Pae

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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD ESCUELA PROFESIONAL ENFERMERÍA

CURSO

:

ENFERMERÍA SALUD ADULTO I.

DOCENTE

:

MG. LITA BOCANEGRA

TEMA

:

PAE

INTEGRANTE

:

CICLO

INFANTE MARTÍNEZ INGRID

:

V

DATOS GENERALES: Nombre: F.C.G

Edad: 83 años

Estado civil: Casado Domicilio: Las Delicias, Independencia 812 Fecha de ingreso: 11/09/2016 Lugar y Fecha de nacimiento: Forma de llegada:

18/12/1932

Emergencia

Fuente de información: Historia Clínica. MOTIVO DE CONSULTA: Familiar refiere que hace 15 días el paciente tiene pérdida de apetito, presenta dificultad para caminar. RECUENTRO CRONOLÓGICO: Hijo refiere que paciente tiene pérdida de apetito hace 15 días, acentuándose en el transcurso de los días. Hace 10 días se agrega debilidad corporal e inquietud por lo que le informo a médico y este le dijo que era propio de la edad. Hace 5 días presenta agitación psicomotriz, somnolencia y decaimiento por lo cual deciden llevarlo al policlínico de Moche en donde le realizan exámenes y lo refieren al Hospital Lazarte para ser tratado. ESTADO ACTUAL: Paciente somnoliento, acostado en posición decúbito dorsal con presencia de sonda oro gástrico para alimentación permeable, presenta traqueotomía

VALORACIÓN SEGÚN PATRONES FUNCIONALES DE SALUD: I.- PATRÓN PERCEPCIÓN -MANEJO DE LA SALUD: Paciente toma Losartan cada 8 horas para hipertensión arterial pero no recuerda nombre, es alérgico a penicilina pero no a alimentos. -

Antecedentes: Historia de enfermedades: Sufre de hipertensión arterial desde hace 5 años. Sufrió caída por escaleras hace 1 año, golpeándose región frontal sufriendo traumatismo encéfalo craneano siendo sometido a colocación de puntos. También se le diagnostico Hiperplasia Benigna de Próstata hace un mes. Padece

-

de nefropatía crónica difusa diagnosticada hace un mes. Antecedentes quirúrgicos: Hace 20 años le operaron de apendicetomía

II.- PATRÓN ROL - RELACIONES: Hijo refiere que su padre se dedica a estar en casa, acompañándolos, vive con sus dos hijos, vive en un ambiente donde existe el cariño. Depende económicamente de sus hijos. Estructura familiar (diagrama):

NOMBRE Y APELLIDO

EDAD

PARENTESCO

OCUPACIÓN

Lidia Florián Plasencia

30 años

Hija

Auxiliar de contabilidad

Carlos Florián Plasencia

34 años

Hijo

Administrador

III.-PATRÓN NUTRICIONAL-METABOLICO: Paciente presenta sonda oro gástrica para alimentación (ensure) IV.-PATRÓN ELIMINACIÓN: Paciente con presencia de pañal, familiar refiere 1 deposición diaria, con presencia de orina disminuida. V.-PATRÓN ACTIVIDAD-EJERCICIO: Adulto mayor con incapacidad de moverse con frecuencia respiratoria 18 x´. VI.-PATRÓN DESCANCO-SUEÑO: No evaluado VII.-PATRÓN COGNITIVO – PERCEPTIVO: Estado de inconciencia, juicio alterado, incapacidad para poder hablar. VIII.-PATRÓN AUTOPERCEPCION - AUTOCONCEPTO: Paciente se observa intranquilo. IX.-PATRÓN SEXUALIDAD-REPRODUCCION: No evaluado. X.-PATRÓN ADAPTACIÓN-TOLERANCIA AL ESTRÉS: Hijo refiere que paciente por momentos empieza como a quejarse y se quiere retirar cánula de traqueotomía. XI.-PATRÓN CREENCIAS-VALORES: Familiar refiere que paciente es muy católico y confía en el para todo.

EXÁMEN FÍSICO: APARIENCIA GENERAL Adulto mayor con facies de intranquilidad, molestia de constitución anatómicamente delgado, acostado de forma decúbito dorsal. SIGNO S VITALES T°:36.5° P.A: 100/90 Pulso: 86x´ Respiración: 17 x´ PIEL Y ANEXOS Paciente de tez blanca, piel flácida normo térmico con presencia de edema en miembros superiores, cabello canoso en poca cantidad. CABEZA Paciente con el Cráneo de forma simétrico, su tamaño es proporcional al cuerpo sin brillo, de color negro, no lesiones, no úlceras. CARA Adulto mayor con el rostro ovalado, simétrico, proporcional al cuerpo, flácida, normo térmica, piel seca.

