31 Razones (1)

  • Uploaded by: Gustavo Hernandez
  • 0
  • 0
  • February 2021
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View 31 Razones (1) as PDF for free.

More details

  • Words: 58,358
  • Pages: 198
Loading documents preview...
Por Qué Escribí Este Libro Esto sucede por doquiera que voy. He hablado en el transcurso de 46 años en más de 100 países a los que he viajado como maestro. Cuando termino de hablar sobre los principios de prosperidad y la posibilidad de vivir un estilo de vida conforme a la Semilla de fe, siempre alguien me cuestiona. “He estado dando y dando y dando desde hace años. Jamás recibo mis Cosechas. Estas cosas maravillosas que escucho, nunca me suceden a mí en realidad. ¿Por qué? Tal parece que esto no funciona para mí”. Sus rostros muestran sinceridad. Obviamente, les podría dar una respuesta inmediata que fuera escritural, precisa y revolucionaria. Pero el tiempo nunca lo permite en la premura de un itinerario vertiginoso. También, veo a menudo tanto dolor y agonía en sus rostros, que siento que una respuesta breve o concisa de mi parte podría ser mal interpretada o simplista. Podría parecerles despreocupada e incompleta. Nada podría estar más lejos de la realidad. Me importa. Profundamente. Como ves, la pobreza ha sido la trágica hebra entretejida en el lienzo de mi propio trasfondo. Yo sé lo que es y desprecio por completo todo tipo de carencia. La pobreza no le ayuda a nadie. Millones de personas se mueren de hambre a diario en este increíble y bendito planeta. Los padres están enojados consigo mismos a causa de sus vidas improductivas. Las madres están frustradas, aferradas desesperadamente a los hijos por quienes padecieron el proceso del parto para traerlos a este mundo. Sueños que son abortados a cada momento. La tragedia es que la pobreza es innecesaria. Como ves, Dios es un Dios de milagros. Él es un proveedor magnificente. Él es un Padre celestial a Quien le importamos en verdad. Dios es el espléndido Dador de todo don perfecto. “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los Cielos dará buenas cosas a los que Le pidan?”, (Mateo 7:11).

Dios ha prometido ser Tu Proveedor. “Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?”, (Mateo 6:30). La prosperidad es el tema más controvertido hoy en día en el mundo cristiano. ¿Por qué es esto? Por ignorancia. Existe una ignorancia increíble acerca del propósito de ésta en la Tierra. Como ves, su propósito es ayudarte a realizar tu Asignación en la Tierra. Muchos ignoran los principios que producen prosperidad. Eso también es fácil de responder. El dinero es una mera recompensa por resolver un problema. Cuando resuelves problemas para los demás generas dinero. Muchas personas ignoran sobre la Fuente de bendición financiera—tu Padre celestial. Muchos ignoran sobre la Llave Maestra de la Prosperidad Financiera—la Llave Maestra de la Sabiduría. “Las riquezas y la gloria están conmigo; riquezas duraderas y justicia…Para hacer que los que me aman tengan su heredad, y que Yo le llene sus tesoros”, (Proverbios 8:18, 21). Cuando aumentes tu Sabiduría aumentarás tu riqueza. “Largura de días está en su mano derecha; en su izquierda, riquezas y honra”, (Proverbios 3:16). La Sabiduría produce bendición financiera. “Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre”, (Salmos 112:1, 3). La confusión es innecesaria. La única cura para la confusión es la Sabiduría de Dios. Tú puedes simplemente pedirla y Él ha prometido que te la dará. “Y si alguno de vosotros tiene falta de Sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”, (Santiago 1:5). Todo padre o madre necesita dinero. “Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo”, (1 Timoteo 5:8). “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en losCcielos dará buenas cosas a los que Le pidan?”, (Mateo 7:11). Todo ministro es digno de tener medios financieros abundantes. “Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario”, (1 Timoteo 5:17-18). La hipocresía abunda. Pareciera que es muy aceptable el ser rico, sin

embargo es inaceptable que los cristianos hablen de ello. Este tipo de hipocresía es cancerosa. Los fariseos siguen estando entre nosotros. Lanzando acusaciones y gritando: “materialista”, se pasean de un lado a otro del escenario de un discipulado fingido, dando una apariencia de sacrificio. Muchos otros que han ido a la quiebra y han sido hechos pedazos por las pérdidas financieras, miran confundidos con ojos de envidia y corazones celosos a quienes están sentados a la Mesa de la Abundancia. No obstante, hay otros que tratando de justificar sus carencias y pérdidas, insisten en que la prosperidad es asunto de la soberanía de Dios—algo que sólo Él decide sin la participación del hombre. Si la prosperidad es por soberanía de Dios entonces no hay recompensa por la Sabiduría ni penalización por la ignorancia. Esto tiene que cambiar. La controversia es hija de la ignorancia. Ese es el por qué La Palabra de Dios es tan importante en tu vida diaria como una influencia continua y poderosa. Tú puedes ser libre de deudas. Tú puedes hacer retroceder la oscuridad de la pobreza financiera. Tú puedes destrabar las Ventanas Doradas del Cielo para que el Río de la Abundancia pueda fluir río abajo en tu hogar, en tus hijos, a través de la iglesia donde te congregas, a través de misioneros y ministros que están sanando a los quebrantados en esta generación. Todo ministerio necesita la bendición financiera. El arma faltante entre la iglesia y la evangelización del mundo es el dinero. Sin embargo casi nadie se da cuenta de ello. Cuando oyes hablar a los ministros, culpan a los que están sentados en las bancas de la iglesia por su fracaso de no poder evangelizar. Los misioneros culpan a las iglesias desobligadas. Otros culpan a satanás, a los demonios o a los cristianos flojos. Sin embargo, un solo predicador puede alcanzar a diez millones de almas en una sola noche a través de la televisión. Entonces, ¿por qué no todos están escuchando el evangelio continuamente?Necesidades financieras. Conforme Dios bendiga, será posible comprar más estaciones de televisión, de radio e imprimir miles de millones de piezas de literatura que sacudirán este mundo para Dios. El dinero compra estaciones de televisión. El dinero compra estaciones de radio. El dinero pone vehículos, provisiones y libros en

las manos de los misioneros alrededor del mundo. La única arma ante la que satanás parece no poder contender es el arma de la Cosecha financiera. Esa es la razón por la que ha asignado a cada demonio para callar la lengua de quienes enseñan prosperidad financiera al Cuerpo de Cristo. Él fracasará. Satanás no puede triunfar. Sólo es cuestión de tiempo antes de que la revelación de Dios acerca de la bendición financiera se levante victoriosa entre el pueblo de Dios en esta generación. Tu fuente de Sabiduría ya está fluyendo. ¿Cómo lo sé? Has elegido leer este libro. Esto revela tu búsqueda, hambre y reconocimiento de la Sabiduría de Dios. Nunca volverás a ser el mismo después de leer este libro. Este es tu Manual de la Prosperidad para tu familia. “Treintaiún Razones” se puede leer diariamente. Elige un capítulo diferente cada mañana. Léelo en voz alta en la mesa del desayuno. Ten tu Biblia a la mano para confirmar cualquier escritura que el Espíritu Santo pueda traerte a memoria. Mucha gente está sufriendo. Mucha gente está hambrienta. Mucha gente está en la ignorancia. Mucha gente está en la pobreza. Trágicamente, eso es totalmente innecesario. Prosperidad significa tener la suficiente Provisión Divina para llevar a cabo tu Asignación Divina. Tú puedes prosperar. Tú tienes que prosperar. Tú prosperarás. Por eso escribí este libro. -MIKE MURDOCK

Contenido 1 Muchas Personas No Creen Realmente Que Dios Quiere Que Prosperen Financieramente 2 Muchas Personas Nunca Sueñan Lo Suficientemente Grande Como Para Necesitar Un Milagro Financiero 3 Algunas Personas Creen Que Sus Ingresos Financieros Dependen de Su Jefe O de Sus Seres Queridos 4 Muchas Personas No Respetan Realmente Al Dinero Y No Lo Reconocen Como Un Arma Y Herramienta Para Bien 5 Algunas Personas Nunca Consideran Siquiera Pedir Una Cosecha Financiera Específica Y Significativa 6 Algunas Personas No Creen Realmente Que Merecen Recibir Una Cosecha Financiera. 7 Muchas Personas Dependen de Su Propia Capacidad En Vez de Confiar En El Poder Sobrenatural de Dios 8 Muchas Personas Nunca Llegan A Comprender Plenamente El Impacto, La Influencia Y Los Milagros Que Una Cosecha Fuera de Lo Común Puede Producir En Los Demás 9 Muchas Personas No Reconocen La Semilla O El Suelo Cuando Lo Ven 10 Muchas Personas No Reconocen Una Cosecha Cuando Finalmente Llega 11 Algunas Personas Sólo Dan Cuando Se Sienten Movidos A Dar En Vez de Dar Cuando Un Hombre de Dios Los Inspira 12 Muchas Personas No Están Trabajando En El Lugar de Su Asignación 13 La Mayoría de Las Personas No Han Aprendido Jamás El Secreto de Darle Una Asignación Específica A Sus Semillas 14 Muchas Personas Olvidan O Se Rehúsan Pagar Sus Votos Ofrecidos A Dios 15 Muchas Personas No Tienen La Voluntad de Sentarse Pacientemente A

Los Pies De Un Mentor Financiero 16 Muchas Personas Jamás Han Sido Enseñadas A Sembrar Con La Expectación de Recibir Algo de Regreso 17 Muchas Personas No Buscan Una Cosecha Porque Aún No Han Probado El Dolor de La Pobreza 18 Millones de Personas Se Roban El Diezmo: La Porción Santa Que Dios Reservó Para Sí Mismo 19 Muchas Personas Se Rehúsan A Sembrar En Tiempos de Crisis 20 Algunas Personas Se Rehúsan A Esperar Por Su Cosecha El Tiempo Suficiente 21 Millones de Personas Se Rehúsan A Obedecer Las Leyes de Dios Más Simples Y Básicas 22 Miles de Personas Están Renuentes A Iniciar Sus Cosechas Con Una Semilla Pequeña 23 Algunas Personas No Conocen La Diferencia Entre Un Buen Suelo Y Un Mal Suelo 24 Algunas Personas Se Rehúsan A Sembrar Consistentemente 25 Millones de Personas Son Ingratas Y No Aprecian Lo Que Dios Ya Les Ha Dado 26 La Mayoría de La Gente No Es Capaz de Reconocer A Los Enemigos de Su Cosecha Y de Su Prosperidad 27 Millones de Personas No Están Experimentando Aumento Aún, Porque Nadie Les Ha Enseñado El Principio de La Semilla de Fe 28 Muchas Personas Son Demasiado Orgullosas Para Siquiera Admitir Que Necesitan Una Cosecha 29 Algunas Personas Se Rebelan Contra La Instrucción de Un Libertador Financiero Que Dios Ha Ungido Para Desatar Su Fe En Su Tiempo de Crisis 30 Muchas Personas Se Rehúsan A Sembrar Proporcionalmente A La Cosecha Deseada 31 Millones de Personas No Obedecen de Inmediato Al Espíritu Santo Sin

Negociación

Todas las citas de las Escrituras fueron tomadas de la Biblia versión Reina-Valera 1960, con excepción de las que indican alguna otra. RVC – Reina Valera Contemporánea. NBLH – Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy. NTV – Nueva Traducción Viviente. 31 Razones Por Las Que La Gente No Recibe Su Cosecha Financiera / ISBN 978-1-56394-921-0/eSB82 Copyright © 2013 por MIKE MURDOCK Todos los derechos editoriales pertenecen exclusivamente a Wisdom Internacional. Editora / Editorial: Deborah Murdock Johnson Publicado por The Wisdom Center • 4051 Denton Hwy. • Fort Worth, TX 76117 • 1-817-759-0300 ¡Te Enamorarás de Nuestro Website! www.WisdomOnline.com Traducido y Editado por: Martha Sierra, Maritza Sierra Impreso en los Estados Unidos. Todos los derechos reservados conforme a la Ley Internacional de Copyright. Ni el contenido ni la portada pueden ser reproducidos total o parcialmente sin el expreso consentimiento escrito del autor.

Muchas Personas No Creen Realmente Que Dios Quiere Que Prosperen Financieramente Nadie Es Más Malentendido Que Dios. Muchos creen que Dios es simplemente una fuerza espiritual, un ser supremo: “el Hombre que está hasta arriba de las escaleras”. Ellos no han entendido plenamente que Él es capaz de…“Compadecerse de nuestras debilidades”, (Hebreos 4:15). Sin embargo, Él nos invitó a que nos acerquemos confiadamente a Él para cada necesidad de nuestra vida. “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”, (Hebreos 4:16). Obviamente, debes tener sensibilidad para saber cuándo necesitas de Él; humildad para buscar Su misericordia y la desesperación para acercarte a Él confiadamente. Alguien dijo en una ocasión que el veinte por ciento de lo que Jesús habló involucraba a las finanzas. Para Él eran importantes. Dios quiere que tengas los suficientes recursos financieros para proveer todas las cosas que tus seres queridos necesitan para su éxito. “Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo”, (1 Timoteo 5:8). Dios quiere que tengas suficientes recursos financieros para proveer un ingreso maravilloso y fuera de lo común para tus líderes espirituales y pastores. “Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla. Y, Digno es el obrero de su salario”, (1 Timoteo 5:17-18). Dios quiere que tengas los suficientes recursos financieros para enviar ministros alrededor del mundo a predicar el evangelio. “¿Y cómo predicarán

si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!”, (Romanos 10:15). Dios quiere que proveas suficientes recursos financieros para pagar tus impuestos y obligaciones. “Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”, (Mateo 22:21). Dios quiere que tengas suficiente dinero para que regreses el diezmo a Su casa, ya que pertenece a la obra de Dios. “Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová”, (Levítico 27:30). Dios quiere que tengas suficientes recursos financieros para que des regalos buenos y fuera de lo común a tus hijos y a quienes amas. “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los Cielos dará buenas cosas a los que Le pidan?”, (Mateo 7:11). Dios quiere que tengas suficiente dinero para ayudar a los pobres. “A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar”, (Proverbios 19:17). Dios quiere que tengas dinero suficiente para solventar cualquier emergencia, problema o crisis que surja. “Y el dinero sirve para todo”, (Eclesiastés 10:19). Dios quiere revelarte dónde se encuentra ubicada tu provisión financiera. Él probó esto a Elías. “Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán…Yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer”, (1 Reyes 17:3-4). A Dios Le importa cada vez que enfrentas una crisis financiera y Él te dará instrucciones para revertir tu situación. Él lo hizo para Elías. “Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra. Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo: Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí”, (1 Reyes 17:7-9). Dios les dará instrucciones a las personas para que te ayuden en tu crisis financiera. Otra vez, Él lo hizo para el profeta Elías, ¡y lo hará también para ti! “Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí Yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente”, (1 Reyes 17:9). Dios siempre recompensa la conducta y el comportamiento santo con provisión financiera. “Tú, Señor, otorgas bondad y gloria a los que siguen el camino recto, y no les niegas ningún bien”, (Salmos 84:11 RVC).

Dios le dio el mandato a toda Su creación que se multiplicara y se hiciera más numerosa. “Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra…Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra…Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra”, (Génesis 1:11, 20, 22). Dios le dio el mandato a la gente que se multiplicara y aumentaran en número. “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”, (Génesis 1:28). Dios también recompensa la productividad con creces. Lee la asombrosa historia de los talentos en Mateo 25. “Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”, (Mateo 25:23). Dios castiga a quienes se rehúsan a usar sus dones y talentos para generar incrementos. “Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”, (Mateo 25:28, 30). Dios promete siempre bendición financiera a quienes obedecen Sus instrucciones, leyes y principios. “…si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos Sus mandamientos que yo te prescribo hoy…vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán… Jehová te enviará Su bendición sobre tus graneros…Y te hará Jehová sobreabundar en bienes…Te abrirá Jehová Su buen tesoro, el Cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado”, (Deuteronomio 28:1-2, 8, 11-12). Dios te enseñará provechosamente a través de mentores, del Espíritu Santo y de Su Palabra. “Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir”, (Isaías 48:17). Así que entusiásmate sobre tu futuro financiero. A Dios Le importa. Él ha creado un Magnífico Plan Financiero que no puede fallar cuando entiendes Su corazón. Tú Le importas a Dios. Tus necesidades son importantes para Él.

Cada deseo que palpita en tu corazón en este momento es vital e importante a Su corazón. Tu prosperidad total está en Su mente todo el tiempo. Dios experimenta gran placer cuando prosperas financieramente. “¡Grande es el Señor, pues Se deleita en el bienestar de Su siervo!”, (Salmos 35:27 RVC). Ahora bien, ¿qué es prosperidad? La definición va más allá de automóviles lujosos, hermosos diamantes y dinero en el banco. Es mucho más grande que plasmar tu firma en un préstamo cuantioso que drena financieramente a tu familia. La prosperidad es tener la suficiente Provisión Divina para completar una Asignación Divina. Dios quiere que tu viaje a través de la vida posea la suficiente energía, salud y provisión para el trayecto completo. “Amado, Yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”, (3 Juan 1:2). Dios quiere que tú dependas de Él como tu Fuente absoluta para cada necesidad de tu vida. “Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque Él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar Su pacto que juró a tus padres, como en este día”, (Deuteronomio 8:18). Dios no es pobre. “Mía es la plata, y Mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos”, (Hageo 2:8). “Porque Mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados”, (Salmos 50:10). Cuando Dios vio una nación confundida, Él proveyó a Moisés. Cuando Jesús vio el miedo en el rostro de Sus discípulos, reprendió al viento. Cuando Jesús vio el hambre de las multitudes, multiplicó el pescado y los panes. Jesús mismo maldijo la vida de una higuera improductiva. “Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti…y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces”, (Marcos 11:14, 20). Jesús vino a desatar un nuevo nivel de provisión y abundancia en nuestra vida. “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”,

(Juan10:10). Jesús quería que tú supieras que el Padre entendía cada una de las necesidades que estás experimentando. “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas”, (Mateo 6:31-32). Jesús enseñó que la búsqueda de la justicia, la paz y el gozo en el Espíritu Santo podrían ser recompensados con bendición financiera. “Mas buscad primeramente el reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”, (Mateo 6:33). “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”, (Romanos 14:17). Jesús le dio a Pedro instrucciones para que consiguiera recursos financieros para pagar los impuestos. “Ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por Mí y por ti”, (Mateo 17:27). Jesús enseñó que poner atención a los detalles podría acrecentar y multiplicar tus recompensas. “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré”, (Mateo 25:23). Millones de personas no aprendieron nunca a leer, sin embargo millones de personas más, están leyendo y triunfando en la vida. Muchas personas jamás han viajado y conocido a personas de otras naciones, pero las naciones siguen adelante triunfando y haciendo negocios. Así que, quizá anteriormente no habías entendido esta característica en el corazón de Dios, pero, ahora la comprendes. Tú no te puedes quejar, renegar y culpar a otros de tu ignorancia sobre los Principios de la Prosperidad del corazón de Dios. La Palabra de Dios está llena de ejemplos de líderes financieros tales como Abraham, David y Salomón. Su búsqueda de Dios fue recompensada en cada momento de su vida. Ahora es tu turno para un punto de cambio y liberación en tus finanzas. Nadie más puede hacerlo por ti. Nadie más es responsable de esto, sino tú. Tú no estás sirviendo a un Dios despreocupado e insensible. A Dios verdaderamente Le importa cada cosa que necesitas, especialmente la carga financiera que estás cargando hoy. Si tú no estás recibiendo una Cosecha financiera, evalúa nuevamente el entendimiento que

tienes de tu Padre celestial. ¿Estás discutiendo verdaderamente acerca de tus finanzas con Él? ¿Consultaste con Él sobre la compra de tu casa? ¿Sentiste la confirmación interior del Espíritu Santo de que era el tiempo oportuno? Si nunca discutiste tus compras mayores, los problemas que enfrentaste en tu trabajo, y nunca trajiste la santa Semilla de regreso a Él para que la multiplicara, dudo que realmente creas que Él está interesado en las finanzas de tu vida. Tú puedes cambiar esto hoy. Empieza ahora. ¿Puedo hacer esta oración especial por ti?

Oremos Juntos… “Padre celestial, perdónanos por no entender Tu corazón cuando lo has expuesto tan simple y claro en Tu Palabra. Conforme leemos las Escrituras, es muy evidente que Tu corazón está plenamente interesado en mí. Tú deseas impartirnos Sabiduría. Ahora, en el nombre de Jesús, nosotros recibimos Tu verdad que nos hace libres para siempre. Muéstranos dónde está nuestra Asignación, porque ese es el único lugar donde está garantizada la provisión para nosotros. Conéctanos con las personas que nos pueden ministrar y bendecir financieramente. Ellos son los conductos elegidos que Tú has ungido para nuestra vida. Llévanos de nuevo al lugar de la provisión, al lugar de la obediencia. En el nombre de Jesús, Amen”. Tú comenzarás a prosperar cuando empieces a creer que ese es el deseo y la voluntad de Dios para tu vida.

Muchas Personas Nunca Sueñan Lo Suficientemente En Grande Para Necesitar Un Milagro Financiero Algunas Personas Consideran La Mera Supervivencia Como Un Éxito. El salario mínimo de cinco dólares por la hora es suficiente para ellos. No tienen grandes sueños. Sus planes a largo plazo es asistir al cine el fin de semana. Carecen de visión. No sueñan en crear un orfanato para 1,000 niños; imprimir un millón de Biblias para enviar a China o construir una estación de televisión en toda gran ciudad. A mucha gente ni siquiera le importa si sus hijos asisten a la universidad o no. Simplemente quieren dinero para ir a Denny’s y comprar tres panqueques y dos huevos. Esa es la idea que tienen de un campeonato múltiple en el juego de la vida. Su meta es terminar el día. La mayoría de la gente jamás prueba la electrizante, poderosa y revolucionaria vida en el Espíritu. Eso me recuerda del cantante que está dibujando su último aliento de vida: “¡Un día a la vez, dulce Jesús! Eso es todo lo que te pido”. Tristemente, esa es la situación de muchos hoy en día. La gente común establece metas comunes. Los triunfadores fuera de lo común establecen metas fuera de lo común. Este cáncer de la indiferencia es contagioso. Destruirá cada gramo de pasión que fluye por tus venas. Quizá esto ya te ha pasado. No hay una sola cosa grande que estés intentando hacer en tu vida. No estás tratando de alimentar a los hambrientos. No estás intentando alcanzar a un millón de personas en China con Biblias. No sientes nada cuando el pastor te habla de la visión que él ve para la iglesia y la participación que tienes en ella. Nada te motiva. Nada te fuerza a salir de tu situación actual. Tú te has adaptado a la vida común… mientras, el triunfador fuera de lo común dentro de ti está pidiendo atención a gritos. Uno de los triunfadores más extraordinarios en mi generación ha sido

Oral Roberts. Jamás olvidaré una declaración que hizo en una ocasión. “El tiempo más peligroso en tu vida es cuando no tienes una necesidad. Es ahí cuando la autosuficiencia, cual tumor canceroso, se empieza a formar en tu vida”. La arrogancia se infiltra en tu sistema. Tu fe se queda en desuso. ¡Oh, mi amigo, escúchame ahora! Si esto te está ocurriendo a ti, corre para salvar tu vida. Obtén Un Futuro Tan Grande Que Tu Hoy Se Vea Pequeño. Como ves, cuando Dios te da un sueño, este será más grande que tu actual cheque de nómina. Requerirá de un milagro. Si tu sueño no requiere de Dios, no es realmente un sueño que Dios te haya dado. Si Dios se involucra en tu sueño, Él se convierte en el único medio para lograrlo. Tú has recibido el mandato de acrecentar. Se espera un incremento en ti. Lee la asombrosa historia del siervo malo y negligente a quien Jesús menciona en Mateo 25. Cuando se rehusó a usar su talento y sus dones, cayó una maldición sobre él porque no lo multiplicó. “Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos”, (Mateo 25:28). Fue castigado severamente: “Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”, (Mateo 25:30). Escucha el maravilloso capítulo primero de las santas antiguas escrituras: “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla”, (Génesis 1:28). Cuando te hablo acerca de una Cosecha financiera, estoy viendo algo más grande que salir a comer a un restaurante dos veces a la semana. Estoy hablando de una vida abundante y sobrenatural…estoy hablando acerca de vivir en el centro de tu fe, no en las orillas. Hace muchos años tuve una experiencia en el aeropuerto de Dallas Fort Worth. Mientras le hablaba a la mesera acerca de sus finanzas, ella se acomodó el cabello y dijo: “No me gustan en lo absoluto esas predicaciones sobre el dinero”. “¿No le gustaría tener más dinero?”, le pregunté. “¡No!”, contestó airadamente, “Eso es lo que está mal en el mundo actualmente. Todo mundo quiere más y más y más. Yo tengo lo suficiente para mí y para mi hijo. Eso es todo lo que necesito, ¡y estoy contenta!”. Hice una pausa. Entonces, la miré directamente a los ojos y le dije: “¿Ha

visto alguna vez en la televisión a los niños muriéndose de hambre debido a la escasez en su país?”. “Sí”, dijo. “¿Ha deseado realmente alguna vez poderlos ayudar en forma significativa?”. Rápida e impulsivamente dijo: “Oh, tantas veces lo he deseado…”, y entonces su voz se apagó. Se detuvo. Captó la idea. De eso se trata la Cosecha financiera. No solamente para ser bendecidos, sino para convertirse en un instrumento de bendición para la gente que sufre a tu alrededor. La Cosecha Financiera abarca mucho más que el simple hecho de poder elaborar un cheque para hacer el pago de tu automóvil a tiempo. Es mucho más poderoso que poder comprar una orden adicional de papas a la francesa para tu hijo en McDonald’s. Dios está buscando Conexiones de Oro sobre la Tierra. Él quiere alguien dispuesto a usar su fe para que ocurran hechos sobrenaturales en este planeta. Busca un sueño lo suficientemente grande que requiera la intervención sobrenatural de Dios. Busca un sueño lo suficientemente grande que requiera cada gramo de fe existente en tu ser. Si fracasas en dar a luz el sueño que Dios ha plantado en ti como Semilla, te enojarás y te amargarás. Arremeterás contra otros que están dando pasos agigantados en un mundo pequeño. Empezarás a hablar como víctima en vez de hablar como vencedor. Fe es confianza en Dios. Requiere de una instrucción. La fe es activada por las necesidades. Cuando no tienes realmente una gran necesidad en tu vida, estás en una situación peligrosa. Serás tentado para vivir una vida sin conocer a Dios. Cuando dejas de buscar a Dios, tienes que ser cortado de la corriente, de la Fuente. “Sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe, y que sabe recompensar a quienes Lo buscan”, (Hebreos 11:6 RVC). Recuerda siempre esto: el día que tú digas, “ya tengo suficiente”, la ola adicional de bendición se irá a algún otro lugar hacia alguien que está de pie

con los brazos extendidos hacia el Cielo gritando: “Estoy esperando una ola sobrenatural de bendición”. Esa es una de las razones por la que miles no están recibiendo una Cosecha financiera sobrenatural y significativa en su vida diaria. ¡Duplica El Sueño Que Has Estado Alimentando Y Tu Cosecha Financiera Se Duplicará!

Salmos 20:7 “Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria”.

Algunas Personas Creen Que Sus Ingresos Financieros Dependen de Su Jefe O de Sus Seres Queridos Tu Cosecha Viene A Través de La Gente, No de La Gente. ¿Cómo saber cuándo estás dependiendo del hombre en lugar de Dios? Cuando te enojas con el jefe porque no te otorgó el aumento que esperabas. Lo culpas a él, no a Dios. Cuando te pones furioso porque un ser querido se niega a darte un préstamo, esa es la prueba de que en tu corazón crees que la fuente financiera son ellos realmente en vez de Dios. Esa es la razón por la que millones de personas nunca recibirán una Cosecha financiera. Ellos están sentados en la puerta equivocada esperando su bendición. Sí, es doloroso en tu interior cuando tu carácter, tus esfuerzos y tu diligencia no son reconocidos por los demás. Pero, debes recordar que toda promoción viene de Dios: “Porque ni de oriente ni de occidente, ni del desierto viene el enaltecimiento. Mas Dios es el juez; a éste humilla, y a aquél enaltece”, (Salmos 75:6-7). Tienes que creer en esto, de lo contrario jamás experimentarás un incremento sobrenatural. Dios quiere que Le creas. Él no le dará Su gloria a nadie más. Él es la Fuente que puso favor en el corazón de Potifar hacia José. Él es quien le recordó al copero que le dijera al faraón sobre de los dones de interpretación en José. Y José pasó de la prisión al Palacio en 24 horas. ¿Por qué? Él confiaba en Dios como la Fuente de su promoción. Él no veía al hombre. Él dependía de Dios. David, quien también experimentó una promoción increíblemente rápida, comprendía esto: “Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria”, (Salmos 20:7). Recientemente, tuve una experiencia desafortunada al sentarme a la

mesa en un restaurante con un círculo de quejumbrosos. Cada uno de ellos comenzó a explicar por qué sus circunstancias financieras eran tan pésimas. “Mi jefe es un tacaño”, comentó uno. “No le ha aumentado el salario a nadie en nuestra compañía en más de tres años”. Por dentro yo estaba meneando la cabeza. Fue una conversación sin fin. He escuchado miles de conversaciones a lo largo de mi vida—la gente dando una explicación del por qué no han recibido su Cosecha financiera. El hecho es que ellos ignoraron a Dios como su única Fuente verdadera. Tú deberás alimentar únicamente una relación que prometa una recompensa. Si reconocieras verdaderamente a Dios como tu Fuente, estarías alimentando tu relación con Él continuamente. Me ocurrió en Filadelfia. Después de caminar de regreso hacia el estudio, la secretaria del pastor dijo: “Dr. Mike, apartamos la mitad de su ofrenda de esta noche para la iglesia”. “¿Por qué?”. “Bueno, no sabíamos que pudiera llegar a ser una ofrenda tan grande”. Le contesté: “Ustedes recibieron una carta de mi oficina. Las políticas de nuestro ministerio son que la ofrenda de amor que se reciba a la conclusión de cada servicio en el que yo predique es para nuestro ministerio de alcance y evangelismo. Es obvio que usted tiene un problema. Por favor quédese con toda la ofrenda para usted. Me rehúso a entrar en controversia por dinero. Yo no lo tocaré. No me llevaré ni un solo centavo. Yo tengo a Jehová Yiré en mi vida quien suple todo para mí”. Yo no estaba tratando de quedar bien o ser arrogante. Si yo hubiera pensado por un momento que mis ingresos financieros dependen de la gente en vez de Dios, me hubiera puesto muy enojado. Pero me recuerdo continuamente a mí mismo que mi Fuente verdadera es Dios. Él elige quien será el canal para bendecir mi vida. Tu propia Semilla controla tu Cosecha. No es lo que otros den lo que determina tus ingresos. Es lo que tú das a otros lo que determinará tus ingresos. Hace varios años tuve una experiencia poderosísima en una de mis conferencias de Sabiduría. Sentí que El Espíritu Santo me había dicho de cuarenta personas que quisieran sembrar una Semilla de $10,000 dólares cada uno. Tan pronto lo hablé, cuarenta personas saltaron de su lugar y se formaron en línea. Cada uno de ellos representaba una Semilla de $10,000 dólares. Después de que oramos, El Espíritu Santo me dio una segunda

instrucción. “Diles que esto es sólo una ofrenda como la de Isaac. Yo sólo quería ver si eran obedientes y si estarían dispuestos a responder al recibir Mi mandato. No aceptes su ofrenda. Considérala como dada. Diles que se queden con ella y que esperen 99 Cosechas más que ya están en camino conforme a Mi Palabra en Marcos 10:28-30”. Las cuarenta personas se regresaron a su asiento, y yo me quedé “sin ofrenda” para mi ministerio. Varios ministros se reunieron en mi habitación del hotel después del servicio. “Mike: ¿qué sentiste al ver salir $400,000 dólares de ese salón?”. Y bien, fui honesto con ellos. Dentro de mi corazón, yo había gastado ya los $400,000 dólares en programas de televisión. Yo estaba alabando a Dios en mi interior, dándole gracias por la ofrenda más grande que jamás había recibido en mi ministerio. Pero, Dios había elegido convertir esa ofrenda en mi Semilla para darme una Cosecha futura. ¿Qué quería decir esto? Dios me acababa de dar la habilidad de sembrar una Semilla de $400,000 dólares en un solo día. Si yo me hubiera quedado con la ofrenda, esa habría sido mi Cosecha. El sembrarla la convirtió en mi Semilla, que era el tamaño más pequeño que tendría jamás. Aquello Que Puedes Dejar Atrás, Lo Has Dominado. Cuando te alejas del dinero, lo has dominado. De lo que te alejas determina lo que Dios te traerá. Deja de ver a los hombres como tu Cosecha financiera. Sé agradecido. Da las gracias cuando recibas de la gente. Pero, recuérdate constantemente a ti mismo a cada hora de tu vida que la Fuente de toda cosa buena es Aquel que te creó. “Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque Él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar Su pacto que juró a tus padres, como en este día”, (Deuteronomio 8:18). Cuando enfoques tu dependencia absoluta en Dios, verás el fluir más increíble de Cosechas que hayas experimentado jamás en toda tu vida.

Muchas Personas No Respetan Realmente Al Dinero Y No Lo Reconocen Como Un Arma Y Herramienta Para Bien Lo Que Respetas Vendrá Hacia Ti. Lo que no respetas se alejará de ti. Ya sea un milagro o un perro: lo que dejes de respetar se hará incómodo en tu presencia. Piensa en un mal restaurante que hayas visitado. ¿Te acuerdas cuando no te sirvieron bien y te hicieron esperar cuarenta minutos? Cuando pediste la salsa kétchup te miraron con enojo. Fuiste tratado como una interrupción en su día, en vez de una contestación a sus oraciones. ¿Qué hiciste? No regresar jamás. ¿Por qué? Porque no te respetaron. Respeto significa simplemente encontrar a alguien importante y digno de protección y de ser buscado. Recientemente hice una encuesta de opinión en varias de mis conferencias. “¿Cuántos de ustedes han estado en un seminario sobre finanzas o han consultado a un consultor de finanzas certificado en los tres últimos años?”. Me sorprendí. Sólo tres de cien personas se habían sentado alguna vez con un consultor de finanzas. “¿No son acaso muy caros los consultores de finanzas?”, me preguntó un asistente alto y desgarbado después del seminario una noche. “Bueno, el mío cuesta $200 dólares la hora”, le contesté. “Pero, ¿no estás de acuerdo que vale la pena gastar $200 dólares para que te asesore sobre cómo hacer que tus ingresos de $30,000 dólares se multipliquen?”. Tu biblioteca revela la profundidad de tu respeto hacia el dinero. Te gastaste $300 dólares el mes pasado en el pago de tu automóvil, $130 dólares fueron de gasolina y gastaste $800 dólares en los gastos de tu departamento. Ahora bien, veamos tu chequera. Dime cuánto gastaste en total en libros y

CD’s. ¿Se compara con el pago de tu automóvil? Probablemente no. Algunos creen en su carro más de lo que creen en su futuro. Tu renuencia a invertir dinero en libros sobre finanzas podría revelar poco respeto hacia el dinero. Por ejemplo: si tienes 40 años, deberías tener en tu librero cuando menos 40 buenos libros sobre la riqueza, un libro por año. Eso no es mucho pedir. ¿Tienes 30? Entonces, deberías tener 30 buenos libros sobre cómo construir tu capital financiero. Tu enojo hacia los ministros que hablan acerca del dinero revela una falta de un verdadero respeto. “Dr. Mike: Yo pienso que los predicadores hablan mucho acerca del dinero”, vociferaba y rabiaba una dama al final de un seminario. “¿Por qué? El domingo pasado por la mañana, mi pastor habló durante 15 o 20 minutos sobre dinero antes de la ofrenda. Eso sencillamente mató algo dentro de mí. Muchos de nosotros estamos tan enojados, pero no sabemos qué hacer. Es algo que está lastimando a la iglesia”. ¡Qué trágico, desafortunado y triste! Esta dama seguramente se pasa dos horas al día sentada en un automóvil caliente y sudoroso, en el tráfico de las calles…para ganar dinero. Después, trabajó arduamente 40 horas esa semana en un ambiente infestado de humo y de malhablados…para ganar dinero. Después se queja y llora porque su jefe no le quiso pagar más dinero, después de que ella le habló sobre un aumento. Ahora, ella está furiosa de que un hombre de Dios haya hablado de eso durante 15 minutos. Eso es estar dañado del cerebro. “¡Pero, es que hay cosas más importantes que el dinero sobre las que podría hablar un predicador!”, dirían algunos. Analicémoslo un instante. ¿Estás enojado con el dentista que se rehúsa hablar sobre tus dientes? Claro que no. Pero, yo podría fácilmente argüir que hay otras cosas más sobre la Tierra que son más importantes que tu diente roto. ¿Estarías enojado con un abogado que se niegue a llevar tu caso? Desde luego. Pero, yo podría argüir contigo que hay muchas cosas más importantes que tu demanda legal. Entonces, ¿por qué no respetas al hombre de Dios que se interesa lo suficiente en tu estatus financiero como para ayudarte a que te contactes con el Proveedor maestro, tu Jehová Yiré? Desafortunadamente, la sociedad secular respeta más al dinero que los cristianos. Casi todos los artículos en

revistas cristianas que hablan sobre el dinero, advierten del riesgo de buscarlo. Casi todo ministro en los Estados Unidos, apunta hacia las trampas del materialismo. Entretanto, alguien dijo que el 40 por ciento de las bancarrotas declaradas involucran a cristianos nacidos de nuevo. Hay millones que no pueden pagar sus cuentas. Miles de sueños son saboteados y naufragan en las rocas de la bancarrota y la pobreza, ¡mientras nos preocupamos sobre el peligro que el dinero representa! La falta de respeto es evidente cuando ridiculizas y te ríes de los mentores financieros. “Dr. Mike: Yo pienso que algunos predicadores están obsesionados con el dinero. Sólo hablan de eso. Hay un predicador en la televisión que no habla de ninguna otra cosa. Nunca habla de sanidad, o de la venida de Cristo, o de problemas familiares. Todo su enfoque está en el dinero”. Entonces, responde estas sencillas preguntas. ¿Estás enojado con tu dentista porque se rehúsa a cortarte el cabello? Claro que no. Ese no es su enfoque. ¿Despides a tu abogado porque se niega a cortar tu césped? Obviamente no. Las leyes son su llamado. Como ves, a cada ministro le fue dada una Asignación diferente. Usualmente, ellos contienen una unción única y fuera de lo común (una capacitación Divina) para esa revelación de Sabiduría en particular. Si tú verdaderamente respetaras el dinero, saltarías de gozo al descubrir a cualquier hombre de Dios que te pudiera ayudar a moverte de la pobreza a la Tierra de la Abundancia. La falta de respeto hacia el dinero es obvia. Cuando haces declaraciones despreciativas, simplistas y socarronas tales como: “El dinero no te hará feliz”. Bueno, la pobreza tampoco te hará feliz. No existe siquiera una relación entre los dos. El dinero no es necesario porque te hace feliz. El dinero es necesario porque resuelve problemas. “…Y el dinero sirve para todo”, (Eclesiastés 10:19). Si tratas mal a alguien, ellos se apartarán de ti. Cuando no respetas a alguien, ellos nunca volverán a cruzar tu puerta de nuevo. Cuando no respetas al dinero tu habilidad para atraerlo se

desvanecerá. Tú tienes que reconocer que el dinero es una herramienta. Tu Cosecha Financiera te permitirá ayudar a tu familia, a tus seres queridos y en participar en los grandes proyectos cívicos tales como un hospital, la Cruz Roja, la Marcha de los Diez Centavos o cualquier institución caritativa cercana a tu corazón. El dinero es una herramienta porque te permite comprar las cosas para la educación de tus hijos, que los emociona y fortalece sus vidas. El dinero es un arma contra la ignorancia. El dinero te permite ir al colegio, asegurar una educación maravillosa, viajar alrededor del mundo y ser un proveedor en vez de un parásito para la sociedad. El dinero te convierte en un Llevador de Cargas en vez de una carga. A menudo he preguntado a quienes menosprecian la prosperidad financiera: “Dime cuántas cosas maravillosas puedes hacer sin el dinero. Después, dame una lista de las cosas que podrías realizar si tuvieras mucho dinero”. Ellos se rehúsan a contestar. Respeta el dinero y saltará como un ciervo a tu vida. No respetes al dinero y se retirará de ti más pronto que un rayo. Esta es una de las principales razones por lo que la gente no recibe su Cosecha financiera. “Porque escudo es la ciencia, y escudo es el dinero”, (Eclesiastés 7:12). ¿Por qué no es respetado el dinero? Usualmente, cuando llega demasiado fácil a alguien, no lo respetan. A menudo ves esto con tus hijos. Tú le das una moneda de 25 centavos o un dólar. Una hora después no saben qué le pasó. Lo perdieron o se lo dieron a alguien. ¿Por qué? Porque no les costó ningún esfuerzo. Les llegó demasiado fácil. Solamente protegerás aquello en lo que has invertido algo. Los adolescentes raramente respetan el dinero. A esta temprana edad, aún no han desarrollado una obsesión o pasión por una meta grande que lo requiera. Su casa está provista por papi. Su comida es provista por su mamá. Sus amigos le dan transportación gratuita. Un padre que siente culpabilidad por su negligencia le suelta un billete de veinte dólares a su hijo para que se vaya a la ciudad. Si un adolescente no ha trabajado para ganar su dinero, no desarrollará un respeto hacia este. Tú difícilmente lucharás por alguna cosa que te llegue fácil.

