, madura a través del matrimonio, miedo a dejarse ir, complejo de Edipo, una pareja inmadura que necesita evolucionar.

Acuario primera casa-Leo séptima casa El individuo con esta posición planetaria siente una gran curiosidad sexual. La identidad cambia constantemente, pues el individuo experimenta personalmente una concien­ cia impersonal. Cada vez que cree haberse encontrado a sí mismo, descubre un nuevo camino que le induce a seguir buscando. Es un experimentador, pero puesto que esta configuración suele ir acompañada de Virgo en la octava, sus instintos sexuales son más mentales que físicos. Al co­ nocer las aventuras sexuales de otras personas, siente que forma parte de algo que va más allá de su pequeñez perso­ nal. En cierto modo, se engaña a sí mismo, como el burro 63

Astrología de la sexualidad del proverbio, que intenta atrapar la zanahoria que él mismo se ha colocado delante de la nariz. Pese a su curiosidad sexual, tiende a ser una persona se­ xualmente tranquila. Su perspectiva es mecánica, científica, clínica e investigadora, lo que provoca que su conducta se­ xual sea menos humana y más orientada a la investigación. Puede ser original, algo perverso, espontáneamente adapta­ ble a casi todas las situaciones y, en ocasiones, bisexual u ho­ mosexual. Todo ello es producto de su necesidad de descu­ brir quién es. El matrimonio le enseña a atar los cabos sueltos de su personalidad, para poder así encontrar un propósito cons­ tructivo y coherente en todo aquello que experimenta en su vida. Es una de las pocas posiciones zodiacales en las que al individuo le resulta prácticamente imposible encontrar su yo personal si no cuenta con la ayuda del matrimonio. Las ener­ gías uranianas que ejercen influencia sobre el ego son dema­ siado erráticas como para que esta persona pueda percibir la singularidad de su existencia. Sin embargo, las necesidades de su Leo en la séptima casa le permiten enfocar su deseo de dar. Así, puede encontrar (a través del matrimonio) el senti­ do del propósito que su ideal del ego necesita para sacar pro­ vecho de todas las posibilidades existenciales que percibe en el mundo. Por lo general, su pareja es muy sexual, pero posee tam­ bién un gran sentido del dominio y la perspectiva. La gran cantidad de pensamientos dispersos del ascendente Acuario encontrará a la persona que los controle a través del matri­ monio. La lección de la posición de estas casas consiste en que la libertad del yo se alcanza sirviendo desinteresadamente a una pareja cuyos elevados baremos y principios contribuyan a elevar la conciencia del ego impersonal. Palabras clave: original, visión de futuro, independiente, experimentador sexual, carácter curioso, sexualmente adap­ table, en ocasiones bisexual u homosexual, incomprendido, 64

La primera y séptima casas necesita satisfacer a los demás, ego de cruzado, conducta reservada e impersonal en situaciones íntimas necesita una pareja honorable, propósito a través de la pareja, sentido del valor propio a través del matrimonio, compañero exigente sexualmente.

Piscis primera casa- Virgo séptima casa Se trata del ascendente más amante y místico del zodía­ co. El individuo se identifica con la más pura esencia de la aventura amorosa. Vive en un sueño de amor sin límites. Cuando Libra o Escorpio se hallan en la octava casa, la per­ sona tiene que afrontar el peligro de perderse a sí misma a través del sexo. Puede disipar fácilmente sus energías esfor­ zándose demasiado en tratar de complacer a otra persona. Esto ocurre cuando tiene demasiada poca confianza en sí mismo o no cree que sus ideas sexuales vayan a ser acepta­ das. Puesto que es tímido y teme que le juzguen por su inte­ rés sexual, tal vez intente esconderse tras la niebla de su imaginativo mar de Piscis. Su identidad romántica se debe a que vive en un mundo de imágenes, películas y fantasías que versan sobre la belle­ za y los períodos históricos en los que las ropas elegantes, la caballerosidad y los noviazgos delicados revestían gran im­ portancia. Su mística y su timidez absorben a otras perso­ nas en su vibración sexual. Ya sea hombre o mujer, este in­ dividuo suele ser increíblemente seductor y estar rodeado de un sutil halo de neblina, lo suficientemente espeso como para mantener a los demás en vilo. En el plano sexual, pue­ de ser muy cariñoso y generoso, ya que intenta crear una especie de tenue intriga romántica. Con esta posición, el concepto personal que el individuo tiene del amor roza con frecuencia el infinito. El matrimonio ayuda al ego a tocar con los pies en la tie­ rra, ya que añade una dimensión de claridad a todo lo que percibe. Puede establecer un orden en sí mismo gracias a su 65

Astrología de la sexualidad

pareja, y empieza a percibir que forma parte de algo tangi­ ble, en lugar de ser tan sólo una esencia flotante. A nivel sexual, el ego de Piscis es extremadamente difu­ so y se autoengaña. Sin embargo, a través de los ideales de Virgo séptima casa, el individuo puede conocer los valores positivos de limitar la propia expresión sexual. Adquiere co­ nocimientos que le proporcion�n capacidad de discerni­ miento, y gracias a ésta termina por descartar los sueños poco realistas y concentrarse en aquellos que le proporcio­ narán satisfacción. Palabras clave: intrigante, místico, erótico, a veces maso­ quista, gran capacidad de sacrificio, amable, compasivo, suave, ilusorio, se pierde en sueños, puede ser bisexual, en ocasiones perverso, pareja perspicaz, idealiza a su cónyuge, relaciones maritales estrictas, experiencias sádicas, alcanza el realismo a través del matrimonio.

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6. LA SEGUNDA Y OCTAVA CASAS

La segunda casa simboliza todas las cosas, las ideas. las actitudes y las personas que el individuo mantiene en un lu­ gar elevado de su escala de valores. Los valores constituyen una posesión. Representan todo aquello que hace que una persona sea importante para sí misma. Por ello, la segunda casa es el almacén o la «alacena» de la que una persona pue­ de alimentar a las demás mediante donación. Si considera­ mos esta idea a nivel sexual, la segunda casa representa lo que uno da a su pareja durante la experiencia sexual. El sexo es más que la mera interacción física entre las per­ sonas. Siempre se comparten intercambios (o regalos). De hecho, una de las razones principales por las que una persona desea sexualmente a otra es que hay algo que dar y algo que recibir. Este «algo» puede ser una idea que uno ha estado buscando, la respuesta a una pregunta que se ha estado ha­ ciendo desde hace tiempo, o el surgimiento de la fuerza, el poder o la dirección inconscientes en la vida. Podría ser lite­ ralmente cualquier cosa. Lo más importante es que cada indi­ viduo puede ser tanto el donador como el receptor en cada experiencia sexual. Las experiencias en las que no se da ni se recibe nada más que gratificación física suelen dejar a la per­ sona con una sensación de vacío y frustración, atrapada por los mismos deseos no correspondidos que le llevaron a iniciar la experiencia. Pero las experiencias que incluyen este inter­ cambio de dar y recibir son muy satisfactorias para la pareja. Las personas tienen compañeros sexuales, y sea cual sea el número de experiencias que tengan, los modelos suelen re­ petirse. A través de esta repetición simbólica, consistente en expresar los valores de la segunda casa, la persona llega a sa67

Astrología de la sexualidad

ber cuál es su mayor valor para los demás. A fin de compren­ der cómo funciona la polaridad entre la segunda y la octava casas, debemos entender la esencia fundamental de Tauro (la segunda casa natural) y Escorpio (la octava casa natural). Tauro recoge materia para formar sustancia, mientras que Escorpio elimina todo lo que ya no es útil para lograr transformaciones. La segunda casa, la de los valores, se basa realmente en lo que un individuo ha formado en materia. La escala de valores individual constituye un baremo de su sus­ tancia. El sentido de entrega procedente de la segunda casa es consecuencia del modo en que una persona demuestra que su sistema de valores es sustancialmente válido. Una persona transforma sus valores a través de la naturaleza es­ corpiónica de la octava casa. Al eliminar todo lo que no es válido, llega a satisfacer sus necesidades más profundas y aprende a aceptar también los valores de los demás. Tauro rige la segunda casa, lo que muestra la relación naturalmente posesiva que existe entre un individuo y las cosas en las que cree. Al mismo tiempo, Escorpio rige la octava casa, lo que muestra en qué medida nuestros valores sufren transforma­ ciones turbulentas a causa de otras personas. Tradicionalmente, la octava casa es la de la sexualidad. Por ello, si queremos entender la polaridad de la segunda y la octava casas, debemos considerar que la sexualidad y los valores personales son funciones la una de los otros. A tra­ vés de la sexualidad, el individuo experimenta su contacto más íntimo con la sustancia de otra persona. Así pues, pue­ de medir sus ideales, principios y valores en comparación con lo que absorbe de su compañero sexual. No cabe duda de que la sexualidad transforma los valores. Y viceversa; los valores ejercen una gran influencia sobre la sexualidad de una persona. A través de las profundidades de la octava casa, un indi­ viduo también puede aprender a recibir de su yo interior. Esta casa secreta encierra dentro de sus confines los pensa­ mientos y los deseos sexuales más íntimos, que suelen hallarse tan profundamente encerrados que a menudo parecen perte-

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La segunda y octava casas necer a un mundo totalmente distinto a la realidad cotidiana en la que se vive. Las personas pueden experimentar el sexo, y aun así no estar en contacto con las profundidades incons­ cientes de las necesidades de su octava casa. Una de las razones más notables de este fenómeno es que, al ser también la casa de los impulsos y las actividades criminales, el individuo tiende a sentir profundos sentimien­ tos de culpabilidad al admitir la vileza de la sexualidad en su forma más cruda. En cierto modo, las asociaciones crimina­ les de esta casa inconsciente van ligadas al concepto profun­ damente arraigado del «pecado» personal, y provocan inhi­ biciones latentes o inconscientes de las que el individuo tal vez ni siquiera se percate. Para entender realmente las propias necesidades sexua­ les, hay que comprender el problema de una estructura dua­ lista de la identidad. En cada persona pueden actuar al mis­ mo tiempo muchas facetas de la personalidad. No obstante, existe por lo general una doble estructura de identidad clara­ mente definible. Una de las identidades se compone de lo que nos enseñan los padres, los profesores, los libros que he­ mos leído. Esta identidad está llena de compromisos, ya que se forma en gran parte a través del superego. Se trata de esa parte de nosotros que existe porque queremos que nuestra sociedad nos acepte. Por lo tanto, no refleja con exactitud cómo somos en realidad. Existe una segunda identidad que no recibe dichas in­ fluencias. Procede de lo que la psicología llama el «id» o nuestros instintos básicos e innatos. Sólo hallamos dicha identidad si nos preguntamos: «¿Cómo pensaría, sentiría y actuaría un individuo si no se preocupara por las enseñanzas paternas, los tabúes religiosos, la aceptación por parte de la sociedad y el peso general que el superego le impone?». En otras palabras, si pudiéramos ser y hacer lo que quisiéramos ¿cómo seríamos y qué haríamos? Ésta es la parte instintiva de nosotros, a menudo oculta a fin de garantizar nuestra res­ petabilidad ante los ojos de los demás. Sin embargo, para ello creamos tantos amortiguadores que no entramos en contacto

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Astrología de la sexualidad directo con la fuerza primitiva que nos impulsa. Si quisiéra­ mos hacerlo, tendríamos que llegar a imaginar que no hay nadie más en el mundo. De hecho, no existe una fuerza del superego que inhiba nuestros deseos, excepto la que imagi­ namos. Una vez que nos damos cuenta de ello, podemos em­ pezar a comprendernos a un nivel puro. Y a partir de esta misma esencia surgen las semillas de nuestras necesidades naturales instintivas. Mientras que la segunda casa transpor­ ta los valores recabados que nosotros personalizamos, la oc­ tava los descarta, a fin de que podamos librarnos de la traba que supone tener que estar a la altura de las expectativas del mundo exterior. Por ello, cuando la expresión sexual se pro­ duce a un nivel completamente básico e instintivo, se produ­ ce una poderosa liberación de las tensiones acumuladas. Nos libera de los límites que nos imponen los padres, la educa­ ción, la religión, la sociedad y sus tabúes, y nos regala unos pocos momentos en los que podemos estar realmente en contacto con nosotros mismos.* En estos momentos casi nos sentimos como si estuviéramos pasando de un mundo a otro. Y, de hecho, es lo que estamos haciendo. Para muchos, el cambio resulta difícil, pero intentan seguir siendo conscien­ tes del hecho de que después tienen que volver y enfrentarse de nuevo al mundo terrenal. En esencia, deben ser capaces de respetarse a sí mismos, una vez más en cuanto a la enor­ me fuerza del superego que perciben en ello. Cuando un individuo está realmente en contacto con la experiencia de su octava casa, su identidad sufre diversas transformaciones. Cuando permite que el inconsciente se­ xual salga a la superficie y se exprese libremente, todos los valores irreales que considera forman parte de su ser desapa­ recen como por encanto. El individuo entra en contacto con su verdadera identidad sexual, lo que le hace sentirse entero, completo y pleno, aunque también sabe que la sociedad nun-

* Para comprender la realidad del «momento», ver Martin Schul­ man, El karma del presente Astrología kármica, vol. 4, (Ediciones Índigo). 70

La segunda y octava casas ca la acabará de aceptar. He aquí el conflicto en el que cons­ tantemente se debaten los individuos. Sin embargo, es ese mismo conflicto el que permite que el yo se regenere, cuan­ do nuevos valores, que surgen directamente del inconscien­ te, sustituyen a los antiguos, que el individuo entrega a los demás.

Aries segunda casa-Libra octava casa Con Aries en la segunda casa, el individuo confiere a la sexualidad su propio sentido de la singularidad. Da juventud y vitalidad a su pareja sexual, junto con el sentido de realizar nuevos inicios. De este modo, regenera a los demás ense­ ñándoles a hacer frente a los desafíos. Su más preciado don consiste en la gran importancia que otorga a la independen­ cia, gracias a lo cual sus parejas sexuales aprenden a ser indi­ viduos únicos. La espontaneidad de esta posición zodiacal simboliza el modo en que enseña a los demás a confiar en sus instintos iniciales. Pese a todos los valores arianos, esta persona parece ne­ cesitar inconscientemente de la indecisión de los demás. A través de Libra octava casa, se crea un equilibrio entre los valores altamente subjetivos y los valores impersonales más objetivos. Puesto que la persona oscila entre su segunda y su octava casas, tiende a convertirse en un camaleón sexual, que a veces se comporta de un modo amable y cariñoso, mientras que en otras se pone a la defensiva. En ocasiones, esta persona debe ser guiada hacia la sexualidad, para que aprenda a expresar todo el amor que emana de los niveles in­ conscientes de la octava casa. La inconsistencia fundamental reside en que Libra no sólo experimenta su propio incons­ ciente, sino también el deseo inconsciente y cambiante de los demás. Como consecuencia de ello, este individuo no siem­ pre está seguro de qué necesidades parten de él mismo y qué necesidades parten de los demás. Por ello, su impulso más poderoso consiste en ser capaz de fundirse con otra persona, 71

Astrología de la sexualidad de modo que ocurra lo que ocurra en el inconsciente (sea cual sea su fuente), pueda seguir sintiendo la singularidad del amor dentro de sí mismo. Necesita rendición y unión se­ xual completas para sentirse pleno. Ningún matiz sexual que no se halle a la altura de lo anterior servirá para llenar el va­ cío que experimenta a causa de un inconsciente que siempre permanece entreabierto para otra persona. Su amor es suave, su comprensión, única, y ningún otro signo en esta posición iguala su capacidad para equilibrar las necesidades de su pareja. La lección de la polaridad Aries-Libra consiste en apren­ der a dar de uno mismo, a fin de que pueda quedar satisfe­ cha la profunda e inconsciente necesidad de amor. Palabras clave: lleno de recursos, deseos primitivos, vida sexual soñadora, ansioso de experiencias, muy sexual, con­ fiere fuerza a su pareja, instintos infantiles, en ocasiones imagina ambos papeles sexuales, busca parejas sexuales amables, centra su ego a través del sexo.

Tauro segunda casa-Escorpio octava casa Ésta es la posición natural de la segunda y la octava casas. En ella, el individuo puede dar a su pareja sexual una pode­ rosa sensación de solidez y seguridad. Sabe cómo construir desde los cimientos, y resulta un amante excelente para cual­ quiera al que le resulte difícil hallar estabilidad. Es extrema­ damente práctico, y valora la habilidad para razonar de for­ ma sensata y realista. Aprecia la paciencia y comprende que las cosas de gran valor sólo se logran con tiempo y esfuerzo. Transfiere todos estos pensamientos a su pareja durante la experiencia sexual. De hecho, es posible que este individuo desee más el sexo que otros signos, a causa de su necesidad de ver a la otra persona como una prolongación de sí mismo. Tauro segunda casa confiere un gran amor y una profun­ da calidez a la experiencia sexual. No se olvidan fácilmente 72

La segunda y octava casas el consuelo y la sensación de seguridad que da a su pareja. Tal vez su mayor don consista en su sentido instintivo de que existe un objetivo que perseguir. Gracias a este don, la pare­ ja empieza a comprender el verdadero significado de la con­ tinuidad de los sentimientos, que es el fundamento de toda relación duradera. Escorpio octava casa permite que el inconsciente salga a la superficie en su manifestación más plena. Puesto que está naturalmente regido por él, el individuo debe aprender que es necesario afrontar las verdaderas profundidades de su se­ xualidad si quiere que todas las demás esferas de su vida marchen sobre ruedas. El impulso inconsciente es poderoso, y si no le permite expresarse, la persona puede pasar años experimentando sentimientos de enojo y resentimiento. Sin embargo, si explora en las necesidades sexuales profundas, puede tener lugar una transformación de los valores. Tauro segunda casa está tan arraigado en lo que una vez fue cómo­ do, que no se produciría regeneración alguna si no fuera por las inquietas experiencias sexuales que agitan el inconsciente a causa de las tumultuosas revueltas de Escorpio octava casa. La transformación es un proceso muy complejo que se produce a lo largo de muchos años y a través de muchas ex­ periencias distintas. Cuando la sexualidad se convierte en el campo de batalla del ego y se transforma, es muy probable que aparezcan tendencias masoquistas, necesidades perver­ sas y deseos insatisfechos que se apoderen del modo de vida del individuo. Esta posición posee una cualidad innata de ru­ deza, que hace permanecer al individuo en contacto con sus raíces más viles hasta que se completa la transformación del ego. A partir de entonces, la sexualidad adquiere una esen­ cia más refinada, ya que empieza a reflejar las necesidades del yo superior. La lección consiste en que, al potenciar los deseos del otro, el individuo accionará los cambios que transforman el propio yo. Mantener el control sobre la naturaleza de los deseos influye en la velocidad a la que se producen los cam­ bios en el ego, y, en último término, se convierte en el fun73

Astrología de la sexualidad
Géminis segunda casa-Sagitario octava casa En este caso, el individuo tiene un sistema de valores dualista. A primera vista, parece inmerso en una profunda confusión. En esencia, sin embargo, esta circunstancia ense­ ña al individuo que cada moneda tiene dos caras. Cuando se conoce el valor de la objetividad, la sensación de seguridad que tan a menudo se busca en la vida conduce a una mejor comprensión de los valores del yin y el yang que hay que ma­ nejar a diario. Tal vez en esta posición se produzca a menu­ do una inversión de papeles, ya que la idea de la sexualidad adquiere la forma de una experiencia de aprendizaje. La persona valora el hecho de conocer los sentimientos de su pareja, todo lo que experimenta e incluso de qué modo lo compara con otras personas a las que conoció en el pasado. Esta posición se presta a aprender las lecciones del amor impersonal porque cada vez que la pareja exagera la intimi­ dad de la relación, el individuo con Géminis en la segunda retrocederá. Intentará mantener intacta la relación y, al mis­ mo tiempo, conservar cierta libertad. Puesto que tanto Gé­ minis como Sagitario guardan relación con la mente, esta po­ laridad muestra el modo en que un individuo trasciende la mente inferior a través del sexo. Las necesidades inconscien­ tes de la octava casa siempre son algo «más grandes que la

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La segunda y octava casas vida». Es posible que al individuo le cueste controlar su de­ seo, ya que siempre siente la necesidad de ampliar sus hori­ zontes sexuales. Sin el cuidado y la sabiduría necesarias, es posible que la persona se sienta sexualmente hastiada a una edad muy temprana. Por lo general, el inconsciente busca tal variedad de experiencias que, después de cierto tiempo, po­ cas cosas constituyen una novedad para él. En ese caso, debe afrontar el hecho de que no está realmente seguro de saber qué quiere de la vida. Sin embargo, si está equilibrado, es uno de los pocos in­ dividuos dentro del zodíaco que experimenta el gozo supre­ mo de la sexualidad. A través de ella, llega a comprender a la perfección la naturaleza y la eterna singularidad de todo lo que él es. La tendencia a deambular, a ir a la deriva, impulsa a esta persona a buscar parejas sexuales excitantes y únicas. No es tanto el acto sexual en sí lo que le importa, sino las distintas aventuras que éstas parejas sexuales representan. Las nece­ sidades de Sagitario octava casa van dirigidas a vencer el aburrimiento. Evidentemente, no es la posición zodiacal idónea para el matrimonio, pero permite al individuo alcan­ zar su mente superior a través del sexo. Al entregar el don de los valores duales que permiten a la pareja ver objetivamente las dos caras de la moneda, esta persona adquiere el sentido de la libertad que busca. La lec­ ción aquí consiste en que la sexualidad puede conferir una unidad más elevada a las múltiples divisiones de la vida per­ cibidas por el nativo. En cierto modo, la polaridad Géminis­ Sagitario se asemeja a un triángulo cuyos dos vértices opues­ tos están en la segunda casa, apuntando hacia el ápice de la verdad, situado en la octava. Las preguntas que siempre se plantea el individuo quedan resueltas al asimilar los valores más expansivos de su pareja. Palabras clave: inconstante, excelentes recursos menta­ les, estimula a su pareja, da dualidades objetivas a su pare­ ja, inversión de papeles, tendencia a tornarse dependiente, 75

Astrología de la sexualidad gran poder de regeneración a través del sexo, dificultades en el matrimonio, apetitos insaciables, necesita una pareja romántica capaz de aportar variedad, alcanza la mente su­ perior a través del sexo, en el caso ideal busca la honestidad sexual.

Cáncer segunda casa-Capricornio octava casa En esta posición, el individuo consagra muchas energías al cuidado y al fortalecimiento de su pareja sexual. Tal vez se preocupe constantemente por lo que siente su pareja e inten­ te ponerse en su lugar, a fin de asegurarse de que está trans­ mitiendo el sentimiento correcto. Se trata de una de las posi­ ciones de la segunda casa más generosas. El individuo inten­ ta llenar todos los vacíos que siente que su pareja sufrió du­ rante la niñez. Tal vez intente ser el sustituto de los padres, dando raíces, imponiendo reglas, marcando límites y ofre­ ciendo aliento y fuerza a la persona que ama. En ocasiones, tiende a atraer a niños desamparados que no tienen sentido alguno del hogar. Puesto que puede perci­ bir la falta de estabilidad, tal vez intente dar a su pareja lo que cree que constituirá una buena base emocional para ella. Lo que más le atrae son las relaciones largas, estables e ínti­ mas, en las que pueda compartir los valores de la confianza y la dependencia. A través de estas cualidades, intenta cons­ truir un paraíso seguro con su pareja. En la mayoría de sus relaciones, el amor que da girará en tomo a la comida, los vi­ nos, la construcción de cosas, el arreglo de pisos, etc. Está construyendo para su pareja sexual una sensación interna de seguridad que cala emocionalmente mucho más hondo de lo que muestran las manifestaciones externas. El sexo es importante, ya que Capricornio octava casa in­ dica un compromiso con la razón, la seriedad y la lucha por un objetivo importante. Durante la juventud, el inconsciente suele permanecer confinado, ya sea por la formación recibi­ da en la niñez, por las costumbres religiosas recibidas o por 76

La segunda y octava casas

razones kármicas de vidas pasadas,* que hacen creer al in­ dividuo que el sexo es algo que conlleva una cierta culpabi­ lidad oculta. Por lo tanto, las necesidades sexuales tienden a verse obstaculizadas por barreras que el individuo debe aprender a superar si quiere encontrarse a sí mismo. Una vez que lo haya conseguido, el sexo se convierte en una de las esferas más importantes de su vida. Lo analiza y maneja su vida a través de él, y al reconocer qué tipo de experiencias sexuales le ayudan a colocarse en la dirección correcta para alcanzar sus objetivos, se da cuenta también de cuáles son las expe­ riencias que le apartan de su camino. Puede ser una de las pocas personas con capacidad para llegar a controlar sus im­ pulsos inconscientes y con disposición para aprender a ma­ nejarlos, a fin de que puedan convertirse en una parte inte­ grante de su existencia. Puesto que da muchas emociones a través de la segunda casa, necesita saber también que su sexualidad ha alcanzado la madurez. Cuanto más da, más reafirma su sentido del pro­ greso. Aunque le gusta experimentar las cualidades terrena­ les de Capricornio, necesita parejas sexuales capaces de res­ petarle. Su mayor problema consiste en que, mientras su personalidad desea alcanzar la respetabilidad sexual, tam­ bién necesita de experiencias lujuriosas a fin de dar forma a otros ámbitos creativos de su vida. La lección de esta posición consiste en que, al dar emo­ cionalidad a los compañeros sexuales que son incapaces de expresar sus sentimientos abiertamente, este individuo ad­ quiere el sentido de la propiedad y la dignidad que procede de preservar la intimidad sexual. Los muros de inhibiciones que puede colocar ante su pareja son exactamente lo que ne­ cesita para reafirmarse.

* Véase Martin Schulman, Nodos lunares y reencarnación Astro­ logía kármica, vol. 1, Ediciones Índigo 77

Astrología de la sexualidad Palabras clave: cálido, sensible, afectuoso, fácil de exci­ tar, amable, cuida de su pareja, entusiasta, busca el compro­ miso emocional, protege a su pareja, interesado en la estéti­ ca sexual, escenas, estado de ánimo variable, niñez llena de inhibiciones, barreras que superar, necesita experiencias se­ xuales crudas, misterioso sexualmente, madura gracias a una pareja práctica, luchas sexuales ocasionales por el poder, distorsiones propias del complejo de Edipo, desea incons­ cientemente respetabilidad sexual, fantasías sexuales de pe­ ríodos históricos pasados.

Leo segunda casa-Acuario octava casa Con esta posición, el individuo da a su pareja sexual un fuerte sentido del valor del ego. Se siente atraído hacia per­ sonas que no conocen su valor creativo; como consecuencia de ello, se muestra reservado ante todo lo que la vida tiene que ofrecer. Sus compañeros tienen preferencias que van desde lo extraño hasta lo estrafalario, y la función de este in­ dividuo consiste en llevar algún tipo de dignidad y orgullo a la experiencia sexual. A fin de conseguirlo, intenta enseñar al otro a ser más creativo. Leo segunda casa tiene mucho que dar, y es tan generoso como romántico. El individuo tiene que sentir primero que sus esfuerzos merecen la pena, y cuando está seguro de ello, puede transmitir mucho poder y control a un compañero sensible que tal vez carezca de ambas cualidades. Asimismo, debe sentir que domina la experiencia sexual, y lo hace re­ presentando el papel del ego de su compañero además del suyo propio. De ese modo, puede sacar a la superficie todos los sueños de grandeza que albergaba el otro. Tiene capaci­ dad para trasladar a su pareja a un nivel más elevado, para que ésta pueda esperar más de sí misma y empezar a percibir la realidad de las esperanzas cumplidas. A través de Acuario octava casa, el espectro de experien­ cias es excesivamente amplio. En algunos casos, el individuo

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La segunda y octava casas tal vez sienta el acuciante deseo de tener experiencias bise­ xuales u homosexuales. La naturaleza curiosa de Acuario, junto a su sed de aventuras, deja el inconsciente abierto a muchos canales distintos al mismo tiempo. En ocasiones, cuando esto se convierte en una carga demasiado pesada para el individuo, es posible que practique adrede la absti­ nencia o el celibato durante algunos períodos, a fin de re­ traerse lo suficiente como para reagrupar energías. Se trata de una de las pocas posiciones zodiacales que ha­ cen que el individuo sea susceptible a experiencias sexuales más bien extrañas. Es posible que ello se deba a lo que ema­ na del inconsciente y aquello por lo que la mente consciente no aceptará responsabilidad personal. También puede ser que dichas experiencias se produzcan porque la persona se abre demasiado a niveles inconscientes de curiosidad. Mu­ cho más que en el caso de los otros signos de la octava casa, este individuo sufre numerosos cambios sexuales. Sean cua­ les fueren sus sentimientos acerca de su sexualidad un año, es probable que cambien radicalmente al siguiente. Al cabo de dos años, tal vez muestre actitudes nuevas que poco ten­ gan que ver con los sentimientos que albergaba anteriormen­ te. A medida que nos acercamos a la Era de Acuario, debe­ ríamos observar a estos individuos teniendo en cuenta que tal vez estén sexualmente adelantados a su tiempo. Quizás algunas de las ideas que expresan se conviertan en los ci­ mientos de sociedades futuras. La polaridad Leo-Acuario siempre simboliza el conflicto entre la voluntad personal y la impersonal. En la segunda y en la octava casa, el individuo aprende que lo que desea per­ sonalmente para su pareja sexual puede conducirle a la di­ versificación de las experiencias sexuales. Puede transformar sus valores del ego en una comprensión cósmica más amplia de una realidad que no le pertenece. Palabras clave: excelentes recursos, domina a su pareja, atento, leal, valores creativos, necesita independencia se­ xual, naturaleza perspicaz y curiosa, gran capacidad de re79

Astrología de la sexualidad

generación, explorador, las necesidades sexuales cambian constantemente, en ocasiones bisexual u homosexual, perso­ nalmente moralista, experiencias extrañas o perversas, nece­ sidad de experimentar contradicciones sexuales, pareja im­ personal.

Virgo segunda casa-Piscis octava casa Con Virgo en la segunda casa, el individuo tiene elevados ideales. Es posible que dichos ideales resulten a veces poco realistas o prácticos, pero puesto que ésta es la casa de la po­ sesión, se aferra a ellos. Intenta enseñar a los demás a poner fronteras y límites en sus vidas, a fin de que puedan definir con mayor claridad lo que realmente quieren. No se trata de una posición zodiacal idónea para el matri­ monio, puesto que el individuo espera en secreto más de lo que realmente es viable. En las hazañas sexuales, tiende a buscar la parte de su pareja que pueda considerar «perfec­ ta». El recurso más poderoso de esta posición es la lucidez mental, así como la capacidad de saber cómo unir las piezas de un rompecabezas a fin de concretar una respuesta iluso­ ria. Gracias a la sexualidad, ayuda a su pareja a aclarar pen­ samientos e ideas, de modo que las nociones vagas puedan cristalizar. Su don de amor es la razón y la sensibilidad, una rara cualidad en un mundo que a menudo considera el amor indefinible e ilógico. Piscis octava casa simboliza la corriente intuitiva de con­ ciencia que este individuo recibe de los demás a través de la sexualidad. Conoce la sensualidad romántica que de algún modo roza el infinito, y consigue encontrar parejas cuya pro­ fundidad y perpicacia le muestran el significado cósmico del sexo. No le gusta la sexualidad ruda, sino que prefiere las suaves experiencias neptunianas que armonizan su cuerpo y le proporcionan la sensación de que es capaz de trascender el tiempo y el espacio. Una de las dificultades de esta posición consiste en que 80

La segunda y octava casas el individuo es sexualmente muy sensible a los demás, y si experimenta demasiado sexo con demasiadas personas, tien­ de a confundir a su inconsciente, hasta el punto de que le re­ sulta difícil conocer sus valores. Asimismo, el individuo debe equilibrar cuidadosamente su tendencia pisceana de la octa­ va casa, consistente en perderse a sí mismo a través del sexo, y debe equilibrarla mediante una distinción selectiva de las parejas sexuales, a fin de determinar si su conciencia es com­ patible con la suya propia. Piscis es el signo del alma. La per­ sona siempre ve las necesidades sexuales de la octava casa como una corriente continua del flujo cósmico de la vida. La imaginación romántica de la persona puede considerar la se­ xualidad como parte integrante de todo lo demás. Compren­ de las fuerzas de la naturaleza a través del sexo, ya que entra en contacto con la esencia divina de la realidad. Tal vez vis­ lumbre la Conciencia de Cristo a través de la sabiduría com­ pasiva que es inherente a esta posición tan especial. La lección de la polaridad Virgo-Piscis consiste en que, al dar los valores de lucidez y los ideales de perfección, el indi­ viduo puede vislumbrar el infinito de su pareja sexual. Palabras clave: perfeccionista, elevados ideales, valores rígidos, extremadamente realista, claridad, adquiere con­ ciencia expandida a través del sexo, parejas compasivas, muy sensible sexualmente, conciencia limpia, atracción mís­ tica, el sexo incrementa la percepción de la vida, busca la unión a través del amor del alma.

