Gomez Torrego Leonardo - Valores Gramaticales De Se.pdf

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CUADERNOS DE LENGUA ESPAÑOLA l

Valores gramaticales de

A

A R C O /L lB R O S ,S .L.

O

“SE”

Leonardo Gómez Torrego

Valores gramaticales de

A

ARCO/LIBROS,S.L.

CUADERNOS DE

Lengua Española Dirección: L. Gómez Torrego

1.a edición, 1992. 1.a reimp., 1994. 2.a reimp., 1996. 3.a reimp., 1998. 4.a reimp., 2005.

© by Arco Libros, S.L., 2005 Juan Bautista de Toledo, 28. 28002 Madrid ISBN: 84-7635-113-5 Depósito legal: M. 31.294-2005 Printed in Spain - Impreso por Lavel, S. A. (Madrid)

ÍNDICE P ág.

I n t r o d u c c ió n ......... ..................................................................................................

7

Se p ro n o m b re p e r s o n a l ............................................................................

9

1. 2.

Se r e f l e x i v o ......................................................................................................

10

E sq u e m a ................................................................................................................ Desarrollo ............................................................................................................. P ron om bre reflexivo con función n o m in a l..................................... Pron om bre recíp roco con función n o m in a l.................................. P ron om b re reflexivo sin fu nción nom inal, co m p o n en te de verbo p ro n o m in a l........................................................................................

10 13 13 17 20

Se n o p r o n o m i n a l.........................................................................................

25

E sq u e m a ................................................................................................................. D e sa rro llo ............................................................................................................. Se co m p on en te v e r b a l................................................................................ Se co m p on en te o r a c io n a l............................................1...........................

25 26 26 28

D esviaciones

n o r m a t iv a s .........................................................................

33

E je r c i c io s .....................................................................................................................

43

S<)! XJCIONES A LOS EJERCICIOS ............................. ...............................................

47

limUOGRAFÍA................................................................................................................

53

!i.

4.

INTRODUCCIÓN

Con este trabajo tratamos de presentar y explicar una clasifi­ cación de los muy variados usos de / se / en la sintaxis española, sin que se nos escape la dificultad que ello entraña y lo move­ dizo del terreno, pues la línea que separa tales valores río siem­ pre es nítida. Asimismo, abordaremos aspectos normativos de / se / a lo largo del trabzyo, de manera especial en la parte úl­ tima. En realidad, son sólo tres los valores generales sintácticos de SE, aunque hay que hablar de usos como variantes de cada uno de ellos. En efecto, existe un se pronombre personal, un SE reflexi­ vo (con sus variantes) con carácter pronominal y un se no pro­ nominal (con sus variantes de impersonalidad y p asiva refleja entre otros).

I.

SE PRONOMBRE PERSONAL

Como es bien sabido, el se pronombre personal procede, a di­ ferencia de los otros, de un demostrativo latino, concretamente del dativo latino illi (c. indirecto), que en unión del acusativo illum -am -ud, illos, -as (c. directo) evolucionan conjuntamente hasta desembocar en la forma se actual: illi + illum (-am, -ud ...) > elliello > yelo > zelo (escrito ge lo) > se lo... En la Edad Media se usó la forma gelo (pronunciada zelo). Esa consonante prepalatal evolucionó hasta una sibilante alveo­ lar s. Podemos, pues, decir que esta forma se es en el sistema del castellano actual una variante com plementaria de le(s) (forma esta última que también procede de illi(s)). Aparece la forma se en vez de le(s) siempre que vaya seguida de un c. directo lo, la, los, las. Por tanto, una regla de nuestra gramática es: le(s) > + lo, la, los, las =» se + lo, la, los, las Ej.: «Di un premio a María» => «Le di un premio»—» —» «se lo di». Según lo dicho hasta ahora, este se siempre desempeña en castellano la función de c. indirecto. Sin embargo, sólo hay un caso en que parece ser una variante de lo, es decir, un c. directo. Sucede esto cuanto tenemos construcciones con el verbo «lla­ mar» y un predicativo. Veamos:

i

Llaman

tonto \ a Juan. predicat

Se

lo

c. directo

predicativo

c. dir.

llaman.

I

11

Lo\ llaman c. dir.

tonto. predicativo

10

VALORES GRAMATICALES DE “SE”

No parece haber duda de que Juan es el c. directo, ya que, como se ve, se pronominaliza con lo y, además, su pasiva sería: Juan

es

llamado

sujeto

tonto. predicativo

Por tanto, en este caso tendríamos la siguiente regla: Lo(s) c. directo

+ lo predicativo

se + c. directo

lo

predicativo

El s e pronom bre personal puede llevar explícito un nombre al que se refiere. Cuando éste va delante, decimos que se posee valor anafórico; cuando va detrás, valor catafórico: I A tu hija j | se | lo di t _______I I Se | lo di | a tu hija | I_____________ t

(anafórico). (catafórico).

En estos casos, la función del pronom bre y del nombre al que se refiere siempre es la misma: c. indirecto. Todos los demás se proceden históricamente de se reflexivo latino. Pero hay que distinguir dos tipos claros: un se con carác­ ter pronominal (reflexivo o recíproco, con función nominal o desfuncionalizado) y un se con carácter no pronominal, pues no participa de ningún paradigma pronominal ni tampoco desem­ peña función nominal alguna. Son los casos de impersonalidad sintáctica y de pasiva refleja que comentaremos en su momento. Pasamos, pues, a comentar estos dos tipos de se con sus varian­ tes correspondientes, haciendo antes una clasificación de éstas: % SE REFLEXIVO a)

E sq uem a

1.

Pronombre reflexivo con fundón nominal 1.1.

C. directo 1.1.1. Con sujeto-agente: Juan se lavó. 1.1.2. Con sujeto-causa: Juan se afeitó en la barbería.

Mí REFLEXIVO

11

1.1.3. Con atributo o predicativo: Juan se considera culpable. Juan se cree simpático. 1.1.4. Con sujeto-paciente o experimentador con el rasgo de [-voluntariedad]: Juan se golpeó en la cabeza al salir del coche. 1.2.

C. indirecto 1.2.1. Con sujeto-agente: Juan se lavó la cara. Juan se __ muerde las uñas. 1.2.2. Con sujeto-causa: Juan se cortó el pelo en la pelu­ quería. 1.2.3. Con sujeto-paciente o experim entador con el rasgo de [- voluntariedad]: Juan se hizo una herida al salir por la puerta.

1.3.

Dativo 1.3.1. Con el pronom bre como elem ento expletivo (no necesario): Juan se comió todo el pastel Juan no se cree todo lo que has dicho Juan se olvidó la cartera en clase Juan se lo jugó todo a la lotería Juan no se sabe bien la lección. 1.3.2. Con el pronombre como elemento necesario: Juan se gana la vida como puede Los toreros se juegan la vida delante del toro Juan se saltó un semáforo Juan se llevó (se trajo) el dinero El se lo pierde_ Juan se las arregla como puede Debe apañárselas como pueda.

2.

Pronombre recíproco con fundón nominal 2.1. C. directo: Juan y Pedro se odian. 2.2. C. indirecto: Juan y Pedro se pegaron [una paliza], 2.3. C. indirecto o ¿suplemento?: Juan y Pedro no se hablan. Juan y Pedro no se tratan.

12

3.

VALORES GRAMATICALES DE “SE’

Pronombre reflexivo sin función nominal (desfuncionalizado): componente o morfema de un verbo pronominal: 3.1.

Con verbos transitivos intransitivados con

se

3.1.1. Con sujeto animado y experimentador o agente: Juan se durmió en la conferenáa (compárese con «Juan durmió al niño»). Juan se levantó de la inesa (compárese con «Juan levantó a su hijo de la mesa»). Juan se separó un poco (compárese con «Juan se­ paró a su hijo un poco»). Juan se puso nervioso (compárese con «Juan puso nervioso al profesor»). Juan se asusta de las tormentas (compárese con «A Juan lo asustan las tormentas»). Juan se examinó ayer (compárese con «A Juan lo examinaron ayer»). Este chico se llama Juan (compárese con «A este chico lo llaman Juan»). 3.1.2. Con sujeto no animado y afectado por la ac­ ción del verbo: La piedra se movió (comp.: «alguien / algo movió la piedra»). La puerta se abrió (comp.: «alguien / algo abrió la puerta»). Se ha roto el cristal (comp.: «alguien / algo ha roto el cristal»). Se ha llenado el estadio (comp.: «alguien [la gente] ha llenado el estadio»). El cielo se ha cubierto de nubes (comp.: «las nubes han cubierto el cielo»). 3.1.3. Con verbo seguido de un infinitivo: Se echó a llorar Se decidió a salir Se negó a abrir la boca.

SK REFLEXIVO

3.2.

13

Con verbos intransitivos que se corresponden con los mismos verbos no pronominales 3.2.1. Con sujeto animado: Juan se marchó de casa (comp.: «Juan marchó al campo»). La gente se salía del estadio (comp.: «La gente salía del estadio»). Juan se murió de infarto (comp.: «Juan murió de infarto»). Juan se preocupa de sus hijos (comp.: «A Juan le preocupan sus hijos»). Juan se alegra de tus triunfos (comp.: «A Juan le alegran tus triunfos»). 3.2.2. Con sujeto no animado: El agua se sale del vaso / El vaso se sale.

3.3.

Con verbos intransitivos sin correspondencia con otros dél mismo lexema no pronominales (no existen): Juan se queja de todo / *Juan queja... Pedro se atragantó / *Pedro atragantó... Nunca se entera de nada / *Nunca entera...