A menudo el dinero no es respetado cuando los mentores financieros no han sido parte de tu vida. Todo debe ser aprendido. Pocas cosas son verdaderamente instintivas en estas áreas. Si tu madre o tu padre vivieron durante la “Gran Depresión”, probablemente enfatizan la importancia de hacer “que cada centavo cuente”. A menudo los niños ricos son descuidados con su dinero. Especialmente si les es dado sin hacer ninguna labor o sin trabajar por ello. Recientemente leí que uno de los hombres más prósperos de los Estados Unidos le da a su hijo $5 dólares a la semana. Él decía: “Yo quiero que aprenda a respetar al dinero. Si yo le hiciera las cosas demasiado fáciles, él no entendería lo difícil que es generarlo”. “Yo nunca pienso acerca del dinero”, fue el comentario insolente de un joven. Lo miré. Sus ropas se las había comprado su padre. Su carro lo había recibido de regalo de cumpleaños. Su educación universitaria había sido pagada por sus padres. Era un parásito. Nunca había hecho nada significativo con su vida. Por lo tanto, no era una sorpresa para mí el que no tuviera respeto por el dinero. Nunca lo había ganado. Cuando reconoces verdaderamente lo importante que es el don del dinero, tu Cosecha vendrá hacia ti en formas maravillosas.

Mateo 7:7-8 “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”.

Algunas Personas Nunca Consideran Siquiera Pedir Una Cosecha Financiera Específica Y Significativa Pedir Es La Llave Para Recibir. Jesús dejó esto claro. “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”, (Mateo 7:7-8). Muchas personas desean más dinero. Muchas personas anhelan más dinero. Muchas personas sueñan sobre más dinero. Pero, ellos no han entendido el poder de pedir. “Realmente necesito dinero”, dijo una señora mayor después de una conferencia, ya entrada la noche. “¿Cuánto es lo que necesita?”, le pregunté. “¡Oh, sólo necesito más!”. “¿Cuánto más?”. Y fue todavía más persistente: “¡Yo solo necesito más, eso es todo!”. Finalmente, saqué una moneda de cinco centavos de mi bolsillo y se la di diciéndole: “Tus oraciones acaban de ser contestadas”. Como ves, ella quería más y yo le di más. Ella estaba queriendo más, pero ella no estaba realmente pidiendo más. Nunca especificó una cantidad. 1. Mucha Gente Se Rebela En Contra de Pedir. Pedir es algo que los irrita. Como ves, pedir es realmente una imagen de humildad. Cuando tú le pides algo a alguien, estás reconociendo falta y limitación. Eso no es valorado en nuestra sociedad actualmente. La autosuficiencia es algo que nuestra cultura atesora.

Pedir aparenta ser una debilidad. Sin embargo, pedir es la Llave de Oro para recibir. 2. Muchos Se Rehúsan A Pedirle A Dios Una Cosecha Financiera. ¿Por qué? Porque han desobedecido una instrucción que Él les ha dado y ellos lo sabían. Eso destruye su valentía y su arrojo. Tú sólo puedes ser valeroso cuando crees que estás en lo correcto. Cuando has ignorado asistir fielmente a tu iglesia, diezmar y poner a Dios primero que todo, careces del arrojo para acercarte a Él para algo. Es muy difícil pasar los domingos en tu lancha en el lago y después sentirte cómodo pidiéndole a Dios una bendición financiera el lunes por la mañana. 3. Muchos Se Rehúsan A Pedirle A Dios Cantidades de Ingresos Específicas. ¿Por qué? ¡Porque no saben siquiera cuánto le deben a sus acreedores! Hace muchos años un hombre joven se acercó a mí en su desesperación. Dijo: “Estoy yéndome a la bancarrota. Voy a perder todo lo que tengo. ¿Podría ayudarme?”. “Dime exactamente cuánto debes a tus acreedores”, repliqué. Él me miró desconcertado y confundido: “No tengo idea de cuánto dinero debo”. “Bueno, siéntate y haz una lista de cada persona a quienes les debes, la cantidad que les debes, y cuánto puedes destinar cada mes para liquidar tu adeudo”. Él desvió la conversación. Y yo lo traje de regreso. “Déjate ya de rodeos. Siéntate y házme una lista de lo que debes actualmente. Tú no puedes usar tu fe sin un blanco. La fe requiere una instrucción. Si la fe tuviera opciones no funcionaría. Le tienes que dar una Asignación específica”. (En los escritos antiguos lo llaman indecisión o doble ánimo). “El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”, (Santiago 1:8). 4. Muchos Se Rehúsan A Pedirle A Dios En Fe. Ellos sollozan, lagrimean y hasta lloran amargamente en los servicios de la iglesia. Pero se rehúsan a envolver su petición con las vestiduras de la fe y la expectación. “Sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe, y que sabe recompensar a quienes Lo buscan”, (Hebreos 11:6 RVC). Dios quiere que se Le crea. Su único dolor es ser dudado. Su único

placer es ser creído. Cada esfuerzo de Dios tiene un enfoque— encontrar a una persona que crea lo que Él dice. Dios tiene una obsesión de ser creído. Él Se aparta de los que dudan (Hebreos 11:6). Él recompensa a quienes creen (Deuteronomio 28:1-14). Las lágrimas por sí solas no mueven a Dios. La desesperación no intimida a Dios. La manipulación no controla a Dios. La educación no influye en Dios. La fe es la única voz que Dios respeta. La fe es el único método que impresiona a Dios para activar los milagros. Tú debes pedir con fe. La fe viene cuando escuchas a Dios hablar. “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios”, (Romanos 10:17). 5. Algunas Personas No Piden Porque Creen Que La Provisión Es Soberana, Basada En El Capricho O Los Impulsos de Dios. “Mike, si Dios quiere darme dinero, me lo va a dar”, dijo un hombre. Entonces, le contesté a este hermano: “Eso significa que si Él quisiera que tú te peinaras el cabello esta mañana, ¿Él lo habría hecho por ti? Si Él quisiera que usaras ropa, ¿no habrías nacido desnudo?”. ¡Qué absurdo! Dios quiere que todo mundo sea salvo, ¿O no? Pero muchos se están yendo al infierno. La voluntad del hombre está involucrada. La provisión es elección tuya. 6. Algunas Personas No Piden Una Cosecha Financiera Porque Creen Que El Dinero Es Una Trampa. “¿No crees que satanás le da mucho dinero a la gente para que la gente le vuelva la espalda a Dios?”. Repliqué a esta dama, “Si el dinero te puede hacer resbalar, ¿por qué satanás no te ha dado una sobredosis de dinero?”. Si el dinero pudiera hacer que te alejes de Dios, satanás estaría metiendo de reversa un semirremolque cargado de billetes de $100 dólares al patio de tu casa. 7. Muchas Personas No Piden Nunca A Dios Sabiduría Para Sus Finanzas. Nunca entran al Lugar Secreto cuando hacen compras mayores así como una casa o un automóvil. Nunca considerarían ayunar tres días antes de

aceptar un nuevo trabajo o lugar de empleo. Ellos dependen de su propia mente y percepción. Ellos ignoran al Espíritu Santo quien les aconseja en todas las cosas. En los escritos antiguos, los primeros discípulos consultaban al Espíritu Santo acerca de todo, aún sobre los lugares donde deberían ministrar. Lee estas palabras fascinantes: “Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre”, (Hechos 13:2-4). Ellos no eran movidos por las necesidades de la gente. Ellos eran movidos por la voz del Espíritu Santo. Ellos no iban a donde eran necesitados. Ellos iban a donde les era ordenado. 8. Muchos Se Rehúsan A Pedir Por Un Milagro Específico. “En verdad necesito una casa”, dijo un hombre joven una noche. “Describe la casa que le estás pidiendo a Dios que te provea”, fue mi respuesta. “Oh, la que sea. Sólo necesito una casa”. Ya sabes, Dios podría haberle dado una casa para perros y no se hubiera podido quejar. Si Le estás pidiendo una casa a Dios examina atentamente algunas revistas hasta que encuentres la foto exacta de la casa que Le has estado pidiendo a Dios que te provea. Enfoca tu fe en ello. Si Le estás pidiendo un automóvil específico a Dios, encuentra el color, el modelo y el auto específico en alguna revista y presenta esa página a Dios diariamente en intercesión y cree por tu futuro. Si Le estás pidiendo a Dios por una remuneración económica, escribe la cantidad en tu tablón de anuncios. Infórmale a tu círculo de intercesores. Levanta esa hoja de papel alto en oración en tus tiempos de intercesión y pídele al Señor que te muestre cómo ganar ese salario específico. Sé claro. Sé específico. Enfoca tu fe con precisión. La fe no responderá a un sonido incierto. Dios responde a la franqueza. A la persistencia. A la tenacidad. 9. Pocos Saben Realmente Lo Que Quieren de La Vida Financieramente Hablando. La precisión es rara en las conversaciones. He estado sentado a la mesa en algún restaurante, mientras los amigos ven a la

cara a un mesero que no han conocido jamás en su vida y le preguntan: “¿Qué me sugiere que deba comer hoy?”. Eso me deja perplejo. ¡He visto a amigos comprar la ropa que le gustaba al vendedor! De hecho, un vendedor que era un perfecto desconocido en su vida. ¡Piensa en esto! ¡Alguien quien en su vida han visto jamás, está decidiendo la ropa que ellos deben usar! Cuando Le pidas algo a Dios: Pide específicamente. Pide persistentemente. Pide expectantemente. Pide a lo grande. Pide honestamente. 10. Muchos Se Rehúsan A Pedirle Nada A Su Jefe. Prefieren quejarse con un compañero del trabajo, lloriquearle a su cónyuge y condolerse de sí mismos. Ellos rehúsan pedirle a su jefe problemas nuevos qué resolver, seminarios a los que pudieran asistir, y formas en las que pudieran mejorar. Ellos se rehúsan a pedirle a su jefe que reconsidere su salario y mostrarle una propuesta de aumento. 11. Muchos No Están Dispuestos A Ganar Lo Que Quieren. También, se rehúsan a pedir en el momento oportuno alguna petición especial. Hace varios años me ocurrió esto. Yo estaba agotado y cansado. Había volado más de 3,000 kilómetros. A mi llegada mi contadora me dijo: “Necesito hablar con usted”. Me llevó a la sala de juntas y procedió a decirme que necesitaba un aumento de $1,000 dólares a su salario mensual, porque ella y su esposo iban a cambiarse a una casa más grande y quería más dinero. La inoportunidad jugó un papel importante. 12. Muchos Se Rehúsan A Preguntar A La Gente Correcta Las Preguntas Correctas. Nunca le preguntes a tu cuñado en bancarrota sobre inversiones. Nunca consultes a un pobre sobre prosperidad financiera. No le puedes preguntar a un hombre que pesa 200 Kg. La forma más rápida para perder peso, ¿te atreverías? Muchas personas se rehúsan a pedirle a un consultor en finanzas que critique su presupuesto y les haga sugerencias. Algunos se rehúsan a preguntarle a sus acreedores si hay

alguna nueva consideración y reducción para su deuda. Algunos se rehúsan a negociar y pedir un descuento en el precio de un artículo. Hace varios años visité una tienda de equipaje aquí en Dallas. “Quisiera tener el descuento corporativo”, requerí. “¿Qué es un descuento corporativo?”, fue la respuesta desconcertada. “Cuarenta por ciento de descuento del precio al público”, le solicité. “Está bien”, fue el acuerdo inmediato. Negocia todo. TODO. No tienes derecho a recibir algo que no has pedido. Nos sorprendería ver cuántas cosas estamos dejando de experimentar o de poseer…porque nos rehusamos a pedir. Yo tenía la imagen mental de una enorme bodega invisible. Esta contiene una colección increíble de bendiciones, pared tras pared, repisa tras repisa. Cuando lleguemos al Cielo, quizá haya una gran “Noche de Llanto”. Será una noche donde las lágrimas correrán como ríos. Esto ocurrirá después de que Dios te lleve a la Bodega. “Yo quiero mostrarte lo que pudiste haber tenido si tan sólo Me lo hubieras pedido”. “No tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites”, (Santiago 4:2, 3). Recuerda—Dios quiere que te acerques a Él cuando tienes una necesidad. Él quiere ser creído. Quiere ser tu Fuente. Él quiere ser la persona con quien discutes cada problema. Pedir es el reconocimiento de Su Sabiduría. Pedir es un reconocimiento de tu humildad. Pedir es una de las Llaves más poderosas y maravillosas para abrir la cerradura del Tesoro de la Provisión. Millones se rehúsan. Esa es la razón por lo que han fracasado en recibir todo lo que Dios quiere que ellos posean: su Cosecha milagrosa. Pide, pide apropiadamente. Pide sabiamente. Pide humildemente. Pide Expectantemente…y tu Cosecha de Oro emergerá más rica de lo que hayas soñado jamás.

Algunas Personas No Creen Realmente Que Merecen Recibir Una Cosecha Financiera Las Raíces de La Inferioridad Crecen Profundamente. Yo nací y crecí en Luisiana. Una de las excusas más comunes a la carencia y a la pobreza que he escuchado miles de veces a través de los años es: “Yo no tengo educación. Mi papá y mi mamá no tienen educación. Solo somos personas pobres del campo”. Supongo que esas declaraciones han sido habladas a mis oídos miles de veces, explicando la pobreza y la falta de provisión financiera. Como ves, muchas personas están bien conscientes de sus debilidades y limitaciones, que no pueden siquiera imaginarse a sí mismos en un hermoso automóvil, en una casa lujosa o haciendo un cheque para cubrir cualquier necesidad. La pobreza se puede convertir en parte de tu estilo de vida tan fácilmente. Muchos se adaptan a la carencia. Yo no estoy hablando acerca de una falsa humildad que muchos se ponen encima como disfraz. Estoy hablando de la tan profundamente arraigada filosofía o sensación de que el éxito está demasiado lejos como para buscarlo. “Bueno Mike, yo no merezco nada”. “Entonces, ¿por qué estás tratando de asegurar un lugar en el Cielo?”. ¿Crees que te mereces eso? ¿Crees que tienes derecho a caminar en calles de oro, pero no tener un aumento de $50 dólares al mes? Eso es absurdo. Algo está fuera de balance. ¿Qué le hace a un hombre atreverse a pedirle a Dios una residencia eterna junto a la del apóstol Pablo, pero pensar que es orgullo pedirle un auto nuevo? Ahora, la gratitud es una cualidad hermosa y maravillosa. La ingratitud es venenosa. La humildad es preciosa y debe ser atesorada. No hay nada de malo sentir que Dios te ha bendecido más allá de lo que mereces. Toda persona que ha estado en la presencia de Dios durante cualquier lapso

de tiempo se siente de esta manera. Su gloria es suficiente. Su perdón es suficiente. Es cierto: si Él nunca nos diera nada en esta Tierra, Su presencia satisface cada parte de nuestro ser. Esa es una actitud maravillosa que Dios atesora. Pero, yo estoy enfocado en el venenoso y devastador Cáncer de la Inferioridad y de la pérdida de confianza en sí mismo que ocasiona que el hombre se aleje a rastras de Dios en vez acercarse confiadamente a Dios. Una dama me dijo: “Tengo temor de que el dinero me pueda dañar espiritualmente”. “Si usted siente que el aumento en sus recursos financieros hará que se aleje de Dios, ¿por qué no Le pide al Señor que la despoje de la mitad de su salario?, y eso aumentará su espiritualidad”, le hice la broma. Una noche ya tarde después de un servicio, se acercó a mí un hombre sintiéndose según sus palabras, “indigno”. Él estaba de pie, con lágrimas que parecían ser muy reales, diciéndome lo indigno que era de ser bendecido financieramente. Yo tenía varios pensamientos. Y me preguntaba si él le diría eso a su jefe cuando este le ofrecía un aumento. ¿Bajará su precio al precio de costo cuando un cliente quiere hacerle una compra? ¿O negocia ferozmente en la mesa de las negociaciones? Mi conjetura es que él era un maestro en negociación que peleaba cada centavo al que pudiera ponerle la mano encima. Era sólo cuando la enseñanza sobre su prosperidad se enfocaba en su responsabilidad que se sentía intimidado. Ahora bien, es cierto que tienes que calificar para recibir las bendiciones. Lee el capítulo 28 de Deuteronomio. El requerimiento es obedecer cada principio de la Palabra de Dios. Isaías lo vio: “Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra; si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho”, (Isaías 1:19-20). Algunos no califican para recibir las bendiciones de Dios. Eso es porque se sienten indignos, no deseados y rechazados. Algunos se rehúsan a recibir mentoría financiera. “Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; mas el que guarda la corrección recibirá honra”, (Proverbios 13:18). Muchos son descalificados para una Cosecha financiera porque se rehúsan a trabajar. “Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma”, (2 Tesalonicenses 3:10).

Pablo vio esto. Él recomendó que toda persona se alejara de los que son demasiado flojos para producir. “Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence”, (2 Tesalonicenses 3:14). Deja de usar el vocabulario de víctima. Tus conversaciones podrían estar destruyéndote. Cuando publicas tus heridas, atraes a los buitres y a los zopilotes. Estos comenzarán a sobrevolar tu vida en círculos esperando una oportunidad para atacarte y destruirte. “La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos”, (Proverbios 18:21). Puedes sentirte indigno, pero no publiques tus debilidades y vulnerabilidades. Dios le habló a Jeremías acerca de no discutir sus limitaciones públicamente y con todo mundo. “Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande”, (Jeremías 1:7). Tú has recibido el mandato de ser valiente y despreciar el miedo. “No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová”, (Jeremías 1:8). Dios no te ha dado espíritu de miedo. “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”, (2 Timoteo 1:7). Tu lengua está decidiendo las corrientes de tu vida. “He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo. Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego! Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal”, (Santiago 3:3-8). Cuando el Espíritu Santo controla las palabras que estás diciendo tu vida entera se perfecciona. “Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo”, (Santiago 3:2).

Haz un estudio breve sobre los perdedores en las Escrituras que no entraron a Canaán. Fue su incredulidad, inferioridad y palabras de duda lo que los destruyó. Diez espías habían regresado llenos de duda e incredulidad. Ellos habían visto las uvas, pero les temían a los gigantes. “No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros. Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura… y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.”, (Números 13:31-33). Yo llamo a esto el “Complejo del Chapulín”. Su enemigo les parecía más grande que su Dios. Dios estaba enfocándose en las uvas de la bendición. Los israelitas se enfocaron en los gigantes de Canaán. Ellos cedieron su derecho a la tierra de Canaán debido a su sentido de incapacidad, de poca valía, a su limitación. Los gigantes nunca derrotaron a los israelitas. El miedo en su interior los conquistó. ¿Por qué algunas personas se sienten indignas? Porque han escuchado a alguien más que se sentía indigno e incapaz. “Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche”, (Números 14:1). Alguien te ha influenciado en tu pasado. Alguien te está influenciando hoy. Alguien te educó en tus debilidades y limitaciones. Alguien ha destruido las Semillas de fe que podrían producir cualquier futuro que desees. ¿Quiénes son los que han sembrado Semillas de esclavitud en tu corazón? ¿Quiénes son los que te han hecho sentir indigno, inferior y carente de toda capacidad de lograr grandes cosas para Dios? Alguien que no creyó en la Palabra de Dios. Levántate. Tú puedes salir de Egipto. Tú puedes sacudirte las cadenas del miedo. No tienes que permanecer donde estás. Algo más grande que tú se está levantando hoy dentro de ti. Algo más grande de lo que has conocido

jamás en toda tu vida. El mañana está nada más a un momento de distancia. Actívalo. Muévete hacia él. Aléjate de la incredulidad. Aléjate de los que dudan, de los que menosprecian y de la gente derrotada. Conforme avanzas hacia la fe, las montañas caerán a tus pies lloriqueando pidiendo instrucciones. “Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”, (Marcos 11:23-24). Tal vez tu padre abusó de ti. Tu madre pudo haberte acusado. Tu jefe pudo haberte maltratado. Pero, sigues vivo y estás bien ahora. Eres un sobreviviente, un éxito, un vencedor. Mira todo lo que has pasado, por donde has cruzado y corrido alrededor. Tú eres un ganador y eso es obvio. Así que, pon tu cabeza bien erguida, los hombros hacia atrás y marcha confiado y valientemente hacia la extraordinaria tierra de las uvas, de la miel y la provisión sobrenatural a la que has llegado. Fueron hechas para alguien. ¿Por qué tú no? Tú fuiste creado para probar las uvas. Tú eres un Exterminador de Gigantes. Tú eres un Movedor de Montañas. Tú puedes caminar a través del fuego y no quemarte. Las aguas de la vida no te han anegado. Tú eres digno de recibir lo que necesitas porque eres la descendencia, el hijo del Dios Altísimo que hizo los cielos y la tierra. “Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará”, (Salmos 91:7). Tú puedes derrotar las dolencias y las enfermedades. “No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada”, (Salmos 91:10). Tú estás rodeado de ángeles que te guardan cuidadosamente. “Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra”, (Salmos 91:11-12).

Tú no tienes temor de nada. “No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día”, (Salmos 91:5). No morirás prematuramente, sino vivirás para glorificar a Dios. “Lo saciaré de larga vida, y le mostraré Mi salvación”, (Salmos 91:16). Nunca estarás sin acceso a Dios. “¿A dónde me iré de Tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de Tu presencia? Si subiere a los Cielos, allí estás Tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí Tú estás”, (Salmos 139:7-8). Tú serás constante y continuamente guiado por el Mentor de tu vida, El Espíritu Santo. “Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará Tu mano, y me asirá Tu diestra”, (Salmos 139:9-10). Tú eres una joya rara, meticulosamente esculpida en la corona de Dios. “Te alabaré; porque formidables, maravillosas son Tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien”, (Salmos 139:14). Dios está pensando constantemente cosas extraordinarias y maravillosas sobre ti. “¡Cuán preciosos me son, oh Dios, Tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo”, (Salmos 139:17-18). Tú serás reavivado en medio de cualquier problema. “Si anduviere yo en medio de la angustia, Tú me vivificarás”, (Salmos 138:7). Tus enemigos se convertirán en enemigos de Dios. “Contra la ira de mis enemigos extenderás Tu mano, y me salvará Tu diestra”, (Salmos 138:7). Tú verás finalizado cada milagro que Dios haya comenzado en tu vida. “Jehová cumplirá Su propósito en mí”, (Salmos 138:8). El pecado te hace sentir indigno. Así que, arrepiéntete. Aléjate. “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”, (Romanos 10:9). Los recuerdos de desengaños pueden debilitarte y restarte confianza. Así que, sigue las instrucciones del Profeta Isaías. “No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que Yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad”, (Isaías 43:18-19). Recuerda: es la grandeza de Dios lo que trae bendición, no nuestra grandeza personal. Es tu necesidad lo que atrae Su intervención. “Porque Yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; Mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y Mi bendición sobre tus renuevos”, (Isaías

44:3). Algunas personas no están experimentando una Cosecha financiera porque se están enfocando en sí mismos, en su falta de mérito e incapacidades. Así que cambia tu enfoque hoy. Deja de analizar lo que te hace sentir indigno. Enfócate de nuevo en el Autor y en el Terminador, en el Alfa y el Omega, el Principio y el Fin de tu fe. Sólo Él es digno de tu enfoque total. Él es digno de tu atención. Él es la Fuente de toda cosa buena. “No que seamos suficientes en nosotros mismos para pensar que cosa alguna procede de nosotros, sino que nuestra suficiencia es de Dios”, (2 Corintios 3:5 NBLH). Muchos no se sienten dignos ni merecedores de ninguna cosa buena. Esa es la razón por lo que su fe no los ha llevado a Su presencia para recibir la Cosecha milagrosa que se merecen. Acércate confiadamente hoy a Su trono. ¿Podemos orar una breve oración? “Padre, Tú respondes a la determinación. Las necesidades no te mueven. La desesperación no te cambia. La fe influye en Ti. Así que hoy te doy gracias por recibirnos al acercarnos confiadamente a Tu trono en tiempo de necesidad. Nosotros no venimos a Ti con base en nuestra suficiencia propia porque nuestra justicia es como trapos de inmundicia. El hombre en su mejor estado es vanidad. Tú respondes al hambre, así que nosotros venimos hoy ante Ti. Tú no nos defraudarás. En el nombre de Jesús, Amén”.

Muchas Personas Dependen de Su Propia Capacidad En Vez de Confiar En El Poder Sobrenatural de Dios El Espíritu de Autosuficiencia Es Una Trampa Mortal. Millones de personas no buscan los principios de Dios ni invierten tiempo a solas en El Lugar Secreto. Ellos se sienten confiados, engreídos y arrogantes. Ellos “no necesitan de nadie”. El principio es: “Lo que tenga que ser, depende de mí”. Ahora, a primera vista, esto parece una filosofía maravillosa. Muestra disposición para asumir responsabilidad. Revela valentía y fortaleza. Pero, Dios no te dejará que triunfes solo. En Su sistema, fracasarás sin una dependencia total en Él. Él verá que así sea. Dios recompensa la humildad “Y dijo Samuel: Aunque eras pequeño en tus propios ojos, ¿no has sido hecho jefe de las tribus de Israel, y Jehová te ha ungido por rey sobre Israel?”, (1 Samuel 15:17). El profeta Samuel le mostró al rey Saúl cómo se había deteriorado la actitud de humildad exhibida al principio de su reinado. La vieja naturaleza de Adán sigue estando en nuestro interior. Requiere autosuficiencia, una separación de Dios. Podría parecer maravilloso y humilde que no necesites buscar la participación de Dios en tu Cosecha financiera, pero es una locura, es tonto y trágico. Se necesitará algo más que trabajo duro para obtener una Cosecha Fuera de lo Común. Requerirá algo más que laborar horas extras en el trabajo. Requerirá algo más que seminarios adicionales y libros. Una Cosecha Fuera de Lo Común Requiere Un Proveedor Fuera de Lo Común. Dios sabe esto. Dios no cesará de generar crisis hasta que tú

descubras esto. “Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda Tus estatutos”, (Salmos 119:71). Tu trabajo duro y tus grandes esfuerzos son Semillas maravillosas. Tu disposición a sentarte y recibir mentoría universitaria e invertir horas en investigación es muy encomiable. Esto es siempre reconocido y será siempre recompensado. Pero nunca seas tan tonto como para buscar una Cosecha que no requiera la intervención sobrenatural de un Proveedor Sobrenatural: tu Jehová Yiré. Nada que puedas llegar a producir por ti mismo va a satisfacer esa parte de eternidad en tu interior. Tu ser invisible requiere a un Dios invisible. La parte impura de ti requiere a un Dios puro. La parte no instruida en ti requiere un Mentor y Maestro: El Espíritu Santo. Millones pierden su derecho a lograr una Cosecha financiera porque se ven a sí mismos como su propia fuente de toda bendición. El orgullo de Nabucodonosor casi lo destruyó. Él también confió demasiado en sí mismo y dijo de su persona: “¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?”, (Daniel 4:30). Dios respondió rápidamente. “En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves”, (Daniel 4:33). Es algo trágico y peligroso convertirte en tu propio dios. Tú no eres la única persona involucrada en el ciclo milagroso de una Cosecha financiera. Dios es tu verdadera Fuente. La autosuficiencia enfurece a Dios. Él nunca te permitirá que lo olvides. “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, Yo te aconsejo que de Mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y

arrepiéntete”, (Apocalipsis 3:17-19). Dios monitorea cada conversación que revela auto exaltación. “Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes…Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?”, (Lucas 12:18, 20). Jesús advirtió: “Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios”, (Lucas 12:21). Cuando veo a los incrédulos ignorar la iglesia, y remolcar su lancha en la carretera para ir a la playa el domingo, veo a alguien que ha hecho un dios de sí mismo. Él ignora la casa de Dios, a su pastor, y piensa que es permisible ser negligente al dejar de congregarse con otros creyentes. Él cree verdaderamente que Dios no tiene nada que ver con su Cosecha financiera. Está confiado en sus habilidades y en su capacidad para abrirse camino en un mundo acelerado. Él no se da cuenta que está a un latido de distancia de su lecho de muerte a cada momento. Su falta de oración es la prueba de su ignorancia. (Ver Proverbios 3:56). Él confía en sus propias habilidades. Él ha excluido a Dios. Esta es una de las razones por lo que millones de personas nunca reciben su Cosecha financiera. “Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado. Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir Sus mandamientos, Sus decretos y Sus estatutos que yo te ordeno hoy; no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre”, (Deuteronomio 8:10-14). Reconoce la importancia de Dios. Hazte adicto a Su presencia, depende de Su consejo y descubrirás un éxito financiero como jamás lo habías imaginado.

Muchas Personas Jamás Llegan A Comprender Plenamente El Impacto, La Influencia Y Los Milagros Que Una Cosecha Fuera de Lo Común Puede Producir En Los Demás Mira al joven pianista practicando el piano. Él tiene un pequeño don. Esa es una Semilla. Se convertirá en su Cosecha. Él se hace de renombre en todo el mundo cuando millones de personas compran sus álbumes. Él vale millones por el impacto de su música. Algo que él tenía en su presente se hizo mucho mayor en su futuro. Piensa acerca de la mente brillante de Alberto Einstein. Él tenía una Semilla de curiosidad. Se convirtió en un Puente de resplandor. Él entendió los principios científicos como ningún ser humano que vivió antes que él lo entendió. Algo en su presente se hizo más grande en su futuro. David caminó en un campo de batalla con una honda en su bolsillo trasero. Era algo en su presente que se hizo mucho más grande en su futuro. Lo introdujo en la monarquía de Israel mientras miles de mujeres danzaban por las calles honrándolo después de la muerte de Goliat. Un niño pequeño puso cinco panes y dos pescados en las manos de Jesús. Esa fue su Semilla. Esta contenía algo mucho más grande cuando las manos de Jesús la tocaron. La mayoría de la gente nunca capta esto. Eso que actualmente posees que parece pequeño e insignificante es increíblemente grande, poderoso y avasallador cuando llega a tu futuro. ¡La mayoría no comprende nunca el poder de su Semilla! Así pues, ¿cómo podrían ellos entender el poder de su Cosecha? Yo estaba en la Ciudad de Kansas. Compartí el testimonio acerca de mi

Semilla de $58 dólares y los resultados que hubo en la vida de muchos a causa de esta. Después de mi mensaje, un niño pequeño caminó hacia mí. Yo no tenía idea de cuál fuera su nombre ni nada por el estilo. El Espíritu Santo dio un codazo a mi corazón. “Dale un billete de $100 dólares”. Yo estaba un poco impactado. “Es muy pequeño. Le podría dar un dólar y no sabría cuál es la diferencia”, respondí. El Espíritu Santo insistió. Así que metí la mano a mi bolsillo un poco renuente, y le di el billete de $100 dólares. Unos minutos después, una niñita se acercó. Resultó que ella era su hermana. El Espíritu Santo dijo: “Dale $100 dólares también”. Yo no sabía su nombre. Pero entendí la voz del Espíritu Santo. Saqué un billete de mi billetera y se lo di. Entonces una mujer se acercó. Resultaba que ella era su mamá. Ella estaba conmocionada cuando vio a los dos niños sosteniendo billetes de $100 dólares en sus manos. “¿Para qué es esto?”. Barboteó ella de manera abrupta. “El Espíritu Santo me dijo nada más que se los diera”, le expliqué. Ella empezó a llorar. Ella explicó: “Hoy usted dijo que cada uno plantara una Semilla de $58 dólares representando las 58 clases de bendiciones de la Biblia. Cuando busqué en mi bolsa con lágrimas en los ojos, estaba tan descorazonada. Ha de saber: mi esposo me dejo hace tres semanas. Él se ha rehusado a apoyarnos financieramente en lo absoluto. Cuando los niños y yo vinimos hoy a la iglesia esta noche, no teníamos una ni una lata de comida en nuestra despensa. No hay leche en el refrigerador. No había comida en lo absoluto Estamos en quiebra. Cuando vacié mi bolsa durante la ofrenda, junté cada centavo que encontré para tratar de reunir los $58 dólares. No los tenía. Pero la cantidad total que encontré en mi bolsa fueron 58 centavos. Así que dije: Señor, estoy sembrando estos 58 centavos como un memorial, te pido que te acuerdes de nosotros. Yo confío en que me vas a bendecir con todas las 58 bendiciones”. Ella seguía llorando. “Ahora mis hijos y yo vamos a ir a una tienda de abarrotes abierta las 24 horas y compraremos $200 dólares de comida para nuestra familia”, dijo ella. No tengo forma cómo expresarle lo mucho que levantó y bendijo mi corazón. Como ves, mis $200 dólares eran la Cosecha que Dios había provisto para mí. Yo no tenía idea que ésta pudiera crear un recuerdo para siempre en una pequeña familia que no tenía comida y que necesitaba desesperadamente una demostración de parte de Dios en su vida. No puedes creer lo poderosa que puede ser tu Cosecha hasta que te concentras en el bien que ésta puede hacer.

Alguien se quejó: “Yo no creo en todo eso de la enseñanza de la prosperidad”. ¡Qué triste! ¿Estás encogiendo tus metas para justificar tu carencia financiera? ¿Estás dispuesto a renunciar a tus sueños para acomodar tu pequeña Cosecha? ¿O estás determinado a ser usado por Dios para hacer de tu Cosecha una herramienta increíble para bien? No todo mundo está buscando una Cosecha para poder permanecer en el centro comercial un poco más de tiempo. A millones de cristianos les duele ayudar a un ministro en la India, edificar un centro familiar para su pastor, entrar a una librería cristiana y comprar $500 dólares en libros para la biblioteca de sus hijos. Sí, es cierto. Miles se burlan, ridiculizan y hacen escarnio de los ministros del evangelio que están intentando desatar el fluir de su fe para obrar un cambio diametral en sus finanzas. Ellos se burlan: “Dinero, dinero, dinero. De lo único que habla es acerca de más dinero”. Ellos han perdido el punto. Satanás le tiene pavor a tu Cosecha. Él conoce su futuro. ¿Lo conoces tú? ¿Puedes comprender la cantidad increíble de cosas que puedes hacer que ocurran para otras personas…después de que llegue tu Cosecha? Muchos no piensan más allá del momento en que Siembran su Semilla. Ellos no pueden imaginar o comprender el impacto increíble que ellos podrían producir para bien…después que llegue su Cosecha. Por lo tanto, ellos nunca plantan Semillas grandes. Nunca hacen grandes planes. Nunca usan gran fe. Ellos no pueden comprender plenamente el impacto potencial que su Cosecha de cien tantos producirá en la Tierra, por eso jamás la buscan. Eso explica una de las principales razones por lo que la gente no recibe una Cosecha financiera. Su nombre era hermana Maxwell. Ella era una dama de edad avanzada que asistía a la iglesia de mi padre. Cada par de semanas ponía un billete de $5 dólares y uno de $10 dólares en la mano de mi madre diciendo: “Quiero ayudar a enviar al pequeño Michael Dean al Instituto Bíblico”. Yo tenía 17 años. Mi familia no tenía dinero para enviarme. Yo no tenía dinero para comprar un boleto de avión para ir. Pero ella tomó de su provisión, de su Cosecha financiera personal y empezó a sembrar en mi vida para enviarme al Instituto Bíblico. Y fui.

Cuando estaba en el Instituto Bíblico, un misionero de edad madura predicó un día en la capilla un sermón que cambió mi vida para siempre. Él tituló su mensaje: “Quema tu arado”. Nos instruyó a los estudiantes que le hiciéramos como hizo Eliseo y que quemáramos el arado de la autosuficiencia y diéramos nuestras vidas para seguir nuestros ministerios. Yo me tendí en el suelo del auditorio por el resto del día. Falté a clases. Lloré como un bebé. Decidí que Dios podría tener cada parte de mí sin reservas. Yo estaba dispuesto a renunciar a lo que fuera para predicar este evangelio para Él durante el resto de mi vida. Eso ocurrió hace más de 17,000 servicios, hace 47 años y hace 100 países. Miles han aceptado a Cristo. Varios miles han aceptado el llamado al ministerio. No podría comenzar a contar los muchos milagros que han ocurrido…debido que una pequeña mujer llamada hermana Maxwell, tomó una parte de su Cosecha y ayudó a inspirarme para ir al Instituto Bíblico. Su Cosecha fue el puente hacia mi ministerio. Es posible que no hubiera ido al Instituto Bíblico y que tampoco hubiera escuchado ese sermón si ella no hubiera usado parte de su Cosecha como una salida de mi presente hacia mi futuro. Cada dólar en tu mano se puede convertir en una puerta para alguien en prisión en algún lugar. Alguien será liberado a causa de tu Cosecha. Compréndelo. Velo. Grítalo y llénate de gozo. Cuando te das cuenta realmente del increíble Impacto Potencial que puedes producir cuando tu Cosecha financiera llegue, tu FE saltará. Esa fe es el imán que atrae la Cosecha Financiera Sobrenatural que anhelas experimentar.

Muchas Personas No Reconocen La Semilla O El Suelo Cuando Lo Ven Una Semilla Es Un Pequeño Comienzo Con Un Gran Futuro. Es cualquier cosa que puede llegar a ser más. Es el Principio. Es cualquier cosa que tú puedes hacer, conocer o poseer que puede bendecir a alguien más. Tus Pensamientos son Semillas para un comportamiento, conducta y creatividad deseados. Tu Amor es una Semilla para las relaciones. Tu Tiempo es una Semilla. Tu Paciencia es una Semilla. Tu Dinero es una Semilla. Tu Bondad es una Semilla. Tus Oraciones son Semillas. Impedir una calumnia es una Semilla. El Perdón es una Semilla. El Agradecimiento es una Semilla. Tu Semilla es cualquier cosa que has recibido de Dios que puede ser cambiada por algo más. Tú eres un almacén caminante de Semillas. Mucha gente ni siquiera sabe esto. Ellos no tienen idea cómo las Semillas que ellos contienen puedan ser plantadas en la vida de otros. Cualquier cosa que mejora a otro es una Semilla. Cualquier cosa que hace sonreír a otro es una Semilla. Cualquier cosa que hace más fácil la vida de alguien es una Semilla.