Libra segunda casa-Aries octava casa Con esta posición, el individuo aporta a la experiencia se­ xual sus valores de equilibrio. Con frecuencia, entre ellos se incluyen pensamientos y sentimientos de otras personas, que él ha interiorizado. Puede ser extremadamente cariñoso y generoso. Posee el instinto natural de anteponer las necesi­ dades de su pareja a las suyas, sin tener realmente en cuenta 81

Astrología de la sexualidad su propia gratificación. Está en posición de hacerlo, y da a su pareja todo aquello que cree que ésta necesita. A tal efecto, incluso se desequilibrará interiormente. Eso le convierte en un extremista, con gran cantidad de yin y yang en la expre­ sión de sus deseos. Siempre busca el centro del camino para su pareja. Intenta enseñarle la importancia de la armonía. La segunda casa es la del deseo, y Libra es el signo de la filo­ sofía oriental del «no deseo». Este individuo neutraliza el ex­ ceso de deseo de sus parejas. Tiende a buscar compañeros muy sexuales, lo que le conviene, porque su naturaleza le dicta permitir que la otra persona inicie el acto, a fin de que él no tenga que salir de su concha. Mientras que su pareja consagra gran cantidad de energías a hacerle salir de sí mis­ mo, él intenta transmitir la idea de que es el amor y no el sexo lo que hace que una relación sea valiosa. Se establece un equilibrio de energías, y Libra logra entregar su don de la armonía. Las necesidades inconscientes de Aries octava casa apun­ tan hacia la expresión sexual ruda a niveles primitivos. Las experiencias sexuales siempre poseen un matiz de conquista. En esta posición entran en juego la lujuria, el narcisismo, el exhibicionismo y el sexo por el poder. Lo que en realidad su­ cede es que los valores de Libra en la segunda casa son tan suaves y están tan atraídos por la armonía, que el individuo duda constantemente de su poder sexual. Así pues, el ego in­ tenta demostrar su valor a través de Aries octava casa. No es tan importante la consumación del acto como darse cuenta de que el individuo puede actuar. Toda la estructura de la identidad gira en torno al éxito que puede alcanzarse en el inicio de una experiencia sexual. El individuo experimenta diversas atracciones espontáneas a fin de trascender las res­ tricciones de la sociedad que le impiden ser él mismo. Cuan­ to más rígidas sean las restricciones, más tentador le resulta­ rá el desafío de utilizar este camino como medio para poner a prueba su propio valor. Para este individuo, la sexualidad simboliza inicios rege­ neradores. Afronta su soledad inconsciente en las profundi-

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La segunda y octava casas dades de un universo que percibe, pero no comprende del todo. A partir de ahí, desarrolla la singularidad que, en últi­ mo término, se convierte en su sentido de la autoestima. La lección de esta posición zodiacal consiste en que el in­ dividuo sólo podrá encontrar su verdadera identidad dando amor a un nivel impersonal. Cuanto mayor sea la parte que entregue de sus valores (belleza, armonía, paz y amor), me­ jor sabrá quién es. Palabras clave: carácter generoso, cariñoso, recursos ar­ tísticos, idealista, creativo pero no demasiado imaginativo, valora la armonía, encuentra su identidad gracias a una vida sexual muy activa, atracciones espontáneas, aventuras bre­ ves, tiende a proyectar distorsiones de sí mismo sobre su pa­ reja, en ocasiones deseos bisexuales inconscientes, regenera la fuerza del ego a través de los recursos de su pareja, apaci­ gua a su compañero, aporta belleza al sexo.

Escorpio segunda casa-Tauro octava casa Este individuo es muy sexual y así como sexualmente po­ sesivo. Sus actitudes son honestas. Posee uno de los dones más preciados del zodíaco, pues es capaz de poner a su pare­ ja en contacto con el inconsciente. Se trata de una experien­ cia realmente notable, porque la mayoría de las personas no son conscientes de las motivaciones subyacentes. Tendemos a ocultar nuestros sentimientos y evitar nuestros instintos durante buena parte de la vida. Con frecuencia nos pregun­ tamos por qué no estamos en contacto con nosotros mismos. Cuando por fin somos capaces de adquirir el don de la com­ prensión de las motivaciones inconscientes, todo empieza a aclararse como por arte de magia. El individuo con Escorpio en la segunda cree en la des­ trucción de todo lo viejo y arcaico que halle en la actitud de la otra persona. A causa de ello, puede parecer peligroso. La mayoría de las personas se muestra muy posesiva respecto a 83

Astrología de la sexualidad sus actitudes. Este individuo puede dar a su pareja el ímpetu y el convencimiento necesarios para dejar atrás lo viejo y abrir paso a lo nuevo. Tauro octava casa genera una constante y acuciante ne­ cesidad sexual. Los cinco sentidos están en armonía con una naturaleza muy sensual y terrenal. De entre ellos, los más desarrollados son el del tacto y el del olfato. Ambos desem­ peñan un importante papel en el acto sexual, porque forman parte integrante de su sistema telepático y receptor, destina­ do a comprender mensajes no verbales. No le gusta precipi­ tarse en la actividad sexual, por lo que se frena hasta el pun­ to en que el sexo se convierte en algo que puede saborearse. Es el aprecio a un vino exótico, la reafirmación del amor en el núcleo divino de la naturaleza. Y el individuo dispone de todo el tiempo del mundo, de modo que no termina la expe­ riencia sexual hasta que su copa ha quedado colmada. Sin duda alguna, esta posición es el epítome del amor se­ xual. El individuo también tiene que aprender a equilibrar­ se, a fin de no excederse en algo realmente bello. La polari­ dad Escorpio-Tauro siempre simboliza destrucción y re­ construcción. En la segunda y en la octava casas, el indivi­ duo puede regenerar de un modo constructivo sus valores al recibir amor sexual sincero. Su intensidad confiere gran pro­ fundidad a su pareja, y a cambio él obtiene nueva sustancia para el sentido de la vida que busca. La lección consiste en que, al dar a su pareja la energía para cambiar a través del sexo, el individuo alcanza la estabilidad de sus propios valo­ res creativos.

Palabras clave: intensa naturaleza de deseo, agresivo, en ocasiones hedonista, convincente, obsesivo, celoso, amante poderoso, capaz de adquirir gran perspicacia gracias a la se­ xualidad, da a su pareja el don de la percepción del incons­ ciente, gran poder regenerativo, comunicación mediante el contacto de los cuerpos, sentimientos plenos, da profundi­ dad sexual para recibir constancia en el amor. 84

La segunda y octava casas

Sagitario segunda casa-Géminis octava casa Con Sagitario en la segunda casa, el individuo valora la libertad. No quiere sentirse inhibido por los demás. Con Gé­ minis en la octava, su profundo interés por todas las manifes­ taciones de la sexualidad es más mental que físico. Es nece­ sario comunicar ideas, a fin de que las relaciones puedan evolucionar. Por lo general, atrae a personas que sufren dis­ tintos problemas sexuales relacionados con la sociedad, y ba­ sados en los temores sexuales y en los sentimientos de culpa­ bilidad. Gracias al don de su Sagitario segunda casa, puede ampliar estas ideas para su pareja, y librarla de las cadenas de una esclavitud social innecesaria. Valora más lo natural que lo formal. Puede mostrarse bastante filosófico respecto a la sexualidad, evitando la intimidad excesiva. Puede trans­ mitir el conocimiento de cómo «aflojar» las represiones que mantuvieron a su pareja atada durante la niñez. Transmite el don de la felicidad. Géminis octava casa resulta particularmente interesante, ya que simboliza la evolución del individuo durante los años de escuela primaria. Como consecuencia de ello, tiende a al­ bergar deseos sexuales inmaduros a niveles inconscientes. En ocasiones, se dan casos de asexualidad, bisexualidad, masturbación mental y prolongados períodos de frigidez. Cuando no es así, el impulso sexual inconsciente del indivi­ duo suele basarse en algún tipo de fantasía de libro de cuen­ tos que, por lo general, no se desarrolla. Tal vez intente mantener las distancias durante el acto sexual. Quizás sienta el deseo de expresar lo que siente, pero se contiene porque le preocupa lo que pensará de él su pareja. Al encarnar personajes de los libros que lee, tal vez se imagine a sí mismo representando una escena de alguna pá­ gina en concreto, o un fotograma de alguna película que ha hecho volar su imaginación. La sexualidad física no es tan importante como la idea de observarse a sí mismo en lo que parece ser una conducta que impresiona a su yo consciente. Muchas personas con esta posición zodiacal tan sólo pueden 85

Astrología de la sexualidad vencer las inhibiciones inconscientes si hablan durante el acto sexual. Es algo que el inconsciente pide a gritos, pero que al individuo le cuesta mucho. La necesidad más acucian­ te del inconsciente consiste en comprender ambos lados de la comunicación sexual. La lección consiste en comprender la interacción entre los papeles sexuales. Cuanto mayor sea la cantidad de ver­ dad impersonal que el individuo pueda compartir durante el acto sexual, mejor comprenderá la naturaleza del lugar que ocupa en una relación sexual. Se trata de una de las posicio­ nes más humanas, amables y menos posesivas del zodíaco.

Palabras clave: excelentes recursos, tiende a poner a prueba a su pareja, valora las ideas, espíritu libre, generoso, busca sexo humano, valora la decencia en su pareja, a menu­ do racionaliza las necesidades, sublima la sexualidad física, convirtiéndola en un objetivo mental, juvenil, amable, dado al flirteo, inocentemente inconstante, experiencias sexuales infantiles y no satisfechas, necesita parejas sexuales amables, necesidades bisexuales u homosexuales inconscientes y oca­ sionales, períodos de frigidez, voyeurismo, curiosidad por los secretos sexuales de los demás.

Capricornio segunda casa-Cáncer octava casa La escala de valores tarda muchos años en madurar. Cuando por fin lo logra, los valores obtenidos son rotundos, prácticos, realistas y útiles. El individuo con Capricornio se­ gunda casa es un «rompefantasías», que desecha todo lo que considera ilusiones sin sentido, para ayudar a su pareja a ver las cosas tal como son. Le gustan las personas menos experi­ mentadas que él, pues así puede asumir el papel de maestro. Eso le ayuda a reafirmar su propia solidez. Pese a la madurez de su escala de valores, tiende a ser posesivo sexualmente; colecciona parejas al igual que el fila­ télico colecciona sellos. Cada nuevo amor pasa a ser el más

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La segunda y octava casas

valioso de la colección. Resulta interesante observar que este individuo transmite a sus parejas el sentido que percibe en ellas. El mayor don que puede ofrecer a sus amantes es el sentido de la importancia, que los ayuda a superar cualquier complejo que pudieran haber sufrido en su niñez. Pese a todo lo que da Capricornio segunda casa a través de la sexualidad, el individuo necesita experimentar emocio­ nes profundas a través de otra persona. Capricornio tiende a ser rígido y seco, formado y estable; un pilar de fuerza, en suma. Cáncer octava casa proporciona a este individuo la fluidez de las emociones sexuales que permiten que la calidez colme la sólida casa de los valores de Capricornio. Tal vez la pareja posea instinto maternal. Aun cuando la pareja sea in­ madura en otros aspectos, puede recibir mucho afecto de las cualidades cancerianas que fluyen a través de la octava casa. La imaginación sexual, la creatividad y las sensibilidades caritativas invaden la experiencia sexual. U na gran fantasía envuelve el deseo inconsciente de poseer con el fin de prote­ ger la seguridad futura. Muchas personas con esta posición zodiacal sienten la profunda necesidad de representar un pa­ pel paternal. Resulta interesante observar que el inconscien­ te experimenta una sensación de infidelidad después de te­ ner un hijo. De algún modo, el inconsciente tiene que confir­ mar que no ha perdido su propia niñez. No es la sexualidad en sí lo que ansía el inconsciente, sino recuperar el amor ma­ terno y, a primera vista, puede parecer que estas necesida­ des no tienen nada que ver con la sexualidad. La polaridad Capricornio segunda casa y Cáncer octava casa representa un síndrome peculiar en el desarrollo psico­ sexual. El individuo valora tanto la figura de los padres y la estructura familiar que debe encontrar un medio para repre­ sentarlas a nivel sexual. Al mismo tiempo, el realismo inhe­ rente a la escala de valores de Capricornio necesita confir­ mar una y otra vez que en realidad no es el padre/madre de su amante. Después de muchas experiencias, esta polaridad evoluciona hasta convertirse en una de las más rectas y mo­ ralistas del zodíaco.

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Astrología de la sexualidad La lección consiste en que la riqueza de la sexualidad sólo es posible si el individuo se permite ser vulnerable; la vulnerabilidad, a su vez, sólo es posible cuando va acompa­ ñada de una profunda sensación de seguridad. Lo que en realidad busca este individuo es sexo con compromiso, pro­ mesas y objetivos futuros. Palabras clave: posesivo, estabiliza las pasiones, prácti­ co, maestro sexual, forma a su pareja dentro de unos límites, capaz de experimentar sentimientos profundos a través del sexo, parejas sensibles, conciencia a nivel del pecho, busca la vulnerabilidad dentro de la seguridad, la posesividad y la ac­ titud dominante conducen a menudo al divorcio, se siente atraído hacia parejas sexuales más jóvenes.

Acuario segunda casa-Leo octava casa Con Acuario en la segunda casa, esta persona valora las experiencias nuevas y únicas, pero dado que, por lo general, Capricornio aparece en la primera, tal vez tienda a ocultar­ se, a no desear que los demás sepan lo que realmente siente. Quizás sea una persona muy curiosa e interesada en una am­ plia gama de experiencias sexuales. Sin embargo, su Leo oc­ tava casa le impide abandonar una relación con demasiada despreocupación, a causa de su orgullo y su amor propio. En esencia, no le gustan las reglas de la sociedad, ya que cree que se apegan demasiado al pasado. Por el contrario, intenta encontrar sus valores en el futuro. Para él es impor­ tante ser hasta cierto punto impersonal en cualquier cosa que emprenda, porque le resulta más sencillo ofrecer sus do­ nes a este nivel. Transmite el conocimiento de la libertad ili­ mitada de expresión, basada en valores que representan multitud de ideas. En esta posición, puede haber un interés inconsciente por la bisexualidad y por toda clase de desviaciones. El in88

La segunda y octava casas dividuo quiere comprender cómo funcionan las cosas. Esta curiosidad investigadora le coloca a menudo ante un dilema. Valora lo que todavía desconoce, mientras que, al mismo tiempo, se da cuenta de que la sociedad tal vez no apruebe sus ideas. Ambos sexos tienden a emprender aventuras amo­ rosas secretas. Debemos considerar la posición y los aspec­ tos a Júpiter (que desempeñan un importante papel, pues in­ fluyen en el cuarto cuadrante de este horóscopo), a fin de precisar esta circunstancia en cualquier individuo. Leo octava casa tiende a convertir las experiencias sexua­ les en representaciones simbólicas del ego personal, que lu­ cha por el control. El individuo puede desarrollar su fuerza de voluntad personal (que necesita en otras esferas de la vida) siendo sexualmente competitivo. En ocasiones, esta posición produce períodos de celibato, ya que el individuo puede llegar a estar a disgusto consigo mismo por lanzarse a cualquier forma de sexualidad que le degrade a él o a su pa­ reja. El deseo de asumir el control y la necesidad de morali­ dad y respeto hacia sí mismo le crean un conflicto, a causa del cual le resulta difícil aceptar del todo su necesidad de sexo. Como consecuencia, tal vez sepa lo que quiere y nece­ sita, pero tiene que hallar modos aceptables para obtenerlo, a fin de que su dignidad no quede mermada ante los ojos de su pareja. Lo que le produce mayor satisfacción sexual es su capacidad de expresar amor de un modo honroso. Algunas personas con esta posición zodiacal buscan amantes que les recuerden los tiempos de la caballería, en un esfuerzo por conservar su sentido de la dignidad humana en una época en que ésta parece ser una rara cualidad. El equilibrio entre la polaridad de Acuario y Leo se basa en los ideales y la creatividad. Acuario sueña con el futuro, y puesto que el futuro nunca es el aquí y ahora, estos sueños re­ sultan a menudo muy idealistas. A través del sexo, el indivi­ duo moldea estos ideales, ya que las ardientes cualidades ins­ piradoras de Leo octava casa contribuyen a centrarlas en los confines de la realidad presente. Como consecuencia, el indi­ viduo tiende a abandonar sus valores idealistas orientados

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Astrología de la sexualidad hacia la libertad, a fin de aprender a desarrollar un control realista sobre sí mismo. El sexo le proporciona energía, po­ der y respeto hacia sí mismo, si es lo suficientemente sensato como para seguir el dictado de sus instintos más refinados. La lección de esta posición zodiacal consiste en que, cuanto más impersonal sea una persona a la hora de ofrecer sus valores a otra, mayor fuerza generará en sí misma. Palabras clave: valora la libertad, curioso, innovador, imaginativo, poco convencional, generoso, escala de valores impersonal, recursos ilimitados, tiende a empujar a su pareja hacia el futuro, busca el sexo con honor, profundamente apasionado, pareja posesiva, refuerzo del ego a través del sexo, celoso en silencio, comportamiento llamativo, luchas con la pareja por el poder, caballeroso, intenciones significa­ tivas.

Piscis segunda casa- Virgo octava casa Con Piscis en la segunda casa, el individuo valora la com­ pasión, las aventuras amorosas, la imaginación, los sueños y todo lo que sea ligeramente intangible. Es más sensual que sexual. En este aspecto, el sueño de la sexualidad supera al acto en sí, que nunca parece estar a la altura del ideal forjado en la imaginación. Esta posición se ve empañada porque la persona se pier­ de a sí misma, al permitir una y otra vez que sus posesiones y valores se le escurran entre los dedos. Sin embargo, hace cierto hincapié en las apariencias, que permiten que sus sue­ ños parezcan reales. En el terreno sexual, el don que ofrece es el poder de la imaginación y la fuerza de la creencia. Ambas cualidades re­ visten gran importancia para aquellos que carecen de con­ fianza en sí mismos o necesitan razones para justificar la existencia. El yo siempre se supedita a la pareja, a fin de contribuir a reforzar el ego del amante. En muchos sentidos, 90

La segunda y octava casas el don de Piscis segunda casa refleja el amor divino en la ex­ presión humana. Mientras que Piscis representa el servicio a los demás, Virgo simboliza el servicio a uno mismo. El individuo hace mucho por sí mismo al armonizar sus ideales sexuales con los principios que considera correctos. Puede o bien ser muy perspicaz o buscar la aventura hedonista; si se decanta por esta última, no servirá a su yo superior. Virgo octava casa es una posición extremadamente moralista. El individuo no sólo alberga profundos sentimientos respecto a lo que es se­ xualmente correcto para él mismo, sino también para los de­ más. Algunas personas con esta posición incluso juzgarán el carácter completo de los demás por lo que parece ser una conducta sexual demasiado ligera. Esta posición siempre va acompañada de una serie de in­ hibiciones infantiles. A estos individuos les resulta difícil re­ lacionarse con representantes del sexo opuesto, ya que te­ men ser rechazados o sentir vergüenza personal respecto a su propia sexualidad. Surge un grave problema psicológico a dos niveles. En primer lugar, la escala de valores del individuo (como simbo­ liza Piscis segunda casa) es nebulosa, pero él espera de un modo muy poco realista recibir ideales específicos de otras personas a través de las necesidades inconscientes de su oc­ tava casa. En segundo lugar, supone que los impulsos in­ conscientes son muy primitivos y viles, ya que proceden de las raíces del individuo. Como consecuencia, la persona ra­ cionaliza gran parte de su vida. Evita purificar sus instintos carnales, atribuyéndolos a otras personas, en lugar de darse cuenta de que, en realidad, es un instrumento del amor se­ xual perfeccionado y de que teme ser crucificado por los ba­ remos de la sociedad en que vive. La lección de esta posición se basa en el hecho de que los valores son producto de la conciencia, y cuanto mayor sea la parte que el individuo entregue de una conciencia no egoís­ ta, con mayor facilidad obtendrá los ideales perfeccionados que busca. 91

Astrología de la sexualidad Palabras clave: sensual, sentido natural de la belleza, considerado, compasivo, gentil, comprensivo, creativo, re­ gala sueños, artístico, musical, sensible a las necesidades de su amante, enjuicia la sexualidad de los demás, analiza los movimientos sexuales, busca la honestidad en el sexo, es de­ masiado moralista en ocasiones, se aferra a los detalles, gran nerviosismo sexual, busca formas más puras de sexualidad, períodos de asexualidad, puede ser infantil o hedonista, ten­ dencias platónicas, en ocasiones bisexual, necesita una com­ prensión perfecta por parte de su amante, vence las ideas se­ xuales rígidas expandiendo la conciencia.

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7. LA TERCERA Y NOVENA CASAS

Estas dos casas representan una importante polaridad en el horóscopo, pues mientras que la tercera casa muestra cómo un individuo se integra con otro en una relación, la no­ vena indica el modo en que experimenta su relación con el yo superior. Tradicionalmente, la tercera casa representa la forma en que se intima con otras personas, ideas y aconteci­ mientos, es decir, el escenario fundamental de la integración en el mundo cotidiano de cada uno. La novena casa (regida naturalmente por Júpiter) puede usarse meramente como vía de escape, pues simboliza también la soltería, así como la unión del yo con la naturaleza, y puede influir en que un de­ seo vaya solo en lugar de acompañado por otros. Ambas casas (regidas por Mercurio y Júpiter) represen­ tan estados de ánimo. La tercera casa encierra las experien­ cias de la mente inferior que mantienen al individuo en con­ tacto con su realidad mundana. La novena casa constituye la clave para las experiencias espirituales de la persona, que elevan su conciencia hacia una realidad superior. Además, ambas casas simbolizan distintos tipos de aprendizaje. No cabe duda de que la sexualidad es un estado de áni­ mo, y el sexo (se produzca en la forma que se produzca) es una experiencia de aprendizaje. A fin de comprender esto, debemos considerar que la tercera casa rige los cinco senti­ dos físicos de la vista, el oído, el tacto, el olfato y el gusto. Todos ellos desempeñan un importante papel en las expe­ riencias sexuales. Esta casa también rige los años de escuela primaria, en los que el aprendizaje elemental sintoniza los sentidos con pautas que seguirán en el futuro. La novena casa simboliza la comunicación sensorial su93

Astrología de la sexualidad perior, así como pautas de aprendizaje más desarrolladas. Mientras que la tercera muestra el modo en que un individuo intenta comprender los significados connotativos y denotati­ vos de las palabras, las frases y el lenguaje abstracto, la no­ vena casa muestra cómo entendemos las cosas a través de longitudes de onda que son vibratorias. Con frecuencia sabe­ mos cosas, pero no sabemos cómo hemos llegado a saberlas. Gran parte de este conocimiento intuitivo se debe a la nove­ na casa, pues no depende de las relaciones para ver las cosas con claridad. El yin y el yang que se producen en las dualida­ des de la tercera casa quedan resueltos mediante la visión global de la totalidad que tiene la novena casa. A partir de esta totalidad, se forman actitudes, las filosofías espirituales sustituyen a la ideas inconexas, y empiezan a aflorar los ver­ daderos valores de la sexualidad (porque la novena casa es la segunda casa desde la octava). Me voy a permitir hacer una digresión. Podemos consi­ derar cada casa como la consecuencia de la casa que la pre­ cede. La tercera simboliza los pensamientos y la comunica­ ción sexuales que resultan de nuestros valores (segunda casa), así como de lo que somos capaces de dar. La novena representa los resultados de las necesidades sexuales de un individuo. La comunicación que representan estas dos casas (de mente e ideas) encierra una polaridad bien definida. En la tercera casa vemos todo lo que una persona quiere comu­ nicar a otra, mientras que la novena muestra nuestra filoso­ fía personal. Cuando preguntamos a una persona: «¿ Qué piensas?», nos referimos a la tercera casa, pero cuando le de­ cimos: «Decídete», nos referimos directamente a las cualida­ des de la novena. A fin de entender mejor estas casas, debemos tomar en consideración la importancia de la conciencia en tanto que va ligada a la sexualidad. La conciencia de un individuo pue­ de ser un apéndice de la conciencia. ¡ Y con frecuencia es la sexualidad la que somete a la conciencia a las pruebas más duras! Si consideramos el proceso a la inversa, veremos que el sexo es a menudo la pista de pruebas para el desarrollo de 94

La tercera y novena casas una conciencia clara, lo que desemboca a su vez en un estado de conciencia elevado y expandido. En el caso de las personas que avanzan por la vida sin una conciencia clara, la tercera casa (la del pensamiento dual, las ideas en conflicto y todos los efectos de la condición que denominamos mente inferior) tiende a «regir» la novena. Cuando la conciencia sexual es clara, a la mente le resul­ ta más sencillo controlar la tercera casa. El individuo com­ prende mejor las ideas del yin y el yang de los demás, en tan­ to que una verdad más elevada emana de su conciencia im­ personal. Para entender esto desde una perspectiva sexual, debe­ mos tener en cuenta que todo lo que da el individuo es pro­ ducto del pasado. Todo lo que recibe simboliza la formación del presente y la evolución del futuro. Solemos tener miedo de lo desconocido. La octava casa representa lo desconoci­ do, y la novena casa (la de la conciencia) simboliza el desa­ rrollo del futuro, que se produce cuando somos capaces de recibir de lo desconocido. Cuando ello se hace posible, ya no tenemos necesidad de temer al futuro, pues estamos creando una conciencia bien preparada para él. Las parejas sexuales generosas por naturaleza contribu­ yen a reforzar la sensación de seguridad futura. Las parejas que dan poco tienden a permanecer en pautas repetitivas del pasado. El sexo no es un acto físico aislado. El sexo físico signifi­ ca combinar nuestra conciencia con la de otra persona. Es posible que se agudice la percepción o que se produzca un retraimiento que inhiba la conciencia. En nuestros momen­ tos más íntimos, cuando pensamos en el significado del sexo, siempre lo relacionamos con la conciencia. Las experiencias menos gratificantes se dan cuando expe­ rimentamos el sexo con una persona cuya conciencia está muchos menos desarrollada que la nuestra. El acto nos deja vacíos o desilusionados. Cuando lo experimentamos con una persona que posee una conciencia similar, en un punto simi­ lar del tiempo y del espacio, el acto resulta profundamente 95

Astrología de la sexualidad satisfactorio, gratificante, y se convierte en un trampolín para alcanzar una comprensión y un desarrollo mejores. Las personas se sienten atraídas las unas hacia las otras a causa de su necesidad de evolucionar. Es posible que resulte difícil expresar con palabras el nivel de conciencia que existe en la novena casa, y tal vez sea más sencillo transmitirlo mediante la experiencia sexual. Así pues, el sexo tiene un poderoso efecto en nuestra mente. En la tercera casa, muestra el modo en que nos inte­ gramos en la sociedad, mientras que en la novena muestra cómo alcanzamos el yo superior, así como la forma en que el desarrollo de la conciencia desempeña un papel importante en la evolución de toda la raza humana.

Aries tercera casa-Libra novena casa En esta posición, es posible que el desarrollo sexual sea más bien mental. El individuo transmite telepáticamente sus deseos, puesto que se comunica con los ojos. No hay sutileza alguna, pues se puede imaginar o visualizar de inmediato la necesidad de ver consumado el acto, incluso antes de que la pareja se dé cuenta de ello. La urgente necesidad mental de Aries prescinde de la mística y la belleza de la experiencia. Resulta interesante observar que este individuo tiende a per­ der el interés por el sexo en cuanto se ha demostrado a sí mismo que puede sojuzgar mentalmente a una pareja que re­ presente un desafío para él. Su comportamiento sexual puede ser infantil, debido a las fijaciones neuróticas que se crearon entre los siete y los catorce años. Durante estos años, los niños están muy inte­ resados por poner a prueba su mérito sexual, mediante el establecimiento de su aceptabilidad para los demás. Si Aries aparece en la tercera casa significa que, por lo gene­ ral, ha quedado algo sin resolver en esta etapa del desarro­ llo. El adulto transmite sus deseos de forma intensa, pero no queda verdaderamente satisfecho, porque quizás no com-

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La tercera y novena casas prenda que puede alcanzar la satisfacción si se muestra más receptivo. La idea más poderosa que ocupa su mente es la de iniciar una experiencia sexual. El resto de la experiencia, es decir, el contacto, la mística, el acto, la percepción que se adquiere de ello, todos éstos son factores secundarios. Es posible que tenga tanta prisa por comunicarse que olvide escuchar o ser receptivo a su pareja. Libra novena casa representa una conciencia más bien paradójica. En la mente superior existe la necesidad de justi­ cia y objetividad. La conciencia occidental intenta alcanzar una capacidad de decisión clara, mientras que la oriental re­ conoce el yin y el yang de las fuerzas opuestas. Libra en la novena pone al individuo más en contacto con el este que con el oeste. La persona es capaz de reconocer ambos lados de la verdad, pero tal vez no pueda conceptualizar que uno de ellos sea mejor o peor que el otro. A nivel personal, las relaciones regidas por la oposición debida a Aries en la ter­ cera son a menudo demasiado parciales como para fluir con suavidad. La novena casa simboliza las actitudes, las opiniones y los juicios que la persona tiene que adoptar en la vida al dis­ tinguir las influencias que alteran o equilibran nuestro cami­ no. Con Libra en la novena, resulta difícil tomar decisiones sobre las cosas importantes de la vida. Libra oscila de un lado a otro, sin estar jamás del todo seguro de dónde se halla el centro. A consecuencia de ello, la sexualidad tal vez tenga mayores efectos sobre su conciencia que sobre la de otros. En las relaciones prolongadas, tal vez consagre gran can­ tidad de energías a equilibrar los valores de su pareja sexual. En las relaciones breves o en las experiencias sexuales aisla­ das, tiende a ser algo egoísta. Debido a las particulares cuali­ dades de la polaridad Aries-Libra, quizás aprenda cosas acer­ ca de la expresión sexual mediante experiencias iniciadoras aisladas, pero adquiere conocimientos sobre el amor (Libra en la novena casa) gracias a las relaciones más elevadas, que liberan su espíritu al permitirle unirse con su yo superior. 97

Astrología de la sexualidad Palabras clave: propenso al flirteo, agresivo, atrae a per­ sonas juveniles, popular, enérgico, autónomo, impaciente, enseña a su pareja a adquirir autoestima, confiado, intenta equilibrar a su pareja sexual, masturbación mental, indepen­ diente, iniciador, caritativo, perdona los errores de su pareja.

Tauro tercera casa-Escorpio novena casa Con Tauro en la tercera casa, los sentidos físicos están enormemente desarrollados. El individuo se comunica me­ diante el contacto. El cuerpo físico recuerda males y traumas pasados mucho después de haberlos superado. El individuo con Tauro en la tercera casa se comunica sabiendo por intui­ ción dónde y cómo tocar las distintas zonas ( que se hallan en diferentes lugares en cada pareja), y gracias a su tacto venu­ siano transmite un profundo amor curativo a su pareja. De hecho, se trata de un maestro en comunicación sexual y sensual. Puede dar y recibir, y su sentido del olfato está tan desarrollado que recordará a sus parejas por una «fragancia física», que siempre es única en cada persona. Puesto que tiene las facultades de comunicación tan de­ sarrolladas, es un excelente amante en muchos niveles al mismo tiempo. Tal vez lo más destacado de esta posición sea la gran cantidad de ternura que es capaz de ofrecer. Escorpio novena casa simboliza una cruzada por la se­ xualidad. Permite que la persona sea consciente de cuanto sucede a nivel inconsciente y, al mismo tiempo, en qué medi­ da puede utilizar el sexo para transformar sus actitudes. Así pues, puede fluir con la corriente de conciencia de otra per­ sona, porque sabe que se trata de una corriente distinta, que contiene llaves para abrir puertas que todavía están cerradas para él. Y la curiosidad de la mente superior lo convierte en un ser extremadamente ansioso por averiguar lo que todavía no sabe. Busca el gran misterio, y a través de la naturaleza escorpiónica de la novena casa, intenta entender la naturale­ za sexual del amor espiritual.

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La tercera y novena casas La polaridad Tauro-Escorpio siempre es algo posesiva, celosa y vinculante. Busca los significados poderosos y la plenitud. La mente superior queda centrada por la mente in­ ferior, de modo que lo que piensa ésta última siempre debe estar integrado. La intensidad de Escorpio y la amabilidad de Tauro deben trabajar juntas a estos dos niveles mentales, si el individuo quiere ver la sexualidad como una fuerza constructiva y regeneradora en su vida.

Palabras clave: sensual, amante del placer, sensible, da mucha importancia al contacto sexual, capaz de profesar un gran amor, pensamientos posesivos, celoso, no le cuesta comprometerse, busca la verdad y la honestidad, necesita el sentido del objetivo sexual, instinto de cruzado, gran profun­ didad, perspicacia, telepático, intuitivo, pueden resultarle sospechosas las motivaciones de su pareja, muy perceptivo, busca relaciones duraderas, puede ser sexualmente obsesi­ vo, pensamientos compulsivos, modelos sexuales poderosos.

Géminis tercera casa-Sagitario novena casa Ésta es la posición natural de Géminis y Sagitario. La co­ municación se inicia con una gran actividad mental y verbal. Este individuo puede ser atractivo sexualmente. Es agresivo y disfruta de los juegos de palabras. Es posible que se ponga muy nervioso durante la experiencia sexual, con «piel de ga­ llina» y «manos sudorosas». Cuando intenta mostrarse agresivo, debe superar su te­ mor al rechazo. Le gusta saber que cada mensaje ha sido re­ cibido antes de seguir avanzando. Su interés por el sexo sue­ le ser más mental que físico. Si busca gratificación, tal vez tenga que superar la frialdad que anida en su interior, o qui­ zás ignore la necesidad que siente su pareja de experimentar una aventura amorosa. Sagitario novena casa puede actuar como elemento de equilibrio, porque la conciencia o mente superior percibe

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Astrología de la sexualidad ambos labos de la cuestión. Eso ayuda al individuo a recono­ cer una corriente de conciencia mucho más plena. Tal vez no conozca a las personas tan sólo a través de ellas mismas, sino también a través de sus amigos, los tipos de experiencias que viven, la forma en que actúan y reaccionan ante las circuns­ tancias de la vida, etc. Y lo más impresionante es que puede saber todo eso sin apenas realizar esfuerzo alguno. Siente una acuciante sed de experimentar todo lo que ofrece la vida. Eso se manifiesta con gran claridad a nivel se­ xual, ya que la conciencia amplia y abierta del individuo le impulsa a relacionarse con las personas que mejor compren­ den su gran necesidad de libertad mental. La lección de la polaridad Géminis-Sagitario reside en la relación entre la mente y la experiencia. Cuanta mayor sea la dualidad que el individuo ve a través de Géminis, más nece­ sitará experimentar ( a través de Sagitario) a fin de resolver los pensamientos dicotómicos. Los dos lados de Géminis no quedan resueltos al fundirse en Sagitario, sino al ampliar las facetas de la dualidad, porque ello permite al individuo acep­ tar todo lo que existe en el mundo. A partir de esta aceptación puede surgir la gran singularidad de Sagitario. Palabras clave: versátil, relaciones platónicas ocasiona­ les, popular, atractivo, mentalmente agresivo, juvenil, ju­ guetón, frío pero comprensivo, ingenioso, practica juegos mentales, espíritu independiente, aventurero, inquieto, sen­ sible a las palabras sexuales, impaciente, sed de experien­ cias, representa papeles, inteligente, dado a flirtear, necesita una pareja armoniosa.