OJOS Adulto mayor de ojos de color negro y brillantes, simétricos, buena implantación y distribución de cejas y pestañas, no lesiones. Párpados simétricos, íntegros, buena oclusión, no edema, no orzuelo, no chalazión, aparato lacrimal permeable e íntegro, ausencia de lágrimas, esclerótica de color blanco e íntegro, pupilas de tamaño normal y fotoisoreactivas y fotoisocóricas, no estrabismo. OÍDO Íntegros, ubicados en la parte lateral de la región temporal, proporcionales a su cabeza, simétricos, no hay malformaciones, normo térmico, presenta conducto auditivo externo en

forma de S, sensibles, conducto auditivo interno posee un poco de cerumen, con vellosidades, no masas, no lesiones. En buen estado de higiene. NARÍZ Tamaño pequeño, proporcional al rostro, alargada. Su tabique es recto, permeable, íntegro, no masas, por el lado interno posee vellosidades en buena cantidad. CAVIDAD ORAL Y OROFARINGE Labios simétricos, delgados. En cavidad oral presenta sonda oro gástrica para alimentación, sarro en la parte externa de la dentadura. CUELLO Es simétrico proporcional a su cuerpo, piel flácida con presencia de cánula endotraqueal, lacerado. TÓRAX De forma elíptica, simétrica, su esternón de posición central, los movimientos respiratorios de ritmo regular, su columna sin desviaciones. CORAZÓN En el punto apical es más preciso y de ritmo normal, en el aórtico, pulmonar y tricúspide se escucha normal. ABDOMEN Simétrica, no hay presencia de manchas pero si de cicatrices SISTEMA MUSCULO ESQUELÉTICO Adulto mayor postrado en cama con tono y fuerza muscular disminuidos. SISTEMA NERVIOSO Paciente no responde a estímulos. DIAGNOSTICO MEDICO: _ Trastorno de conciencia. _ Cardiopatía hipertensiva _ Enfermedad de renal crónica estadio III.

_ Cistitis crónica + litiasis vesical. _ Hiperplasia benigna de próstata. DATOS SIGNIFICATIVOS:          

Edad. Tubo endotraqueal. Sonda nasogástrica. Deterioro de integridad cutánea. Fuerza muscular disminuidos Somnoliento. Presencia de pañal las 24 horas. Edema en miembros superiores. Prostrado sin poder moverse. Facies de intranquilidad.

ANALISIS Grupo 1: La etapa del adulto mayor comprende el periodo de vida desde los 65 años en adelante. Un adulo mayor h alcanzado ciertos rasgos que se adquieren bien sea desde un punto de vista biológico, social y psicológico. Los adultos mayores son símbolo de estatus, prestigio y fuente de sabiduría, por lo general son tratados con mucho respeto y se les identifica por ser maestros o consejeros en ciertas sociedades, debido a su larga trayectoria. Según Erickson los adultos mayores que han alcanzado la integridad del ego, sienten que su vida tiene un significado, es decir que aceptan el hecho que pronto van a morir. Los trastornos del estado de conciencia son padecimientos donde el estado de alerta o de vigilia se encuentra alterados. La conciencia es normalmente controlada por diferentes partes del cerebro. Estos sistemas mantienen a una persona alerta y consiente de sí misma y de su ambiente. Los trastornos del estado de conciencia pueden incluir el coma, el estado vegetativo, el estado de conciencia mínima, el mutismo acinético y el delirio. Estos pueden ser ocasionados por traumatismos de la cabeza o por padecimientos que provoquen un flujo

de sangre disminuido al cerebro. Ciertos medicamentos, drogas y el alcohol pueden también tener efectos sobre el cerebro y pueden afectar el estado de conciencia. La conciencia se mantiene por la actividad del sistema activador reticular ascendente, situado en el tronco encefálico y en las regiones talámicas. Cuando su alteración es por procesos neurológicos locales, tales como tumor cerebral o hematoma subdural, la disminución del nivel de conciencia se establece por compresión del tronco encefálico o el tálamo o por la producción de hidrocefalia. También puede originarlo la alteración difusa consecutiva a metástasis cerebrales o a infartos cerebrales múltiples; cuando la localización del proceso produce varios déficits separados de la función cognitiva con alteración del nivel de atención, lo habitual es que las lesiones existan en ambos hemisferios. Sin embargo, una lesión ubicada en el hemisferio no dominante, tal como un infarto parietal, puede generar un delirium, pues este hemisferio controla la atención. Los trastornos sistemáticos producen confusión a causa de la alteración difusa de la función neuronal, en unos casos por déficit de sustratos: oxígeno, glucosa, o déficit de otros factores necesarios como vitaminas y hormonas. La existencia de toxinas endógenas como las generadas en la insuficiencia hepática o renal, así como las creadas en las infecciones sistemáticas, son otras de las posibilidades causales. El equilibrio ácido-base y los severos trastornos electrolíticos alteran la funcionalidad neuronal. Por último, los fármacos anticolinérgicos por la interrupción de la transmisión sináptica, constituyen un mecanismo común en el anciano, tal como la disminución de los neurotransmisores cerebrales y es la primera condición para que actúe el resto de los mecanismos. Es una presentación común en los servicios de Es una presentación común en los servicios de emergencias y el riesgo y la complejidad del emergencias y el riesgo y la complejidad del diagnóstico va aumentando con la edad diagnóstico va aumentando con la edad Estudios muestran que la alteración del estado mental se presenta en el 40% de los pacientes mental se presenta en el 40% de los pacientes mayores de 70 años: 25% con Delirio, 25% mayores de 70 años: 25% con Delirio, 25% alteración del nivel de conciencia, 50% con alteración del nivel de conciencia, 50% con Estupor, confusión u obnubilación. Este problema representa entre el 4 al 10% de las visitas a emergencias las visitas a emergencias. El delirium suele aparecer de forma abrupta (en horas o días), y sus síntomas varían de forma impredecible a lo largo del día. El enfermo cambia de estado constantemente. Es