Millones están tan ocupados estudiando lo que no tienen que pasan por alto algo que ya han recibido. Ciertamente debes tener un inventario de tus necesidades. Pero un inventario de tus Semillas es más importante. Deja de enfocarte en lo que tú no tienes, y mira más de cerca algo que ya se te haya dado. Moisés lo hizo. Él se quejó de que no podía hablar. Dios le instruyó que se callara y levantara la vara en sus manos. Esa fue su Semilla. Su herramienta para crear su futuro. David se quejó de que no podía usar la armadura de Saúl. Dios le dio instrucciones que volteara a ver la honda que él poseía. Dios siempre te da algo con lo que puedes empezar tu futuro. Algo Que Tú Has Dado Creará Algo Más Que Te Ha Sido Prometido. Las cosas pequeñas dan nacimiento a cosas grandes. Las bellotas se convierten en robles. Uno de mis evangelistas asociados tiene algunas cualidades notables que lo harán tener éxito en su vida. Él tiene la disposición a ser corregido. Él nunca hace pucheros, nunca se emberrincha, nunca se distancia. Cuando comete algún error, él está presto para admitirlo. Él no tiene ningún hueso flojo dentro de él. Su actitud de oro es una Semilla de oro. Así, cuando Dios proveyó algunas finanzas extra para mi ministerio, la primera cosa que yo quería hacer era comprarle un traje. ¿Por qué? Sus Semillas de amabilidad, fidelidad y amor estaban trabajando. Su Cosecha era inevitable. La mayoría de la gente no tiene idea de lo que una Semilla es en realidad. Llegar al trabajo a tiempo…es una Semilla. Llegar antes de tiempo es otra Semilla. Como ves, cualquier cosa que puedas hacer para hacerle la vida más fácil a tu jefe o a alguien más…es una Semilla. Millones de personas jamás han usado el diez por ciento de una Semilla almacenada dentro de ellos. También, podar el césped para tu iglesia es una Semilla. Cuidar los niños de una madre o un padre soltero que está batallando mucho es una Semilla. Tú eres una colección viviente de Semillas, un museo de poderosos,

pequeños y apasionados comienzos de oro. Tú tienes que reconocer las Semillas que Dios almacenó ya dentro de ti. Tu Semilla es cualquier don, habilidad o talento que Dios ha provisto para que tú lo siembres en la vida de otros alrededor tuyo. No lo escondas. Usa tu Semilla. Celebra la existencia de Semillas en tu vida…mismas que están esculpiendo el camino hacia tu futuro. Hasta José reconoció su habilidad para interpretar sueños. Él quería ayudar a los demás. Cuando el faraón estaba en problemas, José tenía una Semilla para sembrar en su vida. “La dádiva del hombre le ensancha el camino y le lleva delante de los grandes”, (Proverbios 18:16). Una de las historias más grandiosas en los escritos de la antigüedad está en 1 Reyes 17. Elías estaba siendo alimentado por los cuervos en el arroyo de Querit. Cuando el arroyo se secó y los cuervos dejaron de venir, Dios le dio una nueva instrucción para que fuera a Sarepta, un poblado pequeño cerca de Sidón. Ahí una viuda recibiría la instrucción de proveer alimento para Elías. Cuando él llegó con la viuda, la escena era desoladora y trágica. Estaba recogiendo leña. Su único hijo estaba recostado, consumiéndose sobre su lecho de muerte, en una pequeña casita. Sin embargo, el hombre de Dios le habló osadamente para que ella sembrara una Semilla y le diera algo de su comida. Sus provisiones se habían agotado. Ella no tenía fe para sobrevivir. Ella no tenía fe para recibir una provisión. Ella está viendo el último alimento en la Tierra para ella y para su hijo. Ahora imagina las instrucciones del hombre de Dios: “Toma una de esas tortas cocidas (de aquí en adelante le llamaremos panqué) y dámelo a mí”. Ella pudo fácilmente haber dicho: “Cada uno de ustedes los predicadores ha tratado de obtener mi panqué. Yo tengo diez cartas ésta semana, de predicadores de la televisión queriendo que comparta con ellos mi panqué”. Pero Elías empezó a darle instrucciones de las Escrituras. Sus instrucciones eran Semillas. Él estaba sembrándolas a favor de la viuda. “¿Podrías ir a conseguir un poco de agua para mí? Mientras tú vas por eso, ¿podrías traerme un bocado de pan?”. “Yo no puedo hacer eso. No tengo suficiente para todos, sólo lo suficiente para mi hijo y para mí”. Elías le explicó pacientemente: “Yo entiendo eso. Tú eres sabia en el cuidado de tu hijo. Yo quiero que tú lo procures. Pero primero tráeme un

poco a mí como hombre de Dios. Siémbralo como un inicio, una Semilla”. Entonces, de pronto le da una razón milagrosa para sembrar. No, él no sacó su boletín para mostrarle la fotografía de un cuervo que no regresó nunca para alimentarlo. Él no hizo referencia al arroyo seco. Él nunca le dijo que su ministerio estaba acabado y que él se moriría si ella no le preparaba un alimento. Más bien le mostró la imagen de un futuro. Algo que ella no había notado. Él le reveló que algo que ella ya poseía era la llave de oro para posicionarla en su futuro. Él le dio la imagen de la provisión potencial, de la Cosecha. (Ver 1 Reyes 17:14). Tú necesitas a alguien que te ayude a sembrar la Semilla que posees ya. Tú necesitas a alguien que te muestre una fotografía de tu futuro. Desarrolla el agradecimiento para el hombre de Dios que te ayuda a descubrir tu Semilla, y te provee una fotografía de la Cosecha que puedes esperar. Elías lo hizo. El convirtió a una mujer pobre en una mujer milagro. De la pobreza a la abundancia. De la hambruna a la provisión. Ya ves, la mayoría de las personas ni siquiera se han dado cuenta de algo que ya tienen que puede crear su futuro. Tu Tiempo es una Semilla. Producirá lo que el dinero no puede. Un amigo mío estaba con el corazón quebrantado. Su hijo adolescente había recibido un auto, boletos para viajar por el mundo y aun así seguía odiando a su padre. “Cambia la Semilla si no quieres recibir la Cosecha que está produciendo”, le dije. “Detén el flujo de dinero. Proporciónale dos horas al día durante 14 días, tiempo en el que evitarás todo juicio. Dale lo que no puede encontrar en ningún otro lugar y él regresará a ti”. Crea un clima de no crítica. Permítele hablar, discutir cualquier cosa contigo por dos horas durante el día. Documenta lo que suceda”. Dos semanas después se hicieron los mejores amigos, yendo a pescar en la mañana. La crisis se había terminado. Él encontró una Semilla que produciría el resultado deseado. El tiempo es algo precioso. Doquier lo siembres, algo increíble crecerá. Piensa en ese enorme espacio llamado eternidad. Dios tomó de esta un pedazo, lo puso en la Tierra y lo llamó Tiempo. Imagina a Dios diciendo: “Aquí está el Tiempo. Tú lo puedes intercambiar por cualquier cosa que

quieras sobre la tierra”. En cierta forma, Él no te dio amigos—Él te dio Tiempo. Tú sembraste Tiempo y creaste amistades sólidas. Dios nunca te ha “puesto en la mano” ningún dinero. Él te dio Tiempo. Tú acudiste a alguien con dinero y cambiaste tu Tiempo por dinero. Tu jefe tiene dinero, y tú tienes Tiempo en forma de trabajo para negociarlo con él. El Tiempo es la divisa en la Tierra. Israel tiene el shekel. Japón el yen. Inglaterra tiene la libra esterlina. México tiene el peso mexicano. Guatemala el quetzal. Estados Unidos tiene el dólar estadounidense. La Unión Europea el euro. Tu divisa en la Tierra es el Tiempo. Dios te dio el Tiempo para que lo intercambies por cualquier cosa que sea importante para ti. Yo jamás he visto a una persona pobre que tenga conciencia de la importancia del Tiempo. Como ves, tu Tiempo es un don precioso de parte de Dios. Tu Tiempo es una Semilla que puede producir lo que el dinero no puede comprar. Imagina este escenario conmigo por un momento. Te encuentras en la oficina de tu jefe en el preciso momento en el que se recarga hacia atrás en su silla y comenta suspirando: “Cuánto se me antoja un buen vaso de jugo de zanahoria”. Deja que te muestre unas cuantas respuestas de lo que ocurre usualmente: 1. Un empleado que gana $5.00 por hora: “¡A mí también me gustaría tomarme un jugo de zanahoria!”. 2. Un empleado que gana $6.00 por hora: “¡Tú quieres un jugo de zanahoria! ¡A mí me gusta la coca cola!”. 3. Un empleado que gana $7.00 por hora: “Si tuviera zanahorias, te prepararía uno”. 4. Un empleado que gana $8.00 por hora: “¿Le gustaría que fuera a comprarle un jugo o que se lo haga?”. 5. Un empleado que puede eventualmente decidir su propio salario: “En un momento regreso, señor, en 20 minutos”. Él regresa con un vaso de jugo de zanahoria, solicitando información: “¿Le gustaría tomar su jugo cada mañana a una hora determinada? Esto es posible, señor”. Eso es siembra de Semilla. Cada vez que tu jefe esté disgustado, tú tienes una oportunidad de probar

tu singularidad e importancia. Cada vez que tú lo ves infeliz, es una puerta para la promoción. Busca, busca, busca y busca, una y otra vez, oportunidades de plantar una Semilla. Éstas están a tu alrededor todo el día. Cientos de ellas. Cada Semilla es una Puerta de Oro de tu presente hacia tu futuro. Si tú no reconoces una Semilla, ¿cómo podrías reconocer entre la Cosecha y la Semilla? Si un granjero no ha visto nunca cómo es un grano de elote, ¿crees acaso que él podría reconocer un maizal al lado del camino? Claro que no. Tú no puedes empezar a reconocer la Cosecha hasta que no reconozcas la Semilla —algo precioso dentro de ti que Dios te ha dado, te permite saber, hacer o poseer para sembrar. Tú eres una Bodega Caminante de Semillas. Invierte Tiempo en el Lugar Secreto, tu lugar personal de oración. Pídele al Espíritu Santo que te muestre qué es aquello que Él te ha dado: sobrenaturalmente y naturalmente, para plantarlo en la vida de otros. Tu futuro empieza en tus propias manos. Tú puedes ver algo que nadie más puede ver. Tú sabes algo que otros no saben. Tú ves problemas que otros no ven. Resolver problemas para ellos es la Semilla que trae cualquier clase de Cosecha que desees. Millones de personas no tienen la más mínima idea de lo que una Semilla es en realidad. Así, ellos no recibirán nunca la Cosecha de esa Semilla porque se quedó sin ser plantada y sin sembrarse. Descubre las Semillas que ya has recibido de parte de Dios y tu futuro puede ser como tú lo desees.

Muchas Personas No Reconocen Una Cosecha Cuando Finalmente Llega Las Cosechas Acontecen A Diario En Tu Vida. ¿Qué es una Cosecha? Una Cosecha es cualquier cosa buena que Dios envía a tu vida. Es cualquier persona que te bendice, que te anima, te corrige, te fortalece y te ayuda a mejorar. Es cualquier idea plantada en ti por tu Creador que tiene el potencial de ayudar a otros. Es cualquier oportunidad de aumentar tus finanzas, de maximizar tu estándar de excelencia o desatar un don o habilidad dentro de ti. Es cualquier oportunidad que tienes para resolver un problema. Casi nadie reconoce una Cosecha cuando ocurre. Mi madre era una cosecha para mí. No puedo creer que pudiera criar a 7 hijos y seguir conservando su gozo. Ella insistió en que se realizaran dos altares familiares al día. Cada mañana y cada noche. Ella nos forzaba a memorizar un versículo cada día de nuestra vida. Ella insistía en que yo asistiera a campamentos y me sentara a escuchar La Palabra de Dios diariamente. Ella se rehusaba a permitirme asistir a eventos “pecaminosos”. Ella era siempre quien continuamente hablaba a mis oídos diciendo: “Hijo: recuerda siempre que a quien mucho se le ha dado mucho le será requerido”. Ella era quien escuchaba cuando las batallas estaban en plena furia. Ella era quien me decía cuando estaba equivocado. Ella era la Cosecha más grande y maravillosa en mi vida. ¿Lo reconocía como muchacho adolescente? En lo absoluto. Yo odiaba lavar los platos. Yo pensaba que las madres tenían hijos para tener “criados gratis” que les hicieran todo el trabajo de la casa. ¡En verdad creía eso! (¡Si tú escucharas a los jóvenes adolescentes alrededor del comedor en la cocina después de una comida, raramente los verías reconocer a sus padres como una Cosecha de

parte de Dios!) Mi padre es una poderosa Cosecha de Oro en mi vida. Él ha orado entre seis y diez horas de cada día desde que tengo memoria. Tiene 96 años de edad actualmente y sigue lleno de pasión por Dios. Está obsesionado con las Escrituras. Jamás lo he oído decir una mentira, maldecir o decir una frase que no pueda ponerse en la primera plana de un periódico donde sea. Él camina con Dios. Mi recuerdo más grande y el más común es el verlo de rodillas, con sus manos levantadas y orando en su idioma celestial. Él disciplinaba con firmeza. Sus castigos perduran en mi memoria de una forma inolvidable. Sin embargo, jamás lo oí levantar su voz una sola vez en toda mi vida. Jamás gritó. Mamá jamás nos gritó a ninguno de nosotros tampoco. Todavía sigo diciendo “Sí señor” y “No señor”. ¿Lo ves? Él es una Cosecha de Dios porque me advirtió, me disciplinó y me guardó en la presencia de Dios. Tus Cosechas Llegan A Ti A Cada Rato. Es responsabilidad tuya el reconocerlas. Yo he dado conferencias varias veces en una de las principales empresas transportistas de EE. UU. Cada Navidad ha sido mi privilegio hablar allí. En mi última visita a Ohio, se me acercó un camionero y me dijo: “Mike, tú nos hablaste acerca de plantar una Semilla de $58 dólares la última vez que viniste aquí. Pero no sucedió nada. No funcionó para mí”. “¿No recibiste ninguna Cosecha en lo absoluto?”, pregunté. “No. Nada”. Él continuó hablando brevemente mientras mi mente corría buscando una respuesta apropiada. Verás, yo pienso que un hombre que puede mirar a Dios en la cara y decirle que nunca ha recibido nada de su mano, tiene un problema serio. (La Sabiduría no siempre te hará valiente, pero estoy seguro que la ignorancia siempre te hace audaz). Hablamos por un rato. En pocos minutos él declaró: “¿Sabes? Algo raro me pasó algunas semanas atrás. Yo estaba manejando aquí por esta carretera y mi semirremolque se descontroló. Prácticamente me salí de la carretera. Me pude haber matado. Por suerte, salí sin un rasguño. Es raro, ¿verdad?”. Este era el mismo hombre que cinco minutos antes me había dicho: “No funcionó para mí. Jamás he recibido una Cosecha de mi Semilla”. Te lo digo otra vez: Casi nadie reconoce una Cosecha cuando ésta llega. Él pudo haber quedado paralizado desde el cuello hacia abajo. Se pudo

haber cortado una pierna. Pudo haber muerto, dejando a su familia sin un proveedor. Su seguridad fue una Cosecha Milagrosa, pero él nunca la reconoció. Cada noche se te permite el privilegio de regresar a tu casa, mirar la hermosa luna y decir: “Gracias por otra hermosa Cosecha el día de hoy Padre”. Verás, Él mantuvo a Sus ángeles alrededor de ti todo el día. No te despertaste en un hospital con tubos insertados en tu cuerpo. Señor: esa es una Cosecha. Hay miles que no lograron regresar a casa hoy, pero tú sí. Cuando despiertas en la mañana respirando, sano y con vida, mira por tu ventana. Si puedes ver un sol que se levanta en la mañana, hermoso y resplandeciente, has recibido otra Cosecha. Miles jamás han visto un amanecer en toda su vida. Cuando te sientes esta noche a cenar, mira cuidadosamente los platos llenos de comida. Puedes comer hasta que estés lleno y más que satisfecho. Esa es una Cosecha. Puedo llevarte a lugares del mundo, tales como Calcuta, India, donde los niños mueren cada noche porque no pudieron encontrar suficientes migajas en la basura para sobrevivir otro día. Cuando ingieres tu alimento y lo digieres, has recibido otra Cosecha. Hay miles en los hospitales en este mismo momento que no pueden alimentarse a sí mismos. Cuando manejaste en el tráfico esta mañana, camino a un día entero de trabajo, recibiste otra Cosech a. Hay millones que darían lo que fuese hoy día, por saber la razón por la que se despertaron. Pero están desempleados. Están buscando un lugar donde poder sobresalir. Acabas de recibir otra Cosecha. ¿Puedes oír la música increíble que viene a través del viento, o de tu estéreo? Miles no pueden oír un solo sonido. Pero tú has recibido otra Cosecha. Al colocar tu cabeza sobre tu almohada esta noche, mira el techo unos momentos. Puede llover sin que esto te implique ninguna molestia. Quizá los vientos soplen fuerte, pero tú no lo sentirás. Tal vez relampaguee, pero tú estarás seguro. Tienes un refugio sobre tu cabeza. Estás cómodo. Dios te acaba de dar otra Cosecha. Cuando tu niño viene corriendo a ti diciendo: “Papi, Papi”, tú extiendes

tus brazos y le das la bienvenida a tu hijo, mientras que miles de padres han perdido a sus hijos. Enfermedades, accidentes, y situaciones irreversibles han creado un gran vacío dentro de ellos. Sus casas están en silencio, gritando con la soledad. Muchas madres darían cualquier cosa en el mundo con tal de oír a sus hijos llorar en medio de la noche. El padre cambiaría cada centavo de sus ahorros con tal de ver a su pequeño niño correr en el patio, sólo una vez más. Sin embargo, tus niños están a tu alrededor. Tú acabas de recibir otra Cosecha del Padre quien te ama. Mientras despertaba esta mañana, columpié mis piernas a un costado de mi cama. Me senté allí, luego me fui hacia el baño, donde pulsé “play” en mi reproductora de audio. Comencé a escuchar la profunda y resonante voz que hablaba las Escrituras. Mi corazón comenzó a palpitar. Algo dentro de mí empieza a sentir la energía del Dios sobrenatural a quien sirvo. Como ves, acabo de recibir otra Cosecha. He encontrado el increíble aceite sanador: La Palabra de Dios sana las heridas de mi vida. Sin embargo, millones de personas no son salvas, continúan sin ningún cambio y sin ser enseñadas. Yo he aprendido. He descubierto. Tengo a Jesús. Él ha cambiado mi vida. He recibido otra Cosecha. Mientras te sientas en tu hermoso auto hoy, con aire acondicionado y seguridad, repasa en tu mente los miles de refugiados que están arrastrándose a través del desierto esta noche buscando una tienda, donde puedan llevar a su familia y beber un vaso de agua. Una rebanada de pan es festejada por ellos. Ellos han perdido sus hogares debido a la guerra y conflictos en su país. Tú probablemente lo verás en las noticias cada noche de tu vida. Sin embargo, manejarás hacia un restaurante en algunas horas, comprarás una hamburguesa y te quejarás porque algún ingrediente no fue colocado en el sándwich. Quizá sean los pepinillos, o te dieron mostaza en lugar de mayonesa. Tú encontrarás algo por lo cual quejarte. Oh, mi amigo, la ingratitud fue el primer pecado, y Dios no lo ha olvidado. Tu vida ha sido un desfile de Cosechas. Como ves, debes aprender a reconocer tu Cosecha. Tu Cosecha es cualquier persona o cualquier cosa que pueda bendecirte o beneficiarte. Quizá sea alguien que pueda contribuir con algo que tú necesites— información, favor, finanzas, una idea explosiva o ánimo cuando más lo necesitas. Una cosecha es cuando alguien te recomienda a otra persona. Esto

crea un fluir de favor y aceptación hacia tu vida. El acceso a alguien que cree en ti es una Cosecha. Tu Cosecha ya existe. ¡Está caminando a tu alrededor! Así como tus ojos debieron estar abiertos para reconocer a Jesús, tus ojos también deben estar abiertos para reconocer tus Cosechas cuando lleguen. El mundo entero se perdió la Cosecha en Jesús. “En el mundo estaba, y el mundo por Él fue hecho; pero el mundo no Le conoció. “A lo Suyo vino, y los Suyos no Le recibieron”, (Juan 1:10-11). ¡Qué trágico! Los líderes espirituales, tal como los Fariseos, ¡fallaron en reconocerle! Los políticos de Su día fallaron al no verlo como su Cosecha. Por eso es que estoy perplejo, desconcertado y airado por el vicioso, malévolo e inexplicable ataque contra el mensaje de sembrar Semillas de fe para obtener una Cosecha. Recientemente lloré delante de un gran grupo de ministros y clamé: “¿Puede alguien explicarme por qué es tan doloroso para ustedes el Momento de la Ofrenda? Por favor, díganme: ¿Cómo es que pueden pasar dos horas un viernes por la noche patrocinando un juego de básquetbol para los jóvenes, pero piensan que quince minutos para hablar de La Semilla y La Cosecha es demasiado tiempo? ¡Por favor explíquenme esto! Que alguien me diga. ¿Por qué es permisible sentarse 90 minutos en un restaurante de 24 horas a comer panqueques después del servicio en la iglesia, pero en cambio un mensaje de 90 minutos sobre la prosperidad de la mano del Multiplicador y Proveedor nos agravia, agita y enfurece? Por favor explíquenmelo. ¡Díganme por qué una ofrenda los desconecta!”. “Que alguien me diga por favor por qué está bien que Jesús muriera como perro en el Calvario; espinas de ocho pulgadas incrustadas en Su frente; una lanza en Su costado, y clavos en Sus manos; 400 soldados escupiendo Su cuerpo; 39 azotes que desgarraron Su espalda; Su barba fue arrancada de Su rostro. Y aún hablar acerca de traer diez centavos de cada dólar a la Casa de Dios enfurece a aquellos que claman estar enamorados de Él. ¿Puede alguien explicarme esto?”. ¿Qué tienes que Dios no te haya dado? Él es quien sigue soplando aliento dentro de ti. Tú no podrías respirar otro minuto si Dios no soplara aliento dentro de ti. Tú no podrías caminar otro paso si Dios no estuviera ahí. No podrías vivir otro día si Su Presencia fuera retirada de ti.

Todo lo que posees vino de Él. Todo lo que poseerás en tu futuro debe venir de Él. Miré a cientos de pastores en Washington, D.C. y exclamé: “Por favor, explíquenme: ¿Por qué están ustedes tan avergonzados de celebrar el sembrar una Semilla en la obra de Jesucristo? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué es tan humillante para ustedes? ¿Por qué son tan valientes y audaces, suficientemente imprudentes para pedir a Dios una corriente continua de milagros para todos en su iglesia, y aún no tienen suficiente coraje para mirar a su pueblo en la cara e instruirles a traer la ofrenda al frente y colocarla abierta y gozosamente en Su mano? ¿Por qué? ¿Es una recompensa para un boxeador recibir 14 millones de dólares por 90 segundos de boxeo? Otro atleta recibe 40 millones de dólares por rebotar con una pelota de baloncesto. Sin embargo, ¿por qué traer 10 centavos a Dios es tanta carga para nosotros?”. ¿Por qué es tan doloroso para nosotros pedir a alguien que siembre una Semilla de $20 para exaltar el nombre de Jesús, el nombre más grandioso sobre la Tierra, que salva a hombres del infierno y los conduce al Cielo? ¡Oh, escúchenme! ¡Oigan mi corazón hoy! Cuando tu pastor recibe una ofrenda, él ha abierto la puerta para que tú cambies las temporadas de tu vida. Puedes gemir al respecto. Puedes quejarte por ello. Puedes burlarte y ridiculizarlo. Quizá hasta digas cosas estúpidas, tales como: “Estoy tan feliz porque mi pastor nunca habla de dinero”. Francamente, yo nunca iría a una iglesia que no hablara de dinero con frecuencia. Verás– yo pienso acerca de las provisiones cada día de mi vida. Lo último que necesito, ¡es alguien que ignore las más grandes necesidades de mi vida! Algunos miembros del consejo hablaron recientemente conmigo acerca del salario de su pastor. Estaban preocupados. Sentían que su ingreso pudiera ser un poco más alto de lo necesario. Les pregunté: “¿Están sus familias preparadas para el Cielo si fallecieran?”. “¿La enseñanza de quién los ha sostenido y guardado cerca de Dios?”. Al hablarles, sus ojos se agrandaron. Entendieron. Estaban considerando disminuir su salario, aunque su pastor fuera la Cobertura de Oración sobre sus vidas, que echaba fuera las tinieblas del error, rompiendo las cerraduras de sus prisiones mentales y trayéndoles a la presencia de Dios, cuya paz y gozo eran multiplicados en sus vidas. Su pastor los había cambiado para

siempre. Pero, ellos no lo reconocían como su Cosecha. Es probable que tu cosecha milagrosa haya pasado de largo frente a ti cada día. Estás fallando al no verla. Fallando al no apropiártela. Fallando al no agradecerla. Debes detenerte el tiempo suficiente entre lo que estás haciendo para que veas lo que está sucediendo a tu alrededor. Estás moviéndote hacia algo maravilloso. Algo maravilloso se está moviendo hacia ti. ¿Puedes desacelerar lo suficiente para poder discernirlo? Nadie más puede hacerlo por ti. Nadie. Nadie más debe hacerlo por ti. Tú eres responsable por tu vida, por tu Semilla y por tus Cosechas. “Oh, desearía poder intentarlo una vez más”, exclamó una mujer. “Cometí un grave error con mi esposo. Fue mi culpa. Él era el hombre más grandioso que jamás conocí, pero me concentré en sus fallas y en las cosas que no me gustaban de él. Yo quiero regresar a casa, pero no puedo”. Era demasiado tarde. Su Cosecha se le había ido por entre los dedos. Se había terminado. Oigo a menudo lo siguiente: “Dr. Mike, yo doy y doy y doy, pero Dios nunca me devuelve nada. Yo nunca recibo la Cosecha. ¿Qué debo hacer?”. Esa pregunta me enoja. ¿Cómo puede cualquier persona que tenga algo de discernimiento de todas las bendiciones de Dios, pararse valientemente y decir sin vergüenza: “¡Dios nunca me bendice!” Es inexplicable. Ese individuo no tiene siquiera idea de cómo es una Cosecha. ¿La tienes tú? Oh, amigo reconoce cualquier ingratitud de tu parte y arrepiéntete inmediatamente.

Oremos Juntos… “Padre, perdónanos por nuestra ingratitud, por nuestra falta de agradecimiento y por cualquier ceguera hacia Las Cosechas que Tú has provisto. Es verdad que nuestro espíritu de queja nos ha robado milagros y ha

abortado muchos más que Tú tenías programados para nosotros. En el nombre de Jesús, yo me entrego a Ti. Me doy todo a Ti, sabiendo que Tú me revelarás cosas gloriosas y maravillosas. Gracias por mi salud, mi vista y mi habilidad de caminar hoy. Gracias por la mente que Tú me has dado y por las puertas de favor que has abierto para mi vida. Tú eres un Dios maravilloso, poderoso y dador. Estoy agradecido. Te lo agradezco. No olvidaré Tu bendición en mi vida. Muéstrame qué hacer. Te obedeceré. Escucharé Tu voz y seré pronto en darte a Ti la gloria y la alabanza por cada cosa buena que haces por mí. Tú recibirás el diez por ciento de todo con lo que Tú me bendigas, y aún más cuando me proveas. Te doy gracias por cada bendición. En el Nombre de Jesús. Amen”.

Algunas Personas Sólo Dan Cuando Se Sienten Movidos A Dar En Vez de Dar Cuando Un Hombre de Dios Los Inspira Los Momentos de Fe Son Momentos de Milagros. Observa a Elías. Él vio el rostro angustiado de la viuda atormentada de Sarepta. ¿Te es posible imaginar la profundidad del dolor en el que su alma estaba inmersa? Ella había visto cómo se demacraba su hijo. Ella había emprendido una larga y lenta marcha a la tragedia. Su problema no era el que su auto se le hubiera descompuesto. Su problema no era no haber podido pagar el abono de su casa a tiempo. Su sueño financiero no era el adquirir unas pocas “prendas de ropa nueva”. Ella estaba a un alimento de la muerte. ¿Es esta la clase de crisis que te inspira para dar? Difícilmente. Ese es el tipo de momento que inspira a acaparar. Estás enojado. Estás triste. Sientes dolor. No quieres escuchar a ningún predicador hablar de “sembrar una Semilla”. De hecho cualquier plática acerca de las ofrendas enfurecería y encolerizaría a una persona en este tipo de crisis. Sería normal que ella le dijera a Elías: “Si tuvieras el corazón de Dios, tú deberías estar dando a los pobres en vez de estar pidiéndome dinero. Si realmente conocieras a Dios, tú deberías estar trayéndome algún alimento, en vez de un sobre para la ofrenda”. Ella tenía toda la razón para cuestionar su calidad como hombre de Dios. ¿Dónde estaba su sensibilidad? ¿Dónde estaba su compasión como prueba de que le importaba? La prueba de que a él le importaba, fue el rehusarse a empantanarse y regodearse simpatizando con ella en autocompasión y lástima. Él alimentó su fe, no su auto-compasión. Ella tenía toda la razón para cuestionarlo, pero, no lo hizo. Ella tenía algo que pocos tienen—la capacidad de reconocer a un hombre de Dios cuando se le presentó. Ella tuvo la habilidad de escuchar un

reto en vez de criticarlo. Cuando Dios Te Ama Lo Suficiente Para Asignarte A Un Hombre de Dios Para Desatar Tu Fe, Tú Debes Reconocerlo Como El Momento Para Tu Milagro. Yo tuve una experiencia misteriosa y problemática hace algunos años. Ocurrió en una de mis Conferencias Mundiales de Sabiduría. Jamás lo olvidaré mientras viva. Alguien me pasó una nota que decía: “Un ministro aquí se siente guiado para levantar una ofrenda para tu ministerio”. “No, yo recién había recibido una. Este no es el momento”, repliqué. Una de mis amigas más cercanas, Nancy Harmon, vino y se paró a mi lado y susurró: “Mike, este hombre realmente quiere levantar una ofrenda. Él siente que Dios le ha hablado a él específicamente en este preciso momento para levantar una ofrenda”. “No, Nancy. Yo soy aquí el anfitrión, y yo en realidad no siento a Dios en esto en lo absoluto”. En cuestión de minutos, nuestro amigo evangelista se acercó a mí. Había lágrimas en sus ojos y en su rostro. Él está agitando su cabeza. “Hermano, yo debo levantar una ofrenda para tu ministerio”. Eso me molestó. Casi me alteró y me encolerizó. Nadie quiere ser guiado por el Espíritu Santo más que Mike Murdock. Yo soy más sensible de lo que nadie pudiera imaginar. (¡Cualquiera que ha escrito 5,000 canciones es sensible!) Yo sencillamente jamás sentí el “viento de Dios” soplando en ese servicio para las fianzas. Yo tenía un plan diferente para recibir una ofrenda después por la noche. Yo acababa de recibir una ofrenda momentos antes. Pero, yo no podía dudar que él era un hombre de Dios. Su vida era la prueba de ello. Hombres probados por Dios, lo respaldaban como un evangelista con credibilidad. Miles de personas habían recibido a Jesucristo por medio de él. Él era dinámico. Buen orador. Era verdaderamente obvio que él llevaba sobre su vida el Manto de bendición financiera. Entonces, le di el micrófono. Sentí tanto frío como en Alaska, pero estuve discretamente cerca. Él lloró. Todo mundo lloró. La ofrenda se recibió. Mucha gente se apresuró hacia el frente. Ellos llevaban cheques por $1,000.00 dólares y muchos otros venían con promesas de fe. Yo jamás sentí

a Dios en esto. Aún hasta ahora, cuando recuerdo esos momentos, yo jamás “sentí” a Dios en ningún momento durante la ofrenda. Sin embargo, todo mundo recibió bendiciones increíbles y felicidad. Llegaron testimonios con relación a ese servicio. Se recibieron más de $100,000.00 dólares en ofrendas y promesas para nuestro ministerio para comprar tiempo aire en televisión. Sin embargo, estuve en la presencia del hombre de Dios y no sentí absolutamente nada. Pero, Dios me requirió que confiara en Su hombre, independientemente de que lo sintiera o no. Si yo me hubiera rehusado a confiar en el reto de un hombre de Dios, mis socios hubieran perdido sus Cosechas. Mi ministerio hubiera perdido $100,000.00 dólares para comprar tiempo aire en televisión. Las facturas se hubieran quedado sin pagar. Oh, a veces me pregunto ¿cuánto se habrá perdido a través de nuestra falta de disposición para aceptar al hombre que Dios nos manda? Si tú pudieras ver cuánta bendición financiera ha sido perdida a causa de los momentos que decidiste dejar ir por tus sentimientos, se enfermaría tu corazón. Si Dios te repasara la voz de cada hombre de Dios que Él te ha enviado, y te mostrara tu respuesta, no podrías dormir esta noche. Tu corazón estaría roto. Yo estaba en Tulsa en el mes de junio de 1994. Después de una junta de consejo, fui al servicio general. Un maravilloso ministro amigo mío, tomó el micrófono y procedió a recibir la ofrenda. Yo había dado anteriormente a este ministerio varios miles de dólares. Así que me senté tranquilamente mientras los demás preparaban sus ofrendas. Mi chequera estaba en casa (no me gusta dar efectivo). De cualquier forma yo no tenía intención de ofrendar nada. Repentinamente, él dijo: “Yo quiero que todo ministro aquí presente, siembre una semilla de $200.00 dólares”. Si bien recuerdo, él nos dijo que lo enfocáramos en nuestra Semilla para recibir una doble porción de la presencia de Dios, y una visitación real del Espíritu Santo en nuestras vidas. Desde luego, nada sugería de ninguna manera el que tú pudieras comprar un milagro de Dios. Ciertamente tú no puedes comprar al Espíritu Santo. De pronto, mi amigo ministro anunció: “Mientras el Espíritu Santo está sobre este lugar, mientras la tierra está húmeda, planta tu Semilla. Hazlo ahora”. Yo no tenía intención en sembrar otra Semilla. Ninguna. Yo había dado y dado y dado. En ocasiones, simplemente estoy cansado de dar.

Especialmente a un ministro que ya ha recibido tanto de mí. Ahora, tengo un sano temor de Dios en mi vida. Está operando fuertemente. El pensamiento de “perder la voluntad de Dios” me está aterrando. Algo tocó mi espíritu. Yo sabía que era importante para mí el plantar esa Semilla de $200 dólares. Resistiéndome, pero en obediencia, metí la mano a mi cartera y jalé dos billetes de $100 dólares. Sembré la Semilla. Entonces, salí de la conferencia y no volví a pensar de nuevo acerca de mi Semilla. Pero, El Espíritu Santo sí se acordó. ¡Oh, estoy tan agradecido por el precioso Espíritu Santo en mi vida! ¡Él me ha rescatado de tantas crisis! ¡Él ha abierto muchas Puertas de Oro de Oportunidad! ¡Él ha creado la Conexión de Oro con muchos de mis preciosos amigos! ¡Él es tu Fuente preciosa de Bendición también! Mi Cosecha vino en menos de 30 días. Me fui a dormir a las 5:00 a.m. un miércoles por la mañana del 13 de Julio de 1994. Dos horas más tarde, fui despertado por el Espíritu Santo. Ese fue el día más grandioso que recuerdo de toda mi vida. Yo tuve un encuentro indescriptible e inolvidable con el Espíritu Santo ese 13 de Julio. Yo cambiaría cualquier otro descubrimiento de mi vida entera por lo que descubrí ese día acerca del Espíritu Santo. Menos de 30 días después de haber sembrado mi Semilla de $200 dólares…en obediencia a un hombre de Dios. Desde entonces, he escrito cientos de canciones al Espíritu Santo, he tenido innumerables Escuelas del Espíritu Santo y he visto a miles de personas entrar a la mejor época de su vida espiritual. La respuesta fue simple. Yo obedecí una instrucción de un hombre de Dios. En un punto determinado de tu vida, Dios pondrá a Su siervo enfrente de ti. Su siervo, te verá a los ojos y te desafiará a sembrar una Semilla de obediencia. Será una Semilla ilógica. Será una Semilla de desafío. Esta requerirá cada gramo de tu fe. Si eliges rechazar este reto, abortarás la Temporada de Cosecha más gloriosa que hayas probado alguna vez. Si eliges obedecer al hombre de Dios, la Puerta de Oro de la Bendición se abrirá de par en par para que salgas de la hambruna y entres a una

Temporada de Prosperidad que has deseado toda tu vida.

Oremos Juntos… “Oh, Padre, perdónanos por estar en el ámbito de la justicia propia, de la lógica y de la capacidad humana. Cuando Tú traigas a Tu siervo a nuestra vida es para bendecirnos y para darnos poder. Tú eres un Dios bueno, un Dios maravilloso. Un Dios dador. Una de las cosas más grandiosas que haces es inspirarnos a soltar algo de nuestra mano para que Tú sueltes lo que está en Tu mano para nosotros. En el nombre de Jesús. Amén”.

Muchas Personas No Están Trabajando En El Lugar de Su Asignación Tú Asignación Es Siempre A Un Lugar. Los primeros discípulos sabían esto muy bien. “Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado”, (Hechos 13:2). El Espíritu Santo es el único que conoce donde florecerán tus dones. “Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre”, (Hechos 13:4). Felipe también conocía la importancia de obedecer la voz del Espíritu Santo para ir a un determinado lugar. “Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes…volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías. Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro”, (Hechos 8:26-29). Jesús entendió la importancia de estar en el lugar correcto en el tiempo correcto. “Salió de Judea, y se fue otra vez a Galilea. Y le era necesario pasar por Samaria”, (Juan 4:3-4). Fue aquí donde Jesús cambio la vida de una mujer de Samaria para siempre. La gente correcta está esperándote en el lugar correcto de tu Asignación. (Ver Rut 1-4). Los Milagros correctos siempre ocurren cuando estás en el lugar correcto. (Ver Juan 6:19-21). La prosperidad y la provisión están siempre disponibles cuando estás en el lugar correcto. (Ver Juan 6:12-13). El favor fluye siempre hacia ti cuando estás trabajando en el

lugar correcto. (Ver Rut 2:3-18). Le sucedió a Rut cuando Booz, el próspero terrateniente la observó trabajando en sus campos. Aquellos a quienes más amas podrían no discernir a donde perteneces realmente. Rut experimentó esto cuando su amargada suegra le insistió en que se regresara a Moab con su cuñada en vez de seguirla. “Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella”, (Rut 1:15). Trabajar y decir NO en el lugar correcto de tu Asignación podría requerir una tenacidad y persistencia fuera de lo común. Noemí vio esto en el corazón de Rut cuando trató de desanimarla para que no la acompañara a Belén. “Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más”, (Rut 1:18). Podrías Tener Que Salir de Un Lugar de Comodidad Para Entrar A Un Lugar de Promoción. “Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos”, (Rut 1:16-17). El lugar que a menudo parece ser el lugar equivocado podría ser el lugar correcto. Este podría ser el lugar donde hagas la Conexión de Oro de tu vida. “Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel. Pero Jehová estaba con José y le extendió Su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel”, (Génesis 39:20-21). Fue en esta misma prisión donde la acusación falsa lo puso para que José conociera al copero quien lo contactaría con el faraón. Ahí, él se convirtió en el primer ministro de todo Egipto. No te desanimes hoy porque pareciera que tus sueños y metas nunca se realizarán. Las amistades más grandes nacen a menudo en lugares sumamente terribles y en circunstancias difíciles. Los Lugares Difíciles Frecuentemente Llegan A Ser Grandes Lugares. “No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba”, (Génesis 39:23).

