El Egoísta Solitario

  • Uploaded by: 1999kauabx
  • 0
  • 0
  • February 2021
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View El Egoísta Solitario as PDF for free.

More details

  • Words: 39,850
  • Pages: 182
Loading documents preview...
-1-

-2-

-3-

-4-

Contenidos: Parte Uno: El Egoísta Solitario Capitulo 1 Capitulo 2 Capitulo 3 Capitulo 4 Capitulo 5 Capitulo 6 Capitulo 7 Capitulo 8 Capitulo 9 Parte Dos: Planeando Palabras de Autora

-5-

Parte Uno: El Egoista Solitario

Capitulo Uno Caminaba fuera de la estación, con el mapa que me habían enviado por fax en mis manos. Ya había caminado cinco minutos por la salida del este – estaba cerca. Caminé despacio desde la estación, observando el caos en los edificios ansiosamente… Había estado viviendo en Tokio por cinco años pero aún no conocía este vecindario. Viendo la muchedumbre más allá de mi desapasionamiento me hacía sentir incómodo. Me sentía como si estuviera rodeado por robots sofisticados. En el campo, cuando pasas a la gente en la calle, todavía hay cierta vida en sus caras, aún cuando sean inexpresivas. —Debe de estar alrededor, por aquí… ¿quizás este?— Me encontraba afuera de un edificio blanco el cual me quedé mirando, a primera vista, nada llamativo. Si no hubiese sido por la placa que se encontraba al lado de la entrada en la cual podía leerse “Hotel Luna”, nunca me hubiera percatado que fuera ése el lugar que buscaba. Pensé que podría ser un hotel para gente de negocios, pero luego llamó mi atención un detalle extraño en la lista de precios, ofrecían estadías en cantidad de horas variadas. Enumeré las mismas en mi cabeza: Estadía: 5000 yenes por tres horas… -6-

Pasar la noche: 8000 yenes…. Hora feliz A – 6 de la mañana a 5 de la tarde Hora feliz B – 2 e la tarde a 8 de la tarde ¿Qué significa todo esto? Imaginé solo una posibilidad, pero un hotel normal no tendría esa clase detallada de lista de precios. ―De todas maneras, será mejor que entre,…― me dije a mi mismo, regresando mis pensamientos al plan original. Caminé vacilante a través de las puertas automáticas de entrada e ingresé a la recepción del hotel era totalmente normal. Una mujer de mediana edad y un hombre joven se encontraban detrás del mostrador. —Bienvenido al Hotel Luna,— ambos dijeron alegremente. Sacudí mi cabeza tímidamente —No soy un cliente, he venido aquí por un trabajo. Si bien he estado trabajando por más de un año, mi presentación había sido peor que la de un estudiante de secundaria. El hombre joven giro su mirada hacia mí sin la menor muestra de suspicacia. —¿Eres el hombre que viene de Tomato Design? Hemos estado esperando por ti. Por favor, sígueme. Salió por detrás del mostrador de recepción mientras hablaba cortésmente. Me apresuré a devolverle el gesto y pensé reconocer su voz como la de la persona con la que había hablado por teléfono para pactar la entrevista. —Gracias. El hombre estaba vestido con un traje impecable, pero se veía demasiado joven.

-7-

Su cara de niño hacía fácil creer que aún era un estudiante. Pero su manera formal de hablar y desenvolvimiento reservado al moverse, denotaban que poseía experiencia laboral en trabajos de oficina. Verdaderamente, si me lo preguntaran, no podría determinar qué edad tenía. Pasamos el elevador y observé un sitio que parecía una cocina y caminamos a través de ella. Luego se paró frente a la puerta que se encontraba al final del pasillo. Primero golpeó la puerta dos veces y luego giró el picaporte sin esperar a que alguien respondiera. La puerta no se encontraba con llave y se abrió fácilmente. —Señor, el hombre de Tomato Design se encuentra aquí. —Aja.— Dijo con una voz baja contestando la alegre proclamación del otro. Ya había olvidado mi ansiedad, imaginando al hombre con el que estaba por encontrarme, quien me había solicitado para este proyecto, y me reanimó con una fuerza completa. —Por favor, entra. Traeré un poco de té.— Me dijo el hombre que me había guiado y se retiró. —Lamento molestarlo. Mi nombre es Kasuga, de Tomato Design.— Me presenté desde el umbral de la puerta, bajando la cabeza e ingresando al cuarto. La puerta se cerró detrás de mí. La habitación era más larga de lo que había imaginado debido al estrecho vestíbulo de afuera. Al momento de haber atravesado la puerta divisé dos sofás que se veían muy cómodos, y también había una mesa entre ambos. Una escalera conducía a lo que parecía un pequeño desván. La única otra cosa que vi fue una pared de vidrio que daba a un cuarto de baño, junto a un televisor empotrado en la pared. -8-

Me recordaba a un comercial de electrónicos, pero se veía como algo que fácilmente costaría unos setecientos mil yenes. No pude ver a nadie. Turbado por no poder localizar al hombre que había hablado, mis ojos registraron la habitación nerviosamente. Repentinamente, escuché una profunda y lánguida voz proveniente de un hombre alto que descendía por las escaleras. —Mi nombre es Asakura. Perdone por haberlo hecho esperar. Casi la mitad de los botones de su camisa blanca estaban desabrochados, dejando ver su lampiño pecho. Llevaba la camisa fuera de los pantalones. Se veía como si hubiera estado durmiendo, pero pensé eso era imposible. —Tome asiento. Los mechones de cabello de Asakura eran lo suficientemente largos que caían sobre sus ojos, este los movió mientras señalaba uno de los sillones. Terminó de bajar los escalones y pasó delante de mí. Era varios centimetros más alto que yo (en ese momento pensé que yo no era exactamente un hombre bajo con lo cual él era realmente alto) nuestras miradas se cruzaron. Suelo ser más alto que la mayoría de las personas que conozco, por lo que es raro poder ver a alguien que sea más alto que yo. Me desconcierta el reconocer que miré fijamente a ese hombre tan intenso. Sus adormitados ojos estrechos eran agudos y hermosos. Su cara parecía una exquisita máscara. Es la primera vez que he visto a alguien a quien podría describir como hermoso. El sentido común me decía que parecía un haragán, pero seguía encontrándolo extrañamente atrayente. Era la primera vez en mi vida que encontraba a un hombre sexy y esto me ponía nervioso. -9-

Me miró de tal manera que parecía que me recorría con la mirada por todos lados sin dejar de apartarla de mí. —Um, Soy Minami Kasuga, de Tomato Design. Agradezco que haya aceptado verme en el día de hoy. Repetí mi presentación que había dado al ingresar a la habitación. Si no dijese nada sabía que me ruborizaría en forma patética. —Shinya Asakura. Soy el propietario de la cadena de Hoteles Luna, pero por favor,— me dijo, señalando nuevamente uno de los sofás. Nos sentamos uno en frente del otro. Revisé el bolsillo de mi camisa buscando una tarjeta de presentación. Tomé una. —Me gustaría agradecerle el que nos haya elegido a nosotros para su proyecto. He sido puesto a cargo, como el jefe del diseño de interiores. Sostenía mi tarjeta de presentación entre mis manos y él la tomó entre sus largos dedos diciendo palabras de agradecimiento. Me quedé maravillado de cuán largos eran sus brazos y piernas, y sus dedos no eran diferentes. —Ahora… ¿dónde he puesto mis tarjetas?— Asakura murmuraba para sí mismo buscando con sus manos entre los bolsillos de su camisa y pantalones, colocando el contenido de los mismos sobre la mesa que estaba entre nosotros. Pude visualizar un pañuelo, cigarrillos y un encendedor que había sacado del bolsillo de sus pantalones. También había un pedazo de papel pequeño con un diseño azul y rosa que lucía exactamente como el envoltorio de un caramelo. Parecía como de un caramelo de crema que solía gustarme y disfrutar cuando era un niño. ¿Por qué tenía eso en su bolsillo? No es mi intención insultar a nadie, pero no puedo imaginarme al hombre que se encontraba - 10 -

frente a mí, comiendo un dulce y suave caramelo de crema. Mirando el papel de envoltorio me perdí en mis pensamientos. Mientras Asakura seguía murmurando, alguien tocó a la puerta. —Aquí les traigo su té, caballeros. El joven que me había acompañado hasta allí un rato antes tenía un tono de voz alegre. Mientras colocaba las tazas y el plato de galletitas sobre la mesa. Asakura le susurraba algo. —Yuta, ¿sabes dónde están mis tarjetas de presentación? —Yo las tengo. El joven llamado Yuta tomó una caja de tarjetas de cuero del bolsillo de su saco. Asakura tomó la caja y me entregó una de las tarjetas. — Disculpe toda esta confusión. —Um, gracias. La tarjeta que me había entregado tenía un logo dorado del Hotel Luna y el nombre de Asakura con su cargo. Él era el presidente de la compañía. Se veía tan joven que era difícil pensar que se encontraba a cargo de la compañía. A decir verdad no parecía tener ni 35 años. —Este es mí… digamos asistente: Yuta Fujikawa. El joven que estaba junto a Asakura no parecía prestar atención a tan rara presentación. El joven me sonrió y bajó un poco la cabeza saludando. —Perdone por decir esto Sr. Kasuga, pero estoy un poco sorprendido. Usted es más joven de lo que me esperaba. Asakura dijo exactamente aquellas cosas que yo pensaba acerca de él. Aparentemente el sentimiento era mutuo. Por supuesto yo no dije una palabra acerca de ello. Respondí relajadamente:

- 11 -

—¿Se encuentra nervioso de que alguien joven se encuentre a cargo del proyecto? Quiero tranquilizarlo. Tomaré mucha responsabilidad en el proyecto que nos ha encomendado, y daré lo mejor de mis habilidades para que el resultado sea el esperado por usted. —Oh, no. No quise decir eso. He visto uno de sus proyectos en Internet. Me pareció tan retro, asumí que alguien mayor era el creador, por lo cual me sentí sorprendido al conocerlo. Asakura rápidamente compuso su comentario. Me había dado la impresión de ser alguien despistado, lo opuesto a mi personalidad, la cual era impulsiva. —En mi niñez, mi familia administraba un restaurante tradicional. Lamento decir que la edad no amerita el crear algo clásico, pero había muchas casas antiguas en el vecindario, por lo que estoy muy familiarizado con estilos más tradicionales desde que era un niño. —Qué interesante. Usted debe de haber encontrado cosas muy interesantes para crear sus trabajos, tomando en cuenta una interpretación tan cariñosa del mismo. Asakura movió ligeramente su cabeza y una gran sonrisa apareció en sus labios. Con esa expresión, un toque de humanidad pareció venir a su hermoso rostro cuya característica anterior era similar a la de una máscara. Era terriblemente encantador. Considerando que había reaccionado de tal manera ante un hombre, imaginé que una mujer caería ante él con simplemente mostrarle esa sonrisa. ¿Qué era ese poder? Deben de ser feromonas. De cualquier manera, consiente o no de ello, ese hombre apestaba a erotismo.

- 12 -

Por supuesto, Asakura no tenía idea de lo que yo estaba pensando. Continuó hablando lentamente —Actualmente tengo dos hoteles más aparte de este y quiero construir un cuarto hotel. Me estaba atormentando el cerebro tratando de encontrar un buen diseñador de interiores. Cuando estaba a punto de entrar en la locura, me encontré con las fotos de su trabajo navegando por Internet. Parecía de alguna manera ofrecer un lugar acogedor. Me enamoré de su trabajo tan pronto como lo vi. El cielo es el límite de este proyecto, así que me gustaría ser capaz de trabajar con usted, señor Kasuga. Esa era la primera vez que alguien me había hablado de esa manera. Sentía que crecía una excitación en mi interior, mi corazón latía fuertemente en mi pecho. Comencé a afirmar mi aceptación con la cabeza y miré hacia arriba. Tenía que asegurarme de una cosa primero. —¿Puedo preguntarle algo? Um, este no es un hotel común, ¿no es así? Y tampoco lo será el nuevo que construirá. ¿Estoy en lo cierto? — pregunté frustrado. Asakura no reaccionó inmediatamente. Fujikawa, que se encontraba sentado junto a él, contestó primero. —¡Señor! ¿No le han explicado de lo que se trataba el trabajo por el cual lo hemos llamado? Asakura se rascó atrás de la cabeza en reacción a la pregunta de Fujikawa, sus ojos desenfocados. —Sabes… no estoy seguro. —¿Qué no está seguro? Mejor dicho, ¡no se lo dijo! Pensé que ya se lo había explicado, por ello no dije nada. Pobre del señor Kasuga, ¡se ve tan confundido! El estaba en lo correcto. No recuerdo haber escuchado una sola palabra acerca de la clase de hotel que debía ser el que diseñaría. Podría decir que fue mi culpa por no haber realizado una investigación preliminar - 13 -

antes de venir a la reunión, pero no se me había ocurrido el realizarla. No tenía idea de que hoteles de esta clase existieran. —Lo lamento. Debí de explicárselo antes. Soy el dueño de una cadena de hoteles de estadía corta, que algunos refieren como hoteles del amor. —Ah…uh…. ¿Hoteles del amor?— Tuve mis sospechas apenas estuve fuera del edificio. Pero, de alguna manera, oyéndolo tan directamente, lo hacía menos emocionante. No había duda de que era dignificante para Asakura, ya que habló sin un rastro de vergüenza en sus palabras.

- 14 -

- 15 -

—Por supuesto, los amantes expresan sus sentimientos el uno hacia el otro en este lugar, pero nosotros también ofrecemos habitaciones a oficinistas que necesitan estar en la ciudad antes de que el subterráneo salga. ¡He tratado de evitar una atmósfera de mala calidad en este hotel— Asakura explicaba con una voz baja y mesurada. Cabeceé obedientemente sin decir una palabra. Nunca había estado en un hotel del amor. Mi única preocupación era si estaba calificado para este proyecto. —Bueno, usted verá…— Justo cuando iba a hablar acerca del tema de mi ansiedad por aceptar este proyecto, un celular sonó fuertemente. —¡Lo siento! Discúlpeme por un minuto. Fujikawa dejó la habitación, revolviendo en su bolsillo. Me sentí extrañamente nervioso cuando me quedé a solas con Asakura. Tal vez era debido a que me miraba en forma poco usual, pero tan pronto como pensé en ello, sabía que era algo más que eso. El copropietario de la oficina de diseño donde yo trabajaba, llamado Amamiya, es muy bien parecido y he trabajado a su lado todos los días sin ningún problema. Pero Asakura era otra cosa. Amamiya se parece a una fina pieza de obra de arte, siendo apreciado así a lo lejos, a pesar de la extraña comparación, Asakura, sin embargo, se parecía a una planta carnívora, atrayendo a su presa con su bella apariencia y delicada fragancia, para luego devorar a sus víctimas que habían tropezado en su abrazo. —¿Le importaría si fumo? Estaba perdido en mis propios pensamientos. Asakura parecía agitado y tomó un paquete de cigarrillos bastante arrugado que se encontraba sobre la mesa. —Oh, adelante. - 16 -

Yo no fumo, pero nunca he detenido a quien lo hiciera. En realidad, estaba sorprendido por lo considerado que había sido en haberme preguntado, ya que me sentaba tan cerca de él. Asakura tomó un cigarrillo del estropeado paquete y lo puso entre sus labios. Encendió el cigarrillo con un encendedor e inhaló profundamente, emanando satisfacción. El hombre parecía manejar tan bien sus movimientos, incluso con los gestos más ocasionales. De repente me sentí avergonzado al estar viendo a la boca de Asakura, y desvié mi mirada hacia la mesa. —¿Qué era lo que estaba diciendo hace un momento? Miré hacia arriba luego de la pregunta de Asakura y nuestros ojos se encontraron a través de una cortina del humo del cigarrillo. Cuando abrí mi boca para contestar, la puerta se abrió y Fujikawa entro de regreso. —Lamento lo de hace un momento. Aparentemente se trata de alguna especie de problemas en la “Luna Llena”. ¿Le gustaría que fuera a ver qué está ocurriendo? Fujikawa se colocó al lado de Asakura, hablando en voz baja como en un susurro. Como yo estaba ahí, Asakura no pudo ir. Asakura miró a Fujikawa y dijo: —Si, gracias. —Veré qué es lo que pueda hacer. Lamento haber interrumpido su reunión, Sr. Kasuga. —Si pasa algo de mayor envergadura, por favor llámame.— Asakura le dijo a Fujikawa cuando se estaba yendo. Se volteó hacia mí y volvió hacia la conversación que habíamos dejado atrás. —Discúlpeme por todo esto. Ahora, ¿por dónde estábamos? —Antes de aceptar el proyecto, estaba preguntando acerca de si podía echar un vistazo a las habitaciones del hotel. - 17 -

Eché una mirada furtiva a la cara de Asakura. Su expresión nunca cambió mientras tomaba su cigarrillo entre dos de sus dedos suspirando. Tomó otra bocanada del cigarrillo con una expresión meditativa en su rostro, luego se volteó hacia un lado y exhaló el humo. —¿Debería entender, Sr. Kasuga que usted nunca ha ido…? —No, nunca. Tal vez careciera de ego masculino, pero no encontraba el punto de mentir acerca de ello. Asakura aplastó su cigarrillo en un cenicero antes de inclinarse hacia atrás en el sofá y cruzar sus largas piernas. —Bueno, supongo que hay personas que poseen sus propios apartamentos y no necesitan preocuparse de la privacidad. —Si… Bueno, supongo. El estaba encubriéndome, pero no me sentía cómodo con dar una risa y un grito bullicioso acerca de ello y decirle—¡Usted me entiende! ¿no?— En su lugar, contesté casi tartamudeando que realmente nunca me había encontrado en una situación que haya ameritado ir a lugares como esos. Silencio reinaba en la habitación. —Pero usted quiere ir a ver las habitaciones. Por supuesto, no tendrán el mismo tipo de estilo, pero las dimensiones serán parecidas a las nuevas habitaciones. —Gracias. La voz de Asakura se tornó alegre, como si tratara de disipar la extraña atmósfera que se había creado. Se paró mientras hablaba y yo salté de mi asiento y lo seguí por alrededor de la habitación. —¿Le importaría si tomo unas fotos?

- 18 -

Las cosas que viera con mis ojos luego debería de trabajarlas con la memoria, así que era mejor si tomaba fotos del lugar ya que había un límite de lo mucho que podría recordar. —Por supuesto, haga lo que crea más conveniente.— Tomé mi cámara digital y seguí a Asakura a través de la habitación. —¿Debería de describir las comodidades que están disponibles? Este es el baño. La puerta está hecha de vidrio, pero posee persianas que bloquean la vista desde la habitación. Hay varios cuartos con centros de entretenimiento con varios videojuegos y karaoke, aunque yo no poseo uno en mi habitación. Además por una suma adicional hay películas de adultos. Nosotros queremos que nuestros invitados disfruten entre ellos libremente, de la forma en la que más gusten. Mientras

escuchaba

la

explicación

de

Asakura,

tomaba

ocasionalmente fotos. Este sitio es mucho más complejo de lo que había imaginado. Siempre había imaginado hoteles del amor donde uno iba solo a tener sexo, pero este lugar estaba equipado como un paraíso de clase alta. —Hay una escalera que conduce a donde se encuentra la cama. Ninguna de las demás habitaciones se encuentra construida de esta manera, pero esta es mi habitación privada y a mí me gusta que la cama no se encuentre a la vista. —¿Esta es su habitación?.—Me pareció profundamente significativo que Asakura viviera en un hotel del amor. Este pensamiento debió aparecer en mi rostro. Asakura estaba mirándome a los ojos cuando me ofreció una sonrisa pesarosa y cruzó sus brazos sobre su pecho. Me dio una leve risa mirando fijamente mi rostro. —Usted está dejando volar su imaginación en estos momentos, ¿No es así? Yo vivo aquí algunas veces. - 19 -

Me encontré en una situación embarazosa dejando que se revele lo que estaba imaginando. Pero el hecho de que él viviera allí me tomó por sorpresa. ¿Cómo puede alguien vivir en un lugar como ese? —Esta es mi dirección oficial para todo. Me quedo en los otros hoteles de vez en cuando, pero paso la mayoría de mi tiempo aquí. Además, este es el primero que he construido, por lo que estoy un poco apegado a él. —Ya veo...— No tenía idea de cómo responder, con lo cual murmuré algo en forma ambigua. Lo que aprendí de esto es que Asakura era un hombre extraño. Se veía apenas por encima de los treinta años. Tenía unas largas piernas y una estructura alta, siendo su apariencia distinguida y hermosa. Hablaba con voz profunda la cual concordaba con su edad. Su rostro no era muy expresivo, pero a veces una luz misteriosa brillaba en sus ojos. Parecía fascinante, pero no sabía, al final, como me sentiría el tener que trabajar con él por varios meses. —Es un completo lío, pero ¿le gustaría ir arriba? El área donde se encuentra la cama es bastante parecida a la del resto de las habitaciones del hotel.— Dijo, señalando hacia una corta escalera. —¿Está usted seguro? Si no le importa… Considerando que era la habitación de Asakura, el dormitorio debía ser un lugar bastante privado. Había abandonado la idea de poder verla, ya que no podía preguntar, sin embargo el mismísimo Asakura se ofreció a enseñármela. Eso fue una suerte. Subí las escaleras junto a Asakura y me encontré con un lugar mucho más largo del que esperaba. Había una cama dos veces más grande que la - 20 -

mía y una barra para colocar la ropa sobre una de las paredes. También había un escritorio con una computadora. Sentía como que se combinaban la recámara con una oficina. Él estaba diciendo la verdad cuando decía que vivía allí. —¿Señor Kasuga…? — Asakura tocó uno de mis hombros cuando comencé a mirar alrededor de la habitación. Susurró a lo bajo en mi oído nuevamente mi nombre y me paralicé con lo cerca que se encontraba de mí. —Umm, ¿sí? Tartamudeé inconscientemente como un tonto. ¿Por qué se encontraban sus brazos alrededor de mis hombros? Tuve una extraña sensación de haber caído en la red de una araña. —Ya que ha subido hasta aquí, ¿le gustaría probar como se siente la cama? —¿Qué? Antes de que mi cerebro pudiera procesar lo que acababa de decir, sentí como Asakura empujaba mis piernas y me tiraba sobre la cama. —¡Auch! Intenté no caer, pero él me empujó de los hombros hacia la cama y no hubo nada que pudiera hacer para evitar caer. Los resortes de la cama eran fuertes y amortiguaron muy bien mi caída. Las sábanas eran de un color azul pastel. —¿Qué es lo que está usted haciendo? Señor Asakura, esto es… Traté de acomodarme de la posición en la que había caído para poder incorporarme, pero Asakura se colocó sobre mí agarrando mis muñecas presionándome sobre la cama. —Oiga, ¡Señor Asakura! Qué es lo que… mmm. - 21 -

A pesar de mi timidez, Asakura me vio fijamente, mostrando una misteriosa sonrisa en su hermoso rostro, sus labios se acercaron a mí. Pensé en que tenía que salir de allí, pero la situación era tan completamente inesperada que cada músculo de mi cuerpo se tensó y lo único que pude hacer fue contraer mis dedos. Comenzó a reclinarse sobre mí y acercar más sus labios y su húmeda lengua acortó la distancia entre nosotros. La vivida situación me trajo nuevamente a la realidad, pero borrosamente sentí como caía más sobre mí. —Señor. Mmmm, mmmmm. Traté de gritar el nombre de Asakura pero él resbalaba su lengua entre mis dientes. Arrastró su lengua por lo alto de mi boca, enviando una corriente eléctrica a través de mi columna. Pude sentir como se erizaba cada uno de los vellos de mi cuerpo. —Por favor... mmm. Me aferré a los hombros de Asakura tratando de alejarlo de mí, pero mis brazos perdieron sus fuerzas inmediatamente y cayeron nuevamente sobre las sábanas. Ese no era mi primer beso. Había tenido citas con chicas en la secundaria y me había besado con alguna de ellas. Podía contar con una mano las veces que lo había hecho, ¡pero lo había hecho! Sin embargo, era la primera vez que tenía una experiencia tan intensa que quemaba y ponía mi mente en blanco y me arrastró sin poner la más leve resistencia. Nuestras lenguas se entrelazaban una y otra vez, recorriendo cada parte de mi boca.

- 22 -

- 23 -

Había un momento en que nuestras bocas estaban en un contacto muy profundo y mis miembros comenzaron a ponerse pesados. —Ah... Cuando Asakura finalmente me soltó, yo jadeé con una respiración larga. —Su reacción es tan inocente. Eso significa que no solo nunca ha estado en un hotel del amor sino que ¿nunca ha hecho el amor? El chasqueó su lengua sobre sus mojados labios mientras me preguntaba esto, sonriendo sin ninguna malicia. Miré lejos en silencio, pero no pude parar la sangre que estaba fluyendo por mis mejillas. Mi rostro y orejas se encendían completamente por si solas. Estaba tan avergonzado de mi reacción que me mordí dolorosamente mi labio. —Sí, ¡soy virgen! Por favor, quítese de encima de mí. ¿En qué está pensando? Traté de acomodar mis brazos y piernas de tal manera de alejar a Asakura de mí, pero él me presionaba hacia la cama con todo su cuerpo. El rostro de Asakura estaba relajado en agudo contraste de mi desesperación. —Qué extraño. ¿Nunca ha pasado una noche con un hombre tampoco? —¡Por supuesto que no lo he hecho! ¿Es usted gay Señor Asakura? —Tengo una mente abierta, con lo cual si me hallo interesado, no encuentro un gran problema acerca del género de la otra persona. ¿No cree que es triste el poner límites a sus opciones basado en el género al que pertenece el otro? Decia que era de mente abierta como algo agradable, pero lo que él estaba describiendo era justo una carencia de estándares. Asakura hacia - 24 -

esto extrañamente persuasivo, lo que me estaba asustando. Probablemente tendría abiertas las puertas de su recámara tanto a hombres como a mujeres. Estaba convencido que nunca se le habían negado aquellas personas con las que quería tener sexo. —Tal vez, pero no me gusta esto. Por favor, déjeme ir. Quería librarme de esta situación sin insultarlo, si es que podía, así que puse una simpática sonrisa mientras empujaba a Asakura lejos de mí. La sonrisa probablemente habría servido de algo pero no podía pensar en qué hacer en una situación como esta. Fue lo mejor que pude hacer. —¿Qué es lo que está mal?.— Preguntó, con una extraña expresión en su rostro. Mis ojos se abrieron por completo. —¿Qué? Solo es que no me gustan los hombres de esta manera.— Era como si estuviese hablando con un extraterrestre. No había forma de comunicarse en absoluto con él. ¿Cómo podía verme así y no entender que no era de mi agrado? —¿Cómo puede decir eso si nunca lo ha intentado? Yo conozco lo que me gusta. —¡Pero ese no es el problema! Por favor, bájese de encima de mí. Lo empujé. No podía preocuparme de que se ofendiera, ya no podía tratarlo como a un cliente en ese aspecto. Atrapó mis brazos y acercó una vez más su rostro al mío. —¡Déjeme en paz! Ya no me preocupaba el perder este proyecto… traté de zafar mis brazos. Un ruido quebradizo sonó en el cuarto y mi mano derecha comenzó a dolerme. El hecho de que le hubiera dado una palmada en vez de golpearlo con fuerza, demostró que una cierta parte de mí todavía se había estado refrenando. - 25 -

—Ninguna persona antes había reaccionado tan gravemente, pero eso hace que me excite aún más.— Asakura sostuvo mis muñecas con más seguridad, su voz no denotaba duda cuando habló. ¿Qué se supone que debía responder a esto? —Siempre me he rodeado de ligones, tanto de hombre como de mujeres. Al principio solo quería probar si nunca había ido a un hotel del amor, pero ahora me maravilla saber cómo es usted en la cama. Se había olvidado completamente de los negocios. Algo en sus ojos parecía haber cambiado en ese momento. Parecían distantes, divertidos por cosas que iban a suceder más tarde, pero ahora había una extraña pasión en sus ojos. —Usted está frustrado porque no lo he aceptado. ¡Realmente no quiere hacer ese tipo de cosas conmigo!.—Conjeturé frenéticamente, tratando de hablar con Asakura para sacarlo de su idea. Estaba seguro que él solo se interesaba en personas que se lanzaran hacia él, prefiriendo la forma en la que un perro persigue a alguien que huye de él. Tal vez, si pretendía desear una relación con él, se enfriaría esa extraña fiebre. Esa idea cruzó por mi mente, pero nunca hubiera podido actuar convincentemente. Incluso si me dijera a mi mismo que solo es una actuación, mi temor seguramente ganaría. Además, estaba tan desesperado por alejarme de ahí que lo golpee. Era demasiado tarde para pretender que estaba interesado en él. —No creo que eso sea verdad, incluso desde que lo vi ya había puesto mis ojos en usted. Mmmm, Estoy maravillado en saber qué le gustaría. —¿Perdón? - 26 -

No podía creer lo que estaba escuchando. No podía procesarlo en lo absoluto. Será que no me había dado cuenta ¿porque yo era tan obtuso o porque Asakura sabía cómo esconder sus intenciones? —Me gusta su cara Señor Kasuga. Me encantaría saber cómo se ve su rostro en la angustia de la pasión. Asakura llevo sus labios cerca de mi oreja presionándome en la cama. Su profunda voz fluia sobre mí. Sentí sus dientes sobre mi lóbulo y un frío estremecimiento recorrió mi cuerpo. —¡Cómo se atreve usted! …no, ¡Alto! Traté de alejarlo de mí, pero él me sostenía con tanta fuerza que yo apenas podía moverme. Yo no era un hombre pequeño, y me consideraba a mi mismo como alguien con bastante fuerza, pero él me sobrepasaba completamente. Sentí algo fangoso en el lóbulo de mi oreja y apreté los dientes en reacción a la repugnancia que sentía. —Nnggh. Sentí su húmeda lengua junto a mi oreja. Nunca había tocado esa parte de mi cuerpo con excepción de cuando las limpiaba. Sentir su lengua arrastrarse sobre mi oreja, me llenaba con una sensación que no era de disgusto, ¡nunca había sentido esto antes! Tomé las sábanas con mis puños y mi cuerpo entero se tensó. Sentí como olas de excitación me envolvían. Una incipiente confortable pasión cruzaba por mi cuerpo. —Usted tiene orejas sensibles. No pude responder a Asakura. Solo quería permanecer sin llorar. —No debe tener vergüenza en excitarse tan fácilmente. Eso lo hace a usted más entretenido.