I>)

D e sa rr o llo

I,

Pronombre reflexivo con función nominal

En 1.1. la forma/sEj)s en todos los casos pronombre reflexivo, pues forma parte d elp arad ig m a pronom inal átono reflexivo: «me Íavé7"fé lavaste, nos lavamos, os lavasteis»; y en todos los ca­ non, la función nominal es la de c. directo, pues es conmutable por las formas de acusativo lo, la, los, las: «lo lavó», «lo afeitó», «lo considera», etc. Ahora bien, no todos los ejemplos de 1.1. son homogéneos. En efecto, 1.1.1 y 1.1.3. admiten el refuerzo reflexivo tónico a s í m ism o , lo que no es posible en 1.1.2. ni en 1,1.4. En el prim er caso, porque el sujeto puede no ser un agen­ ta (condición necesaria para el refuerzo reflexivo), sino una cau­ sa; es decir, el sujeto es el que hace o manda que lo afeiten. Se

14

VALORES GRAMATICALES DE “SE’

trata, por tanto, de construcciones con verbo causativo. Por otra parte, la conmutación de se por lo en la construcción causativa o factitiva con «hacer» o «mandar» corrobora la función de c. directo de s e : Juan hizo (mandó) que lo afeitaran en la barbería. En el segundo caso, el sujeto tampoco es un agente, sino más bien un paáente o experimentador si entendemos que el rasgo de [- voluntariedad] preside la acción verbal (de haber voluntarie­ dad en el sujeto, la frase sería idéntica a la de 1.1.1.). De ahí la imposibilidad del refuerzo reflexivo a sí mismo; mas esto no im­ pide que SE sea un c. directo como lo es lo en Juan lo golpeó en la cabeza al salir del coche, al margen de si hay o no intencionalidad por parte de Juan. No obstante, en este caso «Juan» es agente, voluntario o no, y no lo es en 1.1.4. En todos los casos de 1.2., SE es siempre pronom bre, pues como en los casos de 1.1., forma parte del paradigma átono re­ flexivo (me, te, nos, os). La función de c. indirecto se justifica por su equivalencia funcional con el pronombre le por el que se puede sustituir («Juan le muerde las uñas; le lava la cara; le cor­ tó el pelo (hizo que le cortaran el pelo); le hizo una herida...»). Precisamente la construcción factitiva correspondiente a 1.2.2. sería: Juan hizo (o mandó) que le cortaran el pelo. Sólo en los ejemplos de^l.2.1. cjabe el refuerzo de a sí mismo. pues el sujeto es agente: erTTr2.2^es un sujeto-causa (si fuera agente, la frase sería idéntica a la de 1.2.1.), y en 1.2.3. un pa­ áente o experimentador (si no hay voluntariedad), por lo que no es posible dicho refuerzo reflexivo. Hay que destacar que los casos de 1.2.3., así como los de 1.1.4., admiten un tipo de agente-medio con la preposición con, que permite transformaciones del tipo siguiente: Juan se hizo una herida con la puerta / La puerta hizo una herida a Juan.

SI- KKI'LKXIVO

15

Por otro lado, la diferencia fundamental de estos casos de 1.2. con los de 1.3. es que en aquellos es posible la equivalencia sin­ táctica de se y le, y en éstos rio: «Juan le hizo una herida» frenir ¡i «!f:Los toreros le juegan la vida». Kn muchos casos de 1.2.1. (los que presentan un c. directo referido a partes del cuerpo hum ano), el pronombre s e y el ar­ tículo pueden sustituirse por el posesivo correspondiente: Juan muerde sus uñas Juan lava su cara Juan tapa sus piernas. A este si*: (también a me, te, nos, os) se le conoce como una varlant.e del dativo simpatético posesivo. No obstante, hay diferencias semántico-pragmáticas entre las construcciones de se y las del posesivo. En aquéllas se pone de relieve (se «topícaliza») el actor («Juan»); en éstas, el c, directo. En 1.3., la forma s e sigue siendo pronom bre, pues sigue e
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VALORES GRAMATICALES DE “SE’

ríante del c. indirecto (dativo de interés o ético para muchos gramá­ ticos), sino como una función autónoma. Los casos de 1.3. no admiten refuerzo reflexivo alguno. Son agramaticales oraciones como: *Juan se comió a sí mismo un pastel *Juan no se sabe a sí mismo la lección *Juan se saltó a sí mismo un semáforo. Por otro lado, estas oraciones con dativo exigen además un c. di­ recto, por lo que siempre son transitivas. Este rasgo las diferencia de las de 3., que siempre son intransitivas. Se suele decir que el pronombre en función de dativo (me, te, se, nos, os) es siempre expletivo, o sea, innecesario. Esto es verdad en los casos como los de 1.3.1. (salvo diferencias estilístico-semánticas de mayor o m enor participación o «afectación» del sujeto en la acción verbal), y no en los de 1.3.2., pues está claro que o bien resultan agramaticales o bien significan algo distinto las oraciones siguientes: *Juan gana la vida como puede *Los toreros juegan la vida Juan saltó un semáforo (otro significado) Juan llevó el dinero (otro significado) Juan lo pierde (otro significado). Los dos últimos ejemplos de 1.3.2. son especiales, ya que el pronom bre las es obligatorio y sin referente, p o r lo que en estos casos cabría hablar de verbos doblemente pronominales, próximos a la locución verbal: «arreglárselas», «apañárselas», etcétera. Los ejemplos de 1.3.2. parecen ocupar una zona intermedia entre los de 1.3.1. y los de 3. En efecto, comparten con aquéllos el hecho de tener un c. directo; y. con éstos, el hecho de que se (me, te, nos, os) es necesario para el verbo. Son como verbos semipronominales. En realidad, esto ocurre o bien cuando el ver­ bo muestra un uso figurado («saltarse» el semáforo: metáfora), o bien cuando se trata de frases más o menos fijas, semilocuciones: «ganarse la vida», «jugarse la vida», etc. Véanse, si no, las diferencias siguientes:

17

M REFLEXIVO

Saltarse un semáforo / saltar(se) una valla Ganarse la vida /\ganar(se) mil pesetas. 2. I Pronombre reciproco con fundón nominal Los casos de 2. han sido considerados a veces como meras variantes de los de 1.; es decir, la redprocidad no sería sintáctica­ mente diferente a la reflexividad, aunque lo sea semánticamente. De todas formas, una prim era característica diferenciadora es que las construcciones de % nunca admiten refuerzos reflexivos y hí otros de tipo recíproco como mutuamente, entre sí, e l uno y e l otro, el uno con (a l) e l otro, etc. En segundo lugar, las esinicturas profundas de la reciprocidad son distintas de las de la rellexividad. En aquéllas hay dos oraciones («Juan y Pedro se odian» -> «Juan odia a Pedro y Pedro odia a Juan»); mientras que en éstas sólo una («Juan se peina —>Juan peina a Juan»), por lo que las transformaciones también serán distintas. Kslá claro que, en 2., s e es un pronombre, pues pertenece al paradigma pronominal átono, aunque ahora, debido al carácter hlural de la reciprocidad, sólo comparte ese paradigma con las mimas de plural (nos, os). l,as funciones nominales de c. directo y c. indirecto en 2.1. y 2.2., respectivamente, se justifican una vez más por las con­ minaciones con lo, la, los, las y le, les: Juan y Pedro lo odian. Juan y Pedro le pegaron. En 2.3., no obstante, la función de s e bien puede ser la de (i, indirecto, pero también la de suplemento, pues las formas que Hllbyacen pueden ser las de a) o las de b): a) Juan no (le) habla a Pedro y Pedro no (le) habla c. Indir.

a Juan. c. Indir,

b)

Juan no (se) habla con Pedro y Pedro no (se) habla suplemento

con Juan. suplemento

18

bre

VALORES GRAMATICALES DE “SE”

Es frecuente creer que la reciprocidad reside en el pronom­ se en casos como los de Juan Juan Juan Juan

y y y y

María María María María

se casaron se enemistaron se acuestan juntos se han enamorado,

cuando está claro que se desprende del significado de todo el verbo pronominal (casarse, enemistarse, acostarse, enamorarse). En estos ejemplos, se carece de función nominal y sólo es un mero componente verbal como en los casos de 3., pues no se­ rían gramaticales en la sincronía actual frases como: *Juan casa con María y María casa con Juan *Juan enemistó con María y María enemistó con Juan *Juan acuesta con María y María acuesta con Juan, etc. Lo gramatical será: Juan se casa con María y María se casa con Juan Juan se enemistó con María y María se enemistó con Juan Juan se acuesta con María y María se acuesta con Juan. Etc. Es evidente que en estas frases existe un valor semántico de reciprocidad, pero no lo marca s e , que es aquí un mero com­ ponente verbal, sino el significado de los verbos pronominales, tal y como ocurre en oraciones de valor recíproco y donde no aparece ningún elemento pronominal: Juan y María no simpatizan Juan y María discuten a menudo El Madrid y el Barcelona juegan hoy la final de la Copa. Existen casos en que la reciprocidad se da bien con el verbo pronominal, bien con la forma no pronominal del mismo ver­ bo. De ejemplos como r Juan (se) pelea con Pedro y Pedro (se) pelea con Juan

SK KKI'I.KXIVO

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podemos obtener tanto a) como b): Juan y Pedro pelean [e n tr e b) Juan y Pedro se pelean.

a)

sí]

()(rus veces, la reciprocidad que se desprende de frases con ver­ bo pronominal se diferencia de la proveniente de frases con la forma verbal idéntica no pronominal en que en aquéllas el ver­ bo rige un suplemento, mientras que en éstas el verbo rige un c. tllmto o un c. indirecto. V. gr.: María y Juan se encontraron de casualidad jJUClle re s p o n d e r a

a)

María encontró a Juan de casualidad y Juan encontró a María de casualidad

(tm este ca so , se es u n c. d ir e c t o ).

C) bien a b)

María se encontró con Juan de casualidad y Juan se en­ contró con María de casualidad

(tm osle caso, se es un com ponente del verbo pronominal en­ murarse). Obsérvese que la locución «de casualidad» es redun­ dante en b), pero es necesaria en a), pues en este caso también NU podría querer decir que el hallazgo es el resultado de una búsqueda. Veamos otros ejemplos: María y Juan no se entienden p uede p ro ce d e r de

a)

María no entiende a Juan y Juan no entiende a María

U)W este ca s o , SE es u n c. indirecto).

if 0 bien de 1?)

María no se con María

e n tie n d e

con Juan y Juan no se

e n tie n d e

20

VALORES GRAMATICALES DE "SE”

(en este caso, derse).

se

es com ponente del verbo pronom inal enten­

Por otro lado, en oraciones como Juan y Pedro se llevaron el dinero, a pesar del significado de «conjunto» o de «unión» entre Juan y Pedro, el significado no es de reciprocidad (no es «Juan llevó el dinero a Pedro y Pedro llevó el dinero a Juan»), sino reflexi­ vo, si bien se trata de casos de reflexividad muy próximos a los que proceden de verbos pronominales, pues podríamos pensar en este caso en un verbo llevarse muy parecido a otros como apo­ derarse [de] o escaparse [con]. En este caso, además, el refuerzo reflexivo es el de consigo [mismos]y no el de a sí mismos. Hay que tener en cuenta que muchas oraciones fuera de contexto o situación resultan ambiguas: pueden ser reflexivas o recíprocas: Juan y Pedro se peinan puede responder a la reflexividad de Juan peina a Juan (se peina) y Pedro peina a Pedro (se peina) o a la reciprocidad de Juan peina a Pedro y Pedro peina a Juan.