La geografía importa en gran manera para tu éxito. Es muy importante ser guiado por El Espíritu Santo. “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios”, (Romanos 8:14). Dios promete que tú oirás una voz a tus espaldas diciendo: “Este es el camino, andad por él”, (Isaías 30:21). El lugar correcto a menudo parece ser el lugar equivocado a primera instancia. José descubrió esto. La prisión no podía parecer atractiva. Él no exclamó: “¡Sí, exactamente como lo vi en mi sueño!”. Difícilmente. Pero ese era el lugar a donde Dios estaba dirigiendo sus pasos. Esto es confianza. Esto revela la confianza en el Dios de su vida. “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas”, (Proverbios 3:5-6). Cuando estás en donde realmente perteneces, te descubrirás a ti mismo emocionado con tu trabajo. Incluso llegando temprano y trabajando tiempo extra. ¿Por qué? Porque estás en el centro de tu Asignación— el lugar donde eres celebrado en vez de dónde eres tolerado. Buscarás cambios que puedan mejorar el ambiente, soluciones que resuelvan problemas y continuamente encontrarás algo para mejorar. Cuando estás trabajando en el lugar equivocado, puedes empezar a llegar habitualmente tarde. Inconscientemente, estás temiendo llegar ahí. Esperas 15 minutos antes de la hora de salida junto al reloj checador ansioso de llegar a casa. Tu trabajo es más lento que el de nadie más. Tus errores se incrementan debido a tu incapacidad de poder enfocarte. Estar atento se convierte en una tarea imposible. Simplemente estás en el lugar equivocado o tienes la actitud equivocada hacia este. Es fácil entender por qué mucha gente nunca recibe promociones, o bonos de compensación o un aumento. Ellos no están donde deberían estar. La falta de deseo por la excelencia es la evidencia. ¿Qué debes hacer cuando te das cuenta que estás fuera de lugar? ¿En el trabajo equivocado? ¿O que no te estás desempeñando en el centro de tu Asignación? Primero, reconoce que El Espíritu Santo te podría tener ahí por razones que no entiendes. Las cosas podrán ser difíciles pero podrías ser el catalizador para el cambio. Tito recibió esta palabra especialmente única del apóstol Pablo. Pablo reconoció que: “Los cretenses, siempre mentirosos,

malas bestias, glotones ociosos”, (Tito 1:12). El reconoció que el testimonio era cierto. Pero le explicó lo siguiente a Tito: “Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé…por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe, no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad”, (Tito 1:5, 13-14). Tu Asignación no será nunca hacia alguien que sea perfecto o no tendrías lugar a dónde ir. Tu Asignación no siempre será en un ambiente perfecto; podrías ser la persona asignada para llevarlos a un nuevo nivel de excelencia. Doquier estés asignado hoy, determínate a sobresalir. Al hacerlo recibirás la atención especial de Dios. “Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios”, (Efesios 6:5-6). Tu objetivo debería ser el nivel de excelencia más alto porque lo estás haciendo para Dios y no simplemente para tu jefe. “Sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres”, (Efesios 6:7). Todo lo que hagas para dar lo mejor de ti (aun en tu posición actual) será honrado, premiado y completamente recompensado por Dios quien te observa continuamente. “Sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre”, (Efesios 6:8). Esa es una poderosa Llave de Oro que he usado incontables cientos de veces en mi vida: Lo Que Haces Que Suceda Para Otros Dios Hará Que Suceda Para Ti. Haz tu trabajo con tal grado de excelencia que tu estándar sobresalga y sobrepase a la de tus compañeros de trabajo. Sobrepasa las expectativas de tu supervisor para que seas elegido para reemplazarlo. “Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía”, (Génesis 39:22). Explora continuamente las oportunidades para resolver problemas fuera de lo común. José lo hizo. “Vino a ellos José por la mañana, y los miró, y he aquí que estaban tristes”, (Génesis 40:6). Fue esta aguda observación y el estar atento a los problemas de otros lo que llevó a José a la Puerta de Oro del palacio. Cuando interpretó de forma tan precisa los sueños del copero y

del panadero, él creó un corredor hacia el corazón del faraón. Interpretar los sueños no estaba incluido en su currículum vítae. Nadie más había discernido ese don en él. Sólo él conocía su don y su llamado. Él buscaba continuamente una oportunidad para ser usado por Dios. En 24 meses él fue el primer ministro de la nación más poderosa sobre la tierra: Egipto. La diligencia fuera de lo común siempre atrae la atención. Haz tu trabajo con tal diligencia que te conviertas en el tema de conversación de los demás. Esto sucedió con Rut. Booz le preguntó a sus sirvientes: “¿De quién es esta joven?”. Ella era tan diligente que hablaban de su increíble horario de trabajo. “Entró, pues, y está desde por la mañana hasta ahora, sin descansar ni aun por un momento”, (Rut 2:7). Las crisis financieras te pueden hacer vulnerable. Tal vez aceptaste la oportunidad de trabajo más conveniente o accesible que estaba disponible. Pero en lo profundo de tu corazón ha venido frustración y descontento. Tus dones más grandes siguen dormidos. Sin ser descubiertos. Sin ser discernidos. Sin ser recompensados. ¡Oh, yo quiero animarte hoy! Los tiempos cambiarán. No estarás donde te encuentras por mucho tiempo. Al usar la Llave de Oro de la Diligencia (atención expedita a una tarea asignada) y de la Integridad (haciendo exactamente lo que le prometiste a tu jefe que harías en el tiempo programado), te levantarás por encima de todo. Hace muchos años, leí que siete de cada diez empleados en los Estados Unidos estaban trabajando en los empleos equivocados, desempeñando labores que les intimidaban y por las que nunca serían promovidos. Esa es una de las principales causas por la que quizá no estés recibiendo la Cosecha financiera que Dios quiere que disfrutes. Nunca olvidaré la conversación. Después de haber dado una conferencia una tarde, un hombre mayor se me acercó y se quejó: “Dr. Mike este asunto de la prosperidad nunca ha funcionado para mí”. “Bien, hábleme al respecto”, repliqué. “He trabajado en mi empleo durante 27 años”. “Usted debe amar su trabajo”, exclamé. “Odio mi trabajo”, fue la sorpresiva respuesta. “Bueno, ¿entonces por qué está trabajando ahí?”, pregunté.

Su respuesta debió ser grabada en concreto. Nunca la olvidaré mientras viva. “Está a sólo diez minutos de mi casa”. Lo miré con incredulidad. La comodidad ha hecho esclavo a un campeón con un potencial increíble. Entonces, agregó otra tremenda declaración que explicaba la razón por la que estuvo en el mismo empleo 27 lúgubres años. “Dentro de tres años recibiré un reloj de oro”. Imagínate el cambiar la mitad de tu vida laboral por un diminuto reloj de oro. ¡Qué tragedia! ¿Estás trabajando en tu empleo porque está cerca de tu casa? ¿Estás trabajando en tu empleo porque los requerimientos son mínimos? ¿Has pasado tiempo de verdad en El Lugar Secreto, inquiriendo del Espíritu Santo por ese lugar donde deberías verter tu vida? ¿Estás trabajando en un empleo porque parece que ganas más dinero que en donde realmente perteneces? ¿Acaso esto indica que puedes ser “comprado” si te llegan al precio? “Bueno, usted sabe, un hombre tiene que comer, Dr. Mike”. ¿Es esa tu meta más grande en la vida, el tener dinero suficiente para sobrevivir? La Provisión Sólo Está Garantizada En El Lugar de La Obediencia. Rut tuvo que estar en el lugar donde Booz pudiera verla. José tenía que ser visto por el faraón antes de ser promovido. Si nunca quieres ir temprano a trabajar, yo comenzaría por cuestionarte si realmente estás en el lugar correcto. Si nunca tienes una pasión por quedarte un poco más tarde a terminar un proyecto, te pediría que te preguntaras si estás seguro de estar en el lugar de tu Asignación. Si estás actualmente en el lugar donde Dios te asignó, da lo mejor de ti. Deja de estar volteando al otro lado de la cerca mirando el “césped más verde”. Haz de tus responsabilidades presentes tu enfoque total. Obsesiónate en conseguir el nivel más alto de excelencia que nadie haya alcanzado nunca en tu posición. Si no estás donde Dios te ha asignado, comienza a moverte. Habla con tu mentor, con tu jefe y con tu familia. Busca el lugar donde puedas sobresalir y haz tu mejor esfuerzo. Cuando estás en el lugar correcto la gente correcta se acerca hacia ti. Un Día de Favor Vale Toda Una Vida de Labor. No puedes trabajar lo

suficientemente duro para conseguir lo que mereces o deseas. No puedes trabajar los suficientes empleos para generar todo lo que quieres. Debes navegar en las corrientes de favor fuera de lo común. El favor fuera de lo común ocurre solamente cuando estás en donde Dios te ha asignado. Cuando estás en donde perteneces amarás lo que haces. No requerirás del aliento y la motivación constante de otros. Una historia intrigante ocurre en 1 Reyes 17. El profeta Elías recibe el mandato de ir al arroyo de Querit. Allí, él encuentra su provisión milagrosa durante la hambruna. Un cuervo lo alimenta diariamente y el arroyo le provee de agua. Él estaba en donde pertenecía. De pronto, surge una crisis. El arroyo se seca. Los cuervos no regresan con alimento. ¿Por qué? Porque su lugar de Asignación había cambiado. La Carencia Puede Ser Una Pista de Que Es Tiempo de Hacer Un Cambio Geográfico En Tu Asignación. Jesús instruyó a Pedro que fuera a pescar. Cuando capturó al pez, había una moneda para los impuestos en la boca de este. ¿Por qué? Él estaba en donde había sido asignado. Cuando estás en el lugar de tu Asignación, verás cosas que los demás pasan por alto. Un sastre se da cuenta de un botón faltante. El estilista del cabello ve las raíces crecidas que necesitan ser teñidas de nuevo. El mecánico escucha un sonido en el motor de tu automóvil que nadie más puede oír. Tu Asignación determina los problemas que capturan tu atención. Esto ocurrió en la vida de José. Él observó el rostro triste de dos prisioneros: el copero y el panadero. José respondió y ese fue el eslabón vital para su promoción. Cuando estás en el lugar equivocado, podrías frecuentemente pasar por alto los problemas que deberías resolver. Cuando estás en el lugar correcto puedes tener un mayor discernimiento e intuición que nadie más a tu alrededor. ¿Por qué? Estás en el lugar de tu Asignación. Nadie ve lo que tú ves, nadie sabe lo que tú sabes, ni le importa tanto como a ti te importa. Alguien me preguntó en una ocasión: “¿Cuáles son las diferencias principales que observa entre los ricos y los pobres?”. Respondí: “Cuando hablo con los pobres, ellos siempre están haciendo

algo que odian. Pero cuando hablo con los adinerados, ellos siempre están haciendo los proyectos y las cosas que verdaderamente aman. Cuando hablo con los pobres, están ansiosos por llegar a casa de trabajar. Cuando hablo con los adinerados, su pasión es como un imán que los mantiene en su negocio”. Alguien lo dijo bien: “Si tú amas tu trabajo, nunca trabajarás realmente un solo día de tu vida”. ¡Oh, cuán cierto! Detente y evalúa tu vida hoy. No sigas apresurándote hacia un futuro que no has vislumbrado. No deambules y te sorprendas sin propósito por la vida. La vida es demasiado preciosa para desperdiciarla. ¿Sobre qué tema prefieres hablar más que sobre ningún otro tema sobre la tierra? ¿Qué libros te gusta leer? Si pudieras escribir un libro sobre cualquier tema, ¿de qué trataría? Estas son pistas para la Asignación de tu vida. Muchos nunca sabrán adónde pertenecen y en consecuencia nunca recibirán las Cosechas financieras que su Padre celestial está deseando darles.

2 Samuel 24:25 “Y edificó allí David un altar a Jehová, y sacrificó holocaustos y ofrendas de paz; y Jehová oyó las súplicas de la tierra, y cesó la plaga en Israel”.

La Mayoría de Las Personas No Han Aprendido Jamás El Secreto de Darle Una Asignación Específica A Sus Semillas Toda Semilla Contiene Una Instrucción Invisible. Permíteme explicar. Tú no lo puedes ver. Es demasiado pequeño e invisible para el ojo natural. Pero obviamente está ahí. Si pudieras ver profundamente en el interior de la Semilla de sandía, verías una instrucción invisible que contiene: “produce sandía”. Las Semillas de Tomate contienen la instrucción invisible: “produce tomates”. No hay incertidumbre ni variación. La Semilla contiene una Asignación increíble. Es precisa, exacta y específica. El Creador había decidido la Cosecha cuando Él creo la Semilla. Cuando Dios quiso una familia, Él sembró a Su Hijo. Él dio a Su Hijo una Asignación para “buscar y salvar a los que estaban perdidos”. Jesús fue la mejor Semilla que Dios jamás haya plantado en la Tierra. Pero, Él contenía una Asignación, una instrucción, un propósito. Todo lo que Él hizo estuvo conectado a esa Asignación. David debe haber aprendido este increíble secreto de darle una Asignación específica a su Semilla. Cuando miles yacían muertos por toda la ciudad, él clamaba a Dios y le traía una ofrenda específica por un propósito específico. “Y edificó allí David un altar a Jehová, y sacrificó holocaustos y ofrendas de paz; y Jehová oyó las súplicas de la tierra, y cesó la plaga en Israel”, (2 Samuel 24:25). Elías enseñó este increíble Principio de la Asignación a la viuda de Sarepta. Cuando ella iba a traer agua, él le dio una instrucción específica… “Tráeme, te ruego, un bocado de pan en tu mano”. Entonces, Elías hizo algo que pocos ministros rara vez hacen. Él le dio una fotografía de lo que su Semilla debía producir. “Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija

disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra”, (1 Reyes 17:14). Cuando Tú le das Una Asignación a tu Semilla, energía y fe son derramadas en ti. Tú puedes ver más allá del sacrificio del momento. La viuda lo hizo. “Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días”, (1 Reyes 17.15). ¿Realmente funciona? Si tú siembras por una razón específica, hacia una Cosecha, ¿funciona? Funciona si estás en obediencia total a las instrucciones de Dios. “Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías”, (1 Reyes 17:16). Esas instrucciones pueden ser a través de un siervo de Dios, de La Palabra de Dios o a través de la voz interna del Espíritu Santo. Tus Oraciones también son Semillas. Job sembró una oración de liberación por sus tres amigos. ¿Qué pasó? Dios liberó a Job de su cautividad. Así como David había detenido una tragedia al traer una ofrenda especial al Señor. Hace muchos años, yo experimenté un ataque personal. Fue emocionalmente devastador para mí. Mi mente estaba fragmentada. Dentro de mí, mi corazón estaba quebrantado y yo quería morir. Fue una situación que se pudo haber complicado por cualquier represalia o al intentar explicarla. Yo volé a Los Ángeles para otra campaña el mismo día. La mañana siguiente, un Domingo, el Espíritu Santo me dio una instrucción extraña. “Planta una Semilla de batalla”. Yo nunca había escuchado tal cosa. Entonces, yo recordé cuando David había apuntado su Semilla como una flecha. Él le dio una Asignación. Él la enfocó por un resultado deseado. Y la plaga cesó. (Ve 2 Samuel 24:25). Yo planté todo lo que tenía aquel día—$3,000 dólares. Sobrenaturalmente el ataque terminó tan de repente como había empezado. ¿No es maravilloso? Tú siempre tienes una Semilla que se convierte en una salida de tus circunstancias presentes. Tu Semilla es siempre la puerta de salida del problema. Es cualquier cosa que hagas para ayudar a la otra persona. Tu Semilla es cualquier cosa que mejora la vida de alguien que está cerca de ti. Quizá sea la Semilla de información, Semilla de ánimo o inclusive la Semilla de finanzas. Cualquier cosa que plantes, debes acordarte de darle una Asignación específica a tu

Semilla para que tu fe no fluctúe. “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”, (Santiago 1:6-8). Tu fe debe tener una instrucción específica. No dos. No tres. Una. “Esto hago”, fueron las palabras del gran hombre de Dios. David clamó, “Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto; Cantaré, y trovaré salmos”, (Salmos 57:7). No dudes. Apunta tu Semilla. “Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas”, (Josué 1:7). El dar a tu Semilla una Asignación específica impacta fuertemente tu enfoque. Y el enfoque importa. El secreto del éxito es concentración. La Única Razón Por La Que Un Hombre Fracasa Es Por Un Enfoque Roto. Es una trágica situación la que he observado muchos domingos por la mañana en las iglesias. Se recibe la ofrenda. El pastor explica el uso que se le dará a la ofrenda: “Realmente necesitamos un techo. El techo que tenemos necesita reparación. ¿Nos vas a ayudar hoy?”. La gente responde. Pero su Semilla realmente no ha recibido una instrucción. Desde luego, paga las facturas. Pero no se multiplica de regreso a sus vidas. ¿Por qué? No se le ha apuntado a crear una Cosecha específica. Si el único deseo involucrado es pagarle al señor que reparó el techo, eso se logra fácilmente…pero los sembradores de Semilla nunca reciben su Cosecha personal de retorno. Siembra tu Semilla constantemente. Generosamente. Y siempre en obediencia a la voz de Dios. Entonces, envuelve tu fe alrededor de tu Semilla y apúntala como una flecha. Entra en un pacto por un resultado específico y deseado en tu vida. Miles fallan en hacer esto y nunca reciben la Cosecha financiera que Dios prometió. “no tenéis lo que deseáis, porque no pedís”, (Santiago 4:2).

Oremos Juntos…

“Padre, Tú diste a Jesús –Tu mejor Semilla– una Asignación. Tú querías una Familia. Ahora, millones son nacidos de nuevo—cambiados por siempre. Tú estás produciendo la Cosecha deseada. Enséñanos el Principio de la Asignación—darle a toda Semilla que sembremos una Asignación específica. Recuérdanos de regar y nutrir esta Semilla con expectación y no dudando. En el nombre de Jesús. Amén”.

Eclesiastés 5:4-5 “Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque Él no se complace en los insensatos. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas. Cumple lo que prometes”.

Muchas Personas Olvidan O Se Rehúsan Pagar Sus Votos Ofrecidos A Dios Los Votos No Son Cosas Frívolas Para Dios. Dios no toma las cosas a juego, frívola o trivial-mente. Dios toma tus promesas hacia Él muy en serio. “Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque Él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas”, (Eclesiastés 5:4-5). Dios llama necios a quienes rompen sus promesas. Esa es la razón por lo que es tan importante no posicionarte a ti mismo como un necio. Los tontos son finalmente destruidos. Dios humilla a los necios. Dios se aleja de los necios. Dios usa a los necios como ilustraciones para destrucción. Guarda siempre tus promesas. A tu familia. A tu esposa o esposo. Al Señor que te prometió lo mejor de Sí. Es muy importante que desarrolles una integridad impecable e inquebrantable cuando des tu palabra en una transacción de negocios o a tus hijos. Dios es un Dios de pactos. Él ve los votos que has hecho ante Él y ante los hombres. Oh, detente y reexamina tu vida en este preciso momento. ¿Has hecho votos financieros a tu iglesia o a un hombre de Dios en tu vida? Págalos. Cueste lo que cueste, paga tus votos. Pagar tus votos puede romper “la maldición”. Cuando cumplas tu voto, lo mejor de Dios está en camino. Lee Deuteronomio 28 y Levítico 26 para ver las bendiciones increíbles que vienen a ti si “cumples fielmente todos estos mandamientos”, (Deuteronomio 28:1). Una noche, al final de un ungido banquete, se aproximó a mí una dama

bien vestida y elocuente al hablar. “Sé que Dios me habló esta noche para que sembrara una Semilla de $1,000 dólares en su ministerio. Lo recibirá en unos días”, dijo ella con lágrimas de gozo que brotaban de sus ojos. Pocos días después, llegó su carta. Era una disculpa. “Después de hablar con mi marido sentí que debería romper mi promesa con usted. No creo que podamos hacer frente a esa Semilla especial en este momento”, escribió ella. Trágico. Como ves, mientras ella se encontraba en la presencia de Dios y la unción del Espíritu Santo estaba moviéndose sobre la congregación, las Semillas de su fe explotaron dentro de su corazón. Dios habló. Ella oyó. Ella se movió velozmente para declarar su pacto con Dios. Cuando se alejó de Su presencia y comentó este paso gigante de fe con un incrédulo esposo, ella se retractó del pacto que ella había hecho con Dios. ¡Sólo el tiempo podrá revelar la maldición que tal actitud de frivolidad y ligereza de corazón producirá en nuestras vidas! Dios me trajo convicción de un pacto olvidado. Yo estaba sentado en mi cama viendo un programa religioso de televisión. De pronto, un evangelista famoso miró a la cámara y dijo categóricamente: “Si tú has hecho un voto a Dios en algún momento y no lo has pagado, has lanzado un desfile de tragedias. Por favor siéntate hoy y paga tus votos”. La convicción estremeció mi corazón. Dos años atrás, le prometí a un misionero en África que le ayudaría a patrocinar algunos de sus estudiantes mediante becas en su Instituto Bíblico. Yo le pedí que me enviara información sobre esto. Como no recibí la información, ya no hice nada. No lo llamé ni busqué una razón. Simplemente lo usé como excusa para “escapar al voto”, que le había hecho. Sentí cómo empezó a latir mi corazón, y le pedí a Dios: “Por favor perdóname. Dame otra oportunidad. No retengas Tu Cosecha de mí”. Era ya media noche, pero de cualquier manera le llamé a mi secretaria. “Antes de hacer otra cosa, cuando llegues a la oficina mañana por la mañana, toma por favor la chequera y elabora un cheque a favor de este Instituto Bíblico, al este de África. Envíalo por correo aéreo. No puedo vivir otro día sin la bendición de Dios fluyendo sobre mi vida. No puedo permitir una maldición sobre mi vida y ministerio”, le expliqué a ella. Miles y miles de personas, levantan sus manos y hacen promesas de fe: “Sí, yo sembraré una Semilla especial para ayudar a esparcir la Sabiduría de

Dios”. Sin embargo, más del 50 por ciento nunca se sentará a sembrar esa Semilla que prometieron públicamente. “¡Tal vez no tienen dinero para hacerlo!”, es una explicación común. He visto a mucha gente hacer esta afirmación, sin embargo siguen obteniendo aumento a sus salarios, comprando nuevos televisores, ropa nueva y enviando a sus hijos a la universidad. A pesar de todos estos gastos ellos siguen afirmando: “No me es posible realmente cumplir mi promesa de fe”. “¿Te gustaría que Le pidiera a Dios que te haga tan pobre como dices a todo mundo que eres?”, preguntó el ministro a un feligrés disgustado un domingo en la mañana. Cuando hagas promesas de fe, es un pacto entre tú y Dios. No lo trates a la ligera. Haz el esfuerzo necesario para pagarlo. Si no tienes el suficiente dinero para pagar tu voto en alguna ocasión, siembra Semillas pequeñas tan seguido como te sea posible y aumentará tu Cosecha. Así, te será posible completar tu promesa de fe y voto, conforme Él te bendiga. Si realmente sientes que has tomado una decisión precipitada, pídele entonces al Señor que te dé un milagro extra para que puedas completar tu voto de fe hacia Él de una manera sobrenatural. El hombre de Dios no está realmente autorizado a “condonarte el pago”. Esta promesa de fe es entre tú y Dios, y debe ser establecida por ambos. Los votos no pagados son una poderosa razón por la que miles de personas no han probado jamás la recompensa de su paso de fe. Paga tus votos y el favor fluirá. Este Es Uno de Los Secretos Del Éxito Profesional.

Oremos Juntos… “Padre, perdóname por cualquier voto hecho no pagado. Tú serás lo primero de hoy en adelante. Yo guardaré mi pacto contigo porque necesito la Cosecha más de lo que necesito la Semilla. Provéeme y haz que sea posible para mí el tener las finanzas necesarias para guardar mi palabra. Tú conoces mi corazón de fe y no me defraudarás. Creo en Tu Palabra hoy. En el nombre de Jesús.

Amén”.

Proverbios 11:14 “Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad”.

Muchas Personas No Tienen La Voluntad de Sentarse Pacientemente A Los Pies de Un Mentor Financiero Lo Que Escuchas Continuamente Terminarás Creyéndolo. Debes atesorar cada momento en el que tienes acceso a un Mentor calificado. Lo que no respetas se apartará de ti. Podría ser un milagro, un perro o dinero. Pero hay corrientes en la vida así como las corrientes del aire y del agua. Estas corrientes te mueven hacia tus sueños o te alejan de ellos; te mueven hacia el éxito o el fracaso, hacia la prosperidad o hacia la pobreza. Lo que respetas se moverá hacia ti. Podría ser gente o dinero. Cuando Dios quiere bendecirte, Él pone a una persona en tu vida. Moisés fue asignado para ser el Libertador que guió a los israelitas fuera de su cautividad en Egipto. Aquellos que respetaron su liderazgo encontraron rotas sus cadenas y se dirigieron hacia Canaán, la tierra de la promesa. Elías fue un Libertador. Dios se lo llevó de la privacidad del arroyo de Querit y lo llevó a la casa de una viuda a punto de morir de hambre. El pueblo era Sarepta. Su hijo estaba a un alimento de la muerte. Pero Dios le envió a un hombre que no estaba intimidado por su pobreza. Este profeta llevaba un manto para desatar su fe para una Cosecha financiera. Si tú estuvieras perdido espiritualmente, empezarías a buscar a hombres de Dios que han enfocado su vida para llevar el mensaje de salvación a quien no cree en Dios. Si estás enfermo, debes buscar y respetar al hombre de Dios que lleva el manto de unción para salud y sanidad divina.

Si estás enfrentando problemas financieros y la bancarrota, empieza a buscar al hombre o a la mujer de Dios que lleve el manto de unción para Libertad Financiera. Como ves, lo que respetas se moverá hacia ti. Cuando respetas y celebras el manto financiero de quienes Dios envía a tu vida, la prosperidad estallará como Cataratas del Niágara en tu vida. Nadie fracasa solo. Si tú fracasas o experimentas una desviación financiera, podría ser tal vez porque elegiste ignorar a un hombre de Dios asignado para ayudarte a abrir los tesoros y desatar tu fe para las finanzas. Tus Mentores deben ser reconocidos y perseguidos. Jesús trató de ayudar y fue ignorado. Tú casi puedes sentir las lágrimas rodando sobre Sus mejillas mientras lloraba: “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! He aquí vuestra casa os es dejada desierta”, (Mateo 26:37-38). Tus Mentores pueden mejorar tus decisiones financieras. Si tomas las decisiones que crean tu pobreza, también puedes tomar las decisiones que pueden crear tu prosperidad. Si puedes hacer algo que traiga pérdida, también puedes aprender a hacer las cosas que generan ganancia. Debes aprender a discernir a los Mentores Financieros más cercanos a ti. Debes aprender a celebrar a los Libertadores Financieros que Dios ha puesto cerca de ti. Buscar es un requisito. Buscar Sabiduría Financiera y ayuda, no es un signo de debilidad. Sólo un tonto ignora un chaleco salvavidas cuando se está ahogando. Quienes derrotan a la devastación financiera nunca lo hacen solos. Ellos conquistan su orgullo. Rechazan la trampa del aislamiento. Ellos conocen la recompensa inevitable que hay en buscar. Ellos persiguen. Ellos piden.

Tú debes voltear hacia Dios en primer lugar. Sé agradecido por lo que Él te ha dado ya en tu vida. Primero, agradece la provisión anterior y por suplirte sobrenaturalmente. Expresa gratitud por aquellos que te han ayudado para alcanzar tu sueño, que te han dado oportunidades de trabajo y que te han animado. Tu Padre celestial se interesa en tus dificultades financieras ahora. Realmente le importas. Jesús lo dijo claramente: “Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas”, (Mateo 6:32). Él está esperando que lo busques. En el Lugar Secreto de oración. En los servicios de la iglesia a la que asistes. En tu investigación diligente de las Escrituras. “Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres Su voz; porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres”, (Deuteronomio 4:30-31). Nadie más puede hacerlo por ti. Nadie más siente tu dolor. Nadie más está viendo la pila de facturas a las que enfrentas cada noche. Busca el consejo valioso y probado. Alguien sabe algo que necesitas saber. Alguien sabe algo que te puede ayudar a sobrevivir y aun triunfar en medio del capítulo más doloroso de tu vida. La ignorancia es demasiado costosa. Es mortal. Sólo los tontos se arriesgan a padecer las consecuencias de la ignorancia. Tu pastor o tu jefe o alguien a quien amas podrían recomendarte un asesor financiero certificado o a otros en tu área. Cualquier cosa que hagas hoy, toma el tiempo para escuchar el sabio consejo. Los verdaderos campeones lo hacen. Como lo enseñan los escritos antiguos: “Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; mas en la multitud de consejeros hay seguridad”, (Proverbios 11:14). Dios espera que clames a Él por ayuda en tiempos difíciles. “Este pobre clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias”, (Salmos 34:6). Tu humildad y desesperación atraerá a Dios. Especialmente tu fe. Tú debes confiar en Dios para detener el ataque financiero en tu contra. Tú sirves a un Dios sumamente capaz y cuidadoso. Él puede inclinar los corazones de

reyes a favor tuyo. Tú estás en Su mente en este momento. Tus lágrimas, tu dolor, y tus temores le afectan e influyen en Sus respuestas para ti. Él se está alistando para moverse a tu favor. Confía en Él. Independientemente de las tormentas a tu alrededor, recuerda la gran promesa: “Que hace cesar las guerras”, (Salmos 46:9). Reconoce a los mensajeros que llevan el mensaje de soluciones financieras. Estas podrían estar envueltas como Juan el Bautista en pieles de pelo de camello o en las túnicas de seda del rey Salomón. No permitas que la envoltura te distraiga del mensaje. Ellos podrían parecer arrogantes, engreídos y autosuficientes. O quizá podrían parecer humildes, tímidos e incluso renuentes a compartir su conocimiento sobre las finanzas. Es tu responsabilidad discernir a los mensajeros que Dios envía a tu vida. Echa el balde en su pozo. Tu respuesta a un hombre de Dios es cuidadosamente documentada por Dios. Cuando Dios te habla, es con frecuencia a través de los líderes espirituales en tu vida. No los ignores. Recuerda: “El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá”, (Mateo 10.41). Reconoce a Mentores de Fe extraordinarios y fuera de lo común. Como ves, tu fe determina el fluir de los milagros hacia ti. “Sin fe es imposible agradar a Dios”, (Hebreos 11:6 RVC). “Porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe, y que sabe recompensar a quienes Lo buscan”, (Hebreos 11:6 RVC). Moisés dio mentoría a Josué. Pablo dio mentoría a Timoteo. Elías dio mentoría a Eliseo. Noemí dio mentoría a Rut. Mardoqueo dio mentoría a Ester. Los campeones fuera de lo común tienen Mentores fuera de lo común. Observa minuciosamente la vida de quienes han triunfado a tu alrededor. Sus secretos comenzarán a aflorar. La razón de su éxito inusual se verá muy claramente. Estudia las biografías de los campeones financieros. Gente extraordinaria ha hecho conexión con la fuente de su fe. Conforme vayas

leyendo su jornada del pozo al palacio, serás animado y fortalecido. “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”, (Hebreos 12:1). Aliméntate constantemente con nutrimento de fe. Lo que lees afectará lo que crees. Lo que lees influye las conversaciones en las que participas. Cuando alimentas a tu hombre espiritual con la Palabra de Dios, tu fe (confianza en Dios) cobra vida y se convierte en una fuerza viva dentro de ti. Aparta un tiempo específico durante el día para leer tres capítulos en la Biblia. Nutre y alimenta las Semillas explosivas de fe dentro de ti. Las bellotas se convierten en robles. “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”, (Romanos 10:17). Elige un mentor probado. Aquellos a quienes admiras afectarán tu futuro eternamente. Elige mentores financieros que aumenten tu fe en la Fuente verdadera que es Dios. Aprende de sus cicatrices así como de sus sermones. “Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros”, (1 Tesalonicenses 5:12-13). Los Mentores Financieros son diferentes de los Libertadores Financieros. Los mentores imparten su experiencia. Los libertadores crean experiencias. Tú necesitas de ambos. Tu mentor te lleva en un viaje continuo del lugar donde estás al lugar donde puedes estar. Esto involucra una colección de instrucciones, una serie de crisis y una revisión constante de tu situación financiera. Un libertador financiero lleva un manto y una unción que rompe el espíritu de pobreza sobre tu vida y desata una fe para las finanzas como nunca antes la has experimentado. Alguien te dio las instrucciones para que crearas tus circunstancias presentes. Alguien tiene que darte distintas instrucciones para crear las circunstancias que deseas. “Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo”, (Proverbios 13:18).

Muchos se rebelan contra cualquier corrección o consejo que se les dé. Esta es la razón por lo que nunca prueban la increíble Cosecha que Dios quiere que ellos tengan. Hace muchos años, tenía un amigo cercano a quien amaba y admiraba mucho. Algo lo agitó y dejó de asistir a un estudio Bíblico especial que yo daba. Su casa estaba a minutos de la mía. Un día, me encontré con su esposa en la tienda. “Tienes que orar por mi esposo. Está casi en bancarrota”. Su rostro se veía perturbado y estresado. “Bien, debe estar en muy mal estado”. Le dije con un poco de humor pero realmente en serio. “Él se ha rehusado manejar diez minutos para sentarse bajo el manto financiero de un libertador financiero donde Dios está derramando bendiciones financieras. Él ha ignorado y menospreciado el acceso que ha tenido a esta unción”. En ocasiones aquello que se hace familiar se hace oculto para nosotros. Alguien a quien amo estaba muy preocupado por un familiar cercano. “A menos que ocurra un milagro, se van a ir a la quiebra”. “Tú sabes”, repliqué. “Cada jueves por la noche enseño lo que dice la Palabra de Dios sobre la Provisión Financiera. Ellos se pudieron haber sentado bajo este manto a minutos de distancia si hubieran estado dispuestos a manejar. Ellos se rehusaron a sentarse bajo esta unción”. Su crisis financiera no era un misterio para mí. Lo que decides ignorar se alejará de ti. Yo tengo familiares que difícilmente pueden ganar lo suficiente para vivir. Ellos constantemente piden dinero prestado de los familiares. Algunos los llamaban parásitos, porque no podían sostenerse a sí mismos. Sin embargo ellos se rehusaron a sentarse tres días en una conferencia que los pudiera conectar a la corriente de oro de la provisión y de un caminar fuera de lo común en la fe. No, para mí no es una conmoción ni una sorpresa el que mucha gente no experimente nunca una Cosecha. Algunos se sentarán una hora en un carro en la autopista con el tránsito congestionado todos los días de su vida, pero se enojan con su pastor si habla sobre la Cosecha financiera durante la ofrenda por más de 15 minutos. Piensa acerca de esto. Cada semana tiene 168 horas o 672

compartimientos de 15 minutos. Si solamente te sentaras a recibir enseñanza de fe en una cápsula de 15 minutos de esos 672 compartimientos… ¿es acaso de extrañarse que tu fe no esté avivada y vibrante? “Oirá el sabio, y aumentará el saber, y el entendido adquirirá consejo”, (Proverbios 1:5). Debes comenzar a moverte hacia personas extraordinarias. Hazte el hábito de perseguir la grandeza. Paga cualquier precio. Compra cualquier libro o serie de enseñanzas en audio que contenga el camino a la provisión fuera de lo común. Eliseo recibió una porción doble del poder de Dios porque estuvo dispuesto a pagar el precio para permanecer en la presencia de Elías, el gran profeta. Josué observó a Moisés. Rut buscó a Booz. Nunca poseerás lo que no estás dispuesto a perseguir. Tú realmente no tienes el derecho a nada que no hayas tratado de alcanzar. “El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado”, (Proverbios 13:20). Yo estaba en Carolina del Sur dando mi testimonio sobre la Semilla de $58 dólares, el Pacto de Bendición. Esto fue lo que compartí: Estaba en Washington D.C. sentado en la plataforma. El pastor estaba recibiendo el diezmo y las ofrendas de su gente. De pronto, el Espíritu Santo habló y me impresionó a plantar una Semilla de $58 dólares para representar cada una de las 58 diferentes bendiciones en la Biblia. Eso me pareció un poco loco, pero conocía la voz del Espíritu Santo. Entonces saqué mi chequera y elaboré un cheque por $58 dólares. Después, me sentí movido a sembrar otro igual por mi hijo de 12 años en ese tiempo. Mi divorcio había sido muy amargo. Era muy difícil obtener permiso para visitarlo y así por el estilo. En cuestión de semanas después de haber dado mi Semilla, ¡su madre decidió que él podría venir a pasar el resto de su vida conmigo! El fluir de los milagros comenzó. Después de que compartí esto en Carolina del Sur, fueron interesantes los caminos que tomaron dos personas en ese servicio. Un hombre llamó al pastor muy enojado. Él insistía que yo era un fraude, que trataba de estafar a la gente con $58 dólares. Ahí estaba un hombre que no pudo discernir la unción financiera… a un libertador financiero que Dios había enviado a su vida para desatar su fe. Quizá él había pasado por experiencias terribles o había escuchado fuertes críticas hacia los ministros en su juventud. También existía la posibilidad de que hubiera caído

y estuviera apartado de Dios, y que debido a su condición, oír hablar de dinero le causara enojo. Pese a todo, él reaccionó y se rehusó a participar en la siembra de la Semilla de $58 dólares. Del otro lado del edificio estaba una preciosa dama, una ministra del evangelio. Su corazón estaba conmovido. Ella discernió la atmósfera del Cielo en el servicio. Ella sacó su chequera y sembró una Semilla especial de $58 dólares. (En el lado izquierdo de su cheque, ella anotó: “Pacto de Bendición”). Pocos meses después, un anciano a quien ella había estado cuidando falleció. Pensando que él estaba en quiebra, ella le compró sus medicamentos. Ella pensó que había muerto en la pobreza. Sin embargo, después de su muerte le dejó: ¡Una iglesia pagada, dos casas y 11 hectáreas de terreno completamente pagado! En dos años, recibieron los resultados de un estudio geológico que decía ¡que habían encontrado oro en las 11 hectáreas de terreno! Mismo servicio. Dos personas. Uno se mofó y rehusó reconocer la unción de Dios. La segunda probó la provisión sobrenatural. Un hombre me dijo después de un servicio una noche: “Yo no entiendo realmente eso de la Semilla de $58 dólares”. “Es muy sencillo. La Semilla que sale de tu mano nunca sale realmente de tu vida—simplemente sale de tu mano y va hacia tu futuro donde se multiplica”. Los que dudan están forzados a vivir con las consecuencias de su incredulidad. Quienes creen pueden esperar enfrentar las recompensas de haber creído. La duda es un cáncer trágico y desafortunado en el cuerpo de Cristo. Oh precioso amigo, no le permitas que destruya tu vida. Algunos se sienten intimidados por la confianza en sí mismo que ve en el libertador financiero. Para ellos, la bendición financiera es una jornada difícil, dura y ardua en la prolongada montaña cuesta arriba de la vida. Pareciera imposible de alcanzar. Cuando ven que la audacia y la luz se aproximan, se desmoralizan. Algunos piensan sobre las limitaciones de su salario en vez de escuchar acerca del potencial de su fe. Otros simplemente sienten que el riesgo de una vida de fe es demasiado

grande. Ellos se agarran hasta al último centavo. Codician. Ellos se sienten personalmente responsables de cada dólar que llega a su vida y no son capaces de captar la grandeza de un Proveedor: Dios, quien se interesa profundamente en ellos. Miles se rehúsan a abrazar el reto de la fe propuesto por un libertador y mentor que Dios les envía. Ellos pasarán el resto de su vida juntando centavitos, deseando que su vida pudiera tener un cambio radical.

Lucas 6:38 “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”.

Muchas Personas Jamás Han Sido Enseñadas A Sembrar Con La Expectación de Recibir Algo de Regreso Tú Solamente Puedes Hacer Lo Que Sabes. A miles de personas se les ha enseñado que es erróneo esperar algo en retorno cuando le das algo a Dios. Ellos sienten que esto es prueba de codicia. “Cuando Le doy a Dios, yo no espero nada de regreso”. Es el clamor orgulloso de muchos que han sido atrapados por una enseñanza trágicamente errónea. ¿Esperas un salario de tu jefe al final de una semana de trabajo? Por supuesto que sí. ¿Esto es codicia? Difícilmente. ¿Esperaste el perdón cuando confesaste tus pecados a Cristo? Por supuesto que sí. ¿Esto es codicia? Difícilmente. Despojar de Expectación A Tu Semilla Es Robo Del Único Placer Que Dios Conoce. Recuerda, Su mayor placer es que se Le crea. Su mayor dolor es que se dude de Él. “Sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe, y que sabe recompensar…que sabe recompensar…a quienes Lo buscan”, (Hebreos 11:6 RVC). Motivo significa tu razón para hacer algo. Cuando alguien enfrenta un juicio, acusado de asesinato, la fiscalía trata de encontrar el motivo o la razón por lo que una persona haría algo tan horrible. Dios esperó que tú fueras motivado por la provisión, la promesa de la provisión. “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”, (Lucas 6:38). (Esto es mucho más que un principio de misericordia y perdón. Este es un Principio de Provisión).