- 27 -

Cometí un error al haber agradado a Asakura. Odiaba esto, pero al mismo tiempo sentía su respiración en mi oreja. Temblé. Mi cuerpo ya no me obedecía. Mi corazón latía con fuerza, resonando en mis oídos. —Eres tan lindo, Minami. Quería gruñirle —No me llame así— con esa forma tan familiar diciendo mi nombre. Pero todo lo que pude hacer fue morder mis labios firmemente cerrados. —Ah… ¿Qué está haciendo? Estaba tan confundido con las sensaciones en mi oreja que no me percaté que Asakura tiró de mi camisa sacándola fuera de mis pantalones. Deslizó su mano por debajo. La resbalaba sobre la piel de mi costado, luego la deslizo por todo mi pecho dejándola sobre donde se encontraba mi corazón. Era como si Asakura quisiera confirmar el ritmo de mi pulso. —¿Sabes que los pezones de los hombres son muy sensibles también? — Asakura me preguntó con un susurro misterioso mientras que pellizcaba uno de mis pezones con su índice. Una intensa sensación recorrió mi cuerpo cuando tocó esa parte de mí que tenía olvidada por tanto tiempo, sacudiendo mis hombros. —¿Ves? Se están poniendo duros. Yo jadeaba. Él enroscaba sus dedos alrededor de mis pezones mientras yo me agarraba de los hombros de Asakura con las manos débiles. —No…no, ¡alto! No había tenido tiempo de considerar cuán patética era mi petición. Aún no podía permanecer bajo las ondas de cosquilleo que burbujeaban dentro de mí. Mis pies se deslizaban a través de las sábanas. —¿Alto? Pero entonces no podremos ir más allá…. - 28 -

Asakura apartó mis muslos y colocó su pierna entre ellos para luego comenzar a presionarme nuevamente. Mi secreto sería expuesto. Mis mejillas ardían. De hecho, cuando Asakura enrolló su lengua tan persistentemente en el interior de mi boca, supe que ya estaba en problemas. Eso es por lo que traté tan fervientemente de alejarlo de mí. —Al menos, a tu cuerpo le agrado… Sonrió con aire de satisfacción y una explosión de aire acarició el lóbulo de mi oreja. —Nngh. Selló mis labios con los suyos, su lengua penetró mi boca y recorrió el interior de ella mientras frotaba fuertemente mis pezones. Era dificil respirar, pero era aun más difícil evitar la sensación de excitante dolor en las zonas donde Asakura me tocaba. ¿Qué era lo que estaba pensando? —Minami, tu lengua— Asakura separó sus labios levemente, susurrando que deje que mi lengua entre en el juego también. Los besos de Asakura se sentían como si flotara en cálidas aguas. Mi cuerpo entero se sentía relajado. Saqué mi lengua despreocupadamente. —Nngh… ah Los besos que había tenido con anterioridad no se comparaban con estos. Una obscena y almibarada sensación comenzaba a subir dentro de mí, haciéndome pensar locuras. Me sentí tan caliente--esto era demasiado. Jadeaba e inconscientemente alcanzaba a deshacer el nudo de mi corbata. Mi camisa estaba en desorden, pero mi corbata aún estaba firme. —¿Es esto difícil para ti? - 29 -

Las largas manos de Asakura me recorrieron por completo. No pude pararlo cuando aflojaba el nudo de mi corbata en el momento en el que lo estaba viendo a la cara. Sacó la corbata por encima de mi cabeza y empezó a desabrochar los botones de mi camisa. Un grito de asombro escapó de mí en un sentido repentino de libertad. Dominando mi poderoso cuerpo, Asakura me despojo de mi saco y camisa. Cada vez que sentía que mi mente estuviera volviendo a la realidad, sus labios volvían a posarse sobre los míos, sacándome la razón con un profundo beso. No pude pensar en nada más. —Te encuentras rojo ahora, ¿Es esto porque estoy jugando contigo? Asakura arrastró su lengua a lo largo de mi clavícula, dejando suaves besos mientras avanzaba hacia mi pecho. Presionó sus labios nuevamente en mi pezón izquierdo, que era el que había sido fuertemente frotado y río suavemente contra él. —¡Mm! La húmeda y gentil sensación hizo que me encorvara formando un arco con mi espalda. No era nada parecido a como cuando me tocaba con las yemas de sus dedos. La gentil caricia era evasiva, enviando pequeños temblores a través de mi cuerpo. —¡Angh! La sensación de sus dedos a través de la tela molestaba. Ignoraba la voz que se encontraba en un rincón de mi mente que me susurraba que eso estaba mal, pero seguía levantando mis caderas presionando su mano. —Hmm, ¿quieres más? Mis inactivos ojos capturaron el costado de la boca de Asakura mientras encrespaba una sonrisa. Miré hacia otro lado y cerré mis ojos, negando su significado, pero mis dedos seguían clavados en las sábanas. - 30 -

Quería algo más, algo más sólido. Estaba frenético porque comenzaba a gustarme esto. El calor cubrió mi cuerpo, pero no pude sacrificarme en pedirle a Asakura más, no aún. —Eres tan obstinado, Minami…¿Nadie te ha dicho esto?. Suerte la tuya. Me gusta persuadir a la gente… Aferrándome firmemente a las sábanas, mi cuerpo se sacudía, escuché a Asakura expresar un completo sonido de sorpresa. Sosteniendo mis tobillos haló mis pantalones, arrojándolos lejos de su camino. Bajó su cuerpo entre mis piernas abiertas, de tal manera de que no pudiera cerrarlas, comenzando a acariciar la parte interna de mi muslo. —Esto es increíble. Puedo sentir tu estremecimiento, incluso sobre tu ropa interior. ―Mn… deténgase… usted no… ahhhh. Asakura puso su mano sobre mi miembro, sintiendo mi excitación a través de la tela de mi ropa interior. Tensó lentamente su mano, exprimiéndome luego dejándome. El constante cambio entre la tensión y liberación hizo que naturalmente mis rodillas se apretaran alrededor del cuerpo de Asakura. —Estaba en lo correcto… te ves realmente bien cuando estás excitado, Minami.— La respiración caliente de Asakura acarició mis labios secos. —¡Mngh!— El beso fue el significado para guardar, detrás mis palabras, la resistencia que pudiera haber tenido. En ese instante Asakura arrancó mi ropa interior y me tocó directamente. Mi boca estaba tapada, así que no pude gritar. Todo lo que pude hacer fue temblar. Mi miembro fue envuelto con su mano mientras - 31 -

temblaba, en ese instante escuché un sonido suave y mojado. Los largos dedos de Asakura lo envolvían y dibujó mi creciente placer con obscenos movimientos de su mano. El solo pensamiento hizo mi respiración jadear más apasionadamente. —Estás todo mojado. Sin dejar de realizar los movimientos obscenos con sus manos, Asakura quitó sus labios de sobre los míos y miró a mis ojos con una simple sonrisa. Asakura llevó a cabo la prueba con sus manos, así que no podría negarlo. —Ah… ¡Nngh!! ¿Qué está haciendo? —No te muevas, solo relájate y no pienses en nada. Sentí el ser tocado por él en lugares completamente inesperados, y a continuación, sentí cómo introducía sus dedos dentro de mi cuerpo. Reaccioné ante la sorpresa levantando mi cuerpo hacia arriba, mientras que él seguía empujando sus dedos hacia dentro de mí, al mismo tiempo que yo hundía la parte posterior de mi cabeza en las sábanas. —Mmm… esto es tan… Sentía algo desagradable atravesado mi garganta. No podía gritar, y tenía miedo de golpear mis miembros, yo apreté mis ojos cerrados, mi cuerpo se tensó. —Esto no te lastima, ¿no es así? Te ayudaré a que te acostumbres a ello. Sentirás algo tan bueno que comenzarás a gritar. Sabía que eso sería imposible. Ese incómodo dolor nunca podría sentirse bien. Había muchas cosas que quería decir, pero mi respiración era áspera y no podía pronunciar una sola palabra. —Aquí, trata de concentrarte en esto en su lugar. - 32 -

—¡Ahhhh! Cuando los dedos de su mano derecha se hundían dentro de mi cuerpo, él envolvía mi miembro con su mano izquierda. Sus húmedos dedos se deslizaban sobre mi piel como si quisiera extender los fluidos por todo mi cuerpo. Cuando él me hizo eso, no pude por más tiempo decir si lo que estaba sintiendo era dolor o placer. Los dos se mezclaban. Sacudí mi cabeza adelante, enviando las lágrimas que se habían acumulado en las esquinas de mis ojos a través de las mejillas. Sentí que Asakura lamía las lágrimas de mi rostro y apreté mis párpados ligeramente cerrados. El me miraba con ojos llenos de lujuria. Miró en mí con una áspera seductiva expresión en su rostro. —Te sientes más relajado ahora, ¿no es así? Voy a introducir otro dedo. —Usted va a hacer…. ¡ah! No me dio tiempo a responder, introdujo otro dedo junto al resto que ya se encontraba empujando dentro de mi cuerpo. Esta vez se sentía más doloroso que incómodo. —Ohh, ¡Alto!— No había tiempo para suplicar por compasión. Con cada momento que pasaba más lágrimas salían de mis ojos. —Ah…nngh…No… ¡no los mueva! No se estaba moviendo mucho pero, el leve tirón producido por sus dedos, hacía sentir que mi cuerpo fuese a explotar, enviando un frío estremecimiento a través de mí. Torcí mi cuerpo en forma desesperada dándome vuelta en la cama, queriendo huir, pero Asakura sostenía mi cuerpo entero firmemente y no pude poner mucha resistencia. - 33 -

—¡Ah!— Sus dedos tocaron un punto extraño dentro de mi cuerpo, enviando una extraña sensación por mi columna. Mi cuerpo entero temblaba. —¿Te gusta esto? —Ah… nngh Tocó con sus dedos el mismo punto una vez más y mi visión se nubló. No pensé que se sentiría bien, pero podía sentir el húmedo entusiasmo crecer entre mis piernas. —Estás tan mojado La húmeda mano de Asakura subía y bajaba por mi caliente miembro, mientras susurraba bajo en mi oreja.Tratando de respirar normalmente, me aferré a las sábanas con mis dos manos, mi cuerpo tenso mientras él me mantenía en la cama. —Está bien que te excites de esta manera, se siente cómo si estuvieras succionando mis dedos… tiemblas tan fuerte allí… Asakura sacó sus dedos mientras hablaba y yo solté la respiración que estaba aguantando. Antes de que pudiera sentirme liberado, Asakura puso una almohada debajo de mis caderas y me sostuvo firmemente por la cintura. —Ah… Asaku…. Imaginaba lo que esta posición significaría… En ese mismo instante, algo más grande que sus dedos empujaba agresivamente dentro de mí. —¡Ang! —No te tenses.

- 34 -

Dolía, pero, aún así me sentía caliente. Aún cuando Asakura me dijo que no me tensara, no pude controlar como mi cuerpo apretaba alrededor de su miembro. Escuché que murmuraba solo una palabra, Perdón, que bajaba por mi espalda en una explosión de aire caliente. Asakura aferró firmemente mis caderas.

- 35 -

- 36 -

Mis hombros cayeron y él se aferro de ellos, hundiéndose más profundo en mi interior. —Nngh… ¡Ah! No significaba que gritaría, pero largas lágrimas corrían por mis mejillas en una corriente constante. Aspiré profundamente pero a pesar de mi mejor esfuerzo no podría pronunciar los sentimientos que sentía en mi corazón contra Asakura. —Respira despacio. Toma una respiración profunda…luego déjala salir. Separó mis labios y deslizó sus largos dedos dentro de mi boca. Mi lengua se retrajo instintivamente, pero cuando la punta de mi lengua se encontró con algo, vacilé. Tenía sabor dulce. El dulce sabor del caramelo de crema se esparcía por mi lengua. Era algo nostálgico. ¿Era del dulce que Asakura tenía en su bolsillo? El inesperado sabor del dulce disolvió mucha de la tensión de mi cuerpo. —Nngh… mmmm… ¡Ah! Asakura embistió nuevamente mi cuerpo, anticipando mi reacción y un grito que no pude retener más salió fuera de mi garganta. El caramelo cayó de mi boca con el grito. Asakura sabía lo que me gustaría. No era el orgullo el que hizo que me diera placer… era la experiencia. Incluso si se sintiera extraño mi cuerpo al ser violado, no era increíblemente doloroso. —Ahhh ¡Nngh! —Nngr… Ah

- 37 -

Las manos que agarraron mi cintura circundaron alrededor para masajear mi pene. Mi espalda se arqueaba y podía sentir mis músculos apretar alrededor del pene de Asakura que se encontraba dentro de mi cuerpo. Sentí como Asakura emitía un grito de placer. —¿Has hecho eso a propósito?.— Susurró con una voz quebrada por una áspera respiración. Escuchaba las palabras pero el significado nunca fue interpretado en mi cerebro. —Señor… maldición. Asakura comenzó a embestir despiadadamente mi cuerpo. Mis piernas y brazos perdieron fuerza y no pude resistirme. —Nn… ¡Ahhh! Me perdí en la sensación donde Asakura estaba devorando mis huesos enteramente, haciendo lo que quería con mi cuerpo. Luego, como si la cuerda se hubiese cortado, el traqueteo se detuvo. La eyaculación caliente de Asakura cayó de mi interior. Nuestras respiraciones desiguales se mezclaron junto a mi oído. Mi cuerpo se sentía disgustado, pegajoso, con sudor, pero era incapaz de levantar mis brazos. Era como si plomo hubiera reemplazado parte de mi cuerpo. Me sentía tan pesado que quise hundirme en la cama. Asakura se levantó lentamente de mí y deslizó su órgano flácido fuera de mi cuerpo. Podía sentir arrastrar la mano de Asakura a mi pecho, pero ya no me preocupó. Él podía hacer lo que quisiera. —Perdón, lo sacaré por ti.— ¿Sacar? Pensé en blanco. Asakura levantó mis rodillas y separó mis piernas abiertas, para colocar sus dedos dentro de mi trasero. —¡Altoooo!

- 38 -

Mi cuerpo dolorido, trató instintivamente de resistirse, pero el miembro de Asakura que recientemente había sido enterrado dentro de mí, era más doloroso que los dedos que me estaba introduciendo, con lo cual no pude poner resistencia. Introdujo otro dedo y mi cuerpo lo aceptó fácilmente. Hundió dos dedos dentro de mí y cuando los sacaba fuera sentí algo pegajoso que salía de mi trasero junto a ellos. Comprendí rápidamente qué significaba eso que salía de dentro de mí y se encendió mi rostro. —No… por favor,— una voz ronca, leve, salió de mi seca garganta, quebrando el silencio. —¡Ah! No me importaba qué tan suave hablara, sabía que me estaba escuchando. Estábamos uno al lado del otro. Sus dedos se introdujeron en mí nuevamente, pero esta vez, él raspaba las paredes de mi interior como si buscara algo. —Dime si es un buen punto. —¿Qué? —¿Por aquí? El momento en que sus dedos presionaron en un cierto lugar, empecé a convulsionar. Siguió obsesivamente presionando ese punto una vez más con las yemas de sus dedos, viendo mi reacción. Cada vez que tocaba allí, mis caderas se separaban de la cama. —Aprietas mis dedos tan firmemente. No debes querer que me detenga. ¿Se siente realmente tan bien? —Yo no sé por qué yo… ¡Ahhhh!

- 39 -

Esa sensación enviaba electricidad a todo mi cuerpo que rayaba mi visión con flashes de relámpagos detrás de mis párpados cerrados…si esto era placer, ¿qué era lo que había sentido hasta ahora? Mi cabeza se arqueó hacia atrás, apretando ferozmente mis dientes, mi cuerpo que se estremecía con el miedo de lo que ahora entendía era el placer que Asakura le daba. Me asusté. Pensé que nunca sentiría un éxtasis así nuevamente, y me aterroricé.¿Por qué Asakura me enseñaba estos sentimientos? —No alto… estoy asustado. Eché de lado mi fuerza de voluntad y mi orgullo para admitir que estaba asustado. Los dedos de Asakura se detuvieron por un momento. Luego selló mis labios con un beso y el movimiento de sus dedos creció rápidamente. —Nnnngrrrrraaaa… Podía sentir mi delicada carne aferrarse a los dedos de Asakura. Sus dedos

entraban

y

salían,

mientras

mis

músculos

se

contraían

intermitentemente. Me agarré a los brazos de Asakura en mi sufrimiento, y aunque no tenía fuerzas en mis manos, sus labios finalmente me liberaron. —Ah… Tomé respiraciones profundas, delirando, cuando Asakura pasaba sus dedos por mi entrepierna. Mi piel, tan sensitiva antes del orgasmo, se erizaba con su caricia, incrementando el intenso estímulo. —Se siente bien. ¿No es así? Sin tocar mi miembro, Asakura dibujaba con sus dedos con el blanco fluido que salía de mi cuerpo, sonriendo levemente mostrándomelo. No podía ir lejos. Cerré mis ojos. Mi pecho estaba pesado. La salvaje palpitación de mi corazón sonaba ruidosamente insoportable en mis oídos. - 40 -

Capitulo Dos Uff. Me sentía pesado. Era difícil el respirar. Sentía como si alguien estuviese colgado alrededor de mi cuello. Me estaba muriendo. Estaba siendo exprimido por una gran serpiente, de por lo menos tres metros de largo. Abrí mi boca, luchando por respirar pero un caramelo relleno de crema del tamaño de una pelota de golf fue introducido en mi boca. —¡Nngh! Gemí, con tanto dolor que mis ojos cansados se abrieron. Un sueño. Uno extraño, húmedo sudor corrió por mi espalda. La pesadilla había secado mi garganta e hizo que todo mi cuerpo se sintiera pesado. —¡Ugh! Aún podía sentir algo envolviéndome, como si fuera un eco del sueño. —¡…ah! Mis ojos miraron hacia mi estómago y pude ver un brazo que, precisamente, no era mío. Me aprisionaba, justo como la serpiente de mi sueño. Entré en pánico queriendo huir de allí, pero ese brazo me sostenía muy fuerte, no permitiendo mi libertad, incluso en el despertar del sueño en el que estaba. - 41 -

Mi mente nublada por el sueño se despejó en un instante. —¿A-Asakura? Volteé mi cabeza para ver detrás de mí. Asakura estaba ahí, durmiendo, aferrándose a mí. Su extrema sensualidad sofocó mi grito. Su cara parecía la de un niño respirando pacíficamente en su sueño. Debe de tener un sueño extremadamente pesado al no despertarse por los ruidos que yo estaba haciendo. Tan pronto como vi la cara de Asakura, recordé cómo había llegado a esa situación. Tenía inconvenientes en creérmelo… había sido violado por este hombre. ¿Cómo podía dormir pacíficamente en los brazos de este violador? Logré zafarme del brazo que estaba aprisionándome. Luego me arrastré a través de la gran cama, tratando de alejarme lo más que pudiera de Asakura. No tenía idea de qué hora era. Mis ojos observaron la habitación, buscando un reloj. Divisé un reloj despertador que se encontraba tirado en un rincón de la cama y pude ver que eran pasadas las nueve en punto. La habitación no tenía ventanas, por lo que no podía estar seguro, pero no creía que pudiera haber estado durmiendo por mucho tiempo. Debían ser las nueve de la noche. Encontré tiradas mis ropas y me vestí, manteniendo uno de mis ojos sobre Asakura. Me apuré en bajar las escaleras, esperando salir de allí antes que se despertara. Cuando me movía, sentía un intenso dolor en la parte baja de mi cuerpo. Pero eso no era suficiente para que dejara de caminar, entonces, ignorándolo lo mejor que pude, atravesé la habitación. Tomé mi maletín, que aún se encontraba en el sofá y corrí hacia el pasillo. - 42 -

Estaba la misma mujer de mediana edad que se encontraba en la recepción cuando yo me presenté. ¿Qué podía decirle si ella me pedía pagar por una habitación? Debía de recordarme de cuando Fujikawa me llevó a la parte de atrás del hotel. Ella me dejó pasar solo con un reconocimiento vago de su mirada, sin ningún cambio en su expresión. Me pregunté lo que esa mujer estaría pensando acerca de lo que yo había estado haciendo todo ese tiempo. Estaba avergonzado de pensar en ello. Bajé repentinamente mi cabeza, sin mirarla a los ojos y me apresuré a pasar por la recepción. Cuando salí de allí, un aire húmedo envolvió mi cuerpo. Un arco iris de luces de neón brillaba intensamente sobre la estrecha calle, ahora llena de mucha gente, en rígido contraste con lo vacío que era ese lugar durante el día. Sentí como rápidamente volvía a la realidad, como si finalmente hubiera escapado de mi pesadilla. Normalmente no me gustaba estar entre tanta gente, pero ahora el agolpamiento de las personas era tranquilizador. Lentamente tropezando llegué a unos pocos metros de la entrada de la estación. Preguntándome como algo como eso me había sucedido.

Todo había comenzado el día anterior. - 43 -

A las ocho en punto, cuando el sol aún no había subido completamente, caminaba hacia el trabajo a través la exagerada cantidad de edificios de oficinas. El sol de agosto no tenía piedad, chamuscando el asfalto día tras día. El calor era tan intenso que ni siquiera el anochecer podía disiparlo todo antes de que volviera a amanecer. Era un ciclo vicioso. Esto se sumaba a las emanaciones de las salidas de los sistemas de aires acondicionados que salían de los edificios de oficinas, haciendo que el viento que soplaba a través de ellos se sintiera incluso como un calentador. Estaba rumbo al trabajo, sin embargo mi camisa ya se había pegado a mi piel sudorosa. La única cosa positiva es que en mi oficina siempre vestimos con ropa casual. Por supuesto, debemos vestir con trajes en algunas ocasiones, pero no importaba cuán ligero sea el traje, me hacía sentir enfermo el solo pensar en lo apretada de la corbata alrededor de mi cuello con este constante calor. —Hace tanto calor.— No me animaba en nada el decir esto, ciertamente no ayudaría a bajar la temperatura. Subí al tercer piso del edificio compartido por varias oficinas, subiendo por escaleras de concreto. Toqué la pared que aún no había absorbido el calor y se sentía tan frío que era placentero. Abrí la puerta al llegar al piso donde se encontraban las oficinas de Tomato Design. Nuestro pequeño espacio estaba nuevamente en desorden esa mañana. Todos los escritorios estaban atestados por papeles y carpetas, formando pilas con el trabajo. No podía ver la superficie del escritorio. Aún faltaba media hora para que comience la hora laboral, la cual era a las 9 de la mañana, con lo cual no se encontraba nadie aún con excepción de Amamiya, el co-propietario. Kawahara, el jefe, tal vez estaría en el estudio. Ellos comenzaron esta compañía después de su graduación y ganaron un - 44 -

premio por excelencia en diseño por una silla de oficina, la cual diseñaron juntos (su primer producto). Había escuchado que la compañía comenzó cuando publicaron sus diseños de muebles en Internet y la gente comenzó a contactarlos para realizar proyectos con ellos. En un comienzo, solo eran ellos dos, pero luego llevaron a trabajar con ellos a amigos y compañeros de clase. En un momento tenían más de 10 personas trabajando para la compañía. Algunos se volvieron trabajadores independientes y otros habían sido reclutados por grandes compañías, por lo que se había reducido a lo que era actualmente desde hacía tres años. Cada año, eran atraídos muchos candidatos por la fama de la compañía, y la mayoría de ellos eran eliminados. De hecho, fui el único que había sido contratado en el año de su graduación. Este año no había sido contratado ninguno. La razón por la que el número de candidatos fuera tan bajo era que solo se seleccionaba a una pequeña elite. Su razonamiento era que preferían a una sola persona con talento antes que a diez personas inútiles. La gente talentosa conseguía el trabajo. Actualmente, había 5 empelados, incluyéndome. Uno de ellos maneja las finanzas y operaciones del negocio, con lo cual hay cuatro de nosotros que nos encontramos trabajando en tareas de diseño. Me uní al personal por recomendación de un profesor. Era una lucha conseguir un trabajo en este mercado tan difícil. Nosotros nos habíamos graduado en diferentes años, pero todos provenimos de la misma escuela de arte. Han pasado tres años desde mi graduación, pero Kawahara y Amamiya eran famosos en la escuela incluso cuando yo comencé a estudiar allí. Nuestro estudio se encontraba en el sótano del edificio. Ahí era donde construíamos muestras de los productos que diseñábamos tales como muebles, cuya esencia no podíamos reproducir con un diseño - 45 -

computarizado, para enviar a su fabricación. Evitábamos realizar muebles grandes que requerían herramientas especiales. Ocasionalmente tomábamos pedidos de clientes para realizar sofás y sillas que podíamos construir en el estudio. Tomato Design podía aceptar cualquier clase de proyecto de diseño en cualquier campo. Hacíamos muebles y adornos. Mi especialidad es diseño de interiores, por lo cual soy contratado para diseñar casas y oficinas, también para diseñar la disposición en las exhibiciones de autos o en convenciones de negocios. Esto tenia un total sentido. Cuando me postulé para ingresar a la compañía, me entumecí por la ansiedad. Estaba seguro de que no podría ser contratado. Aún no me creo como una compañía que probablemente buscara resultados inmediatos me contratara, sin embargo tampoco creo que hayan sido mis excelentes notas. Justo después de la fiesta de graduación fui contratado, Kawahara me preguntó que pensaba del profesor que me había recomendado tan arduamente para el puesto, de él o Amamiya, para luego estallar en risas. Me tranquilizaron diciéndome que nunca contrataban a alguien que ellos pensaran que no pudiera con el trabajo, pero aún tengo el sentimiento de haber sido extrañamente seleccionado. —Buenos días Minami. Tengo muy buenas noticias.— Amamiya era siempre el primero en llegar a la oficina por las mañanas. Hace ya un año que trabajo aquí, pero aún no me había acostumbrado a la belleza de su rostro. El sonrió y me llamó a su escritorio. —¿Qué pasa?— Puse mi bolso con la laptop sobre mi escritorio, luego me dirigí hacia el escritorio de Amamiya, cerca de la ventana. En el camino, pasé por una corriente fresca que provenía del aire acondicionado, que soplaba mis flecos y me hizo suspirar en apreciación. - 46 -

—¿Recuerdas esa casa que remodelaste hace dos meses? ¿La de la anciana? —Sí. La señora que estaba deprimida y cuyo hijo quería remodelar la propiedad como una casa antigua.— Ellos querían finalizarlo antes que la estación de lluvias comenzara y decidieron remodelar con un diseño antiguo después de discusiones con los constructores. No pude cambiar la estructura básica de la casa pero dividí la sala en dos, haciendo dos jardines internos, y conecté la cocina con las escaleras. Usé un montón de bambú tal como se veía en las casas de Kyoto en el siglo XVII. —Pienso que has hecho un gran trabajo en ese lugar. La anciana y su hijo estaban felices también. Mostraste realmente una gran dedicación.— Amamiya raramente elogiaba a alguien, con lo cual hacía que sintiera orgullo y vergüenza el escuchar sus cumplidos. —Gracias. Fue un placer trabajar en ese proyecto.— Fue el primer proyecto que había realizado enteramente por mi cuenta. Por supuesto, que había recibido consejos de parte de Kawahara y Amamiya, pero en esos momentos había una gran cantidad de proyectos, con lo cual podría haber sido el caso de que no interfirieron en mi proyecto por falta de tiempo. Aún así, el hecho de que depositaran su confianza en mí para que hiciera el proyecto por mi cuenta, me había hecho feliz. Realmente estaba contribuyendo a la compañía. —Coloqué una foto de la casa en la página principal de la web de la compañía con tu nombre debajo de ella, y ahora alguien preguntó por ti específicamente para un proyecto. —¿De veras? ¿Por mi?— Me incliné hacia adelante por la excitación. Había muchas personas que preguntaban por Kawahara o Amamiya directamente, pero esa era definitivamente la primera vez que alguien - 47 -

preguntaba por mí. Me sentía como si alguien me hubiera enviado una carta de amor. Naturalmente, estaba pasmado. —Es de parte del Señor Shinya Asakura, para hacer el diseño de interiores de un hotel. Es una nueva construcción no es para remodelar. Mi corazón saltó. Disfrutaba realizar remodelaciones, pero construir algo desde sus comienzos era definitivamente más excitante. —Aquí está la impresión del requerimiento. Es una breve descripción del trabajo y la dirección.— Amamiya me entregó una hoja de papel y la tomé seriamente como si estuviera recibiendo un premio. —¡Daré lo mejor de mí!— Estaba realmente sorprendido, mi voz apenas podía emitir un chillido. —Bien, el primer paso es hablar con el cliente acerca del proyecto. Él incluyó la dirección. Depende de ti si quieres o no tomar el trabajo, Minami.— Amamiya me miró con una sonrisa dibujada en su rostro. La calma de su voz me empujó fuera de la tierra, corriendo en mí la excitación que me había invadido. —De acuerdo. Me pondré en contacto con él.— Asentí en forma entusiasta, arrugando el papel con mucha fuerza, luego volví a mi escritorio. —¡Buenos días!— Alguien dijo en forma somnolienta, mientras abría la puerta. Era Kasumi Shino, otra diseñadora, tres años mayor que yo. Ella probablemente había estado fuera bebiendo la noche anterior y por ello es que tenía una voz tan somnolienta. Era una belleza imponente, pero también era la mayor bebedora de la oficina. Incluso Amamiya, quien no tenía compostura cuando concurría a reuniones donde se bebía, no se le igualaba. Para un peso ligero como yo, el que se acabaran botellas enteras

- 48 -

de alcohol mientras comían pescado salado seco, era más bien una pesadilla. —Oye, Kasuga, ¿qué es ese pedazo de papel que estás estrujando entre tus manos? —¡Agh! Shino apuntaba al papel, mientras pasaba junto a mi escritorio. Volví a mi escritorio dispuesto a alisar las arrugas del papel. Me di cuenta que lo había estado haciendo desde el momento en el que lo había tomado entre mis manos. —Nunca adivinarás. ¡Es de un cliente que preguntó directamente por mi nombre! Quería compartir mi alegría. Miré a Shino mientras le entregaba el papel arrugado. —Cielos, es tu primera vez ¿no es así? Debes estar muy feliz. Pero deja de verme con tanto entusiasmo. Siento como si estuviera hablando con un anfitrión. Ella miró fijamente el papel arrugado y luego echó un vistazo hacia mí. —¿Qué quieres decir con un anfitrión?— le pregunté, sorprendido. No sabía si me estaba insultando o no, pero no sentí como si ella me diera un cumplido. Puse mala cara. —Lo lamento. No sabía que odiabas la forma en la que luces, como la reina que se encuentra allá. Shino se disculpó seriamente sin mostrar malicia alguna. Amamiya alias “la reina” que había sido mencionada, le lanzó una mirada de desagrado.