3.

Pronombre reflexivo sin función nominal, componente de verbo pronominal

En los casos de 3. la forma se sigue siendo pronom bre pues comparte el paradigma de pronom bres átonos, pero está desfuncionalizada al ser un mero morfema o com ponente verbal. Dicho de otra manera, son los casos que corresponden a los au­ ténticos verbos pronominales, pues para significar lo que signi­ fican y tener el régimen sintáctico que tienen es imprescindible que se ( o me, te, nos, os) se una al verbo formando con él una unidad, si no morfológica, sí sintáctica, indivisible.

SE REFLEXIVO

21

I/a diferencia de todos los casos de 3. con los de 1.3.2. es que en 3. los verbos o son intransitivos (3.2., 3.3.), o han pasa­ d o a ser intransitivos con SE (3:1.). Así pues, en 3.1. los verbos son todos ellos transitivos que H<‘ han intransitivado por la inclusión del pronombre, y o bien han pasado a significar algo distinto del verbo no pronominal (}J.1. 1.), o bien muestran un com portam iento sintáctico pecu­ liar. En efecto, si tomamos como referencia los casos de 3.1.1. (W evidente que los verbos «dormir», «levantar», «separar» no Henifican lo mismo con el pronom bre que sin él. Así, en Juan durmió al niño Imy un significado factitivo parecido al de «Juan hizo que el lliño durmiera». No es éste el significado de «Juan se durmió», pues no es desglosable en *«Juan hizo que Juan se durmiera» o til) *«Juan se hizo dormir». Eso quiere decir que una posible esH'uctura profunda de «Juan se durmió» nunca podría ser la de «Juan durmió a Juan»; por tanto, difícilmente podríamos consi­ derar a s e (al pronom bre) con función nominal de c. directo>, piles no es equivalente a lo, ya que en «Juan lo durmió» apare­ ce el primer significado de «dormir». Una vez más, el significa­ do como control es necesario para valorar los resultados de una Conmutación. La conclusión parece clara: en nuestra lengua hay liu verbo «dormir» y un verbo «dormirse»; un verbo «levantar» y un verbo «levantarse»; un verbo «separar» y un verbo «sepaNtrno», etc* Y en los diccionarios deberían aparecer como entra­ das diferentes. Es evidente también que los distintos significados (le «dormir» y «dormirse», etc., actúan sobre la significación del Nivelo, que es agente con los verbos no pronominales, y experitiimtador en muchos de los pronominales. * Existen otros verbos pronominales cuyos significados están ItÚn mucho más lejos de los que presentan los mismos verbos (lo pronominales. Piénsese, por ejemplo, en «acordarse» y «acordiU »; o en «negarse» y «negar», etc. En 3.1.1. hemos incluido también ejemplos cuyo verbo pro­ nominal adquiere un valor copulativo o semicopulativo («Juan se )1.180 nervioso», «Juan se encuentra triste», «Este chico se llama lililí»). Los últimos tres ejemplos de 3.1.1., por su parte, son pecullillUH, pues se corresponden, sin cambios semánticos notables,

1

22

VALORES GRAMATICALES DE “SE’

con estructuras sin verbo pronominal, en las que el sujeto pasa a c. directo: Juan se asusta de las tormentas las tormentas asustan a Juan Juan se examinó ayer —>Ayer examinaron a Juan Este chico se llama Juan —>A este chico lo llaman Juan. Los verbos «entrenar(se)» y «calentar(se)» constituyen casos es­ peciales por cuanto parecen actuar como sinónimos y con valor sintáctico idéntico en Hugo se entrena todos los días a las ocho / Hugo entrena... Hugo se calienta en la banda / Hugo calienta... Es decir, los verbos «entrenar» y «calentar» actúan como in­ transitivos aun sin la forma pronominal. No obstante, son usos que los normativistas condenan por considerar que su uso nor­ mal es el de transitivos: «entrenar a alguien»; «calentar algo». Actualmente son muchos los verbos que siguen esta línea des­ viada. Y así, los locutores deportivos nos bombardean con frases como «El Madrid y el Barcelona enfrentan esta tarde»; «sólo cla­ sifican dos para la final», etc.; y fuera del m undo deportivo he­ mos oído «Mi hijo licencia el próximo mes»; «este chico no con­ trola bien» (por «no se controla»); «Juan alucina cuando ve esta casa» (por «...se alucina...»). En 3.1.2. el verbo pronominal se ha formado también a tra­ vés de un verbo transitivo intransitivado por el pronombre, pe­ ro con sujeto no animado y afectado por la acción del verbo: «la piedra», «la puerta», «el cristal», «el estadio», «el cielo» han su­ frido un cambio. En este sentido se trata de los verdaderos casos de voz media junto a aquellos otros en que el sujeto es humano pero no agente, del tipo «Juan se accidentó con el coche». Por otro lado, existe una clara relación entre las oraciones de este tipo con verbo pronominal, con otras en que el sujeto pasa a ser objeto: el verbo deja de ser pronominal y se hace obligada la presencia de un sujeto-agente o sujeto-causa: La piedra se movió —>alguien (algo) movió la piedra La puerta se abrió —>alguien (algo) abrió la puerta Se ha roto el cristal —>alguien (algo) ha'roto el cristal Se h(a llenado el estadio —>La gente ha llenado el estadio

SK IUÍFLEXIVO

23

El cielo se ha cubierto de nubes —>Las nuebes han cubierto el cielo. I^xlste, por tanto, entre ambos tipos de oraciones una relación (aditiva, y las estructuras intransitivas se acercan a las pasivas rt'fhjas. Los casos de 3.1,3. tienen de particular que se trata de consl mociones de infinitivo con verbos pronominales (auxiliares o no) Mullidos de la preposición a. Estos verbos, cuando no son pro­ nominales, son transitivos, pero no rigen infinitivo: *Lo puso a llover / Lo puso endma *Lo deddió a salir / Lo deddió en poco tiempo *Lo negó a abrir la boca / Lo negó siempre. En estos casos, no cabe duda del valor pronominal de se al lormar parte del paradigma pronominal átono {me puse a, me de­ cidí a, te negaste di ...). Hay que advertir que en una misma frase pueden aparecer dos verbos pronominales seguidos: el principal y el subordinado n i infinitivo, o el auxiliar y el auxiliado también en infinitivo: Se deddió a sentarse Se puso a quejarse Se negó a quedarse. En 3.2. se recogen aquellos verbos pronominales intransiti­ vos que, de alguna forma, mantienen alguna diferencia sintácti­ ca, semántica o estilística con los mismos verbos no pronomina­ les, pero también intransitivos. Son muchas las parejas de este Upo como «ir/irse», «morir/morirse», «marchar/marcharse»; «reír/ reírse», «salir/salirse».,. Dado el carácter eminentemente h!ti láctico de este trabajo no entramos aquí en las diferencias se­ mánticas y /o estilísticas que se. dan entre los componentes de í'Hlas oposiciones, pero sí conviene señalar que, si bien en cierlo.s contextos se neutralizan (se puede optar por una u otra for­ ma), en otros se oponen claramente. Piénsese, por ejemplo, en las diferencias entre: Juan salió a la pizarra / *Juan se salió a la pizarra Juan se fue de casa / *Júan fue de casa

24

VALORES GRAMATICALES DE “SE”

Cervantes murió en 1616 / *Cervantes se murió en 1616, etc. Los dos últimos ejemplos de 3.2.1. son especiales, pues exis­ te una clara correspondencia con verbos bipersonales no pro­ nominales que com portan el mismo lexema que los pronom i­ nales correspondientes, siempre y cuando el sujeto de las construcciones con verbo pronominal se convierta en c. indirec­ to en las otras construcciones, y el suplemento en sujeto: Juan se preocupa de sus hijos / sujeto

suplemento

A Juan le preocupan sus hijos c. indirecto

sujeto

Juan se alegró de nuestra visita / sujeto

suplemento

A Juan le alegró nuestra visita c. indirecto

sujeto

Juan se cansa de su novia / sujeto

suplemento

A Juan le cansa su novia c. indirecto

sujeto

Todos los verbos pronominales deben tener entrada propia en los diccionarios, separados de los correspondientes no pronomi­ nales. En 3.2.2. tenemos un caso muy peculiar donde actúa el fe­ nómeno de la metonimia. En efecto, frases como: Este cubo se sale Este vaso se desborda. proceden por metonimia de El agua se sale de este cubo El agua se desborda de este vaso. En cualquier caso, se trata siempre de los verbos pronominales salirse y desbordarse.

m NO PRONOMINAL

25

Kn las oraciones de 3.3. tenemos verbos intransitivos pronomi­ nales, que no entran en oposición con otros no pronominales con el mismo lexema porque éstos no existen. Es decir, no hay en castellano los verbos «quejar», «arrepentir», «atragantar», ■•cnicrar», y sí «quejarse», «arrepentirse», etc. Es con esta forma mi-; como debieran entrar en los diccionarios, pues una entrada como «quejar» no responde a la realidad lingüística de la len­ gua española por mucho que luego se diga U. c. prnl. («úsase como pronominal»).

M. SE NO PRONOMINAL ¡0

E sq uem a

I,

Componente o morfema verbal 1.1.

Con verbos doblemente pronominales y bipersonales: Se me antojó un pastel No se me ocurre nada.

1.2.

Con sujeto no animado y no afectado por la acción del verbo. Valor «cuasi-pasivo»: Se produjo una enorme explosión Se originó un enorme revuelo Se desencadenó una discusión acalorada.

U,

Componente o morfema oracional sin valor pronominal ni funcional 2.1. En oraciones de pasiva refleja 2.1.1.

Con sujeto no oracional: Se solicitó permiso a la Autoridad Se venden pisos Estos libros no se venden Se eligieron nuevos representantes.

2.1.2.

