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Kim Pritekel – Sala Cero

Traducción – Martha Lo 2018

SALA CERO (ZERO WARD) POR KIM PRITEKEL TRADUCIDO POR: MARTHA LO 2018

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Traducción – Martha Lo 2018

Resumen La Segunda Guerra Mundial fueron tiempos de miedo, confusión y la renovación de un país devastado por la depresión. Danielle Felts, hija de granjeros lecheros en la zona central, sufría de su propio miedo y confusión sobre su propia vida, y ella misma. Decidida a hacer algo de su vida que no me requiriera ubres, toma la drástica decisión para unirse a la Marina, convirtiéndose en Daniel Felts. Kate Adams es una chica típicamente norteamericana que vive en la riqueza en San Diego con sus adinerados padres. Todo el dinero del mundo no podía frenar el deseo de Kate de aprender y convertirse en más de lo que su avariociosa madre jamás podría ser. Obligada a ir a un baile de la USO (*) por su mejor amiga loca por los chicos, Carol, Kate tiene un encuentro casual con el hombre más guapo que alguna vez haya visto. Incapaz de sacarlo de su mente, averigua su paradero y se enamora de Daniel Felts. Zero Ward es una historia épica la cual zigzaguea a través de treinta años de historia, amor y pérdida, solo para terminar en la más grande historia de amor de dos generaciones.

(*)

United Service Organizations es una organización sin ánimo de lucro que provee servicios recreacionales y morales a los miembros de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos por todo el mundo.

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Prólogo San José, California - 1968 El aire en el ático estaba caliente y estancado, el olor a polvo y cajas sin abrir llenaba el aire. Megan Hannigan movió el haz de su linterna hacia la izquierda, gritando sorprendida cuando vio una pequeña sombra oscura escabullirse de la invasora luz. Con una mano hacia su corazón, sonrió ante la expresión preocupada de su madre. "Ratón." Kate Hannigan puso los ojos en blanco y avanzó más en el espacio, su haz apuntando más arriba mientras buscaba la cadena que encendería el foco. "Bingo," susurró, el destello plateado atrapando su luz. Ella jaló y de repente el espacio estaba cubierto de una increíble luz. Megan dejó escapar un suspiro de alivio y apagó su linterna. " ¿Dónde dijo la abuela que estaría?" Preguntó, apresurandose hacia el gran baúl de ajuar que una vez había pertenecido a su abuela. “Creo que dijo que allí, pero no estoy segura. Sé que se movieron muchas cosas cuando papá guardó todas las decoraciones navideñas el año pasado." Esas palabras detuvieron a las dos rubias en seco. El aire se volvió pesado con recuerdos y tristeza, un suave sollozo desgarrando el aire. Kate se acercó a su hija y la abrazó, sorprendida de que su bebé se estuviera casando. “Lo siento, Megan,” susurró en el abrazo, acariciando la espalda de la chica. "Desearía que él estuviera en mi boda," la chica dijo, su voz triste y melancólica. "Lo sé. Estoy segura de que estará.” Kate colocó un amoroso beso en la frente de su hija. "Vamos. Busquemos ese vestido." Kate vio como su única hija asentía con una sonrisa valiente y se dirigía al baúl de ajuar, cayendo de rodillas mientras empujaba la pesada tapa para abrirlo. Kate dejó escapar un profundo suspiro y se dirigió hacia un grupo de cajas, sacando un pequeño cuchillo de cocina del bolsillo trasero de sus pantalones para cortar la cinta y comenzar la búsqueda. La boda de su hija era en tres meses, y Megan estaba decidida a

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usar el vestido con el que su abuela se había casado y le había dado a ella un par de años antes. Se había guardado en algún lugar del ático hasta que Megan lo necesitara. Ahora, si quería admitirlo o no, su bebé se estaba convirtiendo en una mujer. Megan, completamente ajena de las reflexiones de su madre , buscó en el baúl, sin encontrar lo que estaba buscando. Frustrada, miró y vio el viejo baúl destartalado que su madre había usado después de se había mudado de la casa de sus padres, después de haberse casado con el padre de Megan, George. Ella abrió los pesados pestillos y empujó las correas de cuero a un lado antes de levantar la tapa, asegurándose de que permaneciera levantada antes de que comenzara a examinar el contenido. Ropa vieja – ninguna de las cuales era el vestido que buscaba – así como algunos artículos recortados de Mayo de 1945, dedicados al final de la Segunda Guerra Mundial, de la que su madre le había hablado muy poco, aunque tenía muchas preguntas. Decidiendo que este no era el momento, Megan continuó empujando objetos a un lado que no hacían falta en esta búsqueda de huevos. Sintió algo duro hacia el fondo del baúl y, curiosa, sacó el objeto.Apareció una caja de madera, no más grande que 60 centímetros de largo y 20 centímetros de profundidad en tamaño. Era una hermosa caja de caoba, un paisaje de montaña tallado en la parte superior. Tocó el pestillo de bronce mientras miraba por encima del hombro en dirección de su madre, algo en su interior diciendole que este era un artículo importante para su madre. Girándose de nuevo a la caja, Megan se mordió el labio inferior antes de cuidadosamente deslizar el pestillo de la caja y abrirla. En el interior, Megan encontró una camiseta blanca, cuidadosa y amorosamente doblada para que cupiera dentro de la caja, así como algunas rosas secas. Debajo de ellas, encontró un puñado de viejas cartas, el nombre del matasellos era Danny Felts. Carta tras carta, todas excepto una abierta, eran de esta persona Danny Felts. Debajo de las cartas encontró una fotografía en blanco y negro, algo antigua ahora ya que tenía más de veinte años y estaba fechada en Julio de 1943. La imagen era de un hombre con corto pelo negro, aunque su flequillo más largo colgaba ligeramente en sus ojos claros. Vestía uniforme militar, con la corbata metida en la abertura entre dos botones de la camisa militar, como se acostumbraba en esa época. El hombre era extremadamente guapo. De hecho, Megan casi lo llamaría ... hermoso. Sin embargo lo que llamó la atención de Megan, era la mujer que le sonreía con absoluta adoración. Esa mujer era su madre cuando era muy joven. La mirada de Megan regresó a la fecha, sus cejas rubias oscuras frunciendose. Pasó solo un año antes de que su madre conociera a su padre y, por lo que se veía, su madre estaba bastante enamorada de este tipo Danny Felts.

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"¿Mamá?" Megan dijo. "Sí, cariño?” Kate respondió desde el otro lado del ático, donde finalmente había encontrado el vestido. “¿Quién es Danny Felts?" Kate se congeló, su boca se abrió y su estómago cayó. "¿Qué dijiste?" Preguntó, su voz apenas un susurro. "Danny Felts. Tienes un montón de cartas aquí." Los ojos de Kate se cerraron mientras se encontraba retrocediendo en la historia y en un mundo en el que no quería volver a pensar.

San Diego, Verano de 1943 Kate estaba hablando con algunas de sus amigas de la escuela. El trío se había saltado el último Viernes en su último año en la escuela secundaria, optando por ir a un baile en su lugar. La mejor amiga de Kate, Carol había escuchado que un grupo de militares recientemente había sido transferidos a la base, y quería verlo por sí misma. Escuchando la versión del cantante de I’ll Be Seeing You, Kate se apartó de sus amigas, levantando una mano para asegurarse de que su pelo todavía estaba en su lugar. Ella y Carol se habían esforzado para peinarse todo el día, queriendo asegurarse de que se veían perfectas para los apuestos jóvenes marineros. “Carol, ya vuelvo,” dijo, jalando de la manga de su amiga antes de que se metiera el bolso bajo el brazo y se dirigiera hacia el baño de mujeres para volver a aplicarse el labial. “Está bien,” Carol dijo ausentemente, continuando su conversación con su otra amiga, Helen. Kate sonrió educadamente a un par de chicos que se giraron para verla pasar mientras se dirigía por el pasillo que conducía a los baños. Dos puertas estaban ubicadas en un pequeño rincón con una fuente para beber que las separaba. Mientras se acercaba al rincón, vio a un marinero uniformado caminando hacia el baño de damas, a punto de agarrar la manija de la puerta. Cuando él la escuchó acercarse, saltó y se giró para mirarla con sorprendidos ojos azules.

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Kate se encontró con su mirada, inmediatamente capturada por el color del cielo de Junio. “Creo que querrías esa,” dijo con una sonrisa, señalando la puerta del baño de los hombres a unos pocos metros de distancia. El marinero echó un vistazo a la otra puerta y luego se quitó la gorra blanca de la cabeza, un flequillo oscuro cayendo en sus ojos ante el movimiento. Él le dio una tímida sonrisa y luego se dirigió a la puerta del baño de los hombres, dándole un rápido vistazo antes de entrar. Kate lo miró irse, su corazón revoloteando ligeramente en su pecho. "¿Mamá?" Megan preguntó, sacando a su madre de sus recuerdos. " Lo siento, cariño," Kate sonrió. "Él era solo alguien que una vez conocí" Megan estaba a punto de hacer más preguntas, ya que su madre parecía realmente afectada por el nombre, pero fue interrumpida por el sonido del timbre de la puerta. El corazón de Kate saltó ante el repentino sonido y se puso de pie. "Encontré tu vestido, cariño," dijo, dejando la prenda encima de una caja. “Iré a abrir la puerta." Quedándose sola, Megan miró detrás de su madre, desconcertada. Se volvió hacia la caja de madera, pasando un dedo por la superficie lisa. Con un último asentir decidido, la cerró y se la colocó debajo del brazo, llevándosela mientras salía del ático.

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Capítulo 1 Wayne, Nebraska, principios de Otoño de 1942 El sol en lo alto era ardiente mientras Danielle se apoyaba contra la defensa delantera de la camioneta Ford 1929 de su padre, uno de los objetos más preciados propiedad de la familia Felts. Bebía el vaso de limonada que le había dado Allison Hughes, la esposa de 34 años del banquero, Harvard Hughes. " ¿Cómo está esa limonada? " Allison preguntó, sus tacones haciendo clic en los ladrillos que Danni tan laboriosamente los había puesto el verano pasado. “Está bien, gracias, Sra. Hughes,” Danni dijo, levantando el vaso casi vacío en agradecido saludo. Su mirada encontró de inmediato la amplia hendidura tentadora en el escote del vestido de Allison, y luego apartó rápidamente la mirada. Allison puso en blanco sus ojos castaños y chasqueó la lengua, ni un solo pelo pelirrojo fuera de su lugar. “Has estado trabajando por aquí desde qué, hace cinco años? ¿Cuándo me llamarás Allison?" Ella acusó, una ceja perfectamente delineada alzada. Danni sonrió tímidamente y miró hacia otro lado. " Lo siento," murmuró. "Mamá siempre me enseñó a ser educada con mis mayores." Allison jadeó, sin perderse la sonrisa juguetona en sus labios carnosos. "Mayores," murmuró, dándole a Danni un golpe juguetón con su pañuelo. " Bueno, esta mayor tiene todo el almuerzo preparado para ti adentro." Danni observó a la atractiva mujer alejarse, notando el suave balanceo de sus redondeadas caderas. Girando rápidamente su mirada a otro lugar, miró hacia el trabajo que había estado haciendo en el patio de Allison durante la semana pasada. El jardín delantero estaba plantado, lleno de flores y recién fertilizado con abono proporcionado por las propias vacas de su familia. Ella suspiró y se bajó de la camioneta. “Supongo que es la hora del almuerzo,” murmuró, terminándose el resto de su limonada y dirigiéndose hacia la casa. La casa de los Hughes era la más bella de toda la ciudad: una antigua casa colonial de ladrillos con más habitaciones de las que Danni podía contar e incluso una piscina al aire libre. Pensó que tenían que ser casi las personas más ricas de todo Estados Unidos.

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Ella había estado trabajando para Allison Hughes desde que había cumplido 14 años, lo cual había sido sumamente útil. Después de que el Dust Bowl (*) había atravesado a Wayne en el año 35, su familia casi había perdido la granja e incluso su casa. Allison Hughes había acudido para ayudar, ofreciéndose a pagar la hipoteca los Felts, luego podrían pagarle en lugar de al banco, con menos interés en el préstamo y más tiempo para pagarlo. También en el acuerdo, la hija única de los Felts, Danielle tuvo que trabajar en la casa de los Hughes haciendo trabajos ocasionales. Tal como había sido enseñada, Danni se quitó las botas antes de entrar en la lujosa casa, sus desgastadas botas de trabajo puestas en una estera que estaba colocada junto a la puerta específicamente para ella. Entró en la casa, limpiándose con el antebrazo la frente mientras el sudor amenazaba con caerle a los ojos. Mientras se dirigía a la cocina, sonrió al par de sirvientes que pasaban, ella los conocía muy bien ya que todos ellos estaban al servicio de Allison de una forma u otra y por una razón u otra. A través de las puertas de vaivén que llevaban a la enorme cocina, Danni pudo escuchar la voz de Allison resonar mientras le ladraba instrucciones a la cocinera y la joven que les serviría. Danni siempre se sentía culpable en la casa de Allison, si bien ella trabajaba para Allison también, pero era tratada mucho mejor que el personal de la casa. "Siéntate," Allison ordenó cuando miró a Danni caminando hacia ella. Allison le dio a la chica una sonrisa encantadora mientras ella también se sentaba y colocaba la servilleta delicadamente en su regazo. “Estoy segura de que tienes hambre como un gran oso pardo así que come." "Sí, señora ... quiero decir, Allison." Allison le sonrió. "¿Ves? Ahora no está eso mucho mejor?" Allison agarró un pedazo de pan recién hecho de la canasta entre ellas y lo untó con mantequilla, dándoselo a Danni con una sonrisa. “Trabajaste tan duro la semana pasada, Danni." Danni sonrió su respuesta de gratitud mientras su boca estaba llena de pan con mantequilla. Tomó todo su control para no gemir ante los increíbles sabores. Le encantaba comer con Allison, ya que siempre se servían las mejores comidas. Ciertamente mejor que las típicas papas y asados que se servían en su propia casa.

(*) Fue uno de los peores desastres ecológicos, la sequía afectó a las llanuras y praderas que se extienden desde el golfo de México hasta Canadá. La sequía se prolongó al menos entre 1932 y 1939,

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“Ahora,” Allison comenzó, haciendo una pausa mientras esperaba que le sirvieran a ella y a su invitada. Una vez que la criada las dejó en paz, le dio otra sonrisa a Danni. “Qué te tiene tan decaída, ¿hmmm?" Danni miró fijamente a Allison por un momento, apartándose el largo flequillo de sus ojos cuando algunos mechones se escaparon del pañuelo que le sostenía el largo pelo de la cara. " ¿Qué quieres decir?" Preguntó, sabiendo muy bien a lo qué se refería la mujer mayor. Odiaba lo bien que Allison Hughes podía leerla. “No juegues conmigo, Danielle Felts,” Allison advirtió, colocando su sopa fría de pepino para comer. "Te conozco mejor que eso." Danni sonrió, atrapada. Bebió un sorbo del vaso de limonada fresca que tenía delante, agradecida por el líquido frío. "He estado pensando en enrolarme," dijo finalmente, simple y práctico. Los ojos de Allison se ensancharon con sorpresa. " ¿Lo has hecho, ahora? ¿Esto tiene algo que ver con Billy?" “Algo,” Danni admitió, su mirada centrada en su almuerzo. Se sentía nerviosa por hablar en voz alta, pero siempre parecía ser Allison en quien confiaba. Suposo que esto no sería diferente. “Desde que murió en la guerra el año pasado mamá y papá no son los mismos." Ella suspiró. “Y me estoy enfermando y cansando de que Mamá intente presionarme para casarme con el joven Connor." Allison le dio a su sopa una sonrisa de complicidad. “No, supongo que eso no sería bueno para ti ¿verdad?" Ella se encontró con los curiosos ojos azules, pero ignoró la pregunta silenciosa. "Creo que mataría a tu mamá si te fueras." Danni suspiró con un asentimiento. " Lo sé. Es sólo eso,“ suspiró de nuevo y se reclinó en su silla, obligándose a encontrarse con la mirada franca de Allison. “No hay nada aquí para mí, Allison. Me siento tan atrapada. De lado," añadió con un encogimiento de hombros, "Me imagino que la Marina podría usar a otro soldado para tratar de matar a Hitler." " Un soldado, ¿eh?" Allison preguntó, alzando la ceja. “No quiero ser ninguna enfermera, Allison. No quiero ser ninguna WASP (Pilotos del Servicio de la Fuerza Aérea Femenina) o WAVE (Mujeres Aceptadas para el Servicio Voluntario de Emergencia) o ninguna de esas tonterías. Soy tan buena tiradora como cualquier chico. Solo pregúntale a papá sobre eso."

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Allison guardó silencio por un momento, su corazón latiendo fuerte en su pecho mientras el miedo se cerraba alrededor del órgano. “Danni,” dijo suavemente, “No quiero ver que te maten. Además, sabes muy bien que nunca aceptarán a una mujer –“ Allison se interrumpió, viendo la determinación en esos ojos azules. "Ya veo." Danni solo podía mirarla a los ojos, sin saber qué decir. Sabía que, tarde o temprano, Allison entendería su significado, pero por casualidad lo entendió antes. "Podrías meterte en un gran problema, ya sabes." “Sí, bueno incluso los problemas es mejor que lo que tengo aquí. Diablos, prefiero pasar el resto de mi vida en la cárcel que tener que casarme con James Connor." Allison sonrió. "Cariño, el matrimonio ciertamente puede parecer una celda de prisión terriblemente grande." "¡Exactamente! No tengo ningún interés en casarme y tener hijos y encargarme de una granja. Eso no soy yo, Allison." "No cariño, no lo eres." Allison recogió su cuchara abandonada. "Come, ahora. Tienes más trabajo que hacer atrás." ***** Danni yacía en la cama esa noche con las manos metidas detrás de la cabeza, mirando hacia el oscuro techo. No estaba viendo las sombras de la noche ni escuchando los sonidos distantes de las vacas en el establo. Su mente estaba centrada en todo lo que le había revelado a Allison esa tarde, así como su determinación de hacer algo de sí misma. No tenía idea de cómo exactamente iba a llevarlo a cabo, ya que sabía que tendría que pasar un examen físico, al igual que su hermano mayor, Billy tuvo que hacer. Billy. Mayor que su ahora hermana de 19 años por dos años, William Jefferson Felts Jr. se había ido al ejército cuando Estados Unidos fue a la guerra, uno de los miles de jóvenes que dejaron sus granjas y hogares para alistarse y pelear la buena batalla. Billy era la persona más cercana a Danni y solía disfrutar sus cartas, absorbiendo cada palabra y aventura. Lamentablemente, lo mataron después de unos breves tres meses combatiendo en el mar. Un par de cartas póstumas habían llegado en fechas tan tardías como principios del verano.

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Danni aún podía ver la sonrisa de Billy y recordar su bulliciosa risa. Donde ella era callada y tímida él había sido exuberante y seguro. Eran exactamente opuestos en personalidades, pero se parecían mucho. Billy había sido alto y fuerte, sus ojos azul cielo girando cada cabeza de quien lo veía. Lucía bien su aspecto, nunca carecia de una cita. Danni, alta y fuerte granjera como su hermano, no sabía qué hacer con su apariencia. Ella era mucho más alta que la mayoría de las jóvenes de su edad, y no tenía la misma complexión que las mujeres recatadas de su generación. Danni había crecido trabajando en la granja lechera, sin miedo al trabajo duro; de hecho, lo disfrutaba. Era muy musculosa y absolutamente no encajaba en ningún lado. Los chicos querían poco que ver con ella, a pesar de que era una belleza natural y las otras chicas no sabían qué pensar de ella. Sin embargo, nada de esto le molestaba, ya que vivía su vida muy discreta, sus únicos verdaderos amigos Billy y Allison Hughes. Ahora que Billy se había ido, le quedaba muy poco para quedarse. Girándose de lado, Danni miró por la pequeña ventana colocada sobre la parte superior de su tocador. La luna estaba alta y satinando todo con un extraño resplandor plateado. Sabiendo que el sueño tardaría en llegar, Danni se deslizó de la cama y encendió la linterna junto a su cama. Rebuscó en el cajón superior de su tocador, donde guardaba todos sus tesoros secretos. Dentro movió la pequeña pila de catálogos de Sears Roebuck que había guardado – ella disfrutaba viendo a las bonitas modelos dentro – y buscó hasta que encontró las cartas que Billy le había enviado, incluyendo la foto de sí mismo en uniforme que había incluido. Con la foto en la mano, Danni volvió a su cama en el dormitorio del ático. Se agachó ciegamente cuando se golpeó la cabeza en el techo inclinado más veces de las que podía contar con los años. La habitación no fue construida para alguien que medía casi 1.80 mts de altura. Se sentó en su cama cerca de la linterna y miró la imagen, pasando su dedo amorosamente sobre la cara sonriente de su heróico hermano. Vestía su uniforme con orgullo y Danni podía imaginar lo que hizo por su vida social. Sonrió ante ese pensamiento, preguntándose por un loco momento si eso haría lo mismo por ella. Cerrando los ojos, enterró la cara en la mano. “Eres una idiota, Danni,” susurró. “Ninguna chica va a quererte, con uniforme o no." Miró la foto de nuevo, una sensación de orgullo llenándola; orgullo por lo que su hermano había hecho y por lo que él le había dado y sentía orgullo por lo que sabía que en última instancia haría. Sin embargo, pensó que era mejor esperar hasta después de las vacaciones: no solo por su madre sino también por ella quién sabe si volvería a tener otras vacaciones? Danni se levantó de la cama y guardó la imagen, cubriendo su pequeño alijo con ropa, luego cerró el cajón y regresó a su cama. Apagando la linterna, se recostó y dejó escapar un largo suspiro en la oscuridad, cerrando los ojos mientras trataba de dormirse.

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Capítulo 2 Katherine ‘Kate’ Adams estaba sentada en el oscuro cine, inmovilizada entre su mejor amiga, Carol y Jimmy Canton, que era el chico con el que su madre le había arreflado una cita. Jimmy era el hijo de un prominente abogado en la ciudad y Beth Adams sentía que sería la pareja perfecta para su única hija y que Kate necesitaba ser vista con una clase diferente de amigos. Todo esto Beth le había explicado a su hija mientras escogía el vestido que la pequeña rubia usaría, así como la joyería que sentía elogiarían los preciosos ojos verdes de la joven de 17 años. Después de todo, todos siempre mencionaban los ojos de Kate. Kate rodó esos mismos ojos mientras pensaba en los momentos tensos de los últimos días previos a la cita. Kate no tenía absolutamente ningún deseo de sentarse en la oscuridad junto a un chico que encontraba molesto y poco atractivo y resentía que su madre molestara y fastidiara. “Él apesta,” le susurró a su mejor amiga al oido. Carol le sonrió a su amiga antes de inclinarse hacia adelante para comprobar al pobre chico a través del cuerpo de Kate. " ¿A qué huele? " Le susurró en respuesta. "Cebollas y gasolina." Las carcajadas de Carol les ganaron la mirada fulminantes de los asistentes al cine a su alrededor, incluido Jimmy Canton. Carol sonrió en tono de disculpa y devolvió su atención a Judy Garland en For Me and My Gal. "Creo que huele como arenero de gatos, también," Kate susurró después de unos momentos. Carol se encontró con su mirada, sus ojos brillando. " Eres tan mala," susurró. "¿Ustedes chicas se callan?” John, la cita de Carol susurro. "Estoy tratando de ver la pelícuala." Carol le dio una sonrisa de disculpa y luego volvió su mirada una vez más a la película, ni ella ni Kate dijeron otra palabra mientras demoró.

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Después de que terminó la película, los cuatro adolescentes se dirigieron al vestíbulo donde se pararon torpemente durante varios minutos. Finalmente, Jimmy Canton sonrió a las chicas, con las manos metidas en los bolsillos de sus pantalones. "Bueno señoritas, esto fue genial." Él se giró hacia Kate. “Tal vez hagamos esto de nuevo alguna vez." Se inclinó y le dio un casto beso en la mejilla. No se dio cuenta que Carol discretamente olfateó el aire mientras lo hacía. "Gracias, Jimmy. Sí, fue genial. Bueno," Kate dijo, juntando sus manos. "Mi padre debe estar afuera esperándonos, así que ..." "Buenas noches, muchachos," Carol dijo, lanzando una sonrisa burlona a John. John y Jimmy vieron a las dos jóvenes alejarse. “Hombre, ella tiene unas buenas piernas,” Jimmy declaró, su mirada recorriendo arriba y abajo las piernas y el trasero de Kate, que se delineaba muy bien en el vestido floreado que su madre había elegido para ella. La respuesta de John fue un silbido en acuerdo entre los dientes. "¡Dios!" Kate gimió cuando salieron a la fresca tarde. “Esa fue la cita más incomoda que alguna vez he tenido, Carol." "Dímelo a mi," su amiga concordó, mirando el estacionamiento. " Ahí está él. " Las chicas caminaron hacia el Dodge Luxury Liner Custom negro de 1941 de Percy Adam, el hombre usando un sombrero al volante fumando un cigarrillo. “Buenas noches chicas,” dijo en torno al humo. "¿Se divirtieron?" "Lo hicimos, papá, gracias," Kate dijo, deslizándose en el asiento delantero junto a su padre y Carol junto a ella. "Nos vamos, entonces." Ya se había decidido que Carol iba a pasar la noche con Kate, las dos chicas inseparables desde los 6 años. Ahora, once años después, todavía estaban unidas por la cadera. El dúo risas se sentó en el suelo del espacioso dormitorio de Kate, un puñado de discos yacían por el suelo mientras la música de Tommy Dorsey llenaba la habitación. Ambas se sentaron con las piernas cruzadas, un puñado de cartas – abiertas y sin abrir – colocadas entre ellas, así como fotos de hombres uniformados. “Está bien, escucha a este,” Carol dijo, su risita intensificada por los sorbos del whisky robado del gabinete de licores de su padre. "'Mi dulce, dulce niña,'" miró a Kate, ambas XWPColección: Página y Facebook

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chicas soltando risitas. "'Cuando regrese de Alemania, quiero que construyamos un hogar – deletreó hogar, por cierto – “juntos. Podamos tener muchos hijos juntos.'' "¿Hijos?" Kate se rió. "Se pone mejor." Carol continuó leyendo. "'Nuestros hijos serán parte de nosotros dos y algún día gobernarán el mundo.'' Ambas chicas se disolvieron en un ataque de risa, Kate cayó hacia atrás para tumbarse en el suelo, su mano alzándose para secarse las lágrimas. "Dios mío, ese soldado necesita un poco de estudios." "Sí," Carol estuvo de acuerdo, también tumbándose para mirar al techo. " Necesito conocer a un soldado realmente guapo, Kate. Tal vez en el baile de la próxima semana." Kate oyó a su amiga, pero su mente estaba lejos y corría en su propia dirección. “No quieres que alguien realmente te ame, Carol?" Preguntó por fin, su voz suave y soñadora. Carol se le quedó mirando a su amiga como si le acabara de crecer una segunda cabeza. "¿Qué?" "En serio." Kate miró a Carol. "Estos chicos son lindos y se ven tan apuestos en sus uniformes pero ..." suspiró y volvió su mirada al techo. “No quieres a alguien que te trate bien? Quizás realmente que te ame?" Carol estudió a su amiga por un momento y luego apoyó la cabeza hacia abajo, encogiéndose de hombros. “Mientras sea guapo." Kate rodó sus ojos, sin molestarse en agregar algo. Incluso en su estado de chismorreo sabía que Carol nunca lo entendería. En verdad, ella no lo entendía. Todo lo que entendía era que quería más de lo que su madre tenía. Claro, vivían en una bonita casa en uno de los vecindarios más ricos de San Diego, pero de qué valía el dinero cuando había poca o ninguna felicidad detrás? Toda su vida, Kate había visto a su madre maltratada por un esposo dominante y controlador, quien por alguna razón había salvado a su única hija de la violencia y los insultos. Aun así, Kate había visto en lo que se había convertido su madre: una mujer frágil, sentenciosa e infeliz cuyo único objetivo en la vida era vivir indirectamente a través de su hija. Quizás en su mente, era un escape.

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Un ruido sacó a Kate de su ensoñación. Una mirada a su amiga roncando la hizo sonreír. "¿Carol?" Dijo arrastrando las palabras, empujando a su amiga, que gimió en su sueño ebrio. "Vamos. A la cama." Kate se levantó del suelo y se dirigió a su cama, contenta de estar ya vestida con su camisón. A ella no le preocupaba si Carol ya lo había hecho o no mientras se dejaba caer, de bruces.

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Capítulo 3 Danni estaba sentada en la mesa de la cocina, escuchando en silencio a sus padres discutir el estado de su negocio de productos lácteos y el hecho de que un becerro había nacido recientemente. Mientras sus voces zumbaban en el fondo, no pudo evitar dejar que sus pensamientos vagasen. Ella había conseguido los seis centavos de Allison para enviar tres diferentes cartas a los reclutadores navales, todas enviadas a la dirección postal de Allison. Daniel Felts había sido invitado a inscribirse para el servicio, y Danni estaba más que dispuesta a aceptar la invitación. Las vacaciones llegaron y se fueron, solo Danni sabía su significado. Sintió un poco de culpa ya que sus padres no tenían idea de lo que estaba planeando esa misma noche. Una gran bolsa de lona estaba escondida debajo de su cama, ya empacada con algo de ropa que Allison le había proporcionado: ropa para Daniel. "¡Danni!" William, el padre de Danni gritó, con irritación en su voz. La cabeza de la chica se alzó, los ojos muy abiertos en la atención. "¿Sí?" “He estado diciendo tu maldito nombre por un minuto!" "Lo siento, papá," murmuró, bajando los ojos en deferencia hacia el hombre que más admiraba después de su hermano fallecido. "Va a ser una noche fría y rendremos a ese ternero en cualquier momento. Necesito que revises el establo cada hora esta noche." "Sí, señor," dijo automáticamente, pateándose mentalmente, ya que esto truncaría su plan. Danni yacía en su cama, con las manos metidas detrás de la cabeza mientras miraba caer la nieve afuera. Era una fría noche de Enero y no esperaba con impaciencia salir en doce minutos para revisar el establo por tercera vez en tantas horas. Sabiendo muy bien que que no dormiría esta noche, se levantó de la cama y jaló de su ropa: pantalones holgados que pertenecieron a Billy, así como un suéter de lana áspero para ayudar a combatir el frío de Nebraska. Danni cayó de rodillas, sacó la bolsa empacada de su escondite y la dejó caer sobre la cama, el colchón rebotando bajo el peso. Sabía que sería la última vez que verificaría el establo; quizás la última vez en su vida.

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Mirando en el pequeño espejo colgado en la pared, Danni estudió el azul que la miraba. Eran unos ojos azules que muchos le habían dicho que eran hermosos o inusuales – o ambos – pero ahora todo lo que veía eran unos ojos azules llenos de miedo. Su mirada recorrió el largo cabello negro que caía sobre sus hombros – nunca seguía las tendencias actuales. Sabía que en cuestión de horas ese cabello desaparecería. Si su madre sabía, estaría devastada, ya que siempre le había dicho a Danni que sin importar cuán bellos eran sus ojos, su cabello espeso, brillante siempre sería su mejor característica. A Danni no le importaba cuando su mirada cayó en la foto de Billy, metida en el marco de su espejo. Tenía el pelo corto, cayendo en sus ojos. Muchos comentaron cuanto de la calidad de Clarke Gable él tenía en apariencia y estilo. Una mirada retrospectiva a su propio reflejo le dijo a Danni que tendría una apariencia similar a la mañana siguiente. "Aquí vamos," susurró, decidiendo revisar el establo temprano para poder salir mientras todavía tenía su valentía. ***** Allison abrió la puerta trasera, donde Danni había recibido instrucciones de ir. Con un dedo en sus labios, permitió que la adolescente entrara, cerrando la puerta rápidamente y escoltándola por las escaleras traseras – usadas para los sirvientes – y hacia una habitación sin usar en el tercer piso. Una vez dentro, cerró la puerta, asegurando su privacidad y silencio. “Alguien tiene que llevar la camioneta de mi padre a la granja,” Danni dijo, con los dientes castañeandole desde el frío camino de entrada de la casa de Allison. “Alguien ya está en eso. No te preocupes.” Allison rápidamente sacó la raída chaqueta de Danni de los hombros, la arrojó a la silla metida en el rincón de la habitación y luego se volvió hacia su pupila temporal. “Vamos a s meterte a la cama y calentarte." Danni asintió, moviéndose hacia la acogedora cama, a la que Allison le quitó las mantas. Se dejó ser metida, Allison sentada en el borde de la cama y mirándola. “No puedo creer que me estés dejando,” dijo la mujer mayor, una triste sonrisa en los labios. “Es sólo por un corto tiempo. El presidente Roosevelt dijo que la guerra debería terminar pronto."

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“Eso ya lo veremos. Dijeron lo mismo sobre la primera maldita guerra y duró cuatro años." Se inclinó y depositó un beso suave, casi casto, en los labios de Danni, impactando a la mujer más joven. "Duerme ahora. Hablaremos en unas pocas horas." Al quedarse sola, Danni levantó una mano, sus dedos rozaron sus labios mientras todavía sentía el hormigueo del inesperado beso. Nunca antes nadie la había besado que no fuera miembro de su familia. Incluso el molesto James Connor no se había atrevido a intentarlo. Pensó que seguramente Allison solo intentaba ser maternal. Segura en sus pensamientos pero nerviosa por las acciones de los próximos días, Danni se puso de lado y metió las manos debajo de la barbilla y cerró los ojos.

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Capítulo 4 San José, California 1968 Megan estaba sentada en la mesa de la cocina, con la tapa de la caja de madera abierta mientras su madre trataba con la señora del Avon en la sala de estar. Sacó las fotos a las que había echado un vistazo antes y las miró más de cerca, su mirada fija en el rostro del hombre al que su madre le sonreía. Nuevamente miró el nombre y la fecha, luego dejó la foto sobre la mesa, su curiosidad volviendo a la caja. Levantó la mirada cuando oyó a su madre acompañar a su invitada a la puerta seguido de una distante despedida. En cuestión de segundos apareció su madre a la vuelta, con un hombro apoyado contra el arco abierto. "¿Qué estás haciendo?" Kate preguntó. Su corazón se detuvo cuando vio lo que estaba revisando su hija, por un momento una sensación de enojo la atravesó. Empujándola hacia abajo, entró en la habitación y se sentó en la silla a la izquierda de Megan. "Parece que realmente amabas a este tipo," Megan comentó, su dedo tocando la imagen sobre la mesa. Kate suspiró, tomando la fotografía en su mano y mirando a su mucho más joven yo. Cuando su mirada se dirigió hacia Danni, asintió. "Sí, lo hice." “Él es realmente guapo,” Megan comentó, volviendo su atención a la caja. Sacó la camisa doblada, cuidando de mantenerla doblada. Debajo, se sorprendió de encontrar una cajita de anillo. Una mirada a su madre le valió un gesto de aprobación. Dentro de la caja de satén rojo encontró un sencillo anillo de oro. "¿De Danny?" Ella preguntó en voz baja. Kate asintió con la cabeza, su garganta apretada por la emoción, hace tanto tiempo empujada hacia abajo. "Sí," finalmente susurró. "¿Qué pasó? ¿Murió en la guerra?" "No." Kate le dio a su hija una suave sonrisa. “ Lo que pasó fue ... que simplemente no estaba destinado a ser." Con una Megan de 2 años en la cadera, Kate se apresuró hacia la puerta delantera después de que George le gritara que la abriera, ya que él se estaba preparando para el

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trabajo. Irritada por la interrupción, mientras estaba guardando el almuerzo de George, Kate finalmente llegó a la puerta, abriéndola. Se quedó sin aliento, con los ojos muy abiertos mientras miraba al fantasma que estaba del otro lado. "Danni," susurró. Danni se erguía alta y orgullosa, vestida con el uniforme completo, la gorra ligeramente inclinada sobre su cabeza y hermosa como siempre. Una dura mirada azul se volvió hacia Megan. “Supongo que ella no es mía?" Danni preguntó, una ocurrencia en su voz. El corazón de Kate latía con fuerza en su pecho, una mano protectora se alzó automáticamente ahuecando la parte posterior de la cabeza la niña. " Yo ..." su voz se desvaneció, sin saber qué decir. Megan estudió la cara de su madre, capaz de ver que había retrocedido a otra época. Podía ver el viejo dolor reaparecer, y por un momento se preguntó si tal vez había sido una muy mala idea traer la caja desde el ático. Extendió una mano y tomó los dedos fríos de su madre dentro de los suyos. “Lo siento, mamá,” dijo en voz baja, dando a los dedos un apretón, obteniendo uno a cambio mientras Kate volvía al presente con una sonrisa triste. "Las cosas suceden por una razón, Megan," Kate dijo en voz baja. Soltó la mano de su hija y cuidadosamente colcocó todo en la caja de madera. "Era el pasado y tiene que seguir así." Se apartó de la mesa y tomó la caja en sus temblorosas manos. "Esto tiene que ser guardado." Al quedarse sola en la cocina, Megan suspiró, sintiéndose horrible. "Maldición," murmuró, también apartándose de la mesa.

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Capítulo 5 Wayne, Nebraska 1943 La luz del sol de la mañana se filtraba a través de las cortinas como gasa que cubrían las ventanas y directo en el rostro dormido de Danni. Frunció el ceño mientras era sacada a la vigilia. Un suave gemido retumbó en su garganta cuando se giraba de su costado hacia su espalda, sobresaltada cuando chocó contra algo. Con los ojos abiertos, se sorprendió al ver a Allison sentada a un lado de la cama con una sonrisa divertida en los labios. "¿Qué estás haciendo aquí?" Ella preguntó, con voz somnolienta. "Vine a despertarte, pero creo que el sol lo hizo por mí. Robert está aquí y está listo para cortarte el pelo." Las alas de mariposa del miedo golpearon en el estómago de Danni cuando el entendimiento cayó totalmente, jalándola por completo al mundo real. "Oh" fue todo lo que pudo decir. “Todavía puedes dar marcha atrás, ya sabes,” Allison dijo suavemente, apartando un mechón de cabello de la cara de Danni. Danni miró al techo durante un largo momento, pensando sus opciones en su mente antes de finalmente negar con la cabeza y mirar a Allison. "No. Quiero hacer esto. Tengo que hacer esto." Robert Joelson era algo digno de ver. Era el estilista personal de Allison y uno de los pocos hombres que no eran estilistas en sus carreras en cabello y peinado. Era un hombre delgado como una caña, con el pelo corto y ojos grandes y atentos. Miró a Danni con algo de diversión en esos ojos grandes. Danni se sentó en una silla, Robert parado detrás de ella mirando en el espejo que habían colocado delante de ellos. "¿Qué te gustaría, muñeca?" Preguntó, hablando con voz suave y poco masculina. “Um,” Danni dijo, mirando a su largo pelo, el cual Robert acababa de cepillar a un brillo oscuro. "Tal vez Clark Gable?"

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"Mmm! Buena elección.” Robert recogió todo el cabello de Danni en una mano, tijeras en la otra. "¿Estás lista, muñeca?" Danni respiró profundamente y le dio un breve asentimiento. "Hagámoslo." Allison sentada atrás, una torneada pierna cruzada sobre la otra mientras veía la transformación de Danni en Danny. En verdad, aparte de la inusual altura de Danni, no estaba segura de si podía lograrlo o no, pero mientras observaba, vio a un joven increíblmente apuesto emerger de las hábiles manos de Robert. Observó cómo Robert le mostraba a Danni qué tipo de aceite usar y cómo aplicarlo. Cuando Robert terminó con ella, Danni respiró hondo y se miró en el espejo, tanto Robert como Allison parados detrás de ella, con la cabeza inclinada hacia un lado con un afecto divertido mientras evaluaban el trabajo que se había hecho. “Debo decir,” Allison dijo al fin, “que eres un tipo atractivo. Robert, te has superado a tí mismo." "Debo estar de acuerdo," él dijo, seguido de un suspiro melancólico. " Bueno, debo irme, muñeca." Se giró y le dio un abrazo a Allison antes de extender lo mismo a Danni. "Ve a darles a esos malditos nazis el infierno." Cuando se quedó sola, mientras Allison acompañaba a Robert hasta la puerta donde se pararon y hablaron durante varios minutos, Danni se miró inadvertida. Su corazón latía con fuerza en su pecho y la filtración de miedo y excitación mezclados la hicieron temblar. Esto era todo, no iba a retroceder ahora. Había tomado una decisión y el joven que le devolvía la mirada en el espejo era una prueba de ello. “Tu padre vino esta mañana,” Allison dijo suavemente, sorprendiendo a Danni ya que no había escuchado a Allison acercarse. “ Él no me creyó cuando le dije que no te había visto hasta que me dio esto para que te lo diera." Le tendió la mano, las relucientes placas de identificación de Billy colgando de una cadena. Danni las miró por un largo momento, casi conmovida hasta las lágrimas por el gesto comprensivo de su padre. "Dijo que esperaba que Billy te mantuviera a salvo." “Gracias,” Danni susurró, tomando las preciosas fichas de metal de la mujer mayor. Las sostuvo en un puño cerrado durante un largo momento antes de dirigir una valiente sonrisa a Allison. “Estoy segura que él lo hará."

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“Bueno, tenemos mucho de que hablar y prepararte para mañana antes de tu tren." Allison tomó a Danni de la mano y la condujo a través de la enorme casa hacia su propia habitación. En la enorme cama de Allison había una variedad de diferentes documentos, Allison le explicó cada uno: boleto del tren y el horario, un testimonio falso de un doctor de Wayne, Nebraska dándole a Daniel Felts un certificado de salud y finalmente un certificado de nacimiento falso para Daniel, en lugar de Danielle. La mirada de Danni se deslizó sobre una pila doblada de ropa, artículos de tocador y un rollo de gasa con algo que no podía entender. Era un objeto largo, marrón conectado a correas de cuero. "¿Qué demonios es eso?" Preguntó, caminando hacia el objeto. Allison sonrió, caminando hacia él y levantándolo. "Tú, mi querido e inocente joven Sr. Felts, necesitará algo para ayudar a consolidar sus afirmaciones como tales." Allison podía ver que Danni todavía estaba desconcertada así que se puso delante de la mujer más joven. Se divirtió con la expresión de asombro de Danni cuando Allison rápidamente le desabotonó los pantalones, el material suelto cayendo alrededor de los tobillos de Danni. "¿Qué estás haciendo?" Danni susurró, su corazón a punto de salirse de su pecho. “Te estoy dando un maravilloso regalo para todas esas hermosas señoritas que te caerán encima." Aún sin entender – y ciertamente excitada por la profecía de Allison – permaneció inmóvil, incluso mientras su ropa interior fue bajada para yacer con sus pantalones. Allison se encontró con la mirada desorbitada de Danni con una sonrisa descarada. Ella agarró el objeto de la cama y se acercó a la impresionante joven, tomándose su tiempo para atar la correa del arnés de cuero alrededor de las delgadas caderas, el objeto de color marrón sobresaliendo obscenamente de la entrepierna de Danni. "Cuando Harv y yo estuvimos en París hace unos años, compré uno de estos de un excelente trabajador de cuero." Acarició el suave cuero mientras hablaba. "Este es el falo de mejor calidad que puedes tener en tus manos." Danni se miró a sí misma, demasiado aturdida para emplear cualquier razonamiento. "Está bien." Allison se arrodilló y levantó la ropa interior y los pantalones de Danni, parada completamente dentro del espacio personal de Danni mientras le abrochaba y luego se

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movía detrás de ella, agarrando sus caderas mientras la llevaba en dirección del espejo independiente en la esquina. “Tendrás que tener cuidado ya que este pequeño amigo quiere estar siempre en posición de firmes,” Allison sonrió, todavía de pie detrás de Danni y mirando sobre su hombro hacia el reflejo. "¿Ves? A pesar de que tienes pantalones holgados, este pequeño amigo ayuda a darle vida a Daniel.” Ella presionó su cuerpo contra la espalda de Danni mientras extendía su mano a su alrededor, pasando la mano por la entrepierna ligeramente definida de la mujer más joven. Danni apenas podía respirar. Estaba siendo inundada con sensaciones que eran completamente extrañas para ella desde la sensación de lo que Allison había llamado un falo contra sus partes privadas hasta el cuerpo de Allison presionando contra ella hasta la mano de Allison poniendo una ligera presión sobre el falo, que a su vez presionaba contra su carne. “Verás, cariño, cuando llegues a California, encontrarás a todas esas chicas jóvenes, bellas todas queriendo tu atención. Necesitarás esto,” ella tomó el falo en un suave agarre, “para darles lo que quieren." “Y qué es eso?" Danni preguntó, su voz ronca de miedo y ligero pánico. Allison sonrió, sus manos dejando el falo y deslizandose por el torso de Danni para ahuecar sus pechos. "Esto es algo más que quiero darte antes de que te vayas," dijo, su voz suave. Giró a Danni hasta que estuvo frente a ella. "Quiero enseñarte cómo complacer a una mujer, Danni. Lo vas a necesitar." “ Pero no soy – “ Allison silenció las protestas de Danni con un dedo en los labios. " Sí, lo eres. Te entiendo, cariño." Con eso, jaló a Danni hacia abajo para un largo beso exploratorio. ***** Danni yacía despierta, su amiga, jefa y benefactora dormida en sus brazos. Aunque sus cuerpos desnudos estaban entrelazados, la mente de Danni estaba a un millón de kilómetros de distancia. Su tren estaba programado para partir en menos de nueve horas, llevándola a lugares sin viajar e inexplorados. Nunca había salido de Wayne, y mucho menos de Nebraska. Y, era probable que saliera del país que conocía desde su nacimiento, diecinueve años antes.

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Ella y Allison habían pasado horas juntas esa tarde y hasta la noche. A Danni se le había enseñado sobre no solo ser una mujer, sino también cómo amar a una mujer. Ella pensaba que estaba sola en esta tierra de Dios, sola en su amor y atracción por las mujeres, pero Allison le había enseñado eso no era del todo cierto. Todavía no tenía idea de lo que eso significaría para su futuro, pero al menos había tenido ésta experiencia única, este día y noche de paz y autocomprensión. Todo de aquí en adelante estaba en las manos de Dios. Más allá de una posible vida amorosa, los pensamientos de Danni se enfocaron en lo que podría ser una zona de guerra. Desde el día en que le dijeron que su hermano mayor había muerto, había fantaseado sobre sostener un arma y soltar toda su ira y frustración y dolor en un montón de nazis. Dicho esto, qué pasa si no era tan simple? ¿Se estaba ofreciendo voluntariamente para lo que esencialmente equivalía al suicidio? ¿Cómo le harían frente sus padres perderla tanto a ella como a Billy? Danni suspiró, su cerebro tan lleno de inquietas preguntas y preocupaciones. Solo esperaba que sus decisiones respaldarían sus deseos y que podría encontrar algún tipo de paz en todo esto. Tal vez incluso amor. Ella hizo una mueca internamente: no probablemente. ¿Quién podría amar a una chica de Nebraska que sólo quería ser todo lo que su hermano mayor no le fue permitió ser?

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Capítulo 6 San Diego, finales de la primavera de 1943 Kate recorrió los largos pasillos de su escuela secundaria, notando – no por primera vez – la falta de hombres jóvenes en su clase de último año. Los únicos hombres que recorrían los pasillos o llenaban las aulas eran profesores, aunque algunos también habían desaparecido y los estudiantes más jóvenes. La mayoría de los hombres en su ciudad natal habían desaparecido, se habían alistado y ahora estaban en el campo de entrenamiento o en el extranjero. Era casi un hecho cotidiano ver a un grupo de chicas llorando cuando llegaba la noticia de otro joven que regresaba a casa en una caja. La pared afuera de la oficina del director estaba empapelada ya sea con fotos o nombres de los caídos. "¡Hola, Kate!" Carol dijo, encontrándose con Kate en el pasillo, los libros abrazados a su pecho. "¿Estás lista para el baile mañana por la noche?" Kate titubeó, deseando solo poder sonreír y asentir, pero no era tan fácil. “No sé cómo voy a salirme de la clase mañana." Carol miró a su mejor amiga, completamente sin entender por qué era un problema. “No vayas a clase,” dijo, pensando que era pan comido. “Carol, sabes que no es tan fácil con mis padres." "Tu mamá generalmente aparece cuando, a media mañana?" Carol las detuvo poniéndose delante de Kate, bloqueándole el camino. "Normalmente, sí," Kate dijo, moviéndose alrededor de su amiga para continuar hacia su clase. Carol rápidamente la alcanzó. "De acuerdo, bueno, ahí tienes! Vamos a las primeras dos clases luego nos largamos." Caminaron por el pasillo, Carol lanzando ojos coquetos a un grupo de chicos más jóvenes que pasaban antes de volver su atención a su amiga. "¿Eso funcionará?" Kate suspiró, el miedo cosquilleandole la espina dorsal. “No lo sé, Carol,” dijo evasiva, finalmente llegaron a la puerta de su próxima clase. Se volvió hacia su amiga, que se apartaba del camino de los estudiantes que intentaban ingresar al aula. “ Simplemente no lo sé."

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Decepcionada, pero entendiendo el dilema de su amiga, Carol le dio a Kate una sonrisa valiente. "Piénsalo, de acuerdo? Avísame mañana y podemos partir de ahí, ¿de acuerdo?" Kate le dio una auténtica sonrisa, apreciaba la consideración inusual que su amiga le mostraba. " Está bien. ¡Nos vemos!" "¡Nos vemos!" Carol repitió, apresurándose en la aglomeración de estudiantes que pasaban por el pasillo. ***** Kate entró en la casa, encontrando a su madre sentada en la mesa de la cocina con un periódico extendido delante de ella. Parecía molesta, con un pañuelo en la mano y una taza de té olvidada. “Quá pasa, mamá?" Kate preguntó mientras dejaba sus libros sobre la mesa y se dejaba caer en una silla frente a su madre. Beth Adams suspiró, secándose los ojos. " Doug Riggins fue asesinado la semana pasada en Italia." "Oh, no," Kate susurró, su mano subiendo hacia su corazón palpitante. La familia Riggins habían sido sus vecinos durante toda la vida de Kate. Ella y Doug no eran amigos, pero aún así era una conmoción. "Tenía la esperanza de que una vez que Doug volviera, ustedes dos podrían haber forjado algún tipo de relación," Beth explicó, volviendo a secarse los ojos. Saber que su madre estaba alterada fue lo único que evitó que Kate pusiera los ojos en blanco o se enojara. “Mama, ni siquiera nos conocíamos." “Eso no importa, Katherine. Eso pasa con el tiempo." Beth suspiró, tomando un delicado sorbo de su té. "Ustedes los jóvenes tienen la loca idea de que el matrimonio se supone tiene que ver con el amor." La amargura era muy evidente en el tono de Beth. “Se trata de un buen partido y de garantizarte a ti y a tus hijos un buen futuro." Kate guardó silencio durante un largo momento, sus dedos distraídamente arrancaron una esquina del periódico y jugaron con el trozo de papel. “ ¿Qué pasa si quiero casarme?" Preguntó por fin, mirando de reojo al rostro de desaprobación de su madre. "¿Qué pasa si quiero ir a la universidad después de graduarme la próxima semana? Simplemente creo que hay más en la vida que casarse y tener hijos." XWPColección: Página y Facebook

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Elizabeth Adams se reclinó en su silla, los ojos fijos en su hija. " ¿Quién ha estado metiendo ideas disparatadas en tu cabeza?" Preguntó con voz fría mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho. "Sabía que esa chica Hardy era mala para ti." "Créeme, nada de esto vino de Carol; está tan loca por los chicos como puedas imaginar. Solo creo que quiero más para mí." “Bueno, creo que es sin duda la palabra clave aquí, no es así? Eres una chica joven y no sabe nada de la vida real, Katherine." Beth se apartó de la mesa, poniendo fin a la conversación. "La cena estará lista a las seis." Al quedarse sola, Kate suspiró y miró por las puertas francesas hacia el patio más allá. La casa de sus padres estaba situada en 8 hectáreas, un verdadero país de las maravillas para un niño. Cuando era niña, solía correr por los campos de flores que su madre había plantado, la pequeña niña rubia se perdía en un mar de color y fragancia. Había pasado mucho tiempo desde que había hecho eso, y mientras estaba sentada a la mesa, se sentía melancólica, deseando poder volver a un tiempo anterior, una época más simple. Deseaba poder regresar a un tiempo antes de que el estrés de la guerra pusiera en tensión a su padre y a todas las personas que conocía. También deseaba poder volver a un tiempo anterior cuando su madre no la fastidiaba constantemente para que se casara. Kate suspiró de nuevo, su barbilla apoyada en una palma hacia arriba. Había considerado preguntarle a su madre si podía ir al baile al día siguiente, pero por su conversación y las opiniones inquebrantables de su madre, sabía que su madre habría terminado por atar a Kate a la cama para evitar que se fuera. Un humilde militar nunca sería lo suficientemente bueno para Katherine Adams. Bueno, no lo suficientemente bueno a menos que sea el hijo de un prominente general o de una prominente familia. Probablemente, no conocería a ninguno. De hecho, se suponía que iba a encontrarse con un joven militar con el que había mantenido correspondencia durante seis meses llamado George Hannigan, quién finalmente regresó a casa después de un periodo de un año en toda Europa. Kate se levantó de la mesa y se dirigió a su habitación. Después de todo, tenía que encontrar el vestido perfecto para el baile de mañana. Tal vez encontraróa a su príncipe azul.

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Capítulo 7 Danni se sentó en el asiento delantero del carro de su amigo, Mike. Sus palmas sudaban, así que se las limpió en los muslos de los pantalones de su uniforme. Esta noche, ella y Mike estaban vestidos con sus crackerjacks: pantalones blancos de botonadura y zapatos de cuero negro. Fue agregado un jersey blanco con cuello de solapa marinera y pañuelo de poliéster negro, así como también ella sostenía su gorra ‘Dixie Cup’ en su regazo. Mike, un dulce chico de 18 años de Nueva York miró a su amigo. " Oye, estás bien allí, amigo?" Preguntó. Él y Danni se habían conocido el primer día del campo de entrenamiento, que parecía hace una eternidad pero finalmente había terminado y se habían unido de inmediato. Danni miró hacia su amigo, dándole un asentimiento aunque realmente quería vomitar. "¡Hombre!" Mike se rió. “ Uno pensaría que nunca has estado con una chica antes." Miró de nuevo a su amigo, capaz de ver los nervios irradiando de él en oleadas. " Está bien. Sé lo que necesitas." Mike metió su Dodge DU Coupe de 1935 en el estacionamiento de un almacén. Apagó el motor, luego se estiró a la pequeña parte trasera del automóvil y agarró una botella de whisky escondida. Danni miró, preguntándose qué demonios estaba haciendo su amigo. Ella lo vio alcanzar algo, trayendo de vuelta una botella de líquido marrón. Sintió que se le revolvía el estómago ya que la última vez que bebieron juntos, ella se había puesto terriblemente borracha y terriblemente nauseabunda. "De ninguna manera, Mike." "Eh, te enfermaste la última vez," Mike dijo, con su acento neoyorkino en cada palabra, a pesar del tiempo que pasó en San Diego. “Esto te calmará los nervios." Mike vertió una tapa del ardiente líquido y se lo entregó a Danni. "Bebe, amigo." Danni respiró hondo y luego aceptó el alcohol. Ella bebió, haciendo una mueca ante la diversión de Mike en el áspero ardor corriendo por su garganta. Ella vio como Mike bebía su propia tapa y luego les servía una más a cada uno. “Vas a matarme,” Danni dijo ahogadamente, de nuevo haciendo una mueca ante su segunda tapa. XWPColección: Página y Facebook

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Mike se rió. “ Sí, pero al menos no ahuyentarás a las damas esta noche con tus nervios. Hombre, tan novato." Danni pensó en su tiempo con Allison y se sonrojó, muy capaz de sentir el objeto presionado entre sus piernas. "Novato, no. Nervioso, sí." “No lo estés, hombre." Mike colocó la tapa en la botella y la guardó detrás del asiento. Golpeó el volante un par de veces mientras el líquido ardiente latía a través de sus venas. "¡Woooo!" Gritó, sacudiendo la cabeza por el efecto del fuerte alcohol. “Hagámoslo!" “Hagámoslo!" Danni repitió, más por aparentar que porque lo creía. Veinte minutos más tarde, Mike encontró un espacio de estacionamiento para su Dodge y luego ambos marineros salieron del auto. Con la cabeza dándole vueltas, Danni estaba en el estacionamiento, mirando el mar de otros autos y personas que hablaban y reían mientras se dirigían a la entrada del edificio de ladrillo, luces que penetraban la luz del día. Ella solo podía imaginar cómo sería una vez que cayera la noche. "¿Listo?" Mike preguntó, acercándose a Danni. "Sip. Hagámoslo." Danni puso una cara valiente, pero a medida que se acercaban al edificio, sintió que su mundo se tambaleaba un poco, el whisky yendo directamente a su cabeza. "¿Estás bien, Jefe?" Mike preguntó, completamente divertido. “Estaré bien,” Danni aseguró, una mano levantada como evidencia física de sus palabras. Mike lo miró, absolutamente incrédulo pero sin ánimos de discutir. "Está bien." Una banda de música respaldaba a un atractivo cantante en un lado de la sala, y las canciones más populares de la época llenaban el espacio. Hermosas mujeres paseaban del brazo de hombres uniformados o en grupos mientras otras parejas bailaban. En un rincón de la habitación había una barra libre, que ofrecía alcohol y ponche. “Míralas bellas damas,” Mike comentó, un verdadero festín para la vista del apasionado hombre.

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"Escuché eso," Danni estuvo de acuerdo, sus ojos escaneando todas las hermosas caras, su corazón latiendo fuertemente en su pecho. Trató de luchar contra el nerviosismo que apretaba sus entrañas. “Voy a, ya vuelvo, Mike." "¿Estás bien?" "Sí." Danni le dio a Mike una sonrisa valiente luego se dio la vuelta y se apresuró a buscar el baño. Encontró el pequeño rincón donde estaban las dos puertas del baño, separadas por una fuente para beber. Con la boca sintiéndola como algodón, Danni tragó varios sorbos de agua y luego se dirigió hacia el baño de la izquierda, completamente en piloto automático, mientras ese trago de whisky la dejó levemente aturdida. Estaba a punto de abrir la puerta cuando escuchó a alguien entrar en el rincón. Danni se dio cuenta de lo que estaba a punto de hacer demasiado tarde ya que la joven ya estaba sobre ella. Danni se quedó paralizada por un momento de sobresalto y miedo pero luego fue simplemente porque no podía moverse. La mujer que estaba de pie frente a ella era deslumbrante, su cabello rubio peinado a la perfección y sus ojos verdes muy abiertos de sorpresa mutua. El vestido rojo y blanco que llevaba ceñía su figura a la perfección, haciendo que el corazón de Danni latiera más rápido. "Creo que quieres esa," la mujer dijo con una sonrisa, un leve asentimiento indicando la otra puerta del baño. Danni miró hacia la otra puerta y luego se quitó la gorra blanca de la cabeza, el flequillo cayendo a sus ojos. Le dirigió a la hermosa joven una sonrisa tímida, luego retrocedió y se giró para agarrar la manija de la puerta. Necesitaba ver a la rubia mujer una vez más y le dirigió una mirada antes de meterse rápidamente en el baño de los hombres, sintiendo como si pudiera vomitar. Se inclinó contra la pared una vez dentro, cerró los ojos mientras intentaba controlar su respiración y calmarse. Danni se había dedicado a su misión una vez que la enviaron al Centro de Entrenamiento Naval de los Grandes Lagos, cerca de Chicago. Después de ocho semanas de campamento de entrenamiento, Danni y Mike habían sido enviados a San Diego para continuar entrenando hasta que fueran embarcados en seis semanas. En todo ese tiempo, este baile era sólo la segunda salida a la que asistía y la asustaba muchísimo.

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Tomando varias respiraciones profundas, se apartó de la pared y decidió que necesitaba ser sociable. Después de todo, tenían una cuenta regresiva antes de embarcarse y ella tenía que tratar de aprovechar al máximo su tiempo en California. La música todavía tocaba, Danni reconoció la canción como una de sus favoritas, I’ll Be Seeing You. Volvió a ponerse su gorra ‘Dixie Cup‘ en la cabeza y se abrió paso entre la multitud de colegas parranderos, tratando de ver a través de la muchedumbre para encontrar a Mike. Eventualmente lo vio parado con un pequeño grupo de mujeres hermosas, tal como sospechaba que lo haría. "¡Oye!" Mike dijo con una sonrisa de bienvenida. "Señoritas, este es mi buen amigo Danni. Danni, esta es Esther, Rachel y su hermana Louise." Danni sonrió y asintió con la cabeza a cada una de las jóvenes cuando las presentaron. Rachel dejó en claro que tenía los ojos puestos en el hombre alto y guapo con deslumbrantes ojos azules. "Hola, Danni," dijo con una sonrisa brillante. “Señora,” Danni dijo luego se volvió hacia Mike. “Voy por algo de beber." Ella se volvió hacia las mujeres. "¿A las señoras les gustaría algo?" Kate entró en el baño de señoras e inmediatamente encontró un urinario, con el corazón martilleándole en el pecho mientras echaba el pestillo y se apoyaba en la puerta del urinario. Aunque solo había sido un momento en el tiempo, sabía que había visto el rostro de la máxima ... belleza? Era algo extraño, pero el hombre que acababa de ver en el pasillo – aunque increíblemente guapo – era mucho más que eso. Tenía la cara de un ángel, llamativo en cada uno de sus rasgos. ¿Era posible que un hombre fuera tan hermoso? Tenía que serlo, porque él lo era. "George," susurró, con los ojos cerrados. “Estoy aquí para reunirme con George." Unos momentos más tarde, y con una capa de labial recién aplicada, Kate salió del baño y se dirigió de nuevo hacia donde había visto por última vez a sus amigos. Aunque se obligó a evocar la imagen de George Hannigan en su mente, sus ojos estaban buscando a alguien más. Trató de ser casual al respecto, pero en un momento dado se encontró parada en el centro de la habitación y girando en un lento círculo, tratando de tener una vistazo de esos ojos azules otra vez. Ella vio a sus amigos y se dirigió en esa dirección. Un momento después, lo vio. Él estaba en el bar comprando bebidas. Mientras Kate observaba, sacó una billetera de su bolsillo y entregó unos cuantos billetes luego miró hacia abajo a las cinco bebidas que el barman le había puesto. Era evidente que estaba tratando de descubrir cómo iba a llevarlas todas.

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Kate se apresuró hacia él, sus piernas casi trabajando sin el permiso expreso de su cerebro. "¿Puedo ayudarte con eso?" Preguntó, tratando de no dejar que la desesperación se reflejara en su voz. Esos inquietantes ojos azules se encontraron con los suyos, al principio llenos de ligera incertidumbre, y luego se llenaron con la sonrisa que rozó sus labios. "Gracias." Kate se sorprendió por su voz: tan suave y relajante. "Está bien. Mis dos manos son tuyas." Danni miró a la mujer del incidente del baño, al principio temiendo que volviera para regañarla por su estupidez, pero en cambio le ofreció su ayuda. Danni le entregó a la hermosa rubia dos de los vasos y se las arregló con los otros tres por su cuenta. " Creo que lo tenías un poco complicado con todo estos," Kate comentó, simplemente por algo que decir. Danni sonrió con un asentimiento. “Creo que tienes razón. No se me ocurrió que me faltarían manos hasta que él puso todos estos delante de mí." Kate sonrió, sintiéndose completamente desarmada con este chico tranquilo y aparentemente tímido. "Mi nombre es Kate." "Danni." Dannie se detuvo, con la intención de estrechar su mano, pero se dio cuenta una vez más que requeriría más manos de las que tenía. "Uh, lo siento. Supongo que podemos ser verdaderamente educados cuando llevamos casi media docena de bebidas." Kate se rió de eso, completamente encantada. "Supongo que no." Danni le dio otra sonrisa, aunque sabía que parecía un tonto idiota, no le importaba. Una última mirada a esos penetrantes ojos verdes y las dirigió hacia Mike y las chicas. "Aquí están, señoritas," Danni anunció, distribuyendo las bebidas según lo solicitado, Kate entregando sus dos bebidas a los indicados. Mike se sorprendió al ver que Danni no solo había traído bebidas para ellos, sino también una mujer joven y hermosa. Él sonrió hacia Danni. "Perro," murmuró en voz baja, lo suficientemente alto para que Danni lo escuchara. Danni se sonrojó profusamente. "Ella se ofreció a ayudar," dijo suavemente, con el estómago revuelto cuando Kate intercambió un par de palabras con dos de las chicas. XWPColección: Página y Facebook

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"Entonces," Mike dijo arrastrando las palabras, "¿vas a hacerla tu chica ahora o qué?" Nuevamente, Danni se encontró sonrojándose. "¡No!" Ella siseó. "¡Acabo de conocerla!" Kate podía oír los susurros detrás de ella, pero no estaba del todo segura de lo que se decía. Se volvió y miró a los dos marineros. “Por lo tanto, soy Kate Adams,” se presentó al hombre hablando con Danni. “Ah Por Dios, estoy siendo descortés. Kate Adams, este es Michael Carr, Mike, Kate." "Encantado de conocerte, Kate," Mike dijo, poniendo su encanto mientras podía decir que su amigo estaba completamente en la belleza. "¡Aquí estás!" Todo el grupo se volvió para ver a Carol corriendo hacia Kate. "George nos encontró y te está buscando." Como si se hubiera dado cuenta por primera vez de que Kate había estado hablando con la gente, Carol alzó la vista y examinó los cinco pares de ojos que se centraban en ella. "¡Hola!" "Carol, estos son mis nuevos amigos." Mientras Kate presentaba a todo el grupo uno por uno, la mirada de Carol nunca se apartó de Mike. Una sonrisa tonta se extendió sobre sus labios pintados cuando sintió su corazón latir a la vida. “Soy Carol,” dijo, aunque acababa de ser presentada. "Mike.” En un gesto de vieja caballerosidad, Mike tomó la mano de Carol y le besó los nudillos, sin apartar la mirada de ella. Kate observó la interacción entre su mejor amiga y el amigo de Danni, completamente sorprendida. Carol estaba tan loca por los muchachos como podía ponerse, pero una cosa que nunca hizo fue dejar que un chico profundizara demasiado antes de que ella lo tirara a un lado para pasar al siguiente. Kate incluso sospechaba que Carol no era virgen. Esto, sin embargo, estaba completamente fuera de lugar. Por la mirada de sorpresa en la cara de Danni, debía sentir lo mismo por su amigo. Kate volvió su atención a Danni. "Supongo que debería irme," dijo suavemente, su corazón cayendo. Lo último que quería hacer era ir a conocer a George Hannigan, un soldado desconocido. En verdad, sólo había continuado la correspondencia con él porque Carol estaba metida en eso y sentía que era lo correcto por hacer.

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“Está bien,” Danni dijo, ocultando su profunda decepción. " Gracias de nuevo por tu ayuda." “De nada." Kate le dio una sonrisa brillante, luego agarró a Carol de la mano y la alejó de Mike. Danni vio como las dos mujeres dejaban su pequeño grupo, y todo lo que podía pensar era en lo mucho que quería seguirlas. Ella no había estado interesada en Rachel desde el principio, pero ahora mientras la morena coqueteaba con ella aún más, sentía una conexión aún menor que la inexistente de hace unos momentos. Su corazón dolía. Era inexplicable y claramente una locura, pero le dolía el corazón. Poniendo una buena cara, Danni se giró hacia la conversación, agregando una sonrisa falsa y unas pocas palabras del tema interpuesto. Mientras tanto, su mente se desviaba hacia una belleza rubia de ojos verdes que ahora estaba al otro lado de la habitación con su amiga y este amigo George. Kate siguió a Carol de nuevo a su pequeño espacio en la tierra, Helen apareciendo a la vista, así como un par de jóvenes en uniforme que Kate no reconoció. Entró en el pequeño grupo con una sonrisa de bienvenida, aunque el último lugar en la tierra que quería estar era con este grupo. Quería desesperadamente volver a hablar con Danni. “George,” Carol comenzó, acercándose a un hombre bastante guapo con pelo corto castaño claro y duros ojos color avellana. Llevaba un traje de gala azul de la armada, con sus medallas clavadas con orgullo en su pecho. " Esta es Kate. Kate, George Hannigan. Él vino hasta aquí desde Italia para conocerte." Kate miró hacia el joven militar, sin duda impresionada por la cantidad de medallas y de insignias que llevaba. "Encantada de conocerte en persona, George." George, por su parte, se sorprendió por la belleza que estaba frente a él. ¡Nunca hubiera pensado que hubiera tenido tanta suerte! Él y Kate Adams habían estado intercambiando cartas durante bastante tiempo, y sus palabras habían hecho que sus días fueran menos deprimentes. "Kate," dijo, la mera mención verbal del nombre le envió escalofríos por la espalda. Pelear durante tantos meses en Europa lo había dejado a él y a todos sus hombres carentes de compañerismo femenino y terriblemente solitarios. "Hola, George," Kate dijo. Ella era de una mezcla de emociones: en cierto modo, era realmente una alegría conocer al hombre que había tratado de consolar y alegrar su día

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por meses, pero al mismo tiempo, no tenía ningún interés en él fuera de esas cartas y consuelo. Él la estudió por un largo momento, casi haciendo que Kate se sintiera incómoda. "Sin duda eres mucho más adorable que tu foto, la cual era muy bonita." "Gracias, George," dijo en voz baja, un ligero rubor coloreando sus mejillas. "Agradezco tu cumplido.” Danni estaba con Mike y las tres mujeres, aunque su enfoque estaba en la habitación. Tomó un sorbo de su bebida, que había sido mezclada con un poco del whisky de Mike, al igual que todas las bebidas de los demás. Danni dio un sorbo, haciendo una mueca ante el sabor mientras estudiaba al hombre que Carol llamó George. Él era lo suficientemente guapo, supuso, también era de la Armada y era un LTJG, Teniente (rango de suboficial). "Parece que ella se consiguió un oficial," Mike señaló, parado junto a su amigo. Puso un brazo alrededor de los hombros de Danni. " Hay muchos peces en este mar, hermano. Venga." Se inclinó y le susurró algo a Danni al oído. "Rachel te quiere, amigo." Danni suspiró, sabiendo muy bien que Mike tenía razón. Se tomó el resto de su bebida y luego se volvió hacia la sonriente morena. "¿Quieres bailar?" Kate fue arrastrada por la pista de baile mientras la banda tocaba una canción animada. Tenía que admitir que George era un bailarín decente y se estaba divirtiendo. Él le sostuvo la mano con fuerza dentro de la suya mientras la otra mano se apoyaba en su espalda baja, presionando sus dedos para llevarla de esta o aquella manera. Sin aliento, Kate se sintió aliviada cuando la canción llegó a su fin y fue llevada de la multitud a la barra. "Un whisky para mí y algo afrutado y divertido para la dama," George le dijo al barman, que le dio una sonrisa cómplice. El oficial se volvió hacia su compañera de baile. “Me preguntaba si podríamos vernos mientras estoy en la ciudad." El barman puso sus bebidas en la barra junto a ellos y luego recogió el dinero que George le entregó. George se volvió hacia Kate y le dio una bebida rosada. "Aquí tienes." "Gracias." Kate tomó la bebida y una inhalación le dijo que había alcohol en ella. Sabía que tenía que tener cuidado. Recordó la pregunta que George había planteado. “No veo por qué no podríamos pasar un poco de tiempo juntos. Estoy bastante ocupada preparándome para la graduación y luego empezar la universidad en el otoño."

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“¿Qué tienes planeado seguir estudiando?" George preguntó, tomando su propia bebida y sorbiendo. Instantáneamente sintió el ardor en su garganta y el calor que se extendía desde allí. “Me gustaría estudiar historia,” Kate dijo, curiosa por cual sería la reacción de George ante eso. La mayoría de las mujeres iban a la universidad simplemente para encontrar un marido; ella no. Quería enseñar en la universidad algún día ella misma. "Ya veo," George dijo, desinteresado. “Busquemos un lugar para sentarnos." "Señor?" Dijo un marinero uniformado, saludando a Kate con un gesto de disculpa antes de saludar a George, el cual George regresó. “He sido enviado a buscarle. El Almirante Cooper desea verlo, señor." George suspiró pero asintió. "Bien, gracias." A solas con Kate, George suspiró. “Lo siento pero tengo que irme." "No, lo entiendo." Kate le dio una sonrisa educada, secretamente emocionada. Danni siguió a Rachel a través de la multitud de personas, y la habitación comenzó a llenarse más y más a medida que avanzaban más adelante. Pronto, ella y la hermosa morena estaban afuera, la brisa de la tarde era un cambio bienvenido del calor adentro. Rachel los condujo a la vuelta de la esquina del edificio donde cayó hacia atrás contra el ladrillo, sus mejillas enrojecidas por su baile y el alcohol. "Oh, Dios mío," susurró, con la mano presionada contra un pecho exageradamente agitado. Miró a Danni, que estaba parada cerca, su mirada hablando en voz alta por lo que estaba dispuesta a ofrecer al apuesto marino. Danni sintió que su corazón palpitaba más fuerte y sus hormonas se activaban incluso cuando sus palmas comenzaron a sudar. Se quedó donde estaba, con un hombro apoyado contra el edificio de ladrillo, mientras Rachel se acercaba a ella, con una mano apoyada sobre la parte superior del pecho de Danni, el rojo fuego de sus uñas captando un destello de una luz en el exterior del edificio. "Desde luego te ves guapo en tu uniforme, Danni," Rachel murmuró, su mirada y sus dedos descansando sobre el pañuelo negro, los dedos acariciando el material con intención. Sus ojos se encontraron con los de Danni. "Muy, muy guapo." "Gracias." Danni levantó una mano, deslizando el dorso de los dedos ásperos por el trabajo a lo largo de la mandíbula de Rachel. “Eres una chica estremadamente bonita."

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Rachel sonrió ante el cumplido. "¿Qué te parece que nos escapemos de aquí?" Danni estaba a punto de responder afirmativamente cuando se dio cuenta de que George se apresuraba a salir del edificio, sacando las llaves de su bolsillo a medida que avanzaba. Ella lo observó mientras él se subía a un automóvil y luego se alejaba. El corazón de Danni comenzó a latir con fuerza, pero de una manera muy diferente de lo que era un momento antes. Si George se había ido, eso significaba que Kate se había quedado sola allí? En su ebria mente, había aturdido pensamientos acerca de si prefería irse con Rachel y probablemente tener sexo con ella o prefería quedarse y ver si podía conseguir algo de Kate? Ella fue salvada de la decisión de borracho cuando Esther y Louise aparecieron de repente. "Vamos Rachel," Louise dijo. "Tenemos que irnos. Papá descubrió que estamos aquí!" Rachel puso los ojos en blanco con irritación. " Estaré allí en un minuto." Se giró hacia Danni, inclinándose para colocar un rápido beso en sus labios. "La próxima vez, Danni." Danni vio que las tres mujeres se apresuraban a llegar a un automóvil, se apilaban y luego salían rugiendo del estacionamiento. Cayó hacia atrás contra el edificio, dejando escapar un profundo suspiro. "Mala suerte, ¿eh?" Mike dijo, acercándose a ella. Encendió un cigarrillo y le ofreció uno a Danni, que lo rechazó. "Menos mal que otra hermosa dama todavía está ahí, ¿eh?" La cabeza de Kate le daba vueltas cuando terminó la bebida de color rosa. No tenía idea de qué contenía, pero era fuerte. Carol se rió mientras veía a su amiga intentar bailar con uno de los soldados. El baile terminó y el soldado sumamente caballeroso ayudó a Kate a volver con sus amigas, sosteniéndola mientras se tambaleaba un poco. "Gracias," ella murmuró, cayendo en la silla que él sostenía para ella. El soldado sonrió y luego inclinó su gorra hacia las tres mujeres antes de irse en busca de una compañera de baile más sobria. Carol se dejó caer en la silla junto a la de Kate y estudió el perfil enrojecido de su amiga. “Me pregunto si ese tipo George estaba tratando de enborracharte de verdad." Kate la miró. "¿Qué fue lo que te dio esa impresión?"

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“No lo sé,” Carol se rió, " pero creo que tal vez deberíamos volver a casa. Creo que has tenido suficiente diversión por una noche." Kate asintió con un suspiro decepcionado, su último vistazo de la multitud no encontró a Danni. "Está bien.” “Debo ir al baño antes de irnos," Helen dijo, las tres mujeres recogiendo sus bolsas y dirigiéndose hacia allí. Danni entró en la habitación, estirando su cuello mientras trataba de ver por encima de la multitud, buscando la familiar cabeza rubia. Desafortunadamente, había un centenar de cabezas rubias, pero ninguna parecía ser la que estaba buscando. Con un triste suspiro, se volvió hacia Mike, que estaba detrás de él. “Vamonos."

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Capítulo 8 San José, California 1967 Kate entró por la puerta principal, cansada de un largo día de clases. Dejó el bolso y la cartera sobre la mesa de la cocina para poder servirse un vaso de té helado de la jarra del refrigerador. El líquido estaba frío y satisfactorio después de un día de primavera inusualmente caluroso. Con el vaso medio vacío, Kate volvió a agarrar su bolso y cartera, contenta de que fuera Viernes y pudiera relajarse por la noche. Tenía calificaciones para hacer durante el fin de semana, pero esta noche solo quería ver un poco de televisión y disfrutar de un momento tranquilo. Los Viernes eran las noches de George para jugar a las cartas con sus amigos, por lo que tendría la casa para ella sola. "¿George?" Gritó, dirigiéndose a las escaleras que la llevarían al piso de arriba y a su habitación, donde podría ponerse ropa cómoda. "¿Estás en casa?" No hubo respuesta, pero había visto su coche estacionado afuera. A veces, él y su amigo, Jay iban juntos a cenar antes de que comenzara el juego. Aún así, algo se sentía extraño; era casi como si el silencio en la casa fuera en realidad la casa aguantando el aliento, esperando que sucediera algo. Cuando Kate llegó a la parte superior de las escaleras, notó de inmediato que la puerta de su habitación estaba cerrada, lo que era muy inusual. George no era una persona que tomara siestas, por lo que Kate se preocupó de inmediato. Lo primero que pensó fue que tal vez George tenía otra mujer en esa habitación, y el silencio era que estaban tratando de sacarla de la casa. Kate detuvo ese pensamiento mientras se acercaba a la puerta, cuando se dio cuenta de que estaba siendo ridícula. Llegando a la puerta, se detuvo y escuchó, escuchando por los ronquidos reveladores que indicaban que George estaba dormido. Si lo estaba, lo dejaría en paz y se prepararía algo de cenar. No había ningún sonido. Su corazón comenzó a latir fuerte mientras el temor se acentaba. "¿George?" Kate agarró la perilla de la puerta pero la encontró cerrada. "¿George?" Ella sacudió la perilla de nuevo, levantando un puño para golpear la sólida madera. Con los instintos gritándole, Kate se acercó al marco que rodeaba la puerta solo para encontrar que la llave había desaparecido. Buscando alrededor del pasillo por inspiración, XWPColección: Página y Facebook

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bajó corriendo las escaleras, agarró un desarmador del armario de la cocina y luego volvió corriendo al piso de arriba. Trató de nuevo con la perilla, con la esperanza de que tal vez hubiera sido desbloqueada mágicamente en los pocos momentos que se había ido. Sin tanta suerte, cayó de rodillas y usó el desarmador para manipular la cerradura. Kate soltó un grito de victoria cuando la cerradura se abrió, pero entonces el temor realmente comenzó a arrastrarse en su estómago cuando se puso de pie, tomando una respiración profunda antes de girar la perilla y abrir la puerta. La habitación tenía una quietud antinatural, e inmediatamente la mirada de Kate fue capturada por la figura tumbada en la cama. Kate lanzó un grito de horror, incapaz de concentrarse en lo que estaba viendo. Entró en la habitación, con las manos cubriendo su boca y los ojos muy abiertos mientras veía el cuerpo de George yaciendo sobre su lado del colchón, una mancha carmesí coloreando la almohada debajo de la cabeza, así como salpicaduras carmesí en la cabecera. "George," susurró, un sollozo rasgando desde su garganta hacia su esposo por 21 años obviamente muerto. Una de las pistolas de su extensa colección yacía sobre la cama a su lado, su mano todavía cubriéndola parcialmente. Kate cayó de rodillas mientras sus lágrimas la abrumaban, incapaz de apartar los ojos de su marido, rezando por que fuera alguna broma cruel, elaborada y que él se sentaría en cualquier momento y diría: “Es broma! Jaja, broma divertida, ¿verdad?" Kate se sentó entumecida en un sofá en la sala de estar mientras los paramédicos, la Oficina del Médico Forense y la policía se filtraban por su casa. Ella ya había dado su declaración de lo que pasó, hasta donde sabía, y ahora lo único que podía hacer era sentarse y esperar a que la pesadilla terminara. También tenía una llamada por hacer – a Megan – y lo temía más que nada. ¿Cómo podía decirle a su hija de veinte años que su padre se había metido una bala en la cabeza? ¿Cómo podría responder a la avalancha de preguntas y necesidad de comprender? Lo siento cariño, pero estaba a punto de dejar a tu padre y él no pudo soportarlo. Kate enterró su cara en sus manos, las lágrimas comenzando de nuevo. Se sobresaltó cuando sintió una mano gentil sobre su hombro y levantó la vista para ver quién acababa de sentarse a su lado. Decir que estaba sorprendida de ver a Carol sería quedarse corta. Independientemente de los acontecimientos pasados que las habían mantenido fuera de contacto durante casi veinticinco años, se lanzó a los brazos de su vieja amiga, las lágrimas sobrepasando cualquier sensación ante la cara familiar, amigable.

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***** Más tarde esa noche – casi las 10 p.m. – Kate sentada en el sofá, una Megan dormida descansando su cabeza en su regazo. Mientras pasaba los dedos a través del cabello de su hija – como lo había estado haciendo durante más de una hora – Kate miró a Carol, con la mejilla apoyada en un puño cerrado y el codo apoyado en la parte posterior del cojín del sofá. “No puedo creer que tu cuñado haya sido uno de los oficiales aquí hoy,” dijo, su voz un murmulló silencioso para no despertar a Megan. "Supongo que estoy destinada a estar de vuelta en tu vida," Carol ofreció, bebiendo el vino que Kate había servido para ambas. “Me alegro que Steve me haya llamado y aún más feliz de haber hablado con él sobre ti." Ambas sonrieron ante eso. Kate estudió a su vieja amiga, sorprendida por el hecho de que, aunque Carol ahora tenía poco más de 40 años, todavía podía ver fácilmente a la chica que había sido una vez. “Te extrañé, Carol." “Te he extrañado también, cariño,” Carol dijo, apretando la pierna de Kate. “Tenemos mucho de que hablar, pero no quiero perder el contacto de nuevo."

San José, California 1968 Kate estaba sentada en su oficina en la universidad, su mirada fija en la caja de madera intrincadamente tallada que Megan había descubierto en el ático tres días antes. Tenía toda la intención de volver a ponerla en el baúl: fuera de la vista, fuera de la mente. Aun así, no pudo hacerlo. En cambio, la había llevado al trabajo con ella esa mañana, con la intención tal vez de ver el contenido una vez más antes de ocultarla. Era el final del semestre de primavera y le quedaban algunas cosas por arreglar antes de que comenzaran sus vacaiones de verano. Por lo tanto, parecía un momento para 'matar dos pájaros de un tiro para terminar su semestre y volver a visitar algunos viejos recuerdos antes de guardarlo todo y disfrutar de su tiempo libre. No lo sería. En cambio, se sentó en su escritorio, con la mejilla apoyada en un puño cerrado y su mirada fija en los surcos tallados y las líneas que formaban la imagen. **** "Tengo un regalo para ti," Danni dijo, la emoción en sus ojos evidente. XWPColección: Página y Facebook

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"¿Lo tienes, ahora?" Kate preguntó, recostada en la cama. "Lo tengo." Danni se apresuró hacia su bolso y sacó un paquete largo y envuelto. Se lo dio a la rubia, con una sonrisa nerviosa en su rostro. "Espero que te guste. Lo hice yo." "Oh, Dios mío," Kate susurró, sentándose, la sábana cayendo para exponer sus pechos desnudos. “Es absolutamente hermoso, Danni." Ella le dio a la morena una sonrisa cegadora, agarrándola para un apasionado beso. "Gracias," susurró contra labios carnosos. **** Kate pasó las puntas de sus dedos sobre la madera lisa y contorneó las líneas del diseño tallado antes de levantar la tapa y dejarla a un lado. Justo como Megan había encontrado adentro, Kate observó la camisa doblada, sonriendo ante el recuerdo de la noche cuando había confiscado la camiseta. Las yemas de sus dedos rozaron el suave algodón antes de sacarlo de la caja, dejándolo a un lado en su escritorio. Siguiendo la camiseta sacó la pila de cartas y fotos y finalmente la cajita del anillo, que Kate sostuvo en sus manos durante un largo momento, solo estudiando el satén rojo, incluso cuando el objeto desapareció de su vista. **** “Hagámoslo,” Danni susurró, la cajita del anillo sostenida en su mano, el anillo de oro en el interior brillando con la luz de la lámpara. Kate sonrió, su corazón en su garganta mientras asentía. "Hagámoslo." **** "¿Profesora Hannigan?" Kate se cuadró, casi arrojando la cajita del anillo a través de la pequeña oficina en su estado de sobresalto. Grandes ojos verdes se posaron en Missy, la asistente de Kate, que en realidad era una estudiante de posgrado y su mano derecha. "¡Missy!" Kate dijo, más por sorpresa que por reconocimiento. Missy sonrió, divertida mientras se sentaba en la silla frente al escritorio de Kate, toda la ropa de colores brillantes y el pelo largo y recto. “Asumo que sabes mi nombre, teniendo en cuenta que eres la que me nombró como la Todo Poderosa Asistente de la Profesora Hannigan, Extraorinaria Historiadora." XWPColección: Página y Facebook

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Kate puso los ojos en blanco y volvió a colocar la cajita del anillo en la caja de madera. " Sigo pensando que deberías haberte metido en Teatro en vez de Historia, Missy." "Sí, probablemente," la estudiante de posgrado dijo, su mirada aterrizando en todos los objetos que Kate había sacado de la caja. “Qué es todo esto? ¿Un poco de arqueología?" “No,” Kate dijo suavemente, todas las burlas desapareciendo. Ella guardó silencio por un momento y luego miró a su estudiante y buena amiga una vez más. “ Missy, crees que sería una verdadera perra si me deshiciera de la ropa de George?" Missy estudió a su mentora por un largo momento, tratando de concentrarse en el repentino cambio de tema. Una vez que se orientó, le dio a la pregunta un verdadero pensamiento. Finalmente sacudió su cabeza con una sonrisa. "No, no lo creo." Asintió con la cabeza hacia la caja y su contenido. "¿Son estas sus cosas?" " No." Kate recogió los artículos, casi insultada por la suposición. " Pertenecen a ... alguien más." “Entiendo,” Missy asintió. “Bueno, me voy de aquí,” Missy anunció, levantándose de la silla. "Que tengas un gran verano, Missy." "Tú también, profesora." Una vez más a solas, Kate volvió su atención a la caja. Cogió la foto de ella y Danni y tuvo que sonreír ante la expresión de su cara: tan adoradora y tan completamente enamorada. Ella no había sentido eso tanto tiempo y se preguntó si alguna vez volvería a sentirlo. Después de la muerte de George, había decidió renunciar al amor y centrarse en Megan y su nueva vida, así como en la propia carrera de Kate. Soltando un profundo suspiro, Kate colocó la imagen en su escritorio y se reclinó en su silla, su mirada buscando el brillante y soleado día afuera de la ventana de su oficina. ***** Kate se paró al pie de las escaleras, su mirada en la parte superior y sabiendo lo que había al final de ese largo pasillo. Desde la muerte de George, ella había estado durmiendo en la habitación de invitados, ya no deseaba pasar tiempo en la habitación donde se pasaron

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tantos malos momentos, culminando en los momentos finales de la vida de su marido y su más grande pesadilla. Haciendo acopio de todo el coraje que pudo, Kate subió por la escalera, deslizando la mano por la suave madera de la barandilla y luego avanzó por el pasillo, una alfombra afelpada verde bajo los pies. Se detuvo frente a la puerta cerrada del dormitorio, cerrada desde el día después de que George se suicidara. Por un momento, fue llevada de vuelta a ese día una vez más, parada frente a la puerta cerrada, insegura de lo que le esperaba del otro lado. Ahora, el dolor de un viejo fantasma la esperaba, eso lo sabía mucho. La habitación estaba exactamente como lo había estado durante los diecisiete años que los Hannigan habían estado en la casa, salvo por el hecho de que la ropa o las pertenencias de Kate ya no estaban en la habitación, y el colchón y la cabecera habían sido retirados de la habitación y destruidos, dejando la armazón básica de la cama. En verdad, Kate pensó que todo probablemente debería ser quemado, pero lo había dejado intacto. La habitación olía a rancio y sin usar después de un año de abandono, por lo que Kate se acercó a la ventana y la abrió, permitiendo que circulara un poco de aire fresco. Girándose para mirar hacia la habitación, colocó sus manos sobre sus caderas y trató de decidir qué hacer primero. La mayoría de lo que quedaba era ropa de George, ya que Megan dijo que su prometido no quería ‘la ropa de anciano’ de su padre, aunque Megan había tomado el reloj de su padre y una apreciada botella de colonia Old Spice como recordatorio. Kate caminó hacia el armario y abrió las puertas con espejos. Una punzada de pesar y tristeza golpeó su corazón mientras miraba toda la ropa de George colgando ordenadamente de las perchas. Con un profundo suspiro, deslizó su mano por la manga de una camisa de vestir, el material fresco y suave al tacto. Hizo un inventario visual rápido de lo que estaba allí luego se giró hacia la larga cómoda y luego hacia la mesita de noche de George. Bajó las escaleras hacia el garaje y agarró algunas cajas vacías para guardar la ropa. Mañana haría una parada en Goodwill (Empresa estadounidense sin ánimo de lucro) y haría una donación.

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Capítulo 9 San Diego, Califonia 1943 Danni se sentó afuera en el restaurante Puck en Wilmont Street. Los negocios a lo largo del extenso tramo atendían principalmente a los militares estacionados en la base y se habían convertido en un lugar de reunión para ellos. El restaurante estaba lleno casi hasta su capacidad esta tarde, el nivel de ruido era alto y bullicioso. Los hombres tenían previsto zarpar en dos días, por lo que los marineros intentaban formar parte en la mayor cantidad de vida ‘civil’ que pudieran. “No estoy tan seguro de lo que voy a sentir cuando sea nuestro turno,” Mike comentó, metiéndose más huevos revueltos en la boca. "Al menos ustedes son parte de los SeaBees (*). No hay mucho de que preocuparse, allí,” Paul su amigo, dijo. Danni permaneció callada mientras continuaba comiendo, su estómago dando volteretas en la conversación. Su tiempo estaba próximo y todos lo sabían. Se estaban metiendo en lo esencial de su formación individualizada en San Diego antes de que fueran enviados a sus destinos en todo el mundo. Ella y Mike formaban parte del Batallón de la Construcción, CB para abreviar y apodados los SeaBees. Serían llevados a diversos lugares para construir edificios, carreteras y fortines, y se esperaba que ayudaran a defenderlo en caso de ser atacados. No eran exactamente las líneas de combate, pero aún así era peligroso como el infierno. "¿Por qué estás tan callado, Danny?" Mike preguntó, reclinandose en su silla, finalmente saciandose. "Solo estoy pensando," Danni dijo, ofreciéndole una rápida mirada. "Sí, pero sé de qué se trata," Paul dijo, con una sonrisa del diablo. Había escuchado todo sobre el encuentro de Danni con la guapa rubia unas noches antes. "Sí, lo que sea," Danni murmuró, sacando algunos billetes de su bolsillo y tirándolos sobre la mesa. Empujó su silla hacia atrás y se puso de pie, colocándose la gorra en la cabeza. "Nos vemos chicos. Tengo algunas cosas que debo hacer." (*)

Unidad de la Armada de los Estados Unidos especializada en obras de ingeniería civil y de construcción.

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Danni ignoró los silbidos que sus amigos lanzaron tras ella mientras salía a la cálida tarde. Mientras caminaba por la acera, con la intención de ir a una tienda a comprarle un regalo de cumpleaños a su madre, se sintió complacida cuando la gente pasó junto a ella, asintiendo con la cabeza al reconocer su servicio militar. Algunos incluso llegaron a detenerse y estrechar su mano, agradeciéndole por luchar contra los nazis. Sintiéndose bien y orgullosa, Danni continuó, deteniéndose para mirar en una tienda cuando una exhibición de cajas de música llamó su atención. A su madre le encantaban los colibríes, y la pequeña estatua del colibrí sobre una caja de madera tallada la hizo sonreír de inmediato. Esa sonrisa se convirtió en un sorprendido giro de su cabeza cuando alguien jaló de la manga de su camisa. La expresión de Danni se fundió en una sonrisa pegajosa cuando se encontró mirando a la hermosa cara de Kate. "Hola." “Hola,” Kate dijo suavemente, su voz tímida y las mejillas ruborizadas. "Pensé que eras tú." Danni podía sentir su corazón latiendo en su pecho con una cadencia casi dolorosa. “Sí, soy yo." "Bueno, qué maravillosa coincidencia es que te encontrara aquí, entonces.” La sonrisa de Kate era amplia y hermosa. "De hecho. Estás preciosa,” Danni dijo, su mirada recorriendo el vestido azul y amarillo que Kate llevaba, una vez más el corte mostrando las hermosas curvas del cuerpo de Kate, aunque no de una manera inapropiada. “Gracias,” Kate se sonrojó, casi desmayándose. " Y te ves tan guapo como siempre con tu uniforme.” Ahora fue Danni quien se ruborizó, lo que provocó que Kate se riera encantada. “Eres tan adorable!" Danni se aclaró la garganta y miró hacia otro lado, ya que sabía que su rubor empeoraría y la pondría aún más nerviosa de lo que Kate ya la había puesto. "¿Qué estás haciendo aquí?" Preguntó por fin. "Comprando un vestido nuevo para mi fiesta de graduación." Kate se mordió el labio por un momento antes de decir bruscamente: "¿Te gustaría acompañarme? Es decir, a menos que ir de compras no sea algo que te guste. Sé cuán detestables los hombres encuentran ir de compras, después de todo."

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Danni le dedicó una sonrisa fácil a sus juguetonas burlas. "Da la casualidad de que estoy de compras, yo mismo." "¿Lo estás ahora?" Kate preguntó mientras comenzaban a caminar a lo largo de las aceras. "¿Por algo especial para tu chica?" Danni esperaba que Kate estuviera sonsacando, pero no quería suponer. Aun así, quería que Kate supiera que no había ninguna chica en su vida. “Si quieres pensar en mi madre como mi chica, bueno, entonces supongo que deberíamos separarnos aquí." Una vez más, Kate estalló en adorables risitas. "No, supongo que no. ¿Es su cumpleaños o algo así, o solo estás siendo un buen hijo?" "Todo lo anterior," Danni bromeó, sosteniendo la puerta abierta de la pequeña tienda para que Kate pudiera entrar primero. Mientras paseaban por la tienda, Kate miraba a Danni de vez en cuando, su corazón dando volteretas en su pecho cada vez. Estudió su forma de moverse, cuán educado y gentil era con la vendedora que estaba tratando de ayudarlo. Tenía una influencia tan tranquilizadora sobre ella. "¿Qué piensas?" Kate preguntó, indicando la caja de música que la vendedora le había mostrado. Danni recogió la pieza para examinarla más de cerca. Era la pieza que había estado admirando en el escapate cuando Kate le encontró. De cerca, simplemente no parecía ser tan bonita como quería para su madre. Después de todo, este podría ser el último cumpleaños que podría celebrar con un regalo. Ella suspiró, decepcionada mientras colocaba la caja de música en el estante. “No creo que esto vaya a funcionar para ella." "¿Quieres probar en otro lado?" Kate ofreció, ya liderando el camino de salida de la tienda. “Vamos a comprar tu vestido. Quiero tomarne un tiempo para pensar un poco para el regalo de mi madre." "Claro."

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De vuelta en la acera, las dos siguieron caminando en un cómodo silencio, Danni metiendo sus manos en los bolsillos del pantalón de su uniforme para evitar estirar su mano y agarrar la de Kate. Ella compartió un par de sonrisas rápidas y finalmente entraron en una pequeña boutique. “Realmente no tienes que hacer esto,” Kate dijo mientras entraban. "En serio. Sé como son los chicos sobre comprar ropa." Danni detuvo el avance de Kate en la tienda y giró a la rubia para quedar de frente. " Quiero estar aquí contigo, ¿de acuerdo? De verdad no me importa lo que estemos haciendo. Solo quiero ... estar contigo." Apartó la mirada, sintiéndose como una tonta. Kate estaba profundamente conmovida y se acercó para tomar una de las manos de Danni, apretando los dedos hasta que Danni se encontró con su mirada. " Quiero que estés conmigo. Solo te estoy dando la opción.” Danni sonrió, sacudiendo la cabeza. “No quiero la opción." Kate sonrió, su alma flotando. "Está bien. No voy a ofrecerte una ‘salida’ de nuevo." Danni compartió su sonrisa y luego la siguió en la tienda, notando que Kate nunca soltó su mano. En ese movimiento, Danni estaba dividida entre dos emociones: euforia y miedo casi paralizante. Ella nació como Danielle Felts, y en su mente siempre sería Danielle Felts, una mujer. Pero estar paseándose en una tienda de ropa agarrada de la mano de otra mujer, no podía evitar estar atenta en todos en la tienda, esperando miradas conmocionadas o asco o miedo. Ella no vio nada de eso. De hecho, todos los que miraron en su dirección no tenían más que una sonrisa suave y conocedora en sus labios. Cálmate, Danni. Nadie lo sabe; ni siquiera Kate. Danni se sentó en una silla ubicada afuera del vestidor y, vestido tras vestido, dio su opinión. Los vestidos eran hermosos por supuesto, pero siempre había algo que faltaba. Finalmente, el quinto vestido que Kate se probó, Danni se quedo pasmada en su asiento. El satén verde esmeralda ceñía el cuerpo de Kate como un guante y trajo la brillantez a sus ojos. Danni se quedó sin palabras, lo que hizo reír a Kate. “Supongo que te gusta este vestido?" Preguntó, jugando con la falda larga. Todo lo que Danni pudo hacer fue asentir. "Muy bien, entonces este es el indicado." Diez minutos después, Danni llevaba la bolsa que contenía el vestido de Kate, la mano de Kate metida en el hueco del brazo de Danni. Danni nunca se había sentido tan feliz u

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orgullosa en su vida. Sintió que caminaba sobre el agua, y finalmente había encontrado un hogar, y ese hogar no tenía nada que ver con ninguna estructura. Poco se imaginaba, que Kate sentía lo mismo. Terminaron en una pequeña tienda de malteadas, Frank Sinatra sonando suavemente en el fondo. Kate jugó con la pajita en su malteada de fresa mientras estudiaba a su acompañante. "¿Cuándo partes?" Preguntó, su corazón se desmoronó ante el miedo a la respuesta. Danni estudió a Kate por un momento, sorprendida por la pregunta y su corazón cayendo ante la respuesta. "Poco más de cinco semanas." Kate estuvo en silencio por un largo tiempo, meditando sobre la información una y otra vez en su cerebro. Finalmente, dejó la cucharita de su malteada y estudió a Danni, una palma levantada acunaba su barbilla. "¿Tienes miedo?" Danni pensó en la pregunta antes de que finalmente asintiera. "Si. Soy parte del CB, pero sí, tengo miedo." “Eres un constructor, ¿eh?" Danni se encogió de hombros. " Crecí en una granja lechera en Wayne, Nebraska. Tuvimos que hacerlo todo nosotros mismos: construir caminos que entren en nuestra granja, construir edificios y establos. También soy un excelente conductor del tractor." Kate sonrió. “Nunca he estado en un tractor antes. Mi familia posee una gran cantidad de tierra, pero no tenemos tractores; es todo natural así como los preciados campos de flores de mi madre." “Bueno, si alguna vez pasas por Nebraska, búscame y te llevaré en un tractor." Kate sonrió, una mirada soñadora en sus ojos. “Me encantaría." Danni jugó con la pajita que estaba metida en su espeso batido de chocolate, un pensamiento inquietante rebotaba en su cerebro. Finalmente, levantó la vista y se encontró con la mirada de Kate. “No se molestara tu novio que estemos pasando este tiempo juntos?" Ella preguntó, su voz suave y extrañamente, dolida. "¿Novio?" Kate preguntó, desconcertada. " Sí, tu novio del baile: George." XWPColección: Página y Facebook

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“Oh Danni, él no es mi novio. George es un amigo y nada más." Ella suspiró pesadamente. "Independientemente de lo que él pueda creer." " O lo que él diga," Danni añadió en voz baja. Kate gimió, poniendo los ojos en blanco mientras se reclinaba en su silla. “Debería haber sabido que él haría eso." Aliviada, Danni se inclinó hacia adelante. “Entonces, si George no es tu novio, irías conmigo a ver una película el Viernes por la noche?" “Sí,” Kate dijo, sin pensar, sin pesar: por el momento. "¡Oh, no!" Jadeó, su mano se posó en sus labios. “No puedo, Danni. El Viernes por la noche es mi fiesta de graduación." Danni hizo todo lo posible por ocultar su decepción. Ella favoreció a Kate con una sonrisa comprensiva. "En otra ocasión entonces." "Ven a la fiesta," Kate espetó, arrepintiéndose inmediatamente de su invitación. Sabía sin lugar a dudas que sus padres destrozarían a Danni. Danni se animó, asintiendo. "Está bien." A pesar de las preocupaciones de su familia, Kate estaba encantada. “Estoy tan contenta! Y," dijo, un poco tímida, "podrías traer a tu amigo, Mike. Carol me amará por siempre." Danni acompañó a Kate hasta su auto, ya que se estaba haciendo tarde y ambos tenían que llegar a casa. " Realmente disfruté hoy," dijo mientras paseaban. Mientras se acercaban al auto, su estómago comenzó a dar vueltas nerviosas y ligeramente aterradas. No quería que su tiempo juntas terminara. "Yo también." Se mordió el labio inferior por un momento antes de que una sonrisa tímida se extendiera por sus labios. "Tengo que confesarte algo, Danni." “¿Qué es?" “No fue una casualidad que nos encontráramos hoy." "¿No?" Denni preguntó, alzando la ceja.

