Arturo Rocha - Recursos Hidraulicos

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ARTURO ROCHA FELICES

RECURSOS HIDRÁULICOS

EDICIONES Capítulo de Ingeniería Civil Consejo Departamental de Lima Colegio de Ingenieros del Perú

Primera Edición Noviembre 1993 Capítulo de Ingeniería Civil Consejo Departamental de Lima Colegio de Ingenieros del Perú Marconi 210 San Isidro-Lima Teléfono 228047 Derechos Reservados® Prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier medio sin permiso expreso del autor Impreso en el Perú

CAPITULO DE INGENIERIA CIVIL CONSEJO DEPARTAMENTAL DE LIMA

PROGRAMA DE ACTUALIZACION 1992 - 1993 COLECCION DEL INGENIERO CIVIL LIBRO N° 16

CAPÍTULO DE INGENIERÍA CIVIL Presidente:

Antonio Blanco Blasco

Vicepresidente:

Julio Rivera Feijóo

Secretario:

José María Corso López de Romaña

Directores:

Alberto Llave Espinosa Javier Piqué del Pozo Arturo Rocha Felices Luis Zapata Baglietto Luis Zegarra Ciquero

Delegado a la Asamblea:

Gustavo Paz y Barriga

CONSEJO DEPARTAMENTAL DE LIMA Decano:

Edgardo Quintanilla Quintanilla

Secretario:

Guillermo Vaudenay Reyes

PRÓLOGO DEL EDITOR En las proximidades de cumplirse cuatro años de intenso esfuerzo editorial de nuestro Capítulo, aparece ahora el libro N° 16 de la Colección del Ingeniero Civil. Este libro trata de los Recursos Hidráulicos, importante tema de gran actualidad nacional y mundial. El autor, quien es miembro de nuestra Junta Directiva, posee una amplia experiencia en materia de Recursos Hidráulicos, a los que ha dedicado la mayor parte de su vida profesional. El doctor Rocha ha participado en numerosos proyectos hidráulicos y ha sido durante muchos años profesor universitario. En el libro que hoy presentamos, el autor desarrolla diversos aspectos de los Recursos Hidráulicos que incluyen el estudio conceptual de la oferta y demanda de agua, la naturaleza de los proyectos hidráulicos en general y de las irrigaciones en particular, los problemas vinculados a las avenidas y sequías y el interesante tema de los recursos hidráulicos internacionalmente compartidos. De esta manera el Capítulo de Ingeniería Civil pone a disposición de nuestros colegas, y del público en general, este libro, que llena un vacío en la literatura especializada y que creemos interesará a los profesionales de distintas especialidades de la ingeniería. La Junta Directiva del Capítulo de Ingeniería Civil agradece una vez más el apoyo brindado por nuestros colegas, quienes con su esfuerzo y dedicación al escribir los libros de esta Colección y dictar los cursos del Programa de Actualización, están contribuyendo en forma efectiva al desarrollo profesional, que es la tarea que los estatutos del CIP asignan a los Capítulos. La Junta Directiva que presido agradece al Centro Peruano-Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (CISMID) por su valiosa ayuda en la composición del texto y dibujos en su Centro de Cómputo. El Capítulo de Ingeniería Civil agradece al doctor Arturo Rocha Felices por su valioso aporte al desarrollo de este Programa de Actualización Profesional.

Antonio Blanco Blasco Presidente Capítulo de Ingeniería Civil Consejo Departamental de Lima

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Arturo Rocha Felices

El autor realizó sus estudios superiores en la Universidad Nacional de Ingeniería, donde obtuvo el título de ingeniero civil. Posteriormente realizó estudios en la Universidad de Delft, Holanda y luego en la Universidad de Hannover, Alemania, donde en 1970 obtuvo el grado de doctor en ingeniería. Durante su carrera profesional el autor ha tenido una gran vinculación con los proyectos de aprovechamiento y control de los Recursos Hidráulicos. Fue Director Técnico del Proyecto Chira-Piura, Director de Estudios de Grandes Irrigaciones y desde 1982 fundador y directivo de ARIASA, empresa consultora en el campo de los Recursos Hidráulicos con la que participó, entre otros proyectos, en la Rehabilitación y Reconstrucción del Departamento de Tumbes, afectado por el Fenómeno de El Niño 1983, en el Estudio Hidrológico Global y Compatibilización Hidrológica de los proyectos CHAVIMOCHIC y CHINECAS, en el diseño definitivo del Proyecto CHINECAS (Bocatoma y Desarenador) y en el Estudio Integral del Control de Avenidas en el río Tumbes. El autor ha participado en asesorías y consultorías para numerosos proyectos hidráulicos, entre los que están: Proyecto Olmos, Estudio Definitivo del Trasvase Mantaro, Proyecto Puyango-Tumbes, Proyecto CHAVIMOCHIC. Ha sido director alterno y asesor de la Sub-comisión Peruana de la Comisión Mixta PeruanoEcuatoriana, presidente del Comité Latinoamericano de la Asociación Internacional de Investigaciones Hidráulicas, miembro de la Comisión encargada de satisfacer la Demanda Nacional de Energía. El doctor Rocha ha sido profesor principal de la Universidad Nacional de Ingeniería y de la Universidad Católica del Perú. Asimismo ha desarrollado sus actividades profesionales y académicas en varios lugares del extranjero como Argentina, Bolivia, Chile, Venezuela, Haití, Yugoslavia, Italia y Suiza. Es autor de numerosas publicaciones de su especialidad en libros, revistas y memorias de Congresos y es autor del Libro N° 1 de la Colección del Ingeniero Civil. En la actualidad es gerente de ARIASA, miembro de la Junta Directiva del Capítulo de Ingeniería Civil del CIP-Lima, vicepresidente del Comité Peruano de Grandes Presas y Director del Instituto Naturaleza y Desarrollo

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PRÓLOGO DEL AUTOR El tema de los Recursos Hidráulicos es de gran actualidad e importancia, tanto en nuestro país como en la mayor parte del mundo. Esta circunstancia se explica porque el agua no sólo es necesaria para todas nuestras actividades, sino que es un recurso vital que cada vez escasea más. Vivimos en un mundo cuyas necesidades de agua son crecientes y donde la población aumenta vertiginosamente. Cada año hay en nuestro planeta cien millones más de seres humanos. En el Perú la población está aumentando a razón de medio millón de habitantes por año. Las necesidades de agua aumentan no sólo por el crecimiento poblacional, sino también por la legítima aspiración de todos los seres humanos de alcanzar una mejor calidad de vida, lo que implica disponer de agua en cantidades adecuadas. Pero la cantidad total de agua de la Tierra no aumenta; por el contrario, tiende a disminuir por pérdida de calidad. Los Recursos Hidráulicos están repartidos irregularmente en el tiempo y en el espacio. El Perú tiene casi el 5% de la escorrentía mundial. Esto significa una cantidad enorme de agua, pero ella se encuentra distribuida de un modo muy desfavorable. La ocupación territorial que hemos realizado, y en la que persistimos, no guarda relación con la distribución de los Recursos Hidráulicos; así, más del 50% de nuestra población vive en la costa, cuyos recursos hidráulicos sólo llegan a 1,7% de la disponibilidad nacional. Precisamente, en esa zona árida y desierta se encuentra instalada la ciudad de Lima, capital de la República, donde viven cerca de siete millones de habitantes, lo que representa el 30% de la población nacional y donde sólo están disponibles los 5/10 000 de los Recursos Hidráulicos del país. Lima es un caso paradójico; tiene un déficit enorme de agua potable y, a la vez, grandes desperdicios y fugas en todo su sistema de abastecimiento. Es una ciudad que sin tener agua suficiente posee, sin embargo, aspiraciones de ciudad jardín y que ha crecido hasta ocupar las faldas de los cerros vecinos. La escasez de servicios de agua potable y alcantarillado a nivel nacional crea condiciones para la propagación de enfermedades y epidemias, como las ocurridas en los últimos años. Nos consideramos país agrícola, sin embargo, sólo cultivamos el 2,2% de nuestro territorio, pero lo que es más grave es que nuestro potencial de tierras agrícolas llega sólo al 6% de la extensión del país. Tenemos una elevada proporción de tierras cultivadas bajo riego, lo que encarece nuestros productos agrícolas y aumenta el consumo de agua. Todo esto dentro de sistemas en los que el agua se usa y distribuye con gran liberalidad y bajísima eficiencia. El resultado es que tenemos un octavo de hectárea cultivada por habitante, que es un valor muy bajo comparado no sólo con otros países, sino con nuestra propia realidad de hace veinte años. vii

Tenemos grandes necesidades de energía, pero usamos sólo el 3% del potencial hidroeléctrico nacional. Dentro de este panorama no podemos perder de vista que más del 98% de nuestros Recursos Hidráulicos superficiales está, de algún modo, comprometido internacionalmente. La tarea de la Ingeniería de los Recursos Hidráulicos es contribuir a la corrección de los desequilibrios existentes, en el tiempo y en el espacio, en la distribución de los Recursos Hidráulicos, de modo que podamos disponer de la cantidad de agua requerida en el momento oportuno, en el lugar adecuado y con la calidad debida. También compete a la Ingeniería de los Recursos Hidráulicos las acciones destinadas a defendernos de la agresión del agua. Sabido es que las inundaciones causan más daños que los sismos. También es aspecto importante de la tarea el cuidado del agua frente a las acciones humanas. Siendo el agua un recurso escaso y costoso es evidente que su uso debe ser cuidadosamente planificado. Sin embargo, en la práctica, poco es lo que hacemos al respecto. Estas y otras preocupaciones nos han llevado a escribir este libro sobre los Recursos Hidráulicos. Nuestro tema no es, sin embargo, el de los cálculos, fórmulas y teorías para la cuantificación del recurso. Nuestro tema es el recurso mismo. Nuestro tema es el agua, en todas sus manifestaciones y vinculaciones con el Hombre. La difusión del conocimiento del agua, sus posibilidades y potencialidades y su relación con los seres humanos son los objetivos de este libro. Este libro trata de llegar a todos sus lectores. Cada uno de nosotros, cualquiera que sea la posición que ocupe, puede contribuir decididamente al cuidado del agua, a la preservación de su calidad y al ahorro en el consumo. Los ingenieros en general, a través de su actividad profesional, podemos y debemos contribuir a solucionar las necesidades de agua de la población. Los ingenieros hidráulicos, muchas veces encerrados en fórmulas y ecuaciones, tendremos que constituir el frente de defensa del agua. Todo lo relativo al agua es esencialmente social, pues el agua es un bien común al que todos debemos tener acceso y al que todos debemos cuidar. El libro está dividido en siete capítulos. A su vez cada uno de ellos consta de varios puntos, los que suman 58. Cada uno de los siete capítulos de este libro no constituye una unidad aislada. Los capítulos están todos interrelacionados; en realidad el orden es arbitrario, pues no constituyen una secuencia absoluta; cada uno de ellos participa de los otros. Así deben verse y así deben leerse, porque ese es el modo como han sido pensados y escritos. El lector notará que a lo largo del libro abundan las citas y las referencias bibliográficas. Esto constituye parte de la metodología empleada. Se trata de familiarizar al lector con la mayor cantidad posible de autores, nacionales y extranjeros, para que aprecie así la amplitud del tema y lo mucho que puede enriquecer su lectura con la consulta de la abundante literatura existente viii

sobre los Recursos Hidráulicos. Los casos y ejemplos mencionados en el texto provienen principalmente de las vivencias del autor y se inspiran en problemas peruanos, aunque no se omite la experiencia extranjera. El libro lo hemos titulado Recursos Hidráulicos. Los recursos son, según el Diccionario, "bienes o medios de subsistencia". En la siguiente acepción recurso es el "conjunto de elementos disponibles para resolver una necesidad o llevar a cabo una empresa" y en tal acepción el Diccionario menciona los recursos naturales, hidráulicos, forestales, económicos, humanos, etc. Hemos preferido el adjetivo hidráulico y no hídrico, que a veces encontramos en la literatura especializada, porque su uso se encuentra muy extendido en diversos países, porque se usa ampliamente en el Perú y porque la expresión recursos hidráulicos es la que aparece en el Diccionario. A continuación presentamos una brevísima descripción del contenido de cada uno de los siete capítulos. En el primer capítulo, Introducción General al Estudio del Agua, se empieza por examinar algunos aspectos generales sobre la importancia del agua en nuestras vidas y se continúa con una brevísima exposición sobre el simbolismo de las aguas, tema éste que consideramos muy representativo de la relación que existe entre el Hombre y el Agua. Luego de examinar los diferentes usos del agua se continúa con la presentación de las reservas mundiales de agua. Se desarrolla luego el concepto de ciclo hidrológico, tema que aparece en muchas partes del libro, pues es fundamental para comprender las múltiples posibilidades de acceder a los Recursos Hidráulicos. Se presenta luego las reservas de agua de América Latina y las del Perú. Se confirma así que en el Perú disponemos de 89 000 metros cúbicos de agua por habitante por año, valor altísimo, casi diez veces el promedio mundial y casi 30 veces la cantidad de agua disponible, por ejemplo, en Francia; sin embargo, en este país se cultiva el 40% de su extensión territorial. Pero, la enorme cantidad de agua que tenemos en el Perú debe verse dentro de los desequilibrios espaciales y temporales que tenemos. El primer capítulo termina con la trascripción de la Carta Europea del Agua, documento de gran utilidad y que consideramos como gran marco de referencia para el estudio de los Recursos Hidráulicos. El capítulo segundo trata de las Disponibilidades de Agua. Se expone reiteradamente la idea de multiplicidad de fuentes de Recursos Hidráulicos, sin restringirnos a las aguas superficiales. Es así como se examina las posibilidades de las aguas de mar, de las aguas subterráneas y de las aguas meteóricas. Así mismo se considera que el ahorro y el reúso son importantes fuentes de agua que deben tenerse presentes. Se señala luego la importancia de disponer de un inventario de los recursos hidráulicos, pues la información es fundamental para saber lo que tenemos y para tomar decisiones. Debemos pensar en las aguas subterráneas como una solución alternativa, y a menudo complementaria, de los aprovechamientos superficiales. En realidad se trata de dos fases de un mismo recurso cuyo uso conjunto puede ser muy ventajoso. En el ix

mar están las grandes reservas hidráulicas del planeta. Alguna vez habrá que usarlas. Los Recursos Hidráulicos superficiales se caracterizan por su gran variabilidad espacial y temporal. Es ésta una de las mayores dificultades para su aprovechamiento, a lo que se suma el deterioro creciente de la calidad del agua debido a la contaminación causada por el hombre. En el capítulo tercero tratamos de las Demandas de Agua. En realidad los estudios de la oferta y de la demanda de agua están estrechamente vinculados a través de los proyectos. Hemos preferido tratar primero de las disponibilidades y luego de las demandas. Pensamos que un país pobre debe fijar sus demandas de agua en función de sus posibilidades hidráulicas, económicas y financieras. La determinación de la oferta de agua es un problema de ingeniería. La determinación de la demanda es un problema multisectorial, vinculado a un Plan de Desarrollo y al modelo de sociedad que queremos construir. El estudio y la determinación de las demandas no pueden independizarse de la economía general de la Nación; de acá que tengamos que precisar la concepción de la demanda. En un país con escasez de recursos no debe emplearse demandas que impliquen un desperdicio del recurso agua. Luego se examina el problema demográfico mundial y las correspondientes necesidades de agua. Los problemas crecientes para satisfacer la demanda tienen que ver con la desruralización, la deforestación, los cinturones de pobreza en torno a las grandes ciudades y el deterioro de la calidad del agua. Se examina luego las pérdidas en los sistemas hidráulicos y finalmente las diferentes demandas, según los diversos usos del agua. El capítulo cuarto, que hemos denominado Los Proyectos Hidráulicos, gira en torno a tres ideas principales. El uso del agua debe planificarse; aún más, debe haber un Plan Nacional de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos que sea compatible con el Plan Nacional de Desarrollo. La posibilidad de una participación intensa de la actividad privada en los proyectos hidráulicos hace que sea mayor la necesidad de un Plan. La segunda idea de este capítulo se refiere a la gestión del agua, al manejo de los Recursos Hidráulicos, lo que implica el manejo de las consecuencias ambientales, sociales y culturales de los proyectos de aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos, el manejo integrado de la cuenca y de sus recursos, la distribución racional del agua entre diversos usuarios y usos y el logro de la efectiva implementación de los proyectos. Este capítulo se completa con la presentación del problema del Impacto Ambiental de los proyectos hidráulicos. El capítulo quinto está dedicado a Las Irrigaciones, a los esfuerzos gigantescos que desde hace miles de años realizamos para modificar la Naturaleza en provecho del hombre. El riego es la actividad que consume mayor cantidad de agua; más del 65% del agua dulce que se emplea en el mundo está dedicado al riego. Esto nos indica la importancia de las Irrigaciones dentro del estudio de los Recursos Hidráulicos. Si a lo anterior se añade que, además de escasez de agua, tenemos escasez de tierras y de capital, se comprende la importancia de reflexionar sobre las irrigaciones, sobre la necesidad de que sean proyectos integrales de desarrollo en los que haya una alta eficiencia en el uso de los x

recursos. En los últimos veinte años hemos ejecutado en el Perú proyectos que comprenden un total de 177 000 hectáreas (35 000 hectáreas nuevas y 142 000 hectáreas de mejoramiento), sin embargo tan sólo para mantener el bajísimo índice de hectáreas por habitante que tenemos (0,125) habría que incorporar anualmente 60 000 hectáreas a la agricultura. La frialdad de las cifras hace ver que el camino de la expansión horizontal como único medio de mejorar nuestra producción agrícola, debe revisarse. Las Avenidas y Sequías se estudian en el capítulo sexto. Se examina las características hidrometeorológicas de estos eventos extremos y su metodología de estudio. Se recuerda las avenidas e inundaciones ocurridas en el pasado, como fuente de conocimiento para el futuro y se presenta algunas de las peculiaridades del Fenómeno de El Niño, especialmente el de 1983. En la segunda parte de este capítulo se presenta el tema de las sequías y sus características e impacto sobre la población. Así mismo, hay algunas indicaciones acerca del manejo del agua en tiempos de sequía. Las avenidas y sequías son fenómenos naturales muy frecuentes en el Perú, cuyo estudio interesa no sólo desde el punto de vista hidrológico, sino desde el punto de vista del manejo de sus consecuencias y poder así aliviar la grave situación que en esas oportunidades soporta la población. El séptimo y último capítulo trata de los Recursos Hidráulicos Internacionalmente Compartidos. En el continente americano el 55% de las grandes cuencas hidrográficas y el 75% de los Recursos Hidráulicos existentes están compartidos entre dos o más Estados. En el Perú casi la totalidad de sus Recursos Hidráulicos es compartida o está comprometida internacionalmente. Estos hechos hacen que sea importante el estudio de los aspectos principales del aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos internacionalmente compartidos. Se examina los alcances del Acuerdo de Montevideo y las Normas de Helsinki sobre ríos internacionales, el desarrollo del convenio de desarrollo hidráulico que el Perú tiene celebrado con el Ecuador, así como varias experiencias de otros países en el desarrollo de los Recursos Hidráulicos compartidos. Finalmente debemos señalar que la preparación de este libro se ha ajustado a los requerimientos editoriales de la Colección del Ingeniero Civil, que desde 1990 viene publicando el Colegio de Ingenieros del Perú, a través del Capítulo de Ingeniería Civil del Consejo Departamental de Lima. Asimismo, el contenido del libro corresponde al curso que con el mismo nombre dictamos dentro del Programa de Actualización 1992-93 del Capítulo de Ingeniería Civil. Necesariamente ha habido que seleccionar y escoger los temas a tratar, pues hubiera sido materialmente imposible desarrollar todas las posibilidades que nos ofrece el apasionante estudio de los Recursos Hidráulicos. A. R. F.

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RECONOCIMIENTOS El contenido de este libro es el fruto del ejercicio profesional a lo largo de muchos años, en los que el trato, el cambio de ideas, el trabajo conjunto y las conversaciones con ilustres colegas, cuyos nombres sería largo de citar, han enriquecido poderosamente mi concepción del problema de los Recursos Hidráulicos. A ellos mi reconocimiento. Los miembros de la Junta Directiva del Capítulo de Ingeniería Civil, CIP-Lima, hicieron posible que este libro aparezca dentro de la Colección del Ingeniero Civil. A ellos mi reconocimiento, en especial, a nuestro presidente ingeniero Antonio Blanco Blasco, sin cuyo entusiasmo casi compulsivo, quizás no hubiese escrito este libro. La dedicación del ingeniero Blanco ha hecho posible la Colección del Ingeniero Civil, que es el esfuerzo editorial más grande hecho en el Perú en el área de la ingeniería civil. El Centro Peruano-Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (CISMID) de la Universidad Nacional de Ingeniería hizo posible la edición de este libro mediante su efectiva participación en la composición del texto, preparación de los dibujos y diagramación general, a través de su Centro de Cómputo. Mi reconocimiento al CISMID, a su director Dr. Jorge Alva Hurtado, y al Dr. Javier Piqué del Pozo, quienes hicieron posible esta forma de colaboración interinstitucional. Mariza Pedemonte realizó la composición del texto, el Bach. en Ing. Civil Wilfredo Cupe, los dibujos y el Bach. Víctor Rojas, con especial dedicación y eficiencia, se ocupó de la diagramación general y la preparación de la edición en su presentación final. A ellos mi personal reconocimiento. A. R. F.

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CONTENIDO

Prólogo del Editor........................................................................................................ v Prólogo del Autor......................................................................................................... vii Contenido .................................................................................................................... xiii

Capítulo 1 1.1 1.2 1.3 1.4 1.5 1.6 1.7 1.8

Capítulo 2 2.1 2.2 2.3 2.4 2.5 2.6 2.7 2.8 2.9 2.10 2.11 2.12

INTRODUCCION GENERAL AL ESTUDIO DEL AGUA Aspectos Generales ............................................................................. El Simbolismo de las Aguas ................................................................. El Agua como Recurso Natural. Sus Usos ......................................... Las Reservas de Agua de la Tierra...................................................... El Ciclo Hidrológico............................................................................... Los Recursos Hidráulicos de América Latina ...................................... Los Recursos Hidráulicos del Perú ...................................................... La Carta Europea del Agua..................................................................

1 5 7 10 14 23 24 31

DISPONIBILIDADES DE AGUA Aspectos Generales ............................................................................. Precipitación ......................................................................................... Aguas Superficiales .............................................................................. Aguas Subterráneas............................................................................. Aguas Salinas....................................................................................... Aguas Atmosféricas.............................................................................. Prevención y Control de la Contaminación .......................................... Economía en el Consumo .................................................................... La Reutilización de las Aguas .............................................................. Cantidad y Variabilidad Temporal del Recurso Agua .......................... Los Problemas de Ubicación del Recurso Agua.................................. La Calidad del Agua .............................................................................

xiii

33 40 47 59 68 71 73 73 76 78 95 99

Capítulo 3 3.1 3.2 3.3 3.4 3.5 3.6 3.7

Capítulo 4 4.1 4.2 4.3 4.4 4.5 4.6 4.7

Capítulo 5 5.1 5.2 5.3 5.4 5.5

Capítulo 6 6.1 6.2 6.3 6.4 6.5 6.6 6.7 6.8 6.9 6.10

DEMANDAS DE AGUA Sobre las Demandas de Agua en General .......................................... 111 Concepción de la Demanda ................................................................. 116 Aumento de la Población...................................................................... 126 Pérdidas de Agua en los Sistemas Hidráulicos ................................... 133 Demandas de Agua para Uso Poblacional .......................................... 137 Demandas de Agua para Uso Agropecuario ....................................... 150 Otras Demandas .................................................................................. 161

LOS PROYECTOS HIDRÁULICOS Naturaleza de los Proyectos Hidráulicos.............................................. 163 La Necesidad de Planificar................................................................... 167 Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos ............ 171 Manejo de los Recursos Hidráulicos .................................................... 175 Problemas en el Manejo de los Recursos Hidráulicos......................... 182 Los Estudios de Impacto Ambiental ..................................................... 196 Consenso de Lima sobre los Problemas del Agua en América Latina y el Caribe.................................................................................. 201

LAS IRRIGACIONES Las Irrigaciones y el Desarrollo Integral ............................................... 205 La Irrigación en el Mundo ..................................................................... 221 La Irrigación en el Perú......................................................................... 227 Esquema General de un Proyecto de Irrigación .................................. 242 Problemática de las Grandes Irrigaciones de la Costa Peruana ......... 248

AVENIDAS Y SEQUIAS Caracterización de las Avenidas .......................................................... 263 Predicción de Máximas Avenidas ........................................................ 268 Control de Avenidas ............................................................................. 273 Avenidas e Inundaciones del Pasado .................................................. 274 El Fenómeno de El Niño de 1983 ........................................................ 277 El Desembalse de Poechos ................................................................. 291 Aspectos Generales de las Sequías .................................................... 298 Definición de Sequía............................................................................. 303 Características e Impacto de las Sequías............................................ 304 Manejo del Agua en Tiempos de Sequía ............................................. 308

xiv

Capítulo 7 7.1 7.2 7.3 7.4 7.5 7.6 7.7 7.8 7.9

RECURSOS HIDRÁULICOS INTERNACIONALMENTE COMPARTIDOS Aspectos Generales ............................................................................. 313 Cursos de Agua Internacionales .......................................................... 315 Acuerdo de Montevideo........................................................................ 318 Normas de Helsinki............................................................................... 320 Principios Generales y Convenios Específicos.................................... 324 El Convenio Peruano-Ecuatoriano de 1971......................................... 327 El Proyecto Binacional Puyango-Tumbes............................................ 331 El Proyecto Itaipú.................................................................................. 342 Otros Casos de Uso de Recursos Comprometidos............................. 344

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.......................................................................... 347 ÍNDICE DE CUADROS............................................................................................... 361 ÍNDICE DE FIGURAS................................................................................................. 363 ÍNDICE DE TEMAS ................................................................................................... 365 ÍNDICE DE NOMBRES PROPIOS............................................................................. 370

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Capítulo 1 Introducción General al Estudio del Agua

1.1 Aspectos Generales Thomson KING se expresó en una oportunidad de la siguiente manera "De todas las sustancias que son necesarias para la vida tal como la conocemos en la Tierra, el agua es sin duda la más importante, la que nos es más familiar y más maravillosa; sin embargo, la mayor parte de la gente conoce muy poco sobre ella" [82]. ¡Qué gran verdad encierran sus palabras! Nos invitan a reflexionar sobre esa sustancia maravillosa que es el agua, la que en nuestra concepción de la Naturaleza resulta ser sinónimo de vida. El agua es algo verdaderamente asombroso y extraordinario. Nuestro planeta tiene alrededor de 1 350 millones de kilómetros cúbicos de agua y es el único cuerpo del sistema solar que la posee en sus tres estados naturales: sólido, líquido y gaseoso. El agua es tan antigua que si nos preguntásemos acerca de su origen tendríamos que remontarnos al origen de la Tierra [86]. La vida empezó en el agua hace unos 3 500 millones de años y gran parte de los seres vivientes siguen estando en el agua. Hace unos 400 millones de años la vida pasó a tierra firme. El hombre mismo, producto de un largo proceso, está constituido por agua en las dos terceras partes de su peso. El agua es fuente de vida y de muerte. Un hombre puede vivir más de dos meses sin ingerir alimentos, pero apenas unos cuantos días sin beber. Basta que el hombre pierda el 5% de su contenido normal de agua para que tenga alucinaciones. Una pérdida del 12% suele ser fatal.

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El agua está presente en todos los aspectos de nuestra vida. El hombre utiliza el agua no sólo para beber, sino para muchas otras cosas que detallaremos más adelante. Todas las actividades humanas están vinculadas al uso del agua: así es en los aspectos domésticos, agrícolas, pecuarios, industriales y recreativos, sólo para citar muy rápidamente algunos de los aspectos del uso del agua. El agua no sólo es indispensable para la vida. El agua es la vida misma. De acá que tengamos que recordar siempre que cualquiera que sea el régimen político o ideológico de una Nación, ésta tendrá que reservarse para sí la propiedad de las aguas. En los años en que vivimos, que corresponden a la finalización del siglo XX, las economías de los países están cada vez más dependientes unas de otras. En consecuencia, tenemos que mirar el agua, recurso escaso y vital, como un recurso planetario. De su importancia y de su escasez surge la necesidad de planificar su uso (158). La luz y el calor del sol son también fundamentales para la vida, pero su abundancia es tal que su uso no requiere planificación: siempre están a nuestro alcance y constituyen recursos inagotables. La Tierra recibe casi toda su energía del sol por medio de la radiación electromagnética. El sol mantiene la temperatura de la Tierra dentro de un rango que hace posible la vida. La madera, el carbón, el petróleo, el gas natural, al igual que el viento, son manifestaciones de la energía solar transformada. La energía solar es gratuita y nos pertenece a todos por igual [111). El aire, que es igualmente importante para la vida, está también a nuestra libre disposición. Sin embargo, en algunos lugares su grado de contaminación es tal, que resulta irrespirable. La tierra, que también es necesaria para la vida, parece existir en grandes cantidades, pero no siempre reúne condiciones de habitabilidad. De acá las altas densidades demográficas que se ven en muchas partes. De hecho, el 80% de la población mundial vive en el 16% de la superficie terrestre. El agua es un recurso cuya escasez va en aumento. La demanda mundial ha crecido vertiginosamente, pero las cantidades de agua disponible han disminuido. Pero, el agua también causa daños. El agua atemoriza al hombre. Las inundaciones son los fenómenos naturales que producen los mayores daños a nivel mundial. El agua también es objeto de agresión por parte del hombre. Las actividades humanas en su mayoría contaminan el agua. En ésta una de las grandes preocupaciones de la Humanidad en las últimas décadas del siglo XX.

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Desde los tiempos más antiguos el agua ha sido fuente de alimentación y vía para el transporte. La historia de los progresos hechos para domeñar el agua constituye un reflejo de la historia de la civilización y del progreso. Como el control del agua es fundamental para la vida humana resulta que las ciudades y las sociedades crecen y desaparecen en concordancia con sus éxitos y fracasos en el manejo del agua. La enorme cantidad de agua que hemos mencionado como existente en nuestro planeta podría hacernos pensar que en la Tierra no deberían existir problemas de abastecimiento de agua. Sin embargo, no es así. Lo que ocurre es que el agua es a la vez un recurso abundante y escaso. El agua nos interesa más, en tanto que encuentre en la cantidad deseada, en la oportunidad en que hace falta, en el lugar preciso y con la calidad debida. En esta forma y bajo esas condiciones el agua es útil al hombre. Hacer que esto sea así es la tarea de la ingeniería de los recursos hidráulicos. Así como ingeniería y desarrollo son dos conceptos íntimamente asociados, también es cierto que en países subdesarrollados, llamados eufemísticamente "países en vías de desarrollo", el papel de la ingeniería para lograr el desarrollo es mayor que en otros. El agua es fuente de vida y de riqueza. Su escasez produce hambre y sed. Su abundancia, en forma de lluvias e inundaciones, trae daños y destrucción. Sólo el equilibrio, el justo medio, el control de las fuerzas de la Naturaleza permite su aprovechamiento. Esa es la inmensa tarea que el ingeniero tiene ante sí. El reto es más grande porque la población mundial aumenta rápidamente y las necesidades de agua también. La cantidad total de agua no aumenta, más bien tiende a disminuir por pérdida de calidad. La contaminación del agua a nivel mundial es peligrosamente creciente. A igualdad de habitantes un grupo contemporáneo requiere una cantidad mayor de agua que la que requirió un grupo humano hace 2 000 ó 3 000 años. Estas preocupaciones, que no son nuevas, llevaron a las Naciones Unidas a convocar a una Conferencia Mundial sobre el Agua, la que se realizó en Mar del Plata, Argentina, en marzo de 1977. Se llegaron allí a importantes conclusiones sobre el tema del agua. Antes se había realizado en Lima una reunión preparatoria para América Latina y el Caribe y se llegó a la elaboración del documento titulado "Consenso de Lima sobre los problemas del agua" [115), cuyas recomendaciones se presentan más adelante. Antes, en 1968, como una muestra del interés por los problemas del agua se firmó la Carta Europea del Agua, importante documento que aparece en el punto 1.8 de este capítulo. Los problemas del agua se han tratado en numerosos foros internacionales. Hemos avanzado mucho en lo que respecta al conocimiento

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del agua, el modo de aprovecharla y el modo de cuidarla. Respecto a este último asunto debemos reconocer que nuestras realizaciones no han avanzado tanto como debieran. En este punto, y a modo de reflexión es conveniente recordar los conceptos que un grupo de trabajo de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) señaló, con ocasión del Decenio Hidrológico Internacional: "El agua, además de constituir un elemento imprescindible de nuestra existencia, es también el recurso más maleable, dúctil y manejable de todos los que poseemos en la actualidad. Es capaz de ser desviada, trasvasada, conducida, canalizada, almacenada, reciclada o reconvertida. Y estas propiedades le imparten al agua sus condiciones características de gran provecho y utilidad para toda la humanidad. Su calidad y el sistema de distribución y reparto empleado dentro de los conceptos de tiempo y espacio son sumamente variables, pero, en cambio, la cantidad total de agua disponible, permanece como algo constante. Así, pues, el hombre se enfrenta con una gran posibilidad de distintas alternativas al encarar el proceso administrativo de sus recursos hidráulicos. Al mismo tiempo, y no obstante esto, muchas de estas alternativas resultan ser mutuamente exclusivas. Por tanto, cualquier tipo de acción propuesta para ser tenida en cuenta que implique y comprenda los recursos de agua dulce no deberá ser llevada acabo de manera aislada, sino dentro de un sentido justo, de comprensión total, con plena capacidad de entendimiento, acerca de los efectos hidrológicos anejos que esta medida conlleva, así como de los resultados ecológicos implícitos en esta cuestión, a la vez que se deben tener en consideración los demás aspectos de las acciones que deberán quedar excluidas del planteamiento general de esta materia. En resumidas cuentas diremos que el hombre deberá equilibrar sus acciones relacionadas con el ciclo hidrológico, de tal suerte que una determinada cantidad de agua pueda servir para los diversos propósitos usos y necesidades presentes, sin que por ello se produzcan resultados o efectos secundarios poco deseables o nocivos para la Humanidad". Al empezar este apartado citamos una palabras de KING, en las que habla acerca de lo maravillosa que es el agua y lo poco que la conocemos. Podríamos agregar que esa sustancia tan maravillosa y necesaria que es el agua, la venimos usando de modo muy ineficiente, con gran desperdicio y creciente deterioro de la calidad del recurso.

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1.2 El simbolismo de las aguas Para comprender el significado e importancia del agua y estar así en mejores condiciones para planificar su uso y ejecutar y operar las obras respectivas consideramos que es necesario efectuar algunas reflexiones sobre el simbolismo de las aguas. El agua es el símbolo de todo lo posible. "Matriz de todas las posibilidades de existencia", dice ELIADE. El agua es fuente de vida y de muerte. El agua es el principio y es el fin. "Principio de lo indiferenciado y de lo virtual, fundamento de toda manifestación cósmica, receptáculo de todos los gérmenes, las aguas simbolizan la sustancia primordial de la que todas las formas nacen y a la que todas las formas vuelven, por regresión o por cataclismo" [52]. El agua es esencialmente un elemento cosmogónico. El agua representa el comienzo, pero también el final. Nos cuenta Garcilaso, que Manco Capac y Mama Ocllo salieron del Lago Titicaca para fundar el Imperio Incaico. El agua es el símbolo de la vida, del comienzo. El agua cura, el agua sana, el agua rejuvenece y da la vida eterna. Estos conceptos los encontramos, con ligeras variaciones, en todas las sociedades del planeta. El agua del río Ganges es considerada sagrada porque purifica. En la costa peruana, en sus antiguas y milenarias culturas, hay todo un simbolismo del agua. Lagunas cuyas aguas curan son frecuentes en el antiguo y aún en el actual Perú. "El agua cura porque de alguna manera reproduce la creación..."..."La inmersión en el agua simboliza la regresión a lo preformal, la regeneración total, el volver a nacer…" [52]. El cristianismo ha recogido este sentido simbólico del agua y así tenemos que San Juan Bautista usaba la fórmula "Yo os bautizo con agua pero viene el que puede más que yo... El os bautizará con el Espíritu Santo y el fuego". (Lc. 3,15-22). Las citas evangélicas sobre este tema son numerosas. Jesús dijo a Nicodemo: "En verdad, en verdad te digo que si uno no nace del agua y del Espíritu Santo no puede entrar en el reino de Dios" (Ju. 3,5). El P. Joaquín DIEZ ESTEBAN al comentar el evangelio de San Lucas nos dice: "En el momento del Bautismo, por el signo lavado con agua y por la efusión del Espíritu Santo, se produce un nuevo nacimiento: renacemos a una nueva vida y se limpia a nuestra alma del pecado original..." El agua no solo es considerada algo sagrado, algo que sana y algo que regenera, sino que el agua es germinativa, la lluvia es fecundante". [52]

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El ingeniero chileno Bernardo DOMINGUEZ en su interesante trabajo sobre el culto del agua en la historia nos señala lo siguiente: "Desde los más remotos tiempos el agua ha sido para los hombres un signo sagrado de poder fecundador, de poder regenerador, y también destructor. El carácter sagrado y mágico que se le daba al agua en la antigüedad está presente en todas creencias y cultos. El agua viene del cielo y está asociada al sol, que la envía a fecundar la tierra. La Madre Tierra la absorbe, para luego hacerla resurgir de sus entrañas de modo que fecunde, lave, sane. La relación agua-cielo aparece como una constante en todas las leyendas y ritos relacionados con el agua. El sol, que representa al cielo con todas sus fuerzas, produce las tormentas, el trueno, la lluvia, el granizo... La Tempestad es, por excelencia, el desencadenamiento potente de las fuerzas creadoras. Tlaloc, Dios de la Lluvia,… a quien han erigido imponentes pirámides, representa el poder fecundador. El agua es la semilla del cielo, del Sol, y simboliza la sustancia primordial de la cual nacen todas las formas: estas formas están latentes en el agua, en estado de germen. El agua al caer en la tierra, que parece estéril, se integra a ella, asimismo el germen que también existe en su interior. Se vuelve con ellos más fecundador y puede entonces brotar, viva, de la tierra, escurriendo y haciendo germinar la fertilidad por ella engendrada. Las fuentes, origen del agua en la tierra, han sido desde siempre un símbolo del poder germinador y regenerador. Hombres de todas las razas y creencias han transformado las fuentes de agua en santuarios y lugares sagrados. Antecesores nuestros en América, los incas, construyeron verdaderas obras de ingeniería para hacer escurrir el agua limpia y graciosa en fuentes reservadas a las vírgenes y a los príncipes. En Oriente y Occidente el agua de la fuente se transforma en sustancia mágica y medicinal por excelencia, tradición que ha perdurado con el tiempo. En lugares tan distantes como el templo de Kannon y el Santuario de Lourdes, el agua simboliza la vida para miles de creyentes". [49] Míticamente un río no es considerado solamente una manifestación de lo sagrado, una hierofanía, sino una manifestación de fuerza, de poder, de vida. Pensemos en la costa peruana que es un desierto absoluto. La vida es posible por los ríos que traen las aguas que se produjeron en la parte alta de las cuencas. El agua es la vida. La sequía es la muerte.

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Recordemos que cuando no llueve se recurre a rezos y procesiones. El agua es, pues, para los creyentes, un don divino. En diciembre de 1992 el Arzobispo de Huancayo dispuso, según información del diario "El Comercio", de Lima, que "en todas las parroquias de la arquidiócesis de su jurisdicción se realicen misas y procesiones, los tres últimos días del año, para pedir que llueva..." según comunicado del arzobispado se tomó esta decisión "ante la persistente falta de lluvias..." María ROSTWOROWSKI al hablar de la importancia de los sistemas hidráulicos en el Tahuantinsuyu nos dice: “El acceso al agua y por ende al riego fue tan importante en el ámbito andino como el acceso a la tierra. Los mitos y leyendas narran episodios sobre el inicio de los canales hidráulicos en un tiempo mágico, cuando los animales hablaban. Las fuentes o puquio surgieron por rivalidades entre célebres huacas que se retaron para medir poderes, y se orinaron en varios lugares dando a lugar a que brotasen manantiales. El mar, los lagos, las fuentes fueron venerados por pacarina o lugares de origen de numerosos grupos étnicos. Las lagunas eran consideradas como manifestaciones del mar y origen del agua en general”. [165]

1.3 El agua como recurso natural. Sus usos El agua está presente en todas las actividades de nuestra vida. Son tantos y tan variados sus usos que no es fácil enumerarlos y clasificarlos. El agua se caracteriza no sólo por la diversidad de usos, sino por la multiplicidad de usuarios. Vamos a intentar señalar los principales usos del agua, sin pretender que la clasificación que ofrecemos a continuación sea exhaustiva. Es sólo ilustrativa. Distinguimos tres grandes grupos de usos de acuerdo a la siguiente descripción: Usos domésticos 1. Consumo (bebida, cocina, aseo personal, limpieza, medicina, religión, etc.) 2. Evacuación de desechos 3. Recreación (natación, deportes, pesca, etc.) Usos agrícolas y pecuarios 1. Riego 2. Avenamiento (drenaje) 3. Evacuación de desechos

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4. Producciones de alimentos acuáticos 5. Abrevaderos y consumo animal Usos industriales y comerciales 1. Producción de energía 2. Industrias 3. Construcción 4. Navegación 5. Transporte de troncos 6. Evacuación de desechos 7. Industrias extractivas (minería, petróleo, etc.) 8. Pesca comercial 9. Enfriamiento 10. Conservación del equilibrio ecológico y del paisaje 11. Turismo Son pues, tantos y tan van variados los usos del agua que su examen detallado es una tarea ardua. Más adelante examinaremos las demandas de los diferentes usos y el modo de satisfacerlas. Veamos ahora tan sólo algunos aspectos generales sobre los usos del agua (80). En términos generales el agua puede ser objeto de uso, de consumo y de contaminación. Así por ejemplo, una central hidroeléctrica es simplemente un uso del agua, que no implica consumo ni contaminación. En cambio, una central de energía nuclear implica uso, consumo y contaminación del agua. El uso de las aguas es la expresión del provecho que se obtiene de ellas. Uso y dominio son, pues, conceptos diferentes. Evidentemente el dominio es más amplio que el uso. Así, el Perú tiene el uso de las aguas del canal de Uchusuma, pero no el dominio, como lo veremos en el capítulo 7. Pero los usos del agua pueden ser también conflictivos y competitivos. En la Ley General de Aguas del Perú, Decreto-Ley 17732, se establece que “ los usos de las aguas son aleatorios y se encuentran condicionados a las disponibilidades del recurso y las necesidades reales del objeto al que se destinen y deberán ejercerse en función del interés social y el desarrollo del país" (Art. 26°). Más adelante se señala en dicha Ley que "el orden de preferencia en el uso de las aguas es el siguiente: a. b.

Para las necesidades primarias y abastecimientos de poblaciones.; Para cría y explotación de animales;

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c. d. e.

Para la agricultura Para usos energéticos, industriales y mineros: y Para otros usos

El Poder Ejecutivo podrá variar el orden preferencial de los incisos c, d y e en atención a los siguientes criterios básicos: características de las cuencas o sistemas, disponibilidad de aguas, política hidráulica, planes de Reforma Agraria, usos de mayor interés social y público y usos de mayor interés económico" (Art. 27°). Más adelante se señala en la misma Ley que: "El otorgamiento de cualquier uso de aguas está sujeto al cumplimiento de las siguientes condiciones concurrentes: a.

Que no impida la satisfacción de los requerimientos de los usos otorgados conforme a las disposiciones de la presente ley;

b. Que se compruebe que no se causará contaminación o pérdida de recursos de agua; c.

Que las aguas sean apropiadas en calidad, cantidad y oportunidad para el uso al que se destinarán;

d. Que no se alteren los usos públicos a que se refiere la presente ley; y e.

Que hayan sido aprobadas las obras de captación, alumbramiento, producción o regeneración, conducción, utilización, avenamiento, medición y las demás que fueran necesarias. (Art. 32°) (131).

El tema de los usos preferenciales del agua es siempre polémico, y sobre él volveremos más adelante Un determinado uso del agua, aunque no la afecte en cantidad ni en calidad, puede disminuir o anular las posteriores posibilidades de nuevos usos del agua. Así por ejemplo, una central hidroeléctrica no consume agua ni deteriora su calidad. Pero, pueden ocurrir algunas circunstancias que disminuyen o anulen las posibilidades de usos posteriores del agua. Uno de ellas puede darse cuando las aguas que han sido turbinadas sean restituidas a una elevación tal que no pueden emplearse para otro uso. Para concluir este breve examen de las posibilidades del uso del agua y a modo de recapitulación conviene recordar que el agua tiene múltiples usos y que estos son tanto alternativos como sucesivos; a la vez, que el agua es un

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recurso vital y escaso. En consecuencia, resulta imperativo efectuar la Planificación del Uso de los Recursos Hidráulicos, como parte de un Plan Nacional de Desarrollo.

1.4 Las reservas de agua de la Tierra La cantidad total de agua que hay en la Tierra se estima en 1 350 millones de km3. Esta es la totalidad de las reservas hidráulicas del planeta Tierra; es lo que constituye la Hidrósfera. Si bien es cierto que el agua está sometida a cambios permanentes, también lo es que la cantidad total de agua que hay en la Tierra es siempre la misma. La cantidad total de agua que hay en nuestro planeta en la actualidad es la misma que había, digamos, hace 3 000 millones de años. Pero el agua no siempre se ha distribuido del mismo modo. Así por ejemplo la fusión de los casquetes polares, por aumento de la temperatura media de la Tierra, significaría una sobreelevación del nivel medio del mar del orden de 60 metros. En cambio en la época de máxima glaciación el nivel medio del mar estuvo 140 metros debajo del actual. La cantidad total de agua que hay en la Tierra se distribuye de la manera que se ve en Cuadro 1.1 y en la Figura 1.1 CUADRO 1.1. Distribución de la Cantidad Total de Agua de Nuestro Planeta [86] (En kilómetros cúbicos) Agua Superficial Lagos de agua dulce Lagos de agua salada Ríos y corrientes Agua Subsuperficial Humedad del suelo Agua subterránea (menos de 1 km) Agua subterránea profunda

0.017% 0,009% 0,008% 0,0001%

230 850 121 500 108 000 1 350

0.625%

8 437 500

0,005% 0,31

67 500 4 185 000

0,31

4 185 000

Casquetes polares y glaciares Atmósfera Océanos

10

2,15%

29 025 000

0,001%

13 500

97,2%

1 312 200 000

100,0%

1 350 000 000

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Hay, pues, una enorme cantidad de agua, pero no toda tiene las mismas posibilidades de utilización para los múltiples fines que el hombre necesita. El 97,2% de las reservas mundiales de agua está en los océanos. Si a esto añadimos el agua contenida en los lagos salados, casquetes polares, glaciares, humedad atmosférica y agua subterránea profunda reuniremos casi el 99,7% del agua total de la Tierra. El agua dulce, a la que podemos tener acceso más o menos directo, constituida por los lagos de agua dulce, ríos y corrientes y aguas subterráneas ubicada a menos de 1 kilómetro de profundidad, representa sólo el 0,32% de la Hidrósfera (4 307 850 km3). De esta última cantidad, casi todo, el 97%, es agua subterránea. SHIKLOMANOV, director del Instituto Hidrológico de Leningrado, hoy nuevamente San Petersburgo, en Rusia, ha publicado recientemente un nuevo cálculo de la cantidad total del agua existente en la Tierra, que presentamos en el Cuadro 1.2. Este autor señala acertadamente que existen varias estimaciones sobre la cantidad de total de agua de nuestro planeta, las que, si bien coinciden bastante en los valores globales o totales, difieren, sin embargo, en el detalle. Esto se explica principalmente en función de los diferentes métodos de cálculo empleados, según los objetivos propios de cada una de las estimaciones realizadas [171]. SHIKLOMANOV usó para su estimación un periodo de análisis de 70 años (1900-1969). Los datos de precipitación provienen de 50 000 estaciones meteorológicas y los de evaporación de 1 700. La diferencia notable con respecto al cuadro tradicional de reservas mundiales de agua (Cuadro 1.1) está en las aguas subterráneas (casi el triple de lo anteriormente estimado). Este autor hace también un cálculo de la cantidad total de agua dulce disponible. Llega así a 35 millones de kilómetros cúbicos (2,5% de la hidrósfera). Pero, el 69% está en las regiones polares y el 30% es agua subterránea (la parte de agua dulce que equivale a 10,53millones de km3). Por lo tanto el agua dulce disponible está en los ríos y lagos y en la parte del agua subterránea que tenemos posibilidad real de usar. Las cantidades de agua potencialmente utilizables son enormes. El problema principal es la desigual distribución espacial y temporal de este recurso. Hay partes del planeta en las que hay grandes cantidades de agua y otras muy extensas, en la que ésta es prácticamente inexistente. Las antiguas civilizaciones se desarrollaron a las orillas de grandes ríos, dentro de un concepto muy avanzado de política de ocupación territorial. A lo largo de los años las cosas han cambiado. Así por ejemplo, Lima, nuestra ciudad capital concentra la tercera parte de la población del país, pero sólo tiene los 5/10 000 de los recursos hidráulicos nacionales disponibles superficialmente.

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CUADRO 1.2 Distribución de la Cantidad Total de Agua de la Tierra según SHIKLOMANOV Tipo de agua

Superficie de referencia (km2x103)

Volumen (km3x103)

Altura Total agua Reservas de equivalente almacenada agua dulce (m) (%) (%)

Mar Total de aguas subterráneas Glaciares y masa de nieve permanente Antártida Groenlandia Islas árticas Regiones montañosas Hielo subterráneo de la zona del gelisuelo Lagos Agua dulce Agua salada Pantanos Ríos Agua de la biósfera Agua de la atmósfera

361 300 134 800 16 232 13 980 1 802 226 224 21 000 2 058 1 236 822 2 683 148 800 510 000 510 000

Total

510 000

1 385 984

2718

Agua dulce

148 800

35 029

235

1 338 000 23 400 24 064 21 600 2 340 83 41 300 176 91 85 11,5 2,1 1,1 12,9

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[171]

3 700 174 1 482 1 545 1 299 367 183 14 85,5 74 103 4,3 0,014 0,002 0,025

96,5 1,7 1,74 1,55 0,17 0,006 0,003 0,022 0,013 0,007 0,006 0,0008 0,0002 0,00007 0,0009

2,53

30,15 68,7 61,7 6,68 0,24 0,12 0,86 0,26 0,03 0,006 0,003 0,04

1.5 El ciclo hidrológico La noción o principio general en torno al cual gira la Hidrología es el de ciclo hidrológico. La hidrología, etimológicamente, es la ciencia del agua. Sin embargo, se refiere fundamentalmente al agua terrestre. La Hidrología se ocupa de la presencia del agua, de sus reacciones con el resto de la Tierra y con la vida sobre ella. Incluye la descripción de la Tierra con respecto al agua, más que las profundidades físicas y químicas del agua como sustancia. El concepto de ciclo hidrológico y el conocimiento de su funcionamiento no sólo son de interés para la hidrología o la meteorología. En realidad es muy importante para la planificación del uso de los recursos hidráulicos y para esclarecer una serie de conceptos vinculados al uso de las aguas. El concepto principal que engloba el ciclo hidrológico es el de totalidad [12]. Todas las manifestaciones hídricas, todos los estados del agua están presenten en el ciclo hidrológico. La fuerza que hace posible el ciclo hidrológico viene del sol, de la gravedad terrestre y del movimiento de la Tierra. Escaparía a los alcances de este trabajo analizar in extenso el ciclo hidrológico. Sólo nos referimos a algunos de sus aspectos en relación con los recursos hidráulicos. La forma más simple de pensar en el ciclo hidrológico es como un proceso sin principio ni fin, dominado básicamente por la precipitación, infiltración, escorrentía, percolación profunda, almacenamiento en el suelo, evaporación y transpiración (Fig. 1.2 y Fig. 1.3) Sin embargo, debe tenerse presente lo siguiente. Sólo una pequeña parte de la cantidad total de agua existente en la Tierra está participando en el ciclo hidrológico. Según algunos autores, esta pequeña parte es el 0,005% del total, o sea, 67 000 km3. El resto, el 99,095%, no participa activamente en el ciclo hidrológico. Una partícula líquida puede permanecer años, siglos, millones de años, en las profundidades del mar o de la tierra, o en algún otro lugar como los casquetes polares, sin cambiar de estado ni movilizarse. Se calcula que debajo del desierto del Sahara hay depósitos de agua subterránea que tienen una antigüedad de 40 000 años. Pero, en algún momento de la inmensidad del tiempo llegará su oportunidad y participará del ciclo hidrológico. En cambio "el agua de la atmósfera se renueva cada ocho días y el agua de los ríos cada dieciséis" [171]. Se estima que anualmente se evaporan de la Tierra unos 400 000 km3. De esta cantidad, el 84%, o sea 335 000 km3, lo hace desde los océanos. La diferencia de 65 000 km3 corresponde a la evaporación desde la tierra, lagos corrientes y a la transpiración de las plantas. De la cantidad de agua que se

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evapora la mayor parte cae nuevamente en forma de precipitación sobre los océanos. Otra parte cae sobre las cuencas, constituye los ríos y regresa al mar (35 000 km3). El resto, 65 000 km3, no da lugar a escorrentía y se evapora. En las figuras 1.3 y 1.4 se representa esquemáticamente el ciclo hidrológico y el balance mundial de agua. Teniendo en cuenta que la superficie de la Tierra es de 510 x 106 km2, que la superficie de los océanos y mares es de 364 x 106 km2 y que la superficie continental es de 146 x 106 km2 se obtiene que la precipitación, y por lo tanto la evaporación anual media sobre toda la Tierra, es de 784 mm (400 000 km3). La precipitación media sobre los océanos es de 824 mm (300 000 km3) y la precipitación anual media sobre los continentes es de 685 mm (100 000 km3). Este último valor equivale a casi ocho veces la cantidad de agua contenida en la atmósfera. En el Cuadro 1.1 presentamos la distribución de las reservas totales de agua de nuestro planeta. Obsérvese que los cinco ítems que allí se dan, podrían reagruparse en función de tres grandes reservorios: Océanos

97,2

%

Continentales

2,7

%

Atmósfera

0,001%

A su vez, en lo que respecta al agua continental el 77% de ella está en los casquetes polares y en los glaciares y el 22% está en el interior del suelo. A pesar de las enormes cantidades de agua que hemos señalado hay grandes regiones de la Tierra que son áridas: gran parte de África, el Oriente Medio, Asia Central, gran parte de Australia, y gran parte de la costa oeste de América. Estas regiones son áridas porque en ellas la precipitación es muy escasa. Lo deseable sería que estas regiones participasen en mayor grado de las reservas hídricas mundiales. El ciclo hidrológico, desde el punto de vista del Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos, representa una continua renovación, una presencia permanente de la disponibilidad de agua en la Tierra. El estudio del ciclo hidrológico nos interesa para conocer la forma de aprovecharlo en provecho de la Humanidad. El ciclo hidrológico es el concepto fundamental de la Hidrología, pues describe una secuencia de fenómenos naturales en virtud de los cuales el agua cambia de estado y de lugar. En un apartado anterior hemos señalado los múltiples usos que tiene el agua. Examinaremos ahora las notas características que tiene el uso del agua en conexión con el ciclo hidrológico [122]. Ellas son:

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1. En general el agua es útil cuando no ha perdido calidad; es decir, que la mayor parte de las veces se usa el agua en su estado puro natural, sin contaminación por acción humana. 2. El hombre usa el agua continental, más que el agua oceánica; aún más, el agua que llega al mar se considera perdida para su uso. 3. El agua se usa principalmente en la fase líquida. La mayor parte de los aprovechamientos hidráulicos se hace a partir de la escorrentía superficial. Es decir, que aprovechamos una de las secuencias del ciclo hidrológico. ¿Cuál es la magnitud de la descarga total de los ríos de la Tierra? Hay varias estimaciones hechas en diversas épocas y circunstancias. ONERN menciona que el U.S. Geological Survey calculó que el escurrimiento total medio de los ríos del mundo es de 1 170 400 m3/s y que según el Balance Mundial efectuado por la Unión Soviética dicho total era de 1 154 200 m3/s [117]. Hay otras estimaciones que mencionamos más adelante. Los valores señalados, que no difieren significativamente, representan una masa anual de 36 000 km3, que equivale al 36% de la precipitación continental. Se denomina escorrentía, o escurrimiento, a la parte de la precipitación que fluye por la superficie del terreno. LINDH, basándose principalmente en los trabajos de LVOVICH, estimó que la escorrentía superficial mundial era de 38, 820 km3 por año y que de este total se podía considerar como aprovechable, en función de su persistencia, el 36% (14,010 km3/año). El 64% (24, 810 km3/año) corresponde a caudales eventuales. La distribución de estos caudales en las principales áreas geográficas es la que aparece en el Cuadro 1.3 Estimaciones más recientes hechas por SHIKLOMANOV consideran para la escorrentía mundial un valor de 44, 500 kilómetros cúbicos anuales (excluida la Antártida). Su detalle por continentes aparece en el Cuadro 1.4. En el Cuadro 1.5 se señala algunos datos sobre la disponibilidad de aguas superficiales en varios países, así como otros indicadores estadísticos. La demanda mundial de agua aumenta rápidamente; sin embargo, el aprovechamiento de las aguas superficiales es cada vez más costoso por su desigual distribución espacial y temporal, por la pérdida de su calidad y porque los proyectos más fáciles y económicos ya fueron hechos.

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CUADRO 1.3 Distribución Continental de la Escorrentía Mundial según LINDH

ESCORRENTIA km3/año

Región

[87]

Esc . Persistente x 100 Esc . total

Total

Persistente

No persistente

África Asia (sin URSS) Australia Europa (sin URSS) Norte América Sud América URSS

4 225 9 544 1 965 2 362 5 960 10 380 4 384

1 905 2 900 495 1 020 2 380 3 900 1 410

2 320 6 644 1 470 1 342 3 580 6 480 2 974

45% 30% 25% 43% 40% 38% 32%

Total continental, sin regiones polares

38 820

14 010

24 810

36%

20

CUADRO 1.4 Distribución Continental de la Escorrentía Mundial según SHIKLOMANOV

Caudal anual Territorio (mm)

(km3)

Europa Asia África América del Norte y Central América del Sur Australia y Tasmania Oceanía Antártida

306 332 151 339 661 45 1 610 160

3 210 14 410 4 570 8 200 11 760 348 2 040 2 230

Total mundial

314

46 768

Porcentaje de la escorrentía total

Superficie (km2x103)

Descarga específica (ls-1km-2)

7 31 10 17 25 1 4 5

10 500 43 475 30 120 24 200 17 800 7 683 1 267 13 977

9,7 10,5 4,8 10,7 20,9 1,4 51,1 5,1

149 022

10,0

100%

21

[171]

CUADRO 1.5 Disponibilidad de Aguas Superficiales en Algunos Países

[171]

Caudal anual medio a largo plazo País

Superficie (km2 x 103)

1

Población (106)

(km )

Por unidad de superficie (103 m3 km-2)

Per cápita (m3 x 103)

Porcentaje del caudal mundial 20,7 11 5,7 5,6 3,8 4,4 0,9 0,6 0,4 0,2

3

Brasil URSS (Antigua) República Popular de China Canadá India Estados Unidos de América Noruega Yugoslavia (Antigua) Francia Finlandia

8 512 22 274 9 561 9 976 3 288 9 363 324 256 544 337

130 275 1 024 25 718 234 4 23 55 5

9 230 4 740 2 550 2 470 1 680 1 940 405 256 183 110

1 084 213 267 248 511 207 1 250 1 000 336 326

71 17 2,5 99 2,3 8,3 99 11 3,4 22

Total mundial2

134 800

4 665

44 500

330

9,5

Perú†

1 285

23

2 044

1 591

89

1 En 1983 2 Sin la Antártida † Datos incorporados por el autor (1993)

22

4,6

Hay, pues, que pensar en soluciones diferentes. PEIXOTO y KETTANI [122] examinaron las posibilidades de control sobre el Ciclo Hidrológico, a partir del estudio de sus dos ramas: la terrestre y la atmosférica. Los estudios hidrológicos tradicionales han cubierto siempre la rama terrestre del ciclo hidrológico: precipitación, infiltración, evaporación, transpiración, escorrentía y aguas subterráneas. Pero, las aguas superficiales son insuficientes para satisfacer las necesidades hídricas cada vez mayores de un mundo que crece explosivamente. Una primera idea tiene que ser volver los ojos hacia las aguas subterráneas, hacia los océanos y hacia la rama atmosférica del Ciclo Hidrológico. Con respecto a este último punto se puede pensar en aumentar la velocidad del Ciclo Hidrológico mediante la lluvia artificial y en extraer la humedad de la atmósfera. En general para controlar el Ciclo Hidrológico en nuestro provecho hay las siguientes posibilidades: 1.

Reducir la evaporación del agua continental

2.

Acelerar la evaporación del agua oceánica

3.

Aumentar la eficiencia en el uso del agua, antes de llegar al océano

Sobre estos temas volveremos más adelante a estudiar la oferta y la demanda del agua.

1.6 Los recursos hidráulicos de América Latina América Latina y el Caribe, tomados como una Región geográfica, tienen abundantes recursos hidráulicos. El 31% del escurrimiento mundial es producido en la Región. La precipitación anual media es del orden de 1 500 mm, en tanto que la media mundial es de casi 700 mm. Sin embargo, hay una muy desigual distribución geográfica de los recursos. Hay zonas desérticas, extremadamente secas, como la costa peruana y el desierto de Atacama y otras muy húmedas con enormes precipitaciones. Hay también importantes variaciones estacionales y anuales con respecto a los valores medios. En la Región hay tres vertientes. Una es la del Atlántico y el mar Caribe, a la que corresponde el 84% de la superficie total de la Región. Hay ríos muy caudalosos, generalmente de pequeñas pendientes y amplias planicies inundables. Otra vertiente es la del Pacífico, a la que corresponde el 11% del área regional. Los ríos son en general de fuerte pendiente y gran arrastre de material sólido. 23

El 5% restante corresponde a cuencas cerradas, sin salida a los océanos mencionados, como por ejemplo la del lago Titicaca. Un elevado porcentaje de los recursos hidráulicos superficiales se encuentra compartido internacionalmente. De este tema trataremos más adelante. En América Latina sólo se utiliza un 3% de las aguas superficiales, en usos consuntivos. La capacidad hidroeléctrica sólo representa un 8% del potencial estimado. Se riegan unos 11 millones de hectáreas, lo que representa el 7% de la superficie cultivada en la Región. El 43% de la población no dispone de agua potable (29).

1.7 Los Recursos Hidráulicos del Perú El inventario y evaluación de los recursos hidráulicos superficiales del Perú fue realizado por la Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales (ONERN). El informe de evaluación preparado por ONERN incluye el Inventario Nacional de Ríos, el Mapa de Zonas de Escurrimiento del Perú y una propuesta para un Programa de Instalaciones Hidrométricas [117]. La citada evaluación concluye señalando que en el territorio peruano el escurrimiento anual medio es de 2 044 km3, lo que equivale a 64 800 m3/s. Este escurrimiento corresponde a las siguientes vertientes:

Vertiente Vertiente del Pacífico Vertiente del Atlántico Vertiente del Titicaca Total

Masa Anual km3/año

Caudal m3/s

Porcentaje

35

1 098

1,7

1 999

63 379

97,8

10

323

0,5

2 044

64 800

100,0

Del gran total de 2 044 km3/año señalado como recursos hidráulicos superficiales del Perú, el 98,6% está de algún modo comprometido internacionalmente. El escurrimiento superficial del Perú representa casi el 5% del escurrimiento total de los ríos del mundo. En la antigua Unión Soviética el 24

escurrimiento anual medio se calculó en 4 740 km3 (150 000 m3/s) y era el más alto del mundo. En cambio España, por ejemplo, tiene sólo 91,5 km3 de escurrimiento superficial anual. Los ríos de la cuenca del Pacífico con mayor aporte hídrico son: Santa (144 m3/s), Tumbes (116 m3/s), Chira (114 m3/s), Camaná (83 m3/s), Ocoña (67 m3/s), Cañete (63 m3/s), Pativilca (48 m3/s), Tambo (40 m3/s), Jequetepeque (38 m3/s) y Huaura (31 m3/s). (Cuadro 1.6). Estos diez ríos descargan el 68% del total de los ríos de la costa. Los cinco primeros representan el 50% de la escorrentía. La suma de los 53 cursos de agua de la costa llega a 1 098 m3/s, o sea 35 000 millones de metros cúbicos por año en cifras redondas. Se trata de promedios plurianuales, que por su naturaleza aritmética incluyen años húmedos y años secos y por ser valores anuales no muestran la diferencia existente entre el invierno y el verano. Se trata, pues, de una riqueza potencial cuyo aprovechamiento, difícil y costoso, presenta peculiaridades que examinaremos más adelante. Hay otras estimaciones que fijan en 40 000 millones de metros cúbicos por año, la masa hídrica media de los ríos de la costa peruana. En la vertiente Atlántica los ríos con mayor aporte hídrico son el Amazonas (53 572 m3/s) y el Madre de Dios (7 988 m3/s). En la Cuenca del Titicaca los ríos mayores son: Ramis (103 m3/s), Ilave (42 m3/s), Coata (31 m3/s) y Huancané (24 m3/s). El inventario de ONERN incluye un total nacional de 1 007 ríos (hasta del 6to. orden) que se distribuyen de la siguiente manera: Vertiente del Pacífico Vertiente del Atlántico Vertiente del Titicaca

: 381 ríos hasta del 4to. Orden (53 ríos principales). : 564 ríos hasta del 6to. Orden (4 ríos principales). : 62 ríos hasta del 4to. Orden (12 ríos principales).

Es importante citar las recomendaciones del citado documento de ONERN, cuyos aspectos más importantes hemos utilizado líneas arriba. Ellas son: “a. Realizar en el momento oportuno -dentro de cinco años a partir de la fecha- una segunda aproximación del Inventario y Evaluación Nacional de Aguas Superficiales, el que deberá incluir una actualización del Inventario Nacional de Ríos. Esta segunda aproximación deberá determinar, además, con la relación al presente estudio, los siguientes parámetros o definir los siguientes aspectos:

25

i. Caudales a nivel mensual. ii. Caudales de duración característica (50%, 75%, 90%, etc.) iii. Las influencias locales importantes (nevados, áreas cársticas, lagunas, etc.)

b. La ejecución de una segunda aproximación exigirá realizar previamente las siguientes actividades, en orden de importancia: i.

Implementación del Programa de Instalaciones Hidrométricas propuesto en el Inventario Nacional de Ríos, el que deberá ejecutarse a la brevedad a fin de contar con un mínimo de cinco (5) años de registro.

ii.

Culminación de la Carta Nacional Aerofotogramétrica, a escala de 1:100 000, de manera que abarque la totalidad del territorio del país, con el fin de contar con el material cartográfico que permita una delimitación más precisa de las cuencas y zonas de escurrimiento y la obtención de parámetros geomorfológicos.

iii.

Elaboración de un Mapa de Isohietas del Perú, con el fin de mejorar la precisión en la determinación de la precipitación media anual.

iv.

Investigación de la evapotranspiración real, en la vegetación natural de las diversas zonas de vida existentes en el país.

v.

Elaboración de metodologías complementarias para el tratamiento de las influencias locales de importancia en la evaluación hidrológica, entre ellas, cabe mencionar: . Áreas nevadas de importancia . Formaciones geológicas (cársticas, volcánicas, etc.) . Extensas superficies libres de agua

vi.

Ampliación del escaso o nulo conocimiento actual de las condiciones hidrogeológicas del territorio nacional, en especial de las regiones de Sierra y Selva. [117]

La ONERN preparó también represamientos [119]. Las lagunas "corto-circuitos" del ciclo. Las evaporantes. Los represamientos hombre.

un inventario nacional de lagunas y son anomalías del ciclo hidrológico. Son lagunas significan grandes superficies son lagunas artificiales, hechos por el

26

CUADRO 1.6 Descargas Medias Plurianuales de los Ríos de la Vertiente del Pacífico Río Zarumilla Tumbes Qda. Bocapán Chira Piura Cascajal Olmos Motupe-La Leche Chancay-Lambayeque Zaña Chamán Jequetepeque Chicama Moche Virú Chao Santa Lacramarca Nepeña Casma Culebras Huarmey Fortaleza Pativilca Supe Huaura Chancay-Huaral

Módulo (m3/s)

Río Chillón Rímac Lurín Chilca Mala Omas Cañete Qda. Topará San Juan Pisco Ica Grande Acarí Yauca Chala Chaparra Atico Caravelí Ocoña Camaná Quilca Tambo Ilo-Moquegua Locumba Sama Caplina Total

5 116 2 114 20 4 2 9 26 8 1 38 22 10 9 3 144 0 2 5 0 3 6 48 1 31 19

27

Módulo (m3/s) 11 26 7 0 18 2 63 0 14 23 11 19 21 8 0 0 0 0 67 83 23 40 3 8 2 0 1 098 m3/s

En el Perú hay 12 201 lagunas (Cuadro 1.7) que se distribuyen de acuerdo a las siguientes vertientes:

Vertiente

Lagunas

Atlántico Pacífico Titicaca Huarmicocha

7 441 3 896 841 23

De este gran total, en 1980 sólo se explotaba 186 lagunas que representaban un total de 3 028 MMC (millones de metros cúbicos) de regulación. Su descomposición por vertientes es la siguiente:

Vertiente

Lagunas

Atlántico Pacífico Titicaca Huarmicocha

76 105 2 3

Vol. de Reg. (MMC) 1 604 1 379 4 41

Total

186

3 028

Las tres lagunas más grandes de explotación son, según ONERN: Junín (995 MMC), Aricota (885 MMC) y Choclococha (150 MMC). La laguna de Aricota merece un comentario especial. El volumen mencionado es el que tuvo permanentemente la laguna hasta 1967, en que se puso a funcionar la primera central hidroeléctrica operada con aguas de la laguna. Por diversas circunstancias se ha venido extrayendo más agua de la que ingresaba; esto ha dado lugar a una impresionante disminución del volumen disponible en la laguna, tal como había sido previsto hace muchos años [100]. Existen asimismo 342 lagunas con estudios para su aprovechamiento, lo que representaría un volumen de 4 000 MMC. Resulta, pues, evidente de todo lo expuesto que el Perú dispone de grandes cantidades de recursos hidráulicos superficiales. Sin embargo, para que el agua sea útil debe cumplir con determinadas condiciones. 28

CUADRO 1.7 Resultados Generales del Inventario Nacional de Lagunas realizado por ONERN

Vertiente

Número de Número de Lagunas Lagunas no Inventariadas Inventariadas

Número Total de Lagunas

Lagunas en Explotación

[119]

Lagunas con Estudios

Número

Capacidad (MMC)

Número

Capacidad (MMC)

Lagunas que figuran como represadas en la Carta Nacional

Pacífico Cerrada Atlántico Titicaca

2 245 8 4 138 464

1 651 15 3 303 377

3 896 23 7 441 841

105 3 76 2

1378,58 41,00 1604,37 4,12

204 1 133 4

616,62 185,00 3 006,42 145,00

33 -7 2

Total

6 855

5 346

12 201

186

3 028,07

342

3 953,04

42

29

Las recomendaciones del informe de la Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales (ONERN), sobre lagunas se citan a continuación: 1. “Establecer un Archivo Central, donde se reúna toda la información producida en el país sobre las obras hidráulicas construidas y proyectadas: la constitución y operación de dicho Archivo podría estar a cargo del organismo que formule el Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos. 2. Siendo el inventario de lagunas y represamientos un elemento fundamental para la planificación del ordenamiento de los recursos hidráulicos, se recomienda mantenerlo al día, actualizándolo por lo menos cada cinco años. 3. Con la finalidad de que todos los proyectos hidráulicos de un mismo nivel que se formulen sean uniformes en su tratamiento y, por lo tanto, en la información que produzcan, se recomienda elaborar especificaciones técnicas o términos de referencia de aplicación obligatoria en el territorio nacional y que normen su ejecución. 4. Como resultado del inventario realizado, se recomienda la adopción de las medida necesarias (estudio, reiniciación de obra, iniciación de obra, etc.) en las lagunas cuya relación se presenta en el Cuadro No. 10. Las lagunas incluidas en dicho Cuadro han sido seleccionadas teniendo en cuenta los siguientes criterios: a.

Incluir aquellas lagunas cuya explotación contribuya a aumentar la producción agropecuaria y la productividad de la tierra, así como a la generación de empleos en el medio rural, tanto en la región de la Costa como en la de la Sierra;

b.

Dar preferencia a aquellas lagunas cuyo objetivo principal sea el mejoramiento de riego, y el incremento de tierras nuevas sea un objetivo secundario;

c.

Incluir ciertas lagunas cuyas obras se iniciaron, pero fueron paralizadas por diversos motivos;

d.

Dar preferencia a las lagunas cuyas obras hidráulicas sean relativamente pequeñas y puedan ser construidas en muy corto plazo; y

e.

Descartar aquellas lagunas cuyas obras se encuentren en procesos de construcción o cuya construcción ya haya sido decidida a Diciembre del año 1975.

La relación debe ser tomada como preliminar y tentativa, ya que no incluye todas las lagunas posibles de explotar, pudiendo comprender algunas lagunas de las que no se contó con información suficiente. Debe señalarse, además, que 30

el nivel de estudio en que se encuentran los proyectos señalados en la relación varía desde una simple propuesta de explotación hasta un estudio definitivo” (119).

1.8 La Carta Europea del Agua En la concepción, planeamiento, construcción y operación y mantenimiento de todo proyecto hidráulico hay una serie de principios generales, que de un modo u otro están presentados a lo largo de varios capítulos de este libro, que conviene recordar y respetar siempre. En especial es muy importante tener en mente la Carta Europea del Agua (Estrasburgo, 6 de mayo de 1968), cuyo enunciado es el siguiente:

1. "Sin agua no hay vida posible. Es un bien preciado indispensable a toda actividad humana. 2. Los recursos del agua dulce no son inagotables. Es indispensable preservarlos, controlarlos y, si es posible, acrecentarlos. 3. Alterar la calidad del agua es perjudicar la vida del hombre y de los otros seres vivos que de ella dependen. 4. La calidad del agua debe ser preservada de acuerdo con normas adaptadas a los diversos usos previstos, y satisfacer especialmente las exigencias sanitarias. 5. Cuando las aguas, después de utilizadas, se reintegran a la naturaleza, no deberán comprometer el uso ulterior público o privado, que de ésta se haga. 6. El mantenimiento de la cobertura vegetal adecuada, preferentemente forestal, es esencial para la conservación de los recursos hidráulicos. 7. Los recursos hidráulicos deben inventariarse. 8. Para una adecuada administración del agua es preciso que las autoridades competentes establezcan el correspondiente plan. 9. La protección de las aguas implica un importante esfuerzo tanto en la investigación científica, como en la preparación de especialistas y en la información del público. 31

10. El agua es un patrimonio común cuyo valor debe ser reconocido por todos. Cada uno tiene el deber de utilizarla con cuidado y no desperdiciarla. 11. La administración de los recursos hidráulicos debiera encuadrarse más bien en el marco de las cuencas naturales que en el de las fronteras administrativas y políticas. 12. El agua no tiene fronteras. cooperación internacional.”

Es un recurso común que necesita la

Estos doce principios establecidos en la Carta Europea del Agua revisten una enorme importancia. Ellos constituyen a nuestro juicio el gran marco referencial para el estudio de los recursos hidráulicos. Recomendamos su atenta lectura, pues nuestra aspiración es desarrollarlos y comentarlos a lo largo de este libro. Para terminar esta introducción General al Estudio del Agua quisiéramos recordar algunos conceptos de Germán UZCÁTEGUI, quien fue director del Centro Interamericano de Desarrollo Integral de Aguas y Tierras (CIDIAT) y quien nos dice: “Y así como se habla de una cultura del agro o agricultura, cuando el hombre cuida, modifica y transforma los campos ;y se habla de cultura física cuando el hombre cuida, modifica y transforma su propio cuerpo y cuando lo hace con su inteligencia, la sensibilidad o el buen gusto, se habla de cultura artística, cultura religiosa, cultura política o moral, y porque la palabra cultura abarca toda la vastedad del hombre y coincide con el sistema de valores más altos que la sociedad respeta y honra, creo que podemos perfectamente definir el termino Cultura Hidráulica, como un cúmulo de principios morales y éticos, así como también de ciertos conocimientos sencillos que le permitan a todos los integrantes de la sociedad usar, cuidar, y transformar para beneficio nuestro y de nuestros descendientes, el agua en cualquiera de sus estados”(175).

32

Capítulo 2 DISPONIBILIDAD DE AGUA

2.1 Aspectos Generales

La población mundial viene aumentando con gran velocidad. Las necesidades de agua per cápita también crecen y es natural que así sea, pues el hombre busca continuamente mejores condiciones de vida. Mejorar la calidad de vida implica, entre otros aspectos, disponer de agua en cantidad, calidad y oportunidad adecuadas para satisfacer las necesidades humanas. La agricultura bajo riego, que contribuye a la producción de alimentos para esa población creciente, es la mayor consumidora de agua. La industrialización y diversas actividades inherentes al progreso también tienen requerimientos de agua cada vez mayores. Es, pues, evidente que las demandas mundiales de agua vienen aumentando. En los últimos 40 años el consumo mundial de agua se ha triplicado. Es que el agua es fundamental para el progreso de los pueblos y es indispensable para asegurar la supervivencia humana. En un interesante estudio del Instituto WORLDWATCH se señala que hay 26 países cuyos recursos hidráulicos son insuficientes para satisfacer sus necesidades. Con una población mundial que sigue creciendo y con aspiraciones legítimas de obtener cada vez una mejor calidad de vida, las demandas de agua seguirán creciendo. Si no buscamos y encontramos nuevas fuentes de agua nos veremos en serios problemas. En dicho estudio se señala que "la escasez de agua afectará a todo, desde las perspectivas de paz en Oriente Próximo, a la seguridad alimentaria del mundo, el crecimiento de las ciudades y la localización de las industrias". 33

En el Cercano Oriente la escasez de agua es tremenda. Se ha estimado que "a finales de los 90, los problemas del agua alcanzarán o bien un grado de cooperación sin precedentes o un nivel conflictivo similar al del combustible".

Para satisfacer las múltiples necesidades hídricas se debe aprovechar el agua que está en diversos lugares y formas. Para conocer y evaluar las disponibilidades de agua debemos tener presente las diferentes ramas del ciclo hidrológico, el que debe ser mirado y apreciado en su totalidad. A veces sólo se piensa en las aguas superficiales, pero nuestra actitud deberá ser amplia y general, sin prejuicio alguno. Deberíamos mirar la gran variedad de los recursos hidráulicos, en sus diferentes manifestaciones, de modo de estar en condiciones de escoger en cada caso lo más conveniente.

La multiplicidad de formas en la que se halla el agua ha sido reconocida universalmente. El agua tiene diversas manifestaciones y estados físicos; sin embargo es una sola. El concepto de agua involucra las aguas marítimas, terrestres y atmosféricas. El concepto de agua incluye, sin que la enumeración sea limitativa, lo siguiente: las aguas del mar, las de los golfos, bahías, ensenadas y esteros, las aguas atmosféricas, las provenientes de las lluvias de formación natural o artificial, los nevados y glaciares, las de los ríos y sus afluentes, las de los arroyos, torrentes y manantiales, las que discurren por cauces artificiales, las de los lagos, lagunas y embalses de formación natural o artificial, las subterráneas, las minero medicinales, las servidas, las producidas y las de desagües agrícolas, de filtración y drenaje. A mayor abundamiento puede señalarse que "El agua comprende los llamados recursos hidráulicos en general; o sea el agua en sus distintos estados físicos y condiciones de existencia: nubes, lluvia, nieve, aguas superficiales y subterráneas" [168]. El concepto de ciclo hidrológico tiene no sólo un sentido científico y teórico, sino también práctico y útil para la concepción general de los proyectos hidráulicos. Así, Joaquín LOPEZ, citado en [168], señala lo siguiente: “para adecuar la legislación a la realidad actual es menester tener en cuenta dos axiomas: que el agua en las diversas fases que se nos presenta en el ciclo hidrológico es una; es simplemente agua y que el agua, como recurso natural está íntimamente ligado a todos los demás recursos". El movimiento del agua en la Naturaleza se representa usualmente de acuerdo a lo que ocurre en una cuenca. Si producimos erosión en la parte alta de la cuenca (sea por deforestación, construcciones, prácticas agrícolas inadecuadas o cualquier otro motivo) esto se reflejará en la parte baja de la cuenca. Aparecerá gran cantidad de sedimentos que dificultarán el diseño y la operación de las estructuras hidráulicas. Si contaminamos la parte alta de la cuenca, este efecto se propagará a la parte baja, a las aguas subterráneas 34

y eventualmente al mar. La contaminación atmosférica produce la lluvia ácida. Es decir, que los problemas del agua no pueden tratarse aisladamente, sino mirando a ésta como parte de un proceso que no tiene principio ni fin y que se describe por medio del ciclo hidrológico.

Pero el agua, con todo lo importante e indispensable que es, tiene que examinarse conjuntamente con otros recursos. Para el aprovechamiento y control de los recursos naturales en general, y de los recursos hidráulicos en particular, el primer paso que debemos dar consiste en conocer que es lo que tenemos frente a nosotros. Antes de pensar en el modo de aprovechar algún objeto natural o de defendernos de él, debemos examinarlo cuidadosamente. La observación es el primer paso hacia el conocimiento.

El investigador científico, el ingeniero, el hombre que desea conocer los recursos hidráulicos tiene que empezar por hacer un inventario de ellos. Un inventario implica la recolección y el procesamiento de datos obtenidos en la Naturaleza, así como de la interacción entre ellos. La recolección es la acumulación pasiva de datos: precipitación, caudales de los ríos, temperaturas, velocidades del viento, transporte sólido de las corrientes fluviales y muchos otros datos más. Los datos obtenidos deben ser procesados de modo de obtener el producto final del inventario, que no es otra cosa que la Información. La Información es a la vez el final de un proceso y el punto de partida de otro proceso, que es la planificación del desarrollo. Sólo podemos planificar el uso de lo que conocemos. El conocimiento de la Información se convierte así en fuente de poder. La Información, lo han dicho muchos autores, no es un fin en sí; es un medio para obtener conocimiento. Es un instrumento para la acción [178]. Para el progreso de todos los campos del conocimiento humano se requiere Información. La diferencia entre los países desarrollados y los subdesarrollados puede expresarse en función del grado de Información que poseen. Recordemos que la Carta Europea del Agua señala que los recursos hidráulicos deben inventariarse. La Constitución del Perú de 1979 señalaba en su artículo 119° que el Estado evalúa y preserva los recursos naturales. Evaluar es valorar, señalar el valor de algo. Todo esto implica señalar la jerarquía, importancia y demás características de los recursos naturales. Un inventario es imprescindible. El valor de los objetos naturales es diverso. En algunos casos su valor está vinculado a los precios del mercado; en otros, su valor es estratégico; en otros, el recurso es prácticamente invalorable en términos económicos, como pueden ser por ejemplo el aire y el agua. 35

El Estado, a través de diversas reparticiones públicas, efectúa o debe efectuar el inventario de los recursos naturales en general y de los recursos hidráulicos en particular. La Ley General de Aguas (D.L. 17752) vigente desde 1969 señala en su artículo segundo, en relación con los recursos hidráulicos, que el Estado deberá "realizar y mantener actualizados los estudios hidrológicos, hidrobiológicos, meteorológicos y demás que fuesen necesarios en las cuencas hidrográficas del territorio nacional". La Información debe ser diversa, es decir que debe cubrir la totalidad de posibilidades y la totalidad del país. La Información debe ser profunda, debe tener los alcances adecuados para ser útil. La realización de un inventario para obtener Información supone fuertes inversiones económicas. Debemos acá pensar en la diferencia que existe entre el costo de conocer y el costo de no conocer. La falta de Información, o su escasez, hace que los proyectos se desenvuelvan dentro de condiciones de incertidumbre, lo que trae como consecuencia mayores riesgos y mayores costos. Pero, la falta de Información puede ser más grave, pues podría conducirnos a no ver la posibilidad de usar la Naturaleza en provecho nuestro. El Inventario debe ser sistemático, debe ser realizado por personal especializado y debe usarse las más modernas técnicas disponibles. Ante la imposibilidad material de investigar, inventariar y conocer todo, debemos establecer prioridades, jerarquizaciones. "Para la fijación de este orden de prioridades es imprescindible la intención y criterio de los planificadores, quienes sin disponer inicialmente de elementos de juicio exhaustivos, deben estimar las áreas conflictivas derivadas del desarrollo; así como también las de mayor potencialidad, a fin de establecer un programa provisorio para inventariar los recursos de dichas áreas y proceder en consecuencia. Por consiguiente, los planificadores hidráulicos deben disponer de un conocimiento profundo de su país, ya que la falta de este requisito ha sido causa de muchos de los fracasos de los consultores extranjeros no consustanciados con las áreas de trabajo" [12]. Al analizar los datos correspondientes a las variables asociadas a los proyectos hidráulicos, nos encontramos con que hay una incertidumbre intrínseca que se origina en su naturaleza estocástica. Esta incertidumbre es resuelta mediante el análisis probabilístico a partir de series históricas suficientemente largas. El concepto de inventario, es decir, de evaluación de potencialidades, está íntimamente vinculado con un proyecto específico o con un plan de desarrollo. No podemos desarrollar un proyecto o establecer un plan de aprovechamientos hidráulicos sin conocer la potencialidad de los recursos. Pero tampoco 36

podemos investigar los recursos y evaluarlos sin tener en mente, por lo menos el bosquejo, de un plan de desarrollo. Son, pues, dos conceptos que deben desarrollarse juntos, de un modo iterativo y secuencial, dice WIENER [178]. Después de todo, no nos interesa la Información en sí misma, como algo aislado, sino en la medida en la que es útil para planificar, para diseñar, para ejecutar el desarrollo. El inventario de recursos hidráulicos tiene diversas modalidades según la fase del recurso de que se trate. Muchas veces se requiere mucho tiempo, pues los datos que buscamos son dinámicos. Para conocer los escurrimientos de un río se requiere probablemente de varias décadas de toma de datos. En cambio la disponibilidad de aguas subterráneas puede determinarse en un tiempo muy corto. Dicho en otras palabras, un año de investigación de recursos hidráulicos superficiales, prácticamente no da mayor información útil; en cambio un año de investigación de aguas subterráneas, nos da información valiosísima. Lo mismo podría decirse del monto invertido en investigaciones con relación a los resultados obtenidos. En el Consenso de Lima sobre los Problemas de Agua, al examinar los asuntos relativos a la evaluación de la disponibilidad de agua se recomendó lo siguiente: "i

Complementar y extender las redes de estaciones hidrológicas y meteorológicas, con visión de largo plazo de las necesidades futuras, siguiendo en lo posible las recomendaciones de las agencias especializadas de las Naciones Unidas y las experiencias locales. Asimismo mejorar los sistemas de medición de calidad.

ii)

Usar en lo posible la tecnología moderna, incluyendo sensores remotos, para colectar información hidrometeorológica, hidrogeológica y sobre el origen y curso de contaminantes.

iii)

Organizar y normalizar en lo posible el procesamiento y publicación de datos de modo de mantener al día las estadísticas y aprovechar las observaciones efectuadas en estaciones operadas por diferentes instituciones.

iv)

Incrementar la prospección y la determinación de parámetros (variables) de los acuíferos, evaluando su potencial y posibilidades de recarga.

v)

Estudiar los lagos, lagunas, glaciares y nevados así como sus aportes a las corrientes superficiales y subterráneas.

37

vi)

Apoyar y promover la labor de los Comités Nacionales para el Programa Hidrológico Internacional.

vii) Establecer cuencas experimentales y representativas" [115]. Resulta, pues, evidente que la evaluación de las disponibilidades de agua, es decir, la determinación de la oferta, es una tarea ardua. En todo cálculo de la oferta de agua está presente el aspecto económico. Lo que debe buscarse es proporcionar agua en las condiciones requeridas y al menor costo posible. Para ello debe usarse la mejor opción, producto de un estudio de alternativas. Como ejemplo de un caso concreto de búsqueda de fuentes de agua, recordemos que cuando se hizo el estudio de las fuentes de agua para Lima, con el fin de satisfacer las demandas crecientes de la población, se examinaron varias posibles alternativas; entre ellas las siguientes [17]: 1. Disminución de las pérdidas en el sistema de distribución 2. Uso de las aguas subterráneas 3. Uso de las aguas de los ríos de la vertiente del Pacífico 4. Uso de las aguas del río Mantaro 5. Tratamiento de desagües 6. Operación de aparatos sanitarios con agua de mar 7. Desalinización En la Figura 2.1 se aprecia esquemáticamente las diferentes fuentes de aguas superficiales que fueron estudiadas en aquella oportunidad. El presente capítulo está orientado a mostrar las posibilidades de determinación de la oferta de agua. Examinaremos en general las fuentes de agua que usualmente están disponibles. Utilizamos acá la palabra fuente en su más amplia acepción. Ellas son: -

Precipitación Aguas Superficiales Aguas Subterráneas Aguas Salinas Aguas Atmosféricas Prevención y Control de la Contaminación Economía en el Consumo La Reutilización de las Aguas

38

39

2.2 Precipitación En determinadas circunstancias el agua contenida en la atmósfera cae sobre la Tierra. Esta caída, o precipitación, puede ser en forma líquida, como lluvia, o de otras formas, como nieve o granizo. La precipitación es una de las manifestaciones del ciclo hidrológico; es su rama atmosférica. La precipitación es la fuente de agua por excelencia; de ella se origina la escorrentía, tanto superficial como subterránea. Si toda la humedad de la atmósfera precipitase violentamente sobre la Tierra la inundación producida apenas si alcanzaría una altura de casi tres centímetros. La precipitación normalmente tiene una marcada distribución espacial. Hay lugares donde llueve mucho y otros donde casi no llueve. Aun dentro de una misma cuenca, en lugares relativamente cercanos, hay variaciones importantes en la cantidad de precipitación. Pero las variaciones temporales de la precipitación son más impactantes que las espaciales. Hay épocas del año en las que llueve abundantemente y otras en las que no llueve. Hay también variaciones importantes de un año a otro. Hay años secos, lluviosos y excepcionales. Esta variabilidad es particularmente notoria en las zonas áridas y semiáridas. En estas zonas suele ocurrir que durante varios años la precipitación sea nula, y de pronto, ocurra una tormenta de gran magnitud. Una parte de la precipitación que ocurre sobre una cuenca da lugar a la escorrentía, y otra, a veces importante, a la evapotranspiración. Hay también una parte que se infiltra. La precipitación usualmente se expresa en milímetros acumulados en un lugar durante un cierto tiempo. Se tiene así valores horarios, diarios, mensuales o anuales de la precipitación en una estación determinada. La precipitación se mide por medio de pluviómetros; cuando estos son registradores se llaman pluviógrafos. En el Cuadro 2.1 se señala para algunos grandes ríos tropicales la precipitación media sobre su cuenca y la parte de ella que constituye la escorrentía y la evapotranspiración, todo expresado en milímetros por año. Se señala también la descarga media de cada río.