Dios ofrece sobreabundancia como una razón para sembrar Semilla. Semillas de perdón o lo que sea que necesites. “Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto”, (Proverbios 3:9-10). Date cuenta que Él pinta la imagen de la provisión de graneros que sobreabundan, derramando abundancia para motivarnos (darnos una razón) para honrarlo a Él. Él prometió beneficios a aquellos que fueran temerosos sobre el diezmo. “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en Mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los Cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”, (Malaquías 3:10). Lee Deuteronomio 28:1-14. Aquí en la Escritura Dios crea una lista de las bendiciones específicas que ocurrirán si Lo obedeces. ¿Por qué nos da Él estos retratos de la prosperidad? Para inspirarte y darte una razón para que obedezcas. Pedro necesitaba esta clase de motivación así como tú y yo la necesitamos hoy. Él sintió tal vacío cuando le contó a Cristo que él y los otros “habían renunciado a todo por Él”. Jesús prometió cien tantos más de retorno. “Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y Te hemos seguido. Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de Mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna”, (Marcos 10:28-30). Mucha gente piensa que es malo Sembrar esperando una Cosecha. ¡Esa es la razón para Sembrar! El dar es la cura para la codicia, no el atesorar. Cuando siembras para conseguir una Cosecha, acabas de dominar la codicia. La codicia acapara. El hombre retiene. Satanás roba. La naturaleza propia de Dios es la naturaleza dadora. Cuando das,

justo has revelado la naturaleza de Dios dentro de ti. El único placer que Dios recibe es a través de hechos de fe. Su única necesidad es que se Le crea. Su mayor necesidad es que se Le crea. “Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que Se arrepienta”, (Números 23:19). Si un incrédulo corre hacia el pastor después de la iglesia y dice —“Quiero entregar mi corazón a Cristo, pastor”. El pastor ora. Supongamos que el incrédulo dice entonces—“¿Puede orar para que Dios me dé paz y perdón por mi confesión?”. Imagina a un pastor que respondiera con indignación—“¡Por supuesto que no! Eso es codicia. ¿Tú quieres algo de regreso por dar tu corazón a Cristo?”. Te impactaría si tu pastor te dijera esto. Tu Padre ofrece Provisión por Semilla; perdón por confesión; orden por caos. Cuando Jesús habló con la mujer del pozo en Samaria, Él le prometió agua para que nunca volviera a tener sed. ¿Estuvo mal que Él le haya ofrecido algo si ella lo seguía? Ese era el propósito del retrato del agua— para motivarla y darle una razón para obedecerlo. Un día, mi querido amigo Dwight Thompson, el poderoso evangelista, me dijo una historia sobre la papaya. Alguien contó 470 Semillas de papaya en una sola papaya. También se me ha dicho que una Semilla de papaya produciría una planta conteniendo diez papayas. Ahora, si cada una de las diez papayas contuviera 470 Semillas habría 4,700 Semillas de papaya en una planta. Solamente supongamos que tú vuelves a Plantar esas 4,700 Semillas para crear 4,700 plantas más. ¿Sabes cuántas Semillas más contendrían 5,000 plantas conteniendo 5,000 Semillas cada planta? Serían Veinticinco millones de Semillas…tan solo en la segunda Siembra. Y estamos teniendo problema realmente creyendo en los 100 tantos más de retorno. ¿Por qué? Millones deben desaprender la venenosa y traidora enseñanza que presenta como erróneo el esperar cualquier cosa en retorno.

6 Hechos Que Debes Saber Acerca de La Ley de La Expectación

1. Expectación Es La Poderosa Corriente Que Hace Que La Semilla Trabaje Para Ti. “Sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe, y que sabe recompensar a quienes Lo buscan”, (Hebreos 11:6 RVC). 2. Espera Protección Como Él Lo Prometió. “Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos”, (Malaquías 3:11). 3. Espera Favor de Un Booz Cercano A Ti. “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”, (Lucas 6:38). 4. Espera Ideas Financieras y Sabiduría de Dios Como Una Cosecha. “Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque Él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar Su pacto que juró a tus padres, como en este día”, (Deuteronomio 8:18). 5. Espera Que Tus Enemigos Se Fragmenten Y Se Confundan Y Huyan de Ti. “Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti”, (Deuteronomio 28:7). 6. Espera Que Dios Te Bendiga Por Todo Acto de Obediencia. “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos Sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios”, (Deuteronomio 28:1-2). Un hombre de negocios se acercó a mí. “Yo realmente no creo que Jesús haya dicho literalmente lo que dijo acerca de los cien tantos más. Nosotros hemos malentendido eso”. “Así que, ¿intentas enseñarle a Jesús como hablar cuando llegues al cielo?”. Me reí. Si Él lo hace por una papaya…Él lo hará por ti y por mí. Nosotros somos Sus hijos, ¡no meramente el fruto de un árbol! Yo creo que una de las razones más importantes por lo que la gente no experimenta una Cosecha abundante, sobrenatural en finanzas es porque ellos realmente no esperan que Jesús haga lo que Él dijo que haría.

Las bajas expectativas afectan a Dios. Cuando Siembras con expectación, tu “Semilla” estará delante de Dios como un testimonio de tu fe y confianza. Siembra esperando que Dios responda favorablemente a cada acto de confianza en Él. Siembra de cada salario que recibas. Siembra expectantemente, generosamente y fielmente. Cuando empiezas a buscar y esperar que Dios cumpla Su promesa, la Cosecha que has necesitado por tanto tiempo vendrá más rápida y abundantemente que lo que jamás has soñado.

Oremos Juntos… “Padre, enséñanos las maravillas de la Expectación. Muéstranos cómo Te complace que se Te crea. Apresura la Cosecha en la medida que dependamos de tu increíble integridad. En el nombre de Jesús. Amén”.

Muchas Personas No Buscan Una Cosecha Porque Aún No Han Probado El Dolor de La Pobreza La Pobreza Es Atormentadora. La pobreza es angustiadora, atormentadora, devastadora y parte el corazón. La pobreza es el clima donde las Semillas de suicidio crecen y florecen. Despoja al hombre de su confianza en sí mismo y de su sentido de valor. Empaña las visiones de sus sueños y metas. Rompe el enfoque. La pobreza es donde la hierba mala del enojo y del cinismo crece más rápido. No puedo pensar en nada bueno sobre la pobreza. Sin embargo, muchos no han aprendido a despreciar las cadenas de la bancarrota y la pobreza. La pobreza no es un amigo con quien negociar. La pobreza es un enemigo que debe ser destruido. La pobreza es cautividad. Es esclavitud. Tú debes reconocer que la cautividad financiera es antinatural. Debes desarrollar un odio que destroce las cadenas que han detenido la posibilidad de la abundancia financiera. Quizá nunca pruebes el éxito financiero que mereces hasta que veas la tragedia de la pérdida, la bancarrota y la pobreza. Yo he caminado las calles de Calcuta, en la India, y he mirado niños con sus dedos adentro de latas de comida tratando de encontrar la humedad de una sopa o el residuo de comida en una lata que les permita sobrevivir. He mirado carretones rodar en las calles de Calcuta recogiendo cuerpos de personas que murieron durante la noche a lo largo de las banquetas. Sí, los he visto quemar esos cuerpos y gente que llora y se lamenta…a causa de la pobreza. La pobreza nos impide construir mejores iglesias, ministerios de televisivos fuera de lo común, y evangelismo por radio. Impide que un

misionero tenga lo suficiente para empezar otras diez mil iglesias para Dios. La pobreza es un espíritu. Se dá dentro de ti antes de que suceda alrededor. El hombre se deteriora internamente antes de que su negocio se deteriore. Jesús sabía que existía un enemigo. “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”, (Juan 10:10). La pobreza produce temor. Temor al fracaso. Temor a que otros no nos respetarán ni nos tratarán apropiadamente. La pobreza produce inseguridad y suspicacia hacia casi toda la gente que te rodea. ¿Cómo sé que la pobreza es un “espíritu”? Porque humilla y destruye el espíritu del hombre que debería estar vivo, vibrante y victorioso. La pobreza te hace querer desistir en vez de triunfar. El espíritu de pobreza te hará crítico de aquellos que están tratando de liberarte de ella. Nunca olvidaré el servicio en Houston, Texas, mientras viva. Cuando terminé de enseñar, compartí por algunos momentos acerca de apuntar tu Semilla como si fuera una flecha. Una unción vino sobre mí de una manera poderosa e inusual. Le pedí a la gente que preparara una Semilla especial para sembrar en la obra de Dios. De repente, como un volcán, un hombre que estaba sentado en la segunda fila se levantó gritando. Él se apresuró al pasillo y corrió hacia atrás de la iglesia gritando. Tan pronto llegó a la puerta principal de la iglesia para salir, le hablé pidiéndole que se detuviera. Le pedí que expresara claramente qué le estaba molestando. Él estaba casi llorando con una mezcla de ira, vergüenza y duda. “¿Qué le dices a tu hija de 13 años cuando te pide un dólar y no tienes lo suficiente para darle?”, él gritó. “No he tenido trabajo en dos años. No tengo dinero. Cuando mi hija adolescente me pidió para dar una ofrenda hace unos momentos, ¡no tenía nada!”. “Ésa es la razón por la que te estoy enseñando estos principios, mi precioso hermano”. Le expliqué gentilmente. Mi corazón estaba con él. Oh, la pobreza es capataz cruel. La pobreza te hará dudar de todo lo bueno que hay en ti.

La pobreza te hará cuestionar la verdad acerca de Dios, tu verdadera Fuente y Proveedor. Hará que odies a cada ministro que enseña prosperidad. Esto pone en evidencia que la pobreza es un espíritu—y este reacciona más fuertemente a la persona que lo puede echar fuera. La pobreza no es meramente una circunstancia financiera en tu vida. La pobreza es una condición de tu corazón y alma. La pobreza destruye la normalidad. Sacas conclusiones ridículas e insensatas. Tomas decisiones erróneas. La pobreza generalmente multiplica a quienes viven en pobreza. Se requiere de un asombroso impacto y revelación para destruir el espíritu de pobreza en tu vida. Permíteme explicarme. Mi enseñanza sobre la provisión sobrenatural de Dios debió haber emocionado a este hermano. ¡Él debió haber saltado y brincado con gozo! Él debió haber gritado: “¡Sí! Yo desprecio la pobreza. Gracias por venir y liberarme”. Esto no sucedió. Él estaba enojado. Él estaba avergonzado. El mensaje fue intimidatorio para él. ¿Por qué? El espíritu de pobreza tenía sus garras tan profundamente clavadas en él, que necesitó una experiencia sobrenatural con un Libertador Divino, El Espíritu Santo. “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel”, (Isaías 61:1). Jesús es nuestro Libertador. “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”, (Juan 8:36). Miré con gran compasión a mi pobre hermano quebrantado. “Vuelve acá, mi hermano”. Él no quería realmente regresar a su asiento, pero la unción estaba tan fuerte sobre mí, que tuvo que obedecer. “Mi hermano, esta es la razón misma por la que estamos sembrando una Semilla hoy—para romper el espíritu de pobreza del cuerpo de Cristo y de la gente que ha estado quebrantada y herida”. Normalmente, yo habría llevado la ofrenda a nuestras oficinas en Dallas donde se depositaría en la cuenta del ministerio. Luego, compraríamos tiempo aire de radio y televisión, pagaríamos a nuestros empleados, y compraríamos libros y demás con esos recursos financieros. Pero, una unción sobrenatural me cubrió como un manto majestuoso. Yo anuncié ante toda la

iglesia una nueva instrucción. “Yo quiero Sembrar toda esta ofrenda en mi hermano y su familia que ha estado sin trabajo por dos años. Esta Semilla crecerá para cada persona que la siembre. Porque la Biblia dice: “A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar”, (Proverbios 19:17). La gente aplaudió con gozo. El hombre se avergonzó en un principio. Le aseguré que era bajo la guía del Espíritu Santo. Dios estaba usando esta ofrenda para recordarle de Su profundo amor y compromiso con él y su familia. Su pobreza había dado nacimiento al temor. El Temor Te Hace Acaparar. El Acaparar Imposibilita El Fluir Del Aumento. Consecuentemente, aquellos que son pobres generalmente entran en un ciclo de deudas que nunca se rompe. La pobreza trae temor. El temor les hace acaparar y detiene el fluir de recursos financieros. Acaparar es lo contrario de dar. De esta manera el acaparar corta cualquier conexión con la provisión. El ciclo de muerte del pobre parece que nunca se detiene. Se requiere una unción, una unción fuera de lo común para bendición financiera. “Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción”, (Isaías 10:27). La unción sobre un siervo de Dios puede romperle la columna vertebral a la pobreza en la vida de una persona. Dado que Dios es el Proveedor, el Multiplicador y la Fuente de provisión, Él quiere que Su gente sea próspera financieramente. Quizá, ésta sea una de las razones por la que Él nos alerta a quitar las manos de Sus líderes. “No toquéis, dijo, a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas”, (Salmos 105:15). Un hombre de negocios deseaba entrar en un pequeño debate sobre el asunto. Yo estaba de visita en su casa. Él era anti-prosperidad, antipredicadores y anti-todo. Lo interrogué levemente. Su padre le había dado de su dinero para su negocio. Su padre era dueño de su casa. Él era el hijo de un padre rico. Él tenía poco aprecio por el trabajo arduo, por los trabajadores y el tiempo que se requiere para generar una vida financiera de éxito. Él era un parásito que nunca había enfrentado a la pobreza como un enemigo. Por esa razón él no buscaba una Cosecha. Él estaba viviendo de los demás en vez de buscar una Cosecha.

Hace muchos años, miles de hippies por todas nuestras universidades se burlaban del dinero, el logro y la productividad. ¿Dónde encontraron el tiempo y la energía para criticar? Sus padres les estuvieron pagando las colegiaturas de su universidad, enviándoles cheques para que tuvieran dinero que gastar y pagando las mensualidades de sus automóviles. Ellos no estaban probando el dolor de la pobreza. Cuando te quedes como de una pieza mirando un altero de facturas que es imposible de pagar, solamente entonces la gratitud y el agradecimiento empezarán a fluir en tu vida por la Cosecha sobrenatural. Cuando tus hijos están enfermos y las deficientes finanzas te impiden pagar el cuidado médico adecuado, probarás el dolor de la pobreza. Cuando veas que llegan a sacar los muebles de tu casa y los suben al camión que los devolverá a la tienda donde los compraste, probarás el dolor de la pobreza. Cuando te encuentres amenazado por un una demanda legal y no tengas en centavo en tu cuenta para defenderte, comprenderás el dolor de la pobreza. Cuando busques por todo el cajón de tu cómoda tratando de encontrar monedas que compren una pieza de pan porque ya llevas tres meses sin trabajo, entenderás el dolor de la pobreza. Cuando verdaderamente entiendas la aflicción de la pobreza y la tragedia de la carencia, tu fe se empezará a enfocar en las leyes de la provisión, en la Cosecha financiera que Dios garantizó. Miles aún no han tocado fondo. Alguien continúa amortiguando su caída. Una madre le pasa algo de dinero a su hijo flojo. Un padre culpable por no pasar más tiempo con su hijo le compra un automóvil nuevo. Consecuentemente, ellos nunca prueban realmente el vacío de la pobreza. Esta es una de las razones por la que algunos jamás caminarán en una provisión sobrenatural. Sus necesidades nunca son los suficientemente grandes para forzarlos a buscar una Cosecha.

Oremos Juntos… “Padre, no permitas que tenga que probar el dolor de la pobreza antes de que yo aprecie Tu bendición. Yo necesito Tu unción para romper el espíritu de pobreza en mi vida. Tú eres mi Libertador y yo celebro la Promesa de Abundancia que Me has hecho. En el nombre de Jesús. Amén”.

Levítico 27:30 “Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová”.

Millones de Personas Se Roban El Diezmo: La Porción Santa Que Dios Reservó Para Sí Mismo Cuando Te Quedas Con El Diezmo, Cometes Robo. Cuando tomas algo que le pertenece a otro, eres un ladrón. Los ladrones no entrarán al Cielo. “Sino haceos tesoros en el Cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan”, (Mateo 6:20). Diezmo significa “una décima”. El gran patriarca, y ejemplo maravilloso, Abraham, dio el diez por ciento de su ingreso, de regreso como prueba y evidencia que honró a Dios como su Proveedor y fue bendecido increíblemente por esto. “Y Abraham fue muy rico en ganado, en plata, y en oro”, (Génesis 13:2). Isaac, su hijo, continuó Cosechando de la vida de obediencia. “Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová. El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso. Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los Filisteos le tuvieron envidia”, (Génesis 26:12-14). Sucedió para los hijos de Abraham. “Y se le apareció Jehová aquella noche, y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, porque Yo estoy contigo, y Yo bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham Mi siervo”, (Génesis 26:24). El diezmo es santo para el Señor. “Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová”, (Levítico 27:30). Tu diezmo es el Puente de Oro a la provisión financiera. “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en Mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los Cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”, (Malaquías

3:10). El arrogante no diezmará. Como ves, hay tres clases de ateos: 1) Aquellos que creen que Dios no existe; 2) Aquellos que creen que son capaces de hacer cualquier cosa que Dios haría; y 3) Aquellos que se consideran a sí mismos el propio dios de su vida. Esa es la máxima prueba de arrogancia y orgullo. Honra el diezmo. El diezmo es la práctica Bíblica de regresar el diez por ciento de tu ingreso a Dios después de haberlo ganado. En el Antiguo Testamento, Abraham y otros diezmaron. En el Nuevo Testamento, aún los Fariseos, la gente religiosa e hipócrita, recordaron diezmar. “Esto se tenía que hacer”. “Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a Jehová”, (Levítico 27:32). El diezmo puede romper la maldición financiera de tu vida y la de tu familia. Como ves, aquellos que roban a Dios el diezmo y las ofrendas que Le pertenecen están viviendo bajo una maldición. Oh mi amigo, tú puedes cambiar esto. Tú puedes ser el miembro de tu familia que “rompa la maldición”. Tu Semilla es la prueba de tu fe. Es la prueba de que has conquistado la codicia. Obviamente, Dios siempre penaliza al ladrón. Pero, Él siempre promueve y prospera al diezmador y a quienes Siembran Semilla. “¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas”, (Malaquías 3.8). Diezma consistentemente. Cada diezmo es un acto de fe, una Semilla de obediencia que crea un impulso. Cuando diezmes consistentemente, crearás una Cosecha consistente. Establece un ritmo. Permanece en obediencia el tiempo suficiente para probar las recompensas del ímpetu. Hay cuatro estaciones básicas cada año. La regularidad y la rutina son fuerzas muy importantes en nuestras vidas, especialmente en un estilo de vida de Semilla de fe. Trabaja con la ley de la Siembra y la Cosecha. No te vuelvas errático e impredecible. La naturaleza misma tiene un patrón, un ritmo y rutina. Cuando lo honras, los beneficios sobrepasarán cualquier costo y riesgo involucrados. “Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche”, (Génesis 8:22). El diezmo es la prueba de que has conquistado la codicia. Satanás roba.

El hombre acapara. Dios da. Tu dádiva es la única prueba de que Dios vive dentro de ti. Es la única evidencia de que la naturaleza de Dios está floreciendo dentro de tu corazón. Sea dinero, misericordia o amor, el dar es la única evidencia del amor. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado”, (Juan 3:16). Cuando tú diezmas, creas una memoria en la mente de Dios para siempre. Él ve Su naturaleza en ti. “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”, (2 Timoteo 1:7). El temor atormenta. Te hace acaparar en lugar de soltar. Te vuelves temeroso de nunca poder reemplazar el dinero que tú le estás “dando a Dios”. ¿La verdad? El diezmo es de hecho Suyo. Él te permite el privilegio de devolvérselo como prueba de tu confianza en Él. El diezmo es la prueba de que tú crees la Palabra de Dios para ti. La Palabra de Dios es una colección de instrucciones. Dios quiere en gran manera que se Le crea. Él prometió que aquellos que diezmaran y Le trajeran sus ofrendas verían como resultado una Cosecha financiera. “Recibirá cien veces más ahora en este tiempo (casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y terrenos, aunque con persecuciones); y en la edad venidera, la vida eterna”, (Marcos 10:30). El Antiguo Testamento lo confirma. “Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto”, (Proverbios 3:9-10). Cuando expides un cheque por el diez por ciento de tu ingreso cada semana y lo devuelves a Dios, documenta tu fe en Dios. Es prueba de tu confianza. Realmente crees que Su Palabra funciona. Tú has abrazado plenamente la maravillosa verdad de que “Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que Se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? habló, ¿y no lo ejecutará?”, (Números 23:19). Sin embargo, millones asisten a la iglesia cada domingo y salen con el diezmo santo en sus bolsas. Algunas veces, ellos depositan unos cuantos dólares en la ofrenda como un sustituto del diezmo. Imagina algo conmigo por unos momentos. Supón que un hombre de negocios tomó un vuelo a casa después de una transacción de negocios. Su hijo va por él al aeropuerto. El padre emocionado, lo abraza y le dice: “realmente te amo hijo. Estoy orgulloso de

ti. Toma un billete de $10 dólares para que te compres un pequeño presente. Recién gané $100 dólares extra que no tenía planeados en esta transacción”. “¡Gracias papá!”. “Bien hijo… toma además varios de estos billetes de $10 dólares. De hecho, te puedes quedar con nueve de estos billetes. Yo guardaré uno solamente para tener algo de cambio”, el padre comenta con naturalidad. Pensemos un poquito más allá. Ambos llegan a casa. El hijo se va a dormir a su recámara esa noche. El padre saca todo lo que trae en sus bolsillos, dejando el diezmo, el billete de $10 dólares adentro del cajón de su cómoda. Se va a dormir. Durante la noche, el hijo no puede conciliar el sueño. Está vuelta y vuelta en su cama. Está agradecido por los nueve billetes de $10 dólares que le dio su papá. Pero, algo dentro de él que no se explica, hace que siga pensando en el billete de $10 dólares que está en el cajón de la cómoda de su papá. ¿Qué pasaría si el hijo se metiera a la media noche, abriera el cajón y tomara y robara el décimo billete de $10 dólares? ¿Qué sientes respecto a esto? Me imagino que te encendería y enfurecería. Exclamarías enojado: “ese hijo es un idiota, un tonto y un ladrón. Él fue tan malagradecido por los $90 dólares que le dio su papá, que todavía le robó el diezmo”. Sin embargo, esto sucede cada domingo en la Tierra. De alguna manera, nuestra ingratitud y mal agradecimiento empieza a sofocar cada palabra de alabanza que pudiera fluir de nuestros labios. En vez de gratitud y agradecimiento por nuestra salud, nuestra energía, favor, y amistades—el último billete de $10 dólares es robado…de la mano de Aquel que nos dio los otros $90 dólares. Otro escenario. Solamente supón que yo te dijera que el hijo dejó un billete de $1 dólar en lugar del de $10 dólares en el cajón de su papá— pensando que su papá no se va a dar cuenta entre un billete de $1 dólar y uno de $10 dólares. ¡Quizá, él sienta que su papá no va a ver que falta un cero! Esto sería una sustitución. Él roba los $10 dólares al reemplazarlos con un billete de $1 dólar. Sí, te enojaste de nuevo. Sin embargo, esto sucede en cada iglesia en los Estados Unidos cada domingo. Miles sustituyen el diezmo con una pequeña ofrenda. ¿Acaso creemos que Dios es tonto? Tuve un seminario durante seis viernes consecutivos por la noche en

Austin, Texas. El joven que dio lustre a mis zapatos en el aeropuerto de Austin era impresionante. Lo quería mucho a él, a su esposa y su hijo. Un día me habló: “Mike, amo a mi pastor. La música en nuestra iglesia es simplemente fantástica. Sin embargo hay una cosa que me molesta y me hace enojar cada domingo. Cada vez que yo voy a mi iglesia, mi pastor quiere hablar sobre las ofrendas. Me parece que eso es de lo único que habla— diezmos y ofrendas, diezmos y ofrendas, diezmos y ofrendas”. “¿Alguien te ha explicado del diezmo alguna vez?”. Le pregunté. Él no pudo recordar que alguien se lo hubiera explicado. Así, yo procedí a explicarle que todo lo que tenemos viene de Dios. Dios estableció un sistema que destruiría la posibilidad de la codicia-– el diezmo. Dios no es pobre. Los ángeles no están a ración. Las mansiones en el Cielo no están a medio terminar. Dios dijo que todo, de hecho, Le pertenecía a Él. Pero, Él estableció un sistema que le permitiría al hombre destruir a su mayor enemigo de la prosperidad, la codicia. Fue así de simple. Devuelve el diez por ciento a Dios, y Él promete bendecirte una y otra vez por tal obediencia. Entonces, le expliqué que Dios garantiza una maldición sobre cualquiera que robe esa parte que es santa. (Ver Malaquías 3:9-11). Las palabras de Jesús también fueron explicadas cuidadosamente. Cuando Pedro sintió que él había perdido todo para poder seguir a Jesús, Jesús le recordó de un maravilloso resultado… el de los cien tantos más. (Ver Marcos 10:28-30). Mi joven amigo que me lustra los zapatos estaba impresionado. Él jamás había entendido la Ley del Retorno de Los Cien Tantos Más. No es un misterio. Sucede cada día en todos lados alrededor nuestro. Un granjero me habló en una ocasión sobre la Ley del Retorno de Los Cien Tantos Más, en un grano de maíz. “Mike, un grano de maíz puede producir una planta de maíz. Cada planta de maíz produce cuatro mazorcas. Algunos han contado hasta 700 granos de maíz en un solo tallo, esto significa que un solo grano de maíz puede producir 2,800 granos más en cuatro diferentes tallos combinados. Así, cien tantos más de retorno no es un milagro en absoluto. Es un hecho normal de la vida en la Ley del Retorno de Los Cien Tantos Más”. El joven estuvo de acuerdo en hacer algo que le pedí. “Yo quiero que tú diezmes cada domingo en la mañana en tu iglesia”. La Biblia dice: “Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga

aparte algo, según haya prosperado”, (1 Corintios 16:2). Continué. “Diezma de manera habitual, sin interrupción, por cuatro estaciones en los próximos 12 meses. Puedes ver que si has estado sembrando Semillas de Nada, has programado “Estaciones de Nada” en tu futuro. Una Semilla se reproduce conforme a su especie. De modo que, si no Le has estado trayendo nada a Dios, has estado programando Estaciones de Nada en tu futuro. Dale a Dios una oportunidad de llevarte por las Estaciones de Nada hasta que empieces a ver una Cosecha en tu vida”, Le expliqué. Él estuvo de acuerdo. Dios lo hizo más rápidamente de lo que pude haber imaginado. En menos de 30 días, él fue a un pequeño desayuno de oración que tuve en el Hotel Hilton de Austin, Texas, gritando, “¡Funciona!”. El dinero de los primeros siete días que sacó de sus propinas después de haberse comprometido a diezmar fue de más de $800 dólares. Él jamás había experimentado un ingreso de este nivel en su vida. Hoy, alguien me dijo que había iniciado una pequeña cadena de lugares para lustrar calzado, ¡y que tenía gente trabajando para él! Millones de personas jamás probarán la Cosecha financiera que está a su alcance porque han robado el diezmo santo y lo han guardado para sí mismos. El máximo acto de arrogancia.

Muchas Personas Se Rehúsan A Sembrar En Tiempos de Crisis La Crisis Crea Temor. Me sucedió hace varios años. Durante un desfile de tragedias, personales y en mi ministerio, de repente enfrenté la bancarrota. Debía varios tantos más de lo que podía respaldar con bienes. No sabía qué hacer. Oré, ayuné y usé todo principio de negocios que conocía. El muro se rehusaba a moverse. Era como una montaña de deudas que nada la podía sacudir. Llegué a intimidarme. Me sentía como un fracaso. Otros ministerios estaban floreciendo y estaban construyendo enormes instalaciones. ¡Ni siquiera podía pagarle a mi contador $1,500 dólares por la elaboración de un estado financiero para presentar al banco y poder obtener un préstamo! Me reuní con hombres de negocios de éxito que ofrecieron prestarme $250,000 dólares…si yo les pagaba 50,000 de inmediato. (¡Yo no tenía ni 5,000 dólares a mi nombre!). Durante esos tiempos, satanás realmente parecía avasallador. Algunas veces es difícil creer verdaderamente que tu dolor pasará jamás. Yo no podía pensar claramente. Me sentaba como adormecido en varias juntas que sostuve en la mesa de negociación. Mi mente estaba en choque. Mi corazón perdió su lucha. Yo no podía mover el muro de la deuda. (A veces, durante las batallas de la vida, tú estarás tentado a alejarte, a volverte tímido y pasivo). Como ves, satanás es un abusivo. Los abusivos se deleitan en atacar a gente pacífica, tímida y reservada. Es importante que desarrolles un espíritu de lucha. Muy importante. “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”, (Santiago 4:7). Debes correr hacia tu Goliat. David lo hizo. Pero, él no fue en su propia fuerza en contra de su enemigo. Él vino “en el nombre del Señor”.

La crisis es el lugar de los milagros. No es el lugar para replegarse, renunciar y acaparar tu Siembra. Yo estuve muy inclinado a dejar de dar. Sentí que el ministerio necesitaba “guardar el diezmo para sí mismo”. La crisis distorsiona toda imagen de prosperidad. ¿Por qué es la crisis una temporada importante para Sembrar? 1) Tu Siembra Dará Nacimiento A La Expectación Y A La Esperanza. 2) La Expectación Es El Único Imán Que Atrae El Milagro de La Provisión Que Dios Prometió. “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Le hay, y que es galardonador de los que Le buscan”, (Hebreos 11:6). 3) Si Te Rehúsas A Sembrar, Justo Has Destruido Tu Propia Habilidad Para Esperar Un Milagro. Un granjero solamente puede esperar una Cosecha después de que ha sembrado Semilla. Por lo tanto, es tu Siembra lo que da nacimiento a tu expectación. Tu expectación es la corriente que trae los cien tantos más de retorno que Jesús prometió. 4) Nada Va A Cambiar Financieramente Para Ti Hasta Que Puedas Desatar La Expectación Que Hay Dentro de Ti. 5) Tu Crisis Actualmente Magnifica La Medida de Tu Semilla Ante Los Ojos de Dios. Tu Semilla aumentará en su influencia con Dios…por tu situación de crisis. Jesús estaba mirando la ofrenda un día. “Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante”, (Marcos 12:41–42). Esto llevaba en sí un entendimiento poderoso. Luego, llamando a Sus discípulos, les dijo: “Esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento”, (Marcos 12:43-44). Ella no tenía mucho dinero. Era pobre. Pero, su crisis financiera agrandó su Semilla ante los ojos de Dios. Ella dio más que todos los demás, en Su opinión, por causa de su crisis. Esta es la razón por la que es importante sembrar una Semilla cuando tu espalda está contra la pared, y tú tienes muy poquito. Tu Semilla llevará más peso, influencia y potencial para aumentar, de lo que una Semilla mucho más

grande tendrá después cuando te esté yendo mejor. Miles acaparan durante la crisis. Es lo más falto de Sabiduría que ellos podrían hacer. Si Siembras en tiempos de hambruna, tu Semilla moverá los Cielos y abrirá las ventanas. Dios derramará sobre ti una bendición que difícilmente podrás contener.

Lamentaciones 3:25 “Es bueno el Señor con quienes Le buscan, con quienes en Él esperan”. –RVC

Algunas Personas Se Rehúsan A Esperar Por Su Cosecha El Tiempo Suficiente El Tiempo Es El Misterioso Y Escondido Ingrediente En Una Cosecha Fuera de Lo Común. Como ves, la paciencia es también una Semilla. “Es bueno el Señor con quienes Le buscan, con quienes en Él esperan”, (Lamentaciones 3:25 RVC). Tu espera revela confianza. “Es bueno esperar en silencio que el Señor venga a salvarnos”, (Lamentaciones 3:26 RVC). Tu espera puede ser dolorosa. Pero, es la estación entre la Siembra y la Cosecha. Es por esto que la Biblia lo llama—Tiempo de Siembra y Cosecha. El Tiempo es la estación entre la Semilla y la Cosecha. “Porque un momento será Su ira, pero Su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría”, (Salmos 30:5). Algunos de ustedes han perdido su Cosecha por el dolor de la espera. La espera es cansada. Genera agravio, un espíritu crítico y te deja frustrado. Mientras se espera, se hablan palabras de duda e incredulidad. Esto frecuentemente aborta el ciclo de la bendición. La ingratitud trae una maldición, no una recompensa. La ingratitud no inspira a Dios a apresurar la Cosecha. La ingratitud detiene la Cosecha. Debes estar dispuesto a confiar en Dios a lo largo de las estaciones de espera. Él ha prometido un cambio. Tu enojo no intimida a Dios. Tu programación no obliga a Dios. Él es Dios. Él decidirá cuándo mereces y calificas para la Cosecha. “Porque Mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos Mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los Cielos que la tierra, así son Mis caminos más altos que vuestros caminos, y Mis

pensamientos más que vuestros pensamientos”, (Isaías 55:8-9). Él ya te ha prometido una Cosecha en la estación debida. “Porque como desciende de los Cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da Semilla al que Siembra, y pan al que come, así será Mi palabra que sale de Mi boca; no volverá a Mí vacía, sino que hará lo que Yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié”, (Isaías 55:10-11). Emociónate por tu Cosecha. “Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso”, (Isaías 55:12). Dios reemplazará todo desastre financiero con un milagro financiero. “En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída”, (Isaías 55:13). Debes rehusarte a permitir palabras de desánimo en tu boca. “No temas, porque Yo estoy contigo; no desmayes, porque Yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de Mi justicia”, (Isaías 41:10). Aquellos que se oponen y combaten en contra de tu progreso, serán confrontados por Dios Mismo. “He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo”, (Isaías 41:11). Tus enemigos no tendrán éxito contra ti. “Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. Porque Yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, Yo te ayudo”, (Isaías 41:12-13). El Espíritu Santo está involucrado en contra de tu enemigo. “Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol Su gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él”, (Isaías 59:19). Todo esquema, estrategia y trampa en contra tuya, finalmente fallará si eres paciente en la espera. “Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de Mí vendrá, dijo Jehová”, (Isaías

54:17). Mantén los ojos en las recompensas que seguirán a tu espera. Los hombres luchan por una razón—para ganar algo que ellos quieren. Cuando David enfrentó a Goliat, él estaba plenamente consciente de los fantásticos beneficios ofrecidos a la persona que pudiera derrotar a Goliat. Le sería otorgada la mano de la hija del rey. No tendría que pagar más impuestos. Así que, armado con la imagen interna de su éxito y sus recompensas, él corrió hacia Goliat a conquistarlo. Jesús fue al Calvario, plenamente consciente de la resurrección—“por el gozo que fue puesto delante de Él”. Conserva tu enfoque. Los despojos de guerra valen la batalla y la tormentosa estación llamada espera. Rehúsate a pecar con tu boca. Tu enemigo reacciona a tus palabras. Si tú lo alimentas con duda e incredulidad, esto lo motivará y le dará energía para levantarse en contra tuya. Nunca hables palabras que motiven a tu enemigo. Tu enemigo creerá cualquier cosa que tú le digas. Si alimentas con palabras de fe su oído, él se desmoralizará, se desilusionará y desanimará. Si tú hablas como una víctima, él será movido a ir en contra tuya una y otra y otra vez. “La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos”, (Proverbios 18:21). Tus palabras de fe siempre influirán el corazón de Dios. “Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”, (Mateo 12:37). Mientras estás esperando, crea un clima de gratitud y agradecimiento. “Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”, (1 Tesalonicenses 5:18). Continuamente ora en el Espíritu durante el día. “Orad sin cesar”, (1 Tesalonicenses 5:17). “Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo”, (Judas 20). Evita la tentación de crear un plan de respaldo. “Y no den lugar al diablo”, (Efesios 4:27 RVC). Cuando el conquistador, Hernán Cortés, vino a América, quemó los barcos detrás de él y de los soldados. Hizo que el escape fuera imposible. Esto hizo de la exploración una necesidad y requerimiento. Sus hombres no

pudieron retroceder. Tú no puedes planear tu éxito y tu fracaso al mismo tiempo. Tu éxito requerirá tu enfoque y atención total. No hagas planes para retroceder. Alimenta, energiza y fortalece las imágenes de tu futuro. Esto desarrolla tu fe. Habla del milagro que viene en camino hacia ti, con todo mundo. Trabaja con tu expectación. La obediencia es siempre recompensada. Todo lo que Dios te ha prometido se realizará. “Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios”, (Deuteronomio 28:2). Tu vida vivida en santidad produce resultados. “Porque sol y escudo es el SEÑOR Dios; Gracia y gloria da el SEÑOR; Nada bueno niega a los que andan en integridad.”, (Salmos 84:11 NBLH). Tú no estás luchando tu batalla solo. “Seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren”, (Éxodo 23:22). Rehúsa darle acceso a tu vida a cualquiera que no esté en acuerdo con la Palabra de Dios. Cuando satanás quiere destruirte, él manda una persona a tu vida. “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres”, (1 Corintios 15:33). Evita el enfoque roto. Cuando la gente errónea te habla, tomas las decisiones equivocadas. Cuando cometes un error, considérate un tanto más cercano a tu Cosecha. “Sostiene Jehová a todos los que caen, y levanta a todos los oprimidos”, (Salmos 145:14). No seas demasiado duro contigo mismo. Las recompensas del cambio están por venir. La paciencia funciona. Vencer involucra más que una batalla. El individuo que se rehúsa a darse por vencido es quien gana. Siempre. Nunca consideres darte por vencido. Nunca. Levántate y trata otra vez. Y, otra vez. Y, otra vez. El infierno teme a un luchador. “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman”, (Santiago 1:12). Mis bendiciones más grandes vienen frecuentemente después de mi más larga espera. Hace muchos años, yo estaba predicando para Rod Parsley, un amigo mío en Columbus, Ohio. Al final del servicio, El Espíritu Santo me dijo que recibiera una ofrenda para el pastor en vez de hacerlo para mi propio

ministerio. Bien, yo necesito un milagro desesperadamente. Yo necesitaba finanzas de manera especial para un proyecto que estaba enfrentando. De tal forma que, cualquier Semilla que sembrara sería una Semilla de Crisis. (Recuerda que una Semilla de Crisis aumenta su influencia con Dios). Es posible que una pequeña Semilla sembrada durante una crisis produzca una mayor Cosecha que una generosa Semilla sembrada en buenos tiempos. Así que estuve de acuerdo en dársela al pastor en su totalidad. Entonces El Espíritu Santo hizo una sugerencia que no es usual. Realmente no sentía que fuera una orden sino una invitación a una inversión. Recién había recibido un cheque de mis regalías por $8,500 dólares. (De hecho, era todo lo que tenía a mi nombre). Yo no recuerdo haber tenido cantidad alguna en mi cuenta de ahorros además del cheque que traía en mi portafolio. “¿Qué tanto te gustaría explorar y experimentar, saber qué puedo hacer con tus $8,500?”. El Espíritu Santo habló. Esto trajo un momento de tormento y tortura. Entonces, calladamente Le respondí en mi espíritu: “Está bien ¡Realmente aprecio estos maravillosos $8,500 dólares! Es suficiente Cosecha para mí”. Él habló una segunda vez. Oh, cuán agradecido estoy por las segundas oportunidades que Él nos da para tratar una vez más, alcanzar otra vez y sembrar otra vez. “¿Qué te parecería explorar y experimentar, saber qué puedo hacer con tus $8,500?”. Algo dentro de mí hizo una cuidadosa evaluación. ¿Qué podría realmente hacer con $8,500? Ciertamente no era suficiente para liquidar mi casa. ¿Qué podría hacer? ¿Comprar un auto pequeño, o pagar un anticipo en la renta de una casa, o volar a Europa de vacaciones por todo un mes? Yo decidí creer Su Palabra. Esa decisión cambió los ingresos de mi vida para siempre. Seis semanas después, Dios me dio una idea que me trajo cientos de miles de dólares de retorno. De hecho, cada 90 días todavía recibo un cheque de regalías por esa idea. Ahora, aquí está el poderoso principio que debes entender acerca de la espera. No fue sino hasta después de más de dos años que sembré los $8,500 que recibí mi primer centavo de utilidad. Atravesé varias batallas y

dificultades. Yo pensé que la idea nunca despegaría del suelo. Pero, despegó. Mi disposición a esperar durante esas ocho estaciones de Cosecha valió cada una de esas horas de espera. Hay quienes quieren Sembrar el domingo en la mañana en la iglesia y Cosechar el lunes en la mañana en su trabajo. Esto ni siquiera es lógico, Escritural o prometido por Dios. “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”, (Mateo 10:22). Continúa alimentando tu fe durante la dolorosa estación de la espera. “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios”, (Romanos 10:17). Tus estaciones de espera no son estaciones de inactividad. Suceden muchas cosas. Los ángeles se están posicionando para ministrar. Los demonios están siendo confrontados. Las estrategias están siendo desarrolladas. Dios está llevando gente a tu vida así como llevó a Booz a la vida de Rut. Nunca creas que una estación de espera es una estación de no hacer nada. La verdad es todo lo contrario. Las estaciones de espera son las estaciones más activas que puede haber en el mundo espiritual. Recuérdate a ti mismo que el gozo fluye aún en medio del calor de la batalla. “Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la Palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo”, (1 Tesalonicenses 1:6). No permitas que tu barco de la bendición financiera encalle violentamente en la Roca de la Impaciencia. Miles no han recibido su Cosecha financiera porque se apresuraron, sin tener la voluntad de confiar en el Señor de la Cosecha. “Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”, (Isaías 40:31).