habitual que el estado empeore a la caída de la tarde y a primeras horas de la noche (horas a las que también los bebés están más nerviosos). Este empeoramiento se llama cuadro crepuscular, por el momento en que aparece. El delirium afecta a la mayoría de las funciones del cerebro: la atención, la cognición, la percepción, las emociones, el lenguaje, la movilidad física o el ritmo del sueño. El nivel de conciencia fluctúa, entre la normalidad, la obnubilación, el estupor e incluso el coma superficial. Uno de sus rasgos más importantes es el trastorno de la atención. La capacidad de mantener o fijar la atención a las cosas que le rodean se reduce. El enfermo se distrae con facilidad, no se centra. Esto también fluctúa a lo largo del día, lo que puede influir en la prestación de cuidados sanitarios y en la relación con los cuidadores. La situación cognitiva también se afecta en todos sus aspectos, lo que explica su ocasional confusión con una demencia. El pensamiento del enfermo se desorganiza y se hace incoherente y onírico, siendo incapaz de planear y organizar correctamente las acciones y de apreciar la situación. Se deteriora también la memoria a corto plazo, y suele existir (afortunadamente) amnesia del episodio una vez superado el mismo. No son raras las falsas interpretaciones de lo que ven y oyen. Tampoco lo son las ideas paranoides ni las alucinaciones, generalmente visuales, que suelen ser vívidas y atemorizantes. Las alucinaciones se dan en casi la mitad de los ancianos confusos, y son una de las cosas que más preocupan a sus familiares. Otro problema frecuente es la alteración del ritmo sueño-vigilia, con adormecimiento diurno y fragmentación y reducción del sueño nocturno. Por la noche el enfermo se encuentra más descentrado, nervioso y agitado, lo que le impide dormir.

Grupo 2: La presión arterial es necesaria para aportar oxígeno y nutrientes a los órganos corporales. En el cuerpo humano la sangre circula por los vasos sanguíneos. Son principalmente arterias y venas. La sangre que circula constantemente por los vasos ejerce presión sobre las paredes vasculares. La presión viene determinada por la fuerza de bombeo del corazón y la elasticidad de los vasos.

En general, el corazón se contrae y se vuelve a expandir, por término medio, 60-80 veces por minuto. Con ello bombea la sangre a presión hacia las arterias para suministrar oxígeno y nutrientes a los órganos corporales. Los vasos sanguíneos se van ramificando más y más hasta convertirse en vasos sanguíneos capilares (capilares). Este "sistema de cañerías" ofrece más o menos resistencia al torrente sanguíneo, si tiene la presión suficiente. La presión es máxima en el momento del latido cardiaco, que es cuando se contrae el corazón. Esta presión se conoce como presión arterial sistólica. La fase de contracción del corazón en la cual aumenta la presión arterial recibe el nombre de sístole. La presión arterial es mínima entre dos latidos del corazón, es decir, cuando se relaja el músculo cardiaco. La presión arterial en este punto se denomina presión arterial diastólica. La fase en la que el corazón se relaja y la presión arterial disminuye se denomina diástole. La hipertensión arterial aumenta la presión en los vasos sanguíneos. A medida que el corazón bombea contra esta presión, tiene que trabajar más arduamente. Con el tiempo, esto lleva a que el músculo cardíaco se engruese y el corazón tiene que hacer un mayor esfuerzo para bombear sangre hacia el cuerpo. Sin tratamiento, se pueden presentar síntomas de insuficiencia cardíaca congestiva.