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"No." Kate arrastró los pies, su mirada en cualquier lugar menos a Danni, ya que se sentía como una tonta colegiala. “He estado viniendo aquí todos los días, con la esperanza de verte.” Finalmente se encontró con la mirada de Danni, sin estar segura de lo que vería allí. Se sonrojó ante la mirada de absoluta adoración que vio allí y rápidamente apartó la vista de nuevo. "Sé que los muchachos de la Armada pasan mucho tiempo por aquí." Cuando Kate no escuchó nada de Danni, nerviosamente se encontró con su mirada otra vez. Se sorprendió cuando él extendió la mano y gentilmente ahuecó su barbilla, manteniéndola en su lugar mientras él se inclinaba y colocaba un suave beso en sus labios. Kate se quedó sin aliento por el simple beso. “Lo siento,” Danni susurró, alejándose lentamente y dejando caer su mano. “ Sólo un poco ... eh,” Se frotó la parte posterior de su cuello, sintiendo como si hubiera hecho algo malo e increíblemente falso. “No lo sientas,” Kate dijo, tomando la mano de Danni entre las suyas. “He querido que hicieras eso desde la primera vez que te vi." Sonrió tímidamente. "Terrible, lo sé." Danni sintió que su corazón se disparaba. "No," dijo, sacudiendo la cabeza, "no es terrible. Yo también quería eso." Kate miró a Danni, su sonrisa aumentando. Deseaba desesperadamente que la besara nuevamente, pero no tenía idea de cómo pedirlo. En cambio, dejó escapar un profundo suspiro. "Bueno, supongo que debería llegar a casa antes de que mi madre envíe a los perros a buscarme." "Sí, tengo que regresar, también." Ambas se quedaron en un incómodo silencio por un momento, ambas queriendo lo mismo, pero no estaban seguras de si era lo correcto. Finalmente, Danni no pudo contenerse y una vez más se inclinó. Kate la encontró a medio camino, una de sus manos apoyadas en el lado de la cara de Danni. El beso fue suave y persistente, ambas simplemente absorbiendo la sensación de la otra. Mientras Kate se apartaba lentamente, su corazón latía tan fuerte que estaba preocupada de que Danni pudiera escucharlo. “Guau,” suspiró, deslizando su mano de la cara de Danni y posándose sobre su hombro. "Realmente debería irme antes de hacer que hagas eso una y otra y otra vez." Danni sonrió, su propio corazón latiendo tan rápido que casi se desmayaba. “Conduce con cuidado y te veo el Viernes."

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Kate asintió, sacando las llaves del auto de su bolso y abriendo la puerta del auto. Ella aceptó el paquete que Danni había cargado por ella y lo colocó sobre el amplio asiento corrido del lado del pasajero luego se volvió hacia Danni. Abrió su bolso otra vez y sacó un pedazo de papel, habiendo escrito su número telefónico en él hace días en caso de que lo viera. “Llámame mañana y te diré dónde ir para la fiesta." Danni aceptó el papel, doblándolo amorosamente lo suficientemente pequeño como para meterlo en su bolsillo. "Está bien." Kate rápidamente robó otro beso, riendo nerviosamente mientras se apresuraba a entrar en su automóvil, sorprendida por su propio atrevimiento, dejando a una sorprendida y divertida Danni viéndola alejarse. "Oh chico," Danni susurró. “Estoy en problemas." ***** Tres de los cinco muchachos con los que Danni compartía una habitación ya estaban en el cuarto, dos jugando un entusiasta juego de damas y el tercero ya estaba en su litera, leyendo. Levantaron la mirada cuando ella entró, enviando un saludo antes de regresar a sus respectivas actividades. “¿Dónde está Mike?" Ella preguntó, caminando hacia su propia litera y tirando su gorra sobre ella. "Con esa mujer que conoció en el baile," Henry respondió, sin apartar nunca la atención de su libro. "¿Carol?" Ella preguntó, jalando del pañuelo negro alrededor de su cuello. Henry se encogió de hombros. Danni se dirigió al baño común que todo el piso tenía que compartir. Una larga fila de puestos de ducha corría a lo largo de una pared, solo cortinas endebles para la privacidad. A lo largo de la otra pared había una hilera de urinarios, la mitad con puertas y la otra mitad mingitorios abiertos. Esos mingitorios la habían asustado hasta la muerte durante el campo de entrenamiento. Lo que había sido aún peor en el campamento de entrenamiento eran las duchas abiertas. Danni había comenzado la costumbre de levantarse diez minutos antes de su clase o pasar días sin ducharse.

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Ahora, cuando entró, Danni pensó en su tiempo en el extranjero, una vez que la embarcaran. ¿Sería capaz de ocultar su secreto tan fácilmente como lo había hecho en el entrenamiento? ¿Sería descubierta? Si lo fuera, qué le pasaría? ¿Sería maltratada? ¿Sería asesinada? O, simplemente sería juzgada y enviada a prisión en Leavenworth, Kansas? Ninguna de esas opciones era particularmente atractiva. Era, sin embargo la elección que ella habia hecho y que tendría que soportar. Entró en uno de los puestos y cerró la puerta, haciendo sus cosas. Se reorganizó y salió del puesto, se dirigió a los lavabos para lavarse las manos. Mientras lo hacía, pasó frente a las duchas, donde vio que una de ellas estaba en uso: el agua corría y la endeble cortina estaba cerrada. Entonces notó algo más: no estaba sólo una persona en el puesto. Se detuvo, notando el único par de pies que podía ver y las rodillas de otra persona directamente frente a ellos. Su atención fue atrapada por un suave gruñido y un suspiro. Sabía en su interior que estos eran los sonidos del placer y estaba completamente desconcertada. Realmente saltó un poco cuando un fuerte gruñido escapó por detrás de la cortina de la ducha. El hombre de rodillas se puso de pie y, momentos después, salió de detrás de la cortina aún cerrada, con una toalla alrededor de la cintura. Danni reconoció al hombre como Herb Rascone. Sus ojos se agrandaron como platillos cuando él la vio, sus rasgos italianos drenados del color. Herb rápidamente salió corriendo del baño, la puerta del baño azotándose a su paso. ***** Danni yacía en su litera, con las manos metidas debajo de su cabeza, mirando la litera superior encima de la suya. Aún así, lo que estaba viendo no tenía nada que ver con la parte inferior de la cama de Mike: lo que estaba viendo era una repetición de lo que había sucedido en el baño esa tarde. Seguía viendo la expresión mortificada de Herb y no podía reprimir todas las preguntas que se asgitaban en su mente. Decidiendo que el sueño no vendría, se levantó de la cama y se puso un par de pantalones sobre sus calzoncillos, y salió al pasillo, se dirigió un piso arriba. Parada afuera de la puerta de Rascone, el corazón de Danni latía con fuerza y no estaba completamente segura de lo que iba a encontrar del otro lado. Reuniendo su coraje, golpeó una vez, dos veces y finalmente una tercera vez con su puño. La puerta se abrió y un marinero muy malhumorado abrió la puerta. " ¿Qué quieres?" Preguntó, el cabello le sobresalía por toda la cabeza.

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"Tengo que hablar con Herb," Danni dijo, haciendo todo lo posible para mantener su confianza. El marinero se alejó de la puerta, dejándola entreabierta. Danni podía oírlo murmurar algo a alguien, y luego, un momento después, Herb se acercó a la rendija de la puerta. Cuando vio a Danni mirándolo, hizo una mueca. "¿Sí?" "Necesito hablar contigo, Herb," Danni dijo, retrocediendo un paso desde la puerta hacia el pasillo, indicando que debería seguirla. “Vamos a dar un paseo, amigo." Danni y Herb se dirigieron a la escalera, donde sabían que podían hablar abiertamente y no despertar a ninguno de los otros chicos. Danni se recostó contra la fría pared de bloques de concreto, con los ojos fijos en el hombre incómodo que estaba parado frente a ella. Él se encontró con su mirada – aunque a regañadientes – y no dijo nada. “Lo que pasó hoy,” ella comenzó, aunque se dio cuenta de inmediato que era algo incorrecto decir que Herb parecía siquiera reservado. "Espera," dijo, con los brazos cruzados sobre el pecho. Durante los últimos meses ella observó a sus ‘hermanos’ de armas, y había descubierto sus patrones físicos y tendencias. Se había vuelto natural para ella usarlos, sin embargo esta noche se dio cuenta de que no le haría ningún bien. Ella sabía en su alma que había encontrado un alma gemela y quería que Herb lo entendiera. “No creo que estemos tan distantes como piensas, Herb." Herb la estudió, una oscura ceja levantada. "¿En serio?" "Sí, pero no lo que piensas." Danni respiró hondo y luego lo soltó. "Me gustan las chicas." Herb puso los ojos en blanco. "Por supuesto que sí. Eres un atractivo joven marinero, ¿por qué no te gustarían las chicas?" "Porque soy una chica." Herb lo miró, boquiabierto. Si Danni no estuviera tan aterrorizada de lo que él pudiera hacer o decir, habría encontrado la expresión divertida. Él se pasó una mano por el pelo corto. Por último, dejó escapar un suspiro y se reunió con la mirada nerviosa de Danni." Me sorprendiste, chico. Realmente lo hiciste." Él la estudió, parecía tratar de penetrar su alma con la intensidad de sus ojos oscuros. “No me estás tomando el pelo, verdad?"

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Danni negó con la cabeza. "No." Herb caminó hacia ella, estudiando su rostro, su cuerpo y de nuevo a su rostro, una lenta sonrisa se extendió por sus labios. “Seguro de que nos engañaste a todos, no es así? Pero, tengo que decir que ahora que lo sé, puedo verlo." Después del alegre alivio de finalmente decirle la verdad a alguien, Danni sintió una punzada de miedo. "Herb, realmente necesito que mantengas esto en secreto – " "Tenemos que permanecer juntos, Danni," él dijo, interrumpiéndola. Él le tendió la mano, que Danni tomó. Herb sostuvo la mano firmemente en la suya y la sacudió dos veces. "De hermano a hermano." Danni sonrió, dejando escapar un suspiro de alivio.

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Capítulo 10 San Diego, California 1943 Danni miró su creación, admirando abiertamente el barniz resbaladizo que había aplicado a la caja tallada el día anterior. Había considerado durante mucho tiempo lo que debía tallar en su parte superior, pero finalmente se había decidido por un paisaje montañoso que había visto una vez en un catálogo de Sears Roebuck, una escena que siempre la había inspirado en su ebanistería. Estudió la pieza tallada desde todos los ángulos, esperando contra toda esperanza que a Kate le gustara. Con un suspiro de cansancio – ya que Danni se había logrado colar en el taller dos noches seguidas para trabajar en las dos cajas – que envolvió y las llevó de contrabando a su habitación. Estaba agotada, y esperaba poder dormir bien durante las tres horas restantes que le quedaban antes de tener que levantarse y empezar su día. La peor parte fue que sería un día lleno de más trabajo en el aula, y siempre era difícil permanecer despierta, incluso en circunstancias normales. "¿Lo terminaste?” Mike susurró, con la cabeza colgando a un lado de su litera, que estaba sobre la de Danni. Danni asintió con un amplio bostezo. "Finalmente." Sin decir una palabra más, Danni se desplomó en su cama y se durmió, las cajas envueltas en tela metidas debajo de su cama. ***** Danni y Mike caminaron hacia el auto de Mike, el corazón de Danni pulsando fuerte en su pecho. Ambos vestían sus uniformes de gala, ambos querían impresionar a su chica. Danni se subió al asiento del pasajero, la caja, envuelta en papel marrón, colocada en el asiento junto a ella. Observó como el paisaje pasaba, sus palmas de las manos comenzaban a sudar a medida que se acercaban a la casa de la familia de Kate. “Te aseguro que no estoy ansioso de todas esas personas ricas,” Mike comentó durante el viaje. "Sí, lo mismo aquí," Danni estuvo de acuerdo. Ella dejó escapar un suspiro nervioso. Casi agonizantes momentos más tarde, Mike condujo a través de las puertas de hierro forjado abiertas y hermosamente decoradas, que conducían a un sinuoso camino que terminaba en la casa más grande que cualquiera de ellos había visto. El trabajo de ladrillos XWPColección: Página y Facebook

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era excelente, los jardines estaban inmaculados. Había una cantidad de autos estacionados afuera de la enorme entrada de doble puerta que coronaba cuatro escalones de mármol. Los dos SeaBees intercambiaron una mirada nerviosa antes de salir del automóvil. “Algo me dice que ya no estamos en Kansas, marinero,” Mike murmuró. Kate se estudió en el espejo de su dormitorio, girando hacia un lado y al otro con el vestido verde que ella y Danni habían elegido. Pensó que se veía bien; ella esperaba que se viera bien. Quería verse bien para Danni: eso era todo lo que importaba. Tenía el pelo recogido para dejar al descubierto un largo, relajante cuello y delicados hombros. El vestido resaltaba su figura, sin embargo no ofendería la sensibilidad anticuada de sus padres. En resumen, se veía hermosa. Con el corazón en la garganta, Kate bajó por la escalera de caracol hasta el vestíbulo, donde los invitados estaban reunidos y se les dio bebidas y se mezclaron. Vio a hombres y mujeres vestidos con sus mejores galas, así como a hombres vestidos con sus uniformes de gala, parte del proclamado ejército de los Estados Unidos. El padre de Kate la encontró rápidamente y con la misma rapidez la recorrió por el salón, presentándola a cada hombre en el salón, sin importar su edad. Incluso la presentaron a un hombre que sabía que debía tener más de 80 años. Manteniendo sus buenos modales y buena educación, Kate fue cortés y amable con cada uno, pero por dentro no solo estaba echando chispas, sino que también estaba buscando a un joven apuesto en particular. Cuando Kate vio a Danni entrar, quiso gritar en celebración y felicidad. “Me alegro que hayas venido,” dijo, mirando hacia los hermosos ojos azules que estaba aprendiendo a amar tanto. Danni sonrió. "Yo también." Ella miró a Kate, su corazón a punto de explotar de su pecho. "Te ves increíblemente hermosa," dijo suavemente, solo para los oídos de Kate. Kate se sonrojó de sus dedos de los pies hasta su cuero cabelludo, tan feliz de haber logrado la apariencia que quería, todo por Danni. "Gracias." "Feliz graduación," Danni agregó. “Tengo algo para ti en el coche." Ella sonrió, sintiéndose insegura y fuera de su elemento. "Tal vez te lo pueda dar luego?" "¡Sí!" Kate retrocedió de su entusiasmo inicial, sabiendo que no tenía lugar en la casa de sus padres. “Realmente me gustaría eso.” Enganchó su mano en la curva del brazo de Danni. "Déjame mostrarte el lugar y presentarte a algunas personas."

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Danni sintió que su pecho se expandía hasta el punto de casi explotar con orgullo mientras era conducida por el salón, con Kate en su brazo. Nunca en toda su vida pensó que una mujer tan maravillosa y hermosa desearía estar cerca de ella. Aun así, siempre se le ocurrió pensar que todo era una mentira, y una mentira de la que Kate no era consciente. Si apartara a Kate ahora mismo y le dijera la verdad, ¿qué diría Kate? ¿Correría y gritaría, gritando que Danni era un fraude? Probablemente. La única razón que Danni podría encontrar para continuar la farsa con Kate era que pronto estaría en el extranjero, y que probablemente nunca regresaría, al igual que Billy. Kate podría seguir, el recuerdo de un hombre maravilloso en su corazón, sin nunca llegar a saber de una mujer tonta afable de Nebraska. Kate, por su parte se sentía como si fuera una princesa y estaba mostrando a su príncipe al mundo. Preocupada por lo que podrían decir sus padres sobre su nuevo amor encontrado, hizo todo lo posible para mantener a Danni lejos de ellos. Pronto, ella, Carol, Helen y otra amiga, Trudy se mudarían a un hogar donde las cuatro futuras universitarias podrían vivir y estudiar. En ese momento, Kate tendría sustancialmente más libertad para hacer lo que quisiera y con quien quisiera. Con orgullo presentó a Danni a sus amigos y compañeros de clase, así como a algunos de los amigos de sus padres . No podía evitarlo: quería que el mundo conociera a Danni y lo encontrara tan maravilloso como ella. Después de aproximadamente una hora, se detuvieron y cada uno tomó una copa de champán, algo que Danni nunca había tenido antes. Kate se divirtió con su reacción. "¿No estás acostumbrado al champán?" Danni negó con la cabeza, tomando otro sorbo del burbujeante alcohol. “No, es bastante diferente de la cerveza o el whisky." "¿Te gustaría ver el resto de la casa?" Kate preguntó, mordisqueando un bocadillo. “Absolutamente,” Danni estuvo de acuerdo con una sonrisa. Terminó la bebida y dejó la copa vacía sobre la bandeja de un camarero que pasaba. Kate tomó a Danni de la mano y la condujo por el primer piso de la mansión, alejándola de los invitados que hablaban y reían en el vestíbulo y el comedor, donde se había organizado la fiesta. Fue conducida a un enorme salón de baile, pisos de mármol y una chimenea gigante de mármol, todo lo cual hizo que Danni mirara alrededor con asombro. “Es tan hermoso aquí,” comentó, deteniéndose en el centro de la habitación y girando en un círculo pequeño para asimilarlo todo.

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"Mis padres celebran su famosa fiesta de Navidad aquí todos los años." Danni asintió. "Puedo ver eso." Se volvió hacia Kate. “Estoy seguro que es un evento impresionante." "Bastante, aunque un poco ostentoso para mi gusto.” Kate tomó la mano de Danni de nuevo. "Vamos. Te mostraré más." Kate señaló la sala de juegos lujosamente equipada que a su padre le encantaba para entretener a los invitados: una mesa de billar y un tablero de dardos exhibidos con orgullo bajo una iluminación especial. Una barra con fregadero estaba metida en la esquina trasera y toda la habitación olía a suave humo de cigarro. "Mi padre trae a clientes aquí y los engaña para que hagan negocios con él," Kate explicó, pasando las puntas de los dedos sobre el fieltro verde de la mesa. La sala de juegos estaba ubicada en la parte trasera de la casa en el primer piso, pero los invitados a la fiesta aún podían escucharse a lo lejos. Alzó la vista hacia la cara de Danni y de repente deseaba tanto besarlo. Sabía que era demasiado arriesgado donde estaban, por lo que tomó su mano y continuó el recorrido, esta vez dirigiéndose por la escalera trasera al piso superior. Mientras Danni seguía a Kate por el estrecho tramo de escaleras, no pudo evitar sentir como si fuera de noche en su propia casa, y Kate estaba llevando a Danni a la cama. El pensamiento y la fantasía la hicieron ruborizarse y sentirse tonta, pero no podía evitarlo. En la parte superior de la escalera, fue conducida por un pasillo alfombrado, arte caro en las paredes, que estaban esparcidos por las puertas cerradas a ambos lados del amplio sitio. Finalmente, Kate se detuvo en las puertas cerradas – un doble conjunto – al final del pasillo a la derecha y las abrió. Danni la siguió adentro de las espaciosas habitaciones: un área para dormir, un baño privado y una sala de estar. Las habitaciones estaban decoradas con colores y decoraciones de color rosa y marfil. La cama estaba con un gran dosel, apta para una princesa. "¿Es esta tu habitación?" Danni preguntó con asombro. “Sí,” Kate dijo, sintiéndose un poco nerviosa, ya que ella y Danni estaban muy solos en su dormitorio. Ella no estaba del todo segura de por qué lo había llevado allí, pero sabía que quería que él viera su espacio íntimo en la casa. Kate se dirigió al centro de la habitación, mirando a su alrededor con nuevos ojos, tratando de verlo como Danni debe estar viéndolo.

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Danni estaba callada mientras recorría el sitio, tocando un par de baratijas aquí y allá. “Es hermoso, Kate,” finalmente dijo, en voz baja. Miró a Kate. “Apuesto a que has tenido un montón de sueños en esta habitación.” Ella igualó la dulce sonrisa que obtuvo de la rubia. "Tengo que decir que mi habitación en casa es aproximadamente veinte millones de veces diferente." "Descríbemela," Kate dijo, dirigiéndose hacia donde estaba Danni, necesitando estar cerca de él. Danni miró a Kate, notando que podía ver directamente en su vestido, el tentador escote de Kate por decir lo menos. Rápidamente apartó la vista de él, sabiendo que si no lo hacía lo miraría fijamente. “Bueno, está en el tercer piso de la vieja granja y tiene estas locas áreas bajas del techo donde el techo baja." Sonrió. “Me he golpeado la cabeza más veces de las que puedo contar." "¿Te gusta vivir en una granja? Dijiste que era láctea, ¿verdad?" “Sí, señora." Danni se encogió de hombros. “Es un trabajo duro, pero lo disfruto. Mi padre, mi hermano y yo construimos todo en esa granja, excepto la casa principal y el edificio de productos lácteos. Todas las construcciones anexas y cobertizos, el garaje para el tractor ... todo." Kate se acercó y tomó ambas manos de Danni en las suyas, girando las palmas hacia arriba. Tus manos son tan fuertes,” murmuró, trazando la piel rugosa con un dedo suave, sin saberlo, enviando un escalofrío por la columna vertebral de Danni. Se encontró de nuevo con la mirada de Danni. "¿Extrañas a tu familia?" "Lo hago," Danni admitió. “¿Te gusta ser el hijo de un granjero?" Danni se encogió de hombros. “Es todo lo que sé hacer. Es por eso que me pusieron en SeaBees. Puedo construir, tractores y todo tipo de cosas divertidas." Kate sonrió. “Nunca he estado en una granja antes. Lo cerca que alguna vez he estado es en los interminables campos de flores de mi madre afuera. Tendré que mostrártelos durante el día, alguna vez." “Me encanaría verlo." “Y me encantaría ver tu granja. Wayne, Nebraska, ¿cierto?" XWPColección: Página y Facebook

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Danni asintió. "Es mi hogar. Y, me encantaría mostrarte todo allí. Puedo mostrarte dónde solíamos jugar Billy y yo, y todas las locuras que solíamos hacer." Kate quedó encantada con la melancólica sonrisa en el rostro de Danni y el tono melancólico de su voz. “Lo extrañas, verdad?" "Todos los días." Kate soltó una de las manos de Danni, pero sostuvo la otra fuertemente dentro de la suya. Levantó su mano libre y ahuecó una fuerte mandíbula. " ¿Puedo decirte algo y no tomarlo como una ofensa?" "Por supuesto," Danni dijo, aunque su estómago se revolvió ante la petición. "Eres guapo," Kate dijo, su mirada recorriendo las facciones frente a ella. “Pero más que eso, eres ... hermoso." Ella sonrió, la adoración en sus ojos. “Nunca antes había visto nada igual como tú." Aunque el corazón de Danni se estaba deteniendo un poco, preocupada de que Kate descubriera de repente lo que era tan diferente de Danni, pero al mismo tiempo, estabaa profundamente halagada por el cumplido, ya que incluso en Nebraska y su vida como Danielle, rara vez recibía elogios de cualquiera que realmente importara. “Y creo que eres la criatura más hermosa que he visto en mi vida,” respondió, quitando la mano de Kate de su cara y besando los nudillos. La sonrisa de Kate se ensanchó, su corazón extendiéndose hacia Danni. Era tan extraño para ella: una mujer joven que nunca tuvo ningún deseo de casarse o asentarse pronto deseaba tanto mantener a Danni en su vida para siempre, y darle todo lo que ella era y todo lo que tenía. "Por favor me besas?" susurró. Danni se inclinó, reclamando los labios de Kate con los suyos. Ella casi se derrite ante el pequeño suspiro que provocó de Kate. Danni decidió que quería más y sabía que Kate también lo quería. Suavemente sacó su mano liberándola de la de Kate y la llevó hacia arriba para ahuecar la cara de Kate, inclinando suavemente la cabeza de Kate un poco para que sus bocas encajaran perfectamente mientras profundizaba el beso. Kate dio un paso más cerca, sus cuerpos presionados juntos mientras el beso continuaba, los brazos de Kate se deslizaron alrededor del cuello de Danni, sus dedos enterrándose en el pelo corto y oscuro. Kate sintió que un mundo completamente nuevo se abría ante ella mientras ella y Danni se besaban, un mundo del que nunca había querido ser parte hasta que conoció a Danni.

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Era como si su cuerpo estuviera cobrando vida por primera vez, su necesidad de explorar el mundo de una mujer haciendo conocer su existencia con un grito por más. Las manos de Danni dejaron la cara de Kate y se abrieron paso hacia su espalda, jalando de Kate lo más cerca posible. Necesitaba sentir a Kate contra ella, necesitaba sentir cada curva encontrando la suya. Por mucho que disfrutara el beso, tenía que admitir que su mayor sueño con Kate sería sentirla contra su propio cuerpo, no como un falso marinero. El beso llegó a un final natural después de varios minutos, ambas tratando de controlar su respiración. Kate apoyó su frente en el hombro de Danni, con los ojos cerrados mientras su corazón seguía latiendo fuerte en su pecho. "Oh, Danni," susurró, sin saber qué más decir. Nunca había experimentado un beso como este antes, y sintió enamorarse más y más profundo en lo que a Danni se refería. Danni atrajo a Kate hacia ella en un cálido y fuerte abrazo, ambas simplemente absorbiendo a la otra por largos segundos. Finalmente, Danni habló. "¿Me escribirás cuando me vaya al extranjero?" Kate sintió una extraña combinación de emoción ante la petición y temor por el motivo. Se apartó del abrazo lo suficiente como para poder mirar a la cara de Danni. "Por supuesto que lo haré. No lo querría de ninguna otra manera." Danni se inclinó y le dio otro beso que le robó el aliento, aunque este fue más corto, ya que sabía que las echarían de menos pronto, considerando que se estaba besando con la invitada de honor en la fiesta. “Volvamos,” susurró contra los labios de Kate. Le dio un último abrazo luego se apartó por completo, tomando la mano de Kate en la suya mientras lideraba la salida del dormitorio de Kate.

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Capítulo 11 San José, California 1968 Kate yacía en su cama en la habitación de invitados de su casa, después de permanecer despierta durante horas. Miró hacia el techo lleno de sombras, su mente muy lejos. Se había pasado el día limpiando el dormitorio que había compartido con George, abandonado hace mucho tiempo. Carol había venido por la tarde, y juntas habían sacado cada articulo que había pertenecido a su marido, y los habían revisado todos. Durante la revisión, había encontrado el vestido verde que había usado para su fiesta de graduación justo antes de que cumpliera los 18 años. Esto por supuesto, trajo a su mente de vuelta a Danni. Kate dejó escapar un suspiro y deslizó su mano entre sus pechos cubiertos por una camiseta para descansar sobre su estómago, ligeramente más redondo de lo que había sido esa noche. Recordó los besos en su dormitorio la noche de su fiesta de graduación y de lo mucho que Danni le había enseñado: le había enseñado todo lo que necesitaba saber sobre el sexo, pero lo más importante, el amor.

San José, California 1949 Kate estaba tumbada en la cama del motel, el edredón barato y áspero rozando contra la parte baja de su espalda desnuda y el trasero, mientras su vestido había sido empujado hasta su cintura, los restos de su ropa interior esparcida en el suelo. Nada de eso importaba mientras Danni yacía sobre ella, enterrada profundamente dentro de ella. Kate miró a Danni a los ojos, tan llenos de dolor y tristeza. Su aliento cargado de alcohol bañando su cara. “¿Por qué no viniste?" Kate preguntó, sus manos enterradas en el cabello de Danni mientras intercambiaban besos desesperados, ambas perdidas en un mar de emociones. "Yo estuve allí," Danni susurró, robando un beso profundo. Las lágrimas brillaban en sus ojos. "Estuve allí, y te vi." Un sollozo le atravesó la garganta mientras enterraba su rostro en el cuello de Kate. "Te vi con él." Los ojos de Kate se cerraron con fuerza, incluso mientras sostenía a Danni contra ella. Una oleada de terror la recorrió. "Te esperé. Maldita sea, Danni. Te esperé por tanto tiempo."

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San José, California 1968 El recuerdo llegó a Kate tan rápido y tan espontáneamente que casi la dejó sin liento. Todavía podía escuchar las palabras de Danni resonando en su cabeza: "Todavía te amo, Kate. Todavía te amo ... " Kate se giró de costado, las lágrimas brotaban de sus ojos más rápido de lo que podía secárselas. Pronto, un fuerte sollozo escapó de su garganta y el dolor y la tristeza que había estado conteniendo durante 19 años se desataron. Golpeó con un puño el colchón debajo de ella, un arrepentimiento tan pesado que pensó que podría ahogarse, llenándola y haciéndola llorar más fuerte. *****

San Diego, California 1943 Kate yacía en su cama, la caja que Danni había hecho para ella colocada a su lado. No podía apartar los ojos de ella, tan conmovida por lo que él había hecho y su creatividad. Después de la fiesta, se dirigieron al auto de Mike donde Danni le había dado el regalo envuelto. No solo recibió la hermosa caja, sino que Danni también la había llenado con tres rosas rojas. Fue el regalo más increíblemente maravilloso que alguna vez había recibido. El entusiasmo de Kate por el regalo de graduación que Danni había hecho para ella se convirtió en un lejano segundo lugar al recordar el beso que habían compartido afuera del coche Mike. Suspiró, tomando la caja de madera en sus brazos y sosteniéndola contra su pecho mientras se movía sobre su espalda. La caja de madera – tan maravillosa como olía, no era un reemplazo de Danni, a quien deseaba tener en sus brazos, pero por ahora, sería suficiente. Con una sonrisa en su cara – y en su corazón – Kate dejó la caja en la mesita de noche y se durmió. ***** Kate se duchó y se vistió y bajo las escaleras, lista para encontrarse con Danni para el desayuno cuando escuchó una voz familiar en el vestíbulo, hablando con su padre. Ella se congeló, el temor atravesándola. Contempló dar media vuelta y regresar apresuradamente a su habitación para escapar por la ventana, pero sabía que esa no era una opción viable. Respirando hondo y tratando de averiguar qué decir, continuó por las escaleras XWPColección: Página y Facebook

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donde se encontró con su padre y George Hannigan, vestidos con ropa de civil. Ciertamente, era extraño para Kate verlo sin uniforme. "Buenos días, Kate," Percy Adams dijo, una mano en el hombro de George. “Mira quién ha venido a verte." Kate se acercó a su padre y le dio un beso en la mejilla y un deseo de buenos días, aunque más como una táctica de dilatoria que porque era de rutina. Finalmente, se giró hacia George. "Hola, George. Me alegro de volver a verte." “Buenos días, Kate,” George sonrió, mirando rápidamente el vestido de Kate antes de que su mirada volviera a su cara, la cual él tomó con entusiasmo. “Lamento no haber podido asistir a tu fiesta de anoche, pero tuve qjue completar un poco de entrenamiento." Kate congeló una sonrisa en su rostro, aunque por dentro estaba furiosa. Ella no lo había invitado a su fiesta, quién lo hizo? Había hablado con su madre sobre George en un momento dado, lo que había sido un error, ya que una vez que sus padres se enteraron de que era un oficial de la Armada, así como ser el hijo de un rico abogado, eso fue todo: se vendieron. "Oh," dijo, sin saber qué decir a eso. “Eso está bien." “Invité a George hoy para pasar el día contigo, Kate,” Percy anunció, con una mano sobre el hombro de George y la otra en el de Kate, casi como si estuviera tratando de hacer esa conexión para su hija, tratando de convertirse en el puente. El corazón de Kate cayó. "Tengo planes hoy, papá," dijo, su rostro pálido. "Pueden esperar. George fue tan amable de venir hasta aquí para verte, y vas a corresponder esa amabilidad y pasar tiempo con él.” El padre de Kate dejó en claro que no había lugar para la discusión. Kate bajó los ojos con deferencia y asintió. "Está bien." Ella luchó contra sus lágrimas de frustración y profunda decepción y puso una sonrisa en su rostro. Se volvió hacia George. “Déjame tomar mi bolso y bajo enseguida." Kate volvió a subir apresuradamente la escalera, con el estómago revuelto. Se suponía que debía encontrarse con Danni y pasar el día con él. La decepción era palpable y no tenía idea de qué decirle. Corrió a su habitación y se arrojó sobre su cama y tomó el teléfono en la mesita de noche junto a ella. Con el teléfono en la mano, tomó varias respiraciones profundas y luego marcó a la residencia de Danni.

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Con los ojos cerrados, sintió el aguijón de las lágrimas detrás de los ojos e hizo todo lo posible para retenerlas. Sabía que solo tenía unos momentos antes de que su padre viniera a arrastrarla escaleras abajo y ponerla en los brazos de George Hannigan. “No es justo,” susurró. En ese momento, alguien contestó en el otro lado de la línea. " Hola, puedo hablar con Danni Felts, por favor?" Esperó mientras el hombre al otro lado de la línea iba a ver si Danni todavía estaba en su habitación, ya que Danni le había explicado que todos los chicos en ese piso tenían que compartir un teléfono colocado en el pasillo. “Ya se fue?" Kate cerró los ojos con fuerza. ¡No! "Está bien. Si lo ves, puedes decirle que Kate llamó y que me llame? ... Gracias." Kate se sentó en la cama y se tapó la cara con las manos mientras surgían las lágrimas. ***** Danni, vestida de civil con pantalones holgados y una camisa de botones, estaba parada afuera del restaurante Puck, sus palmas sudorosas y el corazón palpitando con fuerza. Miró de nuevo su reloj de bolsillo de su abuelo, el cual se había llevado para la buena suerte. El plan había sido reunirse a las 9 a.m., y eran casi las 10:15 a.m. Con un suspiro nervioso, cerró el reloj y se lo guardó en el bolsillo, continuando su vigilancia. ***** Kate se sentó en la mesa del restaurante, con un desayuno casi sin comer frente a ella. George se sentó frente a ella, con su omelet empacado en un apetito voraz. Kate escuchó mientras él hablaba sobre su infancia en San José, que en verdad, a ella no le importaba nada. Su mente siguió saliendo de la mesa y yendo en dirección a Danni. Rezó para que Danni recibiera su mensaje, por ambiguo que fuera. Por lo menos, Danni sabría que ella le había llamado y había intentado hablar con él ese mismo día. ***** Mientras los minutos pasaban, el corazón de Danni cayó más y más. Metió sus manos en sus bolsillos, su mirada escaneando los autos que pasaban y las personas que deambulaban. Al principio estaba preocupada después completamente preocupada y ahora comenzaba a enojarse. Cuando la hora se acercaba a las 11 a.m., dejó escapar un suspiro derrotado y comenzó a regresar a la base. *****

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Kate miró por la ventanilla del coche de George, sintiéndose como una prisionera mientras los conducía a la playa. El coche se detuvo, lo que atrajo la atención de Kate. Le sonrió educadamente a George y le permitió ayudarla a salir del elegante vehículo. "Qué hermoso día," George comentó, mirando hacia la playa con su arena blanca que casi brillaba bajo el sol de la mañana. Kate no dijo nada y luchó por apartarse cuando George agarró su mano y la colocó en la curva de su brazo. Mientras caminaban, sin embargo, sabía que tenía que decir algo, tenía que defender lo que ella y Danni estaban creando entre ellos. "¿George?" "¿Sí?" George dijo, feliz como una almeja mientras escoltaba a Kate. Había estado emocionado cuando la madre de Kate le había llamado el día anterior, invitándolo a la fiesta y asegurándole que sería una sorpresa maravillosa. El único problema era que, mientras su día con Kate continuaba, él no estaba tan seguro de eso. "Disfruté las cartas que nos intercambiamos," comenzó, "pero esas eran cartas entre amigos." Ella lo miró. "Nada más, George." Él siguió caminando, no queriendo ver el rechazo en los ojos de Kate . Dejó escapar un profundo suspiro, mirando hacia un grupo de gaviotas, "Tu corazón pertenece a otro hombre," dijo, más una afirmación que una pregunta. "Lo hace." George se quedó en silencio durante un largo rato, permitiendo que la mano de Kate se deslizara de nuevo a su lado. "¿Quién es?" Con la mano liberada, Kate se abrazó a sí misma, la pregunta de George rebotando en su cerebro. No estaba segura de si debía decirle, ya que era probable que los dos hombres se conocieran, o por lo menos supieran el uno del otro. "¿Eso importa, George?" "Sí importa," George dijo, cruzando tercamente los brazos sobre su pecho mientras se giraba para mirar a Kate, deteniendo su paseo. “He perdido parte de un día aquí contigo, y mucho pensar en como podría conseguir que seas mi chica, y ahora descubro que ya eres la chica de alguien más, chica, así que sí, creo que tengo derecho a saber." Kate bajó la vista hacia la arena en sus pies, una imagen de Danni viniendo a su mente. "Su nombre es Danni, George," dijo finalmente, su voz tranquila con reverencia por el hombre del que se estaba enamorando. “Eso es todo lo que necesitan saber."

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***** Danni abrió la puerta de su habitación, uno de sus compañeros de habitación estaba cambiándose. "Hola, Henry." Ella se apresuró a llegar a su litera, tirándose sobre la cama. "Hola." Hank jaló de su camisa sobre su cabeza, caminando hacia Danni en su litera. "Entoncesssss," dijo arrastrando los pies, sus ojos brillantes. " ¿Quieres ganarte unos dólares?" Danni lo miró desde donde estaba, con las manos detrás de la cabeza. "¿Haciendo qué?" “Ella tiene un ático que quiere limpiar y quiere que lo haga." Henry se acercó a un espejo montado en la pared, asegurándose de que su cabello estuviera en su lugar. "Tengo planes," sonrió por encima de su hombro. “Entonces, me dijo que le pagaría a uno de ustedes tontos para hacerlo en cambio." Danni sonrió, a pesar de su estado de ánimo. “Sí, lo haré." Se imaginó que eso haría que dejara de pensar en Kate, ya que necesitaba desesperadamente algo. Tal como estaba, sentía ganas de llorar a cada rato. "¡Genial!" Henry estaba más que emocionado, capaz de salir de sus quehaceres. Rápidamente garabateó un nombre y una dirección en un pedazo de papel. “Aquí es donde vive,” explicó, empujando el papel hacia Danni. “Eres el mejor, hombre." Veinte minutos más tarde, Danni bajaba las escaleras, dirigiéndose para ver si podía conseguir un aventón a la casa de la abuela de Henry. Para su alivio, y pavor, se encontró con Mike cuando salía. "¡Hola, Danni!" Mike exclamó, una sonrisa para su amigo. " Pensé que estabas afuera con Kate todo el día?" Danni suspiró, asintiendo. “Sí, bueno no salió bien hoy." Mike estudió la cara de Danni, sus cejas fruncidas. "¿Qué pasó?" "Nada." Danni siguió caminando, obligando a Mike a seguirlo. "¡Oye! Espera un segundo," gritó, corriendo detrás de su amigo.

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Danni se giró hacia Mike, no estaba de humor para ser sociable. "Tengo que estar en un lugar, Mike." "Bien. Déjame llevarte." Los dos amigos se subieron al coche de Mike, Danni callada mientras observaba el paisaje pasar y Mike echando un vistazo a su amigo de vez en cuando, preocupado. “Entonces, vas a decirme lo que pasó o tengo que sacártelo?" Danni suspiró, sintiéndose tonta cuando se volvió hacia su amigo. “Ella no apareció." “Eso es todo?" Mike preguntó, esperando oír que el padre de Danni estaba muerto o algo así. “Eso es todo?!" Danni exclamó, furiosa. “¿Qué quieres decir con 'eso es todo'? Kate y yo hicimos planes para hoy y no apareció, Mike." Ella volvió a mirar el paisaje que pasaba. "Debería haberlo sabido mejor," murmuró, más para sí misma que para Mike. ¿Quién sería ella para pensar que alguien, y mucho menos una mujer increíble y hermosa, desearía tener algo que ver con ella? Ella era un fenómeno de la naturaleza y nada cambiaría eso. “Sí, eso es todo. Hombre, hay muchas otras mujeres alrededor que les gustaría nada más que llegar a conocer a un joven marinero como tú." Cuando Mike no obtuvo respuesta, se giró y miró a Danni. De repente, lo entendió. "Uh oh. Te enamoraste de esa chica." Danni no dijo nada, solo siguió mirando el paisaje que pasaba. "¿No te enseñé nada, Danni? Estas chicas son como las gaviotas, en busca de un guerrero guapo para que se sientan especiales antes de marchar a la guerra." Todavía nada. "¿De verdad crees que ella quería más que eso? ¿Más que hacerse sentir especial?" Danni volvió la cabeza y miró a su amigo con ojos duros y penetrantes. “¿Me estás diciendo que si Carol te dejara plantado, lo tomarías como si simplemente estuviera tratando de hacerse sentir ‘especial’?" Mike se dio la vuelta, sabiendo muy bien que no sería capaz de ignorarlo así. Desde luego, no lo haría después de las últimas dos noches que habían estado juntos en el asiento trasero de su coche. Un silencio de diez minutos más tarde, Mike se detuvo frente a la dirección que Danni le había dado. Se giró hacia su amigo, con el brazo extendido a lo largo del respaldo del asiento. "Si necesitas algo amigo, avísame."

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Danni asintió y murmuró su agradecimiento, saliendo del auto. ***** George dejó a Kate en su casa, momento en el cual ella inmediatamente se escabulló y agarró las llaves del coche extra de su padre, el que le fue prometido una vez que se mudara en su propia casa con sus amigas la semana siguiente. Saliendo de la propiedad, no estaba segura de a dónde ir, pero decidió que afuera de Puck era un buen lugar para comenzar. Sabía en su corazón que probablemente Danni no estaría allí, pero pensó que valía la pena intentarlo. Además, tal vez podría encontrarse con sus amigos que podrían indicarle sobre donde él había ido. Mientras se dirigía hacia el restaurante Puck, sus nervios comenzaron a agarrar velocidad y volumen. Sintió que estaba a punto de vomitar y sus manos casi sudaban en el volante. Aminoró la velocidad mientras se acercaba al restaurante. No había nadie afuera esperándola, como digamos, Danni, pero por otra parte, era casi la una de la tarde. Kate encontró un lugar para estacionarse, pero antes de salir del automóvil, respiró profundamente varias veces y envió una pequeña oración para que todo estuviera bien. Se bajó del auto y se aseguró de que su vestido y su cabello estuvieran en orden, y se aplicara una nueva capa de labial antes de encaminarse hacia el restaurante. Mientras se acercaba, su estómago cayó cuando vio a Carol y Mike sentados en una mesa comiendo, pero no había señales de Danni. Mientras se acercaba a su mesa, la pareja la miró, una mirada furiosa en los ojos de Mike y de acusación en los de Carol. "Hola chicos," Kate dijo, tratando de mantenerse lo más animada posible. “Hola,” Carol dijo, pero Mike no dijo nada. "¿Han visto a Danni?" Mike hizo un gesto de mirar su reloj de pulsera y luego giró sus ojos duros hacia Kate. “Hace rato que se fue, Kate." Kate perdió la compostura. " Lo sé, lo sé. Necesito saber dónde está." Mike no dijo nada, en cambio pretendió volver a su almuerzo. "Mike, por favor. Sé lo que debes estar pensando, sé que tengo cuatro horas de retraso, pero no sabes lo que pasó – “ “Él no quiere verte,” Mike interrumpió.

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Kate lo miró con ojos grandes y doloridos. “No te creo,” dijo finalmente. Cuando parecía que no surgiría nada, Kate se agachó junto a su silla. Era completamente impropio de una dama, pero no le importaba. "Por favor, Mike. Necesito encontrarlo." Carol miró a su amiga y luego a su novio. Conocía a Kate lo suficiente como para saber que algo grande debía haber pasado o se habría escapado y escondido en un agujero como un zorro asustado. "Mike," dijo, su voz suave. Mike la miró pero finalmente cedió. "Una de ustedes damas denme un lapicero." Sacó una servilleta del dispensador y tomó el lapicero que Kate había sacado de su bolso. Él rápidamente dibujó un mapa de cómo llegar a la casa de la abuela de Henry y lo empujó hacia Kate con una mirada. "Lo lastimas de nuevo, chica y no seré tan amable la próxima vez." "¡Gracias, Mike!" Kate se entusiasmó, dándole un beso de marca labial en la mejilla antes de salir corriendo del restaurante, seguida por Carol. "Espera un segundo," Carol dijo, deteniendo a su amiga. Irritada al ser detenida pero sabiendo que no tenía lugar para quejarse, Kate se volvió para mirar a su amiga. "Lo sé, Carol." “No, no lo sabes, Kate." Carol se acercó a su amiga, con ojos llenos de compasión. "Te conozco lo suficientemente bien como para saber que algo debe haber pasado, pero realmente lastimaste a Danni. Mike dijo que estaba bastante devastado y confundido." Kate sintió lágrimas de vuelta en sus ojos. "Lo sé, Carol. Mi madre llamó a George a la casa esta mañana y no tuve otra opción. Mi padre me hizo ir con él. Traté de llamarlo, Carol. Lo juro, lo hice." Carol solo la miró, con los brazos cruzados sobre el pecho. "Olvídalo." Kate se dio vuelta para alejarse. "Estuve allí y tuve que lidiar con este asqueroso siguiendo cada uno de mis movimientos." Carol vio a su amiga irse, preocupada ya que tenía un mal presentimiento en lo que se refería a George. ***** "Me recuerdas a mi hijo," Helena Costner dijo, su voz se llenó con la melancolía de una madre extrañando a su hijo muerto.

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Danni se sentó en la mesa de la cocina, después de haber hecho tres horas de duro trabajo para la anciana y dulce mujer. Se llenó la boca con los interminables platos de comida que habían preparado y se sentó frente a ella. Estudió la imagen que Helena le mostró, de hecho viendo algunas similitudes. “Byron,” ella dijo, parada junto a la silla de Danni. "Murió en la guerra, la Grande, eso es." Suspiró. "Diecinueve diecisiete, todo el trayecto en Francia." Ambas se sorprendieron cuando sonó el timbre. Helena miró a Danni y luego se dirigió a la puerta, sus pisadas arrastradas se escucharon en el viejo tablón de madera dura de su antigua casa. Danni continuó comiendo, su apetito casi saciado cuando se sorprendió al escuchar una voz familiar. Terminó su bocado de papas gratinadas que acababa de engullir, inclinándose ligeramente hacia atrás en su silla para ver si tenía razón. Efectivamente, caminando detrás de la baja estatura de Helena – y viniendo hacía allí – estaba Kate. “Danni,” Helena anunció. "Esta encantadora jovencita ha venido a verte." Danni se puso de pie mientras terminaba de masticar su bocado, su mirada incapaz de reunirse con la de Kate. "Déjame ayudarte con esto, Helena," Danni ofreció. “No,” Helena apartó las manos de Danni. "Ustedes jóvenes vayan a hablar." Danni suspiró, esperando por un poco de emplazamiento de tiempo en ayudar, pero ahora sabiendo que tenía que enfrentar a Kate y las malas noticias que probablemente Kate traía con ella. Sin decir una palabra, salió de la habitación, Kate siguiéndolo en silencio detrás hasta que llegaron al porche delantero, las manos de Danni metidas en los bolsillos de los pantalones. Con una última respiración profunda, se giró y se enfrentó a una Kate incierta. “Mike no hizo que fuera fácil encontrarte,” Kate comenzó. “No, estoy seguro que no lo hizo. Estoy seguro de que sabía que no quería que me encuentran." Kate bajó la vista a sus pies. “Dijo algo por el estilo,” murmuró, y luego se armó de valor y se encontró con la mirada de Danni. " Pero, estaba decidida y aquí estoy." Sintió que tenía una pequeña oportunidad para convencer a Danni de su sinceridad antes de que todo se perdiera. Mirándole a los ojos, vio un alma muy perdida, lo que la confundió ya que Danni era una persona tan orgullosa y buena. No debería haber ninguna razón para que dudara de nada. Se acercó a él y ahuecó su orgullosa mandíbula en sus manos. "¿Danni?" Dijo, su voz suave.

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"¿Sí?" "Por favor pasa el resto del día conmigo. Por favor, déjame compensártelo. Lo juro, no quería nada más hoy que pasar el mayor tiempo posible contigo." En contra de su mejor juicio, Danni colocó sus manos en la cintura de Kate, su alma respirando un suspiro de alivio ante la conexión física, así como lo hizo cuando miró a Kate a los ojos. “Tengo que terminar lo que estoy haciendo aquí." “Entonces te ayudaré. Juntos podemos terminarlo," Kate suplicó, comenzando a sentir un poco de esperanza llenando su corazón. Danni sonrió, sin saberlo, llenando a Kate con la luz solar con su brillo. “No sé ... Helena es una explotadora." “Oh, creo que puedo manejarlo,” Kate dijo, tomando el tono lúdico de Danni. "Apuesto a que puedo trabajar más que tú." "¿Eso crees, eh?" "Creo que sí." Danni sonrió, su mundo se enderezó. Sabía que descubriría lo que había sucedido esa mañana, pero por el momento ni siquiera le importaba. Lo único que importaba era que Kate estaba allí con ella. "Bien. Vamos a trabajar.” Danni se giró hacia la casa, pero fue detenida por la mano de Kate en su brazo. Se giró para mirarla. “Danni,” Kate dijo suavemente, todas las bromas a un lado. “No estoy jugando contigo: Realmente quiero nuestro día juntos." Danni la miró a los ojos y no vio nada más que la verdad. Se volvió hacia Kate, con tantas ganas de tomarla en sus brazos, pero se contuvo por razones de las que no estaba segura. "Está bien," finalmente respondió. "Entonces lo tendremos."

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Capítulo 12 San Diego, California 1943 Kate llevó el coche de su padre en un camino de terracería solitario, el coche golpeando los baches con fuerza, empujando a sus ocupantes dentro. Danni miró a su alrededor, observando el paisaje desconocido por el que pasaban: árboles tupidos, camino lleno de baches y surcos y un mar interminable de silvestres y plantadas flores. El aire afuera del automóvil estaba vivo con los sonidos de las abejas y otras criaturas recolectando néctar. "¿Dónde estamos?" Ella preguntó. “Esto es propiedad de mis padres. La casa se encuentra a unos ocho kilómetros por allí,“ Kate explicó, señaló a la derecha. " Mi madre creó esto hace años y luego simplemente lo abandonó. He estado viniendo aquí por mí cuanta durante años." Echó un vistazo a su pasajero, cuya mano sostenía. "Es como un lugar para mí para estar sola o pensar. Es especial para mí." Metió el automóvil en un nicho natural en forma de media luna en la forma en que crecían las flores y apagó el motor. Le sonrió a Danni y le apretó la mano antes de soltarla para poder salir del auto. Danni la siguió, disfrutando del cálido sol de la tarde que brillaba sobre su cabeza. Tenía que admitirlo: tener el pelo corto hacía que fuera mucho más fresco durante el verano. Aun así, sin duda había una parte de ella que echaba de menos cómo se veía antes. A menudo se preguntaba qué pensaría Kate, si la veía como una mujer y no como aparentaba ser ahora. ¿Serían amigas? Si ella y Kate se hubieran conocido un año antes, en Nebraska, ¿Kate querría tener algo que ver con ella? ¿Alguna vez habrían siquiera hablado? "Oye, guapo. En qué piensas?" Danni fue sacudida de sus pensamientos por la voz de Kate y sus dedos entrelazándose con los de Danni. Danni miró la hermosa y expectante cara, una sonrisa suave y curiosa curvando los labios de Kate. Danni negó con la cabeza, su propia sonrisa apareciendo. "Nada. Me alegro de estar aquí contigo." Kate les detuvo y soltó la mano de Danni, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello, juntándolos. Sus dedos jugaron en el pelo suave en la parte posterior de su cabeza, su

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mirada perforando la suya. "Me encantan tus ojos," dijo, su voz era el tono suave de una mujer enamorada. Danni le devolvió la mirada, perdiéndose en todo lo que sentía por Kate. “Sabes, por primera vez en dos años, desearía no estar yendo a la guerra." Profundamente conmovida por las palabras de Danni y la intensa emoción en sus ojos, Kate bajó la cabeza de él hasta que sus labios se encontraron, el beso comenzando con un breve toque de labios antes de que se profundizara rápidamente, abriendo la boca mientras la lengua acariciaba. Kate se sentía cada vez más perdida cada vez que veía a Danni, queriendo crear un vínculo más profundo con él. Danni era todo lo que podía desear en un marido, lo cual era increíble, teniendo en cuenta que nunca había querido un marido. Ella suspiró en el beso cuando sintió sus brazos rodeándola, acercándola más en el apretado abrazo. Necesitando más, Kate rompió el beso y tomó a Danni de la mano, llevándolo al campo de flores silvestres que medía más de un metro de alto. Era fácil perderse en su alta belleza. Encontró un lugar en medio del campo y se volvió hacia Danni, mirando el magnífico color azul mientras se dejaba caer sobre el suelo, tirando de Danni sobre ella. Decir que Danni estaba sorprendida sería un enorme eufemismo. Mientras era jalada, apenas logró agarrarse en sus manos antes de aplastar a Kate, que le sonrió. Danni alzó una inquisitiva ceja pero no dijo nada. En respuesta, una vez más Kate echó los brazos alrededor del cuello de Danni y la atrajo hacia ella. Cuando empezaron a besarse de nuevo, Danni se maravilló de la sensación del cuerpo de Kate presionado al de ella, el calor del cuerpo de Kate casi quemándola a través de la ropa. Apoyándose en un antebrazo, usó su otra mano para explorar, deslizándola abajo a lo largo del costado de Kate de la cadera luego volviendo a subir, el pulgar acercándose peligrosamente al costado del pecho derecho de Kate. Kate jadeó por el cercano contacto, su cuerpo casi quemándola viva de adentro hacia afuera. Instintivamente presionó sus pechos contra el pecho de Danni , necesitando sentirlo y deseando tan desesperadamente ser tocada. Sabía que estaba llegando a una decisión fatal, y aunque una parte de ella estaba peleando, otra parte de ella estaba suplicando por ello. Realmente no tenía idea de qué lado ganaría. Lo que sabía era que un lado ciertamente estaba perdiendo rápidamente. Danni se sorprendió cuando Kate agarró su mano y la colocó justo debajo de su pecho. No estaba del todo segura de lo que Kate quiere decir con el gesto, por lo que decidió tomar las cosas con calma. Dejó la boca de Kate y comenzó a besar a lo largo de su mandíbula y finalmente a la piel increíblemente suave de su cuello. Por el suave suspiro XWPColección: Página y Facebook

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de Kate y el arqueamiento de su cuello, Danni sabía que al menos había hecho el movimiento correcto allí. Movió la mano arriba sólo un poco, lo suficiente para que la parte inferior redondeada del pecho de Kate rozara la mano de Danni. "Danni," Kate gimió suavemente, los calientes y húmedos besos de Danni a lo largo de su cuello la estaban volviendo loca. Su cuerpo estaba a punto de gritar ahora, aunque Kate no tenía idea de qué hacer al respecto, o cómo preceder para darle lo que tan desesperadamente quería y necesitaba. Danni podía decir por los movimientos inquietos que estaba extremadamente excitada, lo que sólo aumentó al propio dilema físico de Danni. Se movió de nuevo a la boca de Kate mientras audazmente ahuecaba el pecho de Kate, apretándolo ligeramente. Kate lanzó un suave grito de sorpresa y placer, enterrando sus dedos en el cabello de Danni mientras aplastaba sus bocas antes de alejarse, ambas jadeando por el beso que le robaba el aliento. Ella lo miró a los ojos, sus propios suplicando y llenos de deseo. “Danni,” gimió. "Quiero más." Danni se encontró con la mirada de Kate. "¿Qué quieres?" Susurró, su pulgar rozando un pezón erecto. "Lo quiero todo." Kate lo besó de nuevo, reclamándolo. "Te quiero ahora." "¿Ahora? ¿Aquí?" Danni preguntó estúpidamente, sorprendida. "Si." Nuevamente, Kate le dio un beso devastador, nunca tan preparada en toda su vida. Danni sabía que lo que estaba a punto de hacer era increíblemente estúpido e incluso tal vez peligroso, pero podría ir al extranjero en un mes y posiblemente morir, sin saber lo que era estar con Kate. "Está bien," susurró contra los labios de Kate. El beso se profundizó rápidamente, convirtiéndose en una pasión desesperada que no había estado presente en sus besos anteriores. Mientras el beso continuaba, Danni alcanzó abajo, separando suavemente las piernas de Kate y jalando de la falda del vestido de Kate, moviéndose para que estuviera acunada entre los muslos de Kate. Kate no estaba segura de qué hacer, así que lo dejó todo a Danni, su corazón comenzaba a latir fuerte de nuevo con el más leve de los nervios que se deslizaba hasta aquejar su corazón. No sabía qué esperar, pero no le importaba, porque era Danni. XWPColección: Página y Facebook

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Danni se desabrochó el cinturón y los pantalones desabotonados y la bragueta, tirando de la mentira que liberó y guiándola hacia el inmenso calor entre las piernas de Kate. Ella sabía que todo esto era nuevo para Kate así que trató de ser tan suave como pudo mientras hacia a un lado las bragas de Kate y se deslizaba dentro de la calidez del cuerpo de Kate. Kate jadeó y rompió el beso, sus ojos se cerraron mientras se concentraba en lo que le estaba sucediendo a su cuerpo. No había mucho dolor – como había escuchado de muchas de sus amigas – pero había molestia ya que su cuerpo era completamente inexperto con tal cosa. El lento proceso de entrada se detuvo y podía sentir los ojos de Danni sobre ella. Abrió los suyos y lo miró. "¿Estás bien?” Danni preguntó, bajándose a sí misma a sus antebrazos y usando las puntas de sus dedos para acariciar el lado de la cara de Kate. "¿Te estoy lastimando?" Kate negó con la cabeza, incapaz de hablar por un momento mientras se daba cuenta de lo que estaban haciendo. Una mirada a los ojos de Danni y supo que era lo correcto. Ella levantó una mano y ahuecó el lado de su cara. "Te amo, Danni," dijo, sus palabras suaves. “Sé que es una locura; apenas nos conocemos. Pero lo hago, realmente te amo." Danni se inclinó y colocó un suave beso de promesa en los labios de Kate. "También te amo," susurró, colocando otro beso antes de empujar sus manos y mover lentamente sus caderas, sacando un pequeño grito de asombro de Kate. Danni miró su rostro de cerca, buscando cualquier señal de dolor o incomodidad. Mantuvo sus embistes largos y lentos, esperando poder darle placer a Kate. El tiempo de Danni con Allison había sido maravilloso con certeza, pero de ninguna manera podía compararse con lo que sentía cuando estaba con Kate. La emoción que estaba detrás de lo que estaba haciendo era feroz y realmente aterradora en algunos aspectos. Con Allison, todo había sido sobre el placer y el aprendizaje, pero ahora con Kate, era sobre dar y mostrar cómo se sentía de una manera que las palabras no podían expresar. Como Kate había dicho, era una locura, ya que apenas se conocían, pero el amor que Danni sentía por Kate era real y fuerte. Se inclinó y besó a Kate, un beso largo y pausado que hacía juego con el suave empuje de sus caderas. "Quiero casarme contigo algún día, Kate," susurró en el beso. Kate echó los brazos alrededor del cuello de Danni, sosteniéndolo con ella. “Me casaría contigo en un abrir y cerrar de ojos." Todavía había un poco de leve incomodidad a medida que las paredes y los músculos sin usar fueron puestos en uso, pero definitivamente había un placer suprayacente que

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comenzaba a crecer cuando Kate se rindió al acto. Había una parte de ella que no podía creer lo que estaba haciendo. De hecho había temido más el acto de hacer el amor de lo que había esperado. Nunca enormemente curiosa por el sexo o los hombres en general, el sexo no era algo que estuviera en lo alto en su lista de prioridades en la vida. Pero ahora .... Los ojos de Kate se cerraron y su cabeza a un lado cuando sus rodillas se levantaron un poco, su cuerpo se movió ligeramente con cada empuje de las caderas de Danni contra ella. Sus manos iban del pelo de Danni hacia abajo por su espalda, pudiendo sentir el juego de los músculos con sus movimientos. Todavía era un poco tímida para explorar demasiado, pero sabía que llegaría con el tiempo. Su respiración era cada vez más superficial, su mente borrosa mientras el placer se formaba dentro de ella. Danni sintió que su propio placer aumentaba y podía decir por los gemidos entrecortados de Kate que también el de ella. Añadió un poco más de fuerza a sus embestidas, acelerando su ritmo mientras estudiaba las sonrojadas facciones de Kate. Sus propios ojos se cerraron cuando su liberación comenzó en su vientre, creciendo con cada presión del falo contra su propio cuerpo y contra el de Kate. Abrió sus propias piernas un poco, permitiendo que la base del artilugio fuera un empuje más firme contra ella. Kate comenzó a gemir y gimotear casi constante mientras su cuerpo y su instinto la tomaban. No tenía idea, a nivel intelectual, de lo que estaba a punto de suceder, pero su cuerpo sabía en un nivel primitivo exactamente lo que estaba a punto de suceder y se preparó para ello. "Danni," gimió, agarrando puños de su camisa en sus manos mientras su espalda se arqueaba y su cuerpo explotaba en una gran cantidad de placer que envió un violento temblor a través de su cuerpo y la dejó sin aliento. Danni rápidamente la siguió, su grito se amortiguó en el cuello de Kate, su cuerpo se convulsionó con la fuerza de su clímax. Sostuvo a Kate con ella durante largos momentos, montando el oleaje y deseando desesperadamente que Kate estuviera lo más cerca posible. Pasaron largos momentos antes de que su mundo comenzara a enfocarse, y se dio cuenta de que debía estar aplastando a la mujer más pequeña debajo de ella. “No,” Kate susurró, jalando de Danni hacia ella cuando lo sintió alejarse. "Quédate por un momento. Necesito sentirte." Danni hizo lo que le pedía, aunque primero se retiró suavemente y rápidamente escondió el ardid. Enderezó las bragas y el vestido de Kate, luego se recostó, acunando a Kate contra ella, aunque sostuvo la mayor parte de su peso sobre sus propios antebrazos. Mientras Kate se aferraba a ella, Danni casi sentía que podía llorar, una sensación de total XWPColección: Página y Facebook

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satisfacción y plenitud casi abrumándola. Después de un largo momento, Danni rodó sobre su espalda, jalando de Kate con ella hasta que la mujer más pequeña estaba encima de ella, la cabeza acunada debajo de la barbilla de Danni. Kate dejó escapar un suspiro feliz y contento, sus manos acurrucadas debajo de los hombros de Danni. Podía oír el latido fuerte y constante del corazón de Danni y eso la hizo sonreír. También podía sentir el extraño, aunque no del todo desagradable, pequeño ardor en su sexo, casi como si Danni todavía estuviera dentro de ella. "¿Entonces pensaste que aquí es donde terminaría tu día?" Danni preguntó por fin, pasando sus dedos por el cabello de Kate, quitando unos cuantos palitos y pegotes de tierra en el proceso. Kate sonrió. “No. Definitivamente no, pero me alegro de que lo hiciera.” Ella levantó la cabeza y miró a la cara relajada de Danni. "¿Pueden pasar noches fuera de la base?" Danni sintió un ligero pánico, pero rápidamente lo alejó. " Si lo solicitamos y lo notificamos, sí." Kate le dio una sonrisa cegadora. " Bien. Las chicas y yo nos estamos mudando a nuestra casa esta semana,” Kate explicó, jugando con el cuello de la camida de Danni. "Tal vez puedas quedarte conmigo a veces.” Tímidamente se reunió con la mirada de Danni, buscando en sus ojos. Danni hizo todo lo posible por ocultar el creciente pánico y en su lugar mostró una amplia sonrisa y asintió con la cabeza. “Me encantaría quedarme contigo.” Ahuecó la parte posterior de la cabeza de Kate y tiró de ella para darle un beso, uno que estaba lleno de la pereza de una tarde saciada, así como la promesa de un futuro. El beso llegó a su fin natural y Kate apoyó la cabeza con la palma levantada mientras miraba hacia la cara de Danni. "Hablando de mi propia casa," sonrió. "¿Estás dispuesto a ayudarnos a mudarnos?" Danni le devolvió la sonrisa. "¡Absolutamente! Dime dónde estar y cuando, y soy tuyo." Kate se inclinó de nuevo, sus labios a un pelo de los de Danni. "Pensé que ya eras mío." Sin respuesta verbal, Danni atrajo a Kate hacia ella.

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Wayne, Nebraska, 1943 Allison aceptó el correo del cartero con una sonrisa coqueta y luego lo llevó adentro y hasta su habitación. Vio que tenía una carta de Daniel Felts y estaba emocionada de ver en qué aventuras se había metido Danni ahora. Se dejó caer en el asiento acolchado frente a su tocador y rasgó el sobre, sacando la hoja tres veces doblada. Querida Allison, Estoy segura de que estás tan hermosa como siempre. Debo decir, que estoy muy agradecida por ese último día y la noche juntas, antes de irme para el campo de entrenamiento, y luego otra vez antes de irme a San Diego. Me enseñaste mucho y estoy muy agradecida por ello. Conocí a una chica aquí de la que estoy profundamente enamorada, y estoy en un aprieto. Hemos estado 'juntos' pero ahora quiere que pase la noche y Allison, tengo miedo! Sé que tendré que decirle la verdad, y no sé cómo hacerlo. Ella me odiará, lo sé. Allison dejó caer la carta en su regazo, sus ojos se cerraron en simpatía por su amiga y ex amante y empleada. "Oh, Danni," susurró. "¿En qué te has metido?” Recogió la carta y continuó leyendo más sobre el entrenamiento de Danni y los que la rodeaban. Después de terminar la carta, sacó un par de papelería personalizada del cajón de su tocador y comenzó una carta de respuesta, como lo había hecho muchas veces antes.

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Capítulo 13 San José, California 1968 Carol había esperado que este día nunca llegara, pero sabía que tenía que hacerlo si ella y Kate encontraban alguna vez paz y verdadera amistad otra vez. Se sentó en la mesa de la cocina de Kate, una taza de café ahuecada entre sus manos mientras contemplaba las profundidades de color marrón del líquido adentro. Aclarándose la garganta, miró a su amiga y una vez mejor amiga. "Nunca me contaste esa historia," dijo suavemente. Ella dejó escapar un suspiro mientras sorbía su café. "Qué hermosa manera de perder tu virginidad." Kate se sentó frente a Carol, con su propia taza de café frente a ella. "Nunca me diste una oportunidad, Carol. Nos mudamos a la casa y luego las cosas pasaron muy rápido. Quería decírtelo, pero ... " "Lo sé," Carol admitió, alejando de ella la bebida no deseada. “Fui una idiota y no puedo disculparme lo suficiente por ello." Dejó escapar un suspiro y agarró su paquete de cigarrillos, sacando uno antes de encenderlo. "Definitivamente una idiota," soltó, junto con el humo de sus pulmones. Arrojó un poco de ceniza del extremo de su cigarro por hacer algo en lugar de necesitar hacerlo. Por último, se encontró con la mirada de Kate. "Cuéntame más. Ustedes dos hicieron el amor en las flores y luego ¿qué?" Kate dejó escapar un largo suspiro, mirando a un ayer del que se había arrepentido durante demasiado tiempo. "Y luego me enamoré y luego me quedé atónita." *****

San Diego, California 1943 Danni rápidamente terminó su carta a Allison, olvidando la dirección exacta, así que agarró una de las viejas cartas de Allison para que pudiera insertar el resto de la dirección más tarde. Sabía que ella y Mike tenían que darse prisa, ya que se suponía que debían estar en la casa de Carol en cuestión de minutos. "¿La leíste o no, hombre?" Mike preguntó, poniéndose una camiseta blanca después de su ducha.

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"Sí, más o menos," Danni dijo, terminando su saludo a Allison y metiendo la carta en un sobre, para ocuparse después. Se levantó de su litera y agarró sus lentes de sol. “No dejes que se me olvide dejar esto en la oficina de correos más tarde,” dijo, apurándose a salir por la puerta detrás de Mike, las cartas en la mano. "Lo tienes, hombre," Mike dijo. Metió la mano en el bolsillo interior de su chaqueta, sacando una botella de whisky, lanzando una sonrisa maliciosa a Danni. “Eres malo, chico,” Danni se rió. Mike se detuvo delante de la casa de Carol y empujó la botella de licor sin abrir debajo del asiento, mirando a Danni antes de salir, listo para ayudar. ***** Mike, seguido por Danni, llevó la última de las cajas que contenía las posesiones de las cuatro jóvenes que se habían mudado a la casa en Cherry Lane, cada una de ellas estudiantes universitarias en cuestión de semanas. Había sido un asunto de todo el día, cada mujer parecía tener un suministro interminable de cosas, todas empacadas en paquetes pesados, los hombres habían previsto cargar la mayor parte de la mudanza. Danni se dirigió hacía la habitación de Kate, que estaba llena de cajas apiladas y cacharros, tan contenta de que fuera la última de una larga jornada que valió la pena. Iba vestida con pantalones holgados y una camiseta blanca, el sudor cubriéndole el flequillo en la frente y haciéndola oler como un barracón de la Marina. A una embelesada Kate no pareció importarle cuando se puso detrás de ella y envolvió sus brazos alrededor de una esbelta cintura. “Estoy tan feliz,” ella dijo, con la cabeza apoyada en la espalda superior de Danni. Danni colocó su carga encima del tocador, luego se dio la vuelta y abrazó a Kate, deleitándose con el contacto. "¿Huelo bien?" Bromeó, sabiendo muy bien que estaba sudada y asquerosa. Kate inhaló profundamente y luego se apartó, bromeando mientras arrugaba la nariz. "Ew!" Danni se rió, arrastrando a Kate hacia ella y enterrándole la cara en una axila sudorosa. Se rió abiertamente cuando Kate la empujó, realmente disgustada ahora. “Oye, es por tus cosas que huelo así, mujer!"

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Kate se secó la nariz, tratando de sacar el olor incluso mientras miraba a Danni, quien seguía riendo. "No eres una persona agradable." " Oh, pero me amas de todos modos," Danni se rió, inclinándose para darle a Kate un rápido beso en los labios. Agarró la caja que había dejado y miró a Kate por orientación. "¿Hay alguna pila de cajas en particular sobre la que debería ir esta?" "Ja, ja, muy gracioso." Kate señaló una pila al azar. "Puedes ponerla allí, muchas gracias." Danni hizo lo que le pedía y luego se volvió hacia Kate, con las manos en las caderas estrechas. “¿Qué hay para la cena?" "Oh, ya veo. Te digo que te amo y ya estás ladrando órdenes como el maridito feliz, ¿eh?" Danni se rió, amando el espíritu combativo de Kate. "Acertaste." Kate se acercó a Danni, dándole una mirada que derretiría el más frío de los corazones. “Bueno,” ronroneó, envolviendo sus brazos alrededor del cuello de Danni. "Supongo que trabajaste duro hoy." Danni bajó la cabeza y compartieron un profundo beso, solo interrumpido por alguien que se aclaraba la garganta en la entrada de la pequeña habitación. Ambas levantaron la vista para ver a una divertida Carol mirándolas, con los brazos cruzados sobre el pecho. "Sí, Carol?” Kate preguntó, sin alejarse de Danni, ya que planeaba continuar donde lo dejaron antes de la interrupción. “Todos estamos pensando en asar algunos bisteces y preparar algunas bebidas. Ustedes dos tortolitos se interesan?" “Claro,” Danni asintió, “sólo si puedo darme una ducha primero." Carol sonrió. "Toma un número. Mike te ganó en eso." “Somos tan explotadoras,” Kate bromeó, lanzando un rápido beso a los labios de Danni antes de dejar que sus manos se deslizaran por su pecho. Se detuvo, frunciendo el ceño cuando sintió algo allí. “¿Qué es esto?" Preguntó, tocando con los dedos algún tipo de material que estaba envuelto a su alrededor debajo de su camisa.

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Danni agarró las muñecas de Kate, tratando de mantener el pánico fuera del movimiento y de sus ojos mientras hacía todo lo posible por restarle importancia. "Me lastimé durante el entrenamiento así que el doctor me tiene todo vendado." Se encogió de hombros, tratando de ser lo más indiferente posible. "Costillas magulladas." "Oh. Lo siento.” Kate se inclinó y colocó un beso justo bajo el pecho izquierdo de Danni, sin idea de que estaba enviado el corazón de Danni a palpitar con fuerza por una variedad de razones. "Mucho mejor." Ella sonrió, completamente inadvertida, mirando a Danni, luego se alejó de él, sacando una toalla para él de una de sus cajas. Danni cerró los ojos, tomando varias respiraciones profundas mientras trataba de controlar su ritmo cardíaco. Sabía en su interior que era sólo cuestión de tiempo antes de que tuviera que ya sea sincerarse con Kate o salir de su vida, lo cual para Danni no era una opción. Sí, se iría en un mes, pero por como las cosas estaban avanzando, no sería capaz de resistirte a Kate por mucho tiempo, y la verdad tendría que salir. "Aquí tienes, amor," Kate dijo, regresando hacia Danni con una toalla en la mano. Levantó la vista hacia el rostro preocupado de Danni, una astilla de preocupación perforando su burbuja feliz. "¿Está todo bien?" Danni estudió la cara de Kate durante un largo momento, contemplando sus opciones. ¿Debería invitar a la rubia al baño con ella y mostrarle? Acabar de una vez, y que pase lo que tenga que pasar? "¿Danni?" Kate dijo, cada vez más preocupada por el momento. “Estás empezando a asustarme. ¿Qué es?” Extendió la mano y ahuecó el costado de la cara de Danni. “Parece que estás a punto de llorar." Danni podía ver que estaba causando dolor y preocupación a Kate, y decidió que no podía causarle más. Forzó una sonrisa y tomó a Kate en un fuerte abrazo. “Lo siento,” dijo en su cabello, dejando un beso detrás de sus palabras. “Me voy a duchar, ahora." "Está bien." Kate lo vio irse, un cosquilleo de terror en su estómago. Salió de su habitación solo para casi chocar con Carol. “Ven conmigo,” Carol dijo, tirando de la mano de Kate y apresurándose a salir. “Ve al coche de Mike y agarra la botella de licor escondida debajo del asiento,” Carol gritó, corriendo hacia su propio coche para agarrar su pequeña reserva oculta. Kate hizo lo que le pedía, abriendo la puerta del lado del pasajero, su mirada de inmediato aterrizó en una carta doblada y un sobre sellado que estaba en el asiento. Curiosa,

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desdobló la carta, frunciendo el ceño cuando vio Querida Danielle escrito en la parte superior con una hermosa, fluida escritura. Se sentó en el asiento mientras echaba un vistazo al contenido de la carta: ... nuestra noche juntos fue increíble ... ... si fuera un poco más joven, fácilmente podría enamorarme de ti ... ... los pechos más bonitos que he visto ... ... ¿ Cuándo vuelves a casa conmigo por más? La carta estaba firmada, Allison. Kate sintió náuseas en el estómago. Recogió el sobre cerrado y vio que estaba dirigida a Danni Felts con la dirección de la base de Danni escrito debajo. Estaba dirigida a Allison Hughes, aunque faltaba la dirección. Kate volvió a mirar el contenido de la carta, desconcertada y sintiendo en sus entrañas que algo estaba muy mal. "¿La agarraste?” Carol preguntó, interrumpiendo la consternación de su amiga. "¿Huh?" Kate preguntó, sobresaltada. "¿La agarraste?” Carol preguntó de nuevo, estudiando la cara de su amiga. “Dios, parece como si hubieras visto un fantasma. ¿Estás bien?" "¡Sí!" Kate dijo, forzando una sonrisa. No tenía ningún deseo de contarle a Carol lo que había encontrado. "Lo siento, ten." Estiró la mano ciegamente debajo del asiento, sintiendo rápidamente el liso vidrio de la botella y dándosela a Carol. "Estupendo. Vamos a divertirnos!" Las cuatro compañeras de cuarto, Mike y Danni se comieron los bisteces que Mike había asado para todos, y el alcohol fluía libremente. Todos lo estaban pasando de maravilla, excepto Kate y Danni, quién no tenía idea de que su estado de ánimo no estaba muy distante. Danni hizo todo lo posible para forzarse a ser sociable y no pensar en su próxima decisión, en lo que Kate estaba preocupada, pero en realidad, era todo en lo que podía pensar. La tarde comenzó a relajarse, Helen salió para ir a una cita con su nuevo novio, Trudy se fue a la cama y Carol y Mike se fueron al dormitorio de Carol, Kate y Danni se quedaron,

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ya que acordaron terminar de limpiar el lío de la noche. Danni miró a Kate varias veces, notando que la rubia no la había mirado ni una vez durante toda la noche. “Qué pasa?" Preguntó, acercándose al lugar donde Kate estaba enjuagando el último plato enjabonado. "¿Kate?" Extendió la mano y tocó el hombro de Kate, solo para que Kate se alejara de ella. El corazón de Danni latía fuerte, el miedo surgiendo en un sudor frío por la espalda y entre sus pechos vendados. Kate estaba literalmente mordiéndose la lengua, tratando de mantener la rabia que se había estado formando desde que había encontrado las cartas en el coche de Mike. Finalmente, sabía que no podía guardárselo por más tiempo. “¿Quién es Allison, Danni y por qué demonios te llama Danielle?" La mandíbula de Danni casi cayó al suelo, ya que esto era lo último que esperaba escuchar salir de la boca de Kate. "¿Qué?" “Vi la carta que ella te escribió cuando fui a buscar el whisky al coche de Mike. ¿Quién es ella, Danni?" Kate casi gritó, su rabia, celos y confusión completamente llegando a la superficie. Danni se tragó la bilis que le subió a la garganta. Aquí vamos. “Salgamos, ¿de acuerdo?" “No quiero salir! ¡Quiero saber quién es ella!" “Y te lo diré, pero fuera." Sin esperar, Danni salió por la puerta de entrada. No había ninguna posibilidad de que hablara con Kate sobre esto en una casa llena de amigos. Podía haber una probabilidad de que uno de ellos pudiera oír y una pequeña posibilidad de que Kate no les diga. No habiendo otra opción si quería saber la verdad, Kate lo siguió, la puerta de la calle se cerró de golpe detrás de ella. Se dirigió hacia donde estaba Danni en el camino de entrada, cruzando los brazos sobre el pecho, casi para protegerse de lo que podría oír. Miró a Danni, que estaba pálido y visiblemente conmocionado. Por un momento, Kate quiso ir hacía él y consolarlo, pero algo dentro de ella le decía que se quedara quieta y que se mantuviera fuerte. "Allison es una amiga de la familia allá en casa," Danni dijo suavemente, dejando de lado cualquier pretensión. La voz más profunda que usó como Daniel Felts se había ido, dejando atrás a una mujer asustada y vulnerable a su paso.

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"¿Una amiga de la familia?" Kate dijo, incrédula. "¿Una que comenta sobre la noche increíble que compartieron ustedes dos y que podría enamorarse de ti?" Danni asintió, sus ojos abatidos. “No hay nada allí, Kate. Compartimos ese tiempo juntos antes de irme al campamento de entrenamiento y luego antes de venir aquí." Tristes ojos azules se encontraron con enojados verdes. "Nada más." “¿Quién es Danielle y por qué te llama así? ¿Y por qué ella habló sobre estos increíbles senos que tiene Danielle?" Danni tragó más bilis y respiró profundamente, obligándose a reunirse con la fiera mirada de Kate. "Danielle soy yo, Kate." Kate se quedó mirando fijamente a Danni sin comprender, la información que acababa de recibir sin cuadrar. "¿Qué?" "Mi nombre es Danielle Felts, la única hija de William y Ruth Felts de Wayne, Nebraska." Danni se sorprendió por la sensación de alivio que la verdad saliera, pero estaba aterrorizada de las consecuencias que podrían traer sobre ella, la peor de la cual Kate nunca querría verla o hablar con ella nuevamente. Kate se sentía como si acabara de recibir un puñetazo en el estómago y literalmente tuvo retroceder un paso o caerse al suelo. Una mano se acercó a su pecho mientras trataba de recuperar el aliento. "Creo que deberías irte ahora," susurró, dando un paso atrás. "Por favor." Danni asintió con la cabeza, agradecida de que Mike mantuvo sus llaves debajo de la visera en su automóvil. "Está bien." Se giró hacia el automóvil y luego se detuvo, girándose hacia donde Kate se dirigía a la casa. "¿Kate?" Llamó, con la intención de decirle a Kate que la amaba, una última vez. La profunda tristeza que vio en los ojos de Kate le dijo que no fuera allí. “Dile a Mike que volveré por él por la mañana." Kate asintió, luego entró. Danni se subió al volante y encendió el motor, mirando las cartas y exhalando un fuerte suspiro. “Supongo que eso es todo,” murmuró al coche vacío, entonces se apartó de la acera, para encontrar un lugar cerca de la playa para pasar la noche en el coche.

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***** Incapaz de dormir, Kate se sentó en el asiento de la ventana de su pequeño dormitorio y contempló la noche iluminada por la luna. Levantó sus piernas, abrazándolas contra su pecho mientras descansaba su mentón sobre sus rodillas. Ya había estado sentada allí durante varias horas, casi desde que Danni se había ido. Danni. Daniel. Danielle. Kate dejó escapar un profundo suspiro, sus ojos ardían por las lágrimas que habían caído antes. Aunque se habían detenido, el dolor, la confusión y el sentimiento de traición no. Ella sabía en su corazón que amaba profundamente a Danni, y nadie la había hecho sentir como él ... ella, lo hizo. Danni fue amable, generoso y profundamente amoroso. Kate sintió que todo eso era el verdadero Danni Felts, hombre o mujer. Mujer. Esa palabra siguió rebotando en su cerebro una y otra vez. Danni era una mujer. En muchas formas eso tenía sentido: el rostro increíblemente hermoso de Danni, que sólo lo hizo apuesto por el mero hecho de ser hombre, que se suponía que era apuesto, no hermoso. Se sintió como una tonta al pensar en todas las alarmas que habían estado allí desde el primer día. Pensó en las manos de Danni: aunque fuertes y ásperas tras una vida de duro trabajo en una granja, había algo decididamente delicado y femenino en ellas. Incluso su complexión hablaba de la mujer debajo de la fahada. Y luego estaba la venda que Kate había descubierto ese mismo día. Las costillas magulladas, le había dicho Danni. Kate había decidido ignorar el hecho de que las costillas en realidad estaban más abajo, y ahora se dio cuenta de que probablemente ese vendaje estaba realmente ayudando a guardar el secreto de Danni, y estaba aplastando esos mismos pechos de los que Allison hablaba en su carta. “Los senos,” Kate susurró, enterrando el rostro entre las manos. Eso, por supuesto la llevó de regreso a los momentos más increíbles de su vida, que pasó con Danni en ese campo de flores. Habían hecho el amor, y no había forma de negar o falsificar ese hecho. ¿Cómo pudo haber sido eso? ¿Qué demonios había hecho Danni para lograr eso? De repente, sintió que las lágrimas regresaban de nuevo, sintiendo como si una parte de su alma hubiera sido arrancada, una parte que se había llenado la noche en que conoció a Danni Felts.

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Capítulo 14 Danni se despertó con un doloroso pinchazo en la espalda. Gimió y se enderezó de donde se había acurrucado – lo mejor que pudo – en el asiento delantero del coche de Mike. Le dolía la espalda, le dolía el cuello, pero sobre todo, le dolía el corazón. Había permanecido despierta la mayor parte de la noche hasta que finalmente se había quedado dormida por puro agotamiento. Ahora, tenía que volver a la casa de Kate y recoger a su amigo. Dejó escapar un suspiro y se miró en el espejo retrovisor. Tenía pesadas bolsas bajo sus ojos y estaba pálida. En verdad, sentía que podía vomitar, pero sabía que tenía que continuar y lo que sea que pasara pasaría, sin importar lo que pensara o quisiera. La casa estaba en silencio cuando Danni se detuvo en el camino. Notó que el coche de Carol había desaparecido cuando apagó el motor y se sentó detrás del volante durante un largo momento, tratando de decidir qué hacer. Simplemente podía tocar el claxón, hacerle saber a Mike que estaba allí, pero después conduciría a las preguntas de por qué ella no fue a buscarlo. Habría suficientes preguntas sobre por qué se había ido. Alcanzó por la manija de la puerta y estaba a punto de abrir la puerta cuando vio que se abría la puerta principal y que Kate salía al porche. Se encontró con la mirada de Danni a través del parabrisas y le dio a Danni el amago de una sonrisa antes de entrar de nuevo en la casa, dejando la puerta abierta detrás de ella. "Aquí vamos," Danni dudurró, y luego salió del auto. Se dirigió a la puerta principal y entró, mirando alrededor de la sala de estar llena de cajas, esperando ver a Mike esperándola. Todo lo que vio fue a Kate, vestida con una bata de baño con cinturón abrazándose a sí misma. Danni se encontró con su mirada cansada. No parecía que Kate había tenido mejor suerte para dormir que ella. "¿Él está listo para irse?" Ella preguntó suavemente. "Mike no está aquí," Kate dijo, dejando escapar un profundo suspiro. "Nadie está." "Oh. Bien.” Danni se dio la vuelta para irse, pero se detuvo al oír el sonido de la voz de Kate. "Mandé a todos que se fueran para que pudiéramos hablar."

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"De acuerdo." Danni se quedó donde estaba, sin estar segura de lo que se suponía que debía hacer. Después de un momento de silencio incómodo, Kate habló. "¿Puedo traerte algo de comer? Algo de desayuno?" “No,” Danni dijo suavemente. “No estoy tan segura de que algo se quedaría en este momento." Kate le dio una pequeña sonrisa y asintió. "Entiendo. De acuerdo, entonces hablemos, supongo." Fue hasta el sofá y se sentó, cuidando de que su bata permaneciea cerrada y de que estuviera cubierta, a pesar de que llevaba el camisón debajo de la prenda verde. Danni se sentó junto a ella, asegurándose de que había suficiente espacio entre ellas. No deseaba que Kate sintiera más dolor o incomodidad del que ya tenía. "¿Con qué te gustaría comenzar, Kate?" "Buena pregunta," Kate dijo, seguida de un profundo suspiro. " Creo que lo primero y más importante es, ¿por qué?" “Esa es una respuesta muy simple. Quería hacer algo importante con mi vida, y lo que quería hacer, no podía hacerlo como mujer.” Se encontró con la mirada de Kate, ya que no tenía nada que ocultar en su respuesta. "Lo hice por necesidad, no para engañar ni para causar dolor a nadie." "¿Por qué nunca me dijiste la verdad?" Kate preguntó, sintiendo más emoción amenazando con alzarse, así que hizo todo lo posible para suprimirla. Necesitaba sacar todo esto, no llorar otra vez. "Me hiciste enamorarme de una mentira, Danni. O, debería llamarte Danielle?" “He sido Danni toda mi vida, Kate. No tiene nada que ver con nada de esto. Y, no eres la única que se enamoró.” Los ojos de Danni cayeron ahora, incapaz de sostener la mirada exigente de Kate. Sintió como su corazón se rompía, y no quería que Kate lo viera. "Nunca quise lastimarte, y nunca tuve la intención de mentir. Simplemente ... sucedió." Kate se reclinó contra el sofá, su mirada fija en la ventana delantera, a pesar de que todo lo que vio fueron varios recuerdos de su tiempo con la mujer sentada a su lado. "Toda la noche en lo único que pude pensar fue en el tiempo que pasamos juntos." Su risa era triste. “Y en cómo creo que lo vi todo el tiempo, aunque no estaba completamente segura de qué exactamente es lo que estaba viendo." Miró a Danni, que todavía se miraba las

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manos. "Te llamé hermoso, Danni." Danni levantó la vista y se encontró con su mirada. "Y lo dije en serio. Supongo que debería haberlo sabido.” La mirada de Kate deambuló por la cara de Danni, viéndola por lo que era y por quién realmente era, por primera vez. "Dios, eres tan hermosa," susurró. Danni no estaba segura de qué decir, así que no dijo nada, sólo siguió sostniendo la mirada de Kate, aunque tuvo que obligarse a hacerlo. "¿La amas?" Kate preguntó, su voz pequeña e insegura. Confundida, las cejas de Danni se fruncieron. "¿A quién?" "A Allison." Kate estudió sus dedos mientras recogían una pelusa inexistente de su bata. “No,” Danni dijo, sin dudar. “La conozco desde que tenía 15 años. Ha ayudado a mi familia a lo largo de los años, y solía trabajar para ella." "¿Haciendo qué?" Kate preguntó, sorprendida por su propia curiosidad. Danni se encogió de hombros. "Cuidé su jardín, hice cosas en la casa para ella. Ella fue buena conmigo y me ayudó a lograr esto." Señaló su alter ego masculino. "¿ Y tú ... estuviste con ... ella en gratitud?" Kate preguntó, incapaz de evitar la amargura de su voz. “No, no fue así, Kate." "Entonces cómo fue?" Kate exigió, aturdida cuando los celos comenzaron a corroerla. "Después de que conseguí la ropa y me corté el pelo, me dijo que quería mostrarme cómo estar con una mujer. Dijo que sabía que esto pasaría y que quería darme ese regalo." “Pero, eres una mujer, Danni! No lo entiendo." "Lo sé." Danni dejó escapar un suspiro. “Para ser honesta, Kate, toda mi vida supe que nunca sea como las otras chicas. No tenía ningún deseo de casarme, no deseaba dar a luz a niños y no deseaba ser una ama de casa." Kate se quedó atónita mientras escuchaba a su propio corazón repetírselo. La hizo detenerse y pensar por un momento.

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“Siempre he pensado que las mujeres son increíblemente hermosas, y sabía que mi hermano mayor, Billy y yo tenía algunas cosas en común. Quiero decir, antes de ir a la guerra, solíamos sentarnos en su habitación y hablar sobre las actrices realmente bellas que vimos en las películas. Nadie más que él lo sabía." "Y Allison, aparentemente." "Para mi sorpresa, sí. Allison, también." Kate guardó silencio por un largo momento, mordiéndose el labio inferior mientras trataba de concentrarse en lo que le decían y sentía. Finalmente, se levantó y tendió su mano hacia Danni. “Necesito ver algo,” dijo, tomando la mano de Danni y jalándola del sofá. Condujo a Danni a su habitación, donde cerró la puerta detrás de ellas. Confundida, Danni se detuvo en medio de la habitación y esperó. Vio como Kate, obviamente insegura de sí misma, se acercó a ella y la miró a los ojos. "Mirándote, puedo ver absolutamente que lo que dices es verdad. Pero, tanto ha pasado, Danni. Necesito verlo por mí misma." Danni tiene una idea bastante buena de lo que Kate necesitaba ver cuando los dedos de Kate encontraron los botones de la camisa de Danni, hábilmente soltando un botón tras otro hasta que la camisa de manga corta fue sacada por los hombros de Danni y cayó al suelo. Quedando la camiseta blanca. Kate se encontró brevemente con la mirada de Danni antes de alcanzar el dobladillo de la camisera y jalarla sobre la cabeza de Danni. Mirando sobre la piel pálida, suave del dorso de Danni, Kate se quedó sin aliento cuando fue revelado el cuerpo de una mujer increíblemente hermosa. Sus ojos encontraron el vendaje blanco que había sentido el día anterior, y sintió mariposas en el estómago cuando se dio cuenta de que estaba a punto de ver lo que había debajo. El corazón de Danni latía tan fuerte que le preocupaba que Kate pudiera oírlo. Se sentía mareada y más vulnerable que nunca antes. Sabía que Kate lo necesitaba, por la razón que fuera, y sintió que no estaba en condiciones de negarle nada a Kate en este momento. Trató de mantener su respiración bajo control mientras sentía que los suaves dedos soltaban y comenzaban a desenvolver el vendaje alrededor de su pecho, sus pechos por fin libres. La mirada de Kate estaba fija en esos pechos, que Kate tenía que estar de acuerdo con Allison, era hermosos. Es increíble,” dijo, su voz tranquila y reverente. Levantó una mano y tocó la suave piel del costado de Danni, pasando perdida las puntas de los dedos

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por las costillas ligeramente pronunciadas. “mirandote así, parece que esta es la persona que he conocido estas últimas semanas.” Kate se sorprendió al descubrir que su propia respiración se enganchaba ligeramente, mientras se sentía completamente atraída por la exquisita belleza de Danni. “Siento que finalmente voy a a poder ver y conocer a la verdadera tú, Danni." Los ojos de Danni se cerraron por un momento mientras trataba de hacer que su cuerpo se comportara, ya que el toque de Kate la hacía reaccionar de una manera que no estaba tan segura que fuera del todo apropiado. “Estás viendo todo lo que tengo,” respondió, sus palabras ligeramente entrecortadas, lo que hizo enojarse consigo misma por su falta de control. "No tengo más secretos contigo, Kate." Kate dejó escapar un suspiro tembloroso, su aliento se precipitó sobre los pezones de Danni , haciéndolos fruncir en reacción. “ Creo que entonces debería ser totalmente honesta contigo ahora también, ” susurró, con la otra mano ahora flotando arriba y sobre el costado y musculoso estómago de Danni, su mirada fija en los pechos un poco grandes de Danni. Apartó su mirada, encontrando los ojos entrecerrados de Danni. "Todavía te amo, Danni. No entiendo todo esto, pero todavía te amo." "Te amo mucho, Kate," Danni gimió, ahuecando su rostro y atrayéndola hacia ella, su beso compartido desesperado y absorbente. “Danni,” Kate susurró en el beso, envolviendo los brazos alrededor de Danni, acercándola lo más posible. No podía controlar su necesidad de Danni, y de alguna manera, descubrir que era una mujer hizo que Kate sintiera como si tuviera cierta apariencia de control y poder: un sentimiento que era extraño, pero no desagradable. Danni sintió que la empujaban hacia atrás, así que siguió con ello, cayendo sobre la cama, Kate cayendo con y encima de ella. El beso nunca se rompió cuando Danni usó su fuerza superior y rodó sobre ellas, rompiendo el beso mientras atacaba el cuello de Kate con los labios y la lengua. Kate gimió mientras sus ojos se cerraron y su cabeza cayó hacia un lado. Sus manos recorrían inquietamente la espalda desnuda de Danni, deleitándose con la sensación de suave piel bajo sus dedos. Ella maniobró a Danni entre sus piernas, apoyando sus pies en el colchón mientras se empujaba hacia Danni, necesitando presión entre sus piernas. Danni sabía que esta vez era sin restricciones: quería ver a Kate y sentir su piel desnuda presionada. Mientras se abría camino hacia el escote del camisón de Kate, visible en la 'V' de la bata cerrada, Danni alcanzó y jaló frenéticamente del cinturón de la bata verde, apartando los extremos una vez que fue liberada.

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Kate gritó cuando su pecho derecho fue ahuecado sobre el fino material de su camisón, su espalda arqueándose en el toque de Danni. "Fuera," gimió, casi tirando a Danni de la cama mientras se sentaba, quitándose la bata luego jalando del camisón sobre su cabeza. Danni, que estaba parada junto a la cama, solo podía mirar con asombro. Sus ojos se fijaron en los pechos desnudos de Kate y su boca se hizo agua. Rápidamente, se quitó los zapatos y hurgó a tientas con sus pantalones hasta que cayeron alrededor de sus tobillos. Se los quitó y luego alcanzó por su ropa interior, jalando de ellas hacia abajo, también. Kate observó, otra vez hipnotizada por el cuerpo de Danni. Sin embargo, lo que llamó su atención fue lo que estaba amarrado a las estrechas caderas de Danni. "¿Es eso lo que usaste en el campo?" Preguntó, poniéndose de rodillas y gateando hacia Danni. Danni miró hacia abajo al falo, sobresaliendo obscenamente de sus caderas. "Si." “Eso es lo que vas a usar ahora?" “No,” Danni negó con la cabeza. "Quiero estar contigo como yo, Kate. No quiero más mentiras entre nosotras." Kate sonrió, estirándose y jalando de Danni hacia abajo para un beso rápido, pero profundo. "Bien." Danni se desabrochó lo que se había convertido en parte de su uniforme diario, aliviada de dejarlo caer al suelo. Se subió a la cama, empujando a Kate contra las almohadas mientras avanzaba. Ambas gimieron cuando Danni presionó su desnudez juntas, nada entre ellas esta vez sino el amor. Kate deslizó sus manos por la espalda de Danni hasta que llegaron a la curva de su trasero, luego las volvió a subir, todavía un poco tímida. Miró hacia la cara de Danni. "No tengo idea de cómo dos mujeres hacen el amor," admitió. Danni sonrió. “Te enseñaré." Danni le dio a Kate un rápido beso antes de comenzar a besar hacia abajo por el cuerpo de Kate, dejando un ardiente rastro a lo largo de su garganta y entre sus pechos antes de darle a cada pecho toda la atención.