Oremos Juntos… “Padre, Tú haces todas las cosas bien. Tú entiendes las Estaciones. Yo no. Dame la habilidad de esperar. Tu tiempo es perfecto. Tu itinerario es mejor que el mío. Yo confiaré en Ti, y Tú me recompensarás abundantemente. En el

nombre de Jesús, Amén”.

Millones de Personas Se Rehúsan A Obedecer Las Leyes de Dios Más Simples Y Básicas La Desobediencia Produce Pérdidas. La Biblia nos lo advierte. “Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra; si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho”, (Isaías 1:19-20). Puedes discutir al respecto. Puedes rebelarte en contra de eso. Puedes quejarte al respecto. Pero, no puedes leer la Biblia sin comprender claramente que la obediencia produce el río de la bendición mientras la desobediencia trae hambruna y desolación. “Oh, yo conozco varias personas ricas que no sirven a Dios en lo absoluto. No asisten a la iglesia, y no leen las Escrituras. Entonces, ¿por qué están prosperando? Buena pregunta. Y muy fácil de responder también”. Probablemente ellos están obedeciendo los principios básicos de la prosperidad establecidos en la Biblia. Veamos algunos de estos principios y leyes que están claramente establecidos en la Biblia. Dios dijo: “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos Sus mandamientos que Yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios”, (Deuteronomio 28:1-2). 1. El Principio Del Trabajo. Dios sólo prometió bendecir el trabajo de tus manos. “Te abrirá Jehová Su buen tesoro, el Cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a

muchas naciones, y tú no pedirás prestado”, (Deuteronomio 28:12). Eso no es una opción. No es meramente una buena idea para trabajar cada día. El apóstol Pablo escribió que quienes se rehúsan a ser productivos se les debe negar la comida. “Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma”, (2 Tesalonicenses 3:10). Quienes se rehúsan a trabajar son llamados desordenados y entrometidos en los asuntos de otras personas. “Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno”, (2 Tesalonicenses 3:11). Debes alejarte y retirar cualquier amistad y tiempo de compañerismo con esas personas que se rebelan a trabajar. “Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence”, (2 Tesalonicenses 3:14). Fíjate en ese hombre. En Otras palabras, llama la atención hacia ese hombre. Todos deberían señalar a la persona que es perezosa. “Pero es que perdí mi trabajo. Estoy esperando a que llegue una mejor oportunidad”, se quejó una joven. El principio del trabajo solo revela la necesidad de ser productivo. José era productivo. Él no estaba en el lugar perfecto, la prisión, cuando recibió su promoción. Pero, él fue productivo y resolvió problemas a donde sea que Dios lo llevó. Como le dije a un joven que trabajaba conmigo una ocasión: “Hijo, tal vez no disfrutes lo que estás haciendo ahora en este ministerio. Pero, si no mejoras tu productividad y terminas las instrucciones que yo te doy, la próxima ocasión no habrá otra oportunidad. Dios te hará dar vuelta a la montaña una y otra vez hasta que aprendas este principio”. 2. El Principio de La Diligencia. Diligencia significa atención expedita a una tarea asignada. “La mano negligente empobrece; Mas la mano de los diligentes enriquece”, (Proverbios 10:4). La Pereza es una de las muchas razones por las que la gente no recibe su cosecha financiera. “El que recoge en el verano es hombre entendido; El que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza”, (Proverbios 10:5). Las personas diligentes se convierten en supervisores y líderes. “La mano de los diligentes señoreará; Mas la negligencia será tributaria”, (Proverbios 12:24). El diligente siempre tendrá abundancia. “El alma del perezoso desea, y

nada alcanza; mas el alma de los diligentes será prosperada”, (Proverbios 13:4). Los que son diligentes desarrollan su creatividad al descubrir nuevas formas para resolver problemas. “Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia”, (Proverbios 21:5). Los líderes buscan la compañía y la presencia de trabajadores diligentes. “¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará”, (Proverbios 22:29). El diligente evalúa constantemente los resultados de sus esfuerzos. “Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas, Y mira con cuidado por tus rebaños”, (Proverbios 27:23). Busca el problema más cercano para resolverlo. Le pregunta a otros como llevar las cargas que está llevando en ese momento. Escuchan cuidadosamente las cosas que ocasionan disensión con su jefe. Y las resuelve. Revisa tu lista maestra de tareas y termínalas una por una día tras día. Labora para lograr terminar proyectos en vez de dejarlos a medias indefinidamente. Busca la corrección de la persona que firma los cheques de tu salario. Acepta la reprensión con gratitud en vez de abrigar resentimiento y venganza. Florece en tu lugar actual de trabajo y las noticias correrán. 3. El Principio de La Sabiduría. Cuando aumentas tu Sabiduría, aumentarás tu riqueza. “Conmigo está el consejo y el buen juicio…Las riquezas y la honra están conmigo; riquezas duraderas, y justicia…Para hacer que los que me aman tengan su heredad, Y que yo llene sus tesoros”, (Proverbios 8:14, 18, 21). Debes hacerte muy bueno en lo que haces. Estudia, asiste seminarios, y necesitas un mentor. “Los sabios guardan la sabiduría”, (Proverbios 10:14). La gente rica es por lo general gente conocedora e informada. “Bienaventurado el hombre que halla la Sabiduría, y que obtiene la inteligencia…Largura de días está en su mano derecha; en su izquierda, riquezas y honra”, (Proverbios 3:13, 16). Tal vez no sepan todo acerca de todo–– pero son habilidosos y se especializan cuando menos en un tema de su

elección. Tú debes descubrir los dones y habilidades que ya se encuentran depositados dentro de ti. Aquello que amas es una pista a la Sabiduría que contienes. Si amas las computadoras, esa es una pista de que tendrás especial Sabiduría en esa área. Si amas a los niños, tendrás Sabiduría hacia los niños. Cuando encuentras lo que amas, encontrarás tu Sabiduría. Cuando encuentras tu Sabiduría, recibirás el pago para resolver problemas con esta. 4. El Principio de La Espera. Nadie quiere esperar por nada. Sam Walton, el fallecido multimillonario, dijo en una ocasión que él nunca invertiría en una empresa cuyo plan de negocios estuviera programado a 18 meses. Él analizaba cuidadosamente cuál sería la proyección de dicha empresa en un término de diez o más años. Algunos hombres japoneses de negocios tienen metas a 100 años. En una ocasión, un amigo mío me dijo que si mi padre hubiera depositado $100 dólares al mes en una cuenta especial del mercado de valores, yo hubiera podido ser multimillonario a los 20 años. “Entonces, ¿por qué no todo mundo es millonario si apartando $100 dólares al mes se puede crear tal riqueza?”, le pregunté. “Nadie quiere esperarse 20 años para gastar sus $100 dólares”, fue su respuesta. ¿Cuál es la prueba de que la gente no se esperará? Que cuando reciben un aumento en su trabajo, inmediatamente realizan alguna compra que comprometerá dicho aumento en vez de ajustarse a vivir dentro de los límites del presupuesto anterior y depositar el dinero adicional en una cuenta especial de inversión. Pero por el contrario, se apresuran a realizar una compra que les producirá placer en vez de un futuro. 5. El Principio de La Mentoría. Debes ser enseñable. Debes tener un mentor. Tu mentor debe ser alguien calificado para impartir conocimiento a tu vida en el área de las finanzas. Puedes tener un mentor espiritual que sea maravilloso en oración pero que desconozca todo sobre el tema de finanzas. Puedes tener alguien que quiera enseñarte sobre sus opiniones, pero que no tiene ningún éxito financiero que confirme su dicho ni respalde sus enseñanzas. ¿A quién estás siguiendo? ¿Cuáles son las tres últimas preguntas que has hecho? ¿A quién le hiciste estas preguntas? ¿Qué has hecho con las respuestas que te dio? ¿Qué oportunidades de inversión estás ignorando?

¿Persiguiendo? ¿Considerando? Recientemente sentí que debía involucrarme en una pequeña oportunidad financiera. Una que prácticamente no requiere tiempo. Pero, tenía confianza en la cabeza de esa empresa. Lo comenté con varias personas cercanas a mí. Incluso les ofrecí ayudarles a hacer la inversión. Algunos lo abrazaron de inmediato. ¿Por qué? Confiaban en sus instintos, en mi juicio y en el plan presentado. Otros ni siquiera regresaron para la segunda reunión. Sin embargo, años después se quejaban de lo arduo y estresante, lo difícil y casi intolerable que ha sido la situación financiera en su vida. Pero ellos rehusaron por completo mi mentoría en relación a sus finanzas. “Pero, si le pregunté a todo mundo que me ayudaran cómo manejar mis finanzas”, se lamentaba una joven dama. “¿Qué quieres que te enseñen ellos?”, le pregunté. Así que, le dediqué unas dos o tres horas en las que la enseñé a manejar su chequera. Le enfaticé sobre la importancia de mantener una conciencia de su saldo–– que tuviera presente en todo momento cuánto dinero tenía en su cuenta. Le enfaticé sobre la importancia de llevar siempre consigo una pequeña cantidad de efectivo. Ella no hizo nada de lo que le enseñé. Si te rehúsas a seguir las dos primeras instrucciones de un mentor, ¿crees que calificas para repetir la visita? “¿Cuántos han consultado un planificador financiero en los últimos tres años?”, le pregunté a una numerosa audiencia un día. Sólo tres levantaron la mano. Todo mundo quiere un milagro en vez de mentoría. La calidad de la mentoría es por lo general el mayor milagro que necesitas. Nadie puede forzarte a que persigas el conocimiento. Usualmente, se necesita que ocurra una tragedia para producir el deseo de recibir mentoría. 6. El Principio de La Integridad. Integridad es simplemente hacer lo que dijiste que harías para alguien. Integridad es ser auténticamente lo que le dices a todo mundo que eres. Integridad es veracidad. “Si me da $40 dólares, le proceso estas 4 piezas de exceso de equipaje en la aerolínea”, me dijo el maletero un día que estaba en el aeropuerto. El

exceso me iba a costar más de $200 dólares. Él quería una propina generosa para hacerlo. Yo acostumbro dar propinas generosamente, pero Dios había estado tratando conmigo fuertemente entorno a la integridad, honestidad y en hacer las cosas al momento. Como ves, si nadie en la Tierra te estuviera viendo, el Jefe del universo siempre está viendo–– “Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él”, (2 Crónicas 16.9). “¿Por qué no solo hacemos que es correcto? Le respondí. “Señor, le costará más de $200 dólares”, ya estaba exasperado conmigo. “Lo sé. Pero, yo prefiero pagar el exceso ahora y sentir mi conciencia tranquila y en paz que simplemente darte una propina para ahorrarme el exceso de equipaje”. Miles inflan sus reportes de gastos cada semana. Algunos añaden propinas de más a su reporte de gastos. Otros se tomarán un tiempo extra para el almuerzo y le pedirán de favor a otra persona que pase su tarjeta por el reloj checador por ellos. Otros empleados se llevan a su casa los lápices, las plumas, los blocs legales de notas, cuadernos y otros artículos de oficina para sus hijos y su familia. Dios todo lo ve. El Principio de Integridad permanecerá cuando todas las excusas sean expuestas. La calidad es parte de la integridad. Muéstrame a cualquier persona que desempeña un trabajo mediocre, y yo te mostraré a una persona sin integridad. Si tú haces un trabajo mal hecho al pintar la casa de alguien, si pones una refacción automotriz usada en el automóvil de un cliente y le cobras una nueva, terminarás perdiendo tus clientes. Los clientes hablan. La verdad sale a la luz. La Integridad pasará la prueba del tiempo, las críticas y aún los errores. Aquéllos que mienten también robarán. Como ves, mentir es simplemente hurtar la verdad. La verdad es tan importante. Es el único ingrediente que nos permite tomar decisiones de calidad. Así que, si alguien esconde de ti verdades importantes, te han robado el único ingrediente del que dispones para tomar una buena decisión. Si alguien te miente, echas llave a los gabinetes, a tus puertas y los mantienes fuera de tu vida. Incluso si se tratara de familiares. Las Leyes de Dios son muy importantes para ser ignoradas. Miles de personas jamás caminarán por el camino de la abundancia

porque han deshonrado completamente la integridad y la infalibilidad de las Santas Escrituras así como los Principios Básicos de la Prosperidad.

Miles de Personas Están Renuentes A Iniciar Sus Cosechas Con Una Semilla Pequeña Las Bellotas Pueden Llegar A Ser Robles. Pero, la mayoría de la gente continúa esperando a “que llegue su barco” antes de que comiencen el ciclo de la Siembra. Tú debes empezar con lo que tienes. Este Principio para Comenzar es poderoso. Toda larga travesía comienza con un primer pequeño paso. Millonarios empezaron con su primer centavo. Grandes compañías tienen comienzos humildes. Tú puedes ir a donde quieras ir…si estás dispuesto a tomar los suficientes pequeños pasos. Mira a Mary Kay Ash, quien ya falleció. Ella tenía solamente unos cuantos miles de dólares y un par de anaqueles de productos. Pero, ella empezó su negocio. Ella se enfocó en su futuro. Al momento de su muerte, ella valía más de $300 millones de dólares, y su negocio valía dos mil millones de dólares. Mira la cadena de hamburguesas McDonald’s: de un humilde comienzo, se ha convertido en la cadena de hamburguesas más poderosa sobre la Tierra. Comenzó con una pequeña hamburguesa que se hizo popular en un pequeño pueblo. Si te sigues apegando a la Semilla que tienes hoy, nunca llegará a ser una Cosecha. Tú debes estar dispuesto a empezar tu Cosecha con cualquier cosa que Dios ha puesto ya en tu mano. Me senté en un banquete hace muchos años, frustrado. El conferencista me sacudió. Yo desesperadamente quería Plantar una Semilla de $1,000 dólares en su ministerio. Pero yo sólo tenía $10 dólares en mi bolsillo. “Señor, yo realmente quisiera poder bendecirlo con un cheque de $1,000 dólares”, le dije suavemente al Señor. “Tienes $10 en tu bolsa. Siémbralos”.

“Oh, yo necesito mis $10 dólares esta noche. Pero, si Tú me das $1,000 dólares, te prometo Sembrarlos”— fue mi respuesta. Mi mente empezó a dar vueltas. “¿Cómo puedo conseguir más dinero para Sembrar?”. Yo pensé en mi pequeña oficina. En ese entonces era mi pequeño estacionamiento en Houston, Texas. Es ahí donde yo estudiaba, oraba, y también donde yo tenía una fila de anaqueles que contenían el único producto que había en mi ministerio—un álbum en disco de acetato de larga duración. Quinientos de esos álbumes estaban en esos anaqueles. Eso representaba de seis a ocho meses de ventas. Entonces me di cuenta. “Empieza con lo que ya tienes”. Pequeñas bisagras abren y cierran puertas enormes. Yo le podía dar esos 500 álbumes. Si los vendiera a $6.00 dólares cada uno, él ganaría $3,000 dólares para su ministerio. Yo tomé la decisión. “Hermano, yo quisiera tener mucho para darte. Yo hubiera querido darte un cheque de $1,000 dólares, pero mi ministerio apenas está empezando. Yo tengo 500 álbumes discográficos. Si tú los recibes, puedes ponerlos a la venta en tus campañas. Si los vendes a $1 dólar cada uno, sería una Semilla de $500 dólares. Si los vendes en $6 dólares, tendrás $3,000 para tu ministerio”. (¡Pensé que le tenía que explicar!). Pasaron doce meses. Un día mientras estaba sentado en Nairobi, Kenia, en la casa de un misionero, llegó el correo. Era una nota escrita a mano de un ministro prominente de la televisión: “Mike, escuché tu álbum. Yo quiero comprar 40,000 piezas y venderlos a través de mi programa de televisión. Por favor envíame rápidamente 40,000 álbumes. Te voy a mandar el cheque la próxima semana”. Yo grité por todo el cuarto. ¡Las utilidades me permitieron comprar un hermoso Lincoln Town Car en efectivo! Esto lanzó una estación diferente en mi ministerio. Yo estaba al aire cada vez que iba de camino a una campaña. ¿Por qué? Yo empecé con lo que tenía en mi mano. La semana pasada, una mujer me mandó un cheque de $5 dólares. Ella estaba avergonzada. Y dijo: “Estoy tan avergonzada por enviar un cheque tan pequeño, pero es todo lo que tengo”. Estaba leyendo su carta como a las 2 de la mañana después de haber llegado de una conferencia. Mi corazón se avivó, fue sacudido. Como ves, lo que ella estaba plantando era suficiente para impresionar a Dios. Él sabe qué tanto tienes.

Él sabe qué tan poquito tienes. Tu obediencia siempre asegura Su atención. No tienes que expedir un enorme cheque para Dios por $100,000 dólares para que mueva Su mano hacia ti. Tú simplemente tienes que obedecer la voz interior de El Espíritu Santo con cualquier cosa que poseas actualmente. ¿Recuerdas la imagen increíble de la viuda? “Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. Entonces llamando a Sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento”, (Marcos 12:41-44). Ella empezó su Cosecha con lo que tenía. Yo he sembrado joyería, autos, prendas de vestir en la vida de otros. He plantado cientos de miles de libros y CD’s como Semillas especiales. Como ves, todo lo que tienes es una Semilla. Si la conservas hoy, esa es tu Cosecha. Pero si la sueltas, se convierte en una Semilla. Lo que posees actualmente es una Semilla solamente si la Siembras en la tierra. Cuando la mantienes en tu mano, se convierte en la única Cosecha que tendrás jamás. Mira alrededor de ti. ¿Hay una pieza de tu mobiliario que la viuda necesite en su casa? ¿Podrías servir como voluntario en tu iglesia local? Esa es una Semilla. Empieza con lo que tienes. ¿Eres bueno reparando automóviles? Habla con tu pastor sobre tu deseo de reparar el automóvil de cualquier viuda en tu congregación, como una Semilla de Amor. Tú eres un Almacén Caminante de Semillas. Tienes más dentro de ti de lo que te podrías imaginar jamás. Pero, debes tomar el tiempo para hacer un inventario de todo lo que Dios te ha dado. No permitas que tu orgullo te robe una oportunidad de Sembrar una Semilla. Cuando se pase el cubo de la ofrenda, aún si solamente tienes $2 dólares en tu bolsa— siémbralos. Echa a andar tu Cosecha. Como padre, enseña a tu hijo la importancia de Sembrar algo

consistentemente en la obra de Dios. Así sean diez o veinticinco centavos. Pero tú crearás un fluir y un río de Cosecha que sobrepasará todo ataque en contra de tu vida. Millones están esperando más. Ellos se rehúsan a empezar su Cosecha con una Semilla pequeña. Esta es una de las razones por las que nunca recibirán todo lo que Dios quiere enviarles. “Y aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer estado será muy grande”, (Job 8:7). Lo que tienes creará cualquier otra cosa que tú quieras—si lo Siembras.

Oremos Juntos… “Padre, muéstrame las Semillas que Tú me has dado. Yo tomaré la decisión de Sembrar cualquier Semilla que Tú desees sin importar cuán pequeña parezca. Tú la multiplicarás de regreso cuando más la necesite hoy. En el nombre de Jesús. Amén”.

Marcos 4:3-8 “Oíd: He aquí, el sembrador salió a Sembrar; y al Sembrar, aconteció que una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y la comieron. Otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra. Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y creció, y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por uno”.

Algunas Personas No Conocen La Diferencia Entre Un Buen Suelo Y Un Mal Suelo La Calidad Del Suelo Afecta El Crecimiento de La Semilla. Por eso Jesús nunca invirtió tiempo en persuadir a los Fariseos. Él era el Hijo de Dios. Él lo sabía. Era responsabilidad de ellos el discernirla. Él sabía que ellos eran, “¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro?”, (Mateo 23:17). Si, Él tomó tiempo para ir a casa con el recolector de impuestos, Zaqueo. Como ves, Él discernió suelo digno de Su atención y Su tiempo. Dos ladrones fueron crucificados además de Cristo. Uno recibió misericordia. Uno no la recibió. ¿Por qué? El ladrón que creyó en la Divinidad de Jesús Lo buscó. Jesús respondió. Ambos ladrones tenían necesidades. Ambos necesitaban el milagro de la salvación. Pero, Jesús tomó el tiempo de responder al que Lo buscó…él era buena tierra. Jesús enseñó la importancia de observar la calidad de la tierra. “Oíd: He aquí, el sembrador salió a Sembrar; y al Sembrar, aconteció que una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y la comieron. Otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra. Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y creció, y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por uno”, (Marcos 4:3-8). Rehúsate a Sembrar Semilla en la vida de un nodador. Supongamos que tienes un yerno que necesita apoyo financiero. ¿Qué haces? ¿Le das el dinero? O, ¿le ayudas proveyéndole la oportunidad para que lo gane? Hay una gran diferencia. Una dama se acercó a mí una noche después de una reunión y me habló de una mala situación que tenía. Su yerno y su hija se

habían estado quedando con ella por varias semanas. “Me siento tan mal por ellos. No tienen trabajo. Necesitan dinero. Realmente están atravesando una gran prueba financiera esta vez”—me dijo en lágrimas. “Pero, ¿qué hace él todos los días en su casa?”. “Bueno, pues, ellos generalmente duermen hasta las 10 de la mañana más o menos. Entonces, ven la televisión. Ellos están esperando que se abran las puertas”—ella explicó. “¿Su hija prepara su comida mientras usted se va a trabajar todo el día?”—le pregunté. “Oh no. ¡A ella no le gusta cocinar!”. “¿Su yerno le lava los platos, limpia su casa o le ha encerado su auto, podado el pasto mientras usted se ha ido a trabajar estos días?”. “Bueno, él está un poco deprimido por ahora. Él no se siente como con ganas de ir a trabajar. Y, de cualquier manera odio tener que pedirle”—fue su respuesta. Le mostré en la Escritura los mandamientos que Pablo escribió a la iglesia en Tesalónica. “Y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno”, (2 Tesalonicenses 3:10). Él le llamó a quienes no trabajaban “desordenados”, (2 Tesalonicenses 3:11). El Apóstol Pablo nos instruyó que evitáramos tener que convivir o tener amistad con aquellos que se rehúsan a ser productivos. “Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto”, (2 Tesalonicenses 3:14). Ahora, una persona floja no es necesariamente tu enemigo. Pero, su improductividad tiene que evidenciarse, confrontarla, señalarla y penalizarla. (Ver 2 Tesalonicenses 3:15). Ellos son tierra improductiva. Rehúsate a Sembrar Semilla en una iglesia que está en contra de la bendición financiera. ¿Por qué apoyaría a cualquier ministerio que está en rebelión directa con las Leyes de la Provisión conforme a la Escritura? “Bueno, Mike, yo no tengo trabajo”. “Bueno, quizá quieras definir eso un poquito diferente, ya que Dios ha prometido solamente “bendecir toda la obra de tu mano”. “Te abrirá Jehová su buen tesoro, el Cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no

pedirás prestado”, (Deuteronomio 28:12). Como ves, tú puedes encontrar trabajo. Cualquier persona puede encontrar algún tipo de trabajo. Quizá no pague $40 dólares por hora al principio. Quizá no sea la cosa más fácil que hayas hecho. Pero, trabajo hay dondequiera que mires en la vida. Rehúsate a Sembrar Semilla en alguien que no es enseñable. “Realmente necesito ayuda. No podemos pagar nuestras cuentas. ¿Nos puede ayudar esta vez?”, uno de mis parientes me preguntó con determinación un día. “Sentémonos. Quiero revisar tus finanzas contigo”—repliqué. “Dame una lista de lo que debes. Muéstrame qué estás haciendo para ganar dinero. Te voy a dar algún consejo, y si lo sigues, consideraré invertir en ti”. ¡Él dijo que no tenía tiempo! Piensa en eso. Él dijo que no tenía suficientes deseos de progresar para ni siquiera facilitarme una lista de sus pagos pendientes y tener una sesión de consejería conmigo. Él no estaba calificado para recibir ninguna Semilla. Esa es mala tierra. “Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; Mas el que guarda la corrección recibirá honra”, (Proverbios 13:18). Busca la buena tierra continuamente. Ahora, hay mucha gente cerca de ti que es buena tierra. Cientos de ministerios merecen nuestra mejor Siembrade-Semilla. Mira alrededor de ti. Evalúa. Observa a aquellos que son productivos alrededor de ti. Booz así lo hizo cuando vio a Rut. Él instruyó a sus siervos que le facilitaran el asegurar una Cosecha, “acercaban manojos a propósito”. Yo amo Sembrar Semilla en ministros jóvenes. Como ves, ellos están vaciando sus vidas en el evangelio. Algunos han dejado buenos trabajos y promesa de fortuna para ayudar a que vidas quebrantadas sean sanadas. No tienen las recompensas del impulso, ni grandes reputaciones establecidas todavía. Yo creo que esto produce gran fruto. Yo amo enviar dinero a ministros que están extendiendo este evangelio de provisión. Yo conozco su guerra espiritual. Ellos son despreciados por el mundo, malentendidos por la iglesia, y combatidos por aquellos que no entienden el mensaje de prosperidad. Así que, yo quiero proveerles Semilla para que sigan llevando este mensaje de Cosecha sobrenatural a quienes sufren. Amo Sembrar Semilla en ministerios probados. Ellos han luchado la buena batalla. Ellos han guardado la fe. Ellos han perdurado. La persistencia

debe ser honrada. “Mike, cada vez que yo planto una Semilla en tu ministerio algo maravilloso pasa en mi ministerio”—me explicaba un ministro recientemente. Bien, yo aprecio realmente esta declaración, pero me sentí un poco apenado. Él continuó. Mike, realmente hay una diferencia cuando yo siembro Semilla en buena tierra. Parece que mi Cosecha viene rápidamente, con gran excelencia y yo me siento en paz respecto a mi Siembrade-Semilla”. Siembra Semilla en quienes te han ayudado. Siembra Semilla en aquellos que te han dado consejo sabio y corrección. Siembra Semilla en la vida de aquellos que han permanecido leales y fieles. Siembra Semilla en aquellos que están dispuestos a trabajar, a trabajar duro y a vaciar sus vidas por causa del evangelio. “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”, (Gálatas 6.9). Muchas personas no eligen cuidadosamente el suelo donde Siembran su Semilla. Esa es una de las razones por las que ellos no Cosechan los cien tantos más de retorno que Dios quiere que experimenten.

Oremos Juntos… “Padre, ¿dónde debería estar sembrando? Revela la tierra que producirá. Muéstrame…Yo no desperdiciaré ninguna Semilla en tierra improductiva. En el nombre de Jesús. Amén”.

Eclesiastés 11:6 “Por la mañana Siembra tu Semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno”.

Algunas Personas Se Rehúsan A Sembrar Consistentemente Cuando Siembras Consistentemente, Tu Cosecha Se Volverá Continua. Cuando Siembras inconsistentemente, Tu Cosecha se volverá errática. Hace muchos años yo hablaba con una pareja joven después del servicio. Ellos estaban profundamente agitados. Desilusionados. Culpando a Dios de todo lo que sucedía en su vida. Cuando toqué el tema del diezmo y la Siembra ambos brincaron con indignación. “Ya hemos tratado eso. No funcionó para nosotros”. Es algo peligroso llamarle a Dios mentiroso. Esto demuestra una falta del temor de Dios. Esto revela orgullo y arrogancia. Cuando le dices deliberadamente a otros que has obedecido la Escritura y que la Palabra de Dios no funcionó para ti, es algo peligroso y que provoca temor. “Me gustaría ver el talonario de sus cheques en algún momento”—yo repliqué. “Me gustaría ver la consistencia de su diezmar. Esto es sumamente importante. Si han diezmado y han sembrado Semilla continuamente durante varios meses, a través de varias estaciones, esto necesita ser validado. Porque el Dios al que yo sirvo no es un mentiroso. Él dijo que abriría las ventanas de los Cielos sobre ti. Así que si se te han pasado algunas semanas sin diezmar, tu Cosecha vendrá errática e impredecible”. Ellos tartamudearon. Entonces, ellos admitieron que solamente habían “tratado de diezmar” unas cuantas veces. No era una rutina y un esquema de su vida. No era su estilo de vida. El diezmar no es un experimento para ser explorado. El diezmar es un estilo de vida de obediencia. Observa las estaciones. Son totalmente predecibles: el invierno, la primavera, el verano y el otoño crean tal regularidad que nosotros construimos nuestras vidas alrededor de las leyes de esta Tierra.

Me senté en un seminario asombroso hace muchos años en Madrid, España. El científico estaba explicando la distancia y las complicaciones involucradas en el aterrizaje de un cohete en la luna. Él declaró que el aterrizar un cohete en la luna requería tal precisión que era el equivalente a un hombre que dispara un mosquito a diez kilómetros de distancia con un rifle. Alguien preguntó ¿cómo sería posible hacer tal cosa? “Las leyes. El universo entero tiene leyes específicas que pueden ser descubiertas cuando cooperas con las Leyes del Universo. Tú puedes predecir a dónde exactamente se puede enviar un cohete”— explicó. El escritor milenario lo dijo muy claro: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz”, (Eclesiastés 3:1-8). Debes aprender el poder del ritmo, la rutina y la consistencia. Es importante establecer esto en tu Siembra y Cosecha. Reconoce que tu vida es un ciclo continuo e interminable de Siembra y Cosecha, de dar y recibir. Trabaja con este ritmo. No vayas en contra de él. La naturaleza tiene un patrón. Tú te puedes oponer a él, odiarlo y despreciarlo. Pero, la única manera de Cosechar los beneficios y las recompensas es observar y cooperar con él. Crea un horario personal para Sembrar Semillas en la obra de Dios. El apóstol Pablo entendió este principio. “En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas”, (1 Corintios 16:1-2). La Cosecha no sigue a la Siembra. La espera sigue a la Siembra. Tú Siembras. Tú esperas.

Tú Cosechas. Así que, para que experimentes el ingreso de una Cosecha continua, debe de haber una continua Siembra de Semilla para conformar las estaciones de la espera. Mientras la tierra exista, las estaciones existirán. “Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche”, (Génesis 8:22). Ahora, hay varias razones por las que la gente se rehúsa a sembrar consistentemente. Su fe y su confianza en Dios fluctúan. Cuando ellos escuchan a un hombre de Dios con una unción específica, ellos son movidos a responder. Mientras ellos se sientan bajo la unción, la fe se aviva dentro de ellos. Ellos se emocionan. Su fe es vibrante. Su confianza en Dios es renovada. La fe requiere acción. Es Casi Imposible Sentarse Bajo Un Hombre de Dios Que Desata El Fluir de La Fe Y No Sembrar Una Semilla. De hecho, es una condición peligrosa y trágica si alguna vez llegas al punto donde te puedes sentar bajo esa clase de unción y cierras tu corazón a esta. Así que, en este caso la respuesta natural es poder responder al llamado de fe dentro de ti. Algunos se burlan de esto. Ven con desdén y menosprecian esto. Ellos le llaman: “dar por emoción”. Casi no los entiendo. Si Dios pone una fe en tu corazón para Plantar una Semilla, es Su naturaleza levantarse fuerte dentro de ti. Ese deseo de dar no puede ser satánico. Ese deseo de dar no puede ser humano. El deseo de dar es la naturaleza de Dios Mismo. Algunas personas, unos cuantos días después de que han estado en la presencia de Dios y Su unción, participan en conversaciones con aquellos que carecen de fe. Críticos. Burlones. Los temerosos. “Estás loco si le diste una ofrenda a ese predicador. ¿No te das cuenta que él solamente se va a comprar un auto hermoso y ropa lujosa con tu diezmo y ofrenda?” se burlan las personas impías del creyente lleno-de-fe. Esta clase de declaraciones envenenan su mente. Su corazón se empieza a confundir. La frustración espiritual se establece. Dejarás la Arena de la Fe para bajar a la cañería del debate humano. Es la manera más rápida de perder tu Cosecha. Como ves, tu Cosecha requiere fe, no meramente una Semilla.

Tu Semilla es lo que Siembras. Tu fe es el factor multiplicador. Dios responde a tu Semilla porque está envuelta con fe. Él quiere que Le creas. Él responde a la fe dondequiera que la encuentra. Inclusive un pecador conseguirá un milagro cuando cree. Esto pasó continuamente en las reuniones de Katherine Kuhlman. Ella preguntaba: “¿Eres Cristiano?”. “No”, respondían dudosos. ¿Por qué sanaría Dios a un pecador? La Fe. “Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia”, (Romanos 4:9). “Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos”, (Romanos 10:8). Por lo tanto, no esperes que un ser querido tuyo que no es salvo, que es rebelde e impío se emocione cuando Siembras una Semilla en la obra de Dios. Ellos ni siquiera aprecian el Calvario todavía. Jesús no es importante para ellos. Se burlan de las Escrituras. Están enredados en los tentáculos del infierno, como un pulpo. Ellos pueden comprar su licor, cigarros y jugar en los casinos. Pero, cuando ellos descubran que su madre, viuda le dio dinero a un predicador, su furia hará erupción como un volcán. Rechaza su intimidación y burla. Las opiniones de tus amigos influirán en ti, por lo tanto ten cuidado. Es importante. Esto es normal. Sin embargo no esperes que alguien que no responde a El Espíritu Santo, alguien que es rebelde hacia los principios de la Palabra de Dios entienda tu Siembra de Semillas para extender este glorioso evangelio. La duda no es la única razón por la que nos rehusamos a Sembrar con regularidad. He sabido de mucha gente que se enoja con el predicador y retiene su diezmo. “Cuando mi pastor hace algo que me molesta, yo simplemente retengo mi diezmo”—dijo una señora con fervor y enojo. “¡Dios entiende!”. Debes saber que Él entiende. Tu desdén, ingratitud e inmadurez. Tú no lastimas a tu pastor cuando retienes el diezmo. Tú no has parado la marcha militante y victoriosa de la iglesia hacia la victoria reteniendo tu diezmo. Tú has destruido la línea de provisión para tu propia familia. Tú has creado estaciones de devastación en tu futuro. Te has comportado como un tonto. Satanás alimentó una mentira en ti. Puso la

carnada y como pez ignorante, mordiste el anzuelo. Algunos detienen la Siembra consistentemente porque ellos quieren usar el dinero para algo especial que ellos quieren comprar. Se proponen pagarlo. Llega el pago del auto. Ellos ven un refrigerador que quieren comprar. De esta manera, ellos se convencen a sí mismos de utilizar el diezmo esa semana para uso personal. Es el camino más rápido para un suicidio financiero. No puedes permitirte tocar lo que Le pertenece a Dios. No puedes permitirte quedarte lo que Le pertenece a Dios. Es una mentira de satanás diseñada para manipularte al punto de llevarte a la devastación y eliminación financiera. Satanás te odia y te desprecia. El desprecia el fluir de la bendición en tu vida. Ese es el por qué él estaba tan enojado por las bendiciones de Job. Cualquier cosa que Dios ama es algo que satanás odia. Cualquier cosa que Dios bendice es algo que satanás maldice. Otros no Siembran con regularidad simplemente porque ellos dan conforme sienten hacerlo. Si yo diera solo cuando siento hacerlo, no daría muy frecuentemente. Como ves, mis propias necesidades frecuentemente me abruman. Cuando yo miro un montón de recibos de radio y televisión, puedo fácilmente perder el “sentir” de ir y bendecir la obra de Dios. De hecho, justo vi un presupuesto para reparar mi techo. Mi casa ha tenido unas goteras desde hace varias semanas, y he estado muy ocupado para mandar repararlas. (¡O quizá yo no quiero pagar por eso!). De todos modos, cuando vi el costo increíble de un nuevo techo en mi casa de techo plano, yo perdí todo sentir y deseo de expedir un cheque para la obra de Dios. Es lo último que yo “sentía hacer”. No puedes permitirte Sembrar conforme te sientas. Debes enfocarte en la regularidad. “Por la mañana Siembra tu Semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno”, (Eclesiastés 11:6). Aprende a Sembrar en muchos ministerios, no solamente uno. “Envía tu grano por los mares, y a su tiempo recibirás ganancias. Coloca tus inversiones en varios lugares, porque no sabes qué riesgos podría haber más adelante”, (Eclesiastés 11:1–2 NTV). Me gusta esta misma cita en la versión Reina Valera 1960 también. “Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás. Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra”, (Eclesiastés 11:1-2).

Algunos no Siembran con regularidad porque viven en crisis continuas. Cuando la crisis viene, ellos dejan de dar. Cuando la bendición llega, entonces Siembran. Si Siembras de acuerdo a tus circunstancias solamente, Sembrarás inconsistentemente. “El que al viento observa, no Sembrará; y el que mira a las nubes, no segará”, (Eclesiastés 11:4). Millones seguirán en pobreza porque se rehúsan a entrar al Milagro de la Siembra Consistente.

Deuteronomio 28:47-48 “Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas, servirás, por tanto, a tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y Él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte”.

Millones de Personas Son Ingratas Y No Aprecian Lo Que Dios Ya Les Ha Dado La Gratitud Es Una Fuerza. Esto es más que una actitud. Es un estilo de vida, una forma de vida. Es una manera de ver las cosas. Es imposible ser demasiado agradecido a lo largo de la vida. La gratitud es una actitud aprendida. No es algo que nace de ti necesariamente. Yo he visto a gente malagradecida tener cambios drásticos después de una crisis. Repentinamente, sus palabras de agradecimiento son evasivas y muchas debido a que tienen recuerdo de la carencia, del dolor y las pérdidas. A quien Dios ha perdonado mucho, tiene mucho que agradecer, fue la implicación de Jesús respecto a María Magdalena. (Ver Lucas 7:36-50). La gratitud es magnética. Cuando trabajas alrededor de alguien agradecido, ellos están felices. La gente agradecida es gente siempre alegre. Eso no significa que su vida esté libre de estrés, pesares o dificultades. Sino mejor aún: ellos han elegido enfocarse en la maravilla y el milagro de la bendición. La gratitud es generada por el enfoque. (Ver Deuteronomio 8:10-14). La gratitud es necesaria para entrar a la presencia de Dios. “Entrad por Sus puertas con acción de gracias, por Sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid Su nombre”, (Salmos 100:4). La gratitud debe brotar por la bondad de Dios, no porque las circunstancias sean perfectas. “Entrad por Sus puertas con acción de gracias, por Sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid Su nombre. Porque Jehová es bueno; para siempre es Su misericordia, y Su verdad por todas las generaciones”, (Salmos 100:4-5). Tú tienes el mandato de ser agradecido. “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”, (1 Tesalonicenses 5:18).