La hipertensión arterial puede causar cardiopatía isquémica debido a que el miocardio más grueso necesita incremento en el suministro de oxígeno. La hipertensión arterial también contribuye con el engrosamiento de las paredes de los vasos sanguíneos, lo cual, a su vez, puede empeorar la aterosclerosis (aumento en los depósitos de colesterol en los vasos sanguíneos). Esto también aumenta el riesgo de ataques cardíacos y accidente cerebrovascular. La cardiopatía hipertensiva es la principal causa de enfermedad y muerte por hipertensión arterial. Incluye un amplio espectro que va desde la hipertrofia ventricular asintomática hasta la insuficiencia cardiaca. Los mecanismos de progresión no son del todo conocidos y existe una gran variabilidad individual en la progresión desde la hipertensión a la hipertrofia ventricular. Menor grado de conocimiento existe en la progresión desde la hipertrofia ventricular a la insuficiencia cardiaca y nuevos mecanismos se están estudiando al respecto. Tradicionalmente se han considerado dos etapas en la evolución de la cardiopatía hipertensiva, en las que participan una serie de mecanismos no del todo conocidos. La primera etapa se caracteriza por la aparición de hipertrofia ventricular, la cual se define como un incremento de la masa ventricular y se asocia con la aparición de eventos adversos. Los mecanismos implicados en esta etapa incluyen no solo la respuesta al estrés

mecánico de la presión arterial elevada sino también otra serie de factores como neurohormonas, factores de crecimiento y citoquinas. Existe una gran variabilidad en el desarrollo y el patrón de hipertrofia, lo que indica que múltiples factores influyen. La segunda etapa consiste en la evolución desde la hipertrofia ventricular a la insuficiencia cardiaca por dilatación ventricular. Sin embargo, actualmente conocemos que la insuficiencia cardiaca clínica puede ocurrir en el contexto de la función sistólica deprimida o conservada. En el artículo de revisión se repasan los posibles mecanismos implicados en la aparición de insuficiencia cardiaca. Tanto la hipertensión arterial, la adicción al tabaquismo, el ejercicio físico excesivo y la obesidad, demandan del corazón un marcado incremento de su carga de trabajo, lo cual con el paso del tiempo se traduce en trastornos como la hipertrofia de los ventrículos, fundamentalmente del ventrículo izquierdo. Ante esta sobrecarga de la actividad cardiovascular, la hipertrofia cardíaca constituye una respuesta de la presión arterial, lo cual tiende a crear trastornos de la función del corazón, tales como la insuficiencia cardíaca congestiva, que puede llegar hasta la muerte súbita, en estos casos el gasto cardíaco disminuye, pudiendo ocasionar apoplejía así como otras enfermedades isquémicas.

Como la cardiopatía hipertensiva contribuye al engrosamiento de las arterias, se incrementa el riesgo de una aneurisma, con el consiguiente agravamiento de la aterosclerosis ya existente Entre las causas principales, se encuentran entre otros, los factores hereditarios, la práctica de deportes extremos por períodos de tiempo prolongados, ya que en estas circunstancias el corazón bombea dos o tres veces más de lo que normalmente lo hace y por tanto, esta actividad genera un gradual agrandamiento de su volumen normal. Otros factores importantes a tener en cuenta lo constituyen el tabaquismo, alcoholismo, entre otras adicciones, así como la obesidad y la hipertensión, siendo esta última la responsable del aumento de la presión en los vasos sanguíneos, ya que a medida que el corazón bombea contra esta presión, tiene que trabajar más arduamente, esto hace que con el de cursar del tiempo el músculo cardíaco se engruese y el corazón tenga necesariamente que esforzarse más para bombear la sangre a todo el cuerpo, por tanto, es necesario cumplir con las indicaciones del médico, ya que de no cumplir con este importante requisito se pueden presentar síntomas de [[insuficiencia cardíaca congestiva]]. Debido a que el miocardio más grueso requiere incremento en el suministro de oxígeno, la hipertensión arterial puede causar cardiopatía isquémica.

El engrosamiento de las paredes de los vasos sanguíneos también puede deberse a la influencia de una cardiopatía isquémica a causa de hipertensión arterial, lo cual a su vez, puede empeorar la aterosclerosis, debido al aumento en los depósitos de colesterol, todo lo cual aumenta el riesgo de ataques cardíacos y accidente cerebrovascular. Cuando las complicaciones cardíacas se desarrollan, determinan los síntomas, el diagnóstico, el tratamiento y el pronóstico de cardiopatía hipertensiva.

Grupo 3: Los riñones realizan varias funciones en el organismo: 1) filtran la sangre y eliminan productos de desecho del metabolismo así como sustancias endógenas y exógenas, 2) mantienen el balance hidroelectrolítico, 3) regulan el equilibrio ácido – base, 4) secretan hormonas como la eritropoyetina y la renina y 5) modifican sustancias como la vitamina D, para la regulación del fósforo y el calcio.