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Kate nunca había experimentado algo así, mientras se perdía en todo lo que Danni estaba haciendo. Enterró sus manos en su cabello, sosteniéndola contra su pecho. "Danni," gimió, casi llorando ante las sensaciones abrumadoras. “Estoy aquí, mi amor, ” Danni murmuró en la carne del estómago de Kate. Besó su camino hasta que levantó suavemente las piernas de Kate para posarlas sobre sus hombros. Kate no tenía ni idea de lo que Danni estaba haciendo, pero por el momento eso no importaba. Su cerebro no estaba a cargo de ella en este momento, su cuerpo tomó el control. Jadeó ruidosamente cuando sintió de repente calor húmedo entre sus piernas. Miró hacia abajo a lo largo de su cuerpo y vio la cabeza oscura de Danni moverse antes de que sus ojos azules se encontraran con su propia mirada. Danni volvió rápidamente a su tarea, su lengua una vez más deslizándose a lo largo de los pliegues de Kate, haciendo que los ojos de Kate se cerraran y su cabeza cayera hacia la almohada. Nunca en sus sueños más locos Kate pudo haber creado semejante escenario, y mucho menos en la realidad. Danni estaba disfrutando inmensamente de lo que estaba haciendo, por primera vez sentía amor en sus acciones, y no sólo el placer, como fue en el caso de Allison, y la única otra persona con la que alguna vez había estado sexualmente. Parecía que el placer no podía subir más hasta que el cuerpo de Kate estalló – para su sorpresa – mientras gritaba tan fuerte que su voz resonó en las paredes de su dormitorio. Apretó sus muslos alrededor de la cabeza de Danni, manteniéndola en su lugar mientras instintivamente montaba las oleadas de liberación. Danni se mantuvo firme, permitiendo a Kate dirigir este baile. Después de unos largos momentos de cautiverio, Kate la soltó y Danni trepó por el cuerpo de Kate, abrazándola y enviando reconfortantes caricias de su mano a su cabello y rostro, junto con un rastro de besos. Después de varios momentos, Kate se calmó y le devolvió los besos. “Te amo, Kate,” Danni susurró, finalmente consiguiendo la mirada de Kate. Kate la acercó a ella, como si su vida dependiera de eso. "Oh, Danni," lloró, su agarre dolorosamente apretado. "Te amo tanto." **** Carol se detuvo en la casa, sorprendida de ver el auto de Mike colocado en el camino de entrada. Agarró su bolso y entró. La casa estaba totalmente en silencio mientras se dirigía

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a su dormitorio, que estaba junto al de Kate. Tiró las llaves y el bolso a la cama, luego salió hacia el pasillo y se acercó a la puerta de Kate. Escuchó, sin escuchar nada. Eran casi las tres de la tarde y se preguntó si Kate estaría en casa, a pesar de que su auto estaba estacionado afuera. Carol levantó su mano para tocar, pero luego decidió echar un vistazo y asegurarse de que Kate estaba bien. Lo que vio al principio la hizo reír, pero luego se dio cuenta de la realidad. Kate y Danni estaban dormidos en la cama de Kate, la cabeza de Kate descansando sobre el hombro de Danni. Solo una sábana cubría sus cuerpos desnudos. La parte superior de la espalda de Kate era visible, así como también el brazo que había atravesado sobre el dorso desnudo de Danni. La imagen era hermosa, excepto por el hecho de que Danni tenía senos. La mano de Carol fue a su boca cuando se dio cuenta: Danni era una mujer!

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Capítulo 15 Burbank, California 1967 Carol estaba sentada en la mesa de su cocina, con los ojos enrojecidos y estrechos por las horas que había pasado llorando con Kate la noche anterior. Se pasó las manos por el cabello, con la mirada fija en el pedazo de papel que estaba sobre la mesa frente a ella. Se debatió durante varios minutos antes de levantarse de la mesa, con el papel en la mano. Cogió el auricular del teléfono colocado en la pared y marcó. Su corazón latía con fuerza mientras el teléfono sonaba en el otro extremo, con la esperanza de que estuviera haciendo lo correcto. “Hola, es Carol,” le dijo a la voz en el otro extremo de la línea. " Tengo algunas malas noticias. Primero, permíteme comenzar asegurándote que ella está bien, pero anoche George se suicido y ella lo encontró." Escuchó las preguntas que le hicieron. "Sí, pasé la tarde con ella y Megan. Megan está devastada, y sí, te lo haré saber." Cogió un pañuelo de la caja en la encimera, la voz suave en el otro lado de la línea enviando condolencias, terminando en un silenciosos, gracias por avisarme. ***** Era un día soleado, el sol brillaba cálidamente sobre el grupo reunido, las palabras del sacerdote esparciéndose sobre los dolientes reunidos. Kate estaba aturdida, Megan sollozando en silencio junto a ella, el brazo de Rob sobre sus hombros mientras se inclinaba contra él. Kate miró hacia el ataúd, con una bandera estadounidense sobre él. Había una parte de ella que no podía entender lo que estaba pasando, no podía creerlo, sin embargo otra parte de ella estaba gritando por dentro, con tanta culpa que la estaba devorando. Carol miró a su amiga de vez en cuando, preocupada por ella. Kate era naturalmente una mujer baja, pero hoy, llevando un vestido negro y viéndose hermosa, parecía tan pequeña y frágil. Aunque le preocupaba que Kate se hiciera añicos en cualquier momento, sabía en el fondo que Kate era una de las mujeres más fuertes que conocía y que sobreviviría y saldría aún más fuerte por otro lado. Un movimiento captó la mirada de Carol y levantó la vista para ver una figura alta parada junto a un árbol a unos veinte metros de distancia. Su largo y oscuro cabello estaba atrapado en la suave brisa que soplaba hacia atrás de su rostro aún impecable. Carol asintió con la cabeza y luego devolvió su atención al funeral.

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La multitud comenzó a dispersarse después de abrazar a Kate y a Megan y desearles lo mejor. Kate sostuvo la bandera doblada que le dio el soldado uniformado después del saludo de armas que le dieron a George, en honor a sus años de servicio en la Marina. Ella y Megan caminaron hacia el auto que esperaba, con el corazón pesado. “Regreso enseguida, bebé,” Carol le dijo a su marido, Frank, y luego se dirigió a la figura junto al árbol. “Me alegro de que vinieras, Danni." Dijo, compartiendo un abrazo rápido. "¿Cómo está ella?" Danni preguntó, mirando por encima del hombro de Carol para ver a Kate subir a su auto. Carol dejó escapar un suspiro y siguió la mirada de Danni. “Está aguantando pero me preocupo por ella." Se volvió hacia Danni. “Creo que estará feliz de verte." Danni se mordió el labio por un momento antes de negar con la cabeza. “No me quedaré, Carol. ¿Podrías darle esto por mí, por favor?" Le entregó a Carol un grueso sobre sellado con el nombre de Kate escrito en negrita en el frente. "Con suerte, eso le ayudará a ella y a Megan." "Por supuesto." Carol tomó el sobre y lo guardó en su bolso. "Me gustaría que cambies de opinión, sin embargo. Creo que probablemente puedas hacerle algo de bien." “No puedo." Danni le dio a Carol un abrazo más, luego se dio vuelta y se alejó. Carol la miró irse, incapaz de sacudirse la sensación de que Danni estaba cometiendo un gran error. Con un suspiro, se dio la vuelta para reunirse con Frank y los demás mientras se dirigían a la casa de Kate para una pequeña reunión, donde planeaba dejar discretamente el sobre para su amiga. *****

San José, California 1968 Kate pegó con cinta la última caja, marcando la parte superior con GW para que Carol supiera a qué pila iba. Estaba regalando la mayoría de las cosas de George a Goodwill, donde se dirigía la actual caja. Las otras, marcadas con la S para guardarlas, por si acaso en el futuro, si Megan quería las cosas de su padre para ella o incluso para sus hijos, todavía estarían allí y disponibles para ella.

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"¿Es esta la última caja?” Carol preguntó, entrando a la casa después de apilar varias cajas en la parte trasera de la camioneta de Frank, que había pedido prestada para este propósito. "Sip. La última." Kate se puso de pie y dejó escapar un suspiro cansado. Miró alrededor de la sala de estar y vio la diferencia que hacía. Había quitado las fotos de George así como se había deshecho de su viejo sillón reclinable: algo que había estado queriendo hacer desde hace años, pero él no iba a soltarlo. "¿Cómo te sientes?" Carol preguntó, mirando de cerca a su amiga. Kate contempló la pregunta durante un largo momento antes de volverse hacia su amiga. "Me siento bien," dijo, diciendo en serio cada palabra. “Siento que estoy a punto de entrar en una nueva fase de mi vida y realmente me siento bien." Se dirigió a la cocina, donde les sirvió un vaso de té helado y se unió con Carol en la mesa de la cocina. “Estoy considerando vender la casa, Carol." Carol estaba sorprendida. "¿En serio? ¿Por qué?" "Esta es demasiada casa para una persona. Además,” suspiró, sorbiendo su bebida, “hay muchos recuerdos aquí que no sé si quiero." "Puedo entender eso." “Y, supongo que ahora que ha sido totalmente liquidada, tal vez podría obtener buenos beneficios y comprar algo más pequeño y tener además unos buenos ahorros." "Definitivamente fue algo bueno que obtuvieras ese dinero el año pasado." Kate miró a Carol, aturdida. "Así que fuiste tú." Una amplia sonrisa se extendió por su rostro. "No tenía idea de que ser fontanero pudiera ser tan lucrativo. Cinco mil dólares fue demasiado, Carol –“ “Ese dinero no era de Frank y mío, Kate. Y te aseguro que Frank no lleva a casa lo suficiente como para tener un extra de cinco mil dólares por ahí." Kate estaba desconcertada. "Entonces de quién era? Siempre pensé que fuiste tú." Carol terminó su té y luego se levantó de la mesa, dejando la taza en el fregadero. "Sabes de quién era, Kate." Se inclinó y le dio a Kate un beso en la mejilla. “Siempre lo has

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sabido,” dijo suavemente. "Mejor me voy a casa; Frank estará de mal humor si no tengo la cena lista cuando llegue a casa." "Está bien. Gracias por tu ayuda." Al quedarse sola, Kate se sentó a la mesa, su mente tambaleándose. Las palabras de Carol reproduciéndose una y otra vez en su mente: Sabes de quién era, Kate. Siempre lo has sabido. Se levantó de la mesa, se apresuró a subir las escaleras hacia su armario y bajó el archivador de acordeón en el que guardaba los papeles importantes. Sentada en el borde de su cama, colocó el archivador sobre sus muslos y toqueteó a través de los papeles que que tenía dentro. Después de unos momentos, encontró lo que estaba buscando. Sacó el papel doblado tres veces metido en su sobre original de la ranura en el archivador reservado para tarjetas de cumpleaños especiales y cosas por el estilo. Su nombre estaba escrito en negrita en el frente, y la breve carta en el interior estaba escrita con la misma letra. Todo va a estar bien. Deseándote lo mejor. Ella lo leyó nuevamente una vez más. Respiró hondo, su mano yendo a su boca. Se levantó de un salto y se apresuró a regresar a su armario, agarrando la caja de madera del estante superior y luego se apresuró a regresar a la cama, hurgando a través de ella hasta que encontró una de las cartas de Danni. Agarrando la hoja con el simple mensaje, jadeó, las lágrimas brotaron de sus ojos. "Danni," susurró. "Dios mío. Danni estuvo allí." ***** Carol tarareó para sí misma mientras preparaba el desayuno para ella y Frank, que estaría en casa poco después de trabajar en el turno de noche. Apagó la cocina cuando escuchó un fuerte golpe en la puerta de su casa. Se sorprendió al ver a Kate parada en el otro lado. "Buenos días." Kate pasó a su lado y se giró hacia ella una vez dentro, enfadada. "¿Cómo sabías que Danni me dio ese dinero?" Exigió.

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"Porque ella me lo dio para que te lo diera." Kate estaba boquiabierta, conmocionada y herida. “¿Por qué no me dijiste que estaba allí?" Preguntó, su voz pequeña. “¿Por qué no lo hizo ella?" “No lo sé, cariño,” Carol dijo, sorprendida por el profundo dolor que vio en los ojos de Kate. “Creo que cuando llegó el momento de volver a verte, no pudo hacerlo." Kate parecía como si estuviera a punto de llorar. Carol la abrazó, abrazándola por un largo momento. "¿Qué pasó entre ustedes dos, de todos modos?" Ella preguntó en el abrazo. "Fue tan mal," Kate susurró, sintiendo las lágrimas escociendo en la parte posterior de sus ojos. "Dios, cómo salió tan mal?" "Vamos, cariño. Vamos a sentarnos." Carol guió a su amiga a la cocina y la sentó, agarrando un pañuelo, que Kate usó para limpiarse los ojos y la nariz. Una vez que Kate se calmó, Carol habló. "Sabes, recuerdo el día en que me di cuenta de que Danni era una mujer," comenzó, su voz tranquila. “Ustedes dos estaban dormidas en tu cama y me asomé: No sabía que Danni estaba allí,” se defendió cuando vio la expresión de sorpresa en la cara de Kate. "De todos modos, vi a Danni." "¿Fue por eso que comenzaste a alejarte de mí y nuestra amistad?" Kate preguntó, herida. Carol apartó la mirada y asintió. "Tengo que admitirlo, sí. No sabía qué pensar." Kate observó mientras sus dedos jugaban con el pañuelo mientras decidía qué decir. "Creo que puedo entender eso, pero realmente desearía que hubieras hablado conmigo, Carol. En cambio, tiraste una estrecha amistad durante casi veinticinco años." "Lo sé," Carol admitió con un profundo suspiro. "Ella es realmente una buena persona, Kate." Kate asintió, las lágrimas regresaron. Carol se inclinó sobre la mesa y tomó la mano de Kate. "¿Cuándo la viste por última vez?" Kate esnifó y se limpió la nariz. "Megan tenía 2 años." *****

San José, California 1949 Kate cerró la puerta del refrigerador, con los brazos llenos de ingredientes para hacerle a George su sándwich favorito. Estaba apurada, ya que había llegado a casa tarde de clases,

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luego tuvo que recoger a Megan de la casa de la niñera. Ahora, estaba corriendo de un lado a otro como una mujer con el pelo en llamas. Echó un vistazo a su hija, que estaba sentada en el suelo con algunos bloques de construcción, parloteando mientras jugaba. "¿Quieres uno o dos?" Kate le dijo a su esposo, que acababa de salir de la ducha. "¡Dos!" Él dijo en respuesta. "Podría estar trabajando doble turno esta noche." "Dos, es." De repente, sonó el timbre, provocando que una Megan demasiado amigable se pusiera en sus pequeños pies rechonchos y corriera hacia la puerta. "¡Megan!” Ella corrió detrás de su hija, ya que sabía que la niña tenía la mala costumbre de abrir la puerta, como había descubierto unas semanas antes. Con una Megan de 2 años en la cadera, Kate se apresuró a la puerta después de que George le gritara que la agarrara, ya que se estaba preparando para el trabajo. Irritada por la interrupción, mientras estaba guardando el almurrzo de George, Kate finalmente llegó a la puerta abriéndola. Se quedó sin aliento, con los ojos muy abiertos mientras miraba al fantasma que estaba del otro lado. "Danni," susurró. Danni se erguía alta y orgullosa, vestida con el uniforme completo, la gorra ligeramente inclinada sobre su cabeza y hermosa como siempre. Una dura mirada azul se volvió hacia Megan. “Supongo que ella no es mía?" Danni preguntó, una ocurrencia en su voz. El corazón de Kate latía con fuerza en su pecho, una mano protectora subió automáticamente para ahuecar la parte posterior de la cabeza de la niña. "Yo ..." su voz se desvaneció, sin saber qué decir. Ella respiró hondo y luego volvió a intentarlo. “Pasa.” Se hizo a un lado para permitir que Danni entrara, con el corazón en la garganta. Danni entró pero esperó a que Kate guiara el camino, lo cual hizo, dirigiéndose a la cocina. Sabía que si se miraba en el espejo en ese momento, vería a una mujer pálida y temblorosa mirándola. "Por favor, siéntate," dijo, tomándose su tiempo para bajar a Megan y reponerse. Respiró profundamente y luego se giró para encarar a un fantasma muy doloroso. Cuando lo hizo, Danni la estaba mirando, con su gorra quitada y puesta sobre la mesa frente a ella. Se

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apoyó en la encimera detrás de ella, luciendo casual incluso cuando la encimera evitaba que colapsara. "¿Cómo has estado?" Danni preguntó. Estudió Kate, la bella adolescente que una vez había conocido ahora convertida en una mujer madura y aún más hermosa de 24 años. Una madre. "Bien. He estado bien." Kate se abrazó a sí misma, una señal segura de que se sentía demasiado vulnerable en ese momento. Tantas emociones se precipitaban atravesándola: conmoción, ira, desilusión y profunda culpa, aunque en realidad no tenía motivos para sentirse culpable. "¿Y tú?" Danni asintió, con los ojos bajos. “Me está yendo bien también. Finalmente dejé la Marina." "Felicidades. Espero que haya sido una buena carrera." Danni asintió, pero no miró a Kate. Ella se dio cuenta de que tal vez esto había sido un error. Estaba a punto de decirlo cuando George Hannigan entró en la habitación, con el pelo peinado hacia atrás después de una reciente ducha y recién afeitado. Ella notó que él había ganado algunos kilos desde la guerra. Danni sintió que podía vomitar. “¿Quién está aquí, cariño?" George preguntó mientras entraba a la habitación, casi ahogándose con la lengua cuando vio a Danni Felts sentado en la mesa de su cocina. Él lo miró, inmovilizado. "George, te acuerdas de Danni, supongo," Kate dijo, su voz casi un susurro. "¿Puedo hablar contigo un segundo, Kate?" George le preguntó a su esposa, sin dejar de mirar a Danni. Kate siguió a George fuera de la habitación, dejando a Danni sentada sola. George la condujo a la sala de estar y luego se volvió hacia ella, su rostro ya se estaba poniendo rojo a medida que su ira y sus celos se elevaban. "¿Qué está haciendo aquí?" Exigió. "Apareció en la puerta, George," Kate dijo, teniendo que hacer un esfuerzo consciente para referirse a Danni como un ‘él’. "No tengo idea de porqué."

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Danni se sintió extremadamente incómoda, ya que podía escuchar las palabras de George, y sabía que él no estaba contento. Kate estaba hablando más bajo, por lo que no podía entender completamente lo que estaba diciendo. "Esto fue una estupidez," susurró, alejándose de la mesa. Agarró su gorra y estaba a punto de ponérsela cuando notó una libreta y un bolígrafo sobre la encimera junto a la radio. "Lo quiero fuera de mi casa, Kate," George gruñó. “No lo quiero cerca de mi hija." Con eso, subió las escaleras, dejando atrás a una alterada Kate. "¿Mamá?" Kate miró hacia abajo y vio a Megan mirándola, un puñado de la falda del vestido de Kate en su pequeño puño. “Está bien, cariño." Recogió a su hija y se dirigió a la cocina, tratando de pensar qué decirle a Danni. Para su sorpresa, ya no estaba allí. Era casi como si Kate hubiera imaginado todo, y Danni nunca hubiera estado allí. Podría haberlo creído si no fuera por la nota que vio yaciendo donde había estado la gorra de Danni. Con un beso a un lado de su cabeza, Kate colocó a Megan de pie y se acercó a ella, tomándola en su mano: Estaré en la ciudad por un día más. Me estoy alojando en el Woodsman Inn, habitación 212. D ***** Danni hizo una mueca cuando el líquido ardiente quemó su garganta. La fuerza del licor envió un escalofrío por su espina dorsal. Se tambaleó hacia la cómoda y dejó la botella de Jack Daniels antes de que se le cayera. "Eso es repugnante," murmuró, limpiándose la boca con el dorso de la mano. Miró su reflejo en el espejo sobre el tocador: su flequillo colgaba en sus ojos y su cara estaba enrojecida por el alcohol que ya había consumido. Todavía llevaba los pantalones de su uniforme, pero se había quitado la camisa hace mucho tiempo, dejándola solo con su camiseta blanca. Ahora oficialmente había terminado con el ardid y tendría que comenzar el largo viaje de averiguar quién era Danielle otra vez. Agarró la botella y tomó otro trago antes de estampar la botella una vez más encima del tocador. Se giró y miró hacia la habitación, notando su maleta, que había sido arrojada a la cama. Decidió deshacerse de Daniel en ese mismo momento y cambiarse a algo más cómodo. Alcanzó con dedos torpes y se desabrochó el cinturón. Estaba a punto de

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desabotonarse y bajar la cremallera de los pantalones cuando escuchó un golpe suave y casi tímido en la puerta de su habitación. Danni se tambaleó hacia la puerta, jalando del cerrojo para luego abrir la puerta. Se encontró cara a cara con una Kate muy insegura en el otro lado. Estiró un brazo por encima para que su mano apoyara su peso en el lado opuesto del marco de la puerta, bloqueando efectivamente la entrada a Kate. Se miraron la una a la otra durante un largo momento, Danni casi desafiando a Kate con la mirada. Finalmente, se apartó de la puerta y se adentró en la habitación, dejando la puerta abierta para que Kate la siguiera o no. Kate se sintió temblorosa e insegura al entrar en la habitación, respirando profundamente antes de cerrar la puerta detrás de ella. Miró alrededor de la habitación, notando la botella de alcohol medio vacía que estaba sobre el tocador antes de que su mirada encontrara a Danni quien la miraba. “Lamento que George fue tan grosero hoy,” finalmente logró, sin estar completamente segura de por qué había venido a ver Danni. Danni se encogió de hombros, agarrando la botella de Jack y tomando un trago. Se la ofreció a Kate, pero Kate la rechazó. “No puedo decir que lo culpo,” Danni murmuró, bajando la botella. "Después de todo, eres su mujercita y él es el hombre de la casa." “Por favor no lo hagas, Danni,” Kate dijo suavemente, su corazón rompiéndose ante el desastre de la mujer que estaba parada frente a ella. “No qué? ¿Decir la verdad?” Danni podía sentir su enojo de los últimos cuatro años saliendo a la superficie después de haberlo reprimido durante tanto tiempo. “ Eres la mujercita, no es así?" Kate comenzó a enfadarse, a medida que su enojo y confusión crecían también. "Puede que sea la mujercita, pero al menos no soy un desastre." Escaneó a Danni, sorprendida por el cascarón de mujer que vio. Danni tenía ojeras y parecía cansada y delgada. Increíble lo diferente que parecía después de verla brevemente unas horas antes. Se encontró con la mirada enojada de Danni, sorprendida por los trozos de hielo que la miraban. Estaba casi asustada. "Esto fue un error," murmuró, girándose para dirigirse a la puerta. “Oh, no lo harás!" Danni estaba sobre ella como un tigre, agarrando a Kate y girándola para enfrentarla, las muñecas de Kate agarradas con fuerza. "¿Por qué viniste aquí?" El pecho de Kate se agitaba con cada aliento que tomaba, con el corazón acelerado y el miedo corriendo como el hielo por sus venas. "Suéltame, Danni."

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"No. No hasta que respondas la pregunta. ¿Por qué viniste aquí? ¿Huh? Tienes lo que quieres: el maridito, la casa bonita y hasta una hija. ¿¡Por qué viniste aquí!?" Kate no podía responder la pregunta como si en verdad, no supiera por qué, tampoco. Su tiempo había terminado y era probable que fuera lo mejor. "Danni, por favor ..." susurró, las lágrimas justo bajo la superficie. Danni ni se dejaría conmover por el temor y dolor evidente en los ojos de Kate. Su pena se había convertido en rabia hace mucho tiempo y esa furia se desataba, ahora. "Sé por qué viniste," gruñó, casi arrastrando a Kate hasta la cama, donde Danni la derribó y la inmovilizó. "Uno más, ¿eh?" Danni dijo con los dientes apretados. “Danni, suéltame,” Kate gimió, tratando de liberar sus muñecas del fuerte agarre de Danni. "¡Por favor, suéltame!" En lugar de una respuesta verbal, Danni tomó ambas muñecas de Kate con una mano, sosteniéndolas sobre la cabeza de Kate, luego usó la otra para empujar la falda del vestido de Kate hasta la cintura. La rasgadura del material siguió cuando Danni arrancó literalmente las bragas de Kate. Estaba perdiendo el control de sí misma, el dolor que había permanecido inactivo durante tanto tiempo ahora creciendo en una bestia rabiosa. "¡Danni!" Kate gritó. “No hagas esto. ¡Por favor!" No había nada que Kate pudiera hacer, ya que Danni parecía poseer una fuerza sobrehumana, y estaba más allá de decidida. Danni estiró la mano, se desabrochó y se bajó la cremallera de los pantalones, alcanzando dentro para sacar el falo, una última vez. “No haga qué?” Exigió, separando las piernas de Kate. “No haga qué?" Kate jadeó mientras ella entraba, su espalda se arqueó en sorpresa. “No hagas algo que lamentarás,” susurró. Danni se estrelló contra Kate. Bajó la cabeza hasta que estuvo apenas a unos centímetros por encima del de Kate. "Lo que lamento es alguna vez amarte." Lágrimas de un nuevo tipo aparecieron en los ojos de Kate. “No digas eso,” susurró. "Por favor, Danni. No digas eso." Las lágrimas de Kate se abrieron camino a través de la furia ebria de Danni y de repente la golpeó el darse cuenta de lo que estaba haciendo. Detuvo su movimiento cuando sus propias lágrimas llegaron y de repente el dolor ignorado de cuatro años salió, haciéndola añicos.

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Las muñecas de Kate fueron liberadas cuando Danni se derrumbó. Inmediatamente envolvió sus brazos alrededor del cuello de Danni, abrazándola mientras ambas lloraban. “Lo siento,” Danni lloró, aplastando a Kate hacia ella. “Lo siento mucho." "Shh," Kate consoló, incluso mientras sus propias lágrimas continuaban cayendo. Ahuecó la cara de Danni y la obligó a mirarla. "Está bien. Está bien ... " Atrajó a Danni hacia ella y le dio un beso inestable en los temblorosos labios. "No llores. Por favor, no llores ... " Aunque las lágrimas aún salían, Danni devolvió el beso a Kate, capaz de saborear la salinidad de sus lágrimas mezcladas en los labios de Kate. "Lo siento mucho," susurró de nuevo. Kate sabía en el fondo que este momento sería todo lo que tenían, ya que no sería posible para ellas estar en la vida de la otra: amaba demasiado a Danni por eso. Mantuvo los labios de Danni sobre los suyos, forzando a profundizar el beso. Era ahora o nunca, y Kate simplemente no podía manejar el nunca. Danni se sorprendió por el beso, pero inmediatamente respondió. Al igual que Kate, sabía que este era su último momento para brillar juntas. Abrazó a Kate, un gemido escapó de su garganta mientras reclamaba a Kate en ese beso. Kate había reclamado su corazón en el momento en que se conocieron, y en este momento iba a reclamar el cuerpo de Kate, por ninguna otra razón que para el recuerdo. Kate jadeó cuando Danni comenzó a moverse lentamente dentro de ella mientras su boca permanecía en la de Kate. Ella envolvió sus brazos alrededor de Danni y la abrazó, sus suaves suspiros de placer se escaparon en su beso. Se dio cuenta de que quería sentirse parte de Danni, la verdadera Danni. Jaló de la camiseta blanca que llevaba Danni, deseando quitarla y poder tocarla. Danni detuvo sus movimientos el tiempo suficiente para quitarse la camiseta. Inmediatamente regresó a la boca de Kate, moviendo las caderas en lentos, largos empujes, mientras Kate ciegamente desgarraba sus vendas, liberando los pechos de Danni. Ella gimió en el beso cuando Kate deslizó sus manos entre ellas, alcanzando los pechos de Danni. Danni se levantó sobre sus manos, dándole a Kate suficiente espacio. Kate podía sentir la presión comenzando entre sus piernas, pero quería poder tocar a Danni antes de soltarla. Una vez que Danni levantó la parte superior de su cuerpo, ahuecó los pechos de Danni, estrujándolos en toda su plenitud y sintiendo los pezones rígidos contra sus palmas.

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“Kate,” Danni gimió, reclamando la boca de Kate en un beso exigente mientras sus caderas se aceleraron, sus embestidas volviéndose cortas y rápidas. Kate abrazó a Danni mientras Danni caía sobre sus codos, necesitando sentir a Kate contra ella cuando ambas cayeron sobre el borde en un dueto de gritos que resonaron en la pequeña habitación. "Danni," Kate susurró mientras su mundo volvía a enfocarse. Empujó su culpa de lo que acababa de hacerle a George; no había lugar para eso ahora mismo. "Te amo," susurró al oído de Danni. Danni besó a Kate, un beso suave y tierno. "Te amo, Kate. Todavía te amo." Apartó algunos mechones de cabello rubio de la cara de Kate. "Nunca he dejado de hacerlo." Tomó a Kate en un beso duro, toda su necesidad y deseo en ese beso. Mirando a los ojos de Kate, Danni sintió que la angustia regresaba, ya que sabía que su tiempo juntas estaba llegando a su fin. Kate estaba tumbada en la cama del motel, con el edredón barato y áspero rozando contra la parte baja de su espalda y el trasero, mientras su vestido había sido empujado a la cintura, los restos de su ropa interior rasgada en el suelo. Nada de eso importaba mientras Danni yacía sobre ella, enterrada profundamente dentro de ella. Kate miró a Danni a los ojos, tan llenos de dolor y tristeza. Su aliento cargado de alcohol bañó su cara. "¿Por qué no viniste?" Kate preguntó, sus manos enterradas en el cabello de Danni mientras intercambiaban besos desesperados, ambas perdidas en un mar de emociones. "Estuve allí," Danni susurró, robando un beso profundo. Las lágrimas brillaban en sus ojos. "Estuve allí, y te vi." Un sollozo le atravesó la garganta mientras enterraba su rostro en el cuello de Kate. "Te vi con él." Los ojos de Kate se cerraron con fuerza, incluso mientras sostenía a Danni contra ella. Una oleada de terror la recorrió. "Te esperé. Maldita sea, Danni. Te esperé por tanto tiempo.” Kate agarró la cara de Danni y la obligó a mirarla, para verla y escucharla. "¿Dónde estabas?" "Estuve allí," Danni susurró de nuevo. "Estuve allí, Kate." Se apartó de Kate, sentándose en el borde de la cama. Se pasó las manos por el pelo y se lo quitó de los ojos. Se restregó la cara y los ojos, tratando de deshacerse de todas sus lágrimas. "Te vi besarlo, así que me fui." Kate se sentó, mirando a la espalda de Danni, incrédula. "¿Renunciaste a nuestro futuro por eso?"

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Danni se levantó, jaló de sus pantalones mientras miraba a Kate. "De alguna manera cuando te vi besar a otra persona después de no tener noticias tuyas durante meses, tuve muchas razones para irme." Se abotonó y se subió la cremallera de los pantalones, sin importarle el hecho de que estaba parada frente a Kate con el pecho desnudo. "Igual que quiero que lo hagas ahora." Kate se quedó sin palabras. "¿Qué?" "Por favor, vete," Danni dijo, dirigiéndose al baño. Se volvió hacia Kate, con una mano en la puerta. "Por favor. Vete." Kate se sentó allí, aturdida. Después de un momento, se bajó de la cama y se acomodó el vestido. Encontró sus bragas arruinadas y se dio cuenta de que eran insalvables, así que las dejó, pero cogió la camiseta desechada de Danni, se la llevó a la nariz e inhaló el aroma. Podía oler todo lo que era Danni, y sabía en su corazón que se alegraría de que se llevó algo con ella. Caminó hacia la puerta de la habitación y la abrió. Echando un último vistazo alrededor de la habitación, terminando en la puerta cerrada del baño, salió y cerró la puerta suavemente detrás de ella. Más tarde, doblaría y metería la camiseta en la caja de madera que Danni había hecho para ella seis años antes.

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Capítulo 16 Burbank, California 1968 Carol sentada en silencio en la sala de estar, donde había llevado a Kate para hablar después de que Kate se había unido a ella y a Frank para el desayuno. Kate acababa de terminar su historia, y Carol estaba aturdida. Miró a su amiga, Kate mirando por la ventana hacia la brillante mañana más allá, pero de alguna manera Carol no creía que Kate siquiera fuera consciente del tiempo. "Nunca supe nada de ella," Kate susurró después de un largo momento. "¿Por qué agarraste su camiseta?" Carol preguntó suavemente. Kate suspiró y volvió su atención a la sala de estar de Carol. “No lo sé. Supongo que quería algo suyo, algo que oliera a ella: casi como si esa camiseta fuera un pedazo de ella que me llevé de alguna manera." "Qué historia." “Sí,” Kate estuvo de acuerdo. “Podrías pensar que después de todo este tiempo no sería más que una parte de mi historia, ¿sabes? Algo que sucedió hace mucho tiempo y he seguido adelante desde entonces: tengo la carrera que siempre quise, una hermosa hija que adoro." Dejó escapar otro suspiro. “No lo sé, Carol." Un suave golpe sonó en la puerta, Frank asomó su canosa cabeza adentro. Estaba pálido y parecía estremecido. “Lamento molestarlas, damas. Pensé que les gustaría saber que Bobby Kennedy fue asesinado a tiros anoche." Carol y Kate lo miraron en asombrado silencio. Carol se recompuso primero. "¿Qué?" "Dios, no otra vez," Kate susurró, con la mano en la boca. Frank asintió con la cabeza, las lágrimas brillando en sus ojos. "Sí. De nuevo." "¿A dónde está yendo este mundo?" Carol preguntó. "La vida es muy corta." Kate escuchó las palabras de su amiga , su mirada volviendo al pasado y a la mujer que la atormentaba.

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Capítulo 17 Munson, Maine 1968 El día era frío para principios de Junio y la noche aún más fría, pero los dos huskys estaban encantados mientras corrían por el bosque, sus ladridos resonaban en los árboles. Su dueña caminaba lejos detrás de ellos, enviando un agudo silbido para que el hermano y la hermana no se adelantaran demasiado y en última instancia un posible peligro. "¡Anicka! Healy!" Ella gritó. "¡Vuelvan aquí!" Los ladridos se detuvieron cuando los dos perros dieron media vuelta y corrieron de regreso por donde habían venido. Dos pares de deslumbrantes ojos azules se encontraron con los de su dueña. "Ustedes son unos callejeros tontos, les digo.” Danni llevó su mochila de vuelta por donde habían venido, de regreso a la cabaña. Los perros, dándose cuenta de hacia dónde se dirigían, salieron corriendo, entusiasmados con la perspectiva de la casa y la cena. La cabaña de dos pisos y tres dormitorios parecía grande a principios de la tarde. Fue un buen día, Danni había pasado la mayor parte afuera en su propiedad con sus ‘bebés’. Abrió la puerta trasera, retrocediendo como había aprendido hace mucho tiempo que sus perros la derribarían para entrar. "Vamos, ustedes dos." Atravesó la cocina y llegó a la despensa, entró y sacó dos tazones de comida para perros, dejándolos en los platos individuales, aunque no estaba del todo segura de por qué se molestaba con dos tazones: los dos hermanos comerían de un tazón y luego pasaban al segundo, haciendo todo juntos. Siempre le recordaba a Little Anne y Old Dan de la novela de Wilson Rawls, Where the Red Fern Grows (Donde crece el Helecho Rojo), que había salido unos siete años antes. Danni dejó los tazones, se apresuró a apartarse del camino de los perros embelesados y se dirigió a la cocina para preparar su propia cena. Había sido un día maravilloso, deambulando por el páramo de las 32 hectáreas de las 161 que mantenía para ella. El resto de la tierra se alquilaba ya sea a inquilinos o a entusiastas de páramo que acampaban u observaban aves. De cualquier manera, era tranquilo y pacífico: cómo le gustaba a Danni. Mientras cortaba las verduras para su ensalada – cultivadas en su propio jardín – se dio cuenta del coche que se estacionó junto al jeep de Danni en la parte trasera de la XWPColección: Página y Facebook

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cabaña. Estaba llena de una mezcla de leve felicidad y ligera molestia. Preferiría pasar la noche sola, en lugar de tener que entretener a la personalidad algo exigente de Mary. “Hola,” Mary dijo, entrando despreocupadamente por la puerta de la cocina, su pelo pelirrojo un poco despeinado de su viaje en coche desde la ciudad. Le dio a Danni un rápido beso en los labios y luego miró para ver qué estaba haciendo Danni. "Oh, se ve bien. Espero que hayas hecho suficiente para mí." "Puedo hacer más," Danni bromeó, agarrando otro tomate y comenzando a cortarlo hábilmente. "Genial. Un largo día y estoy hambrienta como el infierno.” Mary arrojó su bolso y bolsa de viaje en el sofá de la sala de estar y luego se dirigió hacia el dormitorio de Danni, dejando un rastro de ropa desechada mientras lo hacía. “Me quedaré hasta el Domingo luego regresaré a la Ciudad para que pueda llegar al trabajo el Lunes por la mañana,” dijo desde el dormitorio. Danni suspiró, irritada. ¿Por qué era que Mary nunca podía realizar sus planes junto con Danni? Era Jueves por la noche, y eso significaba que Danni estaba esencialmente atrapada en la cabaña durante tres días. “Muy bien,” dijo en respuesta, su irritación evidente. Mary, casi diez años más joven que Danni, regresó tranquilamente a la cocina, vistiendo poco más que la piel en la que nació. Apartó a Danni de su tarea, exigiendo con su acción que Danni la mirara. Agarró a Danni en un acalorado beso, sus manos tirando de la ropa de Danni. “Espera,” Danni dijo, tratando de alejar a una decidida Mary lejos de ella. "¡Dije, espera!" Mary, jadeando fuertemente por su creciente pasión, miró a Danni. "¿Qué?" “Tengo hambre Mary y me gustaría comer." Se giró hacia las dos ensaladas que estaba haciendo. "Si quieres tener sexo, trabaja para ello." Señaló hacia el refrigerador. "Agarra la pechuga de pollo y córtala en cuadritos, por favor." Mary suspiró, menos que feliz, pero hizo lo que le pidió. ***** Danni yacía despierta, el aire fresco de la mañana bañando su cuerpo desnudo. Echó un vistazo a la mujer a la que había estado viendo durante un año y suspiró. Mary era XWPColección: Página y Facebook

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hermosa, sin duda. Ella era joven e inteligente y sin duda era sexualmente emocionante. Trabajaba como abogada en la ciudad de Nueva York, y su impulso y ambición a veces podían dar miedo. Danni se levantó de la cama, sabiendo que el sueño no la llamaría a su abrazo una vez que Danni se despertara. Jaló de una sudadera y un par de jeans, sacó un par de calcetines del cajón y luego salió del dormitorio, Healy levantó la cabeza de su lugar en el piso del dormitorio y la vio salir, pronto la seguiría. Allison había presentado a Danni y a Mary, ya que Allison estaba buscando traer a Mary como la nueva abogada de F&H Industries, la cual había financiado quince años antes, y Danni se había convertido en una mina de oro como su socia en los negocios. Los talentos incomparables de Danni con sus manos y los incomparables talentos de Allison ganado dinero, habían sido una unión hecha en el Cielo. Danni pensó en eso mientras se sentaba en su sillón reclinable y se ponía los calcetines y las botas. Healy se sentó cerca, esperando pacientemente a que Danni saliera para poder tener algo más de tiempo con su amada dueña y al aire libre. "Vamos, chico," Danni dijo suavemente, sin necesidad de una segunda invitación mientras sus garras golpeaban emocionadas en el suelo de azulejos de la cocina mientras corría tras Danni hacia la puerta. Afuera en el aire fresco y templado de la mañana, Danni se sintió viva y libre. Comenzó a caminar por su propiedad, Healy trotando junto a ella, su leal amigo. Podía ver señales del nuevo día en el horizonte y se detuvo, abrazándose a sí misma mientras veía los brillantes colores del cielo comenzando a brotar. No era la primera vez que deseaba tener a alguien que realmente apreciara el momento mágico para compartirlo. “Bastante sorprendente, ¿no es así, Healy?" Ella dijo, poniéndose en cuclillas junto al husky, que estaba sentado en sus ancas, mirando. Le dio un buen frotar y un beso en la nariz antes de pararse y continuar su caminata. El insomnio había sido un compañero constante para Danni durante casi veinticinco años, ahora. Los impactantes eventos y traumas de años pasados atormentaban sus sueños y la enviaban gritando de regreso a la vigilia más veces que no. Ahora, escuchar acerca de los horribles acontecimientos en Vietnam no ayudaban a ninguno, las imágenes traían recuerdos a Danni que preferiría olvidar.

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Capítulo 18 San José, California 1968 Megan se echó hacia atrás, con los brazos cruzados sobre el pecho y la lengua casi hecha jirones debido a las mordidas para no arremeter hacia su madre, que estaba empacando una maleta. "¿Qué pasa con mi boda?" Finalmente preguntó, sintiéndose egoísta por mencionarlo, pero tenía que hablarlo abiertamente. Kate miró a su hija, que se apoyó en el marco de la puerta de su habitación. “Megan, me iré por unas cuantas semanas como máximo. Difícilmente creo que en ese tiempo voy a perderme tu boda – la cual es hasta el 10 de Septiembre – ni ninguno de los preparativos que deben hacerse." Ella gruñó mientras usaba su peso corporal para cerrar la maleta llena. “No entiendo esto,” Megan resopló, dejándose caer en el borde de la cama, negándose a ayudar a su madre a cerrar la maleta. "¿Qué hay que entender?" Kate preguntó, finalmente cerrando los broches. Sin aliento, se apartó el pelo de los ojos y se encontró con la mirada enojada de su hija. "Megan, tengo 41 años, tengo una hija que está a punto de graduarse de la universidad en seis meses y un yerno que adoro y heredaré en tres meses. He vivido una buena vida, he creado una carrera y una familia satisfactorias, así que por qué no puedo hacer lo que necesito hacer por mí misma?” "¿Pero por qué?" Megan exclamó, exasperada. “ Mamá, ni siquiera me dirás con quien vas a encontrarte! Realmente creo que estás pasando por una crisis de la mediana edad." Divertida, Kate sonrió. " Eso puede ser, cariño. Eso realmente puede ser." *****

San Diego, California 1943 Danni y Kate yacía desnudas en la cama de Kate, una frente a la otra en sus lados, las piernas entrelazadas y las caderas presionadas juntas. Después de una tarde de hacer el amor, se deleitaban la una en la otra y el increíble amor que se había desarrollado entre ellas. Compartieron un beso lento, perezoso antes de que Kate recostará la cabeza sobre la almohada, la cara de Danni a menos de quince centímetros de distancia.

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Danni pasó la mano por el costado del muslo de Kate, que estaba sobre sus caderas – su propio muslo presionando suavemente entre las piernas de Kate – y deslizó la mano por la suave piel del costado de Kate, hasta por encima del hombro y entre sus pechos antes de regresar por donde había venido. Para ella, no había nada más sorprendente que la sensación del cuerpo de Kate: era hermoso e increíblemente íntimo. “Y estás segura de que ustedes dos no hay tenido algún tipo de discusión que ella no haya superado?” Danni preguntó, respondiendo a la frustración y confusión de Kate de que su mejor amiga parecía estar alejándose de ella. “Ninguna,” Kate dijo, seguido de un suspiro triste. Apoyó la mano sobre el trasero de Danni, muy contenta de tener a Danni ahora, y no sólo la ilusión de hace dos semanas. “No lo entiendo. Es como si Carol ya no quisiera incluso que fueramos amigas." “Lo siento, mi amor,” Danni dijo, viendo la tristeza en los ojos de Kate. “Tal vez solo está tratando de lidiar con el hecho de que Mike se irá en una semana." Los ojos de Kate se cerraron, sus lágrimas casi la asfixiaban mientras se las tragaba. "Tú también lo harás," susurró. "Oh Katie, niña," Danni susurró, apoyando sus frentes juntas. Ella fue la única en toda la vida de Kate que se atrevía a llamarla Katie. A ella le encantaba. “Lo siento, nena." Kate tomó varias respiraciones profundas, finalmente logrando controlarse. No quería desperdiciar su última semana con lágrimas. "Hay tantas cosas que quiero hacer contigo, Danni." Danni le dio una pequeña sonrisa sexy. " Y creo que hicimos la mitad de ellas esta noche." Kate le dio una palmada lúdica al brazo de Danni. "¡Lo digo en serio!" Danni se rió, jalando de Kate hacia ella en otro beso amoroso. "¿Qué quieres hacer conmigo?" Susurró contra los labios de Kate. "Quiero tener nuestra propia casa," Kate comenzó, pasando sus dedos por el cabello de Danni. "Quiero ver tu granja en Nebraska, y esa habitación donde dormiste con los locos techos diagonales. Quiero saber que estás allí todas las noches y todas las mañanas cuando me despierto." Su voz se convirtió en un susurro cuando sus emociones comenzaron a tomar el control. "Quiero que vuelvas de la guerra, y quiero pasar el resto

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de mi vida contigo, Danni. Quiero casarme contigo." Ya no pudo contener sus lágrimas, y fluyeron libremente por sus mejillas. Las propias emociones de Danni la alcanzaron, y pronto ella y Kate estaban aferradas, ambas despojándose de sus miedos mientras rodaba sobre su espalda, jalando a Kate con ella, para que la rubia estuviera encima de ella. "Te amo tanto, Katie," le susurró al oído. "Tanto." Después de largos momentos, Kate se controló, usando el borde de la funda de almohada para limpiarse los ojos. “Lo siento,” dijo suavemente, colocando un suave beso en los labios de Danni. “Me prometí que mantendría la calma esta semana." “Está bien, amor,” Danni dijo, abrazando a Kate. "Déjame levantarme por un segundo, porque tengo algo para ti." Kate se alejó de Danni, sentándose en el colchón y viendo como Danni se levantaba y caminaba hacia su ropa, que estaba esparcida en el piso. Danni sacó algo del bolsillo de su pantalón y regresó a la cama. Kate jadeó cuando vio que era una cajita de anillo de satén rojo. “Hagámoslo,” Danni susurró, la cajita del anillo sostenida en su mano, el anillo de oro en el interior brillando con la luz de la lámpara. Kate sonrió, su corazón en su garganta mientras asentía. "Hagámoslo." En su entusiasmo, se arrojó a Danni, tirandola de espaldas y aterrizando encima de ella. "Sí," susurró contra los labios de Danni. "Sí, sí, sí, sí!" ***** Kate estaba vestida con su mejor vestido, parada frente a Danni – unidas por sus manos – vestida con su mejor uniforme de gala. Estaba casi perdida en el cielo de Junio de los ojos de Danni mientras el sacerdote les hablaba. "Si, acepto," dijo, su voz suave, pero nunca había querido decir dos palabras más de lo que quería decir esas dos. "Para siempre." Danni sonrió, pronunciando las palabras: Te amo. El sacerdot sonrió. "¡Ahora yo los declaro como señor y señora de Daniel Felts! Puedes besar a la novia."

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Danni se inclinó, tomando a Kate en una profundo – y totalmente inadecuado – beso. La pequeña audiencia, compuesta por Herb y otros en el regimiento de Danni, aplaudió y gritó. Danni se echó hacia atrás, una gran sonrisa en su rostro, ojos solo para su bella novia. Kate le lanzó una mirada que hizo que Danni se derritiera. Sabía que su noche de bodas sería mucho más de lo que ninguna de ellas podría haber imaginado hace unas semanas. Los únicos que faltaban eran Carol y Mike. Más tarde esa noche, Danni y Kate se quedaron en la playa, el océano rugiendo junto a ellas. Kate bajó la mirada hacia su anillo de oro, que brillaba tan bellamente a la luz de la luna. “No puedo dejar de mirarlo,” sonrió. Danni también lo miró, su propio gemelo de oro del de Kate. “Simplemente no puedo creer que lo hayamos hecho." "Yo tampoco.” Kate se encontró con la mirada de Danni, sosteniendo su mano en la suya. "¿Qué vamos a hacer?" Ella preguntó, toda la alegría abandonando su rostro. Era algo que no habían platicado. “Cuando vuelvas, Danni, ya no tendrás motivos para ser Daniel Felts. Podemos ... ” Kate suspiró, dejando caer la mano de Danni y girándose hacia las olas que suavemente bañaban la playa. “ No, ya no tendré motivos para ser Daniel,” Danni dijo, acercándose detrás de Kate y abrazándola. “Pero lo haré si eso significa que podemos estar juntas." Kate se giró en los brazos de Danni , aturdida. “Renunciarías a quién eres para estar conmigo?" susurró. "En un instante.” Danni rozó el costado de la cara de Kate con el dorso de los dedos. “No lo entiendes, Katie? Tú eres quien soy. Sin ti, no soy nada." Kate la besó y retrocedió. “No puedo hacerte eso, Danni. Tienes todo el derecho de ser la mujer que eres: la mujer que amo." Compartieron otro beso. “No puedo despojarte de eso. No es justo." Danni sabía que Kate tenía razón, ya que no tenía ningún deseo de vivir el resto de su vida como una mentira. Pero, qué opciones realmente tenían? “Te diré que,” dijo, una vez más tomando la mano de Kate. “Vamos a ocuparnos de esto cuando regrese. FDR (Franklin D. Roosevelt) dice que la guerra terminará en seis meses, entonces volveré a casa, tu héroe en este gran viejo barco, y podemos decidir desde ahí donde queremos ir y lo que queremos hacer."

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Kate sonrió, gustándole esa idea. Deslizó sus brazos alrededor del cuello de Danni, acercándolas. "De acuerdo," susurró contra los labios de Danni. "Ahora hazle el amor a tu esposa." ***** Danni miró hacia abajo a su anillo de bodas, las olas azotando muy abajo mientras el barco avanzaba a través del océano. Habían estado cruzando el Pacífico a toda velocidad durante casi tres meses, y sentía que su corazón se volvía un poco más distante cada día. Si se permitía vivir en un pasado deseado, nunca será capaz de enfrentarse a su futuro lleno de batallas. Miró hacia la extensión del océano, no por primera vez sorprendida y asombrada por lo que vio. La majestuosidad de todo la dejó sin palabras. Mientras miraba esas hermosas aguas azules, su mente regresó a ese día en el puerto, Kate se aferró a ella con todas sus fuerzas. “Te amo tanto,” Danni susurró en el oído de Kate, necesitando que entendiera lo que ella significaba para su alma. Kate solo podía llorar, las palabras se le escapaban. Se aferró a Danni, sin querer dejarla ir, pero sabiendo que eso era todo. ¿Esto era por seis meses? ¿Por un año? ¿Para siempre? “Te voy a extrañar,” fue todo lo que pudo decir. “Volveré, mi chica Katie,” Danni susurró. "Lo juro. Volveré.” Danni miró por encima de la cabeza de Kate para ver a George Hannigan, su oficial superior, observándolos. Los dos marineros se encontraron con los ojos entonces George subió la pasarela que llevaba al barco, pronto desapareciendo de la mirada de Danni. "Sé fuerte, nena," suplicó. "Por favor, sé fuerte." Kate se retiró del intenso abrazo lo suficiente como para ser capaz de poder colocar un beso firme en los labios de Danni. "Ve a buscar tu destino," susurró, antes de alejarse por completo, apresurándose a desaparecer entre la multitud reunida. Danni observó, levantándose sobre los dedos de los pies, tratando de echar un último vistazo a Kate, pero no pudo. Con un triste suspiro, se volvió, con una bolsa de lona sobre el hombro, y se dirigió hacia la pasarela y hacia su mundo por los siguientes seis años de su vida, sin que ella lo supiera. Danni tomó varias respiraciones profundas, empujando las emociones hacia abajo. Estaban listos para llegar a su destino en siete horas. A decir verdad, Danni debería

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estar durmiendo, pero estaba completamente despierta y solo quería hacer funcionar su mundo actual para poder olvidarse de su mundo anterior. ***** Kate terminó de desempacar la última caja en su habitación. Ahora que Danni se había ido, tenía el tiempo y la clase de energía para desempacar. Danni se había ido hace tres semanas y media y las clases debían comenzar dentro de unos días. Sabía que sería una rareza entre sus compañeras de clase femeninas raras: estar allí para obtener un título, no un marido. Las cosas no habían mejorado en lo que concernía a Carol, sin importar cuántas veces Kate le preguntara que pasaba. Carol estaba distante y no respondía. Al final, Kate decidió concentrarse por completo en sus estudios y en las cartas de Danni. Lo que sea que estuviera pasando con Carol se resolvería por sí mismo, estaba segura. Dejándose caer sobre su cama, Kate agarró su lapicero y papel y luego se giró sobre su estómago, lista para escribirle otra carta a Danni. Lo que descubrió que ayudaba fue que cada vez que estaba tan sola por Danni que quería morir, le escribía una carta, incluso si le acababa de enviar una el día anterior. No recibió tantas cartas de vuelta de Danni como Danni recibió de ella, pero Kate sabía que hizo lo mejor que pudo. A Danni no le era permitido decirle dónde estaba en el mundo, pero la inundó en la rutina diaria de construir una pista de aterrizaje, carreteras y actualmente, un nuevo comedor. Agosto de 1943: Mi dulce chica Katie. Finalmente hemos atracado, y que viaje ha sido! No pensé que estaría mareado, pero definitivamente tuve mis momentos! No puedo decirte donde estamos, pero puedo decirte que es hermoso y que tenemos mucho trabajo por hacer. También puedo decirte, te amo. Octubre de 1943: Hola mi apuesto marinero. Me estaba preocupando por nada, ya que obtuve calificaciones perfectas en mis parciales y estoy muy emocionada. ¡Le gané a casi todos mis compañeros de clase! ¡Ja! Demuestra lo que una mujer puede hacer cuando se lo propone. Sé que dijiste que podrías llegar a casa para Navidad, y sé que dije que sería tan paciente como pudiera. ¡Te extraño tanto! Serías el mejor de los regalos de Santa.

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Diciembre de 1943: A mi amor. Lamento mucho no haber podido volver a casa. Nadie está más decepcionado que yo. Te extraño con todo lo que hay en mí, y es tan duro hacer frente a todos los días cuando el chico que era tu amigo ayer no vuelve a casa mañana. Ah, y si pensabas que estabas sorprendida de que George fuera mi oficial superior, no tienes idea de cómo me siento sobre la situación. Supongo que es lo que es y estoy haciendo lo mejor que puedo. Con toda honestidad, hasta ahora todo bien. Hemos terminado nuestro trabajo aquí y estamos listos para ser enviados al siguiente dentro de una semana. Te extraño como una loca y haría cualquier cosa por abrazarte. Te amo y sé que te deseo una muy Feliz Navidad. Junio de 1944: Feliz aniversario, amor! ¿Cuándo terminará esta guerra olvidada de Dios y te traerá de vuelta a mí?

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Capítulo 19 Wayne, Nebraska 1950 Allison Hughes se rió con sus invitados a la cena, una copa de vino tinto agarrada en dedos bellamente cuidados con largas uñas pintadas. Ella y su esposo, Harvard, tenían su cena para el cliente de fin de mes, que Harv insistió en tener, ya que sentía que lo unía aún más con el dinero de sus clientes en el banco. Sin embargo, solo fueron los más acaudalados quienes fueron invitados: dueños de negocios exitosos, accionistas en el banco y personas prominentes dentro de la ciudad y las comunidades circundantes. Allison, luciendo deslumbrante con un nuevo vestido rojo, con el cabello perfectamente peinado, vio a una de las sirvientas que se dirigía hacia ella, con un teléfono colocado en la bandeja de plata que la joven llevaba. Allison se despidió cortésmente de la conversación que había estado teniendo con la esposa del Jefe de la Oficina Postal, y se encontró con la sirvienta a mitad del comedor. "Llamada telefónica para usted, Sra. Hughes." "Gracias." Allison tomó el auricular, que había sido colocado en la bandeja para no desconectar la llamada, y se lo colocó contra su oreja, el pesado plástico del teléfono haciendo clic contra su gran pendiente de diamantes. "Esta es Allison Hughes." Una hora más tarde, Allison entró a la estación de policía de Wayne con determinación y gracia. Caminó hacia la recepción, cada persona en el edificio sabía exactamente quién era y , esta noche , por qué estaba allí. "Venga conmigo, Sra. Hughes," un oficial uniformado dijo, apresurándose rápidamente para reunirse con Allison en el vestíbulo. Allison fue conducida a través de los rincones más oscuros del funcionamiento interno de la estación de policía hasta que finalmente se encontró en el área de la celda de detención. Mirando a través de los barrotes, sonrió, sacudiendo la cabeza. En verdad, se sintió aliviada de ver a la figura borracha extendida en un banco. Exteriormente, estaba divertida, pero disgustada. “Ella es suya, Sra. Hughes." "¡Yay!" Danni exclamó con una voz mal articulada y cantarina. "¡Te llamaron!"

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"Ciertamente lo hicieron. Vamos, aliento de vodka." Allison sacó a Danni bajo fianza luego de que la arrestaran por cargos de ebriedad y desorden. Su cabello largo hasta los hombros estaba grasoso y fibroso, su aliento era de diez en cualquier prueba alcohólica. Ella pagó los doscientos dólares de fianza y aseguró a un oficial uniformado para que la ayudara a cargar a una muy borracha – y cantando – Danni, en su Cadillac. A los dos minutos del viaje de diez a la casa de Allison, Danni cayó en un sueño profundo, casi comatoso. Una vez que Allison se detuvo en el patio, llamó a un par de sirvientes para que la ayudaran a meter a Danni silenciosamente en la casa por la puerta trasera, los invitados a la cena adentro sin enterarse. Allison la metió en una habitación de invitados en una parte no utilizada de la casa, silenciosaente maravillada por la longitud del cabello de Danni, ya que la última vez que la había visto, era mucho más un 'él' que un 'ella'. Estaba tan sorprendida por el estado en el que estaba Danni: ya no era la adolescente tranquila, pero segura de hace siete años: ahora era una mujer de 27 años y un completo desastre. ¿Qué ha pasado? Mientras arropaba a Danni luego cerraba la puerta de la habitación, sabía que obtendría todas las respuestas al día siguiente. ***** Danni gimió mientras el mundo comenzó a volver a la normalidad. Estaba en una cama, con las cobijas a su alrededor hasta el punto de convertirla en un burrito humano. Le tomó a su cerebro difuso un momento descubrir cómo liberarse. “¿Cómo está la cabeza?" Danni se sobresaltó por la repentina voz, y en su prisa por liberarse, se cayó de un lado de la cama y hacia el duro suelo de madera. "Mierda," murmuró, levantándose y volviendo a la cama. Se giró hacia una divertida Allison, que estaba sentada tejiendo en una silla en la esquina de la habitación. "Buenas tardes, Danni," la mujer mayor dijo, dejando su tejido a un lado y levantándose de su silla con su gracia y elegancia habituales. "Buenas tardes," Danni respondió, " y siento como si algo me estuviera apretando la cabeza como un limón." Danni cerró los ojos y enterró la cara entre las manos, esperando que la presión se detuviera. Sentía ganas de vomitar y como una completa inútil.

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"Bueno, en la condición en la que te encontré anoche, puedo entender por qué." Allison caminó hacia la cama, parándose frente a Danni. "Tienes dos opciones: puedes comer ahora y luego asearte, o puedes asearte y luego comer. Qué eliges?" “No quiero nada de comida." Danni se olió a sí misma, haciendo una mueca ante el hedor. "Baño." Danni estaba sentada en el agua caliente, el vapor alzándose a su alrededor, haciéndola sudar. Incluso su sudor olía a alcohol. "Jesús," murmuró. “Sale de mis putos poros." El agua chapoteó cuando Danni jaló de sus rodillas hacia su pecho, sobresaltada cuando la puerta del baño se abrió y Allison entró. "¡Allison!" "¡Danni!” Allison se sentó en la tapa cerrada del inodoro, impasible por la irritación de Danni. “No hay nada que no haya visto antes, cariño.” Su mirada recorrió lo que podía ver del cuerpo de Danni. “Jesús, estás delgada.” Se dio cuenta de la piel con muchas cicatrices en la espalda de Danni y se preguntó qué se las provocó. Allison se movió hacia la parte trasera de la bañera independiente y con patas. “Enjuagate la cabeza: te lavaré el cabello." Danni hizo lo que le pidió, y casi gimió de placer cuando Allison comenzó un masaje lento y constante en su cuero cabelludo con el champú de aroma floral. "¿Qué te pasó en la espalda?" Allison preguntó, su voz suave. “No quiero hablar de eso,” Danni murmuró, los ojos cerrados y lista para ronronear. "Muy bien, bien. Hablemos de algo aún más agradable. Qué plan tienes? Recuéstate." Danni se recostó en el agua caliente, sosteniéndose mientras Allison enjuagaba el jabón de su cabello hasta los hombros. "Para quitarme el hedor de la alcantarilla entonces consigo una bebida." "¿Y tu otro plan?" Allison preguntó, la desaprobación clara en su voz. Danni sonrió, divertida, pero rápidamente se deslizó de su cara. “No tengo uno." Allison palmeó el hombro de Danni, haciéndole saber que podía enderezarse. “Entonces vamos a conseguirte uno. No puedo dejar que vayas a casa así, Danni; eso mataría a tu madre."

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La cabeza de Danni cayó mientras se abrazaba las rodillas contra el pecho de nuevo. "Lo sé," susurró, su vergüenza punzando detrás de sus ojos. “Aw, dulzura,” Allison murmuró, moviéndose alrededor de la bañera para poder mirar a la cara de Danni. “Creo que has perdido el rumbo un poco." "Solo un poco," Danni resopló, sus palabras mezcladas con sarcasmo. "Hiciste bien al hacer que me llamaran, Danni.”Allison tomó el jabón perfumado en sus manos, sumergiéndolo en el agua y luego lo frotó hasta hacer espuma antes de que comenzara a lavar la espalda y los hombros de Danni. "Es bueno tenerte de vuelta. Para ser sincera, cuando tus cartas se detuvieron hace nueve meses, pensé que estabas muerta en alguna parte." Danni no dijo nada, pero se sintió como si realmente lo hubiera estado. Cerró los ojos y se permitió disfrutar del contacto. No había sido tocada en mucho tiempo. La verdad del asunto era que se sentía fría y hueca, sin estar muy segura de cuál era su propósito. Tal vez es por eso que bebía tanto: para hacer que todo desaparezca: el dolor, el vacío y quizás en última instancia, su vida.

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Capítulo 20 Omaha, Nebraska 1968 El Douglas DC-8 se detuvo en la puerta, la pasajera sentada en el asiento 17B muy agradecida. Kate agarró su bolso de donde estaba metido debajo del asiento frente a ella y se desabrochó el cinturón de seguridad. Esperó pacientemente su turno para salir al pasillo y finalmente salir del gigantesco tubo metálico de la muerte. No era una fanática de volar, Kate rara vez lo hacía, y de hecho, este vuelo a Nebraska fue sólo una de tres veces lo había hecho. Cuando Kate entró en la terminal, sus nervios le golpearon con toda su fuerza. Su nerviosismo y miedo a volar habían mantenido su mente ocupada durante su viaje, pero ahora ... respiró hondo y siguió a la multitud hasta la zona de equipajes, tratando de preocuparse por encontrar la maleta, luego alquilar un automóvil y encontrar un mapa de la zona. Después de eso, bueno, ahí es donde no quería tener que pensar. Kate se subió al volante de su Austin Mini Cooper S alquilado, su maleta metida en el pequeño asiento trasero. Puso el motor en marcha y fue recompensada con Hello I Love You de The Doors en la radio. Dejando escapar un fuerte aliento de coraje, Kate hizo que el pequeño coche azul se moviera. *****

En algún lugar del Pacífico, 1944 La base de la isla había sido tomada por la Armada dieciocho meses antes, y la tripulación SeaBees había sido traída para convertirla en un puesto naval, repleto de pistas de aterrizaje, hospital y cuarteles. Danni acababa de terminar un desafiante turno de doce horas y se dirigía a la oficina de correos, donde iba a revisar el correo y enviar una carta a Kate. Se alegró de salir del deslumbrante sol cuando entró en la oficina de correos, que era una pequeña estructura con la habitación principal, nada más que un pequeño espacio cuadrado con un mostrador de madera que separaba al cliente del trabajador. "Buenas tardes, Danni," el hombre detrás del mostrador dijo con una sonrisa de bienvenida.

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"¿Cómo te va, Dave? ¿Tienes algo para mí hoy?" “Espera y lo verificaré." Dave se dirigió a la trastienda, dejando a Danni parada junto al mostrador, apoyándose en los codos, ya que estaba exhausta. Miró por encima del hombro cuando la puerta se abrió y alguien entró. Inmediatamente Danni se enderezó, dándole a su oficial superior el respeto que su posición merecía, independientemente de lo mucho que a Danni no le gustara. "Buenas noches, Teniente," ella dijo. "En descanso, marinero," el recién ascendido Teniente George Hannigan dijo, acercándose a ella mientras ella regresaba a su posición anterior en el mostrador. "¿Tienes un correo, Felts?" "Eso espero, señor." Ella le dio una sonrisa cortés. Por un momento tuvo la tentación de sacar su carta para Kate y ponerla en el mostrador, solo para que George pudiera ver quién era su chica. George echó un vistazo a la mano izquierda de Danni, que descansaba sobre el mostrador. Notó el brillo del anillo de oro en su dedo, que se destacaba en marcado contraste con la piel profundamente bronceada. Frunciendo el ceño, miró al perfil de Danni, a punto de preguntar quién era la ‘afortunada novia’ cuando el empleado de correos regresó, colocando una caja grande frente a Danni. "Aquí tienes, Danni. Supongo que la esposa sintió la necesidad de enviarte provisiones." Le dio a Danni una sonrisa de complicidad, completamente ajeno del hombre molesto frente a él. "Gracias, Dave." Esta vez, Danni sacó la carta y la deslizó sobre la lisa madera. "Envíasela, por favor." "Lo haré. Que tengas un buen día, Danni," Dave dijo, agarrando la carta y colocándola en una pequeña mesa detrás del mostrador antes de volver su atención hacia Hannigan. "¿En qué puedo ayudarlo, señor?" Danni estuvo a punto de hacer un brincoteo mientras tomaba la caja y se apresuraba a salir de la oficina de correos, más que emocionada de ver lo que Kate le había enviado. Pudo olvidarse por completo de Hannigan, concentrarse por completo en su premio.

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George Hannigan, por otro lado, estaba lívido. Sus músculos de la mandíbula se tensaron mientras colocaba su propio correo en el mostrador. Los celos, profundos y oscuros comenzaron a ascender hacia la superficie. Miró al empleado. "Déjame hablar con tu oficial superior." Danni entró a la habitación que compartía con Mike. Lo mejor de su asignación ahora era que solo había dos hombres en una habitación, y estaban compartimentados por rango. Ella y Mike tenían exactamente el mismo rango – hasta ese día – así que compartían habitación. Mike estaba sentado en el escritorio, leyendo el manual para algún entrenamiento que tendrían. “Hola,” Mike saludó, mirando a su amigo y compañero de cuarto. "Hola." Danni caminó hacia su cama y se dejó caer, con la caja frente a ella. Al ver lo que su amigo tenía, Mike se apresuró hacia la cama. Ellos siempre compartían los contenidos cuando sus respectivas familias o chicas les enviaban paquetes. "¿Qué tienes allí, chico?" "No estoy seguro.” Danni cortó la cinta de la caja luego abrió las solapas, revelando un sueño de dulces y galletas de casa: todas las favoritas de Danni. Casi se desmaya: Mike también. Los dos despacharon todas las ofrendas de Kate, casi vaciando la caja, aparte de la carta y la foto que Kate adjuntó, que por supuesto Danni guardó para sí misma. Una de las fotos era de una Kate casi desnuda, sonriendo a la cámara con propósito y seducción. Sin duda le daría a Danni sueños más dulces de los que cualquier dulce podría ofrecer. "Por lo tanto, finalmente terminé mi carta," Mike dijo, su mirada sin encontrarse con la de Danni. "Oh si?" Ella preguntó, metiéndose un dulce en la boca. "Sí." Mike se bajó de la cama y caminó hacia el escritorio, sacando un pedazo de papel doblado en una envoltura de plástico. "Bien. Entonces ambos estamos listos." "Recuerda hombre," él dijo, "lo prometiste."

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Danni le sonrió. "Y tú también." Danni se vio envuelta en un breve pero fuerte abrazo, nacido de los lazos del miedo y la camaradería. *****

San Diego, California 1944 Kate se inclinó para ver mejor su reflejo mientras aplicaba el maquillaje de payaso que luciría para la fiesta de Halloween a la que ella y sus otras tres compañeras de habitación planeaban asistir juntas. Edna, la compañera de piso más nueva después de que Carol se había mudado, estaba parada junto a ella, aplicando su propio maquillaje de bruja terrorífica. “Espero esta fiesta no sea un fastidio como la del año pasado,” Edna murmuró, con los ojos muy abiertos mientras se aplica una capa oscura de rímel. "Estoy de acuerdo." Kate dio un paso atrás y examinó su rostro, le gustaba lo que veía. "Ahora solo tengo que vestirme." "¡Chicas!" Helen llamó desde la sala de estar. "¡Correo!" Edna chilló encantada, saliendo apresuradamente del baño, seguida por Kate. Helen se paró dentro del círculo de sus tres amigas y comenzó a repartir cartas y paquetes. El corazón de Kate latía fuerte y le dio un vuelco cuando Helen le entregó una carta. Con la misma rapidez, su corazón cayó ya que tenía el nombre de George y no el de Danni. "¿Algo más?" Ella preguntó, incapaz de evitar la esperanza en su voz. "No, cariño. Solo la de George." Trudy miró a Kate con las cejas fruncidas. "Pensé que todo había terminado con George Hannigan." Helen puso los ojos en blanco. "Nunca comenzó." “Necesitaba una amiga y me preguntó si le escribiría para ayudar a aliviar la soledad, Trudy,” Kate dijo en voz baja luego se dio la vuelta y caminó hacia su habitación, cerrando la puerta suavemente detrás de ella. “Qué le pasa?" Edna preguntó.

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“Danni no ha respondido a sus últimas tres cartas,” Helen dijo en voz baja, su mirada fija en la puerta cerrada de Kate. “Él no está ...?” La pregunta de Edna se apagó. Helen negó con la cabeza. "Según George, él ve a Danni a menudo." "Oh, no," Trudy soltó, feliz de que Kenneth fuera un buen tipo. Kate arrojó la carta sin abrir de George a su cama y se sentó junto de ella. Estaba frustrada, herida y confundida. ¿Por qué Danni no le había escrito? George dijo que estaba bien, y a menudo lo veía en la cantina con amigos y algunas enfermeras. La cabeza de Kate cayó y sus hombros se hundieron cuando sintió el escozor de las lágrimas empezar. “Por favor, Dios,” susurró, “No dejes que esté viendo a alguien más. Por favor." *****

En algún lugar del Pacífico, 1944 Mike entró en la oficina de correos, dejando una carta para Carol así como para dejar una para Kate en nombre de Danni. El Teniente Hannigan estaba al final de la corta fila, lo que lo puso frente a Mike. Mike bajó la mirada hacia la mano del teniente y se fijó en un puñado de cartas que sostenía. La de arriba estaba dirigida a Kate Adams. Con los brazos cargados de regalos de Navidad, regresó a la habitación que él y Danni compartían, ansiosos por ver lo que su familia les había enviado, aunque estaba ansioso por transmitir la noticia de que alguien más le estaba escribiendo a su chica. Danni estaba peinándose cuando Mike entró a la habitación. "Ho ho ho y todo eso," él dijo, colocando los regalos en su cama. "Santa vino." Danni se dio la vuelta y se acercó a la cama de Mike, emocionada de ver que golosinas tendrían. "¿Algún correo para mí?" Mike negó con la cabeza, "Lo siento, chico. ¡Pero!" Dijo, tratando de quitar algo del ardor. "¡Recibí galletas de la tía Margaret!"

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Danni sonrió valientemente y se sentó junto a su amigo, hurgando en los deliciosos productos horneados, ligeramente rancios desde el momento en que se tardó en llegarles. “No lo entiendo,” dijo al fin, mirando por la ventana de su pequeña habitación con un suspiro. “¿Por qué no me responde?" Miró a su amigo, que tenía una expresión simpática. “No he recibido nada de ella en meses." Mike se mordió el labio inferior, tratando de decidir si debía decirle a Danni lo que había visto en la oficina de correos. Finalmente, decidió que Danni merecía saberlo. “Mira hombre, cuando fui a dejar tu carta, vi a Hannigan en el correo. Estaba esperando en la cola para enviar algo, y ese algo era una carta para Kate." Danni solo podía mirar, con los ojos muy abiertos y la mandíbula floja. "¿Qué?" Mike se encogió de hombros. "Puede que no sea nada, pero," se encogió de hombros otra vez. Danni sintió que el corazón se le revolvía y la sangre se le congelaba. Dedos de terror le cosquillearon en la espina dorsal. "De ninguna manera," dijo, más para ella que para Mike. Mike se sintió terrible, y como si tal vez hubiera hecho algo incorrecto. No tuvo tiempo para contemplar eso antes de que de repente el mundo pareciera rugir a la vida. Los gritos de los hombres podían oírse en el exterior, así como el agudo zumbido de las alarmas y los motores de los aviones de combate. La puerta de Mike y Danni se abrió de golpe, uno de los hombres en su piso irrumpió. "Estamos bajo ataque!" Gritó antes de salir al pasillo, su voz escuchándose en la puerta de al lado con el mismo mensaje alarmante. Las cartas y galletas olvidadas, Danni y Mike salieron corriendo de su habitación, todo el edificio se sacudió cuando una bomba cayó y explotó cerca. Los ojos de Danni eran enormes mientras se agachaba entre los escombros que caían, las luces en el pasillo parpadearon antes de apagarse por completo. "¡Vamos!" Mike gritó por encima del caos, "¡Tenemos que llegar a la armería!" Danni y Mike finalmente pasaron por el caos del ataque y los hombres, que intentaban llegar a las armas y los aviones, y finalmente despegaron a toda velocidad. Danni echó un vistazo arriba mientras un Arado AR 240 Alemán volaba bajo, así como un Dornier Do 335 más arriba, bombardeaba a unos minutos de ser derribado.

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"¡Cristo!" Gritó, metiéndose detrás de un jeep mientras las balas acribillaban el suelo a sus pies, el sonido de ellas golpeando el metal del Jeep era casi ensordecedor. Apenas alejándose del vehículo antes de que explotara, el tanque de gasolina fue alcanzado, encendiendo el Jeep. Con el corazón latiéndole con fuerza, a Danni le preocupaba que se le saliera del pecho, y continuó, notando que Mike corría un poco delante de ella. Las puertas de la armería ya habían sido abiertas, los hombres salían corriendo con armas en sus manos y un hombre parado en la entrada, literalmente arrojando armas a los hombres cuando se acercaban al edificio. Danni cogió una pistola Colt M1911A1, que metió en la cintura de sus pantalones para que pudiera enfocarse en la ametralladora M50 Reising. Mientras los hombres caían muertos a su alrededor, ella se alejó del modo humano y en cambio se metió a un lugar de rabia y supervivencia. “Malditos nazis!" Gritó, encontrando un escondite detrás de un pequeño edificio de almacenamiento y apuntando a los aviones que volaban a baja altura, logrando algunos buenos tiros. Con el esfuerzo combinado de su arma y los que la rodeaban, el avión de combate se estrelló en una explosión ardiente, que fue profundamente satisfactorio para Danni. Sin embargo, la celebración fue efímera, ya que tenía que moverse hacia adelante. Ella y Mike corrieron, Mike apenas esquivó el disparo del arma de un compañero marinero que fue derribado, su dedo soltó el gatillo cuando murió. Se zambullieron cuando el traqueteo de un motor destruido les advirtió de un avión que caía en picada. Efectivamente, el piloto alemán, derribado, se dirigía directamente hacia ellos. "¡Corre!" Danni gritó, Mike la siguió mientras ambos daban todo lo que tenían, sus piernas bombeaban para poner distancia entre ellos y el avión condenado. El avión se estrelló con un impresionante – aunque increíblemente no en una bola de fuego – aterrizaje. En unos momentos, el piloto salió disparando. Aunque sangraba mucho con heridas probablemente fatales, vio a Mike y Danni y abrió fuego. Danni gruñó en ardiente sorpresa cuando recibió un disparo en el brazo. Mike se detuvo y se giró, su arma estaba lista para abrir fuego contra los nazis cuando fue derribado, las balas de metralleta del piloto alemán desgarraron la parte media de Mike, enviándolo al suelo.

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"¡No!" Danni gritó, levantando su arma y dio rienda suelta. El piloto alemán intentó disparar, pero fue derribado por un cargador lleno y una Danni que gritaba, su cuerpo no era más que un trozo de carne roto y lleno de balas cuando ella terminó. Con el cargador vacío, Danni arrojó su arma abajo y se volvió hacia Mike, que estaba jadeando y gorgoteando en el suelo a sus pies. "Mike," susurró, cayendo de rodillas, pálida y aturdida. Todo el frente de Mike era fiambre, sus entrañas amenazando con salir del mosaico de agujeros a través de su cuerpo. " Oh Dios ..." Mike estaba consciente, sus ojos enormes y la boca abriéndose y cerrándose como un guppy (pez) agonizante. Él se centró en la cara de Danni, el dolor abrumador pero adormecedor al mismo tiempo. Su mente sin centrarse en una sola cosa, el inevitable quebranto en su estado mental. “Danni,” logró, el goteo de sangre con la simple declaración. “Estoy aquí contigo,” Danni le aseguró, manteniendo sus lágrimas bajo control mientras acunaba su cabeza en sus brazos. “Estoy aquí." "Lo prometiste," Mike susurró, apenas audible. Alzó una mano, apenas capaz de tocar sus placas de identificación. "Sí, lo hice." Silenciosas lágrimas cayeron de los ojos de Danni mientras asentía. “No te defraudaré." Algo dentro de Danni le dijo que levantara la mirada. Mientras lo hacía, vio – como en cámara lenta – una bomba bajando lo suficientemente lejos como para que la explosión no cayera directamente sobre ellos, pero sin duda sentirían la explosión. La bomba golpeó, la gente desapareció en la explosión cuando una ola de destrucción y devastación se abrió camino hacia ellos. Instintivamente, Danni cubrió el cuerpo de Mike con el suyo, la explosión le cubrió la espalda e incrustó fuego y metralla en su carne. Todo se volvió negro.

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Capítulo 21 Wayne, Nebraska 1968 Cuando Kate entró en la pequeña ciudad, que ahora tenía 3,013 habitantes, miró a su alrededor, sorprendida por su tamaño, o la falta de él. La calle principal de la ciudad – la 1st Street – no fue difícil de encontrar o descubrir. Detuvo su pequeño coche frente a un restaurante, el cual se llamaba Carson's Diner, y apagó el motor. Mientras salía del coche, no era difícil imaginar montar en un caballo delante del pequeño restaurante, luego pasear llevando un Stetson (Sombrero). En cambio, entró con un vestido de verano, ya que el calor era opresivo, los muchos ventiladores soplando en el pequeño café lo apreciaban. Parada en la puerta, Kate vio una barra de desayuno a su izquierda que corría a todo lo largo de ese lado del restaurante y luego mesas rojas de vinilo a su derecha. Decidiendo por la barra de desayuno, se subió a un taburete, cubierto con el mismo material de vinilo rojo. "¿Qué te sirvo?" La camarera preguntó, con un lápiz detrás de una oreja, mientras sostenía un segundo en la mano. “Oh,” Kate tartamudeó, agarrando un menú embarrado de grasa de donde estaba ubicado entre la azucarera y el servilletero. “¿Por qué no comenzamos con agua helada?" La camarera la miró durante un largo y duro momento y luego comenzó a alejarse. “No eres de por aquí, verdad?" Kate examinó el menú, no estaba segura de lo que iba a obtener del restaurante barato una vez que ordenara. Los dos ancianos que habían tomado taburetes junto al suyo – a pesar de que el resto del restaurante estaba prácticamente libre para agarrar – no ayudó muy bien a frenar su duda. La camarera regresó con un vaso gigante de agua helada y luego miró a Kate expectante. “Um,” Kate dijo, su mirada volviendo al menú más por nerviosismo que porque necesitaba revisarlo. “Quiero el bistec y los huevos. Huevos revueltos y bistec a termino medio." "Croquetas de papa o papas campesinas?" La camarera dio un chasquido, el rosado de su chicle haciendo una aparición estelar en la comisura de su boca. " Uh, papas campesinas." XWPColección: Página y Facebook

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La camarera no dijo nada más, simplemente garabateó lo que Kate había dicho y luego se dirigió a los vecinos de Kate, tan dulce mientras atendía a 'Joe' y 'Pecker '. Una vez que los dos hombres ordenaron, Pecker, que estaba sentado junto a Kate, la miró, estudiando a la extraña. "Bienvenida a Wayne," él dijo, alcanzando ciegamente la taza de café fuerte y negro que la camarera había puesto frente a él. Kate le dio una sonrisa cortés. "Gracias." Ella volvió a su agua, pero luego algo se le ocurrió. “Disculpe,” dijo, atrayendo la atención del anciano. "¿De casualidad conoces a Danni Felts?" "Oh diablos, claro que si. Solía cultivar con su papá años atrás." Kate sintió una excitación nerviosa en el estómago. "¿Ella todavía vive aquí?" Pecker se volvió hacia su amigo, que estaba sacudiendo la cabeza. “Ella no ha vivido aquí aquí por cerca de unos diez años, yo diría,” Joe dijo, inclinándose hacia adelante para poder ver a Kate al otro lado de su amigo. La decepción cayó duro ante eso. " Oh." "Le preguntaría a Allison Hughes," la camarera intervino, poniendo el desayuno de Kete delante de ella. “Ella lo sabría." *****

Wayne, Nebraska 1953 Allison se subió los pantalones, abotonándolos y subiendo la cremallera antes de alcanzar su sujetador. Danni yacía desnuda en su cama en el pequeño departamento en el que vivía que estaba sobre el bar de Brockman. Vio a la mujer mayor vestirse, la mano acunada en su mano.. "¿A qué hora llega Harv a casa hoy?” Preguntó, mirando los deliciosos senos que ahora estaban siendo cubiertos por las copas satinadas del sujetador de Allison . "En algún momento alrededor de las seis, luego cenaremos con ese desagradable socio de negocios suyo.” Allison suspiró, deslizando sus brazos en su blusa de seda y

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abotonándola lentamente desde el botón superior, dejando deliberadamente tentadora piel para que devoraran los ojos de Danni. “Me sorprende que no se lleve a Marilyn,” Danni murmuró, cayendo sobre su espalda y metiendo las manos bajo la cabeza. Allison sonrió. “De alguna manera no creo que esa puta de amante esté tan interesada en los negocios. Hablando de eso," se sentó en el borde de la cama para ponerse los zapatos. "Me gusta mucho tu idea para F&H Industries y creo que deberíamos hacerlo." "Entonces, finalmente leíste mi propuesta de negocio, ¿eh?" “Lo hice, y es brillante." Se inclinó y le dio un beso a Danni en los labios. "Justo como tú." Se puso de pie y agarró su bolso. "Tengo que irme. Vamos ha reunirnos para cenar esta semana y hablarlo más a fondo. Adiós." "Hasta luego." Danni observó a su amante de tres años caminar hacia la puerta del departamento de una sola habitación, luego miró al techo, su mente zumbando con posibilidades para sus negocios. *****

Wayne, Nebraska 1968 Kate estaba sentada en una silla Queen Ann en una lujosa sala de estar en la enorme y hermosa casa de Allison Hughes. Había estado esperando durante cinco minutos, su corazón latía con fuerza. No podía creer dónde estaba, y no estaba exactamente segura de lo que averiguaría: en todo caso. ¿Y si Danni tenía una familia propia en alguna parte? Alguien como Danni, era probable que lo hiciera.¿Y si Allison no le decía dónde estaba Danni? ¿Y si Danni no quería que Kate supiera dónde estaba? "Buenas tardes, Kate," Allison dijo mientras entraba en la habitación, sobresaltando a su invitada de sus pensamientos. Kate se puso de pie, fascinada por la hermosa mujer que caminaba hacia ella. "Buenas tardes, Sra. Hughes. Gracias por recibirme en tan poco tiempo." "Antes que nada, llámame Allison, y en segundo lugar, me sorprendió mucho que me llamaras." Ella le indicó a Kate para que se sentara, Allison se sentó en uno a juego a través de una mesa baja. "¿Quieres beber algo?"

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"No, gracias." Allison cruzó una elegante pierna sobre la otra y estudió a la bella mujer que estaba sentada frente a ella. La cabeza inclinada ligeramente hacia un lado, Allison midió la valía de Kate en cuestión de segundos. "Hmm," dijo distraídamente, "puedo ver por qué." "¿Por qué, qué?" Kate preguntó, algo incómoda por el escrutinio. "¿Qué puedo hacer por ti, Kate?" Allison preguntó, ignorando la pregunta. " ¿Por qué has venido hasta esta pequeña ciudad para hablar conmigo?" "Bueno, realmente esperaba que pudieras decirme dónde está Danni. En el restaurante, dijeron que ustedes dos son amigas cercanas." "Entre otras cosas," Allison dijo. Se levantó de su silla y caminó hacia un pequeño bar ubicado en la esquina de la habitación. Se sirvió dos dedos de whisky y un vaso para Kate. "Aquí tienes," dijo, mientras le entregaba a Kate su bebida antes de tomar su asiento una vez más y beber del fuerte y caro licor. “Gracias,” Kate dijo. No siendo una bebedora, sintió que no era una buena idea negar la hospitalidad de esta mujer. O, negarle a esta mujer cualquier cosa. "¿Qué quieres con ella?" Allison preguntó, el vaso de cristal descansando sobre su rodilla. Kate miró el líquido en su vaso durante un largo momento. “En verdad, no estoy del todo segura de cómo responder a esa pregunta, Allison.” Finalmente se encontró con la penetrante mirada de la mujer mayor. "Creo que siento la necesidad de volver a conectarme." "¿Y crees que Danni querría volver a conectarse contigo?" Allison tomó otro sorbo, cuidadosa de mantenerse inexpresiva. En verdad, había una parte de ella que estaba algo celosa de la mujer sentada en su sala de estar. Aunque Allison había amado a Danni durante años, sabía en su corazón que la única mujer que Danni había amado alguna vez era la mujer que ahora estaba bebiendo su whisky. Un ligero temblor bajó por la espalda de Kate ante el fuerte y ardiente sabor del licor. En verdad, estaba agradecida de que Allison le hubiera dado un vaso; ya que estaba calmando sus nervios. “No puedo saberlo que hasta que hable con ella. Ciertamente, hay una posibilidad de que ella no quiera saber nada de mi, pero –” "¿Pero hay una posibilidad de que quiera?" Allison interrumpió. XWPColección: Página y Facebook

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Kate asintió. "Si. Eso espero." Allison dejó su vaso a un lado y se levantó de repente, mirando a Kate por un momento antes de darse la vuelta y salir de la habitación, dejando atrás a una confundida Kate. Después de un momento, Allison regresó con un pedazo de papel en la mano. Ella volvió a su asiento. “Mi primera inclinación es proteger Danni, pero no soy su madre, y ciertamente no es mi lugar tomar decisiones por ella. Es una niña grande." Puso el papel sobre la mesa y se lo pasó a Kate. “Si puedes encontrarla, diría que te has ganado el derecho de al menos hablar con Danni, aunque no puedo garantizar cómo se tomará esa sorpresa." Kate recogió el papel y leyó una dirección en Munson, Maine, escrita con una hermosa letra manuscrita. "Gracias," dijo suavemente, casi reverentemente. Guardó el papel en su bolso para asegurarlo. "Buena suerte para ti, Kate," Allison dijo, otra vez parándose, obviamente pidiéndole a Kate que se fuera. "Gracias de nuevo, Allison. Realmente lo aprecio."

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Capítulo 22 Burbank, California 1949 Danni estaba parada en el porche delantero, las mariposas pululaban en su vientre y el sudor empapaba las axilas de la camisa del uniforme debajo de su chaqueta. Respirando hondo, alzó el puño y tocó la puerta, esperando lo que parecía una eternidad antes de escuchar un movimiento en el otro lado. La puerta se abrió y un hombre grande la miró. "¿Puedo ayudarte?" Preguntó, unas manos grandes cubiertas de pintura que estaba limpiando en un trapo. "Sí, señor. ¿Está Carol aquí?" "Claro que si. Adelante." El hombre se hizo a un lado, permitiendo que Danni entrara a la casa. "¡Cariño!" El hombre llamó. "¡Alguien vino a verte!" "¿Quién es?" Una voz femenina dijo desde el fondo de la casa. El hombre miró a Danni para una presentación. "Lo siento, Danni Felts," Danni dijo, tendiéndole la mano al hombre. "Un placer conocerte, Danni. Frank, el esposo de Carol,” Frank tomó la mano de Danni en un apretón firme. Carol apareció desde el piso de arriba, también cubierta de salpicaduras de pintura. Corrió hacia la puerta, sus pasos se ralentizaron cuando vio quién era. "Danni." "Hola, Carol." Frank miró de un lado a otro entre los dos, capaz de ver la sorpresa en la cara de su esposa. “Voy a seguir pintando, cariño.” Le dio un beso rápido en la mejilla de Carol luego desapareció por las escaleras. “Lamento molestarle, es bastante obvio que ustedes están ocupados." “No, está bien. Me alegro de verte; ha pasado un tiempo." Carol estaba aturdida, pero se lo sacudió, invitando a Danni a la cocina, donde se lavó las manos mientras Danni se sentaba. "Acabamos de comprar la casa así que estamos haciendo una pequeña

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remodelación," explicó, sirviéndoles un vaso de jugo de manzana. Se sentó frente a Danni, nerviosa e insegura. "¿Qué te atrae por aquí?" "Bueno, en realidad cumplir una promesa que hice hace mucho tiempo." Metió la mano en su chaqueta y sacó dos cajas pequeñas, una que contenía una medalla de Corazón Púrpura y una que contenía placas de identificación y un papel doblado. Carol miró la medalla, confundida. Dejando la caja a un lado, abrió la otra caja y se quedó sin aliento, con la mano yendo a su boca. "Él quería que tuvieras estas cosas." Las lágrimas brotaron de los ojos de Carol mientras tomaba las placas de identifición de Mike en sus manos, deslizando el pulgar sobre la protuberancia de las letras de su nombre. "Oh, Danni," susurró. “Escucha, veo que tienes una nueva vida y una nueva familia, y realmente no vine aquí para molestarte – ” Danni fue interrumpida cuando Carol la puso de pie y la abrazó. "Gracias." Carol le devolvió el abrazo, sintiendo que finalmente estuviera ahí para su amigo muerto hace mucho tiempo. “De nada." Después de un largo momento, Carol se separó de Danni, sintiéndose tonta mientras se limpiaba los ojos. “Han pasado cinco años, pensarías que ya no me afectaría así." Ella volvió a su asiento, Danni haciendo lo mismo. "Mike era un buen tipo, Carol. Él nos afectó a todos." Carol asintió, agarrando una servilleta del servilletero y sonándose la nariz. "Eres tan amable de traerme estas cosas. No puedo creer que hayas hecho esto. Especialmente después ... " sus palabras se desvanecieron, la vergüenza causando más lágrimas. "Después, de qué?" Danni estaba confundida y casi temía lo que fuera que pudiera escuchar. "Sé de ti, Danni," Carol soltó, aliviada de finalmente sacar esto de su conciencia. Danni la miró inexpresivamente por un momento, su corazón se detuvo. "¿Te lo dijo Kate?" "No, Dios no, ella nunca te habría traicionado."

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Danni estuvo a punto de vomitar ante esas palabras, pero no dijo nada. "No, las vi a ustedes dos juntas una vez. Decir que me sorprendió es un eufemismo." Le dio a Danni una sonrisa triste. "Lo haces de 'chico ' muy bien, Felts." La sonrisa de Danni era pequeña. "Gracias, creo." “Escucha,” Carol dijo, extendiendo la mano sobre la mesa y cubriendo una de las manos de Danni con la suya. "Nunca me perdonaré por cómo actué y por darle la espalda a Kate. No es algo que me enorgullece.” Apretó la mano de Danni luego la soltó. “Nunca es demasiado tarde, Carol. ¿Sabes donde esta? Siempre puedes hablar con ella; no estoy segura de que lo entienda.” Danni no podía creer que estaba defendiendo a Kate! ¿Qué demonios es lo que me pasa? "Helen me mantiene al tanto sobre Kate y su familia. Honestamente, me da miedo de que me diera un portazo en la cara: no es que la culpara." "Tal vez algún día ustedes dos puedan reunirse, Carol. No pierdas la esperanza." *****

Munson, Maine 1961 Danni entró a la casa, recogió el correo en sus manos, incluyendo una caja cuadrada con el remitente de la Marina de los Estados Unidos. Curiosa, Danni arrojó el otro correo sobre la encimera de la cocina, tomó un cuchillo del bloque de cuchillos y cortó la cinta. Jalando de las solapas de la caja marrón, vio primero una carta escrita con el sello oficial de la Armada y un paquete de sobres debajo. Dándole vuelta a la carta, Danni leyó, su boca se abrió con cada palabra. La carta cayó de sus manos mientras se apoyaba en la encimera, con la cabeza colgando. "No lo puedo creer." Apagando su creciente emoción, volteó el contenido de la caja. Atadas estaban más de treinta cartas que se habían encontrado escondidas en un armario de almacenamiento seis meses antes. Las cartas tenían el sello postal de Kate Felts a Danni Felts y de Danni Felts a Kate Felts. Las cartas de Danni nunca habían salido de la base y las de Kate habían sido guardadas, con el correo saliente de Danni.

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Munson, Maine 1968 "¡Me mientes!" "¡No, tú me mientes!" "No –" "Está bien, está bien!" Danni interrumpió, moviéndose entre la pareja de ancianos que habían sido inquilinos en una de sus casas durante cuatro años. “No importa quién le mintió a quién, de acuerdo?" Ella miró a su derecha. "¿Gertrude?" La anciana se cruzó de brazos sobre un pecho pesado, con un gesto obstinado en la boca. Danni miró al hombre a su izquierda. "Horace?" Él reflejó la posición de su esposa, girando la cabeza en desafío. “No quiero hablar de eso." "¡¿Ves?!" Gertrude estalló. La puerta principal de la casa se abrió y la hija de la pareja se apresuró a entrar. "Mamá, Papá, ¿qué estás haciendo torturando a Danni otra vez?" "Es su culpa!" Horace acusó, señalando con un dedo torcido a su esposa de sesenta años. "¡Mentiste!" Gertrude gritó. "¡No, tú mentiste!" Le respondió. Danni se volvió hacia la hija. “Eso es lo más que han dicho en una hora." “Lo siento, Danni. Gracias por llamarme. Ya me encargo yo." Relevada de su deber como niñera, Danni salió de la pequeña casa y hacia el cálido día. Se puso los lentes de sol y corrió hacia su Jeep, había mucho trabajo por hacer. Ya había arreglado un inodoro con fugas en una de sus casas de alquiler, cortado un césped, desmalezado un jardín, terminado de pintar un grupo de cuatro sillas de comedor que se le había encargado que hiciera, y por último estaba yendo al bosques para cortar los tres

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árboles que fueron talados durante la semana pasada, para comenzar su inventario de madera para el próximo otoño e invierno. Cuatro horas más tarde, el Jeep de Danni se detuvo en la parte trasera de su cabaña y una muy cansada Danni se bajó, lista para un buen baño caliente, una buena cena y luego la cama. Llegó a la puerta, escuchando a sus perros ladrar como locos adentro. A punto de insertar su llave en la cerradura, notó una nota metida en la pesada puerta mosquitera de metal y vidrio. ***** Kate se paseó tan lejos como llegaría el cable del teléfono. La habitación del hotel era sencilla pero cómoda, pero por el momento parecía una jaula. “No sé si hice lo correcto al venir aquí, Carol. Realmente, realmente no estoy segura." “Estará bien, Kate. Lo que sea que deba pasar pasará." "Lo sé." Kate dejó escapar un suspiro y se pasó una mano por el pelo. "Debería irme. Esta llamada me costará una fortuna, estoy segura." "Indudablemente. Aguanta, señora y cuéntame cómo va." En ese momento alguien llamó a la puerta de Kate. Jadeó, su corazón volando hacia su garganta. "Oh Dios," susurró, en pánico. "Ella vino." "¡Ve! ¡Ve!" Carol la animó. "¡Llámame!" Kate colgó el teléfono y se secó las palmas sudorosas en los muslos mientras caminaba hacia la puerta. Tomando la perilla de la puerta, respiró profundamente antes de abrirla. En el otro lado estaba uno de los empleados del hotel, con un montón de toallas dobladas. "¿Pidió más toallas?" Él preguntó, esperanzado. "¿Qué?" Kate preguntó, completamente sorprendida por el inesperado visitante. "Toallas limpias. ¿Pidió más toallas limpias?" “No, no lo hice."

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"¿Está segura?” El hombre miró el número de la puerta de Kate. “No pidió toallas?" "¡No! No pedí toallas limpias; Ni siquiera he usado las que tengo todavía." Irritada y profundamente decepcionada, Kate cerró la puerta de golpe, el empleado apenas tuvo tiempo suficiente para apartarse del camino. Regresó a la habitación, con la cabeza colgando y las manos en las caderas. "Maldición." Un golpe sonó de nuevo en la puerta. Realmente irritada ahora, Kate se precipitó hacia ella y la abrió de par en par. "¡No pedí más toallas!" “Bueno, había considerado traer algunas, pero dado que tu nota no menciona que necesitabas, cambié de opinión." Kate se quedó mirando con los ojos muy abiertos hacia una sonriente Danni que se destacaba en el pasillo. Tardó un momento en salir de su conmoción, y luego un nuevo tipo de conmoción la golpeó. Parada ante ella estaba la mujer más hermosa que había visto en su vida: donde había sido una vez una hermosa joven fue reemplazada por una mujer madura, segura y casi arrogante de 43 años. Quitándole el aliento a Kate. "Hola, Kate," Danni dijo, sonriendo satisfecha. "Hola." Kate se sacudió de su ensoñación. “Lo siento, por favor pasa.” Dio un paso atrás, permitiendo que Danni entrara. Danni estaba vestida con jeans que se ajustaban a la cadera que mostraban una complexión esbelta con muslos musculosos, y una camisa casual y suelta que le agregaba a Danni un elemento de feminidad que Kate nunca había visto. El cabello largo que caía sobre los hombros de Danni también fue una sorpresa, pero una hermosa. Danni entró a la habitación y miró a su alrededor, con las manos metidas en los bolsillos traseros de sus jeans. Su estómago estaba dando volteretas y sus palmas sudaban. Ella tuvo que hacer todo lo posible para no mostrarlo. Sabía que Kate era hermosa, pero al verla ahora, después de tantos años, estaba impresonada e intentó no mirar. Cuando encontró la nota de Kate, decir que se había quedado boquiabierta era uno de los más grandes eufemismos del mundo! Había considerado ignorarlo, no estaba segura si esta era una situación complicada que quería destapar. En última instancia, sabía que se arrepentiría por el resto de su vida si al menos no venía a verla. Tomando una respiración profunda, se dio la vuelta y se enfrentó a Kate, que ya la estaba mirando. "¿Cómo estás?" “Estoy bien.” Kate no sabía qué más decir. A pesar de que había volado a través del país para encontrar a Danni, ahora que se encontraba a dos metros de ella, estaba perdida.