La gratitud brota cuando empiezas a recordar las cosas buenas que Dios ha hecho para ti. “Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones, acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo”, (1 Tesalonicenses 1:2-3). La gratitud brota cuando repasas las bendiciones de Dios en tu vida. Él es un Dios bueno. Él es un Dios poderoso. Él es un Dios amoroso. Él te ha guardado a través del fuego. Él te ha guardado a través de las muchas aguas. Él te ha preservado al pasar por acusaciones falsas. Él ha entrado cuando otros han salido. Tú estás sirviendo a un Dios amoroso, poderoso y milagroso. Si ninguna otra cosa buena ha ocurrido alguna vez en tu vida, Su presencia es suficiente para inspirarte gratitud, aprecio y agradecimiento. Canta tu gratitud y agradecimiento a Dios. Compón canciones. No tienen que tener palabras sofisticadas, elocuentes y profundas. Él sólo quiere oír que le cantes alabanza y adoración a Él. Escribe notas de agradecimiento y gratitud a Dios y a quienes amas. Cinco minutos con una nota escrita a mano, soltará un río dentro de ti. De pronto, recordarás todas las cosas maravillosas que Dios ha hecho para ti. La gente ingrata no está repasando los recuerdos correctos. “No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que Yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad”, (Isaías 43:18-19). La gratitud es un regalo para tus seres queridos. “No te niegues a hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para hacerlo”, (Proverbios 3:27). Aquello por lo que estás más agradecido comenzará a multiplicarse en tu vida. Cuando eres agradecido por los amigos, multiplicarás tus amistades. Cuando eres agradecido por la oportunidad que tu jefe te da, el dinero empezará a aumentar en tu vida. La evidencia de la gratitud es el gozo y el deseo de proteger. Tú protegerás y pelearás por las cosas por las que estás más agradecido. ¿Has visto alguna vez a una madre cruzar el jardín corriendo cuando un perro se

aproxima a su hijo? Ese sentido de protección provino de su aprecio y gratitud por su hijo. Su bebé es su vida. Tú siempre lucharás para conservar lo que verdaderamente amas. Cuando un empleado es agradecido, luchará por conservar su trabajo. Jamás los verás llegar tarde al trabajo ni tomarse tiempo adicional a la hora del almuerzo. ¿Por qué? Ellos son agradecidos. Agradecidos. La ingratitud es un cáncer peligroso que puede entrar muy rápidamente. Llega cuando una persona amada que es contenciosa y un amigo avivan el fuego de un malentendido. Ellos alimentan tu enojo. Algo te altera. Tu enfoque se rompe. Los esposos y las esposas pueden hacer que una molestia aumente entre ambos. La esposa está enojada porque su jefe le pidió que se quedara tiempo extra. El esposo evalúa, recibe y medita en la ofensa. En cuestión de semanas ellos no pueden ver al jefe a los ojos. Cuando un compañero de trabajo comparte su queja, ellos comparten su ofensa. La Ingratitud Es Contagiosa. Me bajé del avión recientemente con gran gozo. Mi vida estaba yendo de maravilla. El toque de Dios estaba sobre mi ministerio. Las finanzas iban hacia arriba. Simplemente me sentía bien. Dos ministros amigos míos estaban esperando. Ellos sugirieron que fuéramos a comer y yo accedí. En pocos momentos empezaron a compartir algunas de las pruebas por las que estaban pasando. Mi corazón se llenó de compasión. Escuché. Ellos continuaron y de repente casi sin advertirlo, yo me encontraba en un terreno completamente distinto. Me escuché de pronto hablando cosas de las que jamás había hablado. Compartí mis pruebas, mis quejas y sobre aquéllos que me habían fallado. A dos horas de mi llegada, mi corazón estaba con tal agitación y frustración que no sabría cómo explicarlo. ¿Qué sucedió? Yo había permitido que mi enfoque fuera roto. Había entrado a mi presencia gente malagradecida. Yo lo permití, lo acepté e incluso lo alimenté. Mi gozo se fue, mi entusiasmo decayó. De hecho, nada había cambiado en mi vida a excepción de mi actitud. Como ves, alguien está hablando a tu vida constantemente. Una persona malagradecida puede arruinar el fluir de milagros en tu vida en forma increíble. Aquí hay algunas Llaves que te ayudarán a permanecer agradecido y enseñable durante las estaciones de crisis financieras. 1. Reconoce La Ingratitud Como Un Pecado Y Un Dolor Para El Espíritu Santo. “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el Cual

fuisteis sellados para el día de la redención”, (Efesios 4:30). 2. Deja de Discutir Cualquier Cosa Que No Edifique A Otro. “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”, (Efesios 4:29). 3. Enfócate En Las Bendiciones Maravillosas Tan Obvias Y Evidentes En Tu Vida. “Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios el Dios de nuestra salvación”, (Salmos 68:19). 4. Clama A Dios Cuando Sientas Un Espíritu de Ingratitud Creciendo. “Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias”, (Salmos 34:17). 5. Confiesa Tu Pecado de Ingratitud Con Un Corazón Contrito y Quebrantado. “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu”, (Salmos 34:18). 6. Cree Que Tu Prueba Cesará Y Que Dios Te Dará La Completa Liberación. “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová. Él guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado”, (Salmos 34:19-20). 7. Conserva Una Imagen Del Milagro Que Estás Persiguiendo Enfrente de Ti En Todo Momento. “Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”, (Filipenses 3:13-14). 8. Aléjate de La Gente Ingrata Y Pleitista. “Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres”, (1 Corintios 15:33). “El carbón para brasas, y la leña para el fuego; y el hombre rencilloso para encender contienda”, (Proverbios 26:21). La ingratitud te ciega a todo regalo de Dios. Te haces crítico, escéptico y te dedicas a buscar la paja en el ojo ajeno. Te rehúsas a estar agradecido por tu auto porque ves entrar al vecino en uno nuevo. La ingratitud puede ser curada. Yo he encontrado dos métodos con los que Dios trata la ingratitud. Su primera elección es que entres al Lugar Secreto, viendo Su bondad y te conviertas en una persona agradecida en Su presencia. Es imposible que entrando habitualmente a tu lugar privado de oración, adorando y alabando a Dios sigas con una actitud ingrata al salir de él.

El segundo método para tratar con la ingratitud es devastador. La pérdida es la mejor cura para la ingratitud. Dios simplemente retira aquello por lo que no estás agradecido. “Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas, servirás, por tanto, a tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y Él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte”, (Deuteronomio 28:47-48). La gente malagradecida es a menudo una influencia militante hacia otros con su ingratitud. Ellos no están satisfechos de sentarse solos en casa. Ellos no quieren comer a solas en los restaurantes. Ellos no pueden estar bien a solas. Su ingratitud requiere combustible. Ellos buscan a otros para Sembrar sus Semillas de contención, de discordia y de pleito. Si no les alejas de tu vida entrarás en pacto con ellos y destruirás así, cada bendición que Dios está tratando de poner cerca de ti. La gente malagradecida crea una atmósfera de desánimo. La motivación se drena cuando estás con ellos. Pierdes energía. Los proyectos que antes te emocionaban, de pronto parecen inalcanzables. Empiezas a ver las barreras en vez de ver las bendiciones potenciales. Ellos son cargas, no llevadores de cargas. La gente ingrata te desmotiva. Ellos te desmoralizan y destruyen todo sueño que Dios ha puesto dentro de ti. Tú no puedes permitirte la tragedia de una persona ingrata en tu vida. La Ingratitud y la falta de agradecimiento por lo que Dios ha hecho ya, es una de las razones más importantes por lo cual la gente no experimentará en su vida una Cosecha al ciento por uno.

Oremos Juntos… “Jesús, perdona mi ingratitud. Yo veo lo mortífera que puede ser la ingratitud. Me hago el propósito de recordar Tu bondad, Tu gracia y Tus milagros. Límpiame. Yo cantaré un nuevo canto de gratitud y los que se acerquen a mí oirán acerca de Tu grandeza y de Tu bondad. Yo prosperaré y experimentaré Tu Cosecha. En el nombre de Jesús. Amén”.

Proverbios 22:24-25 “No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de enojos, no sea que aprendas sus maneras, y tomes lazo para tu alma”.

La Mayoría de La Gente No Es Capaz de Reconocer A Los Enemigos de Su Cosecha Y de Su Prosperidad Todas Las Cosas Buenas Tienen Un Enemigo. Jesús tuvo un enemigo. Así que, tú tendrás un enemigo a lo largo de toda tu vida. “El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor”, (Mateo 10:24). Tu enemigo es cualquier persona o influencia que se propone impedirte que logres un sueño digno asignado por Dios. Tu enemigo usará palabras, retrasará y atacará para acabar con tu energía y cambiar tu enfoque. Ahora, satanás es tu verdadero enemigo. Él usa gente como Instrumentos de Distracción. Su meta no termina con tu devastación. Su meta es robarle a Dios el placer que tú generas. Los ojos del Señor están siempre sobre ti. Él se deleita en tu progreso, paz y compañía. ¿Cuál fue la meta de satanás en el Jardín del Edén? Impedir que Dios experimentara el placer de la compañía de Adán y Eva. Tu enemigo te teme. Satanás está muy atento a los planes de Dios. Él reconoce por completo tu potencial y lo que Dios está planeando para tu vida. Él ataca por miedo a tu éxito. Tú tienes la relación que él había disfrutado anteriormente con Dios. David vio cómo sucedió esto en su propia vida. “Mas Saúl estaba temeroso de David, por cuanto Jehová estaba con él, y se había apartado de Saúl”, (1 Samuel 18:12). Tu Enemigo Es Para Ser Destruido, No Entendido. Dios ha numerado los días de satanás. Aún David partió cuando él vio la envidia y celos de los ataques de Saúl. (Ver 1 Samuel 18:12). Nunca negocies con un enemigo. “No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de enojos, no sea que aprendas sus maneras, y tomes lazo para tu alma”, (Proverbios 22:24-25).

Aléjate de un clima de conflicto cuando te sea posible. Este fue uno de los Secretos Maestros de Liderazgo de David. Él entendió la importancia de proteger su propio enfoque en sus tratos con el rey Saúl. “Pero David lo evadió dos veces”, (1 Samuel 18:11). No alimentes ni energices a tu enemigo. Tu sola presencia y palabras frecuentemente dan energía y fortaleza a tu enemigo, a menos que sean las palabras correctas. “La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor”, (Proverbios 15:1). Tú no puedes resolver un problema para tu enemigo. Su meta es destruirte. Tú eres el objetivo de su atención. Tu sueño es tu meta. Tu destrucción es su meta. Lograr tu Asignación y cumplir con las instrucciones de Dios es tu meta. Destruirte es su enfoque. “Cruel es la ira, e impetuoso el furor; mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?”. (Proverbios 27:4). Tu enemigo no invertirá ningún tiempo, dinero ni esfuerzo para entender y abrazar tu Asignación en la Tierra. Los Fariseos trataron de usar las mismas explicaciones de Jesús para hacerlo caer en una trampa. Jesús sabía esto. Sus preguntas fueron “ganchos” para hacer que Se desviara y romper Su enfoque. Esa es la razón por la que Él respondía sus preguntas con otra pregunta. Los motivos de los demás deben ayudarte a dar la clase de respuestas que les debas dar. Tu enemigo debe ser discernido a tiempo. “Ni deis lugar al diablo”, (Efesios 4:27). El conflicto continuo revela la presencia de un enemigo que estás permitiendo. “Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa”, (Santiago 3:16). Tu enemigo busca el diálogo, intercambio y comunicación en vez de una solución. “Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad”, (2 Timoteo 3:7). Tu enemigo no mostrará misericordia. Esta es la prueba de que la Sabiduría no está presente. “Pero la Sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía”, (Santiago 3:17).

Tu Cosecha financiera tiene un enemigo. “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir”, (Juan 10:10). Job pasó por esto cuando satanás apareció en la presencia de Dios y deseó destruir su vida. Enfrenta a tu enemigo inmediatamente. Nombra las cosas como lo que realmente son. Lo que no estás dispuesto a confrontar, te vuelves incapaz de conquistar. Los campeones enfrentan la batalla. Son serios respecto a ganar contra la pobreza y la carestía. Lo he dicho muchas veces: “La Cosecha financiera no es ninguna frivolidad ni trivialidad. Es el temor más grande que tiene el infierno de la iglesia en esta generación”. Miremos tres enemigos que destruyen tu Cosecha financiera. 1. Relaciones Erróneas. Tus amigos están alimentando tu sueño o tus dudas. Tus amigos te están llenando de energía o te están atacando. Tú debes decidir y discernir a quienes está usando satanás para destruir tu Cosecha financiera. “El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será quebrantado”, (Proverbios 13:20). Algunos amigos son parásitos, vaciándote en toda manera concebible. Algunos amigos te animan, te imparten una energía notable y entusiasmo por la Cosecha que viene. Algunos te envidian, te criticarán y te calificarán de materialista y amante del dinero. Algunos competirán contra ti. Ellos serán miserables y se enojarán cuando explote tu creatividad. Algunos amigos dudarán de ti. Ellos señalarán cada razón por la que esperan que falles. El Apóstol Pablo advirtió, “Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas”, (Efesios 5:11). Pero si tú fallas, fallarás por permitir que la gente equivocada se acerque demasiado. Lee biografías de grandes hombres que experimentaron terribles fracasos. Ellos confiaron en la gente equivocada. 2. Enseñanzas Erróneas. Alguien siempre está impartiendo información equivocada. Te afectará e influirá más de lo que te puedas dar cuenta. El Apóstol Pablo reconoció que

aquellos a quienes él amó estaban escuchando a alguien más. “¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad?”. (Gálatas 3:1). El error es mortal. Es venenoso. Está siempre mezclado con las tramas de la media-verdad. Esto lo mantiene engañoso. Uno de los grandes errores que se están enseñando hoy es respecto a la Soberanía de Dios. Se ha malentendido tanto. Permítame explicarlo. “¿No siente usted que satanás le da mucho dinero para que caiga y se aleje de Dios?”, preguntó un joven después de una cátedra. “Permíteme hacerte una pregunta”, respondí. “Si la riqueza financiera pudiera romper tu relación con Dios, ¿no crees que satanás te daría una sobredosis cada día de tu vida?”. Él vio el punto. Continué: “Cuando satanás quería destruir a Job, él no aumentó su ingreso sino que obstaculizó el flujo del dinero en su vida”. Otra joven dijo un día, “Si Dios quisiera que tuviéramos dinero, Él nos lo daría”. Respondí, “Quiere decir que si Dios quisiera que te peinaras, ¿Él te habría peinado esta mañana? Si Dios quisiera que usaras ropa, ¿no habrías nacido desnudo?”. Otro hombre de negocios brillante y articulado habló en una conferencia. “Bien, yo creo que Dios te dará dinero si Él puede confiártelo”. “Entonces explíqueme ¿por qué muchos hombres impíos, ateos tienen millones, y por qué hay misioneros que no pueden siquiera para comprar vehículos para su ministerio si esto es un factor de confianza con Dios?”. Respondí. Oh, ¡es tan trágico! Cuando escucho las respuestas de la gente respecto a la bendición financiera y la riqueza, millones de personas que no hacen ningún esfuerzo para aprender y aplicarse a su vida el Principio del Aumento. Luego, se quedan perplejos cuando su dinero nunca crece y quedan en despreciable pobreza. 3. Palabras Erróneas. Tus palabras son creativas. Son poderosas. Son corrientes que te apresuran hacia tu sueño o que te alejan de tu sueño. “La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos”, (Proverbios 18:21). Tus palabras pueden sabotear amistades productivas y valiosas. “El que

guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias”, (Proverbios 21:23). Tus palabras deciden lo que crece dentro de ti. “Manantial de vida es la boca del justo; pero violencia cubrirá la boca de los impíos”, (Proverbios 10:11). Tus palabras pueden crear enojo destructivo e innecesario en otros. “La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor”, (Proverbios 15:1). Tus palabras pueden poner trampas que te destruyan. “La boca del necio es quebrantamiento para sí, y sus labios son lazos para su alma”, (Proverbios 18:7). Tus palabras deben hablar en el momento y lugar adecuados. “El necio da rienda suelta a toda su ira, mas el sabio al fin la sosiega”, (Proverbios 29:11). Tus palabras pueden ser el vehículo para tu liberación de un dilema. “Mas la boca de los rectos los librará”, (Proverbios 12:6). Tus palabras merecen mucha cautela antes de soltarlas. “El corazón del justo piensa para responder”, (Proverbios 15:28). Debes tener cuidado al calificar a quien recibe tu consejo y opinión hablada. “No hables a oídos del necio, porque menospreciará la prudencia de tus razones”, (Proverbios 23:9). Tus palabras están decidiendo tus estaciones. Tus palabras están decidiendo tu alegría y entusiasmo. Las palabras que salen de tu boca están creando un camino a tu futuro o una corriente a tu pasado. Deja de discutir tus defectos con todo mundo. Deja de publicar los errores que has cometido. Deja de discutir tus dudas y publicar tus temores. Tú eres el terror de los gigantes, un campeón, un reparador y restaurador de sueños. Habla de esa manera. Actúa de esa manera. Miles envenenan continuamente su propio ambiente con palabras negativas, de duda y temor. Esta es una de las razones por lo que ellos jamás probarán su Cosecha financiera. Nadie quiere invertir en alguien que planea perder. Tu boca es: Tu Libertador. Tu Arma.

Tu Motivador. Úsala sabiamente. Millones se rehúsan a reconocer a los enemigos de la prosperidad. Ellos jamás probarán la dulzura de la provisión financiera.

Oremos Juntos… “Padre, llévate de mi vida a la gente improductiva, impía y malagradecida. Desarraiga cualquier error que yo haya abrazado por ignorancia. Derrama Tus Palabra de fe y victoria a través de mí. En el nombre de Jesús. Amén”.

Millones de Personas No Están Experimentando Incremento Aún, Porque Nadie Les Ha Enseñado El Principio de La Semilla de Fe Los Ignorantes Simplemente Carecen de Enseñanza. Los maestros son necesarios. Tú no tendrías siquiera la capacidad de leer este libro, pero un maestro entró a tu vida. Te sentaste a sus pies. Aprendiste el alfabeto. Hora tras hora persististe en momentos aburridos, agitados y en ocasiones hasta frustrantes. Pero, abrieron la Puerta de Oro a la Vida. Solamente puedes saber algo que has escuchado. Algo que has sido enseñado. Esta es la razón por la que Dios asigna mentores, ministros del evangelio, y padres para que impartan conocimiento. “Y Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo… Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina”, (Efesios 4:11-12, 14). Todo mundo entiende la siembra. Sembrar es soltar en la tierra una Semilla para obtener una Cosecha y un retorno deseados. La Semilla-de-Fe es sembrar una semilla específica en fe para que produzca una Cosecha a lo largo de tu vida. Esto requiere que decidas qué clase de Cosecha quieres producir y sembrar la Semilla para que esto suceda. Semilla de fe es soltar algo que te ha sido dado para crear algo que te ha sido prometido. Semilla de fe es usar algo que tú tienes para crear algo más que tú deseas. Cuando sueltas algo que está en tu mano, Dios soltará lo que está en Su mano. Tu Semilla es aquello que bendice a alguien más.

Tu Cosecha es cualquier cosa que te bendice. Por lo tanto, Semilla de fe es sembrar algo que posees en fe, que Dios honrará dándote una Cosecha donde más la necesitas. Pero, la mayoría de la gente nunca ha entendido la parte maravillosa y gloriosa del principio de la siembra y la cosecha. De hecho, se usa por lo general como una amenaza. Oirás a un padre decirle a un adolescente rebelde: “¡Algún día vas a cosechar lo que estás sembrando!”. Sin embargo, ¡rara vez alguien le dice esto al adolescente cuando es obediente y está haciendo algo maravilloso! Ellos sólo enfatizan eso cuando se enfocan en algo malo que su hijo hizo. Cada ministro ha usado Gálatas 6:7 para motivar a su congregación para que tengan un sano temor de Dios. “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Pero si lees los siguientes versículos, es una maravillosa y poderosa promesa que concluye: “…Mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”, (Gálatas 6:7-9). El apóstol Pablo continúa enfatizando este maravilloso y milagroso principio de la Semilla de fe. Él anima personalmente el uso de este principio para ayudar a la gente ¡a que haga algo maravilloso por los demás! “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”, (Gálatas 6:10). El principio de la siembra y la cosecha en la Biblia es una advertencia. También es una maravillosa y gloriosa promesa a los creyentes, que indica que la paciencia al sembrar Semilla producirá una Cosecha digna de ser buscada. El principio: Tú puedes decidir cualquier Cosecha que desees producir, sembrando una Semilla Especial envuelta en tu fe por un resultado deseado. Esta es la Semilla-de-fe. Dios trabaja continuamente con este principio. Aquí hay un ejemplo: Dios tuvo un Hijo– Jesús. Pero, Él quería una familia. Por lo tanto, Él sembró Su mejor Semilla en un lugar llamado Calvario para producir una gloriosa familia: el cuerpo de Cristo. ¡Y aquí estamos! Elías, el extraordinario profeta entendió este principio tanto como ninguna otra persona en la Biblia. Él vio al rostro a una mujer campesina en extrema pobreza que está a punto de tener su último alimento. Su hijo está

demacrado y desfallecido, famélico, tendido en su lecho. Ella está desamparada. No es simplemente una viuda que necesita dinero para pagar la mensualidad del auto o de la casa. Su última pieza de pan es lo único entre ella y la inanición. Pero, Dios le ha sonreído. ¡Y no le envió una bolsa con víveres! (Como ves, aún la bolsa de víveres pronto se acabará.) Elías no le dio un billete de $20 dólares. Pues sólo hubiera demorado su muerte por inanición unas cuantas horas. Dios le envió un hombre que entendía cómo seguir creando Cosecha tras cosecha con una sola Semilla. Oh, ¡es un día maravilloso en tu vida cuando Dios te manda alguien que puede ver el futuro de tu Semilla! ¡Has hallado favor con los ángeles! ¡Has encontrado el favor que te hará sobrevivir durante la prueba actual! Quizá veas tu presente con total desánimo, pero un hombre de Dios tiene una imagen de tu futuro. Elías no dijo: “Le diré a la iglesia acerca de tu problema para ver si alguien puede ayudarte”. No la criticó. No le preguntó si ella había estado dando su diezmo. Él apuntó hacia algo que ella ya tenía y le dijo como usarlo como un puente para salir de su problema. Como ves, tu Semilla es la única salida de tu presente. Tu Semilla es la única puerta a tu futuro. Tu Semilla es el puente de bendición al mundo que has soñado toda tu vida. Elías hizo algo glorioso y maravilloso. Algo que desearía que todo hombre de Dios hiciera cada vez que se para detrás del púlpito para hablar a la gente sobre la ofrenda para la obra de Dios. Él le explicó que lo que ella tenía en su mano contenía la solución para su vida. La Semilla de fe está llevando a la gente más allá de la antesala de su problema. Los está llevando a la Casa de la Sabiduría, ¡y les está mostrando que cada solución para su vida la tienen justo en su propia mano! Los inconversos tal vez sientan vacío y desesperanza. Pero, Dios enseña que la Semilla para su salvación está justo en su boca. “Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”, (Romanos 10:8– 10).

¡Piensa en esto! Tal vez te hayas apartado del Señor, y te encuentras quebrantado, atormentado y abatido. Quizá tus pecados se cuenten por cientos. Sin embargo, ahí mismo donde te encuentras sentado en este momento puedes sembrar una Semilla. ¿Qué es la Semilla? Tu Confesión de Cristo. En un solo segundo, millones se han trasladado de una vida de vaciedad y desesperanza a la luz y al gozo. Una sola Semilla de confesión puede sacar a un hombre del problema por el resto de su vida. Esa es la Semilla de fe. El glorioso principio de la Semilla de fe. Todo mundo cree en sembrar. ¡Pocos han abrazado la promesa de la Cosecha! Algunos no lo enseñan porque temen a la crítica. Cómo ves, cuando empiezas a hablar acerca del dinero, estás apuntando al núcleo de la vida de las personas. El dinero es el dios de este mundo. Todo gira en torno a este. Ministerios poderosos evitan este tema como si fuera plaga. Sin embargo en la privacidad de sus sesiones de liderazgo, ellos lloran e interceden para que Dios les provea más recursos financieros para que puedan alcanzar a esta generación. Algunos de los que se rehúsan a hablar del principio de la siembra y la cosecha, a menudo se acercan a los ricos en la privacidad de su hogar. Ahí, les piden fuertes donativos para su ministerio. Al hacer esto, ellos evitan cualquier crítica que pudiera venir de parte del escrutinio de la gente. Algunos sienten que está fuera de todo balance hablar de dinero en un servicio en la iglesia. Sin embargo, nadie considera fuera de balance a un dentista porque trabaja solo con los dientes. Nadie considera fuera de balance a un abogado porque habla solamente de asuntos legales. Nadie se enoja con un evangelista por predicar salvación. Pocos se enfurecen cuando un pastor enseña sobre los principios para tener relaciones plenas en amor. Todo mundo se llena de gozo cuando alguien recibe su sanidad durante un servicio de sanidades y milagros. Pero, al momento en que se toca el tema del dinero, otro espíritu es el que entra en escena. La atmósfera cambia. El clima se torna diferente. Hay quienes no enseñan sobre los principios de la prosperidad porque su propia provisión es suficiente. Recientemente, entré a una casa de un millón de dólares. Era la residencia de un ministro amigo mío. Él nunca enseña sobre la prosperidad financiera. Las almas son su enfoque. Él es brillante en el negocio de construcción de residencias. Él tiene amigos que construyen una casa. Se muda a dicha casa. Luego, cuando la vende obtiene

una jugosa ganancia. A través de los años, él se ha hecho de una enorme fortuna. Él no tiene problemas financieros de ninguna especie gracias a su talento como constructor. Él entiende bien el negocio del contratista y todo lo que esto conlleva. Muchos no tienen este conocimiento y experiencia. Así que, mientras él disfruta el hermoso lujo de una residencia de un millón de dólares, miles de personas que se sientan bajo su ministerio, difícilmente pueden realizar el pago de su automóvil. Sus casas son pequeñas e incómodas. Como ves, la provisión ya no es más su enfoque. Por esto mismo, él no comprende que otros puedan tener problemas que él no tiene. Algunos no enseñan acerca de sembrar por una Cosecha debido al encono, las represalias y duros ataques que ello atrae a su ministerio. Nadie que quiere ser productivo tiene tiempo para luchar. Hace muchos años un ministro poderoso, ministró a millones de personas por televisión. Los diversos medios comenzaron a tenderle trampas urdiendo estrategias para destruirlo, lo cual le costó millones de dólares en honorarios para sus abogados. Su equipo de colaboradores se fragmentó. Su enfoque se rompió. En vez de escribir libros que ayudaran a la gente, tuvo que estar reuniéndose con sus abogados cientos de horas. Sus declaraciones de impuestos y su contabilidad fueron auditadas por la autoridad hacendaria. Hubo investigadores que buscaron hasta en los contenedores de basura tratando de encontrar documentos financieros y cartas de sus socios. Un impío invertirá millones de dólares para callar la boca de un hombre de Dios. Por lo tanto, muchos hombres de Dios evitarán esta enseñanza para poder mantener su enfoque en la gente en vez de tener que defender su ministerio. Es costoso. Es devastador, física y espiritualmente. Como resultado, su gente está sumida en la pobreza y la pérdida porque permanecen en la inopia por falta de enseñanza. Hay algo que me intriga. Cuando surge la discusión sobre el dinero y el dar para la obra de Dios, los impíos encuentran intereses comunes con muchos líderes religiosos. Se alían–– como lo hizo Poncio Pilatos con los fariseos de su tiempo, para lograr la meta común de crucificar a Jesús de Nazaret. ¿Por qué se levanta ira en torno al mensaje de sembrar Semilla para crear una Cosecha financiera en tu vida personal? ¿Acaso estas personas desaprueban el dar? No lo creo. Como ves, toda

la Tierra es una Tierra dadora. Miles de personas dan para la marcha de los 10 centavos, el teletón para la distrofia muscular, la cruz roja, y el ejército se salvación. Nadie se enoja porque des… a otras personas. Su enojo se involucra si lo que das es para la obra de Dios. ¿Les enoja que enseñar sobre prosperidad sea innecesario y por tanto, tiempo perdido? Claro que no. La mayoría de la gente no tiene dinero suficiente para pagar todos sus pagos y servicios. La mayoría no tienen siquiera el auto totalmente pagado. Alguien dijo que el sesenta por ciento de los estadounidenses quedarían en la bancarrota en 90 días si los despidieran del trabajo o perdieran su trabajo. No, el enojo no es porque todo mundo tenga mucho dinero. Todos están necesitados. ¿El enojo está dirigido a todos los ministros del evangelio por recibir ofrendas? No lo creo. En la televisión veo a muchos ministros que no son criticados cuando anuncian que hay una necesidad de recibir una ofrenda para construir una catedral. El más grande evangelista de nuestra generación recibe ofrendas en cada una de sus campañas. Él nunca ha sido criticado porque sus ofrendas se caractericen por guardar un bajo perfil. No, el enojo no es por recibir ofrendas. Esto viene de siglos y siglos atrás. El enojo no va sobre una iglesia que pide ayuda para viudas que necesitan asistencia. ¿Acaso quienes combaten el mensaje de la Semilla de fe de prosperidad desprecian el dinero y odian el tema del dinero? En lo absoluto. Yo veía al anfitrión de un programa de entrevistas despotricar en ira contra todos los que hablan acerca de sembrar para ser prosperado. Sin embargo ofreció su propio video al final del programa por $40 dólares. Definitivamente él no odia el dinero. Él quiere más para sí mismo. Él no está en contra del dinero. Ni está en contra de obtener ganancias. Aquellos que se enfurecen por quienes siembran para ser prosperados, se enojan ante el hecho de que un ministro prometa que Dios les dará un retorno de cien tantos por su Semilla. Ellos odian la enseñanza de que puedes “dar algo que tienes para obtener algo de parte de Dios en retorno”. La batalla es por la Expectación de recibir una Cosecha. Analicemos esto. ¿Acaso están enojados porque creen que Dios no puede dar una Cosecha? La mayoría de la gente cree que Dios puede hacer cualquier cosa. ¿Acaso esta gente cree que Dios no debería producir una Cosecha por

nuestra Semilla? No lo creo. Cada reportero de televisión busca áreas de pobreza extrema para despertar la conciencia de los estadounidenses hacia los pobres. Miles de personas incluso se enojan con Dios por no hacer algo por ellos. Casi todo ser humano cree que Dios debe prosperarle. ¿Acaso creen que Dios no prosperará realmente a la gente que siembra en Su obra? Ahora, hay mucha controversia sobre esto. Aquí tienes uno de los más grandes descubrimientos de mi vida. El enojo entorno a sembrar una Semilla para la obra de Dios con la promesa de obtener una Cosecha, se levanta porque muchos creen que está mal esperar algo de Dios en retorno. La palabra odiada es expectación. “Cuando yo le doy algo a Dios, ¡no espero nada de vuelta!”. Se jactaba un líder religioso recientemente. “Yo le doy a Dios porque lo amo. Yo doy en obediencia. Es codicioso esperar recibir algo en retorno”. Sin embargo este mismo líder religioso espera recibir el cheque de su salario cada semana de su vida–– en retorno por su liderazgo espiritual. Es solamente el esperar dinero en retorno de parte de Dios lo que produce el punto de contención. ¿Está mal entregar tu corazón a Dios y esperar recibir perdón, misericordia y una casa en el Cielo? ¡Oh no! Está bien esperar una casa eterna en retorno. ¿Está mal traer tu cuerpo enfermo a Dios y esperar a cambio sanidad Divina? Pocos están en desacuerdo con eso. ¿Es únicamente el dinero lo que les molesta? Es el dinero destinado para Dios y Su obra. ¿Por qué está mal esperar que Dios te dé un retorno de cien tantos más? Esto no es siquiera lógico. Piensa de los miles de doctrinas enseñadas en las Escrituras. La doctrina de la sangre de Cristo, El Espíritu Santo, ángeles y demonios. Piensa en las terroríficas consecuencias del pecado, la rebelión y la hechicería. Si hubiera algo entre lo que enseñan las Escrituras contra lo que debiéramos rebelarnos, ¿por qué hemos elegido odiar el Principio de la Prosperidad? Es en contra de toda lógica odiar algo que trae bendición, provisión y la habilidad para bendecir a otros. Esto es algo satánico. Oh, amigo mío, si tú pudieras ver a satanás tal

como es, lo aborrecerías con cada gramo de tu ser. Él es viscoso, escurridizo y engañador. Es verdaderamente una serpiente. ¿Por qué no se levanta gran ira y odio acerca de predicar sobre el infierno? Si yo tuviera que rehusar alguna verdad, sería sobre creer en el infierno. Como ves, no es siquiera natural ser anti dinero. Supón que tú y yo fuéramos de compras. Al caminar por el centro comercial, veo a un hombre hecho ovillo en una esquina. “Oh, ahí hay un hombre que necesita ayuda. Se ve hambriento. Su ropa se ve raída. Vamos a hacer algo bueno por él”. Tú y yo nos acercamos a él. “Señor, ¿está usted bien?”. “No”, balbucea. “No he comido en cuatro días. No tengo trabajo, estoy desempleado. Soy indigente. ¿Podría ayudarme de algún modo?”. Tú y yo no gozamos. Aquí está nuestra oportunidad de bendecir a este hombre. Tenga. Aquí tiene $20 dólares. Por favor cómprese un buen alimento en la cafetería”. Ahora, supón que esto sucedió. Él recibe el billete de $20 dólares. Lo rompe en pedazos. Nos voltea a ver airadamente y dice: “¿Por qué está tratando de darme un billete de $20 dólares?”. Dirías que es una locura. Estoy de acuerdo. Yo diría: “Este hombre está muy enfermo. Acaba de tirar algo que podría cambiar su dolor en placer. Yo le di una respuesta, una solución, algo de dinero. Y el actúa como si se tratara de una trampa, un truco o veneno”. Sin embargo el gran Proveedor de este universo nos está entregando el Principio de la Prosperidad que reescribirá nuestro futuro financiero, ¡y reaccionamos en un arranque de ira al sólo pensar que podemos sembrar una Semilla para obtener una Cosecha! ¡Esto es locura! No es locura de la mente, es locura de la voluntad, el camino de rebelión elegido. ¿Estamos en contra del dinero? Claro que no. Cuando encontramos una moneda en la calle, le llamamos a todos nuestros amigos por teléfono ese día. Cuando descubrimos un billete de $20 dólares olvidado en el bolsillo de alguna ropa vieja en el rincón de nuestro clóset, ¡gritamos! Nos brinda motivación fresca. Quizá no se requiera de mucho para entusiasmarnos en estos días–– sólo lo inesperado.

Toda la guerra sobre el mensaje de la Semilla de fe y sobre los principios de la prosperidad se resume en esto–– La Expectación de Recibir Una Cosecha Financiera de Dios A Cambio de Nuestra Semilla. Ahora, esta es la más asombrosa verdad: la Expectación es el único placer que el hombre puede generar en el corazón de Dios. Como ves, fe es confiar en Dios. La Expectación es la evidencia de tu fe. Dios dijo que es imposible agradarlo a menos que esperes algo de Él. “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que Le hay, y que es galardonador de los que Le buscan”, (Hebreos 11:6). Tú no puedes ser salvo a menos que esperes que Él te reciba. Tú no puedes ser sano a menos que esperes que Él te sane. Tú no puedes ser cambiado a menos que esperes que Él te cambie. Su único placer es que Le creas. Su único dolor es que dudes de Él Lo diré de nuevo: la esencia de toda la Biblia es Números 23:19: “Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que Se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?”. Dios no es hombre. El hombre miente. Dios no. ¡Piensa en esto! A Dios no le causa placer las calles de oro ni las nubes de ángeles. A Él le da felicidad cuando alguien está esperando que haga lo que Él dijo. ¿Qué significa creer? Esperar que Dios haga algo que Él prometió. Esta gran controversia no es siquiera acerca de ti o de tu casa. Tu pobreza no es la meta de satanás. Tú no eres su verdadero enemigo. Dios es el enemigo de satanás. Satanás sabe lo que a Dios le agrada––que un humano confíe en Él, Le crea, dependa de Él. Satanás recuerda la presencia de Dios. Él es un exempleado. Él es un ángel que se rehusó a creerle a Dios y está probando las consecuencias eternas. La meta de satanás es robarle a Dios cada momento de placer recibido

de los humanos. ¿Cómo puede él robar a Dios? Cuando satanás detiene tu expectación para recibir un milagro, él ha paralizado y detenido el único placer que Dios experimenta. Cada vez que tú esperas un milagro, creas un río de placer en el corazón de Dios. Cada vez que dudas, creas olas de dolor. Dios tiene también sentimientos. Esto es lo que está detrás de la secta anti prosperidad en la Tierra. Ellos no son anti dinero. Ellos están en contra de que tú esperes recibir cualquier dinero de Dios. Oh, mi querido amigo. Escucha hoy a mi corazón. ¿Por qué ciertos hombres han de desperdiciar tiempo, precioso y costoso tiempo en televisión calumniando, despreciando y destruyendo a otros hombres de Dios que están orando para que la gente salga de su pobreza? Este mundo está empobrecido. Alguien dijo que el cuarenta por ciento de las quiebras involucran a cristianos nacidos de nuevo. Este mundo está viviendo una crisis financiera cada día. Deberías pensar que todo mundo debe alabar admirar a cualquier hombre de Dios que quiera verlos bendecidos, con recursos para pagar sus gastos y enviar a sus hijos a la Universidad. ¿Por qué no estamos dándole gracias a Dios con voz de júbilo en repetidas veces por la maravillosa enseñanza de que nuestro Jehová es un milagroso Dios de provisión? No es la enseñanza de que puedes tener dinero lo que les molesta. Es la enseñanza de que Dios te suplirá una Cosecha cuando Le sueltas a Él tu Semilla. Cuando involucras “la expectación por un retorno” con una ofrenda, levantas a todos los diablos en el infierno que desprecian a su antiguo Jefe, Quien se complace con tu expectación. Ellos odian al Dios que tú amas. Ellos están obsesionados con privarlo de todo posible momento de placer que estés creando en el corazón de Dios. Tu Padre simplemente quiere que le creas. Eso es todo. Él sólo quiere que le creas. De hecho, Él prometió que si Lo pones por encima de cualquier otra cosa en tu vida, Él seguirá proveyéndote cualquier cosa que necesites por el resto de tu vida. (Ver Mateo 6:33.) Él quiere que le creas. Él te invita a que pruebes Su Palabra hacia ti. (Ver Malaquías 3:9-11). Este es el argumento que usa la secta de la anti prosperidad. “¿Qué pasa con la codicia? Eso es materialismo. Cuando ofreces dinero de retorno por

dar para Dios, eso es satánico. ¡Eso es impío! Es venenoso y engañoso ofrecer algo en retorno por dar para Dios”. Entonces, ¿por qué Dios nos ofreció algo en retorno por Semilla, si eso es codicia? ¿Sientes que es codicioso trabajar por un salario? ¡Estás recibiendo algo en retorno! Dios previó la codicia. Él sabía que nuestra necesidad y nuestro deseo por el aumento podría ser engañoso, distorsionado y que podría ser usado por satanás para manipularnos. Así que, lo diseñó con un “correctivo” integrado. Él puso algo en el sistema del aumento que pudiera curar y remediar por completo cualquier problema con la codicia– EL DAR. Es imposible dar a Dios y seguir teniendo codicia. Por eso, Él estableció el sistema de diezmo que consiste en regresar a Dios el diez por ciento. Por eso, Él le prometió a Pedro cien tantos más de retorno por renunciar a todo y seguir a Cristo. (Ver Marcos 10:28-30.) Toda persona que Siembra su Semilla acaba de conquistar la avaricia. La avaricia acapara. Dios da. Es imposible dar y ceder a la avaricia. Ahora, dentro de cada uno de nosotros hay una orden invisible de crecimiento, multiplicación y aumento. El primer mandamiento jamás dado por Dios en el libro de Génesis fue multiplicar, llenar y llegar a ser más. Dios es un Dios de Aumento. Es normal crecer y ser más, desear más y producir más. ¿Recuerdas la historia del hombre que tenía un talento? Fue castigado eternamente. ¿Por qué? No hizo nada con sus dones y habilidades para incrementar su vida. De hecho, lo que Él tenía le fue dado a otra persona que había multiplicado, usado sus dones y que había sido productivo. Dios no es cruel. Él no es mentiroso ni engañador. Si Él te da el deseo por el aumento y la prosperidad, Él pondrá algo dentro de ti que pueda corregir el problema que produce. Dar. Toda la predicación en contra de la codicia y el materialismo sólo es necesaria para los que no son diezmadores ni dadores. Cualquier discusión sobre la codicia o la avaricia con una persona que da liberalmente es totalmente innecesaria. Su Semilla es prueba de que la has

conquistado. Su Semilla es el corrector de una codicia en potencia. Lo Que Puedes Dejar Lo Has Dominado. Lo Que No Puedes Dejar Se Ha Convertido En Tu Amo. Llorar no corregirá la avaricia. Gritar no la corregirá. Confesarlo no detendrá la codicia. Sembrar Es La Única Cura Conocida Para La Avaricia. Obediencia. Sólo regresar el diezmo. Sólo volver a sembrar la Semilla que Él puso en tu mano. Toda la guerra y controversia sobre la prosperidad es para impedir que Dios sienta el placer y Se sienta bien por haber creado al ser humano. Tú no eres el único objetivo. Toda esta batalla no gira alrededor de ti y de tu familia. La controversia es entre satanás y Dios. Tú sólo estás atrapado en medio del fuego cruzado. Tu Semilla es la única prueba de que estás esperando algo en retorno. La única evidencia de que un granjero está esperando una Cosecha es cuando lo ves sembrando su Semilla. Tu Semilla es la prueba de que estás expectante. Tus palabras no son la prueba. Tú puedes hablar de muchas cosas y aun así no estar esperando una Cosecha realmente. Ahora, la expectación sólo es posible cuando una Semilla ha sido sembrada. Cuando eres renuente con Dios, es imposible que tu fe obre y que la expectación surja. Así que, cuando Dios hable a tu corazón que siembres una Semilla, no puedes siquiera empezar a esperar una Cosecha sino hasta que hayas obedecido Su instrucción. Tu obediencia al sembrar te posiciona inmediatamente para que puedas esperar. Ahora, tu Siembra no crea expectación. Sólo hace posible que estés expectante. Lo ves, mucha gente Siembra pero no se les ha enseñado el Principio de la Semilla de la fe—que debes esperar algo en retorno. Por lo que, millones de personas dan a las iglesias y nunca ven un enorme retorno por su Semilla. Ellos dan para que se puedan cubrir los gastos de la iglesia. Ellos dan porque sienten culpa por haber retenido su dádiva después de todas las bendiciones que han experimentado. Ellos dan porque un pastor se reúne con ellos en

privado e insiste que hagan “una donación para la causa”. Ellos dan por muchas razones. Pocas personas realmente siembran su Semilla para producir una Cosecha. Pocas personas siembran con la expectativa de recibir un retorno real de parte de Dios. ¿Cómo sabes que muchos no esperan un retorno? Ellos se enojan por sembrar. Si creíste que algo iba a regresar a ti cien tantos más—deberías estar más entusiasmado en ese momento que en cualquier otra etapa de tu vida. Ejemplo: ¿Alguna vez has recibido la carta de una rifa por correo diciendo que: “Ganaste un millón de dólares”? Por supuesto que sí. Ahora, cuando eres joven e inexperto, te entusiasmas mucho, rompes el sobre para abrirlo. Ya te puedes imaginar como propietario de un Yate, un hermoso Rolls Royce y unas vacaciones en España. ¿Qué está pasando? La expectación te entusiasma, te energiza, y crea una oleada de entusiasmo a tu alrededor. Expectación. Después de que abriste el sobre, de repente te das cuenta que había una parte de la carta que no podías ver cuando estaba cerrada. Esa pare que dice: “Tú podrías ser uno de los ganadores de un millón de dólares”. Después de abrir la carta, te das cuenta que ellos realmente no prometieron que habías ganado. Sino que podrías haber sido uno de los ganadores. Tu expectativa se desvanece y muere. Y se seca. Haces una llamada telefónica y te das cuenta que realmente no eras uno de los ganadores. La expectación muere. La desilusión comienza. Cualquier desilusión por la que estés pasando hoy revela tu falta de expectativa de una Cosecha. Así que, ve y percibe la atmósfera que llena una iglesia cuando se está recibiendo la ofrenda. Si hay expectación por la Cosecha, el gozo llenará esa casa. Si la expectación está presente, el gozo está presente. El gozo es la prueba de la expectación. La depresión y la desilusión son evidencia de la presencia del temor. El temor a la pérdida. El temor a tener menos. La expectación es una imposibilidad hasta que siembres una Semilla.