- 49 -

Él era tan asombrosamente hermoso y realmente podía ser tan despiadado con nuestro jefe Kawahara, que había comenzado a pensar secretamente en el término de “la reina” también. Pero Shino era la única que lo llamaba de esa manera, en voz alta. Tal vez significaba que Shino era la persona con más poder en la oficina. —Oh, ¡son las nueve! ¡Es hora de ponerse a trabajar! Shino vio al reloj que se encontraba en la pared y se sentó delante de su escritorio, no prestando atención a las miradas fulminantes que Amamiya y yo le estábamos lanzando.

Veía al reloj en la pared constantemente y finalmente fueron las tres en punto. Ayer, llamé al número telefónico que Asakura envió por mail, y decidimos tener una entrevista personalmente para discutir acerca del proyecto. Estaba feliz que el trabajo se moviera adelante tan rápidamente. Me detuve nerviosamente, calcé mi bolso sobre mis hombros e inhalé profundamente. —No te estreses solo, Minami.— Amamiya dijo con una sonrisa. Él debía poder ver lo extremadamente nervioso que yo estaba. - 50 -

—Trataré. ¡Lo conseguiré! —¿Tu reunión es a las cuatro? Puede ser que tarde un rato, así que al finalizar puedes ir a tu casa. Si necesitas cenar con el cliente, puedes rendirlo a nosotros. Si guardas los comprobantes te pagaremos los gastos ocasionados por la reunión. Probablemente estés al tanto de esto, pero si él comienza a preguntarte acerca de un contrato, dile que la secretaria se pondrá en contacto con él mañana. —De acuerdo, ¡deséame suerte! Había ido a innumerables reuniones constantemente con Kawahara o Amamiya, pero esta era la primera vez que iba solo. Tenía miedo que ellos pensaran que no fuera lo suficientemente confiable para hacerlo por mi cuenta, pero Amamiya me había tranquilizado. —El cliente podría maltratarte debido a que eres tan joven. Si lo hace, no tomes el trabajo. Declina la oferta si te apena de alguna manera.— Amamiya dijo esto sonriendo. —Que tengas un buen día. Shino, Amamiya e incluso la secretaria Takagi me desearon suerte cuando dejé la oficina. En la parte superior de las escaleras, me encontré con Kawahara, quien estaba bajando por ellas. Su mameluco gris estaba cubierto de fino aserrín; él debía de haber estado tallando madera en el estudio. —Minami. ¿Ya te vas? Debo decirte que ese antiguo traje claro no tiene buen aspecto. Suspiré ante su inesperada broma. Iba a una reunión con mi cliente por primera vez en el día de hoy, por lo que me había puesto un traje que raramente utilizaba para trabajar. No solía usar esta ropa, con lo cual probablemente no me veía muy impresionante, pero Kawahara siempre

- 51 -

realizaba este tipo de bromas. Era un bromista. El que me molestara solo lo haría más feliz, así que lo mejor que podía hacer ignorarlo. —Mira quien está hablando. —Supongo…, cada vez que visto un traje, luzco como un guardaespaldas. Kawahara nunca llevaba traje, pero por razones diferentes a las mías. El tenía una estructura inusualmente grande para una persona japonesa, con lo cual, la ropa ya confeccionada (lista para usar) era siempre apretada para él, pero no llegaba a usar trajes tan a menudo como para molestarse en adaptarlos, con lo cual en las raras ocasiones en que debía llevar uno se veían cómicamente pequeños en él. —¿Tienes el tiempo suficiente para llegar ahí? —¡ Oh, dios mío! ¡Ya debo de irme! Me tomaba solo 20 minutos llegar al hotel desde aquí en subterráneo. No había necesidad de apurarse mucho, pero no podía sentirme cómodo si llegaba muy cerca de la hora de reunión. —¡No aceptes dulces de extraños!— Kawahara me decía estas palabras siguiéndome por las escaleras. ¿Soy un estudiante de jardín de infantes acaso? Habría sido infantil el darme la vuelta y gritarle, así que lo único que hice fue hablarme a mí mismo. Tal vez, esta conversación era justo la forma en la que Kawahara quería distraerme de mi ansiedad. ¿Había venido hasta aquí solo para verme? Solo podía pensar esta posibilidad mientras sacaba el boleto para el subterráneo. Si tan solo fuera un poco más honesto en sus esfuerzos por animarme, podría agradecérselo.

- 52 -

Mi corazón estaba latiendo fuertemente en las horas posteriores a mi ida al hotel. Quise pellizcarme en señal de llamado para despertarme. Quería haber podido detenerme y no haber ido nunca al hotel. Por supuesto, nunca intentaré contactarme con Asakura nuevamente, pero debido a lo expectante y ansioso que yo estaba acerca de la comisión del proyecto, necesitaba una razón para darle a Amamiya y Kawahara para rehusar el proyecto de Asakura. ¿Podría ser una simple excusa el que nosotros no pudiéramos llegar a un acuerdo con el tonto del proyecto? Ellos podían ser extrañamente perspicaces a veces. No estaba seguro que este trabajo funcione, pero… ¿qué podría decir? Todo lo que quería en este instante era poder dormir en mi propia cama. Por un momento, estaba feliz de las caricias y besos de Asakura. Había gritado por el éxtasis que le estaba brindando a mi cuerpo. Pero a la vez quería alejar esos recuerdos para siempre de mi memoria. Suspiré profundamente. Los pocos minutos que tardé en caminar hasta la estación me parecieron una eternidad.

- 53 -

Capitulo Tres Me dirigí nuevamente a mi apartamento después de que Asakura hizo lo que quiso conmigo. El asombro y arrepentimiento de lo sucedido hacían imposible que pudiera dormir esa noche. Esa noche continuaban por todas partes de mi cuerpo los ecos de los recuerdos de las actividades realizadas, incluso a la mañana siguiente. Cuando fuera al trabajo sabía que todos me preguntarían cómo me había ido en la reunión. No había forma alguna de que pudiera decirles que había sido empujado y violado, para luego emitir una risa apagada. Para ser honesto, quisiera llamar y decir que estoy enfermo. Traté de no salir de casa por la mayor cantidad de tiempo posible, sin embargo logré alistarme y salir. Conseguí llegar al edificio justo a la hora de entrada y me paré antes de pasar por la puerta. —¿Huh? Detuve mi mano a unos pocos centimetros de la perilla de la puerta. Dentro de la oficina, escuché a Kawahara y a otro hombre cuyas voz reconocía, pero la otra voz no era Amamiya. —¿Entonces ese edificio es uno de los que ha heredado de su abuelo? —Sí. Por supuesto, tuve mucho que ver con el diseño del interior. No iba a comprometerlo y bajarle el valor al lugar. —Entiendo cómo se siente Señor Asakura. - 54 -

¡¿Asakura?! Las palabras de Kawahara trajeron la voz que había escuchado a una nueva claridad, y esta vez me sacudí cuando la volví a oír ¿Qué era lo que Asakura hacía ahí? Me paralicé por las voces que venían de dentro de la oficina. Cuando alguien me dio un golpecito por detrás, di un salto. —¿Por qué estás parado frente a la puerta, Kasuga? —¡Agh!. Uh… buenos días, Shino. Los ojos de Shino se abrieron con una expresión de exagerada sorpresa. —Um, por nada, solo estaba perdido en mis pensamientos Creo haber estado bastante tenso, pero forcé una sonrisa y abrí la puerta de la oficina. — Ah, ¡ahí estás, Minami! Kawahara apareció desde una esquina de la patética pequeña habitación de reuniones. Me hizo señas con la mano impacientemente y caminé hacia la pared divisoria del área. No existía equivocación acerca de que Asakura se encontraba sentado enfrente de Kawahara. Hoy se encontraba vestido con un agradable traje. En el momento en que nuestros ojos se encontraron, los recuerdos de todo lo que había pasado el día anterior afloraron en mi mente y mi corazón comenzó a latir de temor. —Bueno días, Señor Kasuga.— Él me sonrió sin la menor muestra de significados ocultos, como si nada hubiera pasado el día anterior —Buenos días. Gracias por encontrarse conmigo ayer. No pude ignorar a Asakura que se encontraba frente a Kawahara y el resto del personal de la oficina, así que vacilando le devolví el saludo. Kawahara me señaló un lugar a su lado para que me sentase.— Aparentemente olvidaste ayer tu cámara fotográfica en el hotel del señor - 55 -

Asakura. Él ha sido muy amable al regresarla, de todas formas necesitaba venir para contactarnos por las negociaciones del contrato. ¿Mi cámara? Kawahara señaló la mesa de café a nuestro lado sobre la que se encontraba mi cámara fotográfica. Recordaba haber estado tomando fotos de la habitación, y que se había resbalado de mis manos cuando Asakura me arrojó sobre la cama. Estaba desesperado por salir de allí y olvidarme completamente de todo lo que pasó. Cuando escuché las palabras “negociación del contrato”, un presentimiento terrible llenó mi corazón. —Si. El Señor Asakura me llamó ayer y me dijo que después de la reunión contigo, sabía que te quería para el proyecto. Le pedí que viniera a la oficina a discutir la contratación. Quise ponerme en contacto contigo, pero no pude conseguirlo. Tu teléfono debió haber estado desconectado. —¡Oh! Él estaba en lo correcto. Cuando regresé a mi apartamento anoche, no quise que nadie me molestara, entonces apagué mi teléfono. Nunca había obtenido una línea fija, con lo cual al apagar mi celular se había tornado imposible el poder contactarse conmigo. —Afortunadamente ya hemos discutido todos los detalles del contrato. Ahora debes escuchar todo lo que el Señor Asakura te diga y realizar el diseño que lo satisfaga. —¿Qué? Kawahara extendió una pila de papeles dibujando una gran mueca en su rostro. Claramente pude observar la firma de Asakura y al lado de ésta la de Kawahara, quien representaba a la compañía. Era oficial. - 56 -

No puse ninguna objeción a Kawahara, quien no sabía acerca de cuán aprensivo estaba acerca de esto, pero … ¡¿qué me había hecho este bastardo?! Si rompía el contrato después de que se hubiera firmado, nosotros deberíamos de pagar una multa. Y ya que el proyecto de Asakura era de una gran escala, la tarifa de la multa que deberíamos de pagar por romper el contrato seria seguramente muy alta. Sería demasiado para mí tomar la responsabilidad de pagarla por mi cuenta, y puesto que han demostrado depositar la confianza de la compañía en mí, no podía romper el contrato excepto bajo circunstancias extraordinarias. Podría decir que ser violado por el cliente ameritaba una circunstancia extraordinaria. ¿Cómo reaccionarían Kawahara y Asakura si les revelaba esto justo ahora? Estaba amargado, pero nunca podría decir algo tan vergonzoso. —Estoy emocionado de trabajar con usted, Señor Kasuga. Asakura sonrió con una excesiva cordialidad extendió su mano para estrecharla contra la mía en un saludo, yo rezaba para que Kawahara no pudiera darse cuenta de lo perturbado que me encontraba. —Yo también, señor. Apreté la mano de Asakura entre la mía lo más fuerte que pude, tratando que Kawahara no lo notara. El rostro de Asakura mostraba una expresión de dolor, pero su sonrisa no desapareció. Era magnifico en ese sentido. —Estoy seguro que ustedes dos tienen muchas cosas que discutir, por lo que los dejaré solos. Dejaré en las manos de Kasuga el resto de sus preguntas, Señor Asakura. —De acuerdo. Gracias por toda la ayuda que me ha brindado

- 57 -

- 58 -

Cuando Kawahara tomó el contrato, Asakura se levantó e inclinó su cabeza cortésmente. Si no supiera que era un violador, Asakura parecería un joven impecable y agradable. Kawahara desapareció por el otro lado del sector de la sala donde estábamos y Asakura se acomodo en su asiento. Comenzó a verme desvergonzadamente. —¿Usted piensa que olvidé lo que pasó ayer? ¿Qué es lo que intenta hacer aquí? Parecía idiota el hablarle cortésmente a mi violador, así que era conciso y cortante, pero le hice mis preguntas con una voz baja de modo que los otros no pudieran oírnos, puesto que solo una división baja nos separaba de ellos. —No pude olvidarlo tampoco. ¿Cómo podría olvidar cuán mojado te ponías cuando te tocaba, Minami? —¡Cállese! Asakura habló con esas asquerosas palabras sin mostrar ningún cambio en su expresión. Sabía que mi reacción era exactamente la que él quería que tuviera, pero aún así mi rostro se encendió. —Maldito sea usted. Cubrí mi boca con una temblorosa mano, tratando de ocultar mi rostro sonrojado lo mejor que pude. —Me gustas, Minami. Primero fueron tus diseños y ahora es la forma en que nuestros cuerpos se comunican. Quiero las dos cosas. No podía creer lo que este hombre decía. Nunca había conocido a alguien tan arrogante como él anteriormente. No sabía qué decir y simplemente miré a Asakura con incredulidad.

- 59 -

—No puedo contar la cantidad de personas con las que he dormido, pero esta es la primera vez que alguien realmente me ha cautivado. ¿Crees que esto es a lo que llaman amor? — ¿Usted… qué? ¡¿Disculpe?! Asakura parecía presionarme por una contestación. Se movió hasta quedar sentado al lado mío. Estaba a punto de gritar —No se acerque a mí, ¡bastardo!— y lanzarle un puñetazo, pero todos en la oficina podrían oír eso. No podía pensar en una justificación para golpear a Asakura sin tener que decir la verdad, entonces solo podía oponerme a él de la manera más pequeña. —¡Aléjese de mí! Le dije en forma reservada, y una sonrisa se torció en la boca de Asakura. Era una cosa terrible de ver. —Puedo haber mencionado esto ayer, pero el exterior y la estructura de acero del hotel para el cual debe hacer los diseños se ha acabado en gran parte. Una vez que los diseños del interior de los cuartos sean decididos, podremos acabar la construcción rápidamente. Estaba hablando de negocios en un tono normal de voz, pero al mismo tiempo, su mano frotaba ligeramente mi cuerpo. Yo estaba vestido en forma casual ese día y pude sentir el calor del cuerpo de Asakura a través de mi playera. —Y-ya veo, Entonces le entregaré algunas muestras de diseño lo más pronto que pueda. Cuando contesté, le pellizqué y di una palmada a su mano para alejarla ya que andaba a tientas, me alejé de él y me dirigí hacia la orilla del sofá. El hombre era atrevido, aprovechándose del hecho de que no podría oponerme abiertamente a él.

- 60 -

—¿Qué es lo que quiero de usted, Señor Kasuga? es algo completamente diferente de los tres hoteles que tengo actualmente. He planeado este hotel para que sea el último y estaba pensando en hacerlo enteramente a mi gusto. —Ya veo. Excitado por sus propias palabras, la mano de Asakura intentó deslizarse por debajo de mi playera. Estaba llegando al límite de mi paciencia y comencé a levantarme del sofá. —Entonces, quisiera llevarlo a un recorrido por todos los hoteles.— Asakura agarró las presillas de mis vaqueros mientras me sostenía y me haló hacia abajo. Los otros en la oficina solo podían escuchar nuestras voces, como si siguieran un libreto escrito, con lo cual no tenían ni idea de las cosas que me estaban importunando. Ellos nunca podrían imaginar qué era lo que estaba pasando en realidad. Estaba dando respuestas precipitadas, pero realmente solo podía entender la mitad de lo que Asakura estaba diciendo. Incluso si escuchara la totalidad de las palabras que decía, mi cerebro no podría procesarlo. —Deje de molestar, por favor. Tomé la camisa de Asakura y jalé su cara cerca, sumergiéndome dentro de sus ojos. Ni se le ocurra pensar que puede hacer lo que le dé la gana y que no opondré resistencia. Estaba considerando golpearlo cuando sonrió. —Eres agresivo, ¿no es así? Asakura reaccionó tomándome por detrás de la cabeza y tirándome hasta estar cerca de él. - 61 -

¡Agh!. ¿Qué está haciendo? Pensé, entrando en pánico, gritando en mi mente pero imposibilitado a hablar. Sus labios ya estaban sobre los míos antes de que pudiera alejarme. Había sido increíblemente rápido. Lamenté el haber sido tan descuidado al acercar tanto nuestros rostros, pero era un poco tarde para eso ahora. Apreté fuertemente mis dientes para bloquear su avance, de tal manera que no fuera más lejos. —¡Qu… nngh! Tristemente, esa última defensa no duró ni diez segundos. Su larga mano se deslizaba por encima de mis jeans a través de mi muslo, sus dedos se arrastraban sobre mi entrepierna. Abrí mi boca con un sonido de sorpresa y Asakura movió en forma natural su lengua a través de mis dientes. Solo una fina división nos separaba del resto de las personas que se encontraban en la oficina. Pensé que ninguna persona podría vernos, solo si asomaran la cabeza hacia adentro, la actuación llegaría a su fin. Me defendí de su invasiva lengua desesperadamente, golpeando mis puños en los hombros de Asakura repetidas veces. También pisé fuertemente sus zapatos de cuero, pero seguía con una mirada inexpresiva. —Ow….. El pisar fuertemente los dedos de su pie con mi talón fue bastante doloroso. Finalmente me liberó, murmurando. Yo respiraba pesadamente, escandalizado de las acciones de Asakura, mientras me limpiaba la boca con el dorso de mi mano. No podía creerlo. ¿Quién actuaría de esta manera? Sentí como que esta última acción iba más allá de la cuestión de si era sólo vergonzosa o egoísta. —Eso dolió.

- 62 -

—Bien. Si no estuviéramos en la oficina en estos momentos, lo hubiera golpeado. Asakura y yo susurrábamos las acusaciones, pero era difícil hacer amenazas en voz baja. —¿Entonces, vamos a algún otro lado? Asakura me acarició en el hombro, su voz tenía un tomo alegre nuevamente. Me preguntaba si él quería que todos lo oyeran. Su voz era bastante ruidosa. —¿Qué? ¿Dónde? No pude seguir el giro de la conversación. Asakura se levantó del sofá y me miró mientras que yo expresaba mi confusión. Una vaga sonrisa flotaba en su hermoso rostro. —Sería un poco apresurado si intentamos hacer todo en un solo día. Te daré un recorrido por el primer hotel. Oh, creo que usted necesita obtener permiso primero, ¿no es así?—Asakura dijo esto como si fuera para él mismo. Caminó fuera de la división de la habitación donde nos encontrábamos. —¿Señor Kawahara? Estaba pensando en mostrarle al Señor Kasuga mis otros hoteles, ¿estaría de acuerdo con esto? —Por supuesto, no hay problema alguno. Estoy seguro que aprenderá mucho de esto. Kawahara contestó entusiasmado, ignorando el secreto de Asakura. Yo me encontraba tenso. Me sentía como una pobre chica cuyos familiares la han vendido como una prostituta. No tenía derecho a protestar. Fijé mi mirada en Asakura en silencio, pero Asakura solamente me miró para mover su cabeza para decir que podíamos irnos. No podía seguir actuando tan renuente, de seguir así los otros comenzarían a sospechar. Me levanté - 63 -

de forma inactiva y dirigí mi cabeza para fuera por detrás de la división de la oficina. —Regresaré. —Haznos sentir orgullosos. Kawahara y Amamiya me sonreían con tan evidente orgullo que quería saltar sobre ellos, gritándoles que no me dejaran partir, pero por supuesto, realmente no podía hacer eso. Coloqué mi cámara fotográfica dentro de mi maleta, luego coloqué ésta sobre mi hombro. Con una última palabra de adiós, seguí a Asakura fuera de la oficina. Si Kawahara y los otros no estuvieran ahí, habría podido rechazar la invitación. Miré fijamente la espalda de Asakura, asegurando que la próxima vez que me molestara, le rompería los brazos.

- 64 -

Capitulo Cuatro Asakura me llevó en su BMW blanco a uno de los suburbios que se encontraba a 40 minutos de distancia. Con sus vidrios polarizados no parecía ser un auto que un hombre honesto conduciría, pero no estaba tan mal. Nos detuvimos fuera de las blancas paredes cretáceas de su hotel. Si bien el hotel de ayer había sido construido similar a un hotel utilizado para albergar hombres de negocios, este hotel era más parecido a cabañas o casa de huéspedes. Debido a que estaba fuera de la ciudad, el hotel era tres veces más grande del que había visitado el día anterior. Quizás asumiendo que las personas irían en sus autos es que también había un gran estacionamiento. Ingresamos al estacionamiento y un hombre joven se acercó al auto para indicarnos un espacio libre donde estacionar. Asakura bajó la ventana del automóvil y el hombre saludó cortésmente: —Hola, señor. Hay espacio en la parte trasera, puede llegar fácilmente si conduce alrededor. Era típico de los chicos en esos días llevar un color de pelo rojo brillante, haciendo que su cortesía se torne bastante chocante como resultado de esto.

- 65 -

—De acuerdo. ¿En la parte de atrás? Asakura murmuró, estacionando su auto entre dos líneas blancas que se encontraban delimitando el espacio. Él nunca llamó la atención por el hecho de ser el dueño del hotel. No esperaba que alguna otra persona viniera a un lugar como este en el medio de la tarde, pero había varios autos más en el estacionamiento. Había algo extraño acerca de esto. Después de la forma en que Asakura actuara con Fujikawa ayer, esperaba que tratara a sus subordinados con más autoridad y arrogancia, pero el trato había sido… normal. —La entrada se encuentra por aquí. Asakura cerró el coche después de que yo saliera y comenzara a caminar hacia el hotel. Nunca se volteó para mirarme ni una vez. Debió de estar seguro que no trataría de huir. Por un segundo, pensé en salir huyendo. Pero pensé en el hecho de que habíamos estado uno al lado del otro en el auto durante el largo trayecto y él nunca trató de aprovecharse en lo más mínimo. Decidí seguirlo. De todas maneras, yo quería ver el hotel. Sabía que esto era peligroso, pero no podía contener mi curiosidad. De todas formas, parecía que este proyecto era real, con lo cual rápidamente necesitaba ver los otros hoteles de Asakura. —¿En realidad las personas llegan aquí en sus propios autos? No sabía nada acerca de estos lugares, solo lo que había escuchado de unos amigos míos de la universidad. Podía imaginar que había muchos huéspedes que preferían no ser vistos por otros. Asakura se giro a verme, caminando lentamente. —Sería fácil automatizar el ingreso, ahorrándome los sueldos, pero es importante mantener el contacto humano, ¿no piensas lo mismo? Es muy - 66 -

importante no ser reservado en cuanto al sexo. Mi filosofía es: no es vergonzoso, así que ten confianza. Si a las personas no les agrada esto, hay una gran cantidad de hoteles que pueden usar. Había algo que llamaba la atención de lo que Asakura acabada de decir. No había duda del porqué él tenía relaciones sin diferenciar entre hombres y mujeres. En la superficie era un hombre atractivo, pero por dentro era una bestia. Las puertas automáticas estaban pintadas con el logo dorado del Hotel Media Luna, las cuales se abrían para dejarnos pasar al interior del edificio. La recepción era similar a la que había visto en el hotel de ayer, incluso el hecho de que detrás del mostrador de recepción estaba una mujer de mediana edad similar a la de mi madre. Esto debe ser parte del “toque humano” de Asakura. Y si a los huéspedes no les agradara, ellos podrían ir a otro lado. Él era tan extremo. Al lado del mostrador de recepción, vi algo parecido a una central telefónica, con todos los números de las habitaciones en él. El hotel que vi ayer no tenía nada parecido a esto. Tenía pequeñas luces, las cuales parecían indicar si la habitación estaba disponible o no. —Hola,— Asakura dijo a la mujer que estaba en la recepción. —Oh, ¡Señor Asakura!— Abrió los ojos en señal de sorpresa. —Este es el señor Kasuga, un diseñador de interiores. Voy a darle una visita por las habitaciones. Podría darme la llave… mmm, no lo sé… ¿de la habitación 303? —Por supuesto, señor. La mujer se dio vuelta hacia un perchero colocado sobre la pared en donde se encontraban las llaves de las habitaciones. Ella tomó una y la luz de la habitación 303 se apagó sobre la central telefónica. Ahora entendía que existía un cableado conectando ambos. - 67 -

—¿Está interesado en ver alguna otra habitación, Señor Kasuga? Miraba la central telefónica, pensando, y Asakura se acercó colocándose a mi lado mirando también el panel. —No, está bien. —Entonces, vamos. Tal vez debido a que la mujer que estaba tras la recepción nos estaba observando, Asakura no hizo nada espeluznante. ¿Se comportaría en forma profesional a partir de ahora? Le di vueltas al problema una y otra vez en mi cabeza, mirando fijamente la espalda de Asakura. —Tuve espacio para experimentar, a pesar de que el edificio consta de tres plantas, hay sólo cinco habitaciones por piso. Se puede llegar a los pisos superiores con el ascensor o las escaleras.— Asakura explicaba profesionalmente conduciéndome hacia las escaleras, subiendo un escalón a la vez. Había una gran ventana decorativa en cada descanso de la escalera, inundando la escalera con un montón de luz natural. —La habitación 303 está por aquí. La iluminación y empapelado son un poco diferentes, pero las bases son las mismas en todas las habitaciones. —De acuerdo. Temblaba, sin embargo estaba preparado. Casi sentía que me había imaginado cosas de Asakura. Él me había traído aquí para una reunión seria de negocios. Debía calmarme y ser profesional. Era un hombre inescrutable y un inescrupuloso violador, pero también es un cliente que le dará ganancias a mi compañía. Kawahara era tan tolerante que él siempre rechazaba los proyectos de gran volumen de las grandes empresas y en su lugar tomaba los pequeños - 68 -

pedidos personalizados para la realización de muebles como una especie de pasatiempo. Amamiya nunca permitiría mostrar esto, pero he sospechado que, en los viejos tiempos de recesión, la empresa no ha tenido un tiempo fácil para mantenerse a flote. Sabía que no podía ser un niñato comportándome como el nuevo recluta para siempre. Trabajé para Tomato Design y tuve que hacerme útil. Con este voto en mente, caminé a través de la puerta que Asakura había abierto para mí. Un mundo acuático apareció ante mis ojos cuando ingresé a la habitación. El empapelado era blanco con rayas azules claras, y las cortinas eran de un azul semejante al del cielo. Sobre una gran cama había sábanas con motivos marinos y dos almohadones rectangulares azul marino. Miré el techo, había pintado en él una familia de ballenas, nadando a través del océano. Lo único que no seguía el tema era una mesa de madera pequeña, de color miel y dos sillas que hacían juego con ésta. —Um. ¿Qué es eso? Miraba despacio alrededor de la habitación cuando mi mirada se detuvo repentinamente sobre algo que no había esperado encontrar en una habitación. Había un gran charco, pero… ¿podría ser realmente un charco? —Oh, es una piscina. Este hotel sigue una temática acuática. También hay un baño de las mismas dimensiones en cada habitación. Asakura llamó a esto una piscina sin ninguna duda, sin darle importancia a mi profunda sorpresa. La parte de la habitación con la cama y la mesa era de 45 metros cuadrados. El área de la piscina era aproximadamente del mismo tamaño. Es extraño… o tal vez yo no sabía nada y esta clase de hotel era siempre parecido a esto. - 69 -

—He creado al Hotel Luna que has visto en el día de ayer, para que sirva de alojamiento a las personas de negocios. Está cerca de la estación, pero pensé en él para satisfacer gustos sencillos, casuales, en lugar de ser un lugar de lujos. Estaba tan sorprendido, que ni siquiera pude hacer un sonido por la sorpresa, pero Asakura no me prestaba ninguna atención, continuando su explicación sin dejar un momento en silencio. —Aquí he usado el tema acuático. Creo que la gente se siente más cómoda cerca del agua. Mi otro hotel toma el verde como su tema. Las habitaciones están llenas de plantas en macetas, por lo que se convierten en casi análogas a una selva. Asakura rió entre dientes. Permanecía a su lado en silencio. ¿Qué tipo de habitaciones debería diseñar para él? Ahora me encontraba mucho más nervioso. En este momento, mi mirada se encontró con la de Asakura. Mi ansiedad, completamente inexplicable, debía visualizarse en mi cara. —Lo que quiero que hagas,— comenzó en una voz tranquila, —es un hotel novedoso. Ya he elegido el nombre: Luna Creciente. Quiero que se diseñe las habitaciones con el tema de "armonía", donde las personas puedan sentirse en paz. Aún no podemos ingresar al interior del edificio, pero puedo darte los planos pronto. Puede hacer los diseños tomándolos como referencia. Ahora he entendido por qué preguntó por mí después de ver la foto de mi último trabajo, pero... ¿Qué es lo que él quiso decir por "armonía"? ¿Qué tipo de armonía buscaba? Debemos hablar sobre esto y llevar la idea a algo concreto.