Con sujeto oracional: Se dice que va a haber guerra No se sabe cuántos alumnos han aprobado No se sabe quiénes han aprobado.

26

VALORES GRAMATICALES DE “SE’

2.2.

En oraciones impersonales 2.2.1.

Con verbos transitivos y c. directo con a o sin a: Se recibió a los turistas Se aplaudió a los jugadores Se habla idiomas.

2.2.2.

Con verbos intransitivos: Se vive bien en Madrid Se trabaja mucho en esta casa.

2.2.3.

Con verbos copulativos o semicopulativos: Se está sano cuando se sabe comer Se es feliz siempre que uno quiere A veces se llega cansado a casa.

b)

D esa r r o llo

1.

S e componente verbal

En este apartado 3 recogemos todos aquellos casos en que ya no es pronombre desde el momento en que no entra a for­ mar parte del paradigma pronominal átono; es decir, en su lu­ gar no caben las formas me, te, nos, os. Distinguimos dos subferupos claramente diferenciados. En el primero (1 [1.1. y 1.2.]) lia forma se sigue siendo un mero componente del verbo. Por tan­ to, sigue tratándose de verbos pronominales, aunque, como he­ mos dicho, sólo cabe en ellos la forma se y no las otras. En el segundo (2 [2.1. y 2.2.]), la forma se es_ya^un^componente oradonal, e s decir, recubre a toda la oración haciendo qué está pue^ 3e..-ser_cla«|icádarcomÓ pasiva refleja o impersonal. En este casóT pues, no es posIblFlíábl ar ya de~ verbó lproñom inales. En 1.1. los verbos pronominales son doblemente pronom i­ nales *, pues además de la forma se necesitan de otro pronom ­ bre átono para poder funcionar. Este último siempre es átono y desempeña la función de c. indirecto. Así pues, no hay en castese

* A unque sin cró n icam en te SE ya n o es un p ro n o m b re, sí lo es h istóricam en te. P o r eso p odem os seguir h ab lan do de verbos pronominales y doblemente pronominales.

\/<; N O PRONOMINAL

27

llan o un v e rb o « a n to ja r» ni u n v e rb o « a n to ja rs e » , sin o u n v e rb o «¡iiM ojársele» (lo m ism o c a b e d e c ir d e « o c u rrírs e le » , e t c .) , y así d e b e ría n e n tr a r e n los d ic c io n a rio s :

Se me (te, os, nos) antojó un pastel /*Se antojó un pastel Se me (te, nos, os) ocurrió decírselo /*Se ocurrió decírselo. Sólo en estratos vulgares aparece a veces un verbo «antojarse» cnn el significado y régimen de «encapricharse»: *Me antojé de eso. Un caso especial en castellano lo constituye el verbo «olvi­ dar»: puede aparecer como no pronominal en Olvidé decírselo', rumo pronominal en Me olvidé de decírselo / se olvidó de decírmelo; y como doblemente pronominal en: Se me (te, nos, os) olvidó decírselo. Además puede aparecer con un se dativo con carácter expletivo contextos como:

ni

Juan se olvidó la cartera en clase / Juan olvidó la cartera... KxíhUmi e n c a ste lla n o b a sta n te s v e rb o s q u e p u e d e n a c tu a r c o m o c o m o doblemente pronominales:

¡nonominales y

Se me quedó la cartera dentro / Se quedó la carleta dentro. Se me cayó el lápiz al suelo / Se cayó el lápiz al suelo. Kn algunos de estos casos, el pronombre átono c. indirecto posee lili valor simpatético: Se quedó mi cartera dentro. Kn 1.2. se recogen unas construcciones con verbos pronomina­ les de valor «cuasi-pasivo». Están muy cerca de las construccio­

nes de pasiva refleja, si bien no son aún equivalentes a las pasiVHn normales con «ser». En, por ejemplo, Se originó una catástrofe Se produjo una explosión,

28

VALORES GRAMATICALES DE “SE”

no podemos establecer la equivalencia con *Fue originada una catástrofe *Fue producida una explosión. Mientras que sí lo podemos hacer con Se anunciaron las noticias (= Fueron anunciadas las noticias). (pasiva refleja)

trata, por tanto, de construcciones a caballo entre las pasivas reflej as y_ las! dEI«£üdDi^^pro.n^m Es posi51e~ qae~err-estos casos podamos seguir hablando de Tos verbos «originarse», «pro­ ducirse» o «desencadenarse». 2.

Se componente oracional

Los ejemplos de 2. constituyen oraciones en que SE ni es ya sincrónicamente un pronombre ni desempeña función nominal alguna. Se limita a marcar las oraciones de 2.1. como pasivas reflejas y las de 2.2. como impersonales. No podemos hablar ya de~verbos pronominales («elegirse», «solicitarse», «venderse», «decirse»...) porque se va más allá del verbo: es un componente oracional. O tra diferencia importante de este se con todos los anterio­ res es que apunta a una categoría semántica (no sintáctica) de actor o experimentador indeterminado y humano. En efecto, cuan­ do decimos «se eligieron» o «se venden» o «se vive bien», etc., es que alguien «elige», «vende» o «vive». En todos los casos an­ teriores, se siempre se refería al sujeto gramatical, aunque de manera más borrosa en los casos de 1.1. y 1.2. de 3. Queremos decir que en «Juan se durmió», «Juan se lavó» o «la piedra se movió», el se es, respectivamente, «Juan» y la «piedra»; mientras que en «se venden libros», por ejemplo, se no se relaciona con el sujeto «libros», sino con un actor indeterm inado o imperso­ nalizado. La diferencia entre 2.1. y 2.2. en este apartado 3 es clara: en 2.1. siempre hay un nombre o SN que no sólo coincide con el verbo sino que concuerda con él en núm ero y persona. Éste es un rasgo formal suficiente para considerar a estos nombres o SSNN como sujetos de sus respectivos predicados. Por otro lado,

29

M NO PRONOMINAL

muchas de estas oraciones se construyen s in ' agente, por lo que habrá que considerarlas semánticamente impersonales, pero no Hlntácticamente, pues son portadoras de un sujeto gramatical. Sin embargo, sobre todo en el lenguaje jurídico administrativo y, a veces, en el periodístico, estas oraciones dejan de ser semánti­ camente impersonales al construirse con un agente: Se solicitó permiso por los sindicatos para... Se convocó por la Autoridad competente una reunión... La diferencia entre los casos de 2.1.1. con los de 2.1.2. es que en éstos el sujeto gramatical está desempeñado por una pro­ posición. Si sabemos que ésta es sujeto se debe a que admite la conmutación por un SN o un pronom bre donde el rasgo for­ mal de la concordancia hace su aparición: Se dice que va a llover / Se dice eso / Se dicen esas'cosas sujeto

sujeto

sujeto

No se sabe cuántos alumnos hay / no se sabe eso / sujeto

no se

sujeto

saben esas cosas. sujeto

La no distinción entre impersonalidad semántica e impersonali­ dad sintáctica ha llevado a muchos gramáticos a considerar gra­ maticalmente iguales las oraciones de 2.1. y 2.2. Sin embargo, lan de 2.1. responden al mismo esquema sintáctico que el de las pasivas normales con «ser»; lo que no ocurre con las de 2.2.: Se solicitó permiso / Fue solicitado permiso. sujeto

sujeto

Se vendieron diez pisos /Fueron vendidos diez pisos. sujeto

sujeto

Si a veces la pasiva con «ser» resulta forzada, se debe al poco uso que hoy se hace de esta construcción y a ciertas res­ tricciones gramaticales aún no bien explicadas. Para algunos gramáticos, las oraciones de 2.1. son impersona­ les concordadas, y piensan que lo que nosotros hemos llamado su­ plo sería más bien objeto, por lo que no se establecen diferencias HUHtanciales con las de 2.2. Incluso, se llega a decir que en las

30

VALORES GRAMATICALES DE “SE’

construcciones de 2.1. como «se encontró petróleo» (también en «fue encontrado petróleo») habría un sujeto tácito fuera del SV (parecido al francés il), y el nom bre o SN u oración que si­ guen al verbo formarían parte del SV, es decir, del predicado. Si esto es así, habría que distinguir dos tipos de sujeto en estas oraciones: un sujeto tácito fuera del SV, y un sujeto explícito dentro del SV, por lo que su proximidad a la función objeto o c. directo sería patente. Nosotros seguimos creyendo que el rasgo formal de la concordancia en número y persona habilita al SN u oración que sigue al verbo encabezado por se a ser considerado sujeto. Los sujetos gramaticales de las oraciones de 2.1.1. son, salvo en el último ejemplo, inanimados. De ser animados, estas ora­ ciones podrían ser ambiguas tal y como ocurrió en el castellano antiguo. Por ello, lo normal es que en estos casos tal sujeto ha­ ya pasado a la función de c. directo precedido por a y, por tanto, el esquema oracional es ya sintácticamente impersonal. En efec­ to, una posible oración como: a)

Se aplaudieron los jugadores,

podría significar que «los jugadores se aplaudieron unos a otros» (valor recíproco) o que «alguien aplaudió a los jugado­ res». De ahí que hoy, al referirnos a esta segunda posibilidad, digamos b)

Se aplaudió a los jugadores.

No obstante, aún quedan casos como a) no exentos de ambi­ güedad: Se elegirán mañana los nuevos representantes / Se elegirá ma­ ñana a los nuevos representantes Ya se conocen los nuevos ministros / Ya se conoce a los nuevos ministros, etc. Los casos de 2.2. son sintácticamente (no sólo semántica­ mente) impersonales, pues su sujeto gramatical es cero. Algunos gramáticos piensan que en tales oraciones la función de sujeto la desempeña se (parecido a lo que ocurre en francés con on y en alemán con man). No obstante, existen argumentos podero­ sos en contra de esta hipótesis:

SK NO PRONOMINAL

a) La negación siempre precede a lante de los sujetos normales:

31 SE.

Esto no ocurre de­

No se vive bien aquí / *Se no vive bien aquí Juan no vive bien aquí / *No Juan vive bien aquí. b) Si se fuera sujeto, los atributos con ser, estar o parecer se­ rian conmutables por lo. Ello no es posible: Juan es listo / Juan lo es Se es (está) listo / *Se lo es (está). c.)