Tú puedes tener una necesidad y aun así no esperar una respuesta. Tú puedes tener un gran sueño y aun así no esperar que se realice. La expectación es producida por la obediencia. La obediencia es la prueba de la fe. Fe es confianza en Dios. Pedro declaró que él había renunciado a todo para seguir a Cristo. ¿Cuál fue la reacción de Jesús? Bien, Él no lo elogió por ser Su discípulo. Él no lo elogió por su voluntad para sufrir. Él no hizo alarde de él por ser un mártir. Jesús lo vio y prometió que le devolvería todo aquello a lo que renunció. Cien tantos más. (Ver Marcos 10:28-30). Jesús promovió la expectación constantemente. Cuando la mujer en el pozo de Samaria Lo escuchó, Él le prometió agua con la que nunca le volvería a dar sed. Cuando los cansados se acercaron a Él, Él dijo: “Te daré descanso”. Cuando el pecador se acercó a Él con humildad y en confesión, Él les prometió que estaban perdonados. Jesús siempre le respondió a quienes tenían gran expectación. Cuando el ciego clamó y la multitud le instruyó que guardara silencio, Jesús reaccionó. Muchos estaban ciegos. Pero uno tuvo gran expectación en Jesús. Jesús lo sanó. Cosas imposibles le suceden a quienes esperan que sucedan. “Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho”, (Marcos 11:23). Todo lo bueno te va a encontrar. Todo lo que viene de Dios te va a buscar. Todo lo excelente se hará obvio para ti. Ese es el principio de la Semilla de fe. Dios te ha dado algo de que contiene un futuro. Cuando descubras tu Semilla, envuelve tu fe alrededor de esta con gran expectación. Esto te dará el poder para producir la Cosecha financiera que has deseado toda tu vida.

Muchas Personas Son Demasiado Orgullosas Para Siquiera Admitir Que Necesitan Una Cosecha La Humildad Es La Llave de Oro Para Recibir. Tus necesidades no atraen a Dios. Que reconozcas tus necesidades atrae a Dios. No todos los ciegos recibieron la atención de Dios. Los ciegos que quisieron ver atrajeron a Jesús. No todas las viudas que vivían en pobreza recibieron los milagros. Una viuda que vivía con gran escasez que admitió que necesitaba un milagro lo recibió. (Ver 1 Reyes 17.) El orgullo es un ladrón. La arrogancia le cerrará la puerta a tu Cosecha. Muchos se vuelven pobres tratando de aparentar ser ricos. He conocido gente que debía 3 meses del pago de su casa, perdieron su automóvil, pero le siguen diciendo a todos los que están cerca de ellos: “Todo va muy bien”. Tu milagro no empezará sino hasta que reconozcas que necesitas uno. Nos esforzamos mucho en tratar de impresionarnos los unos a los otros. Al punto que se vuelve ridículo. Hace unas cuantas semanas, miré alrededor en la cabina de primera clase donde que viajaba. Un hombre estaba sentado ahí con una gran sonrisa en su rostro. Llevaba un portafolio de $40 dólares que se veía muy maltratado. Hoyos en su ropa y en sus zapatos. Pero, él estaba viajando “en primera clase”. Algo en mí quería decir: “¡Si te sentaras 2 metros más atrás, con la diferencia de tarifas, podrías comprarte ropa nueva y un portafolios!”. El orgullo nos desconecta de la gente correcta. El orgullo es algo venenoso, horrible y trágico. Es engañoso. Una joven pareja que compra una casa que no pueden pagar demuestra orgullo. Oh, he tenido el veneno del orgullo en mi propia vida tantas veces. Ha habido ocasiones que necesité un

milagro financiero, pero me daba pena hablar de ello. Me rehusé decirle a un pastor e incluso a mis socios, porque creía en “la prosperidad”. Si yo hubiera admitido que necesitaba una Cosecha milagrosa, ellos se habrían preguntado: “¿Dónde está tu prosperidad de la que tanto has estado enseñando todo este tiempo?”. ¿Recuerdas al Fariseo que Le dijo a Dios que estaba contento porque él no era como el otro hombre? Pero, ¿al otro lado de la sinagoga había un publicano arrodillado ante Él, golpeándose el pecho y clamando misericordia? Los Fariseos eran demasiado orgullosos para admitir que necesitaban un salvador. Zaqueo no fue demasiado orgulloso. Él se subió a un árbol para ver a Jesús. Oh, ¡admite cuando necesites una Cosecha! Enfrenta tus dificultades financieras hoy. No tienes que quejarte, ni pedir, ni actuar como una “víctima” para recibir un milagro. Pero, debes admitir delante de Dios, ante ti mismo, y ante los intercesores asignados a respaldarte, que verdaderamente necesitas un milagro financiero. Admite que necesitas un consultor financiero. Admite que has retenido el diezmo y las ofrendas, cuando hayas cometido este error. Hace varios años, experimenté la peor crisis financiera de toda mi vida. Sucedió de repente. Por un buen rato, mis canciones se cantaban por todos lados. Mis cheques de regalías eran increíbles. Varios cientos de miles de dólares llegaron a mis manos rápidamente. Le di regalos caros a mi familia, a mis amigos y a mi personal. Llevé a todos mis amigos de vacaciones, tenía más dinero de lo que jamás había tenido en toda mi vida. De repente, llegó una crisis. No te voy a dar los detalles, pero simplemente te diré que de un momento a otro ya estaba endeudado por varios cientos de miles de dólares. Como te dije antes, yo ni siguiera le podía pagar $1,500 dólares a un amigo cercano, mi contador, para que me hiciera mi estado financiero. (Iba a usar este estado financiero para conseguir un préstamo en el banco). Ahora, él había sido un amigo por muchos años, pero, ¡él se negó a ayudarme a preparar mi estado financiero para que pudiera conseguir un préstamo! Me sentí como un hipócrita. Aquí estaba yo, viajando y ministrando las Leyes de la Bendición. Había estado nadando en el Río de la Abundancia. De repente, se secó. Estaba varado en la Costa de la Nada.

Mi milagro comenzó cuando fui a la presencia de Dios y admití que necesitaba intervención sobrenatural. No tenía el conocimiento financiero para darle la vuelta a esa situación. No tenía una junta de consejo acaudalada que me respaldara. Mi familia no tenía dinero. Mis socios estaban sembrando todo lo que podían. En el momento que clamé a Dios que me mostrara un plan que me sacara de problemas, el Espíritu Santo empezó a guiarme a mi milagro. No sucedió sino hasta que confesé mi necesidad. La falta de oración es prueba de que realmente no crees que Dios te puede ayudar. Ve al Lugar Secreto. Quédate a solas con Él hoy. Confiesa todo lo que crees que deberías exponer ante Él. No tengas miedo. No seas tímido. No te protejas de ti mismo. Confiésalo todo. Hasta entonces habrás tomado el paso de oro hacia la provisión sobrenatural.

Algunas Personas Se Rebelan Contra La Instrucción de Un Libertador Financiero Que Dios Ha Ungido Para Desatar Su Fe En Su Tiempo de Crisis No Has Sido Olvidado Por Dios. Nunca Nadie te ama más que la Persona que te creó. Él conoce tus temores. Tus lágrimas son importantes para Él. Cuando sufres, Él trae respuestas hacia ti. En cada momento de tu vida Dios programa milagros como corrientes de bendición en tu vida. Toda prisión tendrá una puerta. Todo río tendrá un puente. Toda montaña tendrá un túnel. Pero, tú debes encontrarlo. Búscalo. Escúchalo. Encuéntralo. Cree que existe. “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”, (1 Corintios 10:13). Debes perseguir a quienes Dios está usando para propulsar tu fe. Hay hombres y mujeres de Dios maravillosos, portadores de la unción financiera. Ellos pueden desatar tu fe. Quizá esto represente un viaje de cuatro horas para ir a su campaña. Es importante que tú honres, atesores y persigas ese manto. Escucha sus enseñanzas en audio. Lee sus libros. Escucha su corazón. Ellos han probado el fracaso. Ellos saben cómo salir de problemas. Ellos conocen las noches de insomnio. Ellos han derrotado a los demonios del temor e incertidumbre. Esta es la razón por la que califican para ser tu mentor. Algunos nunca probarán su Cosecha financiera porque están sentados

bajo líderes que nutren sus dudas e incredulidad. Escuchan a familiares que continuamente discuten los problemas económicos del mundo, lo duro de los tiempos y lo difícil que es la vida. Las voces que escuchas continuamente son las voces que terminarás creyendo. Diez espías infectaron a millones de israelitas con su duda e incredulidad. Cuando ellos hablaron acerca de los gigantes, la gente se olvidó de las uvas de la bendición. Aquello de lo que hables aumentará. Aquello de lo que pienses se hará más grande. Tu mente y tu boca son amplificadores de cualquier cosa que quieras que crezca. Dos espías regresaron de Canaán con fe, victoria y la habilidad de vencer gigantes. Sus nombres fueron Josué y Caleb. Ellos habían estado con Dios. Habían visto a los gigantes pero no tuvieron miedo. Ellos habían visto las uvas y decidieron convertirse en campeones. Ellos habían vivido demasiados días en el desierto como para quedarse satisfechos con el fracaso. Ellos se convirtieron en Campeones de Fe. Josué llegó a ser el líder de Israel después de la muerte de Moisés. Caleb llegó a ser conocido por “tomar su montaña”. ¡Oh, las recompensas de la fe son tan dulces! ¡El sabor de la victoria se queda en tu boca por mucho tiempo! Tú debes discernir a los Josués y Calebs alrededor de ti. Encuentra alimento de fe. Escucha las pláticas de fe. Deja que la fe te enseñe. Escucha y absorbe. Algo dentro de ti crecerá. Yo recibo mucha inspiración de la historia de Elías y de la viuda en 1 Reyes 17. Nunca me canso de este Pozo de Sabiduría asombroso. Ella estaba sufriendo. Devastada. Muriendo de hambre. Estaba a una comida de la muerte. Ahí fue cuando un Libertador Financiero fue enviado a su vida. Él no la criticó, no la consintió, ni sintió lástima por ella. Él sabía cómo sacarla del problema. Ella tuvo que escucharlo. Ella tuvo que discernir que él era un hombre de Dios. Ella tuvo que estar dispuesta a seguir sus instrucciones, sin importar lo ridículo e ilógicas que pudieran parecer a su mente natural.

Un hombre de Dios frecuentemente tiene la Llave de Oro de tu liberación financiera. Si tú respetas su unción, las cadenas caerán. La ceguera desaparecerá. Tus ojos verán el Camino Dorado a la bendición. Si te vuelves crítico, resentido y rebelde, perderás la Estación de Milagros más extraordinaria que Dios haya programado jamás en tu vida. Nadie más puede discernir a este hombre de Dios por ti. Tú debes hacerlo por ti mismo. Nadie más te puede forzar a obedecer a este hombre de Dios. Tu corazón debe estar lo suficientemente suavizado y quebrantado ante Dios para seguir. Quizá solamente recibas una oportunidad para obedecer la instrucción que trae tu liberación. (Nabal solamente recibió una oportunidad para alimentar y bendecir al ejército de David.) Debes reconocer la grandeza cuando estás en su presencia. No siempre demandará atención. Jesús estuvo en muchos lugares donde no fue discernido, no fue detectado y no fue reconocido. Su propia familia no percibió Su manto, Su Asignación, y que era el Hijo de Dios. “Porque ni aun Sus hermanos creían en Él”, (Juan 7:5). “A lo Suyo vino, y los Suyos no le recibieron)”, (Juan 1:11). Quizá tengas que buscar al hombre de Dios antes de que te bendiga. Como ves, él realmente no te necesita. Eres tú quien lo necesita. Lee la increíble historia de Saúl y su siervo, quienes habían perdido sus burros. Ellos estaban muy perturbados hasta que el siervo recordó que un hombre de Dios vivía en esa área. El siervo conocía el poder de dar una ofrenda. Ellos tomaron la decisión de encontrar al Profeta Samuel. El resto de la historia es absolutamente asombrosa. Cuando ellos llegaron ante la presencia de Samuel, la unción del profeta empezó a fluir sobre Saúl. (Ver 1 Samuel 9:3 – 10:10) Ellos habían traído su Semilla. Ellos trajeron una ofrenda. Ellos creyeron a un hombre de Dios. El encuentro con Samuel catapultó a Saúl al reinado de Israel. En algún lugar hay un hombre de Dios con la llave de oro de tu arca del tesoro. Tu responsabilidad es encontrarlo, discernirlo y obedecer su instrucción.

Hace muchos años mi asistente me escuchó compartir sobre el milagro del “Pacto de la Bendición”, la Siembra de una Semilla de $58 dólares. (Mi primer encuentro fue en Washington, DC, cuando el Espíritu Santo me instruyó a que Plantara una Semilla de $58 dólares para representar las 58 clases de bendiciones que yo había encontrado en las Escrituras. Mi obediencia creó un desfile extraordinario de milagros en mi vida personal y ministerio. Ya había hablado de esto en todos lados.). Mi asistente era un hombre joven que amaba a Dios. La fe cobró vida mientras me escuchaba contar mi experiencia. Pero, algo pasó al escucharme contar la historia. Le di la instrucción a él y a otros presentes en el servicio que le dieran “una Asignación” a su Semilla. “Escribe en tu cheque dónde necesitas la Cosecha en tu vida personal”. Fue mi instrucción. Él hizo el cheque por su Semilla de $58 dólares, y anotó “mejores relaciones familiares” en su cheque. Aquí está lo que pasó después de la Semilla: 1. Su madre recibió a Cristo en 14 días. 2. Sus dos hermanas aceptaron a Cristo en 14 días. 3. Su hija aceptó a Cristo en 14 días. 4. Él pudo pasar un fin de semana con dos de sus hijas que no había visto en cinco años. 5. Él pudo tener una comida con toda su familia– esto no había pasado en 15 años. 6. Su padre de 86 años aceptó a Cristo en noventa días. 7. Su hermana mayor, quien se había ido de su casa hacía 48 años, ¡fue encontrada! Ella volvió a casa para una reunión familiar. (Nadie la había visto ni sabido de ella durante esos 48 largos años. Se pensaba que estaba muerta.) Cada uno de estos milagros sucedió dentro de los 90 días siguientes a la Siembra de su Semilla de $58 dólares. ¿Por qué? Él siguió la instrucción de un hombre de Dios. Casi adondequiera que yo voy, le pido a quienes necesitan un milagro que siembren una Semilla. Una Semilla específica. Usualmente, les pido que siembren una Semilla de $58 dólares. (Algunas veces es más, dependiendo de las instrucciones del Espíritu Santo.) Los milagros son sorprendentes. Recibo

cartas de todos lados relatando la intervención sobrenatural de Dios que sigue sus actos de obediencia. Una mujer en Knoxville, Tennessee, se acercó a mí con un esposo alto a su lado. “¿Recuerda aquella Semilla de $58 dólares?”, ella preguntó. “Sí”. “¡Pues aquí lo tiene!”. Él se había alejado de Cristo. Después de unos cuantos días después de su Semilla, él vino a la iglesia con ella ¡y entregó su corazón a Dios! Aquellos que Dios envíe quizá no estén envueltos como tú te imaginas. Juan el Bautista tenía una apariencia que muchos no toleraban. Sin embargo Dios estaba con él. Los dones más grandes de Dios no siempre llegan en seda. Dios muchas veces usa costales para empacar Sus mejores premios. El hombre ve la apariencia externa, mientras Dios ve el corazón. Aquellos que Dios envíe a tu vida quizá tengan una personalidad brusca o incómoda. Si tú pudieras escuchar a Isaías o a Ezequiel, quizá te impresionarías por el fuerte lenguaje que salía de sus labios. Aquellos que Dios envíe con un desafío especial a tu fe quizá no parezcan aceptables ante la sociedad. Dios a veces usa las cosas tontas para confundir a los sabios. No los discernirás a través de escuchar con el oído, tampoco por ver con los ojos. Los discernirás por el Espíritu de Dios dentro de ti. “Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a Sus profetas, y seréis prosperados”, (2 Crónicas 20:20). Cuando empiezas a reconocer La Palabra del Señor que viene de siervos de Dios probados y establecidos, el fluir de milagros se multiplicará y aumentará hacia ti.

2 Corintios 9:6 “El que Siembra escasamente, también segará escasamente; y el que Siembra generosamente, generosamente también segará”.

Muchas Personas Se Rehúsan A Sembrar Proporcionalmente A La Cosecha Deseada El Tamaño de Tu Siembra Determina El Tamaño de Tu Cosecha. El Apóstol Pablo estableció esto claramente: “El que Siembra escasamente, también segará escasamente; y el que Siembra generosamente, generosamente también segará”, (2 Corintios 9:6). Nunca olvidaré una experiencia en el Noreste. Una señorita de complexión gruesa fue hacia mí después del servicio. “Yo creo que Dios me va a hacer millonaria. Y, yo creo que será dentro de 12 meses. Aquí está mi Semilla para que eso suceda”. Ella puso algo en mi mano. Yo la mire y dije: “Yo creo que Dios está contigo”. Después que se fue, abrí mi mano. Yo tenía un billete arrugado de un dólar. Un billete de un dólar. Ahora, allí no había nada equivocado con Sembrar una Semilla pequeña. Todas las cosas deben tener un punto de partida. Jesús elogió a la mujer que dio una ofrenda pequeña – porque era todo lo que ella tenía. Él dijo que ella dio más que cualquiera presente en ese día. Pero, Jesús no dijo que su pequeña ofrenda fuera necesaria para hacerla millonaria. Como puedes ver, tu Semilla debe ser comparable a la Cosecha hacia la que estás sembrando. Tú no puedes sembrar una Semilla de Chevrolet y que la Cosecha produzca un Rolls Royce. Esto es lo que Pablo estuvo enseñando. Si Siembras poco, cosecharás poco. Pero, no será una gran Cosecha. Será proporcional a tu Semilla. Millones no han comprendido esto. Ellos continúan enrollando billetes de a dólar, ofrendándolos a gotas y esperando que nadie los observe. Sin embargo, ellos escriben sus peticiones de oración esperando Cadillacs, yates y casas de un millón de dólares. Tú puedes empezar con una Semilla pequeña. Cuando Dios empieza a

bendecir esa pequeña Semilla, debes incrementar el tamaño de la Semilla si quieres que la Cosecha aumente. Permíteme darte un ejemplo. Si tu vienes y me dices: “Mike, realmente necesito una casa. Mi familia está creciendo. Tengo tres niños. Justo ahora, mi esposa y los tres niños están viviendo en un pequeño apartamento de dos recámaras. Esto es insoportable. Nosotros ni siquiera tenemos un refrigerador, ni un auto. ¿Qué debería hacer?”. Primero, yo no te diré que plantes una Semilla de $5 para Cosechar una casa de $100,000. Yo debería animarte a trabajar con varios niveles de fe delante de ti. Un paso a la vez. Obviamente, tú no has estado operando con gran fe o no estarías en esta clase de situación. Tu fe ha sido escasa. Tus Semillas no han sido sembradas. O, la paciencia es un ingrediente necesario para esta temporada. Yo pregunto: “¿Cuál es la mejor Semilla que puedes Sembrar para este tiempo? ¿Qué clase de fe está operando ahora en ti?”. Tú contestas “¡Oh, yo tengo $50 dólares que quiero sembrar!”. Y yo te contestaría: “Maravilloso. Ahora, vamos a enfocar la Semilla en un automóvil comparable a esta Semilla. No pidas un automóvil de $20,000 dólares con una Semilla de $50 dólares. Esto es cuatro veces superior al porcentaje prometido de Marcos 10:28-30. Obviamente, tú no estás acostumbrado a sembrar Semillas, usando tu fe, ni siquiera trabajando con las leyes de la paciencia y la expectación”. “Pídele a Dios algo de lo que no puedas dudar. Luego, planta una Semilla comparable a la Cosecha en la que tienes fe pura. Tú debes separar tus deseos de tu fe. Tú debes separar tu fantasía de tu fe”. Ahora, muchos no entienden el Principio del Progreso. Línea sobre línea. Precepto sobre precepto. Un poco aquí y un poco allá. Es una estación de “crecimiento” en tu vida cristiana. Ese es el mismo principio en el ámbito financiero de tu vida. ¿Por qué es esto tan importante? Cuando Siembras una Semilla de $2 dólares hacia algo que está fuera de balance, estarás decepcionado, desalentado y desilusionado. Tú estarás enojado con Dios. Tú dirás: “¡Yo sembré una Semilla y no se multiplicó!”.

Quizá se esté multiplicando. Quizá, el billete de $100 dólares que tú tienes en tu cartera fue producido por la Semilla de $2 dólares. Pero, no te das cuenta porque tú querías una Cosecha de $20,000 dólares. Debes aprender a moverte de gloria en gloria. Yo hablé una noche acerca de un milagro sorprendente en mi vida. Yo estaba sentado en un hermoso Mustang convertible. Verde azulado y toldo blanco. Estupendo. Tenía escrito– “diversión”. ¡En todo el auto! “Justamente compré ese auto en esa semana”, mi amigo explicó. “Sin embargo, yo decidí que quería un Jeep en su lugar. ¿Te gustaría comprarme este auto?”. “¡Muy probablemente!”, fue mi respuesta. Al siguiente día, fuimos a ponerle gasolina. Después de llenar el tanque, se fue a pagar la cuenta. Mientras, yo empecé a orar en el espíritu. De repente, empecé a sentir que la fe aumentaba en mí para que él Sembrara esto como una Semilla en mi vida. Ahora, eso suena un poquito loco. Pero, yo empecé a orar intensamente. Cuando regresó al auto, me miró, movió su cabeza hacia ambos lados y dijo, “¿Realmente te gusta este auto?”. “Amo este auto”, dije efusivamente. “Tu ministerio me ha impactado y bendecido. De hecho, me he estado preguntando cómo podría bendecirte”. Él me dio las llaves con una sonrisa. El auto era mío. Gratis. Un regalo maravilloso que permanecería en mi corazón para siempre. Así que, en la siguiente campaña donde estuve, compartí esta historia. Les dije a todos y cada uno que iba a orar para que el manto de favor viniera sobre sus vidas. Expliqué que un día de favor valía más que mil días de labor. Cuando Dios quiere bendecirte, Él pone a alguien cerca de ti que cuide de ti y de tus necesidades. Un joven se acercó a mí después de la iglesia un poquito disgustado. Agitado. Frustrado. “Yo ya hice esto y no funcionó”, explicó. “Sembré una Semilla hace varios meses y nunca me han dado un auto. Yo necesito transportarme. “¿Por qué no funcionó para mí?”. Le pregunté. “¿Has sembrado un auto en la vida de alguien más?”. “No, no lo he hecho”, respondió indeciso y renuente. Le expliqué “Yo sí. Es por eso que mi fe trabajó para mí. Yo había

sembrado un auto y tenía el derecho y capacidad de esperar que regresara a mí”. No puedes esperar que la fe traiga a tu vida algo que tu vida no ha enviado por fe. Tú solo tendrás la fe de llamar hacia tu vida algo que tú has sembrado. Ahora, hay hermosos momentos de misericordia y gracia donde Dios te permite tener alguna cosa que tú has dado – dinero o cualquier cosa, una pieza de joyería– y Él usará eso como una imagen de tu fe para una diferente clase de Cosecha. Yo he visto que pasa muchas, muchas veces. Pero, tu fe trabaja más y mucho más fuerte cuando tú has sembrado una Semilla comparable a la Cosecha que tú deseas. Cuando estás dispuesto a trabajar con los diferentes niveles de tu fe y Sembrar Semillas proporcionalmente, te sorprenderán los cambios que sucederán en tu prosperidad financiera.

Efesios 4:30 “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el Cual fuisteis sellados para el día de la redención”.

Millones de Personas No Obedecen de Inmediato Al Espíritu Santo Sin Negociación El Espíritu Santo No Discutirá Contigo. Él es el Regalo del Padre para aquellos que Lo obedecen. Él también te cortejará. Él trabajará en tu corazón. Él es gentil, bondadoso y paciente. Pero, Él no entrará en debate contigo. Él desprecia la contención, la confusión y la lucha. “Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido”, (2 Timoteo 2:24). Él Se alejará de tus ataques y espíritu conflictivo. “Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas”, (2 Timoteo 2:23). No discutas con la Fuente de tu provisión. Deja de buscar razones para evitar Sembrar. Honra Su integridad. Él no es injusto. Él no es desleal. Cuando Él te dice suavemente a tu corazón que tomes un paso de fe, salta hacia el frente. Corre hacia tu Cosecha. “¡Bueno, yo no quiero simplemente Sembrar movido por el impulso de un sentimiento emocional!”, un ministro amigo mío explicó. “Todo lo que tú haces es emocional”—Respondí. “Cuando tú arrastras un momento de fe a través del drenaje de la lógica, destruyes su impacto y su influencia. Sé presto para obedecer Su Voz”. Yo experimenté un milagro inusual en mi vida cuando tenía cerca de 23 años. Yo había estado en el campo evangelístico dos o tres años. Mi primer año como evangelista me trajo $2,263 dólares en ingresos. (Un mes todo mi ingreso fue de $35 dólares. Otro mes fue de $90 dólares. Yo vivía en una casa que mi padre había comprado por $150 dólares. ¡Toda la casa!) Al término de un tiempo, tuve suficiente dinero ahorrado para comprarme un traje y algo de ropa. Me había llevado un buen tiempo, pero

finalmente había ahorrado $200. Tenía dos billetes de $100 en mi cartera. Estaba muy orgulloso y agradecido por eso. Me sentía seguro. Estaba ansioso de llegar a la tienda y comprarme algo de ropa. Un joven evangelista amigo mío estaba predicando en una iglesia local. Por lo que, decidí escucharlo. Mientras él estaba hablando, sentí el jaloncito interior del Espíritu Santo para Sembrar los $200 dólares en su ministerio. Le expliqué al Señor que había planeado comprarme ropa y así verme bien para Su obra. Mientras más ministraba él, más miserable me sentía. Había una pesadez en mí. Pensé en todas las razones para quedarme con los $200 dólares. En mi interior, empecé a negociar con el Espíritu Santo. Realmente no tenía ningún deseo de Sembrar ninguna Semilla en absoluto. Pero yo conocía Su voz. En algún momento, durante el servicio de un hombre de Dios El Espíritu Santo va a levantar el nivel de tu deseo por complacerlo. Quizá no sientas mucho gozo durante la Siembra. Quizá inclusive experimentes conflicto interior y confusión en tu mente, pero algo en ti se convertirá en algo tan fuerte e intenso que tu deseo de complacerlo arrollará tu lógica, tus temores y tu codicia. Es en ese momento milagroso cuando tu deseo de obedecerlo se vuelve tan poderoso que abres las ventanas de los Cielos hacia tu vida. Después del servicio fui y le di los $200 dólares. Él estaba emocionado. Yo estaba un poco triste pero traté de ocultarlo. Era el dinero de mi ropa. Siete días después, estaba recostado en mi cama a la medianoche. Sonó el teléfono. “¿Hermano Mike Murdock?”. “¿Si?”. “Usted realmente no me conoce. Mi esposo y yo estábamos en sus servicios hace un año aquí en Memphis. Mi hijo murió hace cuatro semanas, y Dios nos dijo a mi esposo y a mí que lo empezáramos a tratar como nuestro hijo. Dios nos dijo que le compráramos algo de ropa. “¿Va a pasar por Memphis en algún momento pronto?”. ¡Qué cree usted! No me importaba si tenía que ir a través de Australia y Rusia para llegar a Memphis, yo iba a llegar a Memphis…¡muy pronto! Cuando me bajé del avión, ellos me llevaron a la tienda más fina para caballeros en Memphis, Tennessee. Ellos me compraron cuatro trajes, camisas y zapatos. Seis meses después, ellos lo hicieron otra vez. Seis meses después, ellos lo hicieron otra vez, Seis meses después ellos lo hicieron otra

vez. Y otra vez. Otra vez. Y otra vez. Yo fui a escuchar a un amigo mío en Houston a su iglesia un Domingo por la noche. A mitad de su sermón, él se detuvo. Me señaló en la última fila y dijo: “Qué bueno es tener a Mike Murdock aquí esta noche. El Espíritu Santo justo me pidió que detuviera el servicio y que recibiera una ofrenda para comprarle ropa”. Yo estaba sorprendidísimo. Un miércoles en la noche, manejé al otro lado de la ciudad para ir a otra iglesia. Nunca antes había conocido a este pastor. A la mitad de su estudio Bíblico, él mira hacia atrás y me ve en el asiento de la última fila. “Veo a Mike Murdock aquí esta noche. Hermano, tú y yo no nos hemos conocido antes, pero te he visto en varias conferencias. Es maravilloso tenerte. El Espíritu Santo recién habló a mi corazón que detuviera el servicio y recibiera una ofrenda para comprarte algo de ropa”. Meses después estaba en Louisville, Kentucky, y mi amigo pastor dice: “¿Qué vas a hacer mañana en la mañana?”. “¿Qué quieres hacer?”—respondí. “El Espíritu Santo habló a mi corazón que te comprara algo de ropa”— respondió. Estoy sentado junto a un ministro amigo mío en Illinois. Él se inclina hacia mí y me dice suavemente en la iglesia: “¿A qué hora sales mañana?”. “¿Por qué?”—pregunté. “Siento que el Señor quiere que te compre un traje Brioni mañana”. (Lo compró para mí al día siguiente. Aunque lo compró a precio de mayoreo, ¡el precio era de $3,220!) Una de mis amigas más cercanas, Nancy Harmon, me pidió que fuera a su casa. Pasé y había prendas de un lado a otro del cuarto. “El Señor me pidió que te comprara algo de ropa”—ella dijo. Como ves, yo dejé ir el dinero de mi ropa. Ahora, Dios estaba hablándole a la gente acerca de cambiar mi guardarropa. Por favor, nunca discutas con la Fuente de cada milagro que estés deseando. Cuando Él Te Habla Acerca de Una Semilla, Él Tiene Una Cosecha En Su Mente. Como ves, Él conocía el futuro que Él estaba planeando. Así que, Él me dio fe para Sembrar la Semilla que crearía mi futuro deseado. Él me dio el

deseo, la Semilla y la tierra donde crecería lo más rápidamente. Tú puedes contristar al Espíritu Santo al debatir. Tú puedes hacer que Él se aleje de ti cuando tú negocias y te alejas de la fe. La fe Lo atrae. La fe Lo emociona. La expectación es Su placer. No Lo robes de ese momento de obediencia. Obediencia retrasada puede llegar a ser desobediencia. Millones han perdido miles de Cosechas porque ellos se volvieron intelectuales, negociadores y argumentativos cuando el Espíritu Santo empezó a susurrar una instrucción a su corazón. Estaba en Jacksonville, Florida, hace unos días. La secretaria del pastor vino hacia mí llorando. Su esposo estaba a su lado. “Aquí está la mejor Semilla que Dios nos ha dicho que sembremos. Por favor tómela”. Eran sus anillos de boda, el más preciado tesoro que ella tenía. (Cuando tú plantas una Semilla, eso que tú puedes sentir, Dios también lo sentirá. Tú debes Sembrar algo que sea significativo para ti antes de que sea significativo para Dios). Eso fue un lunes por la noche. Cinco días después, viernes por la noche, ella estuvo en una especial Escuela del Espíritu Santo con un gozo increíble en su rostro y dio su testimonio. Alguien que no sabía nada de su Semilla de sacrificio, al sembrar sus anillos, había decidido bendecirla; ellos se convirtieron en su Booz. Le dieron un anillo que valía 100 tantos el costo de sus propios anillos. “Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de Mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna”, (Marcos 10:29-30). Dios no es un hombre para que Él mienta. Él quiere que se Le crea. Nadie puede usar tu fe por ti. Nadie puede soñar más por ti. Nadie puede Sembrar la Semilla por ti. Nadie. Ni tu madre, ni tu padre, ni tu jefe, ni tu hijo.

Todo hombre dará cuentas de sí mismo a Dios. Algunas veces, imagino este escenario. Todo mundo está acercándose al Trono de la Rendición de Cuentas. Quieren respuestas a algunas preguntas. Ellos quieren que Dios les explique por qué fueron pobres. Y Él les hará la misma pregunta. “¿Por qué fuiste pobre cuando Yo te prometí cien tantos más de retorno por cualquier cosa que sembraras en Mi obra?”. Te dije que si obedecieras Mis principios, fueras diligente y esperaras que Yo hiciera lo que prometí, Yo abriría las ventanas de los Cielos y derramaría sobre ti una bendición que no podrías contener. Yo también quiero saber, ¿por qué decidiste ignorar Mis instrucciones y quedarte sin tu Cosecha Financiera?”. Esa puede ser la Noche Del Lloro de La Eternidad cuando todo mundo reconozca que los principios estaban accesibles, disponibles y listos para activarlos—pero ignorados. Ahora, tú puedes empezar tu propia jornada a la prosperidad. Ten la disposición de dar un paso a la vez. No lo apresures. Ten cuidado de obedecer Su voz. Revisa este libro cuidadosamente. Llévalo contigo al Lugar Secreto de oración. Habla con El Espíritu Santo y pregúntale cada uno de los pasos que debes dar en este momento. Lleva todo tu paquete de cuentas pendientes y tarjetas de crédito y ponlas sobre este libro. Úngelas, e invita a la intervención sobrenatural de Dios a romper la pobreza financiera y el espíritu de carestía que ha afectado e influido en tu vida. Pídele a Dios que te dé un odio por la pobreza y un amor y deseo por la provisión sobrenatural. Habla con Él de tus sueños y metas financieras en detalle. Cree que Él enviará un Booz a tu vida para bendecirte en muchas maneras. Cuando Él hable a tu corazón sobre Sembrar una Semilla en Su obra, no dudes. No negocies. Y, no manipules. El Espíritu Santo honra la integridad donde Él la encuentra. Confiesa cualquier pecado. Reconoce si has retenido los diezmos y las ofrendas que Él pidió. Arrepiéntete con humildad, integridad y expectación de un cambio en tu vida. Tú verás los cambios venir más pronto de lo que soñaste. HOY ES EL DÍA MÁS POBRE QUE JAMÁS SERÁS EL RESTO DE TU VIDA.

Oremos Juntos… “Padre, he abierto mi corazón, y sembrado la revelación que cambió mi vida por siempre. Ahora, usa esta Semilla para cultivar una Cosecha Fuera de Lo Común. Oh, bendice al obediente, al dispuesto y al hambriento. En el nombre de Jesús. Amén”.

Decisión ¿Aceptarás A Jesús Como Salvador de Tu Vida Hoy? La Biblia dice, “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”, (Romanos 10:9). ¡Por favor haz esta oración con todo tu corazón ahora mismo! “Querido Jesús, yo creo que Tú moriste por mí y que resucitaste al tercer día. Confieso que soy un pecador…Yo necesito Tu amor y Tu perdón. Entra a mi corazón. Perdona mis pecados. Yo recibo Tu vida eterna. Confirma Tu amor dándome paz, gozo y amor sobrenatural por los demás. Amén”. ¡Sí, Mike! Hoy tomé la decisión de aceptar a Cristo como mi Salvador personal. Por favor envíame tu libro de obsequio: 31 Llaves Para Un Nuevo Comíenzo para ayudarme con mi nueva vida en Cristo.

Envíalo por correo a: The Wisdom Center 4051 Denton Hwy. • Ft. Worth, TX 76117 Teléfono: 1-817-759-0300 Sitio Web: www.WisdomOnline.com

Related Documents

31 Razones (1)
February 2021 0
Razones
March 2021 0
31
January 2021 3
El Cuerpo Tiene Sus Razones
February 2021 2
31 Mart
February 2021 1

More Documents from ""

31 Razones (1)
February 2021 0
January 2021 1
February 2021 0
Gs 91011_en.pdf
February 2021 1