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Pareciendo entender eso, Danni la honró con una sonrisa. "Escucha, tuve suficiente tiempo para cambiarme antes apresurarme aquí después de un largo día de trabajo. Me muero de hambre, te gustaría comer algo? Vi que hay un restaurante abajo." "¡Sí!" Kate exclamó, feliz por algo parecido a una distracción de la situación. "Eso estaría bien." Ambas se dirigieron por el pasillo del piso de Kate, cada una echando un vistazo frugal en la otra, sonriendo con timidez las pocas veces que sus ojos se encontraban. Danni, por su parte estaba muerta de miedo. A pesar de que nunca había olvidado a Kate – y nunca lo haría – no podía evitar sentir una mezcla de emoción que Kate la había buscado y miedo, ya que nadie había sido capaz de dañarla como Kate, independientemente de lo que descubrió años más tarde. El viaje en elevador se hizo en silencio, las dos caminando por el vestíbulo y finalmente en el pequeño restaurante adjunto, donde se sentaron inmediatamente. Sentada frente a Kate, Danni le sonrió, tratando de aliviar un poco la tensión. Podía ver que Kate estaba tan nerviosa, que estaba lista para salir corriendo. "¿Kate?" Ella dijo, su voz suave y comprensiva. "Te ves tan asustada en este momento. ¿Qué crees que voy a hacer?" Sintiéndose tonta, la cabeza de Kate cayó por un momento. Respiró profundamente y luego miró a Danni. “Lo siento. Estoy actuando como una niña. No sé cual es mi problema." La camarera vino y tomó sus órdenes, dejándolas una vez más a solas en el restaurante casi vacío. "Está bien. Bueno, comenzaré diciendo que no puedo evitar darme cuenta de la ironía de que vine a tu habitación de hotel." Kate sonrió, asintiendo. "Lo sé. No es exactamente cómo lo planeé, pero creo que funcionó." "Lo hizo," Danni estuvo de acuerdo, bebiendo del vaso de agua que la camarera les había dejado. Giró su vaso de agua una y otra vez antes de hablar de nuevo. "¿Qué quieres de mí, Kate? ¿Por qué estás aquí?" Sus palabras no eran desagradables, sino simplemente de una mujer que había intentado dejar atrás un pasado del que no tenía control. Kate suspiró, reclinándose en su asiento. "Qué pregunta, Danni. No lo sé, para ser honesta. Después de que George murió,” se encogió de hombros, encontrando la mirada herida de Danni. "Me sentí obligada a encontrarte. Para comprender, tal vez."

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"Eso fue algo terrible lo que le pasó a tu esposo," Danni dijo suavemente, teniendo que obligarse a decir la palabra 'esposo '. “Lamento mucho que tuviste que lidiar con eso." Kate se inclinó hacia delante, con los codos sobre la mesa. “¿Por qué no te quedaste y me saludaste?" Preguntó, finalmente pudiendo preguntar lo qué tan desesperadamente necesitaba saber. "¿Por qué viniste?" Danni sonrió, divertida. "Carol te lo dijo." "No, tomó un poco de intriga y misterio, pero finalmente lo conseguí. Ella nunca me lo dijo en ese momento." “No lo sé. Supongo que pensé que tenías mucho con lo que lidiar y no quería empeorar las cosas para ti. Y," se encogió de hombros con un profundo suspiro. "Supongo que estaba un poco temerosa de verte." Kate sonrió, asintiendo. "Entiendo eso. Todo el tiempo que estuve tratando de encontrar tu cabaña, pensé que iba a vomitar." Danni sonrió. Esperó a que la camarera colocara su comida frente a ellas y se alejara antes de hablar. "¿Cuánto tiempo estarás en la ciudad?" "Mi vuelo sale el Miércoles por la mañana," Kate dijo, poniendo catsup en su hamburguesa con queso. "No mucho tiempo." Kate sonrió, avergonzada. “Bueno, pensé si no querías verme, al menos no tendría que sufrir por mucho tiempo." "Buen plan." Danni cortó su filete de pollo frito. "Si quieres, puedo recogerte por la mañana y llevarte a mi propiedad, mostrarte todo, ese tipo de cosas." El estómago de Kate revoloteó en nerviosa excitación. “Me encantaría."

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Capítulo 23 San Diego, California 1945 Kate estaba nerviosa. Estaba emocionada, se sentía aliviada, pero estaba nerviosa. Había estado esperando con los cientos de otras personas en el puerto durante una hora. Pasó sus manos por la parte delantera de su vestido para alisarlo, esperando que su cabello y maquillaje aún se vaían bien bajo el calor de Agosto. Al menos estaba más fresco junto al agua. Su corazón comenzó a latir con fuerza a medida que el barco se acercaba cada vez más, una vez un punto en el horizonte y ahora una ciudad en movimiento. Ella dejó escapar un suspiro. " Aquí vamos." El nivel de ruido era inmenso, la gente gritaba y animaba, los brazos y las manos saludaban a las pequeñeces en las cubiertas que eran marineros. Cuanto más se acercaba el barco, más fuertes eran los aplausos y el llanto. Kate hizo todo lo que pudo para controlar sus propias emociones. Ella no había tenido noticias de Danni en diez meses, y se preguntó si incluso querría verla. Kate sabía que tenía que intentarlo. Finalmente, el barco atracó, los excitados marineros a bordo gritaban y saludaban desde sus impresionantes alturas, los hombres intentaban desesperadamente distinguir a alguien en los cientos de rostros que había debajo, para ver si alguno de ellos estaba allí para ellos. Kate intentó no ser pisoteada por la excitada multitud, la cual aumentó cuando los marineros se unieron al número. A su alrededor los marineros estaban envueltos en los brazos de novias, esposas y familiares que lloraban. Fue conmovedor, y Kate se encontró sofocada más de una vez. Se dirigió hacia un automóvil, se subió al parachoques para tratar de ver por encima de la multitud, en busca de un marinero en particular. Fue como tratar de encontrar una aguja en un pajar. De repente, Kate sintió que dos manos la agarraban por la cintura y la levantaban en brazos fuertes. Su conmoción y profunda decepción no tardaron en aflorar mientras George la tomaba en un beso suro, dejando a Kate ajena al par de devastados ojos azules que la observaba antes de desaparecer en la multitud. Kate empujó a George lejos de ella, dandole una enojada bofetada. "¿Qué estás haciendo?!" Exigió, inmediatamente sintiéndose mal por la violencia.

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“Lo siento,” George dijo, contrito. “Estoy tan aliviado de estar de vuelta y no podía esperar para verte." “George, soy una mujer casada,” suspiró, "y realmente me gustaría encontrar a Danni." “Mujer casada,” George dijo, mirándola. “Una mujer casada que ni siquiera a tenido noticias de su marido en cuánto tiempo?" Enojada y herida por las palabras demasiado ciertas de George, se alejó, todavía buscando a Danni. *****

Munson, Maine 1968 Danni yacía en su cama, mirando al techo con las manos detrás de la cabeza. El sueño había sido esquivo, como de costumbre, aunque esta noche fue por una razón muy específica. Mañana por la mañana estaría recogiendo a Kate en su hotel y trayéndola de vuelta a la casa de Danni. No estaba segura de lo que traería el día, pero sólo podía rezar para que no desenterrara lo que le había tomado tantos años a Danni superar. Con un profundo suspiro, se levantó de la cama y se vistió, Healy la siguió afuera, donde Danni alzó la vista hacia el cielo matinal. El sol llegaría en una hora o más, lo que fue decepcionante para Danni, ya que le encantaba ver el nuevo amanecer. Se abrazó a sí misma y una vez más, sus pensamientos se volvieron hacia Kate. Mientras se habían sentado a cenar juntas la noche anterior, podría ver cuán confundida estaba Kate, muy insegura de sí misma y de sus motivos. Danni podía sentir la familiar atracción hacia Kate, pero sabía que esa atracción solo le causaría nada excepto más dolor, y no estaba segura de si sobreviviría esta vez; apenas sobrevivió la última vez. Había pasado un año yendo de ciudad en ciudad, tratando de beber hasta el olvido. Ella había dependido por completo en la fuerza y tenacidad de Allison para ayudarla a superarlo, una vez que aterrizó en Wayne. Habían pasado dieciocho largos años desde aquellos días, y Danni había dado todo lo que tenía para hacer que su vida valiera algo, y sintió que había tenido éxito. Entonces por qué Kate había regresado? ¿Porqué ahora? ¿Por qué motivo? El gimoteo de Healy sacó a Danni de sus pensamientos. Ella lo miró y se encontró con una mirada totalmente desanimada. Con una sonrisa cariñosa para él, puso su mano sobre su cabeza. "¿Puedo tener tu vida, Heals?" XWPColección: Página y Facebook

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***** "Entonces, ahí lo tienes," Danni concluyó, guiando a Kate de vuelta a la sala de estar, donde la gira había comenzado treinta minutos antes. "Este lugar es absolutamente impresionante, Danni," Kate susurró, caminando hacia la gigante chimenea de piedra. “Esto debe ser increíble cuando está endendida." Sonrió por encima del hombro hacia Danni, que estaba en el centro de la habitación, con las manos metidas en los bolsillos traseros de sus jeans. Kate notó que esta era una nueva postura para Danni, y parecía indicar cuándo estaba nerviosa. “Es hermosa. Lo que más me gusta, sin embargo, es durante la temporada de vacaciones, tengo un enorme árbol de 2 metros que adorno completamente. Por la noche, apago todas las luces de la cabaña a excepción de las luces del árbol y enciendo un fuego." Ella sonrió, sintiéndose cálida ante el recuerdo. "Verdaderamente mágico." "Oh, lo apuesto." Kate pasó su mano por la piedra áspera y natural. "¿Construiste este lugar tú misma?" "Bueno, tuve ayuda," Danni se rió entre dientes. " Pero sí, lo construí." Kate ladeó la cabeza ligeramente hacia un lado, una sonrisa pacífica en su rostro. "Supongo que trabajar con los SeaBees fue algo realmente bueno para ti, ¿eh?" La sonrisa de Danni era brillante. " Déjame mostrarte." Kate siguió a Danni fuera de la casa y al cálido aire de la tarde. La condujeron a través de la tierra y el patio de hierba silvestre, y hasta un edificio anexo, hecha de los mismos troncos que se usaron para construir la hermosa y amplia cabaña. Danni abrió la puerta y la mantuvo abierta para Kate, permitiéndole entrar antes que ella. El olor de la madera recién cortada se encontró con la nariz de Kate, así como pegamento, pintura y muchos otros materiales de carpintería. Una vez que se encendieron las luces, Kate se encontró en un país de las maravillas. El área era grande y muy ordenada, con estantes de madera llenos de materiales y equipos, todos bien cuidados y limpios. Una gran mesa de trabajo estaba en el centro de la habitación, con la parte superior espolvoreada con virutas de madera. A la izquierda, Kate vio piezas apiladas en varias etapas de finalización, desde una magnífica mesa de comedor terminada hasta cuatro sillas de madera en bruto, que solo necesitaban ser lijadas y barnizada. Se acercó a ellos, pasando los dedos por las distintas

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piezas, asombrada e impresionada. Los estilos iban del rústico al simple al elegante y elaborado. "Dios mío, Danni," dijo, el asombro en su voz. "Eres muy talentosa." "Gracias. Es lo que me gusta hacer. F&H Industries construye casas y edificios, pero esta es mi verdadera pasión." “Lo cual es ciertamente fácil de ver. ¿Las creas por encargo, o vendes en alguna tienda local en algún lugar, o ... ?" "Ambos. Tengo una pequeña tienda en la ciudad y la gente me hace pedidos directamente." “Además eres copropietaria de F&H Industries, además alquilas casas y terrenos." Kate negó con la cabeza. “Dios, dios, te has convertido en una gran empresaria." "Sí, lo hice," Danni sonrió. “Me mantiene fuera de problemas, en esta grandiosa comodidad y fuera de problemas." “Bien,” Kate dijo, mirando de nuevo hacia las obras de arte llamadas muebles. "Creo que podría tener que volver a hacer completamente toda mi casa con el trabajo hecho por ti." Danni se rió, el sonido completamente encantador para Kate. " Bueno, antes de hacer eso, déjame mostrarte más." Regresaron a la cabaña, el tiempo suficiente para que Danni agarrara a Healy y Anicka, a quienes Kate ya había sido presentada. Los cuatro comenzaron a caminar por el terreno, Danni los llevó hacia el bosque. Los dos perros corrieron adelante, ladrando de alegría en la tarde. Kate se rió, divertida por las payasadas de los perros. "Les debe gustar mucho aquí afuera." "No tienes idea," Danni estuvo de acuerdo. “ Si no me preocupara de que un oso o león de montaña los atrapara, los dejaría correr libres todo el tiempo.” Miró a Kate y se rió al ver la expresión de horror en la cara de la rubia. “Estamos bien,” le aseguró. "Creo." "¡Danni!"

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Nuevamente, Danni estalló en carcajadas, riéndose más fuerte cuando Kate le dio un juguetón golpe en el brazo. Kate se permitió disfrutar realmente de su entorno. Viviendo en y alrededor del océano y playas toda su vida, no había pasado mucho tiempo en ningún tipo de área boscosa o montañas. "Debes tener los atardeceres y amaneceres más increíbles aquí," dijo, con voz melancólica mientras miraba hacia el cielo a través de las hojas de la densa cubierta de árboles. Danni la miró, incapaz de responder por un momento, su corazón saltando. "¿Qué?" Danni se sacudió de su ensoñación. "Nada. Vengo todo el tiempo para ver el amanecer o el atardecer; que es realmente magnífico." Ella sonrió tristemente. “Mi novia piensa que es bastante ridículo que pierda el tiempo con eso." El corazón de Kate de detuvo y el hielo se apoderó de su sangre. Novia. Sabía que esta era una posibilidad cuando había venido, y estaba muy gratamente sorprendida cuando no había visto ningún indicio de alguien más en la vida de Danni en la cabaña: ni fotos, ni mención de nadie más. De repente se llenó de ardientes celos, que sabía que tenía que deshacerse de ellos. Danni tenía todo el derecho de cualquiera para ser feliz. “Bueno,” dijo, con voz un poco más temblorosa de lo que le gustaría. “Supongo que ella no sabe lo que se está perdiendo, entonces." Danni supo en el momento en que esas palabras salieron de sus labios que lastimarían a Kate. A pesar de que no había sido su intención, había una parte de ella que estaba contento de haberlo hecho: ahora quizás Kate podía saber una pizca de cómo se había sentido al descubrir que Kate se había casado, y casado con George Hannigan. "Sí. Irónicamente, ella no es mucho del tipo al aire libre,” dijo, siguiendo adelante con el tema de conversación no planeado. "Entonces por qué vive en Maine?” Kate dijo entre dientes, mucho más fuerte de lo que había querido decir. Silenciosamente se maldijo a sí misma. Danni lo escuchó, pero lo dejó pasar. Después de todo, ella entendía. “No lo hace. Es abogada en Nueva York y hace que el viaje de ocho hora para venir aquí un par de veces al mes." Kate miró a Danni, aturdida y tal vez ... ¿aliviada? “Eso es un arreglo extraño."

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Danni se encogió de hombros. "Funciona para nosotras." Estaba lista para dejar el tema, ya que Mary era lo último de lo que quería hablar con cualquiera, y mucho menos con Kate. Como una excusa para dejarlo, silbó entre sus dientes, indicando a sus perros que se detuvieran y que no siguieran avanzando. ***** Kate se sentó con una taza de café, con el estómago lleno del mejor bistec que haya tenido en su vida. El sol se había puesto y ella era una feliz campista. “Así que, construyes casas que te harían llorar, de tan hermosas que son. Construyes muebles que te harían querer vender todo lo que tienes para renovar el mobiliario con tus creaciones. Y ahora descubro que cocinas como algunos de los mejores chefs que mis padres podrían haber contratado." Kate estudió a Danni con una ceja arqueada de acusación. "¿Dónde guardas tu capa y tus botas?" Danni estalló en carcajadas, encantada. "Con seguridad escondidas en mi armario. Ah, y por cierto, cosí la capa también.” La risa de Kate hizo que Danni continuara. " Y, personalmente curé y teñí el cuero para hacer las botas. Ves, al principio no me quedaban, así que tuve que llamar a mi buen amigo, Batman por asesoramiento útil y consejos." "¡Basta!” Kate rogó, su estómago dolorido por una gran cena, y su risa no ayudaba en nada. “Oh, supongo que ese es otro talento oculto que me olvidé de decirte sobre los últimos veinticinco años: También soy comediante." "Eres tan mala, Danni. Si exploto por demasiada comida y las risas, tendrás que limpiar un desastre bastante asqueroso." "Está bien, está bien. Bueno," Danni dijo, levantándose de la mesa. "Quédate aquí; tengo una sorpresa para ti." Al quedarse sola, Kate también se apartó de la mesa y recogió sus platos y tazas vacías, llevándolos al fregadero de la cocina. Mientras corría el agua caliente, jabonosa para comenzar a lavar, su mente volvió al día que había pasado con Danni. A pesar de algunos momentos incómodos o difíciles – como que Kate tuviera que adaptarse al hecho de que Danni había seguido adelante con su vida – había tenido el día más hermoso de su vida. Lo sorprendente era que, a pesar de las muchas semanas que pasaron juntas durante la guerra, parecía que su conexión entre ellas había madurado, adquiriendo una nueva faceta de la lujuria desenfrenada y la necesidad de la una por la otra que las había unido hace tantos años.

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"¿Qué estás haciendo?" Danni preguntó, entrando en la cocina. "¡Oye! Eres mi invitada, por lo tanto, no pudes hacer ningún trabajo manual." Totalmente sacada de sus pensamientos, al principio Kate estuvo casi sorprendida de dejar caer un plato. Logró sujetarlo en sus manos mojadas y enjabonadas. “Sí, bueno no te iba a dejar todo este lío. Además, tú cocinaste." Danni estaba conmovida, y en verdad, le gustaba ver a Kate parada en su fregadero, lavando los platos: se sentía natural, de alguna manera. Aun así, no era algo que pudiera contemplar. Entonces, en cambio se acercó a Kate, le tendió una toalla y luego la sacó de la habitación. "Los platos después. Ven conmigo." Kate fue conducida a la sala de estar, con sus techos de 6 metros de altura, con vigas. Ella jadeó, ya que todas las luces habían sido apagadas y la chimenea encendida. A pesar de que era Junio, había un claro enfriamiento en el aire cuando la noche se había asentado, e imaginó que el fuego sería increíble: sin duda se veía increíble. "Oh, Danni," susurró, caminando hacia la increíble vista. Nunca antes había visto una chimenea tan grande, y mucho menos uno que estuviera prendida. “Es tan increíblemente hermoso!" Danni dio un paso atrás, contenta de que a Kate le gustara. Sabía en su corazón que lo haría, pero no quería que Kate lo tomara por el camino equivocado, o peor aún, que pensara que tonta y simple. En verdad, aunque había un ligero frío en el aire, ciertamente no había suficiente frío para encender la chimenea, pero quería que Kate viera la belleza. Dios, por qué me hace sentir como una adolescente otra vez? Danni sacudió el pensamiento de su mente cuando se encontró con la mirada de Kate. "¿Podemos quedarnos aquí y hablar?" "Por supuesto." Momentos después, las dos tenían tazas de café recién hecho – los platos olvidados – y se sentaron en el cómodo sofá y sofá de dos plazas, todo creado por Danni. El fuego ardía y crepitaba alegremente en la chimenea, las dos mujeres mirando fijamente las llamas. “Entonces,” Danni dijo finalmente, “¿Cómo está tu hija? Debe tener veinte años ya, ¿verdad?" Kate sonrió, la mención o el pensamiento de su única hija siempre hacía que su corazón cantara. “Cumplirá veintidós el próximo año."

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Danni pudo ver la alegría en los ojos de Kate y la hizo sonreír. “Eso es tan maravilloso, Kate,” dijo suavemente. "Tener un hijo, qué cosa tan maravillosa." “No tienes ninguno?" "No." Danni bebió un sorbo de su café. “Después de dejar la Marina,” se encogió de hombros, “ya sabía cuáles eran mis preferencias, y esas preferencias no incluían la capacidad natural de tener hijos." "¿Danni?” Kate preguntó, una pregunta entrando en su mente que ni siquiera había considerado antes. "¿Cómo lo supiste? Quiero decir, cuando viniste a San Diego, y nos conocimos: ya sabías que te gustaban ... las mujeres?" Danni estudió a Kate por un momento, tratando de ver hacía donde se dirigía la pregunta de Kate, o la fuente de la misma. Ella no estaba de humor para ser juzgada. Al ver nada más que pura curiosidad, y tal vez algo de la propia confusión de Kate, decidió ser honesta. "Cuando era más joven sabía que los chicos no me atraían. Mi hermano Billy y yo solíamos hablar sobre chicas antes de que se fuera a la guerra." "De una manera sexual?" Danni sonrió, sacudiendo la cabeza. "En una manera de, no son hermosas? Sabía que la vida de un esposo y sus hijos no era para mí." “Entiendo la parte del esposo, pero la parte de los hijos, fue porque sabías que no era posible o porque nunca los quisiste?" Kate se encontró inclinada ligeramente hacia adelante en su asiento, queriendo escuchar las respuestas de Danni. "Porque sabía que nunca sería posible. Para mi. Abandoné ese sueño hace mucho tiempo, Kate. Sin embargo, me alegro de que hayas podido tener eso, incluso si era de George. Puedo ver cuánto amas a Megan, y que ella es un regalo para ti. Eso es hermoso." "Ella lo fue. Lo es. Lo ha sido." Kate sonrió, mirando hacia las negras profundidades de su café. "El mejor momento de los últimos veintiún años." Danni estudió a Kate por un momento, sintiendo mucho más de lo que las palabras de Kate divulgaron. “Ella es hermosa, Kate,” Danni admitió. Durante el funeral de George , ella había observado a la chica, notando la cercanía entre madre e hija, y sintiéndose un tanto envidiosa de Kate, así como también de la dinámica de un hijo y una familia.

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"Gracias. Se casará en Septiembre, puedes creerlo?" Kate suspiró, pasando una mano por su cabello. "Dios, algunos días me siento tan vieja, Danni." Estudió las llamas. "Recuerdo el día en que nació, el día en que comenzó a hablar, a caminar, todo. Y ahora, mi bebé va a casarse." "¿Te gusta el novio?" "Si, de hecho.” Kate se reunió con la mirada de Danni. "Megan conoció a Robert en la universidad. Ambos terminan la escuela este Diciembre, luego Rob se va,” sonrió, “la Armada. Se alistó, en lugar de ser reclutado. Pensó que al menos de esta manera podría elegir a dónde iba." Danni dejó la mirada de Kate, ya no capaz de soportar la intensidad. "Déjà vu, ¿eh?" "Sí. Déjà vu." Kate dejó su taza de café a un lado en una mesa cercana. "Me preocupa su seguridad en esta guerra loca, Danni." "Un miedo comprensible." Hubo un largo silencio, aunque no incómodo, antes de que Kate hablara. Se encontró con la mirada de Danni, las preguntas de hace tanto tiempo emergiendo a la superficie. "¿Dónde estabas?" Preguntó, su voz suave, casi temerosa. "¿A dónde fuiste, Danni?" Danni miró profundamente a los ojos de Kate, y allí vio su propio tormento de tantos años atrás. "Durante mucho tiempo me pregunté lo mismo," dijo, dejando a un lado su taza de café. Ella tomó una decisión en ese momento, y se levantó del sofá. "Creo que deberías ver algo." Kate observó, sorprendida, que Danni salía de la habitación, solo para regresar unos minutos después, con una caja de cartón en la mano. Danni se detuvo frente a Kate, entregándole un pedazo de papel y aconsejándole que lo leyera. Kate hizo lo que le pidió y quedó desconcertada hasta que le entregaron la caja. Mientras examinaba las treinta o más cartas, la comprensión se hizo evidente. "Oh Dios," susurró, sacando una y viendo su propia letra así como la fecha del sello postal de 1944. Levantó la vista hacia Danni, quien tenía una expresión sombría. "Sentí que merecías saberlo," Danni dijo suavemente, volviendo a sentarse en el sofá.

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Kate no sabía qué decir, qué pensar ni qué hacer. “Hay tantas,” susurró, notando que había al menos diez cartas enviadas de Danni para ella, ninguna de las cuales le había llegado. Vio que todas sus propias cartas a Danni estaban abiertas, y asumió que habían sido leídas. "Te escribí, Danni." "Sé que lo hiciste. Yo también te escribí. Y," Danni se movió para sentarse en la mesa de café frente a Kate. "Quiero que te lleves esto contigo. Quiero que sepas que nunca te abandoné, más allá de lo que te dijeron." Kate volvió a mirar las cartas, las lágrimas viniendo a sus ojos. "¿Quién hizo esto, Danni?" susurró. Danni se sentó allí por un momento, sin saber qué decir. Ella sabía exactamente quién había saboteado su relación, pero no sentía que fuera apropiado poner voz a esos puntos de vista. "Lee esto. Realmente necesito que leas esto." Suspiró, sus propias emociones salieron a la superficie. “Sólo para que lo sepas,” susurró. Kate sabía en su corazón quién había hecho esto, y de repente, todo tuvo sentido. Todo lo que no se había dado cuenta, o no había querido saber, cayó en su lugar. Las lágrimas llegaron fuertes y rápidas, su corazón se rompió. "¡Cuántos años perdidos!” “No llores,” Danni susurró, cayendo de rodillas delante de Kate. Ella la tomó en un abrazo desesperado, apoyando la parte trasera de la cabeza de Kate contra su hombro. “Por favor no llores." A pesar de las súplicas susurradas de Danni, Kate no podía evitarlo. Durante muchos años había estado tan enojada y herida con Danni, sin comprender nunca. Ahora, lo que estaba colocado en su regazo lo explicaba todo, y todo apuntaba al mayor error de su vida: casarse con George. Danni mantuvo a Kate junto a ella, permitiéndole salir de su ola de dolor. Danni tuvo su oportunidad de lidiar con esto años antes, pero aún así, le desgarró ahora escuchar la reacción de Kate. "Lo sé," susurró. "Lo sé." Después de un largo momento, las lágrimas de Kate llegaron a su fin, y se encontró en los brazos de Danni , el cuerpo arrodillado de Danni entre sus piernas presionado contra ella. Sintió que su propia respiración rebotaba hacia ella contra el cuello de Danni, y de repente se dio cuenta de que había encontrado la cercanía que había anhelado durante casi dos décadas.

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Kate se apartó un poco, lo suficiente para mirar a la cara atormentada de Danni. "Danni," susurró, justo antes de juntar sus bocas. Danni se sorprendió por el beso, pero se recuperó rápidamente, respondiendo cuando sintió la suavidad de os labios de Kate presionar los suyos. Enterró sus dedos en el cabello de Kate, manteniéndola juntas. Aun así, la sensación de la lengua de Kate exigiendo entrada hizo que Danni volviera a la realidad. Se apartó y se puso en pie. "No." Kate, sorprendida por la repentina pérdida de Danni, solo pudo mirarla fijamente. "¿Qué?" “No,” Danni dijo otra vez, tratando de controlarse mientras se alejaba del sofá, pasandose una mano por el pelo. “No.” Finalmente se encontró con la mirada torturada de Kate. "Esa oportunidad ya ha pasado, Kate," susurró, incluso mientras su alma le suplicaba que volviera con Kate. “No puedo hacer esto." Kate sintió el rechazo como una daga en su corazón. Cerró los ojos por un momento, suplicando a su corazón que disminuyera la velocidad. Finalmente, después de un largo momento se puso de pie. "¿Puedes llevarme de vuelta a mi hotel?" Danni no dijo nada, solo asintió. Afuera del hotel de Kate, Kate y Danni estaban sentadas en el jeep de Danni. Kate miró a la morena, que miraba por el parabrisas grande. “Lo siento, Danni,” dijo suavemente. “Sé que me ofreciste llevarme al aeropuerto por la mañana, pero llamaré a un taxi." Danni no dijo nada. “Creo que es lo mejor." Finalmente, Danni miró a Kate. "Duerme bien, Kate," dijo, su voz suave pero fría. Kate le dio una débil sonrisa y luego se bajó del vehículo, sin mirar atrás cuando entró al edificio. Danni la miró irse, mirando hasta que Kate desapareció dentro del edificio. Después, sus ojos se cerraron y su cabeza descansó contra el asiento. "Hice lo correcto," susurró. "Hice lo correcto." ***** Kate echó un vistazo a la cama, notando su maleta empacada, lista para regresar al oeste, a California. Había hecho lo correcto, y ahora era el momento de volver a casa. Su vuelo despegaba en dos horas y media, y ya había llamado a un taxi. Un golpe en la puerta denotaba la llegada de dicho taxi. Kate caminó hacia allí, desbloqueó y abrió, sorprendida – por segunda vez – al ver a Danni parada en el pasillo.

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"Su carro ha llegado, señora," Danni dijo, con una reverencia elaborada. Aunque queriendo sonreír, Kate se resistió. “Ya he llamado a un taxi, Danni." "Entonces cancélalo," Danni dijo simplemente. Entró en la habitación sin el permiso de Kate, agarrando la única maleta de Kate y la caja que le había dado la noche anterior. "¿Lista?" Kate miró a Danni, sorprendida. "Uh, supongo." Una llamada a la compañía de taxis y dos y media hora más tarde, ella y Danni estaban paradas en la puerta de Kate, el avión listo para abordar cuando llegaron. Kate miró a Danni, sin saber qué decir. "Bueno, supongo que esto es todo," dijo, después de que su vuelo había sido anunciado. "Sí." Danni tomó a Kate en un fuerte abrazo, sosteniéndola cerca. "Por favor cuídate," susurró en el cabello de Kate, dejando un beso allí. Kate asintió, alejándose. "Tú también." Ella sonrió, retrocediendo hacia su puerta. "Dale a Healy y Anicka un beso por mí." Danni sonrió con un asentimiento y agitando la mano. "Por supuesto." Kate se dirigió a su avión, con su caja de cartas de cartón pegada a su pecho. Encontró su asiento y se abrochó el cinturón. Algo se sentía mal, pero no estaba de humor para reflexionar sobre eso. En este momento, sabía que se dirigía a California, y eso era todo lo que importaba. ¿Cierto? Danni esperó hasta que todos los pasajeros hubieron abordado, luego se dirigió a través del aeropuerto de ocho años y hacia su Jeep. Sintió en su corazón que finalmente había encontrado un cierre para la primera parte de su vida. Ahora era el momento de seguir adelante, encontrar un nuevo horizonte y tal vez encontrar un nuevo equilibrio con Mary.

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Capítulo 24 San Diego, California 1945 Kate se sentó en la sala de estar formal de la casa de sus padres, sintiéndose como si estuviera sentada frente a un pelotón de fusilamiento. De hecho, preferiría estar sentadoa frente a un pelotón de fusilamiento en lugar de sus padres. “Te hemos llamado aquí hoy, Katherine porque estoy triste,” Beth Adams dijo, los brazos cruzados sobre el regazo y los labios apretados. "Y también tu padre." Kate miró hacia atrás y adelante entre los dos. "¿Por qué estás triste?" "Porque parece que no tienes interés en tu futuro," Percy explicó, encendiendo su pipa, el humo fragante arremolinándose a su alrededor. “Has terminado dos años de estudios, pero aún no se has traído a casa a un joven soltero para que lo conozcamos." “No he conocido a ninguno, papá. Estoy intentando concentrarme en mis estudios." Nuevamente, miró entre los dos. “Pensé que estarías feliz por lo bien que me esta yendo. No lo entiendo." “¿Qué hay que entender?" Beth preguntó, enojándose. "Te enviamos a la escuela para encontrar un futuro para ti." “Eso es lo que estoy haciendo, mamá. Con un título, puedo ocuparme de – “ "¡Un esposo te cuidará!" Percy rugió. "¡No me humillará una hija que trabaja como una chica común sin la menor sensatez!" Kate estaba abatida y devastada. "¿Qué quieres que haga?" Preguntó, resignada. "Tienes hasta el final de este año para comprometerte, o voy a cancelar tus estudios. Si después de casarte quieres terminar tu carrera por el bien de terminar, está bien, mientras tu esposo lo permita. Pero, más allá de eso Kate, tu futuro es ser esposa y madre, y hacer que tu madre y yo estemos orgullosos." Kate asintió, tratando de contener sus lágrimas. "Sí, padre," susurró, sintiendo como si su mundo acabara de caer delante de sus narices. Ella quería su carrera tanto, y estaba

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luchando duro por ello. Tal como estaban las cosas, ser la única chica en la mayoría de sus clases, y sin duda en su especialización en historia, era extremadamente desafiante. Sabía que sus profesores la presionaban mucho más, ya que muchos de ellos no la querían allí. Y ahora esto. Como no quería que sus padres la vieran llorar, Kate se levantó de la silla y salió de la habitación. Mientras conducía a casa, las lágrimas comenzaron a fluir. Se las secó furiosamente, pero siguieron viniendo. Una risa amarga se escapó mientras se preguntaba qué dirían sus padres si supieran que ya estaba casada. ***** Helen volvió a llenar los tazas con café antes de sentarse nuevamente junto a Kate en la cama de Kate. Estudió el perfil de Kate, su amiga mirando fijamente por la ventana hacia la oscuridad más allá. "¿Qué vas a hacer, cariño?" Preguntó suavemente. “No lo sé, ” Kate admitió, envolviendo sus manos alrededor de la taza. “¿Cómo puedes casarte de nuevo cuando ya estás casada con Danni?" Kate estuvo en silencio por un largo tiempo, ya que se había estado preguntando lo mismo toda la tarde. Entonces se dio cuenta de que su matrimonio no era legal, de todos modos porque no sólo Danni era una mujer, sino que Daniel Felts, que firmó el certificado de matrimonio, ni siquiera existe. Sin embargo no podía decirle eso a Helen. Nadie sabía la verdad sobre Danni, y simplemente no sabía en quién podía confiar. "Tal vez pueda divorciarme de él por razones de abandono." Miró a su amiga para entender sus pensamientos. "¿Qué piensas? Quiero decir, ni siquiera sé dónde se encuentra para pedirle el divorcio." “Guau,” Helen soltó, bebiendo de su taza de café. "Qué desastre." Estuvo callada por un largo momento antes de girarse hacia su amiga otra vez. "¿Qué hay de George?" Los ojos de Kate se cerraron, el terror se apoderó de su corazón. “No lo amo, Helen." “Pero te tiene mucho cariño. Además, cualquiera con quién te casas ahora va a ser alguien de quién no necesariamente estás enamorada, Kate." Esperó hasta que Kate encontró su mirada. “Al menos lo conoces y sabes que se casaría contigo en un instante." “Sin embargo es tan injusto hacerle eso."

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Helen se encogió de hombros. “Será injusto sin importa a quién se lo hagas, porque al final, esencialmente estarías usando al tipo." "Creo que podría divorciarme de él una vez que termine con la escuela,” razonó. "¡Dios!" Ella gritó, levantando su rostro hacia el cielo. "¿Por qué tienen que ser así, Helen? Todo lo que quiero hacer es terminar la escuela y seguir con mi vida. Preferiría estar haciendo eso con Danni, pero supongo que simplemente me mostró qué tipo de persona es realmente." Dejó escapar un profundo suspiro. "Supongo que solo lo conocí por un tiempo." “He oído que este tipo de cosas suceden mucho, Kate. Estos muchachos estaban tan desesperados por esa conexión mientras estaban lejos de casa, y luego cuando volvieron ... " cortó con su dedo la garganta, acompañada de un sonido para enfatizar su significado. Kate tomó el edredón debajo de ella. "Pensé que era mucho más que eso, Helen. Realmente lo hice.” Dejó a un lado su taza de café en la mesita de noche y se dejó caer sobre la almohada. "Pensé que Danni era diferente, ¿sabes?" Miró a su amiga, viendo la simpatía reflejada en sus ojos. "Pensé que me amaba." “Estoy segura que lo hizo, Kate." Helen dejó su bebida a un lado y luego se acostó junto a Kate, de lado con la cabeza apoyada en una palma hacia arriba. “Tal vez algo pasó, no lo sé. Espero que algún día él tenga el valor para ponerse en contacto de nuevo y puedas averiguarlo. Pero por ahora, si quieres terminar la escuela, realmente creo que George es tu mejor opción." Kate cerró los ojos y asintió. "Creo que sí, también," susurró. *****

San José, California 1968 Kate estaba sentada en su cama, con las piernas cruzadas y la caja de cartón frente a ella. Había estado sentada allí mirándola durante diez minutos, tratando de decidir qué hacer. Como un fajo de billetes, la caja y su contenido habían quemado un agujero en el bolsillo desde la noche en que Danni se la había dado. Aun así, sabía que probablemente leer todas esas cartas que Danni le había escrito y que nunca recibió sería agridulce en el mejor de los casos. En realidad, ya no importaba lo que estaba en esas cartas: ya estaba hecho. Como Danni había dicho, esa oportunidad ya había pasado.

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Kate extendió la mano y pasó un dedo sobre la suave solapa de cartón en la parte superior de la caja, preguntándose si Danni la había tocado en el mismo lugar. Se preguntó por qué Danni nunca la había contactado para avisarle. ¿Por qué? ¿Por qué había dejado que Kate continuara, pensando que Danni la había abandonado, cuando en realidad, Danni había estado tan desconsolada como ella? La rabia llenó a Kate cuando golpeó la cama con un puño. "¡Maldición!" Gritó, el eco rebotando alrededor de las paredes de la pequeña habitación. "¡Maldición, maldición, maldición!" Lanzó una patada, enviando la caja de cartas volando por la habitación y golpeando la pared. Las letras se derramaron por el piso, un abanico de recuerdos. Comenzó a pasearse de un lado a otro junto a la cama, su mirada desviándose a las cartas a menudo. "Mi vida podría haber sido muy diferente," murmuró. "¡Tan jodidamente diferente!" Lágrimas de enojo se derramaron por sus mejillas. "¿Por qué, George?" Exigió, mirando hacia el cielo. "¿Por qué? ¿Por qué no pudiste simplemente dejar las cosas como estaban? Éramos felices, maldito seas. ¡Felices!" Kate se tiró sobre la cama, su cuerpo temblaba con los sollozos que la atravesaron. Nunca había conocido una devastación tan aguda, al darse cuenta de que su vida era una mentira. Que había sido alterada por malicia pura y celos, y ahora nunca sabría lo que podría haber sido. ¿Cómo hubiera sido compartir una vida con la única persona que siempre la entendió de verdad? La única persona que fue el amor absoluto de su vida y la única persona que ansiaba como un hombre a punto de ahogarse ansía un chaleco salvavidas. *****

Burbank, California 1968 Carol se sentó con Frank, mirando las noticias de la tarde cuando sonó el teléfono. “Ya voy yo,” anunció, levantándose del sofá y dirigiéndose a la cocina para agarrar el conectado pegado a la pared. "¿Hola?" "¡Ese bastardo hizo esto!" Kate gritó en el otro extremo. "Lo sabía, Carol. ¡Él lo sabía!"

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*****

San José, California 1968 Carol tocó el timbre de Kate, y en cuestión de segundos la puerta se abrió de golpe, sorprendiéndola con la ferocidad de la acción y la mirada en los ojos de Kate. "Lo supo todo el tiempo," gruñó, alejándose de la puerta y dejándola abierta para que Carol la siguiera, lo cual hizo. Carol no tenía idea de lo que había pasado, ya que antes de que Kate la llamara con esas pocas palabras en su casa, no había hablado con ella desde aquella primera noche en Maine. Terminaron en la cocina, donde Carol vio una botella de vino abierta y una copa medio vacía. “Qué está pasando aquí, Kate?" Kate estuvo callada por un momento. Cogió su copa de vino y bebió un sorbo. Con un suspiro, se controló y se volvió hacia Carol. "George hizo esto a propósito, Carol," dijo, su voz baja y apagada. "Orquestó todo en mi vida, como un titiritero y yo en su cuerda." Vació su copa y volvió a llenarla, levantando la botella ofreciéndosela a Carol. "No, gracias." Carol se dejó caer en una de las sillas en la mesa de la cocina. “Pero realmente lo haría si te sientas y hablas conmigo." Kate hizo exactamente eso, dejó su copa frente a ella y se pasó una mano por el pelo. “Hace siete años se le envió por correo una caja de cartas a Danni con una carta de la Armada explicando que las habían encontrado en un almacén. Carol, eran todas las cartas que Danni y yo nos habíamos enviado, pero que ninguna de nosotras recibió: casi equivalen a un año." Carol solo pudo mirar fijamente durante un largo momento, aturdida. "¿Y crees que George arregló esto?" "Si. Bueno, Danni si. Ella cree que usó su rango para hacer que ocurriera. Tiene mucho sentido, Carol: alrededor de un mes después de recibir mi primera carta de George, todas las cartas de Danni se detuvieron. Danni me habló de una ocasión en la oficina de correos allí en la base donde George vio la carta que Danni me enviaba. No creo en las coincidencias." "Guau." Carol se apartó de la mesa, agarró la botella de vino, la descorchó y se sirvió una copa. Sentándose frente a Kate otra vez, bebió un sorbo. "Esto es terrible, Kate. Absolutamente terrible.” Se encontró con la mirada atormentada y enojada de su amiga. "Aparte de todo esto, ¿cómo te fue?"

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Kate sonrió, a pesar de su dolor. “Ella es increíble, Carol. Como siempre supe que era. Es increíblemente hermosa." "Lo sé. La ví el año pasado, una verdadera mujer, guau. Muy hermosa de hecho. ¿Se llevaron bien?" “Sí,” Kate dijo rápidamente, pero luego lo pensó un poco. "Sí, pero a veces se forzaba, desde luego. Quiero decir, han pasado casi veinte años desde la última vez que nos vimos, y ya sabes esa historia." Estudió a su amiga por un largo momento, tratando de decidir cuánto revelarle. Finalmente, decidió que necesitaba, realmente necesitaba poder decirle a alguien toda la verdad. “Se acabó, Carol." Carol pudo escuchar la profunda tristeza en la voz de Kate. "¿Por qué? ¿Que pasó? Y, alguna vez comenzó de nuevo?" "Yo lo quería. Creo." Kate suspiró, bebiendo más vino, sintiendo que se le subía a la cabeza y le nublaba el juicio. "La besé. No quise hacerlo, simplemente sucedió de algún modo." Miró hacia las profundidades doradas de su copa y dijo otra vez, "La besé." “No fue bien? ¿Qué? ¿Ya no es una buena besadora? Ciertamente recuerdo suficientes historias sobre Danni que me has dicho." Kate sonrió débil ante el intento de humor de Carol. " No, ella simplemente retrocedió y me dijo que nuestro tiempo había pasado y que no habría más." Se bebió el resto del vino, golpeando la copa contra la mesa. "’Esa oportunidad ha pasado', dijo," Kate recitó amargamente. “Ay,” Carol murmuró, bebiendo su vino. Estudió a su amiga. “Tal vez sea lo mejor, Kate. Tal vez es sólo hora de seguir adelante. Eres una mujer libre ahora que George ha fallecido. Tienes un hogar, una carrera que amas y eres libre. Demonios, a veces desearía estar en tus zapatos." Ella sonrió. "Pero, déjame preguntarte esto: ahora, con todas estas cosas locas que estos niños están haciendo, y 'amor libre' y toda esas pendejadas, ¿cuál es tu posición? Estuviste con George por más de veinte años. Sabes muy bien que Danni es una mujer, y ahora incluso se ve como una mujer, pero aún tienes algo. Así que... ? ¿Dónde te deja eso?" Kate sonrió, bastante achispada. “¿Me estás preguntando si soy lesbiana, Carol?" “¿Es así como llaman al tipo de Danni en estos días?"

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" Sip. Trabaja en una universidad y lo escuchas todo. Y, en respuesta a tu pregunta: diablos si lo sé. ¿Quieres un poco más de vino?" “No, no puedo quedarme, Kate." Kate asintió, entendiendo. “Lamento sacarte tan tarde." “No lo hagas." Carol se puso de pie y tomó a su amiga en un fuerte abrazo. “Todo va a estar bien,” dijo convencida. “En verdad, todo se solucionará." Kate le devolvió el abrazo, agradecida de que Carol estuviera de vuelta en su vida. "Gracias." Kate acompañó a Carol hasta la puerta, aceptando un abrazo más antes de volver a su copa de vino, terminándola y mirando la botella. Después de solo una pequeña pausa, se sirvió otra copa y la agarró junto con la botella y se dirigió a la sala de estar. Dejándolas sobre la mesa de café, se dirigió escaleras arriba hacia su habitación, recogió las cartas que se habían caído al suelo, las volvió a meter en la caja y se las llevó al piso de abajo. Poniéndose cómoda en el suelo junto a la mesa de café – y su vino – Kate, una vez más se encontró mirando la caja, mirándola como si la mordiera. Mordiéndose el labio inferior, contempló el contenido e intentó decidir si debería profundizar en él o simplemente dejarlo pasar. Distraídamente tomó su copa de vino, tomando un sorbo antes de volver a bajarla y tomar una respiración profunda. Kate agarró la gruesa pila de cartas en sus manos y comenzó a ordenarlas por fecha del sello postal: una pila para las cartas de Danni y una pila para las suyas. Sus propias cartas y tarjetas que había enviado a Danni habían sido abiertas, y Kate supuso, leídas. Todas las cartas de Danni, sin embargo, permanecieron selladas, sin leer durante casi veinticinco años. Tomó la primera carta, que tenía la fecha más antigua, y se quedó mirando la letra de Danni: letra sencilla, fuerte, muy directa, como ella. De repente, Kate dejó la carta y se puso de pie, casi yendose en su trasero por su deseo de apresurarse por llegar a la escalera y a su dormitorio. Sacó la caja de madera del armario y la puso en la cama, abriéndola y mirando la carta sin abrir.

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*****

San José, California 1954 "Vamos, Megan," Kate llamó a su niña de 7 años, quien se tomaba su dulce tiempo saliendo del auto, su perro de peluche favorito jalado de la oreja detrás de ella. "¿Puedo recoger el correo, mamá?" La niña suplicó. "Claro, cariño." Kate estaba realmente agradecida por la ayuda, mientras hacía malabares con dos bolsas de comestibles, sus libros de la escuela y la chaqueta de Megan. Kate abrió la puerta y dejó caer algo de su carga en el sofá que estaba justo dentro de la puerta de entrada, luego se dirigió a la cocina para guardar los alimentos y comenzar la cena. "¡Mamá!" Megan gritó, pequeños pies golpeando el piso mientras corría hacia la casa y hacia la cocina. Le entregó seis piezas de correos a su madre, orgullosa de su logro. "Gracias, cariño." Kate le dio a su hija un beso en la mejilla y tomó el correo. "Ve a cambiarte la ropa de la escuela, cariño." "¡Está bien!" Kate escuchó a la chica subir corriendo por las escaleras mientras revisaba el correo que le había dado. La carta en la parte inferior de la pequeña pila hizo que se quedara sin aliento. Se quedó mirando el nombre de Danni y Wayne, la dirección de Nebraska, incapaz de moverse. Se sobresaltó por el sonido de la puerta de entrada abriéndose. "Hola, cariño," George llamó. “¿Qué hay para cenar? Me muero de hambre." Presa del pánico, Kate metió la carta en el bolsillo de su vestido, sabiendo que a George le daría un ataque si la atrapaba con eso. "Hola," dijo, temblorosa, mientras sacaba rápidamente ollas y objetos al azar, su cerebro demasiado aturdido para siquiera pensar claramente sobre lo que estaba haciendo. Aceptó el beso de George, aunque su mente estaba totalmente centrada en la carta que parecía casi quemar su piel a través del material de su vestido.

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**** Más tarde esa noche, Kate yacía en la cama junto a un George roncando. Ella lo miró, asegurándose de que estaba profundamente dormido. Él lo estaba, así que con cuidado salió de la cama y se puso una bata. Agarró la carta del bolsillo de su vestido y salió sigilosamente de la habitación, dirigiéndose a la habitación de invitados, donde cerró la puerta con un suave clic antes de dirigirse al armario. Dentro, en el estante superior, estaba la caja de madera que Danni había hecho para su regalo de graduación. La bajó y la colocó en la cama, abriéndola. Su corazón latía con fuerza tanto por la idea de ver las cosas de Danni de nuevo, como por el miedo a que la atraparan con ellas: George no tenía idea de que ella las tenía. Recogió la camiseta de Danni que había agarrado en la habitación del motel hace cinco años. Poniéndosela en la cara, cerró los ojos e inhaló, apenas capaz de detectar lo mínimo de Danni que quedaba en el material. "Oh, Danni," susurró. Volvió a doblar la camisa y la volvió a colocar en la caja, pero no antes de colocar la carta debajo. Decidió que era mejor dejarla en la caja de Danni por ahora, y volvería y la leería cuando tuviera más tiempo a solas. "¿Kate?" George llamó desde su habitación. Presa del pánico, Kate metió la tapa en la caja y deslizó la caja debajo de la cama, corriendo hacia la puerta del dormitorio antes de que George fuera a buscarla. Corrió de vuelta al dormitorio que compartía con él. Él se sentó en la cama y la miró con ojos soñolientos. "Lo siento, cariño," susurró, "Megan tenía una pesadilla." Odiaba mentirle, pero sabía que no tenía otra opción. "Oh. Bueno." George cogió a Kate y la atrajo hacia él, sosteniéndola contra él mientras se dormía. Fijada por un brazo fuerte, Kate permaneció despierta durante mucho tiempo, pensando en la caja y la carta recién llegada. Sabía que George la vigilaba como un halcón en circunstancias normales, pero después de que Danni había llegado a su puerta hace cinco años, él la vigilaba aún más de cerca. Kate decidió que era lo mejor mantener la carta enterrada donde estaba, debajo de la camisa de Danni y bajo los recuerdos de Danni .

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Al día siguiente, escondió la caja de madera en el baúl del ático, y tenía la intención de no volver a sacarla nunca más. *****

San José, California 1968 Kate miró la carta que sostenía en sus manos, su pecho pesado mientras una sensación de terror la superaba. Sus ojos se cerraron y se tragó sus emociones, los efectos entumecedores del vino temporalmente elevándose. Soltando un suspiro, abrió los ojos y bajó las escaleras, deslizando la carta debajo de la pila, guardándola para leerla al final. Con un largo trago de vino para el valor, Kate tomó la primera carta en la mano otra vez y la abrió. Mientras leía las palabras, una suave sonrisa se extendió por sus labios, los recuerdos de otra época la inundaron. La mención de Danni de la música y los eventos del 43 y 44 la hizo recordar sus propios días en la escuela universitaria: la gente que conocía, esa casa loca en la que vivió durante tres años. Con el vino olvidado, hora tras hora pasó mientras Kate leía, con los ojos ardiendo mientras el sueño exigía su atención, pero lo apartó. Mientras yacía boca abajo entre un montón de páginas y sobres, sus ojos se deleitaban con todo lo que Danni tenía que decirle, las lágrimas acudían esporádicamente a la confusión que podía ver en el mundo de Danni. **** ... ¿Dónde has ido? ... ... ¿Qué he hecho? ¿Hice algo mal? No lo entiendo! ... ... ¿Por qué ya no escribes? ... ... ¿Ya no me amas? ... **** Kate dejó la carta, y las últimas palabras de Danni la interrumpieron. Era la penúltima carta en la pila, y Kate podía sentir la angustia de Danni y creciente ira. Enterró la cara entre las manos, las lágrimas corrían entre sus dedos para humedecer la alfombra debajo. Todas las emociones y el dolor de Danni habían sido muy similares a los suyos. Ella

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pensó todas esas mismas cosas, así como el hecho de que George la estuvo alimentando con mentiras todo ese tiempo. "¡Maldita sea!" Exclamó, golpeando con el puño en el piso junto a su cabeza, ignorando el dolor estremecedor que se extendió por su mano. "¿Por qué tuvo que pasar esto?" Susurró. Poniéndose en una posición sentada, agarró la última de las cartas de los años de la guerra, dejando sólo la que se envió por correo a la casa de Kate. Agarrando otro pañuelo de la caja, Kate se secó los ojos y la cara, que se sentía tensa por la corriente de lágrimas saladas. Al mirar la fecha, supo que esta fue escrita después del ataque en su base, y después de que Mike había muerto. Febrero de 1945 Querida Kate. Puedo ver que ya no deseas saber de mí, así que lamento molestarte con esta carta ahora. Necesito desesperadamente un amigo con quien hablar, y en este momento, eres realmente la única persona a la que puedo escribirle esto para que pueda entender. Espero. Mike está muerto. Dios, me duele tanto incluso escribir esas palabras. Fuimos atacados justo antes de Navidad, y fue delirante. No entraré en detalles sangrientos ni te aburriré con palabrería militar, sólo sé que fue malo. Muchos buenos hombres perdieron la vida ese día. Dicen que la guerra casi ha terminado, pero supongo que no fue lo suficientemente pronto para Mike. Cuando nos llevaron al hospital, escuché a un médico declarar que Mike sería llevado a la Sala Cero: ahí es donde van todos los cuerpos de los que han fallecido y pronto se irán. Te digo que desearía haber ido allí junto con él. Ya no siento que tengo mucho por lo que vivir, así que realmente podrían también simplemente lanzarme dentro. Encontré un acto de bondad de un médico aquí, muy buen amigo. Descubrió lo mío mientras sacaba toda la metralla que estaba alojada en mi espalda. Cuando le pregunté por qué no me había denunciado, él sonrió y me dijo: ‘Eres un soldado valiente y no voy a permitir que nadie te quite eso.’ Estaba realmente sorprendida y conmovida por eso. Ah diablos, Kate: ¿para qué fue todo esto? Muchas personas están muertas o muriendo. Tu y yo ... bueno, todavía no estoy segura de lo que pasó allí, pero creo que lo hecho, hecho está. Tal vez te vea cuando vuelva a casa. No sé si lo has escuchado,

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pero estamos programados para partir de aquí en unos seis meses. ¿Vas a estar allí? Realmente me gustaría verte, aunque sea si es sólo para que podamos despedirnos. Cuídate, Kate, y espero que tus estudios estén yendo bien. Danni Kate se secó las lágrimas silenciosas que habían caído durante toda la lectura de la carta, su visión se borraba a veces hasta el punto en que ya no podía ver las palabras en tinta. Dejó la carta y se pasó las manos por el pelo. Con dedos cariñosos, volvió a doblar la hoja y la deslizó dentro de su sobre y luego la dejó a un lado. Con un profundo y triste aliento, agarró la carta final, su corazón latía con fuerza al abrirla. Septiembre de 1954 Kate, Hola. Estoy segura de que estás bastante sorprendida por saber de mí, y yo también lo estaría si estuviera en tu lugar en este momento. Otra vez quiero pedir disculpas por mis acciones la última vez que nos vimos. No importa lo que estaba sintiendo o lo enojada que estaba, no tenía derecho a atacarte de esa manera, y eso siempre me ha pesado mucho. No estoy muy segura de cómo decir esto, así que sólo voy a decirlo: Te amo. Más que nada, quiero que tengamos una oportunidad juntas. Sé que han pasado tantas cosas y que no pueden cambiarse, pero no puedo dejar de pensar en ti. Quiero que estemos juntas, Kate. Tú, yo y Megan. Allison Hughes (¿te acuerdas de ella?) y yo hemos empezado un negocio juntas que creo que irá muy bien. Puedo cuidar de ti. El único problema es que tendrías que dejar California. Oh, Kate, ¿no puedes verlo? Las tres juntas? Podríamos conseguir esa casa de la que siempre hablamos, ¡e incluso un perro! Siempre le he echado el ojo a los perros esquimales, personalmente, así que estoy segura de que algún día tendré uno. Aunque en realidad me gustaría que algún día estés contigo, sin embargo. Por favor, piensa en esto. Sé que es repentino y ciertamente inesperado, pero nos amábamos lo suficiente una vez para casarnos, y tengo que creer en mi corazón que podemos amarnos mucho más nuevamente. Por favor, piénsalo y házmelo saber. Mi número de teléfono está abajo. Esperaré por noticias tuyas, de cualquier manera. Sin importar lo que pase, debes saber que te amo con todo mi corazón y siempre lo haré.

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Danni

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Capítulo 25 Megan metió su escarabajo Volkswagen amarillo en el camino de entrada de la casa de su infancia. Apagó el motor, corrió por el sendero del jardín hasta la puerta de entrada, ansiosa por ver a su madre después de su viaje de una semana. Nunca habían estado separadas por tanto tiempo antes, y había extrañado a su madre mucho. "¿Mamá?" Gritó, mientras entraba. La casa estaba en silencio, lo cual era inusual, teniendo en cuenta que ya pasaban de las diez de la mañana, y su madre siempre estaba levantada a una hora poco agradable. "¿Hola? ¿Estás en tu casa?" Miró en la cocina, viendo una copa de vino vacía en la mesa, así como una botella de vino vacía en la encimera. "Guau," murmuró, la preocupación royendo sus entrañas ahora. Su madre no era una bebedora. Megan se dirigió a la sala de estar, sorprendida de ver a su madre tendida en el suelo con un cojín del sofá debajo de la cabeza. Estaba rodeada por lo que parecían ser cartas y sus sobres. Había otra copa de vino vacía y una botella sobre la mesa de café. "¿Mamá?" Ella corrió hacia la mujer acostada boca abajo y se arrodilló a su lado. Se sintió aliviada cuando encontró que su brazo estaba caliente. "¿Oye? ¿Mamá?" Kate se sobresaltó, sacada de un sueño muy profundo. Inmediatamente un fuerte dolor de cabeza se unió al sol de la mañana. "Oh, Dios," gimió, cerrando fuertemente los ojos y llevándose una mano a la frente. "¿Qué pasó?” Megan preguntó, apartando un poco de pelo del rostro lleno de lágrimas de su madre. "Dios, te ves horrible! ¿Que pasó?" Ella miró todas las cartas. "¿Qué es todo esto?" Kate se sentó con la ayuda de su hija, lamentando de inmediato la acción cuando su cabeza comenzó a latir aún más fuerte. "Ugh." Sofocando una pequeña sonrisa, Megan se levantó de un salto y salió corriendo de la habitación, volviendo con dos Aspirinas y un vaso de agua. "Tómate estás. Te ayudará." "¿Cómo lo sabes?” Kate se quejó, irritada por la sonrisa más divertida de su hija. "Dios. Ayúdame, cariño."

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Megan levantó a su madre y luego la abrazó. "Realmente te extrañé. Lamento no haber llegado aquí anoche, que era el plan.” Se retiró del abrazo, estudiando los ojos enrojecidos de su madre. "El concierto acabó tarde." “Está bien, cariño. También te extrañé." Kate se dirigió lentamente hacia la cocina. "¿Quieres desayunar algo?" "Sí, pero déjame hacerlo. Tú, mami querida, descansa un poco." Kate hizo lo que le pedía, mientras su hija volaba alrededor de la cocina, preparándoles algo de desayunar. "¿Te divertiste?" "¡Dios mío, sí! ¡Janis Joplin es como la mejor cantante de todos los tiempos!" Kate estaba feliz por la emoción de hija, incluso si le dolía la cabeza. "Bueno, de alguna manera lo dudo, Megan." "Ten, bebe esto." Megan deslizó una taza de café fuerte frente a su madre. “Y, puede ser que no sea Billie Holiday o aquellas otras personas mayores que escuchas, pero ella es lo más estupendo que he visto en mi vida." Megan se sentó frente a su madre con su propia taza de café, vigilando la chisporroteante salchicha. "Entonces, tienes mucho por lo que responder, señorita. ¿A dónde fuiste, a quién viste, y que hay con todas esas cartas? Y, por qué diablos estabas llorando? ¿Pensabas en papá o algo así?" Kate se encogió ante la sola mención de George. " Fui a ver a un amigo en Maine, y las cartas son de ella – " se interrumpió, soltando un profundo suspiro. Estudió a su hija, con sus ojos grandes, abiertos y confiados. Ella vio mucho de sí misma cuando niña en su hija, y le hizo anhelar por un tiempo que nunca podría volver. Sintió que se lo debía a Megan el ser sincera con ella. Además, tal vez podría ofrecer algún consejo. “¿Recuerdas esa caja que encontraste ese día en el ático, cuando buscábamos el vestido de la abuela?" "Sí, ese tipo Danni Felts." Megan se paró y dio vueltas a la salchicha, maldiciendo suavemente cuando el aceite la hizo saltar. "Sí, Danni Felts." Kate guardó silencio durante un largo momento, sorbiendo su café y su cerebro dando vueltas. "Cariño," comenzó, una vez que su hija se había sentado nuevamente. "Amaba mucho a Danni, como viste en esa foto." Los ojos de Megan ardieron de curiosidad. "¡Fuiste y encontraste a Danni!" Ella gritó. Kate la miró por un largo momento, luego finalmente asintió. XWPColección: Página y Facebook

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"¡Whoa! ¡Qué padre! Está casado y todo eso?" "No, pero tiene novia. Y, tengo que contarte algo sobre Danni." Ignorando su dolor de cabeza, Kate se puso de pie, necesitando ocuparse de la normalidad de la vida mientras repartía la comida para las dos. "Danni es una mujer, Megan." Megan estuvo en silencio por tanto tiempo que su madre se giró para mirarla. "¿Lo descubriste cuando fuiste a Maine?" Ella susurró, completamente intrigada. "¿La novia lo sabe?" Kate dejó los platos y se sentó frente a Megan. Se quedó mirando su comida, entonces se encontró con la mirada firme de su hija. "Lo sabía cuando estábamos juntas," dijo, con voz suave. Megan estaba atónita, y podía ver que su madre estaba aterrorizada por su respuesta y reacción. Cuidadosamente borró cualquier expresión de su rostro. Por supuesto, ella tenía amigos que incursionaban en el gusto del mismo sexo: diablos, incluso se rumoreaba que a Janis le gustaban las mujeres a veces. "Entonces," comenzó, su voz tranquila y conversacional. "Cuando tú y Danni estaban enamorados hace un millón de años atrás, ¿sabías que él era realmente ella?" Kate asintió. "Si. No al principio, pero lo descubrí." "¿Es eso lo que los hizo terminar a ustedes dos?" Megan preguntó, comenzando a preparar su desayuno. Kate sacudió la cabeza, también preparando su desayuno, aunque no tenía mucho apetito. “No. Es una historia muy larga, complicada, a la que recién estoy empezando a encontrar respuestas." “Guau,” Megan dijo de nuevo, reclinándose en su silla. "Entonces, todavía se ve como un hombre ahora?" Kate negó con la cabeza, una sonrisa involuntaria se curvó en sus labios ante la imagen de Danni que evocó en su mente. “No, es una mujer muy hermosa, Megan. Ella solo hizo lo que hizo para poder pelear en la batalla. Nunca dejarían que una mujer hiciera eso." "Por supuesto que no," Megan murmuró. "El Hombre nunca dejaría que eso suceda. Probablemente nunca lo hará."

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Kate sabía que no debía dejar que esto se convirtiera en un debate sobre la cultura moderna, ya que no era una gran admiradora de mucho de lo que estaba sucediendo hoy en día. "De cualquier manera, hizo lo que hizo y pasó de la manera en que lo hizo." Megan estudió a su madre durante un largo momento, los ojos de Kate fijos en su plato aunque Megan sospechó dos salchichas no eran lo que la tenían tan cautivada. "Aún la amas. No es así?" Preguntó suavemente. Kate soltó un suspiro, sin estar segura de cómo responder esa pregunta a su hija. Ella no quería que Megan supiera hasta qué punto su padre había lastimado a Kate y Danni, y no quería que jamás lo supiera. ¿Por qué desbaratar la imagen de un hombre que puede haber sido un verdadero bastardo de muchas maneras, pero que en verdad fue un padre bueno y amoroso? "Nuestro tiempo se ha ido hace mucho, Megan," dijo con cuidado. "Hice mis elecciones." "¿Sabía papá sobre Danni?" “Lo irónico fue que tu padre era el oficial directo de Danni. Entonces sí, él la conocía." "¿Sabía él de ustedes dos? Y, él sabía sobre Danni?" Kate asintió. "Sabía que Danni y yo estábamos enamorados, sí. Y no. Nunca supo de la verdadera identidad de Danni." "Entonces, Danni también estaba en la Marina, ¿verdad?" Megan preguntó. Ante el asentimiento de su madre, ella sonrió. "Bueno, entonces supongo que mi viejo tiene dos legados para estar a la altura." Kate miró a su hija con ojos adoradores. "¿Nada de esto te molesta?" Megan se encogió de hombros. “Para ser sincera no estoy muy segura de cómo me siento al respecto. ¿Voy a zarandearte e insultarte? De ninguna manera. Sin embargo, no todos los días descubres que tu mamá se ha follado a otra mujer." "¡Megan!"

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Capítulo 26 Wayne, Nebraska 1968 "¿Qué diablos estás haciendo?" Danni exigió, apresurada hacia un hombre llamado Roger que estaba cortando vigas de 2.4 metros para un próximo proyecto. Ella corrió hacia él justo cuando él gritó y retiró su mano sangrante de la sierra de mesa. "¡Alguien consiga un doctor!" Ella gritó, arrancando su delantal de carpintería y envolviendo rápidamente la mano destrozada dentro de él. "¡Deberías haber aprendido!" Gruñó. “Lo siento,” el hombre gimió, con profundo dolor y preocupación por su trabajo. “Les he dicho a todos ustedes un millón de malditas veces cómo hacer esto bien!" Danni rugió hacia la habitación en general. “Ahora, debido a que ninguno de ustedes parece sentir que es necesario seguir órdenes, un hombre puede perder su mano!" "¡Danni!" Allison gritó, su cara la máscara de ira. La atención de Danni fue capturada por la enojada mujer mayor. "Roger, ¿estás bien?" Le preguntó al hombre herido, quien asintió. Allison se volvió hacia un empleado cercano. "Vigílalo. El doctor está en camino." Se volvió hacia Danni. "Tú, ven conmigo." Danni siguió a Allison a las oficinas de F&H Industries, encontrándose empujada a una silla mientras Allison se sentaba en el escritorio cerca, mirándola. "¿Qué?" Preguntó, sintiéndose como una adolescente rebelde. "¿Qué? ¿Qué?" Allison espetó, alejándose del borde del escritorio y dirigiéndose a su alrededor para sentarse en la silla detrás de él. Abrió un cajón y sacó una botella de whisky, sirviéndose un vaso y otro para Danni. “Ya no bebo, Allison: ya lo sabes,” Danni dijo, apartando el vaso ofrecido. “Cierto,” Allison suspiró, azotando el suyo. "A veces desearía que lo hicieras; tal vez sacaría el palo que se ha metido permanentemente en el culo.” Tomó la bebida de Danni y se la bebió, también. Después, estudió a Danni con ojos duros. "¿Qué diablos te pasa? ¿Desde cuándo tratamos a nuestros empleados como personal contratado?" Danni no tenía respuesta, ya que sabía que estaba mal, pero no estaba dispuesta a admitir la derrota. Después de un largo momento, miró a Allison. "Solo tú sabrías cómo tratar al personal contratado, Allison."

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Desconcertada, Allison mantuvo su respuesta inmediata bajo control. Sospechaba que había mucho más detrás de las acciones de Danni que solo un jefe controlador y malintencionado. Se reclinó en su silla, sus dedos se juntaron bajo su barbilla mientras estudiaba a la mujer sentada frente a ella. “Te conozco de casi toda la vida," comenzó, su voz suave pero firme. "Te vi pasar por la pubertad, te vi pasar por tu primer orgasmo, y te vi después de caminar por el infierno y sobrevivir para hablar de ello." Cuando nada vino, ella continuó. "Apareciste en mi puerta hace dos días, tres meses antes de lo previsto de cualquier inspección, con Mary a cuestas, lo cual es genial ya que estoy encantada de tenerlas a las dos para nuestras celebraciones del 4 de Julio. Sin embargo, Mary ahora se sienta en mi casa, sola y aburrida. Tú, por el contrario, pasas cada momento de vigilia aquí, y estás encabronada como nunca te he visto." Todavía nada. “Qué pasa, Danni? ¿Tu visita no fue bien? Nunca te has molestado en contarme sobre eso." “No hay nada que contar,” Danni murmuró, levantándose del asiento. "¡Siéntate!" Allison ordenó, su paciencia en su punto más bajo. Danni se encontró con la mirada fulminante que se le había otorgado y supo que no era rival para Allison Hughes. Tomó su asiento una vez más y se preparó para revelar su alma; sabía que Allison no aceptaría nada menos. "¿Qué?" "¿Qué pasó?" "¿Qué pasó con qué?" Allison volvió a estudiar a Danni, mirándola. "¿Qué pasó cuando Kate fue a verte hace un mes?" Preguntó, su voz suave y llena de comprensión, pero sus ojos muy bien mostraron su creciente irritación por el comportamiento de Danni. Danni la miró desconcertada. "¿Qué tiene eso que ver con el gasto de los viñedos?" Estaba ligeramente divertida por la mirada ardiente que la atrapó. "Está bien. Mira, no importa lo que pasó, lo que no pasó o cualquier otra cosa. Allison, estoy agradecida de que le hayas dado a Kate mi dirección y todo eso, pero creo que ustedes dos viven en el mismo mundo de fantasía." "¿Cómo es eso?" Allison preguntó, con una elegante ceja arqueada mientras sorbía su whisky escocés. "Porque lo que pasó entre ella y yo sucedió hace mucho tiempo. Demonios, ¡apenas nos conocíamos!" Danni se levantó de su silla y se dirigió hacia la ventana desde donde miraba hacia el estacionamiento. Pasándose una mano por el pelo, apartó las imágenes de

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Kate de su mente. Se volvió para mirar a Allison. "En verdad, cómo podíamos siquiera saber que lo hubiéramos logrado alguna vez? Cuando nos conocimos, era una época de inconcebible estrés y miedo para todos, no solo marineros, soldados y judíos. Creo que recurrimos la una a la otra ante ese miedo, y me preguntó si lo está haciendo de nuevo. Quiero decir, no es irónico que su esposo se haya volado la cabeza hace un año, y ahora ella me busca de nuevo? Que conveniente." Allison estaba aturdida, pero mantuvo su expresión engañosamente calmada. "Para alguien que se ha convencido a sí misma de toda esta mierda, suenas tremendamente amargada." "No estoy amargada," Danni gruñó, dando un paso amenazante hacia el escritorio. "¿No?" "Vete al infierno, Allison," Danni escupió, apartándose del escritorio y yendo hacia la puerta. “Ya he estado allí, cariño,” Allison suspiró. "¿Por qué crees que bebo tanto whisky?" Ella miró a Danni, que ya tenía la manija de la puerta en la mano. “Eso es, Danni, corre. Como siempre lo haces." "¡Maldición, Allison!" Danni se enfureció, volviendo al escritorio. "¿Qué quieres de mí? ¿Qué quieren Kate y tú de mí?" "Solo puedo adivinar lo que quiere Kate, pero lo que quiero para ti es que seas feliz. Esconderte en tu pequeño castillo montañes allá en Maine, tan lejos de cualquier cosa o persona que pueda herir a tu pequeño ser frágil. Dices que ya no bebes, bueno a veces desearía que lo hicieras, porque al menos entonces habría una razón para que seas insensible y distante." Danni solo podía mirarla, aturdida. “No puedo creer que me estés diciendo esto." "¿Por qué? Porque finalmente alguien te está diciendo la verdad?" Allison dejó su vaso y cruzó una torneada pierna sobre la otra. “No eras feliz en tu casa en la granja, así que cambiaste completamente tu identidad y huiste a la Armada. Te cansaste de eso, así que corriste directamente a la cuneta, donde te revolcaste en whisky durante un año, y por qué? Porque no podías soportar el dolor de perder una buena maldita cosa en toda tu miserable vida!" Ella golpeó con un puño enojado sobre el escritorio, haciendo que su vaso saltara. "¡Y ahora que tienes una segunda oportunidad, literalmente expulsas a Kate de tu vida!"

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Danni la miró con los ojos muy abiertos y profundamente herida. “No puedo creer que estás diciendo todo esto,” dijo de nuevo, su voz baja. "Necesitas escucharlo, Danni," Allison aseguró, poniéndose de pie. Aunque su tono se suavizó, la frustración aún ardía en sus ojos mientras caminaba hacia Danni. “Las cosas no van bien con Mary, como me dijiste, y entonces dónde estás? Aquí, conmigo, escondiéndote en Wayne.” Deslizó sus brazos alrededor del cuello de Danni, una acción que nunca había dejado de hacer, incluso después de haber dejado su romance. "Danni," dijo suavemente, pasando los dedos por el pelo. "Oh, Danni." Se inclinó y dio un suave y reconfortante beso en los labios de Danni. “No te obligues a la soledad emocional por el resto de tu vida. Harv hizo lo mismo, y tuve que esperar y ver hasta que literalmente lo mató con un infarto." Danni atrajo a Allison en un cálido abrazo, necesitando sentir el calor de otra alma. “Los argumentos que pones en lo que concierne a Kate se llena de todo tipo de lógica, cariño,” Allison dijo en el abrazo, “pero no estés en contra de lo que incluso podría acabar siendo un amigo muy querido.” Dejó un beso ruidoso en la mejilla de Danni antes de alejarse. *****

San Diego, California 1943 La noche era cálida y el espectáculo impresionante. Danni estaba sentada de espaldas contra un poste de madera en la playa, mientras Kate estaba recostaba contra su pecho, acunada entre las piernas de Danni. Juntas observaron los fuegos artificiales en lo alto del cielo, los brillantes colores y patrones reflejados en el mar a sus pies. Un fuerte BOOM sorprendió a Kate, haciéndola reírse de sí misma, incluso mientras Danni la acercaba más. "Dios, esto es increíble!" Danni susurró, incapaz de apartar los ojos de la brillantez que tenían delante. "Absolutamente increíble," Kate estuvo de acuerdo. Se movió más hacia atrás en el calor de Danni , un suspiro de absoluta satisfacción escapó de sus labios. "Te amo, Danni." Danni levantó una mano e inclinó la cara de Kate hacia un lado, inclinando la suya para poder mirar a los ojos de Kate. "Te amo también," murmuró, dándole a Kate un beso suave y lento. "Siempre y para siempre." "Siempre y para siempre," Kate murmuró contra los labios de Danni. "Pase lo que pase." XWPColección: Página y Facebook

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Wayne, Nebraska 1968 El enfoque de Danni estaba lejos del extravagante despliegue de los fuegos artificiales que explotaban sobre la mansión de los Hughes. Poco a poco fue sacada de una cálida noche en la playa y de regreso a los ‘Oohhs’ y ‘Ahhs’ que la rodeaban. Allison había alimentado a toda la ciudad en una barbacoa anterior y ahora estaba entreteniendo a las masas con el brillante espectáculo de luces que iluminaba todo el cielo nocturno. "¿Qué piensas?” Allison preguntó, sentada en una silla junto a la de Danni. “Hermoso, no es así?" “Te has superado a tí misma una vez más, Allison,” Danni sonrió, el azul y púrpura de los fuegos artificiales por encima de ellas reflejados en sus ojos. "Realmente hermoso." "Me alegro de que te guste, y me alegro de que te hayas quedado el tiempo suficiente para unirte a mí este año." "Sí, bueno ..." Allison sonrió, apretando la mano de Danni. “Sé que te vas mañana Danni, y quiero que sepas que independientemente de cómo pude haber sido una perra el día de hoy, sabes que siempre eres bienvenida aquí. Con tus dos padres fallecidos, sé que no tienes ninguna verdadera familia con la que hablar." “No, no la tengo y lo sé, Allison.” Volvió a encontrarse con la mirada de su amiga. "Aprecio que me ames lo suficiente como para ser una perra y patearme en el culo. Realmente lo hago." "Y te amo, cabroncilla.” Allison se inclinó y le dio una rápida palmada a la mejilla de Danni. "Yo también te amo. Y no te preocupes, te prometo que haré lo que correcto para mí, ¿de acuerdo?" "No más huir? Sin importar qué idea brillante encuentres?" Allison preguntó, con las cejas arqueadas en desafío.

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Danni negó con la cabeza. "No más huir." Dejó escapar un suspiro pesado y cansado. “Ya se me ocurrirá algo." Estuvieron calladas por un largo momento, viendo el costoso espectáculo de fuegos artificiales antes de que Allison se girara hacia Danni. “Ella es bastante encantadora, sabes." "Sí, lo es." "¿Qué pensaste cuando abriste esa puerta y PUF? Allí estaba Kate.” Allison sonrió, deseando haber podido ser una mosca en la pared para ver la reacción de Danni ante tal sorpresa. "Bueno, en realidad fue al revés. Ella dejó una nota en mi puerta.” Se encontró con la mirada curiosa de Allison. "No estaba en casa." "Lidiando con la loca pareja de ancianos de nuevo, ¿eh?" Allison sonrió. "Te digo, deberías desalojarlos." Danni se encogió de hombros. “Son inofensivos. De todos modos, fui a su habitación de hotel esa noche y sí, ella estaba bastante aturdida cuando abrió la puerta. No creo que pensara que realmente iba a aparecer." "¿Por qué lo hiciste?" Allison preguntó, aceptando una bebida de uno de sus sirvientes que deambulaba con una bandeja llena de bebidas mezcladas. "Me encantan los afrutado," comentó, bebiendo de la pajita y metiéndose una cereza en la boca. "Quiero decir, después de tu diatriba de hoy, por qué demonios aparecerías?" "Sabes, a veces realmente te odio." Allison echó la cabeza hacia atrás y una carcajada se escapó. Danni no podía dejar de sonreír. "¡Lo hago! ¡A veces realmente, realmente te odio!" "¿Sí? ¡Pues yo te amo!” Allison agarró la cara de Danni y colocó un ruidoso beso en los labios sorprendidos. “Ahora veamos los cinco mil dólares que invertí en los fuegos artificiales, ¿de acuerdo?"

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Capítulo 27 San José, California 1968 Kate dio un paso atrás, sus dedos tocando su barbilla mientras estudiaba las muestras delante de ella. Su mirada se posó en las tres opciones finales, Megan y Rob parados al lado, esperando su respuesta. Después de todo, ella estaba pagando todas las nupcias. "Me gusta el segundo," dijo finalmente, tomándose su tiempo para decidir. Megan dejó salir el aliento, enviando una mirada de 'te lo dije' a su prometido. "Gracias, mamá." Le dio a su madre un beso en la mejilla y luego reunió las tres muestras. "¿Tenemos una lista de invitados para enviar a estos chicos malos a repartirlas?" “No lo sé; la tenemos?" Kate preguntó, desafiante ceja alzada. “Sé que estabas considerando enviar invitaciones a la familia de tu padre. ¿Has tomado una decisión al respecto?" Megan suspiró, apoyándose contra la encimera de la cocina. “No lo sé. Es es como la abuela y el abuelo Hannigan alguna vez realmente hubieran estado cerca." Miró a su madre. "¿Qué piensas?" “Cariño, no importa lo que pienso. Es tu día, así que a quién quieres allí para compartirlo contigo y Rob?" Kate se sintió un poco incómoda cuando vio un poco de picardía en los ojos de Megan. "¿Qué?" "¿Vas a invitar a Danni?" Irritada, Kate se alejó de los tortolitos. “Megan, esto no es el momento para esto." “No, tienes razón; no lo es." Megan besó a su madre en la mejilla y luego tomó las tres invitaciones de muestra. “Me ocuparé de pedir estas y luego podemos mandar las invitaciones." "Está bien." Kate sonrió a su hija y al que pronto sería su yerno, luego los acompañó a la puerta. “Los veré a ambos para cenar este fin de semana." Al quedarse sola, Kate regresó a su casa, disfrutando de la hermosa brisa de finales de Julio que soplaba a través de la casa con todas las ventanas abiertas y las puertas

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mosquiteras. Se dirigió a la cocina y comenzó a buscar a través de los gabinetes, tratando de decidir sobre qué preparar para la cena cuando el estridente timbrazo del teléfono interrumpió su contemplación. Kate levantó el auricular que estaba conectado al teléfono montado en la pared y se lo llevó a la oreja. "¿Hola?" "Hola, Kate. Soy Danni." Kate se detuvo en seco, su voz impactando en su sistema. "Hola, Danni. ¿Cómo estás?" Ella se las arregló. No habían hablado durante casi dos meses, y no esperaba volver a saber de ella. Danni se rió entre dientes. “Estoy bien. ¿Cómo estás? Y, ¿por qué siento que debería decirte que estoy sosteniendo una pila de toallas recién lavadas?" Kate sonrió, lo cual se escuchó en su voz. "¿Lo estás?" “No, pero si quieres, puedo correr y agarrar algunas." Kate no pudo evitarlo; se rió como una colegiala. "Te doy cinco segundos." Danni contó cinco segundos, no del todo segura de por qué estaba jugando. Finalmente, destapó el teléfono. “De acuerdo, estamos bien." "¡Excelente! No voy a tener que lavar las toallas mañana entonces." Danni se rió, realmente divertida. "Está bien, bueno haciendo a un lado esto, llamé para hacerte una pregunta." “Muy bien,” Kate respondió, apoyada en la encimera. "Espero tener una respuesta para ti." “Si no lo haces, me temo que pondré en duda tus habilidades maternas,” Danni aseguró. "¿Disculpa?" Danni se rió de nuevo. "Quiero crear un juego de comedor para unos recién casados, pero necesito tu ayuda para entender su estilo y sus preferencias." Danni hizo una pausa, seguida por el silencio. "Ideas?"

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La mano de Kate flotó hasta su pecho, conmocionada y profundamente conmovida. "Oh, Danni," susurró. “No puedo creer que harías algo así. Bueno, supongo que puedo, pero guau. Eso es un trabajo inmenso." "Sí, pero quiero hacerlo. ¿Estás de acuerdo con eso?” La incertidumbre era evidente en la voz de Danni. “Estoy muy de acuerdo con eso, Danni. Desde el fondo de mi corazón, gracias." Kate tomó el cable del teléfono para evitar que se enredara mientras se dirigía a la mesa de la cocina y se sentaba. "Creo que a Megan realmente le encantaría eso. Después de todo, ella realmente quiere conocerte." "¿Sabe quién soy?" Danni preguntó, sorprendida. También ella maniobró el cable telefónico para que pudiera sentarse en su escritorio desde donde había estado caminando nerviosamente frente a la ventana. "Quiero decir, aparte de conocerme cuando ella tenía 2 años." Kate sonrió ante eso. "Mi hija es muy brillante, pero una memoria eidética no posee." "Hmm, qué mal. Esperaba que me pudiera decir exactamente la edad que tengo,” Danni bromeó, incapaz de mantener la sonrisa de sus labios. Tenía que admitir que estaba disfrutando de sus pequeñas bromas inmensamente. ¿Cómo fue que hablarle a Kate por primera vez en dos meses – después de no hablarse durante diecinueve años – parecía disolver el tiempo? "No eres vieja, Danielle, ni te ves." Kate sonrió ante la risa en el otro lado de la línea. “Además,” continuó, “si eres mayor que yo. Eres, después de todo sólo un año mayor que yo." "Está bien, está bien, buen punto. Entonces, sobre esta mesa." Danni agarró una tableta de papel y lápiz, con la punta lista. Mientras Kate describía los gustos y la disponibilidad especial de Megan, Danni comenzó a dibujar y tomar notas. "¿Le gusta la madera más clara o más oscura?" Preguntó, esperando escribir la información. “Más oscura,” Kate dijo, visualizando todos las diferentes muebles que ella y Megan había visto juntas. Una amplia sonrisa se extendió por su rostro. “No tienes idea de lo emocionada que estará, Danni." “No puedes decirle, sin embargo. Quiero que sea una sorpresa," Danni dijo, arrojando el lápiz al escritorio y sentándose en su silla.

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"¡¿Cómo se supone que debo quedarme callada?!" Kate gimió. Danni se rió. "No tengo idea, pero tienes que hacerlo." Estuvo callada por un momento, entonces, "Así que cómo has estado? ¿Cómo está todo?" "Todo está bien, atareado. Con la boda programada para el próximo mes, Megan corre como una gallina con la cabeza cortada, preocupándose por cada pequeño detalle. Te lo digo, Danni, estoy muy contenta de que sólo tuve una hija; si tengo que hacer lo de la boda, madre de la novia otra vez," puso los ojos en blanco y suspiró. "De ninguna manera." Danni se rió entre dientes. “ Me puedo imaginar que es estresante, sobre todo tener que hacerlo todo tu sola. Estoy segura de que todo está probablemente ya resuelto, pero si necesitas algo, házmelo saber." Kate sabía que había una posibilidad de que Danni fuera amable y solidaria, pero decidió aferrarse a la oferta. "¿Quieres saber qué puedes hacer por mí?" "Dilo." Una vez más, Danni tomó el lápiz, lista para anotar cualquier cosa que Kate pudiera necesitar de ella. "Muy bien. Ven a la boda de mi hija." Danni arrojó el lápiz de vuelta al escritorio, una mano subió a sus ojos. “Juegas sucio, no?" "Sí, lo hago." Kate esperó con la respiración contenida, esperando sin esperanza que Danni hiciera esto por ella. "Está bien, Kate. Estaré allí." "Gracias. Desde el fondo de mi corazón, gracias," Kate dijo, su voz suave y llena de afecto. Los ojos de Danni se cerraron, la suavidad de la voz de Kate y las palabras llenas de mucho más que gratitud que las palabras pudieran expresar. Alcanzaron y tocaron una parte profunda de Danni que realmente creía que había muerto hacía mucho tiempo. "Debería irme." "Está bien.” Kate podía oírlo en la voz de Danni , y de alguna manera podía sentir la agitación en su interior. Por un momento pensó en retirar su solicitud, pero algo la XWPColección: Página y Facebook

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detuvo. No, quería ver a Danni, y realmente quería compartir el momento con ella. Se sentía de alguna manera correcto, como si fuera el lugar donde Danni había estado todo el tiempo. Para el bien de Megan deseaba que George estuviera allí, en lugar de tomar la salida del cobarde, pero en su propio corazón, era a Danni a quería allí, sentada a su lado. "¿Danni?" "¿Sí?" Danni dijo, su voz tranquila, casi un susurro. Realmente necesitaba colgar el teléfono con Kate, necesitaba distanciarse de lo que había solo accedió a hacer. “No puedo esperar a verte.” Kate no podía guardárselo. “Gracias por llamar y gracias por ... bueno, simplemente gracias." "Adiós, Kate," Danni dijo suavemente, luego colocó el teléfono en su horquilla. "Mierda, oh mierda, oh mierda," susurró, la cara enterrada en sus manos. "¿Qué acabo de hacer?" Kate colgó el teléfono en su extremo también, su corazón latía con nerviosa excitación. Tenía muchas ganas de contarle a Megan su sorpresa, pero decidió mantener su palabra con Danni y se mordió su lengua, literalmente. El otro regalo –la llegada de Danni – era para ella, y no podía esperar. A pesar de que ya no estaban en San Diego, sería surreal pasar tiempo con Danni en California de nuevo. Danni suspiró y se levantó de la silla, tomando la tableta de papel que ella había dibujado el boceto. No tenía mucho tiempo antes de la boda, así que sabía que tenía que ponerse en marcha con el juego de comedor. Se dirigió a su taller, Healy y Anicka siguiéndola, cada una yendo directamente a las grandes y mullidas almohadas que Danni había hecho para ellas unos años antes. Puso la hoja sobre la mesa de trabajo, con los codos apoyados a cada lado mientras estudiaba las líneas del diseño. En su mente, vio la pieza terminada, así que ahora solo tenía que descubrir la mejor y más rápida forma de hacer el trabajo. Tres horas y mucho aserrín más tarde, Danni estaba ya con en la tercera silla. La radio emitía la canción más reciente de Jimi Hendrix, que Danni apenas escuchó, ya que estaba concentrada únicamente en su trabajo. Estaba tan concentrada, de hecho, que no escuchó a Mary entrar al taller y venir detrás de ella para abrazarla. Sobresaltada, Danni casi empujó a Mary al suelo. "¡Jesús!" Ella jadeó, una mano hacia su corazón acelerado. Mary sonrió. "Lo siento, bebé. No quise asustarte."

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“Alégrate de que no estaba utilizando la sierra de mesa. " Aceptó el beso que le dio. “Pensé que no vendrías este fin de semana,” Danni dijo, volviendo a su trabajo. En verdad, estaba un poco irritada por tener que entretener a Mary, ya que había planeado sumergirse en el regalo de Megan. "Cambio de planes. Mis padres decidieron no venir para el fin de semana, así que lo hice en cambio." Mary vio a su novia trabajar, siempre excitada por el poder en las manos de Danni . “¿Para quién es esto?" “La hija de una amiga mía se va a casar,” Danni explicó distraídamente mientras lijaba a mano la pata de una silla. Cuando estuvo perfecto, sopló el aserrín y bajó la pata. "¿Qué amiga?" Mary preguntó, con las cejas fruncidas. "Una vieja amiga de California." Mary cruzó sus brazos sobre su pecho. “No pensé que Carol tuviera hijos." Danni pudo escuchar la creciente acusación en la voz de Mary. Miró a la mujer más joven, tratando de mantener su paciencia intacta. “No es para Carol, Mary. La hija de mi amiga Kate, Megan se va a casar el mes que viene, así que le haré un juego como regalo." Las cejas de Mary se dispararon. "¿Un juego de comedor completo como regalo de bodas, Danni? Eso es mucho, no crees? Nunca he oído hablar de esta mujer Kate, así que no me puedo imaginar que tan buena amiga es." Totalmente irritada ahora, Danni apoyó una mano en su cadera. “¿Por qué tienes que hacer esto cada vez que haces una pregunta y luego no obtienes la respuesta que esperas?" "¿Hacer qué? ¿Encabronarme porque me ocultas cosas?" Mary escupió enojada. "¿Qué te escondo? Me hiciste una pregunta y te di una respuesta, fin de la historia. No intentes cavar porque no encontrarás nada más que tierra." Aunque Mary quería defenderse, podía decir que Danni no estaba de humor, y probablemente la enviaría a casa. Lo había hecho antes, después de todo. “No vine aquí a pelear, bebé,” dijo, su voz bajando a un tono que le dijo a Danni exactamente por qué había venido. Ella pasó sus manos por los musculosos brazos de Danni y luego abajo sobre el pecho de Danni, deteniéndose en sus pechos cubiertos con la camiseta. “No nos venos tan a menudo, ya sabes."

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Danni estuvo muy tentada de alejar a Mary y, de hecho, enviarla a hacer las maletas. Aun así, pensó que tal vez sería una buena idea sacar a Kate de su cabeza, y Mary parecía ser la manera perfecta de hacerlo. Levantó las manos y comenzó a desabrochar la blusa de Mary. “Entonces no me cuestiones todo el tiempo,” ronroneó, inclinándose y dejando un rastro de besos a lo largo del cuello de Mary. Mary se mordió el labio para detener cualquier réplica, mientras sus manos se movían arriba y debajo de la camiseta de Danni, sus dedos deslizándose sobre la suave firmeza del estómago de Danni. "Hay muchas capas de ti, Danni," murmuró, la cabeza cayendo hacia atrás cuando una lengua le recorrió la garganta. “No siento que tuviera acceso a todas ellas." "Nadie lo tiene," Danni dijo contra el cuello de Mary. " Me gusta de esa manera.” Sus dedos empujaron la blusa de los hombros de Mary, revelando la hermosa parte superior del cuerpo de la joven. Todo lo que quedaba por hacer era desabrochar su sujetador, lo cual hizo, liberando una suave plenitud. Mary gimió cuando fue ahuecada, sus propias manos encontrando el camino hacia los pechos de Danni. “No me gusta, sin embargo,” suspiró, una cálida sensación moviéndose a través de ella. "Eso está muy mal," Danni murmuró, agarrando a Mary por la cintura y alzandola la corta distancia para sentarla en el borde de la mesa de trabajo. Deslizó sus manos arriba y debajo de la falda de Mary, empujando el material mientras avanzaba, las piernas de Mary se abrieron en el proceso. Mary agarró las caderas de Danni y la atrajo más cerca hasta que Danni se paró entre ellas. "Hay partes de mí que encerré hace mucho tiempo, Mary," Danni susurró contra los labios de Mary . Mary aceptó el beso profundamente apasionado, sus dedos entrelazados en el cabello de Danni . Cuando el beso se rompió, empujó a Danni lo suficientemente atrás como para poder mirarla a los ojos. “Desearía que a veces me dejaras entrar, Danni,” dijo suavemente. Metió largos mechones de cabello detrás de la oreja de Danni. “Hemos estado juntas durante más de un año y sin embargo siento que no te conozco en absoluto." Los dedos de Danni se deslizaron entre las piernas de Mary, capaces de sentir cuán saturadas ya estaban las bragas de Mary. Usó las puntas de dos dedos para presionar contra Mary y frotar en un círculo lento y tortuoso. Mary gimió y se aferró a ella. "Sabes tanto de mí como cualquiera, Mary," susurró contra los labios de Mary. “No puedo darte más que eso."

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Mary jadeó cuando Danni empujó sus bragas a un lado y la penetró con dos dedos. "Sin embargo, me siento obligada a intentarlo," gimió, sus palabras entrecortadas mientras su cuerpo sucumbía ante eltoque de Danni. "¡Oh, mierda!" Gritó, tomada por sorpresa de que su orgasmo sucediera tan rápido. Danni sostuvo a Mary con ella por un momento, permitiendo que la mujer más joven recuperara el aliento. “Sólo necesito que entiendas eso sobre mí, Mary,” dijo suavemente, acariciando la espalda y el cabello de Mary. "Estoy dando todo lo que puedo o estoy dispuesta a dar.” Le dio un beso suave en la frente de Mary luego se alejó, sus huskies siguiéndola fuera del taller.

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Capítulo 28 San José, California 1967 Kate estaba parada junto al fregadero de la cocina, el agua chapoteando en el suelo mientras lavaba agresivamente las vasos de sus amigos de su juego de cartas de esa noche. Su ira era como una olla a fuego lento dentro de ella, pero el calor había subido y estaba lista para derramarse. No sirvió de nada cuando el vaso que estaba lavando se resbaló y se rompió en el borde del fregadero, y un trozo de cristal se le enterró en la palma. "¡Maldición!" Ella exclamó, tirando el estropajo y agarrando un paño seco para envolver su mano. "¿Qué pasó?" George preguntó, entrando rápidamente en la habitación. "¿Qué hiciste?” Preguntó, agarrando la mano de Kate. Ella la retiró de él y lo miró. "Aléjate de mí, George. Eres la última persona que quiero ver en este momento." George quedó desconcertado, con los ojos muy abiertos por la sorpresa. "¿Qué diablos hice?" "¿Qué diablos hiciste?" Ella repitió. "¿Me estás haciendo esa pregunta en serio? ¿Qué diablos hiciste?" La olla había llegado oficialmente al punto de ebullición. “Insinuaste frente a Jay y su esposa que estoy teniendo un romance con Bill en el trabajo! Eso es lo que hiciste!" Pasó junto a él y hacia las escaleras donde subió al segundo piso. En el baño sacó el botiquín de primeros auxilios. “Bueno, no lo estás?" George escupió, siguiéndola a la pequeña habitación donde estaba parado en la entrada, bloqueando su salida. "Sal de mi camino," ella gruñó, con el kit en mano. “George, te lo advierto, sal de mi camino!” Ella empujó el pecho de él, pero era casi 30 centímetros más alto y pesaba más que Kate por casi 45 kilos; era como tratar de mover una montaña. "No hasta que me digas la verdad. ¿Estás cogiendo con él?" George exigió, su cara se puso roja, las venas en su cuello estaban paradas en posición de firmes. "¡Sé que lo estás! Sé que estás cogiendo con ese tipo del trabajo."

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Kate lo miró, medio en estado de conmoción y media serpiente de cascabel enojada. "¿Quién diablos crees que eres para hablarme de esa manera?" Ella gruñó. Todavía sangraba, así que colocó el botiquín de primeros auxilios en la encimera del baño y comenzó a limpiar el corte profundo. “Soy tu marido!" George rugió. “Este es un pequeño detalle que creo que has olvidado a lo largo de los años, si es que alguna vez lo has sabido!” Cuando Kate no respondió, la furia de George alcanzó un nivel peligroso. Él la agarró y le dio la vuelta, obligándola a mirarlo. "Igual que fuiste a coger con Danni cuando regresó a la ciudad, ¿eh?” Kate no pudo enmascarar su sorpresa a tiempo. "Lo sabía." Él la empujó lejos, haciéndola caer de espaldas en la bañera, donde cayó por el borde y aterrizó en la fría porcelana con fuerza. "Tu maldita puta. ¿Crees que no supe que fuiste a verlo esa noche? ¿Huh? ¿Crees que soy estúpido!?" Kate salió de la bañera, incluso cuando su espalda baja le gritaba. Sabía que estar enjaulada en un espacio tan reducido no era bueno. Usando cada parte de su fuerza y miedo, empujó a George y salió del baño. Él la siguió mientras bajaban las escaleras. "¡Fuiste y cogiste con él! ¡Dejaste a mi hija con la maldita vecina para que pudieras ir a putear con esa basura!" Kate apretó la mandíbula mientras le daba una cruel bofetada a la cara de George. “Nunca vuelvas a hablar de mí o de Danni de esa manera. No sabes de lo que estás hablando." George sabía que su temperamento estaba a punto de descontrolarse, y no quería arriesgarse a lastimar a Kate. Sin decir una palabra más, salió corriendo de la casa y hacia la fría noche de Enero. Profundamente alterada y con la espalda y las manos lastimadas, Kate terminó de limpiarse la mano y luego terminó de lavar los platos y limpiar el desorden del juego de cartas. Apagando las luces de toda la casa, se dirigió al dormitorio donde se cambió para acostarse y se metió dentro. Era una noche fría, pero se sentía aún más fría y entumecida. Realmente no tenía idea de donde George tuvo la idea de que ella y Bill tenían algo remotamente parecido a una aventura, pero estaba en la mente de George, y no iría a ninguna parte, independientemente de lo que dijera Kate. Entonces pensó en Danni. Todos estos años y no tenía ni idea de que George lo sabía todo el tiempo. No tenía idea de por qué él nunca había dicho nada, aparte de que quizás quería tratar de mantener intacto el matrimonio. No pudo evitar recordar su aceptación su menos que entusiasta propuesta de matrimonio de George veintiún años antes. Ella siempre sospechó que George sabía que su corazón nunca había estado en el matrimonio, sin embargo, él siempre había estado con ella y luego Megan, quién llegó casi de inmediato. XWPColección: Página y Facebook

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Kate jaló de las mantas hasta su barbilla mientras se giraba de costado y se acurrucaba. La punzada de culpabilidad que la había remordido durante años era irrazonablemente fuerte esta noche. Sintió fuertes mandíbulas y dientes afilados que rasgaban cualquier apariencia de felicidad y satisfacción que había logrado obtener para sí misma, principalmente a través de su hija y su carrera. Finalmente, Kate pudo quedarse dormida, solo para despertarse unas horas más tarde, cuando George entró a trompicones en la habitación, borracho y torpe. Ella levantó la cabeza y lo observó mientras él se quitaba la ropa, dejándola esparcida por el suelo para que ella la recogiera a la mañana siguiente. Vestido sólo con boxers, se metió en la cama. "¿A dónde fuiste?" Ella preguntó, su voz tranquila y ligeramente tímida. “A Ralph,” George explicó, lo cual no era una gran sorpresa ya que el pequeño bar era su lugar favorito. "¿Puedo hacerte una pregunta?" Le preguntó, yaciendo de costado de espaldas a ella. "Por supuesto." "¿Alguna vez me amaste, Kate?" Kate pensó en su respuesta por un momento. Finalmente, suspiró y respondió. “Es difícil no amar al hombre con el que he estado casada durante veintiún años." “No es realmente una respuesta, pero estoy seguro de que es lo mejor que obtendré." Se giró hacia su espalda y la miró. “Lamento lo de tu espalda. ¿Estás bien?" “Estoy bien." Susurró y miró hacia el techo. “No podemos seguir haciendo esto." Se encontró con sus rasgos sombreados. “No quiero seguir haciendo esto." "¿Qué estás diciendo?" "Estoy diciendo que creo que este matrimonio se ha acabado." George suspiró y miró hacia el techo. “Te estás acostando con Bill, verdad?" Preguntó en voz baja, aunque era más una afirmación que una pregunta. "George, maldita sea, no." Ella se sentó, jalando de sus piernas hacia su pecho y de frente a él. "Bill es un amigo, aunque más colega que cualquier otra cosa. Y no, tampoco tiene nada que ver con Danni. No lo he visto en dieciocho años, George."

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George la miró. "¿Qué tiene que ver con esto?" "Yo. Así de simple, yo." Kate se golpeó el pecho. “No soy feliz, y tú tampoco, si eres honesto constigo mismo." Sin previo aviso, George se levantó de la cama y salió del dormitorio, dando un portazo a la habitación de invitados después de que él entró. "Maldición, George," Kate susurró.