Los elementos átonos nunca desem peñan función de en castellano. Una cosa es que se se refiera a seres animados indeterm ina­ dos, y otra muy distinta que desempeñe la fundón nominal de mi jet o. La impersonalidad de los dos primeros ejemplos de 2.2.1. dan lugar a veces a incorrecciones gramaticales consistentes (Mí una concordancia indebida del verbo con el SN introducido por a:

mu je to

*Se redbieron a los embajadores *Se condujeron a los asesinos a la cárcel *Se tuvieron que condudr al autobús a los jugadores. I'.l tercer ejemplo de 2.2.1. («se habla idiomas») es considerado por algunos gramáticos como una construcción incorrecta o desviada. Lo correcto —según ellos— sería la pasiva refleja: Se hablan idiomas. Sin embargo, existe un argumento a favor de la gramaticalidad u no desvío de tales construcciones y es la posibilidad discutible de conmutación del SN c. directo por lo\ Se los habla (?). De la misma manera: Se vende pisos —>Se los vende (?). I .a conclusión parece clara: en el sistema de la lengua española existen dos variantes libres de una misma estructura interna: la

VALORES GRAMATICALES DE “SE”

32

pasiva refleja (con sujeto: «se venden pisos») y la impersonal (su­ jeto cero y c. directo: «Se vende pisos»). En singular, ambas construcciones se neutralizan y el SN correspondiente puede analizarse como sujeto o como c. directo: «Se vende un piso». De todas formas, hay que reconocer que estas impersonales son esporádicas en el castellano actual y son vistas con reparos por muchos informantes, de m anera especial cuando el SN posee en el contexto el rasgo de [+ determ inado]: Se vende esos pisos (??). Además, no admiten la anteposición del c. directo, mientras que las pasivas reflejas sí admiten la del sujeto cuando está determi­ nado: *Pisos se (los) vende (impersonal agramadcal) Las noticias se dieron ayer (pasiva refleja gramatical). Los casos de 2.2.2. (impersonalidad con verbos intransitivos) son muy frecuentes en castellano y no presentan problemas nor­ mativos. Los de 2.2.3., por su parte (impersonalidad con verbos copulativos o semicopulativos), fueron condenados por algunos gramáticos por ser de origen foráneo, pero hoy son de uso nor­ mal en castellano. El atributo de estas construcciones suele apa­ recer en su forma masculina, aunque a veces se encuentran ca­ sos en femenino e, incluso, en plural: Cuando se está sano / ... sana / . . . sanos. Y para finalizar, conviene recordar que en todas estas cons­ trucciones con se que hemos comentado en este trabajo, la for­ ma pronominal (histórica siempre, sincrónica otras veces) pue­ de preceder al verbo auxiliar de perífrasis verbales o seguir al verbo auxiliado o principal de tales perífrasis: Se puede lavar / Puede lavarse Se tuvo que alejar / Tuvo que alejarse Se puede vivir bien en España / Puede vivirse bien en España. Sin embargo, las impersonales con verbos copulativos o semi­ copulativos no admiten la posposición de s e : Se puede ser feliz / *Puede serse feliz Se debe estar sano / *Debe estarse sano.

DKSVIACIONES NORMATIVAS

I.

DESVIACIONES NORMATIVAS

I,

Q uedarse

33

Este verbo se comporta, según los diccionarios académicos, romo intransitivo. Puede acompañarse de un c. circunstancial Quédatelo, n i lugar de las construcciones consideradas normativas: Me quedo con tus apuntes —» Me quedo con ellos Quédate con el libro —> Quédate con él. Una de las razones de este uso transitivo parece ser la ana­ logía con otros verbos cuasi-sinónimos como «guardar», «llevar» («Me guardo (llevo...) tus apuntes») o con el recíproco «dejar» (ijMc dejas tus apuntes? - Sí, quédate los). También pueden influir en la extensión de este uso aquellos verbos que rigen suplemento y c. directo al mismo tiempo: Me encontré con (a) un antiguo alumno en el pueblo ... Me lo encontré (me encontré con él) en el pueblo. Me tropecé con Juan al salir del instituto ... Me lo tropecé ... Me topé con tu novio ... Me lo topé ... Y, por último, no hay que desdeñar la posibilidad de que con el uso transitivo se quiera huir de la ambigüedad que encierra «(fardarse con». En efecto, con suplemento de persona, este ver­ bo puede significar «permanencia», «posesión» o «burla»: Me quedo con el niño (Permanezco con el niño; el niño es para mí; me burlo del niño).

34

VALORES GRAMATICALES DE “SE”

Con c. directo, sólo es posible la segunda significación: Me quedo el niño (= el niño es para mí) —> Me lo quedo. En algunas zonas de España (desde León hasta Andalucía) es muy frecuente en estratos culturales bajos, el uso transitivo del verbo —en este caso no pronominal— quedar usado como «dejar»; *Quédalo ahí (por «déjalo ahí»). Mientras que este uso está en claro retroceso, el anterior se es­ tá expandiendo con fuerza y es muy frecuente en sectores juve­ niles, hasta el punto de que hoy a muchos hablantes la cons­ trucción «quedarse con algo [alguien]» o les parece pedante o les resulta extraña.

2.

I n c a u t a r se

El régimen sintáctico de este verbo exige un suplemento y nunca un c. directo. Se comporta exactamente igual que apode­ rarse de algo (no ^apoderarse algo) o que apropiarse de algo (no ^apropiar algo). Por tanto, lo correcto será decir: La policía se incautó de un arsenal de armas de e t a . No obstante, hoy es frecuente el empleo de este verbo como transitivo y no pronominal, lo que es un claro desvío de la nor­ ma pero que arraiga con fuerza en registros cultos o seudocultos (medios de difusión en general): *La policía incautó un arsenal de armas de e t a . En pasiva es aún más frecuente: *Un arsenal de armas de e t a fue incautado por la policía. *El alijo de droga incautado por la policía... Las razones que explican este uso transitivo parecen ser tam­ bién analógicas con verbos sinónimos o cuasisinónimos «deco­ misar», «coger», «quitar»... Por otro lado, no hay que olvidar

DESVIACIONES NORMATIVAS

35

que el sinónimo «apropiarse de» admite, al lado del uso intransi­ tivo con suplemento, el de transitivo con c. directo: Me apropié de su dinero ... Me lo apropié', ni bien, en este caso, se mantiene el carácter pronominal del ver­ bo, que desaparece en el caso de «incautar(se)».

21.

D e s a y u n a rs e

El diccionario académico de 1970 todavía recoge como valor único el de la forma pronominal «desayunarse» como intransi­ tiva y con c. circunstancial, pues su verdadero significado era el d(* «tomar el desayuno» y «romper el ayuno»: Me desayuné con un café con leche. Aún no se consideraban correctas ni las formas intransitivas no pronominales («desayuné a las ocho») ni las transitivas con verno pronominal o no pronominal ([me]) desayuné café con le­ che). Pero ya en el diccionaio de 1984 parecen admitirse estos u n o s , pues en él se dice «U. t. c. tr. y c. prnl.» (Úsase también como transitivo y como pronominal). Por tanto, hoy se conside­ ran ya correctas las formas siguientes: Me desayuné con una galletas Me desayuné unas galletas Desayuné unas galletas. Los usos transitivos se explican claramente por analogía con otros verbos del mismo campo semántico: «comer», «cenar», «merendar». No obstante, en sentido figurado sólo es posible la primera forma: Me desayuné con una mala noticia.

*I.

M a r c h a r se

Ya es sabido que en castellano existen parejas de verbos que comparten el mismo lexema, pero se diferencian en que uno es

36

VALORES GRAMATICALES DE “SE"

pronominal y el otro no. Así, tenemos, como ya se ha visto más arriba, ir/irse; dorm ir/dorm irse; salir/salirse, etc. El caso que ahora nos ocupa es el de la pareja «marchar/m archarse». En efecto, la forma pronominal de esta pareja es obligada cuando está presente (explícita o implícitamente) un punto de origen. Así, se dice: Me marché de casa (y no *marché de casa) Me marcho del Instituto (y no *marcho del Instituto). Sin embargo, en ciertas zonas del oeste peninsular (desde León hasta Extremadura) es frecuente el empleo de la forma no pro­ nominal en estos casos: *Bueno, marcho, hasta mañana (por «...me marcho...») *¿Cuándo marchas? (por «¿cuándo te marchas?»). Es un uso no admitido por la norma estándar y de carácter diastrático (vulgar) y diatópico (zona geográfica mencionada).

5.

E n fer m a r se

El uso pronominal de este verbo es hoy un claro arcaísmo en España, aunque es normal en Hispanoamérica. Este uso pue­ de deberse a la analogía con verbos del mismo campo semánti­ co que sí son pronominales, tales como «constiparse», «resfriar­ se», «enfriarse» y con su antónimo «curarse».

6.

S u po n er se

Es frecuente en capas poco cultas el empleo pronominal de este verbo, sobre todo en las primeras personas de los tiempos, sobre todo del presente de indicativo. Así, es frecuente oír fra­ ses como: *Me supongo que esto no entrará en el examen (por «supon­ go que...») *Me supongo que estaréis enterados (por «supongo que...»).

DKSV1ACIONES NORMATIVAS

37

Kn este uso pueden estar influyendo las formas pronominales del verbo cuasisinónimo «imaginarse» (me imagino que...)*. 7.

R ec o r d a r se

Por clara analogía con el verbo «acordarse de», algunas per­ sonas emplean vulgarmente la forma «recordarse», que no exisle en castellano. Por tanto, son incorrectas frases como: *No me recuerdo (de) aquello (por «no recuerdo aquello», o «no me acuerdo de aquello»). H.

A

n to ja r se

También es claramente vulgar el empleo de este verbo pro­ nominal con un suplemento. La analogía con sinónimos como «encapricharse de» puede influir en este uso claramente des­ viado: *Me antojé de unos pasteles. Recordamos que este verbo debe usarse con sujeto y como doblemente pronominal: Se me antojaron unos pasteles. sujetos

i),

R e g re sa rs e

Kn España no se usa la forma pronominal «regresarse», pe­ ro sí es frecuente en Hispanoamérica, quizá por analogía con verbos como irse, volverse, marcharse... *Yo me regresé a los pocos días a mi casa. I Iay que recordar que en nuestro Siglo de Oro eran más frenlentes que hoy las formas verbales pronominales («huirse», * En estos casos (sup on er, im agin ar) tam bién es posible co n sid erar al p ro n o m ­ bre co m o dativo.