Cáncer tercera casa-Capricornio novena casa Con Cáncer en la tercera casa, la comunicación sexual tiene lugar a un nivel emocional. En la mujer, las zonas más sensibles sexualmente son los senos y el estómago, y en el hombre, el estómago. Tanto los hombres como las mujeres 100

La tercera y novena casas necesitan un compromiso sexual. Este individuo es extrema­ damente sensible a su pareja y necesita una expresión sexual mtima, pero sólo puede lograrlo si conoce bien a su pareja. No confía en los demás con facilidad, porque a un nivel pro­ fundamente intuitivo siente que muchas personas viven de­ trás de fachadas. Sólo se siente satisfecho cuando la sexualidad va acompa­ ñada de un profundo «amor tierno y cariñoso». Las relacio­ nes siempre encierran las ideas de la necesidad, de una ten­ sión emocional, del deseo de consuelo. En cierto modo, el individuo cree que las relaciones le impiden sentir demasia­ da desolación externa, debida a lo que percibe como un mundo inseguro. La vulnerabilidad sexual se halla en rela­ ción directa con la cantidad de seguridad que el individuo re­ cibe de su pareja. Capricornio novena casa hace al individuo sensible a las aetitudes, las opiniones, las creencias y a un nivel de con­ ciencia que tal vez quede sin expresar. Puede ponderar una idea durante años, mientras intenta comprender su valor úl­ timo. Es un constructor de conciencia. No quiere que ningu­ no de los fundamentos básicos que conforman su templo sea deforme o de tamaño incorrecto. Organiza sus ideas y las formula en conceptos, y a partir de esos conceptos construye una conciencia poderosa y recia que le permite capear mu­ chos temporales. Uno de los problemas que debe resolver reside en la identificación de la mente superior con el senti­ miento de culpabilidad. Hay algo en su configuración que le proporciona un poderoso sentido de la conciencia. Tiende a observar de cerca a los demás, a fin de saber si su plan de desarrollar su comprensión se verá reforzado gra­ cias a una relación íntima con ellos, o si, por el contrario, le hará perder el hilo. Las experiencias sexuales que le hacen perder el hilo también le inducen a sentirse culpable, pues lo más importante es el fuerte sentido de la responsabilidad que alberga para con las ideas en las que cree. En este aspec­ to, le resulta difícil entender a las personas que parecen ca­ recer de objetivos. No considera la vida como una serie de

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Astrología de la sexualidad

coincidencias inconexas, sino como un rompecabezas defi­ nido e integrado, cuyas piezas tal vez no parezcan tener mucho sentido, aunque, en realidad, encajan perfectamen­ te cuando adquieren una forma más definida con el trans­ curso del tiempo. Halla un significado en todas las cosas, y ve cada experiencia sexual como algo de lo que se pueden extraer lecciones, es decir, como otra pieza más del rompe­ cabezas que, de algún modo, convierte la vida en algo más tangible. La verdadera lección de esta posición zodiacal se halla en la observación de la ley de causa y efecto. Las cualidades ini­ ciadoras de Cáncer ( regido por la Luna) en la tercera casa simbolizan todo lo que pueden crear las relaciones emocio­ nales, mientras que las cualidades saturninas de Capricornio novena casa muestran que las relaciones emocionales dan forma a actitudes que ayudan al individuo a madurar. Las emociones de Cáncer quedan cristalizadas en Capricornio. Si la persona experimenta relaciones emocionales constructi­ vas, la forma y la estructura de la mente superior se refuerza. Si las relaciones emocionales son insatisfactorias, los siste­ mas de actitudes de Capricornio pueden tornarse muy nega­ tivos. Esta posición zodiacal muestra que la perspectiva del individuo ante la vida puede proceder de lo que experimenta en una relación emocional. Palabras clave: comprensivo, imaginativo, sensible, ama­ ble, defensivo, romántico, sensual, generoso, enseña las cualidades del sustento, busca un compromiso, consciente de la seguridad, principios firmes, necesita una pareja res­ ponsable, reconoce las lecciones de la vida, debe superar una conciencia azotada por los sentimientos de culpabilidad, actitudes encubiertas, instinto sexual monógamo, posibles sentimientos incestuosos, encuentra el sentido de la vida gra­ cias a las relaciones positivas.

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La tercera y novena casas

Leo tercera casa-Acuario novena casa Con Leo en la tercera casa, la sexualidad conmueve la emoción amorosa. Puesto que es extremadamente románti­ co cuando quiere transmitir una idea, el individuo puede centrar su atención en el drama del acto, pues éste se desa­ rrolla de un modo parecido a una obra que avanza de escena en escena. Se trata de una persona muy imaginativa e intenta asumir los distintos papeles que cree van a impresionar a su pareja, que tal vez simbolice su público. Quizás sea la acción el mejor modo de transmitir lo que siente, piensa y sabe, y es posible que quiera significar más para su pareja de lo que ésta ha experimentado con amantes anteriores. El concepto de la aventura amorosa agudiza su sensibilidad. Una de las dificultades de esta posición zodiacal surge cuando el individuo intenta controlar la experiencia sexual. Cuando siente que la tiene bajo control, puede comunicar todo lo que sabe sobre el amor creativo, la lealtad y la devo­ ción a su pareja. Cuando no cree ejercer dicho control, es posible que adopte una actitud filosófica y se aleje de la inti­ midad que realmente necesita. Los individuos que tienen esta posición suelen escoger parejas sexuales que tengan que superar esta misma dificultad. Pese a los intensos pensamientos sexuales de Leo, el in­ dividuo puede alcanzar un equilibrio a través de la concien­ cia libre simbolizada por Acuario novena casa. La persona se siente atraída hacia ideas que trascienden modelos de pensamiento establecidos. De hecho, parece poseer pocos modelos, pues es bastante liberal en sus actitudes. Cree en el «vive y deja vivir». En momentos de comunicación ínti­ ma, puede sentirse como un cruzado e intentar reformar a la otra persona. Quizás crea que su sentido del bien y del mal puede ayudar a la persona que ama. Nunca pierde de vista la comprensión de que las cosas pueden ser diferentes, sin que eso signifique que una de ellas sea necesariamente mejor que otra. A nivel sexual, quiere comprender las actitudes de su pa103

Astrología de la sexualidad reja. Nunca la juzgará, porque la idea de juzgar va contra todo lo que representa como ser humano. Sus experiencias sexuales pueden cambiarle en gran medida, ya que oscila de un lado a otro. Hay momentos en la vida en que necesita ha­ cerlo, pues eso le ayuda a equilibrarse. Leo tercera casa le hace sentirse fuerte, pero Acuario novena casa le hace darse cuenta en silencio de que no es más que una pequeña partí­ cula en un mundo tan grande que tan sólo puede entender una ínfima parte de él cada vez. La lección de esta posición zodiacal reside en el equili­ brio de la voluntad personal con la universal. Incluso un in­ dividuo puede dominar una relación, pero, a pesar de ello, debe afrontar la razón universal de la cantidad de bondad que aporta al mundo al hacerlo.

Palabras clave: magnético, popular, creativo, poderoso, personalidad alegre, desea dominar en las relaciones, ro­ mántico hasta el exceso, enseña a su pareja la idea de la de­ voción, justo como una derivación de la generosidad, perspi­ caz, actitudes de cruzado, competitivo, extravagante, res­ ponsable.

Virgo tercera casa-Piscis novena casa Con Virgo en la tercera casa, el individuo teme expresar­ se totalmente ante el sexo opuesto. Su concepto de las rela­ ciones se ha desarrollado con lentitud durante los primeros años escolares, y tal vez experimente algunos obstáculos que le resulte difícil superar. Con frecuencia, el sexo es más gratificante cuando se tra­ ta de un sentimiento y no de una experiencia del pensamien­ to, pero Virgo provoca que el individuo consagre la mayor parte de sus energías a analizar su aceptabilidad en el seno de una relación. Si Acuario aparece en la octava casa, el in­ dividuo puede tener o bien tendencias bisexuales, o bien ob104

La tercera y novena casas servar una actitud distanciada con respecto a la sexualidad. Dicha actitud puede impedir que se sienta íntimamente im­ plicado. En tal caso, tal vez se observe a sí mismo, y a su pa­ reja, como si fuera una tercera persona que contemplara la situación desde una distancia segura. A menudo, el sexo pone nervioso a este individuo, por­ que quizás le cueste entender lo que se espera de él. Su capa­ cidad de comunicación puede quedar frustrada, pues no es la misma persona cuando está desnudo que cuando está vesti­ do. Si tiene la sensación de haber perdido la compostura, se le hace prácticamente imposible fluir con la experiencia. Por el contrario, intenta una y otra vez recuperar su «porte men­ tal». A pesar de ello, lo que transmite a su pareja es la idea de que uno no debería perderse a sí mismo en la sexualidad, sino que siempre debería conservar un poderoso sentido de la claridad. Piscis novena casa brinda al individuo la oportunidad de experimentar una conciencia muy bella y rica. Aunque gran parte de lo que cree se basa en su imaginación y en los cuen­ tos de hadas, que parecen ocupar constantemente sus pensa­ mientos, es uno de los pocos individuos con capacidad para experimentar una sensación de paz en la mente superior. Los cambios de sus modelos de pensamiento son tan sutiles, y su corriente tan suave, que los demás se preguntan cómo puede parecer tan libre en medio de las numerosas vicisitu­ des de la vida. La respuesta es simple. Permanece siempre en su libro de cuentos y consigue ver la vida como parte del cuento en que vive en cada momento. Por sencilla que pa­ rezca esta clase de conciencia, posee una cualidad profunda­ mente mística, porque aunque siempre parece estar en las nubes, conoce de algún modo las respuestas correctas a aquello por lo que los demás se han devanado literamente los sesos. En el plano sexual, experimenta las sensaciones de «Pe­ ter Pan», «El Mago de Oz», a veces incluso la malvada «bru­ ja» que hace cosas terribles a la gente. Todos estos persona­ jes se tornan muy reales en su interior. Tal vez alcance su 105

Astrología de la sexualidad

mayor iluminación cuando descubra que, en realidad, no es ninguno de estos personajes de ficción. La polaridad Virgo-Piscis resulta especialmente difícil de equilibrar, porque la mente superior sabe que la mente infe­ rior no puede expresarse con facilidad. Le resulta difícil sin­ cronizar la cualidad finita de las relaciones personales íntimas a través de Virgo tercera casa, con la percepción cósmica infi­ nita que puede producir cambios radicales en el sistema de actitudes de Piscis novena. En ocasiones, la expresión sexual parece mecánica, sobre todo si el individuo se ve a sí mismo tan sólo a través de la mente inferior. Con frecuencia, el in­ dividuo posee una cualidad infantil que rehusa asumir res­ ponsabilidad sexual alguna. No obstante, cuando estos dos signos y casas se encuentran equilibrados, el individuo tiene la oportunidad de integrar los pensamientos de su mente in­ ferior en una realidad superior. Palabras clave: nervioso, analiza las relaciones, tímido, pensamiento rígido, posibles sentimientos bisexuales, busca la sensibilidad perfecta en la pareja, en ocasiones demasiado moralista, emite juicios, infantil, extremadamente imaginati­ vo, conocimiento místico, gran belleza espiritual, busca una relación perfecta.

Libra tercera casa-Aries novena casa Con Libra en la tercera casa, el individuo intenta com­ prender un equilibrio de intimidad en todas las relaciones. Es posible que incluso provoque un desequilibrio en sí mis­ mo, si eso significa llevar la paz a la persona con la que quie­ re relacionarse. En ocasiones puede ser extremadamente in­ fantil, sublimando su carácter sexual en favor de una rela­ ción más suave o menos intensa, ya que sus pensamientos tienden a girar en torno al objetivo de crear armonía en la otra persona. A través de una gran variedad de experiencias, aprende

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La tercera y novena casas que cuanto más intenta centrar a los demás, más pierde su propio centro. Esto provoca un peculiar conflicto en su inte­ rior, porque a Libra no le gusta hacer las cosas solo y necesi­ ta de las relaciones más que cualquier otro signo. Libra ter­ cera casa no se muestra especialmente agresivo a la hora de expresar sus ideas. La persona no sólo puede expresarse a través de Aries novena. Busca una perspectiva singular, clara y concluyente en todas las ideas que se le exponen. No siempre se pueden cumplir al mismo tiempo el deseo de unirse a otro y el de permanecer solo. A nivel sexual, surge una paradoja pecu­ liar. Venus rige Libra tercera casa, lo que simboliza la bús­ queda del amor a través de las relaciones. Al mismo tiempo, Marte rige Aries novena, lo que muestra que el mejor modo de conservar una conciencia sexual consiste en no permitir que el yo se una totalmente a otra persona. La fusión excesi­ va reduce la atracción sexual. El deseo de no fundirse con otra persona incrementa la atracción sexual, pero al mismo tiempo puede impedir al individuo alcanzar la conciencia del amor. La lección de esta polaridad consiste en aprender a equi­ librar las actitudes sexuales con la necesidad básica de amor. Cuando la mente inferior halla la armonía entre el yo y otra persona, la mente superior puede empezar a comprender la claridad que es posible alcanzar gracias a una relación equili­ brada. Palabras clave: amable, apaciguador, en ocasiones se pone a la defensiva sexualmente, intenta equilibrar la expre­ sión, creativo, más sensual que sexual, la fuerza se ve blo­ queada a veces por el carácter pasivo, necesita libertad en una relación, las experiencias sexuales fortalecen el yo supe­ rior, pensamientos opuestos, la competencia sexual crea conflictos, cualidades infantiles, actitudes juveniles, las rela­ ciones equilibran el ego.

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Astrología de la sexualidad

Escorpio tercera casa-Tauro novena casa En esta posición, casi toda la comunicación es sexual. El individuo es extremadamente telepático y sabe cómo llegar a otro a través de niveles inconscientes. Es muy sensible al trasfondo del lenguaje. Si Virgo primera casa acompaña esta posición, queda neutralizada una parte de la intensidad. Esta persona siempre piensa en términos sexuales y es cons­ ciente de ello. Desnuda mentalmente a la gente, aunque, en el exterior, sigue pareciendo un dechado de virtudes. Arras­ trará a los demás al tema del sexo leyendo su aura a fin de centrarse en cualquier pensamiento sexual que alberguen. Así pues, es capaz de convertir situaciones no sexuales en se­ xuales, pero siempre logrará que parezca culpa de la otra persona. Una vez que el sexo se ha convertido en algo físico, el arte de la comunicación profunda e intensa asume un papel muy distinto. Si el individuo se siente aceptado, le gusta mostrarse muy expresivo durante el acto sexual. A menudo posee ya de por sí una «voz de dormitorio», y en cuanto se pone en marcha es capaz de excitar a su pareja de mil y una formas. Ante los ojos de algunas personas, eso parece dema­ siado, pues su capacidad de comunicación va más allá del sexo en sí. A través del acto empieza a concienciar a su pare­ ja acerca de pensamientos inconscientes que hasta entonces han permanecido encerrados bajo el umbral de conciencia del individuo. Gracias a ello, es capaz de mostrar a su pareja una parte de sí misma que a los psiquiatras les habría llevado años descubrir. Gran parte de ello se debe a que el individuo posee una cualidad insistente, a la que le gusta llegar directa­ mente al fondo de las cosas. Tauro novena casa agrega una cualidad de persistencia a la conciencia sexual. Puesto que se trata de una polaridad fija, los procesos mentales se hallan impregnados de tenaci­ dad. La armonía de Tauro en la mente superior intenta afe­ rrarse al cómodo lugar que ocupa en la naturaleza. La turbu­ lencia de las emociones de Escorpio sale a la superficie en las

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La tercera y novena casas relaciones, y no cesa de producir transformaciones, a las que la actitud de Tauro intenta resistirse. El individuo exige a su pareja las cualidades de la consistencia, la devoción, la since­ ridad y la lealtad. Se trata de una posición extremadamente sexual para la polaridad de la tercera y la novena casas. La cualidad super­ ficial de la tercera casa se torna muy profunda debido al do­ minio de Escorpio. El pensamiento sexual pasa a la acción, ya que la mente superior necesita del contacto físico para co­ municarse. La lección inherente a esta posición zodiacal consiste en aceptar la propia sexualidad, sin intentar reducirla para que otra persona la acepte. Si el individuo niega su sexualidad, parece perder contacto consigo mismo. Si es consciente de sus necesidades, puede ofender a otras personas a las que les disguste su franqueza, pero se sentirá más centrado. Incluso cuando se ve a sí mismo saboteando relaciones a causa de Escorpio tercera casa, debe saber que ello responde a las exigencias de su mente superior. Palabras clave: necesidad vital de expresarse, pensador profundo, sensible a los pensamientos inconscientes de su pareja, intuitivo, lujurioso, pensamientos poderosos, suele romper códigos, tendencias psíquicas, los celos inconscientes perjudican las relaciones, pensamientos incestuosos, pensa­ mientos posesivos, poco pretencioso, busca la plenitud, posi­ bles sentimientos bisexuales, intenso, fuerte, puede obsesio­ narse con el poder.

Sagitario tercera casa-Géminis novena casa Se trata de una polaridad difícil, que a menudo se mani­ fiesta en una falta de perspectiva en lo referente a la verda­ dera naturaleza de las relaciones entre cosas y personas. El individuo tiende a resaltar los pensamientos triviales y dejar de lado las cuestiones importantes. Puede encontrar res109

Astrología de la sexualidad puestas a los problemas, pero, de algún modo, nunca halla una solución. Cavila una y otra vez sobre las situaciones, buscando la corrección en lugar de respuestas. Puede adop­ tar una actitud demasiado filosófica respecto a los asuntos personales e íntimos. Tal vez intente personalizar los ideales filosóficos impersonales. En el plano sexual, quizás sea uno de los individuos más frustrados del zodíaco, porque raras veces cree haber trans­ mitido todas sus ideas a la pareja. En el propio acto, tal vez experimente una preocupación mental. Muchas personas con esta posición tienen además Tauro en la octava casa. Cuan­ do se combinan ambos signos, es posible que el individuo se sienta hastiado sexualmente ya a una edad muy temprana, debido a la saturación. La polaridad Géminis-Sagitario induce a la persona a al­ bergar el temor de caer en la trampa de situaciones que se pueden volver demasiado sofocantes. El individuo desea que le persigan, no que le den caza. Intenta encontrar relaciones exentas de los estrechos lazos que puedan llegar a estancarle mentalmente. Cuando el individuo utiliza correctamente Géminis nove­ na casa podrá llegar a comprender sus relaciones. Ninguno de los dos signos de esta polaridad está particularmente atento a la sexualidad, sino que centran su atención en la comprensión mental. La curiosidad supera a la actividad se­ xual en sí. Es importante hallar una relación basada en la verdad y la comprensión. La pareja ayuda a equilibrar los pensamientos exagerados, debidos a una percepción dema­ siado idealista de la realidad. Cuando el individuo se da cuenta de que está prestando demasiada atención a las cosas triviales y no la suficiente a las cuestiones importantes, em­ pieza a comprender todo lo que la otra persona tiene que ofrecerle. Palabras clave: ideas abundantes, hablador, dispersa las energías mentales, popular, relaciones filosóficas, frustrado sexualmente, necesita libertad en las relaciones, a menudo le J 10

La tercera y novena casas cuesta llegar al orgasmo, disipador, pensamientos obsesivos, ideas exageradas, relaciones con extranjeros, mentalmente a la deriva, necesita una pareja práctica y centrada.

Capricornio tercera casa-Cáncer novena casa Con Capricornio tercera casa, la comunicación se centra en la resolución de problemas. Al individuo le resulta difícil expresar lo que siente, porque siente las cosas demasiado profundamente. Tal vez levante muros entre lo que com­ prende y lo que cree que debería comunicar a los demás. En las relaciones sexuales, le lleva mucho tiempo abrir­ se, porque tiene que confiar en su pareja antes de revelarle sus ideas, pensamientos o sentimientos. Se zambulle en re­ laciones sin sentido, donde la revelación de sí mismo resul­ ta innecesaria, o bien espera largo tiempo, a fin de desarro­ llar la relación duradera y estable que realmente busca. Cuando logra comunicarse, puede transmitir más cosas con menos palabras que cualquier otro signo del zodíaco, porque sólo se centra en algo si cumple dos requisitos. En primer lu­ gar, la idea debe ir orientada hacia un objetivo concreto y, en segundo término, debe venir respaldada por un poder su­ ficiente como para durar largo tiempo. Necesita creer que mantiene el sexo bajo control. Raras veces escoge a una pa­ reja si no posee algún potencial oculto. Cada relación se con­ vierte en una especie de proyecto, y el individuo calibra su éxito según lo bien que responda el otro individuo a las ideas que transmite místicamente. En esta posición, la mente se ve atraída hacia individuos que evolucionan, construyen o alcanzan una nueva estructu­ ra en su vida, o bien contribuyen de algún modo a la socie­ dad en que viven. Los procesos mentales reservados de Capricornio tercera casa están en armonía con el deseo canceriano de la novena casa de encontrar un hogar espiritual. La verdad viene deter­ minada por el tiempo que dura, y lo mismo sucede con la se111

Astrología de la sexualidad guridad. El individuo crea estructuras mentales a través de su Capricornio tercera casa. Inserta a cada persona nueva que conoce en una u otra estructura mental. Al hacerlo, mide el valor último que tienen en su vida. Cuando es capaz de reconocer el valor último en una persona, hace todo lo posible por alimentar su conciencia. El sexo debe poseer significado y dirigirse hacia un obje­ tivo. El individuo lo considera como una experiencia que, o bien saca a la superficie el significado profundo de planes fu­ turos, o bien es un esfuerzo inútil que puede apartarle de la solidez del presente. La lección de esta polaridad consiste en que las emocio­ nes sólo pueden elevarse a un nivel espiritual si se expresan en relaciones valiosas. Así pues, la idea de la vulnerabilidad sexual tan sólo es posible si el individuo experimenta una sen­ sación de verdadera seguridad emocional a nivel espiritual. Palabras clave: muy sensible, reprime la expresión, místi­ co, busca el significado profundo a través de las relaciones, gran sabiduría, aprende por experiencia, busca una profun­ da comprensión, misterioso, cerrado cuando se siente ame­ nazado, tan sólo puede llegarse a él mediante el amor espiri­ tual, ideas conservadoras, paciente, protector, defensivo, muy selectivo.

Acuario tercera casa-Leo novena casa Con Acuario en la tercera casa, la comunicación sexual adopta muchas formas. El individuo es extremadamente cu­ rioso. Tiene miedo a los compromisos sólidos, y prefiere conservar cierta libertad, por si se presentara algo nuevo y mejor. Cuando esta tercera casa va acompañada de Sagitario en la primera, el individuo puede eludir el matrimonio, ya que la combinación de ambos signos genera una tendencia a ir a la deriva, a vagar. 112

La tercera y novena casas A nivel sexual, esta persona intenta vivir de acuerdo con sus ideas de libertad, que no siempre gozarán de la acepta­ ción de los estándares de la sociedad. En ocasiones se intere­ sa por las relaciones bisexuales o platónicas, ya que quiere entender lo que todavía no ha experimentado. Es muy sensi­ ble a las corrientes de pensamiento, sobre todo a aquellas que representan ideas progresistas. Es un «primero», es de­ cir, cree que la primera experiencia con cada persona es la que más significado encierra para él, y prefiere esta pauta a repetir las mismas experiencias con las mismas personas. Su sensibilidad se agudiza al máximo cuando se encuentra en si­ tuaciones que nunca habría creído poder manejar, aunque siempre hubiera deseado en secreto que se presentasen. Se trata de una posición en la que «tres o más» no representan necesariamente una multitud. El Sol y Júpiter ejercen una influencia conjunta al regir Leo novena casa, lo que acentúa la necesidad de conservar la libertad mental. Por lo general, el individuo desecha las si­ tuaciones restrictivas, ya que cree que van en detrimento del yo. La polaridad Acuario-Leo es extremadamente creativa y necesita espacio, poder respirar a sus anchas a fin de expan­ dirse, y sentirse en armonía con el universo. Al nivel de la mente inferior, puede parecer frío y reserva­ do, pero, en realidad, se trata de una persona muy cariñosa. El sexo forma parte de la exploración de la vida. Es el sendero del descubrimiento que conduce a nuevas dimensio­ nes. La lección de esta polaridad consiste en combinar las cualidades de descubrimiento de Leo y Acuario con el valor personal. Si los pensamientos del individuo se centran en todo lo que es nuevo y diferente, puede contribuir a la socie­ dad y, a nivel personal, ayudar a aquellos que ama, siempre y cuando no pierda de vista el hecho de que sus pensamien­ tos e ideas constituyen las semillas para la creación. La men­ te inferior debe volverse más responsable, a fin de que el in­ dividuo pueda afrontar la mente superior de Leo, que no puede eludir enfrentarse a sí misma. 113

Astrología de la sexualidad Palabras clave: ideas poco convencionales, estimulante, enajenaciones inusuales, crea confusión, curioso, librepen­ sador, orientado hacia el futuro, independiente, perverso, agilidad mental, original, versátil, adaptable, incomprendi­ do, solitario, relaciones irresponsables, dificultades en el matrimonio, obstinado, mente poderosa, gran fuerza de vo­ luntad, orientado hacia la excitación, gusto por la experi­ mentación, voyeurismo, principios arraigados en secreto, re­ laciones extravagantes, mente agresiva.

Piscis tercera casa- Virgo novena casa Con Piscis en la tercera casa, el individuo busca relacio­ nes sutiles, soñadoras. Cada fibra de su ser puede ser sensi­ ble. Se siente especialmente atraído por los ojos de las perso­ nas, ya que puede percibir toda su esencia a través de ellos. Se comunica forjando ilusiones poderosas, a través de las que pocas personas pueden ver, a veces ni siquiera él mismo. Sus relaciones son vagas, pues no le gustan las ataduras. Intenta atraer a las personas hacia sí con palabras, y con fre­ cuencia lo consigue. En un sentido no verbal, el acto sexual representa una oportunidad para transmitir su percepción de una realidad cósmica superior. La cualidad neptuniana de esta posición zodiacal permite al individuo enseñar a sus pa­ rejas a nadar, a través del tiempo y del espacio, hacia una mejor comprensión de quiénes son en realidad. Por lo tanto, no son las vagas impresiones del lenguaje y del pensamiento lo que convierten esta posición en algo especial, sino las for­ mas silenciosas en que ponen al individuo en contacto con la comprensión infinita. Cuando el amor procede del infinito, es suave, amable, tranquilizador y pacífico. Las relaciones adquieren un carácter único y místico. La cualidad misterio­ sa e incluso sobrecogedora de la personalidad seduce a los demás hacia las enormes profundidades de la comprensión, que este individuo considera meramente como su forma de ser natural. 114

La tercera y novena casas Sin embargo, Virgo novena casa provoca que al indivi­ duo le resulte extremadamente difícil reconocer su propia esencia. Tal vez la mente busque una perspectiva intoleran­ te de la perfección, cuando en realidad es capaz de saber cosas que van mucho más allá del concepto finito de la per­ fección. La mente superior tiende a juzgar a la mente infe­ rior, e intenta que encaje en modelos rígidos. El temor a perderse algo impulsa al individuo a concen­ trarse en demasiados detalles. Esto puede constituir una bendición o una maldición, ya que gran parte de lo que ve le decepciona. A niveles muy profundos ama verdadera­ mente a las personas, porque su mente superior se halla volcada hacia lo humano. Teme que los demás le vuelvan vulnerable. Quizás sienta que la parte más pura de sí mismo es privada. Se da cuenta de que, para las demás personas, la mejor forma de invadir su parte más íntima es hacerlo a través de su sexualidad. Como consecuencia de ello, suele ponerse a la defensiva en materia sexual. A menudo no logra ser consciente de que su Piscis ter­ cera casa sabe sin ningún esfuerzo todo lo que su Virgo no­ vena casa intenta descubrir. Puede llegar a estar en armo­ nía consigo mismo si se percata de la conciencia cósmica, que experimenta cuando su relación con otras personas es realmente fruto de los ideales que su mente superior siem­ pre ha conocido. La lección de esta polaridad consiste en que el individuo venza la tendencia a juzgar los matices se­ xuales de las relaciones que verdaderamente le ponen en contacto con su naturaleza divina. Analizar las razones por las que piensa como lo hace sólo sirve para reducir su con­ ciencia, ya que le induce a pensar equivocadamente que puede controlar la sutil fuerza que mueve su conciencia. En esta especial posición zodiacal, la tercera casa, regida por Neptuno, muestra la claridad del pensamiento universal, mientras que la novena, regida por Mercurio, representa la ilusión.

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Astrología de la sexualidad Palabras clave: incomprendido, sensible, intuitivo, des­ venturas, escurridizo, evasivo, analiza las impresiones, magnético, extraño, intrigante, sexualmente sobrecogedor, desconfía de sus propios pensamientos, idealista, juzga los valores de su pareja, hipnótico, observador, impreciso en cuanto a la razón, dificultad a la hora de entender las im­ presiones, idealista.

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8. LACUARTA YDÉCIMACASAS La cuarta casa simboliza nuestras raíces. Se trata de los cimientos sobre los que descansa el resto de la carta. Nues­ tros modelos instintivos se forman a partir de las enseñanzas paternas y la experiencia que adquirimos en nuestra primera infancia. Independientemente de dónde estemos o en qué compañía nos hallemos, representaremos los distintos pape­ les que aprendimos durante los años de formación. La cuarta casa representa el útero en el que nos envolve­ mos para que nos proteja de las circunstancias externas. Las parejas sexuales pueden convertirse en madres, padres, tías o tíos sustitutivos, ya que volvemos a construir una y otra vez los cimientos que una vez supusieron consuelo y seguridad. Cuanto más capaces sean los demás de satisfacer los recuer­ dos de los papeles representados en la niñez, más seremos capaces nosotros de responder a ellos y retener al niño que llevamos dentro. Como núcleo de las emociones, esta casa controla el modo en que reaccionamos ante las circunstancias de la vida. En esencia, simboliza el modo en que nos sentimos a nivel instintivo. Cuando nos extraviamos fuera de este marco, nos sentimos amenazados y deseamos emprender el camino de regreso (hacia el proverbial útero). Como fundamento de to­ dos nuestros modelos emocionales instintivos, la cuarta casa simboliza los modelos de la vida con los que nos sentimos a nuestras anchas. Esta casa representa las raíces del complejo de Edipo que debemos superar para hacernos adultos. Según la mitología, Edipo (hijo de un rey y una reina) creció entre unas personas que no eran sus padres. Un día, cercano ya a la vida adulta, 117

Astrología de la sexualidad un oráculo auguró que «mataría a su padre y se casaría con su madre». Esta idea le pareció tan repulsiva a Edipo que decidió abandonar su hogar para impedir que se cumpliera la predicción. En el camino se encontró con un forastero que no le permitió pasar. Se enzarzaron en una acalorada discu­ sión y Edipo terminó por matar al forastero. Por fin llegó a un lejano reino y se enamoró de la reina, que había enviuda­ do. Más tarde descubrió que la reina era su verdadera ma­ dre, y que el hombre al que había matado era su verdadero padre. Edipo huyó, porque no pudo soportar lo que había averiguado. Sigmund Freud empezó a investigar las implicaciones del mito. Descubrió que los niños varones se sienten celosos cuando ven a su padre tratar a su madre con amor, y que em­ piezan a considerar a su padre como un competidor. Freud llegó a la conclusión de que todos los niños varones (visto desde un punto de vista muy simplista) aman a su madre y ven a su padre como una amenaza para la relación madre/ hijo. En el caso de las niñas sucede lo contrario. El amor que sienten por su padre va unido a un sentimiento competitivo hacia su madre. Freud lo denominó el complejo de Electra. No cabe duda de que, hasta cierto punto, los complejos de Edipo y Electra revisten cierta importancia cuando damos nuestros primeros pasos emocionales. La mayoría de los in­ dividuos los superan, mientras que otros cargan con ello du­ rante toda la vida, buscando siempre sustitutos a través de los que poder recrear los sentimientos y traumas de la niñez. El mejor lugar para hacerlo es la situación sexual. La perso­ na puede decidir recrear al niño (pero con fuerza adulta y vi­ rilidad), y considerar a su pareja sexual como la figura pater­ na que se le negó en la infancia. Las reacciones de los adul­ tos ante los amantes rivales dan buena prueba de ello. Se puede presentar una actitud propia del complejo de Edipo cuando la persona se siente atraída hacia personas mucho mayores o mucho más jóvenes que ella. Todos estos sentimientos y los sutiles cambios de rumbo que realizan estas personas en el curso de su vida se deben a 118

La cuarta y décima casas la cuarta casa. Los recuerdos almacenados en la cuarta casa se convierten en la cronología emocional de la historia se­ xual de un individuo. En último término, las semillas de di­ chos recuerdos se convierten en las piedras que conforman la estructura de la vida adulta a través de la décima casa, que simboliza la figura paterna dominante. A fin de llegar a la edad adulta, el individuo debe enfrentarse a dicha figura, ya sea la del padre, la de la madre, o figuras sustitutivas con las que el individuo se relaciona. A través de la décima casa, buscamos el sentido de la vida, conformando las cualidades que tienen un propósito. Para liberarse de la figura de autoridad que lo dominaba du­ rante la niñez, el individuo debe desarrollar un gran poder en su interior. El objetivo que persigue es un estado de sufi­ ciencia adulta. Mientras que la cuarta casa reacciona a través de la dependencia, la décima simboliza el yo que surge tras haber superado los fantasmas de la infancia. Aquí, el indivi­ duo lucha por dominar todo aquello que le dominó en el pa­ sado. En el terreno sexual, la décima casa encierra un significa­ do psicológico profundo y oculto. Cada individuo tiene un objetivo o una meta en la vida, los cuales confieren sentido y sustancia a su vida. Con frecuencia, el deseo de alcanzar di­ chos objetivos y metas procede de la primera infancia. Sin embargo, y puesto que un niño no puede vivir en una reali­ dad adulta, oculta sus objetivos en la fantasía, y las alimenta año tras año. Saturno es el rector natural de la décima casa, y es un re­ cipiente. Tras su sólida fachada, todas las fantasías y los de­ seos que todavía no se han cumplido van ligados creativa­ mente al acto sexual en sí, que desde la concepción del pri­ mer pensamiento hasta la consumación en el acto, es la idea­ lización simbólica y espontánea de un objetivo, la lucha por alcanzarlo y, en último término, su consecución. En este aspecto, también hay que entender a Saturno como el planeta de los modelos. Las personas tienen mode­ los de comportamiento sexual que tienden a repetir. Sus fan119

Astrología de la sexualidad tasías también responden a determinados modelos. Los sue­ ños, los deseos, las historias sexuales, las fantasías, etc., pa­ recen variar, pero siempre tienen un denominador común. Y es este denominador común el que nos proporciona una pis­ ta sobre lo que el individuo tiene que superar en su existen­ cia real para alcanzar los objetivos que persigue verdadera­ mente. La polaridad de la cuarta y la décima casas es cronológi­ ca. Comienza por los modelos de crecimiento de la infancia y sigue con el modo en el que, en último término, las «fanta­ sías guiadas» se manifiestan en la realidad creativa de la vida adulta del individuo.