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Capítulo 29 San Diego, California 1943 Danni pasó los dedos por el cabello de Kate mientras Kate yacía acurrucada con ella en la cama de Kate. Era tarde, y después de una noche activa haciendo el amor, las dos luchaban contra el sueño, deseando tanto tiempo juntas como fuera posible. Afortunadamente, las lágrimas se habían secado hace un par de horas, mientras abatía a Danni ver a Kate tan molesta. "Tal vez podríamos comenzar de nuevo en otro estado," Kate ofreció, añadiendo a su conversación sobre la vida después de que Danni volviera a casa. "Podríamos abstenernos de California y Nebraska y comenzar de nuevo." Kate levantó su cabeza, apoyando su mejilla en una palma levantada. "¿Qué piensas? Ir a un lugar donde nadie te conozca y sepa quién realmente eres." Danni sonrió, acariciando el lado de la cara de Kate solo por la única razón de que necesitaba tocarla. "O eso o puedo volver a ser quien soy y podemos ser 'viejas solteronas' juntas." Kate sonrió, completamente divertida. " Oh sí, ahí tienes. Podemos afirmar que somos hermanas y simplemente – suspiró – nunca encontramos al hombre adecuado para casarnos." "¿Crees que hay otras mujeres por ahí? " Danni preguntó, deslizando sus dedos arriba y abajo por la espalda desnuda de Kate, sonriendo cuando vio un escalofrío recorrer a Kate. "¿Ya sabes, mujeres que aman a otra mujer?" "¿Te refieres además de Allison?" Kate preguntó, su voz ligeramente con amargura. “Ella vendrá tras de ti cuando vuelvas a casa, lo sabes, ¿verdad?" "Detente.” Danni dio un manotazo juguetón pero firme a la nalga de Kate. “Ella no es una amenaza y ya debes saberlo." "¿Nunca la amaste?" Kate preguntó, sus propios dedos trazando perezosos senderos sobre el estómago de Danni, los músculos estremeciéndose debajo de la piel suave. “No,” Danni dijo, sin pensarlo. “Me preocupo por ella: fue buena conmigo y fue especialmente buena con mi familia, pero eso es todo. Y, creo que Allison es una mujer

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con demasiado dinero y tiempo en sus manos, así que se involucra un poco en esto y un poco en aquello." “¿Quieres decir, que ella no te amaba?" “No, No creo que lo haga o haya hecho. Yo era una distracción para ella, Kate. Diversión. Nada mas." "¿Y estuviste de acuerdo con eso?" Kate preguntó, sorprendida. "Mucho. Ella me ayudó y me enseñó algunas cosas muy valiosas." Sonrió y movió sus cejas sugestivamente. "Eso es cierto," Kate se rió, dejando caer un rápido beso en los labios de Danni. Estudió a Danni por un largo momento. "¿Puedo decirte algo realmente loco?" "Por supuesto.” Danni ahuecó la cara de Kate, repentinamente sobrepasada por una profunda emoción y afecto por ella. Colocó un beso suave y significativo en los labios llenos y sobresaltados. "Lo siento. Tenía que hacer eso primero." Kate casi se desmaya, ya que podía sentir cuánto amor había recibido en ese beso bastante simple. “¡Estás perdonada,” sonrió, rozando la mandíbula de Danni con dedos suaves. "¿Qué quieres decirme?" Danni preguntó, intentando mantener su concentración mientras sentía agitación no solo en su corazón sino también más al sur. "Me pregunto cómo se verían nuestros hijos," Kate admitió, sintiéndose estúpida en el momento en que las palabras salieron de su boca. Para uno era completamente imposible, y bastante presuntuoso que Danni quisiera tener hijos, o los quisiera con Kate. “Bueno,” Danni dijo, su voz suave y melancólica. “Me imagino que serían absolutamente hermosos, siempre y cuando se parezcan a ti. Quisiera que tuvieran tu corazón,“ continuó, colocando su mano sobre el pecho de Kate, “tu inteligencia e impulso, y tendrían que tener tus ojos. Bebé, esos ojos pueden quemarme en el sitio!" Kate sonrió, encantada y aún más enamorada. "Oh no. ¡Deberían parecerse como tú! Danni, perteneces a la pantalla de cine.” Trazó los rasgos de la cara de Danni con un dedo. “Nunca he visto a nadie tan hermoso antes. Incluso luciendo como un hombre, eres realmente deslumbrante. Me pregunto cómo te veías antes. ¿Tienes algunas fotos?"

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Danni se rió entre dientes y negó con la cabeza. "Eso sería un gran, gigante no. Aqui no. ¿Te imaginas si me atrapan con ellas?" "Podrías decir que tienes una hermana gemela." Danni puso los ojos en blanco. “Eres una boba." "Tu eres boba." "Yo boba," Danni estuvo de acuerdo, jalando de Kate hacia abajo para un beso profundo. Seis horas después, Danni y Kate estaban de pie en el puerto, con la bolsa de lona gigante de Danni a sus pies. Abrazaba a una llorosa Kate, luchando con todo lo que tenía dentro para no llorar: tenía que mantenerse fuerte tanto para Kate como para ella misma. “Por favor, no llores, bebé,” susurró en el oído de Kate. "Por favor." Kate se odió a sí misma por derrumbarse. Se había prometido que no lo haría, que sería fuerte por Danni, pero una vez que llegaron al puerto, había perdido el tenue control de sus emociones. “Lo siento,” sollozó, usando el pañuelo que Danni le había dado para secarse los ojos y la nariz. “Dios, lo siento." Se rió con tristeza. “Juré que no te haría esto, pero no puedo parar." Danni se inclinó y le dio un beso prolongado a los labios salados de lágrimas. "Te amo." "Yo también te amo." Kate abrazó a Danni con tanta fuerza que les dolió a ambas, pero necesitaba sentir a Danni, necesitaba que Danni la sintiera. Si pudiera, habría abierto a Danni y se hubiera metido adentro. "Me tengo que ir, bebé," Danni susurró, un nudo formándose en su garganta. Ahuecó la cara de Kate y le dio un beso posesivo, duro. "Por favor escríbeme." “Empezaré tan pronto como regrese a casa,” Kate prometió, sabiendo que era ridículo, teniendo en cuenta que no tenía idea de dónde estaría Danni. Danni se apartó, la mano de Kate todavía sostenía la suya. Se agachó y gruñó mientras empujaba su bolsa de lona en su hombro, sosteniendo la mano de Kate incluso mientras continuaba retrocediendo. Cuando finalmente ninguno de sus brazos alcanzaría más, la mano de Kate cayó de la suya.

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"Te amo," dijo de nuevo, incapaz de pensar en otra cosa que decir. Viendo a Kate parada allí, nuevas lágrimas corriendo por sus mejillas, su corazón se rompió. "Vuelve a mí," Kate le gritó. "¡Por favor, vuelve a mí!" "Lo haré." Danni le lanzó un beso, luego se giró y se dirigió hacia la rampa de desembarco, sabiendo que sería mejor acabar de una vez en lugar de prolongarlo. Parpadeó varias veces, para controlar sus propias emociones, sabiendo que tenía un trabajo que hacer y un deber para su país y para ella misma. *****

San José, California 1968 Kate estaba sentada en el porche, con una taza de café en la mano. Contemplaba el floreciente día mientras estudiaba el pasado. Cuando regresó a su casa aquel fatídico, doloroso día, Carol había estado sentada en el sofá, su propio rostro cubierto de lágrimas y rayas de maquillaje. Echó un vistazo a la cara de Kate caundo entró a la casa y las dos se apresuraron la una a la otra, reuniéndose en un fuerte abrazo de lágrimas y comprensión. Fue la última vez que las dos intercambiaron cualquier tipo de gesto de amistad. Hasta que George se suicidó, eso es. Kate se sacudió de sus recuerdos, sorprendida de encontrar sus mejillas mojadas por las lágrimas. Se las secó mientras se reincorporaba al mundo de los vivos, a tiempo para escuchar el timbre de su teléfono adentro. Levantándose del columpio del porche, Kate se apresuró a entrar. "¿Hola?" Dijo por teléfono. Hizo una pausa mientras escuchaba a la persona que llamaba en el otro extremo. "Hola, Steve, ¿cómo estás?" Le preguntó al presidente de su departamento en la universidad. "¿Hoy? Um, claro. Puedo estar allí en una hora." Ella escuchó, sus dedos jugaban con el cable del teléfono mientras una leve energía nerviosa la atenazaba. "Está bien, hasta luego." Kate colgó el auricular, mirándolo por unos momentos como si fuera una serpiente que la mordiera. Finalmente, dejó escapar un profundo suspiro y se apresuró a subir las escaleras para cambiarse y dirigirse a la escuela.

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Munson, Maine 1968 Danni dejó el último sartén lavado para secar sobre la toalla extendida, su cena de burritos picantes todavía subía en eructos silenciosos y acidez estomacal. “Lo sé mejor,” murmuró para sí misma, sabiendo muy bien que sufriría toda la noche por su deseo insaciable de todas las cosas calientes y picantes. Con poco tiempo para lamentar sus ansias, se secó las manos con una toalla y se dirigió al teléfono que sonaba. "¿Hola?" “Hola Danni, soy Kate." Danni se sentó en la silla cercana, frunciendo el ceño. “¿Qué pasa?" Ella preguntó de inmediato. Kate, que estaba acurrucada en el sofá, sonrió. “¿Cómo sabes que pasa algo?" “Posiblemente porque suenas como si estuvieras a punto de llorar,” Danni dijo simplemente. “Así que, qué pasa?" Kate suspiró profundamente en el teléfono, secándose las lágrimas. "Me has pillado. Perdí mi trabajo hoy." "¿Qué?" Danni se levantó en su silla, el pánico se apoderó de su corazón. "Sip. Steve – nuestro jefe de departamento – dijo que con ‘los chicos yendo a la guerra, nuestros números están bajando. No puedo evitarlo pero me parece interesante que las únicas tres personas despedidas de mi departamento fueron las dos mujeres y un hombre negro. ¿Sabes lo que dijo cuando mencioné ese hecho?" "Qué fue?" Danni preguntó, su voz suave y comprensiva. Kate suspiró y apoyó una mano en su frente. "Y cito: 'Tengo suficiente de esos malditos tipos hippies predicando. No necesito que una profesional como tú se una al desfile'." Kate rodó los ojos, incluso mientras se limpiaba más lágrimas. "¿Puedes creerlo?" “Ah Dios, lo siento." Danni se estiró para alcanzar la libreta y el lápiz que descansaba sobre la mesa: algo que mantenía para la repentina inspiración de ideas artísticas. Agarrando el lápiz entre sus dedos, colocó la punta sobre la libreta. "¿Cuánto necesitas?"

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"¿Qué?" Kate se levantó, completamente insultada. "¡Danni! No te llamé para pedirte dinero. Llamé porque necesito una amiga. Fuiste increíblemente generosa en tu ayuda con el dinero el año pasado y te lo agradezco, pero si crees por un segundo que todo lo que quiero es tu dinero, entonces puedes besar – " "¡Guau!" Danni interrumpió. "Guau. Espera, lo siento.” Rápidamente, pensó en lo que acababa de decir en comparación con lo que Kate había dicho y se dio cuenta en un instante que las dos no estaban ni de cerca del mismo sitio. “Lo siento. Nunca quise ofenderte." Se pasó una mano por su cabello, lanzando el lápiz a la mesa. Lo miró mientras rodaba fuera de la mesa y hacia el piso donde Healey lo olfateó antes de continuar su camino hacia su cuenco de agua. “Lo siento,” dijo de nuevo. Kate se obligó a calmarse, dándose cuenta de que tal vez en su pánico y malestar, tal vez había reaccionado con más fuerza de la necesaria. Dejó escapar un suspiro pesado, estresado. “Lo siento, Danni. No merecías ese ataque. Estoy realmente molesta y estresada en este momento. Quizás no debería haber llamado –” "¡No!" Danni cerró los ojos, una mano subiendo para cubrirlos. "Maldición," susurró. "No," dijo de nuevo, su voz una vez más suave y relajante. “Me alegra que lo hayas hecho. ¿Necesitas algo?" Preguntó, probando un tacto diferente. "¿Algo en absoluto?" “Sólo alguien que me diga que todo va a estar bien,” Kate dijo, sus palabras saliendo como un sollozo al final. Danni acarició el cable del teléfono, deseando por todo lo que valiera que fuera la cara de Kate la que acariciaba. “Estará bien, cariño." La palabra cariñosa salió antes de que pudiera detenerse, pero lo dejó pasar. Esperando que en esta situación estresante Kate no lo tomaría por nada más de lo que estaba destinado a ser. "Te lo prometo; todo estará bien." "¿Cómo pudieron hacerme esto, Danni?" Kate lloró, secándose más lágrimas. “He estado en esa escuela por diez años! Sé que he estado allí más tiempo que algunos de los otros tipos. Es tan injusto!" "Lo sé. Lo sé," Danni comprendió. "¿Por qué crees que abrí mi propio negocio?" Kate sonrió entre lágrimas. “Creo que tienes la idea correcta." "Siempre puedes venir a trabajar para mí, sabes. Puedes ser la Profesora de Industria Mumbo Jumbo."

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Kate se rió abiertamente, agradecida por el humor de Danni. "Claro. Tal vez pueda meter una o dos clases de historia sobre su empresa." "¿Ves?" Danni se entusiasmó, sonriendo ante la idea. “Ahora estás pensando!" Kate se rió de nuevo, pero pronto las lágrimas la golpearon de nuevo. "Me encanta lo que hago, Danni. De verdad, realmente amo lo que hago. Y, además de eso, ¡las clases comienzan en dos semanas!" "Lo sé y sé que duele. Sabes Kate, a veces el Universo tiene un plan diferente para nosotros de lo que pensabamos que alguna vez haríamos. Honestamente, crees que a los 5 años de edad pensé que terminaría dirigiendo mi propia empresa? Diablos, no!" “¿Qué pensabas que estarías haciendo?" Kate preguntó, bebiendo de la taza de café que descansaba sobre la mesa de café frente al sofá. Danni se encogió de hombros, a pesar de que Kate no podía verlo. “Pensé que terminaría casada y dirigiendo la granja lechera,” dijo simplemente. "Tuvo más sentido en ese momento. Ahora, mi vida no podría ser más diferente." “¿Estás diciendo que no estoy destinada a dar chases?" Kate preguntó, con el corazón roto otra vez. “No, cariño, no estoy diciendo eso,” Danni dijo suavemente, su voz adquirió un tono suave, reconfortante. “Estoy diciendo que tal vez estuviste en esa escuela todo el tiempo que estabas destinada a estar, y tal vez es el momento de pasar a otra ahora. Quién sabe: tal vez vayas a una universidad privada para mujeres donde tengas ideas progresistas que verdaderamente puedan ser apreciadas y entendidas. Vivimos tiempos difíciles en este momento, Kate, y una mujer como tú – con tu inteligencia y determinación – no es tan apreciada como debería ser. Tal vez esta escuela hubiera retrasado eso. Quizás ya lo haya hecho." Kate se tomó un momento para asimilar las palabras de Danni y se dio cuenta de que tenía toda la razón. “Estoy tan contenta de haberte llamado,” sonrió, secándose las últimas lágrimas. "Verdaderamente. Tienes mucho sentido." “Me alegra de que hayas llamado, también aunque esta llamada te costará una fortuna, y una fortuna que no tienes." “No me importa,” Kate susurró.

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"A mi si. Te llamaré para que esté en mi pago." Kate no tuvo palabras cuando de repente la línea se cortó. A los pocos minutos de Kate acunando el auricular, sonó a la vida. Se llevó el auricular a la oreja. "¿Hola?" "¿Pidió toallas limpias, Sra.?” La voz Danni preguntó en el otro extremo. La sonrisa de Kate fue inmediata y enorme. "Eres una mujer tan boba." "De hecho, lo soy. Pero, volviendo a nuestra conversación anterior. No me lastimes por preguntar esto, pero de verdad estás bien? Nunca dejaría que estuvieras en problemas o prescindieras, Kate." “Lo sé,” Kate susurró, resignada a la bondad de Danni. “Y sí, estoy bien. Me pagarán por este semestre y luego eso es todo. Estoy segura de que en ese período de tiempo puedo encontrar algo más." "Está bien. Si estás segura, lo dejaré pasar. Pero,” Danni levantó un dedo, aunque Kate no podía verlo, “si necesitas algo, estaré profundamente insultada si no llamas y pides. Tengo espías aquí, ¿sabes?" “Sí, he oído todo sobre el hecho de que tú y Carol han estado en contacto durante años,” Kate dijo, un poco más de rabia brillando a través de sus palabras de lo que hubiera deseado. “Lo siento. Estoy siendo infantil." “No, está bien. Sí, hemos estado en contacto, y sí, ella ha sido mi espía. Llámame fisgona, pero quería asegurarme de que estabas bien." Kate sonrió pero no dijo nada. No quería perder el tiempo en el teléfono hablando sobre el pasado; había vivido demasiado de eso sola. "Entonces, estás emocionada de venir aquí para la boda en dos semanas?" El estómago de Danni inmediatamente se retorció en nudos ante el recordatorio. "Estoy lista .... ya tengo mi planet ticket (Compañía de boletaje). Si está bien, llegaré dos días antes. Ya envié el juego de comedor de Megan al almacén que tenemos en San Diego. Quiero ir y asegurarme de que salió bien antes de que Megan lo vea. Antes de que tú lo veas, para el caso." "Tengo tus bocetos, Danni y es tan hermoso. Megan y Rob lo adorarán," Kate le aseguró, recostada en el sofá, con la cabeza apoyada en un cojín.

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Traducción – Martha Lo 2018

“Bueno, me alegro,” Danni dijo suavemente, sus dedos recorriendo a lo largo del cable telefónico, inquieta y solitaria. "Tienes que ir a San Diego, ¿eh?" Kate preguntó. " Sí. Es el almacén más cercano a San José." Kate se quedó callada por un momento, decidiendo mentalmente si era una buena idea ponerle voz a sus pensamientos o no. Finalmente, decidió: ¿por qué no? "Solo una idea. ¿Qué tal si tú y yo vamos a San Diego y aprovechamos el día? Podemos visitar algunos de los viejos lugares a los que solíamos ir. Tal vez comer algo a Puck. Si todavía están abiertos, es decir." Danni digirió las palabras de Kate , sus ojos se cerraron ante la idea y la avalancha de los recuerdos. "De acuerdo, Kate," dijo suavemente. "Podemos hacer eso."

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Capítulo 30 San José, California 1968 Megan terminó con los platos del almuerzo, su madre en el baño ‘preparándose para el invitado misterioso’. Megan no tenía idea de quién era, pero sospechaba que era su tía abuela Maddie, teniendo en cuenta lo loca que su madre había estado por asegurarse de que la casa estuviera limpia y perfecta. Por otra parte, su madre nunca se entusiasmaba tanto con la tía Maddie. Eran tres días antes de su boda, y había estado saliendo con su madre para ayudar lo más que pudiera y tratar de quitar un poco del estrés de los hombros de su madre, sobre todo con la pérdida de su trabajo. La culpa la roía, ya que su madre insistía en pagar la mayor parte de la boda, aunque sabía en su corazón que su madre no podía permitírselo. Megan terminó lo último de la limpieza de la cocina cuando oyó un golpe en la puerta principal. Lanzando el trapo al fregadero, se dirigió a la puerta, viendo a una mujer absolutamente deslumbrante parada al otro lado de la puerta mosquitera. No podía apartar los ojos de la mujer alta, de cabello largo y oscuro y vibrantes ojos azules. Sus jeans ajustados hablaban de un estilo moderno, pero su obvia confianza hablaba de una mujer que ha visto mucho y ha sobrevivido a todo. "¿Puedo ayudarte?" Ella preguntó, tratando de ubicar la cara. En algún lugar dentro de ella sentía como si hubiera visto a esta persona antes. La mujer miró a Megan a los ojos, una sonrisa suave se extendió por sus labios carnosos. "Te pareces mucho a tu madre," dijo, su voz suave y algo melancólica. “Me alegro de verte, Megan." Algo dentro de Megan se colocó en su lugar y sus ojos se ensancharon y una mano se posó en su boca. "¿Danni?" susurró. Danni se sorprendió, incluso cuando Megan abrió la puerta mosquitera para que entrara. "¿Ella te dijo que venía?" Megan negó con la cabeza. "No. Dijo que vendría un invitado misterioso, pero eso fue todo. Yo sólo ...” Se sentía terrible por mirar, pero no podía evitarlo. No solo Danni era sorprendente, sino solo el conocimiento de que su madre amaba a esta mujer, la había amado durante un cuarto de siglo, la golpeó. "Te reconocí por la foto que vi de ustedes dos, durante sus días de la guerra."

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Danni estaba muy sorprendida de que Kate le hubiera contado a su hija sobre su pasado. Se preguntó cuánto de su pasado sabía. "¿Está ella aquí? Vine un día antes." “Sí, ella está aquí." Megan vaciló por un momento, y luego se sintió obligada a abrazar a Danni, una mujer que sospechaba que significaba más para su madre que nadie, excepto tal vez ella misma. Danni se sorprendió por el abrazo, pero lo aceptó, dándole a la chica un apretón rápido antes de alejarse de ella. Todavía estaba maravillada de lo mucho de Kate que veía en ella: su fuego y curiosidad por la vida. Vio la inteligencia y la belleza innegable de Kate. “Es un placer finalmente conocerte, Megan." Le dio un beso en la mejilla. "Felicidades." “Gracias,” Megan sonrió. "Sube las escaleras; ella está en el baño de la izquierda poniéndose el maquillaje." "Gracias." Megan vio a Danni desaparecer por las escaleras, sus pasos rápidos y obviamente ansiosos por llegar a su destino final. Megan sonrió, negó con la cabeza y regresó a la cocina. Kate se inclinó sobre la encimera para examinar su maquillaje de ojos de cerca en el espejo. Satisfecha, retrocedió, mirando la imagen completa. Estaba probando algunos estilos nuevos y más modernos para la boda. Y tal vez, para Danni, aunque se negó a admitir eso para sí misma. A punto de llamar a Megan para ver si lo había hecho bien – como Megan había estado enseñándole – casi se atragantó con sus palabras, al ver a Danni apoyada casualmente en el umbral de la puerta abierta del baño, una sonrisa divertida en su cara. "¡Oh, Dios mío!" Espetó, dándose la vuelta para ver a Danni en persona, y no solo como un reflejo. "¡Danni!" Sin pensarlo, Kate se lanzó al espejismo, feliz cuando fue atrapada en brazos fuertes y muy reales. Kate no tenía idea de que su hija estaba escuchando abajo, divertida y feliz. “Hola,” Danni dijo, apenas logrando mantenerse en pie ante el saludo emocionado de Kate. "Decidí sorprenderte un día antes." “Estoy tan contenta de que lo hayas hecho!” Kate dio un paso atrás lo suficiente como para mirar hacia la cara de Danni. Aunque la había visto unos meses antes, era demasiado tiempo ahora que Danni había vuelto a su vida. “Es tan bueno verte."

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“Es tan bueno verte, también, Kate." "¡Dios mío!" Kate jadeó, con los ojos muy abiertos. "¡La casa es un desastre! No te esperaba – ” "¡Basta!" Danni se rió. “La casa es preciosa y no necesitas tomar ninguna medida extraordinaria por mí, mujer loca." Kate se sonrojó, apartando la mirada. “Sé que estoy haciendo tonta. Solo quiero que las cosas sean perfectas." “Te diré qué: No pasé exactamente mucho tiempo aquí la última vez que me aparecí, así que por qué no me das un recorrido?" Danni sugirió, más para calmar a Kate que porque realmente quería ver la casa que Kate había compartido con George. “Está bien,” Kate sonrió. "Puedo hacer eso." Megan subió las escaleras y fue por el pasillo hasta que se paró frente al baño, sintiéndose culpable mientras escuchaba la conversación entre las dos mujeres. Cuando oyó la sugerencia de un recorrido, trató de regresar rápidamente a la parte superior de las escaleras, pero no lo logró antes de que las dos salieran del baño. Kate miró a su hija, sorprendida de verla merodeando en la parte superior de las escaleras. "Megan," dijo, un poco de acusación en su voz. "¿Ya conociste a Danni, supongo?" "Lo hice," Megan asintió, esbozando una amplia sonrisa para mantener su culpabilidad fuera de su cara muy expresiva. Le sonrió a Danni y luego a su madre. "Creo que las dejaré a las dos. Mamá, regresaré el Viernes." “No vendrás mañana? Todavía tenemos más cosas por hacer, Meg," Kate se quejó. "Si me necesitas, avísame. Pero, hasta donde yo sé, todo lo que tenemos que hacer está hecho. Así que, la boda es el Sábado, y les dará tiempo a las dos para ponerse al corriente." Ella se volvió hacia Danni. “Danni, fue increíble conocerte y estoy muy contenta de que hayas venido a mi boda." "Fue un placer, Megan," Danni sonrió. "¡Genial!" Megan agarró a su madre en un abrazo rápido y luego agarró a Danni en un abrazo igualmente rápido. "¡Nos vemos después chicas locas!" XWPColección: Página y Facebook

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Tanto Kate como Danni se quedaron atónitas ante la salida del torbellino que era Megan. Kate se alejó del lugar donde se había parado su hija y se volvió hacia Danni, con una sonrisa avergonzada en los labios. “Bueno, supongo que eso es todo." Ella dejó el baño y cruzó el pasillo hacia el dormitorio de Megan. “Está es la habitación de Megan, aunque no lo ha sido durante casi cuatro años." Danni echó un vistazo alrededor, notando los carteles que se alineaban en la pared, todos de cantantes y bandas populares. “Le gusta la música, supongo. O le gustaba." "No tienes idea. Creo que su primera palabra fue 'concierto'.” Kate devolvió la sonrisa de Danni ante eso. “De hecho estudió música, se graduará en Diciembre, aunque en realidad no saldrá hasta el próximo mes de Mayo." “Eso es genial." “Este es también el lugar donde te quedarás, si estás de acuerdo con eso,” Kate dijo, apoyada contra la cómoda de Megan. “Oh no, no quiero molestar, Kate. Puedo conseguir un hotel –“ "¿Me vas a insultar en serio al no quedarte en mi casa?" Kate acusó, con la ceja alzada en desafío. Danni se encontró con su mirada, su mente tambaleándose. "Um, ¿no?" "Muy sabio." Kate se apartó de la cómoda y salió de la habitación. "Déjame mostrarte el resto de la casa." La llevó al otro lado del pasillo hacia su propia habitación. "Aquí es donde duermo." Danni miró alrededor de la pequeña y sencilla habitación. Había muy poco que denotaba que alguien vivía o dormía allí: no había objetos personales, fotos ni nada en las paredes o en los muebles. Su mirada se posó en la cama prolijamente hecha y sintió una pequeña punzada, pensando que todas las noches era donde Kate dormía. Tuvo un rápido destello de cuánto le gustaba abrazar a Kate, incluso durante las cálidas noches de California. Sacudiéndose fuera del territorio peligroso, siguió a Kate fuera de la habitación y al pasillo. “¿Qué hay allí?" Preguntó, mirando hacia la puerta cerrada al final del pasillo, considerando que todo lo demás era abierto y acogedor.

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Kate miró hacia la puerta, luego las condujo hacia las escaleras. "Esa solía ser el dormitorio que compartía con George," dijo en voz baja, "y donde él se suicidó. Ya no uso esa habitación." Danni no dijo nada, pero archivó esa información para otro momento. "¿Cuánto tiempo han vivido ustedes aquí?" Preguntó en cambio, guiada a través de la sala de estar y hacia la cocina, que si recordaba algo de su breve visita allí diecinueve años antes. "Esta fue la casa que George y yo compramos después de casarnos," Kate respondió. “He vivido aquí por casi veintitrés años. Esto," dijo, indicando la cocina a su alrededor, "es la habitación de la casa en la que he pasado la mayor parte del tiempo." Danni miró a su alrededor, notando lo limpio y ordenado que era todo. La casa, obviamente, era más vieja, pero se había mantenido bien, el propio orgullo de su propietario era evidente. "Es una bonita casa, Kate. Bien por ti." "Gracias. Sal por ahí atrás, te mostraré mi jardín." Salieron al aire cálido de Septiembre, encontrándose con el sueño de un paisajista. El pequeño pedazo de césped estaba bien cuidado y verde, al igual que el frente. Bordeando todo el pequeño patio se veían arriates de flores, colores y fragancias que salían de cada rincón. "Oh, guau, Kate," Danni susurró, una sonrisa curvando sus labios. "¡Esto es absolutamente hermoso!" "Gracias." Kate sonrió, contenta de que Danni apreciara todo el tiempo y el arduo trabajo que dedicaba a su nuevo pasatiempo. "En realidad, recién comencé el jardín hace un par de años, finalmente tuve algo de tiempo para trabajar en él. Además," sonrió, avergonzada, "una vez que Megan se mudó, tenía que tener algo para llenar el vacío del nido." Danni sonrió. “He escuchado que es difícil. Se ve absolutamente increíble." Caminó hacia las flores, extendiendo la mano para rozar con los dedos los suaves pétalos de las flores. “ Puedo armar un magnífico mueble en cinco minutos, pero no puedo mantener vivas incluso la maleza." Kate se rió de eso. “Bueno, cualquier cosa que traté de armar se derrumbaría en el momento en que te sientes, pero mantendré tu jardín colorido y vibrante durante todo el año."

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Danni se rió. “Me gustaría verte intentar eso en Maine!" Kate le sacó la lengua a Danni afablemente antes de ir al patio y sentarse. Observó a Danni pasar de macizo en macizo de flores, inclinándose y oliendo todos los hermosos aromas, cerrando los ojos y sonriendo con aprecio. Kate sonrió solo por mirarla, solo por ver a Danni en su patio, tocando sus flores. "Tal vez puedas ayudarme a comenzar mi nuevo jardín en el patio de mi nuevo hogar," ofreció. Danni la miró. "¿Nuevo hogar?" Kate asintió, mirando como Danni se acercó y se sentaba en la silla a la izquierda de Kate. “Ya no quiero vivir aquí. Esta parte de mi vida ha terminado y quiero cerrar ese capítulo." "¿A dónde te vas y cuándo te mudarás?" "No estoy segura," Kate dijo. “No he comenzado a buscar todavía, pero creo – sobre todo ahora que tengo tiempo mucho más tiempo libre de lo que esperaba – comenzaré a pintar y ese tipo de cosas. Hacer que este lugar sea lo más vendible posible." "¿Planeas quedarte en San José?" Danni preguntó, sorprendida por el repentino anuncio. Kate pensó en la pregunta de Danni durante un largo momento, mirando hacia el jardín. Vio a una ardilla bordear a lo largo de la parte superior de la valla antes de que desapareciera en el árbol del vecino. “No lo sé, Danni. Sabes, pensé mucho sobre lo que dijiste ese día, después de que perdí mi trabajo." Miró a su amiga. "Las cosas pasan por una razón, eso creo. Por lo tanto,” se encogió de hombros, “tal vez todo está sucediendo por una razón ahora: George haciéndo lo que hizo, tener la casa pagada,” extendió la mano a través del cristal de la mesa y apretó la mano de Danni en silencioso agradecimiento, "Y ahora esta situación del trabajo. ” Se encontró con la amable mirada de Danni. “Tal vez es hora para algo nuevo." “Tal vez lo es,” Danni estuvo de acuerdo, apretando la mano de Kate antes de soltarla. "¿Puedo hacerte una pregunta?" Ella preguntó, su voz suave. "Claro." "¿Por qué lo hizo George? Suicidarse, eso es."

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Kate suspiró. "¿Te gustaría algo de beber o comer? Me acabo de dar cuenta de que estoy siendo una terrible anfitriona." Danni sonrió, preguntándose si eso era realmente cómo se sentía Kate o si estaba tratando de salirse del tema o postergarlo. “Kate, si no quieres hablar de eso – ” “No,” Kate dijo, sacudiendo la cabeza. " No, quiero hacerlo. Supongo que tengo un poco de miedo de lo que podría surgir si contesto a tu pregunta, pero creo que mereces una respuesta." "Está bien. Estoy bien ahora, así que no necesito ni quiero nada." "Muy bien." Kate dejó escapar un suspiro y miró hacia su jardín. “No estoy realmente orgullosa de algunas de las decisiones que he tomado, Danni, y además, por qué fueron hechas. Nunca he dicho esto en voz alta Danni, pero no creo que haya amado a George." Danni escuchó en silencio, sin duda sorprendida por la revelación de Kate, y – egoístamente – en algún lugar dentro la hacía feliz en algún nivel. "Él lo sabía. Sabía por qué me casé con él y sabía por qué me quedé con él, pero no creo que supiera por qué lo estaba dejando." Danni se quedó mirando el perfil de Katel. "¿Lo estabas?" Kate se encontró con su mirada, la tristeza irradiando de ella en oleadas. "Si. Danni, me casé con él para darme la oportunidad de una vida independiente." Su risa era triste. “Chico, seguro que lo entiendes, no? Mi plan era terminar la escuela y luego irme solo para poder concentrarme en mi carrera." "¿Qué pasó?" Danni preguntó en voz baja, aunque pensó que lo sabía. "Me quedé embarazada la noche de nuestra boda. No fue intencional en absoluto, y de hecho mi objetivo era que sería la primera y única vez que tuviera que estar con él.” Se encontró con la mirada fija de Danni durante un largo momento. “Debes pensar que soy una persona tan terrible." “No,” Danni dijo simplemente. "Creo que eres una mujer que tenías un objetivo y un sueño, pero con medidas muy limitadas para hacerlo realidad." "Haces que suene tan fácil y mucho menos tortuoso de lo que realmente fue," Kate suspiró, volviendo su mirada al jardín, incapaz de manejar la comprensión que vio XWPColección: Página y Facebook

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en los ojos de Danni; ella no se lo merecía. “De todos modos, sabía que nunca me dejaría llevarme su sangre, o que conseguiría que mis padres lo ayudaran a quitármela, así que lo soporté. Eventualmente, " se encogió de hombros, "simplemente se convirtió en mi vida y tuve que lidiar con eso. A pesar de lo difícil que fue ir a la escuela todos esos años, y ser madre y esposa encima de todo, estoy muy agradecida de haber tenido a Megan. De alguna manera ella hizo que todo valiera la pena." "¿George sabía todo esto? Todo lo que acabas de decirme?" Kate asintió. "En cierto nivel creo absolutamente que lo sabía." Levantó una mano para deslizar una repentina lágrima que se abrió paso. “Tuvimos una horrible pelea después de Fin de año el año en que murió. Primero me acusó de tener una aventura con un colega de la escuela." Negó con la cabeza con un profundo suspiro. "Nunca quise acostarme con mi esposo, entonces por qué diablos querría acostarme con otro hombre?" “Tal vez porque no querías acostarte con tu marido,” Danni dijo suavemente. “Puede que él haya conocido a Kate, pero eso no significa que la haya entendido." "Él sabía de nosotros, Danni," dijo en voz baja. "Esa noche, cuando fui a verte al motel, él lo sabía. Bueno, sabía que yo fui y asumió el resto." "Oh Kate," Danni susurró. “Lo siento mucho." “No lo estés. En cierto nivel me siento culpable, pero al descubrir todo lo que tengo estos últimos meses," negó con la cabeza, "cavó su propia tumba, Danni. George era un bastardo y finalmente un cobarde. No creo que podría manejar la pérdida total del control ni a mi. No soy una posesión y nunca seré una posesión de nadie otra vez. Pasé de ser propiedad de mi madre a ser propiedad de George." Su enojo estaba en aumento y una sensación de autoestima estaba llegando a la superficie. "Él me quitó a la única persona y cosa que significaba más para mí y, por Dios, nunca dejaré que nadie me vuelva a hacer eso. Veinticinco años perdidos, Danni. ¡Perdidos!" Danni se sorprendió por el repentino estallido y las lágrimas de Kate. Se levantó de su asiento y agarró a Kate del suyo. La tomó en sus brazos, la sostuvo, las compuertas de Kate finalmente estallaron completamente abiertas mientras se hundía contra Danni. “Está bien,” susurró, sus propias lágrimas llegando. “Está bien. Todo va a estar bien." Kate se aferró a Danni, con la cara enterrada en la tibieza de su cuello mientras lloraba, capaz de sentir el capullo de protección que Danni le había puesto, considerando que era seguro soltarlo todo. Mientras sus lágrimas disminuían, sintió una calma caer sobre ella,

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así como las propias emociones de Danni parecían tranquilizarse. Apretó sus brazos alrededor de la espalda de Danni, su cabeza descansando contra su hombro. Se sentía increíble, a diferencia de cualquier cosa que había sentido en casi veinticinco años. Danni disfrutó de la calidez del cuerpo de Kate presionado contra el suyo. Ahuecó la parte posterior de la cabeza de Kate, la mejilla apoyada sobre una coronilla dorada. “Odio verte llorar,” susurró, su otra mano frotando círculos calmantes sobre la espalda de Kate. "Me mata cada vez." “Lo siento,” Kate murmuró, sus ojos cerrados mientras absorbía a Danni en su propio ser. “No estoy segura de lo que pasó.” Ella sonrió, a pesar de que Danni no podía verlo. "Supongo que las cosas estaban reprimidas." “Está bien. Siempre puedes decirme cómo te sientes, Kate. Y sí, incluso puedes llorar." Sonrió ante la leve risita que le ganó. “Siempre estaré aquí para escuchar, sin importar lo que tengas que decir. ¿De acuerdo?" Kate asintió, sin necesidad de responder verbalmente. "Danni, ¿alguna vez miras tu vida ahora y piensas en dónde creías que estarías en este momento?" Preguntó suavemente, pasando una mano arriba y abajo por la espalda de Danni. “Pensabas que estarías donde estás?" Danni cerró los ojos mientras inhalaba el aroma de Kate, archivándolo para después de irse de California y regresar a su vida a un país entero lejos. "No," dijo finalmente. “No, no es lo que pensé que sería.” Dolía admitirlo, pero no podía mentir, no a Kate. Kate se apartó lo suficiente para mirar a la cara de Danni. Podía oír algo en la voz de Danni y estaba tratando de ubicar exactamente lo que era. ¿Era tristeza? ¿Era resignación? "Eres feliz, Danni? Quiero decir, realmente feliz?" Danni se encontró con la mirada de Kate, y alzó una mano, rozando con sus nudillos la suave mejilla de Kate. “Tengo que pensar que estoy donde se supone que debo estar,” fue todo lo que pudo decir. No tenía las respuestas que Kate buscaba y tenía miedo de encontrarlas. Kate no tuvo la oportunidad de preguntar más cuando la puerta trasera de la casa se abrió y Megan salió con Rob a cuestas. "Hola chicos," dijo, levantando una mano para deslizar el último rastro de lágrimas en su rostro y alejarse de Danni, que se alejó en el mismo momento.

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"Hola." Megan miró de una mujer a la otra. "Rob quería conocer a Danni antes de la boda, así que decidimos venir a cenar." Megan volvió a estudiar a las dos mujeres antes de volver su atención a su madre. "¿Está bien?" "¡Sí!" Kate dijo con una sonrisa radiante. “Creo que es una idea maravillosa!” Quería tanto que su hija y su yerno conocieran a Danni, ya que sabía que se enamorarían de ella si lo hicieran. Se giró hacia Danni. "¿Está bien?" "Sí. Hágamoslo." Donde Danni había estado nerviosa por pasar una tarde con toda la familia, no debería haberlo estado. Inmediatamente fue abrazada tanto por Megan como por Rob, cuya apariencia de pelo largo y greñudo desmentía una increíble inteligencia y gran sentido del humor en ambos. Definitivamente podía ver por qué la pareja estaba junta: su amor y su fuerte vínculo eran fáciles de ver y puso a Danni extremadamente melancólica. Mientras los cuatro se sentaban alrededor de la mesa comiendo la cena de pollo al horno y arroz pilaf que Megan, Kate y Danni habían hecho, se encontró mirando a Kate a menudo, la mayor parte del tiempo encontrando que Kate ya la estaba mirando. Intercambiaban una sonrisa y luego volvían su atención a la conversación. Megan observó las reacciones de su madre hacia Danni, la forma en que una suave sonrisa jugaba en los labios de su madre durante toda la comida. La forma en que su madre observaba cada movimiento de Danni, escuchaba con atención a todo y cada cosa que Danni tenía que decir. Ella notó la mirada rápida que las dos compartirían, su conexión total en ese único, rápido momento antes de que se rompiera. Ella miró a Rob, atrapando su mirada. En la comunicación silenciosa de aquellos que aman profundamente y que han estado juntos durante mucho tiempo, Rob obtuvo lo que ella tenía que decir: aún están enamoradas la una de la otra.

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Capítulo 31 San José, 1960 Danni revisó la pila de páginas de pedidos que le habían enviado, mientras se sentaba en la cama de la habitación del hotel con el teléfono metido entre la oreja y el hombro. "Sí, Allison recibí los pedidos de Carl, así como los nombres de los hombres con los que me reuniré el Martes." Escuchó las preguntas de su socia comercial, ya que Danni representaba a F&H Industries para la apertura de su nuevo almacén en San Diego. "No, ya estoy en California, en San José. Sí, me doy cuenta de que San Diego no está en San José y de hecho está a un par de horas de distancia, Allison." Puso los ojos en blanco. "Tengo algo que quiero hacer antes de reunirme con el gerente del almacén." Tiró los pedidos al edredón áspero debajo de ella y se recostó contra las almohadas apiladas. "Solo algo personal ... sip, cena con Carol y Frank, también ... hablamos luego.Te llamaré cuando deje la reunión y esté en el aeropuerto ... de acuerdo. Buenas noches." Danni colgó el teléfono y exhaló un suspiro. Se apartó de la cama y entró en el pequeño baño, encendió la luz del techo y miró su reflejo. Parecía cansada, y no fue una sorpresa el por qué. F&H se estaba expandiendo a lo grande, y ella había estado viajando por las últimas dos semanas haciendo todas las conexiones correctas en todo el país. California era su última parada antes de tener que regresar a Nebraska para una reunión informativa con Allison y su abogado, y luego podría irse a casa. "Dios, me veo como el infierno," murmuró, girando su cara de un lado al otro, notando las ojeras bajo sus ojos. Aunque solo eran las nueve y media de la noche, decidió irse a la cama. Después de todo, mañana tendría que hacer una parada antes de su viaje a San Diego. ***** En su Buick del 55 alquilado, Danni conducía lentamente por Peachtree Lane, con lentes de sol puestos mientras se acercaba a la casa que estaba buscando. Ahí estaba, tal como lo había recordado desde hace once años. Se detuvo junto a la acera a unas pocas casas en el lado opuesto de la calle y observó, con una sonrisa en su rostro. En el camino de entrada, una hermosa Megan de 14 años, lavaba el automóvil de la familia con trapos y agua jabonosa de una cubeta a sus pies. Estaba haciendo un trabajo menos que estelar ya que fallaba un sitio tras otro, obviamente solo intentando acabar. "Omitiste toda la ventana trasera, Megan," Danni se rió entre dientes.

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Su mirada fue atrapada por un movimiento repentino en el frente de la casa. Mientras miraba, Kate salió de la casa, con las manos en las caderas. Llevaba un ligero vestido de verano, sus brazos y hombros bronceados con un brillo de California. Las dos intercambiaron palabras, aunque eran demasiado bajas y demasiado lejanas para que Danni pudiera oírlas. Para gran satisfacción de Danni, sin embargo, Megan de repente agarró la manguera y roció a su madre gritando, la risa de Megan viajando en la cálida brisa del día. Kate desafió el agua espesa hasta que logró arrebatarle la manguera a su hija, inmediatamente dándole la vuelta. Danni se rió abiertamente mientras madre e hija chillaron de risa, esparciendo agua cuando le dieron la vuelta una vez más. Danni deseaba poder unirse a ellas, pero sabía que no era una opción. En lugar de eso, hizo que el auto arrancara otra vez y se alejó de la acera en dirección a San Diego. *****

San Diego, California 1968 "No puedo creer que este lugar todavía esté abierto," Kate se maravilló, tomando un bocado de su hamburguesa con queso. Limpió un poco de salsa catsup antes de que se le cayera de la barbilla. "Lo sé. Vengo aquí cada vez que estoy en la ciudad," Danni estuvo de acuerdo, bebiendo de su malteada de chocolate. "¿Qué tan a menudo vienes aquí?" Danni se encogió de hombros. "Cada año más o menos; Tengo que venir a verificar cosas en el almacén o dar seguimiento con problemas en los pedidos, cosas así." "¡Debes pasarte por aquí!" Kate reprendió, arrojando una servilleta arrugada a su amiga. "¡Por Dios! Todos estos años." Chasqueó la lengua y luego tomó otro bocado. Danni sonrió ante eso, luego usó la servilleta para limpiarse la boca y luego se la arrojó a Kate. "Aquí tienes, puedes recuperar tu servilleta ahora." Kate puso los ojos en blanco y apartó la sucia servilleta. "Eres terrible." "Sí, bueno, tú fuiste quien condujo todo el camino hasta San Diego conmigo," Danni le recordó.

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Kate sonrió. "Eso hice. Eso hice." Kate miró a su alrededor con asombro en el almacén gigante por el que Danni la guió. El olor a madera recién cortada impregnaba el espacio a medida que pilas de madera cortada se alineaban en las paredes, así como estantes metálicos llenos a capacidad con bloques apilados, tablas así como cuerda de material sin cortar y sin procesar. "Guau," Kate se maravilló, mirando a su alrededor mientras cruzaban el piso de cemento hacia la pared trasera del enorme espacio donde las oficinas se alineaban conectadas a un pasillo. "F&H se ha expandido por todo el país como constructores y proveedores de materiales," Danni explicó. "De hecho, acabamos de obtener un contrato con el ejército para materiales que se utilizarán en algunos de sus proyectos de construcción." Kate sonrió. "Supongo que has cerrado el círculo, ¿no?" Danni se detuvo y lo pensó por un momento, asintiendo. "Sí. Supongo que sí.” Llevó a Kate por el pasillo de oficinas y salió por la puerta al final. Un poco más allá estaba el día soleado y brillante, así como un gran camión de transporte. Dos hombres estaban cargando un segundo. "Buenas tardes, Srta. Felts," Uno de ellos dijo, inclinando su gorra hacia las mujeres. "Hola, Rene. ¿Está en el camión?" Ella preguntó, dando unas palmaditas en el costado del primer camión, que tenía cerrada la gran puerta trasera. "Sí, señora." "Excelente. Oh, Rene, esta es Kate Hannigan, madre de la afortunada que recibirá el juego." "Señora," el hombre mayor dijo. "Kate, este es Rene Velcour, el gerente del almacén." "Encantada de conocerlo, Sr. Velcour." Kate dijo, tomando la mano extendida del hombre y estrechándola.

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"Muy bien, Kate," Danni dijo, gruñendo mientras desabrochaba y empujaba la puerta corredera. "Veamos a este bebé." Danni subió a la parte trasera del camión y luego se inclinó para ayudar a Kate. Paradas en el gran camión de transporte, de metal caliente, Danni se movió hacia el objeto grande cubierto de lona junto a la cabina del camión. Ella agarró un extremo de la lona azul y luego con un gesto, se lo quitó. Kate estaba emocionada de ver lo que Danni había creado, y en verdad, estaba un poco celosa de que Megan recibiera tal cosa de Danni y no ella. Jadeó cuando se reveló el juego de comedor. Aunque era un diseño sencillo, como los gustos de Megan, era increíblemente elegante y hermoso. La intrincada ebanistería que marcaba las patas de la mesa y las sillas era impresionante. "Oh, Danni," susurró, pasando una mano sobre el acabado liso y brillante de la mesa. "¡Esto es extraordinario! ¡A Megan le va a encantar esto!" Se giró hacia Danni y le echó los brazos al cuello, jalándola hacia ella con fuerza en un casi doloroso abrazo de gratitud. Danni le devolvió el abrazo, aliviada de que Kate lo aprobara. "Esperaba que te gustara," se rió entre dientes. Apartándose, le sonrió a Kate. "Estaba nerviosa, tengo que decir. Ahora solo espero que Megan lo apruebe también." "Oh, Dios mío, sí, lo aprobará." Kate se giró de nuevo volvió al juego. "Ahora quiero el mío." Danni sonrió y examinó cada una de las piezas, asegurándose de que no hubiera nada astillado, roto o arañado. "Está en perfecto estado, así que está bien. Supuse que ella y Rob tendrían un lugar de tamaño modesto por el momento, así que solo traje las cuatro sillas, pero si y cuando lo deseen, tengo seis más en mi taller, así como ampliaciones que se pueden deslizar en la mesa para expandirla para sentar a diez." Kate ayudó a Danni a asegurar la lona y luego salieron del camión de transporte caliente. Saltó de la parte trasera y luego se dio la vuelta, agarrando a Kate y bajándola. "Está bien, Rene," llamó al gerente del almacén. "Se ve hermoso. Necesito que lo entreguen hoy.” Miró a Kate. "¿Está bien?" "Sí, perfecto. Probablemente sea bueno, ya que Megan y Rob se irán una semana después de la boda." "Perfecto. Espera un segundo."

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Kate vio como Danni se acercaba a Rene, suponiendo que estaban discutiendo los detalles de la entrega. Kate observó a Danni mientras trataba a su empleado, tan llena de confianza y aplomo. Era realmente sorprendente. Devolvió la sonrisa que Danni le dio cuando la mujer más alta caminó hacia ella. "¿Lista para partir?" Danni preguntó. "Sí, señora." Las olas llegaron a la orilla solo para retroceder una vez más, y luego lo hicieron de nuevo. Danni y Kate caminaron a lo largo de la arena cálida, cada una cargando sus zapatos. Danni miró el mar, completamente satisfecha. La arena entre los dedos de los pies, la brisa fresca rozando su piel y el cálido sol acariciando su rostro: era una plétora de sensaciones. La única sensación, sin embargo, que era ligeramente distractora y algo inquietante era Kate caminando a su lado. Esta misma playa había sido el telón de fondo de muchos de sus momentos juntas hace mucho tiempo. Fue gratificante y doloroso estar de regreso en sus antiguos lugares. "¿En qué estás pensando?" Kate preguntó suavemente, mirando a Danni mientras caminaban. "Pareces muy lejos." Danni la miró antes de volver su mirada a su entorno. "Supongo que estoy un poco," admitió. "Estaba pensando en parte de nuestro tiempo aquí antes. Pasamos muchísimo tiempo aquí." "Sí, lo hicimos," Kate susurró. Inhaló el aroma del mar y todas las criaturas vivientes en su interior. "Algunos momentos maravillosos aquí, Danni." Danni asintió. "Sí. Maravillosos momentos." "¿Sabes lo que más recuerdo?" Kate dijo, deteniéndolas con un tirón en el dobladillo de la camiseta sin mangas de Danni. Se dejó caer en la arena, acercando sus piernas hasta su pecho y abrazándolas. Danni se sentó junto a ella, con sus largas piernas delante de ella y cruzadas por los tobillos. Sacudió un poco de arena de la pierna de sus jeans. "¿Que es eso?" "Hacer el amor aquí después de que nos casamos," Kate dijo, su voz tranquila y melancólica. No podía obligarse a mirar a Danni, temerosa de lo que podría ver – o no ver – si lo hacía. "Probablemente no debería mencionar eso, pero fue tan mágico."

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Danni frunció los labios por un momento antes de asentir. "Sí, lo fue. Y realmente fue mágico, no solo por la distancia y el tiempo, ¿sabes?” Kate asintió. "Sí. Sé exactamente lo que quieres decir.” Finalmente, se armó de valor para mirar a Danni. Se sintió aliviada al ver una cálida sonrisa dirigida a ella, los ojos de Danni brillando con el recuerdo. "¿Mary te hace feliz, Danni?" Se sorprendió de que la pregunta hubiera salido de su corazón y su boca, pero ahora estaba fuera, así que decidió seguir adelante, aunque no estaba segura de querer saber la respuesta. Danni miró hacia el mar, su corazón se cerró de inmediato ante la pregunta. "Mi relación con ella no es complicada," dijo. "No tengo que sentir." Miró a Kate, esperando ver desaprobación en sus ojos, pero en cambio vio comprensión y tristeza. "¿Es eso lo que quieres? ¿No tener que sentir?” "Bebí durante unos años para tratar de amortiguar todo. Lo que estaba haciendo en cambio fue matarme lentamente, de adentro hacia afuera," Danni explicó suavemente. "Allison me ayudó a recuperarme, y luego me entumecí poniéndome a trabajar. Creamos F&H y prosperó. Se convirtió en mi identidad y todo lo que me permití que me importara." "¿Y ahora?" Kate preguntó. "¿Qué te importa ahora?" Danni sintió que estaban comenzando a entrar en un territorio peligroso y por mucho que quisiera detener la conversación antes de que fuera más lejos, no podía. No podía porque, no solo sintió que Kate necesitaba hablar, entender y purgar, también se dio cuenta de que ella lo necesitaba. "Me importan mis perros," Danni dijo lastimosamente. "Me importa mi casa." Miró profundamente a Kate a los ojos, viendo a la chica de la que se había enamorado hacía veinticinco años y, que en verdad, nunca había dejado de amar. "Me importa Megan. Me importas tú, Kate. Puede que no quiera, pero lo hago." Sin pensar en la persona o el lugar, Kate ahuecó la mejilla de Danni y juntó sus labios. Cerró los ojos ante la suavidad del simple beso, que Danni devolvió. El sorprendido jadeo de asombro de un tipo aficionado a la playa hizo que se alejara para ver a Danni mirar a la pareja mayor antes de girar sus suaves ojos hacia Kate. "También me importas, Danni," Kate admitió. "Mucho."

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***** Danni miró alrededor de la pequeña casa en la que Megan y Rob vivían. Era obviamente el espacio de una joven pareja, recién empezando en la vida. Los muebles eran escasos y no coincidentes. Telas brillantes atadas colgaban en las paredes en algunos lugares, algunos carteles colgando de las estrellas más grandes de la música del momento colgaban en otros. A pesar del desorden de un espacio pequeño, la casa estaba limpia y ordenada, como la de Kate. Kate se acercó a Danni, acababa de hablar por teléfono con Megan. "Estarán aquí en unos minutos," informó. Había usado su llave de repuesto para dejarlas entrar y a los hombres de la entrega. Los hombres habían quitado la vieja y raída mesa para dos personas, y la había reemplazado la obra de arte de Danni. "Buena decisión en el juego pequeño," Kate dijo, admirando la nueva mesa y las cuatro sillas que le cabían, pero apenas. "Bueno, recuerdo mi primera casa." Se rió del recuerdo. "El lugar era un pequeño hoyo. No tenía espacio para nada." "Sí, bueno tuve relativamente suerte con mi primera casa," Kate sonrió. "¿Recuerdas esa casa en Shore Lane? Dios, todas las chicas viviendo juntas.” Ella se rió. "Estoy sorprendida de que ninguna de nosotras nos matamos la una a la otra." "Sí, trata de vivir con un grupo de marineros," Danni desafió con una ceja levantada. Kate arrugó la nariz con disgusto. "No gracias. Estoy segura de que el olor era encantador." Danni levantó su brazo de repente y olió su axila. "Ahh, jugo de pozo." Kate se rió, golpeándola juguetonamente. "Boba." "Sí, bueno, la única razón por la que no estaba desordenado era porque no estaba permitido." La puerta de entrada se abrió y Megan y Rob entraron. "¡Hola chicas!" Megan gritó, dando primero un abrazo a su madre y luego a Danni. Se detuvo justo cuando se alejaba de Danni, su mirada se posó en la mesa y las sillas. "¿Qué es eso?" Susurró, caminando hacia él. "Ven aquí, bebé," llamó a Rob, quien rápidamente se unió a ella después de su propia ronda de abrazos.

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"Quería que ustedes dos tuvieran algo propio con lo que empezar," Danni explicó. "Tu mamá me informó de tus gustos, así que espero que te guste." Megan, que había pasado los dedos por la madera lisa, se detuvo y miró a Danni. "Esto es de tu parte? ¿Compraste esto para nosotros?” "Ella lo hizo, cariño," Kate le explicó amablemente. Los ojos de Megan se abrieron en asombro. "¿Hiciste esto?" Susurró. Cuando Danni asintió, Megan corrió hacia ella, una vez más la abrazó con fuerza. "¡Oh Dios mío! ¡Gracias!" "De nada, cariño," Danni dijo en el abrazo. Se apartó y le sonrió a la chica. "Felicidades a ambos. Realmente les deseo lo mejor en la vida y el amor que tiene para ofrecer." Ella aceptó otra media docena de abrazos de parte de Megan y algunos de Rob. ***** "Probablemente fue prudente darle un sedante a Megan," Danni se rió entre dientes mientras ayudaba a Kate a cerrar la casa y apagar las luces en su camino hacia arriba. "Mi hija se pone muy nerviosa cuando está estresada," Kate dijo, subiendo las escaleras, seguida por Danni. "Tan emocionada como eatá por finalmente casarse con Rob, sé que está nerviosa de que todo salga bien, sin problemas." Llegaron al pasillo de arriba y a la puerta cerrada de la habitación de Kate, donde Megan ya estaba profundamente dormida en su cama. "Quería que durmiera bien antes de mañana." Danni se apoyó contra el marco de la puerta del dormitorio de Megan, donde ella había dormido la noche anterior. "Kate, puedo dormir en el sofá," ofreció. "Me siento terrible por el hecho de que ustedes dos tengan que estar juntas." "Ni hablar, Danni," Kate dijo, sacudiendo la cabeza. "No haré que duermas en el sofá. Por una noche puedo manejar compartir una cama con Megan." Cruzó sus brazos sobre su pecho. "¿A quién demonios se le ocurrió la ridícula idea de que es de mala suerte ver a la novia la noche anterior a la boda, de todos modos?" Danni sonrió. "Probablemente algún pastor colonial que temía que su hija y su yerno lo hicieran mal antes de la noche de bodas." Kate sonrió, asintiendo. "Probablemente tengas razón." Se acercó a Danni y la abrazó cálidamente. "Gracias por hoy; realmente la pasé de maravilla contigo." XWPColección: Página y Facebook

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"Yo también." Danni le dio un rápido beso a Kate en la frente. "Duerme bien; mañana será un día muy atareado." "Tú también. Si necesitas algo, estoy al otro lado del pasillo," Kate dijo innecesariamente. Danni sonrió. "Es bueno saberlo. Buenas noches." "Buenas noches, Danni." Dudando en dejar a Danni, esperó por un momento, para qué no estaba segura. Finalmente, se dirigió a la corta distancia al otro lado del pasillo y entró en su habitación, cerrando la puerta suavemente detrás de ella. Danni suspiró, pasándose las manos por el pelo. "Realmente necesito llegar a casa antes de haga algo realmente estúpido," susurró, dirigiéndose a la vieja habitación de Megan y cerrando la puerta.

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Capítulo 32 La casa sería un completo caos cuando tres mujeres intentaron prepararse usando dos baños y espejos en solo uno de los dormitorios, por lo que Kate se levantó antes del amanecer para asegurarse de que Megan tenía todo lo que necesitaba para prepararse para su gran día, como sabía por experiencia que la cabeza de Megan estaría en mil lugares diferentes, ninguno de los cuales era muy productivo. Se apresuró a bajar las escaleras en la oscuridad antes del amanecer y encendió la luz de la cocina, lista para comenzar a preparar un buen desayuno. No habría posibilidad de comer hasta la recepción, que no estaba programada para comenzar hasta las dos y media de la tarde. Abrió el refrigerador y sacó un cartón de huevos y luego un paquete de tocino y salchicha, seguido de una barra de pan y frascos de mermelada y una bolsa de cebollas y queso. "Creo que necesitas cerca de tres brazos adicionales, Kate," Danni dijo mientras entraba en la cocina, levantando una mano para cubrir un bostezo gigante. "¿Qué estás haciendo?" Kate preguntó, seguida de un bostezo de respuesta. "¡No hagas eso!" La amonestó, dejando sus cosas en la encimera. "Es contagioso." Danni sonrió. "Entonces tal vez lo vuelva a hacer." Se rió por completo de la mirada que recibió. "Está bien, está bien: estaré bien. ¿En qué puedo ayudar?" Tres horas más tarde, todas estaban alimentadas y duchadas. Ahora, todo se redujo a la parte de 'prepararse', que muchas veces tomaba más tiempo que cualquier otra cosa. Danny, que no usaba maquillaje, fue la primera en estar totalmente lista, y por lo tanto asumió todos los deberes de asegurarse de que tanto la madre como la hija tuvieran todo lo que necesitaban. Se sintió aliviada cuando alguien tocó la puerta y la abrió para encontrarse a Carol. "¡Bueno, buenos días y qué maravillosa sorpresa!" Carol canturreó, tomando a Danni en un abrazo de bienvenida. "Supongo que el que estés aquí explica por qué no he tenido noticias de Kate en el último día más o menos," se rió. Danni se rió. "Sí, bueno, la he mantenido ocupada, ¿qué puedo decir? Adelante; definitivamente podría usar una mano extra." Miró a Carol, vestida con un hermoso vestido blanco con el pelo y el maquillaje hecho. "Te ves hermosa, Carol." "Guarda los elogios para Kate, semental," Carol reprendió, "No bateo para ese lado."

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Danni se rió entre dientes y luego llevó a Carol arriba. Carol y Danni pasaron por el reto entre madre e hija. Finalmente, Danni fue llamada a la habitación de Kate, donde Kate estaba parada frente a su espejo independiente, con el pelo y el maquillaje terminados. Estaba de pie en su vestido, aunque la parte de atrás estaba desabrochada mientras Kate miraba al espejo. Vio que el reflejo de Danni avanzaba para ponerse detrás del suyo. "¿En qué puedo ayudarte?" Danni preguntó, haciendo todo lo posible para mantener su mirada fuera de la extensión de piel pálida que era la espalda de Kate. "Me subes la cremallera, ¿por favor?" Preguntó. Sin otra opción más que mirar, Danni se colocó detrás de Kate y alcanzó la cremallera del hermoso vestido de marfil que llevaba Kate. El acabado satinado se adhería a sus curvas, el top luciendo hermosos hombros y escote generoso. Cuando colocó la cremallera en su lugar, miró la imagen reflejada de Kate. Solo podía recordar otra ocasión cuando Kate se veía tan hermosa. "Realmente no debería decir esto," dijo suavemente, sus palabras solo para las oídos de Kate. "Esto me recuerda el día en que nos casamos. Solo ese día recuerdo que alguna vez te veías tan hermosa como lo haces hoy." El corazón de Kate se hinchó ante las palabras, su mirada se encontró con la de Danni. "Tiene sentido," dijo con la misma suavidad. "Ese fue el día más feliz de mi vida y hoy es el día más feliz de mi vida por mi hija." Danni apoyó sus manos sobre los hombros desnudos de Kate, deleitándose con la sensación de la cálida y suave piel. Echó un vistazo a la suave piel del cuello y los hombros de Kate antes de sumergirse, con aire de culpabilidad, en el escote de Kate. "Gracias por hacerme parte de esto hoy, Kate." Kate alcanzó y cubrió una de las manos de Danni con la suya. "Nunca lo hubiera querido de otra manera." Danni podía sentir el calor y la tensión aumentando en la habitación y decidió romperlo. "Entonces, cómo te siente de que tu pequeña pajarita está dejando el nido para siempre?" "¡Danni!" Kate exclamó. "¡No me hagas llorar! ¡Acabo de terminar de maquillarme!"

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"Y qué hermoso se ve," Danni sonrió. "Sí, sin embargo tengo algo para ti. Quédate aquí." Kate vio como Danni salía apresurada de la habitación, con una mano acercándose para quitarse las lágrimas antes de que alguna tocara el rímel. "Maldita sea," suspiró con una sonrisa. "Está bien," Danni dijo, regresando a la habitación, con algo en la mano. "Hoy es seguro el día de Megan, pero hoy también es tu día: es por ti que Megan es tan bella, tan amorosa y tan querida por todos los que estarán en esa iglesia hoy. Mi madre hizo muchísimo por mí, y sé que haces muchísimo por Megan y mereces ser tratada como la reina de tu pequeña princesa." Kate sintió aún más emoción alzarse y luchó valientemente para mantenerla abajo. "¿Qué hiciste, Danni?" "Esto." Danni presentó un largo joyero de terciopelo frente a Kate desde donde estaba detrás de ella. "Para ti." "Danni," Kate susurró, ni idea de lo que había en la caja verde. La tomó en manos ligeramente temblorosas, las bisagras crujieron levemente cuando abrió la caja. Jadeó cuando vio el hermoso collar de oro dentro. Una esmeralda en forma de lágrima estaba en su centro, dos diamantes a cada lado. Las piedras eran modestas en tamaño pero increíblemente hermosas. "Quería que tengas algo que te haga sentir tan especial como has hecho sentir a Megan." Danni tomó el collar de la caja y lo atrajó suavemente al cuello de Kate, asegurándolo en la parte posterior de un elegante cuello. Juntas, estudiaron el efecto del collar con el vestido de Kate. "Impresionante," Danni murmuró, mirando a Kate a los ojos. Kate se giró rápidamente, rodeando con sus brazos el cuello de Danni y juntándolas. "Gracias," susurró al oído de Danni. "Eres la mujer más dulce que he conocido." Danni sonrió en el abrazo, incapaz de contenerse mientras besaba el suave cuello de Kate. "De nada. Vamos, vayamos a una boda." ***** Le pidieron a Danni que se uniera a la familia en la parte delantera de la iglesia, así que se sentó en el banco y vio a Kate caminar con su hija por el pasillo. Megan parecía casi tan hermosa como su madre: casi. Danni sintió que una extraña sensación de orgullo la

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invadió al ver a Megan entregarse a un recién afeitado Rob, que se veía como el hombre de la Marina que sería en unos meses. Aunque conocía a esta pareja desde hacía menos de cuarenta y ocho horas, se sentía afín a ellos y una gran necesidad de felicidad y prosperidad en su futuro. Después de que Kate había terminado su tarea y le había entregado Megan a Rob, se dirigió al banco y a Danni, dándole a Danni una mirada de tantas emociones mezcladas: orgullo, tristeza y profunda felicidad. Danni le sonrió, tratando de darle todo el consuelo que podía. Inmediatamente entrelazó sus dedos cuando Kate tomó su mano, las dos unidas de esa manera durante toda la ceremonia. Danni miraba a Kate de vez en cuando para ver sus reacciones mientras la ceremonia continuaba, tanto Megan como Rob prometiendo su amor al otro, conmovidos en sus propias palabras. Kate lloró más de una vez, lo que conmovió el corazón de Danni. "Se ve tan hermosa," se inclinó y susurró. Kate asintió, trayendo el pañuelo que Danni le había regalado para secarse los ojos. "Si, lo hace." Dos horas después, Danni permanecía al lado de Kate – en su legado – mientras los invitados se acercaban a ella y la felicitaban por lo hermosa que estaba Megan, lo hermosa que fue la ceremonia, lo increíblemente dulce que era Rob y lo increíble que Kate se veía, por ser la madre de una novia de 22 años, es decir. Kate lo tomó todo con calma – lo mejor que pudo – de todos modos. Ciertamente ayudó a tener a Danni con ella, dándole fuerza y calma. Por no mencionar, que Danni se veía increíblemente hermosa con un traje de corte femenino azul claro. Cuando Helen y su esposo Jonathon se acercaron a Kate, distribuyeron las felicitaciones regulares, pero la mirada de Helen siguió volviendo hacia Danni. "¿Nos conocemos?" Ella preguntó. Danni y Kate intercambiaron una rápida mirada, luego Danni se volvió hacia Helen. "Me alegro de volver a verte, Helen," dijo con una sonrisa brillante. "Danni Felts." A Helen le tomó un momento, pero luego el momento había terminado y sus ojos eran enormes. Una mano se acercó a su boca mientras miraba a la impresionante mujer parada frente a ella. "Eres una –" "Siempre lo fui," Danni dijo.

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Helen miró a Kate. "Necesitamos hablar." Kate sonrió y asintió. "Por supuesto. Llámame para almorzar la próxima semana.” Kate logró mantener su diversión bajo control hasta que Helen y su esposo se marcharon, dejando a Kate y Danni riéndose. "Ni siquiera pensé en esta apariencia," confesó. "Yo si. Solo esperemos que tus padres no me reconozcan," Danni dijo, acompañando a Kate mientras se unían al resto de la gente en el salón de recepción. "Lo dudo. Te conocieron una vez hace veinticinco años. Simplemente se preguntarán por qué estás aquí y por qué nunca te han conocido.” Ella y Danni se rieron de eso. La sala de recepción estaba llena de amigos y familiares de ambos lados. Las decoraciones estaban fijadas a cualquier cosa que se detuviera y las mesas cubiertas de tela cubrían la mitad del espacio, el resto del piso quedaba sin muebles para que la gente bailara. Se organizó un escenario cerca de la pista de baile, una banda de seis integrantes ya montada y tocando música popular del momento. La fiesta comenzó cuando Rob y Megan bailaron su primer baile como marido y mujer, una llorosa Kate de pie con Danni mirando. "Se ven increíbles juntos," Danni comentó, bebiendo de la sidra de manzana que Kate le había traído. "Hola, Danni," Frank dijo, el esposo de Carol, mientras él y su esposa caminaban hacia la pareja. Él y Danni compartieron un breve abrazo. "¡Gusto en verte!" "Gusto en verte también, Frank," Danni sonrió, feliz de ver a sus amigos. Kate observó, sorprendida por la interacción familiar entre los dos. Miró de Danni a Frank: ella nunca recibió un abrazo de Frank, y mucho menos que Frank le diera uno a Danni. El baile terminó y Rob y Megan se dirigieron al micrófono que el cantante había estado usando en el escenario. Megan lo tomó en la mano, Rob a su lado. "Buenas tardes a todos y muchas gracias por venir a nuestra pequeña fiesta, aquí." Ella sonrió, esperando a que terminaran los estridentes vítores. "Este próximo baile está reservado para nuestros padres, lo cual quiero hacer de a uno a la vez, comenzando con mi lado de la familia."

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"Así es como debería ser, Meg! ¡Primero las damas! "Alguien gritó. Megan se rió. "¡Eso es correcto!" Miró a Rob. "Recuerda eso, bebé." La multitud se rió, incluso cuando Rob sonrió y se sonrojó. "Pero en serio, amigos. ¡Mi mamá, la dinámica y maravillosa, Kate está aquí!" Se levantaron vítores, haciendo que Kate se sonrojara y hiciera un pequeño saludo. "Como todos saben, mi padre, George no pudo estar con nosotros esta noche, pero sí quiero enviar nuestro reconocimiento a una invitada y persona especial en la vida de mi madre, Danni Felts. ¡Todos, Danni Felts!" Antes de que Danni supiera qué hacer, la atención estaba centrada en ella. Levantó una mano en señal de saludo, no del todo segura de qué hacer. "Así que, dicho todo eso, ¡bailemos, padres!" Megan alardeó, una vez más enviando al público a una salva de vítores y aullidos. "Para este baile," se giró hacia la banda que estaba detrás de ella. "Tómese un descanso, muchachos." Tal como se había planeado de antemano, el baterista puso la aguja en el vinilo (Disco de vinilo) mientras Moonlight Serenade se canalizaba en el gran espacio a través de parlantes. "Música de gente mayor." Megan y Rob se abrieron paso desde el escenario hasta la multitud. "Baila conmigo, Danni," Megan dijo, agarrando a una muy sorprendida Danni. "Es el baile de los padres." Danni estaba tan aturdida como Kate y la concurrencia, pero aceptó la mano de Megan y se dejó llevar a la pista de baile, un foco iluminando sobre las dos parejas de baile. "Esto es poco ortodoxo, Megan," dijo, tomando la mano de Megan y aceptando la mano de Megan en su hombro mientras colocaba su mano sobre la espalda de Megan. "Así es la situación," Megan respondió con una sonrisa. Danni echó un vistazo para ver a Kate en brazos de Rob, los dos obviamente conversando, incluso cuando la mirada de Kate se encontró con la de Danni. Danni regresó su atención a Megan, curiosa de lo que diría, mientras sus ojos sostenían una gran conversación dentro de sus profundidades. "Un día increíble," Megan comenzó, permitiéndose ser girada por la pericia de baile de Danni. "Eres una maravillosa bailarina."

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"Gracias," Danni dijo, enviando a Megan a otro giro. "No es exactamente música de tu generación." "No," Megan asintió, recuperándose de los elegantes movimientos de baile. "Como dije, música de gente mayor." "Pórtate bien. Esta ‘persona mayor’ puede patearte el trasero." Megan echó la cabeza hacia atrás riéndose. "¡Oh, no hay duda!" Megan se agarró fuerte mientras era girada y luego bajada, encantada con la naturaleza lúdica de Danni. Una vez que volvió a ponerse de pie, levantó la vista hacia la cara de Danni, notando la sonrisa en sus ojos. "Entonces cómo es en Maine?" "Frío," Danni dijo simplemente con una sonrisa. "No, es hermoso allí. El mejor cangrejo y langosta que puedas comer." "Nunca he comido cangrejo o langosta," Megan admitió. "¿No? Oh, te estás perdiendo todo lo que es bueno y sagrado." Megan se rió. "Me gustas, Danni. Tienes una energía maravillosa en ti." "¿La tengo?" Danni preguntó mientras la canción comenzaba a llegar a su fin. "Eso es ciertamente bueno saberlo." Bajó a Megan una última vez cuando las últimas notas resonaron por toda la habitación. Una vez que la volvió a poner de pie, le dio un beso en la mejilla. "Gracias por el baile." Megan tomó a Danni en un fuerte abrazo. "Te quiero, Danni," le susurró al oído, justo antes de que corriera hacia su esposo y su madre, dejando a Danni mirando tras ella. Kate abrazó a su hija y luego se acercó a Danni. "Eso fue un impresionante movimiento de pies que estabas haciendo. Debo decir que estaba casi celosa, teniendo en cuenta que nunca llegamos a bailar." Danni sonrió. "Nunca lo pediste." Kate sonrió. "Vamos; ayúdame a comenzar a organizar la comida." *****

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La risa de Kate se escuchaba desde el interior de la casa vacía, seguida por el sonido de una llave en la cerradura de la puerta. Danni abrió la puerta con una mano mientras sostenía a Kate con su otro brazo. "Estamos en casa," dijo, riendo entre dientes al ver la expresión atónita en la cara muy ebria de Kate. "¿En casa?" Kate preguntó. "Sí. Casa. Vamos, entremos." Danni sostuvo a Kate con las manos en su cintura, Kate había bebido unas cuantas copas de vino y champán en la recepción. La guió hasta el sofá donde Kate cayó sobre los cojines con una risita que Danni encontró absolutamente adorable. Para su sorpresa, sin embargo, Kate la jaló sobre ella. "¡Guau!" Exclamó, apenas agarrándose con las manos antes de aplastar completamente a Kate. "Hola." Kate le sonrió a Danni y le rodeó el cuello con los brazos. "Hola." "Kate, estás extremadamente borracha," Danni dijo, intentando alejarse de Kate, pero Kate la sostuvo firme. "¿Y qué? Eres absolutamente hermosa y absolutamente te quiero." Un cálido escalofrío estremeció la columna vertebral de Danni ante las palabras y la mirada de pura lujuria en los ojos de Kate, pero Danni sabía que esto sería un gran error por innumerables razones. "No hagas algo de lo que te arrepentirás," dijo en voz baja. Kate tiró del cuello de Danni hasta que sus bocas estuvieron a escasos centímetros de distancia. "No lo haré, porque a diferencia de ti, nunca me he arrepentido de amarte." Antes de que Danni pudiera absorber sus propias palabras lanzadas hacia ella, se vio envuelta en un beso abrasador. Sabiendo muy bien que no podía resistirse a Kate, Danni cedió, devolviéndole el beso y profundizándolo mientras bajaba su cuerpo, presionándose contra el calor de Kate. "Dios, sí," Kate gimió, su cabeza cayendo hacia un lado mientras la boca de Danni dejaba un ardiente rastro a su paso. "Danni ..." Kate extendió la mano, ahuecando la espalda de Danni mientras trataba de presionarlas lo más cerca posible. XWPColección: Página y Facebook

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Danni gimió ante el movimiento, presionando sus caderas en las de Kate. Besó y lamió su camino hacia el escote de Kate, levantando una mano para ahuecar su pecho derecho mientras su lengua se hundía. Tiró frenéticamente del bajo escote del vestido hasta que quedo al descubierto el pecho desnudo de Kate. Kate gritó cuando su rígido pezón fue lengueteado y se envolvió en la calidez de la boca de Danni. "Sí," gimió, su mano subió para ahuecar la parte posterior de la cabeza de Danni. De repente, el estridente sonido del teléfono rompió en la neblina caliente de la sala de estar. Kate gimió cuando Danni dejó su pecho. "Maldición. Será mejor que lo conteste." Ella se puso en pie tambaleándose mientras Danni se apartaba de ella. "Megan iba a llamar si los padres de Rob no podían llevarlos al aeropuerto." Roto el encanto, Danni se puso de pie y se pasó una mano temblorosa por su cabello. No podía creer lo que se había permitido a sí misma hacer. "Mierda," murmuró en sus manos mientras enterraba la cara en ellas. Kate agarró el auricular del teléfono y se lo llevó a la oreja. "¿Hola?" Escuchó a la persona que llamaba, su corazón cayendo. "Claro." Dejó el teléfono sobre la encimera y salió de la cocina hacia las escaleras. "Es tu novia," le dijo a Danni, su voz amarga. Kate sintió el proverbial cubo de agua fría que pareció ponerla sobria de inmediato, y también le trajo una cruda realidad: Danni no era de ella y nunca lo sería otra vez. Empujó sus emociones y fue a su habitación, donde rápidamente se quitó el vestido y se puso su pijama. De allí, entró al baño y comenzó el proceso de cepillarse el pelo y usar crema facial para quitarse el maquillaje. Miró su reflejo en el espejo, los ojos que la miraban muertos y remotos. Sabía que el alcohol le había dado la audacia de hacer lo que había querido hacer desde que Danni había vuelto a su vida, pero era su corazón el que estaba pagando el precio. Se apartó de su propio reflejo, en cambio centrándose en abrir la tapa del tarro de la crema facial. Sacó un poco de la espesa, blanca crema y comenzó a frotarla en su piel. Mientras hacía el trabajo distraída, sabía que tenía que dejar ir a Danni para siempre. Intentar mantenerla o convencerla, o incluso solo tenerla en su vida, era una locura. Era demasiado doloroso estar tan cerca pero a eones de lo que quería y necesitaba de Danni. Podía sentir las lágrimas queriendo salir, pero se las tragó; ya no valía la pena llorar, ya que no serviría de nada. Al menos mientras Danni estaba bajo su techo, eso es. Una vez que Danni se fuera, Kate lidiaría con esto de una vez por todas, y luego la dejaría ir. Kate se armó de valor al escuchar los pasos de Danni subiendo por las escaleras y por el pasillo. Enderezó su espalda en un acto de algún tipo de rebelión física: no sabrás que

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estoy destruida, Danni. Echó un vistazo a la puerta abierta del baño cuando Danni se acercó. Su cara estaba pálida y parecía completamente conmocionada. "¿La llamada telefónica no fue bien?" Kate preguntó, inmediatamente enojada por el tono sarcástico de sus palabras. Danni la miró por un largo momento. "Allison se mató en un accidente automovilístico esta noche."

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Capítulo 33 En los cielos sobre Nebraska, 1968 Kate se sentó junto a la ventana con Danni dormida a su lado, con la cabeza apoyada en el hombro de Kate. La mano de Danni estaba metida en la de Kate. Kate observó que el suelo se acercaba más y más, el piloto anunciando su llegada un momento antes. Kate tuvo que admitir que no había planeado tomar el mismo vuelo a Nebraska tan pronto, pero estaba contenta de que Danni le hubiera pedido que la acompañara. Kate parpadeó, sin estar segura de haber escuchado correctamente. "¿Qué?" "Se ha ido," Danni susurró, sus piernas casi colapsando cuando sus piernas cedieron debajo de ella. "¡No!" Kate corrió los pocos pasos hacia Danni, atrapándola antes de golpear el piso. "Te tengo," jadeó, con el corazón latiéndole de pánico y esfuerzo. "Oh, cariño," arrulló mientras la presa se rompía y Danni también. Kate las deslizó al piso, sosteniendo a Danni contra ella mientras la mecía. "Lo siento mucho," Kate dijo, su voz temblorosa mientras intentaba contener sus propias emociones: lo último que Danni necesitaba era que se derrumbara cuando la necesitaba. "Va a estar bien. Va a estar bien." Kate había llevado a Danni a su cama y la había abrazado toda la noche. Danni había pasado por períodos intermitentes de llanto, sueño y simplemente hablando de la mujer a la que conocía desde hacía treinta años, así como también de quién había marcado una profunda diferencia en su vida. "Cariño," Kate murmuró, levantando una mano y apartando algunos mechones de pelo de la cara de Danni. "Estamos a punto de aterrizar." Los ojos de Danni se abrieron de par en par, por un momento parecían confundidos y desorientados. Miró a Kate, luego levantó la cabeza y se frotó la cara con las manos. "Lo siento, me quedé dormida sobre ti," dijo, con las palabras amortiguadas detrás de sus manos. "Está bien," Kate dijo, apretando la mano de Danni. "Me alegro de que hayas dormido un poco; Sé que anoche no fue exactamente la mejor dormida de tu vida."

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Danni dejó escapar un suspiro y miró pasando a Kate hacia la ventana y el paisaje más allá. El terreno se acercaba cada vez más, los detalles del aeropuerto ahora reconocibles, incluso si los autos parecían juguetes. En menos de una hora, las subieron a un auto alquilado y se dirigieron a Wayne. Danni estaba callada, lo que Kate esperaba. Condujo el automóvil con silenciosa precisión, mirando al frente y con frecuencia mordiéndose el labio inferior. Después de una hora en el camino, Kate decidió romper un poco del hielo. "¿Cuál es el plan, Danni?" Preguntó en voz baja, mirando a Danni, sintiéndose un poco fuera de su elemento. Danni había estado tan callada, y aún tenían que hablar de lo que había sucedido en el sofá antes de la llamada de Mary. A pesar del problema, ese incidente del sofá nunca había estado lejos de la mente de Kate. Danni miró a Kate y luego miró hacia la carretera. "Pasaremos por la granja y dejaremos las maletas, así como para que puedas relajarse, luego me dirigiré a la casa de Allison y veré qué hay. Su abogado de bienes raíces me dijo que el primo de Allison, Markus estará en la ciudad para discutir los detalles y su testamento." Kate guardó silencio durante un largo momento, procesando lo que le acababan de decir. Finalmente, decidió decir lo que pensaba. "Danni, me pediste venir aquí como una especie de comida reconfortante para ti, esperando en la granja?" Confundida, Danni miró a Kate. "¿Qué?" "Vine aquí porque me pediste que lo hiciera, pero también porque quiero apoyarte y estar a tu lado." Kate se inclinó sobre el asiento y tomó la mano de Danni. "No me dejes afuera y no me trates como un mueble." Danni detuvo el auto hasta un semáforo en rojo y luego pudo prestarle toda su atención a Kate por unos momentos. Ella estudió los ojos de Kate y pudo ver el dolor dentro de sus profundidades así como la determinación. De pronto se dio cuenta de que estaba pensando en Mary, y que Mary sería mucho más un obstáculo que una ayuda. Finalmente, llevó la mano de Kate a sus labios y le dio un beso en los nudillos. "Está bien," dijo suavemente, una pequeña sonrisa curvó sus labios. "De acuerdo." El coche de alquiler se detuvo en una granja de dos pisos, a pesar de que la zona del ático técnicamente era un tercero. Estaba pintado de blanco con postigos negros, el porche pleno frontal era tentador con dos mecedoras a juego. La granja estaba situada en cientos de hectáreas, muchas de las cuales eran pastoreadas por vacas y caballos.

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"Aquí es donde creciste, ¿eh?" Kate preguntó, saliendo del auto y abriendo la puerta trasera para agarrar su maleta. "Sí. Después de que mamá murió hace dos años, conserve la granja pero alquilé la tierra. Aparceros trabajan la lechería y las tierras, ahora." El equipaje cayó justo dentro de la puerta principal, las dos subieron de nuevo en el automóvil y se dirigieron a través del pequeño pueblo hacia la enorme casa que era la casa y la propiedad de los Hughes. Kate había estado allí antes, y no era menos intimidante como lo había sido meses antes. Danni se detuvo frente a la casa, dos extraños autos estacionados enfrente. Tenía el estómago revuelto, aunque hizo todo lo posible para mantener la compostura. Probablemente, esta sería una de las últimas veces que vería la casa, ya que Markus probablemente la obtendría en el testamento – lo cual estaba bien con Danni – ya que tenía suficientes propiedades de las que preocuparse. Mientras el negocio fuera solo de ella, no le importaba a dónde iba todo lo demás. Apagando el motor del alquiler, Danni miró a Kate, que ya la estaba mirando. "¿Lista?" "Lista," Kate dijo, estirándose a través del asiento para apretar la mano de Danni en consuelo. Las dos entraron a la casa, donde el mayordomo de Allison las recibió en la puerta, con los ojos enrojecidos, aunque hizo todo lo posible para mantener la compostura. "El Sr. Smith le está esperando en la biblioteca, Srta. Felts," dijo. "Gracias, Fred." Contra su práctica habitual, Danni levantó una mano y apretó el hombro de Fred, el hombro de un hombre que había trabajado para Allison durante más de quince años. Él sonrió entendiendo y luego condujo a Danni y Kate a la biblioteca. La boca de Kate se abrió un poco cuando atravesó las altas, puertas dobles de la gran biblioteca. Estantes del piso al techo fueron construidos en la pared, miles de libros encuadernados en cuero se extendieron sobre ellos. Una moldura ornamental adornaba el techo y hermosos muebles ornamentados adornaban la habitación. Un gran escritorio tallado estaba en el centro, un hombre mayor vestido con un traje de aspecto caro sentado detrás de él con otro hombre mayor, también de traje y corbata, sentado frente al escritorio. Danni entró, el hombre detrás del escritorio se puso de pie y le tendió la mano. "Hola, Matt."

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"Danni, es bueno verte," dijo, estrechando la mano de Danni. El otro hombre también se levantó, él y Danni compartiendo un abrazo rápido. "Es bueno verte, Markus." "Solo desearía que fuera en diferentes circunstancias," él dijo con un profundo suspiro. Danni le apretó el brazo. "Kate, este es Matt Smith, el abogado personal de Allison y su primo, Markus. Caballeros, esta es mi querida amiga, Kate Hannigan.” Ambos saludaron a Kate con un gesto de cabeza. "De acuerdo, acabemos con esto," Danni suspiró, acercando una silla a Kate y luego se sentó junto a Markus. "Está bien," Matt dijo, sentándose de nuevo. Hizo clic para abrir su maletín y sacó un montón de legalidades y lo colocó en el escritorio frente a él. Poniéndose un par de lentes, comenzó a revisar las cuestiones legales del testamento de Allison. ***** Más tarde esa noche, Kate y Danni yacían de costado una frente a la otra en la cama de Danni en su antigua habitación en el tercer piso. "Lamento que estés atrapada aquí conmigo esta noche," Danni dijo. "Me deshice de todos los colchones viejos en las otras camas después de que mamá murió. No esperaba exactamente volver aquí ahora y tener compañía, además." "Está bien," Kate sonrió. "Creo que puedo manejar compartir una cama contigo." Kate extendió una mano y puso el cabello de Danni detrás de la oreja. "Te ves cansada," comentó, rozando la mejilla de Danni con las yemas de los dedos antes de dejar caer la mano hacia el colchón. "Lo estoy," Danni admitió. "Física y emocionalmente agotada." "Allison fue realmente generosa; no puedo creer que te haya dejado todo excepto la casa." "Sí. Me alegré de que le diera la casa a Markus y no al hijo de Harvard." "¿Quién es Harvard?"

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"El difunto esposo de Allison. Tuvo un hijo con una de sus amantes, y el chico siempre odió a Allison: sentía que mantenía a su padre lejos de él o alguna mierda," Danni explicó. "Eso es muy malo. ¿Cómo se sentía Allison acerca de que su marido tuviera un hijo con otra mujer?” Danni sonrió. "Allison ha estado con más personas – hombres y mujeres – durante su matrimonio que la mayoría en toda su vida. Ella y Harv se amaron en cierto nivel, pero el matrimonio era principalmente para las apariencias: le dio a Harv una mujer hermosa en su brazo para lucir respetable, mientras tanto ambos vivieron sus propias vidas." Kate frunció el ceño. "No me puedo imaginar que fue muy satisfactorio para ninguno de ellos." Danni encogió el hombro que no estaba presionado contra el colchón. "No lo sería para mí, pero supongo que funcionó para ellos." Danni terminó su frase con un enorme bostezo. "Vamos a dormir un poco," Kate dijo, inclinándose hacia adelante y colocando un suave beso en sus labios. "Date la vuelta," dijo suavemente, "déjame abrazarte." Danni se volvió hacia el otro lado y Kate se colocó detrás de ella y pasó un brazo por su cintura. Danni tomó la mano de Kate en la de ella y retrocedió lo suficiente para que sus cuerpos estuvieran completamente apretados. "Buenas noches, Kate," susurró. "'Buenas noches," Kate respondió adormilada. ***** El sol estaba afuera y los pájaros cantaban. Kate sintió que se elevaba al mundo de la conciencia y sintió que Danni aún la presionaba. Abrió los ojos y vio la parte posterior de la cabeza de Danni y se dio cuenta de que ninguna de ellas se había movido durante toda la noche. Además del hecho de que su hombro y su cadera le gritaban por permanecer en la misma posición, se sentía increíblemente renovada y contenta. Por la respiración pesada de Danni podía decir que todavía estaba profundamente dormida, lo cual era bueno; sabía que Danni necesitaba el descanso.

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Tan silenciosamente como pudo, Kate se levantó de la cama y bajó las escaleras para ir al baño, lavarse los dientes y la cara. Se dirigió a la cocina y se dispuso a hacer café. La noche anterior se detuvieron en el supermercado del pueblo y compraron provisiones. Encontró la cafetera y la llenó con agua cuando Danni entró en la habitación. "Buenos días," Kate dijo con una sonrisa brillante. "'Buenos días," Danni dijo, caminando hacia Kate. "Esta es la primera vez que no he visto un amanecer en mucho tiempo." "¿Eso es algo bueno?" Kate preguntó, girándose para mirar a Danni una vez que tenía la cafetera lista para poner en marcha. Danni sonrió con un asentimiento. "Me encantan los amaneceres, pero no porque los vea por el insomnio." Kate sonrió. "Me alegra que hayas dormido tan bien, entonces." Danni extendió la mano y tomó a Kate en sus brazos. La abrazó por un largo tiempo, sin hablar, solo sosteniéndose. Apoyó su mejilla en la parte superior de la cabeza de Kate, que estaba metida debajo de su barbilla. "Gracias por estar aquí," dijo al fin. Kate podría haberse quedado donde estaba para siempre. Se sintió como si hubiera llegado a casa y nunca hubiera querido irse. "Por supuesto," dijo. "No hay otro lugar en el que quiera estar ahora." Danni sintió que su corazón comenzó a latir con tanta fuerza que se preguntó si Kate podría sentirlo. Sabía que tenía que mantener cierta distancia entre ella y Kate. Con un último apretón, se alejó. "Me alegro de que hayas puesto el café, porque seguramente me vendría bien una taza." "Bueno, te sientas y hablas conmigo mientras preparo algo de desayunar." "Kate, no te puedo pedir que que me esperes." "Lo sé, Danni." Kate miró a Danni a los ojos y pudo decir que Danni iba a discutir esto. "Cariño," comenzó, con las manos en los brazos de Danni. "Déjame hacer esto por ti. Sé que no lo esperas, pero me gustaría hacerte el desayuno. ¿De acuerdo?" Danni suspiró y asintió. "Bien. Pero me toca la cena."

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"Bien. Muévete.” Kate juguetonamente le dio un manotazo al trasero de Danni mientras se giraba para caminar hacia la mesa de la cocina. "¿Tienes una waflera? Puedo hacer waffles caseros." "Sí. Mamá la guardaba en el gabinete de la esquina en la parte inferior," Danni señaló. Kate la encontró y tiró de la pesada máquina hacia la encimera y luego comenzó a reunir todos los ingredientes que necesitaría. "Mi hija adora mis wafles," explicó. "El verdadero secreto de un buen waffle, sin embargo es usar aderezos con mermelada en lugar de jarabe." "¿Mermelada?" Danni preguntó, arqueando la ceja. "Sí, señora." Danni observó a Kate trabajar, pero su mente volvió a la razón por la que estaba de vuelta en Wayne. "¿Sabes que conocí a Allison por más de treinta años?" Kate se volvió y miró a Danni, que parecía estar a punto de llorar. "Cariño," susurró, acercándose a ella. Abrazó la cabeza de Danni contra su pecho, acariciando su cabello. "Sé que esto es difícil." Danni envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Kate, deleitándose en la suavidad de los pechos de Kate, en los cuales su cabeza estaba apoyada. "Sí, esto es una mierda. Necesito ir a F&H hoy y hablar con todos; estoy segura de que se preguntan cuál es el destino de la empresa." Kate se sobresaltó cuando de repente fue jalada sobre el regazo de Danni, a horcajadas sobre sus caderas. Se recuperó rápidamente y le devolvió el abrazo en el que se encontraba envuelta. Sintió la necesidad de Danni de estar cerca y de sentirse cómoda, y sin duda estaba dispuesta. Pasó sus dedos por el cabello de Danni, una vez más la cabeza de Danni descansando contra sus pechos. "Me asustas, Kate," Danni admitió, sus palabras amortiguadas en el abrazo. "¿Por qué?" Kate se retiró del abrazo lo suficiente como para mirar a Danni. Apartó algunos mechones de cabello de la cara de Danni. "Porque estoy empezando a necesitarte," Danni dijo, su estómago listo para revolverse al darse cuenta.

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Kate sonrió, ahuecando con la mano la cara de Danni. "Danni, lo que teníamos nunca terminó. Fue salvajemente interrumpido, pero nunca terminó. Si George no hubiera hecho lo que hizo, apostaría que todavía estaríamos juntas." Danni miró a Kate a los ojos y sabía que aunque Kate era su pasado, quería que fuera parte de su futuro. Levantó sus manos y ahuecó la cara de Kate y la bajó hasta que sus labios se encontraron. Rápidamente profundizó el beso, queriendo que Kate supiera qué era lo que temía decir. Kate se sorprendió por el movimiento, pero se recuperó rápidamente. Envolvió sus brazos alrededor del cuello de Danni y se entregó por completo al beso, que fue lento, profundo y exploratorio. No era un beso destinado a enardecer, sino más bien a regar la semilla que se había plantado hace tanto tiempo. Suspiró en el beso, disfrutando de la sensación de la lengua de Danni acariciando la suya, así como las suaves caricias de Danni sobre su espalda. El beso llegó a un final natural, Danni y Kate se quedaron sin aliento. Kate apoyó su frente contra la de Danni. "Vamos a tomarlo un día a la vez, ¿de acuerdo?" Susurró, acariciando la suave piel de la mandíbula y el cuello de Danni. "Danos una oportunidad, Danni." Colocó un beso prolongado en los labios carnosos. "Por favor. Danos una oportunidad."

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Capítulo 34 Kate se quedó atrás, apoyada en una pared mientras Danni subía a un escenario improvisado en la principal área de producción de F&H Industries. Tenía un micrófono en la mano y estaba esperando a que todos se acomodaran, ya que había convocado a toda la fuerza para una reunión obligatoria de la compañía, incluidos los que tenían el día libre. Una vez que tuvo silencio, Danni comenzó a hablar. "Buenos días a todos. Realmente agradezco que hayan venido hoy. Dios, no tienen idea de cuánto desearía que fuera por diferentes motivos." Su voz se entrecortó en las dos últimas palabras haciendo que Danni se aclarara la garganta, tratando de controlar sus emociones. Mirando a la multitud, pudo ver los ojos enrojecidos y algunas personas que estaban llorando abiertamente. "Todos ustedes saben lo que pasó hace un par de noches, y que Allison ya no está con nosotros. Estoy aquí hoy porque estoy segura de que muchos de ustedes tienen preguntas, y me gustaría responderlas. Entonces, permítanme comenzar asegurándoles que F&H no irá a ninguna parte, y que sus trabajos están seguros. Nada cambiará aquí, excepto posiblemente la expansión. Eso ya estaba en marcha incluso antes del accidente de Allison. Estoy segura de que algunos de ustedes ya habían escuchado sobre eso." Danni sintió que su corazón se expandía con orgullo por F&H y una honda, profunda pena porque Allison ya no estaba allí para disfrutar de los frutos de sus tremendos trabajos. Kate levantó una mano y se enjugó una lágrima. Literalmente podía sentir el dolor y la tristeza rodando por Danni en oleadas. Danni la miró y le dirigió una sonrisa valiente. Puedes hacer esto, Danni. te amo. Danni respiró hondo y se volvió hacia sus trabajadores. "Bueno. ¿Quién quiere comenzar con las preguntas?” Cuarenta y cinco minutos después, Kate aún se apoyaba contra la pared, pero observaba a Danni interactuando con sus empleados. Hubo abrazos y lágrimas compartidas mientras hablaba con la gente, escuchaba a la gente, y era simplemente una presencia increíble en general. Se podía sentir por todos lados, la energía y la calma que Danni traía a la habitación y a su gente. Finalmente, Danni se dirigió hacia Kate. "Hola." "Hola. ¿Cómo estás?"

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Danni suspiró y se encogió de hombros, mirando hacia la habitación que se estaba despejando. Les había dado a sus empleados el día libre. "Creo que fue bien. Espero poder mitigar sus temores." "Estuviste increíble hoy, Danni," Kate la felicitó. "Muy bien con todos. Puedo decir que amas a todas y cada una de esas personas." Danni miró hacía sus zapatos y asintió. "Sí. Lo hago." Se encontró con la mirada de Kate. "Hacen un buen trabajo para mi y son fieles a todos mis diseños. Es realmente increíble, realmente." "Estoy tan orgulloso de ti," Kate sonrió. "Eres verdaderamente increíble." Danni se rió. "Creo que eres un poco parcial, pero gracias. Entonces, tienes hambre? ¿Quieres comer algo antes de nuestra próxima parada?” "Claro. ¿Cuál es la próxima parada?” Danni dejó escapar un profundo suspiro. "Bueno, como sabes, Markus me pidió que organizara el fiuneral, así que ..." Kate asintió. "Bien." Sentada en una mesa en la cafetería de Carson, Kate excavó en su especial de espaguetis mientras Danni probaba su sándwich de costillas. "Sabes," Kate dijo, limpiándose la boca del exceso de salsa. "Este mismo café fue el comienzo del camino hacia cómo te encontré en Maine." "¿Oh?" Danni preguntó, alzando la ceja. "Absolutamente. Me senté allí mismo," señaló el mostrador con los taburetes llenos, "y pregunté directamente a dos ancianos muy espeluznantes que se sentaron a mi lado. Ellos y la camarera me señalaron en dirección a la casa de Allison." Danni sonrió antes de beber un sorbo de su té helado. "Quizás debería dejar una gran propina." Kate se rió. "Puede que no sea una mala idea."