- 70 -

—Pero, por favor, eche un vistazo alrededor de la sala. Usted puede tomar un chapuzón en la piscina, si lo desea. —De acuerdo. Mi curiosidad me presionó hacia delante y me dirigí hacia la escalera corta que bajaba hasta la piscina. Había almohadones de espuma alrededor de la piscina, acomodados juntos como un rompecabezas. Esto hacía que fuera fácil sentarse afuera y también ayudaba con el drenaje. Mi bolso se caía hacia delante mientras veia fijamente en el agua, así que lo apoyé en el piso y me acerqué a la piscina. Era pequeña, sólo unos tres metros de largo. Llegué a tocar el agua y descubrí que era ligeramente cálida. Era lo suficientemente pequeña como para cambiar el agua a menudo, por lo que no había ningún tipo de contenedor de desinfectante con cloro. ¿De qué estaba hecha la piscina? ¿Y cuán profunda era? Me sostuve sobre el borde de la piscina y veía detenidamente el agua. —¡Agh! El borde estaba húmedo; mis manos resbalaron y caí. Con esto hice que se produjera una salpicadura. —¿Minami?— Asakura gritó mi nombre, su actitud profesional había desaparecido. Rompí la superficie del agua con mi cuerpo y tosí. Había sido tan repentino. Tragué un poco de agua. Descubrí cuán profunda era la piscina con mi cuerpo. El agua llegaba a mi estómago, así que estimaba que su profundidad era alrededor de tres pies de profundidad. Me sentí como un idiota. —¿Estas bien?― - 71 -

Asakura corrió a la piscina. Me tendió una mano y sentí que estaba aceptando la ayuda de un enemigo —Estoy bien… lo siento. La ciudad en donde crecí estaba cerca del océano y cuando era niño siempre nos tirábamos con los otros niños mutuamente en el agua. Comparado con eso, se trataba de nada, pero ha pasado tanto tiempo desde la última vez que caí en el agua que estaba en shock. —Conseguiré que sequen su ropa. Permítame que las tome. —¡Está bien! No hace tanto frío fuera del agua. Yo sólo puedo escurrirlas y dejar que se sequen mientras las llevo puestas. Sacudí mi cabeza frenéticamente con el pedido de Asakura para que me quitara la ropa. Normalmente, no me cuidaría acerca de estar desnudo delante de otro hombre. No es que fuera remilgado pero Asakura era el unico hombre sin principios que había conocido en mi vida. No tenía ninguna idea en qué momento cambiaría y se encendería su lujuria. Tenía que tener cuidado. —Tal vez su camisa pueda secarse de esa manera, pero tus jeans nunca van a secarse así. Usted sabe que puede pescar un resfriado incluso en el verano. No deseará que la gente se burle de usted por pescar un resfriado en pleno verano, ¿no es así? Tenemos equipos de lavandería en el hotel, por lo que podemos secar su ropa. No sea tímido. Asakura se acercó a mí mientras decía esto, pero yo lo alejé inmediatamente. —¡Estoy bien!— Grité. —Gracias. Pero puedo desvestirme solo. Me quité la húmeda playera con dificultad, a continuación la arrojé al piso. Me quité los zapatos y solo me quedé con mis jeans puestos, los cuales estaban pesados por la gran cantidad de agua que tenían. Ya me - 72 -

encontraba preocupado de qué hacer con la última capa de ropa cuando un bata fue arrojada sobre mi cara. —Podría dejar que se seque su ropa interior mientras la lleva puesta pero de todos modos sería bastante incómodo que la deje secar puesta. —Está bien. No había olvidado ser cauteloso con Asakura, pero la desagradable adherencia de la ropa sobre mi piel finalmente me ganó. Cerré la parte del frente del albornoz y até la correa firmemente antes de terminar de sacarme la ropa interior. —Deme las ropas. Las llevaré abajo. Tomé mi ropa y la coloqué dentro de una bolsa. Asakura subió hacia arriba por las cortas escaleras que llevaban fuera del área de la piscina. Oí su voz, por varios momentos amortiguada a la distancia, como si él hablara en el teléfono. ¿En qué estaba pensado al permitir que Asakura llevara toda mi ropa lejos de mí? Miré hacia la apacible superficie de la piscina y me sentí apesadumbrado. Si tuviera que definirme en esta situación de alguna manera, debería de ser con una sola palabra: — idiota .— Si dijera a Kawahara lo que había sucedido, sabía que él me llamaría exactamente de esa manera. —¿Minami? Al parecer es la hora del cambio de turnos de los empleados, así que todas las criadas se han ido a sus casas. Tardará una hora para que el siguiente turno comience sus labores. Lo siento. ¿Usted tiene tiempo para esperar?— Asakura me veia desde la parte de arriba del cuarto.

- 73 -

Habría sido mejor que secara las ropas al sol. Eso pudo incluso haber sido más rápido. Iba a sugerirlo, pero la sola imagen en mi mente de mi ropa, incluyendo mi ropa interior, colgando afuera de la ventana del hotel me hizo callar. —Supongo que estará bien Asakura asintio y desapareció otra vez. Él tomó la bolsa con mi ropa y la dejó en el pasillo, y escuché la puerta cerrar. Sentía como si me hubiera lanzado a mi mismo hacia una trampa. Miré abajo hacia el agua que suavemente formaba ondas en la piscina y dejé escapar un profundo suspiro. —Usted también debe secarse el cabello.―Oí a Asakura decir esto mucho más cerca de lo que esperaba. Giré en derredor con sorpresa. Mi visión fue obscurecida por una suave toalla blanca que repentinamente cubrió mi cabeza. —¡Oiga! Puedo hacerlo por mí mismo. Asakura secó mi cabello enérgicamente, como si yo fuera un niño. Tomé la toalla pero accidentalmente toqué la mano de Asakura, lo que hizo que me frustrara aún más. Intenté mover de un tirón mi mano rápidamente, pero esta vez Asakura sostuvo mi mano. —Uh… realmente, yo me encargaré del resto… por favor. La toalla aún cubría mis ojos, así que no podía ver su cara, con lo que me apresuré a asumir su asentimiento. No sabía por qué actuaba tan torpemente. Comencé en el piso, agonizando. Me sentí como una presa siendo observado por un depredador. Si él estuviera satisfecho, seguramente no me atacaría, pero mis nervios estaban en su punto límite, acechando por la espera de los siguientes movimientos de mi enemigo. - 74 -

—Si mantiene la guardia por mucho más tiempo, no seré capaz de hacer algo. —¿Qué? Escuché la risa de Asakura como una lluvia que caía sobre mi cabeza. Estaba teniendo dificultades para comprender lo que quería decir. Lo miré y mi cara fue capturada entre sus manos. —¿Entiende las implicancias de estar solo en una habitación de hotel con un hombre que tiene segundas intenciones? —¿Qué? ¡Pero si hemos venido a hablar de negocios! ¿De qué está hablando usted en forma tan repentina? Asakura se acercaba hacia mí, con una cara lujuriosa, y me retiré asombrado, pero él solo sostuvo mi cabeza firmemente con lo cual no pude poner ninguna distancia entre nosotros. Doblé mi cuerpo lejos, pero lo único que logré es terminar con Asakura frente a mí, cara a cara. —¡Usted debe tener bastantes compañeros para tener necesidad de forzar a alguien que no le quiere! Si usted se aleja en este preciso segundo, olvidaré todo sobre esto Me preguntaba qué es lo que él haría si le mordía en la nariz. Asakura movió su hermosa cara más cercana y consideré realmente hacerlo. —¡Agh! Apenas estaba a punto de morderlo mis planes cambiaron sin intención de mi parte. Asakura había incrementado repentinamente su poderoso agarre en mi cabeza. Tuve que tirar aún más duro contra él con lo que me sentí a mi mismo volar a través de su aliento, comencé a caer hacia atrás, completamente indefenso. Cierto temor cruzó a través de mi mente y lancé mis brazos alrededor del cuello de Asakura. Evité caer y respiré aliviado, pero cuando - 75 -

sentí sus brazos dando vueltas alrededor de mi cintura, me di cuenta del verdadero peligro en el que estaba. —Estás entusiasmado, ¿no es así?—Asakura susurró con una risa, aferrándose a mí. ¡¿Entusiasmado?! ¿Qué hizo que él utilice una palabra como esa en una situación de esta naturaleza? Luchando, traté de zafarme de los brazos de Asakura. Era un individuo bastante potente, así que no pensé que sería fácil que él deje que me resistiera. Pero su agarre hizo imposible que pudiera mover algún músculo. Recordaba mi sueño sobre la sofocación producida por una enorme serpiente. —¡Déjeme ir! ¡Está yendo demasiado lejos! Traté de alejarlo de mí, pero la expresión reservada en el rostro de Asakura nunca vaciló. —¿Ir demasiado lejos? ¿Desde cuándo existen límites? Te lo dije ayer, que esta es la primera vez que alguien ha actuado tan a disgusto hacia mí. Esto sólo hace que quiera más, Minami. —¿Cómo puede ser tan arrogante? ¡Es tan asqueroso! ¡¿Usted piensa que es tan irresistible?! Estaba totalmente desnudo debajo del albornoz de toalla. El solo pensar en sentir las manos de Asakura sobre mi espalda y cadera me hizo incomodar. Seguí hablando, intentando ocultar el hecho de que me ruborizaba. Incluso no tenía ninguna idea qué iba a decir al poco tiempo. Asakura hizo esa mirada impresionante hacia mí y sonrió. —Usted tiene razón. Muy bien Me sentí pasmado por la honradez de sus palabras. —Eres la segunda persona en decir eso en mi cara. Asakura sonaba contento por esto y trajo sus labios hacia los míos. - 76 -

—¡Mmf! Intenté dar vuelta mi cara y alejarla, pero Asakura anticipó esto: él tomoó mi cabello e hizo subir mi temperatura con un beso. Su lengua se hundió en mi boca como si perteneciera allí, rodando a través de mis encías. Estuve decepcionado de mí, pero sentía mis rodillas terribles, perdiendo las fuerzas, forzándome a inclinarme en Asakura como apoyo. El beso de Asakura era intenso, lleno de un erotismo que robó mi tenacidad y voluntad de resistirme. Se me hizo doloroso el tener conciencia de mis pensamientos anteriores de las limitaciones infantiles que tenía acerca de los besos. —Nngh… no Mi mente se nubló, amenazando consumir incluso esa negación. Odio decirlo, pero…. Se sentía bien. ¡NO! ¿Era mi cuerpo que sucumbía al placer, el amenazar ser seducido por él? En todos mis veintitrés años de vida, nunca recordaba ser consumido de esta manera por un deseo que hacía que se sienta estar vivo. No había sentido esto antes incluso cuando era un adolescente, así que me había preguntado a veces si era asexual. Encontré duro creer que sería éste el placer dado por el beso de un hombre, no importa cuán talentoso él pudiera ser. Sabía que tenía que hacer algo. —¿Minami? Estás gritando. ¿Es tan bueno? La respiración suave de la risa de Asakura acariciaba mis labios. No tenía ninguna autoridad y me detenía apenas con la ayuda de Asakura, pero mis ojos destellaban airadamente por la burla de su voz. —Admítelo. Te gusta ser besado por mí. Tu cuerpo ya ha confesado La rodilla de Asakura empujó mis piernas separándolas. Intenté huir, pero sus manos tiraron de mis caderas acercándome aún más. —¡Hey! - 77 -

Nuestros cuerpos se presionaban juntos, y mordí mi labio en el afán de sentir mi cuerpo, ignorando los deseos de mi corazón. No podía explicar lo lejos que llegaba esta prueba, sabiendo lo que él sentía. No podía parar las sacudidas de mis manos mientras se aferraban en los hombros de Asakura. —Qué dulce. ¿Es esto demasiado duro para estar así?— Asakura susurró lascivamente, sus labios presionados contra mi oído. Luego mordió el lóbulo de mi oreja levemente mientras que hablaba. —¡Ah…! ¡No haga eso! Un estremecimiento sacudió mi espina dorsal, erizando mi piel. No podía creer cómo reaccionaba fuertemente a tal leve estímulo. —Nngh…. ¡No me toque! Asakura estaba vestido con un traje, pero yo solo tenía un albornoz para cubrirme. Él deslizaba una mano entre los pliegues de la toalla del albornoz para tocar mi piel. Mientras luchaba, la túnica se deslizaba desde mi hombro, lo que hacía que me viera aún más con ojos depravados. La mano de Asakura era tan cálida… Se resbaló alrededor de mi lado y se reclinó sobre mi espalda. Mordí mi labio inferior, luchando desesperadamente por esconder el grito de placer que amenazaba con escapar de mi garganta. —¡Nngh! Mm…… Asakura introdujo su lengua en mi oreja recorriendo su forma, mientras que sus manos recorrían todo mi cuerpo. Perdí todo sentido debido al placer y ya no sabía lo que hacía a mi cuerpo. —¡Ah! Su mano resbaló sobre mis costillas bajando a mis caderas para enterrarlas fácilmente entre mis piernas. Su gran mano tomó mi erección y mi cuerpo se tensó. - 78 -

—Estás tan cálido… y mira, ya estás goteando ¿Puedes sentir eso? —¡Ah! ¡No! Él frotó su dedo sobre la cabeza de mi pene. Estaba tan mojado como él dijo, y su dedo se movió suavemente. Mi cuerpo reaccionaba a su tacto; a pesar de mis protestas, demostrando que ya no podría demandar a Asakura que se alejara, esto ya no tenía ningún efecto. Cada vez que él movía los dedos oía un sonido fangoso debido a los fluidos que salían de mi miembro. —Una vez que has llegado hasta aquí, ya no podrás detenerte. Apenas estás burbujeando con la excitación. Con energía exquisita, él tomó mi miembro en su mano, exprimiéndolo firmemente para momentos después liberarlo. Su objetivo iba más allá de jugar conmigo; él quería darme un placer más allá del que podría conseguir masturbándome. Una pasión intensa llenó mi cuerpo entero. No podía pensar más. —Ah……… ¡me vengo!. Por favor, ¡Déjame ir! Yo quería que me soltase ya que estaba llegando a mis límites, pero Asakura sólo me aguijoneaba más, tocando la punta de mi pene aún con más ímpetu con sus dedos. —¡Ahh….ah! ¡Ah! Enterré mi cabeza en el hombro de Asakura mientras que mi cuerpo convulsionaba. Incluso no tenía la energía suficiente para aferrarme en él y me hundí sobre los almohadones de goma espuma que se encontraban en el piso. Jadeando pesadamente, mordí mi muñeca, intentando parar el temblor que recorría todo mi cuerpo. —No hagas eso.

- 79 -

Asakura sacó mi mano de mi boca. Lo miré en forma aturdida. Él tomó mi mano y la dobló sobre mí, llevando sus labios sobre los míos. Ya no tuve deseos de huir más. Inconscientemente respondí a los mandatos de su lengua retorciéndola insaciablemente con la mía dentro de mi boca. —Mm… Cada vez que la lengua de Asakura arremetía detrás de mis dientes, mi hombro temblaba obedientemente. Mi cuerpo respondía como nunca al estímulo más pequeño, ahora que he tenido un orgasmo. Era fácil que él reviva las cenizas que ardían de mi entusiasmo lascivo. Mientras que Asakura se separaba lentamente, lo agarré y le susurraba para que me dé más en señal de que comenzaba a seguirlo. Mi cabeza ya no respondía debido a la vergüenza. —Vayamos a un lugar más confortable. Mi cuerpo palpitaba con la tensión del suave susurro contra mi oído. ¿Qué quería decir…? Estaba seguro que él estaba sugiriendo que nosotros vayamos a la cama. —Uh… no, esto es… —No luches Mientras comencé a discutir, Asakura me levantó en sus brazos y me llevó precipitadamente hacia su hombro. —Soy demasiado pesado. Se lastimará la espalda. No era como si llevara a una mujer, pero así y todo, pesaba cerca de 130 libras, aún sin ser un individuo musculoso. —Sí, eres pesado. No luches a menos que quieras caerte. Pero no te preocupes, soy lo suficientemente fuerte.

- 80 -

Él dijo que era pesado, pero aún así tomó la corta escalera con pasos constantes. Rueda (me dijo), y me arrojó en la gran cama que se encontraba en la habitación. Comencé a levantarme, pero Asakura se colocó a mi lado y envolvió sus brazos alrededor de mi cuerpo. —Estabas en lo correcto. Fue un poco difícil. —¡Bueno! Estaba tenso, pero no parecía como que él iba a hacer algún movimiento. Suspiré y miré fijamente hacia el techo. Miraba la familia de ballenas. No sé porqué, pero en el fondo no quise luchar más contra las manos de Asakura. Incluso si lo había atacado físicamente, no había ocasión para que pudiera llegar más lejos. Sabía que iba a ser conquistado por el placer y a ser vencido. Todavía no podía imaginarme que dos hombres hicieran esas cosas. Tal vez mi razonamiento era más abierto de lo que había imaginado…. ¿O mejor dicho, mis barreras morales estaban quizá más bajas? —Es usted pesado, Señor Asakura La mitad de su cuerpo se encontraba sobre el mío, así que por supuesto se sentía pesado. Él no contestó. —¿Señor Asakura? No podía creerlo. Él se había quedado dormido en menos de un minuto. Era como un niño. Él estaba aún totalmente vestido con su traje, y su corbata estaba incluso aún más apretada en su cuello. ¿Cómo podría dormir vestido de esa forma? Traté de salir de debajo de Asakura, pero él fue adaptándome como si yo fuera una almohada y sus piernas se enredaron con las mías, por lo que yo no podía moverme. —¿Usted piensa que no lo despertaré? - 81 -

Entonces pensé en todos los espíritus malignos que aparecen de repente en los cuentos de hadas y se dieron por vencidos. Caí nuevamente en la cama. No sólo había sentido el trabajo al otro día de someterme a actos obscenos sin resistencia incluso como testigo, y, a continuación, orgasmos, ahora nos tomamos una pequeña siesta. Escuché la respiración feliz de Asakura y comencé a caer soñoliento, también. Me sentía tan avergonzado, dejando que mi violador durmiera entre mis brazos. Con ese pensamiento, cerré mis pesados párpados.

Oí el sonido del teléfono. Quienquiera que sea, pensé que era bastante grosero el llamar mientras que intentaba dormir. Mientras que volví lentamente a la realidad y a recuperar el sentido, abrí los ojos y vi una familia de ballenas —¿Qué diablos…? Sabía que no tenía algo similar en mi dormitorio. Duró solamente un segundo para que mi sorpresa se rompa en la realidad. Las sábanas alrededor de mí eran azules. Los almohadones eran azul marino y las paredes tenían rayas azules frescas en ellas. Mis ojos barrieron el cuarto alrededor y entonces mi memoria volvió. Ahora recordaba Vine a visitar el - 82 -

hotel de Asakura y entonces él se había dormido y yo había seguido su ejemplo. —Gracias. Podría usted traer el almuerzo, también? Para dos, sí. Gracias otra vez Oí la voz de Asakura y me di vuelta para mirarlo. Él se sentaba dándome la espalda, todavía vestido en su traje. Hablaba al teléfono que se encontraba sobre la mesa de noche junto a la cabecera de la cama. Luego se dio la vuelta como si no quisiera que lo mirara.

- 83 -

- 84 -

—Ah, estás despierto. No recuerdo haberme quedado dormido Por lo que sabía, Asakura no era una persona muy expresiva, pero parecía casi avergonzado mientras hablaba. —¿Qué hora es? —Las 12:30. Dormimos por casi dos horas Me había impresionado el haberme caído tan profundamente dormido. —Apuesto a que tienes hambre. Además tu ropa ya está seca, así que le pedí a la criada que la trajera junto con el almuerzo. Tan pronto escuché la palabra almuerzo, sentí un hambre intensa. Había dormido un poco más esa mañana así que solamente había tenido tiempo para comer una barra insípida de cereal, por lo que, evidentemente, estaba con apetito. Mi estómago se quejó demandante por el hambre que sentía y Asakura sonrió al escuchar el sonido. —Traerán el almuerzo dentro de unos pocos minutos. Mientras tanto puedes tener esto. Asakura revolvió en los bolsillos de su chaqueta hasta que encontró tres caramelos de crema envueltos en un lujoso papel. En ese instante se me cruzó el mismo pensamiento que el día anterior: ¿lleva esos caramelos a todas partes donde iba? —Gracias La suspicacia se apoderó de mi mente por los recuerdos que el envoltorio me traía del día anterior, y entonces acepté uno. Desenvolví el caramelo color crema de su papel traslúcido y lo introduje en mi boca. Una dulzura suave lleno mi boca con su sabor familiar. —¿Qué es tan gracioso?

- 85 -

Yo sonreía ensimismado en mis pensamientos y Asakura me miraba con curiosidad, introduciendo uno de los caramelos en su propia boca. —No hace mucho tiempo yo comía uno de esos. ¿Le conté cómo crecí en una posada anticuada, no es así? Fue en una pequeña isla en el mar interior con alrededor de diez mil personas viviendo en ella. Hay tiendas y todo tipo de desarrollo ahora, pero cuando era pequeño era el centro de la nada. Había solamente un almacén a corta distancia y no había mucho para elegir en cuanto a caramelos, ahora que lo pienso creo que solo tenían estos caramelos de crema y chocolate. Todo el tiempo le rogaba a mi madre porque me los comprara. Y recuerdo cuando ella finalmente compró algunos para mí —Pero ¿la posada no llevaba sus propios envíos desde el continente? — Asakura preguntó curiosamente. Sabía exactamente el tipo de posada que él describía: una con una mujer mayor a cargo y montones de empleadas domésticas. Un cocinero con personal de cocina completo. Supongo que algo así iba más en consonancia con la típica idea de una posada. Pero la propiedad que mi familia poseía no era tan impresionante. —Era una antigua posada en una pequeña isla, era más como que alquilamos habitaciones de repuesto de la casa que teníamos más que una gran posada, vacía. Mi padre salía a pescar y despues él y mi madre cocinaban juntos. Cultivábamos todos nuestros vegetales en un jardín que se encontraba detrás de la casa y tenía cinco hermanos menores, por lo que realmente nos manteníamos allí. Era realmente algo especial el hacer algo por uno mismo. Mientras que el caramelo se fundía en mi boca, seguía hablando recordando cada vez más.

- 86 -

—La pequeña isla está rodeada por el océano, la escuela elemental y media se encuentran en el mismo edificio, y siempre hay más padres que estudiantes en los festivales de la escuela. Teniamos que ir fuera de la isla para la escuela secundaria, pero el barco se cancelaba cuando había niebla pesada, por lo que, en esos días, nos veíamos obligados a faltar a la escuela. Lo peor era perder el último barco para volver a la isla que era a las seis en punto, o cuando el barco no podría volver cuando el agua estaba demasiado turbulenta, con lo cual nos veíamos obligados a pasar la noche en las casas de los maestros. Me quedé en mi casa para ir a la Universidad y luego conseguí este trabajo. Ya han pasado más de dos años desde que no he vuelto a la isla. —Qué recuerdo tan agradable,— Asakura murmuró. Él me escuchaba en silencio. Miré hacia donde él se encontraba y nuestros ojos se encontraron. ¿Fue sólo mi imaginación, o de alguna manera él estaba triste? Antes de poder asegurarme de esta reacción, Asakura rápidamente desvió la vista. No éramos lo suficientemente amistosas entre sí, con lo cual no podría pedir que me contara algo de lo que obviamente no quería hablar, por lo que yo guardé silencio al respecto. La conversación se detuvo en un momento. A continuación, escuchamos el sonido del timbre. —Ya han llegado los alimentos que estábamos esperando. Asakura se levantó de la cama, no demostrando ningún signo de la expresión que había vislumbrado hace un momento. Caminó a la puerta con largos pasos y me apresuré para arreglar mi albornoz. Probablemente, lo único que podía hacer mientras mi ropa se secaba era vestir este albornoz, pero si la criada me viera en uno tan arrugado, estaba seguro que le resultaría algo extraño. - 87 -

Pude escuchar una conversación lejana y, a continuación, la puerta hizo un ruido al cerrarse. Asakura volvió trayendo una bandeja con nuestro almuerzo sobre la misma y una bolsa de plástico con mi ropa dentro. —Ha llegado lo que has estado esperando. No sabía si estaba hablando acerca de los alimentos o la ropa… ¿o quizás de ambos? —Muchas Gracias… Decidí vestirme en primer lugar, solo así sería capaz de relajarme. Tomé la bolsa que Asakura tenía en su mano y me di la vuelta para vestirme. Tomé mi ropa interior, que había sido planchada. Encontré eso extraño, y emití una sonrisa irónica debido al extremo lujo de ese detalle. Me puse mis jeans y playera, y luego volví a dar la vuelta hacia Asakura. —Les pedí que trajeran algo de cocción rápida Espero que no tengas alguna solicitud especial sobre la comida. —No se preocupe, comeré cualquier cosa. Asakura colocó dos platos con lo que parecía un pilaf de arroz, sobre la mesa de color miel. El vapor se elevó desde los platos--- ¿lo habían cocinado aquí en el hotel? Yo ya babeaba. Limpié mis labios y me senté en la silla de madera. Fingí no darme cuenta que Asakura me miraba indulgente, como alguien que alimentaba a su mascota.

- 88 -

Capitulo Cinco El BMW blanco se detuvo delante del edificio de mi oficina. Me bajé del automóvil y le dirigí una mirada de repudio a Asakura, quien estaba sentado frente al volante. —Gracias por haberme traído. Comenzaré a elaborar algunos bocetos para el diseño y me contactaré con usted pasado mañana. —No podré esperar… Cerré la puerta y me coloqué en la vereda lateral mientras el coche arrancaba lentamente. Mirando cómo se alejaba, pensé que realmente no era un automóvil que un hombre honesto conduciría. Si lo viera en la calle, haría lo posible para evitar mirarlo. Solamente había pasado medio día con Asakura, pero me sentía increíblemente cansado. Pienso que es debido a que caí en la piscina y Asakura me molestó. Solo me hizo sentir más cansado. Levanté mis pies pesados y subí las escaleras hacia mi oficina. —¡He vuelto! Abrí la puerta mientras hablaba, pero solamente Amamiya y Takagi, el ayudante de la oficina, estaban allí. Probablemente Kawahara estaba abajo en el estudio, pero ¿dónde estaba Shino? Teníamos que salir a veces a reuniones con los clientes o ir a configurar las cosas en las salas de convención, así que no era inusual que estuviésemos ausentes de la oficina. - 89 -

—Bienvenido de regreso, Minami. Kasumi fue a realizar la vitrina de una tienda de teléfonos celulares en Shinjuku. Amamiya me lo informó graciosamente. Al parecer, mi mirada confundida recorriendo la habitación había pedido una respuesta de su parte. —Ella es tan buena en esos diseños. Vi la vitrina principal que hizo en ese amplio almacén, la que está con todos los parasoles grandes, coloridos y que tiene agua real. Parecía tan refrescante. Las personas se paraban en la calle tan solo para mirarla. Para lograr esa escena refrescante, ella había utilizado una pequeña bomba para hacer una fuente artificial. Ese hallazgo, producto de su dinámica imaginación, era típico de Shino. Me puse triste de solo pensar que podría irse en unas semanas. Shino era la única mujer que trabajaba para Tomato Design. Pero ella definitivamente tenía los diseños más atrevidos. Siempre me decía que si no había desafíos, las cosas que venían demasiado fáciles no traerían nada bueno. Aún había un montón de cosas que tenía que aprender. —¿Cómo estuvo la visita?— Amamiya preguntó cordialmente, llamándome hacia su escritorio. No podría decirle la verdad: las cosas depravadas que me habían sucedido y que luego había dormido una siesta junto a Asakura. —Uh... Bueno… No sabía qué decir. Amamiya debía estar pensando que dudaba en responder por alguna otra razón, porque me dijo: —Está bien, Toru y yo sabemos la clase de hoteles que el Señor Asakura administra. No debes preocuparte sobre cómo darme las noticias.

- 90 -

Mis ojos se abrieron debido al tono de voz utilizado por Amamiya. ¿Cuánto sabría él acerca de esto? —¿Lo has sabido todo este tiempo? — Entonces, por qué no me lo había contado? ¿Ellos querían ver cómo reaccionaba yo ante esta situación? Mi voz debió haber sonado un poco subida de tono, porque Amamiya miró hacia mí y agitó sus manos rápidamente. —No, no, no... No tengas una idea equivocada. Hablamos de esto cuando Asakura vino esta mañana. Nos dijo que nunca ha estado avergonzado de lo que hace y que no tenía intención de ocultárnoslo. —Oh, ya veo. Eso sonaba a algo que Asakura diría. Cuanto más pienso acerca de ello, me doy cuenta que no es la clase de información que se deba ocultar a Kawahara y Amamiya, ya que ellos representan a la compañía. Me sentí incómodo al dudar de Amamiya. Me sentía un poco deprimido por dudar de él. Amamiya giró la silla para poder mirarme de frente y se cruzó de piernas. Luego, con una mirada juguetona en su cara, me preguntó: —Entonces, ¿qué es lo que piensas? Ha pasado tiempo desde que hemos tenido un trabajo para un lugar de esos. Tengo curiosidad por saber cómo se ven ahora. ¿Siguen siendo tan extrañamente elegantes como solían ser? ¿Él me estaba preguntando esto solo por pura curiosidad? Miré a Amamiya y mi boca se torció haciendo una mueca. No había nada que comprometiera su aspecto varonil.