Los riñones están constituidos por unidades funcionales llamadas nefronas las cuales están formadas por un glomérulo y un túbulo. El glomérulo es un conjunto de vasos sanguíneos a través del cual se filtran más de 150 litros de sangre al día. Este ultra filtrado del plasma que contiene moléculas pequeñas como urea, creatinina, glucosa e iones pasa al espacio capsular y posteriormente a los túbulos. En los túbulos se reabsorbe agua y sustancias químicas útiles como aminoácidos y iones, concentrándose las sustancias de desecho y el exceso de agua que terminan excretándose en 1 o 2 litros de orina al día. La eritropoyetina es el principal estímulo en la producción de glóbulos rojos y se secreta cuando existen niveles bajos de oxígeno en sangre. La renina es una enzima secretada por las células yuxtaglomerulares como respuesta a la hipercalcemia y la disminución de la tasa de filtración glomerular, regulando la presión arterial sistémica al fragmentar el angiotensinógeno en angiotensina I, la cual a su vez por acción de la enzima convertidor de angiotensina (ECA) se convierte en angiotensina II. La angiotensina II tiene una fuerte acción vasoconstrictora y estimula la secreción de aldosterona que induce la reabsorción renal de sodio y la excreción de potasio. La Insuficiencia Renal Crónica (IRC) es la presencia de daño renal con una duración igual o mayor a tres meses, caracterizado por anormalidades estructurales o funcionales con o sin descenso de la tasa de filtración glomerular (TFG) a menos de 60ml/min/1.73m2 (K/DOQI, 2002). La IRC es un proceso fisiopatológico multifactorial de carácter progresivo e

irreversible que frecuentemente lleva a un estado terminal, en el que el paciente requiere terapia de reemplazo renal (TRR), es decir diálisis o trasplante para poder vivir. Las causas de IRC se pueden agrupar en enfermedades vasculares, enfermedades glomerulares, túbulo intersticiales y uropatías obstructivas. Actualmente en nuestro país la etiología más frecuente es la diabetes mellitus, siendo responsable del 50% de los casos de enfermedad renal (USRDS), seguida por la hipertensión arterial y las glomerulonefritis. La enfermedad renal poliquística es la principal enfermedad congénita que causa IRC. La TFG puede disminuir por tres causas principales: pérdida del número de nefronas por daño al tejido renal, disminución de la TFG de cada nefrona, sin descenso del número total y un proceso combinado de pérdida del número y disminución de la función. La pérdida estructural y funcional del tejido renal tiene como consecuencia una hipertrofia compensatoria de las nefronas sobrevivientes que intentan mantener la TFG. Las enfermedades cardiovasculares son la causa principal de morbimortalidad en los pacientes con IRC, ocasionando 30 veces más riesgo de morir que el de la población general. Este riesgo puede ser atribuible a una correlación entre la uremia y la aterosclerosis acelerada. En pacientes con IRC es frecuente encontrar factores de riesgo cardiovasculares tradicionales, como la hipertensión arterial, dislipidemias, edad avanzada, DM y tabaquismo; así como manifestaciones asociadas a la uremia como homocisteinemia, anemia, hipervolemia, inflamación, hipercoagulabilidad y estrés oxidativo, que por sí mismas aumentan el riesgo cardiovascular. Un riñón con una TFG normal filtra una gran cantidad de sodio, el cual es reabsorbido en su mayoría, excretándose en orina menos del 1% de la fracción filtrada. Conforme disminuye la función renal, se presentan alteraciones del balance hidroelectrolítico que se traducen en retención de sal, disminución de la capacidad de concentrar la orina y posteriormente se ve afectada la capacidad de excretar agua en orina, disminuyendo el volumen urinario diario y retenièndose agua, lo que lleva a edema manifestado por aumento de peso e incluso insuficiencia cardiaca y edema pulmonar. La hipertensión arterial es la complicación más común de la IRC en presencia de uremia, siendo el aumento del volumen corporal su causa principal. Por sí misma, la hipertensión causa más daño renal, cayendo en un círculo vicioso que perpetúa el deterioro de la función renal. Un alto porcentaje de pacientes con IRC desarrollan hipertrofia del ventrículo izquierdo y cardiomiopatía dilatada. Los pacientes con IRC cursan con síntomas tempranos de disfunción del sistema nervioso central causados por la uremia como dificultad para concentrarse, somnolencia e insomnio. Posteriormente se presentan cambios de comportamiento, pérdida de la memoria y errores de juicio, que pueden asociarse con irritabilidad neuromuscular como hipo, calambres y fasciculaciones. En el estado urémico terminal es común observar asterixis, clonus y