Aries cuarta casa-Libra décima casa Con Aries en la cuarta casa, el carácter emocional per­ manece en niveles inmaduros hasta bien entrada la edad adulta. El deseo dominante consiste en individualizar al niño que existe en el yo, es decir, separar el ego del ego colectivo de la familia. Una de las formas de conseguirlo consiste en recrear desafíos gracias a los que el individuo puede salir vic­ torioso emocionalmente. Por lo general, reacciona de forma exagerada, pero se trata del modo más natural de autocon­ vencerse de que, en realidad, él es su propia persona. Tal vez se sienta atraído hacia personas más jóvenes. Si todavía alberga resentimientos infantiles subconscientes cuando se le niega algún deseo, es posible que presente ten­ dencias sádicas. Al subyugar a su pareja, se convierte simbó­ licamente en el amo emocional. Puede darse cuenta de que está participando en un juego, pero casi nunca sabe cómo controlar los arranques de genio que le provoca su incons­ ciente ante la posibilidad de ser rechazado. Éste es su gran temor, porque su nivel emocional primitivo siempre cree es­ tar luchando por sobrevivir. A causa de Libra décima casa, quiere estar en armonía con sus compañeros y no le gusta provocar perturbaciones. Quizás nunca sepa lo que le con120

La cuarta y décima casas viene y lo que no, y tal vez oscile de un extremo a otro. Se siente profundamente atraído por la estética; la poesía, el arte, la música, la artesanía o las aficiones revisten importan­ cia para él. La seguridad constituye su principal objetivo. Aprende que la mejor forma de conseguir la paz consiste en no implicarse. Si se interesa por las cosas, pero no se com­ promete, puede sortear literalmente las gotas de una lluvia torrencial sin mojarse. Experimenta sensaciones de yin y de yang. Se acerca a sus objetivos y, al mismo tiempo, los evita. Puesto que siem­ pre considera ambos lados de las cosas, cree que decantarse por uno de ellos significa automáticamente perderse el otro. Así pues, vacila entre una emocionalidad agresiva y el modo, en ocasiones pasivo, en que degusta la vida. A nivel sexual, suele llevar una vida activa de fantasías, que quiere y al mismo tiempo no quiere poner en práctica. Desea experimentar sus fantasías, pero a veces teme que lle­ guen a controlarle. Teme exagerar las cosas, porque sabe que se zambulle en ellas con gran facilidad. Sus fantasías suelen ser incompletas, pues desea protegerse de sí mismo. Nunca llega al punto en que pueda perder el control de la na­ turaleza pasiva que busca. Sus metas profesionales son igua­ les, ya que teme querer demasiado y quedar insatisfecho con demasiado poco. Desea hallar el equilibrio que le permita experimentar la «normalidad». Algunas de sus fantasías se­ xuales se apartan de la norma, y tiene miedo de que su pare­ ja no las acepte. Tanto en la vida profesional como en el sexo, necesita del aliento y el estímulo de los demás, a fin de poder darse cuenta de qué es lo que desea. Debe aprender que puede mantener el equilibrio y la armonía sin por ello esconderse dentro de sí mismo. El impulso emocional de Aries cuarta casa siempre inten­ ta emprender nuevos inicios, que Libra décima casa debe equilibrar. Los impulsos sexuales de la niñez deben madurar hasta alcanzar una comprensión equilibrada del amor para que el individuo pueda alcanzar la felicidad. La lección de esta posición zodiacal consiste en ser capaz 121

Astrología de la sexualiaaa de tomar las fantasías narcisistas de la niñez y convertirlas en un fuerte sentido de la identidad del alma, a fin de que pue­ da formarse la sustancia necesaria para compartir la vida con otra persona.* Palabras clave: alma vibrante, emocionalmente indepen­ diente, mucha sexualidad oculta, impaciente, agresividad oculta, sentimientos incestuosos, ego primitivo, necesidad oculta de dominar, propenso a la masturbación, apacigua a las figuras de autoridad, debe equilibrar los instintos com­ pulsivos.

Tauro cuarta casa-Escorpio décima casa Con esta posición, el individuo reacciona a la sexualidad que le ofrece seguridad. Necesita que Jo sostengan y lo alien­ ten, y se entregará en cuanto quede confirmada esta sensa­ ción de seguridad personal. Lo más importante para él es sentir una base sólida bajo sus pies. No le gusta correr ries­ gos y le cuesta confiar en las personas que acaba de conocer. Esta persona basa las emociones en la realidad material. Re­ fuerza su seguridad buscando parejas que representen el éxi­ to económico o el prestigio. Inconscientemente, intenta re­ sistirse a afrontar los complejos infantiles y, por lo general, no los resuelve hasta bien entrada la vida adulta. A fin de conservar los recuerdos de sus primeros años de vida, busca parejas que tengan algo en común con la figura paterna del sexo opuesto. Eso le asegura una continuidad inconsciente, en cuyo contexto se siente protegido. Básicamente, se trata de un individuo tímido y necesita

* Libra décima casa se parece más a Venus retrógrado en la déci­ ma casa. Ver Martin Schulman, Planetas retrógrados y reencarnación Astrología kármica, vol. 2, Ediciones Índigo. 122

La cuarta y décima casas una pareja fuerte, como indica el hecho de que esta posición zodiacal vaya acompañada por Leo en la séptima casa. Gra­ cias a su pareja, desarrolla la fuerza del ego. A cambio, ten­ drá que aportar una sólida base emocional sobre la que po­ der construir una unión poderosa. Místicamente, esta posición recibe el nombre de la «ma­ dre de la iluminación», ya que, a través del proceso de ma­ duración lento y metódico, conduce al florecimiento de la iluminación del yo emocional. Los sueños y las fantasías van mtimamente ligados a la realidad. El individuo los alimenta bajo la cubierta protectora de la tierra y, bajo ciertas circuns­ tancias, la intensidad volátil de Escorpio décima casa los hace entrar en erupción, en una serie de acontecimientos y cambios que producen una transformación total en el ser del individuo. En la edad adulta, esta persona es complaciente, pero nunca se siente satisfecha. La intensidad de Escorpio hace que sea muy consciente del modo en que los demás alcanzan sus objetivos. Puede sentir celos de los demás si no observa más avances en su propia vida que en las de ellos. Es reservado, pues cree que si guarda sus motivos para sí, a la larga podrá saltar la trampa que le abrirá las puertas del éxito que busca. Esta posición puede sufrir una impor­ tante paranoia inconsciente, pues está convencido de que, de algún modo, los demás pueden robarle su «lugar bajo el sol». Intenta ponerse a la cabeza de sus iguales, como si qui­ siera superar el temor a que lo dejen atrás. Reconoce las debilidades inconscientes de cualquier competidor. De este modo, intenta asegurar sus posibilida­ des de éxito. En el plano sexual, casi todas sus fantasías implican algo que resulta destructivo para la otra persona. Intenta que su pareja revele sus secretos mientras él permanece a salvo de­ trás de su muro, completamente protegido al mismo tiempo que desarma a su pareja sexual. A un nivel más tosco, tal vez se incline por desexuar de un modo sádico a sus parejas, ya que ello le hace creer que ha eliminado la competencia. Esta 123

Astrología de la sexualidad posición puede ir acompañada de un síndrome inconsciente de crueldad. Debemos recordar que Escorpio es un signo despiadado a nivel inconsciente y que, si consideramos este signo en lo referente a los objetivos o los logros, hay pocas cosas que este individuo no haría, sin importar lo mucho que perjudi­ quen o hieran a los demás. Se trata de una posición zodiacal poderosa, que encierra una potente lección. Si el individuo emplea el poder para aprovecharse de los demás en sus mo­ mentos de debilidad, debe estar constantemente alerta, para cuando llegue el día en que los demás se conviertan en seres fuertes. Si utiliza el magnetismo sexual para afianzar su po­ der, sólo hallará infelicidad. Cuando este individuo aprenda a combinar su sexualidad con la naturaleza generosa del amor de Tauro, todo lo que experimente en la vida se enri­ quecerá. Palabras clave: fuertes sentimientos sexuales, atracción sexual en el trabajo, infancia tímida, necesita dominar, crea desafíos sexuales, seductor, madura con lentitud, fortalece su ego a través de los demás, emociones obstinadas, extre­ madamente sensible, le gusta detentar el poder.

Géminis cuarta casa-Sagitario décima casa Con Géminis en la cuarta casa, el yo emocional va ínti­ mamente ligado a la visión mental del individuo. En el nú­ cleo de su fundamento se hallan numerosas ideas sin resol­ ver. La atracción emocional que siente hacia el sexo opuesto se basa en su necesidad de explorar dichas ideas. Gran parte de su sexualidad es mental. En ocasiones, esta posición zo­ diacal indica un hogar roto en la primera infancia. Cuando no es ése el caso, nuestra un problema de identidad, que se debe a la relación familiar. Tal vez no reconozca la existen­ cia de estándares dualistas en su configuración emocional hasta llegar al ecuador de la vida. Este individuo puede con124

La cuarta y décima casas sagrar gran cantidad de energía a huir de las confrontaciones consigo mismo. Necesita parejas sexuales que le ayuden a organizar sus pensamientos, le enseñen a entender los mode­ los emocionales del yin y el yang, y le ayuden a afrontar su dualidad inconsciente. En el sexo físico, estudia la interacción que se produce en las relaciones, y a menudo se esconde a fin de poder obser­ var cómo se despliega el escenario ante él. Es posible que su desarrollo supere su edad cronológica. Esto puede manifes­ tarse en las atracciones sexuales que le recuerdan cosas que le excitaban cuando iba a la escuela primaria. Pocos signos son tan inseguros emocionalmente como Géminis cuarta casa, porque en las profundidades de su alma lleva una doble vida. Resulta difícil definir sus objetivos filosóficos cambian­ tes. El individuo debe emprender un viaje por su Sagitario décima casa para descubrir lo que la vida tiene que ofrecerle. Desea viajar. Desea que lo agasajen, que le concedan meda­ llas, trofeos y condecoraciones. Quiere tener libertad para cambiar de objetivo cuantas veces le dicten sus distintos esta­ dos de ánimo. La vida se convierte en una serie de viajes, y el individuo nunca permanece en el mismo lugar. Fantasea sobre lo que sería vagar por el mundo, ir a la deriva, ser un romántico, una persona de mundo, comprender muchas len­ guas, conocer las costumbres, las filosofías o las religiones de distintos países. En resumen, imagina lo que sería sentirse en casa en cualquier lugar al que quisiera ir. A nivel sexual, imagina a mujeres de religión, filosofía o cultura diferentes a las suyas. Su mente vaga de una persona a otra, ya que quiere experimentar el amplio espectro de todo aquello que cada individuo tiene que ofrecer. Le cuesta centrarse, ya que con frecuencia su vida gira en torno a las personas que intenta experimentar. Puesto que quiere saber tantas cosas, conocer a tantas personas y tantos lugares, es posible que esté menos centrado que cualquiera de las perso­ nas a las que conoce. Tiende a evitar situaciones y relaciones en las que podría llegar a ser vulnerable. Al no comprometerse, es capaz de 125

Astrología de la sexualidad conservar el sentido de la libertad que le permite seguir vi­ viendo en su imaginación vagabunda. Siente un profundo descontento ante el aquí y el «Ahora».* Si pudiera hacer caso de la letra de la canción de Don MacLean, «todos los caminos llevan a donde yo estoy», llegaría a sentirse satisfe­ cho. La naturaleza sexual de toda carta que tenga esta posi­ ción no se basa tanto en las experiencias físicas como en la conciencia del individuo. Los signos Géminis y Sagitario guardan relación con las mutaciones que tienen lugar en la mente. El verdadero viaje por la vida e incluso las experien­ cias físicas del sexo, no son más que manifestaciones exter­ nas del hecho de que la mente del individuo no cesa de cam­ biar en el viaje que realiza dentro de sí mismo. La lección de esta posición zodiacal consiste en entenderse a sí mismo a través de todos sus viajes. Palabras clave: dualidad emocional, en ocasiones bise­ xual, curiosidad sexual, experimental, experiencias repetiti­ vas, dado al flirteo, no le gusta comprometerse, le gusta va­ gar, inconstante, instinto de riesgo, amante de la libertad, pareja independiente emocionalmente, necesita espacio psí­ quico, emociones analíticas, catalizador para los demás, in­ conscientemente inseguro, debe cerrar las brechas del alma.

Cáncer cuarta casa-Capricornio décima casa Cáncer rige naturalmente cuando aparece en la cuarta casa. En esta posición, permite al individuo experimentar toda la gama de emociones que necesita para sentir con gran riqueza todo lo que ofrece la vida. Puesto que este signo rige el hogar y el entorno de la persona, el interés sexual de ésta se ve afectado por el escenario, el tono y el estado de ánimo * Véase Martin Schulman, El karma del presente Astrología kár­ mica, vol. 4, (Ediciones Índigo).

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La cuarta y décima casas de su entorno. La música suave, la luz romántica de las velas y un ambiente acogedor acentúan su reacción a la provoca­ ción sexual. También debe sentir que su pareja le ofrece se­ guridad futura. La estabilidad emocional duradera del sexo con una sola pareja le permiten ser lo suficientemente vulne­ rable como para experimentar la riqueza que busca. Si no cuenta con esta promesa, se siente inconscientemente ame­ nazado, ya que el exceso de encuentros sexuales pone en pe­ ligro su sentido de la estabilidad. Sin embargo, si cuenta con la promesa de seguridad emocional, es extremadamente cáli­ do y generoso en todos los sentidos. A través de Capricornio décima casa, este individuo pue­ de experimentar una saludable estructura de objetivos y sa­ ber cómo trabajar para alcanzarlos. Al contrario que muchas otras posiciones zodiacales, nunca se dice: «Me gustaría ha­ cer esto» o «Me gustaría lograr esto». Lo hace sin hablar de ello. Logra cosas sin soñar con lograrlas. Se siente satisfecho porque entiende la estructura de la satisfacción. Su característica más notable es su capacidad para colo­ car estanterías en su mente, a fin de que todo esté en su lu­ gar. Más que en el caso de otros signos del zodíaco, conoce el secreto de cómo alcanzar objetivos. Primero visualiza el objetivo en su estado final. A continuación, si es exactamen­ te lo que quiere y cree que es capaz de alcanzarlo, vuelve so­ bre sus pasos hasta el principio de la inspiración. Después da un paso tras otro, con lentitud, dirigiéndose hacia el objetivo deseado. Este modelo orientado hacia el logro empieza en la primera infancia, ya que medita mucho sobre lo que se espe­ ra de él. En ocasiones, intenta escapar prolongando la niñez después de haberla dejado atrás. Pero una vez que está pre­ parado para hacer algo en la vida, ya no le interesa la vida basada en las fantasías. Puesto que conoce la diferencia en­ tre los sueños y la realidad, sólo fantasea sobre aquello que puede convertir en una realidad. Siente un profundo interés por la sexualidad relacionada directamente con sus demás objetivos en la vida. Se siente atraído hacia situaciones posibles y prácticas, y aprende a

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Astrología de la sexualidad desechar de inmediato las situaciones que disiparían sus energías. La expresión de la sexualidad debe encajar en lo que espera de él su familia, sus antepasados o las personas que le rodean. La lección de esta posición zodiacal consiste en que el individuo integre su sexualidad en sus sentimientos y necesidades, de modo que las distintas facetas de la vida se unan en una combinación armoniosa que, en último térmi­ no, se convertirá en su seguridad. Palabras clave: busca continuidad en las relaciones, nece­ sita hallar un significado profundo, relaciones sólidas, teme la soledad, consciente de la seguridad, emociones sexuales reservadas, busca la dignidad sexual, protector, responsable, conciencia familiar, lucha por la propia identidad a través del matrimonio, constante, necesita sinceridad.

Leo cuarta casa-Acuario décima casa Esta posición se basa en el poder creativo. El individuo responde mejor a las situaciones sexuales en las que tiene la oportunidad de exhibir control sobre sí mismo, así como su imaginación creativa como amante generoso y único. Por lo general, durante la infancia sufrió algún tipo de presión, al menos por parte de uno de sus padres. El efecto se advierte en su forma de enfocar la sexualidad en la edad adulta. A nivel inconsciente, intenta vencer al padre que constituyó un obstáculo para él cuando era niño. Como con­ secuencia de ello, se siente atraído hacia representantes del sexo opuesto que supongan un desafío. Tiende a atraer a persona fuertes, que recrean el estímulo de poder que él sin­ tió en su juventud. Los amantes le guían hacia los logros, y el sexo se convierte en un catalizador simbólico. En ocasiones, presenta tendencias exhibicionistas, en un intento de conse­ guir aceptación y aprobación. Durante la infancia, suele tropezar con dificultades, por­ que tiende a adelantarse a sus compañeros de clase, a los ni-

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La cuarta y décima casas ños de su edad, al momento histórico, etc. Tal vez sus padres intenten moldearlo. Puesto que la promesa de su Acuario dé­ cima casa lo seduce para avanzar hacia el futuro, su gran fuerza de voluntad le convierte en un «quebrantador de re­ glas» en todas las esferas de la vida. No lo hace por despecho, que es lo que los demás interpretan a menudo, ni para llevar la contraria, sino para impedir hundirse en lo que ya se halla establecido. Si se permite seguir los modelos de otros, nunca alcanzará su objetivo único, consistente en crear tendencias. En el terreno sexual, las fantasías de su primera infancia son de carácter experimental. Su impulso sexual tiende a ser único. El denominador común a todas sus fantasías es su cu­ riosidad insaciable. Puede experimentar con situaciones se­ xuales que otros apenas imaginarían, pero cuanto más extra­ vagantes y diferentes sean, más estimulan su imaginación en otras esferas de la vida, ya que sacan a la superficie su poder creativo. Es capaz de empezar a sustituir cada fantasía por una gran cantidad de ideas nuevas. La lección de esta posición zodiacal gira en torno al uso creativo del poder en beneficio de la humanidad. A nivel se­ xual, esto significa dirigir con amabilidad, guiar con humil­ dad y enseñar a la otra persona a experimentar el poder del amor creativo. Palabras clave: fuertes necesidades sexuales, tendencias exhibicionistas, generoso con las pasiones, debe superar la figura de un padre dominante, conciencia del poder, temor a ser dominado, fuerza de voluntad, versátil, quiere que le presten atención, ego poderoso, excesiva preocupación in­ consciente por la conducta sexual.

Virgo cuarta casa-Piscis décima casa Con Virgo en la cuarta casa, el carácter emocional queda a menudo restringido por estrechos límites que no dan al in­ dividuo libertad para expandirse. Tal vez intente mantener 129

Astrología de la sexualidad sus emociones confinadas dentro de unas fronteras que pon­ gan límites a su experiencia. O quizás intente expandir sus emociones analizándolas, un método que en realidad no fun­ ciona. Está convencido de que si logra entender qué es lo que le hace funcionar, entonces podrá actuar mejor. Sin em­ bargo, el funcionamiento no es la clave de la sexualidad, porque no proporciona a la persona una sensación de satis­ facción. La satisfacción se obtiene al dar rienda suelta a los sentimientos. Este individuo puede sufrir muchos tipos distintos de blo­ queos psicológicos que afecten a la expresión sexual, y que van desde la dificultad para alcanzar el orgasmo, o sufrir períodos prolongados de frigidez o celibato, hasta experi­ mentar deseos bisexuales, y evitar analíticamente el contacto mtimo con las cualidades «básicas» del sexo. El individuo puede verse inconscientemente motivado para mantenerse a la altura de la imagen de la autoridad paterna. Durante la ni­ ñez puede haber asimilado ideas lógicas pero subliminales acerca de las expectativas de Dios. El individuo puede trans­ ferir estas imágenes a una figura paterna sustituta, ya que in­ tenta conscientemente salir de su rígida estructura emocio­ nal inconsciente. Piscis décima casa confiere un matiz de irrealidad a la ri­ gidez de Virgo. Encajonado en un mundo cuya estructura no le permite experimentar el yo en su totalidad, el individuo puede desarrollar una vida activa de fantasías. En esencia, vive en un sueño. Puede seguir siendo un niño hasta bien en­ trada la vida adulta, sin querer reconocer las responsabilida­ des que percibe. Tanto si trata de convertirse en un músico, como en un artista, un misionero, un enfermero o cualquier otra cosa, sus objetivos siempre se ven influidos por la com­ pasión que le inspira el ser humano. Aunque la gran compasión que le inspiran los demás puede empezar en la primera infancia, su propio armario to­ davía no está lleno. Tal vez encuentre fantasías imaginativas con las que reemplazar su necesidad de compasión. Quizás comience a inventar fantasías sexuales en las que inconscien-

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La cuarta y décima casas temente satisfaga las necesidades de los demás. A medida que evolucionan dichas fantasías, tal vez empiece a intere­ sarse por las actividades masoquistas, en un esfuerzo por ayudar a otra persona a reforzar su ego. Es posible que al­ bergue fantasías en las que se degrade a sí mismo en algún aspecto sexual. Puede sentirse atraído por fotografías o pelí­ culas que sean «sustitutos del observador» para su impulso sexual. Cuando es creativo, le gusta contemplar sus propias creaciones. Quizás se halle en contacto con la esencia pura de la realidad creativa, siempre y cuando sepa emplear el es­ tado de ensueño de forma creativa. Pocas personas pueden entender sus razonamientos o los métodos que utiliza para alcanzar sus objetivos. Si se halla en una fase de evolución muy avanzada, puede funcionar de un modo parecido a Ed­ gar Cayce, siempre ayudando a los demás a entender la mú­ sica más refinada que exista. En sus fantasías sexuales, es más sensual que sexual, más romántico e imaginativo que crudo. Busca la expresión sua­ ve, cariñosa, y no las experiencias sexuales viles y groseras, ya que éstas le arrancan con demasiada brusquedad de su mundo de ensueño. Durante los períodos de la vida en que no está realizando demasiados logros profesionales, puede mostrar una expresión sexual voyeurista, ya que está atrave­ sando una fase de observador. Su actitud cambia cuando concentra sus energías más activamente en lo que de verdad quiere. Resulta interesante observar que lo que desea suele ser algo para otra persona, no para él mismo. En consecuen­ cia, son los demás los que a menudo tienen que estimular su impulso profesional, pues carece de la necesaria iniciativa. La lección de esta posición zodiacal consiste en construir una realidad creativa, fundiendo las cualidades infinitas del estado del sueño en el contexto de los límites finitos de la ra­ zón práctica. Una vez que las emociones inferiores de la cuarta casa han quedado purificadas gracias a Virgo, el indi­ viduo puede empezar a saborear las formas superiores del Amor Divino. 131

Astrología de la sexualidad Palabras clave: rigidez emocional, evita el sexo en la ni­ ñez, dificultades para rendirse emocionalmente durante la sexualidad física, condena el sexo en secreto, teme a las figu­ ras de autoridad, tímido, hipersensible, desea la perfección, idealista emocionalmente, clarividente, pone a los demás a prueba, alma extremadamente generosa, visionario, altruis­ ta, autocrítico, capaz de alcanzar el Amor Divino.

Libra cuarta casa-Aries décima casa El individuo se enzarza en una oscura batalla emocional al intentar descubrir quién cs. No puede decidir a quién dar prioridad, si a su madre o a su padre. Tal vez oscile como un péndulo entre la identificación masculina y la femenina. Esto le sume en tal confusión interna que tiende a perder la sensación de descansar sobre una base sólida, e intenta huir de las emociones sexuales contradictorias. A fin de crear un mecanismo interno que le permita establecer una base, tien­ de a relacionarse con personas que parezcan tener cimientos sólidos. A nivel sexual, tiende a escoger parejas que parez­ can muy seguras de su identificación sexual. A través de es­ tas parejas intenta centrarse, y lo hace identificándose con la raíz de su fuerza emocional. Su mayor problema radica en sus sentimientos, es decir, en sentir la seguridad necesaria para actuar de acuerdo con ellos. Experimenta una «soledad» que nunca le permite estar seguro de pertenecer realmente a alguien. La sensación de pertenecer a alguien constituye su necesidad emocional más acuciante. Se apartará de su camino, y tal vez sacrificará su armonía interior, con tal de entrar a formar parte de la reali­ dad de otra persona. Al hacerlo así, establece una sensación de aceptación. Reorienta sus emociones sexuales a través de su carrera profesional. Teme tanto al rechazo que se obliga literalmen­ te a ser el primero o el mejor, ya que debe asegurarse de que no le excluirán del centro de las cosas. A fin de conseguirlo, 132

La cuarta y décima casas el nivel de fantasía sexual que creó en la infancia gira siem­ pre en torno a la superación de obstáculos. A medida que madura, muchos detalles de esas fantasías pueden quedar cubiertos, ya que la décima casa, regida por Saturno, super­ pone nuevos modelos de estructura a los antiguos. La perso­ na puede convertirse en una adepta de la sugestión sexual mental, ya que puede poner a prueba su poder para conquis­ tar la voluntad de otra persona. Sus fantasías presentan un matiz oculto de narcisismo, así como un sentido constante de intento. Se siente atraído hacia lo que debe intentar conquis­ tar. Si no hay nada que conquistar, el individuo no siente in­ terés alguno. Esto puede aplicarse tanto a la expresión se­ xual como a la carrera profesional. Sus deseos sexuales más mtimos consisten siempre en probar algo que cree no saber hacer o sobre lo que se siente inseguro. Lo que consigue en la vida ( o lo que obtiene del sexo) no es tanto la consuma­ ción como el goce de probar las cosas. El equilibrio entre la rendición y la afirmación es la pieza clave de la polaridad Libra-Aries. La lección consiste en que el individuo puede construir el yo sin egoísmo cuanto expre­ sa la sexualidad con amor.

Palabras clave: juvenil, sin base sólida, no está seguro de la identificación sexual masculina o femenina, necesita justi­ cia emocional, no se compromete con los demás, necesidad de aceptación, infancia desalentadora, no soporta el recha­ zo, desarrolla fuerza a causa de los reveses, en ocasiones narcisista, atracciones espontáneas, soledad, necesita una pareja con valores firmes.

Escorpio cuarta casa-Tauro décima casa Con esta posición, el nivel emocional descansa sobre un apuntalamiento precario. En las profundidades del alma se produce una confusión y una perturbación constantes, lo que obliga al individuo a regenerar sus sentimientos acerca de sí 133

Astrología de la sexualidad mismo. Quiere controlar las semillas de destrucción que per­ cibe en su interior, porque no cesan de roer cualquier sensa­ ción de solidaridad y seguridad que sea capaz de establecer. En ocasiones, esta posición indica la existencia de un hogar roto en la primera infancia. En casos menos extremos, la persona tiene la sensación de que en cualquier momento pueden arrancarle la alfombra de debajo de los pies. Por esta razón, muchas personas con Escorpio cuarta casa atraviesan durante su vida diversas fases de promiscuidad. Creen que tienen poco que perder y mucho que ganar si alargan la mano para aferrarse a cualquier forma de amor que pueda darles calor. Su necesidad es muy grande, pero parecen te­ ner una sed insaciable, sin que importe lo mucho que experi­ menten. Su verdadera necesidad puede manifestarse cuando se esfuerzan por obtener cosas que proporcionen algún consue­ lo a sus sentidos. El individuo quiere tener garantizada su se­ guridad. Tiende a hacer demasiado, querer demasiado o creer que necesita más de lo que en realidad necesita. Algún día tiene que ser capaz de tener mucho dinero o el poder que éste proporciona, para así poder comprar su seguridad cada vez que ésta se vea amenazada. El individuo sólo está seguro de lo que posee, y sus posesiones deben estar bien a la vista en todo momento. Su visión de la vida es insegura, debido a la falta de estabilidad que experimentó durante la niñez. Siempre tiene la sensación de que, de algún modo, su vida se desmoronará bajo sus pies. Está convencido de que si puede controlar todos los factores y personas de su vida, podrá de­ jar de experimentar esta sensación o manejar los temores que le infunde. Las fantasías sexuales de la infancia son a menudo luju­ riosas y autodestructivas, pero si nos detenemos a observar la muestra que forman, siempre van dirigidas a asegurar, sostener, afianzar, incluso encarcelar a la pareja, a fin de que el individuo no pierda lo que desea. Quiere dominar en el sexo, hasta el extremo de poseer a la otra persona. Tiene tendencia a la paranoia, que puede combatirse si alcanza en 134

La cuarta y décima casas la vida un objetivo real que le permita situarse en una posi­ ción de poder socialmente aceptable. Las turbulentas y cons­ tantes transformaciones emocionales que sufre lo impulsan a enfurecerse a la menor señal de rechazo. En ocasiones, in­ cluso tiene la sensación de estar precipitándose desde la tie­ rra hacia una profunda y oscura mazmorra, infestada de monstruos inconscientes e imaginarios. Necesita una pareja sexualmente sumisa y algo masoquista, que, a pesar de ello, le aliente a alcanzar la estabilidad y el poder profesional que, en último término, le proporcionarán la seguridad que tanto necesita. La lección de esta posición consiste en permitir que todas las emociones del trastorno sexual se transformen en amor creativo. El individuo sólo lo logrará si se rinde ante el Y o Superior. Palabras clave: emocional, trastorno, lujurioso, en oca­ siones promiscuo, busca desesperadamente una base sólida, incomprendido, modelos emocionales en constante cambio, autodestructivo, batalla emocional en las raíces del alma, debe reconstruir el pasado, capaz de alcanzar el amor creati­ vo, relaciones destructivas, experimenta rechazo, karma muy pesado durante los primeros años de vida.*

Sagitario cuarta casa-Géminis décima casa Sagitario cuarta casa indica un nivel emocional que fluye constantemente. El individuo siempre avanza hacia nuevos horizontes o experiencias que encierren la vaga promesa de algo mejor que lo que siente en este momento. Le resulta di­ fícil permanecer en el aquí y ahora, porque la hierba siempre le parece más verde en cualquier otro lugar. En el plano se­ xual, ansía lo que no ha probado todavía. Tal vez persiga un

* Martin Schulman, Nodos lunares y reencarnación Astrología kármica, vol. 1, Ediciones Índigo. 135

Astrología de la sexualidad ideal no cumplido, pero jamás lo encontrará. En cambio, la búsqueda emocional adquiere en último término mayor im­ portancia que el hallazgo mismo del ideal. Busca libertad, y aunque diga que quiere seguridad, siempre elegirá parejas sexuales que alienten el espíritu aventurero. En muchos sentidos, es un nómada emocional, que via­ ja de un sentimiento a otro, de un lugar a otro, o de una re­ lación a otra, y se encuentra con que todas las situaciones carecen de la plenitud que él sabe que es posible alcanzar. En algunos casos, esta posición zodiacal conduce a la pro­ miscuidad, porque las emociones no conocen límites. Por lo general, la fantasía infantil es de índole quijotesca, y el indi­ viduo se ve a sí mismo como un galante aventurero. Sus emociones, propias de un espadachín, resultan despropor­ cionadas respecto a los hechos y circunstancias que las de­ sencadenan. Cuando es joven, una suerte de salvajismo emocional pa­ rece invadir todo su ser. Gracias a Géminis décima casa, la madurez trae consigo la razón. La necesidad de granjearse la aceptación de la sociedad obliga al individuo a transmitir sus pensamientos e ideas a un nivel más realista y práctico. Es importante que sus palabras y pensamientos sean significati­ vas para los demás, pues eso le garantiza ser una persona que merece la pena mentalmente. Aquí reside su mayor in­ seguridad, porque en realidad no está del todo seguro de su mentalidad. Durante la infancia, una serie de intereses dis­ persos lo arrastraron en muchas direcciones al mismo tiem­ po. Sus objetivos juveniles son poco realistas, desligados e inconexos. Cuando la fantasía sexual sustituye a dichos obje­ tivos, el niño puede paliar momentáneamente su frustración mediante la imaginación. Sin embargo, los modelos sexuales tienden a ser dispersos o englobar a muchas personas, situa­ ciones y lugares, por lo que el individuo experimenta una profunda inquietud. Al hacerse adulto, quizás no acepte el carácter incongruente de sus pensamientos. En lugar de aceptar el hecho de que se ha desperdigado literalmente, le resulta mucho más fácil considerar que cada deseo procede 136

La cuarta y décima casas de una persona diferente. Así pues, empieza a necesitar real­ mente a las personas, porque gracias a ellas puede expresar los distintos impulsos que lo mueven. A las personas con esta posición zodiacal les cuesta ser leales a una sola pareja, pues la esencia de su naturaleza es básicamente inquieta. El individuo puede salirse de sí mismo sin tan siquiera darse cuenta de ello. Es posible que lo haga a menudo, a fin de comprobar el aspecto que tiene desde el punto de vista de otra persona. Con frecuencia, alberga fantasías sexuales de carácter voyeurista, ya que desea ver a través de los demás lo que realmente quiere experimentar dentro de sí mismo, pero quizás no sea lo suficientemente cínico o sincero consigo mismo como para admitirlo. Bajo toda esa falsedad, lo que en realidad le gustaría sería experimentar el sexo con más de una persona a la vez, o participar en una orgía. Algunas per­ sonas con esta posición lo hacen. Otras se limitan a leer lite­ ratura pornográfica. Pero no importa. Lo que sí importa es que el individuo pasa gran parte de su vida observando sus impulsos y objetivos con los ojos de los demás, en lugar de hacerlo por sí mismo. La lección consiste en que la capacidad de relacionarse con otras personas se basa en lo sincero y honesto que un in­ dividuo pueda ser consigo mismo. Palabras clave: expansivo, exagera las emociones, falta de disciplina, las relaciones pueden provocar crisis de identi­ dad, frívolo, busca la libertad emocional, falta de objetivos, en ocasiones promiscuo, salvaje, pensamiento libre, apresu­ rado, inconstante, versátil, adaptable, necesidad básica de cambio, debe aprender a ser sincero emocionalmente.