40

CUADRO 2.1 Valores Característicos de la Precipitación en algunas Cuencas Tropicales [75]

CUENCA Amazonas La Plata Congo Orinoco Mekong Irauadi

PRECIPITACION ESCORRENTIA EVAPOTRANSANUAL ANUAL PIRACION (mm) (mm) ANUAL (mm) 2 150 1 240 1 561 1 990 1 570 1 970

1 088 432 337 883 523 978

1 062 808 1 224 1 107 1 047 992

DESCARGA MEDIA (m3/s) 212 000 42 400 38 800 28 000 13 500 13 400

En el Cuadro 2.2 aparecen los valores de la precipitación mensual de la estación El Tigre, en Tumbes, para el periodo 1964 - 1986. Se observa que la precipitación es variable con el tiempo. La media anual de los 23 años de registro es de 377 mm, pero hay un año (1983) en el que la precipitación fue más de 8 veces el promedio; en cambio en 1968, año más seco del registro, la precipitación fue casi nula. En 1983 la precipitación fue excepcional, pues se presentó con gran intensidad el Fenómeno de El Niño. La precipitación de ese año equivale a la precipitación acumulada en los 11 años anteriores. Este valor tan fuerte produce serias distorsiones en los promedios. Así por ejemplo, si no considerásemos la lluvia de 1983, entonces el promedio de los 22 años restantes sería de 254,50 mm. El Cuadro 2.2 es sumamente ilustrativo y puede ser analizado desde diferentes puntos de vista. Nótese, por ejemplo, que el promedio de todos los eneros es relativamente importante, pero hay 6 años en los que la lluvia de enero es prácticamente cero. Nótese también que los valores de la precipitación anual están concentrados en pocos meses. En 1981 la precipitación anual se produjo en un solo mes. El Cuadro 2.2 está complementado con algunos valores estadísticos. Para comprender mejor la distribución temporal de la precipitación debe observarse los valores diarios y, para ciertos cálculos, debe conocerse la distribución horaria, en cuyo caso es indispensable el uso de pluviógrafos. En el Cuadro 2.3 se presenta los valores diarios de la precipitación durante 1975, para la misma estación del Cuadro 2.2. Hemos escogido este 41

año porque su precipitación anual es parecida al promedio. Se nota que el 59% de la precipitación anual se produjo en el mes de marzo. Así mismo, es importante observar que la precipitación de enero y febrero se produjo en unos cuantos días. Entre el 19 de enero y 18 de febrero la precipitación fue prácticamente nula. Los valores mostrados nos indican la gran variabilidad temporal de la precipitación y lo cautelosos que debemos ser cuando se hable de promedios, así como de la posibilidad de considerar el aporte efectivo de la lluvia. Pero hay también variabilidad espacial de la precipitación. Es decir, que no llueve igual en todos los puntos de una cuenca. De acá que deba disponerse de una red de estaciones pluviométricas. A cada estación corresponde una parte de la cuenca. De esta manera se puede calcular la precipitación total media sobre la cuenca, para lo que se usa el método de los polígonos de Thiessen o el de las isoyetas. Las isoyetas son líneas trazadas sobre un plano de la cuenca, que unen puntos de igual precipitación en un período dado. En consecuencia, puede hablarse de isoyetas mensuales o anuales, por ejemplo. En la Figura 2.2 se observa, a título de ejemplo, la red de estaciones de la cuenca del río Santa y en la Figura 2.3 las isoyetas medias anuales de dicha cuenca. En la Figura 7.3 se aprecia las isoyetas de la cuenca PuyangoTumbes. El fantasma de la sequía siempre ha preocupado a los pueblos y se ha buscado formas de estimular la producción de lluvias. En diversas épocas y circunstancias se ha recurrido a la magia y a los rezos. Pero ha habido otros intentos. VEN TE CHOW nos cuenta que en 1890 el Senado norteamericano asignó un fondo de diez mil dólares para la realización de experimentos encaminados a hacer llover a cañonazos. La conclusión fue, según se informó, “moderadamente satisfactoria” [176]. La estimulación de lluvias forma parte de acciones encaminadas a la modificación del clima que incluye metas como la supresión del granizo, la disipación de la niebla o la mitigación de los huracanes. Sin embargo, los progresos logrados hasta ahora para la estimulación artificial de lluvias no son significativos.

42

CUADRO 2.2 Valores Mensuales de la Precipitación En la Estación El Tigre (Tumbes) * AÑO

ENE

1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 MEDIA = PORCENTAJE S/TOTAL DESVIACION STANDARD COEF. DE ASIMETRIA COEF. DE CORRELACION DE X,X+1 COEF. DE VARIACION *

FEB

MAR

ABR

MAY

JUN

JUL

*

AGO

SEP

OCT

NOV

DIC

72,40 0,00 30,60 57,10 1,00 13,00 41,00 12,10 14,90 313,00 0,20 31,10 225,20 30,50 36,10 32,70 12,00 0,00 0,20 397,80 0,00 5,70 138,70

4,90 3,10 3,20 111,50 0,00 22,90 71,40 81,20 80,10 85,10 6,10 27,30 130,10 115,20 27,50 18,20 11,50 0,00 0,40 470,70 237,80 3,20 120,10

91,60 303,10 29,50 0,00 1,10 149,30 15,10 59,10 266,50 40,40 8,30 228,70 136,40 63,90 65,10 16,10 26,80 55,70 0,00 339,30 76,80 34,30 4,20

54,80 135,10 0,30 12,40 0,30 153,60 0,00 20,80 159,70 53,50 12,40 82,20 44,20 80,50 38,10 32,90 97,80 0,00 5,00 480,40 41,50 0,70 67,80

0,00 30,20 0,00 0,00 0,00 97,80 18,50 0,00 14,20 4,20 20,30 1,60 18,70 1,50 8,90 3,20 2,30 0,00 0,00 540,30 0,00 11,80 1,50

0,00 0,10 0,00 0,00 0,00 43,90 0,00 0,00 25,60 0,00 7,30 1,80 12,70 1,00 8,80 0,00 0,00 0,00 0,00 348,90 1,10 2,10 0,00

0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,40 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 2,80 0,00 0,00 0,00 1,00 0,00 0,00 0,00 289,30 0,00 0,00 0,00

0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 6,20 7,20 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 100,50 0,00 0,00 0,00

0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,60 2,30 0,30 3,40 14,60 0,00 0,00 0,00 0,00 54,20 0,00 0,00 0,00

0,00 0,00 3,10 8,60 0,00 0,00 22,90 0,00 0,00 0,00 9,90 2,40 0,40 0,00 2,20 0,00 1,70 0,00 1,10 10,60 0,00 4,20 0,00

0,00 0,00 0,60 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,60 2,30 0,00 0,00 0,00 0,00 7,40 0,00 12,30 0,00 0,00 0,00 8,60

0,00 3,70 0,00 0,00 0,00 0,50 0,00 0,00 0,00 1,80 0,80 0,00 0,30 0,00 17,80 0,00 25,50 0,00 70,90 40,20 10,70 0,00 7,00

223,70 475,30 67,30 189,60 2,40 481,40 168,90 173,20 561,00 498,00 66,50 388,70 575,50 296,00 219,10 104,10 185,00 55,70 89,90 3072,20 367,90 62,00 347,90

63,71 = 16,90 =106,37 = 2,08 = 0,70

70,93 18,81 106,04 2,51 0,44

87,45 23,19 102,14 1,30 0,78

68,43 18,15 102,39 2,93 0,91

33,70 8,94 112,38 4,16 1,00

19,71 5,23 72,51 4,24 0,99

12,76 3,38 60,29 4,38 1,00

4,95 1,31 20,92 4,32 0,96

3,28 0,87 11,52 3,95 0,29

2,92 0,77 5,46 2,42 -0,13

1,38 0,37 3,32 2,30 0,70

7,79 2,07 17,05 2,61 0,45

377,01 100,00 613,39 3,64 -0,06

1,49

1,17

1,50

3,34

3,68

4,72

4,22

3,51

1,87

2,40

2,19

1,63

=

1,67

En mm 43

En mm

TOTAL

CUADRO 2.3 Valores Diarios de la Precipitación del año 1975 En la Estación El Tigre (Tumbes) *

DIA ENE 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31

0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 6,3 0,0 0,0 0,2 0,5 9,4 0,1 0,0 0,2 10,2

MAR ABR MAY

JUN

JUL

AGO

SEP

OCT

NOV DIC

0,3 60,3 0,0 0,0 10,2 0,0 0,2 10,2 0,2 0,0 0,0 5,5 0,0 0,0 20,3 3,1 20,4 30,1 10,2 0,0 0,0 3,2 30,2 4,2 10,6 4,5 0,9 0,5 2,1 0,2 1,3

2,4 2,6 0,2 0,4 1,4 4,3 0,2 0,5 2,4 15,2 0,2 0,0 0,0 13,6 3,2 19,1 0,0 0,0 0,2 6,4 5,2 0,0 0,0 4,5 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0

0,0 0,0 0,0 0,0 1,6 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0

0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,6 0,0

0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 2,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,6 0,0

0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 5,5 0,0 0,0 0,5 0,0 0,0 0,0

0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,3 1,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,2 0,0 0,3 0,0 0,0

0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,4 1,8 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0

0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 1,6 0,0 0,0 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,5 0,0 0,0 0,0

0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0

SUMA31,027,0 229,0

82,0

2,0

2,0

3,0

6,0

2,0

2,0

2,0

0,0

*

0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 8,9 5,2 6,9 2,3 5,9 1,4 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,5

FEB

En mm 44

45

46

2.3 Aguas Superficiales Las aguas superficiales constituyen la fuente de agua que mayormente hemos utilizado hasta ahora. Cuando se produjo el tránsito de la economía del hombre cazador y recolector a una economía basada en la agricultura, el hombre tuvo que instalarse junto a las fuentes de agua. Hace de esto unos 10 000 años. Surgieron allí, años después, las grandes civilizaciones de la antigüedad. La utilización de las aguas superficiales puede lograrse muchas veces mediante sencillas obras de ingeniería. Luego de la agricultura nació el riego, la irrigación, y esto afincó más al hombre; dejó de ser nómada, recolector, cazador y se dedicó a esta nueva manifestación cultural, la agricultura bajo riego, que como actividad económica le produjo excedentes que pudo emplear en la construcción de ciudades, abastecimientos de agua y en la creación de un mercado de servicios. Hablamos del riego no sólo porque es el uso del agua que representa un mayor consumo, sino porque es probablemente el primer uso económico importante que se le dio al agua. Las aguas superficiales permitían a esas antiguas sociedades la satisfacción de sus necesidades fundamentales: uso poblacional o doméstico, riego, cría de animales, pesca, recreación y transporte. En general, por ese entonces, la disponibilidad de recursos hidráulicos era mucho mayor que las demandas, salvo en las zonas áridas en las que el control del agua, por su escasez, constituyó fuente de poder. Cuando nació la agricultura, hacía uno o dos millones de años que nuestros antepasados habitaban la Tierra. Es significativo y no debemos perder de vista el hecho de que de entonces acá, el 99% del tiempo transcurrido para llegar a nuestro presente cultural el hombre tuvo satisfechas sus necesidades mediante la caza y la recolección de frutos. El hombre usaba el agua para beberla, para recrearse y para dejar que crezcan los peces que después capturaría. El agua más que un recurso era un objeto natural. Las demandas eran muy pequeñas; la disponibilidad de agua parecía ser inagotable. Quizá por eso hasta ahora tenemos esa tendencia a creer que toda el agua del mundo está a nuestra disposición, sin límite, sin ahorro y sin tener el debido cuidado por la conservación de su calidad. Obviamente, en aquellos tiempos del paleolítico no tenía ningún sentido planificar el uso de los recursos hidráulicos, pues la necesidad de planificar surge de la escasez. El agua no era, pues, lo que en sentido económico llamaríamos un recurso natural.

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El hombre, que fue la última gran especie que surgió, tuvo desde el principio una doble relación con la Naturaleza, que en lo esencial se mantiene hasta ahora. De un lado, la Naturaleza es la que le proporciona su subsistencia, sus alimentos. El hombre tiene a su disposición los frutos y animales del mundo natural. En este sentido la Naturaleza es fuente de vida. Pero, de otro lado, la Naturaleza es también fuente de muerte, ofrece peligros y el hombre debe aprender a defenderse de ella. Esta complejidad de la relación Hombre-Naturaleza, como lo han señalado muchos autores, establece una doble reacción humana [31]. El hombre trata de adaptarse a la Naturaleza, a las condiciones imperantes en el lugar y en el momento que le toca vivir. Pero, y aquí es donde se diferencia de otros seres vivos, también trata de modificar el ambiente, la Naturaleza, el mundo circundante y adecuar su hábitat. Esta dualidad que hemos señalado para la relación del hombre con la Naturaleza en general, ocurre con el agua en particular. Hace decenas de miles de años el hombre tuvo que aprender a protegerse del agua. Tuvieron que pasar muchos años más para que el hombre pretendiese modificar el medio ambiente en su beneficio: nació así el riego; luego, las grandes obras hidráulicas. Antes había nacido la agricultura. La forma más simple de concebir la agricultura es pensando que el agua de lluvia al caer sobre el suelo fértil contribuye a la creación de las condiciones para la germinación de las semillas, el desarrollo de las plantas y la culminación de su ciclo vegetativo con la obtención de los frutos respectivos. Una de las funciones del suelo agrícola es la de constituir el soporte físico de las plantas. Como tal es una mezcla de arena, limo y arcilla, cuya proporción determina la textura del suelo. El agua disuelve los nutrientes para que la planta pueda alimentarse. El agua, y no el suelo, resulta ser fundamental para la agricultura, tal como se comprueba con los cultivos hidropónicos. El método hidropónico consiste en cultivar las plantas únicamente en el agua, sin contar con los recursos del suelo. Los historiadores afirman que correspondió a la mujer el descubrimiento de la agricultura. ¿Por qué nació la agricultura? Hay quienes piensan que la presión demográfica obligó al hombre a establecerse en un lugar, a cultivar la tierra y obtener frutos que podían permitirle no sólo subsistir, sino guardar y aun tener excedentes, en el sentido económico del término. Hay otros que piensan que fueron razones climáticas las que obligaron al hombre a asentarse cerca de los ríos. Es la teoría de la gran sequía. El aumento demográfico sería entonces una consecuencia y no una causa de la agricultura bajo riego [85].

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Algo sucedió, pues, hace unos 10 000 años en diversas partes de la Tierra. La velocidad de propagación del nuevo fenómeno fue impresionante. En pocos miles de años más o menos simultáneamente en diversos lugares de la Tierra, se abandonó un sistema de vida, de economía, de relación con la Naturaleza, que había durado dos millones de años, y la agricultura, y luego el riego, se extendieron por doquier. El aprovechamiento de los recursos hidráulicos había empezado en el Comienzo mismo: cuando el hombre se acercó a una fuente de agua y bebió de ella. El riego empezó cuando el hombre vio que por ausencia de lluvias requería trasladar el agua desde un río o una laguna hasta el lugar en el que la necesitaba para los cultivos. Tuvieron que pasar muchos años para que surgieran otros importantes usos del agua.

Las grandes civilizaciones, llamadas por algunos autores las civilizaciones hidráulicas, surgieron junto a los grandes ríos: Nilo, Tigris, Eufrates, Indo y Amarillo. Al instalarse el hombre cerca de los ríos aprovechaba, cuando podía, las épocas de abundancia en las que el río crecía libremente, se desbordaba e inundaba grandes extensiones de tierra que quedaban así aptas para recibir las semillas. Recordemos los casos de Mesopotamia y Egipto. CHILDE nos dice lo siguiente: “Sumeria era un territorio nuevo recién levantado sobre las aguas del Golfo Pérsico por el sedimento que acarreaban los dos ríos. Estaba aún cubierto de vastos pantanos, llenos de altas cañas, interrumpidos por bancos de barro y arena, e inundados periódicamente por las crecientes. A través de tortuosos canales, entre las cañas, las aguas barrosas fluían lentamente hacia el mar. Pero en ellas abundaban los peces; los cañaverales albergaban muchas aves silvestres, cerdos salvajes y otros animales, y en cada pedazo de terreno que emergía crecían palmeras datileras que ofrecían todos los años una cantidad considerable de nutritivos frutos. Por contraste con el desierto que se extendía a ambos lados esta jungla debe haber parecido un paraíso. Si alguna vez las crecientes podían ser dominadas y canalizadas, los pantanos desagotados y los áridos bancos regados, se convertiría seguramente en un Edén. En verdad, documentos que daten del año 2500 A.C. indican que el rendimiento medio de un campo de cebada equivalía a 86 veces la siembra" [31]. En los párrafos que se ha trascrito se nota, en el contraste entre la zona con agua y el desierto, un parecido muy grande con la costa peruana. Veamos lo que nos dice el mismo autor sobre Egipto: “Al sur de El Cairo el estrecho valle que cruza la meseta árida y desierta guarda analogía, real pero remota, con Sumeria. Estaba ocupada también por una cadena de marismas cubiertas por un matorral de papiros que albergaban aves acuáticas, animales 49

de caza y peligrosos hipopótamos. A través de las marismas el Nilo proporciona una vía perfecta para el transporte. Su crecida anual, más regular y más oportuna para las operaciones agrícolas que las del Tigris y el Eufrates, riega automáticamente las tierras que el esfuerzo humano ha conquistado". En los valles de los ríos Nilo, Tigris-Eufrates y el Indo surgieron hace unos 5 000 años las grandes civilizaciones de la antigüedad, las ciudades y las sociedades urbanas de servicios (artesanos, comerciantes, administradores). CHILDE nos explica la importancia que tenían las obras hidráulicas en aquella época. "La excavación y conservación de los canales de riego son tareas sociales, más aún que la construcción de murallas defensivas o el trazado de calles. La comunidad en su conjunto debe prorratear a los consumidores individuales el agua canalizada mediante el esfuerzo colectivo. Ahora bien, el dominio del agua pone en manos de la Sociedad una fuerza potente que complementa las sanciones sobrenaturales. La sociedad puede excluir del acceso a los canales a los recalcitrantes que no se ajusten a las reglas de conducta unánimemente aprobadas. En una zona árida, el extrañamiento constituye una pena más drástica que en un clima templado o tropical, donde la tierra y el agua son relativamente abundantes" [31]. La forma más simple en que podemos concebir una obra de aprovechamiento del agua superficial para riego es la de desviar parcial o totalmente las aguas de un río hacia las zonas agrícolas. Los asentamientos humanos, prudentemente, estaban alejados del cauce natural de los ríos. La irrigación nace cuando el hombre construye obras para captar y conducir las aguas hasta lugares más alejados. Así es como se ha desarrollado, desde hace miles de años, la costa peruana. El agricultor costeño es esencialmente regador, sembrador. Desvió los ríos, construyó canales y adaptó sus métodos de riego a las condiciones imperantes en los ríos. La regla general era, y es todavía donde no hay obras de regulación, la siguiente: captar por los canales la mayor cantidad posible de agua en el poco tiempo que ésta estaba disponible. De acá que cuando se juzga el tamaño de los canales antiguos de riego en valles no regulados, el técnico moderno piensa que están sobredimensionados, que son muy grandes, pero no es así. Esos enormes canales para regar áreas más o menos pequeñas son las más clara demostración de la identificación del hombre con la Naturaleza; es decir que constituyen lo que por definición es la técnica más avanzada: resolver los problemas con los recursos disponibles. Las aguas superficiales son captadas en la obra de toma (bocatoma) y conducidas por un canal hasta la zona de riego. Sistemas como éste se han construido y operado en el Perú desde épocas inmemoriales. "Con justicia, el sistema de canales de irrigación construido en la época precolombina, ha llamado la atención de cronistas, arqueólogos y viajeros, pues aún prescindiendo de exageraciones inútiles pone de manifiesto lo avanzado de ciertos 50

conocimientos de ingeniería de los pobladores del antiguo Perú", nos dice Jorge M. ZEGARRA, quien se está refiriendo a los canales preincaicos de la costa peruana y nos señala algunos ejemplos: “En efecto, se conservan en Lambayeque restos del Canal de Racarumi, que nacía en el río Chancay o Lambayeque y atravesando el portachuelo de Chaparri irrigaba tierras en el valle de La Leche .... Del mismo río, margen izquierda, se desprendía otro extenso canal, llamado de Cucureque ..." [182]. Asimismo salían canales del río Zaña, del Chicama y de casi todos los ríos de la costa. Del río Jequetepeque, entre otras, salía la acequia de Talambo, y del río Moche, la de la Mochica. Sería muy larga esta lista. En realidad toda la costa está llena de canales con los que se aprovecha las aguas superficiales desde hace miles de años. En una hermosa tradición Ricardo PALMA nos cuenta como se construyó el canal de la Achirana. Pensamos, sin embargo, que debió tratarse de una remodelación, pues el canal debía haber estado en funcionamiento desde mucho tiempo atrás. BRIGG afirma que la costa norte del Perú fue un gran centro agrícola americano. Hay evidencias, nos dice ese autor, de domesticación de plantas en el quinto milenio antes de Cristo: frijoles y algodón, entre otras; 2 000 años A.C. se sembraba maíz. Había granjas, ciudades y edificios monumentales; todo basado en la agricultura bajo riego [69].

En el siglo XIX, en el sur del Perú, se capta las escasas aguas del río Uchusuma, a más de 4 000 m sobre el nivel del mar, en la vertiente del Titicaca, y se lleva un escasísimo caudal, inferior a 1 m3/s, a través de una larga conducción que llega finalmente al valle de Caplina, en Tacna, donde la escasez de agua era, y es todavía, notable. En Tacna la ciudad y el campo se disputan las escasas aguas del río Caplina que, según dicen, en lengua aborigen significa el que no llega al mar. Cuando se usa las aguas superficiales para un proyecto hidráulico, éstas pueden ser de la propia cuenca o de otra. Se introduce así el concepto de cuenca cedente o excedentaria. Una cuenca como la del Santa es cedente con respecto a otras en los proyectos CHAVIMOCHIC (Chao, Virú, Moche, Chicama) y CHINECAS (Chimbote, Nepeña, Casma, Sechín). Para que una cuenca sea cedente debe satisfacer primero sus propias necesidades. Sólo los excedentes deben trasvasarse. El Chira cede sus aguas al Piura, el Jequetepeque lo haría al Zaña y así sucesivamente podríamos mencionar muchos ejemplos. Los aprovechamientos que no tienen embalses de regulación dependen de la disponibilidad de agua en el río. Todo hace pensar que hace cientos de años 51

los torrentes costeños tenían un régimen hidrológico más regular que el actual; es decir, que el contraste entre avenidas y estiajes no era tan pronunciado como lo es ahora. Las cuencas tenían una mayor cobertura vegetal, la vida rural era más intensa. En los Andes se aprovechaba las laderas de los cerros construyendo andenes, no sólo para aumentar la extensión de las tierras cultivadas, sino para defenderse de la erosión. Todo esto determinaba que la cuenca tuviese mayor capacidad de autorregulación, pues actuaba como un reservorio natural. A lo largo de los últimos 500 años se han producido modificaciones importantes, originadas fundamentalmente por la acción del hombre. La conquista europea trasladó el interés económico de la agricultura a la minería. Se introdujeron especies animales exóticas como la cabra, gran depredador, y se explotó y taló los árboles para obtener leña y carbón. Se inició así el proceso acelerado de deforestación y desertificación. Las cuencas se erosionan enormemente y cada vez es más difícil y costosa la construcción y operación de obras en el cauce inferior de los ríos. En estas condiciones la variabilidad temporal de los caudales, que describiremos más adelante, aumenta muchísimo. Para poder disponer de caudales firmes concordantes con las demandas, se ha debido construir presas de regulación, tales como Poechos, Tinajones, Gallito Ciego o Condoroma.

Las aguas superficiales, como lo señalamos antes, se caracterizan porque para establecer su potencial, es decir, para conocer los caudales disponibles con un determinado grado de seguridad, se requiere largos registros históricos. Los estudios hidrológicos son, pues, largos y complejos. Uno de los mayores problemas que se presenta para el aprovechamiento de las aguas superficiales de las zonas áridas y semiáridas es su gran variabilidad temporal. Aunque más adelante examinaremos este aspecto del agua, conviene que desde ahora mostremos algunos ejemplos de la gran variabilidad temporal de la escorrentía, así como antes lo hicimos con la precipitación. En el Cuadro 2.4 se observa como se distribuyen mensualmente, en porcentaje de la masa anual, los recursos hidráulicos del río Moche. Todos los valores señalados son promedios. El Cuadro 2.4 es representativo de la torrencialidad de los ríos costeños. Se observa que en promedio en tres meses de avenidas (febrero, marzo y abril) escurre el 70% del total del año y en cinco meses (enero a mayo) escurre el 90% del total anual. En los meses restantes sólo hay un caudal muy pequeño. Esta es la situación que se presenta en la mayor parte de los ríos de la costa peruana. Esta variabilidad tiene que tomarse en cuenta para apreciar debidamente los valores que fueron presentados en el Cuadro 1.6. 52

En el río Chicama la situación es similar, tal como puede verse en el Cuadro 2.5. Para mayor ilustración de esta variabilidad temporal se presenta en el Cuadro 2.6 los caudales anuales del río Chicama. En el período comprendido entre 1911 y 1980 el río Chicama ha tenido en varios años caudales medios anuales inferiores a 10 m3/s. La gran variabilidad temporal de los recursos hidráulicos superficiales juega un papel importante en el estudio y consideración de fuentes alternativas de agua. Las aguas superficiales a menudo están cargadas de sedimentos provenientes de la erosión de la cuenca. Esto encarece y dificulta su aprovechamiento, así como el funcionamiento de bocatomas, desarenadores, canales, turbinas y obras de embalse. Las aguas superficiales tienen muchas veces problemas de calidad, pues los ríos funcionan colectores de desagües poblacionales, industriales, mineros y agrícolas. Si no existe, o no se pone en práctica, una política nacional de preservación de la calidad de las aguas, éstas pueden deteriorarse de tal modo que su aprovechamiento quede fuertemente limitado. Los lagos y lagunas constituyen singularidades de las aguas superficiales. Los lagos pueden definirse muy simplemente como cuerpos de agua que llenan las depresiones de la corteza terrestre [104]. En el Glosario para el Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos, el lago se define como "ambiente acuático continental estancado de considerable extensión y cuyas características y fenómenos geográficos son similares a los del mar, es decir presenta golfos, bahías, islas, mareas, etc." [134]. Las lagunas son lagos de menor dimensión. En el Perú tenemos un lago muy grande como el Titicaca y una gran cantidad de lagunas de diversos tamaños, algunas pequeñísimas (Cuadro 1.7). Un lago representa una forma natural de almacenamiento de agua. En el Perú hay gran cantidad de lagunas que han sido represadas; es decir, que se ha cerrado su salida por medio de una presa con lo que se aumenta el volumen disponible para su utilización, para lo cual una o más compuertas permiten disponer del agua a voluntad. Las 19 lagunas represadas en la cuenca del río Santa Eulalia contribuyen al afianzamiento hidráulico del río Rímac. Hay otras lagunas, como la de Marcapomacocha, de la cuenca del río Mantaro, cuyas aguas se derivan hacia el río Rímac. Los lagos, en especial los pequeños, y las lagunas son generalmente temporales (no perennes), sobre todo cuando se usa una escala de tiempo muy grande. Esto significa que las depresiones del terreno, que aparecen como lagos o lagunas, no siempre han estado llenas de agua. La limnología es la ciencia que estudia los lagos y embalses, incluyendo los fenómenos hidrológicos y especialmente el aspecto ambiental. 53

CUADRO 2.4 Distribución Porcentual de la Disponibilidad Mensual de Agua en el río Moche (Estación Quirihuac: 1912-1980) Setiembre Octubre Noviembre Diciembre

0,6 1,4 2 3,5

Enero

12

Febrero Marzo Abril

14 32 24

Mayo

8

Junio Julio Agosto

70%

90%

1 1 0,5 100,0

CUADRO 2.5 Distribución Porcentual de la Disponibilidad Mensual de Agua en el río Chicama Setiembre Octubre Noviembre Diciembre

1,5 2 1,5 3

Enero

8

Febrero Marzo Abril

20 29 21

Mayo

8

Junio Julio Agosto

3 2 1 100,0

54

70%

86%

CUADRO 2.6 Caudales Medios Anuales del río Chicama * (Estación Salinar) AÑO 1911-12 1912-13 1913-14 1914-15 1915-16 1916-17 1917-18 1918-19 1919-20 1920-21 1921-22 1922-23 1923-24 1924-25 1925-26 1926-27 1927-28 1928-29 1929-30 1930-31 1931-32 1932-33 1933-34

Q

AÑO 7 14 10 96 83 20 28 28 31 33 36 28 16 81 59 31 28 25 21 15 35 81 60

Q

AÑO 21 32 9 29 33 32 44 14 40 36 33 29 19 29 32 9 8 25 41 17 23 33 34

1934-35 1935-36 1936-37 1937-38 1938-39 1939-40 1940-41 1941-42 1942-43 1943-44 1944-45 1945-46 1946-47 1947-48 1948-49 1949-50 1950-51 1951-52 1952-53 1953-54 1954-55 1955-56 1956-57

* En m3/s

55

1957-58 1958-59 1959-60 1960-61 1961-62 1962-63 1963-64 1964-65 1965-66 1966-67 1967-68 1968-69 1969-70 1970-71 1971-72 1972-73 1973-74 1974-75 1975-76 1976-77 1977-78 1978-79 1979-80

Q 21 22 20 15 32 18 24 24 13 32 5 12 16 31 31 44 21 33 23 29 6 13 1

En el sentido más amplio, los lagos y lagunas se clasifican en abiertos y cerrados, dependiendo de que tengan o no una salida. Los lagos abiertos tienen un río, o una corriente de agua, que los descarga. Por ejemplo, el río Mantaro es la descarga del lago Junín. Hay otro tipo de lagos que también se consideran abiertos, pero que descargan por filtración. Este es el caso de la laguna de Aricota, que da lugar, por filtraciones, al nacimiento del río Curibaya (cuenca de Locumba). "Una nota saltante de esta zona es la laguna de Aricota, profundo embalse natural de 120 m de profundidad y 800 MMC de capacidad formada por el desprendimiento de grandes masas de los cerros laterales sobre el cauce del río, haciendo una presa natural en cuyo talud de aguas abajo se aprecian filtraciones que dan origen al río Curibaya y que han sido aprovechadas para la agricultura..." [100]. Los lagos cerrados son aquéllos que como su nombre lo indica no tienen salida. Este tipo de lagos y lagunas es propio de las zonas áridas y semiáridas. Como lo señala LANGBEIN en estas zonas la evaporación es mayor que la precipitación y el número de lagos aumenta con el grado de aridez, llegándose al caso extremo de tener lagos secos [84]. En los lagos cerrados hay por lo general un elevado grado de salinidad. La explicación usual es que el continuo proceso de evaporación de agua, libre de sales, y el ingreso de agua con un cierto contenido salino determina que haya una acumulación de sales en el lago. Sin embargo, el contenido de sales de las aguas no es una medida de su edad, como alguna vez se pensó. En los lagos y lagunas hay una tendencia a la eutrofización. Es éste el proceso mediante el cual las aguas se hacen más ricas en sustancias nutritivas, como las algas. Este proceso puede ser natural como consecuencia del paso del tiempo o artificial por efecto de fertilizantes y contaminantes. El lago Titicaca, que es el más grande que tenemos, es compartido por Perú y Bolivia. El lago Junín representa un área de gran valor histórico, sociológico y científico, y desde 1974 es Reserva Nacional [17]. El proyecto Trasvase Mantaro propone aumentar la capacidad del lago a 1 300 MMC para cumplir con los objetivos del Proyecto, en lo que respecta a suministro de agua potable para la ciudad de Lima y generación de energía. Es, sin embargo, lamentable el grado de contaminación de este lago y de sus alrededores, principalmente por la actividad minera. Las lagunas, en general, son formas de retención superficial. Así, en la cuenca del río Maure, de la vertiente del lago Titicaca, se da lo siguiente: "Debido a la porosidad del tufo volcánico, la cuenca muestra un fuerte índice de infiltración y gran retentividad de las aguas de precipitación como se verá más adelante, constituyendo un reservorio natural y explica el caudal casi constante 56

que presenta el río Maure, pese al largo período seco, Mayo a Octubre". "En la cuenca del río Maure, así como en la vecinas, abundan los bofedales, es decir zonas donde el agua discurre lentamente, en forma subsuperficial en gran parte, manteniendo los terrenos saturados en forma constante lo que favorece el crecimiento de cierto pasto que aunque enano es bueno para la alimentación de las alpacas. Por estos motivos los naturales fomentan la formación de estos bofedales provocando inundaciones con pequeños canales que parten de los pequeños ríos existentes. Por esta razón hay constantemente una masa de agua expuesta a la evaporación... lo que baja el rendimiento de la cuenca" [139]. Pero las lagunas no sólo significan una forma inconveniente de retención superficial desde el punto de vista del aprovechamiento del agua existente, sino que también pueden ser fuente de peligro. La ruptura de lagunas ha dado lugar a grandes aluviones. Recordemos que las lagunas son represamientos naturales, sin aliviadero. "El aluvión de Huaraz, que destruyó parte de dicha ciudad, segó la vida de gran número de personas el 13 de diciembre de 1941. Se originó este aluvión por la ruptura de dos lagunas de la [41]. quebrada Cojup, que descargaron más de 4 000 000 de m3 " Posteriormente ha habido muchos otros aluviones en la cuenca del río Santa. El más importante fue el de 1970. Las lagunas son lugares apropiados para la recreación y el turismo, por lo que debemos preservarlas. Otra forma de retención superficial está constituida por los pantanos. La definición de pantano es muy amplia: "Ciénaga situada en un terreno de drenaje nulo o escaso, constituido de aluvión o de morrena de glaciar, o más concretamente situada en una cuenca rocosa llena de humus negro y arena saturada de agua, de materia vegetal descompuesta y de musgo gris, incapaz de soportar mucho peso. La superficie está habitualmente cubierta de montículos. Denominación también aplicada en general a todo terreno musgoso y pantanoso, cualquiera que sean las características topográficas del terreno circundante" [134]. Esta larga definición se origina en el Glosario Hidrológico Internacional de la Organización Meteorológica Mundial. Los pantanos son ambientes acuáticos que forman parte del ecosistema y que deben preservarse. La alternativa de los pantanos es el desierto. Los pantanos son recursos turísticos, paisajistas y, como en el caso de los de Villa, al sur de Lima, constituyen refugios de las aves migratorias, lo que también ocurre con las lagunas de Mejía, en Arequipa. Los pantanos de Villa están muy cercanos al mar. En ellos se desarrolla vegetación, y fauna propia y son lugar de descanso para las aves. En otros lugares de la costa hay formaciones similares, a las que se trata de poner bajo 57

protección internacional para impedir su destrucción. El Ministerio de Agricultura estableció en 1989 la Zona Reservada de los Pantanos de Villa, sobre una superficie de 396 hectáreas. Se estableció asimismo que quedaba prohibida "en dicha Zona Reservada la caza de animales silvestres, la extracción de flora y fauna y otras actividades de explotación de recursos naturales renovables". Se encargó la administración de dicha Zona Reservada al Patronato de Defensa de los Pantanos de Villa [109]. Los puquios son afloramientos de agua. En muchos lugares del Perú su importancia es grande como fuente de agua y sustento de la agricultura. Hace más de 1 000 años en el valle de Nazca sus habitantes usaban el agua de los puquios u ojos de agua para satisfacer sus necesidades. Los puquios de Nazca, construidos por el hombre, logran que el agua aflore y pueda ser utilizada. Los puquios se interconectan por medio de acueductos que pueden tener hasta 1 kilómetro de longitud. En la referencia [40] se señala que "En el valle de Moche existen los puquios siguientes: Puquio Alto, Puquio Bajo, Puquio Santa Rosa y Puquio Larrea. Estos puquios atienden una extensión bastante considerable de terreno y el caudal aprovechado es del orden de 300 litros por segundo como promedio anual". En un informe del año 1966 se señala que en el valle del Chillón hay 15 puquios principales, los que descargan en conjunto más de 3 m3/s. Del puquio de Punchauca, de 45 litros por segundo, se abastecía de agua potable a Ancón. Los afloramientos del Fundo Chuquitanta dieron lugar a una planta de embotellamiento de agua del mismo nombre. Todo esto es una muestra de los esfuerzos hechos por el hombre, en todas las épocas, por adaptarse a las condiciones naturales y tratar de obtener el máximo provecho de ellas. En algunas oportunidades la explotación del agua subterránea ha hecho desaparecer puquios y lagunas. Otra forma de aprovechamiento de aguas subsuperficiales está constituida por las hoyadas de Chilca. En Chilca, zona muy árida, había agricultura hace 7 000 años. Para lograrlo excavaban pozas hasta encontrar agua y sembraban allí. Pero las aguas superficiales no sólo se usan para el abastecimiento poblacional y el riego, sino también en otras actividades como el transporte y la generación de energía. Los ríos han sido usados para el transporte desde épocas inmemoriales y siguen siéndolo en el presente. También se ha construido canales para usarlos en el transporte. 58

Las corrientes superficiales proporcionan un caudal que combinado con un desnivel da lugar a la producción de energía. Es una energía barata, no contaminante, que juega un importante papel en el progreso de la Humanidad. Tienen, pues, las aguas superficiales múltiples usos. Su importancia y utilidad no está en duda; debe, sin embargo, resaltarse que no constituyen la única fuente de agua. Debemos asimismo estar mentalmente preparados para percibir todas las manifestaciones del agua y usar la más adecuada en cada caso.

2.4 Aguas Subterráneas Las reservas de aguas subterráneas a nivel planetario son mucho más grandes que las de las aguas superficiales, pero su aprovechamiento es marcadamente menor. Las aguas subterráneas constituyen la mayor fuente de agua dulce disponible. Representan el 97% del agua dulce a la que podemos tener acceso. Se afirma que en cualquier lugar de la Tierra se puede encontrar agua dulce si se perfora a suficiente profundidad. Se calcula que debajo del desierto del Sahara hay más de 600 000 km3 de agua dulce [86]. El agua subterránea se origina en el agua superficial, por infiltración, tal como lo hemos señalado que ocurre en el ciclo hidrológico. La recarga de los acuíferos se realiza con la parte de la precipitación que no escurre ni se evapora. Puede producirse también a partir de la nieve y por infiltración de aguas fluviales [44]. En realidad, las aguas superficiales y las subterráneas son fases de un mismo recurso y su evaluación tiene que ser integral. Generalmente, también su aprovechamiento [28]. Un acuífero es una formación geológica que contiene agua. Esta agua, que se llama subterránea, está contenida en los poros. La porosidad resulta ser una medida de la cantidad de agua que puede tener un estrato. "Se llama acuífero a toda formación geológica que contiene agua a saturación de tal modo que es posible extraer esa agua con caudales económicamente interesantes mediante la construcción de captaciones apropiadas. De otro modo, la formación se llama acuitardo" [44]. Los manantiales son sistemas naturales de descarga de los acuíferos. La importancia de las aguas subterráneas es mayor en los países áridos y semiáridos, que quieren impulsar su desarrollo económico. España, que es el país más seco de Europa, tiene un importante uso de las aguas subterráneas; con ellas se satisface el 30% de la demanda urbana y doméstica [89]. 59

El aprovechamiento de las aguas subterráneas es muy antiguo. En la Biblia hay numerosas referencias a la existencia de pozos. Los suelos aluviales de los valles constituyen magníficos reservorios naturales. En los valles de Chao, Virú, Moche y Chicama había hace unos 10 años un total de 4 000 pozos de explotación de agua subterránea: 60% a tajo abierto y 40% tubulares. De ellos se extraía anualmente 330 MMC [40]. En el valle de Chicama la profundidad de los pozos tubulares varía entre 9 y 130 m, siendo la profundidad más frecuente de 30 m. En este valle hay un acuífero superficial de 40 a 50 m de potencia formado por cantos rodados y grava; localmente hay zonas más profundas. En el estudio respectivo, mediante controles piezométricos, se reconstruyó las hidroisohipsas. Se determinó que la recarga del acuífero tiene su origen "aguas arriba del abanico fluvial, es decir se origina en la parte alta del valle, donde se producen filtraciones directas a través del lecho del río Chicama y de sus afluentes. Localmente la alimentación a la napa es incrementada por las filtraciones del mismo río en época de avenidas, por los canales de riego no impermeabilizados y por las actuales áreas bajo riego" [40]. La ciudad de Lima se ubica sobre un importante acuífero correspondiente a las cuencas de los ríos Rímac y Chillón. "Existe agua abundante en los sedimentos del manto aluvial cuaternario superpuesto sobre el basamento rocoso impermeable precuaternario. El aluvión varía desde bolones hasta arcilla, pero en su mayor parte está constituido por grava con arena y limo, con un contenido variable de arcilla" [48]. Con respecto a la calidad de estas aguas se afirma lo siguiente: “son predominantemente del tipo de sulfato de calcio y además tienen una baja salinidad (700 mg/l). La intrusión de agua del mar se detecta en la vecindad del Callao y aguas sulfatadas con altas concentraciones (mayor de 1 000 mg/l de sulfatos) se presentan en el valle bajo del río Chillón" [48]. En la Figura 2.4 aparece el balance del acuífero de Lima, para el período 1969 a 1978, en m3/s. Se observa que los ingresos de agua suman 17,3 m3/s, las salidas son de 18,5 m3/s, por lo tanto hay una pérdida de almacenamiento de En Ica, años atrás, se realizó un uso intensivo de aguas 1,2 m3/s. subterráneas (pampas de Los Castillos), lo que trajo como consecuencia que se secasen algunas lagunas, como la de Huacachina. La sobreexplotación de las aguas subterráneas en los alrededores de Bogotá trajo como consecuencia la aparición de hundimientos en diversas partes de la ciudad. Algunas calles parecían toboganes, según un observador local. Las autoridades decidieron prohibir la explotación de pozos que venía siendo realizada para el cultivo de flores y buscaron una fuente alternativa de agua. Uno de los mayores problemas que se presenta muchas veces en el aprovechamiento de aguas superficiales es la necesidad de construir embalses de regulación. En cambio cuando el aprovechamiento es de aguas del 60

61

subsuelo el reservorio ya existe: es el acuífero. Debe, sin embargo, presentarse mucha atención a su recarga. Para poder mantener los acuíferos en explotación es necesario que tengan una recarga suficiente. El ideal es que la recarga sea natural, pero de no ser así, se debe hacer una recarga artificial. Ernesto MAISCH ha estudiado la recarga del acuífero de Lima (Rímac, Chillón, Lurín) [93]. José N. DE PIEROLA ha estudiado la recarga artificial del acuífero del valle de Nazca, aprovechando los excedentes hídricos de los meses de verano [47]. Uno de los mensajes que pretendemos dar a través de este libro es que la mente del político, del planificador, del ingeniero y de los usuarios, debe estar abierta a todas las posibilidades de oferta de agua que nos ofrece la Naturaleza. Llevamos miles de años explotando las aguas superficiales, y esta circunstancia parece haber provocado en nosotros una tendencia a considerar que sólo el aprovechamiento de ellas nos ofrece garantía y seguridad de abastecimiento. La explotación de las aguas superficiales nos da la sensación de control del recurso y de la Naturaleza. Pareciera que las obras que se construyen en la superficie, las obras elevadas, tuviesen una mayor atracción y un impacto más fuerte en la opinión pública. La inauguración de una presa o de una gran bocatoma se convierte en algo espectacular e impactante ante el periodismo y la población. ¿Pero, por qué no produce el mismo efecto la puesta en marcha de un sistema de drenaje o de un pozo del que luego se construirán cientos similares para conformar un gran proyecto hidráulico? La respuesta probablemente debamos encontrarla en la naturaleza humana y en nuestra formación y educación. Es decir, en nuestros esquemas mentales. Dentro de este contexto debemos pensar en las aguas subterráneas como una solución alternativa, y a menudo complementaría, de los aprovechamientos superficiales. En aquellas zonas donde hay aguas superficiales y subterráneas, es decir donde puede surgir la posibilidad de realizar el uso de ambas fases del recurso, deberíamos tener la actitud mental más amplia posible, a fin de analizar debidamente el aprovechamiento de la totalidad del recurso. WIENER ha señalado, y refutado, las razones por las cuales, a su juicio, mucha gente se opone a la explotación de las aguas subterráneas [178]. Ellas son:

1.

La explotación del agua subterránea es costosa, especialmente si la altura de bombeo es demasiado grande.

62

2.

Los estudios para el desarrollo de las aguas subterráneas requieren de información, que generalmente no está disponible y que tomaría mucho tiempo conseguir.

3.

La evaluación de esa información requiere de personal altamente calificado, que generalmente no está disponible en los países en vías de desarrollo.

4. Es difícil predecir las respuestas cuantitativa y cualitativa que ocurrirán en una formación de agua subterránea como consecuencia de su explotación. WIENER considera que estas razones no son ciertas y que su aceptación impide el desarrollo de las aguas subterráneas, las que en muchos casos pueden ser una solución muy ventajosa. La idea de que el costo de explotación de las aguas subterráneas es mayor que las superficiales no puede generalizarse. Puede que lo sea o no en un caso determinado, pero el análisis respectivo debe ser ampliamente concebido. Hay diferencias mucho más profundas que deben considerarse y que involucran la totalidad del sistema hidráulico y no sólo la fuente de agua. Así por ejemplo, si un sistema de abastecimiento poblacional o de riego se opera con eficiencias muy bajas, la demanda de agua será grande, mucho mayor que la estrictamente necesaria y esto incidirá en los costos, pues gran parte del agua bombeada será desperdiciada. El número de pozos y el costo del bombeo varían directamente con los caudales requeridos. En cambio una bocatoma y un canal para, digamos, 50 m3/s cuesta prácticamente lo mismo que para 40 m3/s. Por lo tanto los mayores costos de explotación de las aguas subterráneas no provienen necesariamente de la naturaleza de las cosas, sino de la ineficiencia en el manejo del agua. Pero el problema de la comparación de costos es mucho más amplio. Una de las grandes ventajas de la explotación de las aguas subterráneas es que la inversión se hace a lo largo del tiempo de maduración y desarrollo del proyecto. Si se trata por ejemplo, de un proyecto de riego de 100 000 hectáreas en el que se va a incorporar 5 000 hectáreas al año, entonces la explotación de aguas subterráneas se haría a lo largo de 20 años lo que permitiría que la inversión sea gradual. En cambio, en una obra de aprovechamiento superficial hay una inversión inicial grande, generalmente para todo el proyecto, que durante muchos años no es necesaria en su totalidad, pero cuya incidencia en los costos, vía intereses, es muy grande. Todo esto debe hacernos pensar que la comparación de costos entre ambos tipos de aprovechamiento debe ser correctamente hecha, de modo de reflejar la realidad. No es pues necesariamente cierto que la explotación de las aguas subterráneas sea más costosa que la de las aguas superficiales. La generalización de este error puede llevar a decisiones equivocadas en el planeamiento de los recursos hidráulicos. 63

Los aprovechamientos de aguas superficiales requieren de largos estudios hidrológicos y meteorológicos, que pueden extenderse a lo largo de muchos años. En cambio, los estudios para evaluar la disponibilidad de aguas subterráneas son muchísimo más rápidos y de menor costo. De otro lado, los estudios de aguas superficiales requieren de gran confiabilidad, precisión y duración, pues se trata de construir una obra, tal como por ejemplo una presa, para la capacidad total de desarrollo del proyecto. En cambio en las aguas subterráneas el aprovechamiento es paulatino y cada pozo de explotación sirve también como fuente de información. El estudio continúa junto con el desarrollo del proyecto y orienta su dimensión y alcances. La teoría y experiencia que debe aplicarse para el cálculo de la disponibilidad de aguas subterráneas no es mayor que la que se requiere para una obra de regulación superficial. Los estudios de una gran presa, de otro lado, son bastante complejos y requieren del concurso de varios especialistas, para definir, por ejemplo, las condiciones de cimentación, tipo de presa, riesgo sísmico, máximas avenidas o sedimentación del embalse. Es decir, que el aprovechamiento de cada fase del recurso tiene sus problemas y no hay fundamento para partir de la base que una es más difícil que la otra. Debe tenerse presente que la explotación de un acuífero nos da información acerca de su evolución y respuesta y nos permite anticiparnos a su reacción. En síntesis, pues, la explotación de las aguas subterráneas, nos dice WIENER, es de especial importancia para los países en vías de desarrollo por que supone menores inversiones, que además pueden subdividirse ventajosamente en el tiempo, gran flexibilidad en el desarrollo del proyecto y rango de errores manejable [178]. Una de las grandes posibilidades de las aguas subterráneas está en el denominado uso conjuntivo, o conjunto. Se dice que hay uso conjuntivo cuando la demanda puede ser satisfecha, ya sea desde una fuente superficial o de una subterránea. Esta es la situación deseable para Lima, por ejemplo. Obviamente debe existir un sistema que permita el uso alternativo de una u otra fuente de suministro. Para Lima la idea es abastecer la ciudad con agua del río Rímac, siempre que ello sea posible, lo que ocurre generalmente en los meses de verano (enero a abril), captando hasta la capacidad que corresponde a la planta de tratamiento, luego de las ampliaciones. Durante el resto del año, en los meses en que el caudal del río es inferior a dicha capacidad se debe recurrir a la explotación del acuífero. Este sistema permite que aproximadamente el 30% de los pozos esté fuera de servicio durante unos cuatro meses al año [64]. En la Figura 2.5 se aprecia gráficamente lo antes expuesto. Podríamos añadir que como la demanda de Lima es mayor que la capacidad de la planta de tratamiento y que las disponibilidades del río, hay déficit 64

permanente cuya solución corresponde a un planeamiento integral. Para que pueda cumplirse con lo señalado en la Figura 2.5 sería necesario: construir el embalse de Yuracmayo, ampliar la planta de La Atarjea a 20 m3/s, ampliar la capacidad de extracción del acuífero a 13,5 m3/s y, por cierto, renovar la red de distribución. La solución de sobreexplotar el acuífero es peligrosa. Según algunas estimaciones en 40 años ha habido un descenso de 81 metros (¡2 metros por año!) en la napa freática de Lima [101]. Todo esto hacer ver que la explotación de las aguas subterráneas debe hacerse técnicamente, teniendo en cuenta la recarga del acuífero. Ernesto MAISCH ha insistido mucho en el uso de los reservorios aluviales, tema éste que por cierto debemos tener siempre presente. Los reservorios aluviales tienen con respecto a los embalses de regulación de aguas superficiales varias ventajas, que han sido resumidas por Ernesto MAISCH. Ellas son: "i)

No interfieren con el uso superficial del suelo.

ii)

No tienen pérdidas de agua por evaporación.

iii) No tienen pérdida de capacidad de almacenamiento por acumulación de sedimentos. iv) Mantienen el agua fresca y protegida. v)

No requieren tratamiento adicional del agua, siendo suficiente una simple clorinación.

vi) Son por naturaleza asísmicos. vii) Tienen un costo del orden de la cuarta parte del costo de los Reservorios Superficiales (incluyendo el costo de bombas para extraer el agua del suelo). viii) Permiten su desarrollo por etapas en forma paralela al crecimiento de la demanda" [94]. Podríamos recordar, además, que la evaluación de las reservas de aguas subterráneas es mucho más rápida que la de las superficiales. Con ocasión del Fórum Agua para Lima, celebrado en el Colegio de Ingenieros del Perú del 20 al 22 de Marzo de 1990, Ernesto MAISCH, luego de exponer las dificultades de tipo sedimentológico que habría para construir presas sobre el lecho del río Rímac, señala que: “De utilizarse el suelo aluvial como reservorio, el costo sería la cuarta parte de los reservorios en superficie por 65

unidad de capacidad de rendimiento. un

Así el costo de 1 m3/s regulado en

reservorio aluvial sería de 12 millones de dólares; en cambio en un reservorio superficial sería de 45 millones de dólares". La sobreexplotación de un acuífero se produce cuando las extracciones son mayores que la recarga. Esto significa el descenso de los niveles con el consiguiente aumento de altura de bombeo. En algunos lugares, en áreas vecinas a la costa, la sobreexplotación del acuífero puede conducir a la intrusión salina. Las aguas subterráneas también están sujetas a contaminación. Cuando de un modo u otro se incorpora una sustancia extraña a un acuífero y ésta se disuelve, se traslada en la dirección de la corriente hasta distancias muy grandes del punto de origen. Mediante este fenómeno denominado advección todo el acuífero puede quedar contaminado [44]. Los acuíferos contaminados pueden restaurarse, pero el costo puede ser elevado. CUSTODIO ha señalado algunas de las medidas usuales para la restauración de acuíferos: "-

Eliminar las fuentes contaminantes y dejar la restauración a los mecanismos de dilución y reacciones químicas o bioquímicas.

-

Eliminar el contaminante extrayendo el agua contaminada mediante pozos, drenes y/o zanjas.

-

Acelerar la dilución mediante recarga artificial.

-

Instalar barreras impermeables para contener la zona contaminada.

- Inyectar productos que conduzcan a condiciones en las que se reduzca la movilidad o la solubilidad del contaminante. -

Extraer el agua contaminada, tratarla y reinyectarla aguas abajo.

-

Establecer, mediante pozos de bombeo e inyección, líneas de velocidad nula que contengan la zona contaminante.

- Excavar y eliminar la parte contaminada del acuífero" [44].

66

67

2.5 Aguas Salinas Según hemos visto los mares constituyen la mayor fuente de agua disponible en el planeta. Tarde o temprano tendremos que llegar a usar masivamente estas enormes reservas hidráulicas. El agua de mar contiene sales en una cantidad tal que su uso, sin tratamiento, sólo es posible en determinados casos. Normalmente el agua de los océanos tiene una concentración media de sales de 35 gramos por litro (35 000 partes por millón). Pero hay excepciones. En el mar Báltico la salinidad media es de 8 gramos por litro, pero se ha observado que cuando hay afluencia de agua dulce, por lluvia y descargas fluviales, la salinidad superficial es inferior a 3 gramos por litro. En cambio en el mar Rojo, en ausencia de lluvias, se ha registrado 41 gramos por litro. Resulta de estos valores una situación paradójica y desventajosa desde el punto de vista de la posibilidad de aprovechamiento de las aguas del mar. En las zonas áridas, donde no hay lluvias y falta el agua, el contenido de sales en el agua de mar es muy alto; en cambio en las zonas en las que hay exceso de agua dulce, el contenido de sales de las aguas de mar es bajo. La mayor parte de las zonas áridas tiene muy cerca grandes cantidades de agua salada, cuya existencia no disminuye la aridez, pues no pueden usarse en tanto que no se disminuya drásticamente la cantidad de sales en disolución que tienen. En cualquier caso el contenido de sales de las aguas de mar es muy alto para los usos que mayormente damos al agua. Las plantas no resistirían esa cantidad de sales, los suelos agrícolas se salinizarían, las sales depositarían en tuberías y calderos. El agua de mar contiene prácticamente todos los elementos conocidos. La mayor parte de ellos está en cantidades pequeñísimas. Los principales elementos presentes en el agua de mar son los que aparecen en el Cuadro 2.7. El Cuadro 2.7 expresa las concentraciones de iones. Las mayores cantidades corresponden a cloro y sodio; sin embargo, como se ve, el contenido de sales no está limitado al cloruro de sodio. "Son los bicarbonatos y los sulfatos de calcio y magnesio los que producen en el proceso de desalación los mayores problemas y no el cloruro de sodio. Aquellos producen depósitos insolubles como el carbonato de calcio, el óxido de magnesio y el sulfato de calcio, los cuales forman sedimentos y gruesas costras que impiden la correcta operación de muchos tipos de instalaciones desaladoras" [113]. 68

CUADRO 2.7 Elementos Contenidos en el Agua de Mar Elemento

Símbolo

Porcentaje

Concentración p.p.m.

Cloro Sodio Sulfato Magnesio Calcio Potasio Bicarbonato Bromo Ácido Bórico Estroncio Otros

Cl Na SO4 Mg Ca K HCO3 Br H3Bo3 Sr

55,04 30,61 7,68 3,69 1,16 1,10 0,41 0,19 0,07 0,04 0,01

18 980 10 556 2 649 1 272 400 380 140 65 26 13 2

100,00

34 483

Las altas concentraciones de sales no sólo se presentan en los océanos, sino también en los mares interiores. En el mar Muerto la salinidad es de 271 gramos por litro y en el gran lago Salado (USA) es de 203 gramos por litro. Para poder usar el agua con alto contenido de sales, como la de los océanos, hay que reducir drásticamente la concentración; usualmente más de 100 veces. La forma de hacerlo se conoce desde hace mucho tiempo. El agua se calienta, se evapora y por condensación de los vapores se obtiene agua libre de sales. Es este el proceso natural que se produce en el ciclo hidrológico, en el que el agua del mar se calienta por acción del sol. El proceso mediante el cual se disminuye la concentración de sales de una determinada agua recibe diferentes nombres: desalinización, desalación, purificación del agua salada, conversión del agua salada, desmineralización del agua, condensación, etc. [113]. Cualquiera que sea el nombre que demos al proceso siempre habrá una gran dificultad: el elevado costo. En la actualidad el costo medio de desalinización está comprendido entre $ 1,50 y $ 2,00 por metro cúbico [75]. La desalinización del agua de mar es una forma de obtener agua dulce que resulta ventajosa en algunos lugares aislados, relativamente pequeños, en los que no resulta económica la explotación de fuentes alternativas, o bien, simplemente cuando éstas no existen. Los buques recurren a la desalinización de agua de mar. 69

En el siglo pasado el abastecimiento de agua de algunas ciudades, como Iquique, se realizaba por desalinización del agua de mar, mediante las llamadas máquinas condensadoras, que trabajaban a carbón. Hay muchas islas que recurren a este método. El archipiélago de las Canarias tiene dos fuentes de agua: el subsuelo y el mar. En las islas Gran Canaria, Lanzarote y Fuenteventura se desarrolla un importante programa de utilización de aguas de mar, previa desalación, como dicen en España. En el archipiélago hay casi 30 instalaciones de diferentes tamaños. La producción total diaria es de 230 000 m3 (2,66 m3/s). Se usan varias tecnologías como la evaporación súbita multietapa, compresión de vapor y ósmosis inversa. Las plantas llamadas las Palmas I y Lanzarote I fueron en su momento las más grandes del mundo. Al 30 de junio de 1986 había en operación en el mundo más de 5 700 plantas desalinizadoras, con una capacidad total de cerca de 12 millones de m3 por día. El ritmo de crecimiento era de 7,5% anual, (en su mayor parte en la península arábiga). En el Perú hay plantas de tratamiento de agua salada en Hierro Perú (agua para uso industrial), en la refinería de Ilo, a cargo de Minero Perú y en algunos otros lugares más. Sabemos que el abastecimiento de agua es complejo y difícil. No debemos por lo tanto aferrarnos a un solo tipo de soluciones; en consecuencia, siempre que sea posible debe recurrirse a soluciones alternativas, como el uso de agua de mar, pues las aguas superficiales son cada día más escasas y costosas de utilizar. Así por ejemplo, se ha planteado la posibilidad de instalar plantas desalinizadoras para abastecer de agua potable a algunas partes de la Ciudad de Lima (Cono norte). Si en el Perú se quisiera usar actualmente el agua del mar tendríamos que añadir a los costos de desalinización, los de bombeo, con lo que se obtendrían valores bastante altos. Los costos son altos o bajos cuando se les compara con soluciones alternativas. En el estudio del Trasvase Mantaro [17] se señala que el costo, expresado como valor presente neto, para obtener por desalinización del agua de mar, agua dulce para Lima es 15 veces el que corresponde a la derivación de las aguas del río Mantaro. Los proyectos alternativos con respecto al agua de mar, como el de Mantaro, tienen la ventaja de ser de propósito múltiple, pues son útiles también para la generación de energía. Pero el agua de mar se puede usar también sin desalinizarla. Una forma es la utilización de la energía de las mareas. Otra posibilidad es la siguiente. En el estudio de 1971 sobre los recursos de agua para Lima [16] se señala la posibilidad de usar en las zonas próximas al mar una red paralela de agua salada para operación de aparatos higiénicos, como inodoros y otros. En el referido estudio, Binnie & Partners señala que mediante este procedimiento se 70

logró en Hong Kong, donde el agua es escasa, reducir la demanda total en 70 litros/habitante/día. Este sistema bombea agua del mar hasta un reservorio elevado, de donde se abastece por gravedad a cada sector de la ciudad. Las bombas tienen impulsores de bronce, las tuberías son de asbesto cemento y las instalaciones son de material plástico. El solo hecho de haber considerado para Lima esta posibilidad en 1971 nos indica la gravedad de la escasez de agua, sin embargo la idea se descartó porque impediría el uso de los desagües en agricultura. Denominamos aguas salobres a aquéllas que tienen un contenido de sales mayor que el que usualmente contiene el agua dulce, pero muy inferior a la salinidad del agua de mar. El agua salobre puede ser de ríos, lagos, u otros cuerpos de agua cuyo contenido de sales sea mayor que unas 500 p.p.m. y cuyo aprovechamiento pueda ser económicamente viable. Las aguas salobres están utilizándose, sobre todo, para abastecimiento poblacional, previo tratamiento para bajar la concentración de sales. De los varios métodos que hay para desalinizar el agua, hay algunos en los que el costo es menor en la medida en que la concentración de sales lo sea. Son estos los que se utilizan para tratar, por ejemplo, aguas ligeramente salobres. De otro lado, hay ciertos cultivos en los que un agua ligeramente salobre es conveniente para su desarrollo. Las posibilidades de uso de aguas salobres en agricultura están en aumento. Así en Abu Dhabi se está regando bosques con aguas subterráneas cuyo contenido de sales es de 10 000 p.p.m. [75].

2.6 Aguas Atmosféricas La costa peruana es seca, es árida; sin embargo se da un importante fenómeno en las lomas [163]. Las lomas costeñas son lugares ligeramente altos, cercanos al mar, en los que la humedad atmosférica contenida en la niebla se condensa y aparece como agua. Ejemplo típico de esta formación son las Lomas de Lachay, éstas son las más conocidas, pero hay muchas otras a lo largo de la costa. La vegetación actúa como una pantalla que atrapa la niebla y su humedad. En las lomas hay animales como venados, zorros y guanacos. La zona de lomas se extiende desde Trujillo hasta la localidad de Coquimbo, en Chile (30° de latitud sur). En 1977 mediante Decreto Supremo fue establecida la Reserva Nacional de Lachay, que abarca una superficie de 5 070 hectáreas en proceso de reforestación. Estas son las únicas lomas protegidas, de un total estimado de 800 000 hectáreas [108].

71

La reforestación de las lomas de Lachay se realizó por el sistema de atrapanieblas (captadores de agua de la atmósfera): mallas de polipropileno que captan por condensación la humedad de la atmósfera. El Colegio de Ingenieros del Perú y el Grupo de Trabajo de Nieblas (G.T.N.) organizaron un Seminario sobre la explotación de agua de niebla en el desierto peruano-chileno, en el que se expresó lo siguiente: "La presión poblacional, industrial y agrícola en las costas desérticas del Perú y Chile exigen el desarrollo de tecnologías que permitan la explotación de nuevas fuentes de agua. La costa sur del Perú (Tacna, Moquegua y Arequipa) y de Chile viene sufriendo desde hace muchos años una severa sequía, agravada por la reducción paulatina de sus reservas hídricas. En la actualidad, obras inauguradas en Lima-Perú y en La Serena-Chile están permitiendo considerar a la niebla una alternativa, a fin de solucionar el déficit hídrico en el desierto Peruano-Chileno. Entre las fuentes no convencionales de agua destaca la niebla. En tal sentido y considerando que esta región presenta zonas de gran ocurrencia de nieblas, la aplicación de esta técnica resulta ser una alternativa seria para solucionar parcialmente la gran escasez de agua, a corto plazo". Según el Grupo de Trabajo de Nieblas (G.T.N.) las zonas potenciales de captación de agua de niebla en el Perú son: Trujillo, Virú, Casma, Lachay, Lima, Cañete, Ica, Marcona, Atico, Ocoña, Camaná, Mollendo, Tacna e Ilo. El G.T.N. señala que las ventajas del sistema de atrapanieblas son las siguientes: " - Ofrece un rendimiento ilimitado en el tiempo, debido a que el clima de la costa favorece la constante ocurrencia de niebla. - Su diseño e instalación está acorde con la accesibilidad del área, aun cuando ésta sea difícil. - Es compatible y se adecúa a los sistemas tradicionales de distribución y almacenamiento de agua. - Requiere mínimo mantenimiento. - No requiere ninguna clase de energía para su operatividad. - El agua obtenida es pura y/o de fácil tratamiento, utilizable para su uso múltiple. - Permite la explotación del recurso a gran escala sin causar ningún impacto negativo en el medio ambiente. - Su costo de inversión es bajo debido a la sencillez de su infraestructura". En la costa sur llaman a esta neblina, o humedad atmosférica, 72

camanchaca y se han hecho algunos logros importantes en el uso de los atrapanieblas para el abastecimiento de agua poblacional. Así, el pueblo costero de Chugungo, de 3 000 habitantes, ubicado 547 km al norte de Santiago de Chile tiene instalado un sistema de atrapanieblas que permite el abastecimiento poblacional. El sistema de atrapanieblas ha provocado gran interés a nivel mundial. Prueba de ello es la reunión internacional realizada en La Serena, Chile, en abril de 1993, a la que asistieron especialistas de varios continentes.

2.7 Prevención y Control de la Contaminación Más adelante nos referiremos con algún detalle a los problemas de la calidad del agua y al deterioro que sufren las fuentes y los cursos de agua, lo que trae como consecuencia una disminución de los recursos hidráulicos disponibles. En consecuencia, cuidar la calidad del agua equivale a aumentar los recursos disponibles. La preservación de la calidad del agua se vuelve un imperativo en todo el planeta, especialmente en las zonas donde el agua es escasa. En el momento de estudiar el modo de satisfacer la demanda de agua a una región debe considerarse seriamente la prevención y control de la contaminación del agua, pues esto equivale a disponer de mayor cantidad de recursos hidráulicos. Este tema se desarrolla más adelante.

2.8 Economía en el Consumo El agua es costosa y escasa, por lo tanto debemos restringir su uso. Esto significa que no debemos desperdiciarla. La agricultura, el riego específicamente, es la actividad que consume mayor cantidad de agua. Es, por lo tanto, en el riego donde deben hacerse economías importantes. Las antiguas prácticas de riego por inundación, de captación de grandes cantidades de agua en poco tiempo, por la torrencialidad de los escurrimientos, deben quedar en el pasado. Ahora debemos regular el agua, usarla con gran cuidado y economía. Esto significa su almacenamiento, conducción cuidadosa, la distribución de acuerdo a la mejor infraestructura y técnica disponibles y una selección de cultivos compatibles con la disponibilidad de los recursos hidráulicos. Cuando un proyecto de irrigación con agua regulada se diseña con una 73

eficiencia global de uso del agua del 50%, esto significa que la mitad del agua que regulamos, conducimos y distribuimos a un elevado costo se pierde sin utilidad alguna. Es demasiado. En el abastecimiento de grandes ciudades, como Lima, también pueden ocurrir pérdidas importantes. Esto no es correcto ni es justo. La racionalización y economía en el consumo son fuentes importantes de agua. Muchas veces basta hacer economías de agua para aumentar la disponibilidad de agua de un proyecto. Las aguas no son propiedad de nadie en particular. Son patrimonio de todos, son de la Nación. Constituyen un bien común. "Las aguas sin excepción alguna, son de propiedad del Estado, y su dominio es inalienable e imprescriptible. No hay propiedad privada de las aguas ni derechos adquiridos sobre ellas. El uso justificado y racional del agua, sólo puede ser otorgado en armonía con el interés social y el desarrollo del país" nos dice el artículo 1° de la Ley General de Aguas [131]. Resulta, pues, de lo anterior, que el desperdicio y el mal uso de las aguas son incompatibles con la Ley y con el sentido común. Más adelante, en el artículo 26° la referida Ley señala que los usos de las aguas se encuentran condicionados a las necesidades reales del objeto a que se destinen y deberán ejercerse en función del interés social y el desarrollo del país. El interés social es el interés de la mayoría. Al estudiarse los problemas del agua en Latinoamérica se ha señalado lo siguiente: “En la región se aprecia una baja eficiencia en el uso del agua, principalmente en regadío y usos urbanos. Los volúmenes brutos captados en la fuente son muy superiores a los que realmente se necesitarían de acuerdo con patrones tecnológicos avanzados. En el uso agrícola, una proporción muy alta del agua captada se pierde, especialmente por mala conservación de canales; en la distribución, debido a carencia de obras de regulación diaria y a pobre administración de los sistemas y finalmente en potrero por prácticas de riego deficientes. Existen zonas de riego en que desterrando prácticas de despilfarro podría aumentarse la superficie regada con inversiones relativamente modestas. En usos urbanos también se aprecia una gran pérdida de agua por filtraciones de acueductos y en las redes de distribución y en algunos casos estas pérdidas superan el 40% del agua captada" [29]. Con ocasión del Estudio Definitivo del Proyecto Trasvase Mantaro la firma consultora consideró que la economía en el consumo era fundamental para lograr las dotaciones buscadas [17]. En dicho estudio se concluyó que la demanda de la gran Lima (Lima, Callao y alrededores) aumentaría de 19 m3/s

74

en 1978 a 44 m3/s en el año 2000 basándose en un aumento de población de 4,4 millones a 10,3 millones de habitantes y considerando que las pérdidas en el sistema disminuirían de 48% a 30%, en el año 1990. En dicho estudio se examinaron tres formas de reducir la demanda: reducción de las fugas en el sistema de distribución, reducción del desperdicio domiciliario y elevación del precio del agua. "Las pérdidas ocurren en todos los sistemas de abastecimientos de agua. Pueden manifestarse como fugas del sistema de suministro (esto es, fugas de las tuberías matrices y demás elementos); como fugas de las instalaciones del consumidor y como uso indebido (como por ejemplo, el dejar correr el agua innecesariamente). Las fugas son raramente inferiores a un 10% de la producción total entregada al sistema de abastecimiento; frecuentemente exceden un 50%, cuando no se ejerce la detección de fugas en forma constante", nos dicen los consultores del proyecto Trasvase Mantaro [16]. La regulación de las aguas superficiales se hace por medio de embalses. En ellos se presenta pérdida de agua por evaporación. Hay algunos lugares que por su forma presentan una gran superficie evaporante y no deben ser considerados como vasos de almacenamiento. El río Nilo tiene una masa media anual de 76 500 millones de m3. El caudal se regula en la presa de Asuan, cuyo volumen total es de 162 000 millones de m3. Este embalse permite el riego de 2 800 000 hectáreas y la generación de 10 000 millones de Kwh. Sin embargo, las pérdidas por evaporación desde la superficie del embalse representan 9 600 millones de m3 al año (9,6 km3/año) lo que equivale a un caudal de 304 m3/s. La evaporación diaria media es de 7,5 mm (2,75 m por año). Desde el reservorio de Poechos, que regula las aguas del río Chira, la evaporación es de 3 a 4 m3/s. Se ha ensayado varias formas de disminuir la evaporación de los embalses sin haberse llegado a un resultado conveniente. Se ha determinado que en el futuro las pérdidas de agua por evaporación desde los embalses que hay en la Tierra, superarán a la parte irrecuperable de abastecimiento de aguas urbanas e industriales, sumados ambos. Se estima que hacia el año 2000 las pérdidas de agua por evaporación desde los embalses representarán unos 220 kilómetros cúbicos anuales, en tanto que las pérdidas irrecuperables en el abastecimiento poblacional serán de 64,5 kilómetros cúbicos y en el suministro industrial serán de 117 kilómetros cúbicos, tal como se ve más adelante en el Cuadro 3.3.

75

2.9 La Reutilización de las Aguas El agua es un bien natural escaso. Todo hace pensar que su escasez será creciente. No debemos, pues, usar las aguas una sola vez y luego dejar que se pierdan. La reutilización de las aguas tiene dos modalidades. Una corresponde al caso en el que luego de haber usado el agua una vez, sin que haya perdido calidad, se aprovecha nuevamente. La otra modalidad consiste en que a pesar de que un determinado uso haga que el agua pierda calidad, esto no impide otro uso posterior, previo tratamiento del agua. Un ejemplo interesante de reutilización, o de reúso de las aguas, es el que ocurre en la cuenca del río Rímac. Hay varias centrales hidroeléctricas que usan la misma agua, la que finalmente se emplea para abastecer a la ciudad de Lima. En Arequipa un sistema de represas permite la regulación de las aguas del río Chili, las que son turbinadas, primero en la Central Hidroeléctrica Charcani V y luego en varias otras centrales: Charcani IV, Charcani VI, Charcani III, Charcani I y Charcani II. Es decir, un total de seis centrales hidroeléctricas con las aguas de un mismo río. Finalmente las aguas de este río se usan para abastecimiento público de la ciudad de Arequipa y para el riego de su campiña. Existe en este río un proyecto interesante desde el punto de vista de los recursos hidráulicos. Para lograr el uso múltiple, o sucesivo de las aguas, hay que resolver generalmente el problema de la coincidencia temporal de los usos. Así, la Central Hidroeléctrica Charcani V podría ser operada a su máxima capacidad durante las horas de máxima demanda eléctrica. Para ello habría que usar las aguas almacenadas en el embalse de Aguada Blanca. Pero, la operación del sistema durante las horas de punta demandaría un caudal superior al que podría usarse aguas abajo durante esas horas. En consecuencia se ha planeado la construcción, aguas abajo de la Central Charcani V, de un reservorio de compensación denominado Puente Cincel en el que se almacenaría el exceso de agua liberada durante las horas de máxima demanda y luego se utilizaría de acuerdo a las necesidades de aguas abajo. La otra modalidad de reutilización es aquella que requiere un tratamiento previo de las aguas. Las aguas provenientes del riego y del abastecimiento a ciudades pueden ser tratadas para uso posterior. Las aguas tratadas deben cumplir determinados requisitos de calidad, según el uso al que estén destinadas, el que puede ser, por ejemplo, riego, industria, incorporación a fines recreativos, recarga de las aguas subterráneas y muchos otros más.

76

Para facilitar el reúso de las aguas es importante que se cumplan estrictamente las normas que prohíben introducir sustancias nocivas, provenientes de la actividad industrial, en las redes públicas de alcantarillado. Al sur de Lima, en la década de los años 60, se construyó una serie de lagunas de estabilización para tratar, y luego usar, los desagües provenientes de un sector de la ciudad. Nacieron así las lagunas de San Juan y grandes áreas de forestación. Dejemos que Alejandro VINCES ARAOZ, pionero de estos trabajos, nos cuente algo al respecto: "Nosotros pensamos que los dos mayores problemas que agobian a las metrópolis que tenemos en Latinoamérica son los desagües y la basura, que no deben ser contemplados como problemas, sino deben ser considerados como instrumento de desarrollo de la propia ciudad que los produce; en ellos hay suficiente riqueza como para poder impulsar el progreso, si tenemos el ingenio y el valor de desarrollar programas ..." El diario "El Comercio" de Lima el 06 de febrero de 1984 encabezó un artículo con un feliz y acertado titular: “Las aguas servidas también sirven". Las aguas servidas, es decir las aguas provenientes de los desagües, pueden emplearse nuevamente, previo tratamiento. La Universidad de Piura tiene en funcionamiento en su campus un sistema de lagunas de oxidación, cuyos estudios empezaron en 1984, para tratar las aguas residuales de la Universidad y de tres zonas urbanas adyacentes. Las lagunas, de tratamiento primario y secundario, están provistas de equipos automáticos de medición de niveles y caudales y de una red de instrumentos que permite medir el impacto de las lagunas sobre la napa freática, en términos de incorporación de contaminantes biológicos y físicoquímicos, así como la variación de sus niveles. El sistema de lagunas, además del objetivo obvio y principal que es el tratamiento de las aguas negras como parte del saneamiento ambiental, tiene la función adicional de proporcionar agua para la reforestación. Esta es una importantísima función en un área desértica en la que el agua es escasa y costosa. Mediante estas aguas tratadas se está efectuando la reforestación del campus, completamente depredado de su bosque natural de algarrobo, por acciones humanas. En la Universidad existen 6 hectáreas de dos variedades de algarrobo y 5 hectáreas de tamarindo regadas con aguas tratadas. La Universidad también ha ensayado el uso de estas aguas en diferentes especies de hortalizas y ha evaluado el riesgo de su utilización. La conclusión obtenida por la Universidad de Piura es que ha quedado demostrado el gran potencial que supone este recurso para la generación de áreas verdes en poblaciones de la costa [15]. 77

Esta experiencia tiene un valor enorme y debería ser aplicada en gran escala, pues a un costo bajísimo se logra aumentar la disponibilidad de agua. Las necesidades de agua son grandes y la disponibilidad escasa. En consecuencia debe estimularse la imaginación. En el Centro de Educación Inicial No. 107, Israel, ubicado en San Juan de Lurigancho, Lima, el agua potable se adquiere en camiones cisterna. La solución que han adoptado consiste en que el agua que llega a los inodoros es de segundo uso, pues proviene de los lavatorios. Hay, pues, una economía en el consumo como consecuencia del doble uso. Equivale a aumentar la disponibilidad de agua. Recordemos que el segundo principio de la Carta Europea del Agua señala que "Los recursos de agua dulce no son inagotables. Es indispensable preservarlos, controlarlos, y, si es posible, acrecentarlos".

2.10

Cantidad y Variabilidad Temporal del Recurso Agua

En páginas anteriores hemos mencionado algunos valores sobre cantidades globales de agua. Es decir, sobre las reservas hidráulicas del planeta. Sin embargo, para fines de elaborar un Plan de Aprovechamientos Hidráulicos y, por cierto, para estudios de proyectos específicos, se requiere información mucho más detallada. Evidentemente que el nivel o grado de aproximación requerido en la determinación de la oferta de agua depende del objetivo deseado. El ideal sería tener registros minuciosos, largos y confiables de las cantidades de agua disponibles, no sólo en cada cuenca, sino en cada punto particular de ella de probable aprovechamiento. No siempre es esto posible. Uno de los mayores problemas que se presenta en los estudios hidrológicos de los países subdesarrollados es la escasez de información básica. Así ha sido puesto de manifiesto en la mayor parte de los proyectos hidráulicos que se han desarrollado en nuestro país. A veces los registros son muy cortos o el número de estaciones es muy pequeño. Otras veces las mediciones no cubren todos los aspectos que se requiere y en muchas oportunidades la confiabilidad es baja. Dada la gran variabilidad temporal de la precipitación y los caudales, así como de otras variables hidrometeorológicas, es recomendable instalar aparatos registradores, como pluviógrafos, limnígrafos y muchos otros más, a fin de tener información lo más fidedigna y completa posible. 78

La cantidad de agua se puede expresar simplemente como un volumen, como cuando decimos, por ejemplo, que el lago Junín tiene 995 MMC de capacidad. La cantidad de agua se puede expresar también en unidades de volumen por unidad de tiempo, es decir, como un caudal. En este último caso las unidades pueden ser m3/s, MMC/año, o muchas otras más. Una masa líquida puede también expresarse como una altura de agua, si se le vincula con un área determinada. Hay, pues, muchas formas de expresar cantidades de agua. Sin embargo, el dato sobre una cantidad de agua no puede desligarse del lugar de la cuenca para el que se ha hecho la determinación. Cuando se trata de recursos hidráulicos superficiales la nota característica en la determinación de cantidades es su gran variabilidad temporal. Los caudales diarios, mensuales o anuales no son constantes en el tiempo. Están variando continuamente. En las Figuras 2.6 al 2.9 se muestra varios hidrogramas en los que se expresa la variación de caudales y de masas con respecto al tiempo. La gran variabilidad temporal del recurso nos hace difícil evaluar su disponibilidad para un fin determinado. De acá la necesidad de estudios hidrológicos intensivos, apoyados en mediciones de campo largas y confiables. En los años abundantes sobra el agua, no se puede aprovechar y se pierde en el mar o en regiones donde no hace falta. En los años secos el agua disponible no alcanza para satisfacer las necesidades de la población y de los diversos aprovechamientos hidráulicos. Todo esto debe hacernos recordar que en las zonas áridas y semiáridas el bienestar de la población depende en gran medida de las características hidrológicas de cada año. En consecuencia debe recurrirse a obras de ingeniería para mejorar las condiciones de vida. Hay zonas del planeta en las que siempre llueve cada año y los ríos son perennes; no se secan. En cambio en las regiones áridas y semiáridas el recurso agua es aleatorio. La variabilidad temporal del recurso agua es notable en la costa peruana. La mayor parte de sus ríos descarga un gran porcentaje de su caudal anual en unos pocos meses o semanas. El resto del año las descargas son insignificantes. Veamos algunos ejemplos de esta variabilidad temporal del recurso agua. El río Piura tiene al cruzar la ciudad del mismo nombre, en la Estación Hidrométrica Puente Sánchez Cerro, una masa media anual del orden de 1 000 MMC. Si esta cantidad estuviese uniformemente distribuida a lo largo del tiempo equivaldría a un caudal constante de 32 m3/s y, mejor aún, si estuviese distribuida temporalmente de acuerdo a las demandas, que también son variables, aunque en muchísimo menor grado, alcanzaría para regar el 79

Bajo Piura. Este valle depende exclusivamente del riego, pues la lluvia útil es prácticamente inexistente. En este valle la lluvia se presenta esporádicamente y a veces en tal cantidad que trae más daños que beneficios, tal como ha ocurrido cada vez que se ha presentado el Fenómeno de El Niño. Los 1 000 MMC mencionados son el promedio de muchos años. Dentro del período de análisis ha habido años muy secos como los de 1950 y 1951 en los que prácticamente no hubo escurrimiento en el bajo Piura. En 1944 hubo sólo 300 MMC (9,8 m3/s). En cambio en 1983 hubo casi 12 000 MMC descargados por el río Piura. Doce veces el promedio. Este ejemplo es, pues, característico de que los recursos hidráulicos superficiales pueden tener una gran variabilidad a lo largo de los años. La característica de los regímenes torrenciales es la gran diferencia, el contraste, entre sus valores máximos y mínimos. Esto hace más difícil y costoso su aprovechamiento. Los promedios sirven para dar una idea absolutamente general y preliminar sobre el potencial hidráulico disponible. Los promedios reflejan el registro de muchos años y por su propia naturaleza aritmética amortiguan la presencia de máximos y mínimos. Los promedios pueden ser engañosos para el cálculo de la disponibilidad de agua, por no reflejar adecuadamente la realidad. El problema de la variabilidad temporal es aún más grave puesto que a lo largo del año el caudal tampoco es constante. El río Chicama tiene en la cabecera del valle del mismo nombre una masa media anual del orden de 900 MMC, para el período 1911-1980, en la Estación Hidrométrica Salinar. Si el agua estuviese distribuida convenientemente, es decir, de acuerdo a las demandas, sería suficiente para el desarrollo de una agricultura altamente tecnificada y rentable. Pero los 29 m3/s (900 MMC) tampoco están convenientemente distribuidos durante el año. En el Cuadro 2.6 se aprecia los caudales anuales del río Chicama. Las masas anuales o mensuales pueden expresarse, como lo hemos dicho, mediante el valor medio, pero las enormes limitaciones de éste nos dan una información muy reducida. Para una mejor descripción de las series registradas se recurre, por ejemplo, al coeficiente de variación, que es la relación entre la desviación estándar y el valor medio. A medida que es mayor la dispersión, es decir el contraste entre máximos y mínimos, es mayor el coeficiente de variación. Es por eso que usualmente se recurre a la simulación.