- 91 -

—Bueno, me sorprendí de encontrar una piscina dentro de la habitación. Desde el exterior, se parece a cualquier hotel normal. No publican las tarifas por hora con lo cual no podría percatarme inmediatamente de lo que es. No había demasiado de esa "elegancia" en los Hoteles Luna ni en el que había visitado ayer ni en el Media Luna que visité hoy, pero tampoco existía una sensación de culpabilidad agobiante en ellos. Estéticamente hablando, no me habían causado una buena impresión en general. Como ha dicho Asakura, "el sexo no es un acto vergonzoso, así que ten confianza. Ninguno de esos hoteles se sentía degradable. —Wow, ¿una piscina? —Cada hotel tiene cierta imagen, supongo, o un tema. El que vi ayer fue como un hotel simple para personas de negocios decorado de verde. Asakura me dijo que una de las habitaciones estaba tan llena de plantas en macetas que se parecía a una selva. —Qué genial, me pregunto quién habrá hecho el diseño.— Amamiya inclinó su cabeza y comenzó a murmurar para sí mismo una lista de los posibles diseñadores que podrían haber hecho dicho trabajo. Éste era uno de los peligros de nuestro trabajo, yo mismo era susceptible a ello. Tan pronto como vemos cualquier cosa única, inmediatamente nos distraemos preguntándonos quién lo ha diseñado. —Tomé algunas fotografías con la cámara digital. ¿Quisiera verlas? —Oh, seguro. —Las imprimiré. Saqué la pequeña cámara del bolso colgado de mi hombro. Tenía fotografías del hotel que había visitado el día anterior (todas del cuarto de Asakura, pero él me había dicho que los otros eran muy similares a ese, así - 92 -

que suponía que servirían como muestra) y había tomado algunas fotografías rápidamente antes de abandonar el hotel después de almuerzo, el día de hoy. Había tomado las fotografías velozmente y no había tenido tiempo para comprobar en ningún momento los resultados de los disparos que había realizado, pero como solía usar habitualmente esa cámara estaba seguro que habían salido todas. Sin embargo, decidí mirar a través de los cuadros en la cámara antes de conectarla a la impresora para imprimir, para verificar que las tomas no hubieran salido torcidas. Por lo menos había fijado la cámara en autoenfoque, de manera que aún siendo un novato en la materia, las fotografías no saldrían borrosas. Volví a mi escritorio para activar la impresora. Miré abajo sobre la pantalla de previsualización de la cámara. —Bueno, todas las tomas del cuarto de ayer salieron… ¿Cuál es ésta? Estaba mirando una toma que no recordaba haber tomado. La pantalla era solo de una décima de tamaño, pero podía ver claramente el color de la piel. Tenía realmente un mal sentimiento acerca de esto. No… No podía ser… Intenté sacar el terrible pensamiento que cruzó por mi mente, pero por más que la mirara fijamente, la imagen que se encontraba en la cámara no se iría de ahí. La fotografía era claramente de mi persona… sin una sola prenda de vestir sobre mí, después de la cita. Sabía, por el color de las sábanas, que se trataba de la habitación de Asakura. Él seguramente había tomado esa fotografía obscena cuando yo estaba inconsistente. Incluso matarlo por esto sería insuficiente.

- 93 -

Mis manos se sacudieron visiblemente y tuve problemas para sostener la cámara. La coloqué sobre mi escritorio y hundí la cabeza entre mis manos. —¡…Ese bastardo! –murmuré en voz baja, mis dientes rechinado y tirando de mis cabellos... Sentí una mano que se apoyaba sobre mi hombro. —Minami, ¿pasa algo malo? —Nada, lo lamento. Estarán listas en unos minutos. Amamiya miraba con fijeza sobre mi hombro, pero logré colocar la cámara fuera de su vista. Si él viera esas fotografías, mi cabeza podría estallar a causa de la vergüenza —Apenas puedo creer cómo he estropeado gravemente algunas de las fotografías. Traté de explicar mi extraño comportamiento con algo inocente. —¿Eso es todo? –Amamiya rió Asenti rápidamente y me forcé a reír con él. Crea por favor eso... —Toru incluso es peor con la electrónica que tú, por lo que no debes preocuparte. Lo que no puedo entender es cómo consigue utilizar tan bien el CAD, pero no puede trabajar con un problema de sumas con una calculadora. —Pero eso no es porque él sea malo en electrónica, ¿no es así? Pienso que al tener dedos tan gruesos le dificulta presionar las pequeñas teclas en la calculadora sin presionar las que se encuentran alrededor al mismo tiempo. Recordaba cuán problemático había sido para él utilizar los pequeños botones de su celular cuando tenía que agregar un nuevo número en su lista

- 94 -

de contactos. Estaba bastante seguro que por la misma razón, Kawahara apenas utilizaba su teléfono móvil. Seguro que Amamiya debe de haber sabido todo eso pero aún así insistía en decir que Kawahara no sabía cómo utilizar la electrónica. Después de todo, yo sabía que sólo eran bromas hacia Kawahara y que él nunca se molestaría con Amamiya por esto. Desafortunadamente, cuando estaba absorto pensando en todo ello, pude percibir un largo brazo pasar por encima de mi cabeza queriendo tomar la cámara. —No me importa lo mal que hayan salido, déjame verlas de todos modos. Él pudo sacar la cámara de entre mis manos. —¡Ah! ¡No! ¡N...! —grité a causa de la sorpresa, aterrorizado. Quise retenerla entre mis manos empujándola hacia atrás, pero ya era demasiado tarde. —¿Qué es esto…? Amamiya, con los ojos bien abiertos pasaba su mirada de la cámara hacia mí. Él estaba mirando la pantalla de la cámara. Oh, dios, ¡él lo vio! Mi mano se aflojó y cayó extendida, renunciando a retener la cámara. Me odié por no suprimir la fotografía tan pronto como la descubrí. Habría podido deshacerme del impacto de ver esa fotografía fácilmente después de que hubiera sido borrada. Incluso si mi mente era un completo espacio en blanco, ¿no debí haber pensado en hacer eso? Era un idiota absoluto. —Minami. —Sí, señor.

- 95 -

La voz de Amamiya era reservada e inexpresiva, pero me enderecé en mi asiento. Mi corazón se aceleraba, preguntándose qué era lo que iba a decirme. —No quiero hacer un juicio acerca de tus intereses, pero… ¿no crees que podrías haber tenido un poco más de cuidado con esto? Sentí correr sudor frío por mi espalda a causa de su tibia reprobación. ¿Estaba pensando que me gustaba tomarme fotos desnudo para divertirme? ¡Qué horrible malentendido! —No es... ¡No es lo que parece ser! Quería decirle que no había hecho cosas como esas, me desesperé tanto que las lágrimas se empezaron a acumular en mis ojos. —Entonces, ¿qué es esto? —Uh... Mmmm. Fui violado y supongo que tomó la fotografía cuando estaba inconsciente. No..., no podía decir exactamente eso... Observé la oficina hasta que me encontré con la mirada de Takagi. Me había olvidado de él. Amamiya y yo no estábamos solos. Al notar mi mirada, Amamiya se dio la vuelta. —Takagi, puedes irte a casa temprano hoy. Que tengas buenas tardes Takagi nos miraba sorprendido, pero de todas formas se levantó de su escritorio. Estoy seguro que él no quería escuchar detrás de las puertas, pero estando en el mismo cuarto pequeño con nosotros, no podría evitar oír lo que habíamos estado diciendo. Puede ser que se haya dado cuenta de la incómoda atmósfera y haya deseado impacientemente retirarse. —Le veré mañana, entonces.

- 96 -

Después de recoger rápidamente sus cosas, Takagi salió de la oficina. Amamiya y yo estábamos solos. Amamiya acercó su silla con ruedas, mirándome como si anticipara una charla seria. Se sentó silenciosamente a mi lado. Me había abandonado la fuerza de voluntad lo suficiente para olvidarme de recuperar la cámara; no podía detener a Amamiya mientras recorría todas las fotografías tomadas y las veía a través de la pantalla de la cámara. Después de recorrer todas las fotos tomadas con la cámara, Amamiya me miró y dijo. —Tú no podrías haber tomado esta fotografía por ti mismo, incluso con disipador automático en temporizador. El resto de las fotografías son todas de la misma habitación de hotel. Probablemente sabía todo acerca de qué hotel fue y quién había tomado la fotografía. —No me interesa si duermes con otros hombres, o incluso con transexuales. Pero si tienes que trabajar con alguien y te hace hacer cosas que no quieres hacer, eso no está bien. A continuación me miró preguntándose si había adivinado correctamente. Hacer cosas que no quieres hacer... Fue más como que fui obligado a hacerlo. Estas palabras tibias no expresaron completamente la situación. Mordí mi labio y no dije nada. Al parecer, esa fue toda la respuesta que Amamiya necesitaba. Su actitud se tornó fría y áspera. —Sabía que Asakura era un poco extraño, pero no que lo fuera de esta manera. Está bien, Minami. Cancelaremos este trabajo. No te preocupes por la multa. Pero antes de todo esto... ¡voy a golpearlo en su cara! —¿Qué...? ¡No… señor Amamiya! - 97 -

Amamiya tenía una mirada asesina en su rostro mientras se acercaba a la puerta. Lo perseguí y lo tomé por los brazos. Su mirada me decía que si se encontraba con Asakura realmente lo atacaría. Generalmente era tan reservado que no podía creer lo agitado que se ponía cuando estaba enojado. —Por favor, ¡cálmese, señor Amamiya! —¿Por qué tratas de detenerme, Minami? ¿Ese bastardo no te ha &‖$ %? ¡Voy a golpearlo por eso! Amamiya rugió, usando palabras que inconvenientes para la compañía. Me sorprendía totalmente cómo se comportaba cuando estaba enojado. Él era increíblemente fuerte y aunque lo sostuve con fuerza, todavía se movía hacia la puerta, arrastrándome con él. Dio un tirón a la puerta y la abrió. Si dejara que Amamiya fuera con un humor como ése, cosas malas pasarían. No me preocupaba por Asakura, pero sí por las personas inocentes que pudieran estar presentes cuando sucediera su lucha. Tenía que pararlo a como diera lugar... Pero podía sentir cómo luchaba para liberarse de mi agarre. Lo retuve como si la vida me fuera en ello. Pero lo que conseguí fue que Amamiya solo se pusiera peor. —Déjame, Minami. ¡Va a necesitar una &‖$% nueva cara! Es una lástima ver una hermosa cara como la suya con una expresión torcida y diciendo palabras tan feas. Este pensamiento revoloteó en mi mente, pero no era el momento para pensar en estas cosas. Era mi culpa que Amamiya estuviera tan enfurecido, así que no podía solamente ver cómo golpeaba a alguien sin hacer nada al respecto. - 98 -

—Cálmese. Asakura no hizo realmente... quiero decir… de todos modos, no vale la pena perder el contrato por esto. Mientras hablaba me preguntaba por qué estaba protegiendo a Asakura, pero las palabras salieron de mí sin ningún pensamiento. —Oh... ya veo. Amamiya masculló desinflado. Toda la rabia había abandonado su cuerpo. Lo miré en forma sospechosa. Había estado al borde de cometer un asesinato y ahora actuaba en forma totalmente opuesta. —Estaba a punto de hacer algo totalmente absurdo. Tú sólo estás confundido, ¿no es así, Minami? —Uh… ¿qué quiere decir con ―sólo confundido? Estaba totalmente confundido acerca de lo que él hablaba. —Bueno, no estoy en posición de decir algo. Si realmente odiaras a Asakura, rompería el contrato. Pero dices que no necesito hacerlo. Entonces, ¿qué implica para ti esto? Amamiya sonrió y sus ojos se encontraron con los míos, pero… ¿qué podía yo contestar? También quería saber lo que significaba. Estaba tan confundido que no podía decir nada. Amamiya sólo sonrió con aire satisfecho y peinó con sus dedos su pelo desordenado para devolverlo a su lugar.

- 99 -

- 100 -

—Si no quieres rechazar el trabajo de Asakura, Toru y yo te apoyaremos. Él está construyendo un hotel, ¿verdad? Si necesitas una mesa pequeña o cualquier otro mueble, te haremos un hueco para hacerlo. No lograba entender lo que Amamiya trataba de decirme, pero sí entendía que me ofrecía su apoyo. —Gracias. Me incliné rápidamente, luchando por contener mi alegría por el maravilloso jefe con el que había sido bendecido.

- 101 -

Capitulo Seis Debo ser un verdadero Imbécil, pensé, mientras que miraba en blanco hacia arriba el techo verde claro —Minami —Mm… Una hermosa cara se acercó y presionó sus labios contra los míos. No había estado prestando atención, con lo cual mi guardia estaba baja y él empujaba su lengua entre mis labios. En el mismo momento, probaba un dulzor lechoso. Incluso después que Asakura se separó, el terrón de la crema dulce permanecía en mi boca. Otro pedazo más de caramelo…. —Incluso si salimos, los únicos locales de comidas abiertos serán de ramen y barras. ¿Quieres que prepare algo? Realmente no estoy de humor para una cena de microondas. Tenía hambre, era verdad, pero no sabía qué hora era. Me di vuelta alrededor en la cama y alcancé a ver el reloj que tenía Asakura en su muñeca. —¿Qué hora es? —Apenas pasada la medianoche Miraba su reloj mientras él hablaba. Un sentido increíble de fatiga descendió en mí. Estaba alegre, era viernes así que no afectaría mi día de mañana que fuera tan tarde, pero aún así no podía creer la hora que era.

- 102 -

Todo había comenzado cuando el trabajo terminaba…. Poco después de las cinco esa tarde.

Amamiya contestó al teléfono, y a continuación, ondeaba sus manos sobre mí con una expresión pasmada. —Es Asakura Mi corazón comenzó a golpear violentamente tan pronto como oí el nombre de Asakura. Tomé una respiración profunda, y después tomé el teléfono para hablar. —¡Gracias por esperar… habla Kasuga! No sabía qué significado tenia, pero mi voz sonaba mucho más emocionada de lo estrictamente necesaria. Oí la risa de Asakura en el otro extremo de la línea. Pero él cambió rápidamente a su tono profesional. Su voz baja atravesó el teléfono. —Estoy cerca de su oficina y me preguntaba si usted quisiera ir a ver el último hotel. Podríamos parar para cenar en el camino. Habría sido fácil rechazarlo, comprar ese cuento de ser profesional cuando estaba pensando ser incapaz de masticar todo el asunto de esa fotografía en la cámara digital, pero considerando que tenía en mi cuaderno - 103 -

ya bosquejadas ideas del diseño, no me parecía tan mala idea de considerar ir a ver el hotel. Quizás a lo largo del camino podría mostrarle a Asakura mi diseño de “armonía”. —De acuerdo —Estaré ahí en tres minutos.— Dijo simplemente y colgó. Miré fijamente el teléfono por algunos segundos. Si él no me abrumara, nada extraño debería pasar. Me quejaría acerca de la foto, tomaría algunos cuadros rápidos de esa habitación, y no existiría ninguna otra razón para permanecer más tiempo allí. Solo me dirigiría a casa directamente. ¡No voy a dejar que Asakura consiga tenerme esta vez! Miraba para arriba con convicción y mis ojos se encontraron con los de Amamiya. —¿Sales? No era ninguna pregunta…. Él sabía. —Si, a otro recorrido. —Si tomas una cena, puedes cargar los gastos a la compañía. Sentía como que había algo más que él quería decir, pero decidí que no tenía relación con esta noche. En ese instante movió su cabeza en señal de asentimiento y colgó el teléfono. Los archivos fueron copiados en mi ordenador portátil, pero de todas maneras los imprimí y deslicé los diagramas en una carpeta para que estuvieran seguros. Acabé de envolver las cosas y, mi voz llena de temor, anunciaba que me iba primero aunque pensaba que era un gruñido a lo bajo. Cuando dejé el edificio vi el BMW blanco que ya estaba esperando por mí. El espacio que ocupaba el coche de Asakura era grande, de tal manera que tenía que trasladarse al borde más lejano de la acera. Pero era de verdad innegable que el coche parecía de la clase que un hombre honesto nunca conduciría. - 104 -

—Hola, Minami Asakura empujó su cabeza hacia fuera de la ventana lateral del conductor. El volante estaba en el lado opuesto en el coche, así que fácilmente él había podido asomarse. —Hola Le dirigí un saludo neutral y Asakura me daba indicaciones para que subiera en el coche. Esperé que no pasara tráfico para después apresurarme a pasar alrededor del auto hacia el lado del pasajero y así poder subir adentro. —Quería agradecerle por esa encantadora foto que usted dejó en mi cámara digital el día de ayer,— hablé con un pesado sarcasmo y Asakura rió. Había sospechado que él no entendería mi sarcasmo, pero el solo observar que se encogía de hombros riendo me enfureció aún más. —Entonces, ¿la has encontrado? ¿No piensas que te veías hermoso?, — él dijo eso con la perfecta encarnación de la audacia. Yo apreté mis puños sobre mis rodillas, temblando. Quise golpearlo, pero no lo hice. Me lastimaría a mí mismo, también. Consideraba golpearlo con mi bolso en vez de hacerlo con los puños, puesto que sería agradable hacerlo debido a que estaba pesado con mi computadora adentro. —Las cámaras digitales y las impresoras han estado mejorando cada vez últimamente. Con algunos de los nuevos sistemas, puedes imprimir tus fotos inmediatamente después de haberlas sacado.—Asakura decía alegremente, al parecer inconsciente de mi temblorosa cólera. ¿Huh? Estaba ocupado en retener mi furia y no escuchaba con atención..... ¿Qué acababa de decir Asakura? Parafraseé nuevamente sus palabras en mi mente y me di cuenta de una posibilidad aterradora. - 105 -

—Usted… Usted no la ha imprimido, ¿cierto? Recordaba que en la habitación del primer hotel, la habitación del propio Asakura, había una computadora e impresora nuevas. Estaba aterrorizado. No podría estar seguro que él no había tomado la foto y no la había impreso realmente en ese momento. ¿Podía ser ese hombre tan malo? Mientras crecía mi palidez debido a mi tenebrosa imaginación, Asakura se internó lentamente en el tráfico y continuó indiferente. —No te preocupes, ninguna otra persona la verá. Solo quiero mirarla y apreciarla de vez en cuando. —Usted… ¡Usted es un pervertido! —Eso no es muy agradable. Tengo un vocabulario algo reducido, así que solamente le dije un insulto débil. Luché para pensar en algo más cortante para decir. En su lugar, las palabras entusiastas de Asakura me interrumpieron. —Estabas tan adorable después de que me dejaras hacerte todas esas cosas: Tuve que tomar una fotografía. Me dejaste que separara tus piernas, y poner mis dedos en ti…. Dejaste que hiciera todo que quisiese contigo. Si el cinturón de seguridad no me hubiera retenido, me habría lanzado del coche en movimiento. Hasta ese punto llegaba la vergüenza y el ultraje que sentía. Había estado totalmente fuera de mí mientras que él me hacía esas cosas. No sabía cómo había sido, pero era aterrorizante el no saberlo. —Pero, Señor Asakura, usted seguramente necesita una foto para la compañía, ¿no es así? Y estoy seguro que una fotografía de mí no es muy digna en lo absoluto. ¡Por favor, solo quémela! Estaba dispuesto a sobornar a Asakura para ello. No podría vivir con el conocimiento de que una foto mía de esas características existiera. —Si me canso de ella, seguro lo haré. - 106 -

—Entonces, la quemaré yo mismo— Murmuré agotado, puesto que sabía que él nunca lo haría. Paramos de hablar después de eso y miré el mundo rodar por fuera de la ventana. Generalmente, en el espacio cerrado de un coche, me sentiría incómodo estar a solas con otra persona y no hablar, pero ahora no me sentía así en lo absoluto, con lo cual simplemente miré fijamente hacia fuera de la ventana.

El hotel Luna Llena estaba fuera de la ciudad, apenas como había sido el hotel Media Luna. El verde era mucho más predominante de lo que había esperado. Por supuesto, había plantas en macetas en todas partes y también alrededor del mostrador y en los pasillos que llevaban a los cuartos de huésped. Luego me llevaron a una habitación con muchísimas plantas, y al entrar sentías que era como estar en el medio de una verdadera selva. —Esto es asombroso. Debe ser duro cuidar de todas estas plantas,— observé prácticamente, sin pensarlo. Alguien tan perezoso como yo mataría todo en poco tiempo. —Alquilo las plantas, así que no es un problema. Una vez por semana, un profesional viene y cuida de ellas. Y una vez al mes, se transfieren al nuevo puesto. - 107 -

—Huh.— No sabía que se podían alquilar las plantas. Podría ir a mi casa y estar rodeado por una repugnante abundancia de verdor y no tener que tener todo el problema de pagar alquiler por las plantas. El cuarto estaba lleno de verdor fresco. El sofá y la colcha eran de un marrón oscuro. Una alfombra corcho coloreada cubría el piso. Los colores del cuarto se centraban en tonos calmados de la tierra. Debe haber habido una tonelada de ondas alfa o de iones negativos en el aire, porque el cuarto estallaba simplemente con un sentido de total relajación. —Me he estado preguntando, ¿quién diseñó estos hoteles para usted? Si a usted no le importa que pregunte por ello. Era un poco tarde, pero puesto que hacía una pregunta relacionada con los negocios decidí ser cortés. —Yuta y yo tuvimos las ideas básicas, y entonces consultamos con un diseñador— Askura dio una respuesta fácil, frotando la hoja de un árbol grande de pachira. Mis ojos se abrieron perplejos. ¿Es eso lo que quiere hacer conmigo? ¿Después de haber estado una semana golpeando mi cabeza contra una pared, después de recibir la petición de Asakura? —Entonces, ¿podría usted darme algunas de sus ideas básicas? ―Armonía es un concepto demasiado vago, ¿no piensa lo mismo usted? Estoy teniendo problemas para comenzar. —No, esta vez decidimos dejártelo todo a ti, Minami,— mi pedido de ideas había sido rechazado inmediatamente. Estaba alegre que ellos estuvieran dispuestos a confiar en mí, pero habría preferido algo un poco más concreto para extraer la inspiración para comenzar. —Bien, he tenido algunas ideas, eché un vistazo. - 108 -

Tomé varias hojas del papel fuera de mi bolso, las imágenes que había impreso en la oficina. Había una visión de la totalidad y varios diseños detallados desde diversos ángulos. Asakura miró las imágenes seriamente. Algo sobre la intensidad de su fija mirada me puso nervioso. —Esto es tremendo Asakura dejó escapar un suspiro y colocó los dibujos detrás de mí. —¿Miraría los modelos conmigo? ¡Tengo mi computadora conmigo! —No, no es necesario. He visto bastante ya. Él no necesitó ver las imágenes en una mejor calidad para decidir que esto era inutilizable. Era apenas un bosquejo preliminar, así que no esperaba conseguir el ciento por ciento de aprobación. No es que fuera engreído, sino que no esperaba tampoco un rechazo tan fuerte. —¿Qué es lo que no le gusta del diseño? Debe ser un poco más específico o no podré cambiarlo. Si dejo que sacuda mis ideas a un lado con desprecio, ¿qué valor tendrían mis días sufridos. Me pregunté airadamente. Tomé una posición más cercana y Asakura miraba debajo de mí sin ninguna expresión. —No es una mala manera de arreglar un cuarto. Estaría bien para el diseño de un restaurante que quisiera tener un estilo clásico “japonés.” Asakura dijo fresco, sosteniendo mi cabeza en ambas manos.—Mira, pregunté por ti no precisamente para que diseñaras un mesón tradicional. Voy a ponerlo simple: Necesito un lugar en donde la gente pueda tener sexo. Mira este sitio. ¿Recuerdas los otros cuartos que viste? Compara ésos a lo que has dibujado. ¿Cuál es la diferencia?

- 109 -

Asakura estaba más serio de lo que lo había visto antes. Él miraba fijamente a mis ojos, sus ojos destellaban. Los otros cuartos que vi… y su habitación. ¿Cuál era la diferencia entre ellos y mi idea? Él probablemente no quiso decir ninguna cosa obvia. Tenía que ser algo más fundamental. Revolví cada esquina de mi cerebro y no tenía ninguna idea. Cerré fuertemente mis dientes debido a mi amargura y pedidos de ayuda. —Por favor dígame, señor. No lo sé Asakura asintió graciosamente y comenzó a explicar. —En primer lugar, ¿no te parece una sala de tatami, como deseas que sea, una mala idea?. No todo el mundo va a estar a gusto y tener relaciones sexuales en la cama. Como el administrador, veo el tatami y pienso acerca del costo de sustitución cada vez que alguien tiene relaciones sexuales. No puedo permitirlo. —Oh Él tenía un punto. El tatami era más apropiado para un restaurante. Había hecho una ecuación en mi cabeza, donde el tatami expresaba armonía, y había sospechado que había sido demasiado simplista, pero el problema que Asakura mencionó nunca se me había pasado por la cabeza en lo absoluto. Sentía como si mis ojos hubieran sido abiertos. —Como dije, el diseño en sí mismo no es malo. Hay algo cálido y confortable en él. —Gracias — Eso era todo lo que podía decir a su elogio, que comúnmente me habría hecho muy feliz. Ahora que lo pienso me doy cuenta que el piso de aquí y el suelo de espuma en el hotel Media Luna eran muy fáciles de limpiar. Asakura había tenido apuro en darme un viaje por los hoteles y había visto todas estas - 110 -

cosas de primera mano, pero nunca había entendido lo que veía. Esa era la mayor falta para un creador. Podría ameritar algo de la responsabilidad sobre ello sobre Asakura, puesto que él había cambiado de un trato profesional a la lujuria animal a medio camino con cada viaje. Me sentí desanimado. Las manos de Asakura, aún sostenían mi cabeza. —Allí, allí. Puedes demostrarme sus debilidades.— Susurró con una sonrisa boba, trayendo lentamente sus labios hacia los míos. Uh oh. Si no saliera de allí, todo sucedería otra vez. Detecté el peligro, pero mis brazos y piernas se sentían como si fueran de plomo rechazando moverse. —Oh, ¿Qué es lo que está mal? ¿Estás tan triste? Asakura puntualizó sus palabras con varios de los besos que me daba. ¿Cómo podrían sus besos siempre ser tan sensibles? —Hey, los de ahí dentro…. Estoy entrando, ¿okay? Incluso cuando su lengua se zambulló en mi boca e intensificó los besos, mi cuerpo rechazaba moverse de la manera en la que hubiera querido. Mi cuerpo no respondió activamente a Asakaura, pero no se resistió tampoco.

El caramelo de crema se derritió en mi boca hasta que fue solamente del tamaño de un grano de arroz. - 111 -

Había quemado mucha energía sin haber comido o tomado alguna cosa, de modo que eso explicaba el por qué me sentía tan cansado. —Podremos ordenar pizza también. ¿Qué quieres que haga? Realmente no estoy deseoso de comer pizza a media noche. Quizá había menús en la habitación. Rodé encima en la cama y cogí uno para la pizza y uno para los bocados. ¿No está actuando bastante cariñoso? Este pensamiento aterrorizante corrió a través de mi mente y toqué ligeramente con ambas manos mi cabeza. Esto era malo. Todo el personal de la cocina se ha ido puesto que es muy tarde. Todo lo que queda en el menú es comida congelada — Asakura se metía en la cama al lado mío, señalando en el aviso pegado al lado del menú. Justo entonces, escuché un sonido que provenía de la puerta. ¿Es eso… el sonido de la cerradura de la puerta? Pensé, y en el momento que ese pensamiento cruzaba mi mente, la puerta se abrió. —¡Hora de levantarse, señor! Era Fujukawa, el asistente de Asakura, entrando al dormitorio con un tono extrañamente alegre. ¿ No lo había conocido en el primer hotel, así que, por qué éste tenía que ser el lugar donde lo encontrase nuevamente? —¡Ay, Dios mío! ¡Lo lamento! Pensé que estaba solo, señor. Tan pronto como Fujikawa vió a Asakura junto a mí en la cama, él dio vueltas alrededor. —¿Hay algo urgente que te lleva a interrumpirnos en mi habitación? Tirando una manta sobre mi cabeza, Asakura salió de la cama y se vistió. —Sí, señor. Hay algo que debería de ver en la oficina de seguridad del hotel - 112 -

—¿Otra vez ? La última vez que pasó fue en este hotel también, ¿no es así? Las voces de Asakura y Fujikawa se escucharon distantes a medida que caminaban, como si se estuvieran alejando. Esperé hasta que escuché que cerraban la puerta. Entonces salté de la cama. No podía creer esto. ¿Cómo podía él estar tan calmado después de ser visto de esa manera?. ¡Me refiero a ambos: Asakura y Fujikawa! Agarré mis ropas que se encontraban bajo la cama y me puse mi ropa interior y mi camisa a una velocidad enloquecida. Antes de preocuparme en abotonar mi camisa, jalé de mis jeans y me los coloqué justo cuando escuché que golpeaban a la puerta. —Uh… ¡adelante! Subí rápidamente el cierre de mis jeans. ¿Era Asakura que volvía? Me pregunté, pero no era él. —¿Es seguro entrar? Fujikawa empujó la puerta abierta tímidamente. Justo era la persona que menos quería ver. —Buenas tardes, señor Kasuga. Siento mucho lo que acaba de suceder. Pensé que el señor Asakura estaba dormido, por lo que ..... —No…. no, está bien —¿Podemos sentarnos? Le traje algo para comer.— Ofreció una bolsa de papel marrón. Honestamente, quería irme lo más pronto posible como pudiera hacerlo. ¿Cómo podía este individuo estar tan apacible después de encontrar a su jefe totalmente desnudo en la cama con otro hombre? Él debía encontrar a Asakura en la cama con otros hombres y mujeres todo el tiempo. - 113 -

Fujikawa gesticuló en el sofá haciendo una sonrisa amistosa, ya no podría apenas decir: de ninguna manera, voy a irme a mi casa . Con lo cual tuve que sentarme en el sofá marrón oscuro. —Lo primero es lo primero. Su comida Él abrió la bolsa y colocó sobre la mesa un café con leche y un sándwich. —Gracias,— le dije torpemente. Mi garganta se sentía muy apretada. Había dudado de que fuera capaz de comer, así que coloqué un sorbete en el café con leche y comencé a beber. Se había producido un incómodo silencio. —Realmente lo siento Casi me ahogué bebiendo mi café con leche. Comencé a toser violentamente. —¡¿Se encuentra bien?! —Uh…si. Sí, estoy bien. Tomé una respiración profunda y pude ver que la cara infantil de Fujikawa estaba oscura debido a la preocupación. —La mujer de la recepción me dijo que el Señor Asakura estaba aquí dentro, entonces pensé que estaba dormido. El personal de la recepción había cambiado ya su turno, con lo cual estimo que olvidaron mencionar que estaba con alguien. —Ah. Lo siento Aún si ellos le hubieran dicho a Fujikawa que Asakura estaba conmigo, probablemente hubiera asumido que ya me había ido a mi casa. Yo ya había estado aquí por casi seis horas. Mi cabeza me quemaba por lo que mi cara debería de estar roja hasta la parte posterior de los oídos. Me tapé con una mano. - 114 -

Fujikawa lo hacía sonar como si Azakura siempre dormía en habitaciones de hoteles como esta. No solo para sus citas, sino también para dormir. Parecía debatir si este era el momento adecuado para mencionar algo, pero él no parecía del tipo que podía guardar silencio con lo cual disparó. –Me ha sorprendido debido a que el Señor Asakura nunca permanece en la cama con personas una vez que todo ha terminado. ¿Eso era todo por lo que se había sorprendido? Tal vez parezca un niño, pero este individuo definitivamente compatibiliza bien con Asakura, Esta no era una reacción normal. Pienso que la mayoría de las personas estaría más sorprendida si descubriera que su jefe era gay, o que él estaba durmiendo con alguien del trabajo. —No, uh…. Acabábamos de quedarnos dormidos. No pienso que signifique ser meloso. Fujikawa había visto todo, con lo cual si negaba algo de lo que había pasado, sería demasiado obvio para él. Aún así, me sentía estúpido de decir excusas como esas. Había comenzado a murmurar y mi voz se hacía cada vez más baja mientras hablaba. —Ustedes… ¿estaban durmiendo?,— él preguntó, con algo de sorpresa en su voz. Me sorprendió que algo tan leve lo sacudiera. —Um, si. Si iba a sorprenderse de todos modos, ¿por qué no se sorprendió al encontrarnos juntos a Asakura y a mi desnudos en la cama? —Yo…. Yo supongo que el Señor Asakura se excede trabajando demasiado. Hubo otro tiempo en el que caía dormido tomándome como

- 115 -

almohada: supongo que no pudo dormir mucho esa noche. Fue un poco estresante. —¡¿Otro tiempo?! ¿Hoy no es la única ocasión que él hace esto? Fujikawa se lanzó hacia adelante en el sofá, y tuve el sentimiento que solo había empeorado las cosas. Decir eso era tan bueno como revelar que Asakura otra vez me había dominado.¿ Cómo podía yo revelar todo esto a mi mismo? Alejé de mí el increíble entusiasmo de Fujikawa. Fujiikawa se enderezó otra vez. —Excúseme. Acabo de encontrar esto muy interesante. Creo realmente que el señor Asakura tiene un leve insomnio. Él no puede dormir cuando está completamente solo, pero cuando hay alguna otra persona en la cama con él, puede dormir apenas ligeramente. Ése es el por qué a él le gusta dormir en hoteles, donde hay siempre gente al lado de los cuartos o en los vestíbulos. Pero ése es también el por qué es ésta la primera vez que él duerme con un amante. Usted debe ser muy especial, señor Kasuga. Fujikawa debe haber entendido mal algo que ya había dicho. Me encontré repitiéndome la palabra especial con una dudosa voz. —¿Especial? No pienso eso. Nunca había tenido esa sensación de Asakura. Yo apenas era uno de sus muchos compañeros…. Su harem de sexo ocasional. Después de que hubiera descartado la sugerencia de Fujikawa, él volvió a la carga con fervientes argumentos. —¿Cómo puede usted decir eso? Usted es especial. No. Pienso que es más que eso. Pienso que es amor. Estoy seguro de eso. La manera que él dijo la palabra “amor” me recordó algo. Busqué en mi memoria. Era Asakura. Cuando él vino a la oficina la mañana después - 116 -

de nuestra primera vez juntos, él tenía una actitud totalmente diversa como si todo fuera una mala broma. Estos dos hombres son totalmente diferentemente, pero había algo similar en ellos. No existía ninguna duda que Fujikawa, al ser ayudante de Asakura, conocía todos sus secretos. En una relación así, incluso si fueran de caracteres contrarios comenzaría a llegar a ser similares. Un pensamiento escalofriante atravesó mi mente. ¿Cómo podría Asakura, con semejantes estándares, mantener sus manos alejadas de Fujikawa, quien era tan cercano a él, y lindo? Eché una ojeada cuidadosa a Fujikawa, que se encontraba sentado a mi lado en el sofá, pero no podría imaginarse a Asakura y a él juntos. De alguna manera, él parecía y actuaba como un niño que apenas tener un pensamiento así acerca de él sería casi como un crimen. ¿Cuán viejo era él, de todas formas? No podría decirlo realmente apenas mirándolo. ¿Era ésto lo que significaba ser eterno? —Señor Kasuga —¡Perdón! ¿Qué?— La voz de Fujikawa me tomó por sorpresa. Me sentía culpable por imaginar ese tipo de cosas sucias acerca de él. —El Señor Asakura es una persona muy torpe, así que él puede ser que parezca egoísta, pero realmente apenas está solo y deteriorado. Él es como un niño. Pienso que debe ser muy difícil estar con una persona como esa, así que le deseo la mejor de la suerte .— Fujikawa dijo, poniendo sus manos en sus rodillas y arqueando su cabeza formalmente. Eso me puso loco.