corea, así como estupor, convulsiones y finalmente coma. La neuropatía periférica ocurre con frecuencia afectando más los nervios sensitivos de las extremidades inferiores en las porciones distales. Su presencia es una indicación firme de iniciar TRR. Una de las manifestaciones más comunes es el síndrome de piernas inquietas. Si la diálisis no se instituye en cuanto aparecen las alteraciones sensitivas, progresa a anomalías motoras con pérdida de los reflejos osteomusculares, debilidad, parálisis del nervio peroneo, que se aprecia como pie caído y finalmente cuadriplegia flácida. Los riñones juegan un papel fundamental en la regulación del equilibrio ácido base en el organismo. En las etapas avanzadas de la enfermedad renal es común la acidosis debido a que disminuye la capacidad de excretar hidrogeniones en forma de amonio, causando un balance positivo de ácido en el organismo. En un inicio los pacientes presentan acidosis de brecha aniónica normal, sin embargo, conforme progresa la enfermedad renal aumenta la brecha aniónica con una disminución recíproca del bicarbonato en sangre. En la mayoría de los pacientes se observa una acidosis leve, por lo general con pH superior a 7.3, sin embargo pueden presentarse manifestaciones severas de un desequilibrio acido base cuando el paciente se expone a un exceso de ácido o pérdidas alcalinas, como ocurre en la diarrea.

Los riñones y el hueso son importantes reguladores del metabolismo del calcio y del fósforo. Al deteriorarse la función renal, disminuye la síntesis de vitamina D, baja el nivel de calcio y aumenta el de fosfato. En la IRC hay una pérdida gradual de la función renal de modo que en las etapas tempranas con frecuencia los pacientes están asintomáticos y puede no detectarse la enfermedad hasta que el daño renal es muy severo. El daño renal puede diagnosticarse directamente al observar alteraciones histológicas en la biopsia renal, o bien indirectamente por albuminuria o proteinuria, alteraciones del sedimento urinario o alteraciones en las pruebas de imagen. Debido a que la TFG disminuye con la edad, la prevalencia de la enfermedad renal crónica aumenta con la ella y se estima que aproximadamente el 17% de las personas mayores de 60 años tienen una TFG menor a 60ml/min/1.73m2. El proceso de IRC se divide en cinco etapas: en las etapas 1-4, el foco de atención es preservar la función renal. Durante los estadios 1 y 2 puede no detectarse que se tiene una función renal reducida. En el estadio 3, la función renal se ha reducido entre un 30% y un 60% de su capacidad máxima. En este momento es de extrema importancia vigilar el avance de la enfermedad y hacer todo lo posible para enlentecer su progresión.

La insuficiencia renal terminal se produce cuando los riñones han perdido entre un 85% y el 90% de su capacidad de filtrado. El resultado es una acumulación de productos de desecho, agua y otras sustancias que podrían ser peligrosas si permanecen en la sangre. Cuando la enfermedad ha avanzado hasta este punto, necesita diálisis o un trasplante de riñón para seguir con vida.

Grupo 4: La infección en la orina está provocada por la invasión de microorganismos en el tracto urinario. Puede producirse por dos vías diferentes: por el extremo inferior de las vías urinarias (abertura en la punta del pene o de la uretra, según se trate de un hombre o de una mujer), que es el caso más frecuente; o bien a través del flujo sanguíneo, en cuyo caso la infección afecta directamente a los riñones. Las infecciones de las vías urinarias más habituales son las producidas por bacterias, aunque también pueden presentarse a causa de virus, hongos o parásitos. De muchas de ellas es responsable la bacteria llamada Escherichia coli, que normalmente vive en el intestino. Los signos de contaminación en la orina o del tracto urinario son expresiones que engloban diferentes enfermedades infecciosas (producidas por un microorganismo o germen) y que afectan a cualquier parte de este sistema (riñón, uréteres, vejiga urinaria o uretra). Cualquier anormalidad que provoque una obstrucción del flujo de orina (piedras en el riñón, estructuras anómalas) puede inducir a una infección urinaria. Una próstata dilatada también puede frenar el flujo de orina, por lo que incrementa el riesgo de infección. Las personas sometidas a exámenes mediante tubos o catéteres o que necesitan sondas pueden desarrollar más fácilmente infecciones procedentes de dichos instrumentos. Los mayores se ven afectados por este tipo de infecciones con mayor frecuencia, así como las que sufren una disminución del sistema nervioso, que les impide controlar la vejiga a voluntad. Por otra parte, cualquier desorden que produzca una supresión en el sistema inmune incrementa el riesgo de sufrir una infección urinaria, ya que este sistema es el encargado de mantener a raya los microorganismos patógenos responsables de las infecciones. También se dan en bebés nacidos con alguna deformación del tracto urinario, que a menudo han de ser corregidas mediante cirugía.