Hemos señalado que la escorrentía superficial es variable con el tiempo. Esta variabilidad depende del clima y de las características de la cuenca, la que es un gran vaso regulador del escurrimiento. 80

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En el Cuadro 2.8 se presenta los valores de la escorrentía media mensual del río Puyango-Tumbes en la estación Cazaderos, para el periodo 1964-1987. Los valores mostrados son históricos en gran parte, y pseudo históricos donde fue necesario para complementar la información existente. Los valores del año extraordinario de 1983 fueron considerablemente atenuados para fines de operación de embalses e ingeniería del Proyecto, en lo que respecta al cálculo de la oferta de agua. Obsérvese la gran variabilidad existente de un año a otro y también dentro de cada año. Por lo tanto para el aprovechamiento del río se requiere embalses de regulación. En el Cuadro 2.9 se presenta para efectos de comparación los valores de la escorrentía media mensual del río Santa, en la Estación Condorcerro, para el periodo 1957-1984. Esta es una cuenca con características de autorregulación, por lo que no hay los grandes contrastes que se aprecian en la cuenca del río Puyango-Tumbes. En el Cuadro 2.10 aparece el registro de caudales medios diarios del río Santa, en la estación Condorcerro en el año 1966. El contraste entre los caudales no es muy grande por las características antes señaladas de la cuenca del río Santa. ¿Por qué es variable la escorrentía? Porque la precipitación lo es y la escorrentía se origina en la precipitación. Nos parece evidente que así sea, pero no siempre se ha pensado del mismo modo. En el siglo XVIII dos franceses, Perrault primero y luego Mariotte, midieron la precipitación en la cuenca del río Sena y la descarga del río en el mar y concluyeron que la cantidad de agua precipitada era suficiente para explicar la magnitud de la escorrentía y la recarga de los acuíferos. Fue la primera vez que se estableció este hecho con lo que se desvirtuó antiguas y falsas creencias sobre el origen de la escorrentía. De entonces acá ha habido importantes esfuerzos para establecer la relación entre la precipitación y la escorrentía. La variabilidad es algo propio de la Naturaleza. Al respecto José SALAS nos dice lo siguiente: “Uno de los aspectos fundamentales del proceso de planeamiento, diseño y operación de sistemas de obras hidráulicas es el de conocer la variabilidad de las disponibilidades de agua, de los usos y demandas correspondientes. Tradicionalmente, la variabilidad de las disponibilidades de agua era representada por el record histórico de los eventos hidrológicos y particularmente por un período crítico de este record" [166]. La gran variabilidad de los datos que conforman una serie histórica determina que la representación de ésta se haga mediante un modelo 85

CUADRO 2.8 Escorrentía Mensual del río Puyango-Tumbes (en m3/s) ESTACION: CAZADEROS AÑO 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 MEDIA = DESVIACION STANDARD COEF. DE ASIMETRIA COEF. DE CORRELACION DE X,X+1 COEF. DE VARIACION

ENE 81,90 62,30 161,28 52,20 18,99 41,17 111,96 104,89 92,55 255,83 60,08 68,30 99,33 56,87 55,41 47,54 25,14 61,03 61,29 597,05 88,67 119,03 141,74 125,79

FEB

ABR

MAY

JUN

JUL

AGO

SET

OCT

NOV

DIC

TOTAL

160,81 346,94 172,82 202,47 115,31 187,62 139,29 404,58 485,44 482,49 287,04 517,71 508,38 165,95 120,04 306,05 96,78 317,31 118,86 619,70 399,94 145,50 156,35 133,85

346,13 591,83 145,98 100,75 69,58 433,71 108,70 325,89 352,35 422,78 153,72 367,83 306,53 215,12 170,12 178,93 160,36 173,09 153,94 628,86 391,01 128,83 227,47 112,16

132,54 414,72 94,62 59,01 33,58 159,23 160,49 134,21 184,79 193,69 141,07 198,22 161,94 109,00 98,00 80,95 91,73 94,37 84,00 580,23 197,00 90,68 152,31 218,47

53,72 125,32 53,61 38,07 21,44 62,95 74,27 72,14 116,13 109,40 70,26 113,06 80,06 55,33 53,88 54,40 45,21 43,45 55,70 394,89 87,98 40,12 54,57 57,66

34,36 61,90 34,41 26,66 16,46 45,62 38,24 46,53 65,61 62,91 41,86 57,73 48,55 31,20 31,06 29,11 26,42 26,19 31,97 179,11 58,25 25,93 33,58 35,14

25,34 40,74 24,34 18,79 12,21 30,08 25,99 31,62 43,72 41,91 27,35 38,45 33,16 24,23 20,60 22,95 21,20 18,48 19,40 81,23 39,13 20,08 24,43 27,11

20,00 31,87 18,81 15,38 10,79 25,48 20,18 26,10 33,42 31,83 21,65 28,23 24,65 18,97 16,39 23,87 14,73 17,30 15,86 37,77 31,62 16,87 18,77 18,42

18,13 29,78 22,99 14,25 12,91 19,03 18,97 22,38 28,03 24,39 23,70 36,83 18,56 16,45 14,60 14,98 13,42 16,30 30,34 43,42 33,26 15,00 16,50 16,42

18,45 32,83 17,40 12,16 9,44 19,03 17,56 19,39 27,25 21,31 23,39 25,38 13,75 14,23 10,99 10,25 14,20 13,90 119,61 37,79 27,10 12,96 19,57 19,74

21,99 45,62 16,32 11,89 10,18 45,68 32,63 33,55 84,85 27,79 40,28 22,30 16,95 15,15 17,03 10,01 36,12 25,17 379,81 79,34 53,82 30,15 20,50 12,68

88,86 159,38 78,14 66,09 31,09 97,02 75,20 126,99 141,29 174,13 90,88 144,94 143,43 74,84 56,14 74,19 57,10 82,50 101,09 321,75 149,83 62,08 92,83 70,30

107,93 206,97 274,63 =115,83 131,49 159,23 = 3,29 1,19 0,65 = 0,72 0,79 0,71

261,07 154,41 0,86 0,81

161,04 116,84 2,30 0,90

80,57 72,05 3,56 0,99

45,37 31,55 3,25 0,98

29,69 13,81 2,18 0,89

22,46 7,01 0,53 0,77

21,69 8,12 1,09 0,50

23,24 21,73 3,76 0,98

45,41 73,94 4,00 0,95

106,67 59,31 1,92 0,22

0,59

0,73

0,89

0,70

0,47

0,31

0,37

0,93

1,63

0,56

= 1,07

152,93 128,74 175,16 241,42 42,25 94,62 154,15 302,63 181,37 415,23 200,20 265,26 409,34 175,57 65,54 111,25 139,88 183,46 142,28 581,59 390,22 99,78 248,22 66,20

MAR

0,64

0,58

86

CUADRO 2.9 Escorrentía Mensual del río Santa (en m3/s) Área controlada: 10 800 km2 ENE 194,83 191,10 140,66 245,52 252,91 360,46 160,44 183,42 101,41 239,74 198,37 134,26 108,68 403,15 112,68 173,21 220,61 302,02 178,16 232,62 159,71 111,80 128,86 121,16 153,70 156,31 266,26 145,13

FEB 281,38 206,83 247,01 330,62 208,97 520,32 200,70 234,75 162,09 214,79 512,77 141,54 142,06 193,68 245,53 262,41 295,83 409,43 306,03 304,99 424,45 193,03 226,81 135,14 489,70 282,69 157,27 555,10

MAR 310,25 274,07 418,23 371,08 357,13 471,48 456,81 298,73 361,06 182,10 469,55 198,39 280,14 236,28 345,44 339,02 403,19 337,68 506,40 352,13 330,70 152,44 382,26 121,72 330,13 182,55 305,46 546,38

ABR 239,13 245,34 304,91 264,71 324,57 284,10 361,44 269,30 191,06 129,81 165,42 105,19 296,39 224,21 379,45 345,41 415,39 254,13 257,83 166,25 186,69 124,32 195,24 117,67 158,02 187,79 240,79 308,16

MAY JUN JUL 115,57 58,62 59,41 83,90 60,81 59,20 152,48 64,24 51,17 129,61 72,51 50,97 117,00 65,34 42,40 106,16 70,38 50,95 111,71 58,25 46,61 127,51 62,98 52,72 107,54 58,38 46,46 97,26 61,10 64,20 101,54 72,69 60,41 60,61 46,57 41,50 96,03 64,50 47,65 188,65 69,06 68,11 110,58 71,04 63,56 161,83 78,65 67,84 158,95 84,48 68,98 100,03 76,40 57,89 168,82 87,06 61,39 73,89 64,00 48,43 93,76 68,68 52,04 85,03 57,77 53,43 96,44 61,63 50,42 66,28 48,26 47,91 79,46 62,54 54,30 89,79 61,21 46,01 144,60 94,05 73,74 174,53 97,58 55,10

AGO 65,53 60,20 52,94 50,63 40,57 47,49 44,43 49,10 45,29 62,84 49,22 39,70 45,74 67,16 63,09 60,17 61,31 51,49 56,22 43,71 53,24 45,40 49,55 51,33 45,51 38,91 65,95 48,67

SET 68,55 74,22 46,98 49,89 38,78 53,81 50,60 44,34 64,45 67,99 50,08 49,71 49,16 64,86 48,75 60,55 72,04 50,07 64,88 46,24 53,86 63,55 57,59 67,51 42,10 46,44 65,33 46,69

ESTACION: CONDORCERRO OCT NOV DIC TOTAL 96,55 126,78 144,00 146,72 97,20 109,52 125,75 132,35 82,83 85,98 170,08 151,46 64,93 96,38 114,50 153,45 51,90 104,74 179,38 148,64 54,45 77,60 84,57 181,81 63,87 128,11 225,99 159,89 73,06 104,29 75,73 131,33 96,51 102,65 144,74 123,52 115,50 125,85 124,97 123,84 121,96 105,28 113,61 168,41 78,36 86,95 95,03 89,82 81,86 108,78 239,93 130,08 74,05 110,47 138,05 153,15 85,87 84,70 154,21 147,06 70,78 93,52 135,49 154,07 131,70 164,30 202,40 190,02 69,21 83,05 96,90 157,36 92,52 98,00 87,28 163,72 68,22 75,53 85,92 130,66 66,73 113,72 127,00 144,22 64,78 93,94 108,76 96,14 68,66 93,77 104,39 126,80 102,68 133,29 223,80 103,06 80,51 151,19 173,93 151,75 101,86 160,10 221,07 131,23 83,66 93,74 161,64 146,04 102,27 107,83 140,71 194,05

PROM.192,04 Max. 403,15 Min. 101,41

281,47 555,10 141,54

333,89 546,34 121,72

240,79 415,39 105,19

114,27 188,65 60,61

51,96 67,16 38,91

55,68 74,22 38,78

83,67 107,83 131,70 160,10 51,90 75,53

AÑO 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984

67,81 97,58 46,57

55,10 68,98 41,50 87

142,85 239,93 75,73

143,95 194,05 89,82

CUADRO 2.10 Caudales Medios Diarios del río Santa en Condorcerro (año 1966) (en m3/s) DIA 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31

ENE 337,58 395,75 374,00 317,00 287,27 297,30 278,35 284,60 288,05 300,80 321,08 281,15 245,44 216,50 195,90 179,85 164,48 159,82 153,60 146,40 144,42 204,80 201,60 178,50 164,65 168,73 157,68 192,50 218,50 273,70 302,00

FEB 243,00 210,30 195,00 197,60 249,00 238,30 212,80 194,20 188,04 179,85 171,94 170,18 168,73 183,90 175,35 195,00 227,09 246,70 210,00 187,68 240,92 295,78 287,73 270,25 233,89 205,00 223,80 212,00 -99,99 -99,99 -99,99

MAR 249,90 310,52 329,75 279,22 248,38 218,50 202,00 207,50 227,50 197,60 175,44 159,10 146,80 138,20 130,10 124,10 126,87 118,62 149,67 158,53 165,92 181,02 173,57 159,12 162,10 174,00 163,12 157,68 141,20 138,87 130,10

ABR 123,12 127,85 138,65 166,18 146,46 130,10 125,60 128,60 184,35 175,44 186,96 152,92 134,15 126,65 128,75 126,13 120,13 117,65 109,70 107,00 105,92 100,52 114,13 116,00 112,63 145,10 126,12 111,35 103,28 102,80 -99,99

MAY 108,68 122,30 114,05 127,85 127,85 115,85 112,63 111,95 107,72 104,48 100,28 93,50 89,36 87,50 90,68 100,40 126,20 120,50 102,92 93,68 87,80 84,80 83,50 81,80 79,30 77,80 75,50 73,00 71,25 71,75 70,25

JUN 65,90 67,00 63,40 63,10 63,40 62,90 63,60 64,25 64,10 64,40 62,80 63,80 64,50 61,25 59,75 60,00 60,25 61,80 60,10 59,75 57,40 57,25 59,75 60,75 59,90 56,80 55,55 55,00 55,91 58,50 -99,99

JUL 64,80 65,62 66,24 66,60 65,60 63,92 63,52 63,60 62,48 60,72 62,24 60,80 62,72 65,00 66,00 65,00 65,28 64,32 62,40 62,60 62,88 65,20 67,20 68,32 67,80 64,32 59,80 62,40 64,00 63,80 65,00

88

AGO 64,72 61,00 59,92 58,88 57,80 58,88 60,60 63,52 63,00 62,48 62,72 63,12 62,32 62,24 57,80 58,08 60,20 61,40 61,60 60,72 61,60 61,28 59,80 71,68 64,48 62,20 64,20 69,00 70,40 70,32 72,10

SET 76,75 74,80 80,10 76,40 76,75 74,40 77,75 78,75 74,90 69,60 66,32 65,80 65,90 62,78 60,20 61,28 59,12 63,68 65,80 62,08 61,40 63,20 68,32 64,60 62,12 61,28 62,48 65,52 68,72 69,00 -99,99

OCT 70,60 67,00 57,20 83,75 82,25 95,00 85,75 83,10 87,80 101,90 103,10 98,12 115,57 148,60 155,50 130,75 107,90 103,90 115,05 162,66 165,32 146,85 131,10 128,05 163,61 186,35 151,35 125,45 112,25 105,30 109,50

NOV 138,90 131,85 136,75 147,59 159,25 168,36 148,60 127,40 125,45 121,87 124,70 124,80 114,30 110,50 104,00 96,92 92,12 89,75 92,30 101,72 106,95 106,60 104,65 110,40 113,75 114,40 143,50 200,88 173,49 143,85 -99,99

DIC 127,70 121,70 120,10 118,60 123,50 131,40 189,00 180,60 183,75 201,98 186,90 164,56 146,09 133,75 126,75 122,20 116,20 109,70 104,00 99,50 102,08 96,20 95,48 90,50 89,40 92,00 95,30 103,10 101,48 101,12 99,50

estocástico. Esta variabilidad temporal se presenta en las series de registros de temperatura, evaporación, precipitación, escorrentía, etc. YEVJEVICH, citado por SALAS "considera que las entradas y salidas de los sistemas hidrológicos tienen características periódicas-estocásticas y que la causa fundamental de ello es la existencia de la atmósfera. Considerando la atmósfera como un medio hidrológico, la entrada a ésta, está básicamente constituida por la energía solar en forma periódica. Sin embargo, debido a la distribución aleatoria de la opacidad de la atmósfera, esta entrada periódica (determinística) es transformada en una salida de energía periódica-estocástica en el tiempo y en el espacio. Desde que estas entradas y salidas de energía deciden básicamente todas las transformaciones físicas que se generan en los medios o sistemas hidrológicos sobre la Tierra (ciclo hidrológico), entonces se deduce que todas las entradas y salidas de agua en todas sus formas... constituyen procesos determinísticos-estocásticos en el espacio y en el tiempo" [166]. Por lo general las series históricas de registros de precipitación son más largas que las de escorrentía. Se procede entonces a generar datos de escorrentía a partir de los de precipitación. Hay también métodos de complementación de datos por correlación. Para evaluar con un razonable grado de seguridad las disponibilidades de agua para un proyecto, se recurre usualmente a la simulación de la operación del sistema y se obtiene así, para un período de análisis determinado, la persistencia en el tiempo de una oferta de agua fijada y, por cierto, los déficit respectivos. No es nuestro objetivo, mostrar las diferentes técnicas hidrológicas para la evaluación de los recursos hidráulicos. Simplemente estamos presentando y comentado el concepto de disponibilidad del recurso agua desde el punto de vista del Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos. En tal contexto podríamos preguntarnos cuál es la longitud que debe tener un registro para ser considerado representativo de una variable tal como la escorrentía superficial. Algunos autores al tratar de los volúmenes disponibles con fines de planificación dicen lo siguiente: “Es deseable que su cuantificación se pueda hacer a base de los registros de estaciones hidrométricas que, a través de un período de medición aceptable (más de 15 a 20 años), hayan permitido evaluar el caudal medio de las corrientes fluviales superficiales que drenan en dicha área. El volumen así determinado tiene un valor histórico, pues constituye el resultado de una evaluación del caudal escurrido dentro del período de tiempo del registro. Si bien planificación significa escudriñar lo futuro, dada la permanencia del ciclo hidrológico (al menos dentro de los períodos de tiempo en consideración: 20 a 50 años) es razonable presumir que los volúmenes históricos se repetirán en el tiempo, viniendo a ser entonces lo registrado una medida de los recursos disponibles en el porvenir" [12]. 89

Preferiríamos no fijar ni recomendar un número de años para la serie más conveniente. Cada río es diferente. Sin embargo, la longitud de la serie debe ser tal que incluya los eventos hidrometeorológicos extraordinarios, especialmente sequías, si se trata de determinar disponibilidades, y crecidas importantes si se trata de calcular máximas avenidas. Luego de lo expuesto sobre este punto debe quedar claro que la determinación de la oferta de agua, es decir, de la disponibilidad del recurso, implica conocer su cantidad y su variación en el tiempo. No basta conocer la cantidad promedio. Anteriormente hemos dado valores sobre cantidades globales de disponibilidad hídrica por regiones, países o continentes. Estos valores son indicadores muy generales. Para conocer la disponibilidad del agua para un aprovechamiento se requiere saber su cantidad y las variaciones de la misma en el tiempo, además de otros aspectos que detallaremos luego. La precisión, la exactitud y profundidad que tenga la determinación dependerá de los fines que busquemos. Evidentemente que el nivel de aproximación no es igual si se trata de elaborar un Plan de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos o si se trata de desarrollar un proyecto. Para ilustrar un caso específico de variabilidad de caudales anuales presentamos la caracterización hidrológica del río Chira, tal como fue hecha con ocasión de los estudios del Proyecto Chira-Piura. Se distinguió, en función de los aportes, varios tipos de años hidrológicos independientemente de la demanda y de su cobertura. Ellos aparecen con sus descripciones y valores en el Cuadro 2.11. CUADRO 2.11 Caracterización Hidrológica del Río Chira [54] Caudales (m3/s)

¡Error! Marcador no definido. Año Hidrológico Anual ENE-DIC A B C D E F G H

Año más seco (1950) Años secos Años medio secos Año húmedo normal Año medio (promedio) Año medio húmedo Años lluviosos Año más lluvioso (1983)

49 70 91 143 144 256 369 581

90

Periodo Húmedo Periodo Seco FEB-MAY JUN-ENE 58 119 165 289 296 576 863 1 162

44 46 55 72 69 99 127 295

Esta clasificación, repetimos, de tipo estadístico, se refiere sólo a la oferta de agua y es independiente del consumo o de las necesidades. En la clasificación del Cuadro 2.11 el período húmedo corresponde a Febrero - Mayo y el período seco a Junio - Enero. Los valores del Cuadro 2.11 pueden analizarse de diversos modos. Así por ejemplo, en un año medio el aporte durante los meses húmedos representa el 68% del total anual; en cambio en un año lluvioso dicho aporte significa el 78%, y en un año seco la misma relación es sólo del 57%. Para una mejor compresión del carácter de las descargas del río Chira pueden relacionarse algunos de los valores anteriores; así: Caudal medio de aæos lluviosos = 2,56 Caudal medio

Caudal medio 1 Caudal medio de aæos secos

= 2,00

Caudal del aæo m s lluvioso 2 Caudal medio

= 4,03

Caudal medio 3 Caudal mÍnimo

= 2,94

Caudal m ximo 4 Caudal mÍnimo

= 11,86

Para comprender mejor la irregularidad de las descargas se puede también establecer las siguientes relaciones: Caudal medio del perÍodo hœmedo en el aæo m s lluvioso 5 = 20 Caudal medio del perÍodo hœmedo en el aæo m s seco Caudal medio del perÍodo seco en el aæo m s lluvioso 6 = 6,7 Caudal medio del perÍodo seco en el aæo m s seco Todo lo anterior indica que el aprovechamiento del río Chira está ligado a la redistribución temporal de sus aportes. Esto se logra mediante la presa reguladora de Poechos, cuyo volumen útil (a los 50 años) es de 400 millones de metros cúbicos. Dado el carácter aleatorio que tienen las descargas de los ríos es necesario idear algunos mecanismos para describir la persistencia de caudales con fines de su aprovechamiento. Con tal objeto se usa la curva de duración de caudales. Esta curva vincula cada caudal con un porcentaje del tiempo durante el cual dicho caudal es igualado o superado, tal como puede verse en la Figura 2.10 que corresponde al río Santa, estación Condorcerro. En el Cuadro 2.12 se presenta los resultados de dicha relación para algunos valores 91

característicos, tanto para los valores diarios como para los mensuales. Del examen del Cuadro 2.12 se nota que, por ejemplo, el 50% del tiempo el caudal del río es igual o superior a 94 m3/s (descargas diarias) o a 98 m3/s (descargas medias mensuales). CUADRO 2.12 Duración de Caudales del río Santa [8] Duración (%)

Descargas medias diarias (m3/s)

Descargas medias mensuales (m3/s)

95 75 50 10 2

46 62 94 340 540

47 64 98 315 480

La curva de duración de caudales puede calcularse también para un mes determinado o para un periodo hidrológico, como el estiaje o la época de avenidas. Ver Figura 2.11. Así por ejemplo, siempre para los mismos datos del río Santa, pero tomando sólo el periodo de estiaje, se tiene que los valores característicos diarios son los del Cuadro 2.13. CUADRO 2.13 Duración de Caudales de Estiaje del río Santa [8] Duración (%)

Caudal (m3/s)

99,9 90 50 25 11

36,6 45 50 60 70

92

93

94

2.11 Los Problemas de Ubicación del Recurso Agua Los ríos del Perú tienen una escorrentía anual del orden de 65 000 m3/s, pero Lima se muere de sed, gran parte de la sierra es semiárida y en la costa hay inmensos desiertos. La enorme cantidad de agua que acabamos de mencionar significaría 250 m3/día para cada habitante del Perú. Estos datos nos ilustran acerca de lo importante que es el lugar de ubicación de un recurso. Esto es particularmente grave para el agua, pues su transporte es costoso. Resulta evidente que una evaluación de la disponibilidad del recurso agua tiene que incluir información acerca de su ubicación, es decir de su localización, para poder estudiar luego su utilización. Así por ejemplo, el agua que sobra en Iquitos no vale nada para cubrir el déficit hídrico de Ayacucho. Para realizar aprovechamientos hidráulicos en la costa muchas veces se recurre a trasvases trasandinos, es decir se trae agua de la vertiente atlántica. Examinemos el caso de la costa peruana. Es un lugar común afirmar que los ríos de la costa peruana descargan anualmente al mar, en promedio, un volumen del orden de 40 000 millones de m3. Se dice que gran parte de esta agua se pierde en el mar. La cantidad mencionada es muy grande. Si imaginamos, sólo como un ejercicio, que una hectárea dedicada a la agricultura requiere en promedio una cantidad de agua del orden de 20 000 m3/año, se tendría que teóricamente la masa hídrica disponible permitiría regar 2 000 000 hectáreas. Pero, veamos bajo que supuestos se lograría la meta señalada. Se requiere, por lo menos, lo siguiente:

1.

Que el agua estuviese convenientemente distribuida a lo largo del tiempo. Es decir, que todos los meses hubiese la cantidad de agua requerida de acuerdo a la demanda.

2.

Que de no darse la condición anterior estuviésemos en condiciones técnicas y económicas de regular las aguas mediante la construcción de embalses.

3.

Que existan en la costa 2 000 000 hectáreas con aptitud agrícola. Actualmente se riegan una 800 000 hectáreas. El potencial de tierras incluye unas 800 000 hectáreas adicionales, por lo que parecería que no habría tierras para toda el agua disponible. Podría añadirse que se requeriría que los suelos se distribuyesen a lo largo de los ríos de la costa de un modo compatible con la oferta de agua de cada río, o que se hagan las respectivas obras de conducción y trasvase. 95

Todo esto parece impracticable. Por eso es que la realidad ha seguido un camino diferente. El desarrollo tuvo que enfrentarse a la gran variabilidad temporal del recurso hidráulico y a su desigual distribución en el espacio. Hubo que afrontar la realidad y reconocer que esa cantidad de 40 000 millones de m3, sólo podría aprovecharse con costosas y complejas obras de infraestructura. Es que el problema es muy grande. No se trata solamente, lo que ya sería bastante, de que las aguas de un río estuviesen regularmente distribuidas en el tiempo, sino que hay ríos que tienen que abastecer a valles deficitarios. Hay un problema de ubicación del recurso agua. Así, el Chira se deriva al Piura, el Santa abastecerá a otros ocho valles, el Jequetepeque servirá a Zaña y así sucesivamente.

Pero cuando vemos con mayor claridad la pobreza de los recursos hidráulicos de la costa peruana, a pesar de la enorme y engañosa cifra de 40 000 hectómetros cúbicos, es al observar que grandes proyectos hidráulicos de la costa peruana dependen de recursos hidráulicos de la cuenca amazónica, para cuyo aprovechamiento debe hacerse túneles a través de los Andes: el proyecto Olmos basa su desarrollo hidráulico en el aprovechamiento de varios ríos de la vertiente atlántica, tales como el Huancabamba y el Tabaconas; el proyecto Tinajones requiere del Chotano, Conchano y Llaucano, ubicados al otro lado de los Andes, el proyecto Jequetepeque-Zaña requiere, además de las aguas de estos ríos, de las del Namora y el Cajamarca; el principal proyecto de abastecimiento de agua para Lima se basa en el aumento de los recursos hidráulicos a través de un túnel trasandino. El proyecto para el riego de Ica, se basa en trasvases del otro lado de los Andes; el proyecto Majes necesita de las aguas del Apurímac reguladas en la presa de Angostura y la campiña de Tacna cuenta por lo menos desde el siglo pasado con las aguas del río Uchusuma de la cuenca del Titicaca. Por último cabe recordar que el Inventario de Lagunas realizadas por ONERN permitió establecer que de las lagunas en actual explotación, 16 de ellas tienen obras de derivación hacia la vertiente del Pacífico. Estas lagunas tienen unos 385 millones de metros cúbicos de capacidad de regulación. En el momento que ONERN hizo este Inventario había otras 18 lagunas estudiadas para su trasvase a la cuenca del Pacífico, con un volumen de regulación de 2 494 millones de metros cúbicos [119]. De todo esto debe resultar evidente que la costa peruana, que es donde se asienta más de la mitad de la población del país, tiene recursos hidráulicos insuficientes y que su aprovechamiento se hace con apoyo de recursos hidráulicos trasandinos. En la mayor parte de los países ocurre, al igual que en el Perú, una desigual distribución de los recursos hidráulicos. Así en Argentina el 82% de 96

los recursos hidráulicos está ubicado en la tercera parte del territorio. En España se habla de la España húmeda, que con sólo el 11% de la superficie del país dispone del 41% de los recursos hidráulicos; el resto es la España seca. [25,112]. En Israel, el norte es relativamente húmedo (Mar de Galilea y río Jordán) y el sur es muy seco (Desierto del Negev). Hay algunos usos del agua, como el ya mencionado de una central hidroeléctrica, que si bien no consumen ni deterioran la calidad del agua que usan, restituyen ésta en condiciones de muy difícil o imposible utilización. Hay, pues, un problema de ubicación del recurso. Un problema interesante es el que se suscitó entre Panamá y Estados Unidos con relación al agua que se requiere para el funcionamiento del canal. Panamá alegaba que "Los requerimientos de agua para navegación en el canal interoceánico son actualmente de unos 90 m3/s, que pierden su potencial de utilización adicional por ser entregados al nivel del mar... Panamá considera que esto va en desmedro de su soberanía, y es una limitación de usufructo de estas aguas provenientes de las cuencas circunvecinas a los centros de mayor desarrollo, que son las ciudades de Panamá y Colón" [115]. Con ocasión de la Reunión de Lima, de 1976, preparatoria de la Conferencia Mundial del Agua, la delegación de Panamá presentó un proyecto de resolución, que fue aprobado por la Reunión en la forma siguiente: "Considerando, -

Que la utilización soberana de los recursos naturales, como un elemento fundamental para el Desarrollo Económico, Social y Político de los pueblos es un principio reconocido por las Naciones Unidas,

-

Que este principio está estrechamente vinculado a los objetivos de esta Conferencia Regional Preparatoria de la América Latina y el Caribe sobre el agua,

-

Que tanto el régimen de propiedad del recurso agua, al igual que la jurisdicción sobre este recurso son aspectos de especial significación para los propósitos de planificación y desarrollo de los recursos hidráulicos.

-

Que el problema de la denominada Zona del Canal de Panamá constituye uno de los principales obstáculos al desarrollo integral de los recursos hidráulicos de las áreas circunvecinas a las ciudades de Panamá y Colón.

97

Resuelve Expresar sus mejores deseos para que las negociaciones que llevan a cabo la República de Panamá y los Estados Unidos de América culminen con una solución justa y equitativa, que permita a la República de Panamá ejercer totalmente sus derechos soberanos en la parte de su territorio denominada Zona del Canal y, en consecuencia, poder determinar una política nacional de desarrollo integral de los recursos hidráulicos. Después de aprobada la Resolución, la Delegación de los Estados Unidos pidió que constara en este informe la siguiente reserva: La delegación de los Estados Unidos lamenta no poder apoyar al proyecto de resolución propuesto por la delegación de la República de Panamá. El Gobierno de los Estados Unidos opina que esta resolución no concuerda con la declaración de principios formulada conjuntamente por los gobiernos de los Estados Unidos y de Panamá en febrero de 1974, por cuanto no reconoce el interés que ambos países tienen en el canal. En la declaración conjunta de 1974, sobre la cual se basan las negociaciones acerca del Canal, la República de Panamá se comprometió a otorgar a los Estados Unidos "el derecho de utilizar los terrenos, aguas y espacios aéreos que puedan ser necesarios para la operación, el mantenimiento, la protección y defensa del Canal y el tránsito de embarcaciones". El proyecto de resolución no toma en cuenta esta posición. Debo también observar que la resolución propuesta intenta incorporar a debates multilaterales temas que son complejos y pueden resolverse mejor en las negociaciones bilaterales que se están realizando entre los Estados Unidos y Panamá. En un informe conjunto a la Asamblea General de la OEA en Junio de este año, los Estados Unidos y Panamá señalaron que las "disposiciones sobre terrenos y aguas que comprende la zona del Canal de Panamá" son uno de los problemas que quedan por resolver" [115].

98

2.12 La Calidad del Agua La calidad del agua es un poderoso factor limitante para su uso. No se puede hablar en términos genéricos de buena o mala calidad del agua. El agua de una fuente determinada puede tener o no la calidad requerida para un fin específico. El agua que no es apta para consumo humano puede serlo para el riego. El agua que tiene buena calidad para consumo humano puede no ser adecuada para un uso industrial específico. Para preparar concreto se requiere que el agua reúna ciertas condiciones en lo que respecta a su calidad. Los requerimientos de calidad de agua de algunas industrias pueden ser muy exigentes. Cada cultivo tiene su propio requerimiento de calidad de agua. Toda gota de agua que se usa en alguna actividad, sea ésta doméstica, agrícola o industrial, no se pierde ni desaparece, sino que a través del ciclo hidrológico y con el paso del tiempo vuelve a aparecer en algún lugar de la Tierra. Sin embargo, no siempre conserva sus propiedades. Muchas veces el uso del agua produce una degradación de su calidad. El agua que está en la Naturaleza, y que cuando caía en las gotas de lluvia era prácticamente pura, se contamina al entrar en contacto con la corteza terrestre. Diversos componentes del suelo se incorporan al agua por disolución. El río es un gran dren colector de la cuenca, no sólo del agua, sino también de aquello que está en contacto con el agua. A los compuestos químicos naturales debe agregarse los orgánicos, producto de los animales que entran en contacto con el agua. Son, sin embargo, las actividades humanas las causantes de la mayor contaminación del agua: labores agrícolas, que implican fertilizantes y pesticidas, las labores industriales y, sobre todo, las actividades mineras, así como los desagües de las poblaciones. Todo esto debe hacernos pensar muy seriamente que la disponibilidad de agua depende no sólo de su cantidad, sino de su calidad. Las características, naturaleza y cantidad de las sustancias extrañas presentes en el agua son las que determinan su calidad, cualquiera que sea el origen de ellas. La contaminación del agua, es decir, la pérdida de su pureza, puede deberse, en concordancia con lo señalado líneas arriba, tanto a causas naturales como a las actividades humanas. En consecuencia, la contaminación puede ser natural o inducida. A su vez la contaminación puede ser de origen bacteriológico, físico o químico. La polución es la contaminación intensa y dañina del agua o del aire, producida por los residuos de procesos industriales o biológicos. Según la Ley de Aguas española, citada por LOPEZ CAMACHO, la contaminación consiste 99

en "la acción y el efecto de introducir materias o formas de energía, o inducir condiciones en el agua que, de modo directo o indirecto, impliquen una alteración perjudicial de su calidad en relación con los usos posteriores o con función ecológica. El concepto de degradación del dominio público hidráulico incluye las alteraciones perjudiciales del entorno afecto a dicho dominio" [91]. La creciente intensidad de la actividad industrial, el incumplimiento de las leyes y la indiferencia general traen como consecuencia lo que algunos autores denominan un déficit medioambiental, cuya solución será difícil. Al respecto la situación en el Perú es dramática, pues el Estado es el responsable directo de la contaminación existente en muchos cursos de agua. Cualquier forma de contaminación representa en esencia un efecto medioambiental negativo. Antes de examinar otros aspectos vinculados a la calidad del agua conviene que nos preguntemos que es el agua, pues así estaremos en mejores condiciones de apreciar lo que significa la expresión agua contaminada, y comprender mejor los problemas referentes a su calidad. Según el Diccionario de la Real Academia, agua significa lo siguiente: "Substancia formada por la combinación de un volumen de oxígeno y dos de hidrógeno, líquida, inodora, insípida, en pequeña cantidad incolora y verdosa o azulada en grandes masas. Es el componente más abundante de la superficie terrestre y más o menos puro, forma la lluvia, las fuentes, los ríos y los mares; es parte constituyente de todos los organismos vivos y aparece en componentes naturales; y, como agua de cristalización en numerosos cristales." Luego de leer esta definición académica del agua resulta difícil reconocer en ella el agua que vemos en un río como el Rímac, por ejemplo. Intentemos una definición de esta última: sustancia de aspecto barroso con alto contenido de sólidos en suspensión provenientes de la erosión de la cuenca y que lleva en disolución gran cantidad de substancias altamente nocivas para la salud, incorporadas al cauce del río por la actividad minera e industrial, a lo que debe añadirse un elevado grado de contaminación bacteriológica debida a la presencia de heces fecales y diversos microorganismos, originados en el hecho de que se use el río como colector de desagües domésticos, mineros e industriales. A partir de ella se abastece a una población de varios millones de habitantes. Este problema es muy serio, pero no es el único en el mundo. La contaminación es cualquier alteración perjudicial de las características físicas, químicas y/o bacteriológicas de las aguas. La contaminación se presenta en los océanos, mares, lagos, lagunas, ríos y aun en el agua subterránea. En algunos lugares la contaminación ha llegado a grados tan serios que hasta la lluvia resulta afectada, en la forma de lluvia ácida. La lluvia ácida se debe 100

fundamentalmente a la actividad industrial, la que incorpora a la atmósfera grandes cantidades de anhidrido sulfuroso, nitrógeno y monóxido de carbono, entre otros.

La contaminación inducida puede ser de origen accidental, como la originada en el naufragio de un barco petrolero, ó, sistemática como cuando los relaves mineros se vierten en los ríos. La calidad de agua para consumo humano influye decididamente en la salud de la población. Se calcula que en algunos de los países en vías de desarrollo sólo el 20% de la población rural y el 75% de la población urbana tienen agua potable. Como en los países mencionados la mayor parte de la población está en el área rural resulta que el promedio general de población sin servicios de agua potable llega al 35%. En la Conferencia Mundial del Agua celebrada en Mar del Plata, Argentina, en 1977, se convino en que para 1990 el 100% de la población mundial debería tener acceso al agua potable. El decenio 1980-1990 fue declarado el Decenio Internacional del Agua Potable y del Saneamiento Ambiental. Sin embargo, en 1993, en Lima, capital del Perú, hay más de 2 millones de personas que en sus viviendas no tienen servicio de agua potable ni alcantarillado. La contaminación bacteriológica del agua da lugar a la aparición de numerosas enfermedades, como el cólera, tifoidea, hepatitis, disentería y muchos otros más. Se calcula [18] que a nivel mundial se da el siguiente panorama:

Enfermedad

Millones de casos al año

Gastroenteritis Esquistosomiasis Filariosis Malaria Oncocercosis

400 200 200 160 20-40

James P. GRANT, Director Ejecutivo de UNICEF, declaró lo siguiente: "Uno de los mayores problemas ambientales de una gran parte de la humanidad es la existencia de agua contaminada y métodos insalubres de saneamiento que son responsables de casi las tres cuartas partes de la morbilidad y de gran parte de la mortalidad infantil del mundo en desarrollo." 101

Más grave, y más difícil de tratar, es la contaminación química. Un inventario de las disponibilidades de agua no sólo no debe prescindir, sino que debe empezar por el estudio de la calidad de los recursos hidráulicos. El avance de la civilización, la industrialización, el crecimiento demográfico son algunos de los factores determinantes del notable deterioro de la calidad del agua. En la Figura 2.12 se presenta esquemáticamente el proceso de control de la calidad del agua. Un Plan de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos debe estar inspirado en un tratamiento general del recurso, y por lo tanto debe incluir los aspectos pertinentes al suministro de agua y al destino de los desechos. Un conocido problema de calidad de agua se presenta con el aprovechamiento de las aguas del río Mantaro para su trasvase a Lima con el objeto de abastecer a la población, generar energía y fortalecer la agricultura [17]. En un estudio del río Mantaro realizado en 1970 se señaló que el agua de este río no era apropiada para ser trasvasada, porque contenía impurezas metálicas tales como Hierro (Fe), Manganeso (Mn), Cobre (Cu), Zinc (Zn), Plomo (Pb), Cadmio (Cd) y Arsénico (As) en concentraciones mayores que las permitidas por la Ley General de Aguas, en función del tipo de tratamiento requerido. Las sustancias químicas antes señaladas provenían de la actividad minera [17]. Para contrarrestar esta situación se expidió un Decreto Supremo disponiendo que sólo se podían hacer vertidos al río Mantaro, entre la laguna de Quiulacocha y Malpaso, que estuviesen previamente tratados de modo que las aguas del río cumplan con las condiciones para ser consideradas como Clase I. ¿Pero de donde provenía la gran cantidad de sustancias químicas vertidas al agua? Principalmente de 11 minas que vertían un total de 163 400 m3/día de residuos. Casi la mitad de ellos provenía de CENTROMIN, empresa del Estado. Veamos muy someramente otro ejemplo de contaminación. Las aguas del río Puyango-Tumbes y las de sus afluentes fueron estudiadas desde el punto de vista de su calidad, y teniendo en cuenta su uso futuro en el proyecto peruano-ecuatoriano Puyango-Tumbes. En el estudio de factibilidad del Proyecto se señala lo siguiente: “Dado que el uso de sustancias químicas en la minería se ha incrementado durante los últimos 10 años, algunas fuentes naturales se hallan en un peligroso estado de contaminación. Las aguas de los ríos Calera y Amarillo se encuentran contaminadas en exceso en un 85% en temporada seca y en un 35% en temporada húmeda, con mercurio y otros minerales tóxicos (cobre, zinc, plomo), así como cianuro y ácidos. En zonas próximas a molinos se ha medido 102

103

concentraciones de mercurio en el agua de 0,23 mg/l, siendo el límite para el Ecuador de 0,002 mg/l. La solución de cianuro envejecida, que ya no usan las procesadoras, se vierte a los drenajes naturales, causando un cambio abrupto en el pH y un envenenamiento del agua". [33] Tal como se señala en el referido estudio, como consecuencia de la actividad minera en la parte alta de la cuenca del río Puyango-Tumbes (Zaruma) se está contaminando la región anualmente con un mínimo de 2,6 toneladas de mercurio. "Después de los metales radioactivos, el mercurio es el mineral más contaminante y peligroso en el mundo. Estimaciones conservadoras determinan que en el medio ambiente de Portovelo-Zaruma ya se encuentran unas 20 toneladas de mercurio acumuladas. El mercurio volatizado se eleva a la atmósfera, se condensa y cae con la lluvia, distribuyéndose sobre toda la región y finalmente llega a las vertientes y al río. Aquí es absorbido por microorganismos y convertido en metilmercurio, un compuesto orgánico de una toxicidad todavía más elevada, porque la metilización permite al mercurio atravesar las membranas biológicas. Estos micro-organismos constituyen el alimento de crustáceos y peces, los cuales asimilan y acumulan el veneno en los lípidos del cuerpo. De forma similar incorporan las plantas el mercurio de los suelos, por las raíces. Así el metilmercurio es incorporado gradualmente en la cadena alimenticia y transportado por la cuenca del Puyango-Tumbes envenenando a todos los organismos que dependen de sus aguas". [33] El mercurio, que se usa generalmente en actividades industriales, causa una intoxicación o envenenamiento, que se llama hidrargirismo, que causa la paralización del sistema nervioso central. Esto es conocido desde hace muchos años, pero se empezó a estudiar en la década de los cincuenta al producirse el envenenamiento de un grupo de pescadores japoneses del puerto de Minamata. La eutrofización de lagos y embalses es un fenómeno vinculado a la calidad de agua, que está muy generalizado [74]. La eutrofización "consiste en un enriquecimiento excesivo de los elementos nutritivos del agua, que da lugar a toda una serie de cambios sintomáticos indeseables, entre ellos la producción perjudicial de algas y otras plantas acuáticas, el deterioro de la calidad del agua, la aparición de malos olores y sabores desagradables y la muerte de peces" [74]. Las aguas eutróficas, ricas en sustancias nutritivas, contienen por ejemplo algas y otras sustancias, las que caen al fondo, se descomponen, se consume el oxígeno del agua, mueren los peces y el fenómeno se presenta con toda intensidad. Esta falta de oxígeno puede dar lugar a contenidos excesivos de hierro y manganeso, lo que puede hacer difícil el tratamiento del agua.

104

La eutrofización acelerada se debe al aporte excesivo de materias nutritivas de plantas acuáticas. La eutrofización es uno de los problemas más generalizados en el mundo y se origina en un desajuste ambiental causado por acciones humanas. A pesar del enorme volumen de agua que contienen los mares y océanos también afrontan el peligro de la contaminación. Ésta es particularmente preocupante en las costas y en los mares interiores y regionales. Son varias las causas de la contaminación de los mares: residuos industriales y radioactivos, desagües urbanos, pérdidas durante el transporte y manipuleo de carga, especialmente petróleo. Se ha calculado que los buques tanques derraman anualmente 1,5 millones de toneladas de petróleo en el mar (por lavado de tanques, pérdidas en los motores, accidentes). La Academia Nacional de Ciencias de los EE.UU. calculó que en 1980 se descargaron 3,3 millones de toneladas de petróleo al mar. Se recuerda que la guerra entre Irán e Irak convirtió las aguas del golfo Pérsico en una "balsa de petróleo" de 75 cm de espesor y un total de 1,5 millones de barriles de petróleo derramados. En el Perú también hay contaminación del medio marino por descarga de petróleo. La causa es que los principales puertos petroleros del Perú no tienen los servicios e instalaciones adecuadas para el embarque y desembarque de carga, especialmente de hidrocarburos. Se estima que en las costas peruanas se derraman anualmente 4 600 toneladas de petróleo. En 1984 hubo una gran mancha de petróleo frente a Ventanilla (Lima) originada por las operaciones portuarias de La Pampilla, específicamente por haber arrojado desperdicios y residuos al mar. Dicha "marea negra" causó daños en las especies marinas. Hay numerosas fuentes de contaminación. El carguero japonés Akatsuki Maru partió del puerto francés de Cherburgo el 7 de noviembre de 1992 transportando 1,7 toneladas de plutonio. Este hecho produjo gran alarma entre los países vecinos a la ruta de navío (Chile, Sudáfrica, Indonesia). Se temía que la mínima pérdida de plutonio podría causar una catástrofe ecológica inimaginable. Felizmente el viaje terminó exitosamente, pero las protestas internacionales fueron grandes. Sin embargo, las preocupaciones no han terminado, pues parece ser que este viaje forma parte de una serie que se realizará para transportar 30 toneladas de plutonio de Europa a Japón en los próximos 20 años. La calidad del agua de mar, su cuidado y conservación, son importantes desde la perspectiva de los Recursos Hidráulicos, pues el mar constituye para la costa peruana, y para otras partes del mundo, una importante fuente potencial de agua dulce, además de constituir fuente de recursos alimenticios 105

y recreativos. La explotación del petróleo en la selva también es causa de fuerte contaminación fluvial. Algunos especialistas han estimado que por cada barril procesado de petróleo se producen de dos a tres barriles de salmuera, es decir de sulfatos, bicarbonatos y cloruros, asociados a elementos como el sodio, calcio y manganeso, entre otros. Todo esto se descarga en los ríos de la Amazonía [120]. Otra causa muy importante de contaminación de los recursos hidráulicos está en las actividades vinculadas a la cocaína. En 1989, Bruce GELF, Director del Servicio Informativo y Cultural de EEUU, señalaba lo siguiente: “Los cultivadores de coca destruyen los pulmones de la tierra. En el Perú ocupan las cimas de los montes y los rocían con paraquat (un poderoso herbicida) para plantar árboles de coca... Quizá eso no parezca tan terrible, pero cuando se piensa en los ríos y en sus afluentes, se da cuenta que centenares de miles de litros de desechos tóxicos van a dar en los ríos". En un estudio publicado por CEDRO se afirma que según cálculos realizados, en 1986 se incorporaron a los ríos de la Amazonía 57 millones de litros de kerosene, 52 millones de litros de ácido sulfúrico, 16 000 toneladas de cal viva, 3 200 toneladas de carburo, 16 000 toneladas de papel y 6 400 000 litros de acetona y otra cantidad igual de tolueno. A nivel mundial preocupa el destino de los residuos atómicos. La posibilidad de verterlos a los océanos representa un gran peligro. Hace unos años la organización pacifista Green Peace denunció que Gran Bretaña pensaba deshacerse de residuos contaminados con plutonio mediante su vertido al océano. El Gobierno inglés aclaró que su intención era diferente: procederían a enterrarlos en el fondo marino disparando contenedores en forma de torpedo. De esta forma, señalaron, no infringirían las normas internacionales sobre vertidos nucleares al mar. Cuando en 1983 Gran Bretaña, Bélgica y Suiza pretendieron deshacerse de los residuos de sus centrales nucleares depositándolos en el fondo del océano Atlántico, a 700 km al sur oeste de las costas de Galicia, hubo grandes protestas tanto en España como en otras partes del mundo. Los ríos en el Perú presentan serios problemas de contaminación. Se afirma que el 90% la padece. El río Rímac es altamente preocupante. Se ha determinado que 14 plantas concentradoras de minerales descargan durante el año alrededor de 25 millones de m3 de relaves y aguas de minas que contienen importantes cantidades de plomo, zinc, cobre, plata, oro, y otras sustancias tóxicas para la salud. A todo esto se debe agregar los desagües y basuras de numerosos centro poblados e industrias diversas. Se ha determinado, por ejemplo, que el agua que se consume en Lima tiene un elevado 106

contenido de plomo, que supera los máximos permitidos, lo que es gravísimo. Tal como lo hemos señalado en el Capítulo 1, el tercer principio de la Carta Europea del Agua establece que: “Alterar la calidad del agua es perjudicar la vida del hombre y de los otros seres vivos que de ella dependen". Para los aprovechamientos agrícolas también hay problema de calidad de agua. La resistencia de los cultivos a la contaminación del agua es variable. La preservación y conservación de las aguas en el Perú están contempladas en el Título II de la Ley General de Aguas desde 1969. El artículo 22° de la Ley es sumamente claro: "Está prohibido verter o emitir cualquier residuo sólido, líquido o gaseoso que pueda contaminar las aguas, causando daños o poniendo en peligro la salud humana o el normal desarrollo de la flora o fauna o comprometiendo su empleo para otros usos. Podrá descargarse únicamente cuando: a.

Sean sometidos a los necesarios tratamientos previos;

b.

Se compruebe que las condiciones del receptor permitan los procesos naturales de purificación;

c.

Se compruebe que con su lanzamiento submarino no se causará perjuicio a otro uso; y

d.

En otros casos que autorice el Reglamento.

La Autoridad Sanitaria dictará las providencias y aplicará las medidas necesarias para el cumplimiento de la presente disposición. Si, no obstante, la contaminación fuere inevitable, podrá llegar hasta la revocación del uso de las aguas o la prohibición o la restricción de la actividad humana" [131]. En la lucha contra de contaminación, la primera tarea debe ser la prevención. "La solución consiste en evitar la contaminación en origen para que se produzca una contaminación mínima al final del proceso productivo. Esta se puede conseguir buscando una nueva fórmula para el proceso productivo, modificándolo adecuadamente, eliminando los componentes que sean fuertemente contaminantes, y reciclando al máximo los residuos producidos" [102]. Para lograr esto tenemos abundantes dispositivos legales. El Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales, promulgado el 7 de setiembre de 1990 mediante el Decreto Legislativo N° 611, contiene también importantes medidas para la protección de los cuerpos de agua.

107

Entre ellas se puede señalar las siguientes: se prohíbe la descarga de sustancias contaminantes (Art. 14°); se prohíbe verter o emitir residuos sólidos, líquidos o gaseosos u otras formas de materia, o de energía que alteren las aguas en proporción de hacer peligrosa su utilización (Art. 15°); se prohíbe que los desechos minero-metalúrgicos sean depositados en terrenos en los que exista riesgo de precipitación por fenómenos naturales y en ningún caso serán depositados a menos de 500 metros de los cuerpos de agua (Art. 63°). Se establece asimismo en dicho Código que es responsabilidad del Ministerio de Salud garantizar la calidad del agua para consumo humano y en general, para las demás actividades en que su uso sea necesario (Art. 107°); que el Estado debe fijar el destino de las aguas residuales (Art. 108°), etc, etc. Se establece asimismo en dicho Código las penas para quien contravenga las disposiciones legales vinculadas al medio ambiente, las que llegan a multas y a prisión por varios años. El nuevo Código Penal (1991) en su Título XII, Delitos contra la Seguridad Pública, establece una serie de penas para diversos delitos contra la seguridad de la población. Así por ejemplo "El que envenena, contamina o adultera aguas o sustancias alimenticias o medicinales, destinadas al consumo, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de diez años ..." (Art. 286°). "El que, infringiendo las normas sobre protección del medio ambiente, lo contamina vertiendo residuos sólidos, líquidos, gaseosos o de cualquier otra naturaleza por encima de los límites establecidos, y que causen o puedan causar perjuicio o alteración en la flora, fauna y recursos hidrobiológicos, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de tres años o con ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa. Si el agente actuó por culpa, la pena será privativa de libertad no mayor de un año o prestación de servicio comunitario de diez a treinta jornadas" (Art. 304°). "El que deposita, comercializa o vierte desechos industriales o domésticos en lugares no autorizados o sin cumplir con las normas sanitarias y de protección del medio ambiente, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años. Cuando el agente es funcionario o servidor público, la pena será no menor de uno ni mayor de tres años, e inhabilitación de uno o dos años conforme al artículo 36°, incisos 1, 2 y 4. Si el agente actuó por culpa, la pena será privativa de libertad no mayor de un año. Cuando el agente contraviene leyes, reglamentos o disposiciones establecidas y utiliza los desechos sólidos para la alimentación de animales destinados al consumo humano, la pena será no menor de dos ni mayor de cuatro años y de ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa" (Art. 307°). La Ley General de Aguas (D.L. 17752) señala en su Reglamento una clasificación de los cursos de agua en función de sus características de 108

calidad. Para cada clase se señala los topes (valores máximos permisibles) de diversas sustancias tóxicas (Plomo, Flúor, Arsénico, Selenio, etc), así como las propiedades que debe tener el agua en cuanto a color, contenido de sólidos flotantes, aceites, grasas y fenoles. Los contenidos de sustancias tóxicas se expresan como límites máximos. Así por ejemplo: el agua no debe contener más de 0,1 mg/l de plomo, o de 0,05 mg/l, según la norma de que se trate. Sin embargo, a veces ocurre que algunas normas aceptan que, ocasionalmente, se exceda el valor tope por un lapso breve. La calidad del agua para riego está definida en función de ciertos valores que no deben ser sobrepasados. Las relaciones que vinculan la calidad del agua con la producción agrícola son complejas, difíciles de obtener y sobre todo difíciles de generalizar. Los resultados obtenidos bajo ciertas condiciones no son fácilmente trasladables a otros lugares y circunstancias. La calidad de agua para riego está determinada por la cantidad y clase de cuerpos extraños que tiene en disolución. En consecuencia, puede darse que el agua proveniente de una fuente determinada sólo sea adecuada para un cierto cultivo, en un determinado suelo. Puede darse también que el uso del agua de calidad inadecuada disminuya los rendimientos, afecte o restrinja de algún modo la actividad agrícola y finalmente, puede ser que el agua no sea apta para ningún cultivo. El estudio de la calidad de agua para un fin determinado debe ser exhaustivo y debe considerar el estudio de las fuentes de contaminación. Los reglamentos establecen usualmente las cantidades tolerables de determinados elementos, pero no agotan las posibilidades de que esos elementos señalados sean los únicos. En lo que respecta al agua para riego es usual evaluar la existencia de calcio, magnesio, sodio, potasio, carbonatos, bicarbonatos, sulfatos, cloruros, nitratos, boro. Usualmente se determina la concentración total de sólidos disueltos, la proporción relativa de sodio a otros cationes, el pH y la conductividad. Sin embargo, como hemos dicho, los análisis y estudios para conocer la calidad del agua no deben ser limitativos. No hay una regla universal para definir la calidad del agua. El método que se usa para definir la calidad del agua consiste en fijar los valores máximos que puede haber de cada una de las sustancias nocivas. 109

Cuando para el riego se usa agua de mala calidad hay varios efectos indeseables: 1. 2. 3. 4. 5.

Reducción del rendimiento de los cultivos Disminución de la calidad de los productos agrícolas Daños permanentes al suelo, volviéndolo improductivo Deterioro del medio ambiente Acumulación de sustancias tóxicas en los productos agrícolas [75].

Cada requerimiento de agua tiene sus propias normas de calidad. Así por ejemplo, el agua para preparar concreto debe cumplir los requisitos exigidos por la norma ITINTEC 334.088. Las características de dicha norma han sido expuestas por Enrique RIVVA [138], quien nos señala que el agua para preparar concreto, además de cumplir con la aludida norma ITINTEC, debe ser de preferencia potable. Para preparar concreto está prohibido "el empleo de aguas ácidas, calcáreas, minerales ya sea carbonatadas o minerales; aguas provenientes de minas o relaves, aguas que contengan residuos industriales, agua con contenido de sulfatos mayor de 1%, aguas que contengan algas, materia orgánica, humus o descargas de desagües, aguas que contengan azúcares o sus derivados. Igualmente aquellas aguas que contengan porcentajes significativos de sales de sodio o de potasio disueltas, en todos aquellos casos en que la reacción álcali-agregado es posible". Se puede emplear aguas que no sean potables, pero deben estar "limpias y libres de cantidades perjudiciales de aceites, ácidos, álcalis, sales, materia orgánica u otras sustancias que pueden ser dañinas al concreto, acero de refuerzo o elementos embebidos. Al seleccionar el agua deberá recordarse que aquellas con alta concentración de sales deberán ser evitadas en la medida que no sólo pueden afectar el tiempo de fraguado, la resistencia del concreto y su estabilidad de volumen, sino que, adicionalmente, pueden originar eflorescencias o corrosión del acero de refuerzo". Es usual que la calidad del agua para un fin determinado se especifique por medio de topes. Así, para el concreto los topes son los siguientes: " Cloruros Sulfatos Sales de Magnesio Sales solubles totales pH Sólidos en suspensión Materia orgánica

300 ppm. 300 ppm. 150 ppm. 1500 ppm. mayor que 7 1500 ppm. 10 ppm. "

El tema de la calidad del agua para concreto es muy amplio, nuestra intención ha sido la de presentar algunos aspectos, como un ejemplo de los problemas de calidad ligados a un fin específico. 110

Capítulo 3 Demandas de Agua

3.1

Sobre las Demandas de Agua en General

En el capítulo precedente hemos examinado las diferentes fuentes a partir de las cuales puede disponerse de una determinada oferta de agua. Evidentemente el objetivo que perseguimos al investigar las fuentes de agua y al estudiar los recursos hidráulicos en general, es su aprovechamiento para satisfacer las demandas de agua de la sociedad. La posibilidad de disponer de agua con la calidad debida, en el momento oportuno y en el lugar preciso, es indispensable para lograr el desarrollo y el bienestar de la población. El acceso al agua en las condiciones señaladas resulta fundamental para la obtención de una mejor calidad de vida. En términos generales la demanda de agua es el requerimiento de los usuarios para satisfacer una necesidad específica. En el punto 1.3 hemos presentado los diversos usos que tiene el agua. Como puede comprenderse cada uso crea su correspondiente demanda. A su vez, la demanda puede ser presente o futura. Para los fines de un proyecto o para el planeamiento del uso de los recursos hidráulicos se debe determinar la demanda futura. Evidentemente que el concepto de demanda va asociado al de cantidad y calidad del recurso, tal como lo hemos señalado en varias oportunidades. Antes de examinar las características de cada demanda particular conviene presentar alguna información general sobre la posibilidad de lograr la satisfacción de la demanda global de una nación o de una región, desde el punto de vista de su disponibilidad, también global, de recursos hidráulicos. 111

Evidentemente que si la disponibilidad total de agua es baja, también lo será la posibilidad de satisfacer la demanda. Se ha establecido varias categorías en lo que respecta a la disponibilidad global de agua; ellas aparecen en el Cuadro 3.1 [171].

CUADRO 3.1 Disponibilidad Global de Agua Categoría I II III IV V VI VII

Cantidad de Agua (m3/hab/año)

Extremadamente baja Muy baja Baja Media Satisfactoria Alta Muy Alta

Menos de 1 000 de 1 000 a 2 000 de 2 000 a 5 000 de 5 000 a 10 000 de 10 000 a 20 000 de 20 000 a 50 000 más de 50 000

Estos valores corresponden a la disponibilidad global de agua para la satisfacción de las necesidades totales de agua, inclusive riego, si fuese necesario. La situación mundial, en los términos globales de la clasificación anterior, es la siguiente: hay unos diez países cuya disponibilidad de agua es extremadamente baja (menos de 1 000 m3/hab/año); hay unos setenta países en los que la cantidad es de 1 000 a 5 000 m3/hab/año (Categorías II y III). Pero lo más serio es que este problema se irá agravando y hacia el año 2000 serán veinte los países ubicados en la Categoría I y 100 los que tengan las Categorías II y III. Para comprender mejor las implicancias del Cuadro 3.1 mostramos en el Cuadro 3.2 la disponibilidad total de agua que se requeriría en la Tierra el año 2050, cuando la población mundial llegue a 10 000 millones, para cada una de las siete categorías de disponibilidad relativa de agua.

112

CUADRO 3.2 Requerimiento de Disponibilidad Global de Agua en el año 2050 Categoría I II III IV V VI VII

Disponibilidad (km3/año)

Extremadamente baja Muy baja Baja Media Satisfactoria Alta Muy Alta

10 000 15 000 35 000 75 000 150 000 350 000 500 000

Para poder situar en la realidad los valores del Cuadro 3.2, que corresponden a la disponibilidad global de agua requerida para cada categoría, debemos recordar que la disponibilidad de agua que nos da la escorrentía mundial es de 38 000 km3/año. Si toda esta cantidad de agua fuese aprovechable, la disponibilidad mundial per cápita sería de 3 800 m3/año, lo que nos colocaría en la Categoría III (Baja). Pero, si recordamos que sólo 14 010 km3 son aprovechables, entonces la disponibilidad mundial sería de 1 401 m3/año por habitante, lo que nos colocaría en la Categoría II (Muy baja). Como sabemos, en el mundo hay grandes desequilibrios espaciales en lo que respecta a disponibilidad de agua. Algunos valores, en metros cúbicos por año y por habitante, son los siguientes: Noruega y Canadá, 99 000; Perú, 89 000; Brasil, 71 000; la antigua Unión Soviética, 17 000; Estados Unidos, 8 300; China, 2 500 (Ver Cuadro 1.5). BALCERSKI, científico polaco, citado por LINDH, calculó que para un país europeo, cuyas demandas totales de agua dulce fuese inferiores al 5% de la escorrentía, sus posibilidades de lograr un abastecimiento total eran muy grandes. En cambio, si un país necesita utilizar entre 5 y 10% de su escorrentía total es probable que lo logre, salvo en algunas áreas, pero si los requerimientos de agua equivalen al 10 ó 20% de la escorrentía, se hace difícil cubrir la demanda, si no se recurre a grandes inversiones en proyectos hidráulicos [87].

Naturalmente que la disponibilidad global de agua es sólo un indicador general de la posibilidad de satisfacer adecuadamente las demandas de agua. Son varios los factores que habría que tener en cuenta. Hay países o regiones que llevan ventaja en lo que respecta a la distribución espacial y temporal de 113

los recursos hidráulicos. Hay que tener en cuenta, además, la naturaleza y composición de la demanda total, pues si una región requiere riego sus demandas totales serán mucho mayores que en otra región en la que los cultivos sean de secano. En España, por ejemplo, la escorrentía total, incluyendo un 20% de aguas subterráneas, es de 110 km3 por año, lo que da una disponibilidad media de 2 683 m3/hab/año. Este valor tiene que mirarse junto con el hecho de que España tiene más de 1 000 grandes presas y 2 500 pequeños lagos y lagunas, lo que facilita el aprovechamiento del agua. En el Perú tenemos alrededor de 89 000 m3/hab/año, una cifra altísima, la que, sin embargo, debe mirarse dentro de una gran distribución espacial y variación temporal. La costa, donde está más del 50% de la población, sólo tiene el 1,7% de los recursos hidráulicos superficiales del país. El problema de la determinación de las demandas y la asignación de los recursos hidráulicos para satisfacerlas no puede independizarse de la creciente escasez de agua a nivel planetario. Es decir, que la escasez tiene que llevarnos al uso racional de lo existente. "El agua de que disponemos en nuestro planeta es algo precioso y que las sociedades actuales no saben valorar", ha afirmado el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial de las Naciones Unidas (OMM). Dicha Organización ha llamado la atención acerca del "derroche existente y mala utilización de este recurso vital" y ha manifestado que pronto tendremos que saber valorar el agua "ya que la escasez de agua no será un problema aislado, sino general y repercutirá en los distintos sectores económicos, especialmente en la agricultura" y "la crisis que se avecina se traducirá en un aumento de los niveles de pobreza, y en otros casos se dispararán los índices de contaminación de las aguas como consecuencia de los vertidos de fertilizantes y productos químicos en los caudales fluviales". Vivimos en un mundo en el que la población y sus demandas de agua vienen aumentando. Pero los recursos hidráulicos con que contamos no están aumentando, sino por el contrario, están disminuyendo, principalmente por pérdida de calidad. Las demandas de agua aumentan, no sólo porque aumenta la población, sino porque aumenta el deseo de mejorar la calidad de vida, lo que implica que cada ser humano tenga más agua a su disposición. Una sociedad pobre, en un clima de condiciones duras, tiene que hacer su agricultura exclusivamente de secano, es decir, dependiendo en un alto grado de la irregularidad de las lluvias. En cambio, una sociedad opulenta hace obras de irrigación, regula la escorrentía y ejecuta otras acciones similares que implican consumo de agua. Algo similar puede decirse con respecto a la 114

satisfacción de las necesidades de agua de las ciudades. A medida que su potencialidad económica es mayor, demandan más agua. Así se tiene ciudades que consumen varios cientos de litros al día por habitante. El consumo de agua es una medida de la calidad de vida alcanzada. Pero las demandas son crecientes y la disponibilidad de agua es decreciente. Así por ejemplo, en los años cincuenta según la Organización Meteorológica Mundial (OMM) cada europeo disponía anualmente de 5 900 m3 de agua dulce, para diversos usos. En cambio hacia el año 2000 sólo dispondrá de 4 100 m3. En América Latina se pasará para el mismo periodo mencionado, de 105 000 a 28 300 m3 por año y por habitante. Algo similar ocurrirá en los otros continentes. La escasez de agua se agrava debido a los problemas creados por la contaminación. La pérdida de calidad de agua restringe, encarece o impide su uso. El cálculo racional de las demandas y el uso justificado del agua son, pues, un imperativo. ISRAELSEN ha afirmado, y debemos recordarlo, que "Ningún hombre tiene derecho a malgastar el agua que otro hombre necesita" [177]. Este aumento de las demandas de agua obliga a recurrir a todas las fuentes posibles. En el capítulo anterior hemos visto la diversidad de fuentes de agua existentes. El continuo desarrollo de proyectos de ingeniería para disponer de agua tuvo que empezar con los más fáciles y más económicos. Nos toca ahora acometer los proyectos más costosos y más difíciles. Pero no todo puede resolverse por el lado de la oferta, también debemos actuar sobre la demanda. Tiene que haber una política de manejo de las demandas compatible con la disponibilidad de recursos económicos e hidráulicos. Debe haber, pues, un uso racional del agua, en beneficio de las generaciones presentes y futuras. Debemos marchar hacia una gestión del agua. Todo esto implica un mejor uso de los recursos existentes. Hemos señalado en varias oportunidades que la disminución de la cantidad de agua disponible se viene originando, no sólo por el aumento de la población y sus mayores demandas específicas, sino por la pérdida de calidad del recurso. En 1980 el total mundial anual de aguas residuales era de 1 870 km3, de los cuales 308 km3 se producían en Europa y 440 km3 en Estados Unidos. Hacia finales del siglo XX el total de aguas residuales ascenderá a 2 300 km3 por año [171]. El problema reside en que la mayor parte de las aguas residuales se reincorpora al ciclo hidrológico, sin haber sido tratada adecuadamente. Pero, como para diluir correctamente un metro cúbico de aguas residuales no tratadas se necesita de 8 a 10 m3 de agua limpia, se concluye que la disponibi115

lidad mundial de agua no es suficiente para diluir las aguas residuales no tratadas [171]. Se sobreentiende que se trata de valores medios y de aguas residuales cuyo grado de contaminación como promedio general, sea bajo. Los conceptos y valores anteriores no son aplicables a aguas especial y altamente contaminadas, cuyos requerimientos de dilución y tratamiento suelen ser muchísimo mayores. Sin embargo, las cifras dadas muestran con toda claridad la magnitud del problema que se acerca. Hemos mencionado que cada uso del agua crea su correspondiente demanda. En consecuencia, para establecer la demanda total hay que establecer tantas demandas como usos tenga el agua. Para los efectos del Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos [133] se establecieron ocho tipos de demanda; ellos son: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8.

Demanda de agua para uso poblacional Demanda de agua para uso agropecuario Demanda de agua para uso ecológico, sanitario o biológico Demanda de agua para generación de energía eléctrica Demanda de agua para uso turístico y recreativo Demanda de agua para flujo de dilución Demanda de agua para uso pesquero Demanda de agua para lavado de sales.

Naturalmente que una relación como ésta no puede ser exhaustiva. Siempre es posible que surja algún uso adicional del agua y esto implicará la correspondiente demanda.

3.2 Concepción de la Demanda

Las disponibilidades y las demandas de agua se suelen determinar por separado. Luego se incorporan como datos de entrada para el desarrollo de un proyecto específico o para la elaboración de un Plan de Desarrollo. Aparece así el balance hidráulico, llamado también balance hidrológico. En el Glosario del Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos, el balance hidrológico, al que se le llama hídrico, se define de la siguiente manera: "Balance de entradas y salidas de aguas en una zona hidrológica bien definida, tal como una cuenca, un embalse, un lago, etc., teniendo en cuenta los cambios en el almacenamiento" [134]. 116

El balance hidráulico o hidrológico es la base para el desarrollo y la planificación de un aprovechamiento hidráulico. Los aportes de agua deben ser suficientes para satisfacer la demanda. No siempre es posible cubrir el 100% de la demanda el 100% del tiempo. Cuando la oferta es insuficiente para satisfacer la demanda se dice que el sistema tiene un déficit. No debemos perder de vista algunas particularidades de los proyectos hidráulicos que se realizan en zonas áridas o semiáridas y en países de escasos recursos económicos. Una zona es árida, etimológicamente seca, cuando el agua es la variable que controla su desarrollo [178]. En otras palabras, cuando el agua y/o el capital son factores limitantes debe haber una concepción especial de los aprovechamientos hidráulicos, en lo que respecta al establecimiento de las demandas y a su grado de satisfacción. La metodología general en los proyectos de aprovechamientos hidráulicos consiste, cuando no hay ninguna restricción especial como las antes señaladas, en el cálculo de las demandas poblacionales, agrícolas, industriales, etc. y luego en la determinación de la forma más económica de satisfacer esas demandas, a partir del inventario que se ha realizado de los recursos hidráulicos disponibles y de los proyectos respectivos. Todo esto dentro de un Plan de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos, el que a su vez debe formar parte de un Plan Nacional de Desarrollo [12]. Pero ¿cómo proceder cuando hay recursos que como el agua, el capital y el suelo pueden ser escasos? Evidentemente que entonces la norma general debe ser el ahorro, y éste debe empezar por el agua. El agua es un recurso escaso, vital y que debe usarse en concordancia con esas características. Vital no sólo es algo de suma importancia o trascendencia; es, fundamentalmente, lo que da vida. Tampoco debe usarse el agua en provecho de unos y en desmedro de otros. El agua es un bien común, pertenece a la Nación. Lo mismo podemos decir de los otros recursos naturales. Para comprender mejor lo anterior podemos plantearnos lo siguiente: ¿puede una gran ciudad con escasos recursos hidráulicos y perteneciente a un país pobre, aspirar a que se resuelva su problema de abastecimiento de agua potable de modo de satisfacer una demanda cómoda y holgadamente calculada? Si la respuesta fuese afirmativa tendríamos que admitir que otras ciudades o regiones del país se queden sin servicio de agua, sea por falta de ésta o de los medios económicos necesarios. Como esto no puede ser correcto tendremos que empezar el análisis de las demandas por señalar el concepto de que en un país pobre las demandas no deben establecerse como un lujo para satisfacer holgadamente todos los requerimientos. Debe haber una escala de satisfacción de necesidades. El suministro de agua debe ser estudiado en concordancia con la economía de la Nación [178].

117

Siguiendo esta misma línea de reflexión podríamos preguntarnos si es justo que en un país árido, en el que se realiza proyectos de riego para poder sobrevivir, las dotaciones de riego sean altas, que se pierda el agua por bajas eficiencias y que se usen métodos de riego inadecuados. Evidentemente que esto no es justo ni correcto. Si el agua es escasa, la eficiencia debe ser alta y la agricultura debe concebirse de modo de obtener el máximo beneficio del agua disponible. La comparación entre la oferta y la demanda de agua da lugar a un balance. Cuando la demanda es mayor que la oferta, es decir cuando el balance hidráulico es negativo, hay un déficit, para cuya solución tenemos dos opciones. Una de ellas es aumentar las cantidades de agua disponibles; es decir, aumentar la oferta. En el capítulo precedente hemos examinado las diversas posibilidades que pueden utilizarse para lograr este propósito. La otra opción que nos permite actuar sobre el balance es la disminución de la demanda. Utilizar el agua en lo indispensable, del modo más eficiente posible, evitar los desperdicios y cuidar su calidad debe ser nuestro objetivo. Es decir, hay que hacer un mejor uso de los recursos existentes. La escasez de agua es una realidad. En el futuro la situación será mucho más grave. La disponibilidad de agua tiene límites, también lo tienen las inversiones necesarias para aumentar la oferta mediante costosas obras de ingeniería. Ambas opciones, aumento de la oferta y la disminución de la demanda, nos interesan desde la perspectiva de los Recursos Hidráulicos. La necesidad de poner atención en las demandas es un imperativo. "El utilizar más eficazmente los recursos disponibles actualmente es una opción tan válida como la de aumentar las disponibilidades con el objetivo de alimentar la creciente población mundial, mantener el progreso económico y mejorar el nivel de vida. Usando menos agua para producir cereales, manufacturar acero y evacuar residuos por las cisternas de los aparatos sanitarios se incrementa el agua disponible para otros usos de forma tan segura como construyendo una presa o un trasvase" [105]. El uso racional de las aguas existentes será fundamental para nuestra supervivencia. Esto implica, no sólo economía en el consumo, sino preservación de la calidad del agua. La UNESCO, a través de su División de Ciencias del Agua, ha manifestado lo siguiente: "Las necesidades futuras que pueda tener la Humanidad en materia de disponibilidad de agua se podrán afrontar tal sólo mediante una comprensión inteligente y razonable del contenido que tiene el agua en el medio ambiente natural en que se encuentra; de las relaciones que hay entre el agua y la Humanidad, y de los obstáculos que existen para poder mantener una vigilancia adecuada, tanto como eficiente, que es algo que se encuentra al 118

alcance del hombre mismo, puesto que estriba en la propia naturaleza de la Humanidad". Es necesario tomar medidas que conduzcan a ahorros significativos del agua. Estos ahorros deben incluir, en el caso de la agricultura, la selección adecuada de los cultivos y del sistema de riego y la adopción de prácticas de riego, de manejo y de gestión del agua conducentes a obtener el máximo ahorro. Lo mismo debe ocurrir con el consumo poblacional. Un caso interesante desde el punto de vista de la gestión del agua es el abastecimiento hidráulico de Tarragona, España. La ley dispuso que la solución de su grave déficit de agua se resolvería con acuerdo a lo siguiente: "La cantidad de agua que se destina a mejorar el abastecimiento urbano e industrial de municipios de la provincia de Tarragona es la misma que resulte de recuperar las pérdidas que en la actualidad se producen en la infraestructura hidráulica del delta del Ebro, con un límite máximo de cuatro metros cúbicos por segundo, equivalente a 126 hm3/año" [71]. Para la recuperación de las pérdidas que ocurrían en el delta del Ebro se ejecutó un Plan de Obras de Acondicionamiento y mejora de canales. Se revistieron 259 km de antiguos canales. Los costos de estas obras fueron pagados por los beneficiarios de la concesión, sin aporte alguno del Estado. La conducción del agua del delta del Ebro a Tarragona se hizo por bombeo y un sistema de tuberías de más de 100 km de longitud. Cabe destacar que el destino del agua era tanto la población como la industria [71]. De esta manera el ahorro de convierte en fuente de agua. La existencia de grandes pérdidas de agua en los sistemas hidráulicos nos lleva a la necesidad de analizar la estructura de la demanda. Cualquiera que sea la naturaleza de la demanda se puede distinguir algunos de sus componentes genéricos: - La cantidad de agua que llega al lugar de utilización o consumo y que corresponde al requerimiento mismo. - Las pérdidas a lo largo de la conducción y distribución hasta llegar al lugar de consumo. - Las pérdidas que ocurren simultáneamente con el consumo, o en el lugar de éste. La cantidad de agua que llega al lugar de consumo o utilización debe ser la demanda neta; es la que técnicamente corresponde a la satisfacción de las necesidades. No incluye desperdicios ni pérdidas.

119

Las pérdidas a lo largo de la conducción y distribución pueden corresponder, por ejemplo, al sistema de canales o tuberías que lleva el agua desde el lugar de captación hasta el de utilización. Las pérdidas por mal uso o inadecuada aplicación ocurren en el mismo lugar del uso; pueden deberse, por ejemplo, a un exceso de riego o a un aparato sanitario en mal estado. La suma de los valores correspondientes a los tres valores antes señalados representa la demanda bruta. La relación entre la demanda neta y la demanda bruta es la eficiencia global del sistema. En el Consenso de Lima sobre los Problemas del Agua [115] hay una serie de recomendaciones con relación a la medición y proyección de la demanda de agua. Consideramos que es útil reproducirlas y aprovechar de la ocasión para hacer luego algunos comentarios sobre el concepto mismo de establecimiento y satisfacción de una demanda. Ellas son: Recomendaciones: "1) Organizar, mejorar y ampliar las estadísticas de uso y consumo de agua a base de las que llevan los servicios existentes, complementadas con censos, catastros, etc. Incorporar en los censos relativos a actividades reproductivas, información sobre fuentes de abastecimiento y volumen de agua utilizada, coeficientes de reutilización e indicadores de calidad. 2) Para el largo plazo debe partirse del uso de metodologías con modelos que incluyan la variable población y su localización, teniendo en cuenta una evaluación de la demanda del conjunto de bienes y servicios básicos que requiere esa población y que consume agua, teniendo en cuenta la tasa de fertilidad de equilibrio que permita luego analizar la estabilidad del ecosistema global y en especial el balance con los recursos naturales. 3) Incrementar considerablemente la realización de análisis retrospectivos y prospectivos, estudios comparativos dentro y fuera de los países, modelos de simulación y experiencias piloto sobre el efecto que pueden tener los instrumentos de políticas en las demandas de agua. Todo esto en el marco de planes generales que cubran los diversos sectores en la medida de su importancia, y con visión realista del grado de eficiencia técnica que ellos pueden alcanzar en el uso del agua". El documento que comentamos parece poner énfasis, para la determinación de las demandas, en la disponibilidad de datos estadísticos. Pensamos, sin embargo, que hay algo más que decir al respecto. 120

En general la determinación de las demandas corresponde a una concepción teórica completamente diferente de aquélla que se usa para la determinación de la oferta de agua. Esta última corresponde a un estudio de ingeniería, muchas veces de alto rigor científico, que se basa en datos e informaciones de campo y que utiliza técnicas de validez comprobada. Toda esta estimación se basa en datos del pasado; es, pues, esencialmente retrospectiva. El supuesto teórico general es que lo que ha ocurrido en el pasado ocurrirá en el futuro: Si la descarga media anual de un río en los últimos cien años ha sido de A m3, lo más probable es que la descarga media anual de los próximos cien años sea también A m3. En cambio, la determinación de las demandas debe corresponder, en principio, a una aproximación teórica totalmente diferente. Si bien es cierto que las proyecciones demográficas se basan en análisis de rigor científico, también lo es que el otro componente de la demanda total, la dotación per cápita, o por hectárea, es una decisión que debe tomarse a partir de consideraciones de política general dentro de un Plan Nacional de Desarrollo del que forma parte un Plan de Aprovechamientos Hidráulicos. Si se trata, por ejemplo, de desarrollar el proyecto de abastecimiento de agua potable para una ciudad, o para todo el país, dentro de un plan general, la decisión si se asigna 100, 200, 300 litros o más por día y por habitante tiene que tomarse a la luz de la información técnica, pero fundamentalmente a partir del grado de comodidad y confort, de la calidad de vida, que los planes nacionales de desarrollo consideren para la población. Algo similar podríamos decir con respecto a las demandas agrícolas; hay una parte de ellas que es prácticamente inamovible. Se trata de la evapotrans- piración. En cambio las eficiencias constituyen una variable sobre la que se puede actuar a voluntad. Si la decisión política es la de economizar agua, entonces tiene que invertirse en sistemas y métodos que permitan el ahorro. En consecuencia el que exista en un país un sistema de riego operando con bajas eficiencias no es razón suficiente para diseñar un sistema nuevo y calcular sus demandas también con bajas eficiencias. La determinación de demandas, lo que incluye las eficiencias de uso, es esencialmente prospectiva, porque mira al futuro, no al pasado, como si lo es el caso de la oferta de agua. Al respecto es importante citar unas líneas de AZPURÚA y GABALDÓN: "En la naciones en vías de desarrollo lo pretérito, más que una experiencia, es casi siempre un lastre que conforma el contexto que debe superarse a través de las profundas modificaciones que el progreso exige. De ahí que sólo partir de lo pasado y extrapolar una línea de acción, equivale a aferrarse al atraso y al estancamiento o por lo menos a una situación que por sus caracteres intrínsecos es preferible evitar. Por estas razones se considera necesario emprender la planificación recurriendo al método prospectivo para establecer un marco de 121

referencia donde la sociedad pueda desenvolverse libremente y orientar el proceso de desarrollo" [12]. Es un lugar común afirmar que la demanda poblacional debe ser prioritaria (debe ser satisfecha con prioridad) con relación a otros usos. Es natural que así sea y así lo expresa la Ley. Pero, debería ser mejor que en un país escaso de recursos se establezca que lo prioritario es la satisfacción de la demanda poblacional básica. La cantidad necesaria para cubrir las necesidades fundamentales es absolutamente prioritaria. Pero, todo lo que se otorga por encima y que está encaminado a obtener una holgada dotación o a tener un sistema que pueda ser operado "cómodamente", sobre la base de grandes pérdidas, no tiene por que ser prioritario. Recientemente se publicó un estudio conteniendo amplia información acerca de la demanda y el consumo de agua a nivel mundial, según sus principales usos, para el periodo 1900-2000. SHIKLOMANOV señala que para dicho estudio se utilizó datos de 26 regiones del mundo. Se trabajó con datos provenientes de la tasa de desarrollo económico, demografía y climatología [171]. Sus resultados, resumidos en cuanto a demandas, se muestran en el Cuadro 3.3. Son numerosas las conclusiones que pueden obtenerse a partir del análisis de los resultados de dicho estudio. En este punto nos interesa subrayar una de ellas. Tanto en Estados Unidos, como en la antigua Unión Soviética, el consumo de agua en las últimas décadas no ha crecido tanto como se esperaba. "El enfoque de la gestión del agua ha cambiado radicalmente en los Estados Unidos de América haciéndose gran hincapié en las tecnologías que ahorran agua, en la reutilización, en el empleo del agua del mar, en la sustitución de prácticas extensivas por otras intensivas y en métodos polivalentes de gestión del agua". "En la URSS se observan tendencias similares: en tanto que en 1960-1970 se había previsto un consumo anual de 600-700 km3, a finales de siglo, según cálculos recientes, no habrá de sobrepasar los 400-450 km3. Debe observarse que, al igual que en Estados Unidos de América, en algunos países de Europa Occidental (los Países Bajos, Suecia, el Reino Unido), el consumo de agua no ha aumentando desde los años setenta, con ligera tendencia a la disminución estimada para finales de siglo" [171]. Sin embargo, a nivel mundial, la demanda sigue creciendo. El año 2000 la demanda mundial de agua dulce será de 5 190 km3 por año. De esta canti- dad, el 56% (2 900 km3 por año) constituirá pérdidas de agua irrecuperables. Según el estudio de SHIKLOMANOV en la actualidad el 65% del agua consumida y el 87% de las pérdidas del agua irrecuperables se deben al riego.

122

CUADRO 3.3 Demanda Mundial de Agua, según los distintos usos a que se destine

[171]

Usuarios del agua

1900

1940

1950

1960

1970

1980

1990

2000

Superficies regadas (Mha)

47,3

75,8

101

142

173

217

272

347

Agricultura A B

525 409

893 679

1 130 859

1 550 1 180

1 850 1 400

2 290 1 730

2 680 (68,9) 2 050 (88,7)

3 250 (62,6) 2 500 (86,2)

Industria A B

37,2 3,5

124 9,7

178 14,5

330 24,9

540 38,0

710 61,9

973 (21,4) 88,5 (3,1)

1 280 (24,7) 117 (4,0)

Suministro a Ciudades A B

16,1 4,0

36,3 9,0

52,0 14

82,0 20,3

130 29,2

200 41,1

300 (6,1) 52,4 (2,1)

441 (8,5) 64,5 (2,2)

Embalses A B

0,3 0,3

3,7 3,7

6,5 6,5

23,0 23,0

66,0 66,0

120 120

170 (3,6) 170 (6,1)

220 (4,2) 220 (7,6)

Total A B

579 417

1 060 701

1 360 894

1 990 1 250

2 590 1 540

3 320 1 950

4 130 (100) 2 360 (100)

5 190 (100) 2 900 (100)

A, Consumo total de agua; y B, Pérdidas de agua irrecuperables. Valores dados en km3/año; números entre paréntesis indican porcentaje 123

Según estudios efectuados por ONERN, en 1984, en el Perú se usaba anualmente 22 000 millones de m3 de agua (22 km3). Esto significa aproxima- damente el 1% de nuestros recursos hidráulicos superficiales. Del total señalado, 15 000 millones de m3, o sea, alrededor del 68%, corresponden a usos consuntivos: agrícola (91,9%), poblacional (5,9%), minero (0,8%), industrial (1%), y pecuario (0,4%). El 32% restante del total, o sea 7 000 millones de m3, corresponde a usos no consuntivos (hidroelectricidad). De los 900 millones de m3 de agua estimados como uso poblacional, el 85% corres- ponde al medio urbano y la diferencia al rural. La demanda es un requerimiento de agua para un uso determinado. Generalmente se expresa como una cantidad. Así por ejemplo, se estima que la demanda poblacional de la Gran Lima será de 44 m3/s el año 2000 o que la demanda de agua para riego del Proyecto Jequetepeque-Zaña, en su máximo desarrollo, será de 1 193 millones de metros cúbicos por año (38 m3/s). Sin embargo, la demanda tiene por lo menos dos elementos adicionales. Uno de ellos se refiere a la variación temporal. En general, las demandas de agua de un sistema, salvo excepciones, no son constantes, sino que varían a lo largo del tiempo. En el abastecimiento de agua poblacional hay variaciones diarias y estacionales, las que sin embargo no son muy grandes. En una publicación alemana [59] se señala la distribución mensual de la demanda poblacional, como porcentaje del promedio mensual (demanda media mensual). Los valores son los siguientes:

ENE

FEB

82

80

MAR ABR MAY 87

92

108

JUN

JUL

AGO

SET

OCT

NOV

DIC

120

123

123

112

101

90

82

Se observa que la demanda poblacional aumenta en el verano (en este ejemplo del hemisferio norte). En la misma publicación se señala que hay también una variación horaria de la demanda: hay un consumo mínimo entre 3 y 4 de la mañana y dos máximos, uno al mediodía y el otro entre las 18:00 y las 20:00 horas. En Lima, por el contrario, las variaciones son muy pequeñas. La variación mensual es del orden del 5%, según informó en su oportunidad la antigua Empresa de Saneamiento de Lima (ESAL). En los proyectos de riego hay una fuerte variación mensual en función del clima, del Plan de Cultivos y de las necesidades de las plantas. Los requerimientos mensuales que se calcularon para el proyecto Jequetepeque-Zaña 124

son los que se señalan a continuación, en millones de metros cúbicos por mes y en porcentaje con respecto a la demanda media mensual [167].

ENE FEB MAR ABR MAY 144 145

150 151

134 135

111 112

94 95

JUN

JUL

AGO

SET

OCT

NOV

DIC

58 58

63 63

76 76

65 65

95 96

105 106

98 99

Se observa que la máxima demanda mensual (febrero) es casi el triple de la mínima demanda mensual (junio). Las demandas para generación de energía hidroeléctrica también tienen fluctuaciones que dependen de la demanda de energía de los usuarios. Así, si una central hidroeléctrica es de punta requerirá durante algunas horas al día una mayor cantidad de agua. Otro elemento característico de la demanda es la calidad del agua. En general el usuario requiere una cierta cantidad de agua, en un momento determinado, con algunos requisitos sobre la calidad. Adicionalmente, la demanda debe ser satisfecha en un lugar específico. A menudo hay también exigencias de costo. Los requerimientos de calidad del agua se establecen, según hemos visto, mediante topes en el contenido de elementos extraños según cada uso. La definición de calidad del agua depende, pues, del objetivo a que se destine el agua, es decir, del uso. La proyección de la demanda está ligada tanto al aumento de la población como al mejoramiento de sus condiciones de vida. En consecuencia, luego de esta introducción general al estudio de las demandas, presentaremos algún informe demográfico. Luego examinaremos las diferentes demandas y pérdidas de los sistemas.

125

3.3 Aumento de la Población La población mundial viene creciendo incesantemente y de un modo cada vez más acelerado. Se estima que en la Edad de Piedra, hace unos 10 000 años, la población del planeta era de un millón de habitantes, según unos autores, o de cinco millones según otros. En la época del nacimiento de Cristo la población mundial bordeaba los 250 millones. Cuando Colón llegó a América la población de la Tierra era de 430 millones. Es decir que en 1 500 años la población mundial no llegó a duplicarse. Sin embargo, en la época de la Revolución Francesa ya era de 890 millones y cuando empezó la Era Atómica, hacia 1944, llegábamos a 3 000 millones. Estimaciones recientes del Fondo de Población de las Naciones Unidas señalan que la población mundial registrará en las próximas décadas el crecimiento más rápido de la historia y que llegará el año 2050 a los 10 000 millones de seres humanos. En la actualidad se calcula que la población mundial es de 5 500 millones. Las estimaciones para el año 2000 son impresionantes. La población mundial llegará a 6 198 millones de habitantes y el ritmo de crecimiento anual será de 1,6%, es decir, unos 100 millones de nuevos seres humanos por año. Del total señalado, el 20% (1 240 millones), estará en los países desarrollados y su ritmo de crecimiento anual será de 0,5%; el 80% restante (4 958 millones), estará en los países subdesarrollados y su ritmo de crecimiento será de 1,8 % anual. Vale recordar que en 1950 el ritmo de crecimiento anual era de 0,8% y que éste era casi igual en los países desarrollados y en los subdesarrollados. Decíamos que el crecimiento mundial de población es acelerado, esto significa que cada vez se crece más rápidamente. En el Cuadro 3.4 se aprecia la relación entre los incrementos de cada mil millones de habitantes y las fechas respectivas. Este rápido crecimiento de la población es preocupante, ya que la mayor parte del incremento poblacional antes señalado ocurrirá en los países subdesarrollados. América Latina es actualmente la cuarta región más poblada del mundo con 448 millones de habitantes. Para el año 2025 América Latina alcanzará los 757 millones y el Perú llegará a los 37 millones de habitantes.

126

CUADRO 3.4 Crecimiento de la Población Mundial Población (en millones)

Año

1 000 2 000 3 000 4 000 5 000 6 000

1820 1930 1950 1975 1985 2000

Según el censo del 11 de julio de 1993 la población del Perú es de 22 128 466 habitantes. Esta cifra significa que en 12 años nuestra población ha aumentado en más de 5 millones. El crecimiento anual medio del periodo intercensal (1981-1993) ha sido de 2,2%. La densidad poblacional media resulta ser 17,2 habitantes por kilómetro cuadrado. En los últimos cincuenta años la población del Perú se ha triplicado. El censo de 1940 encontró un poco más de 7 millones de habitantes. El aumento ocurrido de 15 millones de habitantes en cincuenta años es algo muy grande. El año 2000 seremos 28 millones, lo que a su vez significará que en sesenta años se habrá cuadruplicado la población del país. Estamos creciendo a un ritmo medio de 500 000 habitantes por año; o sea, más de 40 000 nuevos habitantes cada mes. A esta creciente población hay que darle alimentación, trabajo y servicios. Pensemos tan sólo en el esfuerzo inmenso que habría que hacer para dotar de agua potable a 500 000 personas al año, y, además, satisfacer el enorme déficit existente. Una de las características más notables del aumento de la población es el incremento de la población urbana con respecto a la rural. Cada vez la gente tiende a vivir en ciudades en mayor proporción. Hay una tendencia a abandonar el campo. En el Perú el 70,4% de la población es urbana. Los problemas de abastecimiento de agua a las ciudades tienen mucho que ver con el vertiginoso crecimiento de sus poblaciones. Este tema ha sido analizado, entre otros, por LINDH, quien nos da información estadística sumamente valiosa sobre el rápido crecimiento de los centros poblados. Al empezar el siglo XX no había ninguna ciudad cuya población llegase a los cinco millones de habitantes; pero cincuenta años más tarde ya había seis. En 1980 había veintiséis y hacia fin de siglo habrá sesenta ciudades que 127

pasarán de los cinco millones de habitantes. Se calcula que el año 2025 habrá noventa ciudades en esa condición [88]. Hay, pues, un crecimiento extraordinario de las ciudades, las que en el Tercer Mundo constituyen propiamente aglomeraciones urbanas. El área periférica de las grandes ciudades constituye un problema de abastecimiento de agua que no ha sido resuelto. La tendencia a convertir el abastecimiento de agua de las grandes ciudades del tercer mundo en una actividad empresarial privada, la que obviamente debe ser rentable, abre un gran interrogante acerca de como se dará agua a los barrios de la ciudad cuyos pobladores no tienen capacidad de pago. Un autor nos recuerda que alguna vez Bernard Shaw exclamó a propósito de Londres, que "no podía haber tanta agua para tanta gente" y Paul Norand refiriéndose a Nueva York señaló que la ciudad "devoraba todas las posibilidades humanas" [62]. Este rapidísimo crecimiento ha traído multitud de problemas en las ciudades del tercer mundo, en las que los medios económicos son insuficientes para afrontar el reto de dar servicios públicos, de agua en nuestro caso, a esas poblaciones crecientes. Se ha afirmado que "todas las grandes metrópolis han crecido en el último siglo a tasas superiores al crecimiento vegetativo nacional, a costa de migraciones internas y/o externas, afectando el equilibrio entre las regiones de cada país producto del desplazamiento poblacional" [42]. El rápido crecimiento de las ciudades forma parte de un fenómeno mucho más amplio, que es la desruralización: la emigración del campo a la ciudad. Este fenómeno tiene mucho que ver con los recursos hidráulicos. El abandono del campo no es sólo un fenómeno social o económico. Es mucho más amplio y profundo. Forma parte de una nueva concepción del mundo y de la vida. En el antiguo Perú, las andenerías, hoy casi totalmente abandonadas, no eran sólo una forma de cultivar; eran un modo de vida, una identificación del hombre con la Naturaleza. Nuestra sociedad actual es cada vez más urbana y menos rural. El 80% de la población del Brasil vive en ciudades, pero la tercera parte de estos habitantes urbanos vive en favelas. En el Cuadro 3.5 se muestra como ha venido aumentando en varios países latinoamericanos la población urbana expresada como un porcentaje de la población total. En América Latina, por ejemplo, los retos del desarrollo son tremendos. Ciudad de México incrementó su población en catorce millones de habitantes en cincuenta años. En cambio París, requirió el doble de tiempo para aumentar su población en dos y medio millones de habitantes [88]. Es decir que en México la población creció once veces más rápidamente que en París. "Se ha afirmado que el costo que supone la existencia de México D.F. puede ser mayor que el de su contribución al país en bienes y servicios; y que lo que fue en un tiempo locomotora económica del país se está convirtiendo en sangría financiera.

128

Atendiendo en concreto el sector hídrico también se puede percibir la situación excepcional de México D.F. al considerar que sus habitantes no pagan sino el 20% de lo que cuesta realmente el suministro de agua. Así, pues, el agua que se suministra a la ciudad tiene que ser subvencionada, lo que significa que se han modificado deliberadamente las prioridades y que se está impidiendo un aprovechamiento más ordenado del agua en favor de otras finalidades" [88].

CUADRO 3.5 Población Urbana de Algunos Países de Latinoamérica Expresada como Porcentaje de su Población Total [174] País

1960

1970

1975

1980

1985

1990

Argentina

73,6

78,4

80,6

82,7

84,6

86,2

Brasil

44,9

55,8

61,8

67,5

72,7

76,9

Costa Rica

36,6

39,7

42,2

46,0

49,8

53,6

Guatemala

33,0

35,7

37,0

38,5

40,0

42,0

Guyana

30,0

29,5

29,6

30,5

32,2

34,6

México

50,7

59,0

62,8

66,4

69,6

72,6

Venezuela

66,6

72,4

77,9

83,3

87,6

90,5

El Gran Buenos Aires tiene más de 2 500 km2 y 11 millones de habitantes; es una de las diez ciudades más grandes del mundo. Su densidad habitacional resulta ser de 44 hab/ha. En cambio Lima, con una población estimada de 7 millones de habitantes y una extensión de 55 000 ha tiene una densidad de 127 hab/ha. En Buenos Aires hay tres millones de personas que viven en lo que se llama el Distrito Federal y sus alrededores, y 8 millones viven en la zona periférica. El Distrito Federal está servido al 100%, pero la zona periférica tiene agua sólo en un 50% y desagües en un 30% [62]. Debe recordarse que Buenos Aires está a orillas del Río de la Plata, formado por la confluencia de los ríos Paraná y Uruguay, que tiene frente a la ciudad su zona más angosta, que es de 50 km de ancho. Sólo el río Amazonas es más caudaloso que el Río de la Plata, en América del Sur. Esto nos demuestra que hay enormes problemas vinculados al abastecimiento de agua a pesar de estar cerca de una fuente de agua.