38

VALORES GRAMATICALES DE “SE'

«partirse», «entrarse», «serse», «nacerse», etc.). Actualmente, es­ tos usos pronominales se consideran desviaciones de la norma, aunque siguen vigentes en zonas hispanoamericanas.

10.

C u l m in a r s e

Este verbo no debe utilizarse nunca como pronominal, ni cuando actúa como intransitivo ni cuando lo hace como transi­ tivo. Por tanto, no debe decirse: *El partido se culminará dentro de diez minutos.

11.

T en d en c ia a l a e l im in a VERBOS PRONOMINALES

c ió n d e l p r o n o m b r e e n a lg u n o s

En los últimos años se observa una clara tendencia en algu­ nas personas, entre ellas algunos locutores de radio y televisión, al uso de formas verbales no pronominales allí donde lo nor­ mativo es el empleo de la forma pronominal correspondiente. Así, tenemos registrados los siguientes casos: - Míchel no recupera bien de su lesión (por «...ño se recupe­ ra...»). - Hugo está antiápando al defensa en todas las jugadas (por «...se está anticipando...»). - El 85% de la población birmana adhiere a la religión de Buda (por «...se adhiere...»). - En esta carrera sólo clasifican los tres primeros (por «...se cla­ sifican...»). - Mi hijo licenáa dentro de unos meses (por «...se licencia...»). - Mañana enfrentan Madrid y Barcelona en el Bernabéu (por «...se enfrentan...»). - El jugador del Burgos no supo o no pudo controlar y fue expul­ sado (por «...no supo o no pudo controlarse...»). - Alucinó cuando vio a tanta gente a su lado (por «se aluci­ nó...»). - Cuando el presidente instaló en el palco... (por «...se insta­ ló...»).

DESVIACIONES NORMATIVAS

39

- Hugo Sánchez entrenó solo durante una hora (por «...se en­ trenó...»). - Están calentando en la banda dos jugadores (por «se están ca­ lentando...»). - El partido encamina hada posidones derechistas (por «...se en­ camina...»). - Esto refiere a lo que dijimos ayer (por «...se refiere a...»). La frecuencia de este fenóm eno nos hace pensar en algún movimiento dentro del sistema del español actual, cuyas conse­ cuencias no son fáciles de prever.

1 2.

C o lo ca c ió n

d e l o s p r o n o m b r es á to n o s

La forma s e (pronominal o no) debe preceder siempre a cualquier otro pronombre átono. No son, por tanto, correctas las secuencias siguientes: *Me se cayó el libro *Te se olvidó la cartera *Os se marchó el perro. Las dos primeras frases se oyen con frecuencia en sectores vul­ gares de la población. La tercera ni siquiera se oye. Cuando se trata de un verbo pronominal auxiliar de perífrasis verbal, los pronom bres átonos van siempre detrás del verbo principal y no pueden intercalarse entre SE y el verbo, a no ser que se trate de pronombres con función de dativos éticos: *Se nos puso a criticar (debe decirse: «Se puso a criticar­ nos»). Perro: Se nos echó a llorar (y no *«se echó a llorarnos») Entonces, se me puso a llorar (y no *«se puso a llorarme»). En una construcción formada con un prim er verbo (auxiliar o no) y un infinitivo, la forma SE debe aparecer en los dos ver­ bos siempre que ambos sean pronominales:

40

VALORES GRAMATICALES DE “SE”

Se negó a marcharse Se puso a quejarse. Si el verbo pronominal es sólo uno, la forma se debe aparecer sólo una vez tanto en las construcciones de infinitivo como en las de gerundio: *Se estuvo quejándose (Debe decirse: «Se estuvo quejan­ do» o «estuvo quejándose»). De la misma manera, cuando se es partícula de impersonales o de pasivas reflejas, o pronom bre reflexivo (o recíproco), sólo puede aparecer una vez en construcciones de infinitivo o ge­ rundio: *¿Se puede saberse qué está pasando? (Dígase: ¿se puede saber...? o «¿puede saberse...?») *Se están diciéndose de todo (Dígase «se están diciendo...» o «están diciéndose...»). En las perífrasis o semiperífrasis verbales, la forma se ( o cual­ quier otro pronom bre átono) puede preceder al verbo auxiliar o semiauxiliar o seguir al principal, excepto cuando el verbo au­ xiliar es un pronominal. En este caso se nunca puede ir con el verbo principal: Se tuvo que ir / Tuvo que irse (verbo pronominal «irse»). Se está lavando / Está lavándose (verbo «lavar» + c. direc­ to s e ). Se pudieron conocer las noticias / pudieron conocerse... (pasi­ vas reflejas). Pero: Se puso a discutir (y no *«puso a discutirse». Verbo pro­ nominal auxiliar «ponerse»). Cuando un pronom bre átono cualquiera se intercala entre y un verbo en forma personal, el pronom bre átono siempre desempeña la función de c. indirecto bien con valores simpatéticos (posesivos) o bien como dativos éticos (afectivos y expletivos). Esto ocurre cuando la forma se es componente de un verbo pro­ nominal. Si se trata de la partícula de pasivas reflejas o de im­ personales, los pronombres intercalados desempeñan funciones de c. directo o c. indirecto:

se

DKSVIACIONES NORMATIVAS

41

Se nos (les...) acercó un policía (c. indirecto ¿o suple­ mento?). Verbo «acercarse». Se me murió el perro (simpatético: «...mi perro»). Verbo «morirse». Este chico se nos va a volver loco (dativo ético). Verbo «volverse». Se nos recibió con aplausos (c. directo) (impersonal). Se les entregaron los regalos (c. indirecto) (pasiva refleja).

EJERCICIOS Diferenciar 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 1(5. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 2(). 27.

y

clasificar los

se

de las oraciones siguientes:

A ellos se les antojó comer pasteles. Sus libros Juan se los lee de arriba a abajo. Mi hijo se lo comió todo. Este piso no quiero alquilárselo a nadie. No se preocupa más que de sí mismo. Se lo entregué a la policía antes de que se enteraran mis padres. ¡Qué bien se está en este país! Este tipo siempre se anda con rodeos. Los precios se han encarecido últimamente. El mérito habrá que dárselo a los jugadores. Mi mujer se arregla varias veces al día. Mi hija no se pinta aún los labios. Juan se construyó un hermoso chalé en la sierra. Nunca se alegra de los triunfos ajenos. Se convocarán elecciones la semana próxima. A la prensa se le dará la noticia a su debido tiempo. El jugador se llevó las manos a la cabeza al fallar el gol. Juan debe ir a la peluquería a cortarse el pelo. Futre se lesionó al golpear el balón. Este amigo mío se llama Pedro. Nunca se cree lo que digo. Ayer, se convenció a los árbitros para que desconvoca­ ran la huelga. Nunca más se supo lo que había ocurrido. Se hace saber a todos que nuestras reivindicaciones han sido aceptadas. El atracador se entregó a la policía. Quiso llevarse todos los libros de la librería. No se lo dije porque tuve miedo.

VALORES GRAMATICALES DE “SE"

28. Los alumnos deben arreglárselas como puedan. 29. Llegó tarde al estadio y se perdió la 1.a parte del par­ tido. 30. Juan y su novia se escriben todas las semanas. 31. Juan y su novia han dejado de hablarse. 32. La lámpara se rompió al caerse al suelo. 33. A este chico no se le ocurre nada. 34. El Presidente se las sabe todas. 35. El p o r te r o se d io u n g o lp e C o n tra el p o ste . 36. Tu hijo se tiene por una persona muy lista. 37. Ya se me ha olvidado tocar el piano. 38. Se entregarán los premios dentro de dos horas. 39. Esto no se le puede decir a nadie. 40. Se intenta hacer lo que se puede. 41. Se trata de conocer las últimas noticias. 42. El profesor se operó de apendicitis. 43. El Madrid y el Barcelona se enfrentarán mañana en el Nou Camp. 44. Juan se tiene que ir a casa. 45. Juan se negó a marcharse. 46. Mi padre y mi madre se abrazaron. 47. Se le rompió una pierna al jugador. 48. Juan y su vecino no se hablan. 49. Se han difundido por los periodistas noticias alarmantes. 50. La puerta se abrió sigilosamente. Señalar y comentar aspectos normativos en las oraciones si­ guientes, relacionados con la presencia o ausencia de SE: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.

Las cosas que se suele decir por televisión interesan a mucha gente. En este pueblo no se eligió los concejales adecuados. Se eligieron a los alumnos más destacados. Se tratan de conocer las últimas noticias. En esta Academia se enseña idiomas. Pronto se convocarán los representantes sindicales. Se desean celebrar dos reuniones antes de las elec­ ciones.

45

tyKM ¡ICIOS

8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. III.

No se puede celebrar dos reuniones antes de las elec­ ciones. Mi compañero se quedó mis apuntes y ahora no pue­ do estudiar. La policía incautó un alijo importante de droga. Mi madre siempre se desayuna con una manzanilla. ¿Dónde está Juan? -Ya marchó hace tiempo de aquí. Los libros los quedó encima de la mesa. Juan se supone que todos somos iguales. Siempre se antoja de todo. Los jugadores entrenan dos horas diarias. Este chico no controla últimamente. Clasifican para la final sólo Barcelona y Estudiantes. Alucina cuando ve películas como esa. ¿Se puede saberse qué pasa aquí?

Comentar la posible ambigüedad de las oraciones siguien­ tes: 1. Juan se arregla el pelo una vez al mes. 2. Pronto se conocerán los nuevos ministros. 3. Hay quien se cura con estas pastillas.

IV.

Las dos oraciones siguientes poseen valor de reciprocidad. ¿Cuál es la diferencia entre ellas? 1. Juan y María se separaron. 2. Juan y María se besaron.

V. Análisis de los distintos

se

del texto siguiente:

«No debe olvidar se, sin embargo, que subsiste en español un Hlslcma verbal en cierto modo híbrido en lo que al régimen y a lít construcción p re fie re [...]. Ello motiva que no pueda consi­ d erara al pronombre reflejo como el índice exclusivo de la inU’nnsitividad».

SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS

KRCICIO I

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9. 10. 11. 12. 13.