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***** Danni estaba parada afuera de la puerta de madera maciza que conducía a la Funeraria Familiar de Holts. Sintió la mano de Kate sobre su brazo, y solo eso le dio fuerzas para abrir la puerta y entrar. Adentro, encontró un largo pasillo que conducía a un área abierta donde se exhibían varios modelos de ataúdes: un escaparate para los muertos. Un hombre con un traje negro se apresuró hacia ellas. "¿Puedo ayudarle?" Preguntó, sus ojos oscuros y brillantes que saltaban de Danni a Kate y viceversa. "Soy Danielle Felts, estoy aquí para ver a Allison Hughes." "¡Por supuesto!" El hombre dijo, con mucho más talento para besar culos de lo necesario. Kate y Danni fueron llevadas a una habitación separada donde una forma yacía en una camilla. Kate mantuvo sus emociones cuando se dio cuenta de que la forma no era solo un ser humano, sino que el ser humano era Allison. Miró a Danni, tratando de leer sus emociones. "Tengo que advertirle," el hombre dijo, con la mano en la sábana que cubría el cuerpo de Allison. "Fue un accidente realmente malo." Danni asintió y le dio una sonrisa de agradecimiento al hombre. "Gracias." Danni respiró profundamente cuando el hombre retiró la sábana, revelando la cabeza de Allison hasta la parte superior de sus hombros. Danni sintió que Kate se paraba a su lado y la escuchó jadear, lo cual pudo ver que Kate trató de sofocar. Las lágrimas instantáneas saltaron a los ojos de Danni, aunque las mantuvo a raya. Los ojos de Allison estaban cerrados y su rostro increíblemente pálido y lívido. Un moretón profundo marcaba todo el lado izquierdo de su rostro, la piel tenía un color morado oscuro en la mandíbula. Allison casi parecía el monstruo de Frankenstein ya que tenía un mapa de ruta de cortes suturados por toda su frente y por su nariz, que obviamente estaba rota. "Oh, Allison," Danni susurró, levantando una mano y alisando el cabello opaco e incrustado de sangre.

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"¿Qué le gustaría hacer, Srta. Felts?" Preguntó el hombre suavemente. "¿Ataúd abierto o cerrado? Se puede usar maquillaje, pero estos horribles hematomas serán muy difíciles de cubrir." Danni miró los moretones en cuestión y luego se volvió hacia Kate. "¿Qué piensas?" Kate suspiró, levantando una mano para deslizar una lágrima. "Creo que Allison merece la dignidad de un ataúd cerrado. Mírala, Danni; está tan profundamente herida físicamente por este accidente." Se volvió hacia Danni. "¿Qué querría ella?" Danni sonrió, incluso mientras las lágrimas caían silenciosamente por sus mejillas. "Ella moriría antes de dejar que alguien la viera así. Perdón por el juego de palabras." Con esas palabras, se vino abajo. Kate la tomó en sus brazos y la abrazó. "Por favor, dennos un momento," le pidió al empleado de la funeraria, quien rápidamente salió de la habitación y cerró la puerta detrás de él. Kate la dejó llorar, sabiendo que era mejor dejar que lo sacara todo y luego seguir con los arreglos del funeral. Varios momentos después, Danni volvió a controlarse. Aceptó el pañuelo que Kate le tendió con una palabra de agradecimiento. "Lo siento," murmuró. "No te disculpes." "Ese tipo debe pensar que soy una completa idiota." "No es probable en su negocio," Kate dijo, ayudando a limpiar las manchas de las lágrimas. "Entonces, qué quieres hacer, cariño?" Preguntó en voz baja, retomando el hilo para que Danni pudiera terminar de una vez. Danni suspiró y miró a Allison. "Sabes, es muy extraño: sigo esperando que se siente y me grite por estar indecisa." Kate sonrió y tomó la mano de Danni, Danni entrelazó sus dedos. "Estoy segura de que te está gritando algunas palabras desde su nube." Danni se rió entre dientes. "Sí, bebiendo un whisky escocés." Soltó un fuerte aliento. "De acuerdo, que sea un ataúd cerrado." Suspiró y se pasó una mano por el pelo. "Tanto por hacer." "Entonces vamos a darle con todo," Kate sugirió. "Dime qué necesitas hacer y lo haré." XWPColección: Página y Facebook

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Danni miró a Kate, aliviada por el ofrecimiento y la ayuda. "Bueno. Qué tal esto? Te llevaré de vuelta a la casa y podrás hacer algunas llamadas telefónicas. Hay algunos amigos y colegas de Allison que sé que ella querría que se les dijera personalmente. Mientras haces eso, iré a la casa de Allison y conseguiré su traje para ser enterrada y terminaré con todos los detalles para el funeral y haré los arreglos para una recepción después." "Lo tienes. Dame los números telefónicos y me pondré en eso." ***** "Sí, es terrible, y lamento haberle dado la noticia," Kate dijo por teléfono. "El funeral será el próximo Martes a las 2 p.m." Puso una marca al lado del nombre de la mujer en la lista de Danni. "De nada. Danni se pondrá en contacto pronto. Adiós." Kate acunó el auricular y estaba a punto de levantarlo otra vez y marcar cuando oyó que se abría la puerta de la casa y alguien entraba. Se sobresaltó cuando una joven atractiva entró a la cocina. "¿Quién eres?" La mujer preguntó, que parecía tan sorprendida. "¿Dónde está Danni?" "Mi nombre es Kate y Danni está haciendo algunos mandados. ¿Puedo ayudarte?" La mujer resopló y se quitó su chaqueta liviana. "Lo dudo, y soy Mary." Kate sintió que se le caía el estómago al darse cuenta de que estaba mirando a la mujer que Danni llamaba su novia: la mujer con quien Danni tenía relaciones sexuales, pasaba tiempo con ella y, supuestamente, la amaba. "Tú eres la amiga de California, ¿no?" Mary preguntó, sacando una silla de la mesa de la cocina donde estaba sentada Kate, y se sentó. "¿La de la hija que acaba de casarse?" "Sí." Kate le devolvió la mirada a Mary: Mary parecía como si estuviera desmenuzando a Kate, con los labios fruncidos y ojos oscuros atravesándola. "¿Puedo ofrecerte algo de beber?" Kate preguntó, sintiéndose incómoda. Mary sonrió. "No eres la señora de la casa, y no. Estoy bien, gracias. Esperaré a que Danni vuelva a casa." Kate sintió que su ira aumentaba, aunque no dijo nada porque sabía que Mary tenía razón. Entonces, en cambio volvió su atención a su lista. Levantó el auricular, pero se XWPColección: Página y Facebook

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detuvo cuando una vez más se abrió la puerta principal y alguien entró a la casa. Kate se sintió más aliviada cuando vio a Danni entrar en la habitación. Danni se encontró con su mirada y luego vio a Mary sentada allí. "Hola, cariño," Mary dijo, levantándose y caminando hacia Danni, donde la abrazó con fuerza y le dio un beso prolongado. Kate apartó la mirada, incapaz de mirar la exhibición. "Lamento no haber podido llegar antes, pero primero tuve que terminar el caso," Mary explicó, con los brazos alrededor de la cintura de Danni. "Está bien," Danni dijo, sin estar segura de qué hacer. Mary era la última persona a la que quería ver, aunque sabía que aparecería tarde o temprano. "¿Por qué está ella aquí?" Mary preguntó, señalando a Kate con un asintir de la cabeza. "Ella vino a ayudar y ha sido increíble," Danni dijo, que de inmediato comenzó a tensarse, ya que podía decir que a Mary no le gustaba el hecho de que Kate estaba allí. "Eso es genial, pero estoy aquí ahora." Mary se apartó de Danni y se volvió para mirar a Kate, una mano posesiva en el brazo de Danni. "Ahora puedes irte a casa a California, Kate. Ya no te necesitan aquí." Danni estaba aturdida. "¡Mary! ¿Por qué diablos dijiste eso?” "Porque es verdad. Ya no se necesita más aquí." "La necesito aquí, y la quiero aquí," Danni dijo furiosa. Mary miró la cara de Danni y de repente todo tuvo sentido. Miró de un lado a otro entre las dos, finalmente poniéndose adelante de Danni otra vez. "¿La estás follando?" Preguntó, su propia ira creciendo. Kate solo podía mirar, impactada por la mujer. "Sal de mi casa, Mary," Danni gruñó. Parte de su enojo se debía a cómo Mary estaba hablando de Kate, y parte de eso era de culpa.

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"¡Jodete, Danni! Vine aquí para estar contigo durante esto. ¿Quién diablos crees que eres?" Se giró hacia Kate. "¿Qué demonios has hecho con mi novia, perra?" "¡Ya basta, Mary!" Danni agarró a Mary por el brazo y tiró de ella, arrastrándola hacia la puerta principal. "Espero que estés recibiendo una buena follada, Kate" Mary gritó, "¡Danni es una perra de corazón frío así que no obtendrás nada más!" "¡Fuera!" Danni dio un portazo y se apoyó en ella por un momento mientras intentaba controlarse. Sabía que tenía que hacer lo correcto y terminar con Mary oficialmente, pero ahora mismo no era un buen momento. Apartándose de la puerta, se dirigió a la cocina donde vio a Kate parada junto a la encimera, de espaldas a Danny y con la cabeza hacia abajo. "¿Estás bien?" Danni preguntó, acercándose a Kate y abrazándola por detrás. "Lamento mucho que ella haya hecho eso y haya dicho esas cosas horribles." "Estoy bien," Kate dijo, aunque parecía tan conmocionada como ella. Se inclinó hacia Danni, colocando sus brazos sobre los de Danni. "¿Por qué actuó de esa manera?" Danni apretó más a Kate, presionando su cuerpo más firmemente contra ella. "Creo que lo descubrió," le dijo a Kate al oído. Kate se estremeció ante la suave voz. "¿Descubrió qué?" "Que estoy enamorada de ti," Danni susurró. El corazón de Kate se aceleró ante la admisión y la cercanía de Danni. "Danni," suspiró. "¿Sí?" Danni susurró contra el costado del cuello de Kate justo antes de que la acariciara con la nariz, dejando un beso allí. "Te amo," Kate dijo, cerrando los ojos mientras inclinaba la cabeza, dando acceso a Danni. Echó la mano hacia atrás y enterró sus dedos en el cabello de Danni, alentando los suaves besos. Danni sabía que era completamente inútil tratar de negar sus sentimientos o resistirse a Kate por más tiempo. La presa se había roto, y ahora no quería nada más que traer a Kate

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completamente en su corazón y su vida. Mientras continuaba besando el cuello de Kate, sus manos se movían. Deslizándolas por el estómago de Kate y hasta la pretina de su falda amplia antes de volver a subir y finalmente ahuecar los pechos de Kate. Kate dejó escapar un suave suspiro, arqueando la espalda ante el toque. Había esperado tanto tiempo por esto, tanto tiempo que casi sentía que estaba soñando. "Sí," susurró. Gimió cuando Danni apretó sus pechos, los besos en su cuello se volvieron más y más húmedos. De repente, Kate se giró y se alzó hasta que estuvo sentada en la encimera detrás de ella. Una vez sentada, inmediatamente agarró a Danni, atrayéndola en un beso apasionado mientras Danni se movía para pararse entre las rodillas extendidas de Kate. El beso fue primario cuando ambas mujeres soltaron cualquier restricción. Danni rompió el beso y regresó al cuello de Kate, sus dedos soltando los botones en la blusa de Kate. Cuando finalmente estuvo abierta, la apartó de los hombros de Kate, desabrochó el sujetador y lo dejó caer al suelo con la blusa de Kate. "¡Oh Dios!" Kate gimió cuando su pezón quedó rodeado por el húmedo calor de la boca de Danni. Agarró la parte posterior de la cabeza de Danni, presionándola más profundamente en su carne. Danni le prestó atención a ambos pechos antes de regresar a la boca de Kate. "Te deseo tanto," susurró en el beso. "Me tienes," Kate le aseguró, envolviendo sus piernas alrededor de las caderas de Danni y jalándolas lo más cerca posible. Quería que Danni se arrastrara dentro y permaneciera allí para siempre. "Está bien, veamos si puedo hacer esto," Danni dijo, agarrando el trasero de Kate y levantándola con un gruñido. Kate soltó una risita, cerrando las piernas alrededor de Danni y sosteniéndose mientras Danni daba tumbos por la casa, subía las escaleras y finalmente entraba en su habitación. "Tu habitación está en el tercer piso," Kate se rió mientras las dos caían sobre la cama, Danni encima. Danni sonrió, su espalda gritándole por hacer algo tan ridículo, pero estaba contenta de haberlo hecho. "Lo sé. Gracias a Dios que todavía no hemos cenado o no podría haber hecho eso."

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"¡Oye!" Kate se rió, dándole a Danni un manotazo juguetón en el trasero. "Quiero que te quites esto," dijo, tirando de la camisa de Danni. Danni se quitó la camisa y el sujetador y luego se sorprendió cuando una Kate aparentemente fuerte la empujó en su espalda y yacía encima de ella. Gimió en el beso al sentir sus pechos desnudos presionados juntos. Kate introdujo uno de sus muslos entre los de Danni, ambas gimiendo ante el contacto. Dejó la boca de Danni y se movió hacia su cuello, una de sus manos se acercó para tomar uno de los pechos de Danni. "Me encanta el hecho de que ya no tienes que esconder estos hermosos pechos," murmuró, pasando la palma de su mano en un círculo lento sobre la carne rígida. Danni gimió, presionando más su pecho en el toque de Kate. Recorrió con sus manos la lisa llanura de la espalda de Kate hasta llegar a su trasero. Agarró la carne con ambas manos y presionó a Kate más fuerte hacia ella, sus caderas comenzaron a moverse, balanceándose suavemente contra el muslo de la otra. Kate gimió, dejando el cuello de Danni cuando sus caderas comenzaron a oscilar un poco más, el placer extendiéndose a través de ella. Rápidamente perdió el control de sí misma, sus caderas se balanceaban desesperadamente contra Danni y sus gemidos se entrecortaban en quejidos. Danni aguantó, su propio placer secundario cuando sintió la necesidad de Kate. No pasó mucho tiempo antes de que Kate gritara, su cara enterrada en el cuello de Danni. Danni acarició la espalda y el cabello de Kate, su propia liberación justo en el borde pero no exactamente volcándola. Después de un largo momento Kate regresó a la tierra y se rió entre dientes. Se incorporó sobre los codos y miró la cara sonrojada de Danni. "Dios, qué pasa contigo? Nunca puedo controlarme y volverme en una chica de 14 años." Danni sonrió. "¿Pensé que era el chico?" Kate sonrió. "¿Todavía tienes ese pequeño artilugio?" Danni sonrió y asintió. "Está allá en casa. Iba a botarlo después de que volviera a los Estados Unidos, pero había sido parte de mí durante nueve años, así que no pude dejarlo ir."

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"Bueno," Kate dijo contra los labios de Danni. "Tal vez tendremos que sacarlo uno de estos días." Danni aceptó el beso y lo profundizó rápidamente. Su cuerpo estaba zumbando y vivo. Alcanzó y tomó puñados de la falda de Kate, levantando la prenda hasta que sintió la satinada suavidad de las bragas de Kate. Kate suspiró en el beso cuando Danni introdujo sus manos dentro y ahuecó la carne desnuda de Kate. Inmediatamente pudo sentir el calor húmedo y tenía que sentir la fuente. Kate jadeó y rompió el beso cuando los dedos de Danni se arrastraron a través de los pliegues saturados de su sexo. "Oh, sí," susurró, apoyando la frente en el hombro de Danni. "Dios, estás empapada," Danni murmuró, deleitándose en la superficie resbaladiza. Incluso en su posición algo incómoda, encontró fácilmente la necesidad dura, abultada de Kate. Usando dos dedos, comenzó a acariciar y frotar. Las caderas de Kate se movieron con los dedos de Danni, todo pensamiento desapareció hasta que finalmente gritó, sus caderas tambaleándose con el poder de su liberación. "Dios mío," jadeó. "He tenido más orgasmos en los últimos diez minutos que en los últimos veinte años." Danni sonrió. "Y uno de esos te lo di." Kate sonrió. "Eso lo hiciste." Le dio a Danni un beso rápido y luego se arrodilló. Rápidamente desamarró y quitó los zapatos de Danni, seguido de sus calcetines y finalmente sus jeans y bragas. Mirando hacia abajo al increíble cuerpo que era Danni, literalmente se le hizo agua la boca. "Tu turno." Danni vio como Kate terminaba de desvestirse y luego la aceptaba alegremente mientras Kate se reclinaba. Compartieron un beso profundamente apasionado antes de que Kate bajara a los pechos de Danni, tarareando en la carne mientras tomaba la mayor parte del pecho izquierdo de Danni en su boca como fuera posible. "Sabes," dijo, levantando la cabeza y deslizando el duro pezón con la lengua. "Antes de conocerte, nunca ni siquiera pensé en los senos." Otro lenguetazo. "Pero después," Kate bajó la cabeza y comenzó el festín una vez más, Danni gimiendo y enterrando los dedos en el cabello de Kate. "Tus pechos son los más hermosos que he visto." "Gracias," Danni jadeó. Sentía que estaba a punto de explotar. Agarró una de las manos de Kate y la empujó entre sus piernas. "Por favor," suplicó.

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Comprensiva y solidaria, Kate abandonó los pechos de Danni y se movió más abajo de su cuerpo, colocándose entre los muslos extendidos. Apartó su mano y la reemplazó con su boca. "¡Oh, bebé!" Danni gimió, su cabeza cayendo inútilmente a un lado. Mientras Kate trabajaba, levantó una mano para descansar sobre el estómago de Danni y sintió su mano envuelta en la de Danni. A ella le encantaba, ya que en ese momento, se sentía tan completamente conectada con ella. La sensación era intensa y casi hizo que quisiera llorar. No pasó mucho tiempo antes de que Danni gritara, su cuerpo finalmente pudiendo liberarse, y lo hizo, fuerte. La cama vibró levemente bajo el intenso escalofrío que recorrió todo su ser. Tiró de la mano de Kate, queriendo sentirla contra ella, incluso mientras Danni intentaba regresar a la tierra de los vivos. "Dios mío," fue todo lo que pudo decir. Kate sonrió, bastante orgullosa de sí misma. "Sabes, no he hecho eso en dos décadas y media; No estaba segura de cómo lo haría." Se tumbó encima de Danni, como solía hacerlo, abrazándose al calor del cuerpo de Danni. "Como andar en bicicleta," Danni bromeó, abrazando a Kate. Kate se rió. "Una deliciosa, también," ronroneó, levantándose para ofrecer un beso abrasador. Danni gimió, devolviéndole el beso con deleite. Después de que terminó, Kate metió su cabeza debajo de la barbilla de Danni. "No puedo evitar sentirme como un gato perezoso y gordo." Kate ronroneó profundamente en su garganta, haciendo que las dos se rieran.

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Capítulo 35 Danni se sentó en el banco del parque, esperando pacientemente a que Mary hablara. Echó un vistazo a la mujer más joven, que estaba mirando al estanque de los patos, viendo nadar a una familia de patos. Finalmente, Mary se volvió hacia Danni. "Veinticinco años es mucho tiempo." Danni asintió. "Sí, lo es." "¿Por qué estoy escuchando ahora sobre todo esto por primera vez? ¿Por qué nunca mencionaste a Kate antes, y mucho menos el hecho de que estás enamorada de ella?" Mary preguntó, enojada y herida en su voz, aunque estaba tratando de mantenerse controlada. "Nunca te conté sobre Kate, aparte de ir a la boda, porque ella ya no estaba en mi vida, y nunca pensé que volvería a estarlo. Y en cuanto a estar enamorada de ella, Mary, no me he permitido sentir nada por ella en casi dos décadas." "No te permitiste sentir nada por nadie, Danni," Mary acusó. "Tienes razón, no lo hice Nunca te mentí sobre ese hecho, Mary. Cuando nos juntamos hace un año, acordamos que mantendríamos las cosas informales. Dicho eso, nunca tuve la intención de hacerte daño, y lo siento." Mary se miró las manos, que descansaban en su regazo. "Quisiera desearles suerte a ti y a Kate en esta segunda oportunidad, pero lo siento." Miró a Danni. "No puedo." "Está bien. Lo entiendo.” "Bueno, aprecio tu honestidad." Mary se levantó del banco del parque, lista para caminar de regreso a su motel, que estaba al otro lado de la calle. "Por favor deje un mensaje en la oficina del motel para decirme la hora y el lugar el Martes." "Lo haré." Danni también se levantó. Quería darle un abrazo a Mary, pero sabía que no sería bienvenido. "Cuídate, Mary." Mary asintió y se alejó.

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***** "Me alegra que haya ido bien," Kate dijo. Ella y Danni estaban sentadas en la gran bañera de patas, Danni reclinada contra el pecho de Kate. "Creo que hiciste lo correcto al pedirle que se reunieran y hablaran." "Me siento bien al respecto," Danni dijo, pasando sus manos arriba y abajo por los muslos de Kate, que acunaba su cuerpo. Apoyó su cabeza contra el pecho de Kate y cerró los ojos, absorbiendo el calor del baño de burbujas y sus emociones recién descubiertas. "Dios, esto es la dicha absoluta," murmuró. Kate sonrió, levantó una mano y alisó de nuevo la cara de Danni. "¿Cómo vamos a hacer esto?" Murmuró contra el costado de la cabeza de Danni, y luego dejó un beso allí. "¿Hacer qué, bebé?" Danni preguntó suavemente. "Ahora que te tengo de vuelta, no quiero perderte de nuevo." Levantó la cabeza de Danni y se inclinó, colocando un beso prolongado en sus labios. Danni se apartó de Kate, sentándose en el lado opuesto de la bañera desde donde Kate estaba sentada. "Ven aquí." Jaló de Kate hacia ella para sentarla a horcajadas en su regazo, apoyando sus manos en las caderas de Kate. Kate se instaló y pasó sus brazos alrededor del cuello de Danni. "¿Qué quieres, Kate?" Preguntó en voz baja. "Quiero estar contigo. Es una locura; al igual que cuando tenía 17 años, estar contigo me da tanta felicidad calmada e increíble. Quiero pasar mi vida contigo. Quiero despertarme contigo todas las mañanas, y sin duda ir a la cama contigo todas las noches." Ella sonrió y movió sus cejas, haciendo sonreír a Danni. "En resumen, quiero estar contigo." Se inclinó e inició un beso lento y pausado. "Te amo, Kate," Danni susurró contra la boca de Kate. Se apartó de ella y levantó una mano, ahuecando la mandíbula de Kate. "Vuelve a Maine conmigo." El corazón de Kate se hinchó. Agarró a Danni en un abrazo dolorosamente apretado. "¡Sí! Dios, sí." Danni la abrazó con fuerza, el amor y el alivio la recorrieron. Se le ocurrió algo, sin embargo. Se echó hacia atrás lo suficiente como para mirar la cara de Kate. "¿Qué hay de Megan? ¿Estás dispuesta a mudarte tan lejos de ella?”

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"Necesito hablarle. Sé que ella me apoyará en todo lo que haga, pero tienes razón; no quiero dejarla. Voy a ver si tal vez quiera venir, comenzar todo de nuevo. Especialmente con la partida de Rob en unos meses." "¿Estás de acuerdo con venir a Maine? Quiero decir, tengo que advertirte: es sustancialmente diferente a California, bebé," Danni dijo, acariciando la espalda de Kate. "Danni, eres el amor de mi vida," Kate dijo con absoluta confianza. "Sabiendo lo que es amarte y ser amada por ti, nunca podría estar sin ti otra vez." Danni se conmovió por las palabras sinceras, y no pudo estar más de acuerdo. "Sabes que vamos a fastidiar muchísimo a Megan con nuestros arrumacos, no puedo mantener mis manos alejadas de ti, ¿verdad?" Kate sonrió. "Tuve que lidiar con eso con ella y con Rob, así que puede sufrir un poco ahora también." "Desearía que Allison estuviera aquí para ver esto; ella estaría tan feliz." Danni suspiró, descansando su cabeza contra la pared alta de la bañera. "Lo sé, cariño. Lo siento mucho. No lo sé, si lo piensas, la muerte de Allison ayudó a unirnos." "Eso es verdad." Danni pasó sus manos hacia arriba y alrededor de las caderas de Kate para ahuecar sus pechos y masajearlos suavemente. Los ojos de Kate se pusieron entrecerrados, disfrutando las maravillosas sensaciones que Danni estaba extendiendo por todo su cuerpo. "Eres insaciable," gimió. Danni sonrió y se movió para besar el cuello de Kate. "Tengo veinte años que compensar," murmuró contra el calor de la carne de Kate. Kate sonrió, la cabeza cayendo hacia un lado para darle acceso a Danni. "Seguro que sí." ***** Danni vio como el ataúd era bajado lentamente en el agujero de 1.80 mts. de profundidad. Sostenía una rosa en su mano, al igual que todos los que la rodeaban y cuando el ataúd desapareció de su vista, besó los pétalos de la flor y luego la arrojó, donde también desapareció. Sintió la presencia reconfortante de Kate junto a ella y estaba

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muy agradecida por ello. Deseó que fuera posible tomar la mano de Kate en la suya, pero sabía que nunca sería en público. Quizás algún día su amor fuera aceptado. El silencio llenó el cementerio aparte del suave llanto de vez en cuando. Miles de personas se presentaron para presentar sus respetos a Allison, incluida toda la ciudad de Wayne. Danni estaba orgullosa de haber sido tocada por la vida y la excéntrica generosidad de Allison. Más tarde esa noche, Kate y Danni yacían en la cama cara a cara de costado, con las piernas entrelazadas y las caderas juntas. Kate pasó sus dedos por el cabello de Danni mientras la miraba a los ojos. "¿Cómo lo estás llevando después de hoy, bebé?" Preguntó. Danni suspiró, su mano acariciando la cadera de Kate. "Estoy bien. Me alegro de que todo haya terminado, pero va a ser difícil continuar con F&H, expandirme y simplemente hacer negocios normales.Vengo aquí para inspecciones y reuniones cada pocos meses.” Cerró los ojos por un momento, tratando de mantener intacto su control. "Va a ser extremadamente difícil ahora, sin ella allí." "Todo saldrá bien, bebé," Kate aseguró, pasando su mano del cabello de Danni a su espalda, las yemas de los dedos recorriendo su espina dorsal. "No puedo creer que tenga que volver a casa mañana." "Lo sé. Esta semana – a pesar de la situación de Allison – ha sido un pequeño pedazo de cielo," Danni suspiró, deslizando su mano de la cadera de Kate para ahuecarla en su trasero, usándola como palanca para unir sus caderas un poco más. "He estado pensando en algo." "¿En qué?" Kate preguntó, respondiendo al movimiento de Danni pasando las uñas por la espalda de Danni y por la mejilla. Sonrió al pequeño estemecimiento que sintió fluir a través de Danni. "Allison también me legó las propiedades que posee," Danni comenzó, deslizando su mano por el muslo de Kate, el cual descansaba sobre el suyo y lo levantó sobre su propia cadera, abriendo un poco más a Kate para sentir la presión del muslo de Danni contra ella. Le encantaba el pequeño suspiro de placer que ese movimiento provocaba. "Hay algunas casas y complejos de apartamentos a lo largo y ancho de la costa este.” "¿Ah, sí?" Kate respondió, empujando sus caderas suave y perezosamente contra las de Danni.

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"Sí." Danni se inclinó hacia adelante unos pocos centímetros y besó la boca de Kate con un beso tan lento y placentero como el movimiento de sus caderas. Se apartó del beso, pero no se apartó lejos. "Megan y Rob se graduaran en Diciembre, ¿verdad?" Kate asintió, tirando de Danni aún más cerca, sus pechos presionando juntos. "Sí," susurró, la palabra entrecortada con su creciente excitación. "Solo tal vez," Danni dijo antes de deslizar su mano entre sus cuerpos y entrar en Kate con dos dedos, haciendo que Kate jadeara y sus caderas se torcieran levemente. "Tal vez sería aún más un incentivo para Megan ir contigo si tuviera una casa propia, algo para comenzar su vida con Rob, una vez que él regrese. Libre de hipotecas," agregó, aumentando sus embestidas cuando pudo ver que Kate estaba lista para ser liberada. Kate escuchó las palabras y registraron en su cerebro lo que increíblemente generoso y amable Danni estaba ofreciendo, pero su cuerpo estaba demasiado lejos como para responder. En cambio, se sacudió contra los dedos de Danni, se sostuvo al brazo de Danni con un agarre parecido a una garra. "Dios, no puedo tener suficiente de ti," Danni gruñó, empujando rápida y profundamente hasta que finalmente Kate gritó, su cuerpo convulsionándose alrededor de los dedos de Danni. Kate necesitó varios minutos para recuperar el aliento, pero una vez que lo hizo, tomó a Danni en un abrazo como el acero. "Te amo mucho," susurró emocionalmente en la oreja de Danni, golpeando a Danni en su espalda con el entusiasmo de su abrazo. Finalmente, se apartó lo suficiente como para mirar a Danni a los ojos. "¿Harías eso por ella?" Danni se rió entre dientes. "No estaba segura de que me habías escuchado." "Te escuché, pero estaba en camino hacia mi cuarto orgasmo del día en ese momento," Kate acusó. Danni se rió por completo. "Bueno, no es mi culpa que seas tan malditamente sexy y hermosa que no pueda resistirte." Kate apoyó un codo junto a la cabeza de Danni y apoyó la mejilla en una palma levantada. Mirando a Danni, no pudo evitar sonreír, la adoración en sus ojos. "¿Realmente harías eso por ella, Danni?" "Absolutamente, lo haría. Incluso si no estuviera tratando de endulzar el trato para ti," bromeó, gritando de dolor cuando la pellizcaron en un costado. "Dios, no aguantas una

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broma. Sí, nena, haría totalmente eso por ella y Rob." Todas las bromas aparte, Danni levantó una mano y apartó un poco de cabello rubio de la cara de Kate. "Cariño, su esposo se dirige a una guerra brutal; ambas sabemos cómo es eso. Megan necesita poder comenzar una vida para ella y para Rob, pero principalmente para sí misma, porque ... " "Lo sé," Kate dijo en voz baja con un profundo suspiro. "Solo pregúntale a Carol, ¿cierto?" "Exactamente. No es absolutamente algo que quiera contemplar para ninguno de los dos, pero Megan necesita saber que puede tener su propia vida, no solo por si – Dios no lo permita – algo le pase a él, pero también mientras él no está." "Es difícil," Kate estuvo de acuerdo. "Realmente difícil, ser quién se queda atrás." "Pero," Danni subrayó, "¿se ofenderían Megan y Rob si les ofreciera esto?" "Ofender? ¿Por qué se ofenderían?” "Porque soy una de las personas más tercas y orgullosas que hayas conocido, y lo estaría," Danni sonrió. Kate abrió los ojos con una falsa mirada de sorpresa. "¿Tú? ¿Terca? ¡No tenía ni idea!" Se inclinó y le dio a Danni un rápido beso para asegurarse de que no fueron lastimados sus sentimientos. "No, sé que Megan no se ofendería, y tampoco creo que Rob lo estaría." "Bien, que así sea. Voy a averiguar dónde están exactamente todas las propiedades para que puedan elegir." Kate se bajó y tomó a Danni en un suave abrazo, necesitando sentir a Danni contra ella. "Gracias," le susurró al oído. "Gracias."

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Capítulo 36 "¡Mami!" Megan gritó, corriendo hacia su madre y abrazándola desesperadamente. Había estado separada más de su madre en los últimos tres meses que en sus 22 años en el planeta. Kate le devolvió el abrazo con igual entusiasmo, emocionada de ver a su bebé. "¡Te extrañé!" Exclamó, y le dio un fuerte beso en la mejilla a su hija. "¡Mamá!" Megan exclamó, mirando alrededor para ver quién había visto la interacción en la puerta de embarque de Kate. Kate sabía que no debía ofenderse. "¿Cómo estás, cariño?" Preguntó, sosteniendo a su hija por los hombros. "Estoy bien. Vamos, vayamos a buscar tus maletas y regresar a casa." Subidas en el automóvil de Megan, se dirigieron a San José y a la casa de Kate. Kate miró a su alrededor, mirando todas las palmeras que pasaban por la carretera. California era tan radicalmente diferente a Nebraska, e incluso más diferente que Maine. No pudo evitar preguntarse si echaría de menos esas palmeras una vez que se fuera para estar con Danni. "¿Cómo fue el funeral?" Megan preguntó, deteniendo el automóvil en un semáforo en rojo. "Fue muy bien. Solo puedo esperar que muchas personas se presenten a mi funeral cuando yo muera." Megan sonrió. "Me alegra que haya ido bien." Puso el auto en movimiento nuevamente. "Entonces, ustedes dos tuvieron sexo o qué?" "¡Megan!" "¿Qué? Es una pregunta justa. Quiero decir mierda, cuando estuvo aquí para mi boda, ¡ustedes dos parecían querer comerse cada una para el almuerzo!" Miró a su madre. "¿Entonces?" Kate se giró, un rubor subió por sus mejillas. "Sí. Danni y yo estamos oficialmente juntas."

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"¡Woohoo!" Megan canturreó, bombeando su puño. "¡Ya era la maldita hora!" Megan entró al estacionamiento de un restaurante local. "Vamos a cenar." Una vez sentada, Megan tomó un sorbo de agua mientras miraba a su madre. "¿Y ahora qué?" "Bueno, me pidió que me mudara a Maine para estar con ella," Kate dijo, preocupada por la reacción de su hija. Ella no debió haberse preocupado. "¡De acuerdo!" Lo que Megan no le dijo a su madre fue que estaba desconsolada ante la perspectiva de que su madre se mudara atravesando el país. "¿Vas a hacerlo?" "Eso depende." Kate sonrió a la camarera que dejó su Coca Cola frente a ella. "¿De qué?" Megan preguntó, bebiendo su propia Coca. "Megan, no puedo soportar la idea de que vivas a más de 4000 kilómetros de distancia de mí." Ver a Megan en el aeropuerto hizo que Kate se diese cuenta de lo mucho que amaba a su hija, y de lo mucho que no podía imaginarse no verla, si no todos los días, al menos una vez a la semana. "Entonces, depende." "¿De qué?" Megan preguntó de nuevo. "Danni tiene propiedades en la costa este. Se ofreció a darte a Rob y a ti una casa, para que estén más cerca de mí y para ayudarlos a empezar." Megan la miró, con la boca literalmente abierta. "¿Qué? ¿Está tratando de comprar la forma de entrar en tu vida?” Kate miró a su hija, inmediatamente enojada. "¿Cómo te atreves a decir algo así, Megan? Danni no ha sido más que buena contigo." Megan se sentía como una completa idiota y sabía que lastimaría mucho a su madre. Estuvo callada por un momento, tratando de averiguar exactamente por qué había dicho eso. Mientras veía a su camarera poner su comida frente a ellas, se dio cuenta de que quizás le molestaba más de lo que se había dado cuenta de que su madre se fuera. Sabía que aún había una pregunta sobre la mesa, pero no estaba del todo segura de cómo responderla. Sorbió su coca cola y luego se enfrentó a su madre. "Lo siento," murmuró. "Eso no fue justo."

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"No, no lo fue." Kate se reclinó en el reservado, con los brazos cruzados sobre el pecho. Estaba herida y confundida e intentando descubrir de dónde venía la actitud repentina y sorprendente de Megan. "¿De donde vino eso?" Megan suspiró y comenzó a preparar su hamburguesa con queso. "No lo sé." Se encogió de hombros. Sabía en su corazón que si fuera sincera con su madre y le dijera que no quería que se fuera, Kate se quedaría y se alejaría de lo mejor que alguna vez le había pasado. Megan sabía que tenía el destino de su madre en sus manos y lo odiaba. "Todo lo que puedo decir ahora es, lo siento. Eso fue algo horrible de decir y no lo merecías. Tampoco lo merecía Danni." Kate sabía que esta conversación era mucho más de lo que Megan acababa de decir, pero decidió no presionar. Tarde o temprano lo sacaría de Megan, o le preguntaría a Rob. Ella se volvió hacia su propia comida, las dos mujeres comiendo en silencio. Megan se detuvo en el camino de entrada de la casa de su infancia y dejó que el Volkswagen permaneciera quieto mientras se giraba para mirar el perfil silencioso de su madre. "¿Quieres algo de ayuda para llevar tus maletas?" "No, gracias." Kate se inclinó y le dio un beso cortante a su hija en la mejilla. "Gracias por recogerme." Megan vio a su madre bajar del automóvil, sacar su maleta del asiento trasero y luego dirigirse a la casa. Suspirando, apoyo su cabeza contra el asiento. "Buen trabajo, idiota," murmuró, luego puso el automóvil en marcha. *****

Munson, Maine 1968 Danni cayó de rodillas, Healy y Anicka casi la derriban en su emoción por ver a su dueñoa nuevamente. Danni no pudo evitar reír, incluso mientras trataba de escapar de los besos perrunos. Finalmente logró ponerse de pie, agarró su maleta y caminó más adentro de la cabaña. "¿Cómo se portaron?" Le preguntó a Tina, la nieta de 18 años de uno de sus inquilinos que se quedó en la casa y con los perros cuando Danni tuviera que viajar. "Se portaron genial. Te extrañaron, por supuesto, pero aparte de eso, nada especial." Tina se levantó del sofá donde había estado viendo la televisión en la consola de TV de Danni.

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"Realmente agradezco que te quedaras más tiempo," Danni dijo, acercándose a la adolescente y entregándole un pequeño fajo de billetes. "No esperaba tener que hacer el segundo viaje." Tina tomó el dinero, metiéndolo en el bolsillo de los pantalones acampanados. "No te preocupes." Al quedarse sola, Danni llevó su maleta a su habitación y la arrojó sobre la cama. Aunque estaba contenta de estar en casa, el vuelo de regreso había sido largo y solitario, después de pasar cada momento con Kate. Se dejó caer sobre la cama, mirando al techo. "No va a ser lo mismo abrazar a un husky esta noche," murmuró. El husky en cuestión entró a la habitación, gimiendo suavemente. Danni levantó la cabeza y se encontró con ojos azules, casi similares en color a los suyos. "¿Me extrañaste, Heals?" Preguntó innecesariamente, ya que sabía que el más sensible de los dos perros solía ser un desastre cuando se iba. "Ven." Danni dio unas palmaditas en la cama junto a ella, que era toda la invitación que necesitaba. Healy saltó a la cama y se acurrucó en el pequeño espacio entre Danni y su maleta. Mientras Danni distraídamente pasaba los dedos por el pelo grueso y áspero de Healy, pensó en su tiempo con Kate. Tuvo que sonreír, ya que su cuerpo estaba realmente adolorido por todas las horas que habían pasado haciendo el amor durante la última semana. Sus ojos se cerraron mientras recordaba el cuerpo de Kate y la forma en que se sentía contra ella. La pasión entre ellas fue una experiencia increíble, y Danni se preguntó si siempre sería así. La palabra siempre vibraba en la mente de Danni, ya que siempre implicaba un largo período de tiempo, si no para siempre. Le había pedido a Kate que se mudara con ella y le dijo que quería pasar el resto de su vida con ella. De repente, Danni sintió mariposas nerviosas golpeando contra su interior. Lo gracioso era que no era el siempre o incluso el resto de su vida lo que la asustaba. Lo que asustaba a Danni era la idea de abrir su espacio, su vida y lo más importante, su corazón. Con un profundo suspiro, Danni se sentó, Healy siguiendo su movimiento con los ojos. "Lo siento, muchacho," arrulló, inclinándose y abrazando el cuerpo grande y cálido de su perro favorito. "Me voy a levantar." Danni se bajó de la cama y se quitó la ropa, reemplazando sus jeans ajustados y su blusa campirana por unos pantalones de chándal y una camiseta. Caminando por la casa, estaba agradecida de que Tina hubiera encendido la chimenea, que era donde estaba Anicka. A finales de Septiembre, un otoño teñido de Invierno ya se estaba haciendo notar.

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En la cocina, Danni se preparó unos espaguetis, ambos perros sentados pacientemente uno al lado del otro, esperando que ‘soltara’ algo o tal vez incluso les diera un pedazo de carne seca, que era el obsequio especial de Danni para ellos. Sentada en la mesa de la cocina, Danni preparó su plato. Echando un vistazo a los dos perros de aspecto lamentable, puso los ojos en blanco. "Ustedes dos son ridículos." Aun así, cortó una de sus albóndigas y lanzó los dos bocados. Feliz, Anicka trotó hacia su lugar frente a la chimenea, mientras Healy yacía a los pies de Danni. Mientras Danni comía, miró las tres sillas vacías, el espacio vacío aparentemente burlándose de ella. Podía imaginar fácilmente esas sillas llenas por Kate, Megan y Rob. ¿Tal vez tendrían cenas los Domingos? Danni recordó su propia infancia: cuando su familia tenía el dinero extra, tuvieron una buena y abundante cena familiar, a veces incluso un vecino o dos se unieron a ellos. Danni odiaba admitirlo, pero por primera vez en su vida, estaba sola. *****

San José, California 1968 Megan yacía en el sofá y vio a Rob sentado en la mesa que Danni había hecho para ellos, picoteando en una máquina de escribir para un papel de la universidad. Su mirada se movió de su marido a la mesa, a sí misma. Pensó en el comentario que le había hecho a su madre unas horas antes y en las razones detrás. Estaba molesta, y necesitaba hablar. "¿Rob?" "Sí, cariño," respondió, maldiciendo suavemente mientras cometía otro error. Agarró la botella de Liquid Paper que Megan le había comprado, ya que era un terrible mecanógrafo, y aplicó la mezcla olorosa a la hoja. "Danni le pidió a mi madre que se mudara a Maine," Megan dijo simplemente. Con la mano a medio trazo con el pequeño cepillo del Liquid Paper, Rob la miró. "¿No jodas, de verdad? ¡Es estupendo como el infierno!" Él estudió la cara de su esposa y supo que no era tan estupendo para ella. Dejó la botella y el cepillo sobre la mesa y se dirigió al sofá donde se sentó, colocando los pies de Megan en su regazo. "Háblame." Megan no podía creerlo cuando sintió lágrimas escocer en el fondo de sus ojos. Trató de parpadear, pero en cambio vinieron de todos modos.

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"Guau," Rob dijo, tirando de Megan en su regazo. "Pensé que esto era lo que querías, nena? Que tu madre fuera feliz." "Lo hago," Megan murmuró, sintiéndose como si fuera un bebé. Tocó el cuello de la camisa de Rob, incapaz de mirarlo a los ojos. "No quiero que se vaya." "Entonces, por qué no vas con ella?" Rob preguntó razonablemente. La cabeza de Megan se levantó, sus ojos se encontraron con los suyos. "¿Qué?" "Por mucho que no quieras que tu mamá se vaya de aquí es tanto como no quiero pensar en que estés aquí sola una vez que me vaya, cariño." "Entonces, qué se supone que debo hacer, Rob?" Preguntó, saliendo de su regazo. Sabía que se estaba enojando mucho más de lo necesario, pero no pudo evitarlo. "¿Seguir a mi madre en sus pequeñas aventuras por todo el país solo para no estar sola? No tengo cuatro años, Robert.” "Lo sé, nena," Rob dijo suavemente, entendiendo de dónde provenía toda la emoción de Megan. Sabía lo cercana que estaba de Kate, y sabía que estaba matando a Megan por dentro el pensar que su madre estaba tan lejos. "Piensa en ello como un nuevo comienzo para nosotros, Megan." Se puso de pie y caminó hacia ella, colocando sus manos sobre sus hombros. Se alegró cuando ella no lo apartó. "Ella dijo que Danni se ofreció a darnos una casa," Megan dijo, y se dejó abrazar. Apoyó la cabeza contra el pecho de Rob y se deleitó con la seguridad y la calidez de sus brazos. Rob se sorprendió pero decidió mantener la calma. "Supongo que un juego de comedor no fue suficiente, ¿eh?" Megan sonrió, agradecida por la serena y calmada cabeza de Rob. "¿No crees que es un poco raro, sin embargo?" Levantó la cabeza y miró a la cara de su marido, queriendo ver su reacción. "¿Es diferente? Sí. ¿Es extraño? No. Creo que es un gesto de una mujer muy amable y generosa que realmente ama a tu madre y quiere que sea feliz." El silencio de Megan le dijo que la había convencido, al menos en cierto nivel. "Asumo que no le diste la noticia a tu madre, ¿eh?" Preguntó en voz baja, acariciando la espalda de Megan. Megan negó con la cabeza, apoyando la cabeza en su pecho. "No. Desafortunadamente, realmente la lastimé diciendo algo estúpido, y eso fue todo. Además," Megan suspiró XWPColección: Página y Facebook

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mientras se alejaba de Rob y volvía a sentarse en el sofá. "Lo último que quería hacer en ese momento era decirle que iba a ser una abuela y hacerla sentir culpable por querer estar con Danni."

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Capítulo 37 Burbank, California 1968 Carol y Kate intercambiaron una mirada antes de volver su mirada hacia Helen, que había estado en silencio desde que escuchó la interpretación de los eventos de Kate con respecto a Danni. Las tres viejas amigas se sentaron en la cocina de Carol para almorzar. "Sabes, dicen que Monty Clift era homosexual," Carol dijo, finalmente rompiendo el silencio. Ignoró la mirada furiosa que recibió de Kate. "Es demasiado guapo para involucrarse con algo así," Helen dijo, sus primeras palabras en cinco minutos. Volvió su atención a Kate. "No entiendo esto, Kate. Sabías que Danni era una mujer en San Diego, pero aún así estabas con él? Ella," corrigió. "Sí." "Pero, por qué?" Suplicó, completamente desconcertada y ligeramente ofendida por toda la situación. "Porque la amaba, Helen. La amo ahora. Ya sabes lo increíble que es Danni, o lo era en ese entonces. Nada ha cambiado con ella. Es amable, cariñosa, compasiva y simplemente un tremendo ser humano." "Entonces sé amiga suya Kate, pero no ... ni siquiera puedo empezar a pensar qué harías con una mujer." Molesta, se apartó de la mesa y volvió a llenar su taza de café. "Lo siento, pero realmente creo que todo esto está mal." "Solía pensar lo mismo, Helen," Carol dijo suavemente, aceptando otra taza mientras Helen traía la cafetera a la mesa. "¿Por qué crees que Kate y yo ya no éramos amigas y me mudé?" Helen se sorprendió cuando volvió a colocar la cafetera y volvió a sentarse. "¿Lo sabías?" Susurró, como si alguien pudiera escuchar. "Sí." "¿Cómo? ¿Kate te lo dijo pero no a mi?” Helen le lanzó a Kate una mirada de dolor antes de volver a mirar a Carol.

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"No. Las vi durmiendo una vez y vi los pechos de Danni." "Me está dando migraña," Helen gimió, llevándose una mano a la frente. "Estás haciendo un gran problema con esto, Helen," Carol comentó, entretenida por la teatralidad de Helen. "El amor es hermoso, así que por qué Kate no debería ser feliz también?" Kate se inclinó sobre la mesa y apretó la mano de Carol. "Gracias." Los ojos de Helen aterrizaron en el contacto físico, la sospecha vagaba por su cerebro. "Si su amistad terminó en el 43 entonces cómo es que son ustedes dos amigas ahora?" "Porque sabía que estaba siendo una vomitada injusta hace veinte años. Me di cuenta de que era estúpido desechar una amistad perfectamente buena por mi propia ignorancia." "¿Me llamas ignorante, Carol?" Helen acusó. Carol se encogió de hombros, incluso cuando Kate puso los ojos en blanco. "Si te queda el zapato, Helen." "Esto es escandaloso." Helen se apartó de la mesa. "Me voy a casa." Carol suspiró pesadamente y envió una mirada de disculpa a Kate antes de que ella también se levantara y siguiera a Helen hasta la puerta principal. "Espera," dijo, agarrando la mano de Helen para evitar que se fuera. "Si necesitas pensar en esto, hazlo, pero piensalo detenidamente, Helen," Carol le aconsejó. "Kate y Danni comparten un amor que ni tú ni yo jamás conoceremos. Es especial y también lo son las dos. No te ciegues como yo por lo que podrías o no pensar que es lo correcto. No te corresponde a ti juzgar." Helen escuchó, asintiendo con la cabeza cuando Carol terminó. "Te llamaré después," dijo en voz baja y luego se fue. Carol se dio la vuelta y vio a Kate apoyada contra el arco que conducía a la cocina. "Lo siento, Kate." "No tienes nada por lo que disculparte. Gracias por decir todo eso.” Kate tomó a Carol en un fuerte abrazo. "Gracias."

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Carol le sonrió a Kate después de que el abrazo terminara. "Tengo que hacer las paces de alguna manera." Recuperaron sus asientos en la cocina. "¿Cómo van las cosas ahora, por cierto?" La sonrisa que iluminó la cara de Kate podría haber iluminado toda la ciudad. "Me pidió que me mudara a Maine con ella." Las cejas de Carol se dispararon. "Supongo que ustedes dos han superado la obstinada loma entonces, ¿eh?" "Sí." "Estoy muy feliz por ti, cariño." Carol estrechó la mano de Kate en amistad y afecto genuino. "Verdaderamente, lo estoy." Carol notó la tristeza que de repente llenó los ojos de Kate. "¿Qué pasa?" ***** Cuando Kate se detuvo en su camino de entrada, se sorprendió al ver que el auto de su hija ya estaba allí. No estaba segura si quería lidiar con esto ahora, Kate se sentó detrás del volante por un largo momento y finalmente apagó el motor y agarró su bolso. Megan estaba sentada en la mesa de la cocina leyendo el periódico cuando Kate entró. "Hola," dijo, algo avergonzada. "Hola, Megan," Kate dijo, dejando su bolso sobre la encimera y quitándose la chaqueta ligera que llevaba puesta. "Sabes, si necesitas una chaqueta hoy, imagina cómo te sentirás en esta época del año en Maine," Kate se mantuvo de espaldas a su hija mientras se servía un vaso de té helado, más por algo que hacer que porque tenía sed. "No estoy del todo segura de si iré a Maine, Megan." "¿Qué? ¿Por qué?” Megan dobló el periódico y lo arrojó a un lado. "Porque," Kate se sentó frente a su hija. "Lo último que quiero hacer es causar problemas a cualquiera."

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Megan se sintió terrible, ya que sabía quién era ese ‘cualquiera’. "Mamá", dijo suavemente, extendiendo la mano sobre la mesa y tomando la de su madre. "Ayer estaba actuando como una niña, y lo siento mucho. Es por eso que estoy aquí ahora. Creo que las noticias me golpean duro, y aunque realmente es todo lo que quiero para ti, definitivamente será difícil verte partir." "Pero de eso se trata, no puedo soportar vivir tan lejos de mi hija, Megan. No puedo imaginar no poder verte o incluso hablar contigo tan a menudo." Megan sonrió. "Supongo que las dos estamos sufriendo de la enfermedad de estar pegada a las faldas, ¿eh? Sin embargo, piénsalo: estuviste a punto de tener un infarto cuando me mudé para ir a la universidad." Kate sonrió ante el recuerdo. "Sí, pero al menos todavía vivías en la misma ciudad," razonó. "Mamá, ¿quién va a decir que incluso me quedaré aquí en San José, o en California para el caso, una vez que me gradúe y encuentre un trabajo?" Kate estudió a su hija por un largo momento. Ni siquiera había considerado eso, pensando que Megan se quedaría cerca para siempre. "¿Estoy siendo egoísta?" "No, pero ciertamente lo fui anoche." Megan se levantó de su silla y se acercó a su madre, arrodillándose junto a la silla, la mano de Kate todavía metida entre las suyas. "Mamá," comenzó, mirando a la cara de su madre. "No has tenido mucho para hacerte feliz en tu vida personal: no importa lo que pienses, siempre supe que no eras feliz con papá. Siempre estabas tan triste y nunca entendí por qué hasta que vi la luz en tus ojos el día que Danni regresó a tu vida. Bueno, volviste a la suya, de todos modos. Todavía eres joven, todavía hermosa y totalmente mereces ser feliz y enamorada, como lo soy con Rob. Sería la peor persona en el mundo por querer negarte eso, solo porque egoístamente te quiero aquí." Kate se conmovió hasta las lágrimas. Agarró a Megan y la abrazó con fuerza y agradecimiento. "Te amo, cariño," susurró en el abrazo. "La mejor hija que alguien podría tener." "Sí, bueno yo también te amo, y serás la mejor abuela que alguien pueda tener." Tardó un momento, pero las palabras finalmente se filtraron en el cerebro de Kate. Ella se apartó, mirando a Megan. "¿Qué?"

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La sonrisa de Megan era de oreja a oreja, incluso cuando lágrimas de tristeza brillaban en sus ojos. "Vamos a tener un bebé." Kate abrió la boca para hablar, pero Megan la interrumpió. "Y si me dices que no vas a irte ahora solo por eso, tendremos una conversación seria, tú y yo." Abrumada por tan hermosas noticias, Kate agarró a su hija en otro abrazo, casi exprimiéndola hasta la muerte. "¡Estas son noticias maravillosas!" Finalmente dejó ir a su hija, dándose cuenta de que también estaba a punto de exprimir hasta la muerte a su nieto por nacer. "¿Rob está emocionado?" "¡Es como un niño pequeño!" Megan se rió, levantándose del suelo y dejándose caer en la silla a la izquierda de su madre. "Estamos encantados, aunque llegó en un mal momento, con Rob yéndose en unos meses." "¿Cuándo te enteraste?" Kate preguntó, bebiendo de su té. "La semana pasada. No quería decirtelo en alguna chirriante línea telefónica de larga distancia, pero las cosas no fueron tan bien anoche," Megan dijo tímidamente. "¿Puedo preguntarte algo?" Megan preguntó de repente. "Por supuesto, ya lo sabes." "¿Por qué tú y Danni se separaron hace cien años?" "Fue hace veinticuatro años, muchas gracias. Y en verdad, nunca nos separamos.” Kate estudió a Megan por un momento, tratando de decidir qué decirle. Finalmente, decidió asentarse en la verdad. "Cariño, para mí ser totalmente honesta contigo significará que te cuente algunas cosas desfavorables sobre tu padre. No quiero manchar tu imagen de él." "Quiero saber, mamá," Megan dijo en voz baja. "Soy una niña grande y puedo manejarlo." Kate asintió, sabiendo que Megan decía la verdad. "Muy bien. Tu padre estaba increíblemente celoso de Danni, por lo que utilizó su posición para interferir con las cartas que Danni y yo nos estábamos enviando mientras Danni estaba en el extranjero. Él creó dudas en nosotras dos, así como también nos dijo mentiras a ambas sobre la otra." Megan solo pudo mirar por un momento. "¿Me estás diciendo que papá interceptó tus cartas y las de Danni, solo para separarte?" Kate asintió. "Básicamente." XWPColección: Página y Facebook

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Megan se reclinó en su silla, sorprendida. "Qué cabrón." "Tenía sus razones, cariño, aunque no quería decir que ninguna de ellas fuera buena." Kate odió el hecho de que intentara darle a George una apariencia de justificación por lo que hizo, pero solo lo hacía para beneficio de Megan. "De hecho conociste a Danni una vez antes." "¿Qué? ¿Cuando?" "Solo tenías dos años. Volvió después de que finalmente dejara el ejército y apareciera en nuestra puerta." "¡Guau!" Megan susurró. "¿Que pasó?" "Tu padre estaba furioso porque ella estaba allí, y Danni se fue. Fui a su habitación del motel esa noche para hablar.” Megan arquó las cejas, viendo algo detrás de los ojos de su madre. "No solo hablaste, ¿verdad?" Kate sonrió levemente y negó con la cabeza. Se sentía culpable y no quería que Megan pensara mal de su madre por engañar. "Fue una situación complicada." "Guau, esto es como una película loca o algo así." Cogió el té de su madre y tomó un trago antes de volver a dejarlo sobre la mesa. "Le conté a Rob sobre la oferta de Danni. Realmente no lo sé, mamá. Quiero que nos mantengamos cerca, pero no quiero hacer un movimiento por las razones equivocadas, o hacer algo que pueda lamentar en el futuro. Quiero que te vayas, estés con Danni y encuentres tu felicidad. Dame un tiempo para pensarlo. Todavía necesito terminar la escuela, así que tengo algunos meses antes de poder hacer algo de todos modos. ¿De acuerdo?" "De acuerdo," Kate estuvo de acuerdo. "Quiero que hagas lo que sientes que es correcto para ti, Rob y para tu hijo. Estoy siendo tan egoísta al querer arrastrarte a través del país para estar cerca de mí." Se inclinó y besó a Megan en la mejilla. "Respetaré cualquier decisión que tomes y no volveré a mencionarla." "Bastante justo." Megan le dio a su madre una sonrisa comemierda. "Debo decir que la promesa de una casa gratis es muy tentadora."

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Seis semanas después: "Esa va encima, Rob," Kate señaló, volviendo a su propia caja cuando su yerno apiló la caja en la parte trasera del camión de U-Haul. "Mamá, ¿dijiste que querías conservar las decoraciones navideñas o donarlas?" Megan preguntó, tocando la caja marcada NAVIDAD. Kate detuvo lo que estaba haciendo y contempló la caja de Megan. "¿Las quieres?" Preguntó. "No tengo espacio para esto en mi casa." "Maldita sea. Bueno, supongo que sigue y cárgalas. Si Danni no los quiere, podemos donarlos allí. Estoy segura de que hay tiendas de Goodwill en Munson." "¿Por qué diablos te desharás de las decoraciones navideñas?" Danni preguntó, cruzando el césped hacia donde estaban Megan y Kate. Más allá de emocionada, Kate corrió la corta distancia hacia Danni y casi la tiró con la fuerza de su abrazo. Riéndose, Danni la atrapó. "Hola a ti también," dijo, manteniendo a Kate de pie. "Lamento no haber podido llegar antes, pero los negocios en San Diego tardaron un poco más de lo que esperaba." "Es tan bueno verte," Kate dijo efusivamente. "Es bueno ser vista," Danni sonrió. "¡Hola, Danni!" Megan se entusiasmó, acercándose a ella y abrazándola, al igual que Rob. "Hola. Escuché que algunas felicitaciones importantes son de rigor." Sonrió a la joven pareja. "Estoy tan feliz por ustedes." "Ven conmigo." Kate agarró a Danni de la mano y la condujo a la casa vacía, donde no tendrían una calle llena de vecinos mirando. "Quiero darte un saludo apropiado." Kate envolvió sus brazos alrededor del cuello de Danni y la jaló hacia abajo para un beso apasionado, que fue devuelto rápidamente.

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"Te extrañé mucho," Danni murmuró, acariciando la suave piel de la mejilla de Kate. "Yo también te extrañé. ¡Creo que han sido las seis semanas más largas de mi vida!” Danni sonrió entendiendo. "¿Estás segura de esto?" Preguntó, indicando la casa vacía a su alrededor. "Más segura que nada. Estoy lista," Kate aseguró, seguido de otro beso. "Entonces hagámoslo." Una hora más tarde, Megan se aferró a su madre como si le fuera la vida en ello. Estaba haciendo todo lo posible para contener sus lágrimas; no quería que su madre se fuera con ningún remordimiento. "Cuídense chicas," susurró en el abrazo. "Lo haremos," Kate le aseguró, balanceando suavemente a su hija, a quien podía sentir que estaba apenas conteniendo sus emociones. "Si necesitas algo, y me refiero a cualquier cosa," dijo, saliendo del abrazo, pero sosteniendo a su hija por los brazos. "Llámame. Estoy a un avión de distancia, cariño, y estaré aquí en un instante." "Lo sé," Megan sonrió, una lágrima tratando de encontrar la salida. Ella rápidamente se la secó. "No llores, Megan," Kate dijo suavemente, levantando su mano para limpiar suavemente una segunda lágrima. "Nos veremos pronto." Megan asintió, tomando varias respiraciones profundas mientras intentaba controlar sus emociones. La situación y la dosis extra de hormonas no ayudaban en nada. "Te amo." "Yo también te amo." Danni las observó a las dos y por un momento se preguntó si estaba haciendo lo correcto al llevarse a Kate al otro lado del país. Su atención fue atrapada cuando Rob caminó hacia ella y la abrazó. "Cuídala," él dijo, dandole un último apretón y luego apartándose. "Lo haré. Haz lo mismo, señor," exigió. Rob se rió entre dientes. "Lo tienes."

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Danni se apartó de Rob a tiempo para ver a Megan acercarse a ella. Vio las lágrimas en sus ojos, aunque podía decir que estaba tratando de mantenerse fuerte. "Ella estará bien, cariño," Danni dijo suavemente. Megan asintió. "Lo sé. Quiero que sea feliz." Ella tomó a Danni en un apretado y prolongado abrazo, que fue devuelto. Cuando el abrazo se rompió Megan mantuvo su mano sobre el brazo de Danni. "No me puedo disculpar lo suficiente por lo que mi padre les hizo a ustedes. Estuvo mal." Danni se sorprendió de que Kate le hubiera dicho la verdad a Megan, pero escondió su sorpresa detrás de una amable sonrisa. "Si él no lo hubiera hecho, Kate no te tendría, así que tal vez las cosas sucedan por alguna razón, ¿eh?" La sonrisa de Megan le recordó a Danni tanto de Kate cuando era un poco más joven que Megan. "Estamos aquí para ustedes chicos, ¿de acuerdo?" Megan asintió. "Gracias. Ten un buen viaje." Kate, Danni y todo lo que Kate poseía fueron cargados en el camión y listos para cruzar el país. Danni, que estaba al volante del gran camión, miró a Kate y le tomó la mano, feliz cuando Kate le apretó los dedos. "Aquí vamos," Danni dijo en voz baja. Kate tomó una respiración profunda y la dejó salir lentamente. Se encontró con la mirada de Danni. "Sí. Aquí vamos." Danni puso en marcha el potente motor y luego sacó el camión de la acera donde Rob lo había estacionado esa mañana. Kate miró el gran espejo lateral y vio a Rob y Megan parados donde los habían dejado, observando mientras el camión se alejaba. Veía fácilmente que Megan estaba llorando por completo ahora, y eso le trajo lágrimas a los ojos y una ligera culpa en su corazón. Aquí vamos. Al caer la noche habían llegado a Utah. Danni encontró un motel y colocó el gran camión en el estacionamiento. "Bebé, si quieres consiguenos una habitación yo aseguraré el camión." "Por supuesto."

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Kate bajó de la cabina y se dirigió a la oficina del gerente. Consiguió una habitación y caminó hacia donde Danni estaba cerrando la puerta trasera del camión y asegurándola con un candado. "Estamos listas para irnos," dijo, sonriendo hacia Kate. Kate las condujo a su habitación y entraron, Danni encendió las luces al entrar. La habitación era sencilla y pequeña, con una cama doble, un tocador y una mesa con dos sillas. Kate se dirigió de inmediato al pequeño baño, ya que necesitaba ir durante los últimos 160 kilómetros. Danni arrojó la bolsa que empacaron a la cama y se dejó caer sobre ella. Estaba cansada y le dolía el trasero por estar sentada tanto tiempo. Mañana Kate se haría cargo del volante. Oyó sonar el inodoro y la puerta del baño se abrió, Kate entró en la habitación y se acostó en la cama junto a Danni. "Ven aquí, extraña," Danni dijo, tendiéndole un brazo a Kate. Kate se movió hacia Danni, por alguna razón sintiéndose tímida. Apoyó su cabeza sobre el hombro de Danni, envolviendo un brazo sobre el torso de Danni. "Un largo día." "Sí, un día muy largo." Acercó a Kate un poco más, notando la pequeña distancia. "¿Está todo bien?" Kate sonrió, creyendo que Danni sentiría algo. "Sí. Es una locura, pero siento que es mi noche de bodas o algo así." Danni se rió entre dientes. "¿Qué? ¿Por qué?" Kate levantó la cabeza y miró hacia abajo a la expresión de desconcierto en la cara de Danni. "Lo sé, es estúpido. Me siento un poco tímida, como si no estuviera segura de lo que tengo permitido hacer o con qué estar cómoda." Danni levantó una mano y colocó el cabello de Kate detrás de una oreja. "Solo soy yo, Kate. La misma vieja Danni. "Lo sé. Te dije que era estúpido." "No es estúpido. Me imagino que saber que estás a punto de comenzar una nueva vida lejos de todo y todos es un poco atemorizante."

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Kate asintió. "Lo es. Pero," levantó un dedo, viendo el miedo comenzar a deslizarse en los ojos de Danni. "No me arrepiento de mi decisión, ni estoy teniendo dudas." Danni estudió los ojos de Kate durante un largo momento, buscando por cualquier tipo de puerto en la tormenta de agitación que estaba en su propio corazón y mente. Kate pudo haber estado dejando su estado y su hija, pero Danni estaba a punto de aventurarse en un territorio que estaba más allá de lo extraño. Había vivido sola durante mucho tiempo, y no tenía idea de cómo compartirse a sí misma, compartir su tiempo o su espacio con otra persona, incluso si esa persona era Kate. Kate casi podía leer la historia detrás de los ojos de Danni, incluso si no podía entender completamente la trama. "¿Lo estás?" Preguntó, con los nervios de punta. "¿Teniendo dudas?" "No," Danni dijo de inmediato, hablando en serio. "Sin duda tendremos mucho que resolver, pero no, no estoy reconsiderando nada. Te amo." Kate sonrió, la luz el sol fluyendo nuevamente a su corazón. "Yo también te amo." Besó a Danni. "¿Quieres algo para comer luego nos preparamos para dormir?" "Creo que es un plan brillante," Danni felicitó. Encontraron un restaurante de comida rápida al otro lado de la calle y trajeron la comida en bolsas a la habitación. Sentadas en la mesa, ambas incando el diente en grasientas hamburguesas e incluso en grasientas papas fritas. "Entonces, mi amor va a estar llegando a un país de las maravillas invernal en Maine," Danni dijo, sorbiendo su coca cola. "¿De verdad?!" Kate se entusiasmó. "Sabes, solo he visto nieve una vez en mi vida y tenía 4 años." "¿En serio? ¿Sólo una vez?" "Intenta vivir tu vida en California y ve cuánta nieve ves," Kate se rió. "Bueno, a donde vas verás mucha. Apostaría a que incluso te cansarías de eso," Danni dijo antes de arrojar una papa frita en su boca.

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"No sé sobre eso; realmente espero algo diferente. San Diego y San José fueron geniales, pero he estado en California ahora por más de 40 años. Estoy lista para probar algo nuevo." "No sabes lo contenta que estoy de escuchar eso," Danni bromeó. Mirando a Danni desde el otro lado de la mesa, Kate de repente sintió la necesidad de estar cerca de ella, de romper por completo cualquier distancia o incomodidad entre ellas. Se apartó de la mesa y caminó hacia Danni, alentando a Danni para que empujara su silla hacia atrás, lo cual hizo. Kate se subió a su regazo, sentándose a horcajadas sobre sus muslos y sonriéndole. "Bueno, hola," Danni dijo, con las manos en las caderas de Kate. "Hola." "Realmente debe gustarte este asiento," Danni bromeó. "El mejor asiento en la casa." Kate apoyó las manos en el respaldo de la silla, con la cara a no más de quince centímetros de la de Danni. "¿Te das cuenta de lo absolutamente locas que estamos por hacer esto?" "De hecho sí lo sé. Casi como un par de estos chicos locos de hoy en día. Lo único que nos falta es una camioneta Volkswagen." Kate sonrió, gustándole la idea. "Podríamos dejar crecer nuestro cabello hasta la cintura y usar nada más que camiseta hippie y faldas largas." Danni se rió, moviendo sus manos a lo largo de los muslos de Kate hasta que llegó al dobladillo de su falda. Deslizó sus manos hacia atrás por el mismo camino que estaban hasta que descansaron en un revestido de satén detrás. "Me gusta la idea de la falda; acceso más fácil." Kate se rió. "Eres incorregible." "Completamente y con orgullo. No soy la única irresistible en esta relación." Ella apretó el trasero de Kate para enfatizar su punto. Kate se meneó en el regazo de Danni, haciendo que ambas sonrieran. "¿Qué crees que diría tu hermano Billy sobre todo esto? ¿Sabía él sobre ti?”

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Danni asintió. "Hasta cierto punto. Sabía que yo no era como las chicas ‘normales’, pero no creo que ninguno de nosotros supiera realmente cómo llamarlo o qué pensar de eso en ese momento. Y en cuanto a lo que él pensaría, creo que estaría encantado de que he encontrado a alguien que pueda soportar mi trasero." "Oh, porque eres muy difícil y todo," Kate dijo, poniendo los ojos en blanco. "Puedo serlo. ¿Qué te hizo mencionar a mi hermano?” "No lo sé. Supongo que estoy un poco triste porque no pude conocer a tu familia, y aún más triste porque no te queda ninguno," Kate dijo suavemente, deslizando los dedos por el cabello de Danni. "Aparte de que mi madre murió hace unos años, todos se han ido hace mucho, mucho tiempo. Supongo que no pienso en eso mucho, aunque debo admitir que, una imagen tan hermosa que hacen tú, Megan y Rob, a veces es difícil." "¿Por qué, bebé?" Kate inclinó la cabeza ligeramente, perdiéndose en la increíble belleza de la mujer debajo de ella. A menudo se preguntaba qué diablos tal criatura querría con ella. "Porque no tengo eso," Danni dijo simplemente. "Allison era mi familia, y ahora también se ha ido." El corazón de Kate se rompió por la profunda tristeza que vio en los ojos de Danni. "Dicen que cuando una puerta se cierra otra se abre, y yo diría que otra se abrió con alguien que te adora completamente. Megan y Rob también lo hacen." Ahuecó la cara de Danni. "Si quieres a mi familia, Danni, te han aceptado completamente." "Creo que hemos terminado con la cena," Danni susurró, acortando la distancia y tomando a Kate en un profundo beso. Kate respondió instantáneamente, llevando a Danni aún más lejos en el beso, su pasión aumentando rápidamente. Después de un largo momento, el beso se rompió, ambas sin aliento. "Vamos." Kate se bajó del regazo de Danni y condujo la corta distancia hasta la cama. Se giró y se enfrentó a Danni mientras se quitaba rápidamente la ropa, viendo como Danni hacía lo mismo. Desnudas, se unieron en un beso lento y profundamente apasionado antes de que Danni fuera jalada hacia la cama.

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Veinte minutos después, Kate estaba acurrucada junto a Danni, su cabeza bajo la barbilla de Danni, ambas recuperándose de la intensidad del momento. "Espero que estés bien con solo un orgasmo esta noche," Danni bromeó, sus ojos ya cerrados. Kate se rió entre dientes, presionándose aun más cerca del cuerpo de Danni. "¿Te refieres a lo opuesto a los diez habituales? Sí, estoy muy bien con eso." Su mandíbula crujió con la enormidad de su bostezo. "Estoy cansada también, bebé." "Bien," Danni murmuró, comenzando a quedarse dormida. "Te amo y buenas noches." "Buenas noches, bebé," Kate susurró, inclinándose y colocando un beso en los labios. "Yo también te amo."

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Capítulo 38 Munson, Maine La emoción de llegar había terminado, Healy y Anicka ahora estaban más interesadas en oler a la recién llegada que en ladrar y saltar a su rebelde dueña. Danni se apoyó contra la entrada de la espaciosa sala de estar, viendo mientras Kate andaba de decoración en decoración, pasando los dedos por varias superficies y volviendo a familiarizarse con un hogar en el que había estado unas pocas horas meses antes, y ahora iba a ser su hogar. El corazón de Danni latía con fuerza mientras miraba a Kate. Sabía que en los próximos días su casa ya no se vería como ahora: las pertenencias de Kate serían trasladadas y se infiltrarían en lo que Danni había pasado años creando para sí misma. En cierto nivel, la realización la entusiasmó más allá de toda comparación, pero en otro nivel, la asustaba hasta la muerte y la hacía sentir profundamente incómoda. "¿Estás bien?" Kate preguntó en voz baja, acercándose a Danni. Notó la profunda expresión de pensamiento en su rostro y se sintió algo preocupada. La voz de Kate y su repentina aparición ante ella sacaron a Danni de sus pensamientos. Literalmente se sacudió y sonrió. "Solo estoy pensando en lo diferente que será aquí, tener a alguien aquí conmigo todo el tiempo." Kate inmediatamente sintió una punzada de miedo. "¿Eso es algo malo?" "No. Es algo diferente. Me pregunto si tal vez el propósito de tener a Mary en mi vida durante el año pasado fue prepararme para ti." Kate quería estar feliz ante las palabras, pero podía ver el miedo en los ojos de Danni. "Has estado sola durante mucho tiempo, Danni," comenzó, una mano apoyada en el brazo de Danni. "Vivir sola, eso es. Creaste esta cabaña de acuerdo con tus gustos y necesidades, y creaste tu vida de acuerdo con tus gustos y necesidades." Miró profundamente a los ojos de Danni, asegurándose de que tuviera toda su atención. "Necesito saber ahora mismo – y la verdad – si puedes hacer esto. Sé que estoy aquí, pero puedo irme fácilmente a casa si eso es lo que quieres o necesitas. Me mata decir todo esto, pero te amo lo suficiente como para dejarte ir –“ Las palabras de Kate rompieron el corazón de Danni y la hicieron sentir una pérdida más grande que cualquier cosa que alguna vez sabría si Kate salía por la puerta. Sabía que tenía mucho que superar, pero también sabía que necesitaba a Kate para superarlo. XWPColección: Página y Facebook

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Entonces, interrumpió el desinteresado ofrecimiento de Kate con un beso, ahuecando la cara de Kate en manos suaves, luego la estrechó en un cálido abrazo. "No quiero que te vayas a ningún lado," susurró en el abrazo. Kate se derritió contra Danni, aliviada y en paz. "¿Danni?" "¿Sí, bebé?" "¿Podemos ir a jugar en la nieve?" La risita de Danni pronto se convirtió en una completa risa. "Vamos, niña mía." Vestida con la ropa suficiente para mantener a una persona viva y bien en la Antártida, Kate siguió a Danni al gran país de las maravillas blancas que era su patio delantero. La nieve se apilaba contra la casa y llegaba a la mitad de la pantorrilla del suelo por la reciente tormenta que había caído dos días antes. "Esto es un montón de nieve, Danni," Kate dijo amortiguadamente en la bufanda que estaba atada alrededor de su boca y barbilla. "Esto no es nada," Danni le aseguró, haciendo todo lo posible para no reírse de ella por cuán ridícula se veía Kate. Le había pedido a Danni que le diera suficiente ropa para que no tuviera frío, así que Danni la había complacido totalmente. Sabía que la sangre de Kate de California se adaptaría lo suficientemente pronto. Antes de que ese pensamiento saliera siquiera de su cabeza, Danni se vio sacudida por el impacto de una bola de nieve bastante grande. Mirando hacia abajo, vio el desorden blanco salpicado en el pecho superior de su chaqueta de invierno. Con los ojos muy abiertos, Danni miró a una sonriente Kate. "No hiciste eso." "Sí, lo hice." Kate estaba bastante orgullosa de sí misma hasta que comprendió lo que acababa de hacer y la realización de represalias. "Ahora Danni," balbuceó, al ver la mirada en los ojos de Danni. "Soy una principiante, aquí. ¡Tranquila!" ¡SPLAT! Kate escupió nieve, incluso mientras yacía tendida en ella. Levantando una mano enguantada, limpió la cortina de nieve de sus ojos solo para ver a una Danni riendo a carcajadas a un metro y medio de ella, casi cayéndose de la risa. "Así que piensas que es gracioso, ¿eh?" Kate gruñó, sacudiendo la nieve de su cara y de su pelo. Alargó la mano y tiró de la bufanda lo suficiente como para arrojar la nieve que se había deslizado hasta su boca y mentón. "Puedo mostrarte lo que es gracioso." XWPColección: Página y Facebook

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Y la pelea estaba en marcha. Danni corrió – lo más rápido que pudo en treinta centímetros de nieve – y se agachó detrás del grueso tronco de un árbol justo antes de que una bola de nieve salpicara en el frente. Riéndose como una niñita, cayó de rodillas y comenzó a crear un arsenal de bolas de nieve. "¡Te atraparé!" Gritó. "¡Ya lo hiciste!" Kate le respondió, haciendo su propio arsenal de bolas de nieve detrás del Jeep de Danni. "¡Te lo advierto, chica de California! ¡No eres rival para una profesional!" Danni se burló, lanzando una bola rápida para el efecto, la nieve salpicando en el lateral de su Jeep, lo que causó un grito de Kate en el otro lado. Danni se rió entre dientes y volvió a su tarea. Healy y Anicka estaban en el porche mirando, como sabiendo que las dos humanas locas estaban a punto de enfrentarse en la batalla de bola de nieve de todas las batallas de bolas de nieve. "No seas tan arrogante, Nebraska," Kate le dijo, haciendo reír a Danni desde detrás de su árbol. "Profesional," Kate murmuró. Aun así, tuvo que admitir que, a pesar de sus capas inhumanas de ropa, ya comenzaba a sentir frío, y sus dedos se estaban poniendo rígidos. No era alguien que admitiera debilidad, lo apartó todo, decidida a vencer a Danni en su propio juego. Sintiendo que tenía suficiente munición, Kate se levantó lentamente, lo suficiente como para asomarse a través de la ventana del lado del conductor y hacia el patio más allá de la ventana del pasajero. Ella gritó y cayó de nuevo al suelo cuando un proyectil gigante golpeó la ventana del pasajero, seguido de una carcajada desde algún lugar en el patio. Kate escupió su bocanada de nieve y se puso lista. Permaneció sobre sus manos y rodillas pero bajó la cabeza lo suficiente como para poder ver lo que estaba pasando debajo del vehículo. Su astucia fue recompensada cuando vio que los pies calzados con botas salían de detrás del árbol y galopaban a través de la nieve hacia un nuevo escondite. Sonriendo como una niña, Kate agarró una brazada de bolas de nieve y se puso de pie, lanzandolas a una desprevenida Danni una tras otra. Tratando de protegerse la cara y la cabeza, Danni soltó la mayoría de sus bolas de nieve, dejándola abierta para un ataque despiadado.

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Riendo como una lunática enloquecida, Kate se movió desde detrás del Jeep, continuando con el ataque relámpago. Se quedó sin aliento cuando Danni perdió el equilibrio mientras trataba de alejarse de Kate y se cayó, golpeándose la cabeza contra un árbol. "¡Danni!" Kate dejó caer su munición y corrió hacia ella, cayendo de rodillas y quitándose la bufanda de la boca para poder hablar más fácilmente. "¿Estás bien?" Danni yacía allí, aturdida, o eso parecía. Tan pronto como Kate se inclinó sobre ella, la agarró e invirtió sus posiciones para que Kate quedara tendida de espaldas en la nieve, Danni sobre ella. Agarró un puñado de nieve y la estrelló contra la cara de Kate. Inclinándose hacia abajo, sonrió. "Bienvenida a Maine, bebé." Kate se sacudió la nieve de la cara, tratando de no ahogarse en la nieve mientras se reía. "Haces trampa." "Sí, la hago," Danni sonrió, inclinándose hacia abajo y colocando un sonoro beso en los labios endurecidos y fríos de Kate. "También tengo frío y tú también." Danni se puso de pie y ayudó a Kate a ponerse en los suyos. "Vamos nena. Vamos a calentarnos." Un fuego rugiente calentó la habitación, pero aún con frío, Kate y Danni yacían en el sofá envueltas en una manta, sus cuerpos desnudos ayudando a crear calor corporal. Danni estaba presionada en el respaldo del sofá, Kate presionando su espalda en ella. "¿Empezas a entrar en calor?" Danni preguntó, atrayendo a Kate que aún temblaba más cerca de ella. Kate asintió. "Lentamente, pero sí." Miró las llamas danzantes y suspiró. A pesar de su cuerpo helado, sintió que había muerto e ido al cielo. Tomó la mano de Danni, que descansaba sobre su estómago, y la colocó sobre su pecho derecho, sosteniendo la mano más grande firme con la suya. "¡Jesús, mujer!" Danni exclamó. "¡Esa cosa podría cortar el vidrio!" Kate soltó una risita. "¡Bueno, tengo frío!" "Ven, volteate." Danni ayudó a Kate a no caerse del sofá mientras hacía lo que le pedía y ahora estaba de cara a Danni. Tomando su posición favorita de piernas entrelazadas, Danni reajustó la manta a su alrededor, jadeando cuando la carne fría y rugosa de los pechos de Kate se presionaron contra la suya. "¿Mejor?"

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"Sí, excepto que ahora mi trasero está frío." Danni puso los ojos en blanco, extendió la mano sobre la cadera de Kate y ahuecó la carne fría en cuestión. De hecho, estaba fría. "Entonces, vas a poder manejar este clima, señora?" "Mmm," Kate tarareó, enterrando su cara en el cuello de Danni. "Si puedo pasar mis inviernos justo aquí." Danni se rió, usando su mano en el trasero de Kate como palanca para atraer a Kate aún más cerca de ella. "Creo que la señora se está calentando," Danni ronroneó, mientras sentía que Kate ajustaba sus caderas aún más cerca de las de Danni. Podía sentir la humedad contra su muslo, pero no estaba segura de si era sudor por el calor corporal combinado o si su pequeña fierecilla también se sentía excitada. Kate levantó su rostro sonriente del cuello de Danni y lo apoyó en la gran almohada, sus rostros a escasos centímetros de distancia. "Lo estoy." "¿Puedo hacerte una pregunta?" Danni preguntó, trazando sus uñas a lo largo de la parte inferior del muslo de Kate. "Por supuesto." "Estoy de hecho realmente sorprendida de que pregunte esto, y no dudes en no responder. Cuando tú y George estaban juntos, estuvieron juntos muy a menudo?” Kate pasó su mano por el pecho superior de Danni y alrededor de su hombro y a su costado. "No," dijo con facilidad. "En verdad, cuando decidí dejar a George, no habíamos tenido intimidad en años. Él lo intentó, pero," Kate se encogió de hombros, "yo no quería nada que ver con eso." "¿Por qué no?" Danni levantó su mano, siguiendo la curva redondeada de la espalda de Kate. Podía sentir el calor de la humedad entre las piernas de Kate, y sabía que tenía poco que ver con el sudor, como el suyo. El conocimiento de que su tacto excitaba a Kate hizo que la sangre de Danni hirviera mucho más. Lidiando con sus propios deseos crecientes, Kate dijo, "Porque él no era tú. Porque él no era suave y sensual, como tú. Como una mujer.” Kate se inclinó unos centímetros y besó a Danni. "Pero más importante aún, no lo amaba de esta manera." Besó a Danni de nuevo, su mano se deslizó por el costado de Danni y sobre el propio brazo de Danni hasta que ahuecó su pecho. "No como te amo."

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Danni atrajo a Kate hacia ella en un profundo y apasionado beso mientras empujaba a Kate hacia su espalda y se deslizaba sobre ella, continuando el beso. Después de un momento sin aliento, se levantó ligeramente, mirando a una ruborizada Kate. "Tengo un viejo amigo a quien le encantaría saludar si estás dispuesta." Kate vio el brillo sensual en los ojos de Danni y lo sintió desde los dedos de sus pies hasta su cuero cabelludo. "Me encantaría." "Quédate aquí. Vuelvo enseguida.” Danni salió de debajo de la manta y colocó a Kate cómoda y cómoda, haciéndola reír. Danni rápidamente entró al dormitorio donde el aire tomó un giro decididamente más frío. Temblando un poco, se apresuró a recoger el viejo artilugio que no había usado desde aquella noche del 49 en una habitación de un motel en San José, California. Danni siempre se sentía tonta caminando con el falo sujeto a su cadera sin pantalones para sostenerlo, pero rápidamente regresó a la calidez de la sala de estar donde el fuego todavía crepitaba alegremente, y de vuelta a Kate. Kate miraba hacia la enorme chimenea y el fuego dentro, luego su mirada se dirigió hacia los dos perros esquivos de aspecto aburrido que yacían frente a ella, y ambos la miraban. Kate tuvo que admitir que se sentía un poco extraña al hacer esto delante de los perros, pero sabía que tenía que acostumbrarse. En verdad, era bueno estar cerca de los animales de nuevo. Ella y George le habían conseguido a Megan un golden retriever llamado Molly cuando Megan tenía 4 años, pero desafortunadamente el perro había sido atropellado por un auto y murío tres años después. Megan había estado tan desconsolada que habían decidido no tener otro. Bueno, George había decidido no tener otro; si hubiera sido por Kate, hubieran tenido otro perro al día siguiente. Kate escuchó a Danni volver a entrar en la habitación, su mirada primero hacia el magnífico cuerpo desnudo de Danni y luego al falo que se balanceaba graciosamente desde su cuerpo. La sonrisa de Kate estaba oculta por la manta. Danni sonrió cuando pudo ver los ojos de Kate y la parte superior de su cabeza sobre la manta. "Eres muy linda," dijo, tirando de la manta lo suficiente para que se deslizara debajo de ella, luego la jaló de nuevo sobre sus hombros desde donde estaba tumbada encima de Kate, donde fue aceptada fácilmente con un fuerte abrazo. "Bienvenida de regreso," Kate sonrió, separando sus piernas mientras Danni se acomodaba entre ellas.

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"Es bueno estar de regreso," Danni murmuró en el oído de Kate, haciendo que la mujer temblara un poco. Estiró la mano entre ellas y ajustó el falo para que se deslizara entre los pliegues saturados del sexo de Kate. Kate dejó escapar un suave suspiro, sus manos bajando por la espalda de Danni y por su trasero, ahuecando la carne mientras las caderas de Danni movían el falo contra ella en un ritmo lento y perezoso. Podía sentirse ponerse cada vez más húmeda con cada pasada. Danni sostuvo a Kate con un beso perezoso y exploratorio mientras deslizaba el falo por la humedad de Kate, asegurando que el falo estaba generosamente cubierto con la propia necesidad de Kate. Se apartó del beso y pudo sentir los suaves jadeos de Kate contra su rostro. "¿Estás lista?" Kate asintió, pasando sus manos por la espalda de Danni hasta que sus brazos se envolvieron alrededor de sus hombros. "Hazlo ahora." Danni jaló de sus caderas hacia atrás lo suficiente para que el falo cayera en la posición correcta y luego empujó lentamente sus caderas hacia adelante, el pene entró suavemente. Ambas gimieron ante la sensación familiar. "Me siento tan llena," Kate susurró con una sonrisa tímida. "Ha pasado mucho tiempo." "¿Estás bien? ¿Estás incómoda?" Danni preguntó, deteniendo sus movimientos. "Dios no. No." Kate enterró sus dedos en el cabello de Danni y la atrajo hacia un beso profundo y amoroso. "Me encanta sentirte dentro de mí, Danni," susurró contra los labios de Danni. Danni se apoyó en sus antebrazos mientras movía lentamente sus caderas, deteniendo el movimiento de empuje mientras giraba lentamente, haciendo que ambas gruñeran ante la nueva sensación. Dejó la boca de Kate y comenzó a acariciarle el cuello con la nariz mientras comenzaba a empujar lentamente de nuevo, el sofá crujía levemente con sus movimientos. Pronto sus labios y su lengua encontraron la piel cálida, chupando suavemente para no dejar una marca. Los ojos de Kate se cerraron mientras su cabeza caía hacia un lado, sus manos enterradas en el cabello de Danni, presionándola más en su cuello. Por supuesto que Danni podía continuar, deslizó sus manos sobre el cuello de Danni, luego deslizó sus uñas suavemente por la espalda de Danni y luego extendió los dedos, sintiendo la suave piel y los músculos que se movían debajo de ella.

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Por los hermosos quejidos y crecientes gemidos de Kate, Danni podía decir que el cuerpo de Kate estaba en proceso para liberarse. Dejó el cuello de Kate y se empujó en sus manos, mirando hacia abajo a la cara ruborizada de Kate. Usó el poder en sus caderas para aumentar su ritmo y empujes, Kate respondió levantando sus rodillas un poco más arriba, permitiendo una penetración más profunda. Kate gimió profundamente en su garganta cuando Danni aceleró aún más el ritmo, los senos de Kate moviéndose con el poder de cada embestida. Los ojos de Kate se cerraron con fuerza mientras las embestidas de Danni se volvían cada vez más duras y rápidas, llevándolas a las dos al límite. "Dios," Danni siseó, sus caderas golpeando a Kate ahora cuando el placer se elevó hasta el punto de no retorno. Kate gritó mientras su cuerpo se convulsionaba, sus uñas clavadas en la espalda de Danni en un esfuerzo inconsciente por mantenerse en tierra, incluso cuando estaba volando alto. Danni no sintió el dolor mientras ella, también se liberada, se estiró para ahuecar el trasero de Kate y presionar sus cuerpos fuertemente juntos, extrayendo cada gota de placer mientras oscilaba sus caderas, su rostro enterrado en el cuello de Kate. Después de un largo momento, Kate comenzó a volver dentro de sí misma, envolviendo sus brazos alrededor del cuello de Danni y abrazándola. "Dios mío," jadeó, acariciando el cabello de Danni. "Eso fue increíble." Danni asintió, su rostro todavía estaba enterrado en el cuello de Kate. Después de un largo momento, dejó un beso allí y luego colocó uno en los labios de Kate. "Te amo." "Te amo." "¿Qué te parece que sigamos esto en el dormitorio?" Danni preguntó contra la boca de Kate. Kate sonrió. "¿De verdad crees que tendremos la energía para más?" Danni se rió entre dientes. "Bebé, todavía tengo nueve orgasmos más para darte." Se deleitó con la risa de Kate. "Pero primero," dijo, saliendo suavemente de Kate y luego bajándose del sofá. "Tengo que dejar salir a los perros para ir al baño una vez más y apagar el fuego." Arrebató la manta del cuerpo de Kate, sonriendo ante el agarre de Kate por ella. "Oye, hace frío y tengo cosas que todavía tengo que hacer. Ve a calentar la cama para nosotras."

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Kate suspiró dramáticamente, levantándose lentamente del sofá, ya que estaba un poco adolorida. "Bien." Kate podía oír a Danni y los perros moverse por la casa mientras preparaba la cama y se metía. Hacía frío entre las sábanas, pero incluso mientras se estremecía, sabía que se calentarían rápidamente, especialmente una vez que Danni se uniera a ella. Con solo una lámpara de la mesita de noche encendida, la habitación estaba pintada en un resplandor delicioso que era cálido y acogedor. Kate miró alrededor de la habitación, dándose cuenta de que sería el espacio que compartiría con Danni por el tiempo que vivieran en la cabaña, lo cual sospechaba que sería mucho tiempo, si no para siempre. Fue un pensamiento reconfortante, y uno que se sorprendió de lo mucho que esperaba. "Hola hermosa," Danni dijo mientras entraba en la habitación, dejando caer rápidamente la manta y quitándose el falo antes de meterse debajo de las mantas y deslizarse hacia Kate. "Hola," Kate murmuró, moviéndose hacia los brazos abiertos de Danni. "¿Qué tan frío de pone aquí?" "Mucho más frío que esto," Danni advirtió. "Pero, ahora hace tanto frío aquí porque apagué la calefacción porque no estaba. La subí, así que mañana será mucho más cálido." Kate miró a Danni a los ojos, se volvieron gris a la luz de la lámpara. "¿Alguna vez pensaste que estaría aquí contigo? ¿Que estaríamos haciendo esto?” Danni negó con la cabeza. "Ni en un millón de años. Honestamente, no pensé que volvería a verte nunca más, Kate. Averigüe sobre ti una o dos veces a lo largo de los años, pero esencialmente estaba planeando seguir adelante lo mejor que pudiera." "Sabes," Kate dijo en voz baja, pasando sus dedos por el cabello de Danni. "Mientras estaba sentada en la sala de estar de Carol, viendo la cobertura después de que le dispararon a Bobby Kennedy, supe en ese momento que la vida era muy corta y que tenía que encontrarte de nuevo." "¿Cuál era tu intención cuando llegaste aquí?" Kate se encogió de hombros. "Realmente no tenía ninguna, supongo. Solo quería verte de nuevo, ver si había alguna posibilidad para ... no sé para qué.”

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Danni sonrió, dejando un beso en la punta de la nariz de Kate. "Bueno, solo tardó veinticinco años, pero aquí estamos. Bienvenida a casa, bebé."

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Capítulo 39 Aeropuerto internacional de Bangor, Bangor Maine 1968 Danni estaba preocupada de que Kate se tambaleara directamente en sus zapatos mientras miraban el avión deslizarse hasta la puerta de embarque. Puso un brazo alrededor de los hombros de Kate, apretando ligeramente para calmarla. "No puedo esperar para verla," Kate dijo innecesariamente, alzando una mano para agarrar la de Danni, que colgaba sobre el frente de su hombro. "Lo sé. Mira, aquí vienen." Kate vio a Megan y Rob caminar desde el avión hacia las escaleras que llevaban al aeropuerto. Ella casi rebotó hacia la puerta de entrada, esperando, examinando visualmente a los otros pasajeros hasta que vio a su pequeña niña. Con un chillido de deleite, Kate agarró a su hija en un abrazo fuertísimo, que fue devuelto con igual vigor. Danni se acercó a los dos, aceptando un abrazo de Rob, luego ambos miraron pacientemente mientras las dos mujeres se separaban de mala gana. Danni sintió que su culpa la aquejaba una vez más, al ver las lágrimas de madre e hija reunidas una vez más después de un mes de separación. "¡Mírate!" Kate exclamó, poniendo su mano sobre el ligero bulto del bebé que había comenzado a sobresalir de la sección media de Megan. "No estabas bromeando cuando dijiste por teléfono que podrías ver un cambio." Megan sonrió y luego tomó a su madre en otro abrazo. Sintió que su mundo volvía a su lugar, como había echado mucho de menos a su madre, mucho más de lo que imaginaba que haría. "Estoy tan emocionada de que pudimos venir para Acción de Gracias," dijo, mientras se retiraba del abrazo. Miró a su madre, realmente la miró y se dio cuenta de que nunca antes había visto un brillo tan hermoso en los ojos de su madre. "Te ves tan hermosa," la felicitó, tocando el pelo de su madre, que parecía saludable y espeso. "Creo que este loco frío y la nieve te han hecho bien." Se inclinó cerca solo para que su madre escuchara sus palabras. "Además de lo que sospecho es una dosis generosa de amor." Kate se rió, sintiéndose como si estuviera en una nube mientras enganchaba su brazo con el de Megan y llevaba a su hija a donde estaban Danni y Rob. Ella tomó a Rob en un abrazo entusiasta mientras Megan se acercaba a Danni.

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Levantó la mirada hacia el bello y acogedor rostro de Danni. "Se ve increíble, Danni," Megan dijo, tomando a Danni en un cálido y prolongado abrazo. "Creo que la has cuidado muy bien." "No, creo que es al revés," Danni dijo, dándose palmaditas en el estómago. "Tu madre puede cocinar como nadie que haya visto." Megan echó la cabeza hacia atrás y se rió, encantada de que ahora se sintiera tan cómoda con Danni como la primera vez que la había conocido. "Sí, ella tiene un recetario interno tremendo." "Parece que no soy la única que ha notado un poco de barriga." Danni miró el vientre de Megan, con una gran sonrisa en la cara. No pudo evitar sentirse eufórica, no solo por Megan y Rob, sino por ella y Kate también. "Sí," Megan estuvo de acuerdo, colocando una mano sobre su vientre emergente, lo cual se había convertido en hábito. "Ella está viniendo." Danni arqueó una ceja. "¿Ya sabes el sexo?" "Ya sé el sexo," sonrió. "Ah. Ya veo. Bueno," Danni dijo al grupo. "¿Estamos listos para irnos?" Megan caminó con Danni, su mano metida en la curva de su brazo mientras salían del aeropuerto, dejando a Kate caminando y hablando con Rob. Megan miró hacia su qué, su madrastra? No tenía idea de lo que representaba Danni, pero no importaba. Su madre parecía más que feliz, y eso era lo que ella quería. "Tengo que decir que no fue maravilloso volar en esta nieve," Megan comentó. "Aun así, también tengo que decir que va a estar más allá de lo maravilloso tener este clima más frío. Te diré que, Danni, estar embarazada te hace sentir increíblemente acalorada." Danni se rió e instintivamente pasó su brazo sobre los hombros de Megan en un gesto innegablemente maternal. "Bueno chica, estás en el lugar correcto entonces." Kate observó la interacción entre las dos y no pudo evitar casi estallar en lágrimas al verlo. Las dos personas que más amaba en el mundo parecían realmente llevarse bien y agradarse.

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***** "¡Oh, Dios mío!" Megan gritó mientras salían del Jeep de Danni. "¡Este lugar es increíble! "Guau, asombroso,” Rob estuvo de acuerdo, saliendo detrás de su esposa. "Adelante, muchachos," Kate dijo con entusiasmo, emocionada de enseñarles su casa y la de Danni, mientras que Danni sacaba el equipaje de la pareja en la parte trasera del Jeep. "Tengo que advertirles chicos; justo dentro de esta puerta hay dos huskies muy emocionados." "Puedo escucharlos," Megan dijo, entusiasmada ante la posibilidad de conocer a Healy y Anicka, sobre los que su madre le había hablado durante muchas de sus llamadas telefónicas nocturnas. Kate abrió la puerta e inmediatamente empujó a los perros hacia atrás, ya que no quería que saltaran sobre Megan por miedo a que la derribaran o la pisotearan. "¡Atrás, muchachos! ¡Atrás! ¡Tranquilos!" Tardó un momento pero finalmente Healy y Anicka se calmaron, aunque gimieron porque sabían que había nuevas personas para saludar. "Megan, Rob, pasen." Los dos entraron a la cabaña, los ojos de Megan se agrandaron al ver a los dos perros grandes y hermosos. "¡Oh Dios mío! ¡Son maravillosos!” "Son nuestros bebés," Kate gruñó, manteniendo un estricto control sobre los collares de los perros. "No te harán daño, simplemente se ponen súper emocionados." Megan caminó hacia los perros y se arrodilló frente a ellos. "¿Cual es cual?" "Este es Healy," Kate dijo, indicando al perro con su mano derecha, "Y esta es Anicka." "Ella es la que te sigue como una pequeña sombra, ¿no?" Megan preguntó, extendiendo sus manos hacia los perros para que la huelan. "Sí," Danni dijo, interviniendo detrás de Rob. "A Anicka no le gusta nadie, incluso a mí algunas veces. Pero hombre, ella se enamoró de Kate." "Eso es porque la consciento mucho," Kate le dijo a Danni, con un brillo en los ojos.

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"Uh huh," Danni murmuró afablemente. Continuó por la cabaña para dejar el equipaje en la habitación de Rob y Megan. Después del saludo de los perros, Kate continuó su recorrido por la cabaña, Rob se marchó una vez que la conversación se centró en la decoración y el mobiliario. En cambio, encontró a Danni, que se había dirigido a la cocina para hacer la cena para todos. "¿Puedo ayudar?" Él preguntó. Danni se sorprendió con la oferta, pero no iba a rechazarla. "Claro, Rob. Si agarras esa charola de verduras del refrigerador y comienzas a cortarlas para la ensalada, eso sería genial." "Lo tienes." Rob hizo lo que le pidieron, ambos trabajando en silencio por un momento antes de que Rob mirara a Danni, quien estaba de espaldas a él mientras revolvía la mezcla de carne para el pastel de carne con sus manos. "¿Danni?" "¿Sí?" Rob se mordió el labio inferior por un momento, sin saber cómo comenzar. "Como sabes, me voy en un par de semanas." Danni sintió que se le revolvía el estómago, ya que sabía lo que estaba por venir. Podía oír el miedo en su voz y le recordó un miedo que nadie podía explicarle a nadie; simplemente tenía que ser sentido y experimentado para comprenderlo. "Sí." Mantuvo su atención en lo que estaba haciendo, ya que pensó que Rob probablemente no quería un público para su miedo. "Cuando tuviste que embarcarte, estabas asustada?" Danni detuvo lo que estaba haciendo y agarró una toalla para secarse las manos mientras se giraba para mirarlo. "¿Quieres la verdad?" Preguntó suavemente. Después de una larga pausa y una respiración profunda, Rob asintió. "Sí." "Es la cosa más aterradora que he hecho, pero es el momento de mayor orgullo de mi vida." Dejó que eso se asimilara antes de continuar. "Sé que este conflicto es muy diferente del que fui a pelear – mucho más político y más pendejadas – pero aún así estás sirviendo a tu país, y estás ayudando a garantizar que tu esposa y tu hijo por nacer continúen viviendo en el el país más poderoso de la tierra. Eso es algo de lo que estar realmente orgulloso Rob." XWPColección: Página y Facebook

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Rob guardó silencio por un momento mientras miraba el cuchillo que sostenía en su mano. "Estoy muerto de mierdo, Danni. Realmente estoy lamentando mi decisión, ahora." Miró a Danni con ojos torturados. "No le digas a Megan eso. Quiero que piense que soy fuerte." "Eres fuerte, Rob." Ella se acercó a él y extendió la mano para apretar su brazo. "Hiciste lo correcto. Olvídate de todas las estupideces sobre el patriotismo y todo eso. Probablemente te reclutarán y enviarán a las líneas del frente en una de esas junglas olvidadas de Dios." Rob dejó escapar un profundo suspiro y asintió. "Sigo tratando de decirme eso." "Solo piensa: eres un chico joven. Tienes toda tu vida por delante – tú y Megan. Estás cumpliendo con tu deber y luego has terminado, libre para seguir adelante y crear una vida para ti mismo.” Ella sonrió, abrazándolo rápidamente. "Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, ¿verdad?" "Sí, pero lo hiciste." "Serví durante nueve años, Rob." "Sé que no podría hacer eso," él sonrió. Danni se la devolvió. "Bueno, supongo que es bueno que no tengas que hacerlo, ¿eh?" Rob la abrazó y luego la soltó, devolviendo su atención a sus verduras. "Gracias, Danni." "En cualquier momento," dijo, mientras continuaba mezclando su pastel de carne. Más tarde esa noche, Kate yacía encima de Danni, intercambiando besos lentos y perezosos y caricias, como lo habían estado haciendo durante más de una hora. Danni odiaba el hecho de que ella y Kate llevaran camisetas y bragas, pero entendía el razonamiento de Kate – en su mayor parte. Entonces, deslizó sus manos debajo de la camiseta de Kate, deleitándose con la sensación de la suave y cálida piel de la espalda de Kate. Kate tarareó de satisfacción mientras se apartaba de Danni, lo suficiente para mirarla. "Dios, me encanta besarte."