Capricornio cuarta casa-Cáncer décima casa El signo Capricornio presenta dificultades en la cuarta casa, ya que ésta es la opuesta a la posición en que el signo rige naturalmente. El individuo reprime o contiene sus emo137

Astrología de la sexualidad ciones, ya que intenta estar a la altura de las expectativas de los demás. Intenta granjearse y conservar el respeto de los mayores ( un sentimiento que se le inculcó firmemente du­ rante la niñez). A nivel sexual, esto tiene a veces el efecto contrario al que se podría esperar. En lugar de impulsar al individuo a observar modelos de conducta sexual que incre­ menten su sentido de la respetabilidad, provoca en ocasiones un comportamiento sexual irresponsable. Si el individuo no tiene que afrontar sus verdaderas emociones, puede hacer lo que quiera con su papel sexual. Por lo general, evita la con­ frontación con fuertes problemas edípicos, que se centran en torno al hecho de haber tenido que ser más adulto de lo que deseaba cuando era niño. Una vez que alcanza cronológica­ mente la edad adulta, sale a relucir un carácter rebelde y sur­ gen las cualidades sexuales más viles de Capricornio. Puede ser extremadamente lujurioso hasta que cree haber construi­ do unos cimientos sólidos bajo sus pies. En ocasiones, esto no sucede hasta más tarde, o hasta después de que ha tenido la oportunidad de probar los aspectos de la vida y aprender por sí mismo. A través de Cáncer décima casa, el proceso de sustitu­ ción tiende a invertirse. El niño ya desarrollado, adelantado para su edad, se niega a madurar cuando ha alcanzado cro­ nológicamente la edad adulta. En su juventud, establece ob­ jetivos de adulto. A la larga sustituye dichos objetivos en su fantasía sexual. Con frecuencia, su modelo de fantasía está fijado en figuras adultas que se comportan de un modo adul­ to. Puede tratarse del niño que se pone la ropa de sus padres y asume desde la infancia el papel dominante de adulto. Sin embargo, cuando se hace adulto, echa profundamente de menos una niñez que no llegó a experimentar realmente. A causa de ello, la persona intenta experimentar todo aquello que los demás niños han sentido. Se trata de una característica bastante singular del com­ portamiento, pues significa que el individuo imagina que es un niño cuando es adulto. En este sentido, no se puede hacer al niño responsable de sus acciones. Debido a esta compleja

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La cuarta y décima casas pauta, la persona no sólo puede creer que no tiene que al­ canzar objetivos adultos, sino que también puede imaginar y poner en práctica todos los juegos sexuales infantiles que quiera, sin recibir por ello más que el castigo que infligen los padres a los hijos cuando se portan mal. Así pues, su vida se­ xual no le permite darse cuenta de las repercusiones sexuales de sus malas acciones (es decir, de las acciones que perjudi­ can a otro individuo o a él mismo, o que violan las leyes), como sucedería en el caso de un adulto completo que practi­ cara las restricciones sanas y normales de su condición. Sus modelos sexuales pueden centrarse bien en salirse con la suya, o bien en invadir la estructura familiar de otra persona. En el aspecto profesional, tiende a ir a la deriva hasta que soluciona este problema y deja de disipar sus ener­ gías intentando compensar una época ya pasada. La lección de esta posición zodiacal consiste en aceptar la responsabilidad emociona), de modo que la vida adulta re­ presente un nuevo nacimiento del yo, así como una com­ prensión completamente nueva de los vínculos y los valores familiares. Palabras clave: inhibiciones, emociones ocultas, senti­ mientos de culpabilidad, solitario, quiere construir nuevos cimientos, pone fuera de lugar los sentimientos de responsa­ bilidad, obstinado, se aferra al pasado, profundamente sen­ sible, complejo de Edipo, consciente de la edad, lujurioso, tendencias egoístas, debe aprender a asumir responsabilida­ des emocionales.

Acuario cuarta casa-Leo décima casa Con esta posición, el nivel emocional es extremadamente independiente y errático. El individuo cambia constante­ mente de opinión respecto a lo que representa seguridad para él. No cesa de preguntarse sobre cosas que van más allá de lo que comprende. No obstante, para hacerlo así necesita

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Astrología de la sexualidad libertad emocional. Asimismo, busca una pareja que no la necesite. En ocasiones, esta posición trae consigo distintos tipos de desviación sexual, y todos ellos se deben a la gran curiosidad emocional que siente el individuo. Es posible que el compor­ tamiento sexual no responda a modelo alguno. Tal vez el in­ dividuo sufra algún complejo psicológico que le impulse una y otra vez a comprender su singularidad. Tal vez se sienta in­ cluso emocionalmente obsesionado con la idea de ser dife­ rente, y es posible que tema echar raíces demasiado profun­ das respecto a algo, pues cree que eso le impediría explorar emociones nuevas. Necesita, sobre todo, comprender que la soledad que siente desaparecerá en cuanto acepte que su sin­ gularidad no se diferencia realmente de la de los demás. El problema de intentar ser diferente se agrava a causa de lo mucho que el individuo espera de sí mismo como consecuen­ cia de su Leo décima casa. De algún modo, debe demostrar que es capaz de vencer cualquier obstáculo que le impida ser lo que realmente quiere. En él existe una tendencia obsesiva a alcanzar grandes objetivos. Ningún signo del zodíaco supe­ ra a éste en ambición, pues su fuerza motriz consiste en una combinación de poder y voluntad. En la niñez, el individuo percibe lo que debe alcanzar a largo plazo, pero también ve a los demás como obstáculos en su camino. Al observarlos, se percata de lo que tienen y del modo en que lo usan para lograr que el mundo se doblegue para satisfacer sus deseos. Siempre se siente frustrado por no poder ejercer aún su poder. Por lo tanto, inicia el proceso de sustitución. Empieza a inventar fantasías sexuales que le coloquen en una posición de poder. En esas fantasías, crea situaciones que pongan de manifiesto su sentido único de la propia im­ portancia. A medida que maduran sus fantasías sexuales, su necesidad de poder adopta modelos específicos. Este indivi­ duo puede centrar su atención en el tamaño del órgano se­ xual de una persona (ya que las raíces inconscientes de la fantasía de las personas siempre equiparan mayor tamaño a 140

La cuarta y décima casas

mayor poder). Necesita a representantes del sexo opuesto que siempre parezcan inaccesibles. Le gusta luchar por el poder durante el acto sexual, y tiende a caer en la trampa de sentirse atraído por el aspecto de Venus o Adonis de una persona, en lugar de por lo que ésta tiene que ofrecer. El de­ nominador común a todas sus fantasías consiste en que él es «el conquistador». Y no se detiene ahí, porque una vez ha conquistado, también tiene que gobernar. Sus modelos de fantasía no disminuyen cuando empieza a cosechar éxitos en su carrera, sino que, por el contrario, parecen aumentar. Le seduce la idea del poder, e irónica­ mente se siente impotente para controlar la seducción del poder. La lección de esta posición consiste en aprender que el propósito del poder consiste en lograr controlarse a sí mis­ mo. Una vez logrado esto, las cualidades emocionales expe­ rimentales únicas de Acuario cuarta casa pueden manifestar­ se en muchas esferas creativas, que proporcionarán felicidad al individuo. Palabras clave: voluntarioso, naturaleza emocional errá­ tica, visión de futuro, tendencias dominantes, llamativo, cu­ rioso, cínico, fuerte, vida pintoresca, teme a la competencia, posibles sentimientos bisexuales u homosexuales, imagina­ ción vívida, busca la sexualidad creativa, poderoso, domina en las relaciones.

Piscis cuarta casa- Virgo décima casa Con esta posición, el nivel emocional es extremadamente romántico. El individuo nunca siente unos cimientos sólidos y tangibles bajo sus pies, sino que oye la constante llamada de una música lejana, que parece sumir su alma en un vago estado de olvido. Está enamorado del amor y es capaz de re­ conocerlo así cuando otros son incapaces. Le cuesta aferrar­ se a las cosas, pues la naturaleza neptuniana de sus emocio141

Astrología de la sexualidad nes le impulsa siempre a desasirse. Siente cosas, pero no puede expresarlas con palabras. Sabe cosas, pero no puede organizar sus pensamientos. De niño, aprende a actuar siem­ pre por intuición e instinto, no basándose en la razón y la sensibilidad. Su naturaleza extremadamente apasionada se pone de manifiesto cuando reconoce una esencia refinada en una pa­ reja sexual con la que puede relacionarse. Es un idealista y un crédulo, y con frecuencia cree lo que quiere creer en lu­ gar de lo que sabe por intuición. Cada vez que va en contra de su intuición, comete una injusticia contra sí mismo. Tal vez experimente dolor en su niñez y lo recree una y otra vez en su sexualidad. Se zambulle en relaciones que le obligan a asumir papeles masoquistas, hasta que es capaz de descubrir la raíz del problema y solucionarlo. A través de su Virgo décima casa, reconoce el ideal de la perfección y teme no ser nunca capaz de alcanzarlo. Le cues­ ta soportar las críticas y el rechazo a causa de sus insegurida­ des fundamentales. Durante la niñez, intenta sustituir el miedo al rechazo por una imaginación vívida, en la que se ve a sí mismo como una figura mitológica, religiosa, espiritual o de otra clase que, de algún modo, está por encima de la posibilidad de ser rechazada. En el plano sexual, debe inventar fantasías que le sean de utilidad a él mismo, a fin de que, cuando sea lo sufi­ cientemente mayor, pueda lograr que dichas fantasías se conviertan en sus sirvientes. A causa de la naturaleza de esta fantasía de sustitución, el individuo tiende a la masturba­ ción. Gracias a ella, aprende a aceptarse, pero a medida que se hace adulto, la masturbación invade otros niveles aparte del sexual. Aprender a superar la timidez y encontrar me­ dios para expresar las emociones cósmicas que siente se con­ vierte en el trabajo de toda una vida. El servicio a uno mis­ mo significa salir de uno mismo y experimentar la sensación de pertenecer al mundo. Tiende a estudiar las emociones y observar su propia vida. Aunque puede aprender mucho de ello, también puede experimentar una profunda sensación 142

La cuarta y décima casas de soledad al hacerlo. El individuo debe aprender a crecer en el mundo, en lugar de apartarse de él. Y aunque todo lo que ve es menos idealista de lo que imagina, debe aprender a aceptar no sólo las circunstancias que observa a su alrede­ dor, sino también sus propias imperfecciones. A nivel se­ xual, busca la unión entre lo finito y lo infinito. La lección consiste en que las sensibilidades de sus emo­ ciones creativas forman parte del conocimiento de que pue­ de asimilar cosas del universo a fin de purificar sus objetivos. Su gran sentido de la belleza, así como su necesidad de per­ fección, pueden llevarle a vivir las experiencias de la vida que más le ayudarán a madurar. Palabras clave: sensual, debe superar la credulidad emo­ cional, soñador, conducta masoquista, ego débil, emoción cósmica, apasionado pero inhibido, tendencias infantiles, necesita una pareja amable, benévolo, comprensivo, intuiti­ vo, carácter compasivo, romántico, puede poseer caracterís­ ticas propias de un santo, visionario, gran imaginación, creencias firmes, necesita orden para funcionar.

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9. LA QUINTA Y DECIMOPRIMERA CASAS La quinta casa rige el modo en que el individuo crea su vida. Tradicionalmente, se la conoce como la casa de las aventuras amorosas, y describe lo que un individuo intenta lograr a través de sus encuentros sexuales. Cada individuo tiene defectos, idiosincrasias, potencial no desarrollado y una madurez no alcanzada. A través de esta casa, intenta crear más desarrollo, expresando los ideales y los logros que el individuo cree que le convienen. Puesto que esta casa se halla naturalmente bajo la direc­ ción de Leo, por lo general se desea dominar a la pareja se­ xual, a fin de crear el árbol en flor a partir de las semillas no desarrolladas que se reconocen. Si no percibimos nuestro potencial, no cumplimos el requisito básico del amor genero­ so. El amor es la capacidad de llevar la luz del sol a la vida del otro, o de cumplir nuestro ideal de amor con nuestra pa­ reja. Por lo general, las personas se moldean unas a otras. En el proceso del amor, nos pulimos unos a otros. Hay per­ sonas que surten un efecto importante y duradero en noso­ tros, porque nos muestran las propias capacidades, que tal vez no habríamos llegado a exteriorizar sin este tipo de amor. Existen muchas formas de amor y de expresarlo sexual­ mente. Algunas clases de amor no parecen ser sexuales en absoluto, pero sí lo son a un nivel subliminal, incluso si no tiene lugar el acto sexual. En los casos en que se produce un contacto sexual físico, el efecto de moldeado resulta espe­ cialmente poderoso. Un individuo aprende cómo actuar para granjearse el respeto, la admiración y la adoración de la otra persona. Y dependiendo de cuánto necesite a la otra

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Astrología de la sexualidad persona, aceptará o rechazará en distintos grados este efecto de moldeado. Bajo la dirección natural del Sol, la quinta casa simboli­ za al «niño» en ciernes que hay en toda persona, un niño que puede llegar a florecer. La creación evoluciona me­ diante el desarrollo de modelos que se superan unos a otros a medida que aparecen. En consecuencia, esta casa no des­ cribe el tipo de individuo que uno busca como amante, sino los ideales de amor que uno alberga. A través de la relación amorosa, el individuo intenta encontrar una pareja con ca­ pacidad para alcanzar esos ideales y expresarlos. En ello consiste el propio proceso de la creación, porque a partir de un ideal surge el esfuerzo creativo que el individuo realiza para construir su realidad. Una de las parábolas más her­ mosas de Jesús habla de un hombre que llevaba una bolsa de semillas. Las iba arrojando y algunas cayeron sobre un suelo arenoso y no pudieron germinar. Otras fueron a parar sobre unas piedras y no pudieron echar raíces. Otras caye­ ron sobre el camino, donde los hombres las pisaron y des­ truyeron. Y algunas cayeron sobre una tierra fértil y se mul­ tiplicaron mucho más de lo esperado. El amor se parece mucho a esta parábola. El acto de amar a un individuo equivale a plantar semillas, y puesto que el amor es una elección que el individuo hace tras tomar una decisión cons­ ciente, tenemos la opción de arrojar nuestro amor y dejarlo a merced del viento, esperando que se pose sobre suelo fér­ til, o sembrar nuestras semillas de creación en las mentes de suelo fértil, allí donde cada grano de amor se multiplicará y florecerá. No se puede moldear una roca, ni dar forma a la arena. Sería inútil plantar algo en un camino en el que nu­ merosos pies descuidados pisotearían nuestras frágiles se­ millas. Pero siempre hay tierra fértil y es en ella donde el amor crece de forma óptima. Es importante darse cuenta de que no se puede amar a otra persona sin amarse a sí mismo. En este aspecto, resulta difícil amarse sin antes sentir que existe un nicho o un lugar especial en el mundo al que pertenecemos. La decimopri146

La quinta y decimoprimera casas mera casa, sin duda la más malinterpretada de la astrología, nos ayudará a comprender esto. A fin de comprender lo que acabamos de apuntar, debe­ mos tener en cuenta que la astrología persigue dos objetivos principales, cada uno de los cuales forma parte integrante del otro. En primer lugar, intenta ayudar a los seres huma­ nos. Y en segundo lugar, lo hace desde el punto de vista del observador externo, pues la astrología es objetiva. También es importante comprender que la objetividad resulta imposi­ ble a nivel personal. Tan sólo puede reconocerse la verdad cuando se considera algo desde un punto de vista imperso­ nal. Lo más personal que poseemos cada uno de nosotros son nuestros valores, nuestras ideas, nuestros conceptos y principios, todo lo cual nos es muy querido. También valora­ mos nuestra capacidad creativa, de acuerdo con nuestra identidad única y nuestros anhelos sexuales inconscientes. Todos estos factores los simbolizan la segunda, la quinta y la octava casas, que forman dos cuadraturas y una oposición con respecto a la decimoprimera. Con frecuencia se ha deno­ minado esta casa la casa de los sueños, y los sueños se aso­ cian casi siempre con las aventuras amorosas. Sin embargo, esta casa se halla en oposición directa con respecto a la quin­ ta, la de las aventuras amorosas. Así pues, existe una para­ doja aparente que dificulta la comprensión de la decimopri­ mera casa. A fin de encontrar su verdadero significado, de­ bemos considerar que esta casa completa una gran cruz con las otras tres que, junto con ella, representan compromisos profundos y específicos. Un individuo está dispuesto a lu­ char por lo que valora en su segunda casa. Los interludios románticos de su quinta casa hacen que permanezca profun­ damep.te implicado a un nivel extremadamente íntimo. Y la sexualidad inconsciente de su octava casa representa quizás el compromiso más profundo de todos. A causa de todo ello, el individuo necesita lo que podemos denominar como una «salida». En esencia, podemos compararlo a la válvula de una olla a presión. En todas las experiencias que requieren compromisos o responsabilidades, en las que tenemos que 147

Astrología de la sexualidad defender algo, soportamos la pres1on de otras personas. Para conservar la cordura, debe existir algún lugar en el ho­ róscopo que simbolice el modo de eliminar momentánea­ mente la intensidad de dichos compromisos, a fin de poder liberar el espíritu y renovar las energías. El único modo de abordar esta cuestión consiste en mostrarse impersonal, re­ servado, despegado o desinteresado de lo que sucede alrede­ dor de uno. Podemos hacer esto a través de la decimoprimera casa. Cuando el compromiso sexual se torna demasiado intenso, podemos experimentar una conciencia impersonal a través de esta casa. El signo de la cúspide de la decimoprimera casa muestra lo que tenemos que ganar si somos impersonales. Los sueños tradicionales que simboliza la decimoprimera casa son lo que el individuo recrea cuando necesita relajarse. Debería recordar que, al emplear su decimoprimera casa en exceso, se convierte en el sueño que él mismo utiliza para es­ capar de la realidad. Una vez convertido en este sueño, tal vez tenga dificultades para distinguir la diferencia entre sue­ ño y realidad, como sucede con muchos individuos que no cesan de ponerse disfraces impersonales a fin de ocultar lo que en realidad buscan. El arte ·de ser impersonal puede resultar muy eficaz cuan­ do la persona sahe cómo usarlo y es capaz de equilibrarlo con el carácter personal. Pero no todo el mundo comprende verdaderamente el significado de ser impersonal. Miles y mi­ les de personas siguen a líderes espirituales que intentan lle­ var un estilo de vida impersonal. En realidad, están renun­ ciando a la necesidad de desarrollar sus valores ( segunda casa), a su capacidad creativa (quinta casa) y a la necesidad biológica o inconsciente de expresar su sexualidad ( octava casa), y todo para llevar una vida impersonal. Se plantea la siguiente pregunta: «¿Están corriendo hacia algo o huyendo de algo?». Por desgracia, en la mayoría de los casos huyen de algo. Lo más triste es que todas estas personas llegarán a sentir una desilusión espiritual cuando descubran que se han ignorado a sí mismas en favor de otro ser humano, quien al148

La quinta y decimoprimera casas gún día decepcionará sus ideales (porque es humano). La verdadera impersonalidad se debe a una conciencia despega­ da y al conocimiento de que uno forma parte de la evolución del todo. Desarrollamos esta perspectiva cuando aprendemos a interiorizar los ideales más elevados, a fin de que puedan llegar a convertirse en parte de nuestro ser total. De niños, estamos expuestos a la figuras de los «superhéroes» inmacu­ lados e incorruptibles. Siempre luchan por el bien común. Ostentan un poder único y místico que los diferencia del ser humano medio. Y aunque son atractivos sexualmente, nun­ ca participan en experiencias sexuales. En este sentido, son inaccesibles. Para colmo, casi nunca o nunca trabajan por di­ nero. Consideremos los libros de historietas con que los niños inician su vida de fantasías escapistas. Héroes como Super­ mán, Superwoman, Batman, etc. Hemos estado expuestos a los ideales representados por estos héroes. Independiente­ mente de en qué medida somos incapaces de estar a la altura de esos niveles, a una parte de nosotros le gustaría alcanzar­ los. Resulta interesante observar que la única razón por la que estos superhéroes podían realizar sus maravillosas proe­ zas residía en que no contraían compromiso personal algu­ no. Conocemos sus habilidades, los uniformes o instrumen­ tos que empleaban para obrar sus milagros. Y no sabemos mucho más. Carecían de vida personal y social. No preten­ dían obtener una satisfacción ni beneficios personales. Ellos son los ideales futuros (Acuario) de la raza humana en su to­ talidad. Así pues, la decimoprimera casa parece ser la vía de esca­ pe de una realidad cuando queremos probar otra. En reali­ dad, oo es ninguna vía de escape. Si deshacemos nuestros compromisos a nivel personal, hallaremos un compromiso mucho mayor para con los ideales de la humanidad que re­ presentamos simbólicamente. Una vez que lo logramos, cada persona, sobre una base individual, puede empezar a equilibrar los distintos compromisos que percibimos en los diferentes niveles de nuestro ser. 149

Astrología de la sexualidad La polaridad de la quinta y la decimoprimera casas repre­ senta el equilibrio que tenemos que a1canzar entre la expre­ sión creativa de] instinto romántico y los elevados ideales que nos hacen sentir que la vida representa algo mucho ma­ yor que nosotros mismos. Cuando los pensamientos y las ac­ ciones de estas casas están en armonía, podemos experimen­ tar una tremenda sensación de satisfacción en la vida.

Aries quinta casa-Libra decimoprimera casa Con Aries en la quinta casa, el individuo siembra las se­ millas iniciales. Para hacerlo así, debe ser extremadamente independiente. Las aventuras amorosas hacen que se percate de] peligro que supone perderse en los demás, y tal vez llegue a extremos insospechados para evitar que eso ocurra. A nivel sexual, puede ser hedonista, puesto que su enfoque del pro­ ceso creativo tiende a ser primitivo. Siente muchos deseos y quizás los persiga con agresividad, sin tomar en considera­ ción que puede herir los sentimientos de otra persona. Por lo general, se siente atraído hacia amantes que parecen inalcan­ zables, pues lo que más le seduce es la idea de conquistar. La sexualidad física es un campo de batalla para su ego. Intenta dominar a su pareja, y quizás obtenga su recompensa manteniéndola en un pape] de sumisión. Es posible, sin em­ bargo, que la pareja aprenda a defenderse con el paso de] tiempo. En tal caso, ta] vez el individuo abandone a su pare­ ja por otra persona, porque no puede afrontar la posibilidad de que alguien se torne más fuerte que él mismo. A nivel es­ piritual, se da cuenta de que ha plantado con éxito las semi­ llas iniciales. En el acto sexual, su posición zodiacal encierra un pro­ fundo narcisismo. Siente un gran entusiasmo y experimenta una profunda sensación de anticipación, pero tal vez preste poca atención a los sutiles matices del sexo. Centra su ener­ gía sexual en la rapidez con la que puede vencer al otro, o en el modo de conquistarlo mediante el acto sexual, y a conti­ nuación pasa a otras esferas.

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La quinta y decimoprimera casas A través de Libra decimoprimera casa, el individuo de­ sea la paz de espíritu que tan sólo puede alcanzar si se aparta de sus deseos. Sabe considerar los dos lados de las situacio­ nes, pero tan sólo cuando no se implica de una forma perso­ nal. Aries quinta casa indica con frecuencia que se zambulle personalmente en las situaciones antes de pensar en ellas. En tal caso, tiene que retroceder para comprobar en qué me­ dida se ha desequilibrado al saltar sin mirar. Le cuesta bene­ ficiarse de los consejos de los demás. La tendencia a saltar sin mirar hace que se implique en las cuestiones más de lo que le conviene. A fin de alcanzar un equilibrio, puede adoptar una actitud impersonal respecto a sus esperanzas, deseos e ideales. Ambas reacciones resultan extremas. La lección Aries-Libra tiene que aprenderse de primera mano. El individuo debe vivir experiencias que le enseñen que el amor a sí mismo y el amor por los demás son las dos caras de la misma moneda. Se complementan en una expresión posi­ tiva o se niegan mutuamente cuando el individuo considera una de ellas desde un punto de vista negativo. Con el tiempo aprende que si hace suyos los ideales de la paz, el amor, la armonía y la justicia, podrá descubrir la expresión de sí mis­ mo a través del amor creativo. Palabras clave: agresivo, impulso sexual tenso, impacien­ te, combativo, busca nuevos desafíos, en ocasiones bisexual, da energía a su pareja, se autojustifica, crítico, tendencias exhibicionistas, posible divorcio, descubre el yo a través del amor creativo, deseos frustrados, extremadamente moralista cuando envejece, idealista en exceso, en ocasiones huye de sus propias expectativas.

Tauro quinta casa-Escorpio decimoprimera casa Con esta posición, el individuo siembra las semillas de la sustancia y el significado duraderos. Tiene un gran apetito sexual. No sólo le importa la calidad del sexo, sino también 151

Astrología de la sexualidad la cantidad. Es un amante apasionado. Sus ideas de creación pueden ser más pasivas que activas. Experimenta la sensa­ ción de que los frutos de la vida deberían venir a él en lugar de ser él quien fuera a buscarlos. En cierta medida, esta sen­ sación encubre el temor al rechazo que el individuo preferi­ ría no afrontar. Se siente más feliz si está convencido de su solidez, que si se arriesga a ponerla a prueba. Las necesidades creativas de Tauro giran en torno al re­ forzamiento de la estabilidad, la seguridad y la comodidad. Las personas que tienen esta posición zodiacal buscan expe­ riencias sexuales que les proporcionen una sensación de per­ manencia. La permanencia les hace convencerse de la cuali­ dad eterna de la creación misma. Tienden a escoger parejas sexuales que sean o bien extremadamente inseguras o que atraviesen fases de limbo en su vida. Su cualidad de sustento duradero reviste gran importancia para aquellos que creen que las cosas no duran. Y su calidez y ternura naturales son de gran importancia para aquellos que carecieron de dichas cualidades en su niñez. La persona con Tauro en la quinta casa tiende a quedar estancada en el nivel personal. Tal vez continúe con una re­ lación amorosa mucho después de que se haya apagado la «chispa». Si emplea la impersonalidad distanciada, reserva­ da y clínica de Escorpio decimoprimera casa, podrá apren­ der a terminar las relaciones amorosas cuando se apague la chispa. Aprenderá a pasar a otras cosas en lugar de perma­ necer en las que tal vez ya no merezca la pena perservar. Los héroes imaginarios que se hallan en el núcleo de sus cimientos siempre son fuertes y justos. Cuando aprende a ser impersonal, puede entrar en contacto con esta parte de sí mismo. En este estado impersonal de conciencia, puede cor­ tar despiadadamente las cadenas de la sociedad, que lo obli­ gan a conservar viejos hábitos que ya no le sirven para nada. Es un individuo extremadamente sincero, dispuesto a luchar a muerte por sus creencias. La polaridad Tauro-Escorpio simboliza la lucha entre las fuerzas constructivas y destructivas de la vida. .Este indivi-

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La quinta y decimoprimera casas duo tiene que aprender a basarse en el amor, a fin de poder crear un futuro sólido. Al mismo tiempo, debe estar total­ mente dispuesto a descartar todas las ideas falsas que obstru­ yen su evolución. Las expectativas de Escorpio son elevadas, y provocan inquietud y descontento en el individuo. Alcan­ zar la plácida comodidad del amor creativo expresado a tra­ vés de Tauro quinta casa forma parte de su gran objetivo. Cuando el individuo logra equilibrar ambos signos, los idea­ les de Escorpio transforman el amor, y dicha transformación garantiza su permanencia. Palabras clave: sensual, calidez natural, excesos, prome­ sa de futuro, apasionado, posesivo, celoso, busca compromi­ sos, indulgente consigo mismo, reformador, cambios voláti­ les para crear armonía, hace el amor de forma obsesiva, in­ tuitivo, exigente, regenera los ideales del amor creativo.

Géminis quinta casa-Sagitario decimoprimera casa Con Géminis en la quinta casa, el individuo siembra las semillas de la comprensión. Las ideas que surgen a través del amor adquieren mayor importancia que la expresión se­ xual física. La creación se compone de palabras, pensamien­ tos y flirteos. Géminis es la mímica y necesita modelos a se­ guir, personas a las que imitar y conceptos que recrear. Este individuo crea copiando las corrientes de pensamiento de los demás. Por lo general, muestra un profundo interés por la literatura sexual, y le gusta escuchar las historias de las aventuras amorosas de otras personas. Eso le produce la sensación de estar participando en cierto modo de sus vidas, sin renunciar por ello a la seguridad de su propio cascarón. Mercurio rige el signo Géminis, que tiende a estar poco de­ sarrollado a nivel sexual. Al individuo le resultan más có­ modos el amor sexual, las amistades, las relaciones entre compañeros y las que se mantengan a un nivel superficial. 153

Astrología de la sexualidad A Géminis le cuesta manejar cualquier relación que exija un compromiso profundo. Géminis es el signo de la comprensión. En cuestiones amorosas, las personas con Géminis quinta casa intentarán verse en su propio papel, pero también a través de las ideas que cree que su pareja valora. En ocasiones se enamora de ideas, no de personas. Si el amante cambia sus valores, deja de existir la razón para el amor. Con frecuencia, Géminis quinta casa indica que al indivi­ duo le proporciona placer el voyeurismo mental. Esto puede deberse a que constituye una forma de escapar de la intensi­ dad realista de los pensamientos y las ideas que surgen a tra­ vés de las relaciones amorosas íntimas. Si se siente sofocado por un exceso de pensamientos en conflicto, intenta escapar de la confusión. Trata de expandir su vida a través de Sagita­ rio decimoprimera casa. En esta parte del horóscopo, puede adoptar una actitud filosófica y distanciada a fin de proteger­ se. Dicha actitud puede convertirlo en una persona fría se­ xualmente, capaz de experimentar «aventuras de una no­ che», o de manejar encuentros sexuales sin sentido, pero que le permitan conservar la sensación de libertad. Ambos signos carecen de la calidez y la intimidad que pueden experimentarse con un amante. Ya sea personal o impersonal, le gustan las ideas, las palabras, los pensamien­ tos, los modelos de pensamiento, las filosofías, los principios y los razonamientos. Lo que se manifiesta a través de Gémi­ nis quinta casa es la idea del amor, no el hecho de estar sin­ ceramente enamorado. Sagitario decimoprimera casa es un signo muy inquieto a nivel impersonal. Simboliza el deseo de soñar con lugares lejanos y románticos, interludios descono­ cidos u horizontes inexplorados. Tanto Géminis como Sagi­ tario poseen una cualidad volátil que los hace inconstantes. Estos signos necesitan una pareja dominante, a fin de que la corriente constante de la conciencia pueda dirigirse hacia un resultado constructivo. La lección de esta posición consiste en combinar los idea­ les de la mente superior con las acciones procedentes de los 154

La quinta y decimoprimera casas pensamientos de la mente inferior. El individuo con esta po­ laridad tiene que elegir amantes capaces de razonar o crear. Esta polaridad alcanza la felicidad verdadera cuando el indi­ viduo toma conciencia de que el amor es una experiencia de enseñanza y aprendizaje, a través de la cual evolucionan am­ bos miembros de la pareja. Palabras clave: inconstante, dado al flirteo, coquetería, búsqueda de la curiosidad, interés por la literatura sexual, le gusta jugar, en ocasiones frígido, representa papeles, activi­ dad mental extrema, idealista en exceso, amable, pensativo, reduce el impulso sexual, frustración debida a experiencias incompletas, voyeurismo, frío, necesita estímulo mental, fi­ losófico, dependiente, relaciones insinceras, gran poder de observación, dificultades legales a causa del amor, busca la verdad.