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La forma «se» no puede sustituirse por otro(s) pronombre (s) (me, te, nos, os); por tanto, sincrónicamente no es un pro­ nombre. Por otro lado, es un com ponente del verbo doble­ mente pronominal antojársele [a uno algo]. Se trata de un pronombre reflexivo con función de dativo. Tiene carácter expletivo. Como en el caso anterior. Es un pronombre personal (equivalente a le) c. indirecto. Es catafórico de «nadie». Es un pronombre com ponente del verbo pronom inal «preocupar­ se». No desempeña función nominal. El primer «se» es pronombre personal c. indirecto. Catafórico de «policía». El segundo «se» es com ponente del verbo pronom inal «enterarse». Es un componente oracional impersonal. N o desempeña función no­ minal. Es un com ponente del verbo pronominal «andarse», cuyo uso es muy restringido en español. En este caso se neutralizan los verbos «andarse» y «andar» («Este chico siempre (se) anda con rodeos»), como lo hacen a veces «marcharse» y «marchar», «ir­ se» e «ir», etc. Es un «se» com ponente del verbo pronominal «encarecerse». Es un pronombre personal. C. indirecto. Catafórico de «juga­ dores». Pronombre reflexivo. C. directo de «arreglar». Pronombre reflexivo. C. indirecto. Valor simpatético o posesivo. Pronombre reflexivo. C. indirecto. El sujeto («Juan») puede ser un agente (lo hizo él en persona) o una causa. En este caso, se tra­ ta de una construcción factitiva («... hizo construirse...»). Pronombre com ponente del verbo pronom inal «alegrarse». Componente oracional de pasiva refleja. Sincrónicamente no es un pronombre.

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VALORES GRAMATICALES DE “SE”

Componente oracional de pasiva refleja. Sin valor pronominal (En plural sería «... se le darán las noticias...). Pronombre reflexivo. Dativo. Valor simpatético o posesivo («llevó sus manos»). No es expletivo. Pronombre reflexivo. C. indmcto. Valor factitivo (=«... a que le cor­ ten el pelo»), Pronombre reflexivo. C. directo. Sujeto con el rasgo de [-volunta­ riedad]. Pronombre componente del verbo pronominal .«llamarse». Pronombre reflexivo. Dativo. Carácter expletivo. Componente oracional impersonal Sin valor pronominal. Componente oracional de pasiva refleja (En plural: «... se supieron aquellas cosas»). Sin valor pronominal. Componente oracional de pasiva refleja. Sin valor pronominal. (En plural «se hacen saber {- se comunican) esas cosas»). Puede interpretarse también com o impersonal («Se hace saber esas cosas. Pronombre com ponente del verbo pronominal «entregarse». También puede analizarse com o pronombre reflexivo: c. direc­ to de «entregar». Pronombre reflexivo. Puede entenderse com o un C. indirecto. Pronombre personal. C. indirecto. Sin referente catafórico o anafó­ rico explícito. Pronombre reflexivo. Dativo. No tiene carácter expletivo. Se trata de la locución verbal «arreglárselas» («Yo me las arreglo...»). Pronombre reflexivo. Dativo. N o tiene carácter expletivo. Pronombrecon significado recíproco. C. indirecto. Pronombrecon significado recíproco. C. indirecto (Juan no hablaa su novia; la novia no habla a Juan). También puede considerarse com o com ponente del verbo pronominal «hablarse» (Juan no se habla con su novia; la novia no se habla con Juan). En cual­ quier caso, el significado es de reciprocidad. Pronombre com ponente del verbo pronominal «romperse». Suje­ to de cosa («lámpara») correspondiente al c. directo de la cons­ trucción transitiva correspondiente («Alguien rompió la lámpa­ ra»), Significado de voz media. Componente del verbo doblemente pronominal «ocurrírsele».Ya no posee carácter pronominal por no oponerse a otros pronom­ bres del paradigma de los pronombres. Pronombre reflexivo. Dativo. Uso expletivo, aunque cabe pensar que en este caso es una locución o frase hecha («Sabérselas to­ das»), por lo que el carácter expletivo se debilita. Pronombre'reflexivo. C. indirecto. Carácter de [-voluntariedad] en el sujeto.

SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS

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Pronombre reflexivo. C. directo («...A tu hijo lo tien en ...). Componente del verbo doblemente pronominal «olvidársele». Ya no posee carácter pronominal. Componente oracional de pasiva refleja. Sin valor pronominal. Componente oracional de pasiva refleja («Esto no puede ser di­ ch o...»). Componente oracional de pasiva rejleja («se intenta e so /se intentan esas cosas). Componente oracional impersonal. Pronombre reflexivo. C. directo. Valor factitivo («El profesor se hizo operar...»). Pronombre com ponente del verbo pronominal «enfrentarse». Valor semántico (no sintáctico) de reciprocidad. Pronombre com ponente del verbo pronominal irse. En cons­ trucciones con perífrasis verbales, el pronombre «se», compo­ nente del verbo principal, puede desplazarse a la posición an­ terior al verbo auxiliar. El primer «se» es pronombre com ponente del verbo pronominal «negarse»; el segundo, de «marcharse». Dos posibilidades: a) pronombre con valor recíproco c. directo si entendem os que las estructuras subyacentes son «Mi padre abra­ zó a mi madre» y «mi madre abrazó a mi padre», b) pronom­ bre com ponente del verbo pronominal «abrazarse», si considera­ mos que las estructuras subyacentes son las de «Mi padre se abrazó a mi madre» y «mi madre se abrazó a mi padre». La redproddad en este caso se desprende del verbo «abrazarse»; en el primer caso, de «se». Partícula del verbo doblemente pronominal «rompérsele». Significado de redprocidad que puede desprenderse de «se» si las estructuras subyacentes son «Juan no habla a su vecino y el vecino no habla a Juan» (c. indirecto), o del verbo pronominal «hablarse» [con]: «Juan no se habla con su vecino y el vecino no se habla con Juan». Partícula de pasiva rejleja. N o existe impersonalidad sintáctica, pues hay sujeto («noticias alarmantes») ni semántica pues hay agente («por los periodistas»), Pronombre com ponente del verbo pronominal «abrirse». Significado de voz media o medio-pasiva («alguien o algo abrió la puerta»),

K|líRCICIO II

1.

Correcto: «... que se suelen decir...»: es una pasiva refleja, por lo que la concordancia es obligada.

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VALORES GRAMATICALES DE “SE”

Aunque este tipo de construcción sintácticamente impersonal se considera gramatical por algunos gramáticos (otros lo consi­ deran agramatical), es preferible «...no se eligieron los conce­ jales...»; es decir, la pasiva refleja. Correcto: «Se eligió a los alum nos...» El verbo no debe con­ cordar con un c. directo. Correcto: «Se trata de...» El SN «las últimas noticias» es c. di­ recto de «conocer», y no sujeto de «se trata». Como en 2). Es preferible «se enseñan idiomas». Ambiguo: «Se convocarán unos a otros» (reciprocidad), o bien «se convocará a los representantes». Para el carácter imperso­ nal debe elegirse esta segunda forma. Correcto: «Se desea...» El SN «dos reuniones» es c. directo de «celebrar», y no sujeto de «desea». Es impersonal, Correcto: «No se pueden celebrar...» Como se trata de una pe­ rífrasis verbal, la concordancia es obligada por tratarse de una pasiva refleja. Correcto: «Se quedó con mis apuntes...» No obstante, se ex­ tiende cada vez más el uso transitivo de este verbo. Correcto: «Se incautó de un alijo...». El verbo «incautarse» (no existe «incautar») rige suplemento con de y no c. directo. La oracion es correcta, aunque hoy es más frecuente «mi ma­ dre desayuna una manzanilla». Correcto: «...ya se m archó...» Cuando se presupone origen o procedencia debe usarse «marcharse» y no «marchar». Correcto: «los dejó..,» o «...se quedaron...». Correcto: «Juan supone que...». No hay en castellano un verbo pronominal «suponerse». Correcto: «...Se le antoja todo». El verbo es doblem ente pro­ nominal: «antojársele» no «antojarse». Correcto: «...Se entrenan...». El verbo «entrenar» es siempre transitivo. Puede hablarse también del v. pronominal entre­ narse. Correcto: «...n o se controla...». El verbo «controlar» es siem­ pre transitivo. Correcto: «se clasifican...». En este caso, se trata del verbo pro­ nominal «clasificarse». Correcto: «Se alucina...» Se trata del verbo pronominal «aluci­ narse». Correcto: «¿Se puede saber...?», «¿puede saberse...?». En este caso, «se» es partícula de pasiva refleja y no puede repetirse: o se coloca delante del auxiliar o detrás del verbo principal pero no en los dos sitios.

SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS

Eje r c ic io

1.

2.

3.

E je r c ic io

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III 1.a interpretación: «Juan se arregla a sí mismo el p elo...». En este caso, el sujeto (Juan) es agente. 2.a interpretación: «Juan hace (manda) que le arreglen el pelo...». En este caso, el sujeto (Juan) es causa. 1.a interpretación: «Los nuevos ministros se conocerán unos a otros» (valor recíproco). 2.- interpretación: «...se conocerá a los nuevos ministros» (va­ lor impersonal). 1.a interpretación: «...Se cura a sí mismo...» (reflexivo «se» y c. directo). 2.a interpretación: «...Sana con estas pastillas» (verbo pronomi­ nal «curarse», sinónimo de «sanar»).

IV

1.

En este caso, la reciprocidad no se desprende de «se», pues es­ ta forma es un mero com ponente del verbo pronominal «sepa­ rarse», ya que no es equivalente esa oración a *«Juan separa a (de) María» y *«María separa a (de) Juan», que son construc­ ciones agramaticales, sino de «Juan se separó de María» y «María se separó de Juan». La reciprocidad, por tanto, es prag­ mática: Se desprende del significado de la oración y del cono­ cimiento que el hablante y oyente poseen de la realidad de la separación matrimonial. 2. En este caso, el pronombre SE marca la reciprocidad, pues no aparece en las otras oraciones: «Juan besó a María» y «María besó a Juan».

Eje r c ic io

1. 2.

3.

V «No debe olvidara que». Se trata de un se com ponente oracio­ nal de pasiva refleja (= «No debe ser olvidado que...»). «Se refiere». Se trata de un SE pronombre com ponente del ver­ bo pronominal «referirse», sinónim o de «atañer» («en lo que al régim en... atañe»). «No pueda considerarse al pronom bre...» Se trata de un se com ponente oracional impersonal. El c. directo es «al pronom­ bre reflejo».