129

Poco antes de la guerra con Chile la población del Perú era de 2 670 000 habitantes y Lima tenía 100 000 habitantes, es decir, el 3,7%. En los años cuarenta, Lima tenía 9% de la población del país. Al iniciarse la década de los ochenta ya la proporción había subido al 25% y en la actualidad se calcula que la Gran Lima es casi el 30% de la población nacional. En el Cuadro 3.6 y en la Figura 3.1 elaborados por Edgardo QUINTANILLA, se muestra la evolución de la población del Perú y de Lima Metropolitana, así como los índices de crecimiento. Las estimaciones a largo plazo indican que la población peruana podría llegar a estabilizarse hacia el año 2075 en 54 millones de habitantes, aunque otras investigaciones señalan que la estabilización se produciría hacia el año 2050 en 44 millones de habitantes [128]. CUADRO 3.6 Población del Perú y de Lima Metropolitana Población (miles)

Porcentaje Lima/País

Año

Total País

Lima

1876 1931 1940 1961 1972 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000

2 670 5 104 6 208 9 907 13 538 17 295 17 762 18 220 18 707 19 198 19 698 20 207 20 727 21 256 21 791 22 332 22 880 23 453 23 996 24 560 25 123 25 687 26 253 26 821 27 387 27 952

100 374 520 1 836 3 295

3,82% 7,33% 8,38% 18,63% 24,39%

4 608

25,94%

[128]

Índice de Crecimiento Total País

5 524

6 118 6 268 6 420 6 572 6 725 6 877

27,40% 27,40% 27,37% 27,39% 27,38% 27,37%

7 620

27,26% 130

100 191 233 371 507 648 665 682 701 719 738 757 776 796 816 836 857 878 899 920 941 962 983 1 005 1 026 1 047

Lima 100 367 510 1 810 3 237 4 518

5 998 6 145 6 294 6 443 6 593 6 742

7 471

131

El aumento de la población en el mundo en general y en el Perú en particular, tiene que estar presente en nuestras mentes para comprender mejor los problemas del agua. El abastecimiento de agua se vuelve difícil cuando la población crece. Los problemas por resolver son cada vez mayores, más difíciles y más costosos. Pero no sólo están aumentando las necesidades de agua por aumento de la población, sino por la legítima aspiración que tiene cada hombre de alcanzar mejores condiciones de vida. El agua, lo hemos visto, es fundamental para nuestras vidas. Si no disponemos de agua en condiciones adecuadas no podrá mejorar nuestra calidad de vida. Hemos dado algunos valores sobre el crecimiento vertiginoso de la población mundial en las últimas décadas. En el Cuadro 3.7 se muestra la evolución de la población mundial en el periodo 1965-2000 y se distingue entre la población urbana y la rural, tanto en las regiones desarrolladas como en las subdesarrolladas.

CUADRO 3.7 Evolución de la Población Mundial (Urbana y Rural) Entre 1965 y el año 2000 [65] Año 1965

1970

1980

1990

2000

Población urbana (millones) Total del mundo Regiones más adelantadas Regiones menos adelantadas

1158 651 507

1 352 717 635

1 854 864 990

2 517 1 021 1 496

3 329 1 174 2 155

Población rural (millones) Total del mundo Regiones más adelantadas Regiones menos adelantadas

2131 386 1745

2 284 374 1910

2 614 347 2 267

2 939 316 2 623

3 186 280 2 906

De la información proporcionada se deduce que en 1965, a nivel mundial, la población urbana era el 35% del total y en el año 2000 será el 51%. Estas cifras demuestran la intensidad de la desruralización mundial. Así mismo se observa que en 1965 la población en las regiones menos adelantadas, es decir en los países subdesarrollados, era el 68% del total mundial, en tanto que el año 2000 será el 78%. Vemos acá el proceso creciente de empobrecimiento. 132

Según una publicación de Naciones Unidas World Population Trends and Prospectus la población mundial, vista desde el punto de vista de su distribución y evolución en regiones desarrolladas y subdesarrolladas, es la que aparece en el Cuadro 3.8.

CUADRO 3.8 Evolución de la Población Mundial en Zonas de Diferentes Grados de Desarrollo a lo largo del Siglo XX *

Regiones Desarrolladas Regiones Subdesarrolladas Total *

1900

1950

1975

2000

561 1089 (66%)

832 1681 (67%)

1093 2940 (73%)

1272 4926 (79%)

1 650

2 513

4 033

6 198

En millones

En el Cuadro 3.8 hemos agregado un porcentaje que corresponde a aquél de la población de los países subdesarrollados con respecto a la población mundial. Como puede verse dicho porcentaje es creciente.

3.4 Pérdidas de Agua en los Sistemas Hidráulicos El tema de la cuantificación de las pérdidas de agua en la operación de los sistemas hidráulicos suele ser importante por las magnitudes que en muchos alcanzan. En un sistema de abastecimiento de agua las pérdidas pueden ser, por ejemplo, del orden del 50% lo que significa que la mitad del agua entregada no se emplea en el fin buscado. La eficiencia del uso del agua se define como la relación entre la cantidad de agua usada y la suministrada. La diferencia entre ambas es una pérdida. Para comprender mejor el tema de las pérdidas, éstas deben ser clasificadas en dos grandes grupos: i) pérdidas con respecto a los objetivos de un proyecto específico de abastecimiento de agua, es decir, pérdidas relativas, y ii) pérdidas absolutas, entendiendo como tales las pérdidas de agua no recuperables. Las primeras corresponden a lo siguiente: si consideramos y distribuimos agua para un fin específico, por ejemplo abastecimiento de agua para una ciudad, y una parte del agua se pierde por fugas en el sistema de conducción y distribución y esta agua se infiltra en el subsuelo y alimenta la 133

napa freática, entonces es una pérdida relativa, con respecto al sistema, al proyecto específico de abastecimiento de agua, pero no es necesariamente una pérdida absoluta porque esa agua puede recuperarse. El segundo grupo de pérdidas corresponde, por ejemplo, al agua que se evapora, o se infiltra a gran profundidad, o aparece en un lugar en el que ya no es posible su utilización. Se trata, entonces, de una pérdida absoluta. Es cierto, sin embargo, que en función del ciclo hidrológico el agua no se pierde y se incorpora a las reservas hidráulicas del planeta, pero ya se perdió el significado que podía haber tenido para la satisfacción de las necesidades de un proyecto o de una región específica. Así por ejemplo, en el abastecimiento de agua de Lima hay importantes pérdidas en la redes. Estas pérdidas se infiltran en el subsuelo y contribuyen a recargar el agua subterránea. Si bien es cierto que en el ejemplo descrito el uso del agua en el sistema no es eficiente, también lo es que el agua no se pierde. En todo caso se trata de una pérdida relativa. Hace muchos años había en el área de lo que ahora es Lima Metropolitana grandes áreas de cultivo; el exceso de riego contribuía a alimentar la napa subterránea. En cambio hay otro tipo de pérdidas en un sistema de abastecimiento de agua potable, como las que se originan en un mal funcionamiento de los aparatos sanitarios. Esta agua se va a los desagües y es una pérdida absoluta del sistema. Naturalmente que en cualquier caso el concepto de pérdida está asociado al costo del agua y a su escasez. Si el agua no costase nada y estuviese en abundancia, entonces el concepto de pérdida no sería útil. Las pérdidas que ocurren en un sistema de conducción y distribución de agua de riego pueden aparecer como agua de retorno o de recuperación. Su posibilidad de utilización depende del lugar. Si el exceso de agua retorna al río, aguas arriba de algún lugar de aprovechamiento, entonces el agua no se ha perdido. Pero, si retorna aguas abajo del último punto de captación, o si retorna al mar, entonces esa agua se ha perdido. Otro importante aspecto para evaluar una pérdida de agua es considerar si ésta pérdida implica deterioro de la calidad. El agua perdida puede ser físicamente recuperable, pero su calidad puede haber sufrido tanto que ya no sea posible usarla, por lo menos sin un costo adicional importante. En general las pérdidas pueden originarse en dos circunstancias diferentes: i) en la concepción del sistema y ii) en la forma de operación.

134

Un sistema de riego sin revestir tiene más pérdidas que uno revestido, un sistema de riego deficientemente concebido tiene pérdidas importantes, un aparato sanitario mal diseñado o inapropiado tiene pérdidas grandes. De otro lado, un canal, un sistema de riego o un aparato sanitario, perfectamente concebidos pueden tener pérdidas importantes por operación defectuosa. Por lo tanto, las pérdidas de agua se deben a un mal diseño o a una mala operación. De uno u otro modo se trata de un mal manejo del recurso. La magnitud de las pérdidas se debe determinar experimentalmente, mediante mediciones en sistemas que estén funcionando. En el Perú no tenemos mediciones sistemáticas de las pérdidas de agua en los sistemas de abastecimiento. El estudio y evaluación de las pérdidas que ocurren en los sistemas resulta ser fundamental para el estudio de las demandas. Las demandas no deberían estar exageradamente aumentadas por la existencia de pérdidas cuya ocurrencia podría evitarse. El manejo correcto del agua es preocupación permanente de instituciones y autoridades vinculadas a los Recursos Hidráulicos. Así, en el Consenso de Lima sobre los Problemas del Agua [115] hay varias recomendaciones para mejorar la eficiencia del uso del agua. Dichas recomendaciones se originan en dos conclusiones: "1.En muchas zonas de la Región (conformada por Latinoamérica y el Caribe) se aprecia derroche y uso excesivo de agua en relación a las necesidades efectivas. 2. El agua es un recurso limitado y valioso cuyo uso debe ser ordenado con miras a obtener el mayor bienestar nacional posible y su aprovechamiento exige, por lo general, inversiones relativamente grandes" Las recomendaciones fueron las siguientes: "1.Investigar tasas apropiadas de uso de agua en los diversos sectores y promover su efectiva aplicación. 2. Aplicar sistemas de tarifas con tasas diferenciales, que reflejen el costo real del agua y de no ser ello posible racionalizar y hacer explícitos los subsidios. En todo caso aplicar incentivos que eleven la eficiencia en el uso de ella y hacer mediciones para detectar fugas en las redes de distribución. 3. Aplicar en lo posible controles en la descarga de contaminantes a los cuerpos de agua mediante gravámenes, prohibiciones, permisos, etc. 4. Aplicar regímenes punitivos claros y con adecuado poder de conminación y sanción. 135

5. Promover mediante incentivos adecuados la modernización de los sistemas de purificación de aguas servidas así como la adopción de tecnologías menos contaminantes. 6. Alentar en las actividades productivas la aplicación de tecnologías con bajo consumo de agua, así como la reutilización de ella. 7. Establecer cursos y seminarios con orientación práctica para los administradores y usuarios del agua". En marzo de 1990 se realizó en el Colegio de Ingenieros del Perú el Fórum Agua para Lima, al que nos hemos referido anteriormente. El Fórum tuvo dos objetivos: crear conciencia sobre la grave situación de crisis de abastecimiento de agua potable de Lima y debatir y proponer las soluciones más adecuadas para el abastecimiento de agua a Lima, en el corto y mediano plazo. Dentro de las recomendaciones a corto plazo de dicho Fórum estuvieron las relativas a la reducción de la demanda. Ellas fueron: 1.

Programa de instalación masiva de medidores.

2. Programa de detección y reparación de fugas en la red de suministro. 3.

Programa de remodelación de parques y jardines, de acuerdo a la realidad hídrica de escasez.

4.

Programa de normalización y control de calidad en la fabricación de grifería, sanitarios y tuberías.

5.

Continuar con la campaña de divulgación y educación y control de pérdidas al interior de los edificios y viviendas.

Durante el Fórum manifestamos lo siguiente: “Nos encontramos frente a un problema generalizado de dispendio; esto es evidente a todas luces, aunque pudiera haber alguna duda acerca de su verdadera magnitud. Pero, en principio, creo que está suficientemente demostrado que no se economiza el agua. Siendo el agua un recurso escaso, debe economizarse y esto tendría que llevarnos a una concepción económica y social totalmente diferente del reparto de agua en Lima. No es posible continuar con la situación injusta de que una parte de la ciudad tenga abundante agua para usar y desperdiciar y otra parte de la ciudad no tenga agua, sino en muy pequeña cantidad y a un costo muy alto. Esto, no solamente por la escasez de agua, sino por la injusticia en su distribución, tiene que corregirse, independientemente de la realización de cualquier proyecto de abastecimiento de agua para la ciudad. Ya se ha mostrado algunos caminos, como el control de los sistemas de distribución, el control del uso dentro de las casas, pero principalmente tendrá que ser el control del precio". 136

3.5 Demanda de Agua para Uso Poblacional La satisfacción de la demanda de agua para uso poblacional es fundamental para la supervivencia humana. Muchos de los problemas vinculados al abastecimiento de agua de la población están presentados en varios capítulos de este libro, pues se trata de un tema de gran importancia e interés nacional. Es indispensable su análisis desde la perspectiva de los Recursos Hidráulicos, pues está estrechamente vinculado con la calidad de vida de la población. En muchas partes del mundo, y de nuestro país, la diferencia entre disponer de agua y alcantarillado o no, puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Las tres cuartas partes de la población rural mundial carecen de servicios de agua potable. La carencia de los servicios fundamentales de agua potable y alcantarillado trae como consecuencia la propagación de diversas enfermedades. El notable incremento de las enfermedades infectocontagiosas ocurrido en los últimos años en nuestro país y la impostergable necesidad de dar a la población mejores condiciones de vida hacen imperiosa la necesidad de un Plan Nacional de Agua Potable y Alcantarillado, debidamente coordinado con otros aspectos del desarrollo. Según un informe del Banco Mundial, en el Perú el 50% de los hogares no tiene agua potable y el 35% no tiene agua potable ni alcantarillado. El 64% de los locales escolares no tiene los servicios básicos de agua, alcantarillado y energía eléctrica. En Lima cerca del 40% de la población no tiene acceso a las redes de agua potable. Este porcentaje de la población usa agua transportada en camiones cisterna y paga elevados precios por el metro cúbico de agua; en cambio en los barrios residenciales el uso de agua es generalmente irrestricto (sin medidor) por menos de quince dólares al mes. Para poder estudiar las demandas de agua es necesario establecer algunas definiciones. Las definiciones son útiles para un fin específico y muchas veces forman parte del planteamiento del problema. Las definiciones corresponden al significado con el que una palabra opera en un contexto determinado. Las definiciones no pueden adivinarse o intuirse, deben ser establecidas convencionalmente y ser conocidas por todos. De esta manera nos evitaremos discusiones inútiles acerca de si, por ejemplo, la demanda poblacional incluye o no tal componente. A continuación, y con la salvedad anterior, examinaremos genéricamente las clases usuales de demandas poblacionales. La demanda poblacional es de dos clases: una es urbana y la otra es del medio rural. Para los efectos del Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos se consideró como medio urbano las ciudades de más de 20 000 137

habitantes; sin embargo, se hizo la salvedad de que este límite era provisional y dependía de los análisis y estudios que debían hacerse durante la elaboración del Plan. La demanda urbana tiene tres componentes: uso doméstico, municipal e industrial-urbano. El abastecimiento de agua a cada ciudad tiene sus propias características. En general se debe tener presente que por razones prácticas la demanda urbana corresponde no sólo a las necesidades domésticas de la población, (beber, lavar, higiene, operación de aparatos sanitarios, etc., en viviendas, oficinas, hoteles; mantenimiento de los jardines privados relacionados con las formas de habitación antes descritas) sino también a todo aquello que tiene que ser abastecido desde la misma red, como por ejemplo algunas industrias. Para la determinación de la demanda poblacional de uso doméstico hay que tener en cuenta dos factores: el número de habitantes servidos y la dotación per cápita. El número de habitantes debe calcularse a futuro, de acuerdo a las características del proyecto o del Plan. Se piensa usualmente en periodos de veinte, treinta o más años, según cada caso. A partir de los datos estadísticos y demográficos y de la población actual se determina la tasa de crecimiento poblacional, dentro de una proyección de la población urbana regional que incluya los resultados del análisis de migración interna. Cada país tiene su información estadística y demográfica. En algunas oportunidades puede ser muy cuidadosa y confiable; en otras, no. De acá que al elaborar un proyecto o un Plan, haya que hacer estimaciones bajo diferentes supuestos de crecimiento demográfico y llegar así a un límite superior y a uno inferior. Para los efectos del proyecto o del Plan debe escogerse un valor, el que puede ser intermedio. Para ilustrar este punto vamos a presentar los resultados del estudio demográfico efectuado como parte del proyecto Trasvase Mantaro para el abastecimiento de Lima Metropolitana. El referido estudio, realizado por una firma consultora británica en 1979, fue publicado en 1981 [17]. En aquella oportunidad el estudio partió de los datos del censo de 1972, que había dado a Lima Metropolitana una población de 3,3 millones. A fin de calcular la población que tendría Lima el año 2000 el estudio consideró tres proyecciones a partir de los datos históricos de fertilidad, mortalidad y migración interna. Las tres proyecciones corresponden a un crecimiento alto, a un crecimiento bajo y a un valor intermedio, que es el valor de diseño que se adoptó para el proyecto. 138

La proyección del crecimiento alto supuso una lenta disminución en la tasa de fertilidad y un mantenimiento del ritmo de migración interna. De esta manera el estudio obtuvo una proyección que hasta 1990 equivalía al 5,5% de crecimiento anual compuesto, que fue la Tasa de Crecimiento Poblacional en el periodo intercensal de 1961 - 1972. A partir de 1990 el ritmo de crecimiento declinaría gradualmente hasta llegar a 4,5% hacia el final del siglo. De esta manera la población de Lima el año 2000 sería de 13,5 millones. La proyección de crecimiento bajo supuso una importante disminución de la tasa de fertilidad y de la migración provinciana. Se supuso una gradual disminución del ritmo de crecimiento anual desde 5,5% hasta 1,8% hacia el fin de siglo. De esta manera la población de Lima el año 2000 sería de casi 7 millones. Para los fines del proyecto se escogió una proyección intermedia, con la que el año 2000 la población de Lima Metropolitana sería de 10,28 millones. Esta proyección fue muy parecida a la efectuada por la Oficina Nacional de Estadística (ONE). En la Figura 3.2 se muestra las Proyecciones Demográficas de la Gran Lima tal como aparecen en la referencia [17]. Calculada la población de acuerdo al horizonte que nos hayamos trazado, debe determinarse la dotación per cápita. Esta dotación no puede determinarse aisladamente de la realidad del país. Su determinación debe guardar correspondencia con lo que los planificadores llaman imagen-objetivo. En el documento de bases para la formulación del Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos se señala lo siguiente: "En cuanto a la metodología que debe seguirse, tiene que partir razonablemente de las condiciones específicas de cada país en cuanto a la disponibilidad, en cantidad y calidad, de recursos humanos y recursos naturales, así como en cuanto a su capacidad financiera; y, por otra parte, ha de tenerse en cuenta las expectativas y exigencias de mejores niveles de vida, de acuerdo al grado de avance tecnológico, al contexto de las relaciones internacionales y principalmente de conformidad a las decisiones políticas" [133]. Lo que queremos enfatizar es que el grado de satisfacción de la demanda debe estudiarse y determinarse dentro del contexto económico de la Nación. Debemos recordar que los asuntos vinculados a la determinación de la cantidad de agua potable para una ciudad no se pueden desligar de lo que ocurre con otros sectores económicos vinculados a la ciudad. El análisis de las migraciones internas y de los cinturones de los barrios pobres que se desarrollan alrededor de las ciudades es fundamental para estimar el crecimiento. Tiene, pues, que decidirse el nivel de vida que se desea y que puede darse a la ciudad. La dotación será una consecuencia de esa decisión. 139

140

Son varios los factores determinantes de la demanda urbana: tamaño de la población, número de habitantes, clima, nivel económico de los habitantes, parte de la población que no tiene acceso a la red de agua, etc. Sin embargo, hay un factor que es fundamental; este factor es la tarifa. La única forma de hacer un control efectivo del consumo es por medio del precio del agua. El uso municipal se refiere al agua usada para mantener el ornato y la higiene de la ciudad. Su magnitud está también muy vinculada al tamaño de la población, número de habitantes, clima y calidad de vida que corresponda a la población. El uso industrial-urbano corresponde a aquellas industrias que están ubicados dentro de la ciudad y cuya demanda de agua se cubre desde la red pública. El otro tipo de demanda poblacional que habíamos mencionado corresponde al medio rural, al campo. Hasta ahora hemos tratado de los diferentes aspectos de las demandas poblacionales, considerándolas como demandas netas; es decir, como la cantidad de agua que se requiere para un fin determinado. Sin embargo, debe considerarse adicionalmente a las demandas netas una cantidad de agua para cubrir las pérdidas, por diferentes conceptos, que ocurren en el sistema. La suma es la demanda bruta. En algunos lugares las pérdidas son muy grandes y pueden acercarse al 50%. La disminución de las pérdidas tiene que considerarse en función de la disponibilidad de agua y de recursos económicos. En conclusión, pues, para determinar la dotación de agua de uso poblacional hay que tener un modelo prospectivo, una visión del futuro, una definición de la calidad de vida que podemos dar a la población con los recursos disponibles. Siempre debemos tener presente que la demanda futura no puede ser calculada con absoluta precisión, pues son numerosos los factores de incertidumbre involucrados. La Figura 3.3 corresponde a la Metodología para determinar la Demanda de Agua para Uso Poblacional, tal como aparece en la referencia [133]. La historia del progreso del hombre puede verse como la historia del logro de mejores condiciones de vida. Los usos y el consumo de agua han aumentado notablemente. En una publicación española se señala que hacia fines del siglo XIX, una población estaba bien abastecida si disponía de 20 litros por habitante y día. En cambio en la actualidad la demanda urbana (doméstica e industrial) promedio en España es de 388 litros por habitante y día, o sea 5 300 hm3 por año.

141

142

Cuando se elaboró en Venezuela el Plan Nacional de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos se consideró para el uso poblacional las dotaciones que aparecen en el Cuadro 3.9 [12].

CUADRO 3.9 Demandas de Agua consideradas en Venezuela Año

250 a 19 999

20 000 49 999

50 000 99 999

100 000 249 999

Más de 250 000

1968 1970 1980 1990 2000 2010 2020

151 164 219 301 397 507 644

315 329 384 452 534 616 712

384 397 439 507 375 644 726

438 452 507 562 616 671 740

507 521 548 603 658 699 753

Promedio Nacional 411 466 548 616

Las demandas del Cuadro 3.9 están expresadas en litros por habitante y por día para cada rango de número de habitantes. Siguiendo con el abastecimiento de agua para Lima mencionaremos que el Estudio de 1981 [17], luego de determinar la probable población de la ciudad en el futuro, calculó las pérdidas del sistema de abastecimiento y la dotación neta que debería darse a los usuarios, para obtener luego la demanda bruta. Los estudios efectuados sobre las pérdidas de agua en el sistema indicaron que éstas ascendían al 50% del agua suministrada por la planta de tratamiento de La Atarjea. Se estimó que dicha pérdida se descomponía de la siguiente manera: 32% desde el sistema público de distribución de agua y 18% desde el sistema de agua del interior de las viviendas. Se pensó entonces que era necesario establecer un programa de control de fugas, pérdidas y desperdicios del agua, el mismo que fue iniciado, pero luego interrumpido. Es materialmente imposible, o muy costoso, eliminar por completo las pérdidas en un sistema de abastecimiento de agua, pero 50% es demasiado. Se consideró que 25% era un límite práctico que podía alcanzarse. Más adelante mencionaremos una serie de medidas que pueden tomarse para disminuir las pérdidas en el servicio de agua de Lima. Hasta 1970 se había observado en Lima una tendencia constante al aumento de la demanda per cápita del orden de 8 litros por habitante por día y por año (8 litros/hab/día/año). Sin embargo, a partir de 1970 la demanda 143

tuvo una tendencia a la estabilización. Es interesante recordar las razones probables que se establecieron en esa época para explicar esta circunstancia, pues están estrechamente vinculadas con la concepción de la demanda. Ellas fueron: 1. Aumento del número de medidores mediante un programa de instalaciones para cubrir del 45% al 85% de los usuarios entre 1970 y 1974. Recordemos que la medición del agua, asociada a una tarifa real, se traduce en un menor consumo. 2.

Aparición de nuevos usuarios, en áreas marginales, los que demandaban una cantidad de agua inferior al promedio (en razón de no tener sistemas de distribución a nivel domiciliario y tampoco alcantarillado).

3.

Campaña publicitaria para lograr un uso más eficiente del agua.

Para el cálculo de la demanda poblacional total de Lima se consideró los siguientes factores: 1.

Población total.

2. Proporción de la población con acceso a la red de distribución de agua hasta cada domicilio. 3.

Consumo doméstico per cápita y usos municipales.

4.

Pérdidas.

5.

Demanda industrial-urbana.

En 1978 el 81% de la población total de la Gran Lima tenía suministro domiciliario de agua. Vale la pena comentar que en la actualidad esta proporción es menor, pues se calcula que sobre una población de 6 800 000 habitantes, sólo 4 800 000, el 71%, tiene acceso a la red de agua. Sin embargo, en aquella época la intención era que el año 2000, el 95% de la población limeña tuviese acceso a la red pública de agua. En 1978 la dotación de agua, la demanda bruta, era de 424litros/hab/día. Como las pérdidas eran del 50% resultaba una demanda neta de 212 litros/hab/día (incluyendo usos municipales). Se pensó que mediante un programa de control de pérdidas, fugas y desperdicios las pérdidas totales podrían bajarse gradualmente hasta llegar al 30% hacia el año 1990. En la Figura 3.4 se presenta la evolución esperada de las demanda bruta y neta de la Gran Lima bajo tres supuestos; A (Proyección Alta): que continúe la elevada proporción de pérdidas; C (Proyección Baja): que bajen notablemente las pérdidas y B (Proyección Intermedia): corresponde a lo supuesto para el Proyecto. 144

145

Para las partes de la ciudad que no tenían acceso a la red pública de agua potable se consideró una demanda bruta, sin aumento por crecimiento, de 100 litros/hab/día. La demanda industrial urbana se fijó en 50 litros/hab/día. De esta manera se tenía todos los elementos para establecer la demanda total futura de la ciudad de Lima. Se hizo tres proyecciones que aparecen en el Cuadro 3.10.

CUADRO 3.10 Proyección de la Demanda Urbana de Lima Población

[17]

Proy. Alta

Proyecto

Proy. Baja

212

212

212

100 2.5 48% 50

100 1.0 30% 50

100 0 25% 50

95%

95%

95%

Suministro mediante la red (demanda neta) l/hab/día Suministro sin acceso a la red (demanda bruta) l/hab/día Crecimiento anual l/hab/día Pérdidas Demanda industrial urbana l/hab/día Proporción de la población con acceso a la red

Veamos que ocurriría, por ejemplo el año 2000, para las proyecciones intermedias, consideradas en el Proyecto. La población de la Gran Lima sería de 10,28 millones de habitantes, de los cuales 9,77 millones tendrían acceso a la red de servicio público. La demanda neta de estos pobladores sería de 234 litros por habitante por día, incluyendo el crecimiento anual de la demanda. Las pérdidas serán el 30% de la demanda bruta, por lo tanto la dotación total sería de 37,8 m3/s, de los cuales 11,3 m3/s serían pérdidas. La población restante, 0,51 millones (5% de la población) no tendría acceso a la red. Su dotación bruta sería de 100 litros/hab/día que equivale a 0,6 m3/s. La demanda industrial sería de 5,6 m3/s. De esta manera, según el proyecto de 1981, la demanda bruta de la Gran Lima el año 2000 sería de 44,1 m3/s (sin considerar las demandas agrícolas). Los resultados de las proyecciones se ven en la Figura 3.5. Veamos, sólo como un ejercicio, cual sería la demanda en las condiciones actuales. La población de la Gran Lima se estima en 6 800 000 habitantes. De ellos, 4 800 000 tienen acceso a la red. Las pérdidas deben ser del 48%, pues no se ha hecho nada para reducirlas. La demanda neta sería de 227 146

147

litros/hab/día y la demanda bruta sería de 437 litros/hab/día. Por lo tanto, la demanda sería de 24,3 m3/s. Además hay 2 000 000 de habitantes sin acceso a la red, cuya demanda bruta sería de 100 litros/hab/día, lo que da 2,3m3/s. Si añadimos la demanda industrial de 2,8 m3/s, se tendría una demanda bruta de 29,4m3/s. Un problema importante en el abastecimiento de agua de las grandes ciudades es el de las fugas que se producen en el sistema de conducción y distribución de agua. Así por ejemplo, en El Cairo, hacia 1980, se estableció que las pérdidas en el sistema de abastecimiento de agua llegaban al 50%. El problema de las fugas y pérdidas no puede desligarse de la antigüedad y estado de conservación de los sistemas de abastecimiento de agua poblacional. Dentro de los problemas usuales puede mencionarse los siguientes: poco o nulo mantenimiento, roturas en la red, falta de medidores y tarifas bajas. Es muy importante el conocimiento de las pérdidas que existen en el sistema de abastecimiento de Lima por cuanto la ciudad tiene un enorme déficit de agua. En consecuencia, las pérdidas deberían ser lo más pequeñas posibles. Debería haber un manejo del agua adecuado a la escasez [95, 96, 97,98]. Este tema ha sido estudiado por BINNIE & PARTNERS de modo que la información que se adjunta corresponde al informe respectivo [17]. De acuerdo a las mediciones y estudios efectuados se concluyó, como lo hemos ya señalado, que las pérdidas totales del sistema de abastecimiento eran del 50%, con respecto a las cantidades de agua suministradas al sistema. Debe señalarse, sin embargo, que una parte de lo que se considera pérdida corresponde en este caso a sistemas clandestinos. Se trata de una "pérdida empresarial". En 1979 se inició (o debió iniciarse) un programa de detección de fugas en los sistemas de abastecimiento con participación financiera del Banco Mundial. Los consultores consideraron que en general resultaba económico reducir las pérdidas al 15 ó 20%, pero en el caso de Lima, por sus características sísmicas, un límite práctico sería el 25%. Para Lima, Ernesto MAISCH ha detallado doce medidas que deberían tomarse para disminuir en un 25% la demanda bruta de agua potable. Ellas son: "a)

Instalación de medidores de agua en la totalidad de las conexiones domiciliarias para asegurar una cobranza en estricta proporción a los consumos de cada una de ellas.

b)

Establecimiento de una tarifa rápidamente creciente, que mantenga una tasa mínima para los consumos destinados a cubrir las necesidades esenciales del poblador, pero que recargue decididamente los usos suntuarios del agua y penalice drásticamente el desperdicio.

148

c)

Formulación de especificaciones rigurosas para materiales y mano de obra empleados en las instalaciones intradomiciliarias e inspección y prueba de las nuevas instalaciones que se ejecute.

d)

Inspección de los domicilios que acusen un súbito incremento en el consumo con respecto a su promedio normal.

e)

Educación del usuario para lograr que tome conciencia del valor del agua y de su limitada disponibilidad en nuestra árida región. Deberá invocarse el espíritu de solidaridad humana y hacer comprender al usuario que el agua que deja correr inútilmente hacia el desagüe es agua que le está quitando a un vecino de otro barrio, situado en posición topográfica menos favorecida.

f)

Divulgación de la forma de detectar las pérdidas de agua, particularmente en lugares poco visibles, como inodoros, cisternas, depósitos de agua en azoteas, etc. y eventualmente la forma de corregir dichas pérdidas.

g)

Establecimiento de unidades de reparaciones de las instalaciones intradomiciliarias de agua que, a precio de costo, se pongan a disposición de los usuarios.

h)

Establecimiento de un programa de periódica detección y corrección de fugas que se infiltran en el terreno desde las instalaciones intra y extradomiciliarias.

i)

Propender al regadío más eficiente de parques públicos, cuando sean regados con agua potable, mediante sistemas de aspersión y goteo.

j)

Fomentar el establecimiento de sistemas de recirculación de agua en las industrias que tienen altos consumos.

k)

Revisión periódica de los aparatos sanitarios de los servicios higiénicos de establecimientos públicos como: locales comerciales, cinemas y otros locales de esparcimiento, locales deportivos, etc. y aplicación de multas cuando acusen pérdidas por falta de atención y mantenimiento.

l)

Establecimiento de disposiciones legales que penalicen severamente las acciones vandálicas o dolosas contra las instalaciones de agua potable" [99].

Veamos el problema del abastecimiento poblacional desde el punto de vista de la demanda global. Supongamos que para abastecer a los 22,5 millones de peruanos se considera una dotación de 200 litros por persona y por día, valor que no es muy holgado, pero que tampoco es muy ajustado. 149

Entonces el caudal medio requerido sería de 52 m3/s. Se trata, pues, de una cantidad absolutamente pequeña. Aun si considerásemos una cómoda dotación del orden de 400 litros por persona y por día, llegaríamos sólo a 100 m3/s, caudal que representa el 0,15% de los recursos hidráulicos superficiales del país. Con la última dotación mencionada se requeriría a nivel mundial unos 25 500 m3/s, lo que equivale al 2,2% de la escorrentía superficial mundial. El problema del adecuado suministro de agua a las poblaciones no siempre está, pues, del lado de la disponibilidad global del recurso, sino también de lo siguiente: 1. Desigual distribución espacial y temporal de los recursos existentes. 2. Problemas con la calidad de agua. 3. Costo de los sistemas hidráulicos de captación y distribución del agua.

3.6 Demanda de Agua para Uso Agropecuario La demanda agropecuaria tiene dos grandes componentes. Uno es la demanda agrícola, es decir, la que se origina en las necesidades del riego. El otro componente es el consumo pecuario. Lo pecuario se refiere estrictamente a la ganadería, pero debe considerarse que involucra las necesidades de todos los animales. El riego es la actividad que consume mayor cantidad de agua. Se calcula que hacia el año 2000 la demanda mundial de agua para riego será de 3 250 kilómetros cúbicos por año. Esto significará que el 62,6% de los usos mundiales de agua corresponderán al riego. A principios de siglo este porcentaje estaba alrededor del 90%. Esto nos indica el aumento de las demandas de agua de otros sectores. Ver Cuadro 3.3. Se calcula que hacia fines de siglo la superficie mundial cultivada bajo riego será de 347 millones de hectáreas. En consecuencia, la dotación mundial media será de 9 400 metros cúbicos por hectárea por año. En la actualidad el promedio es ligeramente mayor y está alrededor de los 9 700 metros cúbicos por hectárea por año. Pero, el riego no sólo consume mucha agua, sino que el 77% del agua que se usa en el riego constituye pérdidas de agua irrecuperables. Es cierto que en muchos de los usos del agua hay una parte que se pierde irrecuperablemente, pero en el riego este porcentaje es muy alto. De hecho, del total de pérdidas de agua irrecuperables que ocurren, el 87% corresponde al riego. Todo esto nos hace pensar en la enorme importancia que tiene el correcto uso de las aguas de riego. Ver Cuadro 3.3. 150

Hay países cuya área agrícola bajo riego es pequeñísima en comparación con el área total cultivada (Brasil, 3%); en cambio hay otros en los que ocurre lo contrario (Pakistán, 77%). Esta circunstancia tiene una gran incidencia en el balance hidráulico de cada país. No es nuestro objetivo realizar la presentación de los diversos métodos de cálculo de las demandas agrícolas; sin embargo debemos examinar algunos de sus aspectos dada la gran incidencia que tiene el consumo de agua para riego dentro del consumo total de agua. La demanda agrícola depende de la demanda unitaria (por hectárea) multiplicada por el área bajo riego (número de hectáreas). En consecuencia se puede hablar de una demanda agrícola nacional, regional, de un valle, de una irrigación o de cualquier otra unidad agrícola. El estudio de las demandas agrícolas empieza con el concepto de evapotranspiración. La evapotranspiración, en su acepción más amplia, se define como la evaporación desde superficies naturales, independientemente de que la superficie sea el suelo o la vegetación, o, como ocurre generalmente, una combinación de ambas. La evapotranspiración es una parte importante del ciclo hidrológico. La mayor parte de la precipitación ocurrida sobre los continentes regresa a la atmósfera por medio de la evapotranspiración. Estimaciones hechas para Australia indican que el 90% de la precipitación regresa a la atmósfera debido a la evapotranspiración [11]. Hay varios métodos para medir la evapotranspiración. Teóricamente el más confiable es el del Balance de Energía. Muchas veces el uso de lisímetros es muy útil, pero la confiabilidad está estrechamente ligada a la correcta representación de los cultivos. A falta de lisímetros se realiza estimaciones a partir de la medición de la evaporación desde la superficie libre en un tanque; uno de los más usados es el denominado tanque clase A. La evapotranspiración potencial depende de las condiciones climáticas de cada lugar, tales como temperatura, velocidad del viento, humedad, horas de sol, etc. Existen varias formulas para calcular la evapotranspiración potencial (ETP). Debe tenerse presente que ella depende exclusivamente de las condiciones naturales y no está vinculada a ninguna decisión que no sea la de haber escogido una zona determinada. No depende, pues, ni del cultivo ni de los métodos de riego. Así por ejemplo en el valle de Tumbes se determinó una evapotranspiración potencial de 1 540 milímetros por año [110]. Su distribución mensual y porcentual es la siguiente:

151

Total ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SET OCT

NOV

DIC

1 540 142 100% 9,2

140 9,1

158 10,3

115 123 117 7,5 8 7,6

131 122 8,5 7,9

111 7,2

123 8

128 8,3

130 8,4

En el Bajo Piura, con motivo del Estudio de Factibilidad del Proyecto Chira-Piura, se hicieron determinaciones de la evapotranspiración potencial y se obtuvo los siguientes valores mensuales (en mm) y porcentuales:

Total ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL 1 930 176 100% 9,1

162 8,4

178 9,2

166 8,6

162 150 8,4 7,8

151 7,8

AGO SET OCT 152 7,9

150 7,8

158 8,2

NOV

DIC

157 8,1

168 8,7

Como parte del Estudio de Factibilidad del Proyecto CHAVIMOCHIC se calcularon valores de la evapotranspiración potencial por el método de la radiación [40]. Para el valle de Chicama se obtuvieron los siguientes valores mensuales (en mm) y porcentuales:

Total

ENE

FEB MAR ABR MAY JUN JUL

1 340 100%

137 10,2

126 9,4

130 9,7

120 9,0

105 7,8

80 6,0

77 5,7

AGO SET OCT NOV DIC 89 6,6

102 7,6

115 8,6

125 9,3

134 10,0

Debemos tomar luego la decisión de escoger un determinado cultivo. Aparece entonces el concepto de evapotranspiración del cultivo (ETC), el que se expresa mediante un coeficiente (K ETP). Los coeficientes de cada cultivo son resultado de mediciones, son empíricos, en el correcto sentido del término. Los coeficientes de cultivos son variables (mes a mes, por ejemplo), según la etapa de desarrollo de la planta. Del análisis de los coeficientes de cultivo se concluye que hay cultivos que consumen más agua que otros. Teóricamente la precipitación debería aportar la cantidad de agua necesaria para la evapotranspiración de cada cultivo. Si no hay lluvia, o ésta es insuficiente, hay un déficit de humedad que debe ser cubierto con el riego. Aparecen así los conceptos de riego total y riego complementario, y las correspondientes demandas. La demanda neta es, pues, la diferencia entre la evapotranspiración potencial de los cultivos y la precipitación efectiva. No toda la lluvia es aprovechable. Generalmente en las regiones semiáridas la lluvia se distribuye irregularmente en el tiempo, tal como lo hemos visto en el capítulo precedente. Hay años en los que no llueve o llueve 152

muy poco. La precipitación también se distribuye irregularmente a lo largo del año. Hay meses lluviosos y otros secos. Por último, la precipitación mensual puede corresponder a varios días de lluvia a lo largo del mes o puede haber ocurrido en uno o dos días, en forma de tormentas aisladas. De acá que los promedios no resultan significativos ni representativos.

Para aprovechar la lluvia, ésta tiene que reunir ciertas características, en lo que respecta a su frecuencia y magnitud, que dependen de la necesidad de agua de los cultivos. Hay también razones de tipo operativo que deben tenerse en cuenta a fin de examinar correctamente la posibilidad de considerar a la lluvia como un aporte real. En síntesis, pues, la lluvia es un recurso importante como riego complementario, pero debe evaluarse correctamente [148].

La demanda neta obtenida luego de las consideraciones anteriores debe aumentarse en la cantidad necesaria para cubrir las pérdidas que ocurren en el sistema. Es este uno de los temas más importantes, pues las pérdidas pueden ser considerables. Puede observarse que la demanda neta depende de las condiciones naturales, del clima, y además del tipo de cultivo. Hay, pues, una parte de la demanda sobre la que podemos actuar y otra no. En cambio, las pérdidas dependen fundamentalmente de la acción del hombre. Dependen de la selección que se haga de los sistemas de conducción y distribución, del tipo de suelos, del modo de operación del sistema y de varios factores más. Al dividir la demanda neta entre la eficiencia global de riego se obtiene la demanda bruta. La eficiencia global de riego es la relación entre el volumen de agua utilizado por los cultivos (evapotranspiración) y el volumen de agua suministrado desde la fuente. La eficiencia global del uso del agua de riego tiene tres componentes principales [19]. La Eficiencia de Conducción corresponde a la relación que existe entre el caudal que llega al sistema de distribución y el caudal captado en la fuente de agua del sistema (río, reservorio). Usualmente se considera hasta los canales terciarios, pues luego viene el sistema de distribución. La eficiencia de conducción depende de varios factores: amplitud del área regable, longitud de la conducción, tipo de revestimiento y destreza con la que se opere el sistema. Naturalmente que la eficiencia depende también de que el sistema de riego sea continuo o intermitente. A pesar de que la eficiencia de conducción debería ser alta, no siempre se logra pasar el 90%. En la referencia [110] se informa que en la Irrigación San Lorenzo, en Piura, el sistema de conducción consta de 153 kilómetros de canales principales, 250 kilómetros de canales secundarios y 7 kilómetros de sublaterales, todo revestido en concreto, con velocidades comprendidas entre 1,5 y 3,0 metros por segundo, y las pérdidas en este 153

sistema son del 7 al 10%, lo que significaría una eficiencia comprendida entre 90 y 93%. La Eficiencia de Distribución se refiere a la relación que existe entre el caudal que llega a las parcelas y el que fue entregado al sistema de distribución, a nivel de canales terciarios. Esta eficiencia depende del tipo de canales y de su revestimiento, del tamaño de las unidades de riego y de la pericia y modo de operar el sistema. Generalmente se considera que la eficiencia, cuando hay parcelas mayores de 10 hectáreas con riego intermitente, es del 80% y para riego continuo es del 90%. Lo que significa que las pérdidas en el sistema de distribución son del 10 al 20%. La Eficiencia de Aplicación en las Parcelas se refiere a la eficiencia con la que se riega propiamente en el interior de una parcela, chacra, finca o unidad de riego. Toda el agua aplicada en exceso con respecto a las necesidades reales de los cultivos se considera una pérdida para los fines del cálculo de la eficiencia de aplicación. Puede ser que esa agua no constituya pérdida total a nivel de proyecto o de valle y que luego aparezca en forma de aguas de recuperación. Sin embargo, para los fines que buscamos la eficiencia de aplicación es la relación entre el volumen de agua usado por las plantas y el volumen aplicado a nivel de parcelas. ¿De qué factores depende esta eficiencia? De varios; por ejemplo, del tipo de suelo. Los suelos agrícolas desde el punto de vista de su textura pueden ser arenosos, francos y pesados. Este solo hecho, como puede fácilmente comprenderse, tendría incidencia en la eficiencia de la aplicación del agua. Pero, no basta el tipo de suelo para definir una eficiencia, pues interviene también el método de riego empleado. En el Cuadro 3.11 se presenta eficiencias de aplicación promedio en función del tipo de suelo y del método de riego. La tabla del Cuadro 3.11 es una de las varias existentes para informarnos acerca de las eficiencias. Hay otras tablas que dan valores diferentes. En el Perú no disponemos de estudios sistemáticos que permitan conocer la eficiencia de aplicación del agua en nuestros proyectos. Pero las tablas existentes nos dan una idea bastante buena. Así, en un suelo arenoso en el que el riego se efectúe por surcos, la eficiencia es del 45%. Esto significará que más de la mitad del agua que hemos, quizás, regulado en un embalse, conducido a través de túneles y canales a un costo altísimo, terminaría en una parcela en la que sólo se aprovecha el 45% del agua que llega, y el resto se pierde. En suelos de textura media y en los pesados la eficiencia puede subir al 65%, pero siempre estamos frente a grandes pérdidas de agua. En la Figura 3.6 se muestra una representación esquemática de las pérdidas que ocurren en un sistema de riego.

154

CUADRO 3.11 Eficiencias de Aplicación del Agua de Riego Tipo de Suelo

Arenoso Medio Fino

[19]

Sistema de Riego Melgas

Surcos

Inundación con Diques de Contorno

Pozas

60

40-50

45

70

70-75

65

55

70

65

65

50

60

. Las eficiencias están expresadas en porcentaje . Los suelos se suponen bien nivelados . Los sistemas de riego se suponen bien diseñados y bien operados. Con motivo del estudio del Proyecto Puyango-Tumbes se calculó la demanda total de agua. Uno de los problemas principales fue la escasez de datos de campo para calcular la evapotranspiración y los coeficientes de los cultivos. El otro problema fue la total ausencia de datos sistemáticos, provenientes de mediciones de campo de proyectos nuestros, que nos indiquen eficiencias. En un estudio efectuado sobre el particular por el Ministerio de Agricultura se hizo una estimación teórica de las eficiencias de aplicación para el Proyecto Puyango-Tumbes, a partir de lo siguiente: eficiencias obtenidas a partir de dos referencias, una es la que aparece en el Cuadro 3.11 y otra proveniente de la International Comission on Irrigation and Drainage (ICID) y considerando que el 30% del área se regase por inundación y 70% por surcos. Los resultados fueron que para suelos arenosos la eficiencia de aplicación era de 47%; para suelos francos, de 50% y para suelos pesados, del 57%. Estas eficiencias dan lugar a grandes pérdidas que no se pueden tolerar. Debe haber, pues, una concepción diferente de los métodos de aplicación del agua al suelo, es decir, del riego. El riego, lo hemos expuesto antes, empezó hace varios miles de años. En la mayor parte del mundo los métodos de riego son esencialmente iguales a los usados desde tiempos inmemoriales. La mayor parte de los sistemas de riego por gravedad no representa ningún cambio sustancial con respecto al riego en la antigüedad. La idea básica en el riego por gravedad es que el agua corra por el terreno y se vaya infiltrando. Evidentemente que el riego por gravedad tiene varias desventajas que deben ser consideradas cuidadosamente. Ellas son: 1.

Se necesita aplicar más agua por unidad de superficie, o bien, con la misma cantidad de agua regar menos área. 155

156

2.

Creación de problemas de salinización de suelos, por exceso de riego.

3. Mayores costos y tiempo en la preparación del terreno, el que debe ser cuidadosamente nivelado, etc. 4. Necesidad de prestar un cuidado permanente para lograr las eficiencias usuales, pues de no ser así las eficiencias serán mucho menores.

Naturalmente que el Riego por Gravedad también tiene ventajas, tales como menor inversión inicial y facilidad de operación. Se puede también pensar en mejorar la eficiencia de un sistema de riego por gravedad tomando algunas medidas como: 1. 2. 3. 4.

Planeamiento del sistema de riego en función de las características del terreno. Uso de las mejores técnicas disponibles para determinar la frecuencia de riego, la cantidad de agua aplicada, la duración de los riegos, etc. Instalación de sistemas de medición de caudales. Drenaje.

La alternativa que surgió al riego por gravedad fue el riego por aspersión. De algún modo el riego por aspersión simula lo que ocurre con la lluvia. El agua es llevada en conductos a presión y se puede, a diferencia de lo que ocurre con la lluvia, regular la intensidad y frecuencia del riego. El sistema permite colocar los aspersores a la distancia necesaria para lograr un riego óptimo. El sistema de riego por aspersión se conoce desde hace muchos años, pero hace unas décadas ha experimentado grandes mejoras. Hace 20 años en Israel el 90% del riego era por aspersión. En Israel era vital recurrir a sistemas de riego que usasen la menor cantidad posible de agua, dada la gran escasez de recursos hidráulicos que tiene ese país. De otro lado, no sólo se economiza agua, sino que la posibilidad de riegos más frecuentes aumenta los rendimientos. Dan GOLDBERG, destacado hidrólogo israelí, nos dice lo realizado en su país: "La combinación de superiores métodos de laboreo, con la investigación intensiva sobre las relaciones de vegetación-agua y un concentrado programa de concesión crediticia, ha coadyuvado a optimar el uso del agua. En consecuencia, se han disminuido las aplicaciones de agua y aumentado los rendimientos de cosecha. La utilización correcta y regulada del agua ha reducido al mínimo la necesidad de avenamiento, y aminorado el riesgo de ensalobramiento y la consiguiente exigencia de lixiviación, a pesar de que el 157

país es, en su mayor parte, árido o semiárido, y de que a menudo el agua es salobre. La fertilidad y la aireación se realizan mediante especiales técnicas basadas en el empleo de bajos coeficientes de aplicación, sobre todo en suelos de textura mediana o fina. La gran uniformidad de aplicación se consigue como fruto de programas seguidos sistemáticamente para el perfeccionamiento de aspersores, acompañados de minuciosos programas de ensayos efectuados en diferentes condiciones de viento, espaciado y presión. Estos ensayos son repetidos en condiciones agrícolas reales, y, con base en sus resultados, los técnicos formulan directrices para los agricultores. En muchos casos, válvulas controladas por tiempo o por gasto regulan los caudales aplicados; los reguladores de presión se emplean para mantener uniformes las presiones y eliminar las diferencias de presión entre unos aspersores y otros. Antes de cada temporada de riego, se formulan planes para las grandes haciendas, integrando todos los datos sobre suelos, recursos hidráulicos y elementos que hacen falta a las plantas; entonces, se programan calendarios para el riego de cultivos, y se instituye un procedimiento complementario, con la ayuda de ensayos de sondeo, tensiómetros y otros indicadores de las relaciones agrológicas de los cultivos. Se adiestra a los administradores de riego en cursos solventados por el gobierno. Para facilitar el trabajo de los regantes, se han ideado métodos mecánicos (cuyo empleo está muy extendido) para trasladar tuberías portátiles, instalaciones aspersoras permanentes o semipermanentes y sistemas automatizados. De resultas de estas mejoras, unas pruebas efectivas de campo, realizadas durante toda una temporada, han comprobado que (en algunas parcelas) los rendimientos totales de riego son muy buenos, pudiendo llegar incluso a 80 por ciento. De este modo, el riego por aspersión ha sido puesto a prueba, tanto en Israel como en otros países, en condiciones muy adversas; esto es: con agua de mala calidad, suelos de capacidad menguada, cultivos de dudoso valor y colonos completamente neófitos en cosas del agro. En tales condiciones, la aspersión ha demostrado plenamente sus ventajas" [66]. Las ventajas del riego por aspersión son las siguientes: 1. Es posible obtener eficiencias de aplicación superiores al 75%. 2.

Se evita el riego excesivo y el consiguiente ensalitramiento de los suelos, como ha ocurrido en numerosos lugares. 158

3.

El Calendario de Riego es más fácil de aplicar, el riego es más uniforme, mejoran los rendimientos.

4

Se elimina o disminuye el movimiento de tierras.

Luego apareció la microaspersión y finalmente el riego por goteo. De esta manera se llega hasta cada planta y junto con el agua se aplican los fertilizantes y abonos disueltos. Aumenta así la eficiencia del uso del agua, pues las pérdidas son mínimas. La Eficiencia Global de Riego es el producto de las tres eficiencias. Así por ejemplo, para el Proyecto Puyango-Tumbes las eficiencias globales para riego por gravedad fueron: 36% para suelos arenosos (gruesos), 42% para suelos francos y 43% para suelos pesados (finos) [110]. En el Cuadro 3.12 se presenta referencialmente, es decir a título ilustrativo, las demandas de agua en cabecera de valle para diferentes cultivos del valle de Chicama Bajo, tal como fueron determinadas con ocasión del Estudio de Factibilidad del Proyecto CHAVIMOCHIC. Las demandas están expresadas como valores anuales. Para los cultivos transitorios deberán ser aplicadas de acuerdo a su periodo vegetativo y calendarios de siembras. Ver Figura 3.7. CUADRO 3.12 Demandas de Varios Cultivos para el Valle de Chicama Bajo * Cultivo

Plátano Frijol Caña de Azúcar (planta) Caña de Azúcar (soca) Yuca Tomate Maíz Palto Cítricos Camote Espárrago Piña

[40]

Tipo de Suelo Grueso

Medio

Fino

28 665 26 771 26 770 26 458 22 517 22 437 19 766 18 440 18 440 17 271 16 990 12 861

20 004 18 718 18 793 18 585 15 772 15 718 13 859 12 949 12 949 12 099 11 901 8 922

18 978 17 744 17 717 17 536 14 907 14 853 13 020 12 135 12 949 11 335 11 178 8 397

* En m3/ha 159

160

3.7 Otras Demandas Las demandas industriales son variables en función de su propia naturaleza. Hay algunas industrias cuyo consumo es pequeño y que están dentro del área de influencia de los centros urbanos. Entonces, como lo hemos visto anteriormente, la demanda de la industria se convierte en industrial-urbana. Hay otros lugares en los que la demanda industrial es de un valor importante y requiere un abastecimiento de agua propio. Aparecen así los centros de auto producción. En el Cuadro 3.13 se muestra referencialmente la cantidad de agua requerida, en litros por unidad, para diversos productos y procesos industriales.

CUADRO 3.13 Requerimientos de Agua de la Industria Industria Cerveza Lavado de ropa Textiles Industria de la lana Aluminio Acero Oxígeno Automóviles

[59]

Litros de agua (litro) (kg) (kg) (kg) (kg) (kg) (kg) (unidad)

9 40 22-75 265 380 285 2 500 400 000

Las demandas biológicas, sanitarias o ecológicas se refieren a la cantidad, es decir, al caudal de agua mínimo, que debe tener un río para garantizar las condiciones biológicas, sanitarias o ecológicas. La necesidad de mantener este caudal mínimo se presenta cuando se hace grandes derivaciones o extracciones de agua de un río. Estas extracciones deben tener un límite desde el punto de vista del mantenimiento de las condiciones sanitarias del cauce, de la vida de las especies animales y vegetales y de las condiciones ecológicas. Este caudal no se refiere a un reparto de aguas, el que puede hacerse en función de determinados intereses, sino al caudal que necesariamente debe quedar en el río para mantener las condiciones ambientales que existían antes de la extracción y derivación de agua hacia otros lugares. 161

Así por ejemplo, el río Rímac al llegar a La Atarjea entrega gran parte de su caudal para abastecimiento de agua de la ciudad de Lima. En épocas de escasez de agua se capta todo o casi todo el caudal disponible en el río. El límite debería estar dado, independientemente de los requerimientos de otros usuarios, por la necesidad de mantener un caudal sanitario mínimo hacia aguas abajo. El proyecto Puyango-Tumbes contempla la construcción de dos grandes presas sobre el río del mismo nombre con el objeto de lograr la regulación de sus aguas y la derivación de caudales muy importantes hacia lugares de aprovechamiento ubicados fuera del cauce y sin retornos importantes. En consecuencia debe haber un caudal mínimo, al que se denominó ecológico, para mantener las condiciones sanitarias y biológicas de aguas abajo. En el proyecto Puyango-Tumbes el caudal ecológico debe ser suficiente para el mantenimiento de la agricultura, langostineras y asentamientos humanos; así mismo debe mantener los niveles de agua que garanticen que no resultarán afectadas las especies nativas del río y de sus orillas. Ver Figura 7.4. Es también importante considerar el caudal y niveles mínimos para evitar la intrusión salina y para el transporte fluvial. Hay algunos proyectos en los que debe reservarse un caudal mínimo en un río con el objeto de garantizar determinados niveles, alcanzar un cierto grado de dilución y, eventualmente, asegurar la capacidad de transporte de sedimentos. La demanda para generación de energía hidroeléctrica no es de carácter consuntivo, pues el agua puede usarse nuevamente para satisfacer otras demandas. Sin embargo, debe cuidarse que no haya incompatibilidades originadas por la ubicación del lugar de descarga de la central con respecto a posibles usos, así como la compatibilización temporal entre las demandas de la central hidroeléctrica y las de los usuarios de aguas abajo (riego o abastecimiento poblacional, por ejemplo). Para resolver este último punto se recurre a los reservorios de compensación. Debe tenerse en cuenta que las instalaciones termoeléctricas consumen agua durante su operación. En los proyectos de riego a veces es necesario considerar una demanda adicional al requerimiento de riego con el objeto de tener agua disponible para el lavado de sales. Sería muy largo, y escaparía a los límites que nos hemos propuesto, examinar en extenso las diferentes demandas de agua que existen, pues casi no hay actividad económica en la que no participe el agua.

162

Capítulo 4

Los Proyectos Hidráulicos

4.1 Naturaleza de los Proyectos Hidráulicos Los proyectos de aprovechamiento y control de los recursos hidráulicos involucran una interacción, una vinculación muy estrecha, entre los cuatro elementos que se señala a continuación [75]. En primer lugar, obviamente, está el agua que es el elemento que caracteriza a los proyectos hidráulicos. En páginas anteriores hemos desarrollado numerosos aspectos relativos a la importancia del agua, a su disponibilidad y a la necesidad que tenemos de ella. Ahora debemos mirar el agua como uno de los componentes de un proyecto, específicamente, de un proyecto hidráulico, sea para aprovecharla o para defendernos de ella. Desde el punto de vista de los proyectos de aprovechamiento hidráulico el agua es un insumo. Pero los proyectos hidráulicos sólo pueden comprenderse en función del hombre. El hombre es el ejecutor, el creador de los proyectos que le permitirán la transformación de la Naturaleza en su beneficio. Sin embargo, estas acciones de manejo del agua que ejecuta el hombre, tienen lo que se denomina un impacto ambiental. Los proyectos hidráulicos tienen efectos deseables, pero también otros que son indeseables. Los efectos indeseables atañen a los daños al medio ambiente, a la Naturaleza, a la ecología. En cambio los efectos deseables apuntan al objetivo del Proyecto y constituyen el cuarto elemento característico del aprovechamiento hidráulico. 163

Los proyectos de aprovechamiento de los recursos hidráulicos contribuyen al desarrollo, a la creación de mejores condiciones de vida y, por lo tanto, al bienestar de la población. Son, pues, como decíamos, cuatro los aspectos o elementos característicos de los proyectos hidráulicos: el agua, es decir, los recursos hidráulicos en su más amplia acepción; el hombre, como realizador y beneficiario del proyecto; la Naturaleza, como medio pasivo que sufre las consecuencias de las acciones humanas, o como medio activo representando las fuerzas de la Naturaleza, y por último, el resultado buscado, que es el bienestar, el desarrollo y la felicidad de los seres humanos. Dentro de la diversidad de proyectos que existen para el aprovechamiento y control del agua distinguimos, desde el punto de vista del beneficio que producen, fundamentalmente los siguientes: -

Abastecimiento de agua poblacional e industrial Irrigaciones Hidroelectricidad Control de Avenidas e Inundaciones Manejo de la Calidad del Agua Manejo de Cuencas Navegación Fluvial

Hay también los proyectos de propósito múltiple, que son aquéllos que tienen varias finalidades, como por ejemplo, riego y energía; riego, energía y abastecimiento poblacional; riego y control de avenidas, etc. Hay, pues, numerosas posibilidades de desarrollar proyectos. Pero, ¿qué es un proyecto? Según el Glosario para el Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos del Perú, se denomina proyecto a la "unidad de actividad de cualquier naturaleza, que requiere para su realización del uso o consumo inmediato o a corto plazo de algunos recursos escasos o al menos limitados (ahorros, divisas, talentos, etc) aun sacrificando beneficios actuales y asegurados, en la esperanza de obtener, en un periodo de tiempo mayor, beneficios superiores a los que se obtienen con el empleo actual de dichos recursos, sean estos nuevos beneficios financieros, económicos o sociales" [134]. AZPURÚA y GABALDÓN entienden por proyecto "las alternativas de inversión dirigidas a poner en marcha un conjunto de factores de producción con el fin de obtener determinados bienes y servicios" [12]. La idea de proyecto implica la determinación de las ventajas y desventajas que podrían resultar de su ejecución. Así como es cierto que hacemos un proyecto para obtener ventajas, es decir, beneficios, también lo es que casi siempre hay desventajas que deben ser evaluadas anticipadamente. Cuando 164

se toma la decisión de ejecutar un proyecto esto puede implicar dejar de lado la posibilidad de realizar otros. La idea fundamental de la planificación de los proyectos hidráulicos es la de modificación de las condiciones naturales, específicamente, la disponibilidad espacial y temporal del agua requerida para determinados objetivos nacionales, regionales o locales. La planificación de proyectos se encuentra siempre con que las necesidades son mayores que la disponibilidad de recursos. Usualmente puede haber escasez de agua, de tierras, de energía, de recursos humanos, de capital y de otros factores de la producción [72]. Para poder sustentar un proyecto de aprovechamiento hidráulico se requiere que, en lugar de la errática distribución temporal y espacial que tiene el agua en la Naturaleza, se pueda disponer de las cantidades requeridas de agua en el lugar preciso y con una cierta probabilidad. Este último concepto es muy importante en la planificación de proyectos. La oferta de agua para un proyecto no puede ser una variable aleatoria, sino que debe estar asociada a una probabilidad de ocurrencia; por lo tanto, en todo proyecto se puede aceptar la existencia de ciertos déficit. Todo proyecto implica un riesgo. Pero debe tratarse de un riesgo calculado. Debe haber un análisis racional de las posibilidades de éxito. La posibilidad de error está presente tanto en la estimación del monto de la inversión como en la magnitud de los beneficios y del impacto ambiental. Debe recordarse siempre que los grandes proyectos hidráulicos están necesariamente vinculados con el resto de la economía. Por lo tanto, los proyectos no pueden ni deben concebirse o realizarse aisladamente. La puesta en marcha de un gran proyecto hidráulico tiene repercusiones importantes en los diferentes aspectos de la economía. Por ejemplo, una gran irrigación puede alterar la balanza comercial del país. Aquél que haga la inversión para un gran proyecto, el Estado o un particular, debe hacer determinados supuestos sobre el desarrollo económico de la región o del país. Todo proyecto implica la satisfacción de una demanda; y el crecimiento económico está muy vinculado con la existencia de la demanda, con su crecimiento y con su satisfacción. Todo proyecto implica el trabajo de un grupo multidisciplinario. El trabajo en equipo es fundamental y se realiza a la luz del concepto de que todo proyecto es un proceso de aproximaciones sucesivas. Todo proyecto busca la obtención de la mejor solución posible con los recursos a nuestro alcance. En consecuencia, si se trata de los recursos del 165

Estado estos deben asignarse de modo que produzcan el mayor beneficio posible. La idea fundamental en la asignación de recursos para ejecutar proyectos tiene que ser "un proceso de maximización del bienestar social resultante de la utilización de dichos recursos" [81]. ¿Cómo saber que proyecto ejecutar cuando las necesidades son grandes y los recursos escasos? De la escasez surge la necesidad de planificar, de ordenar nuestras acciones. ¿Pero es esto siempre posible? Las decisiones para ejecutar un determinado proyecto, es decir, la asignación de recursos para su ejecución, puede provenir de una decisión gubernamental o de la actividad privada. En ambos casos la ejecución de los proyectos hidráulicos debe ajustarse a un Plan. Los proyectos tienen objetivos y finalidades. Ambos conceptos no significan lo mismo. "Las finalidades pueden ser diferentes y sin embargo contribuir al mismo objetivo, y una finalidad puede satisfacer más de un objetivo. La medida en la que cada finalidad contribuye a cada objetivo varía, por ello la asignación de agua a cada finalidad implicará inevitablemente conflicto entre quienes valoran de distinta forma los diferentes objetivos" [81]. Son, pues, numerosos y difíciles los problemas que se debe afrontar para decidir la ejecución de los proyectos. La forma de resolver esta dificultad marca una enorme diferencia entre los países desarrollados y los subdesarrollados. A propósito del tema de los proyectos hidráulicos nos parece útil recordar y parafrasear unos conceptos de Aaron WIENER. Este autor señala que el reto que nos plantea la necesidad del desarrollo es tremendo; sin embargo, los recursos humanos y de capital son inadecuados. Pareciera, pues, que es difícil salir del subdesarrollo. Pero, el subdesarrollo no se debe únicamente a la escasez de recursos. Citando una palabras de Lord Keynes, WIENER recuerda que hace falta algo más que recursos: hace falta fundamentalmente "a little, a very little, clear thinking" [178]. Es que los problemas vinculados al aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos no son de fácil solución. Las necesidades son enormes y los recursos escasos. Toda la problemática del aprovechamiento del agua a través de proyectos está vinculada a nuestro grado de desarrollo, o de subdesarrollo. El subdesarrollo no sólo es escasez de recursos; es también una actitud mental. Esto lo vemos muy claro en las políticas de aprovechamiento de los recursos hidráulicos.

166

4.2 La Necesidad de Planificar Para que un país, o una región, desarrolle el aprovechamiento de sus recursos hidráulicos debe tener un Plan, cuidadosamente trazado y que sea compatible con un Plan Nacional de Desarrollo. La necesidad de un Plan es independiente de que las inversiones para su realización las haga el Estado o la empresa privada. Los proyectos hidráulicos implican el uso de un recurso como el agua, que es escaso y vital. Un proyecto hidráulico puede concebirse de modo de dar importantes beneficios económicos al inversionista en el corto y mediano plazo, pero en el largo plazo los resultados podrían ser desastrosos para la Nación. Puede ocurrir también que un determinado proyecto hidráulico, mirado aisladamente, sea ventajoso, pero al ubicarlo dentro del contexto regional o nacional resulte perjudicial. Por lo anteriormente expuesto y por la magnitud de las inversiones involucradas en los proyectos hidráulicos, su ejecución sólo debe hacerse dentro de una política armoniosa de uso de los recursos naturales [43, 73]. Un proyecto hidráulico no se hace para aprovechar el agua simplemente. Lo que se busca es el bienestar de la población y la satisfacción de sus necesidades; no simplemente el aumento de la producción. Se busca la mejora de las condiciones de vida de la población, el aumento real del ingreso, la posibilidad de acceder a una vivienda decorosa, de tener escuelas y hospitales, de tener, en síntesis una adecuada calidad de vida. Todos estos conceptos tienen especial aplicación, por ejemplo, en las irrigaciones. Si el Estado hace una irrigación, concebida como un conjunto de obras de ingeniería civil y agrícola (presas, canales, nivelación de tierras, etc.), y se piensa que otros elementos como asistencia técnica y crediticia, comercialización, política de precios, tenencia de la tierra, etc. se van a resolver solos se está en un gran error. En un país subdesarrollado, con escasos recursos, no es suficiente la ejecución de obras de infraestructura física. El proyecto debe tener una concepción clara en cuanto a su objetivo, que no puede ser otro que la mejora del ingreso real del trabajador del campo, y debe realizar todas las acciones para lograr ese objetivo social, que es, en última instancia, el sustento de la inversión. Es tan importante la búsqueda de una mejor calidad de vida que algunos sociólogos elaboraron la tesis de que lo que hay que medir no es el Gross National Product, sino la Gross National Happiness. En concordancia con lo anterior no podemos ignorar la enorme desproporción que existe en los proyectos de irrigación entre las inversiones para obra física (grandes obras, generalmente con préstamos extranjeros) y lo 167

poquísimo que se dedica a las acciones de desarrollo agrícola, que es indispensable para que haya un aumento de la producción y de los ingresos, y se logre mejores condiciones de vida [70]. En materia de aprovechamiento de los recursos hidráulicos hay mucho que hacer. Es fundamental tener el conocimiento del tema, el pensamiento claro y la decisión para actuar, de modo que no nos suceda eso de "ver el camino correcto y aprobarlo, ver el camino equivocado y seguirlo" [178]. Para poder desarrollar proyectos hidráulicos se debería tener un Plan de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos. A su vez este plan debe formar parte de un Plan Nacional de Desarrollo. "Donde el agua es escasa con relación a los requerimientos potenciales, la adecuada asignación de los recursos disponibles entre usos y áreas competitivas y conflictivas debe regir la planificación" señala Harvey O. BANKS, quien fue Director del Plan de Obras Hidráulicas del Estado de California y asesor del Plan de Abastecimiento de Agua para la ciudad de New York y de otras ciudades del Este norteamericano [12]. La planificación nacional hidráulica fue definida por AZPURÚA y GABALDÓN de la siguiente manera: "es el proceso mediante el cual se formulan, implementan, vigilan y controlan las estrategias y directrices tendientes a lograr la gestión racional del recurso, con el propósito de establecer una distribución lógica y razonable de las disponibilidades de agua ante las probables demandas, a fin de lograr un equilibrio cuantitativo y cualitativo del balance demanda-disponibilidades e impedir así que el agua sea un factor limitante al desarrollo económico social dentro de un ordenamiento legal e institucional" [12]. Así por ejemplo, en el Plan de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos de Venezuela se planteó el logro de los siguientes objetivos: "1. Precisar la cantidad, calidad y ubicación de los recursos hidráulicos del país; 2.

Satisfacer oportunamente las demandas de abastecimiento de agua para consumo urbano, industrial y agrícola;

3. Asegurar la defensa contra la acción destructiva de las aguas, especialmente en lo que se refiere al planteamiento conceptual del problema de inundaciones, que debe ser tratado como el aprovechamiento armonioso de los recursos de las áreas inundables; 4.

Proteger las aguas contra la acción del hombre cuando va en detrimento del saneamiento ambiental y de la conservación racional de los recursos naturales; 168

5. Garantizar los caudales requeridos para la generación de energía, la piscicultura, la navegación, la recreación y otros aspectos que afectan o pueden afectar el aprovechamiento de los recursos hidráulicos; 6. Jerarquizar las diferentes acciones de programas para el aprovechamiento de los recursos hidráulicos; y 7. Controlar el mayor aprovechamiento de los recursos hidráulicos" [12]. AZPURÚA y GABALDÓN, en su importante libro Recursos Hidráulicos y Desarrollo, han examinado detenidamente las características que debe tener un Plan Nacional de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos. A continuación presentamos un brevísimo resumen de dichas características [12]. -

El Plan es Nacional, es decir que debe abarcar la totalidad del territorio del país y no debe referirse o preferir una región en particular.

-

El Plan es Transversal, es decir que el agua en sí no es objeto de planificación, sino en la medida en la que forma parte del desarrollo de diversos sectores.

-

El Plan es Único, porque debe comprender todos los usos del agua, proyectados en el tiempo y para todo el país.

-

El Plan es Integral, porque cubre todas las posibilidades de uso y control de agua a través de los diversos proyectos hidráulicos que hemos mencionado anteriormente.

-

El Plan es a Largo Plazo. Los autores cuyo pensamiento sobre el Plan Hidráulico venimos resumiendo, recordando a HALL y DRACUP, señalan que "El desarrollo de los recursos hidráulicos se hace casi siempre para el futuro, futuro situado a veces más allá de la visión de cualquier hombre vivo". Generalmente se piensa en más de 50 años.

-

El Plan es Dinámico, es decir, flexible y con la posibilidad de adaptarse continuamente a la realidad, que es esencialmente cambiante.

-

El Plan es Estratégico, porque establece los fines para los diversos usos del agua, las soluciones de ingeniería que será necesario realizar para dotar de agua a cada sector y para resolver los problemas que puedan presentarse. 169

-

El Plan es Vinculante, es decir, que es de obligatorio cumplimiento.

-

El Plan es Coordinativo, porque debe haber una comunicación constante entre planificadores y usuarios del agua.

En el Perú estamos lamentablemente muy atrasados en lo que respecta a la existencia de un Plan Hidráulico. En la Figura 4.1 se presenta esquemáticamente el proceso de planificación de los Recursos Hidráulicos [75].

170

4.3

Plan Nacional de Ordenamiento Recursos Hidráulicos

de

los

En 1977 una Comisión Multisectorial nombrada por el Primer Ministro del Perú, presentó el documento titulado Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos - Bases Técnicas y Económicas para su Formulación [132, 133,134]. Dicha Comisión estuvo presidida por un representante del Instituto Nacional de Planificación (INP), e integrada por representantes de diversas entidades: Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales (ONERN), Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI), Dirección General de Aguas y Dirección General de Irrigaciones, ambas del Ministerio de Agricultura, Ministerio de Vivienda y Construcción, Ministerio de Industria y Turismo, Ministerio de Energía y Minas, Ministerio de Alimentación, Ministerio de Salud y Ministerio de Pesquería. El documento antes aludido fue elaborado en un plazo de cuatro meses y su finalidad fue "la de precisar los objetivos y lineamientos así como las bases técnicas (metodológicas) y económicas y las necesidades de cooperación técnica para la formulación del Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos". Por considerar que en lo esencial siguen siendo válidas las principales conclusiones y recomendaciones de dicho documento, las reproducimos a continuación. Conclusiones 1.

"El objetivo general del Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos del Perú, es el establecer un uso racional, equitativo y efectivo del agua en función de los requerimientos de los diversos usos: sociales (urbano, turístico, recreacional, etc), económicos (agrícola, industrial, minero, etc.) y naturales (flora y fauna) del país de acuerdo a prioridades, superando los factores restrictivos de su disponibilidad (escasez, exceso, mala calidad, etc.) y asegurando el equilibrio ecológico; siendo necesario para ello tener un conocimiento profundo de su disponibilidad espacial y temporal. El Plan será de alcance nacional y se elaborará a nivel de cuenca hidrográfica o asociación de cuencas y las previsiones se harán para el largo plazo (año 1990 y 2005), de manera de asegurar la ejecución de las mismas con la debida antelación; ello, sin descuidar el mediano plazo". 171

2.

3.

"El análisis histórico y las proyecciones de la demanda de recursos hidráulicos en el Perú, muestra: a) Una distribución inversa entre la población y sus actividades económicas, con la disponibilidad de recursos hidráulicos. b)

Una mayor presión sobre los recursos hidráulicos por la tendencia a aprovechar al máximo, en el futuro, el potencial hidroeléctrico del país estimado en 40 000 MW, con el objeto de enfrentar adecuadamente la crisis energética mundial, lo que tiene además como ventaja la utilización de una fuente energética no contaminante.

c)

Una mayor exigencia sobre los suelos y consecuentemente sobre el agua, al tener que enfrentarse, con medidas de ampliación de frontera agrícola e incremento de la productividad, la creciente importación de alimentos, que alcanzaría a US$ 1 000 millones anuales en 1990.

d)

Una mayor presión sobre el volumen y calidad del recurso agua, por la necesidad de impulsar el desarrollo mediante la explotación intensiva de nuestro gran potencial minero y la implementación de un programa agresivo de industrialización".

"La situación del recurso agua es crítica ya en algunas regiones, como la Costa Central y Costa Sur; en la primera región, la ciudad de Lima deberá buscar los recursos necesarios, en cantidad y calidad, para abastecer de agua en el año 2000 a una población estimada, según una proyección normativa en 10,0 millones de habitantes, vislumbrándose como única fuente probable el río Mantaro, lo que hace urgente iniciar de inmediato las obras de control de contaminación de sus aguas producida por la actividad minera. En la segunda región, la ciudad de Arequipa afrontará, a mediano plazo, un problema similar al de la ciudad de Lima; asimismo el eje Moquegua-Tacna requiere de la búsqueda y localización de nuevos recursos hidráulicos, así como de la conservación de los ya existentes, con el objeto de impulsar su desarrollo".

Recomendaciones 1.

"La situación de extremo desequilibrio de las relaciones Población/Recursos Hidráulicos, debe merecer la preferente atención y apoyo político, económico y administrativo del Gobierno, y del Pueblo Peruano de modo que se logre la redistribución racional de la población y de las actividades económicas sobre el territorio nacional, mediante una implementación de los Planes de Desarrollo Regional y de las Políticas de Acondicionamiento del Territorio". 172

2.

"Los integrantes de la Comisión Multisectorial, en su calidad de Directores Generales o Jefes de Organismos, solicitan por unanimidad, que el Gobierno, por intermedio del Instituto Nacional de Planificación, le otorgue al Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos, alta prioridad y le dé el trámite consiguiente para que pueda obtener el financiamiento interno y externo, así como la cooperación técnica internacional necesaria".

3.

"Es urgente que el gobierno establezca medidas efectivas de carácter institucional, técnicas y económicas, para controlar los procesos de contaminación de las aguas por relaves mineros, especialmente en las cuencas de los ríos Mantaro, Rímac, Moche y Locumba. Igualmente, deben tomarse todas las medidas necesarias para que los nuevos proyectos mineros no ocasionen contaminación de las aguas, para lo cual los estudios deberán incluir un capítulo de factibilidad ecológica, en donde se diseñen las obras y equipos de control de la contaminación, sin lo cual no debe autorizarse su financiación y construcción".

Para alcanzar el objetivo general del Plan, señalado en la primera de sus conclusiones, se planteó los siguientes objetivos específicos: "1. Alcanzar un conocimiento a nivel nacional de la cantidad, calidad y ubicación (espacial y temporal) del recurso agua, para planificar su uso. 2.

Optimizar el uso del recurso agua, en armonía con el desarrollo integral del país, mejorando y/o manteniendo la calidad del medio.

3.

Mantener el equilibrio entre la demanda y la disponibilidad del recurso para garantizar a los usuarios la dotación oportuna en tiempo y lugar.

4.

Unificar criterios para el aprovechamiento integral y coherente de los recursos hidráulicos.

5.

Conservar y preservar permanentemente el recurso agua, en armonía con el equilibrio ecológico.

6.

Crear conciencia nacional sobre la importancia de la conservación y preservación del recurso agua.

7.

Obtener tecnologías adecuadas para la medición, control, evaluación, aprovechamiento, conservación y preservación del recurso agua, a fin de lograr una apropiada administración y manejo del mismo.

8.

Realizar proyectos y mejoramiento de los servicios hidráulicos con la participación financiera de la comunidad. 173

9.

Hacer el trabajo relacionado con el recurso un ambiente propicio para la realización personal de los trabajadores que intervienen en él".

Para lograr el objetivo general y los objetivos específicos señalados, el Plan propuso los siguientes lineamientos de acción: "1. Reforzar y ampliar el sistema de medición y control (calidad y cantidad) como factor básico en la planificación, uso, conservación y preservación del recurso agua. 2.

Intensificar y ampliar los programas de inventario y evaluación del recurso agua, con el fin de determinar su oferta a nivel nacional, regional y local.

3.

Establecer un ordenamiento permanente del uso integral y racional del agua, considerando los requerimientos actuales y futuros de la comunidad y sus agentes naturales, en armonía con el desarrollo del país y el bienestar social.

4.

Desarrollar programas de aprovechamiento del recurso agua con propósitos múltiples, en concordancia con el marco ecológico y la política de desarrollo del país.

5.

Reforzar el marco institucional que permita en forma permanente enfocar integral y coherentemente el ordenamiento del recurso agua y apoyar a la Comisión Multisectorial del Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos.

6.

Establecer las medidas técnicas, legales y/o económicas que permitan la conservación y preservación del recurso agua, procurando mantener el equilibrio ecológico.

7.

Desarrollar programas de educación y extensión, a nivel de usuarios, con el objeto de alcanzar un uso eficiente y racional del recurso agua. Asimismo, difundir a nivel nacional los conocimientos más apropiados para la conservación y preservación de dicho recurso, creando mayor conciencia de su importancia.

8.

Intensificar programas de estudios, investigación y experimentación relacionados con el recurso agua, a fin de fomentar e incrementar su uso racional.

9.

Fortalecer el sistema de financiamiento de la inversión asegurando la participación de la comunidad en los costos inherentes a los servicios del recurso agua. 174

10. Reforzar el apoyo económico a las instituciones que intervienen en las actividades relacionadas con el agua. 11. Establecer mecanismos que aseguren a los trabajadores continuidad y dedicación en las actividades relacionadas con el recurso agua". Consideramos que ha sido importante reproducir las grandes líneas que se propusieron para el establecimiento de un Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos. Desgraciadamente, dicho Plan nunca se realizó. Ahora que los recursos hidráulicos son más escasos, que su aprovechamiento es más costoso y que las demandas son mayores, se hace aún más importante su ejecución. A lo anterior debe añadirse que la posibilidad de que la actividad privada participe en la ejecución de grandes proyectos hidráulicos hace más urgente la necesidad de un Plan Hidráulico.

4.4 Manejo de los Recursos Hidráulicos En páginas anteriores hemos señalado reiteradamente que vivimos en un mundo en el que las necesidades de agua son crecientes. Esto se debe, tanto al aumento de la población, como a las mayores demandas de agua de cada ser humano en su búsqueda de una mejor calidad de vida. En contraposición a lo anterior se da una situación de lo más inconveniente: las disponibilidades de agua a nivel mundial vienen disminuyendo, en lugar de estar aumentando, como sería lo deseable. Esta disminución de la disponibilidad de agua se debe a diversos factores, que hemos expuesto a lo largo de este libro. La contaminación creciente de los cursos de agua, la deforestación de las cuencas, el mal uso y el desperdicio del agua son algunos de los factores que nos están llevando a una dramática situación en la que la demanda será mayor que la oferta de agua. Se convierte, pues, en imperativa la necesidad de plantear y cumplir una política de Manejo de los Recursos Hidráulicos. Se entiende por Manejo de los Recursos Hidráulicos la ejecución de un conjunto de acciones para usar y controlar el agua en todas sus formas y manifestaciones de modo de obtener beneficios para la Humanidad. El Manejo de los Recursos Hidráulicos debe mirarse como un sistema en el que la entrada está constituida por los recursos hidráulicos y la salida por las mejores condiciones de vida de la Sociedad [75]. 175

De lo arriba expuesto se deduce que el Manejo de los Recursos Hidráulicos es algo que se desarrolla en el tiempo. Es un proceso. Pero un proceso no es sólo el transcurso del tiempo o el conjunto de fases sucesivas de un fenómeno. Acá, proceso debe entenderse como progreso, como la acción de ir hacia adelante. Este proceso tendrá su propia velocidad, en función de diversas circunstancias y condicionantes. Un proceso no puede ni debe desarrollarse en desorden. El proceso inherente al Manejo de los Recursos Hidráulicos debe ser, en primer lugar, cuidadosamente planificado, y luego ejecutado e implementado. Por lo tanto el Manejo de los Recursos Hidráulicos implica una serie de acciones y tareas, vinculadas entre sí y que forman parte de una cadena orgánica. Por ejemplo, no tiene ningún sentido construir embalses para almacenar agua, si no se dispone de un sistema de conducción hacia los usuarios, y así podría mencionarse otros ejemplos. El Manejo de los Recursos Hidráulicos implica, además de la construcción de infraestructuras, un conjunto de medidas legales y administrativas que hagan posible el cumplimiento de los planes trazados [75]. El Manejo Integrado de los Recursos Hidráulicos significa el conjunto técnico de acciones que toma en cuenta apropiadamente las instalaciones físicas, económicas, sociales y culturales existentes en el sistema, como pudieran ser, por ejemplo, los intereses de diversos usuarios, la compatibilización entre riego y energía, los daños y beneficios causados a la población como consecuencia de la construcción de obras y muchos otros aspectos que detallamos en otro lugar. El planeamiento es la primera etapa o fase del Manejo de los Recursos Hidráulicos. A esta fase corresponde en primer lugar el estudio de las grandes decisiones que deben tomarse, enmarcadas dentro de un Plan Nacional de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos. Finalizado el estudio de proyectos alternativos viene el diseño, o sea, el desarrollo o estudios de un proyecto específico. Luego de la etapa de planeamiento viene la de implementación. En la Figura 4.2 se representa esquemáticamente las dos grandes etapas del Manejo de los Recursos Hidráulicos. La implementación de un proyecto consta de la construcción, operación y mantenimiento, tal como se ve en la Figura 4.3. Independientemente de las dos grandes etapas señaladas podríamos decir que los proyectos hidráulicos tienen tres fases: diseño, construcción y operación y mantenimiento.

176

177

178

En los proyectos hidráulicos se dan frecuentemente ciertas características y peculiaridades, que determinan que las tres fases señaladas no constituyan siempre una secuencia absoluta. Se da, en cambio, lo que podríamos llamar una presencia permanente de las tres fases a lo largo de la vida del Proyecto con tendencia al predominio secuencial de cada una de ellas. Examinaremos algunos ejemplos correspondientes a lo que estamos afirmando. Cuando se trata de una presa ubicada sobre el lecho del río o un sistema de encauzamiento fluvial, los estudios no terminan en el momento de iniciarse la construcción. En realidad continúan a lo largo del proceso constructivo para irse adecuando a las condiciones que se van encontrando y, lo que es muy importante de resaltar, los estudios deben continuar después de terminada la obra. Puesto en funcionamiento el proyecto hidráulico se tiene un modelo a escala 1:1 que nos permitirá verificar las hipótesis de diseño y ver además como reacciona la estructura ante eventos no previstos. Las fallas ocurridas en las presas constituyen una de las principales fuentes de conocimiento de su comportamiento estructural. El embalse creado por una presa está sujeto a sedimentación, la misma que debe estudiarse. La cortina está sujeta a deformaciones y a presiones que deben medirse y compararse con las suposiciones hechas en el diseño. El estudio del funcionamiento del sistema bocatoma-desarenador permitirá perfeccionar los diseños, su operación y la concepción y detalles de los sistemas que se proyecten en el futuro. Los estudios son, pues, un proceso permanente. Podría estudiarse, ahora, por ejemplo, el comportamiento de estructuras en actual funcionamiento y que fueron concebidas, en términos hidrológicos, con anterioridad al Fenómeno de El Niño de 1983. La construcción, según lo hemos señalado, se traslapa con la fase de estudios. Antes de empezar a construir la obra hidráulica propiamente dicha, ya hay que hacer importantes inversiones en caminos de acceso y campamentos; a veces en puentes y en otras estructuras importantes. Un sistema de encauzamiento a base de diques en un cauce fluvial deformable está sujeto a alteraciones y pequeños daños cuando ocurre una avenida de alguna importancia. La construcción continúa, pues, como parte de las etapas de operación y mantenimiento. Puede necesitarse reconstruir una defensa afectada o modificarla para un funcionamiento más eficiente. La operación y mantenimiento es una fase de lo más importante en las estructuras hidráulicas. Su realización puede ser vital para las presas. La operación y mantenimiento a veces empieza desde antes de terminar 179

la construcción de la obra. Desde el momento en el que empezamos las obras de desvío y ataguías estamos alterando el comportamiento fluvial. Tenemos que hacer un manejo del río. Estudios, construcción, operación y mantenimiento van juntos a lo largo de la vida del Proyecto. Esto es muy notorio para las presas, especialmente las de materiales sueltos [154]. Mencionamos antes que el primer paso en el desarrollo de los Recursos Hidráulicos es el planeamiento, es decir, el estudio de las diversas posibilidades (alternativas) de aprovechamiento que puedan originarse. En realidad es imposible el estudio de todas las alternativas, pues su número podría ser enormemente grande. Tiene que haber una habilidad especial para eliminar una serie de posibilidades y quedarse sólo con las que interesa estudiar. Escoger es hacerlo entre posibilidades. Escoger una solución es eliminar otras. Pero ¿cómo saber que posibilidades eliminar? No hay fórmulas o métodos que nos permiten responder a esta pregunta. El universo de posibilidades es muy grande. La intuición y la experiencia juegan un papel muy importante para restringir el número de posibilidades, sin tener que analizar cada una de ellas. Ese es el reto de la ingeniería de sistemas. La ingeniería de sistemas se define como el arte y la ciencia de escoger, entre un número grande de alternativas posibles (factibles), que involucran gran contenido de ingeniería, el conjunto de acciones que satisfacen mejor los objetivos buscados, dentro de las limitaciones que nos imponen los principios legales, económicos, morales, políticos y sociales, y dentro de las leyes que gobiernan la Naturaleza, según nos dice Warren A. HALL [72]. En la Figura 4.4 se presenta esquemáticamente el Sistema de los Recursos Hidráulicos.

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4.5 Problemas en Hidráulicos

el

Manejo

de

los

Recursos

En una publicación de la UNESCO [75], que trata del Manejo de los Recursos Hidráulicos en las zonas áridas, se menciona cuatro grupos de problemas principales que ocurren frecuentemente en los proyectos hidráulicos. Ellos son: 1. 2. 3. 4.

Manejo de las consecuencias ambientales, sociales y culturales de los proyectos de aprovechamiento de los recursos hidráulicos. Manejo integrado de la cuenca y de sus recursos hidráulicos. Necesidad de distribuir el agua racionalmente entre diversos usuarios y usos. Logro de la efectiva implementación del Proyecto.

A continuación examinamos cada uno de estos cuatro grupos de problemas que se presentan en los proyectos hidráulicos, para lo cual seguiremos la línea de pensamiento de la mencionada publicación de la UNESCO, desde la perspectiva de nuestra realidad nacional.