Cáncer quinta casa-Capricornio decimoprimera casa Con Cáncer en la quinta casa, el individuo siembra las se­ millas de la emoción, a través de su naturaleza amorosa cáli­ da y afectuosa. La persona busca la honestidad en sus rela­ ciones sexuales, a fin de poder tener la sensación de que ad­ quiere mayor seguridad con el paso del tiempo. Intenta esco­ ger parejas de las que pueda cuidar. Debe confiar en una persona antes de permitirse enamorarse. Tal vez en mayor medida que el resto de los signos, esta posición indica que el individuo desea hacer cosas que incre­ men�en la comodidad y la seguridad que desea para la perso­ na a la que ama. A nivel sexual, es excepcionalmente román­ tico y emocional, aunque también algo convencional. Se siente atraído hacia personas que acepten su instinto mater­ nal. Puede ser muy generoso con aquellos que se sienten desprotegidos en la «jungla» de la vida. Cáncer es el signo que rige la memoria. El individuo intenta enseñar a su pareja

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Astrología de la sexualidad a remontarse hacia el pasado, a fin de recoger retazos de se­ guridad que antes había pasado por alto, y que revisten gran importancia para el futuro. Capricornio decimoprimera casa crea el ideal del marti­ rio. A un nivel impersonal, el individuo cree que lo más ade­ cuado es consagrar la vida a algo que la trascienda. Cuando ama a nivel personal, no cesa de cuidar de su pareja. Si que­ da mentalmente exhausto a causa de e11o, corre a refugiarse en su Capricornio decimoprimera casa para calmarse. Aun­ que puede ser extremadamente cálido y cariñoso, también puede ocultar sus emociones cuando es necesario. La sensi­ bilidad de Cáncer quinta casa necesita a menudo amortigua­ dores que le impidan lastimarse. El eje Cáncer-Capricornio necesita de su pareja lealtad y devoción, a fin de mantener la continuidad cronológica que representan estos dos signos. Las relaciones que empiezan y se interrumpen no proporcionan la seguridad que el indivi­ duo necesita para evolucionar. Capricornio es un signo exi­ gente. Sus ideales de estabilidad y permanencia sólo pueden manifestarse cuando se expresan las emociones de Cáncer. El riesgo de ser vulnerable sexualmente guarda estrecha re­ lación con las expectativas de seguridad futura. La lección de esta posición consiste en combinar el amor cálido, cariñoso y afectuoso de Cáncer con la cualidad de los ideales duraderos que Capricornio aceptará. Cuando el indi­ viduo lo logra, el amor y el propósito, el sexo y el sentido, el cuidado y el logro, todo el1o puede fundirse en una poderosa y duradera cualidad de gran valor.

Palabras clave: sensible, creativo, amante sincero, pose­ sivo, magistral, atento, capacidad de vencer obstáculos, sen­ sual, posible complejo de Edipo, batalla con las emociones, tímido, sincero, dependiente, relaciones amorosas prolonga­ das, compromisos sólidos, extremadamente generoso, debe desarrollar confianza, busca la intimidad, debe vencer las in­ hibiciones, protector, cuida de su pareja, le hieren con facili­ dad, romántico. 156

La quinta y decimoprimera casas

Leo quinta casa-Acuario decimoprimera casa La quinta casa es la posición natural de Leo, el signo del amor y de las aventuras románticas. El individuo siembra las semillas de la creación. Es extremadamente sexual y se sien­ te orgulloso de ello. Más que cualquier otro signo, hará aflo­ rar los talentos, habilidades e instintos creativos de sus amantes. Su naturaleza amorosa es posesiva y celosa, lo que puede justificar gracias a lo que ofrece. Cree que su pareja no tiene ningún motivo lógico para necesitar a otra persona. Puesto que es muy ardiente y generoso en exceso, exige mu­ cho a cambio. En esta posición existe un fuerte efecto moldeador, pues el individuo Leo intenta que su pareja lleve una vida mejor, más elevada, y que contemple las cosas en general desde una perspectiva más positiva. Desde el punto de vista sexual, le gusta desafiar a su pareja e inducirla a hacer cosas que sabe que constituyen temores o inhibiciones. Lo hace así porque desea reforzar el poder del ego de la persona a la que ama. A través de Acuario decimoprimera casa, el individuo experimenta una combinación muy natural entre sus ideales y su realidad. Se trata de la posición natural de Acuario, y como consecuencia de ello la imaginación del individuo pue­ de romper las barreras establecidas y observar el futuro. Si se distancia y considera las cosas desde una perspectiva obje­ tiva, comprenderá de un modo desapasionado el lugar que ocupa en todo lo que le rodea. Sabe que las cosas pueden ser distintas, sin por ello ser necesariamente mejores o peores las unas que las otras, pero tan sólo experimentará esta clase de conciencia si adopta una actitud verdaderamente imper­ sonal: La polaridad Leo-Acuario simboliza las luchas con la fuerza de voluntad. Sin embargo, la fuerza de voluntad no es en realidad una dimensión singular. Acuario simboliza la vo­ luntad, y Leo, la fuerza. Cuando la voluntad y la fuerza del individuo están en armonía, a éste le será posible dirigir su propia vida. 157

Astrología de la sexualidad Aunque se trata de una posición natural, la vida amorosa del individuo nunca resulta sencilla. Debe emplear su fuerza de voluntad para conferir sentido, propósito y rumbo a sus relaciones. Tan sólo entonces podrá hallar la satisfacción que busca. El envalentonamiento de Leo, junto con el deseo de sin­ gularidad de Acuario decimoprimera casa se manifiesta con frecuencia en tendencias exhibicionistas, ya que esta perso­ na necesita de un público. Desea demostrar que no teme a nada. Necesita granjearse el respeto de su pareja a fin de po­ der respetarse a sí mismo. También tiene que mantener la posición dominante en cualquier relación íntima. La lección de esta posición consiste en que el individuo sólo podrá alcanzar la satisfacción si el poder del amor supe­ ra el amor al poder. U na cosa es querer emprender una cru­ zada en favor de otros, en un intento de que lleven una vida mejor. Pero otra muy distinta es permitir que el poder del amor sincero guíe y dirija nuestros instintos creativos, nues­ tros sueños e ideales. En este caso, cualquier expresión ne­ gativa de esta polaridad desaparece como por encanto, y en su lugar surge la verdadera expresión del amor, del sexo y del amor por el yo impersonal en un mundo demasiado gran­ de como para comprenderlo del todo. Palabras clave: carácter independiente, muy creativo, gran inspiración, agudo, hace el amor con agresividad, exige lealtad, orgulloso, justo, generoso, representa papeles ro­ mánticos, voluntad firme, osado, cínico, abierto, tendencias exhibicionistas ocasionales, relaciones extravagantes, exage­ ra las pasiones, ideales con visión de futuro, interés secreto por las orgías, intenta alcanzar una expresión única, conside­ ra el amor como un desafío, criterios elevados, narcisismo, encuentra el poder creativo a través del amor.

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La quinta y decimoprimera casas

Virgo quinta casa-Piscis decimoprimera casa Con esta posición, el individuo intenta sembrar las se­ millas del «amor perfeccionado». Aunque puede sentirse atraído por muchas personas, percibe al instante quién le conviene o qué es inalterable. Para ser feliz, tiene que ser muy selectivo a la hora de elegir a su pareja. En algunos casos, sus ideales son tan elevados que los modelos de comportamiento esperados funcionan a menudo a la inversa. Al darse cuenta de la imposibilidad de alcanzar el ideal de perfección en un mundo imperfecto, es posible que el individuo decida no ser selectivo y adoptar la actitud de que, al fin y al cabo, eso carece de importancia a largo plazo. Si dicha actitud impregna el pensamiento de la perso­ na, eso puede conducirla a períodos de promiscuidad. En la vida sexual física, siente el deseo de no profundizar demasiado. En los momentos de lujuria desenfrenada, nun­ ca pasa realmente de experimentar de un modo inocente, a fin de sentirse «adulto», como cree que son los demás. Re­ sulta interesante observar que a este individuo le importa mucho lo que los demás piensen de él. Pone límites a su ex­ presión sexual, dividiendo en compartimientos computariza­ dos todo lo que puede etiquetar en su mente como bueno o malo. Es posible que ni el hombre ni la mujer con Virgo en la quinta casa tengan que consumar el acto sexual para hallar satisfacción sexual. De hecho, este individuo tiende a desear detenerse justo antes del acto sexual para conservar las deli­ cadas emociones que cree puede llegar a perder si se une por completo a la otra persona. Por lo general, escoge parejas que se disipen por tener demasiados deseos dispersos, o que sean negligentes en lo que respecta a la higiene personal. Los ideales de Piscis decimoprimera van dirigidos a servir a otra persona a través del amor creativo. Los sentimientos artísticos, sensuales y románticos se unen con la sutileza de una realidad cósmica, a fin de crear el sueño de la naturaleza idealizada del amor. El individuo experimenta un conflicto peculiar en este punto, ya que es un amante extremadamen159

Astrología de la sexualidad te imaginativo cuando no está enamorado. Una vez que en­ tabla una relación íntima con una persona, olvida lo que siente y empieza a encerrarse en sí mismo, hasta el punto de que ya no puede apreciar la intimidad y el goce del amor per­ sonal. En todo el zodíaco no hay nadie más capaz de dar más que el individuo con la polaridad Virgo-Piscis. Es sensible y compasivo, amable y delicadamente sensato, y por lo gene­ ral atrae a personas cuyo carácter volátil tan sólo él puede comprender. El amor se convierte con frecuencia en una cruzada por la decencia y la verdad espiritual. Puede experi­ mentar de vez en cuando períodos de frigidez, a consecuen­ cia de la decepción emocional y psíquica que provoca el he­ cho de que la realidad de la vida sea inferior a los santos ideales del inconsciente. En ocasiones, el individuo tiende a mostrarse tímido e infantil. En otras, quedan sin expresar emociones profundas y poderosas. Ello se debe a que las ex­ pectativas del amor se hallan a un nivel muy elevado. La lección de esta posición consiste en que todo en la vida es mente sobre materia. La distancia que media entre Virgo y Piscis cubre una vasta zona de la comprensión huma­ na. La fuerza del pensamiento es la fuerza creativa que mue­ ve el universo. Virgo quinta casa simboliza que el amor es tal y como pensamos. Al mismo tiempo, Piscis decimoprimera casa nos muestra que nuestros ideales son producto de la imaginación. Cuando el pensamiento y la imaginación se combinan en un canal positivo de amor creativo, el individuo puede experimentar muchas cosas.

Palabras clave: naturaleza idealista del amor, sensible, busca el amor perfecto, gran imaginación, carácter generoso y compasivo, exigente, capacidad de discernimiento, sacrifi­ cado, comprensivo, busca placeres refinados, ve el potencial de su pareja, relaciones amorosas nerviosas, en ocasiones masoquista, necesita lealtad, experiencias sexuales incom­ pletas, organiza a sus amantes.

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La quinta y decimoprimcra casas

Libra quinta casa-Aries decimoprimera casa Con esta posición, el individuo siembra las semillas de la armonía. La forma artística del amor, en su equilibrio ade­ cuado, adquiere prioridad sobre cualquier otra cosa. La na­ turaleza del amor posee una cualidad delicada que no se ha­ lla en ningún otro signo del zodíaco. El individuo puede ser sacrificado, amable, extremadamente generoso, y en mu­ chos sentidos, centrar toda su existencia en la persona a la que ama. Se identificará con cada relación, deseando que él y su pareja sean «uno solo». En este aspecto, cree que le fal­ ta la mitad de sí mismo cada vez que no se encuentra física­ mente junto al ser amado. Su falta fundamental de confianza necesita constante reafirmación. Como consecuencia de ello, su dependencia tiende a hacer aflorar las cualidades dominantes del amante. Este individuo es inconsciente­ mente masoquista, y a menudo seguirá con relaciones amo­ rosas mucho después de darse cuenta de que no le convie­ nen. La razón de ello es que le cuesta tomar decisiones per­ sonales, por temor a herir los sentimientos de la otra perso­ na. Le resulta más sencillo dar la vuelta a las cosas y herirse a sí mismo. Básicamente, está enamorado del amor. Y si el amor prospera, es la persona más feliz y satisfecha del mundo. Desde el punto de vista sexual, tiende a asumir un papel su­ miso, y se preocupa más por las necesidades de su pareja que por las suyas. Aries decimoprimera casa simboliza la idealización de la singularidad que una persona puede alcanzar cuando no teme reafirmarse de un modo impersonal. El hecho de impli­ carse demasiado íntimamente en una relación parece partir a este individuo por la mitad, pero cuanto más se distancia de las cosas, mejor conocerá la resolución de su propia mente. Venera a los héroes de la infancia por su autosuficiencia. En la vida real, el individuo no adquiere esta cualidad, de modo que, posiblemente, intente convertirse en una persona autosuficiente a través de una relación amorosa. Al cabo de 161

Astrología de la sexualidad un tiempo, sin emhargo, descuhre que le cuesta mucho con­ traer compromisos sexuales sólidos. No le convierten en un ser autosuficiente, sino que suprimen sus ideales a causa de la necesidad de complacer a su pareja. La lección de esta posición consiste en equilihrar los ideales del ego con la necesidad de unirse íntimamente con otra persona. El autosacrificio y la reafirmación de uno mis­ mo se convierten en los dos extremos del halancín sohre el que cahalga este individuo. La gran sahiduría que se puede adquirir a través de esta posición consiste en saher cuándo dirigir, cuándo seguir y cuúndo compartir.

Palahras clave: sensihle, musical, creativo, alternancia entre las tendencias dominantes y sumisas, necesita aten­ ción, intenta equilihrar a su pareja sexual, relaciones compe­ titivas, extremos de expresión, propenso al halago, prohlc­ mas de ego, carúcter dado a la exageración, puede ser pro­ penso al flirteo, necesita reconfortar.

Escorpio quinta casa-Tauro decimoprimera casa Con Escorpio en la quinta casa, el individuo siemhra las semillas del sexo, la esencia misma de la vida. Es perspicaz, agudo, intenso, y siempre investiga lo que todavía es un misterio para él. No cejará en su empeño hasta que encuen­ tre las respuestas que busca. Necesita expresar su sexuali­ dad de las formas crudas que percihc en su inconsciente, porque ello le pone en contacto con las raíces mismas de su existencia. Es una persona muy curiosa, y siente celos cuando se en­ tera de que otros disfrutan de experiencias sexuales que él todavía no conoce. A su pareja le cuesta mantenerse a su al­ tura, pues siempre está en contacto con la fuente de la crea­ ción humana. Aquí reside su poder, y a través de él intenta asegurarse de que nadie podrá superarle. Con esta posición, el individuo tiende a ser destructivo.

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La quinta y decimoprimera casas Las relaciones amorosas pueden terminar en un desastre si el individuo consigue lo que quiere y después deja que pierda valor a sus ojos. Bajo las circunstancias ideales, Tauro deci­ moprimera casa simboliza la necesidad de conservarlo todo. La posesividad de Tauro, junto con los ideales de Escorpio, culminan a menudo en la incapacidad de preservar aque11o que el individuo desea más. A causa de su naturaleza resuelta y determinada, es fre­ cuente que a los demás les resulte difícil soportar las relacio­ nes íntimas durante largo tiempo. El individuo experimenta constantes transformaciones a causa de una intensa actividad sexual volátil. Tiende a presionar a sus parejas para que cambien. Como consecuencia de e11o, a menudo las presiona en exceso, aunque en realidad no sea ésa su intención. Los ideales de Tauro decimoprimera casa se centran en la coexistencia pacífica. El individuo quiere asegurarse un futuro tranquilo y estable. Sabe que eso es imposible si pri­ mero no aparta de su camino todos los obstáculos que pue­ dan actuar como posibles fuentes de estancamiento. Se es­ fuerza por el amor, y construye sus relaciones a través de las transformaciones plutonianas que provoca a niveles incons­ cientes muy profundos. Luchará por la paz porque la desea con intensidad. Una vez que la lucha ha comenzado, olvida­ rá las razones altruistas por las que comenzó. La lección de esta posición zodiacal consiste en que la paz y el amor en el momento presente revisten mayor impor­ tancia que intentar crear con voluntad un futuro que sólo Dios conoce con certeza.* Cuando el individuo recuerda esto, todo lo que crea como consecuencia del amor puede florecer fácilmente hasta convertirse en un amor duradero. A fin de con�eguirlo, lo único que tiene que hacer es apartar­ se y permitir que Dios obre todos los milagros que persigue. Si aprende a no esperar nada, descubrirá que puede conse­ guirlo todo a través de la transmutación del amor. * Martín Schulman, El karma del presente Astrología kármica, vol. 4, (Ediciones Índigo).

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Astrología de la sexualidad Palabras clave: intenso, apasionado, perverso, curioso, investigador, celoso, debe transformar su carácter posesi­ vo, se guía por el instinto, intuitivo, sensible, fuerte, com­ prende la unión divina de la creación, puede ser dominan­ te, inconscientemente sádico en ocasiones, ideales protec­ tores, busca la permanencia a través del cambio positivo, sexualidad cruda, exigente, relaciones psíquicas, karma se­ xual, debe superar las tendencias destructivas, relaciones regeneradoras, creatividad gracias a la transmutación del impulso sexual.

Sagitario quinta casa-Géminis decimoprimera casa Con Sagitario en la quinta casa, el individuo siembra las semillas de la abundancia. Realiza grandes esfuerzos para llevar un estilo de vida libre. No desea contraer compromi­ sos, pero le gusta saber que tal vez otras personas sí quieran comprometerse con él, de modo que espera de los demás co­ sas que no espera de sí mismo. Equipara el sexo con el aire libre, asociándolo con el bos­ que, la playa o cualquier escenario campestre en el que pue­ da sentir que se funde con su entorno natural. No siempre es fiel, porque su instinto vagabundo es demasiado fuerte como para que le guste sentirse atado. Tiene un impulso sexual es­ pontáneo, y muestra tendencia a aburrirse si permanece con una sola pareja. Este individuo ejerce sobre su pareja el efecto de un mensajero, que le transmite ya sea verbal o telepáticamente la valiosa información que conduce a la mente superior hacia la verdad. Al menos una vez en la vida puede sentirse atraí­ do por un extranjero, o experimentar una relación amorosa muy importante a gran distancia de su hogar. El amor y la creatividad deben poseer movilidad, pues este individuo es un nómada. La mente siempre busca lecciones infantiles que procedan de canciones de cuna, cuentos de hadas e historias 164

La quinta y decimoprimera casas que plasmen las relaciones entre las personas y las lecciones que de ellas extraemos. En el plano idealista, Géminis decimoprimera casa desea comprender. El individuo reconoce que cada cosa tiene dos aspectos que no coinciden necesariamente. Lo que más le fascina en la vida es la idea de descubrir nuevas dualidades que le muestren la esencia de un universo doble. Cuanto más aprende acerca de ello, más quiere aprender. De hecho, su sed de conocimientos es tal que a menudo la antepone a sus necesidades románticas. En el terreno sexual, tiende a vacilar entre querer dema­ siado sexo o evitarlo por completo. Desde un punto de vista psicológico, se trata de una posición zodiacal de «evitación de la aproximación». Ello se debe en gran medida a que los ideales del individuo no son suyos realmente, sino que cons­ tituyen una mezcla de lo que recopila de entre las muchas personas que hay en su vida. El individuo puede pasar por períodos de asexualidad, ya que Géminis es el signo del amor platónico o no sexual. De hecho, a esta persona le re­ sulta más fácil comprenderse a sí misma cuando no participa sexualmente en la situación. Los dos signos mentales de la quinta y la decimoprimera casas muestran una afinidad por la comprensión del proceso creativo. Lo importante no es lo que el individuo hace en su vida amorosa, sino cómo piensa acerca de sus acciones y pensamientos. Como consecuencia de ello, las lecciones que aprende a través del amor y el sexo no van orientadas hacia el aspecto físico, sino hacia la conciencia. El amor es la for­ ma más elevada de creación, y con Sagitario en la quinta, la presencia de la verdad espiritual puede convertirse en un fundamento muy sólido para la comprensión humanística que busca Géminis decimoprimera casa.

Palabras clave: exagerado, aventurero, impaciente, modo de vida libre, deambula, necesita que sus amantes sean honestos, atraído por los viajes y las experiencias poco comunes, mensajero sexual, exagera las necesidades román165

Astrología de la sexualidad ticas, popular, espíritu salvaje, inconstante, deslumbra a los demás, agresivo, lucha por el estímulo mental, ego fuerte, atracciones espontáneas, propenso al divorcio, vida románti­ ca pintoresca.

Capricornio quinta casa-Cáncer decimoprimera casa Con Capricornio en la quinta casa, el individuo siembra las semillas de la conservación, para así poder preservar todo aquello que tenga un valor futuro duradero. Sus relaciones amorosas revisten gran importancia para él. En este aspecto, prefiere experimentar relaciones que se forjen lentamente antes que aventuras apasionadas que se consuman con gran rapidez. Puesto que busca el prestigio, el honor y la digni­ dad, tiende a sentirse atraído por personas ricas y famosas, o por aquellas que estén a punto de convertirse en símbolos del estatus. Sus modelos sexuales son tanto tradicionales como inu­ suales. Aunque se trata de un individuo extremadamente in­ hibido, tiene que mantener el control sobre cada relación que vive. La palabra «rendición» no figura en su diccionario. No es espontáneo, sino que maneja su vida amorosa encen­ diendo y apagando sus impulsos sexuales, según le conven­ ga. Su comportamiento siempre obedece a un método y a un objetivo. Intenta dar forma y estructura a las relaciones amorosas, a fin de que puedan convertirse en último término en los preciados tesoros que busca. Pese a saber que hay mi­ llones de personas en el mundo a las que podría amar, esco­ ge a la que más tenga que ofrecerle. Dedicará mucho tiempo a intentar moldear a su pareja. Gracias a ello, puede satisfacer los ideales maternales de su Cáncer decimoprimera casa. Sin embargo, debe superar gra­ ves obstáculos psicológicos. En sus relaciones personales más íntimas, se retrae y no se abre sin más a la otra persona. Incluso cuando intenta distanciarse y ser impersonal, la emo-

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La quinta y decimoprimera casas cionalidad de Cáncer tiende a apoderarse de él. Muchas per­ sonas con esta posición zodiacal son capaces de alcanzar su ideal si se adhieren a un movimiento muy extendido, ya se base en principios espirituales o de otra índole, a fin de po­ der sentir que pertenecen a una familia mundial. De este modo, pueden ser impersonales y, aun así, experimentar la sensación de protección que les proporciona un entorno sus­ titutivo de la familia. En el plano sexual, necesitan superar las dificultades emocionales. Este individuo tiene que encontrar un hogar en su interior, basado en aquel principio que crea lo bastante importante como para defenderlo, sea éste cual fuere. Tan sólo podrá explotar todo el valor de su posición si se muestra extremadamente selectivo a la hora de escoger a sus parejas sexuales, cada una de las cuales debe representar el «hogar» protector que el individuo ha idealizado. La lección de esta posición consiste en que el individuo sólo puede alcanzar sus ideales emocionales si experimenta una sexualidad con sentido, un amor con razón y una vida con significado.

Palabras clave: atraído hacia personas importantes, in­ conscientemente avergonzado de los sentimientos sexuales, en ocasiones inhibido, lento a la hora de entablar relaciones profundas, construye relaciones sólidas, busca la razón ma­ dura en los amantes, debe equilibrar la movilidad excesiva a través del sentido práctico, reservado, tímido, sentimiento de culpabilidad sexual inconsciente, complejo de Edipo, mu­ chas batallas emocionales, la segunda mitad de la vida resul­ ta más fácil, expresión metódica, naturaleza del amor plani­ ficada, da a su pareja lo que más significa para ésta, respon­ sable, capaz de albergar sentimientos ricos y duraderos, tar­ da en florecer.

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Astrología de la sexualidad

Acuario quinta casa-Leo decimoprimera casa Con esta posición, el individuo siembra las semillas del futuro a través del amor impersonal. Tiende a ser errático e imprevisible. Su capacidad de mantener las distancias pue­ de provocar que su pareja se sienta frustrada e incompren­ dida. Es extremadamente generoso, pero rara vez da a su pareja lo que ésta quiere, sino lo que él siente por instinto que necesita. A nivel sexual, puede ser extrañamente singular o bise­ xual, lo que forma parte de su instinto científico experimen­ tal. Siente una gran curiosidad y si no existen en su vida fac­ tores inhihidores, intentará ver las cosas tal y como las perci­ ba. Puesto que necesita un gran estímulo mental para crear, profesará un profundo afecto hacia aquellas personas que le proporcionen conocimientos. Sus relaciones amorosas siem­ pre constituyen experiencias de aprendizaje. Moldea a sus parejas para conducirlas hacia la expresión individualista. La mayoría de las personas tienen un idea de lo que va junto y lo que no. Combinan colores, ideas, filoso­ fías y sentimientos de acuerdo con el modo en que fueron educadas. Tras vivir una relación con un individuo con Acuario en la quinta casa, muchas de estas ideas se verán sustituidas por una nueva comprensión. Esta polaridad tropieza con muchas dificultades en la quinta y decimoprimera casas, pues ambos signos se hallan en el lado opuesto de su posición natural. Aunque los instintos creativos de Acuario no se ven obstaculizados por las trabas de las costumbres sociales, la naturaleza del amor del indivi­ duo carece de constancia y calidez. A través de Leo decimo­ primera casa, el individuo tiene elevados ideales. Es posible que sea difícil tratar con él, ya que uno nunca sabe en qué sen­ tido dice las cosas o cuándo está a punto de cambiar de opi­ nión. Es extremadamente romántico y generoso cuando no se le exige compromiso alguno, pero tiende a adoptar una acti­ tud filosófica y distanciada con respecto a la relación cuando tiene la oportunidad de contraer un compromiso profundo. 168

La quinta y decimoprimera casas En algunos casos, adopta una postura chauvinista ante la sexualidad, que se debe al hecho de que tanto Leo como Acuario simbolizan las luchas que el individuo entabla con la voluntad. Cuando la persona siente que una relación sexual empieza a apoderarse de él, encuentra modos de zafarse de ella, sólo para ponerse a soñar con una relación sexual dura­ dera y satisfactoria. Puede huir de lo que quiere para soñar con ello en lugar de experimentarlo. Y lo manifiesta con las personas que no le exigen ningún compromiso. De este modo, puede dar amor y, al mismo tiempo, mantenerse a distancia de la realidad de la situación. El individuo siente una gran frustración cuando intenta liberarse de las situaciones íntimas y vincularse a los ideales intangibles. Debe aprender a aceptar el hecho de que puede forjar ideales para lograr que el yo personal madure, pero la verdadera experiencia amorosa esconde muchos recodos y giros del destino. La realidad del compromiso personal ínti­ mo requiere tolerancia. Los ideales del amor nunca cam­ bian. Cuando el viajero se da cuenta de que el camino que recorre nunca cambia, se le hace mucho más fácil de com­ prender el vehículo de ideas y principios que conduce, el via­ je por el amor y todas las lecciones sexuales inherentes a él.

Palabras clave: naturaleza sexual curiosa, orientado ha­ cia el futuro, singular, experiencias extrañas, instintos bise­ xuales ocasionales, carácter fuerte y voluntarioso, cruzadas en las relaciones, percepción expandida a través del amor, se siente incómodo respecto a los compromisos vinculantes, tendencias homosexuales latentes y ocasionales, puede ex­ perimentar el amor impersonal, estructura psicológica indi­ vidualista, problemas del superego, experimentos sexuales, experiencias inesperadas y extravagantes, carácter rebelde y terco, curioso, instintos perversos, aventuras amorosas con inspiración, tiende a estar adelantado a su tiempo, experien­ cias emocionantes.

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Astrología de la sexualidad

Piscis quinta casa- Virgo decimoprimera casa En esta posición, el individuo siembra las semillas del Amor Divino. Es una de las personas más cósmicas del zo­ díaco, siempre intentando alcanzar el sueño de los interlu­ dios románticos místicos. Sin lugar a dudas, se trata de uno de los amantes más sensibles. Es compasivo, amable, gentil y, sin embargo, muy misterioso. Ejerce un tremendo magne­ tismo que va más allá de la expresión oral. De hecho, en las relaciones amorosas, esta persona dice más cuando no ha­ bla, porque sabe cómo comunicar instintivamente sus senti­ mientos a un nivel que no se reconoce a primera vista. Aquí, el efecto moldeador de la quinta casa se invierte de forma muy curiosa. Lo que la persona crea para su pareja es la capacidad de trascender los moldes, las formas y las re­ glas. Apoya los nuevos conceptos que sus parejas adoptan acerca de los sentimientos, porque eso le convierte en un ser más completo. En el plano sexual, se trata de un amante muy imaginati­ vo, que forja fantasías de otras épocas y lugares, que le pare­ cen más reales que la realidad presente. Por desgracia, a me­ nudo se malinterpretan las experiencias místicas únicas que ofrece este individuo. Parece estar desconectado, aunque en realidad no es así. A los demás les cuesta comprender su mo­ ral. Y por ello, las relaciones amorosas le resultan confusas. A través de Virgo en la decimoprimera, puede cristalizar de un modo objetivo lo que no ve cuando está unido íntimamen­ te a otra persona. Busca una unión espiritual que no siempre puede expresar con palabras, ya que se trata en esencia de una unión espiritual. Vacila entre el deseo de vivir aventuras amorosas y sus sentimientos de frustración porque las aven­ turas que desea interfieren con su claridad mental. Tiende a vivir según modelos cargados de gran cantidad de sexualidad, que se alternan con períodos de celibato autoimpuesto. De este modo, intenta reconstruir todo lo que da a través de las relaciones amorosas. Virgo decimoprimera casa constituye un respiro entre las relaciones amorosas que lo agotan.

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La quinta y decimoprimera casas Las relaciones platónicas con representantes del sexo opuesto lo rejuvenecen, ya que cuando se involucra de un modo demasiado personal, se torna demasiado sensible. Si es menos personal, confiere mayor fuerza a su cuerpo pen­ sante, desensibiliza su centro psíquico y puede sentir de un modo realista que descansa sobre una base sólida.

Palabras clave: profundamente místico, en contacto con el Amor Divino, imaginativo, sensible, muy creativo, sacrifi­ cado, sensual, generoso, aventuras amorosas esquivas, diso­ luto, incomprendido, gentil, el ego se derrota a sí mismo, puede reconocer sus propias ilusiones, intenta alcanzar una comunicación profunda a través de la sexua]idad, vida amo­ rosa kármica, buscador, las relaciones difíciles le hacen ser más perspicaz.

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10. LA SEXTA Y DECIMOSEGUNDA CASAS Nunca se ha considerado que la sexta casa ejerciera in­ fluencia alguna sobre la sexualidad. Tradicionalmente, se decía que simboliza la salud, las condiciones laborales, las relaciones con los superiores y los subordinados, y el sentido de la obligación para con los demás. Para comprender el sig­ nificado sexual de esta casa, debemos considerar primero que se trata de la casa natural en que Mercurio rige Virgo. Como tal, se trata de la zona del horóscopo en la que el indi­ viduo busca la comprensión mental del funcionamiento de las cosas. En la sexta casa, las personas intentan ordenar las cir­ cunstancias de la vida, así como comprender cómo se espera que las manejen. Al sentir que existe un orden en la vida, el individuo empieza a percibir el significado de su existencia finita. Existen diferentes escuelas filosóficas de pensamiento, que discuten con frecuencia si las personas son o no produc­ to de sus acciones. Ambas teorías son ciertas a niveles distin­ tos. La sexta casa simboliza nuestras acciones. Lo que una persona piensa de sí misma se ve influido por lo que hace y por lo que no hace. En el plano sexual, los individuos dedican cierto tiempo a satisfacerse a sí mismos y también a complacer a los demás. El deseo de complacer es una manifestación del sentido de la obligación que representa la sexta casa. En todas las relacio­ nes sexuales, existe una interacción entre hacer físicamente ló que uno cree que espera la pareja y, al mismo tiempo, es­ perar que la pareja corresponda. Independientemente de lo desarrollado que esté, ese sentido de la obligación crea el 173

Astrología de la sexualidad tipo de responsabilidades que una persona cree que tiene que cumplir. A través de esta casa, el individuo aprende el significado de la responsabilidad. Si la consideramos desde el punto de vista sexual, es uno de los factores que confieren mayor satisfacción al acto sexual. El sexo sin obligación ni responsabilidad para con la otra persona o para con uno mis­ mo resulta vacío y monótono. La sexta casa rige nuestro trabajo. Muchas personas que no se sienten satisfechas en el aspecto sexual de su vida, o creen que el sexo disipa demasiada energía, subliman estos deseos en el trabajo. Si el individuo es consciente de lo que hace, podrá manejar mejor dicha sublimación. En el caso de algunas personas, el sexo consume el deseo de la creativi­ dad, de modo que se vuelven perezosas. En el caso de otras, el sexo les da más ganas de trabajar, como medio para equili­ brar la corriente de energía. La sexta casa también rige el cuerpo físico. Los períodos prolongados de celibato generan tensiones que el individuo tiene que liberar de alguna otra forma. El exceso de sexo puede privar el cuerpo de su energía, y a nivel emocional esto puede provocar que el individuo se torne muy tímido. Las experiencias sexuales física y emocionalmente gratifi­ cantes, que se encuentren en proporción con la realidad del individuo, ayudan al cuerpo a armonizarse, ya que de ese modo experimenta su propia aceptación. Podemos conside­ rar la sexta casa como una llave que abre la puerta de la sa­ lud sexual y emocional, cuando el individuo aprende a equi­ librar las necesidades y la actividad sexuales con el sentido de la obligación para con los demás y para consigo mismo. Mientras que la sexta casa rige la percepción personal y el uso del cuerpo, la decimosegunda rige la consciencia. Po­ demos considerar la palabra consciencia como un derivado de otras dos palabras: consciente y conciencia. Si las unimos, obtendremos el término «conciencia consciente», que, en úl­ timo término, se convierte en el fundamento de la conscien­ cia. Para comprenderlo, debemos considerar cómo funciona la conciencia. 174

La sexta y decimosegunda casas La conciencia es ese mecanismo que está dentro de noso­ tros y que nos revela la naturaleza de nuestra verdad. Algu­ nas personas van por la vida contrayendo compromisos con la conciencia. Cuando la conciencia se distorsiona, el conoci­ miento de la verdad permanece encerrado en el inconsciente. Ser consciente significa sentir todo lo que fluye a través de nuestras percepciones. Cuando vivimos agobiados por el te­ mor, la culpa, la vergüenza o la duda, tendemos a correr un velo sobre lo que percibimos. Nuestras percepciones quedan restringidas, lo que nos lleva a formular opiniones, adoptar actitudes y sacar conclusiones a partir de datos incompletos. Distorsionamos nuestros pensamientos. Cuando estamos preparados para ser más receptivos ante lo que percibimos, nos hallamos en el camino que nos permitirá ser conscientes. Se ha dicho que existen básicamente dos tipos de perso­ nas en el mundo: las que saben y las que no saben. Las que no saben viven sus vidas en estado inconsciente, mientras que las que sí saben intentan abrir sus conciencias viviendo su vida con una conciencia consciente. Pocas cosas pueden provocar que el individuo experimen­ te mayor sentimiento de culpabilidad que el sexo. Los psi­ quiatras y los psicólogos pasan años intentando ayudar a sus pacientes a afrontar la consciencia de la decimosegunda casa. Para aquellos que no saben, la decimosegunda casa represen­ ta el plano inconsciente; para los que saben, esta casa es la pista de pruebas para el superconsciente. Cuando la concien­ cia es clara y directa, el individuo no tiene miedo de ser quien es. Tan sólo bajo esta premisa puede iniciarse el proceso que denominamos evolución. La decimosegunda casa simboliza la comprensión que procede del alma. El alma sólo puede ser libre en la misma medida que lo sea la consciencia. En la sexta casa, las accio­ nes y el uso del cuerpo invaden la mente consciente. En la de­ cimosegunda casa, el individuo tiene la oportunidad de reco­ nocer la verdad completa de su ser. Lo que hacemos en la vida es importante, pero lo que pensamos y sabemos de lo que hacemos todavía lo es más. 175

Astrología de la sexualidad Nuestra capacidad para cambiar y madurar debe proce­ der del ser interior. Cuando el cuerpo y la personalidad son conscientes del alma, todo el ser puede vivir en armonía con­ sigo mismo. El sexo es una parte de la vida que, o bien aparta a la per­ sona de sí misma, o bien la conduce al alma. Penetra profun­ damente a través de cada capa del inconsciente, cortando las cadenas de las falsas apariencias. Cuando un individuo se muestra honesto respecto a su sexualidad, puede elevarse por encima de las emociones del ego que le debilitan. La po­ laridad de la sexta y la decimosegunda casas simboliza la ca­ pacidad que tiene el individuo para fundir la realidad finita en que vive con la realidad infinita de la que es consciente su yo interior. El sexo puede ser algo que tan sólo satisface las necesidades del cuerpo, o bien algo mucho más místico espi­ ritualmente, que de alguna forma entra en contacto con la música que suena en el interior del alma.