La causa más frecuente en los varones, de infecciones a repetición, es un contagio que se da por medio de bacterias que persisten en la próstata. Las mujeres contraen con frecuencia infecciones de la vejiga después de una relación sexual, probablemente porque la uretra ha sufrido contusiones durante la misma. Las manifestaciones sintomáticas y las características de la cistitis en los hombres adultos suelen estar determinadas por el agrandamiento de la próstata que se produce en gran parte de los adultos mayores de 50 años. Los primeros síntomas por los que se puede identificar una infección urinaria en pacientes masculinos son el deseo muy frecuente de orinar, la pérdida del control del esfínter urinario y la sensación de tener la vejiga llena incluso después de haberla vaciado. En los casos de infección urinaria masculina que están asociados a prostatitis puede haber una inflamación de la próstata de tipo crónico, generando un mayor malestar que en la infección urinaria común. Los casos de cistitis en los hombres que presentan algún tipo de complicación y llegan a pielonefritis pueden incluir síntomas adicionales como dolor de espalda, escalofríos y dolor de estómago (en algunos casos se combinan con náuseas y vómitos). El diagnóstico más eficiente de cistitis en los hombres es el urocultivo. En un urocultivo se recolectan distintas orinas del día para evaluar la presencia de bacterias y agentes nocivos. Un tratamiento tradicional para combatir esta enfermedad de las vías urinarias incluye la administración de medicamentos y la evaluación de algunos órganos del cuerpo asociados a las vías urinarias. De esta manera se le pueden solicitar al paciente radiografías o ecografías de los riñones para localizar posibles cálculos renales. Existen diferentes medidas que se pueden tomar para prevenir la cistitis en los hombres. Es importante beber agua suficiente (hay que orinar con color claro no menos de 8-10 veces al día), hacerse exámenes de próstata anuales después de los 45 años, hacer chequeos renales y tener hábitos de higiene personal adecuados. Siguiendo estos consejos es poco probable que no consiga una recuperación rápida y eficiente si llega a desarrollar una infección en las vías urinarias. La litiasis vesical se define como la presencia de un lito dentro de la vejiga. La causa más frecuente de litiasis vesical es una obstrucción de las vías urinarias inferiores que imposibilita el adecuado vaciamiento de la vejiga. Esto ocasiona que se acumule orina dentro de la vejiga y con ello sedimento urinario. Éste sedimento se agrega o adhiere formando microcristales y posteriormente se comienza a formar un lito. Con el paso del tiempo y al no resolverse la obstrucción urinaria, el lito aumenta de tamaño y puede llegar a medir varios centímetros. Los litos vesicales producen síntomas urinarios irritativos y obstructivos como ardor, orina a “chorros”, urgencia, aumento en la frecuencia de veces para orinar, sensación de no vaciar la vejiga, necesidad de pujar para empezar a orinar, chorro débil y dolor en el bajo vientre.

En ocasiones puede aparecer sangrado en la orina e infecciones urinarias recurrentes severas.

Grupo 5: La próstata es un glándula del tamaño de una nuez (3 cm de diámetro), con aproximadamente 20 gramos de peso y presente sólo en el sexo masculino. Se localiza en la base de la vejiga y circunda la parte inicial de la uretra, canal que lleva la orina de la vejiga hacia el pene. La próstata forma parte del sistema reproductor masculino, siendo responsable por la secreción de un fluido alcalino (con pH elevado) que protege los espermatozoides del ambiente ácido de la vagina y aumenta su movilidad, facilitando la llegada de los mismos al óvulo. Como presenta íntima relación con la uretra (canal que drena orina de la vejiga), las alteraciones en el tamaño de la próstata pueden comprimir la misma y dificultar el paso de orina. El aumento de tamaño de la próstata es un proceso estimulado por la presencia de la hormona testosterona y ocurre durante toda la vida en el sexo masculino. Cuanto mayor es una persona, su próstata ha tenido más tiempo para poder crecer. Esto significa que, con la edad, prácticamente todos los hombres tendrán una próstata grande. A los 40 años, el 10% de los hombres ya tienen una próstata aumentada de tamaño; a los 50 años, ese número salta hasta un 50%; después de los 80 años, más del 80% de la población masculina presenta hiperplasia prostática benigna. La hiperplasia benigna de próstata, como su nombre lo dice, es un crecimiento benigno, que nada tiene que ver con el cáncer. Repitiendo, para que no haya confusión: la hiperplasia de próstata es un proceso natural del envejecimiento y NO se transforma en cáncer de próstata. Esta confusión surge frecuentemente porque casi todo paciente con cáncer de próstata tiene más de 60 años, edad en la cual la prevalencia de HBP es alta. Haciendo una comparación grosera, podemos decir que muchos pacientes con cáncer de próstata tienen cabello blanco, pero no por ello pensamos que tener cabello blanco causa cáncer. El aumento de la próstata en sí no es un problema. El problema está en el hecho de que la próstata se encuentra anatómicamente localizada junto a algunas estructuras del tracto urinario, principalmente la uretra. El aumento de la próstata comprime la uretra y dificulta la salida de la orina, pudiendo incluso causar obstrucción, hidronefrosis (acumulación de orina en el riñón) e insuficiencia renal. Vea la ilustración al inicio de este texto para entender cómo se da la compresión de la uretra.