El manejo de las consecuencias ambientales, sociales y culturales de los proyectos hidráulicos debe tomarse en consideración desde las etapas iniciales de un proyecto. Muchas veces desde su concepción misma. Cada proyecto presenta una alteración de la Naturaleza, una modificación de las condiciones del medio ambiente. Antes hemos señalado que todo proyecto tiene dos clases de consecuencias o impactos: unos positivos y otros negativos, o como también se dice, unos deseables y otros indeseables. Así por ejemplo, un proyecto minero o industrial tiene desechos que contaminarán el ambiente en general y los cursos de agua en particular. Pero el proyecto también tiene efectos benéficos, como la producción minera o industrial. Lo que debe hacerse es controlar los efectos ambientales negativos a que hemos hecho referencia. Para tal efecto debe haber, por ejemplo, un tratamiento de las aguas residuales contaminadas antes de su retorno al ciclo hidrológico. Esto último es lo que no se hace, por ejemplo, en las cuencas de los ríos Rímac y Mantaro. Una irrigación también tiene efectos negativos sobre el medio. Así mismo, el abastecimiento de agua potable a una ciudad crea inmediatamente el problema de los desagües y su reincorporación al ciclo hidrológico. El aumento de la población, del consumo de agua per cápita y el aumento de los usos de agua, todo lo que se manifiesta como proyectos hidráulicos, produce un efecto negativo sobre la calidad del agua. Se hace así imperativo actuar sobre los vertidos urbanos 182

e industriales de forma de limitar las cargas contaminantes. Lo indicado es que los vertidos o vertimientos urbanos e industriales sean tratados en una Estación Depuradora, a fin de impedir o disminuir el deterioro de los cursos de agua y contribuir a la prevención de la calidad del agua. Una Estación Depuradora elimina o limita las cargas contaminantes de las aguas que retornan al ciclo hidrológico. En las Estaciones Depuradoras se realiza el tratamiento primario y secundario de las aguas residuales. Así por ejemplo, en una publicación del Ayuntamiento de Madrid se lee lo siguiente: "La industrialización del Área Metropolitana de Madrid en las últimas décadas ha estimulado la migración interior, con lo que el crecimiento de la ciudad ha sido vertiginoso. Ello, unido al mayor consumo de agua por habitante, hace que los vertidos de Madrid y su área rebasen los máximos permisibles en las cuencas de los ríos Manzanares y Jarama, contaminándolos e inhabilitándolos aguas abajo de Madrid. Para regenerar el ecosistema gravemente alterado y permitir el uso público del agua nuevamente, se ha establecido el plan de Saneamiento Integral de Madrid. Los objetivos a alcanzar por este Plan responder plenamente a los indicados en la Carta Europea del Agua y consisten en la reforma de las depuradoras existentes y en la construcción de nuevas estaciones, todas ellas para el tratamiento primario y biológico de los vertidos, aparte de otras actuaciones sobre la red de alcantarillado". En el Perú hemos descuidado muchísimo estos aspectos. La mayor parte de nuestros ríos está contaminada por la actividad minera, a pesar de que la Ley siempre ofreció, por lo menos teóricamente, con los resortes para la preservación de la calidad de las aguas. No se debe, pues, incorporar a los ríos y cursos de agua, ni una gota más de agua sin depurar. Todo proyecto debe concebirse de modo que sea beneficioso para la población y nunca dañino para ella o para la Naturaleza. Nuestra meta debe ser la búsqueda del bienestar y mejora de la calidad de vida de todos lo pobladores. Veamos un ejemplo específico de contaminación. En 1989 una Comisión Multisectorial emitió un amplio informe, como consecuencia del encargo que había recibido de "identificar, estudiar y analizar los problemas de contaminación ambiental de la ciudad de Ilo y de los Valles de Ilo y Tambo ocasionada por las emanaciones de la Fundición Minero Metalúrgica de Ilo, de la Empresa Southern Perú Copper Corporación en el sur del país" [38]. La referida Comisión identificó y dio las alternativas de solución para diferentes problemas correspondientes a relaves, gases sulfurosos, escorias, residuos de la actividad pesquera, residuos urbanos y otros. A continuación mencionamos algunos de los problemas identificados: "1. Como consecuencia de los relaves en el río Locumba se ha extinguido el camarón, que era una especie alimenticia de la zona. 183

2. La descarga de los relaves sin recuperación del agua impide que se aproveche este recurso, sumamente escaso en los departamentos de Tacna y Moquegua. 3. Contaminación por emanación de gases sulfurosos de la Fundición Metalúrgica de la Southern, en la ciudad de Ilo, en los valles de Ilo y Tambo y en los fundos ubicados al norte de la Fundición, con efectos adversos para la salud de la población y la agricultura. Se debe mencionar acá que en 1989 al estudiarse más detalladamente este problema se multó a la Southern mencionándose daños a los olivos, alfalfa, panllevar y hortalizas" Los problemas de contaminación ambiental son, pues, reales y como éste podría mencionarse muchos otros. Pero los efectos negativos no sólo deben corregirse o controlarse una vez que se producen. El planificador, el proyectista, debe adelantarse a los problemas. La concepción misma de cada proyecto debe hacerse de modo que su impacto ambiental sea mínimo y, sobre todo, que sea controlable. Examinemos diferentes aspectos del impacto negativo que puede generar un proyecto hidráulico. Un proyecto hidráulico, sobre todo si es grande, puede representar una alteración en los asentamientos humanos y en la vida del hombre. Así por ejemplo, la construcción de la presa de Poechos en la década de los años setenta, significó que el embalse creado por tan importante estructura del Proyecto Chira-Piura, inundase el pueblo de Lancones, su campiña y alrededores. Fue necesario reubicar a los pobladores, construir un nuevo pueblo, asignarles tierras de cultivo dentro de las áreas nuevas del proyecto y afrontar una serie de problemas de difícil solución, como el del cementerio, dado su significado para los pobladores. La construcción de la presa de Gallito Ciego, del Proyecto JequetepequeZaña, tuvo una gran demora en su iniciación, pues los agricultores se resistían a abandonar el lugar. Adicionalmente, el embalse creado por la presa inundaba los pueblos de Montegrande y Chungal, lo que obligó a su reubicación, así como al otorgamiento de nuevas tierras agrícolas. Para el aprovechamiento binacional del río Puyango-Tumbes se ha previsto la construcción de dos grandes presas: Marcabelí y Cazaderos. Ver Figura 7.3. La altura de la presa de Marcabelí, en el Ecuador, está limitada por la posibilidad de inundar totalmente el pueblo del mismo nombre. Se ha determinado que el embalse de Marcabelí tendrá los siguientes efectos:

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En la etapa final quedará inundada un área de aproximadamente 27 km2. Con el volumen máximo de 1 400 millones de metros cúbicos las aguas inundarían parte de la población de Marcabelí, lo que obligaría a desplazamientos humanos con consecuencias sociales y psicológicas. Una gran zona de bosque nativo y la vegetación ribereña será cubierto. El proyecto de riego de los suelos fértiles de Santa Rufina de 600 hectáreas que serán inundadas" [33].

En lo que respecta a la presa de Cazaderos, ubicada aguas abajo en el mismo río, y que dará servicio a la áreas peruanas, su altura se ha visto limitada por requerimiento del Ecuador de disminuir las inundaciones que se producirían en un área de aproximadamente 80 km2 de territorio ecuatoriano, que incluye ocho pequeños caseríos, 200 hectáreas cultivadas y 700 hectáreas aptas para el pastoreo, así como yacimientos de calizas para una fábrica de cemento proyectada y árboles petrificados que constituirían un recurso turístico. La elevación de la capacidad del lago Junín, a fin de contribuir al afianzamiento hidrológico del río Mantaro, traerá una serie de consecuencias ambientales negativas, como la pérdida del 42% de las áreas de pastoreo próximas al lago y de más de 100 casas ubicadas en el área [17]. La construcción de canales de riego, mejoramiento del sistema de distribución de agua, obras de drenaje y defensas ribereñas obligan muchas veces al desplazamiento y reubicación de pobladores con la consiguiente resistencia de los mismos. También puede ocurrir que las obras obliguen a la reubicación de carreteras. La construcción de la presa de Kariba, en el río Zambeze (África Oriental) obligó al reasentamiento de 75 000 pobladores. La construcción del lago Nasser, en Egipto, y del lago Nubia, en Sudán, requirieron el desplazamiento de 100 000 personas. La construcción del embalse de Nam Pong, en Tailandia, motivó el desplazamiento de 4 000 familias que vivían en el área de lo que sería el embalse, lo que representó "serios problemas psicológicos, sociales, económicos y culturales" [75]. Las consecuencias medio ambientales pueden extenderse de un país a otro. La construcción de la gigantesca represa de Kumgangsan para una central hidroeléctrica en Corea del Norte dio lugar a una cerrada oposición de Corea del Sur por considerar que la construcción de dicha represa constituía un peligro para su seguridad. El enorme embalse de 20 000 millones de metros cúbicos de agua está sobre el río Han-Gang. En 1986 Corea del Sur manifestó que: 185

"Si la represa se destruyese debido a una calamidad natural o es destruida artificialmente, las inundaciones consecuentes no sólo pondrían en peligro la supervivencia de 15 millones de habitantes en el valle de Han-Gang en el sur, sino que verdaderamente aislarían a nuestras fuerzas armadas…" "Aunque el uso del agua como un arma de destrucción masiva no ha sido muy frecuente en la historia, ofensivas con agua en verdad han decidido el resultado de importantes batallas y guerras…" Los ejemplos anteriores parecerían indicar que los efectos de los proyectos hidráulicos son sólo negativos, pero no es así. Si se hace proyectos es precisamente porque los efectos positivos superan a los negativos. Otro tipo de consecuencias ambientales negativas de algunos proyectos hidráulicos es el que se origina por la creación de un cuerpo de agua, como un embalse, que constituye hábitat para insectos transmisores de enfermedades, como la filariosis, esquistosomiasis, malaria y otras. Otro grupo de consecuencias medio ambientales negativas se refiere a alteraciones físicas o químicas. Por ejemplo, la salinización de los suelos es un impacto negativo relativamente frecuente en los proyectos de irrigación, que se ejecuten sin una consideración adecuada del problema de drenaje. En Pakistán, de 15 millones de hectáreas bajo riego hay 13 millones que están severamente afectadas por problemas de salinización. Cuando se construye una presa derivadora con el objeto de desviar parcial o totalmente el curso de las aguas de un río, esta alteración puede tener consecuencias medio ambientales negativas, sobre todo cuando el caudal desviado es proporcionalmente alto con respecto al de la corriente principal. Un curso de agua sólo debe ceder parte de su caudal en la medida en la que el caudal remanente sea lo suficientemente grande como para satisfacer las propias necesidades de la cuenca. Entre éstas se incluye, ciertamente, la exigencia de mantener un caudal mínimo, al que se denomina ecológico, biológico o sanitario, para no perturbar las condiciones existentes aguas abajo. Esto tiene mucho que ver con los problemas de la calidad de agua. Al extraerse agua de un río, los vertidos contaminantes que se incorporen aguas abajo tendrán a su disposición un menor caudal de disolución, y por lo tanto aumentarán las concentraciones de sustancias nocivas. Sería muy largo analizar todos los problemas que pueden presentarse al desviar el curso de las aguas superficiales, pero es evidente que deben ser estudiados in extenso. Tampoco debe perderse de vista que la extracción de una cantidad significativa de agua, para conducirla en otra dirección, puede representar una disminución de las posibilidades de desarrollo de las áreas ubicadas aguas abajo. Dentro de este grupo de 186

modificaciones hidrológicas debe incluirse también las que resultan como consecuencia de la extracción de aguas subterráneas. La alteración del curso de las aguas puede tener también consecuencias de tipo internacional, tal como lo exponemos en el Capítulo 7. Otra alteración importante dentro de este grupo es la sedimentación de los embalses [145,153]. También se producen consecuencias negativas sobre la flora y la fauna. En tal sentido fueron, por ejemplo, muy interesantes las acciones que se realizaron con motivo de la construcción de la presa Itaipú, con el fin de disminuir los daños a la flora y a fauna de la región afectada y para preservar las principales especies animales y vegetales, que sin esas acciones hubiesen desaparecido. La represa de Itaipú crea un embalse de 29 000 millones de metros cúbicos, cuyo espejo de agua es de 1 460 kilómetros cuadrados y tiene una central hidroeléctrica con una potencia instalada de 12 000 MW. Obras tan grandes tienen un enorme impacto sobre el medio ambiente. Los peligros para la flora y la fauna resultantes de la ejecución de un gran proyecto hidráulico han sido examinados como parte del Impacto Ambiental del Proyecto Binacional Puyando-Tumbes. Dicho estudio considera que la creación de los dos grandes embalses de Marcabelí y Cazaderos tendría las siguientes consecuencias negativas para la flora y la fauna:

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Efecto directo sobre una gran parte del hábitat del cocodrilo y de la nutria, especies que están bajo protección, por dispositivos legales especiales de ambos países. Cambio del medio para las especies acuáticas, una gran parte de aguas corrientes se transformarán en aguas tranquilas y estancadas. Bloqueamiento de las rutas migratorias de peces y crustáceos, perdiendo los recursos de toda la cuenca alta. Atrapamiento de los nutrientes en los embalses. Por posibles cambios del pH del agua en los embalses, compuestos de metales tóxicos en los sedimentos pueden disolverse (Folson y Wood, 1986) y ser incorporados en la cadena alimenticia. Construcción de caminos de acceso por bosques nativos. Reducción del área del bosque de mangle, por muerte del mismo y desaparición de la flora y fauna acompañante, lo que llevaría a una degradación y perturbación del ecosistema terrestre" [33].

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Para el aprovechamiento de la cuenca del río Mahaveli, en Sri Lanka, que incluía desarrollo hidroeléctrico y la incorporación de 175 000 hectáreas a la agricultura, se debió construir cuatro grandes presas. Esto último implicó el desplazamiento de 25 000 personas que vivían en las áreas inundables por los embalses. Cuando ya estaba en marcha el proyecto se ejecutó un plan de acción de medidas correctivas del impacto ambiental, que incluyó: -

Conservación de la vida silvestre. Manejo de la cuenca. Manejo y planeamiento forestal (que incluyó la reforestación de 190 000 hectáreas). Investigación y mediciones de recursos hidráulicos. Desarrollos pesqueros. Planeamiento de los aspectos sanitarios y de salud. Manejo de los recursos agua y suelo.

En resumen, pueden ser numerosas las consecuencias negativas de los proyectos hidráulicos. Es importante evaluar oportunamente el impacto ambiental de cada proyecto y actuar en correspondencia mediante un manejo adecuado de las consecuencias del proyecto. El aprovechamiento de la Naturaleza debe ser racional, ordenado, armónico. De lo contrario estaremos depredando nuestros recursos y causando un daño irreparable a las generaciones futuras. El manejo integrado de la cuenca y de sus recursos hidráulicos es sumamente importante. La necesidad del tratamiento unitario de la cuenca es independiente de que la cuenca constituya o no una unidad económica, política, agrícola, o de cualquier naturaleza. La consideración de la unidad de la cuenca deriva de su propia naturaleza y no de otras circunstancias. En la costa peruana existen profundas vinculaciones y asociaciones de todo tipo entre valles pertenecientes a diversas cuencas, que a menudo son mayores que las existentes entre las partes altas y bajas de una misma cuenca. Los valles del Chira y del Piura están en cuencas diferentes, pero están unidos hidráulicamente y con profundas relaciones sociales y agroeconómicas. Sin embargo, la parte alta de la cuenca del Chira está en el Ecuador. La cuenca alta y la cuenca baja del Chira están independizadas desde el punto de vista agrícola, económico o social, pero los problemas de deforestación y de erosión de la parte alta influyen fuertemente en la parte baja. Se ve así la necesidad de considerar el concepto de unidad hidrológica de la cuenca [150]. 188

La cuenca se define hidrográficamente como "el área comprendida dentro de una formación topográfica en la cual las aguas de escurrimiento concurren a un mismo lugar fijo como un lago o una corriente como un río o arroyo" [134]. La cuenca es, pues, la superficie que colecta el agua que cae sobre ella. El Manejo Integrado de la Cuenca y de sus recursos hidráulicos es fundamental. Se entiende por Manejo de Cuencas el proceso de formular e implementar un conjunto de acciones vinculadas al agua y a la tierra, dentro de la consideración de los factores sociales, económicos, ambientales e institucionales, con especial énfasis en los lazos que existen entre las partes altas y bajas de la cuenca, sus habitantes y sus características físicas. DOUROJEANNI y OBERTI ha definido el Manejo de Cuencas como "la gestión que el hombre realiza a nivel de esta área para aprovechar y proteger los recursos naturales que le ofrece, con el fin de obtener una producción óptima y sostenida". El concepto de Manejo de Cuencas se ubica dentro de un concepto más amplio que es el de la racional explotación de la Naturaleza en provecho del hombre. La relación que existe entre la cantidad de agua que escurre y la cantidad de agua precipitada es el coeficiente de escorrentía de la cuenca. La cuenca es, desde el punto de vista hidrológico, un gran reservorio de almacenamiento de agua. El agua tiene diversas formas y estados, pero siempre es una, sea superficial o subterránea, aunque las cuencas superficiales no coincidan necesariamente con las subterráneas. El agua transporta todos los elementos contaminantes. Vemos acá la necesidad de tener siempre presente el concepto de la unidad hidrológica de la cuenca. La contaminación de aguas arriba se propaga hacia aguas abajo. Es por eso que el uso de una cuenca debe planificarse unitariamente. En el Perú tenemos muy serios problemas de contaminación fluvial debido a que no se ha practicado absolutamente los conceptos más elementales de Manejo de Cuencas. El río Rímac, fuente de abastecimiento de agua de la ciudad de Lima, de casi 7 millones de habitantes, presenta un grado de contaminación alarmante, debido a la cantidad de industrias y de actividades mineras que se desarrollan en la parte alta de la cuenca, a lo que debe añadirse la descarga de las aguas servidas de las poblaciones de aguas arriba. Como éste hay muchos ejemplos en el Perú. Desde hace varios años la Humanidad vive un proceso acelerado de desruralización. El hombre tiene ahora más que nunca el deseo de abandonar 189

el campo y concentrarse en ciudades. De otro lado, los pobladores de las partes altas de las cuencas, generalmente deprimidas económicamente, contribuyen a la deforestación de las cuencas. Las consecuencias de esto son varias. De una parte, hay consecuencias hidrológicas inmediatas: aumento de las avenidas y agudización de los estiajes. La destrucción de la cobertura vegetal disminuye la capacidad de retención de la cuenca. De otra parte, aumenta la erosión y se llega finalmente a la destrucción y desertificación de las cuencas. Hasta acá tendríamos con lo dicho razones más que suficientes para la realización de programas de conservación de cuencas, que como lo hemos dicho, casi no se hacen en el Perú. La deforestación es un problema serio en todo el mundo. Así por ejemplo, en la República de El Salvador ocurre lo siguiente: "La deforestación provocada por la demanda de tierras para cultivos extensivos como el algodón, la caña de azúcar y los cereales; así como la explotación de madera, el avance de las zonas urbanas y la necesidad creciente de leña para usos domésticos del agro, ha reducido apreciablemente el recurso hídrico en todo el país" [1]. En Colombia se estableció que "el consumo de leña en las zonas rurales del país esta produciendo una deforestación y pérdida de bosques del orden de 300 a 1 500 hectáreas por día, según las variables que se maneje al analizar el problema. Independientemente de la cifra real, el hecho grave radica en la pérdida continua de bosques con los consiguientes problemas de deforestación, pérdida de la capa vegetal, arrastre de sedimentos, etc." [13]. También forma parte de la concepción unitaria de la cuenca el uso que se haga de los cursos de agua de la parte alta, pues la contaminación aparecerá aguas abajo. Tiene que haber un planeamiento del uso de la tierra. No podemos establecer industrias contaminantes cuyos desagües se incorporen a los cursos de agua e impidan, dificulten, limiten o encarezcan el uso del agua en la parte baja de la cuenca. Hay muchos ejemplos sobre el particular. Pero lo que ocurre en nuestro país es mucho más grave. Además de tener los serios problemas de erosión y transporte sólido derivados del mal trato de las cuencas altas, se da la situación de que ejecutamos grandes proyectos hidráulicos en la parte baja de las cuencas. Se presentan entonces, graves problemas con el manejo de los sólidos. Hay dificultad para la operación de bocatomas y es difícil conservar el volumen útil de los embalses. La pérdida del volumen útil de los embalses tiene enormes consecuencias económicas y sociales [145,153]. Es por eso que al desarrollar un proyecto en la parte baja debe considerarse la totalidad del Manejo de la Cuenca. En algunos países se encarga a la misma Autoridad la conducción de los proyectos hidráulicos y 190

el manejo de la cuenca. El Manejo Integrado de Cuencas incluye todas las vinculaciones entre el agua y la tierra de una cuenca. Precisamente la cuenca es, funcionalmente hablando, un área, una región física, en la que se da una profunda interdependencia entre el manejo del agua y el manejo de la tierra. En tal sentido, el manejo de la cuenca debe ser holístico, vale decir que dentro de una concepción de globalidad debe considerar todos los factores interdependientes que están presentes en una cuenca. Todo esto es importante, no sólo como una aproximación conservacionista, sino por sus profundas implicancias económicas. La Humanidad viene experimentando progresivamente, y a veces de un modo acelerado, una disminución de los recursos naturales presentes en el planeta. Los recursos naturales son los que permiten la existencia del hombre sobre la Tierra. Los bosques, árboles, plantas y cultivos vienen desapareciendo de la superficie de la Tierra a un ritmo alarmante. Lo curioso es que en la mayor parte de los casos el principal causante del daño a los recursos, que son la fuente de nuestro sustento, es precisamente el ser humano. La preocupación por la preservación de los recursos naturales no es nueva. Pareciera más bien que en la antigüedad había una mayor conciencia del problema, a pesar de haber mucho menos elementos contaminantes. El tratamiento y cuidado que los antiguos peruanos dieron a las laderas de los cerros constituyen formas de preservación de los suelos. La desruralización, el abandono de los campos de cultivo y del cuidado de los cerros y andenerías han traído como consecuencia una erosión creciente, que en algunos casos parece incontenible. Las campañas de forestación y reforestación son formas altamente beneficiosas de contrarrestar estos efectos dañinos. El tema de la destrucción del medio ambiente y la necesidad de preservarlo no es nuevo. Pertenece a la sabiduría ancestral el mandato de que cada hombre debe sembrar un árbol. Con ocasión del bicentenario de Bolívar, se recordó que en 1825 el Libertador expidió un decreto en el que se mandaba: "que en todos los puntos en donde el terreno prometa hacer prosperar una especie de planta mayor cualquiera, se emprenda una plantación sistemática a costa del Estado, hasta un número de un millón de árboles, prefiriendo los lugares donde haya más necesidad de ellos". Más tarde, en 1829, desde Quito, Bolívar expidió un decreto sobre conservación de bosques. Los departamentos de Piura y Tumbes tienen en su parte costeña tres importantes ríos que son los que han permitido ancestralmente que ese 191

desierto sea habitable. De ellos, el río Piura tiene comparativamente menores y más erráticos recursos lo que ha sido compensado por medio del Proyecto Chira-Piura. El aprovechamiento de los ríos Puyango-Tumbes y Catamayo-Chira, cuyos recursos se comparten con el Ecuador, es vital para el desarrollo económico y social y para la supervivencia misma en dicho territorio [150]. Sin embargo, sus cuencas deben considerarse cada una como un sistema. Su aprovechamiento no puede ni debe limitarse al uso de sus recursos hidráulicos. Debe ser integral. Existe una continuidad indisoluble (y acá podríamos decir con toda propiedad que es una unidad que no reconoce fronteras ni nacionalidades), entre la parte alta y la parte baja de una cuenca. Si descuidamos la parte alta, deforestándola y agravando las condiciones naturales existentes, el resultado será una incontenible e inmanejable cantidad de sedimentos en la parte baja lo que hará insostenible los proyectos de aprovechamiento. Debe haber, pues, un manejo ambiental de cada cuenca, tanto para las condiciones existentes como para la que se producirán por el impacto de las grandes obras de regulación consideradas. Los ríos Puyango-Tumbes y Catamayo-Chira nacen y redesarrollan en el Ecuador, atraviesan la frontera e ingresan al Perú donde llegan finalmente al mar. Sin embargo, no puede ignorarse la realidad física en virtud de la cual cada río constituye una continuidad natural y una característica inherente a la Región. En el Convenio de 1971 con el Ecuador, que se analiza en el punto 7.6, se acordó, entre otros aspectos, lo siguiente: 1.

Realización de estudios sobre las condiciones de las cuencas y las implicaciones que para ellas tienen los proyectos actuales y futuros.

2.

Ejecución de programas de acciones y obras de conservación y mejoramiento de ambas cuencas en forma conjunta. [136].

Las descargas de los ríos que nos ocupan son sumamente irregulares. Así tenemos por ejemplo, que si bien el río Tumbes tiene un caudal anual medio del orden de 107 m3/s, debe recordarse que en 1968 dicho caudal fue sólo de 31 m3/s, en 1978 fue de 57 m3/s y en 1980 fue también de 57 m3/s. A su vez, en los meses de febrero, marzo y abril el río descarga el 57% de su masa anual media. En cambio en los meses de agosto, setiembre y octubre sólo descarga el 6%. Es, pues, imprescindible, para su aprovechamiento integral, tener embalses de regulación y que estos conserven su volumen útil el mayor tiempo posible. Acá no tiene sentido hablar de vida económica o de 192

recuperación de inversión. Una vez establecido el aprovechamiento hidráulico y creadas las necesidades, éstas deben de satisfacerse permanentemente. La sedimentación de los embalses se produce por la gran cantidad de material sólido que acarrean estos ríos, el mismo que se origina en la erosión de las cuencas. En una publicación ecuatoriana se decía en 1972 que la foresta natural de la cuenca de Puyango-Tumbes se hallaba en gran parte devastada por talas, quemas y pastoreos excesivos y que en la cuenca de Catamayo-Chira la foresta natural se había destruido en forma alarmante, tanto que, no sólo habían desaparecido valiosos bosques, sino que el proceso de pérdida de suelos agrícolas por erosión era aceleradamente creciente. Son numerosos los embalses en diversas partes del mundo que han perdido gran parte o la totalidad de su volumen útil debido a una colmatación acelerada. Resulta, pues, de primerísima importancia controlar la erosión de las cuencas, a fin de garantizar la vida útil de sus embalses. Es innegable la necesidad de distribuir el agua racionalmente entre diversos usuarios y usos. Cuando la disponibilidad de agua es menor que las necesidades surgen los conflictos. Tradicionalmente este tipo de problemas se ha presentado en los países de las zonas áridas y semiáridas. Es indudable que cuando, o donde, el agua es escasa tiene que ser usada del modo más conveniente para la Sociedad en su conjunto. En algunos países la Ley establece las prioridades en el uso del agua. En el Perú según lo hemos visto anteriormente, la Ley General de Aguas señala dichas prioridades. Hay, últimamente, la tendencia a establecer las prioridades en el uso del agua de acuerdo a determinados indicadores de rentabilidad. Este es un tema que debería ser discutido ampliamente dentro de la realidad hidráulica y social del Perú. Cualquiera que sea la posición que se adopte sobre criterios para distribuir el agua entre diversos usos y usuarios debemos admitir que se trata de una decisión que debe ser compatible con la Sociedad y las características del país en la que se aplique. Es también cierto que en los países donde el agua es escasa, los criterios de distribución del agua no son suficientes para resolver los problemas de falta de agua. Frente a la escasez lo más común es pensar en recurrir a nuevas fuentes de agua. Aparecen así los trasvases, presas, canales y bombeos, que a un costo generalmente muy alto, aumentan la disponibilidad de agua. Pero la construcción de los proyectos hidráulicos puede terminar en que las zonas beneficiadas sigan siendo deficitarias, puesto que es inútil aumentar la oferta de agua, si no hay un uso eficiente del agua disponible. En muchos casos los desperdicios en el uso son tan 193

altos que simplemente corrigiéndolos se tendría una mayor disponibilidad de agua. Anteriormente hemos visto que el ahorro es una fuente importante de agua. Debe haber, pues, un manejo de la demanda. La Autoridad tiene la obligación de hacerlo. Hay varias formas de hacerlo, entre ellas cabe señalar dos: política de tarifas de agua y medidas tecnológicas para aumentar la eficiencia de uso. En la mencionada publicación de la UNESCO [75], cuyas ideas principales en torno a los problemas en el manejo de los Recursos Hidráulicos venimos utilizando, se señala la experiencia proveniente de cinco partes del mundo en las que se ha hecho un manejo del agua con miras a dar un mejor servicio a la población. Veamos un brevísimo resumen de cada una de ellas. La base del desarrollo hidráulico de Israel fue el reconocimiento de su escasez de agua. En consecuencia, el desarrollo tenía que apoyarse en el cuidado del agua, en su racional distribución entre usos alternativos y en la máxima eficiencia en el almacenamiento, conducción y distribución del agua. Para lograr estos objetivos se tomaron diversas medidas, tales como incentivos para el menor uso del agua, traslado del uso del agua agrícola a cultivos de mayor rentabilidad, distribución volumétrica del agua con tarifas crecientes según el consumo y estrictas medidas para disminuir la contaminación del agua y, por último, una decidida política de reúso de las aguas. Estas medidas, que no son imposibles de tomar en otras partes del mundo, han permitido a Israel lograr un importante desarrollo económico, a pesar de su escasez de agua. En el sudoeste de los Estados Unidos, donde el agua es sumamente escasa, se optó por un manejo de la demanda como un medio de aumentar la disponibilidad de agua. En California y Arizona se tomaron una serie de medidas para reducir la demanda, tales como aumento de tarifas, cambio de los códigos y reglamentos de instalaciones de agua de las ciudades, reciclado del agua y educación de los usuarios. La industria también ha tenido que adaptarse a la escasez de agua y emplear nuevas tecnologías de producción de menor consumo de agua. De acuerdo a la economía de cada nación a veces resulta más conveniente derivar agua de la agricultura hacia el servicio de las ciudades. Esto puede hacerse más o menos fácilmente en países en los que la agricultura bajo riego no es significativa. Los países árabes viven una permanente escasez de recursos hidráulicos; para la solución de este problema se sigue una estrategia en torno a las dos ideas principales que venimos desarrollando; un mejor uso de los recursos existentes y reducción de la demanda. La lucha por disponer 194

de agua es intensa, se colecta el agua de lluvia en cisternas y depresiones de terreno, se usa aguas salobres, se desaliniza el agua de mar, se vuelve a usar el agua y se aumenta de eficiencia del uso de agua de riego, se trata de disminuir las pérdidas por evaporación, se recarga la napa freática y se realiza estudios para disminuir la transpiración y la evapotranspiración, ya que el 99% del agua que absorben las plantas pasa a la atmósfera como vapor [75]. En China se ha hecho grandes esfuerzos por mejorar la eficiencia del uso del agua a partir del principio de que el agua debe ser usada donde sea más productiva. A partir de 1985 se implantó en China una política de mejor uso del agua. No sólo se incrementaron las tarifas, sino que éstas fueron relativas. Así, para algunos usos el agua es más costosa que para otros. Se tomó también un conjunto de medidas de manejo del agua, similares a las anteriormente mencionadas, con el objeto de lograr que el año 2000 hubiese equilibrio entre oferta y demanda de agua. En Indonesia aparecieron conflictos por el uso del agua entre los sectores poblacional e industrial, especialmente en el área de Yakarta. El gobierno realizó, con asistencia de empresas especializadas, esfuerzos por mejorar el manejo del agua. El planeamiento general del uso del agua se hizo en colaboración con el grupo tecnológico de Delft, Holanda. Una de las características de la metodología empleada fue que no se consideró las demandas futuras como cantidades fijas, sino variables en función de varias influencias, como por ejemplo la política de tarifas. Otro de los aspectos considerados fue aceptar la posibilidad de hacer desplazamientos en el uso del agua hacia usos de mayor valor; por ejemplo, de la agricultura hacia la industria. Se estableció el planeamiento del uso del agua hasta el año 2000. El logro de su efectiva implementación es una de las mayores dificultades que han tenido los proyectos hidráulicos realizados en los países en vías de desarrollo. Los resultados pueden expresarse en una frase: los logros obtenidos han sido inferiores a las metas trazadas. Podríamos entonces preguntarnos, ¿es que las metas fueron muy ambiciosas? Probablemente esto sea cierto en algunos proyectos. En muchos otros, no. Por ejemplo, el abastecimiento de agua potable de Lima podría mejorar si se pusiesen en práctica las medidas que se recomendaron hace años para que haya un mejor manejo del agua y se eviten o disminuyan las fugas y los desperdicios. En los estudios de factibilidad de los proyectos de irrigación se supone la existencia de una serie de factores, como por ejemplo determinados dispositivos legales, créditos, campañas para aumentar la eficiencia del uso del agua, política de precios y tarifas, etc., pero de pronto cambia la actitud del gobierno hacia estos problemas y se modifican los supuestos del proyecto. En otros casos no puede haber una efectiva implementación de un proyecto, 195

simplemente porque éste no se termina. El Perú está lleno de primeras etapas de proyectos. Estudios realizados por BOWER Y HUFSCHMIDT, citados en la referencia [75] señalan las causas más frecuentes de proyectos de irrigación no exitosos en su implementación. Ellas, en una traducción libre, son: 1.

2. 3. 4.

No haberse considerado adecuadamente, desde la etapa de planeamiento del proyecto, los problemas que pudieran presentarse para su implementación. Descuido o poca atención de los problemas de manejo del agua a nivel de parcela. Inadecuada financiación de la operación del proyecto, lo que conduce a falta de mantenimiento y deterioro de la infraestructura. Falta de participación real de los usuarios del agua en el planeamiento y manejo de la irrigación y en las acciones sobre la cuenca.

Todo esto ha sido analizado desde diversos puntos de vista y se ha señalado que dichas causas se originan en una serie de distorsiones que empiezan desde la formulación del proyecto y continúan en el diseño, construcción, operación y mantenimiento. Las distorsiones se originan en decisiones tomadas por los auspiciadores del proyecto y que incluyen, por ejemplo, aspectos que no corresponden a la realidad donde se ubica el proyecto. En todo proyecto es fundamental la participación de los beneficiarios en su concepción y gestión. El proyecto debe sentirse como propio.

4.6 Los Estudios de Impacto Ambiental Hemos visto a lo largo del presente capítulo como es que los grandes proyectos de ingeniería que se construyen para el aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos tienen, o pueden tener, efectos negativos sobre el medio ambiente y sobre la Naturaleza en general, de la que formamos parte. Los proyectos producen, pues, en mayor o menor grado, un impacto sobre el medio ambiente, que debe ser evaluado anticipadamente para su consideración dentro de la factibilidad del proyecto.

Este tema está contemplado en el Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales, promulgado el 7 de setiembre de 1990 [35]. Este código fue 196

concebido dentro de la Constitución de 1979, la que dedica un capítulo a los Recursos Naturales, la que en su artículo 123° señala: "Todos tienen el derecho de habitar en ambiente saludable, ecológicamente equilibrado y adecuado para el desarrollo de la vida y la preservación del paisaje y la naturaleza. Todos tienen el deber de conservar dicho ambiente" [146]. Se ha argumentado que estos conceptos son "letra muerta" y que no corresponden a la realidad. Sin embargo, su contenido conceptual debe ser, en nuestra opinión la guía general para la preservación del medio ambiente. El Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales, luego de promulgarlo sufrió algunas modificaciones y su puesta en marcha real ha sido sumamente lenta. Internacionalmente existen corrientes de pensamiento y de acción muy fuertes sobre la protección de la Naturaleza, las que deben ser tomadas en cuenta. Dada la gran incidencia de los proyectos hidráulicos en el impacto ambiental consideramos que es necesario detenernos unos momentos en este tema y reseñar el referido Código. El Código en su Título Preliminar reafirma y profundiza los conceptos de la Carta de 1979, pues se señala el derecho irrenunciable que tiene toda persona a gozar de un ambiente saludable, ecológicamente equilibrado y adecuado para el desarrollo de la vida. Se señala que es obligación del Estado mantener la calidad de vida de las personas, a un nivel compatible con la dignidad humana. Corresponde al Estado prevenir y controlar la contaminación ambiental y cualquier proceso de deterioro o depredación de los recursos naturales. Se establece, así mismo, que el medio ambiente y los recursos naturales constituyen patrimonio común de la Nación; aún más, el territorio de la República comprende a su patrimonio ambiental. El Código establece que la Política Ambiental tiene como objetivo la protección y conservación del medio ambiente y de los recursos naturales a fin de hacer posible el desarrollo integral de la persona humana. En consecuencia, debe haber una Planificación Ambiental con el objeto de crear las condiciones para el restablecimiento y mantenimiento del equilibrio entre la conservación del medio ambiente y de los recursos naturales, con la búsqueda de una mejor calidad de vida. El capítulo III del Código trata de la protección del Medio Ambiente. Se señala expresamente que "todo proyecto de obra o actividad, sea de carácter público o privado, que pueda provocar daños no tolerables al ambiente, requiere de un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) sujeto a la aprobación de la autoridad competente" (Art. 8°). En el mismo artículo se establece cuales son las actividades de las que 197

deberá hacerse obligatoriamente un Estudio de Impacto Ambiental (EIA). Ellas son: 1.

Irrigaciones, represamientos, hidroeléctricas y otras hidráulicas.

2.

Obras de infraestructura vial y de transporte.

3.

Urbanizaciones.

4.

Instalaciones de oleoductos, gaseoductos y similares.

5.

Proyectos de desarrollo energético.

6.

Actividades mineras, pesqueras y forestales.

7.

Obras y actividades permitidas en áreas protegidas.

8.

Industrias químicas, petroquímicas, metalúrgicas, siderúrgicas o cualquier otra actividad que puede generar emanaciones, ruidos o algún tipo de daño intolerable. Construcciones y ampliaciones de zonas urbanas.

9.

10. Empresas Agrarias. Esta relación, como puede verse, no es limitativa; es bastante amplia y tiene muchas vinculaciones con los Recursos Hidráulicos. Un estudio de Impacto Ambiental debe incluir, no sólo una descripción de la actividad propuesta y de sus efectos, sino también una evaluación técnica y una indicación de las medidas necesarias para "evitar o reducir el daño a niveles tolerables" (Art. 9°). Examina luego el Código las Medidas de Seguridad que deben tomarse con relación a la descarga de sustancias contaminantes que provoquen degradación de los ecosistemas. Queda así expresamente prohibido verter o emitir residuos sólidos o gaseosos que alteren las aguas en proporción capaz de hacer peligrosa su utilización (Art. 15°). Hay un importante capítulo del Código dedicado a la Ciencia y a la Tecnología. Se señala allí que las investigaciones científicas están orientadas en forma prioritaria a los recursos naturales. En el Capítulo X del Código se establece la existencia de Áreas Naturales Protegidas. Este es un aspecto que tiene muchos puntos de contacto con el aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos. Se entiende por áreas protegidas, las extensiones del territorio nacional que el Estado destina a fines de investigación, protección o manejo controlado de sus ecosistemas, recursos y demás riquezas naturales (Art. 51). Son varios los objetivos de las Áreas Naturales Protegidas. La mayor parte 198

de ellos están relacionados con los Recursos Hidráulicos y con los proyectos para su aprovechamiento. Los objetivos son: 1.

Proteger y mejorar la calidad del medio ambiente.

2.

Proteger y conservar muestras de la diversidad natural.

3.

Mantener los procesos ecológicos esenciales y detener su deterioro.

4.

Conservar, incrementar, manejar y aprovechar sostenidamente los recursos naturales renovables.

5.

Preservar, conservar, restaurar y mejorar la calidad del aire, de las aguas y de los sistemas hidrológicos naturales.

6.

Conservar, restaurar y mejorar la capacidad productiva de los suelos.

7.

Proteger y conservar muestras representativas de cada una de las especies de flora y fauna nativas y de su diversidad genética.

8.

Proteger, conservar y restaurar paisajes sin iguales.

9.

Conservar formaciones geológicas, geomorfológicas y fisiográficas.

10. Proteger, conservar y restaurar los escenarios naturales donde se encuentren muestras del patrimonio cultural de la Nación o se desarrollaron acontecimientos gloriosos de la historia nacional. Toda esta relación es muy importante de tenerse en cuenta al desarrollar proyectos hidráulicos. Las áreas protegidas son de diversas denominaciones y alcances. Entre ellas tenemos: -

Parques Nacionales (Manu, Huascarán, Amotape, etc.) Reservas Nacionales (Paracas, Junín Titicaca, Pacaya-Samiria, etc.), Santuarios Nacionales, Santuarios Históricos, Bosques de Protección, Cotos de Caza, Otras.

El Capítulo XIII del Código trata de los Recursos Energéticos. Los aprovechamientos energéticos deben ser realizados sin ocasionar contaminación del suelo, agua o aire. En el artículo 74° del Código que venimos reseñando, se establece que en el costo de los aprovechamientos hidroenergéticos debe considerarse el costo de prevención y manejo de la cuenca colectora que lo abastece, en especial el establecimiento y manejo de bosques de protección y de reforestación.

199

El Capítulo XIX del Código se ocupa del agua y alcantarillado. "Es de responsabilidad del Ministerio de Salud garantizar la calidad del agua para consumo humano y en general, para las demás actividades en que su uso sea necesario" (Art. 107°). Se regula así mismo las condiciones que deben reunir los vertimientos, la necesidad de tratar las aguas residuales con fines de reutilización y otros aspectos sobre el tema, como se señala en el punto 2.12. Finalmente el Código establece las sanciones, delitos y penas motivadas por incumplimiento, que incluyen multas y prisión, según el caso. El Código del Medio Ambiente y los Recursos Naturales es un intento de salvar la Naturaleza, de lograr el equilibrio entre el desarrollo y el aprovechamiento de los recursos naturales, de dejar a las generaciones futuras un mundo en el que sea posible vivir. Conviene recordar que es un lugar común afirmar que la conquista europea del siglo XVI produjo en el continente americano enormes daños ecológicos. Esto es mirar el pasado con los ojos del presente. Lo ocurrido hace cinco siglos debe contrastarse con lo que está ocurriendo ahora, en los últimos años del siglo XX, en los que somos o debemos ser plenamente conscientes de lo que es la preservación del medio ambiente, la conservación de la Naturaleza y la ecología. El medio ambiente, según una definición de Naciones Unidas, es "todo el sistema físico y biológico interno en que viven el hombre y otros organismos. Es un complejo sistema dinámico con numerosos componentes que actúan en forma recíproca". El concepto de medio ambiente, para los fines de la ingeniería de los proyectos, es el entorno natural, social, cultural y económico en el que se desarrolla un proyecto determinado. La ecología es la ciencia que trata del estudio de las relaciones entre los seres vivos y organismos con su medio entorno. La ecología se ha definido también como la "biología de los ecosistemas". Un ecosistema es una porción de la naturaleza constituida por organismos vivientes y sustancias inertes que actúan recíprocamente, intercambiado materiales [46]. A pesar de todo lo que ahora se conoce sobre la necesidad de preservar el medio ambiente, muchas veces nos comportamos más destructivamente que hace cinco siglos. Indudablemente que el desarrollo implica el aprovechamiento de los recursos naturales, pero, por nuestro propio beneficio y por el de las generaciones futuras, este desarrollo debe hacerse sin destruir la Naturaleza. Tenemos no sólo el derecho, sino la obligación, de buscar mejores condiciones de vida, lo que implica frecuentemente una alteración de las condiciones naturales, pero no debemos llegar a la degradación irreversible del mundo natural. El ingeniero es un transformador del ambiente físico, de la Naturaleza; 200

es un transformador de los recursos en provecho de la Humanidad. Por lo tanto desempeña una función social. Así fue reconocido cuando en noviembre de 1983 se aprobó por la Federación Mundial de Organizaciones de Ingenieros el Código de Conducta Ambiental para Ingenieros.

4.7 Consenso de Lima sobre los Problemas del Agua en América Latina y el Caribe Como una demostración de la necesidad de conocer en profundidad los problemas del agua. Naciones Unidas decidió convocar a una Conferencia Mundial sobre el Agua, la que se realizó en Mar del Plata, Argentina, en marzo de 1977. Dentro de las actividades previas a dicha reunión se celebró en Lima, en setiembre de 1976, una Reunión Preparatoria, para América Latina y el Caribe. A esta reunión asistieron representantes de 27 estados, así como de varios organismos especializados: Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Organización Mundial de la Salud (OMS), Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), Organización Meteorológica Mundial (OMM), Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Asistieron también representantes de la Organización de los Estados Americanos (OEA), del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de la Comisión Mixta Paraguayo-Argentina del Río Paraná (COMIP) y de la Asociación Internacional de Derecho de Aguas (AIDA), todo lo que nos da una idea de la importancia de la Reunión. Durante esta Reunión se examinaron diversos problemas vinculados al desarrollo de los Recursos Hidráulicos en América Latina y el Caribe. Se estableció que la correcta utilización del agua es fundamental para lograr el objetivo del desarrollo económico y social, entendido como la preservación y mejora de la calidad de vida de la población y la promoción de "su dignidad y felicidad plenas". Sin embargo, los medios que se requiere para satisfacer las necesidades de agua son muy grandes. Este es el reto y el desafío que enfrentan los pueblos y sus gobernantes. Pero, los problemas no se refieren sólo al agua, sino a los recursos naturales en general; de acá que sea necesario establecer planes para el aprovechamiento integral de los recursos naturales. El agua no es un fin en sí, es un medio. De acá que todos los problemas vinculados al agua tengan que verse dentro de la perspectiva general del "desarrollo económico y social de los pueblos, y no de manera aislada". 201

Hay un punto que se precisó en la Reunión que comentamos y que seguramente va a ser polémico en algún momento: "El agua es un recurso esencial para todas las naciones de la tierra y consecuentemente debe considerarse como un recurso sujeto a un efectivo control gubernamental". ¿Por qué debe haber un control sobre el agua? Porque el agua es fundamental para la vida, es la base de la prosperidad. Todo esto ubicado dentro de los conceptos de escasez e irregularidad del recurso, características de las zonas áridas y semiáridas. La Reunión que comentamos y cuyas conclusiones principales reseñamos más adelante, partió de los siguientes conceptos: 1.

El mal uso del agua, el mal manejo del recurso, afecta peligrosamente el desarrollo económico y social y, por lo tanto, aleja las posibilidades de lograr una mejor calidad de vida.

2.

Los problemas asociados al aprovechamiento del agua son muy grandes y constituyen un auténtico desafío para los países.

3.

Es urgente la adopción de planes integrales para el aprovechamiento de los recursos naturales.

4.

Los problemas del agua se deben encarar dentro de la problemática general del desarrollo.

5.

El agua es fundamental, es vital, para todas las naciones de la Tierra y está sujeta a control gubernamental.

Las más importantes conclusiones de tan importantes reunión mantienen su vigencia, por lo que las presentamos a continuación: "1.

Los planes nacionales o políticas de desarrollo deben especificar los objetivos principales del aprovechamiento del agua, y traducirse en estrategias y directrices que en lo posible se desglosen en programas para el manejo integral del recurso.

2.

Es necesario adaptar el esquema institucional para el manejo del agua a los requerimientos de la planificación y aprovechamiento eficientes del recurso y a la promoción del uso de tecnologías avanzadas.

3.

Es conveniente reunir en un cuerpo legal orgánico todas las disposiciones sobre manejo de los recursos de agua teniendo como base el dominio público de ella y la concesión de su uso como vía administrativa, así como mantener el texto en permanente actualización tomando en cuenta la evolución social y tecnológica y características del sistema 202

hidrológico. 4.

Para mejorar el manejo de los recursos hidráulicos conviene ampliar el conocimiento de su disponibilidad en cantidad y calidad en relación con las necesidades previsibles.

5.

Para proyectar las necesidades futuras de agua es conveniente disponer de estadísticas de uso y consumo por tipo de usuario, así como de información que permita estimar el efecto de la aplicación de los distintos instrumentos de política (tarifas, gravámenes, etc.) para influir sobre las correspondientes demandas.

6.

El agua es un recurso limitado y valioso cuyo uso debe ser ordenado con miras a obtener el mayor bienestar nacional posible y su aprovechamiento exige, por lo general, inversiones relativamente grandes.

7.

El abastecimiento de agua potable de calidad adecuada y la disposición de las aguas, debe ser objeto de atención de toda la región.

8.

Es necesario mejorar la eficiencia en el uso del agua para fines agropecuarios, disminuyendo las pérdidas en la conducción y distribución y evitando el empleo de sistemas de regadío con elevado desperdicio de agua.

9.

En la formulación de los planes de expansión del sector eléctrico es necesario contemplar en todo caso la alternativa que ofrecen los proyectos hidroeléctricos que aseguran el uso permanente de este recurso de carácter renovable y no constituyen un medio de contaminación.

10.

Los planes de aprovechamiento de los recursos de agua y de ordenación territorial deben tener en cuenta los usos del agua en navegación, recreación, pesca, y las necesidades ecológicas.

11.

El tipo de tecnología aplicada al manejo de los recursos hidráulicos debe adaptarse a las condiciones locales, al grado de desarrollo social y educacional de los usuarios, y a los planes de desarrollo. 12. Es necesario evaluar las consecuencias que sobre el medio ambiente tienen los diversos usos del agua; dar apoyo a las medidas tendientes a controlar las enfermedades relacionadas con este recurso y proteger los ecosistemas. 13. Es necesario programar y coordinar con debida anticipación las medidas para evitar o reducir en lo posible los daños que producen los fenómenos hidrometeorológicos extremos, coordinando en algunos casos acciones similares entre países. 203

14.

Los países que comparten recursos hidráulicos deberían examinar con la asistencia adecuada de organismos internacionales y de otros órganos de apoyo, las técnicas existentes y disponibles para el manejo de la cuencas de los ríos internacionales y para resolver las disputas y cooperar en el establecimiento de programas conjuntos y de las instituciones necesarias para el desarrollo coordinado de tales recursos.

15.

Es conveniente promover la cooperación en materia de investigación hidrometeorológica y de control de gasto sólido y calidad del agua entre los grupos de países que tiene condiciones geográficas ligadas.

16.

Es conveniente continuar y reforzar la acción del sistema de las Naciones Unidas dentro de las región, como asimismo, que éste se coordine y complemente con las acciones desarrolladas por otros organismos internacionales” [115].

Como puede fácilmente verse los temas contenidos conclusiones han sido desarrollados a lo largo de este libro.

204

en

estas

Capítulo 5 LAS IRRIGACIONES

5.1 Las Irrigaciones y el Desarrollo Integral El desarrollo económico de las zonas áridas y semiáridas depende del modo como la población logre resolver sus problemas hidráulicos. Uno de esos modos es el desarrollo de proyectos de irrigación. Ese es el reto de la población y de sus líderes. Denominamos irrigación, en el sentido más amplio del término, al conjunto de acciones y obras encaminadas a lograr el desarrollo socioeconómico de una región árida o semiárida, a partir del aprovechamiento racional y armónico de los recursos hidráulicos. Es, pues, una actividad esencialmente multisectorial. Desde el punto de vista del desarrollo, las irrigaciones constituyen esfuerzos gigantescos por modificar la Naturaleza, por corregirla en beneficio nuestro. El hombre tiene derecho de buscar su prosperidad y bienestar, así como el de las generaciones futuras. Esto puede significar, en muchos casos, actuar sobre la Naturaleza, corrigiéndola o modificándola para nuestro provecho. Sin embargo, estas modificaciones tienen un límite que, como lo hemos visto en el capítulo anterior, está dado por el daño que pudiera causarse irreversiblemente a los recursos naturales. Esos son, pues, los extremos entre los que se desenvuelven las irrigaciones. El agua y la tierra tienen que mirarse conjuntamente, "como un sistema de recursos que interactúan estrechamente". Dicho sistema debe incluir las consecuencias ambientales. 205

En general las irrigaciones aparecen donde la precipitación es insuficiente para una agricultura sostenida. Esta circunstancia es característica de las zonas áridas y semiáridas, que es por tanto donde surgen las irrigaciones. Los términos árido y semiárido se aplican a zonas con diversas características físicas o climáticas, en las que en general la energía solar es grande, la misma que da a lugar a la evaporación y al mantenimiento de altas temperaturas. Lo más notorio de estas zonas es la escasez de agua y la irregular distribución temporal de los pocos recursos hidráulicos existentes. La UNESCO ha presentado una clasificación por zonas en función del Índice Bioclimático de Aridez, que es la relación, para un año, entre la precipitación (P) y la evapotranspiración potencial (ETP), tal como se ve en el Cuadro 5.1 [75].

CUADRO 5.1 Clasificación Climática

ZONAS Hiperáridas Áridas Semiáridas Subhúmedas

INDICE BIOCLIMÁTICO DE ARIDEZ P/ETP < 0,03 0,03 < P/ETP < 0,20 0,20 < P/ETP < 0,50 0,50 < P/ETP < 0,75

Como puede deducirse, luego de aplicar el Cuadro 5.1, la costa peruana es hiperárida. Precisamente, una de las tareas de la ingeniería de los recursos hidráulicos es crear las condiciones para un desarrollo agrícola que sirva de base económica para el desarrollo integral de los pobladores de las zonas áridas. La irrigación es también una de las respuestas a la creciente desertificación que vive nuestro planeta. La desertificación se origina en la erosión y en la destrucción de la cobertura vegetal. El tema de la desertificación es tan importante que Naciones Unidas celebró en 1977, en Nairobi, una reunión mundial sobre este asunto. Es importante recordar que el 80% de las tierras agrícolas de las zonas áridas y semiáridas de la Tierra está afectado por algún grado de desertificación. De otro lado, entre 1976 y 1980 se perdieron anualmente por diversas circunstancias alrededor de 11 millones de hectáreas de bosques y montes de las regiones tropicales. Debería llevarnos a reflexión el hecho de que la tercera parte de la superficie terrestre es árida. "En todas las zonas áridas los 206

recursos naturales (específicamente suelo y agua) están en un delicado balance ambiental". Irrigación significa la lucha por la supervivencia en un medio ambiente en el que el agua es escasa. Generalmente se considera que las irrigaciones tienen un carácter vinculado esencialmente al sector agrario. En realidad las irrigaciones son proyectos de desarrollo integral que abarcan casi todos los sectores de la actividad económica. El riego es la actividad que consume mayor cantidad de agua. A nivel mundial se dedica al riego entre el 80 y el 90% del total del agua dulce utilizada. En Estados Unidos, en 1975, se dedicaba a la satisfacción de las necesidades del riego el 83% del total del agua dulce utilizada y se espera que para el año 2000, dicho porcentaje haya bajado al 70%. Del total de agua dulce que se emplea en España, el 80% lo es en el riego; el desarrollo previsto para el siglo XXI considera que se dedique a la agricultura bajo riego el 70% del agua total empleada. "A decir verdad, el regadío es una modalidad muy despilfarradora de consumo de agua si se compara con algunos usos industriales, en los que se puede volver a utilizar hasta el 90% de las aguas" [88]. Así por ejemplo el Proyecto Jequetepeque-Zaña, que comprende el riego de 66 000 hectáreas (105 800 hectáreas cosechadas), tiene una demanda total de agua de 1 193 millones de metros cúbicos por año (38 m3/s), que equivale a la demanda poblacional de la Gran Lima hacia el año 2000. Como hemos visto anteriormente la escorrentía anual de agua dulce existente en la Tierra es de 36 000 km3. De este total se considera utilizable casi un 40% (14 000 km3). La cantidad de agua utilizada a nivel mundial es De esa cantidad no menos del 80% se dedica al riego, es de 3 000 km3. decir, 2 400 km3 por año. Es, pues, muy grande la cantidad de agua utilizada en el riego; de acá la necesidad de discutir adecuadamente este importante tema dentro de los Recursos Hidráulicos. Examinaremos a continuación, brevemente, como se vinculan las irrigaciones con los diversos sectores de las actividades económicas y humanas. Las irrigaciones se identifican con la agricultura. Generalmente los proyectos de irrigación causan un fuerte impacto en la opinión pública en función del número de hectáreas puestas bajo riego. La opinión pública pocas veces piensa en la producción, generación de empleos, incremento de la actividad comercial y otros beneficios que van implícitos en el aumento de la frontera agrícola. Usualmente los proyectos de irrigación comprenden, en lo que a riego respecta, tanto el mejoramiento de las tierras cultivadas, como la 207

incorporación de eriazos. Conviene hacer una distinción muy clara entre esos dos aspectos de los proyectos de irrigación. Casi todos tienen una parte que es de mejoramiento de riego. Esto se presenta cuando hay un valle, con agricultura establecida, que no logra su desarrollo pleno por una serie de factores, entre los que está la falta de agua en la cantidad y oportunidad requeridas (“el valle viejo”). Así ocurre en la mayoría de los valles de la costa peruana. Hay ríos que sólo tienen agua parcialmente en los meses de verano (diciembre a abril) y el resto del año padecen escasez, lo que no permite la satisfacción de las demandas agrícolas. En otros ríos el problema es más grave, pues en determinados años ni aun en los meses de verano hay agua suficiente. En los proyectos de mejoramiento de riego la ejecución de la irrigación permite un aprovechamiento óptimo de la capacidad instalada (tomas, canales, drenes, tierras cultivadas, sistemas de acopio, procesamiento y comercialización, etc.). Estos proyectos tienen un efecto casi inmediato. Veamos un caso concreto. [40] El Proyecto CHAVIMOCHIC según su estudio de Factibilidad comprende una extensión total de 131 768 hectáreas. De ellas, 92 990 hectáreas (el 71%) corresponden a mejoramiento de riego y 38 778 hectáreas, a tierras nuevas. A su vez, las tierras de mejoramiento se dividen en dos grandes grupos: uno constituido por las tierras que están ubicadas bajo el canal (es decir dominadas topográficamente por él) y el otro constituido por las tierras ubicadas sobre el canal y cuyo beneficio indudablemente es menor. En el Cuadro 5.2 se aprecia el detalle de las áreas de riego del Proyecto CHAVIMOCHIC para cada uno de los cuatro valles que lo integran.

CUADRO 5.2 Áreas Netas de Riego del Proyecto CHAVIMOCHIC

TOTAL

VALLES

DESCRIPCION

[40]

CHICAMA

MOCHE

VIRU

CHAO

Mejoramiento Bajo Canal

45 093

8 917

10 987

5 023

70 020

Mejoramiento Sobre Canal

20 547

1 785

638

-

22 970

Tierras Nuevas

14 960

5 259

12 894

5 665

38 778

TOTAL

80 600

15 961

24 519

10 688

131 768

208

Debemos recordar que el agua es indispensable para la agricultura, pero no es suficiente. Para que un valle tenga óptima producción es necesario que, además de agua, se dé un conjunto de elementos favorables. Prueba de ello es que en la costa peruana hay valles con suficiente cantidad de agua en los que no se realiza una agricultura intensiva. La irrigación no es solamente llevar agua a una zona deficitaria. Este es un paso necesario, pero que no basta para resolver el problema de la producción y para lograr el bienestar de la población, que es el fin último de una irrigación. Irrigación es también el conjunto de obras de ingeniería para llevar agua a tierras que nunca han recibido riego. Se amplía así la denominada frontera agrícola. Es este el otro aspecto de las irrigaciones. Hay un crecimiento horizontal; hay más hectáreas bajo riego. Cuando se trata de incorporar tierras nuevas hay una labor de colonización por realizar. Entonces el proyecto de irrigación adquiere toda su magnitud y razón de ser como proyecto de desarrollo, de ocupación territorial, de transformación de la Naturaleza en provecho del hombre. En una irrigación se busca que las tierras eriazas dejen de serlo. Se denomina tierras eriazas a las que están sin cultivar ni labrar. A las tierras eriazas se les denomina también eriazos. La Ley de Promoción de las Inversiones en el Sector Agrario define que "Se consideran tierras eriazas las no cultivadas por falta o exceso de agua y demás terrenos improductivos, excepto: a) Las lomas y praderas con pastos naturales dedicados a la ganadería, aun cuando su uso fuese de carácter temporal; b) Las tierras de protección, entendiéndose por tales, las que no reúnan las condiciones ecológicas mínimas, requeridas para cultivo, pastoreo o producción forestal; y c) Las que constituyen patrimonio arqueológico de la Nación". (Art. 24°). Dicha Ley señala asimismo que "No se consideran tierras eriazas aquéllas en proceso de habilitación agrícola respecto a las cuales no hayan vencido los plazos para su incorporación a la actividad agraria, o en las que el proceso de irrigación se encuentra limitado en su avance por la disponibilidad de agua". También se señala en la mencionada Ley que "El Estado promueve la inversión en tierras eriazas a fin de habilitarlas para la producción agrícola, pecuaria, forestal o agroindustrial". En la costa peruana, que es un gran desierto, sólo ha sido posible la existencia ancestral de grupos humanos en la medida en la que se ha logrado transformar el desierto y hacerlo útil y habitable mediante obras de riego. La irrigación no compete exclusivamente a los ingenieros, sino a la Sociedad en general. Significa la aplicación de diversas disciplinas para crear 209

una zona económicamente activa. Decíamos que la irrigación no se reduce, como a veces se piensa, a construir represamientos, derivaciones y canales. Hay mucho más que hacer, hay que preparar la tierra, abonarla, cultivarla, conseguir créditos, estudiar suelos y cultivos en relación con el clima. Hay que construir centros de acopio, caminos, escuelas, hospitales, casas y centros de comercialización, realizar la venta y distribución de los productos y su procesamiento en forma de agroindustria. Hay que crear los mecanismos para asegurarle precios y mercados al agricultor. Hay que buscar su prosperidad. Irrigación es aprovechar el agua, traída con alto costo y esfuerzo, en el mejoramiento integral de una región, para lo cual se requiere de un Plan de Desarrollo; no es, pues, exclusivamente, un problema de ingeniería ni de agricultura; es un asunto de planificación y desarrollo, vía irrigaciones. Usualmente las irrigaciones se miden por el número de hectáreas que abarcan. Sin embargo, este es sólo un valor referencial que muchas veces es un pobre indicador, si no se le completa con información referente a los cultivos, a su productividad (rendimiento por hectárea) y al beneficio real que recibe el agricultor. En el Estudio de Factibilidad del Proyecto Jequetepeque-Zaña se estableció que el área cosechada en ambos valles pasaría, luego de ejecutar el Proyecto, de 45 100 hectáreas a 105 800 hectáreas y la producción agrícola pasaría de 281 000 toneladas a 759 000 toneladas por año. La ejecución del Proyecto permitirá asegurar el agua y todos los elementos para favorecer la producción, incluyendo la doble cosecha. De esta manera se logrará un grado de intensi-dad de uso de la tierra igual a 1,6, que es la relación entre el área cosechada y el área cultivada. Además la utilidad de los agricultores aumentará en 296% y el ingreso total por concepto de trabajo aumentará en 183%. La necesidad de las irrigaciones se origina tanto en la escasez como en la desigual distribución temporal del agua. Para tener una idea más clara de la influencia que tiene la disponibilidad de agua en la producción examinemos un ejemplo concreto. El extenso Valle de Chicama tiene una importante área dedicada al cultivo de caña de azúcar. Los rendimientos dependen, entre otros factores, de la disponibilidad de agua. El rendimiento promedio anual de muchos años fue de 162 toneladas por hectárea. Pero, en los años 1972, 1973 y 1974, que fueron hidrológicamente ricos, el rendimiento de caña estuvo por encima de las 192 toneladas por hectárea. En cambio durante la fuerte sequía de los años 1978, 1979 y 1980 el rendimiento bajó enormemente y llegó en este último año a 88 toneladas por hectárea. Los estudios realizados de la Irrigación CHAVIMOCHIC 210

[40]

permiten

anticipar que si se dispusiese de agua en la cantidad y oportunidad adecuadas y se creasen y estimulasen todas las otras acciones propias de un desarrollo agrícola se podría mantener un rendimiento anual de 230 toneladas de caña por hectárea. Para tener una idea más clara e impactante de estas cifras se puede comparar el volumen de la producción de caña en la década 1972-1981, que fue de 29 millones de toneladas, con el que habría habido en el mismo período de haberse dispuesto de agua regulada y de todas la facilidades asociadas para obtener la producción agrícola y que habría sido de 83 millones de toneladas (¡casi el triple!). En realidad las irregularidades en la disponibilidad de agua, y por tanto en la producción agrícola, traen una serie de consecuencias negativas, que en el Estudio de Factibilidad del Proyecto CHAVIMOCHIC fueron las siguientes: "Incremento del desempleo, tanto en el sector agrario como en los sectores económicamente interdependientes de él, merma en las actividades de servicios, reducción de los niveles de movimiento comercial, desabastecimiento en las ofertas de productos de base agrícola e incremento de importaciones y eventual generación de inconvenientes cambios en los hábitos de consumo" [40]. La ventaja de tener garantizado el suministro de agua es que se puede realizar mayores inversiones, asegurar los mercados y mantener un área constante bajo riego. En los ríos sin regulación se desarrollan obras de riego que sirven una extensión agrícola muy variable cada año, en función principalmente, de la cantidad de agua disponible. El ideal sería disponer del agua necesaria en el momento oportuno, de modo que pueda cultivarse toda el área irrigada. Sin embargo, no siempre ocurre así. A veces falta agua y otras veces hay razones económicas o de diversa índole, que llevan a los agricultores a no sembrar la totalidad de las tierras disponibles. Surge así el concepto de índice de utilización anual del suelo, que es la relación, para un año dado, entre la superficie de producción y la superficie total con aptitud para riego. Desde el punto de vista de la economía de los recursos hidráulicos interesa que dicho índice sea igual a la unidad. Una elevada producción agrícola es importante para cubrir las necesidades de alimentos de la población, disminuir la importación de alimentos y, eventualmente, generar divisas por exportación de productos elaborados a partir de la agricultura y de la actividad pecuaria. Al disponerse de una masa hídrica regulada y de un sistema de distribución es posible desarrollar ganadería, crianza de aves, etc. y las industrias resultantes. Hay, pues, una estrecha relación entre las irrigaciones y el desarrollo pecuario.

211

Las relaciones que existen entre la agricultura, específicamente las irrigaciones, y la necesidad de alimentar una población creciente, son estrechas y dramáticas. Luis PAZ SILVA nos decía en 1984 lo siguiente: “Se estima que para el año 2000 el Perú tendrá aproximadamente 28 millones de habitantes. Actualmente tiene 18 millones o sea que en un periodo de 16 años se habrá aumentado 10 millones de habitantes, o en promedio, 600 000 habitantes por año. Para comprender mejor lo que esto significa en cuanto a las posibilidades de mejorar el nivel de vida de cada peruano y de acercarnos al nivel de vida de los países industrializados, podemos compararnos con Inglaterra que actualmente tiene 56 millones de habitantes, y que en el año 2020 tendrá 56 300 000 habitantes. En 36 años Inglaterra habrá aumentado en 300 000 habitantes, o sea mucho menos de lo que el Perú aumenta en un año. Obviamente las posibilidades de aumentar el nivel de vida de la población de Inglaterra son muy grandes, y las del Perú insignificantes, nulas o más bien negativas. Otro dato importante es que cerca de la mitad de la población son niños y por lo tanto dependientes" [141]. Luis SOLDI, en su libro Política Hidráulica al Servicio del Perú, señala lo siguiente: "El problema del Perú de hoy consiste básicamente en regular el riego de numerosas extensiones que se encuentran en cultivo, pero mal atendidas en sus demandas de agua, y regar simultáneamente tierras nuevas, aprovechando la instauración de nuevos y modernos sistemas de riego..." [104]. Muchas veces el beneficio de las obras hidráulicas no es exclusivamente de riego. Se puede combinar con la producción de energía, aprovechando el agua y las caídas. Se forman así los denominados saltos. La producción de energía hidroeléctrica y el abastecimiento de agua para riego no son, necesariamente, proyectos diferentes. Pueden ser aspectos, modalidades, de un aprovechamiento hidráulico al que en el Perú denominamos Irrigación. Cuando el petróleo, y por consiguiente la energía térmica, eran muy baratos no se veía la gran importancia hidroeléctrica de los proyectos de irrigación, aunque siempre con gran visión se la consideró como desarrollo futuro. A partir de 1973, con la llamada crisis del petróleo, se vio claramente la importancia de antiguos proyectos de riego, como por ejemplo Olmos y Majes. A algunos de ellos se les cambió el nombre para subrayar así su enorme importancia en la producción energética. Nacen así nombres como Proyectos Hidroenergéticos y de Irrigación. En realidad se trata de proyectos de Irrigación, en los que se busca el uso pleno, múltiple y total de agua. La energía generada puede usarse localmente, en el proyecto mismo, o incorporarse a un sistema interconectado para un servicio regional. 212

En el diseño de un aprovechamiento hidráulico hay que coordinar adecuadamente los diferentes usos (riego y energía, por ejemplo). Así, puede suceder que al usar un determinado salto se pueda instalar una gran central hidroeléctrica y producir mucha energía, pero esta solución podría implicar que el agua que ha sido turbinada, no sea aprovechable para el riego por razones de cota de descarga de la casa de máquinas. Puede ocurrir también que las demandas hidráulicas para riego y energía sean diferentes en el tiempo. Entonces hay que construir reservorios de compensación, como lo hemos mencionado anteriormente. Son estos problemas los que requieren un estudio específico para encontrar la solución óptima. Existe abundante teoría y metodologías para resolver estos problemas. Pero, a menudo, las restricciones impuestas al sistema provienen de consideraciones sociales, políticas, regionalistas o coyunturales. Es entonces cuando se ve con toda claridad que una irrigación, entendida integralmente como un proyecto de aprovechamiento hidráulico de propósito múltiple, no puede plantearse y concebirse mediante consideraciones teóricas, sino como un problema cuya solución está necesariamente al servicio del hombre, es decir como una cuestión social. El Perú utiliza un porcentaje pequeñísimo de su potencial hidroeléctrico, apenas si llega al 3%. Es, pues, imperativo agotar las posibilidades de realizar proyectos de propósito múltiple. Para ilustrar la escasez de nuestra producción energética se muestra en el Cuadro 5.3 la energía disponible en 10 países sudamericanos integrantes de la Comisión de Integración Eléctrica Regional (CIER). Así mismo, en el Cuadro 5.4 se ve la evolución de la producción energética del Perú. Se aprecia la notable disminución del crecimiento. Casi todos los proyectos de irrigación llevan como parte de sus objetivos el abastecimiento poblacional. La experiencia ha demostrado que aquellos proyectos que no consideraron explícitamente el abastecimiento poblacional han tenido que incorporarlo posteriormente. La incorporación de nuevas tierras a la producción y la creación de una colonización con centros poblados implican que la demanda poblacional tenga que ser cubierta como parte de la irrigación. En zonas sujetas a mejoramiento, es decir, a regulación de riego, no resulta a veces tan evidente la necesidad del abastecimiento poblacional, pero surge inevitablemente con el paso del tiempo. Hace 30 ó 40 años las demandas urbanas eran pequeñísimas comparadas con las de irrigación o energía. Pero la población ha seguido aumentando y sus necesidades de agua también. La explosión demográfica es considerable. Hay muchas ciudades del país cuyo abastecimiento hidráulico es precario. 213

CUADRO 5.3 Producción Energética de los Países de la CIER (1991) PAIS

POBLACION TOTAL Miles de hab.

CAPACIDAD TOTAL INSTALADA EN CENTRALES (MW) Hidr.

Argentina

33 327 SP T Bolivia 6 842 SP T Brasil 146 155 SP T Colombia 32 842 SP T Chile 13 463 SP T Ecuador 11 078 SP T Paraguay 4 397 SP T Perú 22 880 SP T Uruguay 3 094 SP T Venezuela 19 786 SP T TOTAL 293 864 SP CIER T

Térm.

6 271 (1) 9 084 6 293 10 904 282 293 306 377 46 076 (2) 4 770 46 700 (3) 7 435 6 548 1 884 6 641 2 284 2 991 981 3 080 2 020 1 471 830 1 481 (3) 841 6 490 (2) 32 6 490 38 2 176 709 2 457 1 730 1 196 (1) 512 1 196 599 (3) 10 657 7 245 10 657 8 165 84 158 26 340 85 301 34 393

GENERACION GENERACION Vatios/hab. TOTAL PER CAPITA GWh/año kWh/hab/año

Total

15 355 17 197 575 683 50 846 54 135 8 432 8 925 3 972 5 100 2 301 2 322 6 522 6 528 2 885 4 187 1 708 1 795 17 902 18 822 110 498 119 694

461 516 84 100 348 370 257 269 295 379 208 210 1483 1485 126 183 552 579 906 952 376 407

49 203 53 003 2 047 2 279 219 987 229 987 35 495 37 995 15 005 19 566 6 988 7 188 (3) 29 654 29 677 10 468 14 468 6 929 7 014 60 278 65 512 436 054 466 689

1 476 1 590 299 333 1 505 1 574 1 081 1 157 1 115 1 453 631 649 6 749 6 749 458 632 2 239 2 267 3 046 3 311 1 484 1 588

[21] INTERCAMBIOS

IMPORT GWh/año

EXPORT GWh/año

TOTAL GWh/año

PER CAPITA kWh/hab/año

1 905

9

54 899

1 647

17

3

2 293

335

26 702

8

256 681

1 756

231

---

38 226

1 164

---

---

19 566

1 453

---

13

7 175

648

---

26784

2 893

658

3

---

14 471

632

---

1823

5 191

1 678

---

218

65 294

3 300

28 858

28858

466 689

1 588

Notas: (1) Incluye 945 MW correspondientes a la mitad del equipamiento de la central binacional de Salto Grande. (2) Incluye 6300 MW correspondiente a la mitad del equipamiento de la central binacional ITAIPU (3) Sin datos de Autoproductores. Se repiten las cifras de 1990. (*) Energía Disponible = Gen. total + Import - Export

214

ENERGIA DISPONIBLE (*)

T: Total SP: Servicio Público

CUADRO 5.4 Producción de Energía en el Perú Año

Miles

Producción GWh

Incremento Anual %

de Total Servicio Autopr. Total Servicio Autopr. Habitantes Público Público 1962 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991

10 517 11 144 11 467 11 796 12 132 12 476 12 829 13 193 13 568 13 955 14 350 14 753 15 161 15 578 16 004 16 435 16 867 17 295 17 718 18 143 18 567 18 992 19 417 19 843 20 269 20 269 21 123 21 550 22 050

3 055 1 400 3 702 1 625 4 006 1 828 4 366 1 964 4 770 2 256 5 038 5 288 5 529 3 297 5 949 3 525 6 289 3 892 6 255 4 316 7 275 4 668 7 486 5 032 7 911 5 350 8 627 5 490 8 765 5 961 9 265 6 389 10 039 7 287 10 757 7 638 11 350 10 675 7 459 11 717 8 075 12 115 8 380 12 941 9 234 13 785 10 093 13 544 10 023 13 358 9 567 13 162 9 548 14 503 10 485

1 657 2 078 2 178 2 402 2 514

2 652 2 764 2 363 2 960 2 821 2 879 3 277 3 275 3 304 3 647 3 470 3 713 3 216 3 642 3 736 3 707 3 692 3 521 3 762 3 615 4 000

9,3

8,9

9,7

6,4

12,4

3,3

5,9

8,7

1,7

6,3

7,4

3,8

3,8

3,9

1,3

2,3

2,6

1,5

215

[21]

Producción e Incremento de Habitantes Total 291 332 349 370 393 404 412 419 439 451 436 493 494 510 539 533 549 567 607 626 575 617 624 652 680 654 632 611 658

Total %

6,2

3,5

3,0

3,5

1,4

0,2

Serv. Pub. kWh 133 146 168 167 186

243 253 271 293 308 323 334 334 353 349 411 421 402 425 432 465 498 484 453 443 476

Serv.Pub. %

5,9

6,3

5,9

4,9

2,5

0,5

Hay proyectos de irrigación en los que la parte correspondiente al abastecimiento poblacional es proporcionalmente fuerte. Hay zonas, como Tacna, donde el uso urbano y el agrícola son competitivos. Hay industrias que consumen gran cantidad de agua. Un aspecto importante del proyecto de Irrigación CHAVIMOCHIC (Chao, Virú, Moche, Chicama) es el abastecimiento de la ciudad de Trujillo con 4 m3/s. En el futuro tendrá que incorporarse las necesidades de las poblaciones dominadas por el canal de derivación. Finalmente, hay proyectos que se conciben con un claro multipropósito, pero en los que el abastecimiento poblacional es determinante; ejemplo típico es el Trasvase Mantaro. Los proyectos de riego contribuyen a que la población disponga de agua de mejor calidad. En el Perú sólo el 50% de la población cuenta con agua potable. El 70% de los que la tienen está en zonas urbanas. La calidad del agua, su grado de contaminación, determina que ella sea un medio de vida o de muerte. En la Asamblea General de las Naciones Unidas se ha dicho que: "En la actualidad, alrededor del 80% del total de enfermedades registradas en los países en desarrollo, se relaciona con la insalubridad del agua y las deficiencias del saneamiento. A causa de su significación, tanto desde el punto de vista de los planes como de los resultados, el número de tomas de agua por cada mil personas será un indicador más preciso del estado de salud que el número de camas de hospital". Según la Organización Mundial de la Salud: "Casi la cuarta parte de las camas disponibles en todos los hospitales del mundo están ocupadas por enfermos cuyas dolencias se deben a la insalubridad del agua". Todo esto nos demuestra la estrecha relación que existe entre los diferentes usos del agua y la enorme importancia que tienen los proyectos de riego para ayudar en el suministro de agua limpia. Los proyectos de irrigación tienen mucha relación con la industria. Hay una doble relación [60]. Las irrigaciones, en cuanto representan proyectos integrales de desarrollo, generan productos que deben ser objeto de un tratamiento industrial; es la llamada agroindustria; por ejemplo, producción de azúcar o de pasta de tomate. Pero también las irrigaciones significan utilización de la industria. La primera e inmediata participación es la de la industria de la construcción y todo lo que ella conlleva: equipo mecánico, cemento, etc. También durante la etapa de operación de una irrigación hay demanda de la industria. Resulta, evidente que el desarrollo de un proyecto de irrigación importante debe causar un impacto considerable en diversas manifestaciones industriales, dadas sus necesidades de equipo para el cultivo de la tierra, fertilizantes, pesticidas, 216

equipo de riego (aspersión, micro aspersión, goteo, etc.) y maquinaria para procesos de transformación de la materia prima, entre otros. Las irrigaciones requieren caminos, desde su etapa de construcción y durante la operación. Hay proyectos de irrigación que han construido gran cantidad de caminos. Se ha dado el caso de un solo proyecto de irrigación que en un momento dado tuvo para construcción de caminos un presupuesto mayor que el del Ministerio de Transportes. Los caminos de acceso a las obras cumplen, además de su finalidad específica, con conectar pueblos, mejorar trochas y llegar a lugares que de otro modo hubieran resultado inaccesibles. En el Perú la geografía es difícil y los transportes son costosos. El incremento de la producción agrícola en la sierra y en la selva requiere de caminos que pongan los productos en los mercados. También las irrigaciones tienen mucho que ver con el turismo. Hay algunos proyectos que requieren el almacenamiento del agua en reservorios. Estos lagos artificiales constituyen centros de atracción turística. En otros países se construyen presas con el objeto exclusivo de crear lagos con fines de recreación. Con motivo de la construcción del proyecto Majes se ha redescubierto zonas de gran valor turístico, como el cañón del Colca, por ejemplo. Una irrigación es la ocupación integral y útil del territorio. Es la formación de una zona económicamente activa y el establecimiento o fortalecimiento de centros poblados. Las irrigaciones en zonas fronterizas significan una notable contribución a la defensa nacional. Las irrigaciones representan la identificación del hombre con la tierra. Hay proyectos de irrigación cuya realización está vinculada al aprovechamiento de cursos de agua internacionales. Tal es el caso, por ejemplo, de los ríos Tumbes y Chira que nacen en el Ecuador, donde está la mayor parte de su cuenca, y luego pasan a territorio peruano. Perú y Ecuador firmaron en 1971 un Convenio para el Aprovechamiento de las Cuencas Puyango-Tumbes y Catamayo-Chira. Hay así la posibilidad de una efectiva integración. Podríamos encontrar también que las irrigaciones están vinculadas a la educación, a la salud, al trabajo, al comercio y a casi todas las manifestaciones de la actividad humana. En el Perú no todo el mundo piensa lo mismo acerca de la conveniencia de desarrollar proyectos de irrigación. Hay quienes creen que el esfuerzo económico por realizarlas es desproporcionado con respecto a los beneficios obtenidos. Debería, sin embargo, esclarecerse si este punto de vista de negación de las irrigaciones se debe a una posición principista, es decir, que 217

bajo ningún concepto conviene desarrollar irrigaciones, o a una posición relativa a la forma en la que se han venido desarrollando los proyectos de irrigación. En todo caso, quienes tienen una actitud negativa, o pesimista, hacia las irrigaciones consideran que los beneficios obtenidos son menores que las inversiones realizadas. Piensan así mismo que las grandes cantidades de dinero que el Estado ha invertido en irrigar podrían haber rendido mucho más, de haberse empleado de otro modo. Así tenemos que en el documento titulado Las Bases de la Producción Agraria: Situación y Potencial, de Marc DOUROJEANNI, leemos lo siguiente: "Es en verdad curioso constatar, como, en nuestro medio, algunas alternativas de desarrollo se aceptan sin mayor análisis. Hacer una irrigación, construir una carretera, una central energética o colonizar, es recibido como indiscutible parabién. Apenas si se trata de la oportunidad y a veces del lugar. Pero eso es todo. En el sector agrario jamás se ha contrastado la necesidad de una obra como Majes o Chira-Piura con otras alternativas para aumentar la producción". "Si queremos sobrevivir debemos aumentar la producción agraria. Pero para lograr esto hay dos estrategias tradicionales: (I) la expansión de la frontera agropecuaria en los desiertos costeros mediante obras de irrigación o en la Selva mediante carreteras y programas de colonización y, (II) el aumento de la productividad, intensificando el uso de la tierra que ha sido habilitada para fines agropecuarios en las tres regiones del país. Hasta el presente, los gobiernos de todas las tonalidades políticas se han volcado a la primera de las opciones, a la que en las dos últimas décadas se ha destinado largamente más del 80% del presupuesto de inversión del sector agrario" [50]. Marc DOUROJEANNI menciona que hubiera sido preferible, por ejemplo, no hacer la irrigación de San Lorenzo "pues por culpa del mal uso del agua se deterioró tanta tierra, aunque de mejor calidad, que la que se había irrigado". En el mencionado documento se señala que para aumentar "la productividad hay que tener un buen servicio de extensión e investigación agrícola, mejores sistemas de abastecimiento de insumos, almacenamiento y comercialización y, por cierto, créditos oportunos y suficientes así como precios justos" [50]. Hay, sin embargo, otro grupo de profesionales que piensa en las grandes ventajas de las irrigaciones como proyectos de desarrollo, de ocupación territorial, como medio de hacer posible la existencia en zonas desérticas, hiperáridas, como la costa peruana. Ambas posiciones, no son, en lo esencial, contradictorias. Debe tenerse presente que muchas veces, además de los factores antes señalados, lo que falta para garantizar la productividad es el agua, oportuna y suficiente. Es función esencial y primordial de un proyecto de irrigación garantizar la dotación de riego, permanentemente a lo largo de la vida del proyecto. 218

Una irrigación, lo hemos dicho varias veces, no termina con las obras de infraestructura. Al finalizar las obras empieza el gran reto para la ingeniería agrícola y agronómica, que consiste en obtener los beneficios buscados, mediante un uso eficiente de los recursos disponibles. Es también el momento de las grandes decisiones políticas para un buen manejo de las irrigaciones. Las irrigaciones en sí no pueden ser buenas o malas. Lo bueno o lo malo es el modo de desarrollarlas. En este punto es importante recordar unas palabras de Humberto YAP SALINAS, a propósito del desarrollo de los proyectos de riego. "Algunos de los problemas cruciales más significativos en el sector agrícola de un buen número de países del mundo son bajas eficiencias, falta de efectividad, e inequidad en el uso de sus recursos de agua y suelo. Inevitablemente estas circunstancias se reflejan en los resultados del esfuerzo realizado en la actividad agrícola integral. Como parte de este contexto, Latinoamérica dedica a la agricultura bajo riego aproximadamente 90% del agua desarrollada en sus proyectos hídricos. En Latinoamérica, a pesar del sostenido crecimiento anual del área agrícola y también de la producción agrícola total, la tasa de producción de alimentos per cápita se encuentra estacionaria y en algunos casos dramáticamente decreciente"… …"Las causales de esta situación podrían encontrarse en varios factores. Una de ellos es el hecho de no considerar en un esquema de utilización del agua de riego la dualidad y complementariedad de la parte estructural con la parte no-estructural". "El desarrollo intensivo del sector no-estructural de riego, a través de reformas en el manejo, podrá prescribir numerosas alternativas que existen para poder incrementar sustancialmente la producción y la equidad en los proyectos de riego. Actualmente está comprobado que reformas de manejo en los sistemas incrementan la eficiencia en el uso del agua, permiten la posibilidad de un crecimiento horizontal del proyecto en base al agua ahorrada y disminuyen los factores de deseconomías que se generan al reducir los problemas y riesgos de drenaje y salinidad". "Se ha podido percibir en el ambiente profesional del riego un grupo de características que llamaré el "síndrome del sesgo estructural". Esto significa la concepción tradicional de que un proyecto de riego se constituye solamente por la construcción del sistema de almacenamiento, de captación y de transporte del agua. El resto, digamos, el manejo mismo del agua, se asume que deberá aparecer automáticamente por sí solo. La experiencia sugiere que este concepto es una de las grandes falacias del enfoque que ha contribuido a la problemática existente. Igualmente, muchas veces la ignorancia del esquema institucional en el cual se desarrolla el proyecto de riego ha contribuido a tener una restringida comprensión del fenómeno social que afecta la operatividad del mismo. Por otra parte, la falta de participación significativa del agricultor en las diferentes etapas de desarrollo del proyecto parece ser un factor adicional a la problemática de óptima utilización del agua de riego". 219

"Existe una amplia evidencia que demuestra que varios problemas de índole técnico, económico y socio-institucional están presentes en el bloqueo que impide la realización plena de los beneficios previstos de las inversiones en riego. Las eficiencias de manejo del agua son abismalmente bajas, y el impacto ambiental del riego, el cual se traduce en la degradación de los recursos, es preocupante. Una componente significativamente notoria en esta pobre performance puede ser identificada en las deficiencias en el "manejo" del recurso hídrico, tanto en la entrega del agua a la finca como en el uso en la misma. Sobre la base de este diagnóstico, se podrán obtener mayores beneficios sociales y económicos por el diseño e implementación de políticas y procedimientos encaminados a combatir estas deficiencias. De estudios recientes sobre evaluación de un gran número de proyectos de riego en el mundo, se concluye que existe un gran espacio para el mejoramiento de las eficiencias, efectividades, y equidad en los proyectos. Esto se logrará con la implementación de medidas de carácter no-estructural. [179]. Hay otro importante grupo de personas que, en una tradición que se remonta mucho en el tiempo, piensa que las irrigaciones son obras de justicia social, de reivindicación, de distribución de la riqueza. Así era, por ejemplo, en los años veinte. El gobierno de Leguía, luego de haber ejecutado la irrigación de El Imperial, en Cañete, emprendió bajo la dirección de Sutton, la irrigación de Olmos, en Lambayeque. Con motivo del Primer Congreso de Irrigación y Colonización realizado en Lambayeque en 1929, el presidente Leguía envió un Mensaje en el que a propósito de la Irrigación de Olmos manifestó lo siguiente: "Son obras que yo realizo conscientemente, valerosamente, abnegadamente para despertar la conciencia del país, para democratizar la propiedad, a fin de que no sea un privilegio de los fuertes sino un derecho de los débiles, en suma, para destruir el último eslabón de la cadena esclavizadora que no pudo romper el glorioso martillo de Ayacucho..." [123]. Hay también quienes piensan que un proyecto de irrigación es como cualquier proyecto de inversión, como una fábrica por ejemplo, y que en determinado número de años debe recuperarse la inversión. Este es el punto de vista de los organismos de crédito. Es entonces cuando un proyecto de irrigación se expresa en función de la relación Beneficio-Costo o de la Tasa Interna de Retorno, utilizando una metodología de evaluación que, por lo general, es inapropiada para los grandes proyectos hidráulicos. El tema de las irrigaciones en el Perú ha sido siempre polémico. Hemos expuesto diversos puntos de vista para que el lector obtenga sus propias conclusiones.

220

5.2 La Irrigación en el Mundo Según estimaciones de la FAO (Food Agricultural Organization) la superficie mundial cultivada es de 1 500 millones de hectáreas. De esta cantidad alrededor del 15%, unos 230 millones de hectáreas, está bajo riego; es decir, se cultiva mediante obras de irrigación. El resto, 1 270 millones de hectáreas, se cultiva por acción directa de la lluvia (al secano). Se calcula que para el año 2000 se alcance la cifra mundial de 350 millones de hectáreas bajo riego. Resulta así que el promedio mundial de hectárea cultivada por habitante es de 0,25. O sea, que una hectárea debe alimentar a cuatro personas. De la superficie mundial bajo riego, casi 70%, es decir unos 160 millones de hectáreas, está en los países en vías de desarrollo. Es importante remarcar que casi las dos terceras partes de la población mundial viven en países que tienen alrededor de la mitad de las tierras cultivadas del mundo y, sin embargo, tienen las tres cuartas partes de las tierras bajo riego del mundo. El Perú tiene un altísimo porcentaje (33%) de tierras que producen bajo riego. Esto, que a veces se mira como un galardón, es en realidad una gran desventaja económica. En el Cuadro 5.5 se muestra el número de hectáreas cultivadas en toda la Tierra y su descomposición en riego y secano, para países desarrollados y en vías de desarrollo. En el Cuadro 5.6 se presenta para diversos países el porcentaje de sus áreas de cultivo que producen bajo riego con respecto al total cultivado. El aumento mundial de las irrigaciones en los dos últimos siglos ha sido impresionante. A principios del siglo XIX había sólo 8 millones de hectáreas bajo riego, al empezar el siglo XX había 48 millones de hectáreas, cifra ésta que en la actualidad casi se ha quintuplicado. CUADRO 5.5 Superficies Mundiales Cultivadas

Países Desarrollados Países Subdesarrollados Total *

*

Superficie Cultivada

Superficie regada

Superficie al secano

698 802

65 165

633 637

1 500

230

1 270

En millones de hectáreas

221

CUADRO 5.6 Porcentaje de Áreas Bajo Riego con Respecto al Total Cultivado en Varios Países Pakistán Indonesia India Sri Lanka Vietnam Bangladesh Tailandia Filipinas Laos Birmania Malasia

77 33 26 26 26 22 19 18 13 11 8

Perú Guyana Cuba Ecuador México Costa Rica Rep. Dominicana Jamaica Venezuela Colombia Bolivia Honduras Brasil

33 26 26 21 20 18 13 13 9 8 5 5 3

Somalia Zimbahue Mozambique Kenia Tanzania Congo Etiopía Zambia Camerún Zaire Uganda

17 6 3 2 2 1 1 1 0 0 0

Resulta interesante conocer la distribución de las áreas bajo riego por continentes [61]. Es la siguiente:

Asia Centro y Norte América CEI Europa (sin CEI) África Sudamérica Oceanía Total

Millones de ha

%

145 26 21 16 11 9 2 _______ 230

63 11 9 7 5 4 1 _______ 100%

Los ocho países que tienen mayor número de hectáreas bajo riego son:

País China India CEI USA Pakistán Indonesia Irán México

Millones de ha 45 42 21 18 16 7 6 5

Estos ocho países reúnen el 70% de las áreas mundiales bajo riego [61]. El Perú cultiva 2 800 000 hectáreas; la tercera parte de ellas bajo riego. En 1990 se celebró en Sri Lanka una reunión de expertos, promovida por el Instituto Internacional del Manejo de la Irrigación (IIMI), con el objeto de examinar la situación del manejo de la irrigación en América Latina. El mencionado Instituto es un organismo internacional de investigación, capacitación y divulgación de los problemas vinculados al mejoramiento de la eficiencia de los sistemas de riego en los países en vías de desarrollo. Los resultados de la reunión de expertos fueron presentadas en un volumen titulado El Manejo de la Irrigación en América Latina; en él se señala lo siguiente: “no es sorprendente que los países en vías de desarrollo hayan realizado grandes inversiones en la creación de nuevas zonas de riego y en la 223

rehabilitación de las ya existentes. Varios países en vías de desarrollo con un potencial de irrigación, han destinado alrededor de tres cuartas partes de su presupuesto orientado a la agricultura, a la realización de proyectos de irrigación" [76]. En Latinoamérica hay 140 millones de hectáreas cultivadas, lo que representa el 9% del total mundial. De ellas, hay unos 11 millones de hectáreas bajo riego, es decir, el 8%. El resto, 129 millones de hectáreas, se cultiva al secano, lo que significa una gran variación en el área cultivada y en los rendimientos, de un año a otro, pues se depende grandemente de un recurso aleatorio (la precipitación). Esta incertidumbre tiene, como lo hemos visto, grandes consecuencias en la producción. En los lugares en los que las condiciones naturales son difíciles desde el punto de vista de la existencia de recursos hidráulicos, la ingeniería tiene una gran labor ante sí. No sólo la ingeniería; los políticos y los planificadores tienen necesariamente que empezar por tomar conciencia y pasar a la acción: el abastecimiento de agua en cantidad, calidad y oportunidad adecuadas es el eje del desarrollo. Donde las condiciones naturales no permiten el desarrollo de una agricultura rentable al secano, tiene que hacerse riego. Lo hicieron nuestros antepasados y tenemos que seguir haciéndolo nosotros. Pero el agua es escasa, las obras son costosas y las necesidades son grandes. Como una necesaria aproximación al problema veamos que ocurre en Latinoamérica. Del 28 de noviembre al 2 de diciembre de 1983 se celebró en Santiago de Chile el VII Seminario Latinoamericano de Irrigación, organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). En aquella oportunidad se aprobaron 21 recomendaciones, que por mantener su vigencia creemos conveniente reproducir: "1.