- 117 -

—¡Espere un minuto! ¡No estoy en una clase de relación seria con el Señor Asakura! ¡No necesito ninguna suerte!— Me apresuré a limpiar cualquier mal entendido que tuviera Fujikawa. Fujikawa levantó su cabeza lentamente para mirarme. —¿De verdad?— El parecía y sonaba devastado. ¿Por qué estaba tan triste por el hecho de que Asakura y yo no estemos en una relación seria? —Pero… usted está con él, ¿no es así? —Bueno, Uh…. Es algo complicado,— dije vacilante y Fujikawa dijo. —¡Estoy seguro que usted no podría hacer algo similar con alguien que a usted no le gustase! No sé si se ha dado cuenta aún, pero estoy seguro que el señor Asakura siente algo especial hacia usted, señor Kasuga. Estaba seguro que debía haber relaciones en el mundo que existían solamente para la búsqueda del placer mutuo, donde no importaban los sentimientos de las personas entre ellas. Incluso creí que si el cuerpo de Asakura estuviera de humor, él iría junto a quien sea sin sentir ninguna respuesta emocional. Nunca pensé que yo era así, pero el hecho de que dejara que Asakura me seduzca decía algo. Por lo menos hasta que conocí a Asakura yo había creído, como Fujikawa, que a uno le tenía que gustar alguien para que una relación física se desarrollara. ¿Entonces, cómo me sentía hacia Asakura? No lo odié, sino que ahora me preguntaba si me gustaba él, no estaba seguro de esto. Casi parecía como que mi corazón había sido tirado a lo largo de la seducción que embriagaba a mi cuerpo. No sabía más qué pensar. Cuando

- 118 -

intenté considerar la pregunta, mis pensamientos bajaban en completo desorden. Hubo un simple golpe, pesado golpe en la puerta y ésta se abrió. —Encontré qué ensuciaba los monitores. Alguien debe haber tratado de forzar la cámara en el elevador así que podrían hacer un cierto juego para andar a tientas. Desearía que ellos hicieran estas cosas en sus cuartos, — Asakura murmuro mientras entraba. Cuando lo vi, mi corazón saltó a mi garganta inmediatamente. ¿Qué estaba sucediendo? Latía fuerte como un tambor —¿Otra vez? La última vez había una persona que hacía strip tease en el elevador. Cuando Fujikawa habló, salté del sofá. —¿Señor Kasuga? —¿Minami? ¿ Pasa algo malo? Ambos me miraban extrañamente, no pensé que podría guardar mi compostura si hablaba. En pánico, agarré mi bolso con mi ordenador portátil en él y bajé mi cabeza rápidamente para saludar. —Por favor, perdónenme…Debo volver a mi casa. Traté de deslizarme pasando a Asakura. —¿Minami? ¡Espera! Puedo llevarte. Asakura agarró mi brazo y todo mi cuerpo se tensó. Sosteniendo mi cabeza, no entendiendo verdaderamente la razón para que yo entrara en este pánico, sabía que no quería estar solo con Asakura, pero mi brazo se puso levemente caliente donde él lo tocó. No podría sacudirlo para alejarlo. —Está bien. Aún puedo tomar el tren. —¿Cómo planeas ir a la estación?. ¿Conoces el camino? - 119 -

Me paralicé. El tenía razón… el último tren probablemente no se había ido aún. Como había llegado en el auto de Asakura hasta aquí, no sabía cómo llegar a la estación más cercana. —Al menos déjame llevarte hasta la estación. No podría pensar en una razón para rechazar tan excelente oferta. Salimos juntos fuera del cuarto, Asakura todavía me sostenía del brazo. Incluso sentándome en el asiento espacioso del BMW, mi conversación con Fujikawa rondaba alrededor de mi cabeza confundiéndome. Siempre que Asakura me decia algo, podría dar solamente las respuestas más breves —Estás reservado esta noche. ¿Pasó algo con Yuta cuando me fui? Por supuesto que Asakura había notado mi extraño comportamiento. Él estacionó en una parada en frente de la estación casi vacía y me miró derecho en los ojos. La luz de las lámparas de la calle brillaba en el coche, encendiendo la cara de Asakura extrañamente. Es difícil para mí el admitirlo, pero él se veía bien. —No, nada. Gracias por traerme hasta aquí Estaba repentinamente asustado de que la cara de Asakura pudiera hipnotizarme. Eché un vistazo atrás para asegurarme de que no había autos que vinieran, entonces abrí la puerta.

- 120 -

- 121 -

—Minami Asakura dijo mi nombre con una baja voz y tomó mi muñeca con sus largos dedos. Mi hombro se movió firmemente de un tirón —Estaré en contacto. Estábamos llevando a cabo un trabajo juntos, de modo que era de esperar que dijera algo como eso, pero de alguna manera cuando él lo dijo, las palabras se llenaron de sex appeal, acariciando a través de mi oído. —Nos vemos— El tomó mi cabeza y cruzó sus labios a través de los míos antes de que yo pudiera escapar. —¿Qué es lo que está haciendo? Sacudí la mano de Asakura para alejarla de mí y salí hacia fuera al camino. Limpié mis labios con el dorso de mi mano. Me quedé deslumbrado y mi cara se volvió de un rojo brillante. Mi cerebro hervía, pero cuando Asakura se rió entre dientes y dijo un apagado casual―Buenas noches,― Sentí que mi temperatura bajaba. Esa clase de contacto probablemente no era más que una broma de Asakura. —¡Adios! Cerré de golpe la puerta tan fuerte como pude y me dirigí a la estación. Asakura podía tocarme tan fácilmente, y reaccionaba tan fuertemente. ¿De dónde provienen esos sentimientos? Tenía miedo de descubrirlo y difícilmente intenté no pensar acerca de eso.

- 122 -

Capitulo Siete Cada vez que el teléfono en la oficina sonaba, mi cuerpo se ponía tenso. Ya habían pasado diez días desde que me había ido del hotel Luna Llena, y no había visto a Asakura en todo ese tiempo. Él había llamado dos o tres veces, pero en cada ocasión lo evité diciendo que los diseños no estaban listos todavía o que tenía un contrato anterior que cumplir. Tenía miedo de verlo. ¿Qué estaba pasando con mis sentimientos que intentaba evitar analizar lo que pasaba en mi interior? El mismo pensamiento hizo que quisiera evitarlo por siempre, pero pronto no podía ser capaz de evitarlo más. La gente notaría que algo pasaba si seguía rechazando las invitaciones de Asakura, además, tenía que mostrarle mis diseños. Si Asakura llamara ahora, decidí que me tragaría mis nervios y aceptaría su invitación. De reojo vi a Amamiya tomar el teléfono, esto hizo latir fuertemente mi corazón. Él miró repentinamente hacia arriba y nuestros ojos se encontraron. — ¿Minami?— Puso la llamada en espera y agitaba su mano para llamarme —Es el Señor Asakura. El sonido del nombre de ese hombre hacía que mi corazón latiera a toda prisa. - 123 -

Había pensado que estaba preparado para esto, pero ahora que había llegado el momento, mi ansiedad me inmovilizaba. Caminé dolorosamente hacia el escritorio de Amamiya y tomé el teléfono. —Gracias por esperar, habla Kasuga.— Hablé lentamente, tratando con esfuerzo que mi voz no temblara. Escuché la respuesta de Asakura con su baja voz. —Hola, habla Asakura. Espero poder ver pronto sus diseños. ¿Ya los tiene listos?— Él hablaba en forma profesional. Había previsto esta parte de la conversación, por lo que tenía mi respuesta preparada. —Sí, ya casi he terminado los planos. Si usted gusta, puedo enviarle los archivos por correo electrónico. Sólo quería rápidamente pasar por esto y verle lo menos posible. Asakura debía haber percibido algo, porque se negó a mi sugerencia. —¿En realidad, podría llevarlos al Hotel Luna? Me gustaría decirle lo que pienso directamente. ¿Pueden permitirle en su oficina venir por un rato? El no dejaría que me escapara. Era lo que había escuchado en sus palabras. —De acuerdo. ¿Cuándo le gustaría que fuera por allí? —En cualquier momento está bien para mí. Usted puede venir cuando haya terminado ahí. Estaré en mi habitación, como antes. No me siento muy bien, por lo que podría estar dormido. Pero usted sólo entre…―¿Él estaba enfermo? Su voz sonaba bien. —Está bien, lo veré esta tarde.

- 124 -

Él se despidió y colgó el teléfono. Me quedé reteniendo el teléfono por un largo tiempo escuchando el tono. —Minami.

¿Te

encuentras

bien?—

Amamiya

me

preguntó

tímidamente. —Oh, sí, me encuentro bien. ¡No se preocupe!.— Contesté con energía y colgué el teléfono. Sí. Todo está bien. Escuchar la voz de Asakura me había agravado, y ahora tenía que ir a verlo en pocas horas, eso era todo. Mi corazón se sentía pesado, pero decidí ir volver sobre los diseños una vez más antes de que fuera a ver Asakura. Di un suspiro corto y volví a mi escritorio y fijé mi vista en la pantalla de mi computadora. Me sumergí sobre los diseños, tratando de alejar de mis pensamientos a Asakura por algún tiempo.

—¡Ya me voy! Voy a ir a mi casa directamente después. —Que tengas buenas tardes. Pienso que has hecho un excelente trabajo. El Señor Asakura va a amar tus diseños. —Gracias,— asentí debido al estímulo del elogio que me daba Amamiya y salí de la oficina.

- 125 -

En el bolso que llevaba sobre mi hombro llevaba los archivos con el diseño, que había repasado con Amamiya y Kawahara para cerciorarme de que estaba todo bien. En éste, el último hotel que Asakura construiría, cada habitación sería enorme, cerca de 80 metros cuadrados según los modelos. Habría cuatro pisos. La primera planta tendría solamente cuatro habitaciones, con lo cual solo habría un total de doce cuartos. Creía en Asakura cuando dijo que el dinero no era un impedimento y que esta vez se centraba más en la idea de la habitación. Lo primero que había hecho era cambiar las esteras de tatami para pisos de madera. A fin de evitar que fuera demasiado occidental. Coloqué esteras grandes tejidas alrededor de la habitación. De esta forma, no importaba lo sucias que se pusieran ya que podría ser fácilmente remplazada. Diseñé cortinas deslizantes para colocar en las ventanas. Hice los marcos de madera más pequeños de lo habitual, para que se pudieran reparar más fácilmente las secciones que se dañaran. Puse paja y papel retorcido detrás del fino papel japonés de las ventanas para amortiguar más la luz y dar las habitaciones una iluminación más tenue. Obviamente, por las noches, no habría luz natural, por lo que puse una lámpara entre la pantalla y la ventana. Para los aparatos de iluminación de la habitación, puse una lámpara colgante sobre el techo y dos más tradicionales como linternas de madera en las tablas de cabecera de la cama. Por último para la sala sofá y mesa había pensado en reciclar materiales antiguos. Mediante el uso de vigas de cientos de años de antigüedad que tomamos cuando hicimos la remodelación de una casa antigua, podría hacer muebles de madera con una calidez y gusto indescriptible. Por otro lado tenía la - 126 -

promesa de Kawahara que me ayudarían a fabricar los muebles, con lo cual le había solicitado a él que hiciera esas piezas para mí. Precisamente, el diseño no podía considerarse como la perfecta “armonía” japonesa ya que más bien había pensado en realizar una hábil mezcla de elementos occidentales, como el piso con más toques japoneses. Obviamente, si Asakura decía que no le gustaba, yo haría cualquier cambio que estimara fuera necesario ya que era su proyecto, pero esta vez al menos tenía un poco más de confianza que él los miraría con más detenimiento y no sólo arrojaría los bosquejos hacia un lado. Salí de la estación y me dirigí hacia el hotel, donde nos encontraríamos una segunda vez. Las puertas giratorias se abrieron para mí y vi a dos mujeres de mediana edad detrás del mostrador de recepción. Recordaba haber visto a una de ellas en la otra ocasión que estuve aquí. —Hola, Soy Kasuga. Ya he estado aquí con anterioridad. Comencé a presentarme en forma vacilante, y uno de ellos contestó inmediatamente. —Sí, hemos estado esperándolo. Pase por favor. Me sonrieron. Abandoné mi discurso y caminé pasando el escritorio. Si alguien que me conociera me viera ahora, podría pensar que iba a ese hotel del amor todo el tiempo. Fui hasta el final del vestíbulo y me quedé inmóvil ante la puerta de la habitación de Asakura. Aquí era donde él me había violado, pensé, emergiendo en mí complejas emociones. ―Oh, espere. Apenas pensé en golpear la puerta, recordé que Asakura me había dicho que él no se sentía bien, y que podía ser que estuviera dormido. Tal vez estaba llegando un poco retrasado, pero no había excusa para estar dormido cuando venía de visita alguien para realizar negocios. - 127 -

Sacudí mi cabeza con molestia, yo estaba bastante seguro que lo había despertado en nuestra primera reunión. Asakura estaba lejos de encontrarse dentro de los límites del sentido común. No podría predecir qué era lo que hiciera a continuación. ―Tal vez si voy muy silencioso. Él me había dicho que estaba bien si entraba directamente sin llamar a la puerta antes, pero no me sentía cómodo solo abriendo la puerta sin ninguna advertencia previa. Golpeé la puerta levemente, casi culpable, y di vuelta suavemente de la manija. —¿Hola?

Estoy

aquí.—

Entré

en

la

habitación,

hablando

tranquilamente. ―¡Oh! Nuestros ojos se encontraron, pero no eran los de Asakura… era Fujikawa. Me quedé congelado con mi mano en la manija de la puerta y con un pie dentro del cuarto. Fujikawa estaba sentado en el sofá que estaba frente a la puerta, y la cabeza de Asakura estaba en su regazo. Su corbata estaba floja y los primeros dos botones de la camisa estaban desabrochados. Era una escena extrañamente encantadora. No podía sacar mis ojos de Asakura. —Hola, Señor Kasuga. ¡Señor! ¡Despierte! El señor Kasuga está aquí. Su sonrisa era tan despreocupada como siempre, pero yo no podría responder. —¡Señor! ¡Despierte! —¡¿Hmmm?! Fujikawa sacudió su hombro y Asakura finalmente gimió, revolviéndose lentamente. —¿Por qué me despiertas Yuta? - 128 -

—No hay tiempo para estar atontado, señor. ¡El Señor Kasuga está aquí! Habló amablemente pero Asakura ya había envuelto sus brazos alrededor de la cintura de Fujikawa. Fujikawa estaba sacudiéndolo en el hombro, tratando de despertarlo. No sabía por qué, pero mi mente estaba totalmente en blanco. —Si se trata de un mal momento, puedo volver más tarde. Sólo dejaré mis bocetos aquí. —No, espere, ¡Señor Kasuga! Podía oír a Fujikawa llamándome, pero sólo podía mirar las impresiones de mis diseños que se encontraban en mi bolso y ahora estaban en el suelo. A continuación, cerré la puerta, me di vuelta y caminé por el pasillo.

- 129 -

- 130 -

Estaba impaciente incluso ante la pausa que había hasta que las puertas automáticas se abrieran. Cuando me encontré afuera, mis pasos, naturalmente, se convirtieron en una carrera. ¿Por qué me encontraba tan molesto? Me preguntaba, pero entonces me acordé de lo que sólo había visto. Fujikawa me había dicho que Asakura tenía insomnio, que él no podría dormir cuando había otras personas ahí, y ¡ahora estaba allí abrazándolo mientras tomaba una siesta! Él me había dicho que yo era especial, pero ¡eso era mentira! Mi mente estaba en un completo caos. Salté al tren desde la plataforma justo antes de que las puertas se cerraras. Se escuchaba una grabación por el portavoz pidiendo a los pasajeros que no se abalancen hacia los trenes cuando éstos estaban funcionando. No había nada que pudiera hacer dentro del tren pero el tremendo shock todavía me duraba y lentamente se tranquilizó mi respiración y mis pensamientos con ella, se pusieron en control. Sentí que había sido apuñalado en mi corazón, si no me preocuparan ellos, podría haberme sorprendido, pero nunca me molestó eso. ¿Era como lo había sugerido Fujikawa? ¿Que tengo sentimientos especiales hacia Asakura? ―¡De ninguna forma! ¡Jah! El choque de la verdad me hizo reír, sosteniéndome de una de las correas del coche del metro. La anciana que estaba sentada frente a mí me miró como si estuviese loco. Tenía que estar tranquilo dentro del tren.

- 131 -

Capitulo Ocho

En

el momento en el que volví a mi apartamento, estaba

completamente devastado. Estaba seguro de que se debía a toda la agitación emocional que tenía en mi interior. Abrí la puerta. Me encontraba reflexionando acerca de lo sucedido cuando se trabó uno de mis zapatos en la puerta mientras que la cerraba. Luego me dirigí hacia el salón a través del corto pasillo. —¿En qué estaba pensando enamorándome así de un hombre como ese? — Murmuré entre dientes, en la pequeña habitación en mi apartamento. Me enamoré de él. El decir esas palabras en voz alta le daba algo de alivio a la carga emocional que se albergaba en mi corazón. ¿Por qué él, de entre todas las personas? Si iba a ser homosexual, ¿por qué no podría ser por ejemplo con Kawahara o Amayima? ¿Por qué fue este hombre, que podía decirme que durmió con un centenar de personas cada semana y que incluso no pude pegarle en un ojo? Sonreí amargamente por mi mal gusto. Me desplomé hacia abajo sobre el piso caliente pensando en Asakura. Quería a Asakura.

- 132 -

Me enfrenté a los sentimientos que habían estado fluyendo en mi interior pero realmente sentí que nunca volvería a verlo otra vez. Mi mente era un completo caos. Quería pensar todo esto con calma, pero mis manos estaban temblando. —Yo - yo hice eso---con Asakura…. Era un poco tarde para avergonzarse de lo que había ocurrido, pero ahora que me daba cuenta que me gustaba, pensé en el tiempo en el que me había dominado y me había seducido con impaciencia. Tenía que expresar la humillación que sentía de algún modo. Intenté cerrar fuertemente mis dientes, pero sólo chocaron ruidosamente y apreté fuertemente el pulgar dentro de mi mano derecha, y finalmente mis dientes dejaron de castañetear. Me pregunté cómo podía haber hecho una cosa así. Podría no significar nada para Asakura, pero era duro para mí. La imagen de Fujikawa acariciando la cabeza de Asakura en su regazo aumentó una vez más ante mis ojos. Yo lo quería. Mi corazón, emocionado con la dulce alegría del descubrimiento de mis sentimientos fue congelado por esa imagen. ¿Había Fujikawa tocado sus manos también? Pensando en lo que pasó, me di cuenta de que Fujikawa conocía un montón sobre Asakura. ¿Él conocería cosas sobre Asakura que yo no había descubierto por mí mismo?– era irónico ésto ya que él luego trató de decirme que ¿yo era especial para Asakura? Verdaderamente yo no podía averiguar lo que intentaba hacer Fujikawa. Asakura nunca había pensado en nada acerca de esto, pero Fujikawa… Me sentía como un idiota por encontrarme en esta montaña rusa emocional por mi propia voluntad. No

- 133 -

era gracioso en lo más mínimo, pero solamente pensar en esto me hizo querer reír. Realmente, esto hacía que mi cara se tensionara. Yo sabía cómo reaccionaría Asakura. Si le dijese cómo me sentía, sabía cuál sería su respuesta: — ¡Genial! ¿Quieres tener relaciones sexuales entonces? — pero no importaba la frecuencia con la cual habíamos dormido juntos, sabía que yo nunca podría monopolizar su corazón. Había sido muy sincero acerca de tener una mentalidad abierta y de carecer de restricciones morales. Estaba seguro de que había dejado una estela de corazones rotos en su camino. ¿Sería suficiente para mí que mi nombre sólo esté en la parte superior de la lista? Me sentí estúpido por no haber podido contestar mi propia pregunta. Esto hizo que mi cara mirara hacia el suelo y dejé escapar un profundo suspiro. Sentí una cálida gota resbalar por mi cara y golpear el suelo. ¿Había comenzado a llorar sin siquiera darme cuenta? Sorprendido, puse mis manos sobre mis ojos. No, esto estaba ocurriendo dentro de mis ojos, como si me quemaran. ―¿Estoy sudando? Debe hacer demasiado calor Toqué mi frente y mi mano quedó impregnada con sudor. Sólo entonces me di cuenta de cuán caliente estaba la sala. Al parecer el caos de mis pensamientos había insensibilizado mis sentidos. La sala había estado cerrada todo el día así que ahora era asfixiante permanecer allí. Encendí el aire acondicionado y abrí la ventana en el salón. Hasta que el aire acondicionado comenzara a trabajar, podría sentarme en mi pequeño balcón a disfrutar de la brisa. Eran pasadas las seis de una tarde de agosto, aún había luz solar fuera de mi ventana y esto me recordaba el pesado calor del mediodía que aún

- 134 -

me carcomía. Afortunadamente, mi apartamento estaba en el quinto piso, por lo que al menos el calor irradiado por el asfalto no podía alcanzarme. —¿Un BMW blanco? Miré hacia la calle debajo de mí y pude divisar un BMW blanco estacionado en el parque delante de mi edificio. No había nada obvio, pero existía algo sobre el auto que hacía parecer que una persona normal no conduciría un coche como ese. Conocía a una persona a la que le gusta manejar un auto como ese, pero no había forma de que él estuviese por estos rumbos ni ninguna razón para que viniera, de todas formas. Aún así, no podía apartar mis ojos del BMW blanco. —Si no es él en ese coche, debe de ser alguien peor — susurré deliberadamente, intentando enmascarar la palpitación salvaje de mi corazón que estallaba en mis oídos. Mientras observaba, la puerta lateral del lado del conductor se abrió. La primera cosa que ví fue una larga pierna, después una cabeza y un brazo. El brazo y la pierna eran muy largos, la persona tenía que ser muy alta. Un hombre salió fuera del auto y se colocó en la acera, mirando hacia arriba mi edificio. — ¡A-Asa! Casi lo llamé en voz alta, pero cubrí con mis dos manos mi boca y me acurruqué abajo en el balcón. Él no pudo verme, ¿o sí lo hizo? ¿Pero qué está haciendo Asakura aquí? Mi corazón latía intensamente. Tomé varias respiraciones profundas para calmarme y bajar mi aceleración, después miré a escondidas nervioso sobre el borde del balcón. El coche todavía estaba allí, pero Asakura se había ido. - 135 -

—Oh, hombre. ¿Qué era lo que estaba pensando? Pasé una mano sobre mi pelo y justo en ese momento escuché que el portero eléctrico sonaba. Me incorporé de un salto pero justo cuando mi corazón se estaba calmando comenzó a latir nuevamente a toda velocidad. Por el tiempo que había pasado debía ser Asakura pero quizá por una remota posibilidad, en todo Tokyo, uno de los amigos de Asakura viva aquí. Eso era casi demasiado imposible de creer, así que él tenía que estar allí para verme. Seguía estando congelado y la campana sonaba otra vez, insistentemente. Me arrastré lentamente dentro del cuarto y cerré la ventana. Cautelosamente me acerqué a la puerta, tratando de no hacer ningún ruido, yendo lo más cerca posible para echar una mirada a través de la mirilla. —¡Minami! No había manera que él hubiera venido a verme, pero Asakura tenía esa clase de sincronización irritante. ¡Entonces realmente era Asakura!. Podría decirlo sin verlo, apenas al escuchar el sonido de su voz. ¿Qué podría hacer? En mi mente sólo cabía esa sola pregunta. Hace unos instantes apenas acababa de confirmar mis sentimientos hacia él y ahora lo vería repentinamente. No pensaba que pudiera permanecer tranquilo. —Hey,¡Minami! ¡Te he visto en el balcón! Sé que estás ahí dentro Podía escuchar lo impaciente que estaba porque le abriera la puerta. Si mis vecinos llamaran al encargado debido a que él estaba haciendo demasiado ruido en el pasillo, eso sería malo. Si alguien llamara a la policía, eso sería peor. Saqué el seguro de la puerta y comencé a abrirla muy despacio.. ―Cuánto tiempo - 136 -

Sus largos dedos tomaron el borde de la puerta, su baja voz seguía, y él forzó la puerta hasta que ésta se abrió. Vestía la misma corbata aflojada, la misma camisa arrugada (no había ningún error en que era el Asakura que había visto apenas una hora antes). —Sal del camino Él entró sin preguntar – ¿Puedo pasar?,― forzándome a salir del camino para poder entrar a mi apartamento. Era muy de él. Ingresó hasta la sala dando grandes pasos y se dió la vuelta mirándome sorprendido. —¿Qué está haciendo aquí Señor Asakura?. ¿Y cómo usted….? Él dejó caer pesadamente su cuerpo en mi piso como si fuera el dueño del lugar, mientras mi pregunta salía tímidamente. No podía creer que Asakura estuviera aquí. —Pedí en tu oficina la dirección de tu apartamento —Pero ellos no pudieron sólo dársela a usted …! — Esa era información sobre mi dirección personal. En mi oficina no iban a darla a aquellos que la soliciten. Kawahara y Amamiya eran muy estrictos sobre ese tipo de cosas. —¿Usted no los amenazó, no es así? — pregunté, imaginando en mi mente a Asakura con un cuchillo en la garganta de Amamiya. Sus ojos miraron hacia mí agudamente. —No seas estúpido. Las probabilidades de que un hombre como ése me atacara si hiciera eso son altas. Les dije a ellos todo. Les he dicho que iba a venir a seducirte pero que para ello necesitaba tu dirección y entonces me la dieron. —¿En serio? Fruncí el seño. Asakura repentinamente avanzó hacia mí y agarró mi muñeca. - 137 -