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SCHROTEN,

CUADERNOS DE

l.rngua Española Dirección: L. Gómez Torrego

Tnvi.os puüucados: 1. IA] Gómez T o rre g o , L.: Valores gramaticales de V ”(4.a ed .). 2. |B] P o r to Dapkna, J.-A.: Complementos arguméntales del verbo: directo, indirecto,suplemento y agente (4.® ed .). 3. [C] Gómez T o rre g o , L.: La impersonalidad gramatical: descripción y norma (3.a ed .). 4. [D] Álvarez M artínez, M.a A : El adverbio (3.a ed.). í>. [E] Á lvarez, Miriam: Tipos de escrito I: Narración y descripción (6.* ed .). (>. [F] P o r t o Dapkna,J.-A,: El complemento circunstancial (3.a ed .). 7. [G] González C alvo, J , M.: La oración simple (3.a ed.). 8. [H] A lv ar Ezq uerra, M.: La formación de palabras en español (5.a ed.). 9. [I] Romero Gualda, M.a V.: El español en los medios de comunicación (4.a ed.). !(). |j] Reyes, Graciela: Los procedimientos de cita: estilo directo y estilo indirecto (3.a ed .). 11. [K] F erraz M artínez, A.: El lenguaje de la publicidad (7.a ed.). 12. [L] M artínez, J. A .: La oración compuesta y compleja (3 .a e d .). 13. [M] Casado V elarde, M.: Introducción a la gramática del texto del español (4 .4 ed .). 14. [N] Reyzabal, M.a V.: La lírica: técnicas de comprensión y expresión (2 .s ed .). 15. [Ñ] Álvarez, Miriam: Tipos de escrito II: Exposición y argumentación (5.2 ed .). 16. [O] Reyes, Graciela: Los procedimientos de cita: citas encubiertas y ecos (2.a ed.). 17. [P] Bosque, Ignacio: Repaso de sintaxis tradicional: Ejercicios de autocomprobación (4.a ed.). 18. [Q] G utiérrez Ordoñez, S.: Estructuras comparativas (2.a ed .). 19. [R] G utiérrez Ordoñez, S.: Estructuraspseudocomparativas (2.a ed.). 20. [S] G arcía M o lto n , P.: Lenguas y dialectos de España (4.* e d .). 21. [T] Arjza, Manuel: Comentarios de textos dialectales (2.a ed.). 22. [U] Á lvarez, Miriam: Tipos de escrito III: Epistolar, administrativo y jurídico (3.a e d .). 23. [V] Reyes, Graciela: El abecé de la Pragmática (6.a ed .). 24. [W] G utiérrez Araus, M.a Luz: Formas temporales del pasado en indicativo (2.a ed .). 25. [X ] Álvarez, A. I.: Las construcciones consecutivas (2.a ed .). 26. [Y] E scan ell Vidal, M.a Victoria: Los complementos del nombre (2.a ed .). 27. [Z] G u errero Ramos, G.: Neologismos en el español actual (2.a ed .). 28. (a) V aquero de Ramírez, M.: El español de América I. l^ronunciación (3.a ed.). 29. (b) V aquero de Ramírez, M.: El español de América II. Morfosintaxis y léxico (3.a ed .). 30. (c) Fuentes, Catalina: La sintaxis de los relaciónales supraoracionales (2.a e d .). 31. (d) Fuentes, Catalina: Ejercicios de sintaxis de los relacionantes supraoracionales (2.a ed .). 32. (e) Martínez, Hortensia: Construcciones temporales (2.a ed .). 33. (I) G arcía B arrientos, J . L.: La comunicación literaria. El lenguaje literario I (2 .a e d .). 34. (g) Juanatey, L.: Aproximación a los textos narrativos en el aula (I) (2.a ed .). 35. (h) Gómez T o r re c o , L.: Ejercicios de Gramática Normativa (I) (3.a ed .). 36. (i) Gómez T orrego, L.: Ejercicios de Gramática Normativa (II) (3.a ed.). 37. (j) G arcía, Serafina: Las expresiones causales y finales (2.a ed .). 38. (k) B ri*/., Antonio: El español coloquial: situación y uso (2 .a ed .). 39. (1) López Eire, A.: Retórica clásica y teoría literaria moderna (2.a ed .). 40. (m ) C o rté s, L. y Bañon, A.-M.: Comentario lingüístico de textos orales. I. Teoría y práctica. (La tertulia) (2 .s e d .). 41. (n) Á lvarez, Miriam: Tipos de escrito IV: Escritos comerciales (2 .a e d .).

42. (ñ) C o rté s, L. y Bañon,

Comentario lingüístico de textos orales. II. El debatey la entre-,

vista.

Quilis, A.: Principios de fonología y fonética españolas {5 .a ed .). P o r t o Dapena,J.-A.: Oraciones de relativo (2.a ed .). P o r to Dapena,J.-A.: Relativos e interrogativos. G utiérrez Ordoñez, S.: Temas, remas, focos, tópicos y comentarios (2.* ed.). Medina López, J .: Lenguas en contacto (2.® e d .). C arricaburo, N.: Las fórmulas de tratamiento en el español actual. Bajo Pérez, E.: La derivación nominal en español. López Eire, A.: La retórica en la publicidad (2 .a e d .). Medina López, J .: El anglicismo en el español actual (2 .a e d .). Juanetey, L.: Aproximación a los textos narrativos en el aula (II). Práctica del comentario y aprendizaje lingüístico. 53. (y) Mai.donado González, C.: El uso del diccionario en el aula. 54. (z) G arcía Fernandez, L.: El aspecto gramatical en la conjugación. 5 5 .1 A I Anula Rebollo , A.: El abecé de lapsicolingüística (2.a e d .). 56. CB I G arcía B arrien tos, J . L.: Las figuras retóricas. El lenguaje literario 2 (2.a e d .). 57. f C I M orim oto, Y.: El aspecto léxico: delimitación. 58. !~D I Fuentes, Catalina: Las construcciones adversativas. 59. Q O Meilan G arcía, A. J .: Construcciones locativas y cuantitativas. 6 0 .1 F I L eonetti, M.: Los determinantes. 6 1 .1 G I Fuentes Rodríguez, C.: La organización informativa del texto. 6 2 .L H J .[iménez Fernandez, R.: El andaluz. 6 3 .m Fernandez Lagunilia, M.: La lengua en la comunicación política I: El discurso del poder 6 4 .1 I I Fernandez Lagunilia, M.: La lengua en la comunicación política ÍI: La palabra del poder; ; 65. i I d Medina López, J .: Historia de la lengua española I. Español medieval (2.a e d .). 6 6 .1 L 1 García Mouton , P.: Cómo hablan las mujeres (2.a e d .). 6 7 .1 MH G\stei.lon A lc a la , H.: Los textos administrativos. 68. í N IReyes, G. y o tro s : Ejercicios de pragmática (I). 6 9 .1 Ñ IReyes, G. y otros: Ejercicios de pragmática (II). 7 0 .1 O IC arrasco G utiérrez, A.: La concordancia de tiempo. 7 1 .1 P 1 Rujz G u rillo , L.: Las locuciones en español actual. (Núm. extra). 72. fD López Bobo, MbJ .: La interjección. Aspectos gramaticales. 73. R Ruiz Gurii. 1,0 , L.: Ejercidos defraseología. 74. L.S'l D el Teso M artin, E.: Compendio y ejercicios de semántica. 7 5 .LT IGalan Rodríguez, C. y M on tero M elch o r, J.: El discurso tecnocieniífico: la caja de he43. 44. 45. 46. 47. 48. 49. 50. 51. 52.

(o ) (p) (q) (r) (s) (t) (u) (v) (w) (x )

rramientas del lenguaje. 7 6 .1 U IC ueto V allverdu, N. y Lope?, Bobo, MaJ.: La interjección. Semántica y pragmática. T7. 1 V IFernandez Leborans, M -J.: Los sintagmas del español. I. El sintagma nominal. 7 8 .1 W 1Loureda Lamas, O.: Introducción a la tipología textual. 79, llX I Pons Borderia, S.: Conceptos y aplicaciones de la Teoría de la Relevancia. 8 0 .1 Y ~l Marín, R.: Entre ser y estar. 8 1 .1 Z I M artin Camacho, J . C.: El vocabulario del discurso tecnocientífico. 82. f a Gómez Capuz, J .: Los préstamos del español: lengua y sociedad. 83. b Robles Avua, S.: Realce y apelación en el lenguaje de la publicidad. 84. |~c 1 Gómez Capuz, J .: La inmigración léxica. 8 5 .1~d IFernandez Leborans, MaJ .: Los sintagmas del español. II: El sintagma verbal y otros. 8 6 .1 e ISantiago G uervos, J . de: Principios de comunicación persuasiva. 8 7 .1 f"1 Vinagre Laranjeira, M.: El cambio de código en la conversación bilingüe: la alternancia de lenguas.

En PREPARACION: 88. f g

j G u m ie i . M o l in a , S.: Los complementos predicativos.

Leonardo G óm ez T orrego es doctor en Filología Rom ánica por la Universidad C om plutense de Madrid. Posee una am plia experiencia com o profesor en niveles distintos: profesor agregado y catedrático de bachillerato; profesor de universidad, tanto en universidades españolas (A utónom a y C om plutense de Madrid) com o extranjeras (Puerto R ico). Asim ism o, ha im partido cursos y sem inarios en la Universidad Internacional M enéndez Pelayo de Santander, en la Escuela Norm al de «Fomento» y en diversos CEPS, así com o en el C olegio de D octores y Licenciados de Madrid. En la actualidad es colaborador científico en el CSIC de Madrid. Es autor de varios artículos sobre cuestiones de sintaxis del español y sobre aspectos normativos actuales. Asimismo, hay que destacar sus libros Teoría y práctica de la sintaxis (Ed. A lham bra), Perífrasis verbales, M anual de español correcto, El buen uso de las palabras, El léxico en el español actual: uso y norma, La impersonalidad gramatical: descripción y norma, Ejercicios de gramática normativa (1 y II) (todos, en editorial A rco /L ib ro s), así com o los libros de texto de lengua española de 1 ° de BUP y de COU en Editorial Alhambra.

A

ARCO/LIBROS, S.L.

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