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"Ciertamente así lo espero o estamos condenadas," Danni sonrió, pasando las manos por debajo de la camiseta de Kate y sobre su trasero cubierto de satén donde las posó. "Tengo que tener un poco, o me pongo de mal humor." Kate se rió y le dio un manotazo juguetón a Danni. "Eso he visto. No creo que haya conocido a nadie con el impulso sexual que tienes." Danni alzó las cejas. "¿Te estás quejando?" "Oh, no," Kate ronroneó, iniciando un beso rápido pero profundo. "No me quejo en absoluto. De hecho, me has consentido." Apoyó la mejilla sobre una palma hacia arriba. "No estoy del todo segura de cómo voy a pasar los próximos días sin eso." "¿Eso?" Danni cuestionó. "Ya sabes," Kate susurró. Por alguna razón, en el momento en que su hija embarazada, casada, de 22 años, ingresó a la casa, Kate volvió a ser la madre de una niña de 5 años. Danni se rió, completamente divertida. "Cariño, Megan está al final del pasillo, no sentada al otro lado de la habitación." "¿Te estás burlando de mí?" Kate preguntó, una ceja levantada. "Sí, más o menos. ¿Así que qué es eso? ¿En qué no sabes cómo te las vas a arreglar sin?" "¿De verdad vas a hacer que lo diga?" Cuando Kate recibió el vigoroso asentimiento de Danni, puso los ojos en blanco. "Bien." Se inclinó y susurró en el oído de Danni con la voz más sexy que pudo reunir. "Voy a extrañar tocar tu cuerpo desnudo. Voy a extrañar frotarme contra ti, y voy a extrañar tenerte dentro de mí." Hizo lo que pudo para no sonrojarse, ya que no era de las que hablaban demasiado sexualmente, pero estaba decidida a vengarse de Danni. por la burla. Danni sintió que los dedos de sus pies se curvaban ante el suave ronroneo en su oído, sus manos apretadas en el trasero de Kate. "Lo extrañaré también," gimió. Kate echó la cabeza hacia atrás y se rió. "¿Ves?" Danni se rió entre dientes. "Sí, sí. Ya sabes, no tenemos que convertirnos de repente en monjas porque ella está aquí, bebé."

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"No hay forma en el infierno que haga el amor cuando mi bebé esté al final del pasillo," Kate dijo tercamente. Danni sonrió y le dio un beso a Kate en el mentón. "Bueno. Veremos cómo te va en un par de noches." Kate abrazó a Danni cerca luego se alejó y se acurrucó contra ella, con la cabeza apoyada en el hombro de Danni. Suspiró satisfecha cuando sintió los brazos de Danni abrazarla fuertemente contra ella. "Estoy muy preocupada por Megan." "¿Por qué?" Danni preguntó, pasando sus dedos distraídamente a través del espeso cabello rubio. "Porque sé por lo que está por pasar." Kate levantó la cabeza para mirar a Danni. "Cuando te embarcaste, pensé que iba a morir." Acarició el costado de la cara de Danni, su mirada fija en la de Danni. "Fue el peor día de mi vida." Su mirada se desvió hacia un pasado en el que no había pensado en muchos años. Horas y horas de llorar y encerrarse en su dormitorio. "Hubo momentos en que no estaba segura de que iba a superarlo," dijo en voz baja, devolviendo su mirada hacia los ojos comprensivos. "Y ni siquiera estaba embarazada. Esto va a matarla." "Rob me habló de eso esta noche," Danni dijo, pasando nuevamente sus dedos por el cabello de Kate. "No sobre Megan, pero está muerto de miedo. Me suplicó que no le dijera a Megan." "¿Por qué no querría que Megan supiera que tiene miedo?" Danni se encogió de hombros. "Dijo porque no quiere parecer débil, pero sé que es porque no quiere que esto sea aún más difícil para Megan, sabiendo que tiene tanto miedo y no quiere ir." Jaló de Kate hasta posarla contra ella otra vez. "Megan necesita prepararse, cariño; todos debemos. Yo estaba en el lugar más seguro que podría haber estado, trabajando con los SeeBees. Rob no será tan afortunado. Definitivamente podría estar en un lugar aún más vulnerable, pero aún así en peligro. Esta es una guerra desagradable que se libra allí."

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Capítulo 40 El éxito de hace diez años de Brenda Lee, Rockin 'Around the Christmas Tree tocaba en el tocadiscos, junto con las coristas, Danni, Kate y Megan. El árbol de dos metros había sido talado y arrastrado a la sala de estar, y ahora las tres mujeres adornaban los pasillos. La sala de estar estaba llena de cajas abiertas, Kate estaba encantada de que hubiera decidido llevarse todas las decoraciones navideñas con ella. Todo el día ella y Megan habían obsequiado a Danni con historias de todos y cada uno de los adornos: cuando lo obtuvieron, dónde lo obtuvieron, en qué grado estaba Megan cuando hizo este o aquel adorno, y el hecho de que Megan se sorprendió de que su madre todavía tuviera cada una de sus artesanías de la escuela primaria. "¿Quién quiere más rompope especial?" Kate gritó desde la cocina, pudo oír a Megan y Danni riéndose en la habitación contigua. Aunque todavía no era Navidad, a Rob se le permitiría visitar por un corto tiempo ya que había terminado lo básico y pronto se dirigiría a San Diego para recibir más entrenamiento antes de ser enviado en un mes. Estaba listo para llegar a Bangor al día siguiente, y Megan estaba decidida a tener un maravilloso mundo navideño en el interior para que coincidiera con el maravilloso mundo inviernal afuera, para él. "¡Ohhh, inclúyeme!" Megan se entusiasmó, casi saltando a la cocina, su largo cabello golpeando contra su espalda. Kate sonrió. "Cuidado mi amor, la pequeña señorita no estará contenta contigo." Puso su mano en el creciente vientre de su hija. "Ni me lo digas. Tu chili picante la mantuvo despierta durante horas anoche." Kate sonrió y le dio a su hija embarazada de cinco meses una segunda taza del espeso rompope, con un toque de ron. "Aquí tienes, cariño," dijo, dándole un beso en la mejilla a su hija. Kate honestamente nunca podría recordar ser más feliz. Lo único que hubiera hecho que el día fuera aún más perfecto hubiera sido si Rob hubiera estado allí. Al menos la perfección comenzaría el día siguiente. "¿Dónde está el mío?" Danni preguntó, caminando detrás de Kate y envolviendo sus brazos alrededor de su cintura. "No bebes" Kate le recordó, colocando sus manos sobre las de Danni. XWPColección: Página y Facebook

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"Ustedes dos son peores que los conejos," Megan bromeó, riendo cuando su madre se sonrojó. Danni se encontró con la mirada de Megan por encima del hombro de Kate y movió sus cejas hacia ella, haciendo que Megan se riera aún más. "Solo espero que Rob y yo estemos tan 'activos' cuando seamos viejos," Megan se burló, dándose la vuelta y caminando de regreso a la sala de estar. "¡Oye!" Danni gritó, gruñendo juguetonamente ante la risa de Megan. Ella acarició el cuello de Kate. "¿Puedes creer que un lenguaje tan malo salga de la boca de un ángel?" "Ángel," Kate sonrió. "¡No de mi hija!" Gritó en voz suficientemente alta para que Megan la escuchara, lo que le ganó aún más risa. ***** Kate caminó del brazo con Megan alrededor de la propiedad, ambas fuertemente abrigadas. Era uno de los días más agradables en las últimas dos semanas, pero aún hacía mucho frío. Había salido el sol y la nieve había cesado, así que Megan decidió que era un buen momento para explorar un poco y hablar con su madre. Healy y Anicka corrieron adelante, jugando y ladrando juntos en la nieve. "Es tan increíble aquí," comentó, respirando el aire frío, vigorizante. "Tan increíblemente diferente que San José." "¿No es así, sin embargo?" Kate estuvo de acuerdo, orgullosa de mostrarle a su hija su nuevo hogar y todo lo que conllevaba. "Realmente me encanta aquí, Megan. De acuerdo, solo llevo aquí unos meses, pero no sé," se encogió de hombros. "De alguna manera ya resulta como en casa." "Es en casa porque estás aquí con Danni," Megan ofreció, sonriéndole a su madre, quien se lo devolvió. "La seguiría a la luna y de regreso." "Y creo que se habría ido de Maine y se habría mudado a California si se lo hubieras pedido." Megan guardó silencio durante unos momentos hasta que entendió lo que quería decir. "He pensado mucho en las cosas el último mes, especialmente con estar aquí con ustedes para Acción de Gracias hace un mes, y estar aquí ahora." Kate trató de no levantar sus esperanzas cuando escuchó lo que su hija tenía que decir. Se mantuvo callada y atenta. XWPColección: Página y Facebook

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"Como sabes, volveré a California con Rob mientras él se capacita en San Diego. Al menos San José está a solo un par de horas de distancia, así que todavía podré verlo de vez en cuando." Kate asintió. "Sí, lo harás." "Pero, después de que él se vaya ..." Megan detuvo su progreso y se aseguró de tener toda la atención de su madre. "Mamá, quiero aceptar el ofrecimiento tuyo y de Danni. Bueno, el ofrecimiento de Danni, técnicamente." Kate estudió los ojos de su hija, tratando de leer si estaba escuchando lo que creía estar escuchando. "¿Estás diciendo que quieres mudarte aquí?" Preguntó, su corazón comenzó a latir con esperanza. Megan asintió. "Sí. No quiero estar lejos de ti, y definitivamente no con esta pequeña." Colocó su mano sobre su vientre protuberante, visible incluso con el abultado abrigo de invierno que llevaba. "Y me gustaría tener un nuevo comienzo para cuando Rob vuelva a casa." Megan ni siquiera sacó completamente las palabras de su boca antes de que la agarraran en un fuerte abrazo, Kate casi con lágrimas de alivio. "Oh, cariño," susurró. "Eso es si la oferta sigue abierta, teniendo en cuenta cómo actué cuando la ofreciste," Megan dijo en el abrazo, con los ojos cerrados mientras se permitía perderse en la comodidad que solo el abrazo de su madre podía traer. "Cariño," Kate dijo, alejándose lo suficiente como para mirar a Megan a los ojos, con las manos en los hombros de Megan. "Esa oferta estará abierta para ti siempre. Lo creas o no, Danni realmente los ama." "Sé que lo hace," Megan admitió. Ella levantó una mano para deslizar las repentinas lágrimas que le llegaron a los ojos. "Dios, esta mierda de hormonas apesta," se rió, haciendo sonreír a su madre en recordada simpatía. "Pero, sé que lo hace. Es casi como si todo encajara ahora, ¿sabes? Tú y papá siempre fueron tan infelices, y realmente hicieron las cosas difíciles a veces: las discusiones o las veces del trato silencioso de uno u otro. No sé, es un cambio increíble, la forma en que tú y Danni interactúan. Es como si hubiera sido ella todo el tiempo." Fue el turno de Kate de llorar. "No tienes idea de lo feliz que me hace oírte decir eso. Nunca trataría de meter a alguien en el lugar de tu papá en tu corazón, pero deseaba tanto que aceptaras a Danni, y ella te aceptara."

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"Ella es maravillosa, mamá. Real y verdaderamente maravillosa. Rob piensa que ella es la cosa más maravillosa desde los Stones." Kate se rió. "Estupendo. Estoy segura de que a Danni le encantaría estar allí con Mick Jagger." "Hay cosas peores en la vida, sabes." Kate volvió a unir sus brazos y siguieron andando. "Los cuatro deberíamos sentarnos y hablar de esto, decidir dónde quieren ir y ver qué hay disponible para ustedes." ***** La única luz en la sala de estar era del fuego en la enorme chimenea y el árbol de Navidad de 2 metros, iluminado y decorado. Después de un día de abrir una montaña de regalos e intercambiar abrazos, besos y ‘gracias’, Kate y Danni estaban acurrucadas juntas en el sofá. Rob y Megan se habían ido a la cama más de una hora antes. Kate, que yacía entre las piernas extendidas de Danni con su espalda en su pecho, se reacomodó para que estuviera acurrucada contra Danni. Danni envolvió a Kate un poco más apretada contra ella, un suspiro feliz liberado sobre una cabeza dorada. "Creo que es el árbol de Navidad más hermoso que he visto." Kate asintió. "Tendría que estar de acuerdo. No puedo creer lo grande que es. Nunca antes habíamos visto uno tan grande." Danni comenzó a pasar sus dedos por el suave cabello de Kate; era una de las cosas favoritas de Kate. "Esta es la primera vez que pongo un árbol de Navidad en mi vida adulta," admitió. Kate se apartó lo suficiente como para mirar a Danni a la cara. "¿En serio?" "Mucho. Nunca tuve una razón para hacerlo antes." "Pero, sí celebras la Navidad, ¿verdad?" Kate preguntó, al borde de la ofensa, ya que la Navidad era su época favorita del año. Danni sonrió y asintió. "Pero, eso fue por lo general porque Allison me obligaba a ir a Wayne."

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Kate sonrió. "Bueno, será mejor que te acostumbres a celebrarlo en casa, porque me convierto en una gran niña en Navidad." Danni colocó un suave beso en los labios de Kate. "Estoy dispuesta. También tengo un regalo más para ti. Pensé en dártelo antes, cuando todos estábamos abriendo regalos, pero quería que solo fuéramos nosotras." "Estoy intrigada." Kate comenzó a alejarse pero fue detenida por una mano en su espalda. "No, quédate aquí." Danni extendió la mano hacia atrás hasta un lugar en la mesa del fondo donde había escondido la pequeña caja envuelta detrás de la lámpara. Se estiró alrededor y se lo dio a Kate. "Feliz Navidad, bebé." Aturdida como una niña, Kate tomó la hermosa caja envuelta en papel dorado y plateado con lazo a juego, en sus manos. "Gracias." Le dio a Danni un beso rápido y luego se puso a la tarea de abrir el paquete, con cuidado de no romper el precioso papel. Danni se divirtió, pero también se sentó mirando con el estómago hecho un nudo. Rezó para que a Kate le gustara. Una vez que el papel fue quitado, Kate se quedó con una caja de terciopelo azul, lo que hizo que su corazón se detuviera antes de que comenzara a latir al doble de ritmo. Ella no quería suponer, pero sabía que era una caja de anillo. Tomando una respiración silenciosa, la abrió, las pequeñas bisagras chirriaron levemente. Un fuerte jadeo escapó de los labios de Kate cuando miró el precioso anillo adentro. Era de oro amarillo con un precioso diamante recortado en su centro, dos esmeraldas más pequeñas a cada lado. "Oh, Danni," susurró, mirando a Danni por una explicación. "Sabes, técnicamente nunca nos divorciamos," Danni murmuró, sacando el anillo de la caja que Kate sostenía en su temblorosa mano. Tomó la mano izquierda de Kate con dedos suaves y deslizó el anillo en su dedo anular. "Pensé que casi veintiséis años era tiempo suficiente para renovar nuestros votos, lo cuales sigo diciendo con todo mi corazón." De repente sintió un estremecimiento nervioso atravesarla. "Así que, Kate Hannigan, si me quieres, quiero pasar el resto de mi vida contigo." Sin vacilar y con lágrimas de alegría en sus ojos, Kate se giró y se arrojó sobre Danni, atrayéndola contra ella en un abrazo dolorosamente apretado. "Sí, sí, Dios, ¡sí!" Danni dejó escapar un suspiro de alivio mientras abrazaba a Kate con fuerza.

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"Solo una cosa," Kate dijo, apartándose de Danni para mirarla a los ojos. "No quiero ser una Hannigan nunca más. Megan ahora es una Jamison, y quiero ser una Felts, como debería haber sido siempre. Solo quiero tu legado, el de nadie más." Conmovida más allá de las palabras, Danni tomó a Kate en un beso profundamente apasionado. "Vamos," susurró contra los labios de Kate. "Quiero hacerle el amor a mi esposa." Sintió que la boca de Kate se abría, suponiendo que era en protesta. "Lo haremos en silencio."

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Capítulo 41 San Diego, California 1969 El puerto estaba lleno de marineros, familiares y amigos, el enorme barco que los hombres estarían abordando les aguardaba con un tablón de saludo. Danni miró hacia ese barco, diferente del que había abordado en 1943, pero provocó los mismos sentimientos de miedo y ansiedad. Era surreal que una vez más Kate estuviera parada junto a ella, su brazo envuelto protectoramente alrededor de sus hombros. En verdad, necesitaba el contacto mucho más de lo que creía que Kate pensaba. Kate se llenó de su propia mezcla de emociones mientras veía a su hija y su esposo despidiéndose. Se aferraron el uno al otro – se aferraron el uno al otro, realmente – tal como ella y Danni lo habían hecho el día que se fue. "Es tan extraño," dijo en voz baja, "estar aquí." Levantó la vista hacia Danni, atrapando su mirada. "Trae muchos recuerdos." "Tantos, muchos," Danni estuvo de acuerdo. Deseaba tanto que tuviera la libertad de abrazar a Kate como lo hacía como Daniel Felts. ¿Podrían alguna vez vivir libre y abiertamente? "En aquel entonces, Megan ni siquiera era un destello en esos bonitos ojos verdes." Kate sonrió y asintió, volviéndose hacia su hija y Rob. "No teníamos idea de lo que nos esperaba entonces; tan jovenes e ingenuas." "Al menos Megan te tendrá para ayudarla con esto, bebé," Danni dijo en voz baja, para que nadie escuchara la expresión cariñosa. Megan sentía como si estuviera a punto de morir mientras su esposo lo abrazaba, y ella lo abrazaba a su vez. Estaba aterrorizada de que esta fuera la última vez que lo viera. Intentaba desesperadamente – y sin éxito – contener las lágrimas. "Estará bien, bebé," Rob susurró en su cabello. "Volveré antes de lo que puedas pestañear." Megan le sonrió con los ojos llenos de lágrimas. Sabía que él estaba tratando de aminorar el golpe, pero nada de lo que pudiera decir sería de ayuda, a menos que él dijera que se estaban mudando a Canadá y que no iría.

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"Te amo," susurró, inclinándose para besarlo. "Te estaré esperando cuando vuelvas." "Quédate cerca de Kate y Danni, ¿de acuerdo?" Él le pidió, pasando el dorso de los dedos por la mandíbula. "Me hará sentir mucho mejor, sabiendo que te están atendiendo y cuidando." Megan asintió. "Lo haré." Aceptó un último, apretado abrazo antes de alejarse, sabiendo que él quería despedirse de su madre y Danni, así como de su propia familia, que estaba cerca. Kate tomó a Rob en un abrazo dolorosamente apretado. "Cuidate allí afuera," exigió en el abrazo. "Tienes un bebé al que volver." Rob asintió. Nunca había sido muy cercano a su propia madre, y Kate definitivamente había entrado para ser la figura materna que siempre había deseado. Se retiró del abrazo y aceptó el beso en la mejilla que ella le dio. "Te quiro, Rob. Rezaremos por ti." "También te quiero, Kate." Él le sonrió, luciendo tan guapo en su uniforme con la cabeza recién afeitada. Se veía tan vastamente diferente al hippie relajado, y de amor libre que había sido unos meses antes. Rob se volvió hacia Danni. "Aquí vamos, ¿eh?" Danni dijo suavemente, tirando de él en un abrazo rápido. Lo sostuvo con el brazo extendido. "Sé valiente y escribe muchas cartas. Esa es la clave para superar esto, Rob. Montones y montones de cartas. Megan responderá, y nosotros también lo haremos." Rob asintió, tomando varias respiraciones profundas antes de pasar a sus padres. Danni volvió a donde Kate estaba con Megan, los tres viendo la interacción. Danni se estiró alrededor de Kate para acariciar el cabello de Megan, dándole una sonrisa reconfortante. Para sorpresa de Danni, Megan se movió entre las dos mujeres, un brazo alrededor de cada una de sus cinturas. ***** A Megan y Rob les habían dado el fin de semana para pasarlo juntos antes de que él se fuera, así que Danni y Kate los habían hospedado en un hermoso complejo junto a la playa para disfrutar y relajarse. Mientras estaban fuera, Kate y Danni habían empacado la vida de Megan y Rob en la casa que habían estado alquilando en San José, con el deseo de evitarle a Megan el estrés y la tarea emocional. Todo había sido puesto en cajas y

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empaquetado para que un camión de mudanza lo llevara a la nueva casa que Megan y Rob habían escogido en Maine, una casa que en realidad era una de las propiedades de Danni y no de Allison. El vuelo de regreso a través del país fue callado y sombrío, Megan durmiendo todo el camino con su cabeza apoyada en el hombro de su madre. Una vez que regresaron a Munson, Megan fue inmediatamente al dormitorio que había usado con Rob y se durmió rápidamente. "¿Cómo está?" Danni preguntó cuando Kate entró a su habitación después de revisar a Megan. "Está dormida," Kate suspiró, cerró la puerta de la habitación y se dirigió a la cama para apartar las sábanas a un lado. Rápidamente se desvistió hasta las bragas y jaló de una camiseta, reflejando lo que Danni llevaba. Danni ya estaba en la cama y palmeó el colchón junto a ella, invitando a Kate a deslizarse a su lado, lo cual hizo. Danni atrajo a Kate hacia ella, luego encima de ella, haciendo que Kate jadeara sorprendida. "Bueno, hola." "Hola," Danni sonrió, sus manos descansando sobre la espalda baja de Kate. Los recuerdos de la mañana la habían devuelto a un tiempo en el que no quería pensar, y en una época en que fue el principio del fin para ella y Kate. Le dolía el corazón, y necesitaba a Kate cerca de ella en este momento. Ahuecó la parte trasera de la cabeza de Kate y tiró de ella hacia abajo para un profundo beso exploratorio, que Kate devolvió. Kate suspiró en el beso, capaz de sentir la necesidad de Danni por ella, que compartía en gran parte. Deslizó su mano desde el hombro de Danni sobre su pecho y hasta el dobladillo de su camiseta, luego retrocedió debajo del delgado material, deslizando sus uñas suavemente sobre la suave y sensible piel. Finalmente llegó al pecho desnudo de Danni y continuó la leve tortura, provocando la punta de un pezón endurecido con ligeros arañazos. Danni gimió suavemente, sus manos bajando para cubrir el trasero de Kate, apretando. "Kate," suspiró, la necesidad evidente en su voz. "Estoy aquí, bebé," Kate susurró, pasando de la boca de Danni al cuello. Ahuecó el pecho de Danni, frotando lentamente su palma sobre el pezón endurecido.

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Danni siseó, apretando las manos en la carne de Kate. Estaba a punto de deslizar sus manos bajo el satén de las bragas de Kate cuando un suave golpe sonó en la puerta de la habitación. Se congeló, mirando a Kate mientras Kate la miraba, con los ojos muy abiertos por la sorpresa culposa. Kate se bajó rápidamente de la cama y corrió hacia la puerta, abriéndola para ver a Megan de pie en el oscuro pasillo. "¿Estás bien, cariño?" Le preguntó, forzando su respiración a una cadencia normal. "Lamento molestarte, mamá, pero estoy un poco ... um," Megan se mordió el labio inferior, sintiéndose tonta. "¿Puedes ... te importaría ..." "Estaré allí, cariño. Déjame buscar mi bata." "Está bien," Megan soltó, aliviada. Kate cerró la puerta suavemente y corrió hacia el armario para agarrar su bata. "¿Todo está bien?" Danni preguntó, haciendo todo lo posible para mantener fuera la decepcionada irritación en su voz, su cuerpo zumbando. "Lo siento, bebé," Kate dijo, moviéndose al lado de la cama de Danni. Se inclinó y le dio un rápido beso. "Ella me necesita." "Está bien," Danni dijo, aunque para ambas era obvio que estaba sufriendo. Kate sonrió. "Tú eres quien dijo que querías niños." Danni le dio una sonrisa lasciva. "No, dije que quería practicar tratando de que quedes embarazada." Kate se rió entre dientes y la besó de nuevo. "Regreso enseguida." Sola, Danni gimió, agarrando la almohada de Kate y tirándola sobre su cara. Kate entró en el dormitorio de Megan, la chica ya estaba sentada en el borde de la cama. "Realmente lo siento," Megan dijo, sus ojos serios y enrojecidos. "No quise molestarlas; ojalá no te haya despertado."

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"Está bien, cariño. Vamos, acuéstate conmigo.” Kate abrió el brazo para que su hija se acurrucara contra ella, como solía hacer cuando era una niña. Megan estaba tan agradecida de tener a su madre allí y se movió rápidamente en sus brazos. Se sentía tonta y como una niña, pero la necesitaba de todos modos. Se rió entre dientes ya que no era capaz de acercarse lo más cerca que solía, su vientre manteniéndola a raya. Kate peinó sus dedos a través del largo cabello, deleitándose con el suave espesor. "Definitivamente tienes el cabello de tu padre," comentó. "Desearía que el mío fuera la mitad de espeso que el tuyo." "¿De qué estás hablando? Tienes un cabello hermoso," Megan dijo, instalándose, con la cabeza apoyada en el hombro de su madre. "No como el tuyo." Estuvieron en silencio durante un largo momento antes de que Megan hablara. "¿Como lo superaste?" "Manteniéndome muy ocupada," Kate respondió honestamente. "Afortunadamente, iba a la escuela, así que me hundí en mis estudios. También nos escribíamos constantemente; eso ayuda inmensamente. Recé mucho. Lloré mucho," dijo en voz baja, recordando todas las horas que pasó sola en su habitación o en la biblioteca de la universidad. "Tienes que aguantar, cariño. Nunca se va hasta que están a salvo en casa, pero se vuelve más fácil." "Siento que una parte de mí se ha ido, ¿sabes? Rob y yo no hemos pasado más de dos días separados en cuatro años hasta que se fue para el básico," Megan dijo, su voz temblorosa. "Y ahora con el bebé en camino, me siento tan sola." "Lo sé, cariño," Kate susurró, su corazón sufriendo por su hija, y no había nada que pudiera hacer al respecto. "No estas sola; Danni y yo estamos aquí para ti en cada paso del camino, al igual que los padres de Rob. Bill y Gretta son bienvenidos aquí en cualquier momento, o si quieres regresar a San José para verlos, solo avísame." "No," Megan dijo, sacudiendo la cabeza ligeramente. "No tengo deseos de verlos. Me mantendré en contacto, por supuesto, pero eso es todo." Más silencio, entonces, "¿Danni está molesta porque te desperté?" "No," Kate dijo, besando la parte superior de la cabeza de Megan, una sonrisa malvada cruzando sus labios por un momento antes de que desapareciera. Solo podía imaginar

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cómo se sentía Danni en ese momento. De alguna manera, no pensó que ‘enojada’ fuera parte de eso. "Deberías descansar un poco, cariño. Todo este estrés no es bueno para el bebé." Megan asintió con un pesado bostezo. Se apartó de su madre y se giró hacia un lado, de espaldas a Kate. "¿Te quedarás conmigo hasta que me duerma?" Preguntó, su voz ya pesada y cansada. "Por supuesto." Kate sabía lo que significaba la posición. Desde que Megan era bebé, Kate la había vuelto a dormir después de una pesadilla o un mal día con rascarle la espalda. Se giró hacia un lado y levantó una mano, deslizando patrones perezosos por toda la espalda de Megan a través del delgado material del camisón. Megan suspiró y murmuró algo sin sentido, haciendo sonreír a su madre. Después de veinte minutos de esto, Kate sabía que Megan estaba profundamente dormida. Una vez más había hecho su magia. Detuvo las rascadas y se empujó en un codo para poder inclinarse y colocar un suave beso en la mejilla de su hija. "Duerme bien, mi niña." Tan silenciosamente como pudo, salió de la cama, cerrando la puerta suavemente detrás de ella. Hizo una visita al baño y luego a su propia habitación, donde Danni estaba dormida, tendida de espaldas. Sin apartar la vista de la forma inmóvil de Danni, Kate se quitó la bata, su camiseta y sus bragas, luego se metió en la cama y sobre Danni. Dejó un rastro de besos suaves solo en el cuello expuesto de Danni, mientras Danni yacía con su cabeza inclinada lejos de Kate. Cuando los besos disminuyeron, levantó una mano para deslizarla debajo de la camiseta de Danni, y volvió a su posición cubriendo el pecho derecho de Danni. Danni se despertó con un jadeo de asombro, seguido de un gemido cuando su pezón fue rodado entre dos dedos. "¿Está bien?" Susurró, sus ojos cerrándose de placer. "Está bien," Kate murmuró contra el cuello de Danni, moviéndose hacia su boca. "Ahora calla y déjame amarte." Kate se tomó su tiempo, adorando el cuerpo de Danni mientras la desnudaba, deseando mostrarle a Danni cuánto la amaba, así como para aliviar cualquier miedo o recuerdo de un pasado que fue mal. Llevó a Danni a una lenta, pero potente liberación con la boca, negándose a dejar que Danni correspondiera.

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"Esto fue para ti, bebé," susurró, trepando por el cuerpo de Danni y entregándole un beso profundo. Todavía sin aliento por su intensa experiencia, Danni atrajo a Kate hacia ella, sin querer dejarla ir.

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Capítulo 42 "¡Megan! ¡A comer!” Kate llamó por tercera vez. Acababa de terminar de hacer un guisado. Danni estaba ayudando poniendo la mesa para tres. "¿Ya la has visto hoy?" Danni negó con la cabeza. "He estado en mi taller toda la mañana." Kate suspiró, preocupada con la mano en la cadera. "Creo que está deprimida." "Bueno, ha estado en esa habitación todos los días, todo el día durante las últimas dos semanas. Diría que es bastante seguro." Kate volvió a su guisado. "No sé que hacer. Estoy realmente preocupada por ella, Danni." "Hazla salir, Kate. Hazla que se reincorpore a la vida." Kate la miró incrédulamente. "¿No tienes corazón? ¿No ves que está sufriendo?” Danni suspiró, cruzando sus brazos sobre su pecho con irritación. "Puedo ver que está dejando pasar la vida. Veo que su marido está luchando en una guerra que nadie en este país quiere, y no hay nada que ella pueda hacer al respecto. Veo que la estás dejando escabullirse.” Danni trató de mantener la voz baja, pero estaba fallando. "Entra ahí, Kate, saca su culo de la cama, haz que se dé una ducha y coma algo." "¡Cómo te atreves!" Kate estalló, su frustración y preocupación por su hija se desbordaron. "No sabes lo que es perder todo lo que tienes en un abrir y cerrar de ojos," Kate chasqueó los dedos, "y no saber si alguna vez lo recuperarás o si se ha ido para siempre. Ser dejada atrás." "Oh, ¿no?" Danni preguntó, su voz baja y enojada. "Si piensas eso, entonces eres una tonta." Megan dio un paso hacia la cocina, sorprendida de lo que estaba oyendo. "¡Esa chica se está muriendo por dentro, Danni!" Kate gritó, eligiendo ignorar las palabras de Danni, sabiendo muy bien que tenía razón. "¿Cómo puedo ser tan desalmada como para sacarla de la cama y decir: 'Levántate niña y supéralo'. Es un nuevo día.'" "Eso no es lo que dije y lo sabes," Danni acusó. "Todo lo que dije fue –"

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"¿Qué sabes sobre ser padre, Danni?" "¡Oye!" Megan exclamó, entrando en la cocina, mirando de una a la otra a las mujeres. "¡¿Que demonios?!" Kate se dio vuelta, avergonzada de que Megan las hubiera oído pelear, considerando que era por ella. "No tengo hambre," Danni murmuró, girándose y dando un portazo saliendo de vuelta a su taller. El silencio absoluto se exendió por la cocina durante un largo momento hasta que finalmente Megan rompió el cincelado silencio. "¿Qué diablos acaba de pasar aquí?" Kate vertió un poco de estofado en un cuenco, de espaldas a Megan. "¿Cuánto quieres, Megan?" "Mamá, detente." Megan se acercó al lado de su madre y detuvo su repartición de comida. "Detente." Esperó hasta que su madre la miró, aunque rápidamente desvió la mirada. "¿Que pasó? Por un momento se sintió como si estuviéramos de vuelta en San José y fue hace tres años." Viendo que su intento de humor había fallado miserablemente, Megan intentó una nueva táctica. "¿Debo irme? Quiero decir, estoy causando un problema al estar aquí?” Kate dejó escapar un profundo suspiro, su corazón aún más pesado. "No," dijo finalmente, encontrando la mirada preocupada de su hija. "No, no eres un problema aquí en absoluto, Megan. Solo necesito que Danni entienda lo difícil que es por lo que estás pasando. No creo que lo entienda, y simplemente se le fue de las manos." "Por mi culpa," Megan reiteró. "Cariño, no es tan simple. Son solo dos perspectivas diferentes que no necesariamente se encuentran en el medio.“ Le dio a Megan un cuenco de guisado. "Come mientras todavía está caliente." Megan tomó el cuenco y la cuchara y se sentó, viendo como su madre cogía su propio cuenco y se unía a ella. Kate no tenía ningún interés en comer, pero tenía la sensación de que Megan no tocaría el suyo a menos que ella lo hiciera. Usó su cuchara para mezclar distraídamente las verduras y la carne juntas, su estómago tambaleándose por lo que acababa de pasar.

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Megan estudió a su madre por un largo momento, y pudo ver que estaba a punto de echarse a llorar. "No merezo una pelea, mamá." Kate no miró a su hija. "Sí la vales." "No te va a gustar lo que tengo que decir, pero necesito que me escuches." Kate se encontró con la mirada cansada de Megan en ese momento. "¿Qué?" "Escuché mucho de esa pelea, y le debes una disculpa a Danni." Los ojos de Kate se agrandaron. "¡Ciertamente no se la debo!" "Sin duda se la debes. Mamá, ¿cómo puedes decir que no sabe nada de la pérdida? Ella sabe tanto sobre la pérdida como tú, ¿lo recuerdas? Puede estar en desacuerdo con tu postura, pero todo lo que dijo hoy fue dicho por amor, no por malicia. Fuiste realmente injusta." "No puede tener a una hija en su vida durante seis meses y de repente decide que es la madre del año, no funciona de esa manera," Kate dijo obstinadamente, metiéndose una cucharada de guiso en la boca. Megan solo pudo mirar fijamente durante un largo momento, aturdida. "Eso no está bien. Sabes que eso no es lo que ella estaba tratando de hacer." Ella se encogió de hombros mientras miraba hacia abajo en su plato de guiso. "Y quién sabe, tal vez tenga razón. Tal vez mi fiesta de compasión ha durado lo suficiente." Kate bajó la cuchara. "Oh, ¿ahora estás poniéndote del lado de Danni?" Megan puso los ojos en blanco con un gruñido. "Esto no se trata de lados, se trata de una pelea que nunca debería haber sucedido, y ahora estás siendo terca al respecto. Me siento como una mierda porque todo esto es por mi culpa-" Su madre abrió la boca para hablar, pero Megan continuó, queriendo poner fin a todo esto. "Está bien, así que te diré lo que va a pasar. Ambas vamos a terminar este guisado que hiciste que huele increíble, luego me voy a duchar y tú y yo vamos a ir a ver los muebles para el cuarto del bebé. Este niño vendrá en dos meses y medio, me guste o no, así que es mejor que me prepare." Kate solo podía mirar fijamente, reconociendo su propia terquedad en el juego de quijada de Megan, y sabía que era mejor no discutir.

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***** Danni martilló los clavos en el fondo de la mesa un poco más de lo necesario, pero sirvió para terminar el trabajo. Le dio la vuelta a la mesa terminada, mirando su trabajo manual y decidiendo que quería hacer a continuación. Tenía un exceso de pedidos pendientes para la tienda que necesitaban crearse, y ya había podido tener tres sillas y ahora esta mesa comenzada y casi terminada. Oyó que se abría la puerta de su taller y levantó la vista para ver, para su sorpresa, que era Megan. Estaba recién duchada y llevaba un plato humeante de guiso en una bandeja con una botella de coca cola y una pila de galletas saladas en un costado. "Gracias, Megan, eso fue muy amable de tu parte," Danni dijo en voz baja, pensando que Megan se daría vuelta y se iría tan rápido como había entrado. "Mi madre es una tonra," la chica dijo, atrapando la atención de Danni. "Es una tonta y actuó totalmente fuera de lugar." "Megan, tu madre te ama y solo está preocupada por ti," Danni defendió. "Por supuesto que sí y por supuesto que lo está, pero eso no le da el derecho de decir esas cosas o tratarte de esa manera. No puedo disculparme por ella, pero puedo avergonzarme de ella." Danni estudió la cara de Megan por un largo momento y luego una suave sonrisa se extendió en sus labios. "Eres un encanto. Lamento las cosas que dije. Al igual que tu madre, estoy preocupada por ti también." "Lo sé, Danni," Megan dijo en voz baja, acercándose a Danni y colocando una mano sobre su brazo. "Te amo por eso. Y, tenías razón, y mamá no quiere ver eso." Ella tomó a Danni en un abrazo prolongado. "Lo hará, sin embargo," dijo. "Cambiará de opinión." Danni sonrió débilmente, no muy segura de cómo se sentía acerca de lo que había sucedido horas antes. "Sí." "Escucha, mamá y yo iremos a la ciudad a mirar algunos muebles para el cuarto del bebé. Puedo ver que estás ocupada, pero dos cosas: a. irías con nosotras? Y b. si tomo fotos de lo que me gusta, estarías dispuesta a construirlas especialmente para nuestro bebé? Te pagaremos, por supuesto –”

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"a. Realmente no creo que sea una buena idea si voy, y b, sería un honor para mí y no me darás ni un centavo." Danni se encontró envuelta en un abrazo entusiasta, que rápidamente devolvió. "Muchas gracias, Danni." La sostuvo a brazo de distancia. "Por todo." Megan se inclinó y le dio a Danni un beso en la mejilla, sonriendo cuando vio el rubor feliz que manchaba sus mejillas. "Eres tan malditamente adorable. Tengo que irme, pero solo quería que supieras todo eso." Danni asintió. "Debidamente anotado." Le dio a Megan una sonrisa ganadora y le devolvió el saludo de despedida de Megan. Una vez más a solas, Danni sintió que parte de su ira abandonaba su cuerpo, sintiéndose algo reivindicada por la visita de Megan. También se dio cuenta de lo hambrienta que estaba cuando volvió a avistar la bandeja del almuerzo. ***** Kate se apartó mientras Megan tomaba otra foto con su cámara Polaroid. Habían estado en tres tiendas diferentes en tantas horas, y francamente, ¡Kate se estaba cansando! Ella vio a la vendedora no tan feliz antes de que la anciana abriera la boca mientras corría hacia donde Megan tomaba otra foto. "¿Puedo ayudarle, señorita?" Kate miró con los ojos muy abiertos, sin estar segura de qué decir en explicación: bueno, mi pareja femenina en casa va a crear muebles hechos a mano con este estilo como guía, por lo que quería robar imágenes de tus muebles caros para que los haga. Kate levantó una mano para cubrirse la boca ante la absurda situación. "Hola," Megan saludó, toda sonrisa. "Verá, mi esposo – ya sabe cómo son los hombres – no tenía ninguna inclinación para venir de compras de muebles conmigo hoy, pero quiere opinar sobre lo que encontramos." Megan puso los ojos en blanco. "Hombres. De todos modos, así que estoy tomando fotos de lo que me gusta para poder enseñarselo." Se inclinó hacia la anciana, bajando la voz. "De esa forma puedo conseguir su tarjeta de crédito para regresasr y comprar un cuarto de bebé completo, y él ni siquiera sabrá qué fue lo que lo golpeó." La anciana sonrió y asintió en comprensión. "Una buena idea, señorita."

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"Gracias. Me alegré bastante cuando se me ocurrió a mí también." Megan le sonrió a la anciana hasta que se alejó, luego dijo con una risita a su madre. "Tonta." "Mi hija es una estafadora," Kate murmuró, siguiendo a Megan a otra parte de la tienda. Caminando por el espacio vacío que era la casa de tres dormitorios en la que Megan, Rob y el bebé vivirían, Megan miró todo, no había estado allí desde que ella y Rob la escogieron en Navidad, más de un mes antes. "Creo que este lugar va a quedar increíble," dijo, su voz llena de asombro y esperanza. "Creo que sí, también. Podemos tener todas tus cosas trasladadas dentro y fuera del almacenamiento," Kate estuvo de acuerdo, inclinándose y mirando hacia la chimenea. "Esto necesita limpiarse, al parecer, pero realmente no creo que haya que hacer mucho trabajo." "Quiero pintar," Megan dijo, caminando hacia la espaciosa cocina. "¿Crees que a Danni le importará eso? Si pintamos?" "Cariño, esta es tu casa," Kate dijo, siguiendo a su hija. Se asomó por la ventana sobre el fregadero, que daba al patio trasero cubierto de nieve. Podía imaginarse fácilmente a un perro allí, persiguiendo a su pequeño nieto. Sonrió cuando casi podía escuchar los juguetones chillidos de placer. "No puedo creerlo." Megan se apoyó en la encimera, con las manos en el borde a cada lado de ella. Sonrió cuando su madre se encontró con su mirada. "¿Vas a hablar con ella?" Kate suspiró, asintiendo. Sabía que esto eventualmente volvería a surgir. "Sí, hablaré con ella. Cariño, las personas se meten en discusiones, lo sabes. Te escuché a ti y a Rob tener algunas." "Lo sé," Megan admitió, frotándose distraídamente su vientre protuberante. "Es solo que odio verlas no llevarse bien; me molesta." "Todo estará bien, Megan. Todo estará bien." ***** Danni llevó el Jeep hasta el buzón, con la intención de recoger el correo y dejarlo en el Jeep hasta que terminara sus mandados por la ciudad, y luego lo metiera una vez que regresara. Sin embargo, cuando vio la tercera correspondencia, supo que tenía que darse XWPColección: Página y Facebook

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la vuelta y dejar esta carta sobre la mesa para una mujer que estaría más que encantada de encontrarla. Mientras corría de vuelta a su Jeep, Danni puso el vehículo todavía encendido en marcha y se dirigió a la ciudad. Sí, tenía algunas cosas que tenía que hacer, pero sí, quería alejarse y no estar en casa cuando Kate y Megan regresaran, lo cual pensó que sería pronto, ya que estaba anocheciendo. Sabía que la discusión de ella y de Kate estaba llena de frustración y preocupación por ambas partes, pero Kate realmente la había lastimado con sus palabras y acusaciones. Nunca en sus sueños más salvajes hubiera adivinado Danni que Kate podría ser tan cruel. No estaba segura de qué hacer con eso o cómo luchar contra eso. Pelear no era su estilo, y la pelea anterior realmente la había sacudido. Las palabras de Kate no dejaban de atormentarla: ¿qué sabes sobre ser padre, Danni? Absolutamente nada, y lo sabía. ¿Había sobrepasado sus límites? ¿Había estado pensando cosas malas por Megan? ¿Estaba equivocada? Megan había dicho que no, pero qué pensaba Kate, la madre de Megan? Danni se detuvo en la Tienda de Helados Scoops para literalmente lamer sus heridas con helado de chicle en un cono de waffle. Se sentó sola en la mesa, deseando que Allison pudiera estar sentada allí con ella, diciéndole qué hacer. ***** Decir que Kate estaba decepcionada de que Danni no estuviera allí cuando regresaron era un eufemismo. Aunque logró emocionarse por Megan cuando vieron la carta de Rob sobre la mesa. Era tarde y Megan estaba cansada, así que se fue a la cama, dejando a Kate sola para reflexionar sobre su día. Prendió un fuego, contenta de tener la compañía de Healy y Anicka, esta última la siguió por la cabaña mientras Kate realizaba sus rituales nocturnos antes de sentarse frente a un cálido fuego. Ojalá tuvieran una chimenea en su habitación, ya que sería increíble acurrucarse con Danni en la cama y mirar las llamas. Kate suspiró y se llevó una mano a la cara cuando recordó que Danni no estaba allí. Había tenido todo el día para pensar en lo que había pasado y, en última instancia, había tenido tiempo de castigarse a sí misma. Ella estaba equivocada y sabía que estaba equivocada, ¡y ahora Danni no estaba allí para disculparse!

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Anicka saltó al sofá y se dejó caer junto a Kate mientras Healy se sentaba en el suelo a sus pies. "Al menos ustedes todavía me aman," murmuró, pasando sus dedos por el grueso pelaje de Amicka. "No puedo decir mucho sobre tu otra mami, sin embargo." Kate se recostó en el sofá, su mirada maravillada ante las llamas mientras su mano acariciaba distraídamente a Anicka. Esta fue la primera verdadera pelea que tuvieron las dos desde que Kate había estado viviendo con Danni. No estaba segura de lo que la había puesto tan mal, aparte del hecho simple y llano de que estaba realmente asustada por su hija. Kate sabía lo difícil que era salir de esa desagradable oscuridad que puede consumirte si lo permites. Ella se había enfrentado a lo mismo cuando Danni se había ido, y egoístamente, había asumido que Danni no tendría idea de cómo era eso. Egoísta, de hecho. Danni le había contado a Kate de los días en que había estado en un camino de autodestrucción después de su encuentro en el motel cuando Megan tenía dos años. Danni sabía demasiado bien sobre la pérdida y sobre lo que eso puede hacer, pero también sabía mucho acerca de cómo salir adelante por su cuenta y hacer una nueva vida. Danni había hecho mucho más por ella misma de lo que Kate había hecho; Kate había tomado el camino más fácil al casarse con George, y así sentenciar a ambos a más de veinte años de miseria, terminando con la muerte de George por su propia mano. George ciertamente tenía sus propios demonios, pero se les había agregado la debilidad de Kate? Las autorrecriminaciones de Kate fueron interrumpidas por el sonido del Jeep de Danni llegando a la casa. El corazón de Kate revoloteó cuando el entusiasmo nervioso se apoderó de él. Tomó varias respiraciones profundas, reacomodándose en el sofá varias veces, tratando de decidir la mejor manera de mirar cuando Danni entrara a la casa. ¿Cómo podría captar mejor su atención? Después de largos minutos sin Danni, el corazón de Kate cayó cuando se dio cuenta de que Danni había ido a su taller. "Maldición," susurró. Se sentó allí durante un largo momento, tratando de decidir qué hacer. Danni desenvolvió su nuevo martillo, mirando la herramienta antes de golpearla ligeramente en su mano, para tener una idea del peso y el equilibrio. No necesariamente había necesitado un martillo nuevo, pero había comprado uno de todos modos, una forma de brindar un poco de consuelo. Puso el martillo en el banco de trabajo y metió la mano en la bolsa de la ferretería para sacar los pequeños recipientes de varios tipos de tornillos, tuercas y pernos y clavos de todos los tamaños. Cautivada por sus nuevas compras, Danni se acercó a su caja de herramientas rodante, rodándola hacia el banco de trabajo y comenzando a ordenar la nueva herramienta en los cajones donde pertenecían. Quitó la tapa de los clavos de mayor tamaño, a punto de vaciarlos en el cajón correspondiente cuando la puerta de su taller se abrió. Miró por XWPColección: Página y Facebook

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encima del hombro para ver quién era; cuando vio a Kate entrar, volvió a su tarea, su corazón comenzó a latir con fuerza y el estómago se revolvió de nervios. Kate se acercó a donde Danni estaba trasteando con su caja de herramientas, deteniéndose justo antes del que era su objetivo, y ese era Danni. Ella no estaba segura de qué hacer o decir. "Hiciste muy feliz a Megan al dejar esa carta para que ella la encontrara," dijo sin convicción, sabiendo muy bien que eso no era lo que se necesitaba decir, pero la mejor apertura que se le ocurrió. "Pensé que estaría encantada," Danni dijo en voz baja, de espaldas a Kate mientras continuaba clasificando y organizando. Ella estaba herida, maldición. Kate se mordió el labio inferior, sin saber qué hacer o decir después de eso. Con una respiración profunda y una dosis de coraje, se colocó a unos pocos centímetros entre ellas y envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Danni, abrazándola por detrás. Cerró los ojos mientras descansaba su cabeza sobre el hombro de Danni. "Lo siento," susurró. Danni cerró los ojos con alivio ante el contacto físico y las palabras. Aun así, necesitaba más que eso. Permaneció en silencio, indicando a Kate que necesitaba escuchar más. "No tenía derecho a decirte esas cosas esta tarde, Danni. Estaba equivocada y lo admito. Por favor perdoname." Danni dejó escapar un profundo suspiro y luego asintió, cubriendo las manos de Kate con las suyas. "Yo tambien lo siento. No debería haberme entrometido." "No." Kate giró a Danni para mirarla, sus manos una vez más encontraron una esbelta cintura. "No. No te entrometiste. Te preocupas por Megan e intentabas decirme eso." Alzó la mano para ahuecar la cara de Danni, y pudo sentir los músculos de la mandíbula trabajando, como si Danni estuviera tratando de mantener cierta emoción oculta. "Por favor, bebé. No tomes nada de hoy sobre tus hombros; fui yo, y puedo garantizarte que ella me hizo entender bastante bien." Danni le dio una media sonrisa pero luego desapareció. "Necesito saber qué esperas de mí, en lo que ha Megan se refiere. Sé que no es una niña, pero si tengo una opinión o una preocupación, puedo hablar libremente?” Kate se odiaba a sí misma por hacer que Danni dudara de su lugar. "Quiero que lo hagas. Absolutamente, quiero que lo hagas. Tienes una percepción maravillosa y un hermoso corazón."

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Danni dejó escapar un profundo suspiro. Ella perdonó a Kate, pero todavía estaba herida. Lo apartó, sabiendo que se desvanecería y envolvió sus brazos alrededor de Kate, abrazándola. Podía sentir la tensión salir del cuerpo de Kate, y por consiguiente, el suyo. "¿Vienes adentro conmigo?" Kate preguntó suavemente, frotando círculos suaves sobre la espalda de Danni. Danni asintió. "De acuerdo." ***** Danni se despertó con la maravillosa sensación de los dedos deslizándose por su cabello. Yacía de costado, y cuando abrió los ojos, se encontró mirando en unos hermosos ojos verdes, mientras Kate reflejaba su posición, de frente a ella. "Buenos días," Kate susurró cuando vio que Danni estaba despierta. "Buenos días,” Danni respondió, suspirando por los toques suaves. "Lo siento." "Lo sé." Kate miró a Danni a los ojos, su propia exploración sobre la hermosa cara y la sonrisa suave y relajada en los labios de Danni. "Te extrañe ayer. Realmente fue un día espantoso." La sonrisa de Danni creció. "Definitivamente fue un día espantoso Aunque hice un montón de cosas." Kate se rió suavemente. "Caramba, tal vez debería enojarte más seguido." Danni agarró a Kate y rodó sobre su espalda, tirando de Kate con ella hasta que Kate se situó encima. "No, no creo que sea una buena idea." Se alzó y colocó un suave beso en los labios de Kate antes de apoyar su cabeza en la almohada una vez más, sus manos acariciando la espalda de Kate a través de su camiseta. Kate besó a Danni, persistente pero no profundo. Apoyó el codo en la almohada junto a la cabeza de Danni y apoyó la cabeza en una palma hacia arriba, mirando a Danni. "Ojalá

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pudiéramos pasar el día en la cama; solo flojeando y acurrucadas." La besó de nuevo. "Tal vez más," murmuró contra los labios de Danni. Danni tarareó en el beso. "Eso sería lindo bebé, pero no podemos. Recuerdas, hoy es la cita del doctor para Megan con ese nuevo ginecólogo. Ella te pidió que la acompañaras." "¡Ohhhhh, es cierto!" Kate recordó, acariciando el lado de la cara de Danni, mirándola con adoración descarada. "Deberías venir con nosotras; Megan quiere saber si podemos ver el sexo del bebé." "¿Pensé que era una niña?" Danni preguntó, con el ceño fruncido. Kate sonrió. "Eso es lo que Megan siente que es. No hay pruebas concretas." "¿Las mujeres lo saben?" Danni preguntó, alzando una mano y deslizándola por el cabello de Kate, sintiendo los sedosos mechones acariciarle la piel. "Cuando están embarazadas?" Kate se encogió de hombros. "No siempre. Puedes tener una sensación, pero eso no necesariamente significa que tienes razón. No estoy segura de qué es lo que realmente está sintiendo y qué es realmente lo que espera." "¿Lo sabías? ¿Cuando estabas embarazada de Megan?” Kate asintió. "Si. Está en lo más profundo de tu instinto saberlo." "¿Hubieras preferido un niño o te alegraras de tener una niña?" Danni preguntó suavemente, su otra mano descansando justo debajo de la camisa de Kate en la parte baja de su espalda. "Me hubiera encantado un hijo, por supuesto, pero realmente quería una hija." Como si fuera una señal, alguien llamó a la puerta del dormitorio.

Danni sonrió. "Parece que tienes una. ¿Sí?" Danni llamó. Kate comenzó a alejarse de Danni, pero Danni la abrazó. "Hazle ver que todo está bien," Danni dijo suavemente, besando la punta de la nariz de Kate. "¿Puedo entrar?" Megan respondió, su voz amortiguada desde el otro lado de la puerta.

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"Claro, cariño," Kate respondió. Se sentía un poco nerviosa por la entrada de Megan y por verla a ella y a Danni en una posición tan íntima, aunque no sexual. Aun así, sabía que Danni tenía razón, y Megan necesitaba comprender completamente y ver el alcance del amor y afecto entre ellas. Tardó un momento pero finalmente la puerta de la habitación se abrió pero Megan caminaba hacia atrás y dos emocionados perros. Una vez que ella cruzó la puerta, se dio la vuelta y descubrió una bandeja llena de waffles recién hechos, huevos y tocino, además de dos vasos gigantes de jugo de naranja y todo lo que conlleva un buen desayuno. "¡Oh, Dios mío!" Kate se movió para levantarse y ayudar. "¡No!" Megan ladró. "Te quedas allí, aparte de preparar tu trasero para aceptar esta pesada bandeja." Kate se apartó de Danni y se sentó de espaldas a la cabecera, como lo hizo Danni. Ambas mirando con expresiones de asombro y voraces. "¿Qué hiciste?" Kate preguntó, profundamente emocionada. "Les he traído comida de reconciliación," Megan dijo simplemente, colocando la bandeja en el regazo de Kate. Agarró las dos servilletas con un ademán ostentoso y puso una en cada uno de sus regazos. "¿Esto es como el sexo reconciliatorio?" Danni preguntó. "¡Danni!". Kate dio un manotazo a una sonriente Danni. "Algo así," Megan se rió. "Ahora, parece que ustedes dos estaban cómodas y acogedoras cuando entré, así que eso es increíble." Se paró al lado de la cama, moviendo un dedo hacia los dos. "Quiero que ustedes dos coman cada bocado de esta comida." "¿Cuánto tiempo has estado cocinando?" Danni preguntó, enganchando un trozo de tocino. "Desde que el pequeño aquí no me deja dormir," dijo, frotándose el vientre. Kate sonrió. "Recuerdo esos días demasiado bien." Palmeó el colchón. "Únete a nosotras."

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Megan se sentó en el borde de la cama, robando el pedazo de waffle que su madre acababa de cortar y generosamente cubierto con mermelada. Sonrió ante la mirada de sorpresa. "Está bien, puedes irte ahora," Kate la hizo un gesto juguetón. ***** Danni estaba tan cerca de Kate como podía sin tocarla. El doctor ya las había mirado divertido ya que habían estado en su oficina. Kate estaba parada junto a la mesa donde yacía Megan, sosteniendo la mano de su hija y observando cómo el médico movía el gran instrumento alrededor del vientre abultado de Megan. Los ojos de Danni estaban clavados en la pantalla del monitor y las imágenes extrañas que cruzaban la pantalla. "Verán señoras," el médico explicó, señalando con un dedo una mancha en la pantalla. "Esta es la cabeza del bebé, y esta es la columna vertebral." Kate sintió que se le llenaban los ojos de lágrimas al ver a su nieto por nacer, incluso si era difícil discernir qué era qué, independientemente de lo que señalara el médico. Ella nunca había tenido esa oportunidad cuando estaba embarazada de Megan. Podía sentir la presencia reconfortante de Danni detrás de ella, y deseaba tan desesperadamente tomar su mano. El doctor movió el cabezal un poco más. "Ah, aquí estamos." Miró a Megan, con una sonrisa en su rostro arrugado. "Estás teniendo una niña." La sonrisa de Megan casi le partió el rostro y sus ojos se llenaron de lágrimas. "Una niña," susurró, incapaz de apartar los ojos de la pantalla. Sintió que su madre le apretaba la mano, y le devolvió el apretón, deseando de todo el mundo que fuera Rob quien le tomara la mano. Sentada en un restaurante para el almuerzo – Megan en uno de sus muchos viajes al baño – Kate miró hacia Danni, su corazón pesado y melancólico. "Quiero tener un bebé contigo." Danni se sorprendió por las repentinas palabras. Su hamburguesa con queso a medio camino de su boca, la volvió a dejar en su plato y la miró. "¿Qué?"

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"Lo quiero. Realmente quiero tener un bebé contigo, Danni," Kate repitió, manteniendo la voz baja para no ser escuchada por la mesa contigua. "Me encantaría eso, Kate, pero es imposible." "Podríamos adoptar, tal vez." Kate alcanzó debajo de la mesa para tomar la mano de Danni. "Serías una madre increíble. Siento como si te hubiera hecho perderte esa parte de tu vida." Danni le apretó la mano. "Bebé, todo sucedió por una razón. Megan no estaría aquí si las cosas no hubieran sucedido como estaban. Además, nunca habría sido posible para nosotros tener un hijo natural juntas, sin importar cuánto hubiéramos querido eso. Sí quiero un hijo contigo, pero qué hay de nuestras edades? Seríamos padres mayores, y pensé que querías verificar con la universidad para un puesto de profesora? "Lo hago, y lo somos, pero todavía quiero al menos pensarlo un poco y hablarlo más, ¿de acuerdo?" Danni sonrió y se inclinó para darle a Kate un fuerte abrazo con un brazo, sin importar lo que pensara cualquiera mirando. "Está bien," le susurró a Kate al oído. "Hablaremos más sobre eso."

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Capítulo 43 A medida que los días se volvían más cálidos y las tormentas se detenían lentamente, el vientre de Megan crecía y ella vivía con una dieta constante de cartas de Rob, a menudo enviándole paquetes abastecidos con bastante para repartir convites a algunos de los chicos que no tuvieron la suerte de recibir el amor desde casa. Kate y Danni agregaron sus cartas a los paquetes de Rob, todas deleitándose de saber de él, con todas sus historias y anécdotas. Junto con la ayuda de Kate y Danni, Megan había convertido la nueva casa en un hogar, el cuarto del bebé lista para el nacimiento de su hija, el cual estaba precisto en menos de un mes. Kate había hablado con Megan en retrasar el buscar trabajo utilizando su licenciatura en Comunicaciones hasta después del nacimiento del bebé, así que en cambio Megan había aceptado a Danni en su oferta de trabajar en los libros contables de todas los negocios financieros de Danni en Maine, incluida la tienda y todos sus alquileres. Estaba sorprendida de lo mucho en lo que Danni estaba involucrada y de lo inteligente que era en realidad. Megan estaba sentada en el escritorio que Danni le había dado en la oficina de la ciudad en la que a veces Danni solía trabajar. "¿Entonces, Danni?" Dijo. "¿Sí, Megan?" Danni respondió desde su propio escritorio, donde estaba revisando un nuevo lote de pedidos que había llegado. "Mamá me dice que ustedes dos han estado hablando de compras para bebés." La cabeza de Danni se alzó, una sonrisa automática de diversión en sus labios. "¿Compras para bebés?" Megan sonrió con un asentimiento. "Sí. Compras para bebé." Danni negó con la cabeza con una sonrisa. "Hablamos sobre adopción, sí." Estudió a la chica por un momento, tratando de leer sus sentimientos sobre el tema. "¿Cómo te sientes al respecto, Megan? ¿Querrías un hermanito o hermanita?” "Creo que es fantástico, de verdad. Valiente como el infierno, pero fantástico." "Es algo que hablamos hace mucho tiempo, allá en San Diego," Danni suspiró, arrojando su lápiz al escritorio y reclinandose en su silla.

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"Pero, no estás segura," Megan supuso, tanto por la expresión pensativa de Danni como por lo que su madre le había dicho. Danni se frotó los ojos y dejó escapar un suspiro. "Tengo algunas preocupaciones, sí," admitió. "¿Cómo qué?" La conversación de bebés llevó su mano distraídamente a su propio enorme estómago, lo que la mantenía a una buena distancia de poder sentarse completamente al ras del escritorio. "Como, quiero que un niño tenga que lidiar con la situación muy inusual de tener 'dos mamás'. ¿Es justo darle eso a un niño?” "Danni," Megan gruñó mientras se apartaba del escritorio y se ponía de pie. Caminó hacia el escritorio de Danni, que estaba al otro lado de la habitación. Danni se levantó rápidamente y agarró una silla para que Megan se sentara junto a su escritorio. "Gracias. Danni, hay parejas miserables – normales – parejas que paren niños como cucarachas, y esos niños tienen que vivir en ese tipo de ambiente: no amado, no deseado, sin alimento, lo que sea. El bebé que tú y mi mamá críen juntas tendría lo mejor de todo: principalmente el amor. Honestamente, creo que solo eso compensaría cualquier 'diferencia' que tengan que pasar." Danni se quedó callada por un momento, dándole vueltas a lo que Megan había dicho. Finalmente, se giró hacia la mujer más joven. "¿Puedo hacerte una pregunta?" "Por supuesto." "¿Cómo fue? ¿Crecer con tu mamá y George? ¿Cómo era el hogar?" Megan pensó en eso por un largo tiempo, ambas manos descansando sobre su vientre. "Bueno, individualmente ambos eran padres excelentes, y aunque siempre estuve más cerca de mamá, también era bastante cercana a mi papá. Pero, juntos," puso los ojos en blanco. "Olvídalo – no estupendos. No había sincronización entre ellos, ¿sabes? Como, definitivamente ambos volaban por caminos diferentes.No puedo recordar una sola vez cuando los vi pensar igual o querer las mismas cosas." Sacudió la cabeza con tristeza. "Siempre era una pelea." Con un encogimiento de hombros, continuó, "Eventualmente ambos comenzaron a vivir sus propias vidas conmigo como el único común denominador." Danni absorbió esta información y sonrió al ver que la familiar mirada cruzaba el rostro expresivo de Megan. "Puse un nuevo rollo de papel higiénico allí solo para ti."

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"Gracias," Megan murmuró, tomando la ayuda de Danni para levantarse de la silla y en sus piernas sobre cargadas y pies. Al quedarse sola, Danni consideró todo lo que Megan había dicho y todo lo que ella y Kate habían hablado durante las últimas semanas. Deseaba tanto compartir esa alegría con Kate; en verdad, el corto tiempo que Megan había estado en su vida, y que Danni había actuado en algún nivel de guía paterna, había sido increíblemente hermoso y gratificante. Pensar en eso con un niño que solo la conociera como uno de sus dos padres era ciertamente embriagador, pero por el otro lado de esa hermosa muestra, ¡estaba asustada! Danni tuvo muy poco tiempo para explorar esa comprensión cuando escuchó un grito procedente del baño. "¡Danni!" Danni se apartó del escritorio y corrió a una velocidad vertiginosa hacia el baño, empujando la puerta para abrirla. "Oh chico," tragó saliva. ***** Kate casi corrió por el pasillo del hospital, aliviada cuando vio a Danni salir del elevador, donde se reunieron con un abrazo feroz. "¿Está bien?" Susurró. Danni asintió. "Tiene siete centímetros," Danni susurró en el abrazo. Tomó la mano de Kate y la llevó de vuelta al elevador, presionando el botón para el piso adecuado. El corazón de Kate latía con fuerza. Aprovechó la oportunidad de la privacidad para ser abrazada por Danni durante el corto viaje hasta el cuarto piso. Una vez que se abrieron las puertas, Danni condujo a Kate a través de un laberinto de pasillos y salas de espera hasta que llegaron a la habitación de Megan. "Mamá," Megan gimió cuando la vio entrar en la habitación, el alivio la inundó. Extendió la mano con una intravenosa hacia ella, la cual fue tomada inmediatamente. "Estoy aquí, bebé." Kate se inclinó y le dio un beso a la sudorosa frente de su hija. "Llamé a los padres de Rob, a la abuela y al abuelo antes de salir de la casa." Apartó el cabello de Megan de la cara. "¿Como estas?"

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Megan respiró hondo, cerró los ojos y frunció el ceño mientras otra intensa contracción la golpeaba. Danni miró su reloj. "Oh, Dios," Megan gruñó, apretando la mano de su madre dolorosamente. "Lo sé, cariño," Kate murmuró. "Lo sé. Pasará." Megan se quedó sin aliento cuando el dolor comenzó a disminuir. "Mierda," jadeó. "Tres minutos de diferencia," Danni informó. "Debería ser pronto entonces," Kate dijo. "Puede que tengas suerte y no tengas que lidiar con dieciséis horas de trabajo de parto como lo hice yo." Sonrió a su hija y le apretó la mano. Justo entonces, el doctor entró a la habitación. "¿Cómo estamos?" Preguntó, asintiendo en señal de reconocimiento a Kate y luego centró su atención en su paciente. "Tres minutos de diferencia," Danni ofreció. "Acaba de tener otra hace un minuto." "Muy bien." Puso el historial de Megan en la mesa deslizante. "Veamos qué tenemos aquí." Las piernas de Megan fueron dobladas y extendidas, el médico sondeó y midió. "¡Ocho y medio!' anunció con una sonrisa ganadora a Megan. "Probablemente podamos llevarte muy pronto, Megan." "Está bien," Megan susurró. Él levantó la mirada hacia Kate y se puso de pie desde el taburete que había usado. "Mamá, te unirás a nosotros?" Kate miró a Megan quien inmediatamente asintió. "Sí." "Bien. Vamos a prepararte, entonces.” Diez minutos después, Kate se había puesto la bata de hospital que le habían dado sobre su ropa y abrazó a Danni con fuerza. "Te amo," le susurró al oído, luego la soltó para seguir a Megan y su equipo de enfermeras y doctor por el pasillo hasta la sala de partos. Danni vio como su familia se abría paso por el pasillo, lágrimas en sus ojos mientras estaba abrumada por el amor y la extraña sensación de aceptación. Dio media vuelta y recorrió el pasillo en dirección opuesta a la sala de espera.

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"Puja, Megan. ¡Puja!" La cara de Megan se retorció de dolor y esfuerzo cuando una vez más reunió toda la fortaleza que tenía a la superficie y empujó con todas sus fuerzas, incapaz de respirar mientras gruñía en el esfuerzo. "Bien, cariño," Kate dijo, sus palabras amortiguadas detrás de la máscara que llevaba. Se aferró a la mano de Megan, sus propios dedos apretados en una prensa por el dolor de Megan. Lo ignoró, en cambio tratando de mantenerse concentrada por el bien de Megan. Megan jadeó por aire mientras caía de nuevo en la cama, su pecho agitado con el esfuerzo. "Dios," jadeó. "Lo estás haciendo muy bien, Megan," el doctor la felicitó. "Uno más y la cabeza debería estar afuera. Lista? ¡Puja!" Una vez más, Megan se inspiró en una fuerza e imagen internas de Rob y pujó con todo lo que tenía. Las lágrimas rodaron por sus mejillas enrojecidas, en contraste contra la palidez del resto de su rostro. Gritó en el esfuerzo, su voz se tensó y se quebró por el estrés. "¡Rob!" Gritó, lo que fue seguido rápidamente por los gritos repentinos de un recién nacido. Lágrimas saltaron a los ojos de Kate ante el primer sonido de su nueva nieta. "¡Ya casi esta, Megan!" Exclamó, emocionada. "¡Ya casi esta!" "¡Uno mas! ¡Uno más, Megan!” "No puedo," Megan jadeó. "Dios, no puedo." Se sintió mareada y aturdida por el esfuerzo y la falta de aire. "Tienes que hacerlo. Uno más y ella saldrá ... " el doctor exclamó. Megan de repente vio una imagen de Rob sonriéndole, un sollozo llegando a su garganta. "Está bien," susurró. "Está bien." Lo haría por él. Se sintió como una eternidad desde que Danni había entrado por primera vez en la sala de espera y se había sentado en el sofá acolchado. Llamó a Carol y leyó todas las revistas que la sala de espera tenía para ofrecer, y aún estaba ansiosa. Había recurrido a pasearse, junto con algunos otros futuros padres. Ella los miró, tan jóvenes y tan llenos de anticipación.

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"Danni." Danni se dio la vuelta y vio a Kate, que todavía estaba llevando la bata de hospital, caminar hacia ella con un pequeño bulto en sus brazos. "Me gustaría que conozcas a alguien." Danni se quedó sin aliento y al instante las lágrimas asomaron a sus ojos. Miró hacia abajo, al pequeño y arropado rostro del bebé más hermoso que había visto en su vida. "Me gustaría que conozcas a tu nieta, Christian Bailey Jamison." Danni sonrió a través de sus lágrimas. "¿No es ese el nombre de un niño?" Preguntó distraídamente. Kate sonrió. "Dije lo mismo, pero ya conoces a estos chicos de hoy ..." Danni casi contuvo la respiración mientras miraba al bebé. "¿Puedo ... puedo cargarla?" Susurró, luciendo como una niña emocionada cuando se encontró con la mirada de Kate. "Por supuesto que puedes. Sujeta su cabeza." Cuidadosamente intercambiaron al bebé de un conjunto de brazos al otro. "Mírate," Danni susurró, cargando al pequeño bebé en un brazo y levantando la otra mano para tocar cuidadosamente la piel más suave que alguna vez había tocado. "Es tan pequeña. Tan perfecta." Kate se inclinó y besó la mejilla de Danni, lo mejor que podía hacer en circunstancias públicas. "Sí, lo es." "¿Cómo está Megan?" Danni preguntó, incapaz de apartar sus ojos de Christian. "Está durmiendo. Ella lo hizo maravillosamente." Danni miró a Kate y articuló las palabras: te amo. Kate sonrió. “También te amo.”

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***** Danni yacía boca arriba en la estrecha cama del hospital, Kate en una cama idéntica a un metro de distancia. Megan le había pedido a su madre que la ayudara a amamantar, a diferencia de la enfermera, por lo que el hospital había sido lo suficientemente generoso como para permitir que Danni y Kate durmieran en una habitación doble sin ocupar. Danni, sin embargo, le estaba costando un montón quedarse dormida, ya que era despertada por cada paso, cada sonido y cada conversación que ocurría al otro lado de la puerta cerrada. "¿Danni?" Kate susurró. "¿Sí?" Danni susurró en respuesta. "¿Estás dormida?" Danni sonrió. "No estaría respondiéndote si lo estuviera." "Oh," Kate susurró. "Buen punto. ¿Puedo ir?" Danni miró hacia la cama extremadamente estrecha, pero no estaba a punto de dejar pasar la oportunidad de tocar a Kate. "Por supuesto." Un momento después, Danni pudo escuchar los sonidos de Kate bajando de la cama alta, luego el golpe seguido de una maldición silenciosa cuando Kate chocó contra algo antes de llegar a la cama de Danni. "Es como una carrera de obstáculos aquí," Kate susurró. "¿Por qué estás susurrando?" Danni susurró. Kate guardó silencio por un momento. "No lo sé," dijo en voz baja. "Correte." Danni se recorrió tanto como pudo sin caerse del otro lado de la cama. Ayudó a Kate a subir a su lado sin darle un cabezazo al estómago a Danni, cosa que Kate casi hizo, enviándolas a ambas en una risita silenciosa. "¿Por qué siento que estoy siendo mala?" Kate preguntó mientras se acomodaba, su cuerpo acurrucándose en el de Danni y su cabeza descansaba sobre su hombro.

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"Porque lo eres," Danni sonrió, encantada de tener a Kate contra ella. "¿No sabes que eres una abuela, ahora? Las abuelas no hacen cosas como esta." "¿Oh si? ¿Qué hacen?" "Se quedan sentadas en casa y hornean galletas y tejen," Danni le informó. Kate soltó una risita. "No tejo." "Bueno, será mejor que comiences a aprender. Una puntada, dos puntadas." Ella se rió cuando sintió dedos cavar en sus costados. "Cuidado bebé, o me voy a caer de la cama." Kate se acomodó de nuevo, pero no antes de tirar del cuello abierto de la camisa abotonada de Danni y darle un beso en la clavícula. "Me siento vieja. Solo tengo 42 años; demasiado joven para ser una abuela. Las abuelas son viejas y arrugadas." Danni sonrió. "Eres la abuela más sexy que he visto en mi vida." Extendió la mano y le dio unas palmaditas a Kate en el trasero. "Caracoles, desearía que mi abuela se pareciera a ti." Kate levantó la cabeza y miró a Danni. "Me alegra que no lo haya hecho, porque eso hubiera sido peculiar y extraño de una manera no tan buena." Amaba la sonrisa de Danni y levantó una mano para trazar los labios de Danni con la punta del dedo. Danni besó la punta del dedo, luego guió la boca de Kate hacia la de ella. Compartieron un beso profundo, pausado, labios y lengua acariciando. A meros segundos de haberse separado antes de que la puerta se abriera y una enfermera entrara. Obviamente estaba bastante sorprendida de ver la vista inesperada de Kate en la cama de Danni, pero rápidamente se sacudió. "Kate, es hora," la enfermera dijo, Christian cargada en sus brazos. "Gracias, enfermera." Kate se deslizó fuera de la cama. "Ya vuelvo," le susurró a Danni, luego siguió a la enfermera fuera de la habitación. "Hola, cariño," Kate dijo suavemente mientras caminaba hacia la cama de Megan. Megan giró la cabeza y miró a su madre y a su bebé con ojos soñolientos. "¿Es hora?" Preguntó, sus palabras arrastradas por el agotamiento y la medicación para el dolor.

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"Sí." Megan hizo una mueca de dolor mientras se levantaba, mientras Kate ayudaba amontonando almohadas en su espalda. Con dedos torpes, Megan logró aflojar su bata y jalarla hacia abajo para revelar los senos hinchados de leche. "¿Estás lista?" Kate preguntó, sentándose en la cama al lado de Megan. Ante el asentimiento de su hija, Kate entregó a una Christian quejumbrosa. "Cuidado." Megan asintió, acomodando a su hija arropada en su pecho. Ella esperó pero no pasó nada. Miró a su madre con ojos expectantes. "A veces tienes que ayudarlos, cariño," Kate dijo en voz baja. "Guiala hacia tu pecho ... Bien, así de simple." Kate observó, feliz de ver a Christian entrar en el ritmo de su segunda alimentación. Durante la primera, Megan había estado medio ida, y Kate dudaba que recordara mucho de eso. "Esto se siente tan extraño," Megan susurró, viendo a su hija amamantar. "Me duele un poco." Kate asintió. "Lo sé. Pero, justo cuando tú y tus senos se acostumbran a ello, a ella empezara a salirle los dientes." Ellss intercambiaron una sonrisa. "¿Hay alguien aquí?" Kate negó con la cabeza. "Todavía no, cariño. Tus abuelos llegarán a primera hora de la tarde y los padres de Rob estarán aquí más tarde.” Kate pasó la mano por la cabecita del bebé mientras se alimentaba."En un par de días podrás volver a casa y pasar tiempo con todos." "¿Se fue Danni a casa?" "Oh no; ella todavía está aquí." "Estuvo genial hoy. Realmente necesito agradecerle," Megan dijo suavemente, reuniéndose con la mirada de su madre. "Podrás hacerlo mañana, cariño."

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"No puedo esperar para decirle a Rob que nació su hija." La sonrisa de Megan era mágica, llena de tanto amor y melancolía. "Puedes enviarle la foto que Danni tomó de ti y de Christian también." Megan frunció el ceño. "¿Ella tomó una foto de nosotros?" Kate se rió en silencio. "Estabas bastante ida, pero sí. Christian tenía solo unos treinta minutos de edad." "Por Dios. Siento que me estoy perdiendo la mitad del día." Kate sonrió. "Bueno, has tenido un poquito pasando hoy." "No es mentira."

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Capítulo 44 Kate se abrió paso entre los invitados que se paseaban por su casa, todos finalmente encontrando el camino hacia Megan y Christian, asfixiando a la pobre chica con su atención. Megan había estado en casa por un día, después de haber dado a luz a Christian cuatro días antes. Kate había hecho una verdadera fiesta para ambos grupos de abuelos, así como para Carol y Frank. "Danni, ¿puedes agarrar esa bandeja de bocadillos?" Gritó, con las manos cargadas con una bandeja de bebidas. "Claro." Danni hizo lo que le pedían, rápidamente siguiendo a Kate a través de la multitud con la comida. "Debo decir, Katherine, que tu amiga tiene una hermosa casa," la madre de Kate comentó, con una copa de vino sostenida con delicadeza en una mano aún más delicada. "Gracias Madre. Vivo aquí también," Kate le recordó, ofreciéndole a su madre un plato de canapés. "Por supuesto." Bebió más vino y miró a su hija, a quien no había visto desde la boda de Megan, siete meses antes. "Debo decir que nunca entenderé por qué te mudaste al cogelado este, simplemente para quedarte con una amiga. Ambas son bellas mujeres y no deberían tener problemas para encontrar a un hombre." Kate gimió para sus adentros, pero mantuvo su cara agradable. "No quiero un hombre, madre. Lo hice y todos vimos cómo resultó." Beth mordisqueó un bicadillo. "Sí, bueno George era un hombre débil. Nunca me gustó," dijo, sabiendo muy bien que ella y su esposo esencialmente habían forzado el matrimonio. "Estoy feliz donde estoy, Madre." Beth la miró con los ojos muy abiertos. "¿Vivir con una mujer en medio del bosque en Maine?" Preguntó, la duda sarcástica goteaba de sus palabras. "Sí. ¿Más?" Kate preguntó, levantando el plato hacia su madre, un movimiento deliberado con su mano izquierda, la luz brillando en su anillo.

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Beth estudió el anillo por un largo momento y luego se encontró con la mirada de su hija. "¿De dónde sacaste eso?" Preguntó, su voz baja como si tuviera una sospecha. "Danni me lo regaló en Navidad." "Un anillo así no es algo casual que le regalas a tus amigas," Beth espetó. "No, no lo es," Kate estuvo de acuerdo, con el mentón levantado en desafío. Podía ver la transformación en el rostro de su madre, y sabía que se estaba gestando una tormenta. "No empieces nada aquí, madre; no arruinaras esta vez la vida de Megan. Ya arruinaste tu relación conmigo, no arruines tu relación con tu nieta y bisnieta.” La miró fijamente a los ojos verdes fríos. "¿Me entendiste?" Beth frunció los labios con fuerza y luego se alejó de Kate, colocando su copa de vino en una mesa cercana. Encontró a Percy y le puso un agarre similar a una garra en el brazo. "Vámonos." Miró a Megan. "Cariño, pasaremos por la mañana para recogerte en tu casa para desayunar antes de que nos vayamos de este lugar." Kate se dio vuelta mientras Megan se despedía de sus abuelos y regresaba a la cocina. Escuchó pasos no muy lejos detrás de ella, y luego una mano en su espalda. "¿Qué pasó?" Danni preguntó suavemente. Kate respiró hondo y luego lo dejó salir. "Elizabeth Adams es lo que pasó." "Bebé, te dije que sería mejor quitarte el anillo –" "No," Kate dijo, volteándose para mirar a Danni. "No. Estoy harta de ocultar quién soy, Danni. Durante años oculté mi infelicidad, y ahora no voy a ocultar mi felicidad. Me alejé de mis padres hace mucho tiempo. La única razón por la que todavía están algo en mi vida es por Megan; no voy a negarle a ninguno de ellos a la otra. Pero ahora, Megan es una adulta y puede tomar sus propias decisiones. He terminado." Danni le sonrió a Kate con respeto y admiración. "Eres una mujer dura." Kate sonrió. "Eso espero."

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***** Kate gimió suavemente en su beso con Danni, las caderas de Danni moviéndose en un ritmo lento y sensual entre las piernas de Kate mientras la acariciaba profundamente dentro. Con el nuevo bebé, una semana de compañía y Kate pasando la mayoría de las últimas dos semanas ayudando a Megan a establecerse como nueva madre, Kate y Danni tuvieron poco tiempo para la otra. Entonces, después de horas de besos y caricias ligeras, se movieron juntas en un ritmo lento y constante que pronto hizo que ambas respiraran con dificultad para continuar besándose. Los gemidos de Kate eran casi constantes ahora mientras pasaba sus manos en la parte superior de la espalda de Danni. La boca de Danni estaba aferrada en su cuello, lamiendo y mordiendo la piel allí. Kate se estaba acercando, así que pasó las manos de nuevo por la espalda baja de Danni, por encima de las correas de cuero del arnés y finalmente ahuecando la carne firme, alentando a Danni a acelerar. Entendiendo la idea, Danni dejó el cuello de Kate y se empujó sobre sus manos, mirando a Kate mientras aumentaba sus embestidas, haciéndolas más rápidas y más cortas. Cerró los ojos y gimió cuando Kate levantó sus manos para ahuecar sus pechos. "Siempre una mujer de pechos," Danni jadeó. Kate sonrió, pero luego esa sonrisa se convirtió en un fuerte gemido cuando Danni aceleró el ritmo aún más. En unos instantes ella gritó, sus manos volaron para ahuecar a Danni otra vez, manteniéndolas juntas mientras Kate era golpeada con ola tras ola de liberación, el ronco grito de Danni siguió poco después. Se quedaron quietas por un largo momento, ambas intentando recuperar el aliento y controlar el ritmo cardíaco. "Me pregunto si hay una cierta cantidad de orgasmos que un cuerpo puede tener en la vida," Kate dijo, con el pecho todavía agitado. "No lo sé, pero si lo hay, estamos jodidas," Danni murmuró en la suave piel del cuello de Kate. Kate se rió, sosteniendo a Danni cerca. Danni se retiró suavemente y luego se movió para salir de Kate. Kate la abrazó. "No, quédate." Danni se movió un poco más abajo entre las piernas de Kate, así que todo su peso corporal no estaba en la mujer más pequeña, luego apoyó la cabeza en la suavidad del

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pecho de Kate. "Mmm, te he echado de menos," casi ronroneó, sintiéndose mejor que en semanas. "Yo también te extrañé," Kate dijo, pasando sus manos por el cabello de Danni. "No puedo creer que Christian ya tenga casi un mes," dijo al fin, sus dedos nunca vacilando en su calmante peinar. Danni suspiró ante la sensación, sus ojos se cerraron con absoluta satisfacción. "Está creciendo tan rápido," Danni murmuró. "Pronto estará manejando." Kate se rió entre dientes. "Y estoy segura de que la llevarás en la carretera en tu Jeep." "Por su puesto que lo haré. ¿No lo hacen todas las buenas abuelas?” "Nooooo, dijiste que las abuelas tejían y horneaban galletas," Kate le recordó. "Nunca dije eso," Danni bromeó, sacando su lengua para deslizarla por el pezón de Kate, que estaba a solo centímetros de su boca. Se rió ante el jadeo que causó. "Mañana llevaré a Megan a comprar algo de ropa nueva para su búsqueda de empleo. La pobre ya no cabe en ninguna de sus cosas viejas." Kate se rió del recuerdo de sus propios días tratando de perder el ‘peso del bebé’. "Eso y ella no ha recibido una carta de Rob por un tiempo. Sus ánimos están bastante bajos." "Probablemente se esté moviendo," Danni murmuró. "Es imposible escribir cuando eso sucede." "Me lo puedo imaginar," Kate dijo, acercando su mano para acariciar la suave piel de la cara de Danni. "¿Cómo diablos es que tu piel es tan suave?" "Es un secreto familiar," Danni dijo, besando la palma de la mano de Kate. "Realmente la extrañaré en la oficina; estaba haciendo un gran trabajo allí." "¿Por qué no le pides que se quede? Sé que realmente estaba disfrutando de lo que estaba haciendo. Y," se encogió de hombros, "tal vez podrías dirigirla un poco más hacia lo que se tituló. Tal vez podría estar a cargo de hacer campañas publicitarias para tu tienda." Danni levantó la cabeza y miró a Kate. "¡Esa es una idea absolutamente brillante! ¿Por qué no pensé en eso? ¿Crees que lo haría?”

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"No lo sé. Todo lo que puedes hacer es preguntarle." "¿Hablas en serio?" Megan se quedó sin aliento, con los ojos muy abiertos. Agarró a Danni en un abrazo aplastante. "¡Oh Dios mío! Esto es tan emocionante." Danni se rió mientras la abrazaba. "¿Asumo que esto es un sí?" Preguntó. "¡Sí, es un sí!" Megan dijo efusivamente. "Bien. Bueno, comenzarás la comercialización final de Felts Enterprises aquí, así que quiero que consultes con varias compañías de mercadotecnia y publicidad y consigueme un salario inicial para alguien con tu preparación e iremos desde allí, de acuerdo?" "¡Danni, eres increíble!" Megan dijo, dejando caer un fuerte beso en la mejilla de Danni. "Ten, toma a Christian. Quiero ir a decirle a mamá." Danni tomó al bebé y vio como Megan casi saltaba para encontrar a Kate, que se estaba preparando para su salida. Danni llevó al bebé hasta su nivel de los ojos. "Creo que somos solo tú y yo, pequeña." Danni sonrió ante la trompetilla que recibió en respuesta. Después de que las dos mujeres se fueron, Danni le cambió el pañal a Christian, le habló y le hizo muecas en todo momento. Danni descubrió que no había nada mejor que la sonrisa de un bebé, porque no importaba cuán estúpido actuara Danni, a Christian parecía encantarle. "¿Estás lista para nuestra pequeña aventura?" Preguntó con la voz más boba que pudo. El bebé estaba recién cambiado y vestido con su atuendo de una sola pieza. La levantó por encima de su cabeza, los ojos verdes del bebé se agrandaron. "¿Estás lista para nuestra aventura?" Danni preguntó otra vez, sonriendo mientras el bebé burbujeaba baba de sus pequeños labios fruncidos. "Vamos, entonces." Se puso de pie, cargando a Christian con ella. "Vamos a explorar." Danni miró por la ventana, sonriendo al hermoso día de finales de Mayo más allá. La nieve había desaparecido hacía tiempo y el sol brillaba intensamente. "¡Vamos, chicos!" Llamó a los perros, que saltaron rápidamente hacia la puerta. Los perros esquimales aún no estaban seguros de qué hacer con el humano en miniatura, ya que nunca habían visto uno. Danni sonrió, pensando que sería muy divertido para ellos una vez que Christian pudiera perseguirlos y jalar de sus colas.

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***** "Entonces, crees que ustedes lo harán?" Megan preguntó, bebiendo de su coca cola dietética. Estaba decidida a ponerse sus viejos jeans el Día del Trabajo. Kate se encogió de hombros mientras masticaba el bocado de ensalada en su boca. "No lo sé." Bebió su limonada. "¿Vas a comerte ese pepinillo?" "No, adelante." Megan le ofreció a su madre su plato, y luego lo colocó frente a ella una vez que el pepinillo fue arrancado. "¿Has hablado de eso desde antes de que Christian naciera?" "Un poco," Kate admitió. Sonrió y saludó a una cara familiar que entró al restaurante. "Pero, con Christian y todo, simplemente no hemos tenido mucho tiempo para volver a eso." Megan asintió en comprensión. "Nunca me di cuenta de cuánto tiempo se dedica realmente a un bebé." Kate sonrió. "Bastante increíble, ¿no? Tan pequeño pero tan necesitado." Megan dejó escapar un suspiro. "Puedes decir eso de nuevo. Pero, al menos, ella está empezando a dormir más durante toda la noche. ¡La otra noche, durmió durante seis horas seguidas!” "No está mal," Kate felicitó. "Pero, volviendo a lo de un bebé para nosotras, hay mucho que considerar." ***** "Esto, pequeña Christian es lo que se llama una rosa." Danni sostuvo la fragante flor junto al bebé, y los ojos del bebé se abrieron de par en par ante algo nuevo presentado ante ella. "Sé que no sabes lo que es ahora, pero harás que todos los chicos con los que salgas te den esto. ¿De acuerdo? Y, si no lo hacen, llámame y me aseguraré de que no lo olviden la segunda vez." ***** "Mamá, no hay forma de que en la tierra de Dios ese vestido me quede bien," Megan dijo, con la mano en la cadera redondeada.

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"Bueno, tal vez no en este momento, pero eventualmente lo hará," Kate insistió, verificando el precio de la hermosa prenda. "O, tal vez no." Lo colocó de nuevo en el estante y se alejó. Continuaron hacia afuera hacia el hermoso día de finales de la primavera. "De alguna manera me alegro de que Rob no esté aquí," Megan dijo, parándose frente al escaparate de una tienda para mirar el vestido que llevaba el maniquí. "Me veo como un maldito dirigible." "No te ves," Kate insistió. "Y cariño, acabas de tener un bebé hace un mes. No puedes esperar regresar directamente a tu cuerpo antes del bebé. Y," dijo, uniendo su brazo con el de Megan mientras continuaban. "Es mejor que te metas esto en la cabeza ahora mismo: no importa cuánto peso pierdas, tu cuerpo nunca volverá a ser el mismo." Megan gimió. "Eso me temía." ***** "¿Ves esta hermosa pieza de pino?" Danni preguntó, sosteniendo una pieza de madera recién cortada que un día pronto se convertiría en una pata de silla. "Esta es mi madera favorita con la cual construir," le explicó a Christian. Bajando la madera, Danni continuó su recorrido por el taller. "Tu abuela me patearía el culo si supiera que te tenfo aquí cerca de todas estas herramientas peligrosas." Besó la frente de la bebé. "Pero no le diremos, ¿verdad? No, para nada. Seguro que no lo haremos. Créeme, nunca querrás que tu abuela Kate se enoje contigo. Vamos, Christian, déjame mostrarte una sierra de mesa.” ***** "Vamos, Megan. Tienes que probar este helado," Kate gimió, metiéndose la pequeña cuchara de plástico en la boca. "¡Mm!" "¡Mamá! ¿Cómo se supone que voy a perder este peso si sigues tratando de hacer que coma basura?” Megan se quejó, casi rechinando los dientes para sin aceptar la ofrenda de su madre. Ella amaba el helado y ¡su madre lo sabía! "Oh, vamos, vive un poco." ***** "¡Hola, Danni! Hace tiempo que no te veía," la dueña del restaurante, Merytle dijo desde detrás del mostrador del desayuno, donde Danni y Christian se dirigieron. XWPColección: Página y Facebook

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"Bueno, he estado un poco ocupada, Meryt." Danni colocó el portabebés de Christian en el mostrador y luego se deslizó en un taburete. "¿A quién tenemos aquí?" La anciana pelirroja arrulló, apresurándose hacia Danni. "Esta es mi nieta, Christian," Danni dijo, nunca tan orgullosa de decir cinco palabras en su vida. Merytle frunció sus cejas pintadas. "¿Nieta? ¿Desde cuando tienes hijos?” Danni sonrió. "Larga historia, Meryt. Hoy estoy de niñera, así que pensé en presentarle a Christian el mejor lugar para comer en Munson." "Bueno, solo por eso va por cuenta de la casa hoy." Mertyle le entregó a Danni un menú con una amplia sonrisa roja. "Me gusta esto de ser abuela," Danni murmuró mientras miraba el menú. ***** "¿Cómo crees que le está yendo a Danni con Christian?" Megan preguntó desde el interior del vestidor con cortinas. Se miró en el espejo, mirando hacia un lado y al otro, viendo cómo su nuevo y más grande cuerpo se veía en la falda. Kate se rió desde el vestidor siguiente. "Probablemente la tiene en ese maldito taller mostrándole todos sus juguetes." Megan se rió. "Dios nos ayude cuando sea mayor. Me pregunto a quién se parecerá más: ¿a Rob o a mi?” Kate recorrió con sus manos las suaves líneas del vestido, que era un poco más corto de lo que normalmente usaba. Trató de imaginarse la reacción de Danni, ya que estaba ajustada y más adecuada para las mujeres más jóvenes, pero estaba encantada de que su cuerpo se viera realmente fantástico. "No lo sé," dijo distraídamente, admirando su reflejo. "Extraño a mi bebé, mamá." Kate sonrió. "Entonces, por qué no llamas a Danni y ves cómo va todo? Vi un teléfono público en la calle de esta tienda."

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"Ohhh, ¡buena idea!" ***** "Lo sé, bebé. Lo sé," Danni arrulló, frotando la espalda de su nieta llorando. Se abrió paso a la entrada de la casa, con los brazos llenos de la bebé, las cosas de la bebé y el correo, que había recogido al entrar. Se apresuró a entrar, dejando la puerta abierta para que los perros pudieran salir y hacer sus asuntos, tirando todo menos a la bebé en el sofá. "Sé que estás hambrienta y cansada, cariño." En la cocina, Danni agarró una de las botellas que Megan había preparado esa mañana. Danni la calentó, probando la temperatura en su muñeca antes de dársela a una Christian muy enojada, que todavía llevaba en sus brazos. Danni se sentó en la mecedora que había hecho – una mecedora gemela en la sala de estar de Megan – y se puso a la tarea de alimentar a un bebé muy hambriento. "No le digas a tu mami que te mantuve fuera demasiado tarde," arrulló, pasando los suaves dedos por el rostro colorado de Christian mientras la bebé chupaba contentamente su almuerzo. "Ella me colgaría de seguro, por no hablar de lo que tu abuela me haría." Danni suspiró cansada y observó a Christian por un momento, luego decidió matar dos pájaros de un tiro. Miró hacia el sofá, que estaba a unos metros de distancia. Tratando de no perturbar a la bebé, se estiró con un gruñido hasta que pudo agarrar la pequeña pila de la correspondencia. Cuando se acomodó en la mecedora y se aseguró de que Christian estuviera cómoda, colocó el correo en el muslo que tenía disponible y comenzó a ordenarlo, tirando la basura al suelo y lo importante que podía esperar hasta más tarde, en el sofá. Christian emitió un pequeño gemido, el cuañ llamó la atención de Danni. Ella la miró para asegurarse de que todo estaba bien y luego volvió al correo. Lanzó un correo basura al piso y luego se quedó sin aliento por lo que había debajo. Su sangre se congeló, su aliento robado. "No." ***** Con las bolsas de ropa recién comprada en la mano, Megan insertó su moneda en el teléfono público y luego esperó mientras sonaba. En el tercer timbrazo, Danni respondió.

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"Hola," Megan dijo en el receptor. "Estoy siendo una madre molesta, queriendo saber cómo está mi hija." "Está muy bien," Danni dijo, forzando una sonrisa en su voz. "Ha sido cambiada, alimentada y ahora está durmiendo la siesta." "Eso suena como el Cielo," Megan bromeó. "¿Qué hicieron hoy?" Danni cerró los ojos, queriendo llorar, pero no podía atreverse. "Bueno," dijo, aclarándose la garganta de la creciente emoción, tratando de sonar lo más normal posible. "Descubrimos qué son las rosas, y conocimos a algunos lugareños en el restaurante." "¿La llevaste a tu taller?" Megan bromeó. "Puedes decirme, no lo voy a decir." Megan sonrió a su madre, que estaba a un par de metros de distancia. "¿Haría eso?" Danni jadeó, la mano en su pecho. "Sí." Danni sonrió. "Tal vez. Eso es todo lo que estoy dispuesto a decir." "Bien. Bastante justo. ¿Quieres hablar con mamá? Parece que necesita escuchar tu voz desesperadamente.” Megan sonrió ante la expresión de los ojos muy abiertos de su madre. "¡Sí!" Danni dijo, dándose cuenta de que sonaba desesperada. Suspiró de alivio ante la risa de Megan. Podía escuchar una conversación amortiguada en el fondo, y luego la voz de Kate al otro lado de la línea. "Supongo que debes haberme extrañado hoy, ¿eh?" "Kate, necesito que lleves a Megan a casa ahora mismo," Danni dijo, su voz temblorosa, el sonido de la voz de Kate sacándola a la superficie. "No reveles que algo esté mal." "¿Lo está?" Kate preguntó, su corazón comenzó a latir con fuerza. "El bebé está bien, no es nada de eso, así que deja de preocuparte. Pero, realmente necesitas llevar a Megan a casa, cariño. Ahora." Kate miró a Megan, que estaba maravillada en el escaparate mirando la exhibición. "¿Qué le digo?" Kate preguntó en voz baja, para que Megan no la escuchara.

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"No lo sé. Cuéntale algo." "Está bien." Kate hizo una pausa, mordiéndose el labio inferior por un momento. "Danni, ¿es realmente malo?" "No estoy segura. Solo sé que probablemente no sea bueno." "Oh Dios," Kate susurró, de repente sintiendo muchas náuseas. "Bueno. Pensaré en algo. Te amo y te veremos pronto." "Yo también te amo. Adiós." Kate tomó varias respiraciones profundas antes de pegar una sonrisa en su rostro y darse la vuelta para mirar a su hija. "Bueno, cariño, estoy agotada. ¿Estás lista para irnos?” "Dios, sí," Megan suspiró. "Definitivamente lista." ***** Danni estaba de pie en la cuna que tenían en su casa para cuando cuidaban a Christian. Vio a la bebé dormir, perdida en el mundo de ángeles y cachorros, donde no sabía nada de dolor o tristeza. Danni bajó una mano y frotó suavemente el estómago de la bebé, la bebé se estiró sobre su espalda con la cabeza hacia un lado. Sus pequeños brazos estaban levantados sobre su cabeza, doblados por los codos. "Pequeño ángel," Danni susurró, inclinándose para colocar un beso en la cabeza de Christian. La atención de Danni se vio atrapada cuando escuchó el sonido del auto de Kate detenerse frente a la casa, y el sonido de las conversaciones amortiguadas y la risa cuando las dos mujeres se dirigieron a la puerta principal. Danni caminó hacia la sala de estar para reunirse con ellas, no del todo segura de cómo proceder. "Hola chicas," saludó, toda sonriente. "¡Hola!" Megan chilló, depositando sus compras en el suelo junto a la puerta y caminando hacia Danni para darle un rápido abrazo y un beso en la mejilla. "¿Todavía está durmiendo?"