Aries sexta casa-Libra decimosegunda casa Con Aries en la sexta casa, el individuo experimenta una tensión tanto física como mental respecto a su sexualidad. A menudo la convierte en energía laboral competitiva. Aun­ que percibe constantemente la necesidad de aventuras amo­ rosas, el hecho de que la pareja sexual no permita una expre­ sión espontánea le facilita la tarea de justificar la sublima­ ción. Es consciente de su reputación y sensible a las situacio­ nes en las que se siente utilizado. Aries, un signo muy cons­ ciente de la identidad de su yo, consagra mucha energía mental a ponderar estas clases de pautas de pensamiento. El impulso sexual es instintivo. Cuando no puede obte­ ner sexo con facilidad, o éste sólo está disponible en formas que le desagradan, entonces debe reorientar sus energías. Dada la frustración física que provoca este tipo de sublima­ ción, el individuo realiza su trabajo con cierto enfado abierto o encubierto. Lo manifestará en su deseo de dominar a los 176

La sexta y decimosegunda casas demás a fin de compensar lo que, inconscientemente, siente que se le deniega a nivel sexual. Con esta posición, el sentido de obligación del individuo siempre se vierte sobre él mismo. La energía inconsciente que simboliza Libra decimose­ gunda casa podría denominarse coexistencia pacífica. Puede dar a los demás en silencio, sin pedir nada a cambio. Gran parte de su generosidad se manifiesta en aventuras amorosas secretas. Cuanto más intenta reformar a los demás, más de­ sarrolla la sensación de que se está equilibrando a sí mismo. La mayoría de la gente lo considera un rompecabezas pecu­ liar, porque esta posición zodiacal suele ir acompañada de Escorpio en la primera. Si no lo observan muy de cerca (lo que por lo general él no permite), los demás no pueden ima­ ginar cuánta gentileza encierra su alma. Utiliza consciente­ mente el sexo (en ocasiones en sus formas más lujuriosas) para llegar a las personas con el amor que puede ofrecer a ni­ veles más profundos. La lección consiste en equilibrar los deseos del cuerpo con el amor que hay en el alma. Palabras clave: vitalidad activa, muy sexual, excesiva preocupación por el aspecto físico, sexualmente tímido, competitivo, busca la tranquilidad a través de las aventuras amorosas, incomprendido, instinto de cruzado, intenso con­ flicto entre la personalidad reformadora y el alma tranquila, energía nerviosa y agresiva, necesita una pareja cooperativa, extremismo, debe superar el egoísmo, esconde las frustra­ ciones, busca la expresión espontánea, intenta alcanzar la ar­ monía interior.

Tauro sexta casa-Escorpio decimosegunda casa En esta posición, el sexo es una parte importante de la configuración básica. La necesidad de expresar el amor físi­ camente se manifiesta con frecuencia en la situación laboral, lo que en ocasiones conduce a relaciones amorosas en el tra177

Astrología de la sexualidad bajo. Este signo siempre tiende a «jugar cerca de casa», por lo que tal vez esta persona no se granjee la estima que necesita de sus compañeros y amigos. Si percibe el más leve indicio de amor por parte de otra persona, tiende a excederse y apartar­ se de su camino para asegurarse el afecto que necesita. A me­ nudo confunde las obligaciones con el amor, y cree que sus re­ laciones significan más de lo que son en realidad. Por debajo de todo ello, sabe la verdad. Pero aun así, coloca las cosas a un nivel tan sexual que los árboles no le dejan ver el bosque. Experimenta una gran confusión en el inconsciente. Pues­ to que es inestable, inquieto y se siente impulsado a transfor­ marse interiormente, le cuesta tomarse la vida a la ligera. La cualidad volátil de Escorpio decimoscgunda casa tiende a ha­ cerle «descolocar» el poder que percibe en los demás. De al­ gún modo, este instinto motivacional subyacente le permite entrar en contacto con el poder que encierra en su interior. En secreto, tiende a considerar casi todo desde un punto de vista sexual. Es el único individuo del zodíaco que se siente hipnotizado en todas partes por símbolos fálicos. Las velas, las naranjas, las almohadas, las plumas estilográficas, casi todo lo que percibe le estimula a nivel inconsciente. Con fre­ cuencia no se da cuenta de ello, pero ésa es la razón de su inestabilidad emocional. Tal vez su mayor problema radique en que no suele expresar sus impulsos inconscientes. Por el contrario, constituyen oscuros secretos en las profundidades de su ser, mientras que las manifestaciones externas de sus ne­ cesidades sexuales se ven algo limitadas por su necesidad consciente de ser discreto para salvaguardar su reputación. Sin embargo, esta posición posee un precioso don, más valioso que el de cualquier otra posición zodiacal. Esta perso­ na tiene la capacidad para guiar casi al instante a otras, de re­ greso a sus raíces, lo que consigue haciéndoles comprender su sexualidad interior y afrontar sus motivaciones secretas.* * Esta posición indica el karma sexual. Véase Martin Schulman,

Nodos lunares y reencarnación Astrología kármica, vol. 1, Ediciones Índigo.

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La sexta y decimosegunda casas En el caso de esta polaridad, el cuerpo necesita gran can­ tidad de contacto físico para sentirse seguro. De cara al exte­ rior, el individuo siente la acuciante necesidad de expresar y recibir amor dentro de los límites que la sociedad aprueba. Interiormente, el alma no deja de transformarse. La lección de esta posición zodiacal consiste en aprender a transformar el yo interior a través de la responsabilidad sexual.

Palabras clave: debe alcanzar la honestidad sexual, es po­ sible que se case dos veces, alma fuerte, profunda frustra­ ción interna, necesidad física de contacto, sensible, perspi­ caz, individualista, tendencia a exagerar, posesivo, debe vencer los celos, percibe las obligaciones del amor, busca la unión mística.

Géminis sexta casa-Sagitario decimosegunda casa Con Géminis en la sexta casa, el sexo se mantiene en un equilibrio delicado. Este individuo puede ser muy propenso al flirteo en el trabajo, y sin embargo, saber separar el traba­ jo del placer. A pesar de que separa trabajo y amor disfruta de los chistes sexuales y siente una intensa curiosidad por las aventuras amorosas de sus compañeros, aunque mantiene las distancias. Le preocupa mantener su imagen, y no le gusta que que­ de manchada por las habladurías de sus compañeros. Gémi­ nis tiene dos caras. Este individuo es un extremista y aquí, en la sexta casa, la de los superiores y los subordinados, se ve a sí mismo como ambos. La tentación sexual genera gran cantidad de energía ner­ viosa, que el individuo suele liberar mediante la expresión verbal cuando no puede experimentar el sexo físicamente. El conflicto más grave al que se enfrenta consiste en que siempre se está preguntando quién pierde y quién gana en el acto sexual. En último término, debe darse cuenta de que el 179

Astrología de la sexualidad sexo no es una batalla, sino una forma más íntima de comu­ nicación con capacidad para transmitir lo que las palabras no pueden. Una vez que se percate de ello, reconocerá que su dharma consiste en aprender a comunicarse en sus rela­ ciones. Intenta estimular a los demás, y resulta muy popular en­ tre las personas que conoce en el trabajo. En el fondo de su alma, desea llevar una vida sin compromisos. No le gusta ha­ cer promesas. El inconsciente es espontáneo y, al mismo tiempo, la verdadera fuente de la cualidad vivaz que se filtra a través del intelecto de Géminis. La energía de Sagitario procede de la mente superior. Esto puede poner al individuo en contacto con la verdad, si está dispuesto a explorar su conciencia. Si lo hace así, descubrirá que no le reporta ningún beneficio entablar relaciones basa­ das en la dependencia. Este tipo de re1aciones le hacen perder la sensación que tiene en su interior de ser un espíritu libre. La polaridad Géminis-Sagitario simboliza las obligaciones en ]as relaciones con los demás. Es posible que el sexo sea más una idea que una manifestación física. Quizás sus acciones y su conciencia diverjan las unas de la otra, ya que atraviesa un proceso de aprendizaje. Puesto que es muy curioso, quiere co­ nocer todo lo que saciará el hambre mental de su alma. La atracción que siente hacia individuos estimulantes le produce la sensación de que madura. Toda una serie de preguntas y respuestas cruzan por su conciencia, produciendo una trans­ formación tras otra. Puede ade]antar a su pareja con rapidez, a causa del ingente almacén de conocimientos y sabiduría que acumula a lo largo de su vida. La lección de esta posición zodiacal consiste en entender mentalmente las necesidades del cuerpo, en relación con la sa­ biduría del alma. Si el individuo lo logra, podrá equilibrar la intensa actividad mental del yo interior con el modo en que se relaciona con el mundo exterior. Palabras clave: tensión nerviosa extrema, necesidad de contactos sociales, debe equilibrar la distancia entre él mismo 180

La sexta y decimosegunda casas y los demás, carácter curioso, expansivo hacia el interior, aunque restrictivo en lo exterior, dificultades con el ego, debe resolver las dualidades del papel que representa, ideas sexuales exageradas, voyeurismo, tendencias masoquistas, puede ser frío, debe vencer el rechazo a sí mismo, temor a ser dominado, debe mantener relaciones libres.

Cáncer sexta casa-Capricornio decimosegunda casa Con Cáncer en la sexta casa, el individuo siente un fuerte instinto protector, que le impulsa a mimar o sofocar a las personas a las que ama. Puesto que intenta percibir las nece­ sidades de su pareja, con la esperanza de ser capaz de satisfa­ cerlas, le gusta representar el papel de servidor. A causa de un extraño sesgo psicológico, esto refuerza su ego y le hace sentirse más poderoso. En el plano sexual, permanecerá jun­ to a su pareja mientras crea que la relación que los une es du­ radera. Las emociones desempeñan un papel importante en este sentido, pues el individuo debe llegar a confiar en otra persona antes de abrirse a ella. Hasta que alcanza este pun­ to, se esconde dentro de sí mismo. Siempre se siente atraído hacia personas con las que pue­ da construir cosas, por lo que busca parejas con un potencial fuerte, pero que necesiten sentirse rodeadas de un amor pro­ tector y maternal. En el trabajo, intenta crear un ambiente amistoso y acogedor, ya que los compañeros de trabajo re­ presentan para él los papeles de distintos miembros de la fa­ milia. Puesto que esto se produce a nivel psicológico, tiene que tener cuidado con las atracciones que siente en el traba­ jo. Sin darse cuenta, la necesidad de convertir a sus compa­ ñeros de trabajo en miembros sustitutos de su familia, puede provocar un <;onflicto que implica un incesto psicológico cada vez que siente una atracción sexual por alguien. A través de su Capricornio decimosegunda casa, se toma secretamente la vida muy en serio. Es posible que parezca 181

Astrología de la sexualidad abierto y despreocupado, pero no es así como se siente. Todo debe tener un significado, un sentido o un objetivo, o bien estar orientado hacia una meta que le ayude a crearse una sensación de seguridad interna. En este aspecto, se trata de una personalidad dependiente en el plano inconsciente, hasta que alcanza a comprender lo que significa la seguridad. Debe aprender que la única cosa que tiene es él mismo, y a partir de ahí, la energía inconsciente puede empezar a fluir hacia el éxito. El individuo transmite este don a sus allega­ dos. En el plano sexual, procura no fundirse o unirse total­ mente con otra persona, ya que ello significaría derribar los muros que tanto le ha costado erigir. Se muestra extremadamente sensible con los demás, aun­ que por dentro sabe que no tiene que serlo. Ello provoca un conflicto que el individuo resuelve supeditando sus emocio­ nes a los conocimientos de su alma. Se consagra al servicio de los demás, pero siempre porque su mente está realmente concentrada en una misión mayor que él mismo. Lo que más le preocupa es conservar a las personas más cercanas a él, su sociedad y su civilización. En el terreno personal, la sensación interna de privación motiva sin cesar al yo inferior, y el individuo siente la apre­ miante necesidad de someter al yo a privaciones aún mayo­ res, en favor de una bondad superior. La lección espiritual de esta posición zodiacal consiste en aprender a cuidar de los demás a través del amor sincero y el afecto, sin recibir por ello recompensa personal alguna. Una vez que lo consigue, empieza a comprender su carácter emocional, dentro de un contexto mucho más amplio, cargado de un significado más importante para él.

Palabras clave: sentido nutritivo de la obligación, atraído por individuos que necesitan construirse interiormente, su­ presión, apegos formados a través del trabajo, sensible a los demás, inseguro respecto al cuerpo, matrimonio posesivo, alma madura, carácter moralista, rodeado de personas com­ pasivas, reacciones emocionales habituales perpetuadas para

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La sexta y decimosegunda casas establecer seguridad, en ocasiones conciencia marcada por ataduras, senos extremadamente sensibles en la mujer, emo­ ciones dirigidas hacia un objetivo, necesita vínculos interio­ res, puede ser crítico de un modo puritano, fuertes defensas internas, refuerza el ego a través del matrimonio, pareja fuerte, puede haber experimentado sentimientos de culpabi­ lidad sexual en el pasado, la conciencia cristalizada debe abrirse a través de la expresión emocional.

Leo sexta casa-Acuario decimosegunda casa Con Leo en la sexta casa, el individuo se siente obligado a crear para los demás. Espera mucho de sus compañeros de trabajo, así como de sus amantes, y cree que debe ayudarlos a explotar el potencial que percibe en ellos. Eso le permite justificar su propia superioridad por comparación. En el pla­ no sexual, exige lealtad de cualquier persona a la que ame. Incluso el más leve flirteo de su pareja le hace sentir que su posición se ve amenazada. Cuando está seguro de la lealtad y la devoción de su pareja, no tarda en recompensarla de to­ das las formas posibles, a fin de garantizar que siga obser­ vando este modelo de comportamiento en el futuro. Ello in­ dica que puede considerar a su pareja más como una pose­ sión que como una persona. Por lo general, hay un estándar doble, puesto que, a pe­ sar de lo que exige a su pareja, él mismo puede ser el «flir­ teador de la oficina». No lo hace muy en serio, pero con fre­ cuencia es su forma de satisfacer su necesidad de estatus. La sexta casa simboliza servicio, y Leo tiende a servirse a sí mismo, escogiendo a una pareja que ensalce su ego, le apoye en su carrera o esté a la altura de lo que espera de ello en cuanto a orgullo y éxito. Para cumplir con su obligación de ayudar a su pareja a ser más creativa, se erige en fuente de inspiración. La posesividad de su carácter genera una difí­ cil lección espiritual. En último término, debe darse cuenta de que si arroja un pez a una persona, la alimenta por un día, 183

Astrología de la sexualidad pero si enseña a su amado a pescar, entonces le habrá inspi­ rado durante el resto de su vida. Gran parte de las exhibiciones externas del ego, debidas a Leo sexta casa, constituyen una fachada que intenta ocul­ tar la inestabilidad interna de un alma de Acuario que trata de encontrar su identidad. A niveles muy profundos, el indi­ viduo experimenta cambios de humor, que pueden clasifi­ carse en cualquier lugar entre la irracionalidad y la más com­ pleta esquizofrenia. El centro interno siempre fluye, por lo que al individuo le cuesta manejar los vientos siempre cam­ biantes que lo arrastran en muchas direcciones. Siente una profunda soledad en su interior, como si fuera ajeno a todo aquello de lo que quiere formar parte. Su energía incons­ ciente se basa en la independencia que provoca la soledad. Experimenta una difícil ilusión para ver a través de las cosas. Debe aprender a identificarse con su yo cósmico de Acuario, distanciarse de las cosas en lugar de intentar afe­ rrarse a personas y relaciones que no le ofrecen estabilidad. Cuando acepte el hecho de que tal vez no sea estabilidad lo que necesita, descubrirá que sí la tiene, y de un modo sor­ prendente. Aunque esta polaridad da la sensación de un comporta­ miento egocéntrico, lo cierto es que el individuo es muy hu­ manitario. Se entregará a todo lo que crea que merece la pena, o a cualquiera que defienda una causa valiosa. La co­ rriente de personas con causas importantes lo motivan para experimentar la inestabilidad de que se queja. Tiene que darse cuenta de que ha nacido para dar, y que es posible que en el plano inconsciente viva muy adelantado a su tiempo. Posiblemente, la humanidad acepte las ideas procedentes de su decimosegunda casa al cabo de veinte o cincuenta años, cuando él ya esté vibrando a causa de otra llamada. Tal vez viva una existencia más cósmica que personal. Sus dotes de comprensión son tales que no van dirigidas a un solo indivi­ duo, sino a la humanidad en general, ya que ha nacido para difundir ideas. Se trata de una posición incomprendida. Leo sexta casa 184

La sexta y decimosegunda casas produce la impresión de que el individuo no cesa de librar batallas para alcanzar la superioridad. En el plano sexual, tal vez muestre tendencias exhibicionistas como medio para ma­ nifestar orgullo. El deseo de dominar a los demás es una ex­ presión de lo que está haciendo el alma en realidad. Las cua­ lidades dominantes e insistentes siempre van destinadas a hacer el bien a otra persona. Cuando los demás no compren­ den esto, las relaciones pueden provocar intensas fricciones. El instinto inconsciente de cruzado puede ofender a menudo a las mismas personas por las que lucha el individuo. La lec­ ción de esta polaridad consiste en aprender a mitigar la in­ tensidad del propio poder personal a fin de acceder a los de­ más con mayor facilidad. Leo simboliza el poder del ego, mientras que Acuario representa el ego impersonal de la hu­ manidad en su totalidad. Para alcanzar la felicidad, lo que el individuo exige al ser amado debe formar parte de un altruis­ mo más elevado y universal. Palabras clave: inspirativo, protector, dominante, se siente obligado a crear para otra persona, sentimientos inter­ nos de soledad, tendencias bisexuales ocultas, instintos de cruzado, necesita adquirir honor, en armonía con el amor universal, busca carácter a través del matrimonio, adelanta­ do a su tiempo, incomprendido, carácter extremadamente humanitario, dificultades en el matrimonio.

Virgo sexta casa-Piscis decimosegunda casa Virgo se encuentra en su posición zodiacal natural cuan­ do está en la sexta casa. El individuo es capaz de ordenar las obligaciones que tiene para con los demás, de modo que nunca se descentra. Establece límites entre él mismo y aque­ llos a los que ama, para así poder reconocer con claridad las distintas funciones entre lo que hace él y lo que hacen los demás. Le gusta ser independiente, porque eso le proporciona 185

Astrología de la sexualidad una sensación de seguridad. Se muestra posesivo respecto al trabajo que realiza, pues su trabajo constituye una sublima­ ción definida del impulso sexual. En este aspecto, no le gusta confundir sus necesidades sexuales con los demás. Si hay algo que le cueste tolerar es la confusión, y llegará a extre­ mos insospechados para ordenar sus relaciones con los de­ más en compartimientos mentales bien delimitados, para sa­ ber en cada momento quién simboliza qué. Cualquier inhibición sexual que pueda sufrir se debe al temor que le infunde permitir que los demás trastornen el orden establecido por el que intenta regirse en la vida. Cada cosa tiene su momento y su lugar, y cree que es importante mantener la sexualidad en el dormitorio. Al mismo tiempo, le gusta estudiar a los demás, a fin de mejorar sus propias ex­ periencias sexuales. Piscis decimosegunda casa le convierte en una persona muy sensible. Su inconsciente es como una suave nube de amor, que se hincha y flota sin cesar. Por su alma siempre flu­ ye una suerte de poema musical compasivo, por lo que busca constantemente a personas a las que poder ayudar. Es capaz de impersonalizar las energías inconscientes de los demás, mostrándoles la forma y la dirección de su imaginación. Su propia imaginación sexual suele ser extremadamente vívida. Gracias a su Virgo sexta casa, posee un sistema nervioso muy agudo, que tiende a ser especialmente sensible a los pensa­ mientos sexuales más insignificantes. A causa de su Piscis de­ cimosegunda casa, es un soñador, un romántico, un poeta de tiempos pasados� y en ocasiones parece Don Quijote enfren­ tándose a los molinos cuyas aspas giran sin parar en su mente. Tal vez parezca egoísta, aunque, en realidad, es uno de los individuos más altruistas del zodíaco. Sus acciones se ri­ gen por los pensamientos, mientras que la conciencia se rige por la imaginación. Cuando combina ambas cosas, aprende que la vida es, en gran parte, tal y como él la crea. El nervio­ sismo que siente cuando se une demasiado a las personas suele deberse a complejos infantiles, causados por la necesi­ dad de complacer en exceso. 186

La sexta y decimosegunda casas En el terreno sexual, esta polaridad tiende a idealizar de­ masiado. El individuo es limpio e higiénico hasta la sacie­ dad. En ocasiones esto conduce a quejas hipocondríacas que pueden inhibir su impulso sexual. Insistirá en que su pareja observe una higiene perfecta como requisito imprescindible para la excitación sexual. Sin embargo, la conciencia del alma es más abierta, y su ideal consiste en la unión mística del sexo. Cuando esta polaridad aparece en las casas natura­ les, el individuo debe aprender a combinar lo que percibe del universo con su capacidad de moverse en la realidad mundana. Desde el punto de vista sexual, el individuo suele querer resolver todos los problemas de su amante, porque su alma percibe conclusiones definitivas. En ocasiones, eso puede constituir una carga demasiado pesada. Cuando Aries acompaña a esta posición zodiacal en la primera casa, el in­ dividuo tiende a dirigir a su amante, en lugar de vivir una ex­ periencia compartida, que es lo que desea en realidad. La lección de esta polaridad consiste en que el individuo puede alcanzar la idealización de la perfección que uno bus­ ca en otra persona mediante la interacción intuitiva que se desarrolla en una relación, en lugar de ensañarse constante­ mente con las imperfecciones.

Palabras clave: hipersensible, idealista, mucha energía nerviosa, intuitivo, sensual, creativo, voyeurismo oculto, po­ sible homosexualidad latente, preocupado en exceso por la etiqueta, necesita organizar a su pareja, profundo romanti­ cismo oculto, místico, temor a perderse en fantasías no cum­ plidas, debe superar los complejos de inferioridad, muy re­ servado, sublimación a través del trabajo, sentimientos de soledad y aislamiento, gran belleza interior, transformacio­ nes mediante acciones desinteresadas, las relaciones amoro­ sas indiscriminadas provocan rigidez.

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Astrología de la sexualidad

Libra sexta casa-Aries decimosegunda casa Con esta posición, el individuo da mucho de sí mismo. De hecho, da tanto que puede llegar a destruir sus relacio­ nes. Libra es el signo del equilibrio, pero indica una zona de desequilibrio que el individuo debe aprender a corregir. Es posible que a la persona le cueste comprender la distancia que media entre ella misma y los demás. O bien intenta acer­ carse demasiado a los demás (casi viviendo en sus auras), o bien se mantiene al margen cuando en realidad le gustaría acercarse. Se atormenta al intentar equilibrar sus relaciones, y realiza grandes esfuerzos en nombre de otros, que lo aban­ donan después de beneficiarse de sus esfuerzos. Esto se debe a la incapacidad de equilibrar las obligacio­ nes y las responsabilidades. El individuo da tumbos de un lado a otro. Se engaña a sí mismo al alejarse de situaciones que podrían reportarle grandes beneficios. Es un buen con­ sejero, pero no comprende la naturaleza de sus propias rela­ ciones íntimas. Por lo tanto, las necesidades inconscientes egoístas de Aries decimosegunda casa tienen que manifes­ tarse en forma de arranques de genio ocultos y simbólicos. Posee un alma independiente y en muchos aspectos bastante primitiva. El individuo es el primero, el último y siempre un solitario. Se muestre como se muestre ext�riormente, su in­ consciente es un hervidero de deseo. Experimenta impulsos sexuales crudos y espontáneos, por los que se guiará siempre que se le presente la oportuni­ dad. La energía procedente de la decimosegunda casa es la de un «guerrero», y aunque sea extremadamente suave si Piscis aparece en la primera casa, en su interior no percibe dicha suavidad. Con frecuencia quiere dejarse llevar por los impulsos sexuales para demostrar que sabe vencer obstácu­ los. Le gusta correr riesgos y zambullirse en las situaciones para comprobar si puede ganar. Sus acciones se basan en los impulsos inconscientes que lo empujan a actuar, y rara vez se detiene a reflexionar entre el impulso y la acción. La decimosegunda casa siempre es más profunda que la

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La sexta y decimosegunda casas sexta, y revela una parte más escondida de la persona. Las suaves cualidades de generosidad de Libra sexta casa debe­ rían entenderse como el modo en que el individuo intenta aparentar que mantiene un equilibrio respecto a aquellos a los que considera superiores o inferiores. El hecho de que pueda ver a las personas en estos papeles revela cómo se siente por dentro. Esta polaridad encierra una búsqueda y un objetivo. Cada vez que descubre que puede cooperar con los demás, se halla más cerca de encontrar su identidad. En el plano sexual, eso significa que el individuo reprime el de­ seo si considera que expresarlo le haría perder el compañe­ rismo y la armonía que necesita percibir por parte de la per­ sona a la que ama. El yo interior siempre concibe nuevas ideas, emprende nuevos caminos y afronta nuevos desafíos. Y todo ello no significa nada si no puede compartirlo. Esta posición hace que el individuo lleve una vida volátil, pero puede armonizar el cuerpo a través del amor y el servicio de­ sinteresado a otra persona. De este modo, es capaz de com­ partir su entusiasmo interior con aquellos a los que ama. Se trata de una posición zodiacal de supervivencia, que afronta en la vida muchas situaciones, circunstancias y aconteci­ mientos que le obligan a decidir cuánto puede dar y cuánto tiene. En ocasiones, su vida sexual es cruda y muy activa. Su egoísmo inconsciente provoca la ruptura de relaciones y ma­ trimonios, ya que es posible que el individuo tenga la sensa­ ción de que está luchando por sobrevivir. La lección de esta polaridad consiste en que la necesidad de sexo (a veces en su manifestación más cruda) debe equili­ brarse con la necesidad de alcanzar la paz de espíritu. En las profundidades de su conciencia, la persona persigue el sexo y debe aprender que el amor, la armonía y la paz de espíritu van íntimamente ligadas a él, y pueden adquirir incluso ma­ yor importancia. Cuanto más logre dominar la naturaleza de su deseo, más cerca se hallará de alcanzar la singularidad mental que busca su alma. 189

Astrología de la sexualidad Palabras clave: necesidad acuciante de supervivencia, ha­ lagador, naturaleza del deseo desequilibrada, agresividad oculta, debe superar el karma sexual de vidas pasadas, quie­ re cooperar con los demás, desequilibrio nervioso, cambios de humor, poderoso inconsciente sexual, amante de la liber­ tad, alma independiente, matrimonio destructivo, se siente obligado hacia sus amantes, alcanza el equilibrio gracias al trabajo, se producen importantes transformaciones a través de la pérdida de estabilidad.

Escorpio sexta casa-Tauro decimosegunda casa Con Escorpio en la sexta casa, el individuo se muestra extremadamente intenso en todas sus relaciones. Tiende a erigirse en cruzado por el bien de los seres humanos, y le en­ furece la falta de humanidad que ve. En el plano físico, men­ tal y emocional, quiere dejar la impronta de su presencia en cada una de las personas a las que conoce. Le gusta trabajar en un campo en el que pueda presentarse la oportunidad se­ xual espontánea. Adopta diversas actitudes hacia el sexo, pero siempre mantiene una perspectiva científica y clínica. Tal vez considere su experiencia como una especie de inves­ tigación que le ayudará a comprenderse mejor. Puesto que es uno de los amantes más apasionados del zodíaco, es extre­ madamente sensible al estímulo físico. No cree en las cade­ nas, y con frecuencia utilizará el sexo para demostrar que las cosas como las relaciones entre inferiores y superiores, los juegos de poder en el mundo de los negocios, o las quejas hi­ pocondríacas no son más que disfraces para las personas ca­ rentes de la sexualidad «visceral» que él ofrece. De todas las polaridades del zodíaco, ésta es la más rápida a la hora de ver a través de las fachadas. Reduce a las personas a la esen­ cia básica, tanto física como emocional, y sabe mostrarles el núcleo mismo de sus motivaciones inconscientes. A través de Tauro decimosegunda casa, el individuo ex­ perimenta una plenitud inconsciente que a la mayoría de la 190

La sexta y decimosegunda casas gente le cuesta comprender. Siente el impulso de hacer cual­ quier cosa que surja de un modo natural, y evita por instinto todo aquello que le parezca «de plástico». Sus sentimientos instintivos rigen todo lo que hace, de modo que su modelo sexual puede permanecer inalterado durante muchos años. A su inconsciente no le resulta fácil desprenderse del pasa­ do. En el fondo de su ser, es una criatura de amor, provista de una gran sobriedad oculta. Dado que es extremadamente sensible, puede experimentar soledad a niveles muy profun­ dos. Tal vez sea ésta una de las razones por las que se aferra a las cosas y a las personas después de que hayan cumplido la función correspondiente en su vida. Su mayor problema ra­ dica en que posee una complacencia casi instintiva, y como consecuencia de ello suele verse obligado a avanzar hacia el cumplimiento de sus deseos. Una vez que supera la pereza, se da cuenta de que la energía que fluye por su ser es una energía para hacer, cons­ truir y crear. Esta posición puede vivir aventuras amorosas clandestinas, que suelen remitir cuando el individuo madura y se concentra más en las poderosas energías de su alma. A tal efecto, establece prioridades en su vida. En las relacio­ nes, es capaz de aportar inconscientemente a los demás un sentido de aceptación interior. Tanto Escorpio como Tauro son signos muy sexuales. A través de la sexta casa, el individuo intenta comprender clíni­ camente los efectos que el sexo tiene sobre el cuerpo físico. Estudia sus reacciones sexuales antes, durante y después del acto sexual, e intenta que encajen con su comprensión del amor físico. La lección consiste en que el amor procedente del alma puede expresarse sexualmente a través del cuerpo, siempre y cuando no se emplee éste de un modo destructivo, con el propósito de acumular poder.

Palabras clave: intenso, apasionado, sensible, en armo­ nía con las necesidades de su pareja, plenitud interna, com­ prensivo, descubre los valores a través de las relaciones amorosas, busca el placer, pesado, acuciantes necesidades 191

Astrología de la sexualidad instintivas, poderoso impulso sexual, hipersensible al recha­ zo, propenso a casarse más de una vez, busca un sentido completo en la vida, alma extremadamente generosa.