Los síntomas de la hiperplasia benigna prostática están relacionados a la obstrucción de la uretra. Las primeras señales son la pérdida de fuerza del chorro urinario y la necesidad de orinar frecuentemente. Explicando: la próstata aumentada comprime la uretra e impide el drenaje de la orina. La mayoría de las veces esa obstrucción es parcial y permite que algún volumen de orina pase, principalmente cuando la vejiga está llena y la presión consigue vencer la resistencia causada por la próstata aumentada. Sin embargo, cuando el nivel de orina dentro de la vejiga disminuye, la presión cae y el chorro, que ya es débil, se interrumpe. El resultado final es una vejiga que ya no logra vaciarse por completo, quedando siempre con alguna orina en su interior. Por eso, el paciente siente ganas de orinar frecuentemente, pero sólo logra eliminar pequeños volúmenes. Cuando no hay un vaciamiento completo de la vejiga, un gran volumen de orina queda retenido, favoreciendo el crecimiento de bacterias en su interior, ya que el chorro urinario expulsa buena parte de los microorganismos presentes en la orina. En los pacientes con hiperplasia benigna de próstata, hay siempre una «laguna» de orina para que las bacterias se reproduzcan. No es de extrañar que la cistitis (infección de la vejiga), rara en hombres hasta los 45-50 años pase a ser un diagnóstico común en ancianos El hecho de que la orina quede retenida dentro de la vejiga también favorece la formación de cálculos (piedras) en su interior. Conforme la próstata crece, la uretra queda más comprimida, hasta el punto de que pueda haber una completa obstrucción del paso de la orina. La orina que no es drenada se acumula en las vías urinarias y acaba por afectar a los riñones, lo que lleva a la hidronefrosis (dilatación de los riñones). El resultado final es la insuficiencia renal grave, pudiendo haber necesidad de hemodiálisis de urgencia. Cuanto mayor es el tiempo en que los riñones quedan obstruidos y llenos de orina, menor es la posibilidad de recuperación después de la desobstrucción del flujo. Después de 7-10 días de hidronefrosis, comienzan a surgir lesiones irreversibles en los riñones, un proceso que se completa después de 3-4 meses de obstrucción, época en que probablemente el enfermo permanecerá dependiente de hemodiálisis, incluso cuando ya esté corregido el problema. Otro síntoma del crecimiento de la próstata es la disfunción eréctil (impotencia), que ocurre por la compresión de los nervios que controlan la erección.

EJECUCIÓN DEL PLAN: Durante la elaboración de este plan, se me hizo un poco fácil, ya el paciente aporto toda la información necesaria y con ayuda de libros pude llegar a un diagnóstico resolviendo el problema que venía afrontando el lactante. EVALUACIÓN DE TODAS LAS ETAPAS DEL PROCESO:  VALORACIÓN: Se realizó en el ambiente del paciente (Cirugía), los datos fueron obtenidos a través de las técnicas de observación, examen físico, entrevista, complementados por fuentes primarias (datos que refirió el paciente) y fuentes secundarias como los datos de la historia clínica y madre del usuario.  DIAGNÓSTICA: Se realizó en base a los datos significativos (subjetivos y objetivos) de las necesidades alteradas en el paciente obtenidos durante la valoración, priorizándose los problemas reales y/o potenciales.  PLANIFICACIÓN: Las actividades de enfermería fueron planificadas basándose en los diagnósticos priorizados, teniendo como objetivo la satisfacción de las necesidades alteradas.

BIBLIOGRFÍA: Diagnósticos enfermeros, definiciones y clasificación 2012-2014 pág. 204. Problemas-apend.. http://enfermeradequirofano.iespana.es/drenajes.html. (en línea). Nanda, Diagnostico de Enfermería: Definiciones teóricas y práctica. Guía de Practica de la Enfermería Brunner y Suddarth. ENFERMERÍA MEDICOQUIRÚRGICO. 10a edición. Editorial: Mc GRAW HILL INTERAMERICANA México DF. 2005. P. 116, 250 – 252, 1140 – 1142,  Du GAS. TRATADO DE ENFERMERÍA PRÁCTICA. 4ta edición. Editorial: Mc GRAW HILL. México D.F. 2000. p. 257, 299, 300, 505, 507.  Apendicetomía http://enfermeradequirofano.iespana.es/drenajes.html. (en línea).     

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