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"Cómoda como un insecto en una alfombra," Danni aseguró. Megan sonrió y se apresuró a revisar a su hija. Danni se volvió hacia Kate, de inmediato la tomó en sus brazos y la abrazó. "No sé cómo hacer esto," susurró en el cabello de Kate. "¿Qué pasó, Danni?" "Llegó una carta del Departamento de Defensa." Danni se apartó de Kate y la llevó a la cocina, donde Danni había dejado la carta sin abrir sobre la encimera. Se la dio a Kate, quien la tomó en manos ligeramente temblorosas. Kate recordaba demasiado bien el aspecto del sobre, ya que demasiadas de sus amigas habían recibido cartas de ese tipo durante la guerra. "Oh Danni," susurró. "Dios, no lo sé." Miró a Danni a los ojos. "Esto significa…" Danni negó con la cabeza. "No siempre. Simplemente no hay forma de saberlo hasta que Megan la lea." "¿Qué pasa, chicas?" Megan preguntó inocentemente, entrando a la cocina. Miró de un lado a otro entre Danni y su madre, su sonrisa se deslizó lentamente de su rostro. "¿Qué pasa?" En un momento de silenciosa comunicación, Danni asintió con la cabeza a Kate. Kate sostuvo la carta en sus manos, respirando profundamente mientras se volvía hacia su hija. "Cariño, hoy llegó algo por correo, enviado aquí a nuestra dirección." "Está bien," Megan dijo, buscando primero los ojos de su madre y Danni, tratando de encontrar alguna pista de lo que estaba sucediendo. "¿Qué es?" Kate tomó otra respiración profunda, luego le entregó la carta. Megan aceptó la carta, sus ojos escaneando la impresión mecanografiada y la dirección y el título del remitente. Un pequeño jadeo escapó de sus labios cuando sus dedos recorrieron el papel liso, su corazón se detuvo en su pecho. Sintió el escozor de las lágrimas detrás de sus ojos, y no importaba cuántas veces parpadeara, siempre regresaban, nublando su visión una vez más. "No quiero abrir esto," susurró, sacudiendo la cabeza. "No quiero abrir esto." Su mano comenzó a temblar tanto que casi dejó caer la carta. Danni rápidamente se la quitó, nuevamente se encontró con la mirada de Kate. Kate asintió, sus propios ojos llenándose. "Por favor," susurró. XWPColección: Página y Facebook

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Danni asintió, mirando el sobre como si fuera una serpiente, lista para atacar. "De acuerdo."

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Capítulo 45 Chicago, Illinois, Mayo de 1969 Danni y Kate la siguieron detrás más despacio, mientras Kate sostenía a Christian contra su pecho, mientras Megan casi corría por el pasillo del hospital hacia la estación de enfermeras en la Unidad de Quemados de la Unidad de Cuidados Intensivos, adonde habían sido dirigidas. "¿Puedo ayudarla, señorita?" Preguntó la enfermera detrás del mostrador, sin ocultar su desaprobación de las acciones de Megan. "Necesito ver a Robert Jamison," Megan jadeó, sin aliento por el esfuerzo y la ansiedad. La enfermera hojeó el registro del paciente hasta que vio su nombre. "¿Eres su familia?" "Soy su esposa, dónde está él ahora?" Megan replicó, sin paciencia por las demoras. "Está en la habitación 307, pero señorita, tendrá que bajar su tono. Esta es una sala muy seria." Megan no se quedó para escuchar lo que la mujer tenía que decir, sino que salió volando por el pasillo en busca de la habitación 307. Su corazón latía con fuerza en su pecho y las lágrimas estaban listas para caer a la menor provocación. Después de que Danni había leído la carta en voz alta, se habían enterado de que Rob había sufrido quemaduras graves cuando su barco fue alcanzado y se había producido un incendio. Danni inmediatamente había hecho algunas llamadas telefónicas y había descubierto que, aunque había sobrevivido el ser transportado a un hospital en Chicago, todavía no estaba fuera de peligro y estaba en la Unidad de Quemados en Cuidados Intensivos. Megan llegó a la puerta y se detuvo, con el corazón en la garganta. No tenía idea de lo que vería, y ni siquiera estaba segura de los detalles de lo que había sucedido, pero sí sabía que Rob estaba vivo, y eso era lo que importaba. Tomando un profundo y relajante aliento, empujó la pesada puerta y entró. Inmediatamente se sorprendió de lo oscura que estaba la habitación, así como de los pitidos de la máquina que controlaban los signos vitales de Rob.

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Megan vio el extremo de la cama primero, con una manta blanca que destacaba en claro relieve contra la penumbra. Podía ver el contorno de una pierna, la otra extrañamente ausente. Mientras su mirada vagaba más arriba, vio un brazo izquierdo, la mano y el antebrazo fuertemente vendados en una manopla de vendaje blanco. Lo que provocó lágrimas en los ojos de Megan, sin embargo, fue cuando vio su cabeza, que estaba tan vendada como su brazo, la apertura más pequeña para sus ojos, nariz y boca visible. "Oh, Rob," susurró. Cuando se acercó, pudo ver los fuertes moretones debajo de sus ojos, las otras partes de su rostro que también se veían magulladas e hinchadas. Miró a través de su cuerpo y notó que su brazo derecho no estaba tan vendado como el izquierdo, pero lo que estaba visible también estaba cubierto de moretones profundos y lo que parecía ser piel chamuscada. Volvió su atención a la cara de Rob mientras se movía hacia el otro lado de la cama y su mano no vendada. "¿Bebé?" Susurró, tomando su mano en la suya. Sus dedos estaban fríos al tacto y no respondían. "Estoy aquí, Rob." Sintió el escozor de las lágrimas detrás de sus ojos, en parte aliviada de estar con él, y en parte devastada por su estado. "Sufrió quemaduras de tercer grado en un cuarenta y cinco por ciento de su cuerpo, la mayoría de ellas a lo largo de su lado izquierdo," el Dr. Elkins les explicó a Danni y Kate en la enfermería, Kate abrazó a Christian y la hizo rebotar para consolar a la bebé algo irritable. "Tuvimos que amputar su pierna izquierda hasta la rodilla, la extremidad demasiado quemada para salvarla." Kate enterró la cara en el suave cabello sobre la cabeza de Christian, sus ojos se llenaron de lágrimas. Sintió que Danni daba un paso más cerca de ella, el corazón de su cuerpo la reconfortaba. "¿Sobrevivirá?" Preguntó en voz baja, mirando al doctor. El hombre mayor metió sus manos en la larga bata blanca y suspiró. "Todavía no está fuera de peligro, pero mientras podamos reducir la infección – ese es nuestro mayor enemigo en este momento – creo que saldrá adelante." "¿Hay alguna posibilidad de transferirlo a una instalación en Maine?" Danni preguntó. "Su familia vive allí." "Bueno, me gustaría tenerlo un poco más estabilizado antes de tener en cuenta cualquier tipo de opción como esa. Conozco un par de buenas instalaciones y doctores allí, así como también en la ciudad de Nueva York, por lo que puede estar un poco más cerca de casa," el médico aconsejó. "No voy a hacer ninguna promesa sobre eso todavía; veamos qué sale de todo esto."

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Megan se giró cuando oyó que se abría la puerta de la habitación de Rob. "Hola," dijo en voz baja, su voz cargada de emoción, cuando Kate y Danni entraron. Megan se levantó de la silla que había dejado junto a la cama de Rob y se acercó a su madre, tomando a su hija en sus brazos. Necesitaba estar cerca de ella. "No se ha despertado desde que he estado aquí." Kate asintió con la cabeza, su mirada recorriendo todo lo que era el chico que había conocido durante cuatro años. "El doctor dijo que está muy sedado en este momento. Quieren probar y darle a su cuerpo la oportunidad de sanar." Megan besó la cabeza de Christian y la abrazó. "¿Cómo va a sobrevivir a esto, mamá?" Susurró, con los ojos llenos de nuevas lágrimas. "Morirá cuando descubra que tuvieron que amputarle la pierna." "Tendremos que estar ahí para él, cariño," Kate dijo en voz baja, acariciando el pelo y la espalda de Megan. "Lo haremos que lo supere." ***** Danni arrojó su chaqueta a la cama y luego la siguió para yacer sobre el colchón doble. "Dios, qué día," suspiró. "Apoyo eso." Kate se arrastró a su lado, tratando de ponerse cómoda con el edredón áspero de la cama del motel. Se movió un poco contra el material barato. "¿Por qué los moteles siempre usan la decoración y los materiales más baratos y feos de todos?" Danni sonrió, pasando sus dedos por el cabello de Kate. "Porque son baratos y feos." Kate sonrió pero no dijo nada. Un silencio pesado llenó el espacio entre ellas hasta que finalmente Kate lo rompió. "¿Qué va a pasar con Rob, Danni?" Danni miró hacia el techo, sin ver las tejas sino una base naval de hacía veinticuatro años. Si cerraba los ojos, sabía que podría ver el rostro de cada hombre en su unidad. Abrazó a Kate más cerca, necesitando sentir la calidez y la comodidad del hoy para sacarla del ayer. "Va a ser difícil, Kate," dijo en voz baja. "Muy difícil. Supongo que el barco de Rob fue alcanzado; esas cosas son fortalezas flotantes y un golpe puede causar un incendio como ninguna otra cosa. Me temo que sus heridas físicas son la menor de sus preocupaciones.” Kate levantó la cabeza y miró a Danni, con la cabeza apoyada en una palma hacia arriba. "¿Crees que estará traumatizado?"

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"Oh, sé que lo estará. Tiene un camino duro delante de él, pero gracias a Dios tiene a Megan y Christian para ayudarlo." "George nunca habló sobre el ataque que pasaron ustedes. Le hacía preguntas al respecto y siempre me ignoraba," Kate dijo, pasando un dedo por la mandíbula de Danni, que estaba tensa. Danni se encontró con la mirada de Kate. "No lo culpo; no es algo que alguien quiera revivir. Hablar de eso es estar allí de nuevo." "Pero, para hablar de eso hace que salga, ¿no?" Kate preguntó. Se sentó, sobresaltada cuando Danni se levantó de la cama y caminó hacia el baño. "¿Danni?" "No es tan simple, Kate," Danni dijo, encendiendo la luz del baño y volteándose para mirar a Kate, que la miraba desde la cama. "No puedes entenderlo a menos que estuvieras allí." Se giró, entrando al baño. "Voy a tomar una ducha," dijo, cerrando la puerta con finalidad. Kate se quedó sentada allí, sorprendida y dolida. No era como si Danni la excluyera así, y se preguntó qué debía hacer. Por un momento pensó en ir tras Danni para tratar de que hablara al respecto, pero algo le dijo que no lo hiciera. ***** Danni sintió la fuerte brisa del océano contra su rostro, algunos mechones del flequillo corto bailando frente a sus ojos. Una inhalación profunda llenó sus pulmones con el aire salado del mar. Cada paso era laborioso mientras la arena de la playa se colapsaba bajo el peso de su zapato. "Hombre, fueron algunos combates demenciales hoy, ¿eh?" Mike dijo mientras caminaba junto a ella. "Maldita sea. Combates demenciales, vuelos demenciales." Danni lo miró, una sonrisa se extendió lentamente a través de sus labios al ver el hermoso rostro de su mejor amigo. "Esas fueron algunos combates demenciales," estuvo de acuerdo. Mike le dio una sonrisa diabólica. "¿Cómo está tu señora, Danni?" "Ella es muy bien, Mikey. Muy bien. ¿Cómo esta la tuya?"

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Mike se encogió de hombros. "Eh, ya sabes cómo va. Ella es hermosa y está a miles de kilómetros de distancia." Se rió, sacudiendo la cabeza. "Hombre, seguro que la extraño." "Te extrañé, Mike. Te he extrañado mucho," Danni dijo de repente, deteniendo a Mike con una mano en su hombro. "Aw, Danni, también te he echado de menos. Simplemente no es lo mismo sin ti, ¿sabes?" De repente, Mike se detuvo, mirando hacia el cielo cuando de repente se escuchó el zumbido del motor de un avión. Con los ojos muy abiertos, agarró a Danni y la empujó bruscamente hacia adelante. "¡Corre, Danni, corre!" Danni siguió la mirada de Mike y luego lo vio, un destello de metal en el cielo. De repente, estaban rodeados por compañeros marineros y el caos. Ella y Mike corrieron, Mike apenas había esquivado el disparo del arma de un compañero marinero que fue derribado, su dedo soltó el gatillo cuando murió. Se zambullieron cuando el rugido de un motor en ruinas les advirtió de un avión que caía en picada. Efectivamente el piloto alemán, derribado, se dirigía directamente hacia ellos. "¡Corre!" Danni gritó, Mike lo siguió mientras ambos daban todo lo que tenían, sus piernas bombeaban para alejarse entre ellos y el avión condenado. El avión se estrelló con un aterrizaje impresionante – aunque asombrosamente no en una bola de fuego. En unos segundos, el piloto salió disparando. Aunque sangraba mucho con heridas probablemente fatales, vio a Mike y Danni y abrió fuego. Danni gruñó en ardiente sorpresa cuando recibió un disparo en el brazo. Mike se detuvo y se giró, su arma estaba lista para abrir fuego contra el nazi cuando fue derribado, las balas de la ametralladora del piloto alemán se clavaron en la parte media de Mike, enviando a Mike al suelo. "¡No!" Danni gritó, levantando su propia arma y dando rienda suelta. El piloto alemán intentó disparar, pero fue derribado por un cargador lleno y una Danni que gritaba, su cuerpo no era más que un pedazo de carne abatida y llena de balas cuando ella terminó. Con el cargador vacío, Danni arrojó su arma y se volvió hacia Mike, que estaba jadeando y gorgoteando en el suelo a sus pies. "Mike," susurró, cayendo de rodillas, pálida y aturdida. Todo el frente de Mike era fiambre, sus entrañas amenazando con salir del mosaico de agujeros a través de su cuerpo. "Oh Dios ..." Abrazó su cabeza contra su pecho. "¡Dios, no!" Cuando se apartó, se

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encontró mirando a la cara a Rob, con los ojos muy abiertos y sin ver, sangre, como baba saliendo de la boca abierta. "¡No!" Danni gritó, enderezándose en la cama, con los ojos muy abiertos y sin ver mientras se revolvía con las sábanas forzadas. "¡Danni!" Kate exclamó, su corazón latiendo con fuerza cuando casi le dio un susto de muerte por el súbito arrebato de Danni. Alargó la mano y alcanzó la cara de Danni, pero fue empujada por una aterrorizada Danni, que la miró con ojos grandes y vidriosos. "¡Danni! Danni, nena, soy yo, es Kate. Estas bien…" En algún lugar de la neblina agitada que era el cerebro de Danni, las palabras de Kate penetraron, y cuando las imágenes de Rob y Mike se desvanecieron, emergió una oscura habitación de motel en Chicago, la cara asustada de Kate como la pieza central. "¿Kate?" Ella susurró. "Sí," Kate jadeó. "Soy yo, Kate. Está bien, Danni." Danni sintió que su ritmo cardíaco comenzó a calmarse un poco. Se pasó las manos por la cara y por el pelo, tratando desesperadamente de olvidar las imágenes que aún acechaban detrás de sus ojos. A través de la pared en la habitación de Megan, que estaba conectada a Danni y Kate por una puerta, se podía escuchar el grito de un bebé asustado. "Mierda," Danni suspiró. "Shh," Kate susurró, colocando un beso en la mejilla de Danni antes de salir de la cama y caminar hacia la puerta, que ya podía escuchar el llanto de Christian cada vez más cerca. Megan abrió la puerta un poco, echando un vistazo. "¿Está todo bien?" Preguntó en voz baja, acunando la cabeza del bebé sobre su hombro. "Sí, lo siento, cariño. Danni tuvo una pesadilla," Kate explicó. "¿Está bien?" Megan preguntó, mirando alrededor de Kate para ver a Danni sentada en la cama, con la cabeza enterrada entre las manos. Volvió sus ojos asustados hacia su madre. "Sí. Ella estará bien.” Kate le dio a Christian un beso en la cabeza y luego a Megan uno en la mejilla. "Regresa a la cama. Te veremos por la mañana."

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Megan asintió y luego volvió a su propia habitación, Kate cerró la puerta suavemente. Se giró y miró a Danni, una mano yendo hacia su corazón aún acelerado. Apartándose de la puerta, volvió a meterse a la cama, su mirada nunca dejando a Danni, quien la miraba con ojos avergonzados. Kate levantó una mano y acarició la pálida cara de Danni. "Desearía que me dejaras entrar, bebé," susurró. "No pude estar allí para ti, pero ahora quiero estar aquí para ti." Danni giró la cara para besar la palma de Kate antes de tomar la mano de Kate en las suyas y sostenerla en su regazo. Suspiró pesadamente. "Tal vez algún día, pero no ahora. ¿De acuerdo?" Pidió, mirando a Kate con ojos suplicantes. "No ahora." Kate sabía que no debía forzar el asunto, así que asintió. "De acuerdo. Ven aquí." Se tumbó y bajó a Danni para descansar contra ella, acunando su cabeza contra su hombro. "Déjame abrazarte." Danni se acomodó, envolviendo un brazo alrededor del centro de Kate y ajustando su cabeza hasta que encontró el lugar perfecto. "Durmamos un poco," murmuró, esperando que fuera capaz de hacerlo. Kate asintió y colocó un beso sobre la cabeza de Danni antes de cerrar los ojos, deseando que su cuerpo se calmara lo suficiente como para volver a dormirse. Podía sentir lo tenso que estaba el cuerpo de Danni y comenzó a acariciar su espalda, tratando de usar toques suaves para que Danni se relajara. Se sorprendió cuando, después de varios minutos, la suave voz de Danni cortó la quietud. "Podía oler sus entrañas." Kate no dijo nada, continuó sus suaves toques y dejó que Danni dijera lo que quisiera. "Podía oler sus entrañas y la pólvora; una combinación extraña." Danni miró a la oscuridad que era la habitación de su motel, pero vio a Mike yaciendo frente a ella. "Lo juro por Dios, tenía miedo de que se le salieran las tripas allí mismo en el suelo, estaba lleno con tantos agujeros." Se quedó en silencio por un momento, un escalofrío recorrió su memoria. "Nunca pensé que así sería el interior de alguien." Las palabras de Danni se habían convertido en nada más que un susurro que Kate tuvo que esforzarse para escuchar. Podía decir que Danni estaba en otra época, reviviendo una pesadilla que pocos podrían siquiera soñar, y mucho menos vivirla. Nunca dejó de acariciarla, de vez en cuando colocaba un beso en la cabeza a Danni, solo para hacerle saber que estaba allí y que estaba escuchando.

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"Creo que lo que más me atrapó," Danni continuó, carraspeando mientras sentía que la emoción empezaba a subir. "Creo que lo que más me atrapó fueron sus ojos. Ya sabes, literalmente puedes ver cuando se han ido. Puedes literalmente ver cuando el alma o lo que sea, deja el cuerpo." Guardó silencio durante un largo momento, una vez más viendo los ojos de los muertos y los moribundos esparcidos por todo el suelo. Los ojos de sus amigos y otros marineros: ojos ciegos mirándola directamente. "Simplemente se fue," susurró. Kate sintió el cuerpo de Danni comenzar a temblar y sintió la humedad contra su cuello mientras los sollozos silenciosos de Danni comenzaban. Kate la abrazó con fuerza, sus propias lágrimas amenazaban con caer cuando pudo sentir el dolor de Danni fluir de ella en oleadas. Kate aguantó, mientras los sollozos formaban fuertes, desgarradores gritos de liberación, arrancando las lágrimas de Kate de sus ojos. Finalmente, después de largos minutos las lágrimas de Danni comenzaron a desacelerarse hasta que se detuvieron por completo. Danni se sentía agotada, emocional y físicamente. Levantó la cabeza, mirando el escote de la camiseta de Kate, que estaba completamente empapada de la presa rota que eran las emociones de Danni. "Lo siento," susurró, usando su propia camiseta para secar el cuello de Kate. "Shh, no te atrevas a disculparte." Ahuecó la cara de Danni y la trajo hacia abajo para un suave beso antes de alejarse y mirar profundamente a los ojos de Danni. Vio una tristeza tan profunda allí, que le rompió el corazón. También vio miedo y sorpresa en las profundidades azules. "¿Alguna vez has llorado por esto antes, Danni?" Preguntó amablemente. Danni se sentó y cruzó las piernas al estilo indio. "No." "¿Por qué?" Kate preguntó, reflejando la posición de Danni. Danni dejó escapar un suspiro tembloroso, usando el faldón de la camiseta para limpiarse la cara de un torrente de lágrimas, sus ojos ardientes y rojos. "Porque todo sucede tan rápido, y luego cuando se ralentiza y llegas a un lugar donde puedes llorar, o estás demasiado insensible para sentir o estás en un lugar donde esperas que permanezcas fuerte, entonces lo empujas todo tan adentro, es casi como si no hubiera sucedido." "Ver a Rob hoy lo trajo todo de vuelta, ¿no es así?" Kate preguntó, frotando una mano suave sobre la rodilla desnuda de Danni. Danni asintió con un suspiro. "Sí."

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"Escucha bebé, mañana, Megan y yo podemos ir –" "No," Danni dijo, sacudiendo la cabeza. "No. Necesito hacer esto y necesito estar ahí para Rob. Va a pasar por un infierno antes de que esto termine." "Está bien." Kate se arrodilló y jaló a Danni hacia ella, luego la abrazó con fuerza y apoyó la cabeza en el hombro de Danni. "Siento que hay más dentro de ti, y quiero que sepas que puedes hablar conmigo en cualquier momento, ¿de acuerdo?" Murmuró en el abrazo. Danni asintió. "Gracias, Kate." Kate sonrió, sabiendo que la gratitud no tenía nada que ver con su oferta. "¿Puedes dormir ahora, que piensas?" Danni asintió y besó la sien de Kate. "Sí. Estoy exhausta." Kate se apartó para tumbarse, tirando de Danni para descansar una vez más contra ella. "Cierra los ojos y sueña con arcoiris, unicornios y besos de cachorritos." Danni se rió entre dientes mientras cerraba los ojos. "Tal vez solo sueñe con tu desnudez," murmuró y luego cayó en un sueño profundo, tranquilo.

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Capítulo 46 "Tengo que advertirle," el Dr. Elkins dijo, dirigiendo el camino hacia la puerta de la habitación del hospital de Rob. "Comencé a sacarlo de la sedación después de que te fuiste anoche, ya que creo que se podría beneficiar enormemente al saber que su familia está aquí. Va a estar muy aturdido, y es probable que no permanezca despierto durante un largo período de tiempo." Megan asintió en entendimiento. En la puerta 307, vio como el doctor la abría y luego cuando su madre entraba a la habitación. Megan decidió tomarse un momento con Danni a solas, y la detuvo con una mano en su brazo. Danni la miró. "Danni, mi madre me contó un poco sobre lo que sucedió anoche, que ver a Rob te trajo algunos recuerdos. Solo quiero que sepas cuánto significa para mí que estés aquí." Danni sonrió suavemente a Megan, levantando una mano y acariciando con cuidado por el pelo largo de Megan. "No hay otro lugar en el que quiera estar, Megan." Megan le dio una sonrisa brillante – tan parecida a la de su madre – luego besó a Danni en la mejilla antes de dirigirse a la habitación, Christian metida en sus brazos. Danni se tomó un momento en el pasillo para sonreír a sí misma antes de que también se uniera a las otras mujeres en la habitación. Rob estaba acostado de la misma manera que el día anterior, la habitación tenue y llena de pitidos mecánicos y sonidos métalicos que aseguraban la vida. "Vamos a iluminar un poco el asunto," Megan dijo alegremente, haciendo todo lo posible por mantener sus emociones en equilibrio moviendo a Christian en un brazo mientras tiraba de la parte inferior de la persiana, sosteniéndola entre sus dedos para controlar la velocidad en la que se alzaba. Volviendo a la cama, jadeó ligeramente cuando la luz natural que entraba contrastaba aún más con los profundos moretones y lo chamuscado de la piel de Rob. Ella empujó eso a un lado, sabiendo que era superficial y sanaría. Por ahora, solo necesitaba saber que él estaba bien y hacerle saber que ella estaba allí. Abrazó a la bebé fuertemente, caminó hasta la cama y agarró la mano ‘buena’ de Rob. "¿Bebé?" Dijo en voz baja, frotando el dorso de la mano con el pulgar. Estudió su rostro, esperando contra toda esperanza ver esos ojos abiertos y enfocados en ella. Danni y Kate se quedaron atrás, Kate envuelta en Danni desde detrás. Ambas casi conteniendo el aliento. Danni no podía apartar la mirada de todas las heridas de Rob, su

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mente girando mientras se preguntaba cuál sería el daño permanente en última instancia a su psique. Para Megan, no existía nada en ese momento excepto su esposo. "¿Rob?" Dijo suavemente, colocando la mano de él en la cama, en cambio acariciando la piel visible de su brazo. "Despierta, amor. Abre los ojos." Se sintió animada cuando notó que uno de sus dedos se crispó y luego se movió de nuevo. "Eso es, Rob. Regresa a mí." Tardó varios minutos más en que nada sucediera hasta que finalmente un pequeño gemido escapó de la garganta de Rob, sus ojos moviéndose bajo los párpados cerrados antes de que se abrieran lentamente, entrecerrados y confusos. Megan intentó contener un sollozo, pero no fue del todo exitoso. "Hola," susurró, otra vez tomando la mano de Rob en la suya. Las lágrimas se deslizaron de sus ojos cuando sus dedos se envolvieron en los de ella con un débil agarre. Rob la miró, parpadeando varias veces más, sus ojos poniéndose cada vez más centrados con cada parpadeo hasta que vio una figura algo borrosa delante de él. En unos instantes su visión se aclaró, y Megan se enfocó. La miró a la cara, incapaz de hablar porque tenía la garganta seca por el tubo de respiración y la falta de uso. Él tragó instintivamente, sin apartar los ojos de su rostro. "Te amo," Megan susurró, inclinándose para besar cuidadosamente los labios agrietados, que respondieron, aunque demorados. Megan deseaba poder pasar sus dedos por su pelo, pero el grueso vendaje alrededor de su cabeza lo hacía imposible. "Quiero que conozcas a alguien, amor." Megan sostuvo alzada a Christian para que su padre le diera un vistazo. Rob estudió al bebé retorciéndose, lágrimas cayendo a sus ojos mientras se deleitaba con la vista que tenía delante. Los ojos inquisitivos volvieron a Megan, mirando al bebé y luego volviendo a mirarla. Comprendiendo, Megan asintió. "Esta es tu hija, Christian. Tiene poco más de un mes de nacida ahora." Megan observó mientras los ojos de él volvían a su hija; parecía que estaba mirando cada detalle de la cara de Christian, su pequeño cuerpecito y sus brazos agitados. "Mira quién más está aquí para verte, cariño." Megan miró a su madre y a Danni, sonriéndoles y asintiendo con la cabeza. Kate se acercó para pararse junto a Megan, Danni justo detrás de ella. "Hola, cariño," Kate dijo suavemente, tomando la mano de Rob. Se inclinó y le dio un pequeño beso en la mejilla que era visible alrededor de lo enrollado. Ella le sonrió aún cuando más lágrimas se juntaron en los ojos de él.

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Danni apoyó su mano en la pierna restante de Rob. "Hola," susurró, dándole un pequeño apretón a la pierna antes de quitar su mano. La puerta de la habitación se abrió de repente y entró una enfermera, mirando a los visitantes de Rob. "Hola," dijo alegremente, luego se volvió hacia su paciente. "Bueno, hola guapo." Ella sonrió. "Parece que hoy tienes algo de compañía, ¿eh?" Revisó las máquinas y anotó sus comprobaciones en el historial de Rob, que colgaba en un recipiente metálico en la pared. Ella miró a todas. "¿Alguna de ustedes cuidará de Robert, aquí?" Preguntó. "Sí," Megan dijo. "Soy su esposa." "Oh bien. Bueno, ¿por qué no te quedas? Tengo que darle a Robert su baño diario de exfoliación para su piel, y es algo que vas a necesitar saber cómo hacerlo." Megan asintió, ansiosa por ayudar. Le dio a Christian un beso y luego se la entregó a Kate. "Las veré en un momento." Danni tomó a Christian de Kate y la condujo fuera de la habitación hacia el pasillo. "¿Quieres ir a tomar un café?" Le preguntó. Kate dejó escapar un profundo suspiro y asintió. "Por supuesto." Sentadas una frente a la otra en una pequeña mesa, Danni rebotando a Christian en sus brazos, Kate tomó un sorbo de café. "¿Cómo estás?" Preguntó amablemente, sonriendo ante la interacción entre Danni y el bebé. Danni pensó un poco en la pregunta y luego miró a Kate. "Estoy bien." Le dio a Kate una sonrisa torcida. "No me gusta admitir esto, ya que sé que nunca escucharé el final, pero creo que estabas en lo cierto anoche. Creo que finalmente dejar salir mucho de eso – que por cierto no había notado que había estado reteniendo – me ayudó. Es casi como una olla a presión: deja salir un poco de vapor o explotará la olla." "Yo diría que la olla explotó," Kate dijo suavemente. "Nunca me dijiste de qué se trataba tu sueño." Danni suspiró y se recostó en su asiento, haciendo que Christian se recostara contra su hombro mientras frotaba suavemente la espalda del bebé. "Vi a Mike con disparos por todas partes una vez más. Sin embargo, al principio fue un poco genial. Mike y yo simplemente estábamos caminando y hablando; era tan vívido, Kate. Era como si él realmente estuviera allí otra vez, solo tenía 20 años."

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Kate se inclinó sobre la mesa y apretó una de las manos de Danni. "¿Quién sabe? Tal vez vino a saludar." Danni le devolvió la sonrisa y el apretón de la mano a Kate. *****

Chicago, Illinois, Junio de 1969 El corazón de Megan estaba acelerado en su pecho mientras estaba sentada en el borde de la cama, una Christian dormida en sus brazos. Observó cómo el Dr. Elkins cuidadosamente cortaba todas las capas de gasa y ungüento restantes que rodeaban la cabeza y el brazo izquierdo de Rob. "¿Cómo estamos?" Él le preguntó a Rob. Rob asintió levemente. "Bien." "Bien. Último corte," el doctor dijo, haciendo el corte. "Ahora podemos desenvolver." Sonrió al hombre que había sido su paciente durante un mes. "Igual que The Mummy." Rob sonrió con suficiencia ante la broma boba, pero se quedó quieto mientras la gasa se desenrollaba lentamente alrededor de su cabeza y rostro. La gasa fue quitada para propósitos de limpieza y remedicación, pero hoy debía ser quitada por última vez. Sintió los fríos dedos de Megan alrededor de los suyos, y respondió apretando débilmente. Megan miró, nunca había visto a Rob sin todas sus vendas antes, sin importar cuánto tiempo pasara con su esposo en su habitación. La Marina las había metido a ella y a Christian en un pequeño departamento cerca del hospital para poder estar cerca de Rob. El Dr. Elkins no había sentido que fuera una buena idea transferirlo a otra instalación en Maine hasta que estuviera convencido de que Rob estaba completamente fuera de peligro de la infección. Kate y Danni habían regresado a casa tres semanas antes, ya que Kate tenía clases de verano en las que iba a comenzar a enseñar, y Danni tenía que regresar a sus propios negocios. Había sido una experiencia aterradora para Megan: en una ciudad nueva solo ella y Christian, Rob metido en una habitación de hospital. Ella estaba encantada de que se dirigieran a su casa en Munson al día siguiente. "Está bien, aquí vamos." El Dr. Elkins terminó de desenvolver por completo la cabeza y la cara de Rob, el ojo entrenado del médico en busca de algún problema. "Todo se ve XWPColección: Página y Facebook

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bien, Robert." Sonrió, dando palmaditas a su paciente en el hombro. "Muchas de estas cicatrices se desvanecerán, aunque es probable que las cicatrices en el lado izquierdo de tu cuello sean un poco más prominentes. Sin embargo, nada debilitante." Rob miró a Megan. "¿Qué tan malo es?" Preguntó en voz baja. Megan extendió la mano y finalmente tocó la cara de Rob por primera vez. Su mirada se posó en sus rasgos familiares, aunque en ojos que eran extraños. Ella sonrió con un asentimiento tranquilizador. "Guapo como siempre." Rob se apoyó en sus muletas, con los ojos clavados en su reflejo en el espejo sobre el fregadero en el pequeño baño en el apartamento. Su cabello se chamuscó en el lado izquierdo de su cabeza y afeitado incluso por el resto de su cabeza por el personal del hospital. Pasó una mano sobre su cabeza, los dedos pudieron sentir la diferente textura de su piel quemada – pero sanando – y la de su cuero cabelludo normal. Aun así, lo que más lo atrapó fueron sus ojos. Sí, estaban inyectados de sangre con círculos oscuros debajo de ellos, pero era más que eso. Mirando su propio reflejo, no estaba seguro de que ya se reconociera a sí mismo; algo faltaba. "Hola, bebé," Megan dijo en voz baja, moviéndose detrás y envolviendo sus brazos alrededor de él. "Conseguí alimentar y dormir a Christian, ojalá que sea por la noche." Apoyó la cabeza contra la espalda de Rob, cerrando los ojos ante la maravilla de poder abrazarlo de nuevo. Sin embargo, lo que más deseaba era que Rob la abrazara. "Mm," Rob murmuró, alejándose de su propio reflejo. "Bien." "Ven a la cama," Megan dijo suavemente, apretujándolo antes de soltarlo y caminar hacia el dormitorio. Rob se quedó donde estaba por un momento, cerrando los ojos mientras trataba de tener el valor de ir a la cama con su esposa. Rob tardó varios minutos en llegar a la cama y finalmente se instaló en ella. Megan ya estaba allí tumbada, esperando pacientemente. Él la miró antes de mirar tímidamente, hundirse en la cama y jalar de la sábana sobre su cuerpo vestido con camiseta y boxer. Se sentía como un niño pequeño, nuevo en el mundo de una mujer que yacía tan cerca, mientras miraba de reojo a Megan. Megan lo estudió por un largo momento, sorprendida de que no la atrajera hacia él como solía hacerlo. Respirando hondo, decidió iniciar el contacto, ya que habían hecho poco

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más que tomarse de la mano en el último mes. Ella deslizó su cuerpo hacia él, sin saber cómo sería recibida. Vigilándolo, ella le dio una sonrisa suave y luego puso su mano en su estómago. "Te has adelgazado mucho," ella dijo suavemente. Rob sonrió. "Trata de sobrevivir con arroz y raciones." La sonrisa de Megan se ensanchó. "No puedo esperar para cocinar un buen bistec, grueso para ti cuando lleguemos a casa. Agradable y jugoso, cómo te gusta. Tal vez un puré de papas, repleto con un montón de queso," sonrió, dándole a Rob un suave beso en la mejilla. Podía sentir que estaba nervioso, y de hecho, parecía estar muerto de miedo. Ella levantó una mano y acarició su cabeza. "Realmente te extrañé, Rob," murmuró, mirándolo a los ojos. Él tragó audiblemente. "Yo también te he extrañado." Megan frunció el ceño. "¿Tienes miedo de mí, bebé?" Rob negó con la cabeza, pero se negó a mirar a Megan a los ojos. "Amor," Megan susurró. "Sólo soy yo. Te amo y te veo como siempre lo he hecho.” Ella bajó la mano para acariciar el lado de su cara con barba incipiente. Ella bajó la cabeza, colocando un suave beso en sus labios. Levantando su cabeza, le dio la sonrisa más amorosa que pudo. Rob sintió que su cuerpo respondía; no había sido tocado por una mujer, y mucho menos por su esposa, en más de cinco meses. Él llevó su mano por la parte baja de Megan y hacia su espalda, gentilmente atrayéndola hacia él. Sus labios se encontraron de nuevo, esta vez Rob levantó la mano para ahuecar la parte posterior de la cabeza de Megan cuando el beso se profundizó. Megan tenía tanta necesidad física como Rob, pero más que eso, necesitaba sentirse cerca de él, necesitaba sentir que el hombre que amaba y con quien se casó seguía siendo el mismo hombre sobre el que estaba subiéndose para sentarse a horcajadas en sus estrechas caderas. Mientras el beso continuaba, ella gimió cuando Rob le apretó los dos pechos. Rob comenzó a familiarizarse con los sentimientos de deseo y necesidad, aunque algo dentro de él estaba luchando por ser tocado. No podía dejar de pensar en el hecho de que su cuerpo no estaba completo, ni tampoco su estado mental. Cerró los ojos con fuerza, tratando de bloquear la duda y la vergüenza. Se retiró del beso.

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"¿Qué pasa, bebé?" Megan preguntó, moviéndose hacia su cuello, dejando besos húmedos. "Para," Rob dijo en voz baja, girando su cabeza lejos de ella. "Solo relájate, Rob," Megan murmuró, su mano recorriendo su cuerpo, su destino previsto se detuvo cuando Rob agarró su mano con firmeza. "¡Para!" Megan se sorprendió por la petición de Rob y el extraño en sus ojos. Intentó apartar su mano de la de él, pero la sostuvo en un agarre similar a un hierro durante un largo momento antes de deslizar sus dedos lejos de los suyos, sus ojos llenos de vergüenza cuando apartó la mirada. Megan lentamente se bajó de él y se movió hacia su lado de la cama, enrollándose en una bola mientras le daba la espalda. "Lo siento, Rob," dijo en voz baja. "No quise lastimarte." Rob levantó sus manos y se cubrió la cara, su culpa y su ira hacia él mismo lo hacían querer atacar. "No quiero que me toquen," murmuró. "Lo siento." *****

Munson, Maine, Junio de 1969 Danni se inclinó sobre la mesa que acababa de cortar y sacudió el exceso de serrín. Se levantó y examinó la pieza desde diferentes ángulos, poniendo su agudo ojo a prueba para encontrar cualquier muesca o imperfecciones. "Creo que tienes otro éxito en tus manos, hermoso." Danni levantó la vista y sonrió cuando Kate caminó hacia ella, con las manos a la espalda. "Gracias. Esta es la mesa para el alcalde Gavin que fue ordenada." "Ah." Kate dejó una lonchera metálica de Doctor Doolittle en la mesa de trabajo, con una ceja arqueada. "Entonces, parece que alguna niña de 9 años se coló en la casa anoche y trajo su lonchera para ponerla en mi bolso para el trabajo. También parece que dicha niña de 9 años hizo el mejor sándwich de mantequilla de maní y mermelada sin duda, una bolsa llena de zanahorias limpias y cortadas – como me gustan – y algunas frutas y galletas. Y luego digo que la niña de 9 años llenó el termo del Doctor Doolittle con café

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recién hecho." Ella puso una mano sobre su cadera. "¿Has visto alguna niña de 9 años por aquí?" Danni le dio a Kate una sonrisa que bien podría haber venido de una niña de 9 años. "Creo que esa niña de 9 años pensó que sería un buen detalle, teniendo en cuenta que has vuelto a la escuela, por así decirlo." Danni se cruzó de brazos y miró a Kate. "El mejor sándwich de mantequilla de maní y mermelada sin duda, ¿eh?" "Sí," Kate sonrió, caminando alrededor de la mesa para pararse al lado de una sonriente Danni. Se inclinó y dejó un suave beso en sus labios. "Gracias." "De nada." Danni le devolvió el beso. "¿Como te fue?" Kate se apoyó contra otra mesa de trabajo mientras veía a Danni volver a su trabajo. "Salió bien. Se siente absolutamente fantástico volver al aula. Aunque solo es a tiempo parcial por ahora, me encanta." "Bien." Danni le dio otro beso prolongado. "Me alegro." "¿Ha llamado Megan con los pormenores hoy?" Kate preguntó, apartándose de la mesa de trabajo. "Sí, claro que sí." Danni repasó algunos detalles en el diseño decorativo de la mesa, sopló los pedazos de madera sobrantes. "El plan está previsto para aterrizar a la una cuarenta y cinco." "Está bien, suena bien". Kate dejó escapar un suspiro cansado. "Voy a entrar y comenzar la cena." "Saqué algo de pollo más temprano," Danni informó, limpiándose las manos con un trapo. "Iré en unos quince minutos para ayudar." ***** Kate vio como Megan bajaba del vuelo militar y hacia el pavimento, Christian estaba acunada en sus brazos. Ella fue seguida por Rob, que estaba en muletas y fue ayudado a bajar por un tramo de escaleras por un infante de marina uniformado. "Está tan delgado," Danni comentó en voz baja desde donde estaba junto a Kate. "Y Christian casi ha duplicado su tamaño, al parecer."

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"Los bebés crecen tan rápido en esta etapa," Kate coincidió, mirando a su nieta, que ahora tenía más de dos meses. Una amplia sonrisa estalló en la cara de Kate cuando Megan la vio, sus gritos de felicidad extendiéndose hacia una madre y atrayéndola. Danni la siguió rápidamente mientras Kate corría para encontrarse con Megan a mitad de camino del avión hacia las escaleras que conducían al aeropuerto. "¡Mamá!" Megan gritó, aceptando el apretado – aunque cuidadoso – abrazo que su madre le dio. "¡Las extrañé a ustedes dos!" Kate exclamó, cerrando los ojos mientras abrazaba a su hija, Christian de forma segura entre ellas. Se apartó y miró a los ojos muy cansados. "¿Cómo estás, cariño?" Preguntó en voz baja, apartando algunos mechones del cabello de Megan de la cara de su hija. Megan le dio una valiente sonrisa. "Me alegro de estar en casa." "¡Hola, mi bebé!" Kate arrulló, sacando a Christian de los brazos de Megan y cargándola, luego cubriendo su pequeño rostro con besos. Rob finalmente se dirigió a la reunión, en parte contento de ver a todos, pero en realidad, no quería nada más que irse a casa y aislarse del mundo. "Hola, Danni," saludó, extendiendo una mano hacia ella. Danni miró el saludo formal de Rob de un apretón de manos y luego lo desestimó, agarrándolo en un abrazo cuidadoso. "Es bueno tenerte en casa." Rob le dio a Danni un pequeño apretón y luego se alejó. "Gracias." Danni estudió los ojos de Rob, la preocupación nublando los suyos. *****

Munson Maine, Agosto de 1969 Megan se reclinó en su silla, una sonrisa satisfecha en su rostro y una mano en su estómago. "Mamá, eso fue absolutamente fantástico. No he tenido una buena comida casera en mucho tiempo. Tener un bebé definitivamente te quita tu tiempo." Vació el resto de su coca cola. Miró a Danni, sonriendo mientras la miraba haciendo caras locas a Christian, a quien cargaba en sus brazos, haciéndola sonreír.

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"Me alegro de que te haya gustado, cariño," Kate dijo, volviendo su mirada hacia Rob, que estaba sentado en silencio, su tenedor vagando alrededor de su plato mientras recogía su comida. Ella intercambió una rápida, conocedora mirada hacia Danni y luego volvió su atención a Megan. "Escuché de uno de mis alumnos que el periódico está buscando a alguien." Los ojos de Megan se iluminaron. "¿¡En serio!?" Kate asintió. "No estoy segura de lo que están buscando, pero sé que es un reportero de algún tipo. No tengo clases mañana, así que si quieres, puedo cuidar a Christian si quieres ir allí." "Rob puede cuidarla, mamá," Megan dijo, lanzando una mirada a Rob, quien miraba hacia su plato. Al terminar la cena, Danni ayudó a Rob a llevar la bolsa de pañales de Christian al auto, mientras Megan y Kate se despedían. Megan apretó con fuerza a su madre antes de alejarse. "Nos vemos luego, mamá." Kate asintió y se mordió el labio inferior. Finalmente, decidió decir lo que pensaba. "Cariño," comenzó. "Necesito saber que todo está bien. Contigo y Rob. Sé que no es asunto mío, pero –“ "Estamos bien, mamá," Megan le aseguró, aunque no pudo mirarla a los ojos. Se encogió de hombros, girando su anillo de bodas en su dedo antes de encontrarse con los ojos de su madre. "Está pasando por un momento difícil ahora mismo." Kate no habló por un momento, leyendo los ojos de Megan. "Está bien," dijo finalmente, dándole a su hija una sonrisa reconfortante. "Bueno. Nos vemos luego." Megan corrió al automóvil, donde Rob ya se había acomodado y estaba esperando. "Nos vemos, Danni." Danni aceptó el abrazo y lo devolvió. Miró hacia la cara de Megan. "Si necesitas algo, cualquier cosa, simplemente háznoslo saber, ¿de acuerdo?" Megan asintió. "De acuerdo. Gracias."

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Danni observó a Megan subir al auto y luego al auto alejarse. Ella sintió antes de escuchar la presencia de Kate a su lado. Colocó un brazo alrededor de sus hombros y la acercó contra su costado. "Algo pasa," dijo en voz baja. Kate asintió. "Creo que sí, también." Dejó escapar un profundo suspiro. "Vamos, entremos." Kate se dio vuelta y se dirigió a la casa, su mente ocupada con la preocupación tácita. Ella había visto a su hija casi todas las semanas, a veces varias veces en una semana. Megan se había vuelto callada y reservada, sus conversaciones algo forzadas y, al parecer, herméticas por parte de Megan. Kate fue a su estudio, que era un dormitorio de invitados que Danni había convertido en un lugar donde Kate podía trabajar. Sacó su silla de su escritorio y se sentó, mirando inexpresivamente los papeles que todavía tenía que calificar. Cruzó sus manos juntas mientras las apoyaba en el escritorio, "Oye," Danni dijo en voz baja, entrando en la habitación y hacia Kate. Ella apoyó sus manos en los hombros de Kate. "¿Estás bien?" Kate suspiró y asintió. "Sí." Danni sonrió y le dio un beso en la cabeza. "No lo estás. Háblame." Comenzó a pasar sus dedos por el cabello de Kate, que sabía que a Kate le encantaba. Kate suspiró de nuevo, esta vez de placer, mientras apoyaba su cabeza contra el estómago de Danni, con los ojos cerrados. "Solo estoy preocupada, Danni." "¿Sobre qué?" Danni preguntó, continuando sus atenciones. "Ohhhh, tienes exactamente cuatro horas para parar eso," Kate ronroneó, haciendo sonreír a Danni. "¿Qué está pasando entre Megan y Rob?" Abrió los ojos y miró a Danni. "Lo miro y es como mirar a otra persona. Más de una vez me he preguntado si ha vuelto un doble, y no el Robby Jamison que conozco desde hace casi cinco años." Danni dio un beso en los labios de Kate y luego se movió hacia un lado del escritorio, jalando de una silla para sentarse. "Porque no es él." Kate se encontró con la mirada de Danni. "¿Qué quieres decir?"

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"Todavía no he hablado con él sobre lo que pasó, pero por la gravedad de sus heridas, puedo prometerte que cambiaron su vida. No son sus diferencias físicas las que enfrenta ahora Rob, Kate; enfrenta todas las formas en que la guerra te desbarata mental y emocionalmente." "Pero tú estás bien. Sí, tuviste una recaída en Chicago, pero estás bien." Danni le dio a Kate una sonrisa comprensiva pero negó con la cabeza. "Después de que nos atacaron y me dejaron salir del hospital, tuve que volver a estar de servicio; teníamos una base completa para reconstruir desde el ataque. Después de eso, me volví a alistar para ir a ayudar a reconstruir Europa después de que terminó la guerra. Después de permanecer ocupada con eso durante cinco años, volví y lo ahogué todo en una bruma alcohólica. Una vez que me recompuse, mi mundo se convirtió en la creación de F&H Industries. Nunca me he quedado de ociosa, Kate. En este momento, y durante los últimos tres meses, eso es todo lo que Rob ha hecho. Ha tenido tiempo de sobra para afligirse." "Entonces, por qué no hace algo de sí mismo? ¿Por qué no usa su licenciatura de negocios? ¿Por qué deja que esto siga fastidiando?" Kate preguntó, sus ojos suplicantes. "¿Por qué seguiste casada durante veintidós años?" Danni preguntó sin alterarse. Kate quería enojarse con la pregunta, pero se dio cuenta de que la ira sería hacia ella misma. Permaneció en silencio por un momento mientras miraba sus manos, que se movían inquietas en su regazo. Respiró hondo, soltándolo mientras miraba de nuevo hacia Danni. "Porque estaba atrapada en el estancamiento; era más fácil de hacer." Danni asintió. "Exactamente." Se inclinó hacia adelante y besó a Kate en los labios. "Tengo algunos platos para terminar en la cocina." Kate asintió distraídamente ante las palabras de Danni, su mente todavía se tambaleaba sobre su conversación sobre Rob. Se sentó en su oficina durante mucho tiempo, su angustia y miedo por su hija eran muy reales. Finalmente, se pasó las manos por el cabello, dándose cuenta de que estaba cansada. Se levantó de la silla y salió de la oficina, apagando la luz en su camino de salida. Los perros estaban acostados a los pies de la cama cuando Kate entró en el dormitorio, Danni ya desnuda y en la cama, hojeando una revista. Levantó la vista cuando Kate entró, dejando la revista sobre la mesita de noche. Vio como Kate se quitaba la ropa y, desnuda, se movía hacia la cama. Estaba sorprendida de que incluso ahora, después del año casi completo que habían vivido juntas, todavía pensara que Kate era la mujer más bella del mundo. Todos los días, Kate la asombraba un poco más y la hacía amarla un poco más.

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"¿Qué?" Kate preguntó, girando su cara hacia la cama mientras jalaba su lado de las sábanas. Danni sonrió y negó con la cabeza, aunque el deseo y la adoración eran más que claros en sus ojos. Kate se rió entre dientes, apagando la luz del techo mientras se metía en la cama, inmediatamente se acercó para abrazarse junto a Danni. Suspiró satisfecha, besando el cuello de Danni antes de acomodar su cabeza contra su hombro. "Sabes lo que es gracioso," dijo en voz baja. "¿Qué es eso?" Danni preguntó, pasando sus dedos arriba y abajo por la espalda de Kate. "Todavía hay momentos en que no puedo creer que finalmente estemos juntas. Creo que me había convencido a mí misma de que no iba a suceder, ¿sabes?” Danni se rió entre dientes. "Oh si; sé todo sobre eso." "Me recuerda cuando compartía esa casa con todas esas chicas en San Diego. Hubo momentos, meses e incluso años después de que me mudara de la casa de mis padres – cuando estaba sentada allí, y de repente me doy cuenta de todo de nuevo: ¡Dios mío, tengo mi propia casa!" Sonrió de la risa de Danni ante eso. "Creo que es lo mismo con nosotros: ¡Dios mío, realmente no tengo a Danni, pero estamos viviendo juntas!" "¿Tienes algún remordimiento?" Danni preguntó, pasando las manos por cada parte de carne lisa que podía alcanzar, solo porque amaba la sensación bajo sus manos. "No," Kate respondió honestamente. "Incluso George, aunque desearía no haber permanecido casada con él por tanto tiempo. Pero, estoy muy agradecida de tener a Megan, y sé que mi vida no sería la misma sin ella. Así que, no: bueno, aparte de la parte de no casada con George por tanto tiempo." Danni besó sus labios. "Todo salió bien, y todo funcionará con Megan y Rob. Ya sea él reaccionará y le hará frente para ser un hombre en su propia vida, o lo dejará todo. No digo que sea una opción maravillosa, pero al menos dejará a Megan libre para tener una vida, y no se verá obligada a vivir con la persona increíblemente inestable que es Rob en este momento." "¿Crees que sería de ayuda si hablamos con Rob?"

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Danni se encogió de hombros. "No lo sé. Él puede sentirse como un animal enjaulado si lo hacemos. Creo que Megan necesita dirigir esta situación, bebé. Ella es una chica inteligente y fuerte; decidirá qué hacer cuando sea el momento adecuado para ella."

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Capítulo 47 La Dra. Ronnetta Wilson miró el muñón desnudo de la pierna de Rob, sus cejas oscuras fruncidas. Levantó la vista desde donde estaba sentada en un taburete bajo para examinar la extremidad. "¿Has estado usando la prótesis que se te proporcionó?" Preguntó, usando dedos cuidadosos para tocar la carne no callosa. Rob, que estaba sentado en el extremo de la mesa de examinación con una bata de hospital suspiró con irritación. "Es incómoda." "Por supuesto que lo es, Rob. Lo será hasta que te acostumbres. No es diferente de un constructor que usa herramientas todo el día; la piel de la mano no está hecha para el trabajo forzado inmediatamente, por lo que eventualmente se forman callos." Ella le dio unas palmaditas en la pierna. "No es diferente a esta situación aquí." Megan se sentó en una silla en la esquina, pero no dijo nada. Observó, ausentemente rebotando a Christian de 7 meses en sus brazos, que quería bajar y tratar de gatear por el nuevo territorio. A menudo le divertía lo valiente que era su hija. "Vamos a ponerte esto," la Dra. Wilson dijo, poniéndose de pie. Agarró la pierna protésica de la mesa donde Rob la había colocado al entrar al consultorio. "Para el beneficio de la duda, asegurémonos de que el ajuste sea perfecto." Una vez más, volvió a sentarse en el taburete. "A veces," explicaba mientras ataba la pierna, "a medida que la carne y los huesos se recuperan de un trauma tan profundo como una amputación, las cosas pueden reasentarse a medida que nace nueva piel." Lo que no le dijo a Rob fue que sabía muy bien que la incomodidad era únicamente por la falta de uso. Rob vio como la doctora sujetaba la pierna falsa. Un pirata. Se sentía como un maldito pirata con su pata de palo. Todo lo que necesitaba era un parche en el ojo y un ceño muy buena, lo cual no era tan difícil para él en estos días. "Muy bien," la Dra. Wilson dijo. "Adelante y ponte de pie.” Megan solo había visto a Rob usar la pierna protésica unas cuantas veces desde que la había obtenido tres meses antes. Fue increíble verlo de nuevo sobre dos piernas, incluso si una era tan grande como un palo de escoba. Ella giró a Christian en sus brazos para que el bebé mirara hacia la sala de examen. "Mira a papá," dijo, señalando. "¡Mira lo alto que es!"

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Christian sopló trompetillas y arrullos, los pequeños brazos agitándose inútilmente en el aire. Rob escuchó a Megan y Christian detrás de él, pero no se dio la vuelta para mirarlas. Personalmente, deseaba que Megan hubiera ido a trabajar hoy en lugar de cuidarlo en el consultorio de la doctora. "El ajuste es fantástico, Rob," la Dra. Wilson comentó, haciendo rodar el taburete para verlo desde todos los ángulos. Ella lo miró. "El problema aquí eres tú. Debes utilizar esta oportunidad para la normalidad. No quiero enterarme de que eres dependiente de las muletas o de una silla de ruedas, ¿entiendes? No hay absolutamente ninguna razón para eso." Se puso de pie y caminó hacia Megan. "Necesita usar esta prótesis durante al menos una o dos horas por día, Megan. Al menos hasta que se acostumbre, entonces puede usarla durante varias horas en un día antes de que la fatiga se instale en el hueso y el músculo. ¿De acuerdo?" Hace mucho tiempo, en su consultorio, Ronnetta había aprendido que si quería que se hiciera algo, recurriera a la esposa. "Sí, doctora. Gracias." "De nada." Ella le sonrió a Christian y le pellizcó la nariz. "Qué hermoso bebé." "Gracias." El orgullo brilló en los ojos de Megan, ya que en su mente, Christian era la niña más hermosa que alguna vez caminó sobre la tierra. A solas con Rob, quien se quitó la bata por los hombros y estaba buscando su ropa, suspiró. "¿Quieres ayuda?" "No." Rob logró ponerse la pierna derecha de los pantalones, pero estaba luchando con la izquierda. "¡Maldición! ¿Puedes poner esta maldita pernera, por favor?" Ladró. Megan se levantó de la silla y le entregó a Christian. "No hay necesidad del lenguaje, Robert. Tu hija está aquí." "Sí, y mi hija ni siquiera puede decir su propio nombre. No estoy preocupado por que se entere de una mala palabra." Observó como Megan cuidadosamente jalaba de la pernera sobre la pierna protésica. "¿Ves por qué es más fácil no tener esa maldita cosa?" Megan lo miró. "Rob, te pones los pantalones exactamente una vez al día. Caminas y puedes desplazarte todo el día. Apenas veo la comparación.” Ella le dio unas palmaditas en el muslo. "Todo listo." Caminó hacia la silla donde había estado sentada y agarró todos sus abrigos y la bolsa de pañales de Christian. "Abrígala, ¿quieres?"

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Rob hizo lo que le pidieron mientras Megan se ponía su propio abrigo. Ella le quitó al bebé cuando él terminó, dándole la oportunidad de prepararse. Rob no dijo nada mientras se deslizaba fuera de la mesa de examen, se puso la chaqueta y luego siguió a Megan fuera del consultorio. "¿Volverás al periódico hoy?" Preguntó mientras salían al frío día de Noviembre. Afortunadamente, el zapato que había sido colocado al final de la prótesis tenía una buena pisada, porque las nevadas ya habían comenzado. "No," Megan dijo, tirando de su abrigo con más fuerza a su alrededor cuando un fuerte viento la envolvió. "Maldición, hace frío. Mamá, Danni y yo vamos a comprar algunas decoraciones navideñas hoy." Miró a Rob por encima del hombro. "¿Quieres ir?" "No particularmente," Rob murmuró. Megan se detuvo de repente, Rob casi chocando con ella. "Esta es la primera Navidad de Christian, Rob. Dime que no vas a ser un idiota y arruinar esto para ella?" "Cuida tu lenguaje, Megan," Rob advirtió sarcásticamente. Cuando no obtuvo nada de Megan a cambio excepto la mirada dura, expectante que ya le había estado dando, suspiró, su aliento cristalizándose al instante. "Megan," comenzó, su voz baja. "Ella tiene 7 meses y nunca recordará esta Navidad de todos modos; qué importa si estoy allí o no?” "¿Qué importa?" Megan preguntó, profundamente herida. "Rob, la Navidad solía ser nuestra época favorita del año. ¿No recuerdas cuando solíamos hablar de eso todo el tiempo, las cosas que queríamos hacer con nuestros hijos en Navidad? ¿Todas las tradiciones que queríamos que conozcan e incluso comenzar nuevas?" Rob no podía mirar a los ojos suplicantes de Megan, así que miró hacia el estacionamiento. Sabía que la estaba lastimando, y aunque ese no era el propósito, no podía evitarlo. Simplemente no le importaba. Nada lo hacía. "Megan," suspiró, "No estoy realmente en esto este año, ¿de acuerdo?" Se obligó a mirarla. "Lo siento y no quiero hacerte daño, pero simplemente no estoy. Estar cerca de toda esa mierda es lo último con lo que quiero tener que lidiar. Al ver a Kate y Danni y sus pendejadas sentimentaloide me dan ganas de pegarle a algo a veces." Megan levantó una mano para deslizar una lágrima que comenzaba a caer. "¿Sí? Bueno, estar cerca de su 'pendejada sentimentaloide' me hace querer llorar porque érase una vez que también éramos así. Todavía quiero eso contigo, Rob. Quiero recuperar a mi Rob. Quiero al hombre que se preocupaba por mí y a quién le hubiera importado su

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hija. El tipo que no permitiría ocultar que su hija pequeña estuviera por ahí en pañales empapados todo el día." "Dije que lo sentía por eso," Rob murmuró, sintiéndose como el cabrón que sabía que era. Podía sentir que su propia culpa y auto odio comenzaban a arder. "Sí, lo hiciste, pero aún así te importamos un bledo." Megan se giró y se dirigió hacia el automóvil mientras sus lágrimas realmente comenzaban a llegar. Christian estaba poniéndose malhumorada en sus brazos. Rob la siguió, aunque a un ritmo más lento debido a la inexperiencia con la prótesis. "No soy perfecto, Megan," le dijo. "Tampoco yo, Robert," Megan respondió, poniendo a Christian abrochada con seguridad en su asiento del auto. Cerró la puerta y caminó hacia el lado del conductor, sabiendo que Rob no podría conducir con la prótesis. "Y tampoco espero que lo seas. Lo que sí espero de ti es que seas un ser humano con corazón." Rob cerró la puerta una vez que estuvo instalado en el asiento del pasajero. "Esto es ridículo y no va a ninguna parte," murmuró, mirando por la ventana mientras Megan los llevaba en el camino. "Bueno, lamento que te sientas así, porque sabes qué?" Ella lo miró para ver su perfil de barba incipiente. "Eres el único que está renunciando a ti y a tu vida. Todos los demás aquí: yo, mi madre, Danni e incluso Christian, te amamos y te queremos completo de nuevo. Tú eres el único que está deteniendo el proceso de curación, Rob, y no voy a dejar que me culpes por esto nunca más." Rob la miró. "¿Qué quieres decir?" Megan se detuvo en un semáforo en rojo y luego se encontró con su mirada. "Me refiero a asumir la responsabilidad de tu propia vida. Quieres excluirme, está bien. Puedes intentar resolver esto por tu cuenta, entonces. Cuando estés listo para lidiar con las cosas y ser un hombre al respecto, estaré aquí." Rob siguió mirándola, sorprendido. "Tienes una excusa para todo, Rob. Hoy: Intentaste decirle a la Dra. Wilson alguna mierda de que la prótesis es incómoda, culpable y objeto inanimado por tu propia terquedad! No vas a conseguir un trabajo porque dices que no hay nadie para cuidar a Christian. Bueno, Danni se ha ofrecido, mi madre solo enseña a tiempo parcial, por lo que se ha ofrecido. Demonios, la Sra. Sherman calle abajo ha cuidado a la bebé por nosotros antes cuando te llevaba al médico, ¡y hasta ella se ha ofrecido! ¡Maldita sea, Rob!" Exclamó.golpeando su mano en el volante, meses de dolor y frustración saliendo a la superficie.

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Christian comenzó a llorar en el asiento trasero, sobresaltada y asustada por el repentino arrebato de ira de Megan. "Mierda," Megan susurró, sacando el auto hacia el arcén de la carretera. Extendió la mano desde el asiento delantero y acarició el pie de Christian. "Está bien, bebé," arrulló. "Está bien." Rob miró por la ventana. "Bien hecho." Megan lo fulminó con la mirada. "Jodete, Rob." Él la miró, sorprendido. Nunca, en todo su tiempo juntos, Megan le había hablado de esa manera. "Crees que eres tan perfecta, Megan; la madre perfecta, la hija perfecta, la maldita reportera perfecta. Ah, y no olvidemos la esposa perfecta." Megan solo podía mirar fijamente, su mano acariciando se aquietó. "Nunca dije eso," susurró. "Nunca he dicho ni una vez que era perfecta y estoy segura de que no soy perfecta en esta situación. Estoy viviendo con un hombre que no reconozco, que no conozco y que realmente no quiero conocer. No sé qué hacer contigo, Rob. No sé lo que quieres de mí o lo que necesitas de mí porque no me hablas. No me dejas entrar. Demonios, ni siquiera hemos hecho el amor desde antes de que te fueras para embarcar. Has estado en casa durante cinco meses." Rob no dijo nada, sus músculos de la mandíbula se apretaron y se aflojaron. Sabiendo que esto no había terminado pero Christian finalmente se calmó, Megan volvió a poner el auto en la carretera y se dirigió a casa. En silencio bajaron del auto a la vez a la bebé y todas las cosas del bebé. Megan alimentó a Christian, la cambió y la sentó en el piso, ya que había empezado a gatear en serio durante las últimas dos semanas. Rob se dejó caer en el sillón reclinable en el que prácticamente había vivido durante cinco meses, inmediatamente quitándose la maldita pierna falsa. "Danni se ha ofrecido a ayudarte a encontrar algo donde puedas utilizar tu título, sobre todo porque es en negocios," Megan murmuró desde donde había tirado la ropa recién lavada y seca en el sofá antes de irse al médico. Comenzó a doblar la ropa y la colocó en pilas ordenadas. "Por supuesto que sí," Rob suspiró. "Danni es, después de todo el omnisciente Oz." Megan lo miró. "¿Qué?" XWPColección: Página y Facebook

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"Vamos, Megan. Según tú, Danni es la finalidad de que todo estará bien en la vida tal como la conocemos. Después de todo, te dio un trabajo cuando los tiempos eran difíciles. Diablos, nos dio esta casa," dijo, con los brazos abiertos para indicar la sala donde estaba sentado. "Por Dios, incluso se ha hecho esposa de Kate, mamá tuya y abuela para Christian." Él la miró con dureza. "Ella es perfecta, Megan. Puede hacer cualquier cosa y todo, incluyendo saltar rascacielos de un solo salto. Apuesto a que si se lo propusiera, también podría hacer que le saliera un pene y jugar a ser tu marido!" Megan estaba aturdida, literalmente dando un paso hacia atrás cuando sintió que había recibido un puñetazo en el estómago. "No puedo creer que hables de ella de esa manera," susurró. "No puedo creerte, punto." Ella arrojó la camisa que había estado doblando y caminó hacia la habitación de Christian. Rápidamente metió la ropa en la bolsa de pañales, así como pañales extra. Regresando a la sala de estar, dejó caer la bolsa junto a la puerta y fue en busca de la bebé, encontrándola junto al arco que separaba la cocina de la sala de estar. "Vamos, bebé," arrulló, tratando valientemente de controlar su ira para no alterar a la bebé. Christian gimoteó cuando fue recogida, pero Megan la ignoró mientras la preparaba para irse. "¿A dónde diablos vas?" Rob gritó desde su sillón, ahora lamentando haberse quitado la prótesis, porque sus muletas estaban al otro lado de la habitación y le tomaría tiempo y esfuerzo alcanzarlas. "Lejos de ti," Megan murmuró, abrochando el abrigo de Christian y poniéndose el suyo. Agarrando la bolsa de pañales y parándose en la puerta, Megan se volvió hacia donde él todavía estaba sentado en su sillón. "Necesito tiempo lejos de ti para decidir qué es lo siguiente para mí y para Christian." Con esas palabras crípticas, Megan se fue, dejando a Rob maldiciendo en la casa vacía. ***** Danni colocó la tapa sobre la cacerola de barro, sonriendo ante los fragantes aromas que escapaban con el vapor. Había puesto una cacerola de chili esa mañana, destinada a la cena. Bajó la temperatura un poco y luego se paró en el centro de la cocina, con las manos en las caderas mientras trataba de pensar qué más había que hacer. "Está bien, veamos," dijo, "Lavé la ropa, hice chili," dijo marcando con los dedos, "terminé el proyecto Olson y fui a la tienda." Asintiendo satisfecha con un día productivo,

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se dirigió a través de la sala de estar, con la intención de parar en el baño para darse una ducha cuando sonó el timbre. Una mirada al reloj de péndulo le dijo que era demasiado temprano para Megan y la bebé, pero de todos modos se sorprendió al ver que eso era exactamente quién era. "¡Hola, cariño!" Saludó, dándole a Megan un apretón y luego tomando a la bebé de sus brazos. "Espero que no te importe esperar por un rato." Danni las condujo a la sala de estar. "Apesto y necesito una ducha." "Está bien," Megan dijo en voz baja, caminando junto a Danni para colocar el bolso de Christian en el sofá. “¿Danni?" Dijo, de espaldas todavía a la mujer mayor. "¿Está bien si la bebé y yo nos quedamos aquí por unos días?" Danni sintió su estómago caer. Le dio a Christian un beso en la frente y luego la dejó en el suelo para gatear hasta el deseo de su corazón. Todos sus juguetes favoritos ya la estaban esperando. "Por supuesto que puedes," Danni dijo en voz baja, caminando hacia donde estaba Megan. "¿Que pasó?" Antes de que Megan pudiera detenerse, se giró y enterró su rostro en el cuello de Danni, las lágrimas ardientes y rápidas. Danni estaba aturdida, pero se recuperó rápidamente, envolviendo a Megan en un abrazo apretado, reconfortante y protector. Ahuecó la cabeza de Megan en su mano y le dio un suave beso en la parte superior de la cabeza, sin decir nada ya que sintió que Megan realmente necesitaba sacar este estallido inicial de alteración. Después de unos momentos, comenzó a calmarse. "¿Estás bien?" Danni le preguntó suavemente, frotando círculos suaves sobre su espalda. Megan asintió, pero no se retiró del abrazo. Se sentía tan cálida y reconfortada. "Das los mejores abrazos, Danni." Danni sonrió, apretándola un poco más. "Bueno, cuando creces con hermanos, aprendes el arte del abrazo de oso." Megan se rió entre dientes mientras finalmente se alejaba, su cara roja y los ojos y la nariz húmedos. "Dios, soy un desastre," sollozó, con la voz espesa por su alteración. Cogió un pañuelo de la caja sobre la mesa y se limpió.

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"Ven y siéntate conmigo y cuéntame lo que pasó," Danni dijo, dando unas palmaditas en el cojín junto a donde se sentó en el sofá. Megan se dejó caer junto a ella, mirando hacia atrás para ver qué estaba haciendo su hija antes de apoyar la cabeza en el hombro de Danni, un brazo rodeando el suyo. "¿Cómo es que después de que regresaste de la guerra, te las arreglaste para convertirte en algo grandioso, Danni? ¿Por qué no te revolcaste en la autocompasión y las pendejadas?” "¿Quién dijo que no lo hice?" Danni preguntó en voz baja. "La verdad es que permanecí en la Armada durante otros cinco años después de que terminó la guerra. ¿Por qué? Me estaba escondiendo. Ya había perdido a tu madre, así que pensé que me quedaría un tiempo." Danni sonrió ante el razonamiento de sus propios 22 años. "Cuando volví, me revolqué bien. Era una borracha de alcantarilla, Megan. No me importaba nada ni nadie, excepto yo y autodestruirme." "¿Eso fue antes o después de que viste a mi madre cuando yo era bebé?" Megan preguntó en voz baja, calmada por el tono tranquilizador de la voz de Danni. "Después," Danni admitió. Quería agregar que eso fue lo que la envió a una espiral emocional descendente, pero no sintió que fuera pertinente a dónde iba esta conversación. "Rob está en medio de esa negrura en este momento, cariño." "¡Pero peleaste!" Megan protestó, mirando a Danni. "Lo hice. Pero tomó tiempo y determinación. Y," ella agregó, levantando un dedo para enfatizar. "Voy a compartir un pequeño secreto que a la gente – especialmente a los hombres – no le gusta admitir ni hablar. Las mujeres son criaturas inherentemente más fuertes emocionalmente. Tenemos que serlo. En mi opinión, una mujer puede manejar diez veces más lo que un hombre puede hacer cuando se trata del corazón o el ego. Creo que es innato en nosotras el recuperarnos y salir adelante. Para los hombres, no es tan fácil." "¿Y crees que eso es lo que le está pasando a Rob ahora?" Danni asintió. "Lo creo. Lo vi mucho con los muchachos que estuvieron en mi unidad durante la guerra y después." Megan dejó escapar un largo suspiro. "No sé si puedo seguir haciendo esto, Danni. Simplemente no lo sé. Hoy tuvimos una pelea horrible, y dijo algunas cosas realmente horribles. No quiero que Christian crezca en ese tipo de ambiente. Es posible que mi madre y mi padre no hayan peleado como Rob y yo, pero todavía era extremadamente

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desagradable. Me prometí a mí misma que nunca le haría eso a mi propio hijo." Ella suspiró, dejando caer su mano en su regazo con exasperación. "Mira lo que he hecho." "Basta." Danni abrazó a Megan a su lado. "Estás tratando de hacer lo mejor para los tres y debes ser felicitada por ello, no condenada, especialmente por ti." Le dirigió a Megan una sonrisa alentadora. "Entonces, estás diciendo que debería dejar su estúpido trasero?" Danni se rió entre dientes encogiéndose de hombros. "Eso depende de ti, Megan. Nadie puede tomar la decisión sino tú. Personalmente, creo que deberías darle una paliza con una de sus muletas, pero esa soy yo." Megan se rió de eso y se sintió bien. "¡Eres terrible!" "Sabes, tu mamá me lo dice todo el tiempo." Danni suspiró dramáticamente. "Te lo digo: entre ustedes dos, mi ego está teniendo un hematoma." Megan sonrió. "Sí, pero eres una mujer y puedes soportarlo, ¿recuerdas?" Más tarde esa tarde, Kate llegó a casa, sorprendida de ver el auto de Megan en el camino de entrada. Entró a la casa, solo para ser interceptada por Danni. "Ven conmigo," Danni dijo en voz baja, tomando a Kate de la mano y llevándola a su habitación, donde cerró la puerta. "¿Qué está pasando?" Kate preguntó, capaz de ver la preocupación en los ojos de Danni. "Megan ha estado aquí por unas horas, ahora. Todavía está bastante triste, aunque se ha calmado considerablemente. Su plan es que ella y la bebé se queden aquí por unos días mientras resuelve algunas cosas." "¿Que pasó?" "Rob," Danni dijo simplemente, sabiendo que lo decía todo. "Lo mataré," Kate gruñó, irritada cuando vio la sonrisa de Danni. "Esto no es divertido, Danni."

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"No bebé, no lo es. Pero, cálmate, Mamá Osa. Megan está bastante alterada y no necesita tu ira por encima de la suya." Estudió los ojos de Kate durante un largo momento, esperando a ver la comprensión en ellos que necesitaba. "¿De acuerdo?" Aclaró una vez que lo hizo. Kate suspiró y asintió. "De acuerdo." Aceptó el abrazo y el beso de Danni. "¿Dónde está?" "Alimentando a Christian en la cocina." Kate salió de la habitación y fue a reunirse con su hija y su nieta. "Hola, cariño," dijo, besando a Megan en su frente y acariciando el suave cabello rubio de Christian. "Mal día, ¿eh?" Megan suspiró con un asentimiento. "Puedes decir eso." "Lo siento. Ustedes son bienvenidas a quedarse todo el tiempo que lo necesiten, Megan. Si necesitas algo de nosotras, solo pídelo." "Bueno," Megan sonrió, un poco avergonzada. "Estaba tan enojada cuando me fui que ni siquiera agarré nada de ropa. ¿Crees que a Danni le importaría ir a la casa y recoger algo para mí? No quiero verlo ahora mismo." "Estoy segura de que no le importará, cariño. Le preguntaré." Danni conducía lentamente por las calles cubiertas de tempestad de Munson, un nuevo agrupamiento de nieve prevista más tarde esa noche. Vio que la camioneta de Rob estaba estacionada afuera de la casa Jamison, y estaba llena de una mezcla de alivio y terror. Megan le había dado una llave, insegura de si él estaría allí para dejarla entrar o no. Estacionó junto a la acera detrás de la camioneta cubierta de nieve de Rob, dejó escapar un profundo suspiro y luego salió de su Jeep, preparándose para resistir los fríos vientos que la esperaban. Subió por el pasillo y hasta la puerta principal, levantando una mano enguantada para tocar con firmeza. Nada. Tocó de nuevo y luego por tercera vez. Estaba empezando a preocuparse cuando finalmente la puerta se abrió, un Rob con olor a cerveza parado al otro lado. "¿Qué?" Él dijo arrastrando las palabras.

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Danni se paró erguida, queriendo usar su altura para hacerle saber a Rob que él no era una amenaza. "He venido a buscar algunas cosas que Megan olvidó," dijo uniformemente. Quería que esto fuera lo más suave posible. Sin decir una palabra, Rob se alejó cojeando de la puerta con sus muletas, dejando la puerta abierta para que Danni entrara o no. Se dejó caer en su sillón y agarró la botella de cerveza que había estado bebiendo cuando ella tocó. Danni entró en la sala de estar, sorprendida de ver la colección de botellas de cerveza vacías que cubrían la mesa de café y el piso. "¿Teniendo una pequeña fiesta?" Preguntó. Rob sonrió. "Podrías decir eso." Él la miró, inseguro de si Megan le había contado lo que había dicho antes. Probablemente; después de todo, era como Megan corriendo a casa con sus dos mamás. "¿Sería una fiesta de autocompasión?" Danni preguntó, parada en el centro de la habitación con los brazos cruzados sobre el pecho mientras lo miraba. "Jodete, Danni. ¿Qué coño sabes sobre joder algo?" Rob se tomó lo último de su cerveza y arrojó la botella al suelo, con un paquete de seis junto a él la mitad tomadas. Danni sintió la ira que había tenido todo el día, pero había mantenido contenida por el bien de Megan, hervir a un nivel peligroso. "¿Qué coño sé?" Preguntó. "¿Qué coño sé sobre qué?" "¡Sobre todo!" Rob ladró. "¡Sobre esto!" Señaló su pierna, la parte inferior inútil de la pernera atada en el extremo del muñón. "Tienes esta vida perfecta, la maldita vida perfecta. ¿Qué diablos sabe un SeeBee sobre la verdadera batalla? En un barco de verdad, nada menos." Él bufó, abriendo otra cerveza. "Construiste jodidas carreteras en malditas islas paradisíacas." Los músculos de la mandíbula de Danni se apretaron y se aflojaron mientras luchaba una batalla perdida dentro de ella. "Sé mucho," gruñó, su voz baja y peligrosa. Se encontró con los ojos entrecerrados. Sin pensarlo, se quitó el abrigo de invierno de los hombros, dejándolo caer sobre la alfombra a sus pies. Dándole la espalda a Rob, jaló de su suéter sobre su cabeza, dejándola solo de pie en su sujetador. "¿Qué diablos estás haciendo?" Rob preguntó, sorprendido por el movimiento. De repente, le fue enseñada la espalda de Danni y la carne nudosa, blanca y roja que la cubría. Se quedó en silencio durante un largo momento, sin saber qué decir.

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Danni no dijo nada mientras se ponía el suéter y agarraba su abrigo. Volviéndose hacia Rob, tragó saliva, empujando la vergüenza de su propio cuerpo lleno de cicatrices. "Sé mucho," dijo de nuevo. "Obtuve esto cuando una bomba estalló a treinta metros de mí mientras cubría el cuerpo de mi mejor amigo que había sido acribillado a balazos tan gravemente que se le salían las tripas por los agujeros." Rob la miró, de repente sintiéndose muy sobrio. "Oh," dijo estúpidamente. "Entonces, no te sientes allí y pienses que eres la única persona que ha sido afectada y cambiada de por vida por la guerra, Rob. Eres un egoísta hijo de puta que se está ahogando en su propia compasión. Tienes lo que la mayoría de la gente mataría cuando pasan por algo así: una esposa que te ama, te adora y que moriría por ti. Tienes una suegra que te ve como su propio hijo, y una hija a la que le encantaría conocer a su propio padre, en lugar de llorar cada vez que está en sus brazos." Rob la fulminó con la mirada, lo único que podía hacer en refutar las verdades de Danni. "Ahora, vine aquí a buscar algo de ropa para Megan. Tienes el tiempo que me llevará tomar esa ropa y cargarla en mi Jeep antes de esperar una respuesta tuya." "¿Una respuesta para qué?" Rob preguntó. "Una respuesta sobre si vas a ser lo suficientemente hombre como para salir de la alcantarilla y ser un esposo, padre y miembro productivo de este mundo. O bien, si vas a ser lo suficientemente hombre como para darle a Megan la libertad de volver a encontrar la felicidad. Cualquiera de las decisiones a las que recurras, te apoyaré, siempre y cuando tengas las pelotas para sostenerlo." Rob se quedó aturdido, sintiéndose frío y muy solo mientras se sentaba en su sillón. Danni irrumpió en la habitación de la pareja, cerrando los ojos y apoyándose contra la pared mientras intentaba que su corazón dejara de acelerarse y que su enojo se calmara. Cuando entró y vio a Rob sentado en ese sillón, cubierto de botellas de cerveza, se vio veinte años atrás. No pudo evitar preguntarse si hubiera sido diferente si Kate hubiera estado en su vida y podría haberle dado fuerzas, tal como Megan había intentado hacer por Rob. ¿Al final fue mejor que Kate no hubiera estado allí? ¿No hubiera tenido que ver a Danni en su punto más bajo? ¿Habría perdido a Kate como Rob estaba en peligro de hacer con Megan ahora? Soltando un pesado aliento, fue rápidamente a los cajones a los que Megan le había indicado ir, sacando vestimenta suficiente para tres días. Con la ropa colgando de su

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brazo, se dirigió hacia afuera, sin siquiera darle a Rob una segunda mirada mientras lo hacía. Cargó la ropa en la parte trasera de su Jeep y luego volvió a la habitación por el par de botas que Megan le había pedido que agarrara. Esta vez, sin embargo, antes de salir por la puerta de entrada, escuchó a Rob decir su nombre. Deteniéndose, su mano en el pomo de la puerta principal, Danni se volvió hacia Rob, que no había movido un músculo. "¿Sí, Rob?" Rob miró directamente hacia la pared frente a él. "¿Me dirás lo que pasó? ¿Por qué le dispararon a tu amigo?” Danni se sorprendió por la solicitud silenciosa. "Por supuesto. Pero, por qué no te cuento eso después de que me digas lo qué te pasó?” La cabeza de Rob se giró bruscamente para mirarla, sus ojos se abrieron con miedo y pánico. Tragó saliva, el sudor le brotó repentinamente en la frente. Podía ver la mirada decidida en los ojos de Danni y sabía que no había escapatoria. "Muy bien."

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Capítulo 48 USS James, 1969 "Vamos muchachos. ¿Me estás diciendo que no tienen nada más que eso?" Walt preguntó, sonriendo a sus compañeros de póker. "Mierda, doblo," dijo el marinero a su derecha. "Lo mismo aquí." Walk se volvió hacia el hombre sentado frente a él, un novato llamado Russ Rosenburg. "Vamos, Rosie. Tienes que tener algo." Rob yacía en su litera superior leyendo una revista que Megan le había enviado en su último paquete de provisiones. Echó un vistazo al juego de póker que los muchachos estaban jugando desde sus literas. Desde su perspectiva podía ver fácilmente por encima del hombro de Walt y su mano de cartas. "No confíes en él, Rosie," dijo. "Lanzaría otra apuesta." "¡Jodete, Jamison!" Walt bramó, haciendo reír a los otros. "Te aumento," Rosenburg sonrió. "Idiota," Walt murmuró, mirando por encima del hombro a un sonriente Rob. "Oye, eso es lo que pasa que nos cansamos de perder contra ti todo el tiempo," insistió. "Sí, sí," Walk murmuró, sacando el cigarrillo de donde estaba metido detrás de su oreja y metiéndolo entre sus labios sin encenderlo. "¿Qué tienes, chico?" De repente, el barco se balanceó, algunas de las cartas del juego se deslizaron fuera de la litera y al piso. Los hombres miraron alrededor de la habitación y luego el uno al otro. Otra sacudida seguida por el estridente chillido de alarmas lejanas. "¿Qué demonios?" Dijo uno de los marineros, poniéndose de pie. Como la mayoría de los otros chicos, solo vestía una camiseta y boxers. El altavoz en el pasillo graznó a la vida. "¡Todos a cubierta! ¡Todos a cubierta!" XWPColección: Página y Facebook

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Rob sintió que su corazón se tambaleaba, pero arrojó la revista a un lado y saltó de su litera por lo que estuvo a punto de ser lanzado durante la última sacudida. Se unió a sus compañeros marineros en el enorme caos mientras todos los hombres corrían hacia las escaleras hacia las cubiertas superiores. Cuanto más subían, más fuertes se volvían las agudas alarmas y más escandalo y gritos escuchaban. Cuando Rob llegó a la cubierta superior, se quedó sin aliento cuando vio la mitad del torso de un hombre tirado en un charco de sangre y órganos internos en la cubierta. Rápidamente arrojó la imagen de su mente mientras tomaba un arma y corría para buscar la alarma. Los aviones de combate pululaban como abejas, con el mismo aguijón y sonido. Alzó su arma y disparó contra los aviones que volaban a baja altura, gritando con el poder del arma mientras lo hacía. Se alegró de ver que algunos de sus disparos chispearon en el metal de los aviones, pero ninguno cayó, desafortunadamente. Con el cargador vacío, arrojó el arma a la cubierta y agarró un arma de un hombre, su cabeza no era más que un alfiletero para las balas, y luego siguió corriendo. "¡Jamison!" Gritó uno de los oficiales superiores por encima de los motores y el caos cuando vio a Rob. "¡Necesito que vayas al cañón de popa!" "¡Sí, señor!" Rob gritó en respuesta y luego despegó, tratando de evitar tanto a los marineros vivos como a los muertos, así como al astillado rastro cuando las balas del avión rompieron la madera. Justo en frente de él, la cabeza de un hombre explotó literalmente como un melón cuando la potencia de fuego lo atravesó. "¡Mierda!" Rob gritó mientras resbalaba sobre la sangre que siguió, aterrizando con fuerza en su costado. "Jesús," jadeó, levantándose del desastre. De nuevo corriendo, Rob ignoró el dolor en la cadera y la pierna por la caída, deslizándose detrás del cañón y entrenando su vista en el mejor lugar para comenzar a disparar. Sostenía la poderosa arma con ambas manos, su cuerpo entero temblaba bajo el increíble poder y sus oídos resonaban cuando las enormes cartuchos resonaban en la cubierta alrededor del cañón. Gritó en la victoria al ver a uno de los aviones de combate explotar en el aire por su ataque, el calor del fuego acariciaba su cara y encendía la noche. "¡Muere, hijo de puta!" Gritó, devolviendo rápidamente su atención a los otros aviones, girando el enorme cañón para seguir su avance y disparar sobre ellos.

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Ayudó a otro marinero a derribar un segundo avión, los dos hombres se encontraron con las miradas por un breve instante antes de volverse hacia el enemigo. Algo dentro de Rob le dijo que volviera en la dirección original que había estado disparando. Cuando lo hizo, sus ojos se agrandaron. Un avión de combate venía directamente hacia él, obviamente sin munición, ya que las armas estaban en silencio. "Oh, mierda," murmuró, al darse cuenta de que el hombre iba a usar su propio avión como arma. "¡Mierda!" Rob saltó desde detrás del cañón y corrió con todas sus fuerzas, los motores del avión que se acercaba ensordecían. El tiempo disminuyó mientras sus piernas y brazos bombeaban con fuerza, sus pulmones ardían con el terror y el esfuerzo. El avión se estrelló contra la cubierta, justo donde Rob había estado sentado unos segundos antes. Una bola de fuego gigante iluminó la noche, el calor y las llamas lamieron la cubierta detrás de los pies de Rob y finalmente debajo de ellos, envolviendo el cuerpo de Rob en su abrazo mortal segundos antes de que Rob se lanzara hacia la derecha, hacia una escalera. La pared de fuego pasó zumbando por la abertura del compartimiento, pero no antes de encender todo el costado izquierdo de Rob, haciéndolo caer rodando por la escalera metálica hacia la negrura. *****

Munson Maine, 1969 "Nunca he estado tan aterrorizado en mi vida," Rob susurró, pálido y tembloroso mientras lo revivía. "Dios, tan aterrorizado ..." Danni, que estaba sentada en la mesa de café frente al sillón reclinable, tomó las manos de Rob durante la narración de su historia. Sintió que sus propias lágrimas burbujeaban en la superficie, pero cuando los ojos de Rob comenzaron a brillar cuando sus propias lágrimas brotaron, las suyas cayeron. "Está bien, Rob," susurró. "No," Rob susurró, las palabras quebradas mientras las lágrimas cayeron en serio. "No." Danni se movió para arrodillarse frente al sillón, tomando a Rob en sus fuertes brazos. Rob dejó sacar todo entonces, los sollozos sacudiendo todo su cuerpo mientras se aferraba a Danni, finalmente permitiéndose sentir el dolor, el terror y la pérdida. Danni se agarró con fuerza, sus propios sollozos se unieron a los suyos. "¡Nunca tuvieron una oportunidad!" Rob gritó. "¡Jesús!"

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"Lo sé," Danni murmuró entre lágrimas. "Lo sé." Después de un largo momento, Rob comenzó a calmarse, sus lágrimas se secaron y sus ojos se sentían pesados y arenosos. Se apartó de Danni, sorbiendo y limpiándose la cara con la manga de su sudadera. "Lo siento," murmuró, sintiéndose tonto. "No tienes nada de que disculparte," Danni dijo, entregándole una servilleta que había agarrado de la mesa del comedor, usando la segunda para limpiarse la cara y sonarse la nariz. "Necesitas sacar esto, Rob." Rob asintió, sonándose la nariz. Finalmente se encontró con la mirada de Danni. "Lo sé. Es solo ... " "Lo sé. Es una pesadilla que no quieres revivir, pero tienes que hacerlo. Especialmente con Megan." Rob dejó escapar un profundo suspiro mientras se recostaba en su sillón. "Probablemente ella me odia de verdad, ¿eh?" Danni negó con la cabeza. "No. Ella piensa que eres un idiota en este momento, pero nada que no se pueda arreglar. Si quieres que hacerlo, eso es." ***** "¡Nos bañamos, sí lo hicimos!" Megan exclamó a una Christian recién bañada, que soltó una risita en sus brazos. "¡Lo hicimos, lo hicimos, lo hicimos!" Megan rebotó con cada declaración. Kate se rió entre dientes mientras dejaba entrar a los perros después de un largo paseo afuera. También le dio la excusa para explorar el horizonte; ninguna señal de Danni. Se preguntó exactamente cuánto tiempo tardaba en recoger algunas prendas de vestir. A menos, se sonrió para sí misma, que Danni había seguido su consejo y había golpeado a Rob con una de sus muletas. Sus reflexiones fueron efímeras cuando vio las luces que rebotaban sobre el terreno nevado en la distancia. Ella sonrió, reconociendo el sonido del Jeep de Danni. "Ha vuelto," le dijo a Megan, cerró la puerta y se dirigió a la sala de estar donde se había hecho un cálido fuego.

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"Bueno. Estaba empezando a preocuparme," Megan admitió, colocando a Christian en el suelo sobre su trasero en un mar de sus juguetes favoritos. "Las carreteras están horrendas." En cuestión de segundos, oyeron pasos en el porche delantero, así como botas pateando el primer escalón para soltar toda la nieve de las suelas. La puerta se abrió y Danni apareció, seguida de Rob, que caminaba con dos piernas, con la incertidumbre en los ojos. Megan estaba parada desde donde había estado en cuclillas frente a Christian, su rostro adquiriendo una fría máscara de ira mientras lo miraba. "¿Qué está haciendo él aquí?" Le preguntó fríamente a Danni. Danni no dijo nada, en cambio, agarró a Kate de la mano y la llevó a la cocina, queriendo que Rob tuviera la privacidad que se merecía. Kate no luchó contra Danni, pero le lanzó a Rob una mirada de desaprobación antes de salir de la sala de estar. Sintiéndose como si estuviera en territorio enemigo otra vez, Rob dejó escapar un suspiro. Se tomó su tiempo para quitarse la chaqueta, deseando darse la oportunidad de pensar en las palabras perfectas para decirle a Megan, que todavía lo miraba fijamente, el fuego en sus ojos. Finalmente, supo que no había más tiempo para ganar, así que se acercó a ella, con una leve cojera en su andar. "Hola," dijo en voz baja, su voz contrita. Megan no dijo nada, así que Rob supo que esto era todo suyo para arreglarlo. Cualquiera y todos los discursos apasionados que podría haber preparado no habrían sido tan efectivos como las simples palabras que finalmente logró. "Megan, lo siento. Te amo a ti y a Christian más de lo que puedo decirte, y quiero arreglar esto." Se aclaró su garganta cuando la emoción lo hizo tropezar con las últimas palabras. Lo intentó de nuevo. "Quiero arreglar esto." Megan lo miró a los ojos y lo vio: vio al hombre que había conocido hace tanto tiempo cuando todavía estaban en la escuela. Vio la vulnerabilidad en esos ojos y vio el miedo. "Rob," dijo suavemente, una mano se extendió para tocar su mejilla cuando vio esos mismos ojos llenos de lágrimas no derramadas. "Rob." Lo abrazó, Rob lo devolvió de inmediato, casi aplastándola con él. "Lo siento," Rob dijo en su cabello. "Lo siento mucho." Megan cerró los ojos, abrazandose a Rob con tanta fuerza que le dolieron los brazos. "Te amo."

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Esas tres palabras hicieron que él la abrazara aún más fuerte. "Te amo, te amo, te amo." Él se apartó lo suficiente como para darle un beso duro, prolongado antes de volver a tomarla en sus brazos. "Por favor ten paciencia conmigo," susurró. "Voy a intentar todo lo que pueda. Pero, por favor ten paciencia conmigo." Megan asintió. "No voy a dejarte, Rob. Solo no me dejes otra vez." Sacudió la cabeza. "No. Nunca más." Finalmente, se separaron, compartiendo una sonrisa de complicidad entre ellos y luego un suave beso. Megan notó que su madre y Danni miraban a la vuelta de la esquina. "Entren aquí, ustedes dos," se rió, levantando una mano para limpiarse las lágrimas que estaban en sus ojos. Kate corrió hacia Rob, lo tomó en sus brazos y lo apretó con fuerza. "Bienvenido a casa, Robby," dijo en el abrazo. Rob aceptó el abrazo y lo devolvió, asintiendo. "Gracias." Él dejó un beso en su mejilla y luego la abrazó de nuevo. Danni observó, sintiendo como nunca antes se había sentido. Había tanto amor que llenaba la habitación y la casa, y su vida. Ella nunca supo que fuera posible. Incluso cuando Megan corrió hacia ella, dándole las gracias una y otra vez, Danni no podía creer que esta era su vida, esto era a lo que todo ese dolor había conducido. La vida era algo extraño.

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Epílogo Munson Maine, 1970 El sol brillaba intensamente el día de Junio, los cielos despejados y azules, ni una nube a la vista. La propiedad en torno a la casa de Danni y Kate había sido convertida en un sueño nupcial: los ramos de flores colgaban a lo largo de los arcos enrejados que habían traído, cintas de raso que soplaban ligeramente con la suave brisa. Había filas de sillas a cada lado de la alfombra de marfil que había sido desplegada para llegar al altar, donde Danni estaba esperando, vestida con un traje de corte femenino color marfil. Mientras estaba de pie junto al hombre simplemente llamado el Ministro, su corazón latía con fuerza en su pecho, las palmas sudando mientras esperaba. Sintió que alguien le empujaba el hombro y miró al Ministro, quien era un amigo hippie de Megan y Rob de California. Su largo cabello le caía por la espalda y los lentes de sol con lentillas redondas que llevaba estaban colocados sobre su nariz. Iba vestido con una sotana de sacerdote teñida de colores completa con cuello romano. "Bastante estupendo, hombre," él murmuró, golpeando el hombro de Danni de nuevo. Danni sonrió con un asentimiento. "Bastante estupendo." Otro de los amigos de Megan y Rob se sentó en un taburete a un lado, con una guitarra en sus manos. Él miró a la multitud sentada, incluidos Carol, Frank, Helen y Jonathon, esperando su señal. Kate estaba de pie justo dentro de la casa, su propio corazón latiendo salvajemente en su pecho. Estaba vestida con un sencillo pero hermoso vestido de marfil que llegaba hasta la mitad de la pantorrilla y mostraba hermosos hombros y brazos. "¿Estás lista, mamá?" Megan preguntó suavemente, su mano apoyada sobre su vientre de seis meses de embarazo. Ella también estaba vestida con un vestido sencillo pero hermoso. Kate asintió. "Creo que si." "Bien, porque aquí vamos," Rob sonrió. Extendió su brazo hacia la mano derecha de Kate mientras Megan sostenía la izquierda de Kate. "Aquí viene la novia."

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Kim Pritekel – Sala Cero

Traducción – Martha Lo 2018

Se abrió la puerta de la casa, que era la señal para el músico, quien de inmediato comenzó a tocar la melodía familiar. Megan se inclinó un poco y le susurró algo al oído de su hija de 14 meses. "Recuerda lo que dije, Christian. Camina lentamente hacia la abuela Danni." Con un beso en la cabeza, le dio unas palmaditas a la niña por detrás y la envió andando por el pasillo en piernas arqueadas de bebé, con cintas en su pelo rubio. Cuando la multitud reunida la vio, arrullaron ante su adorable vestido y adorable naturaleza. La niña debía guiar al grupo de boda a la ceremonia, aunque a mitad de camino de la alfombra de marfil, decidió que sería mejor echarse en el suelo en su trasero con pañales. Danni observó, divertida, mientras la multitud se reía. "¡Christian!" Llamó suavemente. "Ven aquí, bebé. Ven con la abuela Danni. Ven aca…" Christian no iba a ceder, entonces Danni rápidamente se apresuró a buscarla. Estaba a punto de alcanzar a la bebé cuando vio a Kate, escoltada por el pasillo por Megan y Rob. Se detuvo, su aliento atrapado en su pecho. Distraídamente, se inclinó y agarró a Christian por debajo de los brazos y la acercó a su cadera, su mirada nunca abandonó la belleza que se dirigía hacia ella. Kate devolvió la mirada de Danni, su corazón latía por una razón completamente nueva, ahora. Habían decidido que ninguna de las dos mostraría a la otra qué llevarían puesto para la boda, sino solo qué color usarían. "Es tan hermosa," susurró. Danni se apresuró a regresar a su lugar junto al Ministro, Christian todavía en sus brazos. Su rostro cayó en una suave sonrisa de adoración cuando finalmente, Kate la alcanzó. Rob tomó a la bebé de los brazos de Danni para que Danni pudiera tomar las manos de Kate, Rob parado por el lado de Danni, Megan de su madre. "Lo que es, tíos," el Ministro sonrió ante la fiesta de bodas. "¡Bienvenidos a este maravilloso evento para estas dos mujeres hermosas que tengo ante mí que quieren hacer la definitiva declaración de casarse!" Sonrió mientras la multitud vitoreaba. "Bien ahora. El Universo me da el poder y el placer de unir a Danni y Kate, para que puedan vivir en esta fabulosa casa que tienen aquí, y estar felices y enamoradas. Es todo sobre el amor, tíos." Danni y Kate, que estaban frente a frente, sonreían ante sus palabras, los pulgares de Danni acariciando el dorso de las manos de Kate. Te amo, murmuró, lo que hizo que la sonrisa de Kate creciera.

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Kim Pritekel – Sala Cero

Traducción – Martha Lo 2018

"Entonces, con todo eso dicho, vayamos al grano." El Ministro se volvió hacia Rob. "El anillo de Kate." Una vez que Rob se lo tendió, se lo dio a Danni. "Repite después de mi." Danni asintió y luego deslizó el anillo hasta la mitad en el dedo anular de Kate. "Yo, Danni, tomo a está hermosa mujer para que sea mi esposa, legalmente dicho por el universo y el amor." Danni sonrió ante los votos. "Yo, Danni, tomo a la hermosa Kate para que sea mi esposa, legítimamente dicho por el universo y el amor." Deslizó el anillo por el resto del camino. "Denme el anillo de Danni." El Ministro aceptó la anillo de oro con diamantes incrustados de Megan, y se lo entregó a Kate. "Repite después de mi. Yo, Kate, tomo a la hermosa Danni para que sea mi esposa, legalmente dicho así por el Universo y el amor." Kate deslizó el anillo hasta la mitad del dedo anular de Danni. "Yo, Kate tomo a la hermosa Danni para que sea mi esposa, legítimamente dicho por el Universo y muchísimo amor." Le sonrió a Danni, la multitud colectiva soltó una risita. Ella deslizó el anillo el resto del camino. "Por el poder divino en mí, ahora las declaro como la Sra. y ... bueno, supongo que la Sra. Fielts! ¡Besen a su novia, ustedes dos!” La multitud aplaudió cuando Danni tomó a Kate y la inclinó antes de dejar un beso prolongado en sus labios. Enderezó a una sonriente Kate, que la estrechó en un fuerte abrazo. "¡Vamos a festejar, nena!" El Ministro proclamó. "¿Crees que puedes manejarme?" Danni preguntó en voz baja mientras se volvían para mirar a sus invitados. "Ohhhh, sí," Kate aseguró, tomando la mano de Danni en la suya. Comenzaron a caminar por el pasillo, la multitud arrojando virutas de madera del taller de Danni, haciendo reír a las dos. "¡Que empiecen los juegos, mujer!" Danni sonrió.

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