Que se impulse la elaboración de planes nacionales de aprovechamiento de los recursos hídricos en armonía con los planes nacionales de desarrollo y un racional ordenamiento territorial.

2.

Que, en armonía con los diferentes medios permitidos, se actualice las disposiciones legales de fondo en materia de agua y aspectos afines.

3.

Que se estudien y adopten nuevos modelos de organización institucional en los países donde ello fuere necesario para favorecer el mejor establecimiento, manejo y desarrollo de los proyectos de riego y drenaje, cuidando particularmente de institucionalizar mecanismos adecuados de coordinación con los organismos responsables de programas y acciones concurrentes a dicho desarrollo. 224

4.

Que los fondos públicos disponibles para favorecer el desarrollo de la agricultura bajo riego y drenaje, se destinen prioritariamente a asegurar el pleno aprovechamiento de los proyectos existentes y a complementar la infraestructura faltante en los mismos, incluyendo estructuras y artificios para el control y medición de las aguas.

5. Que se impulse significativamente la participación organizada de los usuarios en el estudio, construcción, manejo y desarrollo de los proyectos de riego y drenaje. 6.

Que se estudien y adopten mejores sistemas para la administración, operación, mantenimiento y desarrollo de los proyectos de riego y drenaje.

7.

Que se fortalezcan los programas de capacitación y adiestramiento, a diferentes niveles, de los funcionarios responsables del manejo y desarrollo de los proyectos del riego y drenaje, incluyendo a los usuarios de los mismos.

8.

Que se promuevan y apoyen programas prioritarios de investigación en riego y drenaje a través de procesos consultivos y participativos que involucren a los generadores, transmisores y usuarios de la investigación, dando énfasis a la investigación objetiva que a corto plazo genere resultados que respondan efectivamente a los reales problemas del productor rural de la región.

9.

Promover y apoyar la elaboración y consecuente difusión, de manuales técnicos y metodológicos de riego y drenaje, a diferentes niveles.

10. Que con observancia de las realidades socio-económicas de los proyectos de riego y drenaje existentes se procure lograr, en la medida de lo posible, la autosuficiencia financiera de los servicios de administración, operación y conservación de los proyectos de riego y drenaje, de preferencia con base en tarifas de riego por unidad de volumen en áreas de riego total y de mixtos por unidad de superficie y de volumen en el caso de áreas con riego suplementario. 11. Reforzar al máximo posible los programas destinados a la preservación, conservación y manejo racional de las cuencas hidrográficas. 12. Que en los programas de ampliación de la frontera agrícola con apoyo en proyectos de riego y drenaje se consideren los correspondientes a pequeña irrigación con una planificación principalmente ascendente.

225

13. Que se inicie trabajos de investigación de los métodos de riego por gravedad de alta eficiencia de aplicación en el actual proceso de desarrollo, con miras a su posible y deseable aplicación en los países Latinoamericanos y del Caribe. 14. Que se impulse el saneamiento de tierras con problemas de inundación de alta periodicidad para potencializar su aprovechamiento agropecuario, en especial en las áreas tropicales húmedas y sub-húmedas. 15. Que, previos los estudios del caso, se adopten decisiones sobre la conveniencia de establecer programas de seguro agrícola comprendiendo las áreas con riego y drenaje. 16. Que, para facilitar la obtención de préstamos de los organismos internacionales de crédito se fortalezca, acelere y optimice la formulación de estudios de proyectos de riego y drenaje que satisfagan las especificaciones de dichos organismos. 17. Que se estudien y adopten las medidas necesarias para la prevención, control y manejo de las crecientes de ocurrencia extraordinaria que afectan vidas y bienes en importantes áreas de la Región. 18. Que en todo proyecto de irrigación que se pretenda emprender, se tenga en cuenta que las cuencas forman parte indisoluble del mismo y que, por lo tanto deben asignarse fondos y dictarse medidas para su protección y conservación. 19. Que los estudios sedimentológicos relacionados con los proyectos de irrigación se inicien desde la etapa de estudios preliminares y no en la etapa de estudios finales como sucede corrientemente. 20. Que en la evaluación de los beneficios de los proyectos de riego y drenaje por parte de los organismos internacionales de financiamiento se dé el mayor peso posible a los beneficios sociales de diverso orden que dichos emprendimientos generan, en especial en las áreas económica y socialmente deprimidas. 21. Que los organismos del sistema mundial y regional que prestan colaboración técnica en materia del desarrollo del riego y drenaje en los países de la Región, fortalezcan sus mecanismos de coordinación para un mejor aprovechamiento de los escasos recursos disponibles, en especial en lo que se refiere a favorecer la cooperación horizontal entre países y la capacitación y el adiestramiento."

226

5.3 La Irrigación en el Perú Para ofrecer una imagen de las irrigaciones en el Perú dentro del contexto de la relación Naturaleza-Hombre nos apoyaremos como punto de partida en el conocido y antiguo concepto de distinguir en nuestro país tres regiones: costa, sierra y selva. La razón y utilidad de esta consideración reside en el hecho de que estas tres regiones naturales son, desde el punto de vista de las irrigaciones, claramente diferenciables por lo menos en los siguientes aspectos: 1.

Condiciones climáticas, en especial la cantidad y la distribución de la precipitación (lluvia) a lo largo del tiempo, las temperaturas predominantes, la humedad y los vientos.

2. Cantidad y aptitud agrícola de los suelos. 3. Ubicación de los centros de consumo y de comercialización. 4. Características socioeconómicas de la población. Antes de la presentación de los problemas vinculados a las irrigaciones, en cada una de las tres regiones, conviene que hagamos algunos comentarios sobre los suelos del Perú. El conocimiento del clima, de la disponibilidad de agua y de los suelos es indispensable para analizar las posibilidades del desarrollo agrícola. En el Capítulo 2 hemos presentado algunos aspectos de la disponibilidad de agua; veamos ahora algo sobre la disponibilidad de tierras. En el Perú hay gran escasez de tierras con aptitud agrícola. Los suelos pobres, o no aptos, se caracterizan por su baja fertilidad originada por deficiencia en nutrientes, acidez, escaso contenido de materia orgánica, pendientes fuertes y mal drenaje. A todo esto debe añadirse, por cierto, la escasez de agua. Los suelos con aptitud agrícola están dispersos en el territorio nacional, generalmente a lo largo de los valles. Un problema serio que tenemos es que por lo general el agua y el suelo no coinciden en un mismo lugar. En la costa hay buenos suelos, pero falta agua; en la selva ocurre lo contrario. La antigua Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales (ONERN), hoy Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA) elaboró la Clasificación de las Tierras del Perú, de acuerdo a su Capacidad de Uso Mayor [118]. La capacidad de uso de un suelo puede ser definida "como su aptitud natural para producir en forma constante bajo tratamientos continuos y usos 227

específicos". A continuación se resume, a partir del estudio mencionado la clasificación de tierras del Perú. Es convenientemente mencionar que ONERN elaboró también el Mapa de Clasificación de Suelos del Perú, a la escala 1:1 000 000. La clasificación de tierras es la siguiente: Tierras aptas para cultivos en limpio. Se trata de las tierras de mayor valor agrológico del país; se caracterizan porque a pesar de las labores agrícolas continuadas no se deterioran ni pierden calidad. Es decir, que en este tipo de tierras la agricultura sostenida no influye en la capacidad productiva del suelo. Pueden dedicarse a plantas herbáceas, semiarbustivas de corto periodo vegetativo o a cultivos permanentes de cualquier tipo, dependiendo la selección del cultivo, de los estudios agroeconómicos y de otro tipo de consideraciones. ONERN menciona que "las tierras de cultivo en limpio o arables, estadio final de la revolución agrícola iniciada hace 10 000 años y máxima expresión de la agricultura del mundo y de sus niveles de producción actual, representa el sustento fundamental de la alimentación y preservación de la humanidad". El potencial de tierras aptas para cultivos en limpio es de 4 902 000 hectáreas, lo que equivale al 3,8% de la extensión nacional y al 64% del total de tierras apropiadas para fines agrícolas que tiene nuestro país. Las tierras aptas para cultivos en limpio están dispersas y fraccionadas en todo el territorio nacional; la mitad de ellas está en la selva. Su presencia por regiones naturales es la siguiente:

Costa Sierra Selva

1 140 000 ha 1 341 000 ha 2 421 000 ha

23% 27% 50%

Total

4 902 000 ha

100%

Del total nacional del potencial de tierras aptas para cultivos en limpio, el 30% requiere del riego para ser productivas. El resto es de secano. Tierras aptas para cultivo permanente. Estas tierras no son arables, es decir no permiten la renovación periódica y continuada del suelo. Permiten, sin embargo, cultivos perennes, forrajes y otros tipos de cultivos y su manejo puede realizarse con técnicas al alcance económico de los agricultores. ONERN señala que "las tierras para cultivo permanente, complemento 228

fundamental e indisoluble de las tierras en limpio y centro de la producción frutícola y de la industria de derivados, conforman la prosperidad y desarrollo económico de muchas naciones del planeta". El potencial nacional de tierras aptas para cultivos permanentes es de 2 707 000 hectáreas lo que equivale al 2,1% de la extensión del territorio nacional y al 36% del total nacional de tierras apropiadas para fines agrícolas que tiene nuestro país. Las tierras aptas para cultivos permanentes están ubicadas en la selva (80%). En la costa hay casi un 20% que se ubica en las planicies y en las partes altas de los valles irrigados. En la sierra hay una pequeñísima cantidad que se localiza en las partes más abrigadas de los valles. Tierras aptas para pastos. No se incluyen dentro del potencial de tierras aptas para la agricultura. Su uso está restringido básicamente al pastoreo. ONERN se refiere a este tipo de tierras de la siguiente manera "Las tierras para pastizales, el fenómeno fundamental del mioceno y uno de los grandes eventos de la historia terrestre, representan al ecosistema vegetacional abierto que indujo a los mamíferos herbívoros primitivos a agruparse en manadas y atrajo al hombre a dejar su condición de habitante arborícola y recolector, abriendo las puertas a la domesticación de especies silvestres alimenticias. Hoy en día base del progreso y desarrollo de la ganadería mundial". En el Perú la extensión de tierras aptas para pastos es de 17 916 000 hectáreas, lo que significa el 13,9% de la extensión del país. La gran mayoría de estas tierras está ubicada en la región Sierra Alto Andina, por encima de los 3 300 metros de altitud y según ONERN sustenta el grueso de la población ganadera del país, con 15 millones de ovinos (97% del total nacional), 3,5 millones de vacunos (80% del total nacional) y 3,8 millones de camélidos sudamericanos. En la región de la costa hay pastos en las lomas, pero en cantidades muy pequeñas. El éxito de los pastizales está vinculado a la presencia de lluvias. Las sequías impactan fuertemente sobre los pastos y la ganadería, como lo veremos más adelante. De las tierras aptas para pastos, el 22% (4 millones de hectáreas) se clasifica como de calidad agrológica alta, sin embargo, tiene limitaciones de clima y gran parte necesitaría, teóricamente, un riego complementario. El 68% de las tierras aptas para pastos (12 millones de hectáreas) es de calidad agrológica media, pues presenta deficiencias y limitaciones para la producción de pastos y, por lo tanto, para el desarrollo de una ganadería sostenida y 229

rentable. El 10% restante de las tierras clasificadas como aptas para pastos (2 millones de hectáreas) tiene fuertes limitaciones y se considera de calidad agrológica baja. Tierras aptas para producción forestal. Se trata de tierras que no reúnen las condiciones ecológicas para desarrollar cultivos o pastos. Son aptas para árboles y producción maderera. Respecto de ellas ONERN expresa que "las tierras de foresta representan la maquinaria biológica más notable de la Tierra. Generadoras de productos esenciales, de la riqueza maderera mundial y del suministro vital del agua en forma indefinida, si son manejadas juiciosamente y, al mismo tiempo, el albergue de la fauna silvestre y el hogar primitivo de nuestro antepasado remoto: el hombre arborícola". En el Perú, hay 48 696 000 hectáreas con vocación forestal; es decir, el 37,9% de la extensión del país. Estas tierras básicamente están en la selva. Se estima que hay más de 2 500 especies de árboles de las que sólo se ha clasificado 600. Tierras de protección. Son aquéllas que no tienen condiciones naturales para cultivos, pastoreo o producción forestal. Con respecto a las tierras anteriormente descritas representan el resto del territorio nacional: 54 300 560 hectáreas, el 42,2% de la extensión del país. Incluyen los parques nacionales y las reservas de Biósfera. Respecto de ellas, ONERN expresa que "las tierras de protección representan al vasto engarce terrestre, asiento de la actividad minera; de las fuentes de energía en todas sus formas; de la caza y pesca oceánica y continental; de los escenarios de valor paisajista y de atractivo turístico como recreacional; centro de las reservas naturales para la preservación genética vegetal y animal, y, el espacio donde el hombre busca su ligazón armónica con la Naturaleza". En la costa el 75% de las tierras son de protección, en la sierra el 64% y en la selva el 25%. En el Cuadro 5.7 se presenta la superficie y porcentaje respectivo para cada tipo de capacidad de uso mayor de la tierra, por regiones naturales. En el Cuadro 5.8 se indica para cada departamento del Perú los diferentes usos y porcentajes de capacidad de uso mayor de tierras. Examinaremos ahora las características de las tres regiones naturales del Perú desde el punto de vista de las irrigaciones. La costa puede definirse como una franja muy estrecha paralela al mar con un ancho que en algunos casos llega a los 200 kilómetros. Usualmente 230

CUADRO 5.7 Superficie y Porcentaje de los Grupos de Capacidad de Uso Mayor de la Tierra en las Regiones Naturales del Perú [118]

CULTIVO EN LIMPIO ha

CULTIVO PERMANENTE

PASTOS

FORESTALES

%

ha

%

ha

%

ha

%

PROTECCION ha

%

TOTAL ha

%

COSTA

1140000

8,36

496000

3,64

1622000

11,90

172000

1,26

10207000

74,84

13637000

100,0

SIERRA

1341000

3,42

20000

0,05

10576000

26,98

2092000

5,34

25169000

64,21

39198000

100,0

SELVA

2421000

3,21

2191000

2,89

5718000

7,55

46432000

61,35

18924560

25,00

75686560

100,0

TOTAL

4902000

3,81

2707000

2,11

17916000

13,94

48696000

37,89

54300560

42,25

128521560

100,0

231

CUADRO 5.8 Superficie y Porcentaje de los Grupos de Capacidad de Uso Mayor de la tierra en los Departamentos del Perú [118] CULTIVO EN LIMPIO

CULTIVO PERMANENTE

PASTOS

PRODUCCION FORESTAL

PROTECCION

DEPARTAMENTOS

TUMBES PIURA LAMBAYEQUE LA LIBERTAD CAJAMARCA AMAZONAS SAN MARTIN ANCASH LIMA Y CALLAO ICA HUANUCO PASCO JUNIN HUANCAVELICA AYACUCHO APURIMAC CUZCO PUNO MADRE DE DIOS AREQUIPA MOQUEGUA TACNA LORETO UCAYALI

TOTAL

ha

%

ha

%

25000 240000 265000 190000 150000 190000 200000 140000 185000 115000 230000 25000 226000 70000 140000 40000 415000 276000 425000 155000 10000 50000 540000 600000

5,28 6,59 19,29 8,18 4,29 4,60 3,82 3,82 5,45 5,41 6,65 1,06 5,21 3,32 3,17 1,95 5,44 3,81 5,42 2,44 0,64 3,28 1,57 4,50

55000 15000 5000 50000 5000 45000 155000 40000 30000 50000 115000 60000 146000 3000 3000 3000 85000 15000 440000 230000 3000 70000 607000 450000

11,62 0,41 0,37 2,15 0,14 1,09 2,96 1,09 0,88 2,35 3,33 2,55 3,37 0,14 0,07 0,15 1,11 0,21 5,61 3,62 1,91 4,60 1,76 3,27

4902000

3,81 2707000

ha

%

205000 895000 220000 355000 655000 375000 335000 595000 390000 25000 775000 370000 995000 555000 1130000 652000 965000 2565000 1140000 825000 190000 75000 2229000 1390000

2,11 17916000

232

ha

%

ha

TOTAL Superficie de Departamentos (ha)

%

40000 43,33 275000 24,59 55000 16,01 150000 15,27 890000 19,04 1040000 9,09 1870000 6,41 190000 16,23 50000 11,48 --1,18 645000 22,43 15,70 390¡Error! 22,93 Marcador 26,33 no 25,58definido.000 31,72 12,64 265000 35,43 105000 14,54 155000 12,99 130000 12,09 816000 4,92 350000 6,47 4690000 10,43 ------27615000 8975000

8,45 7,55 4,00 6,45 25,48 25,18 35,75 5,18 1,47 --18,66 16,55 6,11 4,98 3,50 6,33 10,69 4,84 59,82 ------80,14 67,38

148152 2215348 828690 1579132 1783046 2479712 2670920 2701931 2741879 1935139 1691357 1511607 2706442 1374896 2990104 1230036 5351909 4032244 1145271 5142762 1340935 1328193 3465100 1905755

31,31 60,86 60,33 67,95 51,05 60,04 51,06 73,68 80,72 91,06 48,93 64,14 62,38 65,68 67,68 59,85 70,12 55,71 14,61 80,95 85,36 87,20 10,06 14,42

473152 3640348 1373690 2324132 3493046 4129712 5230920 3666931 3396879 2125139 3456357 2356607 4338442 2107896 4418104 2055036 7632909 7238244 7840271 6352762 1570935 1523193 34456100 13320755

13,94

37,89

54300560

42,25

128521560

48696000

se considera que se extiende desde el nivel del mar hasta los 2 000 ó 2 500 metros de altitud. Para nuestros fines el límite entre la costa y la sierra está dado por la altitud a partir de la cual hay lluvia suficiente para el desarrollo de la agricultura, por lo menos en una parte del año, sin necesidad de riego. La costa peruana tiene una extensión del orden de 140 000 km2 (14 millones de hectáreas) y representa alrededor del 11% de nuestra extensión territorial. La costa es, desde el punto de vista ecológico, un inmenso desierto. Predomina la aridez más absoluta. Se dice que una zona es árida (etimológicamente, seca) cuando el agua constituye un factor limitante para la supervivencia o para el crecimiento económico. WIENER ha señalado bien esto cuando afirma que "un país se considera árido si la cantidad o la calidad del agua es la variable que controla su planificación" [178]. En la costa peruana no llueve. Por lo menos, no llueve con la persistencia y oportunidad que se requiere para el desarrollo de labores agrícolas. Llueve ocasionalmente, y, entonces, las aguas traen más daños que beneficios. La costa peruana está cortada por unos 53 ríos, en su mayor parte torrentosos, de corto recorrido y de régimen irregular (Cuadro 1.6). En los estrechos valles que forman estos ríos existe ancestralmente agricultura. Como no hay lluvia, la forma de cultivar la tierra en grandes extensiones es el riego. El hombre ha cultivado la tierra adaptándose a las condiciones naturales. El agua que llevan los torrentes costeños depende directamente de la precipitación en la sierra, que empieza débilmente en octubre o noviembre y aumenta hasta marzo, decrece en abril y se ausenta casi totalmente durante varios meses. Esto mismo ocurre con los ríos de la costa peruana; la mayor parte de ellos sólo tiene agua en cantidades significativas, si es que no hay sequía, unos pocos meses al año. El año hidrológico se define generalmente como aquél que empieza en setiembre y termina en agosto del año calendario siguiente. Desde la época en la que el hombre se instaló en la costa peruana tuvo que realizar obras hidráulicas. Ante la ausencia de lluvias y teniendo a su disposición tierras aptas para los cultivos, el hombre se vio obligado a ejecutar obras de irrigación que permitiesen su subsistencia. Es decir, aprovechó las aguas superficiales. En su esquema más simple las obras de irrigación consisten en captar las aguas de un río y conducirlas hacia las tierras y efectuar el riego. El hombre logra así, con su ingenio y capacidad de adaptación, adecuarse al medio en el que tiene que vivir y hacer producir la tierra a pesar de la ausencia de lluvias. Desde hace miles de años el hombre construye este tipo de obras en las regiones áridas. En el Perú hay sistemas de riego que tienen miles de años.

233

Afortunadamente en la mayor parte de la costa peruana el clima no constituye un factor limitante para la producción agrícola. Usualmente la temperatura no excede de los 30°-35°C, ni está por debajo de los 15°C. Sólo en períodos cortos y no muy frecuentes las temperaturas están fuera de este rango. La velocidad del viento es en general muy pequeña, salvo en algunas pampas muy expuestas. En general puede decirse que la costa, si bien no tiene lluvia, reúne en cambio un conjunto de condiciones climáticas altamente favorables que permiten el desarrollo de una amplia gama de cultivos. Hay, además, una importante extensión de suelos que reúne, por su relieve y características, las condiciones adecuadas para el desarrollo de los cultivos. En realidad la costa tiene los mejores suelos agrícolas del Perú. Hay, sin embargo, problemas de salinidad y drenaje en algunas áreas. La costa tiene 1 140 000 hectáreas aptas para cultivos en limpio y 496 000 hectáreas aptas para cultivos permanentes, lo que hace un total de 1 636 000 hectáreas de tierras apropiadas para fines agrícolas (12% de la extensión de la costa). El detalle puede verse en el Cuadro 5.7. Lo que la naturaleza negó es la lluvia, oportuna, persistente y bien distribuida en el tiempo. Los proyectos de irrigación corrigen esta situación. En esta región desértica, árida, vive prácticamente la mitad de la población del país (11 558 204 habitantes, según el censo de 1993, que equivale al 52,2% del total nacional). Allí se ubica la capital de la República, gran centro urbano, en el que se asienta casi el 30% de la población del Perú, el 69% de la producción industrial y el 57% del producto bruto interno. Lima es una metrópoli que expresa claramente el centralismo y sus problemas, pues tiene el 73% de las camas hospitalarias del país y del personal médico y el 63% de los institutos científicos y tecnológicos. Los problemas de Lima Metropolitana han sido analizados por Edgardo QUINTANILLA [128]. Los principales asentamientos humanos de la costa peruana están cercanos a los ríos, en las áreas que se extienden hasta donde llegan las obras de irrigación. Esto significa unas 800 000 hectáreas (6% del área de la costa) en las que, en mayor o menor grado, se practica la agricultura, se ubican las ciudades y se instalan las industrias. Es el territorio ocupado. Hay, sin embargo, desarrollos urbanos, industriales o de servicios que están fuera del área antes mencionada. Su extensión es insignificante. Ejemplos típicos serían Paita, Talara y Marcona. La gran ventaja que tiene la agricultura de la costa es su cercanía a los grandes centros de consumo y de exportación. El 94% restante del área de la costa es un desierto absoluto. La agricultura sólo podría desarrollarse con riego, y éste tendría que ser total. En 234

la sierra, selva alta y en otros países, el riego es complementario. Unos meses hay lluvia y, cuando ésta es escasa o no se presenta adecuadamente, se complementa con riego. En el Cuadro 5.9 se aprecia en cifras redondas la distribución de la extensión territorial del país y de la población por regiones naturales. En el Cuadro 5.10 se presenta los usos actuales y potenciales de las tierras agrícolas del territorio nacional.

CUADRO 5.9 Extensión y Población de las Tres Regiones del Perú EXTENSION Millones (ha)

%

Millones

%

14 39 76

11 30 59

12 8 3

52 36 12

129

100

23

100

Costa Sierra Selva TOTAL

POBLACION

CUADRO 5.10 Uso Actual y Potencial de Tierras por Regiones Naturales del Perú (En millones de hectáreas)

Costa Sierra Selva TOTAL

USO POTENCIAL

USO ACTUAL

INCREMENTO POSIBLE

1,6 1,0 5,0

0,8 1,0 1,0

0,8 0,0 4,0

7,6

2,8

4,8

Las estadísticas mencionan para la costa peruana una densidad de unos 85 habitantes por kilómetro cuadrado. Sin embargo, si rehacemos el cálculo considerando únicamente la extensión ocupada realmente, y si descontamos la capital, por su gran efecto de distorsión de cualquier promedio nacional, obtendríamos para la costa peruana una densidad real de 600 habitantes por kilómetro cuadrado, que es un valor altísimo, comparable al de Holanda, por 235

ejemplo. Si incluyésemos a Lima, la densidad poblacional de la costa ocupada subiría a más del doble. La conclusión que obtenemos es que la costa peruana es en realidad un área densamente poblada. Según estudios hechos por la antigua Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales (ONERN) las posibilidades de incremento de tierra agrícola en la costa ascienden a 876 000 hectáreas, con lo que potencialmente se dispone en la costa de 1 636 000 hectáreas, de las que se cultiva la mitad. La agricultura de la costa constituye el 50% del producto bruto agrícola nacional. La sierra tiene una extensión de 391 980 km2 (casi 39 millones de hectáreas) lo que representa el 30% de la superficie del Perú. El clima es severo; las temperaturas varían fuertemente del día a la noche; su diferencia puede ser de unos 20°C ó más, lo que implica algunos grados bajo cero en la noche. Se presentan ocasionalmente las heladas que destruyen los cultivos. En la sierra el terreno es muy accidentado; fuertes pendientes, cordilleras, lagunas y nevados predominan en el paisaje andino. Las tierras aptas para el cultivo son escasas y dispersas; se limitan a los estrechos valles interandinos y a algunas mesetas a gran altitud. Los centros de consumo están alejados. Los medios de transporte son difíciles y costosos. Los taludes inestables y una cordillera joven y dinámica hacen más difícil las condiciones de vida para un poco más de la tercera parte de la población del país (7 904 711 habitantes, según el censo de 1993, que equivale al 35,7% del total nacional). En la sierra está el 55% de la población nacional dedicada a la agricultura. En la sierra sólo hay 1 361 000 hectáreas apropiadas para fines agrícolas, según se ve en el Cuadro 5.7. Sin embargo, en la sierra llueve con relativa regularidad. Esto permite el desarrollo de una agricultura de secano, o de temporal, como se le llama en otros lugares. Secano significa "tierra de labor que no tiene riego, y sólo participa del agua llovediza". Las lluvias empiezan en octubre o noviembre y continúan hasta marzo o abril. Este es el período en el que puede haber agricultura, a excepción de los años de sequía. El resto del año la lluvia es insuficiente para satisfacer las necesidades agrícolas. Usualmente hay sólo una cosecha al año. Recordemos las últimas sequías, muy intensas en el sur, la del año hidrológico de 1965/66, la de 1982/83 y la de 1991/92. La sequía es terrible, deja de llover completamente, los arroyos se secan, el ganado no tiene donde abrevar, los cultivos se marchitan, y finalmente se llega a las situaciones más dramáticas que se pueda imaginar. Los hombres abandonan la tierra de sus antepasados y emigran generalmente a la costa. El tema de las sequías es examinado en el Capítulo 6. 236

Las obras de irrigación son muy poco significativas en la sierra. Es impresionante ver como se desarrolla la agricultura de secano en laderas muy escarpadas y en extensiones pequeñísimas. Desde épocas inmemoriales se usó el sistema de andenes, que permite no sólo la creación de suelos agrícolas, sino también la protección de las laderas y la disminución de la erosión. En la sierra hay, más que en la costa, una heterogeneidad de condiciones. Cada pequeña región o lugar tiene problemas peculiares en cuanto a clima, suelos, mercados, etc. En la sierra hay escasez de suelos, en cantidad y calidad. Hay graves problemas de pérdida de suelos por erosión. Habría que iniciar una activa campaña de protección de cuencas y reforestación. MASSON patrocina el rescate de tecnologías tradicionales, especialmente en lo que respecta a los andenes. "Se ha calculado, en forma relativamente aproximada, que en la Sierra existen 1 000 000 de hectáreas de andenes en diverso estado de conservación. Hay andenes en uso (aproximadamente 25%); andenes abandonados, pero en buen estado de conservación; andenes desarmados, andenes derruidos o semiderruidos, andenes que sirven para la admiración turística..." [103]. Se calcula que en la sierra se cultiva en forma precaria hasta un millón de hectáreas. Las áreas de riego mediante obras de irrigación son una mínima parte, prácticamente no significativa con respecto al total. Anualmente se debe dejar fuera de cultivo unas 400 000 hectáreas que permanecen en descanso (barbecho). La tecnología es en su mayor parte primitiva, los rendimientos son bajos y la comercialización de los productos es difícil y con fuertes limitantes. En la sierra predomina la agricultura de autoconsumo e intercambio. Hay un poco más de 10 millones de hectáreas con pastos naturales, de bajísima productividad y fuertemente condicionados a la variabilidad de la precipitación. Allí se desarrolla una ganadería de pobres rendimientos. La característica general de la sierra es la escasez de recursos, salvo los minerales. La agresividad geográfica dificulta la comercialización de los productos. En la sierra los proyectos de irrigación abarcan extensiones pequeñas. Las posibilidades de expansión de la frontera agrícola son muy limitadas; la Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales considera que son nulas. La alternativa es el aumento de la productividad, vía cambio tecnológico y afianzamiento hidrológico.

237

El desarrollo agrícola, integralmente entendido, es fundamental. La parte de ingeniería es por lo general sencilla. Lo difícil está en resolver los otros problemas que forman parte de una irrigación. El agua, regulada y oportunamente distribuida, en cantidad y calidad adecuadas, suple o complementa a la lluvia. Pero no basta tener agua. El agua es indispensable, pero no suficiente para el desarrollo agrícola. En la sierra, en mayor grado que en la costa, se requiere asistencia técnica y crediticia y las facilidades indispensables para la comercialización de los productos. De nada valdría, y la experiencia así lo ha demostrado, construir obras de ingeniería para dar agua, si no se establece paralelamente un programa de extensión agrícola en el más amplio sentido del término. Y tampoco bastaría con mejorar la productividad (la producción por unidad de área), si no se asegura mercados y precios que permitan al agricultor vivir, desarrollar y progresar, y obtener el bienestar al que todos aspiramos. En la sierra siempre se ha dependido de la lluvia, y su abundancia o escasez ha marcado el destino y la fortuna de sus habitantes. La sierra, nos dice ZAMORA "ha superado ampliamente su capacidad agrícola, no siendo posible ampliar o incorporar nuevas tierras al agro en esta región. Más bien, lo que se requiere son acciones destinadas hacia una auténtica optimización en el uso de los suelos que se traduzca en un incremento marcado de su producción. De hecho, el molde agrícola en la región de la sierra requiere la transformación de la actual situación de agricultura primitiva y de baja productividad a una agricultura moderna mediante medidas y técnicas eficientes de manejo del suelo y del agua, asociado a mecanismos de suministro de asistencia técnica y crediticia, así como la desaparición de la tradicional práctica del barbecho estimada en 400 - 500 mil hectáreas anuales. Algunos autores consideran a la Sierra como la región más importante por razones de orden físico, ecológico, económico, social y cultural. En lo físico, por su gran heterogeneidad topográfica y de recursos agrícolas, así como por la variedad mineral y energética; en lo ecológico, por la cantidad y variedad de zonas de vida que incluye; en lo económico, por ser la región que proporciona mayor cantidad de divisas por exportaciones, así como por ser la principal fuente energética del país; en lo social, porque es la región con población más pauperizada del Perú; y en lo cultural, por ser el asiento principal de la más importante cultura precolombina, así como por su riqueza tradicional y costumbrista autóctona. A pesar de todo ello, la Sierra es la región más desatendida del país" [181].

La tercera región natural es la selva, montaña o amazonía; comprende el 59% del área del país. Su población es, sin embargo, pequeña. Apenas el 12% de los peruanos vive en la selva. Acá llueve fuertemente. El exceso de lluvias 238

produce el fenómeno llamado lixiviación, que es la pérdida de las sales y nutrientes del suelo por un lavado excesivo. Gran parte de la región está cubierta de una vegetación exuberante, silvestre. La selva es la región del país que está sufriendo más intensamente “el impacto de la civilización”. La tala de árboles, la destrucción de la cobertura vegetal y la pérdida de los suelos agrícolas es dramáticamente impresionante. En la selva alta se han producido cambios importantes en el clima. Está ocurriendo lo que hace algunos siglos ocurrió en la costa peruana a raíz de la conquista europea: depredación de la Naturaleza. Nuestra selva está siguiendo el mismo camino. Frente a una agresión tan fuerte, los bosques se convierten en recursos relativamente renovables. La Selva Alta incluye las provincias de Jaén y San Ignacio (Departamento de Cajamarca), Bagua (Departamento de Amazonas), Moyobamba, Rioja, Lamas, San Martín, Mariscal Cáceres (Departamento de San Martín), Leoncio Prado y Pachitea (Departamento de Huánuco), Oxapampa (Departamento de Pasco), Chanchamayo y Satipo (Departamento de Junín), La Convención (Departamento del Cuzco) y parte de las provincias de Carabaya y Sandia (Departamento de Puno). El 68% es población rural y el resto población urbana. La Selva Baja o Llano Amazónico comprende los departamentos de Loreto, Ucayali y Madre de Dios. Según el censo de 1993 la selva, con una población de 2 665 551 habitantes (12,1% del total nacional) ha tenido en los últimos años un fuerte crecimiento poblacional, a razón de 3,3% anual. En cambio, el crecimiento de la costa ha sido de 2,6% y el de la sierra de 1,3% anual. Las áreas que constituyen potencial agrícola de alguna importancia están ubicadas en la selva alta, o ceja de selva. Su explotación es difícil y constituye una verdadera colonización. Los centros de consumo están alejados y la comercialización de los productos es difícil. Se menciona frecuentemente que la selva es rica en recursos forestales y que tiene 46 millones de hectáreas de tierras de aptitud forestal. En éste un recurso potencial, de enormes posibilidades, pero no debemos ser demasiado optimistas. Así, Marc DOUROJEANNI nos recuerda que: “Si bien el 37,9% de las tierras del Perú tienen aptitud para la producción de maderas y otros productos forestales eso es sólo fruto de un descarte. Los árboles, como cualquier otra planta, prefieren las tierras fértiles y crecen más grandes, más sanos y más rápido en ellas que en las casi estériles tierras amazónicas que se califican de aptitud forestal. Es así como el industrial maderero del Perú debe lidiar con más de 3 500 especies de árboles, cada una escasamente representada y en un 95% sin mercado conocido. Además debido a la pobreza de los suelos y a la referida diversidad biológica, el volumen explotable en el Perú es 239

apenas, en el mejor de los casos, la tercera parte de lo que se saca, sin esfuerzos mayores, de los bosques templados. Para colmo, más de la mitad de los árboles de la Amazonía no flotan, complicando los costos de transporte" [50]. Carlos ARAMBURU ha dado importantes recomendaciones para el manejo de la selva. Entre ellas destacamos las que se señala a continuación, que como puede verse están muy vinculadas al manejo de los Recursos Hidráulicos. Manejo Ambiental: "Es perentorio concientizar a los técnicos y profesionales a cargo de los proyectos y, luego difundir entre diversos tipos de agricultores, la noción del medio ambiente como algo susceptible a la degradación y que por lo tanto debe conservarse. El bosque tropical no es una mina a la que se saquea hasta su extinción, sino algo que hay que renovar por el bien común..." Investigación, Extensión y Adopción de Tecnologías apropiadas: "Este componente nos parece central para propiciar un uso más intensivo, menos depredador y económicamente más productivo de los recursos amazónicos". Hay que diseñar paquetes tecnológicos teniendo en cuenta principalmente las características de las pequeñas explotaciones. "Entre éstas cabe resaltar el carácter diversificado de la producción, la doble finalidad (consumo y venta) de los cultivos, el uso intensivo de la mano de obra familiar, la escasez de capital financiero y técnico, la gran aversión al riesgo derivado de variedades y prácticas desconocidas y de bruscas fluctuaciones de precios, la ineficiencia de los sistemas de acopio, comercialización y transporte, etc..." Organización de la población: “La población debe ser organizada en comités de protección y manejo de los recursos naturales..." "La idea de conservación no se riñe con el propósito de uso, sino que es compatible con el concepto de uso racional...” Plan de Manejo Ambiental: Los programas de extensión tecnológica deben incluir medidas de manejo ambiental. "Así como se capacita a los agricultores en abonamiento y sistemas de riego, se debe instruirlos también en medidas de manejo ambiental, pero no en forma individual, sino en forma organizada para que puedan asumirlos colectivamente". Educación de la Población: Se debe utilizar los colegios y la radio para educar en materia de manejo ambiental. Diversificación productiva e integración del mercado regional: En la selva se debería intentar la satisfacción del mercado local, pues éste va creciendo y aumenta la dependencia de la Costa. "Por ejemplo resulta absurdo que desde 240

Lima se lleve aceite y desde Arequipa leche evaporada, para que sean consumidos en Tarapoto..." Servicios básicos y productivos: "Creemos que es necesario realizar una política agresiva de servicios que no se limite a los aspectos clásicos (salud y educación), sino que también incluya la expansión de los de integración de la producción agrícola, para la creación de una agro-industria y de oportunidades de inversión que brinden un mayor nivel de valor agregado a los bienes que produce la selva alta..." "...Como resulta evidente de los planteamientos anteriores, la problemática social en la Amazonía está íntimamente relacionada con los procesos ambientales, el sistema económico y la viabilidad de los progresos técnicos productivos. Por ello, el reto del desarrollo amazónico exige un esfuerzo de investigación y planificación multidisciplinario, que sea capaz de aprender de experiencias pasadas y que tome en cuenta prioritariamente las necesidades percibidas de la población organizada" [2]. De lo expuesto anteriormente sobre las tres regiones del Perú se concluye lo siguiente. Las tierras cultivadas en el Perú llegan a casi 3 millones de hectáreas, lo que representa el 2,2% de la extensión del país. Los estudios hechos por ONERN llegan a la conclusión de que las tierras cultivables, potencialmente, son 7,6 millones de hectáreas, lo que equivaldría al 6% de nuestro territorio. Es decir, que podríamos triplicar el área actualmente cultivada. La mayor de las áreas potenciales de expansión agrícola está en la selva. Las extensiones mencionadas son pequeñas. Debemos ser conscientes de que en el Perú la tierra es escasa. Tenemos un país de gran extensión territorial, pero con áreas aptas la agricultura de poca extensión. Como según el censo de 1993 la población del Perú es de 22 128 466 habitantes, resulta que en la actualidad tenemos 0,125 hectáreas por habitante, valor muy bajo si se le compara con otros países. Si quisiéramos mantener esa bajísima relación tendríamos que incorporar tierras a la agricultura a razón de 60 000 hectáreas anuales, sólo para compensar el crecimiento poblacional, que según el censo de 1993 es de 2,2% anual. Marc DOUROJEANNI se pregunta "El Perú... ¿un país agrícola?...Las tierras aptas para la agricultura son el recurso natural de mayor escasez en el Perú"... "Francia, con más del 40% de su ámbito capaz de mantener una agricultura sostenida, si es un ejemplo de un verdadero país agrícola". Debemos recordar, señala el mismo autor, que "el Perú es uno de los países con menos potencial agropecuario en toda América latina. Y no hay nada extraño en ello cuando se tiene presente que nuestro país es la suma de desiertos, alta montañas y selvas tropicales. La confusión deviene de una mala educación, que ha confundido los esfuerzos extraordinarios de nuestros antepasados prehispánicos por superar la deficiencia de recursos de suelo y agua, con la abundancia de estos" [50]. Los valores antes señalados nos indican claramente la importancia del 241

problema y tienen que obligarnos a preguntarnos si es posible aspirar a crecimientos tan altos de la frontera agrícola, o debemos buscar soluciones alternativas. Chile tiene casi 6 millones de hectáreas cultivadas y Argentina posee 34 millones de hectáreas. Valores bastantes mayores que los nuestros [32]. Respecto al incremento potencial de 4,6 millones de hectáreas ZAMORA ha escrito lo siguiente: “Esta extensión adicional de tierras cultivables podrá parecer escaso, pero, representa un área superior a las superficies territoriales de los Países Bajos (Holanda) y Dinamarca en forma individual, países estos eminentemente agrícolas y de elevada producción agrícola por unidad de área. Aún más, cabe indicar que la suma de ambas extensiones territoriales coincide con nuestro total cultivable nacional y que la población de dichos países es de 20 millones de habitantes, cifra poblacional idéntica a la del Perú (1984). Lo arriba expuesto hace reflexionar que el desarrollo de nuestra agricultura, dentro de un contexto integral, no debe estar exclusivamente dirigido a la cuantía del recurso suelo agrícola, sino a la eficiencia o a la optimización con que éste sea manejado" [181]. Definitivamente, nuestros recursos de tierra son escasos, y los de agua, costosos de aprovechar. No nos queda otro camino que aumentar el rendimiento de la tierra y el agua disponibles. Hay que aumentar la eficiencia, hay que hacer que cada metro cúbico de agua y cada hectárea produzca más. Esta tiene que ser una decisión natural.

5.4 Esquema General de un Proyecto de Irrigación En la Figura 5.1 se muestra un esquema de la ingeniería de un proyecto de irrigación simple (Esquema "A"). Las aguas de un río son captadas en la obra de toma (bocatoma) y conducidas por el canal de derivación hasta la zona de riego. Viene luego el sistema de distribución; se realiza entonces el riego, la aplicación del agua al suelo. Se crean así las condiciones para el desarrollo agrícola y, eventualmente, pecuario. El exceso de agua de riego debe ser colectado por un sistema de drenaje (avenamiento) y conducido fuera de la zona de riego. Irrigación y drenaje son dos conceptos que van juntos. GARBRECHT en un interesante estudio sobre las lecciones que nos ofrece la historia con relación a las antiguas obras hidráulicas señala lo siguiente: “Por lo que a la agricultura de los terrenos irrigados respecta, a través de los milenios siempre ha habido dos amenazas pesando sobre este sistema de predios labrantíos, a saber: la sedimentación de los canales y la acumulación de lo depósitos salinos en el suelo" [58].

242

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Sistemas como el del Esquema "A" se han construido y operado en la costa peruana desde épocas inmemoriales. Estos sistemas implican una redistribución espacial del recurso agua. La redistribución espacial significa trasladar el agua de una fuente al lugar en el que se la necesita. Indudablemente que las aguas captadas pueden servir también para el abastecimiento poblacional e industrial. Puede también imaginarse que si las condiciones topográficas e hidrológicas lo permiten se instale una central hidroeléctrica. En este tipo de proyecto (Esquema "A") se usa los escurrimientos superficiales existentes, sin obras de regulación. Sistemas como éste dependen de las disponibilidades de agua en el río, pues se aprovecha la capacidad autorreguladora de la cuenca. El Esquema "A" es el fundamental en un proyecto de irrigación. Con este esquema, lo decíamos antes, se han construido y desarrollado en la costa peruana y en todo el mundo muchas obras de irrigación. Así por ejemplo, en Tumbes se construyó la irrigación de la margen izquierda. Las obras principales son dos: una bocatoma sobre el río Tumbes y un canal de derivación. De este canal sale el sistema de distribución. Las obras mencionadas se construyeron en este siglo a partir de la década de los años cuarenta. Muy cerca hay otras captaciones por bombeo, que vencen un desnivel de unos cuarenta metros. El valle de Tumbes tiene abundante agua; no es, pues, el recurso hidráulico un limitante para la producción agrícola. El agua, lo hemos dicho varias veces, es indispensable para la agricultura, pero no es suficiente. Hacer agricultura es hacer empresa, es invertir, es trabajar. Corresponde al Estado crear las condiciones para que el desarrollo tenga éxito. En el valle de Tumbes hay agricultura bajo riego desde hace miles de años, pero el río continúa subutilizado. Apenas si se emplea unos 10 m3/s, sin embargo, el río tiene en promedio más de 100 m3/s. En el valle del Chira, también caudaloso con más de 100 m3/s de promedio plurianual, se construyó a principios del siglo XX el canal Miguel Checa, para la irrigación de la margen derecha del valle. El proyecto fue realizado por el ingeniero del Estado don Manuel A. Viñas y Reyes [30]. El canal fue construido sin revestimiento; y la bocatoma, sin barraje. Esta importante obra tuvo un enorme impacto en el desarrollo agrícola de la margen derecha del valle. Tuvieron que pasar 70 años para que se construyese la presa de Poechos sobre el cauce del río Chira. Esta presa reguladora tuvo dos consecuencias beneficiosas: se resolvió el problema de la captación, que era penoso debido al gran caudal del Chira, a la presencia de enormes cantidades de sólidos y a no disponerse de una presa derivadora; y de otro lado, la presa reguladora permitió disponer de agua a voluntad. Hasta ese momento sólo se utilizaba un pequeñísimo porcentaje de las aguas del río Chira. Ahora se ha remodelado el canal, revistiéndolo en concreto y mejorando sus obras de arte. 244

En el siglo XIX se captó las escasas aguas del río Uchusuma, de la cuenca del Maure, a más de 4000 m de altitud y se condujo el escasísimo caudal aprovechable, muy inferior a 1 m3/s, por un largo canal, que atraviesa territorio chileno y que llega finalmente a la quebrada de Vilavilane. El destino final de las aguas es Tacna, donde la escasez de agua era y es todavía notable, ahora más que nunca, dado el fuerte aumento de las demandas urbanas y el pequeño, aunque constante aporte del río Caplina, que según dicen en lengua aborigen significa el que no llega al mar. El número de ejemplos podría aumentar enormemente, pues este sistema (Esquema "A") se usa muchísimo y es el que permitió el desarrollo de la agricultura bajo riego en zonas áridas como la costa peruana. La redistribución espacial que mencionábamos antes puede ser dentro de la misma cuenca, como es el caso del canal de la margen izquierda del río Tumbes o el canal Miguel Checa en Piura, y muchísimos otros más, o bien la redistribución puede ser de una cuenca a otra u otras. Hay así una cuenca cedente y una o más cuencas beneficiadas. Ejemplo típico de este último caso es la derivación de las aguas del río Chira al río Piura, mediante un canal de 54 kilómetros de longitud. Pero la redistribución espacial puede ser más profunda y realizarse de una vertiente a otra. Mencionamos antes como es que las aguas del río Uchusuma, de la vertiente del Lago Titicaca, se trasvasan a la vertiente del Pacífico. El Proyecto Tinajones usa aguas de la vertiente atlántica trasvasadas por el túnel Chotano. El abastecimiento de agua para Lima está previsto mediante un trasvase de las aguas del río Mantaro, que pertenece a la vertiente atlántica. Una variante del Esquema "A", que venimos comentando, consiste en que la captación sea mediante una planta de bombeo. La alternativa con una bocatoma convencional es una cuestión económica. Esta alternativa se origina en el hecho de que para poder regar determinadas tierras ubicadas a una cierta cota se debe captar las aguas del río a una elevación conveniente. En algunos casos esto implicaría grandes longitudes de canal, pues habría que ir muy hacia aguas arriba en el río. Se opta entonces por una estación de bombeo. También habría la posibilidad de construir una presa derivadora de gran altura, de modo de conseguir así la altura necesaria para una derivación por gravedad. Las variantes antes mencionadas deben examinarse a la luz de un análisis económico. Naturalmente que antes debe haberse demostrado que cada una de las probables soluciones sea técnicamente viable. Una derivación por bombeo tiene la ventaja de que puede desarrollarse fácilmente por etapas, en la medida en la que vayan creciendo las necesidades por aumento del área regada [45].

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Una planta de bombeo, a diferencia de una bocatoma, necesita energía. Esta energía, que puede ser de origen térmico o hidráulico tiene un costo que debe ser absorbido por el proyecto. El Esquema "A", cuyas características principales venimos exponiendo, se caracteriza porque no cuenta con obras de regulación. A veces se trata de ríos de gran caudal, perennes, en los que no hay problema hidrológico alguno para derivar los caudales que requiere la irrigación. En otros casos, muy numerosos, se aprovecha ríos de gran irregularidad en sus descargas; muchas veces simplemente quebradas. Entonces la satisfacción de la demanda depende de la oferta natural de agua. Esto trae como consecuencia que por lo general sólo pueda haber una campaña agrícola importante al año y que se sufra permanentemente la posibilidad de una sequía. Es en estas circunstancias naturales donde se origina el fenómeno que hemos expuesto en otro lugar: en las zonas bajo riego, sin regulación, el área de producción agrícola varía fuertemente de un año a otro. Esta variación tiene consecuencias negativas para la economía agrícola. Los sistemas de irrigación, sin regulación, se caracterizan porque por lo general sólo se utiliza un porcentaje pequeño de la masa hídrica disponible en el río, debido a la irregularidad de las descargas y a su concentración en determinados meses y años. De otro lado, el éxito de estos sistemas está vinculado al de la obra de toma [149]. Una variante del esquema de irrigación que venimos exponiendo consiste en la incorporación de un sistema de regulación lateral. (Esquema "A1"). Esto significa que luego de captadas las aguas disponibles en el río son conducidas, parcialmente, a un vaso de almacenamiento, de donde son posteriormente derivadas para el riego. Así opera, por ejemplo, el Proyecto Tinajones (en la etapa actualmente construida). Este esquema, con regulación lateral, es el que se ha previsto para los proyectos CHAVIMOCHIC Y CHINECAS. Para el primero se ha considerado el embalse lateral de Palo Redondo y para el segundo el de Cascajal. Se efectúa así, además de una redistribución espacial, una redistribución temporal del recurso agua. Denominamos Esquema "B" a aquel en el que se produce la regulación de las aguas mediante un embalse construido sobre el lecho del río. De esta manera se puede lograr un alto grado de aprovechamiento del agua. Tal es el caso de la presa de Poechos sobre el río Chira, la de Gallito Ciego sobre el río Jequetepeque y otros más. Ver Figura 5.2. La ingeniería tiene un reto muy importante para lograr el aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos [39, 55,162]. Sin embargo, no debemos perder de vista que las obras, los proyectos, deben concebirse y desarrollarse dentro de planes armónicos.

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5.5 Problemática de las Grandes Irrigaciones de la Costa Peruana Las grandes irrigaciones de la costa peruana constituyen cada una un problema especial y una historia particular. Su realización no ha correspondido a ningún plan. El orden de su ejecución ha sido función de factores circunstanciales. Generalmente los agentes políticos y/o financieros han jugado un papel muy importante. Las grandes irrigaciones de la costa peruana tienen ciertos elementos comunes que, a grandes rasgos, podrían dibujarse así: [155]

Grandes Obras de Infraestructura En general las grandes irrigaciones de la costa peruana constituyen Proyectos de Desarrollo cuyas obras de infraestructura tales como presas, bocatomas desarenadores, canales, túneles y otras son de magnitud considerable. La expresión magnitud considerable significa que su tamaño, tiempo de construcción y costos, exceden largamente a los correspondientes a las estructuras de este tipo que usualmente se construyen, y sus características coinciden con las de obras importantes en cualquier parte del mundo. Lo mismo puede decirse de los problemas relativos a su diseño y operación. Son varios los factores que podrían explicar esta característica. Las condiciones peculiares de nuestra geografía, el régimen irregular de las descargas de los ríos y de las precipitaciones son algunos de los factores más importantes para explicar esta característica. Así por ejemplo, se prevé que para el aprovechamiento del río PuyangoTumbes en su componente peruano, será necesario construir una presa que crea un embalse de 3200 millones de metros cúbicos (Presa de Cazaderos). La presa de Poechos, sobre el río Chira, tiene casi 10 km de longitud y la capacidad de evacuación de los aliviaderos es de 15 800 m3/s. La presa de Poechos tiene una aliviadero de compuertas capaz de evacuar 5 000 m3/s, el que se complementa con un aliviadero fusible para 10 000 m3/s. La construcción de esta presa tomó 5 años y se usó 9 millones de metros cúbicos de materiales. La presa de Gallito Ciego, estructura principal del Proyecto Jequetepeque-Zaña, tiene una altura de 105 m y es la más alta del país. A pesar de que los ríos de la costa tienen en promedio una masa hídrica muy importante, su aprovechamiento es costoso y difícil por la irregularidad de 248

las descargas, la distribución espacial de los recursos y otros factores que hemos venido señalando. De acá que los grandes proyectos de irrigación de la costa peruana tengan que recurrir muchas veces a complejas y costosas obras de trasvase desde la cuenca atlántica. El estudio del túnel trasandino del Proyecto Olmos considera para éste una longitud de 19 km, una sección circular de 4,8 m de diámetro y prevé que durante su construcción se presentarán importantes problemas debido a las condiciones topográficas, geológicas, hidrogeológicas y de otro tipo existentes en el área. Se espera encontrar aguas termales, gases, elevadas presiones del orden de 150 a 180 atmósferas y temperaturas de 55°C. El tiempo de construcción previsto, luego de resueltos los problemas financieros, es del orden de 10 años. Pero el proyecto tiene además otros túneles: Tabaconas de 2,6 km, Manchara de 6,2 km y Shumaya de 11,3 km, lo que hace un total de casi 40 km de túneles para el Proyecto Olmos [161]. Asimismo los proyectos Alto Piura, Tinajones, Jequetepeque-Zaña, Pampas y Majes, entre otros, tienen obras para conducir el agua de la hoya amazónica a la cuenca del Pacífico. Son obras costosas y difíciles que muestran la intensidad con la que se necesita modificar las condiciones naturales, perforar los Andes y conducir el agua a lo largo de cientos de kilómetros. Las grandes obras de infraestructura muestran con gran nitidez el esfuerzo gigantesco que tiene que hacer el hombre para corregir la Naturaleza, es decir para traer agua desde zonas muy lejanas y con ello crear las condiciones para el establecimiento y progreso de los asentamientos humanos. El proyecto CHAVIMOCHIC, que aprovechará junto con la irrigación CHINECAS las aguas del río Santa, tiene prevista una larga y costosa conducción que atraviesa cuatro valles y termina en las pampas de Paiján y Urricape con una longitud de 280 km, de los cuales aproximadamente el 25% está constituido por túneles, según el estudio respectivo. En lo que respecta a las grandes obras de infraestructura es muy conocido el caso del proyecto Majes. En conclusión, pues, las grandes irrigaciones de la costa implican la construcción de grandes obras, costosas y difíciles, cuyo tiempo de ejecución es largo. Estas obras representan un uso intenso de equipo pesado y el componente de moneda extranjera es elevado. Las obras de infraestructura no son solamente grandes en tamaño, sino también en problemas. Las condiciones naturales en la costa peruana son sumamente adversas. La región es sísmica, el régimen de los ríos, irregular y torrencial, la erosión de las cuencas es severa, lo que motiva un transporte 249

sólido fluvial intenso. El diseño de las estructuras debe acometerse utilizando todos los recursos que las ciencias y las técnicas contemporáneas nos ofrecen. Así por ejemplo, en lo que respecta a cimentaciones se debe investigar cuidadosa y exhaustivamente las condiciones del subsuelo. El diseño sísmico debe hacerse a la luz de las investigaciones y técnicas más recientes y de las observaciones del comportamiento estructural como consecuencia de los últimos sismos. En el aspecto hidráulico y sedimentológico se dispone de una valiosa herramienta que es el estudio e investigación del comportamiento de las estructuras en un modelo hidráulico [151]. Con respecto a la investigación en modelos hidráulicos debe recordarse que desde 1964 se encuentra en funcionamiento el Laboratorio Nacional de Hidráulica, proyecto de Daniel Escobar, que tuvo su origen en el Convenio celebrado entre la Universidad Nacional de Ingeniería y la Dirección de Aguas e Irrigación del Ministerio de Fomento y Obras Públicas, el 12 de febrero de 1960. Es significativo que el Laboratorio naciese y se desarrollase, dentro de la Dirección de Irrigación. En su Reglamento de 1967 se estableció que el Laboratorio debía "realizar estudios en modelos de los fenómenos hidráulicos que se requiera investigar para los proyectos y obras de la Dirección de Irrigación" así como de otras entidades. En la actualidad el Laboratorio es una dependencia de la Universidad Nacional de Ingeniería. En el desarrollo de la primera etapa del Proyecto Chira-Piura se realizaron varios modelos hidráulicos cuyos resultados permitieron perfeccionar los diseños. Durante la segunda etapa del proyecto se construyó la bocatoma Los Ejidos, de la que se hicieron dos modelos hidráulicos: uno general y otro de detalle. La ejecución de ambos modelos se realizó después de la construcción y puesta en marcha de la bocatoma, al observarse que durante los eventos extraordinarios de 1983 se produjeron fuertes erosiones y la destrucción del aliviadero fijo. Hace años sucedió algo similar con la bocatoma de la Central Hidroeléctrica de Machu Pichu, cuyo modelo se realizó después de observar problemas sedimentológicos en la captación. También ocurrió lo mismo con la bocatoma de Pitay del Proyecto Majes, cuyo modelo fue realizado en el Laboratorio Nacional de Hidráulica, después de haber observado un deficiente comportamiento de la captación. Sin pretender hacer muy larga ni exhaustiva esta relación recordamos el sistema de disipación de energía en cascadas del proyecto Tinajones, cuyo modelo fue realizado después de la obra. Estos ejemplos, y otras consideraciones que podrían añadirse, nos indican la conveniencia y ventaja de las investigaciones en modelo cuando se trata de obras grandes, costosas e importantes. 250

Financiamiento Externo Las grandes obras antes mencionadas se han ejecutado, o se están ejecutando, con financiamiento externo. Estos financiamientos, o préstamos, tienen diversas modalidades. El proyecto Chira-Piura en su primera etapa (presa de Poechos, canal de derivación y sistema troncal de drenaje del Bajo Piura) fue financiado en un 65% por la empresa constructora con participación del Yugobank. La segunda etapa (presa derivadora Los Ejidos en el río Piura, defensas fluviales y sistema de distribución y drenaje secundarios) fue financiada por el mismo grupo yugoslavo, pero sólo en un 50%. Para la segunda etapa hubo intervención del Banco Mundial en una pequeña proporción. Los estudios del Proyecto Puyango-Tumbes se realizaron con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Corporación Andina de Comercio (CAF). Los estudios del Proyecto Olmos fueron financiados, en su primera versión, por la FAO y en la factibilidad y definitivo de la primera etapa, por la desaparecida Unión Soviética. El Proyecto Tinajones fue financiado por el gobierno alemán, a través del KFW (Kreditanstalt für Wiederaufbau). El Proyecto Jequetepeque, en su primera etapa, fue financiado parcialmente por el mismo banco alemán. Para el financiamiento de la primera etapa de la irrigación de las pampas de Majes y Siguas fue necesario que junten sus esfuerzos cinco países. Se concluye, pues, que la ejecución de los grandes proyectos de irrigación de la costa peruana depende fuertemente del financiamiento externo. Otros proyectos están a la espera de su realización por falta de financiamiento. Por lo general el aporte externo, que es un préstamo, debe complementarse con una partida presupuestal proveniente del Tesoro Público. El análisis y planeamiento de las grandes irrigaciones desde el punto de vista de su financiamiento es sumamente importante. Lo ideal sería como lo venimos señalando reiteradamente hacer un Plan de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos y buscar los financiamientos de acuerdo a las prioridades establecidas. Si hubiese participación privada sería mayor la necesidad de un Plan. Dependencia Tecnológica Externa Al tener que ser financiadas en el exterior estas grandes obras, los países, bancos y agencias de préstamo han venido imponiendo sus propias condiciones. Si bien es cierto que la concepción de todos los grandes proyectos de irrigación ha sido hecha y estudiada en el terreno a lo largo de este siglo por 251

ingenieros peruanos de la antigua Dirección de Aguas e Irrigación, también lo es que al pasar a la etapa de estudios definitivos y de construcción la participación real e institucional de la ingeniería nacional ha sido pequeña en la mayoría de las veces [124]. En muchos proyectos los cálculos, diseños y planos fueron ejecutados muy lejos del Perú. Esto es grave por varias razones. Se crea un círculo vicioso: la ingeniería nacional no participa porque no tiene experiencia y no tiene experiencia porque no participa. Los diseños han sido desarrollados en Londres, Belgrado, Moscú, Milán, Tokio y otras ciudades de países cuya realidad geográfica es diferente. Nuestra Naturaleza es difícil y a lo largo de los siglos vamos aprendiendo a convivir con ella. Nuestros ríos, agrestes y poco conocidos, deben merecer un tratamiento especial. La sismicidad de la región, nuestros hábitos de operación y mantenimiento de las estructuras, todo, en suma, lo que interviene, no debe ser acometido por ingenieros extranjeros de países en los que no tienen, ni han visto jamás el tipo de problemas que ocurre en nuestras obras. El costo de las obras, vinculado tan estrechamente a las condiciones de financiación, hace que éste suba extraordinariamente. Como si todo esto fuera poco, una vez terminadas las obras, la no participación, intensa y real, de empresas e ingenieros nacionales, hace muy difícil el mantenimiento, operación y control de las grandes estructuras, pretendiéndose establecer a través del nexo umbilical una dependencia permanente que no es conveniente. Para ilustrar con algunos ejemplos lo señalado tenemos que el estudio de factibilidad del Proyecto Chira-Piura fue hecho por una empresa norteamericana y el estudio definitivo por una yugoslava; el estudio de factibilidad de Olmos estuvo a cargo de una empresa italiana y el proyecto definitivo fue hecho por dos firmas soviéticas; los proyectos de Tinajones y Jequetepeque fueron ejecutados por una empresa alemana, el proyecto Pampas por empresas españolas, el proyecto Majes por una firma italiana y los estudios de los aprovechamientos hídricos en Tacna y Moquegua fueron realizados por firmas japonesas. Escasez de datos básicos Los datos básicos de Hidrología, Sedimentología, Sismología, Meteorología y otros, que sirven para diseñar y dimensionar las obras son escasos. Esto significa que, muchas veces, se dispone de pocos años de registros, de un limitado número de estaciones de control y lo que es más grave, la confiabili252

dad de estos datos es baja. Estos problemas no son sólo del Perú, sino que constituyen característica común de todos los países pobres. Esto crea un conflicto técnico. Walter GOMEZ LORA al señalar diversos aspectos concernientes al aprovechamiento del agua señala que "la evolución dinámica de este recurso necesariamente está ligada a la forma como se mide este elemento en su cantidad y calidad y, esto se relaciona con la funcionabilidad y operatividad de una red hidrometeorológica nacional. En el Perú existe un déficit de 600 estaciones hidrométricas ($ 60 000 por estación) para cumplir con los requerimientos mínimos de una adecuada medición de los caudales, sin considerar que las estaciones existentes no tienen una adecuada operatividad y mantenimiento debido en su mayor parte a un escaso presupuesto que limita esta tarea; razón por la cual la información de caudales existentes en su mayor parte, sólo ha sido estimada y la que se ha medido no cuenta con un período uniforme o está sobreestimada en los meses de avenidas. Por tanto esta información presenta deficiencias y al ser utilizada en proyectos hidráulicos, los caudales de diseño no reflejan el real escurrimiento de la fuente de agua, permitiendo el sobredimensionamiento de las obras y en algunos casos dificultando la sustentación técnica del proyecto" [67]. Los métodos de cálculo desarrollados en los países adelantados requieren de registros largos y confiables. Entre nosotros ocurre todo lo contrario. Lamentablemente no siempre se combina adecuadamente la técnica más avanzada con la ingeniería autóctona, que está en mejores condiciones para desenvolverse con datos escasos y poco confiables, dado su conocimiento del país. Cuando es importante desarrollar de inmediato un proyecto y los datos básicos son escasos no queda otro camino que aumentar los coeficientes de seguridad con el consiguiente incremento de costos y riesgos. El proyecto Pampas tiene una debilísima sustentación hidrológica, por ausencia de mediciones. El diseño definitivo de la presa de Limón, del proyecto Olmos, se realizó con tres o cuatro años de registros sedimentológicos. Algo similar ocurrió con la presa de Poechos en actual funcionamiento [153]. En muchos proyectos se recurre a correlaciones de dudosa confiabilidad. El cálculo de máximas avenidas debería estar respaldado por cuidadosos y largos registros limnigráficos, sin embargo esto no ocurre generalmente. Para el desarrollo de algunas grandes irrigaciones carecemos de estudios de campo sobre eficiencias de riego, consumo de agua y datos de evaporación, entre otros. 253

Transcribimos a continuación algunos párrafos del discurso que nos tocó pronunciar con ocasión de la inauguración del V Congreso Latinoamericano de Hidráulica: “Latinoamérica presenta, en su relación con la naturaleza y en su ubicación socioeconómica, problemas muy especiales, no comunes a los que confrontan o confrontaron otros continentes y otras regiones hoy integralmente desarrolladas. Nuestros problemas hidráulicos son casi propios y sus soluciones demandan enfoque y metodologías exclusivas. Por otra parte, la técnica utilizada en los países ya económicamente ricos, para planear y poner en ejecución sus complejos hidráulicos, resulta ahora obsoleta si se tiene en cuenta que ella correspondió a la existente hace casi medio siglo. Nosotros, al igual que ellos tenemos que ubicarnos en el tiempo, pero dentro de nuestro propio problema. En Latinoamérica suelen presentarse proyectos hidráulicos que en muchos aspectos de magnitud y complejidad, sobre todo, superan a los construidos en los países industrializados, y lo que es más, mientras éstos operan con la información fría, pero altamente eficaz de la estadística obtenida a través de muchos años de observación, nosotros debemos recurrir a los artificios y especulaciones técnicas para integrar, a base de unos pocos datos, los largos registros sustitutorios de la información de carácter histórico". "La problemática latinoamericana, conjugada con el reto de los Andes y con su explosivo crecimiento, demandan esfuerzos para liberarnos de la dependencia tecnológica. Recientes estudios de la Organización de los Estados Americanos, demuestran que Latinoamérica invierte anualmente unos 700 millones de dólares en la importación de técnica. Implica esto que el 90% de la técnica utilizada en Latinoamérica proviene de los Estados Unidos y de Europa. Esta situación, grave ya, tiende a incrementarse según los estudios de la misma fuente de información. Tenemos, pues, que aunar voluntades, esfuerzos y medios para mejorar la condiciones de adquisición tecnológica con la mira puesta en el objetivo final que no debe ser otro que el de desarrollar nuestra propia técnica. En la era en que vivimos la independencia política sólo puede basarse en la independencia económica y ésta a su vez sólo puede existir apoyada en una sólida independencia tecnológica y científica" [141]. Hay quienes piensan que gastar en investigaciones básicas es botar el dinero. Todo lo contrario, es una inversión de lo más rentable y útil para planificar nuestro futuro.

Tratamiento Puntual y Parcial del Proyecto Por lo general las grandes, y a veces únicas, inversiones y acciones se realizan en la infraestructura mayor para regular, captar, conducir y distribuir el agua. En una proporción mucho menor se atiende al manejo de los suelos, al drenaje, al desarrollo agrícola y a otros aspectos. Por último, prácticamente no se atiende, estudia ni conoce la parte alta de la cuenca. La cuenca, que 254

colecta y regula el agua de las lluvias, no es objeto de ningún tratamiento en relación con los proyectos millonarios que se ejecutan en la parte baja. Julio GUERRA, quien fue Director General de Aguas, ha insistido en señalar la desproporción que existe entre nosotros entre los montos asignados para proyectos de irrigación y aquéllos que corresponden a otras actividades conducentes a obtener un mayor beneficio de la capacidad agrícola instalada. Así, "El análisis de la inversión total ejecutada (1975-80) y programada (198182), en soles corrientes, muestra: a) Una altísima concentración de la inversión en la actividad irrigación. En la mayor parte de los años ésta supera el 85%; el saldo (15%) le corresponde a las actividades (I) conservación de suelos; (II) desarrollo y asentamiento rural; (III) forestal y fauna; (IV) comercialización; (V) investigación; (VI) extensión y fomento agropecuario. b) También en la mayor parte de los años, más del 96% de la inversión asignada a la actividad irrigación, fue insumida por los proyectos de riego, recayendo casi el 80% de ésta en tres grandes proyectos: Chira-Piura, Tinajones y Majes..." [70]. Estos comentarios deben ser evaluados debidamente dentro de la más amplia perspectiva posible. Así, Chira-Piura es fundamentalmente un proyecto de mejoramiento de riego, incluyendo ciertamente el drenaje y otros aspectos asociados a una irrigación. En Tinajones, aunque en menor proporción, ocurre algo parecido. Sólo Majes es un proyecto típico y exclusivo de ampliación de la frontera agrícola. Tanto en Chira-Piura como en Tinajones, las grandes obras de infraestructura resultan ser indispensables para el mejoramiento del riego y drenaje. La ampliación de la frontera agrícola resulta ser un añadido, un beneficio adicional, pero no es la razón de ser de estos proyectos. Resulta, sin embargo, preocupante que en más de veinte años no se haya terminado ninguno de los tres proyectos. Es, asimismo, interesante señalar que dos de ellos, Majes y Tinajones, requieren de recursos hidráulicos trasandinos y el tercero de ellos, Chira-Piura, se ha desarrollado dentro de un Convenio Internacional. Para el éxito de estos proyectos se requiere, además de terminarlos, un tratamiento integral como el reclamado justamente por el autor cuyas palabras comentamos. Julio GUERRA ha explicado detalladamente los problemas de manejo y conservación de los recursos y de operación y mantenimiento de la infraestructura de riego. Según dicho autor hay dos grupos de problemas: "I) Mal manejo y conservación de los recursos agua-suelo; y II) deficiente operación y mantenimiento de los sistemas de riego" y señala que "Los efectos de los problemas enumerados se traducen en altas pérdidas de agua en la conducción, distribución y uso; pérdida gradual del potencial productivo del suelo (salinidad, 255

empantanamiento y erosión); rápido deterioro de las estructuras, canales de riego y drenaje; cuya resultante se traduce en una disminución progresiva de la producción y productividad agrícola" [70]. Todo esto debe hacernos pensar y actuar. Un gran proyecto de irrigación tiene un impacto ambiental que debe ser cuidadosamente estudiado, pero también tiene un impacto socioeconómico que debe ser analizado y evaluado. Hay muchos problemas no resueltos. ¿Cuál es el impacto de la producción agropecuaria de un proyecto en el mercado nacional? ¿Qué ocurriría si se pusiese en ejecución todos nuestros grandes proyectos? Cada uno tiene su estudio de factibilidad. Cada uno tiene su cédula de cultivo óptima. Pero cabe preguntarnos ¿es qué todo esto es compatible? CHAVIMOCHIC tiene un estudio de factibilidad, CHINECAS también lo tiene. Pero, si se ponen en marcha los dos proyectos, ¿cuál será el desarrollo agrícola resultante? Cada gran irrigación debería concebirse y desarrollarse como un gran Proyecto de Desarrollo Regional. Hacer irrigaciones no es, no debe ser, quedarnos en la construcción de grandes obras. Una gran irrigación sólo se justifica en la medida en la que, vía disponibilidad del recurso agua, en la cantidad, calidad y oportunidad requeridas, se crea las condiciones para un desarrollo agroindustrial y económico muy amplio, que permita el máximo valor agregado para los productos y que esto conduzca a mejorar las condiciones de vida de la población. Incumplimiento del Plan Propuesto Las grandes irrigaciones se realizan por etapas, pero deben concebirse como un todo. Por lo general se consigue financiación para la primera etapa, o una parte de ella, y el resto queda en idea durante muchos años. Debe tenerse presente que cada etapa de un proyecto debe ser una etapa de desarrollo. El Proyecto Tinajones culminó su primera etapa en 1968. La segunda etapa no está en ejecución. Para el proyecto Jequetepeque se financió una parte de la primera etapa, pero la segunda etapa sigue a nivel de factibilidad. En el Proyecto Majes se están culminando las obras de la primera etapa, pero falta la costosa segunda etapa. Estos tres ejemplos tienen en común que su segunda etapa implica el uso de aguas de la vertiente del Atlántico. En Tinajones esto se ha logrado parcialmente con los pequeños aportes de la vertiente amazónica trasvasados a través de los túneles Chotano y Conchano, pero falta la derivación principal, 256

por la importancia de su aporte hidráulico, que es la del Llaucano. Sin embargo, se ha construido sobre el río Chancay la Central Hidroeléctrica de Carhuaquero que no está convenientemente afianzada desde el punto de vista hidrológico. En el Proyecto Jequetepeque-Zaña se ha construido la gran presa de Gallito Ciego, pero falta la derivación trasandina de los ríos Namora y Cajamarca, que permitirán el pleno desarrollo agrícola del proyecto y la realización de sus metas agrícolas e hidroenergéticas. En el Proyecto Majes sólo podrá alcanzarse su meta de 60 000 hectáreas brutas y las dos centrales hidroeléctricas previstas, cuando se construya la presa de Angostura, en Apurímac y se trasvase sus aguas para integrarse al sistema existente. Del proyecto Chira-Piura se ha realizado sus dos primeras etapas, pero sigue manteniéndose la paradójica situación, de que el valle menos beneficiado sea el Chira, siendo el que tiene la mayor parte del agua disponible. Está en ejecución la tercera y última etapa del Proyecto, que beneficiará precisamente a este valle. Se ha construido una parte del Proyecto CHAVIMOCHIC, que es la que contó con financiación externa. Sin embargo, la parte construida no constituye una etapa de desarrollo. El incumplimiento del Plan Propuesto se refiere también a la libertad, o libertinaje, con la que se decide el cambio de la cédula de cultivo recomendada por el Estudio. En algunos casos, y esto es lo más grave, el incumplimiento se realiza con participación del Estado. El ejemplo más clamoroso es el del arroz. El arroz tiene un alto consumo de agua, que ha sido trasvasada, regulada y derivada mediante obras muy costosas. Además, el exceso de agua de riego crea o aumenta los problemas de drenaje en las áreas de cultivo. Esto ocurrió primero en el valle del Chancay-Lambayeque, y luego en el Bajo Piura. La expansión incontrolada de las áreas dedicadas al cultivo del arroz ha agravado los serios problemas de drenaje existentes en estos valles. Este problema no es nuevo. Vale la pena anotar aquí un dato histórico sumamente interesante. El 19 de febrero de 1929 se inauguró en la ciudad de Lambayeque el Primer Congreso de Irrigación y Colonización, convocado por 22 Comités Agrarios. El temario de este Congreso nos da una idea muy clara de la forma amplia en que debe concebirse una irrigación, pues para su desarrollo se establecieron nueve subcomités: 1. Economía, Leyes y Ciencias Sociales 2. Educación 3. Colonización 4. Agricultura 5. Caminos 6. Ingeniería 7. Salubridad 8. Manufacturas 9. Literatura e Historia. No es nuestro propósito 257

traer acá un resumen de tan importante, y no repetido Congreso, cuyas Memorias fueron publicados en cuatro volúmenes, sino referirnos y citar la quinta recomendación del Subcomité de Agricultura: “5° Que se recomiende de una manera especial, que en los terrenos que se va a colonizar quede terminantemente prohibido el cultivo del arroz como cultivo predominante..." [123]. La inexistencia de un Plan ha hecho que acometamos varios grandes proyectos, que estemos iniciando otros y que no hayamos terminado ninguno.

Carácter de Multipropósito Casi todos los grandes proyectos de irrigación de la costa peruana tienen objetivos y propósitos adicionales al de riego. Por lo general también tienen como propósito la generación de energía, el abastecimiento de agua a las poblaciones y a las industrias, el fomento del turismo, el control de inundaciones y algún otro propósito, en casos específicos. Los proyectos se llaman entonces de propósito múltiple. Ejemplos típicos serían los de Olmos y Majes, en los que los objetivos de riego y energía son importantes. Ambos nacieron, hace muchos años, con énfasis en el riego, específicamente en la incorporación de tierras nuevas a la agricultura. Con el paso de los años fue adquiriendo importancia el aprovechamiento hidroenergético. Hubo un momento, en los primeros años de la década del setenta, en el que se dieron grandes y acelerados pasos para la ejecución del Proyecto Bayóvar, pero cuando éste disminuyó su ímpetu ocurrió lo mismo con el Proyecto Olmos. El Proyecto CHAVIMOCHIC tuvo originalmente (Proyecto CHAO-VIRÚ) su énfasis en el riego: mejoramiento e incorporación de tierras nuevas. Posteriormente se incorporó el aprovechamiento hidroenergético y por último el abastecimiento poblacional de Trujillo. El carácter de propósito múltiple de estos grandes proyectos hace que sean varios los sectores interesados en su realización. Esto, que aparentemente es una ventaja, ha conducido algunas veces a conflictos en la determinación de prioridades y en la distribución de los costos.

Interés e Importancia Nacional Los grandes proyectos de irrigación, no obstante la expectativa local y regional que representan, son en realidad proyectos de inversión de carácter nacional. 258

Esta aseveración se sustenta tanto en el monto que representa la ejecución del proyecto, como en sus beneficios, que exceden a lo que podría llamarse un proyecto de interés local. La decisión de emprender uno de estos proyectos es ya una decisión nacional, pues implica un endeudamiento considerable. Los beneficios de un proyecto de irrigación importante trascienden el ámbito regional e impactan en la economía nacional. Veamos algunos ejemplos: El Proyecto Majes significa hasta la fecha una inversión del orden de 1000 millones de dólares. CHAVIMOCHIC, que está en la etapa de obras, tendrá una fuerte gravitación sobre la balanza comercial, pues su ejecución determinará que el país exporte productos agrícolas, en lugar de importarlos, como ha ocurrido en los períodos de sequía. La puesta en marcha de un gran proyecto de irrigación necesita de un mercado muy grande, que debe considerarse a nivel nacional e internacional. En algunos casos, como es el del proyecto Puyango-Tumbes, la irrigación no sólo significaría una mejora de las condiciones locales, sino un acercamiento entre naciones dado el carácter binacional del Proyecto. Lo importante es que las grandes irrigaciones de la costa peruana son en realidad proyectos de interés nacional en los que el aprovechamiento racional de los recursos disponibles hace que sean proyectos integrados de desarrollo regional. Cuando se expidió los dispositivos legales en virtud de los cuales se transfería el Proyecto Olmos, del Gobierno Central a la Región Nororiental del Marañón, se generaron protestas en Chiclayo y se señaló que "por su magnitud, alcances, procedencias de recursos hidráulicos y otras características, el proyecto escapa a la injerencia de una sola región y constituye una obra de envergadura nacional". El punto central de esta argumentación es que dada la inversión que requerirá el Proyecto y el impacto resultante en la economía, se trata de una inversión nacional, y no local o regional. Expectativa Local Cada uno de los grandes proyectos de irrigación se ha convertido en un centro de expectativa local y regional. Lambayeque espera con ansiedad la ejecución del proyecto Olmos. La Libertad presionó fuertemente por la realización del proyecto CHAVIMOCHIC. Olmos es un antiguo proyecto de irrigación que en una época representó significativamente las expectativas de Lambayeque. Precisamente, con ocasión 259

de IV Congreso Nacional de Ingeniería Civil, celebrado en Chiclayo, en 1982, Rafael RODRIGUEZ, quien había sido director ejecutivo del Proyecto Olmos, escribió un artículo titulado, Olmos: Sesenta años de expectativa, en el que entre otros importantes conceptos expresó lo siguiente: "Sesenta años como tema de discusión, como materia de estudios a todo nivel, como plataforma de candidaturas preelectorales, como motivo de campañas periodísticas, radiales y televisivas, como slogan difundido en las más variadas formas, como razón de ser de foros, simposios, mesas redondas, conferencias, reuniones locales, regionales, departamentales, como punto de cuestionamiento y exigencia a autoridades de alto rango, como infaltable referencia cuando se trata del futuro de la agricultura o de la energía, como, en fin, causa de incidentes anecdóticos o episodios dramáticos que han llenado de inquietud, expectativa y esperanza a varias generaciones a lo largo de tan dilatado período, hacen que el de Olmos sea el proyecto más publicado, divulgado y enraizado en la conciencia ciudadana" [160]. Esta expectativa local tiene su fundamento o explicación en el hecho de que la gente del lugar sufre en carne propia la escasez de agua y su irregular distribución a lo largo del año. Todo el desarrollo reposa, para la gente local, en la realización de “su proyecto”. Y en muchos casos es así. Desde Lima se analiza, a veces fríamente, los proyectos de irrigación, considerándolos, muchas veces, como una inversión del sector agrario. La intuición local va más lejos y concluye que sin agua en cantidad y calidad apropiadas no hay desarrollo posible. La irrigación no es sólo riego, es creación de riqueza en casi todos los campos de la actividad humana, por el beneficio multiplicador que tiene. Veamos otra manifestación de la expectativa local y el tipo de argumentos utilizados para pedir la ejecución de un proyecto. En un Forum organizado por el Club Lambayeque sobre el Proyecto Olmos, se acordó dirigirse al Presidente de la República para expresarle "La inquietud existente en el Departamento de Lambayeque, al no haberse considerado la realización de esta obra" y se añade más adelante: "El Club Lambayeque al servicio de los anhelos del departamento y preocupado por su desarrollo económico, social y cultural, no sólo reclama, sino exige, que comiencen los trabajos en Olmos, porque los lambayecanos están cansados y desilusionados de promesas que nunca se han cumplido. Lambayeque fue la primera región del país que juró la Independencia el 20 de Diciembre de 1820 y expulsó al Ejército español. El Forum considera que las obras de Olmos no se han realizado, en más de 50 años, por razones políticas y que el actual gobierno tiene la necesidad moral y económica de realizarla". Sin embargo, no debe perderse de vista que en muchas oportunidades el clamor local es sólo producto de pequeñas minorías interesadas en 260

determinados beneficios provenientes del proyecto que promocionan. Conflictos por el Uso de las Aguas En la costa peruana los recursos hidráulicos son limitados. En consecuencia su uso tendría que hacerse en función de un Plan Nacional de Aprovechamiento Hidráulico. La no existencia de este plan ha creado incomprensiones y dificultades en diversas partes de la costa peruana. Las aguas del río Huancabamba han sido disputadas por el Proyecto Olmos y por el alto Piura. El aprovechamiento de las aguas del río Chira dio lugar a un serio enfrentamiento entre los agricultores de los valles del Chira y del Piura cuando se concibió la realización del Proyecto Chira-Piura. El desarrollo de los Proyectos CHAVIMOCHIC (Chao, Virú, Moche y Chicama) y CHINECAS (Chimbote, Nepeña, Casma y Sechín) ha causado malestar entre los pueblos libertinos y ancashinos por el aprovechamiento de las aguas del río Santa. Similares problemas han ocurrido entre Tacna y Moquegua. Los proyectos CHAVIMOCHIC y CHINECAS usan agua del río Santa. Las demandas de ambos proyectos fueron establecidos en sus respectivos estudios de factibilidad. El Proyecto CHAVIMOCHIC tiene una demanda total de 2 150 MMC por año (69 m3/s) y el proyecto CHINECAS una demanda de 1 464 MMC por año (46 m3/s), lo que hace un total de 3 614 MMC por año (115 m3/s). El proyecto CHAVIMOCHIC comprende 92 990 hectáreas de mejoramiento de riego y 38 778 hectáreas de tierras nuevas. El proyecto CHINECAS comprende el mejoramiento de 45 500 hectáreas y la incorporación de 17 900 hectáreas. En consecuencia ambos proyectos significan una extensión de 195 168 hectáreas, además de algunos desarrollos hidroeléctricos menores. Cada uno de los proyectos tiene sus propias fuentes de agua, inseguras y no muy grandes, por lo que requieren agua del río Santa: el proyecto CHAVIMOCHIC requiere 1 583 MMC por año y el proyecto CHINECAS, 1 344 MMC por año. En diversos momentos ha habido algunas dificultades entre Ancash y La Libertad por el uso de las aguas del río Santa. En 1980 una Comisión Multisectorial examinó el problema y en 1984 se realizó un estudio de compatibilización de ambos proyectos [3]. Casos como éste son frecuentes en el Perú, pero debe buscarse una solución armónica y equitativa pensando en el interés general, antes que en el particular; lo mismo podría decirse de otros proyectos. La necesidad de obras de riego en la costa peruana es muy grande, pero en la ejecución de los grandes proyectos ha habido una política errática, 261

ausencia de un Plan de Desarrollo de los Recursos Hidráulicos y como consecuencia los resultados no son tan alentadores como deberían serlo. Teniendo en cuenta que las posibilidades de expansión de la frontera agrícola en la sierra son prácticamente nulas y que la selva, de clara vocación forestal, presenta enormes y casi desconocidas dificultades, es innegable que debemos revisar, y luego impulsar en la dirección correcta las grandes irrigaciones de la costa peruana. Según estimaciones hechas por el Instituto Nacional de Desarrollo (INADE) la culminación de los proyectos Chira-Piura, Tinajones, Jequetepeque-Zaña, CHAVIMOCHIC y Majes y la ejecución de los proyectos Puyango-Tumbes, Olmos, CHINECAS, Sur Medio, Tacna y Pasto Grande permitiría alcanzar la meta de 791 663 hectáreas bajo riego, de las cuales 434 622 hectáreas (55%) corresponderían a incorporación de nuevas tierras y 357 041 hectáreas (45%) al mejoramiento de tierras actualmente bajo riego deficiente. La situación actual es que sólo se ha ejecutado un total de 177 000 hectáreas, lo que representa al 22% de la meta total. El avance logrado comprende 35 000 hectáreas nuevas y 142 000 hectáreas de mejoramiento. Todo esto logrado en más de veinte años de esfuerzos. Tenemos, pues, que revisar nuestra actitud hacia el desarrollo de los proyectos de irrigación.

262

Capítulo 6 Avenidas y Sequías

6.1

Caracterización de las Avenidas

Los caudales de los ríos son variables en el tiempo. En el punto 2.12 hemos examinado la variabilidad temporal de la disponibilidad de agua; también hemos expuesto los problemas que se presentan para lograr una oferta firme de una determinada cantidad de agua para el desarrollo de un proyecto. Pero, la variabilidad de las corrientes naturales se manifiesta de un modo más intenso, mediante eventos extremos: avenidas y sequías. Las avenidas son fenómenos naturales que suelen causar grandes daños en todo el mundo. Debemos precisar que no es lo mismo avenida que inundación. Una avenida, crecida, creciente o riada, como también se le llama, es fundamentalmente un fenómeno hidrometeorológico; que se debe a las condiciones naturales. En cambio una inundación es el desbordamiento de un río por incapacidad de su cauce para contener el caudal que se presenta. La inundación es, pues, más bien un fenómeno de tipo hidráulico; prueba de ello es que pueden ocurrir inundaciones sin que haya una crecida o un evento hidrometeorológico extraordinario. La inundación se puede producir, por ejemplo, al ocurrir una falla estructural en los diques de contención de un río, de un estanque o de un embalse. También puede ocurrir una inundación por exceso de lluvia sobre un área sin drenaje suficiente. Generalmente las grandes avenidas pueden causar rotura de diques o exceder la capacidad del cauce y producir inundaciones. Es conveniente recordar que en inglés avenida e inundación se designan con una sola palabra, flood, lo que explica algunas confusiones terminológicas. 263

Los daños causados por las avenidas son de dos orígenes. Unos causados por la fuerza de la corriente durante una crecida, y que se deben, por lo tanto, a una acción dinámica. Ejemplo típico sería la erosión de la base de una estructura, como un puente. El otro origen de daños está en el desbordamiento de las aguas, las que al salirse de cauce producen inundaciones. Las avenidas son fenómenos originados por el carácter aleatorio de las descargas de los ríos, las que a su vez se deben a la precipitación que ocurre sobre la cuenca. Por lo tanto una avenida extraordinaria se origina, por lo general, en una precipitación extraordinaria. Las características de la cuenca en lo que respecta a tamaño, pendiente, cobertura vegetal y otras son importantes y deben analizarse junto con el patrón de precipitación para explicar las grandes avenidas. Las crecidas de los ríos sólo pueden describirse en cuanto a su ocurrencia, en términos probabilísticos. Es decir, que cada avenida de un río va asociada a una probabilidad de ocurrencia; en tal sentido se ha afirmado que esperando un tiempo suficientemente largo, cualquier avenida puede presentarse en cualquier río. En la Figura 6.1 se observa el Hidrograma de Avenidas del río Tumbes correspondiente al verano de 1975; como puede verse la máxima avenida de aquel año ocurrió a mediados de marzo [6]. Las crecidas de los ríos tienen varias definiciones: "1. Elevación rápida y habitualmente breve del nivel de las aguas en un curso hasta un máximo desde el cual dicho nivel desciende a menor velocidad. 2. Caudal relativamente alto medido por altura o gasto. 3. Avenida de un curso de agua originada por grandes lluvias o por fusión de nieve. 4. Elevación temporaria y móvil del nivel del agua en una corriente de agua o lago" [134]. A menudo las avenidas van acompañadas de huaicos y deslizamientos. En el Perú estos fenómenos son muy frecuentes, dadas nuestras condiciones climáticas, geológicas y topográficas. Hay algunas zonas del país donde los fenómenos de geodinámica externa son más activos e intensos debido a las condiciones particulares de los suelos, pendiente, cobertura vegetal y la acción del hombre. "Los huaycos nombre de terminología peruana, son flujos rápidos de aguas turbias y turbulentas de corta duración, cargadas de sólidos de diferentes tamaños y tipos de rocas; ellos ocurren en zonas de climas áridos y semiáridos a consecuencia de una fuerte precipitación pluvial inusitada y de corto período" [34]. Una avenida o inundación, según el caso, puede ser apreciada o descrita de diversas formas. Estas pueden ser: 264

265

Por el máximo nivel alcanzado por las aguas. Este es el parámetro más evidente, y el que permanece más tiempo en la memoria de los habitantes de la zona. Es útil para describir una inundación. Los niveles alcanzados por el agua durante una avenida o una inundación pueden y deben medirse en lo posible con aparatos registradores, como los limnígrafos. Los niveles alcanzados también quedan presentes por medio de huellas o marcas en los árboles, postes, cercos o casas. Para los efectos de cálculo de caudales se debe tener presente que durante la avenida hay un cambio importante en la sección transversal del río, debido a los procesos de erosión o sedimentación, que se producen en el cauce. Por la extensión del área inundada. Cuando la avenida excede la capacidad del cauce y se desborda, la extensión inundada es variable, aun para avenidas iguales. Depende del estado del cauce y de las defensas. En realidad lo que se mide en este caso no es la avenida, sino la inundación resultante. Muchas veces la medición así realizada puede ser engañosa, pues una gran inundación puede corresponder a una avenida pequeña. Por la descarga máxima instantánea. Para su determinación se requiere aforos cuidadosos y aparatos registradores. Este valor es muy importante para el diseño de defensas y de aliviaderos. En el Cuadro 6.1 se puede ver, para el período 1958-1984, los caudales máximos anuales del río Santa, así como algunos indicadores estadísticos de la serie correspondiente. Por el volumen descargado. Este valor puede ser más descriptivo que el anterior, pues está asociado a la forma del hidrograma de crecidas e incluye, por lo tanto, el concepto de duración de la avenida. Las avenidas pueden ser de muy corta duración, casi instantáneas o de larga duración, la que en casos extremos puede extenderse a lo largo de varios meses. El conocimiento del volumen descargado es importante para el diseño de embalses de control de avenidas. Más adelante, en el Cuadro 6.7, se muestra para el río Chira los volúmenes asociados a cada avenida.