—¡Hey! Dió un tirón de mí hacia él, fuertemente, y caí sobre su pecho, no sabía lo que estaba pasando. Estaba en shock, pero nuevamente me presionó sobre su pecho. Podía escuchar los poderosos latidos de su corazón. La realidad del hecho de que Asakura me abrazara con sus brazos presionándome se clavó en mí. —¡Señor Asakura! Por favor… podría usted … dejarme ir? Mi rostro comenzó a sonrojarse. Si Asakura me viera en ese instante, podría ver cuán rojo estaba. Hacía solo unos instantes luchaba con el descubrimiento de que me había enamorado de él. Incluso si para él este contacto físico resultase una broma, me sentía muy incómodo para seguir ese juego. —No. — dijo con gran determinación, apretando sus brazos alrededor de mi cuerpo. Sangre corrió dentro de mi cabeza. ¡Sólo se está burlando de mí para avergonzarme!. Pensé, empezando a mezclarse mi humillación con amargura. —¡He dicho, que me deje ir! ¡Lo amo, Señor Asakura! ¡Si sigue sosteniéndome de esta manera va a romper mi corazón! ¿Va a asumir la responsabilidad de esto? Grité, llegando al límite que podía soportar. Luché con el agarre de Asakura y sus brazos repentinamente cayeron lejos de mí, ya no podía retenerme más. Planeaba usar la distancia que se había producido entre nosotros para moverme hacia la otra esquina de la sala, pero Asakura atrapó mi brazo inmediatamente y caí en el suelo. Asakura presionaba hacia abajo mis brazos y piernas. Yo no podía mover ni un músculo. - 138 -

—Tomaré la responsabilidad de todo lo que tú quieras, sólo mantente quieto y escúchame. Pude volver a tener el control de mi respiración, después de dejar la lucha atrás y miré a Asakura. Él me vio a los ojos. ¿Por qué estaba atacando al hombre que amaba con tal amargura salvaje? Me sentía desolado tan pronto me di cuenta de lo que estaba haciendo. —Bien. Asakura liberó mis brazos de su agarre. Entonces, su expresión cambió. ¿Cómo podría describirlo? Era como si un perro salvaje se volviera dócil. Él se erguía ante mí. —Entonces, ¿tú me amas? Entonces es mutuo. Yo dije que vendría hasta aquí para seducirte, ¿no es así? Tú eres especial para mí, Minami. No estaba bromeando cuando dije que esto era amor, ese día en la oficina. No puedo dormir sin que tú estés a mi lado, Minami Sus apasionadas palabras me excitaron, sintiendo en mi corazón crecer el calor. No sabía cuánto de lo que me estaba diciendo era verdad, y sólo podía sentir pena por mí mismo. Sintiéndome excitado con tanta facilidad. No puedo dormir sin que tú estés a mi lado, Minami. Esas palabras enviaron a mi corazón esperanza. Entonces recordé que me había forzado a hacer frente a mis sentimientos en primer lugar. —¡Mentira! ¡Estaba durmiendo lo más bien en los brazos de Fujikawa! Él tenía sus brazos alrededor de la cintura de Fujikawa tan despreocupado, aferrándose y llamándolo por su nombre. Ellos eran perfectos, el uno para el otro, como una vieja pareja que ha estado junta por tanto tiempo que todo lo que hagan juntos era extrañamente natural. - 139 -

El señor Asakura es una persona muy torpe. Él está solo y estropeado, era lo que Fujikawa me había dicho, como si supiera todo acerca de él. No había nada entre nosotros, y si Asakura acababa de decir esas mentiras transparentes, entonces no podía creerle no importa lo que me dijese. Si Fujikawa era su favorito, entonces, ¿qué era yo? ¿Su amante? ¿Su concubino? Si su corazón iba a pertenecer a otro y él solamente me daría su cuerpo, yo no me encontraría con él en tan patética situación. —Si, ¿y es por eso que huiste de mi casa? Yuta es… bueno, él es especial de una forma diferente a la que tú lo eres. Asakura se rió entre dientes, apretando mis manos. Entonces realmente yo estaba en un segundo lugar. ¿Quién lo sabía? Tal vez en tercero o cuarto lugar… —Él es mi preciado, amado… sólo mi hermano. —¿Huh? ¿Hermano? ¡¿Hermano?! ¿Qué era lo que estaba diciendo Asakura? Por un momento no pude procesar lo que escuchaba. El significado empezó a penetrar en mi cerebro despacio y comencé a mirar sospechosamente a Asakura. —¿Cree usted que soy un idiota? ¿Cómo puede decir una mentira tan transparente?. ¡Ustedes dos no se parecen en absoluto! ¡Y tienen diferentes nombres! ¿Quién llama señor a su hermano? En mi interior estaba creciendo la cólera, pero Asakura sólo me miraba plácidamente. —He dicho que me escucharas. Él colocó sus labios sobre los míos, como si quisiera callarme, pero luché, volviendo mi cara lejos de la suya. ¡No se lo iba a dejar tan fácil! - 140 -

—Si no me crees, podemos hacer una prueba de ADN. La razón por la que crees que no nos parezcamos tanto es porque tuvimos diferentes padres. Y nuestros nombres son diferentes por que él tomó el nombre de su esposa. En cuanto a lo que comentas de cómo me llama, nunca nos has visto en el ámbito privado. Él me llama señor durante el trabajo para ser profesionales. —¡¿S-su esposa?! Mi voz dió un chillido de sorpresa. Esto fue, probablemente, la única cosa más chocante que Asakura había dicho. Fujikawa parecía tan joven. Casi estaría tentado a decir estaba en la escuela secundaria… ¿y tenía una esposa? —Ella es hija única, lo adoptaron en el seno de la familia para llevar el nombre. Tienen tres hijos, tú sabes… Es sorprendente ¿no? Asakura levantó una ceja arqueándola mientras me miraba al tiempo que yo estaba allí, congelado. Me había sorprendido el hecho de que Asakura y Fujikawa eran hermanos y el hecho de que Fujikawa, que parecía un niño, era casado – ¡y que tenía tres niños! Realmente ya no tenía idea qué pensar. —Duermo muy bien con Yuta, pero la primera vez que dormí tan bien con otra persona fue contigo. No sólo estoy adivinando sino que creo que cada parte de mí quiere estar contigo. Cuerpo y alma. Asakura me miraba apasionadamente mientras hablaba. Pero yo estaba más nervioso que contento. Las manos de Asakura alrededor de mis muñecas se sentían muy calientes. —Minami.

- 141 -

Su aliento acariciaba mis labios, sus labios siguiendo con un ligero toque sobre los míos. Tenía mis manos apretadas en un puño, pero la tensión lentamente dejó mi cuerpo. —Mmm. Su lengua ingresó en mi boca, estimulando suavemente su interior. Me retorcí con una sensación cosquillosa. —Señor Asakura, por favor, suelte mis manos. La cara de Asakura se oscurecía reflejando tristeza. Él debía haber pensado que iba a intentar escapar. —No voy a escapar. Pero no puedo abrazarlo si usted me está presionando hacia abajo tan duro. Miré a sus ojos y le supliqué que me permita ir para que yo pudiera poner mis brazos alrededor de él. Él me miró dudosamente. Pero distendió su agarre y pude liberar mis brazos desde el piso. —Te estoy diciendo la verdad No sabía si era extraño o adorable cuán sospechoso estaba siendo. Envolví mis brazos estrechamente alrededor de él, riéndome. —Minami — Asakura respirando mi nombre, su pecho esforzándose, abrazándome con todas sus fuerzas contra su cuerpo, aunque esto terminó conmigo tirando de él hacia abajo, acercándolo hacia mí. Nuestros corazones latían uno contra el otro. ¿Estos son mis latidos?, me preguntaba, o de ¿Asakura? —Hay otra cosa que quería preguntarle…. Asakura tiró de mi camisa, deslizando su mano debajo de ella para encontrar mi piel. Sabía que esto se iba a poner muy caliente rápidamente y golpeé ligeramente el hombro de Asakura.

- 142 -

—¿No puedes preguntármelo después? — Asakura murmuró en mi oído, como si me estuviera diciendo que estaba ocupado con cosas más importantes. —¡Ah! Mi espalda se encorvó separándose del piso y mis manos se detuvieron brevemente con resistencia para luego deslizarse alrededor de su cuerpo. Mi piel se erizó cuando sus cálidas manos se movieron a través de mi vientre y pecho. —Nagh ¡ah! Mi garganta se arqueó hacia arriba y la húmeda lengua de Asakura resbaló a través de mi piel. Cada parte de mi cuerpo que Asakura tocaba se tornaba cálida al solo contacto de su aliento, sus manos o su lengua. La pasión fluyó de esos lugares en donde me tocaba y empezaba a romper mis barreras. —NN – espere. Espere. Hay un … botón allí Detuve a Asakura mientras intentaba sacar mi camisa sobre mi cabeza. El tenía su camisa abotonada sólo hasta la mitad. Se deshizo de los restantes botones y tiró de mi camiseta arrojándola en el piso. Asakura actuaba inusualmente en forma apresurada. En todas las otras ocasiones había sido como si Asakura se estuviera burlando de mí, viendo cuán ansioso se encontraba comencé a colocar una fría distancia, pero ahora su afán me hacía feliz. Me estaba diciendo, sin necesidad de palabras, que yo no era el único que se encontraba en el cielo. Me sentí incómodo de ser el único que se encontrara sin ropa, entonces agarré la corbata de Asakura. Nunca había sacado una corbata de otra persona con anterioridad, por lo que era muy malo en ello. - 143 -

—No me gusta comenzar todo de una forma como ésta. Espera un poco. —¡Hey! Eso lo ha apretado aún más. Ten cuidado— Mientras Asakura se reía de mis acciones, de alguna manera pude sacar la corbata y tirarla al suelo. Ahora por la camisa. —Necesito mis manos —Lo sé, lo sé. Mis manos no paraban de temblar mientras desabotonaba la camisa de Asakura. Me sentí tan incómodo que sentí que podría dar la vuelta y salir corriendo si Asakura mencionaba el hecho de que yo estaba temblando, por lo que por supuesto dijo algo especialmente cruel. —Realmente no eres muy bueno en esto, ¿no es así? — Él sonrió y yo lo miré a través de mis pestañas, ―Sí, bueno, usted huele a un hombre viejo — le respondí manteniendo mi voz conmocionada bajo control, pero mi rostro estaba quemándome. Por todo lo que sabía, mi cuerpo entero estaba rojo debido a la vergüenza que sentía. —Eres tan lento. Esto es suficiente. Poniendo fin a mis desatinados esfuerzos, Asakura rápidamente pasó su camisa (que se encontraba desabotonada a la mitad) sobre su cabeza. Miró abajo hacia mí, medio desnudo, y rápidamente me alejé, mi vergüenza finalmente tomaba el control. ¿Qué podía hacer? Mi corazón latía como loco.

- 144 -

- 145 -

Miré el cuerpo desnudo de Asakura y él miró el mío y, a pesar de no ser la primera vez que estábamos juntos, mi corazón latía a toda velocidad a pesar de mis esfuerzos por calmarlo. Hace una semana, nunca hubiera pensado que llegaría el día en que yo podría estar buscando en el cuerpo desnudo de un hombre. Me ruboricé como una colegiala. —¿La parte inferior, también? Asakura desabrochaba mis pantalones vaqueros sin decir una palabra. Agarré su mano. —Si quieres hacer todo lo demás, está bien — Él sonaba un poco sorprendido. —Estimo que usted tiene razón, — contesté vacilante — pero deme un segundo para estar listo. —¿Qué es lo que necesitas para estar listo? Te amo, y tú a mí. ¿Cuál es el problema? —¿No hay ningún problema? Apenas. ¡Yo. ah! — Me cubrí intentando ganar tiempo, pero Asakura abrió el frente de mis pantalones vaqueros y metió la mano dentro de ellos. Me ahogué con un grito. Podía sentir su calor incluso a través de mi ropa interior. La mano de Asakura no tenía ninguna prisa. Él me tocó ligeramente, dándome un pequeño tirón hacia adelante. —Nngh. El calor en mi cuerpo comenzó lentamente a concentrarse allí. Los dedos de Asakura trazaron mi forma y mis caderas se crisparon hacia él. —Estás tan duro —Nn--- ¡no! No me toque..... Llegué a detenerlo, pero Asakura agarró mis muñecas. Él me frotó tan insistente que ya me sentía tan excitado que podría venirme en cualquier - 146 -

momento. Asakura se inclinó hacia adelante para presionar sus labios a mi oído mientras se torcían en una sonrisa.―Puedo sentir lo mojado que estás. Eres tan sucio. Un sonido como de estar tocando algo mojado se escuchó de algún lugar muy cercano. En el mismo momento que sentía una lengua mojada arrastrarse alrededor de mi oído. —¡U-usted es el mayor pervertido, señor Asakura! Sabía que estaba diciendo estas cosas a propósito para humillarme. Estaba seguro de que mis ojos eran absolutamente poco convincentes, tan húmedos como estaban con lágrimas, pero lo miré fijamente, desafiante. Él se enfrentó a mi mirada riendo. —Tienes razón. Qué lindo eres Minami. Quiero hacerte sonrojar y gritar aún más. Quiero eliminar todo pensamiento racional que puedas tener en este instante. Quiero verte ser sucio. La voz baja de Asakura pronunciaba sus deseos con cuidado deliberado. —Qu...¿Qué? ¡No dejes que sus malvadas palabras te dominen! Le ordené a mi corazón. —¡Ah! ¡no! ¡no que! Aprovechando un momento de vacilación, Asakura sacó mis pantalones vaqueros y ropa interior de un solo tirón. Liberó a mis pies de ellos, y los arrojó en la esquina. Él agarró mis rodillas y las separó, entonces se colocó a sí mismo entre mis piernas para evitar que las cerrara nuevamente. Yo no tenía nada que ocultar. Todo estaba abierto a la mirada del Asakura. —Lo sabía … está húmeda. Mira todo esto. - 147 -

—¡Ah! Asakura dibujó un círculo alrededor de la punta de mi miembro con sus dedos, extendiendo el fluido sobre mí. Mi cuerpo se tensó y cerré mis ojos estrechamente. Mis respiraciones que salían de mis labios ligeramente abiertos eran calientes. —Estás siendo tan dócil, lo eres tanto como un buen muchacho. Escuché la sonrisa boba de Askaura y, a continuación, de repente sentí algo cálido y húmedo cerrarse alrededor de mi miembro. —Ah ¡uhgh! Abrí mis ojos y ajusté mi visión y entonces pude ver la cabeza de Asakura entre mis piernas. Intenté levantarme apoyándome en mis codos tratando de detenerlo, pero él seguía chupando toda la fuerza de mi cuerpo. Mi cabeza cayó en el suelo. La sensación de la boca de Asakura fue tan poderosa que incluso no sentí el dolor del golpe. —¡agh nngh! Intenté no hacer ruido, pero ellos salieron por sí mismos fluyendo a través de mi voz con una increíble sensualidad. —mm…Señor Asakura, esto es…¡ es demasiado…!. Me retorcí, tratando de decirle que era demasiado, pero Asakura se mantuvo lamiendo sin decir una palabra. Una ola rosa fue hacia arriba profundamente desde mi interior y me dejé llevar por ella un gran número de veces. Apreté fuertemente mis dientes, luchando contra esto. —¡Mm! Mi mente estaba en blanco. Sentía que había sido arrojado hacia el vacío. Mis caderas saltaron desde el suelo, diminutas contracciones nerviosas cruzaban a través de mi estómago. Esto estaba mal… Iba a… - 148 -

—No ¡Asakura! ¡Tienes que…parar! ¡Nngh!¡No! Me sentí en la cresta de la ola y le rogué que se detenga, pero Asakura me tomó más profundamente en su garganta. Mi placer sólo aumentaba. Respirando ásperamente, luché para poder volver a tener el control de mi cuerpo. —¡A…! No sé si lo hizo a propósito o fue un accidente pero sentí los dientes de Asakura que raspaban sobre mi pene. Mi cuerpo temblaba mudo. La lengua de Asakura me envolvía. —¿Tú has….? Apreté la cabeza de Asakura entre mis manos. Asfixiado en lágrimas rogué por saber si él se había tragado mis fluidos. Asakura me miró y casualmente chasqueó su lengua sobre sus labios. —Sí — él simplemente asintió. No lo podía creer. Había realmente… ¿qué? Aspirado una profunda respiración, haciendo estallar mis senos paranasales dolorosamente, y comencé a llorar. —¿Por qué estás llorando? Se sentía bien, ¿no es así? —P…pero, usted…. Mi garganta se cerraba. Yo apenas si podía hablar. Todas mis emociones frenéticas parecían fluir raudamente de mí con mis lágrimas. Realicé varias respiraciones profundas y de alguna manera obtuve el control necesario para hablar. —¿Yo … tengo que hacerlo también, no es así? Yo no podría dejarlo hacer todo. Eso sería un error. Quería que Asakura perdiera también el control. - 149 -

Este pensamiento me incitó para llegar a su entrepierna, pero cuando yo estaba casi a punto de tocarlo, me detuvo. —La próxima vez. Ahora no es un buen momento. —Pero ¿por qué? No quisiera que usted hiciera todo. — Mordí mis labios. No puede entender por qué me detuvo. —No, es justo que… Esta era la primera vez que se había visto la mirada de Asakura mostrando el conflicto que sentía en su interior. Él murmuró: —No lo sé. Sólo pienso que no es una buena idea, me sentiría muy estúpido si me viniese en el instante en el que me tocaras. Al final, él escupió esas palabras. Miré a los ojos de Asakura seriamente. —¿Por qué me mira de esa manera? Él tocó mi mejilla ligeramente y sonrió. —Sólo… porque dijistes eso. ¿Creías que nunca conseguiría excitarme? Estás equivocado, puedo asegurarlo. Probablemente podía. Siempre me encontraba fuera de control y pensé que Asakura permanecía siempre fresco. Inclinando ligeramente su cabeza. Asakura había presionado su pesarosa sonrisa contra mis labios. —Me gustaría. Pero estoy muy excitado ahora para permanecer en control. Nuestros cuerpos se presionaron juntos y pude sentir la virilidad de Asakura contra mi piel, a pesar del hecho de que él todavía estaba casi completamente vestido. Sintiéndose su deseo presionar francamente contra mí, mi enfriada pasión comenzaba a regresar lentamente a mi cuerpo. - 150 -

—Nngh. Nuestras lenguas se entrelazaban mutuamente, nuestros suspiros apasionados se mezclaban. Cada vez que nos separábamos, había un sonido como de húmeda succión. Él tenía un sabor tan bueno. Pasé mis dedos sobre su espina dorsal, abrazando su amplia espalda. El cuerpo de Asakura se tensó. —Sea cuidadoso. Él lamió el borde de mis labios humedeciéndolos, a continuación, se incorporó y dobló mis rodillas. —Sé que ya debes de saber a estas alturas, pero no te tensiones. Él miró abajo hacia mí mientras yacía en el suelo, luego recorrió con su lengua su dedo primorosamente, cubriéndolo de saliva mientras yo observaba. No sabía lo que iba a hacer con ella… pero me sentía demasiado tímido para preguntar. No pude mirarlo directamente, Por lo que puse un brazo atravesando mis ojos de tal manera de bloquear mi visión. Jadeé cuando empujó su húmedo dedo suavemente contra mí, entonces lo introducía lentamente dentro. Él había dicho que no me tensionara, pero mi cuerpo se endurecía naturalmente. Asakura dejó de mover su dedo. —En lugar, trata de centrarte en esto. —Agh — ¡Nngh!. Su otra mano acariciaba mis piernas, explorando. Estaba más débil que nunca al estímulo directo que me daba. La pasión irrumpió en ese lugar donde mis músculos se encontraban relajados. Pude sentir como me ponía duro, y el dedo de Asakura comenzó a moverse nuevamente. - 151 -

—¡Uugh! ¡Ah! — su largo dedo iba por todo el camino dentro de mí. Tan pronto como me di cuenta de esto, se resbalaba hacia afuera. Mientras que él retiraba y volvía a introducir su dedo hasta lo más profundo dentro de mí buscando la próstata, sentí cómo presionaba en ese lugar y me hacía estremecer. Considerando que hacía un momento me había dicho que no podía controlarse, su dedo estaba empujando dentro y fuera de mí muy pacientemente, llevándome cada vez más cerca de mis límites. Hubiera preferido ser consumido en un incendio incontenible antes que ser asado sobre un lento fuego como éste. De repente, Asakura separó más mis nalgas y añadió otro dedo. —ah, ¡ungh!. Mi grito me sorprendió y mordí mis labios rápidamente para silenciarlo. —Quiero oírte, — Asakura exigió. Miraba hacia arriba jadeando fuertemente. —Las paredes son finas aquí. ¡Alguien escuchará! Si alguien tuviera su televisión encendida o tenía una conversación fuerte, se podía escuchar el sonido a través de las paredes perfectamente, sólo la semana pasada, uno de mis vecinos tuvo una pelea con su novio. Yo realmente no deseaba escuchar detrás de las puertas, pero no podía evitarlo. Era imposible de evitar. No sabía si mis vecinos ya se encontraban en sus casas, pero si alguno de ellos me escuchara gritar de esta manera, me sentiría mortificado. Sinceramente creo que tendría que mudarme. —Ah. Entonces ¿debería mantenerte tranquilo? En ese momento, pensé que iba a cubrir mi boca con la mano. ¿O tal vez iba a empujar un pañuelo o una toalla en mi boca? - 152 -

Ninguna de mis conjeturas estaba acertada: Asakura— Mantenme tranquilo — me dijo mucho más gentil de lo que imaginaba. —¡Mm!¡nngh! Él presionó sus labios contra los míos, tragando mis respiraciones mientras impulsaba su dedo dentro y fuera de mí. Incluso sin esa estimulación, mi cuerpo ya se estaba calentando. Asakura se acomodó entre mis caderas de un salto con su cuerpo. Su lengua recorría toda mi boca mientras que sus dedos exploraban mi interior. Los dos movimientos se convirtieron en uno hasta que ya no pude saber lo que sentía. Cuando liberó mis labios, dejándome tan excitado, retiró sus dedos de mí. Escuché el susurro de tela que caía. No tuve la fuerza necesaria para levantar mi cabeza, por lo que no pude ver lo que ocurría pero sospechaba que Asakura se estaba sacando las últimas prendas de su ropa. Sostuvo mis dos rodillas, doblándolas a la mitad para besarme una vez más. No pude decirle cuánto me dolía estar en esa posición. Yo descansaba mis manos en los hombros de Asakura cuando él se doblaba sobre mí. Tan pronto como él empujó contra mí, mi cuerpo se llenó con un peso robusto. Mis pensamientos se dispersaron en un millón de direcciones. —¡Agh! Si los labios de Asakura no hubieran sido presionados sobre los míos, hubiera gritado. Ya había dormido con Asakura unas cuantas veces ya, pero era mucho más difícil esta vez. Se sentía como si su miembro fuera de un tamaño diferente. Aparté mi cara a un lado para escapar del beso y, a continuación, miré a

Asakura

con

mis

ojos

llenos

de

desesperadamente.―¡se siente…tan grande!― - 153 -

lágrimas

mientras

jadeé

Los músculos en mi estómago se tensaron naturalmente cuando hablé y pude sentir estremecer el miembro de Asakura profundo dentro de mi cuerpo. Él hizo muecas leves. Luego dejé escapar una respiración lenta. Él sacó suavemente mis cabellos fuera de mi cara. —Lo lamento, te dije que no podría volver atrás. Realmente lo siento, pero voy a empezar a moverme ahora. Sin darme algo de tiempo para responder, Asakura susurró ‘lo siento’. y comenzó a moverse contra mí nuevamente. No lo hacía violentamente, pero empujaba contra mí para mantener nuestra conexión profunda. Sentí que se obligaba a ir cada vez más profundo acercándome a mi límite. —¡Ah! ¡Oh ! no, esto ...¡ esto duele! La parte de mí que lo detuvo no sufrió daño, exactamente. Era más que dolor. No pude sentir mucho. Pero mi espalda golpeó contra el piso duro y la sensación de mi piel desnuda deslizarse sobre éste me lastimó mucho. Mis hombros y columna vertebral golpeaban sonoramente en el suelo. —¿Qué estalló? —Mi… ¡mi espalda duele! Clavé mis uñas en los hombros de Asakura, llorando por el dolor. Él murmuró como reconociendo ésto y dijo tranquilamente: — Tiene sentido. Sostente de mí. —¡¡Nng-ah!! Me aferré a Asakura desesperadamente y ví el mundo girar a mi alrededor. Con su miembro aún dentro de mí, Asakura tiró de mí de tal manera de sentarme sobre sus rodillas. El ángulo de la penetración cambió y sentí mi peso forzándolo a estar aún más profundo dentro de mí.

- 154 -

Me aferré a Asakura mientras que temblaba por mi excitación, jadeando pesadamente. —Así está mejor, ¿no es así? —Si…. pero aún es duro. Asakura había estado acariciando mi espalda pero ahora sus manos se detuvieron. —¿Duro? Siento algo duro también.

- 155 -

- 156 -

Él agarró mis caderas, tirando para que nuestros cuerpos estuvieran aún más cerca con lo cual de ninguna manera podía ocultar mi erección de él. No podía negar sus acusaciones bromistas. —¡Ah! ¡Unngh! Traté de alejar a Asakura con mis manos sobre sus hombros. Sus manos al instante mantuvieron mis caderas de forma más segura y él golpeó su cuerpo hacia arriba contra el mío. —¡Ah! ¡Nngh! Me apresuré a cubrir mi boca con mi mano, tratando de sofocar mis eróticos gritos. Mi pasión se arremolinó dentro de mi cuerpo, buscando la forma de dar realización a mi goce, quemando todo a su paso, dejando cenizas. En algún momento mi cuerpo comenzó a moverse muy ligeramente, en un ritmo coincidente con el de Asakura. —Mm Cubrir mi boca con la mano no fue suficiente para mantener mi voz baja y mordí los nudillos de mi pulgar. Mi cuerpo estaba dominado por la obscena lujuria que incluso no lastimaba. —¡Minami..! Nuestros movimientos aumentaron lentamente, nuestras mentes fuera de control. Tenía miedo de que si esto salía de mi corazón podría estallar. —¡Nn - no! Algo es … ¡nngh! Algo caliente dentro de mi cuerpo se levantó y voló de mi boca. Mi dedo cayó de mi boca por el dolor de la fuerza con la que apreté mis dientes. Rogaba por saber lo que me estaba sucediendo. Asakura había

- 157 -

sacado sus manos fuera de mis caderas y sostenía mi pelo, presionando mis labios contra los suyos. Su lengua cálida se enrollaba con la mía. —Mm…¡ah! Él aspiró mi lengua, enviando un horrible estremecimiento hacia abajo de mi columna vertebral. Pude sentir cómo me convulsionaba alrededor del miembro de Asakura. —¡Mm! —¡Ah! Ungh! Me aferré a los hombros de Asakura mientras rompía el beso. Nuestros cuerpos se estremecieron, liberando toda la fuerza de nuestra entusiasta lujuria casi en el mismo momento. Me aflojé, pero Asakura me atrapó cuando empecé a caer hacia atrás. Él me retuvo contra sí en silencio hasta que mi respiración se calmó y mi sudor se secó.

- 158 -

Capitulo Nueve Sabíamos que el pequeño baño no había sido construido para dos, pero fuimos juntos de todos modos. Nosotros mismos nos limpiamos el sudor y todo lo demás, golpeando nuestros codos constantemente contra las paredes. A diferencia de los hoteles de Asakura, donde se proporcionaban todos los lujos, yo no tenía nada elegante como un albornoz en mi apartamento, así que envolvimos en toallas nuestras cinturas y volvimos a la sala. Volviendo a la sala ahora, parecía como que algún tipo de desastre hubiera pasado por allí. Había ropa esparcida por todas partes. Yo sabía que se iban a arrugar. No me interesaba si mi camisa o jeans se ensuciaban, pero la camisa de Asakura y sus pantalones eran los que se encontraban especialmente en más peligro de hacerlo. —Podría ser demasiado tarde ahora, pero ¿no le parece que los deberíamos colgar? Abrí el armario y saqué una percha mientras buscaba unos pantalones deportivos para que Asakura utilizara como pijama. Yo estaba bien en una camiseta y cortos de algodón, pero no estaba seguro de tener nada que pudiera utilizar Asakura. Busqué entre mis camisetas más grandes y unos pantalones holgados que no sabía que tenía y volví junto a Asakura. —Puede probarse esto mientras cuelgo los pantalones. - 159 -

—Gracias Entregué la ropa a Asakura y colgué los pantalones en la percha. Dejé la camisa (probablemente tengan lavado a seco). Decidí colgarla con los pantalones mientras recogía su corbata. —¿Hm? Cuando extendí su camisa abierta, un trozo de papel pequeño, doblado, se cayó del bolsillo. Puse la percha en el armario y me agaché hacia abajo en el piso. —Algo cayó de su bolsillo —Oh Asakura dió un tirón a su camisa, pero se detuvo y se arrodilló delante de mí. Realmente no me importaba, pero me di cuenta de que los pantalones que eran demasiado largos se veían cortos en las piernas de Asakura. Yo sabía que sus piernas eran más largas que las mías, pero no imaginaba la gran diferencia que había. —Oh, es mi diseño. Desplegado en el documento, reconocí el gráfico de mi diseño que había dejado en el suelo de la habitación de Asakura en el hotel. —¿Qué significa esto escrito aquí, "reutilizar material"?. Asakura señalaba algo en la lista de notas. Yo aún tenía mis rodillas contra mi pecho, pero las extendí y me senté frente a Asakura en el piso. —Esto se refiere a las vigas que tomamos de una vieja casa cuando la remodelamos. Es madera de cedro y de haya. Ha estado en pie durante cien años, por lo que se encuentra en un estado magnífico. Las vigas son de

- 160 -

unas habitaciones con chimenea, por lo que está toda teñida de negro por el hollín. Son realmente maravillosas. Asakura asintió con interés cuando le expliqué. —Wow, qué cool — murmuró sinceramente. Me di cuenta que había podido captar el interés de Asakura y eso me dió ánimos. — Luego quería poner una pantalla de madera entre la puerta y la cama. Creo que una pantalla plegable sería la mejor opción. No importa cuánto vaya la gente a lugares como éste, creo que es un poco incómodo abrir la puerta y poder ver la cama directamente. ¿No le parece?. Las mujeres son sensibles a este tipo de cosas. —Humm… No sabía. —Y pienso que debe haber tallas abiertas en la parte superior de las pantallas, pero … Me arrastré observando hacia arriba a Asakura. Él me fruncía el ceño, supongo que porque había dejado de hablar. —Pero…. ¿Hay un problema con esto? —Bien, todo lo que le digo ahora es justo lo que creo que sería bueno, en un entorno ideal. Si se implementa todo, costaría una fortuna, por lo que yo no puedo recomendar realmente que hiciera todo al final, no sería una sola habitación. Si nos obsesionamos en los detalles de las quince habitaciones, sería demasiado trabajo. Ese era mi humilde opinión, pero Asakura lo contradijo inmediatamente. —Ese no es un problema. ¿No te dije que el dinero no era un problema y que podrías diseñar todo lo que quisieras? No me importa cuánto cueste. Sólo avanza con la imagen que tienes aquí.