Sagitario sexta casa-Géminis decimosegunda casa El individuo necesita mucho espacio en todo lo que hace. No le gusta sentir que debe favores a otras personas, porque esa sensación le hace sentirse obligado y restringe su necesi­ dad de expansión. Aquí se produce un conflicto natural, pues Sagitario, regido por Júpiter, choca con Mercurio, que rige la sexta casa. El individuo tiende a hacer demasiado hin­ capié en las cuestiones nimias y a descuidar las importantes. En sus relaciones con los demás, tiende a dejarse llevar por la suerte y la intuición, deslizándose por entre las cosas como puede, en lugar de abrirse camino como los demás. En el plano sexual, nunca está seguro de lo que necesita o quiere. Tal vez crea que quiere una cosa, pero busque otra. Por lo general, la incapacidad de definir sus necesida­ des con claridad le producen una sensación de insatisfac­ ción. Cuando se confunde, adopta una actitud filosófica para evitar afrontar una intimidad excesiva. Puesto que tiende a exagerar por naturaleza, necesita una pareja que controle sus excesos. En la actividad sexual, puede mostrar­ se frío o reservado, sin comprometerse ni atarse. Todos los beneficios que ofrece el amor le hacen sentirse amenazado, pues teme perder su libertad mental. No aplica lo mismo a los demás, ya que necesita y disfruta de la lealtad y la devo­ ción de su pareja. Se siente obligado a dar a los demás la «verdad», y es capaz de hacerlo. Cuando se acerca mucho a otra persona, tiene una extraña habilidad para reconocer el conjunto Gestalt de algo que, por lo general, pasa desapercibido para los demás. Cuando el ser amado no sigue sus consejos pro­ féticos, puede perder la paciencia y dirigirse hacia pastos más verdes. 192

La sexta y decimosegunda casas Gran parte de sus pensamientos inquietos y contradicto­ rios proceden de Géminis decimosegunda casa. Dado su in­ consciente dualista, gran parte de su vida se basa en el acer­ camiento y la evitación. Se acerca a una cosa y, al mismo tiempo, se aleja de ella. Puede dar a los demás buenas ideas, pero a causa de su indecisión, tal vez no sepa seguir las ideas que debería aprovechar para sí mismo. Incluso la lealtad que profesa a su pareja puede ser fruto de la indeci­ sión. Su nivel instintivo puede ser superficial o tímido. Tal vez sienta la necesidad inconsciente de copiar a los demás, asimilar sus palabras y conceptos, a fin de aprender a cons­ truir su propia vida. Géminis decimosegunda casa va acompañado de una fuerte inseguridad interior, y el individuo tiende a exagerar sus obligaciones para con los demás, pues los percibe a tra­ vés de Sagitario sexta. La inseguridad se basa en que no cree saber lo suficiente. Siempre intenta aprender más y más, de cualquier fuente a la que pueda acceder. Esta polaridad sitúa la experiencia de las relaciones a un nivel kármico. El individuo intenta comprender los papeles y las necesidades que él mismo representa. Con frecuencia, sus relaciones resultan exageradas, y las necesidades que siente pueden ser a veces mayores que la vida misma. Lo que puede parecer un impulso sexual hiperactivo, tal vez no sea más que la consecuencia de una cantidad excesi­ va de pensamientos. Sagitario en la sexta tiende a centrar la mente superior en la conciencia de las necesidades físicas. Cuando la persona empieza a comprender la relación cós­ mica que mantiene consigo misma y con los demás, a través de Géminis decimosegunda casa, puede dirigir las activida­ des de la mente superior a través del alma, en lugar de a través de las sensibilidades externas que la hacen reaccio­ nar de un modo exagerado. La lección de esta posición zo­ diacal consiste en desarrollar una comprensión impersonal del Yo, de modo que la mente superior pueda guíar la per­ sonalidad. 193

Astrología de la sexualidad Palabras clave: inseguro, carácter inquieto, relaciones kármicas, ideas profundas, le cuesta expresar sus pensa­ mientos, intuitivo, soledad interna, se siente incomprendi­ do, en ocasiones tendencias bisexuales inconscientes, dema­ siado analítico, necesita una pareja sólida y responsable, idealista, relaciones amorosas posesivas, ideas excesivas, cu­ rioso, voyeurismo, obligaciones exageradas.

Capricornio sexta casa-Cáncer decimosegunda casa Con Capricornio en la sexta casa, el individuo puede su­ frir muchas enfermedades hipocondríacas. Se trata de un modo de atraer la atención hacia las necesidades emociona­ les, pues considera que los demás las ignoran. Tiene un ta­ lento organizativo nato en el trabajo, y sabe manejar perfec­ tamente los asuntos de los demás y comprobar que cada cosa está en el sitio que le corresponde. El sentido de la responsa­ bilidad hacia las personas que ama es más fuerte que en cual­ quier otra posición zodiacal. Al mismo tiempo, espera mu­ cho a cambio, ya que sus elevados estándares exigen mucho de los demás. Si consideramos estos rasgos a nivel sexual, veremos que para esta persona es imposible amar, a menos que el ser amado pueda estar a la altura de sus expectativas, y lo de­ muestre mediante progresos en su evolución. El amor y el sexo son secundarios en relación con lo que uno hace por otra persona, y con lo que ambos obtienen gracias a la rela­ ción. Este individuo es sensible al rechazo, pero lo disimula tan bien que sólo una persona extremadamente perspicaz lo adivinará. Durante el acto sexual, se preocupa por su forma de actuar y por si está o no a la altura de las expectativas de su pareja. Si ésta muestra el menor indicio de que no acepta alguno de los movimientos sexuales del individuo, éste pue­ de perder totalmente el deseo de continuar con la experien­ cia y regresar a su disfraz hipocondríaco. Cuando se siente 194

La sexta y decimosegunda casas sexualmente satisfecho, sus enfermedades hipocondrícas pa­ recen desaparecer. Gran parte de ello se debe a la profunda emocionalidad que encierra Cáncer decimosegunda casa. Al individuo le cuesta expresar sus emociones. Una de las formas de entrar en contacto consigo mismo consiste en entablar relaciones amorosas a escondidas. Los individuos con esta posición zo­ diacal tienden a mantener muchas relaciones de este tipo para encontrarse a sí mismos. Hay presente una tendencia a que un cierto sentido de la desesperación le recorra todo su ser, provocando apegos in­ necesarios, creando dependencias ilusorias e iniciando aven­ turas amorosas con amantes que no le satisfarán. Ello se debe a la desesperación de Cáncer decimosegunda casa por hallar un modo de expresarse. En muchos sentidos, el indivi­ duo es un cobarde por dentro, si bien por fuera se muestra envalentonado a fin de compensarlo. La energía inconsciente genera evolución y crecimiento emocionales. La persona intenta cuidar de los demás hasta el extremo de que ella misma queda mermada. Debe aprender a guardar para sí algunas de sus emociones positivas. La ilu­ sión simboliza una de las lecciones más importantes del zo­ díaco. Sin lugar a dudas, este individuo debe aprender a con­ trolar sus emociones.

Palabras clave: hipocondríco, hipersensible, imagina­ ción infantil, muy sexual, profundamente emocional, psí­ quico, alma muy generosa, intenta adquirir sabiduría emo­ cional, tiende a reprimir las emociones, vívidos recuerdos espirituales de vidas pasadas, sentimientos internos de im­ potencia, lucha por la liberación, necesita adquirir confian­ za, busca la aprobación, posible divorcio, necesita que lo reafirmen constantemente, sobrecompensación, las relacio­ nes intensas lo decepcionan, busca relaciones cargadas de significado, fases lujuriosas seguidas de repulsión por la propia vileza, hipersensible al rechazo, se toma las obliga­ ciones muy en serio. 195

Astrología de la sexualidad

Acuario sexta casa-Leo decimosegunda casa Con Acuario en la sexta casa, al individuo le encanta dar a los que son menos afortunados que él. No le gustan las pro­ mesas que pueden romperse. Le resulta más fácil mantener abierto o no definir su sentido de la obligación y la responsa­ bilidad, antes que comprometerse con algo que tal vez no pueda cumplir. La sexta casa es la del servicio, y el individuo con Acuario en esta posición cree que su obligación consiste en intentar ayudar a los menos favorecidos. Por lo general, se siente atraído hacia personas que se encuentran en mo­ mentos bajos de sus vidas, o que reciben un trato injusto. Si ama o vive una experiencia sexual con una persona de tales características, podrá satisfacer su fuerte instinto altruista. Sus ideas sobre lo que quiere hacer por los demás cambian continuamente. En ocasiones prefiere estar solo antes que verse mezclado en una situación. La versatilidad sexual de esta posición zodiacal impulsa a algunos individuos a vivir experiencias bisexuales, homosexuales, de masturbación re­ cíproca, incluyendo el empleo de objetos sustitutivos y, por lo general, toda una amplia gama de experiencias que otros signos ni tan siquiera soñarían. Esto se debe a que la sexta casa rige el cuerpo, y Acuario es el signo de los experimen­ tos. Cuando se combinan ambos, el individuo quiere investi­ gar todas las formas nuevas y diferentes de incrementar su percepción sensorial. U na de las características más destaca­ das de esta posición es que el individuo se siente obligado para con su pareja de un modo casi total, pero al mismo tiempo impersonal. Puede parecer muy tranquilo cuando en realidad no lo está. Leo decimosegunda casa confiere a la persona un yo inte­ rior muy fuerte. Inconscientemente, puede controlar y do­ minar el resto de su ser. Y gracias a esta capacidad de con­ trol, puede dar poder creativo a los demás. Por lo general, entabla relaciones amorosas clandestinas, ya que tiene que reafirmar su poder. Independientemente de cómo sea el res­ to de su carta, se trata de un individuo positivo, ya que su 196

La sexta y decimosegunda casas inconsciente es más poderoso que el de cualquier otra polari­ dad del zodíaco. Es capaz de manejar cosas que otros no pueden manejar, y de controlar situaciones de las que otros huyen. El poder en sí mismo es una ilusión que debe vencer y que hasta entonces lo engañará. Reconoce esta trampa en otras personas, pero le cuesta percibirla en sí mismo. Se trata de una polaridad muy especial, ya que simboliza la lucha entre el yo animal y el instinto humanitario. La cús­ pide Leo-Virgo, que aparecerá bien en la decimosegunda o en la primera casa, simboliza la esfinge. En la figura medio león medio ser humano, vemos un símbolo del dominio so­ bre nuestra naturaleza animal, junto con los inicios de la consideración humana. El individuo debe aprender a em­ plear su Acuario sexta casa como vehículo a través del que cumplir sus obligaciones impersonales. Si puede llegar a do­ minar su naturaleza humana mediante la voluntad del alma, sus acciones y relaciones significarán algo. La lección de la polaridad Acuario-Leo consiste en aprender a distanciarse impersonalmente de la conciencia corporal excesiva, de forma que el individuo pueda emplear el poder creativo interior para dirigir todo su ser. Una vez que lo consiga, el sexo se convierte en un don de inspiración divina, gracias al cual nuestro ego espiritual puede salir a la superficie.

Palabras clave: inventivo, humanitario, generoso, en ocasiones bisexual, inspiración creadora para los demás, ca­ paz de elevar a los seres amados, necesita honor en las rela­ ciones amorosas, alma romántica, posible complejo de már­ tir, idealista, intenta reformar a su pareja, grandes reservas de poder interior, elevadas expectativas, naturaleza erótica oculta, puede ser obsesivo, musical, artístico, orientado ha­ cia una causa, debe aprender a servir impersonalmente a tra­ vés del amor creativo.

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Astrología de la sexualidad

Piscis sexta casa- Virgo decimosegunda casa Con Piscis en la sexta casa, el individuo es compasivo hasta el exceso. Se trata de la posición más compleja para este signo, pues rige la casa opuesta. El individuo intenta creer místicamente cosas acerca de los demás que tal vez no sean ciertas. Busca el orden infinito en las cosas finitas. De­ dica más esfuerzos, emociones y energías de lo que debiera a las relaciones amorosas. Trabaja demasiado y da demasiada importancia a las cosas triviales. Se pregunta dónde encaja en las vidas de los demás. Se trata de una manifestación de una fuerte inseguridad neuró­ tica que casi siempre acompaña esta posición. Por lo gene­ ral, los demás no reconocen ni aprecian lo que hace por ellos hasta mucho después de que haya desaparecido del mapa. Lo que más le confunde es el hecho de que Piscis simboliza el servicio a otra persona, mientras que la sexta casa repre­ senta el servicio a uno mismo. Nunca está seguro de si hace demasiado o demasiado poco por la persona a la que ama. Cuando las cosas no van como él espera, intenta evocar las simpatías de los que le rodean mediante una exhibición abierta de «impotencia». Es un alma generosa, que reaccio­ na con intensidad y hace lo imposible por complacer al ser amado. Su sentido de la obligación es más cósmico que per­ sonal, porque está aprendiendo la lección espiritual de dar sin saber lo que da. A través de Virgo decimosegunda casa, su inconsciente busca la purificación. En su fuero interno, es un idealista y espera que todo el mundo esté a su altura. Esta polaridad no se presta con facilidad a las relaciones amorosas secretas, ya que el individuo suele juzgarse a sí mismo con severidad. El inconsciente busca el orden y el sentido de cada cosa que percibe en el universo. Si pone límites a lo que percibe, sólo podrá ver fragmentos del todo. En ocasiones, esta polaridad muestra una homosexuali­ dad latente o patente, pues el individuo intenta comprender el sentido inconsciente de narcisismo que invade su ser. La 198

La sexta y decimosegunda casas polaridad Piscis-Virgo es muy sensible. La inseguridad acer­ ca de la forma de pensar adecuada tiende a provocar en él cierta credulidad. Racionaliza las emociones, por lo que le resulta difícil enfrentarse a sí mismo. Por otro lado, la rigi­ dez interior dificulta el proceso de maduración y evolución. Aunque el individuo es extremadamente generoso, no sabe recibir. Así pues, sus relaciones son unilaterales, ya que clasifica obstinadamente sus pensamientos en lo que a los demás se les antoja como un alma informatizada. Es posible que al yo interior le disguste el sexo, pero lo necesita. Por lo general, es muy sexual, mientras que su alma preferiría que el sexo no existiese. Como consecuencia de ello, el individuo tiende a llevar una vida de extremos. Debe aprender a utili­ zar su refinado arte del discernimiento, para así poder llegar a experimentar las formas más refinadas del sexo, que acen­ túan la perfección de su alma. Palabras clave: conflicto entre la conciencia superior e in­ ferior, creativo, artístico, musical, busca el refinamiento, in­ tolerante, crítico, reprimido, frustrado, debe aprender a re­ cibir amor, sensación de aislamiento, tendencias masoquis­ tas, quebranta sus ideales, buen carácter, complejos neuróti­ cos a causa de una perspectiva errónea, debe refinar la natu­ raleza del amor.

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Tercera parte

HORÓSCOPOS

11. HORÓSCOPOS DE MUESTRA

A fin de comprender mejor la interpretación sexual de un horóscopo, este capítulo incluye horóscopos de muestra de personas con problemas específicos. Aunque se indican los planetas y los aspectos, en la interpretación tan sólo se em­ plearán las casas, para demostrar que la sexualidad básica de una persona puede determinarse con la sola ayuda de éstas. Asimismo, podemos encontrar soluciones prácticas a estos problemas gracias a las casas. Como es lógico, es importante tomar en consideración las posiciones y los aspectos planetarios para ver cómo con­ firman, refinan y añaden ideas a lo que indican las casas. Pero la comprensión de la sexualidad es un tema amplísimo que requiere largos años de estudio, por lo que no conviene intentar entenderlo todo de una vez; se trata de una tarea imposible. El dominio completo de las casas colocará los ci­ mientos necesarios para adquirir conocimientos ulteriores. Pretendemos que las cartas incluidas en este libro ense­ ñen al lector a comprender la sexualidad básica de un indivi­ duo mediante las experiencias de las casas. Debemos recor­ dar dos puntos importantes si queremos comprender la fun­ ción de las casas. En primer lugar, la lectura detallada de los planetas, su posición y aspectos siempre modificará lo que digan las casas. En el marco de las experiencias que éstas describen, hay latitud para las diferencias existentes entre una carta y otra. Así pues, Neptuno en la posición Leo octa­ va casa, tal como aparece en la carta de Hefner, puede mani­ festarse de un modo distinto en otra carta, a causa de los fac­ tores adicionales que existen en las cartas. En segundo lugar, también debemos comprender que tan sólo hay doce aseen203

Astrología de la sexualidad dentes posibles. Muchas personas con el mismo ascendente tienen también cúspides similares. El lector no debe come­ ter el error de deducir que todas las personas cuyas cartas tienen ascendente Escorpio son «Casanovas» sólo porque Casanova tenía ascendente Escorpio. Nada más lejos de la verdad. La astrología no funciona así. Las experiencias que las personas viven se ven limitadas en gran medida por los parámetros de su ser. La interpretación de los posibles ti­ pos de experiencia que pueden manifestarse a través de las diferentes casas del horóscopo es mucho más amplia, y deja espacio suficiente para gran cantidad de experiencias distin­ tas. El lector debe comprender que las cartas son ejemplos de estudio, y que tan sólo se llegará a comprender del todo la influencia que las casas astrológicas ejercen sobre la se­ xualidad si se estudia una gran cantidad de horóscopos dis­ tintos.

Giovanni Casanova Casanova es una leyenda a causa de sus aventuras sexua­ les. Procedía de una familia de actores, fue educado en un seminario para convertirse en sacerdote, pero fue expulsado por su conducta escandalosa. En lugar de eso, se convirtió en predicador, alquimista, cabalista, jugador y violinista. In­ dependientemente de la profesión que ejerciera o de la capi­ tal de Europa en la que viviera, siempre se le conocía como un hombre extremadamente sexual, que se veía envuelto en una intriga tras otra. En su horóscopo encontramos el ascendente Escorpio. Las confrontaciones directas a través del sexo constituyeron una parte importante de su búsqueda de la identidad. Resul­ ta interesante observar que también fue condenado por es­ pía, aunque protagonizó una espectacular huida, por lo que nos hallamos ante otros dos rasgos comunes de la naturaleza escorpiónica de su ascendente. Su identidad básica descansa­ ba sobre los recodos más ocultos de la vida, donde el hombre

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Horóscopos de muestra

Giovanni Casanova, nacido el 2 de abril de 1725, Venecia, Italia Datos natales obtenidos de Un quién es quién astrológi­ co, de Marc Penfield, Arcane Publications, York Harbor, Maine, 1972, pág. 80. 205

Astrología de la sexualidad cuenta para sobrevivir con la intriga, la lujuria y las acciones viles. En la segunda casa, la de los valores, encontramos Sagi­ tario, el signo del espíritu libre. Casanova era un andariego, que huía de un país a otro intentando hallar el lugar que le correspondía. Pero era precisamente el sentido de la libertad que emanaba de él lo que atraía a tantas mujeres. Su actitud «fanfarrona» ante la vida (Sagitario en la segunda casa rige las actitudes estimadas) actuaba como un imán para las mu­ jeres que querían liberarse de las restricciones que les habían impuesto en la vida. Al mismo tiempo, consciente de que la riqueza y el dinero constituían una de las claves para la liber­ tad que buscaba, Casanova se convirtió en el director de las loterías estatales de París y acumuló una fortuna. La tercera casa en Capricornio indica que no se comuni­ caba con facilidad en sus relaciones. A buen seguro, oculta­ ba muchas cosas a fin de mantener una imagen de dignidad personal. Siempre se rodeaba de los más grandes. Frecuen­ taba las cortes reales de Europa. Incluso conocía al Papa, quien le concedió una orden papal. Así pues, en su propia mente (tercera casa-Capricornio) consideraba importante verse a sí mismo como una persona prestigiosa. Poco se sabe de su niñez o de los detalles de sus años de formación, que constituyeron las raíces de su vida aventure­ ra, pero Acuario cuarta casa indica un sentido de libre albe­ drío, curiosidad sin límites y espíritu de aventura. Luchó du­ rante toda su vida para llegar a dominarse y, sin embargo, el mismo proceso de cambio que simboliza Acuario fue la base precaria sobre la que caminaba. Urano, que rige Acuario, aparece retrógrado en Escorpio (el signo del sexo) en la de­ cimosegunda casa (la casa de las aventuras amorosas clan­ destinas). Acuario cuarta casa, que alberga fantasías incons­ cientes de una lucha de poder en el fondo de su imaginación, le impulsó a intimar con algunas de las mujeres más regias de Europa (Leo en la décima casa). Poseía una imaginación desbocada en todas las esferas de la vida. Podemos observarlo a través de Piscis en la quinta

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Horóscopos de muestra casa, la de la creatividad. Pese a que emprendía una aventu­ ra amorosa tras otra, en el fondo era un romántico. A pesar de todo, nunca intentó entablar una relación permanente, como lo indica el hecho de que Neptuno, que rige la quinta casa de las relaciones amorosas, aparezca en la séptima casa del matrimonio. La quinta casa también indica lo que una persona intenta crear en otra. Casanova podía llegar a las mujeres a través de sus sueños, sus fantasías y todas las ilu­ siones pisceanas que separan la aventura romántica del mun­ do mundano y práctico. Sin duda alguna, lograba que las mujeres se sintieran más bellas, más románticas y que, de al­ gún modo, creyeran que estaban en contacto con la naturale­ za infinita del amor que fluye por todos nosotros a nivel cós­ mico. Aries sexta casa indica que experimentaba una profunda tensión respecto a la sexualidad. Esta casa rige el cuerpo y el hecho de que Aries aparezca en la cúspide muestra un im­ pulso sexual espontáneo que necesita expresarse constante­ mente. Al mismo tiempo, el individuo no siente ninguna vin­ culación ni lealtad hacia su pareja sexual. Con Tauro en la séptima casa, encontramos el equilibrio para su ascendente Escorpio. Ello nos muestra que, aunque siempre experimentaba tempestades internas y transforma­ ciones, sus parejas siempre tendían a ser más consistentes y leales. En efecto, destruía partes de sí mismo para sacar a re­ lucir este rasgo en ellas. Sin lugar a dudas, dejó toda una se­ rie de amantes no correspondidas por todo el continente. Géminis octava casa muestra que una persona obtiene de la experiencia sexual información, ideas y la comprensión del funcionamiento de la relación. Géminis suele ser un sig­ no inconsistente. Casanova quería aprender a través de ex­ periencias distintas y variadas. Tal vez daba más de lo que recibía, porque Sagitario segunda casa (lo que una persona da a su pareja sexual) emana de la mente superior, mientras que Géminis octava casa se ocupa de la mente inferior. Dada la vida expansiva que llevaba, Casanova tenía que recibir perspectivas de la mente inferior a través de los valores ana207

Astrología de la sexualidad líticos de las parejas sexuales, a fin de mantener un punto de vista equilibrado. Si observamos a Mercurio, que rige la oc­ tava casa, lo hallaremos en el decanato Escorpio de Piscis, en la quinta casa de las aventuras románticas. Fue a través de los conocimientos adquiridos sexualmente que Casanova llegó a comprender su carácter romántico. La esencia de las relaciones amorosas va más allá de los encuentros entre hombres y mujeres, ya que tiende a ampliarse a ·una relación amorosa más universal que uno mantiene con el mundo. El modo en que la naturaleza se muestra ante aquellos que la ven es una manifestación de la aventura amorosa a nivel cós­ mico. El hecho de vagar de un lugar a otro, de un modo pis­ ceano, la entrada y salida de distintas aventuras, y la cons­ tante sed de vida eran fruto de las relaciones íntimas de Ca­ sanova y de los conocimientos que extraía de ellas a través de su Géminis octava casa. Cáncer novena casa indica una paradoja interesante. Por lo general, esta posición crea actitudes sexuales bastante lea­ les. El individuo busca significados duraderos, y considera a su pareja como un hogar permanente, como el nido de sus sentimientos. De hecho, esta actitud es tan acusada que si no puede depender del otro de esta forma, el individuo tiende a zambullirse en relaciones inútiles, a fin de liberar emocional­ mente sus sentimientos frustrados. Por lo que se refiere a Casanova, siempre consideraba que el instinto maternal de la mujer (Cáncer) se hallaba muy lejos del hogar, o en un lu­ gar inaccesible (Cáncer en la novena casa). Pasó años bus­ cando sentimientos que siempre parecían escapársele. Leo décima casa muestra el complejo psicológico de po­ der a través del cual trataba de reafirmar su virilidad. Inten­ taba verse a sí mismo a través de exhibiciones de bravucone­ ría y elegancia. La idea de conquista (Leo) se convertía a menudo en una aventura amorosa (el Sol en la quinta casa en Aries), ya que siempre buscaba notoriedad, riqueza, po­ der y mujeres que confirmaran su capacidad creativa. A través de Virgo decimoprimera casa, ansiaba alcanzar ideales y objetivos inalcanzables. Pero la oposición a la quin-

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Horóscopos de muestra ta casa, que revestía gran importancia en esta carta, muestra con cuánta facilidad podía perder sus objetivos a través de sus relaciones amorosas. Esta posición idealiza la vida, lo que puede llevar al individuo a adoptar actitudes santas y a no ver a los demás como son, sino como podrían ser. Tam­ bién aquí encontramos una conexión con las aventuras ro­ mánticas de Casanova. Mercurio, que rige su octava casa, está en la quinta, y también rige su octava casa del sexo. Idealizaba a los objetos de sus pasiones, y los convertía en imágenes santas en su imaginación. A pesar de todo ello, era capaz de mantener el orden en sus sueños e ideales (Virgo en la decimoprimera casa), a fin de conservar el control sobre su vida aparentemente dispersa. Cuando se hizo más imper­ sonal, ya en los últimos años de su vida, volvió sus energías hacia la literatura. Se hizo bibliotecario (a través de la nece­ sidad de Virgo de alcanzar un orden impersonal en la deci­ moprimera casa), y más tarde escribió un relato inteligente pero cínico de sus picardías y amoríos. A través de Libra decimosegunda casa, observamos otro lado de este impresionante individuo. En el fondo de su alma, percibía la verdadera esencia del amor, la armonía, la cooperación y el equilibrio, todo lo que deseaba experimen­ tar en el mundo exterior. Gracias a Venus, que rige la carta y aparece en el último decanato de Piscis, poseía las cualida­ des divinas del amor, que hallamos con frecuencia en las monjas y los sacerdotes. Y con toda probabilidad, tan sólo aquellos que le conocían íntimamente sabían apreciar esta faceta de su personalidad. Su alma siempre necesitaba armo­ nía (Libra en la decimosegunda casa), mientras que su per­ sonalidad (ascendente Escorpio) buscaba constantemente aceptación en los únicos lugares en los que podía alcanzarla, las oscuras esquinas que rodeaban los márgenes del falso or­ gullo de la sociedad.

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Astrología de la sexualidad

Hugh Hefner, creador de un imperio del sexo En la carta de Hugh Hefner encontramos un ascendente Capricornio. Por lo _general, eso indica la existencia de un in­ tenso deseo de lograr algo muy importante en la vida, a fin de que el ego pueda sentirse orgulloso. Capricornio es el sig­ no de los grandes negocios, las grandes responsabilidades y la dedicación para alcanzar algún objetivo previsible. En la segunda casa de los recursos, encontramos los signos Acua­ rio y Piscis. Acuario indica originalidad, inventiva y algo to­ talmente distinto a lo que acepta la sociedad. La revista Playboy se hizo famosa gracias a sus imágenes. Piscis es el signo que rige las imágenes. Neptuno, que rige Piscis, se en­ cuentra en la octava casa de las necesidades sexuales en Leo. Ello nos describe la notable página central de Playboy, que se ha abierto camino hasta penetrar en círculos aceptados. Como Aries con el Sol en la tercera casa, Hefner era un líder de las comunicaciones. Resulta interesante observar que su Sol cae en el segundo decanato de Aries o en el decanato de Leo, que rige su octava casa. Eso relaciona el hecho de que Escorpio rige naturalmente la octava con el de que Aries aparezca en la tercera casa de la comunicación, las publica­ ciones y la difusión de información para el público. La cuarta casa muestra los cimientos en las raíces del alma en Tauro, lo que indica espíritu práctico, realismo, cierta timidez emocio­ nal y una vida orientada hacia objetivos concretos. La quinta casa de la creatividad también empieza en Tauro, pero des­ pués se traslada a Géminis. Géminis es el signo que rige las revistas, y su aparición en la quinta y sexta casas señala dón­ de se concentraban las energías, así como las condiciones de trabajo. Existe una relación importante que procede de la sexta casa y regresa a la tercera. Géminis rige la sexta y seña­ la hacia la tercera casa de la comunicación. Ambos signos, Aries y Géminis, son masculinos. Regidos por Mercurio y Marte, simbolizarían la expresión de un punto de vista mas­ culino. En este sentido, Playboy tiende a ser una publicación algo unilateral, que se expresa a través de Aries tercera casa. 210

Horóscopos de muestra

Hugh Hefner, nacido el 9 de abril de 1926, Chicago, Illinois, EE.UU. Datos natales obtenidos de Un quién es quién astrológi­ co, de Marc Penfield, Arcane Publications, York Harbor, Maine, 1972, pág. 218. 211

Astrología de la sexualidad El hemisferio inferior de un horóscopo indica cómo lucha el individuo por alcanzar la satisfacción personal. En la carta de Hefner, vemos lo mucho que luchó por satisfacerse a tra­ vés de su carrera. A través de Cáncer séptima casa, vemos que Hefner tra­ taba con los demás a niveles puramente emocionales. Leo también aparece en esta casa, por lo que en todas sus rela­ cione se aprecia una fuerte influencia paternal. La octava casa, que tradicionalmente describe la sexualidad, empieza en el signo Leo. Se aprecia aquí la necesidad de espectáculo, elegancia y exhibición en lo concerniente a la sexualidad. Virgo también aparece en la octava, por lo que el individuo también siente la necesidad de alcanzar algún ideal de per­ fección sexual. Un ideal de excelencia, que pudiera relacio­ narse con el sexo, también revestía importancia, pues a tra­ vés de él Hefncr podría satisfacer los requisitos que exige Virgo. En la novena casa, la de las actitudes, encontramos el sig­ no Libra, que simboliza la belleza, el color, la forma y la ar­ monía. Estos intereses se prestan con facilidad a Escorpio décima casa, que indica la existencia de una carrera que ex­ trae su fuerza de la sexualidad. Lo más fascinante es que Es­ corpio y Sagitario comparten la decimoprimera casa. A cau­ sa de la influencia sexual de Escorpio, junto con el impulso de Sagitario para divertirse, reconocemos al perfecto «play­ boy» en la decimoprimera casa, la de las organizaciones, las sociedades y los clubes. En la decimosegunda casa, que simboliza el yo interior, encontramos el signo Sagitario. Bajo la dirección de Júpiter, que simboliza la publicación, apreciamos que dichas ener­ gías se manifiestan en imágenes, colores y una estética más elevada de la belleza, a través de Neptuno, que rige la deci­ mosegunda casa. Resulta interesante observar que no todos los individuos saben hacer buen uso de toda su carta. La mayoría no saca provecho de las casas de la carta. Los horóscopos de las per­ sonas famosas o creativas no siguen este modelo. Las perso212

Horóscopos de muestra

nas de éxito aprenden a aprovechar mejor su potencial. Los que emplean su potencial perciben las casas como energías que emanan de ellos mismos, y que se concentran en alcan­ zar su ideal particular de satisfacción. Si observamos la carta de Hugh Hefner, no nos sorprenderá darnos cuenta de en qué medida describen las casas la carrera en la que, sin duda alguna, se centran sus energías e intereses.

213

ALEGORÍA

Había una vez un hombre y una mujer que se querían mucho. De hecho, su amor era tan profundo que cada uno de ellos veía la perfección de Dios en el otro. Cada uno veía el mundo a través de los ojos del otro, pues sus almas eran como una sola. Cada uno sentía en el corazón del otro el rit­ mo de la energía divina, porque vivían y respiraban como un solo ser. Y cada uno escuchaba la misma música a través de los oídos del otro, aunque apreciaban diferencias en sus res­ pectivos cuerpos. La igualdad que sentían no necesitaba comprensión algu­ na, porque siempre los llenaba de gozo. Pero las diferencias los confundían. Ninguno de ellos sabía quién tenía las mejores diferencias. Al cabo de poco tiempo, tanto el hombre como la mujer se volvieron tímidos. Su amor no había cambiado, pero las diferencias existentes entre sus cuerpos les hacían pensar de forma distinta. Empezaron a sentir cosas diferentes el uno por el otro. Empezaron a actuar de forma distinta. Poco des­ pués, la unidad que experimentaban quedó nublada y oscure­ cida. La igualdad que percibían el uno respecto del otro que­ dó ensombrecida por las diferencias. La perfección de Dios se ocultó tras su percepción de la imperfección. El hombre se preguntaba si el cuerpo de la mujer era realmente el más perfecto que podía hallarse. La mujer se preguntaba lo mismo acerca del hombre. Pronto empezaron a conceder una importancia extremada a las imperfecciones que apreciaban en sus cuerpos. A continuación, hicieron lo propio con las diferencias emocionales. Más tarde empeza­ ron a analizar el amor que sentían el uno por el otro, y des­ cubrieron que apenas si podían ver su amor.

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Astrología de la sexualidad El hombre se puso a buscar a otras mujeres; la mujer, a otros hombres. Cada uno de ellos intentaba encontrar lo que le faltaba en su pareja. Vagaron por la tierra por espacio de doce mil años. El hombre conoció a muchas mujeres hermo­ sas. La mujer conoció a muchos hombres atractivos. Sin em­ bargo, se les antojaba que a todos les faltaba algo. Con el tiempo, comenzaron a sentirse hastiados y decepcionados. Los viajes debilitaron sus cuerpos. Sus ojos habían dejado de brillar. Sus corazones ya no sabían lo que era el amor, por­ que su desilusión los había sumido en la desesperación. El tiempo había borrado lo que creían estar buscando, y ya no lo recordaban. Un día volvieron a encontrarse. Contemplaron sus cuer­ pos cansados y se miraron a los ojos. Y entonces supieron algo que jamás habían sabido. Ya no veían las diferencias existentes entre ellos. Sus ojos empezaron a brillar por entre las lágrimas de felicidad. Eran capaces de ver a través de las imperfecciones del otro, por entre los contornos borrosos de la verdad trémula. En la humildad que les habían enseñado sus viajes, ellos eran la perfección de su amor. Los cielos se abrieron con misericordia. Las nubes de confusión se disipa­ ron. Y el Sol arrojó su luz sobre el magnífico tesoro que ha­ bían descubierto. Volvieron a la juventud. Sus cuerpos debi­ litados se tornaron fuertes de nuevo cuando volvieron a fun­ dirse en un solo ser. A partir de su unión, su amor floreció en la verdad eterna.

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ÍNDICE

9

Introducción Primera parte: Astrología de la sexualidad 1. Comprender la sexualidad . . . . . . . . . . . . . . 2. La función sexual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3. El karma sexual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

13 21 39

Segunda parte: Las casas: experiencia a través de la polaridad . . . . . . .

45 47 67 93 117 145 173

11. Horóscopos de muestra . . . . . . . . . . . . . . . . Alegoría . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

203 215

4. 5. 6. 7. 8. 9. 10.

Las casas . . . . . . . . . . . . . . . La primera y séptima casas . . . . La segunda y octava casas . . . . La tercera y novena casas . . . . La cuarta y décima casas . . . . . La quinta y decimoprimera casas La sexta y decimosegunda casas

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Tercera parte: Horóscopos

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OBRAS DE MARTIN SCHULMAN EN EDICIONES INDIGO Astrología Kármica (4 volúmenes) Nodos Lunares y Reencarnación I: 11: Planetas Retrógrados y Reencarnación 111: La parte de Fortuna en el Horóscopo IV: El Karma del Presente Relaciones Kármicas Interpretación de los aspectos astrológicos El Ascendente La puerta kármica Astrología de la sexualidad

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