266

CUADRO 6.1 Caudales Máximos Anuales del río Santa (1958-1984) *

[8]

Año

Caudal máximo diario

Caudal máximo instantáneo

1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984

407,9 787,2 753,4 880,5 780,0 864,8 471,6 S/D 395,8 805,2 348,5 598,4 988,0 S/D S/D S/D S/D 648,5 611,4 1 019,5 301,8 627,7 257,9 S/D 552,6 571,0 792,2

618,5 887,5 1 205,0 1 650,0 1 078,0 1 170,0 607,0 S/D 482,0 925,0 403,5 922,0 1 186,0 S/D S/D S/D S/D 900,0 S/D 1 130,0 422,0 730,0 492,0 S/D 736,0 760,0 1 041,0

Media Q Desv.Stand. Q

641,1 221,4

867,3 320,5

Media Log Q Desv.Stand.Log Q Coef.Sesgo Log Q

2,7772 0,1695 -0,68

2,9084 0,1686 -0,31

*

En m3/s

267

6.2 Predicción de Máximas Avenidas Para el aprovechamiento de un río mediante la construcción de obras en contacto con el cauce es necesario conocer las máximas avenidas que pueden presentarse. Dicho en otras palabras, lo que se requiere conocer es la probabilidad de ocurrencia de avenidas de una magnitud dada durante la vida del proyecto. La ocurrencia de avenidas mayores que las previstas puede tener para una obra determinada dos tipos de consecuencias negativas: 1. Imposibilidad de que la obra cumpla a cabalidad la función para la que fue diseñada. 2.

Destrucción de la obra

Para predecir la ocurrencia de avenidas se aplica métodos probabilísticos. Sin embargo, todos estos métodos parten de mediciones. Durante un período de observaciones, de cincuenta o cien años, por ejemplo, se registra las avenidas ocurridas a lo largo de un río. Se hace luego un análisis estadístico de frecuencia de caudales registrados. Así por ejemplo, los datos existentes de caudales máximos registrados en el río Santa, en la estación Condorcerro, durante el período 1958-1984 (Cuadro 6.1), se analizan de acuerdo a distribuciones estadísticas usuales. Se tiene así que en la Figura 6.2 se muestra el ajuste de los datos a la distribución de Gumbel; en la Figura 6.3, a la distribución Log-Normal y en la Figura 6.4, a la distribución Log-Pearson III [8]. Decíamos que cada avenida va asociada a una probabilidad. La inversa de la probabilidad es el denominado período de retorno. Así por ejemplo, si una avenida tiene una probabilidad de ocurrencia de 1% (0,01) en un año; su período de retorno es de 100 años. Para esta avenida su probabilidad de no excedencia es del 99% (0,99), como puede verse en cualquiera de las Figuras 6.2 a 6.4. En el Cuadro 6.2 se muestra un resumen de los resultados de los ajustes de los datos del río Santa, a las tres distribuciones de probabilidades antes señaladas. Finalizado el estudio probabilístico viene el difícil problema de la selección de la avenida de diseño. El principio general de la selección es que mientras más graves sean las consecuencias de la falla de la estructura como consecuencia de que la avenida de diseño sea excedida, mayor debe ser la avenida de diseño, es decir, su probabilidad de no excedencia. Debe haber, pues, un análisis de riesgo. Es decir, que debe examinarse el riesgo de que la avenida de diseño sea excedida durante la vida de la obra.

268

269

270

271

CUADRO 6.2 Descargas Máximas del río Santa en Condorcerro *

Tipo de descarga

Distribución

Periodo de Retorno (años) 1.01

*

[8]

2

5

10

15

25

50

100

200

500

1000

Máximas Diarias

Gumbel Log-Normal Log-Pearson III

277 241 198

605 599 625

800 833 836

930 987 950

1002 1075 956

1094 1185 1073

1215 1335 1150

1336 1486 1219

1456 1635 1278

1613 1842 1355

1734 2007 1422

Máximas Instantáneas

Gumbel Log-Normal Log-Pearson III

341 328 302

816 809 825

1098 1124 1127

1285 1332 1313

1390 1450 1452

1523 1598 1533

1698 1798 1687

1873 2000 1832

2048 2200 1973

2275 2477 2180

2500 2700 2310

en m3/s

272

6.3 Control de Avenidas Una avenida ocurre como consecuencia de una combinación de eventos hidrometeorológicos incontrolables. Por lo tanto, nuestras acciones deben estar encaminadas a atenuar las avenidas y sus efectos. Hay varias opciones: Construcción de presas. Mediante la construcción de una presa se crea un embalse con el objeto de realizar la redistribución temporal de la avenida. El agua de la crecida se almacena y luego se libera en un tiempo más largo, con caudales menores. Se pueden usar embalses que tengan otros propósitos, riego o energía, por ejemplo, y se dedica una parte del volumen total para el control de avenidas. Así por ejemplo, el embalse de Gallito Ciego del Proyecto Jequetepeque-Zaña tiene un volumen total de 571 millones de metros cúbicos (MMC) de los cuales 85 MMC corresponden al control de avenidas, 86 MMC al Volumen Muerto y 400 MMC al volumen útil. Cabe acá señalar que como consecuencia de la construcción de esta presa se inundaron 400 hectáreas de cultivos de arroz, así como los caseríos de Montegrande y Chungal [167]. Este es un ejemplo especial, de inundación permanente, como consecuencia de la construcción de una obra. El efecto regulador de un embalse es mayor en la medida en la que su volumen lo sea. Hay embalses que se dedican exclusivamente al control de avenidas. La acertada operación de un embalse para el control de avenidas permite la protección de las zonas ubicadas aguas abajo del embalse. Esta es una solución que se emplea frecuentemente; sin embargo, para tener alta eficiencia se requiere por lo general grandes volúmenes de almacenamiento y también altas capacidades de los conductos de descarga a fin de lograr el abatimiento del embalse y dejarlo así preparado para la siguiente crecida. El problema es, entonces, además de técnico, económico. Encauzamiento. El encauzamiento de los ríos permite que éstos se mantengan dentro del cauce. El diseño de un encauzamiento es un difícil problema de Hidráulica Fluvial. En muchos casos se combina un embalse de control de avenidas y un encauzamiento aguas abajo. El embalse permite que el caudal saliente no exceda de un cierto valor, que es el que corresponde a la capacidad de encauzamiento de aguas abajo. Mejoramiento del cauce. Para facilitar el tránsito de una avenida conviene que el cauce se encuentre en las mejores condiciones hidráulicas posibles. Esto significa que la resistencia al escurrimiento debe ser mínima. Por lo tanto la rugosidad debe ser baja. Debe eliminarse cuerpos y elementos extraños. El cauce debe mantenerse limpio y en las mejores condiciones para el paso de las aguas. 273

Desvío u obras de alivio. A veces resulta conveniente desviar las aguas hacia un cauce secundario, o de alivio, con lo que se logra proteger el valle principal. Uso de las áreas de inundación. Muchos ríos tienen un cauce principal, que es por donde escurre el agua generalmente, y un cauce secundario constituido por las áreas de inundación. Las áreas de inundación sólo son ocupadas eventualmente por el agua, y son por lo general áreas de gran riqueza y valor. Hidráulicamente es difícil el manejo de una avenida sin recurrir al uso de las áreas de inundación. Sin embargo, muchas veces ocurre que por falta de una planificación adecuada se olvida que estas áreas constituyen potencialmente cauce del río, se construye en ellas y se les da un uso que no les corresponde. Al producirse una gran crecida e inundarlas, los daños son grandes. El otro extremo sería el de pretender que las áreas de inundación sean intangibles y sin uso alguno. Entre ambos extremos está la posibilidad de planificar su uso y utilizarlas para parques y jardines; en ningún caso para la construcción de viviendas. El uso de las áreas de inundación se combina con uno o más de los métodos de protección antes descritos [63]. Siempre debe tenerse presente que las obras de defensa por medio de encauzamiento, rectificación de cauce y otros, implican cambios fundamentales en las condiciones del escurrimiento, especialmente en lo que a transporte sólido se refiere; por lo tanto debe esperarse que como consecuencia de dichas acciones se produzcan cambios fluviomorfológicos importantes.

6.4 Avenidas e Inundaciones del Pasado En un estudio de fines del siglo XIX, de Víctor EGUIGUREN, sobre las lluvias en Piura, aparecen numerosas referencias a grandes avenidas y precipitaciones ocurridas en la costa peruana en los últimos siglos [51]. Es importante el conocimiento del pasado porque nos ayuda a comprender el futuro. A veces pensamos que determinados fenómenos no pueden ocurrir y nos damos con la sorpresa de que ya ocurrieron en el pasado. Así, es un lugar común afirmar que en Lima nunca llueve; sin embargo, el P. Cobo refiere que en 1541 hubo en Lima grandes lluvias y que corrieron arroyos por las calles; así mismo en 1652 cayó en Lima "un aguacero tan recio que el Arzobispo mandó se tocasen plegarias en todas las iglesias, pidiendo a Dios cesase el aguacero". Conviene acá recordar unas palabras de Gumbel: “es imposible que lo improbable no ocurra jamás" [20]. La villa de Santiago de Miraflores de Zaña, fundada en 1563, sufrió una terrible inundación el 15 de marzo de 1720 originada tanto por el desborde del río Zaña como por lluvias torrenciales. Se 274

cuenta que el agua alcanzó en la ciudad una altura de cuatro metros, lo que ocasionó grandes daños y la ruina de Zaña. Las lluvias de 1578 fueron notables en Lambayeque. Empezó a llover fuertemente el 24 de febrero. El 3 de marzo la precipitación tuvo características de diluvio y continuó fuertemente hasta los primeros días de abril. "La aterrada población buscó refugio en los cerros y en las huacas. Se improvisaron toldos y ramadas en los lugares altos, pero las lluvias calaban los precarios techos. Mucha gente se ahogó, otras murieron a consecuencia de las epidemias que se desataron..." [164]. Se perdieron las cosechas, las reservas de cereales y los animales. Como si todo esto fuera poco también sufrieron fuertes daños las tierras de cultivo que quedaron cubiertas de arena y piedras. Aparecieron después plagas de langostas y el desastre fue total. Los problemas sociales derivados de las inundaciones fueron muy grandes. La Autoridad obligó a los pobladores a trabajar en la reconstrucción "bajo la amenaza de deportarlos a Panamá o de ahorcarlos". Finalmente se rehabilitó el canal Taimi y todo el sistema de riego. Hay noticias de que en Trujillo hubo lluvias extraordinarias en 1701, 1720 y 1728. Las de 1728 duraron 40 días y se sabe que "corrieron ríos de agua por las calles y plazas de Trujillo". En 1828 hubo en Piura lluvias que duraron 14 días. Las lluvias de 1891 fueron muy fuertes en el norte. En realidad este año, según se ha podido establecer, se presentó el Fenómeno de El Niño. Las lluvias de 1891 han sido descritas por Héctor LOPEZ MARTINEZ [92] a partir de informaciones periodísticas de la época. El Perú se reponía de la guerra cuando se presentó, muy caluroso, el verano de 1891. En febrero y marzo la temperatura de Lima bordeó los 30°C. En Piura los daños fueron tremendos, pues las grandes lluvias se presentaron luego de varios años de sequía: “Lluvias torrenciales sacaron de madre a los ríos de Piura, Chira y Tumbes", "inundando los campos, arrasando los sembríos y arruinando las poblaciones". Catacaos, al igual que otras poblaciones, estuvo a punto de desaparecer. El río Santa se desbordó y dañó 4 kilómetros del ferrocarril. Otras líneas ferroviarias de la época también sufrieron daños. Huaraz quedó aislado durante casi tres meses y "se tuvo que recurrir al trabajo forzado de campesinos del lugar para abrir trochas de emergencia". En Trujillo y Chiclayo hubo lluvias torrenciales que duraron más de dos meses y hubo tempestades, truenos y relámpagos. Chimbote quedó destruido en un 95%; Casma quedó en ruinas y el 24 de febrero Supe desapareció por el embate de las aguas. En Lima también hubo cuantiosos daños "el río Rímac se desbordó el 20 de marzo, anegando el puente Balta y avanzando sin obstáculos hasta las estaciones del ferrocarril de Desamparados y la Palma destruyendo los terraplenes y obras anexas e impidiendo el libre tráfico de los convoyes". Los daños que sufrió el país en 1891 fueron cuantiosos. Héctor LOPEZ 275

MARTINEZ nos dice que "La situación económica del país, postrado por la guerra y la depredación de los años en que estuvo ocupado por el invasor chileno, lo difícil de las comunicaciones por entonces -a lomo de mula, ferrocarril o buques caleteros a vapor- dificultad agravada en tierra por los desastres mencionados, no permitieron una inmediata ni significativa ayuda a los numerosísimos afectados. No sabemos tampoco el número exacto de muertos que, según el cálculo más conservador, superaron largamente los dos mil en todo el país, pasando de cincuenta mil los damnificados" [92]. En este siglo las lluvias de 1925 fueron catastróficas y los de 1983 son examinadas más adelante. En el verano de 1972 se produjeron fuertes lluvias, inundaciones y huaicos en diferentes partes del territorio nacional. Los daños fueron considerables. El Colegio de Ingenieros del Perú organizó un simposio sobre el particular y señaló las razones para ocuparse del tema: "Considerando que es un reto a la profesión del Ingeniero Peruano, el castigo permanente que sufre nuestro país, por estas contingencias de la Naturaleza, ha querido colaborar decididamente para que se estudie en forma exhaustiva la ocurrencia de estos fenómenos y facilitar por consiguiente las acciones que se deben tomar, con el fin de disminuir en unos casos y suprimir en otros sus efectos" [34]. Todos estos datos nos demuestran que en nuestra costa norte ha habido fuertes precipitaciones. Pero como también ha habido largos períodos de sequía, lo que dicho sea de paso constituye el estado normal de la costa peruana, otros cronistas tienen impresiones diferentes. Así por ejemplo Antonio de Herrera al hablar de las tierras que se extienden desde Tumbes al sur, dice que: “la tierra es muy seca aunque algunas veces llueve en las partes altas, pero no en las zonas cercanas al mar". Cieza de León hablando de Piura dice que "no labran más tierra de la que los ríos pueden regar"; en clara alusión a las obras de irrigación y a la falta de lluvias. Jorge Juan y Antonio Ulloa que recorrieron los valles de Tumbes a Sechura, a mediados del siglo XVIII, dicen que en esas regiones no llueve nunca. Así son, pues, los notables contrastes de la costa peruana: avenidas, inundaciones y sequías, se suceden permanentemente [51].

276

6.5 El Fenómeno de El Niño de 1983 El año hidrológico 1982-83 se produjo una modificación generalizada del clima en todo el Pacífico Sur, que abarcó principalmente desde Indonesia hasta América del Sur y que produjo considerables daños en Perú, Bolivia y Ecuador. El año 1982-83 fue lo que los meteorólogos denominan un año atípico, en el que se presentó con gran intensidad el Fenómeno de El Niño, que se caracterizó en el Perú por el aumento de la temperatura del mar, fuertes precipitaciones cerca de la costa norte e intensa sequía en el Altiplano. En dicho año, en Australia, se produjeron las más severas sequías del siglo; en Indonesia, Filipinas, India y Sri Lanka se presentaron también fuertes sequías, que implicaron muertes y epidemias; en diferentes lugares del Pacífico hubo fuertes huracanes; en la Polinesia Francesa seis ciclones sucesivos dejaron sin hogar a 25 000 personas; en América Central y México se produjeron sequías y el sur de Afrecha padeció una sequía severísima. Los daños ocurridos a consecuencia del Fenómeno en diversas partes del mundo se estimaron en 8 500 millones de dólares [24]. El Fenómeno de El Niño es una complejidad meteorológica oceanográfica, que se caracteriza en el océano por la presentación de aguas cálidas de baja salinidad en la parte septentrional de nuestro mar, lo que coincide con fenómenos meteorológicos como la debilidad de los vientos alisios del sudeste y el desplazamiento de la zona de convergencia hacia el sur, acercándola al Ecuador. El Fenómeno se presenta al comenzar el verano en el Hemisferio Sur, coincidiendo con la cercanía de la Navidad, lo que dio origen a la corriente de El Niño, que es diferente al Fenómeno, pero que se presenta en la misma época. En lo que va del siglo XX el Fenómeno se ha presentado sólo unas seis veces, por lo que su estudio científico es muy limitado, debido principalmente a la escasez de datos de la zona oceánica. Los Fenómenos de El Niño, de los que se tiene noticia cierta son: 1891, descrito por Schoot; 1925, descrito por Murphy; 1941, descrito por Lobell; 1957-58; descrito por Wooster y Berjknes; 1965, descrito por Guillén y Flores y los más recientes e importantes de 1972 y 1983. Según Klaus Wyrtki, profesor de la Universidad de Honolulu, Hawai, el Fenómeno de El Niño no es sino una amplificación del calentamiento del verano en el océano. Durante el verano del Hemisferio Sur, de diciembre a marzo, los vientos alisios del sudeste, en el Perú, son generalmente más débiles y las temperaturas de la superficie del mar son altas. Todo hace pensar que en los años en los que ocurre el Fenómeno de El 277

Niño su aparición se debe a consecuencias aleatorias de factores meteorológicos que ocurren siempre, pero con diferente magnitud cada vez, pero que difícilmente identificarían desde el punto de vista estadístico una población diferente de aquellos años en que no se presenta el Fenómeno. Las lluvias, consecuencia de este Fenómeno, son también de intensidad y duración aleatorias [5]. La elevación de la temperatura del mar es lo más característico del Fenómeno de El Niño. En la Figura 6.5 se observa la variación de la temperatura media del mar, en Paita según estudios realizados por Ramón MUGICA [114]. Se observa que en 1983 la temperatura del mar subió fuertemente con respecto a los años anteriores. El año 1925, recordado en la costa peruana por las intensas precipitaciones que ocurrieron, coincidió también con un gran aumento de la temperatura del mar. En la zona de Puerto Chicama la precipitación media hasta ese año era de 4,2 mm y la temperatura media del mar era de 19,1°C (para el mes de marzo). En marzo de 1925 la temperatura del mar fue de 26,8°C y la precipitación fue de 96,4mm. Es, pues, innegable la vinculación entre el Fenómeno de El Niño y el aumento de la temperatura del mar. Desde el punto de vista de las precipitaciones el año hidrológico 1982-83 fue extraordinario en la costa norte del Perú. Debemos aclarar, sin embargo, que se trata de precipitaciones en las zonas bajas de las cuencas. En las partes altas de las cuencas hubo sólo un moderado aumento de la precipitación, que no tuvo el carácter de extraordinario, ni mucho menos. En tal sentido conviene tener presente que la frecuencia, características e intensidades de las precipitaciones son totalmente diferentes, según que sean altas o bajas. Así por ejemplo, en la costa norte del Perú es usual que llueva en las partes altas de las cuencas, pero inusual que se produzcan precipitaciones intensas en las partes bajas. Esto último ocurre por lo general sólo en los años en que se presenta el Fenómeno de El Niño. En la Figura 6.6 se muestra los valores de las precipitaciones anuales en la estación Piura hasta 1983, año del Fenómeno que nos ocupa. La figura se explica por si misma. En el Cuadro 6.3 se señala, para mayor abundamiento, la precipitación durante 1983 en varias estaciones del departamento de Piura, así como la máxima precipitación que hasta entonces había sido registrada. En lo que respecta a la escorrentía de los torrentes costeños del norte del país se puede señalar que se produjo un aumento muy importante de sus valores característicos. Así por ejemplo, en la Figura 6.7 se aprecia la evolución de los caudales medios anuales del río Piura. Resulta evidente que 1983 fue un año absolutamente extraordinario. 278

279

280

281

CUADRO 6.3 Precipitación en el Departamento de Piura (1983) Estación Pluviométrica

Número de años de Registro

Altura de lluvia anual 1983 (mm)

Piura Talara Chilaco Morropón Ayabaca

53 41 16 19 20

2 401 1 655 3 414 3 004 2 665

Máxima altura de lluvia anual, antes de 1983 (mm) 380 259 488 648 1 622

Pero, 1983 no sólo se caracteriza hidrológicamente por una gran masa anual, sino también por la persistencia de caudales altos. Así, en las Figuras 6.8 y 6.9 se muestra comparativamente la evolución de las avenidas del río Piura durante los cinco primeros meses de 1972 y 1983, respectivamente. Se comprende, luego de observar estas figuras, que 1983 se caracterizó por el gran volumen descargado y por la gran cantidad de valores altos ocurridos repetidamente a lo largo de varios meses. Los daños causados por el Fenómeno de El Niño 1983 fueron cuantiosos. En el sur hubo una fuerte sequía cuyas características señalamos más adelante. En toda la costa norte se produjeron intensas precipitaciones y aumentos de la temperatura del mar. Como la región de la costa es desértica y normalmente la precipitación es casi nula, los daños causados por lluvias, que en algunos casos excedieron los 3 000 mm anuales fueron enormes. La escorrentía generada por tan intensas precipitaciones excedía la capacidad de conducción de los cauces, lo que dio lugar a muchas inundaciones. En las partes altas de las cuencas se produjo fuerte erosión. El material erosionado fue transportado por las corrientes hacia la parte baja de los valles, donde finalmente depositó debido a las menores velocidades de la corriente. El Fenómeno de El Niño 1983 causó importantes daños en las obras del Proyecto Chira-Piura, cuya segunda etapa estaba en construcción. El contratista presentó un reclamo ante los aseguradores de las obras, por un monto de 30 millones de dólares aproximadamente [4,6]. En Tumbes, en la estación Rica Playa, la precipitación durante 1983 fue de 5 466 mm. La precipitación de este año excepcional fue superior a la suma de las precipitaciones ocurridas en los diecinueve años precedentes, tal como puede verse en el Cuadro 6.4.

282

283

284

CUADR0 6.4 Precipitaciones Mensuales del Periodo 1964-1986 de la Estación Rica Playa (Tumbes) * AÑO 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86

ENE 2,00 37,00 52,00 73,50 1,50 11,50 22,00 11,00 20,50 419,50 1,90 36,90 36,90 50,20 15,90 44,70 78,90 0,00 -2,00 897,80 0,00 13,20 0,00

FEB

48,00 37,50 24,00 112,00 0,00 6,50 72,00 76,00 79,50 66,00 20,60 33,60 143,90 124,10 22,10 21,30 0,00 62,50 -2,00 801,60 382,20 47,60 51,80

MEDIA 83,04 101,49 % SOBRE TOTAL 16,38 20,02 D. ESTANDARD 201,76 175,66 COEF. ASIMETRIA 3,32 3,16 COEF. CORRELACION0,80 0,69 DE X, X+1 COEF. VARIACION 2,43 1,73 *

En mm

MAR

ABR

MAY

JUN

JUL

AGO

SEP

OCT

NOV

[22]

DIC

TOTAL

76,10 90,80 0,00 0,00 358,40 66,10 114,50 0,00 41,50 0,00 0,00 0,00 0,00 18,00 0,00 0,00 1,50 0,00 0,00 0,00 117,50 107,50 27,80 28,00 23,50 7,00 20,00 0,00 126,30 8,90 0,00 1,50 341,30 27,80 25,90 30,00 101,70 0,00 14,50 1,00 5,50 0,50 27,20 0,00 155,40 74,40 4,40 4,80 119,60 41,20 28,60 0,00 110,40 61,60 0,00 0,00 75,40 9,20 7,40 0,00 50,70 0,00 0,00 0,00 55,00 148,50 10,00 0,00 64,50 47,90 0,80 0,40 -2,00 -2,00 -2,00 -2,00 692,30 1166,90 1426,20 303,90 18,40 0,00 0,00 0,00 139,50 0,00 0,00 0,00 0,00 96,40 1,60 0,00

0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 1,00 2,50 2,10 0,00 6,50 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 -2,00 65,20 0,00 0,00 0,00

0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 1,00 7,00 0,00 0,00 11,60 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 -2,00 56,80 0,00 0,00 0,00

0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,50 0,00 2,70 0,00 5,10 0,00 8,00 6,50 0,00 0,00 0,00 -2,00 18,90 0,00 0,00 0,00

0,00 0,00 4,50 7,00 0,00 0,00 2,00 0,50 0,00 0,00 0,00 5,80 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 -2,00 0,00 0,00 0,80 0,00

1,00 5,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 5,50 0,00 0,00 0,00 0,00 6,50 0,00 -2,00 10,80 0,00 0,00 0,00

1,00 0,00 0,00 1,00 0,00 6,50 7,00 2,00 12,00 4,80 0,00 0,00 0,00 0,00 18,20 0,00 31,80 0,00 -2,00 25,30 8,00 0,00 4,00

218,90 621,00 122,00 211,50 3,00 305,30 153,50 228,70 546,50 612,30 55,70 344,00 370,20 354,30 154,70 116,70 330,70 176,10 0,00 5465,70 408,60 201,10 153,80

121,57 89,67 77,68 23,98 17,69 15,32 159,34 244,45 302,23 2,35 4,05 4,22 0,80 0,98 0,99

16,91 3,34 64,65 4,15 0,99

3,51 0,69 13,86 4,19 0,99

3,47 0,68 12,24 3,93 0,86

1,90 0,37 4,46 2,77 0,05

0,94 0,18 2,05 2,04 0,04

1,31 0,26 2,91 2,09 0,59

5,53 1,09 8,88 1,79 0,02

507,01 100,00 1120,10 3,92 0,02

3,82

3,94

3,52

2,35

2,19

2,22

1,61

2,21

1,31

2,73

3,89

285

En una visita de inspección al departamento de Tumbes se pudo observar que "los grandes caudales de los cursos de agua, originados por las lluvias, afectan la estabilidad de los suelos, originando en primera fase erosión y arrastre del material superficial y luego sedimentación del mismo en las zonas de baja velocidad por cauce ancho y/o pendiente escasa. Los caudales de los cursos no permanentes y los de los permanentes, al sobrepasar las cajas de sus cauces ordinarios, han producido daños permanentes en las áreas de cultivo y en la infraestructura de riego y drenaje, transporte y energía en el área rural y en los servicios públicos en el área urbana. Evidentemente las viviendas, tanto en los centros poblados como en el campo, han sufrido grandes deterioros al haber sido atacadas por los torrentes de agua y/o por la acumulación de material aluvial depositado por éstos" [5]. Los daños sufridos por el departamento de Tumbes en 1983 fueron calculados en no menos de 75 millones de dólares, de los cuales el 90% correspondió a infraestructura y el 10% a producción. Entre los principales daños materiales puede citarse los siguientes: 1.

Deterioro de 176 km de red vial.

2.

Inundaciones de áreas de cultivo.

3.

Destrucción total de la infraestructura de riego en un elevado porcentaje (canales, drenes, obras de arte, etc.).

4.

Deterioro e interrupción de los servicios de agua potable y desagüe.

5.

Deterioro de la infraestructura urbana: viviendas, pistas, centros educativos, centros de salud, edificios públicos y privados, etc.

A las pérdidas materiales antes señaladas debe agregarse las vidas humanas perdidas, los problemas de salubridad y los daños y perjuicios no cuantificables. Así se tiene que hubo daños de carácter socioeconómico por retracción de la actividad agropecuaria, que es la principal fuente de trabajo de la zona, y en la actividad comercial, lo que trajo consigo desocupación. El deterioro de la red vial significó un desabastecimiento general de productos de primera necesidad [5]. Con el objeto de ilustrar las pérdidas por sectores puede examinarse el Cuadro 6.5 en el que se muestra las pérdidas económicas en el departamento de Tumbes, ocurridas en diversos sectores, como consecuencia del Fenómeno de El Niño 1983. Se observa la enorme pérdida que significaron los daños a la infraestructura.

286

El río Tumbes, de muy pequeña pendiente y gran inestabilidad fluvial, modificó su curso en muchos lugares y se produjeron, entre otros, daños como: -

Ensanchamiento del cauce en la zona de Cabuyal, como consecuencia de lo cual el barraje fijo construido para la toma fue burlado y parte del caudal discurrió el 24 de febrero por el nuevo cauce formado hacia la margen derecha.

-

Formación de un nuevo cauce fluvial frente a la Planta de Agua Potable de Tumbes. El río se separó 500 metros de su antiguo cauce y no se pudo captar agua.

-

Destrucción del puente El Piojo, de más de 20 metros de luz, por la erosión causada en los estribos por un brazo del río Tumbes, hacia el cual desbordaron las aguas del cauce principal.

-

Destrucción del sifón invertido que estaba en el cauce de El Piojo y que servía a una zona de riego de la margen izquierda.

-

Destrucción del malecón de la ciudad de Tumbes, como consecuencia de la socavación que causó el río.

-

Desplazamiento del cauce y consiguiente erosión de terrazas fluviales dedicadas a la agricultura, con la pérdida de extensas superficies de terrenos agrícolas.

CUADRO 6.5 Pérdidas en el Departamento de Tumbes como consecuencia del Fenómeno El Niño 1983 (A junio de 1983, en millones de dólares) Sector Agricultura Pesquería Energía Transporte Educación y Salud Vivienda Interior TOTAL

Producción

Infraestructura

4 3 1 -

8 2 2 42 2 10 1

8

67

287

Total 12 5 3 42 2 10 1 75

Los daños causados regionalmente por El Niño 1983 fueron apreciados por una misión de Naciones Unidas, la que se constituyó con el objeto de evaluar las necesidades de asistencia internacional en las zonas afectadas. En la Figura 6.10 se observa las zonas afectadas en Perú, Ecuador y Bolivia [116]. Los daños fueron de tres tipos: 1.

Destrucción de infraestructuras por inundaciones y disminución de la producción. 2. Disminución notable de la disponibilidad y captura de muchas especies marinas. 3. Impacto de la sequía. Estos tres tipos genéricos de daños tuvieron una fuerte incidencia en los niveles de ingreso, nutrición y salud de la población. En el referido informe de Naciones Unidas se señala que "Los daños ocasionados por los excesos de agua y el aumento en la temperatura del mar son más evidentes y cuantiosos que aquéllos causados por la sequía, y sus efectos se han hecho sentir sobre actividades que se caracterizan por una mayor productividad y capacidad de recuperación. En cambio, los efectos de la sequía no son tan visibles, pero si elevados, y han afectado a amplios grupos de la población que tienen ingresos muy reducidos" [116]. Los sectores de la producción afectados fueron varios. Así, se tuvo que en el sector agrícola se perdieron cultivos que estaban listos para cosecharse, se retrasó la siembra y se produjo desabastecimiento de productos agrícolas. El sector pesquero sufrió la disminución de sus exportaciones. Se calculó que los daños ascendieron en Perú, Bolivia y Ecuador a la cifra de 3 480 millones de dólares (el 41% de los daños causados por El Niño 1983 en todo el mundo). El monto de los daños se descompuso así: Perú, 2 000 millones de dólares; Bolivia, 840 millones y Ecuador 640. Del total de los daños en los tres países, 2 265 millones de dólares (65%) se refieren a la infraestructura y producción de los sectores primarios. El resto, 1 215 millones, son efectos o pérdidas indirectas en los sectores secundarios y terciarios que fueron más allá de 1983. En el Cuadro 6.6 aparece un resumen de los daños causados por El Niño 1983 en Bolivia, Ecuador y Perú. El Fenómeno de El Niño 1983 tuvo también un fuerte impacto en la economía de los tres países. En el Perú se produjo una fuerte disminución del Producto Bruto Interno; aumentaron las importaciones y disminuyeron las exportaciones con los consiguientes efectos económicos. Para aliviar la situación de las zonas afectadas se puso en marcha con la ayuda económica de AID, y a través del Instituto Nacional de Desarrollo, un Programa de Rehabilitación y Reconstrucción de las Zonas Afectadas [7].

288

289

CUADRO 6.6 Resumen de Daños Causados por el Fenómeno de El Niño 1983 En Bolivia, Ecuador y Perú [116] (Millones de Dólares) Tres países

Bolivia

Total Directo Indirecto Total Total Sectores sociales Salud Vivienda Educación Sectores Productivos Agropecuario Pesca Minería Industria Infraestructura Transporte Otros

34 78,9 22 65,0

Ecuador

Directo Indirecto Total

Directo Indirecto Total

1 213,9

836,5

521,5

315,0

640,0

533,9

146,8 60,5 74,9 11,4

32,0 12,0 19,2 0,8

22,5 4,7 17,8 -

12,5 12,5 -

10,0 4,7 5,3 -

23,6 10,7 6,3 6,6

16,7 4,6 6,3 5,8

26 66,2 1 693,6 15 98,8 1 057,2 223,1 230,5 310,4 310,4 533,9 95,5

972,6 541,6 (7,4) 438,4

716,0 716,0 -

447,0 447,0 -

269,0 269,0 -

405,6 233,8 117,2 54,6

209,3 199,2 10,1

98,0 98,0 -

62,0 62,0 -

36,0 36,0 -

211,4 209,3 2,1

178,8 72,5 94,1 12,2

633,9 610,4 23,5

424,6 411,2 13,4

290

Perú Directo Indirecto

106,7 2 001,8 1 209,6 6,9 6,1 0,8

792,2

132,7 57,1 70,0 5,6

117,6 55,9 56,1 5,6

15,1 1,2 13,9 -

351,4 224,2 117,2 10,0

54,2 1544,6 9,6 649,0 - 105,9 - 310,4 44,6 479,3

895,2 386,0 113,3 310,4 85,5

649,4 263,0 (7,4) 393,8

165,8 164,3 1,5

45,6 45,0 0,6

196,8 184,9 11,9

127,7 118,2 9,5

324,5 303,1 21,4

6.6 El Desembalse de Poechos Con el objeto de conocer las características del fenómeno denominado desembalse y la avenida e inundación resultantes, presentamos acá el Desembalse de Poechos, a partir de un artículo nuestro del mismo título [157]. Chira-Piura es uno de los grandes proyectos de irrigación de la costa peruana. Como tal, participa de las virtudes y defectos que constituyen nota característica de los esfuerzos hechos por incrementar nuestra frontera agrícola [152]. Chira-Piura fue concebido a fines de la década de los años 60 para realizarse en tres etapas. Las dos primeras están terminadas: presa de Poechos, canal de derivación Daniel Escobar que trasvasa las aguas del río Chira al río Piura, bocatoma de Los Ejidos sobre el río Piura y el sistema de riego y drenaje del Bajo Piura. La tercera etapa se refiere al valle del Chira y dentro de ella se incluye el sistema de defensas fluviales, cuya construcción había sido empezada con carácter de emergencia en 1982, justamente antes del Fenómeno de El Niño 1983, el que causó fuertes daños en el valle y la interrupción de los trabajos. La década de los ochenta fue muy difícil para la tercera etapa del Proyecto Chira-Piura. Grandes problemas económicofinancieros, la deuda impaga de las etapas anteriores, algunas marchas y contramarchas, caracterizaron esa década. Finalmente, culminaron los estudios de la tercera etapa, especialmente en lo que respecta a la presa derivadora de Sullana y al sistema de diques de defensa contra inundaciones a lo largo del Chira. El año hidrológico 1991-92 se caracterizó por una nueva aparición del Fenómeno de El Niño, el que en la costa norte del país produjo una vez más fuertes precipitaciones en las zonas bajas de los valles, aumento del caudal de los ríos y las consiguientes inundaciones. La Presa de Poechos sobre el río Chira es la estructura clave del Proyecto Chira-Piura. Su función es la de regular el agua de riego para los valles Chira y Piura, y producir energía en forma subsidiaria. No es una presa de control de avenidas, sino, por el contrario, es una presa concebida para que su operación sea realizada de manera de disminuir la sedimentación. Tiene, sin embargo, obviamente, un pequeño efecto en la atenuación parcial de avenidas pequeñas. En marzo y abril de 1992 se presentaron en el río Chira caudales de alguna importancia, que fueron laminados parcialmente por el reservorio. Finalmente, el 18 de abril la descarga por el aliviadero de compuertas de la represa de Poechos llegó hasta 3 800 m3/s, lo que produjo daños en unas 291

7 000 hectáreas del valle, según lo manifestado por los agricultores. El caudal afluente a la represa había llegado, según lo manifestado por la Dirección Ejecutiva del Proyecto Chira-Piura, a 5 911 m3/s [126]. Las obras de protección del valle del Chira contra las inundaciones, constituidas por un sistema de diques, se encontraban en construcción. La cuenca del río Chira hasta el embalse de Poechos es de 13 000 km2. Gran parte de ella está en territorio ecuatoriano (6 900 km2). El río CatamayoChira es desde el punto de vista internacional, un río de cauce sucesivo. Su aprovechamiento se realiza en virtud del Convenio para el Aprovechamiento de las Cuencas Puyango-Tumbes y Catamayo-Chira, celebrado entre las Repúblicas del Perú y del Ecuador el 27 de Setiembre de 1971, cuyos alcances examinamos en el Capítulo 7. Cuando se estudió el Proyecto Chira-Piura se consideró para la cuenca una masa hídrica media anual de 4 080 MMC, es decir unos 130 m3/s. Si se descuenta la derivación del Quiroz, proyecto San Lorenzo, entonces resulta para Poechos un caudal afluente del orden de 105 m3/s [54]. La capacidad de evacuación de los aliviaderos, para un periodo de retorno de 10 000 años, alcanza los 15 800 m3/s y su volumen es de 2 353 MMC. Se trata, pues, de valores sumamente grandes. La presa de Poechos siguientes elementos:

[53]

es una gran presa (Large Dam) que consta de los

-

Presa principal, de 50 m de alto, cuya cresta está en la cota relativa 108 m y que en el futuro podría ser elevada a la cota 113 m. Esta presa, al igual que los diques laterales, es de materiales sueltos (de tierra) y núcleo impermeable arcilloso. Por su naturaleza el agua no debe jamás verter sobre ella, pues esto implicaría su destrucción. Queda claro, pues, que no es una presa vertedora.

-

Dique izquierdo, de 25 m de altura promedio.

-

Dique derecho, de altura muy variable, pero en general menor que la anterior.

-

Aliviadero principal, es una estructura de 50 m de alto que aloja tres compuertas de 9,8 x 12 m cada una. El umbral está en la cota 78. Su capacidad de descarga es de 5 500 m3/s.

-

Aliviadero de emergencia constituido por un dique fusible, con umbral ubicado en la cota 100. Su longitud es de 400 m y su capacidad de 292

-

descarga es de 10 000 m3/s. Obras de toma, de desvío, descarga de fondo y estructuras auxiliares. La longitud total de la represa, al nivel de la cota 108, es de 9 500 m. El embalse creado por la presa tiene las siguientes características: Largo Ancho Máximo Ancho Medio Profundidad Máxima

24 7,4 4,2 43

km km km m

El nivel normal de operación del embalse está en la cota 103 m. Para este nivel el volumen total del embalse es de 885 MMC (millones de metros cúbicos). La cresta está 5 m por encima, es decir en la cota 108 m. Si la presa se sobreelevase a la cota 113 (nivel normal de operación 108 m), entonces su capacidad aumentaría en 350 MMC y el volumen total sería de 1 235 MMC. Del volumen total de 885 MMC una parte corresponde al volumen muerto por cota de derivación y otra al Volumen Muerto por sedimentación. En el momento inicial el volumen útil era de 705 MMC. El estudio previó que la pérdida de volumen útil empezaría desde el momento inicial y que al cabo de 50 años, el volumen útil se habría reducido a 400 MMC. Dada la fuerte sedimentación ocurrida desde la finalización de la presa en 1976 y a partir de las mediciones efectuadas por la Dirección Ejecutiva [153], consideramos que el volumen útil actual debe ser del orden de 500 MMC, el mismo que está previsto para regular el agua para riego. El valle del Chira siempre ha estado sujeto a inundaciones. La pendiente del río es relativamente pequeña, hay formación de meandros y gran inestabilidad fluvial. El cauce no está definido. Después de cada gran avenida aparece un cauce diferente. Los levantamientos aerofotográficos, topográficos y los testimonios de los habitantes y agricultores demuestran que siempre ha sido de este modo. Así ocurrió después de las grandes avenidas de 1925, 1965, 1972, 1983 y algunas otras. En un estudio efectuado por ENERGOPROJEKT en 1981 se afirma lo siguiente: “Los meandros en el lecho del río son una de las características básicas del río Chira. La modificación del trazo del lecho principal en el transcurso del tiempo ha sido registrada en los mapas aerofotogramétricos. Las modificaciones ocurren regularmente durante las avenidas, tales como fueron las de los años 1965 y 1972. No existen datos suficientes para un análisis morfológico completo, sin embargo, inclusive sin ellos puede concluirse que las velocidades del agua en las curvas y la resistencia del material de las orillas son tales que causan la modificación permanente del curso de agua, lo que a su vez 293

se refleja en el corte natural de meandros, formándose estos nuevamente. Puede concluirse que la pendiente promedio del valle, aguas abajo de la represa de Poechos, asciende a 0,75%. Dado que la relación entre el largo de la corriente y el del valle es 1,59, puede llegarse a la conclusión de que la pendiente media del fondo del río es de 0,47%. Según la posición actual (1981) del lecho principal el largo del mismo, entre el Océano y la Represa de Poechos, asciende a 126 km, mientras que en el año 1963 el mismo ha sido de 111,5 km" [54]. El régimen hidrológico del río Chira siempre ha sido sumamente irregular. Varios años secos son seguidos de años húmedos. Hay aparición de bancos, playas, vegetación y una ocupación agrícola variable de las orillas. Dadas las irregulares características hidrológicas del río, la introducción del gran efecto regulador de la presa de Poechos trajo como consecuencia la laminación parcial de las pequeñas crecidas. Ellas eran las que formaban y mantenían el lecho. Al eliminarlas, o disminuirlas, prácticamente desapareció el lecho. Sin embargo, la presa no ofrece control significativo para las avenidas medianas o grandes. Es éste, pues, uno de los efectos de las grandes presas ubicadas en los ríos de régimen muy irregular. Generalmente se tiene la creencia de que un gran embalse constituye de hecho una protección contra las inundaciones del valle ubicado aguas abajo. Sin embargo, no siempre es así. ENERGOPROJEKT realizó el Estudio del Valle del Chira, el mismo que comenzó en 1981, pero a fines de 1982 debió ser interrumpido debido al Fenómeno de El Niño que empezó en aquel año. Fue reiniciado varios años después y las obras respectivas se encontraban en ejecución cuando ocurrió el desembalse de semana santa de 1992. El estudio considera para el encauzamiento del río Chira un sistema de diques de 73 km de longitud. La avenida de diseño es de 3 000 m3/s [54]. El embalse de Poechos no tiene una parte de su volumen reservada para el control de avenidas. El volumen de almacenamiento es para riego. Por el contrario, la creación del gran lago de Poechos trajo como consecuencia que el río Chira, en el tramo ubicado aguas abajo del embalse, perdiese gran parte de su capacidad de conducción. En consecuencia, la contención de avenidas en el cauce quedó disminuida y crecidas de magnitud inferior a las que ocurrían antes de la construcción del embalse resultaron causando serios daños. A lo anterior debe añadirse la mayor ocupación de las áreas de inundación a lo largo del cauce por los denominados orilleros. Con motivo del Estudio Definitivo del Proyecto se calculó la frecuencia de máximas avenidas y sus respectivos volúmenes y se obtuvo los valores del 294

Cuadro 6.7

[54].

CUADRO 6.7 Máximas Avenidas del río Chira Periodo de Retorno (años)

Q (m3/s)

5 10 25 50 100

2 650 3 700 5 500 6 700 8 150

Volumen MMC 394 598 797 977 1 150

Es absolutamente claro lo señalado por los proyectistas: "Dentro de su volumen total de 885 MMC, el Embalse de Poechos no cuenta, por debajo del remanso normal en la cota 103, con espacio específicamente destinado a almacenar y transformar (amortiguar) crecidas y a proteger el valle de las inundaciones. Sin embargo, es un hecho que, entre el remanso normal en la cota 103, y la corona del Aliviadero de Emergencia en la cota 105, existe un volumen adicional de 130 MMC, previsto para balancear la diferencia entre la aportación y capacidad de descarga de las estructuras para evacuar crecidas extremadamente grandes. Este volumen puede ser aprovechado en parte para el control de crecidas de pequeñas probabilidades de ocurrencia" [54]. Debemos acá agregar algo muy importante. El pequeño volumen mencionado de 130 MMC, que podría ser usado para el control parcial de avenidas de pequeño periodo de retorno, y que está ubicado por encima de la cota normal de operación, tiene en la actualidad un valor bastante menor debido a la sedimentación en la cola del embalse. En la actualidad debe ser aproximadamente la mitad. En el estudio de control de inundaciones en el valle del Chira se consideró varias posibilidades para la utilización de un pequeño volumen del embalse, que aunque no hubiese sido expresamente concebido para el control de avenidas, pudiese eventualmente usarse para tal fin. Se estudiaron tres posibilidades: Posibilidad A: Ocupar un metro por encima del nivel normal de operación para dedicar ese volumen, comprendido entre las cotas 103 y 104, al control de avenidas. Esto representaba inicialmente unos 65 MMC, que en la actualidad no debe ser más de 35 MMC, lo que hace que su efecto sea prácticamente 295

insignificante. Posibilidad B: Disminuir el volumen útil bajando la cota de operación al nivel 102 y utilizando los 123 MMC ubicado entre las cotas 102 y 104 para el control de avenidas. Este volumen en la actualidad se ha reducido a 70 MMC, por sedimentación de la cola del embalse, lo que lo hace de poca utilidad. Posibilidad C: Este es el caso extremo que consiste en reducir en 2 m el nivel normal de operación con lo que se obtenía, inicialmente, un volumen de 180MMC, el mismo que en la actualidad es sólo de 100 MMC (Ocupando hasta la cota 104). Evidentemente que estos valores son insuficientes. Recuérdese, por ejemplo, que la avenida de 25 años representa un volumen de 797 MMC. En el cuadro siguiente se muestra la capacidad de laminación del embalse en cada una de las tres posibilidades antes señalados. En todas las posibilidades se supone que los volúmenes de control son los originales, sin sedimentación [53].

Periodo de Retorno

CAUDAL m3/s

5 10 25 50 100

2 650 3 700 5 500 6 700 8 150

CAUDAL LAMINADO A

B

C

1 580 3 000 4 000 5 100 7 750

1 160 2 000 3 380 4 580 6 920

830 1 580 2 920 4 000 6 380

Sin embargo, como lo hemos señalado, los valores actuales para los volúmenes disponibles entre las cotas mencionadas antes, son menores debido a la sedimentación. Cuando decimos, por ejemplo, que una avenida de 5 500 m3/s puede laminarse a 2 920 m3/s esto implica disponer en el embalse de un volumen de 180 MMC reservado exclusivamente para el control de avenidas. Este volumen debe estar libre de agua y de sedimentos. Estos conceptos están muy relacionados con la capacidad de diseño del sistema de encauzamiento. Antes hemos recordado que Poechos no ha sido concebido como un vaso de control de avenidas. Esta decisión siempre puede revisarse mediante un fácil análisis económico: daño por inundaciones vs. beneficios del riego. En todo caso se trata de una decisión que hay que tomar en el marco del aprove296

chamiento de los recursos hidráulicos. El año 1992 se caracterizó desde el punto de vista hidrometeorológico por la aparición de lluvias bajas de gran intensidad. El 13 de marzo el embalse se encontraba en la cota 94,2m, es decir, muy por debajo de su nivel máximo de operación normal (103 m). El 31 de marzo el nivel del embalse llegó a la cota 102,5 m. En esos días la operación del embalse era sumamente difícil, pues cualquier caudal significativo que se liberase del embalse causaría daños en el valle. Se decide no pasar de 1 200 m3/s. Los días 17 y 18 de abril en el lapso de 41 horas ingresaron al embalse de Poechos 435 MMC. Esta onda de avenidas tuvo tres picos importantes: 4 161 m3/s; 5 611 m3/s y 5 911 m3/s. Con este último caudal se llegó a la cota 103,66 m. Nótese que si se hubiese llegado a la cota 105 m se habría activado el aliviadero de emergencia con la consiguiente destrucción del canal de derivación Daniel Escobar, que es el que conduce las aguas al valle del Piura. El aumento del nivel del reservorio obligó a aumentar paulatinamente las descargas al valle del Chira a través del aliviadero de compuertas. Se llegó a una descarga de 3 800 m3/s. Es importante consignar que las descargas mencionadas del río Chira se originaron básicamente por aportes de las quebradas de la margen derecha, en la zona ubicada inmediatamente aguas arriba de la represa. En el valle del Chira, totalmente desprotegido, se produjeron daños cuyo valor económico fue estimado en unos 3 millones de dólares, por la Comisión Investigadora designada por el INADE [77]. Después de haber examinado la concepción del sistema de control de avenidas del río Chira dentro del proyecto Chira-Piura y las circunstancias del desembalse de 1992 arribamos en ese momento a las siguientes conclusiones [157]: 1.

La protección del valle del Chira contra las inundaciones está confiada a un sistema de diques, que no se ha construido y que forma parte de la tercera etapa del Proyecto Chira-Piura, la que está aún pendiente de realización.

2.

El embalse de Poechos tiene la función de regular los caudales para riego. Su función no es la de controlar avenidas.

3.

En alguna medida se puede usar un pequeño volumen dentro del embalse de Poechos para la atenuación parcial de crecidas pequeñas y medianas, en la medida en la que se disponga de Reglas de Operación técnicamente sustentables y una determinada capacidad de conducción controlada en el valle del Chira, con lo que se potencia ese pequeño 297

efecto regulador. 4.

En todo caso es sumamente importante disponer de Reglas de Operación del embalse basadas en la más completa información hidrometeorológica, en un conocimiento de la capacidad real del embalse de Poechos y de la concepción y fin del Proyecto, así como de las restricciones aguas abajo del embalse. En las Reglas de Operación debe primar la seguridad de las estructuras de almacenamiento y conducción.

5.

El embalse de Poechos ha introducido cambios importantes en la morfología fluvial del tramo ubicado aguas abajo, lo que motiva una disminución de su capacidad de conducción. Esta es inferior a la que había en condiciones pre-embalse [54].

6.

Luego del último desembalse de Poechos nos preocupa que pudiera creerse que las inundaciones ocurrieron porque alguien abrió más o abrió menos una compuerta, o porque lo hizo antes o lo hizo después. Pero no ha sido así. Lo que ocurrió en abril de 1992 puede volver a ocurrir, si es que no se toman las medidas del caso para un manejo integral del Proyecto.

6.7 Aspectos Generales de las Sequías Todos somos conscientes de lo que son las sequías y de las graves consecuencias que tienen para el bienestar humano. Diferentes partes del mundo han experimentado severas sequías a lo largo de su historia. Hay registros de sequías ocurridas en China hace más de 2 000 años [35]. Cuando disminuye la precipitación hasta un punto crítico se dice que ocurre una sequía. Es difícil definir de un modo general a partir de que momento hay una sequía. Evidentemente que en una región en la que no haya ninguna actividad humana no tiene sentido hablar de sequía. Tampoco lo tendría que en una región muy húmeda se hable necesariamente de sequía, porque la precipitación disminuyó, digamos, a la mitad, puesto que aun así podría haber agua en cantidad más que suficiente para cubrir las necesidades de la población. Resulta entonces evidente que la sequía no puede definirse simplemente como la disminución de la precipitación o de la cantidad de agua disponible; sino que tiene que definirse en función del impacto económico y social que se origina como consecuencia de la disminución de la cantidad de agua disponible. Por lo tanto, la definición de sequía tendría que considerar una disminución de la precipitación, de un modo más intenso que lo usual y cuyo efecto es la no satisfacción de las expectativas de los usuarios.

298

Una precipitación de 500 mm anuales puede ser normal en una región y permitir el desarrollo de actividades agroeconómicas. En cambio, en otro lugar donde la precipitación usualmente sea mayor que 500 mm y en un año determinado disminuya a 500 mm, podría tratarse de una sequía. Una sequía puede verse desde diferentes puntos de vista, según el uso que tenga el agua. Cada usuario tiene su propia concepción de lo que es una sequía. YEVJEVICH señala en relación con la afirmación anterior que desde el punto de vista del estudio del mundo físico en general las sequías pueden verse como fenómenos climatológicos, meteorológicos, hidrológicos, limnológicos, glaciológicos o desde otros aspectos. En cambio el ingeniero puede ver la sequía como un conjunto de variables que afectan la precipitación, escorrentía, almacenamiento de agua y otros. Para el economista hay diversas formas de apreciar una sequía, ésta puede ser por ejemplo, en función del área económica afectada, de la producción de energía, del riego, etc. Para el agricultor la aparición de una sequía está muy vinculada al tipo de cultivos y así sucesivamente. Hay, pues, diferentes formas y modos de ver una sequía [180]. Una sequía se describe por medio de sus características, pero también por medio de sus efectos. Pero ¿por qué las sequías causan daños tan severos? Son varias las causas; entre ellas se distingue las siguientes: 1.

Imposibilidad de predecir con suficiente anticipación la ocurrencia de una sequía.

2.

Negligencia en el planeamiento, desarrollo y conservación de los recursos hidráulicos, especialmente en lo que respecta al manejo de los déficit de agua en el largo plazo.

3.

Falta de decisión política para el manejo integral y permanente, y no coyuntural, del problema de las sequías [35].

Todo parece indicar que las sequías son cada vez más severas y más frecuentes. En los tiempos antiguos, cuando el hombre se estableció a orillas de los ríos para dar lugar a modos de vida más avanzados, seguramente que se preocupaba más de las crecidas de los ríos que de las sequías. Con el paso del tiempo, al ir aumentando los usos del agua y las demandas sobre un mismo río, crece la posibilidad de que ocurran sequías. Así por ejemplo, hace años las sequías que ocurrían en la sierra y que daban lugar a una disminución del caudal del río Rímac tenían poco o ningún impacto, en razón del poco uso que se hacía de las aguas del río, especialmente en lo que respecta al abastecimiento poblacional de Lima. En cambio ahora, una leve disminución de los caudales del río frente a las expectativas, causa un fuerte impacto en la ciudad. En general se tiene que el riesgo de sufrir déficit en un sistema de 299

abastecimiento aumenta en la medida en la que usamos una mayor proporción de los recursos existentes. La escasez de agua, que puede llegar a constituir una sequía, tiene características diferentes según el panorama hidrológico y económico de cada región. A veces se entiende por sequía únicamente la disminución de la disponibilidad de agua en un grado tal que afecta económicamente a una región, pero nada más. En cambio en zonas pobres, por su escasez de agua y de recursos económicos, la falta acentuada de agua llega a extremos inimaginables. Presentaremos brevemente las características de la sequía 1982-83 ocurrida en el altiplano peruano. El año hidrológico de 1982-83 se caracterizó, como lo hemos visto, por la aparición del Fenómeno de El Niño. En la región altiplánica de Perú y Bolivia se presentaron fuertes sequías, las que fueron calificadas por una misión de Naciones Unidas como causa de daños de extrema gravedad. La quinta parte del territorio peruano sufrió diferentes grados de sequía y hubo 460 000 personas afectadas, total o parcialmente, por la pérdida de sus viviendas y ganado. Debe recordarse que la sequía de 1982-83 afectó fuertemente a una de las zonas más pobres del país. Precisamente, cuando ocurren sequías en zonas económicamente deprimidas los daños suelen ser muy grandes, debido a la menor capacidad de los pobladores para absorber las consecuencias de este tipo de desastres naturales. En el altiplano ha habido numerosas sequías, pero ésta fue una de las más severas, comparable a las de 1878-79 y de 1941-43. A partir de la información contenida en el documento preparado por la Misión de Expertos de Naciones Unidas, que visitó las zonas de sequía con el objeto de exponer a la comunidad internacional la necesidad de asistencia para la rehabilitación y reconstrucción de las zonas afectadas por el Fenómeno de El Niño 1983, expondremos las características más saltantes del impacto causado por la sequía altiplánica [116]. Los habitantes del altiplano tuvieron que sacrificar su ganado, debido a la falta de alimentos y de agua para mantenerlo. Los pastizales se secaron por falta total de lluvia y fueron depredados por los animales hambrientos, los que comieron hasta las raíces de las plantas. Esta situación extrema motiva que sean necesarios varios años para la recuperación de los pastizales y de la ganadería. Con esto vemos claramente como es que los efectos de una sequía no terminan cuando empieza a llover. El daño ya se produjo y se requiere varios años para la recuperación. Como consecuencia de la sequía disminuyó fuertemente la producción de alimentos; se llegó al caso extremo de consumir las semillas. La escasez de agua trajo como consecuencia problemas de calidad de agua y de salud 300

poblacional. Los habitantes del altiplano afectados por la sequía estuvieron al borde de una hambruna generalizada y se produjo una gran emigración hacia otras zonas, e incluso hacia otros países, para poder subsistir. Los daños fueron de incalculable alcance. Dado que el principal patrimonio de la población era el ganado se comprende fácilmente la situación económica en que quedaron. La sequía se extendió a Bolivia donde comprometió una extensión de 380 000 km2, que representa el 35% de la extensión de ese país. Una población de 1,6 millones se vio afectada en diversos grados. En los departamentos de Santa Cruz y del Beni ocurrieron, en cambio, fuertes precipitaciones que originaron inundaciones tanto en zonas urbanas como rurales. En Santa Cruz ocurrió en el mes de marzo una precipitación de 350 mm, que fue prácticamente el triple del valor usual. Ver Figuras 6.10 y 6.11. Siete años después se presentó otra sequía en el Perú, pero con extensión diferente. El año 1990 se presentó esta sequía cuyas características hidrológicas han sido presentadas por Walter GOMEZ LORA [67] en los términos que se resume a continuación. Durante el mes de febrero de 1990 hubo un déficit de precipitación del 40% y un déficit hídrico del 50%, a nivel nacional. Este segundo valor nos da una idea muy clara de la intensidad de la sequía. Los embalses de la zona norte del país sólo se llenaron en un 25% y los de la zona sur en un 18%. La sequía se extendió más allá de 1990; en febrero de 1992 la deficiencia de precipitación media en el país fue de 55% y el déficit hídrico varió entre el 60 y 70%, según la zona considerada. La capacidad de los embalses sólo fue ocupada en un 20% en la zona norte y 10% en la zona sur del país. La sequía de 1990-92 fue de carácter nacional, pero tuvo mayor impacto en Ancash, Abancay, Ayacucho, Cajamarca, Puno, Lima y Lambayeque, siempre según la misma referencia. En la cuenca del Rímac la precipitación anual media es de 400 mm, el 78% de la cual se produce entre diciembre y marzo. En 1990 sólo llovió la tercera parte de lo que suele llover en un año medio. En 1992 la situación fue peor, pues sólo llovió un 25% de lo usual [67]. La disponibilidad de agua fue insuficiente para satisfacer la demanda de la ciudad de Lima, la que fue sometida a un intenso racionamiento. El caudal medio plurianual del río Rímac es de 29 m3/s. En el año hidrológico 1989-90 el caudal del río sólo llegó a 14 m3/s. Lo que evidentemente significó que en los meses de estiaje, en los que el caudal es mucho menor que el promedio anual, la escasez de agua fuese muy importante. 301

b

302

6.8 Definición de Sequía Según el U.S. Weather Bureau una sequía se define como "una falta de lluvia tan intensa y tan larga como para afectar y causar daños a las plantas y a los animales de un lugar y como para disminuir el abastecimiento de agua a las poblaciones y a las centrales hidroeléctricas, especialmente en aquellas regiones donde normalmente la lluvia es suficiente para cubrir las necesidades" [176]. Debemos tener presente que no es lo mismo sequía que aridez. La sequía es eventual, inesperada, circunstancial; la aridez es permanente, inherente a un lugar. Es interesante el caso de la costa peruana. La costa peruana es árida, no llueve; su abastecimiento de agua depende de los ríos que vienen de la sierra. En consecuencia la sequía en la sierra produce efectos en la costa. En el Glosario del Plan Nacional de Ordenamiento de los Recursos Hidráulicos, siguiendo la definición de la Organización Meteorológica Mundial, se da dos definiciones de sequía: 1) Ausencia prolongada, deficiencia marcada o mala distribución de la precipitación. 2) Periodo anormal de tiempo seco, suficientemente prolongado, en el que la falta de precipitación causa un grave desequilibrio hidrológico [134]. En general el concepto de sequía, o de déficit, va asociado a que se presente una diferencia entre la demanda y la disponibilidad de agua. Se dice que esta diferencia da lugar a una sequía cuando la escasez de agua tiene duración prolongada, se extiende sobre un área importante y tiene grandes impactos regionales. Un déficit, se refiere también a una demanda mayor que la oferta, pero en un lapso de tiempo determinado, no muy grande, y con consecuencias moderadas [35]. Nos parece importante añadir que un déficit puede ser manejable, sin mayores consecuencias, mediante un conjunto de medidas; en cambio el manejo de una sequía es mucho más difícil. En cada parte del mundo se define la sequía de un modo particular. En la Conferencia realizada en Colorado State University, Fort Collins, sobre el tema de las sequías se mencionó algunas formas de calificar la aparición de una sequía [35]. Así, en Gran Bretaña, desde el punto de vista urbano, se considera que un periodo de 15 días consecutivos con menos de 0,01 pulgada de precipitación, constituye una sequía. Una de las definiciones usadas en Estados Unidos para establecer la existencia de una sequía es la siguiente: "periodo de 21 días en los que la precipitación es 30% inferior a la precipitación normal en ese lugar y momento". Hay muchísimas definiciones de sequía. Todas son controversiales. Hay quien las defiende y quien demuestra su inutilidad. 303

Es por eso que en 1967 YEVJEVICH al analizar el problema de las sequías y de su definición, empezó por señalar lo que es una definición objetiva. Una definición objetiva implica que los criterios, métodos y técnicas presentes en la definición estén expuestos de un modo tal que varias personas, interpretándolos del mismo modo, lleguen a los mismos resultados a partir de la misma información básica [180]. CORRODUS, citado en [35] nos recuerda que las sequías sólo se presentan ante la gente, sus usos y necesidades, e indicó que un ecosistema estable está en equilibrio con las fuerzas exteriores, incluyendo el suministro de agua. Si se extrae más agua de la producida empiezan los problemas y se agudizan las sequías.

6.9 Características e Impacto de las Sequías Hay diversos modos y formas de describir una sequía. Una sequía tiene determinadas características, efectos e impactos. Estos últimos pueden ser económicos, sociales o políticos y pueden reflejarse en la agricultura, en la ganadería, en la producción de energía o en otras actividades. Una sequía se caracteriza por su extensión, intensidad, frecuencia y duración. La ingeniería de los recursos hidráulicos determina la probabilidad de ocurrencia de una sequía de cierta severidad y duración. La extensión de una sequía puede ser local o regional y puede abarcar eventualmente varios países, como lo hemos visto anteriormente. Dado que la sequía, o el déficit, provienen de la diferencia entre el aporte y la demanda de agua, la sequía tiene un carácter estocástico. Para los efectos de calcular un déficit o una sequía, hay muchas variables que considerar en lo que respecta el aporte de agua: precipitación, humedad del suelo, evaporación, escorrentía, almacenamiento de agua superficial y subterránea, etc. El resultado debe compararse con la demanda; como resultado se tiene información sobre duración, extensión e intensidad de la sequía. Muchas veces toda la atención se centra en la posibilidad de predecir las sequías. Esto es útil en la medida en la que estemos dispuestos a tomar las medidas del caso para atenuar los efectos de la sequía. El análisis de las características de las sequías tiene que cubrir por lo menos los siguientes aspectos: Recolección de información básica, descripción de las sequías y explicación del fenómeno [35]. 304

En algunos países o regiones existe abundante información básica sobre precipitación, infiltración, temperaturas, presiones y demás variables que pueden tener relación con las sequías. Esta información básica debe ser relacionada y ajustada desde el punto de vista del análisis de sequías. Muchas veces ocurre que la información básica está muy sesgada y orientada hacia la determinación de disponibilidades de agua y no resulta ser muy útil para el análisis de eventos extremos como avenidas y sequías. En otros países o regiones la información básica es limitadísima. Debe entonces incrementarse adecuadamente. Como puede comprenderse fácilmente el estudio y análisis de las sequías, y de su impacto, requiere información muy específica, como por ejemplo, el comportamiento de los cultivos y el rendimiento de las cosechas como consecuencia de la disminución de la cantidad disponible de agua. Al producirse una sequía muy intensa debe evaluarse los daños producidos. Este es un dato que permitirá proyectar y justificar la ejecución de medidas de control de las sequías. Cuando las sequías abarcan extensiones muy grandes, que comprenden dos o más países, debe entonces haber entre ellos un intercambio de información. Las sequías tienen mucho que ver con la desertificación. La desertificación consiste en la aparición de condiciones propias de un desierto en una tierra que servía para agricultura y/o pastoreo. La desertificación ocurre en las zonas áridas y semiáridas y aparentemente se origina por el uso intensivo de la tierra, al que se adiciona la aparición de sequías. En las regiones áridas y semiáridas es muy difícil mantener el equilibrio entre tierra, agua, población humana y animales. Cualquier trastorno provoca la aparición del desierto. La búsqueda de los datos debe estar orientada al mayor conocimiento de una sequía para poder así describirla mejor. La descripción de una sequía debe incluir información acerca de lo siguiente: iniciación, duración, severidad, persistencia, amplitud (área afectada) y terminación. No debe perderse de vista que clima y sequía son fenómenos entre los que existe la relación causa-efecto. El estudio del clima resulta entonces ser muy importante para el análisis de las sequías. Es también importante considerar y registrar los cambios que ocurren en el uso de la tierra. Puede ser, por ejemplo, que en una cuenca ocurran cambios derivados de un mayor uso de la tierra, tales como nuevas irrigaciones, asentamientos humanos e industriales que demandan agua y por lo tanto al presentarse una escasez de agua, y ser mayores los usuarios y usos hay la posibilidad de sequías. Muchas veces resulta útil el estudio de las sequías ocurridas en la antigüedad. En lo que respecta al impacto de las sequías también hay un requerimiento de información básica, que incluye por ejemplo el análisis y registro de 305

la reacción de diferentes grupos frente a la posibilidad de una sequía. Los dirigentes de cada grupo humano, tales como empresarios, políticos y agricultores tienen cada uno un punto de vista particular acerca de lo que es una sequía y, por lo tanto, sus reacciones van a ser diferentes. La reacción de la población frente a la probable ocurrencia de fenómenos naturales y a su anuncio depende de dos factores. De un lado, que estos desastres ocurran con cierta frecuencia y, de otro lado, que haya una razonable seguridad en los pronósticos. Existen patrones de conducta ante la posibilidad de que ocurran terremotos, huracanes, maremotos, avenidas, sequías, avalanchas y huaicos. El éxito que puede obtenerse en el manejo de las consecuencias de un fenómeno natural depende en gran medida de la reacción ciudadana, de su predisposición a seguir las instrucciones de la Autoridad. Naturalmente que en época de escasez de agua, de sequía, tienen que crearse reglas especiales para el manejo del agua. Durante una sequía los recursos hidráulicos tienen que usarse más racionalmente que nunca. Los recursos existentes en los almacenamientos tienen que mirarse como críticos o estratégicos y la oportunidad de su uso tiene que ser rigurosamente planificada. En realidad en las zonas en las que los recursos hidráulicos son escasos, haya o no sequía, el agua tiene que usarse cuidadosamente. Caso contrario corremos el riesgo de que todos los proyectos sean deficitarios. Debe haber, pues, una Autoridad del Agua que maneje el recurso del modo más eficiente posible, en especial en épocas de escasez. Debe registrarse y analizarse el impacto económico de las sequías. Como consecuencia de una sequía puede cambiar el producto bruto de cada sector, la distribución de ingresos regionales, el empleo por sectores y especialidad y muchos otros aspectos más. Como consecuencia de una sequía se producen también efectos sociales diversos. Con motivo del Estudio de Factibilidad del Proyecto CHAVIMOCHIC la firma consultora encargada del proyecto obtuvo varias conclusiones, que a continuación desarrollamos, sobre el problema de sequías en el área del Proyecto [40]. 1.

A fines de 1977, y a lo largo de los tres años siguientes, se produjo en los cuatro valles que constituyen la zona de riego del Proyecto (Chao, Virú, Moche y Chicama) la sequía más intensa que se tiene registrada. El año hidrológico 1979-80 fue el más severo, por cuanto los dos primeros años de sequía fue posible recurrir a la explotación de las aguas subterráneas, hasta que prácticamente se agotaron las reservas. 306

A continuación se señala en el Cuadro 6.8, para los principales ríos del área del Proyecto, las descargas medias anuales, para diferentes periodos de registro y los caudales que se presentaron el año 1979-80.

CUADRO 6.8 Comparación de Caudales de ríos del Departamento de La Libertad RIO CHICAMA MOCHE VIRU *

PERIODO

CAUDAL ANUAL MEDIO *

CAUDAL * 1979-80

1911 - 1980 1912 - 1980 1923 - 1980

28 10 4

1,5 0,5 0,05

En m3/s

2.

Ha habido sequías en otras oportunidades. La siguiente en importancia, que duró 30 meses, fue la de 1968. También hubo sequías en los años 1949, 1950 y 1951.

3.

Las sequías que se presentan pueden tener duración importante. duración de esta fuerte sequía fue de 36 meses.

4.

Las sequías no son periódicas. Esto es muy importante, pues frecuentemente se afirma, erróneamente, que las sequías y las avenidas son "cíclicas".

La

En casos como éste no queda otra solución que generar un proyecto de abastecimiento hídrico, trayendo agua de otras cuencas. Estas transferencias de agua permiten además incrementar la frontera agrícola y dar otros usos al agua, como el energético y el poblacional.

307

6.10

Manejo del Agua en Tiempos de Sequía

La presencia de un déficit en la satisfacción de las necesidades hídricas puede presentarse, ya sea, por un aumento de la demanda, o por una disminución de la oferta de agua, debido a circunstancias diversas. Puede también presentarse una suma de ambas posibilidades. En los valles de la costa peruana, servidos por ríos con erráticos caudales, suele ocurrir que en época de abundancia de agua, en los años ricos, el área cultivada crece todo lo que las condiciones naturales y agroeconómicas lo permiten (salvo naturalmente, en épocas de profunda depresión económica o en aquéllas en las que hay una gran importación de productos agrícolas, como en el año 1992-93, en el que el área cultivada disminuyó, a pesar de haber buenas condiciones naturales). Cuando vienen los años medianamente secos hay la imposibilidad de regar toda el área que se habilitó en años anteriores. Cuando vienen los años verdaderamente secos ocurre un gran desastre. En Lima ha habido un crecimiento incesante de la demanda y durante los años secos del periodo 1990-92 se produjo un gran déficit en el suministro de agua a la ciudad. Situaciones deficitarias, similares o peores, pueden presentarse cada vez que se produzcan condiciones hidrometeorológicas similares y en tanto no se realice un manejo de la demanda y un aumento de la oferta de agua. Algunos autores recomiendan que al planificar y diseñar los sistemas de abastecimiento de agua se reserve una cierta capacidad de almacenamiento para absorber las fluctuaciones de la demanda, específicamente para aliviar las consecuencias derivadas de un súbito incremento de la demanda o una disminución de la oferta. Sin embargo, esto no es posible en los países pobres en los que los sistemas tienen una tendencia a quedar rápidamente subdimensionados, debido al rápido y, a veces, impredecible crecimiento de la demanda. Durante una sequía no sólo hay que manejar el agua, sino todos los recursos. De acá que el manejo de una sequía sea un problema fundamentalmente multisectorial. En este manejo juega un papel importantísimo la población. Los usuarios y todas las fuerzas vivas deben estar conscientes de los esfuerzos de la Autoridad por paliar los efectos de la sequía; aún más, es imprescindible la participación activa de la población en estos esfuerzos. Hemos señalado anteriormente que en la satisfacción de las necesidades de agua de un sistema pueden presentarse déficit. Cuando éstos son muy intensos, duran demasiado e impactan fuertemente, puede hablarse de sequía. ¿Pero cómo saber en que momento empieza una sequía? Debemos distinguir 308

entre el análisis de las precipitaciones, descargas de los ríos y de la oferta de agua en general, que hacemos después de los sucesos, y el análisis que va haciendo el usuario día a día, en la medida en la que va escaseando el agua hasta que llega un momento en el que los daños son grandes e irreversibles. Por ejemplo, si no se dispone oportunamente de agua puede esperarse una disminución de los rendimientos agrícolas, pero si la escasez se prolonga llega un momento en el que ya la cosecha está perdida, aunque se dispusiese de agua en ese momento. ¿Cuándo empezó la sequía? Es difícil decirlo de un modo general. Esta circunstancia determina que la toma de acciones tenga que ser paulatina y de acuerdo a un plan dinámico, según la evaluación de las condiciones naturales. Cuando se dispone de agua regulada, en reservorios superficiales o subterráneos, el uso de ésta no puede ser de acuerdo a lo usual si es que sabemos que hay escasez de precipitación y de recarga. En general frente a los problemas de escasez de agua tenemos las siguientes posibilidades: 1. 2. 3.

Mejor uso de los recursos existentes (Manejo de la demanda) Desarrollo de nuevas fuentes de agua Combinación de ambas posibilidades

El mejor uso de los recursos hidráulicos existentes tiene muchos matices. Se ha observado que durante épocas de escasez aumenta la eficiencia del uso del agua ¿Por qué no puede ser esto permanente? Pero el punto fundamental está en como operar, durante épocas de escasez, los sistemas que tienen reservorios de regulación. El agua regulada es el elemento fundamental para el manejo de la sequía. En los sistemas de riego hay diversas políticas de manejo del agua en épocas de escasez. Una norma usual es, por ejemplo, atender primero los cultivos permanentes y luego los transitorios. Cuando hay uso conjunto de aguas superficiales y subterráneas la época de escasez es el momento de que la demanda sea satisfecha con el complemento de las aguas subterráneas, cuando están reservadas para tal fin. Los reservorios subterráneos actúan como un volumen de embalse adicional para épocas de escasez. En tiempos de abundancia se usa plenamente el agua superficial y se recarga la napa subterránea. El déficit energético de los sistemas hidroeléctricos suele cubrirse con la operación de centrales térmicas. La presencia continuada de escasez y sequías origina la necesidad de los proyectos de abastecimiento hídrico. Aparecen así los embalses, obras de derivación, trasvases y otros. Hay formas excepcionales de aumentar el agua disponible en épocas de escasez. Se recurre, por ejemplo, a las aguas fósiles. Entre nosotros se ha desaguado lagunas, prácticamente sin recarga, para usar 309

sus aguas en épocas de escasez. Otros recursos pueden consistir en usar al máximo la capacidad instalada de plantas desalinizadoras. Actualmente el Bajo Piura dispone de agua regulada desde el reservorio de Poechos, lo que permite, o debe permitir, una programación de las labores agrícolas en función de la disponibilidad de agua de cada año. El agua proviene del río Chira y, por lo tanto, constituye un aporte al Bajo Piura, lo que permite a su vez, una mayor disponibilidad de los caudales propios en el medio y el alto Piura. Nos parece conveniente presentar brevemente el contenido del Reglamento para la Distribución de las Aguas del Río Piura de 1926 [130]. Es un ejemplo de como se manejaba el agua de los ríos sin regulación, antes de la Ley General de Aguas y, por cierto, antes de la construcción del Proyecto ChiraPiura. Se establece en este Reglamento que los riegos comenzarán en "los valles de Piura, Catacaos y Sechura desde el momento en el que el río en sus avenidas periódicas llegue al pueblo de Sechura; o en su defecto corra durante tres días consecutivos bajo el puente del canal de la Muñuela". Se considerará Toma Libre cuando el río tenga una descarga de 45 m3/s o más. En el estado de Toma Libre se permite el riego sin límite, "cualquiera que sea el método para el aprovechamiento de las aguas". Para que se dé esta situación es necesario que la Autoridad declare que el río está en estado de toma libre, hasta que la Autoridad determine lo contrario. Por lo tanto, en un año puede haber varios períodos de Toma Libre. Cuando el caudal del río Piura es inferior a 45 m3/s, pero superior a 3 m3/s se dice que el río está en estado de Reparto. En este estado la Autoridad puede cortar el agua a determinados fundos, así como reducir a su mínima dotación a varios otros fundos. El Reglamento establecía que si luego de 48 horas de haberse declarado el estado de Reparto, la descarga del río en la estación del puente Piura fuera de 20 m3/s o menos, el agua pertenecía integralmente a los distritos de Catacaos y Sechura, entre los que se distribuiría en partes iguales. El Reglamento establecía así mismo porcentajes de agua que comprendían a los canales de cada distrito. Cuando la descarga en el río fuese inferior a 3 m3/s, el Reglamento considera al río en estado de Mita. En este estado se cerrarían todas las captaciones superiores para permitir que el agua llegue a Catacaos y Sechura, 310

a los que corresponde el agua a razón de 10 días consecutivos cada uno. Finalmente se considera al río en estado de Seca cuando la descarga es inferior a 1 m3/s. En este estado dice el Reglamento "cesarán por completo todos los aprovechamientos, sin excepción alguna, dejándose correr el agua libremente para el abastecimiento e higiene de las poblaciones". Se observa, pues, de la lectura de esta reseña del Reglamento la forma en la que se distribuía y aprovechaba el agua. Dada la importancia que tiene el agua para la vida y la riqueza de los pueblos, es natural que surjan dificultades para el reparto de aguas. Así, en períodos de escasez de agua se suscintan a menudo problemas entre los usuarios de las partes altas y bajas de los valles. Se recurre entonces a las denominadas quiebras. Los regantes de la parte alta tienen que cerrar sus tomas para que pueda llegar agua a la parte baja del valle. Algunos de los problemas que ocurrían en el pasado, en el valle de Piura, entre la parte alta y la parte baja han sido relatados así: "...para poder servir a la agricultura del valle medio y bajo del Piura (Catacaos y Sechura) se ha realizado una polémica periodística entre los regantes de la parte baja, quienes sostienen que el agua no les llega por que toda es aprovechada en la parte alta (provincia de Morropón) y alegando que el área cultivada en esa región, se ha aumentado enormemente; sosteniendo que el valle de Sechura goza de derechos preferenciales; que el reglamento los ampara, puesto que establece que no se debe hacer uso de las aguas, mientras éstas no llegan a Sechura..." ..."Los solicitantes de las quiebras de las tomas de los afluentes, hacían el pedido asegurando que en esa forma las aguas llegarían a Sechura y servirían para que los pobladores de esa región tuvieran agua para beber. No tengo derecho a dudar que esos eran sus humanitarios deseos. La Administración de Aguas, sostenía, en cambio, basándose en la técnica, que la suma de los volúmenes de aguas de los afluentes, no era cantidad suficiente para que pudieran llegar a Sechura, dado el enorme recorrido..." [30]. Quiebra, según la Ley de Aguas es el cierre de las tomas ubicadas en las partes altas de un río o canal para que las aguas puedan utilizarse en las tomas de las partes bajas. En la Figura 6.12 se muestra esquemáticamente el recorrido del río Piura, desde su nacimiento en las alturas de Huarmaca hasta su desembocadura en la laguna Ramón. Hasta hace unas décadas el río Piura tenía en su último tramo un cauce diferente al actual, pues pasaba por Sechura y llegaba al mar (cauce antiguo).

311

312

Capítulo 7

Recursos Hidráulicos Internacionalmente Compartidos

7.1 Aspectos Generales El agua, lo hemos mencionado varias veces, es un recurso natural cuyo aprovechamiento es vital para el ser humano. El agua en la Naturaleza se presenta bajo diversas formas; sin embargo, el concepto de recursos hidráulicos se asoció originalmente a las aguas superficiales. Cuando el agua era abundante y la población escasa, los primeros asentamientos importantes se realizaron cerca de los ríos. Desde la más remota antigüedad, agua, río y vida han sido eslabones de una misma cadena. Con el paso del tiempo se fueron constituyendo los Estados, como grupos humanos organizados jurídicamente en un territorio. El territorio, es decir, aquel espacio de la geografía sobre el que el Estado ejerce su dominio, no siempre contiene íntegramente, de principio a fin, a un curso de agua. Es decir, que como consecuencia de la demarcación política de los Estados, resulta que un lago o un río queda contenido en dos o más Estados. Nos encontramos entonces frente a los recursos hidráulicos internacionalmente compartidos. Ese es el tema del presente capítulo. Pero, para comprender en toda su amplitud el tema de los recursos hidráulicos compartidos, debemos recordar que el estudio de los Recursos Hidráulicos no se refiere únicamente a su aprovechamiento en beneficio del hombre, sino a otros dos aspectos. El estudio de los Recursos Hidráulicos incluye las medidas para defendernos de la eventual agresividad de las aguas, como, por ejemplo, de las crecidas de los ríos. El tercer aspecto fundamental en materia de Recursos 313

Hidráulicos es el referente a la protección que el hombre debe hacer de ellos; es decir, la lucha contra la contaminación del agua. Los primeros intentos importantes en torno al establecimiento del régimen jurídico de los ríos internacionales se realizaron en Europa y giraron en torno a los problemas de la navegación fluvial. En Europa hay varios ríos que pasan de un país a otro y que son navegables; en consecuencia, las acciones que pueda o no ejecutar un Estado se reflejan en otras partes del río, sujetas a la jurisdicción de otros Estados. Es así como en Viena, en 1815, se convino en la aprobación del Reglamento de la Libre Navegación de los Ríos. De este Reglamento emana la definición de curso de agua internacional, que presentaremos más adelante y que es la que hasta ahora se emplea. En 1921, en Barcelona, se celebró la Conferencia Internacional del Transporte, de donde resultó una Convención sobre el Régimen de las Vías Navegables de Interés Internacional. Sin embargo, la Convención no fue ratificada por numerosos Estados. Surge luego el interés por otros aspectos del uso de los recursos hidráulicos internacionalmente compartidos. Este interés aparece posteriormente, como reacción a las crecientes demandas de agua en diferentes partes del mundo. Cuando en 1848 y 1853, México y los Estados Unidos firman los tratados de límites sólo se señala, en lo que respecta a las aguas, que no deberá menoscabarse la navegabilidad de los ríos Colorado y Bravo (Grande). Sin embargo, en 1906, se firmó un Tratado entre los Estados Unidos y México sobre partición de aguas del río Bravo (Grande), en virtud del cual Estados Unidos se comprometió a entregar a México, anualmente, 74 millones de metros cúbicos de agua, de acuerdo a una distribución mensual determinada. A su vez, México se comprometió a retirar sus reclamaciones, "sea cual fuese su objeto, a las aguas del río Bravo, entre la bocatoma del Canal Principal Mexicano y Fort Quitman, Tex. donde se considera que termina el valle de Juárez" [169]. Por esa época Estados Unidos y México también lograron un acuerdo para el uso, a través de una empresa concesionaria, de las aguas del río Colorado. Nació así la famosa irrigación conocida como el Imperial Valley. Finalmente, el 3 de febrero de 1944 Estados Unidos y México celebraron el Tratado sobre Aguas Internacionales, que incluye los ríos Colorado, Bravo (Grande) y Tijuana. A lo largo del siglo XX ha habido numerosos acuerdos entre países para el uso de aguas de ríos internacionales con fines de navegación, irrigación, hidroelectricidad y otros, a los que nos referiremos más adelante. La lucha contra la contaminación de los recursos hidráulicos ha abierto 314

una perspectiva más amplia sobre los recursos internacionalmente compartidos. La protección de las aguas contra todas las formas de contaminación trasciende los límites de un Estado. La lucha contra la contaminación es esencialmente planetaria, globalizadora. En consecuencia, los problemas relativos a los recursos hidráulicos compartidos internacionalmente tendrán que verse desde una triple perspectiva: aprovechamiento, protección de su agresividad y protección de los recursos contra la acción del hombre. En el continente americano el 55% de las grandes cuencas hidrográficas y el 75% de los Recursos Hidráulicos existentes están compartidos entre dos o más Estados; en el Perú casi la totalidad de sus Recursos Hidráulicos superficiales es compartida, o está comprometida, internacionalmente. A nivel internacional existen numerosas recomendaciones de carácter general orientadas a ordenar el uso de las aguas de los ríos internacionales. Así por ejemplo en la Carta Europea del Agua se señala que el agua no tiene fronteras y que es un recurso común que necesita de la cooperación internacional. En el Consenso de Lima sobre los Problemas del Agua en América Latina y el Caribe se señala que los países que comparten recursos hidráulicos "deberán examinar con la asistencia adecuada de organismos internacionales y de otros órganos de apoyo, las técnicas existentes y disponibles para el manejo de las cuencas de los ríos internacionales y para resolver las disputas y cooperar en el establecimiento de programas conjuntos y de las instituciones necesarias para el desarrollo coordinado de tales recursos" [115].

7.2 Cursos de Agua Internacionales Se dice que un curso de agua es internacional cuando su escurrimiento se produce en más de un Estado. En consecuencia, se denomina curso de agua internacional a todo curso de agua, canal o lago que separa o atraviesa los territorios de dos o más Estados. En otras palabras, debe entenderse por curso de agua internacional todo colector del drenaje de una cuenca que excede los límites de un solo Estado. En tal sentido, el concepto de curso de agua es un concepto más amplio que el de río y resulta ser útil para tratar, por ejemplo, la contaminación. Algunos ríos pasan de un país a otro, atravesando la frontera. A este tipo de ríos se le denomina, desde el punto de vista internacional, ríos sucesivos. Al país que está ubicado antes del cruce de la frontera se le llama el país de 315

aguas arriba y al otro, el país de aguas abajo. También puede darse el caso de que el río corra a lo largo de la frontera. Podríamos decir que el río constituye la frontera. A estos ríos se les denomina ríos contiguos. Un río puede ser a la vez sucesivo y contiguo. Ver Figura 7.1. Así por ejemplo, el río Puyango nace y se desarrolla en el Ecuador, luego ingresa al Perú, toma el nombre de Tumbes y desemboca en el Océano Pacífico. Lo mismo ocurre con el río Chira, que nace y se desarrolla en el Ecuador con el nombre de Catamayo. Perú y Ecuador son con respecto a ambos ríos Estados Ribereños. El río es una riqueza natural compartida. Las aguas de los ríos internacionales constituyen patrimonio común de dos o más Estados; son recursos naturales compartidos. El concepto de río no puede independizarse del de cuenca. El río es el drenaje de la cuenca; pero no sólo es el colector del agua producida, sino también del material sólido erosionado de la cuenca. El río transmite también la contaminación que se produce en la cuenca y el río es también el elemento de descarga de las grandes crecidas. Si bien es cierto que en un río internacional cada uno de los Estados tiene soberanía sobre una parte de la cuenca, también lo es que siendo el río un elemento natural, continuo, móvil e indivisible, los Estados ribereños tienen legítimo interés sobre la parte de la cuenca que pueda afectarlos. La unidad de la cuenca, que algunos autores llaman coherencia hidrográfica, es una realidad dentro de la que tenemos que actuar. La unidad hidrológica de la cuenca implica que las acciones que se realicen en la parte alta de la cuenca pueden tener influencia en la parte de aguas abajo. Las acciones que se realicen en la parte alta pueden ser extracción de agua, en cuyo caso hay un cambio en la cantidad total de agua disponible en el río. Tal es el caso, por ejemplo, de Turquía con respecto al Éufrates. El Éufrates es un río internacional de cauce sucesivo; nace en Turquía, ingresa a Siria y luego a Irak, donde desemboca, junto con el Río Tigris, en el golfo Pérsico. Turquía tiene un programa de aprovechamiento de las aguas del río Eufrates mediante la construcción de un sistema de presas, lo que disminuirá los caudales disponibles aguas abajo. Es acá donde vemos la necesidad de que los Estados lleguen a un acuerdo para el uso armónico de un recurso natural compartido. La cooperación entre los países es fundamental para el éxito en el manejo del agua. Es acá necesario recordar nuevamente que el ciclo hidrológico está más allá de cualquier concepto de límites o fronteras. El agua es, pues, un recurso esencialmente planetario. Los países deben ponerse de acuerdo para el uso de los recursos compartidos. Las negociaciones pueden ser lentas y difíciles, pero deben acometerse en función del interés general. 316

317

7.3 Acuerdo de Montevideo Es conveniente presentar algunas normas o conceptos dentro del Derecho Internacional que sirven de gran marco de referencia general para llegar a acuerdos internacionales sobre uso de las aguas. El Acuerdo Multinacional más importante al respecto quizá sea el denominado Acuerdo de Montevideo [170]. Este Acuerdo está constituido por la Resolución LXXII de la Séptima Conferencia Internacional Americana, del 24 de diciembre de 1933, que a la letra dice:

1.

"USO INDUSTRIAL Y AGRICOLA DE LOS RIOS INTERNACIONALES La Séptima Conferencia Internacional Americana, DECLARA: En el caso en que, para el aprovechamiento de fuerzas hidráulicas con fines industriales o agrícolas de aguas internacionales sea necesario realizar estudios para su utilización, los Estados en cuyo territorio se hayan de realizar los estudios, si no quisieren efectuarlos directamente, facilitarán por todos los medios al otro Estado interesado, y por cuenta de éste, la realización de los mismos en su territorio.

2.

Los Estados tienen el derecho exclusivo de aprovechar, para fines industriales o agrícolas, la margen que se encuentra bajo su jurisdicción, de las aguas de los ríos internacionales. Ese derecho, sin embargo, está condicionado en su ejercicio por la necesidad de no perjudicar el igual derecho que corresponde al Estado vecino en la margen de su jurisdicción. En consecuencia, ningún Estado puede, sin el consentimiento del otro ribereño, introducir en los cursos de aguas de carácter internacional, por el aprovechamiento industrial o agrícola de sus aguas, ninguna alteración que resulte perjudicial a la margen del otro Estado interesado.

3.