- 161 -

Él miró en el diseño. Nunca había pensado acerca de él antes, pero ahora comencé a preguntarme cuánto dinero harían hecho los propietarios de hoteles del amor. ¿Eran los padres de Asakura y de Fujikawa ricos? Sabía que no era un tema cortés a preguntar, pero ahora me molestaba. —¿Su familia es rica, Señor Asakura? — pregunté tímidamente. Asakura me miró sin ninguna expresión. No se sorprendió o enojó…. Su mirada estaba completamente vacía. —Bueno. Me preguntaba si había sido correcto el haber preguntado esto. Estaba a punto de decirle que olvidara incluso que lo había preguntado cuando finalmente dió una respuesta lista. —Estaban en realidad casi en el nivel de pobreza. ¿Deseas oír sobre esto? Nuestros ojos se encontraron. Sentía que si miraba a otra parte en este instante nunca sería capaz de volver a preguntar acerca de esto. Asentí. Como había cambiado mi posición en el piso, sentí un pequeño dolor. —¡Oh! Sólo un segundo. Me había dado cuenta que Asakura estaba vestido y yo estaba sentado frente a él con una toalla todavía envuelta a mi alrededor. Tomé la camiseta y cortos y me los puse lo más rápido que pude y volví a sentarme en mi lugar.

- 162 -

—Ésta es la primera vez que le cuento esta historia a alguien. No sé si podré hacer todo el camino — dijo desde detrás de mí, advirtiéndome que no sería bonito. Entonces comenzó lentamente el relato de su historia. —Mi mamá se vendió a hombres para ganarse la vida. Desde que tengo memoria, es lo que ella hacía. Mi cuerpo se endureció inconscientemente. Yo sabía que Asakura sería capaz de sentir el cambio, pero él sólo continuó hablando. —Nosotros vivíamos en un apartamento de los barrios marginales. Por la noche ella me dejaba con la anciana de al lado, pero cuando la anciana se convirtió en paralítica, mi mamá me llevaba con ella. A veces pienso en esto y me pregunto qué era lo mejor: si tomar a su niño de dos o tres años y llevarlo a los hoteles con ella o dejarlo solo en el apartamento. Es una elección horrible de hacer. —¿Lo llevaba con ella?. ¿A las habitaciones?. Un terrible pensamiento vino a mi mente. ¿Tenía a su hijo en la habitación con ella mientras hacía ese tipo de cosas? —Por supuesto que no. Ella me dejaba con las mujeres en la recepción. Ella usaba casi siempre el mismo hotel, por lo que ya las conocía. Me sentaba en el mostrador sin saber lo que estaba sucediendo, o me dormía en la sala de descanso o dentro de las habitaciones vacías. Apoyaba su mentón en la parte superior de mi cabeza mientras hablaba. Esto daba un efecto a su voz como si fluyera hacia abajo desde arriba. Wow. Fujikawa me había dicho que Asakura sufría de insomnio leve por lo que no podía dormir junto a nadie, pero que también no podría dormir si no

- 163 -

podía escuchar a la gente cerca de sí. Su infancia debió haber hecho que él fuera de esta forma. —Siempre comía muy tarde y mi mamá normalmente no podía darme dulces. Pero la mujer en la recepción guardaba caramelos de crema para dármelos y me los ponía en mis manos. Era la única razón por la que esperaba ir al hotel. Ese es el por qué, incluso a esta edad, me siguen gustando esos dulces. Así que ése era el motivo por el cual Asakura casi siempre tenía dulces en sus bolsillos. Recordé que cuando le conté acerca de cuando le daba dulces a mis hermanos y hermanas, él me había dicho que era un recuerdo agradable. Sentí un nudo en la garganta. —Cuando tenía cuatro o cinco, comencé a ayudar con pequeñas cosas alrededor del hotel. Ahí fue cuando me di cuenta de que las personas que utilizan el hotel no eran todos como mi madre, que lo hacía porque debía hacerlo. A algunos de ellos les gustaba. Cuando heredé un edificio de mi abuelo y tuve que decidir qué hacer con él, decidí realizar un hotel, ya que los conocía mejor que cualquier otra cosa. Creo que la razón por la que decidí hacer esto mío y evitar ser holgazán fue debido a la fuerza de ese recuerdo. —¿Tiene un abuelo?. Pero me había dicho que Fujikawa era su único pariente. Si Asakura tenía un abuelo, ¿por qué había sido necesario que su madre vendiera su cuerpo para vivir? Me di vuelta para poder ver a Asakura, pero cuando comencé a hacerlo, atrapó mi cabeza entre sus manos y me giró nuevamente a mi posición inicial. —Sólo descubrí acerca de mis abuelos después de la muerte de mi madre. Tenía alrededor de siete años de edad. No teníamos suficiente - 164 -

dinero para ir al hospital, y ella murió dando a luz a Yuta en nuestro apartamento. —Oh mi dios…— me llamó la atención y la veía como una historia heroica. Esto me dejó sin palabras. Sentí una pesada presión contra mi espalda. —No teníamos un teléfono, por lo que corrí al teléfono público para llamar a una ambulancia, pero era demasiado tarde. La policía verificó alrededor y nos enteramos de que nuestros abuelos estaban todavía vivos. Nos tomaron a Yuta y a mí, cuando Yuta aún era un bebé. Cuando estaba en la escuela secundaria mi abuela murió, y tres años más tarde mi abuelo la siguió. Remodelé el edificio que era propiedad de mi abuelo y comencé mi hotel mientras estaba en la Universidad. Mi cuerpo estaba temblando. Me sentí mal por lo afectado que me encontraba sólo por escuchar la historia aún cuando Asakura la estaba contando con tanta calma. —Les debo mucho por ayudarme a ir a la Universidad. Todavía no sé por qué dejaron de hablar con mi madre. Mi mirada cayó al suelo y Asakura acariciaba mi cabello. Escuché un golpeteo áspero por la risa sobre mi cabeza. —No te deprimas tanto por una historia antigua, Minami. La primera vez que me encontré con tu diseño, me recordó a ese antiguo apartamento donde solía vivir con mi mamá. Por supuesto, tu versión era mucho más agradable. Pero había algo que me gustaba. Así que es fácil ver cómo podría estar encantado por la persona que había creado un lugar tan sensible. He dormido con más personas de las que puedo contar, hombres y mujeres por igual, pero nunca he sido capaz de dormir con cualquier persona con excepción de Yuta y de tí. Duermo como un bebé junto a tí. - 165 -

Toqué las manos de Asakura, que estaban descansando sobre mi pecho. Estaban calientes. Su cuerpo se sentía extrañamente cálido, demasiado. —¿Está usted con sueño Señor Asakura?. Pensé que tal vez su temperatura corporal subía cuando él estaba cansado, como un niño. Giré mi cabeza para mirarlo y esta vez no me detuvo. —¿Hm? Creo que sí. No he estado durmiendo bien últimamente, incluso con Yuta. Yo sólo no puedo dormir sin que estés a mi lado, Minami. Él me apretó duro contra sí y me acordé de lo que me había dicho Fujikawa. El sólo es solitario y mimado, como un niño. Había pensado que sabía mucho sobre Asakura---pero era por ser hermanos. —Si desea ir a dormir, podemos ir a la cama. Asakura fue, poco a poco, poniéndose más pesado contra mi espalda. Se estaba quedando dormido mientras se apoyaba sobre mí. Yo no sería capaz de moverlo ni una pulgada. Este pensamiento me motivó y señalé hacia mi dormitorio. —Está bien. Pero tienes que venir también. —¡Ah! ¡Hey! Asakura me agarró y me llevó fuera de la sala. Le iba a decir que no tenía que llevarme de ese modo, pero cuando ví lo feliz que estaba, no podía decir nada. Era demasiado agradable para mí. —Debes moverte aquí, Minami —¿Eh?. ¿Por qué?. - 166 -

Él me hizo acostar en la cama y, a continuación, se colocó a mi lado tan naturalmente como si siempre lo hubiéramos hecho, colocando sus brazos a mi alrededor. Era imposible acomodar a dos hombres adultos en una pequeña cama individual. Nos caeríamos si nos moviéramos mucho en ella. —Las paredes son demasiado delgadas. Y no podrías colocar una cama doble en esta habitación. Sonaba como que Asakura quisiera mudarse aquí. ¿Cuándo había decidido eso? Sacudí los brazos de Asakura y murmuré. — ¡Espere un segundo!. ¿Está usted pensando en venir a vivir conmigo, Señor Asakura? ¿No le parece que es un poco repentino? —Pero yo no puedo dormir sin tí, Minami. ¿Quieres decirme que no te preocupa si muero por la falta de sueño? ¿O vas a venir al hotel cada noche? Intenté imaginarme yendo a un hotel del amor cada noche y me bloqueé. ¿Cómo podría lograr trabajar en la mañana? Era ridículo. Sacudí mi cabeza malhumorado y Asakura me sonrió triunfalmente. —Entonces tienes que mudarte a algún lugar donde puedas colocar una cama grande. Voy a pagar el alquiler. Y me mudaré de mi habitación en el hotel. Asakura estaba empujando las cosas adelante demasiado rápidamente. Él me abrazó acercándome más a él. ¿Tendría que pasar el resto de mi vida durmiendo junto a este chico de gran tamaño?. Me sentí incómodo acerca del rumbo que estaban tomando las cosas. Sospechaba que a partir de ahora sería yo el único con insomnio. Ahora era el momento para revertir esta situación, pero cuando busqué a Asakura ya estaba durmiendo, con una cara de paz en su cara, con lo cual todas mis dudas desaparecieron. - 167 -

Sus rítmicas respiraciones rizaban mi cabello. Bueno. Yo estaba acostumbrado a ser un hermano mayor, supongo. Dejé salir un suspiro por la derrota y envolví mis brazos alrededor de Asakura.

- 168 -

Parte Dos: Planeando Después de un montón de pulseadas con Asakura, Minami aceptó que se mudaran a un apartamento de dos dormitorios exactamente a mitad de camino entre su oficina y el Hotel Luna. Apenas había pasado un mes desde que ambos confesaran sus sentimientos el uno para el otro. —¿Cuándo vienen los de la mudanza?. Minami estiró sus piernas al frente, limpiando el sudor de su frente con la toalla que llevaba sobre los hombros. A sus pies había un montón de cajas de cartón fuertemente aseguradas. Después del almuerzo, habían venido a empacar las cosas de la sala de Asakura en el Hotel Luna, pero era tal el desorden que no habían hecho grandes progresos. —Tres. Creo — Aaskura respondió, recordando la llamada de confirmación que habían recibido la noche anterior. Los ojos de Minami se ensancharon. —Pero eso es en menos de una hora. Nosotros no estaremos listos a tiempo. —Eso depende de lo duro que trabajemos. — Asakura murmuró con un toque de burla en su voz. Realmente no creía que terminarían a tiempo, pero él sabía que Minami tendría un aneurisma si no decía algo.

- 169 -

—¡Es su culpa por postergar esto hasta el último segundo! ¡Incluso durmió hasta el mediodía esta mañana! — parecía como si su poca entusiasta evasión del problema molestaba a Minami. Asakura vió sus manos agitarse cuando sostenían un rollo de cinta y colocó una mano suave en el hombro de Minami. Era fácil ser engañado por su exterior suave, pero Minami era sorprendentemente de temperamento corto. Era obstinado, demasiado, por lo que su ira siempre perduraba. Asakura frotó los hombros tensos de Minami, intentando calmarlo. —No estés tan molesto. Si nosotros no terminamos en el tiempo establecido, podemos tomar el resto y llevarlo en el coche. Todo lo que necesitamos que nos muden son las cosas grandes. De hecho, no había muchas cajas en la sala de Asakura. Iba a dejar suficientes cosas para seguir usando esta habitación como una oficina, por lo que no estaban mudando los sofás que eran voluminosos. Sus pertenencias deberían ajustarse perfectamente en su automóvil. Habían decidido que mover su TV, estéreo y el resto de su equipo de oficina sería demasiado para ellos y habían llamado a una empresa de mudanzas para ello. —Es mejor no tomar demasiada cantidad de cosas. Minami probablemente pensaba sobre su propio embalaje. El parecía repentinamente distraído. Eso había sido un trabajo verdadero. Cada caja pesaba una tonelada. Asakura le había pedido todos los libros de arte. Él los había estado coleccionando desde que era un estudiante, por lo que tenía bastantes acumulados, todos ellos de tapa dura y llenos de fotos en colores. Había cinco o seis cajas llenas completamente de ellos.

- 170 -

Al día siguiente de que las hubieran trasladado, la espalda de Asakura le dolía tanto que él no podía sentarse durante demasiado tiempo a la vez. Minami tomó el puñado de juego de trajes que se encontraba en las perchas de la pared y los puso en una caja. Las camisas de Asakura estaban en una bolsa de plástico, así que iban a tomarlas como estaban, y cerró los diez cajones de su cómoda. Minami inspeccionó el trabajo e inclinó su cabeza curiosamente. —¿Donde están sus ropas? ¿Esto es todo?. —La ropa es demasiado problemática, entonces compro sólo lo que necesito cuando las temporadas cambian. Así no se acumulan. —Increíble — Minami pronunciaba esta frase desde la incredulidad. Dejó escapar un profundo suspiro. Estaba algo sorprendido por la falta de sentido económico de Asakura, pero si pensaba acerca de la forma en la que Asakura lo hizo como una forma de minimizar su esfuerzo, le parecía natural. ―¿Tira a las personas a un lado cuando se cansa de ellos también? ¿Haría eso conmigo?. Minami estaba intentando actuar ligero en su comentario, pero su voz se cargó muy ligeramente en la última palabra y eso atravesó el corazón de Asakura. Él se volteó para mirar a Minami y le disparó con otra idea salvaje. —Nunca he estado con alguien lo suficiente para acabar con mis nervios. Por lo general era sólo una vez, o habíamos decidido vernos cuando estuviéramos de ánimo. Te dije que eras especial, Minami. Ésta es la primera vez que he permanecido con alguien, y la primera vez que he sido capaz de dormir junto a alguien. ¿Cómo podría llegar a cansarme de tí?. - 171 -

Hizo esta declaración con una seriedad poco característica en su persona. Minami era la única persona que viviría junto a él. Cuando él vió a Minami la primera vez que había ido al hotel para una reunión, Asakura no había sido capaz de sacar sus ojos fuera de él durante mucho tiempo. Realmente no creía en fenómenos sobrenaturales, pero pensando en eso ahora, suponía que había sido amor a primera vista. —Minami… Asakura se acercó a Minami, que todavía estaba con mala cara y tiró de él para acercarlo. Sentía una tensión momentánea en sus hombros y, a continuación, Minami se hundió en sus brazos sin resistencia. —Si… ¿Soy especial para usted, no es así?. Usted puede engañarme, sólo que… vuelva a dormir a mi lado. —¿Piensas que sería capaz de engañarte?. —¿No lo haría?. La forma demandante en que Minami dijo ésto reveló lo poco que aún dudaba de Asakura. Asakura le sonrió pesarosamente. Minami probablemente no confiaría en él acerca de ésto hasta que Asakura le mostrara que era un hombre que cumplía con su palabra. No le importaba lo que tardara: sólo quería poseer a Minami. Asakura ya había seguido ese impulso y forzado a Minami en su cama apenas se habían conocido, era natural que Minami no creyera en él. Realmente, parecía casi milagroso que Minami le hubiera perdonado todo. Asakura reconoció que era egoísta y deliberado, como un niño, pero Minami le había aceptado de esa forma. A veces Asakura sospechaba que Minami era el que tiraba más fuerte en la relación.

- 172 -

—No hemos terminado aún — Minami dijo, golpeando a Asakura en la espalda. Él sonaba como si tratara de alentar a un niño. —Mmn… tienes razón. Asakura tocó el pelo de Minami, disfrutando de la forma en que se sentía, acercándolo cada vez más para que sus labios pudieran tocarse… Un golpe fuerte provenía de la puerta. —¡Hola allí!. ¿Ya han terminado el embalaje?. Oh. Yuta entró en la sala y se congeló viendo a Asakura y Minami en brazos uno del otro. Se preguntaron si él podría ser considerado y dejar la habitación, pero Yuta caminó y los separó con una sonrisa. —¡Ustedes tendrán tiempo para esto después de que las cajas sean empaquetadas! ¡Lo primero es lo primero! Incluso cuando él interrumpió a su hermano mayor y su novio en un momento íntimo, Yuta no parecía para nada perturbado. Tenía una despreocupada sonrisa en su rostro juvenil. Yuta no podía ser más diferente de Asakura aunque lo tratara. De niño, había sido un bebé llorón y seguía a Asakura por todas partes. Como el hermano más joven, él había sido protegido desde el comienzo de su vida, pero en algún momento había crecido y vuelto un hombre hecho y derecho. —Lo lamento. — Minami saltó lejos de Asakura con un aspecto agitado buscando algo más para mirar. Asakura sintió vagamente incumplido su deseo cuando iba desapareciendo el calor de Minami de sus brazos. Él miró a Yuta para refutarle, pero no había nada que pudiera decir. Yuta tenía razón: necesitaban embalar sus cosas primero. —Sé que no es su culpa., señor Kasuga. No necesita disculparse. Estoy seguro de que mi hermano lo ha coaccionado. - 173 -

—No hables de esta manera, Yuta. No es un niño. —¡No estoy seguro de haber ido tan lejos!. Yuta aparentemente se sentía lo suficientemente cómodo alrededor de Minami, que se ponía nervioso con Asakura delante de él. Él está muy nervioso, teniendo en cuenta que es más joven, pensó Asakura en forma inmadura. Él cruzó sus brazos y se asomó sobre Yuta, que era mucho más bajo, pero por supuesto esto no hizo que se asustase. Él estaba a punto de agregar algo cuando la puerta se abrió y la mujer de la recepción apareció, tímidamente asomando su cabeza. —Perdone, señor. Las personas de la mudanza han llegado … ¿debo enviarles?.

Los tres se apresuraron a empacar las últimas cajas y los de la mudanza se las entregaron de forma eficaz en el apartamento nuevo. Yuta se quedó para ayudarlos a poner la mayoría de la sala en orden. Luego se fue a casa. Aparentemente había prometido que iría temprano ese día con el fin de llevar a sus niños a la cama. Todo lo que se dejó para el final se encontraba en las cajas de cartón, por lo que Asakura puso fin al trabajo y se dirigió hacia el dormitorio.

- 174 -

El apartamento tenía dos habitaciones, una de 40 metros cuadrados lo suficientemente grande para una cama grande y otra habitación de treinta metros cuadrados, que era la habitación de Minami. En ella pusieron la tabla de diseño de Minami y muchas de sus otras herramientas de arte, por lo que se convirtió en su cuarto de trabajo. Las cosas del equipo de computación de Asakura estaban en una esquina de la sala, pero Yuta había trasladado los registros financieros y la mayoría de los documentos desde el Hotel Luna a su oficina allí, no había mucho que Asakura necesitaría para utilizar su computadora. Asakura se dió cuenta de que habían trabajado casi sin parar desde el mediodía y de repente sentía mucha hambre. Él asomó la cabeza nuevamente en el salón para preguntar. ―¿Tienes hambre Minami?. Minami estaba sentado delante de una caja sin abrir. —¿Cuál es el problema?. —No sé si esta caja es mía o suya. Hemos puesto sus cosas abajo a la derecha al lado de las mías, entonces no estoy muy seguro. Asakura se colocó al lado de Minami y examinó la caja. Si la caja había sido marcada de alguna manera no debería de haber problema, pero se trataba de una simple caja de cartón que habían comprado en una tienda de hardware. Tanto Minami y Asakura las habían usado. Deberían de haber utilizado diferentes colores de tapas o escrito sus nombres en las cajas o hecho algo para diferenciarlas, pero ahora es un poco tarde para ese tipo de ideas. —Bien, abrámosla y veamos. ¿Hay algo que no deseas que vea?. — Asakura preguntó con una sonrisa burlona, mirando fijamente a Minami. Minami se volteó y lo miró de reojo — Pensé que usted podría. ¿Qué sucede si hay algo que no debería ver? - 175 -

Asakura se puso a pensar. Estaba bastante seguro que había arrojado todo lo que había recibido de sus antiguos amantes. Él miró atrás y vió a Minami fijamente. Aparentemente su silencio pronunció su culpabilidad. —¡Juro que no hay nada! No podemos decir lo que hay dentro sólo con ver la caja, por lo que sólo abrámosla. Ellos arrancaron la cinta y miraron dentro de la caja. No había mucho dentro de ella, teniendo en cuenta cuán grande era. Había una gran cantidad de carpetas y sobres marrones que se encontraban sueltos. —Supongo que es mío. Se parecen a algunas cosas de negocio que quería dejar en el hotel. Tenían apuro por completar la última parte de su trabajo para que no estuviera esperándolos el personal de la mudanza con lo cual sólo habían arrojado todo lo que encontraron en las cajas. La razón por la que Asakura no recordaba que esto estaba allí debía ser porque Yuta o Minami lo había empacado. Él revisó a través del papel, agarrando el borde de un sobre y cuando tiró de él todo se desparramó en todas direcciones. —Oh… —¿Señor Asakura?. Antes de que Asakura pudiera retirar su mano. Minami vió lo que se había desparramado de dentro de la caja. Él lo recogió y preguntó, su voz sonaba peligrosa, —¿Qué es esto?. —Oh, ya sabes. Es mi foto especial — él miró la foto que Minami empujada hacia él y le dió una explicación forzada. La foto mostraba a Minami, en la cama sin ropas, recuperándose claramente después de hacer el amor. Era la fotografía que Asakura había tomado de Minami mientras se encontraba dormido, después de su primera - 176 -

vez juntos. Asakura pensó que la había escondido de forma segura donde Minami

nunca

podría

verla,

pero

él

lo

había

subestimado

espectacularmente. Trató de pensar en una buena explicación, pero las manos de Minami temblaban. Él podría sentir que la temperatura en la sala bajaba mientras los segundos pasaban. —Voy a quemarla — dijo simplemente Minami. Él revolvió con su mano en el bolsillo de la camisa de Asakura y encontró el encendedor de Asakura. Mantuvo su llama bajo la fotografía. —¡Hey!. ¡Espera!. Esto es peligroso. Debes alejarte de la alarma de incendios… ¡puedes iniciar un incendio! —Voy a quemar esto. —¡Primero cálmate! Asakura agarró las muñecas de Minami y lo detuvo. Los ojos de Minami mostraban enojo, decidido a quemar la foto en ese preciso instante. Asakura estaba desesperado, pagando la pena ahora por sus crímenes. —¡Minami! Él estaba tan frenético que sus cuerpos se enredaron y rodaron por el suelo. Asakura se atajó primero y sostuvo las muñecas de Minami fijándolo al piso. —Déjeme ir, Señor Asakura. —No hasta que te calmes. Minami intentó alejarse, pero Asakura le tenía seguro bajo su peso. Minami estaba perdiendo su temperamento, negándose a calmarse, por lo que Asakura presionó sus labios contra los suyos. Los presionó tan estrechamente que sentía cómo el cuerpo de Minami convulsionaba y se tensionaba. —¡Mmf! - 177 -

Se negó a permitir que Minami se alejase, rodando su lengua alrededor de su boca y lentamente frotando en su interior. Asakura conocía todas sus debilidades y la lucha se filtró lentamente fuera de él. Ahora él podría liberar las manos de Minami ya que permanecería en el piso. —¿Creía que se podía mentir sobre esto?. Minami buscó en Asakura con ojos teñidos de desgarro y Asakura lentamente sacudió la cabeza. —No quise mentir sobre esto. Si te molesta tanto, podemos quemarla más tarde. Pero en el incinerador esta vez. Los ojos de Minami se ampliaron debido a las palabras de Asakura . Parecía no creer lo que estaba escuchando. —¿Qué, no me crees?. ―Asakura preguntó. Minami abrió su boca para decir algo, pero al final no dijo nada y sólo sacudió la cabeza. Asakura sonrió lentamente, aún doblado sobre Minami. —Realmente me desharé de ésta. Pero a cambio, quiero que aceptes posar para nuevas fotografías. —Q… ¿qué? Los ojos de Minami se ampliaron aún más, no parecía entender lo que Asakura le acababa de pedir que hiciera. Sus ojos se fijaron en Asakura, todavía volubles. Asakura no perdió esta evidente oportunidad con lo cual sin perder un momento, levantó la camisa de Minami y pasó su mano por la piel desnuda. —¡Ah!.

- 178 -

Los brazos de Minami se retorcían con el jadeo que trataba de ocultar. A continuación, como si un hechizo hubiera sido roto, él lo movió de un tirón lejos. —Deténgase, señor Asakura. ¡Nunca voy a aceptar eso!. ¡Pare de hacer esto!. ¡Ah!. Asakura había acariciado el pecho de Minami con una mano mientras él ligeramente daba masajes en los muslos de Minami con la otra. Minami se estremecía, un escalofrío sacudía su piel. Asakura lo sentía. No era sólo la pena lo que le dió el escalofrío. La erección que se presionaba contra los muslos de Asakura constituía la prueba de ello. —¡NN-no!. ¡No me toque allí!. Tal vez Minami realmente hubiera querido resistirse, pero apenas tenía fuerzas para ello. —¿Conoces ese viejo dicho, atrapas más moscas con miel que con vinagre?. Voy a hacer que me permitas tomarte fotos, Minami. —¡Yo no! .El Nngh---¡S-Señor Asakura!. Asakura jugó con el pecho de Minami mientras frotaba sus ingles al mismo tiempo. Él había sellado la boca de Minami con un beso. Jugó hábilmente alrededor del interior de su boca y ahora la resistencia inicial de Minami parecía desaparecer. No será divertido tomar fotografías, después de que todo haya terminado. Quizás podría obtener permiso para sacar las fotos durante el sexo. Asakura pensaba excitado mientras arrancaba las ropas de Minami. Él presionaba un beso ocasional contra los labios de Minami para mantenerlo apartado de volver a sus sentidos y buscó la cámara digital.

- 179 -

Fin.

- 180 -

Palabras de la autora Hola o supongo "encantada de conocerlos". Soy Hikaru Masaki. Esta es una historia sobre hoteles del amor. He escrito mucho material muy excitante. Como una historia acerca de un pediatra pervertido. Estoy muy feliz que puedan disfrutar de ellas. Quiero dar las gracias a la Sra. Minase por sus dibujos terriblemente sexys. Debo pedir perdón ya que deben ser utilizados con mis garabatos infantiles!. ¡Muchas gracias!. Estaba tan encantada de hablar con mi manager acerca de ellos. "Son tan traviesos". "Sí, lo son realmente! (risas) "los bocetos de las tres cubiertas que me enviaste eran tan buenos que tuve muchos problemas para elegir sólo uno”. No soy muy buena hablando de mi proceso de escritura, por lo que siempre prefiero correr y ocultarme cuando tengo que escribir posdatas largas. Tengo algo que decir acerca de las "escenas cremosas" (risas) mientras yo estaba escribiéndolas, hice traer una gran cantidad de caramelos, a pesar de mi edad.. ¡Confieso!. ¡No había comido un caramelo en diez años y me trajeron tantos buenos recuerdos!. Recuerdo de pequeña teniendo una verdadera crisis independientemente de si el caramelo con las envolturas amarillas tenía un diverso sabor del caramelo con las envolturas rosadas. Pensaba que eran iguales – ¿no es así?. Y estoy bastante segura que no había el mismo número de envolturas rosadas y amarillas en la bolsa. Si hubiera el mismo número, pienso que todos los pequeños niños en el mismo estado de conflicto morirían de hambre, pero soy quizá la única persona que se preocupó de esto. Gracias por haber leído este material. No sé si esto dice algo sobre mí, pero los personajes de uke sobre los que escribo casi siempre son idiotas. Creo que he mitigado la estupidez de Minami esta vez, incluso si lo digo yo misma. Pero tal vez piensen que él es todavía un idiota después de todo (risas). Algún día voy a intentar escribir sobre un uke que realmente llegue a ser asombrosamente cool. - 181 -

Casi he alcanzado mi cuota. Estoy algo atrasada en responder a mis correos últimamente. Por lo tanto, me gustaría decir algo acerca de ello. Las cartas que me envíen son un bálsamo cuando yo estoy sufriendo. Tenerlos cuando estoy deprimida y leerlos lentamente, uno por uno, durante horas es maravilloso. Me siento muy afortunada. La versión corta, corta es que lo siento, que me voy de vacaciones. Sería odioso colocar sólo una respuesta de una frase y una lista de otras historias que he escrito. Es una petición muy egoísta, pero si pudieran incluir su propia dirección de devolución en sus cartas, me ayudaría muchísimo. Cuando envío una respuesta, mi escritura chapucera podría hacer que se perdiera en el sistema postal. ¡Es trabajo extra para ustedes, pero realmente lo agradecería!. Voy a ir ahora con las gracias a mi manager, a la Sra. Minase, a los lectores de todo el mundo! Espero que pronto nos veamos una vez. Hikaru Masaki

2004 Verano, que es muy persistente este año….

- 182 -

Related Documents


More Documents from ""

Como Una Comedia De Amor
February 2021 1
Lenguaje Corporal
February 2021 1
Unmei Datta No Ka Na
February 2021 0
February 2021 0
February 2021 0