En los casos de perjuicio a que se refiere el artículo anterior, será siempre necesario el acuerdo de las partes. Cuando se tratare de daños susceptibles de reparación, las obras sólo podrán ser ejecutadas después de solucionado el incidente sobre indemnización, reparación o compensación de los daños, de acuerdo con el procedimiento que se indica más adelante.

4.

Se aplicarán a los ríos sucesivos los mismos principios establecidos por los artículos 2 y 3, que se refieren a los ríos contiguos.

5.

En ningún caso, sea que se trate de ríos sucesivos o contiguos, las obras de aprovechamiento industrial o agrícola que se realicen, deberán causar perjuicios a la libre navegación de los mismos. 318

6.

En los ríos internacionales de curso sucesivo, las obras de aprovechamiento industrial o agrícola que se realicen, no deberán perjudicar la libre navegación de los mismos, sino antes bien, tratar de mejorarla en lo que sea posible. En este caso, el Estado o Estados que proyecten la construcción de las obras, deberán comunicar a los demás el resultado de los estudios practicados en lo que se relacione con la navegación, al solo efecto de que tomen conocimiento de ellos.

7.

Las obras que un Estado proyecte realizar en aguas internacionales, deberán ser previamente denunciadas a los demás ribereños, o condóminos. La denuncia deberá acompañarse de la documentación técnica necesaria como para que los demás Estados interesados puedan juzgar del alcance de dichas obras, y del nombre del o de los técnicos que deban entender, eventualmente, en la faz internacional del asunto.

8.

La denuncia deberá ser contestada dentro del término de tres meses con o sin observaciones. En el primer caso, se indicará en la contestación el nombre del o de los técnicos a quienes se encargará, por el requerido, del entendimiento con los técnicos del requirente y se propondrá la fecha y lugar para constituir, con unos y otros, una Comisión Técnica Mixta que habrá de dictaminar en el caso. La Comisión deberá expedirse dentro del plazo de seis meses, y si dentro de este plazo no se hubiera llegado a un acuerdo, expondrán los miembros sus opiniones respectivas, informando de ellas a los Gobiernos.

9.

En tales casos, y si no es posible llegar a un acuerdo por la vía diplomática, se irá al procedimiento de conciliación que haya sido adoptado por las Partes con anterioridad y, a falta de éste, por el procedimiento de cualquiera de los Tratados o Convenios multilaterales vigentes en América. El Tribunal deberá expedirse dentro del plazo de tres meses, prorrogables, y tener en cuenta en el laudo lo actuado por la Comisión Técnica Mixta. 10. Las partes tendrán un mes para expresar si aceptan o no el laudo conciliatorio. En este último caso y a requerimiento de las Partes interesadas se procederá a someter la divergencia al arbitraje, constituyéndose el Tribunal respectivo por el procedimiento que determina la Segunda Convención de La Haya para la solución pacífica de los conflictos internacionales". Como se ve claramente de la lectura de este documento es indispensable que los países lleguen a un acuerdo para el uso de los ríos internacionales bajo el principio general de que lo que haga un Estado no debe causar daños o perjuicios en el otro. Bajo el espíritu de este acuerdo, Ecuador y Perú llegaron en 1971 al Convenio para el uso de los ríos Puyango-Tumbes y CatamayoChira. 319

7.4 Normas de Helsinki Dentro de las pautas internacionales se puede mencionar también las adoptadas por la Asociación de Derecho Internacional en su 52a. Conferencia, celebrada en Helsinki en 1966 y que se conocen con el nombre de Normas de Helsinki sobre el Uso de las Aguas de los Ríos Internacionales [10]. Estas normas constan de 28 artículos, agrupados en 6 capítulos. Transcribimos acá por considerarlo de interés el contenido de los tres primeros capítulos.

" CAPITULO 1 DISPOSICIONES GENERALES Artículo I Las normas generales de derecho internacional enunciadas en estos capítulos son aplicables al uso de las aguas de una cuenca hidrográfica internacional, salvo lo dispuesto en contrario por las convenciones, acuerdos o costumbres que vinculen a los Estados ribereños. Artículo II Se entiende por cuenca hidrográfica internacional una zona geográfica que se extiende sobre dos o más Estados y está determinada por la divisoria del sistema de aguas, incluidas las de superficie y las subterráneas, que fluyen a un término común. Artículo III Se entiende por "Estado Ribereño" el Estado cuyo territorio incluye parte de una cuenca hidrográfica internacional. CAPITULO 2 USO EQUITATIVO DE LAS AGUAS DE UNA CUENCA HIDROGRAFICA INTERNACIONAL Artículo IV Todo Estado ribereño tiene derecho a una participación razonable y equitativa en el uso de las aguas de una cuenca hidrográfica internacional. Artículo V 1) Lo que se entiende por participación razonable y equitativa a los efectos del artículo I ha de determinarse en cada caso a la luz de todos los factores pertinentes. 320

2) Son factores pertinentes que han de tomarse en consideración, entre otros factores, los siguientes:

a) b) c) d) e) f) g) h) i) j) k)

La geografía de la cuenca, incluida, en particular la extensión de la zona de captación del territorio de cada Estado ribereño; La hidrología de la cuenca, incluida en particular, la aportación de agua de cada Estado ribereño; El clima de la cuenca; El uso de las aguas de la cuenca en el pasado, incluido, en particular su uso actual; Las necesidades económicas y sociales de cada Estado ribereño; La población que depende de las aguas de la cuenca en cada Estado ribereño; Los costos comparativos de otros medios de satisfacer las necesidades económicas y sociales de cada Estado ribereño; La existencia de otros recursos; La conveniencia de evitar pérdidas innecesarias en lo que toca al uso de las aguas de la cuenca; La posibilidad de indemnizar a uno o más de los Estados corribereños como medio de resolver conflictos entre los diversos usos; y El grado en que pueden satisfacerse las necesidades de un Estado ribereño sin causar daños de consideración a un Estado corribereño.

3) El valor que haya de atribuirse a cada factor vendrá determinado por su importancia en relación con la de los otros factores pertinentes. Al determinar lo que es una participación razonable y equitativa, han de considerarse en su conjunto todos los factores pertinentes y ha de llegarse a una conclusión sobre esta base.

Artículo VI Ningún uso o categoría de usos gozará de preferencia sobre cualquier otro uso o categoría de usos.

Artículo VII No podrá negarse a un Estado ribereño el uso razonable actual de las aguas de una cuenca hidrográfica internacional para reservar a un Estado corribereño el uso futuro de tales aguas.

321

Artículo VIII 1) Los usos razonables establecidos continuarán en vigor a no ser que los factores que justifiquen su continuación queden desvirtuados por otros factores que lleven a la conclusión de que semejante uso haya de ser modificado o terminado para conciliarlos con otro uso concurrente e incompatible. 2) a) Se presume que los usos establecidos han existido desde el momento de iniciarse las obras directamente relacionadas con él o, cuando no se requieren tales obras, de iniciarse actos semejantes de ejecución práctica; b) Se presume que tal uso continúa existiendo mientras no se interrumpa con intención de abandonarlo. 3) No se considerarán como usos existentes aquellos que en el momento de empezar a considerarse como establecidos sean incompatibles con un uso razonable ya establecido

CAPITULO 3 CONTAMINACION Artículo IX A los efectos del presente Capítulo, la expresión contaminación de las aguas hace referencia a cualquier cambio ocasionado por la conducta humana que perjudique la composición, el contenido o la calidad naturales de las aguas de una cuenca hidrográfica internacional. Artículo X 1. De conformidad con el principio de uso equitativo de las aguas de una cuenca hidrográfica internacional, todo Estado a) Debe impedir toda forma nueva de contaminación de las aguas o todo incremento del grado de contaminación de las aguas de una cuenca hidrográfica internacional que pudiera causar daños de consideración en el territorio de un Estado corribereño; y b) Debe adoptar todas las medidas oportunas para reducir la contaminación de las aguas de una cuenca hidrográfica internacional en la medida impuesta por la necesidad de evitar que cause daños de consideración al territorio de un Estado corribereño. 2. La norma establecida en el párrafo 1 del presente artículo se aplica a la contaminación de las aguas originada

322

a) b)

Dentro del territorio del Estado; o Fuera del territorio del Estado, pero ocasionada por la conducta del Estado.

ARTICULO XI 1. En caso de contravención de la norma prescrita en el inciso a) del párrafo 1 del artículo X del presente Capítulo, se exigirá al Estado responsable que ponga fin a la conducta indebida y que indemnice al Estado corribereño por los daños que haya sufrido; 2. En los casos en que sea aplicable la norma prescrita en el inciso b) del párrafo 1 del artículo X, se exigirá a todo Estado que dejare de tomar las medidas oportunas que inicie inmediatamente negociaciones con el Estado lesionado a fin de llegar a un arreglo equitativo, atendidas las circunstancias del caso". El Capítulo 4 de las Normas de Helsinki trata de la navegación fluvial y lacustre. Se establece que todo Estado ribereño goza del derecho de libre navegación por todo el curso de un río o lago, dentro de ciertas condiciones de seguridad, salud pública, control policial y otras, que regulan, pero no controlan, la libre navegación. El Capítulo 5 trata del transporte de troncos por vías de agua y el Capítulo 6 se refiere a los procedimientos para la prevención y el arreglo de las controversias internacionales relativas a los derechos u otros intereses legítimos de los Estados ribereños y otros Estados, en las aguas de una cuenca hidrográfica internacional. El principio general que se establece es que con arreglo a la Carta de las Naciones Unidas, los Estados están en la obligación de resolver las controversias internacionales relativas a sus derechos u otros intereses legítimos, por medios pacíficos. Se recomienda a los Estados ribereños que faciliten a los demás Estados ribereños la información pertinente, de que razonablemente puedan disponer, acerca de las aguas de las cuencas hidrográficas situadas en su territorio y de su uso, así como de las actividades que desarrollan en relación con dichas aguas. El intercambio de Información resulta ser muy importante. Cuando haya controversias que no puedan resolverse mediante el diálogo directo se recomienda en las Normas constituir un Tribunal de Arbitraje y, eventualmente, recurrir a la Corte Internacional de Justicia.

323

7.5 Principios Generales y Convenios Específicos Cuando dos o más Estados tienen derechos sobre las aguas de un río, o sobre un recurso hidráulico en general, no queda otro camino que la búsqueda de una solución compatible con los intereses de los países y que ellos deben encontrar y concordar. Todos los casos de uso de recursos compartidos son diferentes. Las normas existentes, algunas de las cuales hemos presentado, son de carácter general y sólo tienen valor orientativo, pues no ofrecen reglas ni dispositivos especiales para llegar a un acuerdo. En general todo lo concerniente a usos de recursos compartidos es esencialmente casuístico. Comisiones internacionales de Naciones Unidas (NN.UU.) y la Comisión Internacional de Riego y Drenaje (ICID) han expresado algunos conceptos importantes, que los citamos a continuación, tal como aparecen en la referencia [27]. "Los ríos y sus aguas tienen numerosos usos para la humanidad. Estos usos varían considerablemente en distintas partes del mundo debido al cambio de condiciones físicas y climáticas. Por lo tanto, ningún conjunto de reglas o de prioridades prescritas puede tener aplicación universal. Tales reglas o prioridades, si es que se establecen, servirán solamente para crear barreras artificiales y dificultades en la solución de controversias internacionales" (ICID). "Si es necesario crear un régimen internacional en un río de interés común, esto puede ser realizado solamente por negociaciones que lleven a un convenio. No existe ninguna otra manera de resolver efectivamente una controversia sobre el uso de las aguas" (Comisión de Recursos Hidráulicos de NN.UU.). "Podemos deducir que los esfuerzos destinados a asegurar la adopción de una ley internacional de aguas que pueda ser aplicada a disputas internacionales de aguas, no solamente no son útiles sino incluso podrán ser contraproducentes. Por lo tanto, mientras más pronto decida la comunidad internacional adoptar una actitud práctica y más realista, tanto mejor para todos y especialmente para la gente que se ve privada de los beneficios del agua debido a controversias internacionales" (ICID). El ingeniero ecuatoriano Luis CARRERA DE LA TORRE [26] resume, a partir de estudios realizados por Naciones Unidas y la Comisión Internacional de Riego y Drenaje, los principios generales para los aprovechamientos de ríos internacionales y da los siguientes: "a. Los problemas internacionales relativos al uso de las aguas de los ríos deben ser estudiados con un objetivo doble. 324

Las aguas de los ríos deben ser usadas para el máximo beneficio humano. Al mismo tiempo los intereses nacionales deben ser salvaguardados y respetados para la mutua satisfacción de las naciones interesadas en el problema. b.

Cada región tiene sus necesidades especiales y económicas y no puede haber ninguna imposición respecto a la prioridad de un uso frente a otro.

c.

Como primer paso, las naciones interesadas deberían acordar en aislar el problema de cualquier otra controversia si hubiera entre ellos y encontrar una solución: En un plano funcional de ingeniería y economía En un espíritu cooperativo y de buenos vecinos Si bien un país debe salvaguardar sus intereses, debe también estudiar las necesidades de otro país o países con la intención de llegar a un acuerdo mutuamente satisfactorio.

d.

El siguiente paso sería hacer un estudio de ingeniería de los recursos hidráulicos disponibles y de las necesidades reales de cada país. Cada país debe proporcionar libremente al otro los datos técnicos que sean de interés común y emprender los estudios o investigaciones que sean necesarias.

e.

Debe hacerse un intento para desarrollar un plan o planes alternativos de obras de ingeniería para la utilización más efectiva de los recursos hidráulicos disponibles tratando, hasta donde se puede, de satisfacer todas o la mayoría de las necesidades de los países envueltos. También debe hacerse una estimación de los beneficios esperados. A menos que haya condiciones favorables para una acción conjunta, tales planes deben procurar conseguir un desarrollo cooperativo con la máxima independencia de acción posible para cada país en el desarrollo y utilización de las aguas adjudicadas a él.

f.

El último paso sería de un acuerdo negociado entre las partes interesadas respecto al plan que debe ejecutarse y sobre la división de las probables utilidades. A tal acuerdo puede llegarse sólo con espíritu cooperativo de buena vecindad.

g.

En el acuerdo a negociarse, si bien cada país debe tener la seguridad de los derechos de aguas, debe hacer al mismo tiempo una provisión para revisiones periódicas y para una medida razonable de flexibilidad en vista de la naturaleza constantemente cambiante del problema". 325

Con respecto al uso de aguas compartidas internacionalmente conviene tener presente lo expresado por Herbert Arthur SMITH: "Todo sistema fluvial es por naturaleza una unidad física indivisible y como tal debe ser desarrollada de manera que preste el mayor servicio posible a toda la comunidad humana a la que sirve, sea que dicha comunidad esté dividida o no en dos o más jurisdicciones políticas" [172]. Existen numerosos acuerdos sobre aguas internacionales entre diversos países; así por ejemplo se puede mencionar los siguientes: Convenio Hispano Francés del 29 de julio de 1963 sobre aprovechamiento de los recursos hidroeléctricos de la cuenca superior del río Garona, Convenio HispanoPortugués del 16 de julio de 1964 para regular el aprovechamiento hidroeléctrico de los tramos internacionales del río Duero y sus afluentes, Tratado sobre Aguas Internacionales celebrado entre México y los Estados Unidos de Norteamérica con fecha 03 de febrero de 1944 al que nos hemos referido anteriormente, Convenio Hispano-Portugués para regular el uso y aprovechamiento hidráulico de los tramos internacionales de los ríos Miño, Límia, Tajo, Guadiana, Chanza y de sus afluentes, de fecha 29 de mayo de 1968. Austria tenía celebrados acuerdos bilaterales con Yugoslavia respecto de los ríos Drau (1954) y Mur (1956), y con Hungría (1959) y Checoslovaquia (1970) que tratan de la utilización del agua, su contaminación y el control de las inundaciones. Se recuerda también el Tratado de Itaipú concertado entre Brasil y Paraguay el 26 de abril de 1973 sobre el que más adelante haremos algún comentario, el Tratado de Yaciretá del 03 de diciembre de 1973 concertado entre la Argentina y el Paraguay. Polonia celebró acuerdos internacionales bilaterales sobre ríos compartidos con Checoslovaquia, la Unión Soviética y la República Democrática Alemana. Los estados atravesados por el río Rin formaron la Comisión Internacional para la Protección del Rin contra la Contaminación, en virtud de la Convención de Berna del 29 de abril de 1963, y muchos otros más [36]. El río Nilo atraviesa nueve países (Burundi, Egipto, Etiopía, Kenia, Ruanda, Sudán, Tanzania, Uganda y Zaire). Egipto y Sudán llegaron a un acuerdo en 1959 para la utilización de las aguas del río Nilo en sus respectivos territorios. Egipto adquirió así derechos sobre 55 500 MMC y Sudán, sobre 18 500 MMC. Se estableció asimismo que si la disponibilidad de agua fuese mayor que la prevista, el exceso se repartiría por igual entre ambos países. Estos ejemplos citados, entre los numerosos existentes, muestran como es que los países ribereños han llegado a acuerdos específicos con respecto a ríos compartidos. Así lo hicieron también Perú y Ecuador en 1971, a través del Convenio para el aprovechamiento de los ríos Puyango-Tumbes y CatamayoChira, que luego reseñaremos. 326

7.6 El Convenio Peruano-Ecuatoriano de 1971 Desde el punto de vista de su aprovechamiento para el desarrollo los ríos Puyango-Tumbes y Catamayo-Chira tienen las siguientes características comunes: 1. Ambos ríos nacen y se desarrollan en el Ecuador, atraviesan la frontera, ingresan al Perú y desembocan en el Océano Pacífico. 2.

Las cuencas respectivas se hallan sometidas a un intenso y creciente proceso de erosión y deterioro.

3.

Son ríos caudalosos que en promedio anual descargan 107 m3/s y 135m3/s, cada uno de ellos. Sin embargo su régimen hidrológico es irregular, tanto a lo largo del año como de un año a otro. Para su aprovechamiento integral se requiere, según los estudios realizados, la ejecución de obras de regulación mediante embalses ubicados sobre el lecho del río.

4.

Ambos ríos se encuentran dentro del área de influencia del Fenómeno de El Niño.

5.

Ambos ríos tienen tendencia a divagar en sus partes bajas y a producir inundaciones debido a su baja pendiente y a la inestabilidad fluvial.

6.

Ambos ríos constituyen recursos hidráulicos importantes cuyo aprovechamiento debe dar lugar a proyectos de irrigación, hidroelectricidad, control de inundaciones, abastecimiento poblacional e industrial y proyectos de recreación y desarrollo turístico.

7.

Los proyectos de aprovechamiento de estos ríos son de larga maduración y difícilmente podrían hacerse sin el concurso de capitales externos.

8.

Las cuencas de estos ríos se caracterizan porque, desde el punto de vista de la ejecución de sus respectivos estudios de aprovechamiento, la información básica de tipo hidrológico, meteorológico y sedimentológico es escasa y de baja confiabilidad.

El 27 de setiembre de 1971 se reunieron en Washington los Ministros de Relaciones Exteriores del Perú y del Ecuador y, en representación de sus respectivos Gobiernos, firmaron el Convenio para el Aprovechamiento de las Cuencas Hidrográficas Binacionales Puyango-Tumbes y Catamayo-Chira. El Convenio, tal como se señala en su parte introductoria [136], está inspirado y orientado por los siguientes propósitos: 327

1.

2.

3.

4.

Estrechar, aún más, los lazos de amistad y buena relación entre los pueblos de ambos países y propender al mejoramiento de sus condiciones socioeconómicas. Cumplir con los objetivos del Acuerdo de Cartagena que en su artículo 86° dispone que los países Miembros emprenderán una acción conjunta para solucionar los problemas de infraestructura que inciden desfavorablemente sobre el proceso de integración económica. Promover el desarrollo equilibrado de las provincias ecuatorianas de El Oro y Loja y los departamentos peruanos de Tumbes y Piura por medio de proyectos de aprovechamientos hidráulicos. Necesidad de promover la utilización de los recursos hidráulicos de las cuencas Puyango-Tumbes y Catamayo-Chira.

Fueron, pues, altos y de permanente vigencia los propósitos que inspiraron al Perú y al Ecuador para llegar al Convenio de 1971. Evidentemente que el cuarto de los propósitos señalados resulta ser el fundamental para lograr los otros tres dentro del marco del Convenio. En la Figura 7.2 se aprecia el área general del Convenio. Los cuatro propósitos antes señalados se plasmaron en el Convenio en los siguientes objetivos y alcances específicos: 1.

2.

Aprovechamiento de la cuenca Catamayo-Chira mediante la ejecución de los respectivos proyectos nacionales. Se convino en que de acuerdo a las informaciones intercambiadas el caudal del Chira era suficiente para llevar a cabo los respectivos proyectos nacionales en la magnitud y dentro de la prioridad con que hasta la fecha habían sido programados. Ejecución del Proyecto Binacional Puyango-Tumbes, que consiste en el aprovechamiento de, al menos, 50 000 hectáreas en el Ecuador y, al menos, 20 000 hectáreas en el Perú, y otros usos, sin afectar el régimen natural del río Tumbes hasta el límite de las demandas de los actuales usos y el mejoramiento de riego en las tierras de cultivo de ambos países. Los estudios definitivos comprenden las posibilidades adicionales en el Ecuador y en el Perú, que, en el caso del Perú incluirán las 16 000 hectáreas ubicadas en los pequeños valles vecinos al sur del río Tumbes. Si las posibilidades adicionales fueran mayores que las necesidades de las 16 000 hectáreas arriba mencionadas los excedentes serán considerados para ambos países. En el Convenio de 1971 los dos países se comprometieron a dar la más alta prioridad e iniciar de inmediato y continuar ininterrumpidamente todas las acciones necesarias para una pronta ejecución del Proyecto Puyango-Tumbes en forma conjunta y con carácter binacional.

328

329

3.

4.

5.

Realizar estudios sobre las condiciones actuales de las cuencas y las implicancias que para ellas tienen los proyectos actuales y futuros, con el fin de establecer un programa de acciones y obras de conservación y mejoramiento, fijando el financiamiento que corresponda a cada país; así como ejecutar los programas de obras que se acuerden. Establecer un programa coordinado para la obtención, manejo y procesamiento de la información hidrológica, meteorológica y de medición de sedimentos, unificando las normas a las que deben sujetarse ambos países; así como para construirlas, instalarlas y operarlas, centralizando la información y publicando las estadísticas respectivas. Realización de un programa para la conservación de las cuencas binacionales Puyango-Tumbes y Catamayo-Chira, en forma conjunta.

Se trata, pues, de cinco acciones concretas cuya realización es de mutuo beneficio para los países y en especial para sus zonas fronterizas, cuya población se verá fuertemente favorecida por proyectos de tal envergadura. Es de destacar la gran visión que se tuvo hace más de veinte años para incluir dentro de los objetivos del Convenio lo referente a preservación de cuencas e impacto ambiental de los proyectos. A fin de dar cumplimiento a lo señalado en el Convenio se creó, a través del mismo, una Comisión Mixta Peruano-Ecuatoriana para las cuencas PuyangoTumbes y Catamayo-Chira. Este es el organismo encargado de realizar las acciones descritas en el Convenio. La Comisión Mixta está conformada por dos Subcomisiones Nacionales. Entre las atribuciones y deberes de la Comisión Mixta se recuerda brevemente las siguientes: Realizar los estudios necesarios para determinar los recursos de las cuencas y sus futuros aprovechamientos, realizar un estudio sobre las condiciones actuales de las cuencas y las implicancias que para ellas tienen los proyectos actuales y futuros, determinar las acciones y obras para la conservación y mejoramiento de las cuencas, ejecutar los programas y obras sobre conservación y mejoramiento de las cuencas, realizar un estudio sobre las condiciones actuales de las estaciones hidrológicas, meteorológicas y de medición de sedimentos, establecer un programa coordinado para la obtención, manejo y procesamiento de la información hidrológica, meteorológica y de medición de sedimentos, gestionar y coordinar la ejecución de la ampliación de las redes hidrológicas, meteorológicas y de medición de sedimentos, ejecutar los programas binacionales, en lo que se refiere a estudios, construcción y administración, que hayan sido aprobados por los Gobiernos de los dos países, así como todas las acciones necesarias, incluyendo la negociación y suscripción de los contratos y compromisos del caso, para la más pronta ejecución del proyecto binacional Puyango-Tumbes. 330

7.7 El Proyecto Binacional Puyango-Tumbes Perú y Ecuador han dado pasos importantes para la ejecución del proyecto binacional Puyango-Tumbes. En 1971, firmado ya el Convenio, Perú y Ecuador presentaron de inmediato una solicitud al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el financiamiento de los estudios del proyecto. Con la información que por entonces estaba disponible y con los escasos medios existentes la Comisión Mixta Peruano-Ecuatoriana elaboró, para fines de sustentar una solicitud de crédito ante el BID, el documento titulado Estudio de Prefactibilidad del Proyecto Puyango-Tumbes, el mismo que debidamente aprobado por la Comisión Mixta fue alcanzado al BID el 30 de diciembre de 1974. En la Figura 7.3 se aprecia la cuenca Puyango-Tumbes, los lugares de embalse y las isoyetas anuales. El mencionado Estudio de Prefactibilidad presentó ocho alternativas. Las tres primeras a partir de los embalses en Linda Chara y Palmales, otras cuatro a partir de un embalse en Portovelo, en combinación con otros en Tahuín y Palmales. La última alternativa consideraba los embalses de Portovelo, Tahuín y El Tigre. El 15 de abril de 1976 se celebró el Contrato de Préstamo entre la Comisión Mixta y el BID hasta por la suma de 5,2 millones de dólares para la financiación parcial de un proyecto de desarrollo en el área de influencia de la cuenca hidrográfica Puyango-Tumbes. La primera parte estaba encaminada a encontrar la alternativa óptima de aprovechamiento del río. El estudio fue asignado a un grupo de firmas consultoras, tanto del Perú como del Ecuador, encabezadas por una firma norteamericana, las que constituyeron el Consorcio Internacional Puyango-Tumbes (CIPT). El estudio consideró cuatro lugares de embalse. Ellos fueron: Cazaderos, Linda Chara, Marcabelí y Portovelo. Combinando el potencial de estos embalses con diversas rutas de conducción y alcances del proyecto los consultores identificaron 35 alternativas de aprovechamiento del río, en todas las cuales se trató de optimizar el uso de los recursos disponibles para emplearlos en irrigación, energía hidroeléctrica, control de avenidas y en el mantenimiento y mejora del medio ambiente. La alternativa recomendada por el Consorcio fue la constituida por los embalses de Marcabelí y Cazaderos, con determinado tamaño de los embalses y rutas de conducción, dentro de lo que el Consultor consideró la mejor interpretación del Convenio. El estudio de alternativas aludido debió servir únicamente para escoger la alternativa óptima de aprovechamiento del río y luego definir los alcances del proyecto en cada país. Sin embargo, no fue así. A nuestro juicio fueron varios los factores que determinaron al Ecuador para no proseguir los estudios mencionados. Puede mencionarse el hecho de que en el Ecuador hubiesen considerado que la interpretación dada por la Comisión Mixta y por 331

332

el Consultor a los artículos pertinentes del Convenio conducía a un reparto de aguas no satisfactorio para el Ecuador. De otro lado la presa de Cazaderos, con la altura que permitiera regar el máximo posible de tierras en el Perú y a la vez instalar una central hidroeléctrica mediana, tenía algunos problemas para su aceptación por Ecuador. El embalse creado por la presa de Cazaderos inundaría una pequeña área de territorio ecuatoriano, que incluía 8 pequeños caseríos, así como yacimientos de caliza para una fábrica de cemento y árboles petrificados que constituirían recursos turísticos. Pero, fundamentalmente resultaba evidente la poca disposición del Ecuador para adoptar una solución que implicase la inundación del área antes mencionada; también puede mencionarse que la prioridad que, desde el punto de vista del desarrollo nacional, tiene el proyecto Puyango-Tumbes es, a nuestro juicio, mayor en el Perú que en el Ecuador y por último debe mencionarse que existían en el Ecuador fuertes corrientes de opinión contrarias a la ejecución de un proyecto binacional con el Perú. Estos factores fueron decisivos para limitar posteriormente la altura de la presa de Cazaderos y por consiguiente los alcances hidroenergéticos de esta parte del proyecto. Este esquema de aprovechamiento mediante las presas de Marcabelí y Cazaderos permitía que, además de satisfacer los usos actuales, se lograse irrigar las 86 000 hectáreas mencionadas en el Convenio (50 000 para Ecuador y 36 000 para el Perú). Como el sistema permitía aumentar los alcances agrícolas del proyecto se añadió la posibilidad de desarrollar 27 510 hectáreas más en cada país. De esta manera el proyecto en el lado peruano permitiría incorporar a la agricultura 63 510 hectáreas y en el Ecuador 77 510 hectáreas, conformándose de esta manera un gran proyecto binacional de 141 200 hectáreas. El desarrollo agrícola ecuatoriano está íntegramente fuera de la cuenca Puyango-Tumbes. Luego de largas conversaciones y negociaciones a nivel técnico-diplomático no se logró modificar la decisión del Ecuador de no aceptar los resultados del estudio, el mismo que se frustró en 1978. Como consecuencia de la imposibilidad que tuvo la Comisión Mixta, por las razones antes señaladas, de aprobar alguna de las alternativas propuestas por el Consultor o de producir una nueva, se llegó a un impasse que significó la interrupción del Estudio, la pérdida de crédito del BID y el consiguiente retraso en la búsqueda y obtención de las metas que se habían propuesto ambos países con respecto al Proyecto Puyango-Tumbes. Al no poderse encontrar en el seno de la Comisión Mixta una alternativa de aprovechamiento que fuera producto de los estudios hasta entonces realizados, y a la vez aceptable por ambas Subcomisiones nacionales, se 333

convino en que el asunto sea trasladado a los respectivos gobiernos para que éstos encontrasen una solución político-diplomática al problema, lo que ocurrió en 1985 con el llamado Acuerdo de Quito [137]. En 1984 se había producido un acercamiento entre los países en torno a Puyango-Tumbes y finalmente el 25 de octubre de 1985 se firma, mediante un canje de Notas, el documento conocido como Acuerdo de Quito. El Acuerdo de Quito representa la definición de la alternativa de aprovechamiento del río Puyango-Tumbes aceptada por los dos países. No es, pues, necesariamente la solución óptima desde el punto de vista técnico o económico, pero si lo es cuando se adiciona la perspectiva política. El Acuerdo de Quito es la materialización de la parte declarativa del Convenio de 1971, en un esquema concreto de ingeniería y reparto de aguas. Sus elementos principales, que se muestran esquemáticamente en la Figura 7.4, son los siguientes: 1.

Determinación de los lugares de embalse y los volúmenes máximos de almacenamiento: Marcabelí (1 400 MMC) y Cazaderos (3 200 MMC).

2.

Reparto de aguas: El caudal afluente a Marcabelí se reparte en la proporción de 5/7 para el Ecuador y 2/7 para el Perú. El Ecuador dispondrá de 52 m3/s del caudal regulado en el embalse de Marcabelí. Dispondrá además de 5,7 m3/s para pequeños proyectos de riego: 3,7m3/s aguas arriba de Marcabelí y 2 m3/s desde el embalse de Cazaderos. El Perú dispondrá de los caudales generados aguas abajo de Marcabelí.

3. Reparto de Energía: La energía generada a partir de Marcabelí será para Ecuador y la que se produzca a partir de Cazaderos, para el Perú. 4. Coordinaciones: Establecimiento de un sistema estrechamente coordinado de operación de ambos embalses, así como en lo que respecta a su construcción. 5. Financiamiento: Gestiones ante organismos internacionales de crédito para conseguir la financiación del Proyecto. 6. BID: Informar al BID acerca del Acuerdo logrado. Se decidió finalmente presentar una solicitud de financiamiento a la Corporación Andina de Fomento (CAF) para la prosecución del Estudio. Es importante subrayar que la Alternativa Marcabelí-Cazaderos (AMC) no es el resultado de una optimización. Es, en realidad, la alternativa de aprovechamiento escogida en 1985 para hacer políticamente viable el Proyecto 334

335

y que se inspira en los resultados de la primera parte del Estudio de 1976. Algunos aspectos del Acuerdo de Quito fueron posteriormente especificados por resoluciones de la Comisión Mixta, con el objeto de posibilitar su aplicación. El 3 de febrero de 1989 se firmó, luego de largas gestiones y trámites, un contrato de préstamo hasta por un monto de diez millones de dólares entre la Corporación Andina de Fomento (CAF) y la Comisión Mixta PeruanoEcuatoriana para el Aprovechamiento de las Cuencas Hidrográficas Binacionales Puyango-Tumbes y Catamayo-Chira. El objeto del contrato era la realización del Estudio de Factibilidad del Proyecto Puyango-Tumbes. Parte de los fondos provenía del BID [37]. En dicho contrato de préstamo se estableció que "la única alternativa a ser considerada en estos estudios de factibilidad es la conocida como Alternativa Marcabelí-Cazaderos, definida en el esquema descrito en el ACUERDO DE QUITO y en documentos conexos acordados por ambos países. Cualquier otra alternativa no está planteada y no debe, bajo ningún aspecto, ser considerada". Se ratifica, pues, plenamente el concepto fundamental del Acuerdo de Quito. El estudio no debe buscar la alternativa óptima de aprovechamiento del río, sino que a partir de la alternativa (Marcabelí-Cazaderos), convenida por ambos países, debe buscar la mejor forma de desarrollarla. La CAF pone énfasis en la necesidad de estudiar las posibilidades de un desarrollo por etapas, tanto de las obras de almacenamiento y trasvase como de las centrales hidroeléctricas y de las zonas de riego. A partir, pues, de la alternativa Marcabelí-Cazaderos podía esperarse diversas posibilidades técnico-económicas para su desarrollo. El proyecto quedó descompuesto, para fines del estudio, en tres grandes componentes: uno binacional, uno peruano y otro ecuatoriano. El componente binacional fue estudiado por un Consorcio Internacional, el que firmó dos contratos; uno con cada Subcomisión. El contrato nacional ecuatoriano fue financiado dentro del préstamo de la CAF. El contrato nacional peruano fue ejecutado por un consorcio nacional, con fondos del Tesoro Publico. La CAF consideró en los Términos de Referencia que el estudio binacional debía realizarse en dos partes. La Parte Primera debía ser para encontrar la (s) Posibilidad (es) óptimas. Era condición indispensable que en la Parte Primera del Estudio se mostrase la viabilidad preliminar técnica, económica, financiera, social, legal, institucional y ambiental de la Alternativa Marcabelí-Cazaderos y la identificación de la Posibilidad más conveniente de desarrollo de dicha 336

alternativa

[37].

La CAF consideró conveniente la realización independiente de un Estudio Hidrológico del río Puyango-Tumbes. Dicho estudio fue contratado directamente por la CAF con una firma venezolana [22]. Luego del respectivo concurso de méritos la Comisión Mixta celebró, a fines de 1989, dos contratos de estudios para el proyecto binacional, con el grupo conformado por cuatro empresas consultoras provenientes de otros tantos países (Suiza, Yugoslavia, Ecuador y Perú), constituido bajo el nombre de Consorcio CIMELCO Consultores. El estudio se inició el 13 de junio de 1990. Los consultores debían desarrollar la Parte Primera del Estudio de Factibilidad, antes señalada. Los consultores examinaron, en concordancia con los Términos de Referencia y en estrecha coordinación con la CAF, 29 Posibilidades de Desarrollo de la Alternativa Marcabelí-Cazaderos: 11 para Ecuador y 19 para el Perú [33]. El conjunto de 29 Posibilidades se originó en varias hipótesis alternativas para el Proyecto: energía prioritaria con riego subordinado, riego prioritario con energía subordinada, energía y riego equilibrados, exclusivamente riego, desarrollo por etapas con desfase entre ellas (hasta 3) y diferentes ritmos de evolución del Proyecto (lento y rápido). Una de las conclusiones más importante de los consultores fue que "para ninguno de los dos países la construcción por etapas, en desarrollo continuo, resulta atractiva y que sería técnicamente más conveniente la construcción de las obras principales de regulación de una sola etapa". Los consultores consideraron que en función de la Tasa Interna de Retorno (TIR), se debía determinar el orden de conveniencia de las Posibilidades encontradas. Las dos mejores Posibilidades para Ecuador tienen desarrollo de energía y riego equilibrados. Una de ellas da lugar a una potencia media de 125,1 MW y 44 020 hectáreas, con una inversión total de 1 050 millones de dólares y una TIR de 8,4%. La otra tiene una potencia media de 124,5 MW y 61 249 hectáreas con una inversión total de 1 167 millones de dólares y una TIR de 8,12%. Para el Perú las dos mejores Posibilidades, bajo la forma de evaluación antes señalada, coinciden con la prioridad de riego y alcanzan un total de 58 922 hectáreas nuevas. En una de las Posibilidades se considera además una central de 37,3 MW de potencia media con una inversión total de 1 232 millones de dólares y una TIR de 9,92%. En la otra Posibilidad, sin desarrollo energético, el costo total es de 1 179 millones de dólares y una TIR de 9,84%. 337

El análisis económico sólo consideró algunos de los beneficios del Proyecto, específicamente, riego y energía. Más adelante trataremos de demostrar que un Proyecto Binacional como Puyango-Tumbes es bastante más que una forma de producir energía y regar eriazos [9]. El Estudio de Factibilidad, en su Parte Primera (Prefactibilidad), ha permitido establecer las características del aprovechamiento del río PuyangoTumbes a partir de la consideración de dos embalses (Marcabelí y Cazaderos) en concordancia con el Acuerdo de Quito. El proyecto en su máxima expresión permitirá la obtención de los siguientes beneficios: 1. Mejoramiento de las relaciones peruano-ecuatorianas, estrechando aún más los lazos de amistad y buena relación entre los pueblos mediante la ejecución de un proyecto binacional de desarrollo socioeconómico y de interés común. 2.

Cumplir con los objetivos multinacionales, específicamente, los señalados en el artículo 86° del Acuerdo de Cartagena y que se refieren a la acción conjunta que deben emprender los países para solucionar los problemas de infraestructura que inciden desfavorablemente sobre el proceso de integración económica.

3.

Contribución notable al desarrollo equilibrado de las provincias ecuatorianas de El Oro y Loja y los departamentos peruanos de Tumbes y Piura (Región Grau).

4.

Aumento de la productividad en las áreas de riego existentes en el Perú, aproximadamente unas 8 000 hectáreas, para las que se ha reservado dentro del proyecto un caudal de 6 m3/s.

5.

Beneficios resultantes del control de inundaciones en el valle del río Tumbes.

6.

Incorporación de unas 8 500 hectáreas en pequeños proyectos de riego ubicados en el Ecuador, aguas arriba de Marcabelí, para lo cual se ha reservado un caudal de 3,7 m3/s dentro del proyecto.

7.

Incorporación de unas 5 000 hectáreas en las inmediaciones del embalse de Cazaderos, en territorio ecuatoriano, para lo cual se ha reservado 2 m3/s a partir de dicho embalse. Incorporación de 58 000 hectáreas ubicadas en territorio peruano, en el tablazo de Tumbes-Zarumilla, en las quebradas Casitas-Bocapán, Lavejal, Huacura, Quebrada Seca, Quebradas Carpitas y Fernández, y en la zona de El Alto-Talara. En la Figura 7.5 se muestra el área agrícola del Proyecto.

8.

338

339

9.

Central Hidroeléctrica de Guayacán con una potencia garantizada al 95% de 83 ó 64 MW según el dimensionamiento del proyecto de riego.

10. Central Hidroeléctrica de pie de presa en Guanábano, con una potencia del orden de 7 MW. 11. Central Hidroeléctrica de pie de presa en Cazaderos con una potencia media instalada de 38 MW. 12. Incorporación en territorio ecuatoriano de 44 000 hectáreas o de 66 000 hectáreas dependiendo del dimensionamiento del proyecto hidroeléctrico asociado. 13. Disponibilidad por parte del Ecuador de un caudal medio plurianual del orden de 6 m3/s, que puede ser usado en asociación con el embalse de Tahuín. 14. Creación de las facilidades para el abastecimiento de agua potable a las poblaciones ubicadas en el área del Proyecto. 15. Contribución al mejoramiento de la calidad del agua, la que ha venido deteriorándose notablemente en los últimos años. 16. Ejecución de las obras y acciones de preservación y conservación de la cuenca. Existe, pues, la posibilidad real de llevar a cabo el gran proyecto binacional Puyango-Tumbes, cuyas ventajas son evidentes para los dos países. Corresponde a ellos, en estrecha comunicación con los organismos internacionales de crédito, ubicar este Proyecto en su significado exacto, en su dimensión real y en su necesidad urgente dentro de la problemática del subdesarrollo que nos agobia. La ejecución de la Parte Segunda del Estudio permitirá superar los alcances hasta ahora obtenidos y llegar al planteamiento técnico-económico del desarrollo de una gran área fronteriza de ambos países en torno a 150 000 hectáreas de agricultura sostenida [9]. Quedó así conformado el Proyecto dentro de los lineamientos generales del Acuerdo de Quito. La presa de Marcabelí de 182 m de altura, el túnel de trasvase hasta Guayacán, de 16 km de longitud. La presa de Cazaderos de 138 m de altura y la presa derivadora de Guanábano con una altura de 88 m. Se trata, pues, de estructuras importantes y costosas. En Cazaderos la avenida de diseño resultó ser de 24 350 m3/s, que corresponde a la Crecida Máxima Probable. El caudal medio plurianual derivado hacia Guayacán por el 340

túnel de trasvase es de 44 m3/s (el caudal máximo es de 52 m3/s). El caudal medio plurianual derivado desde Cazaderos hacia la zona peruana para nuevos desarrollo de riego resultó ser de 33,3 m3/s [33]. La asignación de los recursos hidráulicos totales del río Puyango-Tumbes quedó descompuesta de la siguiente manera: A)

B) C)

D) E)

Asignados al Ecuador para desarrollos Aguas arriba de Marcabelí Caudal medio por el túnel Área de riego de Cazaderos Asignado al Perú para desarrollos Caudal medio de Cazaderos Caudal promedio perdido en el Océano por superar la capacidad de regulación del sistema Usos actuales del Perú Requerimientos ecológicos del sistema

50,0 m3/s 3,7 44,3 2,0 33,3 m3/s

10,0 m3/s 6,0 m3/s 5,7 m3/s

Todo esto de acuerdo a los alcances antes señalados y para un período de simulación de 24 años. El tiempo total de ejecución del Proyecto y logro de su pleno desarrollo es de 23 años. El estudio demostró que el Proyecto es viable desde los aspectos técnico, económico, financiero, social, legal, institucional y ambiental. No es a nuestro juicio la Tasa Interna de Retorno (TIR), ni otros indicadores, lo que debe decidir la ejecución del proyecto binacional PuyangoTumbes. La decisión nace de la firme convicción de que es necesario lograr el desarrollo económico y social de una gran zona fronteriza y con ello alcanzar mejores condiciones de vida para la población. La necesidad social resulta ser así fundamental para justificar el proyecto. La inversión es superior a los 2 000 millones de dólares ¿Están nuestros países en condiciones de realizarla en las circunstancias actuales? ¿Estarían los organismos internacionales de crédito dispuestos a facilitarnos una cantidad tan grande? Podría eventualmente argumentarse que hay necesidades con mayores urgencias. Si esto fuese así, ¿Significaría acaso abandonar el proyecto Puyango-Tumbes? Evidentemente que no. Hay acciones que se pueden tomar y que han sido oportunamente presentadas [156]. Los más de veinte años transcurridos desde la firma del Convenio nos colocan en una situación expectante y esperanzadora. Confiemos en que el tiempo transcurrido no haya sido en vano.

341

7.8 El Proyecto Itaipú El río Paraná, que nace en territorio brasileño, de la confluencia de los ríos Paranaíba y Grande, es uno de los siete ríos mayores ríos del mundo. El río Paraná corre en territorio brasileño hasta el Salto del Guairá. A partir de este punto constituye la frontera entre Paraguay y Brasil, siendo lo que internacionalmente se denomina un río de cauce contiguo, entre ambos países, hasta la desembocadura del río Iguazú, a partir de donde el río se convierte en contiguo de Paraguay y Argentina. Desemboca finalmente en el Río de la Plata, hasta donde tiene una longitud de 4 000 km y una cuenca de 3 000 000 de km2. La zona del proyecto Itaipú comprende 190 km a lo largo del río (entre Guairá e Iguazú) y un desnivel de 120 m, que constituye el salto aprovechable. El área de la cuenca del río Paraná, hasta Itaipú, es de 820 000 km2. El caudal promedio es de 9 070 m3/s. El caudal sólido es muy bajo, 35 000 000 de m3 por año. Equivale aproximadamente a una erosión específica de 47t/km2/año. El caudal sólido equivale al 0,013% del caudal líquido. En el río Chira, por ejemplo, tenemos una erosión específica de 800 t/km2/año y el caudal sólido corresponde al 0,5% del caudal líquido. Hacía varios años que Brasil y Paraguay habían visto la posibilidad de usar el gran potencial hidroeléctrico del río Paraná. El 22 de junio de 1966 ambos países firmaron una declaración conjunta, conocida como Acta de Iguazú en la que "manifestaron la disposición de proceder, de común acuerdo, al estudio y levantamiento de los recursos hidráulicos pertenecientes en condominio al Paraguay y al Brasil, desde, e inclusive, el Salto de Guairá/Salto Grande das Seta Quedas hasta la desembocadura del río Iguazú". En dicha Acta se convino asimismo en que "la energía eléctrica que pudiese ser producida con la utilización del salto existente en el río Paraná, en el tramo en cuestión, será dividida equitativamente entre los dos países, siendo conferido a cada uno de ellos el derecho de preferencia de comprar, a precios justos, cualquier cantidad de energía que no fuese utilizada por el otro país para su consumo". Como consecuencia del anterior acuerdo los Gobiernos del Paraguay y del Brasil constituyeron la Comisión Mixta Técnica Paraguayo-Brasileña, para la ejecución del estudio de evaluación de los recursos hidráulicos, señalado en el Acta de Iguazú. En 1970 ambos países, en virtud de un Convenio de Cooperación, establecieron las condiciones "para la realización del estudio de evaluación de las posibilidades técnicas y económicas del aprovechamiento del potencial 342

hidroeléctrico del tramo fronterizo del río Paraná. El convenio previó que los estudios incluirán una apreciación general del uso múltiple del agua, como por ejemplo, para la navegación, consumo humano e industrial, irrigación y otros beneficios correlacionados" [79]. Al realizarse el estudio se estudiaron 50 alternativas de aprovechamiento. Se encontró finalmente que la selección más ventajosa era una presa única en Itaipú. Este fue el punto de partida para el desarrollo del estudio de factibilidad. El 26 de abril de 1973 el Paraguay y el Brasil firmaron el Tratado de Itaipú para el aprovechamiento de los recursos del río Paraná pertenecientes en condominio a los dos países. En 1974 en virtud del acuerdo de ambos países, se constituyó para la ejecución de los trabajos una entidad binacional, denominada ITAIPU BINACIONAL. Las obras se iniciaron en 1975, con un plazo de 8 años. El proyecto está en funcionamiento con una potencia instalada de 12 600 MW y una producción de 73 x 109 kwh/año. Respecto a este importante proyecto binacional es necesario señalar que su ejecución, incluyendo las evaluaciones, técnicas, estudios y negociaciones, se ha producido en un plazo bastante breve, como puede verse en la secuencia de los pasos seguidos por Paraguay y Brasil. Asimismo es importante resaltar que el paso previo al Tratado fue la realización de estudios que permitiesen evaluar las potencialidades del aprovechamiento del río. Debe asimismo destacarse que el proyecto por su propia naturaleza no implica consumo de agua en perjuicio de un tercer país ubicado aguas abajo. Hay, si, una redistribución temporal de los caudales y un impacto ecológico que fueron debidamente considerados. Si quisiéramos apreciar comparativamente el tratado de Itaipú y el Convenio Peruano-ecuatoriano de 1971 podríamos pensar en lo siguiente: 1.

Itaipú es un proyecto hidroeléctrico, el Convenio se refiere fundamentalmente al riego. Por lo tanto en Itaipú no hay uso consuntivo, en el Convenio si.

2.

Itaipú es un solo proyecto de ingeniería, el Convenio incluye varios proyectos.

3.

En Itaipú se llegó al tratado luego de un estudio de los recursos hidráulicos.

4.

En Itaipú se reparten beneficios, en el Convenio se reparte agua. 343

7.9 Otros Casos de Uso de Recursos Comprometidos Para terminar este capítulo haremos un breve comentario sobre las tres vertientes hidrográficas que tiene el Perú, desde el punto de vista de los recursos hidráulicos internacionalmente compartidos o comprometidos. En la costa, es decir en la vertiente del Pacífico, los recursos hidráulicos superficiales constituyen el 1,7% del total nacional. Dentro de esta vertiente se encuentra los ríos Puyango-Tumbes y Catamayo-Chira que tienen el carácter de ríos sucesivos y cuyo aprovechamiento se realiza dentro del Convenio Peruano-Ecuatoriano de 1971, cuyos alcances ya hemos expuesto. Si se descuenta los caudales de estos dos ríos se tiene que los recursos hidráulicos superficiales de la costa, exclusivamente nacionales, significan el 1,33% del total del país. La vertiente del Titicaca es un sistema hidrográfico y lacustre en el que el lago es un patrimonio común peruano-boliviano. Los recursos hidráulicos de esta vertiente representan el 0,5% del total nacional. La vertiente atlántica forma parte de un amplio sistema hidrográfico internacional, que abarca casi la totalidad de nuestra sierra y toda la parte amazónica. En esta vertiente se encuentra casi el 98% de nuestros recursos hidráulicos superficiales. El sistema hidrográfico del Amazonas está formado por numerosos e importantes ríos. El Perú está aguas abajo de Ecuador y Colombia y aguas arriba de Brasil y Bolivia. El problema principal en la vertiente atlántica está ligado a la conservación y preservación de los recursos naturales en general, y, en especial a la lucha contra la contaminación. Así por ejemplo, un derrame de petróleo ocurrido en el Ecuador contaminó el río Napo y una parte del curso hacia aguas abajo, lo que puso en alerta al Perú y Brasil. En materia de contaminación es mucho más útil y amplio el concepto de curso de agua que el de río, que es un concepto más restringido. Precisamente, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela han firmado el Tratado de la Región Amazónica, que tendrá que ver mucho con el aprovechamiento y cuidado de los recursos hidráulicos. Es conveniente detenernos un momento para comentar brevemente la posibilidad de utilización del lago Titicaca. Debemos partir de dos principios fundamentales. Uno está originando en la demarcación política de los Estados y el otro en la Naturaleza, en la Geografía. Desde el punto de vista internacional el lago Titicaca es un curso de agua binacional, en el que el Perú es el país de aguas arriba y Bolivia el país de aguas abajo. Desde el punto de vista de la Naturaleza el lago es una masa indivisible cuya posibilidad de aprovechamiento no puede basarse en una partición. En consecuencia, el lago 344

constituye lo que ilustres tratadistas han denominado un "condominio indivisible", o una "comunidad esencial", a decir de José Luis BUSTAMANTE Y RIVERO, quien se expresó de la siguiente manera: ..."si bien la línea de delimitación entre ambos Estados se encuentra precisada en los acuerdos vigentes..." ..."dicha línea en la zona ocupada por las aguas del Lago Titicaca, no destruye la comunidad esencial que, por razones naturales y permanentes, existe para los países ribereños en cuanto al uso y aprovechamiento de esas aguas, en relación con su volumen, profundidad, líneas de costa y demás características del régimen lacustre" y más adelante señala que "uno y otro país tienen el concepto de que la comunidad esencial del dominio de las aguas limita el ejercicio de cada soberanía y obliga a la cooperación y al concierto mutuo para el aprovechamiento de esas aguas". De todo lo anteriormente expuesto resulta que cualquier intento de uso de recursos naturales, especialmente si son compartidos, implica un conocimiento profundo de los fenómenos físicos involucrados, que vaya más allá de un simple inventario de recursos y que constituya lo más avanzado en materia de Información. La Información es el primer paso para discutir las posibilidades de aprovechamiento de los recursos hidráulicos. Un caso interesante es el del canal Uchusuma. Si bien no se trata de uso de recursos hidráulicos compartidos, si se trata de uso de aguas en función de un tratado internacional. Desde hace muchísimo tiempo se capta aguas del río Uchusuma de la vertiente del Maure y por lo tanto perteneciente a la cuenca del Titicaca. El caudal es muy pequeño, menos de 1 metro cúbico por segundo; se conduce por medio de un largo canal hasta Tacna, donde contribuye el abastecimiento de agua. Como consecuencia de la delimitación fronteriza resultante de la guerra con Chile un tramo del canal quedó en territorio chileno. Sin embargo, se estableció en el Tratado de Lima de 1929 la más amplia servidumbre en favor del Perú, en el que consta lo siguiente: "El territorio de Tacna y Arica será dividido en dos partes, Tacna para el Perú y Arica para Chile. La línea divisoria entre dichas dos partes y, en consecuencia la frontera entre los territorios del Perú y de Chile, partirá de un punto de la costa que se denominará "Concordia" distante diez kilómetros al Norte del puente del Río Lluta, para seguir hacia el Oriente paralela a la vía de la sección chilena del Ferrocarril de Arica a La Paz y distante diez kilómetros de ella, con las inflexiones necesarias para utilizar, en la demarcación, los accidentes geográficos cercanos que permitan dejar en territorio chileno las azufreras del Tacora y sus dependencias pasando luego por el centro de la Laguna Blanca, en forma que una de sus partes quede en el Perú y la otra en Chile. Chile cede a perpetuidad a favor de Perú todos sus derechos sobre los Canales del Uchusuma y del Mauri, llamado también Azucarero, sin perjuicio de 345

la soberanía que le corresponderá ejercer sobre la parte de dichos acueductos que queden en territorio chileno después de trazada la línea divisoria a que se refiere el presente artículo. Respecto de ambos Canales, Chile constituye en la parte que atraviesan su territorio, el más amplio derecho de servidumbre a perpetuidad en favor del Perú. Tal servidumbre comprende el derecho de ampliar los Canales actuales, modificar el curso de ellos y recoger todas las aguas captables en su trayecto por territorio chileno, salvo las aguas que actualmente caen al río Lluta y las que sirven a las azufreras del Tacora".

346

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360

INDICE DE CUADROS

Capítulo 1 1.1 1.2 1.3 1.4 1.5 1.6 1.7 Capítulo 2 2.1 2.2 2.3 2.4 2.5 2.6 2.7 2.8 2.9 2.10 2.11 2.12 2.13 Capítulo 3 3.1 3.2 3.3 3.4

INTRODUCCION GENERAL AL ESTUDIO DEL AGUA Distribución de la Cantidad Total de Agua de Nuestro Planeta........... Distribución de la Cantidad Total de Agua de la Tierra según SHIKLOMANOV ........................................................................ Distribución Continental de la Escorrentía Mundial según LINDH ...... Distribución Continental de la Escorrentía Mundial según SHIKLOMANOV ................................................................................... Disponibilidad de Aguas Superficiales en Algunos Países.................. Descargas Medias Plurianuales de los Ríos de la Vertiente del Pacífico ........................................................................................... Resultados Generales del Inventario Nacional de Lagunas realizado por ONERN...........................................................................

10 13 20 21 22 27 29

DISPONIBILIDADES DE AGUA Valores Característicos de la Precipitación en Algunas Cuencas Tropicales .............................................................................. Valores Mensuales de la Precipitación en la Estación El Tigre (Tumbes) ................................................................................. Valores Diarios de la Precipitación del año 1975 en la Estación El Tigre (Tumbes) ......................................................... Distribución Porcentual de la Disponibilidad Mensual de Agua en el río Moche ........................................................................... Distribución Porcentual de la Disponibilidad Mensual de Agua en el río Chicama ........................................................................ Caudales Medios Anuales del río Chicama (Estación Salinar) ........... Elementos Contenidos en el Agua de Mar........................................... Escorrentía Mensual del río Puyango-Tumbes.................................... Escorrentía Mensual del río Santa ....................................................... Caudales Medios Diarios del río Santa en Condorcerro (año 1966) ....................................................................... Caracterización Hidrológica del río Chira............................................. Duración de Caudales del río Santa .................................................... Duración de Caudales de Estiaje del río Santa ...................................

41 43 44 54 54 55 69 86 87 88 90 92 92

DEMANDAS DE AGUA Disponibilidad Global de Agua ............................................................. 112 Requerimiento de Disponibilidad Global de Agua en el año 2050 ...... 113 Demanda Mundial de Agua, según los distintos usos a que se destine ................................................................................... 123 Crecimiento de la Población Mundial ................................................... 127 361

3.5 3.6 3.7 3.8 3.9 3.10 3.11 3.12 3.13 Capítulo 5 5.1 5.2 5.3 5.4 5.5 5.6 5.7 5.8 5.9 5.10 Capítulo 6 6.1 6.2 6.3 6.4 6.5 6.6 6.7 6.8

Población Urbana de Algunos Países de Latinoamérica Expresada como Porcentaje de su Población Total ............................ 129 Población del Perú y de Lima Metropolitana........................................ 130 Evolución de la Población Mundial (Urbana y Rural) entre 1965 y el año 2000 ............................................................................... 132 Evolución de la Población Mundial en Zonas de Diferentes Grados de Desarrollo a lo largo del Siglo XX....................................... 133 Demandas de Agua consideradas en Venezuela................................ 143 Proyección de la Demanda Urbana de Lima ....................................... 146 Eficiencias de Aplicación del Agua de Riego ....................................... 155 Demandas de Varios Cultivos para el Valle de Chicama Bajo ............ 159 Requerimientos de Agua de la Industria .............................................. 161 LAS IRRIGACIONES Clasificación Climática.......................................................................... 206 Areas Netas de Riego del Proyecto CHAVIMOCHIC .......................... 208 Producción Energética de los Países de la CIER (1991) .................... 214 Producción de Energía en el Perú ....................................................... 215 Superficies Mundiales Cultivadas......................................................... 221 Porcentajes de Areas Bajo Riego con Respecto al Total Cultivado en Varios Países .................................................................. 222 Superficie y Porcentaje de los Grupos de Capacidad de Uso Mayor de la Tierra en las Regiones Naturales del Perú............... 231 Superficie y Porcentaje de los Grupos de Capacidad de Uso Mayor de la Tierra en los Departamentos del Perú...................... 232 Extensión y Población de las Tres Regiones del Perú ........................ 235 Uso Actual y Potencial de las Tierras por Regiones Naturales del Perú ................................................................................ 235 AVENIDAS Y SEQUIAS Caudales Máximos Anuales del río Santa (1958-1984) ...................... 267 Descargas Máximas del río Santa en Condorcerro ............................. 272 Precipitación en el Departamento de Piura (1983) .............................. 282 Precipitaciones Mensuales del Periodo 1964-1986 de la Estación de Rica Playa (Tumbes) ........................................................ 285 Pérdidas en el Departamento de Tumbes como consecuencia del Fenómeno El Niño 1983................................................................. 287 Resumen de Daños Causados por el Fenómeno de El Niño 1983 en Bolivia, Ecuador y Perú .......................................................... 290 Máximas Avenidas del río Chira........................................................... 295 Comparación de Caudales de ríos del Departamento de La Libertad....................................................................................... 307

362

INDICE DE FIGURAS

Capítulo 1 1.1 1.2 1.3 1.4 Capítulo 2 2.1 2.2 2.3 2.4 2.5 2.6 2.7 2.8 2.9 2.10 2.11 2.12 Capítulo 3 3.1 3.2 3.3 3.4 3.5 3.6 3.7

INTRODUCCION GENERAL AL ESTUDIO DEL AGUA Representación Esquemática de los Recursos Mundiales de Agua ................................................................................................... El Ciclo Hidrológico............................................................................... Representación Esquemática del Ciclo Hidrológico ............................ Representación Esquemática del Balance Hidrológico Mundial .........

11 15 17 18

DISPONIBILIDADES DE AGUA Ubicación de las Alternativas de Aguas Superficiales para Lima........ 39 Red de Estaciones Hidrometeorológicas de la Cuenca del río Santa ............................................................................................... 45 Isoyetas Medias Anuales de la Cuenca del río Santa ......................... 46 Balance del Acuífero de Lima............................................................... 61 Esquema de Uso Conjuntivo de Recursos Superficiales y Subterráneos para Abastecimiento de Agua de Lima ......................... 67 Hidrograma del río Santa en Condorcerro para el año más húmedo 1973-1974 ...................................................................... 81 Hidrograma del río Santa en Condorcerro para el año más seco 1967-1968 ............................................................................ 82 Masas Anuales del río Santa en Condorcerro para el periodo 1957-1984................................................................................ 83 Hidrograma del río Santa en Condorcerro para el año medio del periodo 1957-1984........................................................ 84 Curva de Duración de Caudales Medios Diarios y Mensuales del río Santa Estación Condorcerro (1957-1984) ................................ 93 Curva de Duración de Caudales Medios Diarios del periodo de Estiaje del río Santa (Junio-Setiembre, 1957-1984) ............................ 94 Representación Esquemática del Proceso de Control de la Calidad del Agua .................................................................................. 103 DEMANDAS DE AGUA Indices de Crecimiento de la Población del Perú y de Lima................ 131 Proyecciones Demográficas para la Gran Lima .................................. 140 Metodología para Determinar la Demanda de Agua para Uso Poblacional.................................................................................... 142 Proyecciones de la Demanda de la Gran Lima ................................... 145 Proyecciones de la Demanda Urbana ................................................. 147 Esquema Representativo de las Pérdidas en un Sistema de Riego................................................................................................ 156 Periodos de Riego de los Cultivos........................................................ 160 363

Capítulo 4 4.1 4.2 4.3 4.4 Capítulo 5 5.1 5.2 Capítulo 6 6.1 6.2 6.3 6.4 6.5 6.6 6.7 6.8 6.9 6.10 6.11 6.12

LOS PROYECTOS HIDRAULICOS Proceso de Planeamiento para el Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos ...................................................................... 170 El Manejo de los Recursos Hidráulicos................................................ 177 Implementación de Proyectos de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos ...................................................................... 178 El Sistema de Aprovechamiento de los Recursos Hidráulicos ............ 181 LAS IRRIGACIONES Esquema "A" de un Proyecto de Irrigación .......................................... 243 Esquema "B" de un Proyecto de Irrigación .......................................... 247 AVENIDAS Y SEQUIAS Hidrograma de Avenidas río Tumbes-Estación "El Tigre" enero-mayo 1975.................................................................................. 265 Ajuste a la Distribución Gumbel de los Caudales Máximos Diarios y Máximos Instantáneos .......................................................... 269 Ajuste a la Distribución Log-Normal de los Caudales Máximos Diarios y Máximos Instantáneos .......................................................... 270 Ajuste a la Distribución Log-Pearson III de los Caudales Máximos Diarios y Máximos Instantáneos........................................... 271 Variación de la Temperatura Media del Mar frente a Paita ................. 279 Variación Anual de la Precipitación en la Estación Piura..................... 280 Caudales Medios Anuales del río Piura-Puente Sanchez Cerro......... 281 Descargas Medias Diarias. Año 1972 del río Piura-Puente Sanchez Cerro...................................................................................... 283 Descargas Medias Diarias. Año 1983 del río Piura-Puente Sanchez Cerro...................................................................................... 284 Zonas Afectadas por Desastres Naturales en Bolivia, Ecuador y Perú ..................................................................................... 289 Precipitación en dos Sitios Seleccionados de Bolivia .......................... 302 Esquema del río Piura .......................................................................... 312

Capítulo 7 RECURSOS COMPARTIDOS

HIDRAULICOS

INTERNACIONALMENTE

7.1 Esquemas de Definición de Ríos Internacionales................................ 317 7.2 Area General del Convenio Peruano-Ecuatoriano............................... 329 7.3 Cuenca Puyango-Tumbes.................................................................... 332 7.4Representación Esquemática del Acuerdo de Quito ................................. 335 7.5Area Agrícola del Proyecto Puyango-Tumbes ........................................... 339

364

INDICE DE TEMAS A

C

Abastecimiento poblacional, 213 Acuífero, 59, 62, 65 Acuitardo, 59 Agricultura, 47-49, 207 Agua, 2, 5, 34, 100, 163, 164 de mar, 38, 69, 70 de niebla, 72 disponibilidad, 12 para concreto, 109, 110 para riego, 108, 109 Aguas - conflictos, 261 Aguas atmosféricas, 71 de retorno, 134 eutróficas, 103 residuales, 115 salinas, 68 salobres, 71 servidas, 77 subterráneas, 38, 59, 60, 62, 67, 134, 309 superficiales, 47 Andenes, 129, 191, 237 Areas naturales protegidas, 198, 199 Aridez, 206, 233, 303 Atrapanieblas, 72 Autoridad sanitaria, 107 Avenida de diseño, 268 Avenidas, 263, 265, 268 caracterización, 263 control, 273 del pasado, 274 predicción, 268

Calidad de vida, 141, 164, 201 Calidad del agua, 99, 103, 108, 125 Calidad del agua de mar, 105 Caminos, 217 Canales de riego, 50, 185, 249, 345 preincaicos, 50 Capacidad de uso mayor, 227, 231, 232 Cauce, 273 Caudal ecológico, 162, 341 laminado, 296 máximo diario, 271 máximo instantáneo, 271 Cédula de cultivo, 257 Ciclo Hidrológico, 14-18, 23, 89, 115, 316 Ciénaga, 57 Civilizaciones hidráulicas, 49 Clasificación de tierras, 228 Clima, 206, 305 Código del Medio Ambiente, 196 Coeficiente de escorrentía, 189 Concentración de sales, 69, 71 Conflictos, 9 Conservación de cuencas, 330 Consumo de Agua, 122, 123 Contaminación, 73, 99, 100-102, 135, 183, 189, 198, 314, 315, 322 ambiental, 183 atmosférica, 35 bacteriológica, 101 fluvial, 189 de aguas subterráneas, 66 del agua y narcotráfico, 105 marina, 105 Contaminación por mercurio, 103 petróleo, 104 plutonio, 104 Contaminación química, 102, 103

B Balance del acuífero, 61 Balance hidrológico, 60, 116, 118 mundial, 18 Barbecho, 238 Bocatoma, 50, 242 Bombeo, 245

365

Costa peruana, 230,233 Distribuciones probabilísticas, 268Control de avenidas, 296 271 Dotaciones urbanas, 146 Crecidas, 264 Drenaje, 255 Cuenca internacional, 192, 320,.......................................................................................... 327, Duración de caudales, 92-94 332 Cuencas, 99, 189, 191, 316 tropicales, 41 E Cultivo permanente, 228 Ecología, 163, 200 Cultivos en limpio, 228 Economía en el consumo de agua, Cursos de agua, 315 73, 119, 135, 136, 148, 149 Ecosistema, 198, 200, 304 Eficiencia de aplicación, 154, 155 de conducción, 153 de distribución, 154 en el uso del agua, 74 Eficiencia global, 74, 120, 121, 153 de riego, 153, 156, 159, 219 Embalses, 60, 187, 246, 273, 295, 331 Efecto regulador, 296, 297 Encauzamiento, 273 Energía, 212-215 Enfermedades debidas a la calidad del agua, 101, 137, 216 Ensalitramiento, 218 Epidemias, 275 Eriazos, 208, 209 Erosión, 282, 286, 342 Escasez de agua, 33, 114, 115, 117, 168, 193, 194, 311 de datos, 252 Escorrentía, 85 superficial mundial, 19-22, 207 Estación depuradora, 183 Estaciones hidrometeorológicas, 42, 45, 89, 253 Estiaje, 92 Estudio del impacto ambiental, 197 Etapas de desarrollo, 337 Eutrofización, 56, 103 Evaporación, 14, 16, 23, 65, 75 Evapotranspiración, 40-41, 151-152 Eventos extremos, 90

D Datos básicos, 252 Daños, 286 Déficit, 303, 308 Demanda agropecuaria, 150, 159 biológica, 161 bruta, 120 ecológica 161 industrial, 161 industrial-urbana, 141 municipal, 141 neta, 119, 153 poblacional, 124, 137, 142, 144, 145, 147, 213 por electricidad, 161 sanitaria, 161 urbana, 138, 146 Demandas de agua, 111, 116, 155 en Venezuela, 143 Demandas industriales, 160, 161 Demografía, 126 Densidad poblacional, 129, 235 Dependencia tecnológica, 252 Desagües, 38, 129 Desalinización, 38, 69, 70 Desarrollo agrícola, 237 regional, 256 Desastre natural, 289, 306 Desembalse, 291 Desertificación, 206, 305 Desforestación, 34, 190 Desierto, 72 Desruralización, 128, 129, 132, 189 Disponibilidad de agua, 112, 113 Distribución del agua, 193 en la Tierra, 12-14

F 366

Fenómeno de El Niño, 41, 277, 287, 290 Pérdidas, 287, 290 Financiamiento, 251 Flora y Fauna, 187 Forestación, 77, 191 Fuentes de agua, 38 Fugas y pérdidas en las redes, 143, 148

Irrigaciones - beneficios, 338 Isoyetas, 42, 46, 332

L

Gestión del agua, 119, 135 Glaciación, 10 Grandes irrigaciones, 248

Lagos, 53, 56, 103, 344 Lagunas, 26, 28, 29, 53, 56, 57, 77, 96, 103, 309 Lagunas de estabilización, 77 Limnología, 53 Lixiviación, 238 Lomas, 71 Lluvia, 40, 156, 234, 275 ácida, 35 artificial, 42

H

M

Hidrargirismo, 103 Hidroenergía, 212 Hidrología, 14 Hidropónico, 48 Hidrósfera, 10, 11 Hoyadas, 58 Huaycos, 264

Maderas, 239 Manantial, 59 Manejo de la cuenca, 188, 191, 192 demanda, 194, 308, 309 irrigación, 223 selva, 240 sequía, 309 Manejo de los Recursos Hidráulicos, 175, 177, 178, 188 Manejo del agua, 135, 306, 308, 316 en China, 195 en Indonesia, 195 en Israel, 194 en los Estados Unidos, 194 en los países árabes, 194 Marismas, 49 Máximas avenidas, 253, 264, 267, 272, 295 Medio ambiente, 185, 196, 197, 200 Mejoramiento de riego, 208, 255 Migraciones, 129 Mita, 310 Modelos hidráulicos, 250

G

I Impacto ambiental, 163, 182, 186, 196, 256 Implementación de proyectos, 176, 195 Indice bioclimático de aridez, 206 Industria, 216 Información básica, 78, 79, 330 Infraestructuras 248, 255 Ingeniería de sistemas, 180, 181 Inundaciones, 184, 263, 274, 293, 333 Inventario de lagunas, 26, 29 recursos, 35-37, 79 ríos, 24 Irrigación, 49, 50, 108, 150, 167, 196, 205, 243, 247, 257, 291, 328 en el mundo, 221 en el Perú, 227 en Latinoamérica, 224

N Navegación, 313, 314, 319, 323 fluvial, 97, 98

O

Obras de infraestructura, 248

prehispánica, 50, 51 367

Recursos compartidos, 313, 316, 324, 327, 344 energéticos, 199 hidráulicos del Perú, 124 naturales, 35 trasandinos, 96 Reforestación, 72, 77, 191 Regiones áridas, 16 Reglas de operación, 298 Relaves, 183, 189 Rendimiento agrícola, 210 Reparto, 310 Reservas de agua de la Tierra, 10-13 Reservas nacionales, 199 Reservorios aluviales, 65 Residuos atómicos, 105 Restauración de acuíferos, 66 Reubicación de pueblos, 184, 185 Reutilización de las aguas, 76 Riego, 48-50, 108, 109, 150, 155, 157, 160, 207, 233 complementario, 153 por aspersión, 157, 158 por goteo, 159 por gravedad, 155, 156 Riesgo, 268 Ríos de la vertiente del Pacífico, 25, 27 contiguos, 316-318 internacionales, 217, 313-318, 320, 324, 327, 342 sucesivos, 315, 317, 318 tropicales, 41

irrigación, 51, 233 Operación y mantenimiento de proyectos, 180

P Pantanos, 57 Parques nacionales, 199 Pastos, 229, 237 Pecuario, 211 Penas y castigos por contaminación, 106, 107 Pérdidas de agua, 38, 122, 133, 143, 148, 156 Periodo de retorno, 268, 272 Plan de Desarrollo, 210 Hidráulico, 168-171, 256 Planeamiento, 170 Planificación, 89, 165-167, 210 Pluviógrafo, 40 Pluviómetro, 40 Población, 126-128, 130, 133, 139, 172, 212 de Lima, 130, 131, 138-140 Indices de crecimiento, 131 mundial, 127, 132, 133 urbana, 128 Pozos, 60, 63 Precipitación, 40, 41, 43, 44, 89, 206, 282, 285, 302 efectiva, 152, 153 Precipitaciones del pasado, 274 Presas, 333, 334, 248, 291 Preservación de la calidad del agua, 106, 107 Producción forestal, 230 Propiedad de las aguas, 74 Propósito múltiple, 164, 213, 216, 258 Proyección del crecimiento, 139 Proyecto, 164 Proyectos hidráulicos, 163-164, 167, 253 Puquios, 58

S Seca, 310 Secano, 236 Sedimentación, 293, 296, 342 Sedimentos, 330 Selva peruana, 238 Sequías, 42, 236, 263, 277, 298

Q

Sequías (continúa) Características, 304 Definición, 303 Impacto, 304 Manejo, 308

Quiebras, 311

R 368

Transporte de troncos, 323 Trasvases, 249 Túneles, 249 Turismo, 217

Sierra peruana, 236 Simbolismo del Agua, 5 Sistema Solar, 1 Sistemas, 205 de recursos hidráulicos, 180, 181 hidrológicos, 89 Suelos agrícolas, 48, 234 Sustancias tóxicas, 109

U Uso conjuntivo, 64, 67 Usos agrícolas, 7 del agua, 7 domésticos, 7, 138 industriales, 8, 138 pecuarios, 7

T Tasa de crecimiento, 139 Tecnología, 251 Temperatura del mar, 278, 279 Tierras, 227, 231, 232 agrícolas, 235 de protección, 230 en descanso, 237, 238 Toma Libre, 310

V Variabilidad de descargas, 308 la escorrentía, 52, 54, 55, 79-89 la precipitación, 42-44 Variación de la demanda, 124, 125 Vertidos, 102, 183, 198, 200

369

INDICE DE NOMBRES PROPIOS A Abu Dhabi, 71 Academia Nacional de Ciencias de EEUU, 104 Acarí, 27 Achirana, 51 Acuerdo de Cartagena, 328 Acuerdo de Montevideo, 318 Acuerdo de Quito, 334, 335 Africa, 20, 21, 16, 223 Agua para Lima, 136 Aguada Blanca, 76 AID, 288 Aketsuki Maru, 104 Altiplano, 300 Alto Piura, 249 Amarillo, 49, 102 Amazonas, 25, 41, 232, 344 Amazonía, 104, 105 América, 16 América Latina, 3, 23, 97, 115, 126, 129, 223, 224 Amotape, 199 Ancash, 232 Ancón, 58 Andes, 52 Angostura, 96 Antártida, 21, 22 Apurímac, 232 Aramburú, Carlos, 240 Arequipa, 57, 72, 75, 76, 172, 232 Argentina, 96, 101, 128, 214, 342 Arica, 345 Aricota, 28, 56 Arizona, 194 Asia, 20, 21, 16, 223 Asuan, 75 Atarjea, 143, 162 Atico, 27, 72 Atlántico, 23, 24, 25, 28, 29, 105 Australia, 20, 21, 16, 151 Ayacucho, 232 Azpurúa, 121, 164, 168, 169

B 370

Bajo Piura, 152 Báltico, 68 Banco Mundial, 137, 251 Bangladesh, 222 Banks, 168 Barcelona, 314 Bélgica, 105 Beni, 301 BID, 201, 251, 334, 336 Binnie & Partners, 148 Birmania, 222 Bogotá, 60 Bolívar, 191 Bolivia, 56, 214, 222, 288, 290, 344 Bower, 196 Brasil, 22, 128, 129, 214, 222, 342, 344 Bravo, 314 Brigg, 51 Buenos Aires, 129 Bulcerski, 113 Burundi, 326 Bustamante y Rivero, José Luis, 345

C CAF, 251, 334 Cajamarca, 96, 232 Calera, 102 California, 194 Callao, 60, 74, 232 Camaná, 25, 27, 72 Camerún 222 Canadá, 22, 113 Canal de Panamá, 97, 98 Canarias, 70 Cañete, 25, 27, 72, 220 Caplina, 27, 51, 245 Caravelí, 27 Carhuaquero, 257 Caribe, 3, 23, 135 Carrera de la Torre, Luis, 324 Carta Europea del Agua, 3, 31, 35, 78, 106, 315 Cascajal, 27 Casitas, 338 Casma, 27, 51, 72 Catacaos, 311 371

Catamayo-Chira, 192, 193, 217, 327 Cazaderos, 85, 184, 185, 187, 331, 332 CEDRO, 105 CEI, 223 Centro de Educación Inicial N° 107 Israel, 78 Centro América, 223 CENTROMIN, 102 Chala, 27 Chamán, 27 Chancay, 51 Chancay-Huaral, 27 Chancay-Lambayeque, 27, 257 Chao, 27, 51, 60 Chaparra, 27 Chaparri, 51 Charcani, 75 CHAVIMOCHIC, 51, 152, 159, 208, 210, 211, 216, 246, 249, 256, 257, 258, 259, 261, 306 Cherburgo, 104 Chicama, 27, 51, 52, 53, 54, 55, 60, 80, 152, 159, 210, 307 Chilca, 27, 50, 58 Chile, 71, 72, 73, 104, 130, 214, 345 Chili, 75 Chillón, 27, 58, 60, 62 Chimbote, 51 China, 22, 113, 195, 223, 298 CHINECAS, 51, 246, 256, 261 Chira, 25, 27, 75, 90, 96, 188, 217, 244, 245, 246, 248 293 Chira-Piura, 90, 184, 192, 218, 251, 252, 255, 291 Choclococha, 28 Chotano, 96, 245, 256 Chugungo, 73 Chungal, 184 Chuquitanta, 58 Cieza de León, 276 Coata, 25 Cobo, 274 Código del Medio Ambiente, 196 Colegio de Ingenieros del Perú, 72, 136, 276 Colombia, 190, 214, 222, 344 Colón, 97 372

Colorado, 314 Colorado State University, 303 Comisión de Integración Eléctrica Regional (CIER), 213, 214 Comisión Internacional de Riego y Drenaje, 324 Conchano, 96, 256 Concordia, 345 Condorcerro, 81, 82, 83, 84, 85, 88, 92, 93, 94 Condoroma, 52 Conferencia Mundial sobre el Agua, 3, 97, 101 Congo, 41, 222 Congreso de Irrigación, 257 Congreso Latinoamericano de Hidráulica, 254 Consenso de Lima, 3, 37, 120 Coquimbo, 71 Corea del Norte, 185 Corea del Sur, 185 Corrodus, 304 Costa Rica, 128, 222 Cuarto Congreso Nacional de Ingeniería Civil, 259 Cuba, 222 Cucureque, 51 Culebras, 27 Curibaya, 56 Custodio, 66 Cuzco, 232

D De Piérola, José N., 62 Delft, 195 Diez Esteban, P., 5 Dirección de Irrigación, 250 Domínguez, Bernardo, 6 Dourojeanni, 189 Dourojeanni, Marc, 218, 239, 241 Dracup, 169

E Ebro, 118 Ecuador, 103, 185, 188, 192, 214, 217, 222, 288, 290, 331, 344 Egipto, 49, 185, 326 Eguiguren, Víctor, 274 El Cairo, 49, 148 373

El Comercio, 7, 77 El Imperial, 220 El Salvador, 190 El Tigre, 41, 43, 44 Eliade, 5 ENERGOPROJEKT, 293 ESAL, 124 Escobar, Daniel, 250 España, 25, 59, 70, 97, 105, 114, 141, 207 Estados Unidos, 194, 207, 314 Estados Unidos de América, 22, 97, 98, 105, 113, 115, 122 Etiopía, 222, 326 Eufrates, 49, 50, 316 Europa, 20, 21, 59, 104, 115, 122, 223

F FAO, 4, 221, 251 Fenómeno de El Niño, 179, 277 Filipinas, 222 Finlandia, 22 Fondo de Población de la ONU, 126 Fort Collins, 303 Fortaleza, 27 Francia, 22

G Gabaldón, 121, 164, 168, 169 Galicia, 105 Galilea, 97 Gallito Ciego, 52, 184, 246, 248, 273 Garbrecht, 242 Garcilaso, 5 GOLDBERG, 157 Golf Bruce, 105 Golfo Pérsico, 49, 104, 316 Gómez Lora W., 253, 301 Gran Bretaña, 105, 303 Gran Canaria, 70 Grande, 27, 342 Grant, James P., 101 Green Peace, 105 Grupo de Trabajo de Nieblas, 72 Guatemala, 128 Guerra Mundial, 130 Guerra, Julio, 255 374

Gumbel, 274 Guyana, 128, 222

H Hall, Warren, 169, 180 Han-Gang, 185 Helsinki, 320 Herrera, Antonio, 276 Hierro Perú, 70 Holanda, 195 Honduras, 222 Hong Kong, 71 Huacachina, 60 Huancabamba, 96 Huancané, 25 Huancavelica, 232 Huánuco, 232 Huaraz, 57 Huarmaca, 311 Huarmey, 27 Huarmicocha, 28 Huascarán, 199 Huaura, 25, 27 Hufschmidt, 196

I Ica, 27, 60, 72, 232 Ilave, 25 Ilo, 70, 72, 183 Ilo-Moquegua, 27 INADE, 261, 288, 297 India, 22, 222, 223 Indonesia, 104, 195, 222, 223 INRENA, 19, 227 Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), 224 Instituto Nacional de Planificación, 171 International Comission on Irrigation and Drainage, 155 Irak, 316 Irán, 223 Irauadi, 41 Israel, 157 Israel, 194 Israel, 97 Israelsen, 115 Itaipú, 186, 214, 342 375

ITINTEC, 109

J Jamaica, 222 Japón, 104 Jarama, 183 Jequetepeque, 25, 27, 51, 96, 256, 257 Jequetepeque-Zaña, 96, 124, 184, 207, 210, 248, 249, 251, 252, 273 Jordán, 97 Juan, Jorge, 276 Junín, 28, 56, 79, 199, 232

K Kariba, 185 Keltani, 22 Kenia, 222, 326 Keynes, 166 KFW, 251 King, 1 Kumgangsan, 185

L La Atarjea, 65 La Haya, 319 La Leche, 51 La Libertad, 232, 307 La Pampilla, 104 La Paz, 345 La Plata, 41 La Serena, 72, 73 Laboratorio Nacional de Hidráulica, 250 Lachay, 71, 72 Lacramarca, 27 Lago Junín, 185 Lago Nassev, 185 Lago Nubia, 185 Lago Salado, 69 Laguna Blanca, 345 Lagunas de San Juan, 77 Lambayeque, 51, 220, 232 Langbein, 56 Lanzarote, 70 Laos, 222 Las Palmas, 70 376

Latinoamérica, 74, 135, 219, 254 Leguía, 220 Ley de Promoción de Inversiones en el Sector Agrario, 209 Ley General de Aguas, 193, 311 Lima, 39, 56, 57, 60, 61, 62, 64, 67, 70, 72, 74, 76, 77, 78, 95, 96, 101, 102, 104, 105, 124, 129, 130, 134, 137, 137, 143, 201, 232 Linda Chara, 331, 332 Lindh, 19, 113, 127 Llaucano, 96 Lluta, 345, 346 Locumba, 27, 56, 173, 183 López Camacho, 99 López Martínez, H., 275 López, Joaquín, 34 Loreto, 232 Los Castillos, 60 Los Ejidos, 251 Lurín, 27, 62

M Machu Picchu, 250 Madre de Dios, 25, 232 Madrid, 183 Mahaveli, 188 Maisch, Ernesto, 62, 65, 148 Majes, 96, 212, 218, 249, 250, 251, 253, 257 Mala, 27 Malasia, 222 Malpaso, 102 Mama Ocllo, 5 Manchara, 249 Manco Cápac, 5 Mantaro, 53, 56, 70, 74, 75, 102, 138, 172, 173, 182, 185, 245 Manu, 199 Manzanares, 183 Mar del Plata, 101 Mar Muerto, 69 Marcabelí, 184, 185, 187, 331, 332 Marcapomacocha, 53 Marcona, 72 Mariotte, 85 Masson, 237 Maure, 56, 245, 345 377

Mejía, 57 Mekong, 41 Mesopotamia, 49 México, 128, 129, 222, 223, 314 Miguel Checa, 245 Minamata, 103 Moche, 27, 51, 52, 54, 58, 60, 173, 307 Mochica, 51 Mollendo, 72 Montegrande, 184 Montevideo, 318 Moquegua, 72, 172, 232, 252 Morropón, 311 Motupe-La Leche, 27 Mozambique, 222 Mugica, Ramón, 278

N Naciones Unidas, 3, 200, 201, 206, 216, 288, 300, 324 Nairobi, 206 Nam Pong, 185 Namora, 96 Nazca, 58, 62 Negev, 97 Nepeña, 27, 51 New York, 168 Nilo, 49, 50, 75, 326 Norand, Paul, 128 Normas de Helsinki, 320 Norte América, 20, 21, 223 Noruega, 22, 113 Nueva York, 128

O Oberti, 189 Oceanía, 21, 223 Ocoña, 25, 27, 72 Olmos, 27, 96, 212, 220, 249, 252, 253, 260 Omas, 27 ONERN, 19, 24, 25, 26, 28, 29, 30, 96, 124, 171, 227, 236 Organización Meteorológica Mundial 114, 115 Oriente, 16, 33, 34 Orinoco, 41 378

P Pacaya-Samiria, 199 Pacífico, 24, 25, 27, 28, 29, 96 Paiján, 249 Países Bajos, 122 Pakistán, 186, 222, 223 Palma, Ricardo, 51 Palmales, 331 Pampas, 249, 252, 253 Panamá, 97, 98 Paracas, 199 Paraguay, 214, 342 Paraná, 129, 201, 342 Paranaíba, 342 París, 129 Pasco, 232 Pativilca, 25, 27 Patronato de Defensa de los Pantanos de Villa, 58 Paz Silva, Luis, 212 Peixoto, 22 Perrault, 85 Perú, 22, 24, 28, 50, 51, 56, 58, 70, 72, 95, 96, 100, 104, 105, 106, 113, 114, 127, 214, 222, 232 Pisco, 27 Pitay, 250 Piura, 27, 51, 77, 79, 80, 96, 153, 188, 191, 232, 245, 282, 310, 311 Poechos, 52, 75, 184, 244, 246, 248, 253, 291 Portovelo, 103, 331, 332 Puente Cincel, 76 Puente Sánchez Cerro, 79 Punchauca, 58 Puno, 232 Puquio Alto, 58 Puquio Bajo, 58 Puquio Larrea, 58 Puquio Santa Rosa, 58 Puyango-Tumbes, 85, 86, 102, 103, 155, 159, 162, 184, 187, 192, 193, 217, 327, 331

Q Qda. Bocapán, 27 Qda. Topará, 27 379

Quilca, 27 Quintanilla, Edgardo, 130, 234 Quito, 191 Quiulacocha, 102

R Racarumi, 51 Ramis, 25 Ramón, 311 Reglamento de la Libre Navegación de los Ríos, 314 Reino Unido, 122 República Dominicana, 222 Rica Playa, 284, 285 Rímac, 27, 53, 60, 75, 105, 162, 173, 182, 189, 275 Río de la Plata, 129 Rivva, Enrique, 109 Rodríguez, Rafael, 260 Rojo, 68 Rostworouski, María, 7 Ruanda, 326

S Sahara, 14, 59 Salas, José, 85, 89 Sama, 27 San Juan, 27 San Juan Baustista, 5 San Juan de Lurigancho, 78 San Lorenzo, 153, 218 San Martín, 232 Santa, 25, 27, 42, 45, 46, 51, 57, 81, 82, 83, 84, 85, 87, 88, 92, 93, 94, 96, 261, 267, 268, 272 Santa Cruz, 301 Santa Eulalia, 53 Santiago de Chile, 73, 224 Sechín, 51 Sechura, 311 Sena, 85 Shaw, Bernard, 128 Shiklomanov, 11, 19, 122 Shumaya, 249 Siria, 316 Soldi, Luis, 212 Somalia, 222 Sri Lanka, 188, 222, 223 380

Strasburgo, 31 Sud América, 20, 21, 223 Sudáfrica, 104 Sudán, 185, 326 Suecia, 122 Suiza, 105 Sumeria, 49 Supe, 27 Sutton, 220

T Tabaconas, 96, 249 Tacna, 51, 72, 172, 232, 252, 345 Tacora, 346 Tailandia, 185, 222 Talambo, 51 Talara, 338 Tambo, 25, 27, 183 Tanzania, 222, 326 Tarragona, 118 Tasmania, 21 Thiessen, 42 Tigris, 49, 50 Tijuana, 314 Tinajones, 52, 245, 246, 249, 250, 253, 251, 252, 256 Titicaca, 5, 23, 24, 25, 28, 29, 51, 53, 56, 96, 199, 245, 344 Tlaloc, 6 Tratado de la Región Amazónica, 344 Tratado de Lima, 345 Trujillo, 71, 72 Tumbes, 25, 27, 41, 43, 44, 151, 191, 192, 217, 232, 245, 264, 286, 287 Turquía, 316

U U.S. Geological Survey, 19 U.S. Weather Bureau, 303 Ucayali, 232 Uchusuma, 51, 96, 245, 345 Uganda, 222, 326 Ulloa, Antonio, 276 UNESCO, 118, 182, 194, 206 Unicape, 249 UNICEF, 101 Unión Soviética, 19, 20, 22, 24, 113, 381

122, 251 Universidad de Piura, 77 Universidad Nacional de Ingeniería, 250 Uruguay, 129, 214 USA, 223

V Ven Te Chow, 42 Venezuela, 128, 143, 168, 214, 222 Ventanilla, 104 Viena, 314 Vietnam, 222 Villa, 57, 58 Vinces Araoz, Alejandro, 77 Viñas y Reyes, M., 244 Virú, 27, 51, 60, 72, 307

W Washington, 327 Wiener, 37, 62, 63, 64 Wiener, Aaron, 166, 233 Worldwatch, 33 Wyrtki, K., 277

Y Yakarta, 195 Yap Salinas, H., 219 Yauca, 27 Yevjevich, 89, 299, 304 Yugobank, 251 Yugoslavia, 22 Yuracmayo, 65

Z Zaire, 222, 326 Zambeze, 185 Zambia, 222 Zamora, 238 Zaña, 27, 51, 96, 274 Zaruma, 103 Zarumilla, 27, 338 Zegarra, Jorge M., 51 Zimbahue, 222

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